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Desconocidos, por María José Rodríguez Fernández
1.º Bachillerato
Érase una vez en un pueblo muy lejano un niño llamado Fran, él era un niño de quince años el cual estudiaba cuarto de la ESO y tenía muchos amigos.
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Un día cualquiera unos amigos virtuales de otro pueblo, de la edad de él supuestamente, los cuales conocía por la red social Instagram desde hacía varios meses, le hablaron a Fran y le dijeron que iban a ir a visitarlo, ya que nunca se habían visto en persona. Fran aceptó el plan, aunque le parecía un poco raro que lo visitaran desde un pueblo tan lejano al suyo.
Llegó la tarde, se vistió, hizo los deberes, merendó y se fue a conocer a sus amigos virtuales. Habían quedado en un parque el cual Fran no conocía, se puso el Google Maps y fue hacia ese parque, llegó y era un parque un poco raro: columpios rotos, farolas rotas, sin gente… Fran se quedó un poco asombrado al ver ese parque tan solitario, se sentó en un banco que había y llamó a sus amigos para ver qué les quedaba para llegar. Le respondieron que iban ya de camino.
Fran vio a alguien llegar a lo lejos, bajando de un coche de alta gama, y pensó que eran sus amigos, aunque no sabía muy bien cuáles eran sus caras, se iban acercando. Fran se dio cuenta de que son personas de unos veinte años a simple vista, se acercaron y empezaron a hablar con él de los videojuegos a los que jugaban virtualmente. Fran estaba extrañado, ya que, aunque fuera todo bien, sentía que ya le habían mentido en la edad y estaba un poco desacostumbrado a que le pasara esto.
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Todo iba bien hasta que invitaron a Fran a su casa a cenar. Él, extrañado, aceptó, se montó en su coche y fueron para su pueblo, aunque estaba un poco lejos. En el coche llamó lo llamó su madre, Elena, y le dijo que dónde estaba, que ya era tarde; él le respondió que no se preocupara, que estaba en el parque de al lado de su casa, que iba enseguida (mintiéndole), y colgó. Tras pasar una hora, por fin llegaron al pueblo y a la casa de sus amigos, se bajaron del coche y entraron a la casa. Decidieron cenar, y mientras hacían la cena Fran les dijo: –Deberíamos cenar rápido, que no puedo llegar muy tarde a mi casa.
Sus amigos empezaron a reírse y lo ignoraron, él se asombró y decidió sentarse en un sofá que había allí, de repente salió de la cocina un amigo de Fran con un cuchillo en la mano y se le acercó, se asustóy salió corriendo por la casa buscando la puerta, la encontró y vio que estaba cerrada, su amigo lo pilló y le dijo: ―No huyas o va a ser peor.
Fran, sin saber qué hacer, siguió corriendo por la casa, se encontró a otro amigo, el cual ya no llevaba un cuchillo, llevaba una navaja. Fran seguía huyendo por la casa hasta que de repente se encontró en una habitación sin otra alternativa de salir al pasillo, que es donde estaban esperándolo que saliera, se acercaron sus amigos con el cuchillo y la navaja y le dijeron: ―Te hemos dicho que si huías iba ser peor.
Fran, todo asustadizo, no sabía ya qué hacer y se acordó de que llevaba el móvil en el pantalón, lo sacó corriendo y llamó a su madre. Mientras que se le acercaban riéndose con el cuchillo, se pusieron una máscara negra y la navaja en la mano; al ver que estaba llamando a su madre, le tiraron el móvil al suelo y se lo rompieron. Cada vez se acercaban más con los ojos muy hinchados, riéndose y con el cuchillo y la navaja en la mano, hasta que un amigo hizo el gesto de ir a pincharle. Fran le cogió la navaja
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y se la hincó en la barriga, cuando de repente el que llevaba el cuchillo se quitó la máscara y le dijo: ―¿Qué has hecho? La acabas de cagar.
De repente llega a la casa la policía con la madre de Fran y salva a su hijo rompiendo la puerta. La policía se lleva detenido a los amigos de Fran, ya que se hicieron pasar por alguien que no eran a través de Instagram y por el intento de matar a Fran, la madre de Fran supo que estaría allí porque fue a buscar a Fran al parque cuando no estaba, y fue a comisaría a ver si podían buscar alguna solución, hicieron un seguimiento en el móvil de Fran antes de que se lo rompieran, y gracias a ello Fran se salvó y a día de hoy los de la casa fueron condenados a un año de cárcel.
Ahí fue cuando Fran se dio cuenta de que hizo mal en fiarse de personas las cuales solo conocía a través de una pantallita, y después de ese susto Fran no volvió a quedar con nadie que no conociera.
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