Revista primera edición

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Juntos podemos s a lv a r n u e s t r o s ocĂŠanos.

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Conoce nuestra labor en mundotnc.org


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A

MALAMAR surge con el propósito de contribuir al debate para situar al Perú como líder en la protección y el cuidado del mar. El excepcional océano que vive y late junto a nosotros nos obliga a asumir esa responsabilidad, no en vano posee la mayor biomasa de anchoveta del mundo. Para contribuir al cumplimiento de este fin, AMALAMAR realizará un proyecto durante cinco años en 80 colegios para que los alumnos de primaria inscriban en su alma y en su cerebro el amor y el respeto por ese generoso mar, por ejemplo, aprendiendo a leer diciendo: amo, cuido, protejo y no ensucio el mar. Proyecto que se complementará con alimentación, fundamentalmente con productos marinos. Y para situar al Perú como líder en la protección del mar, el Estado debe ser el primero en respetar los Derechos del Mar. Ello obliga a la “formalización” de SEDAPAL y a que esta empresa aplique o desarrolle tecnologías para que los desagües de las ciudades no viertan sus desechos al mar. El tratamiento primario del nuevo proyecto La Chira aleja las bacterias de la costa pero no las elimina. Por la salud de los bañistas y consumidores de productos marinos, y porque para los peces no existen fronteras ni zonas de exclusión, eso debe ser modificado. SEDAPAL y la empresa concesionaria tendrían que reformular el proyecto y tratar el agua —recurso escaso y no renovable— para que ésta sea usada en desiertos, áreas verdes y en bosques que deben crearse. Asimismo, el Perú deberá colocarse sobre el promedio en la creación de reservas marinas, que es la manera civilizada de proteger el mar. Menos del 0.8% en el mundo es reserva marina, cifra ridícula y vergonzosa para la Tierra, y el Perú está por debajo de ese promedio. Esta revista nace también para fomentar la certificación de origen de nuestra anchoveta, —porque creemos que ese es el camino para agregar valor a nuestro recurso marino— y para promover: el valor agregado a los productos del mar, la preservación de la biomasa, la no contaminación, a los pescadores que viven del mar, al desarrollo del mar como fuente de proteínas, valor paisajístico y espacio de deportes náuticos y de recreación. Finalmente, AMALAMAR se propone convocar y juntar voluntades para la protección del mar: nuestra madre, el pulmón, la despensa y el espacio privilegiado de salud, alimentación, esparcimiento y biodiversidad. Somos conscientes de que la relación de los seres humanos con el mar, en el sentido más amplio, es parte de nuestra herencia cultural. Y esa relación tiene que cambiar.

Armida Testino Directora



MARÍA ROSTWOROWSKI frente al mar.

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Una crónica sobre María Rostworowski, estudiosa de la cultura del Perú antiguo.

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EL DESTINO DE LA ANCHOVETA.

Opinan: Hugo Vernal y Adriana Giudice.

SUMARIO

¿RESPETAMOS LOS DERECHOS DEL MAR?

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¿Por qué no se cumplen las normas de La Convención del Mar?

Unidos por el mar.

El Perú tiene un gran litoral aún por descubrir. Conozcamos Tumbes y Piura.

42 MODA EN LA HERRADURA. Diseños que se inspiran en el mar.

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LA CARACOLA. Suplemento cultural.

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25 Avistamiento de ballenas / 26 ¿Come pescado? / 32 La Chira ¿Mar limpio de Lima? / 38 El largo camino para proteger el paraíso submarino / 48 La Acuicultura: vida, pasión y trabajo / 56 El mar en las aulas / 60 El misterioso origen del mar / 66 Kitesurf en el Perú / 70 La fiesta del Merlín / 74 Palafitos de Colán / 79 Mirando el Mar: Inspiración / 92 Ceviche al remo / 96 Del acuario a la mesa

Revista de la asociación cultural Yaku Azul Schell 644-405 Miraflores / 987733982 www.amalamar.com

Directora Fundadora Armida Testino armidatestino@amalamar.com

Marco Aurelio Denegri / Sonia Guillén / Yuri Hooker / Begoña Ibarra / Patricia Majluf / Luis Millones

Editor Juan Ochoa López jochoa@amalamar.com

Fotografía Mylene D’Auriol / Yuri Hooker / Astrid Jahnsen / Juan Martín / Evelyn Merino Reyna / Pacífico Adventures / Milin Puppo / Archivo Ucelli

Diseño Victor Escalante Diagramación Laura Flores Contreras Colaboradores Carla Aguilar / Carlos Ausejo / Jorge Brousett / Raúl Castillo / Andrés Chipollini /

Publicidad Rosario Arámbulo / Fernando Catalogne / Mónica Hawie / Luciana del Río / Virginia Vallejos



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Vida y muerte en el

MAR

Una plataforma petrolera yace sobre el mar como reflejo de la actividad humana por extraer sus tesoros. En ese mismo espacio, un proyecto para convertir esta zona marina en reserva natural solamente ha sido observado por una empresa de hidrocarburos. ¿Podrá armonizarse la actividad extractiva con la responsabilidad ambiental? ¿El genio del hombre logrará convertir en arrecifes artificiales estas estructuras muertas que las aves han transformado en belleza? El mar, mientras tanto, es mudo testigo de estos sueños y realidades del hombre, que a veces cree que el mar le pertenece. 13


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Renzo Uccelli

ALTERNATIVA


La anchoveta es el símbolo del mar peruano, su gran volumen permitió una floreciente industria harinera que aún se sigue desarrollando con auge en nuestro país. Hoy, los tiempos proponen mirar el consumo humano directo como una actividad que, realizada de manera responsable y sostenible, puede mejorar la alimentación en el Perú y en el mundo. El destino de la anchoveta y de la pesca mundial es ése, como lo explican nuestros dos invitados representantes de dos importantes empresas pesqueras.

Hugo Vernal

Adriana Giudice 17


Hugo Vernal Gerente de IPRISCO. Director de la Sociedad Nacional de Industrias Nuestra empresa viene desarrollando desde el 2008 un proyecto de consumo humano directo, tras treinta años de experiencia harinera porque creemos que ése es el futuro mundial y peruano de la pesca. Hoy le demos valor agregado a la gran materia pesquera que nuestro país ostenta, elaborando y comercializando productos de calidad en Europa donde ya estamos posicionados. Hemos hecho nuevas inversiones por 37 millones de dólares para levantar plantas en Paracas, Sechura y ampliar una de congelado en San Andrés, Ica. Tenemos unidades de congelados, de conservas, de anchoas, de platos preparados y secos salados que salen del Perú al mundo.

Todos los países desarrollados crean valor agregado a su producción pesquera. Eso no se da en el Perú, porque nuestra mentalidad harinera vive en el pasado. Nuestro modelo de negocio, con unidades no muy grandes pero bien diversificadas, es exitoso. Gozamos de 73 clientes ubicados en los cinco continentes. Pero el sistema legal interno del Perú es el gran escollo. La burocracia estatal hizo, por ejemplo, detener nuestras plantas durante 18 meses en espera de las licencias. Recién en julio del 2013 nuestras plantas pudieron volver a trabajar.

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El país no se debe conformar con vender materia prima. Hoy hay una gran oportunidad porque el mundo está desabastecido de alimentos y se está tratando de comer sano, con gran demanda de productos hidrobiológicos. El Perú no puede desperdiciar la mayor biomasa pesquera de todo el mundo que poseemos. Tenemos ventajas cualitativas

y cuantitativas para pensar que el consumo humano directo es el futuro real para nuestro país. Obviamente que no hay que pensar que el Perú debe elegir entre la harina de pescado o el consumo humano. Todo tiene su momento. La harina es lo que ha venido trayendo ingresos al país. La idea es que crezca el consumo humano y baje la oferta de la harina de pescado, pero que ambos se mantengan y potencien.

país en cuanto al consumo humano directo para llegar a acuerdos que puedan respetarse de aquí a cinco o seis gobiernos más. Estamos retomando la conversación con el Estado. En la anterior administración nos sorprendían con normas de pesca o sanitarias que quizá tenían buena intención, pero que dieron malos resultados. Creemos que las normas deben estar consensuadas con el sector.

La rentabilidad mayor se obtiene en el negocio de la harina porque el mercado ya está hecho, hay más facilidades legales y bancarias. Pero como empresarios modernos, arriesgados y algo románticos, queremos dejar algo nuevo y eso, para el país, es el consumo humano directo. Éste requiere más inversión, más trabajo y debe tratar más cuidadosamente el pescado, porque va a la mesa de las personas. Debemos dejar de vender materia prima a países que transforman, le dan valor agregado a nuestros peces y ellos son los que ganan el dinero.

Nos enfrentamos, entonces, a temas legales complejos, sobrecostos y falta de ventajas para el empresario. Nos piden invertir, pero no nos dan garantías. Se pescan cuatro o cinco millones de toneladas para la harina y sólo 200 mil toneladas para consumo humano. Los harineros poseen barcos propios de última tecnología, en cambio, nuestro rubro empresarial no puede tener barcos propios que nos garantice la calidad de nuestro producto porque la ley nos dice que no. Esa mentalidad tiene que cambiar, que sigamos siendo abastecidos por embarcaciones artesanales que el propio Estado reconoce que no están preparadas ni modernizadas. Y la excusa es que ya hay muchas embarcaciones. Deberían dejarnos que nosotros tengamos nuestras propias embarcaciones modernas, que conserven el pescado, con cero descarte.

El Estado peruano dice apoyar esta idea de hacer valor agregado pero, en la práctica, no lo hace. Debemos sentarnos en una mesa Estado-empresarios y trazar el futuro del

Con el consumo interno de la anchoveta el desarrollo intelectual de nuestros niños y jóvenes sería altísimo. En el disco duro de los peruanos de cierta edad está que la anchoveta sólo sirve para la harina. Debemos empezar a trabajar con niños para cambiar esos hábitos. No podemos ser inmediatistas. Hay que desarrollar los proyectos de largo aliento. El Estado debe crear infraestructura, nuevos muelles, poner unidades de frío, barcos adecuados y normar dándole las mismas facilidades a las empresas de consumo humano directo como se las da a los harineros”.


de Chancay, donde dimos de comer a 250 niños de cero a cinco años con anemia y desnutrición. Nuestras conservas de anchoveta en salsa de tomate los alimentaron al menos dos veces por semana. Resultado, el 60% de los niños salió de la anemia y el resto mejoró.

Adriana Giudice GERENTE GENERAL DE AUSTRAL GROUP Austral Group ha sido la primera empresa poseedora de plantas para procesar harina de pescado prime y super prime, con secado a vapor y somos reconocidos en el mercado mundial por la alta calidad y los estándares con los que trabajamos. Pero también somos la empresa más grande de conservas del Perú para consumo humano directo. Los ingresos de nuestra compañía están repartidos en un 80% en harina de pescado y el 20% en conservas.

Austral, desde el 2001, cuenta con certificación 9001 para sus procesos productivos y fuimos la primera empresa en el Perú en obtener la certificación ISO 14000 para una planta en el Perú y somos la única empresa peruana que tiene la certificación ISO 14001 para su flota. Producimos conservas en base a pesca propia, con 11 barcos habilitados para pescar jurel y caballa, y compramos anchoveta a embarcaciones de menor escala para procesar. Todas las conservas las procesamos en nuestras plantas de Coishco y de Pisco. Estamos construyendo barcos nuevos con mayor tecnología, sistema de frío para anchoveta, jurel y caballa. Sin embargo, es preciso reconocer que el 2013 no fue un año bueno

para conservas y sí para harina. Sólo producimos un millón de conservas, habiendo previsto dos millones y medio. Empresas formales que recibimos pesca de menor escala y de artesanales nos vimos desabastecidos por equivocadas regulaciones del Estado que hicieron que se reduzca la oferta de anchoveta para consumo humano directo. A ello se le sumó los problemas climáticos que provocaron la profundización y dispersión de la especie. IMARPE determina que existen entre diez y trece de la anchoveta millones de toneladas de anchoveta y recomiendo, con criterios científicos, pescar de dos a tres millones de toneladas, dejándose lo suficiente para la reproducción y la alimentación de otros peces. El Perú fue premiado por su buena administración de productos pesqueros por la British Columbia University el 2012. IMARPE hace un buen manejo de estos recursos y el Ministerio de la Producción emite las disposiciones sobre la cuota global. La mejor manera de comercializar la anchoveta es en conservas, a pesar de que la lata representa un 50% del costo final del producto. Aún en el Perú la gente no se acostumbra al pescado congelado. Nuestra política es incrementar el consumo de pescado a través de concursos gastronómicos, recetarios, degustación y programas de difusión. Hicimos uno llamado “Comer Pescado”, en alianza con la ONG World Vision, en cuatro asentamientos humanos

En el tema del destino de la anchoveta y de la pesca en general creemos que la cadena de frío es primordial para que el pescado llegue a la mesa de los peruanos en una calidad adecuada y para que el precio no se incremente. Las municipalidades, los gobiernos regionales y el Estado deben invertir en estas cadenas de frío y arreglar los muelles. Nos gustaría siempre trabajar en coordinación con el Gobierno. En la Sociedad Nacional de Pesquería, en los llamados “Camionazos” llevamos pescado congelado y conservas a diversos puntos de la capital y del país vendiendo a precio de costo. Pero si seguimos regalando la conserva de anchoveta la gente no la va a apreciar ni comprar. Y además estamos obligados a pensar en la rentabilidad pues tenemos un compromiso con nuestros accionistas, 89 % de Noruega y el 11% por ciento distribuido en más de dos mil pequeños accionistas peruanos. Es preciso señalar que el aceite de pescado ahora es apto para el consumo humano siendo usado para la elaboración de píldoras de Omega 3. Asimismo que la anchoveta se puede llamar sardina y que se vende a nivel internacional añadiéndole el lugar de origen, como nosotros lo hacemos desde el 2004 exportándola a Europa con el nombre de Pacific Sardine. Finalmente, toda la anchoveta que tiene el Perú no se puede destinar a consumo humano directo. Para alimentarnos nos bastan 200 mil toneladas anuales, por lo tanto con el resto de la captura hacemos harina prime”.

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CRÓNICA

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Frente al MAR Begoña Ibarra Como muchas tardes María Rostworowski ahora gusta de pasear por el malecón y, cruzando el puente Villena, situarse en un parquecito. Mira el mar y el sesgo colorido de los parapentes. La frontera es inacabable y puede claramente imaginar la aparición y llegada de Naylamp, entre olas y espumas.

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aría Rostworowski de Diez Canseco tiene 98 años, el rostro sereno y las manos expresivas ahora reposan en la ventanilla a medio bajar. Es etnohistoriadora autodidacta con más de una docena de obras fundamentales publicadas, varios Honoris Causa y una Orden del Sol a la que ella hace brillar con su propia luz. Su vida es un logro admirable de sencillez, entrega y coherencia. “Una investigación sobre los yunga guaxme o pescadores costeños sería incompleta si no abordamos sus dioses y mitos, si no mencionamos las representaciones

del mar y el lugar que ocupaba en el desarrollo de las culturas costeñas”. “Desde el litoral peruano la visión del océano es infinita. El Sol surge tras las altas montañas para desaparecer en esas inquietantes soledades marinas. ¿Qué zozobras asaltarían al poblador yunga al suponer que el océano retenía en su seno a los cuerpos celestes? ¿Qué supuestas luchas y contiendas se librarían en esas profundidades para poder retornar triunfantes y brillar sobre la Tierra? Unos de estos temores se traduce en la creencia, cuando sucedía un eclipse de Luna, que los cangrejos y ranas querían apoderarse de ella (Rostworowski 1977a: 266)”.

“Si bien el mar por su dimensión sobrecogía al hombre andino, también se convertía, al igual que la tierra, en una fuente de bienestar para los habitantes de las dilatadas costas. Conviene recordar que tanto la tierra como el mar en quechua se llaman mama, y ambas “madres” alimentaban con sus generosos dones a sus hijos y seguidores”. “Estos dos aspectos, el inquietante y el benéfico se traducen en las manifestaciones artísticas, materiales y rituales de los yungas. Para contrarrestar lo temible se realizaban ceremonias apaciguadoras, se aplacaba el mal, se imploraba a través de ritos propiciatorios; lo favorable se agradecía con fiestas y regocijos”.

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A María Rostworowski inicialmente le apasionó el Ande, no sólo por lo imponente de las montañas y su naturaleza acogedora, sino también por sus mitos y realidades. Sensible y mística, su herencia materna puneña le facilitó quizás comprender el pensamiento andino y de nuestros antepasados, “y rumiar los problemas, meterte dentro de lo que pensaban, de lo que sentía. Cuando hablas de un personaje no tienes referencias directas”, dice ella, “porque te llegan a través de la documentación española. A veces se desdicen de lo que han dicho porque en vez de buscar la mentalidad andina se meten ellos. Hay que estar prevenidos”. Sorteando todas esas trampas nos entregó estudios de extraordinaria importancia como Pachacútec, Inca Yupanqui, Historia del Tahuantinsuyo, y la que ella considera su obra cumbre: Estructuras andinas del poder. Ideología religiosa y política. Su padre era polaco, ingeniero agrónomo, amante de la poesía, miembro de una familia de grandes intelectuales y políticos, y llegó al Perú por curiosidad. Aquí conoció a la familia Tovar, dueña de haciendas en Puno. María Rostworowski relata: “Mi abuelo era un gamonal que hablaba quechua y aymara, con inquietudes intelectuales. Mi padre y mi madre, puneña ella, se enamoraron y yo he sido concebida en los Andes, en Puno, y pienso que eso para mí es importante porque creo que de ahí viene ese profundo sentimiento andino que tengo”. Sin embargo, María nació en Barranco y allí vivió hasta los cinco años. La familia partió para Polonia donde, después de dos años y debido a la severidad del clima intolerable para la madre, partieron a una hacienda en Francia. “Mi infancia ya consciente es francesa. Yo amaba mucho ese sitio. Ese rincón”.

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La educación de María Rostworowski durante su infancia estuvo

a cargo de una institutriz y luego continuó en colegios británicos y belgas. Su formación es netamente europea, lo que le permitió acercarse al mundo de los Andes y la Costa sin haber estudiado la historia oficial, y sin el lastre que son los prejuicios raciales locales. Hay que resaltar que Rostworowski tiene la peculiaridad de no sólo ser autodidacta, sino también no tener certificados oficiales peruanos de haber aprendido a leer y escribir. “En su enfoque de estudiosa María era muy libre, no tenía los corsés del medio académico”, dice María del Pilar Ortiz de Zevallos, historiadora y psicoanalista quien ha sido asistenta de investigación de Rostworowski. “De esa forma se permitió plantear hipótesis que después

ella confirmaría a través de estudios e investigaciones. Hay que recordar que gracias a esa falta de parámetros rígidos del mundo académico es que ella ha trasladado la historia en cuentos para niños”. “Como un ser humano consolidado con sus funciones de mujer, esposa, madre, abuela e investigadora perfectamente integradas. Cada una en su sitio y todas funcionando como un mecanismo finamente afiatado”. Así la describe la Dra. Ortiz de Zevallos. “Siempre ha sido profundamente maternal”, continúa María del Pilar. “Éramos sus asistentes de investigación Willy Coch, Gilda Cogorno, María Eugenia Núñez y yo, y María entraba de lleno en nuestros pro-


blemas personales. Por ejemplo, llegábamos del Archivo a las seis de la tarde y ella nos miraba la cara y nos decía ‘ustedes –o tú– están con hambre’ y se metía a la cocina a hacernos huevos revueltos. No trabajamos con un historiados frío, sino con un ser humano sumamente cálido”. “Krisha, su hija, ya tenía a su vez tres hijos que le habían dado varios bisnietos. Yo la he acompañado al parque Baden-Powell que queda por su casa a cuidar a Lorenzo, su bisnieto, y siempre me ha asombrado lo integrada que era ella”. María Rostworowski ha organizado su vida de forma estrictamente disciplinada y rigurosa. Las tardes eran reuniones en su casa, que era su estudio, luego de tareas de investigación. Las mañanas se levantaba muy temprano, iba a trabajar al Instituto de Estudios Peruanos (I.E.P.), que era su oficina, y luego los fines de semana nuevamente a su casa. En las mañanas regresaba del I.E.P., leía un diario y luego se acostaba. Su gran biblioteca la regaló al Instituto de Estudios Peruanos a los 80 años. “María siempre nos ha dicho que no hay solamente que leer los documentos y crónicas, sino que hay que ir al lugar y verlo. ‘El ojo’, nos decía. Íbamos a los lugares de investigación y hablaba con la gente, escuchaba sus historias y de ahí surgían hipótesis”. Multifacética como su origen y formación, el desarrollo de su vida también ha sido en muchos facetas. Regresó de Europa en 1936 con sus padres y esposo polaco. Lima, tanto la aridez de la ciudad como el derrumbe de su matrimonio la chocaron mucho. Echaba de menos el verdor rutilante del campo. Aquí todo lo veía sucio, polvoriento. “Mi matrimonio naufragaba; salí encinta, el malestar, la ciudad misma, todo eso hizo que no me adaptara

“Una investigación sobre los yunga guaxme o pescadores costeños sería incompleta si no abordamos sus dioses y mitos, si no mencionamos las representaciones del mar y el lugar que ocupaba en el desarrollo de las culturas costeñas.” al Perú. Después de nacida mi hija, nos fuimos con mi padre al Cusco. Fue un encantamiento inmediato: su aire, su luz, su clima. Fue la revelación de otro Perú”. Demostrando su temple libre y falta de prejuicios, y pese a vivir en una familia y una sociedad católicas y conservadoras, María se divorció. Con su padre y su hijita Krisha se fueron por tres años a Huánuco. Allí, con la ubérrima naturaleza envolviéndola, y un caballo que la llevaba a recorrer pueblos, llegó su reconciliación con el Perú. Y con ello su interés y curiosidad por esta patria hasta entonces casi ajena. Esta vez el regreso a la gris capital fue diferente. Conoció en el Casino de Ancón a Alejandro Diez Canseco, y empezó lo que ella describe como una historia de amor bellísima. Él la buscó al día siguiente y así siguió el enamoramiento hasta el casamiento. Contrariamente a lo imaginable en la Lima de los 40, y en una actitud excepcional, fue él quien la impulsó hacia el desarrollo de su interés por la investigación.

“Chamo” con ternura lo llamaba ella durante los quince años que duró su matrimonio, y así igual lo siguió llamando, con la misma ternura, cuando terminó súbitamente con la muerte de Diez Canseco, dejándola viuda muy joven. Estando ya casada y durante una convalecencia, pues en su juventud fue muy enfermiza, conoció al historiador Porras. En una extensa conversación con su colega, el también historiador Nelson Manrique, le cuenta: “Yo soy autodidacta. Nunca he seguido estudios universitarios; fui alumna libre en San Marcos. Me interesaba Tello, Valcárcel, Porras. Él consiguió que yo pudiera ir de alumna libre en San Marcos, de cachimba”. En una pensión del balneario de Ancón, fuera de temporada, fue que Porras, quien visitaba la misma pensión, se interesara por esta mujer joven que leía a Valcárcel. “El me enseñó cómo fichar, cómo investigar, los puntos básicos de un investigador: la veracidad de lo que uno dice, citar siempre exacto, nunca citar de citas, todas las cosas básicas de lo que es una ética del investigador”. Fue en 1953 que ella publicó Pachacútec, su primer libro que es un clásico en el que estudia vida y obra del jefe inca quien a mediados del siglo XV emprendió la expansión territorial hacia lo que actualmente es Perú, Bolivia, Ecuador, parte de Chile, Argentina y Colombia. Desde entonces, los trabajos de Rostworowski nos han permitido, con su estilo limpio y ágil, transportarnos a las estructuras del estado incaico. Pero es la misma Rostworowski la que nos dice que es la costa lo que considera un período básico de su formación. “Yo quería ir al Cusco. Mi corazón era cusqueño, con mi amor por Pachacútec, los incas; pero me era imposible. Tenía marido, hija, padre, aquí en Lima. Me era imposible ir”.

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El acceso a los archivos limeños la incentivó. “Aquí trabajé en esto de los Curacas y sucesiones durante dos años. Y la costa me interesó cada vez más. Collique fue para mí una palabra mágica, por intuición quizás. Yo me dije ‘esto es un derrotero’. Y seguí estudiando, y Collique no era cusqueño. Y desde allí, casi todo el tiempo”. A María Rostworowski le debemos lecciones y conocimientos ejemplares para un país que como el nuestro posee una costa tan extensa y un mar de una riqueza envidiable y una belleza no siempre apreciadas y cultivadas. Haciendo extractos breves de Dioses y mitos costeños, Rostworowski nos dice: “El mar, llamado Mamacocha en runasimi, era adorado no sólo por los yungas sino por los serranos, quienes cuando bajaban a los llanos no dejaban de ofrecer su mocha o sacrificio para obtener una venturosa estadía en la costa…” Más adelante dice: “Adoraban al mar como la madre de todas las aguas, fuesen ríos, lagos o fuentes… Para efectuar las ceremonias en honor al mar, a yungas y serranos les era indispensable contar, entre otras ofrendas, con conchas provenientes del océano. La más usada era el mullu (Spondylus pictorum), necesaria para pedir las beneficiosas lluvias y brindar ofrendas a los dioses; también usaban los strombus, representados en los edificios de Chavín, y originarios como el mullu, de mares cálidos. Unos grandes caracoles marinos se emplean hasta hoy en la tradicional misa de Pisac, cerca del Cusco: son las trompetas o guayllaquipa, ilustradas en la crónica de Guamán Poma”.

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Llegar a ser esta estudiosa que nos hace saber estas maravillas de nuestro pasado no fue nada fácil. El prejuicio de ser mujer, madre y esposa pesó fuertemente en el desarrollo de María. Si bien encontró un apoyo incentivador en su espo-

so, este tenía límites. Los que la sociedad limeña tan conservadora y retrógrada imponía. Los grandes estudiosos la invitaban a tomar té para hacerla partícipe de sus investigaciones. “Y yo tenía que decir que no. Que ellos vinieran a mi casa… y me sentía tan tonta”, dice ella. “Además vivían con nosotros mis padres, y Chamo creía que así debían ser las cosas. El medio hacía impensable una rebelión. Y luego, cuando él murió en diez minutos de una embolia, fue tan terrible. ¡Quedé tan agobiada que durante seis años no pude investigar!” Allí se encontró en la dura realidad de tener que ser la proveedora del hogar. Quedó en una situación económica no muy buena. Heredó una ladrillera y la tuvo que dirigir. Y se quedó sin tierra para los ladrillos. “Tuve que comprar tierra. Fue muy duro. Ahora dime ‘ladrillo’ y es una mala palabra”. Esta mujer excepcional que fundó un grupo llamado SIDEA con los renombrados Max Hernández, Alberto Péndola, Moisés Lemlij, psicoanalistas ellos, y el antropólogo Luis Millones, en su afán de penetrar y comprender mejor el pensamiento indígena, tuvo que, en los años 50, usar subterfugios como el de batir y batir postres para poder ir leyendo crónicas. “Yo ya no sabía cómo seguir, cómo podía hablar con colegas. Creo que había agotado el estar sobre mí misma. Era una planta agotada que tenía que abrirse sus propios horizontes”. Generosa y desprendida. Luminosa y luchadora. De ella muy bien puede decirse: Caña brava, caña hembra, caña miel: Le grita al viento y él se encarga de hacerlo saber. De ser caña brava no renunciaré. Soy caña dulce, caña hembra, caña mujer.


EN PORTADA

Avistamiento de ballenas

U

n grupo de jóvenes profesionales de Pacífico Adventures, residentes en Los Órganos, Piura, viene realizando un silencioso trabajo de investigación científica y de turismo en el mar del norte desde hace ocho años. Hoy, Belén Alcorta y Sebastián Silva, sus fundadores, son los pioneros en el avistamiento de ballenas jorobadas, cetáceos gigantes de quince metros de longitud que han elegido como hábitat natural los mares de Tumbes y Piura y su área de reproducción. Fruto de esas investigaciones, importantes para preservar esta especie de la fauna nacional, son las cuatro publicaciones científicas que el grupo, liderado por biólogos marinos, ha realizado y que recopilan datos y fotografías de la ballena jorobada. La foto de portada es una de ellas, obra de Eduardo Larrañaga de Pacífico Adventures. Hasta la fecha, Pacífico Adventures ha logrado el avistamiento fotografiado de 336 ballenas jorobadas con lo cual se ha constituido un valioso registro o catálogo que es compartido con investigadores y especialistas del Perú y del extranjero. Eso permite el mejor conocimiento de las costumbres, naturaleza y desplazamiento de las ballenas. A ello se integra el avistamiento y estudio del delfín común de hocico largo, quien también habita por esos reinos marinos. El grupo, además, promueve la conservación del mar y de sus recursos a través de charlas de educación ambiental en Piura, limpieza de playas y un festival anual por el Día de la Ballena. Todo por amor al mar… y a las ballenas jorobadas del norte peruano.

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CINCO VOCES

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¿Por qué siendo tan sabroso y nutritivo, los peruanos no consumimos tanto pescado como debiéramos? De acuerdo a las cifras, somos consumidores masivos del pollo y no del beneficioso pescado. Los encuestados sí comen pescado a diferencia de lo que nos muestran estos números. Ello comprueba que sí es posible cambiar nuestros hábitos alimenticios.

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as cifras son concluyentes: en nuestro país, cada peruano consume un promedio de 5 y medio kilos de pollo por mes, lo que arroja un aproximado impresionante de setenta kilos por año. En cambio, el consumo per cápita de pescado en el Perú alcanza los 19 kilos por año (un kilo y medio de pescado mensual) según datos de la FAO.

La lectura tiene dos interpretaciones: somos, en América Latina, uno de los más altos consumidores de pescado. Pero, dada la alta producción en el Perú, consumimos muy poco. La encuesta que presentamos a continuación demuestra que muchos peruanos mantienen una relación estrecha con el pescado en su dieta cotidiana, preparándolo en diversas formas y estilos. Todos unánimemente saben los beneficios nu-

tricionales de los productos marinos. Pero también muchos peruanos no comen pescado por diversas razones que deben ser motivo de investigación. El consumo de pescado en el Perú es un tema apasionante que merece una reflexión. De momento, compartamos estas palabras de nuestros encuestados que no pueden prescindir del pescado en la mesa familiar.

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Juan Lengua Balbi

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abogado

rivilegio el consumo de pescado sobre todo en verano pero podría decir que como pescado todo el año. Soy aficionado a la comida marina. Mis platos preferidos son el ceviche, el arroz con conchas y el seco con conchas. Cuando me toca comer fino prefiero la corvina. Pero normalmente, elijo la dorada o perico, que es sabroso y muy rendidor.

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En mi hogar las compras las hago yo, eso me ha permitido familiarizarme con el pescado y sus precios. Debo reconocer, sí, que mi esposa no tiene una buena relación con el pescado porque no le gusta su olor. Así, yo entro a la cocina y dirijo la elaboración hasta que se sirve, sobre todo los fines de semana y muy especialmente en la temporada de playa. He aprendido a preparar ceviche gracias a lo que me enseñaron los pescadores, que siempre están dispuestos a explicarme cómo lo preparan. Además, tengo la suerte de ser vecino de Pedro Miguel Schiaffino que también me ha dado indicaciones. Lo primero que hago al preparar ceviche es poner sal y cebolla al pescado por unos diez minutos. Luego le echo ají, kión, apio y, finalmente, el limón. Creo que la presentación del plato es muy importante.

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Los frutos de mar en el Perú son maravillosos. En Estados Unidos conocí los Rustic Pelican unos enormes locales de frutos de mar, pero que carecen de la sazón de la cocina peruana. Finalmente, siempre observo que en las caletas peruanas hay mucha gente feliz porque es gente de mar, que vive cerca al mar y que su economía gira alrededor del mar. Además, son longevos porque la vecindad con el mar les ayuda a conservar las tradiciones y los hace apacibles. Es más, los jóvenes permanecen allí siguiendo la vida de sus ascendientes en la pesca.

Para Semana Santa, comí perico porque estaba a buen precio. Me encantan los pescados al horno, en papillote, sobre una cama de verduras, algunas hierbas y un chorrito

Lourdes Berninzon ACTRIZ

onsumo pescado pero no con frecuencia ya que en la variedad está el gusto. Creo importante consumir pescado y los prefiero de mar profundo como el atún o el pez espada, ya que no son pescados de peña. Éstos, al vivir casi en la orilla, se alimentan de lo que el mar vara. Existe poca conciencia del ser humano respecto a la conservación del medio ambiente y por ende, los pescados de peñas son los más castigados en este sentido y para colmo, los consumimos.

de vino blanco, envuelto en papel metal de una manera que parezca un regalo encima del plato. Me divierte cuando mi familia o amigos abren este paquetito sorpresa sobre el plato y descubren la delicia en su interior. ¿Mis recetas preferidas? Mmmm… tengo varias. Obviamente el ceviche, luego el sudado, al horno en costra de sal, a la plancha pero jamás frito por un tema de salud. Mi marido y yo nos turnamos en las compras. Por lo general, vamos donde estén las ofertas de la semana pero si a pesar de éstas, no hay calidad, doy media vuelta. Para mi es básica la calidad, no cantidad. Prefiero productos frescos antes que congelados, pues el paladar se vuelve exigente con los años y porque he tomado muy en serio que el frescor de un pescado en una mesa, es salud.


Gerardo Chávez

Herbert Mulanovich

PINTOR

fotógrafo

usto ayer comí pescado, un buen sudado. Personalmente, me gusta el chilcano. Sinceramente, el ceviche no me atrae mucho, ni comerlo ni menos prepararlo. Viviana, mi mujer, compra el pescado en verano en el mercado de Punta Hermosa. Y a veces es tan sabroso que puedo repetir el pescado que quedó del día anterior. Me gusta la corvina, el lenguado, el pejerrey, el salmón, la reineta, el bonito y uno de los que más me gustan es la chita.

omo pescado cada semana, durante todo el año. Por ejemplo, en algunos desayunos como pan con pejerrey y almuerzo sushi. El pescado que consumo lo adquiero en el supermercado y, en temporada de playa, el pescador me lo trae a mi casa. Mi pescado favorito es la chita aunque todos frescos son buenos.

J

También me encanta la huevera del pescado. Aquí en el Perú no hago la compra a diferencia de cuando vivía en París.

C

Elena Testino

Decoradora, dueña de Casa Chic tienda de decoración n casa nos gusta mucho el pescado y lo comemos de dos a tres veces por semana, cuando no más, tanto en invierno como en verano. Generalmente es mi esposo, Giorgio, quien hace las compras –pues le encanta todo lo relacionado con la comida además de ser un excelente cocinero– y trae corvina, lenguado, ojo de uva, atún o chita; lo cocinamos de diferentes maneras, aunque damos preferencia a hacerlo en el horno para evitar el terrible olor que el delicioso pescado deja en toda la casa. Como aderezo, nos basta sal, pimienta, aceite de oliva y limón, pero cuando recibimos invitados me gusta experimentar recetas más sofisticadas y para ello recurro al Libro de la Cocina Peruana, que tiene excelentes recetas; todas fáciles de ejecutar y con resultados buenísimos.

E

Cuando salimos a comer a la calle también acostumbramos pedir platos a base de pescado y mariscos; es siempre comisa sana y sabrosa y no nos hace aumentar de peso. En el Cusco, ciudad que he visitado por trabajo con frecuencia últimamente, me gusta comer trucha, pues es ligera y perfecta para la digestión en la altura. Lo que también me gusta mucho como toque de sabor fuerte es la anchoa, aquí más conocida como anchoveta.

Mi esposo prepara a veces la pasta “a la veneciana” con perejil, aceite de oliva y anchoas y queda delicioso; un plato fácil, rápido y muy nutritivo. Hasta las pizzas adquieren un sabor especial con unas pocas anchoas… En Europa se comen mucho; son anchovetas saladas que no requieren refrigeración; aquí se debería difundir más las diferentes maneras de comer la anchoveta, pues es cómoda para el bolsillo y es pura proteína y Omega 3.

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P

IMPORTANCIA NUTRICIONAL DEL PESCADO

ara el experto peruano en ciencias gastronómicas y pesqueras, Mag. Cristóbal Noriega Cardó, “nuestro país, favorecido por un mar rico en especies pesqueras y donde la gastronomía peruana está siendo recocida a nivel internacional, afronta hondas contradicciones como que tenemos niveles de desnutrición infantil altos”. “Asistí a varias reuniones durante los últimos Vice Ministerios de Pesquería que se planteaban este problema y otros más – recuerda Noriega - Por ejemplo, hacer llegar un pescado a bajos costos a las empobrecidas mesas en los Andes Peruanos. Una de las formulas era mandar charqui de pescado a un precio bajo. Por estas razones y otras más, es vital el consumo de pescado como una respuesta para quienes no dan la importancia a este recurso como ayuda a combatir este mal”. Valor alimenticio del pescado. La composición química proximal de la mayoría de las especies de peces se encuentra en la siguiente escala: Proteína: Ácidos grasos: Sales minerales: Agua:

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del 16 al 21% del 0,5 al 12% del 0,5 al 2% del 63 al 82%

Según el experto Noriega “desde el punto de vista nutricional, la

proteína del pescado es altamente digerible, conteniendo un mayor número y cantidad porcentual de aminoácidos esenciales. En consecuencia la función nutricional más importante del pescado es el suministro de proteínas de alta calidad”. “Los ácidos grasos del pescado también se digieren fácilmente, siendo muy ricos en ácidos grasos insaturados, de allí que los expertos en nutrición subrayan con frecuencia la importancia del pescado en la dieta” – continúa nuestro entrevistado-. “Los ácidos grasos Omega-3 (EPA y DHA), son una serie de sustancias grasas que tomamos de la dieta mediante el consumo de pescado y están implicados en la maduración y crecimiento cerebral y la formación del órgano de la visión en los niños y en las niñas; así también intervienen en la regulación del proceso de inflamación, coagulación, presión arterial, órganos reproductivos y el metabolismo de las grasas. Gracias a su intervención en el metabolismo de las grasas y especialmente al control de la cantidad y transporte de triglicéridos y colesterol en nuestro organismo, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, la cantidad recomendada de Omega-3 semanalmente es de 2-3 gramos. Esto corresponde a

consumir pescado como mínimo 3 veces por semana”. Para Noriega Cardó las especies pesqueras son ricas en vitaminas, siendo su grasa una fuente excelente en vitaminas A y D, de allí la costumbre de la sociedades nórdicas de dar a los niños aceite de hígado de pescado, antes de que se elaboraran los comprimidos multivitamínicos. Además, el pescado es una fuente interesante de vitaminas del complejo B, siendo los mariscos más ricos en estas vitaminas. Los peces marinos son una fuente importante de sales minerales, especialmente de yodo, además los productos enlatados en los que se incluye la piel y los huesos son una fuente importante de calcio y fósforo”. “Es importante saber que los diferentes procesos culinarios con los que usualmente se preparan los pescados en ningún caso revierten sus cualidades, por lo tanto se pueden consumir: frito, sancochado, saltado, escalfado, horneado, asado o en ceviche” finalizó el ingeniero Noriega, autor de dos libros de investigación, uno sobre “Recursos Hidrobiológicos en la Gastronomía Peruana” y otro sobre “Algas comestibles del Perú: El Pan del Futuro”, editados por la Universidad San Martín de Porres, para el Instituto de Investigación donde labora.


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Juan Martín

REPORTAJE


La

CHIRA

¿Mar limpio de Lima? El 2015 entrará en funcionamiento la Planta de Tratamiento de Agua de La Chira. Ante la inminencia de esta fecha, cabe preguntarse si esta infraestructura afronta el problema de la contaminación ambiental en las playas de Lima. Creemos que no pues, para resolverlo, urge que empresa y Estado analicen este proyecto para culminarlo en aguas limpias de bacterias que deben ser utilizadas en áreas verdes, que también requieren ser creadas. La problemática de La Chira es un llamado de atención hacia autoridades como SEDAPAL, indolentes ante la magnitud de este descuido nacional que, al compás del crecimiento de ciudades como Lima, perjudica la salud del mar. 33


E

l ingeniero Alejandro Caramazana Gil, Gerente del Consorcio Acciona Agua- Graña y Montero Infraestructura, responsables y ejecutores de este proyecto, nos recibe en La Chira para explicarnos que trabajan arduamente para finalizar las obras de construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales y Emisario Submarino La Chira en noviembre próximo. En la visita a esa extensa área de Chorrillos, Amalamar comprobó que todo el sistema de tratamiento - que incluye un enorme túnel submarino de más de tres mil metros de largo - entrará en funcionamiento en el verano del 2015. Enormes maquinarias laboran arduamente en tierra y a orillas de ese litoral que la desidia nacional dejó contaminarse por años, al ubicarse allí un vertedero que arroja al mar todos los residuos fecales y otros provenientes de Miraflores, Villa El Salvador, Barranco, Chorrillos, Surco y San Isidro. Obviamente, la zona se transformó en el lugar más

“Hemos decidido ejecutar esta planta con tratamiento primario de las aguas servidas, hacerlo más avanzado para reutilizar el agua tratada requeriría de áreas verdes que no tenemos” 34

apartado de toda la costa limeña, un sector sumamente contaminado e invisible del que nada se dice y poco se sabe. Para realizar esta obra, el consorcio obtuvo por 25 años la concesión para el proyecto, construcción, operación y mantenimiento de la planta. Ésta es una planta de tratamiento primario cuya inversión es de 250 millones de dólares. “De acuerdo a los estudios de factibilidad, hemos decidido ejecutar esta planta con tratamiento primario o pre-tratamiento de las aguas servidas, hacerlo más avanzado (terciario, por ejemplo) requeriría de áreas verdes -que no tenemos- para reutilizar el agua tratada” nos explica Caramazana. “Estamos cumpliendo con los parámetros que imponen las autoridades del ANA (Autoridad Nacional del Agua) y de la DICAPI (Dirección de Capitanías y Guardacostas)”. El túnel submarino de Chorrillos Adjunto a la planta de tratamiento, se construye el túnel a 60 metros de profundidad sobre el lecho ma-


Milin Puppo

“Para realizar esta obra, el consorcio obtuvo por 25 años la concesión para el proyecto, construcción, operación y mantenimiento de la planta.” rino. Este túnel llamado “Emisario Submarino” posee 3,650 metros de largo y un diámetro de 2.4 metros, es de polietileno y trasladará el agua tratada desde la planta mar adentro, en cuyo final existirá una zona de exclusión donde no se podrá pescar. En sus últimos 500 metros tendrá difusores por los que, progresivamente, el agua tratada se irá soltando al mar, con menos bacterias de las que hoy en día se vierten directamente de los viejos tubos a la orilla, contaminando el mar y perjudicando a la población. Igualmente, las aguas servidas llegarán a la planta por un nuevo túnel de conducción, a 23 metros de

profundidad, con una longitud de 830 metros. Luego a través de un canal rectangular, las aguas arribarán a la planta. Allí serán sometidas a la extracción de residuos en enormes “pozos de gruesos”, que serán retirados por puentes grúas y cucharas bivalvas. Las aguas residuales serán posteriormente filtradas a través de rejas y tamices, así como desarenizadas y desengrasadas. La planta contará finalmente con microtamices que retendrán las partículas de hasta un milímetro de las aguas. Todos los residuos extraídos en este complejo proceso serán compactados y trasladados a un relleno sanitario autorizado, contando con

sistemas deodorizadores, que evitarán los malos olores en el ambiente. Mientras tanto, a partir del 2015, la propia población será testigo del renacimiento de esta olvidada zona que al reducir -en parte- la contaminación ambiental de su ecosistema, podrá fomentar la recuperación de especies marinas siempre y cuando empresa y gobierno convengan en realizar un tratamiento del agua para que sea usada en parques que tiene que crear también. Sólo así La Chira ya no será sinónimo de descuido y de aguas servidas sino de proyectos de desarrollo sostenible en beneficio de una población que vive mirando el mar.

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EL PACÍFICO DE EVELYN a destacada fotógrafa Evelyn Merino Reyna ha realizado innumerables trabajos documentales sobre los paisajes de nuestro país. Precisamente, la zona del mar de Chorrillos mereció la atención de su lente que describió, como vemos en este reportaje gráfico, la belleza del lugar y la necesidad de resolver el tema de la contaminación ambiental. En estas imágenes se aprecia el desagüe de Lima, problemática que urge ser solucionada con la reutilización de aguas limpias en áreas verdes.

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¿Un Perú sin Ceviche...?

Patricia Majluf PhD

«La pesca excesiva, el cambio climático y la contaminación, entre otros factores, han llevado al deterioro de los ecosistemas marinos y a la reducción de la productividad de los mismos.»

A

los peruanos nos gusta comer bien… sobre todo un buen ceviche, en todas sus formas. Se dice que el ceviche es nuestro plato favorito, que hay más de once mil cevicherías en Lima y que pronto habrán muchas más gracias al boom gastronómico que todos celebran. Sin embargo, no sabemos ni la cantidad ni los tipos de pescado que se sirven en estas cevicherías y en general se sabe muy poco de los peces que comemos. Lo triste es que a pocos les interesa o importa. Con tal de seguir comiendo rico, da lo mismo qué pescado nos pongan en el plato. Sería imposible imaginar un Perú sin ceviche… Pero no solo en el Perú, sino en el mundo entero, los océanos y sus recursos enfrentan una gran crisis. La pesca excesiva, el cambio climático y la contaminación, entre otros factores, han llevado al deterioro de los ecosistemas marinos y a la reducción de la productividad de los mismos. Desde 1950, las capturas pesqueras globales aumentaron de 20 a casi 90 millones de toneladas, llevando a la sobreexplotación de muchas especies, particularmente a los grandes peces carnívoros como los atunes, peces espada, tiburones y meros. Actualmente queda solo alrededor del 5% de las poblaciones de estas especies. Por otro lado, la reducción extrema de estos grandes depredadores ha alterado el equilibrio de las cadenas alimenticias de muchas comunidades marinas, llevando a que las capturas pesqueras de muchos países cada vez más están compuestas de peces pequeños, que lamentablemente pocos comen. Peor aún, la elevación de la temperatura y la acidificación de los océanos, producto del Cambio Climático, afecta la calcificación necesaria para la formación de las conchas y exoesqueletos de moluscos (conchas de abanico, almejas, choros, ostras), equinodermos (erizos, estrellas de mar) y crustáceos (cangrejos, langostinos, langostas), así como el crecimiento y productividad del plankton y muchos peces. Si seguimos así, es probable que en unas pocas décadas muchas especies y ecosistemas marinos y las principales pesquerías comerciales del mundo habrán colapsado. ¿Qué podemos hacer? En primer lugar, mejorar el manejo pesquero. Aplicando un manejo con enfoque ecosistémico podemos recuperar y aumentar significativamente la productividad de las principales pesquerías del mundo. Sobre la acidificación es poco lo que podemos hacer, pero si podemos mejorar la situación reduciendo la contaminación oceánica que también afecta la supervivencia y productividad de las especies. Reduzcamos el uso de plásticos (¡sobre todo el Tecnopor!), de pesticidas y fertilizantes químicos, exijamos que se completen los sistemas de tratamiento de aguas para que los desagües no vayan directamente al mar. Apaguemos las luces, desconectemos recargadores y artefactos, reduzcamos el uso de combustibles, etc. etc. etc. A toda escala hay mucho (demasiado) por hacer. Pero, si queremos seguir comiendo ceviche de las especies que tanto nos gustan, seamos conscientes y hagamos algo por nuestro mar.


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Milin Puppo

PERSONAJE


Yuri Hooker Mientras el mundo, consciente de la importancia del mar en la vida del planeta, establece reservas marinas en distintas partes del globo, esta preocupación aún es incipiente en el Perú. Al menos, distintas personalidades e instituciones nacionales trabajan arduamente para conservar la biodiversidad marina nacional, como ocurre con el mar tropical del norte.

E

l Perú tiene uno de los más extraordinarios escenarios marinos de todo el planeta, donde se combinan dos grandes ecosistemas, uno de aguas frías, dominado por la gran Corriente del Perú, y otro, de aguas cálidas, presente en el extremo norte y que con características propias del Pacifico Tropical americano.

Según la legislación y los compromisos internacionales que Perú tiene para proteger la biodiversidad, se establece que el país debe proteger una muestra representativa de cada ecosistema existente en su territorio y, por tanto, de su biodiversidad. Si observamos, todas las actuales áreas marinas protegidas del Perú se encuentran en el ecosistema de la Corriente del Perú… y, ¿qué ocurre con nuestro mar tropical?

Por mucho tiempo se tuvo muy poco interés en conservar la biodiversidad submarina. Antes del 2009 solo existía la Reserva Nacional de Paracas como único ejemplo de protección de un sector netamente marino.

El mar tropical del Perú es simplemente maravilloso y lo hemos ido descubriendo a través de los años de investigación. En los años 90’ iniciamos los estudios en el área entre Cabo Blanco y Punta sal, primero como tesis universitaria, luego desde el IMARPE y, hasta hoy, como laboratorio de Biología Marina de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Hemos encontrado que más del 70% de toda la biodiversidad submarina del litoral peruano se encuentra al norte de Cabo Blanco, en un litoral de apenas 150 km de longitud. Además cada año encontramos ahí varias especies nuevas para la ciencia, especies que nunca fueron estudiadas, descritas o fotografiadas. Otros investigadores encuentran que ese

Recién en el año 2009 el Servicio Nacional de Áreas Naturales protegidas por el Estado (SERNANP) crea una nueva y extensa área marina protegida, la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras (RNSIIPG) que congrega a 22 islas y 11 puntas guaneras a lo largo del litoral entre Piura y Moquegua. Recientemente se creó la Reserva Nacional San Fernando.

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“El mar tropical del Perú es simplemente maravilloso y lo hemos ido descubriendo a través de los años de investigación” sector es uno de los que más especies de ballenas y delfines tiene en el mundo, además de grandes poblaciones y áreas de reproducción. También es un lugar de mucha importancia para la alimentación de varias especies amenazadas de tortugas marinas. Otras especies menos conocidas encuentran aquí uno de sus hábitats naturales preferidos, como son los gigantescos meros “ojo chiquito”, peces loro, peces cirujano, caballitos de mar, juveniles de tiburón martillo, mantarayas, tiburones ballena entre varias otras especies maravillosas pero gravemente amenazadas. Es por ello que desde el 2004 iniciamos un largo camino para tratar de proteger nuestro mar tropical, especialmente los sectores de El Ñuro y los arrecifes de Punta Sal. La primera propuesta la presentamos ese año al Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), institución en ese entonces encargada de crear y administrar las Áreas Naturales Protegidas por el Estado (ANP) pero, al no tener jurisdicción en áreas enteramente marinas, nos indicaron que debíamos llevar la propuesta al Ministerio de Pesquería donde tampoco tenían un procedimiento para proteger áreas marinas o biodiversidad. Entonces se cambió la estrategia solicitando una concesión de área marina para hacer investigación en acuicultura de especies nativas de conchas y peces, protección de hábitat de reproductores y la creación de un área extensa para instalar un complejo de arrecifes artificiales con fines de atracción de fauna, protección de reproductores y aumentar la productividad de área. Realizamos los estudios solicitado, levantamos mapas, informes técnicos, todo. Después de 2 años de procedimiento, en el 2008, el proyecto fue denegado porque el área era muy grande y porque se superponía a concesiones petroleras, condición en la que está todo el mar peruano... pero las esperanzas no se perdieron.

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Tras la creación del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) nueva-

mente nace la esperanza de proteger el mar tropical. En el 2010 presentamos las propuestas para proteger El Ñuro y Arrecifes de Punta Sal. Por ese entonces también la ONG Naturaleza y Cultura Internacional había presentado una propuesta para proteger Isla Foca. Fuimos contratados por SERNANP para, entre otras funciones, elaboráramos los expedientes técnicos para la creación de dichas áreas. Actualmente el SERNANP tiene listos los expedientes de creación, reeditados, que incluyen además el Banco de Máncora, una montaña submarina en el extremo norte del país, propuesta recientemente presentada por Inka Terra. Esta ANP, que saldrá como un sistema de áreas naturales protegidas en el mar tropical, aún no se aprueba pues falta la opinión favorable de la Sociedad Nacional de Hidrocarburos, a causa de las concesiones petroleras. Es así que, mientras las conversaciones y temas legales continúan, hemos presentado ante PRODUCE un nuevo proyecto para la creación del Parque Submarino “Arrecife Encantado” con el que pretendemos proteger la fauna marina instalando arrecifes artificiales y un parque de esculturas submarinas. Este proyecto está siendo coordinado por la Dirección General de Sostenibilidad Pesquera, con el apoyo de varias instituciones del Estado y privadas que forman parte del grupo técnico de “Arrecifes Artificiales”, creado para fomentar este tipo de instalaciones en nuestro litoral. El éxito del proyecto Arrecife Encantado está asegurado, claro, si este 2014 no viene un fenómeno de El Niño intenso y tengamos que esperar hasta que se le pasen sus berrinches ambientales. Por otro lado, la UPCH construye en el Ñuro un gran centro de investigaciones marinas financiado por PETROBRAS, que de seguro aportaran mucho a la ciencia y desarrollo local. Hacer conservación de la biodiversidad submarina es realmente difícil en el país, aun esta sea simplemente extraordinaria. De a pocos, se va avanzando.


Joe Koechlin:

“Necesitamos más reservas marinas” a protección del mar tropical del Perú es una preocupación que congrega a diversos profesionales peruanos y extranjeros. Uno de ellos, el empresario Joe Koechlin, nos comenta sobre la zona marina del norte que ha presentado para ser reconocida como reserva protegida: “Hemos planteado la propuesta para el establecimiento del área marina protegida Cabo BlancoBanco de Máncora, en el mar tropical del Perú. El expediente técnico de esta propuesta fue entregada al Ministro del Ambiente el mismo “día de los océanos”, el 7 de junio de hace dos años. Con ello, buscamos que el Perú, siendo signatario de la Convención Mundial de la Biodiversidad Biológica, cumpla con lo que ha ofrecido: que para el año 2020 el 10 por ciento del mar del Perú esté protegido en reservas marinas legales”.

Filipinas, se ha decretado 450 mil kilómetros cuadrados de su territorio como reserva, lo cual debe entenderse no como una zona que excluye al ser humano sino que le obliga a realizar buenas prácticas” nos ilustra el reconocido ambientalista.

L

Koechlin nos dice que actualmente no tenemos casi nada de nuestro territorio marino como reserva. Apenas Paracas se protege algo pero muy poco. “Con nuestro proyecto hemos dado una voz de alerta para que las autoridades peruanas implementen reservas marinas nacionales, añade Koechlin. Dada la dificultad de poder gestionar y supervisar un área

tan grande para una reserva de 650 mil hectáreas, nos parece acertada la propuesta de trabajar con pequeñas áreas, que son más factibles de proteger”. El empresario dice que Chile sí ha demostrado una preocupación real por crear reservas para proteger su mar. La última fue la isla Sala y Gómez, propuesta por un funcionario de la National Geographic que precisamente acompañó a Koechlin a la reserva peruana del norte. “En el mundo, en Palao, isla del mar de

En cuanto a la realidad de nuestro país Koechlin afirma que es preciso apoyar a las personas dedicadas a la pesca artesanal y convertirlos en “artesanos industriosos” que hagan bien su tarea conservacionista. “En el Perú, los pescadores artesanales tradicionales son los que cuidan su mar. Los ilegales, los que no tienen puerto, ni licencias ni cabida legal son los que lo perjudican al realizar prácticas depredatorias o usando arrastre de fondo en zonas pesqueras de desove”. “En cuanto a la aprobación de nuestra propuesta, debiera haber una demostración de buena voluntad estatal antes de la reunión mundial de la COP 20 en Lima” nos dice Joe, esperanzado - “De momento, continuamos con nuestros proyectos en la zona. Aguardamos a que se acelere el proyecto estatal de mejorar el muelle de pescadores de Cabo Blanco y que también tenga fines turísticos”.

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Evelyn Merino Reyna

DERECHOS DEL MAR


¿Respetamos los DERECHOS del MAR ? La tan comentada Convención del Mar es, en realidad, la primera declaratoria universal de los derechos del mar que la gran mayoría de países del mundo –menos el Perú– ha suscrito. A partir de este documento, el mundo supo que la mar tenía derechos y que de su existencia depende la vida del planeta. La gran interrogante es saber si cumple estas normas ambientales de protección marina, dada la urgente trascendencia de cuidar nuestro ecosistema.

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E

n diciembre de 1982 se suscribió en Montego Bay, Jamaica, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar conocida como Convención del Mar o “Constitución de los Mares”. Más de 160 países de todo el mundo ya han suscrito ese documento jurídico fundamental con miras a lograr un orden internacional justo y equitativo para los espacios oceánicos del planeta. En sus más de trescientos artículos, la Convención del Mar estableció el régimen jurídico de los países con respecto a su mar territorial, derechos de paso, coordenadas, líneas de base y derechos de los estados ribereños, la plataforma continental, alta mar, buques, etc. Habiendo participado el Perú en el proceso de elaboración de esta Convención, aunque aún no se ha adherido a ella, ¿nos preguntamos si cumple con las normas universales de respeto al mar en el capítulo referido a protección ambiental? Todo hace suponer que no. Contaminación marina y vertimiento de desechos La Convención establece la definición de “contaminación marina” como la introducción por el hombre de sustancias o energía en el mar que dañe los recursos vivos marinos, que haga peligrar la salud humana, que obstaculice la actividad marítima como la pesca y que deteriore la calidad del agua. En cuanto a vertimiento, la declaración la define como la evacuación deliberada de desechos desde buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones marinas o el hundimiento de estos elementos en el mar. Conservación de los recursos vivos

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La declaración, a su vez, respeta el derecho de los estados “ribereños”

“La gran interrogante es saber si se cumplen estas normas ambientales de protección marina” del mundo para determinar la captura permisible de los recursos vivos de su zona marina. Sin embargo, en su artículo 61, obliga a los estados a que esos recursos no se vean amenazados por un “exceso de explotación”. Recursos marinos también son todos los “minerales sólidos, líquidos y gaseosos situados en los fondos marinos o en su subsuelo, incluidos los nódulos polimetálicos”. “Los recursos, una vez extraídos del mar, se denominarán minerales”, todos éstos que se encuentran fuera de la jurisdicción nacional “son patrimonio común de la humanidad”.


Fotos: Milin Puppo

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“La Convención establece la definición de ‘contaminación marina’ como la introducción por el hombre de sustancias o energía que dañan al mar y a sus recursos” Acciones humanas perjudiciales al mar La declaración establece la necesidad de aumentar la preocupación de todos los gobiernos del mundo con respecto a la protección del medio marino, especialmente de la zona que todos los países comparten armoniosamente. En su artículo 145 se refiere a actividades humanas nocivas como la “perforación, dragado, excavación, evacuación de desechos y la construcción de tuberías y otros”.

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Para el analista guatemalteco Dr. Mario Mancilla Barillas, en su obra “Introducción al Derecho Internacional Ambiental (DIA)”, la Convemar es, probablemente, “el tratado ambiental mejor desarrollado y más fuerte hasta la fecha y es un modelo de proceso de codificación de las fuentes del DIA. Recordemos que los mares son especialmente sensibles a los impactos ambientales y

Contralmirante Jorge Brousset Barrios

se contaminan por fuentes directas o indirectas. Toda contaminación en tierras, aún tierras interiores, tarde o temprano llegarán al mar”. Sin embargo, en un informe publicado en Galicia, España, el investigador Javier Sanz concluye que la Convemar “no ha logrado limitar la sobre-explotación que predomina en buena parte de las pesquerías (más del 80%); la contaminación de los mares persiste y la seguridad del transporte marítimo (que soporta el 90% del comercio internacional) avanza muy lentamente (a fuerza de catástrofes); todavía son muy pocos los espacios marinos protegidos (no llega al 2% de las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra ocupadas por mares y océanos, en el que viven más del 97% de los seres vivos del Planeta);y no están resueltos los problemas que abre el deshielo –por efecto del cambio climático- de algunas zonas como el Ártico”.

«Al no ser parte de la Convemar, no podemos exigir los derechos que todos los países firmantes tienen con respecto a su mar y los océanos»


EL perú Y LA CONVENCIÓN DEL MAR

U

na de las razones principales por las que el Perú efectuó la Declaración de la zona marítima de 200 millas en 1947, fue para exigir que se respeten nuestros derechos sobre los recursos marinos en provecho del pueblo peruano. Esa Declaración, promovida por el Presidente José Luis Bustamante y Rivero, planteó lo que hoy el mundo conoce como “Zona Económica Exclusiva”. Sin embargo, la idea de doscientas millas ha sido esgrimida por quienes conforman una corriente contraria a la Convención del Mar (Convemar) de concepción política e ideológica que no se ajusta a la realidad. Es decir, bajo una ilusión de carácter patriótico, se piensa que nuestro país, al adherirse a la Convemar, va a perder territorio, apreciación captada muy fácilmente por el ciudadano común que, en su mente colectiva, recuerda que históricamente el Perú ha perdido lo que le perteneció.

Los diferentes sectores del Ejecutivo han opinado que es favorable para el país el adherirnos a la Convemar, porque es éste un documento que mundialmente se percibe como la Constitución de los Mares, promulgada inicialmente en 1982, entrando en vigor en noviembre de 1994. Como resultado de una evolución histórica de las libertades de navegación, se demuestra la importancia capital del mar para el comercio mundial ya que, actualmente, más del 95 por ciento de lo que se importa y exporta en el mundo, utiliza la vía marítima por la capacidad de mover grandes volúmenes de mercancías.

Lo cierto es que el Perú y su adhesión a la Convemar deben abordarse de manera técnica, por quienes conocen los mecanismos, las reglas y costumbres internacionales de los diferentes usos del mar. Los argumentos no se deben ceñir sólo al discurso patriótico en la búsqueda de rentabilidad política. Debemos ponderar argumentos legales, de carácter práctico y de aplicación universal en lo que respecta al mar y los océanos.

De otro lado nuestra Constitución1 reconoce que nuestra soberanía y jurisdicción hasta las 200 millas se aplican sin perjuicio de las libertades de comunicación internacional; por lo tanto, en nuestro Dominio Marítimo respetamos las libertades de navegación en este único espacio marítimo nacional, el cual desde 1998 ha sido reconocido por la Secretaría del Mar de la Organización de las Naciones Unidas, (…) “en una categoría es-

Al no ser parte de la Convemar, no podemos exigir los derechos que todos los países firmantes tienen con respecto a su mar y los océanos. Sin embargo, debemos cumplir con las obligaciones de la Convemar debido a que la mayoría de sus normas, son consideradas costumbre internacional.

pecial como otros, en lugar de ser clasificado como un mar territorial que se extiende más allá de las 12 millas”. Además, el Perú ante La Haya, en el diferendo marítimo que sostuvimos con Chile, solicitó a la Corte Internacional de Justicia que aplique los espacios marítimos establecidos en la Convención del Mar en materia de delimitación marítima. El Perú, (…) “ha declarado oficialmente que el término dominio marítimo, utilizado en su Constitución Política, se aplica de forma coherente con las normas estipuladas en la Convemar de 1982”; es decir, un mar territorial de doce millas que comprende las aguas, el suelo, el subsuelo y el espacio aéreo. Una zona económica exclusiva que parte de la milla doce a la milla doscientos y que comprende las aguas y el espacio aéreo, más una plataforma continental. Finalmente, en Sudamérica, ni Venezuela ni Colombia han firmado la Convemar por un problema de delimitación marítima que ambos países aún no resuelven sobre una zona en Maracaibo, pero ambos reconocen el mar territorial de doce millas y demás espacios marítimos. En síntesis, creo que es hora que el Gobierno peruano envíe a las Naciones Unidas la correspondiente nota de adhesión a la Convención del Mar, trámite que, además, no exige ninguna modificación constitucional como piensan algunos.

Constitución: Artículo 54°. (…) “En su dominio marítimo, el Estado ejerce soberanía y jurisdicción, sin perjuicio de las libertades de comunicación internacional, de acuerdo con la ley y con los tratados ratificados por el Estado. El Estado ejerce soberanía y jurisdicción sobre el espacio aéreo que cubre su territorio y el mar adyacente hasta el límite de las doscientas millas, sin perjuicio de las libertades de comunicación internacional, de conformidad con la ley y con los tratados ratificados por el Estado”.

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Yuri Hooker

INVESTIGACIÓN


La

ACUICULTURA vida, trabajo y pasión Carla Aguilar El Instituto del Mar del Perú (IMARPE) viene celebrando este año medio siglo de existencia y de investigación científica de nuestros recursos pesqueros y marítimos. Desde 1964, profesionales de la biología marina y otras ciencias afines realizan estudios oceanográficos, pesqueros, tecnológicos y ambientales. Actualmente, la acuicultura es el reto ligado al desarrollo productivo del Perú.

L

a vida en el medio acuático es muy peculiar, alberga un sin número de diversas especies en forma, tamaño y color, su presencia armoniza el espacio que ocupa en un cosmos que, aparentemente no tiene un inicio ni un final. Sin embargo, la crianza de estos organismos acuáticos animales y vegetales como se le conoce a la acuicultura requiere de técnicas, conocimientos y una gran dosis de perseverancia y dedicación. Como toda actividad económica y productiva, tiene un riesgo por lo que es necesario desarrollar un plan estratégico a fin de lograr una convivencia armoniosa con el me-

dio ambiente y evitar pérdidas en el proceso de cultivo. Por ello, conocer a las especies, diferenciarlas por su reproducción, alimentación o comportamiento, en el ecosistema, así como considerar la función que cumplen en nuestra alimentación, industria y comercio, hacen que; el niño, joven, adulto, hombre y/o mujer tomen conciencia de la relevancia, para aprender a valorar, conservar y cuidar las especies acuáticas de nuestros ríos, lagos y mares para preservar nuestros recursos. Los productos que ofrece la actividad acuícola son diversos y van desde la producción de alimentos,

para la cual se propagó inicialmente, materias primas de usos diversos en la industria alimenticia, farmacéutica, cosmética, energética, hasta la producción de organismos vivos para conservar la biodiversidad a través del repoblamiento o como elementos decorativos. Los sistemas de cultivo se desarrollan tanto en ambientes de aguas continentales como en aguas marinas. Estos a su vez pueden desarrollarse en un medio natural o en espacios bajo condiciones controladas. Los organismos comúnmente cultivables son; crustáceos, moluscos, peces y algas (micro y macro). Las tecnologías de cultivo van desde las económicas hasta

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“La crianza de estos organismos acuáticos animales y vegetales como se le conoce a la acuicultura requiere de técnicas, conocimientos y una gran dosis de perseverancia y dedicación.”

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las más exigentes, dependiendo el fin al que se orienta el cultivo de la especie.

al mismo año, fue de 79 millones de toneladas con un valor de 125 millones de dólares (FAO).

A nivel mundial la acuicultura es considerada una actividad dinámica que ha evolucionado desde el siglo pasado, alcanzando niveles importantes en el sector alimentos para el consumo humano directo; avance que viene acompañado de innovación tecnológica capaz de satisfacer las necesidades de los usuarios finales, así como, las condiciones ambientales a las que nos vemos cada vez más expuestos. La producción mundial de la acuicultura de ambiente natural al 2012 fue de 60 millones de toneladas, equivalente a un valor total de 119 millones de dólares la misma que estuvo centrada en moluscos bivalvos y peces continentales; mientras que, la producción de organismos acuáticos provenientes de granjas,

En el Perú, la actividad acuícola es aún bastante discreta, a pesar del potencial que se dice de ésta y la inmensa variedad de especies propicias para cultivar, condiciones ambientales apropiadas tanto para la acuicultura marina como continental, sea ésta en la costa, sierra o selva; investigaciones orientadas a la biología de la especies como personal técnico capacitado en diversos aspectos de la actividad. No ha sido hasta inicios de este siglo que la gobernanza del sector (En aquel entonces Ministerio de Pesquería hoy Viceministerio de Pesquería adscrito al Ministerio de la Producción), propuso que la acuicultura sea un objetivo prioritario para nuestro país, dando así lugar a la Ley N°27460 “Ley de Promoción

y Desarrollo de la Acuicultura” y su reglamento dado por el Decreto Supremo (DS) N°30-2001-PE, de los cuales se desprende posteriormente el “Plan Nacional de Desarrollo Acuícola” (PNDA), que pretende ser una guía para el desarrollo del sector acuícola al 2021. Bajo este panorama, el Instituto del Mar del Perú (IMARPE), tiene entre sus principales objetivos la realización de labores de investigación científica y tecnológica, a través del Centro de Investigaciones Alexander Von Humboldt (CIA Humboldt), perteneciente a la Dirección General de Investigaciones en Acuicultura (DGIA), con la finalidad de lograr una decidida participación en el desarrollo de la acuicultura nacional; considerando para ello los recursos disponibles, ubicación y su estrecha vinculación con el sector productivo.


Desde la última década del siglo pasado el IMARPE ha desarrollado estudios con especies marinas en cautiverio, tales como; moluscos (concha de abanico, ostra y almeja), peces (lenguado) y cultivos auxiliares (microalgas, rotíferos, artemia y copépodos). Igualmente, se han realizado pruebas ecotoxicológicas empleando estadios iniciales de determinadas especies (muy muy, pejerrey, erizo y moluscos bivalvos) para medir el impacto de la contaminación marina. El desarrollo tecnológico productivo a emprender por IMARPE en materia de acuicultura en los próximos años, debe responder a un modelo de gestión que involucre principalmente el asesoramiento a empresas acuícolas, en particular la prestación de servicios que contribuyan a que éstas logren un incremento de su producción. Por ello, el fondo del Programa de Presupuesto por Resultados (PPR), asignados al IMARPE desde el 2013, ha permitido seguir el PNDA y elaborar un programa de investigación en acuicultura a nivel nacional con la participación de las diferentes organizaciones públicas descentralizadas adscritas al Ministerio de la Producción – Vice Ministerio de Pesquería, evaluando las especies prioritarias que establece el PNDA y las que tienen relevancia para la zona de estudio, nos permita desarrollar investigaciones multidisciplinarias en alianzas estratégicas con el sector productivo a fin de ob-

“En el Perú, la actividad acuícola es aún bastante discreta, a pesar del potencial que se dice de ésta y la inmensa variedad de especies propicias para cultivar.” tener paquetes tecnológicos, evaluación de zonas productivas potenciales y proteger las ya vulnerables, conocer mejor la diversidad acuática con la que cuenta el país a fin de establecer la valoración del recurso. Sin embargo, nada de esto será posible si no se asegura que nuestras investigaciones se continúen por lo menos una década sin interrupción. Son tres aspectos que se deben generar, valorar y proteger; Infraestructura adecuada, desarrollo de tecnología de alto nivel o en tiempo real y no menos importante fortalecimiento de capacidades sin los cuales, ningún desarrollo científico tecnológico estará asegurado. En la actualidad las especies que se vienen estudiando, además de las ya tradicionales son peces como cabrilla, chita, lenguado, pejerrey de agua dulce y trucha. Moluscos como concha pala, macha. Equinodermo como el erizo. Crustáceos como el camarón de río. Asimismo, se viene trabajando en una variedad de micro y macroalgas marinas

y continentales tanto a nivel alimenticio, cosmético y energético. La DGIA trabaja muy estrechamente ligada a proyectos con fondos concursables (tipo FINCyT, FIDECOM), además del PPR, en asociación con otros Laboratorios regionales del IMARPE, universidades, centros especializados y el sector empresarial, los que nos han permitido establecer tecnologías adaptadas a nuestras condiciones y protocolos de procesos, todo ello con el fin de obtener paquetes tecnológicos de las especies en cultivo. Para ello, el IMARPE cuenta con un Banco de Germoplasma de Organismos Acuáticos, además de laboratorios especializados en cultivos de peces, moluscos y crustáceos en las diferentes sedes regionales, así como; Laboratorios de Cultivo de Microalgas y Alimento Vivo, Análisis Químicos de Biomoléculas, Genética y Biología Molecular, Ecofisiología, Patobiología, Ecotoxicología, Contaminación Acuática, microbiología, así como un Invernadero y Sala de Procesos para la obtención de biomasa algal en la sede central. Finalmente con este plan de trabajo el IMARPE espera contribuir al desarrollo de la acuicultura nacional a través del fortalecimiento de capacidades, desarrollo de tecnologías apropiadas a nuestra necesidad, mejoramiento del desempeño institucional como entidad encargada de promover y fomentar las investigaciones en acuicultura de nuestro país.

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RUTAS

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TUMBES Y PIURA

UNIDOS por el MAR El Perú posee tres mil kilómetros de litoral costeño distribuidos en diez departamentos que miran al mar. Más de la mitad de la población nacional vive en la costa, incluyendo Lima. No obstante, la imagen turística del Perú en el mundo no es la de una nación marítima. AMALAMAR estuvo en Tumbes y Piura y comprobó que hay mucho litoral hermoso aún por descubrir y difundir.

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D

urante décadas, el Perú le ha dado la espalda al mar. A pesar de su poderosa presencia y sus muchos paisajes (bahías, ensenadas, puntas, islas y puertos), nuestro país está identificado, turística y culturalmente, con las montañas andinas. Machu Picchu es un ejemplo irrefutable. Lima, por su parte, siendo la única capital de Sudamérica a orillas del mar, tampoco ha pregonado este privilegio marino. El mundo la identifica por su pasado virreinal, sus balcones y templos coloniales o, ahora, por su sabrosa gastronomía. Su litoral no se ofrece a los turistas como uno de los grandes atractivos limeños. El mar: retos de un proyecto turístico regional Once gobiernos regionales (Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Ancash, Lima, Callao, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna) poseen jurisdicción sobre el patrimonio turístico a orillas del mar peruano. A su vez, las Municipalidades provinciales y distritales de los diez departamentos costeños también ejecutan planes turísticos en sus respectivos ámbitos. Cada Gobierno Regional posee una Dirección Regional de Comercio Exterior y de Turismo (DIRCETUR), con sede en la capital del departamento. La función de estas direcciones es formular y ejecutar planes de desarrollo turístico y, lo que es más importante, elaborar los circuitos turísticos regionales para promoverlos en dinámicas campañas de difusión. En este sentido, Amalamar considera necesario conocer qué zonas marítimas y litorales del Perú están siendo trabajadas y difundidas por las DIRCETUR regionales y si éstos se ajustan a un concepto de desarrollo sostenible y de respeto al medio ambiente. Qué proyectos, qué circuitos, qué se hace o se pretende hacer en materia de turismo marítimo. Y, en caso contrario, de no existir este interés o aprovechamiento del océano y sus bellezas (como ocurre en todos los países desarrollados) ¿por qué carecemos de esa visión turística marítima en nuestro país? El caso Tumbes Por ejemplo, el DIRCETUR Tumbes ha creado un lema oficial que lo identifica en todos sus actos y documentos: “Tumbes…donde los bosques se unen al mar”. Dentro de los circuitos turísticos que promociona hay uno específico denominado “Playas y Aguas Termales”. Éste se inicia en la playa Punta Sal, cerca de la frontera con Piura, y sube con dirección norte bordeando el hermoso litoral tumbesino, diferenciándose así del otro circuito regional llamado “Esteros y Manglares”.

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Las imágenes que presentamos de nuestra visita a Punta Sal nos eximen de mayores análisis. Las playas tumbesinas son particularmente encantadoras. Pero el circuito marítimo se extiende al norte, con otras playas como Cancas, Ca-


“La imagen turística del Perú en el mundo no es la de una nación marítima a pesar de poseer tres mil kilómetros de litoral costeño que miran al mar.” noas, Punta Mero, Peña Redonda, Huacura, Acapulco, Boca Pan, Zorritos (donde se hace un alto para conocer esta ciudad), y las caletas Grau y La Cruz. Luego la carretera entra un poco al desierto y termina en la ciudad de Tumbes, la capital. A su vez, al norte de Tumbes está Puerto Pizarro (con sus humedales al borde del océano) y sus restaurantes especializados en ceviches de conchas negras y langostinos. La riqueza litoral de Piura El departamento de Piura, turísticamente, es uno de los más interesantes del Perú porque su particular geografía permite ofrecernos un litoral con playas espléndidas, una capital moderna que crece cada día y una red de caminos que unen al mar con los Andes hasta alturas espectaculares. Tres son las provincias marítimas de Piura: Sechura al sur, Paita al centro y Talara al norte. En la provincia de Paita se encuentran los dos distritos playeros: Colán y Vichayal. Y en la provincia norteña de Talara, vecina a Tumbes, se ubican los tres distritos de fama marítima: Lobitos, Los Órganos y Máncora y la famosa playa El Ñuro. Sin embargo, Piura también tiene playas en la provincia sureña de Sechura, fronteriza con el departamento de Lambayeque. Allí destaca turísticamente el llamado “Circuito Illescas” que agrupa un conjunto de playas vírgenes ubicadas en una zona sechurana llamada Illescas. Estas playas son Punta Shode, las Loberas, Nunura, Avic y Reventazón y en ellas se puede practicar la caza submarina y el buceo (scuba) La semana turística del departamento de Piura se inicia cada veinte de agosto. Con motivo de ello, la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo de Piura presenta diversas actividades.

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Milin Puppo

EDUCACIÓN


El MAR en las

AULAS

¿Qué tanto saben del mar y sus recursos los miles de niños y jóvenes escolares del Perú? Cancelado el antiguo curso de “Geografía del Perú y del Mundo” ¿en qué materia actual se enseña sobre el mar en las aulas primarias y secundarias?

E

n el 2007 se aprobó el “Proyecto Educativo Nacional al 2021: La Educación que queremos para el Perú”. Ese proyecto establece un modelo de calidad y equidad con el propósito de formar un alumnado con espíritu crítico, que reconozca la biodiversidad humana y natural del país. Ése es, sobre el papel, el marco legal de la educación escolar que se aplica actualmente en el Perú y que abarca a un promedio de seis millones de estudiantes en todo el país. Entonces, la pregunta que formulamos es: ¿Se enseña en los colegios estatales, especialmente de primaria, el tema del mar como un elemento vital del paisaje peruano? ¿El Diseño Curricular Nacional, documento oficial que

establece los temas académicos que se enseñan año por año en las escuelas del país, incluye al mar dentro de sus materias? Amalamar desea abrir una tribuna de debate que resalte la importancia de la educación en el tema del conocimiento y el respeto hacia el mar que, sabemos, no se aplica en el país. La formación educativa es aún precaria en cuanto a fortalecer la relación estudiante-mar o estudiante-salud ambiental marina. La ingente riqueza marina que el Perú posee y los tres mil metros de costa de nuestro país exigen una inclusión más decisiva del tema del mar en las aulas nacionales. Sobre textos y mares Ya a fines de los años setenta, en su libro escolar “El Ambiente en que vivimos” (Lima, 1978), el

profesor Antonio Brack Egg había establecido la necesidad de estudiar y promover la enseñanza de la riqueza marina y su problemática ambiental en las aulas de primaria. Con anterioridad, Emilio Romero había sentado las bases del estudio del mar en los colegios secundarios como fuente de recursos industriales para el desarrollo del país, en su texto “Geografía Económica del Perú” (Lima, 1960). Amalamar propone, desde este primer número, que el mar tenga una presencia protagónica en las primeras letras y abecedarios que afronta el niño. Es más, que éste aprenda a leer y escribir diciendo “Amo al mar” o “Cuido el mar” y que, en sus primeras lecturas elementales, el mar y sus personajes de fábula estén siempre presentes. Sólo así forjaríamos una nación de hombres y mujeres

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conscientes del tesoro acuático invalorable que el Perú posee, fuente de vida que asegura la existencia y bonanza de nuestro futuro, si lo cuidamos. En un repaso somero de los libros y material didáctico de primaria que actualmente se usan en la formación escolar en el Perú, vemos que el mar no es uno de los temas principales en la enseñanza de las escuelas primarias. Apenas hemos encontrado referencias en los textos de Ciencia y Ambiente (especialmente los de cuarto de primaria) por ejemplo sobre el tema de la “Contaminación Marina y sus consecuencias” con una ilustración sobre este problema (Ed. Santillana 2012). Igualmente, siguiendo esa misma línea, en el libro del curso Personal Social (también de cuarto de primaria) el tema del relieve del Perú, ríos, vertientes, lagos y lagunas, explica la “Vertiente del Pacífico” que se diferencia de la del Amazonas (o del Atlántico) y la Vertiente del Titicaca (Ed. Santillana 2005), lo cual es un avance para el conocimiento del territorio nacional. Aunque evidentemente, estos temas aún carecen de un mensaje ambiental y ecológico más sustantivo. Por otro lado, en el Plan Lector y sus textos de lectura infantil no hallamos cuentos o fábulas con el océano como protagonista. En el libro escolar “El Mágico Mundo de la Lectura”, creado por la doctora en ciencias de la Educación Erlita Ojeda Zañartu, la presencia del mar es referencial. Allí, por ejemplo, en el cuento “El Bagrecito” de Francisco Izquierdo Ríos, el mar es la meta soñada por el pescadito amazónico que llega finalmente a él pero luego regresa a su selva.

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Lo mismo pasa con el océano que es descrito someramente en “El Viaje Memorable” que los escolares teatralizan y que aparece en este libro de lectura. Es la des-

cripción del viaje de Cristóbal Colón y su llegada por mar a América, primeras nociones, aunque vagas, de la inmensidad de los océanos. Sin embargo, en ambos casos, el niño estudiante no se verá motivado a proteger y amar el mar, tarea pendiente de los autores de textos infantiles. Maestros y perspectiva Obviamente que los libros son sólo volúmenes referenciales de la calidad de la enseñanza. El rol de maestro es el que debe ser preponderante en nuestra propuesta. El Perú necesita profesores capacitados para conocer y trasmitir a los niños el mensaje ambiental y ecológico sobre el mar que estamos proponiendo. El alumno debe conocer su espacio geográfico.

Sonia Guillén PhD

La Unesco, en 1999, al publicar “Los Siete saberes necesarios para la educación del futuro”, del sociólogo y filósofo francés Edgar Morin, plantea esa necesidad de que el niño tenga identidad con el entorno natural desde sus primeros años. “La perspectiva planetaria es imprescindible en la educación. Pero, no sólo para percibir mejor los problemas, sino para elaborar un auténtico sentimiento de pertenencia a nuestra Tierra considerada como última y primera patria. El término patria incluye referencias etimológicas y afectivas tanto paternales como maternales. En esta perspectiva de relación paterno- materno- filial es en la que se construirá a escala planetaria una misma conciencia antropológica, ecológica, cívica y espiritual. Hemos tardado demasiado tiempo en percibir nuestra identidad terrenal” afirma Morin. Identidad planetaria que, por supuesto, incluye la relación con el mar, una tarea realmente pendiente para los educadores peruanos de hoy, pensando en el mañana.

«Lo interesante de esta sociedad es que su vida económica estuvo estrechamente ligada a la explotación de los recursos marinos»


EL MAR DE LOS ANTIGUOS CHINCHORRO Y CHIRIBAYA DE ILO

L

a reconstrucción de la historia cultural del Perú tiene una gran profundidad en el tiempo y se precia además de ser uno de los importantes centros del desarrollo de civilizaciones en el mundo. Todo esto se basa en una grandiosa herencia cultural que se puede ufanar de impresionantes sitios entre los cuales algunos han sido reconocidos como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, como Machu Picchu, Chan Chán y muy recientemente el Qhapaq Ñan o la extensa red vial Inca que cubrió gran parte del territorio peruano, así como de Bolivia, Chile, Ecuador, Argentina y Colombia. En ese escenario las culturas que se desarrollaron en Ilo aún no son reconocidas. El puerto de Ilo, en la costa del extremo sur, debe su importancia a la actividad minera y pesquera pero muchos ignoran de su trascendencia para la arqueología. Desde la década de los veinte en el siglo pasado, en esta zona se han registrado restos de la cultura Chinchorro cuyos vestigios mejor conservados se han encontrado en Arica y otras zonas del norte chileno. Esta antigua sociedad se caracteriza por haber preparado momias muy complejas. Los cuerpos de mujeres y de hombres, de edades variadas que incluyen restos de fetos, fueron sometidos a un proceso de evisceración para luego ser recreados como una suerte de estatua que incluía algunas partes del fallecido como los huesos y la piel, mientras que recreaban el cuerpo con arcilla que era pintada y decorada; para la cabeza usaban pelucas, y luego les colocaban faldelli-

nes de fibra vegetal, la vestimenta de estos pobladores. Lo singular de estas momias es que reflejan un complejo mundo ritual en el que los cuerpos de los muertos mantenían su presencia entre los vivos. Quedan huellas que eran exhibidos e inclusive reparados. Sin embargo, llama la atención que son la manifestación de una sociedad de un periodo conocido como arcaico, con una organización no compleja y cuyos restos más antiguos alcanzan unos 10,000 años y sus características persisten hasta hace 4,000 años de nuestra era. Lo interesante de esta sociedad es que su vida económica estuvo estrechamente ligada a la explotación de los recursos marinos. Estos grupos de antiguos pobladores del desierto de Atacama se dedicaban principalmente a la pesca y la recolección de mariscos; también cazaban lobos marinos y aves, tenían acceso a recursos de los valles y los oasis de la zona, e inclusive muestran el uso temprano de fibra de camélidos. Si bien se puede pensar en una vida sencilla ligada al mar, estos grupos ocupaban espacios que era necesario proteger para que mantengan el acceso a agua fresca y a bancos de peces o de moluscos. Tal vez en esa necesidad de defender su territorio necesitaban preparar las momias para poner en evidencia a todo el grupo, incluyendo la presencia de los ancestros e inclusive de aquellos que no llegaron a nacer como los fetos momificados, para justificar sus derechos de acceso a los recursos. Desde tiempos muy remotos hasta la fecha, Ilo ha experimentado la presión poblacional del Altiplano.

Este patrón se manifiesta inclusive en épocas modernas; desde la antigüedad, grupos serranos realizaron constantes incursiones a las zonas de valles y oasis en la costa. Eventualmente, condiciones como las causadas por El Niño, algunos desastres ambientales o el mismo crecimiento poblacional empujaron a una adaptación y permanencia en el mundo costeño. El mundo Chiribaya tiene unos mil años de antigüedad, es el mejor ejemplo del éxito de las poblaciones altiplánicas en su adaptación a una economía que cambió una orientación agrícola a una estrecha relación con el mar. Grupos más antiguos desplazaron a los Chinchorro y sus descendientes. Estas nuevas sociedades que se fueron estableciendo en Ilo complementaron el uso del mar con la ganadería de camélidos y una agricultura en la que desarrollaron canales de agua para el cultivo intensivo del maíz, frejoles, zapallo y frutas, incluyendo algunas como la jíquima que han desaparecido. El mar que baña el desierto que compartimos con Chile, uno de los más áridos del mundo, tiene características en su profundidad y geografía que lo hacen muy productivo a escasa distancia de la orilla. Esto permitió el asentamiento de poblaciones desde épocas muy antiguas y que lograron una vida con continuidad territorial, impresionantes desarrollos tecnológicos y estéticos, y que además no requirieron desarrollar una gran complejidad social, no hubo gran jerarquización ni necesidad de grandes templos o palacios. Los ancestros a través del tiempo fueron los que reflejaron su estrecha conexión de vida con el mar.

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HISTORIA

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El

MISTERIOSO

ORIGEN del

MAR A pesar de su notable desarrollo tecnológico, la humanidad aún no sabe, cuál es el origen del mar. Se calcula que el agua ocupa el 71% de la superficie del planeta tierra. No obstante, la ciencia sigue evaluando cómo se formó esa gran masa acuática y uniforme, que los geógrafos insisten en dividir en océanos distintos. Una última teoría afirma que parte del mar sería consecuencia de la colisión de cometas con la tierra. ¿Será cierto eso?

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Los científicos señalan que los fondos “abisales” del mar aún contienen enormes zonas inexploradas, con especies animales y vegetales sin analizar, de formas y vida misteriosas.

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E

sta hipótesis, de que el mar es una creación de cuerpos celestes del espacio, ha tomado fuerza gracias a los resultados de un último estudio del Instituto Max Planck, de Alemania, dirigido por el oceanógrafo Paul Hartogh. Éste concluyó que un cometa analizado, el Hartley 2, posee agua muy similar a la del mar. Los científicos consideran que este cometa proviene de una lejana región denominada “Cinturón de Kuiper”, ubicada más allá de la órbita del planeta Neptuno, y que fueron cometas como el Hartley los que, al chocar con la tierra, habrían formado los océanos. Paul Hartogh dice que al menos 10% del agua de la tierra provino de los cometas y que el resto igualmente procede de “asteroides ricos en agua”. Hasta el siglo pasa-

do, todas las teorías de la historia de la formación del mar apuntaban a que éste se formó por condensación de la atmósfera primitiva o, bien, por desprendimiento del agua y gases contenidos en el interior de nuestro planeta, los que dieron nacimiento a los océanos. La vida comenzó en el mar Las divisiones geológicas de la tierra aluden a que en el período inicial llamado Pre-cámbrico la única vegetación que existía en el mundo era la de las algas, mientras la tierra “firme” era un conjunto de campos de lava y vapor de agua. Según esa idea de la geología, torrenciales lluvias dieron lugar a ríos y mares que avanzaban y retrocedían y que fueron conformando los continentes. El mar era el escenario de la vida inicial en el planeta. Animales


El oceanógrafo Paul Hartogh dice que al menos 10% del agua de la tierra provino de los cometas y que el resto igualmente procede de “asteroides ricos en agua”, investigación que fue difundida por la National Geographic en el 2013.

invertebrados como las esponjas, trilobites y medusas son las primeras especies que surgen en el planeta, todas ellas absolutamente marinas. La teoría, que la ciencia hoy admite unánimemente, afirma que en el período Devónico (hace diez millones de años más o menos) se dio otro ciclo de lluvias torrenciales, los mares se elevaron y se dio inicio a la edad de los peces, aunque también por esa época aparecieron los primeros anfibios y la vida pasa del mar a la tierra, pues las especies buscan alimentarse de las primeras plantas que brotan en las orillas. El agua, en aquel período, cubría la mayor cantidad de países que hoy se conocen, especialmente Europa, totalmente sumergida. Esa trayectoria histórica de la tierra dividida en eras geológicas

ya no admite mayor discusión: el mar con una antigüedad de cuatro mil millones de años fue la fuente inicial de la vida. El enigma es el origen del mar ¿vino del cielo o se formó en el interior de la tierra? ¿Tendrá razón la hipótesis de Hartogh, realizada con instrumentos tecnológicos de última generación, sobre los asteroides que colisionaron con nuestro planeta para dar paso a la formación del mar? El oceanógrafo inglés Grant califica a la tierra como el planeta del agua. Para él, “la corteza terrestre se solidificó y el agua fue extraída del interior de la Tierra y ha ido acumulándose en las depresiones”. El griego Tales de Mileto afirma que “el agua es la esencia de la vida en el planeta y en la conformación interna del hombre”. Ya se sabe que el cloruro sódico (sal común) es el compuesto más importante en el agua del mar y que ésta po-

see, además, todos los elementos químicos conocidos, aunque en una pequeña proporción. El agua posee el gas nitrógeno, fosfatos, hierro, sílice, en fin, y su composición química ha sido analizada por la ciencia moderna. El enigma continúa. Los científicos señalan que los fondos “abisales” del mar (algo así como los abismos de los abismos marinos, a diez mil metros de profundidad) aún contienen enormes zonas inexploradas, con especies animales y vegetales sin analizar, de formas y vida misteriosas, no inventariadas ni bautizadas por la biología ni la zoología. Quizá en esas profundidades submarinas se encuentre el origen de los océanos, que las escrituras bíblicas señalan que fueron separados por la mano divina en el génesis de la tierra y que Paul Hartogh afirma que el mar vino de los asteroides celestes.

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«Sentimiento oceánico»

Marco Aurelio Denegri

«Freud confiesa haberse incomodado por la declaración de su amigo, ‘pues yo mismo –dice– no logro descubrir en mí este sentimiento oceánico’»

E

n la página inicial de El Malestar en la Cultura, dice Freud lo siguiente:

ligion. Varanasi, India, Indological Book House, 1964; edición original: Londres, 1878. Primera conferencia: «The perception of the infinite.»)

«Habiéndole enviado [a Romain Rolland] mi pequeño trabajo que trata de la religión como una ilusión [El Porvenir de una Ilusión], respondióme que compartía sin reserva mi juicio sobre la religión, pero lamentaba que yo no hubiera concedido su justo valor a la fuente última de la religiosidad. Ésta residiría, según su criterio, en un sentimiento particular que jamás habría dejado de percibir, que muchas personas le habrían confirmado y cuya existencia podría suponer en millones de seres humanos; un sentimiento que le agradaría designar ‘sensación de eternidad’; un sentimiento como de algo sin límites ni barreras, en cierto modo oceánico.» (Sigmund Freud, Obras Completas. Madrid, Biblioteca Nueva, 1967-1968, III, 1. Véase también Ernest Jones, Vida y Obra de Sigmund Freud. Buenos Aires, Editorial Nova, 1959-1962, III, 358.)

A propósito del infinito: en Los Paraísos Artificiales, de Baudelaire, y naturalmente en marco hachísico, véanse las consideraciones tituladas «La afición al infinito».

Freud confiesa haberse incomodado por la declaración de su amigo, «pues yo mismo –dice– no logro descubrir en mí este sentimiento oceánico». Indescubrimiento normal, pues él no tenía la finura perceptiva ni la sensibilidad artística de Rolland, ni la perspicacia poética; y sin todo ello no hay sentimiento oceánico que valga; ni tampoco esa «percepción de lo infinito» descrita por Max Müller y que en buena cuenta se le equipara. (Cf. F. Max Müller, Lectures on the Origin and Growth of Re-

Ítem más: la sensación de infinitud que producía el mar en Vallejo se aprecia en un escrito de éste publicado en Mundial, el 27 de agosto de 1926, donde manifiesta explícitamente lo siguiente: «Me sumerjo en la emoción de infinito del mar». (César Vallejo, Artículos y Crónicas, 187. Véase también Winston Orrillo, César Vallejo: Los Géneros Periodísticos, 107.) En «Telúrica y magnética», uno de los poemas vallejianos, consta la expresión sentimiento oceánico. ¡Oh campos humanos! ¡Solar y nutricia ausencia de la mar, y sentimiento oceánico de todo! Es sorprendente; el poema es de 1932; Vallejo no pudo haber leído Das Unbehagen der Kultur (no sabía alemán); y la traducción francesa sólo se publicó en 1934. Ergo, el sentimiento oceánico vallejiano es creación extrafreudiana. (El doctor Javier Mariátegui dice haber visto la expresión de que se trata en Pierre Janet –1859-1947–; pero desgraciadamente el ilustre psiquiatra no me ha podido dar al respecto ningún dato preciso.)

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DEPORTE

K

en el

PERÚ

El mar es el escenario ideal para varias disciplinas deportivas, todas ellas llenas de adrenalina y acción. Una de las más excitantes es el kitesurf, deporte donde el tablista se desliza sobre el mar impulsado por una cometa gigante que surca los cielos. AMALAMAR estuvo en Colán y supimos por qué las olas y el viento del litoral de Piura han convertido a esta zona en uno de los epicentros del kitesurf en el Perú.

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olán, la bella playa del norte piurano, no deja de mostrarnos novedades. Una de ellas es el kitesurf, deporte acuático de moda, que Sheridan Dickinson y su hijo practican con notable habilidad. Ambos nos recibieron en la playa de arenas blancas para realizar una exhibición de esta disciplina, que apenas tiene un poco más de una década de haber llegado al Perú y que cada año aumenta en adeptos.

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Dickinson nos explicó que si bien hay otras zonas costeras de nuestro

país en las que ya se practica el kitesurf (Pacasmayo o Paracas, por ejemplo, que son puntos importantes en este deporte), ninguna iguala a Colán, por la fuerza de sus olas y vientos. “Kite” es el nombre inglés de la cometa de tracción que es la que impulsa la tabla del surfista, aunque también éste puede deslizarse con esquí. Por la fuerza del viento, el kite levanta al deportista por los aires y, con ello, como un equilibrista aéreo sobre la mar, puede realizar diversas maniobras o piruetas en lo que se considera estilo libre del “kitesurf”.


Fotos: Milin Puppo

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“El kitesurf empezó a practicarse, oficial pero eventualmente, en Paracas, a principios del año 2000” Sin embargo, lo que más se practica es el “wave riding”, el surcar las olas impulsado por la cometa, como nos lo demostró Sheridan Dickinson. En la historia de este deporte en el Perú, las primeras cometas que llegaron a nuestro país estuvieron inicialmente diseñada para empujar vehículos terrestres, como ocurrió con las primeras “foil kites”, que arribaron por obra y gracia de los parapentistas del grupo.

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Luego hicieron su aparición las primeras cometas inflables para olas de mar y el kitesurf empezó a practicarse, oficial pero eventualmente en Paracas, a principios del año 2000. Perúfly, con su dinámico director José Rosas, se transforma en Perukite y es así como este deporte toma el impulso debido en

nuestras costas, elevando a Colán, hace unos diez años aproximadamente, a la jerarquía de uno de los mejores escenarios del país. Con el primer campeonato nacional de kitesurf en el Perú en el año 2006, este deporte acuático se institucionaliza y va ganando fama en diversas playas del país. Se calcula un aproximado de 200 puntos de práctica de esta disciplina a lo largo de nuestro litoral. Colán, de los Dickinson, de Iñigo Gonzáles y Paulo Ríos, ya es un clásico en este deporte, como comprobaron las cámaras de AMALAMAR en este reportaje gráfico donde apreciamos la habilidad del surfista que debe mantener el equilibrio sobre las olas y la fortaleza para ser conducido y guiado por la cometa de color rojo

del padre y negro y blanco del hijo, empujadas por el viento norteño. El joven Dickinson domina la tabla y también la cometa que está unida a él por un arnés especial. Un derroche de adrenalina, de pericia y de arrojo en medio de un océano hermoso como es el del norte de Piura. El año pasado, se realizó el primer circuito nacional de kitesurf, que demostró cuánto ha crecido esta disciplina en las playas de nuestro país. Ya en el 2012, Pacasmayo fue la sede de un torneo mundial, que ayudó a que el mundo aprecie no sólo las olas del Pacífico peruano, sino ahora la fuerza de sus vientos, realmente claves en la práctica de este deporte, mientras en las playas de Zárate y Playón, en Paracas, también van surgiendo nuevos campeones de kitesurf.


“Con el primer campeonato nacional de kitesurf en el Perú en el año 2006, este deporte acuático se institucionaliza y gana fama en diversas playas”

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Fotos: Armida Testino

EVENTO


Hasta ahora nos llegan los ecos del sexto torneo internacional de pesca que disputaron 25 embarcaciones de deportistas peruanos y ecuatorianos en las aguas de Tumbes y Piura. Ésta fue la fiesta del merlín, el legendario pez que reina en los mares del norte y que fue el gran protagonista de esta emocionante competencia donde AMALAMAR fue privilegiada espectadora.

V

eintiséis tags o merlines marcados y devueltos al mar y noventa y seis strikes o pérdidas de merlines que picaron y se liberaron luchando, demuestran que el banco de Máncora sigue siendo el paraíso del merlín. El sexto torneo internacional de Pesca de Altura en Tumbes llevó el nombre de Julio Favre Carranza, amigo y pescador cuya muerte, todavía reciente, enlutó al país y, especialmente, a esa zona del norte del Perú. Fue una fiesta del deporte acuático, del merlín y de la amistad la que disputó la “Cofradía Punta Sal”, agrupación que congrega a un selecto grupo de pescadores,

amantes de los deportes náuticos, que llegaron a las aguas de Tumbes para ser parte de la competencia. El ganador del torneo fue Ricardo Sánchez Manrique, quien a bordo de su nave “Canoas Prince”, la más pequeña en esta competencia, logró el triunfo tras capturar seis merlines más dos pericos de 21 y 23 kilos que le dieron la victoria. El segundo lugar fue para “Chiuaco” Cillóniz, quien venía liderando el campeonato con seis merlines hasta poco antes de la hora de levantar cañas y finalizar el torneo. El tercer lugar fue para el ecuatoriano Santiago Llado.

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De esta manera, Sánchez Manrique obtuvo el pase al próximo Campeonato Mundial de Pesca a realizarse en Costa Rica. AMALAMAR: en busca del merlín AMALAMAR fue cordialmente invitada por La Chola de Paco Solá, para ser espectadora de esta emocionante competencia. La lucha empezó antes de la seis de la mañana, cuando los deportistas zarparon en zodiacs, desde el hotel Punta Sal de Tumbes, junto con el anfitrión hasta sus respectivas embarcaciones todas ellas alineadas a 200 metros de la costa. Éstas navegaron al banco de Máncora, un verdadero tesoro de peces, entre ellos el gran merlín, el más codiciado trofeo deportivo de los mares. Los competidores bajaron cañas a las 7:30 de la mañana.

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Supimos, entonces, que los deportistas poseen un dialecto propio, así como cábalas para atraer a la presa deseada, el merlín que no se captura, se atrapa –la lucha pue-

“La prueba es francamente apasionante y con alta dosis de adrenalina, porque son diversos factores los que influyen en la captura de los peces.”

de durar horas–, se marca sin subir a la embarcación y se devuelve al mar siguiendo el lema de la competencia Pesca que cuida el medio ambiente: Catch and realice de merlines. Cada embarcación con máximo seis cañas, tres por pescador, usa diversas carnadas con sus respectivas capuchas de colores, y múltiples señuelos y juguetes para atraer a los ejemplares. A la hora del almuerzo (la jornada es de ocho horas y media, casi doce horas desde que se zarpa y regresa a tierra) probamos en alta mar el ceviche ecuatoriano de langostinos (de color rojo por el tomate). Disfrutamos de los camarones, como le dicen nuestros vecinos, de la cosecha de Paco Solá, el mayor productor de langostinos de Ecuador, acompañada por la radio de las embarcaciones que continuaban con sus capturas: “Strike de Lanaira, pescador Ricardo Cilloniz hijo” se escuchaba –aludiendo a que otro picudo, como le llaman al merlín–, había sido capturado.


La prueba es francamente apasionante y con alta dosis de adrenalina. Diversos factores influyen en la captura de los peces: la velocidad de las naves, las muestras, los señuelos, la pericia de los pescadores y la aparición de otras especies: bufeos o delfines que navegan en mancha, ballenas, aves. Y cuando la suerte está echada, y queda poco tiempo para la finalización de la competencia, Paco recurre a su última cábala y se lava la cara, en cubierta, con agua y jabón. Todo por hallar al huidizo merlín, que cuando es negro azul otorga 400 puntos y 200 el rayado, más 50 tags. La fiesta del merlín en el norte peruano, internacionalmente conocida hace más de medio siglo por la presencia del escritor Ernest Hemingway en Cabo Blanco a bordo de la embarcación Miss Texas, fue una experiencia extraordinaria. Con ello, el mar peruano sigue dándonos razones para creer que no sólo es una gran despensa alimenticia que tenemos que cuidar, sino también es el escenario para prácticas de sano esparcimiento como la pesca de altura.

HElguero, el señor de la Cofradía uan Francisco Helguero, Pancho para sus amigos, es Presidente de la Cofradía Punta Sal, la organizadora de los torneos internacionales de pesca de altura y el gran anfitrión. Pero a Helguero no podemos limitarlo al tema estrictamente deportivo. Él es un próspero empresario que ha contribuido decisivamente en el progreso turístico del litoral norteño, hoy reconocido y elogiado por todos. Él es acucioso conocedor de las bellezas naturales de Punta Sal, pionero en el balneario que promueve y difunde desde hace años.

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ARQUITECTURA

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Palafitos de

COLÁN Las casas sobre el agua en el litoral de Máncora revelan la intensa relación del hombre con el mar. Sus bases, elaboradas con maderas regionales del entorno piurano, soportan el embate de las aguas, pero mantienen firmes estos palafitos. Ellos son la mejor demostración arquitectónica de que hombre y mar pueden llegar a entenderse y convivir en armonía.

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as edificaciones que se ubican en el hermoso litoral de Colán, podrían considerarse verdaderas palafittas, tomando esa expresión italiana de las casas portuarias de la antigua Pompeya. Las de Piura se suceden una tras otra y están suspendidas sobre pilotes de madera que permiten que las aguas del mar discurran por debajo de la edificaciones. Estas casas apoyadas sobre estacas de madera regional acariciadas por las olas, demuestran la armónica relación que puede existir entre el hombre y el mar, una convivencia permanente que confirma la creatividad humana para levantar viviendas adaptándose a las características naturales de su entorno y no sólo prueban utilidad práctica sino también aportan atractivo estético. Cierto es que no son los únicos palafitos en el Perú. En el barrio “acuático” de Belén, en Loreto existe un verdadero enjambre que soporta las crecidas del río Amazonas y se han adaptado al paisaje amazónico. Este tipo de arquitectura litoral sólo tiene semejanza en la región de Chiloé, al extremo sur de Chile, donde las casas se apoyan sobre maderas de luma o coigue, árboles chilenos. Sin embargo, las de madera de Colán no son casitas rústicas sino viviendas con características de núcleos urbanos modernos.

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Palafitos hay en las zonas lacustres, fluviales y marítimas del mundo. Donde más se encuentran es en Asia y en América del Sur. Pero aquí, en Colán, la arquitectura se ve enriquecida por el emplazamiento junto a bellas playas que son, a su vez, muy ricas en recursos hidrobiológicos. Un plus que eleva la jerarquía y belleza de estas estructuras piuranas.


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AMALAMAR publicará una historia de cinco actos, donde destacados fotógrafos nos entregarán lo mejor de su arte inspirado en el mar. Para iniciar esta serie, presentamos Inspiración, una selección de fotografías de Mylene D’Auriol donde el mar confirma su condición de fuente suscitadora de sentimientos, de arte y de belleza.

en cinco actos


Primer Acto El hombre construye objetos de navegación porque cree que el mar es su carretera y que le pertenece. El mar, con su fuerza, mece esos objetos y a veces los vara o los destruye, demostrando bondad pero también supremacía.

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Segundo Acto Por eso, la humanidad descubrió que el mar es un rey bueno y poderoso, que nos nutre y que también nos inspira en los crepúsculos, cuando el océano acompaña el declive del sol.

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Tercer Acto Las aves también observan el mar. Encuentran en él no sólo alimento, sino también sosiego. Las migratorias han convertido el azul marino en su color predilecto y en el epicentro de sus encuentros y sus afanes.

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Cuarto Acto En la madre tierra, sobre la arena litoral, los dioses dibujan formas inimaginables de belleza. Como saben que son figuras inspiradas en ĂŠl, el mar roza esos lienzos con sus aguas, hasta que se cansa y las borra.

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Quinto Acto Toda esa fuerza inspiradora nos entrega el mar. Los niños hacen una ronda en la orilla festejando a todas las divinidades acuáticas que duermen submarinas. Hasta que llegue el día en que ellos también formen parte de esa energía que brota de las aguas, cumpliendo el ciclo inexorable de la vida.


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MODA

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MODA en la Herradura

Fuente natural de creación artística, el mar también inspira diseños de moda y joyas de singular belleza. En esta sección, las diseñadoras María José Bertello y Ester Ventura, presentan creaciones que evocan la majestad del mar. La pasarela natural fue La Herradura, espacio donde AMALAMAR, otras empresas y amigos se reunirán para tratar de salvarla y hacerla resurgir. En este caso, la moda en la playa es también el camino para enriquecer el amor por el mar a través de la sensibilidad creativa.

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pesar del frío limeño, los tablistas de La Herradura enfrentan las olas muy de mañana, cumpliendo su rol fundamental en el litoral de Chorrillos: ser protectores de la playa. Su afición deportiva los convierte en celosos guardianes de ese tradicional espacio marítimo, ideal para la tabla. De pronto, bajo el cielo gris de La Herradura, surgió la delicada figura de Cristina Valentina, cantautora peruana, luciendo el último diseño de María José Bertello, creado para inaugurar la sección de moda en AMALAMAR. María José, economista y diseñadora, es hermana de Úrsula Bertello y ambas crean y comercializan prendas y accesorios de moda en su atelier de Miraflores “El Closet de mi hermana”. Con generosa disposición que es proporcional a su talento, María José creó un vestido beige inspirado en el mar al ser convocada por nuestra revista que empieza como vitrina para todos los diseñadores. El mar no sólo es fuente de inspiración para poetas, pintores y cineastas, lo es también para artistas de la moda. De hecho ya existe en el mundo una moda veraniega vinculada a las playas, como ocurre en todos los balnearios. Igualmente, el surfing o la ropa náutica poseen un público universal. El paisaje marino, con su fauna y flora, es bordado o impreso en todo su color y realismo en muchas obras de grandes marcas en el mundo. O, como ocurre en este diseño de María José Bertello, el mar también produce sensaciones armoniosas, estéticas y suaves, que pueden trasuntarse en la delicadeza de una tela.

“Cuando nos pidieron que hagamos un diseño inspirado en el mar solo pudimos pensar que éste tiene una y mil caras, el sol rebotando sobre las olas mostrando sus ondulaciones, la espuma que se escurre sobre la arena, el agua turbia y que cambia a amarilla y naranja por el atardecer. Y, a pesar de esto, como siempre se ve plana a lo lejos. Para este diseño usamos tres texturas para dar a entender esta complejidad. Las ondulaciones se ven en el top que combina tul (la idea de la espuma escurriéndose) y cuerina texturada en formas orgánicas. La falda es recta y plana siguiendo las ondulaciones naturales del cuerpo. Creemos que nos representa porque nuestra marca es casual pero elegante. Busca rescatar la belleza de lo simple sin perder uso y tendencia.” María José Bertello, diseñadora

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Cristina lució el sobrio traje de María José a orillas de La Herradura cuyas históricas olas, en señal de complacencia, reventaron con mayor fuerza frente a nuestras cámaras. Cristina soportó a pie firme, como una modelo profesional, los embates del viento y la frialdad de la brisa. Al final, quedaron como testimonio estas imágenes donde la fineza del diseño relució en medio del gris paisaje chorrillano que los surfistas utilizan y protegen. La Herradura, centenaria playa limeña, es además testigo de nuestra historia reciente. Legendario balneario visitado primero en tranvía por nuestros abuelos, su simbólico túnel fue una de las obras de ingeniería más concurridas por conectar a la ciudad con ese espacio marino de recreación y placer. José Antonio Schiaffino, en su libro “El coctel de fresas del restaurante El Suizo de La Herradura” sitúa a la época de 1940 hasta 1970 como los años de esplendor del balneario, con las inolvidables noches del Club Samoa. Luego, llegó la decadencia con el ex alcalde Pablo Gutiérrez quien dinamitó el acantilado y tiró las piedras al mar. A pesar de ello, los surfistas que encontramos en esta sesión fotográfica protegen la ola y serán potenciales abanderados de la recuperación de esta tradicional playa chorrillana. Qué mejor manera de empezar la moda y el mar. El arte y la creatividad sobre telas, metales y artilugios, con inspiración acuática y, como en el caso de María José Bertello, con oceánica belleza.

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el Mar

Alicia Benavides

es unaJOYA

Diseñadora de excepción, Ester Ventura confirma con esta línea innovadora de joyas la influencia que el mar ejerce sobre su arte. Collares, pulseras, aretes y accesorios también juegan un papel importante en la moda actual. Y el mar gesta artículos, líneas metálicas y obras que se remontan a los primeros orfebres, que también se sintieron fascinados por el océano. Ester lo dice a través de este collar modelado por Melina Griffiths y fotografiado por Piero Pereira. Pero también lo hace mediante la palabra.

Vivo frente al mar... Su sonido me arrulla por las noches. Su cambiante paisaje me confirma que lo único constante es el constante movimiento... Cada mañana cumplo con el ritual de entregarme a su misterio. Desde muy niña he tenido la oportunidad de recorrer innumerables playas y siempre he sentido una increíble atracción por su majestuosidad. A lo largo de mi vida he ido recogiendo de sus orillas un sinfín de preciosuras que generosamente nos regala. No sabía en ese entonces el motivo por el cual las atesoraba y sin embargo presentía que estaban conmigo a la espera de un “algo” aún desconocido. Trabajo en joyería desde hace más de 35 años. En cada una de mis colecciones se puede avizorar un homenaje pleno de gratitud hacia el mar. En ellas siempre está presente el spóndylus que expresa la magia de los atardeceres y anuncia los cambios de las mareas, el murmullo latente del strombus, las caprichosas formas de las caracolas así como infinidad de piedras que primorosamente tallan las olas con su incesante movimiento o simplemente un puñado de arena atrapada en un relicario de plata. Sentada en mi taller, buceo en los frascos en donde todos estos elementos orgánicos aguardan por un nuevo destino. Los tomo en mis manos y puedo sentir cómo son ellos quienes guían mi lápiz, hasta descubrir en qué nueva dimensión quieren volver a manifestarse. Es así como comienza el proceso de creación de cada una de las piezas que diseño. Lo mío es un acto de servicio, de obediencia, silencioso, lúdico y directo.

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Milin Puppo

SABORES


¿Habrá sido creación de Asunción Yupanqui de Pucusana, ya fallecido, el Ceviche al remo? Lo poco que se sabe es que él lo llamaba así en recuerdo de la primera vez que cortó el pescado en el remo a modo de tabla de cocina.

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MALAMAR se subió al bote de la familia Chávez y pasó un rato agradable pescando con cordel enrollado en una tablita y como carnada pique, pequeño molusco que se adhiere a los choros. La pesca duró toda la mañana para degustar al final el magnífico ceviche preparado con algo más de una docena y media de peces capturados en la faena, entre cabrillas, cabinzas, conguito y una pintadilla de 35 centímetros, el ejemplar más grande aquel día. La preparación tomó otra hora más, mientras los paseantes observan, toman chicha, cerveza o vino, dependiendo de gustos y bolsillos. En sólo quince minutos este ceviche preparado en el paisaje más natural desapareció. Porque fresco es otra cosa dice Rogelio Chávez y vale la pena introducir los dedos a este manjar marino sumergido pocos minutos en limón peruano. ¿Habrá sido éste el génesis del ceviche al remo? ¿En algún milenario remo del norte, en los legendarios caballitos de totora de nuestros ancestros moches, alguien pudo haber cortado y elaborado pescado para el almuerzo? La gastronomía, más aún la marina, está aún por escribirse. No hay datos precisos, sólo tradiciones culinarias que vamos heredando, con el paso del tiempo. En esta jornada de Pucusana nos acompañaron a la pesca los jóvenes Jonathan Rivera, Wendy Chávez y Fabrizio Figari, quien debutó como pescador capturando los primeros cinco ejemplares de su vida.

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Los pelícanos nos abordaron cuando Rogelio hincó el cuchillo en el pescado. Ellos saben que muchos tiran los desperdicios al mar pero Rogelio está preparado para regresar con éstos a la costa


“De aquel ceviche al remo no quedó nada”

y que el servicio distrital de recojo de basura se los lleve. Entonces, cabe preguntarse ¿Los lleve dónde? ¿Dónde se tira la basura en Pucusana, Naplo y Poseidón? Lo más probable es que los desechos lleguen de nuevo al mar porque los rellenos sanitarios no están bien hechos ni regulados y, a falta de controles, casi siempre se aprovechan

los cauces secos para tirarlos. Y los desperdicios regresan al mar. Fabrizio pidió permiso -y accedimospara dar de comer los espinazos de pescado a los pelícanos y la fiesta se cerró feliz para todos; pelícanos incluidos. De aquel sabroso ceviche al remo no quedó nada. Y garantizamos que ningún desperdicio cayó al mar.

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frescura de la especie así como la versatilidad de la carta del Costanera 700, proponen una nueva forma de consumo del pescado peruano, en estos tiempos en que el mercado marino mundial mueve cien billones de dólares anuales y el consumo anual de pescado aumentará de 14 a 21 kilogramos anuales per cápita el 2030.

Lenguados, conchas y pejesapos descansan allí, en los acuarios del local, listos para ser pescados y guisados o servidos crudos. Esa

Antes que ello ocurra, Yaquir Sato recibe personalmente a sus comensales, cuando no está viajando, como en la reciente invitación de subir al Humboldt donde ofició de chef. Y navegando surgió la idea de que los barcos de investigación tengan acuarios para surtir de pescado vivo a los restaurantes. De momento ese placer está donde Yaquir.

ijo de Humberto Sato, el chef y joven empresario Yaquir Sato es responsable del restaurante limeño Costanera 700, donde los comensales pueden degustar productos marinos del acuario a la mesa. La experiencia gastronómica resulta fascinante pues, a la manera culinaria oriental, los peces y moluscos vivos se ponen al servicio del cliente quien los disfruta por la frescura de ellos y por el talento de Yaquir y de su equipo.

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LAS CUOTAS DE PESCA EN EL PERÚ

Andrés Chipollini

E

l Perú es un país privilegiado por la ubicación geográfica en la que se encuentra. Está bañado por las aguas del Sistema de Afloramiento más importante de todo el mundo. Esta particularidad hace del mar peruano, el más productivo del planeta. Esta productividad natural permite la existencia de una biodiversidad marina sin igual y la abundancia de algunas de sus especies. Entre las especies más abundantes tenemos a la anchoveta, la pota, la merluza entre otras, las que se constituyen en recursos de gran importancia porque sus aprovechamientos han generado actividades productivas de altos rendimientos económicos e impacto social. La administración de las pesquerías requieren de mecanismos y herramientas para la conservación de las especies y la sostenibilidad de las actividades productivas; más aún en nuestro país, donde el ambiente es altamente variable y tiene directa relación con el comportamiento, disponibilidad y abundancia de las especies marinas. Entre las herramientas más utilizadas para ello, está el establecimiento de Cuotas de Pesca, como un límite que impida la sobre explotación de la especie. Esta es una de las medidas más empleadas en el mundo. El establecimiento de las cuotas, en Perú, se basa en la investigación científica que realiza el IMARPE; que es el Instituto encargado de evaluar las abundancias de los recursos y monitorear sus pesquerías. El proceso se inicia con estimar la biomasa (cantidad de peces expresada en peso) disponible, y establecer la estructura de la población de peces (cantidad de individuos según su tamaño o edad). El estimado se hace realizando campañas de investigación en el mar (cruceros), como “método directo”; y/o empleando la información que proporciona la misma actividad pesquera, como “método indirecto”.

«Con esta medida se ha controlado la presión de pesca de las flotas industriales; sin embargo aún es muy corto el periodo en el que se viene aplicando, para hacer una evaluación confiable.»

Con esta información de base, y otra información relacionada con la tasa de crecimiento de los individuos, en longitud y peso; se proyecta el crecimiento de la biomasa en un periodo determinado. A partir de los resultados se estima la cantidad de pesca disponible (cuota) y la biomasa que quedará en el mar luego de extraer la cuota. Hasta hace algunos años atrás, las cuotas se fijaban de manera global, es decir, todas las embarcaciones autorizadas a pescar competían por capturar la mayor cantidad, a ello se le denominó “la carrera olímpica”. Esto causó, en los años recientes pasados, rendimientos diarios elevadísimos que reflejaban la gran presión de pesca que se ejercía sobre el recurso. Esta situación necesitaba ser controlada, por lo que surgió la idea de distribuir la cuota entre los usuarios para evitar aquella competencia. Desde entonces, las cuotas se distribuyen en Límites Máximos Totales de Cuotas de Pesca (LMTCP), para cada embarcación. Con esta medida se ha controlado la presión de pesca de las flotas industriales; sin embargo aún es muy corto el periodo en el que se viene aplicando, para hacer una evaluación confiable de la medida.

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¿Sabía usted que la pesca es la actividad más peligrosa del mundo? De acuerdo a las estadísticas, mueren alrededor de 24,000 personas al año. Espacio vital en el planeta, el mar acumula cifras que grafican lo poco que la humanidad lo cuida. Éstos son los números que demuestran cuán importante es el mar nuestro de cada día. La superficie del océano Pacífico es de 181 kilómetros cuadrados y equivale a la de todos los océanos juntos. El 80 por ciento del oxígeno que respiramos es producido por el fitoplancton.

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El 66 por ciento de la población mundial y el 52% de la

población peruana vive en las costas. El contenido medio de sal del agua de mar es de 35 gramos por mil. Los océanos y los mares constituyen una fuente de riqueza considerable, que la Organización de las Naciones Unidas estima es

unos siete billones de dólares. Cada tres días naufraga un barco de más de 300 toneladas. El agua de mar absorbe el 75 por ciento de la radiación solar en los cinco primeros metros. Si tenemos en cuenta que únicamente el sol puede romper la ca-


dena de las macromoléculas del plástico (para ello requiere de unos veinte años) es fácil concluir que las bolsas y otros restos de plástico que tapizan los fondos marinos permanecerán en los mismos lugares durante largo tiempo.

nerales, el 13 por ciento de lípidos, el 15 por ciento de azúcares, el 60 por ciento de proteínas y el 5 por ciento de otras sustancias. En China, cuatro quintas partes de las aguas residuales se vierten directamente al mar sin tratamiento alguno.

La pesca es el trabajo más peligroso del mundo: cada año fallecen 24.000 pescadores en todos los mares del mundo y 150 barcos de pesca naufragan cada año tan sólo en aguas de la Unión Europea.

Las cinco playas más contaminadas del Perú se ubican en Lima y Tumbes. La más contaminada es la playa Carpayo, del Callao.

El 70 por ciento de los bancos de coral están amenazados.

Cada año se concentran 135 millones de turistas en el litoral mediterráneo. El año 2025 serán entre 235 y 253 millones. En el Perú, se recibe un promedio anual de dos millones y medio de turistas. Eligen como destino de litoral las playas de Tumbes, Piura y Paracas. No hay cifras de cuántos las visitan.

Hay 122,500 nombres de especies marinas. Cada semana se descubren treinta y cinco nuevas especies marinas y 100 especies de peces por año. El 80 por ciento del comercio mundial se realiza por mar. Dos terceras partes de las grandes aglomeraciones urbanas del mundo se encuentran situadas en el litoral. Una foca devora dos toneladas y media de bacalao al año. De las 23 megalópolis del más de ocho millones de habitantes, sólo cinco no están situadas junto al mar: Delhi, México, Paris, Pekín y Seúl. Según “National Geographic”, las diez mejores ciudades del mundo con playa son Vancouver, Tel Aviv, Sidney, Santa Mónica, Río de Janeiro,

Miami, Niza, Honolulu, Ciudad del Cabo y Barcelona. La profundidad media del océano Pacífico es de 4.280 metros, la del océano Índico es de 3.890 metros y las del océano Atlántico de 3.330 metros. La flota mundial de portacontenedores se ha multiplicado en los últimos veinte años. Hoy en día, más de dos terceras partes de los productos manufacturados se transportan en contenedores. Una microalga contiene de promedio: el 1 por ciento de vitaminas, el 6 por ciento de mi-

La mitad de los manglares del planeta han sido erradicados. Cada año, seis millones de toneladas de hidrocarburos y de residuos de todo tipo contaminan las aguas de los mares y océanos. El uso de un Barco de placer es de 38 horas al año. Hasta hoy se han descrito cerca de 23.000 especies de peces. El océano Atlántico crece una media de 2 centímetros al año, mientras que América del Sur se aleja de África 4 centímetros al año.

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Desde 1800, aproximadamente 120 billones de metros cúbicos, es decir 120 millones de metros cúbicos de dióxido de carbono contaminan los océanos. Y además, cada día de 20 a 25 millones de toneladas de dióxido de carbono se disuelven en el mar provocando la acidificación de las aguas.

El canal de Panamá alcanza un promedio del 5% del comercio marítimo mundial y será ampliado el 2015. El transporte de petróleo crudo y de productos derivados del mismo constituye la mitad del volumen total de intercambios comerciales. Las restantes materias primas representan la cuarta parte, y la cuarta parte restante corresponde al transporte de productos manufacturados.

Se estima que la masa de residuos acumulados en el fondo del Mediterráneo noroccidental alcanza los 175 millones de toneladas. 18 mil piezas de plástico flotan por kilómetro cuadrado en los océanos, según la ONU.

El transporte de 1.000 litros de cerveza a una distancia de 1.000 kilómetros supone la emisión de 6,9 kilos de dióxido de carbono si de efectúa por barco y de 58 kilos si se realiza en camión.

En la mancha del Pacífico, isla entre las costas de San Francisco y Hawai, el 80 % es plástico y mide el doble del territorio de Estados Unidos. El transporte marítimo ocasiona siete veces menos contaminación por dióxido de carbono, principal responsable del efecto invernadero, que el transporte por carretera. El 40 por ciento de los barcos de más de 300 toneladas tienen más de quince años y protagonizan el 80 por ciento de los naufragios. Aunque representan el 62 por ciento de la superficie planetaria, las zonas batiales (entre 200 y 2.000 metros de profundidad) y abisales (entre 2.000 y 6.000 metros) son prácticamente desconocidas. Cuatro quintas partes de los naufragios se deben a errores humanos: errores de la tripulación 100 en el 21 por ciento de los casos;

“El mar, constituye una masa trescientas veces mayor que la de la atmósfera terrestre y desempeña un papel fundamental en la evolución del clima” errores del piloto en el 12 por ciento de los casos; errores de tierra en el 21 por ciento de los casos y errores del oficial de guardia en el 43 por ciento de los casos. Por el canal de la Mancha desfila cada año el 20 por ciento del tráfico mundial, que incluye unos 275 millones de toneladas de productos peligrosos.

Dos terceras partes del producto nacional bruto mundial son producidas por la mitad de la población mundial que vive y trabaja a menos de 100 kilómetros de las costas. El contenido en proteínas de la espirulina, un alga cianofícea, puede alcanzar al 60 por ciento de su peso en seco. La ONU la recomienda para la malnutrición aguda. El punto más profundo del “planeta mar” se halla a 11.034 metros, en la fosa de las Marianas. Menos del 10 por ciento de los bacalaos del mar del Norte llegan actualmente a la edad adulta. Unos 8.000 petroleros surcan los mares y los océanos.


Los mares y océanos acumulan el 97,64 por ciento del agua existente en nuestro planeta. El delfín puede saltar hasta una altura de seis metros fuera del agua. Los tres primeros puertos mundiales en lujo de mercancías son Singapur, Shanghai y Rótterdam. Los cuatro primeros puertos europeos en flujo de mercancías son Rótterdam, Amberes, Hamburgo y Marsella. La parte emergida de un iceberg supone tan sólo el 10 por ciento de su volumen, mientras que el 90 por ciento restante está sumergido.

“El fitoplancton absorbe el 30 por ciento del dióxido de carbono que emitimos limitando así el calentamiento del planeta”

Las cinco primeras flotas en buques de más de 11.000 toneladas son las de Grecia (20,3 por ciento de la flota mundial), Japón (14,2 por ciento), Noruega (6,7 por ciento), Alemania (6,3 por ciento) y China (6,1 por ciento). Los océanos actuales son jóvenes, puesto que sus sectores más antiguos no superan los 180 millones de años; los continentes, por su parte, son antiguos y varios tienen muchos miles de millones de años.

Información de Planeta Mar. Philip Plisson

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6 JULIO

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Caracola la

SUPLEMENTO CULTURAL

arte marino precolombino TRADICIÓN CULINARIA EN CARAL EL neptuno DE lima LA POESÍA Y EL MAR EL MAR DE SZYSZLO 103


arte marino precolombino

La larga tradición artística del Perú, admirada en todo el mundo, posee una sólida relación con el mar: lo demuestra la cerámica y el arte textil. Herederos de un pasado maravilloso, los peruanos ostentamos un valioso patrimonio de piezas de arte con inspiración del mar. Arcillas y mantos precolombinos reproducen magistralmente elementos oceánicos y, a pesar de los siglos transcurridos, conservan intactos su expresión y sus colores, demostración cabal de que en el proceso cultural peruano, el mar siempre estuvo presente. La ubicación geográfica del Perú, además, produjo este poderoso vínculo con el mar, en este caso, con el océano Pacífico. Para el arqueólogo Julio Rucabado, “el hombre peruano antiguo, cuando explica el mundo y arma su cosmovisión, tiene al mar como un ente importante. En la mitología precolombina, tanto en Lambayeque como en Moche, hay referencias específicas al mar. En Lambayeque, el mar está vinculado a la llegada de hombres o entidades divinas como luego ocurrió con los Incas, que asistieron a la llegada de los españoles que arribaron por el mar”. Pero Rucabado dice que no sólo los dioses de esas civilizaciones norteñas llegaron desde el mar. Para esa religiosidad de tiempos de Naylamp o de Takainamo, al mar también se retornaba después de la vida. Es decir, el mar no sólo traía a los dioses. Los hombres volvían al mar, que es como la esencia o el génesis de la vida para esa singular cosmovisión. Y que en el Perú hay tumbas como las de Batán Grande donde se han encontrado cadáveres enmascarados muy cerca de la napa freática, que es un conducto natural hacia el mar.

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Rucabado considera que en el Perú precolombino, “más que venerar el mar quizá se trató de una intensa relación con el agua, en una referencia andina que, siendo una sociedad fundamentalmente agraria, siempre dependió del agua. El agua está en la lluvia, en los manantiales, en los lagos dulces y en el mar salado también. Esa dicotomía entre lo salado y lo dulce probablemente ha sido una referencia para que, en algunos momentos, el mar sea considera-

do como un ente peligroso vinculado a la noche. Por eso nace Apaec, el héroe cultural de los moches, que ingresa al mar a pelear contra los demonios marinos. Estos lo vencen, lo matan, pero Apaec revive y continúa con sus aventuras marinas, según la leyenda”. Esta selección de piezas cerámicas con inspiración marina que grafica nuestra nota, conservadas en el Museo Amano de Lima, no fue obra de la casualidad. Obedece a un vínculo fortísimo entre nuestros antepasados y el mar, que se inicia desde el mismo prólogo de nuestra trayectoria cultural, es decir, desde Caral. Rucabado lo confirma afirmando que “desde la cultura Cupisnique Chavín hasta la época tardía Chimú, las civilizaciones preincas peruanas de la costa norte tuvieron estrecho vínculo con el mar. Una demostración de ello son los ceramios antiguos que muestran figuras de peces, mantarrayas y conchas como el spondilus y el strombus, además de caballitos de totora que fueron esculpidos por alfareros chimú”. Finalmente, Rucabado nos dice que “nuestras civilizaciones del norte también padecieron dos fenómenos del Niño, primero en el 500 A.C. y el segundo en el 500 D.C. El primero fue devastador pues prácticamente destruyó la civilización Cupisnique”. En tal caso, del mar viene la vida pero, también, por los grandes desastres marinos, ocasiona la muerte. Los antiguos peruanos eran conscientes de ello y respetaban el mar. Hoy, ¿lo hacemos nosotros?


Juan Martín

“El hombre peruano antiguo, cuando explica el mundo y arma su cosmovisión, tiene al mar como un ente importante. En la mitología precolombina, tanto en Lambayeque como en Moche, hay referencias específicas al mar.” 105


TRADICIÓN CULINARIA EN CARAL Ruth Shady

La anchoveta fue el sustento alimenticio que permitió el precoz desarrollo de CARAL. Su consumo entre los pobladores de la costa –y gracias al comercio de la sierra y la selva- fue habitual hasta mediados del siglo XX. En la etapa de formación de la civilización Caral, el recurso marino y, en particular, la anchoveta (“Engraulis ringens”), tuvo un papel crucial para balancear la alimentación de la población y para sustentar su desarrollo social. Hace 5,000 años, los integrantes de la sociedad Caral del valle de Supe y los pobladores de otros valles del área norcentral intensificaron el aprovechamiento de esta especie mediante la organización del trabajo colectivo, la aplicación de una tecnología de pesca con redes de algodón, el salado y secado masivo y su distribución a través de esferas de interacción implementadas en el territorio regional e interregional. Entre todas las especies que viven en el área norcentral del Océano Pacífico, que han sido calificadas como uno de los mares más productivos del planeta, la anchoveta ocupó un lugar preferido en la mesa de los habitantes de entonces debido a sus condiciones físicas que facilitan su

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se celebraban en ciudades y pueblos. Su importancia simbólica y su significado sociocultural están indicados en el uso recurrente que se hizo de esta especie en las ofrendas incineradas en los fogones de los salones ceremoniales de los edificios piramidales. Por su alto valor nutritivo, su contribución a la dieta alimenticia habría sido crucial para sustentar el precoz desarrollo de la civilización Caral.

deshidratación y conservación y a sus propiedades nutritivas. Restos de anchoveta han sido recuperados tanto en las viviendas como en los edificios públicos de los asentamientos urbanos de la civilización Caral; esto revela que fue utilizada en la dieta cotidiana y en los festines que

Mediante procedimientos de salado y secado sobre los cerros cercanos al mar las poblaciones de la civilización Caral conservaron y almacenaron este pescado por largo tiempo. Con esta abundante especie marina se promovió, primero, el intenso intercambio entre pescadores y agricultores y así, mediante el comercio se enriquecieron determinados grupos, y se estableció una compleja esfera de circulación de bienes en la que participaban poblaciones de la costa, sierra y selva en el área norcentral.


Alimentación de la sociedad Caral-Supe

En el volumen “Historia de la Cocina Peruana” (Universidad San Martín de Porres, Lima 2007), la compiladora de la obra, Maritza Villavicencio, publicó el capítulo “La alimentación de la sociedad de Caral-Supe en los orígenes de la civilización”, de Ruth Shady Solís. “Los habitantes del valle de Supe consumieron proteína marina en combinación con los vegetales que cultivaban – dice Shady -. Entre los pescados, la anchoveta representa el 90% de la muestra; así como los choros (Choroytilus Chorus) y machas destacan entre los moluscos. También aparecen algas marinas. En la actualidad se ha perdido la costumbre de consumir estos moluscos y algas en la proporción que se hacía hace cinco mil años. El “choro morado”, llamado también “choro zapato”, ya no se encuentra en nuestra costa norcentral, quizás por las variaciones de clima; la

macha, en cambio todavía se consume secas y se expende en varias partes del país. Estos moluscos, las algas y la anchoveta fueron las principales fuentes de proteína animal. Pescados más grandes también fueron consumidos pero no están representados por cifras estadísticamente significativas”. En otro acápite del texto, Shady continúa: “Las diferencias sociales internas se reflejan en el consumo de los habitantes de Caral. Pescados grandes, anchovetas, moluscos, igual que la carne de venado, llegarían a la mesa de las clases altas y medias; los integrantes de la clase baja habrían consumido de preferencia carbohidratos, como lo revela el cadáver de un hombre sacrificado en Caral. Tenía 23 años pero su columna correspondía a la de un indivi-

duo de 60 años; sus pies estaban destrozados debido, posiblemente, al esfuerzo físico que se le había exigido. En esa época no se usaban animales de carga y el traslado de bienes a la sierra y la selva o a mayores distancias se habría realizado utilizando la fuerza humana. Además, este hombre mostraba indicadores de anemia crónica. Estos datos indican que si bien se producían insumos agrícolas y se intercambiaba el excedente de éstos por pescado y moluscos, no todos los componentes de la sociedad tenían acceso a una dieta alimenticia rica en proteínas. Reiteramos que las desiguales relaciones interpersonales se establecieron en el Perú, como en otras partes del mundo, a partir de la formación de la civilización (J.O.).

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neptuno el dios del mar... en lima

Divinidades bajo las aguas Luis Millones Cuando se habla de seres sobrenaturales que controlan su universo y el de los humanos, se busca aquellos que residen en el cielo o la cumbre de las montañas. La percepción, siempre duradera del panteón de los dioses olímpicos, y más tarde la presencia de la iglesia cristiana, hizo perpetuar esta concepción de la divinidad. Zeus o Júpiter gobernaron a los otros dioses desde la cumbre de su montaña sagrada, la referencia usual al dios cristiano es que reside en los cielos. Esta percepción ha debido influir en el relativo oscurecimiento de las deidades que conviven con el hombre en el espacio terrenal o bien aquellos otros dioses, diosas o seres sobrenaturales que navegan o viven bajo las olas, o bien se refugian en los manantiales o la corriente de los ríos. El territorio del antiguo Tahuantinsuyu es especialmente rico en el imaginario acuático, las costas del Pacífico, los ríos del desierto o de las alturas andinas y la inmensa Amazonía nos ofrecen un espacio triple que sería inexplicable si no hubiese alentado un imaginario rico y variado. La constatación de semejante verdad se hizo fácil a través del sostenido trabajo de campo del equipo que me acompañó a distintas localidades de las tradicionales tres regiones. El material que ofrecemos en este libro proviene, en parte, de una bibliografía muy especializada y, sobre todo, lo que nos ofrecieron nuestros propios informantes. Conviene resaltar que el interior de las aguas (marinas o fluviales) es percibido como un universo paralelo al de la superficie, en el que existe una sociedad equivalente en seres humanos, fauna y flora que vive bajo reglas diferentes a quienes habitan la superficie.

Confiamos en que nuestros lectores se interesen y diviertan al conocerlos de la misma forma en que nosotros lo hicimos, al recoger la información a los largo de los años que invertimos en esta tarea.

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No es posible pensar que hemos agotado el tema. En principio, el material recogido excede largamente a los que ahora podemos ofrecer a nuestra audiencia. Quedan esperando otras tantas criaturas sobrenaturales en busca de otras páginas para tomar una nueva vida, ahora en la mente del lector.

Juan Martín

En general, hemos sido privilegiados por la extraordinaria iconografía de las sociedades precolombinas, así como por los estudios contemporáneos de las plantas alucinógenas, que desencadenan lo que se supone sea un contacto con la divinidad. Seres como el pez raya del océano Pacífico, las sirenas de los manantiales serranos o el delfín de los ríos del bosque tropical, son de una vitalidad notable en cada uno de los espacios geográficos mencionados. Su omnipresencia en los sueños, visiones, esperanzas y temores de los peruanos hace que tengan un lugar privilegiado en nuestro relato.


El Perú curaba sus heridas de la guerra del Pacífico. Francia era el modelo artístico que imperaba en el mundo. La fundición Val D’Osne de París creó un maravilloso bronce siguiendo los modelos clásicos de los dioses del panteón griego, que tenían formas humanas. Este Neptuno de Lima, inaugurada en 1904, ocupó el lugar de otro Neptuno original, también francés, que la soldadesca chilena se llevó de la capital peruana a Santiago como trofeo de guerra. Mientras en los Jardines de Versalles, obra fastuosa hecha por Le Notre, el dios Neptuno aparece recostado y plácido sobre su colchón de oro y escamas. Los griegos lo llamaron Poseidón y fue uno de los doce dioses del Olimpo. Pero la mitología decía de él que raras veces ascendía al

quería ser europea a toda costa, a pesar de su noble ascendencia indígena de Pachacámac y de Ichma.

panteón. Poseidón prefería residir en su vasto reino acuático, donde todas las especies y fenómenos marinos debían obedecerle. Los Cíclopes le regalaron su tridente y los navegantes griegos y romanos le ofrendaban oro y bueyes para que no provocara tempestades en las largas travesías marinas. Ese Neptuno, el mismo que Versalles rinde culto, también está en Lima, a espaldas del Museo de Arte Italiano, en el Parque de la Exposición. En medio de jardines, miles de limeños no levantan la cabeza para admirar la magnificencia de su apostura clásica y del conjunto ornamental de la fuente. Podría decirse que es un Dios desconocido, pues ningún letrero tampoco alerta al turista o al peatón de que se trata del emperador mitológico del mar. Su

Al menos, a pesar de la insolencia fecal de las palomas y la humedad tradicional de la urbe, el Neptuno de Lima ha sobrevivido con dignidad. Quizá, su presencia certifique, de alguna forma, el lazo indisoluble entre el Perú y el mar y el hecho de que Lima sea, por geografía, la única capital sudamericana que se alza a orillas del océano. color oscuro, además, dificulta la visión de sus detalles anatómicos, que el artista francés logró con la precisión realista de esa época clásica, que algunos llaman la “Belle Epoque”. Este Neptuno pertenece a otro tiempo, cuando Lima “terminaba” en el Paseo Colón y

Este Neptuno avala ese privilegio pero también confirma la jerarquía citadina de Lima, una capital que siempre se ha caracterizado por lucir notables muestras de arquitectura y escultura. Neptuno, el Dios del Mar, confirma esta premisa.

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Mares I

LA POESÍA Y EL MAR En su reciente exposición pictórica “Tatuajes de la Conciencia”, realizada en la galería Fórum de Miraflores, Denise Mulanovich presentó una serie de óleos que creó tras quedarse impactada con los versos del libro “Cosas del Cuerpo” del poeta José Watanabe. El arte engendra otras artes, se diría de este proceso creativo que Denise plasmó en sus lienzos donde el mar también está presente en la selección que ella denomina “Mares” y que ilustran esta página poética. Cuatro tatuajes que Mulanovich edificó con su pincel, diestro en extraer mensajes de la madre naturaleza. La misma barca Ventura García Calderón Francia, 1886 - 1959

Himno al mar Jorge Luis Borges Argentina, 1899 – 1986

Tristitia Abraham Valdelomar Perú, 1888 - 1919

En esta noche que arrulló mi pena con rumbo al puerto que veré mañana, se posan ya como aves en la antena las tentaciones de la Antilla lejana.

Oh mar! oh mito! oh largo lecho! Y sé por qué te amo. Sé que somos muy viejos. Que ambos nos conocemos desde siglos. Sé que en tus aguas venerandas y rientes ardió la aurora de la Vida. (En la ceniza de una tarde terciaria vibré por primera vez en tu seno) Oh proteico, yo he salido de ti. Ambos encadenados y nómadas; Ambos con una sed intensa de estrellas; Ambos con esperanzas y desengaños; Ambos, aire, luz, fuerza, oscuridades; Ambos con nuestro vasto deseo y ambos con nuestra grande miseria.

Mi infancia, que fue dulce, serena, triste y sola, se deslizó en la paz de una aldea lejana, entre el manso rumor con que muere una ola y el tañer doloroso de una vieja campana.

Los perfumes de piña y de banana harán tal vez que olvide su condena el que amarrado al palo de mesana, como Ulises resistió a la sirena. ¡Ay! mirando la mar fosforescente olvido el ansia de llegar al puerto para no ver sino mi rumbo incierto. Suena la voz nefasta y elocuente, y en el latino mar todas mis penas cantan ya con dulzura de sirenas.

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Dábame el mar la nota de su melancolía; el cielo, la serena quietud de su belleza; los besos de mi madre, una dulce alegría, y la muerte del sol, una vaga tristeza. En la mañana azul, al despertar, sentía el canto de las olas como una melodía y luego el soplo denso, perfumado, del mar, y lo que él me dijera, aún en mi alma persiste; mi padre era callado y mi madre era triste y la alegría nadie me la supo enseñar.


El mar Pablo Neruda Chile, 1904 – 1973

EL BOTE VIEJO José María Eguren Perú, 1874 – 1942

Necesito del mar porque me enseña: no sé si aprendo música o conciencia: no sé si es ola sola o ser profundo o sólo ronca voz o deslumbrante suposición de peces y navíos. El hecho es que hasta cuando estoy dormido de algún modo magnético circulo en la universidad del oleaje. No son sólo las conchas trituradas como si algún planeta tembloroso participara paulatina muerte, no, del fragmento reconstruyo el día, de una racha de sal la estalactita y de una cucharada el dios inmenso.

Bajo la brillante niebla, de saladas actinias cubierto, amaneció en la playa un bote viejo.

Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire, incesante viento, agua y arena. Parece poco para el hombre joven que aquí llegó a vivir con sus incendios, y sin embargo el pulso que subía y bajaba a su abismo, el frío del azul que crepitaba, el desmoronamiento de la estrella, el tierno desplegarse de la ola despilfarrando nieve con la espuma, el poder quieto, allí, determinado como un trono de piedra en lo profundo, substituyó el recinto en que crecían tristeza terca, amontonando olvido, y cambió bruscamente mi existencia: di mi adhesión al puro movimiento. El mar. La Mar. Rafael Alberti España, 1902 - 1999 El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad? ¿Por qué me desenterraste del mar? En sueños la marejada me tira del corazón; se lo quisiera llevar. Padre, ¿por qué me trajiste acá? Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra iza al aire este lamento: ¡Ay mi blusa marinera; siempre me la inflaba el viento al divisar la escollera!

Con arena se mira la banda de sus bateleros, y en la quilla verdosos calafateos. Bote triste, yacente, por los moluscos horadado, ha venido de ignotos muelles amargos.

Mares III

Apareció en la bruma y en la harmonía de la aurora, trajo de las rompientes doradas conchas. A sus bancos remeros, a sus amarillentas sogas vienen los cormoranes y las gaviotas. Los pintorescos niños, cuando dormita la marea, lo llenan de cordajes y de banderas. Los novios en la tarde en su alta quilla se recuestan, y a los vientos marinos de amor se besan. Mas el bote ruinoso de las arenas del estuario, ansía los distantes muelles dorados. Y en la profunda noche, en fino tumbo abrillantado, partió el bote muriente a los puertos lejanos. POESÍA EN A MAYOR Jorge Eduardo Eielson Perú, 1924 - 2006 Estupendo Amor AmAr el mAr y vivir sólo de Amor y mAr y mirAr siempre el mAr con Amor mAgnífico morir Al pie del mAr de Amor Al pie del mAr de Amor morir pero mirAndo siempre el mAr con Amor como si morir fuerA sólo no mirAr el mAr o dejAr de AmAr.

Mares II Blanca


EL MAR DE SZYSZLO Maestro de la pintura abstracta latinoamericana, Fernando de Szyszlo (Lima, 1925) cumplió 89 años el pasado 5 de julio en la plena madurez de su vida y de su obra artística. Las tradiciones del Perú precolombino han ejercido enorme influencia en su vasta creación pictórica, siendo el mar uno de sus paisajes preferidos. Precisamente, de su serie de cuadros “El mar de Lurín” hemos recogido esta imagen, donde el azul oceánico de este lienzo del maestro acoge formas que aluden al ancestral pasado precolombino del mar peruano. Nuevamente, artista y mar se funden en una sola, estrecha y maravillosa relación, como lo apreciamos en esta obra. 112


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