Número 444 Junio 21, 2015
El 13 de junio como tercer hito del proceso de cambio
“Grecia es víctima del FMI” Tsipras defiende las pensiones y carga contra las “mentiras” sobre Grecia
La pluma de Eduardo Galeano en defensa de las mujeres Juré no callarme frente a la tortura y la barbarie: Roberta Menchú La encíclica verde del papa Francisco La tortura del confinamiento solitario
DOMINIO PÚBLICO
2 Domingo 21 de junio de 2015
CORREO del SUR
El 13 de junio como tercer hito del proceso de cambio Íñigo Errejón*
L
a constitución de los ayuntamientos este sábado 13 de junio ha supuesto un nuevo hito en el ciclo de cambio político en el que está inmerso nuestro país. Seguramente el tercer hito del ciclo. A menudo las fechas sirven para fijar y mirar con perspectiva procesos más complejos y nunca lineales. Así podríamos decir que este ciclo nació un 15 de mayo de 2011, con una movilización social transversal que, aunque no fue capaz de transformar los equilibrios de poder al interior del Estado en favor de los sectores subalternos, sí introdujo modificaciones decisivas en el sentido común de época -en gran medida, las razones de los sectores empobrecidos por la gestión regresiva y oligárquica de la crisis-, que pusieron a las élites culturalmente a la defensiva y abrieron posibilidades inéditas de cambio político. El siguiente hito fue la irrupción política y electoral de Podemos en las elecciones Europeas del 25 de mayo de 2014. Una irrupción que no tenía nada de necesaria ni estaba implícita en el momento, que fue modesta y que sin embargo abrió una dinámica inesperada en la política española. La Asamblea de Vistalegre en Otoño de 2014 y la Marcha del Cambio del 31 de Enero de 2015 fueron momentos decisivos y reveladores, en condiciones no sencillas, de construcción política de otra voluntad popular posible, y con la firme decisión de cruzar la ventana de oportunidad histórica abierta. Desde el 25 de mayo de 2014 hemos vivido un año largo e intenso, caracterizado por cuatro elementos de recorrido desigual. En primer lugar, una ofensiva oligárquica que da por amortizado el acuerdo social y político de 1978, que ha ido modificando de facto los contenidos del pacto constitucional en un sentido más regresivo y elitista. En términos más directos: los derechos conquistados por las generaciones anteriores ya no se encuentran en absoluto garantizados para las siguientes. Esto mina las bases de la confianza política, quiebra la idea lineal de progreso y genera tensiones en el bloque histórico, produciéndose una fuerte desafección en particular de los sectores medios, fundamentalmente asalariados, que ven amenazadas las perspectivas de ascenso social para sí mismos o para sus hijos y afrontan una aguda crisis de expectativas. Estos sectores venían jugando un rol central en la construcción de consenso en torno al orden de 1978 y sus élites. Para que nadie se llame a engaños, es importante señalar cómo parte de la reacción popular ante esta ofensiva tiene un carácter “conservador”, en el sentido de volver a un marco de convivencia que genere garantías y certidumbres también para la gente trabajadora. Es la imposibilidad de las élites para procurárselo y para renovar alguna meta colectiva que cohesione la comunidad política la que abre el escenario de impugnación de los sectores dirigentes, comenzando por el PSOE, que sufre más que nadie la quiebra del vínculo moral entre representantes y representados y la sensación de estafa entre los sectores subalternos. En segundo lugar, se agudiza el agotamiento del sistema político y cultural nacido de 1978, de sus consensos y sus principales actores. El consenso emergente no es tanto el cuestionamiento de su origen y función como la percepción de su decrepitud y la desconfianza, en que quienes han conducido el país hasta aquí, puedan protagonizar las transformaciones democráticas y sociales que éste, necesita. En esa descomposición, la corrupción juega un papel central. Si ayer era un engrasante entre el modelo de (sub) desarrollo basado en la construcción y la especulación, hoy es un factor de descrédito generalizado de unas élites políticas vistas como muy parecidas entre sí y muy alejadas de la ciudadanía. Actúa también como factor permanente de inestabilidad y descomposición: los de arriba tienen difícil hacer planes a largo plazo porque no controlan completamente los calendarios ni pueden mantener la cohesión corporativa interna. A este respecto, la declaración de Jordi Pujol en el Parlament: (“que nadie se crea que puede cortar una rama sin afectar al árbol”) es elocuente sobre los efec-
tos imprevistos de ruptura de la omertà. En tercer lugar, el creciente contraste entre la inquietud y agresividad de las élites, por un lado, y la ilusión recuperada por amplios sectores de la ciudadanía que antes estaban resignados y ahora ven posible el cambio. Esta correlación moral de fuerzas no es un dato menor para pensar la evolución de la disputa en esta coyuntura inestable. Los de arriba parecen confiar en contener el impulso del cambio de este año, desgastar a sus principales figuras -y encerrar a sus partidarios a hablar de sí mismos- y ensayar tímidas operaciones cosméticas o de cambios menores para apuntalar el edificio viejo. En todo caso, no parece haber cohesión entre ellos sobre la tensión adecuada entre el grado de apertura a cambios controlados y el cierre y atrincheramiento defensivo a la espera de que pase este “año tempestuoso” en el que casi todo es posible. En este contexto la contienda electoral ocupa un lugar central en un año en el que todas las instituciones democráticas están en juego y cada una de las citas electorales es vivida también en clave nacional. El sábado 13 de junio ha sido emblema de una primavera democrática que de nuevo, como en las grandes transformaciones recientes en nuestra historia, comienza por las grandes ciudades. Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Cádiz, Compostela o Coruña son gobernadas por fuerzas y liderazgos que comparten, en diferente grado, su origen relativamente exterior al sistema político tradicional y haberse fijado el objetivo de recuperar unas instituciones que se identifican como patrimonializadas por las minorías privilegiadas. ¿Estamos ante una verdadera irrupción plebeya –de “los sin título”, de quienes no tienen amigos poderosos pero se tienen a miles– por la cual quienes ayer eran menospreciados, como problema de orden público o “minorías ruidosas” hoy han construido mayorías convertidas en poder político? A la vez, el 24 de mayo arrojó la entrada del cambio en todos los parlamentos autonómicos que se sometían a elecciones, en una inserción y construcción territorial que en todos los casos aumentaba considerablemente su fuerza. Mirando hacia atrás, se podría decir que no hay muchas referencias de consolidación y crecimiento a este ritmo y en estos plazos; mirando hacia delante, que la tendencia, pese a las particularidades de cada lugar, es clara: la fuerza de cambio aumenta cada vez que se abren las urnas. Nada de esto habría sido posibles sin los mayos de hace cuatro años y de hace uno. Un indicador crucial de la importancia del momento reside más en lo cualitativo que en lo cuantitativo: tras años de mirar las instituciones con desgana, hartazgo o indignación, miles de ciudadanos abarrotaban las plazas de los ayuntamientos para celebrar las nuevas alcaldías. ¿Cuánto hay que remontarse para encontrar una expresión similar de emoción popular e ilusión por un tiempo nuevo? No estamos ante una cuestión estética, sino ante una pasión política, que es el motor imprescindible de los procesos democratizadores: gentes que recobran la ilusión por lo común, que celebran juntas y se proponen metas compartidas. Ninguno de los actores tradicionales es capaz de generar esta esperanza entre gentes tan distintas, que a menudo ni siquiera se conocían previamente. No es exagerado decir entonces que, con los límites y toda la prudencia necesaria por las muchas debilidades aún arrastradas, el pasado sábado se respiraba un aire constituyente, de la creencia de los “sin título” en su poder colectivo. Este avance de las fuerzas del cambio político no ha sido homogéneo, ni se ha encontrado con dificultades similares de un lugar a otro. En general, ha tenido mucho mayor empuje en las grandes ciudades y, muy en especial, allí donde liderazgos carismáticos y aún no golpeados han sido capaces de encarnar y despertar esperanzas transversales entre sectores muy diversos, desde activistas de los movimientos sociales hasta abstencionistas tradicionales, nuevos votantes o votantes de los partidos viejos en busca de opciones de cambio percibidas como “suaves”. El factor multiplicador, por tanto, no han sido tanto las coaliciones o sumas de siglas -¿cuántos de los votantes conocían las
trabajosas conformaciones de listas o los procesos de construcción de programa?- cuanto la capacidad de seducir en campo ajeno, cambiando los términos de la discusión y escapando a las maniobras de cerco; la capacidad, una vez más de patear el tablero, sumando a quienes hasta ayer confiaban en los actores políticos tradicionales. A este respecto, toda lectura de los resultados del 24M debe ser audaz y, por consiguiente, poner el acento, siempre, en los que faltan. Si la “unidad popular” significa algo no es, desde luego, la suma de siglas, sino la capacidad de tejer con sectores muy diversos, con las gentes realmente existentes con las que hay que construir pueblo, empezando por quienes aún confían en los de siempre. En definitiva, se trata no tanto de yuxtaponer, como de construir una identidad nueva. Ahora la contienda política sufre una importante modificación. Se abre una guerra de posiciones gramsciana al interior del Estado. Se han conquistado importantes posiciones institucionales, que deben ser defendidas, ampliadas y construidas como icono y demostración: serán la mejor propaganda del cambio, de que las cosas se pueden hacer de otra forma, y la mejor herramienta contra la campaña del miedo. Millones de ciudadanos tienen ya gobiernos municipales por el cambio, al servicio de la gente. Y nada comunica como el ejercicio del poder. Ahora la tarea épica es la gestión, la eficacia, la eficiencia, la construcción de una cotidianidad diferente y la política de acuerdos y disputas que permita superar los vetos conservadores, de todas las fuerzas que van a jugar a torpedear el cambio. Junto a ello, y para no dejar solas las nuevas plazas municipales, es crucial la actividad, visibilidad, fiscalización e iniciativa de los grupos parlamentarios en todas las asambleas autonómicas, así como su coordinación estratégica. Al mismo tiempo habrá que estimular desde la institución las condiciones para la reconstrucción de un tejido asociativo y civil que ha sido arrasado por décadas de ruptura de las comunidades y que ahora es imprescindible para acompañar, defender, empujar y desbordar los límites de las inercias burocráticas y hostigamiento del adversario. En el ámbito de la batalla cultural, el reto es doble: por un lado, dar pasos hacia una intelectualidad orgánica que defienda, explique, extienda y prestigie las razones del cambio y las instituciones ya ganadas. Por el otro, conformar y reunir a los sectores de expertos, profesionales y trabajadores de las administraciones públicas que pongan sus conocimientos, experiencias y creatividad al servicio de la gestión del cambio y su aterrizaje en realidades y lugares concretos. En este ejercicio, como siempre, habrá que correr y responder a las altas expectativas al tiempo que se forman los cuadros para el relevo y la ampliación de posiciones. En tiempos acelerados no hay espacio para la quietud. La expresión “guerra de posiciones” hace referencia a la actividad de la política como construcción de sentido e identidades, pero no debe entenderse en forma estática. No hay estabilidad posible en las instituciones recién alcanzadas. Todo lo que no sea iniciativa y ofensiva será defensa, desgaste y cerco. Sólo es posible avanzar, pero a favor tenemos que la indecencia acumulada hará que las expectativas populares saluden cada paso, por modesto que sea, si está bien explicado. La prioridad es no cometer errores y construir equipos capaces de hacer y hacerlo mejor que el adversario, pero recuperando también lo que se hizo bien, lo que se dejó a medias, lo que no se pudo desarrollar por la patrimonialización de las instituciones por parte de las élites viejas. Las posiciones ya alcanzadas por el cambio deben ser cuidadas como un tesoro frágil, la confianza de nuestra gente está en juego, y no pueden ser abandonadas a disputas locales ni tampoco al tiempo plano de la normalidad. Debemos federarlas en un horizonte y relato común para una iniciativa política que, con la ilusión renovada y el terreno y herramientas ganados, siga incorporando a los que faltan para una mayoría popular en formación que sea el núcleo irradiador de un nuevo acuerdo e interés general. *Secretario Político de Podemos.
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na comisión internacional de expertos que audita la deuda griega señaló en un comunicado que presenta los resultados preliminares de esa investigación, que Atenas no sólo no puede pagar la deuda, sino que no debe pagarla porque proviene de acuerdos con la troika que infringen directamente los derechos humanos de los griegos. El dictamen llega en momentos en que el gobierno heleno mantiene negociaciones con los acreedores (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea). El premier Alexis Tsipras dijo que, si su país no cierra un trato sostenible, el bloque europeo cargará con las consecuencias. “Queremos una solución que garantice la supervivencia económica”, señaló Tsipras en rueda de prensa junto al canciller austríaco, Werner Faymann, que se mostró confiado en una solución de aquí a la cumbre europea que tendrá lugar el jueves de la próxima semana. “Necesitamos unos días hasta la cumbre para encontrar una solución, no podemos negociar en público, pero las negociaciones y las soluciones hay que quererlas”, dijo el líder de Syriza. El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, exhortó a Atenas a aceptar las propuestas presentadas por sus acreedores, dirigidas a reducir su déficit público, reformar el IVA y las jubilaciones. Tsipras adelantó parte de su estrategia en caso de que los socios insistan en sus exigencias de subir drásticamente el impuesto sobre el valor añadido de medicamentos y la electricidad, o de recortar en 1800 millones de euros las pensiones. En este sentido, anticipó que, de no poder alcanzar un compromiso, no convocará a elecciones anticipadas o a un referéndum sino que asumirá personalmente, con apoyo de su gobierno y del Parlamento, la responsabilidad de decir no en nombre de Grecia. Sobre las jubilaciones, Tsipras aseguró que su país propuso una serie de medidas para hacer más sostenible el sistema, con la eliminación paulatina de las prejubilaciones, pero reconoció que eso forma parte de un proceso que lleva su tiempo. Por eso, explicó, su gobierno prevé ingresos de 300 millones adicionales de euros para
“Grecia es víctima del FMI” “Queremos una solución que garantice la supervivencia económica”, sostuvo el premier griego Alexis Tsipras, en momentos en que su país mantiene arduas negociaciones con los acreedores a fin de evitar el default.
Tsipras defiende las pensiones y carga contra las “mentiras” sobre Grecia
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l primer ministro griego, Alexis Tsipras, defiende en un artículo publicado el jueves en el diario germano Der Tagesspiegel el mantenimiento del sistema nacional de pensiones, al tiempo que acusa de “mentir” a quienes afirman que el contribuyente alemán asume el grueso de la carga de la deuda griega. “No pretendo ignorar los errores y la rigidez de nuestro sistema de pensiones, sino ilustrar que los problemas de este sistema no tienen su origen en su presunta generosidad”, señala. Según Tsipras, “los problemas más graves en los fondos de pensiones son resultado de la drástica disminución de los ingresos en los últimos años”. Esta situación, agrega, es consecuencia de los recortes, por lo que las aportaciones a los fondos de pensiones se han visto reducidas en 25.000 millones de euros, así como de la caída de las cotizaciones a la Seguridad Social a causa del fuerte aumento del desempleo y las reducciones salariales. “El problema no está en el gasto, sino en los ingresos”, reitera antes de subrayar que el sistema de pensiones griego constituía una “forma institucionalizada de solidaridad generacional” que se ha revertido, ya que en estos momentos en muchas familias la pensión es la única fuente de ingresos de una familia. “En un país donde el 25% de la población está desempleada, en el que la mitad de sus jóvenes no tiene trabajo, la insistencia ciega en los recortes no puede traer otra cosa que un recrudecimiento de la ya de por sí dramática situación social”, advierte. El Gobierno griego está decidido a mantener el sistema de pensiones, para lo que ha presentado propuestas concretas, “expuestas al detalle” a las instituciones acreedoras -Banco Central
Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Comisión Europea (CE)-. A su juicio, para garantizar la sostenibilidad y supervivencia del sistema de pensiones es necesaria “una perspectiva a largo plazo” y no puede quedar supeditada a criterios presupuestarios restrictivos, como la reducción de los gastos en un 1 % del PIB para 2016. Tsipras señala que su artículo tiene como objetivo “rectificar un mito muy extendido”: “Miente todo aquel que afirma que el contribuyente alemán costea los salarios, los subsidios y las pensiones de los griegos”. Pretende ilustrar, además, cómo “la ofensiva de recortes de los últimos años no han conducido más que a una recesión que agrava los problemas”. Tsipras se muestra indignado con las constantes comparaciones con Alemania “que inducen a error” y señala que si el gasto público griego para subsidios y pensiones aumentó del 11,7% del PIB en 2007 al 16,2% en 2013, se debe a una reducción del rendimiento económico del país y no a un aumento de las sumas destinadas a estas partidas. A ello se suma, añade, que la edad de jubilación se sitúa en Grecia “en contra de lo que se afirma” en 67 años, con una media de 64,4 años en los hombres y de 64,5 en mujeres. El primer ministro griego cita a Benjamin Disraeli para decir que existen tres tipos de mentiras, “las habituales, las catastróficas y las estadísticas”. “No debemos permitir que el uso obsesivo de parámetros estadísticos acaben con un compromiso que se está fraguando en los últimos meses”, concluye el artículo.
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el próximo año y no los 1800 millones que le reclaman la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (troika). Faymann, en tanto, dijo que no es partidario de recortar las pensiones bajas porque los jubilados deben vivir de sus pensiones y sostuvo que los recortes no son un instrumento adecuado para resolver las crisis. “Siempre dije que para salir de la crisis hay que invertir, no sólo aplicar la tijera, pero también acordar medidas necesarias como la lucha contra el fraude y la corrupción, dos capítulos problemáticos en Grecia sobre los que Tsipras me expuso sus planes”, comentó. Para el funcionario austríaco la solución para Atenas pasa por ofrecerle un programa que le dé una perspectiva de cinco años, y no tenga que estar todos los meses con el problema de si puede financiarse y, a cambio, debe emprender reformas profundas, como por ejemplo, en el sistema de recaudación fiscal. La comisión internacional de expertos que audita la deuda helena señaló que Grecia no sólo no puede pagar la deuda, sino que no debe pagarla porque proviene de acuerdos con la troika que infringen directamente los derechos humanos de los griegos. El informe del grupo de expertos recorre el período comprendido desde la firma del primer rescate con la troika en 2010 hasta la actualidad; el objetivo de la comisión es analizar el crecimiento de la deuda pública griega desde la década de 1980. El grupo está coordinado por el politólogo belga Eric Toussaint y empezó a trabajar en abril de forma voluntaria. “El comité considera que Grecia ha sido y es víctima de un ataque premeditado y organizado por el FMI, el BCE y la CE. Esta misión violenta, ilegal e inmoral tiene como objetivo exclusivamente trasladar la deuda privada al sector público”, destacó el comunicado. Con todo, el titular del Banco de Grecia, Yanis Stournaras, señaló que el fracaso de las negociaciones entre el gobierno griego y la troika puede provocar el “Grexit”. “Un fracaso en las negociaciones sería el inicio de un proceso doloroso que conduciría inicialmente a la quiebra y finalmente a la salida de la Eurozona y, probablemente, de la Unión Europea”, afirmó Sturnaras en el Parlamento, donde presentó el informe sobre la política monetaria emprendida de 2014 a 2015. Un revés en las negociaciones sería perjudicial para el proyecto europeo, estimó el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin. “Ninguno de nosotros puede resignarse a un fracaso, que sería gravísimo para Grecia, pero también extremadamente grave para el proyecto europeo”, dijo Sapin ante los diputados franceses. Londres, por su parte, toma sus recaudos ante la posibilidad que Grecia acabe en situación de default y abandone el euro, dijo una portavoz del Tesoro ayer. “Estamos tomando medidas para prepararnos y protegernos de tales eventualidades”, señaló la portavoz. El ministro de Finanzas, George Osborne, se refirió a la crisis de la deuda el martes en el Parlamento, y aconsejó no tomarla a la ligera. “La gente no debería subestimar el daño que haría”, aseguró el ministro, antes de enviar un mensaje a Atenas. La presidenta del banco central estadounidense (Fed) Janet Yellen advirtió que la economía mundial podría sufrir perturbaciones importantes si Grecia y sus acreedores no alcanzan un acuerdo. “Es una situación muy complicada. En caso de que no haya un acuerdo puede que haya alteraciones que podrían afectar las perspectivas económicas europeas y los mercados financieros globales”, advirtió Yellen.
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La pluma de Eduardo Galean La antología especialmente preparada por el periodista y escritor, que agotó sus primeros 25 mil ejemplares en solo un mes, enfoca en grandes mujeres, pero también en acciones colectivas que se alzaron contra mandatos patriarcales y machistas.
SILVINA FRIERA
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el miedo de morir nació la maestría de narrar.” La frase final de “Sherezade”, el texto inicial de Mujeres (Siglo XXI), el libro póstumo de Eduardo Galeano, plantea un asunto fundamental en la obra del escritor, que murió hace dos meses, el pasado 13 de abril: la centralidad de la mujer porque esa habilidad, vinculada con la sobrevivencia de la narradora de Las mil y una noches –que con sus cuentos evita ser degollada por el rey–, es un atributo femenino. En los espacios en blanco que cada lectora y lector “completa” a su manera, en el elástico de las interpretaciones posibles, el autor parece insinuar que un hombre, en el lugar de Sherezade, habría fracasado. Al margen de que se pueda sospechar de exageración, texto tras texto de esta antología preparada especialmente por Galeano, cuya primera edición de 25 mil ejemplares se agotó en diez días, traza el itinerario de una sensibilidad excepcional por las cuestiones de género, cuando la izquierda en general, los militantes políticos e intelectuales comprometidos consideraban que era un tema superfluo y menor que no
pertenecía al linaje trascendente. El arco temporal de Mujeres cubre casi cuarenta años. Los textos elegidos por Galeano pertenecen a Vagamundo y otros relatos (1973), Memoria del fuego (1982), El libro de los abrazos (1989), Las palabras andantes (1993), Patas arriba. La escuela del mundo al revés (1998), Espejos. Una historia casi universal (2008) y Los hijos de los días (2012). “Hace mil años, dos mujeres japonesas escribieron como si fuera ahora”, afirma el escritor en “Fundación de la novela moderna”. “Según Jorge Luis Borges y Marguerite Yourcenar, nadie nunca ha escrito una novela mejor que la Historia de Genji, de Murasaki Shikibu, magistral recreación de aventuras masculinas y humillaciones femeninas.” La otra japonesa es Sei Shônagon por su Libro de la almohada. Galeano escribía como si pintara las palabras, convencido de que era el mejor camino para acariciar el alma de los otros. Todos sus textos despliegan un carácter insubordinado que los aproximan al territorio de la poesía. “Las sacerdotisas negras de Bahía aceptan amantes, no maridos. El matrimonio da prestigio, pero quita libertad y alegría. A ninguna le interesa formalizar boda ante cura o el juez: ninguna quiere ser esposada
esposa, señora de. Cabeza erguida, lánguido balanceo: las sacerdotisas se mueven como reinas de la Creación. Ellas condenan a sus hombres al incomparable tormento de sentir celos de los dioses”, se lee en “Las mujeres de los dioses”, que pertenece a Memoria del fuego, un texto a contrapelo del machismo imperante en la América Latina de los primeros años ’80. Muchas mujeres protagonizan las páginas de este libro; están Juana de Arco, Rosa Luxemburgo, Emily Dickinson, Rigoberta Menchú, Eva Perón, Marilyn Monroe, Rita Hayworth, Alfonsina Storni, Alicia Moreau, Bessie Smith, Safo, Aspasia, Frida Kahlo, Carmen Miranda, Isadora Duncan, Sarah Bernhardt, Teresa de Avila, Matilde Landa, las Madres de Plaza de Mayo, Delmira Agustini, Camille Claudel, Georgia O’Keefe, Josephine Baker, Marie Curie y Juana Manso, entre otras artistas, poetas, cantantes, bailarinas, científicas, escritoras y militantes políticas de todos los tiempos. Galeano también cuenta y canta historias de hazañas colectivas femeninas, extraviadas en los laberintos ingratos de la memoria como las migas de pan en el mantel de un antiguo festín. El escritor recuerda a las prostitutas rebeldes de San Julián –cuyos nombres recuperó Os-
RIGOBERTA MENCHÚ, LÍDER INDÍGENA GUATEM
“Juré no calla a la tortura y SONIA SANTORO Participó en el país del Foro emos ayudado a recuperar credibilidad, entonces algo tiene que ocurrir para que los Internacional por ciudadanos asuman su responsabilidad inlos Derechos de dividual. Sean mayas o no mayas, mujeres u hombres, lo más importante es que tengamos esa conciencia de las Mujeres. Aquí un quehacer ciudadano”, propone Rigoberta Menchú enfundada en el típico huipil con el que se la ve cuenta su lucha en Tum, recorrer el mundo allí donde es necesario escuchar las de los oprimidos. La Premio Nobel de la Paz dice, Guatemala, una voces sin embargo, que a 30 años de la etapa más violenta nación signada de lo que se conoce como genocidio guatemalteco, su país vive “una etapa difícil”: incluso la impunidad hoy por el genocidio continúa. “No creo que dure pocas décadas esta situación, porque los hijos de los perpetuadores del genocide los años ’80. dio nunca lo van a reconocer. Los victimarios no lo van a reconocer, los fascistas tampoco y la gente está con su Relata su vida, la verdad y la verdad está ahí. Esto es Guatemala.” –¿Qué aprendió de su padre? desaparición y –Mi padre dejó muchas huellas. Uno era porque él tuvo la capacidad de estar al frente de un gran movimuerte de buena miento campesino. Fue parte del Comité de Unidad parte de su familia Campesina (CUC). El lo lideró, estuvo presente. Luego estuvo muy vinculado al reclamo de la tierra. Mi padre y cómo se convirtió veía la tierra como nuestra madre la gran selva. Luego buscaba siempre maneras de producir allí sin que lesioen militante. nara toda la tierra. Buscaba mucha tecnología campepara ver cómo mejorar sin vender la tierra como si También revela lo sina fuera un negocio. Mi padre también era un catequista fiel a la Iglesia. Trabajaba en una militancia en que le falta hacer. cristiano la Iglesia Católica. Era alguien que abría una brecha.
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no en defensa de las mujeres valdo Bayer–, que se negaron a recibir a los soldados asesinos la noche del 17 de febrero de 1922. Evoca a las guerreras de la revolución mexicana, a las mil quinientas mujeres que invadieron el Parlamento en El Cairo en 1951 y a las obreras, costureras, panaderas, cocineras, niñeras, floristas, limpiadoras y planchadoras que lucharon en la Segunda Comuna de París. “Si se puede bailar una emoción, si se puede bailar una idea, ¿por qué no se puede bailar un himno?”, se pregunta en “Isadora”, relato sobre el momento en que Duncan bailó el Himno nacional en un café de Buenos Aires. Otro texto de una belleza descomunal es “Bessie”: “Esta mujer canta sus lastimaduras con la voz de la gloria y nadie puede hacerse el sordo o el distraído. Pulmones de la honda noche: Bessie Smith, inmensamente gorda, inmensamente negra, maldice a los ladrones de la Creación. Sus blues son los himnos religiosos de las pobres negras borrachas de los suburbios: anuncian que serán destronados los blancos y machos y ricos que humillan al mundo”. Galeano es uno de los primeros escritores feministas o con una conciencia de lo femenino extraordinaria. La publi-
cación de este libro es una especie de “acto de justicia”: el paño de estas textualidades permite resaltar la importancia de un tema que no es lo que se visibiliza cuando se piensa en la obra del escritor y periodista uruguayo. En “Puntos de vista (6)”, de Patas arriba..., intenta desmontar el machismo arraigado en la cultura universal: “Si Eva hubiera escrito el Génesis, ¿cómo sería la primera noche de amor del género humano? Eva hubiera empezado por aclarar que ella no nació de ninguna costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni ofreció manzanas a nadie, y que Dios nunca le dijo que parirás con dolor y tu marido te dominará. Que todas esas historias son puras mentiras que Adán contó a la prensa”. Como si intentara ajustar las cuentas con los hombres, en “Homenajes” recopila lo que han dicho o escrito varios pensadores –“humanos y divinos, todos machos”– sobre las mujeres: “La mujer es un hombre incompleto” (Aristóteles). “La mujer es un error de la naturaleza, nace de un esperma en mal estado” (Santo Tomás de Aquino). “Las gallinas ponen huevos y las mujeres, cuernos” (Francisco de Quevedo). “La mujer es
MALTECA, PREMIO NOBEL DE LA PAZ
arme frente la barbarie” En sus búsquedas a veces nos incluía. Nos llevaba a la comunidad, aunque yo creo que más lo acompañaron mis hermanos a él. Eran muchos hombres los que andaban con él pero siempre nos incluían a alguna de nosotras las mujeres. –¿Y su mamá?, ¿ella era partera? –Ella es otra tendencia. Era partera, veía nacer los niños, las niñas. A cualquier hora que venían a buscarla de una selva, una montaña, agarraba sus cosas y se iban. Pero también tenía un proceso para sus pacientes. Las veía desde los tres meses de embarazo. Muchas de ellas daban a luz en las montañas más lejanas y, desde lo que recuerdo, mi madre nunca tuvo un paciente que se le haya ido, muerto. Ella también usaba mucho las plantas medicinales, la medicina ancestral, el trato a las mujeres en un espacio sagrado que tenemos que se llama temazcal. –¿Usted aprendió la partería? –Sí, es una de las cosas que a mí me da mucho gusto. Porque cuando tú tienes una maestra enfrente no te das cuenta de que tienes una maestra y no te das cuenta de que cada cosa que hace es una enseñanza, pero cuando tú pierdes esa maestra te das cuenta de todo. Entonces mi padre por supuesto tiene un liderazgo, es indiscutible que el liderazgo de mi papá lo mamé un poquito. Me enseñó a hablar, a tomar decisiones. Me llevaba con él cuando tenía 5 o 6 años. En cambio mi madre hacía posible ir a buscar las plantas, procesarlas para que le preparáramos las condiciones en algunos casos, la acompañáramos a desvelarnos toda la noche, acompañando desde otro lugar, porque las señoritas nunca están presentes en un parto. Pero estábamos cerca. –¿Tuvo a su hijo en esta tradición? –No, porque la vida que tenemos actualmente las mujeres es una vida de muchas presiones y mi embarazo era de harto riesgo y tuve cesárea. –¿Cuando era chica pensaba en qué quería ser cuando fuera grande? –Yo admiraba muchas cosas. En mi tierra pasaba un avión y todo el mundo salía a ver si alcanzaban a verlo en el horizonte. Siempre se cuestiona uno porque no había televisión, no había luz eléctrica, no había carretera, la ciudad para nosotros había sido siempre un monstruo. Entonces nunca tuvimos mucha cercanía con la ciudad, hasta los 16 años. Tenía esa edad cuando partí primero a casas de monjas. A PÁGINAS 6 Y 7
un animal de pelo largo y pensamiento corto” (Arthur Schopenhauer). La brevedad de las frases de Galeano traza una prolongada curva en el aire, como si pintara con un puñado de palabras necesarias las tensiones y prejuicios acumulados, capas tras capas, durante siglos. Hay personajes que ejercen su magia y el escritor la devuelve multiplicada, como sucede con Sukaina, bisnieta de Mahoma que no sólo no usaba el velo, sino que lo denunció a gritos, se casó cinco veces y en sus contratos matrimoniales se negó a aceptar la obediencia al marido. Como las dos mujeres gallegas que contrajeron matrimonio en la iglesia de San Jorge en 1901, Elisa Sánchez y Marcela Gracia, una de ellas vestida como hombre. O la “molestosa” Juana Manso, que contra viento y marea fundó escuelas laicas y mixtas en Argentina y Uruguay y “se divorció cuando el divorcio no existía”. O las cinco mujeres que voltearon la dictadura militar de Hugo Banzer en Bolivia y el diminutivo de Domitila que funciona como una especie de dardo semántico: “El enemigo principal, ¿cuál es?, ¿la dictadura militar? ¿La burguesía boliviana? ¿El imperialismo? No, compañeros. Yo quiero
decirles estito: nuestro principal enemigo es el miedo. Lo tenemos adentro”. Varios textos exploran las dificultades de narradoras y poetas, como “Ellos son ellas” sobre las hermanas Brontë –Emily, Anne y Charlotte–, “intrusas en el masculino reino de la literatura” que “se han puesto máscaras de hombres para que los críticos les disculpen el atrevimiento, pero los críticos maltratan sus obras rudas, crudas, groseras, salvajes, brutales, libertinas...”. La poeta uruguaya Delmira Agustini (1886-1914) fue asesinada a los 27 años por su ex esposo. “Había cantado a las fiebres del amor sin pacatos disimulos, y había sido condenada por quienes castigan en las mujeres lo que en los hombres aplauden, porque la castidad es un deber femenino y el deseo, como la razón, un privilegio masculino”, escribió Galeano en un texto incluido en Memoria del fuego. No podía faltar, además, una celebración a Alfonsina Storni, cuyos versos más difundidos “protestan contra el macho enjaulador”. Como un gran mago, como un inquieto hechicero que mezcla palabras, imágenes, sentimientos y desobediencias, los relatos de Galeano respiran en las voces de sus indómitas mujeres.
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Pero después a casas particulares. Es otra vida increíble, una se hace prisionera en la casa del patrón, es así. Casi toda la experiencia de las mujeres que trabajan en casas particulares... no salen más que al mercado que está cerca de la casas y hacen lo mismo todos los días. No se aprende mucho si no te dan oportunidad de aprender más. Donde yo aprendí más fue en el convento, porque ahí me enseñaron la alfabetización, después me gané una beca. Después saqué de primero a cuarto grado en un programa de educación de adultos y el siguiente año saqué quinto, sexto. Y cuando murieron mis padres estaba en secundaria. –¿Qué edad tenía? –23 años. –¿Y cómo se sobrevive a tanta tragedia?
–La espiritualidad maya es profunda. La primera regla es estar en paz con los difuntos, y para eso hay que trabajar mucho en lo interior. Tu calidad mental, espiritual, junto a saber que uno debe ser feliz con poco. Porque los rencores, los odios, es la propia inconformidad del ser humano. Querer reparar los hechos. Yo juré no callarme frente a la tortura, la desaparición forzada, la barbarie. Entonces estuve detrás de la denuncia pública, de hablar públicamente, de buscar los medios de comunicación, de decir mi verdad. Muy consciente de que la verdad mía no es sólo mía, es la verdad de otros. Entonces esa misión social con que yo asumí la barbarie que le pasó a mi familia: mi hermano Patrocinio, que hasta ahora no encuentro sus restos; mi hermano Víctor, que sé que fue fusilado en público pero hasta ahora no encuentro sus restos; de mi madre que fue secuestrada, torturada, humillada, yo nunca podría pensar que esa humillación aguantaría yo. Y por lo tanto, tengo que estar indignada frente a eso. O sea, la indignación, la potencia, la poca capacidad de resolver las cosas me hizo a mí ir a los organismos mundiales, a los medios, sobre todo los medios mexicanos me dieron la gran oportunidad de trascender junto con mi gente, con la historia de Guatemala. –Eso lo hizo desde el exilio... –Sí. Catorce años de mi vida realmente dedicados a la denuncia. Fueron terribles esos años porque peleaba contra un monstruo, un sistema, unos poderes fácticos muy asesinos. Entonces me ayudó mucho pensar que no sabía dónde estaba el resto de mi familia. Incluso pensé que mi hermana Anita había muerto, tal vez mi hermana Lucía y mi hermano Nicolás también. Si yo hubiera sabido que ellos estaban vivos tal vez me hubiera frenado, porque uno no quiere poner en riesgo a una persona más, después de todos los riesgos que se habían corrido. –¿Cuándo supo que estaban vivos? –Diez años después. Pero antes fueron ocho años de haberme ido y de dedicarme a hacer denuncias públicas. En Ginebra, hay tantos archivos de denuncias que hice por lo menos cinco veces al año, año tras año, en la Comisión de Prevención de Discriminaciones, en el Grupo de Trabajo de Comisiones Indígenas, en el Comité contra el Racismo y la Discriminación, o sea, en todos los órganos de la ONU. En Nueva York comparecí año con año en la Asamblea General y no tenía ningún respaldo del gobierno. Pero sí éramos un equipo de guatemaltecos, de distinguidas personalidades que promovimos las resoluciones, que año con año persuadimos a los países para que patrocinaran las resoluciones condenatorias de lo que se vivía en Guatemala. Entonces ocho años después recibí una carta del Movimiento Insurgente en Guatemala, de sus altos mandos, para decirme que mi hermana Anita había fallecido, que había caído. Yo la lloré por dos, tres meses y después me llegó otra nota diciendo que se habían confundido de persona, no era ella. Qué lindo cuando te resucitan un ser querido cuando tú lo das por muerto. No sólo que ocho años después no sabía de ella y que la primera noticia que recibo es que había muerto y que después me dijeron que estaba viva, fueron como resurrecciones raras. Y cuando me dieron el Premio Nobel tuve la oportunidad de que se acercara a mí mi hermano Nicolás, mi cuñada Juana y sus hijos. Entonces estaban vivos. O sea, los vi por primera vez después del Premio Nobel. Igual mis dos hermanitas se trasladaron a México, ya con hijos e hijas. Entonces ya volvimos a reconstruir la familia y un poco antes conocí a mi esposo Angel, entonces empezamos a vivir, trabajar juntos, y a pensar en una familia que parecía no clara al principio hasta que tuvimos un hijo un año después, Mash, que nos cambió la vida realmente. –¿Qué significa Mash? –Su nombre completo es Mash Nahual Ja, que quie-
re decir “espíritu del agua”. Y el Mash lo pusimos en homenaje a los ancestros, porque en maya hay muchas interpretaciones. En maya yucateca, Mash es “mono”, y en el calendario maya el mono es el destino, es el tiempo. Y del abuelo, mi padre, su signo en el calendario maya es el tiempo, que está simbolizado por el mono. Tiene mucho contenido. –¿Cómo es la situación hoy en Guatemala después de tanta lucha? –Lo más grande que hicimos es haber culminado el conflicto armado interno. Nada se puede hacer en un país
en guerra, en un país con emboscadas, en un país donde el crimen está a flor de piel, sea por tu posición, sea porque piensas distinto a una dictadura, y eso lo vivimos en Guatemala. Entonces finalizar el conflicto armado es uno de los más grandes legados que dejamos. Segundo, recuperar la dignidad de todas las personas. No sólo de las víctimas de abuso, de violencias, sino de todos los guatemaltecos. Porque estamos vistos como el país más criminal, más violento, el país donde se cometieron los grandes crímenes contra la humanidad en silencio. Porque el caso nuestro se destapa todo después de la Comisión de Es-
CORREO del SUR clarecimiento Histórico de las Naciones Unidas, después del trabajo que hace monseñor (Juan) Gerardi y al que asesinan después del informe “Guatemala: Nunca más”. Cuando veníamos denunciando desde los años ’80 y parecía que nadie nos creía y parecía que creían que inventábamos historias. Entonces la dignificación de todos nosotros, por la verdad de las víctimas y de todos los guatemaltecos, es una etapa muy difícil. Incluso la impunidad hoy continúa. No creo que dure pocas décadas esta situación, porque los hijos de los perpetuadores del genocidio nunca lo van a reconocer. Los victimarios no lo van a reconocer, los fascistas tampoco, y la gente está con su verdad y la verdad está ahí. Esto es Guatemala. Ahora, ningún pretexto hay para que no volvamos a recuperar desde las familias hasta lo que podemos hacer como ciudadanos mayores de edad. Por lo tanto no comparto cuando la gente se queda quejándose como la víctima para siempre. En las comunidades tiene que haber diálogo, tiene que haber participación, tienen que ser responsables con su voto porque hemos luchado mucho para que la gente vote. Porque el Estado había perdido mucha credibilidad y el Tribunal Superior Electoral perdió mucha credibilidad a lo largo de tantos años que permitió golpes de Estado, que permitió una enorme cantidad de quebrantamientos del Estado de derecho. Hemos ayudado a recuperar esa credibilidad, entonces algo tiene que ocurrir para que los ciudadanos asuman su responsabilidad individual. Sean mayas o no mayas, mujeres u hombres, lo más importante es que tengamos esa conciencia de un quehacer ciudadano para que nuestro sistema sea totalmente normal. –¿Qué se recupera con esa dignidad de la que habla? –Guatemala es bellísimo, el paisaje, nuestra identidad. Los mayas tenemos más de 180 variedades de tejidos hechos por las mujeres, estamos incursionando fuertemente con los tejidos en el mercado internacional. Creo que hay que abrir una puerta a los artistas, o sea, recuperar la dinámica de un país rico, muy paradigmático en la región porque tenemos muchos idiomas y hemos conseguido gracias a nuestras luchas, por ejemplo, la oficialización de nuestros idiomas. –¿Se aplica? –Si no se utiliza es porque no lo invocamos. Porque es cierto que las leyes son letra muerta si sólo proclaman y no hay protocolo de aplicación o no hay presupuesto para aplicarlas. Entonces creo que tenemos que nivelar el presupuesto para que se hagan las cosas que dicen las leyes que se tienen que hacer en favor de un país pluricultural, multiétnico y multilingüe. –Guatemala es uno de los países con más femicidios, ¿qué se está haciendo contra esto? –Hay mucho trabajo de las organizaciones de mujeres. Desde las mujeres declaradas como movimiento feminista que tienen una gran labor educativa, jurídica. Hay participación de mujeres muy distinguidas como Helen Mack o Norma Cruz, mujeres que están en la palestra porque están directamente vinculadas con la asesoría de las mujeres que sufren violencia. Tenemos a Claudia Paz como fiscal general del Ministerio Público, que es el que persigue los delitos. Ella ha tenido los ataques que sufre una mujer cuando se coloca en los espacios de poder, presión, denigración en los medios. Lo sufren todas. Incluso la jueza que juzga el caso de Ríos Montt es una mujer extraordinaria, que hay sufrido los ataques más terribles. Hay machistas que se supone que son doctores pero son fascistas y anti mujer. Pero es cierto que Guatemala es el escenario de la crueldad porque la crueldad implicó terrorismo de Estado, tortura, desapariciones forzadas, denigrar la mujer como mensaje de violencia. Hay mujeres de las que se han encontrado sus restos divididos en distintos puntos y la imagen te produce una guerra psicológica de miedo. Yo como mujer, por miedo a que me critiquen, no participo; por miedo a que digan que abandoné mi hogar, mejor no participo; yo como mujer no puedo denunciar porque van a decir que estoy inventando. Y hasta la ley. Actualmente si yo denuncio una violación tengo que demostrar la violación. –¿La víctima tiene que demostrar que es víctima? –Exactamente, es como que tendría que ser violada de vuelta delante del juez para que crea que soy víctima. Todo eso lo hemos ido enfrentando. Ya hay un conjunto de normas que están por aprobarse o se han aprobado. El acoso sexual ya es penalizado, ya hay instancias que reciben denuncias de violencia familiar, ya se exige a los hombres que den mantenimiento a los hijos en caso de
que haya una separación. Y el hecho de que estamos discutiendo en tribunales, ya no en denuncias paralelas. –¿Cómo es el caso del dictador Efraín Ríos Montt? –Muchas personas dicen que es un fracaso. Para nosotros no. –¿Aunque se haya anulado la sentencia? –La sentencia que ya se dictó es sin precedentes. Se siguió un proceso donde se escuchó a las víctimas, donde se recogieron testimonios, sea cuales fueren los planes de la Corte Constitucional para ocultar el hecho, es imposible de ocultar porque formalmente las instancias de la Justicia guatemalteca recibieron la información. No se puede decir “saquen esas cajas con testimonios y tírenlas porque el juicio no continúa”; en todo caso lo archivarán con todo. Eso es lo más importante. Los peritajes, los testigos, la antropología forense, el rostro de la tragedia guatemalteca está en la mesa del sistema legal. Entonces, ya que lo engaveten no es nuestro problema. –¿Qué se ganó con el juicio? –Se ganó muchísimo y yo gané más porque durante muchísimos años dijeron “Rigoberta Menchú es mentirosa”, dijeron que yo inventaba los hechos. En ésta no fui yo la actora principal, fueron las mujeres, las que dijeron: “Miren, a mí me violaron 20 soldados cuanto tenía 13 años”. –Fue candidata a presidenta en su país dos veces, ¿va a volver a presentarse? –Yo lo que siempre hice en la vida es abrir una brecha, y estoy completamente satisfecha con haber abierto una puerta para las mujeres en Guatemala, no importa su etnia y su educación elevada. Cuando yo me lancé a la candidatura presidencial en 2007 ninguna mujer estaba dispuesta, ni siquiera había candidatas alcaldesas, a lo más que llegaba la mujer era a ser candidata a diputada, pero normalmente las ponían en las listas más atrasadas. Entonces, salimos con mucha humildad, con una campaña desigual, con un partido recién nacido, sin estructuras ni recursos. Salimos a la candidatura. Lo que nunca pudieron evitar los candidatos presidenciales de más de 26 partidos políticos –había 14 candidatos– era la presencia de una mujer forzosa en cualquier escenario de la campaña. Animó a muchas mujeres. Ya en la segunda campaña había tres candidatas presidenciales. Y luego incluso tenemos una vicepresidenta del país. –¿Usted fundó un partido propio? –Fui cofundadora de nuestro partido (Winaq). Con mi esposo nos pusimos frente a convocatoria de los mayas e hicimos el partido. Ya hecho el partido era difícil que yo no lo estrenara, así que tenía que verme obligada otra vez a ser candidata por segunda vez con un partido propio. Ahora, la izquierda dice que los indígenas somos de derecha y la derecha dice que somos de izquierda. Entonces, también romper esta dicotomía es muy importante. Dijimos, este partido tiene muchas direcciones, sobre todo apunta a la equidad étnica, de género, generacional, y a la organización propia y a hacer una campaña no comprada ni vendida, que la gente confíe. –¿Ahora cómo está el partido?
–Estamos en el Congreso. Acabo de entregar la secretaría general del partido a un joven de nuestra bancada. Actualmente tengo la secretaría de relaciones internacionales del partido. Los temas han sido la transparencia, combatir la impunidad, en distintos campos, pero sobre todo el fiscal: la impunidad en la corrupción en el manejo de los fondos públicos. Y la vigilancia y la asesoría de los pueblos indígenas para que tampoco caigan en la corrupción porque muchas de nuestras instancias mayas por ser intocables se les permite hacer..., hay cierta complicidad a veces. Entonces hemos decidido romper esos círculos. –¿Qué le falta hacer? –Escribir la verdad. No sólo la memoria de Rigoberta Menchú como una memoria colectiva sino que hemos hecho tanto... Entonces a mí me gustaría escribir cuatro o cinco libros de distintas facetas, desde niña, la juventud, la militancia – porque soy una militante–, mis maestros, los retos que nos han tocado en la vida, uno es la violencia y hay otros miedos que hemos tenido y eso hay que ponerlo por escrito. Pero sobre todo códigos de ética. Yo siempre digo que si somos coherentes con lo que defendemos seguramente somos ilustrativos de un código de ética. Y también quisiera difundir las enseñanzas ancestrales, porque creo que la antropología tiene un freno, un fracaso. Entonces, a mí me gustaría entrar en el mundo académico, pero no me quita el sueño.
DOMINGO 21 DE JUNIO DE 2015
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La encíclica verde del papa Francisco JESÚS BASTANTE
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, al fin, vio la luz. “La Tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”. Es una de las muchas frases impactantes que se recogen en Laudato Si (Alabado seas), la nueva encíclica del Papa Francisco sobre “el cuidado de la Casa Común”. Un auténtico “Cántico a las criaturas” del siglo XXI, en el que a modo de nuevo San Francisco de Asís, advierte del “gemido de la hermana Tierra”, acosada por un brutal cambio climático y la “cultura del descarte”, que necesita urgentemente un cambio de rumbo antes de que sea tarde. Un texto que, sin lugar a dudas, marcará un antes y un después para el futuro del planeta y de sus habitantes. “Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático (…). Si la actual tendencia continúa, este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos”, subraya el texto, que está siendo presentado en estos momentos, y en el que Bergoglio arremete contra los poderes políticos y económicos del planeta, que azotados por la corrupción, llevan al mundo y a sus habitantes hacia su autodestrucción, ante la “general indiferencia” del hombre y la mujer de hoy. “El gemido de la hermana tierra se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo”, afirma, rotundo, el Papa, en este texto que pretende cambiar las relaciones del ser humano con el planeta. Y también, un llamamiento a una “valiente revolución cultural” que arremeta contra los poderes políticos y económicos y que abogue por un empoderamiento de la sociedad civil. La sociedad: protagonista “La sociedad debe obligar a los gobiernos a desarrollar normativas, procedimientos y controles más rigurosos”, afirma el pontífice, quien se muestra implacable con el sistema que impuso “la salvación de los a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el sistema entero”. “A cada persona de este mundo le pido que no olvide esa dignidad suya que nadie tiene derecho a quitarle”, incide el pontífice. “Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco”. La nueva encíclica del Papa es un texto rotundo, intenso, fácil de leer. Cargado de “bergogliadas” (“rapidación”, “planteo” o “riesgoso”, entre ellas) y de referencias filosóficas -desde Aristóteles a la Divina Comedia, de Romano Guardini a, por primer vez, un autor musulmán, Ali AlKhawas- sus 192 páginas, 246 puntos y dos oraciones finales, muestran a las claras un texto cuya autoría nadie duda. Laudato Si, a diferencia de Lumen Fidei, es cien por cien Francisco. Y un llamamiento a la esperanza, como se atisba en los últimos párrafos del texto: “Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza” (núm. 244).
La tortura del confinamiento solitario AMY GOODMAN Y DENIS MOYNIHAN
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oce días antes de cumplir 22 años, Kalief Browder ató el cable de un aire acondicionado alrededor de su cuello y se ahorcó. En 2010, a los 16 años de edad, Kalief había sido acusado de robar una mochila y fue arrestado, por lo cual permaneció tres años en la prisión de la isla Rikers en Nueva York, más de dos de los cuales estuvo en confinamiento solitario. Los guardias de la prisión lo golpeaban, al igual que los demás reclusos. No estaba cumpliendo una condena, sino que estaba detenido mientras aguardaba su juicio. Rechazó declararse culpable para negociar su pena. Quería que llegara el día de su juicio para demostrar que era inocente. Un juez finalmente desestimó el caso en su contra. Tras su liberación, Kalief Browder intentó recuperar su vida. Finalmente, el tormento que vivió fue más fuerte. Dos años después de su liberación, se suicidó. Albert Woodfox también conoce el calvario que significa la reclusión en confinamiento solitario. Woodfox tiene la peculiaridad de ser el prisionero que ha pasado más tiempo en confinamiento solitario en Estados Unidos: más de 42 años. Durante la mayor parte de ese tiempo estuvo preso en la tristemente célebre prisión de máxima seguridad del estado de Louisiana conocida como “Angola”, dado que fue construida donde antiguamente había una plantación en la que trabajaban esclavos provenientes de ese país africano. Woodfox es uno de los denominados “tres de Angola”, tres prisioneros que permanecieron en confinamiento solitario durante más de un siglo (sí, más de cien años) si se suman los años que cada uno de ellos estuvo aislados. Ellos consideran que estuvieron recluidos en confinamiento solitario como castigo por haber fundado, en 1971, la primera agrupación de las Panteras Negras en una prisión. Fueron perseguidos por haberse organizado en contra de la segregación, de las condiciones de trabajo inhumanas y de la violación sistemática y la esclavitud sexual infligidas contra muchos presos de la cárcel Angola. Woodfox y otro de los “tres de Angola”, el difunto Herman Wallace, fueron hallados culpables del homicidio del guardia de prisión Brent Miller en 1972. El caso en su contra adolecía de errores considerables por lo que, más adelante, se revocaron sus procesamientos. El 1° de octubre de 2013, Herman Wallace fue liberado, pero únicamente después de que un juez federal amenazara con arrestar al director de la cárcel si no lo liberaba. Wallace padecía
cáncer de hígado en estado avanzado y falleció pocos días después, rodeado de sus familiares y amigos. Un juez federal acaba de emitir una orden similar con carácter urgente para solicitar la liberación de Albert Woodfox, pero el estado de Louisiana ha recurrido la decisión ante un tribunal federal de apelación. El procesamiento de Woodfox ha sido revocado no una, sino dos veces. Hasta la viuda del guardia que fue asesinado, Teenie Verret, ha dicho que no cree que estos hombres hayan matado a su esposo. No obstante, el Fiscal General de Louisiana, “Buddy” Caldwell, quiere someter a Woodfox, de 68 años de edad, a un tercer juicio por el mismo delito, pero el juez federal James Brady está decidido a liberar a Woodfox de una vez por todas. Brady determinó que “la edad y los problemas de salud del Sr. Woodfox…la falta de confianza de este tribunal en que el estado le proporcione un tercer juicio justo, el perjuicio ocasionado al Sr. Woodfox al haberlo obligado a pasar más de cuarenta años en confinamiento solitario y, por último, el mero hecho de que el Sr. Woodfox ya haya sido enjuiciado dos veces y siga afrontando un tercer juicio por un delito cometido hace más de cuarenta años…hacen que la única solución justa sea interponer un recurso de habeas corpus para que se impida volver a someter al Sr. Albert Woodfox a juicio y para liberarlo de inmediato”. El director de la cárcel Angola, Burl Cain, dijo que debía
mantener a Woodfox y a los “Tres de Angola” en confinamiento solitario debido a su afiliación a las Panteras Negras. Albert Woodfox habló desde un teléfono de la cárcel en un documental llamado “In the Land of the Free” (En la tierra de los libres): “Siempre creí y sigo creyendo que mi causa es noble, por eso jamás podrán quebrantarme. Podrán hacerme tambalear un poco, podrán provocarme mucho dolor, e incluso podrán quitarme la vida, pero nunca podrán quebrantarme”.
CORREO del SUR Director General: León García Soler
Lamentablemente, a Kalief Browder lo quebrantaron. Jennifer Gonnerman, de la revista New Yorker, escribió con elocuencia acerca del caso de Kalief mientras estaba con vida. El día después de su muerte escribió: “Quería que la población supiera por lo que había pasado para que nadie más tuviera que soportar el mismo calvario que él”. Jennifer Gonnerman dijo en el programa Democracy Now!: “Desde que lo conocí me dijo: ‘Jen, tienes que conseguir el video del 23 de septiembre de 2012, cuando este oficial me tiró al suelo y me atacó’. Y pensé: ¿cómo voy a conseguir ese video? Y después pensé ¿cómo sabe la fecha exacta? Y él la recordaba. Tenía muy buena memoria para los detalles y las fechas y para lo que le había sucedido, y sabía que este ataque había ocurrido ante la cámara de seguridad. Me senté junto a él y él lo miró hace unos meses. Por un lado, mirarlo fue absolutamente perturbador y, por otro, estaba agradecido de que la gente finalmente sabría exactamente lo que le sucedió. No sé qué pasó por la mente de Kalief en esos últimos minutos, pero sin duda estaba muy traumatizado por los tres años que estuvo encerrado en la cárcel de la isla Rikers, a pesar de que nunca fue declarado culpable de cometer ningún delito, y por las golpizas que sufrió de parte de los oficiales y de los otros reclusos”. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, ha puesto fin al confinamiento solitario para los jóvenes de 16 y 17 años en la prisión de la isla Rikers y espera pronto hacer lo mismo con los menores de 21. Tras haberse enterado del suicidio de Browder, de Blasio afirmó: “No hay motivo por el cual debía sufrir ese calvario. Es una tragedia. Esto ha conmovido a muchos de nosotros y provocará un cambio. Desearía que no hubiera muerto. Es una pérdida terrible, pero cuando su historia se hizo pública muchas personas reaccionaron y muchos de los cambios que estamos realizando en la isla Rikers en este momento son el resultado del ejemplo de Kalief Browder. De modo que desearía de corazón que no hubiera muerto, pero su muerte no ha sido en vano”. Hay entre 80.000 y 100.000 prisioneros recluidos en confinamiento solitario en Estados Unidos. Las Naciones Unidas afirman que esta práctica a menudo es equiparable a la tortura. El confinamiento solitario es un castigo cruel e inusual que debe ser abolido de una vez por todas. © 2015 Amy Goodman. Traducción al español del texto en inglés: Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org.
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