Primera Conferencia Bienal de Cooperativismo
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Nuevo integrante en Junta Rectora CDCOOP
Diez aĂąos de la Cooperativa Madre Tierra
Con nueva cara COSSEC
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FrĂĄgil el cimiento de la reforma contributiva P. 4-5
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Mildred Santiago Ortiz Directora Ejecutiva Liga de Cooperativas
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l panorama económico del país continúa siendo incierto al cabo de cinco años de recesión. Las políticas gubernamentales neoliberales cada día nos agobian. Una reforma contributiva en proceso con la cual hay incertidumbre, crimen, desempleo, inflación, consumismo y ahora el éxodo de nuestra gente, invaden el panorama. El deterioro social y económico es evidente y cada día se palpa con mayor fuerza. En el futuro no se atisban soluciones a una economía que necesita con urgencia un plan de desarrollo viable y que propicie un desarrollo auto sostenible para nuestra nación. En ese mismo entorno coexistimos organizaciones que pertenecemos a la llamada economía social. En ellas se destacan personas que día a día dan vida a experiencias distintas en las cuales se posiciona al ser humano sobre el capital, se practica la democracia y se desarrolla todo un accionar comprometido con un ideario que afirma el compromiso con un futuro mejor y un desarrollo auto sostenido. Es por esto que en esta edición reseñamos los temas discutidos en la Primera Bienal de Desarrollo Cooperativo y Economía Social, auspiciada por la Comisión de Desarrollo Cooperativo, el Instituto de Cooperativismo y la Liga de Cooperativas. Los temas allí dicutidos son indicios fehacientes de que existen experiencias diferentes que necesitan un impulso mayor. La experiencia cooperativista, su legado y aportaciones al desarrollo socioeconómico del país demuestran el potencial de nuestra gente que ha dirigido organizaciones autogestionarias, que hoy por hoy mantienen la confianza del pueblo. Organizaciones como la Cooperativa de Seguros Múltiples que en estas páginas nos muestra, una vez más que se puede ser exitoso y socialmente responsable con el entorno. El éxito, en especial del sector financiero del cooperativismo (ahorro y crédito y seguros), no es suficiente, por lo que reconocemos que es vital vencer obstáculos para posicionarnos en el desarrollo de otros sectores de producción y trabajo. Esa agenda ya está identificada por los cooperativistas que nos disponemos a aceptar ese reto. Para hacerlo no necesitamos nada más que voluntad y confianza en nosotros mismos para continuar demostrando más efectivamente que hay una manera distinta de resolver las necesidades en nuestras comunidades. Esa confianza es nuestra mejor aliada para anteponer nuestra agenda como sabemos hacerlo: construyendo y edificando con lo que hemos levantado y reclamando autonomía y respeto para continuar la jornada. El cooperativismo, hoy más que nunca, dice presente para afianzar la fe en el ser humano y su potencial mediante la acción transformadora del consenso social y la práctica de los valores y principios cooperativos. Tenemos que volver a nuestras comunidades, a los nuestros, a sus necesidades, identificando talentos y virtudes y propiciando soluciones a sus carestías. Asistidos por el éxito alcanzado y revestidos de la confianza del pueblo que nos dio vida podremos encaminar la esperanza con rostro de justicia social para alcanzar el Puerto Rico que anhelamos. El Cooperativismo puede desplegar una renovada eficiencia económica y nuevas fuerzas propias de respuesta a la crisis económico-social contemporánea, y hacer un aporte sustancial a un proceso de transformación histórica de la sociedad; pero ello supone enfrentar –en la teoría y en la práctica- sus insuficiencias y limitaciones.
Mildred Santiago Ortiz
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CRÉDITOS Comité de Periódico
Aida L. Torres Cruz Carmen M. Lugo Colón José Aníbal González Rivera Juan Rodríguez Cordero Luis Velázquez Vera
Editora
Mildred Santiago Ortiz
Coordinación editorial José Julián Ramírez
Coordinadora editorial para Prensa Comunitaria Carla Minet
Colaboradores de esta edición Laura Candelas Luis Velázquez Vera Miguel A. Torres Roberto Castro Hiraldo Alexie M. Lugo Canales Ángel Serrano
Prensa Comunitaria
Naisha Yaney Feliciano Moragón Edenmarí Class Montijo Marcos Brenes José Antonio Rosario
Diseño Gráfico y Diagramación Luis R. Hernández Rivera
Puerto Rico Cooperativista y su suplemento COOPOLIS es una publicación de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico. Las opiniones aquí vertidas no representan necesariamente la opinión oficial de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico. La publicación de anuncios en este periódico tampoco implica un endoso, de parte de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico, al producto o servicio anunciado. Aceptamos colaboraciones que aporten al debate ciudadano y a la discusión sobre economía cooperativa y solidaria. Nos comprometemos a revisarlos, pero no necesariamente a publicarlos, ni contestar correspondencia relacionada. Puerto Rico Cooperativista se reserva el derecho de editar los textos por razones de espacio y hacer correcciones de estilo. Para más información comuníquese a: Liga de Cooperativas de Puerto Rico Apartado 360707 San Juan, Puerto Rico 00936-0707 Ave. Américo Miranda Núm. 400 Tel. 787-764-2727 Fax. 787-250-6093 www.liga.coop julian@liga.coop Derechos Reservados © 2008-2011
Si usted quiere hacernos alguna consulta sobre cooperativismo puede dirigirla a nuestra dirección postal o electrónica. En la próxima edición de Puerto Rico Cooperativista contestaremos su interrogante.
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Frágil el cimiento de la Reforma Contributiva Por Laura Candelas Fotos por José Antonio Rosario
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i todo funcionara bien con la Reforma Contributiva de la actual administración, el que rinde planillas tendría, en la “primera etapa” de esta Reforma $3.17 más en sus bolsillos diariamente, tres dólares y 17 centavos adicionales. Según la Reforma Contributiva planteada, en la planilla del 2011, el primer año de su puesta en vigor, habría un alivio contributivo de $1,200 millones, que repartidos en las poco más de 1 millón de planillas que se rinden, producirían para cada contribuyente $1,200 en ahorros anuales, unos $100 por mes o los $3.17 diarios mencionados. “En la estructura más baja serían 68 centavos diarios”, advirtió el economista y profesor universitario, José Alameda. Poquísimo alivio, y con el agravante que la política del gobierno es que ese dinero se utilice para consumo como una manera de mover la economía y sin mucha esperanza de recobrar algo a través de la captación del IVU, como ha sido la experiencia. Así las cosas, los beneficiados serían, en su mayoría, las grandes tiendas como Walmart, que es como decir Amigo, o en general los vendedores de productos que no se producen en Puerto Rico. ¿No sería mejor que el gobierno invirtiera los $1,200 millones que convertirá en alivios contributivos en inversión social, en educación y la salud, por ejemplo? “Es más propaganda política que una verdadera reforma, no representa grandes ahorros, ni grandes cosas”, añadió Alameda. No sería la primera vez en años recientes _en 1984 la administración de Rafael Hernández Colón y en 1994 la de Pedro Rosselló_ que los gobernantes promueven reformas contributivas para aumentar los fondos del erario sin éxito. En ambas ocasiones mencionadas falló el estimado de recaudos y Hernández Colón impuso impuestos que todavía se le reclaman como la “crudita” y Rosselló tuvo que vender la Telefónica. El economista y también profesor universitario Argeo Quiñones, cuestionó que “si la pregunta es qué va a pasar con ese dinero (de los alivios contributivos), si lo gastan en Walmart o Kmart, se irá al exterior, en consumo de bienes que no se producen en Puerto Rico”.
Apuesta arriesgada al arbitrio de 4% Ambos expertos coincidieron por separado en que la Reforma Contributiva está predicada sobre bases muy frágiles. El gobierno apuesta a que las corporaciones foráneas, unas 35, cumplan con el pago del 4% de arbitrio que se le impone el primer año pero que irá gradualmente disminuyendo durante los seis años para los que está diseñada la Reforma. Estas empresas han solicitado una opinión al Servicio federal de Rentas Internas (IRS por su siglas en inglés) cuestionando si podrán obtener un crédito contributivo por el arbitrio que pagan aquí. No es arriesgado concluir que sin ese crédito algunas de esas empresas podrían decidir mudar sus operaciones de Puerto Rico pues ya han expresado inconformidad por el arbitrio que, según dicen, encarece su producción o merma sus ganancias.
Según una fuente, la situación se agrava toda vez que ese 4%, las empresas establecidas en Puerto Rico y protegidas por un decreto que les concede exención contributiva, se lo retienen a las compañías foráneas a las que le compran la materia prima para producir sus productos en la lsla. Hacienda, según la fuente, no tiene la capacidad para auditar a esas empresas que están fuera de Puerto Rico. “Los libros no están aquí. (Hacienda) están confiando en que esas compañías que venden a las empresas aquí van a hacer el cálculo correcto de una fórmula que es bien complicada”. La situación podría ser similar a lo ocurrido en 1996, cuando se eliminó la Cláusula 936. Las empresas manufactureras buscaron mejores condiciones para operar. Ahora, por el arbitrio, podrían hacer lo mismo. “La economía global les da esa ventaja”, añadió la fuente un abogado y contador público autorizado que prefirió no identificarse. Por otro lado, el Gobierno estaría apostando a que el dinero que dejara de recibir progresivamente cada año que dure la Reforma por concepto del 4%, se compensaría con el aumento del IVU que estarían pagando los consumidores que aumentarían el consumo porque tienen más dinero en su bolsillo. “Es una apuesta arriesgada”, advirtió la fuente. Números de Hacienda indican que por concepto del IVU, en diciembre, por las ventas hechas en noviembre se reportó que el recaudo fue de 97.3 millones. En enero, reflejando las ventas del periodo navideño, el recaudo por el IVU fue de $124 millones. Ya en febrero, por las ventas de enero el recaudo volvió a normalizarse y decaer alcanzando sólo $91.7 millones.
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Los últimos números de Hacienda, correspondientes a febrero indican que por concepto del arbitrio de 4% a las corporaciones foráneas se recaudaron $125.1 millones, lo que representa $16.4 millones más que el mes anterior. El gobierno estima que por este concepto recaudaría, en los seis años que debe durar esta reforma, unos $6,000 millones. Según Hacienda, al 15 de marzo no tenían los números nuevos que recibe el día 10 de cada mes.
Robles.
“Ahora están pagando (el arbitrio) porque esto fue de la noche a la mañana y no se van a ir corriendo”, indicó la fuente.
Rivera Robles explicó también los cambios en la deducción de intereses hipotecarios. “La deducción se está limitando al 30% de un ingreso bruto modificado. Le llamamos modificado porque se le tiene que sumar el ingreso exento y los ingresos sujetos a tasas preferenciales (i.e, intereses, dividendos y ganancias de capital). O sea, que si una persona tiene solamente salarios de $40,000 e ingreso exento de $10,000, lo más que podrá deducir por concepto de intereses hipotecarios será $15,000 ($40,000 + $10,000 = $50,000 x 30%). Si una persona tiene intereses en exceso a la limitación antes descrita, puede volver a computar la limitación utilizando, si éste fuera mayor, el ingreso bruto ajustado modificado de cualquiera de los tres años anteriores. Las personas que hayan cumplido 65 año o más no estarán sujetas a la limitación”.
Por su parte, Quiñones indicó que liberar $1,200 millones para que la gente los gaste en bienes de consumo “es una ironía muy grande. La Universidad de Puerto Rico necesita $200 millones para salir de su crisis, al Centro Médico hubo que darle una línea de crédito para que se mantenga en pie, la cuota impuesta a los estudiantes de la UPR suma $40 millones”. Y en medio de esto se le están dando $1,200 millones a los consumidores para que lo gasten en las tiendas. La fuente coincidió señalando que el gobierno pudo, por ejemplo, “cuadrar el déficit que dice que heredó. Por qué, por ejemplo, no le pagan a la UPR los $180 millones que el propio gobierno y sus agencias le deben?.” El economista Elías Gutiérrez, en declaraciones recientes durante un foro de la Asociación de Industriales, coincidió indicando que nuevamente se premia el consumo y no la creación de medios de producción.
Sobre el crédito a las corporaciones dijo que siempre será del 7% de la obligación contributiva. Intereses hipotecarios
La Reforma Contributiva, que inicia en el año preelectoral del 2011 y que será revisada en el año post electoral de 2013, tendrá además un crédito por trabajar, si se rinde, de entre $300 y $600 lo que, según el gobierno, beneficiará a 217,000 contribuyentes adicionales a los que se benefician de esto en la actualidad. Las personas mayores de 65 años con ingresos menores de $15,000 anuales, recibirán un alivio contributivo de $400.
Quiñones recordó que en el verano de 2008 la administración Bush inyectó $1,200 millones a la economía de Puerto Rico y que eso no evitó que la situación continuara más grave cada día.
El profesor Quiñones ofreció el siguiente ejemplo para ilustrar lo que describió como la inequidad de la llamada reforma: una familia que reporta dos ingresos y un dependiente y que tenga ingresos de $100,000, en los seis años para los que está predicada la reforma recibiría $38,000 en alivios contributivos. Mientras, el que gane el salario mínimo y recibe $15,000 anuales obtendrá sólo $6,000 de alivio contributivo en esos seis años.
Francisco Catalá, otro economista consultado, recordó los fondos ARRA de Obama que recibieron los individuos en Puerto Rico. “Se hicieron sal y agua, no hubo un estímulo para la actividad productiva”.
Cuáles son los alivios La Reforma Contributiva promete créditos contributivos para todos los individuos que rinden planillas. Habrá bajas en las tasas contributivas de todos. Para la planilla del 2011, por ejemplo, las personas que tengan ingresos menores de $20,000 no tendrán que rendir planillas. Los que rindan por ingresos entre $20,000 y $40,000 tendrán una tasa de 15%; los de ingresos entre $40,000 y $100,000, pagarán 10% y los de 100,000 a $150,000, 7%. “Casi todo el mundo se beneficia, quizás no tan marcadamente como se esperaba… unos ganan y otros pierden”, dijo la CPA María de Lourdes Rivera, de la firma Kevane Grant Thornton.
“Sí hay alivio”, dijo Catalá, el problema, explicó, es que si esos alivios dependen de los recaudos por concepto del arbitrio a las corporaciones foráneas, eso es impredecible.
El economista y también profesor universitario Argeo Quiñones, cuestionó que “si la pregunta es qué va a pasar con ese dinero (de los alivios contributivos), si lo gastan en Walmart o Kmart, se irá al exterior, en consumo de bienes que no se producen en Puerto Rico”.
“El que no tenía muchas deducciones y tiene ingresos moderados o bajos, esos van a ver una reducción”, en la retención, añadió Rivera. En el caso de personas que tienen inversiones, en el futuro no podrán utilizar las pérdidas de las sociedades especiales contra otros ingresos. “Antes podían deducir hasta un 50% de esas pérdidas”, explicó Rivera.
“No sabemos qué va a pasar, si esas corporaciones extranjeras van a continuar haciendo sus compras a empresas en Puerto Rico o si van a apelar a la creatividad contable como han hecho antes”, advirtió Catalá. Por otro lado, destacó que los alivios anunciados se mantendrán hasta el 2013 cuando se revisarán los recaudos estimados. “Si no se recauda lo suficiente, si la economía no crece y si no se reduce el gasto público” entonces esos alivios desaparecerían.
“No hay motivo para sentirse optimista”, dijo Catalá. Recordó que entre 2007 y 2009 la recaudación por concepto de contribuciones se redujo en $1,000 millones. “Es muy grande la evasión contributiva”.
El primer vicepresidente del Colegio de CPA, Kenneth Rivera Robles, advirtió que en la planilla que se radicará este 15 de abril aplican sólo los cambios introducidos por la Ley 171 de noviembre de 2010.
Números de Hacienda indican que por concepto del IVU, en diciembre, por las ventas hechas en noviembre se reportó que el recaudo fue de 97.3 millones. En enero, reflejando las ventas del periodo navideño, el recaudo por el IVU fue de $124 millones. Ya en febrero, por las ventas de enero el recaudo volvió a normalizarse y decaer alcanzando sólo $91.7 millones.
“El cambio más importante (para la planilla que estamos llenando) es la concesión de varios créditos que reducen la obligación contributiva de las personas. En el caso de individuos, el crédito será de 15% cuando el ingreso bruto ajustado de la persona sea menor de $40,000. El crédito se reduce a 10% cuando dicho ingreso bruto ajustado exceda $40,000 pero no $100,000 ($150,000 en el caso los casados). Finalmente, cuando el ingreso bruto ajustado sea mayor de $100,000 ($150,000 para los casados) el crédito se reduce a 7%”, dijo Rivera
“No se dan cuenta que cuando languidece el sector público, languidece el sector privado también”, dijo Catalá.
Por separado los tres economistas parecieron coincidir en que la administración Fortuño, ideológicamente republicana, achaca los problemas de insuficiencia fiscal al tamaño del gobierno y no a su incapacidad de recaudar _contribuciones y el pago del IVU_ lo que ha agravado la crisis del País.
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Primera Conferencia Bienal de Desarrollo Cooperativo y EconomĂa Social En esta ediciĂłn reseĂąamos los paneles concurrentes de esta primera conferencia celebrada el 25 de febrero de 2011.
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Hacia el año mundial del cooperativismo
Tan temprano como en 1873 -apenas 29 años después de la fundación de la primera cooperativa moderna y exitosa del mundo: los Justos Pioneros de Rochdale (1944)- se creó la primera cooperativa en Puerto Rico con la aparición de la sociedad de socorros mutuos Los Amigos del Bien Público. Este fue un momento coyuntural para nuestra vida como pueblo, ya que en este mismo año se abolió la esclavitud y se derogó la libreta de jornal. No es casualidad que fuera Don Santiago Andrade, un obrero de San Juan preocupado por las necesidades de la clase trabajadora, quien marcara este hito en la historia. Por: Eliud Torres Colón Presidente Liga de Cooperativas de Puerto Rico
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ay que subrayar que la puesta en práctica de este “primer experimento cooperativo” como le llama el Dr. Francisco Catalá en su libro El Callejón del Sapo, se debió en gran medida a que el cooperativismo fue abrazado por pensadores puertorriqueños de la talla de Eugenio María de Hostos, José Celso Barbosa y Rosendo Matienzo Cintrón, entre otros, quienes fomentaron el cooperativismo como una forma de asociación con la capacidad intrínseca de contribuir a la superación de la pobreza y a la creación de una sociedad más justa y democrática. El otro gran momento trascendental en el cooperativismo puertorriqueño fue a partir del 1945 cuando se comenzaron a impartir los cursos y seminarios del Padre Joseph MacDonald en la Universidad de Puerto Rico. Influenciados por este vicario de la cooperación, un nutrido grupo de intelectuales y servidores públicos liderados por Don Moncho Colón Torres, viajaron a Antigonish en Canadá para aprender sobre el movimiento cooperativista de transformación social que se gestó en este pueblo de la provincia de Nueva Escocia. Como resultado de ese viaje, esa “Comisión de Antígonish” trajo varias propuestas que fueron plasmadas en la primera Ley General de Sociedades Cooperativas de Puerto Rico. Esta ley de vanguardia y su puesta en práctica por insignes servidores públicos y cooperativistas comprometidos con la educación como elemento liberador del ser humano, permitieron que el cooperativismo despuntara como un modelo socioeconómico eficaz para el progreso y la transformación social. En aquel momento, nuestro País se convirtió en vitrina del cooperativismo hacia Centro y Suramérica; y, nuestro sistema fue emulado y estudiado por países de toda la región. Pasada una década del siglo XXI, la realidad de Puerto Rico se nos presenta con nuevos retos. Tenemos un País ansioso por superar sus situaciones; y, como lo fuera para nuestros precursores en el 1946, contamos con una nueva legislación (Ley Orgánica de la Comisión de Desarrollo Cooperativo), que fue el producto de debates y consensos entre el movimiento cooperativo y el sector público del cooperativismo. Dar vida a este nuevo paradigma y edificar un funcionamiento basado en la concertación, el diálogo y el respeto es un reto que asumimos con valentía.
Lo hacemos día a día revestidos de dos instrumentos esenciales: las salvaguardas que nos dio el Movimiento Cooperativo para aceptar este nuevo marco legal y el Plan Estratégico del Movimiento Cooperativo, aprobado el 19 de septiembre de 2009. Las salvaguardas que impuso el Movimiento nos inspiran y son parámetros esenciales para jamás olvidar que en el ejercicio de este junte estratégico con el gobierno para propiciar un desarrollo eficaz del cooperativismo, nuestro Principio de autonomía debe seguir siendo absoluto e irrenunciable. Por otro lado, con nuestro Plan Estratégico aseguramos que las aspiraciones colectivas del Movimiento son atendidas en esta agenda conjunta. Uno de los aspectos que nos ha mantenido unidos a pesar de las diferencias es el mandato legal de esta Ley 247 que establece un espacio de discusión y análisis ponderado sobre los aspectos de actualidad del cooperativismo, la diversificación sectorial del modelo cooperativo y la integración de esfuerzos solidarios junto al sector social de la economía. La Liga de Cooperativas de Puerto Rico, como portavoz del movimiento cooperativo puertorriqueño, se enorgullece de ser parte de este esfuerzo dirigido a abrir espacios que nos permitan reflexionar sobre nuestro derrotero y adquirir las herramientas educativas necesarias para fortalecer el liderazgo consciente y comprometido de nuestros dirigentes. El trabajo unitario de todos los que participamos en la Junta Rectora de la Comisión de Desarrollo Cooperativo para organizar este evento evidencia que la concertación es posible y es lo que espera y necesita nuestro País. En momentos en que la Asamblea de las Naciones Unidas ha decretado el año 2012 como el año mundial del cooperativismo,es imprescindible que asumamos esta primera Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Social para prepararnos de cara a esta importante fecha. Esta es una antesala excelente que debemos aprovechar al máximo. Exhortamos a todos los cooperativistas y al público en general a participar activamente de esta primera Conferencia Bienal, con la meta de discutir alternativas y soluciones dirigidas a que el cooperativismo puertorriqueño se convierta en la opción primordial para el desarrollo integral de nuestro pueblo. Solo de esta manera lograremos alcanzar un nuevo hito en nuestra historia para llegar al año Mundial del Cooperativismo con miras a alcanzar la transformación que anhelamos para convertirnos en un Cooperativismo de talla mundial.
Mensaje de Eliud Torres Colón, presidente de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico en la apertura de la 1era Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Social
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Pobreza y desigualdad: retos para el cooperativismo Resumen de la conferencia magistral Por Marcos Brenes Prensa Comunitaria Fotos suministrada CDCOOP
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l Presidente del Consejo Nacional de Cooperativas de República Dominicana Julito Furcal, tuvo a su cargo la conferencia magistral, durante la Primera Bienal de Cooperativismo y Economía Social, donde presentó la ponencia titulada Problemas, necesidades y oportunidades del cooperativismo, cooperativismo juvenil y la economía social en el Caribe y Puerto Rico. El profesor Furcal aprovechó para dar un trasfondo histórico del cooperativismo y la economía social, además de poner en contexto la importancia de éstos, en el panorama actual de recesión económica tanto a nivel mundial como en América Latina. Estudios recientes demuestran que no es sólo en los países conocidos como tercermundistas que la recesión se manifiesta, puesto que según Fulcar: “en el mundo desarrollado vive aproximadamente un 20% de la población mundial. Ahora bien, no todos los que habitan en él tienen un nivel de vida aceptable, debido a que, como ocurre también en los países más pobres, unos pocos concentran la mayor parte de la riqueza. El crecimiento de la riqueza global en los países desarrollados va acompañado, paradójicamente, de un aumento de los contrastes y, sobre todo, de un incremento de la población pobre. En Estados Unidos, las 400 mayores fortunas del país concentran un volumen de recursos equivalentes al ahorro de todo el resto de ciudadanos estadounidenses, mientras que veinte millones de personas pasan hambre varios días al mes, según un estudio de la Universidad de Harvard. La expansión de este fenómeno, asociado en una buena parte de los casos a los problemas de marginalidad en áreas urbanas, ha llevado a acuñar un nuevo término: el «Cuarto Mundo», para denominar al colectivo de población más desfavorecido en espacios desarrollados. Es decir, el «Cuarto Mundo» lo componen los pobres de los países ricos”. Según las Naciones Unidas, más de 2,700 millones de personas en el mundo viven en la pobreza y de ellos alrededor del 35%, vive en la indigencia. Se espera que 32.1% de los habitantes latinoamericanos (180 millones) permanezcan en situación de pobreza y 12.9% (72 millones) en la indigencia. La realidad social y económica caracterizada por una carencia de satisfacción de las necesidades básicas, convierte el concepto de pobreza en un término que presenta mucha complejidad. Está relacionado a la diferencia entre clases altas y bajas de cada país. “En los países desarrollados la pobreza extrema es minoritaria, pues los estados proporcionan, prácticamente, a la totalidad de sus ciudadanos, ciertos servicios imprescindibles que mitigan la situación de necesidad, como la educación básica gratuita, la atención médica y muchas ayudas en situaciones de enfermedad y jubilación. Por ello, suele hablarse de pobreza relativa, es decir, de personas que son más pobres que la media, pero que viven mejor que la mayoría de la población de los países del Tercer Mundo. Por ejemplo, en la Unión Europea se considera «pobre» a aquella persona o familia cuyos ingresos son inferiores al 50% de la renta media de la población. Por este motivo, el umbral de la pobreza varía de un país a otro”, dijo. Fulcar resaltó el rol que ha tenido en las últimas décadas la inmigración a países desarrollados para abrir aún más la brecha entre adinerados y personas de escasos recursos. La falta de oportunidad laboral que encuentran estos y estas inmigrantes, les obliga a aceptar los trabajos rechazados por la población nacional. También los dirige a actividades ilegales como la prostitución, el tráfico de drogas, la mendicidad, entre otros. A esa marginación étnica y social se añade, además, la correspondiente al género, pues se calcula que aproximadamente dos tercios de los pobres del mundo son mujeres. También se encuentra un contraste significativo en las fallas del Estado en Latinoamérica, ya que “los gobiernos cumplen un rol limitado en el financiamiento del consumo de niños y jóvenes (sólo 21%), a diferencia de lo que ocurre en economías desarrolladas en donde el Estado comparte con la familia esta responsabilidad (aporta el 45%). Por ello, es importante aumentar las transferencias públicas hacia el ciclo de vida infanto-juvenil”. Fulcar, quien posee estudios en educación y ciencias agrícolas y una maestría en educación orientada a la gestión educativa, nos dice que:
Profesor Julito Fulcar, presidente de la Conferederación Nacuinal de Cooperativas de la República Dominicana (CONACOOP), dirigiéndose al público en la primera Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Social de Puerto Rico.
“salvo honrosas excepciones, en el Caribe no existen políticas gubernamentales orientadas hacia la promoción y protección del sector de la economía social. Es casi nula la presencia de leyes que normen en su conjunto este sector, e imperceptible la relación gobierno-sector. La política social de los gobiernos en su mayoría se reduce a un proceso de clientelismo irracional, que solo provoca parasitismo, degradación moral y dependencia, debido a que estos programas sólo procuran mantener a los gobiernos de turno en el poder a costa de la depredación del erario público y el establecimiento de un régimen asistencialista que en nada contribuye al desarrollo social de los pueblos”. El desarrollo de proyectos de sostenibilidad real y autogestionados que promuevan el crecimiento de micro, pequeñas y medianas empresas de economía social-solidaria es un reto, dijo el conferenciante. Es aquí donde la economía social se visualiza como una respuesta contundente ante la necesidad de cambio. Desde una perspectiva histórica, la economía social se presentó como respuesta de grupos sin representación ni poder adquisitivo ante el capitalismo industrial entre los siglos 18 y 19. La economía social es un conjunto de agentes que se organizan en forma de asociaciones, fundaciones y cooperativas, en las que prima el interés general por sobre el particular y en las que la toma de decisiones se realiza de modo democrático y participativo.
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El cooperativismo, sigue los mismos principios. “Emerge como una expresión práctica del pensamiento contestatario de los socialistas ante las inhumanas consecuencias del liberalismo capitalista que surge a finales del siglo 18, en la Europa preindustrial. Las ideas centrales de los socialistas utópicos plantean, en lo esencial, tesis que conciben un mundo ideal donde prevalezca la justicia e igualdad de oportunidades, anticipándose a proponer formulas prácticas de solución de los problemas acuciantes de los trabajadores y sectores más desposeídos, lo que los lleva a la promoción de cooperativas de trabajadores con carácter experimental en sus respectivas empresas o áreas de influencia,” resaltó el conferenciante. El poder alcanzado en el Caribe por parte del movimiento cooperativista es palpable. Puerto Rico cuenta sólo en el åmbito de las cooperativas de ahorro y crédito con más de 6,239 millones de dólares, tres mil plazas de trabajo y más de 860 mil asociados directos. La República Dominicana cuenta con casi un millón de socios y casi 50 mil plazas de trabajo. En el caso de Cuba, su mayor fuerza está en el cooperativismo agropecuario, de créditos y servicios y las unidades básicas de producción, las cuales agrupan en total, alrededor de 3,200 cooperativas; aquí el Estado mantiene control, en la producción y comercialización de sus productos y servicios.
Profesor Julito Fulcar recibe obsequio de parte del honorable Melvin Carrión, Comisionado de Desarrollo Cooperativo.
El caso de la juventud, Fulcar expresó como uno prioritario ya que estudios demuestran que la edad promedio de participantes en el sector cooperativista es de 45 años en la región del Caribe y no se han creado estructuras que atraigan a la población juvenil. Por ende, es imperativo establecer programas de educación y capacitación que sean fácilmente identificables con la experiencia juvenil. Ese proceso debe ser teórico-práctico, basado en la promoción y creación de emprendimientos juveniles sustentados en cooperativas. Fulcar, quien se ha destacado por coordinar eventos internacionales y ha ofrecido más de 100 conferencias en países de Suramérica, Centroamérica y el Caribe, expresó que la fuerza que ha obtenido el cooperativismo en las últimas décadas se percibe ante la respuesta de los gobiernos que han tratado de neutralizar su crecimiento con “regulaciones y supervisiones” que no sólo disminuyen las aportaciones de dicho sector, sino que tratan de desestabilizarlo. Esto se ve alrededor del mundo. Es por esa amenaza continua, que el sector cooperativista debe hacer frente para garantizar su supervivencia y mantener sus valores, que tanto lo distinguen del sistema económico capitalista.
A pesar de que Puerto Rico se encuentra en el tope de la rama del cooperativismo financiero en el Caribe, Fulcar mencionó que la isla no ha logrado desarrollarse de igual manera en otros sectores del cooperativismo. La importancia de establecer autosuficiencia en el sector de producción de alimentos, como en la construcción de vivienda, es de gran necesidad. Su extensa experiencia en el cooperativismo financiero demuestra la capacidad de desarrollo productivo con el que cuenta Puerto Rico.
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Comparten experiencias en el cooperativismo y la economía social
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Por Naisha Y. Feliciano Moragón Prensa Comunitaria Fotos suministrada CDCOOP
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a experiencia, cuando se comparte, es un elemento clave para el desarrollo de todo tipo de empresa, más aún para aquellas asociaciones que promueven el lado humano del comercio. Esto fue evidenciado en todas las intervenciones de cooperativistas que participaron del panel “Experiencias en el cooperativismo y la economía social” durante la Primera Conferencia de Cooperativismo y Economía Social” celebrada en el mes de febrero. Durante las ponencias se discutieron los logros y vicisitudes de aquellos que conocen por experiencia propia lo que es ser parte de una cooperativa. En 22 de noviembre del 2003 se fundó la segunda cooperativa cultural de Puerto Rico: Taller de Cantautores o Taller Cé. El presidente de la antigua cooperativa, José Julián Ramírez Ruiz estuvo presente para hablar de su experiencia en este proyecto, de los distintos tipos de cooperativas y cómo se adaptan a las necesidades de grupos culturales. Entre los logros y beneficios para los artistas-socios que participan de estructuras cooperativistas como fue Taller Cé mencionó la fuente de trabajo por medio de propuestas a otras compañías, la obtención de licencia de producción de espectáculos y la grabación de producciones discográficas. Como parte de la experiencia de esta cooperativa también se cuentan los problemas. Algunos de los que mencionó Ramírez fueron de carácter externo, como la saturación del mercado en el área de Río Piedras, los problemas económicos entre los artistas o la falta de precedentes al momento de incorporarse, ya que algunas agencias no sabían cómo registrarlos. Sin embargo, uno de los más importantes aprendizajes fue la clasificación errónea que escogieron como cooperativa. El Taller Cé se clasificó como una cooperativa de servicios múltiples, cuando en realidad tenía más elementos de una cooperativa de trabajo asociado. Basándose en su experiencia Ramírez preparó una serie de sugerencias para advertirle de estos problemas a otras cooperativas. En primer lugar, establece que aquellos interesados en crear una cooperativa deben preguntarse cuál es el propósito de la misma. Ramírez Ruiz fue enfático en este aspecto ya que, para que los directores puedan percibir ingresos por medio de la cooperativa, deben incorporarse como cooperativa de trabajo asociado. Además recomendó que cada miembro tenga un puesto fijo y que haya igualdad en el sistema de selección entre aquellos que participen. También exhortó a aquellos que quieran comenzar una cooperativa a que no tengan miembros a tiempo completo trabajando junto a miembros que ofrezcan servicios profesionales, pues según su experiencia, esto crearía dos tipos de socios diferentes, lo cual resultaría problemático. El ponente agregó que las cooperativas de trabajo asociado no deben aceptar socios nuevos hasta tener la capacidad para ofréceles puestos regulares. Ramírez Ruiz enfatizó que: “hay que atreverse, pese a las desilusiones, hay que atreverse a caminar el camino del cooperativismo. Sobre todo cuando estamos rompiendo esquemas. Pese a esas desilusiones, seguimos convencidos de que el cooperativismo, en coordinación con la sociedad civil es el único camino transitable hacia un nuevo orden alterno.”
La segunda ponencia del panel estuvo a cargo de Roberto Rodríguez, quien habló de la situación de una cooperativa única en su tipo. La cooperativa ARIGOS se fundó a finales de la década de los 90 en la Cárcel Regional de Guayama. Fue creada por confinados que querían desarrollar a un nivel organizado su talento para crear piezas artesanales en madera, con materiales reusados de construcción y jabones. No fue hasta el año 2001 que decidieron formar una cooperativa, gracias a una conferencia sobre cooperativismo acerca de la cual Roberto Rodríguez
se expresó de la siguiente manera: “Esto nos brindó la educación para instruirnos real y objetivamente bajo una alternativa excepcional, donde fuimos admitidos sin ser discriminados”. Para lograr esta cooperativa contaron con ayuda de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico y la Administración de Fomento Cooperativo. Con el apoyo de estas entidades lograron enmendar el artículo 14.0 inciso A de la Ley General de Sociedades Cooperativas, el cual les impedía a los presidiarios formar parte de la junta directiva de la cooperativa. Roberto Rodríguez informó que la mayoría de los miembros de la Junta de Directores ha sido puesta en libertad aún antes de cumplir la totalidad de su tiempo, lo cual demuestra la efectividad del programa. El sistema resultó tan efectivo que llamo la atención de varios políticos. Sin embargo, los ARIGOS aún tienen un largo trecho que recorrer, según contaron. Actualmente, cuando los miembros de la coopeProf. Javier Hernández, rativa son puestos ex administrador de Cooperativa Taller Cé. en libertad deben entregar su carta de renuncia a ARIGOS. Para evitar esto, el Representante Bernardo “Betito” Márquez García presentó en la asamblea legislativa el proyecto de la cámara 4224 para que se haga una nueva enmienda al artículo 14.0 inciso A de la ley 239 y se le añada el artículo 36.2 A a los fines de delimitar los parámetros bajo los cuales el inspector de cooperativas podrá examinar cooperativas formadas por confinados o ex Prof. Damary De Jesús maestra confinados. Rodríconsejera de cooperativa juvenil. guez Rosario también comentó que sería ventajoso poder incluir miembros sin antecedentes penales, ya que estos pueden funcionar como enlace entre la cooperativa y la libre comunidad, además de brindar servicios necesarios a los presidiarios como tratamiento psicológico. De acuerdo con Rodríguez Rosario “el esfuerzo debe ser mayor, ya que no tenemos libre selección, ni podemos contar con la inclusión de ciudadanos que no hayan tenido antecedentes penales. Lamentablemente esto indirectamente nos coloca en la marginación.” Añadió que los miembros de los cuerpos directivos de ARIGOS que fueron puestos en libertad antes del término de su sentencia demuestran “la necesidad del modelo cooperativista como una herramienta para alcanzar la rehabilitación del individuo.”
Roberto Rodríguez, ex socio de Cooperativa ARIGOS.
Por su parte, la profesora Damary de Jesús, maestra consejera de la cooperativa Sonrisas en la Escuela Wilfredo La Fuente, en el barrio Talante en Maunabo, hizo énfasis en la importancia de la educación temprana y de las cooperativas juveniles, ya que según su experiencia logran que los “jóvenes piensan en nosotros, no en yo”. Como parte de su experiencia como consejera de la Cooperativa Juvenil Sonrisas que cuenta con 133 miembros activos, de Jesús concluyó que en las escuelas aún existen muchas limitaciones. Entre ellas, mencionó la falta de tiempo lectivo para educar a los estudiantes en los valores cooperativistas. Esto, a pesar de las disposiciones de la ley 220, mejor conocida como la ley Especial de Cooperativas Juveniles. También añadió la importancia de la capacitación y la otorgación de plazas a maestros de cooperativismo. De Jesús concluyó diciendo: “Deseamos promover el interés de la juventud en la acción cooperativista como medio para resolver problemas. Inculcar a los jóvenes el sentido de pertenencia, la preocupación de cooperar y ser útil en sociedad”. El cuarto panelista, Joel Franqui, dueño de la EcoTienda Solidaria La Chiwinha, presentó el Comercio Justo como un aliado del cooperativismo. “Ha impulsado el cooperativismo en los sectores de producción de distintos países,” aseguró. El Comercio Justo es un sistema cuyo fin es que los productores, de sectores generalmente marginados, reciban la ganancia justa por su trabajo. Para lograr esto se busca conectar el productor con el consumidor en una relación basada en la transparencia y diálogo. Esta opción de comercio busca que el productor tenga el control y sea dueño de su producción, lo cual muchas veces se logra a partir del establecimiento de cooperativas. Franqui destacó que en el Comercio Justo hay dos clases de solidaridad: la solidaridad externa, que se manifiesta en el apoyo que se le da al comercio justo como consumidores, y la solidaridad interna, que se ve en la organización de comunidades productoras. El conjunto de ambas da el soporte necesario para que el Comercio Justo sea posible. Franqui fue enfático al decir que: “Debemos ser responsables en nuestro consumo. Ser críticos en aquellas cosas que compramos. ¿Dónde la compramos? ¿Cómo lo hacemos?”. Como resultado de las ponencias se entrevé que el cooperativismo y la economía social son herramientas útiles para fortalecer sectores que de otro modo tendrían innumerables obstáculos. Sin embargo, el valor de estas experiencias contribuye a revisar legislación y desarrollar procesos educativos que pavimenten la vía para nuevas iniciativas y cooperativas.
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Cooperativistas hacen propuestas para una economía solidaria Por Edenmarí Class Montijo Prensa Comunitaria Fotos suministrada CDCOOP
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ispuestos a reestructurar el escenario económico local, un grupo de cooperativistas esbozaron en la Primera Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Solidaria una línea de acción que persigue impulsar un sistema de producción integrado entre cooperativas de tipos diversos con los demás componentes del Tercer Sector para orientar la producción de bienes y servicios hacia un bien común.
Una de sus propuestas fue integrar los programas de educación comercial, con los de cooperativismo y la cultura emprendedora en el sistema de educación pública. También recomendó desarrollar competencias para proyectos de emprenderismo cultural y social. A la vez, sugirió que las cooperativas juveniles se conviertan en incubadoras de proyectos comunitarios.
Bajo el tema Propuestas de desarrollo del modelo cooperativo y la economía solidaria, los ponentes apostaron a posicionar el cooperativismo como mecanismo para atender la situación económica y social en la cual la disminución de empleos, ventas, inversiones y construcción, en contraste con el aumento de gastos de consumo, evidencian el marcado deterioro en las condiciones de vida.
Cooperativismo Juvenil Luis A. Velázquez, presidente del Comité del PEMC y Javier J. Hernández Acosta, profesor de Administracion de Empresas, coincidieron en que para viabilizar un rol cada vez más protagónico del sector cooperativista en el quehacer socioeconómico del país es urgente fomentar la integración del liderato juvenil a la experiencia de funcionamiento cooperativista.
Marinés Aponte, directora del Instituto de Cooperativismo de la Universidad de Puerto Rico (UPR), explicó que: “El cooperativismo constituye la columna vertebral de la economía social (…) una economía revestida de valores, una economía solidaria. La integración de la que hablo es crear eslabonamientos concretos, crear vínculos entre las entidades (solidarias) que se desempeñan en las distintas fases de la economía (producción, distribución, consumo y ahorro e inversión) y entre entidades al interior de una misma fase”.
Mencionó Hernández Acosta que las cooperativas juveniles son como franquicias en las que se reproduce un modelo pre establecido. Una de sus propuestas fue integrar los programas de educación comercial, con los de cooperativismo y la cultura emprendedora en el sistema de educación pública. También recomendó desarrollar competencias para proyectos de emprenderismo cultural y social. A la vez, sugirió que las cooperativas juveniles se conviertan en incubadoras de proyectos comunitarios.
Aponte insistió en que: “Considerando el funcionamiento integrado de un sistema económico social y solidario, las entidades de ahorro y crédito deben otorgar prioritariamente préstamos para la creación de entidades que se desempeñen en la fase de producción y servicios”. Estas a su vez contarían con canales de distribución efectivos dentro del sector de la economía solidaria que permitirían el flujo de los bienes y servicios al consumidor. En la misma dirección, Saúl J. Pratts, catedrático de la Escuela Graduada de Planificación Pública de la UPR, planteó que el esfuerzo organizativo del cooperativismo tiene que ir dirigido a lograr la integración a través de estructuras y procesos que vinculen efectivamente al sistema en todas sus dimensiones, basado en el cuarto y sexto principio del cooperativismo: Autonomía e independencia y Cooperación entre cooperativas. Para trabajar hacia la integración del sector de la Economía Social Solidaria, la Dra. Aponte propuso, más allá del sector cooperativo, identificar las empresas solidarias que operan en Puerto Rico y sus mecanismos de producción, sus productos o servicios, y explorar si adquieren o venden a otras empresas sociales. Así, se podría parear la demanda con la oferta entre el sector e identificar la demanda que no está siendo atendida. Esta propuesta de Aponte sugiere además integrar las empresas solidarias a los mecanismos de distribución, mientras se educa al consumidor a adquirir bienes evitando alimentar la preeminencia de las entidades capitalistas. Competitividad Global El país atraviesa por su quinto año de recesión y aún no se vislumbra una tasa de crecimiento esperanzadora. En contraste, durante el mismo periodo el cooperativismo ha experimentado un crecimiento continuo. Según las más recientes estadísticas de la Corporación Pública para la Supervisión y Seguro de Cooperativas (COSSEC), en los últimos cinco años el total de los activos del movimiento cooperativista ha crecido 17 por ciento, a $7.4 mil millones; el total de préstamos aprobados aumentó a $4.3 mil millones, un incremento de casi 10 por ciento. Mientras, el total de acciones y depósitos ha aumentado a $6.9 mil millones, casi $1.2 mil millones. Ricardo M. Santamaría Sánchez, miembro de la Junta
Hernández Acosta concluyó que el movimiento cooperativo, bajo un sistema integrado solidario, tiene que dirigir sus esfuerzos para invertir en su principal activo: la juventud, pues “aunque existen esfuerzos, aún son dispersos”. Según Luis Velázquez, para lograr las metas del PEMC “es importante accionar un plan donde cada uno de nosotros, en nuestros respectivos planes de trabajo e instancias donde nos movemos, podamos dar paso hacia la solución de nuestros propios problemas”. Dra. Marinés Aponte, directora del Instituto de Cooperativismo.
de Examinadores del Premio Nacional a la Calidad Malcolm Baldridge, avaló en su ponencia lo establecido por el Plan estratégico del movimiento cooperativo 2010-2014 (PEMC), pues “el movimiento cooperativista se encuentra en el momento ideal para tomar el liderazgo y convertirse en el motor primordial de la transformación económica y social de Puerto Rico”. Sin embargo, Santamaría enfatizó que el liderazgo que asuma el Movimiento Cooperativista debe estar alineado con los otros sectores empresariales del país. “El gobierno y la clase empresarial tienen sus miras dirigidas hacia el mejoramiento de la competitividad global en Puerto Rico y por lo tanto, de las empresas locales, para insertarse y competir exitosamente en los mercados fuera de la isla…”, especificó. Al respecto, Santamaría argumentó que en el PEMC “no hay un objetivo estratégico que específicamente prepare a las cooperativas para insertarse y competir en el mercado global para mejorar continuamente la competitividad interna de las empresas y así estar preparadas para competir mundialmente y asegurar la sostenibilidad”. El sistema que propuso añadir a las metas del PEMC se conoce como los Criterios Baldrige de Excelencia Organizacional, una estructura que comparte principios y valores cooperativistas. Las cooperativas podrían de esta forma manejar sus operaciones sistemáticamente, “alineando” a su fuerza trabajadora con la visión y objetivos estratégicos de un modelo que incluye la gerencia de recursos humanos, de procesos, manejo de la información, control de calidad, y otros elementos que añaden valor.
Comunidades y cooperativismo El PEMC contempló aunar intereses para convertirse en “la opción primordial para el desarrollo integral de los individuos y de una sociedad justa y equitativa” a través de empresas fundamentadas en la participación activa y democrática de los beneficiarios. Juan González Feliciano, miembro de la Junta de Directores de la Cooperativa de Seguros Múltiples y administrador de cooperativas de vivienda, lanzó en su ponencia la interrogante sobre si en la práctica, las organizaciones cooperativistas están en sintonía con los principios y características que deben guiar al sector como uno mayoritario de la economía social. González Feliciano argumentó que los programas de organización comunitarios implantados hasta el presente por las diversas administraciones gubernmentales, salvo excepciones, no han logrado su objetivo por falta de procesos participativos. Hizo referencia a las experiencias positivas de organización comunitaria mediante el modelo cooperativo, especialmente en el ámbito de la vivienda, y exhortó que se retome esa práctica. Además, González Feliciano señaló que esfuerzos similares a la cooperativa Villas del Sol, que ayuden a organizar y atender las múltiples necesidades de los sectores de bajos recursos económicos de nuestro país y para los sectores de mayor edad, deben ser ampliados en el contexto de economía social y solidaria. En este modelo que propuso revisar, la norma sería la participación activa y diversa de múltiples sectores, además de los beneficiarios directos de vivienda, actividad económica, servicios y rendimiento para el colectivo de los socios.
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“Debemos estar entre las alternativas del gobierno cada vez que exista un proyecto para la ayuda del colectivo. Nuestro modelo estimula el ahorro y bienestar social por encima del consumismo. Es imprescindible la colaboración del gobierno y las cooperativas para el desarrollo de nuevas cooperativas que generen empleo local. Este proyecto es posible si aunamos esfuerzos. Los recursos existen, el ánimo e interés de levantar empresas de autogestión también. Llegó la hora del cooperativismo. El que la economía solidaria, a diferencia del sistema económico prevaleciente, se abra paso, será la base para el cambio esperado ya que, según Reyes del Valle, en la economía capitalista “el factor capital organiza la actividad alrededor del lucro como fin en sí mismo. Por eso es comprensible que desde esta lógica los recursos naturales se subordinan a este factor productivo. Si el fin principal y orientador de la actividad económica es el lucro, entonces lo demás se tiene que subordinar a estos factores, incluso la vida.”
Nelson Reyes del Valle, psicólogo social comunitario.
Urgente el impulso la economía social ante la crisis económica Por Marcos Brenes Prensa Comunitaria Fotos suministrada CDCOOP
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n la Primera Conferencia Bienal de Cooperativismo y Economía Social, expertos en el campo compartieron ideas para enfrentar la crisis económica nacional. Nelson Reyes, Estela M. Pérez, Elba Echevarría y Limary Nieves Plaza participaron como panelistas en el foro La dimensión conceptual del cooperativismo y la economía social y coincidieron en que la recesión económica actual que ya cumplió su quinto año, y la falta de acción contundente de parte del sector cooperativista podría ser parte de esta debacle. La tasa de crecimiento anual ha llegado a un -3.0% en el año 2010, de forma que llegar a un 0% de crecimiento es visto con esperanza. Después de la década del 70, donde dicha tasa anual se encontró en un alto nivel de 7.0%, la decaída económica se ve claramente. La tasa de desempleo llegó a un 16.1% y la participación laboral a un 42.5% en el 2010, la más baja registrada desde 1987. Es ante esta realidad que la opción de encontrar nuevas formas de dirigir la economía ha dejado de ser una mera consideración para convertirse en una urgencia, sugirió Nelson Reyes-Del Valle, Psicólogo Social-Comunitario y Especialista en Desarrollo Económico Comunitario. “Nos hemos acomodado tanto que estamos, con nuestra ausencia de acción y de solidaridad, aceptando la violencia como realidad insuperable y normal, la pobreza como asunto de otros, la desigualdad como consecuencia natural de que unos tendrán y otros no, la mentira como verdad, el fascismo como la nueva forma de la democracia, la degradación ambiental como resultado inevitable del crecimiento y del mal llamado desarrollo y el individualismo colectivizado como forma de hacer incluso negocios,” dijo. “La construcción de un modelo alternativo se hace de abajo hacia arriba y ese es el planteamiento de la economía solidaria. Yo creo que el capitalismo como está, tenemos que trabajar para que desaparezca de sobre la faz de la tierra porque los datos son contundentes. Este modelo que estamos viviendo atenta contra la dignidad humana así que debemos trabajar para deshacernos de esa forma pero no hay que esperar a subir, a llegar a ese sitio que se llama poder para generar esa transformación,” explicó el también editor de Trazos, un periódico enfocado en las organizaciones sin fines de lucro. Es en ésta llamada Economía Social donde muchos y muchas profesionales del sector ponen sus esperanzas de un mejor porvenir. Dentro del sector de la economía social conviven entidades como las cooperativas, las organizaciones sin fines de lucro, fundaciones, asociaciones, corporaciones propiedad de trabajadores y otras entidades que comparten principios democráticos, participativos y solidarios. La Dra. Elba Echevarría Díaz, ex directora del Instituto de Cooperativismo de la Universidad de Puerto Rico, dijo que: “La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) considera la economía social como un movimiento aliado y seguirá trabajando con él mientras continúe defendiendo nuestro modelo cooperativo de negocios, basado en un conjunto de valores y principios que ha demostrado su sostenibilidad en los últimos 200 años”. Por su parte, la profesora Estela M. Pérez, del Instituto de Cooperativismo, explicó que: “En Puerto Rico, desde siglos pasados, se reconoce la existencia de la economía social. El interés de asociación no lucrativa surge de personas que se unen voluntariamente para resolver sus necesidades de trabajo y de mejoras a la calidad de vida, mediante la práctica de valores de solidaridad, equidad, participación democrática y justicia distributiva”.
El conjunto de ideas innovadoras y transformadoras planteadas por los panelistas, obligan a repensar los factores productivos de la teoría económica, donde la fuerza de trabajo, los medios de producción, el financiamiento, la tecnología y la gestión se han formulado históricamente como factores únicos a la hora del análisis. Nuevas investigaciones y estudios citados por Reyes han dado origen a un factor que se sugiere como uno de igual importancia, el llamado Factor C. Este implica Compañerismo, Compromiso, Colaboración, Confianza, Cooperación y Comunidad como parte de cada sistema económico exitoso. Gobierno, Cooperativismo y Comunidades “Sabemos que la crisis financiera que acabamos de atravesar y que nos impactó localmente genera más desigualdad a quienes tienen más acceso a financiamiento a nivel bancario. El sector comunitario tradicional tiene poco que buscar ya que el sector bancario no tiene mucho que ofrecer. Por ende, el socio natural debería ser el medio cooperativo”. Con estas palabras Reyes enfatizó en la importancia de la integración que debe existir entre las cooperativas y las comunidades y la prominencia que debería dar el gobierno al movimiento cooperativista. Lymarie Nieves Plaza, directora de Promoción y Mercadeo de la Cooperativa La Sagrada Familia, expuso que: “Debemos estar entre las alternativas del gobierno cada vez que exista un proyecto para la ayuda del colectivo. Nuestro modelo estimula el ahorro y bienestar social por encima del consumismo. Es imprescindible la colaboración del gobierno y las cooperativas para el desarrollo de nuevas cooperativas que generen empleo local. Este proyecto es posible si aunamos esfuerzos. Los recursos existen, el ánimo e interés de levantar empresas de autogestión también. Llegó la hora del cooperativismo. Recomendamos a todas las agencias pertinentes, en unión al movimiento cooperativo del País, que comencemos a buscar alternativas para ayudar en el desarrollo económico de nuestro Puerto Rico que tanto lo necesita. Los recursos están disponibles, lo que hace falta es la voluntad.” Estela Pérez coincidió en parte con Nieves. “En Puerto Rico no existe una política pública definida dirigida al sector de la economía social, como lo es en otros países. Se pueden estudiar ejemplos de modelos exitosos de política pública dirigida a la economía social en otros países. Es sumamente importante educar a niños y jóvenes sobre la economía social y solidaria, ya que ellos serán los actores que darán continuidad a estos esfuerzos. Los medios de comunicación tienen un rol significativo en la educación al pueblo sobre el cooperativismo y la economía social,” indicó. Por su parte, Elba Echevarría opinó que: “Nosotros debemos cambiar las políticas públicas que se hacen respecto al cooperativismo. El cooperativismo tiene que ser proactivo en generar esas políticas públicas que los benefician sin esperar a que se generen desde el Estado porque el Estado tiene miles de situaciones con las que está trabajando. Debemos educar a las comunidades que son el rostro humano de la economía. La economía se está enfocando en el consumo, y nos hemos olvidado de ese rostro humano”.
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La Cooperativa de Seguros Múltiples como promotora del 7mo Principio Por:Prof. Luis A. Velázquez Vera Presidente Junta de Directores Cooperativa de Seguros Múltiples
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stimado lector, muchas veces nos preguntamos cómo una institución cooperativa puede ser exitosa con su funcionamiento interno operacional y a la vez cumplir con la Responsabilidad Social. Tenemos que reconocer que la Responsabilidad Social en los últimos 50 años ha tomado un papel más protagónico buscando crear conciencia sobre cómo las empresas operan en un sistema social y sus acciones tienen efectos en los demás. La Responsabilidad Social o el compromiso con la comunidad -como reza el séptimo principio cooperativo- se puede enmarcar en cuatro dimensiones. Éstas son la legal, económica, filantrópica y ética. Es por eso que la Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico tiene presente en su planificación estratégica la importancia de cumplir con este principio. Para demostrar cómo lo hacemos, presentaré algunas acciones que desarrollamos para este cumplimiento. ¿Sabía usted que en la Cooperativa de Seguros Múltiples reconocemos que nuestros recursos naturales son un preciado tesoro que valorizamos, cuidamos y protegemos? Es por eso que nos esmeramos en proteger, mantener y desarrollar las áreas verdes que nos rodean. En nuestra oficina central tenemos un pulmón ecológico. Contamos
con un comité ambiental compuesto por los empleados con el fin de crear conciencia a nuestros clientes internos y externos sobre la importancia de conservar el ambiente. Este comité cuenta con su visión y misión donde la idea central es proteger nuestros recursos naturales. Contamos con programas de reciclaje de vidrio, aluminio y plástico. Reciclamos los cartuchos de tinta de impresoras, fax y fotocopiadoras para que no se contaminen las aguas. Desarrollamos actividades como recogido de periódicos en el interior de la Cooperativa, así como en las escuelas. Tenemos identificados todos los árboles en la Oficina Central para su preservación. Mientras identificamos los diferentes árboles pudimos observar diferentes aves como el zorzal de patas coloradas, gorrión negro, zumbador dorado y la reinita, entre otras. Se desarrolló una actividad donde los empleados adoptan un árbol y se le entrega un certificado de adopción. Como medida de educación y capacitación se ofrecen ferias ambientales, charlas sobre el ambiente, concursos de fotografía ambiental y feria de artesanía. Además contamos con la placita de productos del país para crear conciencia de apoyar lo nuestro. En esta placita los empleados y el público en general pueden comprar verduras y vegetales. En el mes del planeta tierra y el reciclaje el equipo ambiental de la Cooperativa de Seguros Múltiples obsequió una taza para el café y así sustituir los vasos desechables y proteger el ambiente. Nuestros próximos pasos para hacer de nuestra operación una aún más amigable al ambiente es la colocación de placas fotovol-
taicas en la Oficina Central y el establecimiento de un generador eólico en nuestras sucursales. Como logros de este compromiso a la comunidad hemos recibido los siguientes premios, Premio Coquí Dorado por ser una empresa con un mejor y más efectivo plan de reciclaje en Puerto Rico y Certificado de Cumplimiento por la Autoridad de Desperdicios Sólidos de cumplimiento con la Ley 70, Ley para la Reducción y el Reciclaje de Desperdicios Sólidos en Puerto Rico. Todas estas acciones se han logrado gracias al compromiso genuino del recurso más valioso que tiene la Cooperativa que es su Recurso Humano. Y por otro lado, la Junta de Directores de la Cooperativa de Seguros Múltiples ha aprobado que la dedicación de nuestra próxima Cuadragésima Séptima Asamblea sea al compromiso con la comunidad, el séptimo principio del modelo cooperativista. Es por eso que los invitamos a crear conciencia en nuestras cooperativas de la acción de comprometernos con la protección del ambiente y de nuestra comunidad. Es importante que en toda gestión cooperativa deban estar presentes los valores éticos que rigen nuestra conducta como la honestidad, transparencia, responsabilidad social y la consideración y preocupación de los demás, eso es lo que hacemos en la Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico. “Los hombres y los pueblos, lo mismo que las flores y otras especies de seres, sobreviven y triunfan, no en solitario, sino en bloque”. Don José María Arrizmendiarrieta. Por eso sí queremos ser responsables con los demás, tenemos que ser solidarios.
Ser parte del Banco Cooperativo de Puerto Rico Por: Sr. Miguel A. Torres Presidente Junta de Directores Banco Cooperativo de Puerto Rico
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or la década de los años sesenta, el movimiento cooperativo puertorriqueño se planteó como urgente la necesidad de contar con un instrumento de enlace financiero y operacional a través de todas las cooperativas de nuestro país. Gracias a esta gestión se pudieron unir, movilizar, canalizar y generar recursos económicos dirigidos a sustentar el crecimiento y operación de nuestras cooperativas. Para aquel tiempo las cooperativas, principalmente las de Ahorro y Crédito, resultaban ser excelentes clientes de los bancos comerciales. Los recursos que conseguíamos aglutinar de nuestros socios y clientes terminaban siendo depositados en la banca privada, lo que no aportaba a la creación de productos y servicios que facilitaran el crecimiento de nuestras cooperativas. Ante esta situación de urgencia surge la creación del Banco Cooperativo de Puerto Rico. Todas las iniciativas de organización cooperativa exitosas surgen como respuesta a la necesidad sentida porque se sostiene de forma solidaria. El movimiento cooperativo reconoce la necesidad de unificar esfuerzos y recursos financieros en una institución bancaria de carácter cooperativo poseída, dirigida y administrada en función y beneficio del propio movimiento. La creación de nuestro Banco Cooperativo implicó el rompimiento con muchas políticas y prácticas de operaciones tradicionales en las cooperativas. En ocasiones, hasta deterioró las relaciones amistosas y complacidas con los bancos comerciales que manejaban nuestras cuentas. Paso a paso todos fuimos aprendiendo, mejorando, creciendo y aportando con patrocinio hasta consti-
tuir lo que hoy es “El Banco Central del Movimiento Cooperativo Puertorriqueño”, un instrumento para todas las cooperativas, que centraliza recursos, instrumenta servicios y aglutina grandes volúmenes de operación. Esto nos permite abaratar costos, manejar servicios en conjunto, tener presencia en el mercado y poder distribuir beneficios de forma uniforme y equitativa. Como enlace financiero del movimiento cooperativo reconocemos la identidad propia de nuestras cooperativas y respetamos su individualidad, puesto que las cooperativas no son del Banco, sino que el Banco es de las cooperativas. Para el socio cooperativista el Banco Cooperativo es transparente porque su relación directa sigue siendo en su cooperativa base. Este sencillo modelo de organización ha logrado constituir al Banco Cooperativo en un activo único para el cooperativismo puertorriqueño, al servicio de las cooperativas sin competir con ellas. Su estructura de capital y reservas nos sitúa como uno de los bancos mejor capitalizados de Puerto Rico. El patrocinio de nuestras cooperativas propicia distribución de servicios a todos los rincones de nuestro País. Nuestro Banco Cooperativo cuenta con una estructura gerencial capacitada y comprometida con los objetivos y metas del Banco. De igual forma nuestro recurso humano, altamente capacitado y con gran sentido de honradez y firme respeto a la institución, constituye una gran familia que siente y trabaja con metas comunes. . El marco legal del Banco Cooperativo dispone que la dirección de éste se realice por una Junta de Directores de diez (10) miembros, nueve de los cuales son de elección directa de los delegados que representan las cooperativas accionistas y, uno ex oficio para quien presida la Junta de Directores de la Liga
de Cooperativas de Puerto Rico. De esta forma la dirección de nuestro Banco recaerá sobre los cooperativistas que en representación de las cooperativas accionistas son electos por votación en asamblea. Próximamente, se cumplirán nueve años que de la Asamblea General de Accionistas donde fui electo, junto a los compañeros Adriano Madera Torres y Pedro Díaz Carrasquillo, como miembros de la Junta de Directores de nuestro Banco Cooperativo. A pesar de haberle dedicado dos terceras partes de mi vida al cooperativismo, nunca antes había participado en juntas de directores de organismos centrales. La participación en la Junta de Directores de nuestro Banco Cooperativo ha sido una experiencia enriquecedora que me ha permitido sentirme realizado como obrero de la cooperación. Durante estos nueve años he tenido la gracia de poder compartir con un grupo de excelentes compañeros la responsabilidad de dirigir los destinos de esta institución cooperativa. Por elección interna de la Junta de Directores se me encomendó presidir ésta los pasados cuatro años; gran responsabilidad que he tratado de asumir con humildad, pero con firmeza. Tengo que agradecer primero a mi cooperativa base la Cooperativa de Ahorro y Crédito Cidreña, que me permitió su representación, a los cooperativistas de todo Puerto Rico, que me dispensaron su confianza, a los compañeros directores por quienes me sentí siempre apoyado y la gerencia del Banco de quien disfruté su amistad y comprensión. Doy gracias de todo corazón al Dios y Señor nuestro que cuidó mi salud y la de mi familia, que iluminó mi pensamiento y dirigió mis pasos para que junto a todos ustedes caminemos por senderos de cooperación confiados en que con su ayuda, desde nuestra pequeñez, se puedan realizar cosas grandes, como lo es haber sido parte del Banco Cooperativo de Puerto Rico.
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Nuevo integrante en la Junta Rectora de CDCOOP
El Art. 9 de la Ley Núm. 247, establece que la Junta Rectora de la Comisión será responsable de delinear, promover, coordinar y supervisar la ejecución e implantación de la política pública sobre el desarrollo y fomento cooperativo de Puerto Rico. Dispone además que, constituirá el organismo de gobierno a cargo de la planificación, investigación, promoción, organización y coordinación, bajo un enfoque integral, de la actividad gubernamental relativa al Cooperativismo y a sectores afines. Por Carla Minet, Prensa Comunitaria
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a silla vacante del Representante de los Miembros de las Juntas de Directores del sector de Ahorro y Crédito en la Junta Rectora de la Comisión de Desarrollo Cooperativo (CDCOOP) acaba de ser ocupada por Pastor Santiago Toledo, actual director de la Junta de Directores de CamuyCoop. Su agenda en este importante organismo, que establece y vigila el cumplimiento de política pública relacionada con el movimiento cooperativo, va dirigida a mirar con lupa el crecimiento del sector, de modo que no se degraden los valores que con tanto esfuerzo han llevado al cooperativismo a obtener el favor de la gente. “En este momento me parece que lo más importante es la defensa de los principios y valores cooperativos, porque a raíz de incidentes ventilados públicamente como los de COSSEC entendemos que el movimiento se pudiera ver amenazado por intereses que no son cooperativos y que sean ajenos al sector, que por los problemas económicos en otros ámbitos y viendo la solvencia del sector cooperativo lo vean como uno de abundancia y vengan a buscar ventajas. Mi posición es que debemos evitar que eso pueda suceder,” dijo a Puerto Rico Cooperativista. La experiencia de Santiago Toledo en el movimiento cooperativo fue motivo para que la cooperativa CamuyCoop le nominara al puesto y ganara en votación realizada entre los meses de enero y febrero. Además de ser Director de la Junta de Directores de CamuyCoop, es delegado del Consejo Regional de las Cooperativas del Norte. “La Junta Rectora de la Comisión de Desarrollo Cooperativo establece la política que debe seguir la Comisión de Desarrollo Cooperativo,” explicó
Santiago. El objetivo de la CDCOOP, creada por virtud de la Ley 247, es potenciar la política pública de promoción y crecimiento del modelo cooperativo en Puerto Rico. CDCOOP monitorea el desempeño de instituciones importantes del sector cooperativista como lo son Cossec y Fidecoop, y hace recomendaciones para su mejor operación. “Por supuesto tenemos que velar, porque los cooperativistas no estamos exentos de cometer errores y hay que vigilar que los planes se estén cumpliendo y tomar medidas correctivas”. La silla de líderes voluntarios que ocupa Santiago Toledo es por tanto un espacio para impulsar proactivamente iniciativas que redunden en beneficio para el sector. “Ciertamente el aspecto educativo es una responsabilidad compartida y debemos atender grupos cooperativos nuevos y estar comprometidos con el desarrollo de cooperativas juveniles. No puede haber cooperativistas si no hay educación. También es importante crear foros donde los líderes voluntarios (directores/as de cuerpos directivos) y cooperativistas profesionales (presidentes/as ejecutivos/as) interactúen más. En el pasado se ha dado una relación, pero están todavía muy separados. Todos estamos en el mismo bote y debemos remar en la misma dirección,” manifestó Santiago Toledo sobre sus objetivos en el organismo. Los otros miembros del Movimiento Cooperativo que pertenecen a esta junta son Eliud Torres, Presidente de la Junta de Directores de la Liga de Cooperativas, Luis Velázquez, Presidente de la Junta de Directores de la Cooperativa de Seguros Múltiples, Rubén Morales, Presidente Ejecutivo de VegaCoop, e Iván Otero Matos, representante de las Cooperativas de Vivienda.
Sr. Pastor Santiago, nuevo integrante Junta Rectora CDCOOP.
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Contribución del cooperativismo en la recuperación económica de Puerto Rico
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Por: Lcdo. Roberto Castro Hiraldo, Presidente, Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico
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o positivo del tema que trato hoy es que establece de inmediato el estatus de nuestra economía, que es una en recuperación. Obviamente al hablar de recuperación económica, se da por cierto que hubo una pérdida, una caída, o algún evento fortuito que nos obliga a enderezar el rumbo. De hecho, la crisis profunda que ha ocurrido en la economía de Puerto Rico, sólo será de ayuda en la medida en que aprendamos de nuestros errores para evitar que ocurra nuevamente. Lo más importante es eso, evitar que vuelva a ocurrir, cambiando lo que hicimos antes, y dando pasos afirmativos para afianzar un nuevo modelo y unas nuevas políticas. También es interesante examinar qué cosas positivas se hicieron y qué factores impidieron que la pérdida o caída no fuera tan estrepitosa. Comenzaré mi análisis con las experiencias positivas, como por ejemplo la experiencia del Movimiento Cooperativo.
Wilfredo Torres Pinto, presidente ejecutivo de COSSEC.
Con nueva cara COSSEC
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a Corporación para la Supervisión y Seguro de Cooperativas de Puerto Rico (COSSEC), anunció la llegada del CPA, CFE, Wilfredo Torres Pinto como nuevo Presidente de la entidad. La oficialización del nombramiento en propiedad de Torres Pinto como Presidente Ejecutivo se dio luego de que la Junta Rectora de la Comisión de Desarrollo Cooperativo de Puerto Rico, aprobara por unanimidad dicho nombramiento. El mismo fue una recomendación del Gobernador de Puerto Rico, Luis G. Fortuño, y una nominación de la Junta de Directores de COSSEC. “Estamos absolutamente convencidos y comprometidos a formar un gran equipo de trabajo, dirigido a la integración del Movimiento Cooperativo, para beneficio de todos los sectores cooperativos. Por esta razón, estamos más que satisfechos con la elección de Wilfredo Torres como presidente y su plan de trabajo para cumplir con nuestra misión”, aseguró el Presidente de la Junta de Directores, Melvin R. Carrión Rivera, Agró. Torres Pinto, fungió en COSSEC por los pasados dos años como Vicepresidente Ejecutivo del Área de Apoyo Técnico y Supervisión. Su experiencia hará posible la continuidad para que se incorpore el modelo empresarial cooperativo en el desarrollo social y económico de nuestras comunidades, adelantando la política pública de crecimiento del cooperativismo a nivel de las cooperativas base. La misión de COSSEC es garantizar la continuidad y permanencia de las cooperativas de Puerto Rico; supervisando, fiscalizando, educando, orientando y asegurando su solvencia; protegiendo la participación de socios y depositantes. COSSEC, tiene la responsabilidad de velar por la integridad y la fortaleza financiera del Movimiento Cooperativo de Puerto Rico, a través de la supervisión y la fiscalización justa, equitativa y efectiva de todas las cooperativas. La entidad provee al sector de ahorro y crédito un seguro de acciones y depósitos para sus socios y depositantes hasta $250,000.00. Igualmente, COSSEC está llamada a fomentar la creación de cooperativas, además de viabilizar la integración económica del sector de ahorro y crédito con otros sectores productivos. Por otra parte, COSSEC ofrece apoyo y supervisión a las cooperativas de tipos diversos como son las de Consumo, Servicio, Manufactura, Vivienda, Trabajadores y Juveniles, las cuales están cobijadas al amparo de la Ley 220 de 29 de agosto de 2002 y Ley 239 de 1 de septiembre de 2004.
Valdría la pena preguntarnos, ¿qué hubiese pasado sin un movimiento cooperativo fuerte, vigoroso, activo y disciplinado al momento de la crisis económica? Probablemente la situación hubiese sido mucho peor. Hay muchas razones que explican la fortaleza, vigor y actividad del cooperativismo puertorriqueño. Éstas tienen que ver con el origen y las bases de la economía cooperativa, que enfatiza en la disciplina, la auto regulación, en tener una filosofía de servicio y no de lucro, y en proteger de forma adecuada y responsable el capital que, con sacrificio, cada socio depositó en sus manos. La pregunta sugiere que el movimiento cooperativo ha sido un factor determinante para detener la caída, el deterioro y la debilidad de nuestra economía, y aunque falta espacio para explicar en detalle cómo opera el modelo cooperativo, si lo hay para exponer varios ejemplos que ayudan a entender lo importante que ha sido para nuestro país que exista un modelo cooperativo. En su práctica diaria cooperamos en la calidad y disciplina filosófica para cumplir con responsabilidad la función de beneficiar a las decenas de miles de familias puertorriqueñas que se benefician del mismo. En primer lugar, el cooperativismo logra algo simple y muy básico para cualquier economía en cualquier parte del mundo: retiene el capital que genera. El capital que produce cada país, y que se retiene en dicho País, es la fortaleza mas grande para cualquier economía. Cuando en Puerto Rico una empresa de capital extranjero o una empresa nativa, pero con una mayoría de accionistas extranjeros, declara dividendos en sus ganancias, lo que hace es extraer capital producido en Puerto Rico, por manos puertorriqueñas, para llevárselo a otro país. Esto no ocurre con el modelo cooperativo, por varias razones; primero, porque en las cooperativas no hay accionistas extranjeros. Por el contrario, las cooperativas son empresas netamente puertorriqueñas y los rendimientos que producen nuestras empresas se reinvierten en Puerto Rico, evitando la fuga de capital. Otro factor económico importante es que las cooperativas no tienen un fin de lucro. Cuando las empresas con fines de lucro declaran dividendo, lo que realmente hacen es reducir el capital de la empresa al extraer ganancias que sus accionistas, por lo general, gastan o reinvierten fuera del País. Eso no ocurre en las cooperativas, donde los socios reciben dividendos de acuerdo a su aportación que, por lo general, entran nuevamente a la economía puertorriqueña. Dichos dividendos son sólo una pequeña porción de los servicios que las cooperativas ofrecen a sus socios, no sólo para ofrecerles oportunidades y acceso a viviendas, transporte, mejor costo en medicinas, y otros, sino en el caso de las cooperativas de ahorro y crédito, proveerles mejores condiciones e intereses en financiamientos y ahorros. En otras palabras, el socio cooperativista recibe de inmediato el mejor beneficio al utilizar los servicios de su cooperativa y un dividendo del rendimiento al final del año. El resto del rendimiento se reinvierte en la propia cooperativa y, por consiguiente, en la economía de Puerto Rico. Ése es el por qué de la fortaleza financiera de nuestras cooperativas. Por eso, el sector cooperativo cuenta con un capital robusto que suma el capital y los activos de todas las cooperativas del País, lo que constituyó una inyección de capital directa a la economía de Puerto Rico que ayudó significativamente a amortiguar el impacto de la caída económica que experimenta nuestro país.
En una próxima colaboración, daremos los datos de cuántos empleos se han retenido gracias al Movimiento Cooperativo, no sólo de empleados que trabajan en las cientos de cooperativas en Puerto Rico, los cuales, a diferencia de la banca, retuvieron sus empleos, sino el efecto multiplicador que han generado ayudando al pequeño y mediano comerciante o al socio que perdió su empleo y ha podido recuperarse con sus ahorros y beneficios para el financiamiento. No puedo terminar, sin dar el ejemplo de la Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico, empresa de la que soy Presidente y Principal Oficial Ejecutivo. Netamente puertorriqueña, nuestros dueños son las demás cooperativas de Puerto Rico. Los dividendos que otorga son limitados porque nuestro énfasis es reinvertir los rendimiento ya que, como empresa de seguros, nuestro capital debe ser lo más robusto posible para poder responder a nuestro asegurados, a la hora de su necesidad. Por esa razón, la Cooperativa de Seguros Múltiples cuenta con una impresionante solidez de capital entre las empresas que componen la industria de seguros del país. Además, a diferencia de otras empresas que han abandonado el país cuando no logran sus objetivos financieros a corto plazo, la Cooperativa de Seguros Múltiples se mantendrá siempre en Puerto Rico porque somos de aquí. Además, por ser un modelo integrado de seguros cooperativos, la Cooperativa de Seguros Múltiples provee al país y a sus asegurados la mejor calidad , servicio y precio dólar por dólar. Igualmente, nos sentimos orgullosos de haber retenido a todo nuestro personal, tanto en la Cooperativa de Seguros Múltiples como en su subsidiaria Real Legacy Assurance, en haber dado continuidad a nuestros programas de responsabilidad social, con cerca de $3 millones en inversión para apoyar al arte y los artistas plásticos puertorriqueños, al deporte, a la educación, así como a entidades que sirven a nuestra gente que más lo necesita. Esto es parte de nuestro compromiso con la recuperación económica de Puerto Rico. De vuelta a nuestra pregunta original: ¿Qué sería de Puerto Rico sin las cooperativas? Una respuesta sencilla: Imagínate si no nos tuvieras.
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cooperativista PUERTO RICO
ABRIL 2011
Diez años de la Cooperativa Madre Tierra como alternativa saludable y eco-amigable Por Alexie M. Lugo-Canales Prensa Comunitaria
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ace diez años en la Placita Roosvelt en Hato Rey se levanta el Mercado Orgánico de la Cooperativa Madre Tierra con productos orgánicos variados, listos para llevar a su casa. Las carpas que se cuelgan tipo mercadillo son la antesala cada primero y tercer domingo de mes de la llegada de productos de nuestra tierra, siguiendo métodos tradicionales de siembra y elaboración, sin pesticidas, sustancias sintéticas ni tóxicas, y libres de transgénicos. La unión de voluntades, con la salud y el bienestar como norte, hicieron realidad esta alternativa accesible para todos. La iniciativa germinó en el año 2000 como un llamado de los ancestros, según relata el presidente de la cooperativa Raúl Rosado. Este llamado era a la producción de alimentos más saludables, con una base orgánica y respetuosa de la naturaleza. Un grupo de mujeres, al que luego se unieron hombres, respondieron a la convocatoria. De acuerdo con Rosado los inicios del Mercado Orgánico y la Cooperativa no fueron fáciles. Las barreras estaban en “la falta de credibilidad del público y el constante debatir de ideas”, así como “en la dificultad de conseguir agricultores que utilizaran técnicas orgánicas”, ya que éstos deben cumplir con los principios de la Ley de Productos Orgánicos del Departamento de Agricultura Federal. Hubo largas discusiones sobre los productos ofrecidos y cómo iban a saber si eran orgánicos o no. Al principio los rotulaban como productos ‘orgánicos’, ‘sustentables’ y ‘en transición’. Esos inicios en 2001 fueron respaldados por la Liga de Cooperativas de Puerto Rico. Actualmente, la empresa sin ánimo de lucro cuenta 348 miembros activos y se sostiene de las ventas del mercado y por las acciones de los participantes. Los productos se ofrecen al público en horario de 8:00am a 1:00pm en la Placita Roosvelt, Calle José Canals. El compromiso y el interés de ofrecer sus productos como una alternativa saludable han sido la mayor motivación para continuar trabajando. “Somos un todo, por lo tanto debemos tratarnos con respeto, porque todos somos hermanos”, dice Rosado. Superadas las barreras, cerca de 30 productores participan activamente en armonía con los principios cooperativistas, vendiendo sus artículos en este espacio único.Se encuentran en el mercado productos orgánicos de primera calidad, desde vegetales, panes, jugos naturales y germinados hasta productos para el cuidado de la piel. Granos secos, cereales, pastas, nueces, semillas, frutas secas, aceites, miel, galletas, galletas dulces, repostería, aceites aromáticos elaborados artesanalmente, libros y música, plantas, semillas, composta y fertilizantes para la siembra orgánica: todo esto lo puede conseguir allí.
para celebrar su décimo aniversario, en el mercado se organizó un Taller de Carbón Activado de Coco, que propicia que las personas dejen de comprar botellas de agua y utilicen el método de carbón activado para filtrar el agua potable. En el taller, las personas ven el proceso y aprenden a prepararlo por sí mismos. Igualmente, la Cooperativa Madre Tierra inició con el respaldo de la Comisión de Desarrollo Cooperativo una ronda del Taller de Huertos Orgánicos, que tendrá sesiones el 30 de abril y 11 de junio. La labor educativa de los talleres la complementan con tandas de Eco Cine, gestiones de promoción y visitas a nuevas fincas. Para que este tipo de comercio solidario continúe abriéndose espacio en el país, Rosado entiende que es necesaria más educación hacia el público sobre los beneficios de consumir productos orgánicos, los cuales pueden ayudar en la prevención de enfermedades como la diabetes y las enfermedades del corazón, ambas con una alta prevalencia y mortalidad en Puerto Rico. Otra recomendación de Rosado es dejarle saber a los agricultores que existe una alternativa distinta para ellos cosechar sus productos.
Ante la crisis alimentaria global y local, Rosado nos pone en perspectiva apuntando que Puerto Rico importamos más del 90% de los alimentos que consumimos. “Dependemos del barco que llegue y no se le da la importancia que se requiere”. En contraste con los supermercados o las megatiendas que venden víveres, en este tipo de mercado local se garantiza la calidad de los productos y la cosecha nativa. Una agrónoma visita las fincas de muchos de los agricultores para cotejar sus prácticas de cultivo y orientarles cuando fura necesario. Se trata de pasos incipientes pero fundamentales hacia la soberanía alimentaria. El público, que ya espera mes tras mes los productos del mercado orgánico, va principalmente motivado por su interés en el cuidado de la salud, según comenta Rosado. Los días en que hay mercado, desde temprano llegan personas
esperando a que los agricultores preparen sus productos y los ofrezcan al público. Acuden por la confianza que han ganado del público en la calidad de los productos que allí se ofrecen. Y van al mercado porque los talleres educativos que siempre ofrecen son una oportunidad extraordinaria. Por ejemplo,
La esperanza y el afán de continuar proyectos como los de la Cooperativa Madre Tierra y el Mercado Orgánico se mantienen vivos mientras haya agricultores interesados en continuar creciendo y trayendo sus productos, y gente que los compre. Para conocer del Mercado Orgánico y probar los productos que allí se venden, puede darse cita los primeros y terceros domingos de cada mes en la Placita Roosvelt. Encontrará allí una alternativa saludable para todos en la comunidad.