Queremos, soñamos, anhelamos una escuela diferente… …construyámosla •
Quiero una escuela alegre y en la que tod@s nos sintamos a gusto.
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Quiero una escuela en la que sea fácil llevar nuestras ideas a la práctica.
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Quiero una escuela más justa, en todos sus sentidos.
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Quiero una escuela en la que la palabra libertad no provoque desconcierto y miedo.
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Quiero una escuela en la que el diálogo sea algo natural y la forma de tomar las decisiones.
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Quiero una escuela en la que nadie se crea más que nadie, en la que haya sitio para todos y todas y en la que no haya miedo a cambiar.
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Quiero una escuela en la que los maestros seamos sembradores de sonrisas.
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Quiero una escuela en la que la EDUCACIÓN sea responsabilidad de todos.
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Quiero una escuela en la que el maestro sea el apoyo ideal para el desarrollo íntegro de cada una de las personitas con las que compartimos parte de su vida y de las que estoy segura nos enseñan mucho más de lo que nosotros imaginamos.
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Quiero una escuela en la que todos y todas estuviésemos cargados de ilusiones y de ganas de renovarnos todos los días, porque los niños y niñas que tenemos al lado nuestra se renuevan a cada segundo.
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Quiero, deseo y anhelo que mi escuela diera cabida a todos y a todas, profesorado, alumnado, familias, asociaciones, ONGs,...
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Una escuela donde construyamos en igualdad y donde ceder no fuera costoso, sino alegre.
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Una escuela donde compartamos vida.
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Quiero una escuela llena de niñ@s diferentes, sin etiquetas, sin segregaciones, donde comprendamos la diversidad como una peculiaridad intrínseca del ser humano; sin estándares ni estereotipos.
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Sueño y sigo soñando con una escuela en la haya sitio para tod@s, sin distinciones.
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Sueño con una escuela en la que tod@s luchemos por lo mismos intereses… nuestros niñ@s.
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Sueño con una escuela llena de niñ@s felices.
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Sueño una escuela que despierte en los niños y niñas alegría, ganas de conocer el mundo, deseos de compartir, gusto por descubrir, seguridad y confianza en sus posibilidades y abierta a todos, sean cuales sean sus peculiaridades.
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Sueño una escuela donde los profesionales de la educación estemos más interesados en las soluciones que en los problemas.
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Sueño con una escuela en la que todos los profesores trabajemos unidos por el bien los niños; una escuela en la que demos prioridad a los intereses de los pequeños y no a los de la administración; donde seamos libres en el trabajo y no esclavos de los libros.
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Sueño un escuela donde se respete, pero de verdad, no solo las diferencias del alumnado. Los maestros y maestras no somos tampoco iguales (afortunadamente). Esas diferencias, bien gestionadas, nos proporcionarían una interesante fuente de recursos.
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Sueño un escuela que se autoabastezca de electricidad a base de energía solar u otras renovables.
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Sueño una escuela donde el reciclado de residuos sea algo verdaderamente importante. Y se pueda, incluso, obtener abono para el huerto escolar a partir de los residuos orgánicos generados diariamente
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Sueño una escuela en la que haya tiempo hasta para que aprendamos a relajarnos y meditar.
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Sueño con una escuela en la que la palabra EDUCACION tenga un significado positivo y el respeto sea el motor que guíe nuestro camino.