r e p o r t a j e
«Señoras y señores, hagan juego» E
s en los casinos donde se ve la mano del crupier, rápida, experta y precisa. Con un rápido movimiento lanza la
bola que elegirá el número ganador de la ruleta. Y todo depende de lo que vaya a anunciar en los próximos segundos. Este empleado es la cara más conocida entre los trabajadores de un casino; pero, detrás de él, se encuentra una precisa estructura que permite que estos centros entretengan y atiendan a los visitantes y jugadores sin perder de vista la esencia de su negocio. EL EPICENTRO DEL NEGOCIO La organización laboral de un casino se subdivide entre los sectores de sala, hostelería y servicios generales. El sector de sala comprende a los crupieres y los inspectores de mesas de ruleta, dados y juegos de naipes, así como los empleados de máquinas de azar, a los que se suman los que realizan tareas de mantenimiento y analizan el rendimiento de estos dispositivos. Además, están los trabajadores del sector de caja, que contabilizan y canjean las fichas de los jugadores. La hostelería es similar a cualquier restaurante o bar, con camareros, maïtres, ayudantes y jefes de cocina. A ellos se agregan los valets, camareros que recorren la sala para acercar copas a los clientes sin que se muevan de la mesa de juego. Por último, en los servicios generales se contabiliza al personal de recepción y atención al público, el de seguridad y control, el personal de aseos, el equipo de porteros y aparcacoches y el departamento de animaciones, que organiza espectáculos y
Los casinos se conciben como centros de ocio que van más allá de ofrecer juegos de azar. Pero, para ponerlos en marcha, requieren de una estructura laboral en la que es vital la capacitación permanente, el trato con los clientes y el deseo de progreso profesional.
eventos artísticos. El número de empleados depende de la magnitud del casino. Por ejemplo, el de Barcelona tiene a 600 personas en su nómina, mientras que otros más pequeños funcionan con un plantel de 70 a 150 personas, número que se puede incrementar en las franjas más turísticas, como en los casinos de Canarias o las Islas Baleares. "En la temporada estival, nuestra plantilla crece de 111 a 140 empleados, sobre todo en el sector de sala y en hostelería", señala Guillermo Martos, director de Recursos Humanos del Casino de Ibiza.
"TRABAJAR EN UN CASINO ES
dores. "Es cierto que algunos clientes
COMO LA TÓNICA"
se sobrepasan, pero el crupier, el
La contratación de personal temporal
barman o el portero tienen carácter
cubre la demanda no sólo cuando se
para poder aguantar la situación con
incrementa el flujo turístico, sino en
diplomacia", dice Benito Elizalde,
ocasiones puntuales; como puede
director de RR.HH. del casino Kursaal,
ser la organización de eventos o ban-
de San Sebastián.
quetes en los restaurantes de los casinos. En todos los sectores, hay
LAS MANOS DEL CRUPIER
que mantener una actitud de buena
Para llegar a ser crupier, se debe
presencia, discreción y trato educado
contar con algunos requisitos: buena
con los clientes. Por la dinámica de esta
presencia, actitud de servicio, facili-
actividad, significa trabajar de tarde o
dad para trabajar en equipo, memoria
noche y sacrificar los fines de semana y
visual, capacidad de concentración,
días de fiesta. Y, en ciertos puestos,
respeto, coordinación psicomotriz y
como el de aparcacoches o el personal
buena comunicación, preferente-
de seguridad, se añade estar varias horas
mente en más de un idioma.
LOS NÚMEROS DEL AZAR Los casinos, prohibidos en España durante el Franquismo, resurgieron en los años de la Transición. Actualmente, hay 32 casas en el Estado y cada comunidad autónoma decide cuántos se pueden abrir en su territorio. Según la Comisión Nacional de Juego, del Ministerio del Interior, en 2003 se jugaron en los casinos 1.914 millones de euros. Sin embargo, de este volumen hay un gran margen que queda en impuestos y tasas. En el caso de Cataluña, el 55% se destina a pagar tasas a la Generalitat y un 16% va para el ayuntamiento respectivo; de las ganancias, Hacienda cobra el 35% en concepto de impuesto. Sólo el 6% del volumen de juego privado surge de los casinos. El gran resto lo generan bingos, loterías y las máquinas tragaperras de los bares. Por su parte, un 15% de los ingresos de los casinos corresponde a las propinas.
a la intemperie. "Trabajar en un casino es como la tónica: tienes que probarla y, si te gusta, te quedas toda la vida. Ése es el personal que nos interesa. Al que no le llama la atención o prefiere los sábados para salir, abandona pronto", puntualiza Manel Ginés, director
"En España, los propios casinos mantienen escuelas para crupieres"
CENTRO DE LA DIVERSIÓN Un casino es más que un lugar para tentar al azar. Con los servicios de hostelería y los espectáculos que organizan, "el casino funciona como un centro de ocio total donde se puede cenar,
de Recursos Humanos del Grupo Peralada (propietario de los casinos de
En España, son los mismos casinos
Barcelona, Lloret de Mar y Castillo de
los que mantienen escuelas para
Peralada).
crupieres. Los aspirantes aprenden
tomar una copa o disfrutar de un
en cursos de tres a cuatro meses, Los reglamentos de los casinos pro-
además de los reglamentos de los
híben a los empleados dar la mano o
juegos, técnicas de comunicación y
besar a los clientes, aunque siempre
arte escénico. Cuando ingresan en la
ponen el énfasis en mantener un trato
plantilla de un casino, se ubican en
educado. Sin embargo, la plantilla
el primer eslabón de una amplia es-
de estos centros se convierten, en
cala: los crupieres tienen entre cuatro
ocasiones, en el blanco de la frus-
y cinco categorías, y luego pasan a
tración de los perdedores o en el
la de inspector. Alcanzar lo más alto
supuesto amuleto de los triunfa-
llega a emplear entre 15 y 20 años, según el ritmo de rotación del personal. Estos "magos del juego"
espectáculo", enfatiza Manel Ginés.
trabajan entre siete u ocho horas al
Los casinos pueden albergar restaurantes
día y descansan 15 minutos por cada
especializados en alta cocina autóctona,
45 de trabajo, para relajarse tras tanta
internacional o regional. En algunos, como
concentración. Y, aunque sean esca-
el de Barcelona, disponen de discoteca
sos, pueden aparecer casos de
y sus salones se adaptan para realizar
estrés. "Los pocos que hemos tenido
conferencias. Además, se organizan ac-
han sido en el verano, cuando hay
tividades lúdicas ajenas a la labor tradicional
una mayor carga de trabajo", apunta
del casino, como el Festival Internacional
Martos, del Casino de Ibiza.
de Música Castell de Peralada.
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