Epidemiología Molecular de Leishmanisis visceral en Falcón Venezuela, Estudio Retrospectivo sobre el

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Editorial académica española 2019 Epidemiología Molecular de Leishmanisis visceral en Falcón Venezuela Estudio Retrospectivo sobre el Semiárido Falconiano con énfasis en infecciones inaparentes José Araujo Blanco

ISBN 978-620-0-03450-2


Epidemiología Molecular de Leishmanisis visceral en Falcón Venezuela Estudio Retrospectivo sobre el Semiárido Falconiano con énfasis en infecciones inaparentes


Epidemiología Molecular de Leishmanisis visceral en Falcón Venezuela Estudio Retrospectivo sobre el Semiárido Falconiano con énfasis en infecciones inaparentes

Autor José Araujo


PREFACIO

Este texto se desarrolla producto de las investigaciones realizadas en Falcón Venezuela, la cual en su conjunto corresponde a la gran región Coriana o Semiárido Falconiano, en este espacio geográfico se han suscitado diversos casos sobre Leishmaniasis visceral lo suficiente como para ser identificada como un foco de estudio e interés tanto regional como nacional es por ello que se realiza un estudio retrospectivo sobre esta Biocenosis parasitaria por la especie L. infantum en el Semiárido Venezolano. Para ello hacemos un paseo histórico de los antecedentes en la región así como la revisión de las condiciones ambientales y socio económico del Semiárido Falconiano y de cómo estas se relacionan la Leishmaniasis. De igual manera se hace una revisión sobre el vector, el reservorio y sus características en este espacio noroccidental de Venezuela. Así mismo se desarrollan las diversas pruebas para la detección del parasito desde la identificación directa hasta los métodos moleculares. Por último se propone se desarrolla el uso de un esquema holístico con el fin de evaluar el caso mediante un modelo eco epidemiológico molecular dentro de la región Falconiana.


Contenido INTRODUCCIÓN: ................................................................................................................ 7 Aspectos Históricos evolutivos de la Leishmaniasis en el Semiárido Venezolano ..................................................................................................................... 10 Semiárido Falconiano como Foco endémico de Leismaniasis Visceral LV de interés Internacional. .................................................................................................. 16 Condiciones Ambientales y Socio Económicas del Semiárido Falconiano y su relación con la Leishmaniasis .............................................................................. 22 Características del Vector en el Semiárido Falconiano ..................................... 27 Estudio del Reservorio en el sistema Coriano ..................................................... 29 Identificación del Parasito y su presencia en el Semiárido Venezolano en Casos de LV .................................................................................................................... 33 Evaluación serológica de la LV en el Semiárido Falconiano ............................ 38 Uso de Pruebas Moleculares para la detección de casos de LV en el Semiárido Falconiano .................................................................................................. 42 Estudios Epidemiológicos y Eco-epidemiológicos Moleculares de la Leishmaniasis Visceral en el Contexto del semiárido Falconiano. ................. 44 CONCLUSIÓN ..................................................................................................................... 49 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................ 50


INTRODUCCIÓN:

La región semiárida es caracterizada como un foco de Leishmaniasis, la cual es una enfermedad parasitológica de interés, en especial en el estado Falcón donde el 70% del área presenta esta condición ambiental. Este foco puede ser considerado uno de los más importantes de Latinoamérica debido a presencia reportada de este hemoflagelado en la fauna flebotómica, perros y en diversos casos clínicos reportados de las localidades del estado Falcón.

Los casos para la fecha van en aumento por lo que es necesario en primera instancia actualizar la data sobre la morbilidad y la mortalidad por Leishmanisis visceral en el semiárido falconiano, así como también generar información acerca de la prevalencia de Leishmaniasis visceral canina que es una población en acenso, sobre los perros urbanos que se desplazan por las comunidades sin dueño y sin control de su población, así como la búsqueda en campo para la detección temprana y tratamiento adecuado de casos existentes a la fecha.

Por otro lado la literatura muestra que en la actualidad otros vertebrados son de interés en la biocenosis de la Leishmaniasis no solo animales domésticos sino también sinantrópicos como posibles reservorios del


agente patógeno, Leishmania infantum, en el semiárido falconiano. Los efectos de cambio climático impactan directamente sobre el hábitat de la fauna de flebotomos expandiendo su radio y efecto como vectores de la Leishmaniasis,

esta

expansión

de

la

población

flebotomina

es

equivalente a al aumento de la probabilidad de ocurrencia de un caso de Leishmaniasis sobre todo si las condiciones ambientales son propicias para

que

vectores

potenciales

se

conviertan

en

portadores

de

Leishmania infantum, lo que puede estar ocurriendo puesto que en la actualidad se presentan nuevos casos de Leishmaniasis en los servicios de salud en el estado Falcón identificados de forma directa por Yépez et al desde 1995, 2001, 2002, 2003 de igual manera para la fecha marzo del 2017 se presenta un caso activo, proveniente de un sector del que no se había reportado caso alguno (Yépez, comunicación oral, 2017).

Esto prende una alerta eco-epidemiológica ya que los casos inaparentes también

tienen

considerando

la

una

alta

probabilidad

Leishmaniasis

visceral

de

aumento,

producida

por

sobre

todo

Leishmania

infantum cursa sus primero estadios de forma asintomática.

La identificación del agente etológico de pacientes con manifestaciones clínicas solo se ha realizado bajo el protocolo por microscopía óptica por lo que es de interés el uso de herramientas como la microscopia electrónica que nos permitan la identificación celular de los caracteres fenotípicos

propios

de

la

especie

Leishmania

infantum

para

su


verificación taxonómica de forma directa. Uno de problemas de mayor interés es que a pesar de que se han aplicado técnicas inmunológicas sensibles y específicas que permiten detectar casos clínicos, subclínicos o asintomáticos en la población de riesgo esta data no siempre muestra la realidad de la infección ya que cuando se corroboran con pruebas moleculares de PCR, hibridación los casos subclínicos o asintomáticos presentan resultados positivos, propios de infecciones activas. Por esta razón se considera que existen infecciones que no son detectadas cuando solo se usa una sola prueba para su detección, con una consecuente persistencia parasitaria propia de los mecanismos de evasión que posee el parasito.

Es por esto que podemos tener enmascarado un problema de salud pública en los bancos de sangre sobre todo si en estos solo se evalúa la presencia del agente causal de la Leishmaniasis con pruebas serológicas y las pruebas moleculares son secundarias y no pruebas de rutina. Estaríamos en la expansión silenciosa de una parasitosis de interés mundial, y cuando los factores que muestran las manifestaciones clínicas como la desnutrición y la inmunosupresión la cual además es propia de pacientes trasplantados puede estar afectando a la población que es asistida por el sistema de salud de la región semiárida Falconiana.

Toda la data obtenida hasta le fecha se ha desarrollado bajo el pensamiento evolutivo de las especies en un proceso de competencia


bajo una perspectiva Darwiniana o Neo-Darwiniana sin embargo pocos o ningún estudio, propone el uso de las contribuciones de Croizat con el fin de desarrollar nuevas visiones sobre el desarrollo de las especies, y su dispersión,

proponemos en tal sentido el estudio del foco de

Leishmaniasis bajo un desarrollo evolutivo y dispersión del semiárido falconiano, en el estudio de la vicarianza aplicando la metodología propuesta por Croizat, en búsqueda de dilucidar la ortogénesis de la Leishmaniasis mediante el uso de técnicas moleculares, para generar resultados eco-epidemiológicos y generar la Biogeografía en su espacio, tiempo y forma, bajo el pensamiento la fuerza evolutiva de la cooperación.

Aspectos Históricos evolutivos de la Leishmaniasis en el Semiárido Venezolano

Los datos sugieren que para conocer el origen de este género se propone una asociación entre la biogeografía histórica, los registros fósiles, la ecología y filogenia de los organismos relacionados con Leishmania y la mosca de la arena esto genera una serie de escenarios que son necesarios explicar frente datos limitados, y pocos trabajos que revisan el tema (Tuon, et al 2008).


Diversos arboles moleculares, los registros fósiles, acontecimientos históricos y descubrimientos relacionados con la evidencia biogeográfica, entomológica y ecológica deben consolidarse para apoyar algunas de las hipótesis sobre el origen de Leishmania y la enfermedad humana resultante

(Tuon,

et

al

2008).

Leishmania

pertenece

al

phylum

Kinetoplastida, que carece de un registro fósil. Los estudios moleculares han demostrado que kinetoplastidos están probablemente relacionados con los euglénidos (Dooijes et al., 2000). Ambos pertenecen a la eucariota supergrupo Excavata, cuyos fósiles sugieren su aparición durante el Ordovícico (Roger & Hug, 2006).

Los datos que se tienen hasta la fecha de lutitas marinas muestran la posible primera protista apareció durante la Mesoproterozoico (Xiao et al., 1997; Knoll et al., 2006). Por otro lado el phylum kinetoplastidia carece de registro fósil sin embargo los estudios moleculares establecen que el género Leishmania está relacionado con los euglénidos (Dooijes et al., 2000). Quien pertenecen al supergrupo Excavata, y cuyos fósiles sugieren su aparición en el Ordovícico (Roger & Hug, 2006). El primer miembro fósil del género Leishmania considerado fue el Paleoleishmania proterus, recientemente descrito por Poinar y Poinar (2004).

Este parásito digenético propone la aparición de hospedadores y vectores y probablemente el primer anfitrión podría haber sido un animal primitivo que vivió en el agua (Scamardella 1999; Cavalier-


Smith, 2006), tal vez un pez teniendo sanguijuelas como vectores (Molyneux,

1977).

De

igual

manera

sus

vectores

insectos

se

relacionarían con este protozoario en el Cretácico Inferior con la aparición del primer insecto con alas hematófago (Azar y Nel, 2003) evolucionando para triásico cuando divergen los dípteros Phlebotomus y Lutzomyia

(Gullan y Cranston, 2000). Sin embargo también se

considera que la mosca de la arena como el responsable de la propagación de la antigua Leishmania (Kerr, 2000; Kerr et al., 2000).

El origen controversial de Leishmania considera un origen en el Neotrópico, otros de la Paleoártico o Neoártico (Noyes, 1998; Kerr, 2000; Lukes et al., 2007). Sin embargo independientemente de su origen, la difusión de Leishmania siguió la migración de vectores y huéspedes juntos (Perrotey et al., 2005). Es por esto que el primer huésped definitivo de la primitiva Leishmania pudo ser un reptil o mamífero primitivo. Ya para el Paleógeno o Paleoceno, después de la extinción de los dinosaurios y la aparición de los primeros mamíferos placentarios, se generó la divergencia entre Sauroleishmania que infectó reptiles y la Leishmania que infecta a mamíferos (Momen y Cupolillo, 2000). Momento en el cual se desarrollaron los climas tropicales.


La teoría de que Leishmania tiene un origen en el Neotrópico ha sido considerada y algunos estudios y hallazgos moleculares en relación con vectores apoyar esta idea. Un origen en el Neotrópico con la migración a la Neoártico y Paleoártico es actualmente aceptada (Yurchenko et al., 2006; Lukes et al., 2007). El género Leishmania tiene dos subgéneros, L. (Leishmania) y L. (Viannia). El primero se cree que apareció primero en el Paleoartico, mientras que el subgénero L. (Viannia) aún existe controversia para su origen. La pieza más importante de información de estos estudios fue determinado que existía la Leishmaniasis antes de la llegada de los europeos en América. El estudio mostró una momia de una niña de 6 años de edad, con fecha de 800 aC que reveló macrófagos con Leishmania basándose en el examen inmunohistoquímico (Guillén y Allison, 2005).

La posible interacción de este parasito y la fauna presente en Falcón exhibe no solo la infección de los animales que han sido encontrados en el registro fósil en Falcón sino también la posible infección de los primeros pobladores que se alimentaban de estos animales (Bryan et al, 1977).

Investigadores

como

Royo

y

Gómez;

Cruxent

y

Rouse;

Ochsenius; Bryan, Gruhn; Casamiquela; Bocquentin y Croizat conjuntan búsquedas arqueológicas y paleontológicas de manera integrada (Bryan et al, 1977, Cruxent & Rouse, 1969). En donde más 17 familias y 27 géneros representados auspician no sólo una coyuntura espléndida para el estudio del intercambio faunístico entre el Neotrópico y el Holártico,


sino para las investigaciones que reclaman la penetración de las bandas prehistóricas a un nuevo escenario geográfico junto a los rasgos más sobresalientes de su organización ecológica (Ochemius, 1980).

Fundamentado en estos argumentos, Ochsenius propone para este horizonte

fosilífero

del

Pleistoceno

Tardío

la

denominación

de

Corianense, tomando como referenciales los materiales aportados por dos localidades tipo: Muaco y Taima-Taima es decir un horizonte faunístico tan importante como el presente en las pampas Argentinas, en la que existió un hábitat florístico de interés que pone en evidencia las interrelaciones biológicas que permiten comprender la dinámica de los antiguos ecosistemas hábitat de la gran Región Coriana, del Cuaternario.

De la misma manera Scorza (2004) propone que existe una amplia circulación de los parásitos (Leishmania spp.) en representantes de Rodentia y Marsupialia autóctonos, de la Américas, por lo que existe una alta posibilidad que nos encontramos en un territorio Leishmanícola con una

diversidad

de

reservorios

silvestres,

cuya

importancia

epidemiológica biogeográfica oscila entre sus ciclos reproductivos y los cambios climáticos de sus hábitats.


Desde esta perspectiva podemos ver como el ancestro común de la Leishmaniasis genera en el desarrollo evolutivo de la tierra y desarrollo evolutivo de las especies, nuevas especies vicariantes y con una distribución no azarosa. Y una evolución con el espacio donde estas se encontraban, bajo esta visión es posible encontrar un punto de convergencia para el estudio de la ortogénesis bajo una perspectiva molecular y biogeográfica en su espacio, tiempo y forma en búsqueda de establecer una nueva visión sobre un estudio molecular biogeográfico de la cooperación evolutiva de los seres vivos.

De esta manera la región Coriana establece un espacio de gran intercambio biótico entre los 28º de latitud norte y los 17º de latitud sur, formando grandes corredores biológicos llamados por Ochsenius (1979) como “Cinturón Árido Peri Caribeño” que iba desde Florida hasta Argentina,

estos

espacios

paleoecológicos

muestran

un

ambiente

xeromórfico costero, con algunas extensiones de manglares o regiones cenagosas, y algunas zonas boscosas. Se trata entonces de un corredor ecológico que permitió la distribución de diversos taxones en donde fue posible la interacción parasitaria en diversos representantes de la megafauna en lo que hoy conocemos como Gran Intercambio Biótico Americano (The Great American Biotic Interchange - GABI), que posteriormente, por procesos vicariantes asociados a los periodos glaciales, quedaron aislados en el tiempo y el espacio, diferenciándose o extinguiéndose de manera separada (Rincón, 2007).


Semiárido Falconiano como Foco endémico de Leismaniasis Visceral LV de interés Internacional.

En Venezuela se reconocen tres focos endémicos de Leishmaniasis visceral (LV) en las regiones central, oriental y occidental,

el estado

Falcón forma parte del denominado foco occidental de la protozoosis, este foco de Leishmaniasis ha sido detectado por la diversidad de estudios que soportan la existencia del mismo dentro de la gran región coriana como un importante foco endémico donde predomina un ambiente semiárido (Chávez, 2016; Añez, 2012; Vargas, 2007; Vargas, 2004a,b; Zerpa, 2003; Chiurillo,2001; Yépez, 1995).

Por su parte diversos autores han contribuido al conocimiento de este foco como uno de los más importantes del país. En primera instancia fue Bemerqui y Pirela (1959) quienes describen el primer caso de LV en estado Falcón, que para la época es descrito como un nuevo de Kalaazar en Venezuela.

Yánez (1993) Realizó un estudio en cinco caseríos del estado Falcón y detectó un 75% de positividad a Leishmania con la aplicación de la prueba de Intradermorreacción (IDR).


Richusa et al (1994) Reportó la epidemiología de la Leishmaniasis tegumentaria

americana

(LTA)

aplicando

el

método

de

intradermorreacción, este estudio establece el precedente para el reporte de las diversas formas de Leishmaniasis en el semiárido falconiano.

González

et

al

(1994)

Algunos

aspectos

epidemiológicos

de

Leishmaniasis visceral en los caseríos La Carretera, Los Riegos, Morrocoy, Municipio Unión, Estado Falcón. Artículo presentado en la XXIII Jornadas Venezolanas de Microbiología, Coro, Estado Falcón, Venezuela.

Yépez et al (1995) Reporta el primer estudio epidemiológico de Leishmaniasis visceral en el Estado Falcón realizado en el municipio Unión en la población de morrocoy.

Monzart y Moron (1995) Realizaron un estudio en el Municipio Unión caseríos Monterrey, Trompillal y La Carretera del Municipio Unión al sureste del Estado Falcón detectaron 16,6% de reactividad serológica utilizando la prueba de ELISA y comprobaron la infección en 3,3% de la muestra estudiada por métodos parasitológicos directos.


Cordero et al (1998) Realiza el primer estudio eco-epidemiológico de la Leishmaniasis en la parroquia Vegas del Tuy, Municipio Unión, la zona semiárida del Estado Falcón, Venezuela.

Rojas et al, (1998) Reportaron mediante pruebas serológicas que hasta un 78% de infecciones por Leishmania como casos inaparentes en una población total de 281 individuos estudiados en el foco endémico occidental del semiárido Falconiano.

Chiurillo et al (2001) Estudió el foco occidental presente en el semiárido falconiano a partir de muestras obtenidas de la medula ósea durante 7 años 1992-1998, confirmado por diversas pruebas moleculares y bioquímicas como el perfil izoenzimático; Southern dot, y slot blots, electroforesis en gel de campo pulsado; Hibridaciones; Ensayo de PCR telomérico; DNA (kDNA), o análisis de secuencias de ADN nuclear, esto permitió la determinar a

L. chagasi o L. infantum las principales

especies causantes de Leishmaniasis visceral de los casos estudiados, así como también este estudio recomienda la combinación de la diversas pruebas realizadas como herramientas epidemiológicas.

Yépez et al (2001) Mostró un estudio de dos áreas limítrofes entre Falcón y Lara, en donde se evaluaron poblaciones humanas y caninas, clínica y serológicamente con tres técnicas inmunodiagnósticas (TAD, IFI


y ELISA) se, reportó 13% (15/71) de sero-reactividad para L. infantum en los humanos, donde los menores de 15 años fueron el grupo etario más afectado, se detectó una prevalencia del (89%) a L. infantum, la captura

de

la

fauna

de

flebotominos

mostró

que

la

especies

predominantes fueron Lu. evansi y Lu. panamensis.

Yépez (2003) Realizó el seguimiento de dos casos durante un periodo bianual de 2001 al 2002 provenientes de caserío La Palma y Los Pozones, provenientes de municipio Buchivacoa del occidente del estado Falcón, sin embargo se muestra que los casos antes mencionados fueron previamente diagnosticados y tratados en el Estado Zulia, lo cual demuestra la existencia de un posible sub-registro y subestimación en la prevalencia real de LV. De igual manera mediante se aplicó el protocolo de frotis de médula ósea más la confirmación (TAD, ELISA, IFI) + PCR e Hibridación se detectó un caso positivo para un infante de 18 meses de edad, proveniente del caserío Morrocoy - Municipio Unión del Estado Falcón, el cual fue tratado con antimoniales pentavalentes y evolucionó favorablemente.

Zerpa et al (2003) Ratifica la importancia del foco occidental de la protozoosis, en este estudio el grupo investigador realizó una evaluación en un periodo de 1990-2003, en este periodo se confirmaron 5 casos de Leishmaniasis visceral de cuales 2 fueron en 1999 y 1 en el 2000. El estudio de reactividad serológica para Leishmaniasis visceral en perros


domésticos mostró solo 1 caso positivo durante el periodo de estudio, de igual

manera

el

mismo

estudio

muestra

que

no

se

reportaron

defunciones durante el lapso de evaluación, sin embargo se requiere de vigilancia para detectar, ya sea de expansión de estos focos a los estados adyacentes o la aparición de nuevos brotes.

Vargas et al (2004)a Sugirió que la población rural

ubicada en el

Municipio Urdaneta, al Norte del Estado Lara, que limita al Norte con el Municipio

Unión,

Estado

Leishmaniasis, reportando

Falcón

es

un

foco

endémico

para

una seropositividad de 21% y 89%

la

para

casos humanos y caninos respectivamente. Se detectó la presencia de Lutzomyia evansi en el área estudiada.

Vargas et al (2004)b occidental,

el

cual

Retribuye la importancia de Falcón al foco

considera

la

existencia

de

un

largo

silencio

epidemiológico, un equipo multidisciplinario de investigadores reanudó el estudio de esta entidad nosológica en el semiárido del Estado Falcón, la exposición de los diversos eventos muestra la que es necesario continuar realizando estudios de esta endemia, para profundizar en su diagnóstico, y en la dinámica de transmisión, con el fin de replantearnos la conceptualización de caso, y generar una aproximación a la realidad del comportamiento de esta protozoosis en el territorio nacional y sobre todo en las áreas geográficas semiáridas y áridas del Estado Falcón.


Vargas et al (2007) Realizó un estudio epidemiológico en el caserío “Los Pozones”, municipio Buchivacoa ubicado al occidente del Estado Falcón bajo e protocolo de tres pruebas inmunodiagnósticas (TAD, IFI y ELISA). El estudio serológico arrojó valores de seroprevalencia humana y canina para Leishmania del 17,3% y 50% en este sitio de estudio se detectó la presencia dominante de Lutzomyia evansi (62.7%) sobre Lutzomyia longipalpis (37.3%). Estos hallazgos sugieren la existencia de un nuevo foco de LV en la parte occidental del estado Falcón, el cual requiere más investigación.

Añez,

et

al

Leishmaniasis

(2012) visceral

El

estudio

(LV)

por

realizado el

grupo

epidemiológico de

sobre

Investigaciones

Parasitológicas “J. F. Torrealba”, en 30 localidades de la región semiárida Falconiana muestra la importancia de la detección de las infecciones inaparentes, subclínicas o asintomáticas debido a su alta prevalencia la cual es más frecuente y está ampliamente distribuidas, de igual manera se establece al perro como reservorio y un factor de importancia en el mantenimiento de L. infantum como fuente de infección humana en el semiárido venezolano. Este estudio se realizó aplicando un protocolo de métodos serológicos (TAD, IFI, ELISA) + PCR, con valores de 17,7% en humanos y 29,9% en caninos. El estudio de la fauna flebotomina mostró un franco predominio de Lutzomyia evansi (66,6%) sobre Lu. longipalpis (14,9%). Esta data se asocia a la disminución de las condiciones


sanitarias y nutricionales como factores de riesgo para explicar la alta endemicidad de la LV en la región semiárida del occidente de Venezuela.

Chávez y Añez (2016) Muestran que el patrón la presencia de tres especies

de

panamensis

importancia y

Lutzomyia

médica evansi

Lutzomyia como

gomezi,

vectores

de

Lutzomyia importancia

neotropical para transmisión endémica de Leishmaniasis visceral en la zona semiárida el estado de Falcón sobre todo en los municipios Colina y Unión.

Condiciones Ambientales y Socio Económicas del Semiárido Falconiano y su relación con la Leishmaniasis

En Venezuela, alrededor del 4.6- 5% del territorio nacional corresponde a las zonas áridas o semiáridas, el Estado Falcón se encuentra en la región semiárida nor-occidental de Venezuela, este posee una zona bioclimática del tipo monte espinoso tropical (MET), con clima semiárido y vegetación xerofítica, relieve poco accidentado con suelos francamente erosionados sujetos a la acción constante de los vientos alisios; con escasas y erráticas precipitaciones con promedios entre 250-500 mm; los cursos de agua son escasos y de muy modesto caudal, debido a las infrecuentes lluvias; temperatura media anual: 28-29°C y una elevada evapotranspiración que supera los 2000 mm al año (Ewel,1976)


Los ecosistemas semiáridos tienen un funcionamiento de pulso-reserva donde el agua es el factor de control, ya que esta entra al sistema de forma errática y discreta, por precipitaciones relativamente bajas, muy variables con un componente aleatorio importante. En los periodos de sequía el sistema está caracterizado por flujos lentos y poca biomasa la cual incrementa en los periodos de lluvia respectiva, generando una dinámica propia del sistema.

En

estos

sistemas

la

radiación

solar

permanente

modifica

las

capacidades adaptativas de las plantas. El agua no es reciclada en el sistema, sino que fluye a través del mismo. La cantidad de agua reciclada desde plantas y animales hacia el suelo es ínfima. La mayor parte del agua se pierde hacia sistemas vecinos por convección y es precipitada en regiones distantes.

El agua es un recurso que se agota periódicamente y que se repone únicamente gracias a una entrada nueva. Para los espacios semiáridos el clima es tropical estacional, con una o dos estaciones secas. Los suelos son de poca profundidad, pedregosos y líticos (litosoles) o con escaso desarrollo (entisoles), pobres en materia orgánica y en fósforo.

La

vegetación va desde tipos contraídos en las zonas litorales hasta bosques y matorrales densos en las vegas de los ríos. Predominan los


arbustales y matorrales espinosos (Matteucci et al., 1982, 1985; Matteucci, 1986, 1987).

La producción predominante es la cría de caprinos, como fuente de proteínas e ingresos económicos, ya que esta especie se encuentra adaptada con la estructura de matorral espinoso y el ambiente seco tropical más la agricultura de subsistencia y artesanal.

En algunos espacios de la zona semiárida se realizan actividades de cultivo de hortalizas y frutas en las que predomina el melón, sin embargo estas áreas hortícolas en los alrededores de la capital falconiana donde se ha producido la sobreexplotación de los acuíferos y se ha perdido la capacidad productiva por la salinización y alcalinización de los suelos (Matteucci, 1986). Por otro lado existe una actividad en contraste de tala indiscriminada para leña, estantillos y postes que provoca una pérdida de la cobertura vegetal lo que contribuye en gran medida a problemas de erosión eólica e hídrica, que se traducen en el avance de la desertización (Matteucci et al., 1982; Pla, 1980).

La vegetación de la franja costera semiárida brinda un importante servicio ecológico como barrera protectora contra la gran tensión climática originada en la alta radiación solar y los vientos alisios cálidos


y secos. Un suelo desnudo potencia el impacto de estos factores climáticos, alterando el balance hidrológico local y en las zonas vecinas (incremento de las tasas de evapotranspiración, de escorrentía y de erosión).

Por

otra

parte,

los

fragmentos

de

vegetación

natural

constituyen fuentes de reposición de especies para la recuperación de sitios vecinos degradados. Ante el actual grado de deterioro, el proceso podría tomarse irreversible sin un manejo adecuado (Matteucci, 1997).

En un estudio exploratorio de las características sociales de los pacientes de LV se considera que los niños son el grupo etario más afectado. Con respecto al sexo los hombres son más afectados que las mujeres, por otro lado la mayoría de los pacientes masculinos trabajan en la agricultura (55,9%) y los infantes eran femeninos (71,4%) afectando áreas pobres, rurales y semiurbanas, y al igual que Brasil se trata de una enfermedad de los pobres o de las clases socioeconómicas más bajas, de igual manera hay una correlación alta entre la desnutrición y la aparición de la enfermedad (Cerf et al, 1987; WHO, 1990; Bryceson, 1996).

Cuando los casos son infantes hay una presión sobre los hogares los cuales se vieron afectados económicamente por los costos directos para cubrir la

hospitalización, Así mismo los costos indirectos cuando la

madre se mudaba al hospital hasta el niño fuera dado de alta. Los


cambios

psicológicos

incluyen

un

sufrimiento

emocional

que

se

generaliza a todos los miembros del hogar afectado. En diversas áreas endémicas el personal médico no está familiarizado con la enfermedad lo que incide sobre el retraso en un diagnóstico acertado y un tratamiento efectivo lo que incrementa las tasas de fatalidad de los casos (Wijeyaratne et al, 1994).

Es por eso que la mayoría de las historias clínicas de los pacientes de LV y los hogares entrevistados con casos de LV presentaron niños con LV que fueron llevados a dispensarios de salud y/o a medicina privada varias veces antes de tener un diagnóstico acertado y llegar al hospital donde fueron finalmente tratados por LV. De igual manera la demora de los pacientes en buscar tratamientos y en alcanzar los hospitales permitió que la enfermedad progresara a etapas más severas e influyera en su tiempo de hospitalización; lo cual incrementó la carga económica. Las consecuencias causadas por la LV fueron severas y la enfermedad afectó a los grupos sociales más vulnerables (Aguilera, 2014).

Un estudio realizado en Falcón muestra que las poblaciones reducidas poseen una elevada consanguinidad lo que incrementa el riesgo enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares, este mismo efecto es apreciable para las micosis y parasitosis, puesto la disminución de variabilidad genética de una población la hace más susceptible a las


infecciones como también es posible en para la Leishmaniasis (Aceituno, 1998).

Características del Vector en el Semiárido Falconiano

Estudios sobre la fauna flebotomina considera a la región falconiana como un área con una alta potencialidad para la transmisión de las Leishmaniasis. Un estudio sobre la composición, abundancia y dispersión de la fauna flebotomina en el que se evaluaron 6273 especímenes en los focos endémicos de Leishmaniasis en el estado Falcón mostró que la existencia de 17 especies de Lutzomyia y 1 de Brumptomyia, de la cuales 10 especies (55,56%) fueron reconocidas por poseer hábitos antropofílicos. Lutzomyia evansi (52,37%) resultó ser la especie más abundante la cual es una especie de interés para la transmisión de la LV. Esta especie puede alcanzar una amplia variedad de ecotopos, con un comportamiento oportunista, con una plasticidad genómica y conductual que le permite colonizar diverso ambientes incluyendo los intervenidos por la mano del humano (Cazorla & Morales, 2012).

L. evansi y L. longipalpis s.l., son especies de interés en la transmisión de la LV en las localidades del estado Falcón, por debajo de los 600 m, en este estudio se evaluaron 15 localidades, en donde existen las zonas bioclimáticas de Bosque Seco Tropical (BST); Bosque Muy Seco Tropical (BMST); Bosque Húmedo Premontano (BHP); Bosque muy Húmedo


Premontano (BMHP). Feliciangeli 1987, al respecto muestra que todas las especies se capturaron en ambientes naturales ya que flebotominos neotropicales tienen un origen selvático por lo que el riesgo de adquirir la Leishmaniasis. Es por ello que Cazorla y Morales, 2012, proponen que el

riesgo

es

mayor

en

los

ambientes

silvestres,

al

interrumpir

accidentalmente el humano en los focos naturales de la biocenosis, esto es corroborado por la data aportada por Añez 1988 quien demuestra en un estudio similar donde casi el 90% de los flebotominos fueron obtenidos en ambientes silvestres, en Mérida, Venezuela.

Los estudios en el semiárido sobre los vectores muestran que donde existe la presencia L. evansi también se alternan con las de Lu. (Lut.) longipalpis s. l. y además juega un papel importante la temperatura ya que aparece como un factor de gran influencia, teniendo picos de abundancia al final de la época de lluvias, y durante las 24:00 y 3:00 h (Cazorla, 2015; González et al. 1999).

Un estudio epidemiológico realizado en 28 localidades región falconiana mostró que poco más del 5% del individuos en las poblaciones de Lutzomyia

longipalpis

y

Lutzomyia

evansi

fueron

infectados

con

Leishmania infantum, el agente etiológico de la Leishmaniasis visceral en Venezuela (Añez et al, 2012).


Por su parte Chaves y Añez (2016) muestran que en los focos endémicos de Leishmaniasis visceral del semiárido en el estado Falcón, el patrón de anidación de los vectores está parcialmente moldeado por la limitación de la dispersión de las especies, de las cuales se encontraron 3

de

importancia

medica

como

Lutzomyia

Gomezi,

Lutzomyia

panamensis y Lutzomyia evansi, siendo esta ultima la más abundante con 644 individuos, así como también Lu. Longipalpis, un vector de L. infantum.

Estudio del Reservorio en el sistema Coriano

La revisión sobre los antecedentes de los diversos reservorios animales que intervienen en el proceso zoonótico de la Leishmaniasis muestra que existe un amplio espectro animal que puede funcionar dentro del proceso y ciclo de vida del parasito, sin embargo se considera al perro como el principal reservorio animal doméstico.

Dos trabajos de revisión sobre el tema muestran nuevos conceptos al respecto. El primero liderado por Baneth G. et al, en el 2008 establece que la infección en la población canina en las zonas endémicas es generalizada, y la tasa de perros infectados es mucho mayor que la fracción que muestra enfermedad clínica, de igual manera propone que la infección se propaga rápida y ampliamente entre la población de


perros cuando las condiciones ambientales para la transmisión son óptimas.

El segundo liderado por Guadalupe Miro. et al, 2008 establece la importancia de la detección y uso de pruebas moleculares sensibles para el diagnóstico de la infección asintomática o inaparente, debido a su importancia epidemiológica y diseminación silente en el ambiente. De igual manera se propone como avance la prevención de la infección canina, reduciendo la picadura de vectores con el uso de insecticidas tópicos, sin embargo esto no es efectivo a gran escala y no está incluido en los programas oficiales, es por ello que los esfuerzos deben estar orientados hacia el desarrollo de técnicas que permitan el estudio efectivo de los casos asintomáticos, el control de los vectores y el uso de insecticidas efectivos.

Órdenes

animales

como

Rodentia,

Carnívora,

Didelphimorphia,

Xenarthra, Lagomorfa, Perisodactila y Marsupalia poseen representantes de interés para el proceso zoonótico de la Leishmaniasis es por ello que se han reportado la presencia de Leishmania en: gatos, caballos, burros y mulas aunque poco frecuente en ovejas, cabras, ganado vacuno, cerdo,

bajo ciertas circunstancias, particularmente en focos de

transmisión peridoméstica y doméstica. Por otro lado la literatura muestra que en la actualidad otros vertebrados son de interés en la biocenosis de la Leishmaniasis no solo animales domésticos sino también


sinantrópicos

como

posibles

reservorios

del

agente

patógeno.

Reportándose en primates, perros venaderos, zorros, lobos, canguros, walaro, wallabies, agutíes silvestres, zarigüeya, mangostas egipcias, ginetas, linces ibéricos, roedores, perezosos, coaties en focas

y

murciélagos (Quinnell, 2009).

Para la Región semiárida del sistema coriano se ha identificado la presencia de infección natural por Leishmania en el zorro cangrejero (Cerdocyon thous) que es uno de los cánidos más comunes en Sudamérica; La zarigüeya común (Didelphis marsupialis) y la zarigüeya ratón de Robinson (Marmosa robinsoni) ambas especies marsupiales, quienes viven en la rama de los árboles y se alimentan de frutas e insectos.

En el semiárido falconiano es posible encontrarlos en bosques secos de las tierras bajas, manglares, sabanas y matorrales xerófilos (Reyes, 2009).

El

oso

melero

u

oso

hormiguero

amazónico

(Tamandua

tetradactyla) quien es una especie tamandúa de Sudamérica, propio de hábitats de sabanas árida. Se alimenta de hormigas, termitas y de abejas;

El

armadillo

de

nueve

bandas

o

tatú

negro

(Dasypus

novemcinctus) mamíferos de hábitos nocturnos que se alimenta de insectos y larvas principalmente con hormigas, termitas y otros pequeños

invertebrados

(Reyes,

2009).

Sin

embargo,

las

ideas


derivadas de investigaciones recientes indican que no son los perros, sino los seres humanos quienes probablemente son los depósitos domésticos más importantes de Leishmania sp. (Dantas et al, 2007).

Los hospedadores susceptibles frecuentemente infectados naturalmente en el neotrópico son los roedores, y los géneros más representativos de los

roedores

son:

Oryzomys,

Heteromys,

Proechimys

y

Rattus,

infectados principalmente con Leishmania. Las poblaciones silvestres comprobadas como hospedadores-reservorios son susceptibles ya que existe un cuello de botella ya que la infección parasitaria genera una disminución de

la

diversidad

genética

por efecto de

endogamia

generando menor resistencia a parásitos (Reyes, 2009).

La revisión sobre el tema en Venezuela y en especial en el semiárido Falconiano propone que los estudios de inventarios de fauna por infección de Leishmania deben enfatizarse y dirigirse en primera instancia al estudio de roedores y marsupiales, ya que estos son frecuentemente señalados reservorios primarios en países con dinámica de transmisión similar a Venezuela (Reyes, 2009). Lo que puede corroborar la intuición como elemento indispensable en el método científico propuesto por Scorza (2004) de la importancia de los órdenes Rodentia y Marsupialia, de la Américas, como reservorios silvestres con importancia eco-epidemiológica y biogeográfica.


Identificación del Parasito y su presencia en el Semiárido Venezolano en Casos de LV

El diagnóstico parasitológico posee métodos muy específicos (Sundar, 2000) y se aplican en todas las formas clínicas de la enfermedad, para ello se aplican exámenes de extendidos, raspados, biopsias o aspirados, a partir de borde de las lesiones, que son posteriormente teñidos con Giemsa, (Bailey, 2007) pero la sensibilidad es baja, aproximadamente de 50 a 70 % en el Viejo Mundo (Vega-López, 2003) y puede llegar a ser aún menor en el Nuevo Mundo, con valores de 15 a 30 %. (Sotto MN et al, 1989; Schubach et al, 2001) También se realiza el examen histopatológico para hacer la búsqueda de amastigotes en distintos tejidos.

El diagnostico de agente causal en la Leishmaniasis cutánea se realiza mediante identificación directa de amastigotes en frotis teñido con Giemsa, a partir de biopsias o

raspados. Estas formas evolutivas se

observan como cuerpos redondos u ovales de 2-4 μm de diámetro, con núcleos definidos y cinetoplástos. Aunque el material que se obtiene de la

ulcera

de

casos

de

Leishmaniasis

cutánea

contiene

cantidad

considerable del agente por lo general se tiene mayor rendimiento de muestras de cultivo. Sin embargo se han encontrado diferencias significativas en los resultados diagnósticos cuando los frotis o muestras de cultivo se toman del centro o de la frontera (Elmahallawy, 2014).


Para el caso de la Leishmaniasis de forma visceral la muestra para el análisis microscópico se

toman de

aspirados esplénicos, nódulos

linfáticos o de médula ósea (Herwaldt, 1999). La presencia de amastigotes también se puede determinar en otras muestras tales como biopsias hepáticas, ganglios linfáticos y sangre periférica, aunque este es un proceso muy invasivo para el paciente y durante el cual pueden ocurrir complicaciones derivadas de hemorragias, por lo que se requiere realizar el procedimiento con alta pericia y condiciones técnicas adecuadas (Kager, 1983). La sensibilidad de la médula ósea teñida con Giemsa es de aproximadamente 60% a 85%. En los aspirados esplénicos, la sensibilidad es mayor (93%) (Srivastava, et al, 2011), pero el muestreo se asocia con un riesgo de hemorragia fatal en manos inexpertas. Para aumentar la sensibilidad, se pueden utilizar anticuerpos fluorescentes conjugados con colorantes (Zijlstra, 1992). La sensibilidad en frotis de sangre periférica es baja, especialmente en individuos con baja parasistemia. Además, los resultados dependen de la experiencia técnica y de la calidad de las diapositivas preparadas.

La observación del parasito es posible mediante el uso de microscopía óptica de contraste de fase a (40X) para determinar la presencia de promastigotes de Leishmania, determinando el patrón de desarrollo de


del parásito en el intestino del flebotomo mediante el uso del criterio establecido por Laison y Shaw (1979).

Por otro lado las diferencias que se observan mediante el estudio de microscopia electrónica sugieren diferencias de lo que ocurre a nivel molecular y bioquímico en el momento de la fijación (Blum, 1996). Por esta razón se han propuesto múltiples criterios para la identificación, unos extrínsecos, que incluyen a la clínica, distribución geográfica y los vectores o animales de laboratorio, y los otros intrínsecos como el fenotipo, y el genoma del parásito de igual manera se considera el vícerotropismo y dermotropismo como criterios extrínsecos.

El

cultivo

del

parásito

puede

Figura 1 Tomado de: Añez et al, 2012 Leishmania infantum/ Giemsa al 10% 1000X

mejorar la sensibilidad diagnóstica, pero consume mucho tiempo y es una prueba cara, y por lo tanto rara vez se usa para el diagnóstico clínico (Allahverdiyev et al, 2005; Maurya et al, 2010).

Añez et al, 2012 confirmó la presencia microscópica de Leishmania infantum en casos agudos de LV. La presunción clínica estuvo basada en


la detección de síndrome febril prolongado, hepatomegalia, desnutrición y anemia, con recomendación de reclusión hospitalaria.

La confirmación de estos casos fueron de niños con edades entre 1-13 años procedentes de 6 municipios Mauroa, Buchivacoa, Urumaco, Federación y Unión del estado Falcón, esta se realizó a partir de muestras de médula ósea con la cual se prepararon extendidos, que fueron teñidos con Giemsa al 10% en buffer fosfato. Las observaciones microscópicas

a

(1000X)

permitieron

la

identificación

de

formas

evolutivas de Amastigotes de Leishmania infantum, las cuales fueron registradas en fotografías microscópicas para su análisis.

Añez et al, 2012 demostró la presencia de Leishmania infantum en casos agudos de LV. La presunción clínica estuvo basada en la detección de síndrome febril prolongado, hepatomegalia, desnutrición y anemia, con recomendación de reclusión hospitalaria. La confirmación de estos casos fueron de niños con edades entre 1-13 años procedentes de 6 municipios Mauroa, Buchivacoa, Urumaco, Federación y Unión del estado Falcón, esta se realizó a partir de muestras de médula ósea con la cual se prepararon extendidos, que fueron teñidos con Giemsa al 10% en buffer fosfato. Las observaciones microscópicas a (1000X) permitieron la identificación de formas evolutivas de Amastigotes de Leishmania infantum, las cuales fueron registradas en fotografías microscópicas para


su análisis (Figura 1). De igual manera reveló la existencia de formas evolutivas de promastigotas a partir de muestras de 5ml-3ml de sangre de

individuos

o

perros

bajo

estudio,

aplicando

un

test

de

Inmunofluorescencia indirecta (IFI) identificando 40 promastigotes / campo microscópico observado 400X de aumento.

Falcón representa el Estado más importante en foco Occidental de la LV en Venezuela, el primer caso reportado por Bemerqui & Soto-Pirela en (1959) fue confirmado por la presencia de formas evolutivas de amastigotos, de un frotis de medula ósea de un paciente de 28 años de edad procedente de Pueblo Nuevo de la Sierra (En: Torrealba, 1970). A partir de 1995 Yépez et al han reportado casos de LV mediante frotis de medula ósea junto al uso de otras técnicas, 1 caso en 1995, 2 casos en pediátricos procedentes de municipio Unión al sur del estado Falcón, 2001-2003 reporto 2 casos uno proveniente del caserío La Palma y el otro en Los Pozones ambos caseríos del Municipio Buchivacoa, de igual manera en el 2003, diagnosticó un nuevo caso en un niño de 18 meses de edad procedente del caserío Morrocoy en el Municipio Unión, del Estado Falcón (Vargas, 2004).

Para el 2016 la OMS incorpora un Informe que establece un protocolo de uso común para el diagnóstico microscópico de Leishmaniasis. Protocolo evaluado por 14 países Latino Americanos, el protocolo establece como parámetro la identificación de Leishmania sp cuyo valor puede ser


presente o ausente, codificado como Leishmaniasis Internacional (LHI) seguido de dos dígitos (01) correspondían al número de la lámina. Luego un guion para separarlo de los dos últimos dígitos (15) del año vigente. Los datos obtenidos fueron evaluados por el datos se realizó el cálculo del índice estadístico de Kappa de Cohen (k) (OMS / OPS, 2016).

Evaluación serológica de la LV en el Semiárido Falconiano

El diagnóstico serológico específico de la Leishmaniasis se determina en función de la respuesta humoral específica. Las pruebas serológicas actuales se basan en diversos formatos: test de inmunofluorescencia indirecta (IFI); ensayo inmunoenzimático (ELISA); test de aglutinación directa (TAD). La sensibilidad depende del ensayo y de su metodología, pero la especificidad depende del antígeno y no del formato serológico utilizado.

Se ha observado que todas las pruebas de detección de anticuerpos comparten los mismos inconvenientes; Los anticuerpos permanecen positivos durante muchos meses después de que el paciente ha sido curado y no diferencian entre la infección actual y la pasada. En las regiones endémicas, las personas infectadas asintomáticamente también pueden ser positivas en estas pruebas (Elmahallawy, 2014). En cuanto al Estado Falcón es una de las entidades territoriales que conforman el foco occidental de LV en Venezuela. Aunque El primer caso


fue

reportado por Bemerqui &

Soto-Pirela

(1959), este

no fue

confirmado por métodos serológicos (En: Torrealba, 1970). A pesar de ello fue hasta 1995 cuando Yépez et al se realizó el primer estudio de la LV en el que se identificó por medio de técnicas serológicas las cuales fueron aplicadas tanto en poblaciones humanas como en caninas, con un esquema de tres técnicas serológicas (TAD, IFI y ELISA), que mostraron un 27,7% en humanos, un 38% para L. infantum en la población canina, estudio que surge a partir del diagnóstico de dos casos procedentes del caserío Morrocoy del Municipio Unión, al sureste del Estado.

Monzart & Moron (1995) realizaron un estudio perros de los caseríos Monterrey, Trompillal y La Carretera del Municipio Unión al sureste del Estado Falcón estos reportaron un 16,6% de reactividad serológica utilizando la prueba de ELISA.

Cordero et al (1998) realizaron un estudio entre los años 1990-1996, reportando casos para el Municipio Unión, Federación, Municipio Bolívar, reportando una seroprevalencia de 1 caso por año y cuatro para 1996. Estos autores encontraron otros dos casos del Municipio Unión- Estado Falcón, tratados en el del Hospital «Antonio María Pineda» durante el lapso 1993-1996 motivo por el cual realizaron un estudio en la Parroquia Vegas

del

Tuy

del

Municipio

Unión,

y

obtuvieron

28,07%

de

seroreactividad a Leishmania, test de aglutinación directa (TAD),


Inmuno-fluorescencia

Indirecta

(IFI)

y

Ensayo

Inmunoenzimático

(ELISA).

Yépez et al (2001) realizó un estudio es áreas limítrofes entre los Estados Falcón- Lara, donde se reporta un 13% de sero-reactividad para L. infantum aplicando el esquema diagnostico (TAD, IFI, ELISA). Pero los pacientes no presentaron manifestaciones clínicas de Leishmaniasis (Vargas-Díaz, 2004).

Yépez, (2003) diagnosticó un nuevo caso, tanto por manifestaciones clínicas confirmado con serología (TAD, ELISA, IFI) y por técnicas moleculares: PCR e Hibridación procedente del caserío Morrocoy Municipio Unión, al Sureste del Estado Falcón.

Vargas-Díaz et al, 2004 determinó en una comunidad rural ubicada en el Municipio Urdaneta, al Norte del Estado Lara, que limita al Norte con el Municipio Unión, Estado Falcón una seropositividad en humanos y caninos de 21% y 89% respectivamente utilizando tres métodos serológicos (TAD, IFI, ELISA) para detectar infección por Leishmania.

Añez et al, 2012 realizó un estudio epidemiológico sobre Leishmaniasis visceral en la región semiárida del occidente de Venezuela con especial


referencia a la detección de infecciones inaparentes, determinando la seroprevalencia de la LV de anticuerpos circulantes anti-Leishmania infantum (=L.chagasi) del 16,9% y 76,1% en humanos asintomáticos y perros, en 25 y 8 localidades de Falcón respectivamente, utilizando los métodos serológicos que previamente estandarizó y adaptó para el estudio de casos en Venezuela, tales como el test de aglutinación directa (TAD) pre tratado con 2-mercaptoetanol, a una concentración final de 0,5 DO utilizando un antígeno crudo; el test de inmunofluorescencia indirecta (IFI) con 40 promastigotes por campo microscópico observados a un aumento de 400X y el ensayo inmunoenzimático (ELISA).

Un estudio estadístico de los casos de LV en el estado Falcón mostró que los niños son los pacientes más propensos a enfermarse de LV ya que el 30% de los pacientes seropositivos son menores de 11 años, con una inclinación a pacientes del sexo femenino. Se encontró que la región de procedencia del paciente si determina el resultado de la prueba seropositiva

y

con

esto

hay

una

alta

probabilidad

de

clasificar

correctamente a un paciente como positivo con la enfermedad de acuerdo a la región donde habite (Olmedo, 2012).


Uso de Pruebas Moleculares para la detección de casos de LV en el Semiárido Falconiano

Guevara et al (1992) construyeron

sondas del ADN procedentes del

espaciador ribosómico no transcrito (NTS) de diversas especies aisladas de Leishmania, esta probaron ser sensibles y específicas. Las Pruebas de RFLP revelaron patrones muy homogéneos, a partir de ello se diseñó un ensayo de PCR con el fin de la detección del parasito con especial énfasis en Venezuela.

Existen diversos métodos moleculares los cuales han sido evaluados sucesivamente para el diagnóstico de Leishmaniasis, sin embargo la reacción en cadena de la polimerasa por si siglas en inglés (PCR) es la principal herramienta utilizada para construir la data que corrobora la presencia o ausencia de infección por Leishmania, esta herramienta es especialmente útil en pacientes inmunosuprimidos (Piarroux, 1994 Antinori, 2007).

Diversos protocolos se han establecido para detectar el ADN de Leishmania y para el diagnóstico de LV se han utilizado diversas muestras entre las que se incluyen bazo, ganglio linfático y aspirados de médula ósea, sangre entera y capa blanda (Pizzuto, 2007; MartinSánchez, 2004; Sreenivas, 2004). De igual manera es variada la


secuencia diana utilizada para el análisis tal como ARN de cinetoplasto (kDNA) genes de ARN ribosómico, ARN derivado de miniexones (medRNA) y la región del gen ß-tubulina (Singh, 1999).

Las sensibilidades que se obtienen del diagnóstico de VL de la muestra utilizada, puesto que esta es de 100% en muestras de baso o médula ósea (Lachaud, 2000; da Silva, 2004; Osman, 1997), mientras que la muestra de sangre varía de 70% a 100%, sin embargo es la más ideal debido a que para su obtención es poco invasiva (Lachaud, 2000; Osman, 1997; Singh, 1999).

El uso más reciente de oligocromatografia-PCR para el diagnóstico de LV, mostró una sensibilidad de más de un 95% utilizando muestras de linfa, sangre y médula ósea (Saad, 2010). El uso novedoso de PCR fluorogénica en un gen de ARNr conservado ha generado amplificados usando cebadores flanqueantes que mostraron una gran sensibilidad y especificidad con el uso de ADN fluorescente, (Wortmann, 2001). De igual manera la PCR en tiempo real, puede proporcionar información cuantitativa puesto que puede evaluar la carga del parásito es útil en el seguimiento del tratamiento. A pesar de ello el PCR es una prueba de alto costo motivo por el cual no se encuentra en la mayoría de los países endémicos con LV lo que lo restringe a pocos hospitales y centros de investigación (Elmahallawy, 2014).


En Venezuela y más específicamente en el semiárido Falconiano se tiene una experiencia probada por Añez et al con la aplicación de PCR en muestras de suero humano y canino además de la detección de ADN de Leishmania en la población flebotomina capturada de las diversas localidades de Falcón y Lara. De igual manera otros investigadores han realizado estudios aplicando esta prueba en muestras provenientes de semiárido Falconiano (Añez, 2012; Vargas-Díaz, 2004; Yépez, 2003; Cordero, 1998; Yépez, 1995; Monzart, G. & Moront, 1995).

Estudios Epidemiológicos y Eco-epidemiológicos Moleculares de la

Leishmaniasis

Visceral

en

el

Contexto

del

semiárido

Falconiano.

El paradigma eco-epidemiológico enfatiza la interdependencia de las personas y sus conexiones con los contextos biológico, físico, social e histórico. Considera las contribuciones del nivel individual y los efectos sobre él de los niveles de organización macro-individuales y microindividuales (Ariza, 2009).

La eco-epidemiología es una propuesta novedosa que pretende integrar la explicación de la enfermedad y los efectos determinantes de distintos niveles

como

social,

poblacional,

individual,

celular

y

molecular,


utilizando la metáfora de las “cajas chinas” en las cuales una caja grande contiene a una caja más pequeña y ésta a su vez otra más pequeña y así sucesivamente.

El uso analógico de este método puede ser útil para entender como un nivel narra lo que le sucede a otro, que a su vez está narrando algo que le sucede a otro siguiente en el que está contenido, de modo que le nivel social explica los efectos poblacionales y así sucesivamente hasta llegar el nivel celular y molecular por lo que es posible hacer un intercambio de lugares y sucesos en el tiempo, mezclando el presente con el pasado y el futuro, y estudiar un problema de salud pública multifactorial con un método que permita ampliar la visión hacia un panorama más holístico (Ariza, 2009; Diez-Roux,2000).

La propuesta eco-epidemiológica integra así la explicación de la enfermedad los efectos de determinantes de distintos niveles (desde los niveles ecológico, poblacional y social hasta el celular y molecular), es por ello que el proceso salud enfermedad no solo es individual y biológico sino también social, cultural, político, económico y ético (Colditz, 1997; Koopman 1999). De modo que la eco-epidemiología considera que los diferentes niveles de organización aportan elementos causales y patogénicos disímiles al proceso salud- enfermedad, por lo que la elaboración de teorías distintivas explicativas en los diferentes


niveles permite entender específicamente la enfermedad y su prevención (Ariza, 2009).

A nivel mundial sobre la OPS/ OMS propone establecer una vigilancia de la Leishmaniasis considerando la diversidad de especies de parásito, vectores, ciclos de transmisión, escenarios eco-epidemiológicos, de la estructura y recursos de los sistemas de salud (OPS, 2013). Por otro laso los factores de riesgos están haciendo a la Leishmaniasis una preocupación creciente de la salud pública para muchos países alrededor del mundo. Diversos estudios muestran que ciertos factores de riesgo son nuevos, mientras que otros conocidos se están volviendo más significativos. Ciertamente los riesgos están relacionados con los niveles eco-epidemiológicos que afectan a todas las formas de Leishmaniasis (Desjeux, 2001).

El reporte más actual sobre Leishmaniasis Visceral por la organización mundial de la Salud muestra que la situación epidemiológica en África oriental

han causado una alta morbilidad y mortalidad en las

comunidades afectadas, de igual manera se han realizado estudios ecoepidemiológicos en Etiopía (Etiopía (Gadisa, 2015), Kenya (GEBRE‐ MICHAEL, 1993), Sudán del Sur y Sudán (Elnaiem, 2003) para entender el problema de la enfermedad.


En Américas la situación epidemiológica es compleja, producto de variaciones intra e inter-específicas en los ciclos de transmisión, hospedadores,

reservorios,

vectores,

manifestaciones

clínicas

y

respuesta al tratamiento debido a las múltiples especies de Leishmania circulantes en la misma área geográfica (OPS, 2013).

El reporte de la 3 reunión de los programas Nacionales de Leishmaniasis de los países prioritarios de las Américas se designó como países prioritarios para la Leishmaniasis visceral Argentina, Brasil, Paraguay, Colombia y Venezuela. En los que se han realizados diversos estudios eco-epidemiológicos sobre el casos (Salomón, 2008, 2012; Lainson, 2005; Canese, 2013).

En Venezuela se han realizado diversos estudios para establecer la epidemiología de la Leishmaniasis, así como también estudios ecoepidemiológicos, y más específicamente en el semiárido Falconiano y sus cercanías se han realizado diversos estudios de la epidemiología de la Leishmaniasis visceral en sus focos naturales con atención particular sobre vectores o trasmisores considerando la densidad poblacional y su relación con el ambiente, el paisaje y la población susceptible (Cazorla, 1999;de Anzola, 2001; Cazorla, 2003; Cortés, 2008;

Cazorla, 2008;

Caraballo 2010; Trabaiezo, 2012; Cazorla 2012; Chávez y Añez; 2016).


De

igual

manera

se

destaca

diversos

estudios,

casos

clínicos,

tratamientos y evaluaciones en las que se aplican herramientas moleculares e inmunológicas para la caracterización e identificación del agente causal y de esta manera se interrelación

multifactorial

que

incluye

establecer en contexto la los

aspectos

sobre

la

Leishmaniasis visceral en el área semiárida de sistema coriano (Richusa, 1994; Cordero, 1998; Yépez, 2003; Vargas-Díaz, 2004a, 2004b, 2007; Añez, 2012). De igual manera los autores Yépez, Añez y Yegres (2017) proponen que existe una asociación entre los factores que inciden en la aparición de la Leishmaniasis en el semiárido falconiano


CONCLUSIÓN

Se considera a la región Falconiana como una región de interés para el estudio de la Leismaniasis Visceral LV, y se propone el estudio eco epidemiológico

basado

en

un

esquema

diagnostico

integrado.

La

información sobre las condiciones ambientales y socioeconómicas son un factor clave en el desarrollo de la ecuación necesaria para el análisis de la epidemiología

molecular

la

lesishmania

infantum

y

su

consecuente

enfermedad. El estudio del vertor y su desarrollo frente a los cambios climáticos en el semiárido Falconiano en Venezuela es de importancia para reconocer la distribución de la enfermedad. La identificación de los reservorios tradicionales así como los nuevos reservorios naturales son un factor de importancia para el análisis eco epidemiológico. La identificación de casos clínicos y subsecuente indagación en las zonas, identificación directa del agente etiológico junto al uso de la tecnología molecular necesaria es sin duda la mejor manera de obtener datos que nos permitan obtener una idea geo espacial del problema. Finalmente es de esencial importancia la búsqueda de a través de un método integrado de la detección del parasito con el fin de identificar las posibles infecciones inaparentes.


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