DERECHO LABORAL INDIVIDUAL
LA ALIENACION DEL HOMBRE AL TRABAJO.
UN ANALISIS CRITICO
PROFESOR JORGE HERNAN BETANCUR
ALUMNOS JUAN CAMILO RESTREPO GARCIA PEDRO PABLO SINISTERRA JHON EDUARDO DIAZ.
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA – REGIONAL URABA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS OCTAVO SEMESTRE 2011
LA ALIENACION DEL HOMBRE AL TRABAJO.
UN CORTO ANALISIS CRÍTICO “El trabajo produce maravillas para los ricos, pero produce privaciones y penuria para los trabajadores. Produce palacios, pero aloja a los trabajadores en tugurios. Produce belleza, pero tulle y deforma a los trabajadores. Sustituye el trabajo por máquinas, pero condena a una parte de los trabajadores a entregarse de nuevo a un trabajo propio de bárbaros y convierte en máquinas a la otra parte. Produce espíritu; pero produce estupidez y cretinismo para los trabajadores” (Marx, 1962). “Sólo puedes depender de ti mismo, la caballería no va a venir a rescatarte". Chris Gardner.
EL TRABAJO PARA MARX. Por lo que toca al sujeto de la enajenación, mientras en Hegel es la Idea (o espíritu), y en Feuerbach es el hombre en general, en Marx es el obrero también en general. La actividad en que se enajena este sujeto es espiritual en Hegel, ya sea la del Espíritu en cuanto tal o la del hombre como espíritu; en Feuerbach, se trata ya de una actividad humana, la actividad de la conciencia; en el joven Marx, es el trabajo. Pero en Hegel o en Feuerbach se trata de una actividad teórica (de autoconocimiento del Espíritu en Hegel, o de conciencia de sí del hombre en Feuerbach); en Marx la actividad en la que el obrero se enajena es práctica, material: es el acto de la producción (Sánchez Vázquez, 2003)1.
1
Realidad Social, Alienación y Psicopatologías. El papel de la conciencia en la logoterapia. Buscado en Internet. 11-082011 http://www.psicologia-online.com/ebooks/logoterapia/alienacion.shtml
En Marx el trabajo es esa actividad humana que deshumaniza al hombre, lo vuelve a su estado natural y lo convierte en animal. El trabajador no se pertenece a sí mismo: pertenece a otro; y el hombre-trabajador sólo se siente libre en sus funciones animales: comer, dormir, procrear; en cambio, en sus funciones humanas: trabajar, producir, transformar la naturaleza, se siente como un animal. "Se humaniza lo animal, se animaliza lo humano".
Pero entonces, que es el Trabajo y que es el Hombre? Una definición de trabajo clásica seria: Es la medida del esfuerzo hecho por los seres humanos. Para la vertiente neoclásica de la económica es uno de los tres factores de producción, junto a la tierra y el capital. Para la sociología es una actividad humana y social, y para el derecho es el estudio del derecho laboral. En todo caso, el trabajo es realizado por un esfuerzo humano; ya su posterior definición como complemento argumentativo se deja a las ciencias que lo estudian, aunque en este caso, sus estudio marxiano se halla en un contexto capitalista negativo, o bien, comunista, por lo que habrá que decir que para Marx el trabajo no representa para el ser humano la satisfacción de una necesidad propia: es sólo un medio para satisfacer necesidades extrañas a él; su trabajo no es algo propio suyo, no le pertenece: es propiedad de otro. En la base económica de la sociedad capitalista, el producto se llama mercancía, y el productor, obrero asalariado. La mercancía es expresión del capital; el obrero es expresión del trabajo.
En este contexto, el trabajo hace indigno al hombre, lo enajena de si, lo aparta de lo que realmente es él, lo deja sin su esencia principal y única, el hombre ya no es en sí mismo mas que el resultado de su sociedad. Sartre tiene una frase que dice “Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”. Esta es una de las frases más fundamentales de toda la historia de la humanidad, porque evidentemente desde que nacemos hacen de nosotros algo. Pero entonces, ¿Qué es un ser humano?
Según Platón (filosofo ateniense del S.V a. C.) lo real y verdaderamente humano se encontraba en el alma. Para él el alma es la esencia humana y el cuerpo un instrumento a su servicio. Entonces para Platón el ser humano es un alma racional encadenada a un cuerpo material y sensible, que busca salir de él para retornar a un estado original de perfección a través de una continua lucha por el logro de mayores y más perfectos conocimientos y evitando caer en los apetitos de su ser sensible y material. De donde se concluye que la función prioritaria de todo ser humano ha de ser el cultivo de su inteligencia como un deber moral por el rescate de su alma de lo terrenal, DEXA (mundo sensible) y su retorno al mundo superior, de la perfección llamado EPISTEME (mundo inteligible). En tal sentido, el hombre es un ser sensible, el cual vive un un mundo ideal, y su mejor forma de expresión es el estado contemplativo. Entonces, si para Marx, el trabajo desdibuja la esencia del hombre, lo que él debe ser, lo que se debiese esperar de un ser humano que fuese, bajo esa premisa, platón nos devuelve el verdadero concepto de lo que el hombre es, un complejo ser contemplativo. La contemplación proviene de la raíz de las palabras latinas “cum templum” (como en un templo) y del término griego que significa cortar o dividir, y significa separar algo de su entorno y encerrarlo en un sector. Para platón el cuerpo y el alma son cosas distintas, y lo uno es independiente de lo otro. Sin embargo, tomando la teoría de Aristóteles, para él no tiene connotaciones místicas como la de Platón, hombre es un ser natural más, por lo que al analizarlo sigue la misma teoría que para el resto de seres, la teoría hilemórfica. La materia se identifica con el cuerpo, y la forma con el alma. Esta unión del cuerpo y el alma es una unión sustancial. (Para Platón se trataba de una unión antinatural). El alma no podrá existir separada del cuerpo, por lo que Aristóteles niega la inmortalidad del alma. Será el principio vital, es decir, aquello que dota de vida a los cuerpos, por lo tanto, todos los seres vivos tendrán alma. Hay distintos tipos de alma, y de ellos dependerán las funciones de los seres vivos.
Pero regresando al análisis básico con Marx, el trabajo es esa construcción del hombre material, creada para esclavizarlo materialmente, para alienarlo a una condición de indignidad frente al factor de producción actual, el capitalismo. Entonces, para Marx, el hombre al sentirse indigno, reconoce en su esencia física y corpórea la existencia de un elemento espiritual, por lo que reconoce que el hombre tiene un alma, que bien puede ser su fuente de vida, o simplemente una energía en espera de escapar de él, cualquiera de las dos no nos importa para este documento, importando solo el hecho de que es el cuerpo físico el que sufre y el alma la que siente. El hombre, al no encontrarse en sí mismo, se ha dividido mucho mas, ya no es ni siquiera la suma de sus partes, y el trabajo ha sido ese bisturí que ha causado semejante herida. Sin embargo, la capacidad de recuperación del hombre es asombrosa, pues a pesar de todas sus heridas, por haber hecho con lo que hicieron de él, empieza a surgir nuevamente de sus cenizas de indignidad, empieza a reformarse, a creer y sentir que a pesar de todo, puede hacer parte de una sociedad y de un sistema y que puede sobrevivir dentro de este, aprende el juego, pues el hombre como inteligencia superior, es capaz de adaptase, de autocuestionarse, de observarse y de sacar conclusiones, incluso siendo el más desamparado de los obreros, el mas “indigno” de ellos, comprende que su reivindicación aparece cuando, haciendo parte del sistema capitalista, obtiene por su tiempo una remuneración, un pago, un salario. Es en ese momento, en el que su alma aparece y hace que su cuerpo se incluya nuevamente en la sociedad, se incluya en la cultura, en la recreación, y en cualquier número limitado de expresiones humanas. Es el salario como medio de dignificación del hombre y su escape de la indignidad, es su fuerza de trabajo remunerada la que permite habitar un techo y no un puente, comer nuevo y caliente y no viejo y frio, abrir la llave y no recoger el agua con olla, pagar un pasaje y no caminar horas, etc… Pero entonces, que es el Salario? Es el precio del trabajo efectuado por cuenta y orden de un empleador. Este concepto ha evolucionado con el progreso y hoy constituye uno de los problemas más complejos de la organización económica y social de los Estados.
TEORÍAS ACERCA DE LOS SALARIOS2
A través de los tiempos han surgido diferentes tesis alrededor de los salarios, todas ellas han resultado imperfectas e insuficientes para resolver el problema, a continuación examinaremos estas teorías.
TEORÍA DE LOS INGRESOS: La planteó Adam Smith en su obra la riqueza de las naciones en 1776, en ella considera los salarios dependientes de la riqueza. Considera que la demanda de mano de obra, esto es, la mayor ocupación de trabajadores, aumenta en la medida en que los patronos o empleadores obtienen aumentos en sus ingresos. Para Smith sin embargo, el factor más importante de la elevación de los salarios no lo constituye la cuantía de la riqueza nacional, sino el continuo aumento de esa riqueza.
TEORÍA DE LA SUBSISTENCIA: Conocida también como del salario natural, fue expuesta por David Ricardo en sus Principios de Economía Política y Tributación (1817). En relación con la mano de obra, dice que su precio natural es el que permite a los trabajadores "subsistir y perpetuar su raza", sin incrementos ni disminuciones. A su vez, el precio de mercado de la mano de obra es igual al precio que resulta del juego natural de las fuerzas de la oferta y la demanda.
TEORÍA DEL FONDO DE SALARIOS: Jhon Stuart Mill en su obra Principios de Economía Política (1848), sostuvo que los salarios dependían fundamentalmente de la oferta y la demanda de trabajo. Para él, el trabajo era una mercancía como cualquier otra, sujeta a la ley de la oferta y la demanda, que se ofrecía y se adquiría en el mercado, en el cual la oferta hacía el número de obreros en condiciones de trabajar, en tanto que la demanda la formulaban los dueños del capital.
TEORÍA DE MARX: En relación con los salarios Marx encontró cosas interesantes, que plasmó en El Capital; por ejemplo, lo que el patrono le paga al obrero por su actividad o servicio, no es realmente el valor del trabajo, sino el valor de su fuerza de trabajo. Además halló que la jornada laboral se divide en dos partes; la primera la llamó tiempo necesario de trabajo, donde únicamente se cubren los costos de producción y el obrero obtiene apenas los bienes y servicios necesarios para subsistir. 2
Cita de Cita. BONILLA, Manuel. Salarios precios y productividad. Santa fe de Bogotá. FESCOL. 1996. CAMPOS RIVERA, Domingo. Derecho laboral colombiano. Santa fe de Bogotá. Editorial Temis. 1997. Buscado en internet el 1108-2011 http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/rrhh/salario.htm
A la segunda la llamó valor adicional, en ésta el capitalista hace sus utilidades, porque esta parte del trabajo no le es retribuida al obrero. El valor de ese trabajo no remunerado es lo que constituye la plusvalía.
TEORÍA DE LA PRODUCTIVIDAD MARGINAL: La tesis de Jhon Bates Clark, pretende establecer la relación existente entre los salarios y la productividad del trabajo. Esta relación se encuentra regida por la ley de los rendimientos decrecientes, que dice que, si uno o varios de los factores de la producción (tierra, capital, trabajo) se incrementa, mientras los otros permanecen constantes, la productividad unitaria de los factores variables tiende a incrementarse hasta cierto punto, a partir del cual comienza a decrecer.
TEORÍA DE LA OFERTA Y LA DEMANDA: Los cabecillas de la ley de la oferta y la demanda, sostienen que el nivel de los salarios depende fundamentalmente de la oferta y la demanda de la mano de obra. Es decir, que en la medida en que abunde la mano de obra, los salarios serán relativamente bajos, en tanto que si escasea, los salarios serían relativamente más altos.
TEORÍA DE LOS SALARIOS ALTOS: Expuesta por Henry Ford en 1915, su filosofía radica en la creencia de que los salarios altos inducen a un mayor consumo, esto es, generan una mayor capacidad de compra por parte de los asalariados y de la población en general. Evidentemente es una tesis inflacionaria.
CONCLUSIONES
Bajo esta perspectiva de las teorías clásicas, con base en el pensamiento Marxista a cerca del trabajo y el salario, y nuestro punto de vista crítico, tendremos que concluir que, cuando se habla de indignidad se le hace una ofensa al concepto de alma (Aristóteles o Platón), y esa agravio surge (para Marx) cuando el trabajador no es bien envanecido, cuando es explotado abiertamente por su empleador sometiéndolo a los vejámenes socioeconómico-culturales en el que se encuentre inmerso. Su cuerpo es vilmente deslucido y su alma vilmente mancillada finalmente por el Estipendio. Sin embargo, brevi manu, el trabajador recibe, bien sea a desprecio o con agrado su remuneración, pues aunque si con indignidad recibió, con alegría gastó, y
esa es la falacia de la teoría salarial, que convierte al trabajador, un hombre libre y con capacidad negociadora,
en un ser esclavizado, ignominioso,
indigno, y falto de ingenio, pues aunque con sus bajos ingresos es mucho lo que pudiese lograr, sin embargo y en procura de sus reivindicaciones salariales, su cultura le ha enseñado que habrá de incrementar las cajas de cebada y los asados, obtener mayores beneficios con poco esfuerzo, participar en bacanales, jugar a la suerte, festejar sus logros con meretrices, y disfrazar su realidad con aires de burgués, ya que nunca se le enseñó el valor del ahorro, la importancia de una profesión u oficio, la priorización del gasto, invertir en lo necesario y no en lo superfluo, hacer más con menos, construir su futuro poco a poco y hacer de su familia un templo y de su trabajo una oración, agradecer todos los días por lo que se tiene y a luchar por sus derechos laborales, para que cada día se tenga la posibilidad de construir nación, país, y sociedad con bases de economía social firmes, claras, con metas realizables y sin los sofismas y distracciones de ciertas agremiaciones que solo buscan burocratizarse y hacerse de patronos cuando su objeto social y realidad no ha cambiado. Hacer país, SÍ, con honestidad, ética, metas y objetivos claros, con educación y con la participación de todos y todas y aprender que este país, llamado Colombia, es un país rico, en toda la extensión de la palabra, y que no se puede vender la idea de ser menesterosos itinerantes, no se puede vender la idea de ser los indignos de la sociedad, no se puede vender la idea de luchar por los derechos laborales para luego dejarlos en los burdeles o cantinas, o bien para desaprovechar los que bien han sido ganados so pretexto de no merecerse por su condición social, racial, cultural, etc.,
o en cuotas
burocráticas o afiliaciones gremiales, que más que ayudar a ese trabajador, actúan como verdaderos patronos, proveyendo el empobrecimiento de ellos proporcionándoles constantemente créditos que, si se mira bien, nunca necesitaron realmente, pero como lo substancial es “alienarlo” para que no progrese, entonces acuden a modelos criticados por siempre, como el capitalismo, prestando y ganando intereses, limitando el ahorro y disminuyendo el salario del trabajador. Hay que dejar en claro que el crédito es fuente de progreso, cuando su destinación se dirige a la inversión de capitales que renten libremente, y no todo lo contrario, a la compra de activos improductivos. Eso no puede continuar acaeciendo, somos un país de gente emprendedora, con
todas las bretes inimaginables, pero habrá de pensarse positivamente, de gente que puede y ambiciona manar, de gente que busca tenazmente su felicidad, profesarse más y más persona todos los días, con gente que ama su tierra, su región, su raza, que quiere progresar al lado de sus semejantes, de su familia, de su cultura, y la idea de pobreza, de indignidad, de esclavitud, de ignominia, no se puede aceptar ni inculcar en la mentalidad de los trabajadores Colombianos. Si se ha de luchar por mejorar las condiciones de los trabajadores, habrá de respetárseles su estatus social y sus derechos humanos, decir de ellos que no por recibir poco, su indignidad es mayor, pues tal premisa atenta contra toda forma de discriminación, especialmente la económica y la inherente a su condición de persona. Bien lo dice el inciso b, del Articulo 29 de la Carta de la OEA: “El trabajo es un derecho y un deber social; no será considerado como un artículo de comercio; reclama respeto para la libertad de asociación y la dignidad de quien lo presta y ha de efectuarse en consideraciones que aseguren la vida, la salud y un nivel económico decoroso, tanto en los años del trabajo, como en la vejez o cuando cualquier circunstancia prive al hombre de la posibilidad de trabajar”., de lo contrario se verán a los trabajadores como unos menesterosos instando por el pan diario, y no lo son, son vidas, con ideas y sueños realizables y posibles, personas que precisan apoyo y solidaridad de todos los sectores, pero con la mirada a los ojos del otro, no a sus chapines, para que sepan que los trabajadores colombianos están vigentes y dispuestos a luchar por sus derechos laborales en igualdad de condiciones y de instrumentos, que no son la parte enclenque de la negociación, sino la otra parte de ella, la cual se hace ganar el respeto con toda la dignidad inherente a su representación y fuerza.
"Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, ni siquiera yo. Si tienes un sueño, ve por él, la gente que no lo consiguió te dirá que no lo lograrás, pero si tienes un sueño, persíguelo y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos"3
3
En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness) es una película estadounidense del año 2006 basada en una historia real, dirigida por Gabriele Muccino y protagonizada por Will Smith quien fue nominado al Oscar como mejor actor por su interpretación de Chris Gardner, un empresario afroamericano que en los años 1980 tuvo que superar una enorme quiebra. Al hijo de Chris Gardner lo interpreta Jaden Christopher Syre Smith quien es el hijo de Will Smith en la vida real. Buscado en internet. 11-08-2011 http://coachingcrecimiento.blogspot.com/2011/05/en-busca-
de-la-felicidad.html Biografía de Chris Gardner: http://es.wikipedia.org/wiki/Christopher_Paul_Gardner
Somos seres humanos y por lo tanto, cuando trabajamos, somos más dignos que todos los demás, pues estamos buscando nuestra propia realización, nuestra felicidad y en ese camino aportamos
riqueza
diariamente
a
nuestro
hermoso país, mejorando constantemente la calidad de vida de los demás y la propia, por eso el trabajo debe dignificar y hace al hombre un ser humano más completo, complejo, real e ideal, honrado, participativo, social, integral y sobre todo LIBRE, DIGNO Y FELIZ.