TABLOIDES PARA
LA REFLEXIÓN RÉQUIEM POR LA POLÍTICA EL DECLIVE DE LA CONFIANZA INSTITUCIONAL EN MÉXICO DANIELA ROSALES
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EL DECLIVE DE LA CONFIANZA INSTITUCIONAL EN MÉXICO RICARDO RIVERA ricardoriverag@icloud.com 1
El declive en la confianza institucional es una realidad en el contexto mexicano y las consecuencias que esto produce para la estabilidad democrática serán siempre tema de interés social. No obstante, antes de emitir cualquier juicio basado en estimaciones subjetivas, es necesario profundizar en investigaciones y estadísticas que indiquen la evolución de la confianza institucional y discutan sobre sus implicaciones para el régimen democrático. El principal aporte expuesto por la Dra. Daniela Martínez en este ensayo, consiste en observar la confianza que los ciudadanos tienen en las principales instituciones de México, los datos presentados permiten identificar que el deterioro en la confianza institucional es una señal preocupante, considerando que año tras año, las instituciones resultan ser peor evaluadas por los ciudadanos, lo cual agrava la percepción de insatisfacción democrática. Ante el escenario planteado, resulta necesario preguntarse sobre ¿Cuáles son aquellos factores determinantes para que los ciudadanos confíen en las instituciones? Pero sobre todo, se debe ahondar en el ¿Qué deben hacer las instituciones para recuperar la confianza perdida? Ya que en la medida en que sean respondidas y se estructuren soluciones a este escenario, se podrá revertir el declive de la confianza institucional en México, sus efectos y consecuencias. Finalmente, resulta importante retomar la idea de evitar emitir cualquier juicio basado en estimaciones subjetivas respecto al declive de la confianza institucional y sus implicaciones, por lo que encuentro en el ensayo elementos que explican contundentemente la realidad que atraviesa México sobre el tema. La invitación que se hace es a leerlo, ya que como cualquier texto académico resulta enriquecedor para cualquier lector. 1 Estudiante de décimo semestre de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
DANIELA ROSALES1 @danielamaros24 Introducción. La democracia como régimen político abarca un conjunto de instituciones destinadas a legitimar el ejercicio del poder, asegurando la renovación de los gobernantes y el control de su ejercicio público (De Riz, 2015). La relación entre ciudadanos, instituciones políticas y representantes, están condicionadas por lo que los ciudadanos saben, creen, sienten, valoran y perciben sobre ellas, es decir, por lo que se conoce de modo genérico como actitudes políticas (Torcal y Bargsted, 2015). Según Alcántara (2004), las instituciones estructuran la vida política de América Latina y esto es relevante para el entendimiento del funcionamiento de los sistemas políticos de la región. En la misma línea, Delgado (2015) indica que las instituciones políticas “importan” porque proveen el marco en el que los ciudadanos interactúan con su sistema político. En este sentido, Palazuelos (2012) señala que las teorías institucionales versan sobre la aplicación justa de las normas, ya que estas suponen que el ciudadano tenderá a confiar cuando observa que no existe discrecionalidad en la labor de las instituciones políticas, cuando la justicia se aplica a todos por igual y en general, cuando se respetan los fundamentos legales previstos para cada elemento del sistema. Las instituciones forman parte importante en el quehacer cotidiano de cualquier persona, todo lo que tenemos lo obtenemos de instituciones, todo lo que hacemos, lo hacemos en o a través de ellas, en especial existe una constante interacción entre los ciudadanos y las instituciones políticas de una sociedad (Colomer, 2001). Las instituciones son pautas permanentes en las que se ajustan, o intentan ajustarse, los comportamientos de los individuos y de los grupos (March y Olsen, 1997). Las instituciones no sólo delimitan las normas que estructuran la interacción y el comportamiento de los actores dentro del sistema democrático, sino que establecen los mecanismos para la solución de los conflictos. Por tanto, conocer la valoración, actitudes y
percepciones de los ciudadanos hacia las instituciones políticas en general tiene gran relevancia. En los últimos años, se ha debatido sobre la creciente desconfianza de los ciudadanos hacia las instituciones políticas, tema controvertido y de suma importancia, puesto que la confianza en las instituciones está estrechamente relacionada tanto con la satisfacción con la democracia como con el buen funcionamiento de esta y, por lo tanto, con la legitimidad del régimen político (Listhaug, 2002; Dalton, 2005). El interés por el tema de la confianza en las instituciones se debe, al menos en parte, a la crisis que experimentan los regímenes democráticos del mundo. Lo anterior, se relaciona con la propia crisis de participación de los ciudadanos en los procesos políticos, la crisis de representación de la sociedad en las distintas instancias del Estado, crisis de asociativismo, pérdida del capital social, pérdida de apoyo político y, en general, a la pérdida de eficacia de las instituciones políticas para garantizar la gobernabilidad y la gobernanza (Durand, 2006). En este marco, el presente ensayo tiene como objetivo observar la confianza en las principales instituciones de México, para ello, el trabajo se desarrolla en cuatro secciones. La primera sección del documento da un acercamiento al concepto de confianza, en particular el de confianza institucional. En la segunda, se desarrolla un bosquejo general del trabajo, esto es, las consideraciones metodológicas. La tercera parte corresponde al análisis descriptivo de los datos en relación a la evolución de la confianza en las instituciones políticas en México. Finalmente, la última sección incluye las consideraciones finales y la contrastación de los supuestos teóricos que fueron guía de la investigación. 1.- El estudio de la confianza institucional. El análisis de la confianza política o institucional ha generado una vasta argumentación empírica, y al mismo tiempo una amplia discusión metodológica. Esta variable fue desarrollada por Donald Stokes en los años cincuenta, refiriéndose a ella como las orientaciones evaluadoras bási-
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cas hacia el gobierno nacional (en Murga, 2006). En los años setenta, el estudio de confianza política experimento varios avances importantes. Primero, se delimitó su alcance a la evaluación de las autoridades o funcionarios públicos, no a la evaluación del régimen o la comunidad política; posteriormente en los ochenta, se agregaron y precisaron la evaluación de las instituciones gubernamentales, las instituciones políticas no gubernamentales y las instituciones sociales (Murga, 2006). Segundo, se crearon instrumentos para la recolección de los datos como la Encuesta Mundial de Valores, y posteriormente otros como el Latin American Public Opinion Project (LAPOP), Latinobarómetro, y otra serie de instituciones reconocidas que, por medio de encuestas, obtienen información que permite medir fenómenos como el de la confianza en las instituciones. Tercero, ya en los años noventa, se publicaron varios trabajos especializados en Latinoamérica, entre ellos destacan los de EMV-2000 (Encuesta Mundial de Valores), referida a tres instituciones: gobierno, parlamento y partidos políticos; el de Turner y Martz (1997), que analizan trece instituciones sociales y políticas; y Linz, Lipset y Pool (1996) que centran su atención en el sistema judicial y la policía (Murga, 2006). La confianza es un proceso internalizado de las personas que se construye a través de la experiencia cotidiana de la vida pública del ciudadano (Durand, 2006). La confianza tiene varios destinatarios: se puede referir a uno mismo, es decir, la autoconfianza en la interacción con otras personas; la confianza interpersonal, ya sea cara a cara o a distancia, y la confianza en las instituciones o en los sistemas democráticos (Durand, 2006). Así mismo, Montero, Zmerli y Newton (2008), indican que existen diversos tipos de confianza la social y la institucional o política. La confianza social pertenece a la esfera privada y es una característica de las relaciones personales basadas en las experiencias y conocimientos de primera mano y la confianza institucional o política en su sentido más amplio, se refiere a las valoraciones de las instituciones centrales del sistema político por parte de los ciudadanos. Levi y Stoker (2000), Newton (1999) y Montero, Zmerli y Newton (2008) sostienen que la confianza institucional o política supone una evaluación positiva de los atributos más relevantes que hacen a cada institución digan de confianza, como credibilidad, justicia, competencia, transparencia y apertura ante puntos de vista distintos. La confianza en una institución conlleva la creencia de que ésta no actuará de una forma arbitraria o discriminatoria que resulte dañina para nuestros intereses o los del país, sino que tratará a todos los ciudadanos, de una forma igualitaria, justa y correcta (Montero, Zmerli y Newton, 2008). Como elemento conceptual, la confianza institucional ha sido utilizada como un indicador de alcance medio del apoyo de los actores políticos responsables de cada institución y los principios generales de la democracia en los que están basadas ciertas instituciones en un sistema po-
lítico específico, es decir, la confianza en las instituciones políticas es el indicador central del sentimiento básico de los ciudadanos sobre el sistema político (Zmerly y Newton, 2008; Newton, 1999; Norris, 1999). En el presente trabajo se pone énfasis en la confianza en las instituciones políticas, éstas últimas entendidas como organizaciones del sistema político en función del interés público. El siguiente cuadro (1) muestra la confianza institucional según Montero, Zmerli y Newton (2008) adecuándolo a las instituciones que servirán para el desarrollo del análisis: Cuadro 1. Confianza Institucional o Política.
2. Consideraciones metodológicas.
Este trabajo se centra en el análisis de la confianza institucional en México. Los datos utilizados se toman de las encuestas realizadas por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP por sus siglas en inglés) de la Universidad de Vanderbilt en relación a las percepciones ciudadanas correspondientes a los años de 2006, 2008, 2010, 2012 y 20142, con el fin de responder la siguiente pregunta ¿cómo ha sido la confianza en las instituciones políticas de México en los últimos años? A continuación, se describen las variables utilizadas para el análisis. Tabla 1. Operacionalización de variables para el análisis de la confianza institucional en México.
Cabe mencionar que para la medición de confianza se utiliza una escala del 1 al 7, donde 1 es igual a nada y 7 es igual a mucho. En la encuesta que se les aplicó a los ciudadanos se le entregó una tarjeta, donde se les indicaba a las personas asignaran a su respuesta un valor correspondiente a una escala (en general del 1-7) a una serie de preguntas, entre ellas, la investigación retoma las siguientes preguntas: 1.- ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en el sistema de justica? 2.- ¿Hasta qué punto tiene confianza usted en el Congreso Nacional? 3.- ¿Hasta qué punto tiene confianza us-
Mapa 1. La Confianza Institucional en América Latina 2006-2014 (medias).
ted en la policía? 4.- ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en los partidos políticos? 5.- ¿Hasta qué punto tiene usted confianza en el presidente? 3. Confianza México.
en las instituciones políticas
de
Como ya se mencionó en el apartado metodológico, la pregunta que guía este análisis es ¿cómo ha sido la confianza en las instituciones políticas de México en los últimos años? Por lo que en este apartado se busca dar un panorama general sobre la confianza institucional, primero en los países de América Latina, para después centrar la atención en México.
El mapa 1 muestra las medias de confianza institucional de los países de América Latina. En primer lugar, se encuentra Uruguay con una media de confianza de 4.3, seguido por Chile, con una media de 4.2, Colombia con 4.1 y El Salvador y México con una media de 4, posicionándolos como los países con la media de confianza institucional más alta de la región. En el caso contrario, se puede observar que los países con una media de confianza institucional menor son Paraguay con 3.2, Perú con 3.3 y Argentina con 3.4. Cabe mencionar, que, pese a que el promedio general de la confianza en las instituciones es similar en la mayoría de los países, las diferencias al interior de estos, como entre cada año de análisis muestra particularidades considerables.
En la tabla 2 se puede observar la variación en la confianza depositada a distintas instituciones de los países latinoamericanos. Las instituciones que cuentan con más confianza son las Fuerzas Armadas con una media del 4.6 en toda la región seguido por el presidente con una media del 4.1. En el extremo contrario, se puede observar que la institución con menores niveles de confianza son los partidos políticos con una media regional de 3. Como se mencionó anteriormente, México cuenta con una media de confianza de 4, y a la igual que el resto de los países latinoamericanos las Fuerzas Armadas y el presidente son las instituciones en las que más se confía.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de LAPOP. Durante el periodo clásico del sistema político mexicano, cuando Almond y Verba realizaron su estudio de “The civic culture” (Almond y Verba, 1963), pensaron que se trataba de una democracia imperfecta, donde los ciudadanos que vivían en las ciudades confiaban en el Estado, en el presidente, pero sobretodo confiaban y estaban orgullosos del pacto popular revolucionario que daba al Estado la responsabilidad de atender a los campesinos y trabajadores, y desconfiaban de otras personas que no fueran priístas y en quienes no fueran seguidores de los principios de la Revolución mexicana (Durand, 2006). Hasta finales de los años setenta esta forma de vida político-social funcionó, pero tanto la crisis política, como la económica, impidieron que continuara su evolución. Con la reforma política, el sistema democrático se fortaleció y logró la pluralidad, la competencia partidaria y la alternancia en el plano nacional, en la mayoría de los estados y de los municipios (Durand, 2006). Dentro de los cambios fundamentales que contribuyen al fin del modelo clásico antes mencionado, se encuentran 1) la crisis de la ideología nacionalista y el debilitamiento del estatismo entre la población, 2) las políticas neoliberales de apertura comercial y con ello al proteccionismo de la economía, 3) el achicamiento del estado en relación con la intervención en la regulación económica, 4) el nacionalismo es golpeado por el surgimiento de movimientos indígenas por la autonomía de los pueblos, y 5) el proceso democrático rompe con la unicidad partidaria (Durand, 2006). Con respecto a la confianza en las instituciones, entre 1993 y 2000, hubo un aumento en la desconfianza en todas las instituciones, desde la familia hasta la justicia y los jueces. La gran caída en la confianza se dio en las instituciones políticas, luego en los medios de comunicación y después en las instituciones sociales (Durand, 2006 y 2004). Los siguientes apartados muestran como ha sido la confianza en las instituciones en México en los últimos años. 3.1. Confianza la policía. 2
en las
Fuerzas Armadas
El Proyecto de Opinión Pública de América Latina es una institución que lleva a cabo encuestas nacionales en toda América. Permite realizar estudios de sobre las actitudes, evaluaciones y experiencias de los ciudadanos en torno a su sistema político. Se utilizan los datos de los años antes mencionados puesto que son los más recientes publicados por la institución.
y
TABLOIDES PARA LA REFLEXIÓN / AÑO 1 • NÚMERO 3 Las Fuerzas Armadas en una democracia, tienen la función específica de defender la soberanía y la integridad territorial, siempre bajo la subordinación a la autoridad política constituida (Godoy, 1996). Montalvo (2009) indica que históricamente, los Estados de América Latina han experimentado con una variedad de sistemas políticos antes de adherirse a la reciente ola de democratización. Las importantes formas de gobierno no democrático fueron los regímenes militares que existieron en un gran número de países en la región, creados a través de golpes de Estado, sin embargo, es una de las instituciones que continúa gozando de niveles relativamente altos de confianza (Montalvo, 2009). Otra institución de naturaleza similar es la policía, que en los últimos años ha sido blanco de escándalos y señalamientos por un bajo desempeño. Bergman y Flom (2012) indican que la desconfianza en la policía se explica en gran medida por la antipatía que le profesan los ciudadanos debido a su deficiente actuación. Así mismo, los autores muestran que el desempeño de la policía es un factor importante en la construcción gradual de la confianza, también indican que varias investigaciones destacan que la confianza en la policía está fuertemente asociada con al tipo de interacción establecida entre ésta y los ciudadanos, aún más que a la efectividad para combatir la inseguridad (Bergman y Flom, 2012). Gráfica 1. Media de confianza en Las Fuerzas Armadas y la policía de México.
Tabla 2. Media de Confianza Institucional en América Latina 2006-2014.
participan en tales procesos. Comprende una serie de elementos que participan en la solución de aquellos conflictos derivados de la existencia de ciertas pautas de comportamiento consideradas como delito (Rico y Salas, 1992; Villadiego, 2016). Según Ramos (2005) el sistema judicial se sitúa en el núcleo de los sistemas democráticos por tres razones: 1) es garante de los derechos y libertades fundamentales en una democracia, 2) permite las interrelaciones entre los poderes del Estado y 3) su eficaz funcionamiento es necesario para el adecuado ejercicio de los derechos y deberes de los ciudadanos en sociedades democráticas.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de LAPOP.
principal característica es su naturaleza legislativa. Ésta se expresa a través de su composición, de modo que debe dar cabida a las diversas opciones del electorado y canalizar en su actuación pública el ejercicio de la representación (Alcántara, Montero y Sánchez, 2005). Newton (2006) indica que el parlamento o congreso es el principal órgano representativo de una democracia, por lo que la disminución de la confianza puede ser perjudicial para el sistema político. Gráfica 3. Media de confianza en el Congreso de México.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de LAPOP (2006-2014).
MCFA: Media de confianza en las Fuerzas Armadas; MCP: Media de confianza en la policía.
3.2. Confianza Justicia.
en la
Suprema Corte
de
El sistema de justicia es el conjunto de normas, instituciones y procesos formales e informales que se utilizan para resolver los conflictos individuales y sociales que surgen como consecuencia de la vida en colectividad, así como las personas que forman parte de dichas instituciones o
sufrido las sociedades han debilitado la relación de los electores con los partidos políticos, además, han perdido peso en el imaginario social, así como una erosión en su imagen (Paramio, 2015). Los partidos continúan realizando funciones centrales en los sistemas políticos, aunque desempeñen mal su función de representación y articulación de demandas, siguen participando y estructurando la competencia política, seleccionan a los representantes, contribuyen a la socialización de los ciudadanos, aunque cada vez en menor medida, hacen operativo al sistema político (Alcántara, 2004). Si bien los partidos siguen siendo considerados como imprescindibles por la mayoría de la gente, a su vez son pesimamente evaluados en su actuación en comparación con cualquier otra institución política (Alcántara, 2004). Gráfica 4. Media de confianza en los Partidos Políticos de México.
Gráfica 2. Media de confianza en la Corte Suprema de Justicia en México.
En México, la confianza entre las Fuerzas Armadas y la policía es muy distinta. Por un lado, las Fuerzas Armadas es la institución con mayor confianza, mientras que la policía se posiciona entre las instituciones que los ciudadanos confían menos. La media de confianza en la policía se ha mantenido constante desde 2006 con una media que varía entre el 3.2. y el 3.3. por su parte las Fuerzas Armadas ha mantenido una media de 5 durante todo el periodo de análisis.
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Fuente: elaboración propia a partir de los datos de LAPOP (2006-2014). En cuanto a la confianza en la Corte Suprema de Justicia, la gráfica 2 muestra una disminución a lo largo de los años, siendo el 2014 el año en el que bajó considerablemente, de una media en 2006 de 4 a una media de 3.49 en 2014. Es necesario señalar que la confianza en esta institución tiene que ver con la confianza en uno de los tres poderes que conforman nuestro sistema democrático. La disminución en la confianza a dicha institución plantea la percepción de un deterioro en el funcionamiento del sistema de justicia. 3.3. Confianza mexicano.
en el congreso
Nacional
El Congreso es un órgano de poder político y uno de los poderes del Estado, cuya
El Congreso Nacional en México, cuenta con un nivel medio de confianza. Sin embargo, en la gráfica 3 se muestra que ha disminuido con el transcurso de los años en un .8 de 2006 a 2014. Se observa que esta disminución, a diferencia de otras instituciones del sistema democrático mexicano, es constante y sin variación, lo que permite suponer que la insatisfacción en su desempeño es constante y va en aumento. 3.4. Confianza en los Partidos Políticos de México. Según Alcántara (2004) “los partidos políticos están presentes en América Latina desde los albores de la independencia y han ido evolucionando a lo largo de ya casi dos siglos de activa vida pública, siguiendo diferentes patrones y ajustándose al contexto del sistema político en que se encuentran insertos”. En las últimas décadas, los cambios de identidad que han
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de LAPOP (2006-2014). Siguiendo con lo anterior, los partidos políticos constituyen un elemento articulador de cualquier sistema democrático. Es por ello por lo que la confianza en esta institución es de suma importancia para visualizar la valoración que los ciudadanos le otorgan a su democracia. En la gráfica cuatro, se observa que la confianza en los partidos políticos ha disminuido considerablemente. Es importante resaltar que es la institución (o en términos específicos, el conjunto de instituciones) en la que menos confían los mexicanos. En 2006 contaba con una media de confianza de 3.5 y para 2014 bajó hasta un 2.86, indicando índices de confianza muy bajos. 3.5. Confianza en el presidente de México. La figura presidencial en América Latina cuenta con las funciones de jefe de gobierno y de jefe de Estado (Nohlen, 2013). Valenzuela (2008) indica que en los países latinoamericanos el presidente tiende a ser visto como la fuente de todo el poder el último responsable del Estado, la fuerte carga simbólica de un jefe de Estado lleva a los ciudadanos a esperar que un líder deba solucionar los problemas de país o a enfrentar la incompetencia y corrupción existente en el sistema político. Por lo anterior, los fracasos de los gobiernos no son vistos como fracasos de los partidos, sino como fracasos del jefe del Ejecutivo (Valenzuela, 2008: 22). Hetherington (1998) sugiere que los sentimientos sobre el presidente en funciones afectan la confianza, ya que el presidente es el punto focal del sistema político.
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Gráfica 5. Media de confianza en el presidente de México.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de LAPOP (2006-2014). A pesar de que la confianza en el presidente se presenta como alta en relación a las otras instituciones, en México había permanecido constante hasta el 2014, que es el periodo en el que el nivel de confianza disminuyó estrepitosamente hasta 3.34, con 1.15 de diferencia con el año 2008. Aunque este trabajo no pretende ahondar en elementos distintos a las valoraciones concretas de los ciudadanos, se podría pensar en la posibilidad de que factores como el desempeño del presidente en turno puedan afectar el nivel de confianza depositado a esta institución. Consideraciones finales.
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Como se mencionó en un primer momento, la democracia abarca un conjunto de instituciones destinadas a legitimar el ejercicio del poder político. El declive en la confianza de las instituciones políticas de México está directamente relacionado con la evaluación
que hacen los ciudadanos de ella. Al observar los resultados de este análisis surge una preocupación en dos sentidos. Primero, los datos presentados en el trabajo indican que la confianza es baja. Recordemos que para medir la confianza se utilizó una escala que va del 1 al 7, es decir, de 1 = a menor confianza hasta 7 = mayor confianza. Reflexionando los resultados obtenidos se habla de que las Fuerzas Armadas son la institución en la que más confía la ciudadanía, sin embargo, la media se encuentra en el 5 y no en el 7 que indica mucha confianza. Por otro lado, la institución que menor confianza presenta son los partidos políticos, con una media de confianza de 2, indicando un nivel de confianza sumamente bajo y cercano a la opción de nada de confianza. Así mismo otras de las instituciones que le da sentido al sistema político son la Suprema Corte de Justicia y el Congreso Nacional, y de igual forma presentan niveles muy bajos de confianza. En segundo lugar, la confianza en las instituciones está relacionada con la legitimidad y estabilidad del régimen. Se puede suponer, que niveles bajos de confianza puede ser perjudicial y atentar en contra de la legitimidad del sistema democrático de nuestro país, y más aún, cuando estos niveles no solo son bajos, sino que van en aumento. Una vez planteado el panorama general de la confianza en las instituciones políticas de México, se puede observar que existe más de una institución en la que la confian-
za va en continuo decaimiento, es decir, el deterioro de la confianza es constante y creciente, los cual plantea una preocupación por la valoración del desempeño de las instituciones políticas y en términos generales del sistema democrático en México. La relaciones e interacciones entre los ciudadanos, sus funcionarios y sus gobernantes, se da en el marco de la estructura institucional que configura el sistema político, por lo tanto, al observar los resultados anteriores, se puede suponer que las instituciones que presentan las valoraciones de confianza mayores son las que proporcionan mejores servicios o se perciben con mejor desempeño. Por otro lado, como plantea De Riz (2015), en el caso de las instituciones que presentan menores niveles de confianza es porque están asociadas con la creencia de que son corruptas y/o no cumplen con sus funciones. La baja confianza que se pudo percibir también afecta al sistema en relación a la participación que tiene la ciudadanía con sus instituciones. El descontento que se percibe en los ciudadanos afecta su implicación en la vida política y democrática de México, merma la participación electoral y expande la brecha ya existente entre ciudadanía y la estructura institucional. Este documento abre la brecha para profundizar sobre el peligro que se corre si se presenta una pérdida de confianza total hacia las instituciones del sistema, dicho lo anterior es necesario preguntarse ¿cuánto es capaz de resistir un régimen sin legitimidad antes de llegar al colapso?
*El comité dictaminador está integrado por Mtro. Noé García Gómez, Dra. Brisa Herminia Campos Acebes y Doctor Aldo Martínez Hernández. Referencias bibliográficas • Alcántara Sáez, Manuel. (2004). Partidos Políticos en América Latina: precisiones conceptuales, estado actual y retos futuros. Revista de Estudios Políticos (Nueva Época), (124), 55-94. • Alcántara Sáez, Manuel, García Montero, Mercedes y Francisco Sánchez López. (2005). Funciones, procedimientos y escenarios: un análisis del poder legislativo en América Latina. (Vol. 82). Universidad de Salamanca. • Almond, Gabriel y Verba, Sidney. (2015). The civic culture: Political attitudes and democracy in five nations. Princeton University Press. • Bergman, Marcelo y Hernán Flom. (2012). Determinantes de la confianza en la policía: una comparación entre Argentina y México. Perfiles Latinoamericanos. 20(40), 97-122. • Colomer, Josep. (2001). Instituciones políticas. Editorial Ariel, S.A. Barcelona, España. 2001. 267 pp. • Dalton, R. J. (2005). The social transformation of trust in government. International Review of Sociology. 15(1), 133-154. • Delgado Sotillos, Irene. (2015). Instituciones y satisfacción con la democracia. Un estudio comparado de los vínculos representativos en Latinoamérica. Revista Latinoamericana de Política Comparada, (9), 129-157. • De Riz, Liliana. (2015). “Democracias bajo sospecha en América Latina: Reflexiones sobre la desconfianza política en tiempos de cambio”. En Paramio, Ludolfo. (coord.). Desafección política y gobernabilidad: el reto politico. Madrid. Instituto Universitario de Educación, CAF – Banco de Datos de desarrollo Latinoamericano, Marcial Pons, Ediciones Políticas y Sociales. Pp. 29-44. • Durand Ponte, Victor Manuel. 2006. Confianza y Eficacia Ciudadana en una sociedad con alta desigualdad. Opiniao Pública. 12 (2). Págs. 277-296. • Godoy Arcaya. Oscar. (1996). ¿Pueden las Fuerzas Armadas ser garantes de la democracia? Estudios Públicos, 61, 269-307. • Hetherington, Marc J. (1998). The political relevance of political trust. The American Political Science Review, 92(4), 791-808. • Levi, Margaret y Stoker, Laura. (2000). Political trust and trustworthiness. Annual review of political science. 3(1), 475-507. • Linz, J., Lipset, S. M., & Bunger Pool, A. (1996). Condiciones sociales para la democracia en América Latina. Análisis de la encuesta de Latino Barómetro. Gobernabilidad y desarrollo democrático en América Latina y el Caribe, PNUD, Nueva York, 15-41. • Listhaug, Ola. (2002). The dynamics of trust in politicians. En Klingemann, Hans-Dieter y Dieter Fuchs Citizens and the State: A changing relationship. New York: Oxford University Press. Pp. 261-297. • March, James, y Olsen, Johan. (1997). El redescubrimiento de las instituciones: La base organizativa de la política. México. Fondo de Cultura Económica. • Montalvo, Daniel. (2009). ¿Confía usted en las Fuerzas Armadas? Perspectivas desde el Barómetro de las Américas, (27), 1-5. • Montero, José Ramón, Zmerli, Sonja, y Ken Newton. (2008). Confianza social. Confianza política y satisfacción con la democracia. Revista Es-
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Daniela M. Rosales es Doctora en Estado de Derecho y Gobernanza Global por la Universidad de Salamanca (España), Es Maestra en Ciencia Política por la Universidad de Salamanca (España). Maestra en Asuntos Políticos y Políticas Públicas por El Colegio de San Luis A. C. (San Luis Potosí, México). Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (Ags, México). ProfesoraInvestigadora Asociada del Departamento de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
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