TODO COMENZÓ ASÍ -ESCUDO OFICIAL-
3 de NOVIEMBRE de 1903
ÑULS y YO
Berlén, José Alberto
Ñuls y Yo: La historia de un hincha más y las 7 estrellas de Newell’s Old Boys -1a ed.- Rosario: el autor, 2013. 134 p.; 22x17 cm. ISBN 978-987-33-0250-3 1. Narrativa Argentina. I. Título. CDD A863 Fecha de catalogación: 16/12/2013
Fotografía de Contratapa: Raúl “Bambi” García Diseño Gráfico: DG Juan Pedro Carbonara
ÑULS y YO
La historia de un hincha más y Las 7 estrellas de Newell’s Old Boys
JOSÉ ALBERTO BERLÉN
A doĂąa Juana, mi madre A mi hermana Liliana A mis tĂas Antonia y Carmen
ÍNDICE
Prólogo • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
11
Un poco de historia • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
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Mi debut con Newell’s Old Boys • • • • • • • • • • • • • • •
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El metejón de ver a Ñuls de visitante • • • • • • • • • • • • •
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Mi relación con periodistas, jugadores y dirigentes • • • •
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Cómo conocí a dos expresidentes campeones • • • • • • •
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Las 7 estrellas de Newell’s Old Boys • • • • • • • • • • • • • •
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Campeón 1974 Torneo Metropolitano .................... 80 Campeón 1988 Campeonato Primera División ...... 83 Campeón 1990 Torneo Apertura ........................... 89 Campeón 1991 Campeonato Definición .................. 92 Campeón 1992 Torneo Clausura ........................... 96 Campeón 2004 Torneo Apertura ........................... 103 Campeón 2013 Torneo Final ................................ 106
Epílogo • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 109 Galería fotográfica • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 113
PRÓLOGO
Dedico este prologo a mi viejo don José Berlén y a mi tío don Nicolás Seminara, que juntos me llevaron por primera vez a la cancha de mi querido y amado Newell’s Old Boys, cuando yo tenía 6 años recién cumplidos. También se lo dedico a mis hijos Pablo y Florencia y a mis nietos Lucía y Agustín. Lo dedico también con toda mi alma a don Isaac Newell piedra fundamental de nuestra institución y a su hijo el Dr. Claudio Newell, motor fundacional de esta pasión que se inició el 3 de noviembre de 1903. Vaya también mi evocación a todos, sin excepción, los que hicieron grande y continuaron la misión de colocar al glorioso Newell’s Old Boys entre los más grandes del mundo. A la hinchada, a todos los presidentes, a gran parte de las comisiones directivas, a los cuerpos técnicos y jugadores de todos los tiempos que nos llenaron de estrellas rojas y negras nuestros corazones. A todos, mis respetos.
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José Alberto Berlén
UN POCO DE HISTORIA
En mi carácter de actor, autor y director teatral, hace unos días y empujado por las magníficas campañas de mi querido Ñuls, una noche, muy tarde, me propongo escribir un libro sobre mi vida y Newell’s Old Boys. Antes de pasarles a contar la primera vez que entré a la cancha del Parque de la Independencia, no quiero dejar pasar por alto quienes hicieron al hoy glorioso Newell’s Old Boys. Obviamente que recurrí a diarios, revistas y al testimonio de algunos amigos leprosos mayores que yo, por supuesto. En el año 1869 llega al puerto de Rosario, procedente de Europa don Isaac Newell. Había nacido el 24 de abril de 1853, en el condado de Kent, Inglaterra y para los primeros días en nuestra ciudad es aceptado en una casa de calle Entre Ríos al 100 (muy cerca del puerto) a la cual venía recomendado del viejo mundo. El ama de llaves era una señora Alemana que hablaba muy bien inglés, entonces el joven Newell de 17 años no tuvo inconveniente alguno para entenderse y relacionarse. Empezó a trabajar en el ferrocarril y rápidamente fue nombrado como telegrafista, justamente en el Ferrocarril Central Argentino cuyo administrador era nada menos que don Guillermo Wheelwright, el dueño de la casa que lo recibió ni bien llegado a nuestra ciudad. En el Colegio donde se educó, conoció a Anna Margreta Jockinsen, una hermosa joven Alemana, de la cual se enamoró y se casó a los 23 años, corría el año 1876. 13
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Juntos se dispusieron a ocuparse de la enseñanza y lo hicieron en el Colegio Anglicano, sito en la esquina de Paraguay y Urquiza, anexo a la Iglesia de San Bartolomé, la cual actualmente existe. Trabajaron juntos en este Colegio hasta el año 1883. Cuando don Isaac Newell cumple 31 años y siempre junto a su esposa, deciden tener Colegio propio y lo hacen alquilando la casa de la calle Entre Ríos 143, la casa de don Guillermo Wheelwright, la casa que lo cobijó cuando llegó de su Inglaterra natal. El colegio se llamó Colegio Anglo Argentino (hoy Nacional n°2) y sus principales profesores eran el propio Isaac Newell, su esposa Anna Margreta Jockinsen de Newell, la hija de ambos Liliana Newell, la Srta. Catalina Dodd, que luego fuera esposa de Claudio Newell, hijo de don Isaac, quién también ejercía como profesor, entre otros. La familia Newell primero alquilaba el Colegio y luego con el tiempo lo compraron. En el año 1900 don Isaac tenía 47 años, enfermó y decidió viajar a su Inglaterra natal para descansar y visitar a los suyos. Al año siguiente regresó a nuestra ciudad y dejó el mando del Colegio a su hijo el Dr. Claudio Newell. El 3 de noviembre del año 1903 se cumple y se concreta el sueño de un amante del deporte: se funda el Club Atlético Newell’s Old Boys en honor a su apellido y a los viejos muchachos. El primer presidente del hoy glorioso Newell’s Old Boys (los viejos muchachos de Newell) fue don Víctor Heitz, elegido democráticamente por todos los que hicieron grande al equipo del parque. El 16 de octubre de 1907 se produce el fallecimiento de don Isaac Newell cuando contaba con 54 años de edad. El Colegio siguió hasta el año 1927 dirigido por el Dr. Claudio L. Newell. Volviendo a nuestra institución, como es de dominio público el escudo oficial y los colores del glorioso fueron son y serán eter14
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nos: el rojo y el negro por mitades, el negro del lado izquierdo y el rojo del lado derecho. Viendo fotos de las primeras décadas del Siglo XX, nuestro equipo se presentaba con la clásica rojinegra, pantalones negros y medias grises. Luego, con el correr de los años, las medias fueron variando, usando el rojo y el negro a rayas horizontales y en los 70’ las medias eran blancas y los pantalones blancos. También se usaron las medias blancas con vivos rojo y negro a rayitas horizontales, pero a la altura de la rodilla. Y desde hace varias décadas salimos a la cancha con nuestros clásicos gloriosos colores, pantalones negros y medias negras con vivos rojos. Más rojinegro imposible, como nuestro estadio, tribunas, bandejas altas y plateas impregnadas de Rojo y Negro, con el plus que le dan los hinchas, cuando en todos los partidos de local, más de 40.000 almas, agregan más Rojo y Negro a la escenografía. El 25 de mayo de 1953, nací en Rosario, hijo de don José Berlén y doña Juana Seminara. Dos años después nació mi hermana Liliana Angélica Berlén. Hasta mis primeros casi 7 años vivimos en dos o tres casas distintas, hasta que en el año 1959 mi viejo que era peluquero y mi madre que es ama de casa junto a mi hermana de 5 años, compramos una hermosa casa en el barrio que me marcó para toda la vida: Paraguay 1835, barrio de la 7ª (hoy la 5ª.), a metros del Café y del Cine Sol de Mayo en la tradicional esquina de Av. Pellegrini y Av. Corrientes y a diez cuadras de la cancha de Ñuls y a ocho cuadras del centro y a cinco cuadras del Colegio donde me eduqué: el Normal n° 3 de Entre Ríos y La Paz, del resto de mi vida personal hasta hoy se los cuento (si les interesa) en otro libro. Vamos directamente al grano con respecto a lo que interesa para este libro, este humilde libro. Como vengo de una hermosa y numerosa familia de parte de mis padres, la 15
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costumbre de los fines de semana (los domingos especialmente) o los cumpleaños o las fiestas o los feriados, era una reunión en la casa de doña Rosa, mi abuela paterna, en la calle Ituzaingó 1448 y otro día en la casa de doña Catalina, mi abuela materna, que era en calle 3 de Febrero casi Av. Ovidio Lagos. En ambas casas había tías, tíos, primas, primos y por supuesto dos abuelas maravillosas. Mis abuelos habían fallecido. Los cuatro abuelos eran italianos: don Pablo Berlén era de profesión pescador y había nacido en Bari y se casó en Rosario con doña Rosa Schiavone, que había nacido en Calabria. Don Nicolás Seminara de profesión carbonero, había nacido en Palermo y se casó en Rosario con doña Catalina Turello, que había nacido en Udine. Más italiano no puedo ser. Antes de contarles mi primera experiencia en vivo y en directo, es decir, cuando entré por primera vez a la cancha del Parque de la Independencia, me permito hacer un poco de historia respecto a las anteriores canchas que tuvo nuestra institución. La primera cancha que tuvimos entre los años 1904 y 1907 estaba en unos terrenos que Ñuls había alquilado en el entonces llamado barrio Talleres (por los ferrocarriles) en la esquina de la calle Humberto 1° y Bv. Avellaneda. En el año 1907 se consiguen los permisos para hacer el estadio en el Parque, el cual se fundó en 1911, pero mientras se construía, lo que hoy es el Coloso, nos mudamos al predio de Av. Provincias Unidas entre San Luis y Rioja, es decir que estuvimos en el populoso barrio Belgrano desde 1907 hasta 1911, año que se inaugura nuestro eterno estadio en el Parque de la Independencia. El estreno de nuestro actual estadio se produce el 23 de julio de 1911, con un lleno total, donde la familia Leprosa se hizo presente con socios y simpatizantes de todas las edades. Dice la crónica de 16
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aquellos años que había gente hasta en la clásica e histórica montañita que se elevaba a espaldas de la hoy tribuna Este, frente al Laguito del Parque. El día 26 de mayo de 1929 se inauguró oficialmente la tribuna oficial, todo un orgullo para esa época. El 18 de mayo de 1931 se funda en Buenos Aires “La Liga Argentina de Futbol” y muchos jugadores amateurs de nuestro club emigran a la Capital Federal, tentados por los porteños. El 3 de noviembre de 1934 se funda y constituye en Buenos Aires la A.F.A. (Asociación del Fútbol Argentino). Previendo todo esto, en el mes de junio de 1931, en la sede de Newell’s Old Boys y en presencia de todos los presidentes de los clubes más importantes de nuestra querida ciudad de Rosario, se funda la Asociación Rosarina de Futbol, con la aprobación de todos sin excepción. La entidad que hoy funciona en la calle San Lorenzo entre Maipú y Laprida de la ciudad de Rosario era de gran contención para que los torneos de la Liga Rosarina cuente con los principales clubes y los mejores jugadores se queden en Rosario a competir para el crecimiento de nuestro futbol, cantera inagotable de grandes jugadores que nos representaron, representan y representaran en el mundo entero. En el año 1939 se produce el ingreso al profesionalismo, es decir a la A.F.A. (Asociación del Futbol Argentino). Después de gestiones hechas por nuestros directivos, la A.F.A. invita por sus trayectorias a los primeros equipos de Newell’s Old Boys y Rosario Central a participar del torneo oficial de 1° División, es decir, que ambos clubes Rosarinos compiten durante el primer año, o sea, 1939, con los siguientes clubes de Buenos Aires de 1° División, a saber: C. A. Atlanta, C.A. Boca Jrs., C.A. Chacarita Jrs., C.A. Ferro Carril Oeste, C.A. Huracán, C.A. Platense, C.A. River Plate, C.A. San Lorenzo de Almagro, C.A. Vélez 17
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Sarsfield, C.A. Independiente, C.A. Lanús, C.A. Racing Club, C.A. Argentino de Quilmes, C.A. Tigre, C.A. Estudiantes y C.A. Gimnasia y Esgrima, ambos de La Plata y C.A. Newell’s Old Boys y C.A. Rosario Central, obviamente ambos de Rosario. No está demás agregar que ese mismo año de 1939 el Torneo de la División “B” queda conformado con los siguientes clubes: All Boys, Almagro, A.A. Argentinos Jrs., Barracas Central, Colegiales, Defensores de Belgrano, Estudiantes de Buenos Aires, Excursionistas, El Porvenir, Dock Sud, Banfield, Los Andes, Talleres de Remedios de Escalada, Temperley, Quilmes, Acassuso y Social y Sportivo Buenos Aires. Volviendo al debut de mi querido Newell’s Old Boys en el profesionalismo, el mismo se produjo el 19 de marzo de 1939 por el torneo de 1° División y nos tocó enfrentar de local a San Lorenzo de Almagro con el siguiente resultado: Newell’s Old Boys 2 San Lorenzo de Almagro 1. En la segunda rueda la de las revanchas, fuimos de visitantes al viejo gasómetro de Av. La Plata en Boedo y ganamos 4 a 2. Al terminar el torneo de 1° División del año 1939, Newell’s Old Boys finalizó en el 4° lugar con 43 puntos (antes se sumaba de a dos por partido ganado) con 77 goles a favor y 44 en contra. Muy buen comienzo en el profesionalismo. Ese año el campeón fue Independiente, 2° River Plate y 3° Huracán. Este cuarto puesto logrado en el debut de la era profesional, ya anunciaba quién iba a ser Newell’s Old Boys en el Futbol Argentino a través de la historia. Con buenas y malas campañas como todos los equipos del mundo, hoy contamos con 7 estrellas, lo que nos posiciona como uno de los grandes entre los grandes. Más adelante voy a detallar con el mayor de los gustos porque hemos logrado 7 estrellas y no 6 estrellas como dicen por ahí. Decía que vivimos buenas y malas. Yo con mis 60 años viví 18
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muchísimas más buenas que malas, pero como buen demócrata Leproso, voy a contar de mi historia, primero los pocos momentos malos que me acuerdo, luego me explayaré con los muy buenos momentos que son amplísimos y además para eso está hecho este libro sobre la Gloriosa Lepra. El primer trago amargo fue el descenso, el único descenso al Torneo de la División “B”, ocurrido en la temporada oficial de A.F.A. en el año 1960, luego de una muy mala campaña. Pero al año siguiente, es decir la temporada 1961, salimos campeones de la “B” y deberíamos haber ascendido automáticamente, pero en un conflicto (injusto) originado en los escritorios de la A.F.A. a través de una falsa acusación de incentivación en un partido que definiría cosas entre Excursionistas y Quilmes, acusan a nuestra institución de incentivar al C.A. Excursionistas. A Ñuls se le descontaron 10 puntos, entonces se lo bajó del primer puesto y tuvimos que seguir en la “B” en los años 1962 y 1963, años que la dirigencia de esa época junto a abogados de primer nivel y testigos fundamentales de la falsa acusación que se nos hizo en 1960, se movieron sin tregua y a principios del año 1964, por un fallo unánime de la justicia, le da ganado el juicio a Newell’s Old Boys contra la A.F.A., entonces la institución madre de la calle Viamonte en la Capital Federal no tiene más remedio que ascender a nuestro querido Ñuls al Torneo de Primera División “A” del año 1964, lugar del que nunca tuvo que bajar y que la justicia actuó como corresponde, ganándole a una mano negra que nos hizo descender desde un escritorio y no desde la cancha (donde se ven los pingos) y por supuesto, nosotros se lo ganamos dos años después, también desde nuestros escritorios. SE HIZO JUSTICIA 19
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MI DEBUT CON NEWELL´S OLD BOYS
Ahora les cuento mi debut en la cancha de mi querida Lepra. Corría el año 1959, yo tenía 6 años cumplidos y una tarde gris de invierno de un domingo y luego del almuerzo familiar en la casa de mi abuela Catalina (la mamá de mi mamá) que vivía junto a mis tías y mi tío Nico en 3 de Febrero casi Ov. Lagos, mi viejo y mi tío me dan la sorpresa de llevarme por primera vez a la cancha de Newell’s Old Boys. Salimos a las 2 de la tarde puesto que estábamos a seis cuadras del estadio. El partido de primera comenzaba a las 3 de la tarde, antes jugaba la reserva a la 1 de la tarde y la tercera empezaba a las 11 de la mañana. Eran otros tiempos. Cuando entré a la cancha (es decir al estadio) sentí una sensación inolvidable. Me acuerdo que nos habíamos ubicado en la tradicional tribuna oficial techada, más o menos en el décimo escalón, del medio para el lado del hipódromo, miren hasta de lo que me acuerdo. Le pregunté a mi viejo que eran esas bocas de túneles a un costado del lateral, debajo de la oficial, y mi viejo me explicó que de un túnel salía Ñuls, del otro túnel el equipo visitante y del otro los árbitros. Al toque no más, aparece la Lepra en el verde césped y estalla la tribuna con aplausos, alientos y papelitos y también estallo yo, por supuesto como un niño de 6 años. Al rato sale la visita al campo de juego y recuerdo que vestían camiseta color verde, entonces le pregunto a mi tío Nico ¿Y este equipo como 21
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se llama?... y mi tío me responde, Ferro Carril Oeste… y mi viejo me agrega… nene, ojo no te confundas, que los tres de negro son los árbitros. El resultado del partido terminó 2 a 2 y recurriendo a los archivos Newell’s Old Boys formaba con Tarnawsky, Ambrosich y Ponce, Viale, Peano y Sacchi, González, Merighi, Di Loreto, Zurita y Ance. Los goles fueron marcados por González a los 18’ del PT y por Di Loreto a los 19’ del ST, desde ese día en mi debut en una cancha de futbol, empezó la pasión por el rojo y el negro, como la de cualquier otro hincha aficionado al futbol. Los primeros recuerdos que me vienen a la memoria son las figuritas que juntábamos los pibes de esa época, previa compra del álbum para tratar de llenarlo. Venían generalmente redondas, a veces ovaladas y también un poco más grandes, rectangulares, que eran muy bien ilustradas, porque además de la cara y la camiseta del jugador, se veía de fondo la tribuna principal de la cancha del protagonista de la foto. Abrir los paquetitos de figuritas que comprábamos en los quioscos, era apasionante porque todos buscábamos las llamadas figuritas difíciles, para poder completar y llenar el álbum. Confieso que lo llené una vez y me gané una pelota número 5 de cuero, con la cual jugamos varios años con mis amigos del barrio. El hecho de juntar figuritas, así le decíamos antes, me fijó los equipos completos de la Lepra desde el año 1959 hasta hoy. También recuerdo la mayoría de los apellidos de la mayoría de los jugadores de los otros equipos que se enfrentaban a mi querido Ñuls, porque además de la figurita, en mi casa se compraba el diario La Capital solamente los domingos y en la página de deportes había una sección que decía así: EQUIPOS, CANCHAS y ÁRBITROS. Por ejemplo: River Plate vs. Newell’s Old Boys, en Núñez, árbitro Luis Pestarino 22
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y así sucesivamente. Esto y lo de las figuritas me hicieron fijar los colores de las camisetas rivales, incluso cuando nuestro equipo jugaba de local con camiseta alternativa. Generalmente Newell’s saltaba a la cancha con camiseta blanca con vivos rojos y negros en el medio y en forma horizontal o en el lateral izquierdo dos bandas rojinegras en forma vertical o también y en forma vertical un poco más gruesa (la banda rojinegra) en el medio del pecho, desde el cuello hasta la cintura. Cerrando esto de las camisetas alternativas, hasta recuerdo que algunas veces (fines de los 50’ o principio de los 60’) usamos una camiseta de color celeste cielo con el escudo rojinegro en el centro del pecho y cuello y puños con nuestros colores. Hoy, con mis 60 años, todavía recuerdo el Buffet que había debajo de la tribuna oficial techada, donde el perfume del olor a café de filtro y los pebetes de queso y jamón cocido de verdad, le daban un aroma inolvidable a todos los que cada dos semanas nos veíamos ahí, antes del partido o en el entre tiempo y porque no, en el final del partido. Los recuerdos vuelan a la tribuna de cemento que daba espaldas al palomar, donde íbamos los socios de Ñuls que no teníamos plateas y entre los recuerdos, les cuento la función de los vendedores ambulantes que gritaban... “a la fruna, a la fruna, que el fixture va de regalo”... eran unos caramelos masticables de distintos gustos muy ricos. También recuerdo que durante el partido de reserva había dos señores que vendían los números para la rifa de una pelota de cuero profesional y que al término del primer tiempo del encuentro de primera por los altos parlantes, la voz del estadio daba a conocer el número ganador y entonces los señores vendedores con la pelota en la mano buscaban al ganador desde los pasillos de la tribuna y si el beneficiado estaba en los escalones más 23
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altos, éste pasaba el número ganador haciendo una cadena de manos entre todos los hinchas y cuando los vendedores comprobaban que el número coincidía, la pelota llegaba al ganador luego de pasar por la cadena de manos de hinchas. Imagínense que eran otros tiempos. Tanto marco que eran otros tiempos que les voy a decir algo que parece de otro mundo, pero yo lo viví, no me lo contaron. Salvo en dos pequeños controles que ya detallo, el estadio estaba abierto para que los espectadores pasen de una tribuna a la otra. Por ejemplo si Ñuls atacaba el primer tiempo para el Palomar, ahí estábamos nosotros y muchos más que para el segundo tiempo nos íbamos a la tribuna que daba espaldas al hipódromo, que le llamábamos la coloradita, que era de cemento también, pero tenía la particularidad que estaba cubierta de mosaicos o ladrillos colorados y debía tener unos diez o doce escalones. Les cuento que como era bajita, por detrás a manera de telón de fondo, se elevaban eucaliptus de 40 metros, lo cual hacía que se vieran muchos hinchas trepados en los árboles. En los rincones noreste y sudeste había un alambrado con un solo señor como control y cualquier hincha (yo, por ejemplo) podía pasar a la popular, que por ese entonces era de madera y la misma daba espaldas al laguito y en el medio de la misma se juntaban los hinchas visitantes, que cuando venían clubes chicos serian algunos cientos y el resto eran hinchas de Ñuls, que no eran socios y entonces ocupaban la popular junto a los visitantes, parece mentira pero era así, salvo cuando la visita era Boca, River, Independiente , Racing, San Lorenzo o nuestro clásico rival, entonces la tribuna popular completa era para la visita. Volviendo a la libertad de andar por los cuatro costados de la cancha, para poder volver nuevamente a la tribuna local, presentabas el carnet al día y repito, el único 24
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señor que controlaba te abría la pequeña puerta de alambre y volvías a la oficial. Que tiempos muchachos. Siguiendo con las costumbres de los años 60’ y antes de que aparecieran las radios portátiles y repito, todos los partidos se jugaban el domingo y a la misma hora, había una manera para los que estábamos en la cancha de saber el resultado del resto de los encuentros. Cuando uno entraba al estadio te vendían El Alumni, que era una revista simple que costaba $1.- y tenía la particularidad de informar al segundo como se iban desarrollando los resultados de todos los partidos a través de una clave semanal y ojo que pasaba en todos los estadios. Paso a contarles como era lo de la clave. En todas las puertas de acceso a la cancha vendían El Alumni y todo el mundo lo compraba o casi todo el mundo, porque siempre hubo y habrá tacaños que respiran porque el aire es gratis. ¿Qué era El Alumni? una guía para saber cómo iban los otros partidos y funcionaba así: cada domingo los clubes de primera división tenían una clave de letra distinta dentro de la revista. Ejemplo: L Boca Jrs. N River Plate S Racing Club A San Lorenzo J Newell’s M Independiente Y así todo el resto del fixture del día, porque al otro domingo se cambiaban las claves de letras para poder vender los ejemplares a los espectadores. ¿Cómo te enterabas de los goles al instante? A través de un gran tablero de chapas, como en el turf, pero más grande, el cual era manejado manualmente por uno o dos hombres que recibían al instante el gol de las otras canchas. En el caso de nuestra institución el tablero estaba arriba de la 25
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entrada sudeste, entre la tribuna de madera este y la tribuna coloradita sur, y entonces durante el partido uno se enteraba de esta manera. L 1 N 1 S 0 A 0 J 2 M 0 Más el resto de los partidos Después todo el mundo tenía radio portátil, luego vino la televisión, más tarde las F.M. y al toque los canales de cable y ni que hablar de los celulares y toda la tecnología de avanzada. Volviendo a las costumbres, recuerdo que había un hombre muy mayor que vendía maní con cascara recién tostado y te lo daba en un cono o cucurucho hecho de papel de diario y que el puesto de este señor era a la salida del partido en la puerta de socios frente al palomar. En esa misma puerta de entrada y salida de los socios de la Lepra y del lado opuesto al vendedor de maní, había una señora mayor que vendía pastelitos y torta fritas recién elaborados. Por supuesto que había lo que hoy todavía vemos en los partidos, los clásicos vendedores de gaseosas, helados o golosinas y los puestos fuera del estadio de choripanes o panchos, al cual hoy se le agregó la hamburguesa. Me reservé para el final de estos recuerdos gastronómicos, los carritos color naranja, que hoy todavía tienen la vigencia de aquellos años y que eran cuatro, uno en cada rincón de la cancha, a la altura del banderín del córner (obvio que del lado de las tribunas) y que vendían, venden y me atrevo a decir que seguirán vendiendo eternamente, la pizza LA POPULAR. Se 26
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trata de una pizza muy aceitosa y que las hacen en moldes rectangulares y te la venden en porciones cuadradas de dos únicos gustos: una de tomate y la otra de cebolla de verdeo. Para los que nunca la probaron les cuento que es tan adictiva que te la comes con lluvia, con frío o con calor y si te descuidas, hasta te comes un pedacito de papel que te dan a manera de servilleta. LA POPULAR es tan popular que los hinchas visitantes de todo el país saben de qué se trata. Hay recuerdos imborrables que quedaron en mis oídos y eran las publicidades que se escuchaban por la voz del estadio, pero en este caso eran jingles musicales tales como: “Casa Muñoz donde un peso vale dos”... o “Que linda la casa ha quedado... y terminaba diciendo... de los papeles pintados”... o “He pintado mi casita y la reja del jardín... y terminaba diciendo... pintu-re-rí-a Martín”... o “Yo tengo un trajecito para este verano e requetefresquito e requeteliviano...” o la voz del estadio diciendo... “Informa Boite Marina”... o “Pastillas Meterete”... o “Night Club Le Papillón”... y que se yo cuantas más... estas eran las letras, la música pónganla ustedes. Aclaro que estos son recuerdos de la cancha de Ñuls. Cuando les cuente de mi experiencia como visitante, que será un poco más adelante, no quiero obviar las publicidades de las canchas de Buenos Aires, que en los 60’ decían así: “Si su piloto no es Aguamar, no es impermeable, lo puedo asegurar, su piloto es impermeable, si el piloto es Aguamar”... o “Proveeduría deportiva tiene de todo, todo, para el deporte, Proveeduría deportiva”... o “Los colores, los colores de Batica, iluminan la pintura del pintor”... y seguía. Tal vez les suene algo infantil estos apuntes sobre las publicidades y quizá tengan razón, ocurre que son los recuerdos de un chico de 13 años, un chico de la década del 60’, que in27
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dudablemente le apasionaba todo lo que pasaba en una cancha del futbol Argentino, dónde también (porque no decirlo) es necesario tener muy buena memoria y muy buen oído musical. Estoy convencido que muchos de los lectores de 50 años para arriba recordarán lo escrito en estos últimos renglones y sino preguntaran a alguien mayor con muy buena memoria, que estoy seguro son la mayoría de los aficionados al futbol. Volviendo al futbol, como les narro en los primeros párrafos de este libro, he vivido como todo hincha, buenos y malos momentos (gracias a Dios fueron muchísimos más los buenos que algunos malos momentos). El primer mal trago que vivo con mi amado Ñuls, es sufrir el único descenso de categoría en el año 1960, del cual he hablado con todos los detalles en páginas anteriores como descendimos a la “B” (la única en nuestra historia) y como ascendimos a la “A” para no bajar jamás. Ojalá esto de jamás, sea profético. De todas maneras, vamos muy bien y si no, buscar hasta hoy, salvo Boca Jrs. (¿y Arsenal?) el resto de los grandes (River Plate, Independiente, Racing Club y San Lorenzo de Almagro) bajaron de categoría al menos una vez. Del resto de los equipos que tienen muchos descensos que se encarguen otros autores. Siguiendo una línea lo más cronológicamente posible y ya con La Lepra de vuelta a la Primera “A” en 1964, recuerdo tres hechos notables que me vienen a la memoria entre los años 1965 y 1971. Sabrán disculpar si encuentran algún error, un simple error, pero este es un trabajo artístico que nace de un hincha más de Newell’s Old Boys, no el trabajo de un periodista deportivo ¿estamos? Bien, vamos a lo prometido. Se trata del puesto de director técnico que llamativamente, entrenaron al rojinegro en los años mencionados, porque además hicieron 28
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sus primeras armas como técnicos, es decir, eran debutantes en la profesión de entrenadores de futbol de la primera división. Atención para algún distraído. En el año 1965 se hace cargo del plantel de primera de la Gloriosa Lepra un joven Rosarino llamado Ángel Tulio Zof, fue su debut oficial como director técnico y la fecha exacta es el 13 de junio. Al año siguiente, es decir en 1966 y bajo la dirección del propio Zof, Ñuls logra algo poco común para aquellos tiempos, y fue conseguir una racha consecutiva de 11 fechas sin perder. Toda una epopeya por esos años para los equipos de nuestra ciudad de cualquier división. El banco de director técnico de Newell’s Old Boys, don Ángel Tulio Zof lo ocupó hasta el año 1967, vale decir que el ex jugador de Rosario Central, nos dirigió 3 años en 79 partidos. Sigo. En el año 1970, asume como director técnico para nuestra institución y también como debutante en la difícil profesión de conductor técnico de primera, otro grande del futbol Argentino, el gitano Miguel Antonio Juárez, curiosamente ex jugador de Rosario Central, un gran número 9. El propio gitano como se le decía en el ambiente del futbol, formó y dirigió un extraordinario equipo de Newell’s Old Boys, 91 partidos. Este gran hombre nacido en Salta obtuvo el funcionamiento del mejor equipo de juego bonito (así decía toda la prensa del país… y también todos los aficionados al futbol, sin distinción de camiseta). Su exitoso ciclo fue hasta el año 1971 y entre sus jugadores recuerdo a Fenoy, Obberti, Zanabria, Santamaría, Montes, Silva y si sigo no termino más. Estos dos años notables del gitano Juárez en nuestro querido Ñuls, tienen el tercer condimento que destaco del 65’ al 71’ y es otro debut como técnico para la división mayor del futbol Argentino. Se trata de otro Rosarino, Cesar Luis Menotti, primero como ayudante 29
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de campo del gitano Juárez y luego lo reemplaza como técnico, cuando el gitano deja su puesto vacante. Demás está decir que el flaco Menotti jugó en Central y dirigió a Newell’ Old Boys 9 partidos. Aunque me reitere vale la pena destacarlo. Eran otros tiempos. Y fíjense si fue importante para estos tres destacados hombres del futbol Argentino (merito de ellos) que Newell’s Old Boys les abrió sus puertas a estos jóvenes técnicos, para luego seguir exitosamente sus respectivas carreras de campeones, a tal punto que el flaco Menotti fue el primer técnico Campeón del Mundo en 1978. Siete años antes había debutado como director técnico en el Glorioso Newell’s Old Boys. Volviendo a las anécdotas negativas vividas por mí en los años 60’, estas dos que les voy a contar, fueron jugando contra Unión y Colón de Santa Fe. En el año 1967 los torneos de primera división se disputaban así: en la primera parte del año se jugaba el Torneo Metropolitano, el cual finalizaba en junio. Se clasificaban, aparte del Campeón, los mejores ocho, los cuales con los mejores del interior pasaban a disputar el Torneo Nacional, de julio a diciembre, los otros ocho equipos, que le seguían a los anteriores, juntos con los ocho mejores equipos de la división “B”, jugaban el Torneo Promocional y los últimos ocho jugaban el Torneo Reclasificación, que era peligroso porque te podías ir al descenso. Debo confesar que a Ñuls en esos años le costaba mucho clasificarse para el Nacional. Pues bien, la anécdota es que en el año 1969, Ñuls llegó a un paso de entrar en el Nacional, pero antes tenía que desempatar un partido en cancha neutral con Unión de Santa Fe, el que ganaba entraba al Nacional, lo cual te permitía enfrentar a los mejores y el sueño de ser Campeón del futbol Argentino. La cancha neutral elegida fue el viejo gasómetro del Club Atlético San Lorenzo 30
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de Almagro, en la Av. La Plata en el barrio porteño de Boedo. El partido se jugó bajo una lluvia torrencial el día 5 de julio de 1969, de noche y por supuesto en cancha barrosa. Voy a reiterar que clasificar para el Torneo Nacional, era muy importante para La Lepra, que venía de ganarle a Rosario Central 1 a 0 con gol de Roque Avallay. Puesto que el partido contra Unión de Santa Fe no era televisado, yo lo viví por radio desde mi casa de Paraguay 1835 dto. 1. La Lepra presentó el siguiente equipo Toriani (Di Lallo), Alas, Romero, Musante y Zanotti, A. Ibáñez, Ramírez y Montes, Ianotti, Avallay y Bezerra. Director técnico el Chino Raúl Miralles. Se llevaban jugados 20 minutos del segundo tiempo y Ñuls ganaba 3 a 0, con goles de Daniel Musante a los 14’ y 45’ del PT, que era el número 6 de nuestro equipo (aunque siempre jugó de 2) y nunca había marcado goles en primera y el tercero lo convirtió Heraldo Bezerra a los 18’ del ST. Faltarían minutos para que el árbitro dé el pitazo final y yo me fui para el Bar Saigo (todos le decíamos el Café Sol de Mayo) que quedaba en Pellegrini y Corrientes, para festejar el logro con mis amigos del café, hinchas de Ñuls. De Paraguay y Cochabamba al café son dos cuadras. Al llegar a 20 metros del café, caminando por Pellegrini hacia Corrientes, da la casualidad que sale del Bar con una radio portátil, un amigo hincha de Ñuls... ¡yo levanto los brazos para festejar con mi amigo el logro conseguido holgadamente!... cuando estoy a dos metros de él, lo noto serio y le pregunto... “¿Cuánto falta para terminar y como sigue el resultado?”... y este me contesta... “falta un minuto y el resultado es 3 a 3”... yo me quería morir. No encontraba explicación. Había alargue de 30 minutos, en dos tiempos de 15 minutos cada uno. La sorpresa fue que Ñuls reemplazó al arquero titular que se llamaba Toriani, que había 31
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venido dos años atrás siendo titular en Independiente de Avellaneda. Al arco va el arquero suplente que era Camilo Di Lallo. Se las hago corta. Resultado final Newell’s Old Boys 3 Unión de Santa Fe 4. Me caí de rodillas llorando en la puerta del Cine Sol de Mayo, que como les dije estaba pegado al Café. Yo no tenía consuelo. Luego, en la semana, corrió el rumor que había tres o cuatro jugadores de La Lepra que fueron incentivados para ir al bombo, es decir para atrás. Sin seguir un orden cronológico, un año antes, es decir en 1968, viajo a Santa Fe en los micros que fletaba Ñuls para los hinchas y que salían de la puerta de la Aduana, en el bajo Rosarino. El partido era el 21 de abril de 1968 contra Colón, en la antigua cancha del sabalero, sita en el mismo lugar dónde hoy esta, pero con otra fisonomía. Del lado oeste tenía la oficial con plateas y tribuna de cemento. Del lado norte, la tribuna para socios era de madera y del lado este había en todo su espacio, una tribunita de tres o cuatro escalones, es decir, que prácticamente no había tribuna de ese lado y recuerdo que los pasillos eran muy anchos entonces el público local mezclado con el visitante se agolpaba y veía el partido de pié. Y finalmente del lado sur, también de madera, se elevaba la tribuna visitante donde estábamos nosotros. El estadio estaba completamente lleno y recuerdo dos cosas. Los colectivos visitantes quedaban estacionados a unos 300 metros del estadio, muy cerca de la salida hacía Rosario y el otro detalle fue, que antes de comenzar el partido de primera, la hinchada de Colón se acercó muy bulliciosamente hacía nosotros los de Ñuls y todos nos mezclamos en un gran abrazo. Yo tenía 15 años. Imaginé que era por los colores idénticos de las camisetas. De todos modos repito algo que aclaro muchas veces en este libro. Eran otros tiempos. 32
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¿Verdad? Vamos al futbol. El partido lo vi desde la popular, en el rincón sudeste a la altura del banderín del córner. Aclaro esto, porque desde esa esquina tuve la suerte de ver un gol de los que se dan muy de vez en cuando. Iban 26 minutos del primer tiempo. Córner para Ñuls. Lo ejecuta con pierna derecha el número 7 de La Lepra, que era el Brasileño De Castro. Gol olímpico. Imagínense la alegría. 1 minuto más tarde, segundo gol de Ñuls. El número 5 Roberto Aguirre de 30 metros. Explosión total en nuestra hinchada. Se las hago corta. Perdimos 5 a 2. Increíble, pero era verdad. El hecho curioso fue que en el segundo tiempo Ñuls reemplazó al arquero, que era Juan Carlos Bertoldi y en su lugar, vaya casualidad, entró Toriani. Yo había viajado con los muchachos del barrio y entre ellos había viajado mi amigo, el recordado Chichín, 15 años mayor que yo. Sufría mucho cuando La Lepra perdía y mucho más de esa manera. Además tenía al igual que yo, unas jaquecas impresionantes (hoy le llaman migraña). Cuando faltaban 15 minutos para la finalización del encuentro y ya perdíamos 3 a 2, mi amigo me dice… “yo no aguanto más, me voy al micro…” y yo como buen amigo, lo seguí (la verdad que yo tampoco aguantaba más). Desde el lugar donde estaban estacionados los muchísimos micros de Ñuls, mi amigo y yo escuchábamos los gritos de gol de la hinchada de Colón. Era el 5 a 2. Y después el estruendo final. Para calmar nuestro dolor nos hicimos un puré de Geniol. Para la estadística les recuerdo que nuestro equipo se presentó de la siguiente manera: Bertoldi (Toriani), Ramírez, Musante, Nemiña y Kairuz, Puntorero, Aguirre y J. C. Fernández, De Castro, Avallay y Bezerra. DT. Roberto Belangelo.
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EL METEJÓN DE VER A ÑULS DE VISITANTE
Continuando con mi vida y Ñuls, ahora les voy a narrar un metejón que tenía desde muy chico y el cual se hizo realidad. Quería conocer las canchas de Buenos Aires, es decir, quería ver a Ñuls de visitante, que se sentía, como era, etc., etc. El metejón nace escuchando la radio. Primero las AM de Rosario cuando transmitían a La Lepra de visitante y luego me enganché con Radio Rivadavia, que con José María Muñoz al frente, fue líder durante décadas. Otro de los medios que me motivaban a descubrir canchas de Buenos Aires era el viejo Canal 7, que emitía en blanco y negro y en el noticiero de los domingos, había un espacio muy importante para los partidos de la fecha, especialmente para los equipos grandes. Debo agregar que otra guía importante para los hinchas de futbol eran las revistas El Gráfico y Goles, además de los Diarios de Rosario y de la Capital Federal. Recuerdo también que en los años 60’ teníamos la revista llamada Newell’s, que era de tirada quincenal con una buena cubierta de fotos de local y de visitante. Era de tapa y contratapa color y adentro en blanco y negro. Era de muy buena impresión y yo las coleccionaba y tuve toda la colección de años enteros. No me pregunten cómo, pero en una de mis mudanzas muchos años después, las perdí... imperdonable. Antes de contarles mi experiencia con los estadios de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, recuerdo también que hablan35
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do de diarios, los Rosarinos nos enterábamos los domingos por la tarde los resultados de los equipos locales a través del vespertino local La Tribuna, que también informaba los resultados del Turf local y durante la semana la lista de las quinielas. Los otros hechos sobresalientes son la aparición de la televisión local. Primero el 18 de noviembre de 1964, LT 84 TV Canal 5, que hizo su primera entrega de emisión desde la Estación Fluvial, donde tuvo sus primeros estudios. Luego el 20 de junio de 1965 salió por primera vez al aire LT 83 TV Canal 3. El pionero en mostrar los partidos completos de los equipos Rosarinos en blanco y negro fue Estudio de Televisión Camilo Serbali, dirigido por su titular don Camilo Serbali. Luego lo siguieron sus hijos Rodolfo, Liliana y Daniel, continuando con la T.V., el espectáculo y la publicidad. A todos los conozco personalmente, especialmente a Rudy, que se dedicó más al espectáculo. Otro pionero de la T.V. Rosarina (hasta diría el creador) fue don Guillermo Strazza, al que conocí de casualidad por una publicidad de un éxito teatral mío que le llevé en el año 1990. Me atendió don Guillermo personalmente y en dos visitas que le hice, repito solo dos visitas, me enseñó con sus palabras y consejos, cuestiones de los medios que nunca más escuché. Era un adelantado. Hablamos de T.V., de teatro y del futbol que se venía con la llegada de la T.V. color años atrás y de los cables, que serán el futuro masivo. Cuando me contó todo esto durante una charla de café su canal de cable (Cablehogar) tenía solamente 5.000 abonados, contra millones que tenía la T.V. abierta. Ahora si les cuento mi experiencia viendo a Ñuls de visitante. Antes de hacer realidad el sueño de viajar a Buenos Aires para ver a la Lepra, mi primera experiencia de visitante fue en Rosario en los años 1958 y 1959. Primero mi viejo y mi tío me 36
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llevaron a ver Central Córdoba vs. Newell’s Old Boys en el Estadio Gabino Sosa y luego me llevaron a Arroyito a ver Rosario Central vs. Newell’s Old Boys. No tenía 7 años y ya había visto a mi querido y amado Ñuls de visitante y en Rosario. No se sorprendan cuando nombré a Central Córdoba, porque en esos años el equipo del barrio Tablada jugaba en la Primera División “A” del Futbol Argentino. Pasaron los años de Ñuls en la “B” como ya lo conté páginas atrás, y con el Glorioso ya de vuelta a la Primera “A” como debía ser, empecé a pedirle a mi viejo que me lleve a Buenos Aires a ver un partido de Ñuls de visitante. Y ese día llegó. Yo había cumplido 13 años y mi viejo me lleva a ver Argentinos Jrs. vs. Newell’s Old Boys, es decir que mi primera experiencia en Buenos Aires fue en el barrio de La Paternal. Luego hasta los 16 años me llevaba mi tío Nicolás y a partir de los 17 años ya viajaba solo. Volvamos al año 1966. Sepan disculpar si me reitero pero vuelvo a repetir que siempre desde muy chico tenía el metejón de conocer las canchas de Buenos Aires, que solamente tenía referencias a través de la prensa en general. Algunas eran de cemento, otras de tablones de madera y otras mitad y mitad. Como todos saben los partidos de primera en esos años se jugaban los días domingos. Mi padre era de profesión peluquero y los sábados terminaba de trabajar como a las 21hs., pero como era el dueño de su gran peluquería, ese sábado previo al partido, se hizo un lugar, cerró antes y me llevó a Buenos Aires. Salimos el sábado a las 19hs. de Rosario Norte en el tren que le decían el Porteño y que llegaba a Retiro a las 23hs. Estábamos invitados a pasar la noche en casa de Anita y Roque que eran los tíos de mi viejo y vivían en Barracas, un populoso barrio del sur de la Capital Federal. Me acuerdo que nos esperaban con una cena simple pero inolvida37
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ble para mí. Primero una picada de queso, aceitunas, salame y pan casero y después milanesas con papas fritas. Arroz con leche y a dormir. Nos despertamos a eso de las 9 de la mañana y luego del suculento desayuno que disfrutamos con los tíos y después de leer el diario del domingo, la tía Anita me da una linda sorpresa. Me lleva a la terraza de su casa y me muestra la cancha de Huracán que sus tribunas de cemento se elevaban a unas 5 o 6 cuadras, puesto que el barrio de Barracas linda con el barrio de Parque Patricios. No se imaginan la emoción. Llegaron los ravioles del medio día y a la cancha de Argentinos Jrs. Fuimos mi viejo, el tío Roque y yo, por supuesto. Nos despedimos de la tía Anita, puesto que al finalizar el partido de Ñuls, nos volvíamos a Rosario. Arrancamos de Barracas a La Paternal. Había que cruzar Capital Federal del sur hacia el centro geográfico de Buenos Aires. Tomamos dos micros distintos y el último nos dejó a unas 10 cuadras del estadio. Yo no daba más de la impaciencia. La Paternal en Buenos Aires, es un barrio parecido a Echesortu de Rosario, por hacer una comparación. Yo estaba acostumbrado al Parque Independencia y en todas las cuadras preguntaba... “¿a dónde está la cancha?”... y cuando estábamos a dos cuadras, empecé a sentir gritos de aliento de hinchada y ruidos a chapa, porque estaban jugando el partido de reserva. Yo estaba sorprendido porque el estadio está enclavado en una manzana rodeada de casas y edificios. Era una tarde de invierno, fría y gris. Entramos y nos acomodamos en la popular de madera junto a la hinchada de Newell’s Old Boys. El estadio tenía dos tribunas muy altas de tablones de madera en los laterales, una para socios y la otra para los visitantes, la popular donde estábamos nosotros. Detrás de uno de los arcos había otra tribuna, también de madera, pero mucho más baja 38
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y detrás del otro arco no había tribunas. Hoy el estadio es todo de cemento y mantiene el formato de los años 60’, pero más moderno y con un cambio. Antes la oficial daba espaldas a la calle Boyacá. Ahora está enfrente, de espaldas a la calle Gavilán. Vamos al partido. A los 25 minutos gol de Ñuls. La bruja Belén de tiro libre. Primera satisfacción en vivo y en directo de visitante en Buenos Aires. A partir del gol de Ñuls y hasta el final del encuentro, fue un bochorno del árbitro en perjuicio de La Lepra. Se llamaba León Boccardi. A los 30 minutos de ese primer tiempo lo expulsa injustamente a Nemiña, que era el número 6 de nuestro equipo y que era más bueno que el pan. Jugamos hasta el final con 10 jugadores. El árbitro inclinó la cancha y se jugó todo el partido en el campo de Ñuls, pero la entrega del equipo y la buena actuación de nuestro arquero, el gringo Alfredo Mariano Gironacci, aguantaron hasta los 35 minutos del segundo tiempo, que vino el empate de los bichitos colorados de La Paternal con gol de Roberto Jesús Puppo, el número 8 del local, ex jugador de Newell’s Old Boys. El partido terminó 1 a 1. Buen debut para mí. Nuestros jugadores se fueron aplaudidos por toda la hinchada rojinegra y el H.D.P. del árbitro también fue despedido por nuestra parcialidad, pero recordándole a toda su familia actual y sus ante pasados. En la estación de trenes de La Paternal nos despedimos del tío Roque y tomamos el tren a Retiro. Yo estaba muy feliz por todo lo vivido, pero antes de subir al tren que nos traía a Rosario, que salía a las 19hs. y se llamaba El Rosarino, había otra sorpresa para mí. Faltarían unos 10 o 15 minutos para subir al tren que salía no recuerdo de que plataforma y en el mismo andén dónde estábamos mi viejo y yo, a unos 15 metros había un señor, solo, esperando abordar el mismo tren y mi 39
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viejo me dice… “vení nene que te voy a presentar a alguien”… llegamos al lado del señor y mi viejo le pregunta... “¿qué te pareció el partido?”... y el señor le contesta… “¡NOS CHOREARON!... ¡ESTE ÁRBITRO ES UN HIJO DE PUTA!... ¡FUE UN ROBO A MANO ARMADA!... ¡PERO POR LO MENOS NO PERDIMOS!”... lo saludamos, nos apartamos unos metros y mi viejo me dice mientras lentamente llegaba el tren para volver a Rosario... “¿sabes quién es ese señor?”... “no papi, no lo conozco”... y mi viejo me dice... “Evaristo Monti”. Ese mismo invierno de 1966, Ñuls logra, como lo señalo páginas atrás, una racha favorable de 11 fechas sin perder, algo que era poco frecuente por esos años para los equipos de nuestra ciudad. Dentro de esta imborrable mini-campaña, nos toca visitar a San Lorenzo de Almagro en el viejo gasómetro de Av. La Plata. Viajo a Buenos Aires con mi tío Nico. Salimos como era costumbre Rosarina el mismo domingo a las 7 de la mañana en el tren El Porteño. Recuerdo que se agregaron varios vagones de pasajeros, puesto que la demanda de la hinchada rojinegra era impresionante, no se olviden que llevábamos 10 fechas sin perder. Recuerdo que el 70% del tren estaba embanderado por fuera con los colores rojinegros. Extraordinario para la época. Llegamos a Retiro a las 11 de la mañana y ahí nomás con mi tío Nico, tomamos un micro para Boedo, era el número 7, que todavía existe y que te dejaba en Av. La Plata. Primera impresión del estadio desde afuera… imponente. Frente al estadio estaba lleno de restaurantes, bares y cantinas, por supuesto colmado de hinchas de Ñuls y aunque no lo crean de San Lorenzo, además de parroquianos habituales o de paso que no tenían nada que ver con el futbol. Nos metimos en una cantina que tenía mesas largas con mantel de papel y todo el mundo se sen40
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taba uno al lado del otro. Mi tío Nico pide dos bifes de chorizo con papas fritas, ensalada mixta, un pingüino de vino para él y una gaseosa para mí... yo le digo a mi tío (que era un ser maravilloso) que no tenía ganas de comer chorizo y él me contesta que en Buenos Aires se le dice bife de chorizo, pero que no es chorizo, es lo que en Rosario le llamamos el entrecot. Llega el mozo con nuestro pedido y les confieso que nunca había comido algo tan rico fuera de mi casa. Desde ese momento hasta la fecha, cuando voy a una parrilla en Rosario o en Capital pido entrecot o bife de chorizo. Entramos a la cancha y el gasómetro estaba al 90% y faltaba una hora para el partido. El estadio era todo de madera, muy grande, con tribunas muy altas. La hinchada de Ñuls estaba detrás de uno de los arcos. Nos ubicamos más o menos en el medio de la tribuna y la visión era perfecta. Empieza el encuentro a las 3 de la tarde. Era un domingo de sol radiante pero hacía mucho frio y nosotros teníamos un fuerte viento en contra. A los 13 minutos del primer tiempo y justo en el arco dónde estábamos nosotros los de Ñuls, gol de San Lorenzo, Mario Zanotti en contra. El perro como le decíamos al número 3 de Newell’s quiso despejar al córner pero había (repito) tanto viento en contra, que nuestro arquero, el gringo Gironacci no pudo hacer nada. Un cachetazo para todos. Pero dos minutos después, es decir a los 15 del primer tiempo y en el arco de enfrente... gol de Newell’s, el negro Zucca, que jugaba de 8 y había venido de Brasil hacía unos años. Termina el primer tiempo 1 a 1. Comienza el segundo tiempo y debo reconocerlo que se jugaron 35 minutos en el arco de Ñuls, pero esa tarde nuestro arquero estaba invulnerable. El empate era un triunfo como se había presentado el partido, pero para nosotros faltaba lo mejor. Restaban 5 minutos para el final y en un con41
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tragolpe nuestro, se escapa por la izquierda José María Ferrero, la toca al centro para el negrito Zucca y éste pisando el área 18, la toca suave al palo izquierdo del arquero de San Lorenzo, que era Buticce. Explosión total. Era el 2 a 1 para la Gloriosa Lepra, que con este triunfo ante un grande de verdad, cumplía con las famosas 11 fechas sin perder. Nos quedamos saltando y gritando todos, absolutamente todos los que habíamos viajado desde nuestra ciudad y les cuento algo inolvidable. Para salir del estadio había que pasar por delante de la platea oficial y la tribuna local, puesto que la salida estaba sobre Av. La Plata. ¿Lo inolvidable? todos los hinchas de Ñuls llevábamos una larguísima bandera y los hinchas de San Lorenzo de Almagro nos aplaudieron de pie. Parece mentira, pero les doy mi palabra de honor que fue así. Repito. Eran otros tiempos. La Av. La Plata era una fiesta rojinegra. Nos fuimos abriendo con mi tío en busca del colectivo 7 para volver a Retiro y de ahí, tomar el tren El Rosarino, que salía a las 19 y llegaba a Rosario a las 23hs. El tren de regreso era una fiesta. Mi tío y yo cenamos en el tren, que dicho sea de paso les digo que el servicio gastronómico era buenísimo. Llegamos puntualmente a Rosario Norte y no quieran imaginar lo que era la estación. Una fiesta imborrable para esos tiempos. Salimos con mi tío en busca del colectivo 6, que nos llevaba hasta Pellegrini y Corrientes, como lo señalé antes a dos cuadras de nuestra casa. Abrazos y besos con mi viejo, mi vieja, mi hermana, mis tías y la abuela Catalina. Nos fuimos a dormir muy cansados, pero con una inmensa alegría. ¿Cómo se cortó esta alegría de 11 fechas sin perder? al domingo siguiente en el Parque. Nos visitaba Atlanta, que venía muy mal en la tabla de posiciones y nos ganó 2 a 0. Hablando de Atlanta, ésta fue la próxima cancha que conocí de visitante. Este partido contra 42
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Atlanta no era muy importante, puesto que ambos equipos estaban en la mitad de la tabla. Lo importante era para mí, que seguía conociendo canchas de Buenos Aires. Para esta oportunidad, durante la semana me hice una bandera propia con los colores del Glorioso Newell’s Old Boys. Aclaro que fue una pequeña bandera, hecha con dos sabanas viejas de una plaza, que mi tía Antonia las tiño en mi casa, una roja y la otra negra, con anilina Colibrí y mi tía Dominga las cosió para unirlas. Mis tías eran hermanas de mi vieja, al igual que mi tío Nicolás que fue quién también me llevó a Buenos Aires aquel domingo, con el mismo sistema, ida y vuelta en tren. Llegamos a Villa Crespo una hora antes del partido y nos ubicamos en la popular visitante, bien en el medio de la cancha. Estiramos la pequeña bandera de Ñuls sobre los tablones de la tribuna y presenciamos el partido con total tranquilidad, puesto que fue un partido muy aburrido y que daba la sensación que era un 0 a 0 clavado... pero a los 41 minutos del segundo tiempo... gol de Atlanta, no recuerdo si lo hizo el 11 que se llamaba Domínguez o el 9 que se llamaba Fernández. Da lo mismo. Encima sobre la hora no le cobran un penal a Ñuls que se lo cometieron a Justich, un número 10 muy habilidoso que jugaba para nosotros en aquellos años. Pitazo final, perdimos 1 a 0. Recogimos la pequeña bandera y buscamos la salida. Como para destacar, recuerdo que la cancha de Atlanta tenía tres grandes tribunas de madera, con la particularidad que entre las tribunas y el alambrado había un pasillo de por lo menos 10 metros de ancho y todo de mosaico en cuadritos chicos. La platea oficial que da a la calle Humboldt está igual que en los años 60’. Vuelta a Rosario, previo puré de aspirinas, porque mi tío era muy jaquecoso y yo heredé algo de él. Qué le vamos a hacer Newell’s Old 43
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Boys es nuestra pasión y la pasión es sufrimiento. Pero no todo es sufrimiento, al año siguiente también con mi tío Nico, fuimos a la cancha de Platense, el viejo estadio que estaba en Manuela Pedraza y Cramer en el barrio de Saavedra, donde nació y vivió el Polaco Roberto Goyeneche. Usamos la rutina de siempre como todos los domingos que íbamos a ver a Ñuls de visitante. En tren ida y vuelta. En esta ocasión no fuimos hasta Retiro. Bajamos en la estación Migueletes y de ahí tomamos otro tren hasta la estación Núñez que quedaba a 10 minutos. Bajamos y a unas 8 o 10 cuadras estaba la vieja cancha de Platense. El partido era importante porque si ganábamos entrabamos en el Torneo Nacional. Y ganamos 3 a1, recuerdo que dos de los goles los hizo Julio Cesar Fernández un 10 que había venido de Unión de Santa Fe. Pero no alcanzó porque en otra cancha Atlanta tenía que perder su partido... y no lo perdió... lo ganó. De todas maneras nos fuimos contentos porque La Lepra había ganado de visitante y en Buenos Aires contra Platense que el estadio era casi todo de tribunas de madera y la oficial de cemento. Hoy, el Club Atlético Platense se mudó a Vicente López, pegado a la Av. General Paz. Para las vacaciones de invierno (siempre hablando de los últimos años de la década del 60’) fui con mi abuela Catalina y mi madre a visitar a mi tío Pepe, que era el mayor de todos los hermanos de mi vieja. Nos quedamos 15 días. Mi tío vivía en el barrio de Villa Luro, en la calle Dante n° 75 a media cuadra de Av. Rivadavia. Ahí, ya más grande, maté dos pájaros de un tiro. Puesto que ya me sabía manejar solo, conocí la cancha de Ferro Carril Oeste y la de Vélez Sarsfield. Tenía la estación Villa Luro a dos cuadras y el tren Sarmiento me dejaba a un toque de ambas instituciones del oeste de la Capital Federal. Aclaro que 44
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el estadio de Vélez que conocí a finales de los 60’ era muy lindo, muy grande y todo de cemento, pero no era el mundialista que es hoy. El estadio de Ferro era todo de madera, salvo la oficial. Empatamos 0 a 0 con Vélez y 1 a 1 con Ferro, en éste partido el gol nuestro lo hizo el mendocino Roque Alberto Avallay, un gran y querido número 9, que luego fue campeón con Huracán en el año 1973. Hablando de Huracán de Parque Patricios, les conté que en mi primer viaje con mi padre había visto el estadio de lejos y desde la terraza de mis tíos. Bueno, lo conocí en un partido de Copa Libertadores, invitado por mi amigo el relator Marplatense Juan Carlos Morales que relataba para Radio Rivadavia. Jugaban River y San Lorenzo en cancha neutral. Linda cancha, grande, toda de cemento, pero de esto les hablo más adelante porque no tiene nada que ver con Newell’s, pero tiene unos condimentos interesantes. Seguimos en los finales de los 60’. Ñuls visitaba a Lanús en un partido que definía cosas. Yo viajé con los micros que fletaba Ñuls. Una multitud acompañó a La Lepra al sur del Gran Buenos Aires, donde Lanús tenía su estadio en el mismo lugar donde está ahora, con la diferencia que en aquellos años era todo de madera, en cambio en la actualidad es todo de cemento y tiene techado el 50%. Vamos al partido. Como detalle les digo que el presidente de Newell’s Old Boys, que por ese entonces era Domingo Lucente, vio el partido con nosotros en la popular visitante. Partido chivo, el 0 a 0 nos venía bien, pero faltando 4 minutos para el final, en una jugada de otro partido, patea uno de Lanús desde 35 metros, le pega al 3 de Ñuls que era Juan de la Cruz Kairuz, gol en contra y todos a llorar. Final. Perdimos 1 a 0. Cargadas de los de Lanús hacia nosotros y el viaje de vuelta que se hizo interminable. Recuerdo y aclaro que en los micros fletados por Newell’s 45
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Old Boys viajábamos hinchas de corazón, no barras como hay ahora en todo en futbol Argentino ¿estamos? De todas maneras siempre había algún desubicado que se mamaba y se dormía la mona en el pasillo del micro. Y cerrando con los años 60’, les voy a contar dos hechos vividos con mi viejo y no de visitante, si no en Rosario. El primer hecho ocurrió en un partido muy importante jugado en el Parque. Venía Estudiantes de La Plata, que punteaba el torneo y al final del mismo fue campeón y luego campeón de la Copa Libertadores y luego campeón del mundo. Imaginen lo que era la cancha. Lleno total. Nosotros veníamos en mitad de tabla. Recuerdo que antes del comienzo del partido. La hinchada pincharrata, que había colmado toda la popular visitante, nos gritaban...” ¡van a bailar, van a bailar, con el doctor y Echecopar!”... el doctor era Carlos Salvador Bilardo que jugaba de 8 y el resto era un equipazo. Ganó La Lepra 2 a 0 y fuimos tapa de todos los medios, porque habíamos bajado al líder. Los dos goles de Ñuls los hizo el puntero izquierdo que se llamaba Ulrich. Mi viejo y yo conseguimos lugar en los primeros escalones de la tribuna que da al palomar. Cuando Ñuls marcó el segundo gol, que al final iba a ser el de la victoria, se produjo una avalancha y tanto mi viejo como yo terminamos aplastados como cientos de hinchas. Creímos que moríamos ahí. Fueron segundos que parecieron eternidades. Yo aparecí por un lado y mi viejo por el otro. En el suelo, por supuesto. Yo había ido con zapatillas y recuerdo que perdí una, así que volví a mi casa rengo de calzado. A partir de ese día mi viejo decidió junto con mi tío Nico comprar las primeras plateas de sus vidas, pero cuando mi viejo fue durante la semana a la sede del club para comprar las plateas para toda la temporada, se encontró con el gerente general 46
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de Ñuls que era un viejo amigo de mi padre. A partir de ese momento todos los domingos que jugaba La Lepra de local teníamos un lugarcito para los tres en cualquier platea disponible. Cuando mi viejo y mi tío no fueron más a la cancha, porque se fueron a ver todos los partidos de Ñuls desde una platea del cielo, yo seguí yendo a la cancha y este hombre que fue durante 35 años gerente de Ñuls, me invitaba a mí, como el hijo de su amigo y como el actor que le llevaba entradas para ver mis espectáculos y él las distribuía entre los empleados del club. Se llama Mario Hipólito Parodi, como mi viejo y mi tío, se llaman, porque muere lo que se olvida. El otro hecho que les quiero contar y que también viví con mi viejo, fue en el centro de Rosario, un lunes al medio día. Fines del año 1969. Nos cruzamos casualmente con el número 5 titular de Newell’s Old Boys, que se volvía a su Uruguay natal, puesto que había terminado su contrato con La lepra y en una cálida y amable charla de 5 minutos en la calle, nosotros lo felicitamos y le dijimos que era una lástima que no podía seguir en el Parque y se despidió de nosotros diciéndonos dos cosas… “A partir de 1970 Newell’s Old Boys va a tener un equipazo y no se olviden del 5 que me va a reemplazar a mí. El número 5 que vino para quedarse para siempre en Ñuls se llama Juan Carlos Montes. El número 5 que se volvía a Uruguay era otro crack Abayubá Ibáñez. Y tenía razón el uruguayo, Ñuls armó en el año 1970 un equipazo. Continuando con mi costumbre de seguir a La Lepra de visitante, ahora ya estamos en 1970 y aquel domingo que les voy a contar, visitábamos a Banfield en el sur del Gran Buenos Aires. Yo pensaba escucharlo por radio, pero una invitación sobre la hora me hizo cambiar sin dudarlo un instante. La historia fue así: yo había cumplido 17 años, trabajaba como vendedor 47
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de pilchas en Top’s, de calle Rioja 1153, es decir que era empleado de comercio. Los sábados trabajaba hasta las 13hs., salía, me tomaba la “C” que era el colectivo que me dejaba Paraguay y Cochabamba, almorzaba las clásicas milanesas y papas fritas de mi vieja, me ponía la ropa deportiva y a jugar con los muchachos del barrio al Parque Independencia (nosotros jugábamos frente al Club Gimnasia y Esgrima) recuerdo que ese sábado había llovido muchísimo, pero nosotros íbamos igual a jugar. La canchita que inventábamos con arcos de árboles o de bolsos con ropa, era un barrial. Cuando terminamos de jugar, recuerdo que nos tiramos todos al Laguito del Parque para sacarnos el barro. Aclaro que nos tiramos al agua con ropa y todo. ¿Saben quién nos sacó del agua? el cuidador del Parque, que andaba a caballo y le decíamos pata de palo, y llevaba siempre un rebenque en la mano. Salimos todos rajando, cada uno a su casa, a dormir un rato la siesta y después de cenar, al baile. Aquel sábado fui a bailar a Central Córdoba, que en su sede social de Av. San Martín al 3200 se hacían unos bailes inolvidables. Cuando terminó el baile a las 3 de la madrugada, tomamos un taxi con los amigos del barrio que íbamos siempre a bailar y derecho al Café Sol de Mayo (Pellegrini y Corrientes) a tomar cerveza con los mejores Carlito del mundo, a jugar al casín y comentar como le fue a cada uno con las mujeres en el baile. Serían las 4 o 5 de la mañana y viene hacía mi un viejo hincha de Ñuls que no se perdía un partido de La Lepra y me invita a viajar a Buenos Aires para ver Banfield vs. Newell’s Old Boys, porque tenía el pasaje y una popular de un muchacho que no podía viajar. Ni lo dudé, pese a que estaba cansado, pero si no calavereás a los 17 ¿a los cuanto? Fui para mi casa, me saqué el traje y la corbata (hace 40 años a los bailes se iba en 48
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traje y con corbata) me dejé la misma camisa, vaquero, zapatillas, pullover y campera. Saludé a mi familia y a las 8 de la mañana rumbo al Gran Buenos Aires. Aclaro que había un temporal en toda la región, de esos que duran 3 o 4 días, de lluvia finita tipo garúa y además mucho frío. Llegamos con el micro a Banfield a eso de la 1 de la tarde, choripán, gaseosa y a la cancha. La lluvia, que no impedía que se jugara el partido, pero que era molesta y persistente no cesó en toda la tarde. El Estadio de Banfield era todo de cemento, con tribunas muy empinadas, una oficial de plateas y una tribuna chica detrás de uno de los arcos. Hoy el Estadio tiene una oficial mucho más grande y donde tenía la tribuna chica se convirtió en una tribuna con doble bandeja. Debo destacar que el estadio de Banfield está rodeado de casitas muy lindas, esas con techos de tejas, muy parecidas a las que pueden apreciarse en el barrio La Florida de Rosario, por hacer una comparación. El partido se disputó en cancha pesada y nuestro equipo era de respetar, junto a la campaña que estábamos compitiendo bajo la dirección del Gitano Juárez. Así, a los 15 minutos del primer tiempo, desborde por la derecha de nuestro número 7 Marcos Pereyra Martins (el brasileño), pase al mono Alfredo Domingo Obberti, que pisando el área la toca exquisitamente con su zurda magnífica al palo derecho del arco del taladro y 1 a 0 para La Lepra. Explosión en nuestra tribuna. Manejamos el partido hasta los 90 reglamentarios. Ah, me olvidaba, faltando 15 minutos para el final, el árbitro expulsa a Juan Carlos Montes por el lado nuestro y a Masalís por el lado de Banfield. En el último minuto de los 4 que agregó el árbitro nos empata en clara posición adelantada, Bedogni, uno que era suplente y había entrado en el segundo tiempo. El arquero nuestro era el loco Fenoy y re49
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cuerdo que se le fue encima al juez de línea, que se hizo el boludo y se fue disparado para el centro de la cancha. 1 a 1. Final injusto. Seguía lloviendo y nosotros empapados de agua en busca de los muchos micros que estaban a dos cuadras del estadio, nos cruzamos con los hinchas de Banfield que reconocían que Ñuls debió ganar. Lindo reconocimiento hacía un equipo extraordinario que tuvimos a partir del año 1970. La nota desagradable, fue que volviendo hacía Rosario, a unas cuadras del estadio de Banfield, desde el interior del micro que yo viajaba, un hincha de La Lepra putea a un grupo de Banfield y estos responden con un piedrazo que rompe el vidrio de mi lado. No pasó más que un susto, pero viajé sin vidrio durante las 5 horas que duraba un viaje en micro de hace más de 40 años. El frío era insoportable, que junto con la lluvia y el viento, era para enfermarse si o si. Llegamos muy tarde a Rosario. Cada uno a su casa y a otra cosa. Recuerdo que me saqué la ropa empapada y me di un baño de agua caliente de media hora. Desayuno y a trabajar a la pilchería. Este fue el recuerdo de un muchacho de 17 años, que vivió un fin de semana muy intenso, lleno de futbol, del lindo futbol que teníamos a partir de 1970 y que ya pintaba para campeón, cosa que nunca se había logrado, pero estaba cerca y de eso hablamos más adelante. ¿Les parece? Antes de pasar al crecimiento de Ñuls, tanto como institución, más cantidad de hinchas, estadio más grande y por supuesto todos los campeonatos logrados, tengo que contarles un hecho ocurrido en la cancha de All Boys. En los primeros días de diciembre del año 1978, hicimos un viaje de placer de 4 o 5 días con Mirta (mi ex mujer), a Buenos Aires, para ver teatros, conocer nuevos restaurantes y de paso coincidía con que Newell´s Old Boys visitaba ese domingo a All Boys. En esta pequeña 50
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historia tengo que resaltar que Mirta llevaba un embarazo de 3 meses de mi primer hijo: Pablo José. Luego de pasar unos días maravillosos en Capital llegó el domingo (nosotros nos volvíamos el lunes al medio día) y a la cancha a ver a La Lepra al barrio de Floresta. Una hora antes del partido compré dos plateas en la oficial de All Boys en la última fila al centro y bajo techo. No se olviden que estábamos casi en verano y ese domingo hacía mucho calor. El estadio de All Boys tenía la oficial con plateas abajo y una pequeña bandeja arriba, enfrente la popular era de madera, al igual que la pequeña tribuna, también de madera, detrás de uno de los arcos. Detrás del arco de enfrente no había tribunas (similar a Argentinos Jrs.). Hoy All Boys tiene su estadio todo de cemento, con tribunas en los cuatro costados de la cancha. Volvamos al año 1978. El primer tiempo terminamos perdiendo 2 a 0. Fue un desastre como jugó Ñuls. En el entretiempo bajé a buscar unas gaseosas y recuerdo que en los pasillos del bar local me crucé con mi amigo Oscar Pendino Dávila que comentaba para Radio 2 y el relator era Pablo Zaro. Le pregunté a Pendino y coincidimos que habíamos visto el mismo partido. Comienza el segundo tiempo y a los 5 minutos gol de Ñuls, el flaco Bulleri, que jugaba de 8 puso el 2 a 1. Yo, mudo, no se olviden que estaba con todos los plateístas del local. A los 20 minutos, segundo gol de Ñuls, el gran Roque Raúl Alfaro puso el 2 a 2 y yo en un estado de gil total grito el gol. Se dieron vuelta todos los hinchas de All Boys y empezaron a putearme de menor a mayor y me dijeron que nos vayamos. Al segundo estábamos en la calle. La irresponsabilidad mía no tiene explicación. La sacamos barata. Recuerdo que del cagazo tomamos el primer micro que pasó, nos bajamos a las 20 cuadras y tomamos un taxi para el centro, hacia el hotel dónde pa51
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rábamos sobre la Av. 9 de Julio. El taxista iba escuchando Radio Rivadavia y a los pocos minutos, tercer gol de Ñuls, Alfaro de vuelta, pero se lo anularon. El partido terminó 2 a 2. Nosotros nos tuvimos que ir 25 minutos antes por mi imprudencia. ¿Se imaginan si nos quedábamos en la cancha y gritaba el tercero? Chau familia Berlén. Sé que cometí una locura, ¿pero saben que satisfacción es gritar un gol de visitante luego de un 2 a 0 abajo, y con la sensación de que lo ganábamos? Es la pasión, que a veces no tiene límites. Yo conozco Mar del Plata desde los 18 años pero a Ñuls en la Feliz lo vi en un verano del año 1978, cuando estaba de luna de miel. La Lepra fue invitada para uno de los torneos del verano y jugaba en la vieja cancha de San Martin de Mar del Plata. El partido era contra River Plate. El Resultado 1 a 1. Luego en el año 1993 fui al estadio mundialista de Mardel cuando el número 10 de Newell’s Old Boys era un tal Diego Armando Maradona y el técnico, el Indio Jorge Raúl Solari. Debo aclarar que ya había estado en el estadio mundialista en un amistoso de verano, donde la Selección Nacional jugaba contra la Selección Paraguaya. A este partido Internacional fuimos invitados por mi amigo y hermano, el Marplatense Juan Carlos Morales, que relataba para una emisora local. Digo que fuimos invitados porque teníamos dos plateas preferenciales, mi hijo y yo. Esto fue en el verano de 1992 porque yo estaba haciendo temporada de teatro con uno de mis grandes éxitos: “Hospital Rosario”, así que pasé la temporada con mi familia por un lado y con el elenco por el otro. Pasamos al año 1994 y Ñuls estaba muy comprometido con los promedios y había que sumar puntos de cualquier manera. El técnico era Jorge Castelli y en el equipo recuerdo entre otros, 52
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que todavía estaban los campeones Martino, Scoponi, Llop, etc. Estamos a fines de noviembre del año 1994, 35° grados de calor a la sombra y viajamos con mi hijo y 5.000 hinchas más a ver Deportivo Español vs. Newell’s Old Boys. Los micros salían de Corrientes y Urquiza, desde la mutual que tenía Ñuls por esos años. El estadio del Deportivo Español estaba en un barrio muy alejado en la zona sudoeste de La Capital. Cuando llegamos preguntamos dónde se podía comer algo y nos dijeron que en la misma sede de Español, que se almorzaba, era abierto para todos y aunque no lo crean había orquesta y se bailaba, no se olviden que eran las dos de la tarde. Nos comimos con mi hijo una paella que era una delicia, mi hijo se tomó 100 litros de gaseosa y yo una botella de vino blanco bien frio. No nos podíamos levantar con las calorías que teníamos en el cuerpo y afuera los 35° grados de calor. A la cancha 5 minutos antes del partido porque el sol daba de pleno a la popular rojinegra que la copamos en un 100%. Detalle. No había un solo vendedor de gaseosas o helados. Cuando terminó el primer tiempo habilitaron un Kiosco en un rincón del estadio junto a la platea oficial. Un solo kiosco para 5.000 personas. Impresentable. El árbitro era Jorge Vigliano. El partido terminó 0 a 0, que era lo que fuimos a buscar y así, íbamos zafando del descenso. Vuelta a Rosario durmiendo todo el viaje y haciendo la digestión de la gran paella, el vinito blanco, el calor y el aburrido partido, pero repito, íbamos zafando definitivamente de la zona roja.
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MI RELACIÓN CON PERIODISTAS, JUGADORES Y DIRIGENTES
En las próximas líneas voy a contarles varias anécdotas que viví con periodistas, jugadores, presidentes y todo lo que tenga que ver con mi querido Newell’s Old Boys. La primera que me viene a la memoria se remonta al año 1981. El 2 de abril de ese año yo estrenaba como actor en el desaparecido Teatro Olimpo de calle Corrientes al 1200, el primer éxito de mi carrera: “El Conventillo de la Paloma” de Alberto Vacarezza. La semana del estreno se presenta un señor a la boletería y compra dos plateas (yo estaba de casualidad en la boletería), lo reconocí, me presenté y desde ese día hasta que se fue de gira al piso de arriba, fuimos íntimos amigos. Se trataba de Roberto Reyna y además de ser un caballero, fue un periodista completo, puesto que relataba futbol y boxeo, tenía un programa en el cable que se llamaba “Charlas de Café” y además de pasar por todas las radios de Rosario, fue el corresponsal de Radio Rivadavia durante décadas. Viajó casi por todo el mundo, viviendo los mundiales y las peleas más importantes. Entre sus programas más exitosos recuerdo entre otros: “Volando hacia el Futbol” que junto a otros importantes periodistas de Rosario se irradiaba por la vieja LT2 que estaba en los altos de Corrientes y Santa Fe. El programa iba los domingos a la noche y tenía la particularidad que en el último vuelo del domingo de Aeroparque a Fisherton, traían a la figura del partido que Ñuls o Central jugaban de vi55
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sitantes, porque el auspiciante comercial era A.L.A. Aerolíneas Litoral Argentina. Creció nuestra amistad y en el año 1984 yo había estrenado mi segundo gran éxito en teatro como actor y ahora también como director: “Proceso al Inocente” de mi amigo y hermano Gilberto Rey. Las funciones se representaban los fines de semana en el Riviera Concert, en el subsuelo del prestigioso hotel de la calle San Lorenzo. La anécdota se completa así: en pleno éxito de la temporada teatral 1984 en la cual hacíamos funciones viernes, sábados (2) y el domingo, se da la casualidad que todo el equipo de Radio Rivadavia de Buenos Aires se aloja en el Hotel Riviera porque ese fin de semana había dos partidos importantísimos para los torneos de A.F.A. El sábado jugaban en cancha de Rosario Central por el torneo de División “B” un partido inolvidable para todos los Rosarinos, Argentino de Rosario recibía a Racing Club y hacía las veces de local en Arroyito. ¿Quién no fue a ver ese partido? Yo digo que había 45.000 personas y les recuerdo que el resultado fue Argentino de Rosario 4 Racing Club 3, obviamente que todo Rosario se hizo hincha de Argentino ese día. El domingo jugaba en el Parque Newell’s Old Boys que recibía a un empinado Boca Jrs. La delegación de Radio Rivadavia llegó a Rosario el viernes al medio día, por supuesto que los arreglos los hizo Roberto Reyna que como les dije era el periodista local de la Radio de Capital Federal. Quién escribe este libro estaba como corresponde en la boletería del Teatro que se hallaba en la entrada del hotel. Una vez instalados los periodistas en sus respectivas habitaciones, bajan a almorzar y aquí empiezan las presentaciones. Mi amigo Roberto Reyna me presenta a todo el elenco de Buenos Aires, técnicos, locutores, relatores, comentaristas, ayudantes de campo, etc. Les nombro entre otros a José 56
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María Muñoz, Horacio García Blanco, Enrique Macaya Márquez, Roberto Bullrich, Roberto Ayala y muchos más. Dejo para un párrafo aparte al Marplatense Juan Carlos Morales, el gran relator que reemplazó a José María Muñoz. Con Juan Carlos cultivamos una amistad desde aquel viernes de 1984 hasta hoy y seguirá hasta la eternidad. Cada vez que él venía a relatar a Rosario, yo a su disposición y viceversa cuando yo viajo a Mar del Plata para hacer Teatro. Todavía faltaba que Roberto Reyna me presentara al último en bajar a almorzar y tenía que pasar obligadamente por la boletería de mi teatro dentro del hotel. Era el más joven de la Radio deportiva y su tarea era el hombre de campo para la transmisión y se llama Marcelo Tinelli. Cuando terminaron de almorzar y se iban a hacer la siesta, los invité a todos para la función del viernes a la noche. Vinieron todos ¿y saben que ocurrió? El sábado y el domingo también se quedaron a ver mi obra teatral. Con Marcelo Tinelli nos vimos dos o tres veces más cuando yo iba a Buenos Aires invitado por Juan Carlos Morales a ver a La Lepra y además aprovechaba para visitar a mi maestro, el mejor actor del mundo, Miguel Bebán que vivía en Arenales 2410 10º “A” a 50 metros en diagonal de Radio Rivadavia, entonces ahí era el encuentro con Marcelo Tinelli y Juan Carlos Morales. Todos sabemos la carrera que hizo Marcelo Tinelli (cosa que me alegra mucho) pero no lo vi más. A Juan Carlos Morales lo veo bastante seguido o nos comunicamos por correo electrónico. Linda historia de futbol y teatro, porque si los Porteños se quedaron a ver las tres funciones del fin de semana, quiere decir que las cosas estaban bien hechas, que se yo. Todo gracias a mi amigo el recordado Roberto Reyna. Quiero destacar que tuve la oportunidad de presenciar varias transmisiones de radio en vivo y en directo 57
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con los relatos de Juan Carlos Morales y comentarios de Horacio García Blanco lo cual, fue todo un privilegio. Privilegio que también tuve a partir de año 1988, cuando también gracias al teatro conocí a un joven recién llegado del Uruguay y que vino al teatro del Club Italiano a ver otro gran éxito “Hotel Paris” de mi amigo y hermano el recordado Hugo Virga, con respecto al joven Uruguayo me refiero al relator Walter Hugo, con quién me une una relación de amistad y hermandad desde 1988 a la fecha, Walter Hugo vio el 90% de mis espectáculos y yo compartí con el varios encuentros de Ñuls en Buenos Aires, por supuesto junto a Claudio Giglioni y todo el equipo de Estadio 3, que hoy está en LT3 pero también pasaron por Radio 2, La Red y otras emisoras. Habrán leído en estas líneas como se fusionó el futbol con el teatro. Continuando con los recuerdos de los periodistas deportivos, a los cuales conocí y me contacté por el solo hecho de ver a Ñuls todos los partidos que pude, antes de contarles respecto al periodismo local, no me quiero olvidar que gracias a mi amistad con el Marplatense Juan Carlos Morales, conocí allá por el año 1991 a Osvaldo Didío, periodista, docente y también muy buen actor Marplatense, con quién tenemos una muy buena amistad. Volviendo a Rosario, recuerdo que en año 1987, cuando estrené la obra de mi hermano y amigo Hugo Virga (fallecido en el año 1993) “Hotel París”, en un pasaje de la obra, necesitaba que se escuche la transmisión de una pelea importante de los años 70’, entonces, en un estudio de grabación de la calle San Martin al 1200, Roberto Reyna grabó lo que sería una pelea de Carlos Monzón, pero imaginando y recordando lo que el relator había vivido en el Luna Park 20 años atrás, por supuesto apoyado por el ambiente, clima creado en el estudio de grabación, lo cual parecía sacado de la realidad a tal 58
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punto que el público al salir del espectáculo teatral comentaba que buen documento habíamos rescatado. Años después, para ser precisos, en el año 1999 estrené la obra teatral “Leprosos y Canallas… Pasiones Rosarinas” escrita en colaboración con mi amigo y hermano Gilberto Rey (fallecido en el año 2011) y representada en el teatro del Club Italiano. En varios finales de escena, necesitaba el relato y el comentario de algún clásico Rosarino, entonces invité al estudio de grabación de mi amigo Juan De Toma en la calle España 110, a los siguientes binomios de periodistas: Walter Hugo y Claudio Giglioni, Eduardo Luis y Omar Sapienza y Nelson Rainero y Marcelo Turcato, quienes imaginaban goles y comentarios de un clásico cualquiera sin nombrar el apellido de ningún jugador, solamente el número del jugador, como para guía del espectador. Pero en esta obra había otra sorpresa en vivo y en directo. Debutó como actor convocado e invitado por mí, el periodista Eduardo de Paz, el cual componía dos personajes y luego, a partir de esta obra, sin dejar su profesión de periodista, continuó actuando en teatro bajo mi dirección con muy buen estilo histriónico. Eduardo de Paz y Oscar Pendino Dávila fueron durante muchísimos años panelistas de mi programa de T.V.: “El Boliche de Berlén”. Hablando de esta comunión futbol-teatro, me llama hace unos 3 o 4 años Miguel Ángel Tessandori para comentarme una inquietud. Nos reunimos a tomar un café en el centro Rosarino y Miguelito quería que lo dirija en un monólogo teatral que les confieso estaba muy bien escrito. Fue un honor para mí, que el popular periodista de Canal 3 me eligiera para semejante desafío. Era algo que Tessandori tenía pendiente desde muy joven. A los pocos meses de esa charla de café, coincidió que ambos estábamos en Buenos Aires y nos juntamos en el Café Tortoni para desayunar y seguir con el tema. No era todavía el momento para Miguel, que años después, su 59
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sueño se hizo realidad debutando como actor en el Teatro Mateo Booz de la ciudad de Rosario. Continuando con los contactos que se dieron en mi vida Ñuls y el teatro y después la T.V., les cuento que también dirigí al relator Walter Hugo, acompañado por el joven tanguero Leonel Capitano en un espectáculo de Café Concert. Con respecto a Walter Hugo debo destacar que no solamente como dije párrafos atrás, vio casi todos mis espectáculos, sino que ha compartido muchas cenas con mis elencos el día del estreno. Durante una temporada en mi programa de T.V. “El Boliche de Berlén”, me acompañaron como panelistas invitados Omar Sapienza y Eduardo Luis, además de los nombrados Eduardo de Paz y Oscar Pendino Dávila que formaban un dúo inolvidable. Recuerdo anécdotas que sucedieron a través de la radio. Por ejemplo, en un partido de los 90’ jugando Ñuls de local y escuchando a Nelson Rainero, en un pasaje del partido relata... “la lleva el Toto Berisso”... y agrega... “Toto, 3er. piso Fonavi”... en alusión a que yo tenía en cartel la obra que llevaba el título de la frase que, a manera de publicidad Nelson Rainero lo decía con mucho afecto. Actualmente Walter Hugo nombra todos mis espectáculos y ni que hablar cuando relataba Juan Carlos Morales en cualquier parte del país o del mundo, siempre algo metía con respecto a mí, al teatro y a mi amado Ñuls. Como lo dije, con Juan Carlos Morales tuve el privilegio de compartir en Rosario muchas horas junto a Horacio García Blanco, el recordado periodista Porteño, uno de los mejores de todos los de tiempos. Cerrando mi relación con los relatores y periodistas deportivos gracias a la fusión teatro, T.V. y Ñuls, además del nombrado y recordado amigo y hermano del alma Roberto Reyna (su verdadero nombre era Roberto Santiago Mac Laughlin) en mis primeros pasos con el espectáculo, la mayor relación la cultivé con mi también amigo y hermano del alma Eduar60
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do de Paz, al cual lo conocí personalmente como casi a todos en la cancha del Glorioso Newell’s Old Boys. Su verdadero nombre era Eduardo Amez y me confesó que Evaristo Monti le recomendó que usara el apellido materno como periodista deportivo: Eduardo de Paz. Una alma buena, un gran amigo y un libro abierto respecto al futbol. Irradiaba simpatía por todos lados y manejaba la ironía al mejor estilo de los grandes actores del mundo. Durante los muchísimos años que hicimos “El Boliche de Berlén” yo me divertía como un loco con las salidas ingeniosas que tenia Eduardo y recuerdo que fuera de cámaras me decía... “como te divertís conmigo, soy tu recreo”... podría hacer un libro aparte de Eduardo de Paz del cual aprendí muchísimo, además de dirigirlo como actor en varias obras teatrales. Es decir que con este grande del periodismo Rosarino, compartimos T.V., teatro y futbol. Estaba yo en Buenos Aires el 23 de diciembre del año 2009, cuando suena mi celular y un amigo me da la mala noticia del fallecimiento de Eduardo de Paz. No lo pude despedir personalmente, pero rompí a llorar como un chico en el Hotel donde paro siempre que voy a Buenos Aires. Ni bien llegué a Rosario, les di mi pésame telefónicamente a su hijo Hernán y a su esposa Irene, la cual se sorprendió de mi ausencia en la despedida de Eduardo hacia el piso de arriba, donde el flaco seguramente lo ubicó en un programa deportivo del cielo. Irene, su esposa comprendió lo de mi ausencia puesto que yo no estaba en Rosario. De todas maneras siempre digo que muere lo que se olvida. Ya les conté de mi relación con el otrora gerente de Newell’s Old Boys don Mario Hipólito Parodi. Ahora aparecen dos amigos posteriores. Siempre fui a la popular de socios o a alguna platea como cualquier hincha más. Durante la presidencia de Walter Cattaneo, antes de un partido me cruzo por los pasillos con Néstor “Mochila” Álvarez, que era el intendente de Ñuls y me 61
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pregunta... “¿dónde ves los partidos?”... y le respondo lo que les conté renglones atrás y me dice... “vos tenés que estar en el palco”... y me invitó a compartir el palco que estaba en el centro de la tribuna techada hoy bien llamada Gerardo “Tata” Martino. Fue un honor para mí ver el partido desde otro sitio al cual nunca imaginé merecer. Fue un lindo gesto de “Mochila“ hacia mí, que años después tuvo otro gran gesto. Me presentó en un bar a otro gran amigo Leproso y mejor persona, Gustavo Rosi. Desde el año 1990 veía los partidos en la platea baja, más cercana a la tribuna visitante que daba a espaldas al palomar. Muy cerca a mi platea se sentaba mi amigo el periodista José Raúl García con su familia. José Raúl García, junto con el desaparecido amigo y periodista Silvio Mario Valli, Leproso también, fueron los periodistas del espectáculo que más vieron mis obras teatrales. A partir del año 1994 García pasa a la oficina de prensa de Newell’s Old Boys y entonces tuve acceso al palco de periodistas durante 14 años el cuál lo compartimos con Eduardo de Paz. Volviendo a José Raúl García, entró junto a Carlos Guerrero a colaborar en Prensa que estaba a cargo de Hugo Fernández. Cuando Hugo Fernández dejó Prensa, pasó a su lugar José Raúl García junto a Carlos Guerrero. José Raúl García como buen Leproso le puso el alma a Ñuls, sin dejar de ejercer como periodista, docente y su profesión de Contador Público Nacional, ahora acompañado por su hija, la Contadora Florencia García. Tanto en Ñuls como en Central mientras tuve el programa de T.V. “El Boliche de Berlén” siempre obtuve protocolos a cambio de publicidad para los Clubes de nuestra Ciudad en la pantalla de mi programa o plateas de mis espectáculos teatrales. Son relaciones inolvidables, porque eran canjes de corazón, no había otro interés que el gran capital que tengo y que es la amistad. Antes de pasar a otro tema no quiero dejar de mencionar que gracias al teatro y a la 62
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T.V. también hicieron bajo mi dirección sus primeras armas antes de ser periodistas profesionales, Bárbara Ortiz de Guinea y Javier Trifiró (como noteros en mi programa de T.V. “El Boliche de Berlén”), los cuales trabajan en varias radios de Rosario y lo hacen muy bien. Ahora, quiero nombrar a todos los jugadores, técnicos, dirigentes y colaboradores con quienes tuve el honor que vengan a ver mis espectáculos teatrales durante muchísimos años entre los que recuerdo, porque por supuesto los ubiqué en las primeras filas están el Tata Gerardo Daniel Martino, el Chocho Juan Manuel Llop, Roque Raúl Alfaro, Carlos Pancirolli, Carlos Picerni, Ariel Palena, José Luis Pavoni, el Mono Alfredo Domingo Obberti, el Gringo Alfredo Mariano Gironacci, Juan Carlos Montes, Salvador Erasmo Scoppa, el Conejo Hernán Ramírez, Petete Rodríguez, Dalcio Giovannolli, el Loco José Manuel Castro, Juan Carlos Delménico, el Perro Zanotti, Federico Sacchi. El Dr. Eduardo Gallo, el Contador Armando Botti, el Dr. Vicente Massarelli, Marcos Lanzilotta, Jorge Delgado, el contador José Raúl García, Mario Hipólito Parodi, Jorge Ilharrescondo, Carlos Guerrero, Hugo Fernández, la Bruja Raúl Belén y Ricardo Caruso Lombardi. Como notarán voy escribiendo como me viene a la memoria, pues no respeté el orden cronológico. Seguramente concurrieron muchísimos más, que yo no me enteré y otros que posiblemente me olvidé. A todos sin excepción gracias por compartir mis obras teatrales y mis programas de T.V. y por supuesto mil disculpas a los que obvié. Cerrando mis experiencias personales con Ñuls de visitante y repito sin seguir un orden cronológico y mucho más reciente en el año 2009 estando yo en Capital Federal por trámites que tenían que ver con mi actividad artística, fui a ver a Ñuls a las canchas de Lanús, Boca Jrs. y al Estadio único de La Plata, contra Estudiantes. A la cancha de Lanús, como ya les conté había ido en el año 1969 y volví en el año 63
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2009 y me encontré con un coqueto estadio, totalmente cambiado. A la cancha de Boca no había ido nunca y créanme que quedé impactado, no solamente por su estructura, sino por su gente, te das cuenta que estás en la casa de una de las grandes instituciones del mundo futbolístico. Por último y siguiendo en el año 2009 fui al Estadio único de La Plata, el más moderno del País. Realmente muy lindo. Como La Lepra no jugaba por nada, los resultados de los partidos no tienen ninguna importancia. Lo importante es que compartí los encuentros con Estadio 3, es decir Walter Hugo, Claudio Giglioni y cía. Luego de los partidos compartimos con los periodistas la lógica cena antes del regreso a Rosario, siempre en distintos Restaurantes. Además, ya más grande de edad quién escribe estas líneas, pude apreciar el estilo de hinchas de los equipos a los que enfrentaba Ñuls. Vale decir que vi a mi querido Ñuls desde otra óptica, es decir desde el palco de Periodistas. Esta experiencia que con mucho gusto voy a narrar, es muy especial, porque así como mi viejo y mi tío me llevaron por primera vez a la cancha del Glorioso Newell’s Old Boys, cuando tenía 6 años recién cumplidos, yo hice lo mismo con mi hijo Pablo, también cuando cumplió los 6 años. Recuerdo que lo llevé al Parque en un partido contra Chacarita Jrs. dónde ganamos 3 a 0. Fue realmente una inmensa satisfacción, porque se agrandaba la pasión por la rojinegra. Íbamos a la platea, mi viejo, mi tío, mi hijo y yo. Pablito, que nació en el año 1979 lo vio campeón al Glorioso Newell’s Old Boys 6 veces. Varios años después de la experiencia con Pablo le tocó a mi hija Florencia, que nació en el año 1981 y fue conmigo por primera vez al Coloso en un partido contra Ferro Carril Oeste en el año 1999. Hace años que vemos los partidos juntos, ya sea por T.V. o en la cancha. Hoy mis dos hijos están casados. Como aprecia64
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rán somos una verdadera familia Ñubelista de punta a punta… ahora vendrán los nietos. Más allá de ser una historia personal la que termino de contar, tiene también un costado estadístico para muchísimos hinchas de mí amado Newell’s Old Boys y es lo siguiente: mis hijos y yo vivimos todas las estrellas que logramos a través de la historia (Pablo y Florencia se perdieron la del 74’ porque no habían nacido) mi viejo, que fue a ver a Ñuls durante 60 años, lo vio campeón dos veces nomás: la primera estrella en 1974 y la segunda estrella en 1988, este mismo año falleció. Había nacido el 17 de diciembre de 1919. Mi tío Nicolás vivió las estrellas de los años 1974, 1988, 1990, 1991 y 1992. Falleció en el año 1996. Había nacido el 11 de octubre del año 1927. Esto que les cuento es una apretada síntesis familiar, la de haber visto a Ñuls campeón. Estoy convencido y sé que compartirán conmigo lo siguiente: ¿Saben cuántos hinchas de nuestro querido Newell’s Old Boys, se piantaron al piso de arriba sin haber visto jamás a La Lepra, campeón? cada lector seguramente recuerde a un familiar, amigo o simplemente un conocido que no tuvo la posibilidad que tuvimos, tenemos y tendremos la parcialidad rojinegra que crece año tras año y ya es uno de los grandes del País, no solamente del interior. Antes de los años 70’ saben que difícil era solamente empatar de visitante? ¿y ganarle a los llamados 5 grandes? había que jugar contra 12 o 14, porque árbitros y jueces de línea siempre cobraban a favor de los 5 grandes, que creo quedan 2 grandes de verdad: Boca y River…. perdón 3 grandes, me olvidaba de un equipo que tiene los mejores colores del mundo. El rojo y el negro y que va sumando estrellas colosalmente. Si señores, se llama Newell’s Old Boys de Rosario, pionero del futbol Argentino que va por varias estrellas más. 65
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Antes de comentar mi emoción con respecto al logro de las 7 estrellas que iluminan cada vez más el corazón rojinegro y ojo que vamos por más, quiero compartir una anécdota que viví en una de las finales de las tres Copas Libertadores de América a la que llegamos los Ñubelistas y no pudimos lograr. Si, ya sé, fuimos tres veces subcampeones, pero en una charla que tuve con el “Tata” Martino, allá por el año 1994, cuando vino a grabar mi programa de T.V. “El Boliche de Berlén”, el “Tata” me dijo, que lograr el segundo puesto es casi lo mismo que nada, más allá de lo estadístico. De todas maneras, quién nos quita lo bailado a Los Leprosos con respecto de las tres finales que vivimos por la Copa Libertadores. Es de dominio público que llegamos a las nombradas finales para competir contra el San Pablo de Brasil y en Brasil. Contra Nacional de Montevideo y en la Capital Uruguaya y recientemente contra el Mineiro y también de visitante. En el caso de los Brasileños llegamos hasta la instancia de los penales, que todos sabemos, es una lotería. Estoy seguro que ya va a llegar. Está cerca. Les decía, que la anécdota que quiero compartir con ustedes tiene que ver con el partido de ida donde disputamos la final contra Nacional de Montevideo. Como todos sabemos el primer encuentro se jugó en el estadio de Rosario Central, puesto que Ñuls estaba agrandando nuestro estadio. Esa noche ganamos 1 a 0 con gol de Jorge Gábrich y se creó una expectativa bárbara para viajar al Uruguay. ¿La anécdota? Yo estaba haciendo en teatro un éxito inolvidable como lo fue “Hotel París” y además trabajaba de lunes a viernes al mediodía en Canal 5, en el programa de mayor éxito de la T.V. Rosarina: “El Clan”, que conducía Raúl Granados. Aclaro que fui invitado a participar como actor en “El Clan” por su conductor, animador y me66
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jor amigo Raúl Granados. Entre el teatro y la T.V. en aquellos años 80’, tenía tiempo para respirar, nada más. Lo cierto es que llega la noche de la primera final contra Nacional y habíamos combinado con Raúl Granados ir a ver el partido. El punto de reunión con Raúl era siempre en su oficina que estaba en el 3° piso del edificio de calle Sarmiento casi Urquiza. Llego a la oficina (como habíamos quedado) a las 19hs. el partido era a las 9 o 10 de la noche. Toco el portero eléctrico, me abren, subo y me atiende en la puerta de la oficina el hijo de Raúl Granados, un joven Pablo Granados, que me dice totalmente vestido de rojinegro…. “pasá Berlén, que vamos a ser tres”… imaginen la alegría. Pasaban los minutos y Raúl Granados con una tranquilidad total hablaba de cualquier cosa menos del partido. Recuerdo que Pablo le decía que salgamos para la cancha que a esa altura ya estaba al 100% (y faltaban un par de horas). A mí se me ocurre preguntarle a Raúl, que nos había invitado al hijo y a mí, que lugar del estadio teníamos, a que platea íbamos, en fin, dónde nos tocaba… y Raúl Granados me contesta… “no, no tenemos ninguna entrada”… saltamos a dúo Pablo y yo y ladramos… “¿y cómo entramos?”… (ya eran las 20hs. y nosotros en el centro) y Raúl nos contesta con una sonrisa… “entramos con la cara”… Pablo y yo nos miramos… yo por lo menos pensé que llegábamos a la cancha y nos pegábamos la vuelta y a verlo por televisión. A los 5 minutos estábamos los tres en el auto de Raúl rumbo a Arroyito. Íbamos escuchando la radio y se informaba que no entraba más un alfiler y eso que faltaba bastante y todavía había que buscar lugar para estacionar el auto, cosa que hicimos a diez cuadras. Nosotros (Pablo y yo) lo seguíamos a Raúl entre la multitud que todavía no había entrado al estadio y a los empujones llegamos a una puerta, no 67
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sé qué número y entre la multitud Raúl, Pablo y yo, entramos con la cara, por supuesto que con la cara de Raúl Granados, al que todos lo que estaban en el control de entrada lo saludaron efusivamente y... adentro. De la puerta de entrada a una de las tribunas, recuerdo que contagiado por los gritos de aliento de 45.000 Leprosos, Pablito le dice a Raúl... “grita Leproso, que acá no estás en El Clan”... Raúl se reía y me confirmaba lo Leproso que era, cosa que nunca hizo públicamente. Cuando nos asomamos a la cancha no había lugar para nadie en ningún lado. “¿Y ahora, Raúl?”... preguntamos Pablo y yo. No se calienten y vengan conmigo. A todo esto los equipos y los árbitros ya estaban en la cancha, faltaban segundos y empezaba la primera final y nosotros por el pasillo del sector de periodistas. Raúl golpea la puerta de la cabina donde trasmitía LT3, abren y los tres adentro. Relataba Eduardo Luis, comentaba el Pelado Yorlano y el locutor comercial era Carlos Mori. Empieza el partido. Nosotros tres parados detrás de los profesionales que estaban transmitiendo. Gol de Ñuls, nosotros tres abrazados pero en silencio, estábamos en la cabina y había que respetar. Es decir que gritamos el gol para adentro. Final del partido, ganó La Lepra 1 a 0. El resto ya lo sabemos. Creo que sabrán apreciar esta historia que viví en la cancha, en una de las finales que Ñuls disputó la Copa Libertadores, la viví con Raúl Granados, para mí el mejor conductor de la televisión Rosarina de todos los tiempos y con su hijo Pablo Granados, que por esos días era un joven que se las traía. Hoy es un Rosarino consagrado en el mundo. No quiero olvidarme de Daniela, la hija de Raúl y de Delia, la esposa de Raúl, con quienes compartí algún café o té con masas, cuando yo lo iba a buscar a Raúl a su departamento de Córdoba casi Presidente Roca. Es un honor 68
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para mí escribir estas líneas sobre un Leproso más. Raúl Granados, que está siempre presente conmigo, porque muere lo que se olvida. Cerrando nuestra historia con la Copa Libertadores, la final en Montevideo con Nacional, la vi por televisión, con toda mi familia y el 3 a 0 en contra fue un mazazo. Después con el diario del lunes nos enteramos de algunas cosas fuleras que hicieron los Uruguayos, adentro y afuera de la cancha. Las otras dos finales contra los Brasileños, también fui a la cancha cuando jugamos en Rosario y los partidos de visitante los vi por televisión, en ambas ocasiones con mis hijos. Conozco a través de amigos que viajaron a Uruguay primero y luego en dos oportunidades a Brasil y en todos los casos me contaron que de haber ganado Ñuls algunas de las finales, iba a ser difícil salir sin problemas. Esto que comento en este simple libro respecto a la Libertadores no lo viví de visitante, pero todos los Rosarinos que viajaron coinciden que fue muy difícil, casi una osadía. De todas maneras estamos cerca los Leprosos de gritar alguna vez, ojalá que no muy lejos… la Copa, la Copa, se mira y no se toca…. ¡VAMOS LA LEPRA QUE SE PUEDE!
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CÓMO CONOCÍ A DOS EXPRESIDENTES CAMPEONES
El día 4 de diciembre del año 1996 mí familia y yo estábamos invitados al cumpleaños número 15 de María Laura Muñoz, amiga intima de mi hija Florencia. La fiesta fue en la casa de la familia Muñoz, en Bv. Oroño casi esquina Brown, se hizo al aire libre con 100 invitados y ubicados en mesas de diez personas alrededor de la pileta de la casa. La mesa que nos tocó a nosotros era compartida con otra familia, que no conocíamos personalmente, pero si por los medios, yo conocía al señor que estaba sentado frente a mí. Un señor con mayúsculas: el Dr. Eduardo Gallo, ex presidente y Campeón con Newell´s Old Boys en la temporada 1987/1988. A partir de esa fecha nos hicimos muy amigos y nos visitamos mutuamente. Yo, concurriendo a su clínica de los ojos en la calle Balcarce al 1000, donde me atiende desde hace casi 20 años, y no solo a mí, sino a todos los pacientes, amigos míos o familiares que gentilmente atendió, como es su costumbre de caballero. Con respecto al Dr. Eduardo Gallo, el me visitaba a mí viniendo al teatro a ver mis obras en muchas oportunidades, incluso recuerdo que en una función vino acompañado por el Contador Armando Botti también ex presidente Campeón de Newell´s Old Boys, cada uno con sus respectivas esposas. Quiero destacar que el Dr. Eduardo Gallo fue distinguido en mi programa de televisión “El Boliche de Berlén” por su trayectoria. Por supuesto que no dudó un segundo en venir al evento y cerró mi 71
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programa de T.V. con unas hermosas palabras, como no podía ser de otra manera viniendo de un gran hombre como el Dr. Eduardo Gallo. Así fue como se gestó nuestra amistad, nuestra eterna amistad: su consultorio oftalmológico, mi teatro y Newell´s Old Boys. Tres pasiones y una bella amistad. Ah, me olvidaba, cuando voy por un problema de la vista, me revisa y me estudia como los dioses durante 10 minutos, la hora que resta de nuestro encuentro se habla de Newell´s, nada más que de Newell´s. En una de esas charlas, me contó la experiencia con Marcelo Bielsa antes de asumir como D.T. de Newell´s. Sintéticamente fue así: el joven y casi desconocido Marcelo Bielsa propuso un proyecto con un plantel 100% de la cantera Rojinegra y la comisión directiva con el Dr. Gallo a la cabeza se la jugó y los resultados están a la vista, quedando para siempre en la historia de Newell´s Old Boys. Vaya a través de estas líneas el agradecimiento para uno de los responsables de que Newell´s Old Boys sea un ganador plural de Campeonatos de Primera División de A.F.A. Una conducta intachable. Y otra cosa, siempre va a la cancha, sea quien sea la comisión directiva. Gracias Dr. Eduardo María Gallo por todo lo que le dio al Glorioso Newell´s Old Boys. Ahora pasamos a otro ex presidente. En el año 2009 hice temporada teatral en un importante hotel de Rosario, perteneciente a una cadena Internacional. La experiencia fue muy buena, porque habíamos convenido lo siguiente con la gerencia del hotel: nosotros, es decir mi elenco compuesto de 15 actores y yo presentábamos el espectáculo y traíamos el público todos los domingos que había función y el hotel ofrecía una cena de primer nivel para todos, una vez finalizada la función. Del total de lo recaudado repartíamos el 50% para cada parte. 72
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La anécdota es que cuando todos nos despedíamos después de una función y la cena, casi saliendo del hotel, desde el fondo del Hall de entrada, escucho una voz que me dice... “che, no saludás?”… yo me acerco y le estrecho la mano y le digo… “sabía que pasabas todas las noches a tomar un café por acá, pero nunca nos presentaron”... y me contesta... “ya nos presentamos solos, sentáte a tomar lo que quieras, sinó tenés compromisos”... saludé a mi elenco que me estaba esperando en la calle y les dije...”nos vemos en la semana, yo me quedo a tomar un café en el hotel con Eduardo López, el ex presidente de Newell´s Old Boys”. A partir de ese café, compartimos muchos otros y conocí a un hombre muy Ñubelista, con una visión siempre ganadora, aún lejos de la presidencia. Haciendo mucha fuerza para Ñuls cuando casi salimos Campeones con Roberto Sensini como D.T. y por otro lado sufriendo mucho cuando las cosas no salían bien, como un hincha más, como debe ser por otra parte. Compartimos temas sobre música, teatro, bailes y barrios de Rosario de 40 años atrás (yo tengo 60 y Eduardo 59). Recordamos bares, lugares y anécdotas personales de uno y de otro. Yo siempre la agradecí como hincha todo lo que le dio a Ñuls y es muy justo volcarlo en este libro. Seguramente cometió muchos errores como todos los hombres expuestos, pero de eso que hable él. Eduardo López es un hombre para descubrir, porque en una mesa de café mano a mano, uno le descubre una sensibilidad que pocos conocen. De perfil bajo. Ha sido un hombre muy atacado (en algunos casos tal vez con razón) pero por otorgar siempre, se formó una imagen muy exagerada de un hombre que nos dio una de las Estrellas que logramos los Leprosos y además un Colosal Estadio, un césped magnífico, el predio La Ilusión en Ricardone que antes nunca tuvimos los Leprosos, la vuelta al básquet profesio73
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nal, la continuidad de mantener la Escuela de calle Corrientes al 1800, y de mantener también el Complejo Bella Vista y el Complejo Infantil Malvinas. Repito, seguramente que cometió muchísimos errores, pero tuvo muchísimos aciertos muy pocas veces reconocidos, aciertos que quedarán para siempre, porque los hombres pasan, pero las Instituciones quedan. Como sabrán apreciar en estas últimas páginas, mi relación con los únicos presidentes Campeones de Newell´s Old Boys, se produjo cuando dejaron sus respectivas dirigencias. Esto para mí tiene un doble valor, primero porque demuestra a las claras que no fui a colgarme de sus amistades cuando estaban en el podio, sino después del podio, y segundo conocer más en profundidad el mundo Ñuls desde el punto de vista de dos personalidades distintas, pero con una sola pasión futbolística: Newell´s Old Boys. Cierro este espacio destacando en lo personal, que cuando el Dr. Eduardo Gallo tenía plateas para mis obras teatrales, casi siempre vino a verme y cuando no pudo, las cedió a familiares o amigos para concurrir al teatro y no dejar la butaca vacía. Y con respecto a Eduardo López, siempre hablando luego de dejar la presidencia del Club, colaboró silenciosamente con mi teatro, comprando entradas y apoyando con muy buena onda mis proyectos. En ambos casos, el de los dos ex presidentes de Newell´s Old Boys la relación fue siempre desinteresada, el único interés entre los tres es la camiseta Rojinegra.
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LAS 7 ESTRELLAS DE NEWELL´S OLD BOYS
Ahora sí, vamos a las 7 Estrellas logradas por el Glorioso Newell’s Old Boys. La primera estrella lograda fue el Campeonato Metropolitano en el año 1974 luego de disputar el Cuadrangular Final entre Newell’s Old Boys, Rosario Central, Boca Jrs. y Huracán el recordado 2 de junio de 1974 definen en Arroyito Rosario Central y Newell’s Old Boys. Con el empate Ñuls era campeón. Terminando el primer tiempo, Central abre el marcador de penal ejecutado por Arias, exactamente a los 45’ del PT. Nos vamos a los vestuarios 1 a 0 abajo. Comienza el segundo tiempo y a los 24’ Central se pone 2 a 0 con gol de Aimar. El primer título ya parecía una utopía pero a los 26’ del ST. aparece en el arco que da a Av. Génova el cabezazo esperanzador de Armando Capurro y pone el 2 a 1 y faltando 9’ para terminar el partido, es decir a los 36’ del segundo tiempo, el inolvidable zurdazo de Mario Zanabria sella el 2 a 2. Final y la locura total. Como siempre yo iba a la cancha con mi viejo y mi tío Nico. Ellos fueron a la popular de Ñuls y a mí me compraron una de las 200 plateas que nuestro clásico rival le dio ese día a Ñuls y nos ubicaron en las plateas bajas sur que daban espalda a la calle Cordiviola, lo que hoy se llama Esquina Alberto Olmedo. Para recordar y destacar de mi parte tres cosas: primero la satisfacción, el sentimiento, la alegría, lo imposible de explicar del 77
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primer logro Nacional y en cancha del clásico rival. Segundo, que finalizado el encuentro, la parte de la hinchada local que estaba en la tribuna que da al Club Regatas Rosario invadió parte de la cancha y no pudimos dar la vuelta olímpica completa, dimos lo que diríamos media vuelta olímpica, pero eso no nos importó, al contrario, nos agrandó más. Y lo tercero que tengo para contarles, es que paralelamente a estos hechos, arriba de la platea donde estábamos los 200 hinchas de Ñuls, Central tenía construida la primera bandeja alta y el grato recuerdo que lo viví en vivo y en directo, fue que ese sector de Rosario Central aplaudió de pie el logro de Newell’s Old Boys. Eran otros tiempos. Yo había cumplido 21 años y al otro día leyendo diarios y revistas de la fiesta rojinegra pensé. Cuantos hinchas de Newell’s Old Boys desde que entramos a disputar los torneos de A.F.A. en el año 1939, jamás vieron al querido Ñuls Campeón. Medio Rosario y yo vivimos ese privilegio, que era el comienzo de la conquista de 6 estrellas más. Una vez finalizado el encuentro con Ñuls consagrado Campeón ¡A FESTEJAR!. Yo me uní con mi viejo y mi tío en la esquina de Av. Génova y Bv. Avellaneda y de ahí, nos sumamos a la caravana de Leprosos que desfilamos por Avellaneda hacia el centro. Llegamos a casa y la alegría familiar fue inolvidable, sellada a fuego, pero a fuego divino. Me duché y me fui al Café Sol de Mayo, a seguir festejando. A los pocos minutos entran al Café Oscar, Quique y Carlito de la Mueblería La Española y me invitan a seguir la caravana hacia el Monumento. Ya eran como las 10 de la noche. Subimos al auto de Oscar García y pasamos a buscar por el Night Club, Adán y Eva que estaba en 27 de Febrero casi Presidente Roca al gallego Alejo, otro gran Leproso que estaba trabajando en ese recordado lugar para 78
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parejas y el dueño que también era de Ñuls, lo dejó salir a festejar con nosotros. El recorrido en el auto de los García fue de Corrientes y 27 de Febrero, por Corrientes hasta Córdoba y de ahí al Monumento, si, fuimos por Córdoba, no se olviden que todavía no era peatonal. El Monumento fue una fiesta y de ahí al parque, a la cancha del Glorioso, y la fiesta seguía, y siguió y seguirá por siempre. Este Campeonato Metropolitano 1974 fue el comienzo de algo infinito. El equipo campeón del 74’ salió a la cancha con Carrasco, Rebottaro, Pavoni, Capurro y Barreiro, Berta, Picerni y Zanabria, Santamaría, Obberti y Rocha. Arquero suplente Bargas. Director Técnico Juan Carlos Montes. En el 2° tiempo entraron Ribeca por Obberti y Magán por Rocha. El árbitro fue Humberto Dellacasa y los jueces de línea Jorge Romero y Roberto Barreiro. Resultado final: Rosario Central 2 Newell’s Old Boys 2. Autores de los goles Leprosos Armando Capurro y Mario Nicasio Zanabria. Nuestro presidente era el Contador Armando Botti. De esta manera mi amado Newell’s Old Boys se consagró Campeón Metropolitano AFA 1974 – Primera División, que se disputaba en dos zonas de dos ruedas. La zona que le tocó a Ñuls fue la siguiente con sus respectivos resultados. El campeonato se inició el 3 de febrero de 1974 y finalizó el inolvidable 2 de junio de 1974.
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NEWELL´S OLD BOYS CAMPEÓN TORNEO METROPOLITANO 1974
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PRIMERA RUEDA Newell’s Old Boys 0 - 0 Ferro Carril Oeste Colón (Santa Fe) 3 - 2 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 2 - 2 Boca Jrs. Estudiantes de L.P. 0 - 1 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 4 - 2 Rosario Central Newell’s Old Boys 5 - 2 Chacarita Jrs. Independiente 5 - 1 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 1 - 0 Argentinos Jrs. San Lorenzo de A. 1 - 1 Newell’s Old Boys SEGUNDA RUEDA Ferro Carril Oeste 1 - 3 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 2 - 2 Colón (Santa Fe) Boca Jrs. 0 - 1 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 3 - 2 Estudiantes de La Plata Rosario Central 3 - 0 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 2 - 0 Independiente Argentinos Jrs. 3 - 0 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 2 - 1 San Lorenzo de Almagro PETIT TORNEO Newell’s Old Boys 3 -2 Huracán Boca Jrs. 0 - 1 Newell’s Old Boys Rosario Central 2 - 2 Newell’s Old Boys DIRECTOR TÉCNICO Juan Carlos Montes PRESIDENTE Contador Armando Botti
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Ya estampada nuestra primera Estrella (la del 74’) en el lado izquierdo, en el corazón Rojinegro o sea en nuestro escudo, pasamos a la segunda Estrella, Campeonato logrado en el año 1988. Era el Campeonato de Primera División de AFA 1987/1988 que se jugó en dos ruedas de 38 fechas. Como irán apreciando, las estadísticas van a figurar en el final de lo narrado de cada conquista de Campeonato, Torneo o Estrella o como lo quieran llamar. Mi experiencia con este logro fue sintéticamente algo así: primero quiero recordar que el año anterior, es decir el torneo previo al Campeón 87/88, el indio Jorge Raúl Solari, nos dejó en bandeja un equipazo, que el gran piojo José Yudica lo transformó en el próximo Campeón, reconocido por todo el país y el mundo. Un equipo magnífico. Recuerdo que vi todos los partidos de local, con mi viejo, mi tío y ahora el satisfactorio agregado de un hincha más, mi hijo Pablo, que hacía casi dos años que iba a la cancha con nosotros, cosa que expliqué páginas atrás. En lo personal y familiar debo decir que mi viejo había caído en cama en abril del 88’, por una maldita enfermedad que la padeció hasta junio del mismo año, entonces no pudo ver los últimos partidos en el parque, pero lo siguió por radio y T.V. y por supuesto se llevó al cielo la satisfacción de la segunda Estrella de Campeón lograda por los Rojinegros, colores que nos inculcó primero a mí y por ende yo a mis hijos y después vendrán los nietos. En lo deportivo, como es archisabido fuimos Campeones del Torneo de Primera División de AFA 1987/1988 faltando tres fechas para el final. El fixture decía que en la fecha 36 nos visitaba el gran Independiente de Avellaneda. Le ganamos 6 a 1 (si 6 a 1). Abrió la cuenta Rossi a los 26’ del PT. de penal, aumentó el propio Yaya Rossi a los 38’ del PT. y cerró el primer tiempo Alfaro a los 44’. En el 81
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segundo tiempo aumentaron de vuelta el gran Roque Alfaro a los 4’, Almirón a los 17’ y Balbo a los 39’. No quiero pasar por alto que el descuento para Independiente lo convirtió el gran Ricardo Bochini . Final del partido. Newell’s Campeón. En la oficial techada (hoy llamada Gerardo Tata Martino) mi hijo, mi tío y yo abrazados y llorando de alegría y de tristeza a la vez, porque mi viejo estaba postrado en la cama, escuchándolo por radio y esperando que el flaco se lo llevara a pasear al paraíso a una alma tan buena como fue don José Berlén. En la cancha, los hinchas coparon el verde césped del Glorioso y festejaron junto con los jugadores, directivos y todo ente Rojinegro que andaba por ahí. Otra fiesta inolvidable. Campeones y restaban jugar dos partidos, de visitante contra Instituto de Córdoba y el último de local contra otro grande del futbol Argentino, River Plate, al que le ganamos 2 a 0 con goles de Alfaro a los 27’ del ST. y Ramos a los 35’ del ST. ¿quieren más? Bueno, ahora les cuento las estadísticas de este Campeonato 1988, pero antes, ¿me permiten?.... ¡y dale, y dale, y dale Newell’s, dale!.... ¡y ya lo vé! ¡y ya lo vé! ¡es el equipo de José!.... GRACIAS.
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NEWELL’S OLD BOYS CAMPEÓN 1988 CAMPEONATO DE PRIMERA DIVISIÓN El plantel estaba formado por los siguientes jugadores: ARQUEROS Scoponi y Pancirolli DEFENSORES Theiler, Pautasso, Basualdo, Giovagnoli, Sensini, Sialle, Lara y Fullana VOLANTES Alfaro, Llop, Martino y Rossi DELANTEROS Almirón, Balbo, Cozzoni, Dezzotti y Ramos DIRECTOR TÉCNICO José Yudica PRESIDENTE Doctor Eduardo María Gallo CAMPAÑA • 30/08/87 al 05/06/88 • Newell’s Old Boys 1 - 0 Deportivo Español Vélez 1 - 5 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 4 - 1 Deportivo Armenio Rosario Central 1 - 0 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 1 - 0 Estudiantes de La Plata Ferro Carril Oeste 1 - 0 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 2 - 0 Unión de Santa Fe Racing 1 - 1 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 2 - 1 Talleres de Córdoba Boca Jrs. 1 - 5 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 0 - 0 Banfield Newell’s Old Boys 4 - 0 Platense San Lorenzo de A. 1 - 0 Newell’s Old Boys 83
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Newell’s Old Boys 2 - 0 Racing de Córdoba Gimnasia y Esg. L.P. 2 - 2 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 2 - 0 Argentinos Jrs. Independiente 0 - 0 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 3 - 0 Instituto de Córdoba River Plate 1 - 2 Newell’s Old Boys Deportivo Español 1 - 1 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 1 - 2 Vélez Deportivo Armenio 2 - 2 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 1 - 0 Rosario Central Estudiantes La Plata 1 - 1 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 0 - 0 Ferro Carril Oeste Unión de Santa Fe 0 - 2 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 3 - 1 Racing Talleres de Córdoba 1 - 1 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 4 - 0 Boca Jrs. Banfield 0 - 0 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 0 - 0 San Lorenzo de Almagro Platense 0 - 0 Newell’s Old Boys Racing de Córdoba 0 - 4 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 1 - 0 Gimnasia de La Plata Argentinos Jrs. 1 - 2 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 6 - 1 Independiente Instituto de Córdoba 0 - 0 Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys 2 - 0 River Plate POSICIONES FINALES NEWELL’S OLD BOYS 55 Puntos San Lorenzo de Almagro 49 Puntos Racing Club 48 Puntos River Plate 46 Puntos 84
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Los Goleadores fueron Roque Raúl Alfaro con 14, Gustavo Dezzotti con 12, Abel Eduardo Balbo con 9, Juan José Rossi con 9, Sergio Almirón con 7, Gerardo Daniel Martino con 5, Víctor Rogelio Ramos con 3, Jorge Pautasso con 2, Juan Manuel Llop con 2, Roberto Sensini con 2, Ariel Cozzoni con 1, Jorge Theiler con 1 y uno en contra.
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Vamos directamente al tercer Torneo ganado por Newell’s Old Boys, es decir la tercera Estrella. El Campeonato Apertura 1990, que comenzó el 19 de agosto de 1990 en el Parque y terminó el 22 de diciembre de 1990 en Caballito. En la pretemporada Ñuls presenta a su nuevo Director Técnico en remplazo del Piojo José Yudica. Se trataba de un casi desconocido para todos y que tomaba el primer equipo con un plan revolucionario, por supuesto con el aval de la comisión directiva cuyo presidente era mi amigo el Dr. Eduardo María Gallo. Si señores, estoy hablando de Marcelo Bielsa, el Loco para todos, el Técnico de La Lepra más ganador de todos los tiempos. En el Apertura 1990, que es el Torneo de Primera División de AFA que nos ocupa en estas líneas, Bielsa formó el equipo con todos jugadores de la cantera Rojinegra a excepción de Ariel Boldrini y J.C. Roldán. Cuanto mérito en el D.T., en los directivos y en el equipo de jugadores que casi siempre saltaron a la cancha los siguientes campeones: Scoponi, Llop, Pochettino, Gamboa, Saldaña, Fullana, Martino, Franco, Zamora, Sáez, Taffarel, Ruffini, Stachiotti, Berizzo, Garfagnoli, Panciroli, Boldrini, Roldán, Cerro, Lunari y Escudero. Debo aclarar que durante las décadas del 80’ y 90’ vi todos los partidos de local y de visitante solamente contra Rosario Central, puesto que mi actividad teatral no me permitía viajar a Buenos Aires o cualquier ciudad lejos de Rosario. Como les decía la tercera Estrella lograda por Newell’s Old Boys, la viví toda de local y de visitante y siempre junto a mi hijo, el recordado 8 de octubre de 1990, día de semana y a la noche se jugaba el clásico en Arroyito. Nosotros vivíamos en calle Güemes casi Bv. Oroño. Tomamos el colectivo 110 que nos dejaba a unas cuadras de la cancha de Central. Recuerdo que el colectivo estaba lleno de hinchas de Newell’s Old Boys y 86
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no entraba más un alfiler en el micro. Por supuesto viaje corto de 15 minutos. Compramos las dos populares y a la cancha. Entramos casi sobre la hora del inicio. Segunda bandeja que da sobre Av. Génova. Iban 15 minutos del partido y recuerdo que Lanari, el buen arquero que tenía Central, había tapado tres jugadas de gol espectaculares. Pero a los 16’ del PT... ¡gol de Newell’s! el negro Gamboa abrió el marcador que como todos sabemos ganamos 4 a 3 en Arroyito. Cuando el árbitro Juan Antonio Bava pitó el final, explotó la popular visitante, es decir nosotros, y la alegría fue imposible de narrar. Para mí en lo personal, porque lo viví con mi hijo Pablo y eso no tiene precio para cualquier hincha de cualquier equipo de futbol. Esta fue la 8° fecha y restaban 11 fechas para el final tan esperado. Newell’s siguió ganando y sumando para llegar con posibilidades a la última fecha del Primer Torneo Oficial corto ganado por Newell’s Old Boys, es decir el Apertura 1990. Y llegó el domingo 22 de diciembre de 1990 y el fixture indicaba visitante de San Lorenzo de Almagro, que hacía las veces de local en Caballito, en la cancha de Ferro Carril Oeste, puesto que los de Boedo estaban construyendo el nuevo gasómetro. Dependíamos de nosotros y de lo que pasaba en Núñez entre River Plate y Vélez Sarsfield. Como ya era costumbre, una multitud acompañó al equipo del joven Marcelo Bielsa a buscar la tercera Estrella. Mi tío Nico, mis hijos, toda mi familia y yo lo vimos por televisión. Comienza a rodar el juguete mágico como dice Walter Hugo y las pulsaciones a mil. Habíamos empezado a acostumbrarnos a jugar cosas importantes. El reloj marca los 17’ del primer tiempo. Tiro libre para Ñuls. Golazo del flaco Ruffini al ángulo superior izquierdo del arquero de San Lorenzo. 1 a 0 y ya empezaba a titilar la tercera Estrella 87
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para nuestro escudo, pero faltaba mucho. Antes de terminar el primer tiempo nos empata San Lorenzo. Final de los primeros 45 minutos. 1 a 1. Comienza el segundo tiempo y el resultado no se modificó. Final 1 a 1. Pero dependíamos de lo que pasaba en Núñez, que como de costumbre, empezó algunos minutos más tarde entonces todas las orejas y miradas de mi país puestas en el Monumental. Vélez ganaba de visitante 2 a 1 al poderoso River y ese era el resultado que necesitábamos para ser Campeones. El arquero de Vélez esa tarde fue el gran Ubaldo Matildo Fillol, que atajó para 10 puntos. Todos recordaran la imagen de la televisión, fija en el banco de Ñuls. Jugadores, Técnicos, directivos y todo el que tuviera que ver con Ñuls, esperaba el final en River escuchando la radio. Los minutos parecían eternidades y llegó el final en Núñez. Ganó Vélez 2 a 1. ¡NEWELL’S CAMPEÓN! ¡CAMPEÓN POR TERCERA VEZ!... La locura total y la mezcla de hinchas que saltaron al césped de Caballito, los jugadores en andas y la inmensa alegría del Loco Marcelo Bielsa con la camiseta de Ñuls y llevado en andas por los hinchas y el Loco gritando de satisfacción y merecimiento a toda la platea de San Lorenzo... ¡ÑUBEL, CARAJO!... ¡ESTA!... ¡ESTA!... ¡ÑUBEL CARAJO!... ¿se puede agregar algo más? no, nada más, simplemente... NEWELL’S OLD BOYS CAMPEÓN TORNEO DE AFA APERTURA 1990. Ahora el prometido resumen de la estadística de nuestra tercera Estrella.
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NEWELL’S OLD BOYS CAMPEÓN 1990 TORNEO APERTURA
Newell’s Old Boys Argentinos Jrs. Newell´s Old Boys Unión de Sta. Fe Newell’s Old Boys Chaco For Ever Newell’s Old Boys Rosario Central Newell’s Old Boys Ferrocarril Oeste Newell’s Old Boys Deportivo Español Newell’s Old Boys Talleres de Córdoba Newell’s Old Boys Mandiyú de Corr. Newell’s Old Boys Newell’s Old Boys San Lorenzo
1 - 0 0 - 0 1 - 2 1 - 3 1 - 0 1 - 5 0 - 1 3 - 4 1 - 1 1 - 1 1 - 1 0 - 2 3 - 1 0 - 0 2 - 0 0 - 1 1 - 0 2 - 0 1 - 1
Platense Newell’s Old Boys Huracán Newell’s Old Boys Independiente Newell’s Old Boys River Plate Newell’s Old Boys Gimnasia La Plata Newell’s Old Boys Vélez Sarsfield Newell’s Old Boys Lanús Newell’s Old Boys Racing Club Newell’s Old Boys Boca Jrs. Estudiantes La Plata Newell’s Old Boys
EQUIPO CAMPEÓN Scoponi, Saldaña, Gamboa, Pochettino y Berizzo, Llop, Martino (J. C. Roldán) y Franco, Zamora (Taffarel), Boldrini y Ruffini. DIRECTOR TÉCNICO Marcelo Bielsa PRESIDENTE Dr. Mario García Eyrea 89
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Casi sin respiro pasamos a la cuarta Estrella lograda por la Gloriosa Lepra. Se trata del Campeonato Definición 1990/91 dónde se enfrentaban el Campeón Apertura 1990, Newell´s Old Boys y el Campeón del Clausura 1991, Boca Jrs. Se define con partido de ida y vuelta. El primer encuentro nos toca de local en cancha de Rosario Central, pues repito, Ñuls estaba agrandando nuestro Estadio y la revancha en cancha de Boca Jrs. El partido de ida se jugó en Arroyito el 6 de julio de 1991 y le ganamos a Boca 1 a 0 con gol del Toto Berizzo a los 2’ del segundo tiempo y el partido revancha en la Bombonera fue el inolvidable 9 de julio de 1991. Ganó Boca 1 a 0 y como todos recuerdan hubo alargue de 30’ y terminó igual. Vino la definición por penales en el arco que da espaldas al Riachuelo. Había llovido muchísimo antes del partido y la cancha era un fangal. Yo lo vi también por televisión en la casa de mi madre, junto a mis hijos, mi tío Nico y todo el resto de la familia Ñubelista. Con gran pasión vivimos el partido Los Leprosos frente al televisor, por radio y por supuesto, ni que imaginar los hinchas que estaban en la tercera bandeja de la Bombonera, ahí, donde se patearon los penales. Todos recordamos como le jugó los dos partidos Ñuls al gran Boca Jrs. Este joven Ñuls del Loco Bielsa, que jugaron la final como auténticos Colosos y que no podemos olvidar la figura del partido, nuestro arquero, Norberto Hugo Scoponi. Último penal de la serie. Le toca ejecutar a Boca Jrs. Patea Pico, travesaño y a cobrar. ¡NEWELL’S OLD BOYS CAMPEÓN 1991! En mi casa era tanta la alegría, que llorábamos sin parar, ¿increíble, no? Ya les dije, es la pasión del hincha de futbol. 90
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Le cuento a algún desprevenido que PASIÓN, dice el diccionario significa SUFRIR. ¡Qué lindo es sufrir por Ñuls, que a esta altura del libro ganaba la cuarta Estrella para El Parque! Ahora les doy la estadística de aquel gris 9 de julio de 1991, que Ñuls lo tiñó de rojo y de negro.
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NEWELL´S OLD BOYS CAMPEÓN 1990/1991 DEFINICIÓN TORNEO Partido de ida 6 de julio de 1991 Cancha de Rosario Central (local Newell´s Old Boys) Newell’s Old Boys 1 - 0 Boca Jrs. Gol de Berizzo a los 2’ del ST Nuestro equipo formó de la siguiente manera: Scoponi, Llop, Garfagnoli, Pochettino y Fullana, Saldaña, Berizzo y Martino, Zamora (J.C.Roldán), Cozzoni y Domizzi (Boldrini) DIRECTOR TÉCNICO Marcelo Bielsa SUPLENTES Pancirolli, Raggio y Lunari
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NEWELL´S OLD BOYS CAMPEÓN 1990/1991 DEFINICIÓN TORNEO Partido de vuelta 9 de julio de 1991 Estadio La Bombonera de Boca Jrs. Boca Jrs. 1 - 0 Newell´s Old Boys Gol de Reinoso a los 37’ del ST Definición por penales. Para Newell’s convirtieron Berizzo, Llop y Zamora Para Boca convirtió Giunta y Pico pegó en el horizontal Scoponi atajó 2 penales a Graciani y a Rodríguez Formación del Campeón Scoponi, Llop, Garfagnoli, Pochettino y Fullana, Berizzo, Saldaña y Martino (J.C. Roldán), Zamora, Cozzoni (Boldrini) y Domizzi DIRECTOR TÉCNICO Marcelo Bielsa SUPLENTES Pancirolli, Cerro y Lunari PRESIDENTE Dr. Mario García Eyrea
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Más rápido que volando, pasamos a nuestra merecida quinta Estrella, Campeones del Campeonato Clausura 1992, jugados en 19 fechas, con inicio el 22 de febrero de 1992 y finalización el 5 de julio de 1992. Esto que voy a decir es personal, pero creo que injustamente, es el Torneo logrado por Newell’s Old Boys menos comentado por todos y fíjense si hay condimentos para recordar, además de haber sido Campeones del Torneo Clausura de la Primera División de AFA 1992, que los escribo en este simple papel. Luego del título logrado para nuestra institución, sobresale netamente en el recuerdo del Ñubelista, el 8 de marzo de 1992, la tercera fecha del Torneo, cuando con un equipo de casi todos suplentes le ganamos en el Parque 1 a 0 a Rosario Central con el magnífico gol del pájaro Domizzi. Newell´s presentó un equipo alternativo porque (aunque cueste creerlo) al otro día jugábamos en Chile por la Copa Libertadores (1 a 1 contra Universidad) y el pájaro Domizzi, también jugó en Chile, puesto que viajó ni bien terminado el clásico. En este clásico ganado 1 a 0, que nos sirvió a la postre sumar puntos para ser Campeones salimos a la cancha para jugar con nuestro clásico rival, de la siguiente manera: Romero, Fullana (Lenci), D´agostino, Stachiotti, Cerro, Garfagnoli, Llop, Rossi, Roldán (Escudero), Domizzi y Bihurriet. D.T. Marcelo Bielsa. Recuerdo que fue una tarde muy calurosa. El Estadio hervía. A los 11´del primer tiempo, el pájaro Domizzi, se adelanta a toda la defensa de Central, luego de un córner y la clava en el ángulo superior izquierdo de Bonano, en el arco que da espalda al Hipódromo. Explota el Parque y a aguantar hasta los 45´ del segundo tiempo. Pitazo final y a cobrar. Newell´s Old Boys 1 94
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Rosario Central 0. Recuerdo que estábamos con mi hijo Pablo sofocados de calor y por supuesto con mucha alegría. El otro condimento de este Newell´s Campeón 1992 fue haber perdido solamente un partido. En la fecha 15, en La Plata, contra Estudiantes. Perdimos 1 a 0. Y luego el cierre consagratorio en la última fecha, de visitante y contra Platense en Vicente López. Con el empate éramos Campeones... y empatamos nomás 1 a 1 con gol de Lunari a los 35´del segundo tiempo. Desborde en la popular Leprosa y fiesta interminable en Rosario. Habíamos logrado la Quinta Estrella. Vamos directamente a las estadísticas.
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NEWELL´S OLD BOYS CAMPEÓN 1992 TORNEO CLAUSURA
Newell´s Old Boys Unión de Sta. Fe Newell´s Old Boys Racing Club Newell´s Old Boys Belgrano (Cba.) Newell´s Old Boys Ferro Carril Oeste Newell´s Old Boys Mandiyú (Ctes.) Newell´s Old Boys River Plate Boca Jrs. Newell´s Old Boys Estudiantes L.P. Newell´s Old Boys San Lorenzo Newell´s Old Boys Platense
2 - 0 0 - 0 1 - 0 0 - 1 1 - 0 1 - 3 2 - 2 0 - 1 1 - 1 0 - 0 2 - 1 0 - 5 1 - 1 1 - 0 1 - 0 2 - 0 0 - 3 0 - 0 1 - 1
Quilmes Newell´s Old Boys Rosario Central Newell´s Old Boys Gimnasia (La Plata) Newell´s Old Boys Vélez Newell´s Old Boys Dep. Español Newell´s Old Boys Huracán Newell´s Old Boys Newell´s Old Boys Independiente Newell´s Old Boys Talleres (Cba.) Newell´s Old Boys Argentinos Jrs. Newell´s Old Boys
EQUIPO CAMPEÓN Scoponi, Raggio (Soria), Gamboa, Llop, Pochettino, Berti, Berizzo, Saldaña, Zamora, Domizzi (Lunari) y Mendoza. Participaron también durante el Torneo: Martino, Rossi, Tudor, Stachiotti, Garfagnoli, Roldán, Romero, Bihurriet, D´agostino y Escudero.
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DIRECTOR TÉCNICO Marcelo Bielsa PRESIDENTE Dr. Walter Cattaneo
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Ahora nos situamos en el año 2004, año del logro de la Sexta Estrella. Hacía 12 años que no ganábamos nada. Nos habíamos acostumbrado a la continuidad de éxitos seguidos y bienvenidos sean. Como les decía, no habíamos ganado nada a nivel Campeonatos y Torneos y Estrellas, pero con la presidencia de Eduardo José López, se hizo realidad el Coloso del Parque, hoy llamado Coloso Marcelo Bielsa. Pasamos de tener un Estadio para 25.000 espectadores, a tener un Estadio para 42.000 espectadores. Se compró y construyó el predio de Ricardone, llamado La Ilusión donde concentran nuestros jugadores, sin olvidar que se mantuvo el predio de Bella Vista donde practican todas las divisiones de La Lepra. Vamos al Torneo Apertura 2004. El año anterior se contrató al tolo Américo Rubén Gallego para dirigir nuestro equipazo. El Apertura 2004 se disputó en 19 fechas, desde el 15 de agosto hasta el 12 de diciembre de 2004. Ya fallecidos mi viejo y mi tío Nicolás, fui a todos los partidos de local con mis dos hijos Pablo y Florencia. De visitante fuimos con mi hijo Pablo en la 2° fecha a ver al Glorioso Newell´s Old Boys contra Rosario Central en Arroyito, en la 13° fecha contra Almagro en José Ingenieros y por supuesto en la 19° fecha contra Independiente en Avellaneda. En la 2° fecha el sorteo del fixture decía que Ñuls debía visitar a Central en Arroyito y lo visitamos y le ganamos 1 a 0 con gol del flaco Maidana de cabeza a los 35´del segundo tiempo, de ahí al Campeonato. Por supuesto que el triunfo con Central se festejó como se festejan todos los clásicos. Con alegría, con mucha alegría. Llegamos a la fecha 13° siendo punteros y nos tocaba visitar a Almagro. Una caravana de 10.000 Leprosos acompañó al primer equipo aquel domingo caluroso a la Provincia de Buenos Aires, dónde está la cancha de Almagro, muy cerca de 98
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la Av. General Paz en el cruce con la Av. Beiró. De parte nuestra viajamos en dos autos, mi hijo Pablo, seis amigos de mi hijo compañeros del Colegio Sagrado Corazón donde trabaja hace años. El Director Osvaldo Gómez y sus hijos, el preceptor Javier Oteiza y yo. Ya se olía perfume de Campeón y créanme que la Autopista Rosario – Buenos Aires estaba teñida de Rojo y Negro. Hinchas comiendo un asado a un costado prudencial de la ruta. Otros almorzando en las estaciones de servicio. Otros mateando en los autos, micros, combis, camiones, etc. Nosotros llegamos a las inmediaciones del Estadio de Almagro a buscar un buen lugar para estacionar los dos autos en los que viajábamos. Segundo paso, a sacar las populares, cuyas boleterías, para que se ubiquen, estaban debajo de la tribuna visitante que está detrás de uno de los arcos. Ya con las populares en la mano, a comer. Fuimos hasta la Av. General Paz, que repito está a dos cuadras del Estadio. Varias hamburguesas para todos y a la cancha. Recuerdo que desde la popular Rojinegra se veía como precalentaba la primera de Ñuls en un pequeño espacio al aire libre, a un costado de la platea oficial de Almagro. Empieza el partido que dirigió la coneja Héctor Baldazzi y muy mal, perjudicando a Ñuls. Al minuto de iniciarse el encuentro se corta solo un delantero nuestro y el arquero de Almagro sale a cortarlo con un planchazo descalificador y cuando debió ser tiro libre para Ñuls y roja para el arquero… siga, siga. Terminó el primer tiempo 0 a 0. En el segundo tiempo Almagro marca el único gol del partido que finalizó 1 a 0 a favor del local. Regreso a Rosario con caras largas. El grupo de ocho que habíamos viajado decidimos parar en una estación de servicio a unos 30 o 40 km. de la Capital viniendo hacia Rosario y siguiendo con el menú de hamburguesas y repito con caras muy largas, 99
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uno de los amigos de mi hijo, el Vasco Javier nos pregunta a todos… ¿cómo salimos hoy? todos nos miramos y respondimos perdimos 1 a 0… y el Vasco nos volvió a preguntar… ¿y cómo quedamos en la tabla de posiciones?... y todos respondimos… seguimos primeros… entonces el Vasco enfatizó… somos Campeones. Y así fue. Y llegó el domingo 12 de diciembre. La semana previa al sexto logro, fue algo nunca visto respecto a conseguir una popular o una platea. Nosotros viajamos los mismos ocho que fuimos a Almagro. Yo conseguí 8 plateas en la bandeja superior del viejo Estadio de Independiente, la que da espaldas a la calle Bochini (antes Cordero), recuerdo que juntamos la plata por el verdadero costo de cada platea y que las consiguió un gran amigo, Jorge Delgado. Mañana calurosa del domingo 12/12/04, plateas, autos y a Buenos Aires. Nunca vi tanto Rojo y Negro en la Autopista, nunca vi tanta fiesta previa, nunca vi nada igual desde el punto de vista deportivo. Repito, hacía mucho calor, imagínense a la hora del partido. ¿Dónde almorzamos? Me dejaron elegir a mí y los desvié un poco de la caravana interminable de Leprosos que avanzaba por la Av. 9 de Julio hacia Avellaneda. Fuimos a un coqueto Restaurante de la hermosa Av. Coronel Díaz, en el también coqueto barrio de Palermo. Nos aseamos y almorzamos con tranquilidad, bah… tranquilidad es una forma de decir, los corazones latían a mil y todavía faltaban 4 horas para el partido final. Salimos por Av. Coronel Díaz, tomamos Bulnes y de ahí derecho a Av. Corrientes, giramos a la izquierda en busca de la 9 de Julio, que faltando dos o tres cuadras para enganchar con la gran Avenida 9 de Julio, ya se veían pasar todos los vehículos de Ñuls en busca del Puente Pueyrredón y de ahí a la izquierda a unas 10 cuadras están los Estadios de Racing e Independiente. Estacionamos 100
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los autos cerca de Racing y créanme, columnas de 10.000 Leprosos por acá, 10.000 Leprosos por allá y seguía y seguía la gente de Ñuls llegando a la cancha, marcando un hecho jamás visto en la historia del futbol Argentino, que un equipo de visitante lleve la gente que llevó Newell´s Old Boys. Único en la historia. La prensa y el público en general dicen 40.000 de visitante… ¿me permiten?... gracias… yo digo que había 45.000 Leprosos… el viejo estadio de Independiente era para 70.000 espectadores, cosa que ocurrió cuando Diego Armando Maradona volvió al futbol con la número 10 de Newell´s Old Boys y según datos de toda la prensa concurrieron 70.000 espectadores. Entonces con este dato yo observé desde lo alto de la bandeja mayor de Independiente la cantidad de interminable de hinchas Leprosos que llegaban de los cuatro costados de accesos al Libertadores. De Independiente se dijo que había 10.000 hinchas, porque la cancha se abrió para todos y estaba colmada hasta el 90% de espectadores… hagan cuentas… yo digo que había 45.000 Leprosos, pero eso es anécdota y punto de vista personal. ¿El partido?, para el olvido. Perdimos 2 a 0 y jugamos muy mal. Pero le llevábamos 3 puntos de ventaja a Vélez que era el rival a superar, que jugaba de local contra Arsenal. Y la historia vuelve a repetirse, Vélez empezó minutos más tarde y cuando el árbitro pitó el final en Avellaneda, todos esperando a través de las radios el final en Liniers que iban empatando 1 a 1. Les confieso que faltando 15´para el final me tomé dos Lexotanil y a esperar… ¡Final en Liniers! ¡1 a 1! ¡Newell´s Old Boys Campeón por Sexta vez!... de vuelta invasión de cancha, los jugadores mezclados con los hinchas, el tolo Gallego llorando como un chico y no era para menos… Campeón con el club que lo lanzó a la fama. No nos queríamos 101
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ni mover del Estadio… es imposible de contar, había que estar ahí. Con alegría imposible de narrar fuimos a buscar los autos y de ahí al Obelisco… ¡qué les voy a decir!... ¡sin palabras!... ¡Colosal!... regreso a Rosario y ya pisando La Chicago Argentina, nuestra ciudad era otra fiesta, fuimos para el Coloso pero no se podía entrar, seguimos festejando por las calles de Rosario, nos despedimos de los amigos y con mi hijo Pablo a casa a seguir festejando con la familia... ¿les confieso algo?... esto que viví es demasiado para un solo corazón... ¡ÑUBEL VIEJO NOMÁS! Vamos a las estadísticas.
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NEWELL´S OLD BOYS CAMPEÓN 2004 TORNEO APERTURA
Newell´s Old Boys Rosario Central Newell´s Old Boys Colón de Sta. Fe Newell´s Old Boys Argentinos Jrs. Newell´s Old Boys River Plate Newell´s Old Boys Arsenal Newell´s Old Boys Newell´s Old Boys Almagro Newell´s Old Boys San Lorenzo Newell´s Old Boys Boca Jrs. Newell´s Old Boys Independiente
0 - 1 0 - 1 1 - 0 0 - 0 1 - 1 1 - 2 3 - 0 2 - 2 1 - 1 0 - 0 1 - 0 2 - 0 1 - 0 0 - 0 1 - 2 1 - 1 1 - 3 2 - 0 2 - 0
Vélez Newell’s Old Boys Huracán Newell’s Old Boys Banfield Newell’s Old Boys Instituto (Cba.) Newell’s Old Boys Estudiantes de La Plata Newell’s Old Boys Racing Club Quilmes Newell´s Old Boys Lanús Newell’s Old Boys Olimpo Newell’s Old Boys Gimnasia (La Plata) Newell’s Old Boys
Estos fueron los jugadores del equipo Campeón: Villar, Vella, Maidana, Domínguez, Ré, Rosada, Zapata, Marino, Belluschi, Capria, Scocco, Garay, Borghello y el Burrito Ortega. DIRECTOR TÉCNICO Americo Rubén Gallego PRESIDENTE Eduardo José Lopez 103
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¿Vamos a la Séptima Estrella?... empiezo así… ¡gracias Gerardo Daniel “Tata” Martino por haber nacido!... antes de agarrar el equipo de primera el querido Tata, convengamos que estábamos en el fondo del mar peleando con tiburones, rayas venenosas y orcas asesinas. Con todas estas contras, no solamente que fuimos campeones del Clausura 2013, sino que además fuimos reconocidos nuevamente por todos los equipos de todas las divisiones, el público en general y el periodismo de todo el globo terráqueo y sino ¿dónde dirige hoy el Tata? Vamos directamente al Torneo Clausura 2013. Poco y súper importante para decir. Gracias al Gringo Gabriel Heinze, gracias a la Fiera Maximiliano Rodríguez, al Nacho Ignacio Scocco que junto al Tata, dejaron cosas importantes a nivel internacional para apoyar al gran Newell´s Old Boys en un momento dificilísimo en la tabla de los promedios más que promedios. Empezamos el torneo que nos ocupa últimos y llegamos primeros dos fechas antes. Ah, y jugando La Copa Libertadores, La Copa Argentina y La Copa final contra Vélez. Lo que todo Newell´s vivió durante cinco meses fue de alta tensión, porque jugamos varios frentes y nos posicionamos a nivel internacional. No quiero dejar de mencionar el aporte y el crecimiento técnico de Lucas Bernardi y el de Pomelo Mateo que todos creíamos era un ex jugador. Tuvimos que sufrir la lesión del mudo Hernán Villalba que estaba jugando todos los partidos para 9 puntos, la vuelta al club de Pablo Pérez, el oficio de Víctor López y de Víctor Figueroa, el crecimiento Colosal de Marcos Cáceres por la derecha y de Milton Casco por la izquierda, la revelación del año que fue el Patón Nahuel Guzmán y todos, absolutamente todos los que nombraremos en las estadísticas. 104
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Como todo es muy fresco puesto que pasó en el 2013, el mismo año de la edición de este libro, como olvidar la tarde que fuimos Campeones en Rafaela, faltando dos fechas y asegurando la punta con un contundente 3 a 0. Y la fiesta en Rosario duró una eternidad. Nunca se vio tanta gente en las calles de una ciudad festejando un campeonato de futbol. Ni que hablar del traslado del primer equipo desde el Aeropuerto Internacional de Fisherton hasta el parque, hasta El Coloso Marcelo Bielsa. Los fuegos artificiales jamás vistos. Ni para navidad, ni para año nuevo nunca se vio una cosa igual. Y pensar que esto pasó hace un rato. ¡GRACIAS QUERIDO NEWELL´S OLD BOYS POR TANTAS ALEGRIAS! Vamos a las estadísticas.
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NEWELL´S OLD BOYS CAMPEÓN 2013 TORNEO FINAL
Independiente 1 - 3 Newell´s Old Boys 0 - 3 San Martin (S. Juan) 1 - 1 Newell´s Old Boys 2 - 0 Estudiantes 2 - 4 Newell´s Old Boys 1 - 0 San Lorenzo 0 - 1 Newell´s Old Boys 1 - 2 Newell´s Old Boys 3 - 1 Vélez 1 - 3 Newell´s Old Boys 4 - 3 Arsenal 2 - 0 Newell´s Old Boys 3 - 1 Quilmes 1 - 1 Newell´s Old Boys 4 - 0 All Boys 2 - 1 Newell´s Old Boys 5 - 0 Atlético Rafaela 0 - 3 Newell´s Old Boys 0 - 1
Newell´s Old Boys Lanús Newell´s Old Boys Belgrano (Cba.) Newell´s Old Boys River Plate Newell´s Old Boys Colón de Sta. Fe Tigre Newell´s Old Boys Racing Club Newell´s Old Boys Godoy Cruz Newell´s Old Boys Boca Jrs. Newell´s Old Boys Unión de Sta. Fe Newell´s Old Boys Argentinos Jrs.
Jugadores que participaron en el torneo: Guzmán, Peratta, Cáceres, Lopez, Mateo, Bernardi, Rodríguez, Tonso, Casco, Heinze, Pérez, Scocco, Vergini, Cruzado, Figueroa, Villalba, Urruti, Díaz, Muñoz, Orzán, Ortíz, Isnaldo, Vieyra, Ferracuti, Beloso, Faravelli, Torres y Hachen.
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DIRECTOR TÉCNICO Gerardo Daniel Martino PRESIDENTE Dr. Guillermo Lorente
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EPÍLOGO
Debo confesar que este libro empecé a escribirlo a comienzos del 2013. Primero decidí el título, luego el subtítulo y después de conseguir nuestro primer equipo la Séptima Estrella en el historial, dejé el segundo subtítulo a la espera del final del Torneo Apertura 2013, que como todos sabemos se definió el domingo 15 de diciembre en el Parque y en Liniers. Qué año 2013 para mi querido Newell´s Old Boys. Campeón en el Clausura 2013 bajo la batuta del Tata Gerardo Daniel Martino, quién a los pocos días de haber logrado nuestra Séptima Estrella, el Tata fue contratado por el magnífico Barcelona de España. Cuanta categoría para la cantera Rojinegra. La comisión directiva presidida por el Dr. Guillermo Lorente contrató al joven Alfredo Jesús Berti para reemplazar al Tata y no pudo haber sido mejor para el Loco Berti. Llegamos a la fecha 19 recibiendo a Lanús, que días atrás había logrado la Copa Sudamericana. Pero esto no era todo. Había que esperar el resultado final en Liniers entre Vélez y San Lorenzo. Cuanta emoción. Antes de volcar al papel las estadísticas del apertura 2013, debemos decir que LA LEPRA fue el equipo que más puntos obtuvo sumando los dos Torneos del 2013. Admirable, sobresaliente y magnífico lo logrado por nuestro 109
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equipo. Mérito de jugadores, técnico y cuerpo técnico y dirigentes. Párrafo aparte para la hinchada de Newell´s Old Boys, siempre presente en todos los escenarios donde juegue Ñuls. Ni que hablar cuando jugamos de local. El estadio volvió a quedarnos chico. Con qué satisfacción escribo este libro que comencé a narrar a través de mi memoria cuando tenía 6 años y lo termino con mis vivencias a los 60 años, con una diferencia fundamental, desde 1974 hasta hoy lo vi Campeón 7 veces. ¿Qué más puedo pedir? o mejor dicho ¿qué más podemos pedir todos los Ñulistas?... ¿les digo algo?... ¡vamos por más! Decía párrafos atrás que la última fecha había que ganarle a Lanús y esperar que pasaba con Vélez y San Lorenzo. Ñuls salió a la cancha con lo mejor que tenía, pero no nos alcanzó. Final en el Parque 2 a 2 y a pensar en el 2014. En el epílogo de este libro quiero felicitar a todo Newell´s Old Boys por lo hecho en el 2013. Campeón Clausura 2013, Subcampeón Libertadores 2013, Subcampeón (Junto con Lanús y Vélez) Apertura 2013, casi finalista de la Copa Argentina 2013 y subcampeón Torneo Final 2012/2013. Qué más se puede pedir sin pretemporada. Felicitaciones a todo el mundo NEWELL´S. De esta manera doy por terminado este libro, que estimo será un granito más, para conocer algunas cuestiones de un simple hincha más, que vivió las 7 Estrellas logradas por el Glorioso Newell´s Old Boys. Esto fue Ñuls y yo. 110
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Gracias don Isaac Newell, gracias Dr. Claudio Newell, gracias comisiones directivas de todos los tiempos. Gracias técnicos y jugadores de toda la vida. Gracias a todos los hinchas, aquellos que nunca lo pudieron ver Campeón y aquellos que lo vimos Campeón 7 veces. Qué lindo es pasar por la puerta del Estadio del Parque Independencia y leer... Bienvenidos a la casa del Campeón... el escudo y las 7 Estrellas. Qué lindo es ver por todo el mundo los colores Rojo y Negro. Los colores del Glorioso Newell´s Old Boys.
Lunes 16 de diciembre de 2013 111
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Don Isaac Newell
Dr. Claudio L. Newell
Campe贸n 1974
114
Juan Carlos Montes D.T. Campe贸n 1974
115
Cdor. Armando Pedro Botti Presidente Campe贸n 1974
Campe贸n 1988
D.T.
Jos茅 Yudica Campe贸n 1988
118
Dr. Eduardo Mar铆a Gallo Presidente Campe贸n 1988
119
Campe贸n 1990
120
Campe贸n 1991
121
Campe贸n 1992
122
Marcelo A. Bielsa D.T. Campe贸n 1990-1991-1992
123
ÑULS y YO • La Historia de un hincha más y las 7 estrellas de Newell’s Old Boys
Dr. Mario Garcia Eyrea Presidente Campeón 1990-1991 124
José Alberto Berlén
Dr. Walther Cattaneo Presidente Campeón 1992 125
Campe贸n 2004
126
127
Américo Rubén Gallego D.T. Campeón 2004
Presidente Campeón 2004
128
Eduardo J. López
ÑULS y YO • La Historia de un hincha más y las 7 estrellas de Newell’s Old Boys
Campeón 2013
José Alberto Berlén
129
Gerardo Daniel Martino Campe贸n 2013 D.T.
130
Dr. Guillermo Lorente Presidente Campe贸n 2013 131
Diego Armando Maradona 132
HASTA HOY ESTAMOS ASÍ -ESCUDO OFICIAL-
31 de DICIEMBRE de 2013