El Samhain era la festividad de origen celta más importante del periodo pagano que dominó Europa hasta su conversión al cristianismo. Tenía lugar en la que la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre y servía como celebración del final de la temporada de cosechas, el fin del verano, y la llegada del «Año Nuevo Celta», que comenzaba con la estación oscura (el calendario celta dividía el año en dos partes, la mitad oscura comenzaba en el mes de Samonios (octubre-noviembre), y la mitad clara en el mes de Giamonios (abril-mayo). Se consideraba que el año comenzaba con la mitad oscura, así Samonios se convertía en el año nuevo celta). Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. La creencia era que el dios de la muerte hacía volver a los muertos y los espíritus de los difuntos tenían autorización para caminar entre los vivos, dándosele a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que evolucionó convirtiéndose en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces en EEUU (donde la tradición celta fue llevada por los irlandeses emigrados).
Con la invasión romana, la cultura celta se mezcló con la de los césares y la religión de los druidas terminó por desaparecer. Sin embargo, la "fiesta de los muertos" no se perdió del todo. Con el cristianismo, la enorme cantidad de mártires cristianos que produjeron las persecuciones, llevó a la Iglesia en el siglo IV a establecer un día para conmemorarlos a todos, pues el almanaque no alcanzaba para darles a cada uno el suyo. La fecha elegida fue el 21 de febrero. Posteriormente se cambió al 13 de mayo, día en que el papa Bonifacio IV consagró el Panteón Romano donde se honraba a los dioses paganos (Panteón de Agripa) como templo de la Santísima Virgen y de Todos los Mártires. Es el Papa Gregorio III (731-741) el que cambia la fecha del 13 de mayo a la del 1 de noviembre. Este cambio se produce debido a la conversión al Cristianismo de los pueblos de tradición pagana que se negaban a abandonar sus raíces y fiestas. Los dirigentes católicos pensaron que al colocar fiestas nuevas en la misma fecha y con similar apariencia que las antiguas o propias de estos pueblos, les sería más fácil a estos nuevos creyentes ir abandonando sus antiguas creencias, sin que esto supusiera desechar su cultura e identidad.
Así, la fiesta se transfirió al 1 de noviembre como respuesta a la celebración pagana del Samhain o Año Nuevo Celta que festejaba la apertura entre el mundo tangible y el de las tinieblas, y la creencia de que los muertos venían a visitar a los vivos. Como fiesta mayor cristiana, ésta también tuvo su celebración vespertina en la «vigilia» para preparar la fiesta (31 de octubre). Esta vigilia vespertina del día anterior a la fiesta de Todos los Santos, dentro de la cultura inglesa se tradujo al inglés como: «All Hallow's Eve» (Vigilia de Todos los Santos). Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando para terminar en la palabra que hoy conocemos, «Halloween». Así que la castaña y la calabaza están mucho más cerca de lo que a veces pensamos viendo la introducción de esta celebración propia de países anglosajones en nuestra sociedad.
Los reyes y reinas de España de las Casas de Austria y Borbón han sido enterrados durante los últimos siglos en varias basílicas, palacios o conventos. Sin embargo, la mayoría de ellos reposan en la Cripta Real del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, también conocida como el Panteón de los Reyes. El Panteón está situado debajo del Altar Mayor de la Basílica del Monasterio y presenta planta circular segmentada en ocho tramos. Felipe III encargó a Giovanni Battista Crescenzi el actual revestimiento de mármoles y bronces, siguiendo un proyecto de Juan Gómez de Mora. Los trabajos perduraron durante todo el reinado de Felipe IV, finalizándose en 1654. Las 26 urnas funerarias que integra la cripta son de mármol pardo y reposan sobre cuatro patas con forma de garras de león en bronce dorado. Sobre el frontal de las mismas figura la inscripción del difunto en latín. Actualmente se encuentran enterrados en el Panteón todos los reyes y reinas de España excepto Felipe V y Fernando VI, que eligieron el Palacio Real de La Granja y el Convento de las Salesas Reales, respectivamente. Faltan también, los restos de los reyes Amadeo I, de la casa de Saboya, y José I Bonaparte, enterrados en la Basílica de Superga de Turín y en el Palacio Nacional de los Inválidos de París, respectivamente. También faltan los Reyes Católicos, así como Juana I y Felipe I, que están enterrados en la Capilla Real de Granada. En la Cripta reposan los restos de las reinas consortes que fueron madres de reyes, así como el único rey consorte que ha habido en España, Francisco de Asís de Borbón, esposo de Isabel II. También reposan los restos de la primera esposa de Felipe IV(que no fue madre de rey); esta licencia excepcional se debe a que en su reinado se inauguró el panteón.
Al morir los reyes, estos no son sepultados directamente en el Panteón; previamente y durante unos 25 años, descansan en una sala cercana conocida con el nombre de “Pudridero”. En las mismas escaleras que llevan al Panteón Real, en el segundo descanso, a la derecha, un pasadizo cerrado por una puerta de madera conduce a un lugar prohibido para nadie que no sean los frailes de la Comunidad Agustina, que custodian el Monasterio del Escorial. El Pudridero Real, tiene como función reducir los cuerpos para que se adapten a los minúsculos cofres de plomo -de apenas un metro de largo y 40 centímetros de ancho- que, una vez sellados, se introducen en uno de los 26 sarcófagos del Panteón de Reyes. A día de hoy, en esta estancia enclavada en el subsuelo de la Basílica, son dos los cadáveres que esperan su sepulcro definitivo: el de don Juan, Conde de Barcelona, que descansa en el Monasterio desde el 3 de abril de 1993; y el de la Condesa de Barcelona, entregado a los agustinos el 4 de enero del 2000. El traslado de restos al Panteón también se celebra en la intimidad. Sólo asisten a la ceremonia un miembro de la Comunidad Agustiniana, otro del Patrimonio Nacional, un arquitecto (encargado de dirigir el desmontaje del murete del Panteón Real) y dos operarios. También está presente un médico, que se limita a testimoniar que el proceso de descomposición ha finalizado.
Además del Panteón Real, a finales del siglo XIX y por orden de la reina Isabel II se construyó el Panteón de Infantes para dar sepultura a los hijos de reyes que por primogenitura de nacimiento no pudieron ser sepultados en el Panteón Real y las esposas reales que no habían tenido descendencia coronada. Destaca entre los allí enterrados y en un lugar de honor, el féretro de Juan de Austria, hijo natural de Carlos I y por lo tanto hermanastro de Felipe II. Los Infantes cuentan también con su propio Pudridero. Además del conocido como Panteón de Infantes, se construyó otra sala conocida como el Panteón de Párvulos. En ella están enterrados todos los niños muertos en edad infantil o antes de llegar a la pubertad. Son un total de sesenta nichos y su principal característica es que tiene forma de tarta.
DALÍ Y MILLET
DALÍ Y MILLET Salvador Dalí i Doménech vivió marcado por la muerte prácticamente desde que nació, empezando porque recibió el mismo nombre que su hermano, fallecido dos años antes. Su adscripción al movimiento surrealista parisino, cuyos miembros tenían una obsesión casi maníaca por quitarse la vida, contribuyó a aumentar su obsesión por la muerte. Esta fijación con la muerte que Salvador Dalí mantuvo toda su vida le llevó a hacer un descubrimiento que a más de uno dejó con la boca abierta. Ocurrió con un cuadro que le obsesionaba; una pintura de Jean François Millet, artista francés de finales del siglo XIX. El cuadro de Millet se llama El Ángelus, es uno de los más conocidos y cuelga de las paredes del Museo d'Orsay. En la pintura hay una pareja de campesinos, de pie y con la cabeza inclinada. Ella mantiene las manos cruzadas a la altura del pecho, y él, el sombrero agarrado entre las manos. Los dos miran en actitud doliente... ¡hacia un cesto de patatas! Absurdo.
DALÍ Y MILLET Si nos fijamos en el cuadro y tenemos presente el título del mismo, la situación que plantea parece obvia: dos campesinos hacen una pausa durante su trabajo diario para rezar piadosamente el Ángelus. Pero hay cosas que parecen no cuadrar. En primer lugar, el Ángelus es un rezo que se lleva a cabo durante el mediodía y el color del cielo que aparece reflejado en el cuadro no parece corresponderse con esa parte del día, parece más bien que nos encontremos en los últimos momentos de la tarde, ya cerca del crepúsculo. En segundo lugar la postura que adoptan los campesinos para rezar no parece demasiado lógica tratándose de un simple Ángelus, parecen demasiado apesadumbrados. La actitud piadosa y exageradamente triste de la pareja de campesinos ante la cesta de patatas obsesionó a Dalí durante años. Aquel cuadro ocultaba algo, y Salvador Dalí removió Roma con Santiago para confirmar sus sospechas.
DALÍ Y MILLET Consiguió el genio de Figueres, tras años de empeño, que se le autorizara a someter El Ángelus de Millet a rayos X para desvelar cuáles fueron las intenciones iniciales del pintor francés. La sorpresa fue mayúscula, aunque Dalí ya lo sabía. La cesta de patatas ocultaba un pequeño ataúd, es de suponer que el de un hijo de los campesinos. Al parecer, Millet pintó la cesta de patatas encima del ataúd aconsejado por un amigo, porque en la época en la que se realizó el cuadro no estaba bien visto un reflejo tan explícito de la muerte.
Desde aquel momento, la pintura de Millet fue una constante en la vida de Dalí, que reprodujo el cuadro de varias maneras distintas en sus propias obras. De no haber sido por el excéntrico artista, el Museo d'Orsay mantendría aún hoy colgado un cuadro incompresible de dos campesinos llorándole a una cesta de patatas.
TEXTOS: CONCOSTRINA, N. (2011). Polvo eres 2. Madrid: La esfera de los libros. http://www.tanatopedia.net/index.php/Pante%C3%B3n_Real_del_Monasterio_del_E scorial http://es.wikipedia.org/wiki/Samhain