Correo Del Sur No 365

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Número 365 Diciembre 15, 2013

Uruguay: aprobada la legalización de la mariguana / ¿Hacia dónde van las clases medias? / Mandela / La reforma subordinada, según el IETD / Jefe indio Seattle


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Uruguay: aprobada la legalización de la mariguana El Presidente Mujica explica los alcances de la ley:“No se trata de hacer proliferar una adicción. Esperemos que la gente comprenda y ayude”.

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ranquilo, consciente de la enorme responsabilidad que le cabe, Mujica siguió de cerca el tratamiento de la ley que regula la marihuana en el país. Y apenas los legisladores levantaron su mano aprobando el proyecto, el Presidente atendió a LA REPÚBLICA para analizar el que tal vez constituya el paso más audaz de su gestión. “Queremos probar otros caminos -comenzó diciendo-, esta ley está hecha con la mayor buena fe. No significa que a partir de ahora seremos un país libre al fumo, no se trata de hacer proliferar una adicción. Esperemos que la gente comprenda y ayude”. “Su aprobación nos abre puertas para comenzar a sostener discusiones que todavía no han sido dadas en el mundo, salvo muy pocos lugares cuyas expe-

riencias también estudiamos. Somos conscientes de que su adaptación en nuestro medio es toda una innovación para nuestra sociedad, pero tenemos claro que iniciamos un camino para combatir la drogadicción a través de la educación y teniendo identificados a quienes consuman y tiendan a desviarse”, agregó. En todo momento Mujica se muestra preocupado por dejar en claro que el gobierno no tiene dudas de que tomó una decisión difícil pero también está convencido de que no se podía continuar por el mismo camino. “Somos conscientes de que la drogadicción es una enfermedad con mayúsculas, pero por eso mismo no podemos seguir con una mentalidad de buscar esconder la basura debajo de la alfombra y seguir desentendiéndonos de un problema real para que probablemente el narcotráfico haga un paquete de 40 o 50 millones anuales”. “Einstein decía que no hay mayor absurdo que pretender cambiar los resultados repitiendo siempre la misma fórmula. Por eso nosotros queremos probar otros métodos. Sabemos que nos internamos en un camino donde no hay una universidad que nos diga qué hacer. Pero hay que intentarlo porque no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

Aquí hace una pausa y él mismo se pregunta: “¿Que vamos a tener dificultades? Seguramente, pero mucha mayor dificultad representa la cantidad de muertos por ajustes de cuentas que tenemos hoy por causas vinculadas con el narcotráfico”. Las palabras van saliendo como parte de un discurso que lleva mucho tiempo de reflexión y de análisis. Por eso deja un espacio para las muchas críticas que recibió y que seguramente seguirá recibiendo esta ley. “Me sorprende la falta de audacia de algún sector, nosotros somos Uruguay, el país que cuando tenía apenas 500 mil habitantes se atrevió a hacer el estanco de alcohol; el país que permitió estudiar a las mujeres y creó la universidad cuando algunos decían que de esta manera perderían la cultura del hogar, los mismos que cuando se estableció el divorcio decían que se iba a disolver la familia”. Finalmente deja un mensaje para los más escépticos, los que ya apuestan por el fracaso de esta iniciativa. “Se ha dicho que no vamos a poder controlarlo porque ni siquiera podemos controlar a la hinchada de Peñarol. Pero vamos a intentarlo porque queremos librar a las futuras generaciones de esta plaga. Esta debiera ser una causa nacional, esperemos que la gente comprenda y ayude”. La República, Montevideo, Uruguay.

Se abre el camino a una experiencia pionera en el mundo

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a ley permite el autocultivo y establece que el Estado otorgará las licencias para los productores. El proyecto, impulsado por el gobierno, busca eliminar el narcotráfico. Después de 13 horas de duro debate entre oficialismo y oposición, el Senado del Uruguay convirtió en ley una norma que legaliza la producción y la venta de marihuana y prevé su regulación estatal, hecho que convierte a ese país en el primero en el mundo que toma una medida de esa naturaleza. El proyecto de ley fue sancionado con el voto favorable de 16 legisladores, mientras que 13 se manifestaron en contra. En esencia, la nueva ley permite el autocultivo de hasta seis plantas, con una producción anual tope de 480 gramos para consumo personal. El Estado se hará cargo del control del sistema y los cultivadores deberán registrarse en un banco de datos que no se hará público. Por otra parte, se otorgarán licencias oficiales a las farmacias para que puedan vender el cannabis, pero únicamente a personas que tengan residencia en el Uruguay y que sean mayores de edad. Se presume que el costo será a razón de un dólar el gramo, precio que sería fijado para que se pueda competir con el mercado negro, al que se busca eliminar. La ley tiene, todavía, algunos aspectos que terminarán de definirse con la reglamentación de la norma, que deberá producirse en el término de 120 días que corren desde hoy. Deben ajustarse algunos aspectos, por ejemplo cuál será la va-

riedad de cannabis que podrá venderse al público en los comercios habilitados, quién custodiará la producción, de qué manera se van a otorgar las licencias para cultivar y comercializar. La aprobación del proyecto en el Senado se dio luego de un arduo debate, durante el cual la oposición expuso durísimos argumentos en contra de la norma avalada por el Poder Ejecutivo. El senador colorado Alfredo Solari fue el primer orador de la oposición y dijo que la ley constituye un “experimento de ingeniería social que no cumple con ninguna de las salvaguardas éticas de la experimentación con seres humanos”. Solari aseguró que “ni este gobierno ni el resto del mundo deberían experimentar con los uruguayos, con los niños y adolescentes sin garantías apropiadas”. Desde el oficialista Frente Amplio, le respondió el legislador Enrique Rubio, quien planteó: “Se dijo que estábamos haciendo un experimento social como si estuviéramos tomando a los jóvenes uruguayos como conejillos de Indias, pero acá lo que hay es una política pública que puede tener éxito o no, eso lo evaluaremos después”. Lo que busca el gobierno, tal como expresó el presidente José Mujica, es borrar del mapa la presencia del mercado negro, del narcotráfico y, a la vez, trabajar para tomar intervención en la reparación de daños que puedan ocasionar la marihuana y otras drogas. El senador oficialista Luis Gallo negó que hubiera “improvisación” por parte del gobierno y recalcó que están “cumpliendo

con la Constitución porque esta ley está hecha para cuidar la salud de la población y esperamos resultados” positivos. En Uruguay está despenalizada la tenencia de marihuana para uso personal, pero de todos modos hay detenciones y “aprietes” contra los que cultivan, denunciados en algunos casos por los propios narcotraficantes (ver nota aparte), que ven en la legalización un riesgo porque tendrán una pérdida en la recaudación por la venta ilegal del cannabis. El senador colorado Pedro Bordaberry tomó la palabra por unos minutos para señalar que, “en realidad, quien dijo que (la nueva ley) es un experimento no fue la oposición, fue el señor presidente de la República”, en alusión a dichos de Mujica. El ex presidente Luis Alberto Lacalle expresó que “el término experimento no tiene matiz de interpretación” y cuestionó que se hiciera “en la gente, hijos y nietos” de Uruguay. El diputado Gallo, del Frente Amplio, insistió en que “no hay experimento” sino “una experiencia” que describió como “una estrategia que se quiere adoptar, una regulación parcial de solamente una droga en sus dos aspectos, consumo y producción, que tal vez sí sea más fácil de aplicar en un país chico”. Mientras se realizaba el debate, que comenzó a las 10.30 y concluyó cerca de las 23, unos dos mil jóvenes que marcharon por el centro de la ciudad de Montevideo con la consigna “Cultivando la libertad Uruguay crece”, aguardaron la votación

en el Senado y luego festejaron cuando se anunció la aprobación de la ley. Los activistas procannabis valoran la ley de regulación y la consideraron “un hito en una larga historia de lucha social y la ruptura del estigma hacia los usuarios”. Milagros Gallero, integrante de la Red de Usuarios de Drogas y Cultivadores de Cannabis del Uruguay (Rudccu), aseguró que la ley “supone la superación de la criminalización del consumidor y el cultivador”. Gallero agregó que el proyecto de ley implica “un avance en derechos y un cambio en la realidad del usuario”. En el mismo sentido se expresó Martín Collazo, portavoz de Regulación Responsable, una plataforma que aglutina a activistas, académicos, médicos, artistas y personalidades que respaldaron el proyecto legislativo. “Creo que existe un derecho al consumo responsable, es decir, un consumo que no perjudique a terceros.” Collazo sostuvo que “esta responsabilidad implica un esfuerzo de información y educación para conocer los riesgos asociados al consumo de sustancias. Si esa información no está clara, el ciudadano no tiene autonomía para ejercer sus derechos”. El dirigente resaltó que la ley “tiene como objetivo reducir los daños asociados al consumo de drogas (en una triple estrategia que se aplica al alcohol, el tabaco y la marihuana), así como provocar un retraso en la edad de inicio del consumo de cannabis, por medio de la prohibición de su venta a menores de edad”.


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¿Hacia dónde van las clases medias?

l concepto de clases medias ha presentado, desde sus orígenes, bastantes imprecisiones y ambigüedades y ha estado cargado de intenciones políticas. La propia noción de clase media implica una idea de centralidad y equidistancia que no es fácil encontrar en la realidad social y política concreta. Por estas circunstancias, resulta sorprendente la importancia práctica que se ha atribuido a las clases medias en el devenir político de las democracias modernas, en cuanto a su papel y la atención que han merecido. De hecho, las transformaciones que están experimentando las clases medias en muchas sociedades de nuestro tiempo se está convirtiendo, nuevamente, en un elemento central de atención para aquellos que antaño depositaban la confianza de la estabilidad de los regímenes democráticos en la amplitud y la prosperidad de las clases medias, y que ahora contemplan alarmados cómo los problemas de las clases medias pueden acabar influyendo en la inestabilidad de las democracias. Consecuentemente, es preciso clarificar el debate sobre este tema, atendiendo a tres órdenes de cuestiones. La primera concierne al propio concepto de clases medias; la segunda se refiere a la controversia sobre si existe realmente un comportamiento político propio de las clases medias. La tercera atañe a la evolución previsible de las clases medias en contextos como los actuales, en relación con la crisis del Estado de Bienestar y con el desarrollo de nuevos parámetros de estratificación social que tendrán indudables consecuencias políticas. Asuntos todos ellos de notable alcance práctico y teórico para la izquierda. Lo primero que es preciso aclarar es que no existe una noción inequívoca de clase media y que el propio concepto es un cajón de sastre (los que no están ni muy arriba, ni muy abajo en la estructura social). Por eso, las corrientes más rigurosas del pensamiento social han intentado dotar de un sentido sociológico y económico preciso a este concepto. En tal sentido, aten-

viejas clases medias compuestas por sectores no asalariados, que prestan servicios profesionales a los demás, y por trabajadores por cuenta propia y pequeños propietarios de la industria, el comercio y la agricultura. Lo que algunos califican como la pequeña burguesía. Por otro lado, están las nuevas clases medias, compuestas por profesionales asalariados, tanto del sector privado, como del pujante sector público durante las fases de expansión del Estado de Bienestar, y también por un conjunto de empleados de oficina y trabajadores de los servicios que se diferencian de los obreros manuales industriales por realizar sus trabajos con corbatas y camisas blancas. Los famosos “White collar”. Las nuevas clases medias han sido, precisamente, las que han crecido más durante el último gran ciclo de expansión del capitalismo, mientras que las viejas clases medias –sobre todo propietarias– se han visto afectadas por los procesos de concentración, especialización y globalización económica. Lo cual ha conducido a nuevas realidades sociológicas, que han hecho pivotar la realidad definitoria de las clases medias sobre factores de identidad, conciencia de estatus y mentalidad, y no solo sobre variables de ingresos o propiedad y ocupación. De ahí que en la delimitación de las clases medias los factores subjetivos sean una variable crucial. No se trata

diendo básicamente a los niveles de renta se ha intentado categorizar a las clases medias como los sectores de la población que disfrutan de rentas intermedias. De ahí que el crecimiento de estas clases intermedias (de renta) haya resultado constatable en los períodos de expansión de los Estados de Bienestar, en los que se propiciaron políticas fiscales distributivas y en los que amplios sectores de población se beneficiaron de las políticas en Educación, Salud y pensiones. En esta perspectiva, la noción de clase media se aproximaba a la de una amplia equidad social. Desde una perspectiva sociológica, de acuerdo al papel desempeñado en los sistemas económicos y sociales, es preciso diferenciar entre dos bloques. Por un lado, las

solo del hecho de que muchas personas tiendan a auto-identificarse como pertenecientes a las clases medias – incluso trabajadores manuales–, sino de la interiorización de un conjunto de actitudes y patrones de conducta que perfilan una mentalidad y un estatus específico de clase media. Algo que ha influido de manera muy importante y durante muchos años en los comportamientos políticos. En los partidos socialistas bien pronto se suscitaron debates sobre la necesidad de atender a la realidad de las clases medias (sobre todo las asalariadas) y realizar una lectura adaptativa del papel de estos partidos atendiendo a toda la complejidad social. Lo que llegó a resultar imprescindible si se tenía voluntad mayoritaria.

Sin embargo, la atención política a estas realidades y el éxito que a veces se obtuvo en concitar apoyos más amplios para las opciones de progreso, no ha impedido que las clases medias hayan tenido comportamientos políticos muy variados a lo largo de la historia; y no siempre a favor de la moderación y la estabilidad democrática. A los dos o tres esquemas de orientación que se derivan de lo anterior: conservadurismo moderado de las viejas clases medias, y centrismo político y socialdemocracia templada de las nuevas clases medias, se unió durante el período de entreguerras una decantación hacia opciones fascistas entre unas clases medias (no solo asalariadas), que reaccionaron ante la crisis y las consiguientes amenazas de estatus con auto-afirmaciones reclamadoras de un Estado fuerte y unos líderes carismáticos, duros y salvadores. Además de este autoritarismo típico de clase media, los análisis sociológicos también han permitido tipificar desde los años sesenta del siglo pasado un radicalismo de clase media de carácter progresista y crítico entre aquellos sectores de población que teniendo altas cualificaciones no encuentran trabajos acordes con sus expectativas y conocimientos y acaban trabajando en unas tareas y en unas condiciones que generan frustraciones e inconsistencias de estatus, que se resuelven con reacciones críticas e impugnatorias. En nuestros días, la crisis del Estado de Bienestar, el aumento del paro y la precarización laboral está alimentando la frustración y la inconsistencia de estatus, dando lugar a grandes movilizaciones de clase media, como las “mareas” sectoriales de protesta, los grandes movimientos cívicos que reclaman mejoras políticas democráticas y las protestas de los jóvenes excluidos, generalmente con estudios superiores, que piden oportunidades y puestos dignos en la sociedad. Por lo tanto, en las sociedades desarrolladas – pero no solo– algunos movimientos de fuerte caracterización de clase media se están convirtiendo en los principales protagonistas de las protestas y las reivindicaciones de cambio social y político, en un contexto general en el que se estrechan las bases sociológicas de las clases medias y cambian los patrones tradicionales de orientación social, mentalidad y comportamiento político. Desde una perspectiva internacional, aquellos que sostienen que, a la par que enflaquecen las clases medias en los países desarrollados, aumentan las clases medias en los países en expansión, no tienen debidamente en cuenta las magnitudes reales de estos procesos. En primer lugar, porque la consideración única de los niveles de renta no es suficiente para la categorización de las clases medias. En segundo lugar, porque los calificados como “niveles intermedios de renta” en determinados países distan mucho de poder ser considerados como niveles dignos de vida. Y, en tercer lugar, porque esos niveles intermedios de renta no comprenden a un número destacado de personas, y en algunos países (no solo en los más desarrollados) tienden a disminuir en los últimos años tanto en cantidad, como en niveles de riqueza, en el contexto de una creciente concentración de la riqueza en pocas manos, mientras aumentan las desigualdades y persisten las carencias de miles de millones de seres humanos. Por lo tanto, la evolución actual de los hechos debe ser un acicate para que las fuerzas progresistas clarifiquen las nociones y los análisis y desvelen los mitos, los falsos análisis y las falacias interpretativas en una forma que permita reforzar la crítica social, y que conduzca a plantear las alternativas que la racionalidad humana y el sentido común reclaman, en base a las nuevas convergencias de intereses y a la explicitación de necesidades que se hacen evidentes, en sociedades cada vez más fragmentadas y dualizadas. TEMAS, editorial, nº 229. Diciembre 2013.


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El significado de Mandela pa futuro amenazado de la hum Leonardo Boff*

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elson Mandela, con su muerte, se ha sumergido en el inconsciente colectivo de la humanidad para ya nunca irse de ahí, porque se ha transformado en un arquetipo universal, de una persona injustamente condenada que no guardó rencor, que supo perdonar, reconciliar polos antagónicos y transmitirnos una inquebrantable esperanza en que el ser humano todavía tiene solución. Después de pasar 27 años en reclusión y ser elegido presidente de Sudáfrica en 1994, se propuso y realizó el gran desafío de transformar una sociedad estructurada en la suprema injusticia del apartheid, que deshumanizaba a las grandes mayorías negras del país condenándolas a ser no-personas, en una sociedad única, unida sin discriminaciones, democrática y libre. Y lo consiguió al escoger el camino de la virtud, del perdón y de la reconciliación. Perdonar no es olvidar. Las llagas están ahí, muchas de ellas todavía abiertas. Perdonar es no permitir que la amargura y el espíritu de venganza tengan la última palabra y determinen el rumbo de la vida. Perdonar es liberar a las personas de las amarras del pasado, pasar página y empezar a escribir otra a cuatro manos, de negros y de blancos. La reconciliación sólo es posible y real cuando hay plena admisión de los crímenes por parte de sus autores y pleno conocimiento de los actos por parte de las víctimas. La pena de los criminales es la condenación moral ante toda la sociedad. Una solución de esas, seguramente originalísima, supone un concepto ajeno a nuestra cultura individualista: el Ubuntu que quiere decir: “yo sólo puedo ser yo a través de ti y contigo”. Por tanto, sin un lazo permanente que ligue a todos con todos, la sociedad estará, como la nuestra, en peligro de desgarrarse y de conflictos sin fin. En los manuales escolares de todo el mundo deberá figurar esta afirmación humanísima de Mandela: “Yo luché contra la dominación de los blancos y luché contra la dominación de los negros. Cultivé el ideal de una sociedad democrática y libre, en la cual todas las personas puedan vivir juntas en armonía y tengan oportunidades iguales. Este es mi ideal y deseo vivir para alcanzarlo. Pero, si fuera necesario, estoy dispuesto a morir por este ideal”. ¿Por qué la vida y la saga de Mandela fundan una esperanza en el futuro de la humanidad y en nuestra civilización? Porque hemos llegado al núcleo central de una conjunción de crisis que puede amenazar nuestro futuro como especie humana. Estamos en plena sexta gran extinción en masa. Cosmólogos (Brian Swimme) y biólogos (Edward Wilson)

nos advierten que, si las cosas siguen como están, hacia 2030 culminará este proceso devastador. Esto quiere decir que la creencia persistente en el mundo entero, también en Brasil, de que el crecimiento económico material nos debería traer desarrollo social, cultural y espiritual es una ilusión. Estamos viviendo tiempos de barbarie y sin esperanza. Cito a una persona libre de toda sospecha, Samuel P. Huntington, antiguo asesor del Pentágono y un analista perspicaz del proceso de globalización, que al final de su libro El choque de civilizaciones dice: “La ley y el orden son el primer pre-requisito de la civilización; en gran parte del mundo parecen estarse evaporando; a escala mundial, la civilización parece, en muchos aspectos, estar cediendo ante la barbarie, generando la imagen de un fenómeno sin precedentes, una Edad de las Tinieblas mundial que se abate sobre la humanidad”(1997:409-410). Añado la opinión del conocido filósofo y científico político Norberto Bobbio que como Mandela creía en los derechos humanos y en la democracia, como valores para equilibrar el problema de la violencia entre los Estados y para una convivencia pacífica. En su última entrevista declaró: “no sabría decir cómo será el Tercer Milenio. Mis certezas caen y solamente un enorme punto de interrogación agita mi cabeza: ¿será el milenio de la guerra de exterminio o el de la concordia entre los seres humanos? No tengo posibilidad de responder a esta pregunta”. Ante estos escenarios sombríos Mandela respondería seguramente, fundándose en su experiencia política: sí, es posible que el ser humano se reconcilie consigo mismo, que sobreponga su dimensión de sapiens a la de demens e inaugure una nueva forma de estar juntos en la misma Casa. Tal vez valgan las palabras de su gran amigo, el arzobispo Desmond Tutu, que coordinó el proceso de Verdad y Reconciliación: “Habiendo encarado a la bestia del pasado frente a frente, habiendo pedido y recibido perdón, pasemos ahora la página. No para olvidar ese pasado sino para no dejar que nos aprisione para siempre. Avancemos en dirección a un futuro glorioso de una nueva sociedad en la que las personas valgan no en razón de irrelevancias biológicas u otros extraños atributos, sino porque son personas de valor infinito, creadas a imagen de Dios”. Mandela nos deja esta lección de esperanza: nosotros podremos vivir si, sin discriminaciones, hacemos realidad el Ubuntu. *Teólogo y Filósofo, autor de Cuidar da Terra, proteger a vida: comoevitar o fim do mundo, Record, Rio 2010. Fuente: http://servicioskoinonia.org/boff/articulo. php?num=605

Cuba con

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n ocasiones, algunos señalan que los propósitos iniciales del ANC y su composición original eran los de una organización reformista. La verdad es que desde su nacimiento el ANC era portador de profundas implicaciones revolucionarias. La formación del ANC fue el primer paso hacia la creación de una nueva nación sudafricana. Con el tiempo ese concepto se desarrolló hasta encontrar una clara expresión hace 36 años en la declaración de la Carta de la Libertad, donde se expresa que «Sudáfrica pertenece a todos los que en ella viven, tanto negros como blancos». Esta constituyó un rechazo inequívoco al estado racista que existía y la afirmación de la única alternativa que nos resulta aceptable, una donde el racismo y sus estructuras sean finalmente liquidados. Es bien sabido que la respuesta del estado a nuestras legítimas demandas democráticas fue, entre otras, la de acusar a nuestra dirigencia de traición y realizar a comienzos de los años 60 masacres indiscriminadas. Estos hechos y la proscripción de nuestra organización nos dejó sin otro ca-


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ara el manidad

La reforma subordinada, * según el IETD Ricardo Becerra L.** I.- Electoral: camino de incertidumbre

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Mandela mino que el de hacer lo que ha hecho cualquier pueblo que se respete a sí mismo —incluido el cubano—, es decir, levantarnos en armas para reconquistar nuestro país de manos de los racistas. Debo decir que cuando quisimos alzamos en armas nos acercamos a numerosos gobiernos occidentales en busca de ayuda y solo obtuvimos audiencia con ministros de muy bajo rango. Cuando visitamos Cuba fuimos recibidos por los más altos funcionarios, quienes de inmediato nos ofrecieron todo lo que queríamos y necesitábamos. Esa fue nuestra primera experiencia con el internacionalismo de Cuba.Aunque nos alzamos en armas, no fue esa la opción de nuestra preferencia. Fue el régimen del apartheid el que nos obligó a tomar las armas. Nuestra opción preferida siempre ha sido la de encontrar una solución pacífica al conflicto del apartheid. Del discurso Discurso de Nelson Mandela pronunciado el 26 de julio de 1991 en el acto celebrado en Matanzas, Cuba.

Esta fue la primera vez –desde 1977- que una reforma electoral no es discutida ni confeccionada en sus propios términos ni méritos. Los propios líderes de los partidos y los propios legisladores lo justificaron públicamente, subordinando el tiempo y la negociación misma del cambio electoral a la aprobación de otra reforma de muy distinta naturaleza: la energé-

tica. Este es uno de los más graves errores políticos del periplo pactista: someter el ritmo y el contenido de una reforma a los de otra, es una fórmula segura para la confusión, el desorden y la precipitación. No es casualidad que está sea la primera reforma electoral que ve la luz en casi absoluta orfandad intelectual, sin encontrar apoyo en ninguna de las voces serias en la materia. A PÁGINAS 6 Y 7


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2) La reforma tiene, a diferencia de los cambios electorales previos, una vocación refundacional que no busca corregir o mejorar el sistema electoral, sino que lo reformula de manera radical. La historia de nuestra transición a la democracia se había escrito a través de una serie de cambios acumulativos en donde los episodios de reforma, revisaban puntualmente las normas, instituciones y procedimientos electorales, actualizándolos a los sucesivos desafíos que la vida misma planteaba. En contraste, la presente reforma electoral hace un “borrón y cuenta nueva” de la institucionalidad electoral y lo peor, no traza el diseño concreto del nuevo sistema electoral. 3) No es casual que no hayamos conocido, que esta reforma no fue antecedida de diagnósticos serios, detallados, precisos y públicos, discutidos con amplitud. Diagnósticos donde quedara clara la justificación de este o del otro cambio, más allá de las declaraciones vagas en torno a la difusa desconfianza a los gobernadores y la incapacidad de regeneración de la vida local. 4) El elemento distintivo de la reforma es que se abandona un esquema de competencias ciertas y previsibles que sujetan a la autoridad administrativa electoral. Por el contrario, se da paso a una nueva autoridad electoral nacional, el INE, que de todos modos está obligado a coexistir con autoridades electorales estatales pero esta vez en un plano más confuso y en muchos sentidos incoherente. El INE no fue dotado de mandatos firmes e inexcusables, y por el contrario fue expuesto a ejercer un cúmulo de facultades discrecionales. Como se ha repetido de manera insistente, por parte de los propios Consejeros Electorales del IFE, es una reforma conjugada con el condicional verbo “podrá”. Lo cual abre la puerta, automáticamente, antes incluso de iniciar cualquier proceso electoral, a la disputa, la impugnación y la discrecionalidad de la nueva autoridad electoral. 5) Se trata de un contrasentido histórico, pues fija en la Constitución la ruta inversa a la que habíamos transitado exitosamente a lo largo de dos décadas y media. En efecto, el IFE se concibió desde el principio como una autoridad dotada de atribuciones muy precisas, puntuales, sujeta a plazos inescapables y específicos. El IFE logró organizar ocho elecciones federales irradiando confianza por ese simple hecho: porque todo el público, todos los partidos y candidatos sabían lo que la autoridad iba a hacer y cuando lo iba a hacer. En justo contraste con la autoridad precedente, la vieja Comisión Federal Electoral que en los ochenta trabajaba sin mapa de ruta, sin certezas legales, en medio de la discrecionalidad de sus órganos. Pues bien: este es el escenario que parece regresar luego de un cuarto de siglo de lo que suponíamos, un firme aprendizaje electoral. 6) El INE será competente para llevar a cabo, en los procesos electorales federales y locales, la capacitación electoral; determinar la geografía electoral; integrar el Padrón y la Lista de Electores; la ubicación de las casillas y la designación de los funcionarios de las mismas; fijar las reglas de los resultados preliminares, los conteos rápidos, la realización de encuestas; imprimir documentos y producir materiales electorales, así como para realizar la fiscalización de ingresos y gastos de los partidos políticos. Sin embargo, todas esas atribuciones “pueden” delegarse a los órganos locales con una mayoría de ocho votos de los once consejeros que ahora conformarán el Consejo General del INE. 7) Además, con la misma mayoría, el INE podrá asumir directamente la realización de las actividades electorales reservadas a los órganos electorales locales, y atraer a su conocimiento cualquier asunto de la competencia de dichos órganos. Un cúmulo de facultades expuestas al vaivén de las estrategias y de los humores de partidos y candidatos en el momento mismo de la elección. De ese modo, lo que era la base, lo que ya estaba resuelto, regresa por la puerta de atrás para que el árbitro y el arbitraje se vuelve parte de la contienda misma. 8) Por otra parte, la reforma confiere al Consejo General (donde están los partidos políticos) directamente, la facultad de fiscalización y la potestad de trascender los secretos bancario, fiduciario y fiscal. Es decir, el órgano fiscalizador hospedará en su seno, a los mismos sujetos fiscalizados. Pero no sólo eso: deberá tomar la decisión de requerir información bancaria, fiduciaria y fiscal en sesiones públicas, vulnerando la reserva de las investigaciones y alertando el sentido de sus indagatorias. Es cierto que esta facultad puede delegarse a su órgano técnico, mismo que no se especifica, pero,

CORREO del SUR de nuevo, es una potestad discrecional que se confiere al Consejo General. 9) En otro punto, se anota, los partidos políticos pueden optar por que todos los pagos de sus gastos de campaña sean ejercidos a través del propio INE y a cargo de sus respectivas prerrogativas. El hecho de no hacerlo obligatorio sino optativo, vuelve a abrir las ventanas para regímenes financieros diferenciados en una misma elección a partir de las decisiones de los propios partidos. 10) Mención especial requiere el señalar que la reforma elimina como facultad del INE la educación cívica, misma que antes se reservaba de manera integral y directa al IFE. Como compensación, la tarea ahora se le confiere a los órganos electorales de los Estados, interrumpiendo en consecuencia la construcción de una política nacional que ya estaba en marcha. 11) Un retroceso neto: la reforma eleva el porcentaje mínimo de la votación válida para que los partidos políticos conserven su registro del 2 al 3%. Se trata de una medida que echa un nuevo cerrojo al sistema de partidos, cuya puerta debería estar permanentemente abierta, como exige el mínimo estándar democrático. La justificación para este nuevo umbral de entrada es absolutamente falaz: en la exposición de motivos de la reforma se señala que “existe una amplia insatisfacción en la sociedad mexicana con el costo de la política y, por lo tanto, una medida como la que se adopta es pertinente”.

trovertida en el Tribunal, etcétera). Contrario a cierta sobre-interpretación del derecho electoral, nuestra postura es que los Tribunales deben proteger, por sobre cualquier otra cosa, la voluntad de los mexicanos depositada en las urnas, y que esa es justamente la única razón de ser de cualquier anulación de procesos masivos y complejos como son las elecciones. De esta suerte, la reforma electoral puede producir un dispositivo que anuncia desde ya cuáles serán las futuras controversias y la nueva fuente de debate y malestar de los comicios venideros: agregar causas de nulidad –más allá de la violación directa y material del sufragio- es escribir desde ahora el libreto de la futura impugnación. 14) El procedimiento de selección de los Consejeros del INE es abigarrado e incongruente. Refleja la creciente desconfianza que los mismos actores políticos tienen de sí mismos y recurre a expedientes barrocos para filtrar las decisiones. Además, de manera inexplicable, ocurre involucrando a órganos constitucionales autónomos que no tienen competencia en materia electoral. Según la reforma constitucional se crea un “Comité Técnico de Evaluación”, que seleccionará los perfiles idóneos de Consejeros Electorales de entre los aspirantes que concurran a una convocatoria pública, integrado por siete miembros, tres de los cuales serán nombrados por el órgano de dirección de la Cámara de Diputados, dos por el IFAI (que es un órgano encargado de garantizar la transparen-

La falacia reside en el hecho de que el monto del financiamiento público a los partidos no depende de su número, sino de otros factores distintos (el salario mínimo y el número de los electores inscritos). Menos partidos no solo equivale a coartar el pluralismo, sino que significa el mismo dinero repartido entre menos contendientes. Obstaculizar desde la legislación el derecho de los ciudadanos a organizarse en partidos resulta no sólo arbitrario, sino que desvirtúa el sentido de la democracia, pues la calidad de esta no se mide por la fuerza de sus mayorías, sino por la inclusión y el respeto a las minorías. 12) La lógica del sistema electoral mexicano también se quiebra en este punto, pues mientras se complican las posibilidades para aquellos ciudadanos que con iguales, se toman la molestia de organizar, diferenciarse, exponer un programa y cumplir diversos requisitos de ley, en contraste, se premian “las personalidades” que se ahorran y saltan el trabajo partidista para presentarse con facilidad como “candidatos independientes”. Esta es una fórmula segura para multiplicar las aventuras políticas financiadas con dinero privado, alimentar la antipolítica y el personalismo. 13) Las nuevas causales de nulidad tampoco son buenas noticias, porque anular una elección es, en primer lugar, un castigo a los miles o millones de votantes que acudieron a las urnas y un castigo a la autoridad electoral que debe reponer todos los procedimientos del caso. Tanto el rebase de topes de campaña, como la compra o adquisición de espacios en radio o televisión deben ser castigados con las penas mas severas a los actores, partidos, candidatos o a terceros metidos en la contienda electoral (por ejemplo, retiro de la contienda al candidato infractor o la pena económica más alta, sin posibilidad de ser con-

cia como principio de acción de los órganos del Estado) y dos más por la CNDH (organismo que, de acuerdo con el artículo 102 de la Constitución, se encuentra expresamente impedida para conocer de la materia electoral). 15) La reforma introduce la disposición de que el Senado nombre a los integrantes de los Tribunales Electorales de las entidades federativas, sin tomar en cuenta que hoy, más de una decena de entidades carecen de dichos tribunales y cuentan, en cambio, con salas de sus respectivos Tribunales Superiores de Justicia. Estas instancias suelen contar con competencias mixtas, como salas administrativas-electorales que asumen competencia sólo en la temporada comicial. Al desconocer este ingrediente, se abre un flanco para la confusa intrusión a las soberanías locales, más allá de la materia electoral, pues un órgano del poder federal (Senado) también designaría a los integrantes del poder judicial local. 16) Hasta aquí con las malas noticias electorales, pues con todo existen algunos saldos positivos. De manera destacada el que elimina “la denigración a las instituciones y a los partidos” como restricción a la propaganda política. Es una medida razonable porque a diferencia de la calumnia (que es mucho más sencilla de definir, en esencia implica la acusación a una persona concreta por haber cometido un ilícito), la denigración se convirtió en un concepto proteico, ambiguo y cuya determinación ha resultado arbitraria e incluso “transferible” (me quejo de la denigración a otro o a un colectivo). 17) Las redacciones constitucionales a favor de la igualdad de género son inocultables. Una antigua reivindicación que obliga a la paridad política, sin excepciones, es un avance notable en esta reforma. 18) Las resoluciones del Procedimiento Especial San-


CORREO del SUR cionador (el PES), se trasfieren al Tribunal Electoral el Poder Judicial de la Federación. Por fortuna, el INE no tendrá la ocupación adicional de ser el juez de las estrategias propagandísticas de los partidos políticos. El PES se había convertido en la fuente más venenosa de discordia entre el IFE y los partidos y entre el IFE y el Tribunal Electoral. Muy pronto se desnaturalizó como instrumento de justicia expedita, para convertirse en instrumento de propaganda propia, basada en la queja de la propaganda ajena. El hecho de que en las salas resolutoras del Tribunal no estén presentes los mismos que se quejan y son juzgados, disminuirá su número y su recurrencia, para restar el tinte litigioso de los procesos electorales en México.

II.- Régimen de gobierno y pluralidad

El IETD ha insisitido, desde hace un lustro, que el rasgo más sobresaliente de la vida política mexicana, después de la transición democrática, es la inexistencia de una ma-

de ellos (en singular) tiene la presencia suficiente en el Congreso como para hacer su voluntad. Reconocía una realidad y le ofrecía un eventual cauce productivo. 17) La reforma constitucional en materia de gobiernos de coalición se nutre de la experiencia de los últimos años y traza una vía para que eventualmente un gobierno de minoría (como lo han sido todos desde 1997 y lo será el presente hasta el año 2018) pueda construir, a través de una coalición, un gobierno apoyado por una mayoría congresual. Se trata de una posibilidad –dirá la Constituciónsujeta a la voluntad presidencial y a que pueda llegar a un acuerdo con algún o algunos partidos que, en conjunto, construyan una mayoría en el Congreso. De llegar a ese acuerdo, el Gabinete sería aprobado por el Congreso y si no, seguiría existiendo un gobierno de minoría. 18) La propuesta es adecuada porque reconoce una realidad que no es coyuntural (lleva ya 16 años entre nosotros), y porque le ofrece una vía constructiva para darle estabilidad y apoyo al gobierno, sumando fuerzas y porque en su carácter potestativo no convierte al Presidente de la República en rehén del Congreso. Puede verse incluso como un “experimento” para evaluar las posibilidades reales –no teóricas- de gobiernos de coalición entre nosotros. Cierto que la construcción de un eventual gobierno de coalición podría hacerse sin la necesidad de la reforma en curso, ya que la Constitución no lo impide. Pero el hecho de llevar esas disposiciones a la Carta Magna puede ser un punto de apoyo para multiplicar las posibilidades de los mismos.

III.- La reelección

yoría congresual que acompañe la gestión presidencial. El pluralismo político que modela la política, la sociedad y la cultura del país ha hecho que desde 1997 (en la Cámara de Diputados) y desde el año 2000 (en la de Senadores) ningún partido político tenga la mayoría de los asientos y por lo tanto la mayoría de votos. Aquellos tiempos en los que un solo partido podía hacer su voluntad en el Congreso, venturosamente, quedaron en la historia como fruto del proceso democratizador que vivió el país. Las principales fuerzas políticas se han visto obligadas en los últimos 16 años a realizar acercamientos, negociaciones, acuerdos, si desean realizar cualquier cambio normativo. Es una necesidad impuesta por la sencilla y contundente aritmética democrática. Pues si nadie tiene más del 50 por ciento más uno de los votos requiere pactar con otros la construcción de una mayoría que haga viable y posible cualquier reforma. De esa manera hemos sido testigos en las últimas seis legislaturas de acuerdos coyunturales y puntuales que han permitido cambios constitucionales, reformas legales, aprobación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto. Insistimos: fueron acuerdos acicateados por la necesidad. El Pacto por México –que hoy vive momentos muy difíciles- ha sido el intento por trascender esas situaciones ofreciendo un acuerdo más estable y con un horizonte de mayor calado. Es el reconocimiento de las tres principales fuerzas políticas del país y del gobierno de que ninguno

Los cambios constitucionales propuestos también permitirán la reelección consecutiva de legisladores y alcaldes. Nos parece una iniciativa defendible, no porque se erija como la vara mágica de la rendición de cuentas ni del poder ciudadano, sino porque permite la construcción efectiva de carreras legislativas y parlamentarias cada vez más necesarias. En el caso del Congreso –que hoy tiene una centralidad que no tuvo a lo largo de las décadas del llamado partido hegemónico- resulta muy oneroso que en cada legislatura no exista un solo diputado o senador que tenga memoria viva del período anterior. Eso mantiene a esos dos importantes órganos colegiados con un nivel de amateurismo que no conviene ni al parlamento, a los partidos, al gobierno ni al país. El Congreso debe profesionalizarse y aunque eso debe realizarse también con la creación de instituciones de apoyo profesional a la tarea legislativa, es conveniente que en las sucesivas legislaturas exista un grupo de veteranos que sea capaz de ofrecer continuidad a los trabajos en las Cámaras. 19) Permitir la reelección consecutiva hubiese sido contraproducente en la larga etapa de un partido hegemónico, pero hoy que la competencia se ha instalado lo que se hace es permitir la reelección que estará sujeta a la voluntad de los electores. Esa fórmula –insistimos- puede coadyuvar a la profesionalización del poder que mejor recoge y reproduce a la pluralidad política del país. De la misma manera permitir la reelección consecutiva de los alcaldes puede abrir la puerta para proyectos de mayor alcance en las llamadas células de nuestra república: los municipios. Sin embargo, la reforma elimina buena parte de las ventajas inherentes a la reelección al convertirla en franquicias de los partidos políticos: asientos reservados para la reelección de legisladores disciplinados a los designios de sus dirigentes.

Domingo 8 de diciembre de 2013

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La posibilidad de reelección tiene sentido sólo si se le considera desde la perspectiva de los derechos políticos: el de un representante en funciones por volver a aparecer en la boleta electoral y el de los votantes para decidir si lo mantiene en el cargo o no. Se trata de una relación entre representantes y representados, no un privilegio de las organizaciones partidistas. En los términos aprobados, la reelección con va a contribuir a la rendición de cuentas de los representantes, y servirá más para fortalecer el verticalismo dentro de los partidos.

IV.- Otras reformas

19) Por lo que hace a la institucionalización de la Fiscalía General de la República como órgano constitucional autónomo que sustituirá a la actual PGR, vale anotar que dicha autonomía debe ser bienvenida como un paso vital en el propósito de desvincular la procuración de justicia de los órganos políticos. El uso político de la justicia penal era uno de los resabios más sonados del anterior régimen y la autonomía es una buena señal en ese sentido. No obstante, la reforma contiene un abigarrado proceso de designación del Fiscal General que no será sencillo de instrumentar en el que participan el Senado y el Ejecutivo Federal. 20) Finalmente, la reforma para convertir al CONEVAL en un organismo autónomo era del todo innecesaria. Como organismo público descentralizado y con la forma de elección de sus consejeros prevista en la Ley General de Desarrollo Social, el CONEVAL ha cumplido con sus funciones de modo adecuado, incluso sobresaliente. De hecho, se trata de un ente público que ya ha generado aportes muy relevantes para reconocer el verdadero rostro de la sociedad mexicana contemporánea, evaluar la política social y medir la pobreza, dentro de una breve pero relevante historia de crecimiento institucional valorada así en muchos países. Por ello, nos resulta incomprensible esta reforma, pues como en otros aspectos, no tuvo una justificación aceptable ni en la exposición de motivos de la iniciativa original ni en la discusión parlamentaria. Con la forma de elección de los consejeros del CONEVAL que fue aprobada, se inoculan los mismos problemas que han distorsionado el proceso de conformación de otros entes autónomos y se introduce a riesgo de arruinar por partidización, una función que hasta ahora se viene ejerciendo correctamente por profesionales calificados y técnicamente independientes. La creación de órganos autónomos debe estar motivada por una necesidad social o estatal absolutamente imprescindible, bajo criterios y estándares de discusión muy rigurosos, y no solo por moda o por el propósito de remover potestades al gobierno en turno.

En suma:

El Pacto por México, ese esfuerzo por trascender tres lustros de división, discordia y de improductividad en el gobierno, cometió su mayor error al condicionar el contenido y el tiempo de una reforma por otra. La víctima principal de ese desliz apresurado puede ser el sistema electoral que tantos esfuerzos, recursos y dos décadas le llevó a los mexicanos. Ojalá estas notas sean útiles para reconsiderar y comenzar a corregir. Firman: José Woldenberg, Enrique Provencio, Ciro Murayama, Pedro Salazar, Marta Lamas, Rolando Cordera, Julia Carabias, Leonardo Valdés, María Marván, Lorenzo Córdova, Mauricio Merino, Raúl Trejo Delarbre, Sergio López Ayllón, Luis Emilio Gímenez Cacho, Hortensia Santiago, Luz Elena González, Carlos Flores Vargas, Rosa Elena Montes de Oca, Antonio Ávila, Paulina Gutierrez, Paula Ramírez, Ricardo Raphael, Agustín Castilla, Jorge Javier Romero, Mariano Sánchez, Jesús Galindo, Lucía Guijarro, Patricia Ortega, Rollin Kent, Pável Gil, Carolina Farías, Antonio Azuela, Alejandra Rojas, Antonio Franco, Margarita Flores, Rosaura Cadena, Fernando Arruti, David Bernal, Miguel Ángel López, Juan Adolfo Montiel, Guillermo Ejea, Salvador de Lara, Enrique Contreras, Javier Gil, Luis Salgado, Carlos Garza Falla, Christian Uziel García, César Hernández, Jaime Trejo, Manuel Vargas Mena, Jorge Del Valle, Paloma Mora, María de los Ángeles Pensado, Patricia Pensado, Adrían Pérez, Alejandra Betanzo, Luis Olvera, Carlos Mauricio Montes, Paula Sofia, Alfredo Popoca, Germán González, Antonella Attili, Luis Salazar, Elsa Cadena y Gerardo Pérez. *Documento de análisis elaborado por el Instituto de Estudios para la Transición Democrática. La versión original puede consultarse completa en el sitio: www.ietd.org.mx *Presidente del Instituto de Estudios para la Transición Democrática.


Jefe indio Seattle DISCURSO DIRIGIDO AL HOMBRE BLANCO (1854)

La revista Mientras Tanto reprodujo el discurso que el Gran Jefe Indio Seatlle, de la tribu de los Duwamish, pronunció en 1854 sobre la petición de compra de las tierras de su tribu presentada por el gobernador del Estado de Washington (Estados Unidos). En ella, dice el editor, se escondía una amenaza de ataque militar en caso de que los indios no aceptaran el trato (venta de las tierras a cambio de una “reserva” en la que éstos pudieran vivir en paz). Las palabras del Jefe ilustran el conflicto entre dos modos de entender la vida, tan opuestos ayer como hoy. Uno sigue siendo depredador e injusto.

E

l gran jefe de Washington envió palabra de que desea comprar nuestra tierra. Consideramos su oferta, sabemos que de no hacerlo así el hombre blanco puede venir con pistolas a quitárnosla. ¿Cómo se puede comprar o vender el cielo? ¿Acaso se puede poseer la lluvia y el viento? La idea nos resulta extraña. Ya que nosotros no poseemos la frescura del aire o el destello del agua. ¿Cómo pueden comprarnos esto? Lo decidiremos a tiempo. Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi gente. Cada aguja brillante de pino, cada ribera arenosa, cada niebla en las maderas oscuras, cada claridad y zumbido del insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos también son sus hermanos y deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano. Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. Una porción de nuestra tierra es lo mismo para él, que es un extraño, que viene en la noche y nos arrebata la tierra dónde piensa que la necesite. La tierra no es su hermana, sino su enemiga y cuando la ha conquistado sigue su camino dejando atrás la sepultura de sus padres sin importarle. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuerdas de colores. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solo un desierto. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja, pero quizá esto es porque el piel roja es un salvaje y no entiende. Las ciudades están llenas de pánico a los ojos de piel roja. No existe un lugar pacífico en las ciudades del hombre blanco. El ruido sólo parece insultar nuestros oídos. El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento. El hombre blanco no parece ser consciente del aire que respira, como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Yo soy un salvaje y no entiendo como el humo del caballo de hierro puede ser más importante que el búfalo, al que nosotros matábamos solamente para poder sobrevivir. Cualquier cosa que les pasa a los animales, le pasará también al hombre. Todos los seres están relacionados. Cualquier cosa que acontezca a la tierra, acontecerá también a sus hijos.

Si decidimos aceptar la oferta de comprar nuestras tierras, el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. ¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual, porque lo que suceda a los animales, también le sucederá al hombre. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas

CORREO del SUR Director General: León García Soler

de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Nosotros entenderíamos, si supiéramos lo que el hombre blanco sueña. ¿Qué espera describir a sus hijos en las largas noches de invierno? ¿Qué visiones arden dentro de sus pensamientos? ¿Qué desean para el mañana? Pero nosotros somos salvajes. Los sueños del hombre blanco están ocultos

para nosotros y por ello caminaremos por nuestros propios caminos. Si llegamos a un acuerdo será para asegurar su conservación como lo han prometido. Allí quizá podamos vivir nuestros pocos días como deseamos. Cuando el último piel roja se desvanezca de la tierra y su memoria sea solamente una sombra de una nube atravesando la pradera, estas riberas y praderas estarán aún retenidas por los espíritus de mi gente, por el amor a esta tierra como los recién nacidos aman el sonido del corazón de sus padres. También los blancos se extinguirán, quizás antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos. Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta Tierra y que, por algún designio especial, les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. Termina la vida y empieza la supervivencia. Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no teje la red de la vida, no es más que un hilo de ella. Todo lo que hacemos a esta red, nos lo hacemos a nosotros mismos. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo, quizá seamos hermanos. Sabemos una cosa que el hombre blanco puede alguna vez descubrir: Nuestra Divinidad, nuestro Dios es su mismo Dios. Ustedes piensan que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra. Pero no es así. La Divinidad es el Dios del hombre, y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. La Tierra es algo muy preciado, y el deterioramiento de la Tierra provocaría la ira de la Fuerza Creadora. Si vendemos nuestra tierra, ámenla como nosotros la hemos amado. Preocúpense de ella, como nosotros nos hemos preocupado. Guarden en la memoria el recuerdo de la tierra tal como era cuando la recibieron. Conserven la tierra, el aire y los ríos para los hijos de sus hijos, ámenla como nosotros la hemos amado y como la Divinidad nos ama a todos nosotros.

Suplemento dominical de Director: Adolfo Sánchez Rebolledo

Diseño gráfico: Hernán Osorio


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