halloween monster

Page 1

medellìn-mayo 2019

HALLOWEEN MONSTER

3.200 pesos

HALLOWEENMONSTER.COM @HALLOWEENMONSTERfacebook @HALLOWEENMONSTERinstagram

Los monstruos y los sueños ¿ sera esto una pesadilla ¡ Un monstruo (del latín monstrum)​es un concepto muy amplio ligado a la mitología y la ficción. Se aplica a cualquier ser que presente características, por lo general negativas, ajenas al orden regular de la naturaleza. Los monstruos se describen como seres híbridos que pueden combinar elementos humanos, animales y necrológicos, así como tamaño anormal y facultades sobrenaturales. El término se reserva para seres que inspiran miedo o repugnancia. También suele utilizarse como descalificativo, para referirse a personas cuyos actos van en contra de los valores morales propios. Asimismo, puede usarse de modo positivo, para referirse a personas que descollan en alguna disciplina.

El vocablo sueño (del latín «somnus», que se conserva en los cultismos somnífero, somnoliento y sonámbulo) designa tanto el acto de dormir como la actividad de la mente durante ese periodo de descanso.

1


HALLOWEEN MONSTER De monstruos a monstruos

La primera secuencia de La forma del agua des-

cribe a sus personajes en términos de cuento de hadas. Mientras se muestran imágenes de un mundo sumergido, una voz en off invita a conocer la historia de la habitante de esa dimensión: “la princesa sin voz”. El prólogo concluye con la mención de su antagonista: “el monstruo que alguna vez quiso destruirlo todo”. Esta segunda caracterización es engañosa y astuta. Es la clave de la película –y de la filmografía de Guillermo del Toro. Aun quien conozca poco de la obra de este director la asocia con seres fantásticos: vampiros, faunos, demonios y anfibios rechazados

por la mayoría, pero cuya apariencia anormal no es sinónimo de maldad. Quien los llama monstruos proyecta en ellos su miedo a la otredad. Algo muy distinto es la noción de lo monstruoso, que en las películas de Del Toro se entiende como la crueldad con la que algunos humanos reaccionan ante lo que desconocen. (Es la ironía al centro de Freaks [1932], de Tod Browning, una de las películas favoritas de Del Toro.) El monstruo al que se refiere el prólogo de La forma del agua no tiene cuernos, colmillos ni escamas. Tampoco es la criatura con visos azules y verdes que se ve en la publicidad de la cinta. El monstruo de esta película viste de traje y corbata, y se define a sí mismo como un hombre “decente”. Es el burócrata Strickland (Michael Shannon), un engendro peligroso. Ya en películas previas Del Toro había asignado el atributo de lo monstruoso a humanos específicos –el portero Jacinto en El espinazo del diablo; el capitán Vidal en El laberinto del fauno–. Su grado de maldad, sin embargo, los separaba del hombre común. Strickland, en cambio, es uno de los nuestros. La acción de La forma del agua transcurre en 1962, en Baltimore. Su protagonista es Elisa (Sally Hawkins), una muda que trabaja como afanadora en un laboratorio militar. Los únicos amigos de Elisa son Zelda (Octavia Spencer), su colega negra, y su vecino Giles (Richard

2

Jenkins), un dibujante homosexual. Los tres personajes se saben marginales en una sociedad que, en ese entonces, aún no reconocía sus derechos. Eso no les impide gozar de placeres mundanos, ver el mundo con irreverencia y compartir un humor procaz. Sus vidas cambian cuando descubren que el laboratorio alberga un anfibio con forma humana (Doug Jones), traído desde el Amazonas, donde es considerado una deidad. Elisa y Zelda lo encuentran cuando acuden a limpiar el charco de sangre que resulta del enfrentamiento entre la criatura y el agente Strickland, un funcionario déspota y servil a la vez, obsesionado con el estatus y con la aprobación de sus superiores. Strickland se ha propuesto destruir al anfibio, a pesar de la oposición del científico Hoffstetler (Michael Stuhlbarg), él mismo portador de un secreto. Elisa entabla una relación afectiva con la criatura y traza un plan para salvarla de los planes de Strickland.Ganadora del máximo premio en el pasado festival de Venecia, La forma del agua transcurre en un universo de cine. A través del diseño visual (realismo poético que evoca el cine Jean Pierre-Jeunet), una fusión inesperada de géneros (la criatura de la laguna negra ejecuta con elegancia un número musical) e incontables guiños cinéfilos (a películas clásicas y de su propia filmografía), Del Toro despliega un virtuosismo estético que roba el aliento al espectador. La creación de este mundo de fábula será lo que más elogios le gane a La forma del agua, pero no es lo que la convierte en la película más adulta y subversiva del director. Lo es, en cambio, la forma en que Del Toro remonta contra la doble moral de ciertas instituciones y de los valores que promueven –la misma doble moral que causa estragos en el


medellìn-mayo 2019 presente, y que contribuye a la reaparición de fascismos que se creían extintos–. Que la película se sitúe a mediados del siglo pasado solo refuerza el punto: las revoluciones sociales lo fueron más de forma que de fondo. Por eso destaca el personaje interpretado por Shannon: él encarna las violencias –raciales, religiosas, sexistas– que han vuelto a asomar la cabeza. Esto, por sí mismo, no lo convertiría en un personaje excepcional: La forma del agua es una película, no un ensayo ideológico. Lo atractivo es la forma en la que Del Toro y Vanessa Taylor, su coguionista, le imprimen atributos: a través de diálogos circunstanciales, detalles de caracterización y tramas secundarias. Por ejemplo: Strickland aparece por primera vez cuando entra al baño de hombres del laboratorio, mientras Elisa y Zelda se encuentran dentro haciendo la limpieza. Él se percata de la incomodidad de las mujeres y, para agrandarla, orina frente ellas. En esa misma escena, Del Toro muestra en primer plano el otro falo de Strickland: una macana negra que da descargas eléctricas. Strickland la utiliza para herir a la criatura, en escenas que evocan represiones de hace medio siglo pero también videos recientes que dejan ver la brutalidad policiaca en contra de la población negra.Strickland, sin embargo, es un hombre religioso. Recita pasajes bíblicos y lamenta que el mundo sea un lugar “de pecado”. Dice que el Creador tiene aspecto humano, pero le aclara a la afanadora negra: “Se parece más a mí, que a ti.” También es un hombre de familia y el guion permite un atisbo a su vida doméstica. En una escena inusual en la filmografía de Del Toro, su esposa lo invita a tener sexo (un contrapunto al cliché del ama de casa frígida) que culmina con Strickland tratándola como

receptáculo y tapándole la boca para no oírla hablar. Una consecuencia natural –por así llamarla– será que luego acose sexualmente a la silenciosa Elisa. (“Yo te puedo hacer chirriar”, le dice, aludiendo a su discapacidad.)A través del personaje de Strickland –y como en ninguna de sus películas previas–, Del Toro señala el discurso excluyente de la derecha religiosa, cuestiona la fachada de la familia tradicional y muestra cómo el acoso sexual está vinculado con el abuso de poder. Se dirá que Strickland refleja valores de los Estados Unidos de la posguerra, pero el modelo de masculinidad que encarna es vigente y extendido. Basta decir que el estreno de la película coincidió con la denuncia colectiva contra Harvey Weinstein, prototipo del bully sexista. La única diferencia entre monstruos comoStrickland y Weinstein –y, para el caso, Donald Trump– es el alcance de su influencia.Con todo, la mayor transgresión que filtra Del Toro en La forma del agua –respecto al género y a su propio cine– es la evidencia de sexualidad. Elisa es una mujer sensual, algo que queda claro en su primera escena en la película: la vemos quitarse una bata y sumergirse en una tina donde, al parecer, disfruta del pla-

3

cer que le dan las corrientes de agua. Luego vendrá su relación con el magnífico y atlético anfibio. Un par de escenas centrales en la trama dejan claro que lo suyo no es platónico: es físico y muy disfrutable. Esta transgresión es una forma ingeniosa de retar al espectador que, en 2017, se ve a sí mismo como libre de prejuicios. Tan pronto alguien se pregunta si es posible sentir no solo amor sino deseo hacia alguien tan distinto –en este caso, de una especie desconocida– se pone en el lugar de quien hace medio siglo consideraba impensables las relaciones interraciales, homosexuales o con personas de otra religión. La analogía es extrema pero el recurso funciona



medellìn-mayo 2019 Los sueños son manifestaciones mentales de una serie de elementos, situaciones y sentimientos que están conectados de algún modo con la realidad. La magia de el significado de los sueños, está en que la realidad de cada persona es diferente, pues aunque las personas compartimos momentos determinados, experiencias, viviendas o cualquier otro entorno, cada uno recibe unas sensaciones, unos recuerdos y una percepción diferente. Esto es sin duda lo que hace el mundo onírico mucho más interesante y rico en significados. Debido a la gran variedad de soñantes y por tanto, de sueños, la tarea de encontrarle significado a los mismos no es para nada sencilla. El psicoanálisis onírico, tras muchos años de esfuerzo e investigación, ha conseguido ir dando con una serie de patrones que nos permiten conocer el significado y la interpretación de estas manifestaciones del sueño a veces tan reales, aunque es cierto que en cada caso éstos significados pueden verse algo alterados por la situación particular de cada persona.

Interprete del sueños Resulta especialmente interesante que a pesar de tratarse de visiones bien claras y aparentemente reales, capaces de hacernos sentir todo tipo de emociones, seamos incapaces de explicar los sueños con palabras para que los demás nos entiendan. Seguramente has podido experimentar sueños que van desde lo más irracional e imaginativos a los más naturales, que hasta te hacen dudar de su realismo. Nuestro diccionario de los sueños te ayudará a que puedas entender el significado de tu sueño. Lo cierto es que soñamos unas 7 u 8 veces por noche, aunque por suerte o por desgracia, sólo recordamos un par de ellos o incluso ninguno. Dentro de todos estos sueños encontramos que algunos tienen mayor importancia que otros. Si por ejemplo hemos pasado el día en el zoo y soñamos con hipopótamos, ese sueño no esconde ningún significado importante, pues la mente ha utilizado elementos reales de la memoria más reciente para componer estas visiones. No obstante, si soñamos con algo que se repite en varias ocasiones y que nos hace pensar bastante en ello, lo más probable es que sea un sueño Muchas personas se muestran reacias ante la idea de analizar los sueños y se preguntan por qué hacerlo. Pues bien,

5

todo aquello que los sueños nos dicen son nuestras propias angustias, preocupaciones y miedos. Es nuestro interior el que se refleja en los sueños, por lo que su interpretación es una de las formas más eficaces de solucionar problemas, pues nada mejor que nuestro propio subconsciente para indicar dónde tenemos que cambiar o mejorar algo. A continuación, para que se entienda mejor el funcionamiento de los sueños, explicamos las fases de los mismos, pues no se trata de un proceso arbitrario sino bien estructurado. Cuando estamos durmiendo, si no somos interrumpidos, pasamos por unas cinco etapas diferentes que se agrupan en dos grandes fases. La primera fase recoge las cuatro primeras etapas y es conocida como No REM, mientras que la quinta pertenece a la fase REM, siglas que provienen de “Rapid Eye Movement´´. Cuando nos vamos a dormir y adoptamos una postura cómoda y relajada comienza la fase primera. En ella simplemente nos encontramos entre la


HALLOWEEN MONSTER Los sueños vigilia y el sueño. Es muy fácil que cualquier ruido o estímulo nos saque de dicha etapa y nos toque volver a empezar. Una vez estamos más tranquilos la fase dos nos permite disminuir el ritmo de las ondas cerebrales y como no, del ritmo cardíaco. Relajamos los músculos y ya resulta algo más complejo despertarnos. Cuando pasamos a la tercera y cuarta etapa estamos ya dentro del conocido sueño profundo y es donde se producen los sueños. Estamos totalmente relajados físicamente, aunque nuestro cerebro está más activo incluso que despiertos y produce estas visiones tan polémicas. Por extraño que parezca, al pasar a la quinta y última etapa, que pertenece ya a la fase REM, también es posible soñar. Es extraño si sabemos que en esta fase se producen los movimientos oculares rápidos y vamos recuperando ritmo cardíaco y tono muscular. Aunque este pueda parecer un ciclo largo y complejo, cada noche lo repetimos varias veces de forma cíclica. Entre dichos ciclos pasamos por momentos de vigilia en los que nos podemos hasta despertar a mitad de noche y recordarlos al día siguiente. Ahora que ya sabes cómo funciona este proceso de los sueños, entenderás que soñar unas siete veces por noche no es nada fuera de lo normal. Finalmente, ahora que ya sabes qué es lo que reflejan los sueños y de qué forma funciona nuestra

mente cuando dormimos, vamos a tratar de explicar brevemente la utilidad de los diccionarios de sueños y algunas pautas para utilizarlos.

sean positivas, el significado será también positivo, y como es lógico, lo contrario ocurre con las emociones negativas.

Una vez hemos tenido uno d esos sueños que permanece en nuestra mente y nos hace pensar en él, lo mejor será encontrar los elementos más destacables del mismo para poder relacionarlo con alguna de las categorías en las que se dividen los diccionarios de sueños. Llegados a este punto solo tendrás que leer detenidamente cada artículo relacionado con la temática escogida y encontrar el sueño que más se aproxime al tuyo. A continuación te indicamos algunos trucos para conseguir significados más precisos.

Reflexiona sobre tus sueños. Una vez hayas leído la interpretación en el diccionario de sueños te toca a ti realizar el trabajo más complejo, relacionarlo con tu caso particular. Son muchos los elementos que intervienen, por lo que vas a tener que pensar en tu entorno, tus amistades, tus preocupaciones y tus miedos.

Ser realista. Tienes que tener claro desde un principio que la interpretación onírica es una ciencia no exacta. No hace falta que te tomes a raja tabla todo lo que leas, aunque te puede servir como pauta para empezar a reflexionar sobre tu caso particular. Prepararse para el futuro. Muchos sueños nos ayudan a conocer lo que nos augura nuestro futuro más próximo, y aunque pueda parecer extraño, así es. Ya desde hace miles de años los seres humanos hemos ido enlazando estas visiones con el porvenir. En lugar de asustarte o alegrarte por aquello que augure tu sueño, céntrate en prepararte por si ocurre en realidad, pues nada mejor que jugar con ventaja para reaccionar adecuadamente. Tener en cuenta los sentimientos. Aunque los significados suelen contemplar las emociones vividas durante el sueño, éstas marcan sin duda el significado de los mismos. Siempre que las emociones

6

Ahora que ya sabes todo lo que necesitas para poder utilizar un diccionario de sueños, te invitamos a descubrir ya mismo el significado de tus experiencias oníricas. No temas las respuestas y empieza a entender todo aquello que tu propio subconsciente trata de mostrarte, pues si el sueño se repite es porque se trata de algo importante que debes atender cuanto antes. La pesadilla es una parasomnia relacionada con el sueño REM (rapid eye movements). La persona que duerme tiene un sueño caracterizado por el miedo y la ansiedad que puede llegar a despertarle. Las pesadillas llegan a ser consideradas un trastorno del sueño cuando por su frecuencia e intensidad interfieren con la actividad cotidiana de la persona. Las pesadillas tienen lugar durante períodos de sueño con movimientos oculares rápidos.



HALLOWEEN MONSTER desarrolla.

Pesadillas Una pesadilla es un sueño perturbador relacionado con sentimientos negativos, como ansiedad o miedo, que te despierta. Las pesadillas son frecuentes en los niños, pero pueden suceder a cualquier edad, y, por lo general, no hay motivos para preocuparse por las pesadillas ocasionales. Los niños pueden comenzar a tener pesadillas entre los 3 y los 6 años, y suelen disminuir luego de los 10 años. Las mujeres adolescentes y adultas jóvenes parecen tener pesadillas con mayor frecuencia que los hombres. Algunas personas las tienen en la adultez o durante toda la vida.

Si bien las pesadillas son algo frecuente, el trastorno de pesadillas es relativamente poco frecuente. Se habla de «trastorno de pesadillas» cuando las pesadillas ocurren con frecuencia, ocasionan angustia, alteran el sueño, provocan problemas de funcionamiento durante el día o generan temor de irse a dormir.

Síntomas Es más probable tener una pesadilla durante la segunda mitad de la noche. Las pesadillas pueden ocurrir con más o menos frecuencia, incluso varias veces por noche. Los episodios suelen ser breves, pero provocan que te despiertes, y puede resultarte difícil volver a dormir. Una pesadilla puede tener estas características: El sueño parece vívido y real y es muy angustiante, y a menudo se vuelve más inquietante a medida que se

8


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.