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Prosa Poética
from Edición 70
Aprendamos con constancia
Nos juntaremos para ser más capaces. Nos quitaremos determinados pesos. Nada será lo que hasta ahora ha parecido. Nos enseñaremos a estar en calma.
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No aceptaremos las locuras sin finalidades dichosas. Nos regalaremos colores especiales. Nos convertiremos en refugios frente al mal. Nos valdrá todo lo que aporte positivismo.
No asumiremos injerencias que nos impidan despegar en la vida. Sepamos, sin vacilaciones, ser nosotros mismos con criterios y razones fuertes y adaptables al tiempo.
Nos ansiaremos desde la óptica de lo mejor: también para los demás, por favor. Nos encantaremos con los hechos que nos vayan llegando. Vivamos con paciencia y en sintonía con los entornos, que hemos de procurar con jovialidad. Veamos la luz al final del túnel.
Compartamos las pretensiones. Vibremos. Cantemos con y sin lluvia. Tratemos que la imaginación nos lleve a la vera de las ilusiones más grandes. Nos estrenaremos cada día. Elijamos estupendamente para respirar en calma. La vida pasa con celeridad, y, ante todo, debemos verla transcurrir.
Hagamos que nuestros ecosistemas tengan su propio microclima. Nos instalaremos en la alegría. Tejamos óptimos sentimientos. Aprendamos con constancia.
El hombre y el mar
Juan Tomás Frutos
(España)
Tanto jodío que nunca la tuvo En la alquimia de sus negros besos lloro Mas una mañana gris con tela negra su amor entubo El barco del olvido sigue como esquela en el mar, se enamoro Las quietas olas de abril lo llenaron de nostalgia, de recuerdo, de melancolía Su existencia le pedía un poco más un tiempo más y en su habitación rememoro No sabía si quererla u odiarla su amor nunca fue correspondido de su pecho pronto perecería Barcos sin muelle seguro todos usados desvalijados y con historias de añejas de las cuales conocía El océano nos saluda con amplia sonrisa de nervios que espinan el alma, me punzan me lastima El barco se aleja el barco se va… el barco se hunde..... El barco no está desaforo El mar, lo soporta, lo escoge en sus, aguas lo enamora, envuelve lo lleva al estasis al clímax
Escribir con bolígrafo ¿azul o rojo?
Allá voy, diré lo que pienso.
No es que sea real lo expresado, sino el producto de las reflexiones de una escritora como yo, que me considero, del montón.
Azu, azul, no te vayas. Yo soy cual blanca mañana, no viajes, que de lunes a sábado, te seré fiel.
Escribo y si es en azul, me gusta siempre.
Yo, así como creo en el azul del cielo, pienso que el azul debe estar presente en más espacios.
Azul que es paz y armonía, no a la guerra de diablillos, no a la pelea ni a meter caña a las abuelas que están que se caen.
No a la imprudencia de no preferir el azul para escribir tus letras, son tuyas, quiérelas y mímalas.
Es preferible el azul, así como el amanecer no existe más que en el sueño de un poeta, como apunté en uno de mis textos:
“No existe el amanecer, en tono rojizo, más que en sueño de un poeta, hay pues amigos mucho poeta suelto por el mundo moviendo sus caderas, todo falso, sólo el azzzzulllll, sólo el aaaazzzzuuullllll, y claro quizá. No existe el alba rosa, sólo el olor a rosas rojas se puede tocar, ellas, que son sueño y utopía humana, algo que sólo se alcanza cuando tienes el gusto de comprarlas”.
El amor real también es azul, es decir, el azul es el color que eterniza todo y también eternizará tus relatos y poemas.
Al verdadero amor le llamo “amor azul”, así como que las más hermosas historias escritas en tinta azul las llamo, mis preferidas.
De este modo puedo decir respecto al amor azul algo tan azul como… “que no me gusta estar lejos, pero si nuestro amor es azul, no me romperé la cabeza pensando ¿dónde estarás?, yo estoy a tu lado siempre, aunque el mar nos separe, siempre estás en mi cabeza y en ninguna otra parte.
El amor es azul cuando se es fiel, cuando se ama de verdad y la distancia no es obstáculo para dejarse de amar. Algún día nos juntaremos y todo recordaremos, y también comprenderemos que lo nuestro es de verdad, no sólo un juego que se acabará. Eterno y azul es y será, pues existe voluntad, comprensión y amor, para que sea así toda la eternidad”.
Como comprenderán, esta declaración de amor, no debe ser escrita más que en azulito. En rojo, me pondría nerviosa. En rojo, sería incapaz de mostrarla y parecería una loca, una inconstante y una mentirosa.
Ahora saben de mí, que yo amo el alba rosa, pues puede que sí. Pero para amor eterno, amo un cielo azul, unas letras azules, un abrazo y beso azul, como el trueno, como el rayo, inesperado y salvaje. Grato, sincero y adelante.
No te engañes compañero, no te mientas día a día porque no hay como el amor verdadero, la sonrisa de un niño ni la victoria del extranjero.
Yo sé lo que digo. Escribe en azul.
El milagro de la muñeca
La vida a veces nos da sorpresas, algunas alegres y otras muy tristes Esto viene al caso a la siguiente narrativa En estos días que uno no sabe que hacer, me decidí por final arreglar trastero que tenia en la buhardilla, Entre los innumerables trasto y cajas que allí había, hubo una que llamo mi atención, por lo bien embalada y conservada, no recordaba bien lo que contenía y para sacar esta duda lo mejor era abrirla, así lo hice cortando las ataduras y retiran los periódicos que servían como embalaje Al primer momento solo un amasijo de papeles, como si quisieran preservar algo muy valioso, seguí separándolos muy cuidadosamente, no fuera que rompiera lo que contenían, al desenvolver el último manojo de papeles, recibo el impacto emocional como nunca lo había recibido viendo el objeto que a mis ojos se muestra
Era una muñeca de porcelana, tristes y angustiosos recuerdos que aparecen en mi pensamiento, en aquel momento las lagrimas asomaron a mis ojos, recordando que este objeto fue en su momento, la satisfacción de una persona por mi muy querida
Esta persona, tan especial, era mi pequeña hija, enferma durante mucho tiempo, sin remedio para su enfermedad, pero ella siempre mantuvo su sonrisa, trasmitiéndonos de este modo su infantil alegría
Era cuidada al mínimo detalle , nada era imposible para tenerla contenta, pero un día me pidió algo que habíamos visto en uno de los escasos paseos que disfrutamos juntos, y en uno de ellos pasamos por delante una tienda de antigüedades, en cuyo escaparate había una bella muñeca de porcelana, sin pensarlo entramos en la tienda y pedí su coste, era muy superior a mis posibilidades, mi hija con la mirada fija en la muñeca, suspiraba, me rompía el alma, por una petición que en este momento no podía cumplir
Salimos de la tienda, yo más triste de lo común, ella con cierto aire de desengaño, pero dirigiéndose a mí me dijo -Papa, no te preocupes yo se que si pudieras me la comprarías, pero vale mucho dinero
Solo falto que me dijera esto entonces si que mi ojos explotaron de lagrimas
De vuelta a mi casa, comente con mi Sra. la situación en la que me encontraba, ella sin esperar un minuto mas, me trajo todos, el dinero que había en casa y me dijo -Tendrás bastante, sino pediré a alguna amiga -No habrá necesidad, guarda el dinero, -Pues que piensas hacer -Lo mas simple, vender mi colgante que es de oro y seguro que con lo que me den podré cumplir este deseo de nuestra hija -Pero el colgante vale mucho y te lo regalo tu madre -Ella desde donde este, lo aprobara, yo lo se, por lo cual no sufras
Así, sin esperar ningún comentario mas, fui a un joyero amigo, le expuse la situación y le pregunte cuanto podría darme por mi colgante -Amigo mío, por tu colgante, no voy a darte nada, guárdalo, pero lo que quiero es que me digas cuanto necesitas -Pero por lo menos te lo quedaras como garantía -No hace falta yo te conozco a ti y la angelical hija que tienes, ya sabes que no tengo hijos, y me hubiese gustado tener por lo menos una como la tuya, no hablemos mas dime cuanto, ya lo devolverás cuando y como quieras