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Sonetospor Tomás Guillén
from Edición 70
Y Dios creó el soneto para que hablaran los poetas...
Un soneto me conjura
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Debo hacerlo, un soneto me conjura: acuesta toda tu vida en mi lecho. Menuda apuesta cruzar este trecho con una vida sin suerte, oscura.
Cuando la fortuna no te procura placer en lo dicho y orgullo en lo hecho, y ni siquiera un papel donde fecho la acción mínima que recuerde pura,
entonces nada anima, nada empuja a salir a la luz, cruzar el puente de lo fatuo, de la perenne holganza,
y reclamar al tiempo hilo y aguja, a la suerte mucha sed y una fuente; y que el azar no me niegue esperanza.
Tomás Guillén
(España)
Soneto al silencio cautivo
Sentado en un cantil de mi amado mar el horizonte se va despidiendo los ojos se cierran... se van durmiendo, un nuevo día se inventa para amar.
A tu crepúsculo me quise asomar hacia él poco a poco me fui yendo y en mágico espejismo descubriendo lágrimas que allí soñaba derramar.
Mañana vendrá con su nueva aurora con su ramo de esperanza prendido deja que te toque, que te sientas vivo.
Es un instante un beso dado al oído, la señal que el alma cansada implora, la respuesta a tu silencio cautivo.
Juan A. Pellicer
(España)