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Poesía
from Edición 70
P o e s í a
Despiertos
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Nos despertamos a un nuevo día que reduce distancias, que nos pone a prueba y que nos endulza con una capacidad enorme.
Hemos añadido algunos espacios con una levedad quieta que nos ennoblece. Hemos hallado mucho. Nos comentamos con una capacidad máxima que nos divierte.
Hemos dado con auténticos resultados de amor, de querencia, de pura serenidad.
Nos buscamos en sitios renovados, sentidos, estimados, únicos. Nos debemos a la verdad. Somos nosotros.
Lo sabemos desde siempre. Toca defendernos en paz.
La vida es eso que experimentamos cuando la apreciamos como el milagro que es.
Lo advertimos, la constatamos, porque sinceramente estamos enamorados.
Dolor interno
No precisa memoria y, aunque esté silencioso, remoto y ausente, siento aquél momento pues nunca tuvo fin...
Y me pregunto... para qué, en voz baja, y me busco en mí, pero me busco en vano, aunque tengo en mis manos su tristeza y el dolor presagiado
De su libro “El amor en el columpio de su vaivén”
Marcelino Menéndez
(España)
Diástole y Sístole
El hondo latido únicamente acierta a vibrar como necesario impulso, buceando quimérico entre tinieblas.
Si eso nos bastara...
Pero no: queremos la caricia del viento fresco y otoñal sobre nuestro rostro con cada amanecida; salir a la mar y dirigir el barco de tal forma que nos permita crear estelas y sueños seguros de descubrimientos, sol y viento, enigmas, instantes gloriosos... El don de poder transmitir sentimientos y gozar de voces amigas que aporten alegrías; el querer penetrar en el agua y mojarnos para sentir el suave contacto y reírnos felices embriagándonos de calma y silencio en impulso lento y seguro por penetrar en Íntimos misterios.
Sin embargo, la vida solo necesita de dos mecánicos momentos, intermitentes y constantes: diástole, sístole.
“Océanos de luna” Cuaderno VIII. (1984-1987
Teo Revilla (España)
Perversas sonrisas de hienas©
En la deshonrosa sonrisa del traidor se esconde la tiranía de sus horas, la desconocida memoria de su tiempo, la voluntaria ofensa a los callados -“vencidos que no convencidos”que solo esperan de sus días acaso un poco de justicia; esconde su sonrisa la ruindad de un mundo destrozado, la miseria atroz de tantos inocentes la condena silente de muchas esperanzas.
Esconde la sonrisa del pérfido tirano la derrota de su ofensa; la herida de muerte por la dignidad de un pueblo escapando de sus manos, cubiertas de tanta desolación en su cruel deseo de inmerecido castigo.
Se escucha la voz del miserable entre risas de victoria, jaleado por sus hienas compradas en los arrabales de la indecencia, llevando su lodo de infortunio a quién nada le pidió; llevando su lápida de muerte a los que solo quisieron vivir con el legado de seguir “siendo”.
Se mira el inocente ultrajado en los ojos de sus ocasos preguntado retorcido en sus silencios sin atinar el porqué de tanta felonía; Se mira el inocente abierto de brazos ofreciendo su vida por una palabra de aliento; una mirada de apoyo, una bandera que envuelva su pena, unas manos que acunen su esperanza en este día tan ingrato como incierto de perversas sonrisas de hienas.
Jpellicer©
(de su libro “La Taberna de los Rebeldes”)
Cada vez que busco una nueva esquina un nuevo revolver me apunta sin que la inocencia dejé de pastorear los risco del exilio. El ladrido de los perros se pierde entre las espigas secas del horizonte y el mañana que fue de todos.
Apago las luces a ciegas, busco la puerta que lleva a un cielo donde sobran los diamantes y faltan las sonrisas.
Del libro inédito: Después del Now
Yuray Tolentino
(Cuba)
En algo hay que creer
¿En transpirar la camiseta? ¿En la insobornabilidad de mis delegados? ¿En un lecho clásico, de rosas? ¿En los ajustes de cuentas? ¿En el más acá? ¿En la supremacía de los recalcitrantes? ¿En los valores perdurables? ¿En lo que subyace, en lo que subsume? ¿En el expansionismo? ¿En lo que viene-junto-con?
Rolando Revagliatti
(Argentina)
Álgida intención
Tentado siempre tentado, el invierno quisiera prolongarse, y es la intuitiva primavera, que ahoga en flores... la álgida intención invernal
Jorge Tarducci
(Argentina)
Veredicto
el discurso no lleva la frase, solo hay oración la que más condena
las peleas las calles las tramas las putas las bixes las brujas las damas las desnudas las mías y las tuyas
el periodo está compuesto el traje viste el término eclesiástico que doctrina si, tácticamente el habla es la norma, el estándar masculino
No lleva el artículo de oración A lo que existe es la culpa imperativa del no.
Tristes tiempos
Tristes tiempos. Tristes encierros. Triste porque el tiempo es un suspiro de amor, un retoño de cielos, un pasado en presentes desacuerdos.
Triste porque tú no me quisiste como yo quise que me quisieras, a cada instante de luz creciente. Apagándose en otro instante.
Lucia Pastor
(España)
En un cuento
Versos hambrientos danzan quebrados Una flecha interrumpe la complicidad Gatean las estrofas escondiéndose entre las vocales que aplauden.
de mi último libro “El Alfil Rojo”
Visperas
Alzo Las sábanas con mi soplo de viento, y cubro tu cuerpo con la piel de mis besos. Gimes en suspiros, cuando se abre el alba, abrazando el deseo donde se pierde la calma. Abres tu cuerpo, al infierno de Dante, mientras mis ojos devoran la pasión de antes y bebo tu lujuria hasta emborracharme
Francisco Alvarez Koki
(España)
Devolver a la vida el mismo amor que nos ha regalado el cielo recógerlo del suelo como si hubiera una luz creciendo bajo la hierba. Y si es necesario remediar, hacer que este amor vuelva como un dia soleado primero en el alma y luego en el cuerpo porque a veces es necesario recuperar el tiempo de un destello en la piel la idea de un beso que nunca muere para encontrarse cerca del infinito.
traducido por Elisabetta Bagli
Michela Zanarella
(Italia)
Agitación
Agitadas estaban las vertientes en mis manos Revueltas como huracán que se retracta Secas en mi párpado de invierno
Para qué invocar a la serpiente del llanto si me abandonó desde la roca de la sal en mi pecho
Siento un sobresalto en mis manos heridas Un temblor en la rancia pupila del espejo Una deuda de la vida en mis batallas ni contadas
Nada hay después de los fierros
No entiendo la avalancha de colmillos sobre mi destello moribundo
No entiendo la uñeta del mundo odiosamente necesaria en mi desvelo si al despertar nada hay en el surco después de mi sabia ofrendada
Por eso el ladrido cenizo del costado.
Teresa González
(El Salvador)
Por la cafetera
Es tiempo de actuar, hay que hinchar las calles, bienvenida sea la revolución, toda por una Colombia nueva, nosotros los jóvenes somos la generación, arriba las voces de las altruistas.
Es la época de la resistencia, valiente sea la protesta social, que bullen los cantos bien comunados, sacrificio es darlo todo por la independencia.
Es hoy el sueño bolivariano, tocará defendernos con la sangre, vital para el despertar de nuestro pueblo, por la patria habremos de luchar, porque amor es dar hasta la vida, siempre por la libertad.
Rusvelt Nivia Castellanos
(Colombia)
(Rabindranath Tagore)
Mujer de sal
El corazón quebrado transita una explanada de umbrales ¿en cuál detenerme? rastreo una esperanza a los zarpazos y el escorzo de la memoria aparece la figura que no se ha borrado me delata un pasado insaciable y me desmadro me repliego en mi propia orfandad los pasos que di vuelven cargados de recuerdos me acosan fantasmas que emergen de una ciénaga donde creí ahogarlos
me resisto me resisto
no quiero mirar atrás no quiero ser mujer de sal
ya expié mis culpas
Lilia Cremer (Argentina)
(Rabindranath Tagore)
Flor
¿Hacia dónde partirá tu hermosura cuando las horas hayan malogrado el placer encantador de tu tersura y tus pétalos se encuentren derrotados a causa de las gélidas temperaturas? ¿Quién acicalará las yermas veredas que compungidas de luto quedarán llorando tus despojos disgregados hasta que tu delicada belleza nuevamente se vea desplegar por los albores del venidero mayo?... Siento que ahora eres letargo invernal, que imperceptible te vuelves a mi vista como intangible lo eres a mi tacto, y aguardas como agazapado animal al grato renacer del calor de los rayos con que el nuevo sol primaveral a los pueblos y praderas bendecirá para tener de nuevo la oportunidad de poder renacer tú también, así tan preciosa, floreciente desde tu tallo
Manuel Águila
(España)