Nテコmero 373 Febrero 9, 2014
ツ。Ah de los dogmas!
Josテゥ Emilio
Isaac Asimov: El deber de ser optimistas / Diana del テ]gel. Fragmentos y ancestros / El nuevo gobierno mundial / Chile debe redistribuir los ingresos: Lagos
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CORREO del SUR
¡Ah de los
Víctor Orozco
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n el año de 1856, se reunió el congreso constituyente convocado por el gobierno surgido de la revolución de Ayutla, que había derrocado a la última dictadura del general Antonio López de Santa Anna. El movimiento triunfante se proponía edificar una nueva sociedad y un nuevo estado, para lo cual habían de llevarse al cabo transformaciones profundas, las de mayor trascendencia entre las emprendidas en esta parte del mundo, incluyendo a las que tuvieron lugar con las guerras de independencia, de las cuales emanaron las repúblicas latinoamericanas. Uno de estos cambios era el de establecer el principio jurídico y político de la libertad de creencias religiosas. La libertad de conciencia, fue durante largos siglos una quimera para unos cuantos que aspiraban a sacudirse los grilletes impuestos por el poder político y religioso. En la antigüedad, con todo y la existencia de cultos religiosos asociados a las organizaciones políticas, nunca faltó el ejercicio libre del pensamiento. La filosofía, como fruto excelso de este quehacer, brilló tanto en Grecia como en Roma, para referirme a las matrices de la civilización occidental. En ello, influyó, se ha dicho bastante, la multiplicidad de divinidades, esto es, el politeísmo. Sin embargo, apenas se consolidó el monoteísmo, brotado entre los pueblos de los desiertos del Medio Oriente y en especial su brazo más poderoso, el cristianismo, una noche larga se extendió por Europa y se ensanchó luego hasta el continente americano. Sólo hay un dios y una sola religión verdadera, fue la divisa proclamada en cada uno de los bandos, empeñados en aplastar y esfumar de la tierra a quienes profesaran cualquier otra. De establecer la “verdad” se encargaron los administradores de cada culto, mismo que sirvió de pretexto o causa sagrada para subyugar, explotar y masacrar a pueblos enteros. Los audaces de 1856, tenían casi todas las circunstancias en contra. Así incluyeron en el proyecto del nuevo código político un tímido artículo 15 en el cual se decía que en México no se expedirían leyes que prohibieran el ejercicio de ningún culto y luego se apresuraba a señalar que el católico gozaría de la protección estatal. Contra el proyecto se vinieron un alud de protestas y acciones que desembocaron en la sangrienta guerra de reforma o de los tres años. Recojo algunas de estas expresiones para mostrar hasta dónde se encontraba arraigado el dogma de la intolerancia religiosa. El arzobispo de la ciudad de México, reaccionó de inmediato y en una carta al propio Congreso demandó que no se aprobase el precepto. Argumentaba éstas, entre otras razones el máximo representante del clero en el país: “...no puede haber sino una Religión verdadera, porque no hay sino un sólo Dios y una sola fe...por un beneficio del cielo mi patria...ha profesado la Religión católica, apostólica, romana, con exclusión de cualquier otra ¿Que justicia puede haber para introducir en ella religiones o cultos que nunca ha consentido y que la
Religión que profesa reprueba y condena? Un segundo manifiesto vino de los eclesiásticos de Guadalajara, quienes esgrimieron un curioso argumento contra el politeísmo profesado por los romanos, que los llevó a proclamar el dogma de la religión única. Decían: “Roma en los primeros días del cristianismo, orgullosa con sus victorias y su vasto poder, disponiendo á su arbitrio de la suerte de las naciones y considerándose á sí misma como el centro de la civilización y de la vida del mundo, no era en realidad, según la expresión de uno de los más ilustres doctores de la Iglesia, sino la esclava de los errores de todos los pueblos que dominaba, creyendo que había adquirido una gran religión porque no desechaba ninguna falsedad” A su vez, una larga exposición suscrita por un grupo de maestros o preceptores de la misma ciudad, arribaba a una conclusión palmaria: “Un gobierno que protege todos los cultos es un gobierno que protege la inmoralidad, porque la mentira es inmoral, y no pudiendo ser de todos los cultos más que uno verdadero, porque una es la verdad, protegiendo todos resultaría que protegería todas las imposturas, todas las mentiras, y que por consecuencia protegería la inmoralidad. Luego es inconcuso que el gobierno debe proteger una religión exclusiva” El obispo de Guadalajara, en una carta pastoral emitida en agosto del año mencionado, no dejaba ya ningún resquicio posible:
“Nada hay más común en los escritos de la incredulidad moderna que la palabra tolerancia. Esta palabra era en el siglo próximo pasado como el grito de reunión de los enemigos del cristianismo... Aun hoy mismo no se deja de clamar por esa tolerancia, tantas veces invocada para no ver en ella más que el derecho de ultrajar las cosas más sagradas y para conspirar impunemente contra el trono y el altar... En los estados donde felizmente la religión católica es la única, puede y debe la autoridad desplegar todo su celo para conservar esta apreciable unidad religiosa que tan de cerca interesa a la tranquilidad pública...no os dejéis engañar de los que llevan á mal el que no se conozca ni se profese en Méjico otra religión que la verdadera.” Visto el curso del debate y pensando en la irremisible caída del gobierno reformista, presidido entonces por el general Ignacio Comonfort, círculos cercanos al Papa Pío IX, propusieron un concordato (tratado) entre la Santa Sede y el estado mexicano. Una de las cláusulas de la propuesta estatuía: “Reconocimiento de la Religión Católica como única y exclusiva, profesada no solo de hecho y al presente, sino de derecho y para lo futuro...Será protegida por el gobierno civil, sostenida en su culto público y solemne defendida en sus derechos y bienes, amparada en sus pretensiones. Su doctrina será enseñada libremente por sus Pastores, en el púlpito, en las cartas pastorales, en los escritos impresos, en las escuelas públicas, en los Colegios, en las Universidades: y será prohibida la introducción de
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dogmas!
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“Chile debe redistribuir los ingresos”. Lagos
Estando en Barcelona para la presentación de sus Memorias, el expresidentes chileno Ricardo Lagos se refirió a la situación en su país, vísperas del cambio de gobierno que investigará por segunda ocasión a la socialista Michelle Bachellet. He aquí sus palabras.
Martí Benach
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otro culto, la tolerancia de cualquiera secta, la de los libros que ataquen la religión verdadera, de los sectarios que la persiguen, y de los maestros o escritores que la desfiguren. El gobierno la profesará dando el ejemplo á sus súbditos de obediencia y sumisión á sus preceptos, de celo por sus ceremonias, y magnificencia de su culto público, infundiendo el de otras sectas y castigando á los que profanen el católico, burlándose de él, ó despreciándolo de cualquiera manera” Para fortuna de todos, nunca se celebró tal concordato, similar o igual a otros que el Vaticano había impuesto a distintas repúblicas sudamericanas, instaurando una especie de teocracia. Vale decir que a punto estuvo de concertarse en el tiempo de la dictadura santannista, entre 1853-55. La inestabilidad del gobierno y su caída imprevista lo impidieron. Finalmente, el pontífice romano tocó las campanas a rebato contra los impíos en una alocución inmediatamente difundida en México: “Entre otras cosas se proscribe en esta propuesta Constitución el privilegio del fuero eclesiástico; se establece que nadie pueda gozar de un emolumento oneroso á la sociedad; se prohíbe por punto general contraer obligación por contrato o por promesa o por voto religioso; y a fin de corromper más fácilmente las costumbres y propagar más y más la detestable peste del indiferentismo, y arrancar de los ánimos nuestra Santísima Religión, se admite el libre ejercicio de todos los cultos y
se concede la facultad de emitir públicamente cualquier género de opiniones y pensamientos...condenar, reprobar y declarar írritos y de ningún valor los mencionados decretos y todo lo demás que haya practicado la autoridad civil con tanto desprecio de esta Silla Apostólica...”. . Justo Sierra afirmaba a propósito de la convocatoria del Papa, que nunca había hecho resonar la iglesia católica una voz más dura, más preñada de dolor y de muerte. Lo afirmaba, porque el llamado de Pío IX se convirtió en el estandarte para los conservadores que desataron la guerra un año después. El dogma de la intolerancia religiosa fue finalmente derrotado, pero hubo de pasar una confrontación armada. El 4 de diciembre de 1860, el gobierno republicano presidido en esta ocasión por Benito Juárez expidió finalmente un decreto que establecía en México la plena libertad de conciencia. Curiosamente, varios de los obispos que fueron expulsados, en su tránsito hacia Roma, se instalaron un tiempo en Estados Unidos. Se sorprendieron de la vitalidad mostrada por la religión católica en aquel país, pese a su coexistencia con muchos otros cultos y admiraron los beneficios que para la misma iglesia y sus prelados tenía la separación entre ésta y el Estado. Puede otorgárseles el beneficio de la duda y pensar que sus vidas habían estado dominadas por una creencia obsoleta e inútil, circunstancia que les impidió abrir los ojos, pese a sus indiscutibles erudición y talento. ¡Ah, los dogmas!.
icardo Lagos (Santiago, 1938), presidente de Chile entre el 2000 y el 2006, fue el primer mandatario socialista de su país tras la dictadura de Pinochet. Después de 23 años de democracia, hoy aboga por un cambio de ciclo -¿Cuáles son los principales desafíos del próximo Gobierno de Chile? -Chile ha entrado en una etapa distinta a la que teníamos 20 años atrás cuando inició la transición a la democracia. Ha triplicado sus ingresos por habitante, ha superado los traumas del pasado y se ha abierto enormemente en términos culturales. El sistema universitario se ha expandido mucho, y ha multiplicado por seis el número de estudiantes. Ya tenemos 1,2 millones. Lo único malo es que hay que pagar por ello. Hemos reducido la pobreza, y el país requiere más recursos para satisfacer la demanda de las clases medias. -La pobreza se ha reducido del 40% al 11%, pero han aumentado los niveles de desigualdad. -Cierto, la distribución de la riqueza sigue sin ser equitativa. Chile no es una excepción de otros países de América Latina. Antes y después de impuestos, la distribución de ingresos sigue exactamente igual, a diferencia de Europa. Hace falta una reforma tributaria de envergadura, compleja y difícil. Obtener los apoyos en el Parlamento para algo así requerirá mucho esfuerzo. -¿Diría que Chile ya es una democracia consolidada? -Sí, ha habido avances significativos. Las fuerzas armadas están sujetas al poder civil como corresponde a un sistema democrático. Nos hemos atrevido a mirar el pasado, a conocer la verdad, a veces con los informes de comisiones presidenciales, y la justicia hace lo que tiene que hacer. Dicho esto, Chile ha entrado en una nueva etapa: hace falta un nuevo pacto social entre la ciudadanía y la clase política, hay que poner énfasis en distribuir los ingresos más que en aumentarlos. Han cambiado las demandas de la agenda social. -¿Será posible aprobar una nueva Constitución en este mandato? -Es difícil y complejo, pero me gustaría pensar que hay la madurez suficiente como la que tuvieron aquí en el 78. Las Cortes decidieron disolverse, convocar otras nuevas y formular una Constitución. Y partieron de cero, como deberíamos hacer ahora nosotros.
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Daniel Harvey*
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e dice que hace cincuenta años Isaac Asimov predijo cómo funcionaría el mundo actual. ¿Acertó? Cuando era joven, llegó a mis manos Yo Robot de Isaac Asimov. Poco tiempo después había leído ya casi todos sus libros sin descartar ninguno a mitad de lectura (lo que podría resultar extraño en un joven, pues su estilo era arcaico en muchos aspectos, en comparación con otros nuevos escritores que pasaron por mi lado sin pena ni gloria mientras me iba haciendo mayor). Se puede decir justa e indiscutiblemente que Isaac Asimov se encuentra entre los más grandes de la segunda generación de autores de ciencia-ficción que escribieron durante la época más optimista del boom de la posguerra, junto con Arthur C Clark y Philip K Dick. Asimov, no obstante, no tenía la pose de profesor del primero, que dedicaba páginas y páginas a explicar cada detalle técnico, y tampoco tenía el talento para la acción y el pathos del segundo. Con todo, fue su estilo narrativo, profusamente tecno-utópico y asexuado, características sintomáticas de los tiempos en que vivía, lo que hizo que fueran principalmente los adolescentes como yo quienes se decantaran por su lectura. Como consecuencia, sus libros nunca se trasladaron con éxito a la gran pantalla. Clark pudo alardear de su renombrada 2001: una odisea del espacio, unánimente considerada una obra maestra del cine, mientras que
Dick nos obsequió con Blade runner, el prestigioso largometraje basado en su menos sucinto título ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? En cambio, El hombre bicentenario de Asimov, con Robin Williams como actor principal, jamás conoció la fama y menos aún cabe mencionar la actuación de Will Smith en Yo Robot. De cualquier modo, los demás escritores de su generación mostraron inquietudes similares a las de Asimov. Todos estaban obsesionados con la tecnología, los viajes a través del tiempo y el perpetuo crecimiento económico y demográfico. De hecho, el principal tema de sus libros fue siempre el ilimitado potencial expansivo de la humanidad. Incluso en obras cinematográficas como Star Trek de Gene Rodenberry o La guerra de las galaxias de George Lucas, en las que los humanos debían competir con otras especies alienígenas, eran siempre los más numerosos y los que subyugaban al resto de especies. A diferencia de la ciencia ficción actual, que manifiesta cierta fijación con las nuevas tendencias en torno a la conciencia humana y los cambios y redefinición de nuestra humanidad (“la singularidad”, la inmortalidad, los “pos-humanos” súperhábiles e inteligentes y demás quimeras), en aquel entonces los seres humanos se presentaban como inmutables, en tanto que lo que se transformaba era fundamentalmente la galaxia que los rodeaba. En la saga de la Fundación de Asimov, situada 35.000 años en el futuro, los hombres pue-
blan todos los rincones de la galaxia, pero siguen siendo los mismos seres bípedos, tontos y aburridos que somos hoy. Predicciones La semana pasada se publicaron diversos artículos rememorando las predicciones de Asimov de hace medio siglo. En un breve artículo publicado por el New York Times, escrito en agosto de 1964, y en conexión con la Exposición Universal de ese mismo año, Asimov imaginó cómo funcionaría el mundo 50 años después. ¿Qué tipo de predicciones hizo entonces? La verdad es que muchas de ellas resultan impresionantes. Asimov reivindicaba en aquel artículo que “el ser humano seguirá renunciando a la naturaleza para crear un entorno que se adapte mejor a sus apetencias” y describía este retiro de las personas en el espacio privado de sus hogares colmado con “paneles electroluminiscentes”, tejados “levemente fluorescentes” y ventanas que varían de tono según la hora del día. La televisión ya era omnipresente en los Estados Unidos de 1964, así que resulta un poco extraño que Asimov no concluyera que ésta seguiría absorbiendo a la gente de la misma manera en el futuro. Sin embargo, en su artículo insinuó la transición de medios monodireccionales a formas más sofisticadas de comunicación. Vaticinó lo que llegaría a ser el smart phone o el iPad: “Las comunicaciones serán visuales y sonoras: se podrá ver y oír al mismo tiempo a la persona que se llama. La pantalla
podrá utilizarse no sólo para ver a la gente con que hablamos, sino también para estudiar documentos y fotografías y leer pasajes de libros. Los satélites sincronizados, orbitando en el espacio, posibilitarán una sintonización directa con cualquier lugar del mundo...” [1] Lo más excepcional serán las pilas ra-
dioactivas: “Los aparatos del 2014 no ostentarán cables eléctricos, puesto que se alimentarán de pilas radiactivas que funcionarán con isótopos. Los isótopos no resultarán caros, ya que serán los subpro-
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ductos de las plantas de fisión nuclear que, en el 2014, abastecerán energéticamente a más de la mitad de población mundial”. Además, respecto a los aparatos de cocina auguró: “Los electrodomésticos seguirán evitando a los humanos trabajos tediosos. Las unidades de cocina se dispondrán de manera que preparen auto-comidas:
calienten agua y la transformen en café, tuesten pan, frían, cuezan o salteen huevos, asen panceta y muchas otras cosas”. Lo mismo ocurrirá, profetizó, con las comidas preparadas: “...comidas completas
y cenas, con alimentos semi-preparados, que se almacenarán en el frigorífico hasta que se necesite procesarlos”. Inevitablemente todos tendremos que guardar “un hueco en la unidad de cocina, donde se puedan preparar de forma manual las comidas más personales”: ¡es posible que vengan invitados! En otros aspectos no fue tan conciso. Predijo que todos los coches funcionarían mediante “reactores de aire comprimido” para “elevar a los vehículos por encima de las autopistas, lo cual, entre otras cosas, minimizará los problemas de pavimentación. La tierra o el césped artificial servirán como pavimento. Los puentes perderán importancia, ya que los coches serán capaces de atravesar el agua con sus reactores, aunque las ordenanzas locales tratarán de disuadir de tales prácticas”. Entonces Asimov puso de relieve lo que uno consideraría como una pesadilla de construcción de infraestructuras: “para los viajes de corta distancia, existirán las aceras móviles (con bancos a cada lado y una plataforma estática en el centro) en algunos sectores del centro de las ciudades”. Muchos lo han interpretado generosamente como el pronóstico de las escaleras mecánicas y de las cintas transportadoras de los aeropuertos, pero, desde luego, su función no puede equipararse a la de sentarse en un banco del parque y que éste te lleve al trabajo de buena mañana... Por otra parte, sí que dio en el clavo en la predicción de los proyectos de automatiza-
ción de vehículos, otorgándoles “cerebros robot”, lo que, por el momento, Google y otras empresas y departamentos de universidad están explorando de forma activa como líneas de investigación, y ya experimentan con algunos prototipos convincentes. En cuestiones más capitales Asimov se mostró razonablemente conservador, en comparación con sus contemporáneos, quienes de una forma u otra asumieron que los humanos estarían mucho más avanzados de lo que en la práctica hemos acabado estando: “Los robots ni serán algo común ni estarán muy desarrollados en el 2014, pero existirán”. Serán “grandes, torpes y lentos, pero capaces en general de transportar cosas, de asear, limpiar y manipular diversos aparatos.” Y sobre los viajes espaciales: “...en el 2014, sólo habrán aterrizado en Marte naves no tripuladas”. A pesar de ello predijo que tendríamos bases en la luna, y que los habitantes de la tierra podrían, con alguna dificultad (debido al retraso de 2,5 segundos), mantener conversaciones con los habitantes de la luna mediante sus teléfonos móviles. No había por qué caer en el fatalismo, de no ser por el temor pertinaz de los años 60 (e incluso más aún en los 70): la “explosión demográfica” (The population bomb). Asimov vaticinó: “existe una probabilidad elevada de que en el 2014 la población mundial ascienda a 6.500.000.000 y la de los Estados Unidos a 350.000.000”. Como consecuencia, “la región que abarca desde Boston hasta Washington, el área con
mayor densidad de población del planeta, [se convertirá] en una única ciudad con una población de más de 40.000.000 de habitantes”. Asimov fue aún más allá, planteando la posibilidad de un “Manhattan mundial” en menos de 500 años. Esto, inevitablemente, abocaría a la construcción de enormes ciudades subterráneas y submarinas para dejar espacio terrestre a la agricultura. No obstante, el optimismo triunfa: “Sólo existen dos formas generales de prevenir dicho proceso: (1) incrementar la tasa de mortalidad; (2) disminuir la tasa de natalidad. Sin duda, el mundo del 2014 estará más de acuerdo con el segundo método. De hecho, el uso creciente de dispositivos mecánicos que remplacen corazones y riñones defectuosos y reparen arterias anquilosadas y nervios desgastados habrá disminuido aún más la tasa de mortalidad y elevado la esperanza de vida a 85 años en algunas partes del mundo. Habrá, por tanto, en el 2014, un impulso propagandístico en todo el planeta a favor del control de la natalidad mediante métodos racionales y humanos, lo cual tendrá sin duda efectos importantes”. En la práctica, las tasas de natalidad han disminuido por sí mismas en los países más avanzados e industrializados gracias a la difusión de los anticonceptivos, la planificación familiar y la universalización de A PÁGINA 6
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la autodeterminación de la mujer. La fertilidad está, de hecho, disminuyendo a escala global y la mayor parte de los análisis actuales predicen un pico demográfico de 10 billones a mediados de siglo. El artículo de Asimov no ofrece una crítica real sobre los efectos de la tecnología en la sociedad y la cultura, pese a que subraya que uno de los grandes problemas de la automatización es que nos convertirá en una “raza de esclavos de las máquinas”. ¿Cuál será entonces el problema fundamental del futuro? “El aburrimiento”, que describe como “la enfermedad extendida cada año con mayor rapidez e intensidad”, de forma que “los pocos afortunados que puedan llevar a cabo un trabajo creativo de cualquier clase se convertirán en la élite de la humanidad”. Para el resto, sin embargo, “la palabra más maravillosa del vocabulario será ¡trabajo!” Visiones En estos fragmentos de la perspectiva del futuro de Asimov, se puede observar un alto grado de cándido optimismo. La seguridad de la clase dirigente producida por la bonanza de la pos-guerra era aún completa. Quizá existían ya indicios de que no todo funcionaba tan bien en el engranaje: la crisis de la Bahía de los Cochinos y el asesinato de John F. Kennedy un año después. Sin embargo, Vietnam aún no había provocado el lodazal de desmoralización que estaba por llegar, y la jadeante economía de los 70 en los países capitalistas avanzados todavía era una vía de desarrollo plausible. Asimov realizó predicciones más políticas en sus
otros trabajos. Hay una que despunta en una pequeña historia al final de Yo Robot sobre un mundo cada vez más dividido en bloques regionales supranacionales. Eso sí, no a través de ningún tipo de revolución política, sino mediante una automatización gradual de la sociedad por medio de máquinas que conferirían poder a los directores del mundo. Uno no puede evitar pensar en la remota burocracia de la Unión Europea. Asimov era, al fin y al cabo, liberal y sus trabajos siempre traslucen la idea de una mano benigna de alguna élite invisible que guía con delicadeza a la humanidad. En la saga de la Fundación esto se trasladó a su concepto de “psicohistoria”, descubierto por el héroe matemático Hari Seldon (¿quizá inspirado en sí mismo?). El concepto lo pone en práctica un movimiento del tipo de los Illuminati con poderes psíquicos, poseedores del conocimiento sobre el manejo de la sociedad y de la ca-
CORREO del SUR pacidad de predecir el futuro con precisión infalible. Al parecer, Paul Krugman se inspiró en esta idea cuando era estudiante de economía. [2] Los robots de Asimov, guiados por las “tres leyes de la robótica”, son siempre benevolentes y se convierten casi en padres de los humanos gracias a su perennidad y su inteligencia, tanto como en sus sirvientes. Un robot antiguo, con toda la historia de la humanidad contenida en un chip de memoria y que vive en la luna resulta ser el héroe secreto de las novelas de la Fundación. También se destilan rasgos de estalinismo en su visión de una élite benigna de devotos de la dialéctica que lideran una sociedad cada vez más burocratizada y mecanizada. Sin embargo, no se menciona en ningún lugar al capitalismo ni al socialismo, tan sólo a la tecnología. En la misma historia de Yo Robot, la Unión Soviética y los Estados Unidos se agrupan en una única “Región Nórdica”, cuya hegemonía se extiende sobre las demás (pero excluye a Europa, extrañamente). Esto podría, por supuesto, atribuirse a su herencia mixta ruso-estadounidense. Lo más parecido a un conflicto social en Asimov ocurre en El sol desnudo, donde se produce una notable desconfianza entre las ingentes multitudes pobres del planeta y los opulentos “espaciales” que viven al margen, en enormes estados servidos por cientos de robots. No resulta difícil observar en este argumento trazas del colonialismo del siglo XIX, sazonado con un ludismo “reaccionario”. La ciencia ficción de Asimov, dotada de un brillante futurismo, ha sido descrita como consternada y pesimista, y como la mera proyección en el futuro de una continuación del presente y el pasado. La exploración del pretérito, en este sentido, apenas difiere de las historias sobre vaqueros: William Shatner, quien hace de capitán James T Kirt en Star trek, resulta no ser más que otro John Wayne. ¿Cómo sería en realidad nuestro programa político si hubiéramos seguido el camino trazado por Isaac Asimov? ¿Sería similar al tecnocrático Proyecto Venus que imaginó Jacque Fresco? [3] Al crecer en la era de la Gran Depresión y del New Deal, Asimov imaginó eco-ciudades prístinas, algunas flotando sobre el mar, pero todas perfectamente ordenadas, sin tachas ni protestas a la vista. Su visión asemeja más bien una especie de escaparate del futuro. Algo que uno esperaría ver en una Exposición Universal, quizá, y no obstante popular: cinco millones de personas han visto en YouTube la película conspiratoria Zeitgeist, en la que se muestra el mentado proyecto, desde sus ordenadores y recluidos en el mundo de sus dormitorios. [4] Si la ciencia ficción pretende reivindicar el deber de ser optimistas y ofrecer a la gente la herramienta para soñar con un futuro mejor, tiene que evitar caer en este tipo de trampa. Pero también tiene que salirse de la rutina sofocante de la cínica obsesión moderna en torno a la idea de que la tecnología va a convertir a los seres humanos en algo “nuevo, más elevado y mejor”. Tiene que mostrar una tecnología construida socialmente y que sirva a fines sociales y políticos. Un optimismo real no significa fantasear con unidades de cocina, chachas robot u ojos biónicos. Significa más bien imaginar nuevas formas de organización social, de debate público y de control de nuestro propio destino. En otras palabras, una visión real, social y humana del gobierno del proletariado. Notas 1. Todas las citas de Asimov provienen de www.nytimes. com/ books/97/03/23/lifetimes/asi-v-fair.html. 2. http://krugman.blogs.nytimes.com/2010/08/30/ who-are-you-calling-dense/?_r=0 3. www.thevenusproject.com. 4. www.youtube.com/watch?v=EewGMBOB4Gg. *Colaborador del semanario digital británico Weekly Worker Traducción para www.sinpermiso.info: Vicente Abella
Rafael Ríos
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as sesiones de trabajo en el Taller de Poesía y Silencio, conducido por Alfonso D’Aquino, tienen como meta, la creación de textos que sirvan, en su conjunto dentro de un libro, como las partes de un objeto poético, es decir, un mecanismo verbal que satisfaga una inquietud estética y además, proponga un modelo dentro de una tradición determinada. En los más de diez años que llevo formando parte de este Taller, he visto conformarse desde simples apuntes y versos tentativos, libros enteros, como Talismanes, de Alfredo Cabildo, Espejo Negro, de Marco Antonio Cuevas, o el galardonado con el premio Carlos Pellicer 2011, El Silencio del Bosque, de Ángel Cuevas, así como mi propio Telar. En las líneas siguientes, intentaré recrear la gestación del libro de Diana del Ángel, de reciente aparición en la segunda serie de la colección La Hogaza, concebida originalmente por los poetas Javier Sicilia y el propio D’Aquino. La colección comenzó a editar poetas jóvenes participantes de los distintos talleres de poesía del estado de Morelos, cuyas propuestas resultaron ganadoras del concurso de publicación de obra inédita convocado por el recientemente desaparecido Instituto de Cultura del estado de Morelos. Vasija (ICM, 2012) de Diana del Ángel, resultó ganadora de la segunda convocatoria. Recuerdo que Diana compartió con nosotros en varias sesiones una serie de textos y anécdotas sobre sus abuelos, así como su singular interés por la lengua náhuatl y la tradición prehispánica. Fue así como en un primer momento, mientras el Taller ensayaba la publicación de poemas de mediano formato aprovechando las caras de una hoja doblada de papel, de donde surgió la Colección Hojas Sueltas, Diana escribía un largo poema en varias partes titulado Vasija, que también editó en dicha colección, y que más tarde acabó conformando la segunda parte del libro homónimo. Diana llevó su propuesta al mismo grado de elaboración de los otros libros-poemas de Hojas Sueltas, que fueron las maquetas iniciales de posteriores libros. Uno de sus primeros títulos tentativos de Vasija fue “Nocturna Materia”, que además de la eufonía y el adecuado uso del binomio léxico (recurso azteca para nombrar lo trascendente) que a través de dos palabras creaba una imagen completa, da una clara idea de lo que se encuentra en el poema: un naufragio bajo las estrellas, una constelación de espinas en la carne, un encantamiento para recordar y sanar. Entre el tiempo de elaboración de cada una de las Hojas Sueltas y su posterior desarrollo y publicación como libro, transcurre un periodo de trabajo en el que el autor escribe y rescribe sus textos de acuerdo a las exigencias que su tema le demanda, y que en el caso de Diana, a partir de su indagación en las historias ancestrales, consistió en encontrar un mecanismo literario que le permitiera articular una serie de fragmentos recuperados. Dice D’Aquino en la contraportada de Vasija que este libro es “un objeto poético que propicia una suerte de Ars combinatoria, tanto en sus contenidos como en su inmediata materialidad fragmentaria”, y ciertamente, los poemas funcionan como partes de un códice que transcribe el carácter oral de la poesía prehispánica y que asoma en estos estribillos: ¡Las piedras! ¡Las piedras! ¡Ya están encendidas! *** Entre la grieta palpita Como una luna de mármol *** ¡Grave o entrecortada También la sílaba calla! Con la metamorfosis de la Hoja Suelta “Vasija”(2007) en el libro del mismo título (2012), Diana del Ángel añadió una nueva serie de fragmentos bajo el título de “Cuatro Espejos” en la que ha reunido imágenes y canciones de carácter ritual.Y en la que, junto a una poesía de léxico cuidado y sopesado en su efectividad anímica, se intercala una nueva serie de poemas en prosa denominada “Bitácora” en la que Diana,en un lenguaje casi científico, muestra los diversos momentos de la vida de una mariposa, conduciendo al lector por un terreno donde lo poético linda con lo entomológico, y que nos remite a la escritura del erudito francés del siglo XIX Jean Henri Fabre,autor de La vida maravillosa de los insectos, al que Diana del Ángel pareciera rendir un homenaje. En el Taller recordamos los procedimientos de Paul Valery y Jorge Cuesta que equiparan poesía y ciencia: en el caso de Diana la observación, la investigación y el acto mismo de
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Diana del Ángel Fragmentos y ancestros
experimentar inciden en su método de escritura y acaban mostrando que el objeto de observación, la mariposa, es tan sólo el reflejo íntimo de su autora, que a través de su poesía disecciona su propia realidad. “Una mañana, tras un sueño agitado, Diana del Ángel despertó convertida en una mariposa…”, pensé al terminar de leer por vez primera Vasija. Percibí entonces que hay una Diana antes y otra después de la
publicación de su libro. Al tomar conciencia de sus orígenes, veo cómo pasó de una marcada tendencia a la introspección (donde siempre han estado en germen su curiosidad y su tesón) a un estado de apacible creatividad, que ha propiciado su posterior desarrollo. He visto cómo sus lecturas y predilecciones en el terreno de la tradición prehispánica se combinan con sus experiencias en el ámbito docente y de investigación litera-
ria, así como con la publicación de reseñas. Como si la transformación que opera en su escritura repercutiera, diversificándose, en su vida. Actualmente ha escrito varios libros de poemas que permanecen inéditos, colabora en la creación de una enciclopedia de escritores mexicanos en la Fundación para las Letras Mexicanas, de la que ha sido becaria, además de trabajar en la traducción de un libro de poemas de Ann Sexton, y en preparar su tesis de doctorado. Hace poco me enteré que acaba de ir a Costa Rica con el expreso propósito de visitar un conocido mariposario que ahí se encuentra. También vino a mi mente la vieja creencia azteca de que los colibríes y las mariposas son los guerreros que regresan a la vida tras su muerte en el campo de batalla. De manera análoga, veo la transformación de los fragmentos de Diana en las partes de un libro que se asemeja a una mariposa, en cuyas páginas abiertas resaltan los signos y diseños trazados con versos y estrofas combinables que al echarse al vuelo, al leerse, se convierten en una invocación, como sucede en“ Canción para entrar en materia”: Aprenderás a decir tu palabra verdadera con ella podrás vivir lo que dure nuestra era Esta canción anuncia la iniciación de la poeta para aprender a decir su “palabra verdadera”, y también la eclosión del Obvo, que en mi lectura crítica apunta hacia dos asuntos: por un lado, la apertura del huevo donde el sueño del insecto se incuba, y por el otro, el de la semilla verbal del libro que aquí se expande temática e imaginariamente. En los poemas de Diana se intuye cierta correspondencia con el ritual, en el que los elementos mágicos operan por la sola enunciación y cuyos alcances están determinados por el poder de visualización del oficiante. El contexto sagrado en Vasija está dosificado, en buena medida, por los epígrafes que nos introducen a cada una de las secciones, en donde hallamos cuatro núcleos, que nos remiten directamente a través de la imagen de las cuatro alas de la mariposa Itzpapálotl, que parece estar tomada como modelo gráfico del libro, a los espacios sagrados delimitados por las cuatro estaciones anuales, los cuatro rumbos del cosmos, o los cuatro elementos. Estos poemas reunidos bajo el nombre genérico de “espejos”, son, además de numerales indígenas, síntesis verbales y construcciones cuya sintaxis permite varias lecturas, al igual que el libro en su conjunto, a partir de su disposición fragmentaria. La serie de los espejos,si bien fue escrita después del poema “Vasija”, da cuenta del carácter cíclico de los temas profundos de la autora, y dentro de la nueva disposición que todos los fragmentos tienen en el libro, hace evidente la flexibilidad de sus materiales, que permite múltiples lecturas. Ya desde su primera edición en las Hojas Sueltas, “Vasija”mostraba esta cualidad mediante el juego tipográfico y la disposición de las estrofas, así como con la utilización de unos versos blancos, denominados “astillas”, impresos en tinta roja, que dotaban al poema de una elegancia poco vista en ediciones regulares. El canto de los ancestros, el lenguaje original, la recuperación de la infancia y el pasaje ritual hacia la madurez son algunos de los temas de este libro explorados poéticamente como experiencia íntima de la autora, de modo que puede decirse que Diana del Ángel practica la poesía como herramienta de indagación y disección de su propia vida. Y ciertamente, quienes se acerquen a este libro, tendrán en sus manos una pieza literaria obtenida a través del arduo rastreo de los orígenes y la decantación de los versos y las esencias, que demuestra con poemas plenamente logrados e imágenes precisas una voz y una postura que contrastan con la banalidad que caracteriza a la actual poesía joven de México. Vasija, Diana del Ángel, La Hogaza / Poesía 7, ICM, 2012
El nuevo gobierno mundial Javier Guzmán*
E
l Foro Económico Mundial, tradicionalmente era un gran mercado al que acuden grandes empresas transnacionales y gobiernos, para firmar importantes contratos e inversiones. En realidad esto ha ido cambiando los últimos años y aún con la apariencia de ferias y convenciones, estos espacios informales y no democráticos, como Davos, G8 y G20, se están convirtiendo en la punta de lanza de un nuevo diseño de gobierno de la agenda global. Se trata de una nueva gobernanza basada en la alianza de estados ricos y empresas transnacionales, que desplazan y vacían de contenido y capacidad a las propias instituciones democráticas de Naciones Unidas. En esta nueva estrategia ya no se habla solo de negocios, sino de educación, salud, hambre y además con esa voluntad de influir y dirigir, las últimas reuniones del Foro ya no son a puerta cerrada si no que se pueden seguir las sesiones por internet y descargar algunos de los documentos más importantes. Tanto poder en la agenda global es cada vez más evidente, tanto que no ha pasado inadvertido para el Vaticano, que este año como novedad ha enviado como participante al cardenal Peter Turkson. Pero el certificado del cambio de diseño en la gobernanza, diseño que se basa que en la sumisión de las insti-
tuciones públicas y democráticas al poder fáctico de grandes empresas, la ha realizado la propia ONU, que si bien a través de su Programa Mundial de Alimentos lleva diez años participando “invitada” y pasando el cepillo entre los poderosos, ahora además ha ido un paso más allá en su discurso y se atreve a decir públicamente que lasgrandes corporaciones son la clave para dirigir el mundo hacia el objetivo de hambre cero. El propio secretario general de la ONU Ban Ki –moon ha presentado en el foro su iniciativa global de “El Desafío de Hambre Cero”, y anunciando como su gran logro la asociación a la misma de grandes corporaciones globales de la alimentación industrial como Unilever y DSM, que la financiarán. Una presentación donde el hambre se configura como un fenómeno despolitizado, como una enfermedad, una epidemia que afortunadamente no se contagia, como un infortunio contra el que se comprometen a luchar, y que no tiene nada que ver con el inmenso poder de las transnacionales en la alimentación mundial, lo cual significa un retroceso de décadas en el análisis y trabajo de la propia ONU. Sin embargo sabemos que el hambre y recurrentes crisis alimentarias hunden sus raíces en el enorme poder que grandes empresas tienen sobre nuestra alimentación, y que condicionan toda la cadena alimentaria desde la producción al consumo. Si hacemos un repaso rá-
CORREO del SUR Director General: León García Soler
pido de la relación de transnacionales como de Unilever con la situación de alimentaria en el mundo, nos encontramos que es una de las mayores corporaciones alimentarias en el mundo, y que entre otras cosas es la mayor compañía de té del mundo, y según datos del Corporate Watch, es propietaria de enormes plantaciones en Kenia, Tanzania y la India, teniendo en consecuencia un inmenso poder sobre el precio del mundial del té. Unilever además es uno de los grandes consumidores mundiales de aceite de palma para la fabricación de sus productos y es acusada por organizaciones campesinas y sociales en Indonesia y otros lugares del mundo, como cómplice necesaria del acaparamiento de tierras y la destrucción de la selva tropical para los monocultivos de palma. Hay que recordar que este fenómeno actual del acaparamiento de tierras es una de las causas más graves de generación de hambre y de destrucción de la agricultura campesina, como la propia FAO informa. Se trata por tanto de una estrategia bien diseñada de ocupación de espacios de gobernanza e iniciativas “benefactoras” que suponen la coartada perfecta para hacernos creer a la ciudadanía global que los zorros y solo ellos deben cuidar del gallinero. *Director de Justicia Alimentaria Global Publicado en La Marea, enero 2014
Suplemento dominical de Director: Adolfo Sánchez Rebolledo
Diseño gráfico: Hernán Osorio