Número 324 Marzo 3, 2013
Rubén Bonifaz Nuño: pensamiento joven / Novena carta a las izquierdas Construir la alternativa / Lucharé por ser cada día un poco más libre / La reforma de telecomunicaciones / Ayer y hoy. La mujer, el machismo y la tv
CORREO del SUR
2 Domingo 3 de MARZO de 2013
Rubén Bonifaz Nuño: BONIFAZ, EL POETA MEXICANO, nunca terminó de observar su tristeza, su pobreza, su humildad: la piedad de sí, que él mismo nombrara primero como “su timidez” y después como “su soberbia”. Desde sus primeros cantos expuso: “Y entonces admito que no es justo; que tengo el poder pero no el derecho de hacerme feliz yo solo entre tantos.” Los demonios y los días. FCE, Tezontle, 1956
L
a psicología poética de este artista, deriva de su extracción social y de la conciencia de que más de la mitad de la población histórica del país ha vivido en la miseria. Desde su adolescencia entendió que el principio de emancipación social en el país estribaba y estriba en la educación. Y con la sensación de abandono de su pueblo él se elevó hasta las más altas esferas de la erudición, haciendo de la Universidad Nacional su casa y su vida. Y arrostrando tal movimiento como una injusticia. Y así lo declaró en la estrofa citada. En este caso el poeta canta canciones de compasión por el poeta, toda la vida, para declarar obsesivamente que no obstante su refinada palabra, él sigue siendo miembro del pueblo humillado y ofendido. Por tal, no busca a su musa explorándola y traspasándola en función del conocimiento cercano de ella, sino que la pospone en el exterior, simbolizándola, adorándola por inalcanzable: otro modo, platónico, de conservar su íntimo sufrimiento. Y así, esculpió: “Que los que se sienten desesperados conozcan que estoy pensando con ellos.” Bonifaz se transformó en uno de los poetas-estudiosos mayores del siglo pasado. Su dominio del griego y el latín lo llevó a familiarizarse profundamente con los clásicos de la antigüedad. Cuando había traducido a las más importantes figuras grecolatinas (Homero, Eurípides, Píndaro, Lucrecio, Catulo, Ovidio, entre otros) y cuando había heredado esa vasta y primordial cultura, que integró prodigiosamente en su poética, volvió los ojos a la antigüedad mesoamericana, con resultados excepcionales que plasmó en diversos volúmenes. Su acción escudriñadora y de gran valía para la cultura mexicana y universal, fue también un modo identitario de volver a ver y hurgar en las causas del drama mexicano y en él mismo como un cantor fiel. Estamos pues, con Rubén Bonifaz Nuño, ante un clásico mexicano fundamental de la naturaleza de la cultura en esta región de la tierra. Una institución dentro de la institución. Un pilar consciente y profundo de la Universidad, la punta de lanza de la educación, mientras los encargados de la organización de ésta, en el seno del gobierno, no desistan de su empeño de vetar la enseñanza elemental y general que requiere el pueblo. Desde sus sonetos de La muerte del ángel, de 1945, cuando tenía 22 años hasta sus eneasílabos de arte mayor en su libro Calacas que editó el Colegio Nacional en el 2003, el poeta persiste en subrayar la ruindad del mundo donde el ser se debate hasta la muerte en la ineficacia de la pobreza: el desaliento de la trampa vital. Expresamente dedicó su canto a esta condición fatal. Por lo demás, la mayoría de los artistas están en uno u otro grado de par-
te de la justicia, una tradición remontada hasta la filosofía socrática. Y acaso porque la sensibilidad no es la compañera dilecta del negociante. Con todo, esa vocación del poeta definida desde la adolescencia halló su confirmación en el espíritu de la Facultad de Leyes donde se graduó en 1947. De este modo se forjaban sus principios. Observemos estas citas: “Aprendí lo que es la justicia: aquella voluntad constante y perpetua de dar a cada quien su derecho. Es decir, no un pensamiento teórico ni un imperio emotivo, sino una voluntad de contenido moral; y una voluntad que no admite tregua, porque es constante, y que carece de término, porque es perpetua. Esa obligación que el hombre tiene de construir el mundo, me lleva a pensar en la manera como actualmente la cumple, o mejor dicho, como parece haberse olvidado de cumplirla. El mundo del hombre se mira ahora esencialmente injusto, como precipitado por absurdos de un vasto suicidio, de na afanosamente buscada destrucción. Nadie posee su derecho; todos, o son despojados del suyo, o son rapiñadores del que corresponde a los demás. Una parte de la sociedad, víctima de la opulencia, se arrastra en una concepción a ciegas de la vida, en medio de riquezas y
beneficios técnicos, conducentes, primero, a la despersonalización, y luego a la destrucción sin regreso. Abrumados por ella, mares, ríos, cielos, tierra, se pudren irremediablemente como consecuencia del ejercicio demente de una economía de desperdicio; en el otro extremo, otra parte de esa sociedad, sufriendo sin culpa la podredumbre ocasionada por la primera, cae desesperanzadamente en los fondos sombríos de la inanición y la asfixia. Ahora bien: la justicia no es concebible sin la independencia, y la independencia no puede darse en la ignorancia. El vencimiento de la ignorancia traerá consigo la conquista de los derechos y la posibilidad de lograr las transformaciones sociales. Y la ignorancia sólo puede combatirse con la educación. La obligación del hombre de cultura, matemático, literato, médico, sociólogo, es consagrase a ser maestro de sus hermanos menos afortunados; alentarlos y fortalecerlos para sus justas luchas; dotarlos de armas de la paz y la conciencia;situarlos en la atmósfera de la ley que establece la dignidad y el respeto del hombre por sí mismo. No habrá bienestar, no habrá dignidad humana, si no hay educación. Nuestra fuerza es el espíritu. Acaso, en el mundo de hoy, alguien considere que es
una fuerza pequeña. Pero es la única fuerza nuestra y tenemos que usarla”. (Octavo Día, el nuevo periodismo digital. Miércoles 6 de febrero de 2013.) La sólida formación académica que logró alcanzar el Dr. Bonifaz, lo convirtió en la estructura intelectual viviente de la Universidad Nacional: un verdadero pilar de sostén, moral, académico, docente, de la máxima casa de estudios. Y desde esa posición de máximo nivel emprendió la tarea de estudiar también el mundo prehispánico de México, desde una erudita mirada universal volcada en la aplicación práctica del análisis iconográfico. Por supuesto, método aplicado desde su paradigma clásico, filosófico, histórico y estético. Los resultados de sus investigaciones, todavía desconciertan a la tradición analítica de la arqueología mexicana que insiste en ignorar los resultados de sus investigaciones. Se ha escuchado expresar de boca de reconocidos arqueólogos una refutación del todo infantil que aduce como prevención hacia dichas teorías, que sí son “interesantes,” pero que no es conveniente olvidar que tales estudios están elaborados por un poeta. Sin embargo, y en contraste entre el individuo y la institución, a mediados de los años ochenta, el Instituto Nacio-
Muere Stéphane Hessel, autor de ¡Indignaos!
E
l pensador, escritor, diplomático y resistente francoalemán Stéphane Hessel, autor del popular manifiesto “Indignaos”, falleció a los 95 años, informó su esposa a medios locales franceses. Nacido en Berlín en 1917 y refugiado en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, Hessel fue capturado por la Gestapo y pasó por los campos de concentración de Buchenwald y Dora-Mittelbau. Tras el final de la contienda participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. Pero su fama mundial llegó de la mano de “Indignaos”, un manifiesto político publicado en Francia en 2010 y que, en palabras del autor, “exhorta a los jóvenes a indignarse”.
Un libro que transformó su vida “Este libro ha transformado totalmente mi vida. Yo era un pequeño diplomático jubilado que llevaba una vida tranquila y ahora no puedo pasearme por París sin que alguien me pare en la calle para darme las gracias. Es maravilloso”, afirmaba el autor hace unos meses. En apenas 32 páginas, Hessel hizo todo un llamamiento a la resistencia de la población que inspiró movimientos de protesta en todo el mundo, entre ellos, el de los “Indignados” de España. Publicado por una pequeña editorial de Montpellier, en el sur de Francia, sin apenas promoción mediática, el libro se convirtió en un gran éxito de ventas, con casi un millón de ejemplares en apenas diez semanas.
El libro traspasó fronteras, ha sido traducido a una treintena de lenguas y se han vendido unos cuatro millones de ejemplares en un centenar de países. A partir de ese éxito editorial, Hessel se convirtió en un referente de la izquierda, muy crítico con las políticas llevadas a cabo en occidente, en particular en lo referente a la acogida de inmigrantes o las políticas sociales. A partir del éxito de “Indignaos” escribió otros libros que también tuvieron buena acogida. La promoción de uno de ellos, “À nous de jouer”, un “llamamiento a los indignados de este planeta”, le había llevado a Italia, desde donde tuvo que ser repatriado hace unos días por un problema de salud que, finalmente, le ha costado la vida.
CORREO del SUR
Domingo 3 de MARZO de 2013
pensamiento joven
nal de Antropología e Historia propuso a Bonifaz para el dictamen de un libro que examinaba aspectos ideológicos resultantes de la colonización hispana de las sociedades mesoamericanas. En poco tiempo los resultados de ese dictamen fueron muy favorables y quedó en claro una afinidad de criterios entre autor y dictaminador acerca del tema. Tiempo después el gran maestro propuso al INAH la fundación de un seminario que se llamó de Estudios Prehispánicos para la Descolonización de México, en el que participaron Roberto Moreno de los Arcos, Lilian Álvarez de Testa, Fausto Ceja Tenorio, Salvador Díaz Cíntora, Teresa E. Rohde, Eduardo Pérez Fernández y quien esto escribe. El seminario se complementaba con un Boletín que divulgaba los avances de las investigaciones y adscrito a la Coordinación de Humanidades de la UNAM. Los trabajos de sus miembros pronto se enfocaron a la elaboración de monografías de las principales deidades del panteón nahua. Yo publiqué un estudio sobre Tezcatlipoca, Díaz Cíntora sobre Malinalxóchitl y Bonifaz escribió su memorable Imagen de Tláloc. A partir de la rica experiencia en el seminario que el gran maestro conducía, su labor incansable lo llevó a publicar varios estudios de mucha importancia para la comprensión de la historia e
iconografía del mundo mesoamericano: Hombres y serpientes, que revelaba la unidad de la cultura mesoamericana observando los rasgos iconográficos de todos los vestigios arqueológicos desde los antiguos olmecas hasta los tardíos mexicas. Bonifaz propuso que los rasgos esenciales de la cultura prehispánica se habían originado en aquella cultura del Golfo de México en épocas tan tempranas que coincidían con los inicios de la historia griega, es decir, hacia el 1200 a.C. Y que tales rasgos vertebraban, con modismos regionales, todo el plano cultural del mundo indígena mesoamericano. Esta tesis se contraponía y se contrapone hasta la fecha, con otros estudios de especialistas que tratan de imponer, al viejo modo difusionista, que Teotihuacan fue la sede principal emisora de las ideas y la cultura, material y espiritual, por todo el ámbito mesoamericano; una posición dudosa en cuanto a las evidencias históricas y arqueológicas que la legitime, pero decidida a fundamentar el centralismo cultural de México desde épocas remotas. La visión optimista de la reflexión bonifaciana, contraria a la volcada en su canto, tiene un fundamento en la historia primigenia de las culturas prehispánicas. Y así halló entre los antiguos olmecas la conciencia de un destino civilizador. En el volumen Ol-
mecas: esencia y fundación (El Colegio Nacional, 1992) concluye que “El concepto de lo humano por ellos forjado, dio cimientos al perpetuo optimismo de los hombres que lo sucedieron”. Como un complemento o extensión de su búsqueda del sentido y fundación de la cultura antigua mexicana, el poeta recurre al análisis iconográfico, que tiene la virtud de ser aplicado directamente sobre pintura, escultura y escritura prehispánicas que no dejan margen a la interpretación equívoca, intencionada o no, de muchas fuentes hispánicas. Y así pudo juzgar que una de éstas, el texto antiguo Histoyre du Mechique, encuentra correspondencia exacta con muchas piezas labradas antes de la conquista. Con esta fuente dual confirmada entre sí, pudo observar, lo que sería el equivalente del Génesis cristiano, la naturaleza de la cosmogonía originaria de las culturas antiguas. (v. Cosmogonía antiguamexicana. Hipótesis iconográfica y textual. UNAM, 1995) Escultura azteca fue otro libro clave de Bonifaz para establecer los elementos básicos, estéticos, desde una perspectiva que ningún estudio había revelado, de las principales esculturas que exhibe la Sala Mexica del Museo Nacional de Antropología, y de otros ámbitos de resguardo de piezas arqueológicas. Quiero terminar esta nota, en honor de la memoria que el sabio mexicano guardó para fuente de estudiosos y para la posteridad, trayendo a colación estas palabras cinceladas, que siguen cabiendo en la situación caótica que en nuestros días vive la sociedad humana: Yo sé que se puede morir de hambre; que no es juego el hambre de las gentes, y que no es el hambre sólo: que hay muchas maneras, que todas ellas conducen a vivir inútilmente, sin nadie. Hay algo podrido en esto; algo roto. Algo involuntario y suicida que hasta lo profundo de la sangre va cayendo oscuro y apresurado. Se puede pensar en el mar, se puede, desde tierra adentro, hallar una playa sin huellas, un día perfecto y puro. Pero no será verdadero nunca. Vuelve a ser inútil el pensamiento. ¿Entonces con qué, de qué modo habrá que cambiar las cosas? ¿En dónde quedaremos libres o tranquilos? Nos tocó vivir en el mundo, en el tiempo sucio de la desgracia. (Los demonios y los días, op.cit.p.47)
De ida y vuelta
Inflexión
L
a sorpresiva detención de Elba Esther Gordillo, después de un largo periodo de enfrentamiento con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto a propósito de la reforma educativa, finalmente aprobada por el Congreso, constituye, sin duda, un punto de inflexión en la política nacional. Los motivos aducidos por las autoridades para dar el paso se fundan en la investigación de la procedencia y destino de los fabulosos recursos utilizados por Gordillo en beneficio personal. Triangulaciones, gastos inexplicables de sumas ingentes de dineros provenientes de las arcas sindicales destinadas al consumo enfermizo de artículos de lujo, a la adquisición de propiedades millonarias, a la compra de obras de arte saltaron a la vista de los investigadores hacendarias cuando ya tales conductas eran del dominio público, debido a la arrogancia exhibicionista de quien se sentía por encima de la ley y del Estado. La acusación, pues, se funda en la investigación penal, pero la decisión de ir tan lejos deriva de un razonamiento político cuyos efectos se dejarán sentir de aquí en adelante en varias cuestiones capitales. La primera es la instrumentación de la misma reforma educativa. La protesta del SNTE fue cancelada a cambio de la sobrevivencia del grupo sindical que hasta la detención estaba subordinado a los intereses de Elba Esther y cuya actuación probablemente no está exenta de responsabilidad. Esta por verse si con esa jerarquía de hierro es posible avanzar en la modernización de la enseñanza y democratizar el juego sindical que hoy es cómplice de la Maestra. El gobierno lanza una señal muy importante: ningún poder fáctico tiene la fuerza para oponerse al Estado, menos cuando se trata de una creación suya, como el poder sindical cultivado grandes territorios del sector público. Evidentemente el presidente gana legitimidad para emprender otras reformas o al menos eso pretende. La pregunta obligada es si todo esto supone un viraje de la estrategia para consolidar la democracia y redistribuir poder y riquezas o si se trata de una gran recomposición que, sin dejar de ser trascendente, sólo sustituirá a unos actores por otros. Algo es cierto: el país requiere de una gran renovación moral, social y económica.
3
CORREO del SUR
4 Domingo 3 de MARZO de 2013
Novena carta a las izquierdas Construir la alternativa BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS
2
013 en Europa será un desastre en el plano social e imprevisible en el plano político. ¿Lograrán los gobiernos europeos, en especial los del sur, crear la estabilidad que les permita terminar el mandato o habrá crisis políticas que les obliguen a convocar elecciones anticipadas? Digamos que cada una de estas hipótesis tiene un 50% de probabilidad. Siendo así, es preciso que los ciudadanos tengan la certeza de que la inestabilidad política que pueda generarse es el precio a pagar para que surja una alternativa de poder y no sólo una alternancia en el poder. ¿Podrán construir las izquierdas esta alternativa? Sí, pero únicamente si se transforman y unen, lo que es exigir mucho en poco tiempo. Ofrezco mi contribución para la creación de dicha alternativa. En primer lugar, las izquierdas deben centrarse en el bienestar de la ciudadanía y no en las posibles reacciones de los acreedores. La historia muestra que el capital financiero y las instituciones multilaterales (FMI, BCE, BM, Comisión Europea) sólo son rígidos en la medida en que las circunstancias no los obligan a ser flexibles. En segundo lugar, lo que históricamente une a las izquierdas es la defensa del Estado social fuerte: educación pública obligatoria y gratuita; servicio estatal de salud universal y tendencialmente gratuito; seguridad social sostenible con sistema de pensiones basado
en el principio de repartición y no en el de capitalización; bienes estratégicos o monopolios naturales (agua, correos) nacionalizados. Las diferencias entre las izquierdas son importantes, pero no impiden esta convergencia de base que siempre condicionó las preferencias electorales de las clases populares. Es cierto que la derecha también contribuyó al Estado social (basta recordar a Bismarck en Prusia), pero siempre presionada por las izquierdas y reculó cuando la presión disminuyó, como es el caso, desde hace treinta años, en Europa. La defensa del Estado social fuerte debe ser la mayor prioridad y debe condicionar el resto. El Estado social no es sostenible sin desarrollo. En ese sentido, si bien habrá divergencias acerca del peso de la ecología, de la ciencia o de la flexiseguridad en el trabajo, el acuerdo de fondo sobre el desarrollo es inequívoco y constituye, por tanto, la segunda prioridad para unir a las izquierdas. Como la salvaguarda del Estado social es prioritaria, todo debe hacerse para garantizar la inversión y la creación de empleo. Y aquí surge la tercera prioridad que deberá unir a las izquierdas. Si para garantizar el Estado social y el desarrollo es necesario renegociar con la troika y los otros acreedores, entonces esa renegociación debe ser hecha con determinación. Es decir, la jerarquía de las prioridades muestra con claridad que no es el Estado social el que debe
adaptarse a las condiciones de la troika; al contrario, deben ser éstas las que se adapten a la prioridad de mantener el Estado social. Este es un mensaje que tanto los ciudadanos como los acreedores entenderán bien, aunque por diferentes razones. Para que la unidad entre las izquierdas tenga éxito político, hay que considerar tres factores: riesgo, credibilidad y oportunidad. En cuanto al riesgo, es importante mostrar que los riesgos no son superiores a los que los ciudadanos europeos ya están corriendo: los del sur, un mayor empobrecimiento encadenado a la condición de periferia, abasteciendo mano de obra barata a la Europa desarrollada; y todos en general, pérdida progresiva de derechos en nombre de la austeridad, mayor desempleo, privatizaciones, democracias rehenes del capital financiero. El riesgo de la alternativa es un riesgo calculado con el propósito de probar la convicción con la que está siendo salvaguardado el proyecto europeo. La credibilidad radica, por un lado, en la convicción y la seriedad con las que se formula la alternativa y en el apoyo democrático con que se cuenta; y, por otro, en haber mostrado la capacidad de hacer sacrificios de buena fe
(Grecia, Irlanda y Portugal son un ejemplo de ello). Únicamente no se aceptan sacrificios impuestos de mala fe, sacrificios impuestos como máximos apenas para abrir caminos a otros sacrificios mayores. Y la oportunidad está ahí para ser aprovechada. La indignación generalizada y expresada masivamente en calles, plazas, redes sociales, centros de trabajo, salud y estudios, entre otros espacios, no se ha plasmado en un bloque social a la altura de los retos que plantean las circunstancias. El actual contexto de crisis requiere una nueva política de frentes populares a escala local, estatal y europea formados por una pluralidad heterogénea de sujetos, movimientos sociales, ONG, universidades, instituciones públicas, gobiernos, entre otros actores que, unidos en su diversidad, sean capaces, mediante formas de organización, articulación y acción flexibles, de lograr una notable unidad de acción y propósitos. El objetivo es unir a las fuerzas de izquierdas en alianzas democráticas estructuralmente similares a las que constituyeron la base de los frentes antifascistas durante el período de entreguerras, con el que existen semejan-
zas perturbadoras. Dos de ellas deben ser mencionadas: la profunda crisis financiera y económica y las abrumadoras patologías de la representación (crisis generalizada de los partidos políticos y su incapacidad para representar los intereses de las clases populares) y de la participación (el sentimiento de que votar no cambia nada). El peligro del fascismo social y sus efectos, cada vez más sentidos, hace necesaria la formación de frentes capaces de luchar contra la amenaza fascista y movilizar las energías democráticas adormecidas de la sociedad. Al inicio del siglo XXI, estos frentes deben emerger desde abajo, desde la politización más articulada de la indignación que fluye en nuestras calles. Esperar sin esperanza es la peor maldición que puede caer sobre un pueblo. Y la esperanza no se inventa: se construye con inconformismo, rebeldía competente y alternativas reales a la situación presente. (21-02-2013) Boaventura de Sousa Santos es sociólogo y profesor catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra (Portugal). Traducido para Rebelión por Antoni Jesús Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez.
CORREO del SUR
Domingo 3 de MARZO de 2013
5
Lucharé por ser cada día un poco más libre De las palabras dichas en la Sala Guillén de la Fortaleza de la Cabaña de La Habana, Cuba, por el escritor Leonardo Padura al recibir el Premio Nacional de Literatura 2012, el domingo 17 de febrero Gratitud sta historia comenzó una mañana de 1976 en la oficina de la Escuela de Letras de la Universidad de La Habana. Estábamos en los meses finales del curso académico con el que yo cumpliría el primer año de mi carrera y, como cada jornada, me disponía a cumplir mi trabajo como mecanógrafo, el destino al cual había llegado por el sistema de inserción laboral con el que se pretendía que los estudiantes nos formáramos en la socialista y revolucionaria combinación de estudio y tra-
de la escuela, y, según mis códigos, lo único que me faltaba era empezar a intentarlo. Para ello escribí un cuento, más o menos fantástico, donde narraba la historia de un hombre que, al despertar de un prolongado sueño, encontraba que a su alrededor todo había cambiado: las formas, los colores, las funciones de las cosas y el pobre hombre necesitaba entender qué había sucedido. Por supuesto, a aquel personaje su situación inesperada le provocaba, sobre todo, asombro. Y se asombraba mucho. Escrito el cuento, mi mejor opción
voz baja, me contaba de unas tertulias cuasi decimonónicas a las que él asistía, las cuales eran animadas por un tal Virgilio Piñera y se celebraban, por cierto, muy cerca de donde yo vivía y vivo, en la que
veces mellados. El compañero mecanógrafo, me imagino que sin mucho entusiasmo, se vio obligado a leer aquel cuento, y al terminar la jornada de trabajo y yo reclamarle un juicio, fue tan amable y elegante que
llamaba, y por fortuna se sigue llamando, Abilio Estévez, he tenido especial cuidado con el uso de esas barritas verticales que solo sirven para enfatizar lo que el escritor es incapaz de expresar por medios más suti-
bajo. Durante aquel año había empezado a revolverse en mí una necesidad, hasta entonces desconocida, o más bien un deseo competitivo, de probar que yo también podía ser “escritor”, como otros estudiantes
para encontrar aprobación era precisamente uno de mis compañeros mecanógrafos, un estudiante de tercer año de la carrera que había leído muchos libros, escribía poesía y, algún que otro día, siempre en
fuera la última morada de Juan Gualberto Gómez, que entonces era ocupada por su hija, nietos y sobrino-nietos, unos mulatos refinados y políglotas que tomaban té en tazas de porcelana de bordes de oro a
mintió descaradamente al decirme que mi relato le gustaba, pero debía tener cuidado con el uso excesivo de los signos de admiración. Desde entonces, gracias a ese compañero de inserción laboral, que se
les, más literarios.
E
Palabras de un amigo Treinta y seis años después de aquella experiencia iniciática, el mismo día en que se hizo pública la noticia de que el ju-
6 Domingo 3 de MARZO de 2013
rado del Premio Nacional de Literatura 2012, presidido por el colega Reynaldo González, me había distinguido con ese galardón, recibí un email desde Barcelona, firmado por Abilio, el más hermoso y sincero de los elogios que acaparé en aquellos días y en el que mi ex compañero mecanógrafo me decía: “Querido Leonardo (y, por supuesto, querida Lucía), acabo de leer la noticia de tu premio. No sabes la alegría y la sensación de justicia que he sentido. […]. Desde que diste el primer gran paso de quitar las exclamaciones a tus diálogos, han pasado muchos años y han llegado muchos brillos. Para ser justos, con este premio no te han dado el lugar que mereces, ha sido el premio el que se ha justificado a sí mismo. […] Nadie como tú para poner en evidencia que golpear cada día el yunque saca chispas en el metal más duro. Y esa es la clave de todo. Disfrútalo, disfrútenlo, y cuando bebas ron, pon un vasito a mi espíritu, ahí, con ustedes. Y luego a trabajar más aún, con más fuerza, pero eso a ti no hay que decírtelo. No es difícil adivinar que ahora serás aún más la diana de los ataques de los cainitas cubanos, que se dan como la verdolaga. Pero eso se resuelve con la fórmula de André Gide: “Que digan lo que quieran, mientras tanto yo escribo Paludes”. Y a ti eso de encerrarte a escribir se te da maravillosamente. Claro, no se puede negar que ahí está Lucía, también premiada, como no podía ser
CORREO del SUR
menos. Mucha más suerte, hermano. Hace casi cuarenta años coincidimos en una oficina de la Escuela de Letras y, contra todos los pronósticos, aquí estamos, dando la lata y gritando lo que tenemos que gritar, nuestra pequeña verdad y nuestra pequeña angustia y también nuestra pequeña alegría. Me siento muy orgulloso de ir a tu lado por este camino largo y complicado, y que nuestras fotos estén juntas en el muestrario de Tusquets. Besos para Lucía y un fuerte abrazo para ti.”Y firmaba abilio, así, con minúscula. Si hoy los hago escuchar estos dos hitos del origen y destino actual de mi relación personal y literaria con Abilio Estévez, uno de los intelectuales más sólidos y lúcidos de mi generación, tan o más merecedor que yo de este reconocimiento que por ahora le está vedado debido a su residencia geográfica, se debe a que en uno y otro momento las palabras del amigo han tenido para mí y para mi carrera como escritor un valor especial, y porque entre uno y otro
momento está tendida la crónica de un aprendizaje, un esfuerzo, un empecinamiento personal al que debo, por completo, lo que haya podido motivar la generosa decisión de un grupo de instituciones y, sobre todo, un grupo de escritores, de concederme el Premio Nacional de Literatura que hoy recibo, con gratitud y alegría. Si desde la incultura sideral que acompañaba a aquel pelotero frustrado de Mantilla que escribió un cuento lleno de signos de admiración, he podido lograr algo, se debe, esencialmente, a un empecinamiento que llegó a convertirse en una necesidad vital. El proceso de aprendizaje fue arduo, pletórico de escollos, marcado por muchísimos sacrificios, pero siempre acompañado por la certeza de que con un nuevo intento, con más trabajo, con más lecturas, con más sudor las cosas podían ir saliendo mejor. Así lo he hecho durante estos 36 años y espero poder seguir haciéndolo, con el mismo espíritu, durante los próximos 36 que aspiro a vivir.
CORREO del SUR
Los sinsabores del éxito Pero también sinsabores me ha traído este trabajo mío. Soy, ante todo, un escritor cubano y, como tal, no he podido sustraerme del efecto de los beneficios y las calamidades inherentes a tal pertenencia inalienable... Ya un día de 1992 me lo había advertido el maestro Mario Bauzá, en un bar de Nueva York, mientras el padre del latin jazz cumplía sus 60 años de alejamiento físico de la isla: uno de los componentes más lamentables de la espiritualidad cubana, me dijo con sus palabras de habanero impenitente, está en la incapacidad que acompaña a muchos de nosotros para tolerar el éxito ajeno, más si es un contemporáneo, peor si es otro cubano. Ya por mí mismo he podido comprobar que más duro se les hace a algunos admitir ese éxito si el personaje en cuestión no pertenece a capillas, ni comparte militancias partidistas o grupales, si el éxito es el resultado del trabajo cotidiano y no de los favores compartidos… He tratado a lo largo de todos estos años, y cada vez con más conciencia e insistencia, de ser un hombre todo lo libre e independiente que puede ser una persona en un mundo y en una sociedad como estos en que vivimos. He tratado de decir con sinceridad lo que pienso, dentro de Cuba y fuera de la isla; he mantenido la fidelidad a mis amigos, dentro y fuera del país; he sufrido mis miedos, pero no me he dejado vencer por ellos a través de la simple fórmula de enfrentarlos; he
seguido siendo mantillero, incluso industrialista -aunque a veces he dudado, lo confieso- y también he sido Yankee o Angelino cuando alguno de mis ídolos peloteros lo han sido; nunca me he dedicado a atacar a nadie, menos por sus opiniones políticas, pues creo que todas son respetables mientras no agredan o limiten el derecho y la dignidad de los demás; he escrito los libros que he querido, que he creído que podía y debía escribir y, desde la literatura, he dicho en ellos, sobre la realidad, la historia, la cultura, los hombres y hasta sobre las mujeres, lo que mi capacidad y entendimiento me han permitido decir, superando muchas veces mis dudas y temores, que no han sido pocos. Y por todo eso he pagado un precio. Aunque lo he hecho con satisfacción. Como bien los llama mi colega Abilio, los cainitas que nos acompañan en este tiempo vital han hecho lo posible por disminuirme, por callarme, por ignorarme, a veces menospreciando mi trabajo, incluso convirtiendo la política en un arma de doble filo que me lanzaba -y me lanzaestocadas desde un lado, desde el otro, desde arriba, desde abajo… Pero, qué se le va a hacer, es lo que me merezco por ser un cubano de estos tiempos, por escribir, pensar, actuar y vivir como he vivido, golpeando “cada día el yunque para sacar chispas en el metal más duro (…) dando la lata y gritando lo que tenemos que gritar, nuestra pequeña verdad y nuestra pequeña angustia y también nuestra pequeña alegría”, como me dijera mi amigo Abilio. A todos los que les debo algo para haber llegado a donde quiera que he llegado, les reitero mi gratitud, pues mucho de lo conseguido se debe a ellos. Porque, lo dijo John Done, no Hemingway, ningún hombre es una isla en sí mismo… Y a los que me ataquen o me odien, por la razón que sea (algunos quizá, seguramente, hasta tendrán buenas razones), les reiteraré que pueden decir lo que quieran, incluso pretender convertirme a mí, que no soy el enemigo, en su enemigo. A unos y otros les puedo asegurar que ni premios ni agresiones me van a cambiar en lo esencial, porque seguiré golpeando el yunque, mientras el brazo y la inteligencia me acompañen. Por eso, en mi casa de Mantilla, la que construyeron mis padres con su esfuerzo y su amor, con Lucía y con mis perros, con la sombra tutelar de José María Heredia que siempre me acompaña y el espíritu vivo de tres o cuatro generaciones de Paduras, y con la ayuda interesada de mi amigo Mario Conde, yo lucharé por continuar siendo el mismo, por pensar con mi cabeza, por ser cada día un poco más libre, mientras escribo Herejes, una novela sobre los riesgos de asumir la libertad, en otros tiempos históricos y también en este tiempo presente, el de los días de mi vida. Muchas gracias. Todavía en Mantilla, febrero de 2013. (Versión reducida para ésta edicion)
Domingo 3 de MARZO de 2013
7
La reforma de telecomunicaciones debe dejar de ser para unos cuantos
L
a reforma integral al marco jurídico para el sector de las telecomunicaciones y la radiodifusión sería un cambio trascendental no solamente para la competencia económica sino también para los procesos democráticos en nuestro país, sin embargo tiene sobradas resistencias por parte de los propios poderes fácticos que saldrían afectados con ella, como de actores políticos que teniendo un papel relevante para facilitar ese cambio, realizan acciones que hacen sospechar intencionalidades para obstaculizarlo. El jueves 21 de febrero el legislador Javier Lozano Alarcón del PAN y Presidente de la Comisión de Comunicaciones del Senado, presentó una iniciativa a título personal, para reformar parcialmente la actual Ley Federal de Telecomunicaciones. Independientemente de su contenido, cuestionable y perfectible como cualquier otra iniciativa, y del reconocimiento del derecho que tiene a presentar iniciativas como cualquier otro legislador, resulta altamente preocupante por el doble juego que representa. El senador Lozano fue designado por el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, para formar parte del grupo de trabajo de su partido con el Consejo Rector del Pacto por México que discute y negocia la tan esperada reforma de telecomunicaciones, por lo que la presentación de una iniciativa que apenas si toca la actual ley es totalmente contradictorio con su papel asignado y muestra su falta de compromiso para impulsar lo que debiera ser una reforma integral, motivando suspicacias de un intento por hacer trastabillar cualquier avance para contar con soluciones de fondo a los muchos problemas de concentración y falta de pluralidad. O bien es un adelanto de que las propuestas emanadas por el Pacto simplemente serán de la misma debilidad que su iniciativa. Sólo el concierto de todas las fuerzas políticas hará posible la protección de los derechos de los usuarios y no el afán protagónico de uno o varios legisladores. Orquestarlo así, implicaría hacerle el juego a los poderes fácticos de la radiodifusión y las telecomunicaciones que desean preservar intactos sus privilegios. Hasta el momento, las negociaciones de la reforma de telecomunicaciones han sido opacas y de espaldas a la sociedad. Lo anterior va en contra de los ejes rectores del Pacto por México, que hablan de “la participación de los ciudadanos como actores fundamentales en el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas públicas”. El primer acuerdo del Pacto por México expresa que “la democracia mexicana es la creación de una sociedad de derechos que logre la inclusión de todos los sectores sociales y reduzca los altos niveles de desigualdad que hoy existen entre las personas y entre las regiones de nuestro país”. Por lo pronto, sólo el gobierno, los dirigentes partidistas y algunos políticos cer-
canos al proceso de negociación han participado de una iniciativa que compete e impacta en los derechos y el bolsillo de todos los mexicanos. Se requiere un compromiso real de los partidos y sus dirigencias por modernizar, hacer más competitivo y garantizar que los usuarios ejerzan su derecho a la información a través de servicios eficientes, de calidad y a precios asequibles en un entorno convergente. Después de tanto sometimiento a los poderes fácticos, el compromiso sólo puede sellarse con la sociedad. Si los partidos no acuerdan y presentan a la brevedad la reforma a las telecomunicaciones que el país requiere, el descrédito los marcará como incapaces de sacudirse la presión de las empresas de comunicación. La Amedi exige del Gobierno Federal, del Consejo Rector del Pacto por México y de los legisladores acciones que demuestren su intención de regular eficientemente el mercado de las telecomunicaciones y democratizar el sistema de medios de comunicación en México. Ese es el verdadero Pacto. Ese es el Pacto que esperamos y no sólo declaraciones acompañadas de iniciativas legislativas que en lugar de contribuir al fortalecimiento del Estado enmascaran las resistencias que por tantos años han fortalecido a los monopolios.
Ayer y hoy. La mujer, el machismo y la tv Teresa Gurza
P
oco o mucho hemos avanzado en México en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, según se mire. Mucho, porque solo unos pocos retrasados y unos cuantos diputados se atreven hoy públicamente en nuestro país a hacerse los machos. Poco, si vemos los muchos aspectos en los que nada ha cambiado; por ejemplo la discriminación de género, la violencia intrafamiliar y gubernamental y el incremento de feminicidios, las menores oportunidades y peores salarios, la marginación, la vida miserable y la falta de realización personal de millones de mujeres Datos recientes de la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares que realizó el Inegi, indican que casi el 45 por ciento de las mexicanas casadas o en unión libre, sufrió en el año 2011 violencia por parte de su pareja El 89 por ciento de ellas, fue víctima de violencia emocional, menosprecios, amenazas y prohibiciones; el 56 padeció violencia económica; alrededor del 26 por ciento fue empujada, pateada, golpeada, navajeada o balaceada; 12 de cada cien mujeres mexicanas fueron violentadas sexualmente; y millones de ellas viven en la pobreza. Y a nivel mundial la situación no es mejor; baste el ejemplo de lo sucedido esta semana en las islas Maldivas a una niña de 15 años que por haber sido violada por su padrastro, fue condenada a cien latigazos y ocho meses de arresto domiciliario. Y en México, existe otro tipo de terrible de violencia: la televisiva. No sólo por los temas de sus telenovelas, donde las mujeres son engañadas, usadas, y presentadas como tontas; y obligadas a conservar pesos y medidas para no ser despedidas; sino también por la violencia que ejerce la publicidad y ocasiona en millones de mujeres frustración por no ser tan bellas como se les pretende imponer, ni tan ricas como para comprar lo que se anuncia para llegar a serlo. La televisión actual, sobre todo después de las once de la noche, se transforma en mágica porque todo lo cura, reduce o aumenta en minutos, convirtiéndose en vehículo de engaños y mentiras; semejantes a la promesa de Fox de resolver el problema de Chiapas en un cuarto de hora. Los comerciales aseguran que sus productos pueden disolver en segundos llantitas de todos lados, alisar arrugas, quitar patas de gallo, alinear dientes, blanquear la piel, levantar pechos y “glúteos”, perfumar alientos fétidos y curar partes íntimas infectadas “como lo hacen las niñas bien”. Y con ello lejos de liberar, encadenan a las mujeres que se ilusionan en que sus vidas pueden cambiar usando esas fajas, sostenes, máquinas de ejercicio, cremas y cirugías que “de la noche a la mañana”, la harán lucir diez o veinte años más joven, “blanca” y distinguida, y con dos o tres tallas menos... Algún día que espero no esté lejano, todos considerarán insultante esa publicidad y ridículas esas mentiras; de la misma forma que ahora es difícil creer que hace pocas décadas los anunciantes hayan usado estas ilustraciones pensando que incrementarían sus ventas...
¿Me estás diciendo que es tan fácil, que hasta una mujer puede abrirlo?
¿Es siempre ilegal matar a una mujer?
CORREO del SUR Director General: León García Soler
Suplemento dominical de Director: Adolfo Sánchez Rebolledo
Diseño gráfico: Hernán Osorio
Echale y te seguirá a donde sea...
Mientras más trabaja en su casa una mujer más linda luce; dale por eso vitáminas PEP
Muéstrale que este mundo es de los hombres