Congreso Nacional de Ingeniería_Madrid_1919

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CONGRESO NACIONAL DE INGENIERIA MADRI D 1919


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INDICE Páginas P ró lo g o ............................................................................................................................................. Comité de h o n o r.......................................................................................................................... Comité organizador..................................................................................................................... E statu to s........................................................................................................................................... Reglam ento......................................................................................................................................

L abor

preparatoria del

1 5 7 9 13

C ongreso :

Sección 1/— O bras públicas é industrias de transporte................................................ Sección 2.®— Transportes y Construcciones navales........................................... .. Sección 3 .“— Mecánica, motores y máquinas-herramientas......................................... Sección 4.®— Minas y M etalurgia........................................................................................... Sección 5 .“— Física y química industriales........................................................................... Sección 6.^— Electrotecnia........................................................................................ Sección 7.^—Industria agrícola y sus derivadas............................................................... Sección 8.® —Industria forestal y sus derivadas................................................................. Sección 9 .“—Aplicaciones de la Industria nacional á las artes de la guerra.......... Sección 1 0 . — Enseñanza técnica elemental y superior................................................... Sección 11.“— Organización del trabajo, higiene y previsión sociales...................... Sección 1 2 .“— Economía y legislación industrial............................................................... Algunas manifestaciones de la técnica oficial y de la industria privada................. Laboratorio del Material de Ingenieros................................................................................ Laboratorio para ensayos de materiales de construcción de la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos............................................................ Taller de precisión y laboratorio de Artillería.................................................................... Laboratorio de Investigaciones metal ográficas de la Escuela Especial de Inge­ nieros de M in as....................................................................................................................... Centro Electrotécnico y de Comunicaciones del Cuerpo de Ingenieros militares. El aeródromo militar de Cuatro V ientos............................................................................. Estación de ensayo de máquinas del Instituto agrícola de Alfonso X I I ................. El laboratorio Góm ez-Pardo..................................................................................................... Instituto de Experiencias Técnico-forestales de la Escuela Especial de Inge­ nieros de M o n te s .................................................................................................................... Instituto Católico de Artes é Industrias................................................................................ Diferentes industrias nacionales..............................................................................................

21 24 28 32 36 39 43 47 51 56 62 66 73 76 85 89 94 96 99 102 104 105 108 111


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P R O L O G O E ahí, lector, compilada en un libro la labor preparatoria

del Congreso de Ingeniería, unida á informaciones indus­ triales que vienen á vigorizar con las palpitaciones de la realidad los anhelos de prosperidad nacional que han ins­ pirado este certamen. Sus antecedentes son ya recuerdo del pasado, que la envidiosa mano del tiempo va borran­ do de continuo de la memoria de los hombres, y que convenía, por lo tan­ to, evocar al dar comienzo á sus tareas. Son los Congresos manifestaciones de actividad y de saber que expo­ nen á la luz pública en pOcos días el fruto de largas y penosas medita­ ciones; palenques de discusión en que se aquilatan y mejoran, con el juicio ajeno, iniciativas engendradas al calor de una sola opinión; estímulos poderosos para el trabajo, y pródigas y generosas fuentes de inspiración y de progreso. E l Comité organizador tiene la seguridad de que el Con­ greso Nacional de Ingeniería satisfará cumplidamente estos fines; pero no se diera por satisfecho si redujera á ellos su misión, porque aspira á que responda á las exigencias de la radical transformación que conmueve hoy la Economía de los pueblos, ofreciendo al país fecundas soluciones aco­ modadas á las circunstancias del momento presente, en el que hay que escoger entre abrirse con el trabajo sendas de rápido adelanto ó preparar­ se con la inercia abismos de irreparables atrasos. Tan excepcionales circunstancias y el entusiasmo de que el Comité organizador se sintió poseído desde los primeros momentos, le indujeron á salirse del reducido campo de acción que la tradición de estos certáme­ nes le señalaba, para practicar un detenido estudio de los problemas más directamente relacionados con la Economía nacional, no con la pretensión de solucionarlos, sino con el exclusivo objeto de analizar los variados temas que presentan y pulsar los diversos juicios que suscitan, á fin de


CONGRESO

DE

INGENIERIA

llamar sobre ellos la atención de todos los hombres de buena voluntad, estimulando sus iniciativas en demanda de concurso. Esta es la justifica­ ción de las circulares que se reproducen en este libro y conviene que conste en su prólogo que á medida que el Comité organizador iba profundi­ zando en esta labor, se convencía más y más de la necesidad de celebrar el Congreso de Ingeniería, por las grandes ventajas que su éxito podía reportar á los intereses generales del país. Los demás documentos oficiales que figuran en el libro no requieren aclaración. Responden á las exigencias de propaganda y á las reglas de organización y disciplina de que ha menester toda institución, para regu­ lar la marcha normal de su funcionamiento y señalar á los que se inscri­ ban en ella normas de conducta que garanticen sus derechos y precisen el cumplimiento de sus obligaciones. Se celebrará como aneja al Congreso una Exposición científico-in­ dustrial cuyo reglamento se publica también en este libro y que reclama una explicación. Acude el público en general á las Exposiciones más deseoso del re­ creo de un alegre pasatiempo que de la práctica de un atento y minucioso examen y más dispuesto á aplaudir el lujo y elegancia de las instalacio­ nes que la sencilla presentación de trabajos, por grande que sea el mérito que revelen. E l Comité organizador cree que podría celebrarse en España una Exposición industrial que al propio tiempo que impresionara por su grandiosidad pusiera de manifiesto muchos avances desconocidos; pero no disponía ni de local ni de medios económicos para organizaría y tiene que limitarse á señalar esta iniciativa como una aspiración del porvenir No era, por otra parte, el propósito de los organizadores del Congre­ so dar á conocer el estado presente de nuestra capacidad industrial, sino promover el examen de la rápida transformación que necesita la Econo­ mía nacional para acomodarse á la brusca evolución de nuestro tiempo, y es esta una empresa que requiere mirar más al porvenir que al presente é investigar tanto dentro de nuestras fronteras como fuera de ellas. Sepa, pues, el lector que la Exposición aspira únicamente á facilitar medios á los congresistas para completar la presentación de sus trabajos y al públi­ co para apreciarlos debidamente y no acuda, por lo tanto, á ella con la ilusión de que habrá de sorprenderle la grandeza de sus instalaciones, aun cuando le ofrezca, bajo su aparente sencillez, ocasión de atento y venta­ joso estudio.


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INGENIERÍ A

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En cuanto al resultado del Congreso los trabajos presentados truecan ya en segura realidad las halagüeñas esperanzas que había hecho conce­ bir y el Comité organizador ve con íntima satisfacción que su labor prepa­ ratoria se desvanece modestamente á los fecundos albores de una obra grande y provechosa. Resta sólo pedir al lector, para poner fin á este prólogo, que perdone al Comité organizador del Congreso de Ingeniería cualquier defecto ú omi­ sión en que pueda haber incurrido, en gracia al buen deseo con que ha trabajado. Madrid, 2 7 de Septiembre de 1919.

G í Comité Organizador.


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C O M IT É D E H O N O R

E xcmo . S r. P residente del C onsejo de Ministros. » » Ministro de F omento. » » » » Instrucción P ública . » » » >» H acienda . » » » » G uerra . » » ^ » Marina . » » » » G obernación. » » » » A bastecimientos. E xcmo . S r. D. R icardo A ranaz, G eneral de artillería del Ejército . » » » J osé de A rce, Ingeniero A grónomo. » » » D aniel G onzález, G eneral de A rtillería de la A rmada. *• » » F ernando JuNOY, Ingeniero Industrial. » » » J osé M.“ de Madariaga , Ingeniero de Minas. » » J osé Marvá , G eneral de Ingenieros del Ejército . » * » A mbrosio Montero, G eneral de Ingenieros de la A rmada. » » » J uan N avarro R everter , Ingeniero de Montes. » » » J osé R odríguez C arracido , R ector de la U niversidad C entral . » » » A mós S alvador , P residente de la R eal A cademia de C iencias. » » » L eonardo T orres Q uevedo , Ingeniero de C aminos. E xcmo . » » » » » » » »

S r. Marqués de A ldama . » D. E duardo Maristany , Marqués » Marqués de A rriluce de Ibarra . » D. L uis M.“ de A znar. » C onde C aralt . » Marqués de C umíelas. » ViZCQNDE DE EzA. » Marqués de U rquijo . » C unde de Z ubiría .

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A rgentera .



C O M IT É

O RG A N IZA D O R

E xcmo . S r. D. F rancisco T erán , P residente. E xcmo . S r. D. F ederico L aviña , V icepresidente . E xcmo . S r . Marqués

de

A lonso Martínez .

E xcmo . S r . D. S egundo C uesta

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H aro .

Ilmo. S r. D. F ernando B. V illasante . Ilmo. S r. D. Manuel C asanova . E xcmo . S r . D. E milio O rtuño

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B erte .

E xcmo . S r. D. A lfredo Mendizábal. E xcmo . S r. D. J osé V.

de

A rche .

Ilmo. S r. D. E nrique H auser . Ilmo. S r. D. A ndrés A velino

de

A rmenteras.

S r . D. J ulián Iturralde . S r. D. J uan F atjó , T esorero . S r. D. P edro P ablo A larcón . S r. D. F elipe

de

C os.

S r. D. J uan A. P érez -U rruti, S ecretario G eneral .



E S T A T U T O S I. —Será objeto de este Congreso el estudio de las cuestiones de más interés y urgencia para el desarrollo de todas las industrias nacionales que se relacionen con la ingeniería. II. — Está patrocinado por el Instituto de Ingenieros civiles y lo organiza un C o­ mité constituido por la Junta Directora de dicho Instituto y un Ingeniero de cada una de las Asociaciones de Agrónomos, de Caminos, Canales y Puertos, Industriales, de Minas y de Montes, designados por la misma. III. — Al inaugurarse el Congreso, se constituirá su Junta directiva formada por el Comité organizador, los Presidentes efectivos de cada una de las Secciones, los pri­ meros Secretarios de las mismas y el Secretario general del Congreso. Esta Junta podrá designar una Comisión permanente encargada de la administración del mismo. IV . — La Junta Directora del Instituto constituirá el Comité ejecutivo del Con­ greso. ■ Habrá también un Comité de Honor designado por el Comité organizador. Y finalmente un Comité de publicaciones formado por los Secretarios de las S e c­ ciones y presidido por el Secretario general. V . — Las Subseciones estarán constituidas en igual forma que las Secciones. V I. —Las Secciones y Subsecciones podrán designar los Presidentes y Vicepresi­ dentes honorarios que crean con­ veniente. VIL— Las Secciones ó Subsec­ ciones, en conjunto, no podrán to­ mar acuerdos definitivos; pero de­ signarán al efecto una comisión formada por el Presidente de la Sección ó Subsección correspon­ diente y seis congresistas á lo sumo, de los cuales, la mitad al menos serán Ingenieros. De esta comisión será Secretario el de la misma Sección ó Subsección. Sr. D. Juan A. Pérez-Urruti Excmo. Sr. D. F rancisco T erán Secretario general. VIII.— Las conclusiones de las Presidente.


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INGENIERIA

Secciones ó Subsecciones pasarán á la Junta directiva del Congreso, que las ordenará, concertará ó clasificará, entregándolas después á la Junta directora del Instituto, que en su calidad de Comité ejecutivo del Congreso queda encargada de presentar los acuerdos del mismo á los Poderes públicos. IX. — El Congreso admitirá subvenciones del Estado, de las Asociaciones técnicas é industriales ó financieras y de particulares. X . — Se dividirá en las Secciones siguientes: 1.“ Obras públicas é industrias de

Excmo. Sr. Marqués de Alonso Martínez

Excmo. Sr. D. Federico Laviña.“Vicepresidente

Excmo. Sr. D. Segundo Cuesta

transportes; 2.“ Material de transportes y construcción naval; S."* Mecánica, motores y máquinas-herramientas; 4.^ Minas y metalurgia; 5.^ Física y química industriales; 6.“ Electrotecnia; 7.“ Industria agricola y sus derivadas; S.'* Industria forestal y sus derivadas; 9.“ Aplicaciones de la industria nacional á las artes de la guerra; 10.^ En­ señanza técnica elemental y superior; 11.^ Organización del trabajo, higiene y previ­ sión sociales; 12.° Economía y legislación industrial. X I. — Cada una de las Secciones podrá dividirse en las Subsecciones convenientes para la mejor distribución del trabajo. X II. —Todos los Congresistas, al solicitar su inscripción como miembros, deberán indicar además de su nombre y dirección, sus títulos profesionales y académicos, si los tienen, su actuación en la industria nacional y las Secciones que preferentemente les interesen. XIII. — Cada Sección tendrá un Presidente, un Vicepresidente y un Secretario, que serán ingenieros, y además podrán agregarse dos Vicepresidentes que no lo sean. X IV . — Habrá tres clases de socios: A) Socios protectores: los que hagan un donativo mínimo de quinientas pesetas. B) Socios corporativos: las Asociaciones, Corporaciones, entidades ó empresas nacionales ó extranjeras que tengan establecidas industrias en España y abonen H cuota mínima de cien pesetas,


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Cada una de estas entidades designará á uno de sus miembros como represen­ tante y éste sólo podrá ser extranjero cuando la empresa lo sea. C) Socios numerarios: que abonarán diez pesetas. XV. — Los trabajos deberán presentarse, para su examen, escritos en castellano y á máquina, un mes antes de la apertura del Congreso, á cuyo fin actuará de Comité de admisión el mismo Comité organizador del Congreso. X V I. — Las dudas que ofrezca la aplicación de estos Estatutos serán resueltas por el Comité organizador, hasta que sea sustituido por el Comité directivo, que se encargará entonces de estas funciones. Madrid, Junio de 1918.

El Presidente,

El Secretario general,

Federico oQaviña

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R E G L A M E N T O ¡Artículo

1 .° L os congresistas recibirán de la Secretaría del Con­ greso una tarjeta personal é intransferible, cuya presentación será necesaria para el acceso á las sesiones y demás actos del Con­ greso. La presentación de esta tarjeta será también necesaria para obtener la rebaja de precio que acuerden las Compañías ferrovia­ rias á los billetes de ida y vuelta de los congresistas. Las colectividades inscritas como socios protectores ó corporativos, recibirán las tarjetas extendidas á nombre del representante que hayan tenido á bien designar. Con objeto de evitar la exhibición continua de dichas tarjetas, se proveerá á los congresistas de una insignia que les permita hacer visible su calidad de tales. A r t . 2.“ Los socios protectores tendrán derecho á recibir gratuitamente cinco ejemplares de cada una de las publicaciones del Congreso; dos los socios corporati­ vos y uno los numerarios. A r t . 3.° Los miembros del Congreso que deseen asistir acompañados de sus se­ ñoras é hijas, deberán solicitar para éstas, tarjetas especiales al precio de cinco pese­ tas cada una. Estas tarjetas á precio reducido serán también personales é intransferibles, y sus poseedores disfrutarán de la rebaja de precio en los billetes ferroviarios y de todas las demás ventajas y prerrogativas de los congresistas, pero no ten­ drán voz ni voto en las sesiones, ni derecho á recibir las publicacio­ nes del Congreso. A rt. 4° Las demandas de ins­ cripción como miembros del Con­ greso pueden hacerse hasta la fe­ cha de apertura del mismo, diri­ giéndose para ello al señor Teso­ rero del Instituto de Ingenieros Civiles, calle del Marqués de Valdeiglesias, número 1 (Madrid). limo. Sr. limo. Sr. A r t . 5.° Para la constitución D. Fernando Villasante D. Manuel Casanova


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de! Congreso, se celebrará una sesión preparatoria á fin de proceder á la formación de las mesas de las secciones y subsecciones. Después de dicha sesión, quedará también constituida y entrará en funciones la Junta Directiva del Congreso, en sustitución del Comité Organizador. A r t . 6.° El Congreso celebrará dos sesiones plenas, ó sea con la asistencia de todas las secciones, una de apertura y otra de clausura. En la primera, el Presidente del Congreso ó el congresista por él designado, pro"

limo. Sr. D. José V. de Arche

Exorno. Sr. D. Emilio Ortuño

nunciará el discurso de apertura, después de lo cual podrán comenzar su tarea las sec­ ciones y subsecciones. En la última sesión ó de clausura se acordará la fecha y lugar en que haya de ce­ lebrarse el siguiente Congreso, si es que se juzga conveniente su repetición. A r t . 7.° El Congreso durará diez días, salvo el caso en que el número é impor­ tancia de los trabajos presentados no permitiera durante ellos á todas las secciones el desarrollo de sus respectivos programas. Entonces lajunta Directiva del Congreso, si lo estima conveniente, podrá ampliar aquel plazo en cinco días más; pero se sobre­ entiende que la primera y última jornada se dedicarán respectivamente á las sesiones plenas de inauguración y de clausura que el artículo anterior establece. Cuando dos secciones ó subsecciones deban reunirse para celebrar una sesión mix­ ta, los respectivos Presidentes, que podrán delegar en sus Secretarios á dicho fin, y de acuerdo con el Secretario General, designarán lugar y hora en que dicha sesión mixta haya de verificarse. Presidirá esta sesión mixta, salvo acuerdo en contrario, el Presidente de más edad con su Secretario correspondiente. A r t . 8.° No podrán exceder de 1.500 líneas escritas á máquina las ponencias que al Congreso se presenten, y de la mitad de aquella extensión las comunicaciones que no tengan aquel carácter. Y para facilitar el trabajo del Comité de Admisión y en su día el de los Secretarios, todas las ponencias y comunicaciones deberán ser acom-


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panadas de un extracto, en el que se resuman los puntos fundamentales de la tesis y se expongan á continuación las conclusiones de la misma. Estas deberán formularse con tendencia siempre á las aplicaciones prácticas desde el punto de vista legislativo, de su inmediata utilización en la industria y hasta en la organización de la Adminis­ tración del Estado. A r t . 9." El Comité Organizador podrá dar el carácter de ponencias oficiales á los trabajos cuyo estudio encargue ó á aquellos, de entre los presentados, que sean á

Excmo. Sr. D. Alfredo Mendizábal

limo. Sr. D. Enrique Hauser

su juicio más representativos de la finalidad que el Congreso persigue, siempre den­ tro del objeto de la respectiva sección ó subsección. A r t . 10. Todos los trabajos con sus extractos á que hacen referencia los artícu­ los anteriores, serán trasladados al Comité de Admisión, que se halla facultado para dirigirse á los autores de los mismos haciéndoles las indicaciones que crea necesarias. Aceptados por el Comité, pasarán á la Secretaría General del Congreso, que se en­ cargará de su distribución entre las secciones. La admisión por el Comité de los trabajos que se presenten no implica su confor­ midad con las opiniones de sus autores. Los extractos de las ponencias con sus conclusiones serán impresas y enviadas á los socios con la mayor antelación posible á la fecha del Congreso. Lo propio se hará con aquellas comunicaciones para las cuales así lo estime conveniente el Comité Organizador. No se responde de la admisión de aquellos trabajos que lleguen después del plazo previsto en la Base X V de los Estatutos. A r t . 11. Con los trabajos recibidos en cada sección ó subsección, la Mesa res­ pectiva organizará su labor fijando las sesiones que ha de celebrar y el orden del día de cada una de éstas, así como la duración máxima de la lectura ó exposición de los trabajos y los turnos para su discusión.


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Por reg-la general, el orden de discusión de éstos tendrá lugar en la forma siguien­ te: P onencias. Después de la lectura ó exposición de las mismas y sus conclusiones — en lo que podrá invertirse hasta 40 minutos— se concederá la palabra primeramen­ te á los que hayan presentado enmiendas, que podrán defenderlas en el tiempo máxi­ mo de 10 minutos, prorrogadles si la Presidencia lo estima conveniente. Todos los demás congresistas tendrán derecho á intervenir en las discusiones para aclarar ó rectificar conceptos ó impugnar algunas de las conclusiones de los temas ó de las enmiendas, por un tiempo máximo de cinco minutos, que puede la Presidencia

limo. Sr. D. Andrés A. Armenteras

Sr. D. Julián Iturralde

duplicar si lo juzga oportuno. Cada congresista no intervendrá más de dos veces en la discusión de un tema, ni por otros motivos que por los que se ciñan al fin del Con­ greso. El ponente del tema podrá, en las condiciones que fije la mesa, defender sus con­ clusiones cuando fueran impugnadas. Las C omunicaciones aceptadas— no ponencias —serán leidas por sus autores ó por un delegado, concediéndose para su exposición y debates la mitad del tiempo que para las ponencias, las cuales serán siempre preferidas á los otros trabajos para los efectos de su lectura y discusión. A rt. 12. Si la extensión de un trabajo fuera tal que el autor considerase ne­ cesario exponerlo en forma de conferencia y á ello accediera la mesa, el Presi­ dente de la Sección ó Subsección se entenderá con el Secretario general para determinar el lugar y hora en que dicha conferencia hubiera de desarrollarse. Cuando la exposición de un trabajo requiera alguna demostración experimental, la Mesa acordará lo que estime oportuno para interpretar este Reglamento, inspi­ rándose en el criterio de dar facilidades á los congresistas para que difundan sus conocimientos entre los demás. En los dos casos á que este artículo se reñere, después de las conferencias ó


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demostraciones prácticas, los autores llevarán los extractos y conclusiones de sus trabajos á las secciones correspondientes para que sean discutidos en la forma general que prescribe el art. 11. A rt . 13. Los congresistas que intervengan en la discusión de una ponencia ó comunicación aportando datos ú observaciones, remitirán á la Secretaría respec­ tiva, en el término de veinticuatro horas, un breve resumen escrito de las mani­ festaciones que hayan hecho. A rt . 14. Si á propuesta del autor ó de alguno de los congresistas presentes

Sr. D. Felipe de Cos

Sr. D. Pedro Pablo Alarcón

acordase la Mesa votar las conclusiones de un trabajo, se procederá á designar la Comisión prevista en la Base V il de los Estatutos, á fin de efectuar la votación correspondiente. A rt . 15. Los Presidentes de cada Sección ó Subsección remitirán oportunamente á la Junta directiva, á los efectos de la Base VIH de los Estatutos, nota de las conclusiones que se hubieran aprobado en la Sección ó Subsección de su presi­ dencia. La lista completa de las eonclusiones aprobadas por las diversas secciones, después de pasar á examen del Comité Ejecutivo, serán leídas en la sesión plena de clausura. A rt . 16. Los Presidentes de las Secciones podrán, á su voluntad, inaugurar los trabajos de la Sección respectiva con un discurso análogo al del Presidente del Congreso en la sesión de apertura, ó bien hacer un discurso resumen al ter­ minar la labor de su sección, ó, en fin, uno y otro si bien les pareciese. Los Presidentes de las Secciones ó Subseceiones dirigirán los debates y harán cumplir las disposiciones reglamentarias en lo que al trabajo de las mismas se reñera. A rt . 17. La Junta directiva del Congreso organizará los servicios accesorios, como recepciones, distribución de invitaciones, reparto de correspondencia diri­


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gida al Congreso, visitas y excursiones á establecimientos y centros científicos é industriales, etc. A rt. 18. El Comité de publicaciones, encargado de reunir, ordenar y publicar los trabajos del Congreso, cumplirá su cometido en el plazo máximo de un año á partir de la fecha en que aquél hubiese terminado. A este fin, los Secretarios de cada Sección ó Subsección entregarán al Secretario

Sr. D. Juan Fatjó Tesorero.

general dentro de los quince días siguientes al de clausura, las actas de las sesiones en que actuaran. Del mismo modo los originales de todos los trabajos que se presenten deberán estar ultimados y en poder del Secretario de cada Sección ó Subsección la víspera del día en que el Congreso haya de ocuparse de ellos. A r t . 19. La Mesa de cada Sección ó Subsección, previo informe de la comi­ sión de Conclusiones, á que hace referencia el art. 14, decidirá sobre la publica­ ción de los trabajos presentados á la misma. Los autores de ponencias y comunicaciones que aparezcan comprendidas entre las publicaciones del Congreso, recibirán gratuitamente cincuenta ejemplares im­ presos de sus respectivos trabajos. Si quisieran mayor número, deberán abonar por los restantes el precio de coste. A r t . 20. Las dudas que ofrezca la aplicación de este Reglamento serán re­ sueltas, antes de la constitución del Congreso, por el Comité organizador, por la Junta directiva durante él y por el Comité ejecutivo una vez clausurado, Madrid, Octubre 1918,


Labor preparatoria del Congreso*


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Sección 1 / Obras públicas é industrias de transporte*

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L Congreso Nacional de Ingeniería ha de prestar gran atención al impor.

tantísimo ramo de las Obras públicas. Grande es el campo que abarcan las cuestiones que con éstas se relacionan y muy complejo, por lo tanto, el estudio de las diversas especialidades que con aquel nombre se comprenden y que se refieren á asuntos de tan vital interés, como son los de transportes terrestres, los aprovechamientos de aguas para usos industriales y agrícolas y la navegación fluvial y marítima. En nuestro país, como en todos, tan interesantes cuestiones han sido siempre ob­ jeto de preferente atención por parte de las Cortes, de los Gobiernos y de todos los elementos que integran la sociedad; ya que á todos, de tan directa manera afectan los múltiples problemas á que en el orden económico y en el de la vida nacional, en suma, se procura dar solución por medio de las obras públicas. La continua variedad de las necesidades del país, las nuevas que á cada momento surgen, las modificaciones que se imponen respecto á la importancia relativa de unas y otras y las múltiples y complicadas circunstancias que en todo ello influyen, recla­ man imperiosamente una preocupación constante de los que por su preparación téc­ nica están capacitados para abordar problemas de esta índole, y buscar para ellos las más convenientes soluciones; á cuyos fines contribuyen poderosamente, á más del es­ tudio teórico y experimental, las discusiones motivadas por la variedad de pareceres, en razón á la diversidad de criterios científicos y á la misma complejidad de las cues­ tiones planteadas. Labor es ésta muy propia de asambleas como la que ahora ha de celebrarse; siendo por ello de esperar una activa colaboración en sus trabajos de los que por el ejercicio de su carrera ó por su predilección hacia este género de estu­ dios, se preocupan, no sólo del estado actual de las obras públicas, sino de su evo­ lución y desarrollo y de su probable porvenir. Como es sabido, influyen los transportes de manera decisiva en la economía na­ cional. El progreso y las fluctuaciones de ésta se traducen inmediatamente en la apa­ rición de nuevos medios de transportes y de nuevas condiciones técnicas de las vías; y de adoptarse para unos y otras disposiciones más ó menos acertadas, se siguen, desde luego, muy diferentes condiciones para el mercado, para los abastecimientos.


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para las relaciones comerciales entre los distintos centros productores, para el inter­ cambio de mercancías, para la agricultura en relación con la salida de sus productos, para las industrias fabriles y manufactureras, para la defensa nacional, de la que tan principal elemento son los transportes militares y, en suma, para todo el mecanismo orgánico del país. Una buena organización de transportes es fuente de progreso na­ cional; una organización defectuosa de estos servicios, puede constituir una rémora al avance económico del país, al menos en la proporción que las crecientes necesida­ des del mismo reclaman. El estudio, pues, de las convenientes disposiciones en el momento actual y en un porvenir prudentemente calculado de las carreteras y de los ferrocarriles y de las re­ des más pequeñas de caminos vecinales y de tranvías, es de gran interés; ya que cada una de las obras, por sí y en su relación con el conjunto, tiene una verdadera influen­ cia en el resultado más ó menos favorable de la organización general de los trans­ portes. Cuestiones de trascendental importancia envuelve también todo cuanto se relacio­ na con la formación de un nuevo plan de obras hidráulicas que responda á los anhe­ los despertados por el éxito de las ya realizadas y con su más rápida ejecución, para regularizar el régimen de las corrientes y conseguir la máxima y mejor utilización del agua en la extensión del regadío que ha de aumentar considerablemente la produceión agrícola, así como para las obras de defensa contra las corrientes de agua y de encauzamiento de los ríos. No es menos importante lo relativo á los aforos y modulación de los mismos, ba­ ses fundamentales para llegar á conseguir una estadística de las disponibilidades hi­ dráulicas, como también cuanto sea necesario para extender los auxilios del Estado al abastecimiento de agua potable y al saneamiento de los pueblos de menor importan­ cia, que no disfruten de tan inapreciables elementos de vida. Por lo que afecta á las concesiones de aguas públicas para usos industriales, es punto cuyo estudio especialmente interesa, entre otros el de si deben otorgarse á per­ petuidad, como hoy se hace, ó si por el contrario han de tener esas concesiones el ca­ rácter de reversibles al Estado en plazo más ó menos largo y también si dichas conce­ siones han de otorgarse á título gratuito ú oneroso. La extensa línea de nuestras costas, los diferentes caracteres de nuestras zonas ma­ rítimas en cuanto á condiciones de navegación y al tráfico por los mares que rodean nuestra península, lleva consigo gran variedad en las necesidades á que han de satis­ facer los puertos españoles, aparte de las de carácter más general, como son las que se refieren al comercio de cabotaje, y á los de abrigo ó refugio en épocas de tempo­ rales. Desde el punto de vista del comercio general, son diferentes las condiciones fundamentales del tráfico á que unos y otros sirven, ya que por los del Mediterráneo se atiende principalmente al que se hace con el importante grupo de naciones que di­ cho mar rodea, mientras que por los del Atlántico se establece el comercio con otros grandes grupos de países; teniendo especial interés lo relativo á las relaciones comer­ ciales hispano-americanas. Tan diversas atenciones, su importancia absoluta y relativa y otros interesantes problemas que, como los de nuestra actuación en Marruecos, pue­


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den influir poderosamente en los mercados y en los transportes marítimos, exigen es­ pecial estudio por parte de los dedicados á esta gran rama de la Ingeniería, en la que los progresos son tan continuos y rápidos, que es imposible detenerse un punto en la marcha, sin exponerse á no estar en un momento dado á la altura que las circunstancias reclaman. La terrible convulsión que ha sufrido Europa durante estos últimos años, y sus consecuencias económicas que cada día se hacen más sensibles, han puesto de ma­ nifiesto, con gran relieve, la magnitud de los problemas que abarca el estudio de los puertos, tanto en sí mismos como en sus mutuas relaciones. Larga sería nuestra tarea si hubiéramos de detallar uno por uno, aunque fuera re­ duciendo su expresión á la forma más somera, cada grupo de obras públicas, en cuan­ tos aspectos de especial interés pueda ofrecer al hombre de estudio en nuestro Con­ greso. Basten, pues, las consideraciones que tan á la ligera quedan expuestas, para re­ cordar á nuestros compañeros y á los congresistas en general el alcance de la coope­ ración que de ellos solicitamos, en atención al bien que sus trabajos pueden reportar á nuestra amada patria.


Sección 2 / Transportes y Construcciones Navales, Congreso Nacional de Ingeniería, que bajo el Patronato de S. M. el Rey, y con la protección del Gobierno organiza el Instituto de Ingenieros Civiles, se propone estudiar con especialísima atención todos los proble­ mas que se relacionan con nuestro tráfico marítimo. Los dos sectores industriales en que éste puede dividirse, transportes por mar y construcciones navales, serán objeto de las Secciones l.° y 2.“' del Congreso, con lo que ya se indica la prioridad que en éste ha de concederse á tales cuestiones y el de­ cidido propósito de dedicarles toda la atención que actualmente reclaman. Firme en esta idea, el Comité organizador del Congreso ha acordado dirigirse á los constructores navales y á cuantos se relacionen con la industria marítima en gene­ ral, invitándoles especialmente á que se inscriban como socios y tomen parte en las deliberaciones y acuerdos. Al mismo tiempo se propone darles á conocer los puntos de vista que más han de interesar al Congreso, á fin de que sirvan de guía á los tra­ bajos que se presenten, y de orientación á los debates que durante el mismo se susciten. Advertiremos en primer lugar que la finalidad dél Congreso respecto á las indus­ trias, lejos de tener una tendencia fiscalizadora, va encaminada únicamente al fomen­ to de las mismas: se propone allanarles el camino que las lleve á la plenitud de su desarrollo y prepararlas en lo posible para la guerra económica sin cuartel que parece seguirá á la paz de las armas. En líneas generales, estudiará los medios de desenvol­ ver las actuales industrias, y para ello necesita conocer las dificultades de cualquier género que se opongan á su desarrollo—impuestos, aranceles, transportes, personal, maquinaria, cuestiones sociales, organizaciones bancarias, etc.— ; el establecimiento de industrias nuevas que llegan á ser indispensables cuando se relacionan directa ó indirectamente con las necesidades militares, y finalmente la nacionalización de unas y otras para lograr que el abastecimiento interior quede satisfecho en lo posible á base de factores nacionales de producción, es decir, de hombres y materiales es­ pañoles. Concretándonos al caso especial de la industria de los transportes marítimos, es­ tudiará el Congreso todos los problemas relativos al intervencionismo del Estado— subvenciones, derechos, primas, exenciones, suministros, tarifas, etc.,— en los cuales

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se trata de conciliar el fortalecimiento de nuestra marina mercante y su eficiencia para servir las aspiraciones nacionales, con la actividad despierta y acuciadora de las iniciativas privadas; las combinaciones de tarifas terrestres y marítimas que hábilmente concertadas den vida próspera á los puertos y permitan afrontar con éxito las com­ petencias extranjeras; la situación de las marinas mercantes ya terminada la guerra; el establecimiento de nuevos derroteros que hagan surgir corrientes comerciales hoy casi inexplotadas; la regularización de los servicios como factor importante de triunfo en la competencia mundial de fletes y pasajes; la habilitación rápida y completa de algunos puertos adaptándolos á las necesidades crecientes del tráfico; las cuestiones de crédito, hipoteca naval, anticipos y en suma las organizaciones bancarias que faci­ liten el desenvolvimiento de esta clase de riquezas; los temas relativos á nuestro co­ mercio exterior y de cabotaje, servicios postales y militares, agentes de navegación, servicio consular y de informaciones, etc., etc. Creemos que nadie pondrá en duda la trascendencia de estas cuestiones y la opor­ tunidad de que ahora sean tratadas; el país, aleccionado con la guerra, ha medido todo su alcance y se interesa y se preocupa por ellas. Lógico es que un Congreso como el de Ingeniería, atento á todas estas manifestaciones económicas, las estudie detenidamente y procure deducir las conclusiones prácticas necesarias. Pero también es evidente, al objeto de simplificar el funcionamiento del Congre­ so y aumentar la eficacia de su labor, que en estas cuestiones de alto interés políti­ co, son preferibles, á las opiniones individuales —siempre respetables pero á veces tan numerosas que introducen confusión— las opiniones condensadas ó resultantes, por muy contradictorias que parezcan, de entidades colectivas, de asociaciones, ligas, uniones, sindicatos, etc., que trajeran ya hecha al Congreso la opinión sintetizada y palpitante de esas amplias organizaciones industriales que realmente viven y tocan de cerca estos problemas candentes. No sucede lo mismo en lo que directamente afecta á la construcción de naves, tema en que tiene puesta su atención el mundo entero. Aquí, son precisamente las iniciativas de los constructores, sus esfuerzos particulares los que han de dar al Con­ greso las enseñanzas más amplias y las más útiles indicaciones. Lo que interesa saber en primer lugar, es la importancia de las construcciones en grada, la de los encargos ó proyectos de construcción inmediata y los planes más probables que en este sentido se prevean para el porvenir. Con estos datos se tendrá una idea del trabajo presente y futuro de cada astille­ ro, y conste que desearíamos informaciones hasta de los más modestos de construc­ ción de barcos de madera; pero aun más de lleno entra en el punto de vista propio del Congreso, conocer la posibilidad de aumentar la capacidad productora de tone­ laje, los obstáculos que á ello se opongan y muy especialmente la manera de llegar á subsanarlos. En lo que respecta á las materias primas, conviene saber las deficiencias que en clase, cantidad ó precio ofrezcan las españolas y el modo posible de corregirlas á juicio de cada uno. Y en lo que se refiere á las extranjeras, conocer las causas de su relativa superioridad y la manera posible de sustituirlas por otras nacionales.


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En cuanto á la producción, interesa en alto grado conocer la cantidad y clase del material fabricado, lo mismo si se trata de buques de altura que de embarcaciones menores, y en todos sus detalles, desde las turbinas y calderas hasta las piezas au­ xiliares más insignificantes; lo mismo en barcos de hierro, que de madera y cemento; y los talleres é instalaciones de todas clases; es decir, todo el material naval y todo el utillaje fijo y flotante que cada constructor pueda producir. Y abundando en la misma idea, querrá el país informarse de los esfuerzos de los industriales para organizar sus astilleros en relación con tipos determinados de na­ ves; \a standardisación y construcción en serie para los suministros importantes y el estudio de las características más económicas para cada necesidad del tráfico: buques de altura, gran cabotaje, cabotaje, pasaje de lujo, carga y pasaje, y los barcos espe­ ciales madereros, carboneros, fruteros, etc., llamados á desempeñar cada día un pa­ pel comercial más importante. La construcción naval española ¿encuentra aquí los elementos primordiales, hie­ rros, carbones, maderas en condiciones que verosímilmente le permitan sostener la eompetencia de fletes en las rutas más convenientes á nuestra economía? ¿Qué ha­ bría necesidad de hacer, dentro de lo posible, para lograrlo? En resumen, á juicio de este Comité, se adaptará á la finalidad práctica del Con­ greso todo trabajo que, en orden á la construcción, se ciña á una cualquiera de las preguntas que este cuestionario encierra: ¿Cuáles son los astilleros y demás medios de producción y reparación de barcos con que hoy cuenta la industria de la construcción naval en España? ¿Qué tipos de buques deberán construirse preferentemente en nuestro país para los distintos tráficos y hasta qué producción de tonelaje? ¿Qué necesitan los constructores españoles para proyectar y construir buques, máquinas y calderas, que respondan exactamente á las peticiones de los armadores? ¿Está organizada en España la producción de los materiales necesarios á la cons­ trucción naval en las condiciones convenientes de cantidad, calidad y economía? ¿S e dispone de todos los materiales precisos para la construcción? ¿Cuáles son los que faltan? ¿Qué medios convendrá emplear á fin de obtener en España todos los elementos necesarios para poder construir en los astilleros nacionales los buques que se les en­ carguen? ¿Cómo lograr la preparación adecuada del personal técnico para obtener en el país ingenieros y auxiliares especializados en la construcción naval é industrias con ella relacionadas? Estos y otros extremos que á los especialistas toca proponer, deberán ser trata­ dos ante el Congreso Nacional de Ingeniería para que el país se penetre en ellos. Aspiramos á que las conclusiones de aquél, aquilatadas en fructíferos debates, lle­ guen á tener realización inmediata. Nos seduce la perspectiva de que el tonelaje es­ pañol, resultante de la producción y del trabajo nacionsiles, no sólo cubra las ipág


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amplias demandas del país, sino que participe de algún modo en los transportes ma­ rítimos extranjeros; que nuestras empresas navieras, agrupadas en extensas asocia­ ciones, en poderosos sindicatos que abarquen desde el ferrocarril hasta el buque» organicen el tráfico en la forma más conveniente á la economía nacional, y que sea la bandera española el móvil que las impulse hacia un ideal de engrandecimiento patrio. Para ello, á más de iniciativa y audacia, hace falta organización, es decir, ordena­ miento inteligente y unidad de miras, y esto es lo que se propone iniciar, con la cooperación patriótica de los constructores navales, el Congreso Nacional de Inge­ niería.


Sección 3 / Mecánica^ motores y máquinas-herramientas. L Comité org-anizador del Congreso Nacional de Ingeniería, se propone

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. dar á conocer el relieve que la organización total del Congreso atribuye á la Sección 3/ «Mecánica, motores y máquinas - herramientas ». Se pro­ pone, además, invitar al estudio de las cuestiones que en ella puedan plantearse y si en circulares anteriores ha demandado solícitamente el concurso de los interesados, este empeño culmina, por decirlo así, en la presente, pues en el éxito particular de la labor de esta Sección nos sentimos más especialmente comprometidos cuantos ostentamos el honroso título de Ingeniero- He aquí la causa de que aspiremos calu­ rosamente á que se preste la atención debida á los hondos problemas de aplicación mecánica que la economía nacional reclama con urgencia. «Las ciencias físicas modernas, se ha dicho, tienden á interpretar mecánicamente todos los fenómenos del Universo» y «Los progresos, ya prácticos, ya teóricos de las ciencias naturales durante los últimos siglos, obra son de la Mecánica, que además de haber creado los instrumentos para investigar con fruto, les ha suministrado sus prin­ cipios y sus métodos». Gracias á la Mecánica, el agricultor perfecciona sus cultivos, el minero halla los medios de realizar sus explotaciones, el industrial puede transformar rápida y econó­ micamente las materias primas. Sin la Mecánica no se concibe el moderno sistema de transporte. Y es que la Mecánica es toda la industria. Demostró Newton que sin ella la existencia del mundo sería imposible. Y puesto que sin la Mecánica— y la máquina que es su encarnación organizada— no podría pensarse en un impulso serio y amplio de las actividades nacionales, traigamos al Congreso de Ingeniería los problemas y las soluciones mecánicas que más decisivamente afecten al libre desenvolvimiento de la potencia industrial del país. Entrando ya de lleno en nuestros propósitos, pensemos en la variedad inmensa de trabajos que abarca el epígrafe de esta Sección, en el sinnúmero de necesidades y aplicaciones de este orden que ha de sentir nuestra incipiente vida industrial. No va­ mos á intentar siquiera hacer una relación sumaria de ellas. Sería tarea laboriosa. Baste decir que todas las actividades industriales de la nación pudieran á ella acogerse; como que entre los factores determinantes del ambiente moderno, son quizás la me­


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cánica y la máquina actuales los que más ampliamente earacterizan el presente movi­ miento civilizador. Si es el motor, como se sabe, el elemento mecánico que recoge y ofrece al hom­ bre las energías naturales que éste aplica luego á la satisfacción de las necesidades que el progreso exige, bien se comprende el papel fundamental que en la industria de un pais tiene el motor y con él su construcción, sus clases, su producción, sus pre­ cios, etc., y hasta qué punto todos los problemas de aplicación práctica que de ellos se derivan, vienen á ser postulados indispensables de una política industrial que aspi­ ra á merecer el dictado de nacional por la independencia y amplitud con que le sea da­ ble desenvolverse. Confiamos en que no pasarán inadvertidas para el Congreso de Ingeniería las cuestiones que esta mera enunciaeión suscita, empezando por el estudio de la evolu­ ción rápida é incesante dél motor que en sus transformaciones va marcando jalones fundamentales del progreso material de la humanidad. Piénsese en la asombrosa facilidad de adaptación de la turbina hidráulica al apro­ vechamiento de todos los saltos de agua y en el rendimiento increíble á que funcio­ nan los modernos tipos. Recuérdese la evolución maravillosa del motor térmico, de la gloriosa máquina de vapor, que ha llegado en su perfeccionamiento á producir un HP. hora con 500 gramos de carbón, cuando á principios del pasado siglo nece­ sitaba 5 kilogramos. Obsérvese esa última maravilla de la mecánica, el motor de com­ bustión interna: suprime intermediarios entre el pistón y el combustible, lo que es ya un paso de gigante; elimina la caldera; dócil su manejo al mandato del hombre, es el pensamiento hecho acero, es el alma de esos organismos prodigiosos que se llaman el automóvil y el avión. Ahora bien, la enorme difusión de los motores, plantea un primer grupo de inte­ resantísimos problemas que consiste en relacionar sus distintas clases con las indus­ trias á que vayan á aplicarse, con la baratura en el coste de la unidad de energía y con la cantidad de fuerza que requiera la instalación á que el motor haya de servir. Temas de singular trascendencia, de máximo interés para los Ingenieros y que afec­ tan no sólo á las industrias por crear, sino á las estableeidas en las que el eambio de motores ó la sustitución de fuerza motriz pudiera realizarse ventajosamente. Un estu­ dio meditado y amplio que abarcase estos problemas partiendo de nuestra riqueza en combustibles y hulla blanca, sería valioso para la industria nacional y del más alto in­ terés para el Congreso de Ingeniería. Es preciso también que se expongan ante éste todas las dificultades que se opo­ nen á la construcción en España de las distintas clases de motores, para llegar á la nacionalización completa de tan fundamental producción. ¿Cómo bastar á nuestras necesidades en la fabricación de plaeas y tubos de acero y cobre, y en cuanto se re­ fiere al ramo de calderería de vapor? El Congreso de Ingeniería ofrece ocasión adecuada para estudiar la implantación entre nosotros de sociedades de «Vigilancia de calderas» como en toda Europa las hay, encargadas de ensayar las máquinas de vapor, los gasógenos, los motores de todas clases, de cuidar y proteger las nuevas instalaciones.


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¿ Y qué diremos de las máquinas-herramientas? Desde el momento en que perfec­ cionan el trabajo é intensifican la producción, se hacen indispensables á todos los sec­ tores de la industria, desde el modesto taller á la más importante factoría. Pasados ya por fortuna los tiempos de profunda hostilidad á la maquinaria, ha­ bría que hacer, sin embargo, una rigurosa cruzada á su favor para conseguir la trans­ formación de un sinnúmero de industrias rudimentarias, faltas de ese aliento de pro­ greso que las emancipe y estimule. Una ardorosa defensa del m aqum ism o sería galar­ dón para el Congreso, al mismo tiempo que éste probaba su eficiencia y demostraba su verdadero carácter de impulsor de la economía patria. Es bochornoso, y en ello deberá poner mano el Congreso, que estando nuestro país tan espléndidamente dotado de minerales, hayamos importado cerca de 100 mi­ llones de pesetas en maquinaria durante el quinquenio 1911-15. La continuación de esta cifra en el cuadro de nuestra economía sería delito de lesa patria, la confesión de un estado de incapacidad industrial que realmente nos afrenta. Cuanto más se proteja y más facilidades se den á la producción de máquinasherramientas, más desarrollo adquirirá toda la construcción mecánica. Piénsese que la posibilidad de instalar debidamente en España esa industria, es aumentar la construcción metálica, es decir, la fabricación de todo el material ferroviario fijo y móvil, especialmente el motor, el fomento de la ediñcación urbana, en una pala­ bra, el desarrollo de ese grupo de actividades industriales que se comprende bajo la denominación de «Tecnología mecánica», desde la preparación de las piezas en bruto (fundición, forjado, etc.), hasta la terminación de ellas en el ajuste (torneado, fresado, cepillado, etc.) Y aunque de preferencia nos hemos referido al trabajo del metal, en el mismo grado nos interesa el de la madera y el cuero, que todos necesi­ tan de la máquina-herramienta. Por otra parte, sugiere ésta un problema de excepcional importancia: el del útil del trabajo, el de la herramienta á que debe su nombre, la naturaleza, la forma, la velocidad, características que el genio de Taylor buscó para aplicarlas á su sistema de organización científica del trabajo. Como consecuencia del estudio del útil, vie­ ne la necesidad de conocer los materiales que intervienen en su construcción, es decir, la importancia del laboratorio, los trabajos de investigación como verdaderos heraldos del progreso industrial de los pueblos. Complemento obligado del laboratorio, es la fabricación de intrumentos de me­ dida, de aparatos científicos, de material de investigación y enseñanza cuyo estudio no debiera faltar al Congreso. Nos preocupa también, en este orden de ideas, las prescripciones sobre los ensayos de los materiales de construcción mecánica y en un plano superior y de la mayor trascendencia, la unificación de los sistemas de me­ dida adoptados en diversas industrias—la textil principalmente— y el estudio medi­ tado, amplio y sistemático de la standardisación, unidad y homogeneidad de tipos de piezas, mecanismos y accesorios que caigan dentro de la mecánica. Se sabe que funcionan actualmente con actividad comisiones de uniñcación de tipos en otros países de Europa. Y ya no es hora de hablar de la conveniencia de hacer este estu­ dio, sino que es preciso aprovechar la oportunidad del Congreso de Ingeniería para


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emprenderlo, para sentar al menos las bases en que un sistema español haya de descansar. Y a hemos dicho que no pretendemos hacer una relación de todos los asuntos que á esta Sección afectan, y como en el orden de la maquinaria industrial todos nos in­ teresa, la lista sería indefinida. Pero no podemos pasar en silencio alg-unas de ellas, por ejemplo, la industria tex­ til. Si en su rama algodonera cuenta con más de dos millones de brocas, y da ocu­ pación á 170.000 obreros, y en la lanera proporciona trabajo á más de 25.000 hom­ bres, creemos justificada la excepción á favor de esta industria que tiene manifesta­ ciones honrosas para la producción nacional. Muy vivamente agradecería el Comité que los interesantes problemas de técnica que en ella se plantean, tuvieran en el C on­ greso de Ingeniería el desarrollo que por su importancia merecen. Análoga referencia hemos de hacer de otras industrias. La papelera, que ya en 1915 producía 35.000 toneladas anuales de papel continuo; la molinería, tan esen­ cialmente mecánica y tan fundamental á la vida del país; la industria conservera, que llega á exportar la respetable'cifra de 50 millones de pesetas y da vida á fabricación tan importante como la de hojalata. La quincallería, la ferretería, la producción de utillaje de eocina, la juguetería, la fabricación de cables metálicos, sin olvidar tampoco el anhelo que todos sentimos de ver instalado en España algo que se relacione con la maquinaria necesaria á la industria editorial del diario y el libro. Hecha esta relación, silenciamos las demás industrias. Baste deeir que allí donde se resuelva un problema mecánico, donde surja un movimiento ó donde actúe una maquinaria, hay algo que encaja perfectamente dentro de los límites que á la S ec­ ción 3."' se le asigna. Esperamos confiadamente en que del núcleo eonsiderable de españoles, atentos por deber ó por negocio ó por gusto á la generalización y perfeccionamiento de las aplicaciones mecánicas, hijas predilectas del progreso, asistirá una representación lu­ cida al Congreso de Ingeniería, y que á su trabajo y patriotismo se deberán conclu­ siones del más alto valor para la prosperidad industrial de nuestra amada España.


Sección 4 / Minas y Metalurgia*

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NTRE to dos los sectores del trabajo nacional que ha de ocupar más inten-

sámente la atención del proyectado Congreso de Ingeniería, figura cuanto se refiere á las industrias minera y metalúrgica, que si en todo el mundo civilizado constituyen actualmente los elementos primarios de la general riqueza, son en España la base esencial en que ha de apoyarse su más fecundo engrandecimiento económico. Dotado pródigamente el subsuelo patrio de ricos y variados yacimientos metalífe­ ros, que desde las más remotas épocas históricas fueron codiciados por diversas ra­ zas, derivándose de las luchas entabladas por su posesión y aprovechamiento toda la amplia gama civilizadora que fué elaborando nuestra potente nacionalidad, apenas si en el transcurso de la edad moderna se han laboreado más zonas productivas que las que ya empezaron á trabajar fenicios, griegos y romanos, en los albores de la minería española. Partiendo de aquellos primeros descubrimientos, se han ido extendiendo automáticamente los campos de explotación en los viejos distritos donde aun quedan las huellas de la gran riqueza en otro tiempo extraída, encontrándose nuevos criade­ ros análogos, ó nuevas zonas en los ya explotados, que conservaron y aumentaron el prestigio de regiones tan espléndidamente productivas como Huelva, Jaén, Almería, Murcia y Vizcaya. Algunos inteligentes esfuerzos de modernos capitalistas, aventurá­ ronse también á la exploración de otras regiones, donde sólo existían someros traba­ jos superficiales, especialmente en yacimientos ferríferos, dando así vida á importan­ tes centros productores, como los de Sierra Menera, en Teruel, y otros varios en Al­ madén, Granada, León, Santander y Galicia. Los estudios de nuestros técnicos fue­ ron al mismo tiempo completando el conocimiento de nuestra riqueza subterránea; y establecidos así los jalones primordiales para marcar todo el extenso campo reserva­ do á la minería patria, sólo falta estudiar los procedimientos adecuados para realizar el intenso aprovechamiento de los muchos yacimientos de todo género que todavía existen injustamente abandonados en gran número de distritos españoles. Los medios más eficaces de realizar este aprovechamiento en beneficio del país han de ser objeto de información especial del próximo Congreso, y para ello invita­ mos á todos los interesados en estos asuntos á que propongan las soluciones que crean más oportunas para conseguirlo, tanto en orden á las iniciativas individuales


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como al concurso que el Estado pueda prestar en las investigaciones previas y en el desarrollo del laboreo. No sólo deben merecer la atención de nuestros industriales sobre este punto las zonas mineras ya conocidas y que todavía pueden ser objeto de un lucrativo aprovechamiento, bien perfeccionando los antiguos procedimientos del laboreo y de la concentración mecánica para obtener ventajoso rendimiento de las pobres metalizaciones en otros tiempos abandonadas, bien agrupando concesiones para intensificar la producción, simplificando al mismo tiempo los servicios con la pre­ paración de extensos campos explotables por una sola empresa, sino que deben tam­ bién señalarse las nuevas zonas que deban Investigarse, dando verdadero valor indus­ trial á yacimientos metalíferos todavía inexplotados seriamente, como los de estaño y wolfran de Extremadura y Galicia; los de grafito de Huelva y de Toledo; los de bauxita de Cataluña; los de cromo y níquel de Málaga; los de petróleo y pizarras bitumi­ nosas de Andalucía, Vascongadas, Navarra y Soria; los de las sales potásicas de Bar­ celona y Lérida; los de hierro, que tan profusamente se manifiesten en distintas re­ giones con variables calidades de composición y de riqueza, y tantos otros como yacen inexplorados esperando el acertado estudio y espíritu animoso que los con­ viertan en fecundas fuentes de riqueza. Cuantos datos se aporten al Congreso para el conocimiento pleno de todos estos yacimientos, han de servir para completar el inventario de nuestros recursos mineros; y si á estos datos se acompañan las solucio­ nes prácticas para aprovecharlos, incluyendo en ellas hasta las reformas que en la le­ gislación especial del ramo se crean necesarias, se habrá conseguido concertar un fácil programa de trabajos para el resurgimiento de tan importante industria. Esto en cuanto á los yacimientos metalíferos. Lo que atañe á los de combustibles minerales es de tan excepcional interés para nuestro desenvolvimiento económico, que por sí solos podrían ocupar una sesión completa del Congreso. La grave crisis producida por la guerra europea en el abastecimiento mundial de carbones, restó á hs industrias nacionales el combustible que antes importaban para cubrir el déficit de nuestra producción; y con el aliciente de los altos precios con este desequilibrio sos­ tenidos, pudieron ponerse en explotación gran número de yacimientos pobres y se descubrieron otros nuevos que sería lamentable abandonar cuando se restablezca la normalidad en el mercado. Para consolidar el avance conseguido en las explotaciones carboneras, intensificándolas cuanto sea posible y poniéndolas en condiciones de competir ventajosamente con los carbones extranjeros en el consumo nacional, preci­ sa un estudio sereno y concienzudo de nuestras reservas de combustibles clasificadas según sus especiales características para las diversas aplicaciones industriales, y según también sus formas de yacimientos; y como consecuencia de este estudio podrán pro­ yectarse los medios más apropiados para un laboreo intensivo y económico, procu­ rando hacer de la pequeña minería individualista, una minería grande por la aporta­ ción de capitales y el agrupamiento de concesiones que sean la base de importantes sociedades explotadoras. Hay que preocuparse también de conseguir que nuestras va­ rias calidades de combustibles, aun las más inferiores, sean fácilmente aceptables por los consumidores, no sólo por un cuidadoso esmero en su selección y lavado, sino mediante la adopción de hogares especiales que los mineros mismos deben ser los


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más interesados en proyectar y proponer. Carbones antes tan depreciados como los lignitos, y que se van descubriendo con profusión insospechada en distintas regiones de la península, deben ser objeto de especial atención, como ya lo son en otras na­ ciones, para obtener de ellos el mayor rendimiento térmico posible, llegándose hasta su destilación para producir aceites que los conviertan en combustibles líquidos, dan­ do así vida á muchos yacimientos lignitíferos que en las condiciones en que actual­ mente se trabajan están condenados á irremediable y próxima paralización si no se moderniza su completo aprovechamiento. Y atención especial merecerán también, por último, las reformas de orden legal, administrativo y económico, que convenga imponer para el más eficaz desarrollo de la industria carbonera, así como el estudio de los centros de consumo, sindicatos ó consorcios de venta de carbones, reglamen­ tación de éstos para intervenir en los transportes terrestres y marítimos á fin de lograr la necesaria economía y rapidez en la distribución del combustible, y cuantos facto­ res, en fin, puedan completar el más lucrativo aprovechamiento de esta riqueza que con razón sobrada se ha llamado el pan de la industria, por ser el elemento básico de la mayor parte de ellas. Complemento indispensable del desarrollo minero del país ha de ser el desenvol­ vimiento de las industrias metalúrgicas, permitiendo aprovechar gran número de mi­ nerales pobres ó de composición compleja que actualmente no se explotan, por no ser exportables, además de aquellos otros de excepcionales condiciones de pureza y de gran abundancia en sus yacimientos, que vamos pródigamente entregando á la ex­ portación para nutrir con ellos extranjeras industrias. Amplio campo tiene el futuro Congreso para estudiar cuanto se refiere á los problemas siderúrgicos nacionales, en los que resalta, en primer término, la necesidad de establecer diferentes centros pro­ ductores en la proximidad de nuestras principales cuencas ferríferas, tendiendo á la especializaclón de los distintos productos fabricados, y preferentemente en aceros es­ peciales al cromo, al níquel, al silíceo, al manganeso, al tungsteno, al molibdeno, al vanadio, y tantas otras aleaciones modernas que la electrometalurgia ha hecho fácil de obtener aun partiendo de minerales impuros, como muchos de los que dispone­ mos en distritos del Norte y del Mediodía, que resultarían muy adaptables á estas es­ peciales combinaciones. La metalurgia del zinc, injustamente restringida en España en dos fábricas de escasa importancia relativa, pudiera alcanzar mayores vuelos con los modernos procedimientos electrolíticos, sancionados ya prácticamente, al pare­ cer, en algunas otras naciones y que permitirían aprovechar las blendas y calaminas complejas de Cartagena y de algunos otros distritos, en los que todavía pueden en­ contrarse abundantes reservas, no sólo en criaderos vírgenes, sino entre viejas explo­ taciones de las que se extrajeron únicamente las clases más ricas destinadas á la ex­ portación. Y la industria del plomo, de prestigiosa historia en la metalurgia españo­ la, exige también la atención de los congresistas, para defenderla de la tutela de mer­ cados extraños, y para completarla con la desplatación, que ha sido hasta aquí des­ acertadamente descuidada por los fabricantes españoles. Por otra parte, no olvida este Comité que el Instituto de Ingenieros Civiles es de­ positario, por donación regia, del primer lingote de aluminio español que la Escuela,


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de Ingenieros Industriales de Barcelona ha obtenido de las bauxitas recientemente descubiertas en Cataluña, iniciación de interesantes aplicaciones industriales que me­ rece estudios especiales para juzgar de su porvenir. Necesario es también desarrollar la metalurgia del estaño, bien con minerales propios, ó bien con los importados de la América del Sur, con objeto de asegurar la fabricación del bronce y de la hoja de lata que nuestro consumo demanda. Y es, por último, de extraordinaria importancia, el estudio del aprovechamiento integral de las piritas ferro-cobrizas tan abundantes en la región de Huelva y de Sevilla, que por sí solas contribuyen á más del cincuenta por ciento de la producción mundial, y de las que sólo se obtiene en España una can­ tidad escasa de cobre y de ácido sulfúrico. Sólo el azufre contenido en las piritas es­ pañolas representa el noventa por ciento del que contienen todas las menas de azufre producidas en el mundo, y con esta enorme proporción pudiera establecerse en el país una intensa fabricación de ácido sulfúrico que nutriría variadas industrias quími­ cas, de tan universales aplicaciones en las modernas economías, que prestigiosos in­ dustriales extranjeros afirman que ellas son la base de la futura estrategia agrícola é industrial, y otros la hacen compartir con la metalurgia el carácter de industrias v ita­ les necesarias para asegurar la completa independencia económica de un país. Si ade­ más se considera que de nuestras piritas puede extraerse el cobre en mayores propor­ ciones que actualmente, dando lugar á importantes industrias derivadas de este me­ tal; que en proporciones también muy estimables, contienen hierro que es completa­ mente inaprovechado en España aun cuando pudiera ser obtenido muy ventajosa­ mente, como se hace en el Extranjero, y muy especialmente en los Estados Unidos, donde con nuestras propias piritas se hacen aceros especiales con pequeñas cantida­ des de cobre que se dice son muy ventajosos para carriles; que son igualmente apro­ vechados en fábricas inglesas el oro y la plata, y aun algo de zinc, que las mismas me­ nas contiene; y que todos estos procesos metalúrgicos son, en fin, de fácil realización, exigiendo poco combustible, y con primeras materias auxiliares con que aquí puede contarse, se comprenderá cuán imperiosamente demandan los intereses públicos y el porvenir de la economía patria que los capitalistas y los industriales españoles fijen seriamente su atención sobre este magno problema del aprovechamiento integral de nuestras piritas. Todo este vasto programa de resurgimiento minero y metalúrgico es el que ofre­ cemos al estudio de cuantos se interesen en el desarrollo de tan vitales elementos de nuestra producción. En él se contienen numerosos temas que pueden ser tratados bajo muy distintos puntos de vista y con aspectos técnicos, sociales y económicos de Compleja variedad; pero sea cualquiera la modalidad con que se estudien, debe siem­ pre procurarse una finalidad práctica, con soluciones concretas de más ó menos in­ mediata aplicación en los trabajos que sobre cada uno de estos temas se presenten al Congreso. Con ello se prestará á nuestra proyectada Asamblea un concurso valiosí­ simo por su positiva eficacia, y á la industria nacional el patriótico apoyo que, en las luchas económicas mundiales, ya planteadas, exige para su defensa.


Sección 5 / Física y química industriales. Comité Organizador del Congreso de Ingenieria, dándose cuenta de la importancia de la Sección 5.“ titulada «Física y Química industriales» y pretendiendo para ella el estudio de cuantas cuestiones se le puedan relacionar, desearía trazar un cuadro completo y detallado de todas las manifestaciones de la vida industrial que en la misma tuvieran cabida. La empresa es difícil por la im­ precisión en que se desvanecen sus límites, é ingrata porque puede originar omisiones sensibles. Por lo cual este Comité va á concretarse á hacer una simple enunciación de las industrias que, dentro del grupo, juzga de más interés á fin de que se crean espe­ cialmente requeridos cuantos se hayan ocupado de ellas y puedan traer al Congreso la expresión de sus anhelos ó el fruto de sus experiencias. Es bien conocido de todos, el grado de desarrollo que han alcanzado las aplicacio­ nes técnicas dirigidas á economizar el calor, con beneficio, primero, para la industria privada y después para la economía general de la Nación, y esto es doblemente apre­ ciable en un país como el nuestro que hasta ahora no se ha bastado con su produc­ ción hullera. Por eso desea vivamente el Comité que se expongan y debatan ante el Congreso todos los estudios modernos —y su inmediata y posible adaptación á la in­ dustria española— referentes á los distintos tipos de hogares, gasógenos, generadores de vapor, economizadores y otras muchas aplicaciones valiosas que la moderna Física industrial ha resuelto y generalizado. Los métodos científicos de concentración y evaporación de líquidos, base de al­ gunas industrias tan importantes como la azucarera, plantean problemas técnicos inte­ resantísimos que no deben faltar al Congreso, tales como la concentración en aparatos de efectos múltiples, el uso del vacío y otros. La destilación fraccionada, como ope­ ración central de industrias tan necesarias como la alcoholera y la de los petróleos; la eompresión y licuación de gases con sus nuevas aplicaciones industriales, sobre las que se destaca la que se sintetiza con la expresión «Frío industrial», verdadera revolución de la técnica que ha dado nacimiento á un conjunto de derivaciones prácticas, tan in­ teresantes como valiosas: transportes frigoríficos, conservación de carnes, etc. Finalmente, todas las industrias, numerosísimas y de real importancia que descan­ san en fenómenos de orden físico y mecánico, filtraciones, decantaciones, disolucio­ nes, etc., cerrarán el cuadro de las principales que á la Física industrial deben su origen.

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No hay que olvidar que estas aplicaciones están llamadas, por su especial natura­ leza, á tener la más amplia generalización y adquirir en consecuencia, de día en día, mayor desarrollo y perfeccionamiento, Por lo cual, tiene el Comité especial empeño en que sean conocidas y divulgadas, confiando en que fácilmente se extenderá su em­ pleo, con ventajas notables para la prosperidad industrial del país, que es la idea que se persigue con la organización de este Congreso. Las complejidades enormes de la Química industrial hacen muy laboriosa la tarea de trazar un índice de cuanto pueda interesar de un modo preferente al Congreso de Ingeniería. Ha pasado ya á la categoría de lugar común que la industria química es la industria del porvenir, pues hasta el vulgo, con su certero instinto, ve ahora en la Quí­ mica como antes en la Electricidad, la llave mágica que abre las más dilatadas pers­ pectivas al engrandecimiento industrial de las naciones. De aquí que sólo podamos enunciar temas muy extensos, quizás demasiado vagos; pero los que se hallen en contacto inmediato con las realidades de la vida industrial, podrán concretarlos y marcar con el sello de lo práctico las medidas indispensables y perentorias para lograr que la industria química española alcance la prosperidad que todos deseamos. El primer problema que atrae nuestra atención y que desde otros puntos de vista se planteará también ante la Sección 4.^ es el de la coquización de la hulla, industria que debe intensificarse sin pérdida de tiempo en España empezando por convertir las actuales fábricas de gas en verdaderas instalaciones de obtención del cok, gasificado después en dispositivos apropiados, para su utilización con mejor rendimiento; pero son los subproductos de estas transformaciones, los que mayor interés ofrecen. Y a no es solo el cok, ni el gas del alumbrado, ni el sulfato amónico, ni quizás los benzoles, cresoles, etc., con ser todos ellos valiosísimos productos, los que motivan nuestra más viva preocupación técnica sino los derivados de ellos, de donde, arrancan la escala casi indefinida de las materias colorantes. Es absolutamente preciso, indispensable, estudiar la manera de que la industria de los colorantes que hoy nos hace tributarios de Alemania é Inglaterra, se intensifique de forma que provea ampliamente nuestras necesidades, y esta misión nacionalizadora incumbe en primer término á la laboriosa región catalana, por la íntima relación que guarda aquélla con la industria textil, con la fabricación de hilados y tejidos. La destilación de los lignitos serviría de comple­ mento á las industrias derivadas de la hulla. Mención aparte hemos de hacer de las industrias de productos químico-farmacéu­ ticos, tanto minerales como orgánicos, que tienen una importancia vital indudable; la producción de ácidos minerales, tan indispensables algunos como el nítrico y el sul­ fúrico; la explotación industrial de nuestras salinas, que podrían abastecernos de sosa, ácido clorhídrico, cloratos é hipocloritos de que en gran parte somos tributarios del extranjero; la destilación de aceites minerales que nos surtieran de esencias y lubrifi­ cantes; las variadas industrias que proporcionan materiales de construcción, cales, ce­ mentos, ladrillos, etc., que crecen paralelamente á nuestra riqueza, sobre todo en cuan­ to al desarrollo de las obras públicas se refiere; y la producción de vidrio y cristal, con la infinita variedad de productos cerámicos que saquen partido de nuestras abun-


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(Jantes materias primas y se presten á interpretar las más delicaiJas inspiraciones de nuestros artistas. Aunque más especialmente hayan de ocuparse de ellas las Secciones respectivas, séptima y octava, no dejaremos sin embargo de llamar la atención y de pedir solici­ tud é interés para las industrias químicas del grupo agrícola y del forestal. Entre estas últimas, la obtención de la celulosa de la madera para la fabricación del papel y del algodón pólvora; la resina con sus variados subproductos, trementinas, colofonias, bar­ nices, colodiatos, colores, etc.; la obtención de esencias y perfumes de especies vege­ tales, y la destilación seca de la madera con su complejidad de producciones, ácido acético, alcoholes, creosotas, etc. Y en el grupo agrícola, la fabricación de abonos y de fertilizantes en general, la industria azucarera con la de preparación de frutos; las que se basan en la fermentación alcohólica y producen alcoholes, cervezas y fermen­ tos; la fabricación de ácidos orgánicos, como el cítrico y el tártrico á base de frutos y heces vinícolas; la extracción de aceites vegetales y la industria jabonera como de­ rivada, etc., etc. Y para terminar, mencionaremos las aplicaciones industriales, importantísimas y crecientes, del caucho, fabricación de óxidos y sales para pinturas, materias amiláceas, curtido de pieles, barnices, industrias todas que por su indudable influencia en la eco­ nomía gen eral del país, deben ser objeto de estudio por parte del Congreso que nos ocupa. ¿Podrían crearse entre nosotros las industrias de las tierras raras? Finalmente todas las industrias que puedan de algún modo relacionarse con la in­ geniería, atraen nuestra atención y nos interesan, y no menos las pequeñas que, to­ talizadas, hacen ostensible una misión social y económica digna de los mayores res­ petos. Recordemos además que en ninguna esfera de la actividad industrial ha producido tan maravillosos resultados como en la química, la actuación constante de la ciencia sobre las aplicaciones prácticas, Casas extranjeras poderosas que costean centenares de químicos dedicados á la investigación continua, tocaron pronto las ventajosas con­ secuencias de esta asociación. Por otra parte, en el Congreso Nacional de Ingeniería se reunirán nuestros técnicos é industriales para estudiar los medios de engrandecer la industria nacional. Y si nos inspiramos en altos intereses de la Patria ¿no será en­ tonces la ocasión de iniciar entre nosotros esa alianza, indispensable y fecunda, de la ciencia con la industria?


Sección 6 / - Electrotecnia* NA de las Secciones del Congreso Nacional de Ingeniería se dedicará,

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bajo el epígrafe de «Electrotecnia», al estudio de los más importantes problemas de aplicación industrial que con la electricidad se relacionan. La guerra, que ahora finaliza, ha puesto de relieve la importancia fundamental que como manantial de energía tiene la producción carbonera, hasta el punto de que toda la vida económica del país se haya mantenido en constante alarma ante las difi­ cultades interiores que hubieran podido entorpecer el desenvolvimiento de aquella riqueza ó la posibilidad de obstáculos capaces de interrumpir la corriente importado­ ra de carbones extranjeros: manifestaciones evidentes de una vida industrial artificio­ sa y raquítica, falta de bases naturales que le proporcionen solidez é independencia. Durante la guerra, y al amparo de elevados precios, se ha intensificado bastante la producción de carbones, sin llegar, sin embargo, á abastecer todo el consumo interior. Cuando la economía mundial se vaya normalizando, es posible que esa produc­ ción descienda ante las competencias extranjeras; pero aunque así no fuese, es de todos modos tan deficiente, que á la menor dificultad ó extracción de abastecimiento que las agitaciones obreras ó las deficiencias de los transportes imponen con lamen­ table frecuencia, toda la vida nacional se perturba y resiente profundamente. Y es que la economía industrial del país no debiera supeditarse, en cuanto á foco principal de energía, á la que proporcione nuestra riqueza hullera. Tiene que dispo­ ner, por el contrario, de fuerzas abundantes, económicas y nacionales, para que todas las exigencias de nuestra actividad queden plenamente aseguradas y satisfechas sin tener que salir para ello de nuestro territorio. Para lograr este resultado, la mejor, la única solución que tiene entre nosotros tan vital problema, está en el aprovechamiento hidroeléctrico, en la hulla blanca, tan abundante en nuestro accidentado país. Con ella se asegura una producción perma­ nente de energía capaz de cubrir todas las necesidades de nuestro consumo, podien­ do entonces dedicarse buena parte de la riqueza carbonera de nuestro suelo á impor­ tantísimas aplicaciones industriales que de ella necesitan indispensablemente. Podría­ mos de este modo contar con una fuerza poderosa equivalente á muchos millones de toneladas anuales de carbón, pero genuinamente nacionales y absolutamente segu­ ras: algo bien distinto á esta penosa situación de hoy que hace depender en gran parte el tráfico nacional de suministres extranjeros.


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Estas nociones se han divulgado felizmente en España como una de tantas ense­ ñanzas que las dificultades de la guerra nos han proporcionado. Y como quiera que son cuestiones básicas de la economía nacional, no deberán faltar al Congreso de In­ geniería, para que allí sean tratadas con el detenimiento y considearación que merecen. De tal modo confía el Comité en que habrán de ser numerosos los trabajos que á esta Sección se presenten, que ya comprende la necesidad, prevista en los Estatutos, de dividirla en subsecciones para la mejor distribución de aquéllos y facilitar así la labor que á la misma se le ha encomendado. Un primer grupo de trabajos interesantísimos relativos á los fundamentos de esta importante rama de la ingeniería, serán los estudios dedicados á conocer la producción anual en España de energía hidroeléctrica, sus posibilidades para el porvenir y la ma­ nera eficaz y rápida de movilizar estas fuerzas valiosas que en nuestro territorio se es­ conden. Sin dejar de intensificar nuestra producción hullera y de fomentar la riqueza agríeola con el aumento del regadío, debemos tender al aprovechamiento de nuestros cursos de agua, á la utilización de todos los elementos naturales que se conjugan para la producción de energía eléctrica; es deeir, partiendo de los estudios orográficos, hi­ drográficos, geológicos, etc., llegar al conocimiento del valor y situación de tos saltos de agua aprovechables en el territorio nacional. Hay que convencer además á los pode­ res directores acerca del carácter nacional de la riqueza hidroeléctrica y como conse­ cuencia que, al igual que en otros países, se interese la Administración pública en el fo­ mento y conservación de la misma. Y finalmente, habrá que estudiar las formas posibles de nacionalizarla enfocando el problema en los límites que aconseja el estado actual de nuestra industria y la contextura económica del país. Urge, pues, hacer una inventariación completa de nuestras disponibilidades hidro­ eléctricas clasificadas en sus distintas procedencias, situaciones y características técnicoeconómicas, procurar su nacionalización y remover los obstáculos de cualquier natura­ leza que se opongan á su desenvolvimiento, para lograr que la industria nacional pueda disponer, en saltos grandes y sobre los construidos, hasta de un millón de kilowatios; perspectiva halagadora cuyos horizontes toca á la técnica descubrir. Consecuencia de estos estudios que ponen de manifiesto la riqueza posible y su mejor utilización por la industria nacional, son los temas relativos al transporte y distri­ bución de la energía, centros y radios económicos, características de las corrientes, ayuda y compensación de las redes, ete., problemas, en general, de alta política econó­ mica que sólo una amplia y clara visión de futuros desenvolvimientos industriales podrá resolver sin coartar iniciativas respetables, antes al eontrario, alentándolas y favorecién­ dolas. Un Congreso de Ingeniería que tenga conciencia de su misión orientadora no debe dejar de discutir estas cuestiones hasta eneontrar las directrices en que haya de apoyarse una acción política que tienda seriamente á propulsar la vida industrial de la nación. Inmediatamente después de las tratadas, acuden al pensamiento las cuestiones refe­ rentes á la aplicación de esta energía hidroeléctrica y á la posibilidad de fabricar en Es­ paña todo el material que con ella pueda relacionarse directamente. La electrificación de los medios de transporte que ha de absorber en lo futuro una


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respetable parte de nuestra potencia hidroeléctrica, permitirá aumentar la capacidad de tráfico de nuestras líneas, acomodarlas en su día á verdaderas necesidades naturales y hacerlas independientes de las variaciones á que la producción minera está sometida. Punto importantísimo á este respecto es llegar á un acuerdo sobre características esenciales, tales como la elección de corriente y tipos de material, principalmente esto último en cuanto á ferrocarriles se refiera, evitando así el desbarajuste producido por la variedad de tipos en piezas de repuesto, en material fijo y circulante, causa de que un enorme capital se inmovilice y de que la explotación técnica pudiera luchar con grandes dificultades en su desarrollo. Sería también de alto interés nacional que el Congreso se pronunciara de una ma­ nera categórica sobre los casos en que convendría la aplicación de la electricidad á la tracción de los ferrocarriles, según las condiciones peculiares de cada línea relativas á rampas, tráfico, intensidad de circulación, etc. También debiera estudiarse la apli­ cación más general de la electricidad á las maniobras de agujas y señales y á la insta­ lación de aparatos auxiliares diversos, por la influencia ventajosa que su estable­ cimiento pudiera tener sobre el tráfico. Además del empleo de la electricidad á la tracción de ferrocarriles y tranvías y á servicios derivados, debieran conocerse en el Congreso opiniones autorizadas de in­ dustriales, sobre las dificultades que para su prosperidad encuentran determinadas instalaciones eléctricas de carácter general, que, como las de alumbrado hidro y ter­ moeléctrico, por ejemplo, están diseminadas por toda España y representan un valor respetable en nuestra vida industrial, así como las cuestiones referentes á la electrifi­ cación de talleres, que abre amplios horizontes industriales que sin el uso de la elec­ tricidad permanecerían cerrados. Lo mismo diremos de las industrias electro-químicas y electro-metalúrgicas ya es­ tablecidas en nuestro país y la posibilidad de implantar otras nuevas, algunas indis­ pensables por relacionarse con la defensa nacional, todas las cuales hallarían un auxi­ liar poderosísimo en la difusión y abaratamiento de la hulla blanca. A sí, la fijación del nitrógeno atmosférico, de suma importancia por sus aplicaciones agrícolas y mili­ tares, la producción de sosa y de carburo de calcio, sulfato amónico, sulfuro de car­ bono, la preparación del ozono, el tratamiento y beneficio en general de menas pobres, el refino del cobre, la recuperación del estaño en los residuos de la hojalata, la galvanoplastia, el tratamiento de las bauxitas catalanas para la obtención del alu­ minio y otras mil aplicaciones interesantes y en su mayoría necesarias á la vida nacional. Centros industriales en período de estudio ó implantación, tales como los de Bierzo y Sagunto, podrán adquirir rápidamente importancia considerable gracias al horno eléctrico que les permitirá producir aceros especiales, sin lo cual continuaríamos de­ pendiendo del extranjero en esta clase de producciones. Hasta tal punto es interesante esta aplicación, que hay quien ve en la electrosiderurgia la posibilidad de que España llegue á competir ventajosamente en hierros y aceros con las grandes naciones europeas, merced á la utilización de minerales de hierro de inferior calidad, tan abun­ dantes en nuestro país. Entre otras importantes actividades industriales relacionadas con la electricidad.


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inspiran al Comité el interés más decidido la fabricación de motores y dinamos y las no menos importante de los acumuladores, establecida con éxito en España. No hay que encarecer la conveniencia de que los fabricantes nacionales expusieran sincera­ mente las deficiencias que encuentran estas industrias para su desarrollo y los remedios que habría que poner en ejecución hasta llegar á desalojar de nuestros mercados las competencias extranjeras, hasta aquí dominadoras. Otro tanto ocurre con la fabricación de lámparas incandescentes y aparatos anejos, con el material eléctrico para la calefacción, usos domésticos, aplicaciones á la agri­ cultura, etc., como también es del mayor interés favorecer la producción de aparatos de telegrafía, telefonía y radiotelegrafía y estudiar la manera de ampliar y perfeccionar estos medios de comunicación conforme á las necesidades presentes y sin perder de vista las riquezas que su instalación desarrolla. En resumen, los temas fundamentales que á juicio de este Comité debieran de ser objeto de deliberación por parte del Congreso y en su día agruparse en subsecciones si así conviniera á la eficacia del mismo, pudieran ser los siguientes; 1. ° Problemas relativos á la producción hidro y termoeléctrica, situación, trans­ porte y distribución de energía. 2. ° La tracción eléctrica y cuestiones que suscita la electrificación de fábricas y talleres. 3. ° Aplicaciones electroquimicas, electrometalúrgicas y electrosiderúrgicas que pudieran establecerse ó impulsarse en España al amparo de una baratura considerable en el precio de la energía, y 4. ° La fabricación en nuestro pais de toda clase de material eléctrico y manera de triunfar en España sobre la competencia extranjera. No hay que decir que cada problema puede ser desenvuelto desde puntos de vista industriales, legales, técnicos, económicos, mercantiles, etc., y que esta complejidad de visión no sólo es necesaria, sino deseada, para que la eficacia de la labor responda á la amplitud de propósitos en que este Comité pretende inspirarse. Para conseguir este resultado, se permite llamar la atención de todos nuestros in­ dustriales y técnicos, rogándoles utilicen la oportunidad sin precedente del Congreso de Ingeniería para contribuir, cada uno en su esfera y medida, al fomento de la vida industrial española que en el ramo electrotécnico tantas esperanzas abriga de resur­ gimiento, y les invita á aportar sinceramente los frutos de su experiencia ó estudio, recordándoles que la observación más mínima en apariencia puede conducir á resul­ tados brillantes cuando, como en nuestro caso, cae en un ambiente propicio, caldeado además por el entusiasmo fervoroso del patriotismo,


Sección 7 / Industria Agrícola y sus derivadas*

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estudio de la «Industria Agricola y sus derivadas» será el objeto de la Sección 7.^ del Congreso Nacional de Ingeniería.

Inútil nos parece encomiar la trascendencia de estos problemas y la necesidad imperiosa de que sean estudiados con la atención debida, que va en ellos envuelto lo más preciso á la vida nacional y la base de nuestro comercio de exporta­ ción y la materia prima de que se surten innumerables industrias. Por eso, todos los concursos y todas las actividades que se ofrezcan al desarrollo meditado de estos temas, serán pocos en relación á la importancia vital que adquieren en nuestra econo­ mía. Y de aquí que el Comité organizador del Congreso considere como aspiración práctica de la honda labor reservada á esta Sección, que se llegue en ella á conclusio­ nes fundamentales y concretas que muestren sin vacilar los nuevos derroteros por que haya de encauzarse la futura organización agrícola española. Bien clara está la variación que en los últimos años ha experimentado la industria agrícola, debida, en el terreno científico, á los progresos sorprendentes de la química y en el de la economía, á la profunda sacudida ocasionada por la guerra europea. Los descubrimientos y nuevas aplicaciones de la Meteorología; los modernos sis* temas de tratamiento mecánico de las tierras; la introducción de nuevos y poderosos fertilizantes y el empleo de la maquinaria tractora, han transformado hondamente el concepto y desarrollo de la industria agrícola, encaminándola á intensificar é indus* trializar de modo creciente la producción de la tierra. El trastorno mundial influyó considerablemente en todos los mercados, ocasionan­ do en nuestro país fuerte demanda de algunos productos, escasez de otros de impor­ tación y excedente, angustioso en ocasiones, de aquellos que, como la naranja, se di­ rigían normalmente hacia los mercados extranjeros. De esta suerte, roto el equilibrio de nuestra economía agraria, hubo el cultivo de adaptarse poco á poco á las nuevas modalidades que la guerra imponía y así le vimos extenderse desmesuradamente en determinadas producciones y restringirse en otras, ya transformando, ya difundiendo su consumo dentro del territorio nacional. Aumentaron sus zonas el trigo y el maíz, para compensar la falta de importación argentina; la patata, estimulada por la demanda exterior; el cáñamo que, sin la com­ petencia de los de Italia, se estableció en la vega granadina; é igual sucedió al yuté


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codiciadísimo para la fabricación de saquería, y á la achicoria, cuyo cultivo se exten­ dió por Castilla, Navarra y Vascongadas, y al algodón, ensayado en nuestro Medio­ día, y al lino y á otros cultivos que se ensanchan, aparecen ó reaparecen faltos de competencias extrañas y al amparo de la cotización fabulosa que algunos llegan á al­ canzar. Si tal aconteció en el dominio agrícola, no hay que decir que otro tanto ha ocu­ rrido en el pecuario: la demanda extraordinaria de la lana y su repercusión en las pequeñas industrias zoógenas, trajeron como consecuencia, no sólo la elevación de los aprovechamientos— cueros, pieles, lanas, sebos, etcétera—•, sino el ensanche de los cultivos que predominantemente se dedican á la alimentación animal. Y lo mismo que en la parte puramente agrícola, sucedió en las industrias deri­ vadas, mereciendo especial comentario el hecho de que algunas fábricas azucareras, cerradas antes por la superproducción, se hayan abierto, colocando sus productos á precios altamente remuneradores; lo propio podríamos decir de la fabricación de alcoholes á base de melazas y remolacha, acompañada de la obtención de potasas y sales amoniacales; las industrias dedicadas al desecado, tostado y pulverización de la achicoria para el café; algunas otras textiles y, en escala muy considerable, las fábricas de conservas de frutos frescos y secos que al calor de las fuertes demandas exteriores han alcanzado un notable desarrollo. Contrasta en fin con tan halagüeños resultados, la paralización ó reducción de al­ gunas industrias como la sidrera, al dificultarse el tráfico con América, la corchota­ ponera, la de la fabricación de esencias sintéticas, etc., etc. Basta lo que antecede para deducir la necesidad en que nos encontramos, una vez que han cesado las circunstancias anormales de la guerra, de trazar una nueva orien­ tación á nuestra actividad agrícola que tienda no sólo á que poseamos cuanto hace falta para atender á nuestro propio abastecimiento, en cuanto esto sea posible, sino también aquello de que carece el extranjero para proporcionarnos, en una recipro­ cidad cada vez más estimada, los restantes materiales indispensables á nuestra eco­ nomía. En el mismo orden de ideas convendrá saber si el actual desarrollo de industrias ó cultivos debiera cesar ó, por el contrario, persistir mediante economías ó perfeccio­ namientos que permitan sostener la competencia. Y en el caso en que determinadas producciones deban desaparecer ó reducirse, habrá que buscar la manera de reempla­ zarlas ventajosamente. Estos y muchos otros interesantes problemas de carácter industrial caen bajo el epígrafe de la Sección 7.^ del Congreso «Industria Agrícola y sus derivadas». Dentro de los límites que nos hemos asignado sería difícil hacer una relación completa de ellos; por eso nos vamos á limitar á los que más nos preocupan actualmente por la trascendencia de su estudio ó por la urgencia con que demandan solución. El cultivo mecánico, con sus exigencias dé toda clase de máquinas y útiles agrí­ colas, nos plantea el problema ineludible de nacionalizar la fabricación de éstos, y á tal fin debiéramos concentrar los esfuerzos de todos. Esta labor de verdadera tras­ cendencia ha de abarcar, no sólo la producción de máquinas, motores, tractores y lo­


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comóviles, sino también la de máquinas operadoras y aparatos mixtos, y la fabricación nacional de carburantes, el benzol principalmente, como derivación obligada y nece­ saria á aquéllas. Puesta la cuestión en este terreno, traerá como consecuencias la implantación de esa metalurgia especial que exigen los órganos de máquinas agricolas que han de sufrir fuertes desgastes; la producción de engrases y lubrificantes económicos; la de enlaces vegetales flexibles que sustituyan á los exóticos de abacá, y sobre todas estas cuestiones, abarcándolas y resumiéndolas, se impone, tras múltiples ensayos, la elec­ ción de los tipos según las necesidades y la unificación de éstos, en cuanto sea facti­ ble, para lograr la baratura que la producción en serie representa. Párrafo aparte merece la producción de abonos y sustancias anticriptogámicas, pues entre otros extremos interesa mucho intensificar la producción de sulfato amó­ nico, así como la de los abonos orgánicos y potásicos; obtener nitrato cálcico, calcianamidas, superfosfatos dobles, fosfatos precipitados, fosfato amónico, etc.; pero si es interesante el estudio de estas ramas de la industria agrícola, no lo es menos, en favor de su desenvolvimiento, cuanto se refiere al comercio de tan esenciales productos para evitar que la agricultura siga siendo víctima de comerciantes é industriales de mala fé con perjuicio de aquellos otros que sólo se inspiran en la honradez y legalidad, verda­ deros heraldos de la cultura agrícola que alian sus intereses con la difusión extensa de la misma. Una industria que merece una consideración especial y la proyección constante de la ciencia sobre todas las fases del proceso en que se desenvuelve, es la enológica, base de un activo importante, susceptible de aumento, en nuestro comercio exterior. El estudio de las levaduras, los distintos procedimientos de esterilización de los mostós que permitan industrializar los tipos de vinos corrientes, problema que no ha dejado de preocupar á los vinicultores de casi toda España; las correcciones posibles de los mostos de alta graduación y escasa acidez, las fermentaciones continuas y la sulfitación de caldos. Junto á estos temas de indudable valor industrial, deberán es­ tudiarse los relativos á la concentración al vacío de mostos y vinos para la obtención de bebidas sin alcohol, la crianza de vinos para la elaboración de tipos firmes en las comarcas susceptibles de ello, el empleo del ozono y del frío industrial en enología y por último, toda la serie numerosísima de producciones á base de esta clase de sub­ productos, como también, en calidad de industria complementaria, cuanto se refiere á la producción de envases apropiados. Finalmente, como asuntos dignos de interés é impulso por el beneficio que pue­ den procurar á la economía nacional, citaremos la obtención de semillas seleccionadas, el perfeccionamiento de industrias tan valiosas como la de la elaboración y refinación de aceites y las que nacen con el aprovechamiento de residuos y subproductos, la industria quesera, la preparación, conservación y embalaje de frutas y legumbres, la elaboración de sémolas, harinas y otros preparados de soja y de frutos análogos, la ob­ tención de tortas y compuestos alimenticios para el ganado, la producción de ácidos orgánicos y de sustancias insecticidas y similares, y tantas otras cuya enumeración fatigaría. No queremos sin embargo terminar este apartado sin recordar la necesidad


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de dar mayor impulso al estudio general estadístico de la industria agrícola en Espa­ ña, que sirva de base al conocimiento de su importancia y de sus variaciones, en re­ lación sobre todo con determinadas medidas del Poder central y con la marcha de esta riqueza en naciones similares del extranjero. En resumen, la tragedia mundial ha traído á nuestra agricultura, como á otras ra­ mas de la economía nacional, hondas perturbaciones y también enseñanzas valiosas que todos directamente hemos tenido ocasión de experimentar. Así ha podido evi­ denciarse, en ocasiones con verdadero apuro, que la producción agraria española no está adaptada á la necesidad nacional de consumo é intercambio, que siendo la pri­ mera fuente de riqueza y la más amplia proveedora de materias primas á la industria, no se halla preparada ni aun orientada para poder ofrecernos los debidos rendimien­ tos y, en definitiva, que hay que plantear sin demora los jalones de la nueva política agraria, llamada á dar á España, en las futuras contiendas económicas entre naciones y grupos de naciones, la preponderancia á que por su naturaleza tiene derecho, una vez realizado ese ideal de industrialización agraria que todos cordialmente anhelamos. El Comité Organizador se sentirá orgulloso si con el concurso entusiasta de todos los amantes de la agricultura se iniciara seriamente en el Congreso de Ingeniería tan patriótica orientación, presentándose al efecto trabajos sobre los problemas indicados ó sobre cualesquiera otros que se dirijan sinceramente á procurar el florecimiento de nuestra agricultura.


Sección 8 / Industria forestal y sus derivadas.

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Congreso Nacional de Ingeniería se ocupará en su Sección 8.“ de todas las cuestiones referentes á la «Industria forestal y sus derivadas.» El Comité Organizador del Congreso, convencido de la importancia que revisten estos temas en un país tan montañoso como el nuestro, desea vivamente que sean tratados ante la opinión con toda la amplitud é intensidad que merecen, para deducir las bases en que haya de establecerse una política forestal previsora y certera, tal como la naturaleza del país y la economía nacional reclaman con urgencia. Para lograr su propósito, dirige este llamamiento especial á todos los forestales españoles, á cuantos por interés ó por afición se sientan atraídos hacia la reconstitu­ ción de nuestras montañas, pidiéndoles que se preocupen de los males y deficiencias del actual estado de cosas, que observen y mediten sobre los remedios y soluciones á fin de que se realice en lo posible el ideal de una España toda en producción, ca­ paz de satisfacer sus patrióticas aspiraciones. Juzga este Comité, como punto de partida en aquel orden de asuntos, la conve­ niencia inmediata é ineludible de conservar y mejorar la riqueza forestal existente y de sacar el máximo rendimiento á sus posibilidades naturales para entrar luego de lle­ no en los problemas que plantea la necesidad de reconstituir y de poner en produc­ ción tantas y tan dilatadas extensiones que sólo admiten económicamente el cultivo forestal. Y para explotar mejorando, son los técnicos los que han de proporcionar las nor­ mas que armonicen los máximos rendimientos con los destinos propios de las masas arboladas, que pueden ser montes maderables y dentro de ellos aplicarse sus produc­ tos á fines industriales diversos, ó montes en resinación, ó alcornocales, ó montes claros adehesados, etc. Se trata, pues, de resolver un problema central de Ordenación, que envuelve otros muchos derivados sobre cortabilidad y turnos, tratamientos y mé­ todos de beneficio, que sólo un conjunto de experiencias muy españolas podrá ci­ mentar y dar las bases porque hayan de regirse nuestras masas forestales públicas y privadas. Hay que pedirle también á la técnica, que dentro de los grandes macizos monta­ ñosos, en las más extensas masas continuas de bosques constituidas, en su mayoría, por propiedades del Estado y de los pueblos, se estudien las redes principales de co­ ; v

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municación, caminos de montaña, lanzaderos y sendas forestales que, obedeciendo a un plan general de industrialización, establezcan las relaciones necesarias entre los centros de producción con los de transformación y consumo. Y siguiendo el curso de las ideas, una vez ordenadas científicamente las grandes masas asentadas en las cordilleras y trazadas las redes de transporte necesarias á su explotación, es cuando más inminencia adquieren todas las cuestiones relativas al mejor aprovechamiento de las primeras materias, de las que el monte es fecundísimo generador. Tales son el estudio de la producción maderable española y la evolución de sus aplicaciones industriales: como madera de construcción en general, palos para enti­ baciones mineras, madera para envases de todas clases, traviesas para ferrocarriles, postes telegráficos y telefónicos, etc.; la relación entre las aplicaciones y las propie­ dades físicas de las distintas clases de maderas, las que á su vez son función en parte de las condiciones vegetativas y del tratamiento; el empleo de las maderas españolas en la construcción naval, especies más apropiadas, su propagación y modo de facilitar su acceso á los astilleros, etc., etc. Al mismo tiempo que estas cuestiones, nos interesan también todas las que se refieran á los millares y millares de fábricas y talleres de todas clases que trabajan en la madera y las industrias de los extractos tánicos vegetales y las que obtienen jugos y esencias de las plantas, así como las que se dedican á la fabricación de la maqui­ naria y herramental que en estas transformaciones se emplee. ¿Por qué somos aún tributarios del extranjero en las cintas de sierra? La producción de pasta de celulosa para la fabricación del papel y del algodón pólvora, deberá ser uno de los temas que más preferente atención despierten en esta rama del Congreso. La categoría social del papel, elemento civilizador por excelencia cuyo consumo aumenta felizmente en nuestro país en proporciones considerables, obliga á estudiar como merece esta importantísima industria, siempre con la mira puesta en procurar que el mercado interior esté abastecido, en lo posible, con ma­ deras indígenas, favoreciendo para elfo la propaganda y utilización de las especies que más y mejor materia prima proporcionen. La industria del carbón vegetal, de que viven tantos pueblos de montaña, y la manera de desenvolverla paralelamente al fomento de nuestra producción arbórea; la destilación de los productos leñosos de los montes, base de interesantes transforma­ ciones in situ que proporcionan ácido acético, alcoholes y acetonas, alquitranes, creosotas, fenoles y permiten la utilización de una primera materia que de otro modo no costearía quizás los transportes fuera del monte; las instalaciones dedicadas á la conservación de las maderas por procedimientos tan ingeniosos como variados, etc. Pero, entre otras más, hay dos industrias que merecen especialísima mención por la riqueza que representan y su influencia relativa en nuestro comercio exterior. Nos referimos á las industrias resinera y corchera. La primera, después de dar un valor considerable á nuestros montes de pino rodeno, ha logrado colocarse en con­ diciones industriales tan satisfactorias, que ha hecho de España un país exportador, que envía sus trementinas y colofonias á casi todas las naciones de Europa.


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Esta industria resinera, que á tan plausible grado de desarrollo ha llegado, merece ser estudiada por propietarios y profesionales en sus muchos y variados aspectos selvicolas, administrativos é industriales, y consiguientemente establecer las formas prác­ ticas de sacar partido por resinación de los pinares de otras especies, como los de pino de Alepo de nuestra zona mediterránea— industrialización que no dejaría de ejer­ cer influencia en la economía de la región levantina— y el desenvolvimiento de esa industria en Canarias, que con sus grandes extensiones del pino del país, podría mo­ vilizar una riqueza considerable que avalorase el porvenir de aquellas hermosas islas. En relación con esta industria resinera, pueden y deben estudiarse también las múltiples derivadas que utilizan como primeras materias la esencia de trementina y la colofonia, entre ellas las de pinturas, barnices, alcanfor sintético, colores, gas para alumbrado, colodiatos, aceites pirogenados, grasas, jabones, etc. La industria del corcho y sus manufacturas ha sabido también mantener en alza el prestigio comercial de España, á pesar de la crisis de los mercados exteriores y de la política arancelaria de algunas naciones. La cifra de exportación anual— antes de la guerra, más de 50 millones de pesetas— que constituye un activo importante en nuestra balanza internacional de pagos y la circunstancia de que este cuantioso volu­ men de exportación se halle formado en su mayor parte por productos elaborados en el país, dan á esta industria singular relieve y en ello abundará sin duda el Con­ greso al prestarle toda la consideración que realmente le es debida. En escala más reducida vienen luego les espartos que, en bruto ó á medio elabo­ rar y á precios misérrimos que no permiten mejorar el cultivo de nuestras estepas mediterráneas, eran objeto antes de la guerra de un activo comercio de exportación, á Inglaterra principalmente, que luego se nos devolvía en forma de excelente clase de papel una vez costeados mano de obra y fletes extranjeros. ¿Q ué hacer ahora para retener nuestra producción de espartos, única posible económicamente en dilatadas extensiones de nuestro mapa? ¿Qué esfuerzos hacen nuestros industriales para lo­ grarlo? ¿Q ué dificultades encuentran? ¿No será ésta la oportunidad de desalojar la saquería extranjera de yute por otra nacional de esparto? La producción selvicola en la zona del Protectorado de España en Marruecos y la manera de explotar ordenadamente las valiosas y aun desconocidas riquezas fores­ tales de las Posesiones españolas del Golfo de Guinea, son cuestiones que no deben faltar al Congreso para que se acuerde sobre ellas con la solicitud é interés que de todos reclaman. Después de lo dicho, muy brevemente hemos de ocuparnos de aquella segunda visión del problema forestal relativo á la utilización económica de nuestros páramos. No olvida el Comité que de los 50 millones de hectáreas de territorio nacional, próximamente la mitad no son susceptibles de cultivo agrario permanente y deben entrar de lleno en los dominios técnicos de la selvicultura; que ofrece nuestro suelo dilatadas extensiones desprovistas de vegetación útil, como muertas, mientras laten en su seno poderosos y fecundos elementos de producción. Frente á este espectáculo desolador, recuerda que España importa anualmente en maderas de 50 á 60 millones de pesetas, déficit comercial considerable que á todas luces convendrá enjugar.


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De este contraste surge claramente la necesidad de poner en producción aquellos eriales que económicamente lo permitan, estudiando al efecto la manera de que las entidades públicas así como las iniciativas y capitales privados concurran á tan magna obra; de procurar la adaptación de esas especies exóticas valiosas que el ex­ tranjero nos envía y la difusión de tantas otras que, como las numerosas variedades de eucaliptos, se adaptan á las más diversas situaciones naturales y proporcionan los más distintos productos maderables; la generalización de especies indígenas, poco conocidas, que puedan sustituir á las extranjeras en determinadas aplicaciones indus­ triales; el ordenamiento de los pastizales para lograr la máxima producción silvo-pecuaria; el beneficio de los matorrales, por último, que por destilación de sus plantas aromáticas pueden proporcionar rendimientos cuantiosos. Bien comprende este Comité que tales cuestiones no son las únicas que caben dentro de la Sección 8.® y ofrece la más cordial acogida á cuantas, en relación con ella, se presenten: al hacer desfilar algunas se ha propuesto simplemente llamar la atención acerca de los puntos que cree más interesantes dentro de los fines del Con­ greso y expresar su deseo de que no dejen de ser tratados ante él. Demanda finalmente cariño y solicitud hacia estos temas, porque en ellos va en­ vuelta la vida de millares de municipios y un porvenir más humano, más luminoso, para las clases humildes de nuestra población rural, y espera al propio tiempo con­ tribuir á que se desarrolle de este modo una poderosa corriente de opinión, que pro­ mueva la reconquista civilizadora del territorio, tomando por divisa «El suelo es la Patria»,


Sección 9 /

Aplicaciones de la industria nacional á las artes de la guerra.

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N el Congreso Nacional de Ingeniería habrá una Sección, la 9/, que se , ocupará de los problemas más urgentes de la ingeniería militar. Figura * en los Estatutos con este título: «Aplicaciones de la industria nacional á las artes de la guerra». Un comentario sobre el tema mostrará todo el contenido que ha pretendido darle el Comité organizador del Congreso. Quizás no haya en estos momentos tema sujeto á mayores controversias que el que se refiere al futuro de los ejércitos actuales, hasta el punto de que creyendo algunos en su posible desarme y desaparición, lleguen otros á imaginarse los Estados del por* venir como poderosas unidades ó bloques que tengan organizadas á su servicio todas las fuerzas militares é industriales de la nación. Y si sobre este interrogante funda­ mental se sustentan tan opuestas opiniones, no hay que decir el sinnúmero de ellas á que se prestan las consecuencias que de estas hipótesis se derivan. Parece, sin embargo, prudente acogerse al más desfavorable de los supuestos, ad­ mitiendo que el ciclo guerrero no ha terminado porque las formidables luchas eco­ nómicas que se avecinan, y los pavorosos problemas político-sociales planteados ya en el mundo, puedan necesitar alguna vez del concurso de las armas para hallar la anhelada situación de relativo equilibrio. En tal supuesto, la guerra que acaba de fina­ lizar nos ha proporcionado valiosas enseñanzas. No ya los profesionales, sino el mundo entero, ha visto claro en forma angustiosa á veces, que el principio de la nacionalización de las industrias de material de guerra se ha elevado á la categoría de un dogma, que ha llegado á ser afirmación inequívoca de dignidad nacional. Que ya no luchan los ejércitos sino las naciones en masa, y de aquí que los campos de batalla hayan sido gigantesco alarde de la prodigiosa activi­ dad industrial del interior: en todo momento había que demostrar al enemigo la su­ perioridad económica, toda la potencialidad industrial gallardamente desplegada. Se ha visto también que la guerra no ha sido solamente un choque de elementos preparados en la paz, como lo fueron siempre, sino que éstos surgieron por la magia de una sorprendente organización, y de aquí que el combate sea considerado por al­ gunos como estimulante poderoso de todas las energías nacionales. Los principios clá­


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sicos, esencialmente militares, han sido sustituidos en gran parte por un mero coefi­ ciente de fabricación. Este despliegue obligado é intenso de las energías nacionales ha llevado á muchos á pensar, como es sabido, que la guerra, en medio de sus amarguras y desastres, sus­ tituye las lentas y metódicas evoluciones de la paz, en una aceleración violenta, brutal, pero que, en definitiva, constituye una profunda concentración del factor tiempo apli­ cado al progreso sin fin de la humanidad. Y así, dicen, hemos recorrido en cuatro años la trayectoria de progreso social que, en paz serena, no hubiéramos andado sin el transcurso de algunas décadas. Y es, por otra parte, indudable que la industria de las naciones que han luchado» sometida hasta ahora á intensa producción, se nos presenta en los combates de la paz con una tal capacidad, con un poder ofensivo tan diestro é intenso, que hacen temi­ ble la competencia. Por tanto, el momento actual, que se presenta ante nosotros con caracteres no­ vísimos, nos dicta las siguientes conclusiones: La guerra es un choque de energías industríales, llevadas al máximo de intensidad. Nuestra modesta industria, para que pueda ser el eje de una organización militar respetable, debe progresar de un modo extraordinario, y es lo cierto que pasa ahora por profunda crisis de adaptación y se halla amenazada de tenaces competencias. Y puesto que el Congreso Nacional de Ingeniería trata de buscar soluciones para que la industria nacional deseche típicos defectos y se apreste á fecundos desarrollos en plazo próximo, lógico es que el Ejército se asocie con sus elementos, con sus me­ dios, con su organización y con su espíritu á una obra que le ha de proporcionar su valor intrínseco, pues si el nervio de la guerra, según Napoleón, era «dinero, dinero y dinero», hoy puede cambiarse el aforismo en «industria, industria é industria». Y ha sido tan profunda, tan radical la transformación observada, que lo que era antes la guerra industria militar, se convirtió bien pronto en verdadero ejército industrial, hasta tal punto, que en estos momentos no sabemos qué concepto será más apropia­ do, si el de industrialización del Ejército ó el de militarización de las industrias todas para la guerra. Como tampoco parece aventurado afirmar que, cualquiera que pueda ser la evo­ lución de los ejércitos permanentes, á todos, civiles y militares, debe agradarnos la perspectiva de que el Ejército produzca á la Nación un rendimiento económico di­ recto en tiempos de paz, sin esperar á que el trance doloroso de la guerra haga remuneradores los gastos de su entretenimiento. Ahora bien, teniendo el Ejército sus miras puestas al servicio de la industria nacional, es como más fácilmente haría re­ productivos sus presupuestos normales. ¿Cabría que á las cifras de dotación de sus unidades combatientes acompañaran consignaciones para proteger y estimular enér­ gicamente determinadas actividades industriales de la Nación? En resúmen: la guerra ha hecho de las industrias de la paz el factor absoluta­ mente preponderante de la eficiencia militar, y las concepciones estratégicas más ele­ vadas han de supeditarse á la potencialidad industrial de los pueblos que luchan. Por consiguiente, prepararse para el éxito de la guerra equivale á establecer, proteger é


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intensificar decididamente las necesarias actividades industriales, por lo que es razo­ nable que el Ejército desee servir estos intereses económicos que han de ser el ner­ vio de su eficacia cuando con las armas haya de intervenir. Después de ésto, ¿habrá que insistir sobre la importancia y oportunidad de los asuntos encomendados á la Sección 9.“ del Congreso de Ingeniería? Base de la producción del material de guerra propiamente dicho son las industrias metalúrgicas, que de un modo completo y detallado han de estudiarse en la S ec­ ción 4.“ del Congreso. Y como aplicaciones militares de excepcional interés citare­ mos la fabricación de aceros especiales para plantillas, herramientas, proyectiles per­ forantes, cintas para muelles y cajuelas de cargadores, etc., hoy casi desconocida en España, á pesar de que disponemos de la mayor parce de las materias primas necesa­ rias; y lo mismo pudiéramos decir de las numerosas y complejas aplicaciones milita­ res del cobre, plomo, cinc, níquel, etc. Ligado al problema metalúrgico está el de los materiales refractarios para hornos y el estudio de todas las cuestiones referentes á los talleres de gran forja, de tan ab­ soluta necesidad en las industrias artillera y naval. El establecimiento de industrias para la obtención de la celulosa de la madera, del esparto y de otras especies vegetales indígenas, así como el fomento, en cuanto sea posible, del cultivo del algodón, son de necesidad absoluta para evitar el bochornoso trance de que se paralizaran nuestras fábricas de pólvora el día en que se interrum­ piera por algún motivo la entrada del algodón en España. La industria de los derivados de la hulla tiene también una importancia extrema desde el punto de vista militar, como la de la obtención del ácido nítrico empleando la energía hidroeléctrica, fabricación que se hace preciso nacionalizar á toda costa y á la mayor brevedad, abordando el tema de la elaboración sintética de los nitratos. Y esperamos que no dejará el Congreso de preocuparse de la industria del óleum ó ácido sulfúrico, también de importancia grande en la obtención de materias explo­ sivas. Una industria química, apenas desarrollada en España y que ha jugado un papel preponderante en la pasada guerra, es la del cloro, por su aplicación, entre otras, al desestañado de la hoja de lata y como punto de partida para la fabricación de la «centralita», que tanta parte tiene en la obtención de la progresividad de la pólvora. En orden á la producción del material habrá que sacudir, por último, la depen­ dencia extrajera en lo que se refiere á los elementos ópticos de telegrafía, telefonía, y telemetría, y estimular la fabricación de los vidrios resistentes al fuego, análogos al de Bohemia y Jena, problema iniciado entre nosotros con éxito y que ahora ha resuelto Francia durante la guerra. Por lo que hace á la Marina militar, interesa en alto grado, en cuanto atañe á sus medios defensivos, nacionalizar la fabricación de placas de blindaje de todas clases, ó al menos las de pequeño espesor, y en cuanto á los medios ofensivos, su índole es­ pecial exige imperiosamente la implantación de cuantas industrias se les relacionen, ya sea exclusivamente por el Estado en lo referente á torpedos, ó por él y la indus­ tria privada en lo que respecta á la artillería, para acabar alguna vez con la situación


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insostenible de que dependamos del extranjero para dotar totalmente de armamento á nuestros buques. La fabricación de todos los materiales necesarios á la construcción de cascos, má­ quinas, motores y demás elementos auxiliares y accesorios y la formación de personal técnico adecuado, podría colocar en condiciones tan ventajosas nuestra industria de la construcción naval, militar y mercante, que hasta nos permitiría convertirnos en ex­ portadores de buques, ya que no nos faltan las materias primas necesarias. Sobre estos temas esenciales, el Comité organizador del Congreso se permite llamar la atención de tos técnicos, para que sean tratados y discutidos con la amplitud que merecen. Si del plan de necesidades industriales urgentes de la Ingeniería de la Armada pasamos al del Ejército, claro es que las conclusiones serán distintas si el Estado ex­ plota ciertas industrias ó si se limita á estimular la actividad privada del capital y del trabajo. Si se llega á la estatificación de los ferrocarriles, ya no cabe fijar las condi­ ciones militares á las empresas, como viene haciéndose; el estudio y organización de las explotaciones intensas que en caso de guerra han de realizarse, no ofrecerán en­ tonces más dificultades que las puramente técnicas. Pero, ¿tiene previsto el Estado su plan de necesidades extenso, completo, sin li­ mitaciones, para el caso de una explotación forzada de guerra? Con líneas de tan menguada capacidad de tráfico como alguna de las nuestras, ¿qué necesidades mili­ tares pueden satisfacerse? De aquí la oportunidad de que en el Congreso de Inge­ niería se planteen estas graves cuestiones, para que la dirección del Ejército, en ge­ neral, y más aún los organismos especialistas, se sientan animados á buscarles solución. La guerra actual ha demostrado también que el automóvil tiene una importancia militar tan grande como las vías férreas, sobre todo en naciones como la nuestra, en que éstas últimas alcanzan escaso desarrollo; pero no se puede aspirar á tener parques importantes de este material, porque los coches resultan anticuados en breve plazo. Por consiguiente, el Ejército, en caso de guerra, no podrá contar con más stok que el procedente de la requisa de los coches que estén prestando servicio en tiempos de paz. Por eso al Ejército debe interesar, tanto como al comercio, tanto como á la industria misma, que sea inmenso el número de automóviles que presten servicio constante, y la protección hacia ellos no debiera tener límites por parte del Ministerio de la Guerra. Protegida la industria de los transportes automóviles—y, sobre todo, abaratada la esencia—á su sombra fructificarían unas industrias y se estimularían otras, como la de la fabricación de motores, tan importante para el automovilismo como para la aviación. El solo enunciado de ésta sugiere interesantísimos problemas que no deberán faltar en el Congreso. Interesan, por último, á la Ingeniería militar todas las industrias que se relacionen con la construcción, no sólo para los acuartelamientos, sino para los trabajos relativos á puentes, túneles, galerías de minas, etc., y puesto que sobre todas ellas ejercerá una acción privativa en época de guerra, no deberá desentenderse de las mismas en tiem­ pos pacíficos, sino laborar proyectos y organizar las medidas que en momento opor­ tuno haya de ejecutar.


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En definitiva, á la Nación, aleccionada con las enseñanzas de la reciente tragedia mundial, le tranquiliza saber que todos estos problemas se abordan y desenvuelven por sus técnicos del Ejército y la Armada con la competencia y patriotismo que les son particulares; le consta ya que en orden á la provisión de material de guerra, nervio de estas contiendas, no basta con que el Estado intensifique la producción de sus establecimientos militares, que Ferrol, Cartagena, Trubia, Cádiz, Sevilla, Toledo, Murcia, Oviedo, Granada, trabajen sin descanso, sino que comprende la necesidad de que continúe la inventariación de las industrias privadas, que se las estudie desde el punto de vista de posibles utilizaciones guerreras y se las estimule con premios, suministros ú otros medios, á fin de que surja la industria particular de guerra, acicate poderoso de engrandecimiento industrial. Más elaro, habrá que mostrarle al pais lo que se hace y debe hacerse entre nosotros en este sentido, para darle la sensación de que se ha relacionado toda su actividad económica con las contingencias bélicas que en un momento imprevisto pudieran sobrevenir.


Sección 10,"^ Enseñanza técnica elemental y superior.

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NTRE todas las cuestiones que han de ser objeto de estudio por parte del

Congreso Nacional de Ingeniería, pocas habrá tan fundamentales y tras­ cendentes eomo la que asigna á la Sección 10/ «Enseñanza técnica ele­ mental y superior». Puede en verdad decirse que es factor común á todas las otras, que en cualquiera de las direcciones en que se manifieste el Congreso se hallará siempre frente á este hondo problema y por todas partes llegará á la misma preocupaeión de la enseñanza y al convencimiento de que su difusión y mejora son factores fundamentales para que se realicen los planes de resurgimiento industrial con que so­ ñamos. Felizmente estas ideas están en el ánimo de todos. Por eso el Comité se per­ mite por la presente dirigir un fervoroso llamamiento á cuantos se interesan por estas cuestiones y les invita á que sean debatidas con espíritu sereno para llevarlas á un grado de madurez que imponga su realización sucesiva, tal como el progreso de los pueblos y el interés de todos reclaman con mayor apremio cada día. La enseñanza en todos los grados se halla en período de rápida evolución y pro­ greso á compás de lo que ocurre en las condiciones económicas y sociales en que la vida se desenvuelve, y como la enseñanza técnica se propone en último lugar conse­ guir que el trabajo humano, manual ó intelectual, obtenga el máximo rendimiento al actuar en la producción, de aquí que será tanto mejor un sistema de enseñanza cuan­ to más logre acercarse á aquel resultado, en relación siempre con las circunstancias que en eada caso concurran. Es cierto que en la crítica severa que en el último siglo han hecho grandes pensa­ dores de la eficacia del régimen tradicional seguido en la enseñanza, ha quebrantado de tal modo la fé en sus procedimientos, que no queda ya en realidad nación civili­ zada que no haya introducido radicales reformas en sus métodos de instrucción y educación. España misma, aunque adaptada á los antiguos y desacreditados sistemas, evolu­ ciona con lentitud después de haber pasado un largo período de propaganda de las nuevas ideas, cuya realización habrá que acelerar de un modo eficaz y completo. Pero como existe un engranaje tan íntimo entre todos los grados de la enseñanza desde la elemental á la superior, será preciso establecer upa coordinación completa


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entre las reformas que en ellas se introduzcan para que el conjunto alcance el máximo de eficacia docente. La aplicación de este principio á las enseñanzas que han de ser objeto de estudio por parte del Congreso de Ingeniería, llevará á la unidad de plan orgánico en las dis­ tintas disciplinas que le interesan, unidad que sólo la alta dirección del Estado puede dar á lo que parece, sin que esto quiera decir que no se acepten y hasta se deseen todas las cooperaciones é iniciativas que den la variedad dentro de aquella y contri­ buyan al desarrollo progresivo y especializado de la instrucción técnica. Se promete el Comité una obra fecunda de esta Sección, por el interés general del tema y la amplitud con que invita á tratarlo; espera que concurran no sólo los profesionales de la ingeniería, sino los de la industria, los cuales unidos á los com­ petentes en la misión de enseñar, no dejarán de hallar fórmulas y soluciones acer­ tadas. Es que en efecto, la enseñanza técnica organizada hasta ahora en España por profesionales, ha cristalizado en métodos abstractos y convencionales, al margen de la realidad, manteniendo un verdadero divorcio entre esa enseñanza y los que en la vida de la industria y los negocios han de utilizar á la juventud educada en las es­ cuelas oficiales. El cimiento amplio y firme, indispensable, de una enseñanza profesional es eviden­ temente la instrucción primaria general y obligatoria decretada por el Estado, para lo cual debería haber el número necesario de maestros y de escuelas. En esta misma enseñanza fundamental no estarla quizás de más un cambio en los procedimientos, una orientación más realista también que lleve al alumno á ejercicios manuales para que conozca las dificultades que opone la materia á su manejo, lo pon­ gan en contacto con la vida en talleres, laboratorios y campos, y provea el desarrollo de la educación física que al menos sirva de freno á la miseria progresiva de la raza y fomente esas cualidades especiales de carácter que hacen á los hombres aptos para desenvolverse con éxito en la vida. Proscrita así la libertad de la ignorancia, hay que poner coto también á esa liber­ tad de trabajo que conduce á las crisis del aprendizaje profesional, tan cuidado en el régimen corporativo de la Edad Media. El egoísmo mal entendido de los padres, por una parte, y de otra la apatía de pa­ tronos y obreros, han producido entre nosotros el abandono casi absoluto del apren­ dizaje con grave quebranto para el progreso industrial de la Nación. La intervención del Estado frente á tan grave problema ¿debería llegar hasta ha­ cerlo obligatorio, con las sanciones consiguientes á padres y patronos que trataran de eludirlo? Muy interesantes cuestiones suscita el tema del aprendizaje profesional y creemos que el Congreso les prestará la atención que merecen. ¿A qué edad y cuánto tiempo ha de dedicar el obrero al aprendizaje? ¿Dónde lo ha de realizar? ¿Cómo ha de darse la instrucción profesional? Habrá, pues, que estudiar los medios más eficaces de proporcionar esta enseñan­ za, examinando los distintos tipos de escuelas teóricas con prácticas en el taller y de escuelas teórico-prácticas con talleres de escuelas. Asimismo habrá que fijar la acción


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del Estado, de la provincia, del municipio y de las asociaciones gremiales, sindica­ tos, cámaras, etc., y la manera de acondicionar nuestras Escuelas de Artes y Oficios é Industriales, las Granjas, Institutos, etc., para difundir práctica y profusamente este género de enseñanza. En nuestro país están aún por organizar y de la crisis del aprendizaje se resiente la industria y el obrero, que se ve imposibilitado de mejorar, falto de centros que le permitan perfeccionarse en el conocimiento técnico de su oficio.

Después del obrero práctico se encuentran en la industria en más elevada catego­ ría, los contramaestres, capataces, ayudantes y auxiliares de ingenieros, peritos, pe­ queños patronos, etc., que ocupan una posición intermedia entre los obreros y los di­ rectores é ingenieros. Los centros de enseñanza correspondientes á esta categoría de estudiantes son las Escuelas de Artes é Industrias, las Escuelas Industriales y las de Ayudantes y Auxi­ liares facultativos de las distintas especialidades de ingeniería; y si bien tales ense­ ñanzas técnicas intermedias no se hallan tan abandonadas como las de aprendizaje ¿dejarán de estar necesitadas también de profundas modificaciones que el Congreso debería acordar tras meditado estudio? Se impone, pues, la reorganización de estos centros ampliando algunos, mejoran­ do la dotación de todos, seleccionando el profesorado y transformando el régimen de enseñanza de modo que salga de ellos un personal práctico especializado, á modo de ciertos técnicos extranjeros que saben de pocas cosas, pero muy á conciencia, verda­ deros heraldos del engrandecimiento industrial de los pueblos—papeleros, azucareros, textiles, selvicultores, curtidores, harineros, agricultores, nautas, electricistas, etc.,— que situados técnicamente entre los obreros y el director faciliten el aprendizaje de aquéllos y den sentido práctico y continuidad á la forma de realizar las explotaciones. ¿Cómo va á merecer serias garantías una Escuela que sin grandes medios materiales lo mismo hace mecánicos, que electricistas, que químicos, que manufactureros? Lo dicho se refiere en cuanto á las necesidades de la industria particular. Si es el Estado el que necesita personal técnico de la categoría que consideramos, acude á oposiciones libres en las que se examina á los aspirantes con arreglo á un programa conocido, ó bien los toma por orden numérico de los escalafones en que se les clasi­ fica al terminar sus estudios en las escuelas correspondientes. Convendría que el Congreso deliberase sobre tales soluciones. La primera da entrada en estos cuerpos técnicos á gran número de aspirantes procedentes de otros concursos, que aceptan desilusionados, sin vocación, la nueva y cómoda perspectiva que se les ofrece en los organismos del Estado. La instrucción práctica suele quedar relegada á un lugar muy secundario y en la preparación á estas oposiciones se corre el peligro de entronizar el sentido memorista. ¿ Y qué idea puede dar una oposición, un conjunto de pruebas verbales, de la capacidad real, de las aficiones ni de la apti­ tud profesional del candidato?


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El segundo sistema, que busca el técnico en el orden de un escalafón, parece á algunos que atrofia desde el principio en los estudiantes ese estímulo vital que lleva la necesidad de la lucha, el afán de conquistarse por el trabajo un puesto en el mundo. Con este sistema, añaden, se crea el burocratismo y con él la falta de espíritu de ac­ ción, la rutina, la lentitud administrativa, una concepción estática y embarazosa de la manera de conducirse en la vida. ¿Estudiará el Congreso los medios de dar solución á este hondo problema, que el Estado español no ha logrado aún resolver satisfactoriamente? ¿N o parece lógico que el Estado, como los particulares, escogiera sus servidores entre los que hubieran demostrado en la práctica mayores aptitudes y más compe­ tencia profesional?

El grado superior de la enseñanza técnica es el consagrado á la formación de in­ genieros de distintas categorías, incluso la de jefes y directores de industrias. A los aspirantes se les exige el Bachillerato en garantía de una cultura general amplia que es fundamento indispensable para una instrucción especializada que ha de llenar una importante misión educativa y social. Se ha hecho una crítica rigurosa de la enseñanza en los Institutos en los que al­ gunos creen ver la suma de todos los defectos que la moderna pedadogía señala; pero á nuestro objeto sólo cabe preguntar: ¿Cumple el Bachillerato sus fines? ¿Pro­ porciona á los alumnos la aptitud necesaria? ¿Los prepara suficientemente para in­ gresar en nuestras Escuelas de Ingenieros? La contestación negativa á estas preguntas, plantea á las Escuelas de Ingenieros un grave problema, el del Ingreso, y como los bachilleres no están preparados, nece­ sitan por término medio dedicarse durante un par de años á completar sus conoci­ mientos, que se comprueban en aquéllas mediante los llamados exámenes de ingreso. El Comité desea llamar la atención del Congreso acerca de este período de tiem­ po que el aspirante pasa generalmente en Madrid, sobre la forma en que su vida es­ colar se desenvuelve lejos de campos, fábricas y minas y sobre la escasa influencia de este género de vida en la formación del gusto profesional. ¿No pudieran las Escue­ las interesadas intervenir en este período de tiempo para compulsar y fomentar las vocaciones, iniciando la educación profesional? Es punto capital, de interés común, y sin embargo no existe unidad entre las dis­ tintas Escuelas de Ingenieros acerca del criterio general que debe seguirse en estos exámenes: extensión de los programas, número anual de convocatorias, forma y ma­ nera de examinar, etc.; pero como acudirán seguramente al Congreso profesores é in­ genieros de todas las especialidades, será entonces la ocasión de analizar estas cues­ tiones para llegar á los acuerdos necesarios. La enseñanza dentro de las Escuelas debe ser teórico-práctica; pero hasta ahora sabido es cómo ha imperado el estudio teórico, en el cual el libro de texto y las ex­ plicaciones orales del profesor constituyen casi los únicos órganos transmisores del


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conocimento. ¿S e ajusta la enseñanza en las Escuelas de Ingenieros á las prescripcio­ nes de la moderna pedagogía? ¿Qué habría que modificar? ¿Con qué espíritu? Al llegar á este punto invita el Comité á estudiar la conveniencia de orientar estas enseñanzas en un sentido más educativo, que si la instrucción es elemento esencial, no es el único. Es necesario además ayudar á los alumnos al desenvolvimiento ar­ mónico de sus aptitudes y para ello precisa la salud física, base para la formación de esas virtudes que integran el carácter— no olvidemos que el ingeniero ha de ser hombre de acción —y precisa también la educación moral que impone un alto con­ cepto de la propia misión y el sentimiento de los deberes y responsabilidades. Como durante los estudios se interponen casi siempre las obligaciones del servi­ cio militar que más ó menos perturban hoy la enseñanza, menester es estudiar la ma­ nera de conciliar ambas obligaciones, de enlazarlas armónicamente, más aun, de sacar partido á la coincidencia. Del mismo modo que hay quienes, en el deseo de llamar constantemente al alumno hacia las realidades prácticas de la vida, han pensado utili­ zar el servicio para entrenarlos en aprendizajes útiles, como chauffeurs, telegrafistas, maquinistas, etc., habrá sin duda alguna otras soluciones estimables que el Congreso deberá estudiar en su día. Pero si nos preocupa la enseñanza del alumno al que desearíamos ver más incli­ nado al taller, á la excursión, al viaje, al laboratorio, dedicando á los trabajos prácti­ cos igual tiempo que á los teóricos, otro tanto nos interesa el problema de la forma­ ción del profesorado en todos los centros de enseñanza técnica. Tal trascendencia concedemos á este tema, que no dudaríamos en sentar la con­ clusión de que la eficacia de la enseñanza depende principalmente de las aptitudes pedagógicas del profesor. Estando en manos de éste la dirección espiritual del país y en nuestro caso el desenvolvimiento industrial ¿no hay motivo fundado para que el Congreso dedique preferente atención á estas hondas cuestiones? Entre otros muchos, habría que estudiar también como problema complementario la obra de las pensiones para ingenieros y obreros en el extranjero, labor realizada hasta ahora y manera de sacar el mayor rendimiento á esta organización. Para terminar, insertaremos el siguiente cuestionario cuyo desarrollo juzgamos esencial á los fines del Congreso: Intervención del Estado, de otros organismos políticos y particulares y de la in­ dustria privada en la organización, vigilancia y sostenimiento de la enseñanza técnica en todos sus grados. La crisis del aprendizaje profesional: sus causas y remedios. Reorganización de las Escuelas de Artes y Oficios. Reorganización de las Escuelas Industriales, de Ayudantes de Ingenieros y centros análogos. El Bachillerato en relación con el ingreso en las Escuelas de Ingenieros. El período preparatorio y el ingreso en estas Escuelas. ¿Cuáles son las principales reformas que hay que introducir en la enseñanza téc­ nica del Ingeniero? Duración y coste de la enseñanza técnica.


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Formación y elección del profesorado. En resumen, la instrucción y la educación técnicas son factores esenciales á nues­ tro desenvolvimiento industrial, idea matriz del Congreso de Ingeniería. Nuestras en­ señanzas, salvo excepciones raras, deben ser mejoradas; hay que suprimir, crear, do­ tar, y más aun que á los cambios materiales, con ser importantísimos, hay que atender al espíritu de la reforma y al nuevo ambiente que de ésta surja, para que al calor de tal sistema se forje el entusiasmo sincero por enseñar y saber, de profesores y alum­ nos. Que en ese día luminoso habrá dado comienzo una era de verdadero resurgi­ miento de todas las actividades nacionales.


Sección n / Organización del trabajo^ higiene y previsión sociales* A Sección 11,^ del Cong-reso Nacional de Ingeniería se ocupará de la «Ory g'anización del trabajo, higiene y previsión sociales». La índole de tales — ■*▼ cuestiones y las ambigüedades á que se presta su mera enunciación, han inducido al Comité organizador á exponer el alcance que ha pretendido dar á aque­ llos conceptos y el conjunto de problemas que cada uno de ellos abarca, compren­ diendo que en esta clasificación ha tenido que apartarse de rigores científicos para responder á necesidades prácticas de organización del Congreso y distribución de sus tareas. Estima el Comité que ya es hora de que se discutan é implanten en España los nuevos métodos de organización del trabajo— el taylorismo— que tan asombrosos re­ sultados están produciendo donde quiera que se les aplica. Aspira en consecuencia á que estos problemas se debatan, á que se expongan las adaptaciones á la idiosincra­ sia española de los principios generales del sistema y se llegue á conclusiones prácti­ cas que permitan establecerlos; es decir, obtener el mayor rendimiento económico de hombres y materiales, lo que valdrá tanto como aumentar nuestra capacidad produc­ tora al mismo tiempo que se mejora la condición social de nuestros obreros. En el mundo industrial moderno no puede ya consentirse, como es sabido, que el personal pierda un minuto ni haga un esfuerzo muscular inútil. Hay que colocarlo en condiciones tales que tenga á su fácil alcance todos los elementos de trabajo que pue­ da necesitar; poner á su servicio las maravillas de la mecánica para dignificar y au­ mentar el rendimiento de su labor; redimirlo en lo posible de esfuerzos excesivos y estudiar fisiológicamente los períodos de reposo y su frecuencia, de modo que se concilien el mayor efecto útil con el menor cansancio; analizar concienzudamente para cada tarea ó fase del trabajo, el tiempo tipo que en ella debe invertirse; redactar ins­ trucciones completas y detalladas que señalen y regulen la labor de cada individuo, desde el gerente al aprendiz, y establecer entre todos una coordinación, un ritmo tan suave y fecundo que lleve al aumento y mejora de la producción, permita bonificar los salarios y haga que el personal se interese en el negocio, ya que se eleva el concepto de su responsabilidad, se avalora su iniciativa y se le hace adquirir conciencia de la utilidad del propio esfuerzo. En cuanto al material, recuérdese que nos hallamos en pleno dominio de la I

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máquina-herramienta; tengamos el convencimiento de que para la mayor parte de las labores que ahora realizan solos nuestros obreros, se han ideado ya mecanismos que facilitan su penosa tarea y elevan el coeficiente de trabajo útil; es el mecanismo el que hoy coje y levanta, traslada y gira, presenta y retira todos los elementos de trabajo que en la fabricación intervienen. Ha pasado ya la época en que las máquinas del mis­ mo taller, destinadas á idéntico objeto, sean diferentes en forma y tamaño, porque ello dificulta y encarece el manejo y las reparaciones, impidiendo también la intercam biab ilid ad de las piezas; ha pasado la época de la máquina vieja, que exige hombres es­ pecialmente diestros, porque bien analizado el trabajo, supone en definitiva pérdidas incalculables que no ocasiona el material flamante y, en fin, hay que pensar en la dis­ posición y enlace armónico de todos los elementos mecánicos del taller para evitar esas congestiones ó enrarecimientos de material que tanto perjudican á la producciónSúmense los minutos que se pierden cada vez que un obrero tiene que dar algunos pasos en busca del material necesario á su faena, y la energía que se desperdicia si para ello ha de detener la marcha del útil que estuviera manejando. Tales pérdidas, hijas de una deficiente organización, son evitables y á estudiarlas hemos de tender todos, empezando por reconocer la trascendencia económica que encierran. Encarecemos, pues, á nuestros industriales, ingenieros y jefes de taller, ó de ex­ plotación ó de oficina, que mediten seriamente en la necesidad de modificar la orga­ nización del trabajo que se les confía. ¿No es una responsabilidad, en estos tiempos, dejar que se pierdan algunos minutos diarios por obrero? ¿No representa ese des­ cuido, para la riqueza nacional, la pérdida de incalculable número de millones? Sólo por una organización inteligente de nuestra vida industrial, podremos estar en condiciones de entablar la competencia con los centros extranjeros, sin que ello sea obstáculo para que simultáneamente pueda aumentarse el bienestar económico del obrero español, tema de nuestras preocupaciones. Que hemos de convencernos de lo que ya se ha hecho axiomático en la industria moderna: para triunfar hay que produ­ cir barato, y para producir barato hay que poder pagar caro el obrero. Además de estas cuestiones referentes á la organización del trabajo entran, como hemos dicho, en la Sección 11.“ y con la importancia primordial que realmente tienen, todos los problemas técnicos de higiene de talleres y habitaciones obreras y los rela­ tivos á la previsión social en sus diversos é interesantes aspectos. Y es que nunca podrá considerarse como un progreso completo, verdadero, el co­ losal desarrollo de la producción y de los medios materiales para lograrla, mientras vengan acompañados de accidentes y enfermedades que ocasionan espantosa mor­ tandad entre la población obrera y conducen á la degeneración progresiva de la raza. De aquí que, no sólo por generosidad sino en interés también de la misma industria, hemos de preocuparnos con solicitud y cariño de la salud y bienestar del obrero evi­ tando, si es posible, los accidentes todos que contra tales circunstancias conspiren. Llegados á un acuerdo taxativo y científico para la distinción entre enfermedades y accidentes, deberemos estudiar las medidas de seguridad y protección que pre­ serven al obrero contra los daños posibles de los mecanismos de todas clases, contra ocupaciones peligrosas, insalubres ó incómodas, procurando la evitación de neblinas


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nocivas y la purificación de atmósferas polvorientas y malsanas. El establecimiento en centros industriales de Museos de higiene social y de prevención de accidentes, puede contribuir de un modo eficaz á la realización de estas aspiraciones, instruyendo debidamente á patronos y obreros. En el mismo plano de preferencia atraen nuestra atención los temas relativos á las enfermedades profesionales y á la manera de evitarlas en cuanto sea factible, los efec­ tos que se observan en las aglomeraciones humanas, la higiene de las habitaciones obreras y la construcción de casas baratas donde el aire y la luz, el agua y el árbol restituyan al trabajador la salud que le arrebatan insanas tareas. Y como problemas derivados de aplicación práctica, surgen los del intervencionismo del Estado en orden á la construcción y la reforma de las actuales disposiciones legales para salvar las deficiencias que en ellas se encuentran. El alcoholismo y la tuberculosis, azotes de la población obrera, son temas que muy especialmente deberán ocupar al Congreso por la influencia notable que ejerce sobre el trabajo nacional, á fin de que se estudien las previsiones y remedios, juntamente con los deberes que á la sociedad incumben frente á ellos. Paralelamente á la higiene social y á la prevención de los accidentes, aparecen dos órdenes de problemas trascendentales, los de la alimentación del obrero y los relativos á la inspección del trabajo. Dentro del primero, la municipalización de los servicios relacionados con la alimentación, la tasa, economatos y cooperativas de con­ sumo. Y en el segundo, el cumplimiento de las leyes que regulan el trabajo en sus distintas formas y manifestaciones, trabajo nocturno y á domicilio, de mujeres y niños, así como las consecuencias deducidas de las inspecciones actuales que pudieran servir de base para modificar la legislación social, de modo que corrija solícitamente las deficiencias que se observan y atienda á las nuevas necesidades que la evolución social plantea. Finalmente, entra también de lleno en esta Sección 11.^ un sistema de instituciones sociales de enorme importancia, íntimamente unido al bienestar del obrero y consi­ guientemente á la prosperidad industrial de la Nación, idea base del Congreso de Ingeniería. Nos referimos al seguro en sus múltiples aspectos, acerca de los cuales deseamos vivamente recibir fórmulas prácticas de posible aplicación. Nadie discute ya la necesidad imperiosa de que se implante entre nosotros una política social, humanitaria y amplia, de amparar la situación del que trabaja con solí­ citas medidas de previsión que alejen del ánimo del obrero celoso y digno, el tor­ mento de la miseria, la negra perspectiva que en todo momento le acecha y amenaza. Así, partiendo del principio que parece consagrado de la obligatoriedad del se­ guro, deberemos estudiar las formas de aplicación para cada modalidad, las interven­ ciones distintas que procedan y el modo y cuantía de sus aportaciones, dando cabida al espíritu profesional como factor valioso para la solución de los problemas que el mismo trabajo suscita. Nos preocupa el seguro contra los accidentes del trabajo en la industria y en la agricultura, en el deseo de que el primero, ya maduro en España, se dirija según nue­ vas orientaciones que garanticen su aplicación y faciliten su desenvolvimiento; y en


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cuanto al agrícola, por la apremiante necesidad de que se aplique y reglamente, que no será pequeña la tranquilidad que de este modo se lleve á la mayor parte de nues­ tra población obrera. En el seguro de la vejez, cuya implantación se hace cada día más urgente, nos in­ teresa el estudio de las aportaciones del Estado, provincia y municipio y las del pa­ trono y obrero, así como la manera de pasar del régimen actual al del seguro con ca­ rácter obligatorio. También deberá ser objeto de estudio el seguro de invalidez para el trabajo temporal y permanente, y el papel que en éste han de jugar las sociedades de socorros mutuos; pero quizás aun más atraiga nuestra atención el seguro contra el paro, fundamento de casi todo el mecanismo de la previsión social, ya que de é| dependen los demás seguros que hayan de contar con la aportación del InteresadoHay que huir del sistema actual inconsciente y dilapidador, que emprende obras pú. blicas por ejemplo, para no llegar á remediar seriamente, metódicamente, á los sin trabajo, y sobre todo hay que evitar esa caridad depresiva que acude á alojamientos y fomenta cuestaciones bochornosas. Debemos, pues, estudiar tan pavoroso problema en busca de sus más hondas raíces para tratar de resolver este imperativo social me­ diante la acción que corresponda á entidades públicas ó á organismos privados, en­ tre ellos los sindicatos profesionales llamados á desempeñar en este asunto un impor­ tante cometido. También tendrán aquí lugar apropiado el estudio y organización de las medidas preventivas aplicables al mal, como Bolsas del trabajo y Oficinas de co­ locación, etc., etc. Si á esta relación de seguros sociales añadiéramos las instituciones referentes a| ahorro, enseñanza profesional, salario y cuestiones á él anejas, resultaría indudable­ mente más completo el cuadro bosquejado sobre problemas de carácter social, sj bien por razones de una más regular distribución de las labores del Congreso, sean estos últimos adscritos á otras secciones especiales del mismo. En resumen, las cuestiones relativas á la organización del trabajo, higiene y pre­ visión sociales, se pretende estudiar con el detenimiento y solicitud que merecen eq la Sección 11.“ del Congreso de Ingeniería. Y como en ellas, además de un ideaj económico vibra una noble aspiración humanitaria, el Comité Organizador demanda la más honda atención sobre las mismas y requiere á cuantos se preocupen por estos temas, para que acudan á exponer serenamente sus ideales. Si en este orden y por obra del Congreso, llegara á realizarse alguna iniciativa que aliviara una enfermedad^ que previniera un accidente, que amparara á una familia obrera cuando las penalida­ des del trabajo ó la vejez invalidaran á su jefe, este Comité se sentirla plenamente satisfecho, convencido de que no es estéril la labor de un Congreso que ha logrado evitar algún sufrimiento á nuestros compañeros de trabajo.


Sección Í 2 / Economía y legislación industrial J

os Estatutos del proyectado Congreso Nacional de Ingeniería señalan para j éste un plan de trabajos que abarca todas las disciplinas que puedan rela­ cionarse con la fínalidad primordial que persigue, ó sea el estudio de los medios prácticos que derechamente conduzcan á la prosperidad industrial de la Na­ ción. Y entre aquellas, merecen especialisima atención las cuestiones sociales y eco­ nómicas— nervio de los más hondos problemas que á la entraña misma de la industria afectan—, las cuales deberán ser objeto de estudio sereno y de atención profunda y so­ lícita, si es que ha de llenar el Congreso la finalidad práctica y completa que de él es­ tamos esperando. «Economía y legislación industrial» es el título asignado á la Sección 12.“ de aquel certamen; pero, como en otra ocasión hemos indicado, la distribución de materias en las secciones no se ciñe exactamente á criterios científicos por dificultades secundarias de organización de un Congreso de tan vario y copioso contenido. Esta circunstancia ha inducido nuevamente al Comité Organizador á trazar un cuadro de los temas que dentro de la Sección han de ajustarse mejor á los fines del Congreso, y para dirigir una cordial Invitación á los especialistas, á cuantos se preocupen seriamente de estas cuestiones, confía en que no ha de faltarle la asistencia espiritual de todos ellos, para llevar á feliz realización la laboriosa tarea que se ha trazado. En primer lugar tendrán adecuada cabida en esta Sección los estudios, desde un punto de vista económico, de todos los problemas de ingeniería que han de ser ob­ jeto de las restantes secciones. Y en esta idea, se hace inabarcable una mera enun­ ciación de ellos. Pues ¿qué número de problemas económicos no suscitan los trans­ portes tan sólo? ¿ Y los que surgen con la presencia y extensión de la maquinaria, la difusión de la electricidad ó los progresos en la física y química industriales? ¿ Y los que plantean las cuestiones agrarias y forestales? Bastará para resumirlos decir que todos los trabajos de orden económico referentes á los temas que el Congreso puede estudiar, se hallarán comprendidos dentro de la Sección 12.“, á la que el Comité O r­ ganizador concede atención tan preferente. Por otra parte, si la industria necesita, como es sabido, tanto del capital como del trabajo, habría que empezar por disponer del primero, y para conseguirlo, ir di­ rectamente á la constitución de masas de capital por la integración de numerosas

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aportaciones, ó lo que es lo mismo, procurar el fomento del ahorro como instru­ mento necesario á la formación de los capitales que la industria moderna, creadora en serie y de herramental perfeccionado, necesita sin cesar. Pero el ahorro, desde nuestro punto de vista, no puede ser un fin, sino que ha de ser objeto de una aplicación provechosa como es el encauzamiento de aquellas acu­ mulaciones de esfuerzos para fecundar los del trabajo, su inversión en la industria nacional y que sea un hecho ese ciclo ideal que supone el empleo de capitales espa­ ñoles en fomentar la industria española, donde tan sólo intervinieran hombres y ma­ teriales españoles. Esta misión encauzadora del dinero hacia las actividades industriales corresponde como es sabido, á la banca de negocios, institución que por su naturaleza debiera ser objeto de estudio por parte del Congreso, ya que la fácil movilización que puede dar á sus disponibilidades la hace apta para propulsar las más variadas manifestacio­ nes de la vida industrial del país. No basta sin embargo integrar las economías parciales ni dirigir hacia los negocios las poderosas corrientes del ahorro, porque el mundo económico moderno no sena tal sin ese maravilloso mecanismo que multiplica virtualmente las disponibilidades reales y facilita su adaptabilidad y movilización, para lograr un aumento incalculable de efecto útil, es decir, sin el crédito, alma de toda la organización económica mo­ derna. ¿Habrá que apuntar la conveniencia de que se debatan en este Congreso los problemas referentes al crédito en su aplicación inmediata al fomento de nuestra vida industrial, tal como parece iniciarse ahora en España? Las relaciones de la banca con la técnica, del banquero con el Ingeniero, por ejem­ plo, es tema que también deberá plantearse, pues ya se considere el tipo alemán donde la unión es tan íntima que el banquero se convierte, como es sabido, en verdadero comanditario del industrial; ya el sistema inglés en que el primero se asesora simple­ mente del último, conservándose independientes la fianza y la industria, se trata de una cuestión palpitante que las nuevas modalidades de la vida industrial suscitan y hemos de estudiarla en busca de las fórmulas que parezcan más apropiadas á nuestras características económicas. Tampoco deberán faltar al Congreso las cuestiones referentes á las organizaciones industriales y bancarias, puesto que las modernas luchas económicas parece que se entablarán entre unidades superiores y cada vez serán más impotentes tos esfuerzos individuales frente á la competencia que sostengan las naciones en masa ó quizás aun los grupos formados por varias naciones. A la potencia avasalladora de organizacio­ nes extranjeras—^cartells, truts, etc.— habría que oponer, por mero instinto de conser­ vación, otras grandes unidades articuladas, para contener, al menos, la acometividad de aquéllas y poder desempeñar en la economía mundial el papel á que nuestra abundancia en materias primas nos da derecho. En lo que antecede, hemos apuntado algunas consideraciones sobre la interven­ ción de los capitales nacionales en el fomento de nuestra modesta vida industrial. La participación que al efecto corresponde al trabajo, constituye hoy un problema de una complejidad y trascendencia tan enormes que sólo nos atrevemos á enumerar la


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serie de cuestiones que, á nuestro juicio, no debieran sustraerse á la deliberación del Congreso. Entre todas ellas hay una fundamental que justamente preocupa á cuantos tienen conciencia de su significación. Nos referimos al salario y problemas con él relacio­ nados, la ley de sus variaciones en las distintas circunstancias en que se considere y como consecuencia la duración de la jornada de trabajo, el contrato colectivo, las aso­ ciaciones profesionales, los sindicatos patronales, la participación en los beneficios, descanso semanal, etc. Los problemas referentes á los sindicatos mixtos y paralelos, huelgas y movi­ mientos sociales, consejos de fábrica y de conciliación, arbitraje y otros, constituyen aspectos palpitantes del problema social cuyo desarrollo no debe faltar en este cer­ tamen. Convendría estudiar también la manera de estrechar las relaciones entre obreros y patronos, orientándolas hacia una tendencia de compenetración y cordialidad, á fin de que conociéndose mutuamente, moviéndose por un interés común y cediendo to­ dos en aras de un alto espíritu de justicia, puedan desaparecer esos recelos que vanto daño causan á la vida industrial del país. ¿No sería esta la oportunidad de reunir la conferencia del trabajo, tal como en Inglaterra se prepara? Y al llegar á este punto, hemos de hacer un especial llamamiento á nuestros in­ genieros para que mediten hondamente sobre la acción que deben desarrollar en los conflictos entre el capital y el trabajo. Equidistantes de ambos, habrán de apreciar imparcialmente, con justa y clara visión, las situaciones en que estos factores aparez­ can contrapuestos, y en esa región serena que les es propia, deben proyectar su es­ tudio, con amor, sobre estas cuestiones, para transformar lo que pudiera ser una ex­ plosión pasional y violenta, en laudo razonable que se imponga á todos por la noble fuerza de la justicia en que se inspira. Entra también de lleno en esta Sección el estudio legislativo de todos estos fe­ nómenos sociales, y en orden á una legislación meramente industrial, cuanto se refie­ re á esta clase de propiedad, los estudios sobre patentes de invención, marcas de fá­ brica, dibujos y modelos de fabricación, el reconocimiento de los catálogos indus­ triales y los medios que garanticen la más personal y respetable de todas las propie­ dades, la del pensamiento, con las cuestiones derivadas de carácter internacional, como reciprocidad de concesiones y otras. Las leyes de protección á la industria, puntualizando sus deficiencias y modo de corregirlas, y la manera de que las iniciativas y capitales privados pudieran contribuir á esta obra de resurgimiento económico; las leyes de carácter fiscal, legislación de aduanas, contribución industrial, impuesto de utilidades, arbitrios, etc., que demandan al menos una revisión técnica de las tarifas y de su aplicación, y finalmente el estudio crítico de algunas leyes especiales que, como la de alcoholes, electricidad, etc., están necesitadas de hondas modificaciones para ajustarse á las exigencias de la vida mo­ derna. Aunque á la ligera, hemos tratado de algunas relaciones que con la industria tie­ nen el capital y el trabajo; pero no hemos de olvidar por otra parte que hay muchas


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cuestiones de carácter meramente com ercial que han de interesar también ai Congreso. A nuestro ob jeto , basta sólo con enunciar, por vía de ejem plo, el problema que plan­ tea á la industria española la revisión arancelaria. Vivamente desearía el Com ité que este tema trascendente fuera desenvuelto con la amplitud é intensidad que m erece. Nos permitiremos una última observación. Es evidente que España, como todos los pueblos, necesita ahora aumentar y mejorar su capacidad productora. El problema es en todas partes com plejo; pero más aún entre nosotros, por falta de un elemento esencial, indispensable á la solución. Nos referimos á la estadística industrial. C arece­ mos de un inventario com pleto de la industria española; desconocem os su potencia­ lidad, sus progresos y deficiencias. Y sin tales datos no se puede fundamentar una po­ lítica industrial, clarividente y seria. S e han hecho, es cierto, estadísticas parciales; pero incompletas en su número, alcance y objeto. Por lo mismo no bastan. Tam poco aspi­ ramos á tener un desabrido y áspero cuadro lleno de casilleros y cifras, que la esta­ dística moderna debe ser algo más com plejo y palpitante. Ha de ser un libro lleno de enseñanzas provechosas para todos, sociólogos y economistas, financieros y com er­ ciantes, industriales é ingenieros, políticos y agricultores, un texto autorizado que re­ fleje de un modo sistem ático todas las peculiaridades de nuestra productibilidad, la obra de los distintos elementos que integran ese vasto campo de la producción que se llama la industria.



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Algunas manifestaciones de la técnica oficial y de la industria privada* N la transformación mundial que estamos presenciando preocupa

casi exclusivamente á la masa general del país lo que vulgarmente se denomina cuestión social. Justo es, no obstante, llamar la aten­ ción sobre el hecho de que al pretender lo mismo los Gobiernos que los elementos obreros y patronales resolver el problema, amoldándose á las nuevas orientaciones que trajo tras de sí la guerra mundial, se concentra la atención de todos sobre cuestio­ nes que políticamente podrán tener gran trascendencia, pero que nunca serán reme­ dio eficaz ni duradero, ya que la índole especulativa de los asuntos industriales todos ha de regir con imperiosa ley toda su gestación y desarrollo, y para variar las con­ diciones de vida de cualquier industria es condición sine qua non que tales modifi­ caciones sean posibles económicamente consideradas. Por lo tanto, el estudio económico de las industrias españolas es de actualidad é interés innegables y, como quiera que aquel viene subordinado siempre al plantea­ miento técnico de dichos negocios, parece demostrarse evidentemente que los llama­ dos, por su profesión, á ocuparse de tales cuestiones técnicas podrán aportar siempre elementos valiosos para la resolución de dichos problemas sociales. ¿Quién, por ejemplo, podrá negar que en muchos casos las llamadas reivindica­ ciones de los obreros no son posibles, pues acaso estos últimos, inspirándose en lo que en otras naciones acontece, demanda mejoras que la índole local de los negocios no consiente sin llevarlos á la bancarrota? Por el contrario ¡cuantos casos podrían citarse en que un deficiente estudio técnico de aquéllos motiva que persistan en un stato quo que no beneficia al patrono y perjudica grandemente al obrero! Es innegable, pues, que el planteamiento técnico de cualquier negocio al regir su desarrollo económico, dicta imperiosamente hasta qué punto cabe que lleguen las aspiraciones de cuantos á su desarrollo contribuyan. Esta verdad axiomática viene á plantear también problemas de importancia ex­ traordinaria, ya que no sólo el técnico debe ser oído en estas cuestiones sociales, sino que constituye un deber del Estado el que las industrias todas se planteen y desarro10


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lien en las mejores condiciones técnico-económicas, si la misión de éste es la de carác­ ter tutelar que cada día va acentuándose más visiblemente y su papel no se concreta á exigir la seguridad en la vida del obrero y el no despilfarro de las riquezas nacio­ nales, sino que pretende, además, fijar al factor capital las condiciones en que ha de desenvolverse el elemento trabajo. Dejando á un lado, sin embargo, estas cuestiones de interés indiscutible y de noto­ ria actualidad, fijémonos tan sólo en el hecho primeramente señalado, es decir en el referente á que toda mejora en el orden téenico, al traducirse en ventaja económica, permite que obtengan mayores rendimientos lo mismo el factor capital que el factor trabajo y por lo tanto se traduce en un progreso social verdadero é inmediatamente tangible. Hé ahí, pues, el interés que á todos, lo mismo á los Gobiernos que á ios patro­ nos y obreros, debe inspirar el progreso de los elementos técnicos de la producción y, por lo tanto, infiérese que aquellos Centros de experimentación, donde no sola­ mente se estudian los defectos que hoy pueden notarse en los productos fabricados ó en sus métodos de obtención, señalándolos para huir de ellos, y al mismo tiempo diagnosticando cuáles deben ser los medios de, evitarlos en algunos casos y de ate­ nuarlos siempre, sino que se investigan además nuevos adelantos en el orden técni­ co; tales Centros, repetimos, deben merecer la más cariñosa consideración y el apoyo más entusiasta de todos. Afortunadamente para la industria española, son ya hoy muchos los laboratorios á que hacemos antes referencia y sus instalaciones, aunque en algunos casos incipien­ tes y siempre modestas, pueden prestar señaladísimos servicios á los industriales espa­ ñoles. Constituye, pues, en nuestro modesto entender, una labor patriótica y de positi­ vo interés dar á conocerlos á cuantos en la industria trabajan, pues seguramente que en más de una ocasión habrán sentido la carencia de consultores tan eficaces. Al mismo tiempo, la colaboración de estos Centros se presta á los industriales en condiciones verdaderamente económicas, todo lo cual da á la divulgación de la existencia de ta­ les Centros el carácter de obligación para los que ansian el progreso de nuestras industrias. El asunto es tanto más importante cuanto que contamos en nuestra patria con ele­ mentos más que sobrados para abordar con éxito indiscutible innumerables negocios industriales, puesto que no carecemos de primeras materias en buenas condiciones económicas, el capital no nos falta, y lo mismo el trabajo manual que el intelectual se prestan en condiciones que envidiarían las industrias extranjeras. Y , no obstante, no sólo no contamos con el desarrollo industrial á que tendríamos derecho, sino que para satisfacer nuestras propias necesidades, nos constituimos en tributarios del ex­ tranjero, importando productos manufacturados después de enviar allí pródigamente lo mismo nuestras primeras materias, que nuestro dinero y nuestros trabajadores, sin contar con que en muchas ocasiones también hacemos las importaciones y exporta­ ciones en buques que no son españoles. Díganlo, si no—como uno de tantos ejem­ plos— las cifras de exportación de nuestros minerales y la exigua cantidad de ellos que beneficia la Metalurgia nacional.


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Es urgente y patriótico rectificar tal conducta y para lograrlo una de las condi­ ciones necesarias es el progreso técnico de los elementos de la producción. En tal sentido, es indispensable que nuestros capitalistas conozcan que en España se cuenta con Centros de investigación y enseñanza que si no pueden alardear de hallarse á la altura de los extranjeros, no por ello dejan de conocer y seguir paso á paso cuanto en el Mundo se practica ó inventa para mejorar los métodos de fabricación ó la calidad de los productos obtenidos. Falta, no obstante, que en dichos Laboratorios puedan no sólo comprobar lo que en otros más adelantados se ha descubierto y proponerlo á la Industria nacional, lo que ya sería mucho, sino que muchas innovaciones, que hoy tan solo en el Laboratorio se estudian, entren de lleno en las fábricas, adelantándonos, si el caso llega, á lo que en el extranjero acontezca. Es preciso, por lo tanto, que por parte de los fabricantes se conceda toda la im­ portancia que en sí tienen á los perfeccionamientos técnicos y se preste á los Labo­ ratorios dedicados á tales investigaciones un apoyo decidido, permitiéndoles realizar cuantas experiencias sean necesarias en los talleres para completar las verificadas en los Laboratorios, siempre de carácter más bien técnico que industrial, por la índole misma de los medios de experimentación. Urge llevar al ánimo de los fabricantes que no hay nada más funesto que el ins­ pirarse en el refrán tan español de que «más vale malo conocido que bueno por conocer», pues, desdichadamente, en la inmensa generalidad de los casos los defectos de fabricación, aunque los aprecia por sí mismo el fabricante, como desconoce el re­ medio, prefiere seguir trabajando defectuosamente siempre que la mejora de su fa­ bricación exija desembolsos por su parte, desembolsos que casi siempre están al al­ cance de su fortuna, y á cuyo empleo acompañarían grandes ganancias. Por otra parte, los consumidores, lo mismo de productos nacionales que extran­ jeros, encontrarán en dichos Centros una garantía respecto á la calidad de sus compras, garantía que cada día va siendo más necesaria, pues los productos importados del ex­ tranjero en muchas ocasiones han causado ya más de un desengaño á sus compra­ dores. También los Gobiernos deben auxiliar cada vez con mayor eficacia á los referidos Centros de Investigación, pues, como hemos indicado antes, del perfeccionamiento técnico de los elementos de la producción, depende en gran parte la prosperidad de la Industria nacional y la resolución del problema social hoy tan amenazador.


Laboratorio del Material de Ingenieros.

PRELIMINAR

D

igamos , ante todo, como explicación del título de esta dependencia del

ramo de Guerra, que bajo la denominación del Material de Ingenieros se comprenden los servicios á cargo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército que no tiene relación inmediata con el personal de Oficiales y tropa de dicha Arma, y especialmente los de obras y edificaciones. Está, según esto, justificado que al establecer un Laboratorio, cuya principal misión había de ser el examen técnico de los materiales destinados á tales obras, fuera designado con el nombre de «Laboratorio del Material de Ingenieros». No se entienda, sin embargo, que sus servicios se limitan á los ordenados ó solicitados por autoridades, centros y dependencias militares; por el contrario, en los veinte años de existencia de dicho Centro, el número de ensayos efectuados á petición de particulares, iguala, si no supera, al de los realizados en servicios de guerra. El espacio limitado de que disponemos, no nos permite describir con pormeno­ res el establecimiento, y en consecuencia habremos de reducirnos á una breve noti­ cia, extractada de la que el insigne fundador del Laboratorio D. José Marvá y Mayer, publicó en el M em orial de Ingenieros de 1899 con el título: N oticia histórica y descriptiva d el L aboratorio d el M aterial de Ingenieros. Las personas deseosas de in­ formarse más detalladamente de los fines de este Instituto y de los medios con que cuenta para realizarlos, pueden consultar útilmente la mencionada publicación. * La técnica relativa al conocimiento de los materiales tiene su origen en los traba­ jos de Galileo sobre la flexión de las vigas rectas, y ha sido desde entonces estudia­ da por sabios tan eminentes como Rondelet, Vicat, Navier, Morin, Poncelet en tiem­ pos no próximos, y más recientemente por Kirkaldy, Barba, Woehler, Unwin, Bauschinger, Tetmajer, Martens, Le Chatelier, Candiot y muchos más investigadores. Pero el que merece de lleno el nombre de padre de esta importante rama de laT éc-


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nica es Bauschinger, quien no solo con sus trabajos memorables en todo lo que se refiere á determinación de las carcterísticas mecánicas de toda clase de materiales) sino y principalmente, con su labor de organizador de las conferencias internaciona­ les sobre ese tema, creó las bases de la A sociación In tern acion al p a r a el en sayo de M ateriales, que antes de la guerra contaba con más de 3.000 miembros pertenecien­ tes á 30 naciones. Con justicia podemos decir, según esto, que á Bauschinger se debe, en primer término, la organización del estudio científico y sistemático de los materiales de construcción. La organización de las conferencias internacionales, de las cuales se celebró la primera en Munich en 1884, encontró pronto eco en España, pues ya en 14 de Junio de 1885 se dictó por el Ministerio de la Guerra una Real orden disponiendo la crea­ ción de un Laboratorio técnico de ensayos y análisis de materiales. El proyecto no llegó á realizarse por la carencia de un solar apropósito para la construcción del edificio. Posteriormente, con motivo de la construcción del Hospital Militar de Carabanchel, organizó el director de aquellas obras un pequeño Laboratorio de ensayos, en el que efectuó numerosas pruebas, especialmente con cementos y otros productos hidráulicos. Por último, siendo Ministro de la Guerra el ilustre general de Ejército, entonces teniente general D. Marcelo de Azcárraga, se publicó la Real orden de creación del actual Laboratorio, con fecha 22 de Abril de 1897. De dicha Real orden copiamos los siguientes párrafos que precisan la misión asignada al establecimiento de que tratamos: «El Laboratorio del Material de Ingenieros tendrá á su cargo los asuntos si­ guientes: 1. ° Determinar las constantes específicas y características de los materiales que se empleen ó puedan emplearse en las obras y servicios á cargo del Material de In­ genieros, utilizando para ello, no sólo las máquinas y herramientas de su gabinete de ensayos, sino también los datos de carácter práctico que las dependencias del refe­ rido Cuerpo le suministren sobre este asunto. 2. ° Coleccionar cuantos datos de índole técnica y económica pueda ser conve­ niente conocer respecto á los materiales de construcción aplicables á obras de carác­ ter militar, á cuyo fin los comandantes de Ingenieros remitirán muestras de aquellos que puedan obtenerse en sus respectivas demarcaciones y que por sus buenas con­ diciones pudiera ser conveniente que fueran conocidos en las demás dependencias del Guerpo, á las cuales proporcionará también los datos que pidan respecto á de­ terminados materiales de construcción. Para facilitar este servicio, podrán comuni­ carse directamente entre sí el Director del Laboratorio y los jefes de las demás de­ pendencias del Cuerpo de Ingenieros. 3. ° Estudiar la formación de las unidades de obras compuestas, y dar á conocer aquellas que juzgue de mejores resultados en la práctica. 4 . ° Emitir cuantos informes se le pidan por este ministerio, respecto á las pro­


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piedades y aplicaciones de toda clase de máquinas, herramientas y materiales utilizables en las obras y servicios á cargo del material de Ingenieros. 5. “ Adquirir las herramientas y utensilios que, no habiendo de ser fabricados en los talleres del Establecimiento Central de Ingenieros, deban sujetarse á un mo­ delo determinado, aprobado como reglamentario y único para los parques ó tropas de dicho Cuerpo. 6. ° Llevar á cabo las experiencias necesarias para comprobar si la calidad de

Fachada principal

los materiales es la marcada en los pliegos de condiciones aprobados para su adqui­ sición, cuando para ello sean remitidos por alguna dependencia del Cuerpo en la que no se disponga de los elementas necesarios para la comprobación de sus propie­ dades. 7. ° Construcción de cebos y mechas necesarios á las tropas de Zapadores Mina­ dores, y de cohetes y petardos para señales en las vías férreas, y ensayo de materiales de esta clase que se obtengan de la industria particular. 8. ” Estudiar los explosivos desde el punto de vista de su aplicación y empleo por las tropas de Ingenieros, para determinar sus características y las cargas que deban emplearse para producir efectos determinados en campaña. 9 ° Llevar a cabo en el polígono de Carabanchel y en combinación, cuando sea


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posible, con la Escuela Cantral de Tiro, el estudio del efecto de los explosivos sobre blindajes y maniposterías, para determinar la disposición que sea más conveniente darles en las obras de fortificación.

Que la creación del Laboratorio respondía á una necesidad or^fánica, bien lo de­ muestra el pronto eco que tuvo en algún servicio del ramo de guerra y en otros ajenos á él. Por Real orden de 25 de Febrero de 1898 se dispuso la creación de un Taller de precisión y Laboratorio de Artillería, que se ejecutó en los años siguientes, y en 13 de Agosto del mismo año, publicó la G aceta el Real decreto de organización de un Laboratorio de ensayo de materiales de construcción, anejo á ja Escuela de In­ genieros de Caminos, Canales y Puertos; Laboratorio instalado actualmente en los patios de dicha Escuela y pabellones inmediatos. Las obras del que nos ocupa se llevaron á cabo con rapidez completamente in­ sólita en España; baste decir, en prueba de ello, que en Noviembre de 1897 se abrieron los cimientos de los diferentes edificios, y en Enero de 1899 no sólo había sido terminada su construcción, sino que se habían instalado casi todas las máquinas y funcionaban todas las secciones del Laboratorio. En Junio de dicho año se habían ultimado todas las instalaciones.

BR E V E D ESC RIPC IO N

DEL LA BO RA TO RIO

Se compone de un edificio principal con plantas de sótanos, baja, principal y se­ gunda; de dos galerías de máquinas, talleres, pabellón destinado á la producción de energía eléctrica pará todos los usos del Laboratorio y otros dos con destino á alma­ cenes. C entral eléctrica. —-Contiene un motor de gas Otto de 20 caballos, dínamo de 13 kilovatios, batería de 60 acumuladores Tudor con capacidad de 500 amperios-hora y cuadros de distribución para fuerza, luz y medidas eléctricas en tres circuitos inde­ pendientes. Modernamente la batería de acumuladores se carga con corriente sumi­ nistrada por el Centro Electrotécnico. * S a la de m áqu inas núm. 7.— Dimensiones: 21 X 10, 5 X 6 metros. Contiene una máquina Falcot de 100 toneladas, horizontal, para ensayos de trac­ ción, compresión y flexión de piezas metálicas de cuatro metros de largo, cadenas, cables metálicos redondos y planos y otros materiales. Mohr y Federhaff de 50 toneladas, vertical, para ensayo de probetas metálicas por extensión, compresión, flexión y esfuerzo cortante. Amsler-Laffon de 200 toneladas, para compresión y flexión.


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Falcot de 15 toneladas, para pruebas de muelles de carruaje. Amsler-Laffon de 150 metros-kilogramos, para ensayos de torsión de probetas metálicas. Mohr y Federhaff, para curvado de metales. Thurston, para determinación del coeficiente de lubricación de aceites y grasas. Todas estas máquinas tienen electromotores independientes. S a la de m áquinas núm. 2 .— Es de las mismas dimensiones que la núm. L Con-

Primera o-alería de máquinas.

tiene: una máquina hidráulica Pohlmeyer, de 100 toneladas, para toda clase de es­ fuerzos, excepto el de torsión; dos prensas Amsler-Laffon, de 30 y de 5 toneladas; Falcot, de 15 toneladas, vertical, para ensayo de maderas por desgarramiento, fle­ xión y extensión; Mohr, de 3 toneladas, para ensayo de alambres por extensión; mar­ tinete para las pruebas por choque longitudinal y transversal; péndulo Charpy, dé 10 kilográmetros, para ensayo de resiliencia; máquinas y aparatos para pruebas de plegado en frío de llantas y pletinas, torsión y dobladura de alambres; de tracción, compresión, flexión y esfuerzo cortante de cementos y morteros; de pruebas de tubos para conducción de aguas y bombonas metálicas destinadas á contener líquidos.


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gases ó vapores á grandes presiones; de tracción de correas y tejidos; máquina Brinell para determinaciones de dureza; máquina Landgraf-Turner para ensayos reite­ rados y alternados (fatiga) de los metales; manómetro para determinar la energía y velocidad de combustión de los explosivos, calorímetros y algunas otras máquinas y accesorios de las anteriores. T aller.— Está situado entre las salas de máquinas números 1 y 2. Contiene las máquinas y herramientas necesarias para preparación de p robeta s de todas clases, á saber: fragua, sierra de cinta y máquina universal para el trabajo de la madera; sierras, tornos tijeras, punzonadora, taladradora, acepilladora, fresadora y rueda esmeril para el trabajo de los metales.

EDIFICIO PRINCIPAL

P lan ta de sótan os.— Contiene diferentes salas para la preparación y ensayo de cementos, piedras y cerámica. En ellas se encuentran martinetes para preparación de p ro b eta s de cemento, máquina para ensayos de permeabilidad de los mismos, máquina frigorífica Douane de cloruro de metilo para ensayos de resistencia á las heladas, pilas de mármol artificial para el fraguado de los cementos y multitud de accesorios para el ensayo de los mismos. Una de las salas contiene una máquina Dorry para el ensayo de desgaste por rozamiento, otra Vogel Schemman para pruebas de desgaste por chorro de arena y una sierra circular lisa para piedras. En otro de los locales se en­ cuentra una batería de acumuladores Tudor para comprobación de amperímetros has­ ta 1.000 amperios y otra de 500 elementos y pequeña capacidad para verificación de voltímetros: una y otra batería están conectadas á su cuadro de distribución corres­ pondiente, con amperímenro y voltímetro tipos. P lan ta b a ja .— Tiene seis salas destinadas á electrometría, radiografía, y fotometría, laboratorio químico, sala de hornos, sala de balanzas y pequeño museo de material y herramientas. El material de estas salas es en su totalidad muy moderno: en especial, la sala de hornos cuenta con modelos eléctricos de tres tipos diferentes para la ob­ tención de temperaturas entre 500 y 2.000°, además de uno de arco voltaico tipo Moissan. P lan ta p rin cipal.—Está dedicado á oficinas y biblioteca. P lan ta segunda.— Contiene las salas de fotografía ordinaria y microscópica, con un aparato Zeis de proyección, y otro Le Chatelier, construido por Reichert, especial para metalografía y la sala para ensayo de papeles. Hay además, en armarios situados en diferentes salas ó en vitrinas a d hoc, multitud de aparatos de precisión, tales como máquinas de dividir, comparadores, integradores, planímetros, elasticímetros, aparatos de espejos Martens y Bauschinger, calibra­ dores etc., etc.


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III PRU EBA S QU E PUEDE REA LIZAR EL LA BO RA TO RIO I. M etales.—H ierros y aceros.—Análisis químicos. Determinación del peso es­ pecífico y del de la unidad de volúmen. Pruebas de corrosión y estudio fotomicroscópico. Tracción. Coeficientes de fractura y módulo de elasticidad. Alargamiento elástico, permanente y de fractura. Compresión. Coeficiente de fractura. Acortamientos elásticos. Módulos de elasticidad. Choque. Flexión por choque, plegado, tracción por choque longitudinal. Pruebas de resiliencia con barretas entalladas. Plegado y curvado en frío. Punzonado, embutición. Pruebas de resistencia al esfuerzo cortante. Pruebas de dureza por el método de Brinell. Ensayos de fatiga. Fundición de hierro. — Análisis químico. Densidades. Dureza. Pruebas por corrosión y estudio fotomicroscópico. Tracción, compresión, flexión, choque. Coe­ ficientes de fractura, deformaciones elásticas y permanentes y módulos de elasti­ cidad. Bronces, latones, cobres, otros m etales y aleacion es.— Pruebas físico-químicas y mecánicas, y pruebas en frío, iguales á las indicadas para los demás metales. Pruebas con p iezas m etálicas enteras.— Palastros y barras laminadas de todas formas. Tracción en barras cilindricas, cuadradas ó tableadas hasta 4 metros de longi­ tud y 2.000 milímetros cuadrados de sección transversal. Tracción en palastros hasta 300 milímetros de ancho y 4 metros de longitud. Flexión, punzonado, embutición, curvado y aplastamiento en frío. Plegado, embutición, curvado taladrado, rebati­ miento, soldabilidad, estirado y aplastamiento en caliente. Vigas laminadas, roblona­ das ó fundidas. Compresiones céntricas ó excéntricas en piezas de longitudes hasta 3,50 metros. Flexión, con distancia máxima de apoyo de 2 metros. R oblon es.— Esfuerzo cortante. Tracción. Aplastamiento, etc. Carriles y bridas de unión.— Flexión estática y flexión por choque. Dureza. Prue­ bas de corrosión. Muelles de ballesta y en hélice.— Flexión y compresión por carga permanente y carga oscilante. Ejes.— Flexión. C adenas, cables.— Pruebas de tracción, deformaciones, flexibilidad. yd/amóres. —Pruebas de tracción, plegado, enrollamiento, torsión, choque longi­ tudinal. Adherencia, cantidad y calidad de los revestimientos protectores. Tubos m etálicos.— Prueba por presión hidráulica.


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Kasos m etálicos destin ados a l transporte y conservación de gases com prim idos. Impermeabilidad. Prueba de presión interior, resistencia y deformaciones. II. M ateriales de agregación. —Cales hidráulicas, cementos y otros aglomerantes hidráulicos. Análisis químico, densidades, pérdida de peso por calcinación, homoge­ neidad, alcalinidad, hidraulicidad, extinción, finura de molido, estabilidad de volu­ men, fraguado, elevación de temperatura en el fraguado. Rendimiento, composición volumétrica, permeabilidad y porosidad de los morteros. Magnesia y cal libres. Re­ sistencia de los morteros á las heladas. P ruebas m ecán icas.— Resistencia á la extensión, compresión, flexión, punzonamiento y esfuerzo cortante de pastas y morteros. Adherencia. Resistencia del ce­ mento, formados hormigones. C ales g rasa s.— Análisis químico, rendimiento, extinción, peso específico. Y eso.— Análisis químico, finura de molido, densidad específica, rendimiento, fra­ guado, estabilidad de volumen. Resistencia á la tracción, compresión y flexión. Ad­ herencia con otros materiales. A ren as.— Composición granulométrica, densidad específica, peso de la unidad de volumen, naturaleza mineralógica, comparación de resistencias de los morteros de arena normal y de los fabricados con la arena sometida á ensayo. III. P iedras y horm igones.— Peso específico y de la unidad de volumen. Poder absorbente. Análisis químico. Resistencia á la congelación. Resistencia al desgaste por rozamiento y por chorro de arena. Fractura por compresión, flexión y esfuerzo cortante. Acortamientos. Módulos de elasticidad. P iedras artificiales, cem entos y horm igones arm ad o s.— Como para los hormigones ordinarios. IV. A rcillas.— Composición, plasticidad, contracción. Pesos específieo y aparen­ te. Permeabilidad, porosidad. Proporeión de las sales solubles. Resistencia á la con­ gelación. Ladrillos, tejas y otros materiales de arcilla cocida. Pruebas físico-químicas como las anteriores. Pruebas de compresión, flexión, desgaste por rozamiento y por chorro de arena. V. P izarras.— Pruebas físico-químicas y mecánicas. Densidad, porosidad, per­ meabilidad y resisteneia á las heladas. Fractura en seco y después del ensayo de congelación. VI. A sfaltos.— Proporción de betún. Materias insolubles y volátiles. Piritas. Brea de hulla. VIL M aderas.—Densidad específica. Humedad. Peso de la unidad de volumen. Resistencia á la tracción, compresión, flexión y desgarramiento. VIH. C ables de cáñ am o ó de cualquiera otra m ateria textil.—Corchado. Peso. Hu­ medad. Cenizas. Fractura por tracción. Alargamiento y flexibilidad. IX. C orreas, cueros y tejidos.— Fractura y alargamiento por tracción. X. P apel. — Peso, espesor, proporción de cenizas y análisis cualitativo de ellas, humedad, eneolado, transparencia. Rotura por tracción, alargamientos. Dobladura.


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XI. M aterias lubrificantes. —Densidad, temperaturas de vaporización y congela­ ción, viscosidad, estabilidad quimica, ensayo químico. Rozamiento. Dureza del en­ grasado. XII. Com bustibles.— Densidades, humedad, composición y propiedades de la substancia seca, Poder calorífico. XIII. A guas.— Ensayo hidrotimétrico. Análisis químico. XIV. Electrom etría.— Mediciones eléctricas de todas clases. Reconocimientos y pruebas de explosores y cebos. X V . Fotom etría, R adiografía, R adiom etalografia y Fluoroscopia. — Ensayos de lámparas y reconocimiento de materiales.

IV

CONCLUSION Diremos, como nota final, que el Laboratorio ha sido creado con fondos del cré­ dito extraordinario de Guerra, concedido por ley de 30 de Agosto de 1896, y que las sumas invertidas hasta l . “ de Diciembre de 1899, época en la que, como queda dicho, se habían instalado casi todas las máquinas más importantes, fueron: Erección de los edificios, 396.000 pesetas. Adquisición de aparatos y máquinas, cimientos y montaje de éstas, mueblaje y accesorios de toda clase, 272.000 pesetas. Respecto de esta partida del presupuesto, hemos de hacer presente que, adquiridas la mayor parte de las máquinas en el ex­ tranjero y en tiempos en que los cambios tenían un curso muy elevado, su coste ha sido notablemente mayor que si se hubieran instalado en épocas posterioresR. Montoto.


Laboratorio para eosayos de loateriales de coosM U o de la Escoela Especial de lopenleros de C aúos, Caoales y Foertos. E

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r e a l i z a

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C e n t r o .

Se hacen en este Laboratorio ensayos que pueden agruparse formando las si­ guientes categorías: 1 “ Ensayos físicos. 2. “ Ensayos químicos. 3 . “ Ensayos mecánicos. 4 . “ Ensayos eléctricos. Dentro del primer grupo está comprendida la determinación de densidades y pesos específicos; cuanto tiene relación con la fotometría y la micrografía; la dureza, desgaste, heladicidad, permeabilidad y porosidad de los materiales pétreos naturales y artificiales y la potencia calorífica de los combustibles, disponiéndose de todos los medios necesarios para realizarlos. En la actualidad se está terminando la instalación de los aparatos necesarios para el estudio de los afirmados de carreteras. En la segunda categoría se comprenden los análisis químicos de las piedras, aglo­ merantes, aguas, metales, carbones, asfaltos, pinturas y en general de toda clase de materiales de construcción, para lo cual se dispone de todos los medios y material que hacen falta para esta clase de investigaciones. En el tercer grupo están comprendidos los ensayos por tracción, compresión, es­ fuerzo cortante, flexión y torsión de toda clase de materiales de construcción. En cada una de estas clases de ensayos pueden determinarse los coeficientes de resis­ tencia instantánea y permanente, coeficientes y límites de elasticidad, alargamientos proporcionales y estricciones relativas. Se dispone de todas las máquinas necesarias, y en párrafo aparte se dará una li­ gera relación de las más importantes. En el grupo de ensayos eléctricos se incluye el estudio de la resistencia de los con­ ductores, tensión admisible para los aisladores, propiedades magnéticas de los hie­ rros, comprobación de toda clase de aparatos de medida, ya sean industriales, ya de precisión, fuerzas electromotrices de pilas primarias ó secundarias, y cuantos ensayos de esta índole se practican en los Laboratorios. A continuación se describe rápida­


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mente el conjunto de las instalaciones que posee este Centro para realizar estos ensayos.

I n s t a l a c i ó n

e l é c t r i c a .

Se dispone de varias habitaciones, un patio y un pabellón anejo en el Jardín de la Escuela. Existen los generadores de energía eléetrica siguientes: A. Un dínamo de 6 Kw. y 140 voltios que puede dar á voluntad corriente conti­ nua, monofásica ó trifásica, accionado por un motor eléctrico de 10 HP alimentado

Uno de los salones para ensayos mecánicos.

con la corriente alterna de la Compañía Madrileña. Se usa la continua para los moto­ res de las máquinas del Laboratorio: la monofásica para alimentar los transformadores y la trifásica para los ensayos que la requieran. B. Un dínamo de corriente continua de 10 Kw. y 135 voltios accionado por un motor de gas de 10 caballos, alimentado por un generador de aspiración Dowson; todo ello instalado en el pabellón anejo del jardín. C. Con la corriente eontinua que producen los A y B se acciona un motor aco­ plado á dos dínamos, el primero de los cuales puede dar 600 amperios con 5 voltios y se usa para cargar la batería de acumuladores núm. 1 y el otro 6 amperios con 500 voltios y se utiliza para la carga de la batería núm. 2.


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D. Un motor de corriente continua de 13,5 HP, 115 voltios y 750-3000 vueltas unido á dos alternadores monofásicos, uno que puede producir hasta 500 amperes y otro hasta 500 voltios. En ambos se puede variar la frecuencia (entre 25 y 100 perío­ dos) y la diferencia de fase. B atería de acum uladores núm. 1.— La forman cuatro elementos Tudor con capaci­ dad de 1305 amperios-horas, con corriente de descarga de 130 amperios durante 10 horas. Se emplea en la comprobación de amperímetros que regístren hasta 1500 am­ perios, estando acoplados en dos grupos de á dos elementos en serie, grupos que pueden enlazarse en serie ó en cantidad según se desee. B atería núm. 2.— Está formada por 500 elementos Tudor y permite llegar á obte­ ner hasta 1000 voltios por incrementos de 2 en 2 voltios, usándose esta batería para la comprobación de voltímetros. B atería núm. 3 .— Consta de 60 elementos dispuestos en seis grupos de á 10 ele­ mentos y permite enviar á la línea general de corriente continua del Laboratorio hasta 25 amperios con 120 voltios de tensión. Para cargarla se emplean los generadores A, ó B, ó ambos acoplados. Esta batería sirve para la comprobación de vatímetros, amperímetros y contadores. T ran sform adores.— Los que posee este Laboratorio permiten llegar á una tensión de 42.000 voltios con corriente alterna, para el ensayo de tensión á que resisten los aisladores, estudiándose al presente la instalación de algún nuevo transformador que permita llegar á voltajes bastante más elevados.

P r i n c i p a l e s

m á q u i n a s

y

a p a r a t o s

i n s t a l a d o s .

Para los ensayos fotom étrícos se dispone de un banco fotométrico, de tres metros de longitud, de una lámpara-patrón Hefner de una bugía, y de otra Harcourt, de diez. Para la m icrografía, se utilizan un microscopio Zeis, una cámara fotomicrográfica, del mismo constructor, y un microscopio binocular de Ross. Para la dureza se dispone de un esclerómetro Fuess; para el desgaste, de una máquina Amsler-Laffon, que permite ensayar comparativamente dos bloques; para la h elad icid ad , de una cámara en que se producen descensos de temperatura, mediante una máquina frigorífica de gas sulfuroso. Para la p erm eab ilid a d , se dispone de dos máquinas que permiten ensayar, la una, cubos de 7 cm., y la otra, sistema AmslerLaffon, hasta seis bloques á la vez; para la poten cia calorífica, se utilizan varios calo­ rímetros, uno de ellos, recientemente instalado, en el cual la ignición se produce eléc­ tricamente en una atmósfera de oxígeno á 20 atmósferas de presión. Para los ensayos de cem entos se utilizan los aparatos y métodos fijados por las Comisiones y Congresos internacionales, haciéndose los ensayos á tracción en un aparato Michaelis y los de compresión en una prensa Amsler-Laffon, que llega á pro­ ducir esfuerzos hasta de 34 toneladas. Para el ensayo de tubos á presión hidráulica, se dispone de una prensa, en que se inyecta agua con una bomba pequeña, movida á mano.


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P arales en sayos m ecánicos de metales, piedras y maderas, se dispone, entre otros, de los sig-uientes aparatos: Una máquina universal Amsler-Laffon, que puede producir esfuerzos de tracción, compresión, torsión ó flexión hasta de 250 toneladas, situada en un pabellón inde­ pendiente del jardín de la Escuela. Una máquina Buckton, para esfuerzos hasta 50 toneladas. Otra máquina AmslerLaffon, para esfuerzos de tracción ó compresión hasta 100 toneladas, provista de un manómetro de péndulo. Una máquina Amsler-Laffon, para tracción, flexión ó compresión, de 50 toneladas. Una prensa, para esfuerzos de flexión ó compresión, del mismo autor, hasta 150 toneladas. Una prensa para compresión, también del mismo constructor, de 34 toneladas, movida á mano, que es la que se emplea para el ensayo de cementos á compresión. Una máquina Amsler-Laffon, de ensayos de alambres á la tracción, que permite esfuerzos hasta 5 toneladas. Una máquina Fremont, para ensayos de punzonado. Una máquina Olsen, para tracción y compresión, hasta 10.000 kilogramos. Otra para tracciones, hasta 1.000 kilogramos. Un aparato para ensayo de tiras de papel, á la tracción, y otros varios para ensa­ yos de plegado de chapas, flexión de probetas pequeñas; una máquina de dividir lí­ neas rectas y otra de dividir círculos. La mayor parte de estas máquinas llevan los accesorios necesarios para dibujar los diagramas de esfuerzos y deformaciones. Se dispone también de varios aparatos para determinación de límites y coeficientes de elasticidad, y para la medición de flechas de deformación de puentes. Aquellas máquinas que, por su potencia lo necesitan, se accionan por motores eléctricos.


establecimiento se creó por R. O. de 26 de Febrero de 1898, teniendo por principal objeto, como Taller de Precisión, la construcción, con­ servación y uso de los patrones-tipos necesarios para obtener la debida igualdad en las medidas empleadas en las fábricas á cargo del Cuerpo de Artillería, además de la fabricación y contraste del plantillaje de las mismas, y como Laboratorio químico, el estudio de la composición, fabricación y conservación de los explosivos modernos y de sus primeras materias, procedentes de los establecimientos del Estado y de los particulares, tanto nacionales como extranjeros. A este necesario y fundamental cometido se añadió, en virtud del Reglamento aprobado por Real orden de 26 de Enero de 1900, la construcción y recomposición de instrumentos y aparatos telemétricos, eléctricos y demás de índole especial, las prue­ bas mecánicas de los materiales empleados en las fábricas del Cuerpo, los análisis químicos de las primeras materias que adquieran las mismas, y los encargos de la in­ dustria particular en determinados casos, solicitándolos al Director del establecimiento. La R. O. de 12 de Marzo de 1904 agrega á los cargos ya enumerados la centrali­ zación de los estudios, pruebas y ensayos referentes á electrotecnia en todas sus apli­ caciones al servicio del Cuerpo, tanto en las plazas de guerra como en sus estable­ cimientos fabriles. El Taller de Precisión se halla igualmente encargado de unificar la medida de las presiones en las piezas de artillería y en las armas portátiles de fuego, construyendo los manómetros Crusher y las probetas de fusil de todas las dependencias del Cuerpo, así como los cilindros de cobre correspondientes, con arreglo á la R. O. de 13 d eju nio del año últimamente citado. La Central eléctrica consta de dos motores de 13 HP. de gas pobre, sistema Crossley, con sus correspondientes gasógenos, que accionan mediante acoplamiento elástico, dos dínamos, una Crompton y otra Brown-Boveri, tetrapolares, corriente continua de 70 amperes y 100 á 115 volts, con 250 revoluciones por minuto. Tiene además un grupo electrógeno de corriente alterna de 4 kilowatts, con tensión de 115 volts, compuesto de motor de corriente continua y alternador trifásico y monofásico, ligados por su único eje y una sola base. Para la corriente continua existen dos cuadros de distribución y medida, transmi­ tiéndola el primero á la batería de acumuladores y á todas las dependencias del esta­ blecimiento, y el segundo al Gabinete de medidas eléctricas

E

ste


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INGENIERIA

Para la corriente alterna figuran, con igual objeto, una mesa de baja y un cuadro ó estante de alta tensión. Este último contiene en su interior tres transformadores capaces de elevar la ten­ sión hasta 9.000 volts, y está provisto de una puerta que acciona un interruptor de seguro, el cual corta la corriente en el momento de abrirse aquélla. Además de esta disposición de seguridad, tiene dos pararrayos y un reíais de máxima que hace fun.

cionar automáticamentejel interruptor, en caso de sobrecargas permanentes ó circuitos cortos. La corriente monofásica se transmite al Gabinete de medidas eléctricas, y la trifásica al cuadro de puebas de motores. Todos los conductores se hallan tendidos en canalización subterránea. La bateria de acumuladores tiene 64 elementos Tudor, cuya capacidad total es de 384 amperes-hora, con un aparato reductor que une sucesivamente los once últimos elementos á los demás, cuando es necesario que el voltaje exterior permanezca constante. El Taller de reparaciones y el Cuarto de pruebas de motores se hallan actualmente en instalación. El Gabinete de medidas eléctricas cuenta con todos los aparatos necesarios á su


ó ó NG R ES ó

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objeto, debidamente contrastados los que así lo exigen por el Instituto Imperial de Berlín, entre ellos milivólmetros y dos galvanómetros de precisión, colocados uno de estos en suspensión antivibratoria. Dichos aparatos proceden de las Casas Edelmann, Weston, Siemens-Halske, Hartmann-Braun, Schmidt & Haensch y otras, distinguiéndose algunos de los destina­ dos á la verificación de aparatos de laboratorio, ya citados, por la precisión de sus indicaciones, que pueden llevarse hasta la octava cifra decimal. El total servicio de los aparatos indicados se complementa con otros secundarios, dispuestos en los cuadros de distribución, absorbiéndose la energía sobrante por dife­ rentes grupos de lámparas de incandescencia. El Laboratorio químico contiene los siguientes departamentos: 1.” Laboratorio de preparaciones, donde existen diferentes clases de hornos, un alambique y una vitrina para gases nocivos. 2 ° Laboratorio de análisis, con estufas de agua, aceite, aire y vacío; hornos para altas temperaturas; una mesa para trabajos de electrólisis; aparato Wiborgh, para dosi­ ficación del carbono de aceros y fundiciones; nitrómetros; aparatos Soxhlet para aná­ lisis de explosivos, etc., además de un aparato Salvator para esterilizar el agua que se consume en el establecimiento. Por este laboratorio y el anterior circulan cuatro tuberías: una, de agua; otra, de gas del alumbrado; otra, de aire comprimido, y la restante para producir el vacío, 3. ” Laboratorio de gases, con el aparato Sarrau y Vieille, para el estudio de la presión de los gases en vasos cerrados; aparato Coquilllon para análisis rápidos; calo­ rímetro Berthelot, modificado por Mahler; pipetas Doyer; eudiómettos, etc. 4. ° Laboratorio de pruebas de pólvoras con tres estufas D Arsonval y los apa­ tatos reglamentarios para el reccnocimiento de las pólvoras. 5. “ Cuarto con un modelo pequeño del horno Moissan, 6. ° Sala de balanzas con dos modelos Rüprecht, cuya apreciación es de décima de miligramo; una de Becker's sons de dos decimas de miligramo; una de Curie, de miligramo y tres más de igual aproximación, y 7 ° Oficinas y biblioteca. La sección de Fototecnia, careciendo actualmente de local, tiene repartidos suS aparatos entre el Laboratorio químico y el Gabinete de medidas eléctricas, consistiendo en cámaras fotográficas, un banco de proyecciones Zeiss, microscopios Zeiss y Le Chatelier, dilatómetro de este mismo autor, espectroscopio Duboscq, escala colorimétrica de líquidos-tipos, polarímetro de penumbras de Zeiss y fotómetro Weber, así como una completa instalación radiográfica. En el taller de graduaciones figuran máquinas procedentes de la Sociedad Ginebrina de aparatos de precisión de Física y Mecánica y de la casa Doignon, de París, que permiten efectuar divisiones de media en media centésima de milímetro, y en al­ gunas, como en la máquina para graduaciones sobre vidrio, con buril de punta de dia­ mante, hasta de dos en dos milésimas de milímetro, apreciables tan sólo por medio de potentes microscopios. Las máquinas del Gabinete de Metrología son cuatro:


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C o n g r e s o

d e

i n g e n i e r í a

Comparador Doignon para estudio de longitudes determinadas por trazos ó cantos, por comparación con otras conocidas de trazos. ^Comparador Hartmann para comparar longitudes de cantos con otros tipos tam­ bién de cantos. Comparador de dilataciones de la Sociedad Ginebrina para medir, como su nombre lo indica, coeficientes de dilatación. Como en toda comparación se requiere el conocimiento de una longitud, existen con tal objeto: 1. ° Un metro de acero Holtzer (marca doble campana) construido por la Sociedad Ginebrina y estudiado por el Bureau International des Poids et Mesures, para de­ ducir su verdadera longitud respecto al Metro internacional, base del sistema métrico. Dicho metro tiene la sección recta en forma de H, quedando al descubierto el plano de sus fibras neutras, en el que están grabados dos trazos principales, que com­ prenden entre sí, á la temperatura de 0 grados, una longitud igual á 1 metro menos 9,8 micrones. A cada lado de los trazos principales hay otros dos que deter­ minan longitudes de un milímetro. Se conserva este metro «prototipo fundamental*, del que se derivan las medidas de todos los establecimientos españoles á cargo del arma de Artillería, en una caja de caoba forrada de terciopelo, que va á su vez en el interior de un cilindro de aluminio, y el todo encerrado en una vitrina, consiguién­ dose de este modo la inalterabilidad en el transcurso del tiempo. 2. ° Tres regidlas decimétricas (una de níquel puro y dos de acero-níquel) cons­ truidas bajo la dirección del Bureau International, de sección rectangular, divididas por trazos en 100 milímetros, y teniendo en uno de los estremos otro milímetro dividido en 10 partes. Están guardadas en cajas de caoba, y sus certificados, así como el del «metro prototipo», se archivan en este Centro. 3. Colección de barras cilindricas de acero Holtzer de 12 milímetros de diámetro construidas y estudiadas en la Sección técnica de la Artillería francesa, que sirve de «reglas-tipos de cantos» en el comparador Hartmann. Terminan las barras por sus estremos en casquetes esféricos, que tienen el centro en el punto medio de cada regla y sirven de unidades de longitud de 1 milímetro. 2, 3, etc., hasta 1 metro, respectivamente, siendo esta última barra el «prototipo» de las medidas de cantos. El Taller mecánico tiene dos departamentos, formando el primero una nave, con galería superior para los ajustadores y cuartos del jefe de la Sección y el maestro de fábrica, y con diferentes máquinas operadoras, fresas, tornos, cepillos, taladros, etc., en su planta baja; y el segundo, el Taller de esmeriladoras, en el cual existen una plani­ ficadora y tres maquinas esmeriladoras universales: Landis y Brown Sharpe. Cada una de las máquinas del Taller mecánico tiene su motor especial. ^ El Laboratorio de pruebas mecánicas se halla en una sala extensa que contiene seis máquinas de ensayo de metales y tres para el estudio de aceites y grasas, con sus correspondientes motores, un horno de gas y otro eléctrico, para temples y recocidos, con un pirómetro termoeléctrico Le Chatelier y una prensa de Golaz para tarar cilin­ dros de cobre hasta 6.000 kilogramos.


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La frag-ua y la carpintería están agregadas á la Sección del Taller mecánico, y se hallan actualmente en edifieios provisionales. La oficina central, los escribientes y los delineantes ocupan una parte del Pabellón de Metrología. Los edificios del Taller de Precisión están situados en los Altos del Hipódromo, formando euatro pabellones angulares y uno central, además de los destinados á al­ macenes, fragua, cuarto de aseo, depósito de agua y porterías.


lataratorlolelnvestigaeioDesiiietalográfieas ile la Eseaela Especial ile lageaieros ie Moas

B

Laboratorio debe su origen á la iniciativa particular de algunos profeso­ res é ingenieros de la Escuela de Minas, que emprendieron privadamente la realización de esta clase de ensayos é investigaciones. Estimulados y auxiliados muy luego por la citada Escuela especial, no tardaron en recogerse frutos de su labor, y el Estado, comprendiendo la trascendencia que tales estudios habian de ofrecer, quiso darles carácter oficial creando el Laboratorio de Investigaciones metalográficas. El Laboratorio de Investigaciones metalográficas opera como un verdadero Centro consultivo, al que pueden y deben acudir cuantos particulares y entidades industria^ les deseen que se les informe sobre cualquier tema ó extremo relacionado con los productos metálicos, sus propiedades ó procedimientos de fabricación. Describiremos ahora ligeramente el material con que cuenta este Centro. La preparación de pru ebas consiste, como es sabido, ya en darles la forma y di­ mensiones del patrón adoptado, ya en someter los productos metalúrgicos á trata­ mientos termo-mecánicos como el caldeo, temple, recocido, cementado, etc., ó ya en el corte, alisado y pulimento de las muestras destinadas á la observación microscópica después de atacadas por los reactivos necesarios. Esta preparación se practica con las máquinas-herramientas de los talleres de mecánica de la Escuela, y además con una sierra y máquina de desbastar, así como con la pulidora tipo Stead de superficies pulimentadoras horizontales, montadas en cinco discos tronco-cónicos que giran á razón de 1.200 revoluciones al minuto. Para los en sayos térmicos existen tres hornos de gas tipo Meker, cuyo mechero, muy parecido al Bunsen, tiene su chimenea ensanchada en la parte superior, hallán­ dose coronada por una pieza especial tabicada horizontal y verticalmente á modo de las celdillas de un panal. Esta pieza hace íntima la mezcla del gas y del aire y pro­ duce una llama homogénea en que el pirómetro no acusa diferencias sensibles de tem­ peratura. Para fundir se emplea un modelo vertical que llega á 1.700° y puede con­ tener crisoles de 120 mm. de diámetro; para las operaciones corrientes de temple, recocido, etc., se emplea otro de mufla, cuya temperatura puede subir á 1.200°, y STE


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para tratamientos térmicos que exijan mayor temperatura, se usa otro, también de mufla, con insuflación suplementaria de aire y llama rotativa. Para tratamientos deli­ cados, como recocidos y cementaciones muy prolongadas, existe un horno eléctrico Heroeus de mufla y resistencia de platino, con un hilo testigo de oro, que al ponerse incandescente, avisa debe manejarse el reostato para hacer descender la temperatura, ó se funde si por inadvertencia no se rebajase aquélla. La sección de pirom etría es una de las más interesantes de todo laboratorio metalográfico. En el de que nos ocupamos existen, además de los modelos corrientes, un par termoeléctrico-platino y platino-rodio ó hierro y constantan, un modelo Fery, Whipple, fundado en el enfoque de las radiaciones de un cuerpo obscuro sobre un par termoeléctrico (pirómetro Fery) y adaptado al aparato que mide estas radiacio­ nes un tubo de silita ó carburo de silicio (modiñcación Whipple). Para las observaciones m icroscópicas cuenta el Laboratorio con un aparato Leitz, muy análogo al de Le Chatelier. A dicho aparato va unida una cámara microfotográñca y un ocular que á su vez sirve para proyectar la imagen á distancia sobre una pantalla dispuesta a d hoc. Para las investigaciones micrográficas por transparencia, como las de escorias, existe también un microscopio Watson, modificación del de Martens, cuyo enfoque se hace con la platina y puede también adaptarse á la cámara microfotográfica. El análisis térm ico, es decir, la determinación de los puntos que sirven de límite á las diversas fases de constitución porque pasa una aleación, al calentarse ó enfriar­ se, se practica por medio de un aparato Dujardin-Richard, cuyo principio consiste en apreciar los puntos críticos ó de cambio de fase de la muestra sometida á ensayo por diferencia entre sus temperaturas y la de un cuerpo llamado compensador, que no cambia de constitución entre los límites térmicos que alcanza el ensayo. Las tem­ peraturas se miden con pirómetros diferenciales de par termoeléctrico y se leen en galvanómetros; un manipulador Morse colocado á mano del observador, transmite sus señales á un cronógrafo registrador Richard. Para caldear la muestras que se ensayan, se emplea un horno eléctrico tubular de resistencia, cuyas temperaturas son constantes en sus diversas zonas. Finalmente, para los en say os m ecánicos, existen: un aparato Brinell, que contrasta la dureza ó resistencia á la penetración; un aparato Charpy, de péndulo, para ensayos de resistencia al choque, y otra máquina muy moderna, para ensayos á choques repe­ tidos; un esclerómetro de Shore, para apreciar la dureza también, pero sin que se produzca huella en la muestra, como ocurre en el método Brinell; una máquina uni­ versal para ensayos de tracción, de la «Dusseldorfer-Maschinenbau A. G.» y otra máquina de Arnold para someter las muestras á esfuerzos pequeños, pero muy conti­ nuados, análogos á los que sufren en la práctica y producen su cansancio ó el enve­ jecimiento prematuro de sus cualidades resistentes. Tales son los medios con que cuenta en la actualidad el Laboratorio de Investiga­ ciones Metalográficas de la Escuela de Minas, para llenar, además de sus fines docen­ tes, la misión que le fué encomendada al crearlo, y que se propone cumplir con el celo y eficacia que reclaman las múltiples necesidades de nuestra Industria nacional.


C

READO este Centro en 1904, se le asignaron como cometidos principales ia

Escuela general central de telegrafía eléctrica y óptica, la Red telegráfica y telefónica de Madrid y sus contornos, la terminación del trabajo de con­ junto de la Red óptica de España, que había comenzado el regimiento de Telégrafos, y los servicios militares de radiotelegrafía, ciclismo y automovilismo. En 1915 se le agregó el servicio de alumbrado en campaña; posteriormente pasaron á otros Cuerpos varios de los servicios apuntados, y en la actualidad abarca el Laboratorio del mate­ rial de Ingenieros, automovilismo, ciclismo, motociclismo, radiotelegrafía permanente y alumbrado de campaña. En el Centro se puede hacer, y se hace, lo mismo un automóvil, que un camión, que una estación completa de radiotelegrafía, amén de todas las reparaciones necesa­ rias al material fijo y de campaña que entra en su especialidad, y de cuantas pruebas de todas clases han de dar garantías de la buena cali­ dad y funcionamiento de lo adquirido en la indus­ tria particular referente á comunicaciones en el Ejér­ cito. Cuenta con 124 auto­ móviles ligeros, 101 ca­ miones y 70 motocicletas; en ellos hay de todos ti­ pos, desde el Benz y el Hispano-suizo al más mo­ derno, con cambio de ve­ locidades eléctrico. En el espléndido ga­ rage capaz para 26 autos, el que pareee un verda­ dero salón-autom óvil, pe­ ro sin guirnaldas y ador­ nos, hay coches de muchos tipos y marcas; pero todos Tomo vertical.


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han pasado por el ensayo más de una vez y no pocos por la corrección hecha en el taller, que aumentó su capacidad de trabajo, ó mejoró tal ó cual detalle del car­ burador, ó de la magneto, ó de una pieza de cualquiera de los mecanismos. E l taller de ajuste es muy completo: en él se trabajan piezas de gran complicación, como son casi todas las del mecanismo de autos y motocicletas; como volantes, rue­ das de embrague, sectores para los émbolos, cojinetes con juegos de cilindros en vez de bolas, y otra porción de piezas que salen de los tornos, fresadoras y demás máqui­ nas-herramientas.

Un camión-parque.

Pueden hacerse, y se hacen, todas las piezas de un auto, sr Ivo los bastidores, que, naturalmente, exigirían una fundición de acero y un tren de estampación. En la sala de pruebas de motores hay máquinas, como un grupo Renault, para com­ probación y estudio de los elementos interiores de un motor; otro, Dion Bouton, para el estudio de los elementos de transmisión, y una dinamo-dinamométrica Panhard, para medir esfuerzos en el volante; todos estos aparatos dan sus indicaciones en un cuadro eléctrico, donde las variaciones de las resistencias marcan los detalles del fun­ cionamiento del motor que se ensaya. También hay un dinamómetro de muelle para medir esfuerzos de tracción en el gancho, y otro de paletas para esfuerzos en el vo­ lante, que completan la instalación, aunque casi todos los ensayos se hacen hoy por medio de los grupos electrógenos citados, con dinamos dinamométricas. En la fundi­ ción se moldean las piezas. 13


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Hay también una forja con un pequeño martillo-pilón y talleres en que se hacen las carrocerías. Sierras, escopleadoras y otras herramientas preparan la madera de nogal que sirve para las armazones; las planchas de palastro emplomado— que por cierto hay que moldear con yunque y martillo, por falta de máquinas muy caras— es­ peran ya preparadas su colocación, ya como guardarruedas, ya para recubrir la madera en los exteriores; no lejos se preparan los almohadones para los asientos, y aparte está el taller de dorado, platinado y niquelado con cuantos detalles exige; la fundición para el cobre y bronce, la central eléctrica que da movimiento á talleres, el salón donde se realiza el montaje de los coches y camiones, los departamentos para pintura y barnizado, etc., etc. En la sección de radiotelegrafía, se construyen hasta en sus últimos detalles es­ taciones de las que se usan en los torpederos, estaciones de montaña que se montan sobre muías que llevan el generador eléctrico, la estación receptora y transmisora y la antena y estaciones semifijas de campaña. Hay para ello talleres de ajuste, bobinaje, crisoles para fundición de bronce, departamentos de carpintería, dorado, bronceado, etcétera, todo montado á la mayor perfección y según los métodos más modernos. Hay además carros-estaciones, autos con magnífica instalación radiotelegráfica, moto­ cicletas con syde-car para el mismo uso, y además los reflectores eléctricos de campaña cuya potencia alcanza 6 kilómetros de radio y pueden hacer señales sobre las nubes visibles á 150 kilómetros. Puede decirse, en resumen, que este Centro no solo responde á la ñnalidad para que fue creado, sino que hoy día realiza verdaderos primores de construcción y da abasto suficiente para entretener el material con que cuenta nuestro Ejército, y do­ tarle además de elementos valiosísimos para la comunicación radiotelegráfica.


El aeródromo militar de Cuatro Vientos. Cuerpo de Ingenieros militares siguió sin cesar los progresos de la avia­ ción desde sus comienzos, pues ya en 1905, con motivo de una Memoria elevada á la Superioridad, se llamaba la atención sobre los vuelos de los hermanos Wright en Dayton, y en 1909, el jefe del servicio de Aerostación lograba efectuar dos vuelos en Pau, consignándose en otra Memoria escrita por el coronel Vives y el capitán Kindelán el estado de la aviación naciente y proponiendo los inten­ tos que sobre ella podrían acometerse en España. En 1910 se encargaba al Cuerpo de Ingenieros el servicio de aviación, en 1911 se reglamentaba oficialmente la experi­ mentación de aeroplanos y poco después se admitían para estas experiencias á oficia­ les de todos los Cuerpos del Ejército, hasta que el 1913 se dió por terminado el pe­ ríodo experimental con la reorganización de la aeronáutica militar en dos ramas, aeros­ tación y aviación, aprobándose al año siguiente el nuevo Reglamento. En 1914, y á pesar de las numerosas dificultades vencidas por falta de ambiente y

H

L

Hangar.


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no pocas veces de recursos, se contaba ya con 29 aeroplanos, ocho camiones automó­ viles-almacenes con equipo completo, un camión-taller completo, seis remolques, ocho tiendas de abrigo y dos automóviles rápidos; habia 22 pilotos formados, siete obser­ vadores y 20 aspirantes á pilotos, y existían tres aeródromos: uno en Guadalajara, otro eventual en Alcalá de Henares y el principal ó Escuela de Cuatro Vientos, que entonces contaba ya con seis cobertizos cerrados de madera, para hangares; otro para automóviles y camiones, talleres de carpintería, cerrajería, ajuste y fragua, edificios

Talleres de motores.

para oficinas, almacenes, salón de conferencias, comedor y cuarto de oficiales, y un cuartelillo para tropa y cuerpo de guardia. De la actividad de nuestra aviación militar desde 1911 hasta 1917, puede juzgarse sabiendo que se efectuaron más de 28.839 vuelos, en los que se invirtieron cuatro mil ochocientas cuarenta y tres horas y se recorrieron 383.489 kilómetros, cifras superio­ res, verbigracia, á las que en dicho período acusan las estadísticas de los Estados Uni­ dos; todo ello costó siete muertos, 31 heridos y 365 roturas de los aeroplanos, sin ac­ cidentes personales; cantidad tampoco excesiva para la imperfección de los aparatos de esa época, y, sobre todo, en el período de guerra, donde las dificultades de todas clases respecto á medios de adquirir y recomponer material han sido menos que in­ superables. En la actualidad cuenta con un magnífico taller de arreglo y reparación de moto­ res, en el que pueden colocarse hasta 25 en sus respectivos banquillos, habiendo ade­


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más armarios correspondientes, donde se guardan cuidadosamente las piezas para no confundir las de unos tipos con otros. Arreglado el motor, pasa al ban co de pru ebas: hay seis, y en él se comprueba principalmente el esfuerzo de tracción de las hélices. En el taller de ajuste se pueden no sólo arreglar, sino construir casi todas las piezas de un aeroplano; como complemento, existe una fragua y una pequeña prensa de es­ tampar. La carpintería ocupa una vasta nave en que se prepara todo el maderámen que necesitan los aeroplanos, y además se construyen las hélices. Para esta última opera­ ción, existe una co p ia d ora que tornea y da forma al paqu ete de tablas de fresno y no­ gal encoladas, que se emplean para tan importante elemento del aeroplano. Comple­ tan las hermosas instalaciones de Cuatro Vientos un magnífico garage para los autos y camiones afectos al servicio; un hangar, capaz para 25 aeroplanos; una casa para oficiales, modelo de elegancia y sencillez; un cuartelillo y otras dependencias accesorias. En la actualidad cuenta nuestro Ejército con más de 50 aparatos nuevos, estando encargados otros tantos tipos Avro, Havilland, Breguet y otras marcas moder­ nísimas. De la importancia de lo que allí se vuela diariamente, puede dar idea el gas­ to diario de gasolina, que pasa de 500 litros y resulta, sin embargo, insuficiente.


iíacl READA por Real decreto de 23 de Diciembre de 1904 y nombrado Director j de ella el Ingenierp Agrónomo Excmo. Sr. D. José de Arce y Jurado, se ^ dispuso también que antes de redactar el proyecto de Estación visitase el Director de la misma los Centros análogos del extranjero con el fin de estudiar la constitución de estos Centros y el desarrollo de la misión que les estaba enco­ mendada. Cumplido el servicio, y formulado y aprobado el proyecto de referencia, empezó la construcción de los edificios en Julio de 1906 y continuaron las obras durante los años 1907 y 1908, ajustándose á los créditos presupuestados y concedidos con tal objeto. Adquirido el material científico y llevadas á cabo las instalaciones de mayor importancia entró en funcionamiento la Estación, ateniéndose á un Reglamento que sigue rigiendo y que establece para objeto del Centro de ensayos lo siguiente:

C A

«Estudiar y dar á conocer el valor técnico de las máquinas é instrumentos agrí­ colas que sean sometidos al exámen del Centro, y como consecuencia, formular el jui­ cio que dichas máquinas é instrumentos merezcan en lo referente á su empleo y apli­ cación». «Hacer experiencias de carácter industrial en las explotaciones agrícolas, cuando el Director de la Estación lo crea necesario». «Auxiliar técnicamente á los centros oficiales y á las corporaciones de cualquier clase, en los concursos públicos de maquinaria agrícola que por iniciativa de unos ú otras se organicen». «Contestar, si dispone de datos suficientes para ello, todas las consultas relativas á máquinas agrícolas». La acción del Centro ha llegado á ser bastante intensa, siendo de índole muy diversa los ensayos que en la actualidad realiza y destacándose cada vez en estos ensayos los que se refieren á sistemas y á máquinas correspondientes al cultivo mecá­ nico de las tierras.


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DE

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Instalaciรณn para el ensayo de bombas y de motores de viento.

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EL T

L A B O R A T O R IO

G O M E Z -P A R D O

L Laboratorio Gómez-Pardo es de fundación particular y se halla regido y por la Junta de Profesores de la Escuela de Minas. D .J osé Gómez Pardo, hermano del Ingeniero E). Lorenzo, fomenta­ dor activo y Profesor ilustre que fué de la Escuela, legó en 1873 respetable capital y rentas, al objeto de premiar en público concurso a los alumnos más sobresalientes, á los autores de trabajos para el progreso de la minería española y de fundar y soste­ ner un Laboratorio destinado á hacer gratuitamente ensayos y análisis de minerales que, entre otros requisitos, han de llenar el de proceder de minas españolas. Conocidos son los beneficios que este legado reporta al desarrollo de la industria y la grandísima influencia que ha tenido en el florecimiento de la Escuela, en la orien­ tación de sus modernos métodos de enseñanza y hasta en el plan general de sus nue­ vas edificaciones. Crearon este Laboratorio la filantropía inteligente y el capital y rentas legadas por un trabajador infatigable, que, con su nombre, perpetuó el recuerdo del ingeniero su hermano, ejemplo de hombres de iniciativa y acción.

I

1

Vista general.


Instituto de Experiencias Técnico-forestales d e

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E s c u e l a

E s p e c i a l

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I n g e n i e r o s

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M o n t e s .

F U N D A D O por Real decreto de 15 de Marzo de 1907 é integrado por los

profesores de dicho centro docente, en cuyo edificio y anejos también á la enseñanza están sus laboratorios, se ocupa de cuantas investigaciones son precisas para aquilatar la producción forestal y realizar los ensayos necesarios para ello en el campo y en los laboratorios precisos para el análisis de productos y estudio de sus cualidades industriales. Consta de varias secciones, de las que están ya establecidas en varios montes la de p arcelas de ensayo para el contraste de la producción maderable del pino silvestre

Laboratorio de Microg-rafía.


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y resinera del pino negral, y la de experiencias sobre hidráulica torrencial é influencia del arbolado en el régimen hidrológico de las cuencas. Entre otros aparatos adscritos á estos servicios están los registradores eléctricos de crecimiento tipo Friedrich, mo­ dificado por Nájera, forcípulas registradoras de este mismo autor y de precisión he­ chas de m agnalium , treinta observatorios meterológicos con aparatos registradores, aparatos de aforo de corrientes, sondas para averiguación de profundidades de la capa freática, etc., etc. Entre los laboratorios están el de m icrografía, provisto de seis microscopios Zeiss,

Laboratorio de Química.

para el estudio de la estructura de las maderas indígenas, cámara microfotográfica é instrumental completo de preparaciones y reproducción de las mismas; el de química, en que se realizan análisis de tierras, aguas, abonos, humus y cubierta vegetal; resi­ nas, aguarrás, colofonia y toda clase de productos forestales; el de análisis de semi­ llas, provisto de germ in adoras de varios sistemas, estufas para abrir las pinas, cribas, etcétera, y donde se expiden certificados de valoración del poder germinativo y de­ más cualidades de aquéllas; el de en sayos m ecánicos de la madera, provisto de má­ quinas para extracción, flexión, compresión y esfuerzo cortante, de la casa Amsler Laffon de Schaffhause (Suiza); el de análisis de troncos, en que se examinan por medio de binoculares las particularidades del crecimiento y se sacan reproducciones al bi­ cromato de los discos para este estudio, y finalmente, el de análisis m acroscópico, en


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que se estudian no sólo los carácteres que distinguen las maderas, sino los vicios y defectos de las mismas, contándose con colecciones completas de especies indígenas y exóticas típicas. Como auxiliares para estos trabajos está el taller de preparación de m uestras para ensayos, provisto de las sierras, cepilladoras y máquinas-herramientas necesarias al objeto. La instalación provisional de la Escuela de Montes, mientras se construye el edificio proyectado para la misma, hace que en la actualidad los laboratorios del Ins­ tituto de Experiencias no puedan tener local propio y estén confundidos con ios que sirven para la enseñanza, no obstante lo cual, funcionan constantemente para las di­ versas investigaciones que le están confiadas, siendo de esperar que en breve plazo ad­ quieran el desarrollo que la importancia de su finalidad requiere.


Instituto Católico de Artes é Industrias. F

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objeto de esta institución, fundada hace diez años, es la formación téc^ nica, moral y social del personal técnico-mecánico electricista de talleres, desde el ingeniero especializado hasta el personal obrero inferior, pero cuyo trabajo exige alguna formación técnica. Dentro de los principios de especialización y subdivisión del trabajo que rigen el plan de estudios, hay tres clases de estu-

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Ensayo de transformador trifásico de 200 Kva. 6.000 220 volts.

diantes: l . “ alumnos obreros forjadores, fundidores, torneros, ajustadores, maquinistas y electricistas; 2.“ alumnos m ontadores, y 3.“ ingenieros técnicos, reuniéndose con ello toda la escala necesaria para que en España pueda existir personal á propósito para probable desarrollo de nuestras industrias de construcción mecánica y eléctrica.


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Siendo la enseñanza teórico-práctica,cuenta para este último objeto el Instituto con laboratorios y talleres, en los que se encuentran cuantos adelantos existen en los más modernos y reputados Centros extranjeros análogos y cuya breve reseña se hace á continuación: L ab ora torios de quím ica g en eral y quím ica aplicada: el primero con seis mesas de trabajo, dotadas del material necesario para análisis, y provisto el segundo de cuan­ tos aparatos se usan para ensayos térmicos, micrográficos, calorimétricos, etc. de me­ tales, combustibles y lubrificantes, aguas, etc.

Laboratorio de ensayo de máquinas.

Laboratorio de m ecán ica para ensayos de extensión, compresión, flexión y esfuer­ zo cortante; laboratorio de m áquinas térm icas, en el que existe una caldera Babcock Wilcox para producir 1.000 kilogramos de vapor recalentado por hora, una máquina horizontal Roby compound de 60 H-P, otra vertical Belliss Morcom, tipo Woolf, autolubrificante, con condensador de superficie, un motor de gas pobre sistema Winterthur, y además frenos y aparatos para ensayar las potencias de las máquinas. Labora­ torio de m ed id as eléctricas, dotado de todos los aparatos necesarios para confirma­ ción experimental de las teorías, ejercicios de manejo de cuadro de distribución, ve­ rificación, reparación y construcción de aparatos de medida y determinaeión de cons­ tantes en los circuitos, tanto de corriente continua como alterna; laboratorio de m áqu inas eléctricas, en el que existen tres instalaciones principales y 16 motores de


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todos tipos constantemente en marcha y destinados á usos diversos, y laboratorio de Fotom etría en el que, por medio de un fotómetro W ebery otro Bunsen, se estudia la curva de iluminación de una lámpara ó un arco. Entre los talleres, existen el de fo r ja eon fragua central de cuatro fuegos y un martillo-pilón, tipo Bechi, y tijera para cortar chapa; el de ajuste y máquinas herramien­ tas, provisto de catorce tornos, tres limadoras, y escopleadoras, fresadoras, muelas, máquinas de rectificar, sierra para hierros y otra porción de máquinas accesorias; la fundición, en que existen un cubilote vertical para producir 1.700 kilogramos por hora, un horno giratorio de crisol para 100 kilogramos de bronce por hora, un molino con criba, una desintegradora para preparar arena de moldear y tres estufas para secar moldes y piezas pequeñas. Finalmente, hay otro taller de carpinteria para la eonfección de modelos, con sierra de cinta, máquina de taladrar, torno y dos bancos de tra­ bajo con herramental completo. Puede darse este Instituto, en resumen, como modelo en su clase único en Espa­ ña, tanto por sus planes de estudios cuanto por su completísima dotación de material para trabajo de los alumnos.


hem os creído una labor de positiva con ­ veniencia p a r a los intereses n acionales, á la p a r que p atriótica y Justa, la de d a r á con ocer á los industriales españ oles los diversos Centros técnicos don de se estudian toda clase de p er­ feccionam ientos en los m étodos de fabricación , cabria tach ar nuestro trabajo de incom pleto si no m encion ásem os, con el encom io que en rea ­ lid a d m erecen , m uchas industrias n acion ales que han d ad o m uestra cum plida de su com pe­ tencia industrial. Tales son, entre otras m uchas, las que á continuación se m encionan, lam en ­ tando que la índole de esta pu blicación no nos perm ita ocuparnos de ellas con la extensión que en rea lid a d merecen.



Vista general de las fábricas.

Productos Pírellí^ S. A .

L

as fábricas que esta Sociedad ha logrado construir durante los últimos vein­

te años, venciendo las interminables diñcultades inherentes á todas las in­ dustrias que por primera vez se implantan en un país, están emplazadas en la risueña villa de Villanueva y Geltrú, junto al Mediterráneo, á 50 kilómetros de la capital catalana en el ferrocarril de Barcelona á Zaragoza, y constituyen una serie de industrias dotadas de los últimos adelantos, constantemente sometidas á los perfec­ cionamientos que á diario ofrecen la experieneia y la práctica industrial. Los primeros grupos de edificios empezaron á construirse en el año 1900, fabri­ cándose los primeros conductores aislados en 1902. En aquella fecha ocupaba la fá­ brica una superficie de 1.000 metros cuadrados, empleaba á 50 obreros, y la fuerza motriz que la accionaba era de unos 160 H-P. Sucesivamente se introdujeron nuevas instalaciones, empezándose la fabricación de artículos de goma, tales como peras, tubos y otras aplicaciones ortopédicas y de la llanta para carruajes, á los que siguieron las mangueras y tubos para usos industriales, hasta que en 1917 se montó la instalación para la fabricación de los renombrados ma­ cizos para camiones «Pirelli», los únicos que se fabrican en España. En 1908 empezó la fabricación de cables subterráneos y subacuáticos para tensio­ nes hasta 50.000 voltios, y de los cables telefónicos hasta 400 pares de conductores que requieren aislamientos y armaduras especiales. El grabado (D) es una vista par­ cial de la Sección destinada á la fabricación de estos cables; en primer término, apa­ recen los tanques para la inmersión de los cables en los baños de mezclas aislantes; la prensa Champigneul, tipo vertieal que figura en el centro, es la mayor que se ha

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construido de su tipo y ejerce una presión de 2.000.000 de ki­ los; es una de las tres prensas que figuran en la instalación para re­ cubrir con plomo los cables. Otra ampliación digna de ser mencionada, por ser la única de su clase en España, es la instala­ ción de trenes de laminaje, de la que reproducimos una vista foto­ gráfica (C ). E s ta instalación, unida á las trefilerías, permite convertir los lingotes de cobre electrolitico en hilo h asta de (B.)—Vista general de la nave destinada á la fabricación de conductores de tipos corrientes . 0,08 m ilím etro s de diámetro. En tre s minutos, el tren lami­ nador reduce los lingotes á hilos de 9 milímetros de diámetro. El grabado (B) es una vista general de la nave destinada á la fabricación de con­ ductores de tipos corrientes; la maquinaria contenida en esta sala permite una pro­ ducción diaria de 120.000 metros de conductores para bajas tensiones, alumbrado, hi­ los para bobinas y para timbres, etc. Dignifica á la Dirección de las Fábricas Pirelli el Gabinete Eléctrico recientemen­ te ampliado. Dotado de los aparatos electrotécnicos más modernos, se han efectuado en él numerosas pruebas de cables á 115.000 voltios, si bien la eapacidad de los trans­ formadores permite alcanzar en las pruebas de quemadura tensiones hasta de 300.000 voltios. Entre el equipo de este laboratorio, merecen citarse las mesas para la medi­ ción de resistencias de aislamiento elevadisimas, provistas de galvanómetros de gran sensibilidad que permiten medir las resistencias de 50.000 y más megohms que suelen encontrarse en los cables telefó­ nicos para largas distancias. Actualmente, las dependen­ cias de las fábricas ocupan una superficie de 55.000 metros cua­ drados; emplean á cerca de mil obreros y consumen una fuerza de 1.600 caballos. Una simple comparación de estos datos eon los que hemos indicado al prin­ cipio, permitirá al lector formar­ se idea de la magna labor reali­ zada por esta Sociedad, gracias al valioso apoyo que sus funda­ dores han encontrado e n tre el ('C.;—Saja del laminaje del cobr?.


é O N G R E S O

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pei'sónaí del país que les ha se­ cundado. Durante la guerra, esta fábri­ ca, después de atender á las ne­ cesidades del mercado nacional, gracias á las ampliaciones intro­ ducidas en la misma y á costa de no pocos sacrificios, pudo en­ cargarse de la fabricación de conductores eléctricos y telefó­ nicos para los ejércitos aliados, pudiendo así alcanzar el máximo de la producción, al paso que perfeccionar la organización de (D.)—Vista parcial de la sección de cables telefónicos armados y subterráneos de alto voltaje. sus elementos productivos. En estos momentos en que todas las potencias productoras se aprestan para una lucha encarnizada, la reorgani­ zación y fomento de nuestras industrias se impone con más apremio que nunca si queremos librarlas de las funestas consecuencias que la invasión de productos ex­ tranjeros podría ocasionar en grave amenaza de la riqueza nacional. La Dirección de la Sociedad anónima «Productos Pirelli», mira con confianza el desarrollo que el co­ mercio y la industria de nuestro país están destinados á adquirir en lo futuro y se prepara para afrontar la competencia extranjera brindando todos sus elementos de producción y el máximo de su eficacia en aras de la industria nacional.


L U IS A D A R O .-IN G E N I E R O

Aleaciones y manuíaeturas metálicas. — Fálirlca fle lámpafas de seguridad para minas.

E

N el año 1900 se fundaron en Gijón estos Talleres. Después de varios años de estudios y pruebas se inventó y patentizó la primer lámpara de seguri­ dad. Mediante nuevos estudios se reformó la lámpara y se sacó nueva patente. Hoy hay en uso en minas españolas 37.530 lámparas sistema A daro. En 15 años que se están empleando estas lámparas no se ha dado un solo accidente ni ex­ plosión, en el que pudiera culparse al empleo de la lámpara A daro de seguridad. Otra especialidad de estos Talleres, son los bronces especiales. Bronces fosforosos de alta resistencia para grandes cojinetes hasta 300 kilos de peso, para trenes de lami­ nación, locomotoras, motores, prensas, etc. Bronces manganeso, para turbinas, bom­ bas, cilindros hidráulicos, etc. Bronce aluminio para órganos de maquinaria. Bronces contra-ácidos y Bronces extra-duros. Con estos bronces fabricamos toda clase de herrajes para ferrocarriles, tranvías, buques, automóviles y maquinaria. De aluminio, latón, cobre, zinc, metal blanco, se funden y trabajan una gran varie­ dad de trabajos, ya sean técnicos ó artísticos; para esta clase de construcciones tene­ mos montados talleres de broncistas, latoneros, cinceladores, hojalateros, soldadores, pulimento, corleado, plateado, dorado y niquelado. La fundición de lingotes de metal de antifricción purificados con fósforo y manganeso para rellenar cojinetes, es otra especialidad de estos Talleres. Esta Fábrica ha dedicado igualmente especial atención á la construcción de apa­ ratos hidroterápicos, tribunas de distribución, duchas, chorros, baños de asiento, pulverizadores, grifería, etc. Las instalaciones más importantes de España están mon­ tadas por estos talleres, entre ellas podemos citar: Balneario de La Toja, Cestona, Fuente Nueva de Verín, Rotortillo, Fuente Santa, etc., etc. Nuestros talleres de ajuste, tornos, estampe y forja, están dotados de maquinaria moderna para nuestras especialidades. T r a b a j o s

e f e c t u a d o s

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T a l l e r e s :

Toberas para Altos Hornos, Aros de Bronce Manganesífero para las llaves del Canal de Isabel II, Letras de bronce para las oficinas del Ferrocarril del Norte, Cojinetes, Piñones, Excéntricas, etc., etc-, de las Compañías de los ferrocarriles del Norte, Langreo, Vasco Asturiano, Litoral Cantábrico, etc., de las Sociedades Hullera Española, Duro Felguera, Fábrica de Mieres, Constructora Gijonesa, Tranvías de Gijón, Sindicato del Puerto del Musel, Industrial Asturiana, Constructora Naval del Ferrol, Real Compañía Asturiana, Laviada, Fábrica de Cervezas, Papelera Española, Azucarera General Española, Sociedad Anónima de Explosivos, Solvay & Compañia, Cerámica de Hijos de Guisasola, Tornillerías, Ferrocarril del Mediodía M. Z. A., Hulleras del Turón, etc., etc.


MÉÉ Espafiola ie Constimiones lalcoci I

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poco más de un año se constituyó en Bilbao esta Sociedad con un capital de 20 millones de pesetas. Su objeto es la construcción en España de las calderas acuo-tubulares, sistema «Babcock & Wilcox», para usos terrestres y marítimos, calderas para locomotoras; locomotoras completas, tanto para los ferrocarriles principales y secundarios, como para contratistas y ferrocarriles de vía estrecha; grúas eléctricas de todas clases y potencias; tubos de acero estirado, sin sol­ dadura, para los diferentes usos industriales y toda clase de accesorios para los pro­ ductos mencionados. Las calderas acuo-tubulares «Babcock & Wilcox», que están consideradas como el generador de vapor más económico y más seguro, que jamás se haya producido, tienen su mejor elogio en que se están utilizando actualmente, con resul­ tados en extremo satisfactorios, no solamente en las empresas más im­ portantes de España, sino en las de todo el mundo, y el hecho de que la mayor parte de estas empresas han repetido sus pedidos, es una demostración evidente de la supe­ rioridad de estas calderas. Excede de 13.000.000 de caballos la po­ tencia de las calderas para usos te­ rrestres, que se están utilizando en la actualidad. Las calderas para usos marinos, sistema «Babcock & Wilcox», han merecido la misma aceptación. Más de 7.000.000 de caballos suma la potencia de las calderas marinas que se utilizan hoy día, tanto en los principales buques de.guerra de to­

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dos los países como en la marina mercante. La circunstancia de ocupar estas calderas un espacio su-

, ^ i •- j j u d u i » w.-t . ím • Instalación de doce calderas Dabcock & Wilcox en la fabrica productos químicos de los Sres. Solvay y Compañía, de Torrelaveg-a (España).


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mámente reducido, su peso menor, su absoluta seguridad, el disminuir considerable­ mente los gastos de reparaciones, la propiedad de levantar rápidamente el vapor y otras muchas ventajas que sería prolijo enumerar, justifican la preferencia en que se tiene á las calderas marinas, construidas para trabajar á las más altas presiones y para utilizar carbón y combustible líquido. Entre los buques de la marina mercante espa­ ñola provistos de calderas «Babcock & Wilcox», citaremos los vapores M ar B lan co y M ar Caribe, propiedad de la Compañía marítima del Nervión, y Víctor de C havar r i y F e r n a n d o L .d e /óarra, propiedad de la Sociedad Altos Hornos de Vizcaya,

Compañía Barcelonesa de Electricidad, donde hay instaladas calderas Babcock & Wilcox, incluyendo cuatro del tipo C. T. M.

que se están construyendo actualmente en Bilbao por la Sociedad Española de Cons­ trucción Naval; y otro vapor de más de 8.000 toneladas, adquirido recientemente por la casa Tayá. Esta misma superioridad que han conseguido las calderas se está logrando con las grúas eléctricas sistema Babcock & Wilcox. A las muchas ventajas que poseen estas grúas sobre sus similares hay que añadir el dispositivo, paten­ tado, de la pluma en forma articulada que permite trasladar la carga en sentido ho­ rizontal, cualquiera que sea su peso, sin consumo alguno de fuerza, con lo cual se consigue una notable economía que no se podrá alcanzar con grúas de otro sistema. Entre los muchos miles de grúas instaladas por todo el mundo podemos citar el puerto de Londres, que tiene actualmente en uso 56 grúas sistema Babcock & Wilcox. Recientemente y tras reñido concurso al que acudieron los constructores nacionales y extranjeros de más prestigio, adjudicó el suministro de tres potentes grúas de pórtico


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sistema «Babcock & W ilcox»,para el puer­ to de Bilbao, la Junta de Obras del mismo. Si con lo indicado no bastara para que esta empresa se haga acreedora á la gratitud del país, por el gran impulso que se dará á la industria n a c i o n a l merced á sus fecundas iniciativas, sólo el he­ ch o de construir en Es p a ñ a locomotoras completas de t odas clases y tubos de ace­ Calderas sistema Babcock & Wilcox, instaladas en los Altos Hornos de ro sin soldadura, para Vizcaya (Bilbao), provistas de cámaras de combustión para utilizar g-ases perdidos de hornos altos. conducciones de agua, gas, vapor, etc., y para postes de lineas de transporte y de tracción eléctrica, materiales y máquinas que hasta ahora se han estado comprando en el extranjero, la haría merecedora de todas las simpatías por sus esfuerzos para libertar al país de la tutela extranjera. Las fábricas y talleres de esta Sociedad se están emplazando en los términos munici­ pales de San Salvador del Valle y Sestao, donde posee más de un kilómetro cuadrado de terreno llano y resistente, ribereño con la ría de Galindo, comunicándose fácil y có­ modamente con Bilbao por medio de los ferrocarriles de Triano y Portugalete. Los ca­ torce pabellones que comprenden las diferentes fábricas, talleres, almacenes y fundicio­ nes ocupan una superficie de 32.000 metros cuadrados; en el resto del terreno se están edificando espaciosas oficinas y viviendas destinadas á empleados y obreros, con todas las comodidades que exige la vida moderna. Cerca de 4.000.000 de pesetas importan estas edificaciones y por la maquinaria que se ha de utilizar en las fábricas y talleres se han pagado más de 3.500.000 pesetas. La fuerza que se ha de necesitar en toda la ins­ talación excederá de dos mil caballos, y se ha de dar trabajo á cerca de 3.000 obreros. Este es, en líneas generales, un resumen de lo que se propone realizar en breve esta nueva Sociedad, y como es evidente la necesidad en que está la industria española de encontrar en el propio país á precios moderados y cortos plazos de entrega, las máquinas y otros materiales que se están pagando caros en el extranjero y se reciben tarde y no siempre en buenas condiciones, la industria nacional será la que más se beneficie de estas iniciativas, fruto del consorcio del capital español con la técnica inglesa que, como especialista en estas construcciones, ha ido siempre á la cabeza de las industrias similares y ha aportado á la nueva Sociedad todos los perfeccionamien­ tos conseguidos en muchos años de experiencia.


Fundiciones y construcción mecánica del INervión. G r a c i a

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B i l b a o .

IT U A D O el establecimento de los Sres. Gracia y Compañía á dos kilómetros

de Bilbao, en la Vega de San Mamés, ocupa una extensión de más de 11.000 metros cuadrados y se halla en inmejorables condiciones para el trabajo, pues tiene por un lado los Muelles de la ría del Nervión, donde pueden atracar bu­ ques de gran tonelaje, y por el opuesto pasa el Ferrocarril de Bilbao á Portugalete.

Turbina

Francis,

de eje horizontal, con cámara espiral.

Si en todos los establecimientos hay algo que impresiona preferentemente y ab­ sorbe la atención de los visitantes, en el de los Sres. Gracia y Compañía, puede decirse que su característica es el orden, que llamaríamos exajerado, si exageración cupiese en condición tan esencial para la buena marcha de los establecimientos


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Industriales. Dedicada esta Fábrica á la fundición de toda clase de piezas en hierro y bronce hasta 20.000 kilogramos, construye calderas marinas, terrestres y para jabón, depósitos, tanques, tambores de freno movidos por electricidad, cilindros compre­ sores para carreteras, material para minas, amasadoras, cilindros bregadores, hornos para cocer pan, y en general toda clase de maquinaria; hace con esmero especialísimo cambios de vías con carriles ordinarios y «Phoenix», para tranvías con agujas «Brunell», placas giratorias, semáforos, discos de señales, grúas hidráulicas para toma de agua por las locomotoras y demás material fijo para ferrocarriles, contando entre su clientela á casi todas las Compañías ferroviarias, de tranvías y mineras de España. Los Sres. Gracia y Compañía han alcanzado envidiable renombre y fama con las turbinas y reguladores automátieos de gran precisión que construyen, pues los re­ sultados que se obtienen con los motores en cuestión, son en extremo lisonjeros, se­ gún se puede apreciar por los innumerables certificados que obran en poder de los repetidos señores, de clientes que tienen funeionando turbinas y reguladores suminis­ trados por la Casa á que nos venimos refiriendo. Y , para terminar, diremos que los Sres. Gracia y Compañía, con la enseñanza que da una larguísima práctica de más de 50 años, han logrado un reputadísimo nombre en el mundo de la industria y dar á sus Talleres de Construcción Mecánica un desa­ rrollo notable, conseguido á fuerza de estudio profundo y verdadero deseo de pro­ ducir mucho y bueno.

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Altos Hornos de Vizcaya* BILBAO

STA Sociedad se constituyó en Bilbao el día 22 de Abril de 1902, por fusión - de las Sociedades «Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao», «Sociedad de Metalurgia y Construcciones Vizcaya» y «Compañía Anónima Iberia». El capital está representado por 200.000 acciones que forman un total de cien millones de pesetas. Una de las principales preocupaciones de la Sociedad, inmedia" tamente después de la fusión antes citada, fué la renovación de todos los elementos de fabricación, operando una transformación completa, hasta el extremo de que actual­ mente no quedan edificios ni maquinaria procedentes de las antiguas Sociedades mencionadas, habiendo sido sustituida esta última por elementos modernos que colo­ can estas fábricas á la altura de las más recientes en todo lo que á utillaje y procedi­ mientos de fabricación se refiere. No se ha limitado solamente á una labor de reno­ vación, sino que, por el contrario, ha hecho nuevas é importantes instalaciones, de las que solamente citaremos el tren continuo, dotado de todos los perfeccionamientos de que estas instalaciones son susceptibles, y un taller de forja grande. También ha establecido la fabricación del benzol, producto que ha obtenido un verdadero éxito en el mercado. Entre las disposiciones adoptadas para hacer frente á las dificultades de aprovi­ sionamiento de primeras materias, citaremos la adquisición del coto minero «Hulle­ ras del Turón», que le permite prescindir de una importante cantidad de carbón in­ glés. Asimismo, las minas que posee en Galdames suministran el mineral de hierro necesario para la marcha de las fábricas, y unido á esto la utilización de una flota propia que en la actualidad consta de ocho vapores, con un promedio de 4.000 to­ neladas de carga, destinados al transporte de combustible, constituye la base de apro­ visionamiento de primeras materias que coloca á la Sociedad Altos Hornos en una situación de independencia que le permite desarrollar sus actividades en beneficio de la industria nacional. Gran motivo de preocupación ha sido siempre para la Sociedad el dar facilidades para la vida de sus empleados y obreros, en sus dos aspectos: material y moral. En cuanto al primero se refiere, debemos hacer mención especial de las Cooperativas de consumo. Cajas de Ahorros— que al terminar el ejercicio pasado alcanzaban un total de imposiciones de pesetas 634 .824,78^ , Sanatorio Quirúrgico y Casas de Socorro, 1

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pensiones de retiro—á cuyo fondo no contribuyen los obreros ni empleados con nin­ guna cuota— , bonificaciones sobre el precio del pan, facilitando asimismo el carbón para usos domésticos, constituyendo estos subsidios una importantísima cantidad anual. En cuanto al aspecto educativo, cuenta con escuelas propias dotadas de todos los adelantos que la moderna Pedagogía recomienda, ampliando constantemente los locales. Contribuye con subvenciones de importancia al sostenimiento de muchos otros Centros docentes, y tiene en estudio varios proyectos para hacer más extensivo y amplio el beneficio de la cultura á los hijos de sus empleados y obreros. Mucho podríamos hablar de esta organización, pero no nos es posible por la falta de espacio. Solamente diremos que Empresas como la que nos ocupa constituyen una honra para el país donde se establecen, por la labor de cultura que realizan y por lo mucho que influyen en la economía de una nación, siendo merecedoras de apoyo por parte de los gobernantes.


L a mayor fábrica de briquetas de España. Sociedad Minero Siderúrg-ica de Ponferrada está terminando de montar y una fábrica de briquetas para aglomerar los menudos de carbón que pro— ducen sus minas de Villablino. Esta instalación, cuya planta reproducimos en esquema, será sin duda la más importante de la península, tanto por su produc­

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ción como por los medios mecánicos de que está dotada para reducir al mínimo la mano de obra. Su funcionamiento es, á grandes rasgos, como sigue: el carbón llega en vagones tolvas á un depósito de 5.000 toneladas, servido en su parte inferior por dos cintas transportadoras de 100 metros de longitud y 600 milímetros de anchura. Otra cinta transversal lo conduce al interior de la fábrica, donde llega, también por


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medio de una cinta, la brea necesaria. Y a en el interior del edificio se hallan coloca­ dos los tubos secadores de carbón, aparatos dosificadores de carbón y brea, mezcla­ dores, recalentadores á vapor y todos los elementos precisos para conducir la pasta á ocho prensas de molde cerrado capaces de producir 40 toneladas de briquetas por hora. A la salida de las prensas, las briquetas son conducidas por cintas transporta­ doras para su carg-ue á vagón ó depósito en muelles. Esta importante instalación, valo­ rada en 1.500.000 pesetas, ha sido proyectada, construida y montada por la casa Gor­ tázar Hermanos, de Bilbao, calle del Victor, números 3 y 5, en sus talleres propios y en otros nacionales. Muchos de los elementos han sido, por primera vez, proyecta­ dos y construidos en España. Debemos señalar gustosos este hecho, para nosotros de la mayor importancia. Al dictarse la ley de protección á la Industria nacional, sólo se tuvo en cuenta dar trabajo á los talleres, poniendo la condición de que las obras se construyesen en España. Esto es insuficiente, pues si bien es cierto que existen talle­ res nacionales capaces de construir obras tan esmeradas como las del extranjero, no es menos cierto también que de nada sirven estos elementos si no se cuenta con los planos de conjunto y de detalle para la construcción. La guerra ha puesto de mani­ fiesto este defecto de nuestra organización haciendo ver la necesidad de que conte­ mos con oficinas técnicas capaces de proyectar, en conjunto y en detalle, instalacio­ nes completas, única manera de que la industria nacional se libre de la tutela extran­ jera que sobre ella pesa. Comprendiéndolo así la casa Gortázar Hermanos, con domici­ lio en Bilbao, calle del Víctor, números 3 y 5, ha dado un gran paso en este senti­ do, estableciendo en Bilbao unas oficinas ampliamente dotadas de personal técnico y auxiliar especializado en toda clase de industrias relacionadas con la minería, apara­ tos de elevación y medios mecánicos de transporte, que le permite realizar, con ab­ soluta independencia del extranjero, instalaciones de la importancia de la que hemos descrito.


A S T IL L E R O S A R D A N A Z . - S. A . BILBAO. — LUCHAN A -E R A N D IO años no más de existencia cuenta esta importante entidad, y merced al esfuerzo denodado de sus directores, los Sres. Gallastegui y Tellaeche, director gerente el primero y técnico el segundo, la entidad de que nos ocupamos se ha colocado entre las más poderosas de las dedicadas á construcción y reparación de buques. Situada en la margen derecha del río Nervión y próxima á su confluencia con el mar, en el término de Luchana-Erandio, cuenta actualmente con un emplazamiento de 250 metros de fachada y una hectárea de terreno poco más ó menos como superficie total destinada á la manufactura. La labor que estos astilleros vienen realizando con éxito creciente abarca, no tan sólo la construcción y reparación de buques, sino también la de calderas y máquinas marinas, más otros muchos trabajos relacionados con la industria marítima. Por otra parte los astilleros Ardanaz dan una muestra vigorosa de independencia técnica, ya que la maquinaria que llevan sus barcos se hacen en los mismos mencio-

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Vapor «Santa Elena», 800 toneladas de carga, construido en los Astilleros Ardanaz S.-A.


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nados astilleros, sin necesitar tampoco el auxilio de empresas extranjeras para proyec­ tar máquinas marinas. La potencia y capacidad de los astilleros Ardanaz es muy valiosa y les colocan en un puesto de innegable preponderancia, estando, como están, provistos de material.

Máquina marina construida en los Astilleros Ardanaz S. A.

herramientas y maquinaria diversa para lleg'ar á la construcción de buques que teng^an 5.000 toneladas de desplazamiento, y para atender los mencionados trabajos, am­ plios talleres de calderería, de calderas, forja, maquinaria, ajuste, carpintería y modelos. Para cumplir íntegramente su cometido cuentan con dos gradas, y en construcción una tercera, donde actualmente tienen ocupación 500 obreros, y á veces mayor nú­ mero, según los apremios y circunstancias. Un detalle demostrará la importancia de estos astilleros. Se puede decir que hasta hoy llevan ya construidos tres barcos de acero de 300 to­


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neladas cada uno, un monotipo modelo Standard, de 800 toneladas, y ahora está cons­ truyéndose otro barco de 1.200 toneladas, en el que se trabaja con denuedo y cele­ ridad. Como sería tarea ímproba relatar todos los trabajos de grandísima importancia que los astilleros Ardanaz han ejecutado con éxito indiscutible, nos limitaremos á con­ signar que han proyectado y dirigido la construcción de máquinas marinas hasta de 500 caballos, han proyectado otra de 1.000 y han llevado á cabo, en forma irreprocha­ ble, la ejecución de calderas hasta de 300 caballos. De los astilleros Ardanaz ^an salido reparados gran número de barcos, entre los

Caldera marina de 300 HP. construida en los Astilleros Ardanaz S. A.

que descuellan el U rdaneta, Vínico y A u rora (1.500 toneladas); el remolcador S an E steban , el G aviota y otros, debiendo añadirse, además, el montaje de calderas en cinco barcos, trabajos de varias índoles en construcciones metálicas, reparaciones de maquinaria, etc., etc., todo lo cual ha sido margen más que sobrado para que los asti­ lleros Ardanaz hayan introducido su industria en el mercado mundial, conquistán­ dose una firma con sólida garantía para sus clientes en la construcción de buques. Cierto es que el dinero entró en Vizcaya á raudales durante la guerra, pero no es menos cierto también que la semilla áurea germinará sobradamente, para orgullo de España entera, que en esta laboriosa región cuenta para su reconstitución con sus más esforzados paladines.


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iene para nosotros la Sociedad Santa Ana de Bolueta, independientemente

de su importancia fabril (de la que luego nos ocuparemos), y en nuestro carácter de informadores de la región vizcaina la característiea especialísima de haber sido la primer fábrica de Hornos Altos que se fundó en España, ya que su funcionamiento data del año 1843. Desde el primer momento procuró especializarse en su producción, y así como otras fábricas producen el lingote de hierro al carbón mineral, la que nos oeupa de­ rivó desde el primer momento á la fabricación del Lingote de Hierro al Carbón V e­ getal, logrando dominar de tal forma su especialidad que hoy produce de 5.000 á 6.000 toneladas anuales. Posee también fundición de hierro donde se funden toda clase de piezas hasta 4.000 kilos de peso, fundiéndose todas ellas con lingote al carbón vegetal puro sin ninguna mezcla de chatarra. En nuestra visita á la fábrica que en término de Bolueta posee la Sociedad Santa Ana de Bolueta, pudimos admirar también un horno de acero donde se producen to­ das las calidades corrientes de acero en tochos y aceros moldeados, así como amplios talleres de Hornos Pudler y de laminación de hierros que suministran toda clase de perfiles comerciales, y un vasto taller de forja para la fabricación de hierros forjados. Dispone la fábrica de Santa Ana de Bolueta de una central Hidroeléctrica de 350 caballos, que suministran fuerza y luz á la fábrica y sus dependencias y diversas tur­ binas hidráulicas en la fábrica hasta un total de 600 caballos para el mismo servicio. El Consejo de Administración de la entidad de que nos ocupamos, todo él inte­ grado por personas de sólida garantía, da acierto en cuantos asuntos interviene, y el Ingeniero Director de la entidad, D. Emilio Ziniga, espíritu ampliamente moderno, se preparan actualmente á renovar y ampliar las instalaciones de la fábrica, y muy en breve (acaso ya para cuando este libro aparezca), estará la fábrica de Santa Ana de Bolueta en condiciones de afrontar y vencer en toda regla en la nueva era de lucha que se avecina-


L a Compañía general de asfaltos y portland ^^Asland^^ América, el gran coloso industrial trajo á España la inspiración de muchas industrias; pero entonces, como ahora, esas inspiraciones se perdían generalmente porque faltaban á nuestros negociantes, salvo honrosas excepciones, las cualidades necesarias para el éxito; optimismo, cultura y corazón. Las tres cualidades se reunían en el conde de Güell, el insigne patricio muerto hace poco entre el dolor unánime de Barcelona. El fué el fundador de esta Compañía en la que puso todo el poderoso esfuerzo de su iniciativa bien acreditada en anteriores empresas, de la que se enorgullece Barcelona.

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Para la fabricación de cemento Portland Artificial habíase inventado en Inglaterra á últimos del siglo pasado, un horno rotatorio de gran potencia productora, pero que, por alguna deficiencia en su mecanismo, no había podido tener aplicación industrial. Buscábase la solución de este problema en Europa y en América cuando un español de gran lúmen financiero é industrial que ha dejado grata memoria en los Estados Unidos por sus grandes empresas, el Sr. D. José Navarro, la encontró completamente satisfactoria y con dichos hornos reformados por él, fundó en 1896 la gran Compañía Atlas Portland Cement C.“, cuyo desarrollo extraordinario alcanzó en 1900 una producción total de 11.000 barriles diarios, ó sean 600.000 toneladas anuales. Un amigo común á dicho Sr. Navarro y al Presidente de la Compañía «Asland», fué el intermediario que sirvió para que pudiera ésta utilizar dicho sistema. Aquel amigo era el arquitecto de la Escuela de Barcelona Sr. Cuastavino, autor de notables obras construidas en esta capital, entre ellas la fábrica Batlló, é intro­ ductor en la América del Norte del sistema de bóvedas con tanto éxito empleado de tiempo inmemorial en Cataluña. El proyecto para la fábrica de cemento de la Compañía «Asland», fué encargado á la citada casa Allis Chalmers de los Estados Unidos, así como toda la maquinaria y los planos de las construcciones á dicho Sr. Cuastavino.


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El proyecto de la fábrica y construcciones fueron estudiados para una producción total de 60.000 toneladas anuales, poniéndose en ejecución en aquella época sola­ mente la mitad del proyecto, si bien parte de la maquinaria tenía ya la potencia nece­ saria para el completo desarrollo del mismo. Hoy los tres hornos primitivos se han convertido en dos grandes hornos capaces de producir 130 toneladas diarias y subsisten dos de los tres primitivos, podiendo alcanzar con los cuatro una producción de unas 300 toneladas diarias.

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Próximas á las fábricas están las minas de carbón de las cuales es propietaria la misma Compañía, y los yaci­ mientos de esquistos petrolífe­ ros que abarcan una extensión de 30 kilómetros, s i endo la Compañía propietaria de 927 pertenencias. E mp l e a b a esta Compañía carbón de Figols, y lo sigue empleando en parte, pero bus­ cando la posible independencia, adquirió varias pertenencias en lo alto del monte Catllerás, á 1.500 metros sobre el nivel del mar y á muy breve distancia del ferrocarril y carretera de GuarFábrica en Castellar de Nuch. Pobla de Lillel. diola á la Pobla; abrió gale­ rías, pozos, é hizo construcciou3s para vivienda.s de los mineros. Hoy ^s dueña de 280 pertenencias y su explota­ ción excede de 50 toneladas diarias. Para el transporte de este mineral tiene dos ca­ bles aéreos de 1 y 2 kilómetros respectivamente.

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Realizado el plan que se propuso la Compañía con respecto de su fábrica del Clot del Moro y aprovechada por completo la fuerza hidráulica de su salto en los orígenes del río Llobregat, ante la creciente demanda de cemento «Asland» en el mercado nacional y la perspectiva de aumentarlo con la exportación á la América española, la Compañía atenta siempre á agrandar su negocio, pensó en la construc­ ción de otra fábrica con todos los adelantos modernos y los que le sugerían su expe­ riencia industrial y cuyo emplazamiento fuera tal, que estuviera en las mejores con­ diciones para conseguir su propósito. Al estallar la guerra y ante su magnitud, la compañía comprendió que tanto para


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el período de guerra como el de la post-guerra, la situación de España en lo que se refiere á la industria del cemento, habría de ser muy ventajosa y que si se aprove­ chaba con toda rapidez esa oportunidad única, su negocio particular podría desarro­ llarse en gran escala. Presentósele la ocasión de adquirir dos hornos de gran tamaño análogos á los úl­ timamente instalados en su fábrica del Clot del Moro y toda la maquinaria de moli­ nos, secadores y trituradores correspondientes, maquinaria moderna y de la misma casa Allis Chalmers de los Estados Unidos de América, equipada con los correspon­ dientes motores eléctricos. La Compañía no titubeó un momento, y tras breve pero madurado estudio, halló en la mitad superior del conocido TuRO de Moneada los ma­ teriales necesarios y abundantes para la fabricación de un cemento «Asland» que no desmereciese del de su primera fábrica del Clot del Moro, y al pie de dicho T uro y junto á la gran estación de Moneada-Bi­ furcación, los terrenos para le­ vantar su fábrica con todas sus dependencias anexas, emplaza­ miento ideal á 10 kilómetros tan solo de Barcelona y su puerto. Apresuróse la Compañía á ad­ quirir las fincas necesarias para ejecutar su plan, que en conjun­ to miden una superficie de unas 60 hectáreas; empezó las obras en Octubre de 1916, así como las del apartadero ferroviario; Fábrica en Moneada. en Marzo de 1917 ya pudo uti­ lizar este apartadero y empezar con ello la instalación de la maquinaria, y dióse tal impulso á las obras, que en Septiembre del mismo ya se fabricaba en esta nueva fábrica de Moneada cemento «Asland», de calidad superior, que desde el primer día fué acogido muy favorablemente por el mercado, ávido de cemento bueno que sustitu­ yera al cemento extranjero, cuya importación había cesado por completo á consecuen­ cia de la guerra. Y a en su primer año de fabricación, la nueva fábrica de Moneada pudo producir y vender más de 40 000 toneladas de cemento, y ello permite esperar que, á pesar de la anormalidad reinante en toda la actividad natural, no tardará en alcanzar un rendi­ miento igual al de la primitiva fábrica del Clot del Moro, con lo cual la Compañía po­ drá fabricar un mínimum de 200.000 toneladas de cemento al año, conservando su primacía en el mercado nacional y equiparándose á las mayores fábricas del ex­ tranjero. Para terminar, mencionaremos que la nueva fábrica de Moneada, por su proximi­ dad á Barcelona, puede surtirse de los mejores carbones nacionales y extranjeros y


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como fuerza motriz aprovecha la fuerza eléctrica que tiene contratada con la poderosa empresa de Riegos y Fuerza del Ebro, fuerza que, con una multitud de motores, permi­ te distribuir con toda la flexibilidad que requiere una fabricación de esta importancia.

Tipos de los hornos giratorios.

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Acabaremos nuestra relación con los siguientes datos: Esta Compañía fué funda­ da en 15 de Julio de 1901. Su objeto primordial fué la fabricación de cemento Portland Artificial, utilizando para ello, como fuerza motriz, la hidráulica, la eléctrica y la auxiliar de vapor.


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Hoy día, después de diez y ocho años de desarrollo constante, la Compañía «Asland» posee: 1. — Una finca en el sitio llamado Clot del Moro de extensión 70 hectáreas, igual á 150 mojadas. Otra finca en el Turo de Moneada de 60 hectáreas. En ellas están ins­ taladas dos grandes fábricas de cemento. 2. — Un salto de agua de 2.500 caballos de fuerza, 4.800 metros de tubería á pre­ sión y motores hidráulicos sistema Peltón wheels. Dos máquinas de vapor de 800 H-P y 600 otra. 3 . —Toda la maquinaria necesaria para la fabricación de 200.000 toneladas anua-

Afio 1905.— Una de las primeras obras importantes ejecutadas en el Canal de Aragón y Cataluña con cemento «Asland».— Acueducto del Faleva.

les de cemento Portland Artificial, producidas en el Clot del Moro (Castellar de Niuch), Moneada y Dos Aguas (Valencia). 4. — Edificios de mamposteria y hierro para la fábrica, viviendas para capataces, etcétera, cubriendo una extensión de más de 25.000 metros cuadrados. 5. — 280 pertenencias de carbón en el monte Catllerás y casas para los mineros, etcétera. 6.

— Dos cables aéreos para el transporte del carbón de una longitud de 3 kiló­

metros. 7.

— 927 pertenencias de esquistos petrolíferos en una longitud de más de 30 kiló­

metros. 8. — Un ferrocarril de vía estrecha de 12 kilómetros desde Guardiola á la fábrica. 9. — Cuatro locomotoras y todo el material necesario para el transporte de 100.000 toneladas anuales. 10. — Grandes almacenes para cemento en Barcelona, Manresa y Guardiola, y 11. — Oficinas: Plaza de Palacio, 15, Barcelona.


La Industria Electro-Mecánica (S* A*) Bilbao-Deusto. EL ELEC TRO M O TO R LIEM I

A fabricación de motores eléctricos es una de las industrias nacionales en importancia del consumo en razón de sus grandes disponibilidades de energía eléctrica, permite emplear en su construcción con toda am­ plitud, procedimientos de especialización, necesario factor para competir en calidad y baratura con los productos similares extranjeros. Partiendo de esta base, la Sociedad Industria Electro-Mecánica, de Bilbao, ha trans­ formado después de un largo p e r í o d o preparatorio, los ta­ lleres electromecá­ nicos de sus impoi” tantes e s t a b l e c i ­ mientos de Deusto, en los que construye máquinas de vapor y máquinas herra­ mientas, para la fa­ b r i c a c i ó n racional por grandes series de sus nuevos mo­ delos de electromo­ tores LIEM, diseña­ dos cuidadosamente por su solidez y efi­ c i e n c i a , con una pr oducci ón media L e4 V-** I anual de 4.000 mo­ tores. El Electromotor LIEM. Una escrupulosa selección de primeras materias y el empleo de máquinas automáticas especiales, asegura el dilatado servicio de estos motores, que son sometidos á pruebas más severas que el trabajo que deban prestar. Esta casa fabrica exclusivamente sus motores en corriente alterna en las potencias de 0,5 á 15 HP., y debido á su organización de trabajo, obteniendo el máximo de producción, sus precios son muy ventajosos.

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DE

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I NGENIERÍA

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Compañía anónima ^'Basconía,,*-BíIbao^

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7 V STA Compañía, con domicilio social en Bilbao, se constituyó el día 30 de 1 - Noviembre de 1892, esto es, muy cerea de veintisiete años, y cuenta en

la aetualidad con un capital de 9.500.000 pesetas en aeeiones y 5.600.000 pesetas en obligaciones hipotecarias, hallándose hoy valorada la fábrica y dependen­ cias en unos 17.000.000 de pesetas. El personal que emplea la misma para las labores en sus distintos departamentos, comprende una cifra de 1.800 operarios. Este Centro fabril, de que nos ocupamos, ocupa un emplazamiento bien estu­ diado, pues se halla cruzado por las líneas férreas del Norte, de los Ferrocarriles Vas­ congados, del Ferrocarril de Santander, el nuevo Ferrocarril de Mático á Azbarren, y por la línea del tranvía eléctrico de Bilbao á Durango y Arratia, entrando todas ellas en terrenos de la Compañía y hasta sus propios almacenes y depósitos de mercaneías, para mayor faeilidad, tanto en la recepeión como expedición de los pro­ ductos elaborados. La Compañía anónima «Basconia» tiene ya un nombre adquirido en toda España,

Vista general de la Fábrica.


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donde sus aceros y todos los productos suyos son ya perfectamente conocidos. Veintisiete años de una labor constante, han hecho que la pequeña factoría, dedi­ cada primeramente á la fabricación de hoja de lata y chapa fina especial, se haya con­ vertido en la actualidad en una instalación poderosa, de verdadera importancia, en la que no sólo se produce aquel artículo inicial, sino que ha sido ampliado á otros mu­ chos, según se ve en el enunciado de este trabajo. Aquellas naves y elementos de fabricación se han acrecentado notablemente, habiéndose alcanzado en estos últimos ejercicios á la producción de unas 40.000 tone­ ladas de acero, calidad Siemens-Martín, que más tarde han sido transformadas en llantón, palanquilla, perfiles laminados, fermachine, hoja de lata, chapa negra y pre­ parada, construcciones metálicas, chapa comercial, palas de acero, cubos y baños de hierro galvanizado, remaches, etc. Las cifras que comprenden estas transformaciones y el número de artículos fabri­ cados, dan la idea más exacta de lo que hoy representa esta Compañía dentro de la producción nacional, y de la importancia que la misma ha adquirido en el trans­ curso de pocos años, merced á un trabajo constante y al entusiasmo de los señores Consejeros y Directores de dicha empresa, que han puesto decidido empeño en hacerla grande. Esta Compañía tiene montados tres grandes hornos de acero del Sistema «Sie­ mens-Martín», procedimiento Básico. Cada horno puede producir en el transcurso de seis horas 20.000 kilos de acero fundido. Estos talleres están perfectamente montados con todos los elementos necesarios y dotados de grandes grúas eléctricas á fin de verificar todos los movimientos con el mayor grado de rapidez, seguridad y economía. Estos aceros los obtienen en grandes petacas para la laminación de chapa gruesa especial, tochos para la laminación de llantenes, planos anchos y tortas, que se destinan á rodámeries de material ferroviario, así como palanquilla, fermachine, etcé­ tera, etc. Los talleres en los que se hacen las transformaciones esas, son de gran magnitud y las máquinas y trenes en ellos instalados, de suma perfección y excelente rendi­ miento. Tanto el tren de llantón como el comercial y el tren de fermachine, son comple­ tamente modernos y dispuestos para obtener en ellos grandes producciones. Esta sección es movida toda ella por máquinas de vapor horizontales de una se­ guridad absoluta y para complemento dispone de grandes motores eléctricos, uno de ellos de 1.500 HP. de potencia efectiva. La producción de chapa gruesa para construcciones navales, chapa fina comercial y chapas galvanizadas, lisas y onduladas, es un renglón importantísimo de esta Com­ pañía, y sus talleres lo más moderno que se conoce. Se hallan dotados de grandes hornos de recocer, portentísimas tijeras, para el acabado de fabricación, moviéndose sus trenes por medio de un motor eléctrico de 1.500 HP. La producción de chapa gruesa y fina que había sido hasta de unas 6.500 toneladas con los nuevos elementos


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montados, podría hoy duplicarse, alcanzando á la importante cifra de 12.000 tonela­ das por año. Tanto la chapa gruesa, como aquellos aceros destinados á las construcciones na­ vales, han merecido la aprobación del Lloyd’s Register y Burean Veritas, en cuyas Sociedades se halla inscrita esta Compañía. Otro ramo muy importante es el de las construcciones metálicas. Dedicada esta casa, desde hace unos años, á esa clase de trabajos, lleva ejecuta­ das por toda la península obras importantísimas, tanto para particulares, como para el Estado. Dilatado es el número de labores que pueden hacerse, como puentes, postes me­ tálicos, tranvías aéreos, tinglados, estaciones, edificios, columnas armadas, tolvas, tu­ berías para grandes saltos de agua, etc., etc. Las referencias sobre esos trabajos y su montaje que puede ofrecer esta Compañía, son numerosas y todas ellas están ejecu­ tadas á entera satisfacción. La Compañía anónima «Basconia», tiene instalada al efecto y para estudio de las mismas, una gran oficina técnica, la que facilita planos, presupuestos, etc., de las obras que se soliciten. La fabricación de hoja de lata, fué motivo de la constitución de esta Compañía y animados siempre de la misma idea, y habiendo tratado con especial cariño este artículo, se ha conseguido hoy que la capacidad productora alcance á unas 300.000 cajas por año. Dispone la Compañía de once trenes laminadores con los elementos corresponpondientes, como hornos de recocido, aparatos de lavado, trenes de pulimento, cocinas de estañar, etc., dispuestos de tal modo, que la fabricación puede hacerse de una manera ordenada, sin que una operación dificulte á la otra, produciéndose todas ellas correlativamente. Las referencias que pueden obtenerse por todos lados de España, y que son un timbre de gloria para la Basconia, indicarán que la calidad y presentación de este producto, nada tiene que envidiar á su semejante extranjero. La instalación de cubos y baños galvanizados, permite una producción anual de unas 400.000 piezas y toda la maquinaria corresponde así mismo á modelos mo­ dernos. También los talleres de palas de acero, en los que pueden hacerse una produc­ ción de 200.000 piezas por año, se hallan montados con todos los adelantos y para obtener un artículo perfecto. Nota muy apreciada en esta Compañía y que realmente es digna de tenerse en cuenta por todos los que al trabajo se dedican, es el decidido empeño, que la misma ha puesto siempre, por que todas las máquinas que le han sido necesarias fueran construidas en talleres nacionales, á fin de dar alientos á éstos y que fueran progre­ sando en el perfeccionamiento de sus productos y en el consumo de primeras ma­ terias; también siempre ha preferido las del país, y lo demuestra que viene haciendo uso exclusivo para todas sus necesidades y años antes de los últimos aconteci­ mientos, del carbón de producción nacional.


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La parte referente á accidentes del trabajo, se halla en esta Empresa perfecta­ mente atendida, disponiendo de un mag'nífico dispensario de curas dotado de todo el material que la ciencia médica aconseja para estos casos. Debemos felicitarnos por que en nuestro país se hayan montado industrias tan necesarias á la economía nacional, que merecen toda clase de estímulos, y de desear es, que sigan por ese camino de engrandecimiento, á la vez que otros imitadores, para conseguir de este modo y en plazo no muy lejano crear una nación fuerte, rica y feliz.


Sociedad anónima “Talleres de Deusto,,.-Bilbao. Aceros moldeados. STA Sociedad, la primera cons­

tituida en España para la fa­ bricación de pi e zas de a c e r o moldeado, ha sido la única hasta fecha muy reciente que ha em­ pleado el procedimiento «Martín-Siemens» básico en la obten­ ción de dichas piezas. Su fundación data del año 1892 y su capital acciones es de dos millones de pesetas. Sus productos son conocidísimos en toda la Península; en las regiones agrícolas por sus cilindros para prensas hidráulicas de extracción de acei­ te y piezas para fabricación de arados; en las mineras, por los múltiples modelos de ruedas y ejes montados de su serie que ha suministrado á casi la totalidad de las ex­ plotaciones; las industrias en general, en sus reparaciones, y los constructores de ma­ quinaria, particularmente, van sustituyendo las piezas de hierro colado y las de forja por piezas de acero moldeado que, equiparándose en resistencia á las forjadas, resul­ tan más económicas. En los últimos cinco años la industria de Construcción Naval, que tan importante desarrollo ha adquirido en España, ha tenido en la «Sociedad Talleres de Deusto» un poderoso auxiliar. Reconocidos sus productos como de inmejorable calidad por el Lloyd’s Register y el Burean Veritas, ha sido la Sociedad «Talleres de Deusto» la úni­ ca que ha suministrado las rodas, codastes, anclas, etc., etc., para todos los buques construidos por las importantes Sociedades Astilleros del Nervión, Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques, Española de Construcción Naval en sus de­ partamentos de Ferrol, Cartagena, Cádiz y Bilbao; Astilleros de los Sres. Echevarrieta y Larrinaga en Cádiz; Astilleros Ardanaz, etc., etc.


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STA Sociedad, cuyos talleres están situados en Amorebieta, se ha especia­

lizado en la construcción de motores de combustión interna y máquinas herramientas. El motor Semi-Diesel, de 110 HP., es un modelo en su género. Huyendo, tanto de las simplificaciones peligrosas para el buen funcionamiento del motor como de las complicaciones inútiles, ha llegado á un tipo que responde exactamente á las ne­ cesidades de la Marina y, al mismo tiempo, hace ventajosa competencia á los moto­ res fijos de otras casas constructoras. Puede funcionar perfectamente á velocidades que varíen desde 80 á 350 revolu­ ciones por minuto, con reducido consumo de petróleo bruto y aceites pesados. Las piezas de movimiento alternativo están perfectamente equilibradas, tan equi­ libradas que, habiendo llegado en pruebas de taller á velocidades exageradas, no se ha notado vibración ninguna en el motor. Otro tipo excelente, desde todos puntos de vista, es el motor de gasolina, de dos tiempos como el anterior, cuya potencia efectiva es de 8 HP. á 1.500 revolucio­ nes por minuto, pudiendo llegar á 9,25 HP. á 2.000 revoluciones. Aquella es su potencia de funcionamiento normal, no la que se deduce de la ci­ lindrada, sino la más ventajosa determinada por numerosos y variados ensayos efec­ tuados con el freno de absorción «Renard». Aplicaciones de este motor á la Marina han dado excelente resultado, y su insta­ lación, con las modificaciones necesarias, á los automóviles «Bilbao» (otra de las fa­ bricaciones de la Sociedad) ha superado toda previsión; se trata de un automóvil li­ gero (pesa 450 kilogramos equipado; sea 600 kilogramos con las dos personas para que se construye). A pesar de su poco peso, es muy de notar la fijeza en carretera á velocidades <}ue llegan á 60 kilómetros por hora. Su aspecto estético, que no debe descuidarse nunca y menos en automóviles, es excelente. Y falta espacio para ocuparse de los tornos y la fresadora especial patentada, que convierte una máquina cepilladora en fresadora ó mandrinadora, mejorando la calidad del trabajo conforme se ha comprobado por la Sociedad «Bilbao, Calvo y Compa­ ñía» en la construcción de sus motores.


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O N S T IT U Y E esta Sociedad un brillante ejemplo de lo que puede hacerse con

voluntad y constancia, aun luchando contra todos los elementos. Organizada como comanditaria poco antes del comienzo de la gran guerra europea, fué sorprendida por ésta en pleno período de su transformación en anónima, con ampliación de capital, y cuando el halagüeño resultado que iba cosechando desple­ gaba ante ella vasto horizonte de iniciativas y empresas en que desarrollar sus energías y actividades. La enumeración de los dos negocios en que, como base, había de asentarse, cons-

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Las Arenas.— Palacio para^D..Víctor Chávarri.


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Salamanca.— Depósito para aguas.


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ÍNGÉNIERÍÁ

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Irucción de obras y fabricación de cemento portiand artifícial, basta para hacer ver la tenaz lucha que, repercusión de la otra que se desarrollaba en los campos de ba­ talla, tuvo que reñir para salir airosa. A las dificultades del suministro de materiales

Bilbao.—Horno de la fábrica de cemento en Basurto.

para construcción, hubo que añadir su desatentado encarecimiento; á la paralización de las obras, la inseguridad de su ejecución, motivada por los conflictos obreros; la industria nacional suple como puede (no siempre bien, pero siempre con buena vo­ luntad) á la extranjera, y de aquella procedencia es la maquinaria de la fábrica de ce­


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mentó «Campeón», aglomerante que empieza á señalarse como bueno entre los bue­ nos; el carbón es deficiente; los transportes, irregulares; los constructores ya esta­ blecidos y los que sucesivamente van apareciendo en el mercado empujan; las em­ presas fabricantes de los cementos ahora en auge miran, naturalmente, con hostilidad á quien viene á disputarles la supremacía en el mercado; tenemos el enemigo en casa; no importa, ¡se lucha y se vence! Y es así como podemos decir: en el día de hoy producimos un cemento tan bue-

Burgos.—Puente sobre ei río Arlanzón.

no como el mejor, instalando su fábrica en pleno período de guerra; y durante él he­ mos hecho obras como los silos para granos, en Tafalla; el depósito de aguas para Salamanca; un puente sobre el Pisuerga, en Valladolid; el palacio del Sr. Chávarri, en Las Arenas; la casa para los Previsores del Porvenir, en Madrid; el salto de Valtodanc, en Andújar, y cien más. Tenemos en curso de ejecución la Casa de Correos, de San­ tander y la reedificación de la Albóndiga, de Bilbao, y varios chalets en Burgos, y un grupo de casas en Madrid, y otra presa en Espeluy, y... No; no hemos, como nuestros políticos, perdido nuestro tiempo. Durante la gue­ rra trabajamos y aportamos un granito de arena al edificio de la prosperidad y des­ arrollo de España; pasada aquélla hemos de ver si el grano se convierte en un montón,


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NTRE los adelantos modernos de la industria española, merece un lugar

preferente por su originalidad é indiscutible valor práctico el vagón tolva, invención del conocido industrial D. Mariano de Corral, cuyo funciona­ miento hemos tenido el honor de presenciar en una reciente visita á los talleres que

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Vagón tolva sistema «Corral» con aparato para la descarga. Patente de invención n.° 39.890.

dicho señor tiene establecidos en Bilbao desde el año 1880, dedicados á la construc­ ción de material para ferrocarriles y minas. Por considerarlo de sumo interés, hacemos á continuación una reseña del mismo, en la seguridad de que ha de agradar á nuestros lectores. La especialidad del vagón consiste en un descargue automático que, mediante un simple disparo, permite al mismo maquinista descargar todo un tren de vagones, sin que éste se pare, en cuestión de muy pocos minutos. Este procedimiento de descargue automático varía completamente de todos los


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empleados hasta la fecha en el país, pudiéndose afirmar, sin temor á ser desmentido, que es el más rápido y el más completo de cuantos se conocen. Es de gran aplicación para la minería, carbones y mercancías al granel, puertos, obras públicas, etc., etc. Una de sus mayores ventajas prácticas es la de verter su cargamento por la parte inferior. Este sistema puede aplicarse lo mismo á vagones grandes que pequeños y para cualquier ancho de vía, hasta 60.000 kilos. Las ventajas que ofrece son: E scala 1:10

D etalles:

1. '' Un solo hombre basta para hacer la maniobra de descargar el vagón y cerrar las puertas en menos de medio minuto. 2. “ Colocando dos simples disparadores, se pueden descargar 40 ó 50 vagones en pocos minutos, sin detener el tren. 3. “ El esfuerzo que requiere emplear es insignificante, por estar las puertas en una posición semi-vertical, resultando los pesos bastante equilibrados. 4. “ La operación se verifica con rapidez, cómodamente, sin peligro alguno y te­ niendo todos los elementos ante la vista. 5. ° El mecanismo no tiene piezas delicadas ni de fácil desarreglo, como sucede con otros sistemas que tienen ruedas de engrane, tornillos, cremallera, etc.


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6. “ La forma de cierre suprime mucho espacio perdido en el vagón, que gene­ ralmente existe en otras disposiciones, con lo que se consigue que el centro de gra­ vedad del vagón quede muy bajo, y, por tanto, la estabilidad es mayor y menor la probabilidad de un vuelco y la de sufrir desastrosos accidentes, como sucede con otros sistemas. 7. ^ El cierre queda automáticamente asegurado sin necesidad de manipular pa­ sadores, gatillos ni otros elementos por el estilo. La disposición del mecanismo es la más apropiada y característica de este siste­ ma, por lo cual pasamos á describirla en detalle, para dar idea exacta de la misma, juntamente con los dibujos que se intercalan. Dicho mecanismo consiste en dos puertas que, colocadas en el chasis ó bastidor del vagón, pueden girar á manera de bisagra por el mandato de cuatro bielas. Estas bielas van unidas á un contrapeso que sube y baja guiado por unos ejes, en virtud de la tracción ejercida por dos cadenas que se arrollan sobre otro eje, y al cual van unidas. Este eje sale á la parte exterior del vagón por cada costado y puede fácilmente ser accionado por medio de una manivela ó de un simple disparador que, colocado paralelamente á la vía y rozando sobre cada costado del contrapeso, le permite fácil­ mente abrir las puertas y efectuar la descarga.


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DE

INGENIERÍA


ED U A RD O K . L . E A R L E Fábrica de tubos y metales, Lejona-V izcaya. A fábrica de artículos de metal que posee este señor en Lejona es la más y importante de España en su clase. Sus antecesores, los Sres. Earle Bourne y Compañía, adquirieron de la Sociedad Delta Española, el año 1890, la fábrica de su pertenencia, dedicándose á la fabricación de toda clase de artículos de latón y cobre. El año 1917, el que hoy es su propietario adquirió de estos señores la fábrica con todos sus pertenecidos. Ocupa esta fábrica una superficie de terreno de 12.000 metros cuadrados, cubier­ ta por espaciosas naves en las que están instalados los talleres de fundición, de cha" pa, tubos, refinado de metal, talleres de laminación, de chapa, rollos, barras redon­ das, varilla, alambre, etc., etc. Esta fábrica está dotada de un taller para fabricar tubos de latón sin soldadura, montado como los primeros de su clase con todos los adelantos modernos. Un de­ partamento para la fabricación de tubos soldados, pulimentados y barnizados; tubos de hierro, chapeados de latón, tubos portiers y sus accesorios. Un departamento para la fabricación de hierro para camas y adornos correspondientes. Un taller de lamina­ ción para chapas, rollos, tiras de cobre, latón, etc. Tres departamentos muy amplios para fundiciones de latón, cobre, etc., para tubos, codos, chapas, etc., y otros depar­ tamentos auxiliares á los citados anteriormente. Actualmente se dedica á la fabricación de tubos de cobre y latón, con y sin sol­ dadura, para vapor; tubos de hierro unidos para camas, chapas de latón y cobre en planchas, rollos para toda clase de aplicaciones, soldadura de latón, adornos para camas, portiers de latón, barras redondas, cuadradas, exag-onales, alambre, etc., de latón y cobre. Unico fabricante en España del tubo de hierro, chapeado de latón, unido y soldado, para camas. Tubos de latón soldados, redondos, retorcidos, rectan­ gulares, exagonales, etc., bien lisos ó labrados, para aparatos de gas y electricidad, lampistería, etc. Para atender con más prontitud y esmero tiene nombrados representantes en to­ das las regiones de España, Portugal y América del Sur, así como también depósitos con buen surtido de toda clase de materiales en Barcelona, Madrid y Bilbao. En vista del gran desarrollo é importancia que va adquiriendo esta fábrica ha ins­ talado sus oficinas centrales en la calle de la Paz, 5 y Luchana, 2, donde hallarán sus clientes todo género de facilidades para que sus órdenes sean cumplimentadas con prontitud y esmero. g

I


154

CONGRESO

G am boa

DE

INGENIERIA

y D om ingo* - S*

en C* - Ingenieros-

B i l b a o ,

Puente de hormigón armado, para la fábrica de muebles del Sr. Azcue, en Azpeitia.

i -

Recién construido, sufrió los efectos de una inundación, dando la construcción de cemento armado pruebas de una resistencia muy superior á todos los cálculos y previsiones,


Particlpin de la Sociedad "Estudios y CoosM ooos de lageolerla,, en el desarrollo de las eoostraeelooes de horielgiii aneado ee Espada. - BILBiO unión de otros varios Ingenieros fundamos en Bilbao hace cerca de seis años la Sociedad cuyo titulo encabeza estas lineas, orientándola espe­ cialmente hacia las construcciones de hormigón armado. Contábamos como promesa del éxito, con abundante mano de obra especializada, formada por las varias Sociedades que en esta población desde más de diez años venian ejecu­ tando obras en esta moderna fábrica, y con la desaparición de aquel primer período de semi-empirismo en el cálculo sustituido por el estudio teórico y experimental, á la cabeza del cual se ha distinguido en nuestro país el eminente Ingeniero de Cami­ nos D. Juan Manuel Vázquez de Zafra. Los Ingenieros españoles podemos manejar hoy, gracias á nuestro ilustre com­ patriota y en sólo obras españolas, el hormigón armado, con toda seguridad, y es ella la que proporciona el impulso para extender rápidamente sus aplicaciones. Nuestra Sociedad ha construido interesantes obras en todas las aplicaciones corrientes ya hoy del hormigón armado (muelles, depósitos de agua, puentes, edifi­ cios en general), por valor de cuatro millones de pesetas; entre ellas figuran un via-

E

n

Pasarela sobre el río Miera.—Santander.


156

C o n g r e s o

d e

i n g e n i e r í a

Fábrica para la Sociedad Española de Construcción «Babcock & Wilcok», en Galindo-Sestao.

ducto sobre el río Nervión, que da paso á trenes mineros de cuarenta toneladas, formado por varios tramos de diez y ocho metros de longitud, con un total de 200 metros y un puente sobre el río Miera, establecido también para paso de vagones de mina, formado por un tramo central de 24 metros de luz y dos laterales de 10 metros. Nos cabe la satisfacción de haber inaugurado con una obra de amplias propor­ ciones la aplicación del hormigón armado á los grandes talleres industriales. En Octubre del año pasado nos fué adjudicada en reñido concurso la construcción de 23.000 metros cuadrados de superficie cubierta de talleres formados por nueve naves

Viaducto de La Peña. — Bilbao.


CONGRESO

DE

INGENIERÍ A

157

de cien metros de longitud y veintiún metros de luz y una de esta misma anchura y doscien­ tos metros de longitud, por la Sociedad Española de Cons­ trucciones «Babcock-W ilcok», constituida para fabricar en Es­ paña, entre otros elementos tan indispensables para nuestro pro­ greso, como locomotoras, sus célebres calderas, tubos estira­ dos, grúas eléctricas, etc. Construimos en hormigón Cimentaciones longitudinales de la fábrica de «Galindo». armado en esta obra fundaciones, pilares, riostras y las vigas de circulación de las grúas, capaces algunas de ele­ var carga de cuarenta toneladas. La fábrica está emplazada en la Vega del Galindo que formaba parte del antiguo estuario del rio de este nombre; como consecuencia, el suelo está formado por un espesor indefinido y superior á veinticinco metros de fango recubierto por una capa de arcilla de espesor comprendido entre uno y dos metros. Las pruebas de carga realizadas demostraron que la presión máxima admisible era de medio kilogramo por centímetro cuadrado y con esta condición han sido calculadas las fundaciones establecidas directamente sobre la superficie del terreno y formadas por vigas-zapatas continuas proporcionadas á la importancia de las cargas; los pilares de la nave de montaje de locomotoras pueden llegar á soportar 150 to­ neladas y exigen fundaciones continuas de seis metros de anchura. Por no recargar con el peso propio de la cubierta el excepcionalmente poco resistente terreno de fundación, proyectamos una ligera armadura metálica calculada para ser cubierta con urallta. Iniciadas las obras en Febrero de este año, se ha ejecutado ya el 70 por 100 del hormigón armado (5.500 m.® en total) y esperamos terminarlas completamente dentro de este año. La construcción aparte de su economía, resulta mucho más estética que la extructura metálica, como se aprecia en una de las fotografías adjuntas, que indica el estado actual de la obra. Es alentador conocer que los Ingenieros españoles seguimos y aplicamos sin retraso alguno los avances del hormigón armado y que en el período de febril acti­ vidad que nuestra ansiada reconstitución nacional imperiosamente exige, España cuenta con suficiente número de serias casas constructoras de hormigón armado, entre las cuales nos cabe el honor de ocupar un lugar.


LA PA PELER A ESPA Ñ O LA

I

A C om pañía anónim a así titulada se constituyó en 25 de Diciembre de y 1901 con un capital de 40 millones de pesetas, ampliado recientemente en otros 10 millones, para recoger cédulas amortizables y disponer de metálico con objeto de que la Compañía se interesase en los negocios de la anónima de librería, publicaciones y ediciones, que empezó con 6 millones de pesetas. Dedicada á la fabricación de papel y sus derivados de todas clases, emplea como primeras materias pasta mecánica y semiquímica de madera, así como de esparto, que produce con elementos nacionales en Aranguren, Arrigorriaga, Rentería, Tolosa,

Vista de la fábrica de Rentería.


CONGRESO

DE

159

I NGENIERÍ A

Víllava y Palazuelos; la pasta química al bisulfito la importa de Noruega y Finlandia principalmente y con ésta y aquéllas hace papeles de todas clases, desde el ordinario de embalar hasta el más fino y lujoso para escribir ó ediciones. Así se hacen papeles cuero, kraft, ingleses, celulosa, para periódicos, para impre­ sión en clases entrefinas y finas, conché, mates, papeles especiales para escribir, re­ gistros y dibujo, secantes, bicolores, engomados y estucados, charoles, cristal, mani­ las, sedas, cartón, cartoncillos y cartulina, sobres, paquetería, resmillería, bloques, carpetas, índices, libretas, carnets, estuches económicos y de lujo, libros, cuadernos, copiadores, lutos de todas clases, bandejas y platos de cartón y todos los papeles en rama é impresos que la Compañía Arrendataria de Tabacos emplea en sus labores. La Compañía posee las fábricas siguientes: Aranguren y Arrigorriaga, en Vizcaya; Rentería vieja y nueva, lllarramendi y Olarrain en Guipúzcoa; Villava y Oroz, en Navarra; Palazuelos, en Segovia; Villanueva del Gallego, en Zaragoza; Magdalena, en Valladolid; Gosálvez, en Cuenca, y Manchega, en Albacete. Como auxiliares de estas fábricas, existen talleres de m anipulación en Madrid, Tolosa, Arrigorriaga, Villava y Palazuelos; talleres de fu n dición en Aranguren; fá b r i­ cas de fieltros para los cilindros de las máquinas de papel continuo, en Rentería, y d epósitos y alm acen es regionales en Alicante, Barcelona, Bilbao, Coruña, Gijón, Madrid, Málaga, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Zaragoza, Alcoy, Cádiz, Cartagena, Pamplona, Santander y Vigo. La producción de papel de tan importante Sociedad industrial española en 1918, ha sido la que se indica en el cuadro siguiente:

f a b r i c a s

:

Aranguren....................................................... Arrigorriaga................................................... R entería.......................................................... Nueva de Rentería....................................... lllarramendi................................................... O larrain.......................................................... Villava.............................................................. Palazuelos (cartón)....................................... T otal

kilogramos .........

D ía s de P r o d u c c i ó n

al

t r a b a j o p i e d e m á q u in a

298 293 274 249 311 290 271

P r o d u c c ió n í 'a c t u r a b l e

E X P E D ID O

9.193.650 8.541.714 7.989.446 6.071.773 5.536.854 5.559.999 4.325.228 4.047.139 3.969.355 4.771.263 4.735.991 4.860.584 3.241.354 03.504.825 03.691.856 1.382.155 1.262.438 1.148.186 2.076.198 1.998.590 1.952.414 » » 452.970 31.061.621 29.627.551 29.624.810

De pasta de madera se han producido8.556 toneladas y3.458 toneladas de pasta de esparto, aunque la capacidad de la primera puede pasar de 20.000 toneladas anuales. Las anteriores cifras indican la importancia de esta industria, que abastece hoy (1) (2)

Incluido el peso de la capa de los papeles estucados. Incluida la facturación del Taller de Estucados.


1 60

CONGRESO

DE

I NGENIERÍA

seguramente más de una tercera parte del consumo total de España, pues en el año 1918 las ventas llegaron á 29.375 toneladas y en 1916 subieron á 41.151 toneladas, cifra no superada seguramente por ninguna otra producción análoga en España. La Papelera Española se dedica además al fomento de las repoblaciones con objeto de obtener madera para sus fábricas de pasta y posee viveros de chopos y otras especies en Cicero, Raymat y Mélida. Su domicilio social está establecido en Bilbao, Estación 1, y en Madrid existe una Delegación con lujoso local propio en Florida 8, teniendo además agencias en Stokolmo (Suecia) y otros puntos del extranjero. Finalmente, el Consejo de Administración lo forman: Excmo. Sr. conde de Aresti, D. Enrique Gosálvez, D. Serapio Huici, D. Valentín Gorbeña, D. Ricardo Urgoiti, D. Antonio Cabrero, D, Miguel Castañer, D. Manuel Aranzadi, D. Eugenio Londaiz, D. Florencio D. Antoñana, Excmo. Sr. Marqués de San Féliz, D. Manuel J. Rodríguez Acosta, D. Carlos Maíz, D .Jo sé Aresti, D. Nicolás María de Urgoiti. Director general: D. Nicolás María de Urgoiti. Director adjunto: D. Enrique Colás. Secretario: D. Enrique González Heredia. Apoderados generales: D. José Ponte y D. Fernando Selgas. Puede asegurarse que ocupa lugar preferente en nuestra industria nacional la Sociedad de que nos ocupamos, y seguramente también ha de llegar á ser un impor­ tantísimo factor de consumo de primeras materias en España, gracias á su capacidad y continuos perfeccionamientos modernos que se introducen tanto en sus fábricas y maquinaria como en los procedimientos de elaboración de pastas, papel y sus de­ rivados.


B I L B A O de Vizcaya y de su potencialidad industrial y no dar cabida á la información que acerca de dicha región se haga de la importantísima en­ tidad cuyo título encabeza este artículo, implicaría tanto como ir á Gra­ nada, prescindiendo de admirar su Alhambra; estar en Sevilla, y dejar de visitar su arrogante Giralda, ó permanecer unas horas no más en Córdoba, y no aprovecharlas en recorrer íntegramente su Mezquita. Por eso nosotros, y persuadidos de que la Compañía «Euskalduna» representa algo grandioso en Vizcaya en particular, y en la nación española en general, así que descansamos de nuestro viaje, nos apresuramos á visitar los talleres «Euskalduna», de construcción y reparación de buques, y con una insana curiosidad de informadores recorrimos y admiramos la gran factoría naval, la más importante de España de las que dependen de capitales particulares. Constituida la entidad que nos ocupa en 3 de Abril de 1901, se encuentra insta­ lada en la margen izquierda del río Nervión, ocupando una extensión de un millón

H

ablar

El «Artagan-Mendi», de 8.500 toneladas, en construcción en la grada núm. 1.' 21


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de pies cuadrados de la absoluta propiedad de la Compañía, poseyendo dos gradas para buques de 15.000 toneladas, y tres diques, uno de ellos el mayor del Norte de España entre los particulares, cuyas dimensiones son 184,40 metros de largo por 18,29 de ancho. Además de los talleres de forja, fundición, ajuste, calderería y car­ pintería, en el año actual quedarán instalados grandes talleres de máquinas y calde­ ras, con lo que el programa que se había impuesto para este año la entidad de que nos

Lanzamiento de costado del vapor «San Mames».

ocupamos quedará cumplimentado, ya que su deseo era el de construir barcos hasta de 15.000 toneladas, hechos totalmente dentro de la factoría. Desde su fundación y hasta la fecha lleva construidos cincuenta barcos y entre los que actualmente construye citaremos el «José Tayá» de 6.000 toneladas de carga, para los Hijos de José Tayá, de Barcelona; «Poeta Arólas», «Guillén Sorolla», «Prat de la Riva» y *Pí y Margal!», para la Compañía Trasmediterránea, de los que los dos últimos llevarán máquinas hechas por la Compañía «Euskalduna», con potencia de 1.600 HP. efectivos. Vapores «Arno-Mendi» y «Ariz-Mendi» de 8.500 toneladas de carga. Un petrolero de 6.000 toneladas y tres barcos más de 10.500, dos de 5.000 y dos de 3.750 toneladas respectivamente, todos ellos para la Compañía naviera Sota y Aznar. En sus vastos talleres tienen ocupación 3.300 obreros y el personal de oficinas está formado por unos cincuenta empleados, con un cuadro especial de delineantes no inferior á veinticinco. El jefe técnico es D. Jesús Arostegui, y en sus tareas le ayudan con verdadero celo y actividad cinco señores Ingenieros,


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El «Artag-an Mendi» de 8.500 toneladas, navegando.

Como detalles complementarios de esta información diremos que la Compañía tiene un capital de 8.000.000 de acciones, de los cuales cinco millones están en cir­ culación y tres en cartera, siendo su valor 500 pesetas nominales por acción. ^ El presidente del Consejo de Administración es D. Ramón de la Sota y Llanoy; con dicho señor (alma y vida de la poderosa entidad), reparten las tareas dentro del consejo los señores D. Luis María Aznar, D. Félix de Abáselo, D. Victoriano L. Dóriga, D. Tomás de Urquijo y D. Ricardo Power, que actúan como vocales, siendo el secretario D. Antonio de la Sierra. El cargo de gerente está vinculado en la persona de D. Ramón de la Sota y Aburto y el de director técnico de la misma en persona tan competente como D. Alejandro Zaballa y Loizaga. Cuando por obligaciones de nues­ tro cargo nos vemos en la necesidad de ocuparnos de quienes nada representan ni pueden llegar á representar en el desenvolvimiento progresivo de nuestra patria, ex­ perimentamos de por fuerza un gran disgusto, pero cuando como en la ocasión pre* sente nos cabe la suerte de hacer mención, siquiera sea concretamente, de una entidad orgullo de Vizcaya y de España entera, el tiempo que empleamos y nuestro modesto trabajo de informadores se ve compensado con creces de las amarguras que en otras ocasiones experimentamos en el cumplimiento de nuestro deber. Séanos, pues, permitido en esta ocasión que la casualidad nos ha deparado rendir nuestro sincero aunque modesto tributo de admiración á la poderosa entidad «Euskalduna» de construcción y reparación de buques.


VVV y y y y y ryy y y y y y y y y fVy

Real Compañía Asturiana de Minas

P

OR escritura de 28 de Noviembre de 1833, la Dirección General de Minas

del Reino, competentemente autorizada por Real orden de 14 del mismo mes y año, cedió á la Real Compañía Asturiana de Minas, creada para el fomento de la industria minera en España, los yacimientos de carbón de piedra de Arnao, obteniendo el título honorífico que ostenta por haber iniciado en Asturias la explotación en gran escala del carbón de piedra. En el año 1853 amplió su organización y extendió sus operaciones á la explota­ ción, así como al beneficio de minerales, dedicándose muy especialmente á la pro­ ducción de zinc en lingotes y en planchas. Las minas de Reocín, situadas en la provincia de Santander, próximas al pueblo de Torrelavega, que constituyen el criadero de zinc más importante de España y uno de los mejores del mundo por su potencia y su riqueza, sirvió de base para que la Real Compañía Asturiana de Minas se dedicara á la producción del zinc, colocando á esta Sociedad en la situación floreciente que tiene desde hace muchos años, á la que contribuyó grandemente la labor inteligente é intensa que por espacio de más de cincuenta años desarrolló, siendo director de la misma, el Excmo. Sr. D. Julio Hauzeur. En la proximidad de las minas de carbón de Arnao se estableció la fábrica de zinc, que fué desarrollándose poco á poco, y no pudiendo consumir en dicha fábrica todos los minerales que se producían en Santander, por ser muy limitado el consumo de zinc que en España había, aún contando con lo que se exportaba á las Antillas, la Compañía decidió, el año 1868, establecer otra fábrica en el norte de Francia, país mucho más consumidor de zinc que el nuestro. Al mismo tiempo que del zinc, la Real Compañía Asturiana de Minas se ocupó también del plomo, iniciando sus explotaciones en la mina de San Narciso (Guipúz­ coa), y estableciendo posteriormente una fábrica, para el beneficio de los minerales de plomo argentífero que explotaba, y cuya exportación estaba prohibida, en Rente­ ría, que vulgarmente lleva el nombre de «Fábrica de Capuchinos». Posteriormente la Real Compañía Asturiana de Minas amplió sus negocios de plomo, adquiriendo importantes minas en los distritos de Linares y La Carolina (pro­ vincia de Jaén), siguiendo aún en explotación algunos cotos de los de esta última región.


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DE

I NGENIERIA

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En la actualidad, la Real Compañía Asturiana de Minas continúa con plena acti­ vidad la fabricación en Rentería del plomo en lingotes, planchas y tubos, así como el albayalde y minio, productos que por su pureza, están sumamente acreditados en el mercado. La Dependencia de Santander ha aumentado considerablemente el número de sus minas, explotando, además de la de Reocín, que como decimos anteriormente ini­ ciaron la prosperidad de la Compañía, las importantísimas de Udías, Venta de La Vega (en Comillas), La Florida y las de Los Picos de Europa. La fábrica de Arnao ha aumentado también notablemente su producción, habién­ dose construido una fábrica de ácido sulfúrico, para el tratamiento de las blendas que con abundancia se producen en la actualidad en las minas de Reocín, y se está cons­ truyendo una fábrica de superfosfatos, donde se consumirá el ácido producido en dicha fábrica. Los productos de esta dependencia son de zinc bruto y refinado, las planchas y todas sus aplicaciones como son zinc estampado, tubos, canalones, orna­ mentación de todas las clases, losetas para calderas de buques, pilas eléctricas, ácido sulfúrico ordinario y fumante, y dentro de pocos meses, superfosfatos para abonos. La mina de carbón, origen de la Real Compañía Asturiana de Minas, y que por espacio de más de ochenta años se explotó por del debajo mar, hubo que abandonar­ la definitivamente á fin del año de 1915, por haber penetrado en ella el mar por gran­ des filtraciones que fué imposible dominar. Para sustituir á esta mina, la Real Com­ pañía Asturiana de Minas hace investigaciones importantes en distintos puntos de Asturias. En Francia, la situación de la Real Compañía Asturiana no es menos floreciente que en España. La fábrica de Auby, ocupada por los alemanes desde el principio de la guerra y bárbaramente destruida días antes de la evacuación del ejército alemán, Ju é sustituida por la de Rochefort, estando reconstruyéndose en la actualidad la de Auby, que empezará á funcionar en breve. El desarrollo de la Compañía en Francia es sumamente importante gracias á las iniciativas del actual Director general D. Luis Van der Heynde Hauzeur, que ha heredado de su padre, D. Julio Hauzeur, el entu­ siasmo por todo lo que á la Real Compañía Asturiana de Minas se refiere.


L a Unión Resinera Española, S* A*

P

UÉ constituida en 1898, con un capital de 5.500.000 de pesetas, esta Socie­

dad anónima, que se halla domiciliada en Bilbao, por aportación de los fabricantes que en aquella fecha explotaban la industria de resinación, que se encontraban en una situación precaria y muy difícil por la lucha que entre ellos existía para la adquisición de primera materia. Uno de los primeros efectos que se consiguieron con la constitución de esta S o ­ ciedad fué el de que se ampliara extraordinariamente en nuestra nación el radio de acción de la industria que estaba constreñida anteriormente á limitado número de pro­ vincias y de pinos y que se extendió rápidamente abarcando trece provincias y lle­ gando hasta una producción, por lo menos, seis veces mayor. Para ello hubo que aumentar el capital á 20.000.000 de pesetas, emitiendo ade­ más 12.000.000 en obligaciones, de las cuales falta que recoger la sexta parte aproxi-

Fábrica de Arévalo.


CONGRES O

DE

I NGENI ERÍ A

167 rm ■

Fábrica de La Adrada.

madamente, pues por amortizaciones ordinarias y extraordinarias sucesivas ha queda­ ndo reducida la deuda en esa proporción. Otra mejora ostensible y de gran importancia para la economía forestal nacional á que dió origen la creación de esta Sociedad fué la de que, como consecuencia de su constitución, se sometieron á cultivo intensivo una enorme cantidad de hectáreas de montes públicos, como así también la de que se ha dado valor á una porción de predios que no tenían otro aprovechamiento que el de maderijas ó leña y que hoy rinden beneficios muy grandes por estar sometidos á su resinación, dando pingües rentas anuales por su arrendamiento, con todo lo que se ha llegado á un respeto y cariño á la propiedad forestal, objeto de esta industria, que antes no existía. No fué pequeño esfuerzo el que esta Sociedad tuvo que realizar para todo ello, ya que el más lego en estas materias conoce las dificultades á que ha dado origen el establecer la exportación, que ha sido la maga á la que deben todos los beneficios á que hacemos referencia, y más si se tiene en cuenta que la lucha que La Unión Resi­ nera Española tuvo que vencer en los distintos mercados europeos era con naciones tan ricas, tan potentes y de tan grande producción como los Estados Unidos y Fran­ cia, que tenían su exportación totalmente normalizada y que producían respectiva­ mente veinte veces más la primera y cuatro y media veces más la segunda que lo que se obtenía en nuestra nación; y esta lucha, esta concurrencia se hizo sin que por parte


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CONGRESO

DE

INGENIERIA

de la Sociedad se demandara del Estado español la más ligera ayuda, constituyendo ello uno de los mayores timbres de gloria de la Unión Resinera Española. Actualmente, la Sociedad posee veintidós fábricas de resinas, de las que nueve son á la vez, fábrica de aserrar maderas y cuatro establecimientos dedicados al aserrío de este último producto citado. Posee, además, de su propiedad, seseta y seis mil hectáreas, aproximadamente, de montes, que son base esencial de su vida y del estado próspero en que se encuentra; empleando en sus explotaciones de montes y fábricas una cantidad de obreros que seguramente no bajará de seis mil en el período álgido de los aprovechamientos de resinas y maderas. La guerra originó á la Sociedad un trastorno enorme, en razón á que inmediata­ mente que dió comienzo se paró en absoluto la exportación de productos, base de su vida normal, y se rescindieron todos los contratos que en el continente europeo te­ nía y con los cuales contaba para el desenvolvimiento normal de su industria. Pronto, sin embargo, sobrevino un relativo equilibrio en razón á que son tan imprescindibles los productos resinosos para industrias mil de las cuales son primeras materias, y fue­ ron tales las necesidades creadas por la guerra para la guerra misma que comenzó— con todas las dificultades y coste que se quiera—la exportación, con mejora de precios, consecuencia de la minoridad de producción de las otras dos naciones que con la nuestra son las principales productoras en el mundo, é inmediatamente renació la tranquilidad y vino un mejoramiento ostensible de la situación de La Unión Resinera Española, como secuela obligada de los precios grandes á que se han cotizado los productos resinosos. En estos instantes en que todas las potencias productoras se aprestan para una lucha encarnizada, es evidente que se impone de modo indefectible el fomento de todas las industrias, si queremos librar á nuestra nación de la invasión de productos extranjeros con la amenaza grave que ello supone para la riqueza nacional, pero en lo que á productos resinosos se refiere, debemos tener cierta tranquilidad, nacida tanto de la situación floreciente en que hoy se encuentra la industria, cuanto de que para poner en producción normal resinera las otras dos naciones que con nosotros comparten hoy en el mundo dicha producción, han de transcurrir muchos años y su­ pone ello grandes gastos y dificultades, como así bien por el conocimiento que en los distintos mercados se tiene de la bondad de nuestros productos, especialmente del producto seco, del cual obtiene La Unión Resinera Española clases infinitamente superiores y mejores que los de las otras dos naciones citadas. Todo ello no obsta, sin embargo, para que haciéndose cargo del trastorno que la «post-guerra» ha de conllevar en la economía mundial, y con el fin de prevenirse á toda clase de acontecimientos, y de ver por otro lado de extender aún más el radio de acción, haya aumentado recientemente el capital social á cincuenta millones de pesetas.


L a C o n s t r u c t o r a Gíjonesa el año 1900 alg-unos hombres de actividad industrial reconocida convinieron en la idea de fundar una Sociedad que se dedicase á toda clase de construcciones relacionadas con la Arquitectura y la Ingeniería. De esta idea nació «La Constructora Gijonesa», que en pocos años, y merced al impulso que la imprimieron aquellos hombres, llegó á adquirir gran fama en toda Es­ paña y aun en el extranjero. Construyó trabajos importantísimos, entre los que merecen citarse: Las casas para obreros de Gijón Industrial, la Fábrica de Aceites Vegetales, muchas casas particu­ lares, chalets, hoteles en Gijón, Oviedo y resto de la provincia; tomó parte impor­ tante en la edificación de los palacios del Banco Asturiano, Crédito Industrial Gijonés; construyó el pabellón del Casino de Gijón, Central Eléctrica y Cargaderos del Sindicato Asturiano del Puerto del Musel, etc., obras todas que ponen de manifiesto la incansable actividad del personal técnico de la Constructora Gijonesa. Algunos años después, y habiendo ampliado y perfeccionado sus talleres de ajuste^ forja, fundición y calderería, abandonó los trabajos de cemento y piedra artificial para dedicarse de lleno á la construcción de obras metálicas, alcanzando también pronto gran preponderancia, pudiendo enumerar, entre otras importantes, las siguien­ tes: Puente de Cañero, en Luarca, de un solo tramo parabólico de 54 metros de luz, puente sobre el río Jadrachón (Sevilla), traviesas metálicas para el ferrocarril de Villacañas á Quintanar de la Orden (Toledo), gasógenos para la Compañía de Gaz P i­ ché y Sociedad Duro-Felguera, armaduras para los Almacenes del Ferrocarril de La Carolina (Jaén), así como todo el material ferroviario, puentes giratorios, depósitos, discos de señales, cambios de vía, etc-. Puente Palmones (Cádiz), de Castro Gonzalo (Zamora), Guadateba y Turón (Málaga), de Ortiga (Badajoz), Miranda de Ebro (Bur­ gos) y A teca (Zaragoza), Faro de San Sebastián (Cádiz) y construcción también de los vapores A n ton io L ópez, Jo sefín , A n ton ieta y Principe de A sturias, obras todas que ponen de manifiesto el gran desarrollo que han alcanzado estos talleres. Los sacrificios del actual Consejo, la acertada dirección de esta Sociedad y su buena y recta administración, han logrado que este negocio sea uno de los pocos que han permanecido casi insensibles á la formidable crisis industrial por que ha atra­ vesado esta región, lo que constituye un motivo de legítima satisfacción para los se­ ñores que la integran y á quien nosotros enviamos nuestra más cordial enhora­ buena.

H

acia


LA

FABRICA

DE

BEASAIN

aplicación de los métodos de organización científica de trabajo en las fá­ bricas, preconizada por Taylor, tiene, como natural consecuencia, la especialización del personal obrero, la supresión de largos aprendizajes y la utilización máxima de las máquinas. Esta aplicación se extiende actualmente y ha de extenderse aún más, á la organización general délos trabajos industriales, pues sola­ mente así se puede llegar á que cada fábrica se especialice en un sector determinado, llegando á la producción en serie. Un buen ejemplo de las ventajas de este plan, lo ofrece la fábrica de construcción de vagones de Beasaín. Fué construida de 1902 á 1905, en los terrenos que anterior­ mente ocupaba «La Maquinista Guipuzcoana», por la Sociedad Española de Cons­ trucciones Metálicas, que la explotó directamente hasta Marzo de 1917. En esta fe­ cha, y con objeto de intensificar la producción y facilitar su desenvolvimiento por la separación de la misma, de otros negocios, la Sociedad Española arrendó la fábrica, explotándola desde entonces una nueva Sociedad española, denominada «Compañía Auxiliar de Ferrocarriles». Destinada á la fabricación de vagones, la fábrica de Beasaín posee todos los ta­ lleres de transformación que le permiten la construcción de cuantas piezas son nece­ sarias para el material móvil. En concepto de primeras materias, recibe de las fábricas siderúrgicas españolas, y especialmente de los Altos Hornos de Vizcaya y La Basconia, los perfiles para los bastidores y las cajas de los vagones, las palanquillas, los ejes laminados y el lingote hierro. Los perfiles de todas clases, una vez enderezados á su llegada por medio de má­ quinas a d hoc, pasan al taller de Perfíles, donde se trazan, cortan, punzonan y tala­ dran, antes de llevarlo al Montaje. Una magnífica batería de taladros radíales, dispuestos en una bancada de 12 me­ tros de longitud, permite proceder al taladrado de los largueros para vagones de gran capacidad y de bogies. Las palanquillas destinadas á la forja se cortan á su entrada en el taller, .se calien­ tan en los 4 hornos de llama directa, con recuperación por calderas, cuyo vapor se utiliza en las baterías de martillos de estampar, y más tarde son preparadas en las baterías de pilones electroneumáticos antes de transportarlas bajo los citados marti­ llos de estampar, donde las matrices ó estampas les dan su forma definitiva. Los mu-

L

a


CONGRESO

DE

INGENIERIA

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Vista general de la fábrica

tones electroneumáticos disponibles son siete, desde 350 kilos hasta 50 de maza. La batería de martillos de estampar comprende ochos martillos, cuyas mazas pe­ san desde 3.000 kilog'ramos hasta 250; al lado de cada uno de estos martillos se halla colocada su correspondiente prensa para rebarbar las piezas á su salida de la matriz. Las piezas en bruto, al salir de la forja, se transportan al taller Mecánico, donde, según los casos, se tornean, taladran, fresan ó roscan, y después se envían al taller de tratamientos térmicos, en donde hay tres hornos de cementar, templar y recocer. La temperatura de estos hornos se mide exactamente por medio un pirómetro fijo y escrupulosamente apropiado al tratamiento especial de cada procedimiento. En la fabricación de ejes montados, se parte de lingotes de acero fundido apro­ piados, que se forjan en el taller de Rodajes, por medio de tres prensas de 1.200, 1.000 y 800 toneladas respectivamente. Las ruedas de disco, así como los bandajes, se laminan después en máquinas a d hoc. En la nave de la acerería hay un taller especial destinado exclusivamente á la fa­ bricación de piezas de acero moldeado, cuyo empleo en los vagones adquiere de día en día mayor importancia. Este taller tiene dos cubilotes para fundición de segunda fusión, de cinco toneladas cada uno, y un convertidor «Bessemer» de 1 y ^2 tone­ ladas. Todos los moldes en serie se fabrican por medio de máquinas de moldear del sistema «Bonvillain», y á mano cuando no son en serie. Una canalización de aire comorimido distribuye el aire á cada máquina y también á los atacadores automáticos des­


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CONGRESO

DE

INGENIERÍA

tinados á la confección de moldes. Por último, las piezas fundidas se limpian en el taller de chorro de arena, por aire comprimido, y se les quitan las rebarbas por medio de una cinceladora neumática. Antes de enviarlas al Montaje se someten todas las piezas á los ensayos previstos en el pliego de condiciones. La sección de Máquinas de ensayar, de Beasaín, com­ prende 3 máquinas de tracción, de las cuales una es para 50 toneladas; una máquina «Brinell» para ensayo á la bola, una máquina de golpes repetidos, un mutón «Guillery», y, por último, existe un laboratorio químico para el análisis de los aceros y un microscopio para ensayos micrográficos. Hay, además, en la Acerería, un horno Martín de 15 toneladas, para utilizar los desperdicios de la fábrica y para fabricación de lingotes destinados á centros de ruedas y bandajes; por último, un horno eléctrico de 1 y Va toneladas, para la fabri­ cación de aceros especiales para matrices y herramientas. Una fundición de bronce, con horno alimentado con aceites pesados, sirve para la fabricación de cojinetes. Las maderas destinadas á los vagones se elaboran en el taller de Carpintería; di­ chas maderas llegan á la fábrica en troncos que se sierran, reduciéndolos á tablones que, antes de emplearse, se secan en los secaderos especiales de este taller. Todas las piezas que producen los talleres van á parar al Montaje, que es una es­ paciosa nave de 154 metros de largo por 91 de ancho. La población obrera de la fábrica puede llegar á 2.500 individuos, y la producción á 3.000 vagones por año. Esta fábrica ha construido vagones para el extranjero, donde se han reconocido como los mejores, y constituye un conjunto armónico, único en España y seguramente no sobrepujado en ninguna otra nación.


Salida de los obreros.

Soc i eda d A n ó n i m a '^Laviada^t de las más antiguas de Gijón. Fué fundada en 1850, siendo D. Julio Kess1er Frederix uno de sus primeros Directores. Se denominó luego «Kessler * Laviada y Cia.», entrando á formar parte en la razón social D. Juan D. Laviada; posteriormente se constituyó en comanditaria por acciones, pasando este señor á Socio Gestor. Su activo, que en 1901 era de 500.000 pesetas, se elevó recientemente á la suma de 6.000.000, constituyéndose en Sociedad Anónima, figurando como Presidente del Consejo de Administración D. Juan D. Laviada y confiriendo poderes á sus antiguos empleados. Director Técnico D. José Menéndez y Alvarez-Jove, y su Jefe Adminis­ trativo D. José Sirgo González. Está dividida en dos secciones: La primera sección comprende la fabricación de batería de cocina y artículos de casa con chapa de acero esmaltado, habiendo llegado de una producción de 263.700 kilogramos en 1902, á 1.074.000 en 1918, siendo producción diaria de 12 á 14.000 piezas con 700 operarios. La segunda sección comprende los talleres de fundición, ajuste y hierro fundido esmaltado, los cuales cuentan con la maquinaria más perfeccionada y en ellos se ela­ bora además de toda clase de piezas de maquinaria, los radiadores y calderas de ca­ lefacción modelo «Laviada», de los que existen más de 60.000 colocados en España y extranjero, siendo su producción diaria de unos 300 metros cuadrados de radiado­ res, susceptible de aumento. En bañeras de hierro fundido esmaltado, puede producir 10 diarias, siendo su ca­ lidad reconocida tan buena como las extranjeras. En la actualidad está estudiando nuevas fabricaciones que contribuirán al engrandecimiento fabril de nuestro país.

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CONGRESO

DE

INGENIERIA

Un rincรณn de la Fundiciรณn.

Uno de los patios de la Fรกbr


Vista de los Astilleros del Nervión y Fábrica de San Francisco.

Sociedad Astilleros del Nervión*

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IT U A D A la factoría naval de que nos ocupamos en la margen izquierda del río

Nervión próxima al mar y en el término de Sestao, es sin duda de ningún género una de las más importantes de España. Para la construcción de buques de los que á la fecha han sido muchos los lanza­ dos con éxito y que por todos los mares pregonan bien á las claras la importancia en la industria de los «Astilleros del Nervión», euenta con tres grandes gradas y un di­ que seco de 132 metros de largo por 28 metros de ancho y un calado de 6,40 metros en mareas ordinarias, á más de una instalación completa de talleres para llegar á la ejecución total de sus buques. En la aetualidad ejecuta la construcción de los buques titu la d o s G órliz, de 4.800 toneladas de peso muerto, y Guernica, de 5.000 tonela­ das. El mayor tonelaje de bu­ ques que puede llevar á cabo esta Sociedad depende prin­ cipalmente del tipo que se adopte, pero limitándonos al modelo de tráfico para cargas podemos señalar co­ mo máximo hasta 9.000 to­ neladas. En cuanto á la capacidad ó rendimiento de trabajo, con el personal que en los «Astilleros d el N erv ió n » Vapor «Galea», construido en los Astilleros del Nervión.


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CONGRESO

DE

INGENIERIA

El vapor «Górliz», en construcción

presta sus servicios puede llegar á construir tres buques por año, comprendidos en­ tre 4.000 y 6.000 toneladas de carga cada uno. El personal de la importante entidad de que nos ocupamos se eleva á la cifra de 1.580, distribuidos al tenor siguiente; Carpinteros de ribera, 30; carpinteros modelistas, 49; moldeadores y fundidores, 140; forjadores, 59; ajustadores y torneros, 247; caldereros y remachadores, 899; tor­ nilleros, 35; plomeros, 19; peones y marinos, 97, y varios, 15. Para la mayor exactitud de esta información debemos hacer constar que los datos de personal que ofrecemos se refíeren únicamente á la Sociedad «Astilleros del Nervión», sin que para nada hayamos tenido en cuenta los de su filial la Sociedad Anó­ nima «Fábrica de San Francisco», con sus amplios talleres de Acero y Laminación.


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Dirección postal: Admor.-Delegado, OVIEDO-Dirección telegráfica: Cementos-OVIEDO Depositarios en Oviedo: S r e s . G a r c í a Z a l o ñ a y C o m p a ñ ía Depositarios en G ijó n : S O CIEDA D C O N S T R U C T O R A G ijO N E S A

Depósito en Madrid: Sucesores de M. P O Y A L E S . - Mayor, 4 7 , entresuelo. Presidente: Don KUas Masaveu Riveli.— Vocales: Don Domingo Juliana Albert, que, además, e® Admor.-Delegado, y Don Pedro Masaveu y Masaveu, Secretario.— Ingenieros: Don Buenaventura Junquera Dominguez y Don José Masaveu y Masaveu.—/e /e Administrativo: Don Benigno Bances Cardet.


Sociedad Metalúrgica Duro-Felguera

I

A Sociedad metalúrg-ica Duro-Felguera posee las explotaciones hulleras más importantes de España y es la industria siderúrgica de mayor incrementó en la región asturiana. Está constituida por un capital de 48 millones de pesetas en acciones; tiene su domicilio social en Madrid y oficinas centrales en La Felguera (Asturias), donde se encuentran instaladas sus fábricas siderúrgicas y metalúrgicas, extendiéndose sus con­ cesiones hulleras por los concejos de Langreo, Laviana, Sierio, Mieres, Bimanes y San Martín del Rey Aurelio. Sus instalaciones hulleras le permiten una explotación normal de 800.000 tonela­ das limpias, que aumentará rápidamente á un millón en cuanto se desarrolle la explo­ tación del nuevo pozo «Sotón»; nuestra Sociedad tiene limitada su producción por la falta de mano de obra y de salidas para sus productos, pues tiene siempre en sus minas un 30 por 100 de tajos en reserva. Todas las instalaciones están movidas eléctricamente; lo mismo los lavaderos, que

Nuevo tren de hierros comerciales.


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CONGRESO

DE

INGENIERIA

Vista del montaje de la instalación del pozo «Sotón».

las máquinas ds extracción, montacargas, compresores, ventiladores, locomotoras de interior y talleres diversos. Sus máquinas principales de extracción de los pozos «Nalona» y «Sotón» son de sistema Higner-Leonard, de 240 HP. y permiten una extracción de 60 toneladas-hora á 200 metros de profundidad. Las auxiliares de los mismos pozos son trifásicas directas, y permiten una extrac­ ción de 30 toneladas-hora en las mismas condiciones. Tiene 15 ventiladores montados en sus minas, con un consumo de potencia de 450 HP. Sus compresores son 10 Ingersell-Rand, con un consumo de 600 HP. Las locomotoras eléctricas funcionan ya en tres minas y se están instalando en otras tres. Todos sus carbones son de 30 á 34 por 100 de materias volátiles, siendo supe­ riores para gas y vapor. Sus lavaderos permiten un tratamiento de 300 toneladas-hora, dando productos perfectamente clasificados y lavados. El personal empleado en las explotaciones hulleras pasa de 7.000 obreros; todo el personal técnico es español. La parte fabril de Duro-Felguera está compuesta por dos grandes instalaciones situadas á un kilómetro de distancia y ligadas por el ferrocarril de vía de 0,65 me­ tros, que las une con las minas y cargaderos más importantes de la Sociedad.


CONGRESO

DE

INGENIERIA

281

La primera instalación se dedi­ ca á la obtención de aceros lami­ nados como productos finales, y se compone de las secciones sig-uientes: a) Fabricación de cok, com­ puesta por tres baterías con un total de 76 hornos, capaces de producir en plena marcha 100.000 toneladas anuales de cok metalúrg-ico. Anejos á esta sección se en­ cuentran los talleres para el trata­ miento de los subproductos obte­ nidos en la destilación de la hulla, Barrio obrero Marqués de Urquijo. disponiendo de instalaciones com­ pletas para la destilación, rectificación y lavado de benzoles, fabricación de sulfato amónico y destilación de alquitrán. b) La sección de hornos altos en esta fábrica la forma un horno de 200 metros cúbicos de capacidad, y actualmente se construye un nuevo horno de 500 metros cú­ bicos de volumen, que será accionado por turbo-soplante y estará dotado de carga mecánica, depuración de gases y cuantos perfeccionamientos existen en este ramo de la industria siderúrgica. La capacidad productiva por año del primer horno es de 18.000 toneladas, y la del segundo se elevará á 50.000, empleando los minerales del país, que son areniscas, de difícil reducción y muy siliciosas. c) El taller de aceros, cuya ampliación y reforma se ultima actualmente, está do­ tado: de un mezclador calentado y tres h o r n o s Siemens Martín, con recubri­ miento básico y capacidad de 30 tone­ ladas. Los gasógenos empleados son de parrilla giratoria, con carga mecánica, y la instalación producirá en años de mar­ cha normal 60.000 toneladas de acero. d) gunos de ellos en reforma, se componen de los trenes siguientes: Un reversible accionando un blooming, un universal i y, por mediación del primero, un dúo para palanquillas, viguetas y Us hasta de 350 mm., y carril de 23 á 32,50 kgs. por metro; 3 trenes tríos, accionados eléctri­ camente y con regulación de velocidad por medio de conmutatriz y motor auInstalación Horno-Alto núm. 1. xiliar, en los cuales se fabrican ángu­

Los talleres d


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CONGRESO

DE

INGENIERÍA

los de 20 á 100 mm., flejes y varios de 20 á 190 mm. de ancho, llantas de-60 á 190 milímetros, redondos y cuadrados de 8 á 50 mm., vig-uetas y Us de 80 á 200 milíme­ tros, zorés de 220 á 240 mm., tes de 20 á 60 mm., carriles de 6 á 20 kgs. por metro, placas y eclises y palanquilla; un trío Lauth, con motor eléctrico,,para chapas desde 16 hasta 350 kg-s., desde el número 20 de espesor; y un tren reversible, movido á vapor, para chapas de 300 á 2.000 kg-s., de espesores entre 4,5 y 30 mm., cuya máquina ac-

Instalación del pozo «Nalona».

ciona también un dúo para ángulos de 60 á 150, redondo y cuadrado, de 36 á 200, y otros perñles. La capacidad combinada de estos trenes es de 50.000 toneladas anuales de hie­ rros laminados. e) En la fábrica que describimos se encuentran también las instalaciones si­ guientes: Una central eléctrica con dos grupos turbo-alternadores de 1.700 k. v. a. y capacidad para un tercer grupo de reserva, subcentral de transformación, baterías de calderas dispuestas para quemar combustibles menudos y gases, taller de ajuste y tor­ neo de cilindros, taller de reparaciones eléctricas, laboratorio químico y de ensayos mecánicos, bombas para la traída de aguas y otros servicios auxiliares de menor im­ portancia. La segunda fábrica de la Sociedad, situada al lado de la estación del ferrocarril del Norte, está formada por: Un horno alto de 300 metros cúbicos, capaz de produ­ cir 27.000 toneladas de lingote por año; una fundición de hierro para piezas hasta


C O N G R E S O

DE

I NGENIERÍ A

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de 20.000 kgfs. y producción de 2.500 toneladas anuales, instalación para fabricar por año 3.500 toneladas de tubos desde 50 á 1.250 mm. de diámetro, susceptibles de re­ sistir la presión de 20 ó 30 atmósferas; un convertidor Robert de una tonelada de ca­ pacidad, dedicado á la fundición de ruedas para vagones de minas y todo género de piezas; dos hornos Fiat para fundición de bronces en piezas hasta de 600 kgs.; taller de ajuste dotado de 14 tornos de diferentes dimensiones, 3 planeadoras, 3 fresado­ ras y un equipo de taladradoras, sierras para cortar en frío, máquinas de roscar y otros útiles y herramientas; taller de calderería con instalación de aire comprimido para el remachado, dispuesto para obras metálicas de gran importancia, pudiendo construir 3.000 toneladas por año; taller de forja con 14 fraguas y máquinas para ha­ cer en caliente los remaches y escarpias que consume la Sociedad; taller de carpin­ tería y de modelos para fundición y otros servicios auxiliares. En estos talleres se ha construido toda la parte metálica de las nuevas instalacio­ nes hechas por la Sociedad en minas y fábricas, atendiendo al consumo ordinario de vagones, lavaderos mecánicos de carbón, castilletes para pozos, ventiladores de mi­ nas, puentes, armaduras, grúas, cilindros de laminación, etc., etc. La Sociedad Duro-Felguera cuenta entre sus dos fábricas con un número de ope­ rarios que oscila alrededor de 1.600. ' Esta Sociedad presta gran atención al mejoramiento de su personal, pudiendo ci­ tarse como modelo en Asturias sus barrios obreros, cooperativas de consumo, escue­ las primarias y de Artes y Oficios, y sus instituciones benéficas, tales como Asocia­ ción de Socorros, Montepío, Hospital, etc.


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A Sociedad anónima «Cementos Portland», con domicilio social en Pam/ piona, se dedica desde el año 1904, á fabricar el cemento portland «Cang-rejo», tan conocido y reputado en el mercado español y extranjero. Hasta el momento presente, se producía el cemento «Cangrejo» en tres hornos giratorios, con capacidad cada uno de 40 toneladas en veinticuatro horas, ó sea en junto, 120 toneladas por día; pero ante la creciente demanda de dicho cemento, se ha visto pre­ cisada la Sociedad propietaria á montar una nueva fábrica, en las proximidades de la antigua, para poder utilizar las mismas excelentes primeras materias de que dispone I

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Vista^^general de la fábrica. 24


1 86

CONGRESO

DE

INGENIERIA

en S U S canteras y que son, aparte los depurados pro­ cedimientos de fabricación que emplea, las que han dado tan justa fama al ce­ mento «Cangrejo». La nueva fábrica que se halla en pleno funciona­ miento, se ha instalado pa­ ra recibir tres hornos de 50 metros de longitud y con capacidad productiva de 120 toneladas en veinti­ cuatro horas cada uno. Por el pronto se ha montado solamente un horno con el equipo correspondiente de molinos, lo que incrementa la producción por ahora en 40.000 toneladas anuales, dejando dispuestos todos los elementos para montar dos hornos más, si las ne­ cesidades del consumo lo exigieren. Para el abastecimiento de fuerza en sus dos fábriHorno g'iratorio. cas, tiene la Sociedad dos saltos de agua: uno de 200 metros de altura y 1.000 HP. de potencia y otro con la misma altura y 1.200 HP., más un turbo generador de 1.000 caballos que suple durante el estiaje las deficien­ cias de los saltos hidráulicos. La cantidad total de cemento que puede producir, es de 80.000 toneladas anuales, en la actualidad, pudiendo, como hemos dicho, llegar á 160.000.


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Sociedad Española de Electricidad

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ESDE el año 1912, en que quedó constituida la Sociedad cuyo nombre en­

cabeza estas líneas, sin tilde de exageración alguna puede asegurarse que salvo contadas excepciones, motivadas unas veces por intereses creados y otras por especialidades que llevaban consigo suministro perentorio, no ha habido concurso de importancia por parte de empresas ó entidades particulares establecidas en España para la adquisición de toda clase de material eléctrico, en los que la S o ­ ciedad Española de Electricidad A SEA no haya sido tenida en cuenta, obteniendo la deseada adjudicación en la mayor parte de los casos. Testimonio evidente de tal aserto sería el detalle de todos los encargos recibi­ dos, pero constituiría una relación tan extensa que careceríamos del espacio necesa­ rio, ya que forzosamente limitado es el que nos ha sido concedido por el Comité en-

Grupo convertidor suministrado a la Sociedad Lebon y Compañía, de Valencia.


CONGRESO

DE

189

INGENIERÍA

cargado de la publicación de este libro, como síntesis del brillante Congreso Nacio­ nal de Ingeniería recientemente celebrado en Madrid. No obstante, y á guisa de mera información, citaremos instalaciones de verdadera importancia suministradas á la Unión Eléctrica Madrileña, Eléctrica del Cinca, Eléc­ trica del Segura, Lebón y Compañía, Duro-Felguera, Hulleras del Turón, Mengemor,

'ü''»» > «1 Central de Poyus.

Ayuntamiento de Castellón, Hidroeléctrieas del Genil, Teledinámica Turolense, Elec­ tricista Toledana y otras muchas que no citamos en gracia á lo manifestado anterior­ mente, bastando consignar que la potencia global de los suministros hechos por la A SE A española, se eleva á varios centenares de miles de caballos de fuerza. Asimismo numerosísimos han sido los suministros realizados de contadores, con­ ductores, aisladores, lámparas y todo el resto de material pequeño hasta el extremo que los talleres de la Sociedad Española, en trabajo casi continuo, difícilmente, y en no pocas ocasiones, han podido atender al servicio que reclamaba la constante de­ manda de su clientela, habiendo necesidad de hacer una gran ampliación de los mis­ mos para, en todo momento y con la rapidez debida, poder cumplimentar las órde­ nes de encargo recibidas. Para conocimiento general, y en este caso sin hacer la más mínima advertencia de excepción, podemos afirmar que no existe construcción electro-técnica de verdadera


19 0

CONGRESO

DE

INGENIERIA

aplicación industrial, que no haya sido y sea ejecutada por las fábricas A SEA . Des­ de la más pequeña potencia utilizable en la industria, hasta la máxima que se conoce en Europa en electro-motores, dínamos, alternadores, convertidores, transformado­ res, locomotoras, tranvías, turbo-generadores, grúas, monta-cargas, etc., son fabrica­ dos por los talleres de A SEA , siendo innumerables las referencias que de instalado-

Grupos convertidores de la Subestación de la Compañía de M. Z. A. (Estación de Atocha).

nes de tan diversas aplicaciones eléctricas tenemos. Corolario inmediato de lo ex­ puesto, es el lugar preeminente que la Sociedad A SEA ha logrado conquistar entre sus similares, imprimiendo al propio tiempo un avance verdaderamente acelerado á la industria eléctrica española. Independientemente de las construcciones eléctricas de índole general de que hemos hecho referencia, citaremos, aunque sólo sea muy someramente, otras, que por constituir exclusivas especialidades, patentadas, han contribuido grandemente al extraordinario realce de que mundialmente goza la Sociedad A SEA . Tales especia­ lidades las constituyen los electro-motores autosincrónicos, que llevan consigo cuali­ dad de elevado grado sobre los conocidos sincrónicos, ya que, al igual que éstos, se utilizan generalmente para mejorar el factor medio de potencia en una explotación distribuidora determinada, pero con la notoria ventaja de que el arranque se obtiene análogamente que con cualquier otro motor de inducción, y no como acontece con


CONGRES O

DE

INGENIERIA

191

los sincrónicos que, como es conocido, precisa para su puesta en marcha en servicio, de otro motor, señalándose, además, en éstos el grave inconveniente de que suelen perder el sincronismo, bien por causa de exceso en la sobrecarga ó bien por defecto en el voltaje normal de la línea alimentadora y, como consecuencia de ello, dejan de funcionar, parándose, lo que no acontece con el electro-motor autosincrónico, pues éste, en los casos indicados de aumento anormal en la sobrecarga ó de caída de vol­ taje excesivo (naturalmente, dentro de un determinado límite), si bien es cierto que asimismo pierde su sincronismo, no deja de funcionar, haciéndolo entonces como motor asincrónico y sincronizándose automáticamente en el momento en que las con­ diciones de alimentación y carga han vuelto á la normalidad. Notable es también la construcción que A SEA tiene patentada para los grupos convertidores del sistema denominado en cascada, que viene á ser una combinación de los conocidos medios para convertir corriente continua en alterna ó, recíproca­ mente, del grupo motor-generador y de la conmutatriz, ya que una parte de la trans­ formación se obtiene por aquel medio y la otra parte por el procedimiento de la con­ mutatriz, para lo cual el grupo convertidor en cascada está formado por un motor de inducción y por un generador de corriente continua, hallándose los inducidos de am­ bas máquinas acoplados mecánica y eléctricamente. El rendimiento de un grupo con­ vertido en cascada es superior al obtenido con un grupo motor-generador y muy aproximado al de la conmutatriz, con transformador. Y , finalmente, especialidad de A SEA de trascendental importancia por los bene­ ficios innegables que reporta para el mejor rendimiento de determinadas industrias, refiérese á la aplicación de electro-motores trifásicos á colector, que permiten, sin au­ xilio de resistencias adicionales, regular á voluntad la velocidad de funcionamiento dentro de muy extensos límites. Y terminamos estos sucintos apuntes expositivos consignando que pasan de tres­ cientos los empleados y operarios que trabajan en. las distintas oficinas y talleres es­ tablecidas en España, hallándose en esta corte su oficina central, así como la corres­ pondiente á su sucursal en Madrid, contando con otras en Barcelona, Valencia, Sevi­ lla y Bilbao. Con reducidísimas excepciones, motivadas por cargos especiales, todo el personal es español, hallándose clasificado en las tres categorías principales de In­ genieros, Auxiliares técnicos. Operarios y Montadores, Administrativos y Comer­ ciantes, con los que, á tenor de las naturales exigencias sociales modernas, la alta Di­ rección de la Sociedad Española de Electricidad A SEA , sabe corresponder en todo momento no escatimando aumentos y mejoras personales de tal importancia que se­ guramente hasta el presente no han sido mejoradas por cualquier otra entidad análo­ ga, dando con ello origen de que exista en todo momento la más perfecta compene­ tración entre la Dirección y sus empleados, hecho que si bien puede decirse siempre fué cualidad necesaria, actualmente, y como consecuencia de la transformación que socialmente está experimentando el mundo, resulta ciertamente indispensable para el debido orden y marcha progresiva de toda Sociedad industrial.


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Cádiz, León, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Valencia, Alicante, San Sebastián.

ESPECIALISTAS

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Cubiertas de c ris ta l patentadas siste m a ECLIPSE Utilizamos unas barras de acero de forma especial, que van recubiertas de plomo en toda SU long'itud, y que, por medio de unas pestañas del mismo material, sujetan los cristales sin necesidad de mástic ó masilla, impidiendo con esto que ja s dilataciones y contraccio­ nes ocasionen roturas. Es á propósito para c la r a b o y a s , c u b ierta s de p a lio s, de ce n tra ­ les e lé c tric a s e sta c io n e s , ta lle re s , m arq u esin as, in v ern a d ero s, etc.

Pisos de cristal Para esta clase de pisos utilizamos, bien bastidores de hierro fundido, en los que se colo­ can losetas de diferentes tamaños, de cristal extra-blanco, ó bien un procedimiento paten­ tado de losetas de cristal extra-blanco con cemento armado, que forma un pavimento con­ tinuo, sin resaltes ni molestias al pie, y que, por su parte inferior, resulta muy decorativo.

Productos impermeabilizantes AQUABAR Estos productos, en nueve clases distintas, se destinan á la impermeabilización de las cons­ trucciones, destacándose entre ellos el señalado con el núm. 1, que es el m ejo r imper® m eabilizante del cem ento que e x iste , no sólo por sus buenas propiedades perfecta­ mente contrastadas en innumerables obras de España y del Extranjero, sino por la poca proporción que requiere la mezcla y por su facilidad de aplicación, pues basta disolverlo (se suministra en forma de pasta) en el agua que se ha de emplear en la argamasa. Los otros números se destinan á impermeabilizar superficies de piedra y ladrillo, cemen^, yeso; rellenar toda clase de juntas en techos y pisos; proteger toda clase de cubiertas de teja, pizarra, hierro ó madera, en forma de pintura á base de asfalto; endurecer paredes e impermeabilizarlas interiormente, y endurecer los pisos de cemento.

Pavimento universal continuo MARBLELOID Es un pavimento higiénico destinado á sitios donde se requiere que los materiales del piso carezcan de juntas. Es muy á propósito para hospitales, asilos, casinos, cuarteles, y, en ge­ neral, para toda clase de pavimentación interior, pues reúne al máximum las propiedades que debe tener todo material de esta clase. Es incombustible, pesa muy poco, no produce polvo, no es resbaladizo, es aislante del calor y del frío y es elástico y silencioso.

C ojinetes de rodillos fle x ib le s HYATT En este cojinete, el rodillo macizo, que era ya conocido en la industria, se ha sustituido por una cinta de acero enrollada en forma de hélice. Economiza lubrificante, puesto que éste v ia ja continuamenta por dentro del cojinete. Economiza fuerza. Economiza correas. PIDANSE DETALLES DE TODOS E S I OS MATERIALES - CATÁLOGOS Y PRESUPUESTOS GRATIS


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