Archmotion_Tutuquén_Técnico_Residuos

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La vida de una vasija cerámica. Análisis de residuos adheridos en contenedores pertenecientes al período alfarero (880 – 1160 d.C.) en el sitio Tutuquén, Región del Maule, Chile. Carolina Carrasco y XimenaMarzoAlbornoz2014

Resumen En el presente informe se entregan los resultados obtenidos a partir del análisis de microfósiles en residuos adheridos en siete vasijas cerámicas procedentes del sitio arqueológico Retén Tutuquén o Cementerio Tutuquén 1 Las piezas corresponden a cinco jarros y dos ollas depositadas junto a cuatro individuos, en un cementerio donde fueron excavados un total de 42 cuerpos. Este análisis se enmarca dentro de un proyecto que busca poner en valor el material arqueológico del sitio Tutuquén 1, a cargo del Consejo de Monumentos Nacionales A partir del estudio de residuos en estas piezas fue posible identificar un conjunto de microfósiles; silicofitolitos asignables a la familia Poaceae, tejidos silicificados correspondientes a epidermis de hojas, microcarbones, diatomeas que indican la intrusión de agua, un gránulo de almidón correspondiente a la flor de Datura ferox, y silicofitolitos y gránulos de almidón asignables a Zea mays, estos últimos con presencia de daños tafonómicos que permiten inferir actividades asociadas a la molienda y fermentación, procesos vinculados a la elaboración de bebidas como la chicha. Introducción Los contenedores cerámicos corresponden a una tecnología que ha sido incorporada por las poblaciones para colectar, transportar, trasvasijar (Leroi Gourhan 1988) preparar alimentos y bebidas, almacenar y servir. Si bien la función de contener se puede realizar sobre otros tipos de materiales como el cuero, pepónida de calabaza, cestería, entre otros. Los contenedores cerámicos facultan a las poblaciones la cocción, lo que permite incorporar otros alimentos a la dieta, como por ejemplo el poroto (Phaseolus sp ) para el caso americano. Para cumplir con estas funciones, las vasijas presentan una diversidad de formas, entre las cuales podemos encontrar ollas, platos, pucos, botellas, jarros, vasos y tazones entre las principales. La forma de cada vasija nos alude a su función, ya que claramente no podemos, o resultaría muy difícil, cocinar en una

Los estudios sobre residuos adheridos en artefactos cerámicos, constituyen una importante herramienta para la comprensión de las posibles funcionalidades y usos que se le dieron a estas piezas en el pasado (Piperno 2006). Debido a este potencial, en el los Andes Centro Sur se han efectuado estudios de sustancias adheridas en alfarería, los cuales han permitido obtener resultados muy alentadores y relevantes para la prehistoria local (Cervantes et al. 2011, Jones 1993, Musaubach 2012, Zucol et al. 2008).

A partir de los sedimentos depositados al interior de un Puco del Período Intermedio Tardío, procedente de excavaciones del sitio Fundo Esmeralda (Quillota), fue posible identificar silicofitolitos semejantes a los descritos para maíz (Zea mays), palma chilena (Jubaea chilensis), poroto (Phaseolus sp.) y zapallo (Cucurbitaceae) (Planella et al. 2008). En el Sitio Estación Intermodal Quinta Normal se han identificado en ceramios del Período Tardío (Inka local), silicofitolitos asignables a recursos cultivados como Zea mays y Cucurbitaceae, así como gránulos de almidón de Chenopodium quinoa, además de un tricoma que podría corresponder a Phaseolus sp. o Fabaceae (Belmar y Quiroz 2007). El análisis más reciente, realizado en los residuos de una Maka procedente del sitio MPLD ARQ 01 (Período Tardío) permitió el registro de gránulos de almidón asignables a Phaseolus sp. (Albornoz y Meneses 2013).

botella, o servir desde una olla. Sin embargo si queremos bajar de la generalidad y concentrarnos específicamente en qué se consumió y cómo, es necesario preguntarse acerca de los residuos Siadheridos.bienesto último puede resolverse desde muchos enfoques como la química, la antropología, la etnohistoria, entre otros. En esta investigación abordamos este problema desde la arqueobotánica, específicamente a través del análisis de microfósiles en los residuos adheridos.

Antecedentes Los trabajos en esta materia más próximos a nuestra área de estudio corresponden a los de la zona Central, estos análisis fueron realizados sobre residuos contenidos en vasijas asociadas a entierros, donde se pudo obtener importante información sobre el consumo de especies vegetales domesticadas.

El sitio arqueológico Retén Tutuquén o Cementerio Tutuquén 1, se ubica sobre el valle longitudinal central, entre ambas cordilleras. Emplazado a dos kilómetros al oeste de la ciudad de Curicó, Región del Maule, en la confluencia de los ríos Teno y Lontué.

Ya en los años 70´ se realizan aportes desde el estudio de paneles rupestres en la zona cordillerana de Linares y Melado (Niemeyer y Weisner 1972 1973, Vergara 1972 1973), donde se define el Estilo Guaiquivilo caracterizado particularmente por un conjunto de expresiones como grabados de rastros humanos y animales, figuras antropomorfas y sobre todo complejos motivos geométricos en series. Estos petroglifos se han adscrito a momentos entre el período Alfarero Tardío e Histórico Temprano, y resulta sugerente el emplazamiento geográfico desarrollado en un área de importante convergencia de rutas de movilidad entre ambas vertientes cordilleranas.

Omar Ortíz Troncoso en el año 1964, luego del trabajo realizado por Ulhe en la zona aproximadamente 50 años antes (Aldunate et al 1991), establece la existencia de un componente agroalfarero tardío en la desembocadura del río Maule, esta ocupación se vería representada por elementos como las pipas en T invertida y tembetá que corresponderían a rasgos “molloides” Contemporáneo a lo realizado por Ortíz Troncoso en la costa, en la precordillera, específicamente en el sector de Altos de Vilches, Alberto Medina y Ciro Vergara realizan sus primeras excavaciones. Los sitios corresponderían a contextos con piedras tacitas, de los cuales se obtuvo una gran cantidad de material arqueológico, el cual les permitió establecer diferentes ocupaciones; una inicial de cazadores recolectores y una ocupación por parte de los primeros agroalfareros (Medina y Vergara 1964).

De este cementerio se rescataron 42 individuos, de ellos 26 fueron adultos; 16 son masculinos y 10 femeninos (Sáez Sepúlveda 2011) Tutuquén 1 tiene una ocupación tal que abarca desde el período Arcaico Temprano hasta el período Intermedio Tardío según las cronologías establecidas para las zonas aledañas. Esto involucra procesos sociales desde fechas tan tempranas como los 8800 años a.C. y los 1200 años d.C. en su componente alfarero. La historia de la investigación en el área no ha sido tan rica como la de otras regiones de Chile, y se ha transformado en uno de los grandes vacíos de la arqueología chilena (Aldunate et al 1991), sin embargo de acuerdo a lo recopilado y a los trabajos realizados principalmente en la década del 90´, se ha podido construir en parte el modo de vida de estas poblaciones durante tiempos prehispánicos, la cual constituye una identidad cultural propia, diferente a los procesos de las regiones vecinas.

Ya a finales de los años 80´ y en la década del 90´ se realizaron una gran cantidad de trabajos intensivos, tanto en la precordillera, el valle y la costa (Aldunate et al. 1991, Seelenfreund et al. 1993)

Aldunate y colaboradores (1991), plantean que para la desembocadura del río Maule se estaría dando un desarrollo cultural particular, diferente a la identidad cultural de las regiones aledañas Sus trabajos en la caverna de Quivolgo señalan que la cerámica no presenta rasgos asimilables ni al sur ni a la zona Central. Independientemente de las relaciones con grupos de sectores más alejados, las poblaciones del Maule presentarían características culturales significativamente distintas. Las fechas recuperadas circunscriben una ocupación cultural en la costa que va desde los 2040 a.C. a los 1300 d.C. (Ibid.)

Algunos años después, el proyecto Fondecyt 1900524 dirigido por Andrea Seelenfreund (1993) recopiló una gran cantidad de información en cuanto al patrón de asentamiento de los habitantes prehispánicos del Maule. En una de sus publicaciones señala que hacia el 1000 d.C. las poblaciones basarían su subsistencia principalmente en la agricultura, eso sí con acceso a recursos de la costa como cordilleranos. La escasa presencia de puntas de proyectil y la gran cantidad de molienda les permite plantear que corresponderían a poblaciones agrícolas, o a una ocupación de estas Posteriormentecaracterísticas. en la localidad de Reloca, Gaete y colaboradores establecieron la presencia de dos componentes culturales arcaicos y un componente cerámico (Gaete y Sánchez 1994), para este último señalan que la ocupación partiría hacia el 600 d.C. y correspondería a grupos alfareros cazadores recolectores, cuya presencia sería de carácter estacional. Posteriores ocupaciones, hacia 1200 d.C. le permiten al autor plantear una posible relación con comunidades más meridionales SinVergel.duda

alguna, el trabajo que logra establecer una síntesis de lo ocurrido en la región (cordillera, valle y costa) es el realizado por Rees y colaboradores (1996) a partir del material cerámico del valle del Maule. La cerámica según los autores, se caracterizaría por un fuerte tradicionalismo. Fechados por termoluminiscencia les permitieron establecer 4 subperíodos alfareros en la región. Estos son los períodos Temprano (200 500 d.C.), Intermedio (600 1000 d.C.), Intermedio Tardío y ElTardío.primero, se encuentra representado por asentamientos en la costa y en Alto de Vilches principalmente en la desembocadura norte del río Maule y en las cuevas de Quivilongo. El segundo, con mayor diversidad en la morfología de las piezas, cuyos conjuntos se ocupan por períodos cortos, en tanto otros durante toda la cronología. Estos se encuentran representados en sitios de la costa y Alto de Vilches igualmente. El período Intermedio Tardío presenta ocupaciones

En cuanto a los sitios Tardíos de la precordillera, Sanhueza y colaboradores (1994) a partir de sus trabajos en el sitio Alero Bahamondes, con fechas que oscilan entre el 700 y el 1100 d.C., señalan que los grupos cerámicos que se encuentran en los sitios de la cordillera y precordillera no serían exclusivos de esta área, sino que se encuentran representados en los sitios del valle central y la costa también Esto les permite establecer la idea de un flujo de poblaciones dentro de la cuenca.

En los trabajos realizados en la caverna Quivolgo (Aldunate et al. 1991) se plantea el hallazgo de restos vegetales, específicamente de peumo carbonizadas (Cryptocarya alba) y de palma chilena (Jubaea chilensis) en un fogón datado en el 2040 a.C. (ibid.).

Por otra parte, la abundancia de pastos en la época primaveral, principalmente aquellos relacionados al género Bromus como el magu, teca y el lanco (Cornejo y Gallardo 1987) asociados a implementos de molienda, podría implicar el uso de estos granos para un consumo prehispánico, ya que como sugieren los trabajos de Mathei (1986) el Bromus mango habría sido consumido por poblaciones mapuche como cereal.

Semillas de Bromus también han sido registradas para sitios prehispánicos como La Granja, sitio contemporáneo a Tutuquén ubicado el Cachapoal, donde además se observa la presencia de maíz, zapallo, poroto y quínoa entre los principales recursos vegetales utilizados (Planella y Tagle 1998)

en la costa y la precordillera. Recién hacia el siglo XIII se comenzaría a ocupar el valle del Maule y hacia el período Intermedio (600 1000 d.C.) surgen los tembetás, pipas y orejeras.

En cuanto a los sitios ubicados en la ribera misma del Maule se encontrarían directamente asociados a la explotación de las canteras de obsidiana existentes en sus cercanías (Ibid y Jackson 1989 1990). En cuanto a los antecedentes arqueobotánicos, podemos señalar el trabajo realizado al sur de la desembocadura del río Maule (Seelenfreund 1995 1996). Estos trabajos fueron realizados en dos sitios alfareros tempranos, sitio Los Pellines y Alero Las Cañas Este último presenta actividades ininterrumpidas desde el Arcaico, no así Los Pellines 1 que presenta solamente ocupaciones del alfarero temprano. De las columnas se obtuvieron restos de pepónida y semillas de Cucurbita sp carbonizadas y especies de ambientes húmedos como Carex sp., Sciperus sp., Galium sp., Potamogeton sp. y Polyganum sp., todas pertenecientes a la familia de la Cyperaceas. Estas, han sido utilizadas según la etnografía, para la confección de sogas, amarras, esteras, entre otros.

Este tipo de análisis y la búsqueda de indicadores, ha sido implementado por diversas líneas de investigación, en este caso, se realizarán análisis correspondientes al campo de la arqueobotánica, particular mediante la recuperación de microfósiles.

Los microfósiles son distintos tipos de partículas microscópicas de origen vegetal, gránulos de almidón, silicofitolitos, cristales de oxalato de calcio, granos de polen y anillos de celulosa que constituyen órganos, estructuras o inclusiones celulares (Korstanje 2005). Estos son indicadores o elementos diagnósticos de la presencia de plantas en lugares en donde los procesos de descomposición de la materia orgánica no han permitido la supervivencia de macrorrestos vegetales. Se incluyen dentro de los microfósiles restos de organismos protistas, tales como frústulas de diatomeas, escamas y quistes de crisoficeas, y por otro lado, partículas de origen animal como esferulitas y espículas de esponjas (Babot 2007).

Con la finalidad de acceder a la totalidad de elementos presentes en las vasijas, es que tomamos en consideración lo planteado por Coil y colaboradores (2003), en tanto realizar lo que se ha denominado un “análisis múltiple de microfósiles”, el cual permite acceder a la totalidad de la información. Esta visión implica un muestreo poco agresivo, sin impacto químico, que permita la conservación de todo el conjunto (Korstanje 2010). Además, tiene la ventaja de que si un microfósil no nos permitiera responder a una determinación taxonómica, podemos apoyarnos en todo el conjunto para dicha determinación.

En cuanto al material estudiado se trata de 7 vasijas definidas morfológicamente por Itací correa en el marco del análisis cerámico de este proyecto, a cargo del Consejo de Monumentos Nacionales. A continuación se exponen en la Tabla 1 las categorías establecidas, procedencias y el código con que se trabajaron las muestras en cada pieza para el análisis de microfósiles.

Las sustancias adheridas a la pieza, producto de su uso, son resistentes al paso del tiempo e incluso a condiciones adversas y entregan información valiosa que da cuenta de la funcionalidad de ciertos artefactos.

Material y Método

Este tipo de análisis posee un gran valor en arqueología y ha sido abordado por diversos investigadores para determinar usos y funcionalidad en diversos artefactos (Babot 2003, Korstanje y Babot 2007, Pearsall y Piperno 1993, Piperno 2006, Planella et al. 2009, Quiroz et al. 2012, Torrence y Barton 2006).

Categoríadevasija Procedencia Individuo Condición muestraCódigode Fotografía Jarro Unidad G 12, capa 3 19 Semicompleto 2 asimétricoJarro Unidad G 10 11 09 Semicompleto 7 Jarro Unidad G 10 11 09 Semicompleto 4 Olla Unidad I 12, capa 3 18 Completo 1 asimétricoJarro Unidad I 12, capa 3 18 Semicompleto 3

Olla Unidad G 11, capa 3 10 Semicompleto 6 asimétricoJarro Unidad J 10, estrato 2 (Limpieza de suelo, perfiles y fogón) s.i. Semicompleto 5

Tabla 1. Vasijas procedentes del sitio arqueológico Retén Tutuquén. Fotografías Itací Correa. Las muestras fueron tomadas en las dependencias del Consejo de Monumentos Nacionales. Se realizó la extracción de los residuos de las 7 vasijas a través de raspado directo (Loy 1994), en cada una de ellas se consideraron tres distinciones generales de acuerdo al origen del residuo: lavado, raspado y sedimento. Cabe destacar que estas distinciones son arbitrarias y corresponden a una separación que nos permitirá observar diferencias entre los eventos posdeposicitacionales de la vasija (sedimento) y el uso mismo de la pieza (raspado). Es importante señalar que tanto sedimento como lo que obtenemos como raspado se encuentran involucrados procesos de lixiviación de un lado hacia otro. La muestra de raspado se obtuvo mediante un objeto punzante el cual se introduce principalmente en los intersticios donde se ubican los microfósiles. Ese raspado se extrajo con una pipeta de pasteour y se introdujo en un tubo eppendorf, todos los instrumentos utilizados se encontraban debidamente limpios previa extracción de la muestra para no generar contaminación cruzada.

La extracción de muestras se realizó desde el cuerpo de las vasijas, y en algunos casos desde el cuello y asa cuando estas se presentaban. Algunas piezas poseían bastante sedimento por lo que realizar lavados con agua destilada fue clave para acceder a los residuos. También se tomaron muestras, en dos vasijas, de un sedimento blanquecino adherido en las paredes del cuello, que finalmente no arrojó resultados y que podría corresponder a florescencia de sales minerales.

La descripción de forma y tipología de microfósiles se realizó en base al Código generado por ICPN Working Group (2005) denominado International Code for Phytolith Nomenclature 1.0. En cuanto a los gránulos de almidón, se ocupó el ICSN (International Code for Starch Nomenclature 2011).

1 Hilo oscuro y alteraciones en la cruz de extinción SimilmaysZea 1 compuestaEstructura 2 Gelatinizado y birrefringenciabaja 2

Los otros microrrestos fueron descritos morfológicamente y medidos. La identificación se realizó a partir de la comparación con colecciones de referencia y publicaciones relacionadas (Babot 2003, Korstanje y Babot 2007, Pearsall y Piperno 1993, Piperno 2006, Planella et al 2009, Quiroz et al 2012, Torrence y Barton 2006). Resultados A continuación se presentan los tipos de microfósiles identificados para cada vasija, especificando el origen de residuo y el sector de la pieza donde fue extraído. Además se señalan los daños presentes en los gránulos de almidón, aspecto relacionado directamente con el procesamiento de las especies involucradas. Por último se indica, cuando es posible, el origen anatómico y adscripción taxonómica de los microrrestos. Muestras 1 (Olla, Individuo 18) Se pudo identificar un total de n=41 microrrestos, de los cuales n=8 corresponden a gránulos de almidón, n=24 a silicofitolitos, n=5 calcifitolitos, n=3 tejidos y n=1 espora. En cuanto al origen del residuo, en la muestra de lavado cuerpo se obtuvo la mayor cantidad de elementos (n=31), seguido del lavado cuello (n=6), raspado cuerpo (n=2) y raspado cuello (n=2). Del conjunto identificado, se adscribió taxonómicamente un granulo de almidón poliédrico de 6 lados, encontrado en la muestra de lavado cuerpo, como simil Zea mays (Imágenes 1 y 2). Muestras Lavadocuerpo Lavadocuello Raspadocuerpo Raspadocuello Daños anatómicoOrigen taxonómicaAdscripción TOTALTipo microfósilde Granos Poliédricoalmidónde(6lados)

Las muestras fueron observadas en microscopio petrográfico con cámara incorporada y sistema Metrometrics, a un aumento de 100x, 250x y 400x. El montado de la muestra se realizó siguiendo la lógica de la alícuota (korstanje 2005).

Paquete almidonesdeesféricos 5 5 bordesSilicofitolitoElongadocilíndricolisos 3 3 6 Elongadocilíndricobordessinuosos 7 2 2 11 Cilíndrico 1 1 Trapezoidal 1 1 Cuneiforme 1 1 Bilobado 1 1 equinadoTabular 2 2 Cruz 1 1 ConjuntoCalcifitolitodecristales 5 5 AnillosTejidodecelulosa 1 1 silicificadasPapilas 2 2 Espora 1 1 TOTAL 31 6 2 2 41 Imagen 1. Gránulo de almidón poliédrico de 6 lados, simil Zea mays. Campo claro 40x. Imagen 2. Gránulo de almidón poliédrico de 6 lados, simil Zea mays. Campo oscuro 40x.

Daños anatómicoOrigen taxonómicaAdscripción TOTALTipo microfósilde Granos Poliédricoalmidónde(5lados) 1 Hilo perforacionesoscuro,yfisuras Zea mays 1 Poliédrico (6 lados) 1 Hilo perforaciones,oscuro,pérdidadelcontornoyalteracionesenlacruzdeextinción Zea mays 1 SilicofitolitoElongadocilíndricobordeslisos 41 16 31 37 125 Elongadocilíndricobordessinuosos 25 22 27 35 109 Trapezoidal 18 11 24 27 80 Rondel 5 3 2 23 33 Bilobado 2 2 Trilobado 1 Zea mays 1 Escutiforme 1 1 Globular 1 1 Oblongo 3 1 4 Indeterminado 1 1 Estrellado 1 1 Tejido

Muestras 2 (Jarro, Individuo 19) Se identificaron n=375 microrrestos, de los cuales n=2 corresponden a gránulos de almidón, n=358 a silicofitolitos, n=14 tejidos y n=1 diatomea. En cuanto al origen del residuo, en la muestra de raspado cuerpo se obtuvo la mayor cantidad de elementos (n=133), seguido de sedimento asa (n=97), lavado cuerpo (n=89) y sedimento cuerpo (n=56). Del conjunto identificado, fueron adscritos taxonómicamente a Zea mays; dos gránulos de almidón poliédricos de 5 y 6 lados, encontrados en las muestras de sedimento cuerpo y lavado cuerpo respectivamente (Imágenes 3 y 4), y un silicofitolito trilobado de la muestra raspado cuerpo (Imagen 5). Por último, la evidencia de una diatomea en la muestra de lavado cuerpo nos habla de la incorporación de agua (Imagen 6). Muestras Sedimentoasa Sedimentocuerpo Lavadocuerpo Raspadocuerpo

silicificadoTricoma 5 2 4 11 Parenquimático 3 3 Diatomea 1 1 TOTAL 97 56 89 133 375 Imagen 3. Gránulo de almidón poliédrico de 5 lados, correspondiente a Zea mays. Campo claro 40x. Imagen 4. Gránulo de almidón poliédrico de 5 lados, correspondiente a Zea mays Presenta daños como hilo oscuro, perforaciones y fisuras. Campo oscuro 40x. Imagen 5. Silicofitolito trilobado, correspondiente a Zea mays. 40X. Imagen 6. Diatomea. 40X.

Daños anatómicoOrigen taxonómicaAdscripción TOTALTipo microfósilde GranosalmidóndeEsférico 3 Pérdida contorno,delhilooscuro,perforaciónyalteraciónenlacruzdeextinción Zea mays 3 Poliédrico(6lados) 2 Hiloextincióncruzoscuro,deirregular Zea mays 2 Poliédrico 1 Pérdida del contorno, hilo oscuro y birrefringenciabaja Zea mays 1 bordesSilicofitolitoElongadocilíndricolisos 12 5 17 Elongadocilíndricobordessinuosos 25 17 3 3 48 Trapezoidal 21 30 51 Rondel 3 3 6 Cuneiforme 1 1 1 3 Bilobado 1 1 TraqueideasTejidosilicificadas 2 2

Muestras 3 (Jarro asimétrico, Individuo 18)

Se identificaron n=136 microfósiles, de los cuales n=6 corresponden a gránulos de almidón, n=126 a silicofitolitos, n=3 tejidos y n=1 diatomea. En cuanto al origen del residuo, en la muestra de lavado cuerpo se obtuvo la mayor cantidad de elementos (n=69), seguido de sedimento cuerpo (n=51), raspado cuerpo (n=12) y raspado cuello (n=4). Del conjunto identificado, tres gránulos de almidón esféricos (lavado cuerpo) (Imagen 7 y 8), dos poliédricos de 6 lados (lavado cuerpo) (Imagen 9 y 10), y uno poliédrico sin bordes definidos (raspado cuerpo), fueron adscritos taxonómicamente a Zea mays. Por último, la evidencia de una diatomea en la muestra de sedimento cuerpo permite inferir la incorporación de agua (Imagen 11). Muestras Sedimentocuerpo Lavadocuerpo Raspadocuerpo Raspadocuello

silicificadoEstoma 1 1 Diatomea 1 1 TOTAL 51 69 12 4 136

Imagen 9. Gránulo de almidón poliédrico 6 lados, correspondiente a Zea mays. Campo claro 40x. Imagen 10. Gránulo de almidón poliédrico 6 lados, correspondiente a Zea mays. Se observan daños como hilo oscuro, cruz de extinción irregular. Campo oscuro 40x.

Imagen 7. Gránulo de almidón esférico, correspondiente a Zea mays. Campo claro 40x. Imagen 8. Gránulo de almidón esférico, correspondiente a Zea mays. Presenta daños como pérdida del contorno, hilo oscuro, perforación y alteración en la cruz de extinción. Campo oscuro 40x.

Imagen 11. Diatomea. 40X. Muestras 4 (Jarro, Individuo 9) Se registró un total de n=63 microfósiles, de los cuales n=4 corresponden a gránulos de almidón, n=53 a silicofitolitos, n=3 tejidos, n=2 diatomeas y n=1 microcarbón. En cuanto al origen del residuo, en la muestra de sedimento cuerpo se obtuvo la mayor cantidad de elementos (n=39), seguido de lavado cuerpo (n=14) y raspado cuerpo (n=10). Del conjunto identificado, un gránulo de almidón esférico (Imagen 12 y 13) y uno poliédrico de 5 lados (sedimento cuerpo), uno esférico facetado y uno poliédrico de 5 lados (lavado cuerpo) fueron adscritos taxonómicamente a Zea mays. Por último, la evidencia de dos diatomeas en la muestra de sedimento cuerpo nos habla de la incorporación de agua (Imagen 14). Muestras Sedimentocuerpo Lavadocuerpo Raspadocuerpo Daños anatómicoOrigen taxonómicaAdscripción

TOTALTipo microfósilde GranosalmidóndeEsférico 1 Perforacionesleves Zea mays 1 facetadoEsférico 1 Hilo birrefribajaoscuro,ngenciayfisuras Zea mays 1 Poliédrico (5 lados) 1 1 Hilo oscuro engrosamientoydelacruzdeextinción Zea mays 2 Silicofitolito

bordesElongadocilíndricolisos 4 4 Elongadocilíndricobordessinuosos 20 10 5 35 Trapezoidal 9 9 Rondel 5 5 silicificadoTricomaTejido 1 1 Traqueideassilicificadas 1 1 Parenquimáticosilicificado 1 1 Diatomea 2 2 Microcarbón 1 1 TOTAL 39 14 10 63 Imagen 13. Gránulo de almidón esférico, correspondiente a Zea mays. Campo claro 40x. Imagen 14. Gránulo de almidón esférico, correspondiente a Zea mays. Campo oscuro 40x.

7 Trapezoidal 1 Hilo

Zea

1 Poliédrico (5

GranosalmidóndeEsférico 3 3 1

1

Hilo engrosamientovaciamento,oscuro,de la cruz de extinción y baja birrefringencia mays oscuro y cruz de extincióndistintivano lados) Fisura, birrefringenciabaja y Zea mays

Imagen 15. Diatomea. 40X. Muestras 5 (Jarro asimétrico, limpieza suelo, perfiles y fogón) Se identificó un total de n=109 microfósiles, de los cuales n=22 corresponden a gránulos de almidón, n=85 a silicofitolitos, n=1 calcifitolito y n=1 tejido. En cuanto al origen del residuo, en la muestra de raspado cuerpo se obtuvo la mayor cantidad de elementos (n=54), seguido de sedimento cuerpo (n=34), lavado cuerpo (n=19) y lavado cuello (n=2). Del conjunto registrado, llama la atención tres formas de gránulos de almidón que lamentablemente no pudieron ser identificados; poliédrico de 8 lados (sedimento cuerpo, imágenes 15 y 16), trapezoidal (sedimento cuerpo, imágenes 17 y 18) y periforme (sedimento cuerpo, imágenes 19 y 20). Si se pudo adscribir taxonómicamente a Zea mays un grupo de almidones; esféricos (sedimento cuerpo, lavado cuerpo y lavado cuello, imágenes 21 y 22), poliédrico de 5 lados (sedimento cuerpo), poliédrico de 6 lados y conjunto de almidones gelatinizados (sedimento cuello, imágenes 23 y 24). Muestras Sedimentocuerpo Lavadocuerpo Lavadocuello Raspadocuerpo Daños anatómicoOrigen taxonómicaAdscripción

TOTALTipo microfósilde

1

pérdida del contorno Poliédrico (6 lados) 3 Hilo oscuro perforacionesy Zea mays 3 Poliédrico (8 lados) 2 Perforaciones e hilo oscuro 2 Periforme 1 Pérdida del contorno, fisura y cavidad en el hilo 1 Conjuntoalmidonesdeesféricos 7 Hilo oscuro, birrefringenciabajaygelatinización Zea mays 7 SilicofitolitoElongadocilíndricobordeslisos 5 15 20 Elongadocilíndricobordessinuosos 15 12 27 aserradosElongadocilíndricobordes 6 6 Acicular 1 1 Cuneiforme 1 1 Claviforme 1 1 Carinado 1 1 Escutiforme 1 1 Oblongo 1 10 11 Poliédrico 14 14 Indeterminado 1 1 2 CalcifitolitoPoliédrico 1 1 EpidérmicoTejidosilicificado 1 1 TOTAL 34 19 2 54 109

Imagen 17. Gránulo de almidón trapezoidal. Campo claro 40x. Imagen 18. Gránulo de almidón trapezoidal. Campo oscuro 40x. Alteraciones en la cavidad.

Imagen 19. Gránulo de almidón periforme. Campo claro 40x. Daño por fisura.

Imagen 15. Gránulo de almidón poliédrico 8 lados. Campo claro 40x. Imagen 16. Gránulo de almidón poliédrico 8 lados. Campo oscuro 40x.

Imagen 20. Gránulo de almidón periforme. Campo oscuro 40x. Daños en la cruz de de extinción.

Imagen 23. Conjunto de almidones esféricos. Campo claro 40x. Imagen 24. Conjunto de almidones esféricos. Se observan daños como hilo oscuro, baja birrefringencia y gelatinización. Campo oscuro 40x.

Imagen 21. Gránulo de almidón esférico. Campo claro 40x. Imagen 22. Gránulo de almidón esférico. Presenta daños como hilo oscuro, vaciamento, engrosamiento de la cruz de extinción y baja birrefringencia. Campo claro 40x.

Se registraron n=118 microfósiles, de los cuales n=2 corresponden a gránulos de almidón, n=105 a silicofitolitos, n=3 tejidos y n=8 microcarbones. En cuanto al origen del residuo, en la muestra de sedimento asa se obtuvo la mayor cantidad de elementos (n=44), seguido de sedimento cuerpo (n=35), raspado cuerpo (n=20) y lavado cuerpo (n=19). Del conjunto identificado, se adscribieron taxonómicamente a Zea mays; un granulo de almidón poliédrico de 5 lados, encontrado en la muestra de lavado cuerpo, un granulo de almidón poliédrico de 6 lados (muestra sedimento cuerpo), y dos silicofitolitos con forma de cruz Cf. Zea mays (Imagen 25). Muestras Sedimentoasa Sedimentocuerpo Lavadocuerpo Raspadocuerpo Daños anatómicoOrigen taxonómicaAdscripción TOTAL

Tipo microfósilde Granos Poliédricoalmidónde(5lados) 1 Hilo engrosamientooscuro,cruzdeextinción Zea mays 1 Poliédrico (6 lados) 1 Hilo oscuro perforacionesy Zea mays 1 SilicofitolitoElongadocilíndricobordeslisos 20 15 10 45 Elongadocilíndricobordessinuosos 10 12 9 1 32 aserradosElongadocilíndricobordes 2 7 1 10 Escutiforme 1 1 2 Cónico 1 1 Trapezoidal 5 5 Cruz 2 Cf maysZea 2 Rondel 1 1 Cuneiforme 1 1 Globular 2 2 Oblongo 1 1 Orbicular 1 1 Indeterminado 2 2 Tejido

Muestra 6 (Olla, Individuo 10)

Tricoma 1 1 Indeterminado 2 2 Microcarbón 8 8 TOTAL 44 35 19 20 118 Imagen 25. Silicofitolito cruz, Cf. Zea mays. 40X. Muestra 7 (Jarro asimétrico, Individuo 9) Se identificaron n=133 microrrestos, de los cuales n=1 corresponde a gránulo de almidón, n=129 a silicofitolitos, n=1 tejidos y n=3 microcarbones. En cuanto al origen del residuo, en la muestra de lavado cuerpo se obtuvo la mayor cantidad de elementos (n=73), seguido de sedimento cuerpo (n=36) y raspado cuerpo (n=24). Del conjunto identificado, se pudo adscribir taxonómicamente un granulo de almidón oval simil Datura ferox (Imágenes 26 y 27). Muestras Sedimentocuerpo Lavadocuerpo Raspadocuerpo Daños anatómicoOrigen taxonómicaAdscripción TOTALTipo microfósilde Granos Periformealmidónde 1 Engrosamientocruzdeextinción Flor Simil Daturaferox 1 SilicofitolitoElongadocilíndricobordeslisos 20 32 10 62

Elongadocilíndricobordessinuosos 7 20 7 34 aserradosElongadocilíndricobordes 5 4 9 Acicular 1 1 Escutiforme 1 1 Rondel 2 2 Rectangular 6 1 7 Cuneiforme 2 2 Triangular 2 2 Globular 2 2 Indeterminado 4 2 1 7 TricomaTejido 1 1 Microcarbón 1 1 2 TOTAL 36 73 24 133 Imagen 26. Gránulo de almidón periforme. Campo claro 40x. Imagen 27. Gránulo de almidón periforme. Campo oscuro 40x.

Discusión

El análisis de residuos adheridos nos permitió la identificación de dos especies vegetales, la primera y más representada fue Zea mays, la cual fue recuperada en 6 de las 7 vasijas, identificada tanto a partir de gránulos de almidón (esféricos y poliédricos de 5 y 6 lados) como de silicofitolitos (trilobado y cruz). El otro taxón corresponde a la especie Datura ferox, representado por un gránulo de almidón periforme característico de la flor. Dentro del conjunto analizado fueron registrados un alto número de silicofitolitos asociados a la familia Poaceae (formas elongadas, trapezoidal y rondel). Respecto al origen del residuo, se pudo establecer, que no existe una distinción clara entre sedimento, lavado y raspado, esta separación arbitraria corresponde a una estrategia metodológica para distinguir el sedimento control de la matriz del residuo de uso, sin embargo notamos la existencia de traspaso de elementos hacia ambos lados por lo que ésta distinción no nos permitió establecer relaciones ni comparaciones relevantes Específicamente podemos señalar que el sedimento y el lavado del cuerpo de la pieza fue donde pudimos obtener la mayor cantidad de microfósiles asociados a Zea mays y también donde recuperamos una mayor cantidad y diversidad de microrrestos a diferencia del asa y el cuello, que presentaron microrrestos propios de la matriz del suelo.

En cuanto al maíz, podemos decir que es un recurso que en la Zona Central de Chile ha sido consumido por las poblaciones desde al menos el 200 d.C., esto a partir de los datos obtenidos en análisis de isotopos estables (Falabella et al. 2008). Esta especie ha sido considerada como un

Con relación a la presencia de microfósiles por categoría de vasija, podemos señalar que es bastante homogénea, tanto en ollas, jarros y jarros asimétricos se pudo identificar la presencia de maíz. En cuanto a los microfósiles sin asignación taxonómica, estos se presentan de manera homogénea en todas las categorías de vasijas. Otro dato importante registrado, es la presencia de diatomeas (n=4) en piezas de morfología restringida (vasijas 2, 3 y 4), este microrresto se asocia a la incorporación de agua. Frente a lo anteriormente expuesto, es importante resaltar que los restos del interior de una vasija son el resultado de un proceso de formación del residuo, en este caso arqueológico, producido por la suma de múltiples eventos de procesamientos, mezcla de elementos y prácticas de limpieza (Schiffer 1983), y que únicamente mediante una lectura adecuada puede mostrar un promedio de la historia de vida de la pieza.

recurso sumamente importante en la relaciones sociales, tanto productivas como de negociación (Falabella et al 2008). Sin embargo las respuestas sociales y culturales a este fenómeno agrícola han generado tantas respuestas y tan variadas, como grupos sociales existen. Los relatos de cronistas realizados durante el siglo XVI ya señalaban la importancia que tenía este recurso para las comunidades del centro y centro sur de Chile. Se relata con detalle, como año a año lo sembraban y cultivaban (Vivar 1979 [1558]). En la Araucanía se describe la presencia del maíz curawua, el cual se caracteriza por ser bueno para la elaboración de harinas y chicha. Los productos que se pueden obtener de este recurso son variados, entre los que podemos mencionar harinas, maíz tostado, asado, bebidas fermentadas y no fermentadas, por mencionar algunos. Productos que implican diversos tipos de procesamiento. Frente a los hallazgos de maíz en las vasijas del sitio Tutuquén 1 y los procesos sociales acaecidos durante la ocupación alfarera del sitio (800d.C. 1160 d.C.), nos han llevado a pensar en la presencia de chicha en los contenedores cerámicos. La asociación directa de maíz dentro de vasijas en contextos mortuorios no es nueva, ya se ha registrado para las poblaciones Llolleo, aunque sin resultados concluyentes a nivel de microfósiles. En estos casos se ha planteado que el ingreso del maíz a Chile Central se habría dado más que por su consumo nutricional, por su prestigio y connotación ritual (Sanhueza et al. 2003).

Los microrrestos, en específico los gránulos de almidón, tienen la potencialidad de dar cuenta de daños o alteraciones relacionadas con prácticas culturales, lo que nos permite observar modalidades de procesamiento a través de variaciones morfológicas (Babot 2003). Para esto los datos etnográficos sobre la preparación de la chicha son relevantes; la chicha de maíz se realiza mediante una molienda previa de los granos en un mortero, estos granos ya procesados son mezclados con saliva para luego adherir agua y dejar reposar o remojar por aproximadamente 10 días para su fermentación (Cutler y Cárdenas 1947).

En las muestras obtenidas reconocimos daños como hilo oscuro, perforaciones, fisuras, pérdida del contorno, alteraciones en la cruz de extinción, baja birrefringencia y daños en la cavidad asociados al procesamiento de recursos a través de la molienda (Babot 2006). Estas mismas alteraciones han sido descritas para el caso del maíz en la literatura lo que ha facilitado su identificación. Por otro lado, encontramos daños por gelatinización y vaciamiento, modificaciones que han sido asociadas a los procesos de fermentación. Es importante señalar que únicamente los daños por fermentación fueron identificados en un jarro asimétrico (vasija 5). Para las otras

En síntesis, el análisis de microfósiles en residuos adheridos fue muy frutictífero en cuanto pudimos reconocer usos y procesamientos al interior de las vasijas. La presencia de maíz (Zea mays) y las alteraciones en sus gránulos de almidón nos permitieron establecer la posible presencia de chicha en sus contenedores. Análisis futuros en otro tipo de sitios y a los individuos asociados a través de isotopos estables nos permitirán robustecer los datos e interpretaciones señaladas en este informe Referencias citadas Albornoz, X. y F. Meneses 2013 Informe arqueobotánica: análisis de macro y microrrestos en una Maka, Sitio Arqueológico MPLD ARQ 01. Investigador responsable: Javiera Arriagada. Manuscrito en posesión de los autores. Aldunate, C. F, Gallardo, Á. Román y Á. Deza .1991 Arqueología de la desembocadura del Maule.

Finalmente, los resultados obtenidos en relación al contexto arqueológico, nos permiten llegar a un primer nivel de interpretación donde planteamos la presencia de chicha asociada a entierros, sin embargo no podemos profundizar en las implicancias sociales, ya que no conocemos la importancia que tuvo esta bebida en otro tipo de contextos (p.e. habitacionales), como tampoco poseemos datos que acrediten su consumo (isotopos estables) por parte de los individuos asociados, en este sentido, esperamos que futuras investigaciones apunten a resolver este problema para poder completar el panorama del uso de esta especie y bebida en poblaciones alfareras, y así comprender las particularidades culturales de las poblaciones que habitaron esta región. Palabras finales

Actas del XI Congreso Nacional de Arqueología Chilena. Santiago, Tomo III: 145 152.

vasijas sólo pudimos observar procesamientos asociados a la molienda. Estos rasgos morfológicos de los gránulos de almidón o alteraciones son concordantes con aquellos producidos por la elaboración de bebidas fermentadas.

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