1/2 Día del Domingo Nº 40

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R e v o l u c i ó n a D i a r i o w w w. c i u d a d c o j e d e s . c o m . v e

DOMINGO 14 DE SEPTIEMBRE DE 2014 / CIUDAD COJEDES

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RAYMOND CARVER: “POR FAVOR, NADA DE HEROÍSMO” ESTEBAN MOORE

E

n 1992, cuatro años después de la muerte de Raymond Carver, se publica póstumamente Por favor, nada de heroísmo. Su editor, William L. Stull, incluye en este volumen textos que no habían sido reunidos

½ DÍA DEL

DOMINGO

RAZÓN BELLEZA y REVOLUCIÓN

anteriormente: cuentos, poemas, el fragmento de una novela, notas bibliográficas, prólogos y artículos en los cuales Carver comenta su relación con la palabra escrita. Entre los textos recogidos se halla el poema que da título al conjunto, fechado en 1967, en la plenitud de su período formativo, es decir, mucho antes de haber sido reconocido por su futuro. La locución, “por favor, nada de heroísmo” no figura entre las consignas que utilizaba, en sus talleres de escritura o entrevistas, cuando se proponía definir los alcances de su trabajo. Sin embargo, se corporiza en su obra, encarna una actitud: el rechazo hacia la figura del héroe y la del Vates: el poeta como profeta. Los actos heroicos y las visiones proféticas que tanto desvelaron a Thomas Carlyle, carecen de atractivo para

Carver; así como el juicio del autor del Sartor Resartus respecto de la historia universal, quien en De los héroes, el culto de los héroes y lo heroico en la historia, sostiene enfáticamente: “...el relato de lo que ha hecho el hombre en el mundo, es en el fondo la Historia de los Grandes Hombres que aquí trabajaron.” 1 La tarea, de proporciones whitmanianas, que se impone Carver, es la de integrar a la tradición 1 Thomas Carlyle, Sartor Resartur- On Heroes, Hero-Worship, and the Heroic in History, J.M. Dent, London, 1914.

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2 1/2 DÍA DEL DOMINGO literaria de su país la vida y la tragedia del hombre común, del obrero, el blue collar. Rescatar, expresar la voz de todos aquellos que con sus salarios mínimos o cheques de desempleo, son excluidos del sueño americano difundido por la industria del cine, la televisión y la publicidad. Raymond Carver nació en 1938, en Clatskanie, Oregon, un pequeño pueblo a orillas del río Columbia. Su padre, que trabajada en uno de los aserraderos locales afilando las hojas de las sierras, era alcohólico y un gran narrador de historias. Acostumbraba, mientras bebía por las tardes su moonshine en la cocina, contarle a su hijo distintas anécdotas, las que habrían de nutrir su imaginación. Éstas invariablemente se referían a sus excursiones de pesca y caza, y sobre la vida y aventuras de su bisabuelo, un verdadero personaje, que para sobrevivir durante la Guerra de Secesión combatió en ambos bandos. Los problemas laborales del padre obligan a la familia Carver a mudarse a la ciudad de Yakima, estado de Washington, donde Raymond terminó sus estudios secundarios. En su juventud su material de lectura preferido fueron las novelas de Zane Grey, Mickey Spillane y las revistas dedicadas a las actividades y deportes al aire libre. En 1956, se casa con Maryann Burke, su novia de la secundaria, que había quedado embarazada. En esos años, para sostener a su familia, Carver trabajó como empleado de limpieza, obrero en un aserradero, dependiente de farmacia y vendedor. Luego de tres años de pequeños y consecutivos fracasos, deciden radicarse en Paradise, California. Una vez instalados allí, se inscribe en un taller de escritura creativa dictado por el novelista John Gardner en la universidad del estado, en la vecina localidad de Chico. Esta experiencia fue decisiva para él, y a partir de ella, como le dijo a Jay McInerney, cuando escribía siempre tenía la sensación de que su maestro estaba presente, leyendo su trabajo, aprobando o desaprobando las palabras elegidas.

Los términos ‘minima-

lismo’ y ‘realismo sucio’, serán de uso frecuente para

referirse a su trabajo. Sin embargo, Carver no se sentía demasiado cómodo con estas denominaciones, pues consideraba que no definían acabadamente su poética, centrada según sus palabras, en la síntesis, el mot juste, la claridad expresiva y la lengua usual de todos los días”

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Se mudarían nuevamente en 1960 a Eureka, California, donde él continuaría sus estudios en la Universidad de Humboldt. Al finalizarlos, en 1963, obtiene una beca para asistir a la Universidad de Iowa. Hacia finales de la década publica su primer libro, una selección de poemas. En este período de su vida caracterizado por la estrechez económica, empleos mal pagos, la falta de tiempo para escribir y las dificultades para establecerse como escritor, el bourbon se transformaría en su único y exagerado consuelo. Durante los 70, y convertido en un alcohólico de tiempo completo, dicta talleres de escritura en distintas universidades. En una oportunidad coordinó junto a John Cheever un curso en la Universidad de Iowa, y éste recuerda que lo único que hicieron bien ese semestre fue embriagarse. Se editan en esos años nuevos libros de poemas y su primer volumen de cuentos. En 1977, luego de ser hospitalizado en distintos centros médicos, comienza a participar en reuniones de Alcohólicos Anónimos y abandona definitivamente la bebida. En la década de los 80 varias cosas habrían de cambiar en su vida, forma nueva pareja con la poeta Tess Gallagher, es nombrado coordinador de los talleres de escritura creativa en la Universidad de Syracuse (N.Y.) y su obra es distinguida con diversos premios. El círculo de sus lectores no deja de expandirse, varios de sus colegas reconocen las virtudes de su prosa y poesía y se realizan las primeras traducciones de su obra. Los términos ‘minimalismo’ y ‘realismo sucio’, serán de uso frecuente para referirse a su trabajo. Sin embargo, Carver no se sentía demasiado cómodo con estas denominaciones, pues consideraba que no definían acabadamente su poética, centrada según sus palabras, en la síntesis, el mot juste, la claridad expresiva y la lengua usual de todos los días. No obstante, a pesar de su desconfianza respecto de ellas, éstas serán el disparador de un debate acerca de las nuevas tendencias que lo colocaría en un lugar destacado de la escena literaria, despertando la curiosidad e interés de una nueva generación de lectores que habrían de ser los responsables del culto Carver. En un artículo, La libreta de notas de un narrador, publicado en el New York Times en febrero de 1981, dice que las “sombrías discusiones acerca de la innovación formal en la escritura” lo ponían nervioso, porque en demasiadas ocasiones la “experimentación es una licencia para ser descuidado, tonto, imitativo o peor aún, una licencia para tratar de brutalizar o alienar al lector. En demasiadas ocasiones este tipo de escritura no nos brinda ninguna noticia del mundo o simplemente describe un paisaje desierto, eso es todo. Algunas dunas y lagartijas, aquí y allá, pero ninguna persona, un lugar deshabitado de cualquier cosa que podamos reconocer como humana, un lugar de interés sólo para especialistas.” Y respecto de los géneros, en el texto de referencia confiesa que en realidad él no eligió las formas breves del poema narrativo y del cuento para expresarse. Se vio obligado a adoptarlos

RAYMOND CLEVIE CARVER, JR. (Oregon, USA, 1938 — Washington, USA, 1988). Escritor adscrito al llamado realismo sucio, considerado el cuentista estadounidense más importante de la segunda mitad del siglo XX. En 1985 se hizo merecedor del premio Levinson otorgado por la revista “Poetry”. Su obra refleja la vida de la clase obrera norteamericana, aquella a la que apenas le alcanza el salario para comer y volver al trabajo al día siguiente. Distintos autores y directores destacados de Teatro en la Argentina han tomado la prosa de Raymond Carver como fuente inspiradora para crear sus espectáculos.

por necesidad. Lo hizo en una época en la que durante el día se desempeñaba como dependiente en un comercio y, luego, en las primeras horas de la noche baldeaba el salón de un restaurante y barría su playa de estacionamiento; recordando que terminaba el día agotado y sólo podía escribir los sábados o domingos, siempre y cuando su mujer, que era camarera, tuviera alguno de estos días libres para hacerse cargo de los niños. Estos géneros, que ya no abandonaría, eran los únicos que le brindaban la posibilidad de elaborar una idea y concluir el texto en una sola jornada. En su elección no hubo premeditación alguna, tampoco una estrategia. En cambio sí la hubo en su lectura, una que no le dio demasiada importancia a las recomendaciones de la academia, ni a las modas de la época surgidas del medio universitario.

Hoy en portada: Esteban Moore de Richard Oviedo (Mixta sobre papel, 19 cm x 25,5 cm). Dirección: Miguel Pérez / Coordinación Editorial: Daciel Pérez/ Diseño y Diagramación: Luis Daboe Correo electrónico: mediodiadeldomingo@gmail.com /Facebook: Mediodía del Domingo/ Twitter: @Mdíadeldomingo

La suya es una biblioteca que guarda tanto a poetas como cuentistas elegidos de acuerdo a su anhelo, el mismo que tuvo Sherwood Anderson a principios del siglo XX, transformar nuevamente su país y el habla de su gente en materia elocuente, significativa. Entre ellos se hallan narradores como Sherwood Anderson, William Faulkner, Ernest Hemingway; Tobias Wolff; Richard Ford, Donald Barthelme, Antón Chekhov; Flannery O’Connor; Eudora Welty y Willian Gass, y los poetas Ezra Pound, William Carlos Williams, Robert Frost, Galway Kinnell, W.S. Merwin, Ted Hughes y Robert Hass, rodeados de los nombres ineludibles de la literatura universal y de los libros de infinidad de poetas y cuentistas jóvenes en quienes Carver decía hallar la frescura y renovación de la lengua. Él compartió con ellos el difícil proceso de su realización como escritor, uno que adoptó como guía una frase de Ezra Pound que copió en una ficha de 3 por 5 pulgadas y conservó, como tantas otras, siempre en su lugar de trabajo: “la precisión del enunciado es la única y verdadera moralidad de la escritura”.


R e v o l u c i ó n

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D i a r i o

DOMINGO 14 DE SEPTIEMBRE DE 2014 / CIUDAD COJEDES

Solo y cargado de culpas POEMAS DE

Raymond Carver TRADUCCIÓN DE ESTEBAN MOORE

o r e d a n a p El Entonces Pancho Villa llegó al pueblo ordenó la ejecución del Alcalde en la plaza pública, luego requirió la presencia del viejo y enfermizo Conde Vronsky y cenaron, mientras comían Pancho le presentó a su nueva novia y a su marido, el panadero que vestía su delantal blanco. Pancho extrajo su pistola para que el Conde pudiera admirarla y quiso saber de su triste exilio en México. Luego hablaron de caballos y mujeres cuestiones en las que ambos eran expertos. La chica reía y jugueteaba con los botones de madreperla de la camisa de Pancho, quien al dar las doce rápidamente se durmió con la cabeza apoyada en la mesa. El panadero se persignó y abandonó el salón descalzo las botas en la mano, sin mirar al Conde sin mirar a la joven esposa. Ese hombre anónimo, descalzo humillado, que trata de salvar su vida, ese hombre es el héroe del poema.

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r o l o D

Esta mañana me desperté temprano y desde mi cama observé en la distancia el estrecho y vi un pequeño bote navegando a través de las aguas embravecidas, tenía una sola luz de posición encendida. Recordé entonces a mi amigo que solía gritar el nombre de su esposa muerta, desde la cima de las colinas en los alrededores de Perugia. Que le ponía un plato en la mesa….mucho tiempo después de muerta. Y abría las ventanas para que ella tuviera aire fresco. Su comportamiento me resultaba embarazoso. Igual que a sus otros amigos. No podía entenderlo. No, hasta esta mañana.

n á v s El de

Su cerebro es una buhardilla donde a través de los años se han almacenado muchas cosas. De tiempo en tiempo su rostro aparece en las pequeñas ventanas de la mansarda de la casa. El rostro triste de una mujer que ha sido encerrada y olvidada.

e t n e m l a r u t Na Un claro en las nubes. El macizo perfil de las montañas azules que recortan el horizonte. El amarillo apagado de los rastrojos. El río muy negro. ¿Qué estoy haciendo en este lugar, solo y cargado de culpas? Me pregunto.

Sigo comiendo las frambuesas de la fuente. Sin hacerme problemas. Si estuviera muerto, me recuerdo, no podría saborearlas. Nada es tan simple. Sí, todo es así de simple. Naturalmente.


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4 Inéditos ESTEBAN MOORE

Jorge Luis Borges de la mano de un joven Esteban Moore, en una calle de Buenos Aires (1975)

LA CANCIÓN CONSTRUYE SUS IMÁGENES En la habitación desordenada la radio repite una canción de otra época Es la música o la letra la que te devuelve el cuerpo de esa mujer - sus ojos encendidos en la media luz la boca y las manos /dispuestasY las palabras el ir y venir de su creciente -inflamada marea

LOS AMANTES Se han reunido después de varios años y conversan y continuarán haciéndolo sentados a esa mesa que aún los separa como un océano o un continente o un desierto La mesa lustrosa, gastada, de un viejo bar en la esquina de un barrio perdido sobre la cual flotan las palabras que registran el pasado dolor /las pequeñas traiciones de la carne Palabras repetidas, una y otra vez, pegajosas, lentas como pesados trenes de carga que se cruzan en la oscura planicie hacia y desde lugares lejanos Palabras que con el correr de las horas rescatarán del olvido la dulzura de aquellos tiempos en que ambos eran jóvenes /y la belleza de sus actos -una de sus muchas virtudes

Aquellas palabras del momento y aquellas otras que no supieron salir de tus labios Han transcurrido los días y en su multiplicada noche comprenderás que siempre ha sido demasiado tarde

A RUMBO ABIERTO Anduve la tendida llanura de la cuenca del Salado sus rutas -sus caminos -sus canales hinchados de agua Dormí bajo estrellas y lunas envueltas en bruma En el valle del Río Negro me obsequiaron manzanas /del tamaño de una calabaza Apagué mi sed en las heladas aguas del Ñiriguau Todo esto recuerdo hoy aquí a la ribera del Paraná y también los gemidos de un moribundo en un hospital de campaña la furia del viento en los grandes eucaliptos el brillo ardiente de aquellos ojos claros Todo esto recuerdo mientras observo los buques /que navegan lentos contra la corriente y celebro en silencio: el buen sol - la brisa suave -el vino fresco -la palabra mar ESTEBAN MOORE (Buenos Aires, 1952) Poeta y traductor de poetas de la talla de Charles Bukowski, Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti, Sam Hamill y Raymond Carver. Dicta cursos y seminarios, y coordina talleres literarios de creación poética en distintas instituciones. Ha dictado seminarios en la Escuela de poesía de Medellin, la Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela y la Schüle fur Dichtung in Wien (Escuela de Poesía de Viena, Austria). Fue invitado en 1990 a la Jack Kerouac School for Disembodied Poetics, en Boulder [EUA] dirigida por Allen Ginsberg. Colabora con publicaciones del país y del extranjero. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, italiano, alemán, lituano, portugués y albanés.

LA MUCHACHA DE LA CALLE TRIUNVIRATO Ella pasó frente al café agitando /decidida y veloz el aire entre las mesas de la vereda Toda espalda descubierta, bronceada, los largos cabellos rubios flotando leves /sobre sus hombros, dejando librada a la imaginación de los presentes /los significados de su sonrisa La perfección de esa espalda un absoluto e invertido triángulo equilátero se abría en los límites de una ajustada cintura en suaves -rítmicas -curvadas laderas divididas por la vertical del deseo Exaltadas, firmes y proporcionadísimas mitades que atravesaron el espacio de las miradas luciendo una equilibrada armonía el compás de las formas Despertando en la memoria un remoto perdido -panteísmo relámpagos en las lenguas de la noche, gemidos en la espesura Y a su paso el aroma penetrante de pétalos desconocidos perfumó el aire mientras ella se perdía en la distancia guiado su andar, provocativo, ensayado -por la música de sus tacos


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