- No es cierto. De hecho en este tiempo
me he encontrado con un pájaro que echaba fuego por el pico, con un morador de una cueva que cantaba sin descanso, con unos seres tan pequeños como insectos y contigo –le respondió descarada Kattalin. - Nosotros somos los genios de la
noche, dueños de las penumbras, pero tú no tienes cabida en ellas. Así que hasta que no lo entiendas y no estés dispuesta a obedecer y a no salir de casa de noche, no volverás a salir de mi morada . Y ahí sigue Kattalin, sin querer dar el brazo a torcer, presa de Gaueko que no le deja escapar. Los Señores de la Noche 71