El Llano es una Palabra Edición y Cuidado a Cargo de : Daciel Pérez y Miguel Pérez http://lapoesiaylosdias.blogspot.com
La soledad y la impresión arropan mi existencia (Lucía Salerno)
Sobre Lucía Salerno
La luna La luna obedece a su crecimiento. Tersa, brillante ha jugado a morir. Las sílabas en concierto, han consumado en rodeos de amores el agua de los pozos. La pálida luz enciende la arena, y en el médano te has vuelto hacia mí. Tú y yo bajo un cielo de escamas. Tú y yo demasiado mundo para un solo camino.
Vida
Me alcanza el error me toma de las manos al fondo la soledad se precipita. Es sagrada su concurrencia me entrega lienzos que por azar me pertenecen. he aprendido a mirar en amplias superficies al Dios que reside en mi pupila a este instante que me convierte en embeleso a este silencio que lo es todo para mí
Me permito un vuelo Soy emisaria elegida para compartir los ayunos el placer y el canto. Imaginé de pronto que pude haber sido fiel pero el festín acústico no es sólo gloria del campamento un silencioso testigo goza el privilegio del abandono. Tras saludar brevemente frágil y ligera me permito un vuelo.
Dualidad Gran acierto este andar a veces como el fuego escojo el diálogo para historias de amores. La ceremonia concibela otra voz íntimamente asociada a una vena que no cesa de fluir. Lo mismo sucede con los amantes definidos en una etiqueta. La dualidad es necesaria en un destino movedizo el amor es la hostia que escapa hacia otra integridad complacida por el desvío de las pasiones. Los gestos quedan huérfanos y se asilan en la serranía la montaña redentora abre trechos a las promesas fallidas y al alma dividida.
Un largo Viaje Me espera un bosque de pinos presagio de mi corazón quiero andar...
Conexiones Libre de apegos puedo rasgar el cielo y dominar la libertad.
Iré por lugares al margen de los instintos caminaré por el centro y con la omnipotencia de Dios avanzaré.
Asociar el verbo honra la presunción (cuando los poetas sólo son telegramas para domesticar los pesares)
Aceptaré que los olores floridos me lleven en orden que la libélula vigile una voz distante con la certza de que el fuego será el don de los días de lluvia.
Hoy quiero el vértigo soñar con una página que brote latente y muera en la línea.
Seré testimonio de los apetitos y mi promesa será cumplida.
Quiero el extremo y en dirección al viento perderme en la escena del cielo rasgado.
Si me preguntan por qué escribo, yo contesto para que la vida no me borre, no me secuestre. En la poesía de Lucía Salerno no encuentro nada distinto a este último parecer. En cierta manera la poesía es lo que la vida no pueda llevarse, porque tal vez desprecia demasiado. Lo queda, el tropel de imágenes capaz de sobreponerse al tiempo, en la más persiste obstinación: agredir los sentidos desde la mordida de la inocente ternura hasta el filo de la peinilla del odio. Miguel Pérez Su poética juega en la elementalidad, más no cae en lo sencillo, deja filos y aristas que hieren al desprevenido lector. Rodolfo García
Las piedras lo saben todo Las piedras nacen con los mártires clavados en las ruinas nacen de las grutas abiertas a los milagros de las murallas que cercan la vida. Ellas,lo saben todo no necesitan descubrir ni vencer los miedos. Echan raices en el silencio encarnan el rostro de la eternidad exhiben las huellas lloran con la novedad y cuelgan de los cuerpos. Ellas ,lo saben todo no se rinden ante el amor y respiran en el aposento de los tiempos bíblicos. Ellas,saben que soy piedra muda ante el estruendo impresión del tránsito vital.
“la grandeza, el infinito y el río se confunden con un pueblo que se abandona en las desorganizadas ciudades”
(Lucía Salerno)