Tesis Doctoral El trazado del acueducto romano de Cádiz
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PARTE 4 Conclusiones 4.1 Plano del posible trazado del acueducto romano. El resultado final de la presente tesis doctoral es un mapa con el trazado de la conducción romana que, en este trabajo se presenta impreso. Este plano se encuentra registrado en un SIG sobre la cartografía base digital y en conjunto con los registros de restos arqueológicos e indicadores de paso obtenidos de la prospección visual de la superficie (trabajo de campo). El mapa de trazado que a continuación se anexa se ha organizado de la siguiente manera: • Plano general de hipótesis de trazado, que a su vez se ha dividido en dos tramos (planos 2.01 y 2.01) para disminuir la escala y permitir una mejor lectura. En los tres mapas con la hipótesis de trazado se incluye el detalle del tipo de conducción empleada en cada tramo: galería subterránea, galería en mina, puenteacueducto, sifón invertido, pozo de pérdida de altura, zona por determinar y posibles ramales secundarios. Además se representan con símbolos puntuales los restos materiales o indicios de paso de la conducción extraídos del diario de campo. • Plano de hipótesis de trazado sobre ortofotos a color del ICA (ICA 2005a). Para una mejor comprensión del discurrir de la canalización sobre la topografía actual se anexa un mapa donde se representa la hipótesis del trazado sobre las diferentes ortofotos a color del ámbito afectado. • Plano de hipótesis de trazado sobre ortofotografía histórica (CMA 2006). Este mapa permite entender de qué forma pudo ser afectada la integridad material de la conducción romana por las modificaciones del territorio en los últimos 50 años.
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Descripción que del trazado del acueducto romano de Cádiz. El trazado del acueducto romano de Gades se inicia en su captación, en el manantial de Tempul, adjunto a la Sierra de las Cabras. En este lugar debió existir un azud de derivación que, probablemente formase un pequeño embalse donde se debió acumular el agua proveniente de los diferentes veneros o salidas de agua de la fuente, antes de su derivación a la conducción de transporte. A partir de este sitio el agua entra en la galería posiblemente a través de algún ramal de desagüe realizado con tuberías, tal y como se expone en los informes de reconocimiento del siglo XVIII (Hurtado y Rueda de 1784; Perosini 1786). Pocos son los restos materiales que han llegado a nuestra época de las estructuras originales romanas del caput aquae; actualmente sólo se reconocen pocos indicios de su existencia, debido a la constante modificación a la que ha sido objeto este manantial para adecuar su uso a las necesidades de las diferentes poblaciones cercanas a lo largo del tiempo. La transformación más importante que ha sufrido el manantial y su entorno se realizó a finales del XIX, cuando se construye un nuevo acueducto que derivó el agua a la ciudad de Jerez de la Frontera. Lo que si se ha podido confirmar, en el presente trabajo, es el punto de arranque de la canalización adjunto al manantial de Tempul (Hurtado y Rueda 1784: punto 2) reconocido parcialmente como resultado de la labor de inspección en campo. Desde allí se inicia el primer tramo de galería subterránea que operaba en régimen de lámina libre y cuya construcción debió ser realizada a través de la apertura de zanjas en el terreno, por la poca profundidad a la que se encuentra la conducción con respecto al actual nivel de superficie, de 2 m aproximadamente. Este tramo va desde el manantial del Tempul a una cota aproximada de 122 m.s.n.m. atravesando el Llano de Tempul, hasta la entrada del antiguo callejón, un recorrido de unos 145 m en el que se construyeron posiblemente tres pozos de registro (Perosini 1786). El discurrir de la conducción a través del callejón del Tempul se hizo en mina de 690 m de longitud aproximada que permitió atravesar una montaña con cotas de hasta 138 m.s.n.m. para una profundidad de galería de 16 m de valor máximo. En el plano que acompaña al manuscrito de 1784 (Hurtado y Rueda de 1784) se representan siete spiraminas o pozos de registro en esta mina, mientras que en el informe de 1786 se citan existieron diez (Perosini 1786). Al salir de la mina del callejón del Tempul el acueducto tomó dirección noroeste para bordear el denominado cerro del Primer Cuquillo. En esta zona la conducción se vuelve a construir poco profunda, en algunos sitios a ras del terreno y con una sección transversal ligeramente distinta en algunos sectores. La longitud de este tramo de galería, denominada del primer Cuquillo, es de unos 480 m. La galería descrita en el párrafo anterior también estuvo provista de spiraminas tal y como se constata en la información documental que, se confirmó en el presente 278
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trabajo con el hallazgo de un posible registro de planta cuadrada adjunto a la cata 12 del reconocimiento de 1784 (Hurtado y Rueda 1784) de dimensiones 0.60 m por 0.75 m en planta. Al finalizar el tramo de canalización que bordea el cerro el primer Cuquillo la conducción se va haciendo más profunda y comienza la segunda mina denominada “del Segundo y Tercer Cuquillo”. La longitud de este tramo es de unos 415 m con una profundidad máxima de unos 30 m; de esta segunda mina se conocen dos pozos de registro de planta circular y un tercero de planta cuadrada hallado en el trabajo de inspección visual en campo de la presente tesis, de los cinco documentados en el XVIII (Hurtado y Rueda de 1784). Concluida la segunda mina, el acueducto se descubrió en 1784 (Hurtado y Rueda de 1784) superficial, y es probable que atravesara el arroyo inmediato, denominado actualmente del Bollo, a través de un primer puente-acueducto de unos 16 m de longitud. Al terminar el paso del arroyo, la canalización hace un giro hacia el noroeste de casi 90º y se dispone subterránea por la falda este del cerro del Bollo, a media ladera, una longitud de 150 m aproximadamente o menor. De este tramo se han localizados tres indicios, restos materiales de fábrica romana dispersa que han determinado el ajuste del trazado de la conducción en la vertiente. La canalización deja la depresión oeste del cerro el Bollo para tomar rumbo suroeste a través de la galería subterránea que atraviesa el Llano del Vicario de unos 420 m aproximadamente y con una profundidad máxima de unos 9 m. En este tramo se inspeccionaron tres spiraminas en 1784 (Hurtado y Rueda 1784), siendo detectado en el trabajo de campo de la presente tesis un lugar a nivel de superficie que, posiblemente corresponda con alguna de estas estructuras. Termina la mina del Llano del Vicario en las inmediaciones de la histórica Fuente del Vicario y comienza la cuarta galería subterránea denominada del Mimbral de 1170 m de longitud aproximada y que tiene una dirección predominante suroeste en busca de la Garganta de Bogas. Este tramo de galería fue reconocido en 1989 (Muñoz 1991) en una finca dedicada a la labor agrícola, hoy día conocida como “El Taramal”. También se dispusieron pozos de registro cada cierto intervalo y en 1784 (Hurtado y Rueda de 1784) se identificaron cinco, contando la caja de entrada de agua del paso de la Garganta de Bogas. Sobre el paso por la Garganta de Bogas se puede precisar que debió tener unos 100 m de longitud aproximada y según la documentación del siglo XVIII cita que se resolvió el paso a través de un sifón invertido provisto de un venter. Actualmente se mantiene un debate abierto sobre el tipo de solución empleada en este lugar pues no se han detectados restos de atanores que confirmen la propuesta del sifón de 1784 (Hurtado y Rueda 1784). Actualmente se conservan restos del posible venter, un pilar sumergido en la Garganta y el arranque del mismo, en su lado oeste (lado Cádiz). En el presente trabajo se han inspeccionado los restos materiales de dicho arranque junto a los que, se ha detecto lo que posiblemente se trata de la entrada a la galería de la Gredera. No se pueden establecer conclusiones definitivas con los Jenny Pérez Marrero
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datos con los que se cuenta en la actualidad sobre el tipo de estructura de paso empleada en la Garganta de Bogas, es necesario realizar una excavación arqueológica en ambas márgenes del cauce para intentar determinar con certeza la solución adoptada en origen. A continuación del paso de la Garganta de Bogas el acueducto discurre por la quinta galería subterránea de la Gredera, para luego entrar en la mina del mismo nombre que transita en las tierras del Majar del Pastor, en la propiedad conocida actualmente como finca del Parralejo Alto, a través de unos 330 m de longitud de conducción soterrada a unos 12 m de profundidad máxima. Al finalizar la mina del Majar del Pastor el acueducto cruza un arroyo a través de la sexta galería subterránea del Majar de Tablas. En este arroyo se ha podido identificar el punto de paso de la galería cortado a ambas márgenes, hallazgo inédito que confirma la hipótesis de trazado y la poca profundidad con respecto a la superficie en la que se encontraba este tramo de conducción. La sexta galería debió tener unos 460 m de recorrido. Una vez salvado el antiguo arroyo de Palmetín en las inmediaciones del antiguo cortijo del mismo nombre y que, actualmente se denomina del Parralejo Alto, la conducción continua su recorrido en dirección noroeste por la quinta mina del Palmetín, de unos 285 m de longitud y de unos 10 m de profundidad máxima. Al finalizar la quinta mina la conducción bordea la falda norte del cortijo Parralejo Alto, a través de una canalización poco profunda de unos 430 m de recorrido hasta en antiguo arroyo de Matabacas, hoy denominado Palmetín. Desde el cauce se prosigue en galería subterránea en dirección norte atravesando el Llano del Espinar hacia la propiedad del Parralejo Bajo. Una vez que atraviesa el arroyo de Matabacas el acueducto discurre 2 Km soterrado a poca profundidad hasta la entrada de la falda norte de la Sierra de Dos Hermanas. En este tramo se han reconocido en el presente trabajo restos materiales de la conducción y testimonios de su existencia en las inmediaciones de una zona conocida como “El Canuto del Abuelo” donde el canal discurre paralelo al acueducto del siglo XIX de Aguas de Jerez. En este tramo se documenta la sexta mina del cerro de campanilla de 110 m de longitud. Al finalizar la mina de Campanilla se continúa en túnel 500 m más a través de la mina del Higuerón con una profundidad máxima de unos 20 m. Finalizado el tramo anterior la conducción vuelve a discurrir poco profunda, un trayecto de 1700 m antes del cruce del arroyo de Infierno. En este tramo se han contabilizados múltiples indicios y restos materiales de la cañería en campo que confirman, una vez más, su trazado en por la zona noreste de la Sierra de Dos Hermanas. En el arroyo del Infierno debió existir una pequeña estructura de paso tipo puenteacueducto del cual han sido localizados, en el trabajo de campo, los restos de sus estribos. Una vez salvado el cauce, la galería continúa por la falda este de la 280
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montaña adjunta a la llamada “Cañada de las Sierpes” en la propiedad de Fuente Ymbro. En esta zona, se reconocieron en la inspección visual, sendos tramos de la cañería inéditos adjuntos al terraplén de la red viaria interna de la finca que discurre a media ladera. Esta galería tiene una longitud de 2350 m y termina dentro de la finca los Romerales, atravesando arroyos por su parte baja sin ser detectada más que en el denominado cauce de la Zorra, linde entre la finca de Fuente Ymbro y la de los Romerales. Dentro de este trayecto de galería, se encuentra el muchas veces documentado tramo de galería adjunto al cortijo de Fuente Ymbro, hacia su lado norte. Continua el recorrido de la conducción atravesando la finca Los Romerales, esta vez por una mina de 260 m de longitud aproximada, seguida de un pequeño tramo en galería de 90 m antes de discurrir nuevamente profunda, en túnel soterrado a unos 10 m y de 400 m de longitud aproximada. Finalizada esta segunda mina de los Romerales la canalización termina de atravesar, a poca profundidad, un trayecto de 570 m aproximadamente antes de entrar a las Vegas de Elvira. Entra la conducción a la finca Vegas de Elvira en mina de 290 m de longitud y profundidad máxima de unos 10 m. Finalizada la mina, la canalización se encuentra poco profunda (a 1,5 m promedio) y con un trazado sinuoso, definido por las curvas de nivel del terreno hasta alcanzar la entrada de la mina del denominado “Puerto de la Cruz”. Este trayecto en galería recorre la parte final de la finca Vegas de Elvira y tierras de cultivo de la antigua propiedad de la Peruela, atravesando el arroyo del Colegial. La mina del Puerto de la Cruz es una de las importantes del acueducto por su longitud de alrededor de 1200 m y una profundidad máxima de 22 m. A continuación de la mina viene un tramo de galería de unos 1300 m que atraviesa la finca actualmente denominada “Las Viñas” hasta lo que se documentó en el siglo XVIII como el “pozo de caída de agua” (Rueda de 1785; Perosini 1786). Desde este pozo se documenta existió un sifón invertido de 230 m que permitió salvar la Garganta del Valle (Rueda de 1785; Perosini 1786). Sobre este aspecto, al igual que en la Garganta de Bogas, no se han encontrado restos materiales de tuberías que permitan confirmar esta hipótesis. Lo que sí se puede asegurar es que en este arroyo la conducción perdió muy poca altura que contradice la idea de un sifón invertido, pues si existió, debió generar una pérdida de carga mayor que se debió traducir en una mayor pérdida de altura, en comparación con la solución de un puente-acueducto. Una vez salvado el arroyo de la Molineta (Garganta del Valle) el acueducto cambia de rumbo hacia el noreste siguiendo la curva de nivel del terreno de 114 m.s.n.m. En este tramo discurre por la finca la Arenosa, paralelo al cauce hasta llegar a las inmediaciones de las instalaciones de la explotación minera que allí se desarrolla (cantera). En este tramo se reconocieron restos materiales inéditos de trozos de galería de la conducción romana que confirman nuevamente su trazado. Jenny Pérez Marrero
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Desde el arroyo de la Molineta se registra una longitud de unos 3500 m de conducción, galería subterránea que atraviesa las propiedades de la Arenosa, El Granado y el Algarrobo, hasta llegar a la entrada de la mina del Arenal en la propiedad de Malduerme. Esta mina debió tener unos 280 m de longitud y una profundidad máxima de unos 5 m en terreno arenoso que presenta una masa forestal densa, de alcornocales. Al finalizar la mina del arenal se inicia un trayecto de galería subterránea de unos 700 m que circula por la actual finca el Chaparral, en dirección sur hacia el arroyo de Cañas Verdes. En este arroyo debió existir un pozo de caída de agua por la considerable altura que pierde la canalización hacia su salida, de entre 5 a 6 m aproximadamente. Pasado el arroyo de cañas verdes la galería debió discurrir poco profunda, bordeando el antiguo cerrillo de las Borregas y actualmente sembrado de olivos, en un trayecto de 360 m hasta el inicio de la mina del Tollo de la Vieja; ésta de 360 m de longitud y que atraviesa la actual finca de “El Chaparral” con una profundidad máxima de 4 m. El final de la mina se encuentra en lo que anteriormente se denominaba el Alcornocal de Juan Herrera. Al finalizar la mina la conducción debió correr nuevamente como galería subterránea poco profunda, en lo que se ha denominado “Primer tramo de la galería de los Isletes Bajos” de 2700 m de longitud. En este trayecto se ha reconocido, en el presente trabajo, un hallazgo inédito de un tramo de la cañería que ha permitido realizar los ajustes correspondientes a la hipótesis de trazado del acueducto en esta área. El recorrido de la conducción en esta zona está asociado a la curva del nivel del terreno de los 103 m.s.n.m. Al tramo de galería antes citado le sigue una mina de 230 m de longitud que prosigue con un trecho de galería de unos 3300 m; ambos tramos discurren por el parcelamiento de los Isletes Bajos. Al finalizar la galería la conducción entra en la denominada mina del Porquero de unos 750 m de longitud. La mina del Porquero finaliza y se inicia un tramo donde la cañería discurre nuevamente a poca profundidad entrando en la propiedad de los Isletes Altos. Son 1050 m de longitud de galería, antes de entrar a la mina de cerro de la Era, en las inmediaciones del cortijo de los Isletes Altos. La mina de la Era debió contar con unos 250 m de longitud aproximada. Le sigue el conocido sifón de los Arquillos de 3,5 Km de longitud aproximada que, debió entrar en carga en las inmediaciones del cortijo de los Isletes Altos y posiblemente contó con un depósito de salida emplazado en la finca las Piletas. En las piletas han sido descubiertos restos inéditos de la conducción en el presente trabajo que han permitido la definición del trazado del acueducto en un área desconocida (finca las Piletas-Llano Gamonal). 282
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A la luz de los nuevos hallazgos en campo el presente trabajo se propone un trazado en galería subterránea desde la salida del sifón de los Arquillos, en la finca las Piletas, atravesando la linde hacia la finca Fuente Rey (antes Piñero) en un tramo de 3400 m aproximadamente. Al finalizar este tramo, la conducción discurriría por mina de 1600 m de longitud. Siguiendo en la propiedad de Fuente Rey, el acueducto debió correr a continuación de la mina, nuevamente un tramo de galería de 3900 m de longitud que finaliza en la finca el Pedroso (zona norte) al oeste de Gallardo. Pasada esta galería del Pedroso se propone que el acueducto discurriese por una mina de 250 m de longitud, seguido de un tramo de galería de 1900 m que atraviesa la finca el Yesero, justo a la entrada de la sierra de las Herrerías. La Sierra de las Herrerías debió ser salvada a través de la construcción de una mina de 800 m aproximadamente hasta llegar a los Llanos del Gamonal, nuevamente en la propiedad “El Pedroso”. Los restos materiales de tramos de galería del acueducto romano existentes en el Llano del Gamonal permiten establecer su trazado por la zona, un trayecto en canalización poco profunda de unos 1500 m hasta las inmediaciones de la Laguna del Comisario. Desde la Laguna del Comisario hasta los restos materiales del acueducto detectados en la finca la Romera existen unos 1100 m, donde la canalización presenta un descenso de altura importante, por lo que se plantea debió existir una segunda estructura de pérdida de cota, tipo pozo de resalto. La pérdida de carga está en torno a los 10 m. El discurrir de la conducción romana por la finca la Romera debió de realizarse en galería subterránea de por lo menos 900 m de longitud en dirección sur, en busca del cruce del arroyo del Zurraque. El discurrir de la cañería desde la finca la Romera a los Llanos de Guerra es una zona en la que es muy complicado definir el trazado de la conducción, por la significativa pérdida de altura entre los restos materiales del acueducto registrados en las dos propiedades, de alrededor de 20 m. Se debe seguir avanzando en la investigación de esta zona para intentar determinar la forma en la cual se produjo este descenso de altura para llegar a las inmediaciones de las instalaciones del cortijo de los Llanos de Guerra, cerro el Candol. El discurrir por los Llanos de Guerra y parte de la finca el Marquesado, a continuación del Zurraque se debió realizar en galería subterránea de 4800 m de longitud, hasta llegar al arroyo de la Salineta. El arroyo de la Salineta presenta otro punto conflictivo en la investigación del trazado del acueducto romano por los pocos datos con los que se cuenta aguas arriba del paso que, en la cerrada más angosta debió tener 165 m. No ocurre lo
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mismo aguas abajo donde si se cuenta con restos materiales de la cañería identificados que permitan definir su trazado por el cerro de la Horca. Una vez salvado el arroyo de la Salineta la conducción romana debió discurrir como galería subterránea de 4000 m de longitud atravesando la finca del Marquesado y parte de La Mora, paralelo al cauce del Zurraque (zona sur) para luego tomar dirección sur hacia el poblado del Marquesado. Una vez en la actual zona urbanizada del Marquesado, en acueducto debió cambiar su sistema de operación para pasar a trabajar como un sifón invertido. El tanque de cabecera del sifón debió de estar emplazado en la zona antes señalada del Marquesado, en un tramo que se debe seguir investigando de unos 1600 m de longitud hasta la actual torre de los Arquillos. Desde el tanque de cabecera de este sifón, las tuberías se debieron dirigir a la torre de los Arquillos, para luego discurrir por la zona de marismas de Puerto Real en dirección hacia el puente Zuazo que, posiblemente fue en origen venter del sifón a su paso por el caño Sancti Petri. Una vez se pasa el puente Zuazo no existen restos arqueológicos confirmados como pertenecientes al acueducto romano en la isla de León que permitan establecer un trazado preciso. Para realizar un planteamiento de su discurrir en este ámbito se partió de la premisa de un trazado conjunto entre la antigua calzada romana y la conducción, además de la relación con la zona de producción romana, factorías que demandaban ingentes cantidades de agua para sus procesos y que seguramente fueron abastecidas por la conducción del Tempul. No se descarta que en la zona de San Fernando en sifón invertido compuesto de tres tuberías en paralelo de dividiera a las diferentes zonas a servir, como ramales secundarios, hipótesis ésta que debe ser estudiada en investigaciones futuras en profundidad. Una vez que llega el trazado de la conducción al litoral, éste no puede ser otro que el del antiguo arrecife como corroboran los hallazgos de la playa el Chato y Cortadura, hasta llegar a los depósitos terminales posiblemente emplazados en el antiguo Matadero de Cádiz por detrás de la actual Puerta de Tierra. El sifón terminal debió tener una longitud aproximada de unos 22 Km, contando con al menos una torre hidráulica intermedia “Torre de los Arquillos” cuyo origen posiblemente debe asociarse a la expulsión de aire del interior de la tubería para evitar roturas. El trazado de esta zona de la conducción se debe seguir estudiando, pues lo que se presenta en este trabajo es una hipótesis fundamentada en los pocos datos de tipo arqueológico que existen documentados hasta ahora, debiendo actualizarse a medida que se descubran nuevos indicios de paso. 284
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Como conclusión final de este trabajo se establece que el acueducto romano de Cádiz debió contar con una longitud total de 83 Km aproximadamente, de los cuales el 57 % debió de discurrir en galería subterránea, el 12 % en mina y 31 % en conducciones del tipo sifón invertido.
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Cuestiones por resolver, futuros trabajos de investigación.
Se puede plantear el siguiente inventario de cuestiones por resolver: Cuestión por resolver
Datación exacta. Caput Aquae, Manantial del Tempul, forma de derivación del agua desde el azud a la galería. Relación entre el acueducto romano y el yacimiento arqueológico de Sierra Aznar. Excavaciones arqueológicas sistemáticas que permitan dar continuidad al presente trabajo. Prospecciones geofísicas del trazado. Localización espacial exacta de todos los restos arqueológicos, empleo de GPS centimétrico diferencial. Representación gráfica individualizada de los nuevos hallazgos arqueológicos y estudio en profundidad de su técnica constructiva. Estudio de las concreciones calcáreas. Tipos de suelo atravesados en los tramos de túneles. Estudio hidráulico global del sistema. Estudio de rozamiento de las canalizaciones, determinación de su coeficiente de rugosidad. Determinación de los años de servicio del acueducto. Sistemas de sellado de juntas en las tuberías. Zonas de poca certidumbre en el trazado. Estudio de rozamiento para los sifones invertidos, determinación de la pérdida de carga. Sistema de fabricación de las tuberías. Situación actual de los restos arqueológicos. Spiraminas, puteis y piscinae limarie: localización espacial exacta, criterio de diseño y técnica constructiva empleada. Localización exacta y cálculo de la capacidad del castellum. Dotaciones de agua por habitante día de Gades y su relación con la capacidad de abastecimiento del manantial. Estudio de la relación del trazado del acueducto con las calzadas romanas. Posibles ramales secundarios. Abastecimiento de agua a zonas productivas y/o puertos a partir del acueducto. Paralelos con otros acueductos romanos. Evaluación de los daños producidos por los terremotos sobre el acueducto. Estudio de la paleotopografía de la bahía, la línea costera en época romana y el trazado del acueducto. Planteamiento de medidas de protección. Paso del acueducto por Mesa de los Bolaños, ¿posible derivación? TABLA 19, Listado de cuestiones por resolver, nuevas líneas de investigación asociadas al acueducto romano.
Los recursos necesarios para resolver todas las cuestiones antes señaladas son de tipo humano y el instrumental. El recurso humano debe estar constituido por equipo multidisciplinar de técnicos preparados para abordar el estudio, entre los que necesariamente deben estar historiadores, geógrafos, e ingenieros quienes deben diseñar un programa de reconocimiento en campo de los restos arqueológicos existentes del acueducto acorde a las exigencias del mismo. Este reconocimiento debe contemplar la toma de muestras en los puntos que se estime necesarios para su posterior análisis en el laboratorio.
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Además se debe contar con los equipos e instrumentos medición en campo, tales como GPS, aparatos de medición topográfica y en algunos casos de ser necesario equipos de detección geofísicos, como el georradar, para ubicar los tramos en de galerías subterráneas a máximo 2 m de profundidad. Toda la información debe ser catalogada y almacenada a través de herramientas informáticas como los SIG.
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