El cultivador

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J. GIBERNAU LLIBRES ANTIC S I MODERNS O i putacló , 2 2 2 Tel. 412 65 54 OBO11 BARCELONA



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n:NDAC!ON JUAHHO TU B/BLIOTEC,A

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EL CULTIVADOR. PERIÓDICO

de agricultura, horticultura, jardinería, economia rural y administracion y economia publica en sus relaciones con la agricultura; PUBLICADO DAJO LOS AUSPICIOS DE LA

M. l. JUNTA DE COMEll CIO DE BARCELONA, Y DIRIGIDO POR SU

catedrático de agricultura práctica y botáoica

SEGUNDO ANO.

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Á El Cultivador á entrar en el año segundo de su existencia , y al anunciarlo se limita á decir que seguirá constantemente la marcha de progresivas mejoras que basta aquí ha observado. La garantía de su conducta está en el tomo que compone el primer año de publicacion que comenzó en abril de 1848 y bá concluido en marzo de 1849: las materias de que se ha ocupado aparecen en la J,abla ó índice que se acompaña, y el cotejo de los primeros con los últimos numeros demostrará las importantes y ventajosas modificaciones que sucesivamente ha sufrido la parte material. Sin embargo que guardemos la reserva de siempre cuando se trata de promesas y ofrecimientos, porque solo á los hechos q11eremos referirnos, indicaremos no obstante una de las .mejoras que desde luego empezaremos á realizar, y es la de dar grabados ó láminas para aquellas materias cuya mejor esplicacion lo exija. Aprovechamos esta ocasion para tributar

el mas síncero bomenage de nuestra gratitud á la prensa de la corte y de las provinci,as y á los señores gefes políticos que se han dignado juzgar nuestros trabajos. Estas autoridades administrativas han recomendado coe el mayor empeño la adquisicion de nuestro periódico por medio de circulares que insertaron los boletines oficiales, y aun entre las que han llegado á nuestras manos hemos yisLo las de los señores gefes de Alicante, Almería, Avila, Baleares, Barcelona, Búrgos; Castellon, Gerona, Guadalajara, Lérida, Málaga, Pontevedra, Scgovia, Tarragona, Teruel, Valladolid, Valencia y Zamoraque han autorizado á los ayuntamientos de sus respectivas provin-cias para que comprendan en sus presupuestos y-cuentas de gastos municipales, bajo el concepto de gasto voluntario, el importe de la suscricion á un ejemplar de El Cultivador. Repetimos nuestro eterno reconocimiento, y queremos de- • jarlo para siempre consignado.


CONDICIONES Y PRECIOS. Se publica es te periódico los dias 1 .0 y 15 de cada mes . Cada número , qu e lleva su corres pondiente cubierta de color , consta de~ páginas de dos columnas de impresion y pa1iel igual al del ant er ior anuncio. Al fin de cada a,io de publicacion se dá un indi ce general 6 tabla de ma terias y la portada cor respondiente para la encuadernacion de los 24 números que formarán un tomo de l:i76 páginas, 6 sea n 1fo2 columnas. Se distribuyen gratis á los sefior es suscritores semi ll as de aquellas pl anta ma importante · de qu e El C11ltitJador se ocupa. Desde que acordamo esta mejora, que nos es bastante co tosa porque hacemos traer del estrangero la mayor parte de las sem ill as y las os peri me ntamos antes de ofrece rl as á nu es tros su critores, h emos repartido las de 9111santes del p1'fncipe .A lberto, al{al{a arbórea, yerba de Chiinea, esparceta y berengerias de Siciliá. Se recibirán, /1·aricos de port,, los artícu los ó e critos qu e acerca de las ma terias de qu e trata El Ct1ltivador nos remitan nuestros suscritore , los com isionados regios y juntas provinc iales de ag ricultura, soc iedades eco-" nómicas y demás corporaciones y establecimientos ciontificos y literarios; y se insertarán en e l periód ico íntegros ó estractados, v con observaciones ó comen tarios, ó sin ellos, segun lo juzgue conveniente la Redaccion , quedando á volun_tad de los autores la pu blicacion de sus nombres. La parte oficial continuará reuniendo todas la leyes y dispo iciones del gobierno publicadas y que se publiquen, desde la creacion del mini terio de Comercio, Instrucc ion y Obras públicas y Direccion especial de Agricultura, rela tivas !t los objetos de que se ocupa El CtJltivador . No se admiten suscriciones por monos de un trimestre. Estos empiezan siempre á contarse en 1.0 de enero, 1 .0 de abril , 1 .0 de julio y ,, .0 de octubre. El precio de suscricion será en Barcelona , llevado e 1 periódico á domicilio: por un trimestre, 15 reales: por seis meses, 28: por un afio, 54-. . Fu era de Barcelona, haciéndose las remesas por el correo, franco el porte : por un trimestre, 1S : por seis meses, 3-i: por un año, 66. Los sefiores su crilores de fuera de Barcelona qu e r em itan el importe de suscricion en lelra sobre correos ó á.ca rgo de cu alquiera casa de comen:io de esla capital, con ca rta fran ca de porte, ó qu e lo entreg ue n en la Redaccion, call e de Arolas, número 9, esq uina á la de la Boquería, piso principal, pagarán solo las mismas cantidades que van fijadas para las suscriciones de Barcelona . Iguales preeios rigen para las personas qu e gusten tomar el tocio ó parte del primer tomo ya publicado. Muchos de nuestros su crítores nos han manifestado la conven iencia de que cada aflo de publicacion de El Cultivador se cuente ele 1 .0 de en ero á 31 de d; ciemb re, de modo que los números de cada afi o form en un tomo; lo cual no sucede abora por haber empezado el periódico en 1 .0 de abril de 18i8. Deseosos de satisfacer sus indicaciones, qu e lo hacemos con el mayor ¡¡u to, ofrecemos, á pesar clel ímprobo Lrabajo que ello nos proporciona , dejar complelo para fin de diciembre ae '1849 el segundo Lomo que deb iera conclu ir en fin de marzo de 1850 . .Al efecto los números del último !rime tre, oc tubre, nov iembre y diciembre de 1849, serán dobles; es clecir, conlendrán 48 páginas, ó sean 96 columnas de impresion, y este trime Lre erá con iderado como medio afio para los precios de susc ricion. Así en 1.0 de enero de 1850 dará principio el tercer tomo, y de este modo en lo sucesivo se publicará uno cada afio.

Advertencias a los Señores Comisionados.

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1 .• Todo pedido se sirve con la mayor puntualidad . Por ell o si alguna vez se observa que no son sa tisfechas inmed iatamente las reclamaciones qu e se nos dirigen, es ind icio cier lo de que ha ocurrido alguna i.ntercep tacion de correo; que suelen ser frecu entes, y en tal ca o suplicamos que se repita cu alq uier ped ido ó roclamacion. Tambien rogamos á nuestros comisionados que sus h ojas ó pedidos de suscricion traigan de ahora e n adelante una nueva numeracion correlativa que em piece por el número 1 .0 , y de esta manera se obser vará al momenlo cualquiera falta que se procurará in mediatamente su bsa nar. 2.ª En las suscriciones que últimamente se nos han av isado, que ya sel1an servido, y que empiezan á contarse desde •I .o de abr il de '18-i8, faltan algunos de los primeros números ó e ntregas por haberse agotado los ejempla res de la primera tirada. Está en prensa una segunda impresion de los concluidos, y dentro del mes quedarán subsanadas las rallas que se hayan notado .

PIJNTOS DE SIJSCRIPCION. A lbacete, Herrero Pedron.-Alcoy, Cabrera ~fartí é hijos.-Jllmer(a,Vergara ycompafiia.-Al11111iiecar, Administra dor de correos.-.Alicanle, Ibarra.-Avila, Aguaclo.-Ager, Rosa. - -Badajo:., Orduña.-Baeza, Viedma y compailia.Becerrea,Admi.r de correos.-Bilbao, Del más é hij o.-Bú,·gos, Arnaiz.-Ba?1.olas, Vil a.-JJe,-ga, Co1'1acla.- l.a Bisbal, Tomás.-Blanes, Portal.-Cáctres, Sra. Viu(] a ele Burgos.-Cádiz, Moraleda.-Cartagma, Nadal.- Cuenca, Mariana. - Corniia, Pu ga.-Córdoba, Te na.-Ciudad Real, Ma laguilla .-Castello11 de la Plana, Guti errez Ote ro .-Castellon de Ampurias, Salamó.-Cardona, Franch.-Due,ias, Adm inislrador de correos.-Figueras, Malas.-Grnriada, Alonso Zamora.-G11adalajara, Leiva.-Gerorio, Figa ró, Viuda el e Grases, N1e to.-Granollers, Fáb regas.-Guisona Cava y Vidal•.-H,:;ar, Perez.- litle!ua, Galvez Palacios.-H11e•ca,1 Navarro.-lgualoda, úrpi y Serra , Abadal.-Jaen, l•orcacla y comp.ª.-Je1·e::; de la Fro1.tera, Bueno.-Je,·ez,d6 los Caballer_os, Giles -Leon, Janet.-Logro1io, Ruvi.-L11go,Pujol y Masiá.-Lérida, Bordal va.-Lorca, l•lores.-i!l alaga, He rederos de Carrera .-Moriresa, Ll ansó.-.l101·on de la Fronte,·a, Gutierrez y Montes. - i!túrcia, Gisbert.-OtJiedo, Ilo de. Longo ria -Orense, Gomez Novoa, Agencia gene ral ele negocios.-Olot, Doutrem.-Pc¡lencia, Camazon.-Palma de Mallm·ca, Guasp y Pasc ual , 1, u11 an IJ e rmanos.-l'amp_lO'Tla, Othoa.-PO'TltetJedra, Castro.-Pttente la Reina, I\Iuja l.-l'uigcerdc,, Tort.-Ret1s, Castellar.-Ripoll, Haguer.Ronda, Lombera -Rueda, Gomez de Bonílla.-Soria, Rioja.- SegotJia, Mocllales.-Santarider , Martinez.-Salamarica Blanco.- Sta. Cru~ de Teri eri{e , Librerh islei1a el e Hamirez.-S. bastian, Baro_ia.-Sevilla, Libre ri a espa11ola y es.'. tran¡¡era de Geofrin,; Diaz.-S. Boy de Llobregat , Ale u.-Sta . Coloma, de Farnés, l'orran.-Tudela , Calvo.-Teruel, G·arc1a.-Toledo, de Lea .-Tar.-agona, Recasens.-Tarrasa, Soler .-Tárre.qa, Gomez.- Torredemba1Ta, Gatell.-Torre la, vega, Benedi.-Torroe/la de Afo11gr{, Quintana Y Combis .-Valencia, Hiu s, Mateu y Garin .-Valladolid, Lezcanó y Roldan.- Veridrell , Administrador de co rreos.-Jrich, Valls.- Villa.{ra11ca del Panadé•, Maciá.-Villanue va y Geltr,, Pers.- Vitori~ , Ormilagu e, Robles.- V-iella, Portoles.-T'ele::; Málaga, Administrador de correos.-Z arago~a, Gallifa'. Zamora, Garcia P1mentel. En Barcelona, librería de D. Ramon jJfa,·tin ·l'Tldár, call e de la Platería, núm ero 58: en la el e la Viuda ilfa,yol, call e de Fernando Vil: en la ele Gasrar, frente la Casa-Lonja: en la de Oliveres, calle de Escuelillers, y e n la ele Gorch.s, junlo á la Universidad. ' En Madrid , libreria de Cuesta, call e Mayor, y en la de Rodr-ig11ez, calle de Carre ta,.

En los demás puntos, Administraciones de correos y principales librerías.


ÍNDICE GENERAL DE LAS MATERIAS CONTENIDAS EN EL TOMO I DE

%~ ~~~~\~~~~~~ .&GRICIJI.TIJB.!l.o

Consideraciones generales acerca de las labores. Si es necesariu segar las mieses antes de su comoleta madurez. Mulliplicacion del oli vo por semilla. Cullivo de los guisantes del Prlncipe Alberto. · Considera.:iones generales acerca de los riegos. Del cultivo de la alfalfa arbórea como medio de cercar los campos. Consideraciones generales acerca de los abonos. Cultivo de la p~tata por semilla. Abonos para las vifias. Mu!Liplicacion de la patata. Conflrmacion de si conviene segar las mieses antes de su completa madurez. Importanc ia del estudio de la fisiología para la agricultura práctica. Sobre la enfermedad actual de la patata. Método para prevenir que el trigo se escalde ó ponga vano, 6 sea acordelar las mieses. Geografía vegetal ó botánica.-ArLíuclo 1 .0 Nuevo sistema de cultivo úlil é interesante. Geografía vegetal o boLánica.-Articulo 2. 0 Hi toria y clima del olivo. Mas sobre la enfermedad actual de la patata. De la vendimia. Geografía vegetal ó boLánica.-Ar.ículo 3. 0 Alíalfa arbórea.-Nueva prueba de su utilidad.-Semilla. Proverbios agrícolas. Adelantos del cultivo. Premios ofrec idos en cuanto á Agricu!Lura por la sociedad económica de amigos del país de Valencia. Formacion de. la tierra vege tal ó cultivable. De lo abonos vegetales frescos . De la col y de su utilidad en la agricullura. Enfermeclad de las patatas en Dinamarca. Observaciones en favor de l nuevo sistema de cultivo por rotacion de cosechas. , Importancia del estudio de la agricu!Lura.-Remilido 1,0 Cultivo de la esparceta. Nuevo sistema ele cultivo.-Al Bien del país. Si es ventajoso sembrar el trigo á surcos. Del tal¡.,o y de los medios de esterminarlo. Alternativa do cosechas. Relacion que tienen las plantas con los cuerpos que las forman y co n los que ellas nutren. Cultivo de la rubia. Importancia clel estudio de la agricullura -Remitido 2. 0 Relacion que Liooen las plantas con los animales y con las fruiciones del hombre. Arado perfecc ionado ele Fl allié. Del arado perfecc ionacló ele Hallié comparado con el que comunmentc se usa en 1,soai'ia llamado Limonero. Instrucciones para el mejor uso del arado de Ilallié .-A los propietarios agricu ltores españoles. Fisiolog ía vegetal.-Genoralidades. · De las Lie l'ras. Cu!Livo del algoclon ó algodonero. Importancia del estudio de la agricultu ra.-RemiLido 3. 0 Ventajas del uso de l yeso esparcido en otolio. Del u so ele la pila como medio de abonar las vifias. Abono liquido vege tal. D,il alLramuz. Fisiolo&ia vegetal.-Propieclades del tejido. Ye rba ae Guinea y su cultivo. Terreno y esposicion que exige la viiia. Siembra de la patata como medio de precaver su enfermeclad. Modo de abonar y estercolar los campos. Al Ilien clel pais.-Sobre e l nuevo sistema de cultivo. Preparacion del _uelo para formar un prado natural. Clim a y terre no que convienen al cátiamo. Fo rrages de verano en Liei-ras secanas. Provectos agri co las.-Remitido. Fisiología vcgelal.-Propiedades vitales-de las plantas . De la yerba pastel. Procedimiento práctico para conocer la natm aleza de la! tierras. Modo y época en que debe sembrarse un prado natural. Del cu lti vo de la rubia por plantacion. Algu na co nsideracio nes sobre e l uso de los abonos. Aller • ativa septenal ele cosechas. Estraordinario y sorprendente fenómeno vegetal. · Observaciones sobre e l cultivo del arroz. Fisiología vegetal.-Organos ele la planta donde reside principalmente la vida.

De la alfalfa y su cultivo . De algunos abonos impol'tantes para los prados naturales. Consejos á 1.os cultivadores. Influencia ele las ciencias fisico-quimicas en la agricultura. Cómo deben formarse los criaderos ó planteles. lmporlancia que tienen en la ag1icultura las plantas de raíces carnosas . Alternativas de cosechas aplicables al cáfiamo. Fisiología vegetal.-Causas ó agentes que ponen en accion ó modifican la vida de las plantas. Esperimentos y fenómenos agricola's. Programa de los premios que l:i sociedad económica de amigos del pais de Asturias ofrece y adjudicará en '19 de noviembre de 1849 · Del Ray-Grass y su cultivo. De los abonos que convienen al cáfiamo. De la recoleccion de las raíces carnosas que se destinan al cebamiento del ganado . lrnportan cia de la selvicultura . De algunas nuevas plantas alimenticias. HOBTICIJLTIJBA.o

Cultivo de la alcachofa. Idem de la berengena llamada de Sicilia. JA.BDll~IIBIA.o

De la formacion de un jardin. Cullivo del clavel ó clavellina. Multiplicacion de la dahalia por semilla. Der pensarnien t-0 y su cultivo. ECO~OltlIA. BIJBA Lo

Recursos contra el gorgojo . , _ Abonos económicos olvidados por nuestros labradores. , Método preservativo y curativo de la morrifia ó sea de la viruela dej ganado lanar. De ciertos insectos que atacan el olivo. Vacas de leche y vacas de cebo. Esperimentos del guano. Memoria acerca ele los diferentes métodos que se emplean i,:>ara engordar el ganado vacuno. ' Prevenciones generales acerca del enriamientodel cáñamo. Mé todo económico para-el mantenimiento del ganado. Mé todo de Guénon aplicable á las vacas de leche. Modo de formar un buen granero .. Di tribucion de pastos para el ganado. Cria del gusano de seda en la alta Cataluña. Principales ven tajas que los prados artificiales tienen so- bre los naturales. Enriamiento del cáiiamo por medio del rocío. Nuevo mé todo de criar los gusanos de seda. Enriamiento.de l cái1amo y del lino por medio del agua. Cosecba y con ervacion de las hojas de los árboles para alimento del ganado. Utilidades que re ultan de la mezcla del yeso con el estiércol. De la fermentacion de la uva ó sea de la transformacion del mosto en vino. Si es úlil apacentar el ganado en las praderas. De la recoleccion de la aceituna y ele su conservacion antes de molerla ó ll eva rla al mohno. Cuidados que ex igen las pipas ó toneles . Medio de preserrnr el Lt igo de la germinacion. Ventajas de la cria del ganado vacuno y de su importancia en la agricu!Lura y en la economía rural. .ApucenlamienLo del ganado á la estaca. Utilidades del buey para la labor. Uso ele la pez en los ingerlos. Jn cubacion artifi cia l de les huevos. Ob e rvaciones sobre la semilla de gusanos de seda llamados de Rayko. · Programa de los premios que ofrece la sociedad económica matritense para el conc urso público de vinos y aguardientes que se celebrará en 18-1'9. Operaciones qne clespues desuco echa exige el algodon, y de u importancia en el comercio. Utilidades del ganado vacuno para -el acarreo, y modo ele uncirlo. Uso de ciertas semillas como abonos. Tablas indicativas ele la época en que tendrá lugar el parto de las reses :vacuna y lanares . Mélodo pata mantener la volaleria por medio de gusanos. Uso del grosellero para la lintororia . Noticia sobre la de infecc ion de las malerias fecales por el sulfato de hierro, y sobre su empleo como abono líquido. Uso del é ter sulfúrico en la castracion de las vacas. Enfermedades de los conejos. Aguas de las fábricas de cerveza y de aguardiente em -

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pleadas en ia agricu1tunt. Usó de los bueyes para llevar carga. Uso de la aven3 y del heno frescos. . , . . Uso indi pensable de la sal para los ganados.-Per¡u1c10s que acarrea el esce ivo precio á que se espende y la irre" ularidad en su distribucion. . Utilidades que presenta el apace ntam iento de los trigos Med io de-conocer si los ag uardientes tienen ó n ó mezcla de orujo . De la conservac ion de los prados naturales. Clarificac1on de los vinos. . . Lanas que nos sobrany lanas que nos fallan. Esperimentos en la cna de gusanos de seda en la casa R,ba, de Biaña,. &DUl:~llS'l'R,U)IO" T ECO~OUI,I. PiBl,IC,I. EIY SIJS Rl!L!t.CIO~lll!i! co~ LA A.GBllCIJ,.'rllB.t..

In troduccion. Agricultura antigua. .. . . Sobre el concurso para prem1ar ·e1 me¡or catecismo y los mejores elementos de ag ricultura. Comisionados regios. Colonias agrícolas. Acerca del. concurso para el premio de libros de texto en agrir ultura. Instruccion agrícola. P.I.B'r.li: 0.FI().I,I.J..e

·mercio, Instruccion y Obras publicas á D. Antonio Ro s ele O'ano. Noviembre.-Otro .éncargando interinamente $$le ministeri o al ministro de la Gobernacion del Reino D. Luis José Sar toriu s. Id. 10.-Otro nombrando en propiedad para el ministerio de Comercio, lnstruccion y Obras pubiicas á D. Juan Bravo Murillo. Id . 26.-Rea l érclen que_espresa el verdadero sentido de las palabras cerrado 6 acotado . Diciembre 15.-Real órclen mandando establecer en cada prnvincia una comision consu lti va para el fomento y mejora de la cria caballar.-Comisiones nombradas. I S<IS • • Enare 29.-Real órclen sobre fomento y cría del ganado vac un o . . .Ab,·il 7 .-Real decreto estableciendo juntas prov inciales de agr icu ltura. Id. id.-OLro sobre construccion , conservacion y mejora de lo cam inos voc ina'es. Id . 50.-Real órclen aceptando la ofei:ta que el Excmo. Sr. D. Mariano Miguel de Reinoso hace de un arado perfecc ionad o de Ilall1é, e l c ual babia de ensayarse e n las inmediaciones de Madrid. Comunicacion que se cita en esta real óraen. Junio .28.-Otra clanclo gracias al mi smo por el feliz éxito . del ensayo prac ticado, y aceptando el donativo de los dos que para él sirviernn, con otras disposiciones sob re el • particular.-Esposicion instructiva del Sr. Reinoso de q ue se hace mérito en esta rea l órden. Id. id.-Co nsulta elevada á S M. por la seccion de agricultura del consejo real de Agricultura, Industria y Comerc io p r consec uencia del e nsayo del arado Hallié . Id S'0.-Real órcl en mandando dar 500 reales ele ~ratificacion al mozo de lab ranza Manuel Alvarez que b1zo el ensayo del arado de Hallié . · Julio 1.0 -Otra para que se· inser te en los Boletines oficiales ele las provincias la de 28 de junio dirigida á D.M. M. de Re in oso. Diciembre N.-Real decre to y programa sobre concursos para la ad judicacion ele premios á los autores de los meJores Catecismo .y Elementos ele agricultura.

. . teno :I.S,1'7• . Ene,·o 28 .-Real clecre to . por e1 que s~ crea e1 m1ms de Comer<;io, Instrucc1on y Obras pubhcas. Id. id.-Otro nombrando para est-e ministerio á D. Mariano Roca da Togores. Febrero 5.-0Lro eñalando atribuciones y ramos al referido ministerio. Id. 18.-Otro sobre su or.,anizacion y planta. Id . id.-Otro noq_ibrando fi D. Cristóbal Bordiu, direc tor de , agricultura. ~fa,rzo 4.-Otro creando una junta de informacion para que evacue uu interrogatorio sobre arias c ues tiones de a"r icultura, industria y comercio. Interrogator io que se cita. Id. 5.-Heal órden pidiendo á los gefes_politicos_ciertas no"8.llllED.I.DES. ticias relativas á la agriculLura. Id. 28 .-Real decreto n_ombrandó min_istro de Comercio¡__Imi- Modo de desinfectar las cuadras y los establos. truccion y Obras publ!CdS a D. N1comedes Pastor viaz. Si inau ye en la vaca el régimen alimenticio para la cali.Abril 9.-0irO' creando un consejo de Agricultura y Codad ele la leche. mercio. Pan de centeno . Id. id.-Otro nombrando varios consejeros. Proceder fácil para conservar los huevos. Id·. id.-O'tro nombrando al marqués de Hemisa vice-presi- Medio de quitar lo rancio y otro cualquier mal olor de la dente del mismo consejo. manteca y de la grasa. Id. 29.-Otro fijando el número de consejeros y mandando De la pepita en las gallin as. que baya un secretario de agricultura. Modo de ~alva r e l ga nado en los casos de incendio. Id. id.-Otro nombrando algunos consojoros. Modo ele em pl ea r las materias fe cales. Mayo 1.º-Real órden acerca de prohibir la estraccion de Cevamiento de las vacas. cereales sin motivo justificado. Pipiri gallo gigan te. Id. S'.-Real órden permitiendo la introdu ccion de ·granos Utilidad de las bojas de la viña. estran<>eros. Queso de patatas . Junio 4.~0tra encargando el cumplimiento de la de 6 ele Del gui ante congo ó cajan. mayo de '1843 {que se copia) sobre libertad de vendimia. Distribucion económ ica de la boja del moral como alimenId . 10.-Real decreto disolviendo la empresa de Lorca, y to para los gusanos de seda. creando un sindicato de riegos. Fabricacion ele la li ga. Id . id.-Otro ñombraudo direc tor presidente de e¡;te sindi- Separacion de las co rtezas resquebrajadas ó viejas en lavit1a . Malés que ca usan á las cosechas las palomas y las perdices. cato á D. Pedro Alcántara Musso. Id. id.-Otro nombrando co misa rio regio para la supresion Método para con ervar las uvas frescas. de la empresa de Lorca á D. Miguel ele Carvajal y Men~ Pre., e rvat ivo contra las moscas qu e atormentan el ganado. Modo de preservar del gorgojo los granos almacenados dieta. Id. S'0.-Real órclen acerca de la corta y aprovechamiento Usos econó micos de las semi llas del cáñamo. de los árboles de propiedad municipal que se h allen en Método para engordar los ganados. las márgenes de las carreteras generales. Gran consejo de Washington á los labradores. Julio .25.-Otra permitiendo la exportacion de granos en Nuevo modo de criar los gusanos de seda. los términos que se espresan. . Maxim as y consejos ag1 icolas. Agosto 11.-Otra nombrando una com ision ·que informe so- D1uacion ele un buey de trabajo. bre aigÜnos partic ulares relativos al pozo artetiiano de Métod o para impedir que se avinagre el vino. Enfe rmedad de las patatas y su curacion. ' la prop iedad de D. Manuel Matlieu. Id. id.-Otra re feren te á las obras que puedan afectar los Cosecha el e ce reales. Cancer de las cepas. in tereses de la agricultura y del comercio. Id . 18.- Otra admitiendo la renuncia de los 12,000 reales Esposicion de frutos y flores. qun D. Pedro Alcántara Musso tenia asignados como di- Cultivo del cacao. Nuevos eentinelas para custodiar el fruto de los árboles. rector del -sincl ica to de riegos de Lorca. Id. 5'1 .-R:éal decceto admitiendo la que D. Nicomedes Pas- Ensayo de un arado. tor Dlaz hace del ca rgo de ministro de Comercio, lns- Nuevo material para cur tir. Duracion extraordi naria de la vicia en los tubérculos. truccion y Ob ras públicas. . Id. id.-Otro nombrandQ para su reemplazo á D. Antonio Begonia de dos colores: Begonia de discolor Remedio para rejuvenecer los árboles viejos. Ros de Olano. Octub1:e 7.-O~ro· reformando el consejo de Agricultura y Nuevo u so del corcho. ComercioJ el cual se denomin3.rá Consejo Real de Agri- Distribucion de sem illa do esparceta y de berengena de Sicilia. cultura, mdustria y Comercio. . Lluvias .-Observaciones de enero. Jd. id.-Otro nombrando varios consejeros. Id. id.-Otro relevando del cargo de v ice-presiden'le del Nuevo medio de clesinfeocion. mismo consejo al marqués de Remisa y conJ.lriéndolo al Semilla de patatas . . Cercas de plan tas vi vas. duque- ele Veragua. · Id. id.-Otro nombrando vice-presidente de las secciones Cerdo fenomenal. Nuevos nombramientos de comisionados regios. de agricultura, inclustrfa y comercio. . N oviembre S'.-Otro relevando del cárgo de ministro de Ce- Lluvias.-Observaciones ele febrero .

BARCELONA.-lmprenta y librería de De B&lllON M.tl.B'ril'i IND.,._B, calle de la Platería núm. 5~.


A PERIODICD

DE AGRICULTURA, HORTICULTURA, JA_RDINERÍA YECONOMÍA RURAL, PUDLIOA.OO DA.JO I,OS AlJSPIOIOS

M. I. JUNTA DE COMERCIO . DE BARCELONA, y dirigido por su Uatedrátieo de ag1•ienltnra prát.~tlea y botánica, o. .Jaime Llansó,

Segttnc>o prospecto. , L anunciar

por primera vez, hace apenas cinco meses, la ,;: publicacion de El Cultivador, ~fuimos escasos, <le intento, en palabras y en promesas. Quisimos ser juzgados por los hechos, .y aseguramos con franqueza que e) 'rallo ha escedido en mucho á nuestras esperanzas , sin embargo de la fe grande que ya oos animaba cuando emprendimos nuestra empresa. Fué nuestro único propósito contribuir con todas nuestras fuerzas á levantar nuestra abatida Agricultura de la postrdcion en que yace, y al desarrollo de los inmensos tesoros que encierra nuestro suelo; y esto nó en sentido, dijimos, d~ una estudiada cspeculacioñ , sino en obsequio del país y de los intereses de todos los conciudadanos. Este propósito alcanzó desde luego lá acogida mas favorable, y responden de esta verdad el número y los nombres <le las distinguidas personas que honran las listas de suscricion, las calificaciones de la prensa , y las 1•ecom_endaciones y proleccion que ha meÍ'ecido nuestro periódico á las autoridades administrativos . 0

_ Nuestra gratitud en tal caso exige nuevos y mas grandes sacrificios, y no desmayamos al prestarlos. Sin aumento de precio hemos determinado dar mayor estension á El Cultivador, cuyos números aparecerán desde 1. 0 de octubre próximo con -24 páginas en v_ez de las 16 de que hoy constan. Y esta mayor estension era cfortamente necesaria, porque nó de otro mo<lo pueden ver con oportunidad la luz pública los trabajos de la Redaccion , los escritos con que nos favore-· cen nuestros suscritores, las disposiciones del · gobierno que tienen por objete;> la prosperidad de la Agricultura, y todo lo bueno,· en fin, que hallamos en las obras y periódicos nacionales y estrangeros. . Mas no se limitan á esÍo nuestros esfuerZQS. Algunos suscritores nos manifestaron sus deseos de a~quirir semilla de aquellas plantas que mas ventajas presentan en la Agricultura, y á la 'indicacion mas ligera nos pr.op1Jsimos complacerles , como en efecto lo hicimos. EnÍonces ya nos decidimos á distribuir, sin interés alguno, á todos _nuestros suscritores semillas de los vegetales mas importantes de que El Cultivador se ocupára, y despues de_las ya repartidas tenemos ofre•


PR0SPEC'fO.

cid as otras, y otras y otras tam bien hemos perlido, cuyo costo no es por cierto insignificante. Mejoras de distinta clase tenemos prnyectadas ; pero nos , absl'enemos de indi carlas, porque repetimos que solo aspiramos á ser juzgados por los hechos. En las dos últimas páginas de este prospecto hemos querido dar una idea del juicio que ha formado la prensa acerca de El Cultivador; y en la imposibilidad de copiar todo lo que han dicho los periódicos de la corte y de las provincias, nos limitamos á trasla-

dar el concepto de tres diarios acreditados de esta capital, que dos de ellos distan mucho ciertamente en sus opiniones políticas. 'fambien insertamos las circulares que han publicado en los boletines oficiales y demás periódicos de sus respectivas provincias todos los gefes políticos de Cataluña, autoridades protectoras de los verdaderos intereses de los pueblos, cuyas autoridades como mas inmediatas al punto de nuestra publicacion han podido mas pronto exan1inarla.

CO~DICIO~ES. ~~

Este periódico se publica , desde 1 .0 de abril úllimo, los dias 1 .º y 15 de cada mes. Cada número tendrá 24 paginas de dos columnas cada una, de papel é impresion igual á este prospecto. Los números llevarán su respectiva cubierta de color¡ y en ella irá el swmario de materias de cada entrega, nombre del periódico y demás relativo á a suscri_cion. Al fin de cada año de publicacion se repa.rtirá un Indice general y la portada correspondiente para la encuadernacion de los 24 número~ q1rn formarán un lomo. Se recibirán, francos de porte, los artículos ó escritos que nos remitan nuestros suscritores, las juntas provinciales de ag1cultura y demas corporaciones y establecimientos científicos y literarios, siempre que traigan fecha y la firma del autor 6 autores; y se insertarán en El Cultivador íntegros ó estractados, y con observaciones ó comentarios, 6 sin ellos, segun lo juzA;ue oportuno la Redaccion, quedando á voluntad de los autores .la publicacion de sus nombres. Una sola advertencia haremos, y es -: que ElCultfoadorT10 entrará en polémicas de ninguna especie, sin que por ello pretenda, ni aun remotamente, el que hayan de prevalecer siempre sus convicciontis. Acog_eremos con gusto 'éua-ntas ohservaciones se hagan acerca de las ideas que emitamos en nuestros escritos sobre puntús opinables; y si las razones que se espongan son atendibles y tan fundadas ó poderosas· que puedan o deban modificar esas mismas convicciones, nos apresuraremos con ingenuidad y franqueza á hacerlo así público , ilustrando las cuestiones hasta donde lo -permitan nuestras débiles fuerzas. Los anuncios y avisos de toda clase y los referentes á los asuntos ú objetos de que se ocupa el periódico, así como los catálogos de plantas, árboles y llores de los establecimientos de . jardinería se publicará~, á precios convencionales, fuera del .cuerpo d~ l_a obr_a, utilizándose cuando se crea convemente, como hasta ahora se ha hecho , las dos pagrnas rnteriores de la cubierta, aun para escritos de interés. La parte oficial de El Cultivador comprenderá todas las leyes y disposiciones del Gobierno quP. se ban publicado y se publiquen, referentes á los objetos de que se ocupa este periódica, desde la creacion del Ministerio de Comercio, lnstruccion y Obras públicas y de la Direccion especial de Agricultura.

Puntos y precios de su~cricion. --<(;)1)>-

Se suscribe en esta capital en la librería de D. José Matas de Bodallés, calle de la Platería: en la de la señora viuda é hijos de JJJayol, calle de Fernando 7. • : en la de D. Agustin Gaspar, plaza de Palacio , frente á la Casa-LonJa; y en la de D. Juan Oliveres, nalle de Escudellers. · En Madrid, en las librerías de Bofa; y viuda de Razola. En los restantes puntos del reino, en las Administraciones de correos, principales librerías y demás que van enumerados en las cubiertas de los núm eros. Puede ta~bien hacerse la suscricion para fuera de Barcelona en libranza sobre correos á favor del Director de El Cultivador, remitida al mismo con carta franca de porte , siendo <le nuestr~ cuenta el quebranto que sufre el giro. Pre_E10.-Por ~res meses, tiempo mínimo qi;e se admite: en Barcelona, llevado á ca a de los senores suscntores, t5 reales: en los demas puntos, remitiéndose los números por el correo franco el porte, 48. Por un año: en llarcelona , 54 : en los demás puntos, 66.

D.,.RCELO~.,..-.,.gosto de 18.tcS.

Imprenta de JOSE ftUTAS de BODALLÉS, calle de la Pateria.


be El FOlllE~TO tlel :l. 1 de junfo. -<{;)@>-

El primero de abril de este año comenzó á publicarse en esta capital El Cultivador, periódico dedicado esclusivamente á la agricultura, horticultura, jardinería y economía rural. Aun antes dé ·que el primer número hubiese salido á luz, y apenas hubimos leido el prospecto, ya habíamos concebido la idea mas ventajosa de una publicacion que es hoy la úRica de su clase en España 1 bastándonos para ello dos consideraciones principales, Es la primera, que El Cultivador salia al campo de la discusion bajo los auspicios de la _M . I_. Junta de _Co merc_io de Barcelona, e_stablecimiento que _no con~ce riv_al en el ~undo, cuyos beneficios dispensados a la agncultura, al comercio, a las artes y a la rndustna no tienen precrn, y cuyos hombres célebres en estos ramos del saber humano , salidos de sus escuelas, han dado gloria en los siglos pasados á las cbses que les dieron enseñanza y á la patria en que nacieron, y aun en el presente, y en la actualidad no cabiendo sus conocimientos inmensos denlro de los límites que cierran la Europa, los han estendido á otr~ espacio mas grande atravesando para ello dilatados mares: y era la segunda consideracion, el saber que el muy distínp,uic.lo catedrático de agrír.ultura y botánica de la- misma junta, don Jaime Llansó, había de . c.l_irígir y su bien cortada pluma escribir en tolalidad, segun tenemos entendido, las columnas de El Cultwado1'. Pero á pesar de estas garantías pod emos asegurar, que la lectura de este periódico nos ha hecho aumentar en mucho las esperanzas que abrigamos. El primer número produjo en nosotros una sorpresa agradable mayor aun si se quiere por ser Barcelona la .que abría una senda por la que ha de llegar nuestra abatida agri..'.. cultura á una era de prosperidad y ventura; mas eEta sorpresa ha ido én aumento segun hemos examinado los números sucesivos hasta el quinto, que son los publicados, teni endo la satisfaccion de haber oido á entendidos agricultores é ilustrados agrónomos que han formado sobre el particular un juicio enteramente conforme con el nuestro. El Cultivador empezó sus tareas con arliculos prácticos fundados en uná profunda y filosófica teoría, y su importancia no pudo menos de escitar el ánimo de los curiosos y de llamar la atencion de los aficionailos á la agricultura científica y hasta de aquellos que solo conocen la viejas rutinas que aprendieron de sus abuelos. Esa curiosidad , sin embargo, ya esvitada produjo desde luego- un bien, porque conocemos personas que se han apresurado á buscar las semillas cuyas ventajis publicaba El Cultii-ador, y otras que han puesto en práctica sus doctrinas respecto á varios puntos de los mas interesantes. Pero Bl Cultú:ador ha uac.lo todavía otro paso mas avan'zado, el único quizás que le faltaba y era de apetecer, entrando de llenn en el campo vastís1mo de la ciencia agrícola, tan desconocido para nosotros y tan necesario al mismo tiempo para que podamos desarrollar con acierto y confianza los inagotables tesoros que una ignorancia, algun tanto culpable, tiene encerrados · en nuestro fértil suelo. Necesario es que sepamos las causas ciertas que contribuyeron ó de qne proceden los maravillosos fenómenos que á cada paso la vegetacion nos presenta: indispensable es tambien que conozcamos en sus pormenores esa misma vegetacion, y que no ignoremos que una planta, cuya hermosura en las flores admiramos cuyo perfume suave nos deleita ó cuyos frutos nos alimentan, tiene una vida propia, de ut.ilidad inmedia~ ta si es bien dirigida, sujeta á males que un sabio y esmerado cultivo evita, y de perjuicios ciertos para nosotros si la ignorancia y el abandono sustituyen á la ilustracion y al celo; y es por último preciso que igualmente sepamos el va-lor de nuestro suelo, las mejQras de que es susceptible, los frutos que puede producir y las riquezas con que nos brinda, si miestros actos son dirigidos por ese mismo cultivo bien entenc.lido que vaya cimentado en los principios de la ciencia corroborados con los resultados de la práctica. Puc-s esas ideas esteusas de la vegetacion en toda su carrera; esa direccion acertada que necesita la 'vi'da de las plantas, y todos esos conocimientos útiles y necesari11s para sacar de la tierra, primera fuente y la mas fecunda de nuestra riqueza, todos los tesoros que en ella existen, son los asuntos y materias que stá tratando El Cultivador con tlcertado y profundo estudio, conciliando admirablemente el árido terreno t<le teorías desconocidas con el campo frondoso de prácticas que se palpan por do quiera. Así se conseguirá in duda introducir en nuestro país la aficion á una ciencia tan necesaria como olvidada, y asi cierta1icnte colocaremos nuestra agricultura al nivel de la de otras naciones mas adelantadas que envidian el rivilegiado y feraz suelo de la España. Nosotros felicitamos sínceramente á la Junta de Comercio de Barcelo~a por s~ incansable d~seo de_p_rop•Jrcionar_ bi~n.es positivo~ en los difer_entes ramos su_g~tos á su protecc10n y cuidado, y tambien fehc1tamos al d1gms1mo catedrat1co de agricultura y botamca D. Jaime Llansó, que de tal manera comprende lo que debe á su pais , y que á objetos tan laudables dedica los ratos que roba á su descanso. De El D1'.RVELO~ÉS de ~O del misn10 jonio. ~~

Desde que ha visto la luz pública en esta capital el periódico EL CULTIVADOR, dedicado á la agricultura , ho_rticultura, jardinería y economía rural , auguramos las inmensísi~as ventajas que debe reportar el mmero de los ramos de la produccion nacional. La política, la arquitectura ,.las béllas letras, la farmacia , a medicina y hasta la~ casas de baños, dedican á sus adelantos y útiles conocimientos, publicaciones pen ódicas; y la agri cultura á pesar de ser un objeto tan privilegiado y el primero entre tooos los demás, permanecía corno olvidado, hasta que el digno catedrático de botánica y agricultura de la escuela de Comercio D. Jaime Llansó, sinl-iendo la necesidad de semejante publicacion periódica , determinó bajo los auspicios e.le la ~l. I. J. de Comercio publicar fü CuLTIVADon. De las escuelas que costea la Junta de Comercio de Barcelona han salido en todos tiempos hombres eminentes en lodos los diferentes ramos de ciencias, que allí se enseñan gratuit.aruente, los que la honran sobremanera _El primer número de este peri ódico de agricultura so brep3só las esperanzas que habíamos concebido de esta publiracion. Fundadas sus doctrinas en hechos {ll'áclicos y filosóficas teorías, llamó la atencion de los mas profundos agrónomos, y las doctrinas en él emitidas han producido ya grandes frutos , por cuanto conoce mos muchos agri cultores que han adoptado ya sus doctrinas prácticamente.

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Proverbiales son, y envidiadas han sido las naturales riquezas del suelo ibérico; riquezas que pueden llegar á centuplicarse, pues dimanan de un el i ma bellísimo al par que variado, no menos que de un suelo por él favorei:1do, y que á trechos convenientes surcó naturaleza con rios caudalosos que brindan á redoblar su feracidad va mantener amenas sus campiñas, sin agostarse con los estivos ardores, con frecuentes y ~rolongadas sequías. Sin contar, pues, con la mineralogía, abren inmenso campo á la agricultura, industria y comercio los fáciles y opimos frutos, muchos de ellos espontáneos, que rinde como siempre este estense y hermoso pais, afortunado mas que conocido aun, tanto de naturales como de estraños. Ni lo es siquiera cual merece su mismo litoral dilatadísimo y bañado por el Mediterráneo y Atlántico, con escelentes puertos eslablecidcs ya, y por establecer en nuestras qui.:ás mejores costas de ambos mares. Tantas facilidades y prodigiosos frutos en ningun otro país realzan e1 valor de bienes tan raros y preciosos, ni en ninguna otra parte, aun cuando se combinaran tantas ventaja , podrían beneficiarse en 1gu!ll grado. . . . . . . . . . ·.. Felicitamos a·l disti;1g~ido agri~ultor ·Y bot~ni~o, ·seiior ·u~nsó, ·asi· ~Óm~ á ia j~~t~ de ·co;ne~ciÓ, por· de~ d1car sus tareas al fomento de la agricultura, por medio de una publ1cac1on penod1ca que tan felices resultados debe producirá favor de la primera fuente <le produccion nacional, dando de este modo un grande paso para contribuir á la regeneracion que tanto necesita la España, b~jo todos conceptos.

Del D11'.RIO DE fJ1'.T1I.LIJÑ,I. ,lel t.O de agosto. Hemos visto los números que van publicados ele El Cultivador, y aunque en ellos no se ha insertado aun el análisis químico de las tierras y los medios de revolverlas y prepararlas conviniendo unas con otras, sobre i:uya operacion giran las siembras y de que pende muchas veces el éxito de la produccion, le recomendamos muy parLicularmenle á cuantos tengan propiedades rurales, y creemos que esa publicaciones de mucha utilidad para el país, mereciendo su redactor D. Jaime Llansó, catedrático de botanica de-las e~tablecidas en la Casa-Lonja, una mencion honorífica y una gratitud que nosotros juzgamos de justicia y tenemos el ho1?º~ de hacerlo público, alentando al interesado á que siga venciendo los obstáculos que se opongan al ex1to de tan útil publicacion.

Gobie1·uo snpe1•io1• político de la provincia de Da1•celona . . Los artículos de agricultura, horticultura y economía rural que se insert!l,n en el periódico titulado El Cultivador que publie;a en esta crndad D. Jaime Llansó, catedrático de botámca, pueden ser muy útiles para difundir los buenos métodos de agricultura; por lo l.anlo he resuelto autonzar a los ayuntamientos de esta provincia para que si voluntariamente quieren se suscriban á dicho periódico, por un ejemplar, cuyo importe será abonado en las cuentas municipales. Barcelona 47 de junio de 4848.-Manuel Gibert.

Gobierno superio1• político de la p1•ovi11eia de Ge1•ona. Se han examinado por este Gobierno político los números saudos á luz hasta ahora de un periódico de agricultura, horticulLura, jardinería y economía rural, que con el titulo de Et Cultivador se puhlica desd e i .° de abril de este a1lo, en .tlarcelona, bajo los·auspicios de aquella Junta de Comercio, y bajo la direccion de D. Jaime Llansó, catedrático de agircultura practica y botánn:a de la misma Junta. Las materias contenidas en dicno periódico son de la mayor importancia y mas importantes todavía las que están anunciadas, observándose el mejor acierto al hermanar las doctrinas de la ciencia agrícola con los resultados de la práctica. De aquí procede la grande utilidad que pueden producir los escritos que contiene Et Cultivador, y la grande infiuenda que pueden ejercer en la prosperidad y fomento de nuestra agricultura, primero y fecundo elemento de la riqueza publica, y cuyo ramo por desgracia no se halla entre nosotros tan adelantado como en otras naciones. En su virtud he creído conveniente recomendar con toda eficacia á lo» ayuntamiimtos de esta provincia la adquisicion del referido periódico, al que pueden sus cribirsecomprendit:ndo su importe en las cuentas de gastos municipales ó comunes, bajo el cu puesto de que la suscricion ha de ser un acto \<Oluntario respecto á los mismos ayuntamientos, y que el abono en las propias cuentas ha de entenderse por el valor de un solo ejemplar para cada corpora~iou municipal.-Gerona 1.° de julio de 1848.-Cá.r/os Llauder.

_ Goble1·110 superior político de la proviuei~ _,le Lé~ida.

.

Desde 1.0 de abril del cornente año se está publicando en B<:rcelona u.u peno_d1co _de agricullur~ ,. horticultura, jardinería y economía rural, con el título de El Cultivador, baJo la direcc1on del catedrat1co de agricultura práctica y botánica D. Jaime Llansó. . . - La sola inspeccion de sus artículos en que se mira desenvuelta, con 1~ mayor clandad , la doctnna de la agricullura por los resultados de la experiencia práctica, hace conceblf la _lisonge~a esperanza de que , consultados con docilidat.l alejarán en algun tanto de las faenas rurales, r_uLrnas antiguas c_uyo apego, por timidez q ignorancia, tie~en en -cierto modo atrasada la agricultura español~, y no la permiten todo el desarrollo de que es susceptible por privilegio de la naturaleza, ya que constlluye el pnmer elemento de la riqueza pública. , fü des~o de ver realizada en 1~ posible ag~e_lla esperanz_a, me .~m.pele á recomen~ar . efica~menLe_. a los ayuntauuentos de esta provincia la adqu1s1c10n del reíendo penodrno, cuya suscnpcwn volu!}t:a11a po~r~n comprender en sus c~~ntas municipales, siempre que sea en cuota de un solo e¡emplar . Lemla 13 de Julio de i848.-El gefe pohhco, Luis de Llano.

Gobierno superior polítie·o de la provincia de Ta1•1•a~o~~Convencido de los beneficios que puede reportar al importan Le ramo de agricultura, la adqu1.s~c1on del periódico titulado_ El Cultivador, que s~ publica. en ~árcel?na, no puedo 1T_1enos_de reco'!lendarlo a lo~ ~1caldes y Ayuntam1 en tos de esta pruviuc1a; en la 111teligenc1a de que la cantidad a que ascienda la ,suscr!c1on de un ejemplar, será de abono en las cuentas municip~les. Tarragona 25 de agosto úe i 848.-Jose Mana de Jlontalvo. -


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Y DE

ADMINISTRACION l' ECONOMÍA PÚBLICA BN SUS RELACIONES CON LA AGRICULTUnÁ;

PlJBLICÁDO BAJO LOS AUSPICIOS DE LA

1\1:o I. JUNTA DE COMERCIO DE. BAECELONA Y DIRIGIDO P_OR SU

ca tedrá tico de agricu!Lura práctica y botánica

TOlllO I.

llllPRE ' TA DE

D. B.AMON IND.AB., CALLE DE l A PLATJm{A, N. 0 58. AÑO

1849.

1


,.


EL CULTIVADOR. PERIODICO

DE AGRICULTURA, HORTICULTURA, JARDINERÍA YECONOMÍA .RURAL, PlJDLIOADO BAJO LOS AlJSPIOIOS DE LA

ERCIO DE CATALUÑA• .' y dirigido por su fJate,lrátieo de agrlenltnra p1•á(.~ttea y botánica, D. Jaime Llansó.

l}lrosp reto.

IN pararnos en esplicar las causaS" que mas poderosamente han contribuido al abatimiento de nuestra agricultura, . ¡:oJo diremos que se halla en estac!o tal de abyeccion , que para , elevarla á la altura en que se halla en otras naciones, son necesarios grandes esfuerzos y costosos sacrificios. Penetrados de esta idea , vamos á prestarla todo nuestro apoyo por humilde que sea, no en sentido de una estudiada especulacion , sino . ·en obsequio del pais y de los intereses de todos los conciudadanos, empeñándonos en una tarea de sí enoj<ilsa por ~as que la encamine una aplicacion útil y la aguarde una . consoladora proporcion . Enemigos de vanas promesas y de programas pomposos, preferimos una publi-

cacion sencilla y que basada sobre hechos puramente prácticos, esté al alcance de n1,1estros labradores, procure instrµir á los propietarios, y estimule •el deseo de acertados esperimentos y probables especu.,. laciones en las altas clases de la sociedad ; aumentando por esle medio el caudal de la riqueza pública, y llenando de confianza á los hombres interesados en la prosperidad de su patria. Propónense los redactores de esta publicacion , si su trabajo merece la acogida que ellos confian , que no sea esta mas que el primer eslabon de una larga cadena de conocimientos agrícolas que ti,:men ánimo de de~arrollar, contribuyendo asi á llenar un vacío en nuestra patria, escasa, ó por mejor decir falta enteramente de obras orijinales en este ramo. Deseando la R.edaccion emplear cuanto~


II

medios puedan contribuir al desarrollo y fomento de nuestra agricultura, tendrá á los suscritores al corriente de los adelantos que se vayan publicando en el estranje-

• ro , insertando ademas las órdenes del gobierno, relativas á este· ramo de riqueza pública , sin comentarios de ningun genero.

PAR'l,E lll~TERIAL. El periódico saldrá los dias 1 y 15 de cada mes, empezando el 1 .º del próximo abril, en ?apel y forma iguales á este prospecto. Cada número contendrá diez y seis pájinas de buena 1mprest0n y de ..tipos diferentes, segun los títulos que contenga; irá con su respectiva cubierta de color, llevando impresos el nombre y precio del periódico, con el ~umario de materias de cada entrega. Al fin de cada año de su publ icacion , se repartirá un Indice general y la por Lada para la respectiva encuadernacion de los 24 números que formarán un tomo. Se recibirán, francos de porte, los artículos y comunicados que puedan interesará nuestros lectores siempre que vengan con fecha y firma de su autor, y se insertarán íntegros ó estractados, si la redaccion los cree dignos de inlere~. ·Los anuncios y avisos particulares, referentes á objetos de que se ocupará el periódico, así como los catálogos de plantas, árboles y flores de los establecimientos de jardrnería, se publicarán, á precios convencionales, fuera del cuerpo de la obra. Los que deseen susc;ribirse al Cultivador, deberán entregar su imgorte en la administaacion dé correos mas inmediata, al recibir el primer número, escepto en los puntos de Cataluña continuados en la lista que sigue, q_ue deberán satisfacerlos á los SS. encargados de la sus.: cripcion, remitiendo á esta redacc1on la mitad del prospecto á que van notados los respectivos endosos, para que no sufran retard•J en el recibo. del primer número, ó avisar por carta particular , franca de porte. Se suscrihe en e,,;La capital en la librería de José lJfatas de Bodallés, calle de la Platería, En la española y estrangera de Roca '1/ Suñol, calle de Fernando VII, esquina á la de la Enseñanza. En la libreria Oriental, Rambla, y en la de Agustin Gaspar, frente la Casa-Lonja. En Madrid en las librerías de Boix y en la de la viuda Razola.

Puntos de suscripcion. -<€1'>Balaguel', D. N. Sanjenís, hacendado. - Baño las, D. José Vila, hacendado. - Berga D_. José Cortada, escribano y propietario.-Bisbal (la), D. Tomas l\faimi, procurador y pro.: pietario.-Blanes, D. Felix Portals, propie~ario. - Ca1·dona, D. N. Franch, hacendado.-Castelló de Ampurias , D. Juan Salamó, notario y hacendado.-Cer•v era, libreria <le Gaset-- Figueras, D. Gregorio Matas, impresor y propietario.--Gerona, D. Antonio Figaró irnpresor.-Granolle;rs, D. N. Fábregas, procurador y propietario.-Guisona, D. Francisco Caba y Vida] hacendado.--Igualada, D. José Orpí y Serra, procurador y '{lropietario.--Lérida, Sol.-lJJan~ 1·esa, D. Pablo lloca impresor.~.lJfataró, D. Salvador ParatJe, albeitar y propietario --Olot, D. José Doulrem , impresor .-Pobla de Segur, D. Francisco Casanovas, propietario.--Puigcerdá. D. José Tort, administrador de co rreos.--Beus, D. l<' rancisco Castellar, procurador y propietario.-Ripoll, D. Eudaldo Raguer, médico y propietario.- Sabadell, Sr. administrador de co:-reos San Boy de Ltobregat, D. Baudilio Aleu, alt;eitar y propietario.-San Feliu de Guixo ls 1 Sr. administrador de correos.--Santa Coloma de Fcirnés , D. Juan Ferran, escribano y propietario.--Seo de Urgel, D. Geronimo Sucarana, hacendado.-Solson.a, Sr. administrador de correos. --Tarragona, Nello, librena.-Tarrasa, D.N. Soler, escribano.-- Táruga, D. Jaime Comes, propietario. Torredenbarra, D. N. Gatell, abogado y haceodado.-Torruella de lJfongrí, D. N. Combis, hacendado.-Tortosa, D. Ramon Vives, procurador y proeietario.Vendrell ·, Sr. admimstrador de correos.--Vioh, D. Ignacio Valls, impresor.--VUlaf'ranca, D. José Antonio l\faciá, hacendado.-Villanueva, D. N. Pers, hacendado.

Precio y condiciones de snscripcion. 4;it,l-

Por 3 meses, tiempo mínimo que se admite, puesto en casa de los SS. suscritores. . .

{ En Barcelona. . . . . . . . . . • En las provincias franco de porte.

Por un año.. . . . . . . . . . . . . . . . ·

fa:r~~~~~~cia;.. .. : : : _- : : :

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11> reales.

rn )) l:i4 66

)) ))

Imprenta de JOSÉ MATAS.


PAPELETA DE SUSCRIPCION. 1,

Yo el abajo firmado , me suscribo al pariódico ti-

tulado El Cultivador., por el término de obligandom.e á entregar al recibo del primer número, la cantidad de reales correspondientes á dicho tiempo de abono. DIRECCION DEL SUSCRITOR .

calle de

En Barce l ona. {A N.ºD. - piso. A D.

fuera de BarceIona. { Calle de N.

0

de correos de

Admini.stracion


A la direccion del peri6dico El Cultiuador , calle de la Frenería n. º 11. Barc_elona.


COISIDE AC!OIES GEIERILES ACERCA DE LAS LABORES.

Puede decirse que los rn edios geneA esta accion fundamental se aíiad en rales de la induslria agrícola ; relali- otras accesorias, tales como la deslrucvamenle al suelo, se reducen á cuatro cion de las malas yerbas , impedir su clases; las labores, los mejoramientos , reprod ucci0n cuando se han arrancado los abonos y las alternaciones de cose- hábil y oportunamente, prnporcionar la chas. Como cada una de estas cuatro estension de las raices y el desarrollo clases generales de prácticas agrícolas de sus fibras capilares encargadas de se complica con hechos y res uItados es- absorver las sustanc;ias alimenticias , la traños al suelo propiamen le dicho , cree- po$ibi lidad de traer, en ciertos casos, á ·· mos oportuno tratarlas por separado, la superficie, capas de tierra virgen ó contrayéndonos ahora á las labores. de naturaleza propia para el cultivo, de El objeto directo de las labores es mezclar los abonos y otras materias didejar mullida la tierra, porque cor- ferentes, que puedan convenir, en toda responderían muy mal las restantes la capa de masa vejelal, facilitar la igual operaciones á las esperanzas del culti- reparticion de calor atmosférico, y po...., vador, si el suelo no estuviese conve- ner la tierra en una posi(jion mas favonientemente removülo; por cuya razon rable para el riego. los célebres agrónomos Tull y Duliamel, La importancia de estos diversos gé~ han considerado la labor como la prin- neros de accion no seria completa si , cipal y casi única fuente de fecundidad atendida la calidad del suelo y sus cirde la tierra. De esta práctica, bien ob- cunstancias, no adoplá-semos para las laservada se sigue, que las m terias so- bores instrumentos análogos á su dis....:. lubles y dispuestas á fermentar pueden tinta naturaleza ; pero como este punlo ponerse en circunstancias . favorables , de doctrina podrá formar el asunto de que se introduzcan profundameBte las sucesivos artículos, nos limitaremos hoy lluvias y los rocíos, que sea mas fácil á,- otras consideraciones de suyo imporla evaporacion cuando el agua es exe- tan tes á los in lereses del labrador, dente, y que el aire atmosférico, inLa profundidad de las labores es uno dispensable á la vida de las plantas, de los puntos mas culminantes de la: pueda penetrar en todas las partes de labranza bien entendida ; y aunqu esta orígen orgánico , hasta en las mismas _profundida_d es ó suele ser la de · · ú es.pongiolas de las raiccs. ocho ·pulgadas ordinariamente , varía 1


-2 =-sr.gu1r la lemptrratura, el grallo de hn'-. Por la superposícíon de capas ,, dchc-medad , la consislencia del suero, la mos proceder con mucha caulela, por~upP-rposicio-n-de capas, la cantidad y que las labores, bajo este punto de visla, calidad de abonos, la naturaleza de las están unidas J las teorías de los mcj<i~ raice5 de las l)lanlas :quc se cultiven, y ramient.os ó heneficios, y llegamos á finalmente segun ·el objclo ulterior que cambiar enteramente la . calidad del nos proponemos. sucio mezclando dos capas de naturaPor la temperatura , en los países leza distinta, transformando en terreno frios d.cbe trabajarse la tierra á mayor sustancioso y ;recundo el que antes era profundidad que en los calientes, -ya árido y arenoso. Con In Stl'pcrpos.'í--~ porque las lahores contribuyen á la cion de capas, apartandonos del riguevaporacion de la tierra cuando el sol roso sen li<Jo de los términos y adoptan~ es fuerte y las lluvias escasas, ya por- do el lenguaje agronómico, podremos que:{as plant:is rcsisteñ el frio en cuan- desecar como por encanto una loca lito puede.u extender mejor sus raices dad fangosa, haciendo l)roduclivo un por _el interior del suelo. suelo que la demasiada agua no perPor la humedad, es conveniehte en mitia cultivar. Otras veces lograremos lodos los terrenos bajos y pantanosos por este medio ventajas de importancia, profundizar mucho las labores, favc•re- como cuando la capa inferior es. de ciendo ·ac,-este módo la/4iesecacion por la una tierra · propia. para mejorar la de evaporacion del.agua excedente,. mien- la superficie, mezclandolas con cuí. tras que en los sucios calientes y de dado y proporcion; pero evitaremos oaturaleza arenosa,. que retienen poco cuidadosamente este proceder si la ca·pa ffi. agua, ' convendrá conservar la hume- inferior es de mala calidad para el alidad, no removiendo la capa inferior de mento de las plantas. .Por la cantidad de aúonos, hli lahola tierra vejetal. Por la consistencia, la naturaleza res serán profundas cuando se empican del suelo nos dará las reglas. que he- muchos en el te-rreno; y si escasea la mos de seguir para una acertada labor. cantidad será mas superficial la la--Cuanto mas arcilloso y_- lenaz sea el branza, procurando siempre que quet~rreno, mas profundidad daremos á la den totalmente cubiertos de tierra, y labranza para facilitar la introduccion -que estén enterrados hasta la zona del aire atmosféri'co que ha.de dar vida donde penetran las raíces. ~ las plantas; y al contrario, se 1·emo-Por la calidad, como que SOR di fe-verá tanto menos, cuanto mas movi- rentes en su ·forma y origen, exigen ble ·y ligero sea naturalmente. Ade- labores profundas los largos. y gruesos mas, procuraremos en ·1os suelos duros como los de cuadra, los vegetales. eny arcillosos dividir la tierra-para hn- terrados frescos,. los cuernos, uñas, cerla porosa hasta el punto que nos huesos y demas 'materias animales s615ea posible, con el fin de conseguir de }idas, cuya descomposicion es lenta y est!l manera una. evaporacion mas ó dificil. Por la naturalez a de las rafees , sellleno~ completa.


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.humedad l \ dn lanlo n,a:i profun1la~ las Í:ll10re~ se- forzaremos á mantener el suelo por medio de surcos transve1 . gun que las raíces hayan de profundizar masó mcr.os. Asi la zanahoria, el sales . Pero en los cnsos que los terrenabo, la alfalfa y olras, cuyas raices nos de mucha pendiente nos ofrezcan fusif.ormcs indican á primera vista la inconvenientes grandes para el cultivo, distancia á que han ce penetrar para echaremos mano del medio mas efica~ su compl~lo desarrollo, exigirán _un suc- que nos ofrece el sistema de economía io mullido y lrabajatlo prof11ndamenlc, local, radicando en ellos bosques y somientras el trigo, el maíz y otras mu- tos , ó bien dcslinandolos á prados nachas, cuyas raices marchan someras en lurales. La época de las labo_res es otra de-, la lierra, se contentan con una labor superficial. Las plantas perennes, co- las cosas que merecen fijar nuestra mo los árboles · y arbustos , cuyas atencion. En general podemos verifiraíces fib1 oi::as y agudas han de pro- carlas en lodos tiempos, salvo en los fundizar á larga distancia, necesitan casos de muchas lluvias y granrle_s ui1 gran fondo de tierra removida para heladas ó durante las fuertes sequías_, porque en estas ocasiones la rej~1 no-powgelar con farorable resullaclo. Finalmente el objeto ulterior de la dria remorcr la tierra por su extrelabor nos oh liga á veces á trabajos du- mnda dureza y a.terrooamiento , aca~ TOS y costosos, porque no será lo bando de aumenlar el rnal el pisoteo d(; mismo empicarnos en labores sencillas las yuntas: pero entre estos extremos, la ocasion mas fa, orable de las laboque en desmontes penosos. El nivelamiento del terreno, para res la determinará el sistema de agrilimitar el grado de humedad que sr cultur:i del pais, trabajandose la tierdesea en el suelo que cultivamos, po- ra al momento de recogida la cosecha drá obtenerse por medio de las la- en todas las siembras de una rolacion ó bores~ ya haciendolas planas en los allernaoion regular, con cuya práclica terrenos secos y ligeros ·, ó en surcos aprovecharemos el tiempo, precioso mas ó menos profundos en los hú- siempre para el labrador, á la par que _ me<los y arcillosos , ya facilit:indo el enterraremos oportunamente los descurso del agua por las sinuosidades, pojos de la última vegetacion. Los de modo qui) permitan á las plantas campos que se dejan á barbecho se lrab,ijarán en.. oloiio principalmente, prosperar ·en el dorso del caballon. La inclinación del terreno, que in- porque conviene que el suelo quede fluye poderosamente sobre la vegela- mullido en esta ocasion para facilita!' cion bajo dirersas relaciones, exige la introduccion de las aguas y escaralgllnas prcc:1ucio11es relativas á las chas : sin embargo algunos agrón9mos labore:;. En los lugares bajos y húme- admiten diferencias, prefiriendo dar la dos en que el agua se estanca con fa~ principal labor á últimos del invierno cilidad , procuraremos. producir desi- para las sementeras de primavera, con gualdades ficticias que corrijan el mal, el pretexlo de evitar el desarrollo de mientras r¡11e en las pcr.dienles nos es- las malas yerbas.


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Las labores en verano son por lo comun poco útiles y ámenudo perjudiciales porque facilitan la evaporacion del agua; no obstante, en dos casos particulares podemos recomendarlas: el primero, cuando hemos de preparar una tierra, que se acaba de despojar

de su cosecha., para una siembra inmediata y ventajosa á un buen sistema de rotacion; y el segundo, cuandopor bien combinadas que sean las labores, no · ·son bastantes á destruir lasmalas yerb-as por la rapidez con que crecen y fructifican.

SI ES NECESARlO SEGAR LAS MLESES ANTES DE SU COMPl:.ETA MADUREZ.

El cultivador, .semejanle al marinero que

Para resolver la cuestion c-on acierto he-~ mos de investigar antes si la maduracion, olvidar los Tiasgos que corren los frutos aon de los frutos es un acto enteramente propioen el acto mismo de las cosechas , teniendo de la vegetacion, ó si" -es únicamente una-. presente que en este momento suelen ser nueva combinacion química d'e etementos-mayores las pérdjdas que, puede sufrir sino que ya existían en el fruto. Si observamos las evitan la prudencia y la arLFvictad. Es, que los frutos de invierno no maduran eo pues, de l'a mas alta importancia que el la- : el árbol y qne solo toman las b11enas cualibrador fije la vista en la época mas oportu- dad es que les son peculiares cuanJo los quina de la madurez de sus trigos para que , tamos de la planta á últimos de octubre, reunan la cantidad' y la catidad que deben tendremos que admitir que la madurez setener, al propio tiempo que procure al e'fec- . ha verificado en esle caso c9n independento los medios mas íácites y menos dispen- cia del vegetal. Este fenóm eno, que nos ofrediosos, en el interés "de una estudiada eco- cen á cada paso los fruto.les de invierno-, llomía. pu ede observarse en muchas otras plantas; Si tuviesemos que imitar á la naturaleza mas como en este artículo nos corresponde en la conservacion y germrnacion de las es- ocuparnos solamente de las anua-s, entre l1as pecies, quedaría resuelta muy pronto la que colocamos las gramíneas, trataremos . cuestion que examinamos. Elladeja caer las de examinar la proposidon bajo uñ punto semillas luego que están fecundadas- y ma-• de vista fisioFógico que nos ponc.frá en -claro duras;- pero -el hombre que ha de opro.ve - cual es la causa del amquil_arniento de la ve- cliarse de ellas para hacer frente á las ne - getacwn y de la n_merte de la planta , único, cesidades de la vida ., debe adelantarse mu- medio que nos queda para dar -solucion a:1 chas veces en -la obra de la recoleccion si 13rohlema. El trigo mu ere por la falta de accion vino quiere dejar espuesto al azar el fruto dn tal en la raíz ó en la espiga. Si_la muerte de sus sudor.es. Hay además muchas plantas cuyas semillas nv ex¡gen un grado completo la planta ha empezado por la raíz , que es de madurez para su conservacion ni para su 1-o mas probable, está claro que debilitángerminacion, contándose principalmente en- dos e la accion de sus rai cillas y disminuyéntre ellas, los vegetalM ·de cuyos frutos saca- dose la absorcion de las materias nutritiva:-, llegará el raso <le falta1· á la planta ,materias mos el pan y el aceite. e cewan peligrns por todas parles, no debe


!Sue asimi1ar; y ·aunque el tallo conserve ce petuosos y los to1:bdlinos las sacu<len con mas ó menos su verdor, tendrá que resen- ce violencia. Por esta razon no debemos agua,:tirse el fruto de esta falla de alimento, prin- « dar, antes comenzar la siega luego qL1e las cipiando entonces á c.ombinar; por uoa espe- ce espigas empiecen á tomar un tinte amaricie de reaccion química, los elementos prc'l- ce !lento y antes que los granos sean <lurós , ce á fiQ de que engruesen en las gabillas mas xistenles en su tejido. Si la muerte comienza por la espiga, co- « que en el campo: porque no Liene conmo algunos agrónomos han sostenido-, es « tradiccion que si la siega se hace oportupreciso tambien convenir en que queda in- cc namenle, las semillas Loman Íuego mucho terceptada toda comunicacion entre los f1:u- ce <lesa rrollo. >} Continuando todavía por el c~mino ele last-0s y las partes del tallo, de manera que ra espiga no puede admitir, por falta de accion buenas teorías, vereñ1os palpablemr.o~e que vital, los alimentos nutritivos que le envian el trigo segado en tiempo oportuno, es decir, antes de su entera madurez, dará mayor fas partes herbáceas, De cualquier manera que se mire el he- cantidad de harina que el que se recogió -cho resultará siempre, que la macluracion de siendo completamente maduro; y que al las semillas en el trigo , así como en las contrario, el sah•aclo abundará mas en el otras pfantas anuas, no es el resultado de que se segó cuando los granos se sazonaron una accion vital inherente á la materia ve- totalmente en el campo. La razon está en getativa, sino la combinacion química de tos que cuando las parles <le la semilla han lleelementos que preexistian en los frutos. De gado ya -á su cumplido desarrollo, no pueestas premisas es preciso deducir la conse- den absolutamente admitir otra cantidad de cuencia , que /as rr,ieses pueden segarse con mate-ria , y en que si el fruto sigue recibienventaja antes de la completa madure:z de sus do alguna, se cleposita en su cubierta para tomar mayor dureza. Sucederá to<lÓ lo confrutos. Estas consideraciones , emanadas de un trario si sega_mos las espigas antes de su toperfecto raciocinio, han encontrado sin em- tal m9 durez : el grano entonces absorverii bargo oposicion en los genios cabilosos y en de la cubierta del fruto las pocas materias aquellos que, faltos <le conocimientos fisioló- que le puedan faltar, y resultará necesnriagicos, han creido que el aconsejar la siega menle una mayor cantidad de harina y la de la miesés antes de su entera maclurez, di sminucion del salvado. Cada Llia vemos era un consejo altamente pernicioso é in- que nuestros hortelanos cogen las babichue~ ventado por el espíritu de la nov~dad. Mas las, habas y otras muchas IegumlJres ante para que se convenzan nuestros lectores, de <le la completa rnaduracion de sus bayas que ya en tiempos muy remotos fueron ele porque saben por esptriencia que las semiesta opinion los agrónomos _mas distingui- llas se sazonan cumplidam ente clcnlro de ta dos, copiaremos á continuacion lo que Co- cubierta del fruto, in que por ello dejen d 1umella dice á los agricultores de su tiempo ser i<lóne~s para la consenacion y para la germinacion. ni hablar de la cosecha del trigo. Mirada la cuestion bajo un punto de « No hay cosa mas perniciosa que el re1< lardo : en primer lugar porque el grano Yista económico, la siego de las mieses an« es presa de los pájaros y de otros animales, tes de su entera madurez, lleva tambicn ven. « y en segundo porque la'i semillas, y aun las tajas harto apreciables que pasamos á in_ · « rspigas mismas, se separan facilmente tle-1 dicar. Como en un pais dado lodos los 1.ª ce tallo y se caen al sucio si los vientos im-


.- ' 6 ti:igos maduran casi en una misma época, ¡ mismo tiempo á ser maduras, sucede qne st•cede comunmente .que se pierde alguna muchas eslán todavía VP.rdes cuando las l't'Scantidad de lo!i frulos demasiado maduros tantes ofrecen la ocasion de una cosecha ppr no,haberse hecho oportunamente la siega. oportuna. Pero ¡_iliéndase ií que l:•s prirnc2. a· La paja es mucho mas nutriJiva pa- rarnente maduras son las que, 1la.n el trigo de ra el ganado cuando In cosecha se ha segado rpejor calidnd; que. á estas imporla salvar antfls de la madurez éompleta, porque las principalmente , . y que esta razon poderosa semillas Ja han esquilmado menos. . , iene en apoyo de la siega pren~atura ó·tem3.ª Segando las rnie .. es en ocasion come- prana. 2. 0 Que si á la recóleccioo, de las midnienle , ellas correrán menos riesgos por las variedades y accidentes de la temperatura, y ses acompañan llth'ias soslenidas el trigo el labrador pod1,á prometerse_una cosecha corre peligros de averiurse, porqu'3 no temas abundante que si hubiese segado tarde. niendo las semi:las el grado cbrnpleto de_ 4.ª Y& hemos visto por los prin&ipios madurez es fúcil que gcrmiµen 1lentro de su:. que antecede~ , que el trigo segado pren,a- espigas. Este incomenienle 1ksaparecení si turamente tend·rá menos salvado y mas ha- colocamos las espiga~ en parajes apropiado:. rina, sin que _por esta cii-cunstancia pÍLirda para guardarse de las aguas, ó bien formanlas facultades de conservarse y ¡Je germinar, do las .gabiilas· en el campo del modo convesinmpre que se -almacene sec-o en los gra- nient.e á su buena consen'asion. ncros. 3. 0 Que cuan.Jo no ba alcanzado el tri,· 5.ª Los gra\1,os que maduraron prim~ro go una sazon perfecla no ¡1ueden sus fru'soo los '!'ªs robustos y nutridos y caerán de · [os senir pa_ra la snmenter,1. Este pret~:\'.IO ~ us espigas ~¡ no las segamos á tiempo, per- no es valedero, si ,;e consi<lerJ qne /rnra quo <liendo de esta manera la ~arte mas pingüe una semilla germine no le es obstáculo la · -falta Je entera madurez. Para lo que imtt"~ la cosecha. 6. ª ' Esperando á verificar 1a sieg~ en los porta e_ste grado de madurez es para la con momentos de la madurez completa, sucede sP-rvacion, porque las semillas- que contienen níuy á menudo qué corriendo las mieses al- todavía alguna canti1lad de agua vegetativa gun peligro.por l~s variacio;1es desfov.orables es fácil que germinen en los graneros, si la Je la temperatura, el propietario no encuen- tempcrat;ra facii'ita este acto. Se evitará sin tra brazos que salven su cosecha, ó, bien ha · embargo este inconveniente dejando secar de pagarlos á un precio muy subido que le el trig-> Je1itro de las espigas despuesdesegahace' arrepent.ir do su descuido ó de ~u te· das la3 mieses. m eriJad. '[ornando en su justo valor las razones A estas venlaja_s¡' que ofrece la siega pre-· que dejamos cspuestas, deduciremos que la ma-tura, podrán oponérsenos algunos incon- madurez <le los f1~utos,,,'és una combinacion venientes de masó menos QUI to que no des- química de los elementos preexistentes en su conocemos; pero por, niQchos que estos sean, tegido, y no el resultado de una·accion vital no equivalen al provecho que aquellas pre- de la planta; que conviene por lo mismo scntan para que el cultivador deje de deci- ' segar los trigos ó las mieses an~es de su com dirse en favor de 1~· siega antes de acabada plcta madurez, y" que - el momento mas fa.la madurez de los f(u_tos. vo,,able para esta operacion es aquel en que Los prinoipa les inconvenientes son los que á las semillas han lomado ya una consil>ienseguída presentamos brevemente contes_tados. cía regular; es decir , que no puedan es1.0 Como todas_las plantas no llegan á un .. trujarse á In simpfc pi:.es·ion de los dedo~.


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1rncunsos CONTUA EL·GORGOJ o.

Uua gran parte lfo animales sé alimentan ' se tran-sfóÍ'ma en ninfa pára . pasar luego al de sustancias vegetales, los unos atacando estado de insecto perfectQ. fos mices, otrus las hojas, estos las yemas, Sin ocuparnos . del . aspe&-o cstcrior que)' aquellos In~ llores y aun los frutos. Hay• presenta el gorgojo en sus diferentes trans-al¡.;unos que .;e nulrcn ·solamente da las se- formaciones, diremos que el calor átmosfémillos, principalmente de aq!1ellas qu~· tic-. rico ,;eS el medio ITHIS-.5 propósil<;> para' acelenen cantidades de fécula acumüla<las para rar. su desarrollo, asi .como el frio inten§9; el futuro desarrollo del embrion. Vero el ibs- lo manti ehe adormecido y_privado <le causar tinto de los animáles 110 se limita "á buscar grandes daños. Su propagacion ~n nuestros . en los granos su rropio sustento ;· su preví- climas suele bacersil desde el mes de abril, sion llega mas aflt-í, y el fin de< l,a obra es ata- . hasta setiembre; y com() es tan prodigiosa car las semillas uara. d·cpositar sus huevos y por el número de . i~sectos que da por reasl'gurar el ali_rnento á su posteridad. Como· su.ltado 1 los .estragos que luego _siguen han esta accion e, ·bastante grave ¡:iar-a- _el bom- excitado el celo .de los propiet,irios , ·y aun Jire-en.el interés de sus fruiciones, nos ocu- de los gobernantes CA ciertas n!Jciones, conpnremos de los recurso~ de que · podemos el fin de buscar otros medios de destruir eo_. Ji.-;po~er para dismi11uir el. mal que el gor-. su odgen un mal de . t-anta trasc_endenci~, y, gojo ocasiona en nuestros graneros. El mé- que propprci-ona pérdidas consi<lérables. · toJo que dehemos adoptar para oonsegu·irlo~- · Como este insecto ,ama el r~poso y ~a, 110 ha de limitarse_ solamr11te á buscar los obscurl<lad, no suele atacar las capas del tnprocctle~·bs mas Yentajo~os que tengnn pop. go-..cfo la superficie de los montone.s .: :busca, objeto evitar fa tl cstru:ccion, que causan · es- . comuAmente los .granos que están colocados los insec"tos; sino que hemos de di ;;currir á algunas pulgadas de profunclidad para es- . tamliit•1-.. el medio mas eficaz y menos costo- tar mas al abrigo de los agentes . esteri0res s? posiblq para· oponernos á, su· reprocluc-- q·ue le incomodan ,_y las ,emillas .se nos precwn. _ . · sen1an al parecer intactas., si bien dismi~ · El gorgojo_, este animal tan pequeño co- nuiJas en sú peso á causa de haber desapamo atrev_iilb,..,_-ataca el trigo en los graneros reciclo la matenia bariilosa · por la ácci0n da para nutrirs-e con su harina, royend_o fa par- sus quijada~ cfosll:ucloras. Por su amor tí la t.e interior Je las semillas: es el mas temi- qu.ietud y á fa falta Je I uz no puede· soporble de toJos los insect¿s 4ue acorn eten-nues. tar fa pala y la criba , y_ le Yemes <lcsaparetros trojes, ya por el déstrozo que produce cer fuego qu·e remo1t1emos.á-.menudu !os grapara proporcionarse su alimento, ya por,que nos en lo~ g;·auer·os. En la estacion fria abanse multi,plica con tanta ebunclancia que uh Jona tambien su morada, y va á buscar un. cabo•<fo poco tiempo no 9eja de lus semiJlas abrigo mas lemgiado entre las hendiduras. mas que las simples. ·cubiertas. El gorgofe del techo ó de las. paredes- dsl troje. pasa por diferentes esta<los. Ei 1 el de larva Para poder llegar s!)guramente á dismipcrmaneee parti.culai:menle en cada- grano,. nuir ó curar· el mal que causa el gorgojo, es y alli se desarrolla y crece á proporcion que preciso estudiar sus hábitos y sus inclinava consumiendo. la fécula : en esta oca·sion GJ'oues , y tener ,en cuenta al miomo ti~mE_o


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-S las circunstancias del local en que se halla cion lfostructo_ra J hacer que la multiplicasituado : observar con cuidado todas las (a- cion sea mas difícil. ces que presenta la vida de·! enemigo que Por ultimo, algunos economistas. cuyos intentamos combatir, sin olvidar ningun trabajos sobre la conservacion de los granos pormenor, por pequeño qtie sea, que pueda han merecido el apre~io de los hombres conducirnos á un medio eficaz para operar pensadores, han propuesto me.dios fáciles y s.u destruccion. p·oco dispendiosos para remediar el mal de Hacíendo aplicacion de estos principios, que nos ocupamos; y consisten principalqne ofrece~1 grandes recursos á la práctica mente en _formar, al acercarse la primavera, ñgrícola y á la ec-onomía rural , podremos varios montoncitos de trigo al :eéledor de éonseguir él remedio del daño sobre que los montones grandes , los que se removeversa es~e artículo, limitando la multiplica- · rán á menudo con la pala sin tocar lo~ mon~ion del gorgojo, y deteniendo por conse- toncitos in01ediatos : el gorgojo que busca cuencia el desarrollo_en sus funestos y di- el reposo .Y la tranquilidad, se refugia en di· versos estados. cl;ios montoncitos para evitar la agitacion y Hemos di.cho que este insecto huye del el traspaleo del monton grande , ó bien se frío, ' ama el reposo y evita la claridad, Para escapa hácia las pared.es 6 hendiduras del destrui~lo, pues , ó á lo menos para dis~1i- pavimento del granero de donde se rec?gcn nuir su propagacion, hemos de obrar en con la escoba. Por c~te· medio podrán dessentido contrario á sus instintos; por con- truirse grandes cantidades de estos insectos; siguiente la ventilªcion alrnodante, el remo- y cuando se haya reuñido el mayor número ver á" menudo el _grano y la astucia del amo posible en los pequeños montones <jUe se serán los sahaguardias de-nuestros graneros. formaron al in tenlo, se rociará , el trigo de La ventilacion, como decimos, · es U.!O de que se componen, con'· agua birvit_mdo, para los medios mas adopta·bles, porque dismi- ·malar el gorgojo, cuiuaud·o de cribarlo luego nuye considerablemeqte la ' temperatura· del y separar ,de él los insectos muertos. Repeaire libré, sobre l:odo si las ventanas de los timos que conviene practicar e~ta operacion trojes esl~n cpnstruidas de manera que el en fa primavera, ·p~rque estn es la época ambiente pueda 'circular en todas direc- mas á propósilo para destruir el gorgojo anciones hasta por el interior de l¿s trigos tes que ponga sus huevo,s, pues una · vez amontoní).dos. Lograremos esta circunstan- que ·estns se han ~ultiplicado ,_ tienen mil cia, pro~urando que las lumb'~éras y venta- medios para asegurar nuevas producciones. nillas estén al nivel del piso y que ·se auProbablemente nos ocuparemos 9tro día mente el número de ellas en todas las Ji- de fas reglas que deben guardarse para la reccion~s. del aire, á' Hn de ?brirl.as y. cerrar- construccí9n de un buen granero ,.Y en ton_las segun el viento. que reinase y cua!'1<lo la ces. volveremos á toca'r, aunque ligeramente, ·almósferá estuviese muy húmeda. El efécto, esta cuestion eñlazada en cierta manera con -(¡ue causa el frio•obtenido por la ventilacio11. fa buena con~rvacion del trigo. _.es entorpecer, el gorgojo, disminuir su a~-

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Es poco comun la mulLiplicacion del oli- las plantas nuevas. Es p·reciso confesar que vo por medio d'3 sus semillas. En el cnltivo un orígen tan diferente entre sí ha de tede este árbol precioso se han consultado ner g·r ande influencia sobre _el vigor del olimas las ventajas del propietario para obte- vo y sobre su durecioo. Multiplicando este ner cosechas á los pocos años, que las que árbol por medio de sus partes ramosas , es exige la planta en el sentido de su mayor muy fácil , ó casi seguro, el no evitar la. duracion y de su ·salud. La facilidad con propagacion de las malas cualidades inheque prenden ó arraigan sus ramas y sus rentes á la planta m3dre, mientras que los renuevos enterrados en tiempo oportuno, individuos que provienen de semillas estay la circunstancia de poder conseguir frnto rán menos espuestos á males hereditarios. Por otra parte , podemos esperar nuevas con algunos años de anticipaci on, ha hecho que el olivo se multiplique casi esclusiva- variedades de los olivos obtenidos por siemmente por -division de partes, y que los bras, que estudiándolas debidamente y aprólabradores hayan declamado tanto contra vechándonos de sus ventaJaS, llegaremos_tal vei á conseguir especies diversas que. resissu propagacion por semillas. Por poco usado que sea este método en - tan mejor los rigores del frio, permitiéndotre los cultivadores , le reronocemos ven ta- nos aclimatar este árbol en muchos puntos jas de tanto bulto, que las esplicaremos donde hoy dia no vegeta. De cualquier modo y por poco usado que brwemente , ~onfiados f'n que nuestras rasea mulLiplicar el olivo por medio de las sezones serán atendidas. Los olivos que se han multiplicado por millas, indicaremos el método de practiGarlo, medio de semillas tienen constantemente valiéndonos de los consejos de .¾Jr. Gasun, eje central muy largo, raíces laterales quét que se ha ocupado muy detenidamente numerosas y el tallo derecho y perfecta- del cull ivo de E\Ste árbol. « He aqui el método que me ha dado mente liso, cuyas condiciones anuncian vimejores resnltados en la siembra de ~ceitugor y fuerza ; mientras que los pies que se obtuvieron por los otros medios de multi- nas, dice e·I citado agrónomo. Se toman en plicacion no ofrecen ninguna de estas ven- el mes de marzo las que hayan mauu_rado tajas. Ademas, los olivos prncedentes de se- bien y que provengan de escogidas variedamillas presentan una consideracion iñ1por- des : se les quila la carne cuidadosamentt: tantísima que se hace digna Je la _mayor ·y se dejan sus cuescos en remojo en una atencion , y es· que la planta empieza en:- fuerte legía por espacio de veinte -y cuatro tooces su vida , mientras que si empleamos horas, á fin de que se limpien (Jerfectarne.nte: los hijuelos ó los renue.vos que se forman al hecha esta operacion, se siembran en ·un lupié de los árboles viejos, lo ~n'ismo que si gar abrigado, aproximados unos á olros, en nos valemos de las estacas ó de los acodos, pequeños surcos á la distancia de medio pié, todos estos medios no son otra , .cosa si asi y de dos á tres pulgadas de profundidad : el .puede decirse, que una prolongacion de la terreno 'debe haberse cabado antes á unos vida del individuo de que fueron separadas tres pies de hondo y abonado con estiércol


-- 10 mcnuJo J oon.m miJQ ~ D:.ll'anfo las estacio- de alto, u1tas Jil·z y uchQ Q niintc ¡iulgaJas. ncs de primaverá y vcrai10 se regará con (le diámetro e,; ~ ha~, · y un eje ó raíz frecúencia y cuiJado, quila11<lo con precau- central de \'cinte y ocho á treinta p.ulgaJascion fas malas yerbas que vayan naciendo, Esta será la ocasion mas favorable para trassin darles lugar.,¡ que cr~zcan : hácia el mes plantar los jóvenes olivos á una almáciga ó. de octubre empetarfo á nacer las plantitas, criadero ú tres pres tic Jistancia el uno det en cuya orasion será prutlenlc fijar en los otro : ú I os dos años siguien les se injertarán intervalo,ule las lineas ramitos de árbole~ •.m la época que conviene esLa operacion, y. nnlcs eorno de pino, lentisco , encina ú á los cuulro 6 cinco des-pttes, tendrán toda la otros, . coa el · ohj<·to ele mantener abrigados robust,·z y tlPsarrollo necesario para traslo.; olivos que continuarán creciendo clurante plantarlo,; ,le as.ient(}. Para esta trasplnntatodo el tiempo del ot.0110 y la ,.n~~·oi·- parleJ rión , asi como para las- lah"ores do conser<l~I inv_ieroo, si el frio no es mu)' -rigoroso. vacion y ,ctcmas que ·extjao esta,s plantas. seSi en esta est:. cion sobre,·inieren heladas guircmos la,; 111ismus reglas que para lo's mas ó menos fuertrs, ~e prolegenín las oli,•o:; multiplicados de estaca, dP, acodo (i pJa~tas jóvenes cubriéndolas con hojas se- tle renuern. » No se nos oculta que con cslc proce<li•r· nis, con paja, ó ron estiércol de cuad'ra á medio consumir. Como en estas _siembras, si el olivo crece lentamente ; pero exageran, el tiempo y las labores les han sido farnra- mucho lo,; que dicen que jamás hombre alfiles, )as plantas su~len crecer muJ inrne- gunu ha Yisto el fruto de un olivo que él, día tas unas á las otras, se quitar..111 las mas propagó por medio d,• 1-a sc111.ilt,i~ Ordinariadébiles durarlle la segund·a prima\'era, las mente á los diez ó doce años esto., árlJ\lks. cuales, si se quiere_. podrán aprnn·charsc venidos de cuesco empiezan á dar fruto. ~ Ira ;plantándolas en e\ mes de ma17.0 á otro bien es entonces escaso el producto. Por lo, lugnr que "º haya ¡m•paq1do al efi-cto en la c,1rnun á lus vei11te y cinco ó treinta ai1os. l~rma q_u~ ~cjarn~s indi:-ada: Si -la siembra J darán satisfa~lorias cosecha~, si el cuida<!<>< s·e! ,ha tl1ng1do cmdadosamenle en lodos sus ele la educac1on de la planta se ha hecho po11· fH'rÍot.!os ,, los pies mas precoces tendrán en el método que dt>jamos descrito. fo primavera del tercP,r·añ9 cinco pies ó mas ¡

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ABONOS ECONÓi\JICOS OLYJDADOS POil NUESTROS LABRADORES~

Sr qnrrcmo., quc~la tierra ,lé buenas producciones, es preciso que el ho111brn la alio1:e, la <:uidc y la benelicie: y aclviérlosc que si no le dumos e1 abono equivalente' ó proporcionado á las ·cosechas que recogemos,. se esquilnrnrá mas ó menos tarde y llegaremos á cspcrimcnlur· un dia los resultados cle nurs(1:o descuido. El alime11lo que lo tierra ncccsíla es el abono , J>Or esta rozon lodos los esfuerzos

del culli\'u,lor se dirigi1:án_ á procurarse tamayor c1;ntidnd posible y lo mas barato ·que sea - dable. Teniéndolos al.,undantes en sus. haciendas , podrá rormar depósitos y repuestos para usarlos segun los consejós de la espc-riencia. Tratemos primero de los acopios para ocuparnos en seguida de su reparticion. · Es cilsi cornun en todos los países emplea,· como abonos el estiércol Je ovejas, de cahallo :, sJc yaca., de cerdo i la palomina 'J 0


-Ho-Iros sen:cjnnlcs. Estos oLonos tienen sin queñas propiedades. Así, pues, en una- el!• contradi~cion muy ,entaj·1s:ts propie<la<les; plotacion bien· entenJiJ n , c.leberá formar el pero no bastan éomu11mcnl<1 para la tierra lulJl'a<lor en las ccrr.a1._1 ías· de su casa una ho• que se cultiva, y la agricultura se resiente ya cuaJraJa de algu11a profumJidad y de- la de esta penuria. l'or: ello, y omitiendo :.il- cxlension que mejor ncomodare, relati,·a ·gunas consideraciones que podríamos pre- siempre á. la cnnlida<I 1lc abono q~e -se ha de sentar relalil'as á e.;le ohjelo, nos limitare- confeccionar: lwd10 nsto se cubrirá el fondo mos á demostrar á nul:)sfros ·lectores. la can- de la bo) a rnn lnJrillns ó ron una rapa de tidad de abonos que tienen ñ 1110110 y. que arcilla fuerler'nc11te apalmazndn y que no depueden rcco3er· y preparar con , 11iuy poros je filtrnr ' los líquidos que contenga. El aho gastos,. de cuJ;os abonos huslu ahora no !Jan · 110 económico se h,rrá entonces de la masacado partido. · n~ra siguiente. Se pondr¡í_ primen> unw ~apa « En la casa del labrador, dice Mr. !oig- 11•! tierra caliza como la de lns carreteras, ó . (uíeaux, hay una porcion de materias que m(•ji:ir aun ·de ('srnmbros de los edificios de.« se pierden por descuido_é ignorancia )' que molidos : en soguilla vtra capa de Yegclales « pueden servir para formar abonos excelen - fre~cos de cualquiera esp('rie (ftie sean ; otrn. « l.es : tales son el agua que· se escapa de lo-s de barreduras de corrnl ó Je lodo-dr, los ca« estercoleros, la ori'na de lo;; ganados , las minos, y asi sqcesi, amenl<~ : lut•go ~y siqm« lcjía•s que sobran _do las coladas, las aguas pre que sea con,·enirnle, se rocia la mn~a « m~c, ó menos grasientas que quedaron. con los ol'ines que p11.,Ja11 rrcoger.~e. con las •< despues de fregndos los íiiiles ó enseres de aguas qur.-salen de los estercoleros . con lvs << cocina, el hollin de fa., cliimenea.; . el re/Pjios, ele. La fcnnenlncion nparece poco ú « ~iduo del· orujo del nccile y del vino, las poco en 1·odas las capas veg.cl;iles. y mez« rarnes -de ,11íimalcs muertos por enferme-, dúnJose <lespucs loJas lns suslaucins, se «dades,los huesos, plumas y otros dcspo- a11i"ontonan hasla qúc la 1Jcscompqsicion es · « jos de los que ·se comieron, etc. Estas son abanzatla. En cslc. estado po<l16n lranspur« otras tantas pérdidas mas consiJcrah!es de larsc al campo; si son tos ahonos )ª nece« lo que nos imaginumos, y co1nienc que sarios; pero si hemos tic lardar c :1 usarlos e< lns el'itemos con tn11t(-) m:1} or cuid,,do 5c dejarún amonl.onad.os en la 1nis11,a hoya, « cuan-lo que los Lenc·licios son meno;; sen- prot:~tramlo q1:e el montt,n forme una pen<< sibles, haciéndonos cargo de que las mas diente á ma1w1 a de tejado que Jeje escurrir « leves economías tienen gra11dc imporlancin el agua, . cubrié1-1d'olo por último ron una « en la economía rural. » tapa d~ l;fffra qu6 no permita la saliJn do Durante el invierno, época en· que la fier- los gases. ra exige m_cnos labores, de'. e el bbrudlll" EsJe abono es excolenlc pnra los sudos o¡;upar sus <lepe ndienle~ ó mozo5 de labrau- hámrdo5 y arcilloso~ porque en ,~rlud tic la za en la formacion y acopio de ahdnos tan . cantidad de materias ea lizas que contiene, á sencillos com'J útiles, aprovechando 1-as mu-: lllilS de servir de abono' produce. un favoc!tas yérbas parásila-s é inútiles que se crian rable mejoramiento, foeilita la po1:osiJad' en al rededor de los campos y de las h U('rtas y en el suelo y ocasiooa la evaporncion del agua las or.il'las do (ps rios y arroyos, asi como rxcedente. Hemos de ubstenernos, sin cm-· 1am bien en recogci- las yarias cantidades de ba:·go, en lo posible de u ,arlo en los terlo.do que encuentran oc distancia en dis- renos ~ecos y m·enosos porque aumenta _contanció en las inmediadones de . los taminos siderablemente· el•calor aJcmás µe ab,sorver S ch 'ra circunforencia de las grand;s .y pe - la-ln1meda'd de la ticni)~ 0

se


- ·12 Otros aconsejan que en lugar de ·consfruir los abonos .compuestos éstas tierras que sé iélstos estercoleros económicos en la casa de¡ arrancaron. De esta manera obtendremos labrador, deben establecerse, pua mayor ven- un ,abono superior en calidad á lo's ordinataja; en los mismo(campos que han de abo- rios; y procediendo en seguida á cubrir nuenarse, faciütnndo de este modo la economía vamente con tierra vírgen los pavimentos de de los· trasportes. Pero lo mas ventajoso será 1as cuadras, establos 6 corrales hasta el punformarlos en las inmediaciones de los esta - to que lo estaban antes, ·al cabo de cinco ó blos y cuadras , como se hace con los ester- seis meses esta tierra se hallará otra vez im. coleros ordinarios , porque de esla manera pregnada de orines del ganado y' podrá ser 'utilizaremos mas fácilmente las aguas gra- · arrancada de nuevo. Esta práctica se ofrece sientas, orines, lejías y otras sustancias úti- al agricultor, corno unó de los mejores meles.que se pierden en las casas-, las que seria dios de obtener ri<:os abonos y abundantes difícil y costoso transportarlas á largas cosechas. l'ara dar cima á la cucstion que nos ocudistancias. pa , esplicaremos el empleo mas conveniente ~nr si se quiere otro ábono fuerte y activo á la par que igualmente económico, se proce- de estos abonos compuestos y su aplicacion derá del modo que sigue. Se forma, por ejem- á los diferentes cultivos. Si estos abonos se plo, una capa~de tierra de ochenta á cien han formado prin1;ipalmenle de capas de lopulgadas de grosor, poco mas ó menos : se do ó de polvo calizo Je los caminos, es deriega con aguas de los estercoleros 6 con los cir de la piedra de cal demolida ó _triturada ortnes que se tengan en d·ep6sito : hechénse por el paso· de los carros, etc., ~erá de · un en seguida las agu.'ls grasientas, las barre- uso ventajosísimo para las tierras arc-illosas -duras de desperdicios vegetales y demas que y h'Úmedas. Su efecto será tanto mas sensise tenga á mano, y que sea útil para tras- , ble, en cuanto esto abono h!lya recibido-maformarse en abono : estiéndasc sobre esta yores cantidades de lejías 6 aguas salinas; capa, otra de tierra como la primera , e:1 se- - porque por una parte los compuestos dividen guida ~tra como la segunda _y asi sucesiva- el terreno arcilloso , y por otra los cereales men~e. Formada la masa de la manera que b•1scat1 ávidamente los ah onos ricos en sales quetla dicho, riéguese luego con lejías ú orines, alcalinas. Ademas, las lejías, las cenizas y las y cuando empieza la fermentacion, se forma- _enjuagaduras de !as cubas y barriles -contierá en la parte superior una especie d~ te- nen muchas sales de potasa que los hace jado, para impedir qué las llu\'.Ías alteren muy favorables para los vinos en general, y en particular á las viñas que se cultivan paprofundamente este compuesto . La confeccion: de este abono es muy fácil ra, vinos de preferencia . Si los compuestos abuntlan en sustancias de concebir; ·por lo que es de espcrár que grasientas, c_omo los despojos de animales los cultivadores lo emplearán con frecuencia, no dudando de las ventaj_as que se con- muertos , 6 bien si se rociaron con aguas de estercolero en quu se hubiesen podrido po~1guen con su uso . Si al tiernp.o de prepa~ar las tierras para , cas materias salinas, serán mas á propósito !a sementera se cree oporJuno aum~ntat la para el cuJtivo de las plantas que dese.in un fuerza . de estos abonos . compu~stos, el la- abono azootizado.ósulfuroso. Por esta razon brador tiene á mano uo medio muy fácil, que serfo muy útiles en las cosechas ·de nabos, consiste en cabar el pavi(l!ento ó suelo de remolacha, patata, ~á.ñamo, y finalmente, las cuadras y corrales hasta la profu~_didad ' para todas aquellas plantas que en poco tiemde quiocc á veinte p.nlgatlas, y nfozcl,a r con po toman un gran tlcsarrollo.


- · f3 -

Si ros a,bonos corñpues-los d~que hablamos abund'an en vegetales frescos, nos· servirán ventaj<;>samente para mantene1~ la hume_dad en ' los terrenos arenosos., lijeros y calientes. Si son almnd'antes. en hollín , cal ó hieso,

aprovecharán mucho espnrciémJ'olos sobrelos prados. Si, en fin, son compuest6s· de tierras arenosas y siliciosas, formarán un escelen te abo-· no para l?s cereales y para las''plantaciones. de castaños.

CULTIVO DE LOS GUISANTES DEL PRÍNCIPE ALBERTOr L.as semillas bariµosas que se comprenden bra asi como las Tabores de conservacion~ en el largb catálogo de las legumbres, forman fueron las mismas que se p_ractican para las. en toda la España , lo mismo que en la gran restantes especies de este género : las plansup·erficie deJ globo, la mayor parte dél tas manifestaban nentajadas creces á-prinalimento Qe las clases menos acomodadas cipios de abril, y á me-diados de mayo pud<> del pueblo."Los guisantes, las habichuelas y comerse ya parte de su fruto : los pies reslas habas, se cultivan en todas partes y se tantes se arrancaron el día 27· ue csteúltimO" buscan con afanen todos los tiempos ·y cir- mes, y dieron una cosecha de veinte y siPte licunst_ancias. Pero en el cultivo de esta( plan- bras de semilla. Se sembraron de nuevo <;loce tas, debemos dar la· prefererrcia á aquellas, onzas de ella el día 15 de junio, y áJos 28 que por la na tu raleza de su especie dan su pro - de julio siguiente, estaban sus frutos 'en es:_ dueto en el menor espacio de tiempo posi-:- tado de comerse. El dia 3 de agosto se pracble, y principalmente á las que sus cosechas ticó tercera siembra, cuyos frutos ·estuvieron son abundantes y multiplicadas. En este sazonados el di~_ primero de setiembre. Krr sentido, el cultivo del guisante llamado del 6 de este mes so pusieron nuevamente en la Príncipe Alberto podrá ser Je interés , tierra doce onzas de fruto, cuyas plantas armayormente cuando se trata de una rancadas el dia. .13 de octubre, dieron 26 li planta qu~ puede vegetar lozanamente en bras de semilla. Sembrnda por quinta vez el todas las prnvincias de -la pení~sula. No- dia 17 del último mes citado, su producto sotros por lo menos le hemos dado mucho se sirvió en la mesa, sufiéieR-temente maduvalor , porque por una parte ofrece semiilas ro, el dia. 28 de noviembre. El primero de leguminosas ab_undantes en principios nu- <liciembre se- semb-ra-roo nuevamente csto.s tritivos y de escelente sabor , y por otra guisantes ; p1·esP.ntaban alnmdantes flores á podem0s obtener mucjias cosechas cada ·año. principios de enero , pero los fríos ' fue_rHe aqui los d:etatles que podemos publicar tes que sobrevinieron · á mediados de . esde in educacion y producios de esta planta. te mes, helaron los f1:ulos cuajados ya , 0 et Et dia 1. de marzo del año próximo por la circunstanc·ia de haberse cultivapasado, se· sembraron por primera vez en el_ do esta cosecha en - uno de los puntos jard-in botái:_iico de la junta de comercio de menos ubrigados del jardín. Se sembraron esta ciudad,· cuyo Director !o es lall}"bien 'de por la séptima vez en 20 del mismo enenuesl'ro periódico, doce onzas de semillas del ro, y hoy día 21 de marzo presentan cuangui¿ante llamado del PríncipeA.lherto: la siem- tiosos frutos que estarán en estado de


-Hcomcrrn tlcnlro del lúrmino <le iO 1fos. >i 1\JanifestMTIQ3 sin comentarios el prodigioso resul.lado que en el período de un nño ha dado esle rngetal; y como bnjo diferentes nspec,os lo creemos digno ·de la nrnyor atenrion, sur,!-iramos á nuestros lectores que experimenten su cultivo siqui~ra una vez y por si,rple curiosi1lad, con la esperanza que abrigamos de que si lo continuan sacar.in las mayorrs ventajas do esla planta, destinada quizás á a-umen t·ar en consi<lcral,lo esrala el ;irscna I de nurstras provisiones. Bajo este punto de vista, el guisnnte <lrl Prí11eipc A,b.erto, lo mismo que las restantrs es pecies, ocuran un lugar distinguido entre las sustancias alimenticias que ~as ahunilan rn materia nutritiva; y ·el análisis ha demostrado su superioridad aun sobre los i;ereales mismos. Pero rior desgrnúa r l guisante seco ~s un manjar d~ poco iitractivo, y esto hace que su uso se lrnp lirnilado muchísimo: ~in embargo pueden adopt,u·se medios qne conlt;ibuirán á mejorar este alimento, y h~ccr que sirrn en gran parte al sustento· de las tlascs menesterosas á las que ·ofrece un recurso económico é importante. -

Sabemos que las semillas que aJnrndan ffi fé.c.ula súírerf, en el acto ~e la germinocion, un movimiento de ícrmentario11 interior qu e convierte su fécula ·en aiúcar ~- m()difica su sabor; y así es que por la grrminacion las srmiilas de los cerralrs se .hacen idóneas para la fahricacion 'ele la ccnt>za y del alrohol, pasando al estado do malt ( 1 ). Luego los gui-sanlcs secos pueden haccrse,azuc,frados por rne<lio ele la ~peracion 1Jel m11ltage. Bastarú para lograrlo 1lnjarlos en agua tibia por el espacio ele cfü•z y oc;ho horas, al cabo de CU)'O tiempo se esc~rre el agua y se dejan amontonados <lurnnte otras 2.i horas. Entonces se manifiestan los gérmenes • . y la rairilla penetra la cul,ierla del guisante p:ira salir fu era. Este rs el momento en que 'la materia azucarada Ita llegado al máximum <le su elesarrollo. los guisan.tes coci<los cu este· instante de su gcrminacion tie nen casi el sabor de l~s guisantes verdes, son ála Vl'Z mas agra<lables al paladhr y ~nas nut!·iLivos· que los que no sufrieron esta preparar ion. ( 1)' l.os ingleses ,tan este nombre á la rehadá prrparacla para hac~r cerveza. -

completo conocimiento de los, rrc11_rsos y ncrcsida,lrs do ca,la pro,·i1H'ia, ~e ha servido resolver que en ca,h una de ell.is ~e cstahl~zca para con MINISJERIO ~cjo del jefe ¡Ío!ílico una romision 1·onsulliva del ramo. Dit-ha comi~io11 (cuyapre~idenria ,cjcrcerá el DR jefe político. scm·superior 6 de distrito, y en su auC0)1ER~tO, t ~5TRUCCIO~ Y QllR:\S FÚBL ICAS. sencia. ta persona del ~eno de ~Ita 11ue aqnel t>lija) se ha de componer do los in,lrviduos que S • .M. se digne nombrar, ,tel delegado de );i cria raballar. llgrimlturn, lnbustri,1 e-u <Eomrrcio • donde Je huhit' l't', y de un mnriscal <¡u~ la misma comision acuerde, cuya P,,ropuc~la rcmitir1í el jefü Real órclen circular di• ijila á los je/e., pnl!licos, político ron su informe á la real ;¡probacion. Y manélamlo cstaúl~cd· cada provillcia una . lomando en cuenta .el reconoriclo célo público. aficomi.,ion consullit-a para el fomento y ,nnjora · cion é inteligencia de estas materias de D ... y D.. . de la cria caballar. · · · ha tenido á bien 1lesignarlos para que dtsde luego formen parle de la de esa -pn,vincia. De renl 6r• S. !\f. la Reina (Q .. D.G. ) tlnseand_o procecfor den lo digo á V. S ·para su cumplimiento y coen el fomento y m,•jora de la raz :1 caballar con mu.nicacion á 101 intcrcsa,los, poblicándo~e tam-

º"


15. l,ien en el H11l,,bi,1. O/id¡_¡/ ,!ti la p ·oyini·r:,. hios g uarde :i · V. S. mu : ho~ aiw~. ~la,lrid 15 de diciembre d ,1 18.7. - 811\VO ~l u1111.to. -Sr. jefe . poli li co J J....

1

D. Narci~o Fox:i-. D. Lui s P'Crez.

. BON BE~ITO ( ,"aclajr,z -)

n. José Guzman , vecino de J erc•7. tlc los Caha lltros.

Cn·11 i.~ia11cs nom1Jrnrl.,u con quienes h,1.11 ,le rcrificar lu.; Jefe; ¡m/iticns la, !"Í.;it<u á /o.s 1fo pi"1sitn -~ de calia'/o.: pml e,, y cnnmlt~r en lo rclalito '~ la c1i11 rn '·u//a r:

ALBAf:ETE. D. José i\laria II r rreros de Trjad ,1. O. Frand;cc, Saav e,IT:1. D. Bernarrlino Agraz. AI.IC:AYrE. Sr. l\larqnús <le Al~oría.

D. Pa,cual Vasallo. D. Rafad l'a,cual.

AUIElll '· O. Joaquín ,le Vilchcs. D. Jav.icr !.con y Bet11licho. D. Ilernanlo do Campos.

BALE \RES. Conde 1le i\lonl t'ncgro. Co111lc de Ayamans. B.\ RCEI.O;\" A. Sr. l\farqn es 1l c Srntm:mat. D. .Joa<Juin ~lada Durr,ís, coronel rclir,,d,,. D, Ramon Olr.inn!ll.'s. D. Juan Antonio l\foéf.

BILBAO. D. Fe1lrrico Viclnria ,le Lccena. D. Juan María lharra. D. Santiago de lngun:r.a. B UB.GO:, · D. Luis S. Pedro. D. Antonio Buslamanle. D. Pedro Go) tia, vecino <le Aranila de Duero. Marques de Chiloerbcs. D. Toribio José Corles. Ci\.Cf..RES. Con,le de Adanr.ro. Vizconclc de la Torre. Conde de la Conquista. D. José l\lonlero. vecin<f' ,lo J.Jerr.na. D. José Arce.

CÓHDOBA. Sr. l\far.qucs de 8-!nam ejí, · D. Pedro Ca rlc11as. D. José Castro , vecino de \'ill:,franca de las Agujas. D. Miguel Basabru. ClENC..\. D. Evarislo Cuha.

ÉCI.JA.. Sr. l\.Iarqurs del Arenal. D. Anlonio Armer,1, vecino de F uent e~. D. Juan An g ulo . D. Manuel Agui1ar. O. Frnnci~co Arcos.

IIUJ~SCA. Sr. Il.,ron de !\Ir-alá. O. Tienito E~r.ntlrro. D. Jor ge Sit r har. JEREZ DE L\. FHO~TEH.\ . D Fran r isco Rivero y ,Je la Tije ra. O Juan Garl'Ía Pcrer.. D. José Antonio Ll\·alle. D. Miguel ,le Giles. ll. Francisr.o rlo Cr lis. D. Juaq Ramos, preshílero.

rno~.

MALAG.-\. D. E lnar.l o Gal rn y. O. Man11 1•I l'ir.d ro'. a. D. Jo; é Ordoii Pt. O. Lorenzo Pomar. ~-URCL\. Sr. Con•le rl e Ilalazot1•. Exmo. Sr. Geí1eral (), l'e,lro lcánlara :\'. us.so. P. .Joaquin Toleilo. 1) . Z,1 r arías Per ez. D. i'\f;muel Stárico.

ov1 ;~ co.

(). C,írlos i'\[erá;, Coronel. D. Francisl'o Dernaldo de Quirús y Drna, i,!r~. menor.

OllENSH.

n. Y entura de Puga. ·

RO'.';íH. 11 Com,'lnrlanf;i, general. [! teniente hermano mayor de b i'\ :acstrnnz:i. D. 'Miguel Corlin:r. D. Rafa el efe Giles. S \ ~T\NDEH. D. Juan Manuel de );1 ~· aza. D. f~nacio Fabian de la Puente, vecino tic Omoiio. [l. llilario Laso de la Vega. D. Luis-de Bustamanle y Basoco, vcciifo de sanl'.1 Crnz de l guña. D. Pcrlro de las Cajip;as, vecino de Ort>jn. ,

SEGOVI..\.

n. .luli an T omé de la Infanta.


/ 16 D. Cár\os García de la Torre. SEVlLL.\. D. José María Btmjumea. D, l\liguel Laso de la Vega, ~Jarqués de las Torres. 'D. Jorge Diez Martinez. D. Francisco Javier Linares. D. Luis Antonio Bazo. D. José Picavea de Lesaca. TERUEL. D. Francisco Santacruz, en Gea de .Albarracin. D. Mannel l\Iaurat en Sta. Eulalia. TOLEDO.

Sr. Vizconde de Pa\azuelos. D. l\Iiguel Goenechea. D. Diego Nicolás Fanjul. D. l\Ianuel María Herreros.

. VALENCIA . D. Rafael Beltran de Lis. D. Antonio de la Cuadra. D. Rafael Carvajal. Sr. Conde de Rótova. VALLADOLID. Exmo. Sr. teniente general D. Manuel de la Concha. · D. l\fariaoo ligoel de Reinoso. VITORIA.

D. Luis Ajudl'ia. D. Mannt-1 Ciórraga. Z.\.RAGOZA.• Sr. Conde de Sobradiel. D. Juan de Bruil. S. Marques de Ayerbe. D. José Lalorre Pueyo de Urries. ( St conttn uará.}

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MODO DE DESINFECTAR LAS CUADRAS Y LOS ESTABLOS.

En la mayor parle de las casas de labranza, las cuadras y los estiiblos no están construidos con- la suficiente ventilacion, ni tienen elevacion que les corresponde para ser !oanos; por cuya razon deteniendose los escremenlos, se levantan miasmas pútridos que hacen poco sa. !ubres eslos lugares y <lesa rrollan enformedades, comunmente mortales para el ganado que los habila. El remedio mas apropósito para prevenir el daño, será: construirlas nuevamente con el órden y precision que requiere la salud del ganado; pero como esle remedio no puede muchas veces emplearse por la falla de medios del labrador, podrá remedí· arse el mal-purificando el. aire de estos Jugares por un proceder q·uímico bastan le faci l. Si se quiere purificar la atmósfera infectada de una cua<l.raódeuncorralseescojeelmomentoqueel ganado salió por la mañana para regresar por la noche, y en el lugar que nos proponemos desinfeclar, se atan á la allura de un hombre, uno ó dos vasos ó tiestos inúliles, poniendo Jentro de c.1da uno cuatro ó cinco puñados de sal comun y dos puñados de peroxide de manganesa. Verificada esta operacion se sierran con cuidado las ventanas ó lumbreras de la cuadra,

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echando en seguida en cada lieslo la quinfa parle de un vaso regular de aceite de vitriolo (ácido sulfúrico). De repente se desprende el clore eo forma de vapores abundan-les, y en e:!.le instante el encargado de la operacion, debe salirse fuera cuidando de cerrar bien la puerta de la r.uadra, del establo ó corral. El gas que se de~prende en gran cantidad, se apo<lera de las emanaciones amoniacales y de los miasmas pútridos, que i:.e precípilan al suelo en v irlud de su propio peso, y el aire se ha Ha purificado. Al cabo de una media hora, cuyo tiempo basta para completar la desinfeccion, se abren las puertas y las ventanas á fin de disipar con la nueva venlílacion el olor del clore que irrita ría los pulmones de los anima les, y la operacion queda terminada. Esle proceder no es muy aplicable ni provechoso en la eslacion d~l invierno, atendido que el ganadu sale pocas horas del corral , y muchos dias no sale absolutamenle. Pero al llegar la primavera podrá usarse con ven laja, al omenos una vez al mes. El coste de esta operacion es lan insignificanle, que no puede, en razon, presentarse como un obslácn lo.

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CON~IDERACIONE~ GENERA1E~ ACER{;~ DE LOS DIEGOS.

El agua y el calórico son la base de toda la vegetacion. Es una verdad reconocida en todos los tiempos, aun por aquellos mismos hombres que han estudiado menos los efectos de estos dos agentes, que sin la accion de ellos la agricultura no obtendría resultado fcl iz. Al hablar dd agua, cuya accion constituye el principio mas fundamental de la historia de la vegeta.c ion, nos limitaremos á estudiar solamente los efectos generales que ocasiona su falta á las plantas vivientes; haciendo observ&r, como de paso, que cada especie exige, segun su naturaleza , una cantidad casi determinada , para venir á parar á la teoría del riego que forma el asunto de este artículo. La c.ostumbre de regar es tan antigua corno la sociedad. Consúltese la Biblia , y se verá que este libro de hJs libros , primer registro de los conocimientos humano3, atribuye principalmente al riego la fertilidad de Egipto. Los antiguos soberanos de esta afortunada comarca estaban tan convencidos de esta verdad, que emplearon cantidades enormes para proporcionar á sus pueblos los inapreciables beneficios del riego . Los griegos imitaron este ejemplo porqué sabían apreciar todo lo que era grand~ y prov~choso; y los romanos , que fueron aplicando á los países que conquistaban lo que creían útil á las naciones, introdujeron esta práctica maravillosa en la Italia y en la España. Posteriormente todos los monarcas que· mas s~ han distinguido por su amor á los pueblos, han dado todo el apoyo á este ramo de riqueza públic_a , abriendo canales

y dando direccion á los rios, que al paso que d_ejaban satisfechas las necesidades de la agricultura daban un · empuje mas á la navegacion, secundando asi poderosamente los esfuerzos de la industria comercial. Por numerosos que sean hoy los medios que el hombre ha adoptado para el riego; por gigantescos que nos parezcan los canales y acueductos que de pocos años á esta y.u-te han construiJo las naciones mas adelantadas, no podem~s convenir en que se acerquen á ese caracter de grandeza y de utilidad general que nos ofrecen los monumen tos antiguos de hidráulica aplicada á la agricultura: monumentos que revelan el genio de los hombres que los emprendieron. los moros en España han hecho tambien á este objeto tr_abajos inmensos ; y el solo Pant(lno de Tibi indica la grandeza de aquella época, de la misma manera que manifiesta la suya el que distribuye admirablemente las aguas en todos los puntos de la Lombardía. . Hemos indicado que los. modos ele remediar la falta de agua en las plantas son los riegos, los cuales, considerados en su conjunto, se colocan en dos clases, que son los riegos naturales y los f'icgos artificiales. Como la accion del hombre no tiene casi intervencion en los primeros, seremos muy breves en la esplanacion de su doctrina, para poder entrar ~n mayores detalles sobre los segundos que merecen con prefe1,encia nuestra atencion. Riegos naturales.

Estos son esencialmente la lluvia y el 1·0cío; pero podemos añadir ú ellos el riego 2


que nos proporcionan la¡; nie.ves derretidas,

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cion prescindir casi compfetarnentP- de la Jiu via. ~on tanto_mas apreciables las venAungue' la liuvia sea un fenóm~no que tajas del rocío, como que esta suave huel agricultor no puecle procw-arse á su vo- medad baña las plantas periódicamente enluntad, no debe sin embargo dejar de com- la hora que el riego las es ~mas útil , y cae binar con cuidado los medios menos incier- -en tanta mayor cantidad, segun que el país tos que tiene á mano para pronosti!:ar su sea mas caliente, que el sol haya sido mas futura aparicion. El f'!Studio de -las siembras, fuerte durauto el dia, y mayor la evaporade lus plantaciones y de las cosechas des- cion que ha sufrido la tierra. ean.san sobre estos principios ; tal -vez mas Una de las causas, quizá la mas princique sobre ningun otro; por cuya razon el pal, á que pue'de alribuii·se la falta de plan'. de. los pronósticos meteorolqgicos será u_n tas pequeñas debajo de los árboles y arbus•elemento esencial de la agricultura práctica, tos , asi como el estado de languidez que ·constituyendo una de las partes mas prin- generalmente presentan debajo [de árboles cipales de las ciencias físicas. muy copados, es la falta de riego -por la Aun- cunndo· ignortlmos completamente Ia lluvia y el rocío. -Decimos que es quizá la relacioo física que existe entre la baja del . mas principal, porqué se han señalado otras barómetro y la r,aida de1a ·11uvia; aunque no á -quienes se dá mucho valor., tales como'la podamos dar á este objeto mas que resultad<?; sombra que produce. la· multitud de hojas, p·uramente empíricos, DO obstante, los pro- y las emanaciones pestilenciales que en sen-, nósticos deducidos del descenso del baró- tir de muchos exhalan ciertos Yegetales pemetro pasan, con alguna razon, entre el rennes. Nosotros no podemos participar de . número de aquellos que merecen confiánza. esta opin_ion , declinando nuestro dictamen, La merecen tamóien ·una multitud de en favor de la primera . . Por lo ciernas, los riegos que producen signos particulares que tienden ~ manifestai.nos el acrecimiento de la humedad· at- las nieves derretidas y las varias coÍTiente.s. mosférica, tales como la presencia de cier- de agua de que hemos becho mérito· al prin.tas nubes, la direccion de los vientos , al- c·ipio de este artículo, deben colocarse entre gunas sr.ñales especiales que presenta la ,los riegos artificiales, ·porqué el homlmt, luna, el modo de volar-de determinados in- puede dirigirlos á su voluntad , lo que no sectos, las mayores incorno<lidades que es- sucede en los naturales. perinientan las person·as de una salud deliRiegos artificio.les. cada, eto. Pero se observa que la mayor p¡:irte de estos fenómenos generales , ó meEl riego es sin contradiccion una de las jor dicho de estos signos, . se ·modifican en cada localidad por ca_usas particulares que prácticas mas importantes de la agricultura, son dignas de la )bservacion del culti- y asj es ·que· en algunas localidadus forman ,·ador . los riegos la base del valor ·positivo de la La causa qué produce el rocío' es mas propiedad·. Pol ello las · arenas secas y at·.fácil de apreciar ·que la de la lluvia; y sin dientes se convierten ~n úcas prad·erías ; pa!·arnos en explicar el modo de verificars~ lás tierras estériles é improductivas nos dan es.te fenómeno atmosférico, diremos sola- abundantes cosechas, y, en una palabra, mente q.ue es un riego natural de tanta im- tienen un ped·er tan eficaz, que constituyen poí•tancia ·para la vegetaci.o n, que en algu- el medio mas poderoso c~n qu~ · el · hombre nos paiscs meridionales pueden por su ac- puede fomentar la agricultura. En este con_y las varias .cori·ientes de aguas naturales.


-- i9 cepto, pues, los riegos artificiales ueben suelo hasta un punto que no <lejaria circuestudiarse muy detenidamente mirand.olos lar el a·ire por su interior. bajo diferentes puntos de · vista, ora sea con Las aguas saladas son útiles igualmente relacion á la calidad de las aguas, á la á la vida de las plantas, si la sal marina no está en tanta cantidad que pueda detener la época en que conviene regar, á la frecuenvegetacion. Debe asimismo alen9erse á la cia de los riegos, á los órganos ó partes de temperatura del agua para el riego. Como Ja planta que deben recibir el agua , ora en fin considerando los procederes dive1·sos que la que es muy fria daña comunmente las debemos adoptar pa(a hacer que el agua plantas, deberemos regar, en general, con llegue hasta los yeget~les, ya sea por medio las que llan estado espuestas al sol por algun tiempo. En particular, será conveniendel riego~propiamente dicho , ya por infiltracion , ó bien por irrigacion. te que evitemos regar con agua fria las Calidades de las aguas. Si el agua ha de semillas que se sembraron en camas calienser útil para el riego, es absolutamente indis- tes y en invernáculos, asi como \~s plantas pensable que contenga una cierta cantidad que crecen en estos últimos. Con el riego de aire atmosférfoo : por esta razon las de aguas templadas ó calientes disminü.ireaguas que se orearon en los aljibes ó depó- _mos ademas los malos afectos que las hesitos de cualquier naturaleza, asi como las ladas causan á los vegetales , como suced{I que se agitaron con violencia , son mas éon e( olivo y otros muchos árboles de naidóneas para el riego que las detenidas .en turaleza delicada, en inviernos que la temcabidades naturales o artificiales hermética- peratura h:iya bajado mucho. La procedenmente cerradas, y que las que permanecie- cia de las plantas que cultivamos por primera wz en los campos, huertas ó jardines ron tranquilas. Es tambien de grande utilinos regulará el modo de portarnos para su dad que las aguas del riego ten~an en disolucion porciones-de materias orgánicas ani- · riego: las que traigan su o rigen de paiscs males ó vegetales, de las que se aprovecha frios, corno son las plantas de los pirinecs, la planta, ya sea suministrandole cantidades podrán regarse con agua fria aun en el in de ácido carbónico, ó bien proporcionan- vierno mismo , y lo haremos con la que ba dole un alimento inmediato que puede ab- estado ~spuesta al sol ,-á lo menos por el sorver disuelto en el · vehículo : así es que espacio de algunas horas, en las que viniefos campos inmediatos á las casas de la- ron de localidades calientes. Épocas de regar. Como que el riego ha branza, á los que por el declive del suelo van á parar las aguas que se escapan de los de estar en relacion con la evaporacion -qu e estercoleros y cloacas, dan una vegetacion sufre la LiP.rra y con la canti<lad de agua mas frondosa y _cosechas mas productivas que exhala la planta , regaremos muy poco. que los cotoc~dos en circunstancias menos en invierno, porqué en esta estacion el vegetal apenas absorve líquido alguno por esY.entajo$as. Es. tambien provechoso que las aguas cl,e tar en un esta.do de reposo casi completo . No obstante, podremos regar alguna yez riego- tengan cantidades de sales terrosas, prados naturnles , porqué con este medio, como carbonato de cal, etc., ele que tanto necesitan las plantas; pero es preciso que al paso que la naturaleza del suelo permito este riego, lograremos destruir una porcion estas sales no sean en cantidad excesiva, porqué dañarían con su accion estimulante de plantas parásitas que no pueden resistir las hebritas cl,e las raí~es, impedirian el paso por su naturaleza la sobreabundancia da á las materias nutritivas y endureceriap el agua .


-20En la primavera el riego será segun hamos con parsimonia aquellas plantas qu~ yan sido abundantes las lluvias en esta es- sus raíces se estienden á mucha profunditacion y en la del inviernQ. Regaremos con dad_; pero lo haremos á menudo en las que mas frecuencia si ha llovido poco y la esta- vayan superficiales , por estar mas espues-• cion se ha adelantado, no olvidando que en tas á la evaporacion que produce el calor. Por la estructura .de las partes tallosas. la primavera las noches suelen ser frias tose regaran poco las plantas de hojas carnosas davía, y por lo mismo debemos regar por la y pequeñas, al paso que procuraremos mumañana mejor que por la tarde. . A medida que se acerca el calor· del ve- cha agua á las de hojas grandes- que abunrano el riego será mas frecuente, porqué en- dan en órganos de exhalacion , y á las que tonces el sot es mas fuerle y la evaporacion nacen y mueren en el mismo año por la de la tierra mayor, viéndonos á veces obli- abundancia de líquidos que absorven1 Por la estructura de la raíces , tendregados á regar con tanta mas repeticion en mos presente que las de naturaleza csrnosa esta época segun que ta - temperatura haya suelen temer la demasiada agua, principalsubido mucho. En otoño disminuiremos el riego, princi- mente hácia el último período de vegetapalmente en aquellas plantas que pretende- cion , asi como tambien se acomodan á riemos acelerar la madurez de sus frutos, asi gos escasos y poco 1.1bundantes las que forcomo iambien en todas las especies delica- man bulbos y tubérculos. Las de naturaleza da:, en quitmes se temen las heladas del dura y fibrosa resisten mucho la humedad y podrá darseles por lo mismo riegos ma~ invierno. frecuentes. Frecuencia en los riego,. Ademas. de vaPor l,a época de la vegi:itacion, las plantas rinr la frecuencia del riego y la cantidad del jóvenes necesitan ·agua en poca cantidad y agua segun las estaciones y el estado de la con frecuencia, mayormente durante su estemperatura, como lo acabamos de indicar, tado de germinacion , al paso que los riegos será asimismo diferente segun otras circunsserán abundantes y repetidos en la época tancias, lates como el objeto del cultivo, que el ·crecimiento del vegetal es rápido. En la profundidad de las raíces , la estructura el período de la madurez <le los frutos nos de las partes tallosas de la planta , la natuabstendremos do regar, y podremos hacerlo raleza y c:;tructura tambien de las raíces, ventajosamente en e.l de su desart'ollo para la época de la vegetacion, la naturaleza que tomen mayor volúmen. ·iguatm-ente del suelo, y finalmente, segun la Por la naturaleza del. suelo. , los riegos siluncion del terreno que se riega. serán abundantes y repetidos en los terrenos Por el objeto del cultivo, regaremos mu• secos y arenosos , y los pr.o euraremos escacho las plantas que destinamos para forrasos en los arcillosos y húmedos. ges con el fin de aumentar las hojas y los Por la situacion del terreno , las tierras tallos , asi como. regaremos . todavía mas en colocadas al mediodfa, como que ·son mas ¾os jardines y establecimientos de floriculbañadas por el sol y es en ellas mayor la turn para aument~r el número de plantas evaporacion , los rieg-0s serán mas frecuentes y de -flores. Los vegetales que se cultivan, que en fas de una. diferente esposiciÓn. prinoipalmente para utilizarnos de sus fruPor las partes de la planta que dehe11 retos y semillas, los regaremos con poca fregarse , aunque el vegetal , segun algunos cuencia á fin de que puedan adquirÍI' mejofisiólogos , absorve el agua por todo su re.s cualidades. cuerpo exterior, no obstante será oporlunf? Por In pr~_fundi<lad de las raíces , regiv·e-


' - 21 i'egar solamenle dos géneros de órganos .; 1 mente, X la segunda que existe una r-elacion, esto es, las raíces y las· lwfas. El ri~go 1 íntima entre la ,longitud y direccion de 1~ convendrá mejo1: á .las primeras qúe á las ramas y las de las raíces. Asi, pues, convensegundas en las plantas crasas ó carnosas drá rGgar aparlado del tronco cuanto mas que temen mucho la humedad, en los casos ·antiguo sea el árbo.l y mas estendidas eston que el suelo esté muy seco, como sucede en sus raíces. Para el rjego de plantas perenes la estacion del verano por la evaporacion debemos imitar á la naturaleza: la lluvia y que prnduce el calor; y siempre que tenga- el rocío , que son los riegos natmales, se mos que regar no lo haremos durante las alejan tanto mas del tronco cuanto mayor es hor1;1s ·del sol, porqué as gotas de agua que la copa del árbol, absorviéndose solamente- . quedan sobre ·Ias hojas producen desórdi,mes el agua, en la· circunferencia de las ·romas, de consideracion ." Regaremos )'as liojas con en cuso punto se hallan preeisam_ente las, preferencia á las raíces, aJoptando en este extremidades nbsorventes de las raíces.. La _ enso el1 riego por aspersion, cuando el· tejido rutina de' nuestros labradores es del todO' ele las partes- füliaceas es de tal naturalezn contraria á lo que , como hemos. indicado;. que no se resiente de la humedad ·, cuando practica la naturaleza ; y debemos advertirtnngamos que regar en épocas lluviosas y en les que 'el riego inmedi-ato á la base del ár-· que el suelo esté sobradamente húmedb, bol; ademas de uo ser favorable á la planta.cuando las hojas y los tallos esté•n cubiertos daña co~unmt'nte el pié él e~ tallo," perdiendosede polvo, como sucede en los campos y at· propio tiempo un_¡.¡ cantidad de agua que no-, huertas inmediatos á caminos muy concur- puede llegar á las ra'íces. De aqui se sigue--, ridos, y finalmente en tas temporadas que que cuando el árbol es jóven deberá regarIn atmósfera es muy seoa, como· en el vera- se en sü pié mismo , aumentando progresi:.... vamente la distancia á medida que crezca no prihcipalmente. Los diversos proced-e1·es que podemos adop- el vejeta!, y siempre con relacion á su copa. tar para el riego , ora sea por infiltracion, El proceder mas sencillo, á la par que mas•. ora por irrigacitm , ó por riego propiameni e seguro , será escoger la hora en q.ue el sol , dich'o, podrán formar el objeto de ·otros di- está al mediodía ,· y trazar · entonces una~ ferentes artículos; y por lo mismo conclui- · línea circular e11 el punto mismo que-ocupa~, remos el presente con algunas consideracio- la sombra de las ramas :-en este punto esnes relativas á la historia vegetal eri razon tán prihcipalmente las ex~remidades de las, al agua que las plantas absorven como ali- raíées., y v·erificando el riego en- esta dircccion, estaremos seguros de que el vegetat mento. Dos circunstancias tendremos presentes absorve la cantidad Je agua necesaria parapara dilucidar este punto de doctrina : la su vida , sin esponer el tallo á los. peligros ... primera será que las plantas absorven l~s de la p0dredumbre . . 1,quidos por los estremos· de las raíces sola -


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~IÉTOUO PRESERVATl\70 YCURATIVO DE LA HORRÍÑA, ó sea de la vh•nela del ,;anado laua1•.

•~fr. Esverds , célebre veterinario , ha

dcsccito detalladamente esta enfermedad epidémica, que manifiesta haber observado algunas veces. La morriña, dice, es una enferme<lad eruptiva muy contagiosa y grave que ataca solamente al ganado lanar. Empieza con calentura, mal estar y abatimiento, y los anim_ales atacados dejan de comer, y beben á menudo y en abundancia. Esta enfermedad tiene mucha analogía con la virµela del hombre. Del tercero al quinto dia llparece la erupcion que se presenta con areolas encarnadas de estension variada y, por lp regular, de tres á siete líneas. El centro de esta areola ofrece luego una ele-, vacion que se llena de podre y comtituye los botones ó pústulas de la morriña. Estas pústulas necesitan cuatro ó seis dias para formarse, y ocupan principalmente las partes descubiertas de lana y el rededor del cuello. Si el curso de la erupcion es regular, la calentµra disminuye en intensidad, y el animal se halla con menos abatimiento y empieza á manifestar deseos de comer, Despucs los botones ó pú3tulas se desecan , caen lás costras que se. habian formado, y al cabo de algunos dias no queda de la ell'fermedad mas que una ligera coloracion ó al guna induracion en la piel. Se llama maligna la enfermedad cuando la erupcion es mucha, estendida , que las pústulas se confunden ó se tocan entre sí, que la calentura es c¡mtinua, que al animal'aqueja grande opresion , que el curso es irregular, que sale de sus narices un moco muy espeso, que la boca se manifiesta

hiqchada , el apetito nulo y la postracion extrema. Se le- dá el nombre de benigna, cuando á ~na fiebre ligera se sucede la erupcion poco abundante, cuando el animal conserva sus fuerzas , cuando no se deja ver lesion aJguna en el pecho, y cuando el apetito y la alegría no sufren mas que una leve alteracion. En el primer caso la enfermedad es muy grave y causa grandes estragos á la ganadería : en el segundo el mal es suave y no mata muchos animales. En calamidades de esta es¡)ecie será· mucho mejor prevenir el mal que curarlo, mayormente en una enfermedad cuya curacion es incierta : por esta razoo el medio mas recomendable es la inoculacion . l\f as para practicar esta operacion no hemos de esperar á que la morriña se haya declarado entre el ganado, porqué entonces no haríamos mas que añadir un mal á otro. Hé aquí el proceder operatorio de esta inocu lacion. Des pues de procurarnos un vims ó podre de las pústulas de un animal que sufra la viruela benigna , el operador coloca la res entre sus rodillas, haciendo que el pastor la mantenga en esta posicion conveniente; limpia la cara interna de los muslos con un pcpazo de lienzo mojado e_n a~ua tibia ; abre en cada uno una ligera in cision con una lanceta, é introduce luego con la punta de este instrumento· una pequeña cantidad de pus. Al cabo de pocos días se manifiesta la enfermedad con un caracter tan benigno, que la pérdida de cabezas no pasa de cuatro por ciento si se ha asistido el ganado cuidadosamente. Suele


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suúde1· que fas i.:cisiones se hacen gangre- .mos una la vativa de cocimiento de malva. A los que estén de mayor peligro se les nosas ,-particularmente si el rebaño se aliJará á beLer una pocion , cuya réceta anomenta mal .ó no está bi·en _alojado. Si sobre~ tamos' á seguída , en .la dosis de una cuvii:ine este accidente, bastará hacer algunas escarificaciones sobre la · parte dañada , · la- charada d-e ·café, . tres veces al dia, con el vand ola algunas veces ál dia con ·un fuer- intermedio de siete ó or,ho horas, mezclado te cocimiento de la cortezá del sauce' ama- en medio vaso de una .iniusion li gera e.lo la rillo 6 de la mimbrera, animado con el ácido , ílor de saúco ó de otra planta aromática cualquiera , y cuidando de darla· tibia. :nítricó, y aplicado frio. Cuando la enfermedad se despliega con 5 adarmes. Cá nfora: . . • ri·gor entre el rebaño, conviene emplear el, 2 )) Espíritu de vino: 4 lib'ras. Vinagre de vino. método siguiente: 1. 0 • Alimentar el ganado con pastos verEn los esparios de ti.empo que deja la a<ldes, frescos y puestos en rastilleros. ministracion de este vinagre alcanforado , 2. 0 Darle á beber el agur~ blanca, cuya que toca al farmacéutico preparar, conviene bebida se compone de la harina de cebaJa . dar de vez en cuando un vaso de agua aci · disuelta en agua clara, acidulada ligeramen- dulada al ganado que no puede lev~ntarse te con el ácido sulfúrico (aceite de vitriolo) para ir á beber en las cubetas. en la cantidad de un adarme ( sesenta go Este vinagre es ta.mbien un medio pretas) de este licor por cada cuatro líbras de cioso para lavar las incisiones de lo iñocul acocimi1=mto· blanco. Esta habida debe reno- cion en el caso que amenace la gangrtina. ,,arse á menudo y procurar que las cubetas Indudablemente estos cuidados individuaque sirvan al intento s_e laven con cuidado. les son dificiles de tenerse cuando se trata 3. 0 Luego que se haya declarado el mal, de un rebaño numer.oso, y p.or esta razon se separarán las bestias ó animales enfermos se aconseja solamente á los ·a_nimales enferde 'los sanos. mos de gravedad. Algunos de entre ellos 4. 0 Si los animales están encerrados en apetecen comer y no se ·lo permito -la erup _ el corral, se procurará darles la mayor can- cion que se ha extenJido dentro de la boca: Lidad posible_,de aire y de luz , abriendo, si en este caso deben alimentarse con una sus.:. es preciso, ventanas' en las paredes, y ·sa- tancia bech~ de la harina d'?,_ cebada, · agua candolos pór la larde alguna~ horas_ al aire y afguna pequeña cantidad d~ sal, bacién Jibre . Durante este tiempo -se limpiará el dosela tragar por rne<li-0 de un embudo. aprisco cuidadosamente y se rociará con 6. 0 Los pastores no deben salir del teragua saturada de clo.ruro de car en la canli- ritorio del dueño del ganac.lo ni frecuentarse <lad de _cuatro onzas por ~aaa ocho libras de entre sí hasta que la enfermedad epidé.mica agua. esté concluida. Todas las tardes debe rociarse el coiTal ·7. 0 Debe cesar toda comunicacion entfo con esta disolucion~ mientras el (ganado ha el ganado sano y el enfermo, desde el mosalido fuera de él. Este medio ha pr-oducido mento que se ha man~festado el mal en el los mejores resultados., y ha bastado mu- rebaño. chas , eces para limitar' el mal en los a(!ima8. 0 Los animales que mueren de la morles que enfermaron p'rimitivamente. , riña deben enterrarse á mucha profundidad, 5. 0 La coustipacion 'del vientt"e es temi- para que los miasmas que se escaean cuanble en esta enfermedad, por cuya razon se do la putrefaccion no dañen al ganado sano • administrará cada dia á los carneros cnfcr9.° Cuando todas las hostias estén res1


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tablecidas, se lavai'iín todas las partes de s~ calamida<l, arrebatando en poco tiempo las éUerpo con uoa agua ligeramente clorurada tre.; cuartas partes del ganado lanéir del \ die:& adarmes en quince libras <!,e agua), y país. terminada esta operncion podrá permitirse En fos países donde ·1os corrales son cuila ·comunicacion de los rebaños: , dados con esmero y tienen mucha ventilaMientras reina una enfermedad tan temí- cion, esta enfermedad causa pocos estrablc como la 1norriña , debe posponerse el ·gos ; y hé aquí porqué estas epidémias son interés particular al Lieu general , y por ello tan raras en lnglaterr.a que puede decirse la cualquier ·descuido sería una falta grave, y conocen solo de nombre. En esta nacion el el egoismo ún crimen punible. . ganado vive al aire libre, sin apriscos, sin Muchas veces, particularmente en el cur- conductores, de manera que jamas entran so del úllimo siglo, s~ ha visto ser esta epi- dentro de una babitacion ni aun en casos de démia en algunas provincias una verdadera enfermedad.

DEL -~ULTIVO DE LA ALFALFA ARBÓREA eon10 nie,lio de ce 1·ea1• los ea1n1•os.

Aunque la práctica de cercar los campos, usada desde muy remota antiguedad, baya tenido sus detractores, convi1me sin emba,·go en todas las propiedades , ya sean tierras arables, ya sean praderas; bosques ó huertas. Los bellos panoramas que nos ofrecen los alegres valles de la NormandÍd , los ricos campos de la Bélgica y las hermosas praderas de la Escocia, deben atribuirse principalmente . . á los celos que tan generalizados los hallamos en aquellos países por su granele utilida<l á la agricultura. Por medio · de estas cercas vivientes ponemos nuestras propiedades al abrigo de las incursiones del hombre y de.los animales, constituimos Qn amparo utilísimo á las ·plantas, aumentamos el calor del sol y disminuimo~ la aceion d¡.1ñosa de los vientos fríos y abrasadores, evitamCls la inquietud que pueden causarnos con sus devastaciones la gente mal intencio. cionada , y fi na lmente in_íl.uimos favorable-

mente por este medio sobre la salud del g1nado. Aunque todo árbol y arbusto puede servir, en general, para este uso, los unos son no obstante mas úti.les que los otros, ya por su mayor facilidad en dirigirlos, ya porqué se acomodan mejor á la naturaleza particular del terreno, ó bien porqué dan mayor valor con su producto á la here<lad, facilitando recmsos al propielario. Las plantas que debemos elegir para formar nuestros cierros y cercas, hemos de buscarlas entre las que reunen estas últimas circunstancias, y aun de entre ellas escogeremos las que sus raíces marchan directa y • profundamente al inlerior de la tierra, porqué de esta manera no ocasion_arán, por sus ramificaciones, influencia alguna funesta sobre los terrenos inmediatos, las que puedan so_ portar podas ó esquileos frecuentes, , y aquellas en fin que se mantienen por muchos


-- 2!> años én un buen estado de vege~acion • 1 legumbre <le fol'ma espiral, que se ábt•e díLa alfalfa arbórea , apenas conocida en ¡ ficilmente , y la-semilla sé desprende tamEspaña mas ·que de los botánicos, nos ofre- bien · con dificultad . Aunque la grana que ce un recurso inapreciable para la formacion se guarde mas de tres años suele nacer de cer~as vivientes; de manera que creemos bien, no obstante, para ma3or seguridad del mayor interés indicar su, cultivo y sus sembraremos la grana fresca, ó sea la reusos, por los beneficios que puede propor- cogida en el año anterior. . cionar á nuestra agricultura. El tiempo d~ ~embra,r esta alfalfa depenL_a alfalfa arbórea, llamada por _Linneo derá del clima· y silµacion del terreno donde Medicago arbórea, es, como la alfalfa comun, se quiere radicar. En las provincias del meuna planta leguminosa. Originaria de las is- diodía la sembraremos en marzo y setiemlas del mediterráneo, al _principio fué nece- bre, adelantando ó retardando la ép.oca sesario cultivarla en lugares de _aclimalacion; gun la temperatura reinante. El} los puntos pero en el día vegeta · perfectamente al aire de riorte será preferible sembrarla. en abril libre en nuestros jardines, y podrá propa- por temor de los. frios, y porque -una helagarse en todas las provincias de España. Es- da, aunque ligera, destruJe las plantas la planta tiene entre nosotros de unos cinco que acaban de nacer. El porte arbóreo ó á seis piés ;_la raíz , que es fusiforme, mar- estension que tiene esta alfalfa, ya, nos indica <;ba perpendicularmente hácia el interior dé que ha de sembrarse de una manera difela tierra; su tronco es de _árbol del diámetro rente de la comun, y que por lo mismade dos palmos y bastante ramoso; sus le- será mas á propósito para cercar los campos, grumbres tienen la forma de media luna; - los prados y huertas, que para llenar toda está verde y florida todo el año , á escepcion la superficie de un terreno plano y espaciodel tiempo de los hielos; sus flores amarillas so. Por esta misma razon será preferible son en gran nú_mero y aromáticas, y la du- sembrar su semilla en almáciga y trasplanracion total de la planta es de cincuenta y tar despues los piés de asiento- al punto que mas años. comenga. La naturaleza de su raíz nos indica que Sea cual fuere la época que elijamos para necesita buen fondo de tierra para vejetar, la siembra, debo procurarse que la tierra por cuya J'azon no prevalecerá en un suelo esté bien desmenuzada, habiendola removipurame~te arenisco -y_, pedregoso. La tierra da antes _dos ó tres veces en ·poco tiP;mpo , ó mas. ligera y sustanciosa será sin contradic- · mas si el terreno es tenaz y. dificil de divicion la mejor, y generalmente son mas á dir. En la preparacion de la almáciga debe p1:opósito los terrenos si'tuados al pié de las darse la labor profunda, porque la _raíz de montañas, porqué contiguamente se abonan esla ·planta desea marchar á mucLa profuncorÍ las capas vegetafos que arrastran tras sí didad. Su dun1cion y buenas cúalidades delas lluvias. l,a duracion de. esta planta de- penderán principalmente del buen desarrollo penderá principalmente de la cali<la<l del ' que tengan en el primer a~'o , pues que si terreno : en las provincias del mediodía se1:á la grana germina mal, no pod!:)mos promede muchos años si se cuida regularmente._ ternos grandes progresos ulteriores.. La semilla debemos escogerla de entre los Preparada la Lie.rra y d,i spuesta ya á recipiés robusto.s y biep formados, poco tiempo bir la semilla, se siembra esta b_astante _claantes de entrar los primeros frios, evitando ra, en surcos poco profundos, y cubriéndo· cortar las ramas cuatro ó cinéo meses aoles la en seguida convenientemente. Si poco para que pueda desarrollarse y madurar despues de la siembra no sobrevinier~ una mejor la grana. Esta se baila dentro de tina lluvia suave, deberá regarse la almáciga ,


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·y. pron-to t9das las gr.an11s germinarán aso-

arrollo suele tener de ocho á diez palmos de man·dv las _plantitas por todas partes. Evita- elevacion , ofrec.e una copa muy ramosa , y re~os el desarrollo de las malas yerbas , el tronco es de dos á tres palmo~ de cir..... abonando el terreno: con estiercol muy- con- cunferencia. sumido y con las labores de conservacion En el jar<lin botánico de la Junta de Coque se repetirán en la almáciga cuantas ve-, mercio ·de esta cindad, se cultiv~n algunos ces necesario fuese. piés de alfalfa arb6rea que· ofreci:!n las cir- La alfalfa m·bórea cuando es-pequéña. lo· cunstancias que·a·cabamos de indicár. A prinmismo que la comun en sus primeror años, _ cipios del mes de marzo último hemos visto tiene un _enen:iigo t1lrrible- que temer. · ~ste practicar el esquile0 <le una de es las plantlls, e~ el insecto llamado fraile ó escarabajo .ri- de u·na mediana elevacion y grosor , la que nozirronte de:, Linneo : insécto tanto mas te- dio seis libras y tres onzas de forrage fresmible cuanto mas .inmed_iatos estén los al- co: á fines d.el próximo mayo la misma fálfares- á los bosques, arboles y alamedas- planta fi>Odrá soportar· olro esquileo que daSe regará la. almáciga ·con la frecuencia rá -sin duda otra tanta cantidad de yerbas, que exige la necesidad de las plantas, y se- y á últimos de- octub're se podrá repetir la gu_n el -estado del suelo y de la tempera- operacion con .la segu-ri<lad. de obtener otra tura, no olNida·ndo que como este vegeta,! porcion de forrage mayor todavía. De lo dicho se deduce; que la alfalfa ares de naturaleza foliácea exigirá ,cantida<les de agua abun.dantes y repetidas. bórea será una de las plantas mas úti'les paCuando las plantitas tengan un año, po- rn cercar nuestras propiedados, principal<lrán colocarse de asjento. Á principios del .mente aquellas que están separadas de C;Jinvierno removeremos .á m.ucha profundidad minos muy frecuentados; que cada pié dará la circunfer~ncia del campo ó huerta donde ror término medio , cuán<ló haya complese .intenta plantar estas alfalfas y formar los tado su creci'miento, de seis á ocho libras sétos, abonand0 el lugar elegido con esLier- de forrage en cada esquileo, y que este pocol menudo, y practicando las labores que drá practicarse lres veces al año oomu n sean necesarias dura.a te dicha estacion. En mente: añadiendo por conclusion , que el los meses de febrero y marzQ se harán las forraje que nos dá r.sta -planta es 'proveganado de toda especie, y que potrasplantaciones cuidando de elegir los pi.és clJObO mas vigorosos, y plantándolos á bastante pro ... d·emos proporcionarnos abundantes cantidafund idad y' como á la distancia de unos tres des del mismo forrage sin d-ct¡·imento de las piés los unos de los otrns .. En este primer restantes cosechas. Ad1~mas, las flores de esaño eX;igen · cu·idados de -riego y conserva- te vegetal, q11e están abiertas la mayor· parci0n; p.ero en lo sucesivo puede decirse quo te del año, ofrecmñ un .1limento de prcdilecla plaata se basta á sí misma, y á IQs diez cion para las ahejas , pues _sabemos por la años de edad ha tomado -por lo comun su hi storia que la mi~I -excelente deÍ monte total desarrollo. La poda , ó mejor dicho ; Hybla, celebrada por Yirgilio, se recogía el esquileo de las ramas podrá empezarse -s.obre la flor de la planta de que ·tratamos. cuando la planta- tenga unos cinco años de Invitamos, pues, á nuestros lectores á que é::lad, aunque entonce:S con moderacion y intenten con fundada confianza el cultivo de órden : á los seis ú ocho añós permitirá dos la alfalfa arb6rea, que podrá dar en todas esquileos, uno eh primáv~ra y otro en otoño, nuestras provincias ún resultado satisfactolas rio, aumentando de esto modo las provisioy én los sucesivos, tres ó mas seaun o circunstancias que acompañen est~ cultivo. nes de la ganadería sin gastos csccsívos. Cuando la plarita ha tomado su total des-

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Ademas de los muchos , males que el frío ,que á fines de junio dá origen· á . úna nuevá y otros accidentes funestos suele~ éausar al posteridad que se introduce dentro del fruto olho; el cultivador -tiene que temer todavía y ala~a su almencJra ': ' en fin, estas últimas la destruccion que le procuran ciertos insec- orugas, llegadas al estado de insedos pertos. Sucede con frecuencia que millares de fectos, perece~ al entrar en el invier·ño desanimalitos se dejan ·ver sobre el olivo , los pues de haber d~positado sus huevos debajo unos para devorar sus hojas, y los otros pa- de las hojas-, conservándose por este medio ra ·comer el fruto ó para atacar el leñ-o. la especie para reaparecer en la pdmavera Cornprénd'ese fácilmente cuales son los ma- siguiente. les que han de resultar de este incidente, á Muchos han creído que estos insectos, qu~ q-ue dE"bemos con mucha frecuencia la pér- se pre~entan tres veces al año , son de espe_:dida de una parte. de nuestras cosechas. Por cies distintas , y por ello les han. dado nomesta razon el hom~!·e se vé obligado á redo- bres -diferentes; pero estas ·distinciones no · blar los esfuerzos de su inteligencia y de 'su hay pruebas que las justifiquen .., . industria para oponerse al poder d'e un déSon diversos los metodos que se han inbil insecto. ventado para deslrui(el Jflal q1;1e causa al Varios son los animales que atacan el oli- olivo este insecto, sin qne hasf~ ahora · se vo; pero los que mas principalmente le cau- haya obtenido un re?u1tado seguro .. La inusan grandes estragos son la oruga llamada tilizacion de los huevos. que han· propuesto minadora y la ·mosca del olivo. Mr. Bernar:d algunos, es im_practicable comunmente por la dió el año 1788 una historia sucinta del pri- elevacion de las ramas y por la dispersion mero de estos dos insectós (1), de cuya his- de las hojas y ramillas. Mr. Maffre, autor toria resultan los hethos siguientes. En el de up estenso trabajo sobre el cultivo del otoño, este insecto , llamado por fabrisius olivo, aconseja para estos casos el uso del linea olemlla , _deposita sus huevos sobre el fuego, encendiendo hogueras durante la noreverso de la boja del olivo nacida en los che al rededor de los árboles infectados , primeros dias de ma_rzó, roe el interior _de Gon este método p~r:ecen verda_deramente la misma hoja, cúbrese luego de uná ma- una porcion de mariposas nocturnas; mas teria sedosa , y se transforrija en insecto ala- otros agrónomos· barí'hecbo esta esperiencia do. Quince días despues de estas meta~ór- sin ni!1gun resultado para la negrura. fosis ó transformaciones, esta polilla de la Mr-. Bland, qué ?ª estudiado con deten"' primavera pone á su vez y deposita sus hue- cion la costumbre de estos insectos, nos ofrevos uno á uno sobre el racimo de las ff-ores ·. . ce medios . mas ventajosos. En efecto, ha La 9ruga qu.e proviene de esta segunda ge- notado este oBs~rvador que las pequeñas neracion, ata_ca y destruye un gran número orugas de primaver? que ocasionan el mal de yemas , y se cambia ·Juego en mariposa de que hablamos, se- transforman er crisá( 1 ) Se dá el nomlire de negrura á la enfermedad del olivo que tales insectos ocasionan.

lidas de!')lro de una especie d·e nido que ~llas misma!! se construyen en medio de las


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hojas, ·cuyo tejido interior so comieron mas cadas cuya caida continúa hasla fines de ó menos : pero qu~ las orugas' de veranó y. setiembre; pero la pérdida será casi nula otoño, no enco;1trando probablemente en las ,porqué el aceite de estos frutos averiados flores y en los frutos que sirvieron á su ali- es poco abundante y de mala calidad , de mento un abrigo conveniente, caen al sue- modo que casi nunca llega á pagar los gas.:. lo , se agarran al pié del 6rbol y se ocultan tos de su estraccion. El método de Mr. Bland no se ha pracdentro de alguna boja muerta y doblada, ó en las sinuosidades de la tierra. Las mari- ticado al parecer sino en pequeña escala , y posas en que se han convertido y que nl\cie- convendría, para poder juzgar de su eficaron en el suelo , son entonces de una' ende- cia, emplearlo sobre la estension de un terblez estrema ; mas se consolidan sus alas reno considerable, po1·qué de esta manera lu~go qu¡i han dejadó el capullo, toman vuelo podriamos formar una opinion relativa eny se elevañ basta [as ramas donde mas tarde tre el coste de la obra y_ el mayor valor del han de depositar sus huevos. Ahora pode- producto de la cosecha. Por esta razon demos comprender_fácilm ente que si el culti- be recomendarse con mucha reserva su. vador, conóciendo la época precisa de esta introduccion en la práctica agrícola, aun emigra-cion, quiere evitar el mal que inuti- cuando nos parece fundado sobre consideliza sus cosechas, debe abrir con tiempo al raciones que merecen un exámen ;.itento. El otro ir,sedo que comunmente catisa. rededor_del árbol una zanja circulará cuyo fondo irán á refugiarse los insectos, y algu- gr1maes males al olivo, pertenece á la fa.nos dias antes- de qu e las orugas salgan de milia de las moscas, y ha sido descrito por sus capullos ·debe tambieu llenarla con la , los entomologistas con e·I nombre de sinips ó tierra que se' le sacó al abrirla, y se enter- de dactM oléce. La hembra deposita .sus huerarán de está manera todos los insectos, que vos uno á uno en la misma aceituna cu,ya estarán todavía en estado de crisálidas inmó- carne sirve de alimento á la larva. l'onc dos_ viles, los cuales no pudiendo penetrar sobre veces al año, la una á principios de agosto y la tierra con que se cubieron, no tardarán la segunda á mediados de setiembre. Las larvas que prnceden de esta última generacion en monrse. Este es el medio propuesto por Mr. Bland, se transforman en ninfas á fines de octubre, cuyo o_bservador distinguido aco~seja á los y pasan el invierno bajo esta forma para_ propietarios abrir dicha zanja á ú !timos de concluir sus transformaciones en el verano. julio al rededor de cada olivo , haciendo que siguiente. :Algunos de estos insectos se camcomprenda hasta los estremos de ·1as ramas bian en ninfas sin salir del interior de la csteriores, que se cubra en los primer9s aceituna, quedando por consiguiente desdias de setiembre con la mitad de la tien;a truidos cuando se recoge la cosecha, si el. que se sac6 al formarse , y que se- a.cabe de frio no los mató antes de esta época ; pero enterrar con la restant~ sobre el quince del todos no manifiestan unas costumbres tan semismo mes, cuidando siempre de aplanar dentarias, escapándose entonces a estas la superficie del suelo. Este método, segun causas de deslruccion. Ha observado Mr. Bland que la µiayor Mr. l31and, tie~e la. doble ventaja de destruir un iL1secto· cuyas devastaciones ·ocas io- parte de estas larvas, antes de sufrir su prinan pérdidas inmensas, y de dar al propio- mera transformacion , salen de la aceitµna • tiempo una labor al olivo que por la profun- . se desl.izan de rama en rama hasta la tierra, didad favorece su vegetacion. Sería necesa- penetran· dentro del suelo á bastante profunrio, es verdad , sacrificar las aceitunas ata- didad, .y alli se cambian en ninfas para que-


29 dar inmóviles durnnte la estacion del frio. Estas larvas terricones son por consiguiente las que contribuyen á la mayor multiplicacion de la especie el año siguiente ; y el conocimiento de las costumbres particulares de este insecto, que acabamos de indicar ,, condujo á Mr. Bland á pensar que para destruir sus larvas tenemos un recurso semejante al que propone anteriormente para el tt"zon ó la negrura. Aconseja que durante Ja estacion del frio se distribuya al pié de cada olivo una capa de tierra de algun grosor, y que se la apisone fuertemente, dejandolas en este estado hasta últimos de junio: con esta operacion quedarán enterradas las moscas que , como la oruga , no podrán desarrollarse, y perecerán en el estado de ninfas. De esta manera, dice Mr. Bland, el olivo nada sufrirá absolutamentt, , y podremos conseguir con este método la destruccion de

los insectos que tantos males -causan á tan importante árbol. , Ademas de la· oruga y de la · mosca que dejamos descrita·s, hay otros animalitos que dañan en gran manera el olivo , y el · citado Mr. Bland ha estudiado las costumbres de muchas otras especies que atacan- el tallo, las raíces y las bojas de este precioso vegetal. Propone igualmente diversos medios para conseguir su destruccion; pero como los resultados no se ofrecen con las probabilidades de los· dos ante1·iores , sería perder el tiempo continuar en marores detalles. Aunque las observaciones de Mr. Bland no se presenten con la luz y claridad que ~xigen los intereses de la práctica agrícola , no obstante sería de desear que se consagrasen á estos ensayos hombres de fortuna y de saber, favoreciendo de esta manera los intereses de nuestra agricultura.

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DE LA FOR~IACION DE UN JAR.DIN. -~~

El clima apacible y hermoso <le la España, casi sin distincion de puntos, favorece de tal manera á toda especie de vegetacion, que nos permite establecer do quiera un jardín. Comunmepte los construimos ál pié de las casas que edificamos de nuevo, ya sea utilizando de esta manera una porcion de terreno que dejaria irregular lo: vivienda, ó bien para solazarnos entre sus sombras en los bellos dias de la primavera. Para la construccion de un jardín debemo_s atender principalmente á la posicioh del terreno, á la naturaleza dol suelo y á la del clima. Por lo comun lo edificamos con esposicion al nort~ de la casa , porqué como las flores tienen casi siempre una dispo-

sicion natural á inclinar sus corolas hácia ef sol, cuya direccion siguen algunas muy exactamente, resultará que si el jardin está al mediodía de la babitacion , no podremos ver desde las ventanas y azot~as mas que el envés de las flores , mientras. que teniendo su colocacion al norte, disfrutaremos de toda su hermosura. Pero algunas veces no nos es posible llena1· esta condicion por la figura particular de la casa con relacion al terreno de que podernos disponer: cuando esto suceda plantearemos el jai:din á oriente ó á poniente de la casa ó quinta, en cuyo caso si no aprovechamos totalmente la vista de las flores , será á lo menos en-su mayo!' parte.


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La figura que daremos á los diferenles esta ventaja, nos valdremos de algunos tocuadros dt>I jardín, será á gusto y capricho neles ó vasos grandes enterrados á la flor de del dueño ó del artífice-. Por regla general la tierra . .Estos vasos, cuidando que estén esta forma la determinará el punto .de yista continuamente llenos, eausan á la vista un que mas habitualmente ofrezcan; procuran-· efecto agradable, particularmente si hemos. do empero que cualquiera que ella sea , los ¡>rocurado cercarlos de un follaje verde• cuadros no tengan una anchura tal que pre- entre el que haremos vejetar algunas flores. senten las plantas eñ. tropel. Será de lama- de agua, cuyos piés provistos, de largas hoyor importancia cónstruir algunos de dichos jas disimulen los bordes del tonel . .cuadros rectangulares· y con direccion al Formulado el plano del jardín , señala ... este ó al oeste en cuan to sea posible , _los dos ya sus cuadros y caminos, nos toca cuales se resorvarán para- el cultivo de f;'ntonces -decorarlos. Lo primero que hay aquellas plantas que ofreciendo el mismo que hacer es plantar vejetales verdes en género un gran número de especies , ó - la torno de las reparticiones. El boj es la planmisma especie muchas variedades, les da- , ta que mejor se pre·sta á este género de · mos el nombre de coleccio11 , en razon de adorno, y es la q·ue se ha empleado descgltivarse por series. 9e muy remoto tiempo á estl} objeto, por Por lo regular no se atiende debidamente que señala bizarramente el diseño de nues-. á la naturaleza del suelo cuando se trata de. tr;-os jardín~s; disimulando con su elegante la formacion -de qn jardín. Es muy impor- verdor la tristeza monótona que nos impritante pararnos en su mejoramiento por cos- men 1.as líneas largas y estrechas.. En tos. toso que sea; y aun cuando en la formacion jardines de alguna estension preferiremos, de una quinta de récreo consultamos mas el cesped á toaa otra orladura, procurando la amenidad del sitio que las buenas cafi ... regarlo á menudo y recortarlo con fre¡;_uen.dades del terreno, no podemos sin embargo cia, particularmente en verano, ya para que dispensarnos de .los gastos del mejoramien- produzca meJor efecto , con ~na estudiada to, si queremos tener un buen jardin. En simetría, ya para que no llegue á la granaeste caso, es decir, cuando la naturaleza del zon que infestaría ei suelo con malas yérbas.. terreno no se presta al buen cultivo de las Para los de dimensiones reducidas, cu.ida..,, plantas y -de las flores, lo primero que de- r~mos que la guarni'cion de los cuadros se bemos hacer, o;erá trazar la figura d!l los forme con preferencia de flores anu.as ó vi.... cuadros de que ha de componerse ~I jardin, ; aces, optando por las. segundas , porq u~ desenterra1· hasta cierta profundidod todo el ademas de disminuir el gasto de la mano espacio que comprende cada uno de ellos, y de ~bra , mpntienen con mayor regularidad ; llenarlos en seguida de una tierra sustan- el dibuja' dt:ll jardin, no· permiten Ia s@pa-. ciosa. Por lo que mira á los - espacios que racion de la tierra y facilitan el aseo. Las median entre uno y otro cuadro, podremos principales condiciones que deben reunir dispensarnos e.ste trabajo, porqué en razon son : 1. º· una copa espesa y unida que per...,, <le destinarse á caminos de servicio, no im- mita formar líneas perfectamente llenas ; 2. o. u.~ verdor agradable y permanente aun portará que su SJlelo sea de mala caf i·dad. 0 Tambien debemos procurar-, en cuanto des pues de haber dado rn.s (lores·; 3. u.na sea posible-, construir algun · surtidor- de florecencja suficientemente prolongada ; 4. 1;1 agua de pié , porqué ademas de embellecer• tallos ó_pedúnculos que no se clevén <lema · el jardín facilita los trabajos del cultivo; y siado para no impedir la vista de las flores en el caso que no sea fácil proporcionarnos _ que vejeta·n en los cuadros: En fin, cada


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jardinero escogerá , segun las localidades , ¡as plantas que mejor conver~gan para el objeto indicado : i\consejaremos sin embargo valerse primern de aquellas que la· esper iencia ha demostrado · ser de mayor utilidad , 'sin que por esto intentemos retraer á los propietarios de que empleen otras , ded"uciendo pm: analogía del cultivo <le las. an---:cr:Qll)i:aJll

tiguas , los cuidados y" tas reglás que cxr ~ n las q-ue se adopten nuevamente. Antes de entrar en el .cultivo especiál de la's .flores , que será un objeto preferenJe en nuestro periódico, nos _hemos permitido trazar algunas líneas acerca de las condiéiones principales que exije la formacion de un ~ jardín.

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Iidad de los alimen-t~ s se_rán, pues, las con

Si influye en la vaca el régimen · alimenticio / dicio-nes mas á propósito para obtener- una • para la calilad de la. leche.

El clima y el alimenlo lienen mayor infl-uencia sobre los animales que sobre el hombre, de manera que la dome~ticacion les i~pri,me modificaciones muy profundas. La esperiencia ha acreditado que el clima ejerce rnayoi' influencia sobre el caballo, y el alimento.sobre el buey. Por esta razon no podremos conseguir razas bovinas de buena caltdad en los puntos que la falla de pastos no nos permita alimentarlas con abundancia. Parece que este precioso animal quiere exigir del hombre atentos cuidados en recompensa de los esfuerzos poderosos ci.ue emplea en .el cullívo para la prosperjdad de su dueño. EJ régimen · alimentici.o juega larnbien un papel· hnporlan\e en la calidad de la leche.. Esta será difere.ute· en prindpio!, y en acciden: tes, segun- cual sea el alimento de que haga uso la vaca. Las que comen hojas y tallos de maíz ó el orujo de la remolach!1, dan la leche d·u1ce y azucarada; asi como tendrá un perfume y un sabor desagi:adab1e la de las que se alime(ktaron·con. berzas, nabos, ajos ú otras plantas semejantes. Segun algunos agrónomos distinguidos, produce tamhfon l.1 leche de mala calidad la paj¡¡; de avena, de cebada y de centeno. La abundancia, el frescor y la buena ca-

buena leche y en grande canlidad : pero téngase presente, que la yerba de los prados h úmedos dá una leche aguanorn, asi como es nµtriliva y sahrosa,la de las vacas que hayan apacentado en dehesas altas y de yer ba vigorosa. En fin, ciertas plantas obran solamente sobre uno de los principios de la lecbe, unas aumentando la canlid'ld d,e la nata, otras la del queso.,>elc. . La cantidad y calidad de la bebida lambí-en, influye muclío sobre la leche; la qhe producirá mejores resullados, en este ¡,unto, ~erá el· agua fresca y pura.

Pan· de -centeno.

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El centeno contiene menos glúten qne el trigo, y á esta d~f.erencia debemos atribuir la inferioridad de su panificaci-on ccrnparada con la dd lrigo. En .muchos ponlos de Eurnpa la clase pobre no se alimenta mas que de pan de cenleoo, por lo que creemos úlil indicar el modo - de amasarlo conveni~nlemenle. Para ello debemos emplear mayor cantidad de levadura que pl_lra el Lrigo , usar el agua mas calienté, manlener la.masa apretada y sujeta, disminuir la cantidad de la sal y dejarlo en el hor'no. por mas tiempo. · · · El pan de mezcladizo, muy comun_ en las • aldeas, se amasa á corla diferencia como el del


32 centeno. Parmantier ha dado mucho mérito á este pan porqué se conserva fresco largo tiempo sin perder su sabor, apreciable ventaja para los que baliilan en las aldeas dende no se amas{l muy á menudo. En la Bélgica .. Holanda, Suiza y Alemania, está muy en uso dar á los caballos de car'rera el pan de centeno, de cuyo alimento son -estremadamente golosos.

de estornudar. La lengua vá adquiriendo un color amarillen_to, y muy pronto se desarrolla en su eslremo una membranilla ó pelicula de consistencia cérnea y de un blanco mate que debe arrancarse suavemente con un alfiler 6 con la punta de una navaja. Se lavará en se1:,uida la llaga con vinagre, untándola despues con man leca fresca. Se mantendrá encerrado el animal por algunos dias, durante los cuales no se le dará otra comida que salvado mojado en agua.

Pr_ocede,· [ácil para conservar los huevos.

Modo de ,alvar el ganado en los casos de incendio.

Los huevos, para-su mejor conservacion, deben colocarse en lugares .secos, evitando, no obstante, que la lemperalura sea demasiado elevada. El aire esterior, comu11icando por los poros de la cáscara con el aire que se halla en el inlt:rior, determinará muy pronto la descomposicion y la evaporacion graduada del huevo, si no interceptamos dicha comunicacion cubriendo la cáscara con algun baño ó capa de materia gomosa, poniendola en aceite ó cubriendola con agua de cal, con trigo seco, con arena pura ó con aserraduras de madera.

Cuando sobreviene un incendio en la casa del labrador, de noche principalmente, es dificil y costoso hacer ~alir de los establos y cuadras los caballos y otro ganado que se espanta al aspecto de las llamas, de manera que las bestias prefieren á veces morir qm·mada~ dentro del corral que resolverse á pasar por entre el fuego. El medio que en tales casos aconseja la esperiencia es, el de cubrirles la cabeza con sacos , servilletas ú otra cosa que nos venga á mano con el fin de privarles-la vis la del fuego: entonces c;e dejarán guiar muy facilmente y Medio de quitar lo rancio y otro cualquier mal sin ofrecer resistencia ni aun ~asi al pasar olor de la manteca y de la grasa. por entre las llamas. Los animales mas dificiles de salvar son los Esla operacion sencilla, fácil y poco dispeny el ganado de ce,rda; conviene cocarneros diosa ha dado conslante,mente un resultado samunmente para lograrlo cargarselos á cuestas tisfactorio. Consiste solo en agitar con alguna cuando el incendio permite llegar á ellos. fuerza la manteca ó la gra.;a en una- suficiente cantidad de agua, á la que se haya mezclado Modo de emplear las materias fecales. diez ó -d6ce golas de cloruro de cal por cada liUna de las cosas que limita el uso de estas bra de man leca ó de grasa. Se dejan estas susmaterias, es principalmente la dificultad de tancias en inmersion con este líquido por eshallar un medio de aplit,acion fácil y menos pacio de ~n·a hora, se retiran luego y se I.,ban repugnante. El método siguiente reu_ne estas bien con agua clara y fresca. condiciones. Consiste en deslinar principalmente este ab__ono á los. prados de riego. Se D, _la pepita en las gallinas. Esla enfermedad que ataca con frecuencia depositan las materias en las balsas 6 receptáá la volatería jóven • reconoce casi siempre culos que guardan las aguas en depó~ito. Cuan• por causa la falta de alimento ó la poca lim- do se quiere regar, se íacHila la comun¡cacion pieza. La gallina que sufre este mal deja de del aljibe con los regueros principales y la comer y de beber, anda lrisle y se aparta de de eslos con los secundarios, y se agitan las sus compañeras: su voz se pone ronca y dé- materias de la balsa, de manera que marb,1, abre con frecuencia el pico como si res- chando unidas al agua, puedan esparcirse pirase con pena> '.f menea la cabeza en ademan debidamente por el prado.


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/lUEDU~ DE LOS !lDO~OS.

Todas las materias de o-rigen orgánico, ya soimales ya vegetales, se comprenden en el oúmero de los abonos, porqu é en el curso natural de las cosas se mezclan con el suelo y constituyen su ferti lidad original. Los abonos, tomados en este sentido, difieren claramente de los beneficios ó mejoramientos , porqué aquellos tienden á acrecentar la cantidad de materias que pueden servir á la nutricion ,•egetal , mientras que la ma yor parte de las sustancias qu.e empleamos como mejoramientos, ejercen solamente su accion sobre el suelo por las mezclas y adiciones de ma_terias que modifican insensiblemente sus cualidados füicas ó mineralógicas, sin aumentar directamente la parte nutritiva. La accion de los abonos es tan importante y complicada que ha merecido siempre un lugar distinguido en los tratados de agronomía. No e.; nuestro ánimo ocuparnos ~hora en la- enumeracion U(:} los varios abonos que se conocen, porqué estos detalles podrán formar el objeto de otros artículos : tratamos de considerarlos en este , y de un modo detenid.o, con relacion á sus generalidades, y bajo un punto de vista fisiológico. Mucbas son las i.deas-que se han admitido rdativamente á los abonos, entre las que figuran con particular acierto las esplanadas de un modo genera I por el célebre Rozier; mas para obviar doctrinas que no conducen al .objeto ve_rdaderamente práctico que nos hemos propuesto, diremos solamente que las diversas materias orgánicas, ya animales ya vegetales, pro<lucen por su descompusicion un aumento do temperatura de que se aprovecha la plnnta ; de.terminan

corrientes eléctricas suaves y proporcionadas á su naturaleza y cantidad, y permiten desenvolve_r de entre sus elementos muchas materias nuevamente combinadas, en particular el ácido carbónico, de cuyo gas asimilan las plantfts el carbono y el carbonato de amoníaco que, siéndo muy ·a bundante en los abonos animales, les dá una incontestable superioridad sobre los vegetales, particularmente para la reproduccion de las semillas y demos partes azootizadas del V(.1getal. Aun cuando no se haya estudiado suficientemente basta ahora la aocion íntima de todos los productos gaseosos que sumin.is tran los abonos , no deja si-o embargo de ser cierto que la mayor par-te de sus efectos se producen y se dejan ver en todos los casos que hayamos cumplido con las conJiciones generales que ellos exige n. Estas eondiciones generales, que pasaremos ligeramente en revista, son los agentes esteriores sin los cuales será de poco valor la accion que los abonos producirian sobre las plantas. El primero de estos agentes esteriores es la humedad. En efecto, la descomposicion de los abonos no tendria lugar sino empleasemos una determinada cantidad do agua , ó á lo menos este estado se retardaria tanto que ocasionaria á las plantas una vegetacion lenta y dificil por la falta de emanaciones gaseosas, al propio tiempo que esta misma falta de vehículo aumentaria dnño dificultando la absorcion do las raíces . En los tie mpos <le las sequfos prolongadas , se obs~rva comunmcnte que los abonos n<l

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producen- efeeto algijno sensiLJ.c; per~ tan debidamente sobre ellas: lo co~lrario suce• luego como· sobrevienen, las lluwias se des- der~ en los terrenos duros y arcillosos, que ¡:¡liega nuevamente su acoion, dándoAos re- en razon de su tenacidad impiden la circu sultados muy véntájosos. El hombre tiene tacion de- dichos agentes esteriorcs, difieulá su mano y puede . obtener artificialmente tándose de esta manera la fácil descomposicste grado de humedad necesaria á la des- cion de los abonos. oompost'Cion de-los ab·onos, ya sea valiénEstos, por punto general, deban estar <lose de los riegos , ya de vegelal11s jugosos mas cubi:er.t&s cte tiei:ra. en los suelos lígcros ent~rra<los vci:des ~ ó bien de otrns sustan- y arenosos que en los de circunstancias cías Liidromélicas que debemos considerar opuestas; ó por el contrario los gases que como poderosos auxiliares de los abonos. .se escapan de las materias orgánicas puestas J>ero si es necesaria esta cantidad de . en descomposicion, se evaporarán fuera del agua para la vida oe las plantas, no debe- suelo y. no podrán obrar sobre el organismo , mos olvidar que su exceso -seria un mal «;le de la planta. · . trascendencia. Cuando la humedad del suelo En la agricultura práctica, el hombre inpasa de los límites precisos, impide la ac- · · .troduce dentro de la tierra todas ·1as motecion d~l aira y de los gases, sofoca la de las rias qu_e pueda procerorse como abonos; y fibrillas de las raíces , reblandece estroma- aun cuando todas ellas proporcionan á los dam~nte su tejido y hace adquirir -á las vegetales mayor ó menór cantidad de aliplantas una linfa eseosa ~n principios esti- mento, !'as unas tienen sin embargo mas mulantes que dificulta su fuerza y desarro- que las otras mayor accion estimulante. Ho. Remediaremos estos males disminuyen- Esta circunstancia ha hecho que los abonos .dp la cantidad de riego si es artificial, ó se hayan estudiado bajo diferentes nat.uraprocuraildo el desagüe de los terrenos en lezas, y que se hayan Jividido en tres élai;es charcados por medio de regueros paralelos y distintas, qp:c son; abonos animales, aboperpendiculares sagun sea la superficie del nos vegetales y ahonos mistos. sucio. Pero como ademas de los efectos puraLa temperatura "s otro de lbs agénles es- mente nutritivos que presentan diversamenteri·ores que favorece la descomposicion de te modificados esta~ tres clases de abonos, los abonos. Pero es preciso que el calórico . debemos -mirarlos bajo otras muchas consicsté en ci.erto grado para que produzca bue- deraciones, de;aremos para otro dia las dife, nos resultados. Acompaña siempre á la rentes 5ustiincias que los forman y sus restemperntura elevada un estado de evapora- péclivas ventajas para la vida de las plan las, ci,on de los cuerpos qui! dificulta sÚ modo cstendiendonos ahora solamente sobre algude obrar, así como impide los progresos de nas olras generalidades relativas á tas misla vcgc-t.acion ~I frío intensQ. y sostenido, mas clases eu particular. ptovocando la congelacion del agua que ce• Primeramente conviene. notar que cada t:ienen estos mismos cuerpos . especie de abonos determina cierta elevacion La porosidad del suelo influy~ tambien de temperatura rlebjda á la proporcion -de mucho sob_re la accion de Los abonos.,Se vé 11lementos que contiene. Vemos comprobada desde luego que !a descomposicion de las esta verdad en los procedere5 prácticos y rña;ierias orgánicas ha <)e veriffcarse antes mas sencillos de la horticultura, cuando nos en los terrenos sencillos y divididos, porque valr.mos del estiércol de cuadra ó •corral facilitan la entrada del agua y del aire at- · para la formacion de camas calientes en las mosférico has la el punto de poder obrar siemhras tempranas , con el objeto de con -


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!leguir por su (ermentacion dicho grado de talor. En la agricultura aprovechamos menos estos favorahles efectos porqué usamos los abonos esparcidos en los campos, lo que hace que no p_uedan elevar la temperatura hasta el punto que lo verifican CU.ando están t·eunidos en grandes masas. Convendrá tener presente en segumfo lugar, que la c_antidad de agna que contengan los abonos será un medio muy própio para modificar su accion. La esperiencia nos demuestra cada día que los abonos acuosos, como los vegetales frescos, pueden emplearse solamente en el cultivo de plantas que exigen poca materia nutritiva, y aun en este caso en los terrenos arenosos y en los países calientes. Pero si empleamos materias duras, como huesos , cuernos , plumas , escrementos de animales ú otras materias semejan- • tes, como que contienen safes acres y estimulantes á la par que cierto grado de dureza física, necesitan muchas cantidades de agua para que se disuelyan pronto y nos proporcione-o un abono saludable. En el cultivo especial de ciertas plantas, en el del olivo por ejemplo, estas materias nos son <le grande interés, porqué dichos vegetales temen mucho la humedad. · Será conveniente en tercer lugar mezclar con los abonos, en tolas ocasiones, materias insolubles con las que se disuelvan fá~ cilmente. La práctica, universalmente admitida, de pudrecer la paja ú otros desperdicios de vegetates secos en tos establos y en las cuadras, no tiene otro objeto que proporcionarnos. un abono que por su descomposicion l'cn~a prolon_ga su efecto nutritivo sobre li13 plan.tas, a) paso que divide y mantiene separad·as las moléculas· del suelo para eircular librement-e el agua. y el aire atmosférico, favoreciendo (lireclamente la accion de la parte animal y nutritiva del estiércol. \

En cuarto lugar debemos atender cuida dosamente á la naturaleza íntima de los abonos de que nos servimos, no perdiendo de vista que hay muchos que dañan la planta , si no los empleamos en corla cantidad, por la accion estimulante que les es propia: pero aun esta circunstancia escitante y dañosa que obra en los abonos de un modo todavía hipotético, podrá ser favorable si los usamos con la prudencia y parsimonia que nos aconseja la esperiencia. La reunion de todas estas diferentes ac ~ ciones constituye, en grados diversos, el estudio particular de cada especie de abonos , que la agricultura ha dividido en calientes y fríos. Se ha dado el nombre de calientes· á aquellos que despliegan su accion rápida y eficazmente, sea por su mucha disposicion á fermentar, sea por su estremada soluvilidad ó por las materias escitantes que contienen. Se cuentan principalmente entre estos la palomina, los escrementos de1 ganado lanar, los del hombre, los orines : ele. Llámanse ahonos fríos aquellos que -su accion es lenta y débil , ya por su poca disposicion á formen lar, ya pm· contener pocas materias estimulantes, ó bien por la mucha. agua que contienen. Los abonos vegetales, y¡principalmenle las plantas frescas, los escrementos de aves acuñticas y otras materias semejantes, entran en esta clase. Estas consideraciones que hemos tocado ligeramente, por muy generales que ellas sean, pueden faci.lilarnos el recurso de ilustrar algunas cuestiones que se han contro,•ertido acaloradamente entre los agricultores . Tal vez otro dia nos ocuparemos de esLe punto de doctrina, no considerado bajosu aspecto fisiológico como ahora nos hemos permitido, sino en relacion con la. agricultura práctica que es el ohjet0 principal que nos anima.


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'VACAS DE- LECHE Y-\7ACAS DE CEBO. ~~ _ Vacas de leche y vacas de cebamiento , mero de principios útiles al bombrn bajo 1-a consideradas bajo un pimto de vista econó- forma de leche, que la vaca de ceba miento mico, y del med·io mas adoptable de apacen- bajo la de carnes y gordura. tar/as e11 los forrajes frescos. Por lo que mira á la segunda proposiMr. Duraml , aventajado cultivador en cion, no debemos absolutamente dudar que Caen, ha escrito unas reflexiones sobre este las vacas y los bueyes , si se les deja en lipunto de economía rural , que creemos in- bertad dentro de una pradera , ¡;ausau daños. de considerncion y desperdician una 1eresarán á nuestros lectores. i\l someter esta cuestion al análisis ló- gran cantidad de yerba aun de aquella mis_gico, propone el citado agrónomo las dos ma cosecha. cuestiones sigu_ientes. Acabamos de de¡¡ir que el ganado vacuno 1. ª ¿ Cual de las dos vacas , esto es , la causa grandes males á los prados si se le <leslinada á la lechería ó la de cebamiento, deja apacentar en ellos con libertad, y los consume mayor_cantidad <le 1erba, y <l.á al daños principales que ocasiona son los sil_iombre mayore3 utilidades? guientes: 2.. ª ·¿A cual de las dos , la haca de ceb_o 1. 0 Por su boñiga ó estiércol que es daó la de la lecqe, será preferible dejar en li- ñoso á la yerba. La vaca cubre, con sus hertaJ_dentro de la prad'era ~ 'ó bien Ei será _ boñigas , en el espacio de veinte y cuatro mas ventajoso tener á ambas en el corral? bo1;as una superÍlcie de terreno <le tres piés Exáminemos estas <los cuestiones y pro- cuadrados como término mínimo, que equicuremos darles una solucion verdadera. valen á seiscientos pies cuadrados por cada Por lo que mira á la primera proposicion, doscientos días; cuyo tiempo, prúpiamen enseña la esperiencia , asi corno lo asegurnn t~ hablando , cs.. el que permanece la yerba los datos que han .suministrado variós agri- en el prado: añádese· á esto que en el punto cultores de distintos puntos, que en un pra- donde se depositó el estiércol de buey, no <lo en el que diez vacas de ceba miento, · del brota la yerba basta el año s,iguiente , y peso de quinientas libras por ejemplo, en- qu~ es las mas veces de mala calidad. · cuentron suficiente alimento para cebarse 2.º El ganado vacuno daña á los prados enteramente, no basta sino para alimentár con sus orine.,. Es verdad que por la accion cinco vacas de leche d~I mi_smo peso y du- de este escremento no se interrumpe el crerante igual tiempo. Do estos hechos r~sulta cimiento de la yerba , como sucede con la que las segundas consumen la mitad mas de Ía boñiga , y es <le notar que los· bueyes de yerba en igualdad de circunstancias que y las vacas tardan mucho en comer, y siemlas primeras. Pero aun cuando baya esta pre fo hacen con rcpugnáncia , la yerba diferencia entre la vaca destinada á la leche- que regaron con sus orines. ría y la Je cebamiento, relativament~ á la 3. 0 Los bueyes y las vacas. cau,an grancantidad de alimentos que cada una necesita des male~ á la yerba con el pisoteo continuo y consume, queda no obstante probado quo y con el peso · de su cuerpo echandose acá la vaca de leche saca de la yerba mayor nú- y allá por la dehesa.


317 Sin embargo, por mas f!Ue sean eslos daños de mucha consideracion , no, son los únicos qu'3 hay que temer. El anímal que dejamos en libertad por el prado escoje los alimentos á su gusto , come solamente la estremidad de la yerba que mas apetece y desprecia la que es <le inferior calidad. De aqui se· siguen dos gra~des inconvenientes: por una parle la yerba que 'despreció el buey vegeta mucho , vá adquiriendo sucesivamente cualidades mrnos delicadas, y repugna al animal comerla , menas en el caso que no- tenga otro pasto ; y por otra Ia yerba que se corló tan solo por el estremo de sus brotes no puede crecer mas que medianamente, lo que hace que la vaca la huelle de continuo, y no recibiendo directa·y plenamente la accion del sol y de la luz, se pone amarilla y ahilada en su parte baja, y crece débil y esquilmada en- lo sucesivo. · Sabemos por los esperimentos de Mr. Payén, que todos los órganos ge los vegetales contienen en su juventud abundantes principios azootiza1los, cuya cantidad está en razon directa de las facultades de desarrollo de las plantas. Este hecho está en consonancia con otro que en todos los tiempos han observado los q'ue se emplean en los cuidados <lel ganado, y es ,. que la yerba al llegar al estado de -primera sazon es mas propia para la produccion de la leche y del cebamiento que cuando está en edad mas avaqzada. Los que se dedican al cuidado de los bueyes y de las vacas üscogen casi esclusivamente este pri-• mer estado; y cuando llega la ocasion se apresuran á darles sus retoños, porqué han visto que estos valen casi lo mismo que la primera yerba. Es muy notable la influencia benéfica que la yerba de retoño ejerce sobre la secrecion de la leche. Si las vacas están encerradas en una dehesa d~ plantas duras y viejas , cada una nos dará solamente, por término medio , cinco cuartillos de leche al dia, míen-

tras que si las apacentamos en un prado de· yerba jóven y tierna ó de retoños, nos dará cada una el triple ó mas de leche cada dia. Deducimos por consecuencia de los antecedentes que dejamos sentados, ·que la yerba . tierna y de primera sazon, asi como los retoños, nos darán mucha mayor cantidad de-leche; y que una y otros son al propio tiem po mas útiles para el ceb-amiMlo da los animales que la yerba dura y vieja , supo-- • niendolos siempre en igualdad de géneros ycasos-. Dos razones hay que nos esplica·n esta diferencia: la una es que, en volúmen igual, la primera es mas nutritiva que la segun<la; la otra consiste en que siendo mas delieada-, ·. el ganado la come mejor: · Prpcur:rndo que el animal apacente la yerba, á flor de tierra , luego que llegó á la edad ,que acostumbra comerla mas ávi<lamente, con seguimos al cabo de poco Liemp0otra cantida<l de pastos de buena caliJad quenos d-ará los resultados anleriores-, y asi· tendremos sucesivamente y de continuo pastos buenos y agradabl~s, escepto en los casos que las grandes sequías . impidiesen la veget-acion-. Alimentar en una misma estension de terreno mayor número de animales, y alimentarlos de manera que dén al p1 opielario mayores utilidades, 110 son las únicas v~ntajas que resultan de tener el ganado sujeto en las cuadras: otras hay todaYÍa de muchaimportancia, como son el suministrarnos uu recurso de beneficiar el terreno destruyendo las malas yerbas y multiplicando las plantas útiles, y el mejorar el suelo por me-· dio de los abonos que nos proporciona el ganado en los ~slablos, consiguiendo al mis.mo tiempo mayores cantidadP.s de forraje. Este hecho se esplica muy focilmel'ltc. Las plantas de los prados y otras semejantes pueden absorver el azoe , el -carbono , el hidrógeno y el oxígeno de la atmósfera siempre que se hallen colo<;adas en cirnuñstan.-

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cias ventajosas , de cuyos principios forman alimenlos que los animales asimilan. Sabemos por la esperiencia que los vegetales pueden vivir, desarrollarse y seguir las diferentes faces ele su vegetacion en un suelo que no contiene mas que, enjustás proporciones, las materias minerales necesarias á cada uno ele ellos, con tal que este suelo reuna las propiedades físicas oportunas para trasmitir á las raíces las influencias de la atmósfera y los principios que ella encierra. Apesar de esto sabrmos que las plantas vegetan mas precozmente, y pueden cultivarse en mayor cantidad sobre una estension determinaela de suelo, cuando este, aelemas de las materias salinas que ha de proporcionar, puede ser todavía para las raíces un manantial fecunelo y directo de

carbono y azoe en la cantidad y estado que puedan asimilar estos dos elementos. . ¿Que sucede, puos, en el caso que nos ocupa? El terreno, ó mejor dicho, el prndo donde se apacenta un rebaño 11:es veces mayor del que se apacentaba antes, recibe bajo la forma de boñiga y de orines tres· porciones mas de carbono,. de azoe ó de sustancias minerales salinas que no recibía antes, y recibe tambien bajo estas dos formas mayores cantidades· de dichas materias , sobre todo -de carbono y de azoe, que las que pierde bajo la forma animal en que se convirtieron, porqué las plantas de que se alimenta el ganado prestan mayor suma de carbono y de azoe al aire que.á la tierra, y las materias minerales salinas vienen , casi sin escepcion , de 1 agua donde se abrevan los animales.

El Ministro ·de agricultura de Francia circuló el año pasado 18i7 á todos los alcaleles (Maires) las "instrucciones siguientes, relativas al cullivo de la patata por medio de sus semillas. >> Algunos agrónomos han crei<lo, que la reproduccion de la patata por semilla potlria contribuir á preservar esta planta preciosa de la alteracion especial que ha sufrido en los años 1445 y 184-6. >> Algunas que se cultivaron por este medio en 1846 , ·parece que sufrieron sin embargo el mismo mal que las que se plantaron de tubérculos: pero muchos cultivadores aseguran lo contrario, de manera que este mcilio de reproduccion les ha dado buenos resultados al cabo de algunos ,,óños."

» La importancia que se merece la conservacion de esta planta , debe estimular á los labraderos á tantear, de un modo mas general que el empleado has la ahora, una esperiencia tan fácil." »Se escoje, en cuanto sea posible, una tierJ'ª ligera, suficientemente abonada en otoño ó invierno , perfectamente removida como si tuviesemós que ocuparla en una siembra de remolachas ó de zanahorias, y se formarán en ella surcos de sesenta pulgadas distantes los unos de otros y de la profundielad de dos á cuatro solam~nte. En el mes de mar• zo 6 de abril se siembra la semilla ·clara en estos surcos, cubriéndola luego ligeramente con el rastrillo sencillo ó valiéodonos de otro medio que p1·oduzca un efecto semP.jante."


3D » En los departamento:; en que sea general el uso de la sembradera, este instrumento reemplazará perfectamente las operaciones referidas." » Se mantendrá el sembrado completamente limpio de malas yerbas con las labores repetidas, y procurando que la capa superficial del suelo esté desmenuzada y dividida, que las plantas se hallen debidamente apartadas las unas de las otras é inclinadas ligeramente hácia el dorso del surco." » Los que siembren tarde· esta semilla, en mayo por ejemplo, ó que quieran obtener de ella todo el producto po~ible, deberán sembrarla · en almáciga. En -este caso la siembra podrá hacerse en una cama ó simplemente en una hoja del jardín ó huerta, y á surco ó á vuelo. Entonces el cultivo será semejante al de la col. Se plantarán des.pues fos piés á la di:;tancia de cuarenta á cincuenta pulgadas, escardándolas y ca\'Úndolas cuantas veces sea conveniente. Podremos oblener en el m1smo año un cierto número de tubérculos de igual tamaño á los de las plantaciones on.1-inarias 6 do tubér:. culos."

»Pero .es preciso observar que la semilla produce casi siempre un gran número de variedades diferentes que _deben notarse con cuidado durante la vegetacion, procurando separarlas en la cosecha para plantarlas aisladamente el año inmediato. La forma, el color , el sabor, el producto, el modo de vegetacion y la época do la ·maourez de los tubérculos obtenidos de una misma setm11a, presentan á menudo . variaciones considerables. » » Los cultivadores procurarán, en cuan'to les sea posible, notar con cuidado todas estas diferencias, y conservar los tubérculos separados unos de otros para las nuevas variedades que se pueden obtener." « Eu el año siguiente la plantacion de los tubérculos de cada una de dichas yarieda<les dará probablemente lugar á nuevos apartados: pasada la cosecha y durante el mismo año, el labrador observará el mérito y buenas circunstancias de cada variedad , consumiendo aquellas cuyo producto y calidad ofrezcan pocas ventajas, al paso que guardará para las plantaciones sucesivas ~as yariedades mas productivas y de meiot calidad."

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ESPE RUl EN TOS DEL GUA NO. En las islas del Océano pacífico se hallan 1 en capas de -cincuenta á sesenta piés de espebancos enormes de escrementos depositados · desde muchos siglos por las aves acuáticas que viven en estas comarcas, á cuyas sus.tancias se les ha dado el nombre de guano. Se encuentra muy abundante en el mar del Sur , en las islas de las Cbinches cerca de Pisco y en las costas é islotas mas meridionales de Yco, Yza y Arica. El guano so halla

sor, lo que nos hace c11eer los muchos sí -glos que cuenta su formacion. La fertili.dad de las costas estériles del Perú se debe principalcnente al 9 uano que se tiene allá como · un grande objeto de comercio. Todos estos depósitos forman, sin drrda alguna, abo-nos ricos y calientes semejantes á la palomina, y que pueden emplearse- como:


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ella en el cultivo . de diferentes plantas. La larga distancia <le que procede este abono lo hace caro necesariamente; pero las abundantes cosechas que nos proporciona su uso , nos recompensa et precio subido á que se vende en Europa. l\'fr. E. Jatnet, célebre agricultor f.rancés, uico que ha empleaJo el guano por el espacio de algunos 11ños en los cultivos de toda espécie, y que á pesar de su precio subido , reconoce ser el abono mas rico y económico para ciertas plantas. En los prados ·naturales, el guano desarrolla las plantas gramineas de un modo asombroso, y asi es que el esceso de la cosecha paga ventajosamente el valor det abono. Si se aumenta la dosis, la yerba será mas abundante y mas fuerte; pero el forraje se produce de calidad inferior. El ga~ nado busca con mucha avidez el retoño del prado en que se usó este abono, si bien es preciso confesar que tiene poca duracion y que su efecto es apenas sensible en los años siguientes. Son_ p_referibles para los- prades naturales las basuras de las casas y calles, el estiércól , la tierra consumiJa , etc. , por~ qu é estas sustancias , cuya accion es menos enérgica en el primer año , la conservan mas largo tiempo. Puede recomendarse, sin embargo, el guano en los prados distan les de grandes poblaciones ó de puntos escasos en materias calizas , porqué este abono dá en breve tiempo una gran cantidad de forrage. Por e~ta razon será preciso el guano en las haciendas que escasee este primer elemento de fecundidad. En los prados artificiales, el guano puede emplearse ventajosamente en el trébol que lo hace \'egelar de una manera prodigiosa ; pero l\ene el inconveniente de desarrollar malas yerbas y muy abundantes, y de aqui el que debamos emplearlo solamente en las siembras del trébol que ha de segarse en otoño. Esta circunstancia nos baGá despre-

ciar el guano para el .cultrvo <le la alfa lía 1 porr¡ué causa un mal irreparable á esta planta activando la vegetacion de las otras plai:!tas gramineas que se desarrollan ordinariamente en los alfálfares. Por lo que toca á los forrajes- de verano, no se conoce hasta ahora un abono mas ventajoso: la hoz del segador penetra con dificultad en esta masa de vegetales, y· las plantas se presentan de tal manera espesas que las hojas de la parte baja del tallo pierden su verdor. Es un abono poco ventajoso para el alforfon cuya cosecha se destina á la granazon, asi como le pruebau mal todos los restantes abonos fuertemente cargados de azoe: pero el gua110 será útil cuando se destine el alforfon para forraje. Si queremos que esta planta fructifique cun abundancia, emplearemos el estiércol muy podrido , y le será útil toda tierra que abunde en mantillo. En cuanto á los cereales de invierno y de primavera, repetiremos lo que h~mos dicho de los forrajes de verano ; y es que no se conoce para ellos niogun ahono mas favorable que el guano, esp<:!cialmcnte para los últimos. Como acelera la vegctucion de un modo sorpreQdentfl, se emplea con utilidad en las siembras de cebadas que se suceden á las cosechas de nabos, coles, etc. El guano debe esparcirse sin mezcla de otra sustancia, muy desme;nuzado y pasado por una ~riba : no debe enterrars~ con el arado; sino cubrirlo ligerarnen te con el rastrillo. Una de 1-as preciosas cualidades del guano es que puede emplearse al momento mismo de la de la siembra, des pues de la g1!rminacion , y algunos dias antes de salir las flores y las espigas. Puede servirnos hasta últimos de abril para las siembras de otoño ; ) deb~mos cuidar finalm ente que sea esparcido sobre la tiena por una mano cuidadosa é interesada, si qu eremos sacar de él todo el provecho que nos ofrece.


En el lloleti·n oficial del Ministerio de Comercio, lnstruccion y Obras públi"cas, se hallun continuados algunos artículos acerca de los diferentes método_s que se emplean para engordar el gdnado vacuno, y los reproduciremos en nuestro periºódi"co , segtt1ros que nuestros suscriptores los leerán con 'interes. Este rarno de economía rural enci"erra en si mismo e{emen,_tos de riqueza piíbh"ca para una nacion que, como la nuestra, se halla favorecida por la naturaleza, de cuanto puede inte1·esar al hom~ bre en tocias las cuest,:ones de la agricultura, del comercio y de la inclustri·a.

MEMORIA acerca de los diferent~s métodos que se emplemi· para engordar el ga.nado vacuno. ARTÍCULO PRIMERO.

A medida que se van calmando entre nosotros las pasiones polílicas, se va perdiendo tambien el gusto á cuestiones abstractas á que aql!,ellas dabrn no pequeño interés; y en. su lugar se va concediendo una justa preferencia á todo lo que pueda contribuir inmediatamente á satisfacer las necesidades y goces de la vida (1). Este cambio en las ideas es muy natural, y una prueba concluyente ademas de un racional y verdadero progreso en la opinion pública de España. Porque á la verdad ¿ qué podría traer hoy ( t) Coa el t'itu lo de La política de los inte,·eses materiales , el ilustrado escritor D. Ramon do Echevárria ha puhlica·do un opúsculo eo que demuestra la necesidad en Espaiía de atender , al mismo tiempo que á las leyes políticas y administrativas, á las que se refieren directamente á la creacion , desarrollo y organizacion de los intereses materiales. ·

ld - mas uliliJad á nuestro país? ¿Un libro per:. fectamente escrito acerca del orígen de la soberanía ·, por ejemplo; ó una noticia de a,plicacion ventajosa en la agricultura, en las artes ó en el comercio ? Tiempo era l'ª de medir la importancia de las cosas por la utilidad que respectivamente nos puedan proporcionar ; y partiendo de este supuesto, así como en el presente oletin , destinado á difundir conocimientos útiles, no se encontrarán nunca inútiles teorías ni vagas abstracciones , por mas que pudieran presentarse engalan_adas con los adornos de una brillante imaginacion, tendrá siempre sin embargo cabida todo lo que , aunque sea bajo muy sencillas apariencias, pueda contribuirá introducir mejoras en el comercio, en la industria y en la agricultura de nuestro país. A esta clase de trabajos corresponde el que publicamos acerca de los varios métodos que se emplean para engordar el ganado vacuno. ramo <le economía industrial que está bastante descuidado entre nosotros , y que es poi' lo tanto susceptible de recibir considerables mejoras, con ventaja& de los que á él con cierto conocimiento se dediquen, y con provecho tambien de los consumitltwes. Sin embargo, como no acostumbramos usar nunca de exageraciones , y mucho menos en materias que pudieran compromeler malamente los intereses de los mismos para quienes escribimos, no ponderarém~s demasiadamente las ventnjas de esta especulucion que, en Inglaterra sobre todo, se ha llevado á un pun!o verdaderamente sorprendente ; y empezarémos, por donde debe empezarse en todas las cuestiones industriales y comerciales, por la utilidad que pueda ofrecer este ramo de industria entre nosotros á los que á él quieran dedicarse. Circunstancias en que sea ventajoso engordar ganado vac1m:J. Cuando se reflexiona acerca de la exleu-


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sion que el empleo de las grasas animales no siempre podrá despachar los aLonos con va tomando en las art.es y en la economía una regular estimacion. La especulacion doméstica ; cuando se fija la consideracion pues de engorilar ganado vacuno debe entre en el grande consumo de carne que se hace nosotr~s il', por i·egla general, unida á la laen España; cuando se observa sobre todo Lranza con la que se halla íntimamente el vuelo inmenso que la grangería de· engor- enlazada ; puesto que, engordándose mudar ganados ha tomado entre los ingleses, chos ganados , se aumenta muy consideraque -tan perfec tnmenie sabe~ calcular las blemente la canddad de lo~ abonos; el auventajas respectivas que proporcionan en úl- mento de abonos proporciona el de los frutimo resu\ta<lo ca<l_a una de las div ersas es- . tos de la tierra; y el aumento ·de estos trae peculaciones á que _se dedican : parece que naturalmente consigo el de los _ganados, si sin mas exám!}n, y sin necesidad de entrar se ha de dar Utl empleo lucrativo & ciertos en minuciosos pormenores, podria cual- frutos que de otra manera tendrian un valor quiera entregarse éonfiadamente en España muy despreciable. Aun á los labradores misá la especulacion de engordar ganados, mos no siempre podrá convenirles dedicarse principalmente vacuno~, que proporcionan á la grangería de ; eng0rdnr. ganados; pttes mas carne para el consumo y mas abonos habrá localidades en que les proporcione para la agricultura. Sin embÁrgo no siempre mas utilidad vender los frutos, ó darles otro es enteramente exacto en cuestiones prácti- ·destino mas ventajoso. Así, por ejemplo_. cas semejante sistema de inducciones, como en donde los forrajes -y raíces alimenticias sucede en el caso presente. En Inglaterra es tienen pronto despacho y un precio subido, proporcionalmente muclio mayor el consu- no sería muy buena especulacion la de enmo de carnes que en España : en España gordar ganadqs, puesto que el valor de lo misma se con su me mas carne en las pro- que consumieran, excedería regularmente vincias del norte que en las del mediodía: al <le lo que aumentase, é incompar11bley no puede por lo tanto, en el punto de mente mas ventajoso seria por lo tanto ven,-que so trata, tener una exacta aplica.cion á der los forrages y raíces, que tomarse el traEspaña lo que se practica en lnglaterra; así bajo de engordar ganados , sin flsperanza ·como tampoco ni aun se puede aplicar co_m- fundada de utilidad, y cargando ademas con pletamente á nuestras provincias meridio- los cuidados y exposiciones que lleva consigo nales lo que sucede en las del norte, y en esta grangería. 'hs del centro de la Península. Entre nosoEn la inmediacfon de las grandes pobla:tros pocas veces podria convenir separar de ciones en que se consume mucha leche de 5.la labranza la especulacion de engordar ga- vacas, no suele tampoco ser útil dedicarse: 111ado vacuno, que á veces no deja otra uti- á engordar gana<los, porque sucede con fre3idad, que la de despachar por este medio cuencia que deja mas beneficio la manutencon alguna estimacion el heno, los forrages cion de vacas, si la leche sé vende con estiy raíces alimenticias que en ocasiones ten- macion. En semejantr.s circunstancias, bajo drían que venderse á ménos precio, ó tal d supuesto bastante probable de que para vez se inutilizarian ellas mismas, convir- engordar un buey se nece·sita poco mas ó tiéndose en abono. El labrador ademas uti- ménos lo que pa'ra mantener una vaca por li1.a siempre debidamente los abonos produ- espacio de un año; y que un buey, durante cidos por el ganado que ti ene engordándose, el tiempo que necesita para engordar, viene y de los cuales necesita para las tierras de á dejar con corta diferencia tanto abono colabor, cuando un especulador cualquiera mo una váca en todo un año; deLe calcu-


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larse lo que por término mc<lio produce de foche una vaca en el pais , y lo que suele valer la leche , segun las varias épocas del año ; añadir el valor que dejen las crías en un año comun; y ver si estas utilidades ~·eunidas exceden 6 no á la que por término medio puede dejar un buey que se engorda, descontando por supuesto el valor que tenia al tiempo de empezarse á cebar. No debe perderse tampoco de vista , al resolver la cuestion de la mayor ó menor utilidad que en una localidad dada pueden dejar las vacas de loche, ó la especulacion de en~ord3r ganado, que esta dura mucho ménos del año que se ha tomado por término de compara-cion; que :puede bacer~e durante e1 invierno , en que hay obreros de sobra , cuando el cuidado de las vacas dura todo el año, en el cual hay épocas en que no se encuentran obreros con facilidad : y por último, que el capital empleado en engordar ganados se reembolsa á los cuatro q cinco meses, cuando el que se dedica á mantener vacas de leche, se halla siempre emplea<lo constantemente. Este es tambien el lugar de advertir que hay países en los cuales, ;,un cuando no ha.f<} grandes poblaciones en que se consuma la leche, el mejor empleo que pueda darse á los forrages es destinarlos á mantener va-cas, á causa de la excelente calidad y buena venta del queso que allí se fabrica, como sucede en muchos puntos de Suiza, de Holanda y en algunos otros de España. En fin, el labrador que habitualmente recoja muchas raíces alimenticias , y mucha mas yerba de

la que necesita para sus ganados de labor~ se halla en el caso, como otro especulador cualquiera, de dar el mayor valor posible á dichos frutos , destinándolos á la especulacion que deje mas utilidades ; y nunca formar el necio empeño <le dedicarse , por ejemplo, á tener \'acas de leche, en donde fuera mas ventajoso engordar ganado; 6 de emplearse en cualquiera de estas dos granjerías , cuando la yc~ba y las raíces alimenticias tuviesen mucho precio y buen des• pacho. En donde por regla genera I conviene engordar ganado habitualmente, es en los ·paises abundantes de pastos, como suelen ser los montañosos y los de regadío , y en que ni la leche ni el queso tengan mucha estimacion : y eso , aun coa odo estos paises so bailen distan-tes de los grandes centros de consumo de carnes; puesto que los bueyes engordados pueden ellos mismos trasladarse fácilmente á considerables distancias; siendo muy oportuno notar con este motivo, que los largos viajes hechos con cierta moderacion, disminuyen el sebo, y hacen introducir la grasa en las carnes, que de este modo se encuentran despues al comer mas suaves y ele mucho mejor gusto. Tamhien en un año muy abundante de pastos y raíces nutritivas podrá sin duda convenir, aun en localidades ordinariamente ménos á propósito, comprar algunas cabezas de ganado vacuno, para engordarlas con el sobrante de las yerbas y raíces que por este medio adquieren un valor que de otro modo · no tendrían,

CUL11IVO DEL CLA' RL ó CLAVELLINA. Esta planta , originaria segun se cree de las ardientes comarcas del Africa, se cultiva

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en Europa desde muy remota anliguedad. El clavel, buscado con afanen todos los tiem~

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pos para decorar los jardines, ha sido siem- madre, degenerando muy comunmentc la ~ pre una flor escogida para formar nuestros especies por muchos que sean los cuidadosramilletes. La jóven l}Spañola engalana con que se han tenido. Por esta razon será la• ella su seductora cabeza , aumentando con clavellina la planta que exige mayor esmero, sus colores el bello carmin de sus mejillas. y á esto debemos atribuir la aficion con~tan-;-· En los risueños dias de la primaYera y en te que. se le ha tenido. El clavel flamenco ba sido siempre el mas las mañanas apacibles del verano, la tierna virgen adorna con un clavel su gracioso apreciado de todos : los bordes de sus péprendido, y convida de esta manera á su talos perfectamente enteros y reenversados, uinante á las miradas de dulce ternura. Em- con elegancia, forman una flor semidoble y Llema de i·iva.s sensaciones, la mitología le de mediano grandor. Describe líneas longirindió un sagrado culto, y entre nesolros tudinales de uno ó muchos colores sobre un• encierra un simple clavel la dulce ilusion de fondo blanco ó rosa, siendo mas estimado-dos amantes felices. el blanco de leche. Los claveles flamencos . Pero por muy comun que sea en España que tienen los pétalos dentados no son reciel cultivo de la clavellina, lo ha sido mucho bidos con mucho aprecio, y esto hace que · mayor en Francia , donde se hizo en cierta los flamencos de coleccion sean poco numo -manera histórico por haber scnido de re- rosos. creo al gran ·Contlé durante su cautiverio en /Jlu.ltiplicacion por semilla. Algunas espe-· el castillo de Yincennes. Esta (lor, recomen- · cies de clavellinas dan semillas fértiles que· dable por la hermosura de sus colores, reu- se -pagan á precio muy subido. Las que se' ne mas que otra la elegancia de la forma á obtienen por este medio, si reunen las conla suavidad y delicadeza del perfume. Por la diciones que hemos in<licado para las de comucha variedad de tintes es recomendable leccion, son mejores que las Je estaca y, como planta de co:eccion; pero por mucha acodo porque no Jejeneran tan fácilmente: que sea la mezcla 1le colores, no se ha visto La semilla de la clavellina conserva por mujamas ningun clavel que presente decitlu]a- chos años su ,,irlutl gcrminaliva, con tal que menle el azul verdadero. En Inglaterra y en se mantenga bien guardada en frascos ó boFrancia donde es mirado con alto ap,recio, tellas tapados herméticamente. La siembra particularmente entre las señoras de la mas debe hacerse en el mes de marzo en tiestos JislinguiLla sociedad, se cuentan mas de tres- · ó macetas espuestas al aire libre, en lugarescien las especies de el a vellinas, que van for- apartados de la luz del sol, y suficienlemPnte man<lo cada año nuevas variedades por me- ventiladas. Las que se siembran de pié ofredio de la siembra. Aunque el precio del cla- cen menos seguridad de buen resultado, vel es por su abundancia menor que el de porque la clavellina en su primer desarrollo la tulipa y de los jaciutos, se venJe no ob s- teme el exceso dPl•calor y de la humedad, tante á precios muy subidos, has ta haberse cuyos accidentes pueden evitarse, en cierta pagado en Paris, el año 1838 , trescientos manera, si se ha sembrado en tiestos prinfrancos por una clavellina de color de púr- cipalmente. pura, obteniua nuevamente <le semilla. La tierra que debemos usar para la siemLas variedades de la clavellina, como que .bra, será la que indicaremos luego al hason mas fugaces que las de las restantes !lo- blar de la preparacion del suelo, procuranres de co_leceion, no se perpetuan por semi- do que la-superficie quede muy igual y levella. Ni las estacas bastan á veces á repro- mente comprimida. Debemos cubrir las scd°ucir con exactitud las l'lorns de la planta millás con una ligera capa de ticna fina ó


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tamizada, y regarla por intervalos J' con sua- peque~s. Los acodos se verificarán en di, vidad á fin de no descubrirlas, cuidando de ferentes alturas, haciendo que no sean en tapar ó defender el Liesto con una estera ú excesivo número en rada planla. Será mas olra cubierta semejante para evitar el en- ventajoso aun valernos del papel de estaño durecimiento de la tierra : De esta manera ó de zinch para la formacion del acodo en la germinacion se obtiene por lo comun á los vez de los tiestos que hemos indiado , porocho días : luego que asomen los tallitos que ademas de retener convenientemente la apartarPmos la estera, y daremos de vez en tierra al rededor de la incision , no incomocuando un ligel'O riego con agua quebranta- dan á la planta con su peso, como lo hace el tiesto por muy pequeño . qu(} sra. Será da al sol. ,. preferible todavía que el cucuru-:.ho que Cuan<lo la planta ten_ga siete ú ocho pulformamos con dicho papet sea doble y qu e ga<las <le elevacion se trasplanta de asiento, preservándola de las lluvias fuertes y de un estén debidamenle separndns ,_;na y otra bosol ar.diente. Teme poco el frio intenso con ja, poniendo en la de adentro la cautidad ele tal que sea seco : pero debemos ponerla al tierra que se necesita, manteniendo la abrigo de las alternativas de la congelacion olra llena de agua co;1stantemen le , y pr.oy del deshielo que le serian muy funestas. curanclo comunicar la humedad á la tierra Las clavellinas de semilla, esmeradamente por medio de una mecha de algodon que cuidadas, florecen al segundo año. Con di- debe pasar de una cavidad á la otra. Luego que los acodos hayan desplegado ficultad se obtienen variedades nuevas por este medio; pero conseguimos á lo menos sus raíces, que es por lo comun á tos treinta hermosos claveles que pertenecr.n á las rn- ó cuarenta dias, se separ:rn de la planta las ramas acodadas. La época mas á propóriedades conocidas anteriormente . .t'1ultiplicacio11 .por acodo y por estac{l. sito será aquella en que ta clavellina se halle Escogeremos parn esta multiplicaciou los piés ' en florescencia completa : practicarlo d.csmas ,•igornsos y aquellos que procedentes <l~ pues de pasadas las flores , la operarion es • semilla nos hayan dado flores de buena ca- muy incierta porque la vegetacion es poco lidad. Como la clavellina tiene los tallos dé- activa. Los acodos que prendjeron bien se bile~, evitaremos el rrgarla unos dias antes trasladan á tiestos de dimensiones proporde verificar los aco<los ó extraer las estacas, cionadas, cuidandolos despues como se hace 6 fin de hacer dichos tallos mas Oexiules. con las restantes plantas. Florecen por lo Se eligen parn el acodo las ramas qu e mejor .comun en la primavera siguiente, anlicipando ó retardando este estado segun la na~tl presten á esta operacfon ; siguíendo en turaleza de la nueva planta. un to<lo las mismas reglas que para los acoLas estacas y esquejes de la clavclli na se dos altos en general. Sin embargo, algunos jardineros aconsejan añadirá la incision cir- hacen en la misma- época y en la misma cular que se ha hecl10 , otra incision lonji- tierra que los acodos. Debe procurarse que tudinal menos dilatada , á la cual dan el la parte del tallo que loca al suelo es.té en nombre de acodo de talon. Pero esta prácti- una situacion encorvada, · do manera que el ca suele ser perj uclicial porque las plantas punto donde han de desplegarse las raíces débiles se pudren y mueren antes de desple- forme un plano horizontal. Preparacion del suelo. Cada pais tiene su gar sus raíces; por lo que aconsejamos solamente la incision orizontal. Los tiestos ó modo particular de prepararlo. En Bélgica macetas que usai-cmos para realizar esta 5e planta la clavellina en un suelo compuesoperacion , deben ser de dimensiones muy •to de una tercera parte de tierra franca y


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cado al hablar de la preparacion del suero, suave con _dos de mantillo mezclado algunos meses anles. En Inglalerra se forma de y al cabo de poco tiempo la planta vejeta tres parles de estiércol de caballo , dos de IÍolablemenle. tierra y una de arena fina preparada mucho Cuando la clavellina es de buena calidad tiempo antes de la siembra 6 de la ¡,lanla- y la destinamos para planta de coleccion, no cion. Sucede algunas veces que la fertilidad debemos dejar á cada una mas que tres ó dd uu suelo cuidado con tanto esmero altera cualro llores si queremos obtenerlas perfeclos colores de la flor, cuyo efecto podremos tas. El tullo de la cla,·ellina es por su naremediar plantando la clavellina en un sue- turaleza débil. y por ello debemos ponerle lo sencillo y sin abono, procurando empero un rodrigon de madera ctu-e por medio de que esta perm~nencia no se dilate damasra- un aJambre sujete el tallo para impedir que . do. Por lo comun todos los terrenos que el viento lo agite y dañe con sus sacudison útilP,s para la sementera del trigo, apro- mientos. La clavellina debe regarse poco, aun vecha.rán para el cultivo de la plan~a de que en el verano mismo, procurando sin embargo que el riego sea proporcionado á la fuertratamos. Detalles del cultfro. Cuando la siembra za de la vegetacion de cada_planta en partide la clavellina _se ha hecho en macetas ó - colar. Cuando pretendernos obtener de una barreños, se trasplanta de asiento durante clavellina muchas ramas para aeodar, dela primavera y a.oles de la primera flores- bemos regarla con un líquido compuesto de cencia. Escogeremos, como pfanlas de co- veinte cuartmos de agua en la que se hayan. leccion, aquellas que merecen figurar por desleído de doce á quince onzas de· orujo de sus buenas cualidades , destinando las res- . colza, CUl'º vehículo, que sirve tambien de tantes para decorar los ooadros dt} un jar- abono,es muy usado enBélgica y enl nglaterra • din. Para el b.uen cultivo de esta planta Pero si a pesar de todos los cuidados que debemos conservarla en mjlcelas, tanto si se han tenido la clavellina vejeta débilmente provienen de acodo ó de estacas como de en la maceta , la trasplantaremos de asiento, semilla, cuidando de trasplantarlas cada año en un punto del jard•n , y le quitarem9s el en tiestos de una regular dimension y grosor, tallo central apenas asome su boton para y siendo preíeribles (os que tengan 25 pulga- impedir que dé flores. en aquel año. De esla das de diámetro en su boca, 16 en la base manera la planta se forliftca y produce un. y 20 de elevacion. gran número de renuevos - que podemos La operacion de plantar en tiestos las cla- multiplicaL' d-e estaca. vellinas jóvenes y de trasplantar las antiLos claveles sueleñ presentar muy coQUasi deberá hacerse á principios de marzo, munmenle U[J deíecto que es debido á la, ó. antes si el clima y la temperatura favore- abundancia y at peso. de los pélalos ú hojas. c-en este acto. Para trasplantar la clavellina de la ílor; en cuyo easo no pudiendo el cauehemos pro.curar levantarla en masa á fin liz abrazarlos y contenerlos , se abre entrede conservar la tierra que '<á U>ll'ida á las sus djv.iswnes. Entonces la flor pierde la reprincipales raíces : la época mas apropósito gulariüad de su corola y afe:i el porle maserá aquella en que la tierra de la maceta gestuoso del clavel. Cuan<lo recelemos qu.c se halle en un cierto. grado. de consistencí.,1 ha de sobrevenir este accidente, es deeir,. que permita aislar la planta de un modo _<mando veamos que el ca¡rnlló no- se al.H·o conveniente. Hecho esto, y colocada la cla- bien, cortaremos con unas tijeras, algunos. vellina en el tiesto que se dispuso, acabará días antes de la florescencia , las hojas del de llenarse de ti erra de la que hemos iudi- caLiz con la ma)'Ol' igualdad posible y sin


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lastimar los pétalos. · g_¡ apesar de esta opcrnciou -no ha podido e-vitarse dicho acciJente-, el clavel se circuye y se sujeta et, cafü con un hilo de alambre fino ó- c0n una hebrºita de· seda para prnvenir el defecto de que nos ocupamos. Cuando la clavellina. está en ílor, tiene un enemigo· que- temer, que es el insecto llamado tijereta. E;I medio de precaver los estragos que causa, será el de colocar con caua ro<:l'rig_on que• hemos dado- á la clavellina 1JJ1a ó dos uñas de ternera , de cerdo ó de carnero, á CU)O interior van á refugiarse tales insectos á la ·caída de la tarde, y esto. nos. facilita- su p.ronla y completa destruccion. , Ya hemos manifestado que la clavetlina necesita. ventilacion i qwe no teme el frio con tal que sea seco ; pero debemos ponerla á cubierto de los fríos húmedos y de las llu.• vias esoesiv.as , as~ oomo. convendrá• tambicn abrigarl'a cuando anie_nacen escarchas fuer-

tes ó nieves. Fuera de estos casos, será preferible tenerla en invierno á lus intempe~ peries de la estaeien, mas bien que mantenerla guardada en iov.ernaderos poco ventilados. Durante el invierno la clavellina uo permite otro riego que e~ índispensab-le para su m:rntenimíento. Como entonces su véjetacion está suspensa enteramente__, le seri.a dañosa una cantidad crecida de agua. En los primeros albores _de la priinavera deLe removerse con cuidado la tierra de las macetas si queremos que lus clavellinas broten. lozanamente .. En fin, pocas plantas hay que exijan mayores cuidados qne la que de.;crihimos. Su, cultivo corre muchas eventualidades sino es. dirigido por jardineros esperimenlad~s, y el menor descuido en cualqui.era de las varias operaciones que acabamos de indicar, si no llega ú m;ilograr las plantas, invalida al menos: la creacion de buenas llores.

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necesidad en -qu-e 110s halfarr.os efe mejorar las. razas de dicho ganado, dándole las cualidades que le fallan, y que son tao fáciles de obtener en nuestro pais. Uno de los medios que al efecto propone es el de que se obligue á los pueblos á tener uno ó mas loros, que sean necesarios para cubrir las vacas d'el distrito municipal, en cuyos sementalrs se puellen buscar las cualidadJs convenientes pal'-,1 Ja mejora de la especie. No es nueva entre-nosotros semejante práctica, estos somenlales han existido y aun existen en algunos de nuestros pueblos con concejo, y aunque no cor&.el nombre de toro binada aquella 1füposicion como com·ioiera con •1un plan general, los resultados han sidQ sin\embargo b\)neficiosos para la ganadería. S. :i\I., apreciando debidamente la propuesta del reíerido funcionario, se ha llignado requerir acerca de ella la consulta del Consejo Real de agricultura, industria, y co_mercio en seccion de agricullura: 1.° Para informar acer,:a, de este punto de- fa comunicacion del jofc político. · 2.° Acerca lle la propuesta de un bien entendido sistema de premios provinciales , como nno de los mas pollcrosos estímulos para la mejora do-esta clnse de ganadería.

l\UNISTERIO DE

GOMERC10, t;~STRUCCION Y OBRAS PÚBLICAS.

2t.grirnltura, ln'bustria !! (![omercio. Real órden circular sobre fomento y cria:de ganado vacuno: .~u auto1ir;a á ll)s ayuntamientos para inrluír en loi presupuestos mu'flicipales el coste de otros de concejo, y se , crean comisiones para aquel ramo. _

El jefe político de Pontevedra ha dado cuenta al gobierno de S. M. de que había empezado á hacerse extraccion de ganado vacuno para Inglaterra, que sin duda seria mas activa , con gran beneficiq de la agricullura, si encontrasen el mercado convenientemente surtido, en cuyo caso dejarian de frecuentar los de Holanda , Bélgica y otros puntos en demanda de las carnes que necesita aquella nacion para sus vastos consumos. Observa el jefe polílico que la falta no proviene tanto de escasez, cuanto de ver~e aquel cu _Jo general desprovisto de buen género, deduciendo do aqui la

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3.° Sobre que formule, en fin, un plan general conveni,mte y mansedumbre y facilidad para su adquisicion y conduccion desde aquella á los punpara ella, bajo el cual "tienda á conseguirla, convenientemente ilustrado el interés individual, Y tos donde han de servir. Los jefes políticos de las referidas provincias cuidarán por tanto de que auxiliado como corresponde por la bien acertada cooperacion del Gobierno en los punto~ en que la de esta se surtan las de su respeclivo mando. 6.n Para la graduacion de las necesidades de necesite. Y oido el parecer de la seccion, la Reina cada localidad , harán formar los jefes políticos (Q. D.G.) se ha servido dictar las disposiciones una estadística de esta clase de ganadería, en el bien entendido que. como ya otra vez se ha masiguientes : 1.n Se autoriza en los presupuestos municipales nifestado, este ministerio, dedicado por instituciou el coste de la adquisicion y manulencion de exclusivamente á la prodoccion y fomento de la nno ó mas toros sementales, que sean necesarios riqueza pública, es ageno á torio interes é intenpnra las vacas del distrito municipal á razon de oion fiscal. 7.ª Así para esta estadística, sin la cual es im45 á 50 de estas para cada uno. 2. • Los toros que se elijan para padres han de posible adoptar uingun plan y sistema general, tener buen pelo y las anchuras conven1entes, ade- como para proponer las cualidades de especialidad mas de las circunstancias que marquen en cada que deben tener los sementales en cada provincia pais personas conocedoras en este ramo de gana- y proceder en su caso á la aprobacion y compra dería, advirtiendo que los sementales no han de de los toros que han de destinarse á aquel servitener ménos de tres años, ni esceder du cinco. cio, se \'aldrán los jefes políticos de las comisiones 3.ª De ello3 usarán para sus vacas los ganaderos consultivas nombradas para la cría caballar, sin que gusten, quedando err libertad de beneficiarlas perjuicio de proponer á S.M. la agregacion á ellas por otros suyos oagenos ; pues el Gobierno trata de personas acredi ladas por sus conocimientos esele proporcionar ventajas á la agricultura, y no peciales y práoUcos en este importante ramo de de imponer trabas ni restricciones al interes par- ganadería. ticular. V. S. conocerá cuánta es la trascendencia de 4.ª El Gobierno se propone estimular á los estas disposiciones, y cuan poderosamente han de ganaderos por medio de un bien entendido sistc-- contribuir al desarrollo de nuestra riqueza pema de premios, algunos de los cuales se adjudica- cuaria, y por consecuencia de la agricultura , á rán á los que presenten mejores crias, advir- quien son de tan poderoso auxilio la fuerza animal tiendo que en igualdad de circuntancias serán pre- de toda cla~e de ganados y los abonos que produferidas las que provengan de los toros del coman. cen. Decidido el Gobierno de S. l\J. por tanto á La seccion de agricultura del Consejo Real do conceuer á este ramo la mas privi!egiada atencion, agricultura, industria y comercio queda encarga- mirará como un servicio, particularmente digno da de proporcionar el antedicho sistema. de su real benevolencia, el celo que V. S. y la 5.n Atendiendo la especial consulta que se comision consultiva desplieguen para contribuir hace para este ramo de ganadería por lo que res- al logro d~ sus benéficas intenciones. De re_al órpecta á Galicia, Asturias, provincias Vasconga- den lo digo á V: S. para su conocimiento y puo~ das y demas del norte de España, los toros que tual observancia. mtirecen 111 preferencia para aquellas vacas son los Dios guarde á V. S. muchos años. l\fadriu 2~ de la provincia de ,\ vila, paes reunen las circuns- de enero de 1848.-Sr. Jefe políli co de ... t,l.ncias que generalmente se requieren , alzada ·

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PREVENCIONES GENERALES A.UERU~ DEL E~RIA.llllE~TO DEL UA1"&no.

El cultivo de las plantas tex tiles ó fil amentosas es de la mas alta importancia para el hombre, y forma en casi todas las naciones uno de los primeros ramos de la industriu y de la · riqueza agrícola y comercial. Las plan(as filamentosas no deb emos consirarlas solamente bajo un punto de Yista agronómico , sino que hemos de ocuparnos tambien de las preparacion esqu e deben su frir con el fin de trasformarlas en cañamaza pat·a la construccion de cuerdas , y en hilos <le diferente sutil eza y primor para elaborar telas diversas, desde la batista mas delicaJ_a hasta el embalaje mas g1·osero. Para llegar á este último resultado dehen preceder muchas operaciones, enlre las que descuella por su importancia el enriamiento. Esta operacion es mas importante y dificil de lo que parece. Se practica casi universalmente de un modo imperfecto y rntin ero, haciendo perder á menudo el valor del cáñamo, porque el mal enriamiento lo hace so lamen te útil para la fabricacion de telas toscas y de poco valor. Si queremos conducirnos con acierto en esta operacion, debemos tener p1:esente una circunstancia muy principal , sobre la que descansa toda la teoría del enriamiento ; y es, que el objeto que nos proponemos al e mbalsar el cáñamo es disolver una gomot'esina que abund11 mucho en esta planta, que mantiene unidas entre sí no sola·meote las fibrns de la corteza sino tambien las de la ·p arte leñosa, oponiendose á la subdivision ,en hebrn& tenues, oomo igualmente 6. la blancura y á la duracíon · de los tejidos. Es un hecho ·opservado qe una antigu e-

dad remota, . 9ue el r.anamo cuy~ enria miento se ba verificado en poco tiempo , dá hil ~s mas elásticos , mas fuerles y de mayor d uracion. Siguiendo pues esle principio, mantendremos el cáñamo en maceracion el menor tiempo posible. y el enriamiento nos dará mejores resultados, cuanto mas se aparte de la fermentacion. Hemos de considerar prímeraménte, com o lo hemos indicado ya, que existe en el tall o de esta planta una gran cantidad de materia goma-resinosa que barniza la corleza , y que une tambien entre sí y con el leño la» capas fibrosas y textiles de que abunda el vegetal. La verdadera teoría del embalsado descansará sobre los efectos que produce esta materia resinosa y sobre el modo de separarla de las fibras de la corteza , haciendo que cada una conserve toda su fuerza y elasticidad, asi como las restantes cualidades qe tanta importancia para el hombre. El e1k riamíentu bien dirijido debe proporcionarnos todas estas cualidades, sin que las fibras ·de la planta pierdan por ello su fuetza de cohesion , su flexibilidad, su brillantez y su finura. No son á propósito todas tas aguas para el buen resultado de esta aperaclon, El mejor v.ehículo será aquel que disuelva el glúteo de que hemos hecho mérito , sin que aláque ó disuelva la fibra. Mas pan, la preparacion del embalsado no debemos emplear el mejor disolvente, sino el mas cómodo y el menos costoso, escepto en el caso que ·pretendamos dar al cáñamo , para determi.,, nados usos, calidades superiores á las qu 1,1 prdinari~rnente ba de adquirir . · ·

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El. enriamiento del cáñamo será por consig uiente, segun aca·bamos de indicar , una operacion puramente química. Eue.lla, particularmente cuando la practicamos d~ntro del agua, en cuyo caso podemos seguir mas fácilmente fa marcba de los fenómenos , vemos mtly marcados tres períodos de fermenlacion. El primero se manifiesta ~asi de un modo insensible enturbiando el agua donde se depositó el cáñamo , desprendiendo gases en forma. de burbujas y colo:·ando ligeramente el vebículo. El segundo período, que es una ferme tacion acetosa , .proporciona al agua una reaccion ácida que le permite enrojecer el papel de torn_asol. El tercero , en fin , consiste en una fermentacion púlriJ a y alcalina , que haciendo desaparecer el ácido permite igualmente á la planta desprender nuevamente burbujas de aire de un olor fétido y cadavérica, que unido con el <le la atmósfera produce muy malos efectos sobre la salud de los hombres, manifestando últimamente esta fermentacion todas las se. ñales de un álcali libre de la naturaleza del amoníaco. ; En el estado actual de conocimientos la ciencia no nos permite comprender todav ía de un modo satisfactorio los fenómenos químicos que produce el enriamiento del cáñamo , para poder dar una esplicacion teórira de es ta operacion, y mucho menos nos perm.ite , sin que esto sea aventurarnos demasiado, determinar á priori el modo de dirijirla y practicarla. En medio de esta incertidumbre, para conseguir un buen resultado , y por no incurrir en contradicciones que los prngresos de la química nos irá sal,,ando, creemos que es mucho mas acertado guiaruo·s por los resultados de la esperiencia y seguir las indicaciones que una práctica ilustrada nos ha dado á conocer. No queremos decir con esto que no sea nuestro pro:. pósito ilustrar la cuestion bajo todos los pu1.1tos de vista en que se presente: entraremos con el tiempo en estos detalles quo

formarán el objeto de artículos sucesivos . Pero antes que nos ocupemos de los diferentes medios de que puede valerse el propietario para enriar sus cáñamos , y del modo de practicar las operaciones que le suceden , juzgamos necesario apuntar algunas consideraciones relat¡va•s al estado de la planta de que nos ocupamos, cuando tratemos de elab'orarta. La primera operacion que tendrá presente el cultivador , es que la cosecha del cáñamo se haga en tiepipo seco y que se mantenga guardado en parajes donde no reine la humedad , porque en otro caso el hilo que resulte de estos tallos se presentará lleno de manchas que difioilmente deitruye el blanqueo. En s_egundo lugar, todos los pié~ del cá..ñamo que enriemos deben presentar el miscolor, lo que presupone un igual grado de v_ejetacion y de madurez. Si olvidamos estas precauci0nes , si t)O separamos de los manojos los tallos que murieron antes, ademas de que el em·iamie11to será muy difícil , nos esponemos á qu e el hilo salga cubierto dé manchas oasi imposibles de quitar. La tercera coodicion será, haber cosechaJo la planta en el estado de madurez . Est-e punto es de mucha importancia para las buenas cualidades del cáñamo. Si la cosecha se hace tarde, nos esponemos asimismo á que la planta entre en un e~tado de putrefaccion y se haga harto leñosa. Si la recogemos antes de ser madura, no dará la cantidad de hilo que podemos esperar, ademas de que en ambos casos es impropio para la hilatura y para el tejido. Pero tén-· gase presente que la época de la madurez es dil'erente en los dos sexos . Los piés machos llegan á este estado tan luego como desaparecen las partes mas principales de sus flores, y en la ocasion que los estremos de sus espigas se ponen amarillentos. La época del año en que deben arrancarse no es fácil determinarla , porque depende del clima y


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circunstancias del país donde la planta vegeta. Los piés hembras se recogen mas tarde, porque no maduran hasta seis semanas des.:. pues que los muchos. En este estado ofrecen sus hojas un tinte tambien amarillento, y sus espigas se desprenden del tallo por sí mismas, presentando las semillas complemente maduras. Despues de arrancados todos los piés, se dejarán los machos espuestos al sol por el espacio de tres ó cuatro días, y una semana ó mas las hembras, para que •acaben de madurar sus frutos. En cuarto lugat·, debe atenderse al estado de la planta en el acto de empozarla, porque es comun en este vegetal que no lleguen todos los piés, aun los de un Q1ismo género, al propio tiempo á un estado igual de madurez. Esta diferencia en el grado de madurez ha de producir necesariamente una desigualdad notable en el enriamiento, blanqueo y coloracion del cáñamo. Por esta razon deberán escogerse las pla_ntas y enriar juntas. las que ofrecen un mismo grado de f!1adµrez, si queremos obtener un hilo fino y de buen color. La quinta condicion es , que los tallos del

cáñamo se coloquen derechos en las gavillas y que se hayan mantenido entet'OS, bien aco.!dici_onados y sin mezcla de plantas dañosas y estrañas; atendiendo muy particularmente á que las fracturas de las cañas menguan mucho el valor del hilo y dañan la calidad de la caña maza. Como última condicion , será preciso tener presente que debemos enriar á un propio tiempo y en lugar separado • les tallos .que sean iguales en longitud y grosor, si queremos obtener un embalsado uniforme. Conocemos tambien que la duracion del enriamiento ha de ser diferente segun sean las calidades del cáñamo, . debiendo continuar por mas tiempo los piés largos y duros que los cortos y delgados. Si estos últimos permaneciesen en el embalsado todo el tiempo que fué preciso para los primeros, correrán el peligro de pudrecerse y nos darán por resultado una cantidad mucho menor de hilo que será adcunás de ínfima calidad. Hemos ofrecido conlinua1· en los números. sucesivos esta parle importanJe de las artes agrícolas, y lo cumplir¿mos.

llOIOS lPlll LAS f lllS. Los agrónomos han e.stado muy divididos hechos en el cuadro de la vejetacion , halla acerca de este punto, pensando unos que no remos ejemplos numerosos y palpitantes que debia abonarse absolutamente la ,·iña, mien- nos prueban los inconvenientes que resultan tras que otrns aconsejan y emplean los abo- de emplear con profusion los abonos en la nos cR grandes cantidades. Esta cuesLion es viña. El abono usado en grandes cantidades mas importante de lo que parece á primei·a · no solamente influye sobre la calidad del vista , y merece por lo mismo ser tratada fruto, sino que disminuye considerablemente la cantidad; y el vino que sacamos de él es con alguna detencion. por lo comun de un guslo desagradable y Si pasamos on revista la historia de los


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muy susceptible de averrarse. Es cierto que tierra y no comunica mal sabor á la nva la viña que abonamos mucho presenta luego mas; que el primer año. No obstante podremos un vigor notable; pero al cabo de poco valernos del estiércol de caballo, mulo, eéc . tiempo veremos perecer las cepas, que in- cuando tengamos que emplearlo en tierras tentábamos conse1:var, por est1? medio des- Juras y compactas, así como usa.remos el lructor. Al p.-imer año de abonada la. viña de vaéa, de·aves acuáticas y otro semejantes con tal profusion, las hojas presentan ya un en )as tierras ligeras y de poca cohesion. Los abonos de corral como los de oveja , ti-nte amarillento; ai segundo año presentan y particularmente los de la volatería , cabra un color decididamente amarillo, y al sison preferibles á todos los restantes abonos guiente dejan <le aparecer estos órganos, i•iéndonos en J.a necesidad <le plan Lar nuevas animales. Pero entre estas sustancias lo secepas. Estos hechos se han notado en mu- rán aun las plumas , huesos, ·uñas, cuernos chos puntos corr.o en España, Francia , tta- y otras materias semejantes, porqm~ se deslia , Hungría y otros donde se- han hacho componen con mucha lentitud y mientra s duran los calores húmedos. En las costas de importautes observaciones. Otros han aconsejado no em plear absol u- Barcelona , don\le se beben vinos de supetumenle cantidad alguna de ab ono- en la vi- rior ealidad , hemos visto · usar como. abonos fia. Esta opinion tampoco es ac crtac)a , y lo los retazos de cuero y de suela que dejan mejor será adoptar un término medio por- los zapateros y curtidores, obteniéndose con que eu él eslá la verd;.¡.d y el interés del cul- este _medio pingües cosechas y vinos de estivador. En efecto, no es la cantidad del quisito sabor. La palomina es un abono esabono lo que · hace prospenir la viña, si-no celeote y el mas propio pata dar fntilidad á su calidad y su uso empleado con discerní- l.a ,•iii.a en razon del álcali que coDtiene ; . miento. Debemos pues estudiar la natura- pero es preciso al mismo tiempo que lo use lrza de los abonos que queremos utilizar, á mos con mano a~ara . Ofrece tambien grande unlidad el íégamo lin de evi(ar que no trasmitan al fruto un gusto y un perfume desagradables, y que de las balsas, rios 6 estanques , asi como el no dañen á su calidad aun cuando presl'Illen · fango de los palios , caminos y carreteras ; mas todas estas sustancias que forman sin aumento en el producto. un buen abono, particularmente para duda Los abonos que emplearemos en la viña las tierra:, compactas y arcillosas, deben :serán diferentes segun las localidades: pero por regla general er estiércol de cu~adra es el usarse mu y moderadamente. E~ escesivo mas dañoso de tod0s , porque humedece el abuso de los abonos, principalmente aniterreno y comunica un mal sabor al vino. males y mineralógicos, si podemos dar á los Si lo esparcimos fresco, como lo rccomien- últimos este nombre , ha sido la causa de <lan .ciertos agrónomos, aun son mayores que en algunos países notables por la bue los inconvenientes, porque no hallándose sus na cal:~dad Je. los vrnos hayan perdido estos princí pios reducidos toda,•ía á un completo toda su 1·eputacion. En el rci no vegetal es en donde ta natues!ado de convjnacion y de putrefaccion, ~incn. de guarida á una multitud de ins.ec- ral eza &e muestra al viñador industrioso con tos, y fomentan ~I desal'l'ollo de malas yer- toda su munificencia para obtener :·icos abobas que crecen fo cilmente y perjudican de nos y muy superiores á los de cuadra, y cormil maneras la w gelacion qe léis ~epas. Si lo ral. Segmamente que pa~a la viña eJ mas empleamos en esta~o seco, muy menudo y preferible de todos es el de los ·vegetal·es ende l lodo consumido , prepara y bonifica lo terrados frescos , porque fermentan en e-l in-


-· 15-:3 lerior de la tierra, se descomponen len la- que en esle e3lado , prescindi,rnclo de qne mente, se convierten en mantillo, suavizan han adquirido ya el tt&aximtlm de su desarro-. e l terreno con el agua que ,contieoen y Ho- llo, no quedan esquilmada~ por la granazon. Podemos tambien utilizar muy ventajosa-,,an la ventaja, ademas de la ec.onomía , de mente los .brezos , Las rnmas de los pinos . no altei'ar las cunlidades del vino. Entrn las del enebro, de la retama y otros, porque varias plantas que usemos como abonos, mezcladGs lentamente con la tierra la divipreferiremos las que abundan en hojas y"ta.den y proporcionrn nuevos jugo¡; sin al.,. fa 1-los y principalmentP- aquellas que no pier{]en .la boja. Las cmpl carem·os con particu- teracion de sus frutos : ademas do. que.co~ laridad en las viñas jóvenes, como la·s de la mo todas estas materias sen , mas ó menos edad de cuatro años hasta las de diez 6 doce., Qromáticas, desptden por su.. deswmposiporque esta es Ja época en que la planta ne- cion un aroma balsámico , que-pen~ra .al cesita grandes cantidades de alimento y de lí- través de la tierra basta las .partes mas su-. t_iles de la cepa y comunica al vinoun es _cequido ·_ para adquirir su debida robustez. m altramuz es la · planta que mas princi- lente sabor. E¡¡ta espcriencia es de todos -p¡_ilmente ·conviene á la viña como ahono ve- 1-os tiempos y de todos los países. Utilizégetal; comunica á la uva un 'perfume muy . mosla con confianza, y no duden .los vi-agrad·able, su vegetacion se presta en todos ñadores que reportarán ..maravillosos-efec- los terrenos, y }iene la ventilja de que por tos del empleo de estas materfas, Debr..su naturaleza apenas ab3orve materia alguna mos aconsejar _igualmente el uso de las de la lterra., al paso que le proporciona gran- hojas de la cepa enterradas despúes de verieles cantidades de alimento. Esta planta que ficada la vendimia : la humedad que ellas ílorece en la época de las labores , se contienen las proporcion~ tran3formarse lueentierra al pié de las cepas, y forma , sin go en mantillo, y dan á la viña u~ eslraor·gastos de trasporte, un abono cuya utilidad dinario vigor sin alterar la calidad del vino. la acredita la abundancia de frnto que nos Este será el destino ma5 útil que podrem os dará dichas partes del veg~tal que·, por la {]á la viña y la fertilidad del terreno en que lo empleamos. Practicaremos la siembra de identidad que tienen con la planta · que las fos altramuces tan luego como se baya ve- ha producido_, le suministran un cscelen(e t·ificado la vendimia, ·_cortando antes los alimento: sarmientos en el tercer nudo de su raíz, á Pero entre los abonos que podemos dar fin de que no nos estorbe el enterramiento á la viña , el mas importante y ventajoso cfo de las plantas miando demos la prímera la- todos será la mezcla de tiestos. Preferiremos la hor á ta viñá en la primave.ra siguiente. Los de las praderas, de los campos, de los cesrestantes vegetales · leguminosos forman ge- pedes , etc., haciendo empero que sea d~ neralmente ricos abonos, y por ello pode- una calidad diferente de la que constitu ye mos emplearlos casi sin escepcion. el sudo de la viña. Como estos medios deEl alforfo_n, que abunda mucho en tallos y ben considerarse mas . bien como mejorahojas, podrá tambien usarse con buen resul- mientos que r,omo abonos, usaremos las f_ado. Lo sembraremos luego de pasa la la tierras duras y compactas en los suelos tivendimia, corrio se ha dicho del altramuz, geros y arenosos, mientras que por el conpara enterrarlo á la primera labol' del in- 1.rario la viña de un fondo duro y arcilloso viern·o. Sean cuales fueren las plantas anuas se fertilizará por medio de una tierra ligera . que adoptemos. para este uso, d.eben enterLa época mas oportuna para practicar ra~se así qu~ empiece su íloresoencia , po'r~ esta operaeíon será , segun algunos agrcíno-

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· tnos , desde primeros de abril hasta media- nuevas capas de tiérra al sueló en los tümidos de junio , aun cuando en nuestro con-• nos qué dejamos manifestado , y ver-emós cepto será preferible á fines del otoño ó que pronto recobran aquellas su vigor. Con principi_os del invierno. En esta ocasion los este medio obtendrrmos ·abundantes cosebrotc_s tiernos de la cepa no embarazán el chas por el espacio de ocho é diez años, sí trabajo que se presta para el cultivo , no · se la tierra que hemos añadido ofrece las conmutilan los sarmientos meliuos ya en fruto, diciones necesarias y lleva bastante abono . y finalmente aprovechamos las lluvias y es- Debemos esparcir una capa suficiente y encarcb:is que suelen ser abundantes en esta terrada luego á su debida profundidad, reestacion, y que tantos lieneficios producen pitiendo esta operacion _cuantas veces lo exial nuevo enterramiento de la viña. Para rea- ja el decaimiénto de la viña. Cuando ~sta llegue á su impotencia comlizar este proceder sumamente provr.choso, debemos escojei· los útiles de labra.nza quti pleta , se arrancan las cepas y ,se siembra de mejor se acomoden á la natmaleza <lel suelo esparceta ·por tres años· seguidos, cuidando de e·n terrar la última cosecha. Al cabo de y á la si'tuacion particular de la viña. Cuando observemos que las cepas se de- este tiempo podrá plantarse nuevamente bilitan, se darán cada cinco 6 seis ·años j viña en el mismo terreno . o

METODO ECONómco PARA EL MANTENIMIENTO DEL GANADO, Por mas que la naluralP-za haya dispensa- y á la introduccion ó adquisicion de una infinido con prodigalidad sus beneficios á toda la dad de plantas alimenticias que en muchas coEuropa occidental, no obstante sus pueblos marcas forman la base del alimento de las clase han visto mu~bas veces en compromiso ses pobres. por la falta de cosechas que han ocasionado Por afortunada que haya sido la España grandes penurias y. á veces el hambre mas en ocupar el envidiable punto que ocupa en espantosa . Estos años críticos que deberían la gran esfera del mundo ; por rica que se llamar la atencion de los hombres ilustrados manifieste en todas partes con las mas bellas y de espcriencia , al paso que despertar e1 producci'o nes, esta seguridad no debe ser celo de los gobernantes, no se han sucedido tan grande que _no puedan volver para nocon regularidad. En los siglos que nos han sotros días de escasez y de miseria que nos precedido eran mas frecuentes las ~arestias, hagan arrepentir del deicuido con qué hay en el dia acontece ya <le tarde en tarde yamos mirado este punto de economía pú-q ue la falta de subsistencias venga á compro- blica. meter la vi<la de los ciudadanos, á alterai· Son muchas las sustancias de que podesu salud , su bien estar, y la tranquilidad mos valernos para aumentar las provisiode los Estados. nes , y fuera tarea harto enojosa detallar las Esta ventaja que notamos entre los siglos muchas materias que pocos años há adoptan pasados y la época moderna, se debe sóla- los .pueblos para satisfa"cer sus crecientes mente á la perfeccion que en realidad ha necesidades. En este artículo nos limitareconseguido el cultivo en los pueblos de Europa mos á describir tan solo el método de regu-


5.5 larizar la alimentacion de una gran pai-te de los otro,; afirman que es m~y propia pai:a el nUdstros ·g,mados , de manera quo puedan cebamiento. De estas opiniones deduciremos darnos con disminucion de pastos y semillas una sola conclusion, y es, que será mu} · mayores cantidades de carnes y de cebo. dificil, por no decir imposible, determina r Fijemos la cuestion. por él análisis la sustancia que es alimenli¿ Será posible quitar completamente á los cía y la que n@ lo es, la que es propia para animales domésticos las semillas y las Je.. el cebami,mto y la que no reune estas cirgumbres que comunmente les damos, y re€Unstancias. La práctica contradice con mas <lucirles una parte notable de sus pastos? frecuencia de lo que parece los datos qu o Por embarazosa que sea la respuesta, direnos suministra la química; y por el1o es qu e á la 6speriencia principalmente . hemos- de mos , que si no es posible sustrnet· completamente al ganado del uso del pienso, pode- apelar cuando queremos conocer el valor de mos á lo menos rebajar sin inconveniente los alimentos. Fuera de esto, las observauna parte notable de los frutos que se les ciones hechás hasta ahora demuestran clara. -destinen , reemplazando el déficit c@n algumente que la paja es un alimento med ian o n os cuidados que ha sancienado la espeprincipalmente para l'Os animales. fatigado. 1·iencia. y viejos, ya sea por su sabor, ya sea porEn los años de escasez y en los inviernos que la mascan mal : pero la misma especalamitosos, dice Mr. Monnier, aprovecha- riencia nos demuestra tambien que la paja mos para el - ganado cuantas sustancias nos bastantemente desmenuzada y ligeramentP vienen á ·1a mano. Forrajes, pajas, retoños, salaJa es un bocado agradable para el ¡;<!.todo lo. utiliza el labrador para la alimenta- nado, y muy nutriliv:0, .cion de los animales d_omésticos, ·y en esta Convertir la paja eB forraje , será lransocasion es. cuando- se dlsoon.en los medios · . formarla en buen alimento •. Esta oper.'.lcion de economía que no debemos. olvidar· para deLe realizarse hasta con el mismo heno, . ruicer <te ellos l'a· debida aplfoacion en otros porque el ganado rl•pugna comer los tallos momentos. dur.os. La mejor práctica que se nos preseaLa paja que ahora empleamos como cama ta y que economiza á la vez mucho forraj e, en los establos puede entra¡• en la masa de .es la de no darlo al ganado sin desm enu los alimentos y ser por lo mismo un medio zarlo préviamente. En las granjas pequ eüas de aumentar las provisiones de la ganadería . bastará nna simplo hoz manejada por un El labrador entendido coloca antes en los niño de corta edad para preparar este ar 't'astiUeros la paja que destina para estiérc.ol; mento diurno En las grandes. esplotaciones el ganado escoge la que te conviene mejor, debe destinarse un hombre para este trabay no rehus¡i mas que la parte muy dura. jo, adoptando una máqui~a para la debida Pero aun esta parte puede convertirse en trituracion <ld •forraj e . pasto sabroso y consumirse eon ventaja. T enemos á la mano aumentar _ el valor T.a paja ha sido considerada por largo nutritivo de la paja y del heno , ya sea aiiatiempo como una sustancia de poco alimen diéndoles despues de ·1a trituracion uu poco to, y se la ha creido muy insuficiente por de salvado) ya sea haciendolos cocer por un sí sola para el sustento del ganado. Si pasa - corto espacio de ti empo en agua clara, ó mos la vista por las indagaciones de los quí- humedeciendolos solamente hasta el punt o micos, los hallaremos en manifiesta contra- de dar suavidad' á las cañas. Para conseguir diccion. Los unos aseguran que la paja tie- este resultado rociaremos la paja desf!1enu-. ne pocas partes alimenticias, mientras qu e zada anteriormente con una. regadera rk

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ligujeros pequeños, veinte y cctat.ro horas nutritíva, y de una CÍijestíon muy fácÍI. tos antes de darla al ganado, para que teng~ el animales . que usan este forraje tienen el pelo tiempo suficiente de empaparse de agua y de muy lostroso y manifiestan alegría y viveza. i'eblandecerse·. Practicaremos esta operaPara preparar este pasto , ya sea de paja cion en un lugar á propósito de la cuadra ó solamente, ya sea de paj_a y heno á la vez, establo si el tiempo es frío; pero en las es- debemos procurarnos una caja ó arca de taciones d_v primavera y verano se realizará . madeni que pueda contGner á lo menos el en un punto donde reine el aire fresco. El alimento para un día, y la situaremos en ganado comerá esta paja aun con mayor a vi• un lugar templado de la cuadra. Se hará dez sí la hemos preparado con agua ligera- por capas ·1a coloeacion en la caja de la paja mente salada, porque la sal produce á los ó del heno ( despues de partí dos estos de uri animales el mejor resultado. modo oportuno) , mojándolas ligeramente y Alqunos ag~ónomos aconsejan no dejar apretándolas cDn suavidad. Al cabo de dos • solamente humedecida la paja por el espacio ó tres días, ó de cuatro lo mas tarde segun cío de veinte y cuatro horas , sino que la los años y segun el calor de la cuadra ·ó esdan cierta preparacion con objeto de reblan- tablo, la paja habrá fermentado sufici'e ntedecerla mas para que el ganado la busque mente, y en este estado debemos darla en con mayor afan que si fuese un forraje ver- seguiJa á los animales. <le. Este método, por poco usado que sea , Como hemos de preparar este alimento merece ser examinado atentamente, por el con tres ó cuatro días de anticipacion 1 coninterés que ofre.ce á la economía rural en vendrá tener tres ó cuatro cajas ó arcas, ó razon de su simplicidad y del poco gasto bien una que conste de otras tantas cahidaque ocasiona. des ó separaciones que se irán llenando suceCuando la paja, y el heno particularf!len- sivamente el día que las corresponda en relate, se han humedecido del modo que se deja cion del consumo que se haga de este pasto, csplicado y se han amontonauo moderada- Se pondrá á fermentar cada vez la cantidad mente, no tardan en _calentarse las capas de necesaria segun el número de be3~ias_ que que se forman los montones, y este estado hayan de alimentarse, guardando la debida podría ser peligroso para el ganado si se pro- proporcion entre la cantidad del agua y el longase mucho. Este calentamiento es el peso de la paja que tengamos que preparar. producto de una ferm entacion muy análoga Esta proporcion será la de nueve ó diez á la que r.sperimentan las uvas en los cubos. •. cuartillos qe agua por cada quintal de paja, Los forrajes que la sufrieron se hacen mas Durante el invierno usaremos el -agua catiernos y jugosos; la fécula depositada en liente, ó bien añadiremos á los montones las celdillas de los tallos se transforma en . alguna capa de forraje ya fermentado, el · materia sacarina , y esto hace que despida cual sirviéndole de levadura aétiva mucho un ligero olo-r de miel y que el ganado la la nueva fermentacion .• coma con mayor facilidad. Hemos de proEsta operacion trae consigo al parecer un curar que esta fermentaci0n no llegue mas trabajo costoso ; pero no lo es verdaderaque hasta un cierto punto, porque en caso mente. El citado Monnier refiere de un lacontrario deteriorará la provision volviendo brador que mantiene comunmente empleanlas cañas blancas y desplegando en ellas un do este método cuarenta cabezas de ganado, estado de pu trefaccion ; pero cuando la dey le basta medio jornal de un hombre cada lenemos en tiempo oportuno, se aumenta la _dia para dividir y preparar el forraje de la calidad de su pasto , se hace mucho mas manera que acabamos de manifes~ar. Siendo


cierto , como no lo dudamos , que con_este las ventajas que nos proporciona , porque medio se consigue una quinta parte de eco- puede hacerse en dias llu vio30s ó por niños , nomía , es decir, que ·cuarenta cabezas ·de de poca edad que no han de emplearse en ganado ahorran diariamente doscientas li- faenas penosas: · · bras de forraje, vemos que esta mitad de No pretendemos decir que con este tné• jornal nos es recompensada con mucha todo podemos prescindir enteramente de dar u sura. al ganado mular y caballar una cantidad de Mas para economizar los-forrajes es pre- semillas como pienso; pero no dudamos ciso saber la cantidad que damos y la que afirmar que podremos disminuir mucho la podamos dar cada dia. Por lo regular el lu- cantidad de estas semillas si les damos el hrador · ignora de qué puede disponer para forraje pr~parado del modo que queda dihacer una distribucion arreglada al número cho, y mas todavía si le añadimos de vez en de bestias que mantiene. Esta práctica útil cuando alguna cantidad de sal. e3 tan poco observada, que apenas se cuenta El ganado vacuno será principalmente el un labrador que no haya esperimentado mu- que podrá reportar grandes beneficios de chas veces, el que tomando sin medida" y á este método, y aun podemos aprovecharnos la casualidad el forraje que necesita para el de él p<1ra los animales de lana en los años consumo diario, no haya despues pasado de sequías prolongadas, y en los io,•iernos en precisamente de la profusion á la escasez. que las nieves los retengan en los corrales Para prevenir el mal, lo que conviene pri-:-- por muchos días sin pastos frescos. mero es almacenar convenientem ente los De "lSta práctica bien observada ha de se . forrajes, no olvidando que esta operacion es guirse que el propietario podriÍ criar un mauna de las primeras bases de la ganadería. yor número de animales sin aumentar la _En esta operacion consiste principalmente provision de sus forraj es ; que el ganado se la economía del mantenimiento, y es el solo mantendrá bueno con una quinta parte memedio de asegurar una provision suficiente nos de yerba aunque se le disminuya alguna cada añl). El agavillamiento mantiene guar- cantidad de semillas al que las consume, y dadas las yerbas sin deterioro y facilita el modo que al propio tiempo aumentaremos las de señalar la cantidad que hemos de dar cada provisiones para el hombre, porque los ani vez á los animales. Los gastos que acarrea males nos darán en carne lo que ban consuesta obra son de poco momento atendidas -mido en forraje. - - -... · ·- 0 0 0 ...- --- - -

!IULTIPLICACION DE LA PATATA. ¿ Ser& mejor la propagacion de la patata ' por tubérculos e11teros , 6 por medio de fracmentos 6 partes de los tabércttfos. En todos los países en donde la agricul..:.

tura ha hecho notables progresos, las plantas cultivadas por la utilidad" que presentan sus raíces forman principalmente la base de un sistema de cultivo perfeccionado. Estas

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plantas son numerosas,contánd_ose entre ellas lemas y los tafütos que se despliegan. El especialmente la remolacha, el nabo, la pa- estado de transicion por que ha d'o pasar la• . tala y otras semAjantes que suministran al patala antes de constituirse una nueva planhombre una cantidad muy considerable de ta, hos manifiesta claramente que los tu.alimento escelenle para él y pai:a todos los bérculos que sembramos para la multiplicaanimales domésticos. Pero entre estas plan- cion no deben ser muy pequeños ; y si lotas podemos decir que la patata figura en son, acontecerá que los brotes tiernos y primera línea , ya porque se presta fácil y delicados que han de pasar forzosa y súbitaventajosamente á un gr-an número de apli- mente del estado de materia suculenta al caciones kea en las artes, sea en la alimen- de fibra vejetal, ·no pueden hacerlu sino á .t~cion del hombre, ya porque contribuye á beneficio de la fécula que hay reunida en el . precaver la penuria y el hambre entre la tubérculo, y si esta no fuese. en cantidad -gente jornalera y menesterosa , proporcio- bastante , supuesto que la accion' del. abvuo nando un alimento sano, abundante-y sencillo no puede tener aun grande influencia , se· 1lebilitarian dichos brotes ó renuevos, queen su pr~paracion. La patata, tan útil por sus numerosos darian por mucho tiempo lánguidos y en. usos, puede decirse que su cultivo se con- fermizos, y correrian er peligro de perecer· sigue en grande t>scala en todos los terrenos en sus primeras creces por falta de alimento _ No podemos dudar en manera alguna que y en todas las esposiciones· agrícolas. Su esta circunstancia, es decir , la estrcmada modo de propagarse interesa al cultivador pequeñez del tubérculo que plantamos , ha: en órden á su mayot· economía , y por ello nos contentaremos en este punto con diluci- de ejercer una inflencia desfavorable sobrn· dar la proposicion que hemos septado por la salud y el vigor del nuevo vegelal. La práctica mas comun es reproducir !a. epígrafe al principio de este artículo. patata pol' medio de fracmentos 6 partes de La patata pue~e propaga"rse por medios los tubércutos. El cultivador cree hallar e11 diferentes comQ se deja ver poi· la constrnccion de sus partes ; pero el mas sencillo y este método un recurso para el aumento de seguro será hacerlo por tubérculos enteros. sus producciones , y un ahorro de sus inEs sin duela el medio mas fácil y comun- tereses : ordinariamente salen fallidos sus menle el mas económico, atendido que no cálculos bajo la apariencia de resultados gaemplearemos para ello mas que los tubércu- nanciosos , dejan40 de obtener de la siemlos de me<liano grosor. Para el buen desar- bra el producto que podía esperar si la hurollo de la patata, lo mismo que sucede con biese dirijido de un modo· mas acertad-o . En la época de la plantacion de la patata otra planta cualquiera, hemos de atenernos acostumbramos partir en trozos de diferená las reglas de una sana füosofía si hemos de obtener resultados ventajosos. En este tes dimensiones los tubérculos grandes y los sentido, pues, plantaremos los tubérculos medianos, teniendo el cuidado el.e que cada enteros y de un mediano grosor, como hc-- uno de estos fracmentos conserve dos ó mas. mos dicho , porque si lo hiciesemos con los l;cmas ú ojos; como vulgarmenle se dice-. que tienen mucho volúmen , desarrollarían Estos fracmentos ó pedazos plantados en un gran . número de tallos endebles que se terreno seco y bien preparado, nÓs darán en dañarían recíproca mente. Si usasemos los volúmen igual el mismo resultado aproxi- . muy pequ~ños, sucederá que los tubérculos madamente que los tubérculos enteros; pero no conten<lrán la suficiente cantidad de sus- no sucederá así si los plantamos en terrenos t~ncia feculenta para desarrollar y•nutrir las · húmedos, bajos y pantanosos, por la parti-


cular <lisposicion que tienen á pudrecerse. Ya conocemos que la porcion de un tubérculo, estando , c'omo está, descubierto en parte de la epidermis que lo cubre, ha de dar entrada á una cantidad de agua que ponen en di,;olucion1a fécula antes que se haya movido su accion, y ann llegará á pudrecerse este tejido antes que se baya determinado la evol ucion de la nueva planta. Asi pues rechazaremos este medio como perjudicial y contrario á los intereses del labrador, escepto en los casos en 4ue la patata tenga en la época de la sementera, como sucede en algunas primaveras , un precio muy subido, ó bien cuando hemos de plantar estos tubérculos en campos y huer_tas <le naturaleza seca y arenosa ó en estaciones que abunde poco t}) agua. Ha llegado á tal estremó la innltiplica-

!i9 cion de la patata por medio de la division de sus tubérculos, que algunos agronómos han empleado basta las peladuras ó mondaduras. Para practicar este método, se quita el envoltorio del tubérculo á un grado de espesor conveniente, se divide luego en varias partes segun sea su estension , procurando qu e cada pedazo tenga un ojo á lo menos , y se. plantan en seguida por el método ordinario que hemos indicado al hablar de los tubér:culos divididos. Este método ha dado algunas veces buenos resultados y podemos usarlo en los años de mucha escasez y en los terrenos propios' para este efecto ; pero debemos evitarlo siempre que la falta de patata IJO lo impida, ' y recurrir á los otros medios de multiplica-'• cion qu,e la práctica nos ha manifestado ser mas ventajosos.

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CONFIRMACION DE SI CONVIENE SEGAR LAS MIESES ANTES DE SU COMPLETA MADUREZ.

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En el primer número de nuestro periódico insertamos un artículo relativo á si conviene ó no segar las miese_s antes de su completa madurez, que parece haber sido leido con curiosidad , segun lo manifiestan las varias comunicaci9nes que hemos recibido de diferentes puntos de la Península. Los· estrechos límites de nuestro periódico no nos permiten publicar toda esta correspondencia que desde luego asradecemos á sus autores; pero no queremos dispensarnos de hacer especial mencion de algunos dalos curim;os que nos suministra un propietario · Ampurdanés, digno de todo nuestro aprecio por su laboriosidad, por su saber y por la precision con que acoslumLru á observar los hechos.

Confesamos ingenuam1mte que en vista del lamentable estado en que SP, halla sumida nuestra agricultura y de las prácticas rutineras de la mayor parte de nuestros labradores, creidmos que serian combatidas las doctrinas que esplanamos en el citado artículo; pero las varias comunicaciones que como hemos dicho obran en nuestro poder relativas á este asunto, 001 dan la esperanza onsoladora de qu~ nuestros propietarios sabrán adoptar los métodos ventajosos que la teoría y la esperiencia han canonizado en todos los ramos de la produccion agrícola. Nosotros seguiremos combatiendo con constancia las prácticas incompletas, por -no d_ecir perjudiciales, que nos acarrean pérdi-


60 das sensibles para nuestra riqueza pública y de VV., y sobre todo el modo que in,Jiean un · déficit anual en las subsiste'ncias : esas par~ aprovechar ia cosecha del trigo, qtte prácticas que nos traen un. concepto poco famuchos infelices dejan perder por falta de co ~ vorable aun de los pueblos menos ilustrados nocimientos y de actividad. Este medio no ·de Europa, los cuales nos echan en cara había pasado desapercibido á mi natural •incon harta frecuencia nuestro culpable descui- vestigador, habiendome producido muy buedo en mejorar los· métodos que sirven de nos resultados en todos los casos que ·10 he bas·e á la agricultura y á la industria, y· de empleado. Debo confes¡¡r sin embargo-qu e los q•1e resultan ventajas inmensas para las en todos ellos he tenido que eséuchar munacion es que los emplean· con una constan- chas hablillas y disparates de parte de los cia que les honra. transeuntes y vecinos. Cierto año, uno de Desgraciadamente los esfuerzos de la los últimos, se mofaron abiertamcnle de mi prensa suelen ser insuficiente,,; para -dar el proceder porque mand é segar mi campo á 'i mpulso que necesitan las ciencias y las ar- media sazon , ó mejor dicho mas verde que tes , porque se la cree subordinada al es- maduro, en términos que las mieses mas píritu del_ interés individual. Por nuestra parecian forraje quP. paja , lo que á la verparte protestamos que nuestro vivo deseo dad me hacia fluctuar y tem er por el buen es difundir las pocas luces que poseemos en éxito ; pero las señales nlarmantes qo e· prebeneficio de los intereses de nues'tra patria, sentaba la miés me decidieron á fo operahaciéndonos un dE>ber de estudiar las cues- cion , y el resultado fué que en seis besanas tiones mas importantes de la agricultura, de tierra (1) hubo cuarenta cuarteras (2) de sin ocuparnos de los trabajos esté.iles de la trigo mus hermoso y bastante ·nutrido. Mis buenos vecinos que qui sieron aguardar it rutina y de la práctica sin fundamento. Nos complaQe en gran manera que las es- que sus mieses llegaran á una completa periencias de algunos de nuestros laboriosos amari41ez, no recojieron la simiente siqui:era,. cultivadores vengan á confirmar nuestra y aun ol poco trigo que cosecharon no tenia o pin ion personal, y por ello invitarnos á to• mas que salvado" « No dudo que el país sabrá aprovechar dos nuestros suscritores á que nos comuniquen las ventajas é inconvenientes generales poco á poc.o los conocimientos que VV. dique la priictica decida sobre nuestros artí- funden por medio de su ilustrado periódico, culos , st!guros qu e recibiremos respetuosa · y que la agricultura, que aun yace entre las rancias costumbres de nuestros abuelos, mente sus observaciones (1). « Me gusta en estremo , dice el referido podrá con su auxilio darnos resultados mas propietario Ampurdanés, el contenido de la felices.' primera entrega del apreciable periódico (t) Medida del Ampurdan equivalente á 3080 (1) La redaccion no puede prescindir de re- 1/4- varas cuad1·adas. cordar que toda comunic~cion que so la dirija ha (2) Medida catalana usada pa'ra los granos, d e ve~ir franco el porte para no acarrear gastos equivalente á algo mas de quince celemines de los <:recidos á la administracien del periódico. de Castilla.


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CULTIVO DE LA ALCACHOFA. El fruto de esta planta se come en tosiendo preferible el último modo , á la dísdos los países que permiten su cultivo , y tancia de dos ó tres piés las unas de las otras , es buscado con afan por el sabor agradable ó mas si el terreno es de buena calidad y que tiene -y por la facilidad de digerirlo. Es sustancioso, colocando tres ó cuatro semiuna planta que en España y en todos los cli- llas en cada uno de los puntos que se hayan mas del Mediodía se cría esponláneámenle, señalado, á la profundidad de cinco pulgasi así pm,de decirsé , y sin gastos de cultivo; das, comprimiendo suavemo11te la capa de pero en las provincias donde el frío es algo tierra que las cubre, y cuidando de darlas alintenso exije grandes cuidados. gunos ligeros riegos , si la estacion es seca, Multiplicacion. La alcachofa se multipli- para facilitar la germinacion. Las plantitas ca de dos modos: de semilla y de renuevo. asoman por lo comun á los veinte ó treinta Aunque el último método es preferido . casi días, y se continuará regándolas con alguna _ generalmente porque produce plantas mas preferencia y en corta cantidad cada vez. vigorosas ·y precoces, no obstante en los Lqi alcachofas obtenidas de semilla ofre-países fríos y húmedos y en aquellós en que cen un grande inconveniente, y es el no dar el invierno se prolonga mucho, debemos especies de buena calidad , presentando coadoptar la multiplicacion de semilla para munmente sus hojas largas y delgadas y con salvar la planta de los acci<lenles que la pinchos en fos cstremos de sus divisiones. amenazan. Debemos arrancar luego los pié que vayan Siembra. Debemos recoger la semilla de desplegando estas cualidades, porque siend o las plantas mas robustas <le cada e:-pecie, mas fuertes que los otros les chupan el aliescogiendo los frutos grandes y nutridos. La mento , los esquilman y los hacen perecer. época mas á propósito será cuando la Oor Conservaremos solamente los piés mas vigoempiece á abrirse y que los flósculos ó flo- rosos: aquellos cuyas hojas no escedan de recitas del centro hayan tomado UD hermounas rliez pulgadas de longitud y que no tenso color de violeta. En este estado, procu- gan espinas en sus estremos. raremos torcer e 1 tallito de la cabeza para Si por las circunstancias poco favorables dar á la flor una situacion inclinada que del clima, lo que no será comun en España, ponga sus semillas al abrigo de ciertas aves hemos <le sembrar esta planta en cama ó aly otros animales que las buscan con avidez. máciga , la trasplantaremos de asiento en A la planta que hayamos escogido para este últimos dl3 agosto para obtener una cosecha en el m3s de mayo ó junio sigui ente. objeto, le dejaremos una sola cabeza ó fruto, Renuevos , Pocas plantas hay que los procuidando de quitarle to<los los renuevos ú tiempo que se vayan presentando, con e! duzcan en mayor número que la alcachofa. fin de que puedan desarrollarse mas venta- Esta circunstancia nos facilita poder escoger josamente las semillas que hemos de sem- .los mejores, siendo prudente no dejar mas brar despues, Esta operacion se practica á de dos en cada pié, 6 á lo mas tres si son mediados de abril ó á principios de mayo en muy robustos. No es esto decir que no pueda conserYarse mayor número en cada uno ; cama 6 de asiento , segun la temperatura,


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pero como la cantidad será con detrimento · hacer mirar este m,étodo como muy pernide la calidad , no debemos esperar de este cioso. En los primeros dias de haber trasmedio ningun beneficio. Los renuevos que plantado los renuevos se regarán á menudo , escojamos deben ser sanos, rectos, carnosos y por mañana y tarde si es convAniente, en y provistos de raíces jóvenes. Al separarlos razon siempre de la temperatura mas ó me<le la planta madre debemos po_rtarnos con el nos elevada, y segun sea el despliegue .de mayor cuidado posible, á fin de que vaya con bojas nuevas que anuncien la formacion de el renuevo una porcion de tejido de la plan- raíces jóvenes. Detalles del cultivo. La alcachofa no tien e ta que favorecerá en gran manera el despliegue de nuevas raicillas que_ se avivan necesidad absoluta <le regarse sino al mocon rapidez. No utilizaremos los renuevos mento de la plantacion y un mes antes deque ofrezcan sus hojas coriaceas ó resecadas dar su fruto: sin embargo , podemos emy las raíces leñosas, aun cuando sean en plear el riego de vez en cuando y siempre apariencia muy robustos, porque nos darían que no sea muy costoso. Si esta planta se frutos mal form&dos, pequeños, duros y de cultiva en grande escala nos dispensaremos de regarla por los muchos gastos que ocapoco valor. _ Preparacion del súelo y planlacion. Debe siona, bastándonos entonces la lluvia y -el trabajarse la tierra á mucha profundidad y rocío; pero cuando la cultivamos para nues. abon!)rlª- pQn f1puildancia , porque la¡¡ raíces tro regalo y comodidad, debemos regarla con de la aleachofa la esquiliman mucho. No de- alguna frecuencia en la primavera y veran·o debemos plantarla jamás en un suelo que se principalmente, si queremos obtener bueno& cultive por primera vei, aun cuando sea de resultados. La alcachofa vegeta con una desigualdad' buena calidad y sustancioso. La época de la plant!\cio1\ será diferente segun que sea de notable, y esta circunstancia hace ventajoso semilla ó de renuevo. En este último caso su cultivo, porque sus frutos no llegan á espodrá verificarse en la primavera y en el tar en sazon á la vez. La cosecha de la pri~ otoño , mientras que en el primero debe ha-, mavera suele ser abundante y lucrativa._De-, -cerse· en otoño solamente. La naturaleza del hemos cortar con cuidado y á la ílor de terreno y su temperatura deberán servirnos tierra los taUo.s que nos di.eron y.a su (ruto, ~e regla para proceder con mejor acierto en y evitar que !'os ,restantes que han de darlo ~i¡la operacion, siendo preferihle sin em- todavía no esquilmen la planta con su e~ce!rnrgo plantar los renuevos en la primavera siva permanencia. Conviene á veces al horpat!a evitar los percances del invierno que telano obtener frutos grandes y hermosos, ~lcanzan comUQll\ente á unas p!antas apenas y esto podrá conseguirse cortando todos loa avi vadas. La única ventaja que nos ofrece la que vayan salienqü de los tallos accidentales,, plantacion en otoño es la de proporcionar- dejango solamente el que lleve el eje centra·!, y cuidando de regar á menudo la plan-, nos una cosecha mas precoz. l:ª distancia que debe mediar entre los ta mientras vá desarrollando las cabezas. En ~-e.T\U.CVílS que trasplantamos se1'á fa de dos. es~o sin embargo no podemos establecer una piés en CQ¡\drn, ó algo mayor si el terreno regid segura: la robustez de la planta y la ~s muy fértil. Qebemos evitar la práctica fertilidad del terreno nos dirigirán con acierperjudicial gue aun ppnservan algunos hor- to , pudiendo por pl,lnto gener.al dejar mas telanos qe plantar qo!i piéS" muy inmediatos de un fruto al pié-qne vegeta en uo suelo entre sí , porque dismitjtiye ~e tal manera favorable y que nos pres.Le l1' ~acil~dad- de ~l yol~m_en de las alcacho(a~, ~~e nos debe regarse.


-63La alc11 chofa pue_de por su na turaleza durar una p_o_rcion de años; pero al c&bo de tres 6 cuatro disminuye de tal manera la calidad del producto, que hace ventajoso renovar la plantacion. La duracion de la · buena calidad depende en gran parte del terreno, por lo que vemos con bastante frecuencia que la alcachofa degenera al cabo de dos afias. La vegetaCÍo[! desigual que hemos dicho ser vent ajosa á la cosecha de primavéra lo será poco para la de otoño , porque resulta á veces que un frío temprano sorprende los frutos antes de que lleguen á su completo desarrollo. CuancJ.o recelemos este mal, cortaremos los tallos que llevan las cabezas pu.es.tas ya en movimiento, las colocaremos por su estremo. cortado en un monton d.e arena fr-dsca que se habrá depositado en una habilacion de la casa, cuidando de rociarla siempre que convenga, y de e<;ta manera los frutos continuarán desarrollándose á veces hasta el punlo que lo hubieran hecho puestos en la planta. No debe olvidar el hortelano este medio que le facilita uno verdura rresca y deseada en las é pocas del año en que la vegetacion es casi nula, reportando al propio tiempo un bellflfiC10 lucrativo por el precio subido á que se vende. Las alcachofas cuidadas de esta manera pueden conserverse por el espacio de cincuenta ó sesenta dias, al cabo de cuyo tiempo las bojas esleriores empiezan á manifestar un color bronceado que poco á poco se comunica á lodo la parte comestible y hace perder al fruto todo su color. En el otoño debemos arrancar todos los piés · averiados y pequeños , á fin de que los restantes puedan vegetar mejor; y aun si queremos po<lr:in reemplazarse aquellos con olros de buentl calidad en la primavera siguiente. La alcachofa no es muy sensible al frio, ni aun las mismas hela<las la dañan con tál que no atequen sus raíces. Por esta razon la es muy favorable amontonar al rededor

de sus tallos y en todo el punto que alcancen su s raíces una porcion de tierra evapor ada e n lo po sible y poco sustanciosa. Este medio;es de grande importancia para la <'Onserva cion de esta planta; pero es preciso ad ver lir que no seria por sí solo suficiente si no preserv áse mos las bojas de los hielos. Para prevenir es te accidente las cortaremos en su ma yor parte, dejando solamente enteras las del centro que se cubrirán con paja ú bojas secas durante el rigor de los frios , y se descubrirán únicamente cu amlo la benignidad del tiempo lo permita. Al llegar el mes de febrero las dejaremos espuestas al aire libre de dia y de noche, escepto en los casos en que las heladas durasen todavía y amenazasen dañar las plantas. En la estacion de la , primavera, cuando t.rasplantamos los ·renuevos, como hemos dicho al principio · de este artículo. es preciso portarse con mucha presteza en esta operacion si no queremos perjudicar la planta : desenterrarla, quitar l9s renuevos y enterrar nuevamente los tallos ha de ser obra de diez á quince minutos á lo mas, 6 en otro caso las raíces sufren mucho y peligra toda la planta. Si en el mes de marzo notamos que la alcachofa necesita regarse, podemos hacerlo sin reparo, menos en el caso que temiesemos las heladas, ó que la situacion del terreno nos baga recelar este accidente. La alcachofa ex~ge mucho esmero si ha de cuidarse bieo , y por ello es poco lucrativo cultivarla en di~ lat&da escala. En los inviernos rigurosos y prolonga<los mueren mU<; hos piés, ya porque la capa <le tierra que se ha amontQQ{ldo al rededor no tenga el espesQr suficiente y haya deja<lo pasar el fri_o , 6 bien por el demasiado tiempo que las hojas del centro han estado tap!lda&: ha Stta haber llegado á podrirse. Algunos hortelanos acQnsejan cubrir la planta e·n inviernC1 co~ ':lstiércol fermentado: no hay seguramente una práctica mas perjudicial por la disposicion á empodrecerse que imprime á las bojas ; pero será oportuno


-6.ícolocarlo en las raíces por la cantidad de materia nutritiva que presta, y por el aumento de temperatura que proporciona. Señalaremos un proceder sencillo y seguro para el cultivo de es.ta· planta , y para cuando se trate de aplicarlo en pequeño. En otoño arrancaremos las alcachofas con todas sus raíces; las trasplantaremos en tierra seca dentro de una bodega, sótano ó cuarto bajo que no sea húmedo , y las dejaremos en este estado hasta la primavera : luego que las heladas y frios del invierno hayan pasado, se colocarán las alcachufas en el put1to en que estaban antes, les quitaremos en esta ocasion todos los renuevos, les pondremos al rededor de sus raíces una cantidad de aLono suficiente, y las regaremos con oportunidad cuantas veces necesario fuere. De esta manera anticiparemos la cosecha de quince á treinta días, al propio tiempo que nos proporcionaremos una cantidad crecida de tallos ó de renuevos quepoctremos utilizar e~ luga.r de cardos..

El cultivo de la alcach?fa exige meno cuidados en los países del Mediodía que en los del Norte, escepto por el riego que debe ser mas frecuente. El amontonamiento de tierra al rededor de la planta, de que hemos hecho mérito , no será tan necesario , porque las heladas no son temibles como en los países frios y espuestos al Norte. Las hojas de la alcachofa que se ba yan hubierto con paja ú hojas, se habrán ahilado d'urante este tiempo y podrán comerse tan bien como las del cardo, de manera que hay muchas personas que prefieren aquellas á estas, aun cuando el sabor sea mas fuer le . La Oor de la alcachofa tiene' la propiedad de cuajar la leche, y es probablemente el medio mas ventajoso de que podemos senirnos para esta operacion, porque no comunica ningun mal sabor al queso. En las casas de labranza no debe olvidarse hacer cada año una provision da esta tlor para los usos que dejamos indicados ,

Cebamiento de las uacas.

No debemos ordeñar la vaca que queremos cebar, porque los alimentos no pueden servi'r á la vez para la produccion de la leche y ' de la gordura. Por e_llo dejaremos que desvanezca la leche de la vaca, rociándole las tetas con agua fria cada vez que la ordeñemos: esta operacion se hará de larde en tarde y siempre en relacion con la disminucion de la leche. Estas precauciones son necesarias para prevenir los infartos que harian sufrir mucho á la vaca y podrían ocasionarle tumores dolorosos y de larga c1.1racion .

Las vacas se ceban de la misma manera que los bueyes. Engordan mejor cuando están preñadas, por lo que es un grave error no darlas al loro cuando las deslinamos al matadero. Cuando la vacc1 no ha podido sali~íacer su zelo, no goza de la tranquilidad necesaria para un huen cebamiento. Sin embargo debemos procurar que eslé poco adelantada la preñez cuando entregamos la vaca al carnicero , porque cuando mas inmediato esté el parto· tendr~ menQr cantidad de gordura.


·1HPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA FISIOLOGÍA P.4RA. L .4 A.GRIUIJLTIJRA. PR'4.UTIU.4.

tura es ya una ciencia de primer órden que debe unir la instruccion á la etperiencia , si sando á nuestro periódico , nos hace augurarte una vida de· duracion y nos proporcio- queremos sacar de una determinada porcion na la esperanza con.soladora de que nuestra ,de terreno los productos suficientes á sntisagricultura saldrá poco á poco del deplo- facer nuestras necesidades. La agricultura rable estado en que la hemos v1slo basta es una ciencia sumamente vasta por la esahora. Esta misma circunstancia nos obliga tension y variedad d6 1os objetos que abraza á cumplir, antes de lo q11e habíamos creí- y que la ponen en contacto con todas las do, la palabra que tenP.mos empeñada en el ciencias naturales. Si rn la infancia de las prospecto, cuando anunciamos que la pu- sociedades no era mas que el arte de remeblicacion, tal como ha salido hasta hoy , ,10 ver la tierra, en nuestros dias es la IJistoria seria mas que el primer eslcibon de v11a larga natural entera. Convenimos en que es una codena de conocimientos agrícolas que lenia- ciencia que no basta estudiarla en los libros. mos á11imo de desarrollar , co11tribuye11do así porque encierra muchos _conocimi entos qu e solamente se adquieren con 1-u práctica, y {t llenar un vacio en nuestra patria, escasa ó por mejor decir falta enteramente de obras que no se conciben ni se aprenden sino v;énoriginales en este ramo. En efecto, entre los clolos ó materialmente manejánaolos; pero muchos inconvenicn tes que encuentra la no será por ello menos cierto, que enceragricultura ✓para desarrollarse cual puede rado el agri cultor en los estrechos lími lcs de entre nosotros , descuella como principal la su rutina , sin medios de comparar sus trafalta de instrnccion en los culti rndores. bajos, adelanta poco y á espensas de grand e Otros obstáculos podríamos indicar , cuya fatiga, porque aun cuando sus intereses esremocion operará el tiempo lentamente , ya tén fundados en la experiencia, no puede aclmilir supuestos que no están á su alcance, ni porque podrá ocuparse de ella el Gobierno, ya porque irfo apareciendo capitalistas que omitir pasos interme-0ios <le 11ue los conocimientos le hubieran dispensado . Si se prrauxilien sus miras. Aun cuando somos de opinion qu e debe- lende hacer progreso en la agricultura, e3 mos desechar como inadmisibles, y aun como preciso convenir en la necesidad do practicar perjudiciales á la agricultura, todos los siste- las teorías y de sa ber la teoría de las prácmas esclusivos del cultivo y todas las teorías ticas; de otra manera andaríamos por el seductoras que algunas veces no son otra camino de las casualidades que ocurren socosa que el fruto de la imoginocion inexper- lamente en las personas que teniendo los ta de algunos agrónomos , no ohstanle no vacilaremos en afirmar ( 1) que la agricul- rector de nuestro periódicocmilió rn uo di corso

La favorable acog-ida que se vá dispen-

(1} Desde esla nota basta el fin del párrafo hemoa copiado casi literalmente las itkas qu e el di-

inaugural qo e leyó en octubre de 1846. al ,•erificarse la aperlnra de la cátedra de Agricultura y Botánica que eslá á su cargo.

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antecedentes indispensables para observar- tado y les imprimen · variarlos movimientos. Este estudio-es mas dificil que el precedentr.; ·kls , han sabido aprovec~arse do ellas. Pero ningun · ramo dol saber será de ma- y su objeto directo, que consiste en el coyor utilidad para la agricultura qne el estu- nocimiento de esas· fuerzas, pueda apreciardio ele la fisiología, porque ella es la apfica- se mas por sus resultados que por su rclacion de la mayor parte de los conocimie tos cron íntima. que deben precedr.r y de que debe ir acomNo pretendemos ocuparnos de fas fuerzas paiiado el cultivo de las plautas. La fisiología que mueven todos los cuerpos del universo, vegetal tiene, mas que ningun ot1!-0. estudio, pues aunque en su mayor parte fuesen apliuna necesidad urgente de coordinacion para caLles á 'nueslro intento, no podemo3 abra<lirigir los trabajos ulteriores d~I C!Jltivador; zar un trabajo tan esteQso:.Nos limi~aremos y como ella se compone de elementos de<lu- por lo mismo ti esplanar todas las cuestiones ci<los de tantas ciencia¡¡ diferentes, nos pro- mas imporlanles de la viqa de las plantas, ponemos reunir con método y de una !lla- haciendo ycr que la fisiología se merece ma~ nera clara y sencilla, tocio lo mas preciso yor atencio_n de la que so le ha dado, sio embargo que desconozcatf!OS enteramente la para comprender la ciencja agrícola. Entre los hechos que debemos acumulnr naturaleza de la vida. Nos consta que es todapara formar un conjunto -, hay un gran nú- , ía problemático si la t:i.la result.11 de la {'>rmr, mero que están relacionado., con la compo- de los seres, ó si la forma de los seres depensicion química de las plantas y con las leyes de de la vida; pero por mas 9ue ignoremos físicas á que ~e subordinan. Aunque en nues- S).l esencia , por mas que casi desconozcatros dias haya adelantado tanto el estudio mos su~ ley~s comparadas con las de la afide la química orgfoica, ·y la consideremos nidad y de la atraccion, no obstante su espor_otra parte de inm~nsa importancia para tudio muern vivamente la curiosidad, y sus explicar una porcion grande de fenómenos consecuencias ofreéen muchísimo interés. fisiológicos. no haremos mas que coordinar· Este interés, que aumenta considerablemente con cuidado lo que sea indispensable p.ira al paso que nos acercamos a~ estudio prácnuestro objet9: ~ mas de que el enlace de lir:o de las .plantas, es el que prettndemos estos hechos con la fisiología no es tan eviden- mapifestar con la sencillez y brevedad que (e, que no debamos pre_fcrir pot}er un límite no., sea posible, porque con los conocimiená una ciencia que debemos reputarla como tos generales de la fisiología podremos expliaccesoria. aunque digna de ser .consultada car fácilmente ciertos fenómenos y apreciar por sus investigaci~nes especiales.-Olro tanto · algunos resultados que de otra manera dessucederá con las leyes ffaicas á que se en- desconoceríamos siempr~ ( 1). A ntcs de entrar en los detalle~ que p.erlecadenan y subordinan tambien algunosv fenómenos 'de la vegetacion , por mas que no necen á las plantas individualmente, dirédebamos darl~s tampoco todo el rnlor que mos alguna cosa acerca <le la geografía boalgu·nos autores han pretendido. Todas las invesligaciones relativ,as al esj t) La F. e.Jaccion juzga oportuno advertir, que Ludio de la naturaleza se reducen á dos en los arlkulos que ofrece y l¡an- do publicarse grandes divisiones: las unas nos permi.ten ¡sccrca de la fisiología vrgetal, se seguirá el misconoqer los cuerpos bajo el punto de \'Ísla mo órden y méloJo observado por el director de este periódico en h1s lecciones qnJ sobre o\ pro,·erdaderamente matarial , y las olras nos pio r,unlo de doctrina h,1 pronnnl'iado en la cáfacililan el estudio de las fuerzas que obran teJra de Agricullura prácti'ca y Ilotúnica r¡ue está sobre dichos cuerpos, que cambian su ~s- á su cuidado.


6'1 $áníca, que no es mas que una simple deduccion de las leyes y de los hechos genera·1es relati.vos á la~distribucion de las plantas vivientes en la superficie del globo. E,;los puliloS de vista generales que nos s·elratan la naturaleza con toda la magestad

de sus obras, al paso que forman 1a \1 erda• clera ciencia del cultivador, nos-dejan conocer el modo como contribuyen á la armonía ~e este univ.erso, cuyas partes están todas eo una concordancia admirabl e . ' l

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11ÉTODO DE GUÉNON APLICABLE ÁLAS VACAS DE L~~CH&. Insertamos á continuacion el informe que Mr. lbar;t,-lnspector .general de las es-cuelas veterinarias de Francia, dió al Minis!ro de agricultura de dicha nacion el año próximo pasado, seguros que nuestros suscritores lo leerán c~n interés , por lo mucho ,que puede contribujr .al fomento de una in.dustria que reposa sobre los apreciables productos de la lechería. Hé aquí este informe . Un agricultor , Mr. Guénon de Liborne , .se nos h·a presentado como autor de un descubrimiento que nos -cond-0.ce á conocer, por un exámen especial de los animal es de la especie bobina, la canti,dad de lecb9 que darán las vacas l'ecien paridas ' su calidau, y la duracion de su lactancia ; á determinar igualmente en las terneras las cualidades ~echeras que tendrán despues de la geslacion, y á designar ,en fin los toros que ·a e~en dárselas para obtener vacas de buena calidad . 1".Ie habeis preguntado, señ or Ministro, mi opini on ace rca de este descubrimiento, y sobre los medi os de ente nderlo y vulgariz arlo , y voy á uarJ11. Antes de l\fr. Guénon, no hay necesidad .de decirlo, se babia.. ya ocupado los int-eresados en este ramo de los m euios de distinguir en las bemb,·as de la especie bobina, 'los caracléres qu e indican sus cualidades p ara la lechería . A fin de señalar estos ca-

raeté res se babi:10 Limitadq á coloca_r los animales baj-0 las concliciones favorables para la secrecion de la leche , como son las del alimento, del .clima y de fa habitacion; de modo que- atendiendo solo á estas circunstancias, se han c.riado razas lecheras y se ha dad-0 oríg~B á una industria que _acrecenta cada día el .caudal ~e nuestra produccion .agrícola. . Pero en l:'I exá men de los 11nimales, nadie antes de Mr. Guéuon bahia atendido á las señales particulares que se marcan sobre la piel que se estiende desde las tetas hasta la l)bertura .de los órganos genitales, para establecer una relacion entre estas Sl:'ñales y la secrecion ele la leche. Si observamos con de tencion la parte posterior de las tetas de la vaca, notaré mos á primera vista que la piel vá cambiando de . carácter en una superficie mas ó menos con.siderahle, <le manera que los pelos son mucho ma s delgad os , menos abundantes, d e una direccion diferente , y por lo regular opuesta á la de los restantes de la piel. · De estas circuasiancias resulta una mancha mu y es tendida y -bastante larga en las lelas, la qu e por una parte se remonta hasta los órganos genitales, y descienrle , por la otra basta el -vientre de la ,•nea. Pero otra s veces esta man'cba es infinitamente mas pe-


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qneña y deja de tomar la cslcnsion que ho- co son casi los únicOs que se encuentra rnos dicho. Esta seirnl. cuyas dimensiones en él. P.ara obviar en lo posible este último inno podemos designar á punto fijo, se parete á una especie d-e escudo que la diversidad conve11ie11te, fué .preciso á la comision ir · de su forma y estension ; asi- como sus ca-, mas allá 1:lel distrito ; esto es ·, á los aír"ederactéres particulares, sirven en el sistema dores ile Yersalles, al instituto de Grignon ·-de Mr. Guénon para seña~ar las cualid?des y á las majadas ó corrales de Rambouillet. "ler.hcras. Por una parte los propietarios declaraban En los. machos de la especie bobina exis- las cualidades lecheras de su·s animales , y lPn manchas semejantes en la cara posterior por otro lado Mr. ~uénon, te1¡iendo en cuende las ·bolsa3, sobre una parte de la estN1- ta sus señales reveladoras , emilta su opi:·'Sion que media entre estas y el ano, y la nion. Se hizo el experimento so1m, un núcara interna de los muslos mero de vacas que Mr. Guénon declaró daMr. Guénon se presentó por la primera han cada dia la cantidad ·de 3431 cuartillos rnz en París á últimos del año 1838 con la de leche aproiimadamente. Los errores ó j·ntencion de dar á conocer su sistema. ·En equivócaciones que cometió valorando la ésta época el referido agrónomo no babia laclacion real y positiva de las vacas que se publicado cosa alguna todavía acerca dé su examinaron , fueron de 685 cuartillos. A ,lescubrirniento, que comunicaba solamente pesar dtJ tfstos errores , atendiendo la com iá los comísionados que se nombraban para sion á que l\fr. Guénon se babia aproximaexaminarlo. En el mismo año de f838 yo do mucho ti la verdad en las investigaciones tuve el honor de ser, en la Sociedad central que se le habian pr.cvenido, al propio tiem de agricultura, el iñformante de la comision po que ella no podía contar con medios se·encargada de juzgar el método de l\fr. Gué- guros para una acertada investigacion , pronon. puso no admitir ni rechazar completamente Muchas circunslanci¡¡s hacian difíciles los el. sistema que ensayaba , y solicitó una reexperimentos que la comision debio practi- compe·nsa párn su autor. car para resolver C(ln acierto. La era impoPero las cosos no quedaron aquí. Mr. Guésible manifestar claramente· la relacion que non obtuvo en efeto un premio, y poco tiemesponia Mr. Guénon entre las cualidades . po despues publicó su descubrimiento en un lecheras de las vacas y Ias señales que las libro que se titula Tratado de las vacas lerevelaban segun sus propias observaciones , ckeras. porque ; como antes he dicho, este hombre Las sociedades de agricultura, los cultino babia dado publicidad aun á su descu- vadores y los veterinarios se ocuparon muy brimiento. pronto de este. descubrimiento. Yo examiné Importaba sobre manera, para juzgar con en el mediodía de la Francia vacas de mala acierto el sistema de Mr. Guénon, hacer calioad al lado de otras muy lecheras, y diexaminar por él mismo las vacas poco leche- rigiéndome por las seña les. que Mr. Gué,1on ras a\ lado de otras· que lo funsen mucho; y indicaba en su método, me cónvend que las es to era muy difícil en las inmediaci?nes .de primeras lenian muy poco manifiesta la París, porque se encuentran raras veces· en mancha á que nos- hemos referido, mientras sus vaquerías animales de mala calidad. Era que las segundas la presentaban muy clara tombien difícil en el distrito de Varís !Jacer y estendida. Entonces fué cuando creí poder el experimento en individuos de :·azas -diver- decir á la Sociedad central de agricultura, iDS , porque los tipos Normando y Flamenque el descubrimiento do Mr. Guénon des~


-- mJcansaba sobre principios ciertos. M.ientras tanto Mr. Guénon fué llamado á diversos puntos de la Francia, dondep1,acticó v.arios.reconoeimientos y presentó en favor de su método unas veinte certificaciones de cultivadores recomend_ahles y de asociaciones agrícolas que habían aiordado unánimemente san.cionar su mét:odo, En vista de estos resultados·, las ·cuestiones que babian promovido la publicacion del Tratalo de las vacas lecheras, parecian resueltas terminantemente. Pero por desgracia no sucedió así. La mayor parle de los que han observado el método de Mr. Guénon-, no han obrado del modo que obi•ó en 1838 la comist0n de la Sociedad de agricultura- de París; quiero decir, que no han obtenido contradictoriament-e y por cada una de lus obser,vaciones la cleclaracion de Mr. Guénon y la de los propietarios, con el objeto de poder determinar el valor rea1 del desc1:1brimiento de este agrónomo en los casos que lo aplicó por sí mismo. Omitiendo recoger estas notas 1 se ha p.rivado el medio de convencer ,,. á Jos incrédulos y de moder.ar á los entusiast.as. En una sola opera-cion que tuvo lugar en 1845 ante fa Sociedad de agricultura . de Rouen se cons iguicron estos datos, q1.1e fueron á la vt>rdad mucho mas favorables al método de Mr. -Guénon 1;1ue los que resultaron de los experimentos hecbos ·en 1838 anle la comision de la Sociedad__ central, de agricultura. En efecto, mie[Jtras que en el exámen que se hizo de 149 vacas en París en el referido año de 1838, el error ó equivocacion fué dq 685 cuartillos, no lo fué en Rouen en 1845 mas que de 2.88, por 1.7-8. anima:les. Otra observacion debemos hacer relativa,. mente á los experimenoos verificados hast.a ahora. Cu.ando Mr. Gnéoon puso por primera vez en plant,a su método en París á últimos da 1838, era dirícil á la comision conocer la relacion que existe, las propiedades lechosas de cada una de las _vacas que se examinaron , y las diferencias do formas y

dimensiones a<lfnitidas por M1· .. G-uénon en· su escudo revelador. -El libro de· M r. Guénon no se babia publicado todavía, y por lo mismo no babi an podi<lo estudiarse sus detalles. Entonces se trataba solamente de si el método de este hombre era ó no un dese ubrimi-en to útil. Despues ele la publicacion de este libro, la rnanch_a c:le que nos habla romo scñitt descubridora so ha es.tendido ·mas : es necesario pues establecer ol{os puntos en la cues_ tion; es preciso probar si las cualidades lrcberas de ias vacas corresponden, no dir~ exactamente porque -esto es imposible, pero aproximadamente al menos, A los caractéres de sus escudos tales como los ha des(lrit-0, Mr. Guénon; si ~gun estos detalles el des~.·· cubrimiento de esttunétodo debe modificarse , y por consecuencia si puede.. enseñarse y generalizarse en el estadó- en que se en-~ cuentra. -De estas consideraciones · deriva la utilidad de bacrr determinará :ltr. Guénon l¡¡s cualidades de los animales, de hacerlos clasificar acertadament~ , y de comprobar ~en fin si todas las señales que propoñe en · stt método rueden adm.itifse con el valo1: qQQ: les dá su. autor. E~1 1838 , en A)Uya época conoria a penas, las di, is.iones establecidas por Mr. Guéno1~ eo la clas.iticacion de sus. diversos escudos., propuse <los <>:bservacione& que subsisten to-, davia : la primera es, que l¡¡s <livisiones del sistema de Mr. Guénon son harto numerosas; la segunda, que tos toros presentan las. señales djfercntes de las vacas, y que en la aplicacion de su sistema Mr. Guénon no baila en 1.os .machos las manchas q!le existen_ en las hembras de sus razas. La prime1:a de estas ohsenac,ianes ha Ha .... ~ado la atcncion á uno de .nuestros práct; __ cos mas di~linguidos , ~ r. Barbier, ( de la. Nievre) , cuando en su informe dado al Congreso ..de agricultura en 1847 se ha es-. pJesado-de esta manérn. «. El auto,~ ha, dis-..

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frióuido los .caracfércs rcvcla<lorcs en ocfro clases que se señalan con su nombre particular : cada una de estas clases se ha subdividide en ocho órdenes, de las· que dependen sesenta y cuatro variedades. Unn novena division ( la de las razas ba,$lanias-) vi-ene á complicar las och0- primeras divisiones, y á multiplicar los enores- ú q.u e r.ies pueden inducir. » Estas· reflexiones qu:e l'iemos esfractacfo del informe que se dió al Congre'l!o <le agricultura en 1-841 , hacen v9r cuarr necesaria es la simplificacio1r del método de Mr . Guénon pa.ra conocer fas vacas lecheras. La segunda ohser.vacian de q:ue he hecfro mérito, relativa á las seña-Tes que presentan los toros , subsiste enteramenter De ello resulta por una parfe on::i clasificacion muy complicada-para las hembras, dificil por con-· siguiente de apl-i car, y por otra, una clasilicacion poco segura para los machos, .que nos hace clescerifuur· del método. Hé aqui lodo lo que de él nos queda en la actualidad. Para que los agricultores-, y· am el mismo l\fr. Guénon, puedan robustecerse en este punlo·, y logren que este· sistema, se vulgarice ó generalice sin mez-cla ae horror , los ~eñores Inspectores generales de agricultura han convenido conmigo en que era indispensable aplicar este rn étod'o á- mucho1t establecimientos públicos, y .á los de algunos cultiva<lores conocidos por su probidad, y en los que se crian muchas' razas bobinas. Para que resplandezca la verdad con toda su pureza , se necesita;n todr,vía -estas observaciones y otras semejantes que podemos procurarnos en los lugares mas á propósito. ..Si esta .opinion prevalece, señor Ministro, mi próposicion, que es fa •de le:>s señores ínspectoros generales oe 1.,griC'tlltura, seria la d·e empeñar á Mr. Guénon á que tantease su método en las vaquerías que se· le designasen al efecto. En ca<la uno de estos experimentos Mr. Guénon operaria en prcncia de un agcnle de la administracion y

d'cl propietario d'e fa vaquería ó de su repl'e .... sentante·, asi como d'e otros muchos cultivadores notables· que se hubiesen reunido <le i-ntento. Entonecs ,Mr. Guénon expondria111 cl'aso á que , segun ti , perteneciese cada vaca que se le presentara, asi como la de los, toros cuyo e~ámen se es-ti-mase oportuno,· recogiendo con exactitud las observaciones· que-hrcrera para juzgarfas .severamente. En seguida deheria estenderse una sumaria rnformaci-uB sobre fo:; cuaHcfodcs lecheras de las vacas que se hubiesen examinaclo, recibiendo declaracion al propietl¡lrio de cuanto supiese y le constase sobre el parlicular, asi como á los pastores y demás· encargad0sde la custodia y mantenimiento del ganad·o. Deberian compar-ar.se tambien los escudos, de los toros con los de sus madres, fios cJ·c sus bijas con las cualidades fecberas de uoasy otras. De eslc trabajo resultaria prohabl'emenle la- s,implificacion del sis lema de que nos ocu:.pamos, la proporcion de su utilidad , y finalmente la posibilidad de poder establecer para los toros una clasificacion diferente de la de las vacas; cuya clasificacion miro de grande importancia, porque la buena eleccion de un loro contribuye en much<_> á formar una buena vaquería. M r. Guénon lia declarado en su libro que en los toros se hallaban las mismas formas, las mismas clases de escudos que en las vacas, con ta sola diferehcia de que en los primeros son mas pequeños que en las segundas. Este punto P.S muy digno de notarse, y digno lambien de observarse con atencion en las vaquerías que se cuidan perfectamente, porque en estas es fácil tomar apuntaciones exactas de la genealogía de los animales. Muchos cultivadores han deseado, y esto es muy · natural, que la ciencia anatómica les esplicase la teoría del método de Mr. ·Guénon. Cuando la esplicacion sobre un punto cJ¿¡do salisfaco á 1~ irnaginacion , ella


- 71 conLt'ibuye entonces á facilitar el descubri- de formar el pezo n y de constituir In pro·mieuto; porque es positivo que admitimos fundi1lad del órgano, que d·csde la forma de con mayor facilrdad un hecho· cuya cau- un saco vá convirtiéndose en canales que se sa conocemos, es decir, que está en rela:.... subdividen al infinito hasta , 1eni1: á parar en cion ·con otros hechos, que un punto aislado glóbulos pequeños de que consta la glánque no se parezca enternmente á otto se- dula. lñtroduciéndose en las telas para formar estos sacos y estas canales, la pie! pic-rmejan te. El diómeLro de las venas sabcutáneas del de mucho de sus caracléres, y forma entonces vientre que salen desde las tetas de la v1.1ca lo que llmnámos una membrana rnurosa . y van ser,penteando sobre la piel para ocul- . Entre esta membrana_' y la piel esterior se entarse en seguida en la cabidad del vientre cuentra el tejido glandular que segrega- la , por entre los ligamentos inferiores, es por leche , así como otros tejidos ó partes mas ejemplo una señal á-la que se ha dado mu- ó menos abundantes que no contribu):On ácha importancia en el exámen de las vaeas dicha secrecion ;-de manera que el volúmcn , lecbe11as, porque como estas venas vienen de la tela no es u.n indi'cio seguro -del de la de las tetas y tiene.n mucb0 volúmen . lo glándula. El volúmen de la glándula y su -que presupone una J:irculacion considerable. acti"idad corresponden á- la estension del ha hecb-0 creer que la secrecion de la Jec-he saco y de l0s conductos mucosos que con.·babia d~ ser muy grande. Es- comun entre tienen la leche. De aquí se siguen las gran-los pastor~s.'el dicbÓ vulgar, que una vaca des difcrencius que existen entre. cstas; pares bien ó mal venada ; por lo que el com- tes , porque en las razas lecbe1'as la ledie . prador la toma en el primer caso, la rehusa se acumula hasta el momento <le ordeñar la en el segundo, y en uno y otro el hombre va.ca ( que se acostumbra dos veces al di& ), . instruido se explica la razon del hecho. ¿Po - en la cantidad de veinte ó mas cuartillos por dremos decir lo mismo del descubrimiento ejemplo, mientras que en las razas poco ie-de Mr. Guénon? Hé aqut las- razones anató- cheras esla cantidad no pasa de seis á ocho. micas y fisiológicas que se nos presenta,n con cuartillos. Uno de los puntos mas importantes qu e mas claridad:- relaciones que podrán enga'hay que obsen:ar cuando tratamos de la. ñarnos mas fácil niente que las anteriores-, pero que nos sumirristran una explicacion eleccion de una vaca , es lu de medir la es---tension que puede y ddie tomar la mem1rnstante plausible. , Mr. Guénon dá toda . la imp·ortancia al brana mucosa de las tetas. No debe pues. .Jiámetro del escudo que se halla sobre las sorprendernos que exista relaoion entre la tetas y á su alTedJ:)dor, ·al eoco número de piel de· las tetas y la membrana ·mucosa de .pelos que se notan sobre esta porcion de la e~tos órganos, y que la prinrnra nos 'ind· ._piel, y á la abundancia de una materia ama- que lo que, lia de ser la segunda . En el punto que ocupan los escudos re.rillenta que la cubre: tales son los principios en que se fun<la el autor • para estable- Yeladores ' ·la piel se aproxima á los carac-cm· que una vaca -es lechera. Pues bien, téres -que prernntan las membranas 'mucoeste métbdo puede explicarse bt1sla cierto sas. En efecto, ademas d.e que es muy fiha. se la. vé cubierta de un vello escaso y Jelgndo ··pm1Lo. Las vacas , sin escepcion, tienen las tetas y de glandulilas numerosas que ' segregan -cubiertas con una piel mas fina que la res:.. una materia grasienta. Cuanto mayor sea d • tante del cuerpo : esta pi-el se recoge ó do- escudo de que .hablamos, lrnllarémos mayo!'· u1a hácia el interior de las tetas con objolo cantidad de foliolos g!andulosos y la piel de.


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es-ie•pu-ulo será mas íina y menos vellosa ; Mr. G~énon; cuya cir•cunstancia seria una· de lo que ha <le resultar un mayor tlesarro- mejora importante, porque &i es indispensaílu'·ei1 los sacos interiores de las tetas, y un ble admitil' las sesenta y cuatro divisiones y mayor calibre en las venas de estos-órganos, en · seguida las clases bastardas que se le que permitirán segrP,gar abundantes canti- añaden, como lo hemos visto anteriormente, dades <le leche. Otro dtJtu se nos ofrec©úl- es probabl!l que este método nd Íendrá la · timam~nte en apoyo de esta teoría, y es la aceptacion qué convendria obtuviese. Admitiendo que de las investigaciones per¡ ueñez del escu<lo de los loros. Aunque existe aparentemente una dife- hechas resulta una prneba evidente en favor rencia notou!e entre los órgarios sexuales del de la utifidad del método de Mr. Guénon, mad10 y de In hembra! sin ~mbargo e.l ana- ha de conveni.rse igualmente en EJUe este métómico vé en la particular <lisposicion de ellos lo<lo tendrá llna ventaja notable sobre los una analogía tan marcadacomo to acreditan medios empleados hasta ahora , siendo la el número igual de partes y la semejanza de mas- principal la de poderlo aplicar á las sus funciones. La naturaleza nos indica es las hembras jóvenes cuando nos.. conviene elei.. analogías apenas• ha dado á los mac-hos la girlas para Ja lechería ~ He hablado antes de la importancia que señal de· tetas, asi como ha da<lo tambien á tenían lps ·venas subcutáneas que proceden los <le la especie boLina un .iscudo como á_ las hembras, no obstante que este escudo, de las tetas ; pero como ellas no se desarrosegun lo ha notado Mr. Gm~non, es éons- llan bien sino en el estado de preñei, de aquí taulem0:1le roas pequeño que_el de las va,- eJ que .no sea una señal . lan1idedigna como -so babia creido. _El escudo de Mr. Guénon cas. Por plau3Úiles que parezcan estas expli - .por el contrario existe desde el nacimiento, caciones, no se crea que me adhiero á una y perini-te examinarlo en todas las épocas de teoría que se le uá una impo1:tancia mayor la vida de las vacas y de los toros, pudiendp <le la que se me~ce, y la que Jo., hechos reformar con él nuéstras vaquerías. Para las vacas <lestioa<las á la lechería , mejor obs~rvados vendrán probaolemenle á como que son comunes en el norte de Frandestruir. No puedo convenir en que la superficie cia , este método seria dé un valor inaprede las tetas ni la estension de s_us cavi<lades ciable. No seria de _tanta importancia para estéfl en reJaci9_11 matemática ,con la cantidad las vacas campestres que no hacen mas que de loche que puede <lar una vaca, y en que alimentar sus becerrillos y trabajar, porque ps señala<las de ·es.te ó del otro modo deban á estas no les. conviene que tengan el e!.cutar, por ejemplo, Jas unas veinte, las otras do revelador ni grandes cantidades de leche, treinta cuartillos de leche., como ~o afirma por cuanto en medio. de sus fatigas les seria J\,fr. Guénon. Para oponernos al espíritu de mas bien un inconveniente quo una vennovedad que comunmente co11<luce á prác- taja. Sea de ello lo que fuere , en ·uno y otrn ticas sin reílexion , insistiré en la necesiuad de experimentos bien ine<l-itados, que al pro- caso el uso racional del nue.vo método puepio tiempo que no nos dejarán dudar de este de -c-ontrib uir á mej~H·ar las razas. Cuando el principio, podrán d.arnos á conocer el grado objeto es de tanta importancia no debe perde confianza que merece. , ' donarse medio para conse1,uirlo. Espero, seDe los experimentos que se vayan egecn- ñor Ministro, que vos concluireis de todo tando resultará probab)emente la simplifica- lo dicho, que las investigaciones de que be cion en el modo de exponer el método <le , lrnbla<lo y espuo;to con sencillez no son muy '


n\Jme1'osas ni difkiles de practicar. A Mr. Gu ér1on puede dársele alguna recorhpema por estas investigaciones. M-as tarde , cmmdo su sistema baya pasado por las pruebas 1 de una cx~riencia completa que le baga ,d ig-

no de ser admitido con ehlera confianza r de poderse enseñar fi cilmente, ,os determinareis el premio que Mr. Guénon ·puede merecer.

~LODO DE FOHMAR UN BUEM GRANERO.

[ a teoría de la conservacion de la s semi- voracidad de los ratones , del gorgojó, <l~ llas es de la mas alta importancia para la la polilla y de otros muchos animales que lo especie humana , ora importe á la agricul- buscan con afan. Cuando esta multitud de tura conocer lo que Laya de durar la ·con·· ins;:ctos ha invadido un granero es. mu y diservacion de Jas semillas qu e han de sem- ficil destruirlos por mucho cuidado y vigibrarse, ora convenga á la economía pública lancia que se tenga, porque encuentran uo tener medios ciertos y determinados para refugio seguro entre las hendiduras de las guardar intactas las que se destinan á el ali- maderas. Por esta razon debemos constrnir men to del hombre. Nosotros en este artículo los graneros <le piedra ó de mampostería , nos ocuparémos solamente de la conserva- procurando que su capacidad esté en relacion del trigo, como semillc1 de la mayor uti- cion coa la cantidad de trigo que hemos de lidad , indicando las reglas que deben ob- conservflr. Deben edificarse en un sitio aissenarse para la formacion de un granero. lado de Ja casa para evitar los accidentes de Pa,:a diri•o1 írnos con acierto convendrá. ante un incendio , y para que tenga rl tri,go la todas cosas tener presente el objeto 4ue nos mayor veutilacion por todas partes. Las. bóproponemos cop_seguir. Será este objeto vedas ó el techo dAI granero no serán de manten er el trigo en un estado de sequedad mucha elevacion , porque el trigo no debe constante. que no permita la alt1-, racion de la amonlona1~e á grande altura si queremos hai:ina, al propio ti emp·o que apartar las se- que le dé el aire, que es eJ .medio mas namillas de la .accion destructora de los insec- tural de desecacion. El amontonamiento del tos y otros animales que las alacan con trigo estará igualmente en relacion con los avidez. años que tenga su cosecha , debiendo ser En la mayor parle de las casas de labran- pequeños ó · menores· los ,montones cuando za vemos los gnineros en los cuartos altos, el trigo es de poco tiempo, y gFandes ó mayoy ;1 pesar de los muchos defectos qu e Hevan res cuando cuenta muchos años de ~xiscons1go son preferibles á los que están 6i- tencia :• tuados en _los lu gares bajos, húmedós y de• Inleres_:.i' en gran man.era la observancia poca ventilacion. I.os primeros, si están for- du estas reglas , procurando por punto gemados de tablas, como suele suceder en /as - neral que los montones tengan de quince á h_abitaciones rural es, esponcn el trigo á la diez y. ocho pulgadas de grosor si el trigo es


- · 74. rfo un año, de veinte y dos pulgadas si es conservacion del trigo , ya para ventilarse tle dos años, · de v~inte y seis si. lo es de tres, de un modo conveniente. Para obtener esta de dos piés ó mas si el trigo pasa de esta favorable condicion debemos construir las edad. Es una mala práctica y constantemen- lumbreras ó ventanas al nivel del piso, en te perjudicial el amontonamiento del trigo · nt(mero suficiente y en todos las direcciones 'Cn grandes masas , porque además de no del aire,_con objeto de abrirlas y cerrarlas permitirse de este modo la entrada de~ aire sogun el v,iento que reinare y cuando la atpara 1~ debida desecacion, esporie el Lrigo á mósfera estuyieso búmeda y lluviosa. Hay la accion dañosa de los insectos. opiniones muy encontrados acerca de las diDebernos asirnismq procurar que las pa- mensiones que deben tener las ventanas de rcd0s del granero estén perfectamente enlu- un granero. Los unos aconsejan que sean cidas y que el techo : no deje hendidura ni en poco número y hastante grandes, mientras escondrijo alguno donrle puedan anidarse otros dicen que deben ser colocadas á la ~los insectos , adoptando los cielos rasos de- distancia de tres piés unas de otras por -bidamenl-e construidos si la fortuna del pro- tocio el contorno del granero, de un pié en pietario lo permite. Para el enlucimiento de cuadro solamente, y cubiertas por la parle las paredes y construccion del techo no esterior del edificio con una rejilla espesa de cmplearémos la cal en cuanto· nos se., posi- alambre, ó mejor aun de una tela de cerda ble, poi·que su a~gamasa se agrieta fácil- fina que , al paso que dejará circular el mente, se-_resquebraja y abre, proporcionan- aire, impedirá la entrada de los ratones y do ua recurso seguro á los animales · des- del gorgojo que comunmcnte viene de los campos inmediatos. Otros en fin son de paretructores. En el caso que para la fo_rmacion del te- cer, que ademús de las ventanillas que acacho y del pavimento tengamos que valernos bamos de describir, dP,be liaber otras mas de tablas , es necesario partirlas con_ esmero altas y de iguales ó mayores dimensiones para y ensamblarlas exactamente, procuraRdo que aumentar la ventilacion. Nosotros creemos sean muy secas para que no abran· grietas que estas han dfl ser inútiles y ·además per-con el cafor, como sucede con la ma1·or fre- judiciales, porque aumentan la bume~ad de cuencia. Será t~rnbien muy importante cu- la atmósfera en el granero, no favorecen la brir con tiras de lienzo encoladas las jun- desecacion de los montones, por cuanto co turas de fas tablas, ó bien taparlas-entera- munican el aireen una altu_ra en que no está mente con yeso amasado á cuya agua se el trigo, y dejan á la polilla muchos caminos haya añadido una buena ,cantidad de cola. abiertos para introducirse en el lroje. Para orear convenientemente los cereales, Con e3tos medios limitarémos los asilos de se ha discurrido colocar en las ventanillas 1os ins·ectos y del gorgojo. Conviene que ol trigo es[é en el granero bajas unos tubos de hoja de lala ó de otro -en mo~1tones aislados y que entre ellos que- metal que comuniquen con el monton del den espacios libres, á fin de poderlo tras- trigo, en cuyo ca o se mantendrán cerradas palar á me·nudo. Cllando en el primer nú- las ventanas, quedando abiertos los agujeros mero d'e este periódico nos ocupamos de los de los tubos solamente. Este ventilador, que males que produce el gorgojo, ya indica~ describe muy delalladamen~e nuestro Alvamos lo que interesa hacer relativamente á rez Guerra , es muy sencil1o y provechoso porque introduce el aire entre los granos del ·este punto de doctrina. El granero debe tener bastante capacidad, trigo, refresca todo P.l monton, impide el ya para fa cilitar las operaciones que oxije la desarrollo de los insectos y auyenta los que


-- 7g se hubiesen reproducido . .la posicionen que entre los grano_s y sale por los ngujeros de· pueda hallarse el granero quizá no -nos perla cubierta. mita á veces abrir estas lumbre-ras á todos Pero aun cuando este medio y otros sevientos. En este caso pot.lrá conseguirse otra m~jantes son adoptables y ahorran mucho ventilacion agujereando el pavimento, y co- Jrahajo, no podemos sin embargo dispenlocando alguno!!- tubos de hoja dP. lata apla- sarnos de traspalar el trigo, bien para evinat.lo que se eleven á la altura de un pié y tar la reproduccion del gorgojo , bien para estén distribuidos en los montones del trigo. mantenerlo en el mayor estado de sequedad. La idea de p1'ocurar corriente~ de aire en Esta operacion se hará á menudo, principallos graneras para refrescar el trigo , se de~ mente en el primer año, si, sobre todo, la be al famoso 1-lales, que creyó necesaria la cosecha se almacenó n·o- estando enteraevaporacion de fos granos para su dnracion, mente madora. Si no repelimos el traspaleo aconsejando para ello el uso de ciertas má- con frecuencia , el trigo recobra una especie quinos cnyo desrripcion por ahora omitiré- de humedad que le dispone á lo putt·efocmos. Duhar11el, cuyos escritos acerca de la cion con una rapidez increible. Para trashistoria vegetal merecen la mayor recomen- palar el trigo no debemos esperar á que badacion, adelantó tanto en este púnlo de docya llegado á on estado de fermentacion que trina, que ya en su Tratado dela conservacz'o11 se conoce por el mal olor que exhala y por de los grnnos, nos dií la iJ·ea e.le un granero el calor que notamos aplicando la mano á <le medic.1na capacidad que puede contener los montones. Cuando esto sucede el mal e& mil piés cúbicos de trigo, poro el cual, se~- casi irreparable, y será tanto mas grande gon costumbre, se necer,itaba un granero de cuanto mayor sea el calor de la atmósfera. cincuenta y nuevr piés de longiluJ y diez y El traspaleo se repetirá mas á menndo, segun nueve de latítud. La forma que de él nos que_sea mayor la ·cantidad del trigo en lo¿;, dá el citado autor, es la de un cajon grande montones.tlé quince piés en cuadro y siete de alto, Antes de almacenar el trigo en lns grnformado de tablas fuertes que descansen so- neros, d~ben limpiarse escrupulosamente SU!:t hre unos piés de suficientd resistencia. Se paredfls, su lecho y sus pavimentos, recomconstruye otro fondo á la. distancia de me- poniendo el enladrillado y tapando los aguJ Jio polrno del primero, compuesto de dos , jeros que hayan formado los ratones. Si hay hileras de listones cruza<los en á;'!gulos rec- hendiduras ó ren<lijas que puedan servir detos , y se cubre con una tela de clin fuerte, asilo á los insectos. las taparémos can yeso 6 que al paso que deja circular el aire -con li- argamasa, pfoanáo y enluciendo las paredc9bertad impide la salida del trigo, tapando su de nuevo si es- necesario. No o-ebemo~ <le-parte superior, ó sea fa boca det cajon, con posítal' el trígo en ef gran ero sin haberío una cubierta llana sembrada de c1guj'eros que ban·ido antes con cui{!ado para destrui1~ se abren y cierran á gusto del propietario. cualquiera gérmen de insectos quo l~ulJiesC", En los espacios que median en las partes apartando en seguida las barre~uras que el del arca éomprendirlas entre e.l primero y dueño hará quemar en su presencia. El mesegundo fondo que hemos dicho, deb en nor t.lescuido en la conservacion de ltis fríabrirse agujeros que permitan la circula- gos causa al propietario perjuicios- qne vio cioo del aire por entre la masa del trigo, y nen en último término á ·afeetar·-á fa sociedad cuando convenga oreorlo se agita la atmós- en gen eral. fera c011 unos fu elles, el aire penetra por ----;;;¡;¡¡¡¡¡¡U}.;¡¡ ~-i.iii__...,.._

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iEMOR,lA

fil~r con que s: cierra h1 ~~crtura de la san: gna, pase 1-a piel con fac1l1dad , corno que acerca .de los diferentes métodos q11e se emplean 1 con este solo ohjeto hay quienes hacen una para engnrdar el·ganado vacuno-. sangría al animal. Fijando estos car.actéres por medio de la generacion, es como han· ARTÍCULO SEGUNDO (1 ). llegado los ingleses á formar razas ele aniEleccion del ganado que hltya de engordarse. mal es especialmente destinados. á la. carniConocidas l~s localidades y circuntancias cería. No siempre por supuesto se cncontrndn en que cornenga dedicarse íl engordar gatodas es tas señal es reunidas; -pero . prcsc it1nado vacuno, es necesario, ¡;ara que los resultados correspondan, tener un buen c.liendo de las que mns particu!il!'mcnle son acierto en la eleccion de los bueyes que ha- inélicio ele una buena orgun~zaCÍ>o:1 , que yan de cebarse-; puesto que, si bien liay al- merecen siempre una justa prcferc11cia, deg unos qu.e llega n pronto á un estado atis- be llamar la atcncion el qu-c el famoso enfaclorio de gordura, h:iy otros que llegan gordador Bakewell dnba una muy particular con dificultad, y otros que nunca llega n por impurLanda á ten or el animal las extremimas forrnjes y raíces que ctJnsuman. Aun dad es co rtas y menudas; asi como lambien cuando la práctica y una constante observa- debe cu.idarse que tenga la piel fina, porquo cion son las que prin ipalr:nente pueden ser- esta , con mucha mas farilidad que nna piel vir de guia en la eleccion de los bueyes , ba y gruesa, se ensancha dcs pu es á medidn qu_e ya conocidas c.ierlas señales que indican por vo engordando el animal. Sin hacer mérito de algunos, aunque ralo regubr una buena disposi cion para enros, asos de éxcepcion en que no se puede gordar. Tales son, segun Mr. Grognier, una cabeza fina y IÍgera, indicio de u·n siste- h-a-ccr engordar á bueyes qu e no tienen dema huesoso poco desenvueto; ojos vivos y fectos á la vista , d~ben desecharse los que apacibl~s. señal de salud, de calma y lran-· estén enfermos, ó en estado de convalecen• quilida<l ; cuernos lisos y cortos, pues la cia; los que se hallen muy cxtenuarJos., experiencia ha demostrado que los que los ~unque no estuvieren enfermos; los qÜc tienen 1argos y ásperos, engordan con mu- hmgan gustos <lepra vados , como por ejem cha- dificultad . Cuello corlo, espinazo ancho plo, comer tierra, lamer las pariides, ele.; y horizontal, cuerpo largo, que es señal de los que tienen muy poca ílexibili<lad en los buena complexion entl'e los an.imales ru- movimientos del espinazo y en el juego de los miantes; pecho alto' costillas anchas y re- miembros; los que van siempre los últimos (londeadas, costados ll enos, vienlré.abulla- en el rebaño; los que tienen la piel muy do, y· la forma de1 cu P.rpo casi r.fündrica, lo unida á los huesos; los que tosen habitualque anunc"ia estómagos bieo desenvueltos, y mente; los que comen poco y digieren mal, que funcionan con libcrtatJ. CaJ_eras, ancas si bien debemos advertir aquí que no son • y muslos voluminosos; extremidades tan los bueyes que comen mas los que mas cortas y menudas corno sea posib.le; piel pronto engordan. sino los que comen lensuave, flexible, elásLica y que se ue. prenda tamente, poco de cada vez y con frecuencia, fácilmente; pelo largo , brillante, poco es- La edad de los bueyes es una de las circunspeso y _jugoso: venas superficiales y bien tancias que entran por mucho en la facilipronunciada.,. Conviene lambien que el al- dad con que hayan de engordarse. Cuando llrgan á viejos, el tejido celular pierd·e su .(1) Veasc o\ núm. 3 pá g. ,~, de este pcrióuico, cf¡¡sticidad, se endurece y 110 se ensancha

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• '11 f;kilmcnLe; tod11s las fihras at.lquieren u-na grnnde rigidez, la accion yi[al se debilita; en lnles circunstancias es imposible engor1.lur un animal que por necesidad Ya cada 'vez lllJ15 debilitándose, ha&ta veniÍ· á parar ·en la muerle por falla de accion en los órganos ele la vida. Cuando los bueyes son ·dllmasia<lo jóvenes, el exceso de jugos nulritivos con que debe formarsP, la grasa, se empica en gran parte en desenvolver prematuramente el animal , que llega , sí, á cierto grado do gordura; pero del que es dificil hacerle pasar, no siendo con una pértliJa conocida. Por otra parte. la grasa de los bu-oyes jóvenes no tiene la misma consisLencia que la de. los que tienen mas edad, y contiene mucho mas parenquima ; lo que al derretirla ocasiona una merma mas considerable: debiendo tambicn tenerse presente, quo la carne de los bueyes de poca edad, aunque de buen gusto, es ménos nutritiva, y que sus cueros son ménos firmes y de una calidad bastante inferior. Por regla gene1·al pues. ni coa viene cebar bueyes muy jóvenes, ni tampoco los que ban llegado á la vejez; sino que debe escogerse aquella épo<.a en que el cuerpo del animal se acaba <le desenvoher completamente, lo que sucede cuando 11<,ga 5 cinco 6 seis años de edad. Mas como en España no hay aun todos los bueyes qne pudieran emplearse en la agri<:ullura y en el consumo, la regla anterior no puede tenf'r aplicacion en la mayor parle Je los casos; pues que el labrador debe aprovecharse del trabajo de los blieyes todo el mas tiempo que pueda , hasta que ya no deba dilatarse mas la oporacion de engordarlos, es <lecir, h:ista que tengan de ocho á diez años, pues pasuda esta edad, cada vez engordan mas dificilmente, y la carne se va haciendo mas dura. Y no se crea que los bueyes con el trabajo pierden la <lisposicion á eng0rdar : tan léjos de ser así, que por · el contrario el trabajo, no siendo excesi\'o, predispone 5 los bueyer, ú

llegar ú la mayor gordura de que respeclivameote son capaces. Solo cuando llegara el caso de que el nú~ mero de bueyes se aumentase hasta el punto de poder satisfacer debidamente todas las necesidades del consumo y de la agricultura, entónces conv.:ndria crear razas de bueyes con destino á la caroiceria, que pudieran engordarse con ventajas, á ntes de llegar á cuatro años, como sucede en ·Inglaterra; y aun á los bueyes mismos de labranza no convendria dejarlos vivir mas ·allá de los ocho años ; puesto qu~, como los animales Lodos aumentan naturalmente mas en ,proporcion que son mas jóvenes , cuanto mas pronto se renueven los bueyes, mas ventajas quedan al fabrador en uila cantidad dada de forrajes y raíoes alimenticias. Una cuestion curiosa y de utilidad se nos presenta aquí de paso , á saber : si será mas ventajoso engordar bueyes de mucha talla, ó bueyes de poco cuerpo. En esto, como casi siempre sucede en materias de agricultura y economía industrial , no puede darse una regla general para todas las localidades. Por de pronto, en pastos poco ab1J11dantes no purden engordarse ganados de mucho cuerpo, que no tendrían tiempo suficiente mas que para lomar el al-imento necesario para consen árse en un estado regular, no para llegar á un buen punto de gordura. A 1lí convend ria leoer bueyes de poca talla, 6 tal vez carneros solamente, si el pasto era seco y muy escaso para engordar aun bueyes de poco cuerpo. La cuestion pues, viene á quedar reducida al caso de que los pastos sean abundanles , ó que lenga uno á su disposic.ion mucho heno ó raíces alimenticias de que disponer : Bien sea que dos pequeños bueyes de quinientas libras consuman mas alimento que un solo que pese mil, como creia M r. Victor Ivart; bien que consuman una misma cantidad para aumentar igualmente , como indicaba Mr. Malhieu D0111basle, lo cierto es que, reu -


78 11_íendo f('ls esqueletos de los dos bueyes peque- fria á las tetas de lq vaca , con especialidad ños, sus est0magos, sus intestinos, todos despues d.e haberla, ordeñado. Debe asimis_sus despojos y todos sus desperdicios, se mo advertirse que el estado de preñez no junta .una masa bastante mas ·considerable solamente no es perjudicial para engordar, -que la de estas mismas materias del buey sino que es por el contrario muy útil: asi -de las mil .libras; de suerte que este vie'ne es que los que en París y sus inmediaciones fldeja-r en Jimpio mucha _mas carne, mucho ~fl dedican á engordar vacas , no las envían mas seoo, y por consiguiente qa_stante mas á la carnicería, sino cuando ha desapareci~)eneficío. Así es que, en donde haya pastos do la leche á conse,cuen_cía de la proximidad abundantes ó mucho nlimento, .debe en del parto. Las vacas por lo <lemas se engorigualdad de circunstanr.ias preferirse para dan de la misma manrra que los bueyes; engod.ar los bueyes d'e' mas cuerpo á .los de y ha sido una infundada preocupacion babrr una raza pequeña. creido que l.a carne de vaca es de mala cali_ Creemos no deber concluir este artículo, • dad y aun mal ·s ana; con frecuencia suele sin hacer mérito <le las vacas y ternerns ser mejor todavía que la de los bueyes. que hayan de ,engordarse p1tra la carnicería. El engordar los terneros .no es útil gencCuanrlo se .observa que la leche de una vaca ral mente, sino en la inmediacion de las hd llegado á disminuir ha ta -cierto punto, grandes poblaciones, y solo en el caso de entónces .es llegada la época de cebarla para que no so púeda sacar de la leche de vacas ,venderlo despues, y reemplazarla con otra otro partido Ínas ventajoso. Cuando se enwaca mas prQductiva. Aun cuando no es víen los terneros á la .carnicería , no deben posible engordar mas allá de ciertos reduei- tener menos de cuatro semanas, pues ántes \Clos límites á una vaca durante el ti empo en de esta época tienen una carne de ma-1 gus~ ,que da de mall_lar al ternero, sin embargo to, que alimenta poco, gu~ desarregla la fie puede empezar á cebar, cuando aun tie- digestion y aun produce cursos, por cierla ne leche; pero se dejará de ordeñar, cuando flojedad que causa en lo~ i-nteslinos. Mas -se quiera hacerla llegar á un buen grado dt' tampoco deben los terneros tener mucho .gordura. Para hacer desaparecer la leche, mas tiempo, porque aun cuando basta no ,q,µe en estos casos no suele ser abundante, pasar de los tres meses, son todavía de exe e~ pieza ordeñando la vaca una vez a 1 celente calidad para los consumidores , papia; pero sin sacar toda la cantidad de le- sado el primer mes es cuando ménos dudo~he, que se pudiera; • al poco tiempo no se so, que dejen una utilidat.l proporcionada al .ordeña sino una vez cada dos dios , y por que los engorda, pues que no aumentan de ú ltirµo se cesa . enteramente : tambien es al peso en la misma pro ~orcion en que se va ~fecto muy útil echar frecuentemente agua aunfl3nlando el con sumo de alimento.


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SOBRE LA ENFEíllllEDAD AC11UAL DE LA IlA'l1ATA,

Entre lo mucho que se ba escrito de la enfermedad que pocos a~os há sufre estn planta, parece que la cuestion se La fijado principalmente en que la Lumedad y el frio son las causas principales <le[ mal. Por los ,•arios experimentos que han practicado algunos agrónomos estrangeros, notables por su saber y por la · veracidad de sus asertos, parece resultar que la humedad es la causa determinante que mas poderosamente La contribuido á la alteracion de la patata. .Mr. Des Elangs, persuadido de esta verdad por las rrpetidas observaciones qoe ha hecho acerca del cultivo de rste vP.getal, in::dica un medio bastante sencillo para combatir la disposiciou á padecer el mal ó enfermedad do que tratamos. Consiste el método en plantar lan solo los tubérculos que sean perfectamente sanos, y hacerlo en tiempo seco y en una tierra ligera, muy removida y enjuta: escoger un suelo apartado de cuanto pueda comun:carle la humedad, como son los árholfls y las plantaciones de cualquiera especie, ó á lo menos elegir un terreno con esposicion al mediodía

de estas plantaciones: procurar que ha)'ª la suficiente distancia de una planta á otra para que el aire pueda circular libremente : l1acer quti la escarda y otras labores de conservacion sean frecuentes y bien dirigidas, con el objeto de mantener removida la tierra al pro·pio tiempo que limpia-de plantas estrañas que suelen crecer entre los espacios que deja la patata : cortar con cuidado las hojas y los tallos muertos 6 agostados á la mitad de su elevacion, ó en parle mas baja aun cuando sean muy elevados: escoger· las variedades de hojas lisas que retienen el a gua menos que las vellosas; y- en una palabra, apartar todas las causas de humedad que puedan atacár á los tubérculos. Estos deben almacenarse enteramente enjutos, dejándolos en el campo si la sequedad del tiempo lo permite para propor ionarles esta circunstaricia; y si el tiempo es llmioso y húmedo, mantenerlos por algunos dias debajo de un cobertizo de la casa, evitando por último tenerlos reunidos en grandes montones hasta que se hallen completamente secos.

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MÉTODO PARA PREVENIR QUE EL TRIGO SE ESCALDE Ó PO rGA VANO, ú SEA ACORDELAR LA.S MIESES.

Epígrafe algo raro parecerá este á nues- J ranzas que el labrador concibe cuando ya se lros lectores; es sin embargo el mas ade- acerca la recoleccion de sus trigos. Preséntase en las mieses la mayor parte cuado á una operacion agrícola poco usada 1mtre nosotros , y que no obstante evita el de los años , al esta1· cercanas á la siega , que se vean frustradas las fundadas espe- una enfermedad temible conocida por · los


-80 prácticos con el nombre de trigo escaldado ó vano, causada por la repenlina aparicion del ~ol cali-ente del verano sobre los ca-mp_os cuhiertos aur:i de rocío. El célebre agrónomo írancés Olivier de Serres. describió un medio muy sencillo para librarnos de este azote. Podríasenos echar en cara rio ser mas que un ingenioso descubrimiento , si no estuhiese sancionado, despues de lanlos años, por el testimonio irrecusable de la experiencia en el .vecino reino de Francia. Iníluye tanto el pre servalivo, aun despues de molido el lrigo, que los horneros conocen á primera vista la mejor calidad de su harina pagándola á mayor precio, y remunerando as\ al propietario que ba sabido ¡.,oner en práctica las indicaciones dadas por lo hombres observadores. lié aquí el método. Durante los úllfmos ocho dias que preceden á la madurez del lrigo, todas las mañanas una hora antes de salir el sol, si el viento de la. noche no ha sacudido ya el roclo de las espigas, la gente que el labrador tuviese d isponible, aunque sean mujeres y niños, cogiendo

Pipirigallo gigante.

Desde el añode ·1831, y bajo el nombre expresado, se cultiva esta nueva variedad en la Gran-Bretaña, en donde actualmente se baila muy exlendida, proporcionando grandes ventajas á fos cullivadores. El pipirigallo gig,;mte crece mucho roas que el coro.un, esle no dá mas que una buena cosecha en la primavera y un escaso retoño poco antes del invierno: el nuevo pipirigallo dá en un año tres buenas cosechas-, casi iguales entre sí, de suerte que sus productos son incomparablemente mucho ma:y ores que los de la variedad comun. El pipirigallo gigante se siembra en la primavera bastante claro, empleando como unos diez celemines de semilla en cada fanega de tierra; puede sembrarrn solo ó mezclado con alguno d~ los cereal~, pues-to qne hasta el segundo ano no llega a su completo desarrollo; y sien-

una caií'ls ó cuerdas larg.is, · elevándolas bien tirantes á la .iltura de las espigas, marcharán paralelamente unos á otros, quien por los lindes del campo y quien por los surcos de desa- . güe ó que ha dejado la ~iembra, haciendo encorbar con el roce de la cuerda todas las espigas colocadas en lo alto de la paja. Tan ligero sacudimie11to basta para hacer caer las golas de rocío pendientes de las arista , y esta humedad que evaporada por medio del calor del sol habría sido dafiosa al grano que cercaba, caida al pié de la planta % transforma en un riego que favorece los úllimos esfuerzos de la vegelacion. Lo, labradores mismos confiesan la venlr1ja de este método y reconocf'n la supPrioridad del grano preservado, siendo si se quiere insignificante el gasto que se ocasiona. Dos muchachos en un escaso cuarto de hora pueden acot·del.ir un campo de una fonpga de sembradura, y ganar e el propietario de este modo, como con una especie de jurgo, unas.uma de dinero no despreciable.

do el terreno á propósito, ~e conserva en buena produccion por mucho tiempo. Esta nueva variedad de pipirigallo, cuyas raíces profundizan menos que las del comun, prospera ha.,la en las lierras de guijo menudo y poco profundas en que no viene bien el pipirigallo comun; y tiene además la ventaja de que sus tallos, aunque huecos interiormente, son muy gruesos y siempre tiernos, aun cuando havan producido semillas. • (Dd Boletin oficial del Ministerio de Comercio.}

ERRAT.\. IMPORTANTE. En el número anterior , página :\3 , línea 33 , donde dice mezcla de tiestos, léase mezcla ele tier•

ras.


GEOGRAFÍA V~GETAL óBOTANICA. ARTÍCULO PRIMERO. El hombre • colocaJo en medio de las obras de la creacion, y dotado de todos los . recursos que pueden dar mayor estension á su ser, no se limita á admirarlas simplemente cuando el conjunto dP. tantas maravillas le invitan á su estudio·. Por difícil que este parezca en un gran número de ellas, ·no sucederá así con el de las · plaotas que aparecen sobre la faz de la tierra , y que nos convidao á las mas de.liciosas contemplacio ... ncs por la variedad de sus formas • por la _mezcla de sus colores y por la dulce emanacion de sus perfumes. Todos los hombres , sin escepcion , gozan de este hermoso espectáculo, cuyos cuadros ha trazado un pincel divino; pero el hom bre ilust-rado por la observar.ion es el único que puede admirarlo en toda su plenitud é in,•estigar su armoniosa formacion. El autor de la naturaleza no ha querido limitarse á decorar ~I globo que pisamos con todo el lujo do una brillante vegetacion; sino que quiso nriarla en cada localidad diversificando las formas al infinito , ya sea en la disposicion de su conjunto, ya en la grandeza ó pequeñez de los individuos, ya en fin en la concordancia y enlace de !odas sus partes . Por mas que las plantas se nos presenten en toda la superficie de la tierra en un estado de confusion apnrente, el hombre observador conocerá desde luego que no han sido cebadas á la casualidad • y que la hermosura de los sitios y los graciosos panoramas desaparecerían si invirtiésemos el órdcn que les ha dado la naturalezn, La vcgetaoion aparece diferente en to-las .sus parles )' e,s siempre reliitivu. al lutar que

debe embellecer . De esta m:¡nera la naturaleza no ha olvidado lugar alguno, si esceptuamos las arenas ardientes <lel desierto , viendo cambiar al propio tiempo las masas de las plantas en cada situ!}cion y temperalu~a. Pero estas diferencias que son tan notables entre las plant11s de un mismo país, las hallamos mayores aun á medida que avanzamos de Mediodía á Norte, de Levante á Poniente , ó que recorremos los áridos desierlos del Africa , las vastas llanuras del Asia ó las numerosas is.las de la Améric.i. Para formarnos una cabal ide<! de la riqueza y de la magestuosa armonía que nos presenta la · vegetacion . es preciso observarla en su lugar nativo. donde la mano del hombre no intervino todavía. Creemos que no puede perfeccionarse el cuadro que nos hemos propuesto bosquejar, despues de las vistosas pinceladas con que lo a<lornan algunos célebres naturalistas • como M r. de HumbolJt y otros: y juzgamos que para dar una idea de la geografía botánica ó vegetal , será lo mas acertado estractar libremente , e-0mo lo hacemos, las bellas páginas que nos han dejado escritas algunos sabios viajeros . Es, dice Mr. de Humboldt, bajo l~s rayos ardientes del sol de la zona tórrida donde S9 desplieg:in las formas mas m11gestuosas de los vegetales. En lugar <le esos líquenes y espesos musgos que en los clima~ fríos tlel Nol'le visten la corteza de los árboles , eñ los trópicos la olorosa ,,ainilla y otras plantas de igual mérito animan el tronco dd anacardio y de la biguera gigante. Por todas partes se confundr.n el agradabl~ verdor de un variado follnjc y los vistosos colorns de las corolas mas diferentes; de 6


82 manera que en me<lio de esta inmensidad de flores y de frutos , en medio de esta vegetacíon lan rica y de esta confusíon de plantas trepadoras, el naturalista puede apenas distinguir á qué tallo ó á qué árbol pertenecen las hojas y las flores. En la zona tórrida las plantas son mas abundantes en jugos. do un verde mas hermoso y adornadas de hojas mas grandes y vistosas que en los climas del Norte. Los vegetales que viven en sociedad y que hacen tan monótonos los campos de la Europa, fallan casi enteramente en las regiones del Ecuador. Arboles, dos veces mas altos que nuestras encinas, se engalanan con flores tan grandes y hermosas como nuestros lí1·ios; y es muy comun ver en las orillas sombrías de las riberas de la Madalena , en la América meridional , una aristoloquia trepadora cuyas flores tienen cuatro píes de circunferencia. La é,llura prodigiosa á que bajo los trópicos se elevan ciertas plantas, no solamente en montañas aisladas, sino en comarcas-enteras, á la par · que la temprratura fria de esta eslacion, proporcionan á los l1abitantes de la zona tórrida un punto de vista tan ~xtraordinario como sorprendente. Además los grupos de palmeras y de plátanos, que vegetan allá con abundancia, toman formas tan gigan lcscas que se parecen á los vegeta les robustos de las regiones del Norte. l .os ciprcces, los obelos, los alisos y las encinas, cuyos árboles se asemejan mucho á los de nuestros países, cubren magestuosamente los distrit-0s montañosos del Mediodía de Méjico y las cordilleras de los Andes, bajo el EcuaJm·. En estas regiones es permitido al hombre admirar , sin salir de su na tal suelo, to -das las formas <le los vegetales esparcidos por la superfide del globo, y fijar su vista en esa bóveda celeste que se estienéle de uno á otro polo, sin que se le oculte ninguno de esos mundos que á millares resplandecen en eJla. Estas fruiciones naturales, y otra mu!-

tilud innumerable que podríamos añadir, las desconoce11. enteramente los pueblos del Norte. Grupos inmensos de vegetales se presentan allí bajo formas las mas graciosas, como las palmeras, los oananos, ciertas gramíneas y el helecho arborescente, cuyo follagc tan prímorosumente recortado, es desconocido á todos los restantes moradores del globo. Las plantas débiles y enfermizas qu'e cuidamos en nuestros invernaderos, no pueden ofrecernos mas que una imágen pálida de la magestad de la vegetacion en la zona tórrida. Al que sP.pa reunir y colocar el cuadro uniforme de la naturaleza bajo un solo punlo de vista, y hacer abstraccíon de los fenómenos locales, le será permitido observar que desde cualquiera de los polos hasta el Ecuador, y á tiempo que aumenta el calor vivificante, aumentan lambien gradualmente la fuerza orgánica y la vida. Pero en el curso progresivo de este acrecentamiento, cada zona, cada localidad ofrece sus bellezas particulares. En los climas de los trópicos, vemos reunida á la diversidad de las formas la magnitud de los vegetales : en los del Norte, el aspeclo alegre de las praderas corresponde al cambio periódico de la naturaleza apenas . sopla el suave céfiro de la primavera; y asi como á cada uno de los individuos organizados les reconocemos una fisonomía delerminada, podemos distinguir lambieu una fisonomía natural que conviene esclusivamente á cada zona. Especies de plantas semejantes, tales como los pinos y las encinas, coronan elegantemente l~s montañas de Suecia, así como decoran con magestad la parte meridional de Méjico. Sin embargo, á pesar de esla correspondencia Je formas y de esta semejanza de contornos parciales, el conjunto de sus grupos ofrece un carácter entenmenlé dislinto. · El grandor y el desarrollo de los órganos en las plantas dependen de la benignidad del clima. En la imposibilidad en que nos


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hallamos de poder retrntar completamente nos: el Lallo tle estos es por lo comun mas bajo, mas suculento, casi herbáceo y coro .... las plantas de la América, copiaremos los nado de unas hojas de tejido flojo: con una caractéres que han trazado algunos naturalistas de los grupos mas notah,les, empezannervacion delicada y reluciente como la seda. do por las palmeras. Los bosques de plátanos forman el encanto Entre todos los vegetales , las palmeras de los países húmedos, y desde la infancia son las que ofrecen una forma mas grandiode:la civilizacion reposa en sus frutos:Ia subsa y noble, por cuya razon los habitantes sistencia de todos los~ habilantes do_ i'os tróde aquellos climas les han adjudicado el prepicos. Si los campos vastos y monótono s mio de la ~ermosura. Sus tallos , tan elevaque cubren lo; cereales que cultivamos en dos como atrevidos , y algunas veces guarlas comarcas septentrionules embellecen ponecidos de punzantes espinas, terminan en co el cuadro de la naturaleza , en los trópiun follage brillante y alado ó dispuesto ~n cos al contrario las muchas planlacioncs de forma de abanico. Se eleva generalmente plátanos .( cuyas formas son las mas graciohasta ciento ochenla piés, observándose que sas y magníficas, ostentan á sus habitantes la magnitud y la hermorura de las palmeuna risueña perspectiva. l'as disminuyen á medida que se alejan del Las hojas.figeramente aladas <le la mimoEcuador y se acercan á las zonas templadas. sa, de la acacia, de la gleditcia y otras, tienen Uno de los caractéres que mas encanta en una formafque P-s muy comun en los vegeeste vegetal, y cuyo aspecto varía agradabletales que crecen entr.c los trópicos. Estas mente, es el de la <lireccion de las hojas. pfantas .que se crian en grandes grupos en la Los foliolos muy unmdos y aproximados de zona tórrida, viven tambien en los Estadosla palmera y el cocotero producen vistosos Unidos de la América, dontle la vrgetacion .r eflejos de luz en la ca.ra superior .de sus es mas variada y m11s vigorosa que en Euhojas, que son de un .eolor mate y ceniciento ropa, aunque sea en igual grado de latitud . .en el primero, y de un verde agradable en El azulado firmamento de la zona tórrida ,el segundo. ¡ Qué aspecto tan diferente ha- que se deja ver al través del delicado follaje Jlamos e,ntre las ojas colgantes <le la palmera de aquellos soherbins vegetales , produce á .de cobija en el Orinoco y las del cocotero, la vista del hombre un efecto extremadacon las ramas del jagúa y el pirijao q'ue se mente pintoresco. remontan atrevidas hasta el cielo ! Los cactos y otras pl<rnlas semejantes son La natur,ale.za ha prodigado touas las be- harto comunes en la América. Son tambien llezas á la palmera jagúa que corona las ro- diferentes las form::ts con que s<1 presentan, .cas granít.icas de las cataratas del Aturés y siendo la mas frecuente ofrecerse bajo una del Mafpures, S.)ls tallos altos y lisos adquie- figura esférica ó articulada. Sus tallos acaren una elevacic,m de ciento sesenta á cien to nalados se elevan á la manera de los cañosetenta piés; de manera que valiéndonos de nes de un órgano, formando largas cvlumla espresion de Bernardino de Saint-Pierre, nas que les dán un aspecto caprichoso y tal se elevan en forma de pórtico sobre los bos- vez estravagante. Este grupo produce con su q~es. Esta cima aerea contrasta de un modo porte esterior el efecto mas chocante, y consorprendente con el espeso follaje del ceiba, trasta con el de las plantas liliaceas y con con los laureles mel.ancólicos y con otros ár- los plátanos que tanto abundan en estas rebol~~ que la rodean. giones, y que forman part13 d!l las pfontas En todas las partes del mundo , la forma que Bernardino de Saint-Pierre llama ve., ~ las paln:ieros se junta á la de los plúta ~ r getales del des.ierlo.


- · 81 En las áridns llanuras de lá América del se ocultan debajo de una espala ó ·caliz pa'l' ~ur, ilonde ét ngua falta casi eMeramenle , ticular, pertenecen mas bien al nuevo que al los animales, acosados por una sed devorado- antiguo continente. ra, buscan con afan el melacaclus, cuyo veA esta forma de las aroides se añaden getal esférico, medio cubierto de arena y guar- las plantas enredaderas, tales como la pau<lado por espinas temibles, ofrece un licor llinia, la banistéria, la bignonia, y otras que suave y refrescante que se segrega en abun- en las regiones mas calientes de la América clancia por algunos de st1:, órganos. meridional son de un Yigor not.able. Nuestro Mientras que los cactos habitan dispersos lupulo sarmentoso y nuestra vi-el pueden daren el desierto donde falta toda otra vegeta- no.s una idea de la figura elegante de los rion; mientras quP. las orquídeas en la zoná grupos que forman aquellos vegetales. En lúrrida decoran las hendiduras de las rocas las orillas del Orinoco , las ramas desnudas salva ges y de los troncos do los árholes en- de la bauhinia tienen comunmente cuarenta negrecidos por el esceso del calor, las vaini- piés de longitud , y las vemos soltarse unas llas diferentes se distingu en por sus hojas de veces perpendicularmente desde la elevada un color verde claro y llenas de jugo , y por cima del caoba, y tenderse otras diagonalsus flores en forma de penacho y de colores mente de uno á otro árbol á la manera qu~ esquisitos. Estas flores se parecen á un in- lo hacen las cuerdas de una embarcacioo. Los aloes de diferentes colores que consecto alado, ó mrjor dicho á est1 pequeño pajarito que se deleita con el suave perfume trastan con las flexibles enredaderas, son <le los nectarios. La vida dilatada de un pin- muy abundantes en aquellas comarcas arlor no basta•ría seguramente :j trazar los be- dientes . Sus tallos , cuando los tienen, son 11 os cuadros de esas orquideas magníficas casi sin divisione; , ofrecen nudos aproxique adornan los \·al les profundos de los An- mados que remedan la figura de una serpiente, y los vemos coronados de hojas sudes en el Perú. Los pinos , la tuya y el ciprés pertenecen culentas y carnosas que terminan en una á una forma septentrional, que es poco co- larga punta con rayos tambien aproximados. m un en la zona tórrida- Cubiertos de un Los aloes de tallo elevado no forman gruH:rdor alegre y continuo embellecen los lu- pos como las plantas so.ciales; antes al congares qne el crudo invierno ha entristecido , trario, crecen aislados entre las áridas llay anuncian al propio tiempo á los pueblos nuras, é imprimen á aquellas regiones del ,·ccinos de los polos, que en el momento mis- trópico un carácter particular de melancolía. mo en que las nieves y las borrascas cubren - Una aridez notable y la inamovilidad mas trisla tierra y amenazan destruir los seres orga- te caracterizan la forma de estos aloe,, nizados, la vida interior de las plantas , á la así como una juguetona ligereza y un~ manera que el fuego de Promeleo, :no se es- suave flexibilidad distinguen á las gramíneas y particularmente á las de porte arborescenLingue jamás en nuestro planeta. Los musgos y Jos , líquenes en nuestros te. Bosqu ecillos de mas 6 menos estension, climas septentrionales , y las aroides en los formados por la caña bambú, constituyen trópicos , son parásitos como las orquideas , en las dos indias pasP.Os sombríos y solita:. y como ellas_cubren tambien los troncos de rios . El tallo liso y flotante de las gramíneas los árboles , iejos. Sus fallos son carnosos y en los trópicos sobresale por lo comun á fa herbáceos , de hojns oblongas ó en forma de elevacion do nuestros alisos y de nuestras dedos , y co,nslantemente con una nervacion encinas . No es menos nol:ile ciertamente el porte ·pronunciada , Estos vegetales , cuyas flores


- · 8 0· óe los helechos eil eslas ardienles comarcas de la tierra. E! helecho arborescente , cuya elevacion es casi siempre de treinta y cinco piés, se parece á las palme-ras , aun cuando su tronco -es menos acanalado , mas áspero y contraído. Su follage delicado y <le una te-xtura floja es trasparente á la luz y dentado ligeramente en sus bordes . Estos helechos igigantes puede decirse que son casi esclusiYamente indígenos de la zona tórrida ; pero prefieren sin embargo á su extremado calor un clima menos ardiente. Siendo la baja de Ja temperatura una consecuencia natural de la elevacion del suelo ·, podemos considerar

como · un resguardo para- los lielec;hot las montañas que se remontan magestuosas á dos ó tres mil piés sobre el nivel del mar. El helecho de tallo elevado acompaña en la América meridional al árbol benéfico, cuya corteza es un eficaz remedio para las cale~turas, y á la que tantos pueblos deben su sa • lud y su ,·ida. la presencia de estos dos vegetales, cuyo sustento comparten esos mismos pueblos con generosa armonía, revela toda la magnificencia de aquella afortunada region, do reina de continuo una encantadora y benigna primav.era _

DISTFIBUt:tON DE PASTOS PARA EL GANADO~ Antes de la inlrouuccion, toda vía 11 od erna, de los prados artificiales, los pastos, bajo sus d_os denominaciones de praderas y de dehesas, formaban la base de la agricultura en Europa . No podiu preferÍl'se á este ningun otro sistema mas ventajoso en todas.las épocas en que la falta de brazos para la labranza no permite dedicarse á un estenso cultivo ; hallándose en un medio tan sencillo una compensacion suficiente á los escasos in te reses que empleaba el labrador. Esta práctica fué dando los mejores resultados mientras la poblacion era reducida; pero hoy las prad eras y las dehesas han perdido grnn parte do su irn portanria, habiéndolas reemplazado con ventaja asombrosa los prados artificiales, porque con su auxilio ¡.iodernos prometernos alim entar mayor número de reses en un espacio- de teneno determinado . Otro dia nos ocuparémos de las inm ensas ventajas que los prados artificiales tienen so0f e los naturales, y nos limitarémos .1 de -

mostrar en este artículo las reglas que de-hemos observar para el apacentamiento, d~t ganado en las praderas y en las dehesas. Para plantear la cuestion en su verdadero terreno se,_ntarémos las dos proposioiones si• guientes, sabiamente explicadas por un agré • nomo muy disbinguido. 1. ª ¿ Cuales son los pastos que mejor convienen á los diversos géneros de ganado ? 2.ª ¿Cómo , á qu é época, y en qué pro.porciones conviene repartir los pastos á las reses ? El ganado 1.1acuno es entre todos el que.menos daños causa á los prados, porque corta la yerba á cierta elevacion sin arrancarla jamás : por lo mismo destinarémos para las vacas, bueyes y terneras las praderas ma1; fecundas y de mejores calidades. Se ha creí-do que los pastos mas jóvenes son generalmente los mas adecu ados al estado del ganad ,, de poca edad , en razon de que las yerbn:1 fr escas producen mas carne que gordura .


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Los p,1stos duros y viejos , en los que la venieule añadirnos el continuo pisoteo del yerba ha adquirido mnyor canti.dad de sus- caballo, cuyos perniciosos efectos los detancia alimenticia, y cuyos jugos son menos muestra la sola forma do sus piés , no nos aguanosos, mas elaborados y dispuestos á la admirarémos que ya antiguamente se miasimilacion, convienen por el contrario á Jos rase con gran respeto el qne apacentase el · animales adultos, porque producen un pronJ ganado caballar en las dehesas fértiles y de to ccbamiénto, principalmente para los que suelo flojo. En este sentido, pues , los passe destinan al matndero. Pero debemos dar tos que mejor convendrán al caballo no serán estos pastos con bastante sobriedad al ganado los de las dehesas extremadamente áridas, á ql!e destinamos á el trabajo, porque nos in- las que aprovechan mal los abonos estimuteresa maÍ1Lenei·lo en un estado rnediu entre lantes, ni tampoco las de suelos bajos y panel enflaquecimiento y la obesidad, cuyos ex- tanosos, cuya humedad dispone el terreno á tremos son de temer igualmente. ahondarse con el pisoteo del ganado. Se ha observado tambien que las yerbas El ganado lanar corta la yerba mas á la <le los prados bajos y húmedos son me- superficie del suelo que el caballo, llegando nos á proR_ósito para engordar los bueyes; á arrancarÍa por un movimiento propio de pero que en su defecto aumentan á ·las vacas su cabeza cuando las plantas no han desplela canti<lad de la leche, y que debemos des- gado aun todas sus raíces : por esta razon tinarlas con preferencia á este objeto siem- evitarémos apacentar las ovejas en prados pre que lo permitan las circunstancias. Las nuevamenh:i construidos, por los males qu~ praderas y las dehesas radicadas en terrenos ocasionan. En muchos países, y notable~ elevados, con buena ventilacion y suficiente mente en algunas comarcas de nuestros piluz, son menos idóneas para el cebamiento rineos orientales, como en los puntos de Sety para la lechería, qu3 los bajos, cercados y casos., Nuria y otros pueblos, cuando el ganado sale de sus cuarteles de invierno, é pantanosos. La experiencia ha acreditado asimismo con in vade los prados y las dehesas , acostumprúebas muy repetidas, que los pastos de bran los propietarios formar rediles en los los sue1os cénagosos , encharcados y abun- terrenos que se destinan para el cuttivo en el dantes en yerbas gruesas favorecen mucho año siguiente, de cuya manera aprovechan la parte caseosa de la leche, siendo muy á el abono cuantioso que se utiliza· permanepropósito para la fabricacion del queso; pe- ciendo encerrado el ganado, al mismo tiemro la parte de la manteca se resiente <le es- po que la distribucion de los pasto~ se sujeta tas cualidades, siendo mas propia para esta á un método económico y provechoso. La cabra es entre todos los herbívoros el la yerba robusta, sana y bien nutrida. En fin, dilatados experimentos han confirmado animal menos delicado en 6rden á sus pastos, tambien que la manteca se conserva por mas al paso que debemos considerarlo como el · tiempo en estado de mayor consistencia , mas andorrero y deslrnclor. Se-contenta en cuando las vacas han sido apacentadas en la necesidad con pastos duros y gruesos , como los que vegetan entre peñascos y ma<lehesas añejas, fértiles y poco abonadas. El ganado caballar apacenta la yerba algo lezas; pero obsérvase que en su gusto y samas corta que el buey. Sus excrementos, que bor elige otros muy preciosos, obligándonos son fuertemente alcalinos, dañan las plantás á tener la mas esquisita vigilancia en nuescon que se ponen en contacto, si no tomamos tras viñas y plantaciones. Es harto frecuente apacentar confundidos ,Ja precaucion de diseminarlos luego de haberlos excretado el animal. Si á este incon- en una misma pradera animales diferentes.

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Esta práctica es sobradamente perjudicial, en atencion á que cada especie corta la yerba de un modo distinto, de lo que resulta que unas reses se dañan á las otras, inutilizando esta.o las plantas que son sabrosas par& aquellas y vice-versa: á mas de que apacentándose en tropel los ganados, se mortifican los unos á los otros y se privan mútuamente del alimento que mejor les conviene. Por esta razon será muy preferible apacentarlos sucesivamente, y aun ofrecerá ventaja tenerlos sujetos en -el redil. Los holandeses han hecho sobre este método ex¡rnrimentos infinitos que nos ofrecen ejemplos dignos de imitacion. Los labradores del indicado país hacen pastar las yerbas de los prados y <le las dehesas primeramente á las vacas y á los bueyes: les suceden luego los caballos, en el caso que la naturaleza del terreno lo permita , viniendo en seguida las ovejas. Estas tres especies de ganado, como que cada uua de ellas corta la yerba á distancias diferentes, utilizan la vegetacion basta lo mas mínimo;· pero aun se suced.en lüego las manadas de cerdos que desentierran y destruyen las raíces carnosas ó tuberculosas de las malas yerbas , con que se alimentan. Esta práctica se presenta á prirMra vista como perjudi-cial, porque hocicando el cerdo con fuerza, ha de destruir y mutilar las raíces de las plantas que forman la pradera ; pero el mal no será -de trascendencia, si procuramos rastrillar luego el terreno, á fin de que agarren otra vez las plantas gramíne;is que constituyen la . dehesa. Hasta aquí lo que concierneá la primera proposicion. Por lo que mira á la segunda dirémos , que seria múy difícil indicar, ni aun aproximadamente, el número de animales de cada especie que conviene apacentar en un terreno determinado, porque esto depende de su fertilidad , dP. la estacion, y de lamayor ó menor cantidad del alimento que se -:lá al ganado durante su permanencia en el : corral. Lo que podemos decir solamente es ,

que si el pasto no es suficiente para la can~ tidad de reses que se apacentan ,- los animales roen las plantas hasta el cmillo de las raíces, y á menudo las arrancan de cuajo. Al contrario sucederá si el número de ganado es reducido, en cuyo caso bollan con sus piés el suelo, desperdician tanta yerba como es la cantidad que comen y rehusan las plantas que menos les acomodan , las cuales por consiguienfo se mu-ltiplican mas fácil!' mente. Uno de los medios mas ventajosos de evi-- .. tar los inconvenientes diversos que )'emitan de la dispersion de los anímales , por lo que mira al número de estos con 1;elacion á la • cantidad de los pastos, será el de dividir la pradera en partes iguales, y limitar la superficie que han de recorrer los propios anima les. Esto se consig.l)e atándolos á ULlll cuer- da, cuya longitud se halle lnmbien en relacion con la cantidad de yerba que necesita la bestia , procurando sujeta1' el otro cxlre- mo ·de dicha cuerda á una estaca colocada en ._ lugar oportuno, la cual se cambiará cada dia , de punto segun las necesidades del animal. : De esta manera se consigue alimentar abundantemente el ganado sin malograr cantidad alguna de forraje, porque entonces lo come en porcion determinada, y se logra al mismo tiempo distribuir 6 recoger con ven- taja los excrementos, segun mejor convenga al propietario. Pero este método, al que desde luego -lo' •. reconocemos grandes ventajas) 110 permite practicarse cuando se trata de un reuaño considerable; por cuya razon lo practicarémos solamente en los casos que tengamos qµ.e alimentar un cortísi.mo número de reses, ó bien cuando las apace~tamos eu prados pequeños y poco abundantes en yerba. Por lo demás, el uso de los rediles ha.naci~~ do de esta práctica, y los recomendamos á nuestrns lectores como uno de los medios mas ventajosos para el objeto de que no hemos ocupado.


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NUEVO SISTE~IA DE CUL'flVO Ú'flL É INTERESANTE.

l'ara poder compfac_er á los SS. suscrito tes que nos favorecen con sus luces. relirnmos con gusto parte de los materiales que· la Redaccion tenia preparados para este númJJro, con el fin de poder dar cabida. á dos remitidos, S('.lguros, como estamos, que nues. tros lectores les dispensarán favorable acogida. El que publicamos á conlinuacion , obra de D. Javier Subirá Iglesias, interesa bajo muchos puntos de vista, porque contribuye á resolver uno de los principalP,S principios de la economia rural. El escrito del Sr. Subirá c9mprende tm nuevo sistema de .rotacion que aplicado, co-' mó trata de hacer!.o, en algunos puntos de la alta Cataluña producirá felices resultados, y esperamos que á su ejemplo lo adoptarán los propiétarios. Séanos sin embargo permitido decir , que si bien este sistema, mirado bajo un punto de vista general , no puede admitirse como el mas ventajoso, es no obstante uno de los mas económicos r¡ue pueden combinarse, porqu~ con pocos gastos ofrece resultados relativamente importantes , con especialidad en los países en que la falta d~ brazos y la escasez de fondos no permiten alternaciones mas lucrativas. Adem.ís, el Sr. Subirá Iglesias indica haber tenido presente, al escribir su remitido, el importante principio de Id localidad, sobre el que descansan especialmente las utilísimas aplicaciones de la economía rural. En efocto. el sistema de rotacion que nos ofrece estfl distinguido agricultor se halla tan sabiamente combinado para el país don<le intenta practicar Jo, que tal vez no pue<le tener mejora. Se trata de introducirlo en una comarca don<le los cerea les no pueden tener estima por la costosa

estraccion de sus frutos, mientras que el dasarrollo y fomento de los prados artificiales y los cuidados de la ganadería podrán proporcionar productos cuantiosos, por los pocos gastos que ocasionan las re~es en su conduccion al mercado. Esta es la razon, á la que desde luego suscribimos, del por qué en el nuevo método de cultivo que transcribimos, las plantas de pasto tienen preferencia so~re los cereales, como mecl io de alimentar y cebar crecidas caotidades de ganado que darán al prnpietario resultados mas ventajosos que las cosechas del trigo y demas cereales. , Omitimos estendernos mas sobre este punto, ya que el comunicante no ha olvidado en su siguiente escrito cuantas indicaciones pueden. hacerlo interesante. « Sr. llireclor del periódico El Cultivador.»

« Muy Sr. mio y de mi mayo~ aprecio: cumpliendo con lo que le prornetí en mi anterior, tengo el gusto de incluirle el nuevo sistema de cultivo que voy á poner en planta, seguro de las inmensas ,·enlajas que tiene s.obr.o el antiguo ó el que comunmente se sigue en casi todo el principado; cuyo sistema, si á V. le parece bien, agradeeeria lo apoyase . por medio de su apreciable periódico.» « Estoy moralmente convencido que del mismo modo qne en Ali;mania , Bélgica y otras naciones ha mejorado dicho sistema la suerte del país, podrá realzar tarnbien nuestra abatida agricultura. poniéndola al nivel · de la de aquellos pueblos, pues que atacando el mal en su orígen, necesariamente ha de producir los felices resultados que nos pro·• ponemos. n « Me alc3rariu infiuilo que este sistema


mereciese la áprobacion de V., para que por su medio y con el favor de otra infinidad ele mejoras de que es susceptible el estado de nuestros campos , pudiésemos ilustra1· á los labradores , por desgracia harto rutineros y algun tanto ignorantes en la generalidad.» « Ruego á V. me disimule si soy algo difuso, porque se trata de una cuestionen que hay mucho que hablar : procuraré sin embargo ser lo mas breve posible. » « V. sabe mejor que yo, que en la mayor parte de Cataluña, sobre todo en los puntos distantes de grandes poblaciones, se tienen divididas las tierras de cultivo en dos mitades para sembrarlas alternativamente, quedando una mitad en descanso todos los años, por aquella razon tonta de que la tierra como los hombres necesita descan.;o. El orgullo de los labradores , por otra parte, contribuye á fomentar el mal, y lo fundan en decir yo siembro cincuenta, ciento y mas cuarteras de trigo, sin tener en coosideracion ni las labores ni el poco abono de que pueden disponer. De manera que por la falta de estos dos poderosos agentes , los sembrados producen generalmente la mezquindad de cinco por uno, aunque en algunos países llega basto el diez. Y cu,rndo la reproduccion de una planta es inmensa, ¿ hemos de ser meros espectadores de resultados tan miserables?» « Examinadas las causas de este mal, fácilmente las podemos ver, como dejo dicho, en la falla de abonos y de profundas lubores, pues que se contentan, ó mejor dicho se ven privados los agricultores de poder dar comunmente mas de una labor antes de sembrar, y de esparcir la cantidad ·de estiércol que necesita la tierra; de lo que se sigue que las plantas no puedan desarrollarse completamente, y que al llegar á la siega, la mayor parte, sino han muerto de miseria, dan por lo menos un fruto muy escaso.» « Corrigiendo estos defectos es indudable -que obtendrémos resultados pingües y cose -

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chas abundantes , siendo esto lo que me he propuesto lograr con el indicado NUEVO SISTEMA.

<< Divido las tierras de cultivo en tres, cuatro 6 cincQ trozos, segun sea mayor ó menor su astcnsion. Supongamos que sean tres: siembro este año, por ejemplo , trigo ú ·otra planta gramínea con la esparceta en el trozo n. 0 1. 0 : el año siguiente hago lo mismo en el de n. 0 2. 0 ; y el tercer año verifico igual siembra en el de n. 0 3. 0 El resultado clel cuarto año, en que ya queda establecida la r0tacion , será el que sigue : sacar una cosecha del trozo l'l. 0 3. 0 , dar un corte á la esparceta del n. 0 2. 0 , que será de primer año, y sacar la esparceta del n. 0 1. 0 que será de 2. 0 año, desmontándolo en -seguida, y preparando el terreno para recibir el trigo con la esparceta á fin de continuar la rotac10n. » « Hecha esta Jistribucion obtengo los resultados siguientes: 1. 0 que no me queda un solo palmo de tierra en descanso, y desde mediados á últimos de mayo en que se desmonta la esparceta , hay, hasta la época de sembrar, el bastante intervalo para preparar el terreno con las labores convenientes. 2. 0 Que aun cuando disminuyo en un tercio la siembra de cereales, como los otros dos tercios de tie-rra podrán ser labradas cuatro , y cinco veces, y se les podrá echar el estiércol en abundancia, producirán· en lugar del cinco has.ta diez por uno , el treinta y cuarenta : eslo ya me lo conceden los payeses ó labradores mas rutinarios, y vulgar• mente se dice que vale mas palmo que cana (1): y 3. 0 que como de !os dos tercios restantes de la tierra sacaré una copiosa cosecha de yerba , podré con ella criar gran cantidad de ganado , el que no solo me dará las ganancias que en el comercio puede prometer,

{ l) Cana-medida usada en Calaluiía-eqttivale á dos varas castellanas próximamente-.


sjno que !lle proporcionará grandes cantidades de estiércol, destinado todo al terci~ de tierra que se cultiva. » ce Ahí tiene V. las razones poderosas que pie obligan, despues de un pequeño ensayo, á establecer ya _este año la rotacio_p que dejo indicada , basada en la esparceta, y no en el trebol , alfalfa , pimpinela ni otras de las muchas plantas destinadas á prados artificiales, porque tengo esperimentado que nin.guna de estas reune las inmensas vontajas de aquella; pues no solo vegeta con lozanía en cualquier terreno por malo que sea, sino .que .por medio de la sabia azucarada que sus ~·aíces dejan depositada en la capa vegetal. y á beneficio de infinidad d11 hojas é. insectos muertos que quedan en la superficie, esa misma tierra de mala calidad llega á producir abundantes cosechas de trigo. Esto lo .experimenté con admiracion de todos los labradores del pueblo de san Roman en la Con• ca de Tremp, los cuales al ver que se recogia grande cantidad de trigo en un terreno que no babia podido nunca ser sembrado sino de lo que se llama espelta, se entusiasmaron en términos que en _la actualidad se .encuentran hermosos prados artificiales cuyos benéficos resullados empiezan á palpar, mejorando las razas del ganado vacuno que antes, por falta de alimentoS: ó forrajes, se les moria de hambre en el invierno.>> « Mas volvamos tí la cuestion de que observo haberme SP-parado algun tanto. i> « He dicho que la esparceta mejora las tierras preparándolas para buenas cosechas de cereales; pero ba de advertirse además, que es comida con avidez por toda clase de ganarlo , basta por los cerdos que engordan mucho cuando se les dan los residuos que les están destinados: que es el forraje mas sano que conocemos; y que contiene mucha parte alimenticia, porque hemos reparado que nuestras caballerías cuando la comen están mas gordas con un cuarto de pienso de cebada , que á lodo pienso no comiendo sino

90 paja; de módo que este año nos hemos ahorrado con unas pocas cargas de tsparceta que cbgitnos el pasado, lo menos dos mil reales de cebada. >>" « Ahora bien; planta que reune tales ventajas, ¿ no podemps decir que es, de lasconocidas, la mas útil , y que el sistema de agriculLura basado sobre ella es el que mejores resultados puede darnos?» <l E\!pero, señor Director, se sirva Y. decirme lo que le parezca acerca de cuanto dejo espuestó, St'guro de que veré con sumo placer cualquiera objecion que V. me baga, pues que mi ánimo no es otro que el de ilustrar á · la mayor parte de esta abatida clase agrícola, que teniendo en sus mar.os medios tan poderosos de enriquecerse, su ignorancia hace que no se separe nunca Je aquellas rutinas que seguian nuestros antepasados con perjuicio individual y general. » ce Me olvidé decir en su lugar, volviendo ú la esparceta, que durante ta última guerra civil, nuestras posesiones de esta estuvieron en poder de· los carlistas; y aprovechándose los aparceros ó labradores de aquel interregno, hicieron grandes desmontes de bosque para lo que vulgarmente decimos buiga ó rump,1da ( para dat· tierra en aparcería). Concluidos los seis año.; que se siembran en este país, y genera !mente por todas partes, las bui·gas se abandonan para que vuelva á crecer el bosque, que es lo mismo que decir, 'que el hombre quo hace un 'desmonte, con dificultad sus hijos podrán sacar ya nada de aquel terreno. Nosotros contra la cosluml•rn del prrís , y en medio do las ri~as de todos los labradores c¡ue en altas voces decian quetirábamos el dinero, sembramos la esparceta despucs de la última cosecha, como llevo indicado, y cuando aquel terreno iba á quedur abanrionado por un siglo. El resultad·o Tia· sido grandioso y mucho mayor de lo que· creíamos, con admiracion y asombro de cuantos en un principio se reían : y puedo asegurará V., <JUe vale mas el forraje que estoy


-9)sacando ya de aquellas tierras, que la mejor cosecha que se hizo al sembrarlas de cereales. Este resultado vá animando á muchos labradores á sembrar prados artificiafos, fuente

de riqueza y de prosperidad· para la · clase agrícola.»-Queda de V. atento y S. S. Q.

B. S. M.

Javi1Jr Subirá Iglesias . Cardona 24 de Mayo de 1848 ..

CRIA DEL GUSANO DE SEDA EN LA ALTA CATALUNA,

El escrilo que insertamos al pié de estas líneas, y que debemos a la complacencia y celo de nuestro ilustrado corresponsal el Dr. D. Eudaldo Raguer, vecino de Ripoll, fué elevado á la consideracion del M. l. S. Gefe superior político de aquella provincia ( Gerona) en julio de 184.6, cuya autoridad lo recibió con las mayores muestras de aprecio. No cre<:lmos que esta circunstancia sea ahora un inconveniente para poder trasladar á nuestro periódico dicho escrito ó esposicion, supuesto que nos avisa el señot· Raguer que el asunto sobre que versa no fué confidencial. Antes al contrario, pensamos que su publicacion podrá ser de interés general para nuestro país, porque es relativo á una industria que desde remotos tiempos ha hecho ,memorable la España. .Amamos demasiado á nuestra patria para no ofrecerla nuestros esfuerzos, á fin d_e que pueda conquistar nuevamente aquellos timbres que en otros dias mas felices la hicieron tan gloriosa en la agricultura y en la industria. Consultando la brevedad y por falta de espacio omitimos hoy las observacione~ que nos ba sugerido el citado escrito del señor Raguer , sin que por ello renunciemos á con signarlas despue~ en artículo separado, atendida la importancia inmensa del asunto á que nos r~ferimos. Hé aquí la esposicion de D. Emlaldo Raguer.

M. l. S. <<A mediados de abril del presente año mi amigo el presbítero D. Ramon Carola remitióme una porcion de huevos ó semilla de gusanos de seda, procedente de la cria de casa Coll de Llissá de Vall en el Vallés. á fin de ensayarla en esta villa. Eri el tránsito hubieron nacido algunos gusanos que perecieron inmediatamente, cabiendo igual suerte á cuantos iban saliendo durante dicho mes en que ta cstacion estuvo sobradamente fria. La poca esperanza de buen éxito que me infundía la persuasion de que nuestro clima era incompatible con la viabilidad de tan de- lirados seres, 1~e hizo mirar con indiferencia y hasta con abandono una empresa de la que solo tengo conocirnit!ntos teóricos muy comunes, y á la que , de otra parte, únicamente me conducian el solaz en•• tretenimiento y la mera curiositlad de observar una metamórfosis tan providencial y maravillosa como Ji vertida, sin mezcla, fácil es creerlo, de pretensiones á que en manera alguna estoy inclinado. Mis recelos eran tanto mas fundados, cuanto es positiva la inutilidad de ensayos reiterado-. por particulares entendidos en diferentes épocas corrirlas en el espacio de mas de un siglo. » « Esto no obstante fueron naciendo nuevos insectos, y para preservarlos, ocurrióme someter una porcioncita al calor humano, colocándoselos en el seno una mujer jó-


- 9~ --- . '1eh 'y saludable, dentro de la misma cajita <le carton en que se recibieron; medio· del cual sé valen en otras ·partes, segun posteriormente he sabido, cuando el calórico artificialmente comunicado no aprovecha. Quince dias bastaron para crecer y robustecerse allí lo necesario, con que poder hacer frente al rigor de Ja estacion, la cual, mientras tanto, fué templándose un poco, de manera que á primeros de mayo salvábanse ya algunos SÍl'l esta precaucion. » << No menos desconfiado que antes por las alternativas frecuentes y poco apacibles Je la atmósfera desde el calor al frío y viceversa , continué sin intenís mi objeto , encerrando gusanos y parte de semilla en cajas separadas de carton,·y parte que logré impedir naciera por entonces, en una cajita de metal ( estaño) propiQ para detener la uccion del fluido vivificante. Depositélo todo junto dentro de un escritorio de madera sin' luz ni ventilacion , colocado en un pequeño gabinete , echando á las cajas de carton algunas hojitas tiernas del alimento esclusivo á dichos gusanos, tres ó cuatro veces al dia , y mudando muy -raras, aun sin método , bien que con cuidado, el lecho que se levanta con los desperdicios de aquel, y escrementos do estos. » « En tanto vino junio, en que, á pesar de haber llovido y tronado casi siemprll furiosamente, y di¼ haber habido día en que el ter mómetro bajara cuatro grados en el espacio de hora y media, veinte y ocho <le mis animalillos habían llegado á un estado prefecto de desarrollo, y estauau dispuestos el 8 á empezar su capullo, dando un par de centenares, en su robustez, muestras bien evidentes de que• rcr alcanzar su completo y fértil destino. Ayudado en este mismo día por los conocí• mientes prác ticos y estremadt1 vi gilancia de D. José Vivos del comercio de esta villa ( 1 ), ( l ) Este activo afid onado lo ró en el aüo inm.idia-10 1847 a vivar en su casa de treinta á cua0

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coloqué en reglas del arte la cria, y tuve el placer de ver al inmediato la organizacion del primer capullo, luciente y blanco, cual' puedo serlo el albo copo d'e helad'a nieve. Á esta siguieron otros veinte , ya blancos , ya de un amarillo mas ó menos pronunciado, que fueron recogidos el día 15, y ahogados el 30, habiendo perecido los ocho restantes,. que rebentaron cayendo en el suelo al empezar sus madrigueras , ó desd'e la pared donde se encaramaban con prefere11cía-. » « Ni PI estado de electricidad permanente de la atmósfera que ha hecho diarios los truenos y tempestades, ni el frecuente grani2.o que ba coronado las cúspides de las montañas circunvecinas, resfriando aquellas con esceso durante el -pasado mes, han influido en la vida y desarrollo de nuestros gusanos , que corrieron sin interrupcion sus varios períodos de larva ú oruga ó réptíl, como vulgarmente se dice , verificando en ella sus mudas ó dormidas regulares, de ninfa ó crisálida y de mariposa , en cuya forro<! empezaron á salir y '.á aovar á primeros de julio. » « Merece atencion el color de la seda. De cuantos capullos se han obtenido ~ un gran número han sido blancos, muchos de colorde paja , varios de un amarillo puro, y al:...., gunos verdaderas aurelias , color de 0t·o d·e una hermosura sorprendente, lo que prueba que la constancia en las observaciones abrirá tal vez un dia el camino para poder llegar al deseado propósito de los industriosos en este ramo , y hacer que prevalezca el blanco en ventaja de sus especulaciones. De todos colores y tamaños son las muestras que en concepto de primicia tengo el gusto de ofrecer á v. s. )) renta mil bombices, du los que eslrajo medio quintal de capullo, siendo de nolar, que en un a sola nochA perederon m1s de dos mil de resultas, segun se cree, de un fuerte y prolon~ado cenccrréo dado á su vecino. Semejaulo tlosgracia nun ca so la ocasiauaron los truenos ni huracanes.


"93 t<\Debo <kcir ~lgo <lP. las moreras. Para'· la ·¡ « En cuanto a¡I moral comun 6 bramo manutencion de mis huéspedes me he servido ( Morus alba de L.) , se"encuentra aquí en· diferentes puntos , de. temperatura tambien constantemente de la hoja de la variedad conocida por multi-caule ( Morus multi caulis diferente , y á pesar de no dársele cultivo Je Linnéo) , con justicia alaba<la por el co- alguno, crece perfectamente en ellos. )> « El fin de la presente comunicacion se sechero aragonés Monfort y por otros; pro·cedenle de una plantacion que se hizo dos dirige, M. l. S., á probar: 1. 0 Que con los cuidados y prevenciones años atrás para hermosear una plaza pública de esta villa, bastante capaz , <le regadío , y convenientes es posible en este país la cria arenosa; especie de invernáculo al nor-oeste de los gusanos de seda, aun tal vez de la raza trevoltina. <le la misma, rodeada de casas que la ponen 2. 0 Que las tempestades no influyen taná dubierto de su constantedominio. Vegetan allí pasmosamente engalaM.das hoy de abun- to como comunmente se cree en la salud y vida de dichos seres. dantes y·frondosas ramas, no cabiéndome la -3. 0 Que las moreras comun y multimenor duda que lo propio sucedería si se caule ó de Filipinas, mediante el cultivo que plantárao_ en los afueras y casas de campo, las corresponde, se aclimatan perfectamente particularmente en aquellas que tuvieron un dia escele11tes viñedos, y que aun en la ac- en él. 4. 0 Que, por tanto, en la decadencia tualidad llistinguen muchas un lugar de sus progresiva del valor d"e los cereales trigo y tierras con éste nombre ( 1 ) • » maíz, cosecha casi la única del terreno , por ( t ) Parecerá estraña la especie á aquello, cuya decadencia son en el día ilusorias las qoe conocen este país, verdadero corazon de la al- rentas antes mas pingües y ciertas, tal vez ta montaña; pero el hecho material de encontrarse con frecuencia robustas cepas durante 10!- laboréos, seria útil á la riqueza del mismo ensayar este una tradiccion constante y unas notas, acaso es- nuevo ramo de industria.» « A V. S., como á protector natural de los traviadas. que po~eía el archivo diolomálico del monasterio de esta villá. tan fecundo antes en ri- intereses de los pueblos sometidos á su goquezas de esta clase, lo confirman así, añadiendo bierno, incumbe apreciar en lo que valgan una de ellas, que la Congregacion Benedictina camestas ligeras observaciones, haciendo de ellas biaba. siglos atrás, el vino de so cosecha con et el uso que mejor le parezcn , sin olvidar Cabildo de Mataró por hostias elaboradas con la harina de los trigos de este, como de mejor ca- nunca, que proceden únicamente de un celo lidad respectiva uno y otras, y mas dignas, por y apego decididos en bien de un país, cada tanto, de ser destinadas al diario y sublime hodía mas miserable, patria querida del que . locausto. Con razon pudiera esclamar aqní, aquello <le &empora mut.intur.... pues en el dia acaece todo las suscribe. Dios guarde á V. S. muchos al revés , bieh sea por las revoluciones lentas ó años. Bipoll julio de 1846. » precipitadas del globo terráqueo y demás planetas h_ien por las revoluciones sucesivas que esperimen~ . Eudaldo· Raguer. l¡in las ideas é intereses de los hombres, bien por M. l. S. Gefe superior político de ambas causas reuni~as. provincia de Gerona .

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-94 aveeindados en ellos, conozcan prácticamente sus necesidades, y no siendo equitativo exigir la preslacion de dos servicios públicos, el uno de ellos tan gravoso que exige la traslacion Real decreto en virtud del cual de estable- por algun -tiempo de su domicilio á la capital, ce,& jtmtas de agricultura en todas lús pro - el Gobierno presentará á las Córles un proyecvincias del Reino. to de ley para que el cargo de vocal de la junta sea escusa vol~ntaria de los municipales. Arl. 6.º Son individuos natos de la junta MINISTERIO el gefe político, el gefe civil del distrito, si lo DE C0.\1ERClO, l'.'!STRUCCION Y OBRAS PUBLICAS . _buhiere, el alcalde del pueblo donde se halle establecida, los cuales los presidirán por ·su A tendiendo á las razones que me ha es- órden cuando concurran; el regidor sindico de puesto mi"Ministro de Comercio, Jnstru<:cion la polilacion, el catedrático de agricultura ó y Oh ras públicas, oid;1 la se¡;cion de agricul - botánica de la universidad, 6 á falla de esla, lura del Consejo Real de Agricullura, lndus- del inslitulo; el dt:legado de la cría caballar, lria y Comercio, y conformándome con el pa- el mariscal que actualmente fuere de la corecer de mi Consejo de Ministros, vengo en de- mision consulliva hasta la primera renovacion de la mitad de la junta,, y en adelante el subcretar lo siguiente: i\rl. ·1.0 En todas la~ provincias del reino delegado de veterinaria. Arl. 7 .º Las juntas elegirán un vicepresise establecen juntas de agricultura, las cuales residirán en la capital de la provincia. Se es- dente y un secretario de entre sus mismos inCrptúa_lade Cádiz, en la cual, por sus circuns- dividuos, de cuyos nombramientos dará el getancias especiales, se instalará la junta en Je- fe político cuenta al Gobierno para su aprobacion. rez de la Frontera. Art. 8. 0 Las atribuciones d6 la junta de Art. 2.0 Las juntas de agricullura constarán de tantos vocales como individuos cuente agricultura serán: evacuar los informes c¡ue la diputacion de la provincia, de manera que les pidan_el Gobierno, el Consejo Real de Agricada distrito 6 partido que tenga un vocal en cultura, Industria y Comercio, 6 su seccion de la <liputacion provincial , te~drá otro en la agricultnra, y el gefe político , entendiéndose sin embargo que en níngun casu podrán ser junta. Art . 3 .ª El cargo de vocal de las juntas obligadas á suministrar dalos fiscales; esto es, de agricultura es voluntario, gratuito y hon u- que sirvan ó puedan servir para la imposicion rilico, y no es incompatible con ningun otro ó levantamiento de contribuciones; proponer del Estado, de la provincia ni de la localidad. las medidas que crean oportunas en favor de Los que desempeñen el cargo de vocales de los intereses generales, colectivos 6 locales de las juntas, y con especialidad los de vicepresi- la agricultura. Arl. ~-º Podrán ser especialmente cnn. ~eq~e y !lecrelario, como I11as recargados dP. sulLadas sobre las alleraciones 6 reformas que L~abajo, serán acreedores á mi Real benr.vo • se proyecten en la legislacion que puedan afeclencia y á, la com¡ideracion de mi Gobierno. 0 tará los intereses agrícolas con rclacion, ya á Arl.. 4. El tiempo de duracion de estos los impuestos, ya á los derechos de entrada: fargos será de \:Uatro añ'JS. A·1os doi años de los arbitrios, ora generales, ora pro• Sobre ejercicio se renovará la I11ilad, si fuere par el número de vocales, ó. la mayoría absoluta, si vinciales 6 locales que· hayan de establecerse fuere impar; al 4n qe ~os dos que siguen, la y afecten á los productos de la agricullura: Sobre reforma del sistema hipotecario y del olra milad, ó la minoría, y asi sucesivamente. Los individuos salientes pqeden ser reelegidos. servicio de bagages: Sobre materias de acotamientos, de policía Arl. 5. 0 Siendo muy conveniente, aunque no iudispen.,able, que los distritos sean repre- rural y sobre las ordenanzas municipales, en sentados en las juntas por individnos que, cuanto tenga rela\:,ion con esta. Convendrá ql.\e


los ayunlamicntos las consullen al efecto; y los gefe; polllicos. ante~ de dar su aprobacion á dichas ordenanzas, oirán su diclámen si en el es¡.,ediente no constare que lo han emitido. Lo mismo podrá hacer el Gobierno en su caso, esto es, si en uso de su derecho avocare á sí el conocimfonlo de dichas ordenanzas ó lo elevaren á él en virtud de reclamacion de parle: Sobre concesion de privilegios ó patentes que tengan relacion con las materias agronómicas: Sobre el estableci,niznto de nuevos riegos, -i1provechamie11w de aguas sobrantes y <lemas obras de que se trata en la Real órden circular tle 14. de marzo de 18~6: Sobre formacion y ·aprobacíon de cartillas ruriles: Sobre declaracion de hallarse en el caso de ~dmilir la imporlacion de granos estrangeros con arreglo á la ley, 6 sobre disposiciones que deban adoplar.;e para prevenir 6 evitar la careslia: Sobre creaciun de bancos agrícolas, granjas, modelos, institutos agrarios, cátedras pe agricultura, depósitos de caballos padres, y demas establecimientos análogos á su profesion: Sobre proposicion de premios, y en gen.eral acerca de cuanto pueda ser cor.cerniente á los intereses que las juntas eslan llamadas á promover y representar. Art. 10. Serán ademas consejo del gefe politieo: primero, sobre pósitos: segundo, sobre la manera de organizar en la provincia el servicio de bagages~ tercero, sobre el fomento y mejora de la cria caballar,· y administracion y régimen de los depósitos, y sobre el cruzamiento y mejora de todo género de ganados: cuarto, sobre los establecimientus agronómicos que, ó por cuen la .d~ 1 Estado, 6 de cualesquiera otros fondos, planteare el Gobierno: quinto, sobre eslincion de plagas y animales n(,CiYOS. Arl. 11. Propondrán al gefe político los labradores que en calidad de peritos deben examinar los granos que se introduzcan cuando haya sospecha de que sean estrangeros. Arl. 12. Asimismo corresponderá á las juntas la designacion de vocales que por la provincia ha~·an de concurrirá las juntas ge-

neral-es de agricultura de todo e1 reií{o cuando se establecieren, y para las de i.iformacion si se convocaren. Arl. 13. Todas las autoridades y corpoA raciones facilitarán á las juntas de agricultura cuantos datos:y noticias necesiten para el mejor desempeño de su encargo en que se intere~ sa tanto el servicio del Estado. Arl. 14.. Las juntas celebrarán sus sesiones en el salon del consejo prorincia 1, en el de la diputacion provincial ó casas consistoriales, 6 enolra:queconsidere á propósito, designándoles uno determinado el gefe polHic-.o, á menos que el Gobierno les facilite loca\ en cualquier estdblecimiento · público , sobre lo cual podrán elevar ellas mi mas la correspondiente propuesta. Arl. 15. Las junt;is celebrarán sesione~ generales y ordinarias; las primera,; se tendrán dos veces al año, siendo á lo menos de uri mes la duracion de cada una, y deberán ser convocados á ellas lodos los vocales de la provincia; las segundas un dia cada semana por los que residan habitual ó accidentalmente en la capital. Las habrá \ambien eslraordinarias á convocacion del gefe político ó del vicepresidente. Para las ju olas generales se elf'girán las épocas de menos ocupacion en las faenas agrícolas; y á fin de consultar mejor las necesidades de cada provincia, deliberarán acerca de este punto las juntas elevando al Gobierno la propuesta por conduelo y con informe del gefe político. Art. 16. Para los gas los de las ju olas d(} agricultura se asigna la cantidad de tres mil reales vellon anuales que con el cará.11ter dé pago preferente se entenderá incluida desde la publicacion de este Real decreto en el presupueslo provincial, en el cual se CC'nsignará en adelante todos losaños. Arl. 17. Si las ~ipulaciones considera~en necr.sario al¡;;un mayor gasto á propues\a d~ las juntas, podrán consignarlo en el presu_ puesto voluntario, y el Gobierno resolverá acerca de su aprubacion. Art. 1.8. Donde haya establecidos 6 sees.: tablezcan en lo sucesivo escuelas ó institutos de agricultura, dependerán en la parte científica de Id. direccion general de Instruccion pública;


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menos veinte cinco electores. En caso de tendrán por director inmediato al vicepresidente, y por cousejo de disciplina á la junta que no se completare el número designado, se convocará para segunda reunion en la cual misma. Art. rn. Deliberarán las junlas y propon- se verificará definilivamente la eleccion, cualdrán al Gobierno lo que estimen conveniente quiera que sea el núme:ro de - electores que acerca de los medios de hacer la eleccion de concurran (4). Art. 26. En la provincia de Madrid, la sus.individuos en lo sucesivo, partiendo de la base de que ba de ser directa, hecha por el ser.cion de agricultura del Consejo Real de cuerpo de agricultores, y en personas que lo Agricultura, Industria y Comercio, convocada sean, ó propietarios rurales, ganaderos 6 ca- por mi Ministro de Comercio, en union de las tedráticos de agricultura {¡ botánica, ó dota- dema,¡ personas designadas en el artículo 23 dos de conocimientos especiales en el ramo, y de los individuos de la comision consultiva fijándoles las cuota,¡ que deben pagarse para de cría caballar nombrada por el gefe polltico de la provincia, procederá al nombramiento é ser electores y elegibles. Arl. 20. Las consullas de las juntas de instalacion de la junla provincial de agriculagricultura se elevarán al Gobierno por conduc- lura en los términos que se espresan en los to del gefe pol\lico, el cual podrá informar arliculos anteriores. Serán desde luego vocales de la mi5ma los individuos de dicha comision sobre ellas cuando lo juzgare conveniente. consultiva. La elecrion é inslalacion de la Disposiciones transitorias. junta Je agricultura de la provincia de Cádiz Arl. 2.f. Para la instalacion de la jonia se hará en Jerez de la Frontera, donde ha de de agricultura servirán por ahora de base las· residir, segun se determina en el artículo 1.0 comisiones consultivas de la cría cab1llar y Dado en palacio á 7 de abril de 1848.= vacuna. En atencion á que por esta Vt'Z no se Está rubricado de la Real mano.=El Ministro verifica la elecrion por los mismos di1,tritos, de Comercio, Inslruccion y Obras públicas, el gefe polltico hará la aplicacion de los snge- Juan Br~vo Murillo. tos de que sa componen á los partidos o distritos que deben repres~nlar, dando cuenta al (1) Juzgamos oportuno facilitará nuestros lecGobierno. tores una relacion de los señores vocah~s que comArt. 22. Dentro de los ocho días de reci- ponen In Junta de Agricultura de esta provincia. bido este decreto, -procederán los gefes políti- Héla aquí. cos á la instalacion de la junta de agricultura, Vocales nato,. declarando tales á las comisiones consullivas , de la cría caballar, que se instalarán definiti- D. Manuel Gihert, Gefo politico. vamente con arreglo á lo prevenido en este D Domingo Portefaix, Alcalde corregidor. mismo decreto, eligiendo el vicepresidenle y D. Domingo Sagarra, Regidor síndico. secrelario que ha de tener la junta: de estos D. Antl)nio Costa, Caledrático de Botánica, Secretario. nombramientos se dará cuenta al Gobierno . ' para su aprobacion. En el términó de un mes de la comisiott ~onsultiva de la cria · · quedará completo el personal de la junta por Vocales · caballar. medio de la eleccion que establecen los artíD. Joaquín de Borrás , Vice-presidente , M.ª culos siguientes. representa el primer distrito de esta Capital. Art. 23. Para completar el número de vocales de las juntas, se reunirán ante el gefe El Marqués de Sentmanal, el distrito de Granollers. político los consejeros y diputados provinciaD. Ramon de Olsinellas, el de Villafranca. les, el alcalde, el regid o:- sindico y otro regidor del ayuntamiento de la capital; tres labra· D. Manuel de Senillosa, el de Vich. -dores que nombrará esta corporacion; y los D- Nicolas Guzman, Marisca 1. Vocales elegidos. individuos de las comisiones consultivas de la D. Isidoro de Angulo, representa el 2. 0 districría eaballar que haya en la provincia. to de esta Capital. Art. 24-. Procederán á la eleccion por volacion secreta,· haciendo de secretarios los El Marqués de .Monistrol, el 3. 0 id. id. dos mas jóvenes de los presentes, y quedarán D. Severo Eslrany, el ft.. 0 id. id. •electos los que en el primer escrutinio reunan D. Ballasar de Ferrer, el distrito de Berga. mayoría absoluta de votos ó relativa en el se- D. Antonio de Valls, el de Arenys de mar. gundo. Estos nombramientos recaerán en per- D. Francisco Caslells, el de Igualada. sonas que tengan los requisitos enunciados en O. Joaquín de Pral, el de Manresa, el articulo .f9. D. Ramon Llauder, el de Malaró. Art. 2a. Para que haya eleccion, en la D. Juan Rihas, el de San Feliu de Llobrega~. primera r. .eunion · habrán de concurrir por lo D. Pedro Faljó deis Xiprers, el de Tarra~a .


GEOGRAFIA VEGETAL OBOTANICA. \

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AR TÍ CULO SEGUNDO (1). Despues de haber observado con M r. de cion singular forman esclusivamente los bosHumboldt la rica vegetacion de 1as mas be- ques mas frondosos, se deja sentir con anllas comarca<; de la América, si pasamos á sia el interés de observarlos, y aun este delas costas salvajes y desiertas de la Nueva- seo se hace á cada momento mas eficaz ó exigente. Rn la soledad dP, tan vastas comarHolanda, donde Billardiere, Brown y P eyl'On practicaron los primeros sus atrevidas cas, cubi~rtas de envejecidas y elevadas planinvestigaciones , encontrarémos, en lo poco tas. reinan comunmente una sombra misque se con0ce de este vasto continente, ve- teriosa, un frescor notable y una humedad getales totalmente diferentes de los de la harto sensible. Allí vemos desplomarse por América, aunque en un mismo grado de la- su ancianidad esos árboles robustos de que titud. Los que nos han traído estos viajeros nacieron los retoños mas vigorosos; y allí distinguidos se asemejan mucho á las plan- vemos tambien esos troncos viejos que destas del antiguo continente, observándose que compuestos por la accion rnunida del tiempo aHá son raras las que sirven de alimento al y de la humedad se cubren de musgos y ele hombre, así como son comunes en la Amé- líquenes parásitos. En su interior se ocultan rica. Será tal vez por esta razon que fas c·o- una multitud de reptiles que pasan los días rnarcas de la Nueva-Holnnda son casi des- en un profundo letargo y numerosas legiopobladas y que los pocos hombres que las nes _ de insectos qúe zumban por do quiera habitan tienen apenas un pt;ncipio de civi- durante los fuertes rigores del verano. Las lizacion ; de manera que esto nos indica cla- ramas que se cruzan en mil sentidos diverramente la poderosa influencia que los ve- sos obstruyen las avenidas, se oponen al paso getales útiles tienen en la multiplicacion y del hombre á ca<la momento y multiplicnn al rededor del viajero los obstáculos y los perfeccion del género humano. peligros. Estos árboles forman algunas vePara poder dar una idea mas exacta de las planta~ de este país, creemos que será ces con su amontonamiento diques naturalo mas ventajoso tener á la vista lo que Pey- les de veinte y cinco á treinta piés de elevaron ha dicho de mas interesante acerca de cion, ya echándose sobre el álveo de los rios, ya en la profundidad .de los vallas simulanla vegetacion de la tierra de Van-Diémen. Es un espectáculo muy singular, dice este do puentes naturales de los que hemos de sabio nat 11ralisla, el que nos presentan aque- servirnos con desconfianza. A ese cuadro de <lesórden y de estrago , llos bosques, profundas y anLiguas creacioá esas escenas de muerte y de destruccion, nes de la naturaleza y del tiempo , entre los la naturaleza apone con complacencia, dice cuales la vegetacion mas rica cada dia por sus mismos productos se despliega sin obs- Mr. Turpin, todo lo que el poder del Creatáculo: y cuando vemos que en aquella es - dor ofrece de mas magesluoso é impolremidad del globo los árboles desconocidos nente. Por todas partes nos ~mos cercados en Europa y los vegetales de una organiza- de esas sensibles mimosas, de esas metrosideros festivas y otras plantas desconoci..,. {1) Véase el núm. anterior p;íg. 81. das hnsta ·poco bá en nuestra patria · que

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·empiezan á emLclleccr nu es tros jar<lincs. salvaje. Se uisLinguen en todos ellos las forDesde las riberas del Océuno hasta la ci- mas mas elegantes, rellejando en la vivaci'rna <le las mas altas montañas del interior, dad de sus colores esas oleadas de luz que se observan los robustos encalyptus, esos el astro .del dia derrama de continuo sobre árboles gigantes de los bosques australes, sus brillantes corolas. Se perciben á lo lejos cuya clevacion no suele bajar de ciento se- en aquellas hermosas comarcas los perfumes senta á ciento ochenta piés, sobre veinte y mas preciosos y los aromas mas agradables cinco á treinta de circunferencia. La banr,k- que exhalan suavemente los abundantes lisio de diversas especies, In protea , el em- rios. Y lo que mas ll.1ma la atencion et1 bo1hrimn y el leptospennurn so desarrollan al aquel centro de tantas delici~s. es la dificulrc<l...:<lor <le una infinidad de troncos bajo la tad en que se halla el observador de poder -forma de elegantes festones. Acá encontra- reconocer alguna,; plantas do las que vegemos abundante la casuarina, <tan notable tan en Europa. Allí crecen en abundancia por su porte y por su solidez , como po-r tos los vPgPlales que suministran al comercio -tintos marmóreos de su leño : allá retoñan esas gomas y resinas oloros::is que pagamos en mil partes distintas las desaliñadas ramas á un precio subido, y esas plantas meuicimr' del exocarpos, tan parecidas á las de nuestro les que por tanto tiempo hemos conocido ~ciprés : mas lejos aparece la xanthorrea, solamente por sus productos y por sus decuyo tallo solitario se eleva á doce ó quince nominaciones insignificantes. Es allá donde piés sobre una cepa ó arranque escamoso y nos es permitido estudiar las plantas á que ·desmedrado , del que mana en abundancia pertenecen el~ leño campeche, la nuez vóuna resina olorosa : en algunos lugares se mica, el tamarindo, la círcuma, la ·galanga. •dejan ver las cycas, cuyas nueces envueltas el jengibre , la zedoaria , el can}amomo, en una epidermis de un hermoso color de la sangre de drago y otra multitud ue proescarlata, encierran el veneno mas activo ducciones admirables. Y en aquellos céspebajo una apariencia engañosa;. por todas des , por último, el'.I aquellas campiñas deparles, en fin, se perpétuan los bosqueci- liciosas donde la naturaleza ha empleado to¡l~s de la melaleuca, del thesium, del cr:mchium, dos sus primores , vegeta con frondosidad de la evodia y otras plantas igualmente inte- una multitud inmensa de plantas preciosas, resantes por su forma graciosa , por el her- algunas de las cuales enriquecen ·ya nuestros moso ver<lor de su follage y por la singula- jardines, tales como el cforodendron, la jus- ridad de su corola ó de su fruto. • ticia , la potederia, la glo1·iosa y otras. En medio dP. tantos objetos desconocidos En el cuadro general de la vegetacion no el espíritu se asombra, y no puede menos uebemos olvidar tampoco otro rincon del ue admirar esa inconcebible fecundidad de globo donde la naturaleza se ha complacido la naturaleza que suministra á tantos climas en manifestar su munificencia en el número diversos las produccion('S mas particulares , infinito de especies que pertenecen á unt}s las mas ricas y hermosas. mismos géneros, y entre estos en aquellos El afortunado clima de la India, con ti~ cuyos tipos existian en su mayor parte en nuan nuestros viajeros , es la! vez el lugar nuestra Europa; asi como bn mezclado lam• de la Lierra donde la naturaleza ostenta mas bien con otros tantos géneros particulares profus~mente su lujo en la vegelacion. Ha- de este clima mucbos que se encuentran bitado por pueblos que fueron lleg:mdo al abundantes entro las plantas <le la América : mas alto grado de civilizacion, parece que De esta manera ~e ofrece el Cabo de los vegetales salieron lambien cle su estado Buena-Esperanza á los ojos del naturalista


-- 99 su hacba; y la tierra, desnuua de sus prique lo visita por la vez primera. Absorto á la vista de aquellas rocas· elevadas, cubier- meras producciones, ofrece á los ojos del obttns de piantas crasas , de aloes y otras se- s~rvador un jardín estenso que ba creado IA mejant~s, adm~ra en respetuoso silencio la industria humana. El árbol de las montañas mano benéfica que en todas parles ha esta- ha descendido á las llanuras, y la rla1ita blecido los seres organizados en concordan- exótica mas provechosa ó mas agradable ha cia con las necesidades del hombre. Si pe- apartado de su país- nativo al vegetal dañoso netra -en aquellos bosques sombdos no 'ha- ó de ,poca uti&dad.. · En vista de esto, pues, lejos de fas granJlará en ellos las plantas de la Europa y d6 fa América ;• pero verá en cambio brillar por des sociedades, en tierras estrañas y vírgetodas partes las doradas hojas de la protea y nes todavía , será donde deberemos estudiar Oltr.as 1Cspccies parecidas, de las que ya al- la ve.getacion en su. estado néltural, y obsergtrnas decoran 11ues'tros jaTdines y forma10 var sus modificaciones en su desarrollo y en sos progr-esos. ,el encanto rk nuestros invernaderos. En el número que sigue veremos sin emPara conocer la grande obra de la natubargo que existen aun algunos terrenos en raleza es preciso observarla en las regiones <loode la mano del hombre no ha interveni- Europa que el poder del hombre no ha podo todavía. Por do quiera que baya esta- dido someter totalmente á su dominio. Hablecido su dominio, todo lo ha utilizado en blamos de las cimas d los Alpes , rodeadas favor suyo: los animales se han hecho sus por todas partes de esas rocas soberbias que cscla\\'os : las ricas mieses y las vastas pra- parece.n disputar á las nubes su mansion . deras han reemplazado á los vegetales agres- en cuyos espacios se desarrolla cada año una tes y salvajes : antiguos bosques; y de una es- v.egetacion magestuosa. icnsion inmensa han caído lrnjo el peso de

~STOR~A l Cll El aventajado agrónomo Loiseleur Dcslongcbams ha descrito con mucha precision el cultivo del olivo, y de esta descripcion tomaremos para este artículo su historia y dima. En el día conocemos diez y seis ó diez y siete especies de olivos, exójcos todos, procedentes del olivo comun, el cual fué transportado á Europa tantos siglos há que su origen se pierde en la noche de los tiempos. Lae pecie que cultivamos y que lanto intere-

sa á la agricultura, es ya un iírbol muy Cfllebrado en la antiguedad: es el primero que se escribió en el Gén esis , cuando nos dice que la paloma trajo á Noé, encerrado todavía en el arca, un ramo <le olivo en señat de haber bajado las agua3. Segun la mitología griega , Minerva, diosa de la sabi<loría, fué la que intentando producir una cosa de la mayor utilidad para el hombre , díó con su lanza en la tierra de la que hizo brotar un olivo. Los antiguos historiadores, dicen que


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Cecrops , fundador ·- dG -Átonas , 1rnjo este !ni preri0s0, c.lesde cuyo país se esparció proárbol á la Alica para dar á sus moradores bablemente por la Italia y otras naciones una prneba de su munificencia ; y segun del Occide:nte, porque segun la historia, otros fué Hércules quien lo introdujo en la aquella no lo poseia todavía durante la doGrecia y lo plantó sobre el monte Olimpo. mi-nacion de Tarquino el soLerbio. Entre los habilantes Je estas dichosas coEl olivo, que ha encontrado entre nosom~l°rcas , una corona de olivo era el precio tros un clima favorable, se ha connaturali4ue reciLian los generales que se señalaban zado de tal manera que se multiplica esponpor sus· bri11ar.tes victorias. Noble símbolo taneamente, cultivándose ya eo muchas protic la gloria ' y·de los -triunfos, +as naciones vincias donde siglos atrás no se conocia. La antiguas le tributaron siempre cl mayor res- situacion '1Tl-arítima de -la ma )'OI' parte de los peto, mientras que los pueblos modernos países de Europa donde végeta esta planta, lo miran rnmo el emblema de la paz. Los l.iizo creer á los antiguos , y tambíen á muAteRienses le conser".aron un respeto tan chos modernos, que este árbol -no podia vi-• religioso , que se .prohibia al propietario vir á ma-yor di-stancia de doce á quince lepoder arrancar mas de tres piés cada año. guas del mar; pero vemos que esta opinion No fué tampoco"menor el que le tubieron no es fundada , porque en España cultivalos Romanos, de manera que les era veda - rnos el olivo en muchas provincias del cendo servirse de él para los usos profanos , ni tro del reino ,como en l-0s puntos del litoral. se les permitia quemar su leño sino sobre el Desfontaines , en la historia que hace de esta altar de sus Dioses. famosa planta, dice que la ha visto crecer En Yista-de estos -pasajes no debení,_pues, naturalmente en las montañas del Atlas á admirarnos que Columella le baya dado tanta la distancia de treinta á cuarenta leguas del importancia y que lo con~idere como el prime- mar. En fin, Olivier en su viage al Imperio ro de todos los vegetales. En efecto, el olivo Otomano lo observó en la antigua Mesopoconstituye una de las principales rique2as de · lamia á cien leguas del Mediterráneo. los países donde se culliva, y forma el orígen Sin embargo el olivo necesita un clima <le un dilatado comercio entre los pueblos del templado, ma!i frio que caliente; de maOriente y del Mediodía c,rn los del Norte. nera que jamás ha podido cultivarse con En tiempos pasados, en que su cuf.tivo no buen éxito en Europa mas allá de los cuahabía penetrado toda vía en España, los Fe- renta y cjnco grados -de latitud, porque mas nicios traian á estas pr,ovincias grandes can- l.iácia el Norte el verano es muy corto y el Lidades de aceite; y segun Aristóteles, nues- calor muy débil para hacerlo fructificar, y tros mayores les daban en cambio sus bar- particularmente para que puedan llegar las ras de plata y de oro. Este comercio es aun aceitunas á la necesaria madurez. en la actualidad uno de los principales meEl olivo teme todas las temperaturas es .. dios do -perm u la entre los babi tan les do un tremas. En la zona tórrida se llega á forgran número de nuestras provincias, y de mar un grande árbol , pero sin dar fruto. muchas otras partes de la Italia, de las cos- Algunos naturalistas han hecho esta obsertas de Francia y de Portugal. vacion en algunas partes de la América me· Los mismos países del ~sia que fueron la ric.lional y orí otros puntos diferentes. Origicuna de lo5 hombres célebres, parece serlo nario de los países mas templados del Asia, tambien del olivo. Los Foscenses, que fun- no ba podido acostumbrarse jamás á los daron á Marsella seiscientos años antes de frios rigurosos del Norte. la era vulgar, trajeron á la Galia este vegeNo sucede así con la naluruleza d ,J ter-


- · 10'1 reno : pocos árboles hay menos difíciles de vegetar en los suelos ingratos. Produce buenos resultados en los terrenos calizos , así como en los que son arenosos; solamente teme las localidades bajas y pantanosas, particularmente si las ·a~uas se estancan en ellas por algun LiempÓ. Segun acabamos de ve-r, será mas conveniente para el cultivo i;le P,Sta planta oons•.:1Har la esposicion ó situacion del terreno que su natura1eza. En los países calientes, donde el ardor del sol es estremo, debemos plantar con preferencia el olivo en las pendientes de las . montañas y <le las colinas inclinadas al Norte ; pero en los países fríos buscaremos- las esposioi~nes mas calientes, como las del Medía, en cuanto nos sea posible. Este árbol se cultiva principali11eate para utilizar sus frutos: sin embargo, desde muy remotos tiempos los hombres se han servido tambien de su leño para usos difernntcs.

Es uno de lo:1- mas duros y pesados que posee nuestro país; y tiene un color amarillento, delineando vena(acobradas. Su tejido es fino, compacto, susceptibl~· de un hermoso pulime_nto- y sin ser propenso, á rajarse ni ser atacado por los insectos. Por estas preciosas cualidades lo escogían -los · antiguos- para formar las . estátuas <le sus dioses ante-s que conociesen •el mármol y el cobre. El leño de las raíces del olivo , por la vari~dad· de tintes que presenta,- es espe-cialmcnte á propósito para las obras de·tor~ nería , y en los países donde este -ál'bol- 'C'S -· comun ó lo hay en abundanci-0 , los carpinteros emplean su tr.enco, asenado en planchas de dif.erenlP, magnitud, en la construccion de distintos muebles como mesas. cómodas, ~te. El leño del olivo arde muy bien aunque sea verde, porque contiene una gran cantidad de resina que nos proporciona una lla~a muy viva y mucho calor ,

l}RINCIPALES· VENTAJAS QUE LOS PRADOS ARTIFICIALES rrlENEN·:' SOBRE LOS NATURALES.

El elemento de animacion y de vida que de medio siglo á esta parte ha adquirido la economía rural , se debe solamente á la introduccion y á la propaga~ion de los prados artificiales. Los labradores van tocando tan d-e cerea esta verdad , que ya se basta á sí misma pal'a vulgarizarse. En el estado actual de la agricultura europea, los prado5 naturales apenas se ven mas que en las pendientes rápidas de las montañas adonde no puede alcanzar el arado , ó bien en los ten:enos bajos, cuya posicion los dispone á las inundaciones. · Es en el día un principio uoiversalmeute

admitidt> en ta agricultura, que el Cl}ltivado1• debe aumentar sucesivamente la estension de los pastos hasta que pueda alimentar con ellos un gran número de ganado para nbonar convenientemente las Lierrás de labor. Este axioma puede aplicarse á todos los países y á todas las circuostancias, y debe seguirse sin escepcion : pero es preciso al mismo tiempo que el agricultor sepa apro--. vechar las ventajas qua nos ofrecen los fcirrnges , apreciar las plantas que mas especialmente convienen á cada suelo, conocer las que son mas propios para el clima en que se habila-, adoptar para cada clase de'


f02 sanado fas que naturafmente apetezca, y que muchos economistas han practicado en vasepa, en fin las especies y mezclarlas en rios puntos de Europa , y principalmente en ciertas proporciones segun el estado parti- aquellas naciones donde el cultivo de los cular de su hacienda. prados artificiales se halla mas esteudido, Los prados artificiales 0lrecen una, po11- resulta que la produccion media de una deoion de ventajas que han hecho olvidar los terminada porcion de terreno destinado á prados p~rmanentes, y á este desarrollo, prado natural, no es la mitad siquiera de la que aun en las naciones mas adelantadas no que daría la alfalfa cultivada en este mismo ha llegado á la mitad de lo que deLia ser, terreno. Casi otro tanto podremos decir del se debe sin embargo el aumento de las pro- trébol, de la esparceta y de las arv~jas, cuducciones agrí.colas que favorecen la alirnen- yos productos se elevan sensiblamente sobre tacion hasta de las clases menos acomoda- los de los prados naturales en escala prodas. Las principales de estas ventajas que gresiva. Por los espe1'imentos que se han presentan los p, ados artificiales con relacioo hecho en las inmediaciones de Londres vemos que el resuttado llega hasta una difeá ellos mismos , son tres : 1. 11 Que · el cultivador podrá mantener rencia de dos tercios en favor de los prados un cierto nÚQ1ero de ganado en un espacio artificiales , asi como es tambiP.n favorable de terreno menor del qu-e serii i.ndispensa- en sumo grndo et. culti.1 0 de las plantas d.e ble en los prados naturales. raíces forragíneas, etc. 2.ª· Bejar por lo comun bien preparadn. Podemos esplicar fácilmente est_os heclios: la tierra para la siembra de las ptantas eco- teniendo en consideracion por una parle la nómicas que mas habitualmente se cultiva u , natl.lraleza de las plantas que forman la bay que dan-mayores productos-. S{} de los prados a,iificiales , y por otra los 3.1)._ Facilitar, en union con las raíces cuidados de cultivo que damos á las tierras forragfoeas, la adopcion del sistema de cul- que destinamos para esl<» p1·ados. Si consitivo que nos conviene para la alimentacion deramos la naturaleza de esas ptantas, no y eebamiento <hil:- ganado durante la mnyor debemos dudar que el mayor número de las parte del trempo, y.á ,•eees paFa todo el año. leguminosas , que son casi las únicas queAdemás de· esl.as ventajas que acabamos constituyen nuestros prados artificiales, soo de señalar como mas importantes ,. los pra- mas ramosas y mas nutritivas, en peso igunl, dos artificiales nos ofrecen todavía otra muy que las gramíneas que forman la base de los principa!, y es q11e las tierras que adopta- prados naturates, y que estas circunstancias mos para estos prados nos d'ejan el suelo por fo. mismo les dá la preferencia. Ade1hás bien dispuesto para cosechas sucesivas, que las plan las leguminosas, 1:omo que abundan nos permiten cultivar todas aquellas. plantas en taltos, cubren completamente et terreno que tienen por objeto directo la alímentacion con su espeso follage, que enterrarnos en del hombre y la produccion- de tas plan-tas parte <lespues de la última siega, con lo cual aumentamos la fertilidad det suelo. industria!es. Examinaremos con algunos detaHes estas Otras razones hay que nos hacen mirar con tres proposicione,5-,, especialmente las dos preferencia las pLanlas leguminosas para los primeras que exigen mayor atencion , te- prados artificiales , y son el dejar bien preniendo á ta vista los. preceptos de Lecrec parado. el suelo pa11a todo otro cultivo en razon de las materias gomosas que scgrcgiw1 Thouin. P_or lo que mira á la primera diremos, sus raíces , asi como porque absorben de la que seguq las rotaciones que Gilbert y otros atmósfera cantidades ele alimen.to sin esqui!1


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mar la ti.erra, <le modo que con la descom- país en que v1v1mos, aum entan consideraposicion graduada de sus despojos le dan blemente los productos dé . toda clase, sin mayor pl'o<lucto comparativo del que le roque pór ello senn mayores en .manera alguvan por ahsol'cion. na los gastos del cultivo . Daremos siempre grande importancia en Suelen yerse á veces, pero con poca fred cultivo á aquellas plantas que brindándo- cuencia, prados naturales ó pel'manentcs nos con pingües cosechas, l~jos do distralll' que existen siglos há y cuyo producto no ha del suelo principios nutritivos, nos aumen- cambiado jamás sensiblemente. Estos raros tan por el contrario con sus despojos orgá- . ejemplos de una duracion indefinida , si la nicos la antigua fecundidad del terreno, y comparamos con la <lisminucion rápida y nos proporcionan cosechas sucesivas de mu- progresiva de los prados artificiales , podría d10 val0r. hacernos inclinar en favor de· (Ós permanen- . De esta manera y con el uso de estas les por un enor de cálculo que fácilmente • plantas , que forman la- base de los prados demostraríamos; pero si atendemos á que artificiales, pod,:-emos constituir mas fácil- los artificiales , particularmente si el riego mente un equilibrio entre las rotaciooes de es abundan te, nos dan triples productos y 1:osecbas que adoptemos como mas venta- siempre ciertos, y que los alimentos qne joso y las necesidades del consumo, tanto ofrecen al ganado son por su nato raleza y, para los .artículos que son de import cia variedad los que mejor les convienen, y mas á la existencia del hombre, como psl'a- la propios para sus necesidades , abandonaréconservacion y cebamiento del ganado. Por mos como poco útiles los pastos y dehesas _ 0tra parte los p,rados al'tificiales, en razon <le reemplazándolos con los prados temporales ta fertilidad que acrecenta cuando se culti- como un medio <le mejorar el suelo y de en- - • ,·an debidamente y cuando formamos con ri l¡uccer nuestra agricullurn. ellos un sistema de rotacion adecuad·o al - - - - 0 0 0 - - --

~IAS SOBRE LA ENFER!IEDAD ACTUAL O.E LA PATATA .._ A p~sar del grito de alarma que ha rc-:-

prometeria en su orígen la fuente mas. presona<lo en muchos puntos d~ la Euro!}él con ciosa . del alimento económico de nuestras . motivo de una ~nferrnedad nueva y miste- poblaciones. 1{osa que parece amenazar á las patatas con Si,n embargo que este grito de alarma• ·una destmccion completa; á pesar del poco pensamos que habrá sido exager.ado con re' efecto que han producido hasta . Jacion a-1 mal que tanto se ha ponderado, y. ó ningun el presente los medios que ' se emp!earou que creemos que esta enfermedad de la papara detener el curso de este azote temible, tata , á semejanza de aquellas epidémicas y aguardamos con todo que_ ahora , corno en mortales para el hombre, volverá otra vez otros muchos casos , la mano de la provi- ' al punto de que salió stn causar ulteriores der;i{\ia detendrá este grave mal , que com- estragos, no obstante quernmos darle todo


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el valor que tiene, porque internsa. á una sccha de los tubérnulos d'e la patata ó sus produccion sol>re que descansa. en Europa productos, serán relativos:á la- cantidad mael L>ienestár de .una gran. parte de sus indi- yor ó menor que cada uno baya de almacenar. Pero todos estos medios deben airigirviduos. se á facilitar la desecac.ion superficial de los Decimos esto porque no haHen á mal tubérculos, ya sea este11diéndolos en capas ,'luestros lectores que ,nos ocupemos con io,astante frecuencia de la enfermP-dad d·e esta poco espesas, ó interponiéndoles cantidades planta qoe tres años·bá llama toda la·aton- de arena, ó bien sea destinándolos tan luego cion de los mas distinguidos natt1ralistas, y como fuesen recogidos á las fábricas de fédá mucho que discurrir aun á los hombres cula, por cuyo medio aseguramos la conservacion de su pulpa. » · <le gobierno de algunas naciones. (< Otrn recurso muy ventajoso para conPara dar á conocer lo que se ha tFabajado en órden á los métodos preservativos de esta servar estos tubérculos será tambien el de enfe1·medad, re.p-roduciremos lo q~e dicPw un procurar por la accion del fuego ó de un . periódico francés en justo efogio de uno de horno caliente la desecacion de las patatas partidas anticipadamente en porciones delsus mas d-~stinguidos agrónomos. _ . « Mr. I'aye;1 , secretario perpetuo de la gadas y redondas. >> et Cuando la provisiou que se hace PS poco Sociedad central ele agrkultura, se h:a procurado en 1846 y en 18-i7 una informacion co · darable , podrían conservarse las patajudicial aeerca de la invasion, progresos, tas cocidas, pelándolas y amontonando fuer .... desarrollo y i·esultadus de la enfermedad que temente los tubérculos dentro de toneles 6 ha sido tan funesta á la patata. Del total de de basos de barro ú otros equivalentes, pro• los informes que se hao recogido de lotlos curando d-ejar convenientemente plana la sulos puntos de la Francia, l\fr. Payen ha de- . pcrficie, y cubriéndola en seguida ·de una materia grasienta comestible. como el aceite ducitlo las conclusiones siguientes » ó una me1.cla de este con manteca de puer« Naturalezti del suelo. Para la siembra · ó plaotacioo de las patatas deben escogerse co sin sal. » ((La sustancia pulposa de la patata puesta con preferencia los suelos que formen pendiente, las tierras ligeras y de esposicion en estos términos al abrigo de la influencia del aire, no corre el · peligvo de enmohecer' sana y favorable. >> • « Variedades. Deben cultivarse principal- se. De esta manera las patatas se han conmente las varietlades de patatas mas preco- servado por mucho tiempo exentas de toda ces; en particular la llamada vulgarmente alteracion. » « Cultivos que deben reemplazar al de la d,/ S. Juan ú otra cualquiera, cuyas cualidades tempranas ó adelantatlas y curso r6- patata. Además de lo que nos aconsejan las pido de vcgetar,ion puedan desarrollarse por buenas prácticas agrícolas de varia1· los cultivos de las plantas en general , todos los medio de semilla.» hechos y observaciones que se lian recogido (< Cultivo. Debemos adoptar todas las rnndiciones capaces de dar inayor actividad en los años 1845, 1846 y 1847, y que nos ·á la vegetacioo y mayor vigor á- la planta, si demuestran los peligros que correp las coqueremos quo las cosechas de patatas es- sechas de las patatas, deben esti'mular á los pues!as á esta enfermedad escapen de la ac- agricultores á fundar sobre otros cultivos cion de tantas causas como las amenazan.» una parte de la produccion de sus subsistencias. Este cambio podrá hacerse respecto << Conservacion de la cosecha. Los medios á la patala una necesidad por la falta de tuque debemos adoptar para conservar Li co-


_ , 100 salud de las reses que so sustentee con ellos. >> e< Se comprenderá fácilmente que estas precauciones deben ser todav·ía maJorcs cuando se ha de emplear la patata como alimento para el hombre. En este caso toda negligencia seda un crimen , porque puede afectar gravemente la salud de los ciudanos. » «Los diferentes medios preservativos que se adopten tendrán interés y les deberemos ce Uso de la patata considerada como alimento. La informacion judicial que se ha dar importancia, á lo menos hasta el momandado recoger en los varios puntos del mento en que la influencia especial que hay reino, revelan la utilidad que podemos sa- esparcida en la atmosfera y en el . interior car de estos tubérculos enfermos, con tal de la tierra desaparezca totalmente ó pierda que observemos algunas precauciones. Es- siquiera su actividad ; y podernos esperar tas consistirán en ,separar cuidadosamente confiadamente que 1.legará est¡¡ dichosa solos tuuérculos alterados de los que no lo lucion por una de esas causas que operan estén, para impedir todo resultado desfa o- un nivelamiento útil entre las fuer:zas naturabie; lavarlos por separado, y evitar sobre rales, y que mantienen de esta manera la todo cocer los dañados sin mezcla de otros existencia de los seres vivientes. )> alim0ntos, cuyo uso podria co:1 ,prometer la

bérculos sanos y á propósito para la sementera. » «Convendrá, pues, aplicarse á cultivos mas ventajosos y lucrativos y á las cosechas mas seguras de cada localidad. De este modo podremos ver c?mo ·disminuyen progresivamente los efectos de una enfermedad temible, mientras que aumentaremos por otra parte el catálogo <le plantas útiles al sustento del hombre y de la ganadería. »

DE· LA VENDIMIA. Una de las operaciones mas importantes tepone al interés general, hasta el punto de que debemos tener presente para obtener hacernos despreciar los preceptos mejor orvinos de buena calidad, y por desgracia har- denados , dando lugar á bandos que suelen to descuidada en todos los países donde se estenderse tambiim de una manera poco juscultiva la viña, es ciertamente la recoleccion ta y conveniente. Uno de los motivos que de las uvas. Esta operacion tiene una in- tienen ó asisten á nuestros labradores para fluencia mayor de la que se cree, sobre vendimiar sus uvas antes de un tiempo oportodo en el arte de fo1·mar los vinos , en tér- Luno, es el temor de que sus rosechas deminos que la buena naturaleza y calidad de . saparezcan entre manos rapaces 6 por cierlos productos de la uva dependen de una tas contrariedades de la estacion, sin consicondicion desatendida casi en todas partes. derar ·que el corte prematuro de la uva Hay una porcion de circunstancias que perjudica la- abunJancia y bondad del vino,concunen á que la vendimia no se haga en al paso que tenemos que pagar á los jornauna época regular , y á ellas debemos aña- leros un salario muy crecido. Por esta· falta dir e interés particular que á veces se au- <le método, que la buena fé y los conoei-


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mientos, mejor que la ley, deberian seña- el licor del fruto es dulcl:l y de color vinoso, ñalai·, ·se ocasionan tambien otros males, y otras semejantes. retardándose la vendimia hasta un punto En los países en que no temamos las hemas aHá de lo que se debiera, obteniendo ladas y los frios antes ·de tiempo, esperareentonces vinos flojos y espesos, poco á pro- m.os que las uvas presenten estas circunspósito para conservarse y muy dispuestos á tancias para efectuar la vendimia. Pero en enmohecerse. los países fríos, y siempre que sospechemos En muchos puntos ó pueblos un bando una helada temprana , podremos adelantar del alcalde ~eiiala todavía el dia en que po- en cierto modo esta operacion, parliculardrá empezJrse la vendimia. Ese resto del feú- mente para las uvas blancas que no sufren dalismo, que pone en manos, pocas veces los efectos de !.os frios primeros, como suesperimentadas , el fruto de Ios sudores del cede á las de color negro. En todas cultivador, debe ser dci.terra<lo de cuantos ocasiones será conveniente dejar en la cepa países aun subsista. En ésta labor, dice los frutos que no maduraron bien , vengan Mr. Thiebaut, asi como en las restantes de ó no heladas fuertes, porque mas vale sula agricultura , debe haber una entera li- frir una pérdida de un cinco por ciento sobertad; y nadie niejor que el propietario bre la cantidad Lfel vino, que es pon er la fersabrá conocer la época de hacer la recoleccion mcntacion de 'las restantes uvas á resultados de sus uvas, y la de observar las precaucio- muy funestos: á mas de que el vino que danes que interesan a la buena formacion de rán estas uvas verdes tenrlrá poca fnerza y una bodega-. color y se agriará con mucha facilidad. ,. Debemos procurar que la vendimia se haNadie ignora que para obtenei· vinos de lmena calidad hemos de recoger maduras ga en dias claros y serenos, empczan<lo des·las uvas; pero tambien sabemos que todas pues de salido el sol: menos en los casos. en las especies de copas no maduran sus frutos que la viña esté con esposicion al mediodía en una misma época-. Esta diferencia, que y en que la madurez de las uvas se haya la observamos en tod~s las localidades y en completado mucho, en cuyo caso el rocío todos los climas, · nos obliga á vendimiar en que se deposita sobre los frutos ílui<lifica eL -ocasiones distintas si queremos conseguir mosto y dispone la materia azucarada á una vinos de mérito; así como debemos sflpHar fermentacion mas perfecta. En tiempos Ilu<lel racimo los granos podridos ó que no han viosos de6eremos suspen<ler la opel'acion, llegado aun á la madurez completa. porque la cantidad de agua de que se apo· Hay una señal cierta y á el alcance de to- deran los granos de ·1a uva dificulta la bue<las las personas para conocer el momento á na fermentacion en la cuba y dispone el vino propósito par·a la vendimia, es decir: para á averiarse por la falta de alcohol. Por esta c0aocer cuándo la uva ha llega-µo á su de- razon la vendimia debe hacerse con ioJa la iJid,o estado de madurez. Esta señal se de- presteza posible, atendido que la variedad <luce- de las cualidades que ofrecen los gra- de la estacion del otoño favorece las vicisinos <lel racimo, tales como el ser trasparen- . tú<les de la atmósfera, y que estas csponcn les, tener la película ú hollejo fácil de rom- - á grandes pérdidas. Cada país suele tener su práctica respecpei:se, cuando la uva toma un tinte mas fuer, Le y pronunciado ( en los bl¡n~cos cuando lo ú los instrumentos d:1 que hemos de vaeste color se cambia en gris, y cuando los ternos para cortar las uvas, sirviéndose los <lo rojo violaJo posan á un negro (uerle), unos de la navaja , otros de unas tijeras, cuando los granos se sueltan del rhci!llo, que estos de los dedos y aquellos de la podadera .


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De todos estos medios el p_eor será valernos ~ de la podadera , porque , como instrumento

grueso, en el acto de cortar el mango ó cabo del racimo imprime á la copa una sacudida fuerte que haco ¡;aer los granos ·madu·ros , al propio tiempo que daña toda la planta por la mayor 6 meuor dislocacion que ocasiona á las raíces. Debemos evitar que se confundan ó vayan bojas entre el fruto que hemos cogido, porque mezclándose con el mosto disminuyen su cantidad, y comunican al vino un gusto desagradable que no basta ningun medio á corregir. :Mas perjudicial será todavía valernos de los dedos, por la dificultad que hay para romper el tallito del racimo con este solo esfuerzo. Entonces el vegetal sufre sacudimientos rnpeLidos, que además de dañar todas sus partes hacen perder la mas apreciable de la cosecha. El método mas fácil para cortar el mango de la uva será Yalernos de lr1s tijeras, debidamente afiladas , cuyo uso recomendarnos como instrumento el mas útil y seguro. Despues de cortada la uva debe colocarse en un éesto que llevará de intento el vendimiador. El cesto <le que hablamos debe ser pequeño para evitar qu~ los racimos se dañen mutuamente con su peso, y para impedir que se escape d'1I hollejo el mosto de los granos marluros. Las uvas se colocarán con cuidado en la cesta evitándoles todo golpe y contusion, porque se inutil_izaría una parle del producto. Debemos tener tambien mucho cuidado en separar los granos secos y podridos , así como los que no estén aun madurns, en el acto de coger los racimos , porque los unos absorven una cantidad de mosto y los otros comunican al vino un gusto áspero y desagradable. Como además hay una grande diferencia entré el estado e.le los granos secos y el de los que maduraron bien , han de resultar inconvenientes graYísimos , como son por una parle la desigualdad en la fermentacion , y el notable deterioro de su

producto por otra. Un hombre destinado af efecto irá colocando con cuidado dentro de una banasta ó canasta de mimbro las uvai que los vendimiadores tengan en sus cestas, siendo preferible que dichas canastas ·se lleven al lagar en hombros de personas de juicio y reílexion para evitar toda contusion á los frutos. Por antiguo que sea el uso de la canasta de mimbre para recoger las uvas y trasportarlas á la casa del cultivador, no presenta sin embargo las ventajas que ofrecen las canastas de madera ó de duela , las cuoles no dejan escapar el mosto absolutamente. Como el trasporte por medio de hombres ocasiona gastos crecidos al propietario , podremos reaÜzarlo á lomo del caballo y del mulo, cuyo paso mas suave y regular que el movimiento de las carretas es menos perjudicial ó dañoso á la uva. Reasumiendo, por último , lo que sobre esto han escrito los agricultores mas entendidos , notablemente entre ellos Mr. Tbie bout, dir 'roos que el viñador inteligente recogerá sus uvas en los días serenos y tranquilos: rehusará á todo vendimiador desmañado 6 poco diestro, reuniendo el númerosuficieote para concluir la recoleccion en un solo dia : vigilará los trabajadorns , auxiliándose de un hombre esperimentado y severo : cuidará que corten cortos los tallitos 6 mangos de los racimos, y que empleen las tijera~ para esla operacion : obligará á los vendimiadores á que separen toJos los granos aYeriados y dejen <;ti pié de la cepa las uvas que no ma<luraron todavía: no permitirá usar mas que cestos peqm•ños; y hará trasladar r.n hombros de personas reunidas al intento, ó de animales de paso seguro, el prnduclo de la cosecha, con el fin de no estrujar el grano y derramar el mosto. Todas estas precauciones, por minuciosas. que parezcan, debemos tenerlas presente s~ queremos que nuestros ,•inos sean <le un1:t calidad superior.


10s viene mucho, que así la piel como los mús-culos se presten á ensancharse con facilidad. °BiAn es verdad que esta- consideracion solo acerca de los diferentes métodos que se em- obra de lleno cuando el clima es muy .frio , plean parct _engordar el ganado vacww. y se echan los bueyes al pasto duranle el mal tiempo, pues si se manlienen constanARTÍCULO TERCERO (1). temente en establos bien abrigados, no son Época e11 que el ganado deba engordarse; y tan perceptibles los efectos de la mala eslacion. La primavera pues y el otoño, son operaciones á que ántes se le suele .rnmeter. bajo este puBto de vista las épocas que mas Varias son las consideraciones que pue- convienen para- engordar los bueyes ; pero den influir en la eleccion de la época del año, vamos é exponer consideraciones de otro en que hayan de cebarse los bueyes : procu- género y de mas fuerza-, que obligan á veces rarémos exponerlas aunque sea brevemente, á engordar el ganado vacuno fuera- de tos á fin de que en cada caso pueda respectiva - épocas expresadas. Corno al que se dedique á la granjería de inente apreciarla-s en su justo valor el que , q·ue tratamos, lo que en último resultado le quiera dedicarse á la grangería qu~ motiva. conviene, es bacer con un capital dado las estos artículos. mayores ganancias posibles, si bien no debe La primera consideracion que nahiralmente se presenta, es la de la temperatura · desatender de todo punto· las consideraciones atmosférica. Sábese con efecto, qur. durante de l'a estacion , le ,conviene fijarse mas principalmente en las económicas. es decir, los calores del verano, los bueyes no engoraveriguar la época en que el ganado se sueledan con facilidad; lo que proviene de que vender en el pais con mas estimacion , y traspiran en abundancia , perdiéndose así ·empezar á engordarlo con la anticipacion inútilmente una parte de los jugos que denecesaria , á fin de que para aquella época bían emplearse en la formacion de la grasa; con este moLivo se debilita algun lanto la se bal'le el ganado convenientemente cebado-, accion digestiva del estómago; y en su con- y pueda despacharse dejando mayor bene· secuencia se.hace con dificultad la asimila- ficio. Ta~bien debe tenerse muy en cuenta_la cion de las sustancias nutritivas. Hay que aña<lir á esto tambien, que durante el_ ,e- abundancia ó escasez de alimento de que enrano, la muHitud de insectos que persiguen cada época pueda cfüponerse, así como !'os á los bu·eyes, así en -el pasto como en el es- precios á que en cada una de ellas venga á tablo, los tienen en un estado· permanente costar segun sus diferentes clases. Con tode inquietud y de agitaciQn, si~ndo así que, dos estos datos á la vista , se puede en cadasegun· está bien averiguado, la calma y la loc.ilidad establecer definitivamente la época en que baya de engordarse el ganado vacutranquilidad influyen muy poderosamente no, pues en esta materia , co'mo en tantas para que los bueyes engorden con prontitud. 1 Tampoco es el invierno . la eslacion mas otras, no puede darse una regla general que fa~orable para cebarlos, por la contraccion comprenda todas las localidades y todas tas que el írio ·causa en el cuerpo de los anima- circunstancias : ,amos ahora á hablar de la les, loda vez que para que engorden con - sangría y de la castracion , operaciones á que se suele someter los bueyes, á fin de engordarlos con mas facilidad y mas ven(I)" Véanse los números 3 y 5, pág. 41 y 76de tajas. este perióJico.

MEMORIA


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La sangría predispone al animal á engordar, facilitando la absorcion <le los principios nutritivos ., y provocando una reparaoion superior á la pérdida acasionada: así es que se suele sangrar á los bueyes cuando se ·empieza á engordarlos , y aun des¡mes , si el exámen del pulso da á conocer que sea necesarfo, sobre todo si fa estacion es calient-e y seca, ó fria y seca, á-fin de evitar los funestos accidentes que una plétora puede entónces ocasionar. La castracion ·contribuye muy pqderosamente á que · trn an'iornl engorde, y á que sus carnes sean de mejor calidad; esta observacion se pierde ya ·en la obscuridad de los tiempos mas remotos. Aunque no se sabe á pttnto fijo de qué manera obra la castracion, es lo cierto que favorece mucho la acumuJ.aciun de.ta grasa en el tejido celular; mas para que esto se consiga fácilmente, deben los animales, segun su respectiva naturaleza , ser castrados ántes de pasar de 'cierta edad: la mas á propósito para p1actic11r esta operacion en los bueyes, es desde que han cumplido un año hasta llegar á los dos, pues aun cuando castrado ántes el animal, crecería y engordaría bien, seria siempre de una constitucion algo mas débil; y si 6e castrase despues, sobre ser mucho mas peligrosa la operacion , conservaría siempre alguh resto de fiereza, y no engordaria con tan ta facilidad. De todos modos , entre esta oper:icion y la de cebarlo, debe mediar siempre bastante tiempo, á fin de que la organizacion del buey se haya modiñcado con venien temen te. ftlodo de engordar los bueyes al pasto. Hemos indicado las localidades y circunstancias en que sea ventajoso dedicarse á la .grangería de engordar ganado vacuno ; hemos manifestado asimismo la edad que este deba tener al ef~(:to, y las señales que indi • can por lo coniun unt\ buena disposicion

para engordar, así como lamLie,1 las que deben cuidadosamente evitarse, si no quiere uoo esponerse á gastar inútilmente crecidas porciones ele forrajes y raíces alim✓enticias; acabamos tambien de examinar la época en que deban engordarse los bueyes, y aun hemo..s hecho una iigera mencion de las opernciones á que ántes se fo suele someter, para conseguir mas prontos y mejores resultados : réstanos pues para complemento de nuestro tnrbajo, ocuparnos ahora de los diversos modos de cebarlos. Los bueyes llfgan á -engordarse, ó bien en el pasto, ó en el establo, ó á pasto y establo, de cuyos ,tres 1:riétouos ,·amos á ocuparnos por su órden. El me dio s~n duda mas sencillo y mas sano para el ganado , aunque es tambien el mas lento , consiste en echar los bueyes á pastos abundantes y nutritivos, si bien esto debe practicarse con cierto método ; es decir, que habiendo paslos de diferentes calidades, y estando ílacos los bueyes, se echarán primero á los pastos de inferior calidad y ménos abundantes, trasladándolos despues á otros mejores, luego que hayan tomado algunas carnes; y siempre se les reservarán , para que acab~n de engordar, los pastos ·mas abundantes y de calidad mas escogida. Otra ubservacion debemos hacer aquí que no deja de ser de importancia. Sábese que lo_s pastos algo secos alimentan mejor á los bueyes, los conservan mas_sanos, y los disponen para resistÍI' bastante bien á la influencia de una temperatura elevada; por lo tanto el que le11ga pastos de esta dasP., y tambien otros que SP.an mucho mas húmedos, hará muy bien en hacer pastar los primeros durante el invierno y principios de primavera, para llevar despues los bueyes durante la estacion calurosa á los .pastos mas húmedos, que nunca deberán ser pantanosos. Estas praderas húmedas deben ademas ser pastadas en el ve rano, porque es cuando se hallan mas secas, y resisten mejor las pisadas de los bueyes, que en otras épocas


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'formarían pequeñas caviaaJes en que rec0- tlias. Debe cuidai· asimismo de contar los gidas las aguas, harían perecer muchas bue- bueyes por las mañanas, á fin de cerciora'rse nas plantas, y favorecerían el naC'imien- ele que no falta cabeza ninguna~ e·xamina'.f to y vegetacion .de otras perjudiciales. si hay alguna de ellas enferma; desparrama;¡• Tambien debe tenerse presente, que cau- los hormigueros y los montoncitos de tierra sando notables desarreglos en 1a economía levantados por los topos; y extender por la animal e! tránsito repentioó de un alimento pradera ·ios excrementos ,reclentes ele los seco· á uno húmed-0, ó vfoe-versa, á un buey bueyes, ya para que no se inutilice la yerba habituado á alimentos sec9s, no se le pasará sobre la qu.e aquellos quetláran aglomera<le pronto á pastos húmedos, sino que se le dos, ya par-a que en lo sucesivo · no sirvan fr.á acostumbrando á ellos poco á poco, dis- de abrigo á los insectos c0n grave daño de minuyend-o progresivamente hasta suprimirlo fa pradera. Si en esta no hubiere cierros viel alimento seco, que en un principio se le vos ó árbo'fes corpulentos, cuidará el boye·dará en las horas en que no estuviere past_¡rndo. ro ele recoger el ganado en el establo duranLa pradera en que se echen á engorda.r te el verano todos los dfas en las horas del los bueyes estará cercada, 6 rodeada de fo- mayor -calor , volviéndolo despues al pasto , sos cuando ménos ; y debe ser proporciorla_ en donde pasará • tooa - la noche; mas fan da .al número d~ ganado que en ella haya luego como cesen los grandes calores, se de introducirse, pues siendo excesivamente tendrá el .ganado en el _pasto todo el dia, y extensa, se hecha á perd'er inútilmente mu- se recogerá al anochecer en el establo; á cha yerba. Esta debe ser abundante, y _re- · ménos que en la pradera h~ya algun coborgularmente crecida, pues que en otro caso tizo bajo el cual puedan los bueyes guarelos- bueyes vagarian mucho tiempo por fa cerse durante las noches frias y húmedas del pradera ántes de saciarse; rumiarían con mvrnrno. ·ménos frecuencia ; -y engordarían con extreSe cuidará de que el ganado no entre en mada lenlilud, y de consiguiente con has... el pasto, cuando la yerba se halle cubierta lanle pe,juicio del que se dedicare á esta de escarcha ó de ñieve , en cuya época se grnngería. Debe tambien la pra.cJera tener dará á l-0s bueyes heno ó raíces alimenticias ¡1lgunos árboles, ya para que los bueyes se cortadas en pequeños pedazos; cuando las froten contra ellos, io que escitando la piel, lluvias sean muy continuadas no estará de t.onlribuye á que engorden cori mas facili- mas dar al ganado un poco de sal ; y mién(l«d, ya para que despues de haber comido lras se estén cebando los bueyes, se evitará i;uíiciente racion de yerba, se ecl1en á ru- cuidadosamente todo lo que pueda' inquiemiar la ·sombra de los {irboles, lo que du- tarles , corno los ladridos de los pe_rros , la rante los calores del ·verano -les gusta y apro- vista de personas extrañas , oír tiros ú otros , 'Vccha bastante mas de lo que se cree gene- ruidos repentinos, etc., etc. Lns vacas que hayan de engordarse no so ralmente. Conviene tambien que haya en la pradera algun manantial ó arroyuelo, para llevarán á los mismos pastos que los bueyes que los bueyes puedan ir á beber, y si uo lo ·que se están cebando, sino á otros diferen;hubiere, y el terreno fuere á propósito, se tes ; y estarán siempre acompañadas de un formará una laguna en et sitio en que pue- toro, no solo para defenderlas de los lobos, dan reunirse las aguas~de la Uuvia con mas sino principalmente para que cubra á las facilidad; y si' ninguna cosa de ~stas se pu- que entren en calor, pues én otro caso no diere proporcionar, el boyero cuidará de lle- encrordarian bien, segun so tiene repelid¡is ,,ar á beber al ganado tres vec·cs todos los veces observado. ~

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tos buP-yes flacos que se empiezan á en- riqueza de. los habitantes. ·gordar en el otoño, están ya en disposicion A fin de evitar en lo posible los incon• de venderse para el mes de junio; y los qne venienles que tiene el sistema de engordar se hecban al pasto en la primavera 6 en el ¡os bueyes libremente en praderas de grand e verano, están suficientemente gordos desde extension, se han discurrido dos medios : <il mes de agosto hasta fin de noviembre. el mas sencillo es el <le tener los bueyes suEste método de engordar los bueyes, aun cesivamente dentro de pequeños cercados que los mantiene bastante sanos, y produce que se•forman en las _praderas; el mas peruna carne sabrosá y delicada, es el mas lar- fecto es el llamado de estaca : vap-1os á ocugo, el mas . in-completo, y lo que es peor, el mas parnos de ambos por su órden. caro <lo todos. Los bue1es , bagando por la Los cercados en una pradera de . cierta prn<lera, destruyen á veces lás r~guera-s exlension pueden ser permanentes ó moviprincipales; pisan un gran número de plan- bles : los primeros se hacen dividiendo la tas, que cuando el suelo es algo húmedo, pradera en varias porciones que se cercan quedan aplastadas perdiendo con eso cierta con paredes, cierras vivos, ó fosos; los separte de sus cualidades, .y no gustando des- gu udos se bacen cercando una porcion de prap•Jes al ganado ; y ademas los excrementos aera con cañizos v estacas que se trasladan á y la orina inutilfaan tambien bastante e.anti~ otro punto, lueg; que los bueyes hayan consumido la- yerba del terreno situado dentro _dad de yerba. Cuando los bueyes se encuende los cañizos. Bien sea por medio (je los certran libres en una pradera, no apuran la cados permanentes, bien mejor s1,un por los l'erbn, sino que co-men solamente las extre- movibles, se consigne proporcionar a1 número midades superiores de ella, rdsultando <le de bueyes que hubieren de engordarse, la exaquí que no retoña dcspoes con tanta fuer-- lension de pasto en que hayan de estar consza , como si hubiera sido pastada a raíz del tantemente; que los bue~1 es estropeen mucha terreno; y que ademas los restos que han ménos yerba; que la aprovechen ademas inquedado <le las plantas se endurecen hasta comparablemente mejo-r, paslándola mas á el punto de rehusarlos despucs el ganado, y · raiz de tierra, 'Y haciendo con esto que la de que sean mucho ménos nutritivos, á causa -yerba brote despues con mas fuerza 'Y mas de que cuanto mas vieja y rnénos tierna es abundancia; y que de consigui~nle en una la yerba , contiene mónos azoe y es por lo pradera de cierta extension se pueda por e~te medio engordar mas cabezas de ganado, que tanto ménos nutritiva. Sucede ademas tamdejánrlolas pastar á su voluntad en toda la.. bien que los bueyes no comen sino las plan_ 'pradera. Hay ademas otra ventaja de no pe-. tas mas dr su gusto, dejando intactas las . queña consíderacion: ya bem.os dicho que la. otras que dcl consigu iente vienen á producir yerba debe consumirse, cuando n.o es d•ur-a, semi llas; y de este modo las plantas- ménos pero tampoco debe ser muy LieFna; y divi~ . co nvenienfos llegan muy pronto á apoderar - diendo en varios cercados una pradera de se enteramente de las praderas en que el grande exl.ension , despucs que el ganado. ganado pasta á su libertad. Este método haya consumido la jCrba del último cercadn,. pues de engordar ganado ,•acuno no puede puede ya eslar la del primero en el punlo. convenir sino en países poco poblados, en conveniente para q-ue deba ser pastada des.de, l1:1rgo. qu~ haya grandes pradrras cuya renta sea Ma.~ á prsar de es.las v.en lajas, e_n tos países muy baja, pero que no puedan destinarse er. que la. agricultura se halla mas adelancon ventajas á otra prod u ccion ; y en don- tada, se prefiere el modo de pastar á estaca, de de consígui@nle valgan poco los abonos, que se p'raclica de varias maneras, si bien por y-los ganados formén la hase principal de la no dar demasiada exlension á este artículo,


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nos limitaremos á Hescrihir el mé~odo mejor que se conoce, y es como sigue: · Se corla en dos parles iguall:ls una soga de cinco á ocho varas de largo ; y dos de los cabos de estas sogas se pasan por dos ªguieros hechos en ambos ex_tremosde una pequeña pieza llana de madera que tenga cuarta y media de largo ó algo ménos, y dichos cabos se sujetan cada uno con un nudo. Una de estas dos cuerdas se ala por el otro extremo á una estaca hincada enteramente eu el suelo, y el otro - cabo de la segunda cuerda se ala á los cuernos, ó al cuello del animal. De esta manera se consigue que la cuerda pueda d;1r vueltas sin retorcerse ni enredarse, lo que podria traer no pequeños inconvenientes, haciendo tal vez caer al buey; y en todo caso le impediría llegar á pastar adonde alcanzarla, si la cuerda retorciéndose no se encogiera, como necesariamente tiene que suceder. Para hacer pastar una pradera por este método, se empieza por ·atar los bue..yes á estacas pcestas en línea paralela á una de las extremidades de la pradera, y á tal dista-ncia deben colocarse unas de otras, las estacas, que haya en- lre ellas dos veces el-largo de la cuerda. Si la yerba se halla en disposicion, se sieg;i una especie de faja paralela á la fila de las estacas, para que los bueyes no desperdiciP.n aquella yerba, y pasten nada mas la que encuentren

de_nlro del arco de círculo que describa la cuerda d·e cada uno de ellos. Luego que haya sido pastada la yerba comprendida dentro de l-0s respectivos segmentos de circulo, se adelantan todas las estacas una media vara, y así se prosigue sucesivamente, hasta que se llegue al extremo opuesto de la pradera. Para recoger los bueyes en el e~lablo, se desala la cuerda de una de las estacas, se ala en seguida á los cuernos de otro buey, y así se prosigue , de suerte que todos queden atados unos á otros, y que cogiendo el boyero la cuerda del primer buey, pueda llevarlos lodos al establo. Por esle método se consigue que los bueyes es_lén su1etos en el sitio que á cada uno se le haya asignado,. sin que anden vagando por· la pradera causando los perjuicios que anteriormente hemos enumerado: que no haya peligro de indigestiones ni de meteoriza• eiones , pues qu-e el boyero es árbitro de mudar las estacas cuando crea oportuno; que aprovechen complelamenle la yerba, pastándola biPn á raíz de tierra, con lo qt:e se con· sigue ademas que retoñe con mas fuerza y ahundanciti : de suerte que bajo lodos puntos de vista este mélc,do es muy superior al de pasto libre en las praderas de cierla- estimacion, al cual de consiguiente debe preferirse en los paises en que la .agricultura se halle regularmente adelantada. ·

Utilidad de las hojas de la t:iña,

dad á moverse aun antls de la ebulicion. Para usartas ventajosamente debemos aguardar que caigan de la- planta por sí mismas , amontonarlas denlrn de una tinaja, ú otro lugar -seco, salarlas, somprimirlas y hacerlas fermentar. Pueden mezclarse con la paja, á la que comunican un gusto agradable, lo que hace que los animales la coman con placer sin' temor de que perjudique la calidad de la leche. Casi en todos los paisP.s se a,~oslumbra introducir los rebaños en la viña luego de la vendimia; pero este método dista de se1· ventajoso como lo es corlar las hojas de la cepa -y guardarl éls como · se Ita di cho.

Teclos los animales cloméslicos, prindpalmente la vaca , la cabra , el carnern y el cerdo, comen ávidamente las hojas de ia viña. Podremos utilizarlas con ventaja en las épocas de careslia de forrajes, aun cuando debemos tener presente que no conviene arrancarlas en todas ocasionos, porque ellas contribuyen poderosamente á las mlljores cua}idades de la ven~imia, y en particular á robustecer la cepa que temerá menos las heladas del invierno. Auuque ta·s hojas de la viña forman un alimento sano para el ganado, no obstante cuando las come frescas, imprimen á la leche una íacili-

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GEOGRAFIA VEGETAL OBOTANICA. .

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ARTICULO TERCERO (1). Al pié de las montañas <le los Alpes y en sus vall.es inferiores, continúa M r. Turpin, vegetan !.as plantas de las llanuras y un a t5ran pat~le de las que se crian en las comarc;is meridionales de la Europa. Bosques de encinas y otros árboles de igual naturaleza ocupan esta primera zona. Elévanse mageslHoiia.mente hasta que llagan á un determinado punto, perdiendo entonces algun tanto de su fuerza y de su hermosura, hasta una elevacion de trescientas toesas, último término en que habitan. El haya se deja ver entre estos bosques¡ pero la encina ha desaparecido ya que aun h¡¡llamos bayas á mas de cien toesas de altura. En la zona que se sucede, esto:. árboles, mas espuestos á la impetuosidad de los vientos, no podrian vegetar bien en ella, porque ofrecerian <lemasiada ~esistencia y 'volpmen á causa de su espesa cima y do sus largas hojas. El pino, el tejo y el_abeto, guarnecidos de hojas primorosamente ·recortadas, elayan impunemente hasta las nubes su fronco robusto y poco rarnHicado. La accion de lo¡; _yfontos, no bailando la misma resislcncía, se divide y pierde de su fuerza entre las hojas cort-as]y estrechas de estos .1J.llimos vegetales. §in eml.>nrgo estos árboles -n.o pueden vivir ·á una altura q¡a-yor de mil toesas : •·entone es vemos los ro.bustos troocos del abcd«l y del aliso,· las copas de los a ve llanos y de los sauces , y las vistosas cimas del rodod~ndron desafiar ron valentía el frío y fas tempestades ha st_a á la ·elevacion de mil doscientas toesas. Mas aróha vegetan, pero con una e1ttatur.a mucho mas baja, .una multitud de hermosos y elegantes 'arpustos <,¡orno los daphnes, las pa$serinas, (t.¡ Y.éaos.c_los do~ núm. anterioros, pág. 81 y 97.

las globularias, los sauces rastreros y ati;u .. nos cistus leñosos. Mas allá, hasta la ragíon de los hielos, casi no se hallan ya ve-. getales leñosos, si escepluamos el abedul enano y el sauce rastrero, apenas de la !ongitud de algunas pulgadas. Un praoo bajo, gracioso y robusto se manifiesta todos los ve... ranos debajo de los montes de nieves que el calor derritió, y se cubre de vistosas 'i pequeñas flores en forma de rosas de tallo desnudo y de raíces vivaces : puede decirse que esta es la patria de las hermosas saxifragas, de las elegantes primaveras, de las gencianas,, d.e los ranúnculos y de una multitud de otras plantas en miniatura. La horrible desnud ez de los polos reina en las cjmas de estas ,montañas cargadas de hielos perpetu.01,; y si queda en el-las todavía algun resto <le vegetacion, será á lo mas algunos líquenes que intentan, como les es propio, formar la base de la vegetacíon. _ De esta manera el viajero que acaba de llegar á estas montañas,' á_la region de los hielos , ha esperimentado en pocas horas los grados diversos de temperatura que reinan en cada clima d.esde los trópicos hasta los polos_, y ha podido observar tambien una parte de las plantas que crecen desde los 45 grpdos de latitud basta los 70, es decir; en una longitud <le cerca de ochocientas. leguas : fenómeno que se advierte en toda~ las alta~ montañas tanto del antiguo como del nuevo continente, con al_gunas modificaciones relativa$ á las localidadAs . Tenemos una prueb_u d~ ello en las observaciones que algunos ~iaturalistas h~n hecho en fas regiones equi.,. n_occiales y en las mas encumbradas montañas de nuestro globo. Encontramos de ordi~ nario, pero solamente á la elevacion de q!!.Í=-

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'"!J f li, -

: nientas toesa:,, el mi-smo 6rdcn en la grnda·--cion de las especies. Aunque, á la verdad, no sean las mismas en Europa que en América , tienen no obstante igunl correspondencia en su porte, en su grandor y en su .. consistencia. . La zona ardiente que ocupa el espacio in' ferior desde el nivel del mar hasta esta ele.... vacion, gozando de una temperatura ·deseo., nocida en nueslrn Europa , es habi-tada por vegetales que son peculiares -á este clima. · Esta es, como lo liemos dicho en otro artículo, la patria de las palmeras , de los bananos~ de los amomos, de los helechos arborescentes, ele. Será pues solamente á la ele·vacioñ de quinientas toesas donde empieza en las montañas dll la zona tórrida ·ol clima ~orrespondiente á la base de los Alpes ,- á contar desde el nivel del mar, y por lo mismo será alli donde comienza igualmente la zona de las plantas que ·corresponden á la de Europa. Es de esta manera como se presenta ·á la vista del hombrn el alegre y vari-ado espectáculo de la vegetacion ; espectáculo rico en su composicion, admirable en sus contrastes, sublime en su armonía, y que no ha costado á la nati.ualeza mas que someter las formas á la influencj¡¡ de las diversas temperaturas. Es digno de -notarse, añade Mr. 'Turpin, que la produccion de las especies vegetales depende mas de la accion del caior ó ·;Jel frío-, ele la sequedad ó de la humedad, que de la variedad de los climas; de modo ·que podemos encontrar, como en efecto á menudo encontramos, las mismas espec-ies Je plantas en latitudes muy diferentes , pero en "las que reina ; por las, circunstancias locales, ·el mismo grado de temperatura. Sérá por esta razon el que encontremos en las altas· montañas de las regiones meridíonales de nuestra Europa plantas dé la Suecia, de la Noruega y aun de la Laponia. Por estós medios tan sencillos es como la naturaleza ha apartado de !a ~u pcdicie del

globo esa i11011ól-ena uniformidad que producirían las plantas si fuesen las mismas por todas partes; -mas por la sola influencia de la atmósfera nos dejan ver las formas ma~ variadas. Una temperatura- constantement~ húmeda y caliente, como la de las regione& equinocciales, mante.nida por los ra-yos de un sol abrasador y por las -emanaciones de un suelo qµe han regado las avenidas de, grandes ríos y lagos, .imprime á ·la veg~tacion eierto vigor que admiramos en los grandes y soberbios -vegetales de est,os climas. Las plantas que Yegetan en las regiones espueslas á la alternativa de las estaciones calientes y Trias tienen otr~ forma muy diversa. Esta forma es mas igual en las costas marítimas, donde la. temperatura es menos variable, asi como es diferente su aspécto en las altas moñtañas donde soplan con ~frecuencia los vientos frias y secos. La intensidad y la duracioo de la -luz y las noches largas y .húmedas imprimen otras tantas modificaciones en las formas de los vegetales. Así es como la naturaleza ha determinado la colocacion de las plantas , de tal manera que'nUnca veremos descender de la cima de las mootañas el sauce enano y ras-trrro para colorarse entre 1~ mimbrera que decora las orillas del riachuelo, ni las primaveras que embellecen las alfombras de los Alpes vendrán jamás á mezclai·se con las de nuestras praderas. Hemos indicado con brevedad las observaciones de algunos de los mas sabios viajeros que nos han dejado escritos del mayor ·interés. El -inmortal Linneo nos dejó igualmente consignadas las consideracionas mas imporlant~s acerca de este estudio en una de sus sabias disertaciones; pero últimamente Humboldt y Ramond han publicado memorias no m~nos interesantes. Despues de haber visto la vegetacion cubrir con sus hojas y con sus llores todas las partes de nuestro globo, procuraremos indagnr esos seres dotados de una vida al pa-


._ 115 recer mialeriosa que les permito recorrer los diferentes períodos de su existencia. Este estudio, cuya importancia hemos manifestado anteriormente, formará el objeto de artfou.. los sucesivos; pero antes presentaremos algunas consideraciones acerca de la formacion

de la tiena vegetal 6 cultivable, do la armonía que admiramos en los grandes cuerpos del universo, del modo como contribuyen á laformacion de los vegetales, y de las relaciones de estos con los anÍíJlales y con las fruiciones y necesidades del hombre.

ENRIAMIENTO DEL CÁÑA~IO POR JIEDIO DEL ROCÍO.

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8in ~mbargo que el enriamiento del cáñamo por et rocío se emplea en algunos puntos de Europa, no- se ejecuta de la misma manera en todos los países. Este método, al i]Ue podremos dar la preferencia cuando ten.gamos que enriar los cáñamos cerca de las habiti.ciones, ofrece p3ra la buena naturaleza del hilo muchos inconvenientes, que indiqaremos en su lugar. La operacion del enriamiento al aire dura comunmente algunas semanas , y el plazo será mas ó menos breva segun la abundancia ó la mayor influencia que ejerzan los agentes esteriores que favorecen el resultado, especialmente el rocío que es el que tiene mas parte en el fenómeno. Para practicar este método de enriar el lino y el cáñamo, debemos colocar sus tallos en capas de poco grueso, esparcidas convenientemente sobre un prado que se acabe de segar ó sobre un césped de yerba torta, y déjase espuesto, bren sea el lino ó el cáñamo, á la accion de todos l0s agénles atmosféricos-basta que sea enriado suficientemente, en cuyo caso se vuelve de lado para aprovechar los beneficios del rocío y hacer que sea mas uniforme el en1·iamiento. Como al tiempo en que se practica esta operacion suelen sobrevenir Huvias frecue11tes, con especialidad en ciertos paises , volveremos el lino y el cáñamo que se hayan estendido en

las praderas, siempre que lleguen á mojarse. Aunque el agua del rocío es el agente que determina principalmente el fenómeno, no obstante las lluvias dañan la operacion, ennegr~cen el hilo, y las telas conservan por lo comun un color gris oscuro que se resiste al blanqueo. Las nuvias fuertes que tiene que soportar el cáñamo cuando se ha enriado al aire, hacen que la goma que mantiene unidas las hebras se disuelva mal y con sobrada prontitud, sin dejar tiempo á que los fluidos de la atmósfera y del rocío bagan lentamente la disolucion. Conoceremos que la operacion se ha terminado, cuando las cañas han perdido _ su elasticidad, cuando se cortan totalmente, y cuando las hebras se despegan con facilidad. Hasta que consigamos este resultado, iremos -cambiando de lado eJ cáñamo para que se impregne de 1os elementos que favorecen el enriamiento. Esta operacion durará mas ó menos s.egan ,el estado de la atmósfera. Cuand11 el rocío y l.as lluvias suaves son abundantes, la temperatura algo elevada, el cielo sereno y. el viento apacible 6 leve, se consigue perfecto enriamiento en tres ó cuatro semanas ; pero si no acompañan estas circunstancias favorables, si reinan vientos fuertes y el tiempo es seco y frio, la operacion no se termioará. hasta l¡,1s siete ú ocho semana-s .


:"-fenemos á mano medios de facilitar esta •n1isma operacibn y de hacer que este enriamiento salga mas perfecto. Se ha ensayado eon buon 'éxito regar el cáñamo con· un agua alcalina antes de estemlerlo en las praderas, , pudiéudonos valer de una ligera lejía, de un agua de cal 6 de los líquidos que salen de los estercoleros. Todos estos modios apresuran la descomposicion de la gomo-resina que mantiene unidas las hebras entre sí, y abrevian la operacion. Los holandeses riegan el cáñamo con el a-gua del mar luego que se ha lfmdido sobre la yerba , y obtienen los mismos resultados . Todos estos procederes están fundados en una misma teoría, que es importante conocer por su certeza y por su sencillez; y es, que valiéndonos <le -estas aguas para regar el cáñamo, como ellas traen en susponsion sales que por -su naturalezrt particular atraen y conservan la humedad de la -atmósfera, perfeccionan ·con prontitud la descomposicion de la rosina y terminan el em·iamiento. Por lo que acabamos de indicar se vé clor-_amente que este método de ennar dura demasiado y que es de mucho trabajo y costo; pero aun cuando asi sea, se sigue en varios puntos, como hemos dicho , por una costumbre radicada en el país , 6 porque en ciertas foGalidades podrá dar buen resultado. Sea como quiera, vamos á indicar tambien las circunstancias mas favorables para el enriamiento al aire ó de rocío. En primer lugar tenderemos el lino 6 el cáñamo en una pradera limpia 6 e,n un prado segado recientemente con exposicion al mediodía, para aprovechar en lo posible los rayos del sol, y que sea seca. En el caso de no .podernos proporcionar un prado con los i:equisitos .que acabamos <le notar, tenderemos entonces el lino ó el cáñamo sobro un rastrojo t>speso ) corlo , prefiriendo á todo otro el de -cebada ó avena, y evitando que las cañas de ambos :vegetales toquen al suelo . Como seg.unda con<licion d.ebemos pro~u-

rar que los ·tallos que han de e11riars_e estén colocados en posicion plana, en capas delgadas , y con sus raices vueltas hácia el pun_ to do donde vienon los vientos reinantes·. Seria tambien muy conveniente, y aun dire-. mos muy ventajoso , que dcspues de haber cáñamo que estendido por capas ó lechos hemos de enriar al aire, se rocíe con agua, si acaso no llueve al cabo de poco tiempo : de esta manera se favorece el enriamiento, se hace menos pesado, y se evita que los vientos 'levan ten las cañas del lino 6 <lel cáñamo y las aparten del lugar dond·e fueron colocoda,s. En tercer lugar es preciso tenor presente, que la colocacioo especial qu e se dé á uno ú otro vegetal no facilita á la vez el enriamiento en ambas superficies con igual actividad : la operacion se termina -en la parte que mira al suelo antes_que en la cara superior; por cuya razon se dá la vuelta de lado invirtiendo completamente el órden de las superficie s en ti empo que no soplen los vi~ntos. y cuando recelemos lluvias. Será asimismo r,onv eni ente que esta operacion la practique una ma110 ejercitada, á fin de conseguir que 10s taHos no ocupen mayor espacio, y que se tiendan nuevamente sobre el mismo punt-o que ocupaban antes. Por mucho que sea el cuidado que sobaya- leni<lo en esta faena, que importa desempeñar acertadamente, sucede por lo coman que quedan en desórden una porcion de cañas de cáñamo 6 de lino, en cuyo caso debemos colocarlas con la mano parn que reciban bien los elementos que favorecen el enriamiento. Se conoce que este ha terminado, siempre ~ue restregando algunos tallos con ambas manos, 6 mejor aun sometiéndolos_á la accion do la agramadera , se corta el leño con facilidad,._ particularmente hácia la espiga, 6 bien que las hebras se separan del tallo por sí mismas cuando el tiempo es fa vorable, ó por ·otros medios semr.jantes. Enton ces se

el


...... n 1· recogerá el cáñamo formando haces y gavillas óbacinas. Estas se coF1struyen <le manera que las raices formen la base, sujetándolas en seguida con un hilo bramante , cuerda ú otra cosa poi· el estilo. De este modo el cáñamo se seca en poco tiempo1 y nos permite reco-serlo en seguida y conservarlo en. un lugar ventilaclo y nad-a húmedo basta el momento d·e agramado. El enr,iamiento -del, cáñamo por · el rocío aresenta algunos inconvenientes de bastante.

bullo que Lralaremos en otro a·rLí·cul-ó, _haciendo entonces un cuadro comparativo entré este m'éLodo y los del enriamiento por'~e{·· agua y por · enterramiento. Pero anles · nos-ocuparnmos, tambien por separado, de estos dos últi~os métodos, con objeto de que siendo bien conocidos los tres pued-a, dedu~ cirse de la comparacion el que sea mas aceptable por las mayores ventajas que pre- scnte...,

NUEVO MÉTODO DE-CRIAR LOS GUSANOS DE. SEDr. ,

Mt. Repos ha creído 11ue para la cria del gusano de seda podria sustituirse con mucha facilidad y ventaja la hoja del móral por otra planta- mas comun y de menos· costo en ·su cultivo. Aun11ue esto fuese una verdad para el país donde escribe el inventor, 119 lo seria tanto para n¿sot1·os ·en razon de que ·nuestro dima se presta casi univtJrsalmcnte para la vegetacion del moral. Mr. Re pos ha da<lo !anta impol'lancia á su pensamiento, que hasolicitad-o y obtenido un privilegio de inveo. cion·, consistiendo su secre~o en la preparacion de la hoja de escorzonera, que ·es-el alimenlo del ·gusano en su· nuevo método·. Este ha sido ~ivamente atacado, porque no estando basado en los principios <le la ciencia, no puede hacer concebir granpes esperanzas ni ofrecer euctitud en sus resultados. Aun cuando se apoya al parecer en el prntendido análisis de la boja del moral para hacer aplicacion luego á otra hoja que se presta á una estudiada preparacion, hemos de confesar sin embargo que e1 análisis d·e Dandolo, á que se refiere el inventor de este- nJétodo, se escribió en una época en

que ni la química- ni la fisiología habían h'e-" cho grandes progresos. Por pocos conocimientos de química' y de fisiología que se posean, haciendo éomparacion de las teorías respecto del gusano de se• da criado por medio de la hoja del moral con el · que nos ofrece el q_ue vive de la esco1•zonera, veremos que hay -poca ó ninguna ana - logía entre estos dos métodos. A·ctµalrhenl& los resultados prácticos se sujetan todos á la teoría , porque cuando no están fundados en·· la ciencia no solemos ver mas que ensayosempíricos que nos ióspirnn desde _luego sobrada desconfianza. En este caso la práctica tarda poco eó disipar e-stos pretendidos su-, cesos que una siñgulal'_ casualidad babia hecho admitir, y se desvanecen como por ·encanto la$ grandes esperanzas que se habi,rn concebido. Por lo demás, no queremos privará nues-tros lectores de conocer este método, r'eproduciendo entero el escrito de Mr. Repos, ya . que ~iene poca estension. «En la ciudad de A viñon, donde la indus-tria se riera forma: el sus Lento de una gran


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parle de sus habitantes, me ha admirnd·o ver sayado diferentes bojas, me parHció que la de la falta a'e materias primeras para dar ocu- escorzonera , que ya había sido empleada pacion á la's numerosas fábricas de seda que para este objeto mucho tiempo hace, era la cuenta aquella poblacion. Mas tarde _me he que ofrecia mas esperanzas de un buen re. ocupado en Lion de esta cuestion' mas pro- . sultado. La hoja de la escorzonera tiene támfundamente, y me he convencido de que la bien qoma y azucar en otras p1:oporcione3 Francia verá salir de su país mas de sesenta que el moral, asi como una materia lechosa millones de francos cada año, si la ciencia no que no daña al gusano de seda.'' proporciona un medio de· sustituir á · la boja « He suplido esta falta de cuerpo vital con del moral en la cria del guia no de seda.·' la maceracion de la hoja de la escorzonera « A un que des pues de algunos siglos se ba- en el líquido siguiente." Agua simple. • . 1000 p. ya ensayado suplir este alimento con otras Azucar pulverizado 30 hojas de un cultivo mas generál y mas ecoGoma pulverizada. 5 nómico, era muy dificil conseguirlo atendiHidroclorate de amoníaco 2 clo el atraso en que estaban lai:: ciencias basEstracto de tallos de moral. 4 ta pocos años há. Pero despues. que la quí« El estractÓ de los tallos del moral promica nos ilumina con sus luces, todo nos - porciona á las hojas de la escorzoni;ira, que se parece posible. La he llamado en mi auxilio embebieron en este líquido, todo el sabor para el trabajo que me he impuesto, y ella de las bojas del moral. Sin contradiccion, será mi guia." la resina que contiene en gran cantidad e< Para proceder de una manera a~ertada he favorece poderosamente la accion 4e los analizado la hoja del moral, y he procurado gusanos de seda para que produzcan la heinyestigar cuidadosamente si babia en la na- bra mas preciosa : los otros cuerpos, hacen turaleza otros cuerpos análogos á aquellos digestiva la escorzonera, y mas propi~ para que facilitan al gusano de seda el medio de las necesidades de estos insectos. » cumplir con su mision misteriosa. La hoja « Disueltas ya todas las materias en el del moral se compone de: 1.0 materia colo- agu_a , se· cuela el líquido y se deposita nuerante (chlorophila ).: 2. 0 principio estractivo: vamente en una cubeta donde se sumergen 3. 0 azucar: 4. 0 goma : 5. 0 resina particular.» cincuenta libras de hoja de la escorzonera, « He tenido en cuenta la cantidad de go- colocándolas deapues de esta operacion soma~ azucar etc. que contenía una libra de ho- bre un enrejado bec~o al intento. La hoja se jas del moral , especi~lmente de esa materia prepara por la noche , y se dá á la mañana resinosa que parece ser el principal cuerpo siguiente á los gusanos: » que permite á los gusanos de seda construir « Esta operacion me ha dado siempre buesus ricos capullos. La síntesis de las compo- nos resultados, pudiendo contar, entre otrns siciones me pareció á primera vista Ínuy muchos casos, el que he obtenido en la cria ó simple y fácil, y he visto sin embargo que su industr~a de Neuilly en los meses de mayo aplicacion no ha dado resultados tan felices y junio últimos, bajo la direccio_n y cuidado como me prometía. Por consecuencia de re- de Mr. Aubert, administrador de dicha hapetidos 'ensayos he podido lograr solamente, cienda. Creo del c:iso pipiar á continuacion que los gusanos que he ,criado con esto mé- el certificado que me libró en juslificacion tpdo hayan producido la se<:)a conveniente, · del resultado de mi métorlo. » lJajo el punto de vista agrícola y comercial." « Yo el abajo firmado, administrador del « Era imposible aplicar este método sin r~al patrimonio de Neuilly, cert.ifico que los un vehículo vegc.tal. Despues de haber en- gusanos de seda que se han nli111entado en


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¡as crías dél referido patrimonio real , bajo « Como la escorz-onera es una platita uís-a--el cuidado de Mr. Repos, en los meses de nua , puede por esta circunstancia dejarse mayo y junio, lo han sido únicamente con · dentro de la tierra hasta el momento de Iª " la hoja de escorzonera pr.ep_arada bajo la for- madurez: de esta manera SP, consigue la trima que nos ha suministrado dicho observa- · ple ventaja de poder hacer dos · crías al año dor. __:_ Que éstos gusanos han re,~orrido to- con la hoja d'e la escorzonera, y de recoger das las fases de su existencia como los que las raíces para nuestro alimento ó dé nues- . se alimentaron con la hoja del moral, y en LI·os ganados. No babi@ aun de otra cria quefin que su subida se efectuó de la manera podríamos hacer en otoño por medio de la mas favorable·. =Que el peso de las crisáli- misma planta. particuhlrmente en los paises <tas no ha presentado d·iferencia alguna con en que la temperatura lo permita. >) « Supongamos entre tanto que se quieren los que se alimentaron con la hoja del moral, y que se han prestado perfectamente al criar segun mi sistema 125 gramas ó sea 4 ~ hiJa·do. -=== Neuilly 22 Agosto 1847. = Fir- onzas de gusanos de seda, los cuales ocasio-. mado, Augusto Aubert. » narán el gasto siguiente.» « La seda que ha ensayado Mr. Robinet Arrendarnienlo·,d&-medio heetar de en el serimetro de que es el inventor, hadatierra. (f ). • • . • . • . . 50 franc do les mismos resultados en elasticidad y reCuatro libras de semiUá de e~corzosistencia que la que producen los gusanos nera · · · · · · · · · · · 10 . Labores, siembra y cuiJadosdel cul~ alimentados cuñ la hoja del moral. » tivo. . . . . . . . . . . . 4-óOchenta jornales de una muger pa« Voy á ocuparme ahora de la cuestion agrícola é industrial,, como tambien del prera coger y preparar la hoja. . • 80..eio-que ·nos costará la hoja, y cfo lo que imCompra de materias químicas para porta el proceder. operatol'Ío para prepararla, la preparaG.ion. · · 50 «·La escorzonera se siembra á últimos del . 230 mes de febrero. A la época de nacer los gu« En el mediodía de la Francia pagamos sanos , es decir, á mediad·os de mayo en por alimentar el gusano de seda con la-. nuestro país ( 1 ), la hoja tendrá de diez á boja del mor,al 75 francos, como término q~ince pu.lgadas de elevacion, y entonces me<lio, por onza, ó sea 300 franco~ por 125 . ofrece las -co11diciones-mas útiles para cogergr. gusanos de seda. » . la :. och-0 días despues pueden recogerse nue• « Creo que este sistema podrá ser tamliicn vas bojas en la misma planta, :y asi sucesivamente mientras lo exijan las necesidades de muy véntajoso < en el norte de la Francia. Llamo la atencion á todos los que se rledila cria. » can á la cría de este gusano para que me « Este sistema de erial' los gusanos de seayuden á completar mi obr,a, asegurándoles da, además de la ventaja que ofrece de poque recibiré con el mayor reconocimiento ~ dtir practicarse bajo todas las latitudes , teucuantos avisos se me dén sobFe este pai:ticu. ne otra, y es, que no se ocupa la tierra mas lar. Ofrezco, con anticipacion, á los sabios . que dos meses, mientras que el moral no nos un nuevo método de criar el ·gusano de sedá resultados de alguna importancia hasta al da, y me propongo· esperimentarlo otra vez, eabo . de diez años. >> con el beneplácito de l.\fr ,- Au-bert, en el sitio . ( t-) El autor escribe en Francia donde el cli- de Neuilly, en el mes -de mayo de 1848. » ma es frío. En. .F:spaña el nacimiento de los gu~anos se anticipará algunos dias, así como podremos sembrar tambien la escorzonera dos semanas · ( t ) MeJ~<la agrar_ia en el n~;V.:I sistema dé.·. Francia erpllvalonle a 128.80,i..pies cua<.1n1dos. antes do lá'época cHacla,


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ALFALFA ARJ30REA.-NUEVA PRUEBA DE SU UTlLJl)AO.--SEM.lLLA. _,

N.o~ ocupamos en d segundo número de I Pero auuqué hayamos que1;ído séguir parnuestro periódico de las muchas ventajas que ticipando á núestros lectores los resultados presenta la alfalfa arbórea considerada como de las -observaciones principiadas respecto á un medio de cercar los oampos, é hicimos la ctlfalfa arbórea en razon del forrage qua entonces la descripcion de este vegetal, se- de ella puede sacarse, no es este sin embarñalando su orígen , las circunstancias que go el oujeto principal que motiva estos reoexige su buen cultivo, los males ó peligros glones. Otro es ,nuestro intento, y vamos á de qu~ ha de preservarse, los usos Íl que se esponerlo. presta, y los; beneficios, en fin, que ,puede Apenas nos hubimos oct:pado de la alfa/ofrecer ú la agricultura. Tamb-icn indicarnos fe, arbórea, fueron muchas las personas de la observacion á q_ue sugetábamos, solo en esta capital, y aun algunas de otros puntos, cuanto al producto del forrage, una de las que se acercaron al jardín botánico, las cua-, plantas de alfalfa arbórea que se cultivan en les quedaron agradaulemente sorprendidas al el jardín botánico de la ,;Junta de Comercio examinar una planta cuya sola vista es sufide esta ciudad, y cómo resultado primero ciente por su hermosura para compimsar publicamos que el esquileo ó poda practica- cualquier pequeño sacrificio, que · siempre da á principios de marzo de este año, 1848, seria insignificante, en el cultivo; porque es babia dado una cantidad de forrage que as- sin duda muy hermoso el aspecto que precendia á seis libras y¡tres onzas, senta un vegetal acopado y de bastante eleEl segundo esquileo de la misma planta vacion, frondoso siempre y lleno de frescas que esperabamos realizar á fines de mayo no bojas y abundantes llores, y que ostenta enha tenido efecto hasta en uno de los últimos trelazados un vivo y alegre color verde con <lías del anterior junio, y hemos visto con otro amarillo no menos vivo y agradable. gusto que nuestros cálculo!¡ no eran equivo- Así es que no pocas de esas personas y aleados ni que han salido fallidos. Seis libras · gunos de nuestros suscrilores nos han indijustamente de forrage fresco y gustosísimo cado desde diferentes puntos del reirio sus para los animales ha producido esta segunda deseo3 de adquirir, si era posíbll.l, alguna poda; y prescindiendo <le la tercera que ba- semilla de la alfalfa arbórea. brá de sufrir todavía en este año la propia Como solo aspiramos á complacer á los planta, tenemos que ya se han sacado de que se dignan favorecernos, nos propusiella en el espacio de cuatro meses escasos mos desde luego practicar las gestiones oporJoce libras y tres onzas de buena comida tunas para proporcionar y ofrecer dicha separa el ganado. Y estos productos deben ser milla á todos los suscrilores que h3hian matanto mas ap1'eciables, cuanto que proceden nifostado sus deseos de obtenerla ó que en de vegetales ·gue han de . ocupar las orillas de adelante la pidiesen. A I efecto nuestros prihuesli.'os campos, la parte inútil, digámos- meros pasos habían <le encamiuarse, y se lo así; aquella parte de las heredades que encaminaron, á la Junta de ComerciQ, y eson muchos puntos las vemos hoy ocup:Jdas ta dignisima y ·celosa corporacion, que no por malezas, por zarzales, ó por otras pian- conoce igual cuando se trata de contribuir ul desarrollo y fomento de los intereses ma166 en gran manera perjudiciales.


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teriales del país, sin necesidad ue .<iúplica y á la mas leve indicacion d(nuestrt.1 parte dió

órden de que todas las plantas de alfalfa arbórea, escepto la que está destinada á los esperimentos de la poda ó esquileo, se dejasen para el producto de semilla, y que toda la que se reeogiese se pusiera desde luego á nuestra disposicion. Se hallará, pues, en nuestro poder esta semilla para fines del próximo agosto ó mediados de, setiembre , y para entonces podemos complacer cÍ las persorJ as que la han' pedido ó que la pidan todavía ( 1 ). Añadiremos ahora algunas palabus por lo respectivo, á la distribucion. Seria nuestro mas iÍnr.ero deseo remitir la ~emilla de la alfalfa arbórea á los señores que la solir,iten á los puntos de su domicilio; pero la falta de comunicaciones dircct11s nos impide dispensarles este pequeño obsequio. En su virtud las entregas se harán por medio de personas que se presenten en la Redaccion ( 2 ), y aun los pedidos 6 cartas podrán <lirigírsenos por _con<lucto de esas mismas personas. Es tambien necesario que los pedidos se hagan á la mayor brevedad posible para te~ ner el conocimiento anticipado que es necesario de los agricullores á quienes hemos de ( 1) No juzgl'mos inoportuno·repetir que toda comunicadon ha de venir franca de porte. · (2 ) 1,a F.edaccion se halla establecida en la calle Eroles número 9 esquina á la de la Boqueria, cuarto principªL

Proverbios, dice acertadamente un ilustrado escritor de _µuestros clias , son wias ~elltenci"as 11torales en las '<jite con notable pre--

complacer. Estamos confiados en quo iioti será posible atender todas las reclamaciones que se hagan, por cuanto esperamos adquirir una porcion algun tanto considerable de semilla, á mas de que no es necesaria mucha pal'a criar ó conseguir un número de plantas nada escaso. Sin embargo , y á fin de precaver cualquiera ev.entualidad , debemos advertfr, que si algun incidente 6 suceso inesperado nos priva de poder reunir toda la semilla de que· esperamos disponer, y fuese preciso establecer alguna preferencia respecto á dichos pedidos ,. en tal caso esa preferencia debería ser en favor de las corporaciones cien• tíficas é industriales y de lus personas que primeró los hubiesen hecho-, aunque repetimos que confiamos en servir á todos nuestros suscritores. Al anunciar esta muestra insignificante del aprecio que nos merecen las persona~ que tienen la bondad de honrarnos , estamos bien lejos de pensar qué pueda mirarse como un acto digno siquier¡l de ser tomado en consideracion. Aspiramos solo á que vayan _siendo conocidas -nuestras intencio"nes y nuestros desAos, y esas intenciones y esos deseos se dirigeñ á presentar otra clase-de ventajas 6 mejoras mas importantes en nuestro periódico, que en vez de anunciarlas anticipadamente queremos que sean conocidas cuando llegue el caso de ejecutarlas. Solo así podemos manifestar nuestra gratitud por la aceptacion demasiado lisongera que obtienen nuestras húmildes tareas.

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cmon se nos trazan reglas de conducta para todos los estados de la vida. Estas sentencias ó máximas, hijas de un estudio ilustrado, de


122 ¿Quieres á tus liijos L . . Cuida tus ha-= una meditacion·reflexiva, de unos conocimientos • profundos y de una observacion ciendas. )l,a-buena casera es un tcsow .. ·constante, espresan con .admirable claridad, Todo prospera, en las-n;ianos de una mú- al propio tiempo que con laconismo, los preceptos ó consejos de mayor importancia -que ger activa y cuidadosa. No vayas á ferias y á· meroados sin necehan de re.guiar las acciones de las diferentes sidad. No f'aftárán sin · tí sobrados holgazaclases constituidas en· sociedad. nes, glotones y borrachos. Los primeros proverbios que se escribieCuando estás fullra de tu casa, no aproron son los que el sabio de los sabios, Salomon , consignó en su inapreciable libro vechas- el tiempo , gast'as-- tu d\nero , y la hadel Antiguo Testamento, llamado lambien cienda queda descuidada. Esto es peor que de los proverbios. Despues hombres célebres y encender la estopa. po'r todos Indos.' El primer ahorro es la primera ganancia. eminentes en ciencia de todos los pueblos y épocas presentaron en todos los idiomas que No se puede siempre ganar, pero se tiene se b'an conocido, y conocen, como ,fruto de lo que se ahorra. No dejes perder,· nada de lb que SP.a útil aL sus trabajos r vigilias , colecciones de proverbios que nos legaron, y que son la mejor hombre , al ganado y á la tierra 1 Un puñado de paja dá dos puñadós de e&guia en los diversos ramos del saber humano; á cuyas colecciones selectas ó máximas tiércol que producen un puñado de semillas. siempre constantes. é invariables, cualesquieColoca cada cosa en su lugar : cuida tu s, ra qu~ hay¡¡.n sido las vicisitudes del mun:lo, instrumentos: ellos y la , nuvfa fo vivifican con oportunidad _y justicia se les ha apellida- todo: tras ellos vienen el trabajo y el dinero. Acostumbra á- tus hijos á. no despreciardo la sabiduría de las naciones, 6 bien evangelios abreviados, como sucede entre noso- nada, ¡j guardarlo todo . Pon todo tu cuidado en las cosechas. Cotros , atendiendo á las verdades ciertas é infalibles que conti,men, y á que son la mejor munmente se pierde mas en un día por dessenda que. podemos señalar á nuestras cos- cuido que se gana trabajando en una semana. Haz que ·tus hijos noten los productos- de tumbres. - Pero prescindiendo de estas indicaciones, y tu hacienda , de tus compras, de tus ventascontrayéndonos á la agricultura, podemos y de tus gastos. _ Trabaja bien la tierra, abónala mejor, no• citar ó citaremos á Jairpe Bujault, cuya honradez escede á todo elogio, el cual , despues le economices.nada, y serás un buen cultivade haber invertido su vida en discurrir me- dor. Cuida á tu tierra como á ius yuntas, y nodios de ser útil á sus semejantes , ha esparcido , bajo la forma de preceptos , entre los dés á estas un trabajo escesivo. El que es,¡uilma sus tierrras, disipa sushabitantes del campo, una larga serie de co- · nocimientos agrícolas. Hé aquí los sabios caudales. No ares ·las tierr~s fuertes despues deconsejos ó los proverbios de este hombre haber llovido, ni las tierras ligeras en liem .honrado. A todo caballo debe dársele uñ buen pa- po de calor . . Sin un buen arado y una reja larga no•, lafrenero, y á toda tierra un buen cultivador. harás buena labranza. El que descuida sus tierras pierde á Io Procura evitar en ti1s campos las malas menos un tercio de su producto; y si vende, ye rbas : ellas perleneten á la familia del mal; Ja. mitad de su capital.. culti yador . '


-- 123 ¿Quieres buenas cosechas? Procura formar . En (erreno de buena calidad una vaca y prados. dos ovejas abonan una fanega de tierra. Los prados son para la tierra lo que el Si el terrreno es frío y húmedo ,_ con la alimento es para el hombre. vacs y dos ovejas no abonarás mas que la Si la tierra es esquilmada, los prados la mitad de una fanega. fortifican ; si está cansada , la reposan ; si No plantes jamás .el ajo y la cebolla en el tas malas yerbas la dañan, ellos la limpian. mismo sitio. ¿Porqué, pu~s, haces siemNo se bailará tierra alguna donde no pue- bras sucesivas de trigo en _tus campos? da sembrarse un prado de una ú otra espeLas tierras se disipan si no alternas el -c~lcíe. tivo ; las malas yetbas· se desarrollan con , Los prados alimentan el ganado; el ga- ventaja , y tendrás una coseha escasa. nado produce el estiércol, ·y el estiércol las Las hermosas espigas hacen la buena co;nieses. secha. No hay forrages sin _prados ; no habrá gaCultiva de todo si quieres tener de todo. nado sin forrages, ni estiércol sin ganado, No olvides la patato : ella te alimentará ni pracl.os sin estiércol. en la escasez y cebará tu g-anado en la abunI.os prados, los forrages, el ganado y el dancia. estíércol producen las cosechas : todo se Engorda ga~ados de muchas especies : si - consigue con e~tos medios; y si falta uno, no es el uno el que se vende, será el otro. · falta la cosecha. El que cuida su ganado, cuida de su bolsa. El que tiene la mitad de las _tierras de la- Engorda tus reses antes de llevarlas al branza convertidas en prados escele~tes, es mercado·, porque la gordura .cubre los deuu h1=1cn culljvador. Lo será tambicn si las fectos. destina por terceras partes ; pero no si lo haSiembra y cultiva para cada especie de ce por cuartas solamente. ganado: es preciso que todo viva, y que viva Si Jes_tino tantas tierras para prados, bien. ¿, donde he de colocar mi heno? - D_onde lo· Yo no tengo diof'ro plll'a adquirir ganado. ~olocan las tres cuartas partes de la Europa: -Compra Lernerillos y corderos: bien aliá ciclo raso. mentados te darán mas provecho eQ un año El que no t.enga heno al descubierto, no que en dos mal cuidados • <liga que lo tiene. .Con ellos tendrás estiércol , cosechas y diSiembra prados cada año y ~rráncalos cada nero, y antes de poco riquezas, si eres ecocinco. Una fanega ee desmonte vale por tres. nómico y laborioso. Haz uso del yeso en tus prados artificiales. · No hay años buenos para el gloton, pereSeis reales de yeso le darán <loce por ciento zoso y haragan. de forrage en sentido de tu cosecha habitual. No vigilar sus trabajadores, ~s dejarles la · No siembres sino lo que puedas abonar: bolsa abierta ( 1 ). conslruJ•e prados, y cría ganado hasta que Guarda tu hacienda , que tu hacienda to le permita beneficiar todas tus tierr-as. gua~a~. . No siembres en razon de las lieri:as que El que quiera enriquecerse por medio del posées, sino del estiércol que tienes. arado, debe conducirlo él mismo. El que siembra sin abonos trabaja mal, (1) Aúnqué este y los dos proverbios quo sise arruina y edifica sobre arena. guen, y que recordamos ahora , no pertenezcan Diez ovejas abonan tanto terreno como el á la coleccioo de los de Bujault , hemos cl'~ido que abona un caballo ó una vaca. oportuno aiiaclirlod á ella.


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Sin entrar en la cuestion de si conviene ó 1 visitar mi granja para conocer los procedinó á la agricultura que los gobernantes esta- mientos de mi cultivo . Permitidme que os . blezcan granjas modelos donde poder ensa- ba~a de ellos una ligera reseña.» yar los diferentes métodos de cultivo y eslu· « He suprimido la cama en las cuadras y diar con estension todos los ramos intere- corrales do se aluerga el ganado vacuno, . santes , ya propios ya auxiliares, de la agri- habiéndola sustituido con .tablas subre las. cultura, diremos ·solamente que en la Ingla- que las reses s~ echan perfectamente. La disterra , sin que posea tales establecimientos, posicion que be adoptado para colocarlas; florece la agronomía cual en ninguna otra des pues <le repetidos ensayos, os la siguiennacion de Europa. Pero en defecto de estas te. Cada animal ocupa un espacio Je longi-granjas modelos , encontramos en la mayor tud y latitud proporcionado a su cuerpo : el parte de sus condados casas agrícolas dirigi- tablado que se levanta sobre el suelo ó padas por hombres ejercitados en dichas cien- vimento forma una pendiente regular que cias, y cun tanto esmero establecidas y cui- permite un curso rápido á los orines. ltay dadas que son dignas de ser tomadas por un muchacho encargado de recoger los esmodelo. Ent,·e los agrónomos mas distingui- cremcntos al momento que se producen, por dos por un mérito singular, citaremos á M. cuyo medio el ganado se mantiene en un esHuxtable , conocido por la importancia de tado constante de limpieza imposible de losus escritos sobre los efectos de los abonos grarso cuando usamos la cama en los estaen las tierras de una esterilidad absoluta, y blos. » otros. « Además de esta_ ventaja hallo· otras en En una reun•on de cultivadores celebrada este método, como son las de no vermt> jaen Sturninster, el verano último, que se so- más embarazado por la falta de materias palemnizó con un gran banquete al uso invaria- r11 las camas. y la de poder disponer de toda ble de la Gran Bretaña, M. Huxtable, dan- la paja para la alimentacion del ganado. El · do las gracias á la asamblea por el brindis méto<lo de alimcmtacion que tengo establehecho á su honor, ha reasumido los princi- cido consiste en desmenuzar la paja suficien--pales puntos de su método de labranza en un temente, colocarla por c·apas alternadas con cuadro que puede considerarse como la es - el trebo! y el heno, pulverizándolas con una pc;>sicion del estado mas avanzado de la agri- cantidad de sal, y mezclándolas en seguida cultura inglesa. juntas. Esta mezcla la doy al ganado cou una <( Señores , ha dicho M. Huxtable, agracantidad de col-nabo y de ruta baga ( 1) pardezco con toda mi alma el testimonio de tidos en porciones~ No me dispenso ningun afecto que acabais de dispensarme, debido á día de dar á mis vacas de leche la racion áe mis constantes esfuerzos para aumentar los col-nabo que dejo iodicllda' y el único inproductos de nuestra agricultura. La unáni- conveniente que resulta de este alimento, el me aprobaciou que de vosotros han merecimas económico de todos, es un ligero sabor do mis trabajos. me induce á pin1sar hoy que de nabo que la manteca puede adquirir; pepuedo ser de alguna utilidad. l\fas de trescien los cultivadores han venido este año á . (1) Especie do rábano da Suecia.

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12!> ro lo · hágo Jesa1rarectÍr completamente y con dises vellon. Pºro debo observar. que mis cálc!]los no se fundan sobre un solo animal, prontitud con una débil dosis de cloruro de cal, Sir E. Baker, que está presente en es- sino sobre los resultados de acrecimiento de ta reunion , ha probado mas - de una vez la un rebaño de cien carneros. » « Sigo para los cerdqs el mismo metodo manteca de mis vaca3, y puedo apelar por lo que he dicho para los carneros , y puedo mismo á su juicio.·» ( Sir E. Baker afirma que la manteca de asegurar que me produce bµenos efectos. las vacas de Mr. Huxtable os excelente y sin Descansan igualmente sobre .tablas y sin caque se le perciba sab_or alguno desagrada- ma alguna de paja.-» 1Llfl. ·Mr. IJuxtable continúa). « Me direis tal vez, señores, viéndome «La se.gunda ventaja que -me proporciona un partidario: tan decidido de las tablas, que l.a .práctica de hacer dormir mis vacas y mis soy un hombre de madera. Yo os responderé bueyes sobre tablas de madera , es gue los en tal caso , que mas vale ser hombre de escremenlos que mando recoger apenas los madera que hombre de paja t Risas).» arroja el anlmal, se solidifican y reducPn al _ .« Por lo demás, ,voy á demostrar mi sisestado de polvo por media de cenizas ó tierras tema con cálculos positivos. El 23 de noviemsecas que -se les unen al efecto. Es.te méto- bre hice pesar dos cerdos con un cuidado do .me facilita poderlos emplear luego ó guar- escrupuloso : tenian de poso, el uno cincuendarlos convenientemente para la época que ta y cinco carpiceras y el otro sesenta y tres. me sean necesarios sin pérdida de nin- Pesados nuevamente el dia treinta de noguno de sus principios útiles, al propio viembre habían aumentado , el uno cinco tiempo que aprovecho lambien los orines, carniceras , dos tP,rcias y nueve onzas, y el debilitados con agua comun, para regar los otro siete carniceras y dos tercias. ¡ Siete prados, sirviéndome como abonos líquidos.» carniceras y dos tercias en una semana/ Me « Si para la mayor ven taja de una siem- parece que oigo deciros que esto es increibra ne_cesito hacer uso de la sembradera, . ble. Vos.otros quisierais probablemente saber añado el abono pulverizado que me pro- ante;; de determinaros á creerlo, cómo pueporciona el ganado con la!\ semillas que· he de haberse o1'tenido este resultado. os de sembrar; y este método, al paso que me prometo decíroslo en la asamblea próxima, simplifica los procederes del .cultivo, me· si como confio tengo el honor da ganar un produce ahorros que por insignificantes que premio para mis cerdos. >> parezcan, no se deben despreciar en una caccCuando el año último- comimos juntos sa de labranza.» con el mismo objeto que nos ha reunido ce Tambien diré algo de mis carneros que hoy; os diga que si me formalizaba baria duermen en camas de madera.• El aumento crecer una rutabaga sobre esta mesa. Hubo de peso, verificado este con toda exactitud, algunos que se burlaron de mí, procuranha sido de mas de cuarenta y dos onzas do que se desconfiase de mi palabra. Mirad, castellanas cada semana. La racion que les señores, si he sabido cumplirla. Aquí está doy consi~te en semillas de lino, habichuelas un rulabaga obtenido con el método que os molidas con una cantidad de col-nabo y de anuncié ( M. Huxlable enseñ:i á la asamblea rutabaga, y forrage suficientemente partido un tablon con algunos agujeros , dentro de 6 desmenuzarlo. Estimando estos alimentos los cuales han vegetad-0 algunos piés de rupor su valo1· en venta , encuentro que la 'ra- tabaga de l,ln mQdiano grosor. » cion de un carnero , durante una semana, « }le puesto, continqa M. Huxtable, den~ importa cinco reales veinte y ocho maravetro de 'estos .agujeros una pequeña cantidad

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de lierra abonada co~ aserradura y estiércol

buen resultado? Pues bien , os la diré: Jo principalmente al ventajoso anendadebo ó excremento pulverizado, y he obtenido los mieoto que tengQ hecho, q·ue me ha permipiés de rutabaga que teneis á la vista. Esto · no es otra cosa que una prueba del poder tido entregarme sin desconfianza á • toda del hombre, y deseo que se tome solamente especie de mejoramientos con la certeza do como un núevo pasatiempo; pero lo que reintegrarme debidamente de los ·adelant~s hay de formal, y que lo he probado muchas que haga aun para la tierra mei:30s fértil. llé veces por mi propia· esperiencia , es que ha- aquí, señores, todo el secreto. » « Muchos de Ínis vecin9s han dicbo por ciendo un ngujero en ' un suelo absolutainente estéril, aunque sea sobre la roca vi- largo tiempo , que yo hacia gastos estrabay llenándolo en seguida de sustancias gantcs y que mi método de culti, 0 era el fertilizantes , podemos obtener productos que mas costoso de la cqmarca. Yo no negan~ que esto sea- verdad. Yo no empleo menos 'pagan con usura los gas los de la labor; » « Unó <le los procederes que me han da- · <le seiscientos reales aproxima~amerite por tlo mejores resultados en m·is tierras de ma- cada fanega de tierra, inclusos·el arrendala calidad, es el cultivo de los guisantes miento , contrilmcion , abonos y l;bores ; sembrados á surcos. y altérnando con las re- pero en cambio obteogo·uoa coseclia que me molachas y el rntabaga.- Por este medio ·he paga bien los gastos y trabajos. Si no emlogrado una cosecha ventajosa , de manera please mas que la mitad de esta suma, sob're que por cada fanega de tierra ( 1 ) he obte- no obtener productos ventajosos , me arruinido catorce fanegas de guisantes, que ven- naría enteramente. El producto medio de las didos á ciento doce reales vellon el saco ó tierras que yo cultivo ~s de unos mil reales 'COstal valdrían por consiguiente setecientos vn. por cada fanega de tierra, y pagados lo.s ochenta ·y cuatro reales , sin contar la éose- gastos me dejan un beneficio de cuatrociencha de remolacha y rutabaga que no deja de . tos reales. » « Llamo toda vuestra afoncion sobre estos ser abundante y provechosa. Los gastos particulares del cultivo de los guisantes, inclu- cuatrocientos reales; os r11comiendo eficazsos los de recoleccion y espurgo, no pasarán mente que no olvideis este cálculo, y si alde doscientos cuarenta y ~ho reales en la guna especie de duda os queda todavía, os porcion de terreno que hemos dicho, y que- invito á qu~ vengais á cercioraros de ello en darán por lo mismo quinientos treinta y seis los libros de mi contab'ilidad. Esta es, sereales de beneficio, sin contar "el valo1' de ñores, mi cóoclusion. » fa$ r~ices cultivadas en el mismo suelo, » La asamblea acogió con estrepitosos e~ Aparte de mi trabajo y de mi método, aplausos, repetidos por largo tiempo, los ¿ quePei~- saber la causa principal de este detalles de M. Huxtable: detalles que nosotros los creemos dignos de que los mediten ( 1) La fanega Lijeqe qq~¡ pies caa~ratlos nuestros: lectores. ' 1(5 pulgadjlS,

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Hemos visto el programa de los ¡}l'emios que ó presenten mayores adelantos ó mas p-er.ofrece la Sociedad económica de amigos del pais fectos trabajos en las. clases de edúcacion, de Valencia f)'ara el dia 8 de diciembre del año agricultura, ecooom.ía rnral , fábricas, arles actual , 18!8 ,: á los que mas se dí6tiogan útiles y dcmas ramas científicos é industria-


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tos rea le~ al q uc presente en el año 1850 cuatro varie<la<le s de manzanas y cuatro de peras, obtenidas por medio de siembra, qua puedan competir con las mejores de las conocidas en la provincia : un accesit de dos ., -cientos reales al que siga al premio. _ Aleda/la de oro de segunda clase al autor de la mejor memoria en que , discurriendo sobre los diferentes métodos de podar el olivo que están en uso en la provincia, se demuestre del modo mas aproximado á la práctica, cual es el mas ventajoso. 1 gual premio al autor de la mejor memoria sobre el cultivo de la rubia y su aprove'Ciento sesenta reales al labrador qu~ crie'á chamiento, acreditando haber ensayado en :pesebre una ternera lechal , cuya canal no 'baje i:Je 260 libras de 36 onzas en el día de esta provincia dicho cultivo, y dando notifa esposicion de flores ; oien reales á la que cia de su producto comparado con otras 1:0subsiga en peso, y ochenta al que •os me- secbas del país. Medalla de oro de primera clase al autor rezca en tercer lugar. de la mejor memoria que trate dé la utiliUn premio da trescientos reales ó medalla d.e oro de segunda clase a1 que siembre en es- dad que el estudio de -las ciencias naturales te año y obtenga un plantío de árboles de reporta á la agricultura, con las aplicaciones monte -de estension de una -cahizada á una principales que de todas ó la mayor_parte legua de esta ciudad, ó dos cahizadas fuera pueden hacerse á aquella como una de la.; de di-cho radio , flevando la preferencia el bases de la riqueza pública. Igual premio ó mil reales ofrecido por el que lo cultive con mas esmero, y logre por · Sr. conde de Ripalda al culti,·ador de seda ello mejores resultados. que, por medio de plantaciones de las diCarta de aprecio al labrador ó propietario que aplique al abono ó beneficio de la tirr- versas variedades de mullicaulis, logre sera alguna sus.lancia vegetal, animal ó mine- gunda y tercera cosecha, no bajando de 50 ral de que no se haya hecho uso hasta -aho- libras. Mil reales ofrecidos por el Sr. :conde de ra. y acredite haber mejorado un terreno, Rótova al qm, por los mismos medios ha ga combinando proporcionalmente las diferentes cfases de tierra, para hacer mas ven tajo- cuarta cosecha de seda fina, no bajando de 30 libras, sin perjudicar á las moreras. sa su calidad. Título de socÚJ de mérito al que ensí',ye Medalla de plata dorada de tercera clase al una plantacion de encina rebollo ó cpscojas jóven de 10 á 15 años que, por medio de y aplique sobre ellas la cr..ia de la gr¡ina kerun exámen á presencia de la Comision, conteste mejor á las preguntas que le bagan so- mes. .Igual premio al ¡mtor de la mejor memobre las faenas del campo. ria sobre la siembra, plantacion, cultivo y .Medalla de plata dorada de primera clase al que presente en una de las tres es posicio- aprovechamiento de los árboles de monté ó nes frutos de la piña ananás logrados en su bosque, clima, csposicion y terrenos que convienen á cada clase de los mismos, y méjar<lin ó establecimiento. Medalla de oro de st9u11da clase ó trescíen- todo mas ventajoso de reponer los montes

les que prolege aquello corporacion, y hemos creído oportuno hacer mérito en nues•!rn ,periódico de los, premios que se refieren á lo agricultura. Los que aspiren á ellos deberan presentar sus obras antes del primero noviembre, con el fin de que, precediendo el debido exámen, pueda recaer califica'<lion a~tes de la junta pública , en la que se recibirán dichos premios. Los siguientes son ,los ófrecidos á la

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AGRICU,LTURA.


128 y aprovechar las tierras en r¡ue no pueden y el análisis químico de bojas de las mejores criarse olivos, alga-:-robos, almendros y otros · variedades. frutales. El mismo premio al autor de la mejor meIgual reco-mpensa al autor de la mejor moria sobre el cultivo del naranjo , y las vamemoria en que se describa el arroz, sus riedades conocidas en este pais; con espreespecies y variedades principales , clima y sion y demostracion de las ventajas que toterreno que le convietlen : siembra, labores davía pueden sacarse de este hermosísimo y abonG>s que se acostumbran en general, con árbol, fuera. de las ya sabidas. · espresion de las diferencias que se observan en Asimismo se premiará al autor de la metodas las operaciones del cultivo en las ri- jor memoria quA t-rate de lo&_ pozos artesiaberas izquierda y derecha del Júcar; é igual- nos y pruebe la posibilidad de poderlos utimonte sobrA los medios mejores de conser- lizar con ventaj11 en esta provincia. varle en cáscara , descascar.arle y blanLa misma honorífica recompensa al que quearle. destine una cahizada niarjal esclusivamente La misma .dístinc(on al autor de la mejor para cría de sanguijuelas de la clase mas esmemoria sobre el cultivo de la morera, de~ timada que solian encontrarse en los eónmostrando y clasificando las variedades cotornos del Júcar y Albufera , y acredite l!anocidas en este reino, la preferencia que re- ber obtenido un millar de aquellas en el dislativamente merecen 'en los pueblos cose- curso de tres años, ó antes si lo pudiera cberos, considerada la boja como alimento conseguir. del gusano, y como objeto de tráfico y venUn premio, á juicío de la Sociedad, oyen-. ta . Tambien-deberá contener dicha memo- do [1 la Comisio:::., al descubridor de un re .. ria los remedios que ·se hayan esperimenta - medio que evite la mortan,dad de las mor.e~ .do para atajar la enfermedad llamada seca, ras.

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Q.tte¡¡o de patatas. En Alemania es bastante comun este queso, ;f-~e confecciona d_e dos moclos distintos: el que , tiene mayor estima es el siguiente. Se escogen patatas de buena cali~ad , se hacen cocer al vapnr y á 1~ milaq solall!enle, y se mondan y , raspan en seg-qida para reducirlas á polvo. Se mezcla.n lre!i parles de esta p1,1lpa en dos pai:Les de cuajo de manteca fresca, y se amas_an juntos. Se deja en reposo esta masa por el

espacio de lres ó cuatro dias, segun la tem~ peralura, y se forman eQ seguida panecillos que se salan y se dejan secar. Será mejor todavía el queso que se forme de una parte de pulpa de patata y t_res de manteca de oveja, elaborándose de la manera que hemos dicho respecto al precedente. Una de las ven lajas que tiene el queso de patatas es que mejora su calidad á medida que se pon~ añejo y que no cria gusanos .


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'FOR!IACION DE LA TIERRA lrEGETAL óCULrflVABLE. En l(jS artícufos préc<'<leotes de geografía liotánica, hemos visto á la vegetacion cubrir todas las partes de nuestro globo así entre las ahi'asadoras tomarcas de la América como en lás nevadas montañas ae la Europa. Nos corresponde ahora ver cómo un 1l tierra virgen, uha isla salída nuevamente de entre las aguas , se visto poco á poco de ricas plantas que ocultan la desnudez de sus rocas , hacen compacto el suelo formado de arenas p11ras , y lo disponen lentamente á la produccíon de cultivos de toda especie. Es de mucha importancia observar que las plantas que vegetan en esta tierra nueva, por mas que en cada primavera veamos las mismas llores, no son iguales á las que la cubrieron en su primera aparicion. Ya que hemos de discurrir acerca del origen de esta hermosa vegetacion, que no podemos fijarla 6 trasladarla á la época de la creacíon general de los seres, no debemos dispensarnos de investigar, ·a:unque sin descender á poi"menores, los medios en virtud de los cuales la naturaleza ha llenad0 las rocas y las arenas eslérifes de un mantíllo ó tierra vegetal que esparce por do quiera la riqueza y contribuye tan poderosamente á la \'ida ele esog mismos seres. Esta tierra 'Vegetal, que no es ofra cosa que tos despojos de cuerpos orgánicos que se sucedieron • siendo necesarja , como es, á la existencia de tas plantas, parece que tlebió ser formada antes que la vegf?laci°on apareciese en su superficie. De esta manera se ha pensado durante una larga serie de siglos por no habernos parad'o á oóservar un órden do plantas despreciables á la vista del i gnorant~ por su pequeñez, por su sencillez y por su poca hermosara. Pero d <:'sde que

el espírÍtu ejercitado en Ía ohserVacÍon ha notado la relacion que hay- en el órden natural de las cosas y la grande importancia que los seres inás pequeños tienen en el cuadro general de la vegelacion , hemos aprendido á distinguir las funciones quedóben llenar estos_ seres tan d.imimitos y el modo como disponen el suelo para el cultivo de espedes de mayor tainaño y grandeza. Hemos llegado á conocer que estas plantas pequeiias, primeros rudimentos d.e la creacion vegetal , además de no exigir para su desarrollo y sustento cantidad alguna do mantillo, suministran por el contrario al sueio, con su descomposícíon, otra .cantidad relatí-va ó proporcionada. Rsta escasa parte de tierra ,·egetal que nos dieron las primeras plantas , nos permítió el desarrollo de otras de un órden mas soperior que destruyéndose tambien á su vez nos facilitaron el cultivo de? ve.gelales mas vigorosos. Para comprender debidamente lo que acabamos de indicar, figurémonos una roca que sa'le de la tierta con _toda su desnudez: puesta á la sombra y suJeta á la humedad de la atmósfera, cuyas drcunstancias favorecen eí fenómeno, se desarrollan en toda su superficie ú.11a muftitud de hysus, plantas que se presentan bajo la forma de u-n tej"ido cubierto d·e polvo, ó de una borr.iíla íílamentosa diversamente colorwa que fa l'uz _t_el calor cambi'an poco á (}QCO en 1!1anchas negras y tenaces :. estos seras vegetales, que hemos de considerarlos como la base de toda la ~egefacion, y que imprimen en nuestros mas -bellos edificios el sel1o de la vejez, producen con su destruccion una cantidad de tierra veg.eial que permite el desarrollo de los liq11enes : estos forman sohre

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t~a roca estéril señales de colores distintos, ~incrustaciones granujientas y ;farinosas , .que desarrollándose igualmente poco á poco en rosetas de un aspecto foliáceo, crtlan ··_·~superficies m,as ó menos divididas en· lóbut·los diferentes, lamen la superficie dé la roca - que las sostiene, la penetran de mil maneras · ·diferentes, é inl'rodacen de~tro de estas · grietas la porcion de tierra qoe ha sido • el fruto de su <leslruccion. Por pequeña · que sea esta cant-idad de tierra.., basta sin • embargo á <lcsarrollar:1íq11e11es de un órden - mas elevado , ·cuyos despojos unidos á los tle los primeros suministran otra portion ó ·capa de tierra suÍlcfont para a1imentar • musgos <le un ór<len inferior, á los que su··ceden asimümu especies muy robustas. ,lJesde entonces un ligero céspeJ cubre la superficie de la roca; esta capa aument11 cada -año con los despojos de los vegetales que alimentó; los l-allos diminutos y las raicíllas capilares y-apretadas de los musgos retienen estas partículas p-ulverulentas; la hume~ad se ·conserva por mas.tiempo; la capa de mantillo se hace cada vez mas espesa; se establecen en ella luego las gramíneas y otrás plantas herbáceas de -tallo débil y bajo ; y elevándose progresivamente la capa vegetal á medida que las generaciones se suceden, se ·convierte con el tiempo en una pradera <le que se pos,1sio11a un gran- número de insectos. Algunas plantas de tejido leñoso que asoman por entre esta vegetacion mezquina y raquítica, anuncian que este terrena no tardará en recibir árboles mas grandes. cuya multip1icacion formará en seguida bosques inmensos y cubrirá un suelo que de olra manera hubiera quedado eternamente estéril. Siguiendo de este modo el progreso sucesivo de la vegetacion , llegamos á con.ocer qoe la tierra vegetal no es otra cosa que el resultado de la descomposicion de las plantas que se crian cada año, y que la un.a sin fas otras no pudieran existir; y esta mis~,a

verdad nos·conduce á otra n,uy;importarilú, y es que la sola natmaleza y nó la industria bumaua ha podido depositar sobre la roca esa capa de mantillo que ha de dar vida á una numerosa posteriuad. Pero estas plantas que , segun hemos 'Visto , establecieron la primera ver,etacion sobre las rocas , no pueden subsistir, por la falta de "s.us raíces, sobre las arunas movibles y áridas. · Para poblarse de pla-ntas estas dilatadas llanuras era preciso otro órdeu lle vegt>tacion que.,'(a naturaleza no ba ohidado. En lugar de los byms y de -los líqaene, que exigen una base 6ja y sólida, se hallan muchas especies <le gramíneas y de ciperaceas, cuyas q1íces aproximadas , marchando en direcciones diferen·tes, ;apelmazan el S_!Jelo por donde penetran, y ·fertilizándolo con sus innumerables despojos lo hacen útil á la vegetacion de una mul(itu<l de plantas propias de aquella tem-peratura. A. pesar de esta ley que sigue la n&turaleza ·-cuando ~lena de plantas los áridos desiertos, hallamos no obstante vastas comarcas en cuya <iUperficfo no desarrolla una sola flor : de esta manera se nos manifiestan esas inmensas llanuras del Africa, por las que camina e~¡hombre <lías enteros entre el mas triste siltmcio sin encontrar una planta que lo distraiga con su sombra . Y esta falta do vegc:ilacion que algunas circunstancias locales bastarían á remediar, se debe á la ' falta tambien Je agua, primer elemento de la vida de las plantas. Si existe una diferencia entre las plantas de las rocas y las de las llanµras arenosas, mayor la notamos_todavía en los bordes y en las superfi<iies .de las aguas. Se concibe desde luego que estas plantas han de ser <le una naturaleza muy distinta, ya sea que se desarrollen en las corrientes , como en los rios ó arroy_u elos, ya en las aguas mansas y tranquilas, como en las grandes lagunas. En el primer caso la Yegetacion se desenvuelve solamente en las orillo,, mientras


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que en el seguntlo vá ocupando progresi, a- te destruccion . junto con .los esqueletos de mente toda ta superficie. Examinemos el otros tantos animales que se anidaron entre hecho en una pila donde se colocó agua pu- su follaje, al paso que fertilizan el terreno, ra, y veremos formarse al cabo de algun hacen que las aguas ganen en superficie lo que,~tiempo en su superficie una capa verdosa perdieron en profundidad. Vemos entonces que al principio se consideró como una sim- producirse plantas que se aproximan á las ple impureza. Esta capa vá creciendo poco á terrestres, principalmente ciertos musgos, p<•co, y no tardamos en notar la aparicion de y que aumentándose por capas anuas bosta plantas sumamente sencillas que concluyen toman una estension y un espesor que no tambieri su vegetacion, á las cuales se suceden tarda en formar una pradna risueña sobre las lenlecillas. Estas últimas, dotadas de raíces la que vege,tan con lozanía }'erbas las mas que se enlazañ de mil maneras , forman un fértiles y árboles de toda especie. césped floran te cuyos despojos se precipitan al El progreso sucesivo de la vegetacion que fondo de las aguas, y constituyen un suelo des- acabamos de esponer no tiene nada de continado á producir phntas <.le un órden su- jetural: hallamos la prueba en todas las perior : la chara , el nosriophyllum y otros partes de la tierra , y siguiéndola atentavegetales de distintos géneros cubren lurgo mente en las llanuras, en las- montañas, en toda la superficir de la pila y prestan el ali- las arenas áridas y móviles, por <lo quiera mento á una porcion de animales acuáti- veremos una vegetacioa abundante y agracos. Los despojos de estas plantas , harto dable que dando la vida á todos los anima sencillas todavía , ván llenando el fondo de les, desde el mas débil insecto hasta el E!ªJas aguas y permiten el desarrollo de vege- nado mas robusto , aumenta con sus despotale~ mas perfectos, euyas corolas se ase- jos esta capa de tierra vegetal que penetra JDejan ya á las flores eleganle3 de nuestros el arado en mil direcciones diversas, y nos jarJines. A estas plantas aun se_suceden otras proporciona con mano pródiga los elemenmas robustas, cuyos órganos en permanen- 1 tos de nuestra .prosperidad y ventura.

DE LOS ABONOS VEGETALES FRESCOS. Los abonos, semejantes en cierto modo á los alimentos que dán vitla á los animales, obran sobre las plantas cle una manera saludable. Sea cual fuere el grupo de los tres en que dividimos las materias de quo se sirve el agricultor para aumentar la vegetacion, veremos que cada uno de es los grupos obra de un modo determinado segun su composicion y segun el estado en quo lo; empleamos para obtener cosechas abundantes .

l.os abonos propiamente dichos , ya que obran como principios nutritivos que penetrao dentro de los vegetales donde sufren una asimildcion que los hace útiles al crecimieu to y desarrollo de la planta, deben pertenecer por lo mismo a! reino orgánico. La mayor parle de los abonos que empleamos en la agricultura no son otra cosa que despojos vegetales en un estado de descomposicion mas ó menos perfecto , bien sea uniéndo5cles materias animales que sumí-


-,_ -"132 'flÍstra la ·ganadería cdn sus· escilémentos,

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6 qtie abso"l'Lia ·ére ·a'tinós"fera por sus par'res, bien· plant-as mas ó menos suculentas -que füllosas, siendo así que daba a! suelo una entenamos frescas en determinadas ocasio~ r.antidad grande de abono con sus dcspones. JOS. Nos limitamos á indicar comó de paso la · Todas las plantas leguminosas son útiles accion especial que tienen los abonos sobre como abonos frescos ; pero preferiremos las la v·egetacion, porque sobre no ser nuestro unas á las otras seguu los páíses y la natopropósito tratar ahora este punto de doc- raleza del terreno que cultivemos. El aftrina , vamos á tocar el modo de. emplear forfon deberá anteponers-e- af altramuz en tas sustancias v-egetales verdes ó frescas que las comarcas septentrionales, así romo· usase destinan á la agricultura. remos el trebo! y los nabos en los· suefos Desde muy remota autiguedad se han arenosos y suaves. En los países arcillosos usado los ve~elales frescos como abonos. y compactos cultivarémos las habas, los 'fpofrasto entre los griegos cita esta prácti- guisantes, las almortas y otras de esta naca de su país, y entre los romanos los prin- taraleia. Todas las plantas leguminosas, lejos cipales agricultores nos ban dejado escritos de desustanciar el terreno donde crecen , lo que nos hacen ver que se servian de las preparan para toda cosecha de vegetales ya plantas verdes para fertilizar las tierras es- sea <le la misma familia ó de otra diferenquilmadas y arenosas. Este método de abo- te, en razon de las cantidades de materias nu las tierras que ha prevalecido por tan- gomosas que escret-an por sus raíces, cuyos tos siglos está en uso todavía en la Italia, principios gomosos disolviéndose luego con donde es muy admitida la práctica de sem- el riego ó por la Huvia suministran á las hr~r vegetales suculentos despues d.e la sie- plantas alimentos abundantes y muy horno-· ga de~ tri-go para enterrarlos en otoño y géneos. La práctica d'e enterrar los vegeta tes fresprnparar de ·esta maner~ el suelo á recibir una cosecha de cáñamo en el mes de marzo cos pierde de su importancia á proporcion siguiente. En otros p1íses se siembran plan- que nos acercamos al norte. Los cultivadotas diferentes, como las habichuelas, los na- res de Inglaterra y de la Irlanda que se han bos, el mijo y otras~ para enterrarlas en esforzado con repetidos ensayos á estableseguiJa. En los departamentos de la Fran- cerla en su país, han concluido por abancia se cultivan principalmente el altramuz donarla como método poco á propósito para y el alforfon para suplir con ellos la fatla de abonar sus heredades : prefieren convertir abonos: cuyas plantas son probablemente sus forrages en estiércol, haciéndolo pastar las dos que mejor se prestan á este objeto, al ganado , mas bien que enterrarlos fresporque vegetan en cualquier suelo , su de- cos. sarrollo crece con rapidez , abundan en Esta misma práctica ofrece todavía otro . partes ta llosa~ y foliáceas que retienen can- inconveniente, y es el no hallar á veces tidades de jugos af•imentíciós , resisten el ocasion oportuna de enterrar las plantas calor del sol y la sequedad de la atmósfera, entre la cosecha y la siembra que ba de sey permiten sembrarse luego de la siega en guirse. Pero por · poco que sea eÍ resiJ.ltado el rastrojo que hemos enterrado coñ una que nos dé este método, es prnferible á sola labor. El altramuz principalmente go- dejar la tierra de barbecho en razon de la zó de tanta celebridad entre los antiguos, ventaj:i que nos proporcionan las labores que creían que no recibia sustancia alguna que d_amos á este cultivo-abono. Antes dfl de la tierra, ¡¡limentándose <le los flúidos la siembra de primayci:a enlerramo á veces


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ciertos vegetales frescos: mas esta práctica es poco comun , y podemos aconsejarla casi sol amente para los campos d~ forrages des,pues que los consumieron los ganados, enterrando las raíces profundamente . Podemos utilizar tambien como abonos vegetales las plan tas mas ó menos leñosas, como ta -retama, el ·brezo, \os juncos, las ramas de las árboles y .arbustos. especialmenfo ·en l&s terrenos arcillosos y húmedos, ,á los que conviene disminuir la cantidad de agua, dividir la dureza del suelo y aumentar la evaporacion. Este abono será escelente en las viñas porque aumenta su fecundidad sin alterar las calidades del vino. Bajo este punto de vista son importantes ~ stos vegetales en el abono de los árboles frutales, y será una práctica digna de SP-r seguida para el cultivo del olivo en todos Jos países meridionales de la Europa. Los veg~talo1s verdes enterrados frescos ieonvienen en general mas á los climas calientes que á los frios; á las tierras secas y arenosas mas que á las arcillosas y húmedas. Estas plantas ~on)Unican por su dcscomposicion una cantidad de agua al suelo, que unida á las materias nutritivas de que abundan facilitan jugos que asimila el vegetal que las su.cede. Por esta razon preferiremos las que tengan abundantes las partes carnosas , porque dejarán á la tierra maior cantidad de humores nutritivos. En los terrenos arcillosos y húmedos antepondremos los vegetales leñosos y de lenta ~s.composicion . Esta yerdad es tan ant;gua qÜe ya la conoeiernn los romanos en las obras de agricultura que nos han dejado escritas. El buen resultado que podemos Psperar de esta práctica, que uos esforzamos en in-

culeará nueslos lectores como muy Yculajosa, descansa principalmente sobre una circunstancia que hemos de tener muy presente, y es el momento mas á propósito de enterrar la cosecha. Este momento es el de la florescencia , porque entonces las partes del Yegetal se bailan en su maximnm de vitalidad y a~undan por lo mismo en jugos nut.riliYos sin que apenas hayan desustanciado la tierrn . Será un error imperdonable y un proceder sin razonamiento esperar á que llegue la granazon , y el permitir siquiera que cua.:.. jen los frutos, para enterrar_las plantas que destinamos al abono de los campos, porque en este caso e• suelo queda esquilmado y ha robado á su capa cultivable ma)'Ot' cantidad_ de alimento que el que pueden proporci0nar los vcgetalos que se entierren. La profundidad á que d.eben enterrarse fas . plantas que cultivamos como abonos habrá de estar en relacion con la magnitud que ellas tengan y con el vegetal que ha de abonarse-;Las leguminosas herbá&eas , como la habay otras semejantes, no exigen la profundidad que las ramas de los árboles y arbusto~; ni deben tampoco enterrarse tan profundamente cuando ha de seguírseles- una cosecha da cereales, como cuando se destinan para abonar el olivo ú "'Otro frutal cualquiera . En fin, los abonos frescos que nos suministran los vegetales en una escala muy dilatada , y que tan inmensos recursos podemos sacar de ellos, no han sabido apreeiarlos todavía debidamente las naciones cuyo clima y circunstancias favorecen su uso, y mucho menos en nuestra España dondo.. apenas se conoce este método que l_Hl~d~ tenar importantes aplicaciones.


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DE LA COL YDE SU UTILIDAD EN LA AGRICULTURA. ~~ En to"das las provincias de España , la gran número de variedades,- entre las cuacol es apenas conocida mas que por su uti- les citaremos las siguientes. La col de cabra lidad en la horticultura. Es imposible des- ó arbórea; col rizada del norte; col rábano cribrir todas las especies jardineras qu3 se de Siam; col nabo ó col de la Laponi'a; col conocen en los diferentes países , de las rutaqaga ó nabo de Suecia , y la col colza cuales se han ido formando numerosas va- ( l ). Detallarémos las circunstancias de cariedades por la induencia del clima y del da una de estas variedades de berzas en arcultivo . tículos sucesivos, ya que la poca estension . En la dilatada familia de las plantas crn- que podemos dar al presente no nos percíferas, la col forma sin contradiccion el mite tratar de todas ellas con la deteúcion género mas importante con relacion á la que exige el interés de nuestra agricultura. agricultura. Tratamos de describirla en este Hoy nos ocuparemos <le la primera varieartículo bajo este punto de vista, ya que dad. sus especies, cuando se han mejorado por el La col arbórea llamada tambien col gácultivo, proporcio.nan al ganado un alimen- llarda , col ramosa , col de vaca , gran col to abundaqte con sus hojas y con sus raí- · verde, es la que tiene mayor tamaño de ·ces si se las damos en estado fresco. Se han cuantas se conocen, no solamente por la probado diferentes medios para secarlas y elevacion <le su tallo, que es por lo comun conservarl~s en este estado, sin que basta el de seis piés, siuo tambien por el grandor de presente haya podido conseguirse este obje- sus hojas que son al propio tiempo largas to: pero si se atiende á que esta planta per- y lisas. Estas ·se mantienen separadas unas manece verde en toda la estacion del invier- <le otras sin que se reunan jamás para forno, y á que sus raíces•·se mantienen frescas mar cabeza. por mucho tiempo si están almacenadas La col arbdrea necesita para su ·cultivo convenientemente, se hará inútil este cuida- un terreno algo arcilloso y muy abonado si do <le que no puede prescindirse respecto á q1:1cremos que tome el desarrollo de que es otros muchos vegetales que interesan á la susceptible. Este desarrollo es á veces tao economía rural. prodigioso que esta col ha formado varieHemos indicado arriba que vamos á ocu- dades á que dan los nombres de col monsparnos solamente de las diversas especies de truo, col gigante. etc . , de cuyas circunstancoles-, 6 mejor dicho de las principales va- cias se han valido los charlatanes, ó mejor diriedades que se cultivan como forrages, de- cho chalanes, para exigir hasta cuatro reales jando para otro dia hablar del cultivo de una por cada una de sus semillas. Esta col , lo planta que conocen Lieo nuestros horte.la- mismo que las restantes especies de gran nos y que en muchos puntos de la penín- tamaño, se siembra de Almáciga en los mesula cuidañ debidamente, con especialidad ses de marzo ó abril para trasplantarlas de los valencianos que sobresalen á los demás ( 1 ) La Redaccion procura adquirir oporluen el ramo de la huerta ú horticultura. namenle semillas de todas estas coles, y á su tiemLa col berza que empleamos en los usos po tendrá el gusto de ofrecerlas á sus apreciables económicos éÍ que nos referimos, ofrece un suscri lores .

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-1:rira-sien lo en seLiembre ú oetubre . Olros aconsejan, y esto será segun el clima, sembrarla en julio ó agosto para trasplantarla á los campos en abril 6 mayo. La siembi:a se hará en un terreno que haya sido prepal'ado al intento por medio de repetiáas labores y con la canti,Ja1I de abono que es indispensable para esta plan.ta.; y -sea cual fu-ere la época en• que -l'a trasplantemos, debe dársela suficiente riego si las lluvias no se suceden á, esta labor, como comunmenle acaece cuando el trasplante se hace en otoño. Es preferible sembrarla en surcos, ya por ser el método que economiza una bue.na parte de la semilla , ya tambien para facilitar las labores de escarda y demás que son necesarias para es_la planta. En la trasplantacion , procuraremos _que haya la distancia de tres piés de uno á otro surco, é igual distancia de una planta á la otra , esccpt~ e-1 caso que· la tierra no fuese muy sustanciosa, en el cual podrá ser la de dos piés solamente. -La escarda dehe darse· muy oportunamente, y deben ser repetidas las labores- de conservacion á fin de que la tierra permanezca mullida y oreada. La col arbórea , asr como. casi todas las testantes especies. de este género , P,S una planta bisanua, que por lo tanto no ha de sembrarse cada año: dá 1111a cosPcba abundante de hoja si el tiempo sigue ·lluvioso ó puede regarse con frecuencia. Las coles que se hubiesen trasplantado en abril 6 mayo se puede em¡:_i1)z_ar tí deshojarlas en octubre , y así se sigue -basta el mes de marzo próximo, en cuya época cesa esta operacion con objeto de que florez_can y frutifiquen para alimentar el ganado con e~tos tallos florales, menos los pocos. piés que se

destinen para la siemb'ra ó semilla. En los países que se dedican á la ganad.ería será úlil principalmente el cultivo do esta col, y_s•J. interés será tanto mayor pará aquellas comareas en qu.e el !forrnge sulamente constituye todavía la ba_se ~e _la alimentacion de los ganados , .en razon de que la col arbórea ofrece u~ recurso inapreciable por ser un alimento verde muy apetecí- , do por la ganadería. '!;odas las reses comen áviJameote las hojaS-de esta planta, á escepcion de los caballos que las repugnan , al p1·incipio pero que -al fin .se van acostumbrando, por mas que sea para.ellos un alimento poco útil y proveehoso. El cerdo y el buey son los que - se acomodan perfecta- . mente á su· uso, y el último especialmente llega á consumir cada d_ia una cantida<I enor- . me de dichas hojªs. El cultivo de esta col- arh6rea , además . del producto considerable que dá a1 propie- · tario, deja pr.eparado el · sucio para oti•as.siembras de cereales 6 de.forrages si la tier- . ra fué abonada de una manera conveniente y si recibió las labores de conservacion-. que-son necesarios. Pero tod.as-estas ventajas · se cambiarán en inconveni1mtes si no. atendemos á los preceptos que acabamos deindicar, porque-esta planta esquilma mucboe), terr-eno, sobre iodo si. la- hemps dejado . llegar á- la granaz.on. Se conocen algunas variedad~s de est_a • col, como la mil cabezas, col ramosa, etc., que se cultivan particularmente en Flandes y en , la V.andée, las cua.les,dán -un producto ventajoso. Ni la col arbórea ni sus- variedades . temen el frio , y para probarlo bastará decir que en el :norte de Francia resistieron el invierno riguroso de 1830.


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M'EMORIA acerca de los diferentes métodos q11e,se emplean para engor.dar el ganado vacuno. ARTÍCULO CUARTO

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jfodo de engordar los bueyes al establo.

Si el método de engordar al pasto el ganado vacuno es el mas sencillo, el mas cómodo, el que ménos trabajo y cuidadr exige, el que mas contribuye á conservar sanos los bQeJ;es y á qu~ sus carnes sean mas delicadas y mas sabrosas, y es en fin el que mas conviene en los paises de 111.mndantes pastos y escasa poblacion, en que la ganadería, y no la agricultura, forme la riqueza principal de los habitantes, el método de ongo,:clar el ganado teniéndolo constantemente en el estáhlo, es mas pronto, mas perfecto , y debe sin duda p,:eferirse en los , países en que la agricultura se Laya llevado á un alto grado d-e perfeccion ; ya porque en una determinada extensÍ2n de terreno se pueden engordar mas cab~zas de ganado por este método , ya porque se aprovecha todo el estiércol, que en semejarites países tiene siempre un valor no desprecial,le. Aun cµancl,o para conservar en buen estado de salud los bueyes de labor ó las vacas que se destinan á la produccion de leche , es necesario que los establos sean bastante espaciosos, muy ventilados, que tengan u_na temperatura seca y poco elevada , y que reciban bastante luz; cuando se tra~a de engordar gonado vacuno con destino á la carnicería : conviene por el contr-ario que los establos tengan muy poca ó ninguna luz, quti la temperatura en elfos sea caliente y húmeda, que no baya apénas :ventilacion, y es preferible tambien que sean poco espacio. (t) Vé¡msc los núm. 3, i5 y 7 , pág. 41, 76 y

t (18 de este periódicp.

sos; Como la gordura es una verdadera enfermedad , una especie de hidropesía de grasa , cuyo término natural sería la muerte, si el hombre no se adelantase á quitar la vida al animal, es necesario tener á este sometido á condiciones que la experiencia La demostrado ser ventajosas para promo,,er semejante estado de enfermedad , aunque sean por supuesto las ménos convenientes para conservar al ganado sano y robusto. Así pues debe haber muy poi:a ó ninguna luz en el establo , ya para que sea algo mas débil la fihra de los buey<'& qae se estén engordando y se pueda aumentar la grasa mas fácilmente , ya para evitarles la sensacion que les causaria la luz, sobre todo siendo muy viva, pues ninguna sensacion fuerte les conviene. De aquí se infiere asimismo que en el establo debe haber el mayor silencio posible, á fin de tener á los bueyes en el estado mas completo de .calma y de reposo. La temperatura debe ser algo caliente y húmeda, ya para que el ganado experimente una agradable sensacion que lo incline al descanso, ya para que la piel y las fibras adquieran cierta suavidad y blandura que tan convenientes son para la acumulacion de la grasa, ya finalmente porque una atmósfera templada, saturada de vapor de agua , se opone á la traspiraaion de los animales que en ella respiran, cuya traspirocion queda por lo tanto en los tejidos, contribuyendo á la acumulacion de la grasa. De 1() expuesto se deduce claramente que no conviene mucha ventilacion en los establos, á fin de ·evitar en lo posible las variaciones de temperalura, y que han de ser poco espaciosos, no solo por razon de economía en la construccio.n, sino para conservar mejor la temperatura caliente y húmerla que tanto conviene para que el ganado engorde con prontitud. En Inglaterra, en donde este ramo de industria se ha llevado al mas alto punto de perfeccion, tienen á cada buey aislado en una especie de .celda


- · 1'317 ·1eslrecha en que no puede hacer ejerc1c10 ninguno. De no verificarlo así, 6 de no · tener á los bueyes separados unos de otros por medio de .piés derechos , debe por lo ménos cada buey ester atado á su respectivo pesebre , para que np se inquieten unos á otros, y tambien para que· los mas fúertes no quiten la racion á los mas débiles. Es necesario que en los establos haya ' mucho aseo, y al efecto se limpiarán todos los dias el pe~ebre y el cubo en que beben los bueyes. renovándoles tambien la cama, y cuidando de sacar el estiércol del establo todas las semanas-; de este modo el ganado suele estar por gusto echado constantemente, y no se levanta sino para comer. Tambien es una práctica , puede decirse indispensable, almohazar fuertemente al ganado todos los dias, lo que se hace con una pieza de madera dentellada , á la que se pon e un mango para manejarla con mas facilidad: es increíble lo que ~ste pequeño trabajo contribuye al aumento de la grasa. Debe haber lambien una grande regula ridad en las horas !}O que haya de darse de comer al ganado, y en · la cantidad de las raciones que se le den , pues llega á adquirir un conocimiento exacto del tiempo y de la cantidad de alimento- que recibe ; y así como permanece muy tranquilo hasta que viene la hora de recibir el alimento J así tambien se inquieta si pasada dicha hora no recibe la racion, ó no la recibe en la cantirlad acostumbra.da. De aquí es que el ganado engorda bastante mas con una racion l'egular distribuid:i en las horas y cantidades acostumbradas, que con maJores raciones dadas de una manera irregular. Para arreglar la distribucion del alimento y la · cantidad en que baya de darse, del,e tenerse presente que á los bueyes les es indispensable una racion abundante; pero se les ha de dejar despues un largo intervalo d~ l'eposo, á fin de que se puedan• echar y r'urniar tranquilam c11te: al dia se les darán

tres , ó á lo sumo cuatro comidas, y cadtt una de estas se hará durar dos horas, echándoles al efecto nuevo alimenlo cuando · _hayan concluido el que tenian en el pesel,re. Se les dará de beber dos ó tres veces ,al dia, echando y desliendo en el agua alguna harina y una muy lijer-a dósis de sal : el agua así pr~parada , que llaman agua blanca , es la que se debe usar siempre , hasta que los bueyes acaben de cebarse , cuidando de dársela en los intervalos que median de una á otra racion. Sin perder de vista que se¡;un ya hemos consignado, jamas es conveniente· pasar repentinamente de- los alimentos seeos á los húmedos, ó de estos á aquellos; sino qu~ estos tránsitos se harán siempre poco á poco, para que el ganado se vaya acostumbrando; cuando se trate de cebarlo se empezará por darle alimentos frescos, como h_ojas de berza, nabos gordos y forrajes verdes, cuidandode que 1a racion en los prí~cipios nunca sea tan abundante- como en lo sucesivo, principalmente si el ganado está algQ flaco, ya con el objeto de prevenir una indigestion, ya tambien porque 110 aprovecharia todas las partes nutritivas del alimento dado _al principio en mucha ma.s abundancia de anteriormente a costumbrad o. Pasaqo algun tiempo se le darán tambien • forrajes secos; y cuando los bueyes se hallen no muy léjos del punto de gordura á que hayan de llegar, es nP,cesario darles_ alimentos mas suculentos, y que bajo menor volúmen contengan mayor proporcíon de sustancias nutritivas. Este método progresivo en los alimentos s~ funda .€n varias consideraciones que se hallan confirmadas en la práctica. Los alimentos frescos y forrajes verdes ponen corriente el vientre de los anima-les, y producen en las raraes cierta blandura que favore ce mucho la acum_ulacion de la srasa : por e so debe empezars,3 por éstos alimentos, cuya cantidad se irá aumentando progresivamente. Debe· despues añadirs9:, alimento seco para r¡ue la


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Forrajes verde$. Con sora esfa· clase de grasa y las carnes adquieran alguna mas firalimentos raras veces se ceban. los bueyes, meza ; y se concluirá por los alimentos mas en ·el establo, pues mas ventajoso seria en suculentos y mns nutritivos bajo un menor volúmen, porque · llegada la grasa á ciérto ese caso hacer qne estos paslasen la yerba punto , se le disminuye al buey el a pelito, en el prado mismo , sujetos á una estaca, consume ménos alimentos, y es 11ecesario ahorrándose de este modo el coste de sega-r ~uplir en la calidad de estos lo que falta la yerba , como tarnbieñ ef de conducirla at. en la cantidad. TamLicn se ba observado en eslablo. Los forrajes verdes ; segun ya heAlemilnia q.ue el aguardiente adrn1nisfrado mos dicho , convienen cuando se empieza á .en pequeñas dósis á los bueyes que se están cebar los bueyes; y si en un caso dado se acabando de cebar , · favorece bastante la les huhicre de ~ngordar con la misma clase formacion de la grasa; mas co!l)O son tan de alimento, se les dará tambien algunai diferentes el clima de ,\ lem!}nia y el de Es- . paja ó algo de yerba seca, que es mas nutrí.: paña, sería <;onvenienti,i entre nosotros, án- tiva; y en_la última temporada se les añates de adoptar esta práctica , hacer algunos dirá algun grano moli,Jo, ó mejor aun un ensayos , y hast.l tanto proceder con cierta brebaje algo espeso, compuesto con linaza reserva. Lo que si puede y debe usarse con y grano molidos groseramente. Un buey que toda confianza , es la sal , sobre todo cµan- se engorda exclusivamente con forraje verdo la atmósfera es muy húmeda, cuando los de-, llrga á consumir por término· medio animales son viejos ó débiles, ó cuanrlo se ocho arrobas todos los días. Raice~ alimenticias. Se dan cortadas en ceban con alimentos acuosos como · forrajes verdes, patatas , etc. : la sal , que siempre pedacitos; y aun cua,ndo todas ellas se pueserá en corta cantidad , se_da , ó bien mez- den aprovechar con ventajas para engordai:dada con los alimientos, que es lo mejor el g30ado, no deben formar mas que la mi{!Orque los hace mas gratos, ó bien disuel- tad de la racion; el resto se -compondrá de :ta en la bebida, ó bien m elida en una bol- forraje seto, y en la última temporada se -sita que se cuelga encima del pesebre , y añadirá un poco de grano molido. las raí-que los bueyes lamen con . placer. La sál ces que con dicho objeto se usan mas fre- _ -conserva á los bueyes ~I apetito, ayuda á la cuentemente en Inglaterra son los nabos y digestion, promueve las deposiciones, · au- las zanahorias. Debemos ~acer especial menmenta la propiedad nutritiva de los alimen- cion de las patatas , pues que su uso necetos con que se mezcla, y corrige· la!, malas sita algunas precauciones. Las p_alalas se cualidades de los que son acuosos con ex- dan -cocidas ó crudas : del primer modo que ceso. Vamos ahora á hacer mérito de los es sin duda preferíble, son ~as sanas y al.diversos alimentos que se emplean para en- go mas nulritivas; hay que darlas deshe{;-011dar los ,ganados en el establo, _haciendo chas y despues que se hayan enfriado algo; .motar de paso que aun cuando con una sola y aunque pueden usarse solas, es sin emclase de alimeoto se puede engordar los bargo mas útil darlas mezcladas con grano bueyes, será bastl!nle mas ventajoso alter- molido ó con habichuelas, algarrobas ó guinar unos alimentos con otros, pues sobre santes, cuyas legumbres se hayan molido ser esto algo mas sano, se m au tiene mas ánles groseramente: las dósis de estas sustanvivo el apetito de los animales; pueden sin cias farináceas se irá~ aumentandG progresihastiarse comer una racion mayor; y en ménos vamente se.gun vayan los bueyes engordando. Las pata Las crudas · contienen un cierto tiempo se acaban de engordar convenienteprincipio venenoso que produce diarrea ; mente.

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causa bastante debilidad á los bueyes ; y á sus excrementos les comunica un olor desagradable: para evitar estos inconvenientes, se les machaca y se las prensa despues fuertemente, hasta que pierdan una mitad de su agua de vegetacion , que es en donde reside ese principio deletéreo; pero lo mas sencillo y mas útil segun ha confirmado la experiencia , es, lavadas las patatas, cortarlas en pequeños pedazos, y añadirlas despÚes un poco de sal molida. Con respecto á las propiedades alimenticias de las patatas, se cree generalmente que equivalen á un poco mas de las que tenga la mitad del peso de ellas en heno: y aun cuando ya hemos dicho que al ganado que se está cebando, no se le dará en raíces sino la mitad de la racion , cuando las patatas se hayan cocido, pueden entónces llegar á componer dos terceras partes del alimento. · Al hablar de las patatas, queremos poner en conoéimienlo de nuestros lectores un méto~lo ya experimentado de engordar los ganados, en que entran por mucho las patatas, y en el cual se hallan sabiamente combinadas varias de las reglas que dejamos anteriormente coPsignadas. Cada buey recibirá todos los días mientras se esté ceuando : Al Al prrncipio. medio.

Al fin de la tempnrada.

Remolacha y patafas... 80 lib .. 45 lib .. 20 lib. Retoño de buenos prados. 15 - . 1-5 - . 20 Grano molido .• , 6 - • 10 15 Paja • • . • . . . . 5 - . 5 - . 5 -

Con este alimento, bue3•es ílacos han engordado perfectamente en uua lempo1~1da de lrer.e á quince semanas. Residuos de las fábricas de aguardiente, cebada y almido11. Aun cuando los de almidon son muy nutritivos, deben usarse con precaucion , teniendo siempre presente que los alimentos acuosos deben mezclarse cun otros secos; y que ' cs entóncJs muy útil el

uso de la sal , sobre todo si los residuos proceden de patatas. Los residuos de la ce\_µ1-da de que se La hecho cerveza , son pr,é feribles á los de las fábricas de aguard1eri te : se cal cu la que equivalen á una libra de heno l()s residuos de una libra <le cebada germinada; y así es que para un buey que está eniwrdando, bastan por término medio de treinta y seis á cuarenta y cinco libras de cebada germinada, con doce ó quince libras de forrajes secos. Los residuos de las fábricas de aguardiente de patatas ó granos tienen una propiedad soporífera que facilita mucho la gordura; pero los bueyes t!ngordados exclusivamente coR este alimento tienen la carne y la grasa esponjosas, y son poco á propósito para ser llevados á largas distancias. Por eso en la última temporada se les darán ménos residuos, y :.e les añadirán de quince á veinte IiLras diarias de Luen heno y un pc,co de grano molido. Los residuos de que tratamos deben darse mezclados con paja menuda , ó con forrajes secos que por espacio de medio dia se de;an remojar en · dichos resi<l11os: estos son tanto mejores, cuanto méoos perfectos ban sido los procedimientos de destilarion. Cuando se ceba los bueyes con esti, alimento , debe evitarse la excesiva ventilacion, porque están sudando con frecuencia; y poi" esta razon en invierno se tendrá el estaLlo bastante abrigado. Forrajes secos. · Es mas económico, y bajo todos aspectos mas ventajoso, comuinar este alimento con el de las raíces nutritivas, que darlo solo al ganado. El heno ordinario es ménos nutritivo que el moreno, por la fermentacion que este ha experimentado despues de amonton-ado algo húme<lo , si bien es bastante dificil conseguir que la fe1·mentacion se haga convenientemente; y el heno que proviene de la yerba del primer corte no es tan bueno como el que viene del segundo corte ó retoño. ·El heno de pipiri-


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gallo es el mas rico eñ principios nutritivos; sigue despues el de alfalfa ; despues de este el de t-rébol, y despues el de las praderas naturales. Puntualizarémos esto algo mas, indicando las.proporciones alimenticias en que se encuentran las expresadas clases de heno, tomando el término medio de los resultados que han dado los trabajos que sobre este punto nos soo hasta ahora conocidos. Así pues bajo el punto de vista nutritivo, deo libras de lieno · de praderas naturales de buena calidad equivalen á ochenta y nueve libras de pipirigallo, á noventa y tres de alfalfa, á noventa y siete de trébol. Dando á los bueyes algunas raíces, .se necesita-o , ademas, de veinte v cinco á treinta libras diarias de buen heno, Granos. Si á pesar de,los muchos principios nutrilivos que contienen, rarísima vez podrá ser útil por razones de economía engordar Jos bueyes con grano, es siempre sumamente ventajoso darles alguno, cuando falta poco tiempo para que se acaben de cebar, como ya hemos dicho en otra parte de este artículo. En todo caso el grano se mezclará siempre con alguna otra sustancia alimenticia, aun cuando sea con la paja que es la peor de todas , por cuanto los bueyes no sqlamente necesitan alimentarse con sustancias ricas P-:. principios nutritivos , sino llenar el estómago hasta cierto punto; y por Lo tanto el grano mezclado con alguna paja es mas útil para el ga11ado vacuno que se está engordando , que si se les alimentase ·con grano solamente. F.ste nunca se dará entero , pues que como su cubierta no puede ser disuelta por los jugos del estómago, son perdidos para la nutricion del buey los granos que pasa sin masticar, y que despu·es salen enteros en el excr~menlo. Por esa razon el grano ha de darse molido_, ó cocido , ó mejor aun , algun tanto fermentado, para lo cual con el grano molido y el agua tibia necesaria se forma una pasta espesa á que se añade levadura;

J-4-0 y si se quiere , se añaden asimismo patata. ú otras raíces cocidas y bien deshechas : al cabo de veinte y cuatro horas se deslíe bíen la pasta en agúa tibia y se dá al ganado, ya como bebida . ya mezclada con forrajes cortados, cuidando de limpiar frecuentemente los pesebres, y de alternar de cuanJo en cuando este alimento con otro no fermentado , como grano molido, forrajes secos-, etc. Cuando los granos se dan con otros alimentos , y pr.eparados de una manera eonveniente, equivalen á dos libras de buen heno una y un quinto libras de avena; una libra de cebada ; algo ménos de una libra de centeno ; cuatro quintas partes de libra de triga; ó tres c,nartos de libra de guisantes, algarrobas ó habichuelas secas. Con arreglo á estas proporciones, y al precio que en eada localidad tengan los granos y legumbres expresadas , se puede eo los diferentes casos escoger el grano ó la legumbre con que mas económicamente hayan de cebarse los bueyes. Tortas de semillas aceitosas . Son muy nutritivas, aunque no todas son igualmente útiles para que el ganado engorde. Las de fa buco son las peores de todas, pues -:ontienen un cierto principio venenoso, dadas en mucha cantid:id, comunican á la grasa un calor amarillento, y á la carne un sabor desagradable. El uso de ,as tortas de colza y de nabina causa á los bueyes el mal llamado de los piés, producido por la acritud de los excrementos ; por esa razon cuando se den al ganado lortas d~ colza ó nabina, com•ieoe cambiar de alimentos con frecuencia. Las tortas de linaza y de nuez son las mejores bajo todos conceptos, si bien nunca deben usarse solas , ni aun da1·se en fuerfes dósis, mezcladas con otros alimentos, so pena de que la grasa ni sea blanca ni firme, y de que la carne adquiera un sabor poco agradable. El mejor modo de usar las tortas es molerlas primero y desleírlas despues en la ~ebida , ó mezclarlas


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po quo sea necesario para engordar los bue 'eón otros alimentos_. Debemos asimismo adyes en el establo; esto- depende , ademas ,•ertir que el estiércol de los ganados a que de la predisposicion respectiva de cada uno se dan tortas de semillas aceitosas , es muy superior al de los que no reciben dicha cla- de ellos, de la · clase de alimentos que se empleen; de la manera con que se prepase de alimento. Li'na~a. Warnes en su explolacion de ren ; y de las cantidades en que se usen. L Trimingham , fué el primero que hizo ver que sí puede asegurarse es, que en ,i guallas grandes ventl\jas que para engordar los dad de circunstrncias , engordan con mas bueyes proporciona la linaza unida á ·o tros facilidad y en ménos ti.e mpo los bueyes manalimentos. Pára ello se muele groseramente tenidos constantemente en el establo, que la linaza ; se echa despue·s en agua hirvien- los· que se engordan al pasto , bien sea en do; y cuando esta se halle ya bien cargada plena libertad, bien sujetos á una estaca. de los principios de lii linaza , so añaden Modo de engordar las bueyes á pasto y los alimentos que se hayan -de usar, y se establo. dPjan cocer por algun tiempo: el todo unido á algun forraje seco se da algo caliente Consiste en tener primero á los bueyes al ganádo. · ', una temporada en pastos naturales ó artifiCuando se empiece á ce.bar los bueyes, se les darán cualesquiera de los alimentos ciales, de alguna de las maneras que hemos indicado en el lugar correspondieDté, y acaque llevamos enumerados, y con arreglo á ba~ de cebarlos despues en el establo. Tamlas indicaciones que hemos hecho, añadienbien se suele de·cir que se engordan -á , pasto do una dósis corta de li,naza , que se irá aumentando progresivamente hasta la últi- y establo, cuando se sigue el método de tener los bueyes en el establo, en donde ma temporada, en que la cantidad de linaza reciben parte de su alimento~ y se les saca llegará á componer una tercera parte del ali~ al pa~to dos ó tres horas todos los días; pemento: las otrasdosterceras parles restantes pueden entónces componerse por mitad. de ro de este modo el _ganado no llega á cierto grano molido, y de las legumbres tambien punto de gordura tan pronto como el que molidas, de que hemos hablado poco há; y ha estado constantemente en el establo sm así la harina de los granos como la de las movimiento ni distraccion. legumbres, se cocerán por espacio de quin. Modo de engordar los terneros. ce ó veinte minutos en cuatro veces su peso de agua pr~parada con la linaza en la fo~Cuando ~e engordan con leche solamenma que hemos dic~o. Este parece ser el mejor te, se les ~leva á mamar á horas determialimento que hasta ahora se conoce para en. nadas; y cuando la leche de las madres no gordar los bueyes : mas ¿ será conveniente económicamente hablando? Esto procurará llega á ser bastante, hay entónces que acu,:csolverlo ántes en cada localidad el que se dir tambien á ta leche · de otras vacas. dedique á la granjería de que tratamos. La Este método parer.e debe ofrecer mas venlinaza es lambien la base de los alimentos tajas, que el de ordeñar la vaca , y dar que para cebar los ganados, han empleado despues al ternero la leche; porque esta al caer en el cubo en que se recoge , pierdA con ventajas Mr. Davey y Mr. Daubuz, cucierto grado de calor natural que tenia·, y yos métodos pueden verse en la entrega 3. ª un cierto aroma que formaba parte de sus de este Boletin, página 140. elementos constitutivos. Por otra parte, la No se pued e á punto fijo designar el tiem •

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-- f-4,2 succion excita la sed y el deseo de mamar, ciada con leche , por partes iguales en un y estimula la saliva tan necesaria para la principio, disminuyendo en seguida la dósis digestion, deuiendo 'no perderse tampoco de leche , basta que se su prime esta enterade vista que el ternero al mamar se apro- mente á los quince ó veinte dias. Para prevecha de ciertas emanaciones animales, cu- parar la infusion de heno , se pone este en un colador y se echa encima el agua hir)'OS lmer .os efectos se advierten en todos los que andan con carne fresca, como los car- viendo; necesaria; se cubre el colador, y niceros por ej emplo. ~in emuargo en los se deja así todo el tiempo necesario hasta países en que trae _ventajas engordar los que el agua se impregne bien de los jugos terneros con leche, se les suele te!}et· á to- del heno, y en seguida se añade á esta dedos n'lunidos en un pequeño establo, y dár- coccion ; harina, raíces muy cocidas, mesela tres veces al dia, cuidando de renovar lote ó suero. Tambien produce excelentes el aire de cuando -en r,uando, de que tengan resultados cehar los terneros , dándoles leuna uur.na cama-de paja, de que baya poca cbe , y allernándola con una bebida comluy y una dulce temperatura, y de darles á puesta d'e harina de trigo mezclada con huebeber de cuando en ·cuando. agua que no vos crudos, y bien batida despues en una ~sté muy fria. Los terneros por este método cubeta pequeña de agua -tibia, á cuya üellegan á pesar al mes, de 100 á f2Ó libras bida se les irá acostumbrando poco á poco, en vivo, y tienen una carne blanca y muy aumentando la dósis progresivamente. En sabrosa. Como suplemento á la leche se les Rusia se han IIP-gado. & tf'ner terneros grue,suele dar i:Í los terneros brebajes hechos con sísimos; echando cerveza en la feche c~~ harina ele linaza , con tortas de lo mismo, que se les alimenta; pero .esto no puede hacon harina de avena, co~ patatas y nabos cerse , si,10 despues que tengan de tres á gordos cocidos , con huevos crudos , ó con cuatro semanas. y empezando por una muy leche desnatada, cuyos brebajes se dan al pequeña dósis de cerveza, que se va auprincipio de cuando en cuando y en poca mentado progresivamente, si bien hay que cantidad , repitiéndose en seguida· cada vez suprimirla del todo en el caso de que ocacon mas frecuencia , hasta que llegan por sione diarrea ú otros accidentes. Un ternefin á ser el úni·co alimento de los terne- ro bien mantenido debe aumentar en peros. En Inglaterra se pondera mucho una so cada dia de libra y media á una libra y fuerte d!:)poccion de heno ó trébol sapo mez- tres cuart~rones. Cela y ¡tndrade.

el ministro de Comernio , Inslruccion y Obras públicas, de ac1\erdo con el Consejo de Ministros, he venido en decretar lo siguiente; Artículo 1. ª Los caminos P.úblicos que no Real dereto sobre construccion, cons¡¡rvacion están com pr-end idos en las clases de carreteras y mejora _de los caminos vecinales (1 ,1. nacionales ó provinciales, se denominarán en la sucesivo caminos vecinales·de primero y seAtendiendo á las razonés que me ha expuesto gundo órden, segun se clasifiquen, atendi, ( ~ ) ~ este decreto precede una exposicion das su frecuentacion é importancia. Son caminos vecinales de segundo órdea, d1rrg1da a S. M. por el ministro de Comevcio, lnslruc~ion y ~bras públicas , en la cu;i\ se hace ver la mfluen~ia y l,a,s inmensas ventajas que ha de p_ropoTcio~ar ~ la agricultura la m"ejora de los cammos: Om1ti01os l:i in sercioq de este d.ocu-

mento por n~ juzgarla necesaria , y por no permitirlo tampoco las rlimen ~iones y materias ·que l1a1\ ti.o ocurar las co\umn~s rlc nuestro periódico.


, os que interesando á uno 6 mas pueblos á peticion 6 con 1-a conformidad de los aynnlala vez, son no obstante poco transitados por mientos de los pueblos á quienes interesen, y ·carecer de un objeto especial que les dé im despues que dichos ayuntamientos hayan votado los recnri-os necesarios. · portanoia. Siempre que una linea vecinal de primero Son caminos vecinales de primer'órden, los que por condurir á un mercado, á una ó segundo órden inlerese á varios pueblos, se ·carretera narional 6 provincial, á un canal, conrertarán entre sí los alcaldes acerca de á la capital del distrito judicial 6 electoral, ó la cuota que de los _recursos volados ha de ,por cualquiera o-lra •circunstancia, ínLeresen apronlar cada pueblo para el ramino comuo. ~i sobre este punto no hubiere avenencia á varios pue'blos á un tiempo y sean de un entre los alcaldes, decidirá el consejo protránsito activo y frecuente. Art 2. 0 El jefe politico, oyendo á los ayun- vincial , canforme á lo disptil'sto en el art. ~amientos ·y al ·consejo províncial, designará 8. 0 de la ley de 2 de abril de 1845. Art. ff . 0 Los jefes políLicos excitarán, por los caminos vecinales de segundo 6rden, fijará la-anchura, dentro del máximo de diez r.uantos medios estén á su alcance, el celo de y ocho piés de firme, y los limites que han los ·ayuntamient'ls para que vu~en como gastos voluntarios los recursos suficientes para la de tener. La dipulacion provincial, previo informe construccion , mejora y conservacion de los tle los ayunlamienlos y á propuesta y con caminos vecinales. A Pi.le fin podrán emplear los pueblos, con aprobacion del jefe políticl) , declarará ruáles son los caminos vecinales de primer orden, aprohacion del gobinno: 1.0 Los sobran les de los ingresos municipales, designará su direccion, y determinará los de cubierto el presu puesto ordidario. despues pueblos que han de concurrirá su construc2.º Una prestacion pers0nal de cierlo núcion y conservacion. mero de dias de trabajo al año. La anchura de estos caminos, con arreglo 3. 0 Un rep irlimienlo vecinal legalmente á las localidades, se marcará por el jefe polílíeo como en los caminos vecinales de segun- hecho. 4.º Los arbitrios extraordinarios que estide órden. Arl. 3.0 Losgefespolílicos procederán desde men convenientes. Los ayuntamientos, en onion con los maluPgo á hacer la clilsificaci-on de los caminos y )'ores ronlríbuyenles, con ar~rgto al arl. 105 á marcar las rlimensionPs, de que trata el articulo antrrior, y remitirán á la dircccion de de la ley de 8 de enero de 186-5. podrán voObras públi-cas üinerarios circunstanciados lar unos ú otros de estos arbitrios , ó lodos que expresen los caminos clasificados, el nú- á la vez si lo creyeren necesario. Los fondos que se recaGdaren por cualquiemero de leguas que comprendan , los puntos á que conduzcan y el estado en que se en- ra de Pstos medios se invertirán en los camicuentren actualmente, asi como el grado de nos vecina les sucesivamente, empezando por los de inlP.res mas general. inleres general que tengan . Art. 7. 0 Las mullas que se exijan por conEn la primera reunion de las diputaciones á los r,-,glamenlos de policía d& travenciones priprovinciales se clasificarán los caminos de mer 6rden, con arreglo á lo prevenido en el los caminos vecinales, ingresarán con los demas fondos destinados á dichos caminos. artículo precedente . Art. 8. 0 La prestacion personal votada por Art. t,,, 0 Los caminos vPcinalPs de ·se~undo órden estarán exclusivamente á cargo de los el avunlamiento, eu union de los mayores contribuyentes, se impondrá á todo habitanpueblos cuyo término atraviesen. Para los caminos vecinales de primer órden te del pueblo en la forma que sigue: Lº Por su persona y por cada individuo podrán concederse auxilios de los fondos provinciales, inclu)éndose su importe en el pre- varon, no impedido. desde la edad de 18 supui~sto correspondiente cuando la dipula- años hasta 60, que-~ea miembro (} -criado de su familia, y que resida en el pueblo óensu término. ciun provincial eslirue conveniente votarlos. 2.º Por cada uno de su,;; carros, carretas, La distribucion de la cantidad votada por la diputacion para los caminos de primer ór- carruajes de cualquiera esp~~ie, as\ c~mo por den se hará por el jefe político, de acuerdo los animales de carga, de tiro ó' <le silla que . con el consejo provincial, Li:-niendo presen- , emplee en el uso de su familia, en su labor ó te, no solo la utilidad general de los raminas, en su tráfico dentro del término del pueblo. Los indigentes no están obligauos·á la pressino los esfoerios · qne hagan los pueblos á quienes interesen para contribuir á los gastos tacion personal. A1:_t. 9. 0 La preslacion podrá salisfacerrn que ocasionen. Art . 5. 0 !'Jo se procederá á la construccion personalmente por sí mismo ó por otro, ó erl y mejora de los caminos vec~na les, sino á dinero, á eleccion del contribu~·ente.


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El precro de la eonversion será arreglado al "alor que ,el jefe político, oyendo á los ayuntamientos y de acuerdo con el consejo provincial, fije anualmente á los jornales, segun las localidades y estaciones. La prestacion personal no satisfecha en dinero podrá convertirse en tareas ó destajos, con Mreglo á las bases y evaluaciones de trabajos establecidas de antemano por los ayunlamienlos y aprobadas por el jefe pol\lico. siempre que en- el términe prescrito por el ayuntamiento respectivo no haya optado el contri buyenle entre satisfacer su presLacion de uno de los dos modos expresados en este artículo, se entiende aquella exigible en dinero. El servicio }ler.sonal no se prestará en ningun caso fuera del lé1mino del pueblodel contribuyente. Arl. 10. La dislrilrncion de~los recursos votados por los ayuntamientos para las necesidades de sus caminos vecinales se hará de modo que los de primer órden no consuman en ningun caso mas de la mitad de dichos recursos, inv.irliéndose los restan-les en los caminos de segundo órden.. Arl. 11. Siempre q.ue u11 camino veeinal, conservado por uno ó mas pueblos, sufra deterioro continua ó temporalmente, á causa de la explotacion de minas, bosques, canteras, ó de cualquiera orra empresa industrial perteneciente á parliculare¡; ó al Estado , se podrá exigir de los empresarios una preslacion extraordinaria , 1;u;op. rcionada al deterioro que sufra el camino an razon á la ex.plolacion . Estas prestaciones podrán satisfacerse en dinero ó eu trabaio material, y se destinarán es~l~s ivamente a los caminos que las hayan ex1g1do. Para. deLeroiinarlas se concertarán las parles entre sí , y en caso de desavenencia {aliará el cnns<'jo provincial . Arl. 42 . Las estracciones de materiales; las escavaciones,. los depósitos y las ocupaciones temporales de terrenos, serán autorizadas por un~ órd~n del jefe polí.lico • el cual , oyendo al inge':uero de 1~ provincia cuando lo jazgue conveniente,. designará los para-jes donde hayan de hacerse. Esta órden se notificará á los interesados quince dias por lo ménos ánles de que se lle~e á ejecucion. No podrán- ex: traerse malenales, hacerse excavaciones, DI imponerse otro género de servidumbre en lerre~os acotados, con paredes, vallados ó cualquiera olra especie de cerca secrun los usos d_el _pais, á ménos Je que se~ co~ el consenllm1ento de sus dueños. . Arl: 13. Los trabajo,¡ de abertura y rechficac10n de los caminos vecinales serán autorizados por órdenes de los jefes pol\licos.

Los caminos vecinale-s ya en uso se en ri·enJ de que tienen la hanchura de 18 piés que se les da en este decreto desde el momentoª en que el jefe político ó la dipulacion provincial los clasifican con arreglo al ar&. 2. 0 Los perjuicios que con motivo de lo prevenido en la cláusula anterior se causen- en paredes; cercas ó plan líos colindan les se indemnizarán couvencionalmenle ó por decision del consEjo provincial. Cuando por variar la direccion de ue camino , ó haberse de construir uno nuevo, sea necesario recurrirá la expropiacioA, se pro-cederá con sujecion á la ley de 1'1 de julio d~ 1838. Art. U. Los caminos vecinales de pr;mer órden quedan bajo la autoridad y vigilancia di recta ele los ¡efes polHicoc; y. de los ~fes civiles. Lo& caminos vecinales de segundo 6'rden quedan bajo la direccion y cuidado de los Alcaldes. No ob!>tanle, los jefes- políticos· . como encargados de la administracion superior de toda la proviacia, cui-dar.án de qu-e los fondos destinados• á es·Los eami0-0s se rnvierl-an debidamente, de que se hagan las obras necesarias, y de que se ejt>culen con la solidez y dimensiones convenientes. Art 15. Las contravenciones á los reglamentos-de polic\a de los caminos vecinales serán corregidas por los alcaldes de los pueblos á que pertenezca el camino , ó por las autoridades á r:uienes las leyes concedieren estas atr i b.uc:ones. Arl. 16. Los- iugeoieres de lils provincias evacuarán groLuiLamente, sin perjuicio de las atenciones de su peculiar i.nstilulo, los encargos qlle les dieren los jefes polí-l icas, relativos á camiaos vecinales, y solo-en el caso de que ler,gan. que salir. á mas- de lres leguas de su residencia disfrutarán la indemnizaciou de ga~tos q.ue les es\.á. asignada por la inslruccion. vigente. Ar\. f1. Se c0nsiderarán d-e utiilidad pública las obras que se ejecuten para la constrnrcion de los-caminos de que lr.ala el presente decreto. Los neg.oci.os oonteneiosos que ocurrieren con ocasion de estas obras,, se resal verán pr r los- tribunales ordinarios- ó administrativos á quienes compela; con arreglo-á los principios. máx.imas y dispo:.iciones lrgales relativas á las obras paFa los- caminos genera.\es-coslcados por el Estado. Dado en Palacio á 7 de a-bri-1 de 1848.= Está rubricado de la Real man.o.= El ministro de Comncio, lr:slruccion y Obra!' públicas, JU.\N Ba•vo ~1ua1uo..


ENRIAHIENTO DEL CAÑ AHO Y DEL 111 NO POR lllEDIO DEL &GE&..

Nos ocuparemos sepnradamente en este deben versar -siempre los proce<leres del artículo del e1'riamiºento del cáñamo y del lino _cultivador , estableceremos las balsas de atendidas las diferencias, aunque pequeñas, enriar inmediatas á las corrientes de agua que existen entre uno y otro vegetal, sin em~- dulce, p_urn y sin mezcla de sales de hierro. bargo que el órden que seguiremos no exijirá La capacidad <le la alb erca debe ser relatide nosotros el ser estensos respecto al lino. va á la cantidad de cáñamo -que baya de enEn todos los países t.londe el cullivo del riarse; pero no debemos ohii<lar que las cáñamo se h:lce en grande escala , el enria- muy anchas son poco cómodas, y que demiento por medio del agua es el método mas bemos preferir hacerlas estrechas principalusado. Esta operacion no se pratlica de la mente si han de servir para el comun como misma manera en todos los puntos donde se acostuml,ra en algunos países. Por regla se ha admitido, diferenciándose por la épo- gen ernl la extension ó espacio de la balsa ó ca del año en que se embalsa el cáñamo, alberca debe ser doble mayor qué la cantipor el modo cómo estas planta5 se depositan dad de cá ñamo que se empoze ó ·embalse si en la alberca , ó por las circunstancias queremos que la fermentacion se haga de particulares que deben concurrir en el agua un modo sati factorio. No conviene lleoar que ha de servir para el e11riamie11to. Hemos en manera al guna la alberca , porque la dicho que este método es el mas usado y fcrmentacion suele desarrollarse con demaesl.ablecido casi universalm en_te , y por e5ta siada actividad, mayormente si el tiempo es razon esplicaremos con alguna prolijidad caloroso, en tales \érminos que .algunas cuanto creamos necesario acerca de este veces no podemos señalar la época oportuna de sacar el cáñamo de la poza, por mupunto de doctrina. Para el perfecto enriamiento del cáñamo cha ,,igilancia que se haya tenido, siguiénpor rne<lio del agua conviene primero tener dose de- ello males. considerables al em·ia. presentes los requisitos que son indispen- miento. sables en la albP,rca donde ha _de formarse Hemos de procurar que las paredes da el empozado. Las aguas corrientes de los la albel'Ca ,contengan t.lebi<lamP-ntc el agua ríos y riachuelos no son muy á propósito con su buena construccion , y para logrnrlo para el et1riamienlo, no solamente por la será preferible hacerlas <le cal y canto con insalubridad que esta operacion causa á los arcilla bi en amasada , de un grosor sufipeces y ·demás animales que se abrevan en ciente ·y en declive tal que permita á los sus corrie.ntes, sino porque siendo la fer- trabajadores acerca rse con libertad, sin mementacion lenta y desigual imprime á las terse en el agua, cuando los tra bajos del eahebras del cáñamo caractéres que las hacen riamiento lo exijan . El fondo debe estat· poco apreciables, especialmente en las opa- enladriltado , excepto en el caso que el sue.-raciones del blanqueo. Aprovechándonos de lo sea -muy duro, que pueda apelmazarsi, to.das las ci1~cun stnncins lo c.aks sobre qu l' co nvenientemente, y siempre que nn ron,.

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- cng.i parl.íéulas tle 'hierro que darían al cáñamo un color dificil de quitar aun por metlio del blanqueo. la alberca debe tener uno ó 11-t>s piés mos tle profunditlad que el cáñamo de longitud; ;pero no debemos e'Xcedernos de estas tlimensiones si no queremos perjudicar el empozado, porque en tal ca50, es decir, cuantlo la balsa es ·ma-s proftinda , ef ogua se mantiene fria en su fontlo, entonees la fermenlacion es desigual, y el cáñamo de la parle baja larda mas en enriarse que el de la parle superior. Los prácticos piensan de <listinta ma:iera en cuanto al mo<lo de situar el cáñamo ·e·n la alberca : unos aconsejan colocarlo en posicion hol"i'zontal, alternativamente en cuatro fachadas, de modo que fas raíces y las espigas se unan y se toquen en cada esquina de la balsa. Otros por -el contrario son de opinion , y esta nos parece la mas acertada , de colocarlo de pié, ·en términos que las espigas veng:rn hácia la superficie del agua, porque siendo mas di .... ficiles de enriar , hallarán en la parte superio1· de la balsa elementos mas favorables para la operacion. J?ebe procurarse que el cáfiamo no toque al fondo de la alberca, lrnciendo que entre el estremo de la raíz y el sucio medie una pequeña <li.,tancia, para Jo cual será conveniente mantener los haces del cáñamo en suspension por medio de unas perchas que se arreglen al intento. Colocatlo el cáñamo de esta manera se pondrán encima de sus tallos planchas de madera que se cargarán de pesos proporcionados á fin dP, evitar que sobrenade el embalsado, cuidando siempre que las cabezas del cáñamo estén debajo del agua , porque sin esta condicion el ennamie11to no quedaria perfecto. Debemos tambien evitnr que él cáñamo que e11riamos toque las paredes de la albercn , las cuales le comuofoarian un color perjudicial, y esto se conseguká interponiendo en lre l.a pnred y el cá.ñamo can tida<les de

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paja ó enrejados ,i'e •naden1 delgada que ocupen el menor espacio posible. Convendrá igualm~nte que la alberca tenga dos desaguaderos ó puntos de salkta tlel agua; uno colocado hácia 'la parte superior para dejar salir el líquido de la superficie , y el otro en el fondo ó parto baja dela balsa para vai::iada cuando sea oportuno• ó necesario. Renovándose el agua por medio del aguj,ero ó cond'octo soperior como se ha dicho, conseguimos en ton ces enriar el cáñamo como si fuese en agua corriente, y lene mos asimismo la v~ntafa de modi-fica1· el curso del líquido segun convenga á la situacion ó circunstancias del embalsado. El renovar el agua en la alberca- nos proporciona todavía otra ventaja apreciabte, cuat es la de disminuir los malos efectos que causan las emanaciones del cáñamo. cuantlo se depositan en la balsa los principios que las producen. Además, el cáñamo que se enri6 en aguas estancadas y que no hao podido renovarse, corre el peligro de pudrecerse. Cotaeado el cáñamo en la alberc.s det modo que dejamos expuesto, natla qoo<la que hacer durante los tres ó cuatro primeros días, esceplo el cuidado atento que debe ponerse para que el ernbalsaJo esté cubierto de agua constantemente. Al cabo de este tiempo, es decir, sobr-0 el quinto día, empieza á presentarse la fermentaeion de la mant-ra que hemos dicho en el artículo que trata de las prevenciones generales acerca del enriamiento del cáñamo ~ entrega 4. ª página 49 ). · Cuando este estado se complete, que se conocerá por la disminucion de las burlmjas que se levantan en el agua , visitaremos el embalsado cada tres ó cuatro horas para aguardar ta entera perfeecion del enriamie1~to que deduciremos poi· las señules que hemos descrito en el artículo citado. Terminada la operacion do un modo cabal y sa~ tisfaclorio, se sarnrá el cáiiamo de la balsa,


147 ~o Lavarán con esmero sus haces, y aun será pronto en verano que en otoño. Como la preferíble vaciar la alberca y llenarla nue- temperatura mas necesaria para~.toda fer~ vamente con agna clara, porque esta, sbbre mentacion es la de diez á doce grados del no promover o~ra vez la fermentacion , ha- termómetro de Reaumur , principalmente ce que el empozado pierda el mal olor y las en la estacion del otoño. esta graduacion materias nocivas que la maceracion Jepo - será la mas á propósito para el embalsado; síló sobre las cañas. Pero esta práctica ten- pero téngase presente que toda fermendrá lugar solamente cuando las circunstan- tacion es defectuosa cuando se aporta mucias donde se verifica el enriumunto pr.rmi- cho de dicho estado de calor. Enriamos el cáñamo en agua clara comuotan llenar con prontitud la alberca. Será cncáñamo el lavar todavía preferible mas mente, sin embargo que en los países int·iado 011 agua corriente á tiempo que se sa - mediatos al mar podemos hacerlo con aguas ta de la balsa, por cuyo medio se separa de s1ladas, como se verifica en Irlanda, Escolas cañas cualquiera otro cuerpo extraño, cia y Holanda , formando las balsas en los por pequeño que sea, que se les hubiese sitios bajos de las playas marítimas. Los unido e.Juran le la maceracion, mayormente prodigiosos adelantos que ha hecho la quísi las paree.les de la alberca no se cubrieron míca nos dicen que el enriamiento se con• con el rastrillo que antes hemos indicado. Si seguirá con mas prontitud si nos aproveno observarnos esta precaucion , quo puede chamos de las aguas minerales que con ten• decirse necesaria, el cáñamo será poco blan- gan algun álcali ó gases propios- para disolco despues de seco, y se agramará con difi- ver la gomo-resina de la caña del cáñamo, cultad por baLer quedado alguna porcion de mayormen.te cuando sabemos que dichas resina que mantiene unidas las hebras entre aguas perfoccionan el blanqueo al propio tiempo que son oportunas para e-1 empozasí y con las cañas de la planta. Lavado y bien enjuto el cáñamo, se es- do. Mucho tiempo há que los holandeses tenderá muy claro en un prado que se aca- hecban mano de este medio, con el cnal he de segar, ó á lo mas de rerba corta,· logran la doble ventaja de facilitar á la vez y guardando despues las reglas que hemos la fermenlacion y el blanqueo, con mayor dado para el enriamiento por el rocío, ob- motivo cuando la esperiencia ha demostrado tendremos en el espacio de tres á quince que las sustancias alcalinas no disminuyen días ó mas el bl11nqueo del cáñamo , segun sensiblemente la fuerza de la hebra del cásea el estado de la atrnósíera y el grado de ñamo. Así pues podremos usar la cal forfermentacion que hayan esperimentado los mando lejías, jabones, etc., siempre que so trate de cáñamos que se destinen á la cons:tulios. Uebe consultarse la ternperat•Jra y cali- truccion de telas finas, para las que seria dad de las aguas para el mejor resultado del conveniente empezar el blanqueo por -la heenriamiento del cáñamo , así como el estado bra. Debemos tener mucho cuidado en no usar de agi taoion ó do reposo en que se hallasen. ferruginosas ú otras que tengan en aguas Si atendemos al estado de reblandecimiento que ol agua fria ocasiona á las membranas disolucion óxidos semejantes, porque imprianimales y vice.,,..versa , hemos de. creer que men á la hebra del cáñamo una marca inel agua caliente no conviene para el enria- deleble que suele resistirse á todas las opemiento del cáñamo, aunque tampoco será la raciones del blanqueo. Las aguas que se escapan <li.J los estercoleros serán muy á promas fria la que mej01· facilite esta operacio11, supuesto qul'l el enriamiento se hace mas pósito parn el em:iamiento del cáñamo; pero


- - l48 110 debemos emplearlas yn

que pueden servir para objetos mas necesarios, como sucederá usándolas como ' , ehículo para pudrecer materias que se destinen para abonos : á mas de que estas aguas sueten tener una temperatura mas elevada de la que exige el buen em iamiento. -Los ácidos minerales y _l'egelales, como el lártaro, la sal de acederas, el \'inagre comun -y otros dulcificados · en agua, - disuelYen en pocas horas la gomo-resiua de los tallos del cáñamo que se han puesto en maceracion con este vehículo. En vista de los buenos resultados de semejante pt•áctica podremos utilizar los manantiales de estas aguas sicm pre c¡ue las circunstancias locales lo permitan sin grave aumen'to de la mano tle obra. · Los va'pores del azufre disuelven tambien el glúten del cáñamo, y se han ob!eni<lo buenos resultados quemando esta sustancia en un cuarto cerradll donde se hubiesen depositado antes ga \'illas de cáñamo recien cogido ó seco, aunque habrá de humedecerse en ·este último caso con agua comun. El cáñamo dispuesto de esta manera se pres ta á ser agramado muy fácilmente, se puede trabajar sin otra preparacion, y el hilo queda mas blanco que el producido por el cáñamo enriado en agua corriente. J>ero como este n1étodo Je em·iar ofrece poca economía, lo usaremos solamente en el caso que tengamos á mano y cerca de los cañamares sales de azufre que puedan servirnos á este objeto. I.a lecho contiene un -ácido cuya activida<l se hace palpable en el blanqueo de los lienzos, pues que disuelve el glúten que contenian los hilos y que no habia c~ditlo á la accion de diferentes lejías. Esta virtud de la leche solo se manifiesta despues de haberse agriado, y no se la pue<le sustituir acertadamente con ninguna otra sustancia, ni con el ácido sulfúrico que se usa en todas las lábricas de blanqueo. El e11riamic11to del cáñamo ,se verifica me-

¡jor en agua.; corri1mtes que en las estanca.:. das. Sin embargo que la esperiencia· acredita cada dia esta verdod, no convendrá que el empozado se practique en lus saltos de agua porque el demasiaJo movimrento es contrario á la fermentacion. Segun varios esperimentos , el enriamiento en aguas mansas producfl mayor número de hebras que cuando se hace en aguas corrientes ; pero raliéndonos de estas podemos adquirir hilos mas blancos. De todos m0dos deberemos preferir· que las aguas tengan algun movimiento en los puntos donde e,iriamo, los cáñamos, y el método mas ventajoso será el que hemos anunciado al hablar de los aberturas que debe tener ta alberca donde formamos tos empozados. Por muy úLil qae sea el e11riamie11to por medio del agua, sus efectos suelen ser desagradables y nocivos basta el punto de afectar á veces la salud de toda una comarca. Estos efectos no son los mismos en todas las épocas del enriamiento, y cambiarán sensiblemente segun que los cáñamos se maceren en aguas tranquilas ó en la!I corrientes. Cuando el embalsado se verifica en 1;ios ó arroyos no ocasiona por lo regular efecto alguno dañoso, porque el movimiento de las aguas se lleva consigo los principios uocivos que proceden del cáñamo; pero si se hace la operacion en un charco ó b,dsa sin desaguaderos, se notarán ya · al tercer dia los perniciosos efectos del embalsado\ y el mal irá en aumento á medida que adelante la fermentacion. El daño serú tanto mas grave cuanto mayor sea la cantidad del cáñamo con relacion á, la ca.pacid°ad de la alberca. Los peces que viven en los lugares donde se empozan los cáñamos n1ueren á los primeros tlias. de haber empezado el enriamiento si las aguas no tienen salida, y no es raro ver sufrir las plantas que se regaron con estas aguas, y aun morir envenenados los animales que las abrevRron ó bebieron.


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Desde muy remota antigüedad los legis- 1 sotros lo recomendamos en estos €USO!-. Si estos medios no bastan, como mucha& veladores han prohibido el enriar en aguas corrienles, permitiéndolo única~ente -en 1 ces sucede, neutralizaremos los malos efectos las aguas muertas que no crian pesca y del empozado valiéudonos de la cal. Esfa que están distantes de las poblaciones. sustancia , que desvirlua todos los gases Por muy justas que nos parezcan estas le- producidos por la fermenlacion , tiene la yes que tienden á farnrecer la salud pública, ventaja de no impedir el enriamiento: antes creemos que en el clia, mejor estudiada, al contrario lo favorece evidentemente, dáncomo efectivamente lo está, la teoría del en- do mayor finura y blancura á la hilaza. El riamiento, podría modificarse esta parle de modo de usar dicha sustancia será mojar la legislacion , conciliando los intereses <le los haces del cáñamo en agua de cal que se la higiene con lo5 de las artes agrícolas por tendrá preparada en una tinaja antes de codesgracia poco conocidas todavía en nues- locarlos en la alberca , ó rocia-odo coQ la misma agua las cañas puestas en montones tras ricas provincias. Los cáñamos que están en maceracion hasta quedar de un color blanco. Podrá forvan produciendo gases que causan muy tificarse aun la virtud de la ca~ añadiéndole perniciosos efectos á las personas que los una cantidad de potasa. De esta manera se respiran : no tenemes á mann recurso algu- hacen sin peligro todas las maniobras ó no para evitar su produccion, y Lodos los trapajos del enriamiento, lo que nos comesfuerzos ban de dirigirse á impedir su ncu- pensa el retardo q.ue sufre la operacion. J)espues de haber hablado tan estensamulamiento , agitando para ello el _agua de mente como l-0 hemos hecho del e1u-iamiento la alberca por medio de un .buen sistema de construccion. A este objeto se han valido del cáñamo por medio del agua , muy poco en algunos puntos de molinos de viento si- nos queda que d~cir respeclo al lino. Cuantuados en los poz.os municipales ó del co- to hemos manifestado . acerca . del . uno es mun, con los cuales se agita el agua muy igualmente aplicable-al otro, y las pequeprofundamente y en toda su altura. Pero iias adverlt>.ncias que pudieran presentarse será .aun preferible y mucho menos costoso, están circunscritas 6 solo en . rela-cion con la siempre que tengamos ocasion , enriar los diferencia de dimensiones que exisle cnlrc cáñamos en la caída del agua de una esclu- la caña del cáñamo y la del lino, y con la sa ó cascada que deje. un curso tranquilo, mayor 6 menor cantidad de materias que porque además de no_impedir ó perjudicar componen una y etra. La diversidad de diá la fermentancion, evitará el mal olor que mensiones hará que las aluercas dond e ílroducen los cáñamos_en embalsados muer- . se empocen los linos sean a!Tegladas á la altura da estos, y la ~iferencia en la portos. Como los vegetales absorven gases que cion de las materias de que constan las cad.añarian á la naturaleza animal, conven¡lrá ñas .de ambos yegelales influirá en la mayor .que cerquemos las albercas . con áJ·boles y ó menor Yigilancia 6 esmero con que hemos. piantas acuáticas que parecen destinadas á de observar los distintos períodos por qu<> purificar el aire. Se ha creído que el sauce ha de pasar el enriamiento hasta conseguir debe prnf erirse á todo otro árbol , y no- que llegue á feliz término.


COSECHA Y COÑSERVACION DE LAS HOJAS DE LO'S ÁHBOLES PARA ALIMENTO DEL GANADO.

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A pesar éle la herfliornra de nttestro clima choso para ali'mentar el gallado cuando ta. y de la beni-gnidad de sus estaciones , no crudeza de la eslacion nos obliga á mantefaltan puntos en algunas de auestras .pro- _nerlo encerrado en los establos. Esta práctica está muy en uso en la Itavinéias donde los rigores del frío comprometan con baslante frecuencia el bienestar . lia, donde se bailan puntos en que lós gade sus moradores. En toda la dilatada cor- . nadas no comen casi otro alimer.lo que· las dillera del Pirineo, y en una multitud de hojas de los árboles , conservadas frescas, montañas elevadas del interior ,. Íos hombres duraate el invierno. Semejante costumbre y la gariader~a sufren privaciones diversas ba de ballar favoráble acogida , ,y debe neen los inviernos rigurosos. las lluvias• las cesariamente seguirse en los pahms donde ' nieves y los hielos que se suceden stn in- son escasas las dehesas y don<le sou poco terrupcion durante esta estacion <lesotadora, conocidos . lós prados artificiales. En estos. obligan á tos ganados á permanecer encer- países el ganado ha de sufrir ·mucho duranrados por muchos días en el establo . Enton- le él frio , mayormente si no aJoptames ces es cuando et carnera y ta oveja enfla- medios de m.inorarle sus !1º pocas pri)'ªquecen, porque condenados á no poder salir . ciories. Cuando destinamos las bojas -de los ár<ld corral ·por causa det tiempo, se ven obligados á comer pastos secos que por lo boles para alimento de nuestros ganados, comun l·es raus.:tn perniciosos efectos. Pero debPmos poner todo esmero en conservarlas si á estas sustancias secas, de que ba de en estado de frescor. Deben cogerse á últimos alimentarse el g:rnado, p1:1ede mezclárseles de setiembre ó á principios de octubre, y ' al~un pasto verde··, apenas pE1rcibe este aun podrá realizarse antes esta operacion en tiempo de privaciones, ni casi siente que los frutales de primavPra , los cuales en razon de haberse descargado de su fruto en se ·le tenga encerrado. Toca al propietario que ba de vivir y ali- época temprana, han tPnido tiempo sufimentar sus rebaños en tales países prepa- ciente <le formar sus botones y de fortificar rarse para este tiempo de .penuria, tenien- su leno durante el verano. Debe tambien do presente que cuanto mas prolongada sea elegirse la hora del dia en que la temppra ~ la estacion del invierno en una eomarca, tura esté mas elevada , á lin de evitar que tanto mas dehen multiplicarse los medios las hojas estén mojadas por el rocío. Se es<le subsistencia y aumentarse por consi- tienden, en un sitio ventilado, por el espacio guíente las especies de plantas que puedan de tres ó cuatro horas, poniendolas en capas conservarnos bojas y tallos frescos. Nos se- no muy espesas para que las dé el aire con,·eria fácil ~enumerar los varios vegetales de nientemenle; se meten en seguida dentro de que podemos valernos á este objeto; pero toneles que se tendrán preparados de ante~ intentamos limitarnos á bablar en este artí- · mano, enteramente secos, comprimiéndoculo del modo de conservar las hojas de los las cuanto sP.a posiule, y se cubren perfecárboles -como un medio muy útil y prove- 4.imente con una capa Je arena . Cada vez


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que se saque una canlidud de hoja para dar al ga11ado, debe cubrirse nuevamente el tonel para evitar el contacto del aire, si queremos conservarlas frescas y verdes duraute el invierno. En otros puntos de fa Italia , doRde hemos dicho rer tan -comun esta práctica, los bbra<lores acostumbrnn abrir espresamente hoyos en la tierra que llenan en segui<la de hojas de los árboles: puestas estas por capas, y apretadas debidamente, las cubren. de paja, y en seguida las entierran con una cantidad de arena 6 de tierra gruesa. En Verona se observa ó egecuta . un método todavía mas ventajoso. Abren en un punto de la casa, ó de un campo ó huerta contigua á ella , una hoya larga y profunda que llenan de bojas de los árboles basta su mitad : en seguida forman una capa de sarmientos 6 ramas de cepa verdes , de dos á tres piés de grosor; colocan despues otra cantidad tfo bojas de espesor igual ; se sigue otra de los sannientos 6 ramas de cepa , y así sucesivamente basta que se ha llenado Ja hoJ'ª dei todo; y se cierra esta por último <lel mo<lo que hemos dicho , para preservar las hojas todas <lel contacto del aire y <le la humedad. Este proceder presenta ventajas dignas de tenerse en consideracion, porque además que las bojas de los árboles no se calientan, se i!_l'lpregnan del jugo de las <le la viña , estando, como están , en es tudo fresco, cuyo jugo les imprime una calidad y un subor apreciable en extremo al ganado, tanto para el de raza IJovina como para enanar. Esta sustancia alimenticia es muy propia para el cebamiento, y se usa en Italia desde el tiempo de los i·omanos hasta nuestros dias , segun puede verse en los esi:rilos de Virgilio. En algunos puntos de la Francia se halla lambion admitida esta práctica , y en las inmediaciones de Lion se recojen y conservan particularmente las hojas de los árboles para mantener el ganado.

La época y er modo de hacer la recoléccion de la hoja para el uso á que nos refe~ rimos no es· una cuestion indiferente. El ti-empo mas á propósito será- aquel en que la hoja 'COnserv~ todavía un cierto verdor, como á medi,1dos de setiembre por ejemplo, sin que entonces se corra el peligro de perjudicar las creces J-et árb-ol porque vá llegando ya la vegetacion á su término. _ Las 1,ojas pueden cogerse de muchas maneras; ó . bien haciéndolas caer con una vara larga, Ó-· bien, y este mé.todo es preferiblo , cogiendo con la mano los ramos y ramitas , pero • entresacando las qutt estén demasiado espesas. La operacion se verificará en dias serenos y se<ios para que las hojas y las ramas se agosten y sequen con prontitud, lo que se consigue en pocas horas si se esparcen debidamente y por c,apas delgadas en · algun pavimiento de la -casa. Deben mantenerse recogidas por la noche y guarclarlus del rocío que abunda en otoño. Si la estacion es húm~da y algo fria , será preferiblo · secar las hojas sobre una superficie de madera, mayormente si hemos recogido muchas ramas y rnmiUas, formando do esta:. d-espues de ~ecas haces pequeños para co!ocarlos oportunamente en las boyas dond e han de guardarse. Estos haces deben deposilarso en un lugar seco y oreado, con cuya precauciou se conservan tanto ó mas tiempo que la paja. El ganado come las hojas así pn·paradas . muy .ávidamente, aprovechando todos los brotes, y la parte dura que desperdicia se destina para la lumbre. Las bojas <le la viña sirven principalmente para este objeto, y en las iome<liacione~-de las ciudades populosas del norte de Europa alimentan con ellas las cabras, que separan para la lechería, en la o·stacion del in• vierno casi esclusivamenle. Las bojas· de la \ viña deben recogerse despues de Ju vendimia, ó pu.co tiempo antes de ella, y se colocan den tr.o de hoyas construidas en los


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lagares, ó en los trnjes. ó· en otro parage cualq~iera que esté abrigado y cubierto. La capacidad y número de hoyas estará en relacion de la cantidad de cabras ú otro gana<lo que se baya e alimentar. Las hojas de; ben colo.carse en las boyas por capas de µn pié de espesor, apretá~dolas bien algunos hombres destinados á esta operacion , esparciendo de vez en cuando pequeñas cantidades de agua para di.sponerlas á una ferm~ntacion útil, tapándolas luego cgn~plancbas de madera , y poniéndolas. finalmente encima algunas piedras de mucho peso con objito de que estén apretadas y segu~as. A los dos meses, poco mas ó Jllenos, han adquirido ya un ligero gusto agrio sin ~pp• riencia alguna d.e podredumbre.; su color verde s.e transforma eó bronceado ; conservan su textura y su integridad , y se unen entre sí por medio de una materia glutinosa

que forman. En este estaJo las cabras fas: comen con mucho apetito, y aun beben con mucho placer el agua que se recoje en el fondo de la hoya, que suele ser de un bajo color de rosa. La hoya donde se guardan estas provisiones debe estar v1>stida interiormente de mampostería, ó á lo menos revocada convenientemente con argamasa fina y enlucida en toda su extension. La hoja . que arranquemos con el fin de que sirva de alimento para el ganado , será la de los árboles que la pierden : seria es.puesto practicarlo con los de hoja siempre verde, porque perjudicaría su crecimiento J oesarrollo ,- éscepto en los casos que u~ folla je estremado y la mucha abun9ancia de ramas y ramillas nos obliguen á. verificar u.na mQnda ó poda mas 6 menos.. completa.

UTILIDADES QUE RESULTAN DE LA ~IEZCLA DEL YRSO CON EL ESTIERCOL.

Muchos años há que se emplea el yeso naron á usarla en algunos cultivos en que anen la agricultura , principalm~nte como un tes no se babia empleaqo. Per.o .los cerea les medio de escitar la vegatacion de . ciertas no entraron en este número, ~iendo basplantas. Usado en tiempo oportuno, ya sea tante popular la opinion de que la accion cubriéndolo de tierra ya esparcido sobre las del yeso mas bien perjuiiicaba que favorecíabojas de los forrajes , se le ha creído la ,ir- las plantas gramíneas, así como á Lodos los tud de hacer desarrollar una cantidad de re~taotes qultivos que se destinaban á la partes tallo3as mucho mayor que la ordina- granazon. Hechos recientes nos hacen ver, sin embargo, lo infundado de esta doctrina , ria. J.os americanos han sido los inventores y algunos otros esperimentos que la casua • de este método que_se ha ido generalizando lidad preparó pocos años bace; nos revelan en todos tos puntos de la Europa donde la la importancia de este n,ineral en la agriagricultura se tiene en algun aprecio, y los cultura si lo usamos unido á los abonos. Di<leieux ha sido el prim~ro que hizo esta esperimentos sucesivos que se hicieron de dicha sustancia nos permitieron 6 nos incli- 1observacion en 1843, á la vistn de un he-


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cho muy sencillo que hubiera pasado desapercibido á otro genio menos versado que el suyo en el estudio de la vegetacion, descubriendo de este modo la accion del yeso sobre los cereales. Por no mutilar el escrito de este agrónomo distinguido copiaremos integra la historia de este descubrimiento que puode interesar á la agricultura bajo mucho:; puntos de vista , y que recomendamos á nuestro; lectores. Dice así Mr. Dideieux. El edificio bajo de mi grai:ija se destina esclusivamente á alojar el ganado; el estiércol que se produce en las cuadras y corrales se rer.oje sin -mezcla alguna de otra basm:a, y tengo cuidado de mante.ner separado el deJos caballos y de los restantes animales. En 1843, del 25 al 30 de setiembre, mandé esparcir el estiércol de mi granja sobre un terreno preparado para una siembra de trigo. Una pequeña porcion do esto terreno, de forma irregular , ofreció desdo la época de la germioacio~ de las semillas. y algun tiempo despues, una vegetacion que me sorprendió. ¿ Cuál puede ser, me preguntaba, la causa de esta vcgetacion estraordinaria? Habia practicado las mismas Labores, empleado la misma simiente, la misma cantidad de abonos, todo el terreno se babia sembrado el mismo día , y casi puede decirse á la misma hora ; de manera que estuve algun tiempo sin poderme esplicar este fenómeno. A fuerza de buscar la causa concluí por descubrir que uno de mis mozos de labranza, p~r efecto de la pereza , liabia ecl;tado sobre una porcioo de estiércol una cantidad de yeso cocido, reducido á polvo , que babia sobrado de una oura de mampostería. Deseando entonces cerciorarme si habia descubierto la causa verdadera de esta abundancia de vegetacion, mezclé una cantidad de yeso cocido y hecho polvo con otra de estiércol que mandé poner separado para emplearlo en tiempo oportuno.

01,servaba atentamente fa marcha <le la vegetacion estraordinaria de aquella pequeña porcion de terreno , y noté que el trigo se mantuvo mas. verde y fuerte que de ordina~io durante el invierno; que en la primavera siguiente presentaba igual aspecto. es decir, sus hojas eran mas largas , mas grandes , de un color mas. verde, y que los tallos seguían una marcha igual. Esta fuerza de vegetacion subsistió basta la madurez del trigo, y los tallos, las bojas y las espigas eran mas grandes y robustas. Mec;lía con cuidado la estension irregular del terreno q11e ofreci~ este fenómeno de vegetacion ; lo comparaba con el terreno vecino al que se le habían dado las mismas labores y que babia recibido la misma cantidad cTe estiércol; hice pesar con escrupulosidad el producto en paja y en bodoque, y cuidé de medir y pesar tambien la ¡_:antidad de grauo que se obturn. Hecha cornparacion del producto de estos dos pedazos de terreno, la diferencia ba siúo de un tercio en fabor del suelo abonado con el yeso·. Acostumbraba sembrar el trébol entre mis trigos en una época que me aseguraba conslanlernenle el re:;ulta<lo; este año lo hice como de ordinario trn el suelo abonado con el estiércol que be dicho Lialiia puesto separado, y noté en este cullirn igual fenómeno dP. vegetacion que en el del trigo. En la primavera srguiente dividí un campo en tres porciones igÚales: en la primera por:cion empleé para el lrébo1 el abono qne como se ha manifestado bizlJ sospechar el fenómeno de vcgelacion prodigiosa en el trigo; en la segunda se sembró igualmente un t.rébol que no se alionó con el yeso ni se le esparció des pues en sus tallos y hojas; y er~ la tercera el trébol que se cultivó fué abonado con yeso; es decir , se Psparció esta sustancia sobre sus partes verdes. La- primera porri.on ofreció poco tiempo despu es una vegctacion semPjante á la del campo que s"' e-reía abonado con el yeso por


medio del estiércol: este resultado fortificó mi conviccion, y resolví tante:1r nuevo3 esperimentos. El trébol que no babia esperimentado la accion del yeso en superficie igual fué pesado y comparado, -y dió por resultado una . tercera parte mtinos de cosecha ; ofrecía un ·color mas amarillo , y su madur.ez se adelantó cuarenta dias. ConvtJncido desde entonces del efecto del yeso sobre los cereales por su mezcla con el estiércot. confeccioné y preparé un segundo monton: tuve cuidado de intercalar una cantidad igual al primero: este lo dispuse el _15 de Mayo de 18.U, y aquel el día 17 de agosto de 1845 : el- primero pesaba 425 quintales, y el segundo 2124..

Primer re1111ltudo antes del in vierno. En 1. 0 de diciembre de 1844 el trigo sémbrado en las hojas de terreno que se eligieron al intento y abonadas con el estiércol á que se babia unido el yeso, presentaban un aspecto agradable y ofrecían un constraste tan sorprendente cumo estraordinario: las plantas de rste cereal eran mas verdes , mas robustas y tenían las bojas mas largas y anchas. Este fenómeno se notaba todavía mas en el pedazo de tierra, de los tres , que se abonó con el estiércol saturado de yeso que so confeccionó en último lugar.

Segundo resultado despues del i11viér110.

J. -ESPERIMENTO DIRECTO. EFECTO POSITIVO DEL YESO SOBR~ LOS CBBBALHS.

El 1. 0 de octubre de 1844 hice un esperimento directo y comparativo dA la manera siguiente. Abo.né un pedazo de tierra de cabida de dos fanegas y media, su naturaleza arcillo-calisa, con 1104 quintales de estiércol sustancioso , preparado y compuesto con el yeso cocido y reducido á polvo. Lo mandé esparcir debidamente, enterrándolo en seguida con una labor ordinaria : hice sembrar el terreno el día 2 de octubre: el 3 del pt'opio mes se verificó lo mismo con otras dos fanegas y media de tierra contigua que frnbian recibido las mismas labores preparatorias y otros 1104 quintal~s de estiércol grueso y sustancioso pero sin mezcla de yeso, ·sembrándolo el 4 ó 5 de octubre: el 6 del mismo mes una porcion de tierra ele cabida 1114 fanegas inmediata á la precedente recibió 552 quintales de estiércol preparado con «!l yeso que se bahía confeccionado en 15 de Mayo anterior, cuya porcion de terreno fué trabajada y sembrada el dia siguiente.

·El mismo resultado se notaba en 17 de abril de 1845; es decir, que las hojas habían conservado una estension notable y un color mucho mas verde. En cantidad igual de siembra, se hubiera dicho á primera vista que el trigo abonado con el yeso s.e babia sembrado mucho mas· espeso.

Tercero.-Cosecha .. Las dos porciones de tierra contiguas, la una abonada con 1104 quíntales de estiércol con yeso, y la otra con la misma cantidad de estiércol grueso ordinario' , dieron cosechas de trigo que fueron separadas para pesar y comparar los productos en paja y en grano. El resultado fué hallar una ventaja de mas de un tercio en favor del trigo que se babia abonado con el yeso. IJ.-VENTAJAS DEL ESTIÉllCOL CON EL YESO.

Despues de los resultados obtenidos y que acabo de manifestar, no debía omitir el emplear un meJio, que si bien era nu~vo, presentaba sin duda yentajas ciertas y positivas. Dosde_enlouces he hecho unir al ~s-


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tiércol do qut, he usado · una cantidad proporcionada de yeso de la manera que indicaré luego. Los resultados favorables que he conseguido constantemente despues de 1844, y mi modo de alternar las cósechas , me han persuadido de que mi método, puesto en práctica , podía cuadruplicar los productos de la Francia y ponerla al abrigo durante rnuch6s siglos de los peligros del hambre. Esta grande y útil verdad será pue.;ta probablemente en duda porque procede de un simple cultivador; pero yo me ofrezco á demostrarla .i cualquiera que se tome la pena de Yisitar mi establecimiento de Genrupt, cerca de Bourbonne-le-s-Bains

(Haute-Marne). Si, yo demostraré á los cultivadores, á los agrónomos y á nuestros gobernantes qu e es posible cuadruplicar los productos de la Francia y apartarla seguramente de las eventualidad'3s del hambre; y todo esto con mi modo de alternar las cosechas y coa mi método de transformar las , basuras en ~bonos y An materias escitantes de la vegetacion,doble efecto cuyos resultados son ciertos é mmensos. Me ofrezco á patentizar en otro escrito que siguiendo mi modo de alternar las cosechas, combinado con el de abonar las fierras con el estiércol enyesado, es posible cuadruplicar los productos agrícolas , sin necesidad de hacer para ello uo di~pendio ni siquiera proporcional. Segun mi sistema, si1-Jmbro el trébol en los campos de trigo á los 1 5 de febrero dd e.ida año , porque en esta época se asegura constante mente el re• sult3do. Sea cual fuere el tiempo que se siga , ya sean sequías, nieves ó lluvias, ello es que el estiércol compuesto con el Jeso contribuyeá la buena cosecha de semillas. Despuesde recogido el trigo, el trébol queda aun con mayor verdor, mas robusto y dispuesto á resis tir mejor el invierno siguiente. Segun el uso generalmente seguido en Francia, se esparce en la primavera el ye'io en los campos de trébol,

sin atend er muchas veces ú si ta sequeda d; del verano precedente y los frío-, del in vierno último podían prometernos una coseclrn regular. Siguiendo los consej os de mi práctica, no debe espar_cirse el yeso sobre el trébol en la primavera , porqu e el estiércol compuesto con el yeso , aunqu e haya <lad o ya una cosecha de . trigo, hac e inútil esta operacion. D~ esta manera, pues , evitamos la pérdida de tiempo y de yeso que una de sus partes es por lo comun mal diseminada ó llevada por el ,•ieoto . Sabemos además que la práctica de esparcir el yeso sobre los forrajes en la prima.vera no surte buen efecto · sino cuando el tiempo ha sido farnrable al resultado de· esta operacion (1 ) . (f) Para mayor utilidad juzgamos muy oportuno dar una ~claracion á este_punto de doc-trina. La práclka que aconseja Dideieux de usar ol yeso mezclado con el estié1·col para la cosecha de cereales, la creemos desde luego ventajosa siempre .que podamos obtener esta sustancia á un precio módico. Pero aun cuando los buenos resultados de esta misma práctica nos compensen con usura los gast.os de este abono compuesto , no debemos marlo en torios los terrenos imlislintamente. Podrá utilizarse con ventaja en los suelos arcillosos y húmedos, y en a·quellos cuyo riego sea fácil , al.mndanle y seguro ; mas debemos abstenernos, ó á lo menos ser cautos y de- · tenidos , de omplearlo en los campos arenosos y de naturaleza seca . si no queremos aumentar los males que lleva consigo la falla de agua p3ra el riego. La costumbre de esparcir cantidades de yeso sobre los forrajes para aumentar sus cosech as, exige lambien prevenciones no menos importan-: les. Debemos hacerlo solamente cuando veamos una lluvia cercana que produciendo un riego universal lave toda la planta y ,;e lleve consigo el yeso cuya pcrmanePcia muy prolongada causaria un mal por el sobrado estímulo. Este au)11Cn la la exhalac:on de las hojas, perdiendo la planta una cantidad exce, iva de agua de vegetacion : pérdida que si n o se baila reempla~ada pl'onlo por la absorcion aumentada <le las ratees, se produ: e un desequilihrio entre estas dos funciones , q'le concluye por agost~r la planta y secarla enteramente si la falla de riego es muy prolongada . ( N . ele la R. )


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Se evitan todos estos incon\'enientes si guiendo los · preceptos de mi mé'todo que asegura un resultado infalible, y esta doble · ventaja será sin d1,1da para el agricuJtor un manantial fecundo de riqueza. lll.-CoNFECCION DEL ESTIÉRCOL COMPUESTO 'CON EL YESO.

Se prepara convenienteme11te un estercolero en el qu~ se colocan por capas sucl:lsiv.as 3:3 quintales de estiércol fresco, al que se añadirá':) interpoladamenle unas ochenta libras de yeso cocido y reducido á polvo. · En menos de 24. horas, la fermentacion ele! estiércol despliega , por efecto del yeso, un olor fuerte y penetrante, diferente del de la fermentacíon or<;línada ~el estiércol--, cuyo olor persiste '}lor el espacio de cinco ó seis dias. La descomposicion de la paja y demás materias que se emplearon para la~ camas es pronta, sin que el estiércol p·resentejamós enmohecimiento m quede Llaneo en parte alguna.

Me abstendré de decir, por no ser demasiado prolijo , el modo cómo el yeso se· combina . con el amoníaco que se desprende de la ferm{?ntacion del estiércol , asi como de su modo de obrar sobre las -plan las y materias animales que entran en la composicion del estiércol. Me limito á manifestar un hecho cuyos resultados me ha confirmado la observacion de cinco años r.eguidoli,. dt u.na manera la mas evidente-. Añadiré solo, para dar fin á este escrito, que el estiércol compuesto con ni yeso pro.duce mas efecto sobre las plantas. á los dor.. meses de su confeccion que el que ·ueve seis. ó mas mases de compuesto: que las cosechas que se suceden al trigo ó al trébol esperimentan de ~os efectos del estiércol compuesto con el yeso durante tres años, á los. que añadidos los dos precedentes, hacen un. total de cinro cosechas sucesivas ; y que siempre estas cosechas dan 1,1na tercera parte mas de, producto que los obtenidos enlas tierras abonadas con el estiércol ordinario.

Entre los varios escritos que se hl\n visto I por cuya raz<m se ha considerado la teoríáhasta ahora ac3l'Ca de la enfPrmedad de la pata- 1 de M. [.iebmann como una solucion capaz de· ta, que algunos años aflige á la Europa, figura resolver el problema de la enfermedad de la como muy notable informe oficial qne dió al patata. Hé aquí este informe. • gobierno ·dinamarqués la comision de agró«Aunque la enfermedad de las palalas. nomos y naturalistas nombrada · p~ra estu- existe en Europa mucho tiempo há, no La <liar la enfermedad de la patata, y presidida llamado sin embargo la alencion general si-· por M. Liehníann, profesor en el instituto no desde el último liño en que sus estragos politécnico de Copenhague. De este escrito, han arruinado con _rapidez gran parle _de las recomendable á todas luces, se deducen cosechas de este precioso vegetal en todo el consecuencias que parece estar en entera occidente de la Europa. En este año, como concordancia con los resultados practiéos, en 1845, la enfermedad se presentó de im-


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proviso en Dinamarca, es tendiéndose con la mayor velocidad por todo el país. En pocos d'ias ha destruido todas las partes herbáceas de nuestras plantas , quedándonos sin embargo la,duda de si atacará los tubérculos ·en igual)roporcion que el año pasado. Despues de todos los datos que hemos podido adquirir, á los cuales hemos añadido nuestras propias observaciones, resulta que la enfermedad ha atacado principalmente las variedadl':s precoces (1), al paso que han sufriuo mucho menos las que tardan en madurar. Por :lo quiera que esta enfermedad haya ejercitado su influencia dañosa y causado estragos irreparables, ha motivado estudios profundos, ha dispertado la atencion de los sabios mas notables, los diversos gobiernos han nombrado comisiones que discurriesen sobre la causa del mal, sin perdonar medio alguno, por costoso que fuese, de conseguir el fin que se apetecia, y sin que despues de tantos esfuerzos y ~acrificios se haya obtenido resultado alguno satisfactorio. Ninguno de los varios remedios que han sido propuestos, y algunos con sobrada confianza , ha tenido hasta ahora efecto , y se ha visto que todo babia de empezarse de nuevo.>> «Cuando en el año último la atencion pública estaba en alarma por la alteracion de la cosecha, no era entonces tiempo de investigar la causa: la enfermedad habia rec.orrido todas sus faces, y se la vió llegar á su término antes que los hombres científicos sospechasen su existencia. Por fortuna este año no ba sucedido lo mismo: los hombrns experimentados conociclron el peligro anticipadamentP,, y el investigador reflexivo y

(1) [,;lo se halla en opos1r1on con lo que se ha observado gcncralmenle en Frnncia y en Inglaterra , donde las variedades prncoces han sufrido menos que ias rnriedades que necesitan mucho tiempo para llegar al término de su vegelacioa.

atento pudo advertir el mal desdP- su ínvasion . Despues de estas observariones no puede dudarse ya cerca de la naturaleza y de la causa de la infeccion: es w1 hongo que ataca á las partes acreas de la patata, las de!lruye y rlescompo11e, como lo hacen comunmcnte todos los ho11g'<,s de este órden sobre las plantas que acomet~n. » « I.a putrefaccion de que nos ocupamos se presenta como un tejido á manera de telaraña extremada~ente fina, compuesto de hebras blancas y ramosas, de un crecimiento rápido, y que producen esporos ó gérmenes dti tal tenuidad que no pueden apreciarse srn el ausilio de un microscopio fuerte. Estos esporos van flotando fácilmente en el aire sostenidos por su tenuidad; -y siendo arrastrados por el rocío, caen sobre tas plantas donde se desarrolían en el espacio de pocas horas bajo !a forma de hilos de_lga<los é imperceptibles, introduciéndose dentro del tejido celular que descomponen lentarnente. Por lo que toca á nuestra opinion, es evidente que este hongo es la sola causa del mal. l> « la alteracion del tubérculo no se manifiesta basta algun - tiempo despues de la mortificacion y caida de la hoja de ta planta. Su cau3a reside en la destruccion de las hojas, órganos elaborado~es de la savia descendente. Destruidas ya las hojas, el tubérculo se halla privado de alimento antes de haber llegado ri su madurez, y se altera in demora.» « La existencia del hongo de la patata, así como de todos los restantes hongos, es de corta duracion. No podemos conocer determinadamente la existencia de estas parásitas basta que el mal f1a empezado ya, y fo advertimos por el color negruzco que van tomando las hojas. No tenemos reparo en asegurar con resolucion, que en este año el periodo de vegetacion de la parásita do lapatata se ha realizado solamente en los calorce primeros diu de agosto, y que todos los


- · ns estragos que podrán obsenárse ert otoño, serán d~Lid-os únicamente á la accion del bongq durante estos catorce días.» « Ya que queda demostra<fo con pruebas tan palpables que la causa de la enfermedad es un hengo~ claro está que las hipólesis que tan gratuitamente 'se han hecho acerca dé la degeneracion de la patata como causa de esta plaga d año~a , desaparecen por sí mismas: bajo este principio inútil será por tanto enviar á buscar simiente nueva á los países donde la enferme.dad no ha ejercido su iníluencia. Hé aquí un hecho que confirma esta opinion. En un viaje que M. Liehrnann hizo á la isla de Tionia á principios de agosto , vió que much(ls colonos de aquel país se habian procurado, á g~andes precios, semillas de patata de los EstadosUnidos, de las que no habian sufrido alteracion alguna , y se notó que las plantaciones que habian h~cho con estos tubérculos sufrieron el mismo mal que los de la simiente del país. » , «La comision recuerda con placPr que aun antes de haber hecho las observaciones concluyentes que acaba de presentar, babia procurado inclinar el ánimo del goLierno á que adquiriese de España ó de los Estados-Unidos patatas sanas, como se babia pensado, porque la misma comjsion se babia ya convencido de que la pretendida degeneraci9,q de l!I p\aQta I\Q

ihíluia en manera alguna en la enfermedad. >.l ccDe cuanto puede decirse acerca de este terrible azote, resulta que serán inútiles por ahora cuantas tentativas se hagati para detenerlo : á pestu· de todos los medios que se escogiten, los gérmenes invisibles do las parásitas marcharán siempre unidos en el aire atmosférico y serán traspot'tados de una á otra parle, y se establecerán en todos los puntos donde encuentren un terreno adecuado á su desartollo, es decir: e~ los tallos y en las hojas de los vegetales sobre los que ha querido hacerles vivir la naturaleza , lnútil será por lo mismo lavar los tubércu_los con agua pura ni con disoluciones salinas como se babia tanteado. El único re• medio que vernos ha de sPr el ti~mp~ qu e sin duda hará desapareeer esta enfermedad con tanta facilid-ad como vino , sin que la ciencia ni los esfuerzos del hombre puedan contribuir para nada.» Este informe vá firmado por los principales miembros de la comision , E. A. Scharling.-T. Liebmann. -A. Weilbach. Esta opinion, que se halla en consonancia con los hechos prácticos y -repetidos que nos han suministrado agricultores experimentados, hace creer como mvy probable esta causa de la enferroedad de · 1a patata, que por otn• parte no podemos hallar un w.ed~o mas. satisJactor-io de esplicarlo.

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OBSERVACIONES EN FAVOR O.EL NUEVO SI_s'{EMA I),E CULTlYO f>O.R fiQTACION DE COSECai\S.

~~ Publicamos y nos ocupamos en el núm.e-, ro 6 de nu éstrfperiódico, página 88, del nuevo sislen1a de c1,1ltivo por alternacion de

cosechas.. Acerca de él. l)OS remitió entonces algunas observaciones. nuestro apreciable y cnten.dido suscritor D. Joaq~in de Vil~-r, Y


á su es·c rito nos ha sido imposible hast!l ahora dar cabida en las columnas de El Cultivador, por causa de.)os muchos mate-• ria les que se aglom eran en la Redaccion. Insertamos hoy con gusto dicho escr~to del señor de Vilár, que es el que sigue : «Señor DirectM de Rl Cultivador .=Vicb 29 Junio de 184.8.= Muy Señor mio y d e m1 mayor aprecio: he leido con singular complacencia en el núm. 6 de su apreciable periódico el artículo de D. Javier Subirá rglcsias, propietario de Cardona, relativo al nue~o sistema de cultivo por rotacion bajo la base de la e~parcela , tan sabiamente combinado , partiendo siempre del importante principto de la localidad , del cual dependen esclusivamente las mas útiles aplicaciones de la economía rural. Felicitamos sínceramente á tim distinguido agricultor por las Vfmtajas que ha de reportar á la agricultura del país el sistema de que nos ocupamos, y vamos á hacer alguüas breves observaciones acerca de los arrompido.s ( rompuda.~) de que había el último aparta-do del escrito del Sr. Subirá Iglesias: observaciones que nos ha sugerido una larga y cons~ante)speriencia. » « Los arrompidos ( buigas 6 rornpudas ) producen inmensas ventajas á la agricultura, tanto por el grande producto que de ellas se saca , pues dán genevalrnen,e de quince á veinte por uno, como porque coo ellds se limpia el terreno y se obtiene buena semilla para sembrar las tierras que no son

novales, y paja en abundancia para abona r las. Además, los arrompidos no perjudican al bosqne como equivocadamente se crée: antes al conlrúio los árboles crecen y se desarrollan al doble con el removimi~nto de la tierra, si se tiene alr,un cuidado en no arrancar sus raíces. Conviene desvanecer el error ó preocupacicn en que están algunoslauradores al juzgar que un terrenl) remo\'Ído ó desmontado ( romput) necesita regn ~ larmente cuarenta ó cincuenta años para reponerse y poderse romper otra vez. La esperiencia nos ha demostrado que las tierras que se rompen á uso y costumbre de buen labrador, es decir , haciendo los márgenes y surtideros necesarios y sembrándolas de esparceta en el último año de cultivo, á los. quince ó veinte años de descanso vuelven ya á estar en disposicion de ser otra vez desmontadas; pero debe tenerse presente, qu~ para que prospere esta utilísima planta es p1·eeiso layar (fangar) el terreno al terce!· año de cultivo , lo que en nada le perjudica si es llano, y se obtiene además Ul'la buena, cosecha de maíz ó patatas. ». « En suma, señor Director, los arrompidos forman un renglon muy bonito en los patrimonios de la a.Ita montaña, y todo lo que tienda á instruir á nuestros labradores. en tan importante materia es digno de la ilustrada pluma de los redactores de su estimable periódico, del que es uno de -los primeros suscrifores su atento y S. S. Q.

S. M. B.. »-JoaqNin de Yilár.

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Del guisante congo ó cojan.

La sociedad real de agricultura de París hizo scmlJrar muy poco tiempo bá en su

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jardín práctico del LQx.e mburgo el !fltÍ1ta11tecongo ó guisante de Angol, llamado por otros cojan. Esta planta, á la que los botánicos dán el nombre Cytisus ca;anus, pertenece


160 á la familia de las leguminosas y es usada de

muy remotos tiempos como alimento en los pueblos de las regiones de los trópicos. El guisante congo es un vegetal arbóreo, ramoso, de la elev¡i.cion de seis á nueve piés, y produce hayas cuyas semillas se parecen por su forma y dimensiones á una lenteja. . Aunque esta legumbre se tiene como un buen alimento en el pa\s donde se -cultiva desde tanto tiempo, no tendrá entre nosotros grande importancia al lado de tantas otras producciones alimenticias que abundan en toda la parle occidental de la Europa. Por mas que el cajan haya llegado á llorecei: y á dar fruto en un mismo año en el jardín del Luicemburgo, no se puede lener sin embargo mucha confianza en_ que un arbusto de los trópicos prospere en el clima de Paris. Este vegetal necesita para fructificar debidamente la influéncia de veranos mas prolongados y calientes que los del norte-de la Francia, y asl es que solo podrá culfüarse con alguna utilidad y esperanza en los departamentos meridionales, muy especialmente en las posesiones el.e Argel. En las provincias de Espaí} a podría tener lugiir este cultivo por la suave temperatura que reina ~n casi todas ellas.

nistrarle. Todo lo que importa saber para el buen mélodo económico é higiénico del gusano, és que este quede tranquilo y satisfecho cuando haya consumido la hoja que se le dió. No obstante; y á pesar de ser impdsible fijar cod acierto y terminantemente dicha cantidad de alimento, conviene y podemos calcular aproximadamente la porcion <le semi tia que haya de nacer segun la cantidad da hoja de que dispongamos : en otro caso , la cria del gusano se hará sin economía, ó con falla de alimento. Se ha establecido una base de la que se parle general men le en todas las crias del gusano de seda, y .es la de 8er necesarios quince qui~lales de hoja del moral para rada onza de•simienle de gusanos. \

Fabrictlcion de la liga.

Esta industria q~e suele ser pecu1iar de algun~s poblaciones siluadas en palses fríos y montañosos, nos pro·porciona poder emplear la pa-rte de un vegetal á la que no podemos dar otraaplicacion La liga de que nos \'alemos para cazar las aves peque ñas, puede servirnos para otros much·os usos d¡i bastante interés en la horticultura y en la economia doméstica, á fin de prevenir los estragos de las orugas y de los insectos que devastan nuestra vegelacion. La liga se forma de la segunda corteza del acebo ( 1) cuando e~te árbol eslá en savia. fü modo de elaborarla es el siguie nle: Se arranca la corteza que acabamos de citar, se deja en maceracion dentro de un tonel ú otra basija análoga, y se. pica en seguida en el mortero hasta reducirla á una masa : se lava despues esl~ masa en agua corriente, si es posible , se la esprime á menudo durante la locion, y se coloca lueg0 dentro de unbarril ú otra vasija semejan!~ para que se perfeccione, separando de vez en cuando la espuma que hecha y las hebra, leñ0sas que contiene todavía la- corteza. Llega finalmente al estado de pureza, JI entonces se mele en una tinaja para el uso conveniente 6 para espenderla en el co mcrcio.

/listribucion econ6mica de la hoja del moral como alimento par~ los gus11nos de seda.

En esla operacion ~ como en todas· las restantes que pertenecen ~ este punto de la industria agrícola y comercial , la esperiencia será la regla mas segura que podrá conducirnos con acierto. No es posible determinar en manera alguna la porcion de lirja que debe darse al gusano de sed;i, porque esto depende de la edad y-de la mayor ó menor cantidad de simiente que haya nacido. Sin embargo diremos, por pun:lo general, qne la distribucion de la hoja debe hacerse en hora$ determinadas, y que no debemos dar á los gusanos mayor canlid3.d cada vez de la que pueden consumir. Como en cada una de las subidas del insecto perecen i11dividuos, cuyo número variarásegun las localidadec,, segun el órden y precision con que se cuide la cria ,- y segun las circunstanci.as atmosíéricas, de aquí el no ser dable señalar la cantidad de hoja qne debemos sumi-

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( • ) El acebo ( gr~bal en cataLm) rs comu11 en los pirineos de Cataluña. El pueblo de Espolia, en el Ampurdan, fubdca con é!'-en grande escala la lig-o, y pne<le decirse que HS In úoicb indn,tri:i ele esta roblncion.


l!IPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LA AGRICULTURA. Tenemos el guslo <le empezar ei presente húmero de nuestro periódico con el prim er arlículo de una serie de ellos qu e ha tenido la bondad de ofrecernos un suscritor de esta capilal tan ilustrado y·entendido como aman-te de la prospeddau de su país, y con cuya amistad nos honrnmos . La eslremaua modestia del autor no ha permitido que su nombre se dé al público con sus escrilos . Por mas que no estemos en esta parl.e conformcs con su parecer, segun se lo hemos manifestado , y sin P.mbargo de que insistamos, corno insistirémo'S, basta ver si conseguimos que desaparezca semejante modestia que de ninguna manera debe existir y que . tan mal cuadra á nueslro dístinguido amigo, es lo cierto que h~mos hoy de sugetarnos á marear los trabajos qoe debamos · á su pluma con la palabra remitido, y la numeracion correlativa que usarémos en lo sucesivo servirá para conocer sus -ártículos ó escritos. El primero que hemos citado al principio es el que sigue ; ( REMITIDO

1•o)

Cuatro años de calma, de alguna medita'" cion y eslu~io lejos del bulli'cio de la socio dad y del espinoso campo de la política, me dieron á conocer la suma importancia de la Agricultura práctica y produjeron en mí el pensamiento de contribuir con mis débil es fuerzas á que el cultivo de la tierra sea mirad o como el ejercirio mas instrucLivo , el mas -úlil y saludahle. La primera vez que leí el periódico que se publica en Figu eras litulauo ·el Bien del país, quis_e vnl enne de él para realizar mi pensamiento; pero la estrecliez de sus límites, la distancia que me sepHraba

del lugar de su publicacion y otriis causa s me hici eron desistir. Me ser,tí in clinado á lo mismo , aun con mas vehemencia, al lee r El Cultivador; habían desaparecido a.q uellas dos causas, y de otra parte su Redactor me distinguia con su amistad ; no obstante fn é necesario otro estímulo para decidirme. Asistí á los exámenes <le Agricultura que principiaron el 30 de junio último en el salon de la Casa- Loo j a , y a I oir los discursos de los jóvPnes alumnos snbre la fisiología de las plantas, las funciones de su nutricion, la iníltiencia de los agentes exteriores en la ve geta-cion ele. , etc., salí interiormente rul,orizado, al considerar que aquellos jóvenes hubiesen comprendido y sentido mejor la importancia de la Agl'iculturn, toda yez que en lugar tle perder el tiempo, corno los de su edad, en r ecorrer las calles para ver y ser vistos en aquellos dias de de,•ocion , de lujo, coquetería y vaaitlad ( las procesiones del Corpus), lo habian empleado en coordinar el fruto ue sus estudios agrícolas para hacerlo mas ugradable al público, y propagar poi· ese medio el amor á una ciencia tan útil y necesaria á la par que sublime, y al ejPrcicio práctico de 1-a misma. Aquel_acto, mas que un impulso, fué para mí un aguijon que me precisa á desenvol~ei· mi .pensamiento, aprovechando fos momentos libres que me deja el ej ercicio de mi profesion ~ La Agricultura, auxiliada de las demas ramas del saber humano, como la hotánÍca, la mineralogía , la zoología, la historia natural, la física , la química , la astronomía , conduce al hombre por esos caminos al parecer diversos hasta elevarlo á la esencia divina , al amor hácia el Criador, á la religion: es la Agricultura, segun espresion

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Es preciso estudiar Iá causa de este error, de un escritor moderno, el ama de leche del tanto mas chocante cuanto todos sin escepgénero humano. Eo la infancia de la especie humana pre - cion nos sentirnos inclinados al ejercicio de domi.i.a la sensacion; esta se alimenta de los ' 11! Agricultura, y apenas se encontrará uno fenómenos ( 1 ) dtl la naturaleza ; el hombre que no haya ambicionado la posesion de una del campo los desculm~ y los recoge, el poeta casa de campo, de un huerto, de un jardín los canta y embellece, ·et historiador los re- para cultivarlo con sus propias manos. El hombre cuya pasiones el estudio, rogistra , y el filósofo iovestigan.do las caus.-,s, cslaulece teorías, ere-a sistemas, descubre dGado de ociosos é ignorantes, é importunado pr:incipios, y tras de ellos la ciencia. La cien- á todas horas por una sociedad que no le cia debe pues su llutricioo, su primer ali- comprnnde, rnmpe con eHa, y todo su i<leat mento, al hombre del campo que, al apa- es la vida del campo. El militar camado de centar el ganado, al arar y sembrar la tier- las fatigas y estragos <le la guerra y de ver ra, al podar y cultivar la viña, al recoger Ja la intriga y el favorismo ocupar et lugar der cosecha , y al luchar ton el frio, et calor y valor y del mérito, suspira por trocar la esla tempestad, sorprende á cada instante se- pada por In hoz y por el arado. El honrado rr~los do la nalurolez~ que son los primeros padre de familias cree ballar su dicha solac·lemenlos del saber humano. ¡ Que inmen- mente en el campo, rodeado de su esposa sos bcceficios, así en la parte material como é hijos , á fin de acostumbrarles al trabajo, en la intelectual , no reportaría la especie á una vida sencilla , y alejarles de los escohumana, si lo profesion de cultiva<lor de la llos de la sociedad. El esposo, contemplantierra fuese cgerciila por hombres esperimen - do los atractivos de su jóven esposa, y vretodos , de principios fijos 6 de alguna ins- veyendo los lazos que le ha de tender esa misma sociedad, escoge la vida campestre para ti:uccion 1 ·sin embargo, por un error fatal el hom- ocultar su tesoro y gozar esclusiyament& bre de principios mira con desden y aun con 1 de él. El hombre de negocios que ha ;ido desprecio esa noble profesion, la confia al burlado en sus especulaciones, que en toesclavo y al mercenario, y de aquí proviene 1 das partes descuure la mala fé y el fraud·e, el poco a<lelanto de las ciencias naturales, y solo en la soledad y en el cultivo del campo la esterilidad de la tierra. Sorprendido Pli- confia encontrar la tranquilidad y la verdanio de ver el suelo latino en otros tiempos dera riqueza. Et político que no ha -podido tan fecundo, y despues tan estéril, esclamó: ver satisfecha su vanidad ó realnad'as sus « Nos daba frutos en abundancia; la tierra teorías gubernamentales, esperimenta unit viva simpatía por la vida <'ampestre. El vir<< se complacía en ser cultivada por manos tuoso y el corrompido , el sabio y el igno« ctiro1Hl<las de laureles, y para correspon,, dor á ese honor , empleaba todo su poder rante, el sano y el enfermo • todos sienten la misma simpatía.¿ De donde proviene que <( para mulliplirar las producciones. No suy :iquellos vén desvanec:ido su ideal, y est'1s « ce<le así en nuestros dias; 1.i hacemos cu!cansau0s de luchar con el tedio y la sole« tivar por 'esclavos y gen le forzada , y no dad , dejan precipitadament_e el campo, « sería estraño que se resintiese dt1 esa despedirse de los sitios qoe han emsin « afrenta.» bellecido con sus propias manos, y sin volver siquiera la vista atrás para no aíligirse con ( 1) La naturaleza no presenta mas que fenómenos, porqua en ella lodo es E'slraordinario y el recuerdo de In vida pasada, abandonansorprendente, aanqoo deje de parecernos tal por do á manos merccuarias el cultivo de las su rcpclidon frecuente y diaria. I


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tierrns, y hasta av ergonzándose de que un día fuese su ocupacion predilecla? Esa inconstancia , ese fenómeno .que VP.mos y obscrva·mos todos los días, tiene su ca usa como todos los de la naturaleza; la iu,•estigacion y descubrimiento de esa causa es del mayor interés porqu e nos conducirá necesariamente á corregir el funesto y tras-

cedenlal error de mirar coa indifel'encia l aun con desprecio la útil é instructiva profesion del cultivador de la ti erra, y de abandonarla á manos ignorantes y mercenarias en grave perjuicio del adelanlo de las cien cías naturales , y del aumento y multiplicacion -de los produclos.

DE L:\ FEUHENTACIO~ DE LA UVA , ó SEA DE LA TRANSFORMACIO

DEL MOSTO EN VINO.

Aun que esle fenómer,o , uno de los mas para no hablar en este artículo de la manera imporlant,~s en la formacion de los vinos, científica que desearíamos, y es la de que sea un a opcra cion que se verifica esponlá- una parte de nuestros lectores no reuna tal ncam enle, necesila sin embargo ser dirigi- vez la suma de conocimientos químicos que <l-a por el art.e si queremos obtener de ella se necesitan, por preliminares que sean , resullados ventajosos. Casi puede decirse para entender debidamente toda la imporque la teoría de la fermentac·io11 de fo uva no tancia de semejante teoría . E sta considerapuedo csplicarse satisfactoriamente sin los cion, que esperamos sabrán apreciar en su ·auxilios de la química, porque solamente justo valor nuestrns suscrilores, nos impelo ·alla nos permile apreciar las causa~ que re- á tratarla bajo un punto de vi sta el mas tardan ó aceleran la fermenlacion vinosa y sencillo , sin que por esto olvid emos poner examinar con carteza los fenóm enos que se en claro cuanto sea preciso para llegar con operan y se suceden mientras dura la vini- acierto á resultados fijos y determinados. ficacion . De esta manera es como marchaAntes de entrar en los detalles de la fermos por el camino de la evidencia hasta mentacion vinosa, importa mucho anotar llegar á formar u na teoría exacta de la con- al gunas operaciones previas que_ contripuversion del principio mucoso azucarado en yen á que obtengamos de ella un beneficio alcohol ; y esta teoría , una vez establecida, ra cionable y capaz de recompensarnos los nos suministra una multitud <le medios que gastos del cultivo, las pérdidas do los años condu~en á fijar los principios que se deben calamitosos y los caudales que empleamos seguir para admitir ó desechar las doctrinas para la fabricacion y conservacion del vino. que la presuncion, la ignorancia y el charUna de las circunstancias que el propietalatanismo imprimen en el ánimo de los cré- rio debe no olvidar nunca es el ten~r lim1lulos , privándoles de obtener los buenos _pias y aseadas sus cubas el <lia antes de la resultados que merecian por sus esfuerzos. vendimia. Para conseguirlo se nsan medios Pero por mas convencidos que nos ba- diferentes: lo~ unos se Yalen de un simple ilemos de esta verdad, se nos presenta otrn baño de ag ua tibia, lanm<lo en seguida las


l-64 pureJcs mteriores <le 1-a cu La con vino calie_nte o con ona porcion <le aguardiente; otros las frotan con la carne del membrillo; estos con el cocimiento de planta~ armnática!r, y aquellos con la cal ,•iva á fin de saiurar el ácido málico que había dejado depositado la fermentacion anterior. Con cualquiera de estoil mrdios llegamos á obtener et resulta<lo que nos proponernos, es decir , la limpieza y el asco; mas por lo que toca á la cal viva hemos de conducirnos con mucho cuidado, porque su uso, lejos de carecer <le inconvenientes, ,puede dañar la salud y ·comunicar al vino un gusto tks.-igradable. Es tambicn de la mayor importancia flenllt la cu La en un solo dia, echando las urns únicamente á las horas del sol, como desde las diez do la mañana basta las dos de la tar<le, con el objeto de que la tempera'tura pueda favorecer la fermentac_ion. Algun~as vec-es no es posible Henar fa, cuba en el poco espacio de sol que et invierno deja, en ·<'"uyo caso es preferible guardar la vendimia sin estrujarla y reservarla basta el dia siguiente para reunirla con otra cantidad. Po1· esta raion las cubas deben ser pequGñas, y á esto llamamos muy parlicularmeate la atencion <l~ nuestros viñado.rcs que por orgutlo y vanidad suelen construir sus cubas de una capacidad enorme: esta costumbre es atta mente perniciosa en la mayor parte de los casos, porque en los aiios frios se calienta el mosto .jificilmenle , e! grandor escesivo de dicbris ·robas no permile llenarlas en poco tiempo, y el vino pierde una gran part~ de su _rica fra~ancaa. Pero siempre que nos sea dable precaver ·tod·os estos accidentes, preferiremos las cubas grandes á las pdqueñas porque la fermentacion es en las primeras mucho mas . activa. El vino saldrá tanto mas perfeccionado cuanto mas bre,·e haya sido la fermentacion, por cuya causa debemos tener muy presentes los preceptos qne acabamos de indicar. f. sla fermenlacion vinosa necesita para rea•

fizarse <le cicrla's suslan~ias inlflspensables,, tales corno el azúcar , el agua y la leva·dura: pero aun no serítin- suficientes estas sustancias , .por mas que esluYiesen en propor¿iones convenientes, si 'ta tempera:. tura no se hallase á lo menos á los doce grados del termómetro de Rcaumur, Conro sucede en algunos años, y es ha1rtu 'romun en los países frios , que durante la época de la vinificacion el calor atmosférico ha bajado del grado que hemos dicho, convendrá en este caso añadir á Ia cuba algunos calderos dú mosto l1irviendo !Ji no queremos que la fermenlacíon marche con una lentitud perjudicial ; mas no debernos \'llvidar que causaríamos un mal efecto y dañaríamos fa conservacion dd vino si dejásemos calentar el mosto hasta el punto que tomase mucho <lulzor; por ello convendrá retirarlo <lel fuego luego que e:npiece á hervir. Hemos indicado qus el azucar es una de las sustaccias indispensables para ta fermentaeion de la uva; y como sucede que en fM vcrnnos ltuviosos y de poco calor no se forma la c;,utidad suficiente de este principio, oolenicndo entonces u\'as poco melosas, eo este taso debemos añadir á la masa que fermenta la cantidad de azucar romun proporcionada á la que falte al producto de la ,endimia, pudiéndose contar como térmioo medio ra de veinte y einco libras de azucar por cada carga de mosto. El propietario no hallará esla práctica ,en ta josa sino cuando se trata de vinos de buena catidad y que se venden á alto precio, porque en los inferiores no puede resol verse al dispendio que ocasiona la compra del azucar. Pero como la adicion de estn materia perjudica á veces las buenas calidades del vino <lesvirtuando especialmente su preciosa fragancia, f'n estos casos aromu tizarémos el mosto con algunos brotes del peral, almendro, ó algunos puñados de la ílor del sauco. Luego de llenada la cuba con el mosto que se ha r~co¡;ido en el dia , se agila con viveza toda la ma_sa tapándose en


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1eguida la tina con una cobertera que ensam- alcohólicos, ach¡uiere mas fragancia y deja ble exactamente, ó con tablas unidas al mejor terminadas las suslancias salinas que efecto. Cmrndo la fermentacion ha empezado encierra el mosto. en la tina no convendrá en manera alguna Si nos fijamos en las razones que unos y que bechemos en ella ni los residuos del vino otros han alegado en apoyo de su opinion, ve-· del año pasado, ni calderos de mosto caliente, remus que sus principios son verdaderos y ni cantida<les de-vendimia que se haya cogido exactos porque se han contra ido á circunstanen las horas de la escarcha y del rocío, porque rias particulares. Pero nosotros á quienes ninproduciríamos un perjuicio adelantando ó gun compromiso nos liga para defender ninretardando fa férmen lacion. U na vez que esta guna de estas teorías, y que ambas las crehaya empezado, hemos de procurar que mar- emos-aplfoables y admisibles en casos dados, che sin inlerrupcion hasta la completa vini- cuando por otra parle no nos guia otra cosa ficacion, oonserrnndo á la cuba la tempera- que el bien del país y la suerte de nuestros protura- que hemos dicho, si la estaciones fria. pietarios y labradores, diremos con imparciaLa fermentacion se anuncia con mas ó lidad lo que nos parece de uno y otro método . menos prontitud, á veces al cabo de pocas Los que están ~ favo~ de dejar la cuba boros y otras despues de al¡;unos días, se- abi;irta mientras dura la vinificación, se gun el estado de la atmósfera y segun las fundan en que el aire es el Yflbículo mas circunstancias de que llevamos hecho méri- favorable á la fermentacion y en que siu él, to. En el momento de aparecer este fenó- sin su contacto, el mosto se conserva lurgo meno y durante la fermentacion , sobrevie- tiempo en la tina sin alleracion y sin camne un cambio notable en la masa que fer- biar de calidades. Estos _b'ecbos q~e al- pamenta; agítanse lns partes de esta materia; recer se dcduc~n de u tia pnícfrca ilu;:lrada, so se-trasportan <le un punto á otro; se alteran vén sin embargo en conlradi<;cioo con la cs'\ljsihlemenle , y tiendP.n á sep.irarse. Mien- periencfo de algunos qu-ímices q\rn ban hecho tras dura este fenómeno la temperat11ra se ver-p~lpablcrnenle, que si bien es vercla<l qu~ dcva hasta los 20 grados de Reaumur co-_ . la fermentacion del mosto ha sid<.J ma~ lenta 11tunm ::nte, y la masa se hincha y- aumenta cuando se le ha privado de la accion del airo, de volúmen, escapándose entoncc>s una can- no ha dejado por esto de romplelarse dánti<lad <le ácido carhóniro, cuya formacion donos por producto un vino mas generoso. Nosotros sentaremos por.- principio que la durará basta que el vino e1>té lteoho Luego. que esle ácid-0 carlrónico se baya d11spren- formentacion mejor es aquella que se verilii<lo, el mosto pierde su movimiento, dis- lica con la ma.yor -pronlilud posible, y que 111inuye el volúrnen de la masa que vemos para obtener vinos buenos se necesita una enfriarse lentamente, y las ma~erias eslra- fcrrnentacion tumultuosa y rápida . Pnra qu o ñas se precipitan , presentándose un vino esla tenga lugar y p;,rn que se succ>dan regularmente Lodos sus períodos, ncresifa de c.laro, limpio y en estado de colnrse. · Los que se dedican á la fnhricacion del la accion del aire atmosférico porque su vino han admiti<lo doctrinas diferentes acer- pres1mcia facilita los medios de ponerse en ca de la fermentacion. Los unos han pre- libertad las sustancias gaseosas que se fortendido que la accion del aire nlrno ·férico man mientras dura este movimiento esponÍa\'01:ece e~ acto y que por lo mismo del,ia tiíneo, las que deben necesnriarnente desprendejarse la cuba abierta, mientras otros creen derse del mosto mientras dura la vinifirarion. que el vino fermentado al abrigo del contac- Pero por muy Yeloz ó pronta que sea b marto de la atmósfera abunda mas en principios cha de esto períodos , no dejan de tener_


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por eso una progresion sensiLle cuyo término es el descenso de la masa. Cuando este descenso se ha realizado, se establece una nueva formentacion que marchando con lentitud es do larga duracion. Es en este momento cuando deberemos tapar la cuba con la mayor exactitud ó perfeccion posible, dPjando algun agujero por donde pueda escaparse et áciJo carbónico. Si durante esta segm:ida fcrmenlacio~, si podemos expresarnos así, no cubrimos el mosto del modo mas á propósito, entonces mas que nunca se salJrán fuera Je la cuba una porcion de partes balsámicas y alcohólicas que contiene el vino. Por mas que esta práctica nos parezca la mejor, no podemos sin embargo aconsejarla de un~ man.era absoluta. Los métodos de vioificacion no pueden ni deben ser siempre los mismos; antes al conti:ario variarán segun la calidad de las UYas, 13 naturaleza del terreno, y el estado particular de la atmósfera mientras du~e la vendimia y la fermf'ntacion. Bajo este sentido se han propuesto modificaciones que apreciaremos en su justo valor, principalmente por lo que mira á tas ventaj~s ó inconvenien~es que ofrecen las cubas abiertas. l.a , iniücacion podrá operarse con tanta ventaja en prpas abiertas corno en las cerradas, siempre que la fermentacion se des.pliegue con rapiJez y regularidad, y la facilitará una temperatura atmosférica conveniente, con mayor motivo si la operacion se efectua en r.ubas de poca prof rrndiJad. Así pues podremos adoptar este proceder siempre que la uva esté madura , que se haya recogido en buena sazon , que el pisoteo de la vendimia se baya practicado Lien, que la raspa se quitase con cuidado, y que la tina se hubiese llenado en poco tiempo. Pero en los casos que no se rf'unan todas estas circunstancias será preferible valernos de cubas cerradas, porque en las abif'rtas ~-0brevienen a_ccidenles que retardan el re-

sulta<lo y aun malogran la üperacion. Si la atmósfera es caliente) seca, como sucede en ciertos otoños, la masa que el~ mosto df'ja'endescubierto tambien se seca, el aire la penetra, y si la fermentacion se prolonga mucho se forma ácido acético que comunica al vino una disposicion á agriarse. Si el aire es frío y húmedo, la parte superior de la masa se satura de un~ cantidad da agua que humedece la raspa y el hollajo, desarrollándose en seguida una fermentac.ion ácida y p~lidra y un principio d.e ~u.trefaccion que -n-ecesa rimc'ntc ba de producir en el vino un funesto efecto. Salvaremos estos inconveoitJnt~s rnliéndonos de tinas tna s ó menos ecrraáas , las cuales nos ofrecen las ventnjas siguientes: Primeramente, practicando la operarion en c,ubas cerradas, se conserva la temperatura i.nterior, y esto favorece el completo desarrollo da la madurez del mosto antes de pusar á la fe~mnntacion alcohólica si las uvas se recogieron en mala cstacion ó sin estar sazonadas, porque por el calor y bajo la influencia del tártaro se forma el pri11ripio mucoso a+0:car_ado. En segundo lugar, el aire atmosférico no puede obrar sobre la masa en íermentacion cuando esta se verifica en vasos cerrados, cuya influencia es principalmente nociva si la temperatura es fria y húmeda. Así como hemos visto qne estas cualidades atmosféricas disponían el vino á una fermentacion ácicl(I y pútrida cuando la vinificacion se bacía en tinas abiertas, dejará de-realizarse esla rcaccion cuando nos valemos de cubas cerradas. Vemos en tercer lugar las ventajas q•1e hay en que la vinificacion se opere én rnsos cerrados con preferencia á las cubas abiertas, p9rque en los primeros el ácido carbónico que se desprende de la masa se amortigua por la presion mas ó menos srandc que esperimenta á lo largo de la columna de agua ó de vapor acuoso por donde ha de pasar, viniendo entonces á comprimir lo capa do hollejos que nada en la su1~crfirie:


J67 rstll éircunstanciu h¡,ce desfovorable el mé-

todo cuun<lo no hemos descobajado bien las uvas , porque la raspa reblandeciJa,'' por esta especie de baño cede , si la fermentacion es prnlongada ' una gran parte de SllS principios acerbos, comunicando al vino un sabor áspero y seco. Esta es la razon por qué conviene descobajar con mas cuidado fa vendimia cuando la vinificacion se efectua ~n vasos cerrados que ~n los abiertos. La cuarta ventaja que obtenemos de practicar la fermentacion vinosa en las tillas cerra<las es. que apartada, como está, la masa del orujo <lel contacto del aire atmosférico, el vino puede quedar por ma5 dias en la cuba sin temor de otro resultado_d-a • fioso que el de la solucion de los principios de la raspa. Sin embargo no debemos aconsejar la permanencia del vino en la ruua mezcl.ado con la casca desde el mqment.o que ha adquirido toda su parte alcohólica , menos en los casos que siendo las uvas que fermentan dfl mala calidad ó cogiJas iwtes dQ su sazon pueda el vino , por su pcrmatiencia dilatada en la cu_ba , adquirir princi.,· - - --

píos d_e la raspa que le dén una fuerza y.snbor que no le hayan permitido desarrollar la fermentacion. F.stas ventajas que para obt~nerlas con mayor perfeccion y resultado han dado ~rí • gen á la conslruccion de ciertos aparato,, do que nos ocuparemos otro <lia, no han sido aJmiti<los por algnnos cosecheros de fuma y de saber, fundá'ndose estos en que toJos los fenómenos <le la ferme11taci-0n vin-osa se,com ple tan casi generalmente al libre con lacto de la atmósfera. Pern por 11)35..íJUe la esporiencia de Lo<los los tiern pos y la teoría de las .prácticas de muchos fabricantes, decimos, tienden IÍ probar de un modo concluyente las. ventujas Jel método <le fermentacion en cubas abiertas, no po<leinos nJmitirlo en todos los casos.. ni ~n todos los paí • se,, porque esta operacion , a~í romo la mayor parte de· las do agri-eullur.1, e~tó suj eta á varias escepciones. Reservamos para otro artículo edciidernos mas sol,rn este pu11lo con el interés que se merece como uno de los mas prir.cipules J e las art.es agr(colas.

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CUl TIVO DE ll ESPIRCETI~.

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Las esparcetas constitupm u.p género 111uy dilatado del que un cierto número de especies crecen espontá-ríeamente en nuestra España. Entre las muchas ventajas que ofrecen estas plantas como objeto de agricultu~ ra, es una la de poder vivir en los suelos secos y. pedregosos donde es casi imposible toda otra vegetacion. Solemos verlas en las pendientes de las moutañas y en las coliuas, principalmente si el suelo es de na. t1,1raleza c;aliza , en cuyo. caso se desarrollan

admirablemente. El ga,uu)o l.JU sca con mucho afan todos estos vegetales, y en el dia una de sus especies juega un papel importante en la formaéion de los prados artificiales y viene á constituir una de las princi_pales riquezas de la agricultura. Esta especie, !Jamada por los Lolánicos Hedisarnm Onoh,·ychis, es indígena de 11uestra España y se cria volunlaria ó naturalmento en la mayor parle do las provincias de la Eurora occidontaL Se le han dado


nombres tliferenles mas ó menos significa- muy rigurosos. SuceJe con múcba frecuentivos, ya atendiendo al objeto á que se cia que la falla de lluvias ha agostado entPla destina, ó bien por lus pnrticulares cir- romente todos los restantes vegetales, cuando la e.~parcela ofrece aun ~na agradabl13 -locunstancias que ofrece. La esparceta, conocida tambien entre no- zanía. Este fenómeno que ha dado lugar á sotros con los nombres de pipirigallo, yerba teorías poco conformes con la ciencia , se eterna , heno de Borgoña y otros , es, en el esplica satisfactoriamente, si atendemos á estado salvage, una plar:>tu desmedrada y ra- que las raíces de esta planta se introducen quítica , de tallos bajos, pequeños y Qaidos, c11 Id tierra á mncha profundidad , poniendo 4ue· adquiere sin embargo grande desarrollo el vegetal de esta manera al abrigo de las variaciones <le la atmósfera. por ,medio del cultivo. Conocida desde mucho tiempo, los labraHemos drebo qu~ la esparceta no teme l~s <lores Je ulgunus comarcas tle la f rancia , y suelos de mala calidad : aun cuand9 así sea Je otras naciones adelantadas en la agricul- verdaderamente, no <l eja de vegetar en l~s tura, le han <lado un justo aprecio entrando fértiles y sustanciosos, menos que sean húen lu forrnacion de sus pastos, y le han atri- medos y 1angosos. Cuando se la ha sembrabuido la m_ajor parte de su fortuna y de su do en uu buen terreno se c..lesarrolla mas quA bienestar. Desde entonces los rebaños han lo de costumbre, consiguiéndose al cabo de sido mas numérosos, el gana<lo mas pro- ulgunos años de- cultivo esmerado. obtener tluctivo, tas tierras mejor abonadas, y eu una vurieda<l que permite segarse do·s veces íin s~ han obtenido las coscchus ton menos al aiio. Pero tan luego como falten estas circunstancias volverá la planta á su tipo prigas tos y mejores resullatlos . ta esparr,eta es una planta de suma im- mitivo, sin obtenerse de cita enlonees maportancia para la allernacion de las cose- yores prndudos que tos que uos· dá la qu& chas, <le lllanera que su aparicion ha cam- crece en t·os suelos <lesustanci·ados y arenobia<lo enteramente en muchos puntos el sis- ;;os. La esposicion á oriente y á mediodía e~ tema del cultivo. Digna, como lo es., por la mas conveniente á la esparceta porque todas estas circunstancias, y otras que men- puede tener mayor cantidad de luz, obcionaremos lu ego , de ser tenida en conside~ senándose consta11tementc que los lugares rncion, describiremos detalladamente el mo.,,. bajos y s.ombrío.s. apro\lc:chan poco rara este c..lo de cuidarla y propagarla para el interés cultivo. Como desarrolfo raíces muy profundas que entrecruzán<lose de mil maneras <le la agricultura. Naturaleza del terre11p. La espurcela puede quedan intactas aun despues de lluvias muy \'Ívir en cualquier terreno: prefiere sin em- prolongados, de aquí el que 5ea útil cultibargo los suelos calizos y arenosos, y crece varla en las pendienlr.s ele las monlañus y con ventaja en los lugares inclinados donde en toda la estension de las colinas. Final~ no se estanca el agua, cuya accion escesiva mente la esparceta nos dará un buen proleme mucho. Suele darnos a.bundantes co- ducto, aun en la tierra que por su calidad sechas cuanJo se siembra en campos arenis- crelosa, nreuisca y s~ca no nos permite cos y pedregosos donde no vegetan la mayor ningun otro cultivo y siembra. Se ha rá ('Il parte de los restantes forrajes, eseepto que primavera, desde últimos de febrero á fines las tierras sean tan ligeras que permitan por de marzo, segun la localiJad y el estado su mucha moyilidaJ dejar las raíces en des- particular de la temperatura. Puede semcubierto. Esta planta no Leme la sequedad brarse tarnbi en en otoño , cuya práctica no y es muy comun verla resistir los veranos ;iconsejaremos aun cuando esta planta . no


-- 169 Cema los rigores Jd frio, esceplo en las madurez, conserva por tres años á lo menos provincias del mediodía en que podrá prac- la facultad germinativa. Cultivo y _cosecha de la semilla. Hecha ya tir.arse esta operacion en setiembre, porque las plantas nuevas habrán adquirido ya la la siembra, esta planta exige pocos cuidados: suficiente robustez para resistir las heladas las labores de escarda á últimos de invierno del invierno. Antes de la siembra deben y en la primavera le serán d-e mucha utilidarse dos labores ó mas á la tierra, una en dad , particularmente si el suelo es cretoso noviembre -ó diciembre y otra luego que y duro -por la accion de las lluvia,; muy conliayan pasado las escarchas, procurando que tinuadas y repetidas. Ya hemos dicho que la sean profundas, atendido que las raíces de esparceta es una planta vivaz, por CU)a rala esparceta marchan á veces hasta la pro- zon le aprovechan estas labores, mayormenfundidad de seis ó mas piés. le si se ha sembrado clara la se!J}illa. A ve· La cantidad <le semilla que debe sembrarse ces la atacan yerbas dañosas que se desarserá doble que la del lrigo que se siembre rollan fácilmente á _pesar del cuidado que en el país en una porcion determinada de hayamos tenido con las labores que hemos terreno, procurando que sean los granos bien dicho. nutridos y de un color pronunciado. La esLa esparceta se cultiva principalmente poi: parceta de doble siega se sembrará mas es- el forraje que nos proporciona: no obstante pesa, así como tambien la comim cuando se en algunos puntos de la Francia, y :iun de Jesee obtene1· forrajes menos duros. Como otras naciones, se hace un comercio cün sus planta vivaz es preferible sembrarla á vuelo, semillas. Para la recoleccion de este fruto ya porque no exige tantas labores de con- hemos de tener ciertas precauciones que esservacion , como porque ha e.le desplegar tán en relacion con la ílorescencia de la muchas -raíces. Debe cubrirse lu semilla mas planta. Como esta dura cerca de tres semaque la e.le la alfalfa, Jel trébol y aun del tri- nas, hace GUe la madurez de las semillas go, pasándole en seguida dos ó tres gradas sea muy progresiva, siguiénuose de esta hasla que quede enterrada suficientemente. marcha tan graduada que las de la parte La es_parceta puede sembrarse sola ó aso- baja de la espiga que se fecundaron primero ciarla con los cereales, segun las localida- se· despeguen y caigan con la accion del des. Preferiremos en esle caso la ceLada y la ,·iento, mientras que las de la parte media avena al trigo y al centeno, porque los dos no han madurado aun, quedan<lo verdes toprimeros se siembran en primavera y se ele- davía las de la punta. Esta circunstancia van menos que el trigo y el centeno. Cuan- lleva consigo graves inconYenientes, porque do se asocia con la cebada y la avena puede si segamos la planta mus al principio preenterrarse al mismo tiempo que estas semi- dominan las semillas estériles, y si la recollas por me<lio de una ó muchas gradas. Su- gemos muy tarde la cosecha no será mas cede comunmente que Id semilla se desarro - que mediana. Para dirigirnos con acierto lla muy clara en el primer año, aguardando convi~ne, pues, consultar el uso á que se muchas veces á nacer hasta el segundo año destina la semilla , porque si hemos de prede l,1siembra. Debemos poner todo cuidado ferir la calidad á la cantidad, aguarrlarcmos en que las semillas sean limpias , e, itanJo para segar la esparceta á que baya concluido que lleven mezclas de plantas gramíneas que P.nteramente la florescencia con el fin de que atacan é infestan los campos de esparceta. baya madura<lo bien una gran parle de sus Cuan<lo la semilla se ba recogido en liucna frutos. Cuando destinamos la semilla para sazon y tiene las cualidadC's de una perfecta r la siembra , l.i ele¡,iremos de entre las plan-


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tas mas vigorosas y que florezcan por la pri- cuando la esparceta se baya sembrado en mera vez, porque los granos son mas per- terrenos útiles y rnstanciosos; pero en todas. íectos y aseguran mejor el resultado. La es- circunstancias podemos conseguir mayores parceta que se reserva para la granazon se productos que dt3 la siembra de la alfalfa. segará á principios de junio, poco mas ó Dicho forraje seca muy bien , rara vez se menos, eligiendo la primera hora de la ma- ennegrece, y conserva casi siempre un herñana para aprovechar el rocío y conseguir moso color verde; lo que hace que la esparque salten menos de las espigas las semillas ceta sea ur:i forraje de · calidad superior. En que han llegado ya á la madurez. El forraje muchos puntos do Europa usan un método sP.gado podrá llevarse á la casa inmediata- para secar la esparceta, así como la alfalfa , mente para secarlo en la era , ó bien esta que ignoramos si sería aplicable en nuestras operacion puede hacerse en el campo. Stla provincins. Como este método qs muy especual fuere el punto que se elija, convendrá dito y sencillo , vamos a aescribirlo por si que el dia siguiimte , á la hora éle la fuerza desean · intentarlo ó esperimentarlo nuestros. del sol , se vaya amontonando la esparceta labradores. Toda la operacion consiste en sobre sábanas estendidas al efPcto, se con- alar simplemente la esparceta á tiempo que tunda con un instrumento y se ,rán sepa- se vá seg11ndo : las mugeres encargndas do ran<lo las semillas poco á poco; se cambia practicarlo van colocando lus haces derechos de lado y se amontona nuevamenh.i la planta, y arrimados los unos á los otros, formando y así sucP.sivamente basta que la operacion <le cada cuatro de ellos una gavilla; como se ha verificado en _toda la cantidad de la en esta posicion el forraj e no dá en tierra esparceta. Por muchas que sean 1as precau- rr;as que por el pié de su caña, recibe el airo ciones que hayamos tenido para segar esta en todas direcciones, el sol le calienta por planta en ocasion oportuna, no podremos todos lados y la desecacion se hace muy evitar qne se esparza po(el suelo una can- ' bien. Esta se consigue con solos tres ó cuatidad mayor ó menor <le semillas que llega- tro días, sin que tengamos necesidad de re• ro[J á la madure(mucho antes que fas res- volver y cnmbiar la yerba como hemos de tantes. A P.sta circunstancia so debe el que hacerlo cuando nos valemos del método o:·un campo de esparceta que rn sembró claro dinario. Además del liemro y crol trabajo se vaya poniendo espeso al cabo de poco que nos economiza est,~ proceder, conseguitiempo con la reproduccion de estas nuevas mos que la hoja quede intacta en la planta.._ y sin que se separe de su tallo. En los tiemplantas. Siega. La época del año para esta opera- pos lluviosos es cuando apreciamos m~s las. don será diferente segun el clima; pero por ventajas de esle método. la tempcstaLI en regla general será cuando la planta esté en una tarde de verano que bnstaria á inutilizar florescencia compl ot a , si es que la guarda - una cosecha de forraje de la esparceta, pasa mos para forraje. He me<lia<los de mayo á sin mal resultado cuando hemos r.chado. mediddos de junio es la ocasion mas venta- mano <le somejante método, porque el agua josa generalmente entre nosotros, menos en corre por la superficie de las cañas sin rnlas montañas elevadas y en las esposiciones troducirse dentro del haz, y se seca con la frias que podremos aguardar la sierra hasta mayor facilidad con el sol del dia siguiente. 0 últimos do junio. Por lo comun oo cJá satis- Este forraje pierde p(1r la desecacion dos. terceras partes de su peso. factorio producto hasta el segundo año, La variedad· llamada de dos siegas dá á siendo raro el que obtengamos cantidad Ycces la misma cantidad de forraj e e11 la una abundan lo de forraje hasta esta época, aun


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que en la otra. La segunda siega se bace en ugosto guardando las regías que ya dejamos mencionadas. La esparceta coinun, si 1-a cultivamos en lerrenos muy á propósito, puede darnos una segunda siega; pero aun cuando usí sea, la cantidad no será mas que de una cuarta parte de lo que fué la primera, aunque nos dará un escclenle retoño para los corderillos. La esparceta brota muy fácilmente hasta que asoman las l11~lad&s del invierno , y esta circunstancia hace que el vegetal pueda apacentarse con frecuencia; mas no aconsejaremos esta práctica por la disposicion particular de la planta cuya raíz sale de ordinario una porcion fuera de la tierra, y comiéndola el ganado m~ere el vesetal inmediatamente. A pesar del daño que cornunmente causa á la esparceta el apacentamiento, podremos aconsejarla en los casos que la calidad del ganado nos precise á ello para su mantenimiento ó por olra cualquier circunstancia de gravedad y conveniencia. Du.racion. la espai·ceta no dura comanmente mas que de cuatro á cinco años. La facilidad con que retoñan sus raíces parece que debería asegurarla una mayor duracion; perd las yerbas estrañas que invaden este prado arlificial nos obliga á desmontarlo al cabo de los cuatro años. Antes de destruirlo para reemplazarlo con otro cultivo, conviene que lo enterremos cuidadosamente e·n todas sus partes, precediendo antes el redil, lo que nos asegura un Yigor prodigioso para dos 6 tres años. Hay sin embargo ejemplos ele una duracion muy prolongada , babien dos_e visto á la espm·cela vegPtar con r@aultado por el espacio de quince , veinte y mas años en los suelos esquilmados y de mala calidad en que el trigo producía á lo mas un cuatro ó cinco por uno. Pero estos becbos son raras escepciones de la regla general, debidasá las particulares circunstancias del suelo. Calidad de la espm·ceta. Esta planta es quizá mas útil y vcnfajosa que In alfalfa y el

trébol. Tanto en estado fresco como seca conviene á los ganados , y contiene mayor cantidad de alimento que los dos forr:Jjes mencionados. Otra de las circunstancias a precia bles de la esparceta . es que se seca con mucha facilidad y no infla el ganado. Imprime á la leche muy buenas cualrdades, por cuya razon convendrá á las vacas que se destinan á la lechería: los cerdos, el ganado vacuno, el caballar y los cameros comen la l}_!pat·ceta con placer, así como sus semillas son tambien útiles á la yofatcria. El retoño es un pasto agradable para las ovejas ; pero es prudt>nte guardarlo para los corderos cuando el d~stete. Las flores producen una miel de bueoa calidad, y á ellas se debP. la abundante y sabrosa del Auvergne. Los tallos secos que han quedado despues de trilladas las cañas que guardamos para la siembra son útiles igualmente para los mulos y caballos de carga, y en uua palabra no hay parte alguna de este veget.il que' no ofrezca interés para el propietario, pues que basta sus raíces las comen los cP.rdos muy ávidamente. Alternacion. La espurceta ha cambiado Pnteramente el cultivo en las naciones donde lo han abrazado. Con su producto ba poclido aumentarse Yisiblemenle el número de ganados , y por consecuencia los abonos que ellos producen. De esta manera se han cultivado terrenos que antes servían apen:is á la agricultura y mejorado otros que daban una mediana cosecha. Desde mucho tiempo há se la reconoce la virlud de mejorar la tierra con sus despojos sin esquilmarla con su cultivo, porque Yive casi esclusivamente de la atmósfera y de una zona de terreno donde con dificultad vegeton las otras plantas. Puede alternarse ron una-porcion i:le ellas como el centeno, la cebada, la patata. el alforfon y otras , sin que les ocasione perjuicio alguno en razon que abs.orve el alim~nto de la.s capas inferiores de la tierra yegetal, utilizando unas malcrías que apcnns pueden alcanzar


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las restante_s plantas. Por esta organizacion, 1 descansan de su fatiga, si así puede dec'irs~ ~ t]Ue puede llamarse providencial , ofrece durante la vegelacion de la esparceta , en, al propietario inmensos tesoros que sin ella razon de que lejos de esquilmarla , como hubieran quedado ocultos dentro de la tierra; hemos dicho, la enriquece con sus fertiliy mientras que rocoge cada año una almn- zantes despojos. dantc cantidad de forraj e para alimentar su Otro dia nos ocuparemos de la esparceta ganado en los campos y en el establo, se ó pipirigallo gigante que como dijimos en et propo1·ciona un número considerable de uúmero 5 .0 pág. 80 de nuestro periódi·c~ abonos que le aseguran cosechas las mas ofrece tambien el mayor interés en la agripingües, -al propio tiempo que las tierras cultura .

SI ES UTIL APACE~t.\U EL GANADO EN ljAS PHADEHAS ..

En la mayor parte de los países el e,•ados ganado en las praderas; proposicion que ha de las comarcas de la Europa, se destina tenido defensores y adversarios, mirando los una parte de sus terrenos para pastos del unos como un método mu y: contrario á los ganado, manteniendo en muchos puntos en- intereses del propietario apacentar el ganado cerrados noche y dio en estas d'ehesas, hasta en las praderas , mientras qu e los otl'os han la época de las escarchas y de los hielos, las creído que la práctica de segar los prados era vacas de leche y otros animnles que se des- poco provechosa, porque no se utiliza una tinan al matadero. Pero es tos prados lejos porcion de yerba que el ganauo coniecuando da estar limitados á los terrenos menos fe- se apacenta debidamente. Procuremos buscar cundos y menos accesibles , deben al con- en la práctica la solucion del probhima . El apacentamiento del ganado en las pratrario estar en su elos fértil es qu e pueuan proporcionarnos yerbas abundantes y Je deras_no debemos ni podemos aconsejarlo buena calidad, ya sea con el fin <le segarlas sino cuando la cnrest.ía do forraj es nos obliga y reservarlas en las granjas para el mante- á introducir en ellos las reses durante el innimiento de las reses en el invierno, ya para ,•ierno y parte de la primavera, ó bien cuando apacentar en ellas el ganado l¡ue· se destina la yerba de retoño no ha crecido lo suficiente á la lechería y al cebamiaolo, ó bien para para guadañarla, haciéndola entonces comer los animal es fatigauos por un trabajo cs- al ganado durante esta estacion. Y aun en estos dos casos, únicos admisices1vo. No entraremos en la cuestion de si es 6 · bles en sentir de algunos agrónomos , no ñó conveniente utilizar estos terrenos para deja de ofrecer inconvenientes el apacentaproductos mas ventajosos , no solo porque miento del ganado en las praderas. En la este punto de doctrina podrá ser objeto de primavera se nos presentan deade luego, seótro artículo, sino porque hemos de contraer- gun ellos, y asi lo sentímos nosotros, dos de nos ahora á la proposicion que vá sentada mucha magnitud; el primero es el endure-:cimiento que la presencia del ganado causa por epígrafe. Se reduce á si set·á ó nó útil apacentar el al su elo rt,blandecido todavía por las lluvias


- · 173 ' ~hundan les de esta estacion , y el segundo la · poco útil para los bueyes y para lus \'ac_a!l 1 lentitud con que crecerán las yerbas que las y que la yerba ,·erde no ofrece para ellos las reses apacentan, dañando visíblemente la co- ventajas que para el ganado lanar. Pero lesecha de heno ó forraje que el prado debe jos de serles pernicioso este pasto lo aconsedarnos. Estos inconvenientes aun serán ma- jaremos en todos los casos que puedan peryores si el terreno donde se radicó el prado mitirlo las circunstancias especiales que cones húmedo, de naturaleza arcillosa , y si las curran, admitiendo que en muchos de, ellos plantas no pueden brotar con la rapidez de- basta será una práctica favorable, aun en bida á causa de haber permanecido el ganado la primavera, apacentar el ganado vacuno ea la3 praderas. ·en la dehesa por mucho tiempo . En oloño será principalmente útil encer. Pero fuera de estos dos casos, que es pre'ciso e·v itarlos, la op-ínion general está en fa- rar las vacas en las dehesas , -si bien en vor del ap!lcentamiento. El ganado lanar que mucbas localidades no debemos permitir escorta la yerba casi á llor de tierra, á mas de te pasto á las 9vejas, con mayor motivo si mejorarse de un modo considerable con es- los prados se hallan en lugares bajos y pantanosos. Se ba observado que el uso de la t-é pasto, impido que las especies de plantas yerba que estos producen dispone 11.I ganado pre''cocés se desarrollen con celeridad en perlanar á enfermedades de mal carácter , al juicio de las restantes de crecimiento lento, propio tiempo que las vacas de leche rc>porlo que disminuiría la calidad del forraje de tan los mejores beneficios. En esta estaci0n una manera harto sensible. Además las oveno tendremos que recelar mucho los malos jas y los carneros facilitan con sus escreefecto» del pisoteo del buey , porque estanmentos el desarrollo de las plantas procu/ rándonos cosechas sucesivas de yerba , al do la tierra mas compacta que en la primapropio tiempo que con el pisoteo continuo vera , no deja señales que desnivelen el terapelmazan el suelo que much:is veces las cir- reno. Tambien se utilizan mas los escrecunstancias de la estacion disponen á des- mentos de la vaca en otoño que en primanivelarse. El mom~nto hasta el cual deba vera por las lluvias que suelen sucederse prolongarse el apacentamiento lo determi- antes de poco tiempo, mayormente si pronará el clima y esas mismas circunstancias curamos esparcir las boñigas luego que las , particulares de la estacion segun los años ; escreta el ganado. En muobos países, particularmente en advirtiendo que por punto general será en España á mediados dd febrero próxima- Inglaterra. apacentan los bueyes en los prados que ·no se los guadañan mas que una mente. El gallado vacuno lejos de ofrecemos los vez por haber prolongado mucho en ellos la resultados provechosos que hemos dicho de permanencia de las_ovejas durante la primalas ovejas y de los carneros, ocasiona mas ,era, introduciéndolos en las praderas desbien inconvenientes con su apacentamiento, pues de segada la yerba; á no ser que por ya por el pisoteo que e.; sumamente dañoso circunstancias muy especiales tenga que por la construccion ó figura de su pié, ya adoptarse otro sistema. Es igualmente una tambien· por la naturaleza especial de sus es- práctica usada en ciertos países destinar los crementos que comunican á la yerba un sa- prados para pasto un año seguido con el bor poco agradable para el ganado lanar, al objeto de mejorarlos; mas parece que este paso que sirven de refugio á una multitud método no ofrece ventajas ni está fundado de insecles. Mucl1os han creido que el apa- eo razones de ciencia, porque no brotando centamiento en las praderas es una práctica bien la yerba, por comerla tlo continuo el


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ganado, no parece posible que las raíces puedan por sí solas alimentar las plantas, lvart ha practicado algunos esperimentos acerca de este método, y observando las ventajas que presentan los prados que se desmontaron despues del año de su duracion, ha visto que son mucho mas importantes las que resultan de los prados que son segados tan luego como el ganado los apacenta. Todavía hay otra razon muy poderosa para no adoptar el método de npacentar de contiuuo el ganado en las praderas, y es que las plantas gramíneas, principalmente aquellas que han de crecer mucho y darnos cantidades de heno , no pueden por su na-

turaleza soportar el apacentamiento frecuen te. Aunque algunos ensalzan esta práctica , fundados en que las praderas que se pastaron mucho desarrollan la yerba mas espesa , debe no obstante tenerse pre.. ente que este desarrollo es en detrimento de la elevacion de la planta, y que en último resultado con. seguiríamos con este proceder convertir un prado que nos daba abundate heno en una dehesa vestirla de un césped frondoso. Conocerán nuestros lectores que las ventajas no son iguales, y que por lo mismo podremos aprobar solamente el apacentamiente del ganado en las praderas en determinadas circunstancias y segun las reglas que dejamos indicadas .

NUEVO SISTE~fA DE CULTIVO. -Al BIEN DEL PAJS.

Al emitir en el número 6 de nuestro periódico, ¡,ágina 88, nuestro humilde parecer acerca del escrito que entunces insertamos del señor Subirá Iglesias, quien se ocupaba del cultivo por rotacion de cosechas en que aparecen combinados los productos

tlUe1Jo sistema de

de los cereales con los de la esparceta, quisimos hacerlo de un modo esplicito dando á conocer nuestra opinion respeclo á prados artificialrs, los cuales presentaban ventajas considerables en el método ó sistema de que hablaba el señor Subirá Iglesias, el que, asentamos, atendido el.importante principio de la localidad sobre el que descansan principalmente las utilísimas aplicaci or,es de la economía rural, era el mas aceptable en el paí~ en que intentaba practicarlo el señor Subirá; porque « no pu1: diendo, añadimos, tener estima Ios cerea.tes « por la costosa estraccion de su s frutos, el de• sarr_ollo y fom ento de los prados artificiales « y los cuidados de la ganadería podrán pro« porcionar productos cuantiosos por los pocos « gastos que ocasionan las reses en su conduc-

« cion al mercado.» Por esta raion concluimGs que suscribíamos al nuevo método de cultivo, en el que « las plantas de pasto tienen prefe« rencia sobre los cereales, como medio de ali« mentar y cebar crecidas cantidades de gana« do que darán al propietario resultados mas « ventajosos que las cosechas del trigo y de « más cereales. » Emitida ya nuestra opinion en cas_o d¡i.do sobre uno de los puntos mas importantes de la economía rural, El Bien del pai,, periódico que con tanta aceptarion como acierto é ilustracion como utilidad redacta, hace cuatro años, en Figueras el distinguido escritor D. Narciso Fages de Romá, nos invita con Lacto sumo á que demos algunas esplicaciones que

impidan las trascendentales consecumcias que un error en esta materia capital traerfa en pos de ,í: porque, dice el señor Fages de Romá, del artículo á que nos referimos « deducirá u una gran parle de los lectores del Cultivador « que el autor del mismo artículo revela el 4(

pensamiento de que el desarrollo y el fornen•


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« to de los prados artificiales no ofrecen gene« ralmente una ventaja absoluta sino solo re« lativa, que es útil en países en que los ce-

" reales no pueden tener estima y en que la « ganadería puede proporcionar cuan liosos « prod uclos con su ven ta en el mercado, y « que por esta razon y por hallarse el territo« rio á que consagra el señor Subirá el fruto « de su aplicacion sugelo á tales condicion~s,

• es digno de ser aplaudido su sislema, al pa• so que no lo sería en una region en que los cereales tuviesen estima. » Nosotros no podiamos nPgarnos á dar al seuor Fages de Romá, que obtiene toda nuestra considerar.ion y aprecio, las esplicacio11es que apetece y exige su conocido amor á la Agricullura y el vivo anhelo que le anima por la prosperidad de esa primera y mas fecunda fuente de la pública riqueza, si bien no podemos hacerlo en el sentido que tal , ez esperaría el señor Fages. El Cultivador espresa en su referido artículo que · el sistema del señor Subirá Iglesias, mirado bojo un punto de vista I{

señor D. Narciso Eages deRomá, sentimos en el alma que el corlo espacio de que hoy podemos disponer en nuestro periódic,> no nos permita entrar eu las muchas razones que en nuestro concepto corroboran núestra opinion, limitándonos por ello á ri>petir que sobre tl importante principio de la localidad descansan especialmente las utilísimas aplicaciones de la economía rural. Sin embargo. no por ello· nos

consideramos dispensados de hacerlo otro dia, con tanto mas motivo si el señor Fages de Romá se digna á su vez esplanar su parecer, que como ya hemos indicado lo juzgamos contrario al nuestro. De esta manera podrá quedar bastantemente dilucidada la'imporlanl\sima cuestion- de si los prados artificiales ofrecen sobre el cultivo de los cereales una ventaja absoluta, ó si es solo relativa.

Inútil creemos añadir que el señor Fages de Romá nos halh1rá dispuestos á contribuir con nuestras escasas fuerzas á lodo aquello que conduzca á la prosperidad y engrandecimiento de nuestra abatida Agricultura, intimamente convencidos, como lo estamos con el señor general, no puede admitir,e como el mas ventade Romá, de que el fomento de esa Fages joso , y el señor Fages de. Romá, si mal no misma Agricultura es e_\ mayor beneficio que comprendemos, anuncia desde luego su opinion contraria, por cuanto iudica que las deduccio- puede reportar nuestro país. Nos congratulanes que de nuestras palabras hagan l)s lecto- mos, pues, y así nC>s complacemos en publires de 1!.'l Cultivador pudieran producir « fu - carlo, de que unos mismos sean en esta parle neslísimos efectos », los cuales era preciso re- los deseos que nos unen al señor Fages de Ilomediar « impidiendo las trascendentales con- má, de cuya ilustracion y celo espera mucho « seeuencias que un error en esta materia en su3 adelantos el progreso agrlcola, y cu yo « capital t1aeria en pos de si.» escritor sabe ( y nos dispensará esta indicacion Contrayéndonos ahora al objeto de estos en gracia del síncero y particular aprecio que renglonPs, toda esplicacion ha de reducirse á le profesamos) que tambien dispone de lascoconfirmar el juicio que el señor Fages de Romá lumnas de El cultivador. ha formado de nuestras citadas palabras; asi Una sola observacion haremos y con ella es que hemos de rPpetir 6 decir que la opi- concluiremos el presente escrito. La Redacnion de El Cultivador es que los prados artifi- cion de El Cultivador tenia acordado, por mas ciales, por mas que conozcamos su inmensa que no lo espresara en su primer prospecto, el importancia y seªmos á ellos aficionados hasta no entrar en ninguna clac;e de polémicas. Escon entusiasmo, no efrecen sobre el cultivo te precepto que se impuso se ha visto obligarla de los ()_ereales una ventaja absoluta sino solo á quebrantarlo hoy porque asi lo exigían las relativa, y aun avanzaremos mas: nuestras muchas consideraciones que de justicia se deconviccionei son que en la Agricultura práctica ben al señor Fages de Rom'Í; pero quedará sentado que es por esta sola vez y hasta tanto nada hay absoluto, sino que todo es relativo. Al dejar consignado este parecer tan termi- que pueda quedar dilucidada, si á- ella se prenante y al corresponder con la singular com- sentan objeciones, la cuestion propuesLa, con placencia que lo hacemos á la invilacion del · tanto mas motivo cuanto que en el nocvo pros-


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• pecto que· con esle número repartimos dejamos establecida lacondicion espres:1. que no nos parecti inoportuno repetir en rste lugar. « El Cul« tivador, decimos, no entrará en polémicas « de ninguna especie, sin que por ello preten~ da, ni aun remotamenle, el que hayan de « prevalecer siempre sus convicciones. A<;ogl'· « remos con guslo cuantas observaciones se « hagan acerca de las ideas que ~milamos en

SEPARACION DE LAS CORTEZAS RESQUEBRAJADAS Ó VIEJAS EN LA VJÑA.

Desde algunos aiíos á esta parte , en los puntos de la Francia, donde la viña vegeta COQ mas provecho y dá mayores prridur.tos por la buena elaboracion de sus vinos, acostumbran los propietarios raer ó raspar todas las cortezas viejas de sus viñas . De esta manera regeneran las cepas, destruyen un gran número de insectos que se aQ.idan en sus hendiduras, aumentan la vegelacion y la frondosidad de los sarmientos, el producto es mas abundante, las uvas mas sabrosas y el vino de mejor cali · dad. Esta operacion preserva la viña de enfermedades graves que á veces la atacan, y cura las ligeras alteraciones orgánicas que sufre • con frecuencia: debe hacerse en otoño, luego de cogido el fruto, y antes que las heladas sobrevengan, porque el frio intenso podrla perjudicar la parle del leño que esta práctica deja en descubierto. MUES QUE CAUSAN Á LAS COSECHAS LAS PA-

LOl\lAS Y LAS PERDICES,

La paloma, principalmente la torcaz, puede decirse que vive solamente á espensas de los frutus del cultivador. En los palses donde son

« nuestros escritos sobre puntos opinables; -y ce si las razones 1 ue se rspongan son atendi-« bles y tan fundadas ó poderosas que puedan

« 'ó deban modificar esas mismas convicciones,

ingenuidad y fran~ público, ilustrando las « cuestiones hasta donde lo permitan nuestras ce débiles fuerzas. >1 ce nos apresuraremos con

ce queZd á hacerlo así

muy comunes estas aves, causan estragos en los campos en los tiempos de la sementera y de las cosechas, sin que conozcamos otros medios de evitar esos mismos estragos que hacer guardar los frutos por muchachos ó perros distribuidos convenientem·ente. La paloma doméstica, cuya multiplicacion puede con·venit en la industria de la volatería, debe man te~ ne ria el cultivador en justas proporciones si no quiere esperimentar perjuicios, y debe lambien regular la la ley en el interés general. Tanto la una como la otra clase de estas palomas, en los tiempos de la sementera, nos obligan á veces por su número á sembrar solamente el pedazo de terreno que podemos cubrir inmediatamente . La perdiz daña apenas las cosechas: se aumenta mucho con las cantidades de hormigas que divagan por los campos, y que tan funestas son á determinados vegetales, y con granos de ciertas plantas salvajes que, sin las a ves que las comen, cubrirían luego el suelo con sus productos inútiles y dañosos. La perdiz, asi como mu chas otras a ves de es(a especie, lejos d~ hacernos mal nos produce un btineficio, particularmente en nuestros países que la libertad de la caza es suficiente para limitar la reproducciun.


DE L! RECOLECCION DE LA ACEITUNA Y DE SU CONSERVA.CION .A.NTES DE MOLERLA O LLEVARLA. AL MOLINO.

En alsunas naciones, prancipa~mente en España, se considera el aceite corno' un artículo de primera necesidad. Lo emplearnos corno género de comer y arder , y es lal la cnlidad y sabor del de nu estro suelo , que entra en competencia en todos los mercados del mundo con el d~ las restantes naciones donde se produce. Sin embargo, · l11s buenas cua1idades del aceite depend en en gran manera de los cuidados que tengimos en su elaboracion y de los preceptos qu e hayamos guardado en todas las operaciones que la precedfm, Uno de estos preceptos, y acaso do los mas importantes, es la buena recoleccion de la aceituna , porque de ella depende principalmente el buen sabor y la duracion del aceite. El método que empleemos para la recolcccion cle la aceituna deberá ser diferen te segun el US(I á que de.,linernos su producto; por esta razon noEt proponemos entrar en el presente artículo en minuciosos detalles acerca de las circunstancias que exigen la recofeccion de las aceitunas y su conservacion a utes de llevarlas al molino, como medio de sacar del aceite los resultados mas provechosos. De remotos tiempos han notado los agrónomos que el olivo conserva su calidad vecera desde los primeros momentos de su fructiíicacion hasta el último período de su vejez; y esta calidad, es decir, la circunstancia de dar cosechas alternadas cada dos años, la han atribuido los autores á cau3as diversas. Unos han creído que dependía del '\'areo á que se sujeta el árbol para · la recol~ccion del fruto , por cuanlo esta operacion

rompu y magulla las yemas y brotes _ tiernos que han de dar el fruto al año siguiente, al paso que abre en las ramos heridas por las que escapan cantidades de savia elaborJ<la que habian <le desarrollar los botones de. la vegelacion inmediata ; aumentando el mal todavía la caida de las bojas que produce el vareo, de lo que resul ta el poco abrigo del tejido vegetal dura nte la estacion del frío y el agostamiento que el ca lor del verano ocasiona á las ramillas nu evas. Por esta razon en los tiempos de Caton, Columella y demás autores latinos la ley prohibia á los labrad ores varear el olivo sin espreso permiso del propietario: y por mas con ven ciclos que estemos de que esta práctica, por dañosa que sea , no es la única causa de que el olivo deje de dar fruto cada año, qui• siéramos no obstante yerla subsistente, porque creemos que el vareo acauea males sin cuento á el árbol de que nos ocupamos. Otros han creido que deLia atribuirse á la poda la causa de que el olivo dé fruto cada dos años solamente, fundados en que el vege ta l ha de inverlir sus fuerzas y su vitalit.l ad en producir leño nuevo para reemplazar al que se quiló con la poda, en vez de crear botones que se con vierta n en fruto al año siguiente. Sin que pretendamos entrar ahora en P-splanar los daños que causa al oli vo la poda mal dirigida, porqne este será asunto de otro artículo, nos limitaremos á decir que en muchos puntos donde de pocos años há se emplea esta o¡:¡cracion, y en otros que no la admiten todavía, se vé que el olirn dá su fruto tan solo cada dos años, lo que nos hace creer que la poda no puede ser 12


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la única causa de las cos~chas allernadas de la aceituna. En tiempos posteriores se ha -recurri<lo ú ()tras causas para esplicar esta circunstan~ cia, creyendo los unos qu e el no obtener cantidades crecidas de aceituna lodos los -años, dependia de la abundancia de fruto que produce el oli\'o, que esq uilmánd olo en gran man era nec~sitaba emplear todu su vegetacion f ulura para reponer sus fu erzas y prepararse para una nueva fructifica cion; al paso que otros dicen que no es el núm ero de nceitunas lo que deteriora el olivo, sino la larga permanencia de ellas en la planta. Nosotros creemos quo ambas opiniones son fun<ladas ; pero como no sería acertad o oponernos á la primera causa, porque el remedio se conYertiria tal vez en daño para el propietario, a tenderemos á la segunda solamente , ya que nos es dado modificar en esta parle el curso de la naturaleza. Hemos dicho que ambas opiniones son fundadas, y ahora añadimos que estas dos caus_as contribuyen mas po<lerosamente que las arriba referidas para producir las cose~has alternadas de la aceituna. Al espresarnos así nos apoyamos en los <latos fisioló gicos siguientes: Por lo que mira á la prime. ra, es decir, á la abundancia de fruto que dá el olivo, sucede que los botones que debian desplegarse durante la vegetacion del verano y otoño, no lo han hecho por la mucha savia que la aceituna ha absorbido para sus creces, viéndose por lo mismo en la prim:rvera siguiente un reducido núm ero de flores. En cuanto á la segunda, siguiéndose, como se sigue casi generalmente, la práctica dañosa de recoge r el fruto del olil'O muy entrado el otoño, y á veces en invierno, ha de resultar necesariamente que la aceituna mantenga sobre los estremos de las ramillas un estímulo continuado y pr.rmanente que llama hácia ellos la savia, la cual en tonces está lejos de emplearse en crear boton es fl oral es en las axilas de las hojas , pues

que so insinua dentro de la aceituna sin aumentar casi la cantidad de aceite, y dañan<lo ·visiblemente su calidad. Para pon er un remedio á estos males, qu1i perjudica n notnblenienle al cultivador, deb eremos tomar dos precauciones. La primera es recoger la aceituna luego que baya formado su desa rroll o, sin esperar á qu e madure en el árbol. La ocasion <l e hacerlo se rá diferen te segu n los países , porque en ,unos podrá ser á últimos de octubre, y en otros á últimos de noviembre ó mas tard e : pero tenemos en todos los países una rrgla fijn de que partir, y es, que la ocasion mas oportuna será aquella en qu e la aceituna ha ·lomado ya el color negro en su totalidad ó á lo menos en su mayor parte , porque entonces ya se encuentra el aceite ela borado. Aunquo Qn esta ocasion no es este líquido tan abundante como lo sería si esperásemos para recoger el fruto del olivo á que hubi ese ma<lurado completa mer,le , no obstante la mejor cnli<lad qu e tiene el aceite cuan.do se hn recogido la aceituna verde, compensa la cantidad que puede darnos la qu e llegó á su perfecta madurez. Entonces el olivo podrá reponer sus fuerz as durante los tres ó cuatro meses que tiene de reposo, y podrá tambien ofrecernos al año siguiente si no una cosecha tan abundante, á lo menos una cantidad regular de aceituna que nos pagará los cuida<los que hubiésemos empleado en el cultivo. La segund a precaucion que antes hemos indicad o consiste en cogerá mano la aceituna. Este méto<lo, que se sigue en todos los países donde la agricultura ha sido comprcndiJa y obtiene continuos adelantos, es el mas ven taj oso para ev itar los males que el vareo causa al olivo. Para ello será pl'Aferibl e criar este árbol en un estado de mediana elevacion que nos permita recoger el fruto por medio <l e una esca lera de mano cómoda y li gera, como lo practican en algunos puntos del mediodía de la Francia, em-


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pleando al efecto las mujeres y los nmos. Sin embargo de que este método parece largo y dispend ioso, y por consiguie nte poco fav orab le á los intereses de l cultivador ó propietario , es presumible que serán reparados estos inconvenientt~s por la mejor calidad que tendrá el ~aceite y por la cosecha mas abu ndante de l siguiente año . Aunque hemos indicado que la recoleccion de la aceituna debe hacerse con preferencia antes de su entera madurez para evi tar ma les al olivo , con todo, el uso particular á que)e destine el aceite y el gusto del consumidor podrán conlrihuir á que SP, prolongue masó menos la permanencia del fru to en el árbol. Hay algunos países dond e, quizás co11 preferencia, se come el aceite que tenga un ligero amargor y un yerde cetrino, y en este caso para obtenerlo con vendrá que recojamos la aceituna antes de su madurez completa . En otros puntos , como sucede en el no rte de la Francia , prefieren el aceite que haya tomado todas sus cualidades y que no te nga gusto de fruto, como suele decirse, y al efecto deben cogerse las aceitunas en un perfecto graJo de madurez , aunque en este estado por poco que nos descuidemos suelen dar un aceite grueso y dispuesto á en ranciarse. Por regla genera l la época mas favoraule para coger las aceitunas será desde últimos de octubre á mediados de noviembre, eo cuyo tiempo todas las variedades han Lomado el grado de madurez que exige su producto . La ace ituna puede prolongar su permanen• cía en el árbol hasta fin es de marzo ó prin cipios de abril; pero entonces nos dará un aceite do mala calidad, y aun la cantidad irá menguando por la alteracion que sufren los jugos reunidos en este frulo, por el número de aceitunas que van cayendo al suelo, y por las que destruyen los pájaros y otros anima les que las comen ávidamente . La práctica mas provechosa que puede seguirse para recoger las aceitunas e¡¡ la que

sigue: Se cogen primero las que el viento ú otra causa cualquiera hizo caer al suelo, poniéndolas en lugar separado para mo lerl as lambien con separacion ; en seguida van recogiéndose coa la mano las de bs ramas bajas del árbol, y se pasa despues á practicar lo mismo con las de las restantes ramas, valiéndonos para ello de escaleras hechas de intento que nos permitan llegar hasta la copa del olivo. Cuando esto no es posible por la demasiada elavacion del árbol , podremos para abonar gastos crecidos varear aq uell~s parles donde no se alcanzó con la mano á pesar de la escalera, poniendo debajo este- . ras, sábanas ú otro lienzo cualquier.:i. La costumbre de recoger las aceitunas tarde, que prevalece en la mayor parte de los países donde se cria el ulivo, procede de que las que se recogieron en enero, 6 mas, ad elante todavía, dan mayor cantidad de aceite en igualdad do circunstancia s ; pero es te : mayor producto es aparente, dundo luga r á, este error la disminucion de volúmen que esperimentan las aceitunas que se recogiera~ al principio, y que se ponen marchitas por el agua de vegetacion que se ✓evapora, lo que no sucede con las que se cogieron últimamente. lo que bay de verdad en este hecho es, que la cantidad de aceite que daa las , aceitunas que se recogieron primero es igual al de las segundas, y a un de mejor calidad, atendido que no ha esperimentado la alternciun que sufre este líqu ido dentro de la acP.i tuna cuando su permanencia en el árbo l se prolongó demasiado. Recogi endo la aceituna tarde se ocasiona al propietario una pérdidíil do aceite positiva con la cantidad de fr uto que comen los muchos animales que se alim~ntan de él; y nos admira que esta ,·erdad, que puede y debe ser conocida de todos, no se haya mirado con aprec io _é interés, principalmente cuando ya , fué escrita por rlioio y otros agró nomos latinos que aconsejan, que para lograr buen aceite os pre·iso recoger las aceitunos cuan-


l"S'O un grado de madurez conveniente, debiéndo han cm petado á en1wgrecer. traer al molino ó molerse luego de codose · Importa tambien mucbo para obtener aceite de buena calidad, que las aceitunas que sechadas si queremos conseguir ac,,,tes -de cayeron al suelo antes de la cosecha no se buena calidad. Pern en el caso de haberc<Jmezclen con las. ue se cogieron en la época gido las aceitunas verdes se dejarán en ~apóoportuna , porque aquellas sutren alte- sito basta que empiecen á arrugarse, lo que raciones mas 6 menos proft1ndas por las tiene lugar comunmente de las veinte y cuapicadurai; de los in ectos, por las contusio- tro á las cuarenta y dos horas. En los luganes que recibieron al caer, ó bien por la res donde la elaboracion <le los aceites tiene htlme~ad que absorben con su permanencia nna fama proverbial siguen constantemente e-n el suelo. Está probado por repetidos es- este método, y lo aconsejamos á todos los periinentos qne estas aceitunas dan una ran- prnpietarios á quienes interese tenor aceites tidad menor de aceite, y este de mala calidad, linos y delicados para los usos domésticos. Pero como todos los aceites no se destinan y_ por ello importar.á mucho que m> se con-rondan con. otras y <.flle se lleven al molino á los usos de la cocina, sjno que se (?mplean muchos en la fabricacion, en cuyo caso no ó so mtrelan enleramcntJ} separadas. es necesario que tengan el gusto suave y fino badebe olivo del fruto del la cose-C:ha hemos dicho, podremos úsar, si así suque eers(I, en cuanto sea posible y la estacion lo permita, en días claros y serenos, procuran . cede, un método muy diferente, que al paso do que se realice con la mayor prontitud po- que ahorrará gastos ol cultiva·dor, podrá so..: sible á fin de conseguir que las aceitunas tisfacer mas oportun.amente las demandas de estén en igual grado de madurez; así como los consumidores. Para estos aceites no iltlel cultivador inteligente debe procurar que portará que las aceitunas hayan sufrido conlas aceitunas de cada olivar sean de una tusiones y quo hayan estado amontonadas misma variedad, para alcanzar aceite de un por masó menos tiempo antes de molerse, y gusto mas puro y de un sabor constante. Es- por ello podrán guardarse las s-iguientes pretn última circunstancia es mas importante venciones: Las aceitunas que se han recogido del suelo ele lo que parece, y en el caso que baya aceitunas de as que se han obtenido por el variw, quo variedades I y mricladas · muchas en un mismo olivar deberán recogerse por nunca lo aconsejaremos por el daño que ca'usa separado, menos en los casos que queramos a I olivo, se depositan en las bodegas ó cuar!iarar aceites de un gusto mixto, al que co- tos bajos, construidos á propósito, desde el munmente. están _acostumbrados los consu- dia de la cosecha basta el momento de llemjéJores . Muchos creen que este método es varlas al molino, separando unos monloneJ muy ventajoso y preferible al otro, porque de los otros por medio de tabiques de cu-atro el aceite se conserva mas tiempo mezclando á cinco piés de elevacion, y de unn est,rnsion • las _diferentes vari_edades de las aceitunas que cada uno de dichos montones _proporcionada se producen en el mismo olivar; pern esta á la cantidad de aceituna que se recoja haopinion la juzgamos inexacta por muchas bitualmente. Deben estar así amontonadas rnzones, · y merece por .lo mismo una atenta el espacio menor de tiempo que sea posible, observacion. porque en caso contrario se dañ<ln las unns las conservan se países los . Casi eri lodos á las otras por su propio peso, entran en aceitúnns en depósito por mas ó menos tiem- estado de fermentar.ion, y producen un aceite po antes de llevarlas al molino 6 de molerlas. de sabor desagradable que únicamente pUJlde Esta práctica. os. funesta · si se recogieron en ,erv ir parn la fabricacion. Esle mal ~oró to-


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da,ia mayor si las aceitunas han recibido

Ya que e.Hlmoulooam~nto de las· aceitucontusiones, ó magulladuras, en cuyo caso nas y la fermentacion que pu_eden sufrit 'ea segregan e.n los. montones un líquido de color semejante estado no ha de ser perju~icial IÍ bronceado ó vinoso que perjuaica mucho al la estraccion de los aceites que se destinan á ,iéejte, mayormente si la aceituna no se lleva algunas artes ó industrias, indicaremos· lo; p·r~nto al molino. medios de utilizar mejor tales circunslancia,s · Es aun muy general la preocupacion entre regularizando la marcha que a '.efecto puede los cultivadores, de que las aceitunos dan ma- seguirse mas ventajosamente. yor canlidad de aceite cuando se las ha de.A medida que se recoi-an las aceitunas de~ jado depositadas por largo tiempo en las bo. berán depositarse en una pieza espaciosa y degas, en términos de haberse arrugado mu- . ventilada, y cuyo pavimento sea de madera, cho. Pero ya hemos dicho mas arriba que para evitar la humedad. Cada monton no debe este beneficip era aparente, si esceptuamos pasar de cuatro piés de espesor si queremos la mayor facilldad de estraer el acei-te que- que las aceitunas se conserven de un modo nos ofrece la areituna arrugada en compara- conveniente; y si se han cosechado durante cion con la que se muele fresca. Por mucho un tiempo lluvioso 6 son procedentes de olivos· que se hayan ponderado estas ven lajas, el pro- que vrgetan en terrenos arcillo;;os, húmedos. pietario entendido y esperimentado llevará al Ymuy fértiles, el espesor de cada monlon no. molin'o ó molerá las aceitunas lo mas pronto debe esceder de dos piés, y cteben llevarse a L. que le sea posible, así como para recogerlas molino ó molerse antes que tas aceitunas q~~· de sus olivares aprovechará las circunstancias se recogieron en tiempos secos y· serenos. Eñ favorables que hemos indicado, sin dejarse varios puntos del monton deben colocarse llevar de to<las esas preocupaciones que no termómetros que se consultarán algunas vesolamente repugnan al buen juicio, sino que ces al dia para conocer el grado de calor que perjudican gravemente á la agricultura. despliegan.'las aceitunas. Mí entras estos ter~ Pero desgraciadélmente no todos los promómetros, que deben llegar at interior de tos pietarios tienen molino para estraer" el aceite montones, marquen un calor igual al de la cuando lrs plazca, viéndose los mas precisa- atmósfera, ó á lo mas pocos grados de elevados á acudir al molino del comun, en el que lbs cion superior á la que se esperimenta al airé trabajos se l:\acen de un modo ip1pArfecto. libre, no debo temerse resultado alguno ·da.Por otra parte estos molinos comunales.suelen ñoso. Pero P,n el caso de elevarse la tempe~ser cuidados con roquísimo a3eo, lo que hace ratura notable ó sensiblemente en los mon~ que tos aceites que se elaboran en ellos sean tones, debemos por lo pr~nto.disminuir su esfáciles de enranciar3e, y difi'ci1mente presen- pesor estendiendo las aceitunas en piezas mas tan el lmen gusto que deben tener los aceites capaces, frescas y ventila<las, sin perjuicio domésticos. Si estos aceites se destinan á la de procederá la molienda lo mas pronto qué (a-bricacion, ·no importará que las aceitunas nos sea posible. O-e otro modo, empezará eh se !iayan dejado fermentar en los montones el interior de la aceituna una fermentación y -se ·huyan moli<lo en uu molino comunal, lumu ltú.b~a que perjudicará en gran manar.aprincipalmente si el aceite ha de emplearse las cualidades del aceite. en la formacion de jabones, porque para esla Otros medios se han discurriJ'o para con.:.. induslria lejos de ser muy úlil el aceite suave servar mejor las aceitunas, basados todos en y fino, será preferible y mas provechoso el que la teoría de evitar la fermentacion, v ·uno'de esté comliinado con una cierta ó determina- los ma~ adaptables y ~encillos ·es el ~de colo.:.. da p@rcion de mucílago. carlas sobre haces d.e s á.rmientos· ó •de ·ránfas


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secas, en capas de un me<liano grosor, con j tendido, porque de esLas operaciones prelimicuyo medio logramos que las aceitunas se nares dependen principalmente las buenas cuaoreen en todas· direcciones poi' la facilidad lidades del aceite. Y estas razones deben atenco:1 que el airo puede penetrar poi' debajo <lerlas tanto mas nuestros propietarios en visde los sarmientos. ta del valor decrecen te que van tomando nues_Por minuciosos que p'árczcan algunos de tros aceites en todos los mercados del mundo, los preceptos que acabamos de indicar para siendo así que por la importante y envidiable la coleccion y conservacion de las aceitunas posicion que ocupamos en el globo deberían antes Je lleva rlas al molino ó de molerlas, no colocarse entre los de mas estima. Jebe J c5preciarlos el cultivador celoso y en-

~I ES VENTAJOSO SE~IBRAR EL TRIGO ÁSURCOt Todas las operaciones de la agricultura necesitan sel' dirigidas por una fundada esperiencia, si el propietario 6- el labrador quieren obtener ventajas de sus trabajos asíduos; pero ninguna exige un concurso de circunstancias mayor que la de la ·siembra, pol'que con ella se cumple una de las partes mas interesantes de las cosechas . La siembra de los cereales comprend e una porcion de operaciones que se <lan rnútuamente la mano, y producen felices resultados cua!'}do ban marchado en armonía y con re· gularidad. Sin estas condiciones que debemos estudiar en su justa aplicaciün, serán de poco valor la constancia, la actividad y la vigilancia del cultivador. Por no ser demasiado difusos, y en graciéJ de la brevedad que debemos dar á nuestros artículos , nos limitaremos á hablar en este de las ventajas que lleva el sembrar el trigo á surcos, guardando para otro dia hablar de lo restante que concierne á este punto de doctrina. Hace muchos años que se ba debatido, hasta con calor, la cuestion de si era preferible sembrar el trigo á surcos ó si debia ha-cerse á vu elo, insisti endo los unos en que en todos los países donde ha progresado la

agricultura se ban convencido de que el primer método debe aplicar~e no solamente al• trigo, sino lambien á todas bs plantas que puedan permitirlo, mientras los otros son do opinion que en todos los países y en todas las circunatancias deuemos adoplar el rnéLo<lo de sembrar á vuelo. Unos y otros ban intentado probar con ra zones su opinion, y por el sencillo relato que vamos á hacer de las que ban esplanado los que están por el método de sembrar á surco, conocerán nuestros lec tores lo que importa la propagacion de este método. Notaremos en seguida los principales argumentos en que se fundan los que están por la siembra á vuelo, cuya práctica la tienen por muy pro vechosa siempre que se haga con lus precauciones y conocimientos que exige esta operacion. La primera ventaja de los trigos que se han sembrado á surcos es qu e germina la semilla mejor, perdiéndose menos que cuando sembramos á vuelo, porque en este caso el trigo se entierra unas veces poco, de modo que permite á los pájams comerlo, y otras drmasiado, no naciendo entonces en la cantidad que debia nacer. Olra circunstancia que l.iace asimismo ~en-


183 tajo;sa_la siembra · de los cereales á surco es tuJia<las enlre uno y otro mélodo. afirman. la mayor facilidad que dá al trabajo, regula- que la siembra de los cereales á surco econorizándolo con método y precision, segun las miza una quinta pnrte, y á veces mas, de secircuns_tancias particul1ll'es del terrf.lno que milla; circunstancia que no es despreciable hemos de sembrar. Además, el trigo sembra<lo cuando se trata de una hacienda ó alquería á líneas ó surcos permite que las operaciones de alguna con~ideracion. Estos mismos prácde la e,carda, ú otra cualquiera labor que ticos añaden á esta ventaja otra mas imporfacilite la vegetacion de esta planta, pueda tante toda\'Ía en órden á la cosecha, y es que hacerse con mayor perfeccion y facilidad que la sementera del trigo á surcos dá una octava parte de paja y otro tanto en fruto mas que cuando el trigo se sembró á vuelo. Con el método de sembrará surco podremos el sembrado á vuelo. Finalmente, otra de las ventajas mas apreobtener otrn ventaja, cual es la posibili<lad de ciables que ofrece el método de sembrar á economizar los abonos, porque podemos essurcos los cereales, será que facilitando, como parcirlos solamente ep los surcos, aprovechándose de esta manera las raíces de la planta lo hace, las labores <le cónservacion, nos perde toda la eficacia que ellos tengan. Esta mite la destruccion d~ las malas yerbas que parte de economía no es despreciable , so• se desarrollan en los campos, a&Í como la inhre todo en los países en que los abonos abun- finidad de insectos dañosos que atacan á estas dun poco, como sucede en la mc1yor parte de plantas, concurriendo de esta manera á favorecer las alternaciones de cosflchas, quelas granjas. El sembrará surcos facilita tambien la ac- son posibles en estos casos, y la siembra sucion de los iníluencias atmosféricas: el aire cesiva de otras plantas que los vegetales pa ... circula con mayor libertad siguiendo las lí- . rásilos no dejan por lo comun desarrollar. Por mucho valor que tengan estas razones._ 1Jea3 de plantas cuando el trigo se sembró á surco; las cañas del vegetal se desarrollan la mayor parle de las cuales canonizan la con mas energía; la paja es mas abundante, teoría y la esperiencia, los partidarios do la, y la grnnazon se verifica de un modo mas siembra á vuelo han hecho objeciones con ánimo de hacer que prevalezcan sus opinioperfecto . Otra ventaja resulta igualmente de hacer nes . La primera razon en que estos se fun1a·siembra á surcos, y es que los trigos se dan e3 quo la siembra á surco no ofrece hechan ó se encaman menos que cuando la grandes ventajas ni economía, si no se liace siemLra fué hecha á vuelo, 1rn razon de que por medio de una sembradera que distribuya sus tallos S9 han <lesarrollado con actividad la semilla con órden y regulariuacl; y que· y fuerza por la accion de los agentes esterio- siendo las sembraderas de un costo subido res que favorecieron el desarrollo de la planta. en razon de su particulur construccion, no Esta circunstancia que acabamos de indi- puede emplearlas el dueño de una haciendaGar nos ct1nduce á otra muy importante, y es reduciJa, porque el r0Sullado de la cosecha. que los cereales que se sembraron á surco dudo caso que le hubiese ventajoso, no com,permiten que se los siegue con mayor facili- pensaría los gustos de la sembradera. J.os partidarios de la siembra á vuelo didad y economía, notándose una diferencia de cen, on segundo lugar, que las s~mbradeveinte y cinco poi· ciento, en cuanto á los gastos de la mano dfl obra , en favor de la ras, cualesquiera que ellas sean,. entorpecen la celeriJa<l con que ueben practicarse siembra á surcos. Los que se han dedicado á sembrar el trigo las siembras en otoño, porque en esta estacion, asi como en la Je la pr-imavera, debeti surco y que han hecho comparaciones es-

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mos apro,echar los momentos si no queremos que las lluvias, que suelen ser en ellas muy frecuentes, destruy¡¡n la se mentera, añadier1do á esto que tales máquinas aumentan los gastos del cultivo por l;,i facilidad con que se descomponen y por los pocos hombres que saben manejarlas . La tercera razon que dán los qu e defi enden el método de sembrar á vuelo es, que la siembra á surco puede practicarse solam en te· en terrenos llanos y suaves, y que en lo~ suelos desiguales y pedregosos, y principalmente en los que forman pendiente, no podría realizarse esta labor con regularidad y órden. Consiste la cuarta razon de los que sostienen que el sembrar á vuelo los cereales y las restantes plantas desn ud as es preferible ni método de hacerlo á surcos, en qu e la práctica de la siembra á vuelo produce que las plantas se desarrollen con bastante uniformidad, al paso que, segun ellos_·, sem..'. brando á surcos, una gran parte de los tallos ha ll egado á su completa mad urez, mientras los oti'os ofrecen sus cañas mas déb il es y las espi gas poco provistas de semillas. Otra razon alegan últimamente, que tiene en nU<~stra opinion mucho valor, y es, que siendo las sembraderas fácil es de descomponerse, no hay en la mayor parte de los pueblos ai:tistas ú operarios aptos para compo-

ne!'las, teniéndolas que enviar á pobh1croné~ distantes, mientras tanto que él l11brador pierde una gran parte de tiempo, siempre precioso en las épocas de!la siembra. Podríamos entrar en datos comparativos acerca de estos dos métodos , que unos los hem0s leicl o oficiales y otros de un carácter particular; pero repelimos olra vez que la concision con que por ahora escribimos nuestros artículos no nos permite estos delalles minuciosos . Sin embargo diremos q1.1e hemos visto tantear, aunque por simple ensayo, el método de sembrar á surcos, el cual ha producido ventajosos resultados : conocemos que estos hubieran sido mayores: todavía si la siembra se hubiese 'hecho con al' . guna de las máquinas que usan err algu:.as de las naciones estranj r. ras, y que con el tiempo nosoiros describiremos. La siembra del ' trigo á surcos tiene en nuestro sentir ventaja~ apreciabilísimas, como son principalmente la· economía de la semilla y la de facifitar las labores de · 1a e~cn rda y ·demás de conservacion. Es verdad, y lo hemos indicado ya , que este método no puede emplea rse en todos los terrenos y en todas las circunstancias ; pero lo recom endamos á 11ues tros lectores en todos los casos P.n que se trate de sem brar los campos de superficie llana y que no sean pe<lreeosos.

DEL TAL PO YDELOS MEDIOS DE ESTER MINARLO.

El talpo, que con razon se le consid era vista. Este animal , como que vive casi escomo un azote para los prados y hu ertos clu sivamente de algunos insectos que dañan cuando los invade con much a generalidad, visiblemente las plantas, tales como las raes sin embargo mas útil que dañoso al cul- nas, escarabajos , gusanos ,de tierra v otros tivador , considerado bajo ciertos puntos de muchos -animalillos, produce indudabiemen-


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t~ un beneficio a·l cuttivo. Pero estas venta-

jas, que desde luego apreciamos en todo su valor, son nada al lado de los estragos que el talpo ocasiona. Destruye con su accion una gran parte de las plantas gramíneas que entran en la formacion de los prados , dilacerando y partiendo de mil maneras las raíces que utiliza para fabricar su nido. El instinto de este mamífero es conocido, y puede apellidarse proverbial por su destreza en abrir dilatadas galerías por el interior de la tierra y principalmente bácia su superficie, dañando de esta manera los vegetales colocados e'n esta zona , y dificultando notablemente el riego basta el punto de obligarnos á veces á penalidades y gastos escesivos para conseguirlo. Por o0tr-a parte, la dilatada carrera de escondrijos que abr~ el talpo con su fuerza muscular, proporcionll'el abrigo á muchos otros animales dañosos á la agricultura: El des.ni~·el-amienlo que causan al terreno los montohcitos de tierra que acumulá el talpa es ,olro mal graye tambien, porque dificulta la operacion de la siega ó guadaña. Sin embargo , todas las operaciones que practica este animal ~ por dañosas que ellas sean, tienen alguna ventaja para el cultivador: el talpa verifica una especie de labor que es muy útil, pues que dirige de continuo á la superficie del suelo can Li<lades de tierra nueva y sustanciosa que aprovecha mucho si la esparcimos cuidadosamente por el prado. Entre las plantas cuyas raíces disloca el talpo hay algunas, como el c6lchico de oloño, que si bien son poco agradables para el ganado, no obstante las come y utiliza en los tiempos de escasez. Este mamífero habita particularmente en los terrenos suaves y movedizos, menos en aquellos que se trabajan continuamente ó que por su naturaleza están sugetos á las inundaciones y encharcamientos. Trabaja en

todas las estaciones del afio , pero en la primavera principalménte se entrega con ardor á las faenas de su instinto. La profundidad de las galerías subterráneas que abre y la dimension de los montones de tierra que levanta varian segun el estado de la atmósfera que determina á la tierra un grado mayor ó menor de sequedad ó de frio: el sexo del animal tambien influye en estos trabajos, advirtiéndose que el macho lo~ prosigue con mayor. constancia y vigor que la Lembra. Está á cargo ·de esta durante el inyierno preparar un nido cubi.e rto .con una bóveda sólida , en un puesto elevado y seguro, donde deposita y alimenta sus hijos. Se leen muchos remedios para esterminar el talpa , aunque tal vez no merecen la confianza que se les .ha querido dar. Se le· en·• venena con una poi:~ion de sustancias que se unen á las materias de qm, se alimenta, colQcándolas en los espacios de las galerías qu,e ha abierto : la nuez vómica, el arsénico y.otras drogas venenosas sirven á este objeto. Se ba creído que las nueces comunes cocidas en lejía son bastante para esterminar este a11imul ; pero el poco afan con que las come no asegura mucho el resultado. Todos los olores fuertes sirven comunmente para ahuyentarlo de un teneno, y á este efecto se ba recomendado mucho la cánfora, y con particularidad el ajo puesto en infusion con alguna sustancia grasienta, especialmente con el aceite de petr6leo (1) cuyo olor produce al talpa fuertes convulsiones. Se han discurrido máquinas para hacor presa de este mamífero ; pero es preciso de• cir que á pesar dP. su estudiada construccion, el singulai· instinto del animal ha burlado el ingenio de sus inventores. (1) Aceite mineral que resudan ciertas piedra,.


.IUULTIÍ>LICACION DE LA ~ARALIA POR SE~IILLA.

Lá dahalia, enc'ontrada en Mégico en es- lo prueban las inmensas variedades que ros tado salvaje á últimos i:lel siglo pasado, es jardineros preseutan á porfia en las espositodavía en Europa una pla·nta nueva si la cioncs del círculo general de floricultura en compaÍ'amos con las restantes de coleccion. el Luxemburgo. ConsliluiiJa hoy en la clase de las que goLa da!rnlia, cuyas variedades pasun ya de zan de mayor estima en la jardinería por la mil en la aclu.alidad , es una de las plantasprop!e~ad ventajosa de obtenerse de su cul- de mayor adorno por la diversidad <le sus tivo innumerabl es variedades, se ha procu- tintes, por la mezcla de todas las formas~ rado estudiar cnidadosamen te los medios fá- por la magestad de las ílores , por la eleciles que hay para su conservacion y propa- gancia d(;) su porte , por la robustez de su gación. lumperamento, y por la circunstancia de dar . Esta magestuosa y hermosa planta, pu- sus ílores cuindo ya han desaparecido casi blicada por nuestro inmortal Cabanille~, se todas las restantes á causa <le la estacion. Las cualidades que mas se bu:.can en la aclimató primero en España para éstenderse en seg uida por todas las restantes naciones de ílor de la dahalia soc la pureza y la .viv.a ú-, ·. la ÉuÍ·opa. ·Todos ·st1s jardiÍ)es la han salu- 1Jad de ~~s colores,~la regulori;lad en, la. dis- · dájo· eon 'entusiasmo como 'una de las nl1113..'. P.Q.sicion <le sus fló~culos ó ílorecillas, y la tas·tie inn yor ' ad orno ;. pero en Ingla-t,.e'rr~ · <le· que sus ílores· sean perfec tamente esféri ... pri ?c1'ifo lfue.nte : ha subid-~ este entu._si_asmo cas : es por esto ¡:ior lo que no bnstan el vo... ha~tá •él extremo de ·alcanzar la.. dahalia una !úmeu.,de · as corolas y la hermosura de los . popularidad y una duraci on poca·s veces co- tintes para que ~e admita una planta nueva nocida (1 ).' La grave y dis creta inglP.sa, cuya en la jardinerí1,1 escosida; sino que es preciso belleza se caracteriza por su _b_lanca y encar- que los pétalos ú bojas de la flor estén co- • nada tez .. <lá mayor realce con los variados locados con una simetría la mas rigurosa, y colores de la dahalia á los <le su circunspec- que el cenlro de esta misma ílor presente ta fisonomía; y en medio de la multitud de una elevacion proporcionada á su volúmen. objetos con que la brind :10 sus esmerados La mulliplicacion de la <l ahalia tiene dos jardines, es casi siempre su ílor· favorita la objetos disli11tos: ó conservar la s variedades <lahalia que aumenta con sus vistosas coro- que se obtuvieron , ó procurarse otras .rmelas el 'valor <le una dorada cabellera. VllS. En el primer caso la propagamos de es· La misma Francia , cuyo carácter cons- taca ó rama , por separacion de tubérculos tante, sin embargo de su prosperi<latl y de ó por in ge rto ~obre estos últimos; en el sesu snber, es la novedad, conserv~ muchos gundo nos valemos de la sem illa, único meaños hace su pasion por las dabalias , como dio de obtener variedades nuevas. Comu la poca estension que podemos dar ( t) La sociedad tle horticultura de Edimbur!:(o á nu estros artír.ulos no nos permite e planar ofreció dos años hü 1000 libras esterlinas ( tú0.000 deta liada mente cuanto importa conocer acerreales próximamente ) al que prese ntase ona daca del cultivo de una planta tan preciosa, balia azul; y la de Dublin ofreció lambien posteriormente el premio duplicado con el mismo nos limitaremos en el presen te á indica r loobjeto ó per igual presentacion. do lo que interesa á la multiplicac-ion do la

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dahali[! por medio de semilla , reservando cubriéndolas · en -seg·uida éon . un - dedo óJ-· para olro día tratar de los demás meJi.os de mantillo cernido, y se ./egarán lev.ernentepropagacion. siempre que lo exija el estado del suelo de Las dabalias que se destinan á Ju granazon la almáciga. A las tres semanas empiezan las deben huscarse entre aquellas que ofrezcan plantitas á romper la tier.ra ;· en • cuyo cilso' sus llores mejor forma<las y de elegantes ma-:- segu irán los. riegos coi:tos' y frecuentes' ; · se · tices. E~ta planla no repro<luce idénti ca men- · limpiarán de _malas · yerbas, y se · irán · qu'i.:.· te la semilla; y aunque de esta circunslan.tanda las plantas sobrante·s hasta dejarlas á' cia t~I vez pudiera deducirse que las <lahalias una .distancia de deis á tres pulgadas unas' salen á la casuali<la~, no obslanle obtene- cle otras. la escarda será somera y tambienl mos variedadtls lme,rns solamenle df: aque- frecuente, con el solo objeto ·de evitar la f's-· llas que se cultivaron con perfeccion. Los Lrangulacion de las plantas. Sr á los primepiés que se destinan á la granazon se han de ros momentos de la germinacion de las seplantar separados de los restantes de adorno, millas sobrevinie5en fríos ó heladas fuertes, teniendo la prevision de que cuando abran se cubrirá la almáciga con esteras 6 de otra sus llores se cubran estas con nna gasa ó manera adecuada, destapándola á las horas muselina clara para evitar que se crucen las del sol. especies, como sucedería si los insectos y el Preparaci?11 del terreno. La dabé!lia vegeviento trasladasen á unas llores el póleu de ta mejor en un suelo suelto y medianamen-· otras distintas. La fecundacion de las que se te abonado que en un terreno muy fértil y hayan escogido se hace artificialmente, sa - sustancioso. Cuando la cullivemos en ·una cudiendo lé\ materia focundante de una llor tierra que 1·euna estas últimas circunstané~as sobre !a otra, y procurando que ambas ten- desarrolla gnindes tubérculos y partes ·her--' gan el mejor mérito, tanto por la hermosura báceas , al paso que sus fh>rc5 ·.son escasas; · ' ': de sus formas como por el brillo de s__11s co- desmedradas y de ninguna esti'ma en la j-ar- ..:: · .,-:.~; loras. Esta operacion se hará á la hora del dinería. Si el suelo no reune las cual.idades favo:..· sol como de las diez de la maiiana á las dos de la larde y e.n din claro y sereno, á fin de rabies que indicamos, se l.as: daremos· a1 tifiqt1e la hum edad 110 perjudique la accion del cialmente, añadiéndole arena de los rio·s ú bo:. polvo fecundante. Como las florec illas del jas de árboles medio consumidas en el caso centro de la flor y las de su circunferencia que sea duro y arcilloso, porque repetifl1os son casi todas estériles, podrán quitarse du- que la peor circunstancia será que el lerrene> rante la granazon á fin de que no perjudi- sea muy grueso y n1Jtritivo. Es· la ·planta dequen el desarrollo de las que se fecundaron, adorno en que la n:¡,turaleza del terreno puedey debe dejarse cubierta la flor con la gasa imprimir modificaciones mas profundas, pues que hemos <licho !,asta que vayan maduran- qua obte·ndremos llores pequeñas y de escaso do las semillas. Estas deben recogers~ en mérito cuando la cultivemos en lugares hú- • tiempo seco y mantenerlas guardadas en un medos y abonados, al paso que tendrán mu- • lu ga r caliente duranlt:l el invierno, habién- cha estima y serán de dimensiones · aprecia-dolas sacado antes de la cabeza que forma- bles cuanto mas. sencillo y arenoso 'sea el • suelo. ba la flor. El terreno debe ser oreado en todas diSiembra. Esta se hace desde últimos de .febrero á mediados de abril , segun la tem- récciones, y es preferible el que forme penperatura del país: se siembran las semillas diente, siendo ventajoso que abunde en pieen almáciga de ti erra li gera y sustanciosa, dras y pizarrns con tal que sean meuudas. 0


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R~ta última circunstancia facilita á la tierra dejó la plantacion precedent1i:. El insecto llama<lo'gusano bla11co ocasiona una division conveniente que . produce muy buenos efectos á la dahalia. males á los tubérculos de la dahalia mientras. Plantación y cultivo. Cuando~las dabalias están dentro de la tierra. Serán buen remeteng,m de ocho á diez pulgadas de elevacion dio contra semejantes insectos las labores de se trasplantarán de asiento en tiestos ó en preparar.ion con tal que sean muy profundas . macetas, ó en hojas del jardín, á la distan- Aunque las larvas es fácil que escapen á este cia de tres piés en cuadro la una de la otra, meiiio de deslruccion, Pirolle indica otro muy regándolas con oportunidad segun el estado sencillo y que la esperiencia ha-acreditado serde la temperatura y la naturalP-za del terre- venlajoso: consiste en plaotar entre los espa• no: se darán cavas frecuentes y se le pondrá cios de las dahalias, y en época oportuna~ ·á lo · menos un tutor ó rodrigoo á cada fresas y lechugas, de cu.yas raíces son muy planta, á fin de que pueda tomar mayor ele- ávidos los insectos que intentamos destruir. v,acion y desárrollo y· dar de, ·esta manera A medida que dichas plantas de lechuga y de flores mas abundantes y vistosas. Los tallos fresa van pereciendo, debemos arrancarlas. de la dahalia deben sujetarse debidamente al para matar la porcion de insectos que encontutor respectiv.o, para evitar que el -viento tremos reunidos en sus raíces. Siguiendo las-arranque y magulle, lo que causaría gra- este método acabaremos por fin con un en&ve dano cuando la planta vá á ponerse en migo tan destructor. La dahalia tiene otro insecto qua temcrflor. No deben dejarse todos los botones que se desarrollan en cada planta; deben quitar- todavía , y es el llamado tijereta. Se destru-yese tod~ aquéllos que por su posicion por.o por medio de las pezuñas de ternera 6 carvenl~josá ú _otra circunstancia semejante no nero, como ya lo indicamos en el artículo de rexelan :µna flot· preciosa. Si la planta abun- la clavellina (núm. 3 de nuestro periódico~ da mucho en tallos y hojas deberá podarse pág. 43) , advirtiendo que en la daba lía conve.nieQtemente, no dejando mas que la concluiremos con este insecto antes que apaporcion d~ ·ramas que permita la elegancia rezcan las flores, si usamos dicho medio descon que dc~on .criarse1) la robustez que ten- de el momento que damos el tutor á la planga el '\'egetal. ta, que será casi al principio de su_ tras.Cuando la planta ha concluido su florescen- · planlacion. , cía, y·á la-primera aparición de ·las escarchas, El jardinero que funda sµ forluna en tas van desapareciendo s'us partes iallosas: en - buenas especies de llores, no olvidará tampotonces arranca·remos · sus tubérculos y los po· la destruccion de los caracoles y babosiguardaremos entre arena ·seca, ó si se quiere llas que en pocas noches acaban con las llo- . en descubierto siempre que sea en un local res de las dahalias. Con estos cuidados, que donde no puedan hel~rse dichos tubérculos, no deben ser penosos para el hombre que y- que no sea húmedo. De esta manera se se dedica al cultivo de las flores , se obtienen conservan hasta el tiempo de la planlacion, dahalias preciosas, cuyas cualidades se conpudiendo utilizar el mismo terreno cuatro ó servarán por medio de los tubérculos, como cinco años seguidos con la sola precaucion lo diremos otro día. de plantar el tubérculo entre 'tos espacios que


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Si se ob,erva la marcha de la vegetacion en ~errenos libandonados enteramente ¡il cui-

dado de la naturaleza , se advi erte que se cubren respecli va mente de cierras clases de plantas, que se desarrollan con mas ó menos vigor, y que por cierto período de tiempo se -mantienen en un buen estado de lozanía. Em pieza dei:pues á disminuirse ·algun tanto la fuerza de vegetacion _de aquellas planta~, y sigue sucesivamente debilitándose, hasta que olras plantas diferentes se presen tan á reempfazat" á las antiguas que por largo tiempo ya desaparecen enteramente del terreno que ocuparon. Las plantas nuevas crecen, se mullip!ican, prosperan á su vez por m:is ó men os tiempo; mas empi ezan por fin á degenerar, y van cada vez mas debilitándose, hasta que de lodo punto de:s:i parecen, empuj:ulas, si· así puedo decirse, por otras plan las dife're ntes, que cuidan de aparecer en el terreno, tan luego como las anteriores llegan á la decrepitud. Esla ley de la naturaleza no está limitada á solas las plantas herbáceas de corla duracion, no : comprenden basta los árboles mismos , esos gigantes del reino vegetal, cuya duracion parece á veces no tener un término conocido. Asi, por ejemplo, segun observa Mr. Tbiebaull de Berneaud, consumido en parle por un incendio el bosque de Chaleau-Neuf, que se componía de haya!>, se cubrió despues espontáneamente <le yerbas y . malezas, entre las cuales poco tiempo despues se vieron aparecer, no hayas n1.1evas, sino una infinida,l de pequeños robles. El haya, que formaba la base de los bosques de Lumigni y de Creci , foé despues de su explotacion esponláneamen{e reemplazada por frambuesos, groselleros, fresas, zarzas, y despues por robles que llegaron á una ·vigorosa vegetacion. Despues de todas las cortas de bosques de haya que se hacen en el Jura, parlicularmenle á espaldas del Monte de Oro, los groselleros se presentan los primeros; 1011 frambueso11 ocn_pan en seguida el

suelo por espacio de lres 6 cuatro años, despues las fresas por dos año·s , y el espino a.zul ocho ó diez; en fin, vuehre la haya·, 6 aparece el roble nueY.o. En lo, bosques de la América Setenlrional, Mr. Michaus ha visto á los árboles de la familia de los coníferos reemplazar esponláneamenle á los árboles de hojas caducas; y Pn los bosques de la-América Meridi onal ; Mr. A ugu ste de Saint HiTaire_ha vislo reproducirse con · lanlemenle árboles de diferentes clases en los mi,;mos sitios en que habiaa vegetado o Iros di:versos desde los tiempos mas remotos. En fin, constantemettle 'se ha observado, que á una especie de vegeléfles-eo decadencia, aun cuando el terreno se ha11e cubierto de semillas de ellos, sµceden .otra ú olras especies diferentes. · Mucho se ha trabajado por descnbrir la causa de este fenómeQ,o, de cuya certeza nadie duda; mas por desgracia esta parle de la fisiología vegetal se halla aun en vuelta en du~as que no han podido desvanecerse completamente. Por mucho tiempo se creyó entre-los agricullores y los naturalislcls, que cada familia de plantas extraía de la tierra jugos enteramente diferentes: es~a teoría parecia1dar una ~· razon sali$factoria . del fenómeno "<le que iralamos; mas ha llegado á demostrarse que carecia de fundamentó . « VPgelales, dice Thaer, que tienen las propiedades mas opuesias; las plantas mas corrosiva3 y mas venenosas vegetan en la misma tierra que lai, plantas mas dulces y mas útiles. Planla11 que pertenecen á la., especies que menos relacion tienen entre sl, y que crecen unas al lado de las otras, ·sa roban recíprocamente su alimento, lo que no sucedería si ,iviesen con jugos ntil-rilivos dife·.: rentes. En efecto, todas l&s plantas, sus.diversas parles y sus jugos esLán compuestos de las mismas sustancias: carbono, oxigeno é iJrógeno, á los cuales con frecuencia se baila un ido un poco de azoe ,, pero solamente en un pequeñ9 número se encuentra en r.anlidad muy


190 sensible. Además las pla~la_s contienen a~n un . nueslf-Q-ju1cio es la que mas satisface, ba adpoco de tierra y de po\ása,,, :r¡ -ert ~al-gunas se quirido mas probabilidades aun, despues que encuentra lambien fósforo y azufre. Las plantas M. Figuier ha encontrado una cantidad de sal encuentran es las parles conslituyentes en-toda marina mu cho ma yo r en un cnmpo cercano al tierra fértil, si es que no las sacan directa- mar, en qu e se babia cultivado sosa, qu e en mente de la atruósfera . » olro igualmente siluado, y que babia qu edado . Nuestro célebre-agrónomo , el señor Arias, de barbecho . ~-reia co~· pt11os var.ios, que la causa del fenóMas prescindiendo de indagacion es mas ó meno de 'qu e Lra.Lamos consi tia en la ma~•or menos curiosas, y de qu e por incidencia nos ó menor p,rofundiclad á· qu e penetran las raí- hemos ocupado, volverémos á recordar que, ces, y de_que por con~iguienle extraen los su- por mas qu e las causas no nos sean completacos nutritivos: pero sin duda no tuvo presente mente co nocid as , no por eso ha sido siempre qu é , si bien e~lo s~ria __e~acto, tratándose de y es menos cierto que las plantas de una misplantas que vjvi ese11 á la vrzen un mismo ter- ma familia no vienen bien en el terreno en reno, IJO lo es cuando se sureqe n un as á olras, que acaban de producirse. De esle hecho inne<;!espu es de que. fQ.J]ire iieradas y -profundas la-: gab_le , y bi en conocido ya desde lo~ tiempos ~p~es se han en·v,us llo completamente las dife- mas remotos, la agricultura antigua dedujo r,entfs ~a;P.as _de tJeg~ á q,ue aqu ~llas•alca n- la necesidad ·de los barbechos , y la moderna zl_ó; ;_y t;ii;t, q¡¡e los-: VJ.gelqle5;-s~ crian. • . · la alternativa, ó, hablando con mas propie,.,<,;,l)e~.lll_ls qut se llegq á,:av~riguar que ci-e r- dad, la rotacion ó sucesion de cosechas di fefos ,vegeL'áles .<;é.1!1San la tierra menos que olr< s. r-en les. se creyó baber,_ e,ncp;11lrado µna- eiplicacion sa En los tiempos primitivos probabl emente Hsfactoria'; mas sin d.uda no es completa, por- los hombres por regla general no se ocuparían que no· alcanza á manifestar en qué consiste de siembras y plan líos; recrgerian para su alique los vegetal-es que µ¡enos esquilman el ter- mento los frutos que espontáneamente produ renQ, no vengan bien en el ll\Ísmo en que se jeran los árboles y la tierra, y con sus ga nahan estado reproduciendo por algun tiempo. dos se eslacionarian en los terrenos en que Ultim Jmenlesehaacudi1o á otra teoría que hubiese ma~ pastos naturales; despues de comparepe ~euo_ir bastantes mas probabilidades, . y pletamente esquilmados , se lrasladari án ;\, q u~ admitida por nuestro cél.ebre agrónomo . olros parajesrn qlle encontrase n los frutos qu e D. . Claudia Boutelo!! , se baila apoyad.él: años ,para sí necesitaban , y los pastos indispensadespués po_r la. autorid_a,d res pela~le de M. de bles pará los ganados, y allí permanecerían Candolle. ~stá bf~Q..clemostrado' por los fi~iolo-_ hasta que la necesidad lrs volviese á obligar gislas, que Jas plantas absorben i~distinla~ á mudarse á olro punto -diferente : esta ha sido meot~ ·por. s~s wíce.s toda suslanci_a soluble_ por lo menos la co nduela de vari os pueb los que -les ofrece el.suelo en que-se hallan situa- nómades. ' das, y de consiguiente no pu_ede n ménos .ch~ Mas tan ltfego·como el aumento de la poblaaspirar µ,arti culas impropi as para su nutri Gioo .. ción- y de los gana'dós hi ciera inuy difi cil est e Pu ~s. bien: luego que la savia, arrastrada por sistema de vida errante , dehióse empezar nala. Gi.rcu lacion, ha sido elaborada, y ba dado á. tu'ralmente á generalizar el arlé de cultivar lo_p órganos lodo el ahmenlo qu e contenía, de- las ti erras; si bien oÓse sembrarían mas sebe qu~dar un r-eslduo de par tícul as impropias mill as que las que en aquel enlónces se conopara la_nµLi,; Lci on del vege l~l, que vuelven al ciesen útíles rara el alimento del hombre, qu e suelo por las raí ces , y lo hace n de este modo en verdad no serian mu chas. Debióse por lo men os propÍ.i> para cultivar desp ues veget.-iles tant'l conocer cada vez mas pronto ., que la de la misma familia, acumulando .sustan cias ti erra no se prestaba á. producir mu chos añ os solubles tan impropias para el alimento de di :. seguidos el fruto qi.:e se le confiaba; y de ahí chos vegetales, como para un animal lo serian naluralmenle debió tener origen la idea dé sus propi_os ex-cremen los .:, Esla leorfa., que en que la tierra se cansaba de producir, y que


-- 191 -era necesario dejHla algun descanso. Este sistema, que es el de los barbechos, era enlón. ces un verdadero progreso, y el que mas convenia á una escasa poblacion, sin caminos y si n comercio. Consiguiéndose los frut os qu e se necesitaban, ¿para qué se hubiera querido enlónces un exce30 de produccion? Cree mos pues •qde, para los tiempos mas remotos de la anliguedad, el siste ma de barbechos era el mas conveniente, y el que de. ne_cesidad debiera adoptarse; ya pvrque haciéndose los i.rlVenlos y los adelantos, segun las necesidades del genero humano lo Yan ex igiendo, no era fácil que nadie pensase en mejor.ar lo,; métod os de

cultivo q uf. daban lodo cuanto se necesitaba; ya porque el sistema de rolacion de cosechas, propio de una poblacion 'muy numerosa y adelantada, exige mucbós brazos y grandes capitales, cte que en la antiguedad no podia di sponerse. Se hizo pues ge neral el sistema de barbechos que Virgilio y otros agricullores antiguos creían indi spPnsables para conservará la ti.e rra su fecundidad; y esta prácli..:a Jlrgó á arraigarse La n profundamenle, que ha durado por muchos siglos; ha llegado hasta nosalros, y Di os sa be cuando ll ega rá á desaparecer aun en las naciones mismas de Europa. (Se continuará.)

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MÉTooo ,PARA co.:-.sERYAn I.AS"UVAS FRES _. CAS.

La Levría de esta operacion consiste en concentrar ia cantidad de materia azucarada qu e la uva -contiene, porque asi se facilita su con_ servacion. De esla manera podemos servir en la mesa uvas frescas en todos tiempos y en todas ocasiones, aumentando con el arle las fruiciones á que nos convida la naturaleza. Para conseguir este resultado se han valido los curiosos de medios difererites, ya sea conservando los racimos en la cepa, pero lorciénc!oles an les su Lallilo, ya cubriéndolos herméticamenle con saquitr,s de papel formados al intento, ó bien abrigándolos con paja ú olra materia semejante que los ponga fuera del al.,. cance de la atmósfera. Mas todos estos medi os no ll egan á evi lar que la uva se arrugue y se enmoh~zca; este mal podrá, sin embargo, prevenirse en parle cogiendo la uva en un dia claro y sereno y durante las horas de mayor sol, á fin de evitar que lleve consigo la humedad que la comunica el rocio, procurando además que pierda toda el agua de veo-etacion 0 posible, pri vándala de la accion del calor y de la luz, y esponiéndola á la temperatura de 1

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una estufa por algunas horas, 6. á la de un horno despues de cocido el pan. Un viñador francés cita un método muy se,nr.illo, cuyo buen éxito se asegura como pci"siti.: vo, y es el siguiente: Tómese un tonel ó barril construido con mucha anticipacion, nuevo, y cu yos aros se hayan sujetado con fuerza, 1' deposítese en un sitio que esté constanlemenle en una misma temperatura: colóquense las uvas por capas dentro de este ton el, cuidando anlPs de cubrir el fondo y las paredes con salvado de trigo secado al horno, nsí corno cada una de las.ca pas de uvas, y aun mejor cada una de ellas, para evitar que se toquen entre sí, y ciérrese herméticamente el tonel. De esta manera, aun despues de seis ú ocho meses de la vendimia, podemos tener ricas y hermos:1s uvas que se mantienen en lodo su fresco r sin enmohecerse ni adquirir guslo alguno desagradable, teniendo aun ó apareciendo en ellas lodavla esa suave borrilla de un blanco ceniciento de que se cubren los granos en la época de la madurez: en una palabra, diria:,e que acababan de salir de la cepa. De este modo la uva se conserva largo tiempo sin la menor alleracion.


i92 El salvado de qne hemos hecho mérito, y que es aplicable para cubrir las capas de uvas dentro del tonel, podemos sustituirlo con la cernada, es decir, con la ceniza que tiene ya separadas sus sales por medio de la l~jia, ó bien utilizaremos el mijo menudo y séco como lo aconseja Franklin, á quien contamos enlre los buenos economistas. Esle físico distinguido colocaba las uvas que queria conservar dentro de toneles vestidos interiormente con láminas del~adas de papel de plomo, llenando en sdguida los espacios con mijo secado al horno. Otros aconsejan valerse de las aserraduras, secadas tambien al sol, ó bien de alquitranar los toneles inleriormenle. Las uvas que se hayan arrugado durante esle tiempo de conservacion, á las que se quiera devolver su estado de freacor, se pondrán por el espacio de cuatro ó cinco minutos en agua c•liente que la mano pueda sufrirla. Con este preceder se hinchan nuevamente sin que sufran alter-acion alguna, procurando no componer ó preparar mas que la canlidad que se necesite para el dia, y aun mejor ¡.,ara aquella comida á que _se destinen. ¿\ntes de servirlas en la mesa convendrá que se tengan por el espacio de algun Ciempo en .agua fresca.

debilitan, y el lrabajo se resiente , con rspecialidad el de la labranza. El medio preservativo que para evitar estos males podemos adoptar consisle, en frotar cada mañana las piernas y vientre de los caballos, mulas, bueyeg ó var.as con el aceite de pescado. El olor¡le este aceite se hace insoportable á las moscas, las cuales se apartan del ganado con precipitacion. En los puertos de mar se adquiere con•conven•iencia ó sin grande dispendio esle aceite, que lo recomendamos como un recurso muy útil contra las moscas, y sería de apetl'cer que se generalizase el uso de semejante preservativo, que sin duda es demasiado fácil y sencillo. Mono DE PRESERVAR DEL GORGOJO LOS GRANOS All\lACENADOS

(1).

Varios remedios se han publicado 'con dicho objeto; mas no han tenido los resultados que se esperaban, puesto que no basta alejar de una panera al gorgojo: es Deeesario además impedirle que vuelva á ella, lo que parece se ha conseguido, por fin• con la planta del cáñamo cuando los cañamones están para madurar. Luego que se recogen las·plantas hembras .del c,ñamo se barren las paneras, y se colocan en ellas cuatro ó cinco puñados ge plan las PRESERVATIVO CONTRA LAS 1\IOSCAS QUE de cáñamo antes de quila,rles los cañamones, ATORMBNTAN A'L GA~ADO, y cerca de fanega y media de cubiertas de las En las varias regiones de la América, donde semillas del cáñamo, que se colocan en diverabundan los insectos de locas especies, sus sos silios de las paneras; el mal olor que deshabitan les se han visto en la precision de adop- piden estas plantas basta para impedir que el tar medios para precaverse de las molestias ¡;orgojo vuelva á la panera. que aq.11ellos les ocasionan, asl como al gana( 1) Tomamos este pequeño articulo del Boletín do de que se sirven para su recreo, para el oficial del ministel'io de Comercio , Instl'uccion y lr~sp~rle y para la agricultura. Las moscas, Obras públi,:as, y lo trasladamos á las columnas de principalmente en verano, causan grandes in- El Cul1ivado1· para conocimirntr, de nuestro, lectocomodidades á los animales, en particular J"es, y por sí gustan esperimentar el presenativo concuando uncidos al arado ó cargados co11 sus tra el gorgojo de que en él ,e hace mérito. Nomtcos aparejos no pueden servi.rse de la cabeza y de sin embargo daremos preferencia en esto parte á los la cola para defenderse de tales insectos. En- recursos ó método, de que con mas totension nos ocutonces el ganado se faliga en exlremo por las pamo1 en el número 1.º página 7 de nue!lro periódico. numerosas picaduras que recibe, sus fuerzas se (Nota d, la Redac~ion). ---Dalllll>•&<!IIDU:11111---


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RELACION QUE TIENEN LAS PLANTAS OON IJOS CUERPOS 'QUE J,AS FORlUAN Y CON LOS QUE ELLAS NUTREN .

f..o¡¡ vegetales, desde el musgo mas peque-

que sa un en entre sí por medio tle un a fuerza ño hasta el ·árhol mas robusto, forman en la que no es del todo conocida: su crecimiento se larga cadena de los seres el eslabon in tern.e- hace por agregaciou de nuevas partículas, todio entre los elementos mas sutiles y los cuer- maedo de esta manara una forma indetermipos mas sólidos: ell-0s influ yen visible y po- nada pero rwlativa siempre al modo y cantidad derosamente en la existencia de todos los se- de partículas agregadas. Los orgánicos ó viJ'es '1-ivientes, y sin su accion modificadora el vientes crecen de otra manera muy distinta, globo terrestre no seria mas que un desierto y es muy distinto tamhien su modo de exissiieociose pohlado de rocas estériles, inunda- tir: provistos de órgan~s de formas muy vado de aguas, y llenos sus espacios de flúidos riadas , absorben principios inertes que van diferentes suspendidos ea la atmósfera. asimilando en su interior por medio de una Las plantas que dejamos pasar desaperci- fuerza incomprensible llamada vida, de la bidas como si fueran simples enlretenimien- que resultan tejidos diversos cuyo conjunto tos de la naturaleza, contribuye n notable- forma cuerpos de dimensiones determinadas. mente á sostener los restantes seres órganiEl desarrollo de los vegetalAs es tambien cos y vivientes, mientras que ellas no nece- diferente del de los animales. Los primeros, sitan mas que flúidos y gases para sosten er dotados de una organizacion muy sencilla y su vida y desarrollar sus partes armoniosas. desprovistos de cavidades que permitan opeNada necesitan ni exigen del reino animal; y raciones muy complicadas, pueden alimenel reino mineral, la misma tierra, no le sirve tarse sol-amente de flúidos de una tenuidad mas que de base para depositar en ella {os imperceptible, mientras que los segundos asielement-0s de su destruccion que ,·endrán á milan materias mas ó menos gru e~as en el formar la cuna de sus numerosas semillas. interior de los órganos nutritivos de que No es posible entrar en todos los detalles abunda el cuerpo del animal. que se deducen de estas altas consideracioCuando las plantas se hallan privadas da nes, que por mas importantes que las conoz- aire, de luz y de agua se ponen enfermas, camos, hemos de limitarnos en este artícu- y el estado de sufrimiento en que las vemos lo á indicar solamente esa operacion admi- indica que estos elementos y los flúidos que rable que convierte en cuerpos sólidos los contienen son necesarios á su existencia, y gases mas sutiles, sean cuales fueren estos que los asimilan y combinan para convertireleJTientos. los en cuerpos iólidos. Estos mismos elemenSiguiendo, pues, por este camino, y tenien- tos volverán sin embargo á unirse en el gran do á la vista los sabios escritos de Turpiu, receptáculo de la atmósfera despues de haber lo primero que se ofrece á nuestra conside- sufrido combinaciones diversas dentro de la racion es la enorme diferencia que existe en- naturaleza del vegetal, siendo arrojados fuera tre los cuerpos inorgánicos y los vivientes. de la planta en proporciones determinadas, Los primeros, llamados brutos, se forman ya sea en su primer estado, ó en otro muy de partes similares, extremadamente sutiles, 1 diferente segun la especial vitalitlad de la 13. TOMO I. 1 .° DE OCTUBRE DE 18!i-8.


plan la mismtl. No queren)os decir por esto qué no se hallen en los vegetales funGion es mas complicadas y productos menos simples que los que acabamos de indicar; y estos •rnismos materiales como las gomas, aceites esenciales y fijos, sales, etc., se hallarán comLinados, despYes de la muerte del vegetal que los produjo, con la masa terrosa que nos queda de ella, segun la naturaleza particular de su s 1.ejiuns y el estado de doscomposicion en que fa examinemos. Estos productos de secrecion, así como toda la mate1·ia vegetal privada de su principio <le vida, pasan como hemos dicho á un estado térreo, contribuyen á formar la capa -<le tierra vegetal, y cambiando de forma por fas continuas trailsformaciones por que vá .pasando la propia materia, se renueva sin cesar el hermoso espectáculo del universo, prollucienclo esa muHitud de atributos que -asombran nuestra· alma · y embriagan y seducen nuostros sentidos. Los productos inmediatos que nos dén los vegetales serán en cierto modo d1forentes segun que la destruccion de la planta se ha-ga por uno de estos tres agentes poderosos: el fuego, el aire y el agua. Si no podemos admitir que esos produ·ctos inmediatos sean distintos, no podemos á lo menos dudar que dichos tres agentes dan lugar á la forrnacion de sustancias muy diversas. Examinémoslo; pero antes observemos lo que sucede á una planta Ieaosa desde el instante de su mu erte. Lo primero que notamos en un árbol sin viJa, pero que se le haya dejado en pié, es un estado de desecacion y de aproxirnacion de fibras que vá realizándose lentamente por la evaporacion de los líquidos y gases que la falta de accion vital deja escapar. Estos principios, que debian convertirse en materia vegetal, entran nuevamente en el gran recipiente de la atmósfera bajo la forma de flúi<los elásticos, variando en su esencia segun la naturaleza de cada planta, y aumentando ó tlisminuycnd0 la pureza y salubridad del aire.

Este primer estado precede á fa descoinposicion; pero no es la descomposicion perfecta. Para que esta se opere es necesaria la formacion de sustancias nuevas; es necesario que la planta pase á otro estado diferente, que cambie sus formas, para lo cual es pre~ císa la accion de algun agente esterior, que ya hemos dicho ser estos el fuego, el aire y el agua. Por poco comun que sea ta recomposieion espontánea de los vegetales por medio del ÍU':)go, 'Conviene no obstante que conozcamos cómo se verifica y lo que de ella resuita. Entre los fláidos que, como hemos manifestado, entran en la formacion de las plantas, caben en grande abundancia el calórico y el Iumí nico de que reciben infinitas cantidades por su continua y prolongada esposicion al sol y á la luz. El aire atmosférico se insinua en crecidas proporciones, combinándose su oxígeno con las sustancias combustibles, y dejan estas esca.par los flúidos calórico y lumínico que tenian en disolucion, sucediéndose por esta combinacion la luz y el fuego que despiden las materias inflamable3. Durante la combustion de los cuerpos se desprenden, segun ya indicamos, grandes canlidades de calórico y de lumínico , que vue.ftos á su estado de elasticidad y sutileza se unen nuevamente á la atmósfera para mantener el equilibrio entre todos los elementos. Pero estos flúidos no puP,den en todas ocasiones ponerse en libertad. Marchan á veces unidos á una porcion de sustancias aceitosas y salinas que constituyen el humo, en cuyo caso se condensan en parte, depositando en los tubos que forlf'an la chimP,nea , cuando la combustion se hace en el hogar, una cantidad de prinripios grasientos y salinos que marchan unidos con ello~ y que componen el hollín. La parte de humo será tanto menor , y mayor la de calórico y lumínico, segun que la combustion haya sido rápida y activa; pero por mucho que lo sea


quedai:án siempre residuos terrosos llamados cenizas, compuestos de sustancias diferentes segun la naturaleza de los vegetales. El resultado de la descomposicion de las plantas por medio del fuego será, pues, restituirse á la atmósfera una porcion de calórico y de lumínico, y una. pérdida considerable de-aire atmosférico; y será- igualmente par.i. la tierra una masa salino-terrosa abundante, útil y provechosa. á los vegetales que se sucederán en este suelo. . La descomposicion de los vegetales.al aire libre será diferente segun que se haga en plantas reunidas ó en vegetales aislados. En este último caso la _descomposicion es lenta, principalmente en los puntos <londe las lluyi-as escasean, siendo entonces sus resultados menos favorabl es á la futura vegetacion. Pero cuando están las plantas amontonadas la descomposicion será muy rápida, porque la acelera la falta de libertad que tienen el agua y el aire de ponerse en estado libre y traoquilo, como sucede en la descomposicioo de vegetal es ai slados. E stos flúidos apri sionados, si así puede decirse, dentro de las fibras vegetales por el acumulamiento que se intentó, escitan un calor fuerte y un a fermentacion tumultuosa que en poco tiempo ataca y destruye la organizacion vegetal transformándola en abono. Entonces una parte de los principios que componian estas plantas se han unido ya nuevamente á la atmósfera, tales como el hidrógeno, el ácido carbónico, etc. , y otra parte mas con.si<lerabl e toda.v.ía., los principios fijos , se transforman en mantillo que-viene cÍ a.crecentar la fertilidad de la tierra. . Cuando las plantas se descompollen- en el agua el resultado será diferente, por cuanto este líquido no permite que el aire y el sol puedan obrar sobre las fibras vegetales; y as.í como en la descomposicion última ó pre~edeute hemos visto resultar de ella una sustancia salinorterrosa, i-ierra vegetal, en es ta queda una materia ll amada turba ó carbon

<le ti erra. Esta se di fe rencia J e ¿i quel1a enqne la turba es inflamable por el carbono de que abunda , en razon de que el que tenia la planta no pudo transformarse en ácid o carbónico cuando se verificab a la descomposicion, por impedírselo el agua. . El carbon de tierra será asimismo diferente segun provenga de la descomposicion de plantas tiernas ó herbáceas, ó de vegetales que crecieron en lugares húmedos y panta-. nosos. En estos dos casos el carbon será d& menos estima pata las artes por estar pulverizado, dividido y saturado de principios. calizos, sulfurosos y amoniacales. Pero cuando la turba es formada do los troncos de los. árboles y demás partes fibrosas del mismo ,. tiene un aspecto muy diferente: se presen ta. reunido en grand es masas, con-se-rvando -en, parte las forma s orgá nicas Je lu~ pla ntas qu e lo compusieron. Las enormes masas de carbon que bailarnos dentro de !as entrañas de la tierra nos prueban la larga·anti gü edad del globo terrestre y la inmensa cantidad de vegetales que han cubierto su superficie. · Las consideraciones que acabamos de es .,., poner sencillamente nos esplican la <l epen-. • dencia y encadenamiento recíproco que ti e ~ nen todos los seres. del univei,:so,. man te niendo el mas perfecto. equilibrio entre sus elementos pues.tos en contacto continuam ente. Por esta dependencia vemos transform arse en materia vegetal . esa porcion de flúidos que llenan la atm ósi'era, luego que la planta los ~a suj!:ltado á la accion de su tejido , y vemos á esta materia ve¡;ettd servir de alimen-lo á otros seres convirtiéndose en sustancia animal. Los despojos vegetales desp.ues de haber sufrido una destruccion completa forman y aum entan de continuo la capa es-... terior de nuestro globo, cuya importancia sabe apreciar la agricultura. De esta manera, siguiendo de una ú otra de<luccion, con,cluiremos que los flúid os de la atmósl'e ra form an el principio y urígen de lotlos los se~ res º!·ganizados.


La rubia es-una de las sustaneias mas im- cipalmente se- cultivó, y nas limitaremos por portantes para la tintorería por su color lo mismo á decir que es conocida en ]J:spafür hermoso y permanente,. C6n ella pueden desde mucho tiempo,- siendo en el dia unacombinarse todas las mezctas encarnadas, ya . produccion agrfoola muy pro\'echosa para• sea usando la raíz simplemente pulverizada,, · atgunas provincias q:ue· cultivan la rubia enó bien reducida al estado de grnncina ó de grande escala. Castilla la viaja y Aragon son. calorina. No entraremos en esplicar estos,. los dos reinos que la producen mejor, no, dos estados de la rubia porque- es asunto solamente por el particular esmero con que que perteneee á la q_uímica que los prepai:a, la cuidan los propietarios,~ sino porque la na-. a! comeréi.o que· los von<le y á las artes que- t1u-aleza del terreno y el clima iavorecen su, los emplean. El uso· de la rubia se conoce desarrollo. La de Castilla es preferible á la desde remota antigüedad, siendo en aquellos de Aragon , y lo prueba la mayor estima y tiempos,. segun Plinto, un cultivo reservado. el precio mas crecido que comunmente tiene á los pobres, del cual sacaban gran provecho la primera en el eomercio. De algunos años ápara los tin les de lanas y de cueros. Dioscori- esta parte se recoge tambien en Alicante rudes que escribió en el primer siglo de la era bia que ltamamos silveMre por criarse esponcristiana <lice que la rubia se cultivaba en tánea en los bosques, la que á veces es de casi todas las provincias de Italia, y es muy escelente calidad. Esta sustancia es muy abundante en Escelebrada la de la Toscana principalmente. y suficiente para el abasto de nuestra paña? Esta planta era muy comun e-n las Galias cuando la invasion-de los bárbaros, y prueba fabricacion. ta Francia se surte en parte de que estos no la destruyeron un documento la de nuestro país p0r ser de superior calidad, <le Dagoborto que fija el precio q.ue la rubia y porque la que recogen los franceses no es debía pagar por su exportacion. Casi todos . bastante para su industria. Podríamos Qilalos países donde las cualidades del terreno tar este comercio generalizando mas el cultison propias para el cultivo de ta ru.bia se vo-de esta planta preciosa y estudiando detehan aprovechado <le su favorable disposicion nidamente los cuí.dados que ella exige. Terreno. Hay muchas especie¡¡ de rubia, para el lucrativo comercio de esta planta. Pero por muy generalizado que fu ese en Eu- todas vivaces, menos la ru.bia tinclorum de ropa el eultivo de este vegetal, no to ha sido que nos ocupamos, Je la cual so11 vivaces como en el Oriente, especialmente en la Siria, solamente las raíces, desapareciendo cada Asia menor y Grecia, en cuyos países daba invierno las partes tallosas. Esta pianta teinmensos beneficios á los cultivadores que me mucho el exceso de humedad ; no obslo vendían ;í los comerciantes holandeses, y tante la daña una sequía prolongada, viénestos lo distribuian por todas las fábricas dola entonces suspender su vegetacion para de Europa. empezarla nuevamente luego que baya lloviNo ,eg1.1iremos los estados de prosperidad do. Esto nos esplica bien que su desarrolto, y de quebranto que ha esperimentado esta á igual grado de fertilidad del suelo, es relaplanta on las diversas naciones donde prin- tivo al estado de frescor que guarda la tier-


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m, supttesto que contii:1úa vegetando sin in- porque entonces las raíces cte fa rubia selerrí.lpcion cuando hay humedad suficier.te y desarrollan superficiales: esta práctica será la temperatura no llega á diez•grados bajo. solamente ventajosa en los terrenos en que no eero .. Esta considetacion es. de la may,or im- hemos de temer la sequedad; pello ocasionaria, portancia para l~t eleccion del tenreno, dond'e· g-raves perjuieios en aqueltns que por su na. eonvenga cultivar esl.a planta, sucediendo turaleza particular retienen.poco el agua, y en por lo general que su producto es prmporcio- los qu.e el.calor d.il verano causa una fuerto nado, á la duracion y facilidad de- su vegeta- evaporacion ~ Sucede tambien algunas. veces!" cion, es decir, á, la d:Uracion deL estado de aunque pocas, que la excesi,va suavidad del freseor del suelo con. relacion• al calor total• terreno no permite el' cultivo de la rubia por que este esperimente. Así pues todas las. la dema.siada estension qu'.l toman sus raíces, tierras que en verano gocen de una humedad· en cuyo caso nos vemos obligadns á ponerles Mificiente y estén soleadas convenientemente obstácu.los para evitar s11desarrollo. Además, ser.án útiles. para la produccion de la rubia. •a profundidad, que hemos de dnr á está laSin embargo, hoy ya se admite que la rubia bor preparatoria ha de- estar regularmente vive en todos los terrenos, aunque busca con en relaáon entre los gastos que ocasione la preferenci3- los ligeros y suettos. con tal que labor n1isma y el m'ejor resultado que nos dé sean frescos, y. que no desarrof.la eompleta- la. rubfa: este,. por- punto gen.eral, será tanto mente su materia coforante sino en aquellos mayor cuanto mas profunda sea la labor que_ en que abunda el carbonato de cal. Pero no d1!mos al suelo, porque podrán J·as raíces esbastará esta sustancio, por mucho que abun- tenderse en todas direceiones y desarrollar de en el terreno, para producir la rubia de mayor volúmen; pero á pesar de esto solabuena calidad, si la Oélturaleza física de la tier- mente se profündizarán mucho las labores ra no iníluye en su produccion, ó sea en la cuando la rubia se paga ú buen precio y los buena elaboracion de dicha sustancia. Ob- jornales están bara-los. servamos que terrenos muy inmediatos unos Aunqm, hemos dicho que la labor prepaá otros, y de igual naturaleza mineralógiea~ ratoria podía practicarse en otoño y en prilos unos dan la rubia roja y los otros encar- mavera, será preferible hacerlo en la primenada, sin que hasta ahora hayamos podido ra estacion , escepto que el suelo fuese de· determinar la causa de este fenómeno. naturaleza sobrado húmeda , que convendrá Cultivo generul. La rubia se cultiva de entonces verificarlo en la primavera. Desdos modos distintos: por semilla ó por tras- pues de esta operacion debe abonarse el sueplantacion. Sea cual fuere de los dos el mé- lo, ó antes de ella si no se dá mas que una todo que escojamos, lo primero que convie- labor , siendo empero preferible lo segundo . ne es preparar la tierra debidamente. En oto~ Todos los abonos son provechosos para la' ño ó á principios de la primavera convendrá vegetacion de la ruhia , y su eleccion la podar una labor profunda, siendo preferible la drá determinar la naturaleza del suelo. azada ó la l:lya al arado, y la profundidad de Despues de·abonado el terreno, y antes esta lah<H: ha de ser relativa al grado de hu- de proceder á la siembra ó planlacion de la medad que contenga el suelo: debe ser pro- rubia, se escardará el campo quitando las. funda cuando la lterra retiene demasiado el malas yerbas que hayan vegetado, dividiénagua, y mucho menos cuando es ligera, po- dose en seguida el suelo en hojas iguales y rosa y suave. Con el fin de facilitar el traba- de un ancho proporcionado á la estension jo de arrancarla, aconsejan nlgunos labrado- que suelen tomar las raíces. En algunos punres que se dé esta labor poco profunda, tos no se forman tales divisiones; sino que


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se siembra ó planta la rubia sin otrn precaucion que la de tomar uri alineamiento uniforme. Lo mas acertado será hacer dichas divisiones ú hojas de cuatro á cinco 'piés de ancho regularmente. Parece que la rubia cultivada en divisiones es de mejor calidad, al paso que ellas facilitan las labores de escarda y estraccion. El riego que debe procurarse, sobre todo en los terrenos secos y muy porosos, es mas fácil cuando el terreno se ba dividido en bojas. La profundidad que tenga la tierra cultivable nos servirá tambien de regla para hacflr tales hojas mas ó menos estrechas. Cuando el suelo tiene sobrado fondo deben ser las divisiones poco anchas, porque las plantas irán entonces á buscar su alimento en el interior de la ·tierra, en lugar de estenderse por la circunferencia. Cultivo por semilla. Dividido ya el terreno en hojas, debe procederse á la siembra. La operacion se hace á la mano abriendo surcos poco profundos, y una mugP.r ó muchacho echa en seguida la semilla que la cubrirá la tierra del surco que se forma en seguida, y asi sucesivamente. F.n los terrenos donde no se ba cullivado todavía la rubia bastará que se siembre en menos cantidad, y aun esta deberá sdr menor si el terreno es fuerte y algo arcilloso. Se ba esperimenlado que en las tierras que han dado repetidas cosechas de rubia la siembra es menos segurn . y que parecen muchas plantas jóvenes . la cantidad <le semilla será de dos arrobas próximamente por cada fanega de ti erra, aumentando ó dcsminuyendo la cantidad segun las condiciones que antes hemos mencionado. Debe ponerse mucho cuidado en la buena eleccion de la semilla , procurando que sea del primer año, porque pierde luego la virtud germinativa: la del segundo año produce un número m cnor de plantas , y las mas antiguas ca i no germinan. Daremos una regla para conoc.er las semillas frescas y útiles para la sementera, y es: que los granos de la rubia cuando son frescos tienen su harina

blanca, y que vá en11egreciencto á mecficta-q110:;e ponen añejos ; mas para mayor seguridad" debemos hacerlos germinar por separado y, por vía de ensayo, á fin de no es ponernos á males de bastante consideracion. La rubia á veces nace dificilmente, ácausa de formarse en la superficie de la tierra una costra mas ó menos dura, principalmenle si sobrevinieron 11 uvias á la sementera, en cuyo caso se romperá esta costra por medio del rastrillo. Debe sembrarse en los momentos que la temperatura empieza á seP favorable al de arroU-o, que será entre nosotros desde mediados de febrero á mediados de marzo, y mas tarde aun en las provincias del norte y en las primaveras frias. Se la en~ tierra á tres pulgadas de profundidad, y tarda unas tres semanas en nacer si no bay sequedad en el suelo, por cuyo temor se aconseja sembrarla temprano. No se han de temer las escarchas que sobrevengan á la siembra, pues que solo retardan la germinacion algunos dias. La rubia debe escardarse á la mano confrecuencia á poco de haber nacido, advirtiendo que es una de las operaciones mas importantes para esta planta, excepto en los casos que la naturaleza del terreno haga costosa esta lubor basla el punto de no traer ventaja el practicarla. Antes de que sobrevengan los frios del invierno debe amontonarse la tierra al rededor de las plantas, desmenuzándola préviamente ; esta operacion facilita la reunion uel calórico en las raíces de la planta y aparta de ellas la humedad excedente. Pero no se ejecuta solo para preservar las plantas <le! frio: otro objeto fisiológico se le reconoce, y de mucho interés para las utilidades de esta sustancia, y es quelas raíces de la rubia que quedan fuera do la tierra y á la accion del aire libre pierden de su materia colorante, adulterándose esta de un modo visible , lo que no sucederá si atetillamos ó amontonamos la tierra al rededor de la planta antes del invierno.


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la primavnra siguiente debe darse nue- preferirse en los terrenos en que las raíre~ a escarda esparciendo la tierra que se babia de la ruuia no hayan profundizado mucho y -amontonado al rededor de la planta, y se VP,rá tomado poca estension ; pero aun en estos á poco tiempo desarrollarse brotes lozanos y caso3 el uso de la laya presenta un inconvevigorosos que estarán en granazon á últimos niente, y es; que como á cada golpe que el del verano. La rubia podrá segarse al llegar labrador dá con la la ya ó azada rompe la á su florescencia y darse al ganado como planta y se vé en la precision de bajarse para forrage si la semilla tiene poro precio, ó en arrancar las raíces de la rubia, de aquí se si·easo contrario se dejará quo esta madure gue el que se pierda una porcion de tiempo y para venderla en tiempo oportuno. Los ta - el que sea por ello dispendioso este medio. llos de esta planta son un forrage de exceCuando arrancamos la rub-ia por medio lente calidad, superior aun á la esparceta. del arado hemos de procurar que la reja Al tercer año el forruge de la rubia se pro- profundice hasta el punto donde se eslien duce en poca cantidad. den las raíces, valiéndonos al efecto de los La semilla de esta planta suele venderse ¡j arados que se prestan á estas labores probuen precio, por la razon Lle no poderse guar- fundas. El métouo de arrancar la rubia 11 dar por muc.ho tiempo porque pierdt-i su vir- brazo, por medio de la laya, es prnferible tud germinativa, y porque se destinan pocas al del arado, porque las raíces se aproveplanlas á la granazon. La cantidad de granos chan mejor; pero esta ventaja y alguna otra que dá una planta es diferente :;eguo que el que podríamos indicar no equivalen al auterreno sea mas ó menos fuerte, siendo por mento que lleva la mano de obra. Solamen lo comun mas abundante la semilla en los te en dos casos podemos admitir el método suelos fuertes que en los ligeros. La granazon de arrancar la rubia á mano, y son cuando ele la rubia será mas abundante si darnos á las raíces hayan llegado á una profundidad la planta un tutor 6 rodrigon donde pueda á que no puede alcanzar el arado, ó bien agarrarse; pero adviértase que la semilla cuando se ha sembrado en un campo pe suele ser entonces poco idónea para la se- queño en el que la yunta ha de ir y volver mentera. Las plantas que destinemos para con mucha frecuencia. Las raíces se limpiarán de tierra luego de semilla no deben arrancarse basta la completa madurez de los frulos, y elegiremos arrancadas y se guardarán de un modo con aquellas que presenten robustez y sus bayas veniente, procurando que al mom~nto de bien desarrolladas. Al llegar estas á su ma- almacenarlas hayan perdido su humedad. durez toman un color violado que tira á ne- La desecacion de la ruuia debe hacerse al gro. Cuando el fruto que se elige para la sd· abrigo del sol y de la lluvia y en puesto de mentera se ha separado de la planta y lim- buena ventilacion , como debajo de un copiado convenientemente , se guarda en el bertizo, donde se tendrá en zarzos hasta que granero hasta la época de la siembr~. no suelle zumo, que por lo regular será de En el segundo año se atetillará la tierra cuatro á doce dias, segun la cstacion. al rededor de la planta en la estacion del inHasta ahora hemos hablado de la estrac·vierno , de la manera que se hace en el pri- cion de la rubia de tres años como se llama vulgarmente; pero como muchas veces no mer año. La rubia no exige ninguna lobor durante podemos aguardar este término para arransu vegetacion en el tercer año. En octubre urla, teniendo que hacerlo á los diez y ocho de este se arrancará la raíz á brar:o ó con el meses despues de sembrada, por ello nos arado. El primero de estos métodos podrá I ocuparemos ahora de este método. Veamos


-- 200 --Lo será sin emllargo en algunos pa'íses, pot . inferior que sea la rubia cogida en esta edad) si poi· la calidad fértil del suelo puede este daruos otras cosechas pingües desde los diez y ocho hasta los treinta y seis meses , cuyo tiempo ha de durar la rubia en la tierra par-a adquirir calidades perfectas, Si cualesquiera otras plantas que podamos cultivar en el ter-reno que ocupa la rubia durante los diez y ocho meses últimos presentan mayores .productos que el de la raíz de la rubia, debemos entonces optar por el método de arran·earla al año y medio despues de sembrada) por mas que la demostracfon ó estado numérico qo.e dejamos consignad,o nos ba·ga ver el precio inferior que tien-e en el comercio segun su menor edad. Plantacion. Hemos dicho en este artículo que la rubia se reproducía tambien por division de partes. Este método parece generalmente preferible al de semilla porque a;egura ventajas mas positivas para el cultivador. La plantacion de la rubia debe hacerse A los 10 A loa 18 A los 50 A l os 4J 11JB,1e1. me.tes. tuues. lnese.t. en octubre ó en marzo segun los climas y el li: 11 e.lado {re,co. , '16,000 . 95, 000. 100, 000 , 10i, 000. genio particular de la estacion. La tierra En est ado seco . . • 22,0¡7 _ 21, 998. /f0, 609 . 56,ií85 . debe antes abonarse bien y prepararse casi Podríamos hacer estensivo este cálculo á del mismo modo que se ha dicho para la otros diferentes estados por que pasa la raíz siembra. Con todo, otros sostienen que el de la rubia hasta llegar á un grado completo método de plantar la rubia por division de <le desecacion y vejez; pero nos parecen su- partes es muy dispendioso, menos en los ficientes los guarismos que dejamos fijados casos que la semilla se venda á precio muy para demostrar la época mas provechosa <le subido , inclinándose á que el cultivo de la es.traer de la tierrn esta raíz. Tanto en esta- rubia debe hacerse, con muy pocas escepdo fresco como seco la ventaja de la rubia ciones , por el método de plantacion. está en favor de la que permaneció mas tiemDespues que las raíces que se trasplantapo en fa tierra, concluyendo de aquí que, ron han agarrado, se seguirán ya los mismos por punto general, arrancarla á los diez yocho preceptos que hemos dicho para el cultivo meses no es lo mas acertado. por semilla.

1os motivos que nos obligan á practicarlo. Hay terrenos que se hallan con grande disposicion á producir plantas parásitas y dañosas para la rubia, y que la matan con frecuencia: en tal caso, declarado el mal en este cultivo, debemos arrancar la rubia en el segundo año. Pero lo que pi'incipalmente nos toca examinar son los molivos económicos, como los mas poderosos, para adelantar ó retardar la estraccion de las raíces de 1a rubia. La esperiencia parece demostrar que la materia colorante ·que contiene la rubia es tanto mas fina, y sus cualidades tanto mas aprnciables, cuanta mas edad tenga la planta; y nmos en el comercro que la de Oriente, que está en la tierra por mucho tiempo, se paga á mayor precio que la de Europa. Despues de algunas observaciones hechas con cuidado y meditacion se ha visto que la rubia, con relacion á sus edades, guardaba las proporciones siguientes, por lo que mira á sus precios:

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t:UIDADOS QUE EXIGEN LAS PIPAS ó TONELES. Las buenas cualidades del vino no depen- ó bastante á que penetren en el interior de den solamente de la reunion de circunstan- las piezas que componen el tonel, y de1otrucias que es necesaria para el cultivo de la yen el amargor ú otro gusto desagradable uva, tales como la naturaleza del suelo , el que tengan. Despues de quitadas estas agur.as clima, la esposicion, la especie ó variedad ó líquidos se introducen en el tonel algunos cle la gcpa , y la marcha de las estaciones; cuartillos de mosto hirviendo ; se tapa hersino que, como ya lo hemos dicho otra vez, méticamente, se agita con fuerza y se echa influyen muy poderosamente las operaciones luego fuera. Algunos visad.ores creen que es principales que preceden á la conreccion dA preferible valerse del vino caliente á todas los vinos. Y aun no serian bastantes estas las sustancias que hemos dicho , haciendo op{1'11ciones., ni nuest.ra confianza de obte- repetidas lociones con él. nerlos ae buena-calidad se realizaría, si olvi • Pero estas precauciones que suelen ser dásernos algunas otras condiciones importan- suficientes para los -toneles de que noi sertes que se subsiguen á la vinificacioa. Nos vimos por primera vez, no b11stan cuando ocuparemos en este artícul0 de los cuidados son viejos y han servido un dilatado tiempo: que exigen los toneles y del modo de prepa- en este caso deben desfondarse ó quitársele~ la tapa , le vantando cuidadosamente con un rarlos para el envasamiento. El la·bredor inteligente y celoso que se en- instrumento á propósito para ello las sal es trega á sus faenas con una prevision que le -de tártaro y otras quo quedan depositadas honra, sabe procurar que los tonel es se ha- en las paredes , las cuafes se lavarán luego lle,n todos dispuestos en el momento de la con agua salada caliente, vino ó mosto. Si los tonelss han 11dquirido algun gusto vendimia y conoce la necesidad de establecer un método on los trabajos, logrando de esto desagradable 6 se Lan enmohecido no basmodo reunir las economías á los buenos re- tarán estas simples precauciones : es necesasultados. Por esta razon si los toneles son rio quemarlos si qu eremos que el remedio nuevos y formados de madera que contenga tenga la duracion necesaria para la conserun gusto amargo ú otro sabor desagradable vacion del vino que se envase. Pero como que pueda comunicarse al vino que envase en todos los casos vale mai precaver los maen ellos, cuidará de prevenir este accidente, les que curarlos, pre vendremos estos accique no dejaría de ser grave, lavando por dentes secando cuidadosamente el tonel luerepet'idas veces el tonel , primero con agua go que se haya vaciado, qu ts rp¡¡ndo en sefria, luego con agua caliente aromatizada guida un pedazo de mecha azufrada, tapáncon algunas hojas ó flores que se dejarán en dolo herméticamente y colocándolo en un infusion por un corto tiempo, y por último lugar seco y abrigado. La acidez ó agrura es uno de los peortls con agua salada. Estos líquidos que han de sucederse unos á otros en los términos que defectos que puede adquirir el tonel : antes acabamos de indicai·, se agitarán dentro del de llenarlo debemos estar seguros de que no tonel con alguna violencia , dejándolos per- existe este mal , y lo conoceremos introdumanecer por el espacio de tiempo neecsario , ciendo en el tonel mismo una mecha azufraTOMO l.

jlj.,


tla encendida 6 un pedazo de papel inflamado : si la llama se conserva, es prueba de que r.ooliene mucha acidez y que debe purificarse, á mas de que el olfato suele bastarnos tambi cn para conocer este defecto. En esle caso se dejan abiertos ambos agujeros poni r ndo el ton el boca abajo por espacio de veinte y cuatro horas, ó bien se le dan locione repelidas con agua clara y fre ca , criju crán do ln en seguida con un trapo recio alado a! cslremo dP. un pnlo de manera que se preste á la opera cion. De pues se queman~ otra mecha lnmLien azufrada, y esta nueoperacion nos dirá i hn desaparecido la agrura complelamenlc. Debe exam inarse con cuid ado i falta algun aro al ton el , si lod o están en buen estado, y si se hallan apretad os conveniPntemente. Cuando los tonele ban e lado vacíos por mucho ti empo su elen separarse las du elas á causa de la scqu rdnd, dando lu gnr á que se derrame el ..-ino en el acto de llenarlo : este acciden le se evitará ac udiendo por el interior una cantidad de ngua que tan pronto pegue á las pnrrdt!s del tonel como á uno y otro de los fond os, dejánd ola perm anecer hasta que estemos seguros de que no se derrama cualquier líquido que hechemos en el tonel. Los toneles se construyen de maderas distintas: los leños de encina y ca taño son los que se usan mas comunm ente: algunos prefieren el haya porque dicen qm, dá al vino un gusto muy agradable. El cerezo está en uso en algunas nacion es, principalmente en España , y es en realidad una madera esceleute cuando se trala de que los vinos pierdan el color; pero como es mucha su porosidad, mengua la cantidad del vino extraordinariamente. Por esta razon será aceptable ó tendrá preferencia tan sola para los vinos generosos. La capacidad y la forma de los toneles se arregla á la voluntad del propie;¡tario, y aun á las costumbres del país. Los toneles de

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202 grandes dimensiones serán prefcriLlcs en los casos que deseemos apresurar la vejez de lo& vinos, porque enseña la esperiencia que estos se sazonan y toman asiento con tanta mas celeridad segnn que se hallen reunidos en mayor cantidad. Los pueblos que ptimoro cultivaron las viñas se valian de vasos de tierra vidriados, y aun en el dia los aconsejan algunos autores, fundados en que estos vasos mantienen una temperatura mas igual . Por mas que esto sea una verdad conocida de todos no podemos aceptar semejante práctica, porque tales vasos dejan penetrar el aire por su interior al través de su mu cha porosidad, viniéndose á alterar en seguida los ,inos que contienen. Para rem ediar estos inconvenientes se proponen los medios de que se valían los romanos, que co:.sisten en barniur interiormente con cera las pared es del vaso y esteriormente con pez : pero adYiérta e que la cera cfüpone el vino á agriarse , y que si en su luga1· nos valemos de otras sustancias no estarán tal vez exentas de peligros y de inconvenientes. Por otra parle los vasos de tierra se rompen con facilidad y oo pueden entregarse mas que á manos cui<ladosns. Hace pocos años que se ba renovado la idea de usar los ton eles de mármol para el envasamiento de los vinos. Los antiguos los en ayaron ca varios países, y muy pronto los condenaron al olvido : lo prueba que los escritores de aquellos tiempos no nos han dejado elogio alguno acerca de esto · toneles , y algunos en el dia, como un rico propietario de Pestb, ciudad de la Hungría, los coloca despues de los de madera. Los viñadores mas distinguidos no son de esta opinion, y aun los creen de mayores inconvenientes que los vasos de tierra. Uno de estos inconvenientes, y demasiado notable por cierto, es que el mármol vá desprendiendo poco á poco su cal puesta en contacto con el vino, y saturándose este progresivamente de dicha sustancia .ha de llegar á un punto de poder ser


perjudicial á los que lo consuman. Además, él peso enorme de estos toneles , por poca que sea su capacidad , basta para hacer renunciar á su uso. Corresponde advertir muchas cosas todavía relativas á las pipas 6 toneles, no solamente en cuanto á la colocacion y órden que

203 debe dárselas, sino lambien respecto al modo de sugelarlos y conservarlos con seguridad; pero hemos creido mas acertado hablar de ello cuando tratemos de las circunstancias que debe tener la bodega, por las mayores relaciones y analogía que existen entre ambos particulares.

IIIIPORT&l'ICI& DEL ESTIJDIO DEL~ ~GRICIJLTIJR~ ..

bajo que en los primeros tlias ó meses so hacía espontáneamcnle y con gusto, repugEl padre de familia que animado Je las na y fatiga ; el lenguage, costumbres y dimas sanas intenciones á favor do las perso- versiones sencillas de los colonos y su familia. nas cuya direccion y cuidado le confió la se miran como groserías, capaces _de viciar Providencia, y que para desempeñar mejor la e<lucacion, medio abandonada ya, tle su delicado y dificil cargo abandona la socie- los que está:-i en contacto con ellos, y una dad y se traslada al campo, creyendo esta- línea divisoria se establece entre ambas fablecer allí el órden y la economía dom ésti- milias, ·hasta prohibirse á la del jornaiero ó ca, evitará su esposa é hijos los escollos de colono atravesar los umbrales de la casa del la sociedad, habiluarlos á todos al trabajo y amo. Este nada aprende en el campo; los á las costumbres sencillas del campo, y darl es fenómenos mas sorprendentes nada le ensesolo aquella inslruccion que seg un su modo ñan, unos porque pasan de.sriperciuitlos, y de ver les puede convenir; ese padre de fa- olros porque á causa de verlos repetidos camilia sale burlado en sus proyectos. La es- recen de fuerza para llamar su atcncion; el posa por afecto 6 por condescencia, los hi- colono y el jornalero no le entienden, ni ét jos por respeto ó por temor al padre, 6 por los enliendtl á ellos, porque catla uno babia. amor á la vari edad, parecen abrazar con ig ual su lengua ge particular; do aquí el aislaentusiasmo la vida campestre, que en breve miento, el tedio y la monotonía, ele aquí les disgusta : solo ven en ella una prision ó la desaparicion de aquel bello ideal. ¿ Y qué destierro; se despierta el deseo de frecuen - diremos del gefe de familia que escoge la. tar la sociedad; todo son obstáculos al plan vida cam¡.,estro para mejor sugetar á su vodel gefe; es preciso ir á la ciudad, hoy por luntad ó capricho á la tímida esposa y á los provisiones, mañana por vestido, otro dia hijos, como un soberano á sus yasallos, ó para visitas , para ver una fiesta , asistir á que una causa oculta y secreta, como los un baile ó teatro, y así desaparece el apete- celos. la avaricia, un amor ilegítimo, un cido órden y la economía doméstica. El tra- remordimiento, le ha hecho abandonar la sociedad? El campo será para él un martirio desde el primer <lia. Ni uno ni otro han tt) V 4ase d número 11 , página 161. ( REftllTIDO 2.

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comprendido la vida del cultivador; ni el uno ni el otro la amaron por lo que ella es en sí; ni el uno ni el otro rounian las condiciones y elementos necesarios para gozar en el ejercicio de aquella noble profesion. ¿ Realizará mejor en el campo su ideal 6 su propó ito el amante ó el jóven esposo, cuando su pensa miento no es otro que el de ocultar su tesoro á la vista de los demás, gozar esclu ivarnente de él, contemplar su belleza brillante en la soledad como la flor en el desierto? Ese infoliz dista mucho de comprender la vida agrícola. En lu gar de aprender á amar con la observacion y e Ludio de la naturaleza. sienta á su ídolo sobre las hojas del gran libro, y nada entiende y nada vé; se circunscribe á un pequ eño círculo, el que ocupa su adorada, y fu era de él no hay vida, solo hay el vacío, la muerte. ¡ DPsdichado ! ¡ escoge el campo donde mas se siente la maravillosa armonín y la estrecha depend encia y u_nion de unos seres con otros , como los eslabones de una cadena, y quiere romper ron todo menos eon su ídolo! lucha por un imposible; el estrecho vínculo t'n que voluntariamente se lrn 1-mcerrado, se convierte en penosa córcel que no permitiéndole gozar de la Gomunicacion necesaria con sus semejant.es, ni de la dulce y saludable fatiga campestre, ni del brillante espectáculo de la naturaleza , le obliga á mirar con enfado aquel género de vida. El militar que ha pasado sus mej0res años esclavo de una ley clura por necesidad, esclavo de la ordenanza , que le convierte en autómata; que ha sufrido toda clase de privaciones; que ha corrido mil peligros ; que mil veces ha salvado la vida por milagro; que l1a tenido que contribuir por deber á la deslruccion de sus semejantes, aunque enemigos; que ha debido sofocar el sentimiento de horwr y de compasion al contemplar el cuadro ensangrentado de una batalla perdida ganada; que al cabo de tanto sacrificio suele ser víctima de la intriga, es natural que sus-

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pire por trocar la espada por el arad0 y que no vea mas felicidad que en el campo: t~ene mil esperirnentos que hacer por lo mu• cbo que ha visto y obsenado \Jn los diversos países que ba recorrido, y el daño que por deber ha hecho tieue que repararlo cultivando la tierra misma que un dia ba regado con la sangre de otros hombres. Ese militar vivo contento un mes y otro mes y un año; mas al fin, sea porque resuena otra vez en su oido el clarin 6 el tambor, ósea porque sus esperimentos no corresponden á sus f' paranzas, 6 porque le falta el alimento necesario para la vida intelectual, el contacto y comttnicacion con sus semejantes , 6 porque no comprende la manera de ejercer aquella prcfesion y las ventajas que de ella ha de reportar, prefiere volverá la sociedad, rodearse de tres ó cuatro camaradas, contar mil mees sus batallas y sus travesuras, escuchar las de los demás, y perd er dos tercios del dia en el café hablando de pagas alrasadas, ascensos, planes de guerra y estinguidos amores. El hombre de negocios, banquero, comerciante 6 intluslrial, defraudado en sus esperanzas y burlado en sus especulaciones, que en todas parles descubre la astucia, la meoLira , el fraude, la mala fé, y qm1 todos le io pirán desconfianza, dirige naturalmente la vista al campo; realiza lo poco que ha podido salvar, y se le vé de la noche á la mañana convertido en cultivador <le la tierra: todo le sonríe ; renace su esperanza porque la tierra no le ha <le deframlar sus fatigas y afanes; ni le han de engañar los lobradorP.s que le rodean, porque en su conceplo le¡¡ abona la sencillez de costumbres y de lenguaje: mas al fin la lentitud y la regularidad con que la tierra recompensa sns sudores le mortifica y le impacienta; suspira otra vez por la rapidez de las e peculaciones 11nercantiles y por el diez, veinte ó treinta por ciento que le producían en una hora; por entre la sencillez trasparente de los labradores descubro alguna malicia , demasiad.a curiosidad


200 y mucha ignorancia; y de otra parte el gran espectáculo de la naturaleza es para él un teatro sin decoraciones ni actores, porque no sabe ver ni oir nada de lo que á su alrededor pasa ; su ideal se le presenta como una especulacion errada ; saca el partido que puede de sus tierras, las confio á un colono , á un arrendatario, imponiéndoles las condiciones mas duras que le es dado, y solo pien~a en el cobro de los réditos olvidando para siempre la vida campestre. El político que no puede ver realizadas sus teorías, que descubro aquí la hipocresía, allí la intriga, acá la traicion , allá la apostasía ; que á fuerza de esperiencias y de desengailos cae en el mas com piel o escepticismo, dudando de la posibilidad de un gobierno capaz dfl hacer la dicha de los asociados, vá á refugiarse al campo persuadido que allá verá solamente reinar la franqu eza, la sencillez, la verdad, el desinterés y la constancia; se propone no hablar ni mezclarse mas en los nfgocios públicos ; pero poco á poco empieza á sentir de nuevo el deseo de saber lo qu e pasa ; pregunta, lee, escribe; la crítica es su oeupacion favorita ; todo vá de mul en peor; es preciso que hasta el zagal y la pastora sepan que se gobierna mal, que todo es despilfarro, confusion y anarquía: al fin para ver y criticar mas de cerca, 6 porque ha tenido lugar un cambio favorable á sus teorías ó sistema de gobierno, abandona sin pesar el campo para trasladarse á la ciudad. Por último, el hombre <le instruccion y de principios, el ignorante, el sano, el enfermo quf'I por miras opuestas apetecen y abra-

zan la vida campestre, el uno para librarse de los _ociosos y de los importunos y dedicarse mejor al estudio, el otro para ocultar su ignorancia; este para recobrar la salud y aquel para conservarla, todos al fin se cansan de la soledad, la campiña pierde á su viste, aquel atractivo de dulzurn y de sencillez que llega hasta el corazon , parece triste y sombría, como cubierta de u11 velo que oculta sus bellezas (1) , y disgustados huyen del campo para volverá los hábitos antiguos. ¿ De donde proviene esa inconstancia? ¿ cuál es la causa de ese fenómeno? ¿ Será que no hay dicha posible en el campo? Nada de eso. Nos cansamos de la vida campestre y de la profesion de cultivador de la tierra porque DO conocemos las inmensas ventajas, asi materiales como intelectuales, que puede y debe sacar el hombre del ejercicio de esa noble profesion; porque no vamos al campo con un corazon tan puro como el aire que allí se respira ; porque DO sabemos leer en r.se gran libro de la crr.acion abierto para todos, pero leido y estudiado por pocos; pvrque no es el bien de la humanidad, sino pequeños intereses, mezquinas pasiones, ideales falsos é irrealizables, lo que nos bace apetecer la vida agrícola; porque en lugar de encontrar allí seres dignos de nuestras simpatías y de nuestra confianza , .solu vemos colonos y jornaleros que no tienen de _la especie humana mas que la forma, y con los que se hace imposible toda comunicacion íntima. (1) Es presiones de un escritor célcb, e.


MEDIO DE PRESERVAR EL TRIGO DE LA GERMINACION. ~~ Ya hemos dicho en otro lugar de nuestro periódico , número 5 , página 73, la importancia que tenia, no solo para la economía doméstica sino tambien para el 1,íen público, la conservacion de las semillas, mayormente las de los cereales que forman el primero y mas principal alimento de un gran número de naciones. Cuando hablamos de la formacion de un buen granero indicamos la im• portancia de este punto de economía política, que sentimos no haya sido hasta ahora atendido y estudiado debidamente por los gobernantes; por cuya razon, y á vista de la trascendencia de una materia de tanto interés, transcribimos lo que ha dicho un periódico francés bajo el epígrafe que dejamos sentado ni principio de este artículo. ,< Esle medio, dice, es constante y generalmente ·empleado, desde el año de 18 t 6, en el departamento del Sena-Inferior, para preservar el trigo de la germinacion, cuyo estado depende con frecuencia de las lluvias sucesivas que ocurren en el momento de segarlo, las cuales no permiten ordenarlo en t;avilla s. l> « Parn prevenir el mal se toman porciones do mieses á med ida que se vá segando, equivalentes á cinco ó seis haces, y se atarán con un manojillo de pajas por la parte de las espigas: en seguida se abre oste grand e haz ó monlon por la parte de las cañas con objeto de que forme base para sostenerse en pié, y á fin de proporcionar una lib re circulacion <lcl aire por entre las cañas ; colocándose finalmente en forma de sombrero otra porcion ó haz de mieses sobre las primeras con las espigas dirigidas hácia el suelo, sujetándolas con una ligadura <le paja, retama ú otra materia á propósito." 6< Por medio de estas precauciones, seme-

jan tes á las que se practican para el cáñamo> la lluvia se desliza á lo largo de los tallos sin penetrar dentro de las gavillas ó montones;y aun cuando el tiempo lluvioso se prolongase dos ó tres semanas, quedando intacto el interior del monton podremos aprovechar el primer dia de tiempo sereno para formar los haces comun~s ó de regular ta-• maño , sin que haya sobrevenido otro perjuicio que una ligera alteracion en las cañas esteriores del monton.» « Este procedimiento, que seria importante verlo generalizado, ha reemplazado despues de un período de treinta años al uso de las gavillas en el departamento del SenaInferior. Ni aun en los casQs en que un tiempo favorable nos dispense de su uso vtiremos aumentarse apenas los gasto5 de la siega, al paso que nos ofrace la mayor ventaja en los años que el mal tiempo nos obligue á emplearlo ; y si algun mayor costo puede haber, por cierto muy insignificante, lo recompensará el mejor estado en que queda el trigo; porque si en los ti empos lluviosos formamos haces de las mieses que acabamos de segar , nos vemos en la necesidad de volverlos y revolverlos, resultando al cabo de algunos dias húmedos que la paja y el grano se hayan 1.iveriado. » « Las ventajas que se han reconocido á este método son : « 1.ª Que el trigo puesto en los montones que dejamos descritos dan mayor resultado que los que se guardaron en haces y gavi llas.» « 2. ª Que el color mas dorado que aquel conserva lo hace preferible en los mercados, asegurándole un precio mas subido. » ce 3.ª Que el procedimiento do que se trata dá un mayor valor · á las cosechas de pié, por la razon de que asegura al com-


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prador el género qu~ se le ha veqdido. >> « 4.ª Que en el caso de usar las alternaciones de cosechas simultáneas , como que estas se hacen con el trébol , el método que dejamos referido perjudica menos que las gavillas al estado de las plantas jóvenes.» « 5.ª Y ultimamente, que gracias á esta práctica el grano no se escapa de la espiga con tanta facilidad , y por otra parte no está tanto al alcance del granizo y de la voracidad de las aves y de los insectos.» t< Los cultivadores que han empleado el método dP- que hablamos, han apreciado sus ventajas de tal manera que lo han eslendido

á las cosechas de la cebada y de la avena , y lo emplean h¡¡sta en los años en que el estado de la atmósfera les inspira la mayor seguridad. » « En fin, ha sido recomendado en 184.7 por el ministro de Agricultura y Comercio (1 ), así como por el de la .Justicia y de Cultos en una circular dirigida á los R.R. Obispos y á los señores prefectos, con la invitacion de darle la mayor publicidad posible.»

Por mas cómoda y mas económica que sea la práctica de dejar á la tierra uno ó dos años de descanso, antes de volverla á sembrar, y conviniendo en que por esle medio puede despues volver á producir la misma clase de frutos qne antes se la confiaran, es necesario convenir en que este sistema lleva consigo graves inconvenientes en los países de abundante poblacion. Con efocto, dejándose por sembrar en un territorio dado cada tierra por espacio de dos ó tres años, tenemos que están siempre sin producir la mitad ó las dos terceras partes del territorio , y que en este de consiguientE', prescindiendo de las alteraciones que pudiere ocasionar el comercio, no podrían subsistir mas ganados , ni mas habitantes, que la mitad ó las dos terceras partes de los que oebieran mantenerse, si todas las tierras estuviesen en un estado permanente de produccion. Si el sistema de bar-

b~chos fuese de absoluta necesidad , tendrían que ser muy numerosas é incesantes las emigraciones de los países algun tanto pobla-dos; en ellos se mira ria , no como un castigo, sino como un beneficio de la Pro videncia una epidemia que diezmase la poblacion, ó una guerra cruel que casi la hiciese desaparecer; y probablemente llegaría con el tiempo á autorizarse por las leyes la costu.mbre admitida en China de abandonar los niños en un muladar á la voracidad de los animales carnívoros. Mas afortunadamente, en el plan de la creacion del mundo , no babia quedado la tierra reducida á unos t11 n estrechos límites de produccion. No babia sino obserrnr que los terrenos que se abandonan ti sí mismos, nunca se encuenlran despojados de vegetacion, para convencerse do que la tierra ju1mís se cansa de producir, aunque á voces niegue sus frutos al que la cultiva sin inteligencia, Esta especie de contradiccion que parece

(r) Véase el número anterior,'página t89.

(1) Otro din insertaremos esta circular que tenemos ñ la ~istn,


-208 encontrarse entre una fel'tilidad inex.ti ngui- de la sucesion de cosechas diferentes, siste • ule, y siempre nueva, de la tierra, y rehu- ma hoy ya bastantemente conocido en su sarse sin embargo á producir de nuevo lo3 parte práctice, y al cual la agricultura momismos frutos que por algun tiempo ha pro- derna debe su prodigiosa prosperidad, y sus ducido, es una de esas sabias leyes de la na- inmensas ventajas sobre la agricullura de los turaleza, formadas expresamente en benefi- antiguos . ¿ Quién seria capaz de calcular el cio del hombre y de los animales destinados exceso de producc ion que hoy rinden los pará su alimento , ó á su servicio. Los vegeta- ses en que se practica con inteligencia la alles se crian respectivamente, unos en los ternativa de cosechas, sobre lo que anteclimas frips, otros en los templados, otros riormente producian; y mucho menos basta en los ardientes , y siempre con relacion á qué punto este exceso de produccion, durante Jns necesidades de los hombres y animales ya muchos años, ha aumentado las riqueque habitan en cada clima ; mas si cada ex- zas, el comercio y la poblucion de aquellÓs tension de terreno no produjet'a sino cierta países, y el bienestar de sus habitantes? No clase de plantas de las coiTespondiontes á se crea qu e este exceso de prod uccion es á aquel clima, la pérdida de la cosecha de una expensas de la buena calidad de las tierras, no: clase de plantas llevaría consigo l.a destruc- tan lejos de ser así , que por el contrario se cion, ó al menos la completa emigracion de mejoran, como ha demostrado la. experienlos vivientes que allí est uvi ese n esta blecidos . cia en los muchos años que en varios países y para quienes fue sen necesarias ; siendo así ll eva )'ª de antigüedad la práctica de alterque apenas éausaria daños sensibles , si en nar las cosechas. Con efecto , como es inel país hubiese otras varias plan las <le las que comparablemente mayor el número de vegepudiesen vivir en aquel clima , y sirviesen tales que en un tiempo dado produce la tierpara el mismo ohjeto. Faltarían entonces ade- ra por este sistema, quedan en ella naturalm6s esa variedad de producciones que tanto mente muchos mas despojos vegetales que herm osea el globo que habitamos, y esa va- en las tierras en que se observa el mi todo riedad de alimentos que, sesun se baila bien de barbechos, debiéndose tener en cuenta averiguado, tan poderosamente influye en que son mu cho mas ricos en principios nula conservacion de la salud del hombre y de tritivos los despojos vegetales en un terreno, los animales. Mas volvamos á nuestro pro- en que por medio de una conveniente alternativa se cultivan plantas que se siegan en pósito. Las necesidades de una poblacion num e- verde, ó plantas de hojas grandes, que sarosa, establecida en sitios de poca exten- can mucha parte del alimento <le la atmósfesion, y los mayores conocimientos que el ra, que los que dejan los cereales en el tertiempo y la observacion · van t,:ayendo natu - reno destinado á su cultivo. Por sola esta ralmente consigo, hicieron descubrir des- consideracion es ya fuera de duda que debe pues que en terrenos de regadío se podían tener un mayor grado de fertilidad la tierra olitener todos los años producciones varia- en que se halla establecida una conveniente das, sin necesidad del año de desca nso ; y sucesion de cosechas, qut-1 la que se halla esto es lo que en punto á alternativa de co- P,Xclusivamente destinada á la produccion de secha nos dice nuestro célebre agrónomo D. cereales, aunque despues de una cosecha se Gabriel Alonso de Herrera. l 1oco á poco se la dejen uno ó dos años de descanso: Pero fu é estableciendo <l espues en algunos países hay mas aun: la ventaja ponderada de los de Europa el sistema de tener á la tierra en barbechos fué siempre el qu e , dándose duestado permanente de produccion.'por medio rante ellos varias labores á la tierra , se


-- 209 - presentaban sucesivamente á las in_íluencias de la atmósfera diversas capas del terreno que por oste medio se·mejoraba visiblemente, y se destruían además las malas yerbas, quedaAdo la tierra en un estado conveniente de limpieza, cual se necesitaba para recibir des.pues los cereales. Pues estos mismos efectos produce tambien un buen sistema de rotacion d,e cose chas, en el que se baya combinado la sucesi on de ellas en términos que á los cereal'ils suc-eda una de aquellas cosechas que admiten labores interm ed ias. Dán. dose estas en tiempo oportuno, se destruyen las malas yerbas, y se presentan nuevas capas de tierra á la influencia _de la atmósfera; pero, aan bajo este mismo punto de vista, en los terrenos secos de los climas cálidos , que tanto abundan en España, lleva el sistema de alternativa de cosechas ventajas consideral,les á la antigua práctica de los barbechos. Como en estos la tierra se baila desnuda ds ·vegetales, el sol ardiente del vel'ftno ejerce en ella una perniciosa influencia, pues haoe evnporar la hum edad , y con ella una buena porcion de principios nu triti ,,os ; cuando en el sistema de rotacion de cosechas, cubier.ta la tierra de vegetales que la libran de la accion directa y perjudicial de los rayos ardientes del sol , puede labrarse sin los inconvenientes que cuando se halla de barbecho , pues que la hum edad y los principios nutritivos, que aunque en muy menor cantidad, siempre se evaporan, son absorvidos en mucha parte por las hojas, y sirven para el alim1::nto v.egetal. M. lvai,t, á .q uien se debe un traliajo <lr. raro mérito acerca de alternativa de cosechas, hizo tambien notar muy oportunamente que hay ciertas plantas dañosas qu e persiguen á determinadas clases de vegeta les, y que no se pueden haGer desaparecer mientras se continúe el cultivo de ellos; así como tambien hay ciertos insectos dañosos que viven en plantas determinas , y que con el continuado cultivo de ellas se multiplican TOMO l.

prodigiosamente. lié aquí pues otra nueva ventaja de la alteniativa · de cosechas, toda vez que sin necesidad de dejar descan sar la tierra tan tos años como fu~ra necesario para que desapareciesen dichas plagas, puec!e sembrarse todos los años, cuidando únicamente de no hacer venir con frecuencia en la rotacion las plantas que perpetúan aquellas plagas des tructoras. Tenninarémos la enumeracion de las ventajas que trae consigo el sistema de rótacion de cosechas, haciendo notar qu e disminuye el núm ero de labores para una suma dada de productos; que mantiene sin embargo la tierra muy suelta, ligera y limpia de malas yerbas, y por último que multiplica considerabl emente la can.tidad de forrages, lo qu e proporciona el aumento de los ganados , y de consiguiente de los abonos, atrayendo la ganadería á la mano del labrador, de donde ha sido malamente separada entre nosotros. Pues si tantas y tan considerahles ventajas tiene el sistema rnoderng de rotacion de cosechas sobre el antiguo de barbechos, ¿ sería de desPa r quo este se proscribiese enteramente entre nosotros, y en su lugar se estableciera en todas partes desde luego la alternati va ó rotacion de cosechas? No falta quien así lo baya creido ventajoso; pero nosotros no nos contamos en ese número, por mas que deseemos cual nadie las mejoras del país en que vivimos, y por mas que conozcamos á fondo la superioridad incontestable de uoa buena rotacion de cosechas. No basta que una cosa sea mejor en teoría; mas aun, no basta que esté acreditada por la experiencia en ciertoc; países, para que sin mas exámen se pueda admitir desde luego en otro país., esperando confiadamer.le obtener los mismos resultados ventajosos que se consiguen en otras partes. Si fuera posible establscer de pronto en toda España las alternativas mas convenientes segun los climas re3peclivos , bahria un exces_o ral do

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·rrodliction, que arruinaria al labrador y á ' nuestra agriculturn -; a!:)Í como un exceso de s-angre quita en un momento la vida á un hombre vigoroso y robusto. Aun no se nos ha olvidado ¿I males tar de nuestros labradores del país de Campos ( Castilla la Vi eja), -antes de que el canal de Castilla hubiese i)roporcionado salida al muchísimo trigo que -ullí se producé; y sabemos tambien por ex•periencia, que para arruinará los cosecheros -de "Vino del país mas fértil de la provincia de

Leon ( el Vierzo), basta una cosecha ahundantísima de uva. La prot.luccion pues debe irse aumentando proporcionalmente al consumo, y la alternativa de cosechas debe por lo tanto en España irse extendiendo, si; pero nó con esa precipitacion q·m~ algunos quieren, sino con cierta prudente lentitud que con tribuirá á asegurar los resultados, y que es de absoluta necesidad en el estado en que nos encontramos. (Se concluirá).

CUl l~VO DE ll IERENGENA LLAMADA DE SICILIA. ~~~

Creemos que nuestros suscritores leerán huertas. El fruto, que es constantemente de con gusto la descripcion y los detalles del un color de violeta oscuro ó amoratado, cultivo de la famosa berengena de Sicilia, ofrece un volú.men considerable: no baja que por pri'mera vez ba cultivado tambien por lo regular del peso de doce onzas, y eneste añ,9 el director de nue.,tro periódico. tre las plantas que ha cultivadó el espresado Por humilde que sea_ la berengena comun, director, hemos visto algunas que pesaban cuyo uso para la mesa muchos creen pemi- de dos libras y media á tres y que tenían cioso, p9r la sola rnzon, sin duda, de perte- dos palmos de diámetro y cerca de uno y necer á la familia de los solanos, nosotros le medio de longitud. Su carne es mas suave damos valor y estima porque aumenta el nú- y sabrosa qud la fa Lerengena comun ' y mero de los goces que es dado al hombre la consideramos por fo mismo mas saludable disfrutar. Y este valor y esta estima suben que esta y muy á propósito para aumentar <le punto al tratarse de una variedad de la'be- los placeres de la mesa , prestándose por su rens-ena poco conocida entre nosotros, y que enorme volúmen á formar un plato esquisito Jlama la atencion por el volúmen y por el si la rellenamos de sustancias que el arle de sabor de su fruto. cocina puede designarnos. La berengena de Sicilia que , segun acaAntes de detallar el cultivo de esta planta bamos de indicar, la juzgamos una variedad debemos indicar, que deseosos de complacer de la berengena comun , es como esta una á nuestros suscritores en cuanto de nosoplanta anua , pero de un tallo mas elevado, tros dependa, conservamos algunos de estos hojas grandes, borrosas y_casi moradas, sien- frutos ó berengenas de las que tomaron mado· Jo roslanle de la planta igual á las beren- yor desarrollo y que llegaron á perfecta sagenas que se cultivan de ordinario en las zon , cuyas semillas las tenemos destfoadas

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--- 211 para ofrecerlas á las personas que estén sus- que el plantfll se críe desmedrado y pequeño .. critas á nuestro periódico; y en efecto bare- . La tierra donde las berengenas se planten mos la distribucion de ta manera y en la de asiento debo sei~ ligera y suáve, cavada. época que oportunamente avisaremos. con anticipacíon, y abonaua debidamente. Las Cultivo de la berengena de Sicilia. Se siem- plantás se colocatán al trasplantarlas á uno bra en cama caliente á mediados de .febrero y otro lado del caballon , procurando quo cuando nos propongamos ten.et· fruto al prin- este sea mas ancho q11e el de las berengecipio del verano; y si se desea que venga á nas ordinarias, en razon Je! mayor desarro ,. fructificar bácia el otoño, deberá sembrarse llo que ba de tomar la planta que noS"ocupa, _ en abril de almáciga, porque entonces en colocándolas en fila y á distancia de tres piésnuestros climas no se necesitan las camas á lo menos unas de otras, y regándolas en. calientes, menos en los años que el invierno seguida con agua que no sea estremadamense prolonga mucho. La semilla de esta plan- te fria y abundante, á fin- de que puedan ir ta, bien se siembrn en cama caliente ó en desarrollando lozanamente todas sus parles.una simple hoja de terreno de 1~ huerta, se herbáceas.. Se limpiarán ó quitarán con frecubre con una pulgada escasa de tierra ó de cuencia las malas' yerbas dando cav_as ligeras,, mantillo, t1:1pando el criadero por las noches y iÍ menudo, con el objeto de que no se estran con una estera ú otra cosa equivalente. Di- gula la planta, y de que se oree la tierra donde cha planta, que teme mucho el frio, no pue- vegeta. Cuando la primera ha llegado casi á de sufrir tampoco un sol muy fuerte mien- su total desarrollo y vá á empezará florecer ,_ tras es pequeña, por lo que debe procurarse será muy oportuno que á los riegos frecuentes que no lo reciba directamente : durante su se les añada cualquiera abono dcsleido en el permanencia en el criadero se la deben dar agua, como podrá ser el de corral, la gallinariegos éortos _y frer,uen tes, siendo el modo za, etc. De esta manera la planta desarrollará mas conveniente bacP.rlo con regadera de flores ab'.lndan tes y frutos voluminosos y de lluvia , menuda para evitar que las raíces a precia ble sabor. Si a pesar de habet· trasplantado baslanlequeden en descubierto. A últimos de 11bril ó primeros de mayo mente separado.§ unos piés de otros se viese trasplantaremos las berengenas que sembra- que quP.dan muy espesils las plantas por el mos en fel.H·ero, las cuales vendrán á damos mucho desarro!lo que han tomado, será buefruto á mediados de agosto. Los trasplantes no arrancar las que se:aproxillfen demasiado, de las que se sembraron muy tarde, en abril porque el fruto entonées se desenvolverá ó 6 principios de mayo como hemos dicho, adquirir& mayor magnitud, segun qu.e el terfructificarán lozana mente en setiembre, y se reno sea sustancioso y que se haya desplegado prolongará este estado hasta mu'y entrado el masó menos la vegelacion de la planta. Enotoño si no acaecen vientos frios 6 escarchas. todo lo rP.stante no quiere esta berengena Como las plantas podrán desarrollarse mas ningunos otros coidados mas que la comun . Se conoce que el fruto vá llegando á su, ó menos en el criadero segun el estado de la atmósfera ú otras circunstancias diferentes, deLida sazon cuando cambia de color, paen cuyo caso podrá adelantarse la trasplan- sando del de violeta oscuro á un morado tacion, diremos que por punto general la claro , en cuyo caso acaba de crecer. Las época mas oportuna de traspl.an tar la beren- Lerengemis que destinemos para la mesa degena es ,cuando la plantita tiene de seis á berán cogerse antes de este estado, habiendo ocho pulgadas de elevacion, advirtiendo que observado que ofrecen el gusto mas sabroso no debemos desconfiar del buen éxito aun- cuando se hallan á la mitad de su. desarro--


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¡o; pero las que se guardan para simiente te esta estacion, plantando al efetto en agosse dejarán en la planta hasta que esté com- to algunos piés en macetas que se custodia-· pletada la mad.urez, que será cuando el es- rán en invernáculos mientras pasa la tempoterior' de ia piel se ha puesto de un color casi · rada de los fríos. Aun para las berengenas bronceado. Entonces se arrancarán y se guar- que se trasplantaron e11 tiempo regular será tlarán colgadas á la .sombra por espacio de bueno que les dispensemos nuestl'Oi iruidaalgun tiempo, para abrirlas luego y recog~r dos, si queremos que nos dén fruto hasta en las semillas. Estas sue:len conservar su vir- la época en que se halle adelantada la estacion tud germinat~va por espacio <le cuatro, cin- ~el otoño : es.to podremos lograrlo sin el auco ó mas años, si acaso se ban tenido en silio de ios invernaderos, criando las berenparaJe seco. genas en respaldera al pié de una muralla, y La berengena de Sicilia teme el frío aun con entera esposicion al mediodía. mas que la comun, p-or cuya razon suele Si las plantas carga sen mucho de flores, perecer á los primeros albores del invierno. como suele suceder, deben cortarse algunas, En los países fríos se conservarán menos las mas aproximadas entre sí, para poder tiempo; pero en las provincias meridionales obtener frutos mas ricos y voluminosos. El de nuestra España se prolongar'&' mucho su número de flores que deben dejarse á cada vejetacion, dándonos frutos grandes y cuan- planta estará en relacion del desarrollo que tiosos. Podremos guardar esta berengena hubiese adquirido. basta la entrada del invierno, y aun duran-

Real decreto por el que se crea el ministerio de Comercio, lnstruccion y Obras públicas (1).

Segun lerJe!nos ya maEJifestado en el nuevo prospecto de El Cultivador qtie lodavfo se <listribu ye , esto1 parte oficial ó seccion de nuestro p~ricidico comprenderá todas las lees y disposiciones del Gobierno que se han publicado y se publiquen , desde la creacion del Ministerio de Comercio, lnstruccion y Obras públicas y de la Direccion especial de Agricültura, referentes á los objetos de que se ocupa nuestra puhlicacion, con el fin de que sea conocida á nuestros suscritores , partiendo de una época determinada, toda la legislacion que mas ó menos directamente afecle ó se refiera al importantísimo ramo de la .!gricultura, y basta los -nombramientos de los allos funci onarios encargados de su fomento y desarrollo. Seguiremos el conveniente órden cronológico.

Atendiendo á los motivos que en exposicion de esle dia me ha hecho presenles mi Consejo de Minislros, he venido en decrelJr lo sigui enle : Artículo 1.º Se crea un nuevo minislerio igual á los existen les, y disfruland~.. las mismas alribuciones que eslos, con la denominacion de Secrelaría de Estado y del despacho de Comercio, Inslruccion y Obras públicas. Arl. 2. 0 Para planlearlo se incorporarán desde I uego á él la direccion de Inslruccion pública, y las secciones de beneficencia, "Obras públicas y comercio, que hoy existen en las ser.retarías. de Gobernacion y Marin¡i. Arl. 3.º El minblerio ue Comercio, los(1) Precede á este decreto una tx.posicion que el Conse jo de minÍslros dirigió ñ 8. M. con el fia de hacer ver la conveniencia que resultaba del es• tablecimiento del nuevo min isterio. No co.nceptuamos necesario ni oportuno insertar dicha e:,i:posi· cion.


213 tnrcci'on y Obras pública!> someterá á mi Con- do en exposicion de este dia mi Consejo de sejo ee Minislr'os, y este á mi real aprobacion, · Ministr~s, he venido en decretar .Jo siguiente: á la brevedad posible, un proyecto de decrelo Arllculo 4 .º El minisler.io de Comerr,io, determinando-la forma, alripuciooes y plan- lnstruccion y Obras públicas, creaJo por real ta del nuevo rrÍinist¡:1rio: decreto de 28 de euero último, abi;azará como A.rl. 4.. 0 • HasJa que se sometan á !'as Córtes objeto especial de sus atribuciones los raro os y obtengan su aprobacion los· presupues.tos de siguientes (2) : AGRICULTURA. gastos generales del Estado, se atenderá á los del nuevo ministerio por los de l:1 GobernaLa proteccion y fomento de los diversos racion y Marina en la parle que les corresponda, mos de la agricullura.-Los p(cryectos de 1-ey y del fondo de imprevistos en to restante. para su mejo.ra y desarrollo.-La enseñanza y Art. 5}> El presidente de mi Consejo de perfeccion de los procedimientos agrícolas.Minislros , los de Marina y Go.bernacion, y el La introduccion de nuevos y útiles cultivos.de Comercio, InsLruccion y Obras públicas El establecimiento de escuelas especiales del quedan encargados de la ejecucion del presenramo.-La destruccion de las plagas del camle decrelQ. po.-Premio's y repompensas á los cullivadoDad; en Palacio á 28 de ener,¡ de 18t.7.- res.-Usos y aprovecbamienlo de las prÓdu0Está rubrii:ado de la real mano.-Refrcnda- ciones agrícolas. . do.-EI prúide.n le del Consejo de Ministros, Art. 2.º Los gefes políticos, universidades DUQUE DE SOT0~JAY0R. y de mas corporaciones y autoridades que, para RefJ.l decreto nombrando ministro de Comercio, Iristruceion y Obras públicas á D. Mariano Roca de Togores.

En alencion á las particulares circunstancias que concurren en D. Mariano Roca de Togeres , di pu lado á Cór.tes , vengo en nom hrarle ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas. Dado e11 Palacio á 28 de enero de 184-7..Está rubricado de la real mano.-Refrendado.-El ministro de Estado, presidente del Consejo de Ministros, DUQUE DE 6oTO!IJAYon. Real decreto designando las atribuciones y ramos de que debe entender el minist_erio de Comercio , lnstruccion y Obras públicas (1).

A tendidas las razones que me h~ manifesta( 1) Tambien precede á este decreto una exposicion del Consejo de ministros, la cual contiene los dos siguientes párrafos en que se hac-e mérito de la Agriculturn : « La · Agricultura, como uno de los principales elementos del comercio, conserva con él íntimas relaciones : promoverla se,rá pl'ocurarle nuevos recursos, ag1·anda1· su esfera y ·darle un poderoso impulso. Por eso se pretende ahora que un mismo pensamiento presida á las mejoras ele uno y otro ramo, y que de una

el despacho de los Regocios relativos á estos diversos ramos de la adminislracion pública, dependían hasta ahora del ministerio de la Gobernacion de la Penlnsula, subordinados en lo sucesivo al nuevamente creado de Comercio, Instruccion y Obrc1s públicas, serán otras tantantas dependencias suyas en lodo lo que tenga relacion con el objolo de sus funciones; y en tal concepto Je dirigirán la correspondencia oficial, los espedientes y despachos relativos á los ramos aquí designados . misma accion reciban el impulso necesario á su fo. mento y desarrollo. «La re_union del comercio, de la ngricultura y de las obras públicas en un mismo ministerio, está por otra parte apoyada, no solo en los auxilios que reci procamente se prestan estos medios de crear la prosperidad pública , sino tambien en sus estrechas relaciones, Necesita la agricultura de los canales de riego para fecundar los cam ros , y de las comunica· eiones públicas p_a ra la extraccion de sus productos. Así es como el enlace de di versos intereses, dirigidos todos á un fin comun, -.;ienen á reunir en el mismo ministerio el comercio, la agricultura, las obras públicas y la enseñanza y propagacion de las ciencias y las artes que crean y perfecciomm estos poderosos gérmenes de la prospei-idail pública , (:i) Omitimos la insercion de las atribuciones re• feren ies á los ramos ·de Comercio, lnstruccion y Obras públicas.


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imp.ortancia, exijan ser resueltos por mí, mediante decretos 6 reales órdenes. ArL 5. 0 Serán subdirectores, para los casos.de ausencias y enfer.medades de los directores, los oficiales de secretaría mas antiguo de cada direccion. Real.,decreto sobre organizacion y planta del Los oficiales de secretaría y los oficiales de ministerio de Comercio, lristn1,.ccion y Obras direccion ascenderán por rigurosa escala en piíblicas. sus respectivas clases ; pero los de esta úllima · no pasarán á la primera, excepto .cuando en Atendiendo á las razones que me ha expuesto pr~mio de su aptitud, conocimientos y buenos el ministro de Comercio, lnslruccion y Obras servicios tenga yo á bien concederles esta grapó.blicas, -Lte venido en decrerar lo siguiente: cia. Artículo ~ .0 El minislerio de Comercio, InsDado en Palacio á: 18 de febrero de 1847 . truccion y Obras públlcac; se dividirá en tres Está rubricado de la real mano.-El ministro direcciones; á saber: Primera, direccion g~ne- de Comercio , Iostruccion y Obras públicas,. ral de Iostruccion y Obras públicas: Segunda, MARIANO Roe.. DB ToGonEs. direccion general de Obras públicas: Tercera, direccion general de Agricullura y Comercio. Real decreto nombrando á D. erist6bal BorAtt. 2.° Cada una de estas direcciones se diu, director de Agricultura. compondrá de un director; de oficiales de seereLa_ría del uespacho, jefes de los negociados; y Con arreglo á lo dispuesto en mi decreto d·ede oficiales de direccion. hoy, y atendiendo á los méritos y circunstanArt. 3.o. Los directores tendrán facultades cias de D. Cristóbal Bordiu, jefe de seccion propias, no solamente para la tramilacion é qne ba sido del ministerio de la Gobernacion instrucoion de los expedientes,, sino tambien de la Penlnsula, y actualmente fiscal del conpara aictar las disposiciones que estimen opor- sejo real, vengo en n0mbrarle director de tunas y decidir lo~ negócios que no exijan mi Agricultura y Comercio en el ministerio tle 'real resolucion, todo con aneglo á 103 decre- Comercio, Instruccion y Obras públicas. tos y reglamentos que rijan_en sus _respectivos Dado en Palacio á 18 de rebrerode 184.7.ramos . . Está r.ubricado de la real mano.-El ministro Art. 4. 0 Los mismos directores despacharán de Comercio , lnstruccion y obras públicas, con el ministro los asuntos que, además de su ~ARIANO Roe& nE ToGoREs. Dado en Palaci9 á 5 de febrero de 184-7 . E5lá rubricado de la real man~.-EI presiden le del Gonsejo de ministros, Ministro de Estado, EL DUQUE- DE SOT0MAYOR.

usol ECONómcos DE u~ sEMtLus DEL cÁÑurn.

Los antiguos hicieron uso· de estas .semillas ~orno alimento, y los'romanos principalmente )as servían fritas en sus mesas como un postre delicado. Pero el uso á que con especialidad

las destinaban era á confecionar anises que daban á los convidados para escitarlos -á beber. Eh muchas comarca5 la gente pobre se sirve del aceite que se saca de los cañamones para componer sus verduras y para alumbrar sus habitaciones. En varios puntos del Asia la clase del pueblo no come otro aceite que el


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sacado <le esta semilla, y aun hoy día los árabes forman con ella un licor que embriaga. .La simiente del cáñamo tiene uso é importancia en la volatería : por la virtud excitante que le es propia obliga á las gallinas á poner aun dun¡nte el invierno, y por esta razon podremos dársela como alimentó muy á propósito. Pero es preciso usarla unida á otros alimentos, si no quer.emos que produzca en algunos casos. efectos nocivos por el demasiado calor que ·suministra á los animales. A este fin puede mezclarse con e·t mijo, especialmente si la destinamos para alimento de los pájaros de jaula, tales como los canarios, cardenales, pinzones, ele. El orujo que deján las semillas despues que se las ha esprimido y sacado el aceite puede emplearse como alimento para los cerdos. Algunos creen que el uso de este residuo es nocivo á. dicha especie de ganado ; mas esto no es verdad, porque en muchas parles se le vé emplear sin ningun inconvepiente. Mezclados -los cañ'amones con la carne 6 con el corazon de buey triturado 6 molido son muy pro- · vechosos para alimentar ruiseñores y otras aves delicadas y difíciles de criar. El aceite que se saca de esla semilla es muy útil para arder, excelente para las pinturas toscas y grosera~, y para la fabricacion de jabones blandos y negr_os. En algunos puntos de la Francia este fruto es un_objeto de comercio importante que podría lambien generalizarse entre nosotros_, y no fallan en España ciudades de primer órden en las qu~ forman con· los cañamonrs unas·pastas , con files 6·arropías de escasísimo precio, que sirven al menos para engañará los muchachos cuando no quieren ir gustosos á la escuela. MÉTODO PARA. ENGORDAR LOS

GANADOS(').

' Del Monitor lndustrial del 9 de este mes (..) copiamos lo que sigue : , ' (') Este mltodo es el de qÜe se hizo mencion al final de la J.• columna, página 14 t · de, este periódic.o. ( ..) Enero de 184~,

Las ventaja~ del mélo'do ing(és dé Wa,rnes, ,para cebar los ganados con la harina de lin~za, están generalmen'Le reconocidas en Inglaterra donde este método ha llegado á ser comun. Un labrador del condado de Carnouailles, Mr. Davey, emplea para engordar ·sus gana dos vacunos unas tortas de hariña de Únaza, cocida y mezclada con la de centeno, de la manera siguiente: Diez kilógramos y medio (1 ), de linaza triturada; se van echando poco á poco en una caldera, qÚe contenga cerca de 125 J¡_ bras de agua hirviendo ; des pues se añaden 6 mezclan 3q kilógramos y medio de harina de centeno, y una cierta cantidad de sal: bien batida esta mezcla, se er.ha en los nroldes para formar en ellos las tortas, de -peso "cada una poco mas de 3 kilógramos -; resuH&"ndo por lo regula~ _36 tortas, que pueden · ser preparadas en una hora por un hombre y dos muchachas. A los bue-yes de ceba se les da lodos los dias una de dichas tortas, 36 kilógramos de nabos amarillos de Suecia, y 36 litros (2) de paja y forraje menudos, impregnados del mucilago de la linaza. Para mezclar la linaza 'Y los forrajes corlados 6 paja menuda, se hacen hervir 5 kilógramos y medio de linaza molida-, en f08 de agua, y todo se echa en una tina 6 cubo , que contendrá cerca de ,18 heclóli lros (3) de forraje 6 de paja; mientras que se va verliel!do poco á poco el mucilago hirviendo, "se menean y revuelven lo~ forraj es hasta que el líquido esté completamente absorbido. !,e calcula que el gasto de un buey cada dia, ese! de un franco (4) y 25 cénlimos (5J, usando de esle alime[Jto. Para engordar los ganados por este método, se suele lardar de 120 á 130 días ; es además (r) Un kilógrnm? equivale á dos libras, dos onzas, doce adarmes y quinc11 granos del peso de Castilla. Un litro, tratindose de liquides, equivale á poeo menos de media azumbre, pues que 141 litros hacen ?o az111;nbres; ,tratándose de áridos, corre,ponde á la quinta parte de un celemín, algo menos, pues se necesitan 100 litros paro hacer :ll celemines. (3) Un hectblitro, medida de roo litros, que equi. vale á 49 1 p azumbres , si se trnta tle líquidos, y á una fanega y nueve celemines, trntándo,e de áridos, (4) "Gn franco equivale á3 rs . y '17 mrs. d-enuestra

c~l

moneda, (5) Un céntimo es la centésima porte de un franc•.


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\lnu·y . económico ·, y el esÚérco1 de los ·bue1es GRAN CONSEJO DÉ WASH°H~'GTON Á. LOS U.BRA• cebados de esta manera, es de su·perior caliDORES. tlad . . Olro labrador qHe-praclica e·l rp·ismo ·mé"toá.o Washington que no solo al'canzó con la eshace largo liempo, Mr. Í)aubui, ha comuni- padá 1-a independencia d·é su patria, sino que cado á la sociedad de agricultura de Cornouai- dió las mejores lecciones prácticas de labranza lles los resultados siguientes,' que él obluvo á sus comp~tricios, dice en sus preciosas No-por el sistema de ceba anáiogo al de Warnes. tas Agrícolas : « El 11 de setiembre de 184-6, -di-ce Mr. << Todo labrador debe plantear un sistema Daubuz, compré ocho bueyes en 2,450 fran- de operaciones, que si bien r.o será acaso el cos. Un perito les reconoció, y declaró que mejor que pueda establecerse, producirá sin eran muy medianos respecto á su naturaleza y embargo v.enlajas incalculables. De esl'e modo condiciou, y basla el momento en que vi.nie- · no hay dilemas ni dudas; siempre se sabe lo ron á-ser del compradQr se habian mantenido que d.ebe hacerse y ordenarse, Pero cuando en los rastrojos. Habiéndoseles pue_sto e_n el si- no se 'tiene ningun plan fijo, ,cuando se dan tio destinado par~ cebarles con la m·ezcla de hoy unas direcciones, mañana otras, todo se Jiqaza, de pa¡a corlada , de cebada y de gui- vuelve un caos de confnsioa, á c&.da momento santes, consumieron hasta el 15 de mayo: hay cambios, parándose con frecuencia el trabajo por, no ·saber lo que deba hacerse ó el mo225 francos. Paja de cebada. • • do de hacerse. Así se pierde mucho mªs tiem326. , • !lo céntimos, Idem de guisantes, , po de lo que comuumenle se cree. » Linaza , 8 hectólitrns ( La Antorcha) . '.l I o. . 7o kilógramos. • • Heno cortado, paja menuda, y 36 litros de zanahoria _blanca , por día. • • • _ .

NUEVO JtlODO DE CRIAR LOS GUSANOS DE

SEDA.

255.

---------1,o16 francos, 5ci céntimos,

Despues los volví á vender en 4-,362 írancos, 50 cénlimos, lo que me dejó un regular beneficio.» Oprna .l\fr. Oaubuz, que este método trae pr-incipalmenle la ventaja de hacer coAsnmir con provecho_ ~o solo el forraje de mediana calidad, sino tau1bien las semillas menudas'que hacen bajar el valor de los cereales de primera -calidad , cuando de Lodo se presenta en los mercados. Si se abandonaran los usos rutinarios, empleando los métpdos realme11le económicos yprogresivos, pudieran nuestros criadores de ganados alcanzar suficientes utilidades, y po ner 'lá produccion de la carne al nivel de las necésidades del consumo. ( Bí!letin oficial del ministerio de Comercio, Instruecion y Obras públicas).

El doctor Luis Bellardi, sábio botánico y agrónomo de_Turin, ha describiP,rlo ·despues de muchas esperiencias, un nuevo modo de cria_r los gusanos de seda cuando se les hace nacer antes que las moreras tengan hoja, ó cuando acontece que los hielos la destruyen. C_onsisle en dar á los gusanos hoja del año anterior. Parece que una hpja seca r.o babia de gustar á los inseclos; pero las esperiencias repelidas del autor, prueban qne la· prefieren á las frescas, y que l,!l comen con mas g11slo. Es preciso que la hoja se coja ~ fines del otoño, antes de las escarchas/ en dia seco; y lo mejor será hacerro. c,uando el sol caliente. D_espues se ha de sacar al sol; tendida sobre s'ábanas, y reducida á poi-va, se ha de procurar (llle eslé en lugar gue no sea húmedo. Cua_ndo se haya de dar á los gusanos , se hu~~dece con un poco de agua., porque de este modo la en- . cuenlran mas sa_brosa.

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RELACION QUE T.IENEN LAS PL!NTAs·- coN~LOS ANIMALES Y CON LAS FRUICIONES DEL HOMBRE.

Nos hemos ocupado . en los artículos prece- . engalana_ de alegré verdor; los árbol~s se dentes del encadenamiento grandioso de los cubren nuevamente de hojas ; las flore.s se seres ·y de la mútua depend-encia que tienen nos p_tesentan por todas partes con la· mas loentre sí, mantenfoñdo de esta manera ef zana her.mosu-i·a ; mirlares de insectos -salen mas perfecto equilibrio entre los _elementos de· S-US huevos t las aves. de regfeio de su que están continuamente en coñtacto. He- emigracion, c_a ntan bulliciosas ·sus castos y. mos hecho notár c6mo los flúidos de la -at- tiernos amores; el ·animal , élespertan<lo de mósfera se convierten en materi·a vegetal ·por su sueño letárgico , sale de sus moradas de medio de ese agente modificador, puede de- invierno; el hombre respira el aire_ perfucirse indefinible., que observamos en las mado de los bosques y aJmira ~a Ji1~jestad plantas, y cómo estas mismas plantas aban- de los árbol.!;ls que lo cubren con Sll sombra ; donan despues en su muerte los gases que descansamos encantados sobre las esmallaapris.ionados dentro de sus tejidos habían de das alfombras_que nos ofrecen las praderas, transformarse en materia ".i"viente, para reu- y, en una palabra, ,•emos-desarollar en menirse- de nuevo en el gran ·recipiente de· la dio de una confusion aparente todos los seatmósfera y COl?Servar su admirabl6 equi- res organizados, pero· de . una n~anera _tan . libl'io. Jioy nos ocuparem'?s del modo cómo · graduada y providencial que los encadena. se forman las pr·imer!:IS relaciones en fre los los unos á los otros. · vegetales y los animales', procmando demosLa naturaleza ba establecido con tal pretrar qu_e no se debe á la'casualidad esa btilla vision este órdén, que antes de dar la vida á arf!lonía que se observa én la produccion' de los animales les La dispuesto de antemano todos 10·s seres y en lá aparicion y desarrollo su alimento, tal como les conviene en ·la insimtJltáneo de las liojas y de los insectos que fancia, y segun lo exige su edad adulta: El ellas· deben alimentar. , mamífero encuentra en el seno de su rpadre Para bosquejar el cuadro que pos propo- · la leclie prepa1:ada y en relacion á lás fuernemas trazar, y púa convencernos· de ésta zas dP. su estómago; y el insecto que no poconcorda ncia sorprendénte , es preciso t1:as- dia gozar de vida sin qQ.e su padre perdiese portarnos á los hermosos ·<lias· de la prima- antes la_ suya, encuentra al reded~r del bovera, c-uya estacion debemos mirar, ·en cierto ton d:ond e-· pasó el invierno, bajo la forma modo, como la imágen de la creácion prime- d(;) huevo , la tierna hoja del árbol que hizo .ra de los seres. Des púes qu~ ' el melancólico brotar el sol de fa prima.vera. La naturaleza· invi_erno h-a ~oncedido á las plantas un tiem- lo ·ha previsto todo,· y en la produccion de po mas· ó menos dilatado de reposo ·; despues estos últimos seres, cuya peqqeñez,corres-,que los furiosos ur-acanés han estendido por ponde á la grandeza del arrífice , al paso .que do . quiera su accion devastadora , ama- nos confunde ,el instinto admirable de -deponece el brillante s~-1de la prim•avera que rea ni- , sitar sus hu_evos en el punto mismo donde m'a toda -1,a naturaleza. Por el influjo-de esos deben hallar su alimento, nos dá una idea hermósos ~ias la tierra calienta~su seno y se de- que todas. las leyes que gobíernan los

15 DE OCTUBRE DE 1848.

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2J8 -cuerpos vivientes se ei1caminan en conjunto aJ objeto de la reproduccion . Veamos la pruebá. · _ Si examin-amos la encina, el sau.ce, el chopb, etc., antes quP abran sus delicados botones , notaremos al redeclor de estos órgano_s una porcion de huevos . próximos á abrir-, fijados en lé'I leño -por medio de una niateria gluiinosa y espesa que re.siste á la •11ccio11 d·e i-as lluvias y·dé los vientos. Algu-. 11-a_s veces los hallamos éubiertos de una- borrilla que· lo pone al abrigo de los rigores del frío, .aguardando en este estado á que nazcan lc1s tiernas bojas de que han do nutrirse. La m.ateria suave y jugosa <l~ estas ~ojas se prest~ cómodamente á las fuerzas digestivas -de estos insectos; de manera que á meditla que el animalito vá entrando en edad y dcs'f)liega mayor accion para devorar la hoja, esta se p0t1e mas fibrosa , mas dura y nutritiva. · · - Observamos mas todavía. Como todos los insectos no se alimentan de una misma JJlanta, tampoco n!!cen todos en una misma época : El nacimiento de cada espQcie depende dél desarrallo de las hojas especiales que deben nulrirlos; siendo muy probable que el mismo grado de calor que ha podido hacer que nazcan los insectos,-ñaya sido .,suficiente para desplegar las bojas. Este encadenamiento prodigioso que se vé entre los seres veg-otales y animales se éstiende á las dilatadas especius de- estos últimos, .notáQdo.se una· concordancia sublime . entre. lo..- varios eslabones que forman esta cadena viviente : los animales mas pequeños, los insectos, sirven de alimento á los jóvenes paja, illos, y estos' á su vez son el pasto de animales D\aS robustos y. atre_vidos. · La tie_rf!,á avecilla cuyo· trino alegr~ y so::·noro solo pued-e compararse con la felicidad de que goza , forma su nido entre las ramas del sauce ó del álamo; lo v_iste con la suave bo1Tilla que le han proporcionado sus numerosos bo!qnes, y todos estos trab-ajos· pre•

liminares se hallan combinados <le tal manera, que al momento de salir del huevo el pajarillo encuentra á su alrededor una abundante cantidad de insectos, de gusanos y de mariposas que sirven para su alimento: esta abundancia de pequeños animales que el sol de la primavera ha desarrollado , y que s~ a,limentan de las hojas, acabaria muy pronto con la vegetacion si los_ pájaros RO los destruyesen _con su pico devorador. Tan grandiosa es esta comhinacfon y tan providencial ~I órden de la naturaleza , que el pájaro no deja sentir sus amores sino en el tiempo de la primavera, porque prevee que eñ ~sta estacion solamente hallará preparado el~alimento que conviene á la edad y á las fuerzas de sus tiernos hijos. ✓ Estendiendo mas allá estas c·onsideraciones, y haciendo aplicaci~n -de el tas á los grandes animales, . hallaremos que el tiempo de su celo, de su fecundidad, de su preñez y de su parlo está dispuesto con tal armonía y enlace, qu e los hijos podrán prescindir de la leche de sus madres en el momento que las lluvias -suaves y el calor . d.e la primavera desplieguen en lo.s prados la vegelacion mas robusta y lo.s cubran de ye'rua. No sucede de es~a manera con los animales carnírnros : estos, aunque han de alimentarse con la sangre de sus semPjantes, nacen in<listintamentG en todas las épocas del año, porque en todos los ti empos hallan víctimas que ofrecer á s.u instinto destructor. En cada primavera observamos esa ~ue".ª aparicion de los seres, prinópiando los vegetales para seguir despues los aoima- · tes por el órden sucesivo de su reproduccion . Esta diferente creacion de cada añ~ : y la manera_cómo se verifica, conduce ácreer que exisliéron las plantas mucho tiempo antes que los animales. Esta idea parece co~for-· me á los altos dP,signios de la providencia qu~ no podia dar la vida á los seres sin que les preparase an~es -todos los medios de COilservarla y so tenerla . La aparicion de los


a~limales ~n la tierra tampoco podía será un dolo á un· mundo de _puras é inoceñtes fruimismo tie~po : los insectos , lo~ gusanos de ciones que le hacen olvidar esas_ pasiones diversas especies y los animales acuáticos ha- bajas y serviles que d'egrad'an sQ. dignidad, bían · de se1· nec·esarian~ente los- pr.imeÍ'Qs, por mas que se cubran con nombres impo· porque · habian de servir de alimento á las nentes y halagüeños. Si revestimos hu.estra almá. .de todos 1os aves que viniesen~ despues á interrumpir el gran · ·silencio de la naturaleza. El carnívoro . atributos de la pm:eza; si colocándonos en·, no podía' existir . sin -que le precediese · 1a este .estado feliz contemp,lamos..-vivam~nte' la ma_nsa oveja que corta pacífica la y~rba. en importante obrn de la acreacion ,· no · habrá la pradera, para servi1· luego de pa,,sto. al una ~ola planta qu(;} no nos re~uerde m1 pl!lcer, .v con -él la eda-d dichosa de nuestra pri- faro¡ y cruel' lobo que la' acecha. · Estas mismas inducciones, á que omitimos mera juventud:. Entonces recibiremos un_a dar ·mayor esplanacion, parece confirmarlas leccion elocu.ente de la moral mas pura , y todavía los monumentos antig)JOS de nuestro llrgaremos á comprender . porque desde los . globo. Si examinamos la entrañas de la tier- _primeros hombres hasta nuestros dias no ha ra, hallaremos claros vestigios de un gran habido fiestas sin guirnaldas, celebrac~on deniímero de plantas; u-n poco.rpas acá, esque- - épocas dichosas $Ín flores y vencedores sit1 lelos <le a9imales . ac uálicos y ofros que vi- co.ronas. ]fotonc~s, · solamente ento.nces, ven .-solamente de yerbas; hasta qu-e llegan- compren<leremos posqué la· cariños¡,. -madro do á la superficie encontramos petrificadqs adornó con las Oore.s nuestra cuna, y p~rlos varios miembros _de los éarnívorós, y por qué nuestros hijos cubren- con ellas nu:est_rá fin el hombre qÚe forma el complemento de tamba disimuland.o con ·su hermosura :et_~ hor.ror de nuestra destruccion. la hermosa _o bra de la c1'eacion. Desde este instante sentirá el hc,mbre un . Aquí:nos deteñemos p~rá admirar á ese hombre, único_ser á qui~n te es dado gozar mo\'imi.enfo de sorpresa, que si .bien es v?go ·y ba~tante general al principio, se converlien t9da su plenitud del brillante espectácu-lo de la naturaleza. Los r_estantes animales rá lueg.:i· en curiosidad inquieta para cono- • no cumplen mas que con las leyes de su ins-_ cer mas en <lctall lo que solo_ fué objet9 de tinto,: y si vemos la pintada .mariposa re- . admiracion. No le bastará .ya aguardar an · v'olotea1· ligera de una á otra IT9r, no es para sioso el momento de aparecer la tierna plan- admirar sus encantadoras p_erfecciones, sino. ta ; no podrá conteótar~e con recorreí.· lospara <ie.positar en ellas su posteridad; así co- divérsos · períodos de su vegetaéion; sino • _ mo el pajarillo carita ~ la sombra Je los bos- que querrá examinar sus diferentes órganos, ques sus alegres canciones ·porque encuen- las funciones qrie e_llos ejecuta-n, conocer ~ - las leyes de su existeneia, Y', _par.a decirlo da tra en ell<:ls su lib·ertad . y su alimento.. ExistA un r,o<ler sécrelo que nos une ínti- una vez, sa.b.orcar~e con los variados proce·mamente á totlos los seres de la creacion ; y . déres del éultivo segt;m su distinta natura. · con especialidad á las pla~tas. E·n medio del leza. Para comprender,, pues, · esle estudio dilalado cuadro de la vegelacio1_1 suaviza el ameno provechoso inteiltamos escribir una _ y hombre su ·suerte desgracfa•da; se distrae· de · .Jas ,pasi¿nes abrasadoras, p~rque su corazon · · serie de artículos que for~arún un breve-• • tado d_c la fisiología de -!as p}antassé hace poco á poco· sensible á las dulces trn . . in;presiones de la natur~leza, transpoi'tán-

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\iENTAJAS D.ELA -Cf\lA OEL .GANADO VACUNO Y.DE s·ú UIPORTANCIA ENLA. AGRiCULTURA Y EN LA R<:;ONOMÍA .RURA:1,, e~~ é!:.~~

no

Si la economía J'1:11 al es otra- eosa ,nas, . de tos pueblos. Seremos algó difUS(')S en es·como· lo es en efecto , que el arte.: de obte-.. te trahajo y nos detendremos en recorreP néi· el mayor producto posible de·! capital qu~ miauciosamen_te. todas· las faces que la· cuesemplea·mos en -el cultivo de u_1; terreno, se tion nos presenta, porque estamos per~uaverá d~sdi, luego -el grande interés que pre- uis}os de que no .se dá al ganado vacil no t9senta el asunto de que vamos á ocup3:rnos. do el mérito y valor que tiepe y que le die;. Aunque el. cultivador- sobe por esperiencia ron los antiguos, que por mas q_ue se diga que .para conseguit· pr-9ductos cuantiosos de comprendieron muy bien los intereses d'e 1-a · s~ -p~opiedacl -dehe ·entregarse· á la ería.de agricultura. Nos presenlaren1os en ~ierta mane,:a co- . ga,,ados de toda e~peeie, porque solamente -con su abundancia püede prosperl!r la agri- mo htstoriadores, y creemos q_u-e no h·a do cultm;a; no_ obstante conviene que tenga desagradar á nuestros lectores q·ue nos oiumuy prese!lte cual ·de eHas <lebe preferir por pernos de cuanto se ha djcho del btI;ey y del la mayor útilidad ~q-u e dé á la tierra con respeto qee- Sf:l Je ha.. tenido desde los prime_sus. labores, por el módico precio de su com- ros tiempos hasta nuestros dias: respeto que pra, por el poco gas'to de su manutencion, Y. le h_ao dispensado todas las sectas y todali por el producto que pu.ede dejarnos despue~ las n·a_ciones. . de su muerte. DI} todos los animales doQ1ésticos el buey Todos los "bienes qu~ (,a Providencia -ha es e(· que hace al hombre servicios mas imeoncedido· al hombre dispóniendo que la tier- portantes, y al que deb en dar la preferenra..- produzcµ yerbas y semilias, no podemos cfo todos los pueblos agrícolas. Las" napiones · limitarlos á lo que la naturaleza nos dá es-· guerreras é invasoras que cifran su gloria y pontáneamente; _sin.o que debemos añadirle su orgullo en· la opresion y en la conquista, lo que se gana con la indu'striá y se adquie- darán mucha mayor estima al· caballo, porre con· los -trabajos del campo; Órígen de los que estas naciones, olvidando la agricultura .primeras materias en_qu~ se ejercitan toda-s para ocuparse en la guerra, desconocen ,el fas artes y se oeupa ·el comercio. T9das estas . verda<lero·Jl)anantial tle· -la prnsperi<lad pú:ventajas inmensas á que las sociedades de..- blica. · :ben su equilib1:ió y s·u bienestar , las obtie- . .Kua fuera d·e las ventajas que-pueden sanen por m1;Jdio. del ganado', porque ~in él · car las artes .y el comercio_ de· los. despojos · 11.0 seria dable cultivar l.a tierra ni podria del .ganado ,vacuno por los varios ohjetos'· á aliJl)entarse el género bumario. · : que se) presta, .contrayéndolo puramente á Tratamos a·e demostrar, y par~ ello· es.- los intereses de la. agricu!tura, el buey puecrib_iremos algunos arlír.ulqs, l·a irnpo,~foncia de y debe .llamarse el _compañero del homdel- bue'y en _la agricultura y_los ~enlnjas que b~·e por ser su conslanle·y_i:nayor -ayuda. Así tiene sobre el -g3nado mular en el iqlerés de l_o han. sentidn Josefo, ~I Crisóstomo, Virla economía rural, sobre cuya base descao- gilio, Feijoo y .ptros en los .varios p¡¡sajcs _ s.an la riqueza-del propietario y la ·.felícicÍad que pod.riamos citar, y muy par-tfrmlarn:ieu te 1

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22-1 lo ·ha afirmado nuestro cóleb1·e A.lo_nso de ,, tr e aq'J!ello~ habitantes, proviene de los Jlerrera cuando dice que << de cuatra pártes grand.es beneficio~ que repottan de, estos 1 de afan y trabaj0, las tres y mas son d.el buey animal~s:, ya. para, cultiva.r l~s · tierras, · ya y de ellas nos alivia al ·abrir las Cierras_, al para el saludable y abundante alimento qúe sembrar, · ál có'g~r, al trillar ; al . traerlo á . les: 'proporcionan. En otros países han llecasa , al · ac·anear, traer · leña y piedra, y gado aun mas · allá estos mismo:5 respetos. Cl,lanlos trabajos y cargos queremos~ Que· de Los Bramas 'han procurado h~cer al buey cier~o ~~ ello.s .se puede decir ser nuestros un obj.eto de s.u religion , no con el fin de co.mpañ~ros, .Y muy contínuos y grandes un repugnante fanatismo, ~in.o par.a que -e~ayudadores de la gente.)>. te utilísimo animal fuese ma:s ~scrupulosa- . La an.tigua Egipto , cuyo' gobiP.rno con- mente resp etado por el pueblo. sullaba á sus sácer.dotes cuando trataba de · Como todas las naciones y en todos Jos dictar leyes provechosas al país, man tenia · tiempos han co.J;)siderado los gobiel'nos. que un entusiasmo religioso en favor de (_os bue-. . la felicidad positiva consi.stia principalmente yes como gaQado el , mas pro-vechoso á la 'en ·tos progresos· de la agricu,ltüra. de -aquí nacion y al fomento de la agricµltura. Dra- puede-~nferirse, y . no debemos efotrañarlo, con, é!nliguo legislador de Atenas, prohibió porqué hasta lm, pue~J-os mas bárbaros han matar .ni aun ~frecer E:n sacrificio ninguno disp,..e.nsado al buey las mayores dis_tindones, de los ~nimales que servían pa1•a el trabajo; atendidas las ven.tajas y _producl?s q.ue proasí c_ómo los Sintoitas, una de las antiguas porcio11a con su trnbajo, con sus e-ames y sectas deJ Japon , tenían por cruel¡:lad é in- despojo.s. gratitu~ matar yco~ner tos animales que s;n Los. estado~ que fundan su bieneslar·en la útiles a1 homhre. La Grecia, esa nacion tQn agricultura lo deben en su mayor -parte-al adelantada en las ciencia;·y en _las artes, y · buey, porque sin él no puede florecer el culá la que debe~ tó.<lQ.s. los restantes pueblos tivo de las tierras ni vivir cómodamente una del mundo sus progresos de _civilizacion, parte· de.' sus moradores. Si est~ punto de la · prohibía comer la carne de1 ganado vacuno, economía rµral fuese mejor comprendido; pretestando 6 fundándose en que el animal si los gober·oantes desde la ·ésfera -d~ su poque el hombre ha elegido por-compañ~ro en dar dictasen órdenes que acrecentasen la gasus faenas no debe servirle de alimento. Si nadetía; si nuestro,s cultivadores de3de la .consultamos la historia romana, veremos que . atalaya de sus propiedades se esforzáran en el emperador Domiciano prohibió por un · la formacion de prado·s artificiales, fuente edicto sacrificar los bueyes, .y leemos en el positiva de riqueza y prosperidad, veríamos viaje de.1 jóy~n Anacharsis que en lo ª!1tiguo florP.cer nu~st~os campos c:argándose éle Il\il el hombre.se horrorizaba, y una ley esp1;isa producciones que ahora escasean; y veríale probibia-, boj.o pena de muerte, matar á mos s9bre todo vivir con los p@sibles _go~es un animal que como el buey babia llegado á millares de · personas que hoy arrastran una á ~ompartir con él constant('mente sus tra- existencia miserable, en medio de·un tra_b'a.bajos ó fatigas .' · jo que no pueden soportar por él escaso aliEstos mismos respe.tos ·se conservan · ·to- m'ento que les_ permite -su desgraciada fordavía en muchos puntos de las.lndias orien- tuna. No 5e crea, nó, que exageramos lcis ~ales, parlicularmeiite para el Buey y la va- hechos. En la mayor parte de la Europa, y ca que se les mira como animales sagrados, , au·n limitándonos á nuestra España, se cuenno p·errniti_~ndo,e nunca derramar su sangre. tan á millares los hombrns que se vén sujcEsta veneracion que degenera 011 culto en- tos a escaso~ j repugnantes alimentos, ha-


2-22 hiendo á lo mas una décima p~rte de nues- causaba á la labnrnza el mayor atraso, y se tra poblacion que pueda comer carnes. L-ás- oponía á la abundante cria de caballos que tirn_a n·os causa mirur ése cuadro que ' hemos &ates producia .la na.cion en provecho y venpintado con sus colores verdaderos, ·cuando ·taja suya. Con anterioridad á estas dos épo·por medio de una adminisiracion sabia y bien cas que acabamos de citar, se habiah dictadirigida podia vivir holgadamente el coloao do órdenes las mas severas contra el g1rnay el propietario, el rico y el pobre, el hom- do mular por los perjuicios que 01:asionába á la agricultura y á la economía rural ; y bre del campo y el ciudadano. . El mal que lamentamos no es solamente por ello los reyes católicos ~. Fernando y de nuestros dias : mucho antes que nosotros · doña Isabel prohibieron, el- año 149_-i, bajo lo han sentido escritores celebres; y uno de penas muy rigurosas, que ninguna persona, ellos di10 ya el año 1599 : c<Que mientras á eseepcion de fos eclesiásticos y las mugecontinúe el ganado vacuno en el a~a1~dono re.., pareciese en público ó viajase montaen que se. le ha tenido, la agricultura no da en mula. Podriamos ·dar mayor estcnsion á estos saldrá cíe su estado pobre y raquítico, acrecentarán las necesidades de los súbditos, y la apuntes históricos que prúeban la importancia que siempre se ha dado al ganado vacufalta de~manutencion· irá en- aumento.» Nosotros no pensamos que el poco esme- no; y tenem·os á la vista una porcion de do. r~ que se tiene con este ganado sea la única aumentos que confirman, que la earestta d'e causa del mal que deploramos: creemos que pan, y sobre todo de carnes, que en muchas el ganado de todas especies es útil á la la- épocas, y aun ahora mismo, hemos esperibranza, y que todas ellas son necesarias á la mentado en España, depende deJ poco foagricultura y dignas de los miramientos y mento que se ha dado y se dá á l:,i ganadeconsideraciones que ha obtenido el buey. ría, especialmente al buey como animal el Sin embargo, comprendemos que este es el mas útil _para ·el laboreo, mas fácil en su que proporciona al hambre mayores venta- manejo, mas barato en su sus ten lo y mas jas, y que ninguno puede comparársela de productivo despues de su muerte. En los cuantos le rodean. Nuestros monarcas han artículos sucesivos que,' como ya hemos insentido la necesidad on muchas or,asiones de dicado, intentamos escríbir sobre este pundar fomento á la cria del ganado vacuno, to de economía rural , diremos cuanto nos con especialidad en las épocas en que las parece necesario para trat:irlo con toda es-miserias y calamidades han aíligit.lo las pro- tension, concluyendo con uu paralelo entrd vincias mas agrícolas por haberse introduci- las utilidades del ganado _mular y vacuno, y do en el cultivo el uso de las mulas. Las teniendo para ello á la vista los mcdita<los Córtes do Madrid del año 1534, y las de escritos del P. Fr. Manuel Blasco que ha Valladolid de 1542, pidieron que se prohi- compilado de una manera importante las biesen las mulas en todo el reino, y en estas nociones <lel Bachiller Arrieta, de Lopez Deúltimas se <lccretó que no se cabalgase en za y otros españoles que doscientos años bá ellas ni se usasen en los coches, qucriéndo- se ocuprrron de este a_sunto. _se de e3ta manera desterrar su uso porque


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D·EHA L·LIJt ·•··~~

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Cumpliil1os la . palálmr de reunir en el _sus predecesores: ahí están , por ejemplo, presente número de ilufistro periódico todo M. M. hart, MoJanI y Dailly' p,adre é hijo .. ·Amigos nosotros _de que sé imite á otros lo que. se ha escrito y ha publicado el muy países en lo bueno y que · se ~mporten sus importa.nte , Boletín oficial del ministerio de Comerúo., J¡¡struccion:y Obras públicas acer- adelanlos; y ya que parece llegado el dia dé ca del arado _perfeccionado de Hallié que ha que se cQnceda á nuestra Agricultura el lu-ensayado el. Excmo. Sr. D. Mariano Mi- gar que la corresponde - en la ésfera de la guel-de Reinoso, Senador del reino, Comisa- proteccion y de los ~dclanlos, presenta,:emos rio regiú de agricultura , Consejero real de hoy por modelo á uo Rei_noso y sus escritos, QgriculLura, industria y comercio y Vicepre- cuyo colorido rebajariamos si tratásemos de sidente éle la junta de agricultura de Valla- retocarlos, y cuyo celo é- ilustracio'n e.sceden _ dolid. Este Hustrndo y distinguido español los límit_es de lo comun , é in :vitaremos á tono ha limitado sus esfuerzos y su amor á la ·dos nuestros .agricult9res á q.u e sigan la senagri-cullura á ir á ·est_udiar-. sus a~e)anlos,.en da q.ue ,;emos com enzada, bajo el seguro país 11strangero para que.redunde en su pro- supuesto de que la importancia y riquezá de pio provecho el fr_uto de sus frabajos, de- nuestra España aum entará á medida que sembolsos y vigilias: ha querido que todo ce- progre~e nuestra-Agricultura. Para ell~ pór da en beneficio de sus éonciudadanos y- de su fortuna rro se encúentran ya- aislados nuespatria, y esta conducta no · necel-ita cierta- tros esfuerzós. Contamos con un Gobierno que se ocupa con preferencia y predileccion mente de ~pologías: hasta solo conócei:la. Nosotros hemos ~onlado con hombres cé- de un ramo que hasta ..ahora yacía en ef mas 1, Sandalia completo olvido; con una Direccion especÍal _lebres, com·o Alonso de Herren_ Ar!as, Alv_a1:ez Guerra y otros que han que secunda digname[!le las laudables miras empleado toda su atencion y su vida toda ~n de un ministro cefoso y entendido; con U_!I meditar y enseñarnos los . medios de hacer Consejo r·eal que , dofodo _de idéntico· celo, que produzca nuestro campo cuanto permi.:- promu~ve, discute y consulta lo que juzga ~e su 1;iqueza estraordinaria,, qu-e no ha lle- convenieQte á los interese¿ materiales de• gado el ~aso tod~vía de que la esplotemos país; y cerca de nosotros tenemos unas jun- . en to<lo lo . posible. Otras nacion es, y nos. cir- tas provinciales á las q.ue _po'demos acudir cunscribiremos á el arado, ha'n tenido entre demand?n-do protección y auxilio para el lo~us hijos 'otros hombres, como.Tbaez .y Dom- gro d.e nuestros intentos. basle que procui·aron tistabl!!ce1' la te•-ría La eficaz proteccion ilel Gobierno y de sus d~ este ótil de labranza sob~e los principios dependencias superiores la vemos !lcradi:- • de la niecfofoa , ~scribiendo despues el se- .tada en el caso que ~os pres.en la el, E:tc.1110. gundo lo que sobre _el particular publiéó .en Sr .' D. Mariano .Miguel de Reinoso, como · -1820 la sociedad centq1.I francesa de Agri- lo }ustifican -los documentes oficiales que_ cultura, y de ·aquí partieron otros escritores " des pues insertaremos, y de esas. pruebas. tepara come_ntar ilust1:ando las dar.trinas de nem9s nosotros otras quizá mas convinccn0

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tes -todayía. Uné!_ es la· lámina · que acompaña pruebas · de distinciot1 y protector aprecio á ~ste número de nuestro periódico. J)esean_- hemos merecido tambien á la direccion de do adqui1:irla por su justo ·precio , en obse-_ Agricultura; y al dejar consignado para quio á ·nuestros suscritores , tuvo noticia de siempre nuestro síncero y eterno t'econoci.,. nuestros deseos .ó propósito, sin haberlo no-· mientq, nos complac~rrros aun mas en hasotros pretendido ni remotamente imagina- cer públicos estos hechos porque ellos pado , el Excmo. Sr. ministro de Comercio, tentizan que al fin se quiere fomentar los lnstruccion y Obtas pú!>Jic'as , y atendido el verdaderos intereses- de la nacion , de los objéto ·dispuso inmediatamente que se nos cuales el primero es la Agricultura. rémitiese sin retribucion álguna de_nuestra Hé_aquí ahora·los escritos del Sr. Reino• parte el_número dé ejemplares de la lámina SI), tan meditados y profundos como claros que deseabamos adquirir, !llanifestándosenos é instructivos. Seguirá en la parte oficial la ádem_ás el envicliaQle aprecio que S. E. se que e\:iste sobre este asunto·, y crnemo~ qus dign-a disp·ensar ~ nuestra publicacion, y di- nuestros suscritores apreciarán ··el hallarlo eiéndosenos--que por el ministerio que á S. E. todo reunido en un solo número de nuestra está' confiado -se distribuiría á las juntas de publicacion, por mas que para ello nos haAgricult•Jra del reino el presente número de ya sido preci§o reti:rar otros materiales que El Cultivador, al propio tiempo que un teníamos preparados, que tanibien consideejemplar del arado de que s~ trata, segun se ramos importantes y qµe aparecerán en los mandó por.la ro¡¡! órden de 28 _de junio qµe números sucesivos, y por mas que en dicha - hallarán nuestros lectores en el lugar cor.a parte oficial alteremos hoy el órden- cronorespondiente. Tan espontáneas é iguales lógico que teneJUos establecido.

DEL ARADO PERFECCIONADO -DE HALLIÉ, COMPARADO CON EL QUE COl\lUNl\fÉNTE SE USA EN ESPAÑA, LLAMADO TH\fONERO,

Para ejecutar con fruto esta comparacion, dad posible de los abonos n~turales ó atnos pai:ece «?onveniente recordar ,dos cosas : mosféricos. Logradas estas dos condioiones, una , el fin- industrial que poseamos en Ía la tierra alimentará únicamente las _plantas operaciou de fabrar- la tierra ; y ot!'a , las que deseamos ·, -y las alimentará con todos concliciones distintivas y principales que con- los jvgos nutritivos que hayamos podido . curren en nuestro arado comun para alcan- acumular en ella. zar aquel objeto. ·Diremos lo que opinamos El arad_o, -rues, que mejor extirpe las planen ~onformidad . con la generalidad dé los tas· extrañas, y que· mas y mejor facilite la oscritol'es y de nuestra propia. ·experienc!ª· absorcion de los ábonos atrnosféricos por · Al labrar la ti erra para· depositar en ella u~a labor honda y removedora , ose ·será el Jas semillas que .aeseamos reproducir, 10 que preferible en nuestro conceptu . .- hacemos es prepararla, esto es ·, dotarla de EL arado ·que al propoi·ciónar es las venlas conoiciones mas adecuadas para esta re- tajas lo haga con igual ó menor coste de produccion. fu erza y dinero,. será dob.lemente aceptable. Estas CO[?diciones consisten principalmenNo opinarán con nosotros los qae se nie- . te en dos: una·, que la tierra quedo l"impia -gan á rnmover mucho y profundamente la de todas la~ yerbas ó plantas ex~rañas al cul- tierra por temor de que se evapore su hutivo que nos pn;>ponemos; y otra, .que así medad. Respétando su · opinion, la creemos '\ limpia , reciba por la labor la mélyor canti- equivoeada , 1. 0 porque tenemos por cierto


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qüti una tierra mas profundamente removitla absorbe -mayor cantidad de lluvia ; 2. 0 porque Pr.ptendemos que la tierra no se beneficia .y prepara solo con la lluvia, sino con los demás meteoros; 3. 0 porque creemos que las plantas vegetan tanto mejor cuanto mas fácilment~ pueden extend_er sus raíces. No insistiremos mas en esta cuestion, que no es de este lugar. La discutiremos si se nos exige.

o o o etc. espacios que nunca se labran. Por ser de madera el dental del arado comun y por sus dimensiones, se consume mas y opone mayores rozamientos y resistencia. El ángulo de tiro es fijo ea cada arado, y por consiguiente igual para todas las labores que con él su hagan , y para todos los ganados, cualesquiera que sea su alzada. · La línea de tiro , formada por el timon y Veamos ahora las propiedades que reune la €ama hasta el dental, es curva, y esta nuestro arado comun para lo¡;rar este ob- curvatura, que debilita la potencia, exige jeto. mas sólida construccion en la parte curva , La r·eja <lescansa sobre un dental de ma- que es donde se ejerce la resistencia hácia dera, y adquiriendo en él una posicion in- el dental. clin'ada al horizon.-tc, trnbaja solo con la Pues precisamente esa parte curva, que punta, y por medio de las orejeras dá al es la cama del arado y el vértice de su ánsurco que abre , una forma triangular pris- gulo con el denta!, son las partes mas débimática. les del arado, por lo que se corta ~ interEntre surco y surco resulta sin labrar una rumpe la fibra de la madera para labrar la porcion de terreno, que es la base del cer- cama , y por lo que se debilita el fogulo en ro, con una altura maJor ó menor . Abrien- el dental con las mortajas y ensambladuras do ó cachando estos cerros en otra labor que allí se abren para el mismo dental, la · siguiente, resultan sin labrar las dos terreja, la mancera y las cuñas. ceras partes de la base que no se labró en Tiene el arado comun los clavijeros en el el cerro anterior, segun todo se demuestra rabi! del timon, como únicos graduadores en la figura primera (1 ). para la profundidad de la labor. Por medio de estos clavijeros se alarga, sí, el lado maEn lá primera labor. yor del ángulo de tiro; pero no se varía este ángulo; y alargándole hasta el barzon, se La línea m n representa el nivel del terdá á ambos lados una direccion mas inclireno. - La línea p p la de profundidad de la nada á la tierra, y la reja pica mas de punlabor. ta levantándose el pescuño del dental. Esta s s los smcos abiertos p0r el arado.-c e variacion en la posicion del arado trae ot.ras los cerros. en la línea de tiro y en la fijacion del punto v v v los vértices de estos cerros formados de resistencia, acercándose este al ángulo por la accion de las orejerns. del dental, y aun pasando en casos dados al b b b bases de los cerros que resultan sin lado menor del ángulo de tiro. Este efecto labrar. se representa en la figura segunda, en la En la segunda labor. cual el ángulo vivo A B C representa el del C C cerros que resultan en la segunda arado enganchado en el primer clavijero 1 labor abriendo los de la primern. á la línea de aitura m n que representa la S S S etc. surcos que se abren en la se- del yugo; y el ángulo de puntos a b C regunda labor. presenta la posicion del instrumento, alargando -el lado mayor basta el clavijero 5, y (1) Véase la lámínn que acompaña á este número, TOl\lO l.

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bajándole hasta que toque en p la altura m n del yugo 6 barzon en que · ha de enganchar; y es claro: si conservándose un ángulo sin alteracion ~n S'JS grados ni en la posicion del extremo de uno de sus lad0&, se hace bajar el extremo del otro, no podrá ser sino subiéndose ó elevándose el vérlice. Tales nos parece á nosotros qu0 son la 'teoría y el modo de obrar de nues tro arado. ExamiMmos ahora las del perfeccionado por Hallié, que se dibuja en la figura tercera. e e es la cama unida á v v v v que es la vertedera ; r r r r es la reja unida á la vertedera por los tornillos n n ; d d es el dental unido á la cama y vertedera por un tornillo , que no se vé en la figura y se indica en línea:, ocultas; t t timon unido á la cama por un tornillo s, sobre el cual gira abriendo 6 cerrando el ángulo de tiro; m m m es la mancera que por su parte inferior se asegura con un tornillo z en una caja que tiene el dental; por mas arriba se une á la vertedera por medio de la teleru ela o o; y por una mortaja que tiene por encima de esta parte, recibe el pescuño del timon 'y las cuñas, que fijando mas este , sirven al propio tiempo para ayudar á graduar ef ángulo; q q es una cuchilla vertical que asegurada en el timon precede á la reja , y sirve para facilitarla el rompimiento del terreno y mantener el aplomo del instrumento.

226 No se aguza , ni se echan puntas, ni se calza. El dental marcha tambien en un plano horizontal; tiene muy pocas superficies de rozami entos , y sus planos se unen en ~ristas rectas, esto es, cnrtantes. Creo que un dental puede durar seis barbecheras ó mas. No lo he experimentado. La -vertedera suple á las orejeras de nuestros arados; pero así como estos separan la tierra sin voltearla, aqu ella la separa y la voltea completamente. Su perfeccion está en sus curvaturas. La creo de gran dura·cion. La calidad giratoria del timon permite graduar el ángulo segun la alzada de los ganc1dos, y tambien para la ma yor 6 menor profundidad de la labor. Las graduaciones del clavijero son idénticas á las del arado de la tierra. Las cuñas no dán un medio mas de graduacion, pero la aseguran. La resistencia se ejerce en el punto de in N tersecciun del timon con la cama. Resultan tres medios para aumentar la profundidad de la labor : abriendo el ángulo, alargando el clavijero, y haciendo las dos cosas. Puede abrirse el ángulo

Conservando el clavijero, y entonces se baja el timon y se levanta el vértice. Alargando ~I clavijero, y resultará lo mismo con mayor razon. Acortando el clavijero, y podrá marchar Servicio de este arado. el arado horizontal. En los dos primeros casos, marchará el La reja, en la posicion natural del instrumento, marcha horizontal, no de punta, y arado mas ó menos puntero, y en todos tres corta el terreno en toda la anchura que ella profundizará mas la labor. tiene, y es de once pulgadas. Esto en cuanto á la profundidad. Se desgasta por igual, pero no se despunRespecto á la anchura de la tabor, pueta ( á no Sel' un accidente); y al desgastar- de darse desde una hasta once pulgadas qua se ~e afila Y pon~ mas c?~tante, y por consi-1 tiene la reja, segun sea la faja de tierra qua _ se quiera cortar. gu1ente con meJor serv1c1O.


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En la marcha horizonLal ·del instrnme.nto, los cortes ó suréos que labra en la tierra son prismáticos cuadrangulares, . cuyas dimensiones se determinan por la profundidad y por la anchura que se dé á la labor, y admiten todas las combinaciones dentro de los límites de anchura y profundidad que en este arado , y en Lierras y con ganados comunes; he dicho ya en olra parte que la profundidad puede llegar á 12 pulgadas, y la anchura á 10 ú 11. Los efectos de esla labor pueden considerarse representados en las figuras 4.\ 5. ª y 6.ª La línea m n representa siempre la del terreno. La figura 4.ª represenla tres labores todas de 4 pulgadas d~ profundidad, y sucesivamente de 4, 8 y 11 pulgadas de anchura. La figura 5.ª representa así bien otras labores de 8 pulg?das de profundidad y 4, 8. y 11 de anchura. La figura 6.ª representa otras tres de 12 de profundidad y las mismas anchuras. Los surcos se llevan á una mano, y pueden trazarse en cortes rectangulares como las emelgas de sembradura , ó en espirales del centro á la circunferencia ó de la circunferencia al centro. La tierra trabajada en cada vuelta cae en el surco abierto por la anterior. Cuanta mas anchura se dé ~I surco, qued·a mas cordoncillo ó cerro, y vice-versa.

Nada de tierra queda sin remover, y ninguna raíz queda por cortar. Por la construccion del timon y de la mancera, semejantes á los de nuestros arados , se arma, maneja y conduce este como aquellos. Esta circunstancia que le hace tan aceptable á mis ojos , -como medio .natural de transicion para nuestros labradores, constituye, convengo, su desventaja, comparado con los de timon partido, en los que por la mudable y sólida posicion de la línea d&tiro, el arado marcha siempre en posicion., mas horizontal. Los timones enteros como los nuestros y este de Hallié picarán de reja, aquellas en todas las profundidades, y este en las mayores q~e p_asen de la que le es natural. Pero, como ya he dicho en mas de una ocasion , las preocupaciones se corrigen mejor transigiendo con ellas; y en el asunto que forma el objeto de este escrito, mucho, muchísimo habremos corregido, si aceptado con genenilidad y sin violencia por nuestros labradores el arado perfeccionado de Hallié, logramos popularizar entre ellos la conviccion de que sin otros ganados, sin otros obreros , y con menos gastos que los que hoy tienen , · pueden- labrar sus tierras con mayores productos que los que hoy les dán . ¡ Dios lo quiera .•... 1 ¡ Mil veces ojalá ! 1!

M. M. l)E REINOSO.

LNSTB.UCCIONES PARA I¡;L MEJOR USO DEL HARADO DE HALLIÉ . Á LOS PROPIETARIOS AGRICULTORES ESPAÑOLES . .

En obediencia respetuosa á la real órden de labor , opino _que mis consideraciones debe , 28 de junio último, me propongo escribir es- rán encaminarse no solamente á explicar las las instrucciones. diferencias materiales del instrumento y de su Al disponerlas, satisfago además un deber uso, sino á desvanecer lambien ciertos obsláde gratitud háci.a S. ~- _la _Reina ( Q. D. G. ), culos morales que puedan oponerse, nacidos por las inmerecidas d1st1nc1ones ccn que se ha naturalmente en lo poco de innovacion que dignado honrarme, y un sentimiento de placer tiene la práctica que se recomienda, y en lo para mi alma por lo que se deleita en el estu- mucho que las innovaciones repugnan á nues dio de las cosas del campo, y en promover sus tros labradores. adelantamientos. No me ruborizo al confesar que reconozco Dirigido este escrito á facilitar la adopcion en esa repugnancia un fondo de razon, hijo de de un im,trurnenlo agrario, nuevo en nuestra la naturaleza, y tan respetable como ella. Con-


-228 vengo, sin embargo, en que se abusa de esta leriores, propfos y eslraños. La adminislracion ha comenzado á pouer razon, y en que de la reforma de eslos abusos depende en gran parle el progreso del culti- su parte en esta obra de jusla y debida repavo. Los labradores irreflexivos, que preocupa- racion para la agricullura. Recordemos que dos con la inmejorable perfeccion cte sus prác- poco mas de un año há no se encontraba en la ticas, niegan la posibilidad de que las haya organizacion administrativa, una mesa esclupreferibles, esos no deben leer estas ni otras sivamente encargada de estudiar y proteger lo¡¡¡ instrucciones. A esta numerosa fraccion de la intereses agrícolas; y si bien, contra lo que yo clase labradora la ruego únicnmenle, que si se creo que merecen los muchos y muy consideniega á'. leer, no se niegue á mirar. Por los ojos rables que nuestra cla~e representa en la soadquirirán la convicciou de que puede haber, ciedad, carecemos aun de un ministerio especomo efectivamente hay, algunas prácticas me- cial, aunque no de un ministro celoso é ilusjores que las nuestras; y cuando las vean, in- trado; si bien todavía no leemos en los pr~supuestos de gastos del Estado un renglon para dudablemente las aceptarán. Mas como para que UflOS puedan con- el fornen lo de la agricultura, digno d_e ella: vencerse por el ejemplo, es indispensable <i¡lle con todo, se ha creado un Consejo Real para haya otros que le dén; no pudiendo darle sino la consulta de nuestro., asuntos ; tenem os una. los que préviamente admitan en su entendimi- direccion' admiriislraliva que vela por ellos, y ento la conviccion de que es posible, á estos por cierto con un celo y una inteligencia que les suplico que me lean sin prevencion, y se la. honran mucho; y en la creacion de las junpresten con celo al logro de una mejora que tas consu lli vas de la cría caballar, y en la de las provinciales de Agricultura. como en las puede ser tan fecunda en resultados. Empecemos por reconocer Lodos la verdad ilustradas y concienzudas resoluciones 5obr,e de nuestra posicion agrícola; y convengamos las aguas de Lorca y los canales de Aragon, y en que si es ciertamente grande la influencia lanlos otros útiles trabajos sobre enseñanzas que un gobierno ilustrad11 y paternal puede de agricu 11 ura, policía rural, aranceles, cruzaejercer en la prosperidad de la agricullura, su mientos de ganados, riegos, canales, ele.; ele., direccion y apoyo en este sentido serán estéri- , pendien(es de la cousulla del Consejo; en lodo les, si los agricultores no contribuimos con esto 110 puede dej!l r de verse que liemos menuestros medios de accion estudiarlos con juicio, jorado, que el Gobierno nos presenta su ruay aplicados con celo, sinceridad y constancia. no proleclora, que la adminislracion, repito, ha En cualesquiera otros ramos de la pública en- comenzado á poner su parle en la obra del proseñanza, los gobiernos pueden mandar y man- greso agrícola. Pues bien: comencemos nosotros á poner la dan lo que se ha de aprender: en agricultura no es posible mandar, y ni aun sería conve- nuestra, reconociendo, como dice un famoso niente, Para el progreso de la agricultura, con- escritor, que si los deberes del Gobierno ressiderada como arle, la mas beneficiorn influen- pecto á la agricul1ura son muchos y estensos, cia del gobierno eslá en facilitar la publicidad los agricultores por nuestra parle debemos no de los hechos y auxiliar los ensayos; pero estos perder de vista, que nuestra fortuna y la rihechos, estos ensayos, somos nosotros los cul- queza del país, dependen mas inmediatamente tivadores quienes debemos suministrarlos al de nuestros esfu erzús y de la inteligenc_ia con gobierno. Y digo nosotros los cultivadores, que eslurliemos y apliquemos nuestros medios porque aun suponiendo la existencia de es- de produccion. 1:teleguemos, sepullemos en el cuelas prácticas, de las que desgraciadamen le mas profundo olvido la impía, tanto como abca-recemos aun, en ellas se busca y debe surda máxima, de que la agricullura no es una buscarse con preferencia la soluciou inicial ciencia de estud io. ¡Oh! ¡las producciones del de los nuevos problemas científicos; mas so- campo compre nd en el estudio de la naturaleza lo entre nosotros los particulares, cada uno enleral demos, pues, honra y premio á las vicon nuestras fuerzas y con nuestras condicio- gilias de los sabios que la estudian; aprendanes de cultivo, podremos dará esos mismos mos las doctrina s y principios de cultivo que problemas aquella olra resolucion de localidad, derivan de sus observaciones; ensa)·érnoslos con sin cuya aplicacion general y favorable, las prudencia; publiquemos sus resultados; Pnlenteorías y los ensayos aislados de las escuelas dámonos; salgamos de este inerte aislamiento, dejan de ser útiles. En suma; opino con el de este individuali sm o fatal en que nos arrasconde de Ramhuleau, que son ·precisos los tramos para nu estra perdicion y desdicha. La esfuerzos simulláneos de los productores y naturaleza y la so ieclad quieren que los prode la administracion para obtener en cada pielariosagriculloresc1ducados en el cultivo raindustria el grado de mejorcl y perfeccion zonado seamos el conducto por donde pasen los que la brinden sus recursos interiores y ex- ilustrados consejos de los sabios hasla la mano


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que conduce la esteva. Aceptemos tan útil y honrosa mision. En su desempeño e~tán los adelantamientos del cultivo, y en estos la mejor suerte de nuestros hij os y la mayor prosperidad de nuestra patria. La ocasion de iniciar este movimiento de mutua y pública inteligencia entre nosotros, no puede ser mas propicia que la que nos presenta la resol_uc,_on de S.M., disponiendo que en cada prov~nc,a se ~nsaye el arado perfeccionado de Hal!Jé. Y pues que me ba cabido la buena suerte de ser el primero á llamar la alencion del Gobierno y del público hácia esta cuestion, lo seré tambien para publicar mis observaciones en el particular, obedeciendo, como debo, la rea l voluntad. El arado de Hallié es el r¡ue se representa en la figura que acompaña á estas instrucciones. No ofrece dificultad ninguna el armar las parles de hierro, q"ue son el dental, la cama con la vertedera y la reja. Estas tres partes consliluyel). lo que se llama cuerpo del arado. Adviértase que todos los tornillos han de quedar con la cabeza hácia la parle exterior, y por consiguiente las puntas para dentro. La cuchilla, un poco inclinada de punta bácia ndelante, y que diste como dos 6 tres dedos para llegar á la punta de la reja. Armada la parle de hierro, se pondrá la mancera, asegurándola con el tornillo mas bajo. La inclinacion de la mancera está determinada por una mortaja que sale fundida con el dental. · Pónese des pues la ·teleruela que une la vertedera con la mancera y dá fu erza á las dos. En seguida se pone el timon empezando por meterle de coz 6 de pescuño en el encaje que al efecto tiene la mancera, y para lo cual se levanta del rabil. Cuando baya entrado de coz en la mancera, bájese el limon de :punla hasta que la cama de hierro entre por su encaje del timon, y asegúrese uno á otro por el lomillo grande, que es el eje sobre el cual gira el timon. Este lomillo ú eje puede ponerse en cualesquiera de los dos agujeros que tiene la cama. En el superior abre mas el ángulo de tiro, y sirve, 6 para yuntas de mayor alzada, 6 parn profundizar mas la labor. En seguida se ponen las cuñas. Puestas arriba sirven para ahondar la labor, y viceversa. Los puntos del clavijero tienen el mismo uso que en los arados comunes. De modo que en este arado la graduacion de la labor puede hacerse en tres parles, á saber: en e! clavijero, en el punto del eje y con las cuñas.

Una sola cosa queda indeterminada, y es el encaje que se abre en la mancera para que entre la coz del timon. Este punto se determ ina por la alzada dé los ganados que se empleen en el país, 6 la abertura que se estile dará los arados. No hay inconveniente en bajar ese encaje, de modo que pueda abrir bien el arado, sin temor que se debilite aquella parte, pues la resistencia no se ejerce allí, sino en el eje 6 tornillo de la cama. Por último, en la coz del Limon, que se labrará un poco largo para que sobresalga por detrás de la mancera, se dá un barreno grueso, y se atraviesa un torillo de madera que dá mas fijeza á lodo el instrumento. El modo de labrar con este arado es el siguien te: La cuchilla no se pone hasta el momento de empezará trabajar. Se pone el arado en el yugo de la yunta, como se pone el arado comun. La cuchilla vá, 6 en el mismo Limon por la parle de arriba despues de colgado en el :yugq, 6 asegurado en las uncid eras y acornales. Ya en la tierra, se pone la cuchilla romo se ha dicho, y se engancha el arado en el barzon, del mismo modo que con los del país. Se- labra siempre á una mano, por corles cuadrilongos, 6 en espiral 6 en redondo, desde la circunferencia al centro, 6 del cenlro á la circunferencia, segun sea la configuracion de la tierra. , Yo prefiero el corle cuadra~gular 3:cabando en el medio, porque no dep corneples. La anchura del corle puede ser de 30 á l,,0 surcos comunes. L1;l largura debe promediarse para dar respiro al ganado. La profundidad se arregla al gusto del labrador, y alcanza en mis tierras hasta doce pulgadas. , En el medio de cada corte queda un dob.,~ surco, semejante á un calce reg ular de riego. En la union de los cortes queda un doble cerro. He dicho que se labra á una mano. Su-poniendo un corle cuadrilongo, se empieza por el lado de la derecha, y se sigue vol viendo siempre _á la izquierda hasta llegar al punto de partida. Allí se corla otro surco, siempre á la izquierda del anterior, y se continúa otra vuelta. La anchura del surco puede ser mayor 6 menor hasta las 10 ú 11 pu lgadas que tiene de ancho la reja. Cuanto mas ancho el surco, queda la labor con mayores cerros; cu_nnto mas estrecho, queda mas á yunto. La tierra que se alza en cada pasada, cae volteada en el boyo que se abrió en la anterior.


El mozo vá armado de ahijada ó látigo y gavilanes. Puede alternar con ambas manos en la mancera, yendo por dentro ó por fuera de la labor. Es preferible que vaya por dentro, ósea cou la mano izquierda en la · man. cera. De este modo a.p oya mejor contra la tierra no labrada cuando el arado tl'Opieza en ra'1z, y además ayuda con los gavilanes á n:iantener el aplomo, á cortar y desembocar las pocas veces que esto ocurre. Pel'O tambien labra cómodamente yendo por fuera, ó con la mano derecha en la mancera. Graduado el instrumento para lab1·ar con una profundidad determinada, el obrero no tiene que poner mas trabajo, sino mantener el aplomo, á lo cual pronto se acostumbra. Las vuellas, cuando hay que darlas, sedán anastrando el ,,rado sin necesidad de abar le. Empezando un corte de regulares dimensiones se labra a seguidos dos lados, y se dá respiro, pero sin· alzar el arado, al comenzar el tercero. Tan sencilla y fácil es la parte que se exi. ge del obrero. Respecto á la construccion de estos arados, repito, que en mi juicio no deben allen1rs,1 · en natla sus partes elementales, por lo menos hasta tanto que experiencias repetidas no demuestren la necesidad. Entiendo por partes elementales la reja, el dental y la vertedera. Es conveniente que se hagan sin la menor variacion en sus ángulos, superficies y curvaturas. Ya se han publicado las razones que median para que se construyan así. Lo que sí comendrá exigir en las fundiciones, es que la reja y el dental se fundan sobre chapa de hierro, para que salgan mas duras y se gasten menos. Y lo que á la vez convendría á fundidores y labradores, sería que los primeros construyeran de su cuenta y situaran en las provincias algunqs depósitos de aTados con ,cuchillas y rejas triple~ á lo menos; asi como que el Gobierno por medio del Boletín Oficial del Ministerio de Comercio, Inslruccion y Obras públicas, publicase los precios á que se podrán obtener en nuestras diversas fundiciones. Todos se interesan en que estos precios sean lo mas arreglados posible, porque así se generalizará ·mas el consumo, dejando de ser un obstáculo para los labradores menos acomodados lo excesirn del precio. El constructor HaTiié hace sus Limones de una sola piez-a. Yo encuentro que así abre poco el arado, y he conseguido mejores efectos bacien~o el timon de impuesta ensamblada por arnba; es decir , que mis timones son de <los parles, una desde la mancera hasta pié y medio delante <leJa cama, y la olra el res-

lo; pero esta segunda parte, superpuesta á la otra ó ensamblada p<n arriba y asegurada con dos armellas. No creo que sean necesarias mas explicaciones acerca del uso y construccion del arado de Hallié . Réstame poner en conocimiento de los que se decidan á ensayarle, las objeciones que mas generalmente se me han hecho' y be tenido que desvanecer al aplicarle yo: Cuando se vé por primera vez el arado, es muy comun argüir con que: es pesado, que necesita una grnn yunta, que se quebrantará el mozo. A esto se responde: prime.ro, que la fuerza que tiene que emplea1· la yunta cuando labra, no se necesita tanto para arrastrar el peso material del instrume~to, como para vencer la resistencia que opone la consistencia de la tierra, y es sabido de todos que en la fórmula ó séase el valor de esta resistencia, entran por muy poco tres arrobas mas que á lo sumo puede pesar el arado. Supóngase un carro bien cargado : ¿ qué valor se dá por nadie al peso del conductor que allernalivamente sube y baja á él? J:,a calidad compacta ó suelta de la tiena, su mayor 6 merio1· limpieza de raigambre, su mejoró peor sazon que llaman tempero para la labor, la profundidad y anchura que se dé á esta, estos son los elementos que mnstituyen la resistencia que se ha de vencer. Parémonos un poco á valorarla, y se encontrará, repito, que tres arrobas mas no son bastante fundamento para la objecion relativamente al ganado. Segundo: dedúcese de aquí que si el peso del instrumento apenas altera la expresion numérica de la resistencia, no exige por esta razon yuntas de mayor· fuerza. Y tercero, como que el mozo no levanta el arado sino que le arrastra en las vueltas, y como que ni aun es necesario dar estas, pues se vuelve sobre la marcha, todo lo que tiene que trabajar es para mantener el aplomo, y esto no quebranta. Los casos de esfuerzo para el mozo son cuando corla mielga ó raíz mayor, pues entonces necesita contrareslar el obstáculopara que no ceda y se desvie el instrµmento. Siguiendo esta discosion de necesidad de mayor fuerza, se me ha dicho por muchos: ¿ pero cómo no ha de necesitarse, cuando segun se dice, la labo1· de este ar:ido es mas. profunda ? ¿ Cómo se puede profundizar mas sin mayor poder? Pues ahí está , respondo, la excelencia del instrumento. Una piedra de ochenta arrobas · puesta sobre ruedas, puede arrastrarse por un par de bueyes, y puesta sobre el suelo, no. La resistencia de una !abo!' profunda de un pié no puede vencerla. una yunta con el arado coman, porque en:


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este s?lo ~rabaja la puuta de la reja, porque puede haber quien lo sostenga. Pues- lo mistrabap picando y no corlando por su posi- mo se verifica en la _yunta que lira de UJl cion sobre el dental inclinada al horizonte, arado. Y la razones clarn: ¿ qué resistencias porque no la ayudan sus lados, y porque se hay que ve~cer en esta c~eslion? Cinco, que la oponen la tosqueaad, la mucha superficie, son el lr.'.lbaJo de. la cuch1lla, el de la reja, el la forma y la materia del , dental. Y con el del dental, el de la vertedera y el peso del arado Hallié basta la fuerza de una yunta instrumento. ¿ Qué fuerzas se presentan para regular par~ profundizar un pié la labor, vencerlas? Dos, una en cada buey. ¿ SP. pueporque la rep no pica de punta, sino que de decir que uno de ellos Lira de unas parles, corta horizontalmente; porque no soto corta y el otro de las otras? No, pues que ninguno con la punta, sino con toda la exlension de está uncido á parles determinadas. ¿ Pues cósus lados; porque el dental con aristas cor- mo se ejerce el tiro? Muy sencilla y claratantes, con menores superficies, y estas pulí- mente. El dental trasmite su resistencia, de das, opone menos rozamiento y coadyuva á un lado por la mancera al Limon, y de otro la accion; y porque, en fin, la cuchilla, dando por la cama al timon lambien: la reja trase~ corte vertical de filo al paralclipípedo de mile la suya directa é inmediatamente á la tieq·a que se levanta, hace la mitad de la la- vertedera; la vertedera lleva la suya propia bor. Nótese bien cuando se vea trabajar al y laque ha recibido de la reja á la cama; arado; la reja corta, y no arrastra ; la cu- y la cama, reuni1mdo en sí todas las resistenchilla corla, y apenas roza; el dental no roza cias, del dental,. de la reja, de la vertedera, mucho, y corla algo. Hé aquí las ruedas de y el peso de estas piezas, LrasmHe todas estas este arrastre. Hé aquí porqué una yunta re- ; resistencias al Limon. La cuchilla ejerce la gular basta para verificarle. Esta no es teó- '. suya directamente en el Limon tambien: luerica, es práctica. No es ilusion, sino reali- go en el timon se reunen y converjen todas dad. l:is resistencias : luego en el ti mon está repreCreo yo que demostraciones lan evidentes sentada la resultan le 6 la derivada de las redeberian bastar para labrar la conviccion ne- sislencias. Por otra parle: las fuerzas de amcesaria en el entendimiento menos dispuesto: bas caballerías están reunidas en una por pues con todo, labradores amigos mios, de medio del yugo, y esla fuerza resullanle está talento, no preocupados, ansiosos de mejoras, aplicada en el punto céntrico de ese yugo _e n han necesitado verlo con los ojos para admi- · que engancha el arado, esto e.s, en el barzon. tirio en su razon. Cuando en mi casa exami- Tenemos, pues, que esle punto de enganche naban el instrumento y me oian, si no eran es el en que se reunen las resultantes de las incrédulos, por lo menos dudaban. Ha sido fuerzas y de las resistencias. Si las fuerzas preciso que le vean trabajar en mis tierras parciales son iguales, el esfuerzo se repartirá mas fuertes, con yuntas nada mas que re<Tu- is-ualmenle; y si no lo son, se ejercerá con delares, dar á la labor toda su profundidad y s1gualdad, pero nó en proporcion á las resisempuñar ellos mismos la esteva y los gavila- tencias parciales, sino á las fuerzas parciales. nes, para que creyeran de lleno como ya lo Decir, como he oido á alguno, que la fuerza creen. de la derecha arrastra por sí sola toc1a la reOtra objecion que se me ha hecho es la sistencia de la vertedera, mas la mitad de la de que la tierra que arrastra la vertedera, re1-istencia total, es en mi juicio decir lo que pesando solo en el lado derecho del instru- no se puede demostrar. ¿ l'or dónde tira de mento, es c!usa de que el buey 6 mula de ese la vertedera solo el buey de la derecha? No costado trabaje mucho mas que el del opues- puede ser sino por el tirnon . Pero en el Limon, to. A esto respondo: primero, que la verte- /. n_o se _ejerce t:imbieu la fuerza del ~uey_ de dera cuando la tierra está en sazon, no la ar- la izquierda? Si. Luego el buey de la 1zqmerras~ra ó la arrastra poco, sino que la voltea da tira~á tambien de la v~rted~ra. _¿ O será casi en el mismo punto en que se levanta: que el llmon arrastre la resistencia de la versegundo, que aun cuando así no fuera, se re- tedera hasta el punto.de enganche, .Y al llemediaria la desigualdad cambiando los gana- gar á él, esa res1stenc1a, por un capricho que dos al mediodía: tercero, que no hay tal au- no se concibe, pues que razon no se encu~omento de tiro para la bestia de la derecha, tra, diga, pues me voy á la derec_ha y nó a la como es fácil de reconocer si de buena fe exa- izquierda_porque así se me anlop? No hay, minamos esa cuestion de mecánica. Supónga- pues, tal exceso de tiro para una de las case un par de tronco enganchado á un omni- ballerías. Lo que sí hay es qu~ la que vá por bus con los viajeros que se sienten en un solo lo labrado pisa en terreno movido, y por concostado, ¿ se dirá por esto que el tiro le lleva siguiente menos firme ; pero esto sucede lo el caballo de ese €oslado? Me parece que no mismo con el arado comun , y si en este al-

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ternan á cada surco, con el de Hallié pueden alternar por medios dias. No hay mas. Otros han objetado que no es conveniente esa labor profunda y volleadora de la tierra, • por dos razones: primera, porque dicen, nuestro clima es muy seco y con esa labor se evapora la humeda d de la tierra; y segunda, porque en algunos terrenos la mejo r tierra está encima y la peor debajo. A esto digo: primero, qu e como la profundidad se gradua al gusto del dueño, en donde este reconozca q11e la peor tierra está debajo, puede no dar tanto punto al arado; y á lu otro respondo, que supuesta la bondad del subsuelo, mi opio ion está por la labor profunda en lodos los climas, aunque quizá no en todas las estaciones. No en todas las estaciones, porque en verano basta una labor de mala Jerba, no tratándose de desgramar por el asoleo, en c~yo caso se debe a bond ar lu labo r. Pero en cuanto á las de alzar y binar, opino que deben profundi zarse cuanto se pueda, porque cuanto mas honda sea la capa movida, mayor absorcion hará de las ag11as inverna les y primaverales-; y porque tambien las tierras no se ben e fici an solamente con las aguas, sino con las helanas, los rocíos y demás meteoros que constituyen los que se llaman abonos fl úidos ó naturales; y es claro que su acrion será mayor, cuanto lo sea la capa de tierra sobre que se ejerza. Además, no se pu_ede poner en duda la conveniencia de renovar la superficie en que se alimentan las raíces de las plantas; y si es cierto que la mayor parte de las de lo cereales, se desarrollan en menos del pié de profundidad, ¿ cómo no ha de ser ventajoso vollear ese pié lodos los a ños, adquiriendo, digámoslo asi, tierra vírgen y con tiempo para meteorizarse? Arguméntase tam bien contra el arado de Hallié, porque no sirve para sembrar. No lo he ensayado, y no puedo decirl o. Si solo pudi era la brar con la profundidad m :íxima, co nvengo en que en este caso no serviri a pa ra el objeto ; pero como que puede redu cirse esa profundidad á cuatro pulgadas, sospecho que con ella servirá tambi en para cubrir. A su tiempo publicaré lo que resulte de los ensayos que me propongo hacer en esle punto. En el ínterin permítaseme desa hogar el sentimiento con que veo obcecados á los labradores, en querer hacer todas las labores con un mismo arado. Yo considero en esle error gravísimo, uno de los principales mal es del cu1Livo. ¿ Es posible que un mismo instrumento sea á propósito para roturar, barbe-

char, cubrir y aricar? So me dirá que as{ se ha hecho y se hace; pero responderé que no siempre un hecho es una razon. Encuentro alguna disculpa en la consideracion del mayor coste de varios _instrum entos ;. pero no alcanzo ning·una razon de conve11iencia para el cu lti \ o. En mi opinion, el barbecho debe de set· profundo y revolvedor, y la reja de cubrir, ligera . Querer conseguir estos dos objelos con el a,.-ado comun, es exponerse á no lograr ninguno; y así se vé, en lo que yo alcanzo por lo menos, que las vueltas del barbechar con el arado coman mueven poca tier~ ra para se·r labo r, y la del sembrar, mucha para cubrir : que son dos males. Me be detenido tanto en detallar eslas úlmas observa cione:o, porque presumiendo que las mismas, poco mas ó menos, se han de ocurrir en todas pa rles, he juzgado conveniente que los que tengan bastante fe para acometer el ensayo con resolucion, sepán las razones que á mí me han fo rtalecido en la mía. ¡ Ojaltí las encuentren tan poderosas corno á mí me parecen I Concluiré con una advertenc ia sobremanera necesaria. Se rá menos malo no comenzar el ensayo, si el mozo que ha de labrar no tiene fe en lo que va á ejecutar. Hace seis años qun te11go "o el arado Dornbasle, el de Durand, el ext irpador de Roville y olros; y aun no me he at rev ido á ponerlos en manos de ningun obrero, porq ue no he encontrado en ninguno ni aun indicios de fe . Cuando el obrero no pone la intenc ion de su esperanza, el éxito es malo y el descrédito del instrumento consiguiente. Repito que en tal caso, es mejor desistir y espera r. Armense de paciencia y constancia los señores de las junlas pro vinciales de Agricultura que tengan el patriotismo de encargarse del ensayo. Les vá á suceder lo que á los constructores de nue vas obras; que todos los curiosos dan su sentencia de mejora y variacion . Oir, callar y seguir adelante, en una Lierra y en otra; con estos ganados, luego con los otros; ahora con poca profundidad, despues con mucha, cuando á surco estrecho, cuando á surco ancho. El resultado, no lo dudo, convencerá á todos·, y esta conviccion en los que ahora lo ensayen y lo vean, será el fundamento sobre que se generalizará despues una mejora que yo considero de tanto valor. Valladolid 6 de julio de 181~8.-M. JJ1. de Reinoso.

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233 / Oomunicacion del Sr. Reinoso qiie se cita én la real 6rden que antecede. ---=-=..,·~e~~ij¡\~e-=--Excmo. Sr. ministro de Comercio, InstrucReal 6rden aceptando fa oferta que el Excmo. cion y Obras públicas.-Para que V. E. pueSr. D, Mariano Mi.guel de Reinoso ha hecho da hacer de ello el uso que en su sabiduría de un arado perfeccionado de Hallié, el cual estime mas acertado y conveniente á los proha,bia de ensayarse en las inmedtaciones de gresos de la agricultura, tengo el honor de elevar á su conocimiento el resultado de alMadrid. guno de mis ensayos. Vista la comunicacion de D. Mariano MiEn mi viaje al extranjero en 1846 con el guel de Reinoso, vecino de Valladolid, se- objeto de aprender en agricultura, tuve ocanador del Reino y consejero real de agricul- sion de ver en Burdeos el arado perfeccionatura, industria y comercio, en que d á cuenta do de Hallié; invencion preciosísima por de sus ensayos prácticos sobre el arado pe1·- cuanto facilita, para nuestros labradores, el feccionado de Hallié: ll'ánsito, con menos ó ninguna repugnancia, Considerando que, segun expone entro otras del arado comun, dicho timonero, al arado cosas, la labor que con dicho arado se hace, de vertedera. profundiza desde cuatro hasta doce pulgadas El arado perfeccionado de Ha\lié es en su con el tiro de una yunta comun, es decir, clase correspondiente al de Dombasle, pequemas y con menos coste que con el ordinario; ño modelo, esto es, conforma con él en la rey que por ser de timon movible y entero, que ja y dental y aun en la vertedera, aunqae el se gradua por cuñas, ofrece menos resisten- de Hallié ha mejorado su curvatura, y dicia para su adopcion á nuestros trabajadores, fieren en que el de Dombasle es de Limon fijo que han tocado por sí sus mayores ventajas, y rolo ( á tim.on brissé ), y el de Hallié es de la Reina (Q. D. G.), cuyo maJor anh elo es limon movible y entero (á timan raid). Vallevar la agricultura al grado de perfeccion rían tambien en que el primero tiene sus de que es susceptible en nuestra patria, y graduadores de clavija, extraños para nuesque por tan[o mira como una conquista pre- trns mozos de labor, y el segundo se gradúa ciosa cualquier adelanto que contribuya á por cuñas en el pescuño y cla vi jales en el realizarlo, oído el dictámen de la seccion de timon como en el arado de la lierra. ag1·icu·1tu'ra del Consejo Real de Agricultura, Bien sé las grandes ventajas que los inteIndustria y Comercio, y conformándose con ligentes conceden al timon partido (timan su propuesta, se ha dignado resol ver que se 1 brissé ); pero repulo como inmensa, muy dén á D. Mariano Miguel de Reinoso las gra- grande, la del limon entero y graduador cocias en su real nombre, por el desvelo con rnun, por cuanto asemejándole para su uso que constantemente se dedica á promover los al que manejan nuestros obreros, disminuye intereses del Estado, promoviendo los de la considerablemente el carácter de novedad y noble profesion á que tan dignamente cor- la oposicion, no tan censurable como con deresponde. masiada generalidad se crea, que los práctiS. M. acepta asimismo la generosa oferta cos presentan á las reformas de sus hábitos que hace .de un_arado de esta clase, y de un inveterados. Y en mi concepto, Si·. Excmo., labrador inteligente en su manejo, el cual, en este como en lodos los progresos , si las para comprobar la g~neralidad de aquellos coslumbre.s, los intereses, la naturaleza 6 la resultados, le ensa_y:i.rá prácticamente en las sociedad, no consi enten que de una vez alinmediacion es de Madrid en propiedades del cancemos la perfeccion ,:uma, prudencia y duque de Vera~ua y D. lVlanuel Ga viria, in- progreso será que venzamos y adelantemos dividuos del mismo Consejo, y que á ello se aunque no sea· mas que un paso; que 11i es tau han brindado espontáneamente. absoluta la falla de fundamento que se supoFinalmente, es la voluntad de S. M. que ne en las prácticas que, por desprecio, llaesta real disposicion y la comunicacion que man unos rutinas, ni las ventajas que otros la motiva se inserten íntegras en la Gaceta y suponen en los adelantamientos teóricos lleen el Boletin del ministerio, así para s;: ti sfac- van consigo, ni aun los mas probados, la decion del interesado, como para conocimiento mostracion que convenza de su utilidad á y estímulo de los agricultores. todos los entendimientos. Ganemos un paso De reál órden lo digo á V. S. para su in- si no ponemos andar toda la carrera. Esta es mediato cumplimiento. Dios guarde á V. S. mi norma. muchos años. Madrid 30 de abril de 18[¡.8.Luchando yo muchos años há con los obsBravo Murillo.-Sr. director de Agricultura. táculos que en todas partes se ofrecen naturalmente á las reformas agrícolas, y cansado TOMO l.

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tle inlenlar, sin éxilo, la inlroduccion en mi han venido ex-profeso á verlo y aplauuirlo labranza del arado Domba le y olros, por lo con grandísima salisfaccion mia, porque veo que se diferencian de los nueslros, ví con en- fácil y posible que se generalice. 1usias1110 la idea de Hallié ( que es una perSi V. E. estima que le mande un ejemplar, fcccion de la de nue iro Regás ), y en aquel y aun un mozo para manejarle, dado que pamismo año de 18fi.6 lraje un ejemplar, que sado al Consejo se crea conveniente un enrecibido desde luego por mis obreros con sayo en esa corle, me será muy grato verimenos repugnancia, ensayé aquel oloño en ficarlo, y al hacerlo acompañaré la descripla preparacion de una tierra para rubia. cion del autor. Quedé gozosísimo, mas que de su excelenLa mejora que en mi juicio convendrá in.fe labor profunda y revolvedora ( tournant) troducir, será la ue fab1·icades de hierro dulde la tierra, de la buena voluntad é inleli- ce, en especial la reja, porque las de hierro gencia y docilidad con que mis obreros acep- fundido no pueden aguzar e cuando se destaban el arado; y con promesa que me die- gastan por el uso. ron de trabajar con los que trajera, y yo á En punto al coste, es de cien reales la parellos de remunerarles sobre su soldada, en - le de hierro, armada en Burdeos. Con la da cargué y traje <le Burdeos seis de esos ara- madera creo que saldrá por ciento treinta. dos, los cuales, por haber llegado cuando Jª Pero puede economizarse, pues que al mismo tenia concluida la barhecbera de ~7, y por ha- tiempo ví trabajar en Burdeos otros arados llarme yo entonces enfermo en Madrid, no he de este mismo género, pero que tenian la podido meter en labor basla esta primavera. verledera de madera, y esta es una de las He hecho n,i ensayo con bueyes, contem- piezas que mas cuestan. porizando con la aprension de que si son 6 Paréceme á mí, Excmo. Sr., que el asunto no pesados para mulas. Se han armado ya merece la proteccion de V. E. y el estudio los arados en su parte de madera por el car- del con ejo de Agricultura , al que tengo la retero de la aldea. Se han labrado tierras honra de pertenecer. Si así opinase V. E., de diferentes calidades y condiciones, mas y podria dársele conocimiento, pedir el parerneuos compaclas, mas y menos sucias de cer iluslrado de la seccion; y por lo que á malas y profundas raíces. La labor con este mí b:icc, ampliaré mis dalos á lodos los de- · arado puede profundizarse desde cuatro has- talles y aclaraciones que se me pidan, y con1-a doce pulgadas, sin mas fuerza de tiro que curriré con entera volunlad al mejor éxilo una yunla,, y nó de las mas poderosas. Con- de esta fácil é intere ante mejora. lemporizando tambien, he condescendido á Dios guarde á V. E. muchos años. Vallaque lleven una res de rebezo ó remuda, que dolid 30 de marzo de 184,8.-Excele nlísimo yo, en mi opinion, no creo necesaria. Se in- señor.-Marian o Miguel de Reinoso.-Exc efiere que profundiza mas y á menos costa en lenlisimo Sr. ministro de Agricullura , Inproporcion á la menor tenacidad de la tierra. dustria y Comercio. Corla y arranca todas las mielgas gatuñas, y tJuebranta-arad o:; que teno-a la lierra hasta R eal 6rden dando gracias al Excmo. S1·. D. del grueso de mi muñeca. Revuelve la tierra .1'1ariano bliguel de Reinoso por el feliz éxide tal modo enterrando la de la superficie y to del ensayo del arado perfeccionado de Hasacando la de la profundidad, que en un rasllié, y aceptando el donatii:o que hace de los 1Tojo baslanle poblado de paja no se vé una dos que han servido para dicho ensayo, con despues de la labor. Deja el lerreno movido otra disposiciones sobre el particular. y tornado todo por igual en una almanta cuya profundidad puede calcularse de media Excmo. Sr. : En nombre de la lleina (Q. vara . De aquí loclas las venlajas consiguien- D. G.) luve la honra de presenciar el ensates á las labores profundas y á junlo. La can- yo que del arado perfeccionado de Hallié ve~ tidad labrada en este ensayo sale á razon de rificó V. E. el dia 26 del corrienle, con asismedia obrada por yunta y dia.-La obrada es tencia de la seccion de agricultura del Conde seiscientos estada les de á diez piés de lado. sejo Real de Agricultura, Industda y ComerComo que las tierras en que le be ejecula- cio, de la junta de Agricultura de la provin<lo lindan con el camino real de Arroyo á cia, y de diferenles labradores , caledrálicos Valladolid, han presenciado eslos en ayos to- y prnpietarios. S. M., enlei·ada del éxito fedos los trigueros y labradores del Valle de liz, que me ha cabido la salisfaccion de poTorre que por allí pasan con sus lrigos hácia ner en su real conocimiento, y de la consulta el canal, y lodos, sin excepcion, han queda- que sobre el parlicular ha elevado la referido prendados del arado , no siendo pocos !os da seccion , conformándose con esta , se ha labradores del vecino pueblo de Si mancas que dignado resol ver:


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1.º Que se inserte en la Gaceta y en el Bo- c9mparativos con el de la tierra. Unos y otro¡¡ s?n. necesarios par~ formar juicio de él, y deletfo oficial de este ministerio la antedicha consulta, preeedida de la exposicion que di- cidir de las ventaJ3s que ofrece. Permílame V. E. darlos ahora, y por escrito, para fijar rigió V. E. y aprobó S.M. acerca del método las cuestiones cuya resolucion favornble se con que debia procederse al referido ensayo. ha de buscar, así en el ensayo , como en la 2.0 Que á ·fin de verificar prácticamente este en todas las provincias, se proceda por aplicacion general de este invento. He dicho que el arado de Hallié es del gela direccion de Agricultura á la adquisicion de 50 ejemplares del nuevo arado, los cuales nero Dombasle, perfeccionado sobre este en la reja, en la curvatura de la vertedera, y en se remitirán á cada una de las junl:is li c el asiento del dental. Por la mejora introduagricultura del Reino para su ensayo y obcida en la reja, extirpa mejor la~ raíces, y servacion. mueve mas terreno; por la mejora de la cur3.0 Para facilitarlos, completando V. E. la vatura , vollea mas completamente la tierobra tan patrióticamente comenzada, procederá á extender la descripciqn é instrucciones ra y raíces corladas por la reja; por la mejora introducida en el asiento del denla\ ,-se que reclama la seccion, las cuales, con el diseño del arndo, se publicarán , como esta disminuyen los rozamientos, aminorando.la. resistencia y la necesidad de fuerza de tiro. propone, en el Boletin oficial del ministerio. A este cuerpo de arado, que es su parte de 4. 0 S. M. acepta complacida el donativo hierro, precede una cuchilla vertical en po-:que V. E. ofrece á sus reales pies, de los <los arados que han sen·ido para el ensayo , dis- sicion sem ejante á la de nuestras telerQe1as, poniendo que uno de ellos se traslade al Jar- y desempeña el doble servicio de facilita1· el corle . del terreno por la reja, y ayudar á <lin Botánico v el otro al Conservatorio de mantener el aplomo del arado. Artes para qÚe sirvan de modelo á los que Toda~ estas parles se unen y ensamblan han de construirse, y para la explicacion á con un timon y una mancera de madera, selos alumnos. mejantes á los de nuestro país, pero mejo5. 0 Reservándose la Reina dar á los leales rándolos. Son los timones semejantes en el y desinteresados servicios de V. E. la condigclavijero y en las cuñas que sirven para grana recompensa, se complace en repetirle sus duarle; y están mejorados los de Hallié, por reales gracias, confiando en que Je servirán de nuevo y poderoso estímulo que le anime cuanto girando el timon sobre el punto de su_ interseccion con la cama, permite una graá proseguir en sus útiles tareas, siendo la duacion mas, y variar el ángulo de tiro se'r eal voluntad que la significacion de su excelso aprecio, al recaer sobre V. E., redun- gun lo exija la naturaleza <le la liena, el de y se estienda tambien sobre la noble pro- objeto de la labor, 6 la alzaila de los ganados. fesion á que con tanta honra pertenece, y que cuyo ángulo de tiro es fijo en nuestros arados. He enco11lrado en este ventajas morales, promueve tan principalmente los verdaderos materiales y económicas. y positivos intereses del país. Tengo por ventajas morales de graudé, De real ónlen lo digo á V. E. para su inteligencia y satisfaccion.-Madrid 28 de junio muy grande valor, las siguientes: Se maneja en la tierra como el arado del de 184-8.-BnAVO MuRILLO -Sr. D. Mariano país. Miguel de Reinoso , consejero real de AgriSe maneja por los obreros del país sin quo cultura, Industria y Comercio, y vicepresidentengan para ello nada nuevo que aprender. te de la junta de Agricultura de Valladolid. Se conduce á las tierras como los arados del Exposicion del Sr. Rcinoso de que se hace mé- país. De aquí el poco 6 ningun carácter de rito en la real 6rden que precede, y cuya ex- innovacion, la ninguna, 6 casi ninguna repugpu.,icion comprende los detalles del arado per- nancia con que se acepta, porque se acomoda, (eccionado de Jlallié y el método que debia y mucho, á las prácticas de nuestros labraobservarse al verificar su ensayo. dores: prácticas que, aun cuan.do fueran abExcmo. Sr.: Al dirigirá V. E. mi comu- solutamente preocupaciones, es preciso tolenicacion de 30 de marzo anterior , noticián- rarlas , porque siempre tienen algun fundadole haber introducido en mi labor con gran- mento, y porque en lo-que no le tengan, no des ventajas el arado perfeccionado de Hallié, se las puede combatir de frente, sino correestaba muy distanle de esperar la r,ublici- girlas con prudencia y circunspeccion. Tengo por ventajas materiales las siguiendad con que V. E., de órden de S. M., se ha tes : dignado honrarla. Dá completa certeza ele remover toda l,).._ Carece por lo lanlo aquel escrito de detalles, así descriplivos del nuevo arado, como tierra.


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Dá comp1cla cerleza de cortar loda raíz. Voltea perfcclamenle la tierra, enterrando la superior, y dejando en la superficie la inferior. Profundiza la labor mas que el arado del país, al arbitrio del labrador, dentro de sus límites. En la labor á junio ó yunto, saca por lo menos lanla huebra como el arado del país. No exige mas fuerza que la de una yunta regular. :rengo por ven lajas económicas las siguientes : Su duracion es muy grande en tierras laborables de condiciones comunes, esto es, en tierras que no ofrezcan al arado mas obstáculos que los de su consistencia y raigambre comun. Tocones ó cepos de olivo no se pueden desarraigar con él (y creo que con ningun arado) ; pero sí corla y troncha y arranca la mielga y la gatuña, que son, me parece, las raíces mas fuertes entrl:l las que pueblan los sembrados. '-u coste es moderado. No sé los precios de la fundicion y de las maderas en Madrid. En Valladolid puedo asegurar que el arado completo podrá hacerse por 120 á 130 rs. Esle coste, comparado con su dura_c ion, le hace económico si se considera que en el arado comun , si bien el primer coste puede ser menor, viene á ser mayor por la renovacion de los dentales , por la frecuencia con que se rompen las camas, y por Jo poco que, á pesar de estas composturas, dura el arado. En mi país se renuevan todos los años. Es ventaja económica la de 110 tener que aguzar, ni echar puntas, ni calzar, poi· lo que estas operaciones cuestan en sí, por lo que cuesta el hierro, por el tiempo y los obreros que se invierten en ir á la fragua. En una barbechera, con el nuevo arado pueden consumirse, cuando mucho, dos rejas fundidas (yo be gastado una y media). Aunque la reja se adelgaza, no pierde en condiciones para la buena labor; el residuo de la reja que se de1,echa, se compra por las fundiciones. Aun cuando no se comprara, y por consiguiente se perdiera, dos rejas fundidas pueden pesar de ocho á diez libras, esto es, cuatro ó cinco cada una; y .p or muy allo que se suponga el precio de fundicion, á 50 rs arroba, poi· ejemplo , todo el gasto de rejas en la barbechera fluctua riá en lre 16 y 20 reales en los supuestos establecidos. He dicho lambien, y creo del caso recordar, q_ue este arado no es para romper 6 roturar, smo para labrar. Con todo, entre roturar con el arado del país, ó con esle, si con ambos se roturara mal, con el segundo se hará mejor.

Así descrito y comparado el arado cu cuestion, réstame suplicar á V. E. me permita indicar los Lérrninos en que deberá · verifiearse el ensnyo para decidir, no si bay arndos no lo he negado; no lamde mas efecto, que 1 poco si esle pue de mejorarse; ¡cómo limitar la mela de la perfectibilidad de las cosas! 110, señor excelentísimo, no son estas mis cuestiones , ni mis pretensiones tampoco. No soy negociante de arados que solicite un privilegio de inlroduccion y de venta ; soy un propietario cultivador, síncera y ardientemente ansioso de que miestra agricultura progrese lo que entiendo que puede progresar. Estudio los libros sin las ilusiones de un teórico, y ejercito los medios sin el fanatismo de un práctico: y cuando entre tantos y tantos experimentos como acometo á mi costa, y solo á mi costa, tengo alguno que me ofrece resultados racional y prudentemente aceptables, entonces le publico, porque no se aviene con mi carácter el monopolizarle; y al publicarle, al presentarle a\exámen de los interesados y de los entendidos, no es mi deseo lucirme en una di~ertacion charla lana y pedantesca, sino convencer á mis conciudadanos y eolaboradoresde una verdad útil, á saber;de que (en esle caso) sin mas fuerza que una yunta regular, sin olrosobreros que los regulares, en el tiempo regular, y con menos gasto, se puede labrar la tierra, mejor de lo que se labra en la genera Iidad de nuestras provincias. En eslos conceptos, y no en otros , be recomendado á V. E. el arado de Hallié, experimentado por mí. Para verificar el ensaJo que demuestre la verdad de mi recomendacion, me parece conveniente conducirle en los siguientes términos: Señálese una tierra en labor, aun cuando sea de las mas fuertes del país, barbechada 6 por alzar. Dénseme yunlns comunes; no es necesario que sean de primera fuerza. En la! tierra y con tal yunta, se labrarán tres porciones :. Una con el mínimum de profundidad, y con todas las anchuras que permita la reja: Otra con la profundidad media y todas las anchuras: Y otra con el máximo de profundidad , tambien en todas las anchuras. Al presenciar estas labores fijese la alencion en la e:xtirpacion de la raíz y en el volleo de la tierra, comunes á todas, en la holgura con que trabajará el g:mado, y en la facilidad con que lo hará el obrero. Lábrense al mismo tiempo otras porciones de la misr~rn tierra con los mismos ganados y los arados del país.Compárese y se decidirá.


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En cuanta á si se debe ó no aliJe_rar su peDios guarde á V. E. muchos años. Madrid so de dos arrobas y media; en cuanto á si 12 de junio de 184-8.-Excelcnlísimo Sefior. será mejor de hierrn dulce que fundido, en -Mariano Miguel de Reinoso. todo ó en parle; cuestiones son que por hoy no me compelen. En lodo caso, y para todos, Constilta que ~e menciona en la real 6rden de se resolverán par }as condiciones que se de28 de funio, elevada á S. M. por la seccion seen en la labor·, y por las del mercado. Yo, de AgricuUura del r:onsejo real de Agriculen mi labranza de Valladolid, le preñ-ero htra, Industria y Comercio, JJor consecuenfundido, y con su actual peso. Cada uno juzcia del ensayo del arudo Hall1é. gat·á en su easo. A los que intenten alg-una variacion, me permitiré sin embargo dirigirLa secc1on de Agricultura del consejo Real les una advertencia, á saber: no alleraP la de Agricultura, Industria y Comercio tiene eunatura de la vertedera, ni el ángulo cor- la honra de consultar· acerca del ensayo del ta u te de la reja, ni aumentar las superficies arad·o perfeccionado de Hallié que IJa remide rozamienlo del dental. Comervándose es- tido al Gobierno de S. M. el consejero Don tos elementos teóricos de la excelenci-a del Mariano Miguel de Reinoso. arado, se consenarán la facilidad de exlirEl primer ensayo intentado en el altnio de pacion, de volteo y de tiro. Ahora:side hierro S. Bla,; el dia 12 d·e l presente mes, no pudo dulce cuesta mas y dura menos; si mas alige- concluirse, porque en el mismo punto { puerado profundizará menos, ó para profundhar de decirse) de comenzarle, se desgració el tanto exigirá mas fuerza, intension y trabajo inslrumenlo, clavándose á siete ú ocho pulen el obrero, cada cual proceda con sus con- gadas de profundidad en el centro del tronvicciones, eon sus intereses, con sus medios. co de un álamo ocullo en la tierra, á una Nunca seria desacertado, me parece, eo- · hondura mayor que la q-ue labra el arado nocer primero, y mejorar despues. del país; y creyéndose por el Sr. Reinoso Deseoso, señor excelentísimo, de proceder que el obslácu lo fuese una raíz comun, manen este asunto con el buen método que ape- dó esforzar el ganado, y al esfuerzo saltó la tezco en lodo, respeto en los demas las id eas cama, y se resintió el dental, que despues rede mejora y perfeccionamiento que sus ta- solló rolo tambien. lentos, mejor que los mios, pueden introduEn el acto ofreció el Sr. Reinoso lt'aer cir en el arado; pero reservando á cada uno otros arados de Valladolid , y quedó aplazado su i•ndispensable derecho de proponerlas y el ensayo para cuando llegasen. realizarla,-, me alreveria yo á rogará lodos La seccion opinó que este incidente deslos señores que han de honrar con su pre- graciado nada arrojaba en conlra del instrusencia el ensayo, que la operacion se divi- mento, que de cualquiera forma y materia diera en dos parles, si así se cree útil~ pri- que se construyese, hab1·ia de ceder anle un mera, la de actualidad, ensayo propiamente obstáculo de tal naturaleza. dicho de lo que se presenta, para decidir si Con posterioridad se dió cuenta en la secproporciona las ventajas que he mencionado; cion de una comunicacion que el citado sey segunda, cert4 men ó discusion de las me- ñor Reinoso dirigió al Excmo. Sr. Ministro jorns que en lo que se presenta pueden in- del ramo en el mismo dia 12 del ensayo, troducirse. En la primera se juzgará mi re- describiendo el nuevo arado, comparándole oonomendacion, y cuento con que se hará con el comun y Limone1·0, y con el de Domjusticia á mi buen deseo; aunque no merez- basle, manifestando las ventajas que babia ca á los seíiores el conceplo de entendido. En encontrado en su aplicacion, y proponiendo la se~unda se discutirá una ventaja mas para que para comprobarlas, se concretara el exáel país, y ofrezco ser el primero á dar el men del ensayo, 1.º á indagar si las produejemplo c!e aceplar la que resulle compro- cia iguales en las tierras de esta corle; y 2. 0 si se creía útil, á conferenciar acerca de las bada. Si V. E. lo estima acertado, podría V. E. mejoras de que el tal arado podrá ser susccpservirse disponer que se diera traslado de es- tihle. El Excmo. Sr. Ministro, conformándola comunicacion. á los señores de la Secoion se con la propuesta , la pasó á la seccion, y y de la Junta para que se tenga presente en en su virtud hemos presenciado el ensayo veel ensavo a.plazado; debiéndole yo este nue- rificado en el dia 26. Autorizóle con su presencia el Excmo. Sevo favo;· entre los muchos con que ha acogido las tareas con que aspiro á ser úlil á mi ñor M inislro de Comercio , lnslruccion v patria, y á promover los intereses de la agri- Obras públicas, y bajo su presidencia y la cultura, á cuya honrosa profcsion me enva- del duqu e ele Veragua, los individuos de c~ta seccion y de la juntad,~ Agricullura de esta nezco de pert.enecer.


-- 238 provincia, y varios labradores y allos funcionarios, en lre lodos 103 cuales la seccion puede citar nominalmenle á los siguientes, únicos á quienes tiene el honor de conocer por sus nombres , á saber : los seiiores consejeros Gaviria y Cavaoillas, director general de minas; el Sr. rr.arqnes de Perales; los señol'es Lancl.ia, Luna, Cogolludo y Aguirre. pro · pietarios y labradores de esla corle; como profesores, los señores Bengoecbea, caled rático de mecánica racional ; Tornos, director del arbolado de Madrid .Y caledrálico de ciencias naturales; Quintanil la, que lo es debotánica, y ambos individuos de la junta de Agricultura; el Sr. Hidalgo; el Sr. Alvear, propietario en la provincia de Córdoba, cultivador é introductor de las prensas hidráulicas para el aceite; Ilasabru, de la junla de Agricultura de la misma provincia; Magaz, oficial de la secretaría de Hacienda; Serrano y Urionagoena, propietarios y cultivadol'CS en los términos colindantes, y otros que la seccion tiene el sentimiento de no designar expresamente por ignorar sus nombres. El Sr, Bordiu, director de agricultura, babia dispuesto previamen(e que se llevara al lugar del ensayo ·un ejemplar del arado Dombasle, que posee el Conservatorio de Artes, y el Sr. Lancha, que con laudable gene.rosidad ha prestado sus tierras, yuntas, mozos y casa, presentó tambien un arado comun, que era preciso para la comparacioo. No pasará adelante la seceion sin hacer asimismo especial mencion de la generosidad y buen celo con que el Sr. marques de Perales ha prestado tambíen sus yuntas y mozos, el Sr. Luna alguna de sus tierras, el señor Asensío otras yuutas, y en general el buen deseo y franca voluntad con que lodos los señores han ofrecido lo que cada cual pudiera dar. Comenzó el acto por distinguir el Sr. Reinoso las dos clases de cueslíones que se presentaban, uoas teóricas y de construccion del inslrumenlo, y otras de su aplicacioo y efectos sobre el terreno. Enl re las prím·eras hizo notar, que nuestro arado comun, si no en todas, al menos en alguna de nuestras proyincías, una vez armado tiene fijo el ángulo de tiro, y el de Ballié, de vertedera fija, tiene esle mismo ángulo variable; que la reja del primero trabaja de punta, en un plans inclinado, labrando un surco triangular, míel'ltras la del segundo trallaja en uno horizontal, labrándola cuadran~ula~· de mayores dimensiones; que la profundulatl de esle surco se gradúa en ambos a rnd_os en el clavijero del rabi 1 , y en el de Hall1é adc1uús en el eje sobre que gira , y

por las cuiías que le aseguran; que ambos convienen finalmente en no tener mas que una mancera. Comparado despues con el de Domhasle se hizo notar la diferencia, inmensamenle ventajosa para España , de ser el de Hnllié limonero, y el otro de Limon partido; que la reja del de Dombasle líene el lado exterior del ángulo cm·lante, curvilíneo convexo, por lo cual no trabaja en la mitad de su exlensíon ; y el de Hallié le tiene recto, y aprovecha para la labor toda su longitud; que la curvatura de la vertedera es mas pronunciada en el nuevo, facilitándose así mas el volteo de la tierra; que la superficie de rozamiento del dental, y por consiguiente la resislencia, es menor en el de Hallíé. Enterados de estas observaciones , que se notaban á la simple vista, y se demostraban con la aplicacion de los principios de la mecánica, pasamos al exámen ó ensayo práctico. El Sr. Lancha señaló una de sus tierras como de las mas fuertes del término, que es el llamado Cuartel bajo de Madrid, que posee las que lo son mas en este partido: el ensayo se hizo en efecto cerca del canal de Manzanares, á la izquierda del puente de Santa Isabel. fülaba la tierra barbechada con buena labor. Se enganchó el arado Hallíé en una magnífica yunta de bueyes facilitada por el Sr. Asen io; se le graduó para poca profundidad, despues se le fué aumentando esta, labró con facilidad, y se observó el volteo en la tierra movida, aunque no se veía tan completamente como era en la realidad , porque estando la tierra labrada; primero, resbalaba mas; y segundo, no se di stinguía bien la movida de la que no se tocaba. Pasamos á otra porcion de esta mis.roa ti erra, que el señor Lancha nos dijo, y todos vimos, que eslaba sin labrar, y mas endurecida por el cultivo y el riego de la escarola qne había tenido. Para esla tie rra se enganchó el arado Hallié en una yunta de bueyes del Sr. marqués de Perales, que su dueño, por encargo especial , buscó y envió como malos, y aun de los peores que lenia; pern que conespondiendo á su buena calidad, resullaron mas que regulares; se labró con una profundidad de nueve á diez pulgadas. Se observó mas distintamente el volleo de la tierra. La yur1la y el mozo trabajaban sin grandes esfuerzos. Esle era el que al efeeto ha hecho veni1· de Valladolid el Sr. Reinoso. En tercer lugar pasamos á un rastrojo de cebada, que nos señaló el mismo Sr. Lancha. Labró la misma yunta, con la misma profundidad é iguales observaciones. Acabamos por fin en una tierra del Sr. Lu.•


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na , que por este señor y el Sr. Lancha se 1 ú otro de los obreros del Sr. Lancha , que veían el arado por primera vez. nos seíial6 como ma!- empradizada de yerba, . En resúmen, y segun el parecer de la secgrama, mielga y otras malezas. Con efecto la tierra tenia todas las apariencias de perdida 1 c1on, el arado perfeccionado de Hall ié, de y casi erial. Se enganchó el arado en la re- verledera fija, presentado por el Sr. Reinoferida yunla del Sr. Perales; trabajó primero so, reune las ventajas morales y materiales con una profundidad préxima de ocho ó nue- que este cultivador le encuentra; y respecve pulgadas, que despues se aumentó basta to á las económicas, la seccion opina lam,bien cerca de doce. La observacion fué .decidida que el arado Hallié es de mucha duracion, y unánimemente favorable á la labor: profun- no pudiéndose delerminar esta, ni aun por didad, volteo, corte y extirpacion de la raíz el mismo Sr. Reinoso, porque todos carecelodo fué reconocido y elogiado por todos sin mos de experiencias propias; pero aunque la excepcion, proclamándose el triunfo del nue- de aquel no pase de cuatro años, si además se vo arado, la equivalencia de esta sola reja á consideran las economías que resultan en el dos ó tres dadas con la de la tierra, y aun á gas lo de rejas, que ni se aguzan, ni se calzan, una ca va profunda, y felicitando lodos al se- ni se les echan puntas, puede inferirse, nos ñor Reinoso por lo acertado de su recomen- parece, que el nuevo arado será por fin tan dacion de este arado, del cual se encargaron económico como el de la tierra, cuando no en el acto 12 ejemplares por varios de los se- mas. Es lo que la seccion puede consultar , en ñores concurrentes que se proponen ensayarle mas en grande, como es tan conveniente obsequio á la verdad y al progreso del cullivo bien entendido. que se baga. La circunslancia de ser el Sr. Reinoso inEn cada una de las tierras en que trabajó el arado Hallié, se hizo lambi en ademiís con dividuo del Consejo y de la seccion, impon e el arado comun. Observóse que la labor es á esta una delicada reserva acerca de la reenteramente distinta en sus condiciones de compensa que, en otro caso, propondría para un agricultor que así honra su profesion. profundidad y volleo. El problema de fuerza, principalmente de- Cree además que triunfos como el que consicidido por la clase de las yuntas, á indica cion guió el 26 de junio con la aprobacion y éxide algunos señores, se quiso resolverl e tam- to de su ensayo, recompensan colmadamenlc bien con el dinamóm etro; pero la irreg ula- el noble celo profesional de los que son capa~ ridad del tiro en unos casos, y en lodos lo ces de acomder y ensay ar á su costa, y poner despues, como dicho señor lo ha hecho á inadecuado de los timones del arado comun y del de Hallié para fijar el instrumento, no sus expensas, en el dominio del público, sin permitieron una observacion exacta, á que se ninguna otra clase de inleres ni remunerapueda ni deba prestar entera fe. La que pu- cion que el adelanto de la agricultura, semedo hacerse en la primera tierra, dió el exce- janles mejoras. Pero en lo que sí no vacila es so de poco mas de una arroba al tiro del en consullar al Gobierno de S. M., que se arado Hallié en comparacion con el del envíe á cada provincia un ejemplar del arausual ; y ni esta ni las demás, que arrojaron do perfeccionado de Hallié, confiándole á uno mayor diferencia, fueron, atendido lo incom . de los mas distinguidos individuos de la junta parable de fa labor , mas que otras tantas de Agricultura, y encargando á estas su enpruebas de la excelencia del arado perfeccio- sayo y obsenaciones. Para ello conduciria mucho que se encarnado. Tambien se enganchó este en yuntas de mulas. Primero, en la ~ercera tierra ó de gase al Sr. Reinoso la redaccion de una desrastrojo se pusieron las peores del Sr. Lan- cripcion del uuevo inslrumenlo aratorio, con cha, que tiene destinadas á la noria, aunque las observaciones que creyese conducente;;, muchos labradores pobres ]as quisieran para así para su uso como para su conslruccion, y labrar. No pudo hacerse labor, porque las señaladamente la de la parle de hierro en las mulas hacia mucho tiempo que no araban ; fundiciones que hay en diferentes provincias; pero se nos enseñó una porcion de labor he- hecho lo cual, y con un diseño que acompacha en el dia anterior en aquella tierra con ñase á la descripcion, con las convenientes referencias, se dignase S. M. disponer que se las mismas mulas, guiándolas un mozo. insertase en el Boltlin oficial de este MinisEn la última tierra, del ensayo decisivo, terio. acabaron de labrar el corle comenzado otras No concluirá la seccion sin tribular un vobuenas mulas del Sr. Lancha, y lo hicieron to de gracias al Gobierno de S. M ., y en essin dificultad ni grandes esfuerzos. En todas las tierras, cuál mas , cuál me- pecial al Sr. Ministro del ramo, por la importancia que tan acer.ladamenle han dado á nos, trabajaron con el arado de Hi~llié, uno


este asunto, bacieh<lo 'vei· á la nacíori cuan la es la que á su vista tiene cuanto Liende á promover los inlerese1- de nuestra agricullura, cuya expresion de grati tud comprende lumbien á lodos los que han cooperado tan eficazmente al ensayo, y á los demás que, abandonando sus ocupaciones, le honraron con su presencia, dando tan loable muestra de su iluslracion y de su celo público. Mndrid 28 de junio de 18/i.8.-EI duque de Vera gua, vice-presiden le.-Fermin de la Puente y A pezechea, secretario.

R eal 6rden mandando dar 500 rs . de gratificacion al mozo de labranz a 111anuel Alvanz, que hizo el ensayo del at·ado de Hallié. La Reina (Q. D. G. ), deseando dar una mueslr,f de su real complacencia á cuantos han cooperado con D. Mariano Migue l de Reino o en el ensnyo é introdu ccion del arado de Hal lié , y teniendo en cuenta que el mozo de labranza J,1anuel Alvarez ha venido desde Valladolid á ve rifi car prácticamente aquellas labores, se ha dignado disponer que le se den 500 reales vellon como una significacion de su real agrado, por la docilidad con que se ha prestado á practicar las instrucciones y órdenes de su amo en favor de la agricultura, esperando que este ejemplo

servirá de esllinuio á la honrada y benemé"" rila claseá que pertenece, para merecer iguales recompensas, De real órden lo digo á V. S. para su inteligencia, y que comunique l~s órdenes consiguientes para su verilicac1on. Dios guarde á V. S, muchos años. Madrid 30 de junio de 184-8.-BUAvo Mun1LLO:-Se~ ñor director general de Agricultura, Indus-tri:i y Comercio.

Real 6rden disponiendo qiic se inserte en los Bo• lelines oficiales de las provincias, la de 28 de junio dirigida á D. JJl. 111. Reinoso. La Reina (Q.D.G.), se ha servido . mandar que disponga V. S. se inserte en el Buletin oficial de esa provincia, pnra su mayor publicidad, la real órden de 28 del mes próximo pa sado, que se halla en la Gaceta del 29, dirigida á D. Mariano l\Iiguel de Rcinoso, á consecuencia del feliz resultado que ha tenido el ensayo del arado de Halli é , con los documentos qae en ella se cilan y se inse rtan á su continuacion. De real órden lo digo á V. S. para su cumplimienlo. Dios guarde á V. S. muchos años. M,1d1'Íd 1.º de julio de 184-8.-BRAvo Mun1LL0.-Sr. jefe polílico de ....

,~~\~~~~~~~ ~~ MÁXll\IAS y CONSEJOS AGRÍCOLAS.

Para llevar la Agricultura á su perfeccion se necesílan dos cosas; enseñanza y fomenlo. ( Ward.) Las- sociedades de agricullura son de seguro los órganos mas ilustrados y mas competentes de la Agricullura, ldnlo respeclo á las po_bl_acion~s agrícolas como respeclo á la admrn1strac1on. (Mahul.) . E_l m_ejor agric_ullor es el que consigue d1sttngu1r las prárl1cas que mas convienen á las circunstancias en que · se enruenlra colocado. (Dombasle.)

No deben ser acogidas sin sujetarse á revisi on las teorías y has la las observacionts práclicas consignadas en los libros de Agricultura, siquiera sean tenidos por los mejores. (Mahul.) Los libros de Agricullura pueden ser leidos con tanld mayor conlianza, cuanto mas se refieren los preceptos que contienen á la comarca que cultiva el que los consult.a. (Id.) La gran nodriza del género hamano es la agricullura. Despues de Dios no hay objeto mas digno de los humanos. Sin e lla no habría artefactos, ni comercio, ni delicias socia les de ninguna clase. (Olabarria)


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DE LA FISIOLOG íA VEGETAL. A1•tícnlo :1.. 0

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Desde el momento que observamos Una planta y que examinamos con espíritu investigador los distintos órganos que la componen , se 110s presenta con una especie de confusion que casi aparta de nosotros el deseo de admirar la elegancia de todas sus formas. Entonces nos vemos rodeados por todas partes <le un inespicaule misterio, que so hace tanto mas impenetrable cuanto mas tratamos de pasar de los efectos que nos sorprenden á las causas que los producen. Solamente en fuerza de la observacion mas rigurosa y atenta ha podido penetrarse en parte el velo que cubre esas mismas causas, habiéndose poco á poco establecido la base de fundadas opiniones por el descubrimiento de algunos hechos particulares que debemos admitir y abrazar, siempre que procedan de la autoridad de hombres acreditados por su saber y por la veracidad de sus doctrinas. La reunion de estos hechos que nos !Jan ido separando progresivamente del estado de incertidumbre y de oscuridad en que nos ballabamos ha creado sistemas, que si bien algunas veces nos apartan del camino de la verdad , se han ido no obstante perfeccionando y han llegado á formar una ciencia entera, la única, la sola capaz do arrancar á la naturaleza vegetal sus maravillosos secretos. Hablamos de la fisiología. No nos detendremos en citar los muchos nombres á quienes debe esta ciencia los títulos mas honrosos : tarea sería esta dema-siado enojosa, y sobre no conducir al objeto que nos proponemos, habríamos de ocupar

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DE NOVlEMDRE DE 184-8.

en una ligera reseña un dilatado espacio, aunque tratásemos de limitarnos al siglo actual, que es la época mas gloriosa de la fisiología. Sin embargo , no podemos prescindir debace!' mencion del distinguido Augusto Piramo de Candolle, cuyos escritos tendremos á, la vista en todos nuestros artículos de fisiología, bien sea porque este grande hombre obtiene el tributo de toda nuestra admiracioo por la sublimidad de sus doctrinas, ya porque nos merezca el mayo·r respeto por el acierto especial con que ha sabido ocuparse y presentar todas las cuestiones. Entremoi . en materia. Existe una notable diferencia entre los cuerpos inorgánicos ó brutos y los organizados ó vivientes. Entre estos últimos, que forman los reinos animal y vegetal, encontramos marcadas analogías, porque si examinamos atentamente una planta en los varios períodos que recorre cuando vegeta , no podremos desconocer la relacion grande que hay entre ella y el animal. En lo que mas esencialmente varían estos dos reinos es en qu& el vegetal no piensa ni puede moverse def punto donde lo coloca ta casualidad ó la mano del hombre, cuando el animal está dotado del pensamiento ó del instinto y de la facultad de trasladarse libre y espontáneamente de uno á otro sitio. Pero estas facultades de pensar y moverse que están esencialmonte manifiestas en el mayor número de animales, son al parecer tan limitadas en ciertas clases de ei;te reino, que casi i6 d~da de stl existencia. Los zoofitos y alguTOMO l.

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nos otros géneros que se 'les aproximan tie- bien fuera del vegetal todo el residuo ó sus·nen su movimien~o tan confuso, que bien . tancias superOuas que no ha empleado la pudiera dei)irse que no ha y en el los la" facu 1- nutricion. Los sólidos de que la plantn se tad de moverse. La ostra , por ejemplo . la compone los formon todas aquellas materias vemos constan temen te pegada á una roca, que entraron unidas con los líquidos, desy en ella vive y perece inmóvil y fija sin ha- compuestas ó .nó por la particular acrion bernos dado apenas señales de existencia. Si química ó que la vida combina dentro d~I en este punto lleva muy poca ventaja á la vegetal, depositándolos en varios puntos del planta, no la tiene mucho mayor en la fa- cuerpo para darle luego la solidez y dureza. cultad de pensar , porque la ostra reduce su Finalmente el tejido vegetal l!S muy diferPninstinto á los dos puntos de conservacion y te de las materias que hemos dicho; y aun nutricion: facultades que encontramos tam- · ruando ocupa un punto medio entre los só,bien en la planta que estiende sus ramas y lidos y los líquidos ; no puede colocarse con sus rafees bácia el punto donde puede ba- los unos ni con los otros porque varía de llar un suelo mas fértil , ó donde los ambos muy esencialmente. El tejido vegetal, flúidos y los gases· ele la atmósfera protejan base y fundamento de toda la organizacion y contribuyan mas eficazmente á su existen- de la planta, y al que. esta debe todas las forcia. mas diferentes de sus órganos distintos, está dotado de propiedades muy diversaa entre Si ño podemos admitir que !saya, generalmente hablando, muchos puntos de con- sí, mientras que los otros órdenes de matetacto y una notable igualdad entre los ani- rias vegetativas no tienen ninguna. Los límales y las plantas, no podemos negar á lo quidos que circulan por el interior de una menos <¡ue las últimas especies de animales planta deben su curso á la accion vital del casi se confunden con las plantas. Tanta es tejido; así como las materias sólidas, la ligninll- por ejemplo, se elaboran por medio la semejanza que hay entre ambos reinos, de esta misma fuerza ó accion, ya en las celque cuanto rpas los cotejamos mayor analogía hallaremos entre unos y otros de los se- dillas donde se modifican, ó en otras distantes res que los componen; y si atendemos á que del punto en que las hallamos depositadas. Las propiedades del tejido vegetal, las la vida es <c:omun á los animales y á las planunas son físicas y las otr¡is vitales. Las pritas, llegaremos á descubrir entre estos seres organizados una identidad tal vez perfecta, meras son peculiares de la materia, y por esporque todo lo que tiene vida parece que la to las plantas presentan como cuerpos matereci.pe de un mismo orígen ó principio. riales las de ser pesadas, elásticas, impeneSean cuales fueren las diferencias que ob- trables, etc. Las segundas, ó sean las vita·servemos, nacidas mas bien doé' la equivoca- les, constituyen un órden de fenómenos que -eion de nuestras ideas que de las operaciones no puede ejercer la materia bruta: fenómede la naturaleza , P,S lo cierto que los vege- nos que se ejecutan con regularidad en totales,· así como todos los restantes seres vi- das las partes de la planta, y que los vemos vientes, 5e componen de tres órdenes de modificados en cada uno de sus órganos. materias distintas, que son los líquidos, los El tejido vegetal es una red membranosa, -sólidos, y el mismo tejido vegetal. Las male- celular y contínua, masó menos transparenr.ias líquidas que circulan por todo el interior te, de un grosor variable segun la naturade la planta son el vehículo de las varias sus- leza particular de las especies y-la edád de tancias nutritivas que se introducen por las los individuos. Este tejido vegetal, que deraíces y por las hojas , y ellas estraen tam- bemos llamar puramente celular, toma evi-


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denles mQdificaciones para formar los órga-:. piedad vital de la membrana se· ha transfor,. nos elementales (el teji<lo rnscular y el teji- mado en membrana misma, en cuyo.caso la do fibroso), resultando de .aquí tres especies hemos de reconocer iguales propiedades que de tejidos que unas veces se hallan reunidos á la de que tiene orí gen. en una misma planta , mientras que en Fuera de este casq, todas las sustan~ias otras existe, el celular solamente. Haremos que encontramos dentro de la planta, ya ver mas adelante que la vida reside -princi- sean sólidas ya líquidas , debemos reputarpalmente en esle último. las como estrafü~s al tejido y como no dotaAunque las diferentes materias que en- das de vida ; porque en el órden de la vecontramos depositadas en las celdillas del getacion estas dos materias, sea r.uar fuere tejido vegetal, procedan de haber siQo con- su naturaleza y orígen, no pueden aisladaducidas por los líquidps, ó de que las baya mento formar el tejido, mientras que este combinado y segregado este mismo tejido , tejido se mueve por opuestas direcciones- y de todas maneras debemos hacer abstraccion llama hácia sí estas sustancias para cambi'arde ellas, porque son partes acc¿sorias, que las de mi_! maneras , segun convenga á ,la lejos de poner en mayor evidencia las cuali- naturaleza del individuo," y convertirlas en dades sensibles de dicha m·embrana, tienden parta viviente. á ocultarnos las verdaderas propiedades del Para poder dar el primer paso en el es~u-. tejido, consideradas en sí mismas. dio de la fisiología, hemos de considerar el Esta verdad se manifiesta tan palpable- tejido vegetal enteramente desnudo <le .estas mente, que si observamos la rama de un cualidades accesorias, que si bien ellas pueárbol ~ntes que las celdillas de su tejido se den determinarnos las cualidaéles sensibles hayan saturado de partículas sólidas, como de los cuerpos organizatlos ; tales como la de lignina, ú otras , se verá que el lejido dureza y <le~sidad , el sabor, el olor . etc., vegetal no qonserva aquellas propiedades de · no obstante, repetimos, nos ocultarán las. que gozaba en su juventud , llegando hasta verdaderas propiedades del tejido. el caso de negarse á producir los fenómenos Debemos examinar en el tejido vegetal que le son propios, ó que á lo menos se pre- tres propie<lacles que merecen P.studiarse con sentan de un modo tan lento y confuso que alguna atencion, porque por. ellas podremos. apenas nos dán señales de que existan. Así, comprendt:Jr varios fenómenos de que barepues , por mas que estas materias sólidas mos rnencion en el trascurso de la fisiología: lleguen á identificarse con el mismo tejido estas tres propiedades, que nos proponemos vegetal , como en parte se identificán , no esplicar en el artículo siguiente, son la exdebemos considerarlas como el tejido mis- tensibilídad, la elasticidad y la higroscopicimo, escepto aquella poroion que por la pro- dad.

... Los que han escrito acerca de la tierra la han considerado en sus varias acepciones, se-

gun el objeto que se han propuesto. Baffo,i, cuyas doctrinas en muchos puntos de la cien•


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cia agrícola son aceptables , y aun incontrovertiules , establece atguñas hipótesis acerca de la formacion del globo, ·señala-ndo tas cau-• sas de las muchas variedades de tierras que se encmmtran en él. Por qu'riosas que sean esJas teorías,. que ha c;abido adornarlas con las galas de la elocuencia, á nosotros no nos incumbe establecer las clases, órdenes, géne:·os y especies de las diferentes sustancias que componen la tierra, ni cómo se han modificado infinitamente, bastándonos como agricultores cpnocerla en su conjunto, y saberla apreciar en sus mezclas prodigiosas que aumentan ó disminuyen su fertilidad por una considerable porcion de cÍl'eunstan' cias. Sin embargo que algunos físicos hayan negado la inOuencia del suelo en la vegetacion por· haber obtenido un buen resultado de algunos esperimentos particulares, consigui~ndo el desarrollo y crecimiento de una planta sin la concurrencia de la tierra, es preciso no obstante admitir que en el curso ordina,rio de las cosas ella inl1uye poderosamente sobre los vegetales, no solo corno simple apoyo, sino tarnbien por su accion física, quíq¡¡-ca ó mineralógica. Las plantas presentan variedades tanto mas multiplicadas y distintas cuantas mayores y mas señaladas sean las cualidades especiales del suelo; y si echamos una ojeada por todos los hechos relativos á la geografía botánica y á la historia particular de los cultivos, veremos que no puede negarse esta poderosa accion, ni tampoco podremos dispensarnos de estudiar la tierra bajo esos puntos de Yista de influencias determinadas qu~ ejerce sobre los v~getales : influencias que corno hemos dicho resultan de las cual.idades físi cas ó químicas, mediatas 6 inmediatas del terreno. Para completar el cuadro de conocimien·t9s relativos á la tierra y estudiarlo bajo to~ dos los aspectos que pueden interesar al objeto que nos proponemos, es preciso juzgar sus cualidades por las propiedades físicas,

por la naturaleza y cit'r,unstancias de las plantas que vegetan espontáneamente, y en fin por el análisis qui!nico. Por virtuq de este exámen la accion que el hombre tiene sobre la tierra será mas poderosa , permitiéndole estos conocimientos modificar, por los diferentes recursos. que quedan á su alcance , las propiedades de la tierra misma, segun co.nvenga á los cultivos que se proponga realizar. Hoy no queremos presentar mas que ideas generales sobre ~stas distintas propiedades ó cualidades, reservando para despues en lrar en los detalles de toda; estas diferencias con la detencion que exige cada una de ellas. Esto será asunto de algunos artículos que iremos sucesivamente publicando, convencidos, como lo estamos , de que este punto de doctrina interesa muy ele cerca á nuestros cultivadores y de que merece un meditado estudio. La tierra, si atendemos á su formacion, es ··un conjunto de materias Yegelales, animales y salinas. Üe la mezcla y propqrciones de estas últimas dependen los diferentes suelos que cubren nuestro globo, así como á la abundancia y naturaleza de las primeras hemos de atribuir la fecundidad de ese mismo suelo. La tierra no puede ser fecunda por sí sola, ni puede proporcionará las plantas mas influencia vital que la de servir de apoyo á sus numerosas raíces, de lecho á las muchas materias de orí gen orgánico que constituyen los abonos, y de vehículo á los gases, á las lluvias y á los riegos que aumentan prodigiosamente la virtud nutritiva de estos abonos por la division que causa á sus moléculas . El conjunto de materias que hemos indicado, y las diferentes proporciones en que ellas entren, vendrá á constituir la cornposícion del suelo, su naturaleza y sus cualidades; y segun las que estas sean, así la tierra será mas ó rqenos propia para el cultivo. Un suelo compuesto principalmente de pa rles calizas s rá idóneo para la vegetacion ,


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porque fa cal es muy fértil si.sus moléculas como indispensable á J-a germinacion de las no tienen mas que uná adberincia conve- semillas. Y este interés aumentará mas y niente ó proporcionada. Si las tierras son en mas todavía, si se atiende á que podemos y estremo arcillosas ó es abundante y escesiva debemo~ modificar la práclica de las labores la cantidad de arena, no podremos esperar segun la citada facultad", porque los gases grandes ventajas de su cultivo, porq1:1c las se insinuan dentro del sm~lo mas ó menos unas, las arenosas, no retienen bastante el " profundarlle;te segun sea la naturaleza pµr-• agua nece_saria á la vegetacion, y las otras , ticular de este, y segt1n el modo de trabajar las que abundan en arcilla , la retienen de- las tienas. masiado. El calóriro que absorbe y conserva la tierEstas circunstancias, de que acabamos lle ra tambien influye mucho en el desarrollo hablar, constituirán tamliien el peso específi- <le las plantas. Las d~nominaciones que coco de la tierra, que depende del mayor ó me- nocemos de suelos calientes y de -Suelos frios nor ·volúmen ó porcion de agua que ella re-. se de~en principalmente á esta propiedad de tiene en una cantidad _determinada de su que nos ocupamos, así como podremos por propia sustancia. La tenacidad del suelo, ella esplicar las notables diferencias 91,10 escuya calidad puede reconocerse aproximada- tablecen en la agricultura práctica las diversas mente por medios muy se,ncillos, no está en espos1ciones que perfeccionan el ctrndro de proporcion directa de su facultad lle' retener la aclimatacicn. El color de la tierra aumen,,el agua; y esta circunsla_ncia es tan digna de ta el valor de la referida propiedad ,~porque atencion, que olvidándola podria conducir- este mismo color coadyuva visiblemente á la nos á graves errores en el valor que tenga- mayor ó menor alisorcion de calórico y á que mos qu_e dará las tierras y á los diversos pro- lo detenga mas dentro de las partículas que componen. el suelo , viniendo de este modo cederes del cultivo. La permeabilidad del suelo arable, su fa- á acelerar ó retarda1· la evaporacion del cultad de absorber el agua y la de de- agua. El e_s'tado eléctrico de la tierra influye basjarla escapar, así como los efectos de su capilaridad, tienen tanta importancia en la tan te en la vegetacion, si bemus de ·creer las agricultura, que estas prnpi'edades nos faci- muchas observa'ciones que se han hecho y litan el poder ·elegir con acierto el cultivo d'e que existen sobre el particular; y sin nrgar plantas anuales ó perenes, modificar los terre- la accion que á este agente corresponde ó nos por adicion de capas que les falten, es- ejerce en el esttido fisiológico de las plantas, cojer y utilizar ciertos abonos que solamente no podremos sin embargo darle todo el valor pueden servir en circunstancias dada~, y fi- que se pretende, Esta propiedad ..del suelo nalmente comprender cómo las raíces de las nos conducirá á algunas reflexiones útiles y plaÍ.ltas podrán aprovecharse del agua que á hechos incontestablts acerca de la convela tierra retiene mas en unos terrenos que en · niencia de aumentar ó disminuir las liases alcalinas á los abonos. los otros. La cap_a mineralógica que vemos en Ju Es tamliien muy importante conocer la facuÍtad que tienen ciertas tierras de retener tierra inmediatamente despues del mantillo igualmente - los gases unas mas que otras, ó tierra vegetal, ejerce asimismo un influjo por'q ue este conocimienlo juega un papel digno de notarse en la agricultura, por la conveniencia tambien ó necesidad que tenemos muy ptincipal en la historia de fa vegetacion, ora se considere este fenómeno con relacion á veces de mezclarla con la capa cultivabl9 á la nütricion de las plantas , ora se mire por medio de la~ores á •propósito; y la in-


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Ouer¡cia del bajo suelo , si podemos espresarn<1s así, es tan venfajosa ó desfavorable en detérminadas ocasiones á las cualidades de las tierras , que su estudio es muy necesario á el cultivador. Daremos á estas nociones de geología la estension que creamos conveniente para la mejor inteligencia de la doctrina que nos proponemos esplanar, procurando no escedernos de los límites que nos señala la sencillez de la clase para quien escribimos. La _fertilidad del suelo y sus variaciones serán igualmente otro de los puntos mas ~principales de nuestro atento estudio, porque ~ esta propiedad se unen . íntimamente una multitud de circ-unstancias modificadoras que nos conducen á escogitar medios adecuados para aumentar dicha fertilidad, y con ella los productos de nuestros campos. En esta misma propiedad fundaremos tambien en éan parle la eleccion de plantas determinadas como cultivo particular de ciertos terrenos, con la seguridad de que ellas nos darán resultados ventajosos sin un sensible costo de mejoramientos ni de abonos. El análisis químico de los terrenos vendrá

á compl~tar esta reseña. Este análisis es lan necesario , .como que él es el que nos conduce á conocer las proporciones ó cantidades de arcillu, arena y cal que se encuentran en los terrenos. Por este medio podrr.mos comprender á punto fijo la teoría de los mejoramientos, y los medios dirnctos de oponernos á la esterilidad de la tierra. Por poca c9ofianza que tengamos en las muohas señales físicas que se han establecido para conocer las cualidades <le esa misma tierra, cuyas señales han querido los crédulos é ignorantes que sustituyan al análisis químico , no dejaremos sin embargo de indicar las mas generales, aunque con aquella prccaucion y desconfianza que lleva consigo un estudio que no está basad_Q en principios científicos. · Repetimos que es nuestro intento entrar en todos los detalles de este cuadro general, pon'¡ue conocemos la importancia que tiene para la agricultura el conocimiento exacto de los terrenos. Midiendo nuestras fuerzas por nuestros deseos, la palabra será cumplida.

CULTIVO DEL ALGODONÓ ALGODONERO. r

El algodon es una de las produccione3 del reino vegetal que ofrece al hombre inmensas utilidades, porque entre las materias textiles es la que mejor se presta á las manufacturas de las artes , bien sea que lo hayamos tejido solo , bien- mezclado con el lino, la seda 6 la lana. A pesar de ser tan abundantes las plantas que sirven parn_ el alimento y tan escasas las que se destinan para el abrigo , no obstante el uso del algod-011 es tan general y_ tanfu su baratura, que

se adapta á l~s posibilidades de las clases menos acomodadas. Su cultivo se conoce 6 se verifica en el día casi en todas las naeiones del mundo y se ba estendido mas que el del lino y el del cañamo, aun cuando reconozcamos á eslas plantas las ventajas que Mevan al algodon, no solo por la mayor duracion, frescura y fortaleza, sino tambien por el aseo, y acaso por lo veñtajosamente que influya en la salud. La facilidad con que se presta á la tinloreríaJ y la escesiva


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finura á que puede reduc\rse, permite C?mbinarlo provechosamente con todas las restantes materias textiles, dando de esta manera un precio mas moderado á las telas de lino, de lana y de ·seda. El algodon crece e,spontáneamente en las c_omarcas mas calientes del Asia, del Africa y de la América , y ha llegado á aclimatarse poco á poco en Europa á diferentes grados de latitud. Esta planta es conocida de remota antigüedad , porque segun Plimio ) a los primeros egipcios utilizaban la borrilla de este fruto para los usos económicos , siendo reservado ~ los sacerdotes poderse cubrir con las telas fabricadas con el algodon. En España es cono·cida tambien ésta planta desde tiempo muy lejano, habiéndola introducido los árabes en su suelo. Puede decirse que ~a si-do planta de jardinería hasta el año de 1775, en qqe á escitacion é impulso de los catalanes empezó á c'.!ltivc1rse en la vega de Motril , propagándose sucesivamente á pueblos io~ediatos, y es de esperar que se estenderá este cultivo por la mayor parte de las provincias del re.ino. Sé ha creído que el algodonero puede vejetar solamente en nuestras provincias · meridionales , por carecer las r~stantes de la Península del grado -de temperatura necesario para su cultivo; pero juzgamos que esta proposicion es exagerada y una opinion sin fundamento, porque vemos que ·esta planta da pingües cosechas en muchos puntos de los Estados-Unidos, donde el influjo del sol se deja sentir mucho menos que en nuestras provincias del interior. Esta reílexioo, que nuestros lectores sabrán apreciarla en su justo valor, nos inpuce á creer que la España podría cultivar el algodon, á lo menos la especie que se cultiva en el norte de América , de u11a man.era mas general que actualmente se hace, y que podríamos aprovechar una caniidad inme,nsa de terrenos que en el dia dán poquísimos resultados, proporcionúndop.os esta primera materia cu-

ya manufactura ocupa millares de braz6s y forma la h&bitual ocupacion de una infinidad de poblaciones. La Francia, menos dichosa que nosotros si atendemos á iU topografía , ha podilo ensayar ~ste cultivo en al'gunos departamentos, con la esperanza de obtener un r~sultado importante. No indicaremos todas las especies de algodonero que -han clasificad-o los -botánicos, ni menos las muchas variedades que acaio el clima y el cultivo han llegado á producir. Para la mayor inteligencia de nuestro~ 'lectores, en un asunto que lo creemos capital, y siendo como es nuestro objeto dar las noticias mas importantes que conduzcan á generalizar este cultivo en nuestro suelo, se..,. ñalaremos las especies que mas pueden conVénir, y son las siguientes: 1/ Algodon herbáceo. Su tallo, que es leñoso y cubierto de vello, tiene de un _pié á pié y medio de elevacion : es anual en Europa y vivaz en el Africa, y se divide en ramas corlas guarnecidas de hojas que tienen en el dorso una glándula verdosa , poco' notable. Esta hojas son duras, y están sosleni- . das por pecíolos ó tallitos largos, en cuya base se hallan colocadas dos estípulas ó pegueñas bojas , por lo regular en 'forma de lanza y ligeramente arqueadas. Las flores se_ desarrollan en grando cantidad en los estremos de las ~amas, y constantem~te en las axilas de las bojas. El fruto de este algodonero es del tamaño ~e una nuez, formado en cuatro divisiones que se abren respectivamente á tiempo que el algodon que contien~n ha llegado á su madurez. Florece en julio; sus flores son amarillas; es procedente de las Indias orientales, y traido á Europa en 1549. 2.ª Algodonero de la isla de Borbon. Esta especie no teme los vientos, ni la lluvia ni el frío. Su fruto no se desprende del árbol hasta su madurez completa. El crecimier_ito ·de e,sta planta es rápido, fructific¡_¡


Terrenó. tas raíées del algodon-ero toman antes que las otras especies, y sus frutos maduran casi en una misma época: el algodon bastante esteñsiotty profundidad, y esta dis.. que dá es muy fino y produce doble canti- posicion ·natural indica que necesita un suedad, aunque sus cajitas sean pequeñas en lo suave ó suelto y fácil de penetrar: desea estremo. Es plantá de poca elevacion, y sus una moderada humedad ; y si bien es cierto frutos se inclinan bácia la tierra luego que que la abundancia de agua es provechosa ·ván tomando desarrollo. Aunque puede cul- para que la planta desarrolle muchas partes tivarse en los terrenos "donde vegetan las tallosas, no conviene. sin embargo para el restantes especies, prefiere sin embargo vi- fruto que seria en tal caso poco abundante y dificil de sazonar. El terreno ligeramente vir en las orillas del mar. 3. ª Algodonero de Georgia con semilla arcilloso es preferible á los restantes siempre negra. El algodon que produce esta especie que sea sustancioso y divi.dido por las labo:tiene mucha estima en Inglaterra, y se ven- res, porque easeña la esperiencia, que á mede á doble precio que el de las mejores es- dida que sea mayor 6 menor la profundidad, pecies de simiente verde. Es de naturaieza á que marchen las raíces de esta planta, así anua ó exige á lo menos ser sembrado cada será mas ó menos abundante la borra 6 alaño de nuevo. Desea ser cultivado tambien godon. El terreno será diferente segun la especie principalmente en las orillas del mar. 4.ª Algodon Santorino. Esta especie ·vjve que -se cultive : al herbáceo es necesario un muchos años y puede dar buenos resultados . su~lo mas franco y mullido que á el arbóreo, en, los países frios, porque es planta que re- en razon de q~e sus raíces no son tan fuersiste las helad.as del invierno siempre que se tes; y podemos sentar finalmente como recorten sus tallos á flor de tierra ·al empezar gla general , que todos los terrenos donde vegeta lozanamente Ja vid son buenos tam esta estacion. · Como el algodonero que hasta ahora se bien para el algodonero. (1) · ha cultivado entre nosotros es el llamado de Motril, describiremos sus cualidqdes y el (f) Esta circunstancia, que la creemos del macultivo que le cori-esponde , pudiendo decir yor interés, exige toda nuestra atencion. De al-que las especies prece.dentes exigen casi los gunos años á esta parle nuestros vinos ván en demism_os cuidados, con la sola diferencia que cadencia progresiva á causa de la poca inteligencia de nuestros viñadores en su elaboracion. Los existe entre- el herbáceo y el arbóreo. El algodonero de Motril, que es una de cuidados asiduos y el estudiado esmero de los francesenm todas las operaciones d~ la vinificalas variedades mas apreciables, tiene de diez ciou, así como en las -restantes de este importan• á doce piés de e(evacion cuando la poda se te arte agrícola, han disminuido en tal manera el ha dirigido convenientemente; sus ramas crédito de nuestros vinos en los mercados. de Ta son robustas y armoniosamente colocadas; América principalmente , que en el dia no tienen .produce frutos abundantes y de escelente-ca- casi estjma. Esta falta de consumo de nuestros licores ha traid._o consigo la ruina de nuestros coseidad ; vive .de diez á doce.años, y no tiene cheros, y preveemos que antes de peco tiempo otro defecto que la letititud en fructificar. nuestras viñas marcharán- á una rápida decadenEn las Islas Baleares , especialmente en cia, si nuestros propietarios, consu-ltando sus proIbiza, se cultiva el algodonero herbáceo que pios intereses, no tratan de acreditar nuestros vi. puede dar -ventajosos resultados, no sola- nos por medio de una acertada elaboracion que pueda presentar la competenda á los de los fran-mente por la buena calidad de algodon que ceses en todqs los mercados del mundo. Da otra produce ~ sino tambien porque resiste· la in- manera irá creciendo cada dia mas nuestro destemperie de las estacio~ies. crédito, y defraudaremos á. nuestra fértil patria ol


249 Clima. El aigodonefo i•ec¡'ulcre sU espo- dej,1n:ios de a-cun_sejar· blrós 'éns~yos , ya ·en si-ción abrigada, -pero· con ventilacion para órden dé nuevas variedades, ó bien · en la ·q ue el calor es'éesivo ,no detenga sus creces: · dílatacion lchta y prQgresiva del cultivo de las los vientos perjudican niucho á ;~sta planta, mismas_hácia una zona de meoos temperatuno solo por el daño que causan á las hojas ra , daremos no obstante la preterencia al 'y tallos , sino principalmente por el que que tenemos connalurdizado , por .sernos ocasionnn á los frutos. ya conocidas todas sus circunstancias ó cui- , El ·aJgocfonero·, procedente, com'O lo es, dados que nos pide. r de países calientes, exigia un mayor grado lle.mos dicho que le era favorable toda de t<Jmperatura cua[!do al r.rin-cipio se cülli- esr.osicion abrigada y _caliente; sin embargo ' 'Ó en Europa; pero poco á poco ha ido acos- vege.ta-mejor en las cercanías det mar, ·sea tumbrándose-á los grados de calor de nues- por las emanaciones húmedas que r.ecibe, ó Uas zonas marítimas, y -casi no se puede por las particulas salinas que ellas llevan. Abonos. Estos deben ser sustan.ciosos y de dudar que estas se frán dilatando progresi-vamente hasta que se llegue cÍ soportar, co- fácfl descomposicion á causa de ser esta plannío 'ha sucedido con ~otros tant_os vegetales, ta de un desarrollo rápido. Son útiles el lé- los diversos grados de trio y de calor de nues- gamo de los riÓs, estanques, balsas, ú otras materias semejantes, y especia.lmente los 'retras diferentes provincia¡;. ~ :El grado de calor que necesita el algodo- si-duos del.orujo de la aceituna y demás plannero varía segun su especie: al herbáceo, tas oleosas. Las materias fecales, como -la por ejemplo , le bastan -de 6 á 18 grados, letrina, mezcladas con una cantidad de tierra cuando al procedente de climas calientes, ~ el suave y bien preparada, forman uno de los arbóreo, son indispensables de _16 á 22. El abol,)OS mas, escelentes , y mejores to_davía si -de Motril , que se cria tambien en nuestras les añadimos una porcion de cenizas vegeta,costas meridjon51es , exige t{na temperatura les 6 mineraÍes. Los abonos deben empleHse media de 15 grados en el otoño para que antes de la última labor, porque haciéndolo pueda madurar sus frutos. Sin_que por esto en otra anterior, podrá quedar en descubierto una parte Je ellos que dejará escapar sus gases nutritivos sin que los-aproveche la comercio, de una <le las primeras , mas ricas y planta. Siembra. Debemos escojer la semilla de abundantes producciones que podria darhOs beneficios incalculables. plantas robustas cuyos frutos hayan llegado Sea como quiera , y llegue 6 nó esle caso des- á una madurez perfecta-, y que hayan vegegraciado, aconsejamos á nuestros cu~livadores que tado en un clima á poca diferencia igual empl¡;en parle de sus terren_os en el cultivo del illgodon, ya que como hemos i~dicado es útil para al del pllÍS donde se intenta sembrarla. Desu cultivo el suelo donde la vid vegeta. Pod_emos bemos procurar que sea fresca, aun cuando confiar en que el clima de la Espa11a , en la ma- conservan- por lo coTimn la virtud germinayor parte do sus provincias, se presta1·á benéfi- -tiva, sobre todo si las pepitas se han guarcamente á la prorluccion de una materia que tanto dado con la borra -y en lugaTes secos. importa á nu·eslra riqueza , y de este modo. poLa cubierta del frutó es muy d-ura, y li\s dremos reparar basta cierto punto la falla de essemillas están fuertemente agarradas al altraccion de nuestros vinos. Aconsejamos .sin embargo que este cambio de godon; por lo que cdnveodrá que se pongan _ cultivo se ha ga con la mayor prudencia · y por via en -remojo poi· el espacio _de algun tiempo,· de ensayo , entrando progresivamente en su es- · con el fin de que se abran me)or, estregando tensioh segun lo vayan indicando los resultados 1 en seguida las p.epitas con tierr-a fina para de la esperiencia. TOMO l.

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., ,separar el algodon que ·podría·· o~onerse al , .mamen te qe 'iln golpe . á olro, sin embargo ,<les~rrollo ae la semilla._ que será ,diferente segun la e~pecie de algoAunque esta conserva,· como <lecimos la donero qtie se ·siembre .. Cuando bayan ·naci.vir tq.d germinativa, convendr:á que sea de la do las ·plantitas se escojerá la mas robusta y -cosecha precedeñte, -y·que además sea pe-- de.sarrollada, arrancándose las r.estante-s. -sada, inaµura y rbbosta. Naee por lo regu·-E n la India y en algunos olros países siem ... lar á los seis ú ocho dias de sembrada, ma- bran el algodon á voelo; pero es método yormente si sobreviene una lluvia suave que poco ·ve-ntajoso porque no puede igualar las favorezca su gerrríin-ac-'ion. Apresurorefnos distancias que ha de haber de una á otra este estado dejando las semillas, antes de la pla·nta, ni facilrtá las fabores de cons-ervasiembra, ed remojo dentrn de una lejía por cion y demás -q9e requiere el algodonero. el espacio de treinta y seis hor-as-: en los ter• Los cuidados que ,exige en el primer'año, renos de regadío será oportuno regar el sue- y halilamos del aJgodon perenne ó que dura lo que de sembrarse., s•i no ha llovido iln- mucho tiempo ',, consiste'n en limpiar de yertes. has el terreno s1e.mpre qae se reproduzcan, La é.poca de sembrar el algodonero no - procurand5t amont!)nar .cada vez la tierra puede determinarse fijamentEl_ ó con exacti.- ~I pié de la planta con el objelo de conserv,-1,r t•Jd. La ocasion mas opo1;tun;- es aquella en la humedad al rede~or de las raíces, y de que rio hayamos de te~er ya las· hel'adas ni preservai'las de la accion de los vientos: si han las escarchas de la primavera, y entre no- dejado-de pacer ~lgu'nas semil.las ó falta alsotros será esta época desde principios de guna planta en· el punto que le corresponde, marzo á primeros de abril, generalmente. se repondrá á su debido tiempo. Aconsejan . La siembra puede hacerse de almáciga alg!)nos , y se pract-ica en muchos países, para traspla~tar luego de asiento el algodo- sembrar el maíz ó alguna v~rdura en los clanern : esto se hará en los países fri1¡s ; pero ros ó huecos del algodona), !:On especia lidad co1¡10 en -ellos el -cultivo de esta planta no si la tierra es sustanciosa y suficientemente p"'ourá dar resuitados favorables, no aconse- húmeda. Se la riega siempre que tenga neja remos procticarlo en grande escala, ni por cesidad de- este auxilio, y en esto hay enlo mismo _describiremos tampoco este métó- contradas opiniones. Pero el partido mas <lo de sem brarla. · prudente se~·á regarlo siemp,:e que una sequía El mas ad ec1rndo y el que se usa comun-;- prolongada i·etarde las (}reces de la planta, mente es el que sigue: Se prepara la tierra sin abusar empero del agua , principalmente que se quiere sembrar con tres ó cuatro la- · en las esposiciones inmediatas al mar y en bares cle anido, . dad~s desde diciembre basla el algodon que v·egeta cerca de ríos ó d,e lamarzo: se divide en caballones de un pié de gos . Er riego cuandó s,e crea necesario se a,ncho en su basé y de cuatrn dedos e,_n la dará solamente mientcas la planta eslé en pa rte superior, dfodol 0s una disposic ion tal desarrollo, pero nó en _lá florescencia, y aun qu.e facilite rega r las plantas : se siembran mu_cho, menos mientras fructifique, porque las semi llas coí1 el plantador en el plano in- perjudic~ria la calidad_del algodon. clinado del caballon de la parte que mira á Sucede á veces que el algodon ern desarme<lioqía, eéhando á cada aguj ero unas cin- rolla sobrada can_tidad de · partes tallosas, eri ,:;o ó seis pepitas 'á uno~ seis dedos de pro- cuyo caso se descogollará oportunamente, y f un<l idad, ó mayor toda,vía si el climn es aun se cortará su cima si I.Ómáse demasiada 11-io. La distancia que:debemos guarda / ,en elevacion en perjuicio de las ramas que dejar~ la siembra se rá .la ele unos dos p-iés próxi- de c1:ecer. Esta operadun ,. así como la de

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mTancarle una parle de sus -hojas ouando los ., mente-!as ramas bájas y qué tocan -al s.u elo fr.utos han cuajado, puede ser haata cierto para dar á la planta la forma de. un arl,oli-< · p~nt<? úti_l ; pero debemos ser parcos, espe- · to. -:En España ninguno de estos dos métocialm.ente en el arbóreo, porque podrian oca- dos ba corl'espondido á Jos resultados -, y sionarse perjuicios á la planta. . por eso dejan el primer año á cada pi.é co.-' E;iferniedades. De las que _puede padecer ~o u~1a_cuarta de tallo, atendido su vigor y el algodonero, las unas son atmosféricas y la calidad del suelo. A. la segm1da potla- ya las otras producidas por los animales. Entre dejan una ó-1mas ramas-de- cuatro-dedos de las primeras observ[!mos que las seqQías pro-· largo, aumentando- el' número en las podas . longadas, las lluvias muy conlínuas y los . sucesivas hasta dejar cuatro ó cinco.,· segun vien tos fuertes dañan considerablemente la sea la robustez de la pl'anta. planta y menguaQ. el producto, si estos males L.uego de v;rificada la pod'a se- abonahan sob.revenido principalmente eo las épo- rá el terreno: la cantidad dé abono--que lle cas de la florescencia y fructificación-. Aecesita es la de ciento y· cincuenta ·cargas La oruga llamada algodonera es el ani- de .estiércol por cada fanega de ti erra, de- mal que le cnus~ mayores ·daños, y vemos. biendo dar en seguida una labor q,ue cubra _ con frecuencia que en dos 6 tres dia-s cqn- dicho abono. Al cabo de al gunos dias se1'á cluye con las hojas y brotes de la planta, ve-- ogort.uoo amorillar las plantas para preser ,.. rificando con rapidez sús transformnciones · va;·/as de los frios y para evitar· que las dis- para hacer nuevos estr.agos. Esta oruga, que loq_ucn los vientos. Al entrar en la primaabunda en los. algodonales de la India y de vera se esparcirá lá ti erra disponi endo el la América, se vé menos en Europa á cau- terreno para el ri ego. D'e esta manera puesa -tle su clima , y por ello podernos temer de conservarse muchos años l!n a.l gocion al si 1 tambien menos por ahora el daño (lUe pue- se tiene cuidado. en repon er )as plantas que ~e c~usal~os. ' faltan cada año. Cuando se ár~·anca, .un. alEl I..iombre tiene muy pocos. recursos de _godonal deb.e de&,li~arse el terreno Pª!ª otra s q.ue disp~ner para la dcstruccion de estos producciones pc;,r el e~pacio de cuatro... años insectos Las noches frias, las lluvias co- á lo men.os, pues. que no nos da1 ia buerios piosas , los . caloi•es escesivos y los__ cuidados resultados si lo sembrásemos nu eva mente continuados facilitan la destruccion de un de' algodoneros. . < enemi go tan temible. Fuera de estos auxi- . Cosecha. El fruto empieza á star' maduJi.os, .debidos á la Provi<lcncia , no conoce- ro á mediados de setiembre, y se conoce mos por ahora otros medios de l.ibrarnos del que ll ~ga á su s-azon cuando ba cambi-a do su estrago de estas orugas destructoras. color verde en amarillento. La ma du rez de Poda. Esta operacion qu e, como se deja las baya ~ del al godonero es progres iva, y comprcnd_!'l r, se efectua solamente para el por e::¡_la razon su cosecbu se ·prolon_ga éoalgodonero vivaz ó pernnne , se verifica pa- munmente hasta fines de diciembre , y á Y~ sada la cosecha : otros la ae-onsejan un mo- ces hasta últimos de enero. Si _sob1;evienen mehto antes del nuevo bro.te, limpia~do la frios fuertes se cogen •todos los fru tos aunplanta , y descargándola de las ramas secas . que no hayan abiel"lo sus valvas que se sey chuponas. P_ara la pod[! se practican dos carán al calor del horno ó de una estufa pa prdcederes distiñtos. Los unos la hacen á ra sacar el algodnn. flor de tierra despues de quitado el fruto , La· cosecha se hará en días secos y sereasegurando qu:e de ~sta manera eJ· algodo- no¡, siendo ' prl}ferible sacar con los ded os n9ro vi\le m&.s años; y otros cortan solael 'algodon de la baya abierta, mas bien que )

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corlar esta de ta ptanta para cosechar despues 1 el algodoo. Se recorrerá cada dia el algodonal durante las horas <l,el sol para recojer el algodon de los frutos abiertos, colocáedolo en cestas que se lleven al efecto, y quitáncfole todas las inmundicias 6 los insectos que contenga. A medida que la cesta ó el talego se haya Henado se deposita el algodon en un lugar determinado del campo•· y se lleva en seguida á ta casa para dejarlo al aire libre hasta que tome el grado debido de sequedad. Es conveniente no mezclar el algon que se baya recogido en eias distintos, por no retm:dar el embalaje y no menguar la bla9eura que dehe Goos.ervársele.,

Para la cosecha pueuen destinarse los mu• chachos, que sobre no ser tan costosos sus jornales Só fatigan menos que los adultos en la operacion. Las pepitas que -contiene el fruto i;e despegan dtficilmente de la borra ó del algodon. Para facilitar este trabajo se ba inventado una máquina que ahorra gran parte de tiempo y de intereses. En otro artículo nos ocuparemos del modo de despepitar el algodon y de las restan tes operaciones que exige para presentarlo al comercio, así como hablaremos tambien de las utilidades de su cultivo.

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IiliPO~TANUIA DEL ESTUDIO DE LA A.f..RIUIJLTIJR.4.

( REMITIDO

3.º (1).)

partiendo del principio que la base <le la prosperidad pública son la Agricultu, la Industria y el Comercio, si bien colocando en primer término la Agricultura, porque sin ella no puede baber ni Industria ni Comercio; y apasionados unos por la Agricultura, otros por la Industria y otros por el Comercio, han establecido teorías y sostenido doctrinas y cuestiones de un intflrés secundario, y no pocas veces ociosas (1). No nBgaremos

• La agricultura ha sido estudiada y tratada -de una manera incompleta : bajo el solo punto de vista económico, ó sea por los beneficios y utilidades materiales que nos procura. Unos han trazado el cuadro de los diversos productos que d1.1 ó puede dar la tierra, de los instrumentos de labranza, de los variados métodos de cultivo , de los abono§ tanto naturales como artificialas, de la siembra y recoleccion de frutos_, de la con(1) Consideramos ociosa, por carecer de verdaservacion de los mismos, <.le la cría de ga- dero senlido , la doctl'ina de que-tal ó cual oacion nado y sus dif~rentes especies : otros, dota- · es. y no puede ser mas que agrícola , como la Esdos de algunas nociones de mineralogía, han pañola ; lal btra indoslrial, como la Inglesa, y !al otra agrícola é inuustrial, eomo la Francesa. etc., esplicado las varias calidades de tierra, han para sacar por c,onsecuencia que en España debe dado reglas para · conocerlas y distinguirlas protegerse con preferencia la Agricultura , la Ioy para apreciar la ventaja de una tierra so- dustria en Inglaterra , y en Francia las dos indisbre otra en ciertos y determinados produc- tintamente. A no~stro eñtender la Agricultura tos ; y otros , en fin, dando qn paso mas, la la Industria y ol Comercio son tres hermanas ¡n..:. separables ;-que viven de una vida coman , no se han enlaza~o con la industria y el comercio, (1) Véanse los números 1J y 13. páginas 161

y 203.

puerle ofenderá la una sin lastimar á las otras; son causa y efecto á la vez; dan y reciben mlÍtuamcntc vida la una de la otra , y las tres merecen igual atencion y prolecc-ion de parle da los gobiernos.


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la utilidad deesos esruerzosdetenfendimiento basta lo interior de los objetos , y que perhumano, antes reconocemos que eran nece- cibe las infin.itas y diversas -combinaciones. sar:ios; es imposible llegar á una aLtu-ra dada : que obe<lecien<lo á las inmutables leyes <le la sin pasar por diversos grados con masó me- aünidad ó atraccion producen el fcn,jmeno. nos ·rapidez; pero es preciso adelantar otro ~ la manera que la variada combinacion de paso y consitlerar la Agricultura bajo el pun- las siete notas de la gama ó escala musical dá to de vista intelectual , para s.acar de ella el ser á una admirable aria ó sinfonía . El espíritu investigador y la segunda vista ~xisten. todas las ventajas posibles. Mirada bajo ese aspecto, está íntimamen. en nosotros todos; pero existen en gérmen, te enlazada con todas los ciencias naturales, y es preciso desarrollarlos con el auxilio de en particular con la física, la mineralogía, la meditacion y del estudio. Si el agricultor la bolánica y la química. El agricultor, en poseyera los conocimientos _-elementales de contacto inmediato y contínuo con el mundo las ciencias naturales, observaría cuanto á .físico , del,e necesariamente sorprender los su alrededor pasa, mediforia y estudiaría las secretos de la naturaleza, y poniéndolos á la operaciones de la naturaleza, se desarrolladisposicion del naturalista, como del físico, ria en él el gertnen de esa segunda vista , y del químico, etc., cada uno. separa los q'uc en lugar de pararse en la superficie de los pertenecen á la cien cid que profesa , y los objetos , contemplando el color, la forma y estudia basta ballar la causa que los produ- sus contornos, penetraría en el interior con ce. Si el m~smo agricultor al describir lo5 ojo atrevido, y descubr~ria el armonioso chofenómenos de la naturaleza, siempre activa, que, la accion y reaccion contíoua , resulsupiese apreciarlos debidamente para no per- tado de una ley única é invariable en su _e sender de vista ninguna de sus circunstancias, cia, aunque múltiple y va1jada has la· lo inni pararse en la simple y material oLserva-- finito en la apariencia. Privado el hombre del campo del conocicion de los hechos, aspirando por el contrario al conocimiento de esas mismas causas, miento de las ciencias naturales, niogun obserían incalculables los progresos de la cien- jeto puede llamar ni ocupar seriamente su cia agrícola. El agrónomo auxilia ria , por atencio_n. Levantará un puñado de tierra, y decirlo así, á la naturaleza en sus operario- no verá mas que Lierra seca ó húmeda, fina nes útiles, y opondría toda resistencia á la 6 grosera, blanoa, roja ó negruzca; mirará misma basta hacerla desistir en la produc- una planta, y no v.erá mas que un tronco, cion de lo perjudicial y nocivo; y muy al ramas, hojas, sus contornos , forma y cocontrario de lo que sucede cuando los hechos lor; pasará un insecto, y solo le seguirá en se trasmiten á otro de una mauera descolo- su marcha lenta ó rápida, sin gravar en su rida, truncada, inexacta, éincapaz por lo memoria mas que la formn color y tamaño; mismo de dar la luz suficiente para las in- estallará sobre su cabeza la tempestad acomvestigaciones científicas. pañada del trueno y del relámpago, y no Un fenómeno visto por primera vez nos pensará mas que en buscar un abrigo, especausa una agradé1ble sorpresa ; la segunda rando que cese para rf!corrcr sus tierras y ll;Jma débilmente nuestra atencion, y la ter- cerciorarse . del daño--que haya causado. Si cera pasa casi sin percibirlo ; ha perdido el tuviese desarrolla.da y ejercitada la segunda atractivo <le la novedad que fué el único que vista, ¡ cuánto no descubriría on el puñado escitó momentáneamente nuestra admira: de tierra, en la planta, en el insecto y en la-. cion; nos falta el espídtu investigador; nos tempesfad ! Las teorías del color, <le la luz, falta tambien la segunda vjsta que penetra de la elect.ricidad con sus aplicaoioncs o<;u-


.._ 25/i, pat·ian agr~dablemepte su espíritu , no l.~ _ no; tiene sus pasiones, se irrita , se cafma-. · intimid:uian el '.majestuoso ruido del trneRD se venga ; •tiene amigos y enem igos; tiene y la deslumbraáora Juz del rayo, y los mil si;is a,~orps; nutre, educa y cuida con mafenómenos que ·descobrfria no serían pordi- terna l cariño el fruto de ellos; la previsiori - dos para la ciencia. En un puñado de tiern! en uno.s, la astucia _en otros (1), la lealtad, no se contentaría con ver calitlatles acciden- la gn1Litud y el instinto de asociacion en altallás; examinaria si domina en ella la alú- gunos les. asemejan al hombre dotado de inmine , _la sílic.e ó el carbor_iato de oa l , ó si teligencia. ,,Qué ocupacion tan agradable -y la tierra es arcillosa, arenosa 6 calcárea ;, si sublime· la de &n naluralis_ta que contempla entr~ en poca ó mucha. cantida-d la magne- y estudia -con espíritu investig~dor esos pesja , e.l sulfato de cal , el ó-xido de hierro, y queños mun.dos, esos mundos en miniatura las diversas sales solubles ó insoluLles que que pululan por todas partes, que hablan al contiene, para apreciar los resu~tados de es - sentimiento y á la razon con igual fuerza que tas-combinaciones. En la planta veria algo los de arr!ba, sembrados cgb admirable armas que ti-·onco y hojas; veria familias, es- moní-a en los. espacios infinitos! pecies. y· géneros; conoceria que existe allí (1) El 28 de diciembre de 1828 esl;mdo reuniun aparato químico, acaso simrfo, acaso. muy dos en un mismo salon ocho compañeros, obsercomplicado para la absorcioa, asimilacion vamos una carabana de hormigas que subian y y aislribucion de las sustancias alimenticias bajaban por la pared , por un camfno abierto enestraidas de la tierra por medio de fos raíces, tre el polvo. Una araña del doble tamaño de la y ael grnn oaéano atmosférico por-medio de hormiga, escondída á -manera de Shlteadur á ~_na las hojas : aparato aumentado y variado en pulgada de distancia del camino, acel'l1aha J.a ocasion de hacer su presa. Pa 3aban tres ó mas hortodos los instantes. por los nuevos resultados migas, y permanec1a quieta ; pasaua una-~ola reque debe producir. ¿ Quó no descu briria en zagada , y cafa sobre ella y la arrastraba á su un insecto que pisa por distraccion ó por ca- gaa-rida . A1 fin impaciente la araíia se echó sobte pricho? Ya no está clavado en la tierra como la última de lres que igualmente pasaban. A poca lsll vegetal.¡ vá donde quiere ; busca á c011tas distancia debieron apercibirse las dos que les faltaba la compañera; retrocedieron; fueron en pery á largas distancias el alimento; sabe esco~ sccucicm <le la ar¡_¡ña, y le hicieron soltar la presa. gerlo; su delicado olfato le enseña el cami- y alejarse á triple ~istancia del camino. , ¡

2\pactntantitnto btl ganabo: tí la tstaca. .r

~~ -P-¡¡~~

, La industria agrícola, muy diferente de la manufacturera, halla casi siempre en sí misma lodos los recursos que neccsila. La naturaleza vegetal ofrece una dilatada cadena cuyos eslaLones <lepemos considerar co' mo otros tantos medios de produccion, que no nos sirven sola.mente por fu materia hájo cuya forma la tierra nos los ofrece, sino que

nos permiten tambien conservar y mullipli .. car los animales indispensables para el cultivo, para la venta y para la formacion de los abonos. Esta última circunstancia, en la que puede fundar el chltivodor gran parle de su for:.· tuna, puede á la vez serle mas y mas ventajosa, si adopta los medios que una razonada


esperiencia le proporciona p i·a -sac'a t· ~e sus que es ta.han cubir.rlas, el líquido suficientt, ganados inmensos beneficios que le satisfagan para apagar ~u sed.)> _ sus cuidados y su laboriosidad .. Con este olJ .. « Es probable qué ~ste resultado no se jeto reproducimos á continuacion un es-crito consegu,írá duranLe el ,·erano, porque ende Mr. Rieffel que dice así : tonces las noches son corlas y las yerbas se C<La Normandía continúa preocupfodosé agostan con los ardores del sol ; pero en la con el sistema de apacentamienlo á la estaca, primavera y e'0 otoño, cuando las yerbas son que ha provocado una acalorada discusion tiernas Y' suaves, cuando lás - noches son en el congreso de Carentan. El Indicador de frescas y los rocíos abundantes, los...ganados Bayel,[X al dar cuenta de la sesion de la so.:. deben enco~trar sin duda suficiente llgua ciedad de agricuJtura de esta ..ciudad , dú á uentro ue las plantas y en la superficie para conocer los 'esperimentos de Mr. Benu. En apagar su sed ~» un prn<lo de cabida 1150 metros existen un « Mr. Le Sueur de Huppain ha usado me., há 18 vacas que han encontrado un tambien el apacentamiento á la estaca, prinalimento abundante, mientras que en el sis- cipalmente para los bueyes, en cuyo métotema de libre pasto no habrian podido con- do dice haber Lallado ventajas -evidentes. )> tinuar mas que el espacio de quince dias. « Mr. Le Sueur de Esguay, vjcepresidenEstas vacas se han conservado bien sin que te de la sociedad, ha hecho una reseña de su leche se haya disminuido. 1\fr. Benu ha esta cuestion, de la que no se han ocupado añadido qu~ erá muy importante habituar á todavía en Careutan: trata de demostrar con las reses en su primera edad á este régimen, esta reseña que los bueyes que se han sriaporque se vén vacas que no habiendo sido do á la es taca adquieren un desarrollo mas acosfombradas á este método de apacenta- consideraLle que los que se mantuvieron á miento se desmejoran , notándose que su libre paslo. Este hecho es de la mayor imleche era menos abundante que de ordina- portancia y viene en apoyo del nuevo métorio, aunque su salud no se -ha resenti- do.» do. » e< MM. de Laboire y Pelfresse han tan<(Una de las principales objeciones que se teado tambien varios espel'Í~rnntos que no han alegado en Carentan contra el sistema han dado los mismos resultados que los heele apacentamiento á la estaca, es que las cho~ p.or MM. Benu y Le Sueur. Mr. Pelvacas de leche necesitaban _beber á menudo, fresse ha creído notar que sus vacas no day que siendo por lo mismo necesario con- ban tanta cantidad de leche si apacentaban ducirTas rbuchas veces al dia a abrevade- á la estaca como cuando se las dejaba suelro, ern preciso en tal caso para cuidarlas tas por la pradera, y que en los primeros un mayor número de empleados ó !Joyeros dias echaban de menos su libertad y se des. que cuando se apacentan por el método or- mejoraban, aun cuando se habituaban á este dinario , de lo q.ue resulta forzosamente un método muy en breve.)> (\~fr. Alejandro Dousinel ha preguntado si aumento en l,os gastos.» . •<< ~r. Ben u ha dado aun poco'valo-r á es-- el apacentamiento á la estaca sería posible en ta objecion: ha dicho que durante él mes los prados húmedos; á lo que·ha respondido que la~ vacas estaban á la estaca las ha con- Mr. Ben u, que se hallarán pocos agricultoducido al abrevadern muchas veces sin' que res que no tengan prados cuyo suelo sea perhayan querido beber ; de lo que concluye meable en mas ó menos parte; que en el caqu~ ellas han <lebi~o hallar en los jugos con- so de observarse que despues de Jas grandes tcmtlos dentro <le la yerba y en el rocío con 1 lluvias el opacentamiento á la estaca ocasio1


t1ll estragos eh Un prado muy húmedo, po-

drá quitarse~el ganado y conducirlo á otro mas sano y qúe tenaa una esposicion mas ventajosa; y 'lue esta práctica se segúia ya con el sistema actual , porqúe nos guardábamos mucho de introducif las vacns en un prado húmedo despues de abundantes ó cre=cidas llu.vias. » « Ha resultado , pue.; , de la discu ion . que el sistema de apacentar el ganado á la estaca méjora notablemente los prados; que este método podrá probablemente-dispensar.-. nos en lo sucesivo de .hacer grandes dispendios para los abonos y bP-oeficios de los prados que se hallan colocados en esposiciones favorables y cuyo suelo sea de buena cali~ dad? consiguiendo de esta manera impor= tantes economías que redundarán en beneficio del dueño de la granja y del arrendador. >, « Todas las noticias que hasta el presente han llegado á conocimento de la sociedad

prueban que el sislema do apacenh1m1ento á la estaca tiene ventajas i~conle tables sobre el modo de pastar el ganado en libertad. ,¡ las esperiendas no son todavía bastante de.a. cisivas para recomendar esclusivamt:inte este sistema , p1'ueban a lo menos que los agricultores que lo han ensayado con per.a. severancia é inteligencia han obtenido de él resultados satisfoclol·ios. Cuando vemos hombres esclarecidos y amigos del progreso, tales como MM. de Esguay , Le Sueur tío y sobrino, Ben u y olros, recomendar este sistem& y asegurar que lo han practicado con fruto ó con buen éxito, debemos esperar con confianza que mu pronto se generali:r.ará su uso en todas las har,icndas bien dirigidas. Mr. Durand y los prim~ros que lo hubiesen experimentado tendrán la gloria de haber hecho un señalado servicio al país, proporcionando á la industria un nuevo origen de riquezas. »

l\fr. Marras, individuo de la sociedad de f Obtenía en efecto buenos resultados; pero agricultura de Cantal , ha estudiado muy detenidamente el efecto que ocasionan á las plantas forrajíneas las varias sustancias que se emplean como abonos y como beneficios. Ultimamente ba apreciado con ún rigor lógico las mayores yentajas que ocasiona á )05 forrages el yeso esparcido en otoño, en lugar de usárlo en la primavera, como lo aconsejan alg.unos agrónomos. Así se esplica el citado observador: « Diez años bá que me ocupo del cultivo de los prados arliftciales . .A I principio , con• for.mándome ·on la práctica admitid_a, ~ espai;cia el yesó durante el mes de marzo.

distaban mucho de ser ni E'ran comparables con los que conseguí des pues echando el yeso en noviembre, diciembre ó mas tarde (1 ). (1) Sogetándonos á los principios fisiológicos qoe son la única guia segura del cultivador, no podremos aplaudir la esparsion del yeso en los prados artificiales en la primavera, escepto en aquellos países en que por su topografía ú otras circunstancias particulares sean de ordinario muy frecuentes las llovías durante ~sta estacion. La razon está, en que siendo el yeso una sustancia muy estinmlante , llegará á dañar las plantas si no sobreviene pronto una lluvia que apague ó modifique su accion. La permanencia continuada del yeso sobre los tallos y sobre las hojas produce


257 Hé aqul las circunstancias que me han obli- atrás á las dé los Í-éstantes puntos del campo. Al fin despleg~ron una ·lozanía nÓtable, sugado á modificar mi proceder. » ce En 1838 quise esperimentar los efectos peri'or aun á la de las que recibiei:.on el yeso del yeso en el trigo. Hice esparcir una fane- esparcido en marzo. ta esperiencia me paga y media en diez' surcos colocados en me- reció concluyente: bastaba echar el yeso en dio del campo. /Esta esperiencia no produjo Ja tierva tan pronto como fue~e posible , si~ modificacion alguna apreciable en· el estado ser necesario esperar á que la planta hubiese de la planta:, el trigo que se recogió no fué ' desplegado su vegetacion. ,» ni mas hermoso ni de mejor, calidad. En el • << Desde entonces be repetido mis ensayos mes de setiembre siguiente hice sembrar en todos los años, y siempre de manera que puesta tierra una cantjdad proporcionada de diese formar comparacion. Los · resultados arvejas negras. , Des-de el momento que la ve- han sido ~iempre los •_mismos, obteniendo getacion empezó á desarrollarse, observé una constantemente mayor b~rmosura y precocidifere.ncia notable en- las arvejas que ocupa- dad cuanto mas distante ha estado el momen~ ban el punto donde se babia esparcido el to en que se echó el yeso ~n la tierra. Y he yeso cuando la siembra del trigo , tomando obtenido principalmente, en relácion de la una actividad en sus creces que dejaron muy precocidad, un éxito muy ventajoso en el trébol encarnado, en términos de haber podido segarlo quince dias antes que mi·s veuna excitacion excesiva á la fibra vegetal, y cuya· exGilacion altera e_l equili-brio que hay entre las cinos.>> «Invito, pues, á los cultivadores á que funciones de absorcion v de exhalacion: y aun sentado que el yeso se haya precipitado al suelo al esparzan el yeso con preferencia en otoño, esp_arcirlo , si bien en este caso los daños serán sin que deban temer los malos efecttis del menores, no obstante el nudo vital y las raicillas frio por riguroso que sea, atreviéndome á superficiales se resentirán en gfan manera del estímulo del yeso1 si no podemos dar luego la canti- asegurarles buen resuHado. ·Me tlmdré pbr dad de riego suficiente para neútralizar sus efectos, dichoso si mis pequeños ensa •os pueden conPor estas razones no dudamós que Mr. Marras tribuir á rectificar algun tanto las ideas y habrá obtenido mejores resultados del uso del yelos usos que una sana esperiencia acreso en otoño que en la primavera. ditado en favor del yeso. >> (N. dela R.) 1

ha

Aun en el sistema mismo de alternar lascosechas , no deben tampoco proscribirse enteramente los liarbechos, sobre todo en las tierras fuertes;. pues i:uando estas se cubren de malas yerbas , la e~periencia ha demostrado · que un año de barbecho produce entonces ex· (1j Véanse los números 12 y 13, págiuas 188

y 207. TOl\10 J.

celenfos resuJlados; y el no haberlo hecho así, ha traido mas de una vez deplorables resullados. Pero en esle punto oigamos al célebre M. de Dombasle, c0,yo voto es por lo regular decisivo en materias agronómicas. En una importante memoria que con el lílnlo Del buen 6 mal éxito en las emp,:esas de mejoras agrícolas

ha publicado en el lomo vm de los Anales de Roville se encuentran los notables párrafos si-

21.

I


·gniénles. «Aquí ~e_presenla una conside¡aci~n que de treinta ~ños á esta ~prrrte ha iníluido de ana 'maneta "bien funesta en los muchos contrali-empos que han sufrido algunos que han querido ocuparse de mejoras agrícolas: hablo de la proscripcion absobta de los barbecho&., quti ha sido defendida sin suficiente exámen por la mayor parle de los que han escrito de materiasagrícol_as. El barbecho puedesin duda suprimir~e en muchos casos: esto es incueslionah1e; pero nunca debe hc1cerse sino gespues de estar el terreno suficientemente limpio de malas yerbas ; y además en las tierras fuerles y arcillo3as en que se trate de establecer un cultivo perfeccionado, debe c-onsiderarse el barbecho frecuentemente, sino -como indispensable, á- lo menos como el ·mejor medio de conseguir del suelo el mayor producto neto en cultivo ae grande exlensi,m. Se ha citado con bastan le frecuencia el ejemplo del condado de Norfolk, que debe su ri..¡uéza agrkola á un sistema de cullivo en que jamás se hace uso del barbeclio. Pero es necesario tener en cuenta que l~s tierras de ese condado son muy arenorns; y que en lo~ lothians, canlon arci li oso y tal vez el mas rico y mejor cullivádo d¡i las islas Británicas, n.o solo se usa el barbecho <le una manen~ regular, sino que se mira la inlro<luccion de esta práctica como una mejora inmeosa en el arle uel cultivo, y ql1e ha contribuido á aumentar muy considerablemente los productos y el valor de las tierras. ~Lo mismo sucede en otros muchos cantones de Inglaterra y de Escocia, en donde el arle de la agricu !tura ha llegado al mas allo grado de perfec_ cion. Alli, como en todas las comarcas mejor cultivadas de Alemania, no se deja la lierrd de barbecho cada dos ó tres años sin discernimiento, y sin distinguir las diferentes calidades de las lierras : .como se hace aun en muchas partes; sino que el barbecho se hace;venir nna vez cada ciDyO, seis, siete ú ocho años en allernalivas regulares, calculadas con arreglo á la naluraleza del suelo, de suer~e que eslé GOnslantemente limµio de malas yerbas . Porque es preciso que los cultivadores lo sepan bien : de · todos los medios que se ernpleán para tener el te rreno limpio de malas yerbas, no hay nin~ guno ·mas eficaz ni mas enérgi.co que el barbe-

cho, y en muchos casos tampoco lo ·hay m·as económico. » Véase pues corno nunca pueden llevarse al éxlremó ni aun los mejores sistemas, sin caer l11ego en gra· es inconvenientes; y véase lambiP.u como se han equivocado lo~-q11e, conven• cidos de las ven lajas que el sistema de rolacion de cosechas tiene sobre el antiguo de barbecbos, q Hisicran ver eslos enler¡rnente desterrados de nuestro país, y establecida de pronto por todas parles la práctica de al lernar las cosecha,;. Si bien en nue~lro pais esencialmente agricultor traeria consigo esta práctica ventajas inmensas, no excediéndose de ciertos justos límites, es necesario confesar, que para ·eso hay que vencer no pequeñas díficl\ltades. Prescindiendo ya de la costumbre muy arraigada en España, de que los ganados de los vecin s de cada pueblo pasten en las rastrojeras y barbechos de su término, costumbre que, aunque en el fondo es perjudicial, no se podria-sin embargo desterrar de pronto, sin resentirse muchos labradores pobres cuyos _ganarlos encuentran mucha parle de su preciso alimento en los barbechos y rastrojeras, ¿ cómo se persuade á la generalidad de nuestros labradores que abandonen el sistema de cultivo que vieron· siempre seguir ásus mayores, y han practicado ellos mismo_s constootemente desde sus primeros años? No conocernes otro medio ninguno que el de la experiencia,: la generalidad de nuestros labradores admitirá, no lo dudamos, mejores métodos de cultivo; pero será cuando por sus propios ojos los hayan visto practicar gon muy ventajosos resullados, y cuando el estado de sus recursos se lo permita, puesto que para cultivar sin descanso la tierra, no solamente se necesitan los collocimienlos qÚe dan la ciencia ó la experiencia, sino tambien además 11n capital algo mayor que siguiendo la costumbre de lvs ·barbechos. Cabalmente á no haber le• nido en cuenta esta úllima circunstancia atribuye .l\L Gasparin gran parle de los malos resultados que con frecuencia han experimentado algunos cultivadores, al poner en práctica el sistema de al Lernaliva de cosechas, q u.e forma la base de la agi:_icullura moderna. El ir generalizando pues esta práctica en España, 0


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está ·reserv~do, n6 á los colonos que por ,regla1 ·, que se, encuentr~r(, pero mas p;i oci pal ment~ ger1era l apenas lienen lo necesario· para una la del clima. ¿ Qué suc¡ede despues? Que los miser¡tble subsisLencia ,. sino á los propietario{ resullados de ninguna manera corresponden; que. con cierta inslruccion erí materias agronó- y q·ue por una ioevilable reaccioo se cobra un micas, y conocien_do sus' verdaderos ínlereses, profundo horror' á ladas las innovaciones, y se _se decidan á labrar p0r su• cuenla sus bacien- arraigan mas y mas los métodos viciosos que das, y á mejorar los 'mélodos del ·cullivo hasta lenemos de·culliro. En apoyo de lo que hemos. conseguir que la tierra .-produzca todo lo que dicho, recorda¡n os al:sora que nueslro-escritor es·capaz de producir. Luego que á la visla d~ D. José Mariano Vallejo, que esluvo algun uu pueblo se' presente el ejebipl.o ,de una tlierra rliempo en Francia, en donde oh.servó los méque no cesa de producir, esle ejemplo segura- lodos de cultivo en algunos departa,menlos, menle no será perdid11: lo -irán siguiendp otros aconseja que en los secanos de España se allerpr,opielarios 6 labradores ricos del mismo pue- ne el cultivo de los. trigos con el del sainfoin blo, y su ·agricullura. cambiará de aspecto an- (pipirigallo), segun asi se practica en FranLes de pasar muchos,años: hé aquí púes el me- cia. Si bien esto podría tener aplicaQion á algudto de mejorar las prácticas a~rarias de lodos ·no-s secanos (río, á lodos) de las provincias septos pueblos de la Península. . ten lrionales de España, creemos q_ue no podría . Demosltadas ya las muchas~ventajas que al snli~ bien en. las provincias del centro, y muaú-liguo sistema-de barbechos'\l eva el moderno cho menos en las del mediodía, en las cuales de- rolacion de cosechas, pel'o babi-endo hecho es imposible cu! livar de secano las mismas plannotar asimismo, que esle cambio en nuestra las que en Francia . Mas¿ á qué vamos Lan leagricuHura debe irse verifrca11do poco á poco, jos~ ¿No se vé- en vari·os secanos de las provinfállanos ·ahora mdicar las reglas que ;debiera cias del norte de España alternar el oen ten o lener presentes el •onllivador que pensase es- con la patala, allernaliva que no podría tener tablPcer una allernaliva de cosechas en fincas buen tesullad-0 en las provincias meridionales, <fue an.leri,ormeRte &e culli vab&n, dejl).ndolas ni aun en las interiores de t<' paña? Creemos pues deber ante todas cosas acol)sejar á nuesúno ó mas añ-0s de des.canso,. 0ebe~anle todas cosas saber las planlas úli- lros cullivadores, que en punto á allernaliv::i, les que se producen bien en .el ~erreno que se de•cosechas no adopten ciegamenle,las que aun ha de sembrar todos los años; y aun si es de con bµen éxito se practican e,n otros países, mucha exlension_y varia de calidad ~n algunos sino que- primeram,enle vayan averiguando por silios, conviene dividirlo segun sus respectivas medio de ensayos en pequeño las, plantas úlicalidades, p'ara establecer en cada porcion la les que pueden cultivarse con v~ntajas _en un a.ll maliva que mas le convenga. Si se lralade terreno, á fin de que despues ¡Juedan adootar cul~ivai:· Lambfon plantas que no se produceD la allernaliva mas convenienle que en él pueen el, pals, nunca debe •haoerse en gFaríde, has- da establecerse: Conocidat- las plantas que el lerreQe pueda _ta que repelidas experiencias he.chas ea pequeño, y de. consigo ienle -sin pérdida, dén unª' producir, se escogen par.a entrar en la rolacioth suficiente gar_anUa de los resultados que hayan aque-llas cuyo cullivo-µueda ofrecer ven,lajas.., de olf.tenerse. Este suele ser el eseollo en que económica.(Denle hablando; para lo cual hal)'se esli•ellan- con frecuencia las· mejoras que que ,lomar en.cnenla el consumo local, lamahombres superficialmente teóricos quieren in- yor 6 menor facilidad de trasporte y los gas, lroduci r en-la. agricultura. Sin poseer profun- \ tos que ocasiona cada cullivo. Con arr.eglo .á damenle esLa ciencia, leen en algnnas obras esas conbi<leraciones ~e.elegirán las plaplas que exlrangeras los métodos poi: ejemplo Lqne los . ha,yán de cultivarse, ·cü~o circulo debe .exlena-lernanes, los in'gleses ó los franceses,.emplea11 dcrse lodo lo mas que ,se pueda, :.din, de que para aHernar las cosechas, y sin mas exá'men, larde mas cada planta en volver á ocupar el t¡ui~ren aplicarlos lileralrbe1}le á España, sin lerreno, 1lo que la experiencia ti~ene ~creditado tener en 'cuenta u,na porción tle dife.rencic\s - ser por regla general bastante v~nlaJo~o, y :e,n

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eeguida se establece el órden con que las plan- las lierras fuertes y húmedas cada cierto núlas elegidas hayan de sucederse unas á-o~ras, mero de años, entonces es de necesidad un añ.o sobre lo cual harémos las indicaciones siguien- de barbecho, durante el cual, y en las épocas cirnvenientes, se darán las ·labores necesarias, tes: \ La primera y mas principal es, que á una á fin de destruir completamente todas las maplanta de cierta especie ó familia sucede olra las yerbas, y continuar despues con la alternade diferente especie ó familia: eslo, segu.n an- tiva de cosechas establecida. Profundamente convencidos, como estamos, teriormente hemos notado, es una verdadera nece&i<lad, sobre la cual se halla fun1lado el de que no tienen ese carácter de generalidad, que á veces se les ha querido atribuir, las alsistema de allernar las cosechas. Despues de una cosecha que esquilma mu- ternativas que se hallan en práctica en varios cho ~I terreno, debe hacerse venir otra que paises, omitirémos copiar las que se expresan pueda proporcionarle algun descanso, ó aun en varias obras nacionales y extranjeras, pues volverle su fecundidad. Dejan en lo general que como ya hemos dicho, la experiencia en bastante esquilmado el terreno las plantas cu- pequeño debe ser la única guia de nuestros laya~ semillas llegan á madurar, porque, sobre bradores, y no querernos presentarles ejemno extraer apenas alimento ninguno de la al- plos que tal vez los extravíen , y les hagan mó fera, sino lodo de la tierra, cuando aque- mirar con mas y mas prevencion las innovalla época se acerca, lleva á si la semilla casi t ciones de que se les hable ,.en materias de cullodos los jugos nulricios de la planta; y arran- tivo, Les dirémos, si, que para allernar con caaa esta despues, 6 segada , apenas quedan los cereales en los secanos en QUti escasean las en el terreno despojos ·rnjelales, y estos en mu- lluvias de verano, de cuya cla:e tantos se encha parle desustanciados. P0r el contrario no cuentran en España, son de suma utilidad alcansan el terreno, sino antes bien lo benefi- gunas de las semillas llamadas vulgarmente de . c1an, las plantas que se siegan en verde, la_s p.rimavera, J~ues ocupan la tierra únicamente_ que se hacen pastar por los ganados de la tier- Cllhll'O meses del año, durante los cuales -en-_ ra misma, y sobre Lodo las que se entierran cuentran por lo regular suficiente humedad que conservan con su somera en beneficio de en verde como abono. A las plantas que no se escardan, y dan lu- la vegetacion y tambien del suelo, hasta el gar á que nazcan malas yerbas , como por punto de que por lo regular pueda ararsP, la. ejemplo los cereales, deben suceder olras que tierra despues de la recoleccion, y prepar'.:l.rse permitan las labores, y la deslrnccion de las con~nienlemente para las cosechas sucesivas. yerbas, como sucede con las plantas que se Llámanse vulgarmente semilJas de prima'vera cullivan en líneas, ó lambien para utilizar sus en los secanos las almortas, lentejas, garl;>anraíces, como las patatas, nabos, ele. en los zos, alcarceña, a:lhorva, avena, cebada laditerrenos algo húmedos ó que puedan regarse; lla, melon, comí no, tlc. ele. , de cuyas planó bien siendo el terreno á propósito, se puede tas debemos recomendar especialmente para sembrar trébol, pipirigallo ó alfalfa, pla¿tas alternar con los cereales las almortas, con que con su poderosa vegetacion ahog~n las deslino á forrage para los ganados vao no, Jaotras yerbas, y de las cuales las dos últimas nar y de cerda; pues sobre ser plaolas que se pueden conservarse por mas ó menos años, dao bien en los seca.nos, y no esquilman el -proporcioIJando mucho y excelente forrage para terreno ariles de granar , pueden hacerse paslos gamidos, y dejando despues el terreno muy tar en el mismo sitio; y el terreno recibe.enbieu dispuesto para recibir en seguida J·os ce- tonces doble béoeficio, el de los despojos vegereales. tales que allí quedan, y los excrementos de Y por último ,· cuando se llegue á ad verlir los animales, resultando así perféctamente que las malas yerbas, á pesar de las labores dispuesto para recibir los cereales. intermedias dadas duranl~ algunos cultivos, se Hemos por fin terminado el trabajo que 'nos ván apoderando del suelo; como ' s,ucederá en propusimos publica_! sobre el sistema de alter~


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nativa de cosechas, al qúe deben e,nnucha parle ,su bienestar los países mas adelauta<los de Europa, .y que coo ·el tiempo luego que lle~ gue á irse general izando en España, que es una nacion esencialrnenla agricullora, formará la base mas sólida de su-riqueza y prosperidad. Como escribimos para la generalidad d-e los lectores, y no para muy ppc¡¡ s pel'Sonas que posean •entre nosotros la ciencia de la agricultura, hemos huido de todo aparato científico que con frecu encia asusta á la mayar parle de los lectores, y suele . inutilizar en la práctica los escritos mas profundamente medi\ados: así como tambien, apreciando en su justo valor elestado actual de nuestro país, no hemos llevado

basta Id rxageracion !_as yentajas, grandes si~ duda, del sistema mode1 no dé rotacion de cosechas, ni .nqestros deseos ' de que llegue á irse extendiendo entre nosotros,. aunque con cierta prudt•nle lentitud. ¡ Oja lá este trabajo, cuya imperfeccion nosotros misipos reconoce_mos, corresponda al obje\o que por nuestra parle n•JS hemos propQeslo, contribuyendo á generalizar enlre nosoli:os el gusto á las mejoras agrarias, que ·es el manantial _mas segino y abundante de la pública prosperidad 1 -:C. A• . ( Boletín oficial del ministerio de Comercio, ,lnstruccion y Obra~yúblicas . )

\..

con~luid ánles del primero de julio de -este año. El presidente y secretarios de la junta de Informacion serán nombrados pQr Mt á propuesta de-mi minislro deComercio. Arl. 4.. 0 Mi ministro de Comercio me proR eal decreto creando una junta de informácio-n pondrá el reglam ento interior de la junta de para que evacúe el interrogatorio, queá se- Informacion. · guida se copia , sobre varias cuestiones de Ar\. o.º Mis ministros de Hacienda y Coa11·ic-iiltura , indu~trin y comercio. 1 mercio procederán fomed'iatamente á la formacion de un interrogatorio que se publicará en Conformándome con lo ex ,,ueslo por mi mi- la Gacela y en los Boletines oficia les sobre las ni stro de Comercio en exposicion de esta fe- cu rsliones que interese esclarecer Teh1ti,vas á cha, vengo en decretar lo siguiente: la imporlacion de tejidos _de algodon , de ceArtículo 1. 0 Se establecerá en Madrid una reales y demás artículos que juzgueconvenien--juntij <le In.formacion ·, compuesta de los indi- le designar. vid1rns que- Yo tuviere á uien nombrar á proArl. 6. 0 Todo individuo 6 corporacioo popuesta del mini tto de Hacienda , y ,le uno drá. librémenie contestar al lodo 6 p¡¡. rle del elPgido por cada junta de Comercio, y 0lro por interrogatorio, dirigiendo. su re!¡puesla á mi cada sociedad económica del lleino. Las juntas ministro de Comercio; este la pasará á la junde ·Comercio y las sociedades económicas que ta de lnformacion, á la que lamb'ien se eriviano creyesen conveniente enyiar comisi onado rán los docum~nlos existentes en las oficinas á la de Informacion, podrá'n abstenerse de ha- que puedan convenirle para el buen despaGho ce rlo. de su encargo. Art. 2. Los indi'vi.duos nombrados por ·las . Arl. 7. 0 La ju Ata de Informacion, despues j,ll ntas d~ Ccr-mércio y por las soniedades eco- de examinados y discutidos los dalos relalívos nómicas presentarán ó remitirán sus a edencia- á. la i mporlacion de lejülos de algodon, de celes á nii ministro de Comercio hasta el 2o del reales y demás que le sometan mis ministros co rriente, sin cuyo requisito no serán admiti, de. Hacienda y de Comercio, expondrá su opidos en la junta de Infúrmacion. nion razonada. Art. 3. 0 La juntd de Informacion dará prinArl. ~.º Esta exposicion y las actas de la cipio á sus sesiones el primero de abrrl , y los junta pasarán á. wí ministro de llacicnda para 0

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262 qu-e en stt vista me ' proponga . Jo que juz0 ue oportuno. Dado en Palacio á i de marzo de 48fa.7 . Eslá rubricado de la· real mano.-El minislro de Comercio, lnslruccion y Obras públicas,

41. ¿ En qué puntos deberá turnarse aque-. Uos P,Fecios, si en los litorales distantes de los centros de prodoccion, donde mas prontamente se sienten los efeclos de la escasez, ó en los Yd indioados.de~Caslilla y la Maoo~,'l· MAlllANO R0CA IIB 'FOGORKS. 12. ¿ Por cuánto tiempo deberán sostenerse sin allei:aci~n de baja aq~ellos precios, y en lnterrogat-orios á. que se refiere el decreto ante- cuán Los mercados, par~ que no pueda ser perior, (orm'ados de comun acuerdo por (os' ligFOsa á los puntos de produccion la entradd de los cereales extranjeros? ministros rte !facienda y Comercio. 13. ¿ Cuándo deberá cesar su admision ·, para quo--:ni las; provincias escasas de. ellos 1 .º-Sobre sereales. puedan omer el pan á subidos precios, ni las Pregunta 1 .ª ¿ Qué •impuestos, qu~ tráb-as prodúcloras ncuentren obstruidos los camiú obstáculos !>e oponen ó impiden la libre cir- nos de dar salida á sqs produclo sobrantes?· 14. ¿ Si alendido el contrabando que puculacion interior de los granos, semillas y Jegurobres 't< • diera hacerse á la sombra del tráfico de ce2.ª ¿ Hasta quá límiles deberá llegar esla reales con lt1s islas ad yacen les, convendría LoJiberlad, ó si ba de ser Lambien libre de de- mar acerca de él precauciones~speciales, 6 derechos muni,:ipales, locales y de cualquiera clarar este comercio fuera de la ley, 6 proh~otra denominacion? bido en los casos comunes en que lo estuviere 3.ª ¿ Habrá de s-er igualmente libre el co- el Lráfir.o extranjero? mei:cio por cabotaje de los mismos granos, se15. ¿ Qué medidas podrán adoptarse de-;.emillas y legumbres? sull,ado seguro, si no conviniese castigarlas 4.ª En esle ca o, ¿qué medios de seguri- tan severameple par.a impedir aquel tráfi co? 16. En los cinco, oobo 6 diez años 1íllimos, dad podrán adoptarse para impedir el tráfico simulado ó el contrabando? ' ¿á qué puñtos se bao destinado los grnnos o5.ª ¿ Puede alcanza!' la misma libertad io- branles de esa provincia, ó cuál es el mas fredefinida, constan Le y perpelua al comercio de cuenle mercado en donde se venden -sns gracxportacion de los mismos granos, semillas y nos? Legumbres? ;!. .º-Sobre la industrüi pecuaria. 6.ª f,i no la pudiese alca-nzar por razon de las necesidades del país,¿ cuál es el precio que 4 .ª ¿Cuándo comenzó á decaer la exportapodrá indicar la necesidad ó la conveniencia cion y venta de nuestras lanas merinas, tan de la exporÍacüon '! 7. ª ¿ En qué mercados deberá lom.1 rse este codiciadas .en los grandes mercados de Europa? 2.ª ¿Quéc':lu~a ,jnllu. en en su descrédito? -precio, si en los litorales ó de salidas , ó en 3.ª ¡, J.>or qué la Alemania nos sustituyó en los cenlr:>s de prod uoci011, . como por ejemplo el inveterado de,recbo que leniamos d~ abasValladolid y Campos en Castilla, y Ciudadlec;er aquel universal mercado, y subió á diez Real en la Mancha? · millones de libras la lana que vendía á la In8" ¿Puede er:i general permitirse Id imporglaterra, cuando nosolros la vendíamos por acion de cereales exlranjeros 't 1 9.ª Si DO fuese conv~niente á los intereses un mil Ion escaso? 4.. ª La Francia ¿ necesila de nuestras lanas agrícolas del país, ten qué casos, sin las~imarlo.;, podrá .con venir la enlrada para satis- contando en el dia con las superfinás de otras faéer sus 1egí.Limas necesidades?· . ganaderías 'l 5.ª ¿ A qué se. debe la períeccion de eslt1s 1 O. ¿ A qué precios deberán subir los cereales propios para eslar seguros de que coD• lanas, y so b¡e ludo la de la Sajonia elecloral, si al modo de c;riar las oveja~, ó á los paslos, viene la enlrada ·de los ajenq.s '! k


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·6 ii la co·nservaciun de la raza' pura y de los buenos Li pos de los ganados merinos'? 6.ª ¿ Qué medios pudiéramos adoptar para seguír esle mismo camino de perfeccion, y no quedarnos atrás en esle progreso éL1ando aq ue1los ganados en Loda Europa son oriundos de los de España? · 7. ª En el es lado actual de cosas, y hasta que nuestras te11lati,·as y ensayos científico puedan hacer una revolucion en la industria pecuaria, ¿porqué medios pudiéramos dar salida á nuestras lanas, ó si nos convendría emp1earlas en elaborar bayetas, bayetones-, rranelas, paños de todas clases, estamhres y de más productos de. lana pura y con mewla de esta materia ? 8. ª ¡,Qué obstáculos habría que vencer para realizar este pensamiento, ó si sería conveniente prohibí~ ti recargar la entrada de iguales productos extranjeros? 9.ª Si así conviniese,¿ por qué medios pudi era evitarse que en el interior se monopolizase demasiado este comercio con daño dé los consumidores? 10. ¡, Convendría limitar la época de prohibicion 6 ~ecargo de inlroduccion á determinado Li em po, y cuál pod ria ser? 11. ¿ Sería conveniente en el dia recibir la lana sajona y las semejantes librecpente 6 con tenues derechos, para la buena fabricacioo de nuestros paños y Lrjidos superiores, y hasta qué punto pudiera esto perjudir.ar á nuestros grandes ganaderos ? 3. º-Sobre los diferentes productos de las provincias. 1.ª ¿ Cuáles son las producciones agrícolas de esa provincia? 2.ª ¿ Cuáles los puntos habituales de su consumo ? se hace su trasporte á dichos a.ª ¿ Cómo r puntos? 4.ª ¿ Qué se recibe en .cambio? 5.ª ¿ Qué medios hahria de desarrollar su produccion, y· por co,osiguiente su riqueza? 6.ª ¿ Hasta qué punto pudiera influir en ese objeto el incremento en la industria naciono.l, sobre todo la que ocupa muchos brazos?

7. ª 1, Qué ramos de indus[ria cuenta mas elementos en ese país? 8. ª Conociéudola ¿ qué ob lá cul os e oponen á su de arrollo y los me<lios de ven cer! o? (4 ) Real 6rden circular, pidiendo á los je{l's políticos ci ertas noticias rclati-t,as á la agricultura.

Para fomentar la agricultura, primer elemento d~ la riqueza de E paña, es preciso que á ia mayor brevedad, y con 1~ _exaclitud posible , me remita V. S. las nol1c1as contenidas en los adjuntos eslados números 4 2. Debo prevenir á V. S. que al pedir estas noticias no es de ningun modo mi ánimo agra\'ar ni entorpecer con gabela alguna á esta clase productora y beneméri la; lejos de eso se ~ u iere comparar las grandes diferencias que necesariamente re~ultan de los productos de ri ego y- secano , y en su vista promover el aumenlo de riegos donde mas convenga, bien sea por cuenta del Gobierno, ó estimulando las empres.as particulares á la -con lruccion de estas · obras, que aseguran muchas veces la suerte y prosperidad de una provincia. I-ldgo á V. S. esta manifestacion, para que persuada de ello á sus subalternos y á los que han de facilitarie las noticias y dalos, y evitar así toda ocultacion 6 inexactitud. El estado número 2 tiene por objeto saber los molinos harineros gue existen y sus productos, y el número de fanegas de grano que salen anualmente de la provincia, para en su vi"Sla eslimular ~ la copslruccion de fabricas, y q ne quede as1 en el país productor la utilidad de fabricacio_n. A fin de que la medicion de aguas en p1és y pulgadas cúbicas por s·egundo de tiempo que recibe cada canal ó acequia, -y los saltos de los molinos y su consu_mo , sea con toda exac'tilud, se-pondrá V . . S. de acuerdo con el in• geniero de caminos y canales, jefe de ese dis• trilo, para que, bien sea por sí 6 uno de st1s ( 1 ) Continúan los interrogatorios que se hncen acerca de la industria algodonera, tejidos y otras maniifacturas, y _no los insertamos por ser esirar¡os á las cu~sliones peculiares de nuestro perióclico,

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ingenieros, llene esta parle d•1 los c_slados. i blos, acogeré con salisfaccion lodos los proPuedo asegurar que S. M. V'erá con agrado 1 yectos de nlilidad agrícola, que por conduelo cuanta noticias y·datos sumioi !re V. S., re- de V. S., y con su buen informe se me dirifei:enles á las primeras materias que produce j:rn; y siendo lambien uno de los primeros esa provincia,;¡ que sean susceptibles de au- cargos de V. S., y lo que mas gloria le repormentar la industria; y al referir lales noticia.; tará, el procurar el fomento en esa provincia preferirá, á descripciones J disertaciones pom- de cuanto conduzca á su prosperidad, le enposas, cálculos numéricos de productos, pre- cargo muy particularrneule visite los establecios primeros, cantidag q_ue se exporta, su cimientos en que esfuerzos de un particular ó uso y empleo en las fábricas donde ingresa, y una empresa ri11dan heneficios y ventajas al lodo lo demás que V. S. con su ilustracioo y público, y les facilite cuanlo esté á su alcance la opinion de hombres enlendidos en el país, y anime á nuevas creaciones y empresas. üiosguarde á V. S. muchos años. Madrid pueda facilitar. Y por úllimo, manifiesto á V. S. que siendo mi ánimo y mi mision ocu- o de ma'rio de 184-7 .-RoCA.-Sr. Jefe políparme de los intereses materiales que consti- tico de ....• tuyen la prosperidad y bi,eneslar de los _pue.

.. DunACION DR UN BUEY DE TRABAJO.

E ta durdcion depende principalmente de la época en que hubiese empezado á trabajar el buey, y qe los buenos cuidados que se le ~ispensen durante este tiempo. Por regla general se destina el bur,y al trabajo á últimos del tercer año de edad, siendo así que no debemos rea Iizarlo has la lbs cualro si querernos obtener de us fuerzas un resollado completo. Hasta los diez áños próximamente continúa prestándonos servicios muy útiles, y de aquí en adelante se ha!:e perezoso y se debilita. Si ponemos los bueyes á lrabajar á la edad ele cinco ó seis años desarrolla_rán raas cuerpo' y lendráñ una lalla mat'' elevada, prolongánc.lose la vida hasta mas allá de {o ordinario. Pero como es costoso mantenerlos sin trabajar ·esos dos años intermedios, de aquí la poca venlaja que resulta ·ae esle mélodo. Pasados los di~z años, que como hemos dicho es la época en que el ouey pierde su ,fuerza, no. conviene éonservarlo, porque vá perdiendo ·progresivamenle las condiciones que

son necesarias para el nucn ceharnienlo . Hay propielarios que cambian sus yuntas cada dos ó tres años, procediendo á cebar los bueyes que han trabajado esle espacio de liempo, y comprando otros jóvenes que se desliuan ·. á las labores. Una de las cosas mas importantes para los bueyes de lrabajo es el mélodci de domarlos y de conducirlos en sus faenas: para ello deben emplearse solamente personas de inteligencia y calma que dén al ganado una direc cion suave y provechosa. -

!'íJÉTODO PARA IMPEDIR QUE SE AVINAGRE RL VINO.

Cuando el vino principie á agriarse, como dicen los cosecheros, &e pondrán al fuego unas <:áscaras de nueces secas, y tan luego como se hagan ascuas, se echarán en la cuba á razon de cinco nueces por cánláro de vino:. se tapará bi-en, y al cabo .de cuárenta y ocho horas se trasegará á otra vasija.


UTILIDADES DEL BUEY PAR! LA LABOR~-· Desde los primeros bómbres hasta nuestros dias , en qu.e ha llegado la agricultura á su mas alto apogeo, se han considerado las lahor;s como el principal y casi el solo orígen de la 'fecundidad . de la tierra. Para que esta frÚCtifique y n·os preste toda su riq1_1eza necesita de los socorros del cie'lo y de los afanes del hombre. No hablamos ni sabemos hablar de esas influencias quim éricas que los an tig~os , y aun . por desgracia en nuestros dias, suponian prooed1mtes de la !un a y de los astros; sino que solo conocemos las sustancias que componen la atmósfera y se unen á ella, y que "tanta importancia tienen en la nutricion _de las ·planlas,: Ni las tierras mas fecundas en -abono , ni fas de natu1:ajeza ventajosamente conocidas en sus diferentes partes, podrían ser de utilidad .para el cultivo, si no facilitásemos por su interior la circulacion _del aire atmosférico, la de las lluvias y de otros ✓elementos, por medio de~ laboreo. Si queremos conseguir este objeto es preciso arar la tierra , n6 una sino muchas veces, hasta la profun'didad que exijan su naturaleza y las plantas cuyo cultivo nos propongamos. Para que una labor sea cabal y pedecla es absolutamente indispensable que se remu(}.Va una cantidad ele tie'rra que se lleva luego á la superficie pará que se oree debidamente, al propio tiempo _que deben ·enterrarse las sustancias que empleamos como abonns pa{·a m_ai:itener al suelo su calidad fructífera. Para conseguir estós resultados, que debemos· mirar cómo✓ los primeros elemenl;s de la ciencia agrícola , el bu ey es -el animal mas á_propósito, porque su cervtz parece formad.a para el yugo; y _sus fuerzas, su es truotur~ y su robustez para · tirar del aradó".

Desde la mas remola antigüedad se ha destinado el buey á la labranza, porque la mole de su cuerp_o, la · lentitud de sus movimientos , lo corlo de sus piernas, su tranquilidad misma y su pacieq.cia en· el trabajo Jo hacen mas propio que ningun otro animal para el cultivo del campo, y mas capaz que 10s restantes para vencer la resistencia que la tierra opone á sus esfuerzos. El fin de la labor es remover la tierra ·á la profundiaad que reclaman las plantas que intentamos cultivar; dividirla en las menores porciones que nos sea posible para que se_introduzcan fácilmente el aire , las lluvias y .!ll rocío; deshacer .los terrones que se forman, principalmente en los terrenos arcillosos; arrancar las malas yerbas, así como las raí.,. ces de plantas parásitas que retoñan con profusion ; y por último , mulliendo 1~ tierra , -permitir que los veg_etale~ estiendan cómodamente sus raíces por el interior del suelo. De aquí se sigue que cuanta máyor profundidad tenga la labor mas cantidad de tierra removeremos,· y mas. se llevará á la superÍlcie para aprovecharse de todos los elementos atmosféricos que desarrollan la vcgetacion-, al paso que la planta, estendiendo sin obstáculos sus abundantes raíces, absorverá mayor porcion de gases y desarrollará ab·undan les y perfectos frutos. Si . escuchamos á Ciceron, y con él á otros sabios antiguos , ,•eremos q_ue una fanega de trigo cogida en un campo.arado por bueyes pesa mucho mas que otra fane ga que se produgese en otro suelo labrado por mulas ó caballos, Creemos que en el pasage de Ciceron á que nqs acabamos de referir puede haber exage• raciori·bastante, y que la diferen~ia que nos dice entre estas dos fanegas de trigo depeh-

15 DE NOVIEMllRE DE 18~-8.

TOMO l.

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266 de mas bien de otras causas que <le la simple labor; pero sea como quiera nos revela dos co~as dignas de tenerse en consid eracion-: la primern es qué los antiguos -conocieron la teoría <le la labranza; y la egunda, que supieron apreciar en cuanto vale la importancia <le la economía rural, dando en el la~or eo la preferencia al buey como auimal mas útil p-ara las faenas del campo. Dejando aparte la cuestion de si la pri~ mera labor ha de darse siempre á la profundidad de. dos piés ó media vara hasta para.la siembra del trigo y de las demás gramíneas, como lo pretendieron agrónomos muy distinguidos, diremos sin embargo que se ara p.or lo comun la tierra á poca profundidad, debiéndose tal_ vez á esta circunstancia. el que nues.tras tierras no d~n hoy dia el producto que daban á los rom anos, que usaron ·1as labores profundas·; porque naturalmente se deduZe que las lluvias no pueden penetrar por el interior del suelo, ni dar libre paso al calor y á los gases de la atmósfera, sin cuyos auxilios las plantas no pueden alcanzar su vegetacion completa. Si esto es una verdad , como desde luego la reconocemos; la labranza por medio de los bue.yes es la mas provechosa. El uso de las rriulas que se. ha introducido muchos años bá en nuestra E:,paña es tan poco á propósito que se han quejado de ello agricuhores y economistas los mas disti-nguidos, entre ellos Arrieta, Sarmiento, el ilustrísimo Feijoo , Arquivar y otros en los varios pasages que podríamos citar. La mula, cuyos ·miembros y proporciones de su cuerpo , así como su delgado cuero , sutil pelo y flacas canillas rev elan menos fuerza que la que vemos 'en el buey, no pueden arar hondo ni pro, porcio~ar á la agricultura las ventajas y·benn.: ficios que este último o_.os repórta. Eh razon <le esta·s circunstancias, y de otras muchas qur. po,uríamos señalar, las mul-as aran muy someramente, arañando como quien dice la tierra; removié nd ola casi en su superficie solamente

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sin penetrar la ·profund.idad qué conviene, de lo que se sigue que las plantas no pueden e~tender sus raíces , desplegar abundantes tallos , ni dar frutos copiosos que de otro modo podríamos aguardar y conseguir. A pesar de eslos inconvenientes, que algunos h,an exagerado como si naciesen de una pasion contrá la mula, rreemosqueesteanimal puede producir igulllmente utilidades en la labra nzu. Las segundas labores, así como las de escarda y otras de conservacion, podrán practicarse con el ganado mular, aun con tanta ventaja como co11 los b[-!eyes._Para las Lier:·as de España principalmente, que en su mayor parte sori ligeras y fáciles de cultivar, .bastarán las fuerzas de la mula hasta para las primeras labores , escflpto en aquellas tan fuertes y tenaces que reclamen la fuerza y la docilidad del buey. . Los que sostienen que la labranza por medio de las mulas es mas económica, si no mas vent;.1josa, se fun<lan en-que la mayor ligereza de estos animales permite arar tambien mayor estension de terreno que el que aran los bueyes en un tiempo dado. Otra razon añaden to<lavía, y es que en las tierras suaves basta una sola mula para tirar del arado , resultando de ello una . economía en la manutencion. A esto debemos decirles , que tambien se puede labrar la tierra con un buey solo si adoptamos parar ello un arado que se usa ya en algunas provincias, especialmente en Cataluña, para arar las viñas, ' y que se vá introduciendo aun para las tierras de labor. Un buey solo podrá dar mayor perfeccion á la labranza que uua mula, .por• que el trabajo de esta ha de ser precisamente mezquino en comparación con el del ganado vacuno, que no solament( un . individuo con sus únicas fuerzas abre" los surcos profundos en las tierras ligeras; sino tambien en las mas fuertes y tenaces~.· como se observa en Inglaterra. Si pusieramos todo nuestro estudio y todo nuestro esmero en educar y dome.sticar el_buey para _el trabajo


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- -- 261 en vez de dejarlo permanecer bravo y feroz, buey como animal ~l mas úfil para la labranveríamos á este animal arar solo las tierras za; y e'stos mismos cuidados que ·quisiéramas fuertes y acarrear pesos enormes. mos ver prodigá1:seles én nuestros dias, les La mea pue<le se1 vir igualmente para l;¡¡s bacian limitar la estension .que cÍebia tener faenas <lel campo. Aunque no es ·tan fuert~ cad; surco que--abr'ian. Por lo cornun no es_: . como el buey se la puede emploar en muchas cedían estos de ciento vei-ote· pas"os; Cólulabores, po!'que.su docilidad, su instinto sus mela les babia fijado la de ciento veinte piés buenas cualidades la hacen tambien útil para cuando el trabaj"o era continl!_ado, y aun alla labranza. Pero deb emos procurar alimen- gunos agrónomos aconsejaban en este caso. tarla suficientemente y no cansarla demasia- que se dejase parar las yuntas por algunos do si. la destinamos á la lecheríé\ ; dtí otra instantes y ~ornar aliento, á lo· menos á la manera la leche habría de, dism inuir sensi- conclusion de.-cadil surco. blem:rnte y hllsta .un punto que no ba llariuLa labor de las lieiras por me~io <le las mos en el trabajo la suficiente rcco m pensa. mulas es poco provechosa. Podriarnos citar - En. el tiempo del ernbñrazo debe la vaca autores que se merecen el ma)'Or respeto, trabajar- muy rl)Oderadamente. A los prime- los ·cual es atribuyen á esta labranza la d1sros .messs de este estado se la podrá aplicar rninucúon progresiva de nuestra s cosecbas d~ al arado si la labranza se hace en tierras are- cerea les y la de otras naciones donde se ha nosas y sencillas ; pero no debe sujetársela intro<lucido la práctica de labrar la tierrá con • á este trabnjó en los suelos duros y arcillo- las mulas. Pfinio, Estrabon y otro.s escritosos. Al llegará los sei5 meses <le la preñez res antiguos nos <licen, que cuan<lo los roS{l la evi'tarán todas las fa en~s _ d¡J~m ucba fa- manos dominaban la Espa~a el trigo daba _tiga. principalm ente el carretear y el tirar en Andalucía cien to ¡.,01· uno, siendo así que <le granel es pesos. Si faltamos á estas reglas, en los año.- posteriores, y aun en el presencuya observancia exige el estallo de este pro- te, no ll ega ni á la mitad, sin embargo <le ser vechoso animal , nos espoHemos á• perder á aquellos suelos de una natural eza feraz. Oreemos que la decadencia á qu e, han véla vez la madre y el hijo. La vaca no deb& nunca arar solá co:no-se niclo nuestras cosechas despues c~e la <lomiha dicho <lel buey: hemos de unirla á otra nacion de los romanos se debe eri so mayor vaca, y juntas bastan para labrar unr.1 tierra parte á· la poca intel,genc-i~ del ·ci:dtivo, sin- ~ ligera y arenosa. Cuando, ten gamos que aso- negar· por esto que la labTanza de las mulas ciarla á otro animal debe und1'sela en cuan- favorece pocó el desarrollo ele los vegetalt!,. Considerada la cuestion bajo el punto de to sea posible con un buey de su misma talla Y· fuerza pat•a pod.er con servar la igualdad en · vista de la economía rural , las , mulas traen el tiro d·el ara<l-o y manlene_rlo en equilibrio. poca ó nin guna ventaja para la labranza . . Por mas que las leyes de lá mecá~ic'a no es- , Los gastos escesivos que estas llevan consi-tablezcan una formal desvenlaja en la dife- go, la11to -e n la c~rn pra como en la manurencia de talia del ganado con que aramo s, 1.encion, nos obligan á mirarl as c"on pocd la esperiencia parece manifcstal' que cuanto aprecio para la agricultura. La mula ó mamas, iguales son los bueyes tanto mas fácil y cho come ó gusta lo que labra y mas, dice r11gular será la labor de· la tierra, y menos .Arrieta , por coya razon añade -Maurneza, que el cultivador ·que fra ·con mulas no puede se-cansará-n las yuntas. · En el artículo anterio1· que hemos escrito subsistir sino tiene algun otro arbitrio.~ Si acerca de este asunto, i-ndicam_os los cuitla- echamos. una ojeaua por cuanto pasa á nuesdos y el respeto quo los antiguos tenían al · tro alJ"ededor,· nos c0nvenceremos fácilmente:.. 1

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268 -de que una gran parte de nuestros labrado- bitrios eon que mejorar su suerte, y por úl. es que fiÜn su culLivÓ á las mul_as esclusiva- .timo abundancia de ca~nes que podér vettmente viven en la· mayor)nfelicidad, por- der para el matadero. El ganado mular,. . que si se les desgracia una cosecha, como -~demás del pienso que debe dársele dos , · _sucede con bastante frecueñcia, tienen tres, ó cuatro veces af dia, necesita forrages qu·P, comprará mucha costa la cedada ú otrn de buena caiidad , paja trillada, ó heno que pienso para -sus yur;itas, agravando la sitUé,- se haya conservado con las debidas precau, don de la familia á quien la falta de coseclia ·cfones, De manera que la manutencion reha reducido á la necasidad de compraI' el gular de una rriula ·que se d_estine á los trabajos de la labranza no .bajará de cuatro pan para su pr.opio s..uste'nto. reales diarios, cuai:tdo el buey no llega á Por otra parte,· siendo la mula un aniqial infecundo como producto de dos_~species di- .consumir con su manutenei:oo una tercera fe.rentes, no.queda e! arbitrio al propietario ~parte de esta ca.ntidad , y esto dando mayo.de reernelazar las pérdidas que esperimente res productos al agricultor. por medio de la cria, como acontec~ con el Se nes objetará que la mula bien alimenganado vacuno , y esto agrava su sÜerte 1.ad~ labra en · un dia mayor superficie de cuand_o se le .muere una mula que le cuesta tierra que e~.buey á causa del paso lento qué este tiene. Confesando que esto sea una ver- . una cantidad crecida de dinero. La compra del ganado mular es ordina- dad, dÍremos primeramente que si ·damos al riamente_. C(}Slosa si queremos que sea de ganado vacuno mejores alimentos y ·1e presutilidad para la labranza; y vemos general- tamos mayores cuidados, podrán prolongármente que co<li el valor de una mula com- sele las hor11s de trabajo y habituáfsele á des-, pram~s un par de vacas, que además de ha- plegar su agilidad , y por otra. parte las lucer una labor mas útil para el · cultivo, nos bores del buey darán resultados incomparadarán crias que suplen ta pérdida de sus blemen le mas ventajosos que los de las ~umadres y aumentan nuestr!l riqueza. Lama- las , por las razones que hemos dicho y qua · nutencion de una vaca y de un buey es poco no es necesario rep~tir. Ad emás las mulas, sien<lo, como son, un ~ostosa po_n¡uc se alimenta de alfalfa y paja , y aun en tiempos de. penuria se mantie- animal bastante fiero y traidor al mismo tiemnen con desperdicios de plantas que casi no po, aumentan los gastos al p;·opieLario por tienen ningu·na utili~ad en la casa del labra- los cuidados que exigen én su manejo : son dor. Es muy frecu ente en las aldeas ve r ·necesarios quinteros· y mozos de edad y ro-condenado el buey á no participar de otro , buslez , cuando al huey pi;tetl~n dirigirlo los al.irnento que de las pajas de las legumbres, . muchachos y las mugores porque la calma deÍ alforfoñ, de las cañas del maiz secadas de este animal y su provei~bial paciencia l,e sin precauciones, 6 á lo mas se apacentan sujetan al dominio aun de los niños mas déen los rastrojos y en las· márgenes de los Liles. ' No dud amos que los labradores conocen camp-os, -y sin un puñado de yerba que les sirva de cama en su insalubre ~stablo. Si el todos los inconvenientes que acabamos de ganado vacuno, gastando mucho menos que indicar acerca ·de las mulas; pero pasan por · la mula, pudiese alimentarse con b_en0, for- elíos sin atender al daño venidero , porque rpges, raíces ú otrl!s sustancias análogas, e.l le_s sirven para otra~ muchas fatmas como labrador véria aument.ar sus abo_nos con los el carretear, tr_illar, llevar carga y montar, desperdicios de la paja que cae de los pese- r~s ultando <le esto ia flojedad con que acubres, tendría l~che, queso, crias y otros ar-. den al. arado. Esiodo citando á Aristóteles


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nos dice, y creemos que con sobrada razon, per~iten que se les diga ó se les corisidel'e « que debía obligarse .primf:lro á cada labra- . como segundos. Es inesplicable f\Sta conducdor á tener casa, muger y ~uey' arador, por ta de nuestros cultivadores, y nos causa -fa ser estas tres cosas necesarias al aumento mayor admirncion que al abandonar los esdel campo; del buey, decimos porque es el pañoles el bm~y hayan creído que con las que sirve de criado á los pobres, la costa de mulas podrían arar mas tierra que con los la labranza se aligera en gran parte con el caballos. al paso que estos son proveclíosos destierro de las mulas y restitucion de los bajo otros mucho3 puntos de. vista, tales co~ bueyes por ta .facilidad que hay de criarlos mo el de ser fecundos y reproducirse por sí y de sustentarlos, ser tan_ útiles en vida y mismos aumentando de esta manera los me· muerte.» dios de defensa del Estado. El caballo, aunque quizás tan fuerte coPu.:-de concluirse de un modo absoluto mo el buey, es no obslante menos propio ·que el buey es mas útil para la agricultura que es.le para la ,labranza. En algunas na- que el caballo. En cualquier país que se haciones se sirven de él para los trabajos del ga la prueba ó esperimenlo veremos que un campo, creídos que pueden igualar á las del solo e.aballo' ~consume tres veces mas de \laganado vacuno. ·Con t_odo, el arar la. fierra lor para su aumento del que necesitan tres con caballos ofrece muchos inconvenientes, bueyes, resultando por consecuencia en este porque, como dice Butfon, sus piernas lar- gasto dos terr-los de economía para el agri -¡ gas, sus movimientos grandes y violentos y _ cultor. El ganado vacuno vive cómodamensu impaciencia hacen que marche penoso en te r como ya lo- hemos dicl.10 en otro lugar, este trabajo que requiere mas constancia que con paja y ben o, 6 á lo mas le bastan unos ardor, mas cuerpo que v~ve.za y. mas calma puñados do harina de centeno ó de algarroque agilidad. bas, cuando el caballo necesita ,:ebada, ave' Dos siglos_ atrás se agitó la cueslion en na, habas ú otras semillas equivalentes·, adeltali3: de si los caballos eran mas útiles para más de los forra ges y paja de escogida cala labor que_los bueyes, cuestion en que to- lidad. maron parte agrónomos y publicistas dislinLa compra del caballo es por otra parte g'.1idos, examinándola_bajo el punto de vista mas gravosa ni propietario que la del buey. agrícola y económico, y desde entonces no Este, despues que ha dado inmensos prose emplean en aquella nacion mas que los ductos con sn trabajo y con sus crías, · viene . bueyes en la labranza. _Y es de esperar que en su vejez á aumentar el , caudal del cultilos labradores de to<la Europa , conociendo v,ador con sus carnes, mayormente si se le sus propios intereses, se valdrán esclusiva- ha sabid_o cebar con oportunidad para el me_nte del buey para las labores del campo, matadero. El caballo no ofrece estos resulcomo se hizo en la antigüedad. tados que el labrador no ha de perder de Limitándonos ahora á nuestra España, es- vista -para la verdadera aplicaciou de la ecota nos ofreqe un hecho tan notable que es nomía rural, al contrario; aunque las cosedigno <le atencíon; y as, que cuando todas chas vengan .. bien y los aiíos multipliquen las nación es han escogido nuevamente el buey las producciones, si al labrador se le muere para el arado, salvas escasas escepciones, un caballo no qu edan á la · familia ma& que nuestros labradores han sustituido las mu- lágri!Tlas estériles, sin poderse utilizar de los las á los caballos, siendo así RUc sus provin- despojos que ofrece el buey. · · cias los criati tan leales, robustos y hermoConGluimos el primer artículo sobre esta sos que, semejan tés á los de los Parlhos, no interesante materia con la comparacion ó


270 paralelo entre el gauado mular y vacuno, la cual parece que debimos haberla reservado, segun ofrecimos , para la conclusion de la tarea que sobre asunto tan Íll!portante nos hemos impuesto. Así lo habiamos pensado entonces porque nos creímos que este plan · sería mas útil y metódico; ''pero vis.ta la es-

tension que habia de tener despues este paralelo preferimos, y nos parece mas oportuno> consignarlo respectivamente en cada uno de los artículos en que nos ocupemos 6 hablemos de las muchas ventajas que presenta el buey para la agricultura. ·

COMO MEDIO DE .ABONAR- LAS VIÑAS .

Digimos en otro número de nuestro perió- cías meridionales, y en el dia se halla gene-dico ( en el 4. 0 , página 51) que las viñas ralizada en España, en Sicilia , en algunos deben abonarse medianamente para obtener puntos marítimos de la Francia , principal- buenas cosechas , apartándonos de admitir mente en el Rosellon , y en las costas de opiniones esclusivas y sintemáticas, como Berbería. En touos los puntos donde la temhan sostenido algunos agricultores. Trata- peratura permite su vegetacion la emplean mos en esto artículo de manifestar la utili- como un meuio de cercar lus campos, en dad qoe podrá reportarse de un vegetal que razon ue poderse ha cer con ella una muraabunda en nuestros climas, y del que no se lla impenetrablecuando su cultivo ó plantahace u.,o alguno, casi puede decirse, cuan· cion se ha dirigido con esmero. do por su naturaleza nos permite emplearlo Suele vegetar en todos los terrenos , mecomo abo no fresco, especialmente para las vi- nos e_n los muy húmedos; pero como pranta ñas. Hablamos de la pita comun, planta muy ·crasa prefiere un suelo seco, caliente y peabundante_en nuestro país, y con la que se dregoso, Se mullipli~a por retoños, que los forman las cercas de nuestros campos y jar- tiene numerosos al pié de la planta · madre, dines. procurando anticipadamente dejar mullido Antes de esplicar el modo de ·servirnos de el suelo en que han de plantarse, y se coloefte vegetal comu abono para las viña·s des- can en líneas paralelas para formar las cercribiremos su cultivo, porque el' conocerlo cas, á la distancia de tres 6 cuatro piés de en sus diferentes procederes interesa mucho una á otra línea, y de cualro,á cinco palmos al objeto qu_e nos proponemos. entre uno y otro retoño. Estos pued en planLa pita comun fué traida á Europa á me-¡ tarse con raíces ó sin el!Js , porque la pitadiados del siglo x-v1, y, segun un botánico se mulliplica perfectamente d~ estaca, tedistinguido, cultivada la primera· vez por niendo en este caso mucho cuidado de no Cortusus en Padua ~I año 1561. Se ha ido abrir grandes heridas al re toño, y esperando estendiendo poco á poco en muchas provinpara planlarlo á que se hayan secado estas,


-· -271 l o que se verifica 'en el es'pacio de cuarenta brc, vestido de largas escamas, y dividido y ocho Loras ó menos. Esta circunstancia en una gran porcion de ramas qu,e presentan es indispensaLle en un vegetal ~omo !JI <j°ue :las flores a millares. No rs posible señalar nos dcupa , porque en oLro caso la hume..:. el número de años qu·e tarda esta planta en dad se fntroduciria dentro de su tejido y le florecer, porque esto depende de las circunsharía perecer. · tanci_as locales, del cultivo que se la dá y del Estas plantas temen mas la humedad_ que clima donde vegeta. Algunos creen que el 'frio, por cuyo motivo la planlacion de sus no florece basta los cien años ; perd séa de retoños exig9 ciertas precaucio • es cuando ha ello lo que fuere, lo que nos importa saber de realizarse en terrenos que no se hallen es que el vegetal muere apenas ha verifica•• entor-amente:secos. En este caso convendrá do su florescencia. El hombre sin emb~rgo ábrir_. zanjas de dos piés de ancho y <te la pro- tiene á mano di !atar este térmrno de la muerte fundi.dad de veinte pulgadas, formando dor- cortando la espiga al pié de su base luego so ó caballon con la tierr-a que se ha sep.a- que se desarrolle, y entonces veremos desrado al abrirla: y cuando esta so hubiese se- plegarse un nuevo boton que regenera· la cado enteramente, plantaremos fos retoños planta , saliendo de su cuello una .porcion en líneas sobre el caballon. Así logramos de retoños que podemos apróvechar para la que la planta, ·y a·un el mismo terreno don- · plantacione~. -de ella vegeta, esté mas elevada 'f espuesta En nuestros pueblos se tiené en poca ésá la ventilacion, -y que et agua ,·aya filtran- tima· esta planta cuyas utilidades pued-en ser do por la zanja que se ha abierto, evitando mayores de lo que se cree. Colocada en las de este modo la humedad que tanto perjudi- orillas de los cami~os·, donde vegeta espontáca al vegetal de que tratamos. neamente, está es puesta de contínuo á ofenPara que la pita se desarrolle ~on frondosas ó daños esteriores que le ocasionan el sidad debe dársela cada año una laLor que entretenimiento de los viajeros y el roce fretenga por objeto el arrancar las yerbas que cuente de Ias cargas y de los carros ó carcrecen á su alrededor: ha de ser poco pro- ra.a ges; abriéndole heridas diversas de que funda , y en tiempo eo que 09 sean frecuen- al momento se resiente . .Cuando la pita es tes las lluvias. La época mas á pcopósito se- cuidada cou esmero debe procurarse no corrá el mes de mayo, porque en esta. ocasion, tar sus hojas ni otra parte de la planta duademás que el tiempo suele mantenerse se- rante el invierno ni en ninguna de las esco y caluroso, inutilizamos las yerbas antes taciones lluviosas, porque la humedad se in:de su granazon. Pero como todas ellas no se troduciria por la llaga, filtraría al interior reproducen á un mismo tiempo, creemos del tejido y ocasiona ria la muerte de la plan-muy conveniente practicar una segunda es- ta! ó á lo menos un notable desmejoracarda en el mes de setiembre , separando miento. La pita tiene otros usos d ifer1rntes del que completamente cuantas plantas hayan vege- . hemos señalad~ en el título de este artí_culo; tado entre los piés de la pita. Tarda esta muchos años en dar la flor, pero nos limitaremos á hablar ahora de la cuya circunstancia es muy ventajosa para importancia que puede tener como medio · aprovecharnos de las hojas de J·a pita porque de abonar las viñas. Todos los abonos · no soi'l útiles para las la planta muere luego que ba florecido. El pedúnculo de la flor toma la forma de un ár- c·epas, ni de todos proceden indistintamente bol de la elevacion de quince á diéz y ocho las buenas cualidades de los vinos. Las mapiés , del cliámelro dJ) la pierna de un hom- 1 terias mas propias para abonar las viñas son 1

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272 aquellas que si paso que se descomponen lentamente producen una cantidad de agua de vegetacion de que se apodera la vid ; y esta circunstancia _será tao-lo mas favorable cuan_to mas seco y calizo sea el terreno. La pita reune las dos propiedade!'> que indicamos, además de otra tercera muy ventajosa tambien, que consiste en la cantidad de materia nuLritiva que reti~nen sus bojas, y que mezclándost'l con la tierra durante la descomposicion del IP.jido, proporcion·a á la viña un abundante-nutrimento. Las grandes cantidades de fécula nutritiva que encierran las hojas de esta planta están demostradas por la estraordinaria rapidez _con que se desarrolfa el pedúnculo 6 tall~ de la flor, que como hemos dicho llega á tomar la elevacion y forma de un arbolito, y esto en el espacio de seis á ocho semanas , quedándose las bojas lánguidas y desmedradas por haber cedido á los órganos Oorales todos los depósitos de alimento que tenian guardados las mismas hojas. Por todas estas r~zones Juzgamos conveniente abonar las viñas con las bojas de la pita siempre que se observen los preceptos qne se dirán luego, y por lo tanto recomendamos como muy provechoso el cult_ivo de e~ta planta, que la bondad de nuestro clima IÓ permite en casi todas las provincias donde vegeta la viña. Prestando á · la pita los sencillos cuidados que ella exige nos proporcionará suficientes cantidades de abono para las cepas , evitándonos de esta manera los gastos cuantiosos que ocasionan los abonos de especies distintas. En la circunferencia ó alrededor de una viña podrán cultivarse el número de pitas bastantes para el mejoramiento de sus cepas, advirtiimdo que la operacion podrá dirigirse del modo siguiente : Debemos dividir la viña en cuatro p·or. ciones iguales y diversas : se abonará cada año una de estas partes ó por.ciones con toda la boja quo el estado de las pitas nos per-

mit~ arrancar; haciendo lo mismo el año siguiente ron la segunda porcion, y así sucesivamente. De este modo toda la viña se abonará cad·d cuatro años , y esto será lo suficiente para que las cepas se mantengan en buen esta<lo y produzcan cosechas abundan tes. . El abono de las tierras que cultivamos para vinos, por medio de la pita , debe hacerse .en upa época en que el descogollamiento de _sus bojas no dañe á la planta. Ya hemos indicado que debíamos abste_nernos <le hacerlo en las estaciones lluviosas po~ los males· que causa ta humedad . á las llagas que se abren á la pita, y por esto la ocasion mas oportuna será el mes de mayo, que al paso de ser seco el tiempo hay la s•Jfi~ieale temperatura para facilitar la descompusicion de las plantas que se entierran. En esta estacion reunirnos otras ventajas todavía ; y son, que estando los sarmientos poco crecidos permiten practicar la operacion con comodidad; que siendo esta la épo-· ca de dar la segunda caba , nos facilita al propio tiempo el enterramiento de las pitas, profundizando empero esta segunda labor rn~s de lo ordinario ; y finalmente, que nos proporciona la destruccion de las malas yerbas, aun la de aquellas cuyas raíces mar- • cban á bastante profundidad. El modo de abonar lar viñas con la pit~ no será muy oportuno , ni ventajqso en las de los terrenos húmedos y fríos, porque lejos de aumentar la temperatura del suelo, la debilitarán aun mas por la cantidad de agua que llevan consigo las hojas de esta· planta carnosa. En e;tos casos preferiremos los abonos calientes, corno los huesos, escrementos ele ovejas , retazos de suela y otros semejantes; pero en los terrenos arenosos, caliios y secos la pita será un ir.nporta.n te abono. En las tierras de naturaleza compacta y dura , c~n tal que no sean fangosas, tendrá est,i abono una escelente aplicacion , porque la hilaza de que ~hunda la pita dividi-


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rl él terreno, y facilitará la introduccion de los gasP.s de la atmósfera y la libre circulacion dA las lluvias. Aun én estos terrenos podremos uLilizar el ubono de la pila mezclándole en ~I acto <le enterrarla una cantidad 'de cal ó de c~oi!a, con las precauciones que exige este mejoramiento ó beneficio. En algunos puntos <le nuestra Península, como fin Alicante por ejemplo, es tanta la sequedad del suelo que no permite casi vegetar la viña, viéndose obligados aquellos propietarios á plantar la cepa á una mayor

profundidad de lo que se acostumbra. En estos países y en circunstancias tales el abono de la pita podrá suavizar el mal por las cantidad es de lic¡ui<lus que cede á la ti er ra cuando se realice su descomposicion, fucilitaudo <le este modo las creces de las cepas. La pita, como planta crasa que es, puede aclimatarse y vegetar lozanamente en los terrenos mas secos y arenosos , y así es que en todos los países del mediodía de füpaña podremos formar con esta planta· las cerc.as da · nuestros campos.

USO DE LA PEZ EN LOS INGERTOS. La operacion del ingerto, que la misma naturaleza'practica con mucha frecuencia, es de la ll)ayor importancia en la agricultura·. La conocieron los a·ntiguos en los siglos mas atrasados , y en todos los tiempos se bao celebrado las maravillas- dQ este fenómeno. No tratamos de ocuparnos ahora de los varios ingerlos que se conocen ni de los procederes particulares que se adoptan para asegurar su resultado; queremos solamente indicar qu.e la pez es el medio mas ventajoso para mantener unidos la pua y el patron, y que ella. evita una infinidad de inconvenientes que lleva·n consigo las diferentes argamasas ó ungüentos que se han emplea<lo basta ahora. Luego que el ingerto se ha practicado, especialmente si es de pua, se hace del todo preciso cubrir la herida circular ú horizontal que ha) debi<lo abrirse en el patron , así como las oti1as aberturas verticales que han cÍe dar entrada á la pua; en otro caso la humedad dela atmósfera se inlroduciria en el tejido vegetal y d_añaria á la pua TOl\10 1·

y al patron, inutilizando la operacion de to do puntl). Otros inconvenientes se seguirian aun de dejar en descubierto dichas partes: el aire atmosférico seca ria las superficies cortadas de la pua y del pié ingertado, y no permitiria su union recíproca; la temperatura baj':lria considerablemente en el punto del fenómeno por la libre circulacion del ai.re, y finalmente una multitud <le insectos dañosos para la planta vendrian á ani<larse en-los es·espacios qne queda~ entre la pua y el patron. Para evitar todos estos incor,venientes, al paso que para asegurar y mantener unidas.las partes in gertadas , se bao u.sado varios ungüentos cuya mayor ó menor utilidad ba acred-itado la esperiencia. Los labradores se sirven comunmente de una simpl-e masa compu esta de la boñiga y de la arcilla, y con ella cubren basta un espesor considerable la parte don<le se ba verificado la operacion, tapándola en seguida con un trapo 6 porcion de estopa que se ata cir.cularmente al rededor del ingerto, ó bien forman con <licita

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pasta un cuerpo mas ó menos esférico, perfectamente liso, que les dispensa envolver la p~rte ingnrlada. En Francia é In glalerr~, así como en olras naciones donde 1a agricultura está e.n su apogeo , se valen de otros emplastos ó un güentos que los horlicultofes mas célebres recomieodán en sus -escri:.,_ tos. E_nlre estos ungüentos citaremos eL de Forcytb , al que se ha querido dar fa virtu·d de rejuvenecer el tejido vegetal. Su composicion es la siguiente: '

dad alguna de· agua: La pez por su natura.::. leza manti ene mas elev1:1da la temperatura r,n el in ge rto, y produce sobre el tejido viviente una escitacion mayor qu e -la ordinaria, al paso que dificulta la circulacion del aire libre por el}tre las superficie-s cortadas. Además. los varios ungüentos 6 emplastos que bemos indicado , abriéndose de mil manera;; r.on la ·accicin del calor , dejan en_ trar dentro de su masa, y aun penetrar has ... ta el punto operado, una porc1on de insectos que además de mutilar los tiernos brotes Boñiga. una libra. del ingerto y devorar su bOJa , depositan allá Yeso . media id. sus huevos, cuya posteridad viene á acabar Ceniza-coman • id. id. con los restos de esta nueva vegetacion. EsAr~na siliciosa. una onza. tos males se ·evitan si adoptamos el recurso Las ·tres últimas maleri"as se pulverizan de la pez, porque poñiéndose blanda con el convenientemente;-se pasan por un tamiz,- y calor de la estacion , los insectos que se acerpuestas juntas en una cazuela, se las mezda can á ella quedan P.resos ó agarrados de sus la boñiga revolviéndose con un palo ó c)Spá- patitas y sin poderse desprender. De este tula hasta que tome la consistencia de em- modo se salvan todas las partes del ingerto, plasto. Este ungüertto, que sustituyó al lla- asegurando completamente el feliz éxito. Démado de Sain-Fiacre, ha gozado de la ma- janse ver desde luego las ventajas dA este yor celebridad , en términos que su autor ha método que añade á la facilidaél de practimerecido al parlamento inglés estraordina- carse el buen resultado de la operacion ; y rias recump ensas. los ensayos que ha hecho el señor conde del No qu~rcmos estendernos mas sobre este Fonollar en el rico verjel que tiene coniiguo punto ni indicar otras varias sustancias que á su casa ele recreo en las inmediaciones de se_h9n empleado con este objeto, sientlo, esta ciudad, acaban de confirmarlo. De cien como es, nuestre ánimo detenernos algun árboles frutales ingertados por el método ortanto en esplicar los !).Uenos efectos d'l la dinario, es decir, por medio de la boñiga con pez para salvar los ingertos de las injurias la arcil!a , faltaron veinte y tres, la mayor --ú ofensas cs teriores . parte de ellos á causa de los insectos que al - - Despues de practicada la operacion del acercarse el verano destruyeron los brotes de ing~rto, se cubrirá la herida con la pez der- la pua ingertada , cuando de igual número y retida, que de intento se lle·vará en una olla de la misma especie, ingertados con la pez, - puesta sobre un fo go n encendido, valiéndó- vivieron y se desarrollaron completamente nos de la brocha para embadurnar todas las noventa y siete. su perficies cortadas. Este método , ·sobre no Otros resultados iguales podríamos apunse,: costoso, asegura los buenos resultados tar; pero creemos suficiente la observacion ñrncho mejor que las arga masas y los em- que antecede para escitar á nuestro~ labradoplastos que hemos citado , porque no per- res á que ~e valgan de la pez para los inmite introducirse dentro de la herida can ti- gertos.


ABONO llQUIDO VEGETAL~ J:::a preparaciones en es tremo fócil y poco costosa. H'é aquí le. parte esencial del procediHace algunos años que se sirven en el can- miento,: Se prncuran 200 á 300 kiló gramos to n ZU!'ich de un aliono vegetal líquido que (1-) de plantas verdes, malas yerbas, hojas-; igua-la casi.en actividad,al_agua de fi emo pro- tlfllos de vitl, bojas marchitas de patatns, etc., ducida por el escremenlo de la res vacuna, y y se dispouen en .. monto~ en un parage cuque posee la inmensa ventaja de m0jo ra1·se bierlo: despues de c-incoúocbo dias, se vuel con. el Li empo y fijar el amoníaco á medida · ve esta masa d!:l man era que lo que .estu.ha á que se desprende. La poblacion laboriosa que lf! superficie se cnr,uentre colocado al . int1;1 habita las riberas risueñas del lago .de Zurich rior del monlon; la masa entra fuertemeute es conocida del mundo agrícola, como en ten- en. ferment_acio_-n al cabo de los ocho días.si). <liando r,erfectamente la pn•paracion de los guientes , y el colo ,: verd e ~e hallara casi abonos líquidos; de modo que mu cho liem-- en su totalidad cambiado en amarillo, sienpo antes que-los quím icos hablasen del sul-- do este el momento de arrojar toda la masa fat,o de cal y. de hierrn en la preparacion del en el líquido, que se habrá preparado de anestiércol, ya s~ ~ervian de estas materias 6 temano, y_revolver con fuerza la, mezcla, rc 7 estratificándolas pon': apas en los montones, pitiéndose es.te braceage tres veces por se 6 mezclánuolas á los abonos líquidos; mas' mana; y seg un la temperatura y lá cunti1lc;d solo el verano pasado comunicú el inventor ue ácido que se hubiese añauido al líquiuo·, podel ahono líquido vegetal el método de su drá emplea rse el a-bono al cabo de dos á cuaprepai·acion, el cual no. se sirve de ningun tro semanas. El líquido ·se P.rcpara en U,IJ otro abono; y no ob~tante sus prados r,ro- boy_o cerca de el monton, _con url kilógramo de ducen una yerba abundante y de escelen te ácido sulfúrico, y otro de ácido hidrocl órico· calidad. El gan~úo qué come heno de estas ( espíritu de sal,) que se mezclan á 6000 litros praderas medra vis-ib lemente ; el cesped es de agua. Si se quiere con verlir en abono límuy espeso, y se distingue fácilm ent e de quido materias s.ecas , tales como las aserra-todos los prados vecinos; conviniendo tam- duras <le maaera, polvo de turba , maleza, resbien mucho este.abono artificial á los árboles, tos ue bojas de árboles verdes, etc., basta huá_las legumbre~ y putatas cuya cantidad y medecerlas con -agua de estiércol · antes <ltl calidad aumenta si se emplea juiciosamen te. ponerlas en el monton, y emplear ma yor dosis de ácido para la preparacion del líq ui. . <lo en la boya. Si se pueden mach acar est[I.S (1) Trasladamos <;.on el mayor gusto á lasco materias antes de emplearlas, la fonnentacion lumnas de nuestro periódico el presente artícu( REMITIDO (1)).

lo que debemos, con otros que insertaremos en los números sucesivos, á un apreciable suscritor y entendido-agrónomo. J:io estamos autorizados hoy para estampar el noinbre del autor al pié de sus escritos ; pero si despues se nos faculta para el lo, tendremos una satisfaccion en que aparezcan· suscritos los otros artículos que habr~n de ve1· la

luz pública.

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(1) En la página 210, número 13, se ha hecho ya mérito de la equ i valencia ó r elacion que tienen con las meúirias y pesos de Castilla, el kilóg'ramo , litro Y. hecl~litro que se cilau en este artículo.


276 se establece en la masa de un mgdo muc•ho mas uniforme-. Se emplean ordiaariamenle, en 36 areas de prados, 300 bectólitros de este abono, y sirve mejor ~es pues del retoño que en toda otra época del año.

Segun numerosas observaciones, Be ere& que este abono líquido tiene rnas efecto en el suelo, si se derrama euando la- tuna: se encuentra lo mas cerca de la tierra ( en el perigeo).

l~C:IJDA..C:10~ A.RTIFIC:IA.L DE LOS DIJE'10S.

Desdo lrempos muy remotos los habitan- resultaba en esta empoPiad·erá una · eaor·tes del Bajo -Egi•pto se .dedicán con mucha me cantidad de huevos que se perdian. La inseguridad del resultado. de· la operdcion generali<lad ·á la -cri.a de la volatería. · Es sabido que para dar á esta industria desalentó al especulador rnis.mo , y sus toda la activi_dad de que es susceplibte, cu- tentativas quedaron tarnbien en el olhren artificialmente en un<ls especies de hor- vido. Parece sin embargo que e ta falta de renos llamados mamal mill:1res de huevos, que cuando ·1a operacioo es bien dirigida empo- sultado no La desanimado á lodos, pues vellan y se abren casi todos. En la ciudad de mos que se ha rníormado un establecimienBermeo , situada en el Delta ; es donde se _to dé este género en Heathfiel<l, condado de practjca prin~ipalmente este modo singular Sussex, bajo la direccion de M. J. W. Cade incubaci_on. E~ repetidas ocasiones se han ablo, -que ba obtenido del gobierno un prihecho en Francia varios esperimenlos para vilegio de invencion en esta industria. Seobtener este resultado: se ba conseguido ha- gun la Agricultural gazétte, este ·establecicer que nazcan los pollos ; pero la propor- miento se ha.lla en un regular eslado de cion ha sido siempre tan: poco ven tnjosa que prosperida<l. La proporcion de· los huevos ha tenido que abandonarse la -incubaci?n ar- que se pierden ó malogran no pasa del ocho t-ificiaf, ·como me<lio industrioso, limitándo- ó die·z por ciento, es decir; que no alcanza se en el día este proce<limiento á los cuida- al número de la pérdida ordinaria en la in' . <los Je algunos anatómicos)' fisiólogos que cubácion natural, y el resulta<lo se -debe, seprosiguen en hacer empollar huevo~ en pe- gun el inventor, al modo como se disponen queños aparatos llama<los lluecas, para es- los huevos rlentro del aparato. « Examinad, ' tudiar el desarrollo del ernbrion de las aves. dice, bácia qué punto del húevo se enéuenHace algunos años que un inglés traló tra el emlirion: es hácia la punta donde se de sacar esta in<lustri'a del olvido en que halla constantemente llotanle entre la clara yacía. Al efecto hizó constr.u ir cerca de Lon- y la yema, á una ,pequeña distancia de la dres un aparato muy complfoado, donde co- cáscara. Cuando la galliná empolla los huelocaba millares de huevos que se calentaban vos no los calienta mas que por una parte, ·mas ó menos bien por medio del fuego. Pe- principalmente aquella aonde eslú el gérro este aparato no era perfecto, porgue tan men, y la restante se calienia graduadamenpronté, el calor escedia del brado convenien- te á medida que los vasos del embrion, por olio, . llevan hácia él la vida y te, eQmo no lleBaha al necesario: así es que via del desan ,

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et· cat·o r. » De esta manera procede M. Ca-

los inmediatos; pór lo que deben separarseentre sí por medio de alambres que dividan ablo. Deben dispo11-erse los huevos en Iargos el patio 6 plaza en tantas porciones· ·1mantós bastidores ó cajones capl\_ces, de manera que el gérmeri se encuentTe en la parte superior; sean los viveros, cuya precaucion será de los cubre en seguida con una t.ela imper'- utilidad grandísima para poder atender mas meable que, replegándose sobre los bordes, oportunamente á los cuidados que es tos anihace veces de lin ·receptáculo que so man- mali[os exigen en los diferentes períodos de tendrá ll eno de agua caliente ,en el grado su ·eduGacion ó de su cria. La mucha limque corresponda. Dcbmnos procurar que es- pieza que reina e'tl todas las partes ó distribu.te método se aproxime á la natura_leza r.n ciones de este establecimiPnto, y la abúndaneuanto sea posible, haciendo de manera que cia y calidad del alimento que se dá á los po!a llueca que figura la tela que cubre los llitos, los hace de una calidad muy superior huevos, lo baga perfectam ente, en especial á los qne se crian en las aldeas con los méen la parte superior que e~ donde se halla todos ordina;·ios. El invei:itor propietario de dicho es tableel gérÍnen. Un caldero pequeño, .calentado ci miento esperimentó igualmente su indus-_ lentamente pero· tle un modo contínuo, sirve para mantener y renovar el líquido, que tria en América. Al principio empleó gr-~n hay en el receptáculo, por medio <le un me- des cantidades de dinero y sufrió pérdidas canismo que facilita un curso igualmente notables, ht1sta que ·reconoció por fin que continuado. Por este medio obtenemos pa- .para reportar utilid~d desu método era precira todos los huevos un grado igual y cons- so imitar á la naturaleza en cuanto fuese potante de te~1peratura, condicion indispensa- sible, y desde entonces ha conseguido beneficios considerables. En la actualidad cría y ble para el buen resultado. A estas cajas, dispuestas con regularidad y órden en un lo- r.iduca millar,~s de pollos casi en todas las esc_al conveniente,- es á lo que M. Caablo dá taciones, á pesar del frio y de la humedad el nombre d'e i11cubad6r. A qui es donde se del clima de Inglaterra. Esta misma industria podria ser aplicable opera la incubacion artificial ; pero . desde que nac,m los polluelos se ll evan á un cria- tambien á la cria de patos y de gansos, añadere (rearines houses), yse hacen entonces el diendo al apar{ltO un patio CQn aguas. M: objeto de cuidados particulares. Estos cria- Caahlo no ha podido_eosayar la cria de estas . deros son unos bastidores pequeños, cuya aves por falta del agua; pero han dado muy disposicion interior es ingeniosa: los peque- buen resultado las crins que ha hecho de los ños pollos encuentran la misma proteccion p~vos y de las pintadas ó gallinas de la India. tslos ensayos quisieramos ~er!os practiy el mismo cal9r que l.iubiesen encontrado debajo de las alas de su madre, por la tem - car entre nosotros, sobre todo en- las properatura adecuada que se les proporciona . vincias del mediodía donde probablP,n1ente por medio de tubos que conducen el agua surlirian mejor efecto. Es de presumir que escálien te desde un • depósito cünslruido al ta industria será provech~sa cuando se cuide efecto. Cada uno de es.tos viveros se halla d ·número peqúe~o de huevos que una llueca provisto de un espacio ó . pequeño patio de pueda empollai· e~ un año. La mayor difi. una estension de cuarenta areas (,1) , donde cultad esta rá tal vez en procurarse huevos; los polluelos ~e tienden y se orean. No con- aun cuando_será por otra parle fácil tener viene qu e se mezclen los de criadero con de reserva una cierta porcion de gallinas ponedoras, suficiente para las necesidades de ( 1) Meditla del ~is lema métri co de Francia. Es~ esta indÚstria. .; on cuadrado de diez metros por )¡ido, ó sean 36 (Juornal d' agriculture practiq~~e.) piés castella~oi, ( N. de la R.)

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t DEL llTRII.UZ~. ;

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Se conocen muchas especi-es y vari'edades . sus raíces, y no necesita que precedan á su_ de altramuces-, alguna de lás cuales so cuJ·- siembra abonos ni labores costosas , porque tiva en los jardines por la hermosura de sus esta planta se basta á sí misma , sofocando ílofes: siendo . principalmente el htanto el con su frondosidad las 'malas 1erbas; de maque puede servir de alime·nto á el hombro nera que casi puede decirse, que el cultivo , del alh·amuz no cqesta-mas que d· precio· de en tiempos calamitosos. El altramuz blar(co, origina-d o. d·e las co- la semil1a y el tiempo que se invierte en semmarcas meridionales de Europa, se cultiva brarla. C-u_andtl se destina para forrages deb~ semcon profusion . en mucho$ país~s de la F1:ancia, ·España é Italia, ·y aun eo las proVin- brarse á mediados de abril, luego que se han ci~s tl:lmbien meridionales d·e alguna_s nacio- pastaJo los forrages precoces de la primav¡__ nes del Norte. Esta planta ofí-eco recursos ra : Los ganados de todas e?I!ei;ies lo comen, poderosos á la agricultura pur el alimento ávidamente en el tiempo de su florescencia-, que proporciona al ganado co~ sus forrages con particularidad los carneros y ovejas que .y ser:nillas, así como por la virtud fertilizan- so- resienten ·menos del gusto ligeramente te de sus tallos, si" los enterramos 1.-escos. amargo que tiene el tallo de este vegetal! Vegeta lozañamente en los '\e1-renos ingratos bespues de consumido este forrage se eny arenosos; y presenta pingües cosechas aun tierra el rastrojo, que produce un buen abo-en los arcillosos y saturados de hierro. Teme n{), consumiéndose sus raíces en el interior mucho el frio y la hum edad estremada del de la tierra. El altramuz es uno, do los abosuelo , por lo que d~ escaso producto cuan- nos rna~ útiles á: la viña, sembrándolo en lre do lo c1_1ltivamos en campos duros y cena- las líneas de cepas y enterr~ndol.9 cuando , florece, _con el arado de vertedera, para lo . gosos . La época de sembrar el altra~uz será di~ cual se abre un surco prófundo. Las semillas del altramuz tienen un sabo1· . ferento segun el objeto que nos proponemos. Cuando se le destina plml el abqno, d_ebe amargo que lo deben al hollejo que las cusembrarse a¡reírns se hubiese segado el trigo, bre. Por esta razon acomodan poco á''las reen los países do~de el calor permite hacerse sos, á no · s-er que antes so les quite este esta oporacíon en el · mes de junio, enter- principio amargo déjándolas en remojo en rand_o '10s tallos luego que la planta ha ll e- agua tibia, ó e11, una corrieate de agua dulce gado á la íloresceneia, para sembra r en se- y'fresca . En algunos países de España, como guid& los cereales que vege tarán á benefir,io el reino de Valencia, 'comen las· semillas de del abono que aquella les proporciona. El al- altramuces tostadas al horno luego de sa'éado t1;anJuz es una de la-s plantas que ofrece ma- · el pan; y·en otro_s·, como Granada, las co• yores ventajas para fertilizar el suelo, porque men tambien· perfectamente los muchachos además de nutrirse casi esclusivamente de despues de Lien remojadas y de haberles eslos· llúid.os <le la atmósfera por medio de l~s parcido una can ti<lad proporcionadl) de sal, hojas, aumenta todavfa s-u valor nutritivo · pareciéndoles que aun tienen mejor gusto si por la' singular propiedad que tiene de alma- las mezclan con garbánzos tostados. Es otro cenar la materia orgánica en los nudos de de los muchos recursos á qu.e se apela para


"Lac1ll' ir á la~ casas de enséfianza á los desaplicados y afligidos de ambos sexos. El altramuz puede asociarsé,· como lo hacen en muchos puntos d_cl los pirineos orientales de la ')?rancia , con el lrébol eócarnado, que como florecen ambos vegétaie~ á la vez, presentan vistosos campos de forrage 0

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de escelente cálidad. . Es una planta que ofrece muchas venl~-:jas á' la agricultura , ·principalmente en los países del mediodía que permiten que la siega del trigo se baga temprano, y por elfo aconsejamos su uso como un medio muy provechoso para abona!' los ~ampos.

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üBSERVAClONES SOBRE LA SEMILLA DE GUSANOS DE SEDA (LA_._ MADÓS DE tAYl~O . • Óbservadones á su nascencia ó avivacion. Siendo la una y media de.la larde del dia 1. de mayo de 18!,.7, el secretario general de Bien que la semilla no hubiese estado cúnla Sociedad de Amigos del País de - Valencia, servada con el esmero que se requiere, ó que D. Vra11co de Sena Chocomeli, me hizo entrega de un pliego del Sr. Gefe p·olilicó, que acababa al pa&ar de_sde la (:bina á nuestro cónsul· de de recibir, y contenía la real. órden de 2r,. de Odesa, ó de ésta 4 Madrid, atravesando cliabril úllimo, ,para que esta corporacion se en- · mas diversos, hubiése sufrido algu ria aHcracargase de la avivaciun y demás cuidados y cion, se observaron rojizos ~• poco vigorosos obs~rvaciones de la semilla de gusanos de seda los gusanitos, señales de no estar enleramente recibidos de nuestro cónsul ge Odesa, proce- ·sanos. Aunque era de suponer que sus padres se dentes de la China, y de la raza allí preíerida del celoso agricultor Rayko, habitador en el alimentarían con hoja de su pais, quise obserdistrito de Zia-San-Fou, provincia de T!ke- var cuál apetecían mas, y les suministré de la buena valenciana y de mullicaulis ampollosa, Kiang. se fijaron mas en la 1Juestra. , · y El mismo pliego contenía un pedazo de paActo continuo de haber recibido dicho pliego pel doblado,y dentro un pedacito decartoo en que babia depositada con· muiha igualdad una se prefentó un hijo del socio corresponsal en pQrcioQcita de semjlla que, segun mis cálcu- agricultura D. Luis Soriano, y manifeatando los , por la reducida estension dei cartonci lo, deseos de obtener algunos, se le hizo enlrega · que con las cáscaras se devuelve adjunto, con- de una hojita llena de gusaniios de los que se flcabal,ao ge fijar para comer. tendría como dos adarmes la semilla. Estaban ya los huevos en su avivacion y -Primer período. babia algunos gusanitos muertos de h_ambre . dentro del pliego, y otros ;estrujados por 1os sellos-de las administracipnes de correos; y En los días del 1 .º al 6 siguieron desarroviendo lo urgente que era acudirá su alimen- lJándose: como la seruillá ha venido al través lo, sin aguardar las fórmulas de comunicacio- de diversos climas durante e1 tiempo en que nes o_ficia[es, se les dió hoja tierna del país, y debía haberse preparado en punto abrigado se colocaron en u_na pieza abrigada y al calor anles de la avivacion, su na~cencia ha sido de 17 grados de Rea umur. - larda y desigual. Los gusanos avivados del 1 .0 al 3 formaron • una dLvision, y otra los de\ 3 al 6. 0


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C'omo el primer objelo del cosechero, du- que si algun señor so;io quisiera ~lguna porrante .et primer período de vida, debe ser re- cioncila de ellos le ¡seria]éntregada,, dando. tardar las cómidas á los primeros y· suminis- cuenta de los resultados: oído lodo pílr la C0trarlas en rrias número á tos segundos, así se mision, y examinado el estado de dichos guverificó para igualarles; opera_cion muy esen- sanos, me <lió \as gracias; me reencargó el cial para que \as mudas se verifiquen con uni- ·cuidado de l~do y que se diese cuenla á ta Soformidad y se camine á un buen resu \lado . . ciedafl, en la junta ordinaria de :esle dia. PaSe les fué suministrando boja del país y . sada dicha comunicaci-on, la _Soriedad se conmullir,au\is ampo\losa·, y siempr¡i apelecieron formó con las medidas lomadas y dictámen de la comision~ mas la fina del país. En el dia 4-, noti cioso el Sr. conde de Ri-. . Proseguidos los cuidados con las comidas y palda de la llegada de dicha seQlilla y gusanos, órden conveniente) el día 14, observé que auny rnanifeslando deseos de lomar parte en las que lenian huen color eslaban mas lustrosos · observaciones~ rn.9ibió una quinta parle de que l_os del país, lo que me hiw recelar si serian de la especie blanco~ que . no han tenido los existentes. ' Los gusanilos que salieron de las úllirnas se- et mayor aprecio entre nuestros cosecheros. millitas ., aunque en poco número, se pusieron El termómetro se mantuvo de ·16 á 18 gtados de Reaumur. · con separaci on. En el día 15 se preser¡ló D. Luis Soriano, Ségun el calor y comidas que se les babia suministrado, para el dia 7 debían haber dor- hijo de , nueslro consocio y consejero provin·mido de primera; pero no se vieron en ·este cial, con recado de su señor padre, manifesestado hasta el 8. tando deseos de que se le dieraq unos pocos ·m dia-9 se observó la geperalidad durmien- mas, y llevó. dos hojas poblada's próximas á do; se dió una ligern comidaá los rez3gados y verificar 1a segunda dorruida. se suspendieron las comid?-s : así siguier,on el El H3 subió el calor á los ~1 grados, y que, dia 1O, en que dispertó ta genera Iidad ; y el dó la generalidad c!u~miendo _, y se dieron á 11 á las diez de ta mañana se les suministró los rezagados u-11as comidas ligeras. El 1'7 siuna ligera comida. guieron la muda, drsprendiér'onse de sus pie·_ En este perío~o se ha observado que han les con rapidez á beneficio del buen temple estado fardos en comer y ocupado un dia y que disfrutaban, y se les m¡rntuvo sin comer medio mas que !0!; .del país; que han conti- hasta el 18 á las dos de la larde, en que se nuado pr¿firiendo la hoja fina del país al mul- observó dispierta ca i su lola\idad, y se le reli~ulis ;·~y que ta muda la harl h~cbo bien, frescó con,una comida. sin notarse cosa particular. Durante este segundo perío1lo se les ha da., do hoja del país de diferentes variedades y Segundo periodo. lambien de las de multicau\is, observando la singularidad de que algunos dias han preferiEn el dia 12 se les -mudó e1 lecho ó cama; ·y á \as del país. Tambien tuvo do el mu\ticau\is c·omo se reuniese la Comision de Agricullura y me conforn;ié en mi lugar ta· observacion, para varios objetos, los presenté á la misma é. rece\,), de que gastaban mas tiempo en las - hice relalo de cuanto habia ocurrido, dP. to que si los del país comidas; siendo notable que babia observado en su nascencia y primer pehubieran disfrutado iguales grados de calor, rfodo de vida , ·de las entregas hechas á Don solo hubieran ocupado cu.atro dias, y estos ,.Luis.Soriano y Sr. conde de Ripalda -; y pues b<1n necesitado cinco y medio :·igualmente esque haliia tenido . el gusto de hospedarles en perimenté que despues de las comidas s_e len'sus prin;iéros peligros, arrancados \ á comer para pasar tas otras mudas, pod ian nombrarse dian para reposar, guardando mucha quietud socios que se incautasen de alguna por-cion de para digerir, y sin- señales de. movimiento, ellos y Luviescn el gusto de lomnr parte en las hasla pasada cerca de una hora, y por conseob,,ervaciones y ensayos, ó que se resolviese cuencia perdian esle tiempo.

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'tn esta transformacion ó muda ·no se notó enfermo alguno, lo que me biz.:> esperanzar buenos resultados en las venideras. Tercer período.

iníluyó sobre ma-tie-ra y los perj':ldicó, segun qu.eda demoslrado. Está observado que si en la segunda y lercera dormida adolecen de alguna enfermedad, en la cuarta las tienen mas ~orlíferas y peligrosas.

Las comidas del dia 18 por la tarde las loOuarto p ~ríodo. maron con poco apetito, como sié~pre sucede. ' ' En el dia 19 ya comieron con mas afan y conEn la tarde .del 24, se les .irrancó á comer; sumieron cinco raciones de hoja del pals y el calor siguió el 25 de 20 á 2~ _grados; las cinmulticaulis. El ·20 hubo mudanza, humedades co comidas las consumieron bien, y lo mismo con nubes, se :cerró la comunicacion con la sucedió el 26 : el 27 consumieron una comida atmósfera, y bajó la lem peralura á 17 y 18 mas, se aclararon, mudando las camas ó legrados; y así sigui0 el dia 21 , en que se obchos como en las demás roudas, y siguieron de servó que la mudanza del tiempo había influifreza tercera para la mu.da cuarta, lomando do sobre manera, notándoseles lardos en las un color verdoso-claro, que indicaba ser cacomidas y -paralizados: de cuantos se educan en este lidad dblinta Se hizo entrega en el dia 22 al'Sr. Socio D. país. Francisco Jaldero de una quinta parte de los Los gusanos del país padecie:on mucho en gusanos existentes; y segun mis cálculos deliis mudas segunda y cuarta: lu plaza se obberían quedar en mi poder com~ unos mil y servaba llena de hoja y pocos compradores, cien gusanos. Solo consumieron en este día cinco comi- , qu edando en este dia sin vender mas de ·cien dás: rn observaron catorce gusanos enferm(ls arrobas. El liempo siguió con nubes y calor. El 29, sobre las áiez, empezó la dormida de los llamados lucios, y por los valencianos á los rinco dias y medio: se refrescacuarl:i callosós: esto me hizo presumir que si duran. te la muda cuarta sobrevenian humedades y ron con dos comidas á los rezagados, y lo misvariaciones atmosféricas perecerian muchos, mo se hizo en fa madrugada del 30, en que se ~uspendió enteramente, y así siguió hasta el , comu sucede á los del país. El dia 23 sucedió la t,:, rceta dormida á los 31 en que por la larde se les suministró una 0 cinco dias y medio ; y siendo como laf: diez de ligera comida. En 1. de Junio se les dió olra, ootándose\es lardos en el andar. En 2 se les la mañana r¡uedó durmiendo la generalidad: dió hoja del país mezclada con mullicaulis, y como dispertasen ó mudasen unºs cuantos. de -comieron esla mejor. los adelantados, les reconocí las palitas y nuLos mismos cuidados que en los períodos té que no eran de la especie blancos. El dia 24 se han empleado. en esle, y la hoja. anteriores se.les tuvo sin comer; el calor subió y les fade diferentes variedades. Lo? días han ~ido vavoreció piLra- la muda; y como se les viese rios, c1rn nubes, per_o sin una notable variaimpacientes y activos, se les dió ·á comer por cion en los grados de calor: de modo que no la tarde, que hicieron con apetito, tendiénera de .esperar sufriesen influencia de considose en reposo segun sn costumbre. deracion en sus resultados. Ya se ha indicado En este periodo se les ha suministrado hoja que en los del país lia habido pérdidas·y un del pals y mullicaulis de diferentes variedagran sobrante de hoja en la plaza por espa-· des; se les ha notado la misma tendencia al cio de muchos dias, quedando considerable .reposo despues de las comidas, bien que un tanto mas activos. En esta muda comunmenle número de moreras sin pelar, y sin precio y los del paí~ n.o 0cnpan la nlo¡; dias; la verifiéan val-or. ( Se concluirá). con mas .facilidad, y tsí ha sucedido á 105 raykones. Rara vez se ob~ervan enfermedades; pero la repentina mudanza en los dias 20 y_21 TOMO I. ,


. l>ROGRAMA DE LOS PREMIOS QUE OFRECE LA SOCIEDAD ECONÓMICA MATRITENSB PARA EL CONCURSO PUBLICO DE VINOS Y AGUARDIENTES QUE SR CELEBRARA ·,

EN ' 1849.

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~Deseando la sociedad económica mattilens.e les acompañará tin pI¡e~o cerrado con lema -:de amigos del país fomentar el buen cultivo de igual al de fas bol ellas , cuya pliego con'lendrá la vid y 'iu. esmerada elaboracion cte sus pró- una cerlifieacion espedida y l1rmada por el ductos, tiene acordado q-ne todos 1-os añ ós se ayuntamientó del pueblo, y sélla<la lo mismo verifique en Madrid, bajo sus au_spicios un · que las botellas·, con el -sellú de aquel, en la cual conste: la edad del líquido, el nombre de concurso p,úblíco de vinos y agnardienles, se su dueño, si es cosechero, almacenista ó esgu11 se anunció con fecha 4 de jnnio d_e 186-6 lraclo-r, criador .ó solo una de eslas cosas; y en la G1,ccta de Madrid y otros periódicos. Con· ademc1s respecto á los vinos comunes y geneforme á áquel acuerdo, la sociedad convoca rosos, los nombres de la provincia, pueblo y para el concurso que se ha ·de abrir en febrero pago donde se produzca la uva, la naturaleza del aiio venidero bajo las reglas que siguen: y siluacion del lcrrenb, espresando si es de 1. 11 Se admitirán en- él Lodos los vinos y regadio ó de secano, la denominacion "ulgar aguardientes ela horados en el reino que se preuva, si ba sido elaborado el yino en bar-' de la s&nlen en la secretarla ·de la sociedad, cal le del ro ó en madera y la designacion del tiempo que Turco, ñúmeru 9, piso prindpal, en inleligeí1ha estado en la tinaja ó cuh·a} en las botel!as; cia dé que para la caliílcacion de los vi11C1s y para la adjud,cacion dti premios se dividen y con resJ.>Pclo á los aguardientes, el n.ombre los primeros, en lrescla~es: 4 .ª vinoscumunes: de la provincia y- pueblo en que se ha fdbricá2.ª vin·os generosos~ y 3! vinos imitados á do, si proceden de vino, heces ó casca, y por último la especie de alambique, alquilara ú los eslrangeros cualesquiera que ellC1s sean. olro aparato destilatorio en que se haya ela-2.ª Tod1J licor de las indicadas clases venborado. d.rá embotellado y lacrado -con el sello del 7.ª La.remesa de los pliegos -y de l~s bo-. ay1intamienlo en cuyo distrito se_ha.ya fabritellas de unos y otros liquidos se hará comcad o. , pletamente franca de. porte. 3.ª La menor cantidad qua de cada especie : m 8. ª concurso estará rrbierlo desde el dia b variedad de vir.os ptíede remitirse, será el 0 de febrero del año próximo .de 181~9,, has.J 4-. nóm,•rn de seis botellas de cuartillo y medio, y tres de cada una de las clases de aguardien- la 31 del siguienle mes de marzo. 9.ª 'A los que presenten vinos ó aguárdie'nte ;-- por considerarse indispensables estas porci· nes para l9s p1:ocedirnienlos á que_ dichos Les para este concurso, se les enlregará ,en la secretaría de la sociedad ~I recibo correspon--, líquid ('s han de sujetílrse. 4.ª Los vinos c0munes deben ser producto diente en que consten la fecha: y clase de ende la cosec,ha del año anterior de 184-7 por lo trega qu~ se hace; y el número que tenga en iil registro que se abrirá. , filP II OS; 1O. Se nombrará una junta de individuos 5 ª Las botellas vendrán rotuladas con el rtombre de La provincia y año en que se ba)a de la sociedad, compqesla del señor di I ector y fabricado el líquido que ,:onlengan, y por cle- del número.de vocales queestimeconvenienle, b~jo un lem_a cualqui~ra: las de vino llevarán y que reunan conocí mi en tos l'eórir,os y prácticos aderriás el nombre de esltl, y léls de aguardien- en la máteria, entre los cuales figuren indivite el _nom.bre del apara lo con qué se haya fa- duos de la alta nobleza, grandes propietarios, lerralenientes, banqueros, médic.os, quimi<;os, bri cado. 6. ª A cada envio _de vinos 6 de aguardien- comercian'les principales de vinos y aguatdie~~


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tes, y cosecheros de vinos en grandes cantida- 1 14. Se r.eservarán y arc~ívarán los pliegos. des. · qu.e acompañén á_las muestras queno resulten 4f. Está junta examinará y calificará los vi- premiadas. -15. Concluido el concurso -y declarados los nos y aguardieÍ1les presentados á concurso, y declarará los premios que, segun su rmérílo y premios, la junta Calificadora pasará sus actas las· circunstancias de su elaborac-ion, hayan de á, la sociefiad, la cual hará comunicar á los inadjudtcarse. _ teresados y publicar !Jll los periódi cos de la 12. Esta calificacion se hará en los vinos, córle y provfocias el resultado con la debida considerándolos en la clase á que pertenezcan, .especificacion, recom~ndando el consumo de de las tres de que habla Ja regla 1.ª los licores premiados. ~ t6. Al mismo tie_mpo de cumplir con-Jame13. Los pr.erñios q_ue la .sociedad conferirá, · segun la declaracion de la junta, serán, con · dida anterior, Re dará cuenta de lodo al goarreglo á los.a!:uerdos del regJamentO' de pre- bierno supremo ; cuidando la sociedad de remios, medalla de oro, plata ó bronce, el uso comendar, en los puntos que estime convedel sello de la sociedad por cuatro años, ya ñientes, la proleccion que merece este inlereco1110 limb-re en losenvases respedivos, ya comu san te ramo de industria agraria_. Madrid 43 de agosto de 1848.-Francisco escudo en el ·establecimiento, recomendar.iones a! gopierno, autoridades ó corporiciones: Hilarion Bravo, secretario'._ certificado de mérito: carla d.e aprecio y mencion ho_norifrca.

lura y Comerci:o adicto al ministerio de esle nombre, y compneslo del ministro del ramo., . presiden le; de un vice-presiden le nombrado por Mí; del di rector general ·de' Comer~io, y Real decreto nombrando ministro de Comercio, de catorce vocales, de los cuales me propon- .lnstrnccion :y Obras públicas ,í D'·. Nicome- a·ra. doce el mini3Lro de Comercio y dos el de Hacienda. Será-~secrelario del consejo de Codes Pastor Í).iaz. mercio ' el oficial del minislerio encar_gado de En atencion á las particulares circunslan- este ramo. Todas esl~s funciones serán gra_que coocu,rren en D. Nicomedes Pastor . Diaz, llutas. e:,¡,-dipulado á Corles. y subsecretario del miArl. 2. 0 El consejo dará su diclámen sobre nisterio . de la Gobernacion del Reino, véngo todas las cuestiones que mi minisl!O de Comeren nombrarle ministro de Comercio, lnstruc- cio juzgue conveniente someterle. eion y Obras públicas. . Arl. 3.º·Mi ministro de Comercio podrá anDado en Palac-io á 28 de marzo de 18!1-7. - . lorizar al consejo, sea á pelicion de este, sea Está rubricado de la real mano. - El presi- . de oficio , para que proceda á la averiguar.ion den le del Consejo de Ministros, ministre de de hechos que puedan con-venirle, por medio Estado, JoAQUlN -FRANC1sco PACHEco. ·de informacion escrita ó verbal. Arl. li-.º El consejo celebrJrá -sus sesiones Real decreto creando un consejo de A gn·cul- en el mi3mo edificio que ocupe el ministerio . tura y Comercio. de Comercio, y en los días que mí ministro de tomercio desigo·are. ' Conformándome con lo propuesto por mi . Dado en Palacio á 9 de abril de 48i-7. - . mi nislro de Comercio, (nlllruccion y Obras pú- Está ru b•rirado de la real mano. - El minisblicas, he venido en decretar lo siguienle: tro de Com ercio, Inslruccion y Obras públi.A níc.ulo •. 0 Se crea Ün consejo de Agricul- cas, Nic~MBDEs P;lsroa Du.z,


-=- 2S:4 Real decreto nomól"ando varios individuos para

el Consejo de Agricultura y l'omercfo .

Conformándome eon la propuesla _de mi ministro de Comercio, lnstruccion y Obras púbricas, vengo en nombrar para individuos del consejo pe Agricultura y Comercio, creado por mi real decreto de este dia, á D. Manuel Gaviria y Alcoba, á D. Joaq.uin Fagoaga, á D. Manuel Salvador Lopez, á D. Jose Buchenlal, á D. José Caveda, á D. Juan Gdrcia Carrasco, conde d-e Santa Olalla; á D. Fermin Lasala, á D. 'Buenaventura Carlos Aribau, á D. Juan Manuel Calderon, á D. Juan Antoine y Z¡¡yas, á D. José Manuel Collad·o y á D. Antonio G·uillermo Moreno. Dado en Patacio á 9 de abril de rn1~7. Está rubricado de la real mano. - El ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas, N1co:tUEDES PASTOR 01Az.

Real decreto nombrando al marq.u és de Remis-a vice-presidente del consejo de A gricult._ura y Comercio.

Vengo en nomhra·r vice-presidente del consejo de Agriculturn: y Comercio, creado por mi decreto de este día, á. D. Gaspar Rémisa, marquPs de Remisa. Dado en Pa-lacio á 9 de abr-il de 484-7. Está rubricado de la real mano. - El ministro de r.omercio, lnslruccion y Obras públicas, N1coM~DEs P~sTon Duz.

tario para l'os asuntos de Comercio, Baya· otro para los de Agricultura, que lo será el jefe del· negociado de d'icho ramo en el ministerio de Comercio, 1·nstruocion y Obras públicas. Dad'o en Palacio á ~ de abril de 18t7. Está: rubricad-o de la real mano. - El ministro de Comncio, lnslruccion y. Obras públicas, N1COMEDES" PASTOR Duz. Real decreto nombrando vocales del con&ejo de Agricultura y Comercio.

Para vocales del tonsejo de. Agricultura y Comercio, cu.yo número he L.enido á bien aumentar por decrelo , de esle dia, vengo en nombrar á D. Marjano Mi¡:?;uel de Reinoso, propietario y diputado á Córtes; á O. Pascual Asensio, catedrático de agricultura en el JardiQ Bolánico de esla corle; .á D. José María Ben ju mea, propietario y senador del Reino; . á D. Lpis Piernas, propietario y teniente de alcalde de Madrid; á D. Julian Aquilino Perez, propietario y senador del Reino, y á D. Antonio Bulnes, propietario y comandante de arlill-ería retirado. · Dado en Palacio á 29 de abril de 18t7. Está rubricado de·la real mano. - El ministro de Comercio, lnstruct:ion y Obras pública~, N1e0MEDES PASTOR Duz . Real 6rden dirigida á algunos jefes poUticos para que adopten las medidas que su prudencia l'es dicte, antes de recurrir á prohibir la estraccion de cereales sin motivo justificado.

Real decreto fiJando el número de v'ocales del Ita llegado á noticia del _Gobierno que bajo consejo de· Agricultura y Comercio, y manla autoridad de V. S. se ha publicado un bandando al mismo tiempo qiu, haya un secreta- do prohibiendo la exlraccion de cereales de rio de Agricultura. esa ciudad, sin que baya dado lugar á esta

Habiéndome hecho presente mi ministro de Comercio, Iostrucc-ion y Obras públicas la conveniencia de aumentar con personas entendidas en las materias agrícolas los individuos del consejo de Agricultnra y Comercio, vengo en decretar que el número de vocales de dicho consejo sea de 20, en lugar de los 14 designa. dos en mi real decreto de 9 del ·actual. Y para facilitar el despacho de los negocios tenso á bien resolver, que además del secre-

disposicion· ningun acto de lrastorno pof parle del pueblo. En su vista, la Reina ( Q. D. G. ) se ha servido mandar prevenga á V. S~, como de su real órden lo ejecuto, manifieste las razon~s que ha tenido para dictar una providencia tan op11esla á los reales decrelos de 20 y 29 de enero de 183'~, á la necesidad de facilitar el comercio interior que en Esp.iña se hace ser.l.lir mas que en olro país alguno, y que s11lo puede autorizar un grave é inminente risego.


tracion paternal y co.nforme a~ obJelo de su.; instituto. Asi lo bao· hecho varios jefes políticos, y ·asi espera S. M. que V. S. lo hará en, ~· adelante. ' Dios guarde á V. S. muchos años . Madrid: Lº de mayo d0,H'47.~PAsTOR D1AZ.

Es asimismo la vol\mlad de S. M., que si

semejante peligro no existe,. revoque V. s·. inmediatamente su providencia para evitar lns desastrosos res u Ilados que de continuarla pudieran ocasionarse, así por la proximidad de la co3echa que P.Or todas parles se,anuncia favorable, y ron viene por lo mismo apresurar 1-a salida de l.os frutos existentes para no abrumar al labrador con el peso de su abundante y estancada recoleccion; como- para evitar q·ue pueda CJ'eerse que el G0bierno de S.M. autoriza djsposiciones lan poco conformes con el interés de los pueblos-. Antes de llegar á tan extremadas resolúciones·, el jefe de un~ provincia, encarg,:1.do de la poli~ía, de las subsistencias, ha de adoptar en caso de· penuria otras medidas que, sin estar- f~ndadas ·en pmhibiciones y restricciones que ani•quilan el comercio, rncorren la necesi'dad local y ~ransiloria producida por la car-estía de granos; ya ilustrando á sus adminislrados sobre la necesidad de comprar mas c:aro el paa en los años de escasez, so pena. de aumenlar y hacer mayores y mas permanentes las escaseces y miserias para lo futuro, si por abaratarlo se dictan providencias que agolen las fuentes productivas, entre las cuales es una de las principales el tráfico intel'ior; ya procu,rdndo lrabajo :í las clas~s menesterosas; • ya pro-moviendo obras públicas; ya -excitando el celo de los pudientes por medio de suscriciones hácia el socorro de sus convecinos; ~•a, vigilando los mercados para evitar el monopolio que tengan por mira hacer subir el precio de los objetos de primera necesidad; ya desLruyendo toda imposicion ó gabela que los encarezca; ya p_resenlando en el mercado trigos procedentes de los pó3i.los' á mas bajo precio que el _ordinario para eslabiecer una si.dudable concurrencia; ya destinando cantidades en metálico para que los panaderos puedan ejercer su indus.lria á mas bajo precio.. El Gobierno, distante del lugar de los hech os , no puede dictar por si mismo las providencias de esta especie que circunslancias particulares y perentorias suelen requerir, y por lo mismo es este uno de los grandes deberes de sus primeros delegados en las provincias, los cuales no de.otro ip.odo pueden ejercer una adminis\

Real 6rden circular :iermitiendo la introduécion de granos estranjeros.

,,. ' En 3 del actual (, mayo de 184-7~) se ·comu• nic;ó al jefe polilico de Granada y á los deolras provincias la real órden siguiente : Las repentinas é injustificadas alleracionesque expuimentael precio del trigo en-esa provincia, las cuales lo elevan á veces hasta·el punto de amagar una calamidad á las clases pobres consumidoras, han llamado la aleocion del Gobierno basta el punto de considerar llegado el caso de adoptar una medida de salvacion, atendida la responsabilidad de las subsistencias y del órden público, que-son de las mas graves que sobre él pesan. El Gobierno, por los dalos que posee, está seguro de que, bailándose tañ próxima la nueva cosecha·, sobran granos en el país para llenar con colmo sus necesidades. Anles pues de poner en · práctica las medidas que va á diclar, ;y cuya adopcion puede acaso afectar los intereses de la agricultura y del comercio de buena fe, es la voluntad de S.M. que en el lnomenlo de recibir esta comunicacion convoque V. S. á algunos d,e los principales tenedo res de granos, y-les prevenga que si en el término de 24 boras no se hallan aquellos dentro del limite de los precios reguladores, bajo la respon~abilidad de quien dé lugar á ellas, pondrá V. S. en ejecucion, publicándolas en el Boletin oficial de la provincia, las siguientes disposiciones: 1 .ª Queda permitida en esa provincia la introduccion dé granos extranjero., d11ranle lodo él presrwle mes de mayo, cualquiera que sea el estado ·de precios del mercado en el dia en que se solicite su inlroducc(on. 2.ª Bajo la garantía de esta aisposicion excitará V. S. el interés y el celo de los: especu!adores para que ·bagan sus pedidos: mas en el caso de que no esté completamente segura su autoridad de que han tenido erect-o í oui.

1,

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286-:-

dará V. _S. de que por el ayuntamiento de-esa ra. el reembolso de unos y otros, de los arbj:._ capital ó los respeclivos pueblos se verifiquen Lrios que con urgencia propondrán los mismos con perentoriedad al mercado mas próx.imo. del por conducto de V. S. y coñ su informe á este ·Reino donde pu ed,rn ' log rarse dentro del límite Minislerio. referido, ó con las mayores ventajas po ibles; 4. ª _De todas y ca.dai u na de estas operacioy si no lo buhiese, é si esto ofrer.i ese dilacio- nes, del estado de precios, del aspecto que nes incompatibles con la necesidad pública, se va ya presentan do la cosecha, de cuan Los dadirigirán los pedid0s al extranjero. Eo di cho los y noticias puedan coalribuir á formar juicaso no vacilará V. S. en hacerlo, notificando cio del mercado de cereales, dará V. S. parte al mismo · líemµo á los :cónsules de S. M. en todos los correus á esle l\finislerio; en la integ ibraltar, en la costa· de Africa, Marsella y ligencia de que poniendo el Gobiernp á dispo• demás puntos que parezcan co11venientes, la sicion de V. S. todos los medios necesarios habilitacion_qae se concede para la imporla- para alejar la calamidad Je la provincia que cion á cualquier precio en todo el corrien le le está confiada. le exigirá en cambio la mas mes. estrecha responsabilidad si, contra su espe3.ª F.u el caso de· que ll rguen á veriijoa rse ranza, no tiene la enerjia, la pruden_cia, el eslos pedidos por cuenta de los ayuntami entos, .acierto en fin nece.;ario para resolver. una cuesqueda V. S. facultado á aulorizar á los mis- _ Lion que, como ya queda dicho, es eminenle.mos para echar mano de los fondos ó levantar meule de salvacion_y d..e órden público, los préstamos necesarios bajo la garantia, paDios ele.

ENFERMl!DAD DE LAS PATATAS Y SU CURACION .

La enfermedc1d de las pataf.as conLinúa llamando la alencion en Francia, y la comision de. agricultura ha dirijido á los departamentos la siguienle comunicacion: e La enfermedad de las patatas se manifiesta al red dar de las hojas superiores por una mancha morena cercada de un blan co sucio naciéndose ver lo mismo sobre el pélalo y el tallo, basta que penetra cerca de cinco _céntimos del suelo: lo~ lu bércu los siempre están acomelidosde la enfermedad .» « El resultado de las observaciones. á las cuales 1~ sociedad de horlicullura se ha entregado, ha dc1do los masJeliQes resultados, cnnsistiendo~en arrancar al momento las palalas por los tallos que Lengan las señales indicadas, esponiéndolas al aire para que se seq.uen , le-

niendo cuidado .de separar _los hl1enos de- los enfermos; estos últimos, que no fienen mas que un principio de enfermedad, pueden darse desde luego sin peligro á las béslias 6 á los que se ocupan de la frábricacion de la fécula.»

COSECHA DE CEREALES.

Lá co echa de cereales ha sido buena en Italia, mediana en Francia y asombrosa en Espaiia, pues segun las noticias que lenemos, h.a salisfccho las esperanzas de los l~bradores. { la L~y).

CANCEB DE LAS . CEPAS.

Las cepas padecen esla enfermedad con bastante frecuencia, atacando indistinlamenle las


- · 287 'partes de su cuerpo. Es muy difícil ~aracteriCULT\'v() DEL CACAO, zar la causa de este mal , 'debida unas veces á ; causas interiores, y otras á la influencia de los De un periódico de la Habana lomamos el cuerpos m~cánicos qu·e rodean la planta. El siguiente artículo sobre el cultivo del cacao. sol fuerte y penetr-ante, despues de una lluvia ce No de .iihpra., .s\no hace alguvos meses que de primavera que ha .reblandecido el tejido, por haber sabido la predileccion con que nos .puede reanimar en la cepa la enfermedad de interPsa!))os por el adelantaínienlo de nuestra 'c¡Ue nos - ocupamos'.;: pero ordinariamente es agricullura, varías personas nos solicitaron efec\o de golpes y contusiones que han irritado para que les pro{mrcionasemos uo Lralado del y dislacerado la fib ~a de la planta, La demasia- cultivo de este último á, bol, con o6jelo de da ·cantidad de abono, principalmente los-<le- aplicar sus rPglas á los ensayos que Lralaban pélsitos de estiércol inmf:d1alos á la cepa, pue- de hacer para dar aplicacion á sus ideas sobre den producir este mal p,ir yn esceso de savia la utilidad quc' les t.eportaria e~le nuevo ramo que recibe y'que no puede asimilar conve- de industria agrícola.Por mas diligenLPs que hemos sido, bien nientemente. Esla enFcrmedaJ corre sus per-ío• dos con una rapidez incalculable: si el gónio de por desgracia , bien porque no los ha y, el relas eslaciones es poco favorable á la viña; su llado de nuestra pesquisa meses seguidos pero en caso contrario marcha con lentitud , fué infructuoso. Sin embargo, insistimos en operando paulati11arnente la destruccion de la buscar, porqtie no nos dejaba solaz ni desean.: · cepa. Para remediar el cancer de que habla- so la seguridad en que estábamos de no cormos convendrá lo prime_ro apartar las causas rer Iras un vano libro ó cuaderno de insípida que lo ocasionaron , cuando sean de aquellas ó fastidiosa lectura , tal como tantos que hoy que el hombre puede remover; mas como no gozan aplauso y aura. Lo que desperraba nuesen todas las ocasione,; nos es dada esta posibi- tros desvelos era por el contrario bueno en sí, lidad, en tal casolendremos que contentarnos y útil, de conooimientos sfilidos, capaz de con detener e! mal, quitando _toda la parle da- aclimatar por medio de la enseñanza un nuevo ñad-:i. hasta que lleguemos á encontrar él leño ramo de riqueza enlre nuestros hacendados, y por consiguiente del país, necesitªdo por a sano y vivo. ,escasez y bajo precio de los productos de otros . de que hasta aquí viviera, -y á cuya sombra EsPOSICION DR FRUTOS Y FLORES. llore.ció lá comarca, y ramo tal que, ribal de. En los dias 23, 24', 25 y 26 de setiembre lo~ mejores y ensanchándose acaso mas de lo próximo pasatlo hubo en Valencia, en los claus- que actualmente sospeché!mos, fuese una nuetros del ex-convento del Cármen, bajo los aus- va argolla de que sl1spe1,diéramos nueslro porpicios y direccipn de la- ~ociedad Económica venir, asaz cubierto de tintas consoladoras y de 'Amigos del Pais, una esposicion de frutos asaz amenazado por o'tras tierras de labores y flores, en la cual, segun se lee en el Cid de para reclamar alguna luz nueva que lo ·alegre. . Mírese el estado de. nuestros campos, exaaquella· capital, bubo de que maravillarse, á pesar de los pedriscos y otros contratiempos mínense los dalos que arroja la balanza roer.; que este año .se han esperimentado: Entre las cantil de los últimos años en nuestra plaza, y · varias preciosidades horticultoras, escitaron la escusados serán los pormenores para convenadmiracion de los concurrentes 80 variedades cerse de la dolorosa exactitud de nuestra pre· de pe.ras y 50 de manzanas, «' unas y otras,» vision, y Ee compreuderá en su punto nuestro dice el referid@ periódico,· « de las mas espe- ahinco, qu·e al cabo no ha salido mal premiacjales por su calidad, hermosura y tamaño, do, pues poseemos e)l ·este momento lo qne esque en algunas podria cali'ficarse de mons- timamos poco menos que suficiente para que µ-uoso. En efecto, perll. babia de 26 onzas, y el hueco que se no,s encargó Jlenar se llene de 11,anera que ba1a probabilidades de a,rrjbar á manzana de unas ·14-. » un término ventajoso los que bajo sus reglas ( La Antorcha). ~


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·pocas y claras empl'ehdah -ese fácil--cullivo Le{ dice Hu.rnbolt, igualmen·le-, <'. El chocola_ como que vienen ellas de mano~ hábiles, co-' fácil de llevar .yttl~ emplearse como alimento, m_o las del Sr. coronel Codazzi, que ha bebido contiene una gran cantidad de partlculas nu. en buenas fcenles, por cuya raion nos es per- tritivas y eslimulanlesen pequeño espacio. Se miLido presentarlas al labrador con eficaz re- ha dicho con -mucha verdad _que en Africa sin oomendaeiun. el arroz, la goma y el aceite de shea el homPor lo demás, en esta: provincia se •conocen bre no hubiera podido atravesar los desiPrlos ·: ~•a alg~nos rincones de haciendas surlidos·de en el Nuevo Mundo el chocolate y ·1a flor de theobroma, y tal cual propietario que hace co- maiz le han hecho accesibles las tierras e·lesecha de cacao. Uno de esta jurjsdiccioo, se- · vadas de los And·es y íos vastos y desiertos gun informes, ha colectado en· una vez roa:; de montes. » El árbol ·vegeta lan vigorosamente .que la flor sale aun de los troncos y de aqu-e:. 40{) quintales. _En cuanl~ al tamaño y calidad del grano, llas parles de ra·íces que la tierra -ha dejado se nos ha asegurfidO que ni uno ni otra pue- descubiertas: sufre con los vientos del NE., den compararse al que e imporl:a de Vene- aunque estos no hagan bajar mas de un grado · z~1ela, siendo necesario mezclarlo con este para la l'emf)eralura. Necesita de un "terreno no muy que s~ le pueda emplear; ¡:iero nosotros, que espuesto al N. y cerca- de los rios para que en pecamos de desconfiados en ciertos particulc.1- tiempo seco puedan comunicar á la tierra la res, no prescinderemos de esperanzar un fruto frescura de sus aguas y . que reciban en tiemcomo el mejor, mientras no se nos palenlice pode lluvias la superabundancia de estas. Se que en la eleccion de terreno la siembra, la da la preferencia al terreno que puede recibir sombra necesaria que se dé al árbol, el rega~ del rio los beneficios del riego, sin temer las dio y la cucacion de la mazorca, se· han ob- inundaciones d-e las a venidas. Es una de aqueservado todas las condiciones requeridds para !las plantas á las que ofenden los rayús del la prosperidad de un cacaotal. A este objeto es sol; necesita una ~ombra t:onveniente que la que nos lisonjeamos deservir copiando las con- proteja de eslos rayos sin pri-rnrla de so calor. cisas reglas que siguen: Para este efecto se sirven del búcare y del pláEl cacao (theobroma cácao), de )a familia tano: este la abriga durante los primeros años de los biteriáceos, que se encuentran silvestres y despues aquel que dura faolo como el" caen varios bQsques, se hizo uno de los princi- cao. Las lluvias violentas que caen irregularpales alimentos para los españoles, como lo babia sido desde .tiempo inmemorial entre los me11Le de diciembre á mayo, despues de la esindios mPjicaí10s, que lo preparaban en una tacion invernal, son muy perjudiciales al cainfusion de agua fria. El precio de cincuenla cao. La grande humedad no es favorable al nueces era un real. El guslo por el chocolate árbol sino cuando aumente progresivamente y pasó despues de la Conquista á España en sigue sin interrupcion por múcbo tiempo. Si 1522, donde en poco Liemyo le usaron tan ge- en la estacion de la sequedad, las hojas y las oeralmenle como en América. Se puede -decir frutas nuevas se mojan por un fuerte chaparque entre los españoles se ha hecho una nece- ron, el fruto se cae del tallo. Si la cosecha del sidad· que aun precede· á la del pan. Los frailes cacao es una de las mas inciertas á causa de de aquella nacion lo introdujeron en Francia los funestos efectos de las malas estaciones y en 1661 , y Alfonso de Richelieo fué el pri- del gran número de insectos, pájaros y cuamero le lomó. Crece y prospera ventajosamen- drúpedos que devoran la mazorca, esle ramo te desde pocas varas del nivel del mar basta de agricultura- tiene la desventaja de obligar la al l ura de 652, que es su limi Le superior, y al cullivado.r á esperar seis ú ocho años para solo puede vivir bien en la region cálida en- el fruto de su trabajo, y de producir un artítre la temperatura- media de 27º 33 y 25º 56 cul~ muy dificil de conservar: no debemos ol( 1 )• vidar que las plantaciones del cacao no exigen e · -( t ) tantos trabajadores como las de otros arlicu. orrcsponden á 94º 49 124 y á 89º 51 Fa- 1 renhe1t. os. .

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(Se concluirá}.


-DE LA FISIOLOGÍA \TEGETAL. l

~••tíeli.Io 2. º

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La historia _de la vegelacion nos presenta

tes en tejido celular, se extienden con mayor un gran número de fenómenos que no po- facilidad que los muy provistos de tejido fi demos esplicar sin comprender antes las tres broso, y por esta razon vemos qu~ la epipropiedades del l~jido qne hemos indicado dermis que cubre el tallo t_oma una dilataen la conclusion de nuestro anterior artículo. cion es traordinaria y hasta el punto que las Estas tres propiedades se notan casi cons- materias terrosas y saliflas la disminuy e,n de tantemente (1) en todas las -plantas, aunqu e todo punto. Cuando esta disminucion llega diversamente modificadas segun su partícula r á ser completa , ó mejor dicbo, cuando su natmaleza y segun sea el períodp de su vida. extcnsiuilidad ha · negado á su máximum, se venfica entonces la muerte de los órganos. Vamos á examinarlo. Extensibi~idad. Cuando observamos que La corteza dP, un árbol que en su juventuc.l un yegetal crece y aumenta sus proporciones era suave, elástica, reluciente y vistosa se tanto en senlidó vertical como en t;( longitu- hiende y resquebrnja en diferentes direccion es dinal , no puede dudarse que existe en sus segun vá perdiendo la fuerza de extensibilitejidos orgánir.os una fuerza particular qu e dad , así como la hoja que decoraba eleganpermite este desarrollo. Esta propiedad de la temente la planta se dese.ca y cae porque las _pion ta la vemos manifiesta en~_f.odos los órga• materias salina,s que el curso de la savia ha nos, si bien subordinada á las leyes que rigen depositado en sus celdillas ha hecho perder la ma leria. La hoja , el tallo, la raíz, la flor, del todo la extensibilidad al tejido. Este fenómeno se vé igualmente manifiesel fruto, ele., ván tornando incremento á medida que se prolonga lo existepcia de la plan- to en e-1 fruto y en la semilla, principalmenta; y 13ste desárrollo progresivo es auxiliado te en esta, cuando desarrolla su embrion. La al menos por esta propiedad de tejido vegeta 1, cantidad de aguas y de flúidos que entran en aunque enlazado con la vida. Pero semejante su interior desplegan esta fuerza de expanextensibilidad es mucho mas rnani(iesta en la sion del tejido , aumentando la semilla su juventud, perdiéndose poco á poco y á ti em- ' volúmen hasta donde lo permite la extensipo que_ las materias estrañas que se insinuan bilidad de su cubierta. Entonces se rompe y dentro del vegetal, se fijan en sus oe{dillas. se destruye el tejido que la forma , re(iuLa propiedad de que hablamos no es ciéndose al estado de la. materia inerte. A.tendida la relacion tan (iireota que hay igual en todos los órganos de la planta. Los mas jóvenes, como que son mas abundan.,- entre !a cesacion de la extensibilidad y la muerte d-e las plantas, y atendido tambien qutl todas las partes del vegetal dejan de existir ·mDecÍq\OS casi cpnstantemente, porque en algqnos vegetales, aunq,ue raros, se vé que falta la Juego que ha term{nado en ellas la foer~a de extension del tejido que las forma , mas biell elasticidad. ·

1.

0

DE D!ClEMBRE DE 18l8,

TO itO l.

26,


-' 290 .

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.Éligr,osco_picidad. ~ lgunos físicos han cori.,. -po<lriamos ·incluir está propi~dad ·entre , las vitales quJ ~ntre ·tas de l t_ejido·. . ··· fundido esta -propié<lad con la capilaridad: Elasticidad. Es corri'un la elasli.ciclad .en péro por ·m_as que e~ista esta identidad de toá'Os · 1os vegeta.les. cu·ando d1~bian)OS la ,ol'Ígen; hay· unª· notab!e diferenpia entre posiciou de una hoja, es ~eci1.-, cuando' in- ·ambas propie.dai:les. Damos el · nombre de -verti.rnos el órdeó de sus caras haciendo q_ue · capilaridad ,á _la fue,r:za ·ó_accion por la cual Ínire hácia el suelo la que ~stá naturalmente. el agu~ penetra dentro de ~uri ~uerpo por t:n•. inclipada á fa luz, vemos bien n"i_éfrcada esta tl"e las lámin·as ó tubos visibles, . al menos propiedad elástica del tejido. Y esta fac;ult1:1d con la ayuda del microscopio, reservando el de la fibra vegetal es tan necesaria en el ór_- otro nombre de bigroscopicida'd para el caso <len' de la yegela~ion , qne .por ella ia boja en que_el líquido se insinúa dentro del tejido _ cubre de noehe á la delicada flor y á la yema sin .que percibamos- en él conductos ni poros.. r t.egeneradora que la escarcha y el frio flega- que puedan permitirló. tejid<;> se . Aun.que ~emos de converiir ~n que .estas d~n á malograr. La \ elasticii:lad de'1 . nos presPnta todavía bajo otras_, formas áun , dos palabras sighifican en realidad dos m¡¡.s _visibles. La carlina y algunos -caraos fuerzas distintas ., sino mas l:iien· dos grados cierran las ·barb_as gue componen su c;íl"iz en diferentes ele un mismo ·fenómeno, no obslos tiempos. l!uviosos, y las abren nuevamen- tan'te se emp'lean ·en fisiología una y qtra te al -osomaí• el tiempo sere110~ y seco. Una palabra con n-0tá'ole di(er~ncia. rama que e·n e.1 órden regulé!r de,bia crecer -L~·s materias vegetales presentan la bigrosxedicalq¡ente, cambia de direccion por cailcopicidad en un grado eminente· y con una sas que la obliga·n á ello e~ virtud <le la generalidad absoluta. Elta nos faéilita el fuerza elástica de la fibra ; · y estos ejemplos, apreciar algunos fenómenos, los fnas comuque podríamos multipljcar al infinito, ponen nes en la prátrca agr'ícola, de una manern que en lá m~s completa evidencia la propiedad satisface nu_estra curiosidad. Cuando plantaelástica del tejido, que sirvti á la naturaleza mos de estaca la rama jóvcn de un árbol Yegetal para que n~alicé gran numero de que se intenta re.producir, vernos que ·al cafenórnenos de la mayor imporLancia á la bo de algunos n1eses despiertan sus botones y se despliegan sus hojas' sin ·que la . rama vid:i de-la.s plantas. La el~sticidad es á '\leces oías notable ( y •haya desarrollado raíces. Entonces nos preen e.sto difiere de la·_~x tensibilidad) en la ve- guntamos por dónde han podido introduc.irjez <le ·1os órganos que en su. juventud. E¡ se las materias que ban dado accion á . diacto ,de abrirse las bayas de muchos fru't~s, chos ó_rganos; y exami.nando f~nóm~n<> &Uañdo estós han 'llega do á la madurez, se con atencion profunda, vemos que el tejido debe sol-ament~ á la pr:opiedad elástica d~I vegetal ha 'absorvi<lo, por su fuerza higrnstejido, ~unque· á ello con·cuda la disposicion cópica , una .c~ntidad de· agua de la tierra y particular de las partes que los componen. del ambiente libre, que poniendo en disoluNo de'ja , sin embargo, do verse que cie'rtos ·rcion las materias nutritivas que la vegeta- órganos de las plantas , como las hojas y las cion · precedeqJe "'babia. depositad~ entre las ramas , ej~cutaii solamente estós fenóme.nos _celdillas del tejido, · l~s conduce h~qia las elásticos duraute· su ju v.e ntud , perdiéndose. partes supe,riores, auxiliadas por la vida que gradúalrrielile á med_ida que la circula·cion de · ' el sol de la primavei;a ha disperiado nue·va1:a.'savi·a vá depo~itando . eptr:e. -las rr¡allas del ·mente. Si guardamos dentro de un vaso de · tejido ,esa multitud -de materias terrosas que agua el c~p'u'llq de una>_flor, por la propieda1 · higroscópica de su tejido desarrollará le hacen perder su aécion y su vida.

ºº

el


291 poco á poco una vistosa coro)~, si11 que po- plan la dilala,:se ó. contraerse·, segun que ád: damos admitir otra espllcacion de este fenó- mitan_ó aliandoneñ el agua ó humedad a~meno que la accipn del agua q'.!e ba ·absor..:. bi•énts, ha- qado lugar á emplearlas_ com-0 vido por medio de su tejido. instrumeolos higrométicos y servirse de ellas · Las partes: del _vegetal .más d·esprovistas con ventaja_-en muchísirrios ·casos-. de materias· contenidas son las que· desemLas tres propiedades del tejido que acapeñan mejor el fenómeno de .higroscopi-cidad. ba.mos de i-nJicar brevemente existen au~· de~- -El tronco jóven de un á"rbo-1 , sumergido en pues de-fa muerte .de la planta , dándonos el agua, absorve mas - cantidad de liquido IJJgar ·á 1-a obse_rvacion--de-los fenómenos que que otro muy viej0-, ·así como la albttra, for- hemos pasado en revista y. de otros varios mada de tej_ido oelular-casi' exclusivamente, que nos: sería 'fácil enumerar. Esta· circunsadmitl3 mayo.r. abundancia que la corteza táncia ·de existir . aun qespues de mu·ertl) la compuesta de materias fibrosas y· carbono- · planta ·, hace que . no incluyamos estas pro-· sas. E_sta prQpiedad par'ticular del t~iido piedades entre la~ vitales de que nc;,s ocupa- . vegetal que permite á ciertas partes de la remos en el inmediato artículo de fisiología, -

·YERBA DE GUINEA YSU CULTIVO._ ~~.

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Las ventajas. ·de los forra,ges oo-hm-nos de de su pasto , y económica por los pocos· tra-buscarlas ~ola mente en las- cantidades de bajos que requiere. pasto que _nos dén en un terreno determiLa yerba de Guinea, conocida por los bonado; sino. que debemos hallarlas tambien tánicos con e-1 nombre de .P'anicttm altí ssten la calidad de las- yerbas y en la facili<lad mum-, perteHece á -la dase de las g'famíneas de aprovechar un suelo que no se preste y se la coloca .en el género de los panizos. casi á ningun otro culti'\'o. Pt1dríarnos seña- Esta -planta, procede~Le del Afrióa, se cullar terrenos que por su naturaleza particu- tiva con buen éxito -en muchos puntos de ·la 1ar se resisten á dar vida y desarroUa á la Europa bajo diferentes grados de jatilm1. . mayor parte de veg!3~ales . cuyas especies se Su ap-aricion e~ ·esta parte del mundo pue-_ orian lozanamente en igual tempera ; y es- d,e decirse que se debe al célebre inglés Thotos ejemplos que se nos ofrecen á ·cada paso sim que, -la envió á -la sociedad real de agriy en todos los climas , cuando . se han estu- r.ullura- de Londres con todos los detalles diad o bien, han dado importancia y riqueza que ex-igia su cultivo. Aunque vegeta mejor á las naciones. en los climas calientes de la América y en - Aunque puaiéi•amos citar mueha-s plánt-as las regiones templadas de la Europa, se·útiles de l11s que vegetan en terrenos infe- s.ibe por espe.rimentos repetidos que la yerba. riores que no se prestan á las, produeriones , de Guinea se ha estendido desde la Carolina : -que quisiéramos, nos limitamos hoy· á- la · del Sur has la las cercanías de Boston, y en , y.e1·ba de G11iñea , admirable por sus pro- parajes mucho mas frios que lo general de. ~ ductos _, esquisita é im~ortante por el gusto Francia y España. Los iugleses.-1.tanido pro .....


2~2 pagando esle vegetal tan · maravtllo·sametJte culli"vo· , _ es· bastante comtln vei• efeva·r sm¡q; fecundo, balJiendos·e cultivado basta ahora cañas á la altQra de un hombre y dar &o·pio,:.. con mayores ·ventajas en la nueva lnglater- sas bojas y robustas espigas-. Er terreno are~ 1'.a' y ·en la Jamaioa que en · ninguna otra de noso le es- mas conveniente• que el' arcilloso•, sus posesiones ~ Las enoi-mes cantidades cÍe y mas todavía si Je- acompañari~ Uuv-ias conforrage_que dá y la facilidad deresis_Lir nu-es- alguna frecutincia. Asonos. Los necesita ct1and0 s·e siembra tros i11vierno·s _hizo que los isleños- qel continente europeo, incansables en buscar y por primera vez. Siendo, como es, una· planatraer á su isia todo· lo que es útil á la agri- ta vivaz, se fertiliza el suelo con sus propios ctillura y ·&I comercio, aumentasen con esta despojos que se consumen @:-aÓ¡¡ año en las cap ns superiores de la tierra, aumentándose yerba el catálogo de sus producciones: La yerba de Guinea es una planta vivaz de esta manera las cantiJardes de mantillo: ·que no solamente resiste, como decimos, los Cuando po1' cuafquiera citcunstancia tengafoviernos , sino que en cada primavera se mos neéesidad de l:lbonar esta plan la, nos !'eproduce naturalmente por sus raíces con Ya1dremos con preferencia del estién:ol muy sorprendente lozanía, y aun se la vé en consumído- y de los escrcmentos del ganuestros climas conservar durant e el frío un nado lanar en cantidades proporcionadas al verdor agradable , No necesita sembrarse mas estado del terreno y áJa facilidad de reque una vez, desplegando cada año un crecido gar&e. Riegos. Vegeta lozanamente la yerba de número de retoños que al cabo de mucho tiempo forman tm césped apretado y her- , Guinea con las lluvias de estaoion, viéndomoso. Despliega Jambien una porcion abun- sela soportar los rigores de un verano caludante de raicillas que se unen de maneras di- roso sin que sufra detrimento alguno. El fere~tes, manteniendo de este 'modo la tier- cé·sp~d compacto y unido que forma con el ra compacta y apretada por ligera que sea. tiempo evita toda evapóracion á la tierra y Aunque hemos indicado que resiste los la hace útil para el cultivo aun en suelos frios de nues'tro clima, es sin embargo muy muy arenosos. No ouslante podrá serle venconveniente y provechoso cultivarla en las tajoso algun riego en los. veranos de ml:lcho provincias meridionales, porque se ba ob- calor y ~e sequías prolongadas para obtener .s~rvado que en los países muy inclinados al mayores cantidades de forrage . Multiplicacion. La yerba de Guinea se norte perecia y era necesario por consiguienreproduce de semilla y por renuevos. Cualte ~embrarla cada · año. Con todo somos de .parecér que puede vegetar y que debe en- quiera de los <los medios pueden emplearse, ~ayarse su _cultivo en las provincias septen- con tal que hayamos dado antícipadamente · trionales ., para poder aumentar' cq_n este á la t.ierra las labores convenientes y los abopasto abundante las-crias de ganado vacuno . nos que exige para que germine ó prenda una planta de tan grande utilidad. y caballar. ' Calidad del' súelo. Casi todos los terrenos _ Siembra. Podrá b¡¡cerse_ á mediados del son .buenos pata esta planta. Aunque :dá otoño ó principios <le la primavóra, segun el mayores produGtos en las tierras suaves y grado de la tempera Iura del país en que se fértiles, \leget_a no obstante en los suelos intenle cuftjvarla. En los climas ó esposimas 'ingratos, dando por lo comun al cabo ciones frias lp 'haremos á 1-a enirada de la de seis meses un forrage do vara y media de .primer~. Generafmente la ép.oca mas favo~l~vacion y sum&mente espeso. En los paí- . rabie será desde los 2Q de·octubre á últimos ses CUJ? clima y circunstancias favorecen SU de noviembre si las lluvi¡¡s han preparado ' (


-- 293- a-neos tll terreno para una buena sementera. Deben escogerse en to posible semillas freseas , es decir , de la cosecha preceden le, teniendo cuidado de sembrarlas claras por la facilidad que tienen de desplegar abundan tes reloños. Como ta semifl'a P,S muy menu-· da y extremadarnenle ligera, convendrá hacer la operacion en dias serenos ó en que no reinen los vientos, teniendo aun la precaucio n de mezclar las mismas semillas con una porcion de tierra humedecida para asegurar mejor el resultado. Se cubren en seguida con el rastrillo, ó con una rama grande tirada de una cuerda, ó de cualquier ot~o modo, hasta quedar seguros de que fueron enterradas á la profundidad que corresponde á las plantas gramíneas. Como que los tallos crecen muy rápidamente y sofocan con prontitud las malas yerbas, no necesita la de Guinea las esca·rdas ni otras labores de conservacion. Mas viniendo este vege_tal á formar un pasto permanente ó de duracion, convit>ne ·mucho que le prestemos todos los cuidados posibles en el primer año del cultivo, separándole las plantas dañosas que impiden sus creces. Retoños. Cuando queremos reproducirla por retoño, ' debe prepararse antes la tierra con las debjdas labores , dándole los abonos que corresponden á un grado medi.o de fertilidad. Se arranca de la pradera una porc:ion del césped espeso que forma esta planta, se separan con cuidado los retoños ó hijuelos, y se plantan en sPguida á la distancia de un pié los unos de los otros en todas direcciones, pero cortando antes la infinidad de 1·aicillas que tienen los hijuelos mismos. Si no ale.ndiésemos á esta circunstancia, las hebritas de las raíces dificil mente quedarían cubiertas á causa de su número y por su longitud , peligrando de esta manera la vida del retoño. la operacion se practica con el plantador, ó mejor aun con el azadon, cuidando en seguida de apretar la tierra en las inmediaciones del hiju,~lo. La época mas á

propósito- de plantar este vegeta l súá el mes de noviembre porque entonces tiene agostada su vegetacion_ esterior, lo que bace que con ~mayor facilidad prendan las raíces. La distancia de un paso ó mas c¡ue hemos señalado e11lre uno y otro retoño pa.: recerá á algunos escesiva; pero se convencerán de que no lo es, cuando observen que despliega sus renuevos de una manera prodigiosa, cubriendo epLéramente el prado antes de pocos años. Aunque esle método Je propagar la yerba de Guinea es nrny ventajoso, lo preferiremos solamente cuando se trata de cultivarla en pequeño. Los ingleses y franceses cubren con esta planta los IJordes de las lagunas y los diferentes cuadros ú hojas de tsrreno con que dpcoran sus jardines. Como que produce un césped apretado y hermoso, purde utilizarse con mucha ventaja para casos semejantes, segándola cou ba. tante frecuencia para que no salga del estado de césped. Labores . En los paÍ3es meridionales, dopde esta planta vive muchos años, exige muy pocas labores. Cuando ha-desarrollado su.:; raíces y llegado á constituir un prado no necesita otra cosa mas que lab operaciones de la siega y <lel riego, y esto si las lluvias no son frecuentes y si de eamos obtener cantidades , abundantes de yerba. No obstante es de muchísima utilidad darla una reja cada dos ó tres años, á fin de aflojar la tierra que pone dura y apreladísirna el enlace de las muchas raíces. Aunque con esta labor se r emueve gran cantidad <le césped y se dislocau muchas plantas, lejos de ser un perjuicio para este prado , le vemos aumentar desde luego sus forrages de un modo prodigioso. La yerba de Gui,1ea, como todas las restantes gramín eas , agarran nu evamen te con la mayor facilidad, siendo un beneficio para algunas de sus _especies este estado de dislocacion que de intento aconsejarnos para la planta que oos ocupa. La ocasion mas favorable


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pai:a esta labor será el mes <le octubre, por--- veces al ·añt> 1 _gq-ardaremos •tina de tas cos-e--que en esta época la vida se halla principal- clras de veráno, -para la siembra, p_orque es- mente reconcentrada en las raíces, Jo , que ' fas son mas _idóneas para la reP.roduccion . . la·s disp~ne -á. unirse de nuevo _á.. la tierra, y· i:a semilla debe limpiarse con lodo el. cuipor otra ' parte laslluvi-assonenesla e lacion dado posible, guardóndola en un -lugar del abundante¡; y proYecbosas. tas creces de la grane110 en que circule poco el aire, y nun pianla,·'despuos cie,r1•ac~icada est-a labor, son será mas ventajoso couservurla dentro-de toadmirables y: sorprenden-tes , · elevánuose los neles ó de c~jas. La que destinemos-para la tallos basta· la a-ltura, de· un hombre, y á ve- siernbra ,ba de emplear~e fresca ·si e_s posible, ces · mas si los riegos bari-sido ~recuentes .. . por s~r entonces mas segul'a · su germinaSiega. Si destinamos 1~ yerba-de Guinea c10n. para forrages , fi'escos debe- segarse lutigo de Utilidades ·de e§ta planta. Para convencerhaber dado sÚ-s espigas , porq.ue este es el nos de c¡ue son inmensas ·, b_astará decir que momento en qlle ba adqui-ri-do el máximum los ingleses han puesto Lodo empeño eo aolide malel'ias nutritivas. La granazon -esqui!-' matarfa -on -sos islas, siendo actu-almente enma los tailos 'f desustancia el-tf'freno;_y-por tre ellos uno de los pastos mas prefe~idos . esto aconsejamos la siega- a-ñtes de· que -este .En todos los países- donde· esla .yerba existe estado se complete. La yerba dA Guinea , vemos desanoll_arse 6 prosperar lá ganadería , podrá. segarse mas ó menos veces, segun los de ~na manera ~e sorprende, porq.ue el riego!- q!}e podamos darla y la bondad del cab-allo, el buey y la mula I? devoran con un _. terreno en que se c-rie. En-fos países cuya aprovechamiento maravilloso. Es,,uno de lc;is temperaturá y demás cir_c~nstancias favore- vegetales que cultivados cuidadosar:nenttpo-cen su vegetacion, esta planta dá seis, ocho drá aumentar nuestros prados artificiales y. 6 mas cosechas al año , y abundantes todas. remediar en gran manera la escasez de los En los terrenos secos y pedregosos y en los pastos de secano, permitiéndonos mejoi•ar escasos de agua la cosecha será menos abun- las crías <lel ganado «:aballar. dante, y lo mismo en los países demasiado La yerba de Guinea es •Jna planta muy á fric!s y nebulosos. Los que hayan visitado la propósito para cebar el · ganado vacuno, y. isla de Cuba en nuestras Américas habrán además imprime á las carnes un gusto agra- · podido notar la prodigiosa cantidad de for- dable. Los ingleses la prefieren casi ·á todas rage qqe produce e,n algunos-de sus puntos las reslantes, y la envían seca á· grandes dis-la yerba de Guinea, ··y los inmensos recur- tancias, guardad a en paeas de un volámen sos que proporciona á las caballerías. que no embaraza ni hace dificil el trasporte; ·Cuando · la .destinamos para pa5lo seco, es bas provincias meridronal&~ de Esp-añ·a son preci~o cruardar todas_l_as precauciones que por su topografía muy adecuadas pora el cu)<so~ precisas I ara formar el beno. En esle tivo de esta planta preciosa, mayormente caso ¿podremos a uardar la siega unos días t-odas aquellas que tienen riegos de que dismas, esperando á que la semilla esté cua- poner. tas islas Baleares y las _Canarias 1j.¡¡.da. Debemos almacenar la planta en luga- pueden ballar en ella recursos inapreciables, res secos para que sea mas provecbosa al porque el clima y la natúraleza particular del suelo en general favorecen su desarrollo. ganado. , La cantidad que se destina para la siem- La aconsejamos como un medio de aumenbra no dehe segarse basta que la semilla ha- tar la ganadería, ~a cual por desgracia se haya llegado á su estado completo de m'adurez. 1u, enLre nosolros en tal estadó de decadenuna proteccíon decidida. Como esta planta permite segarse algunas cia,que .exige 0

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-Nosotros, 1Ueseanllo contribuir -á ella-en dietÍdo:Ios cp.1~ gusten ·recogerla.desde foego-,_ 'fo que nos ·permite·· nuestra ·humilde posi- por sí 6 por medio de comisiona.do, . eii la cion, ofrecemos des.de luego la semilla de la _ i:\_edaccion de nuestro' periód\cQ. ~ 1J • ~ : yerba _d·e Guinea á nuestros suscritores , puI •

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'TERRENO y .ESP'OSICÍON QUE EXIGE. LA VIÑA,

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La viña ·e-s sín ' duda ·una de -las primersis gunos pa·íses se desarrolle lazan.amente la ·conquistas de la industria , cuya impor.tan- vid , no podemos •sin -embargo · es·p11rar de C!a, 4esde la infancia de las sociedades, ha ella . resultados ventajosos, p9rque la poca ·11~ma.do la -atencion del b.9mbre pens~~or : dura-cion del cal 01: 110 permite madurar los ~ .aciendo abstraccion de los cuentos mitoló- frutos-. Esto Jo observamos en el !)Orle, dongicos inventados ac~rca de una planta ~e tan- de estas plan las, aunque se crien robustas." to~riteres, y ateniéndonos á los -élocumentos no llegan á darnos vinos que puedan servir históricos que hallarnos espITTcídos por v·arias á nuestra comodidad y á nuestro recreo. En -obras de -~a-liios antiguos, debemos creer que el m_ediodía, y en todos los países donde la , Jas colonias que de la Etiopía . fueron á es- temperatura es muy elevada, esta planta se tablecerse en lejanos países introdujeron la · Lalla espuesta á una sequedad ·devoraclora, vid en la Arabis, de donde pasó á la India y -dándonos ·un producto escaso y casi nulo si al -Egipto, y siguiendo todo el litoral del Me- las llu.vias ~o han favoi·ecido, como rara vez diterráne~ s~ introdujo igualmente e~ Italia, sucede, su vegetarion. Aun cuando en alen Francia y en España. . gunos puntos puede suplirse con los riegos Dejando para otra ocasion est; parte bis- la falta de aguas pluviales, todavía en estos tórica, lo que ·nos importa para el o_bjeto que casos las uvas suelen ser de mala calidad y nos proponemos e_n este artículo,. es conocer poco útiles.. para fabricar vinos de duralos medios de , acrecentar cómodamente la cion. Por esta ra-zon el china de la 'Viña demultiplicacion de esta precios·a planta,· faci- be estar entre los 'dos esfremos; y aunque litando, por medio de verdaderos conocí- podríamos cifar algunas escepoiones, diremie.nlos, los trabajos que exija su cultivo, y mos no obstante que la vid no prospera las precauciones que .interesan á su pro- realmente sino entre los veinte y cinco -y los d ticto. · cincuenta y un grados de latitud. E'Q los países fríos podemos, por medio La primera circunstancia será , pues, ~) conocimiento del terreno y de la · esposicion del arte , crear cierta5 esposicion·es que nos, que convienen á la viña. Pero a tiéndase á que permitan utilizar la planta á que nos refer.i;_esla proposioion no puede . adjb_itirse tampo- · mos : Siem·pre que el terreno_se ~r.este_á escode una manera absoluta, sino que debl:l- le cultivo, se logra co_nJoíi ª?ris_os un gramos llnirla · á ,olr~ circunstancia que· le ·es do de _temperatura igual á fa de los· climas· eilt~ramenté precisa, y esta es el c_onocir.nien- que la viña nece~Hsi- p_ara dar sus frutos. _to tamb~en del' clima. i;,~~viña no_ vegeta en . En este caso debem0s_- levanta,r paredes 6 todo:, .los ·grados de latitu<I; y aunque en al- plantar árboles cQpados espt)SOS poda ~ar-

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· 'te del norte , dejalldo del toilo espedita la •y arenosas son los mas propias para el culIlínea del mediodía .para ·que las cepas se apro- . ·tivo <de la vid. Las gruesas, a'r-eillosas y húvechen d~ la accion directa de los rayos del medas, y aquellas que abundan mucho en ' ·sot Si en todos los c,llltivos y en !ns opera- ·-abono, son poco útiles p~ra la viña, porque ciones ~grfoolas en general tien'e_ la ma) Ór aun cuando las cepas se desarrollen con . viinfluencia la esposicion, .en el cultivo de las gor en ellas, i.a esperiencia acredita que r¡¡-. viñas escede á todo encarecimieut6 por lo que ras· veces la bondad del vino -corresponde á tambien influyen la ·luz y el calor en la bue- la' frondosidad de· la planta , ni la escelente . na elaboracion de.los jugos de la uva. · , calidªd del fruto á la cantidad que produce ' Por 1;egla general la esposicion al norte la cepa. es mirada con:io poco provechosa , con ~uy Los ierrenos calizos ·, aun,que sean muy raras escepciones·: la del mediodía por el pedregosos, pre5entan viñas escogidas cuyo contrario reune las ventajas de ofrecer licor es de una estrernaéla linura, agradable una elevada ter:riperatúra, -Y será muy úlil y ligero. Podríamos señalar muchos punt~s en los climas cuyo cal'or no es escesivo : la de nuestra Península donde se vé comprode oriente, que sería sin tluda una de las bada esta verdad , particularmente en f!Uesinejores, tiene un mal grave, y es que á los ·tras costas de Barcelona qu'e produce~ vinos primeros dias de la primavera los rayos del esquisitos, claros y de escelente sabor, Los sol.de la mañana cauS:an daños 1á las cepas terrenos arenosos y calizos que, segun_bemos que están ctrbiertas dP. ·escarcha ; y la de le- .dicho, son los mas á propósito para' la vina. ''ante es de lodas la mas desveotajos)1, por- facilitan la >libre· estensfon de las' raíces de .que los vientos que proceden de este punto la planta ,y la circulaciun espedita d'e .. ¡a agostan eón la may-0r· facilidad las plantas, · aguas y gases de la atmó$fe.ra, retiener. ·mo•• malogrando en pocas horas lar mas pingüe de~adamr.nle el , calor, y, •en una palab1:a, cosecha. -reun~n todas las cir_cunstancias ~neoes.arias ·á : Sin embargo todas estas esposiciones, á . la 'forrnacion de -una buena savia que la aclo menos las tres primeras, S91'áo favorables cion del vegetal transforma en . li~or .espirien casos <leterminlidos, porque _en el cultivo tuoso. Las _tierras arcillosas y duras produde la viña, como en el de -la mayor pade cen efectos coñtrarios· á los que dejamos in -de las plantas, repetimos; que no' se puede •dicados, resultando de estos' inconvenienles ·admitir u'ii . principio absol11to. , Por _ello en no solo la mala elaboracion de los jugos de Jas regiwies ~el . mediodía preferiremos la l~ planta , ~ino basta á veces la· destruccion ~sposi~ipn -pe levante, y aun· algo inclinada y la podredumbre de In cepa. • ~I norte, porque la temp.eratur¡:¡ reinante en Las tierras volcanizadas son tambien muy •{¡i,_ prim¡¡vera no nos hará tem·er los males útiles ·pai:a la viña; y si dirigimos la vista que las heladas ocasionan ; así como en las hácja la Italia_, vererno~ qu~ los rn_ejores vi<.regiones , bon~ales ó del norte l!doptaremos nos de aquellas hermosas p-1·ovincias se co~as que mira'n ·al rnedfo?ía para líp_rovechar..- sechan. en los suelos formados de d~sechos lJOS de tddo el favor de la temper.atura., volcánicos. {,a '{iq, puede vege~a1~ en todos los terre., El color de la tierra parece que influye nos', escepto e~ los -mu.y pantanosos y en-. muy poco en la produccion de las viñas: con tal · charca dos, en los cuaJes· nó pueden circular- qu.~ la primera ;ea arenosa y sencilla, la Yid ,libremente lós gase~~de l_u atmósfera rri dar-=-- crecerá con l~anía y dará vinos eseetentes.Es.. se las la.bares. c-oñ oportunidad y método: tos terrei:ios abunda~ mucho en ~spaqa, y poma~ á p~s1,1,r de esto las t,ierras secas, ligeras demos decir que la envidiable situacion que 1

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ocupamos en el globo- la hace en esta parte la nacion mas feliz del mundo, porque ninguna podría igualarnos, por las variadas esposiciones con que contamos, en la produccion nu~erosísima de vinos agradables y espirituosos. La viña crece mejor y dá resultados mas favorablés en los puntos elevados que en las esposiciones bajas. Raras veces en las llanuras se obtienen vinos de esquisít(cali<lad, observándose casi generalmente que de las viñas situadas en pendiontes salen los licores mas finos y suaves. En los países calientes podremós plantarlas hasta en las mo·otañ·as elevadas, como se vé en el monte Líbano, en la Abisinia y en los puntos mas culmina,ntes de Mégico y de la Carolina. Plantada la víd en la cumbre de fa~ montañas suele resentirse demasiado de las intemperies del tiempo , principalmente de · las nieblas y de las escarchas que fa _dañan mucho : de aquí procede el que sea preferible cultivarla en l&s pendientes poco rápidas y en las colinas de poca elevacion, ya porque en estos casos no se detienen las aguas, ya por ser esta la verdaJera situacion que requiere la viña. Las cepas que se crian inmediatas á los rios, estanques ó á toda corriente de aguas dán' vino de mala calidad , bien por el daño que les causa el airé frio que despiden las mismas aguas, ó bien pm· las humedades y nieblas que casi reinan de contínuo. Sin embarg0 po-dremos plantar la viña inmediata á un río 6 ar• royo con tal que el terreno esté despéja<lo y que la colina donde vegetan , las vides quede espuesta á la accion del sol, pudiéndonos prometer en este, caso vinos de la mejor calidad -si el suelo, el clima y la esposicion favorepen el cultivo de la cepa. ·

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Una do las primeras condiciones que_exige la viña es la influencia directa del sol. A este saludable influjo debe la uva sus preciosas cua.lidades, siendo infructuosas todas las restantes precaucionés si llega á fallar esta circunstanciél. Por esla razon dcbe'lnos arrancar de la viña todos los árboles y ar• bustos que dén sombra á las cepas; y aun cuando algunos agrónomos han pond~rn<lo las ven lajas de plan lar árboles en las \'iñas, tales como el manzano, cerezo, nogal y otros, para evitar que se hielen las cepas en los inviernos muy fríos, creemos que esta práctica es poco conforme á los buenos principios del cultivo de la vid. Sucedeálgunas veces que obtenen1os uva~ de buena calidad en una viña plantada en terrenos püco ventajosos á esta planta, dándonos sus cepas vinos espirituosos y tan agradables como pueden esperarse de las tierras mas útiles. Esto, que no deja de verse c_on alguna frecuencia, debe atribuirse á la naturaleza particular del sub-suelo de la viña, que siendo de calidades convenientes · á la vid, y por lo mismo diferente de las capas superiores del suelo, hace que las raíces de la cepa se aprovechen de los beneficios de dicho su_!:¡-suelo , estrayendo de él sustancias á propósito para el vino. Por esta causa cuando destinamos un terreno para la plantacion de una viña, no hemos de limitarnos á examinar solamente ~as capas superiores de la tiena ; sino que hemos de , atender al grosor de dichas capas, y á si el sub· suelo está á mucha profu.ndidad , para determinar entonces si las raíces de las cepas podrán aprovecharse de su influ~oc-ia en caso de ser de una naturaleza diferente de las tierras de la superficie.

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En el al'tículo que hemos puLlicado at:er- pepitas que se d·estinañ para extraer de éllas ·ca del cultivo de P-ste vegetal ( \'éase el n. 0 el aceite deben molerse antes que se bagan 15, pág. 246 de nuostro periódico) se han añejas, porque en este caso ,pierden un-a indicado las ventajas ·que ofrece á nuestros .cantidad •de líqu·iao. Conviene tambien ·despepitar apenas con-· propietarios el cultivo del a1godonero, basta el punto de poder reemplaznr con provecho duya la cosecha los frutos del algodon, para la decadencia de nuestras '\'iña~. P11rn ·dejar mi'pedir·que los ratones ,)estrocen la borra esplanado suficientemente este punto·de agl'i- por "el afaÓ que tienen de comer las pepitas cultura, que interesa-a_l_propio íiemp"O la :¡ que aman extraordinariamente. Por muchas economía rural y á la economía política, reu- que sean fas precauciones de que se eche ni remos en este artículo cuanto e·xiste de 'iítil mano para evitar estos · males, no -es fácil respecto á las diferentes preparaciones que conseguirlo sino separandó ~1as semíllas de exige el algodon antes de ofrecerlo al co- los capullos, porque dicb-t)s animales suelen me rcfo-. burlar tod~s los cuidados del hombre de una Despu~s -de ·vedfiuada la cosecha de esta mane¡;:a que sorpre0de. La operacion del •llestep·"itado debe pracplanta, ta primel'a ·operacton de que se debc .-cupar el -propietario es la de ·despepitar- ticarse con preferencia en verano , porque lo. Dos fines nos conducen ;á esta práctica_ el calor ele la estadon facilita el clesprendique pertenece á la agricultura : la ·primera miento ele 1~ simiente, y permito que se dees la utilidad que sacamos de las semillas., y sen vuelva con mayor libertad el algodon que la' segunda es libertar la hilaza de los estra- contiene el capullo. En algunas especies se -gos de los ratones. La simiente del algodo-· observa •Jna fuerte adh~rencia•de las pepitas nero es muy nutritiva y la comen ávida- con la borrilla, en términos que no .puede mente todos los animales domésticos, prin- esta despegarse á. la simple accion de los decipalrnente la volatería. El -cerdo es -en ·es- dos; pero en otras la operacion se hace muy tremo goloso de ella ; pero -segun varias fácilmente y sin necesidad de preparaciori obserYaciones, y s~gun lo demuestra la ex• alguna ni de máquinas que la auxilien. Aun periencia de todos los países donde este fruto cuando la especie que cultivemos ofrezca la se recoge, produce ml,!y terribles efectos á circunstancia de poderse despepita1· con solo este ganado si antes no le prepara conve- la mano, debemos no obstante acudir á la r.ientemente. Por esta razon debémos evi- ayuda de las máquinas que se han inventatar de todas mane·ras el que la coma para no do á este efecto, las cuales, sobre no sel' muy exponernos á daños irreparables. costosas, bar.en que la operacion no sea eleLa semilla del algodonero produce canti- masiado prolija : de otro modo y por mas clades crecí.das ele aceite, que si bien no es que empleemos para el despepitado brazos . <l e utilidad para las comidas, puede sin em- ·de escasa recompensa, como los de los niños bargo emplearse en el alumbrado y en las y los de las mugeres, el costo de la operamanufacturas, como el de las aceitunas. Las cion absorverá la mayor parte y tal vez toda

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fa utilidad del cultivo del algodonero, de- 1 saca con el cuidado esquisito ·que se ·Jia fo...,..

jando sin resultado beneficioso la cosecha de dicado, se ata ó se cose por- su boca y se la una materia que puede darnos productos prensa en ·seguida. por .cuyo medio se la · reduce á un ·quinto de su -volúmcn, al paso cuantiosos. está menos espuesla á las &verías_que que Además tiene otra ventaja el despepitar el algoc.lon por mec.lio de máquinas , y es, se corren en los trasportes, El cultivo de! algotloo produce ventajas que como puede moversA un _número de ellas por un mismo motor,. se acelera-la ope- incalculables. Creemos que no puede darse racion sin detrimento-de la borra. y se gana un estado demostrativo mas perfecto de las de esta manera tiempo y trabajo de un mo- ventajas del algodonero, que el que ha esdo admii·abJ.e. Sin embargo. <manda el al- crito -Alvarez Guerra y que reproducimos á godofl sale de la máqpina ó del molino sue- continuacioR..: <<•.Un algodonal, dice el citado autor, puelen ir pegadas á él algunas semiHas enteras ó producir en los cuatro años de su dura,. de cay hojas .de porciones par.tidas-, así como doscientas ochenta arrobas de al-godon · cion pollos que es-. preciso- separar cuidadosamente para que ño . alteren su blancura y por ra·nega de tierra , que valuado á 50 rs. calidud. Esta.operacion puede · hacerse, y se importan H,000 rs.:.. deduciendo de ellas liace comunmente, SHJ ótro -auxilio que el de :1,504 rs. de preparar la tierra en el primer fa mano. esfendieodo· el algodon por capas año., 1936.rs . .en cada uno de los cuatro.si.... ·. y repasándolo con esmero; pero con todo es guientes , y la renta de la tierra en tod-Os los preferible valerse de una máquina, como lo , cinco; hace el total de-gastos una suma do haeen los cosecheros de las Indias oooiden-e .•92~-rs-.. y resulta de pr0ducto neto 475~ rs. : por fanega. Rebájese cuan lo se quiera la su;. lates. ma del . producto, y auméntese . cuanto se. lo~ S!)parimas Despepitado ya el algodon•y la. de, -gastos : sitimpr$. resulL-avá un quiera que das las impurezas queda otra operacion practicar todavía, y es !a del embalaje. Esta ~nefioié superior al..de caalquier otro culoperacion tiene por objeto conservar mejor el tivo. ». ((Segun.estos dalos forma el Sr. D.Javiorde algodon y hacer, · cjue ocupe el menor volóel cálculo de los productos de lqs treinBurgos convendrá-en ello men que sea posible. Por ó sean tres mil setecientas cíamarjales mil sacarlo en dias serenos.y secos, asegurán- ta . do nos antes de que· no retiene líumedad al- cuenta fanegas- de tierra. que , se. podrían guna, porque sr el embalaje se verificase en cultivar de algodon, y rebajándolos á la mitad días húmedos.,. ó bien eslando ,humedecida ó á 2376 rs. de utilidad. por cada fanega de la, borra, perdei·ia esta gran parte· de su es- tiei:ra .,. p1·0duc-irán la dich,a cantidad de 2376 tima y de su valor. Para-ensacar el algodon rs. multiplicada esta_suma por el numero de debe-practicarse con él lo que se hace· con fanegas espresada, qut1 son 3750, y su prolana. Las sacas deben ser bastante grandes: dueto total de 8,910,000 rs. en los cuatro so cuelgan abiertas de un clavo 6 de una años: sin embargo de lo dicho todos estos da. estaca de suficiente resistencia, y u.n ope- tos .y los cálculos fundados sobro-ellos, carerario introduce el algodonen ·pequeñas por- cen para nosotros de la precision necesaria , ciones-, mientras otro compañero, metido y que no puede obtenerse sino por _medio dentro de la· saca, vá aprelúndola. con los del cultivo prfotico de esta benéfica planta; piés en todas d·irnciooes, á fin de que se nya debion:<lo contentar.nos, y concretarnos por Uenando cumplidamente tanto en la circun- ahora; á la ciencia positiva de su grande utiferencia como en el centro. Llenada ya la !idad, cuando se vá estendiendo su cullit°'._


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_-eon tan asombrosa rapidet: por las gran<les lucrativas. Los l!;stados-lJnídos do ra .Améventajas que ofrece en todos sentidos, sirvien- rica, cuyos habitantes aman con idolatríá la do pai:a el vestido ~dorno y abrigo del hombre, prosperidad de sa patria, hpn ,ntroducido lanto e5.terior como interior.mente, para me- . en ella esta preciosa planta que·., á resar. de: chas de toda luz artificial, para papel de muhas lo poco favorable que la es· aquel clima, l'es· clas~s y colore3; -y en fin para usos infini- dá importantes é inmensos resultados. Emt.9s á que se presta con la mayor facilidad, pezaro!} á curtivar. este ,egetal por vía dey que se irán descubriendo nueva é incesan- ensayo, y gradu¡¡lmente han ido generalizándoJo en todo el pais_, hasta el extremo cfo teínenh,. » - « El algodon trabajado por máquinas pue- formar una gran parte de la l·iqueza del prode elaborarse no solo por los hombres, sino pietario, y dar ocupacíon y trabajo-á millapor las mugeres, por los niños y aun por res de personas , al paso que se separan def los viejos enfermos , todos los cuales no po- oneroso tributo que antes pagaban á la India y á la América.» <lrian sin él hallar ocupacion 11lguna. » ~ principios del siglo actual no se .cose<<Los ingleses han afinado el hilo del algodon hasta hacerle ~aler quince guineas cada chaban en los Estados-Unidos mas que de libra, ó bien cinco mil nuevecientos por cien- ocho á nue,·e mil pacas de 'algodon, segun to, sin contar las utilidades del tej edor, blan- el estado que ha tenido la bondad de mani-queador, tintorero, impresor, bordador, fesiarnos una persona entendida que ha vietc. , que aumentan inmensamente la in-• vido muchos años en aquel país ; y en el anterior han cogido dos millones trescientas dustria y la riqueza,» «El nuevo diccionario teórico y pr6ctico de mil pacas, que siendo el v.alor de cada una, agricultura so espresa del modo siguiente: r.omo lo es comunmente, el de treinta pesos << Desde el primero de Enero de 1'797 basta el fuertes, importan mil trescientos ochen«_31 de Diciewbre de 1803 es decir,en el trans- ta millones de reales. Estos y otros resultados aun mas venta« curso de siete años,.han importado-los ingle« ses y trabajado en su reino por 9.645,651 josos podría dará la España el algodonero, •« libras esterlinas de algodon en rama. En el porque. atendidas las circünstancias favora, « mismo espacio de tiempo han exportado por .bles que concurren en nuestro suelo, la be« la cantidad de 39.618, 702 libras ·esterlinas nigp_idad de nuestro clima y el valor del fru<< de algodon hilado y manufacturado. El be- to , la siembra y la cosecha del algodon de« neficio de esta manufactura ha sido por con- jaría una ganancia lucrativa para el propie« siguientede29.973,051 libras es terlinas en tario, mayormente, como ya hemos dicho, « los S.iete años: de dond e resulta una utili- cuando los gastos del cultivo de esta planta « dad media 6 proporcional en cada año de son reducidos, así como es de poca monta « 4:..281-.86.i !"ibras esterlinas, qu e equivalen el valor de la máquina de despepitar y la prensa para las sacas. << á mas.de 400.000,000 de rs. Nótese que en Creémos además que por este medio se « e;te beneficio no se hall a comprtmdidó el de ·« las telas ó tejidos df algodon consumidos estenderia por la mayor parte de las provincias de Espaiia la aficion á la industria al ,« en las islas británicas. » godoncra, que se halla en la. actualidad li-Ya. que el"clima de España, particular- · mitada casi á Cataluña, porque la ocasion mente en todas las provincias del mediodía, se presta al cultivo del al godonero, interesa de recoger e~ su mismo país las primeras mucho quo nu estros ·propietarios se dedi- materias las dispondría poco á poco á la ocuquen á. esta cosecha como una de las mas pacion fabril con ventaja <le intereses parti-


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wTares y con nolable aum,ento de las rentos Jos pri~eros ensaj os _encuentren algunas did'el Estado, y nos llenaría finalment~ de aquel 1 ficultades que provengan · del defecto ·de la noble orgutlo que anima. á los. que aspiran germinacio.n de ci~rtas· semillas, de la mala únicamente á la prosperidad' é independen- eleccion de las variedades, de la intemperie cia de su patria, al propi0, tiempo que nos _de la estacion, de un cultivo poco convecmanciparia de ese comercio fraud'utenlo con niellte, etc. En este caso suplicamos á los que los ingleses y franceses· atestan de géne- cultivadores que no desalienten en la empresa, ros nuestros mercados con notable p-eriuicio que estudien, en el supuesto que sus tentle nueslra abatida industria que sufre sin tativas no surten el efecto que se prometian, las ·causas que pueden haber inlluido, empecesar sus mortales tiros. · Concluiremos este artículo reproduciendo zandó de nuevo con mayores precauciones las palabras del abate -Berlése á sus conciu- el cultivo, y que no abandonen una empresa dadanos. «,Limitaremos aqu-i, dice este sa- concebida bajo el punto de vista del interés bio, las instrucciones que hemos pensado público, menos en el caso que debamos condeber dar á los ricos propietarios de las pro- _yencernos por los hechos , de que no pueden vincias del mediodía. Será posible que en darnos las ventajas que nos prometíamos. n 1

SIEMBRA DE LA PATATA CO.HO lUEDIO DE PRECAVER SU. ENFERMEDAD•

En uno de nuestros anteriores números, perfectamente igual y mullida. Se ha espág. 38, copiamos la instruccion que el minis- parcido· dospues la semilla y se ha enterrado tro de Agricultura y Comercio de Francia ba- cuidadosamente con mantillo hasta el grosor bia. circulado acer·ca de la reproduccion de la de medio traves de dedo, escogiendo ~ste patata por semilla. Con este motivo el go- mantillo de entre ld!l formados de plantas de bierrio mandó distribuir cántidades de dicha prado podridas. Se ha regado cada tarde la semilla para que se practicase el ensayo en almáciga ó criadero, si no ha llov-ido du· los diferentes puntos de la Francia, y á con- rante el dia. >) « Nacimiento de las plantas. - Una parte tinuacion trasladamos los resultados que ha obtenido M. Bouvart, cultivador de Charle- de ellas babia nacido á últimos de mayo, 'Y fas restantes no se vi.eran germinar hasta des,vill.e : « Es de sentir, dice el citado agr.óilomo, pues de arrancadas las primeras. Han conque ~l gobierno no haya enviado antes á los tinuado los riegos diarios. » « Plantacion . ..- El día j 6 de junio se cultivadores las semillas de patata que man dó distribuir en 1817. Yo no be podido sem- plantaron de asiento noventa y dos plantas, brar las que se me confiaron hasta el dia 12 cuyos tallos tenian • de seis á diez líneas de elevacion, y sus raíces la estension de cuaJet .mes de mayo. » · tro á doce. » « Siembra.-Se han dudo al suelo las la« Se eligió un terreno en el que se~abian 1,orcs convenientes, dejando su superficie


- -su-2~cultivado antes Jas tulipas, jacintos y Í·anú·n~ lientas j, acobradas, aunque de poca estensiort•. culos ; y se le ··preparó ·convenientemente · El -1!t estas manchas- se babi-an estendi_dó1con las labores y abonos. La plantacion· se '. viéndose algunas que babian tomado h'astá ha hecho con el plantador coma, se ·practica 1 dbce lí1u,as;dé longitud. Estas manchas ocucon la col , sin estar las. raíces; hol'izonlal- pal>an•toda la .cara superior de las hojas y dé--mentc. ». los,fultos inclinados. A los tall'.ós que habían. « El dia 20 de junio se· pfantirr-on- veinte pennaneci~·o derechos ó verticales no se 11)5' y tre5 ptantas mas , con cuyo numero se lle- notaba •ninguna, mancha, sin embargo que· nó la hoja de _tierra que se liabia prepa1:-3do sus .hoi.¡ls se· babiani1rtgun tanto l'esentido .. at e_fecto , 1-a cual constaba de· cientb-quince En ,el'misino ·dia se d"ejp ver una alteracion piés. », . , consiil'erable solJre las refér¡-das manchas, que . <~ El dia 18' de jµlfo se practfoó iguai · se··manifcstaba á la simple vista. Los tallos operacion con las restant~sc sesenta plantitas líebril'n perdido todá su· elástícidad , rom-en· u-na hoja d'e- la huerta en · que se lh,bian piéndose de ·golpe á lá menor cortadura quecultivado guisantes, habiéndola antes dis- se les queriá imprimir ::ercorte se verificaba. pttesto, cuidadosamente. Desde esta•época· no siempre en-medio d'e la mancha amarillenta, han, g.ermiuado-otr.ás semiltas,. aunque se ha que hemos-indicado. Las pl~ntas mas débi.s~guido ,con los r,iegos.. por el. espacio de ocho tes-han•sñlo las que sufrieron mas. En la hoja, días continuados. » - de tierra . en que cultivé 115 niés.,_ murie-· <~ La. planta!}ion· se lia lieclio con todas las ron 25. Arranqtié uno .de los mas robustos-. reglas del· arte, dejando los espacios conv<,- que quedaron sanos, sÍÍl que se manifestase· nientes entl'e una, y otra planta, si bien co- . toda.\'Ía ningun tubérculo; pero presentaba. nocí posteriormente que debia haber dejad·o, i un gran número de raíces· en cuya estremimayor distancia en vista de la fertilidad: del: dad suelen formarse los tubérculos. Veíanseterreno en que se ha hecho el esnerimento. » tambien una gran porcion de tallos subter-• «=C~ltivo. - Se- han regado las plantas,-ape- ráneos· que hubieran p.rodbeie:10 una planta• - nas füer.tm plantadas, habiendo cc;mlinuado· de mucho desarrollo sí hubiesen , llegado ádos rieges seguidos eon-dos dias de intervalo: sa lir, á luz,, como sucede con las que no sula escardai se ha dado i en tiempo opol'tuno, fr~n las enfermédad ó· que ·se han restableci· y á su tiempo debido tambien se han amori- do de eHa·. Cor~é la¡¡• hojas y los tallos d'eseis de las plantas en que ~e · observaba- la llado las phrn tas con esmero. » «Florescencia ..-ED la, mañanardel 15 de alleracion de que vá hecho mér.ito, y las agosto se han abierto ~as · primeras ílol'es , otras quedaron· abandonadas á· su propia manifestándose las plantas hem'no-s¡is y de un s uerle para, v.er· el· efecto• de la ·enfermedad vigor e_stremado. El termómetro de Reau- sobre las unas y sobre las otras. Les prés que mur marcaba 2,1° 45" á la. sombra á las se consen:ai:on sanos-y cuyas bojas manchada~ · fueron cortadas por d'ebajo· del·punto dañado, - dos de la tarde. » « Enfermedad.-A las.das de· la mañana han da.do· nuevas ramas y han continuado de la noche del 15 al 16, de ·agosto sobre- igualmente su hermosa vegetacion. Lqs pies vino en la comarca una tempestad violenta: robustos abandonados á sí mismos que no la lluvia cayó en abundancia p@r el espacio habian sufrido algun desórden mayor, se íle dos horas; y en la mañana del 16,. cuan- hal'I, restahlecido.; pero los débiles han sudo el sol hubo disipado el agua que quedó cumbido, y 25 sobre 115 han desaparecido sobre li!s hojas , se observó én algunas. de entcramei1te en quince dias. En la hoja de -eUas y sobre algunos tallos manchas aman- , ten;en0 en que se babia plantad.o este últi,-


'363 mo número, 'se :Iib'raron del mal 30 ipiés ·so- ( '. pieza tamhie·n ·ventilada, y se han observado 1 ;atentam~nte. Aquellos en quienes el mal láiilimte. >> ·« Por lo qne -mifa á 'ta otra :hoja de 60 , 'babia pro{undizado poco han permanecido ·piés que no lenian todavía ·un mes de plan .. ·en el mismo estad-0 ; se ha s~parado por sí tacion, 22 han 'sopbrtado la enfermedad, )· -misma la parte enferma, y el dia 4 de no'han clesapareéiilo.los restantes 38. Estas ~2 -viembre quedaba aun sana la párte interior. plantas vigorosas se han cubierto de uo·a li- Es preciso observar que Jos Lubércul-0s -atagera capa de .paja •: esta cap~ se -aumentará cados eran generalmente pequeños.» '<< Las plantas vigorosai; que enfermaron ·en razon de las heladas -, proponiéndome :no arrancar estas patatas -hasta la primavera ·si·- ni han dado patatas sanas, n1 en grande can•guiente. » tidad, ni de un volúmen s-ufioiente .par-a co-« Coseohc.-.-El dia 29 de ·agosto ·se ha merlas.» ;arrancado un p1é sano que ·ha dádo 33 tu .. «He visitad-O fas patatas en todos los pun"; bérculos blaocos y redondos, cuatro de los tos del -departamento de los Ardennes , y he ·(iuales eran del 'tama.ño de una avellana y los aquí 1-as observaciones que be hecho : En otros del volúmen de un guisant,!. He con- general han dado menos producto que en servado los cuatro mayores que plantaré pa- , los años -ordinarios, ·notándose que las pre-sado el invierno.» coces y vigorosas se maotenian sanas en su '(( El dia 25 da setiembre arranqué igual- mayor parte. Las tardías .y·que crecieron démente una planta que se babia curado del biles ·fueron at.rcadas -en gran manera del mal por sí misma: h~ dailo 16 tubérculos mal, princ~palmeute en ·los terrenos húmeoblongos : cinco de ellos eran del grosor de dos y arciflosos y de un bajo suelo imper-. una nuez, :y los restantes del Je una a,·ella- .meable. Hay un hecho digno de notarse , y es, que en los suelos arcillosos las plantas na sin cascaron. " « El dia 4. de octubre se han cosechado que se hallaban debajo de algun árbol ú otro las otras plantas que quedaban en 1a hoja CU6rpo que las cubría han dado los tubércude la hqerta , de las cuales 30 no ·habian los sanos, mientras que las patatas del misenfermado , 6 al menos sería de un modo · mo-campo que quedaban en descubierto y insignificante, y las otras se habian curado sin planta alguna que les privase de las llupor sí propias , esceplo seis piés que se cor- vias sufrieron el mal de una manera consitaron por debajo de la parte enferma : He derable. » « Las observacion_es que be hecho en mis obtenido 640 tubérculos encarnados , repatatas producidas de semilla son idénticas dondos y oblongos que han pesado 15 libras próximamente, y 612 tubérculos amarillos á las de M. Renandin que ha sembrado de y blancos, redondos y largos, del peso de 12 la misma semilla y en la misma época. » « Los tubérculos procedentes de las selibras , poco mas ó menos. Despues de termillas del país han sido menos atacados de minada lo cosecha se han estendido las patatas sobre el pavimento de una pieza de- la enfermedad que los que provinieron de la bidamente ventilada , y se han pesado de semilla que emió el gobierno : es verdad que en los primeros las plantas eran mas vigoro-,. nuevo quince dias despues. » « Unos treinta tubérculos pequeños de sas porque se sembraron seis seqia~í\S 9 el.o~ ambos colores empezaban' á enfermar al mo- meses antes que los segundos. » « Res1ímen. Los prod~ctos de las semillas mento de la cosecha: provcnian de los piés que no sanaron enteramente, cuyos tubér- de las patatas que sµministró el gobierno y culos se han guardado separadQs en µn¡i 1 vinieron del estriw 9er-o, ha[l enfermadµ. ~


'ti tas· plantas ·han sido atacadas ·por el mal .

« Cuando ta ~an·cha que se d·eclara ·srem .. pre en la cara superior de la hoja ó del tallo

·en razon inv~rsa de sus fue!·zas. » «Los productos de fas s'emilfas de1 pa1s 'ba'n inclinado se ha introducido totalmente en este sufrido mepos que los de semillas exóticas órgano h phntá' su'fre pO'oo, :y la savia con .. tinúa circulando .por m·ed'io ·de •'á déb\l parta ó' extrangers1s. Pern es .justo observar q0:e la siembra de indígenas 6 del país se hizo de la corteza qua ha quedado sana.>> « Luego -que lu mancha rodea e! ' tallo, antes que !a de las otras. )> . . este se rompe 4 h1 menor inclinacion : en« La enfermedad se h!i,.declara<lo espontáneamente despues de una lluvía abundan- tonces desa.parece totaimente la elasticidad te caida sobre una tierra que ardia por los del tejido, y las fibras de la c0rteza ya no existen.» ri gores del sol. » . « Las bojas pueden enfermar sin que suce En un mismo campo se h~ visto que quedaban sanas las plantas que estaban pre- fran los tallos : en este caso no debemos te!iervadas ~e las lluvias por álgun árból co • mer por los tubérculos, que no se dañan pado y frondoso, mientras que las !:)Spuestas sino despues de los tallos.» « En !os terrenos en que la evaporacion inmediatamente , á la accion de las aguas es fácil y que conser'v&n poco la humedad, pluviales padecían la enferm"edad. » sea en razon de su pendient'e pronunciada, ce El mal se ·anuncia sobre- las hojas y tapor su sub-suelo absorventti=, sea, en fin ·sea llos por manchas né.gruzcac;, á las que sipor su composicion arenosa- y 'profunda , la gue algunas horas despues una _destruccion que aparece estendida sobre estas mismas e~fermedad cáusa pocos ó ningun estr~go. Tnanchas. >> • • • Pero se ha visto que en los de condi~iones contrarias á las que hemos dioho , la enfer·« Los tallos y ltis hojas pader.en la enfermedad es muy mortífera.» · medad _a~tes que los tubérculos_. ~stos que'dan s:inos ·así que el tallo se cura de su do- · « Estos h_echos se hnn observado con esme. . • ·1encia.' » . · . 1 ro y atenc1on.» • r,

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lllODO DE AD~N"R T ESTERCOL~'1 LOS ('1'!11POS.

~~ ( RE!\IITIDO { 1 ) ).

' Es circ~nstancia indispensable para que las tierras produzcan abun'dantes fruto$, el abon~rlas debidamente : El objeto de sémejante operacion es comunicar á las mismas {1) La abundancia de materiales con que siem:pre cuenta la Redaccion, ha sido la cansa de que 110 se ~aya publicado basta ahora el presento arículo.

tierras ~u.stancias de que puedan recibir los vegetales· jugos suficientes. Esto se demuestra con evidencia analizando las Lierras como lo hace con. bastante tino el conde Gyllenborg. i>ara hacer los vegetales ·necesitan de cierta materia homogénea; y como ·ni el ter .. reno ni las sales -pueden considerar-se en sí mismas como principios de la nutricion de las plantas, pues que de ellas ;;e sacan quí•mieámente agua, aceite, sal y tierra, tambien puede haber en esta última otras sustancias


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·de r¡ue s·aqueil su alimento los vegetales , además de las partículas olorosas y aro• máticas. El estiércol ó Lasora es una sustancia vegetable triturada en menudas parlículas, como demuestran los resi duos de los vegetales que se hallan en dichos productos mezclados con saliva , con jugos Je estómago é intestinos y ma:te1~a ·hiliosa de los animales : siendo de es '. e modo el estiércol un cuerpo mixto podrido, que contiene una materia unluosa, muy semejar.te á la naluraleza de los aceiles vegetales, y estando mejor cuanto mas se acerca á ella ; I de mas nutrimento ó duracion, cuantas mas partículas ·oleosas se haHan en la propia materia. Pero '¿ cuál es el mejor que debe elegirse para este fin? El sabio AIon so de Herrera nos p1·0pone diferentes clases de estiércoles, entre los cuales bay a·lganos que llevan la preferencia á los demás. En primer lugar manifiesta que el mejor estiércol para engrasar, dar virtud y sustancia á las tierras es el de aves, como las gallinas, palomas y otras <le esta naturaleza, salvo el estiércol de agua que es sumamente dañoso. El estiércol de • palomas dice el citado autor que lleYa tanta ventaja á los demás, que en vez de no ser comparable á este último PS tan escalente que un poco que se eche de él fertiliza y abona maravillosamente : yo soy de esta . misma opinion , porque la esperiencia lo ba acreditado miles de veces. Eu segundo lugar ú órden coloca el del hombre , <le cuyo abono se sirven en diferentes países, preparándolo ó mezclándolo con otros por ser demasiado caliente: circunstancia que <lebe ser escrupulosamente examína<l a para no causar un grave daño á las plantas. Despues viene el del jumento, el de las cabras· -y el de ovejas, colocando el de los caballos y mulos en esta misma clase, con la particularidad de babl'r <le ser bien podridos para tener la proporcion quo se requiere. En ruilnlo á los escrernentos dél buey y puerco, Tl1l\10 l.

asegura el mismo autor, que el primero para ser bueno puede y necesita mezclarse con otro de diferente especie : que el del puerco es muy malo, á no ser que baya de servir para los árboles y borla lizas; y que aun para estos usos debe ser muy podrido y <leshei:ho, y aun en este caso ha de estar unido á olro. Para la ti erra de pan no hay otro mejor abono que el de la c~niza, y así es que en muchas partes queman el mismo estiércol para echar despues su ceniza en el barbecho, porque esla tiene la ventaja de no admitir ni dt>jar criar la yerbíl, procurando, siempre que se pueda, quemar en el barbecho, paja, bojas, leña, retama, estiércol ó cualquiera Qtra sustancia combustible para lograr un abono tan· necesario ( 2 ). (2) La ceniza que_ en muchos casos produce escalentes resullatlos acelerando el desarrollo de las plantas, no obra en virtud de una materia ferlilizante que no tiene; sino que su modo de obrar en la vegelacion es por el estímulo que produce· en las espongillas de las raíces. El tejido vegetal, puesto en contacto con la ceniza, entra en un grado qe escilacion mayor, del que resulta una actividad suma en todas las funciom,s : las raíces absorven con abundancia los principios nutritivos del suelo, ya en forma líquida, ya en est<1do gaseoso; las hojas y las restantes parles lallosa.s modifican la savia con prontitud: las pérdidas de agua y oxígeno que esperimenta la planta se suceden sin interrupcion durante las horas del sol; y por último, la savia homogénea ó vital se produce en grandes cantidades, creciendo los órganos y desarrollándose parles nnevas en la planta por la accion estimulante de la cenita. Pero adviértase quo este estímulo sería dañoso al vegetal, y que muy l~jos de acrecentar su desarrollo perecería por fin, si la lierra no suministrase otras materias animales ó vegetales que sir· ven de. abono , así como la cantidad de agua que exige el estado de la planta. Siempre que usemos la ceniza, la ral ú otras sustancias .análogas como mejoramientos, y nó como abonos , porque no lo son, lejos de clisminuir la cantidad de manlil lo en la huerta ó campo hemos de darle tocio el qu~ es necesario para el desa rrollo de las plantas, porque en raso contrario la vegelacion se resentiria notablemente do la accion dé estas materias estiomlantes.

(N.delaR.)

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306 Como el estiércol de palomas y gallinas no El mantillo ó tierra fértil, como es por lo lo tenemos en tanta abundancia como el de general desecante , no necesita tanto estiérotra especie, no debe echarse en la tierra, á col. Los terrenos areniscos, siendo naturalmontones como cualquiera otro; por lo cual mente cálidos, y hallándose superfici-alment~ lo derramílremos á puñ~dos . por eJ campo cubiertos <le una .capa que aun no lo es rniis, pocos días antes de la sementera, á la manera requieren un estiércol podrido; el que no lo de quien siembra trigo, porque ele otro modo esté, podrá tambien convenirles : pero déno sería suíiciénte para llenar un terreno . bese advertir que bemo~ de hechar -menos grande : cuyo método puede igualmente y mas á menudo'( 4~. De lo dicho podremos formar un juicfo· practicarse con el estiércol de· cabras y ovefácil _de la calidad y cantidad de abono que jas sin el menor inconveniente. Se puede tambien estercolar un · campo por otro me- conviene á cada tierra. El ho11in tambien dio mas fácil, que solo se reduce a revolver puede usarse ·en. logar del estiércol, el cual en el agm1 el cieno , el estiércol hien podrido produce_admirahles efectos parn la · vegeta-· ó la tierr·a gruesa, estando el agua bien tur- cion { 5 ): Si se mezcla con d-iscrecion en la bia , y penetrada de aquellas pequeñas par- · fierra y en menor porcioi:i, hace veces del tículas derramarla por él suelo ; mas para mejor estiércol} recibe y -conserva el ·calor; obtener con seguridad este beneficio, es retiene mucho el ~gua de _las lluvias; remenester advertir, como lo hace un sabio vüelve las partes glutinosas de 1as semillas; autor, que el abono ba de ser adecuado a las preserva de los daños que puedan ocala naturaleza de la tierra. Cuanto mas hú- sionar los insectos, y en fin destruye, por meda y fresca sea esta necesita de mas es-• medio de la sal alcalina, el ácido de la tiertiércol, pues s_u calidad fria debe corregirse ra y de las semillas. El demasiado estiércol con el calor de la harnra : Un teri-eno mas podrá ser perjudicial en un terreno cáseco requiere menos estiér¡:ol , ·por el riesgo lido y ligero, porque puede comunicarle. de que el demasiado calor abrase las pla_n- todavía mas calor que de algun modo abratas_. Las tierrns arcillosas y hi"s que son de se á los vegetales. En tierra fuerte puede naturaleza aun mas fria, pide!! un estiércol igualmente causar bastanle daño, haciendo que no esté podrido : la hienda humana, el que las plantas broten y crezcan demasiado estiércol de aves, de ovejas, de cabras, de pronto, las cuales raramente sazonan bien, puercos y de caballos son los mas conducentes para ellas que ninguna otrci basura (3). plantas, los abonos que empleemos en los suelos que hemos dicho , se1·án los de naturaleza caliente y que se descompongan con facilidad. (3 ) Opinamos con el articulista, que las tierras (4) Los suelos arenosos temen los abonos caarcillosas y frias exigen un estiércol que no esté lientes , y los mas á propósito serán los vegetales podrido, porque este abono divide el terreno y permite el paso á los gases de la atmósfera, al pro- enterrados frescos, porque con su descomposicion, pio tiempo que absorve una cantidad de agua que que es bastante rápida, comunican á la tierra una sobra en la tierra, para acelerar la descomposi- cantidad de agua de que la- misma tierra carece cton de las pajas ú otras materias gruesas que 1::n- por su naturaleza. . (5) El hollin produce buenos efectos en la· vetran en ia formacion del estiércol. gelácion mezcladl? con los abonos, porque obra Solamente en este sentido convenimos con el y de la mane1·a -que lo hemos dicomo beneficio autor del artículo. Por lo demás, el estiércol poco podrido dá escasos gases, y con su lenta descom- cho de la ceniza: escilando las hebritas de las posicion aumenta poco la temperatura que re- raíces. Su uso ha de ser con cuidado, y débemos quieren las tierras arcillosas , frias y húmedas . . emplearlo solamente en las tierras de riego ó en (N. ~e la R.) Bajo este punto de vista , el mas vital para las las estaciones lloviosas.


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porque-eehan grandes hojas y fuertes tallos, eche sin pérdida de tiempo y se esparza con . quedando muy desmedradas sus semillas. ; la mayor brevedad posible; _y 3. 0 se debe Por último debemos tener presente coa res- procurar que la tierra se revuelva prontapecto á lo que acabamos de esponer ,. que mente y que se entierre el abono basta cie entre los estiércoles el humano es el mas cá- ta profundidad, á fin de que no se escapen lido, y el ma3" frio el vacuno: el. de las ans los gases que se desprenden.Por ello el conde . es mas ardiente que el de las.ovejas, y e·ste Gyllemborg.opina, como tambien los labra...: . último mds . q!]e. el caballar, y así respecti- dor.-es de nuestro país , gue la estacion mas vamente . .La esperiencia acredita que ester- oportuna es el otoño , porque entonces la colando los terrenos con la debi<la proporcion tierra está enjuta ( 6 ). segun las especies de ti-erras , se consiguen Muro 20 Agosto de 1848. frutos abundantes que dejan satisfechos los El Profesor en Medicina y Cirugía, deseos del cosechero. J Antonio Ignacio Alomar. Pero . ¿_que tiempo. es el !mas.á prepósito para esta operacion? Los autores y los paye( 6) Convenimos en que la época del año mas ses ó labradores, á:: quienes he consultado so-favorable para abJnar las tierras es el otoño; pe-bre el particular,. no están muy~. disco1·des. ro nó porque estén secas, sino por razon de ser Lo principal á que se debe atender,-ooe res- esla~la eslaoion de las Iluvias que favorecen la ·. pecto á este punto-ha de ser: 1~0 que la tier- descomposicion. del estiércol que sin el . agua no • ra esté moderadamente húmeda, y por con- puede prestar la nutricion de !ali plantas. (N._dc. la_R,). _ siguiente en estado de recibir y retener las 0 eartículas untunsa_s..del. ah.ono ; . 2. -- que se

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·SORBE. EL_ NUEVO SISTElUA DE CULTIVO:

Debemos-un-a contestaoion á El B'íen del país, y vamos á. dársela. Invitados por este-periódico dejamos asen tada en el número 11 de El Cultivador u-na proposicion importantísima ·, á la que babia dado motivo nuestro escrito antes publicado en el número 6, el cual v ersaba sobre el nuevo sistema de cultivo por rotacion Je eosechas, en que el Sr. Subirá Iglesias presentaba combinados los productos de los crreales con los ele la esparceta. Nu.estra proposicion quedó limitada á si

los prados artificiales ofrecen sobre el cultivo de los cereales una ventaja abs?lttta, 6 si es solo reiativa; y al dejar consignado nuestro parecer de un . todo favorable al segundo estremo de esta proposicion, dejamos tambien sentado que El Bien del país disentía de nosotros, por euanto, en nuestro concepto, daba á los prados artificiales una ventaja absoluta sobre el cultivo de los cereal-0s. Nosotros juzgábamos que para El Bien del país . eran preferibles siempre y en todos partes los prados artificiales- en concurrencia con el


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cultivo de los cereales;. y uoa vez invitados za que conduce nuestra pluma, que la opiá ·dar explicaciones, quisimos dejar clara y nion que marcábamos á El Bien del po.is .en. terminanteméote fijada la cueslion-, en la que nuestro citado artículo. de la página 17.4 no, ya aparecían indicados, ó mejor dicbo ma- era la q,ue realmente proúisaba., ¡a porqueuiíestados los pareceres tle El Bi,m del país sus palabras se hubieran separado algun tany de El Cultivador. to de las ideas que trasladar al pa¡.,el se proY al fijar esos pareceres no hubimos de pusiera , ya porque nosotros no hubiéramos. proceder únicamente por conjeturas ó de- llegado á comprender con exactitud el ver-. ducciones qu_e se deuieran á nuestro solo ra- <ladero Y. peculiar seotido. de esas misma~ ciocinio: partimos de palabras que en nues- · palabras. tro seotir no admiten interpretacion· alguoa, ¿ Ni como podfa El, Bien del' pa-l$, en su, y que igualmente quedaron consignadas, y reconocida ilustracion> separarse de El Culti:. al fallo ina pelahle de nuestros lectores nos vador en una d'octrina qpe es la de todos sometemos para que decitla si la opinion que cuantos comprenden las mas útiles . prácticas. atribuimos entonces á El Bien del pais, en la de la Agricultura? ¿Era posible quo El Bien.· cuestion propuest!l , fué ó no fuodatla, sii del país desconociera que las ventaj¡is de los fueron ó uó lógicas ouestras consecuencias. prados artificiales sobre el cultivo de los cePues bien :en tal esta<lo, é invitan do nosotros reales son solo refotfras, y que esta relacion á la vez á El .Bien del país para que se digo ase se funda en el importantí,simo principio de esplanai: las doctrinas que considerabamos la locali'dad? ¿ Potliamos nosotros. imaginar profesaba en un punto <le tao ta trascendencia, siquiera que El Rie11 del país olvidára un cuando esperabamos ver desenvueltas sus teo- solo momento, que de este principio tan óbrfos ó sus principios acerca de las ventafas ab- vio é imprescindible han de partÍl' generalsollltas que los prados artificiales ofreciesen so- · mente todas !ns provechosas aplicaciones debre el cultivo de los cereales, hemos hallado, la economía rural? ¿ No tenemos. mil y mil' y permítasenos nuestra franqueza, que ha ejemplos que lo comprueban?· En tas. inmeeludido ó variado completamente la cuestion. diaciones <le Barcelona ;;, no se destinan porDiscurre estcnsamente y con acierto El ciones crecidas de terreno al cultivo de las Bien del puís sobre la in ftuencia de los pr.ados IJores , porque ellas tienen en esta populosa artificiales en la prodnccion de los cereales; ciudad uua grande estima., un subid<• presobre el lugar que debe concedérseles en el cul- cio y una venta muy segura? Y si en las tivo; sobre la utilidad de dgstinarles una bue- cercanías de Figueras ó de otro pueblo mas na parte del rnelo eri todas las comarca s. P ero pequ eño se qui siese emplear iguales porcionosotros preguntamos á El Bien del pa fs: nes de terreno en la produecion lambien do ¿ es csla acaso la cuestion propues ta ? ¿ no las flores, que en tales puntos no ti~nen ni hay una distancia inmensa . entre la p·roposi- tan grande estima, ni el mismo precio ni tan cion que nosutros habíamos fijado y las qu e cierta y favoralrle venta todas las que se obahora presenta El Bien del país? ¿ Estubi- tuviesen; ¿ cuáles eran entonces las ventajas mos ó nó acertados al drsignarle en el nú- que reportaba ol dueño ó el cultivador de mero 11 de nuestro periódico el parecer que tales tierras? Al pié de nuestras murallas le a~rihuirnos, apoyados en sus mismas pala- ¿ no se hallan las huertas llamadas de San oras? Nosotros creemos que aotes de haber Beltran que redituan los mas pingües pro-pasado á cuos tiones nuevas y de naturaleza duetos con el cultivo de las hortalizas? Y si tan uislinta. habria sido mas conveniente ú esas huertas se quisiese destinarlas á la prooportuno tlecir, con la ingenuidad y franque- duccion de los cereales ó á la planlucion de


3-09 . 11rad'os artificiales, ¿ tentlrion por ventura duce abonos; que con ellos se- ohlié11en. comparacion en eslos casos las utilidades . cuantiosas cosechas de cereales y otros prollUe conseguirian los propietarios 6- colonos, ductos: - pero tampoco se nos oculta que eomparad'as oon las que hoy rinden-las hor-, una proporcion justa y ac;crtada , segun la Lalizas?' ¿Será igualmente provechosaópro- localídwi; es lo que hará que nu estro fértil <luctiva la siembra d_e cereates ó la planla- suelo nos 1:ecompense con usura n"Q.estros · cion de r,ratl_os. art_iijciales. en. el interior de afanes.. Creemos completamente terminada la l.as rnon.tañas de Cataluña y en las llanuras de Barcelona, cl:l-an<lb en la. monlaña_es es- controversia ó polémica ( dando á esta pacaso el consumo de los granos, mezquino labra el verdadero senliclo que Li'ene en un su precio y costosísima, su estraccion , al periódico de Agri=eultura) qae aparecía suspaso que es económica la conduccion de las citada sobre las ventajas absolutas 6'. relativas Feses á los mercados; y cuando- en (·as i'a - de los prados artificiales : y decimos que med'iaciones de Barcelona esos mismos ¡;ra- aparecía suscitada, porque ó nos .equivocanos tienen un precio crecido , una veota se- mos mucho, y i:epetimos que apelamos al gura, una conduccion nada costosa , un fallo de nuestros lectores , ó El 'Oien del consumo abundantí~imo y una estraccion pais manifestó una opiniou q.ue no ha sostela mas fácil para etros. puntos? Véa$.e, pues, nido y que luego ha eludido presentando en qué datos tan indestructibles se apoya y otras bien diferentes en verdad. Al coneluir se apoyaba El Cidtivador para deducir las por nuestra parte este.incidente est~mos bien ventajas relativas que atendido el principio lejos de. creer que hayamos salido airosos en de la localidad presentan en todas parles y una empresa qu e sin duda no buscamos. Ninsiempre unas y otras y tod.as las produccio- guna gloria podíamos concedernos cuando se trataba de una cuestion cien tífica , ó mas bien nes de nuestro suelo. Y no se crea por esto que pueda ocultár- de agricultura práctica, en cúyo caso y habiensenos todo el valor que tienen los prados ar- do de mediar discusion no.reconocemos ventificiales: mal podíamos desconocerlo y olvi- cedores ni vencidos en.tre los. que contribudarlo, cuando en nuestro artículo. que ya yen con sus mayores ó menores conocimienhemos citado digimos que con ociamos su iii- tos á qu-e quedeh dilucidadas las mas sanas mensa importancia y que eramos afido11ados doctrinas. El Bien del país es muy ilustrado á ellos hasta con entusiasmo. Este conoci- ( calificacion ql:le hace Él Cultivador, has la mi•ento y estanficion nos hace concederles la donde lo permiten sus humildes conceptos parte que rn la agt~icullura práctica juzga- con toda la sinceridad que siempre le acommos l.es corresponde, y en . este punto nos paña), y nos hará la justicia de creer hallamos ciertamente de acuerdo con El que no sabemos estampal' e~ el papel otra Bien del pa1.s. Reconocemos la necesidad y cosa mas que nuestras con v1c1ones y l)os utilidad de los prados artifi ciales que ali- verdaderos sentirnie11tos de n ue~tro coramentan el ganado; sabemos que este pro- zon.

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1 prrnc1pio, en donde está• siemJ,Jre--la, verdadJ '. S.M. espara ajuste V. S. su condacla y la de sus subordinados al espíritu de estas disposi_:ciones ~. pues la invasion que propone de la. Real órden ditigida 4 los-jefe&.poUticos., para i autoridad lllUnicipaLen una viña-.de servidum-. que cuiden 1e c-u·mpla ·exactamente lo dispues. bre independiente, Y'il Wlra,dar aviso, ya para to al· fittal de la circular de 6. de. -mayo ,de cali-licacion, de que es llegada-la saz.on . de la . 1842 sobre libertad de vendimia, en.. [avor de · vendimia~ envolviendo un ataque al derecho lo&.propietario$. de propiedad, es una medida tan. inhislificabl.e ' como funesta. He dacto cuen.!a á, l'd R'f)iua- (Q,. Il. G~) de la ( De reaJ orden J·o comunico á V. S. para su, comunicacion de V. s. de 20 de abril. próxjmo 1; cumplimiento y eJeclos.correspondienles, sienpasado, en que se remite una in!'lancia del re- do la voluntad de S. M. que esta resolucion y. gjdor síndico del ayuntamiento de la villa de los principios en ql!e se funda sean la norma. Peña fiel , solici,la,ndo-. se reforme la real órden á que en este y otres c~s?s an~logos. _se aten.. circular de 6. de mayo de 18t2, qQe dispone , gan,- lasauloridades.a~m1mstrat_1vas. D1?s ~ua~-: la libertad de vendimia en favor de los pro- de a V. S. muchos _anos. Madri_d 4 de J_u_mo e pielarios de viñ-as. La. he hecho al mismo Liem- · 184-7. - Pastor D1az. - Sr. lefe eolíJ,1co. de.• po de las aclaraciones q,ue propone-V.. S. se V:a.tlad.olidl. hagan á aquella real órden;· y s·. M., que c0nLa circular que se cila es la que sigue~ sidera la liber~ad del propietario c·omo el principio que en g~neral se ha de establecer siemVarias son Jas reclamaciones hechas poppre para promover el beneficio de la misma propietarios de viñas, pidiendo se les permita,, propiedad y los interese.,s del cultivo,. oído el vendimia-r cuando lo tengan por conveniente,_ dictámrn de su consej,o de Agricultura Y Co- derogándose en su consecuencia Id práctica hamercio, se ha servido desestimar la pelicion bida en algunos pueblos de verificarlo á dia. del regidor sindico del ay.unlamienlo de Peña- determinado ó cuando los. ayuntamientos lo, fiel. Pero al mismo tiempo se ha dignado man- permilen. El regente del reino q·ue desea que dar se indique á V. S. que los males q.ue se la propi~dad sea respetada por lodos, y que sus.. denuncian se precaverán en parte con la exac- dueños puedan ha~er de ella lo que · mas lesla observancia de lo dispuesto al final de:! la ci- convenga,. teniendo. presenle lo dispueslo en Lada real órden de 6 de mayo de 1842, que la ley de 8 de junio de t813, se ha ser·vido dispone que el que haya de vendimiar dé ávi- . • resolver: que tos poseedores ó arrendatarios. · so con Í 8 horas de anl.icipacion á la autoridad de viñas, bien se hallen estas aisladas, bien. municipal, y en parle se evilarán lambien por enclavadas en otras de diferenln pertenencia,. la asociacion de los interesados, la cual es lan- puedan procederá su vendimia cuando lo juzto mas fácil , cuanto que son los que tienen guen üportuno, debiendo dar conoci_miento co_n, mas parte en las propiedades comprendidas anlicipacion de ft.8 horas á la autoridad muni-denlro de ·una linde los que han de defenderse cipal, á fin de que esta adopte las di1oposiciode los qu·e tienen menos, ·y pueden ajustar la nes convenientes para impedir los escesos queguardería de sus viñas, condicionando al guar- pudieran cometeue. D~ órden de S. A. lo digo, da ó guardas la responsabilidad de dar daña- á v. s. para su cumplimiento y éfectos· <:._0n·• dor. Tambien les será llcilo usar de otras me- siguientes. Dios guarde á V. S. muchos anos. didas análogas, que alendidas las circunstan- Madrid 6 de mayo de 1842. -Infante.~ cias de la localidad enconlrará fácilmente el Sr. gefe polilico de ..•. interés privado, y que la aulorid_ad debe acoger, en tanto que no contradigan á _aquel gran

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'6 en -secad.eros iérreos) 'Como usan en Ca~cas y ~u jorisdiccion, de cuya diferencia procede q_ue el cacao Cara·cas ~s·blauquizco y terroso, 'ün hombre basta para ·cuidar ·1oo·o árboles, cuando el Mara-caibo es rojo y limpio. Este 'qlle ·en un año con otro pueden producir f2 fruto debe estar en los tendales 6 secaderos tanegás de cacao, y esta planta continúa pro- lodo <el liempo necesario para quedar enjuto y -duciendo hasta la edad de t;Q añ.os en los ter'" sin temor de corrupcion, evita mio desde el renós de la costa, y de 30 en los del interior: primero al último diá que se moje por las llu·en aquellos necesita~ siete años, y ·ocho en · · v·ias, lo que le ocasionaría notable desméritº -estos, par-a empezará f)rod11cir. Hay algunos por el .modo interior que se adoptara del Jugares bajos y fértiles y con mucha humedad, grano. <en que fructifica á los seis años, aunque á los Seco y bien acondicjonado se lrae al mer1:ualro d'é a)cgunas mazorcas. En Rio Negro, cado, suponiendo, como es regular, que se le tlonde llueve considerablemente, es adullo al haya despojado de lo que se llama posa, que es la p(l.rte leñosa donde están adheridos los quinto año. Constantemente se madura y se coge el ca- granos. -ca·o ; pero tiene dos épocas de cosecha principal: una p.or San Ju_an en junio, y la otra á fines de setiembre, que es la mejor. La matorca necesita cuatro meses para llegará su NUEVOS CllNTINl!LAS PARA CUSTODIAR l!LFRUTO DR LOS ÁRBOLES. perfecta madurez. Como se vé, el autor ·no se ocupa de la cuLa sociedad de horticultura de· Lóndres, haracion, sin duda por su eslrema facilidad; ce mencion de un método singular para evitar pero creyéndolo conveniente daremos las ins-. que los pájaros se coman el fruto de los árho .. trucciones que hemos recogido de sugeto enles, puesto en ejecucion del modo siguieste, tendido en el ·asunto. La mazorca en su estado por un aficionado : tiene cuatro ó ci1,1co galos . de madurez se recoge de los árboles, condu ~ armados de un collar y una pequeí'h cadena ciéndola á la casa, donde se abre, estrayentlo que termina en un anillo. Cuando el (nito emel racimo de granos que envueltos en una mapieza á madurar, hinca cerca de los árboles. leza que le es peculiar, se·amonlonan así en que quiere preservar, u.na pértiga que sale un ángulo ó esquina de la habilacion; el mon- del suelo vara y l!'-)edia ,. mete en ella el anillo, lon se tapa con hojas sn6cienles de bijao ó y queda el gato á la vista de los árboles, ·de, plátano, evitando el contacto de~ aire para que suerte que ni.Egun pájaro se atreve á acercarse._ tenga lugar la fermenlacion que le ocasiona el Cada gato Uene un tiesto 6 maceta v,acía J?ªI'.~ colorido de carey 6 caoba en lugar del amaoculLarse ,. y· en él bi.ene lam\).Íer;i el a~ua y()~ rillento con que salió de la mazorca. alime1,1Lo. Cua-ndo esta operacion·, que se Ilama pila, Añade además que ha~ilante de Brop.es ba~tanle ya por el ·calor de la estacion, é ,· tom Liene una viña de- dos á 3.00 cepas., q11e. -ya segun la práctica del cosechero, se descuhace dos años la guarda un gatq, q;ue '\!0111,i:¡.,-, _ bre y pone á secar en tendales de cañizos como acostumbran en la provincia de Matacaibo, tariamente sé ha cons!iluido en ceQ.lin~l¡h 'étiL'rlVO Dll't CACAO,

un

(1) Véase el número anterior, pági>Im 28.7.


- "312 ENsA vo DE u:-. ARA no.

Con este arado puede darse la pr.imera vue1la sin vertederas; pero el ·binar y terciar debe Antes de ayer 11) á las doce estaban cilérdos el ; hacerse con ellas, y es seguro que lodos los •consejo de agricull'ura y la junta de la ·provin- labrador~s no ·podrán o:ienos; de admirar los cia, para presenciar el ensayo de un arado, · preciosos resultados que acarrea, y por lo tanqne debia tener lugar en el · Jardin Botánico . . lo adoptarle en sus labores. S11 autor es el señor don Pascual Asensio-, Muy poco des pues de·'la hora de la cita se pl'eséntó el séñor ministro del ramo, el d'ireclot caledrálico de agricultura en el Jardin Bo.,. general de agricultura y olros individuos del . lfoi·co-. {La E,:¡Jaña-. } consejo, los cuales, reunidos á muchas personas amantes del fomento de la primera 'de las ciencias, se dirigieron por dentro del Jardin á la 'tierra q·ue existe junio á las t_a¡iias del Re·tiro, y en el sitio denominado Altillo de San Nusvu :iHTRRÜL PARA c11n-r1a. Bias. En este punto vimos el arado, que es e1 Un físico de Narbona ha descubierto qüe e) arado comu·n, pero con la adicion de ciertas hollejo de las u vas, despues dé haberle quitado parles que le hacen superior á todC's los cono- al alcohol por la destilacion, se puede em:plear . cidos, particularmente para las costumbres de en lugar de la corteza de roble para curtir lds nuestros labradores, y suscep.lible de emplear- pieles. El hollejo o'frece las venlajas sigu.iense en toda clase de terrenos. Reune las cuali- les: 1. 0 Se curten las pieles en menos liempo., dades de sencillo, económico, ligero y capaz pues basta de 35 á ft.3 horas para curtirlas. de gobernarle cualquier herrero, pudiendo , 2. 0 Es mas bar·ato que la corteza de robl~. 3. 0 manejarle el mozo menos práctico en la labran- Dá al cuero un olor agradable. 4. 6 El cuero za, sin necesitar mas instrumento para ello que preparado de este modo se dice dura dos veces la azuela que comunmente lleva al campo. mas tiempo que el curtido con la corteza de Las modificaciones consisten en que por te- roble. (El Porvenir.) lera se coloca una cuchilla fija que entra en una muesca que tiene la reja, y se sujeta con un tornillo en la p11rle iníerior de la coma, y 0URACION llXTRAORDINARIA DE LA VIDA EN LOS en que en lugar de orejeras se coloc;,n dos TUBÉRCULOS, vertederas movibles por me~io de goznes que se abren mas ó menos, ya la una, ya las dos, Refiere lord Lindsay que en sus viages por por medio de un graduador muy sencillo. las pirámides de Egipto, halló casualmente El primer ensayo se hizo con el arado couna momia cuyos gerogllficos atestiguaban conmun formando dos su reos; despues se le puso tar al menos 2000 años. A I proceder á su la cuchilla; luego se te añadieron las verteexh umacion para reconocerla, observó que una deras dejando una abierta y otra cerrada, y de sus manos conlraidas conlenia nn tubérculo se vió lo perfeclamenle que volteaba la tierra, ó raíz tuberosa. Precisamen le la cueslion acerdejando enterradas á la conveniente profundi- ca de la duracion de la vida Pn las semillas dad unas habas que de intento se ·arrojaron al era de las que ocupaban su espíritu, y por suelo. El lante,> se practicó con la vertedera lanlo quiso esperimrntarlo en esta ocasion, derecha é izquierda, terminando con drjar trasladando el tubérculo desde la mano que las dos abiertas, y ver que formaba un surco tanto tiempo lo babia tenido asido á un suelo líin ancho que en realidad era -una caoera. espues_to ül libre inllujo de los agentes almos• La tierra qnedaba removida en disposicion féricos, y al cabo de algunas semanas pudo de no dejar nada que desear, suelta y en. dis- observar, c~n no poca admiracion y regocijo posicion de poderse ejecutar cualquier género suyo que del tubérculo referido nació ·una ber~ de cultivo. ( 1) (20 de novie1~bre antor1or ) . mosa dahalia.


·Ao~,INISTRACION Y ECONO!llÍA PÚBLICA ION SlJS REL .'1 .CIO~ES uo~ LA. &GRl(;ULTIJR&.

Es intiu_clal,le (]lJC se e;sl4 inauguranuo en el ónlen de la proteccion. 1.a Agriculunu nu eva:época para la Agricultura espa- tura crea: la Industria se apod era de sus ñola. El impulso que ella necesita ba de ser creaciones y les dá formas adecuadas á los gra nde y eficaz , pnra que despcrtand9 de.l ¡¡delantos y aun al capricho; y el Comerpenoso y dilatado leta rgo P.n que la vemos cio se incauta luego do las producciones su mergi da, recoure u·!' vigor pod ero so y una de ambas esten<lien<lo su dominio por el vida lozanfl ." que·_la eleven ú la altura que la mundo. Una AgriculLura fecunda y prósr.o rrespond~ en u na na cion dolada de las pera y que camina á su perfeccion sumiventajas que nos envidian los estraüos, y que nistra primeras materi as y cuantiosos fru.no lns disfrutan cierlamenle las demás na- tos; con ellos, crecidos capitales que bacen eiones ó los otros pu eblos cfue nos son cono- progresar la (ntluslria, y en úllimo término ci{los basla ahora. un Comercio rico, animado y robusto que Y ese impulso que se qui ere dar ~ la viene á completar la riqueza pública y priAgricultura no puede menos que ser el pro- vada. Por ello el pueblo que como España ducto de ·consideraciones sociales rle la ma- reune por fortuna todos los elementos favo yor importancia, al propio tiempo que de rabies para establecer la Agricultura -mas un laudable deseo en pro de las otras fuen- floreciente del globo , eslá en el <lelJer , tes ele la prosperidad pública. Se tienen muy porque los pueblos como los individuos tiecerca y so torao todos los dias ejemplos vi- nen sus deueres, de ,fijar su atencion prevos de las convulsiones terribles que sufren ferente en fa primera <le las ciencias, en la los estados cuando los brazos que han dtl primera de las artes. La nacion que consisostenerlos tienen una ocupacion distinta de go ieo do las condiriones necesarias al efecto la que lns señala el dedo del destino ; y á puede liurar su porvenir y su gloria en evitar esus mismas convulsiones que minan los productos de su suelo, esa nacion ha de· y destl'U)'en la sociedad por sus cimientos ser siempre opulenta y poderosa, porque sus delJe encaminafse una prevision que emane propios y solos recursos le bastan para subde la altura del poder, llamando á los pun- sistir sin necesidad de pedir á los estraños el tos de produocion á lo~ que con el fomen- alimento y los recursos indispensables para la to de los interP.ses particulares desarrollan y manutencion de sus liijos.No rs igual la suerte que está y ha estado reservada á los pueblosengrandecen la gen-eral riqueza. Pt-lro esta en sus tres fuentes principales, que apoyan su poder y su existencia en los que son la Agricultura, la Industria y ~l . adelantos <le su lnduslria y en el desarrollo C9m~1·cío, reconoce •á ur1a como primera en creciente de su Comercio. Esus pueblos el órden de su existencia, y_a que no lo sea 6 naciones que no fundan principalmente su

15 DE DIClEMDI\E DE 1848.

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-· 314. ".entura y su grandeza rn los sólidos cimien- ventajosamente disti11tas de las que agovía• tos de una Agricultura tambien grande han l,an á la España al limpeznr el siglo último, de depender ne¿esariamente ele los pueblos y tamuien tan favorobles al logro del fomenagrícolas, .y muy fácilmente sucumben y son to ilustrad.o <le nuestra A·gricultura , falta víctimas de la inconstancia que sufre en su solo que nuestra decision ~• esfuerzos sean carrera la suerte ó la vida _d_e las naqiones. constantes, desinteresados y sinceros, y que Registremos la historia, y hallaremos prue- sean cunducidos por !a sP.nda del acierto. bas evidentes de esta verqa<l en las ya anti- El Cultivador que, por fortuna ha visto la guas · repúblicas de Italia, viendo d~sapare- luz pública aun antes de aparecer la época ~er como por encanto las de Pisa y de Flo·- agrícola, llamémosla c1sí , que comienza, se rcncia, las de Gé.riova y Venecia, sin que ha propuesto de,sdc el primer di~ de su dejasen su Industria y su Comercio, supo- existencia contribuir en tuanto pueda , por der y su gloria mas que unos recuerdos humilde que sea su posicion , á que _se rea• tristes y amargo5 d_e lo que antes fueron. lice tan gr-ar1tliosa empresa , ya que la suer. Las vicisi.tu<les, pues, que esperi-m1mtan te taipbién ha hecho que sea la ú:1ica publilas naciones que no cifran en la Agricultura cacion que en España 'de su clase se conoce. la base de su felici<lad, son cicrtai~ente tam·- De aquí proceden _las mejoras que su_cesivahien las que ahora se tienen .entre nos-otros menlce se han ido adopt-ando : _mejoras que presentes para dar á esa propia Agricultura pueden advertirse con el simple exárnen -y tod_o el fome o to que s•J situacion y l'l época comparacion de los primeros con ·los últireclaman.- Por mucho que se bable de nues- , mos números d.el periódico, y cuya marcha tro atraso y abatimiento, no lo es e·n realiseguiremos en adelanle con denue·do, sin dedad tanto como en otros dias_ en que mas satender ninguno de los ramos que sou obaumentaron - nuestros. inforLunio3. Y sin em- jeto de nuestros trabajos. A los arlírnl os ais-• bargo despues de esos di:is de rep~tidas y lados ue Agricultura práctica h1tn sucedido dolorosas· desgracias, · como los ·que atrave- otros artículos metódicamente ordenados saba la España al acercarse la muerte de su que -un.os comprenden los adelantos y resuldesdichado rey Cárlos II, pudieron asomar tados útiles de esta misma práctica, y otros · y asomaron y vinieron otros clias venturosos abrazan los preceptos y cloclrinas de la y felices en el reinado de Felipe V, los cua- ciencia en su · parte teórica , componiéndose Jes fueron solo precursores ele la brillante de los u-nos y de los otros trata<los especiaaurora que dió vida á nuestro suelo bajo la les tan importantes como nP.cesari'ls. Al prodomieacion paternal y sábia, ilustrada y pio tiempo ha recibido mayor esteos·ion el benéfica del inmortal Cárlos III, apellidado periódico; se ha organizado la seccionó parcon justicia padr~ de sus p11eblos. Entonces te oficial de manera que reuna toda nuesnuestra Agricultura, así como las ciencias tra I egislacion agraria moderna, y confia -y las artes todas, llegó al estado de mayor mos por fin en · que, sin bechar mano de esplend0r, á pesar <le los dias de prueba anuncios ni promesas, nuestros hechos que todavía no estaban muy lejanos; y la justifiquen nue,;tros intentos' nuestro proconstancia y celo propios del gobierno de pósito, y nuestro reconocimiento eterno . un rey granae fu.eren bastantes para que, por la favorable acogíd11 con que el público cicatrizadas las llagas anteriores, pudiese es- se :digna honrar nuestras tareas. tablecerse en -el siglo .pasado una · adminis• En tal estado hemos decidido aco_meter tracion que con orgullo recordamos. otra empresa aun mas grande y mas dificil Si nos hallamos en unas circunstancias tan si se quiere_. Traspasando el límite de la


-- 313 Ag1:foultura teórica y de la Agricultura práctica, vamos á entrar en el ancho campo de la administracion y de la economía pública én sus relaciones con la ciencia agrícola .· Ajenos ent6ramente á la polílica, nos anticipamos á declarar que para nada absolutamente ballorá cabida en los éscritós que publiquemos, los cuales tratarán las cuestiones solo bajo el aspecto adrninis.trativo y económico, y en aquella parte únicamente q,i e las enlaco con la pl'(Hperidad y e~granclecirniepto' de-la Agricultura. Habiendo de ocuparnos de los actos y fJrovidencias que emau en y puedan emanar tlel gobierno, queremos dejar consi gnado que abrigamos la conviccion íntima de que ,en Agricullm:a el interés individua1 ha de ser enteramente libre en sus concepcioóes y .en . el desarrollo· de· sus id eas, de sus planes y pr(')pósitos; y que el gobi erno 6 la administracion por tanto ba de cii·cunscribirse á contener dentro ·de la esfera de la justicia lo's actos que procedan de la voluntad de los administrados, procurando y difundiendo la i'lustracion que sea necesaria y adaptable á !ns -diferentes clases y condir.iones, proporcionando los medios y recursos á que no alcancen las fuerzas aisladas ó combinad<!_s dn los individuos, y damlo po r1·último tocia la proteccion que está en su mano, pára que aparta-dos todos los estorbos , removidos todos fos .obstáculos y superados todos los inconve nientes , se saquen de nuestro suelo las inmensas riquezas y tesoros que han de ser el fruto de un cultivo bien entendido y sábia y conv enientem ente ejecutado. Nosotros cuando mas concedemos que la accion directa del gobierno debe empezar allí dond ~ concluye ó adond e no alcanza el poder li bre de los súbditos, y de tal principio repetimos qu e han de partir nuestros escritos. Obtendrá toda nues tra ahrncion y preferencia la instruccion de la clase agrícola , que ta11lo de ella necesita, diri giendo nuestros esfuerzos á q1:1:e esa instruccion ll egue ~

basta el honradísimo y humilde labrador, qu-e desconociendo completa~ente las · causa1i que producen !os efectos mas sencillos qu e ú su vista se suceden, sabe solo practica r una rutina que por trad'icion aprendió <l e- sus mayores , sin llegar nunca á su noticia , porque no se cuida de que lleguen, !os-grandes adelantes-.·que .cada dia se obtien en . y.que pueden obtenerse en todos los rarno s que vienen á constituir la Agri'cultura, dada á esta palabra una acepcion genérica. Nuéstros trabajos han de encaminarse con predil ec ion y esmero á pedir y_ procurar la enseñanza de esa clase laboriosa, que en la sencillez,' ignoí·aneia y abandono de ~u po sicion :no conoce mas auroridad, ni · poder público ni gobierno, que el del alca]de que le pido lbs impuestos : que · todo su mund o está reducido á la tierra donde consume el sudor de su frente paro saca·r y ofrecer á sus hijos el pan que les suster. la: que cuando mas se estiende á una comarc~ de eslreohos límites para conseg.uir, una subida mezquin a en el precio de sus escasos frutos: que no cuenta en las region es del poder , como la Industria y P.! Comercio, con--asociacionés influyentes que · 1e amparen y defiendan · demanden proteccion y auxilio ; y que solo tiene de los re.yes 'y de los príncipes una idea fantástica que dista mucho ,de una rea:lidad que jamás couoce. Esa clase, digna de mejor suerte, comprendemos q~e hoy_llama la atenci-0n del gobierno, y es ¿vidente q_ e abriénd ola un ancho camino de sencilla en señanza se tra erá. al mi.,rno tiemeo la per feccíon al cultivo, se llamarán á él gra n parte de los bra;ws que ed ucados en la holganza y en los vrcios terminan su carrera en los trastornos que co nmueven las sociedades mas fuertes v se dará un aumento el mas considerabl e'á • la s product0s combinados del trabajo, del talento y del dinero. Partiendo de es ta bas11 , adoptado el epígrafe que hemos puesto al frente de este artículo, y entrando en los-obstáculos .que al


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gobierno toca remover y en _la proteccion unas y otras procerfon y que lleguen á nuesqµe está 13n su mano dispensar, nos ocupa- tra noticia , verificando lo . mismo cQn los remos de los caminos ,~ puertos y canales; 1 que tengan orígen en las socied-a des econóde la amortizacion que todavía subsiste; de micas de amigos del país, uua de la$ mulos baldíos y terrenos comunes ó de. pro- 'chas y bellas concepciones del g~an Cárlos pios; de los desmontes y desagües; impues- III, y cuyas corporaciones por desgracia hny tos , arbitrios 6 tributos que a fe.e ten á la se encuentran algun tanto olvidadas, ~esAgricultura; legislucion agi:,Íria; aprovecha- pues de haber prestado y de prestar servimiento de las aguas sobrantes y establee¡...: cios de muchísima .valía para el progres_o. de miento de nuevos riegos y plantaciones; la Agricultura. acotamientos ; granjas-modelos y establ_P.ciNo ·desconocemos que la empresa q·ue mientos rústicos; depósitos de caballos pa.:. acabamos de bosquejar, tan ,sucintúmenfe dres; cátedras de Agricultt.1ra; bancos, so- como nos ha siJo posible, es colosal pa1:a ciedades y colonias agrícolas; concesion de nosotros Y. no : admite por su imP.orlancia privih¡gios y de premios; policía rural ; fo- suma compnracion algun.a con la debilidad mento y mejora de toda clase ·de ganado ne- de nuestras fuerzas. -Para II evarln á cabo, y cesario 6 útil en la Agricultura ; inÍporta- conociendo nuestros pobres recursos -, aunciou y exportacion de gn,nos ; nuevas pobla- que buenos deseos, y escasos ·conocimientos, ciones rural es, y en fin todo aquello que confiamo~ en que nuestros suscritores y amicopduzca á los medios que puedan adoptarse gos nos favorecerán con sus escritos y con para sacar nuflstra Agricultura do la pos- sus fucos, supuesto que desde el principio tracion ·en que se halla. lés tene[!los brindado con las colu11:1nas de Haremos una reseña del estado de la nuestro periódico, sin perjuicio ,le! exáAgricult~ra en todo el mundo; y recorrien- men que de sus lrabnjos loca hacer á la do antes brevemente su historia desde los Redaccion. Brindamos tambicn ron ellas tiempos ma~ remotos, descenderemos á in- á los ss·. comisar íos regios de Agricultudi-car las principales causas ·de la deca dencia ni, á las juntas provinciales y á lo_s digá que ha venido la Agricultura espJñola, nos vocales que lás componen, á las socie(acilitán'donos este ligero exámen 11) oportu- dades económicas y academias científicas y ú nidad de entrar en la aplicacion que -pue- sus 'ilÚstrados individuos, en la ·confianza dan tener en nuestro suelo los adelantos de ·que abrigamos de que solo han de remitírotros pueblos. senos escritos ó trabajos que tengan por·obNos ocuparemos asimismo de las cues- jeto el lan laudable y verdaderamente pationes que motiven los actos ó providencias triótico que ll evarncs anun ciado. Con tales del gobierno, con el fin de esp lun arla s bajo elementos, con la voluntad firme y decidiel punto de su conveniencia ú oportunidad, da que nos es prnpia , y con una bocna ó de manifestar los inconvenientes que en fé y d·esinterés tal quo nos es imposible su t'jecucion hallemos ; y aun lomaremos la su mejora , no dudamos salir airosos en la iniciativa en todo aquello que juzguemos con- ta_rea que con constancia ina ugun,rnos y seducente ó necesario para mejorar la Agricul- guiremos, despues de protestar de nuevo, tura en su parle económico-administrativa. como lo hac~mos, que no tendran nuestros Creadas comisiones regias , é i:-:staladas escritos ni el mas remoto en lace ron las las juntas provinciales de Agricultura, será materias 6 cuestiones políticas ni con las objeto de nuestro &tenlo ~studio el exámen religiosas. Dos obsPr-vaciones haremos , sin de todos los actos ó proyectos útiles que de embargo, y son : 1 .ª que no habremos de


317 seguir un ónlcn ó método á que desde luego nos sujetemos para tratar de los ramos importantes que dejamos indicados: hablaremos de ellos indistintumenle segun la oportunidad que nosotros les concedamos, ó segun lo exijan los actos del gobi erno y el curso de los sucesos; y 2.ª que no por esto se crea que vamos á ~1 bnndonar la mar-cha que hasta ahora, con aprobacion de nuPs-

tros suscritores , hemos seguido. Continuaremos, como siempre, destinando la mayor parte de las columnas de El Cultivador á los artículos y doctrinas de la Agricultura práctica, y solo dedicaremos una , lo mas reducida posible, á las materias de administracion y economía pública en sus relaciones con la Agricultura.

UTILIDADES DE~ G\NADO VACUNO P-A RA EL ACARREO, Y lUODO DE UNCIRLO.

Hemos probado hasta la evidencia en otro exa min emos su P.struclura y el desarrollo número ( véase la página 265) las mudH!S de sus pol.enr.ias musculares. La configuraventajas que para la labranza ofrecia el ga- cion particular que tiene el bu ey , sus hu enado vacuno sobre el mular y cabnllar. l nten - sos duros y gruesos, su corpulencia y mien1tamos demo~lrar ahora t.¡ue l?s bueyes no bros fornid os, su pelo rec io y nervuda cersor, útiles solamente para el acarreo, sino . viz, y basla su po.;tura y su denuedo , rec¡_ue en geQcral debemos preferirlos ti los velan que sus fuerzas so·n mayor es que las caballos- y á lns mu las, por las razones 4~ e de niogun otro an imal ; y aun cuando así ao fuese, su constancia en el trabajo, su palu ego ipdicaremos. · En el acarreo de las mercad er ía s, co- ciencia y su mansedumbre ie darian la premestibles y demás ma terias que i111porlan al ferencia en las faenas de acarreo. Comparacomercio, á la subsistencia de los pueblos, das las cualidades físicas que hemos notado á la agricultura y á las arles, debemos npli- eñ el buey con las de las mul as y de los cacar el mismo principio que hemos sentado ballos, cuyo cuero es delgado, el pelo sutil, al bablar de la labranza; esto es, que el flacas las canillas , /os piés y manos delgaacarreo se boga con el menoJ costo que ser das f.ambien , ·y todos los restantes miempudiera, )'ª por lo que mira al ma1or pe- bros y proporciones de su cuerpo poco deso que puede conducirse por t i ganado , ó sa rrolladas, hemos de comenir en que el bien por la irnratura en la manulencion. ga nado vacuno es superior ea fuerzas al Bnjo estos dos .puntos de vista considerare- mular y ca~allar, y mas útil que este para el mos la cueslion, sacando de ambas de<lu c- acarreo. En lodos los tiempos, siguié ndose la misciones legítimas y concluyentes en favor de ma costumbre, se ha observado, quo cuanlos bue1•es. do se. ha querido Lirar de grandes pesos 6 Para graduar las fuerzas de un animal y pretondido llevar grandes piedras ó efectos por consiguiente la utilidad que de él podremos obtener en el trabajo, no basta que diferenles para edificios ú otros usos, se ha l


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echado mano de los bueyes, porque eslá cargad·os , que- cada uno rreva e.toce arroT1as fuera de duda que lo que nq pu:eden hacer unos con otrns, entre todos seiscientas ( cados pares de mulas y aun tres lo hará un par da una cuesta de porte cuatro reales- y tode bueyes, por sus terrible5 y enormes fu~rzas. daSc dos mil cuatr:o_cienlos), tardan diezY creemos que no utilizamos todavía las di11s en, el• vinge·, y contando, los ·g~istos se• .fuerzas del buey y que no sacamos d_c él to- vé , que entre arrieros y machos gas tan en do el partido con que nos brinda, á causa dicho camino tres mil cuatrocientos y sesen., del poco cuidado que tenemos en ronser- ta y seis reales. -,,. (( Para e-onducir .las di'clias seiscientas arvarlo y de los medios viotentos que con él por lo comun empleamos. Si tratásemos con robas bastan doce pares de bueye5 que ha maña y suavidad á un animal tan provecho- rán el mismo vrage en diez y ocho ó vcir;te· so; si sujetásemos con caricias y halagos dias, que por cada arroba se dá y paga dos. nuestros vigorosos bueyes, conseguiriamos reales y medio, que con el gusto importan que aplicáran ó dedicasen á nuestro servicio mil seisciento_s sesenta y un real es. Gastatodas sus fuerzas de su propia voluntad, co- ron los machof tres mii• cuatr-ocieotos se-mo que es un animal que en medio de su senta y seis reales , y que si contase la· fiereza sabe distinguir y conocer á S'l amo á- gentes que· en servirlos se ocupan y otras quicn respeta, y obtendríamos de.... él resul- cosas, serían mas de cuatro mil, y si so tados mas ven ta jo sos que los que nos presta trajerañ con mulas que fueran menester dotratándolo con descuido, y lo que e!) mas ce pares , hacen casi el rn_ismo gasto en oprimiéndolo y sujetándolo de una manera once ó doce dio.,i; que lardan·. Por ·manera nada conveniente. Vol veremos cuan to antes que la carreter ía --0 e bueyes es mas bara ta á este parLicular cuando hablemos del modo que la de mulas y traginería de machos, y puesto que tardan mas acrecentando lme~·es cle uncir los bueyes, continuando ahora en la esplicacion del punto que P"jmeramente he- se remedia, y se aumenta la carne y calmos sentado, ósea la utilidad para el acarreo. zado; y porque hay algunas cosas, que Con el fi11 de probar que aun para las con viene trasportarse con mas priesa , se pueden llevar con carros de caballos, ó á loconducciones y trasportes de las mercaderias de u na á otra parte deben ser preferidos mo como se usaba en España on tiempo de los bueyes á los macho; de arriería y á las Godos, y hoy se usa en Italia, ·Francia, mulas de acarreo, citaremos lo que dice Alemania y en toda Europa ........ Y si tiJuan de Arrieta al hablar de la importancia rasen los bueyes con los yugos cortos, con del ganado vacunó. que aran, tirarían mas y mas- descansada« Ya que habeis visto el gran mal que á mente, é irían fuera de los carriles, que solo ir por ello:; una legua, fatiga mas que España ha venido por haber dejado de arar, tres fuera de ellos, van metido~ basta la rosembrar y carretear con bueyes y habar admitid~ en su lugar las mulas; bien será que dilla y así se despean -y cansan .presto . » Creemos que la comparacion de A rrieta entendaii, cuánto mas útil y provechoso seAstá de tal modo eslablecitla · que basta por ría carretear, llevar las mercancías de unas para otr11s partr.s con bueyes, que con sí sola para llamar toda la atencion de los economistas. Nusolros no podriamos darle machos de arrieros, y mulas de carretería, mayor importanciá con todas las esplanaciocomo solia, y se puede entender haciendo un tanteo de cada cosa. Se supone que salen nes que nos permitiésemos, y por ello no juzdoce arrieros de la ciudad de Vitoria para gamos necesaria otra cosa mas que somet~rla á la penetracion de nuestros lectores. la villa de Madrid con cincuenta machos


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Herrios indicado al p'rincipio que debia'mos considerar esta cuestion bajo el punto ·de vista económico , ó sea' con referencia á la manutencion de los animales. Comparando los gastos de la mula con los del buey hallaremos ·una_. diferencia tan notable, que mienlras el macho d_e arriería gasta en pienso, paja y demás cuidados que-.requiere la suma de seís reales v11. diarios, como término medio, el buey, que puede llamársele el animal mas sobrio; consume por valor tan solo de dos á dos y medio reales, y esto ,ejercitándolo si se quiere en los -trabajos mas fuertes. El ganado vacuno, cuya paciencia y frugalid-ad son proverbit1les, se con.ten la con los. desperdiéios del heno, con -algunos puñados da forrat1-e fresco y ,:on unas p0cas legumbres qe escaso precio_parn arar . y carretear dias nnteros, mientras que las mulas y los caballos necesitan los frutos mas apreciables ,para su pienso, ·la paja mas nutritiva ·y el heno mejor preparndo, , El buey además no exige tantós cuidados como la mula, · ni aun en las jornadas largas. A esta Sfl la debe atender con mucho esmero al llegar á la cuadra, procurando que tenga cama bien dispuesta , regulari.idad en las horas de comer y de beber y abrigo suficiente contra las inclémencias ; cuando el pacífico .buey sufre con una tolerancia indecible to-das las privaciones que el tiempo y la indiferencia ·6 el desprecio del hombre le imponen. Todas estas circunstancias, pues, y otras que podríamos añadir toda vía, hacen que el ganado vacuno sea preferible al mular para la conduccion y acarreo. Pero no queremos sin embargo dejar pasar <lesapercibjda una observaciim que cumple á nuestro propósilo, y que probará que los bueyes no solamente son capaces de tirar del carrn y conducir mas peso que las mulas y caballos, si_no que p.ueden lambien hacer viajes mas largos· de los que hacen si los acostumbramos á ellos. El viajero universal en alguno de sus pa:..

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sajes nos refiere, que en varios puntos de Buenos-:Aires todas las conducciones se hacen con carretas tiradas )por)rneyes; tanto, que desde Jujuy hast_a Mendoza no se acarrean !ns mercancías de otra man; ra que poiel ganado vacuno. La carga de ordenanza: cligámoslo así, de cada carreta tíráda por cuatro bueyes es de ciento cincuenta arrobas, y la jornada que hacen es de unas cinco leguas uuos días con otros : ·podría no obstantP. este ganado acarrear mayor peso que1 el que hemos oita1:lo, y pÓdria igualmente andar dos ó tres leguas más en cada día., si las -carretas que se usan fuesen meo.os pesadas y las bestias marchasen uncidas por la cerviz en vez de serlo por las astas·. Los bueyes Líran de sus carretas e~ este punto de la América con la mayor . soltura, y sin que ningun obstáculo l~s desaliente en el camino. Caus.a .admira.cíoa ver el valor de estos. animales al atravesar ríos caudalosos·.. presenta nd9 el pecho á'las mas rápidas corrientes·, aunque vayan oprimidos · bajo el yugo de aquellas enormes y pesadas carretas. Si no sa'Camos del buey todo el provecho que podríamos esperar de él par:a el acarre.o, cúlpes~ solamente á nut"stra desidia é ignorancia por el empeño que tenemos en uncirlos {!e un modo poco conveniente á las faenas á que lci aplicamos. Como si á un animal tan á propósi lo para todo género de trabajos , y que 'fa mano de la Providencia lo ha colocado en todos los país.es, no le bastasen la indiferencia y el abandonp co~ que el hombre Jo trata , toc;lavía queremo.s. sujetarlo con la;; cadenas mas duras, tenién.::: dolo pe~osamente oprimido y atado_en toda~ las labores á que lo destiaa,mo~. lJecimq~ esto porqµ~ e~ perniciosa y fatal la costumbre de obligar al pµey á tirar con los cuernos qel arado ó de la carreta. Esta práctica, que es bastante comun en la mayor ·parte de nuestras . provincias , revela por cierto nuestra poca habilidad par/;l aprovecharnos de los


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tral,ajos de un animal lan precioso, que lu tro Columela , el mas sábio sin conlradicforma de su cuerpo . lo recio de su cuello cion alguua entre los escritores de agriculy lo ancho de sus hombros indican clara- tura. ce El mejor modo de uncir los bueyes mente que ha nacido pnra el yugo y para el es por el cuPllo, dice el citado agrónomo, y tiro. Láslima nos causa que no se haya ge- que el uncirlos por los cuernos como se neralizado el método de uncir los bueyes por usaba en algunas provint.:ia~ , está reprobamedio de In collera, corno se acostumbra en do por casi todos _los que oscribie1:on <le muchos países de Europa y aun en Catalu- agricultura ; y con mucha razon , añade . . iia , en lugar de obligarlos á tirar de gran- pues que estos animales pueden hacer mu• des pesos con su cabeza, sin advertir que de cha mas fuerza con el cuello y el pecho que esta manera solo pueden servirnos á medias con las astas, porque de este moJo pmpuy aun con mllcha pena y tralJ9jo. Cuando jnn con toda la masa y con Lodo el peso de estos animales van uncidos por los pescue- su cuerpo ; pero de la otra mane'ra padecen zos, prescindiendo de que caminan mas y mucho, teniendo que llevar las cabezas emandan mas descansados . tirarían de pesos pinadas y vueltas hácia atrás y' así con· mumucho -mayores de los que acarrean, nos cbo trabajo llevan<lo muy ligeramente la represtarian mayor servicio ' y vivirian mas ja apenas penetrnn .la superficie de la tierra, ·tiempo. y por esta razon se sirve~ do unos arados Si qUe1'ér1101; tlná pnrnLa de esta verdad , pequeños que no pueden romper profundadése ·uaa t>jeada por los países donde los mente las tierras nuevas, siendo así que la bueye~ :;ü uncen por los pescuezos: allá los labor profunda conviene mucho á todo géveremos alegres y robustos . que los acar-• ner.o de plantas, porque cuanto mes fll'oreos y la lobranza los hacen con uná agili- fuodamente se labra , tanto mayor aumento dad admirable, y que su paso es menos len- adquieren los· frutos <le las mieses ·y <le los to, en términos de ser casi igual al dt> nues- árboles. » Despues de estas palabras de Columela tras mulas de carga. Creídos nuestros labradores que el buey tiene sus fuerzas en la nada nos qtleda que decir. Nuestra humilde cabeza, siguen la necia é imprudente cos- pluma nada absolutamente po<lria añadir tumbre de uncirlos de manera que solamen- que aQmentase el valor del empeño con que te con efü han de tirar del arado ó. de los pe- tratamos esta materia, dospues que este i;os que acarrean , dejando . sin accioo todas grande hombTe ha echado sobre ella un fallo las restantes parles de su cuerpo. De esta infalible y que tan(o espresa en tan pocas preooupacion tan absurda y perjudicial re- líneas. Sin embargo nos permitiremos indi. ¡;ulta que no emplean los bueyes tod~s sus car una idea que ha sido ya tocada por es• fuerzas· á la vez y que no pueden 'con critores antiguos. y es, que si á los bueyes tanta carga; haciéndose al propio tiempo se los unciera por el pescuezo en lug~r de lentos y pesados en el paso,. y muriéndose hacerlo por los cuernos, no sufrirían los dolores de cabeZ'l que con mucba frecuei1cia con sobrada anticipacioñ. El uncir los bueyes por el pescuezo para los ato.rment?n, porque tod.os los golp,es y ]a labranza y para el acarreo dati¡l <le · una sacudidas van á parar á esta parte , resul~ .época tan remota , que lo vemos represen- tando de ahí la poca salud del ganador la tado en las medallas mas antiguas que sim- falla de la dentadura que les ocasiona enfe¡,., ·boJizan la agricultura. En· apoyo de eslil rnedades, y finalmente su poca duracion. El ganado vacuno presenta como vemos opinion apenas pQdríamos citar un autor ,nas célebre ni mas .recomendable que nues- inmensas ventajas para el aoarreo ·; mas pa•


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i-a conseguirlas es preciso que en vez de un- yes con colleras. Entonces vino abajo una cirlos por la cabeza trabajen con collera co- · importante costumbre que hubiera dado remo íos caballos, porque .obran con mas de- . sultados ventajosos á nuestra agricultura, si sembarazo en 1-a . labor, su paso es ·mas los grandes y los bacen'dndos , que_son · los apresurado, se vuelvén con facilidad y em- que deberian interesarse mas para que se plean las ruerzas de-lodo el cuerpo. Acep- introdujesen en el país los mejores métodos tando el mélodo de aparejarlos c-0n la colle- de cultivar las haciendas y de cuidai· los anira se verá trabajar al buey sin · duda con males que trabajan , no hubiesen •mirat.lo tanto afan y ardor como el caballo, y segun con lana indiferencia punible una . práctica la espresion de Arturo Young, uno de los ulílisima que aumentaba el manantial de las mas acreditados labradores de la époéa mo- verdaderas riquezas. derna, haremos con tres bueyes tanta laConcluiremos este artículo, que vá habor como otros con cuatro ó cinco caballos. ciéndose demasiado estenso, aconsejando ., Por virtud de algunas noticias q.ue se pu- corno lo hacemos , á nuestros labradores, bl-icaroo años atrás .acerca de la costumbro que para el cullivo y para el acarreo unzan que en algunos puntos ·de Europa y de Asia los bueyes con yugo ó ñ collera , pues que babia de hacer trabajar et"\ el acarreo los por este medio esperimen taremos en dichos bueyes c9n colle1·a, lo tantearon algunos la- -animales, aun mejor que en las mulas, bradores españoles; pero abandonaron muy aquella ligereza de que les ha dotado la oapronto est!l práctica saludable, porque los turalez_a , si desde su juventud los educa·ignorantes y los viageros se burlaban de los mos c~n el cuidado y esmero que se mem~zos de lahranza que carreteaban con bue- recen por sus cualidades.

PREPARACION DEL SUELO PARA FORMAR UN PRAUO NATURAL.

A tiempo que· pasam~s del mediodía al norte y que recorremos las altas montañas de una comarca vemos confirmada una verdad, y es, que los climas septentrionales se preslan· en todas cil'cuntanciás á la forrnacioñ de los prados naturales. Mientras que nos acercamos á 1as zonas donde la temperatura es menos elevada , vemos decrecer la vegetacion en una escala graduada , basta que en las regiones fi'ias desaparecen las plantas leñÓsas para reemplazarlas las verdes y alegres praderas. Esta circunstancia no depende ta1lto de la naturaleza del terreno como del grado de TOMO I.

temperatura. Por mas que el primero tenga alguna influencia en el desarrolló de las plantas, observarnos no obstante q_ue las faces de la vegetacion se adelantan ó retardan sensiblemente segun sea el grado de latitud· del punto en que cultivamos las praderas. . En el dia se establecen los prados naturales solamente en los puntos que por sus cirC'lnstancias físicas no se prnstan cómodamenle á otros cultivos. Los terrenos ha_jos, corno los fondos de los Yalles y las difatad as llanuras , no deben emplearse para la formacion de praderas y dehesas, por

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cu11nto estos terrones son nns á propósito jan mejor preparado el terreno para In bue~ · para prados naturales que nos d.íln á la vez · na formacion de un prado. Las cosechas mayores productos. En las monlañas clond'e pueden continuarse por tres 6 cuatro años son uiffciles las labores por su estremaúa seguidos alternando las especies segun el pendiente uebemos radicar nuesfros prauos. mr.jor sistema de rotacion, y durante este en razon de que estos terrenos se hacen fo- espacio de tiempo obtAnrlremos buenos recullivables á no .ser á costa ue gastos cuan- sullados aunque no se abone la Lierra al . Lioso ue que debe 1,1partarse y evirar el cul- menos en los dos primeros años: en los restantes deben darse estos abonos de una mati.vador en tenJido. fücgido ya el t.erreno para la fornú1cion nera conveniente, porque interes~ que al el e un prado , sea cual fuere la naturalPza sembrar el prado, el terreno quede suficienlle aqoel, lo que debemos hacer primPra- temente abonado y muHido si queremos samente es limpiar el suelo con diligenciá y car los beneficios que exigen · nuestros traesmero, arrancando con cuidatlo las malas bajos. Las. labores de· preparacion deben darse ye1'bas para que no se reproduzcan despues. Conseguiremos este resultado por medio de con diligencia y cuidado teniendo la precaulabores profundas hechus al arado' ó á la la- cion de aplanar el suelo antes· de la siembra ya, ó aun mejor' por medio de cultivos de para evitar las desigualdades, y paro que plantas qqe corno la patata ú otras semej11n- puedan germinar con igualdad las semillas tes exigen labores de conservacion que des- que hemos diseminado .' E,ta última operacion es de la mayor impor·tancia, ma)ortruy ~n <leJ todo las malas yerbas. Cuando intentamos renovar un prado que mente en los suelos compactos en los que las especies diferentes de mah,s yerbas y se amontona fácilmente la Li err-a removida otras plantas poco útiles para los pastos han por In~ labores, pues que por su folla dejahecho del todo improductivo, conviene de- rian de germinar las semillas ténues y ligejarlo de barbecho por un año á lo menos ras de las planlas gramÍnP,~s que contribuantes de scmbÍ'arlo de vegetales buenos y yen á formar el prado, per<liéndose ó enterprovechosos-para los pastos, ó hien cultivar rándose entre lo~ moñtones, quedando de en él plantas cuya vegetacion deba condu- esta man era claros mas ó menos dilatados cirse con alguna vigilanéia, á fin de qu~ po· que disminuirian la fertilidad de la pradera damos esterminar por medio de las labores y le darian mal aspecto. Dichas labores .de preparacion serán de de conserva~ion las yerbas nocivas que se <le. sarrollasen nuevamente, ya sea por el re- ma3 ó menos profundidad segun la que tentoño de sus faíces, 6 por la germinacion ·de ga la capa de Licrra cultivable, y segun la calas semillas _que quedáran enterradas en el li<lad del terreno. Los instrurneotos que usemos para estas labores eslarán lambien suelo. _ Las plantas que se cultiven en este terre- en relHcion con la naturaleza de esta misma no durante el tiempo que media entre el capa de la superficie, consultada con ·la eco ... ·desmonte del prado viejo y la siembra' del nomía que ofrezcan los brazo'3 en el país,: que intentamos- reproducir, deben ser de queremos decir, que si la tierra no es estreaquellas .que por la naturaleza de sus raíces maJarnente fuerte y dura y los jornales no ' dividan la tierra cu lo pos,ible y la redu:ia.:an son del todo caros, preferiremos IH laya al á sus meriorés porciones. La patatata, é1 arado, porque deja mejor preparado el terre .. nabo, la zanahoria y otas semejantes serán no 'JJ proporciona á las semillas y á las plan ... preferibles en estos casos, y son las que de- tas mejor g.erminacion y desarrollo.

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Las labores podrán practicarse en la primavera po'r las ventajas -que llevan consigo las que se dan en esta esla ion ; pero si el sur.lo es duro y ÍU<!rte y dilicil de rnullirlo, practicaremos una antes del invierno para apro\'echar la buena disposicion en que queda la Lierra cuando las escarchas y las heladas la han beneficiado con su provechosa iníluencia. No•deben escasearse estas labores en manera alguna _si queremos obtener prados productivos. En la foglalerra, do11de el cultivo de las pi•adcras estñ en el mayor estado de prosperidad, se dan con frecuenci¡¡ y p·o r tres ó cuati-o veces repetidas las labores de preparacion antes de sembrar el terreno, porque conocen por espe ri enc ia que de estos cuidados han de resultar los inm ensos productos que les ofrecon los prndos naturales. Por medio de estas labores conlínuas se desfruyen las malas yt>rbas que se van desarrollando, porque no tod-as germinan en una misma· época , y de ' este modo so consiguen prados que producen yerbas de buena calidau y sin · me~cla de plantas dañosas é inútiles que esquilman luego el terreno y DOS ouligan á desmontar nuevameule la pradera antes de tiempo. Citaremos á continuacioo lo que A. Young dice acerca del método que siguen algunos

agrónomos ingleses cuando tratan de renovar una pradera ó formarla pot; prim·era Vez. - ce Queman ant~ todo la tierra'" removida por la primera labor y eón ella todas las· plantas que vegetaban en el suelo que se· intenta sembrar., y siembran despues dos cosechas de rábanos que hacen apacentar al ganado lanar, en el mismo campo. La segunua deben comerla las ' res es á principios del mes de febrero. Dán en srguida una labor y dejan descansnr la tierra hasta fines de marzo, arándola rlespues de este término una ó dos veces si es necesario. Repiten todavía esta labor, y al cabo de pocos dias siembran las semillas y las cubren con el n1slrillo y el aplanador. Se siembra una mezcla compuesta de cebada, trébol blanco, trébol encarnado y diversas gramíneas . El primer año se hace pastar la yerLa que ofrece un escelente pasto desrlc principios de -abril, y sigue dando lodo el año una abundante canti<l:.11.l de forrage. » Por lo que se desprende ue · este método, que en Esp:!ña podrá sufrir alguna modifiracion, notamos que es muy conveniente remover con gran cuidado d terreno que destinamos para los prados, con el objeto de destru ir las malas yerbas y <le facilitar á la semillas su pe.rfeclo desarrollo.

El orígen <lo una planta nos indica con aproximada exactitud -el clima que exige p_a ra su cultivo. Esta regla que podemos llamarla gen~ral, vá dilata odb sus escepcione~ á me<lida que un vegetal se aclimata en los diversos gi;ados de latitud de que proviene,

hasta que llega-por fin á, vivir C?modamente en todos los élimas, csceplo en los muy es,, tremos. Haciendo aplicacion de estos principios al cáñamo , y siendo , como es, la opinion mas comun,..que es originario de países mas


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cali,mtes .que nuestras provincias·, esto nada por lo que crece con loza_nía y dá escelentes influye sin embargo en su cultivo. Ya sea resultados cuando In cultivamos en campos ó que esta planta se haya acostumbrado pro- huertas. inmediatas á ríos, lagos y riberas, y gresivamente á las impresiones del frio, ó en puntos cercanos á bosques y plantíos que bien que por · tina dispósicion particular de . mantienen la atmósfera humedecida. Se su organismo pueda sufiir- sin menoscabo siembra fambien con ventaja en los terrenos difcrente.s grados de temperatura, ello es en que vegeten árboles, siempre que sean que la ve_mos vegetar con ventajas en Espa- altos, porque la sombra que. estos producen ña, Francia , Bélgioa, Holanda y en otras con sus copas le causan un beneficio inesplinaciones mas aproximadas áun al p9lo bo- cable. En estos casos debemos temer meoos real. En todos estos países le bastan pocos . las heladas y escarchas que,·como hemos dimeses para reconer todos los períodos de su cho , dañan mucho al cáñaµ¡o, . porque los vegetacion; y como si la Providencia nv hu- .árboles lo res.guardan con su sombra protec'biese querido negar á los hombres el auxilio lora. de los vegetales que mas deben servirle para Las esposiciones al norte eonvienen poco mantenerse y ,•estirse, ha dispuesto que el al cultivo de esta planta ; y aun e-uando •as cáñamo p·roduzca y fructifique casi en lodos dt l mediodía son las mas favorables, vemos los paíse.s, y que aun en el norte de Europa sin embargo que los habitantes del M?nferle bast·e el tiempo que medie en lre la pri- rato, donde el cultivo del. vegetal de que . mavera y el invierno para giirminat·, crecer, hablamos es muy bien entendido, prefiedar sus llores y madura"!' sus frutos. ren los terrenos situados en los valles q~e Con todo, el cáñamo tome mucho mas el miran á levante •y á ponien~e. · · frio que el calor, de manera que la menor Los climas lluviosos no son muy á proescarcha lo mala. Por esta razon conviene pósito pa-ra el cáñamo. porque si bien crece sembrarlo entrada ya la primavera, y cuan- mucho en lon gitud, se crian sus cafü~s peco do estamos seguros de que han pasado los robustas -, y dán hilos flojos y de mala califrios. El cáñamo es mas útil cultivarlo en dad. El defecto que indicamos no -proviene los países cuya temperatura es iguél l, que en del exceso de la lluvia á que se halfe•espuesaguellos donde esta cambia repentinam ente lo el cáñamo; sino que en los· paises lluviosos y á menudo, porque estos tránsitos tan y de nieblas prolongadas escasea el calor y rápidos del calor al frio y del frio al calor, la luz que son elementos necesarios para el no solamente· reta rdan el crecimiento de la buen crecimiento de las plantas, y para que planta, sino que ll egan á destruirla con bas- la hilaza del cáñamo se produzca de bu etante frecu encia.. · na calidad. Estos países serán no obstanEl cáñamo vegeta mejor en los ·c.ampos te útiles para darnos hilos delgados y fiabrigados por cerC!}S de arboleda l en lo~ nos, au11que con detrimento do su buena que están al pié de las colinas, que en calidad y duracion. Cuando queramos prolos situados .en las llanuras.,3in resguardo de ducir cáñamos para la elavoracion de batjsningun género y abiertos á todas las corrien- tas y telas semejant.es, debemos sembrar la tes Je la atmósfera. Las esposiciones calien- ·semilla espesa y dar riegos abundantes á la te~, como las que miran al mediodía, son planta, porque entonces las cañas crecen mulas mas provechosas para el cáñamo , con cho verLicalmente y muy -poco en diámetro, tal que e_! t13rreno sea húmedo, porque es y producen hebras largas, finas y delgadas. cierto- que para crecer esta plan ta necesita En los climas y lugares muy calientes y en humedad.en ~a Íierra y en el aire. Es por ello los ~n que las lluvias son escasas, el cáñamo


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no dá bu'enos resultados-, porque sohr.e ser 1 p1·oducir la resina de que ~os babia , y que casi nula la hebra que produce, esta es cor- atribuye equivócadamenle á esta misma reta, dura y de mala calidad, y poco adecuada sina la duracion de los hilos que- se· sacan . para la industria textil. El buen éxito debe d'e esla planta. · esperarse eligiendo climas situados entre esSería inoportuno eslendernos maJ sobra tos dos estremos , porque entonces obten- este punto, porque de él hemos hablado .ya dremos hilos de buena calidad -y en can- al tratar del enriamiento del cái'iamo y del tidad suficiente para pagar con ventaja l<;>s lino. gastos del cultivo. , El terreno influye murho en la forma,cion Aun cuando el cáñamo se acomoda á cli- de los cái'iamos. El mas- ventajoso será el mas muy diferentes, como ya lo hemos dicho suave y ligero, y c·uya superficie no se enal principia de este artículo, ellos tienen una durezca con las llu vías , con los riegos ni importancia mas grande de lo que parece en con la sequedad. Debe tener bastante fondo los resultados de esta planta. Segun muchos en su capa cultivable, porque las raíces rlel agrónomos de reputacion y crédito, entre cáñamo marchan por su nalurl:lleza á báslos cuales citaremos al ilustrado M. Gavoty, tante profundidad. Ha de ser abundante en debemos atribuir al clima, la diferencia que materias nutritivas, es decir, debe ser aboexiste entre los cái'iamos del norte de Europa nado con cuidado y esmern, en razon de la prontitud con que vegeta la planta. y los del mediodía. Por lo que mira á las cualidades minera« Los del norte, dice el citado agricuHor, son suaves y flexibles, porque su resina es lógicas del suelo, teni endo á la vista -los var.elativa _á las tierras húmedas y á la atmósfe- rios análisis que se han practicado en los ra del norte, y de aquí el ·que ·estos cáñamos terrenos donde se cúltivan los mejores cá se pudran pro~tamcnte en el agua. Los cá- ñamos, parecen preferibles los que .se comñamos de Francia, l talia y España son mas ponen de las materias siguientes: ó menos toscos y duros segun que la natu, . ú30. Carbonato de cal. 012. Alúmina. · ra leza de las tierras sea mas 6 menos seca y 017. Sílice. · . ,segun la 11:tmósfe!'a mas 6 menos caiienle. De 041. Arena •• ello se sigue que su resina adquiere mayor ó 100. menor duracion, haciendo que sus cai'ias se conserven mas tiempo dentro de la_s aguas >>. El mantillo ó tierra Yegetal debe hallarse Apesar del algun valor que pu eden tener en este suelo en razon de 4 á 7 por 100. las razones que ha alegado M. dt=1 Gavoty Pero es preciso advertir que este análisis en el párrafo preced ente, y en otros varios podrá tener valor é indicarnos cualidades que se leen en su obrn apreciaLJle ar.sirca del apreciables de !er~enos útiles para el cáñaarte del hilc..dor y del soguero, por el amor mo en cie1:tos y detcri:nioados climas; y no que tenemos á nues tra patria, que la consi- dudam os que un suelo compuesto de las deramos susceptible de producir cáña mos partes mineraló gicas que hemos notado prosuperiores aun á los de la Bélgica y Holan- ducirá abundantes cosechas y dará hilos de da, tanJuego como nuestros cultivadores buena calidad en unos países ·, cuando en aprendan y ejecuten lo que interesa al buen otrns de un clima diferente serán distintos c_µltivo, diremos que este homb,:e respeta- los r~sultados. Lo hemos dicho muchas veble ha consullado poco las oper;iciones quí- ces, y no. nos cansaremos de repetirlo, que micas que se verifican en las cañas ó cOJ·le- en agricultura todo es rcdalivo; y limitándozas del cáñamo duran le su vegetacion, para nos ahora al cultivo · ge la planta que nos


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. ocupa, creemos qne la composicion minera .. , Para convencernos de esta verdad basta, lógioa del suelo entra no mas . que como observar los diferentes pa'íses donde vegeta con die-ion secuníl~ria, porque ef bu en·éxito esta planta con favorabl es resultados, y vede la cosecha depende principalmente de remos que en algunos puntos pro<luce pinotras-consideracion es que con basÍ-Onle fre- gües cosechas é- hilos de buena cali~adt siendo los terrenos formados de unu capa cuencia perdemos de vista. Los suelos muy arcillosos ó cstremada- profunda de urena sin olra mezcia que el, menle arenosos son poco á propósito para mantillo que les dá alguna consistencia. En la s~umbra del cáñamo. Necesitan para dar otros que son <l e naturaleza distinta, formabuenos resultados reunir varias circunstan- dos de grnn -cant idad de arcilla y de menos cias topográfica s y quimicas que rara vez se tierra vegetal, los -cáñamos dé!n tarnfJien encuentran reu nidas , y esta os la razon bu enqs p1:o<luctos: ·y finalmente en los terporqué su culti·vo es ·limi tado á un red u- renos graníticos, pedregosos y calizos vemo¡¡ cid? número de comarcas favorecidas por la planta.- de robustez y buena cali<lad que pro-. nalu1~aleza. Los terrenos ligeros, frescos y <lucen telas finas y delicadas. Así, pues, siempre que las tierras abunabundantes· en mantillo son los que convienen á esta planta·; pero es preciso ál mismo den en mantillo y no sean estremadamente tiempo que no se bail en situados en yalles frias ó calientes podrán ser útiles para el profundos, en Iugares dema$iado es puestos cultivo del cáñamo , co11 tal que las favoal sol, ~i privados de la s influ encias del aire. rezca una húmedad graduada_. En los países Si consultamos la ~ opiniones de los va- frios y montañosos, dond·e~por lo oomun las rios agricultores que han estudiado con cui- lluvias &on fr ecuentes, podremos api:ovecliar dado el cultivo <l ol cáñamo, 01\contraremos al efecto los terrenos arenosos, porque retal div ersidad de parrcere,s acerca de la na-• - ti enen mas el calor y dejan filtrar las aguas tural eza física y mineralógica del terreno que 4ue, si se encharcasen, dañarían las· plantas. !:)Xige este vegetal, que nos condllCirán á Eo las comarcas calientes y escasas de agua creer que lo q-ue mas principalmente influye son prefr.ribles los suelos un poco arcillosos, ·~n Ía b\:1ena produccion df: los hilos · son las porque; retienen la bumed bd de que necesicircunstancias locales, cuaoclo reu ne~ tod as ta el cáñamo, y p.orquo suelen sér mas fres'las cualidades que son útil es y beneficiosa~· cos que .los arenosos. ·'• «I cáñamo.

FORRAGES DE VERANO EN TIERRAS SECANAS,

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Una idea que se miró como sam·amental ha corrido de boca en boca y ha causado males inmensos á la propiedad ,·particularmente en aquel-los países en que ·la .agricultu1'a· es po~re y raqull1ca por la falt.a de forrages. Y esta iµea ó palabra ha sido de tanta

mayor trascendencia , por haber emanado de 101? hornhres encargados de administrar los intereses de la agricultura que les estaba confiada. ·Esta palabra ó aserto que la han repetido por do quiera todos los hombres y en to,-


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das lás locatidades, es .: « La alternacion continua será siempre una quimera ; la sucesion no interrumpida de forrages precoces en verano es imposible .» Un distinguido cu\Livador , Mr. Dezei• meris, á qujen la Francia debe mucho por los conocimientos que ha desplegado en la cuestion de subsistencias, se propuso examinar en una discusion especial, cuan falso y pernicioso era el principio promulgado basta ahora, «que aquel que siembra forrages en los meses de junio, julio y ?goslo en tierras de secano, piel'tle el tiempo y el dinero. Mr. Dezeimeris biio mas todavía: mandó sembrar en junio y julio del año pasado en una hacienda que tiene en Miaille cantidades de semillas diferentes para forrages en terrenos que carecen enteramente de _riego, y en un verano de sol al;>rasador. El dia 23 de agosto siguiente visiLó aquellos campos, cubierlos de pastos los mas frondosos; una reunion respetable de sábios ¡:¡grónomos, entre. los cuales se contaba el profesor de agricultura de Burd eos, Mr. PetitLaffi.tle, quien ha insertado la relacion de estas observaciones en el periódico de agricultura que publica en dit.:ha ciudad con el título de La agricultura como orlgen de ri-. quezas etc., y qu e es la misma que trasladamos á fontinuacion: «Los forrages precoces, principalment e los que se siembran en los meses de junio y julio , loman un desa rrollo que parece no debia permitirles la sequedad que sigue todavía y que reina á veces desJe los primeros dias de junio. Es v-erdad que entre estos forrages es er alforfon el que vegeta mejor: sin embargo el máiz se encue1Hra en muchos puntos en grande abundancia. Es probable que no se ha parado la atencion de pna manera bastante formal en las ventajas que esta última planta y otras podrian presentar en nqeslro clima y dqranl~ los verapos para esperar de ellos igual ~eneµcio que

del alforfon, capaces segurame~te tales plantas de soportar los rigores de ese mismo clrma y el rigor de nuestros veranos.» «No podemos negar que el espPctáculo que ofrecen campos enteros cubiertos de hermoso. verdor, en una ocasion er¡. que la falta Je lluvias y el ardor del sol lo bao abrasado todo, sea una cosa notable y digna de alencion. Pero por importante que esto sea, no nos sorprende menos ver la facilidad con que puede trabaja rse la tierra con e! arado despues de segados los forrages, y de ver tamhien cuanta humedad retiene toda vía esta tterra y cuan fácil es darle todas las preparacio es, á pesar del calor que·por todas partes nos impide estos trabajos.» «Segun confesion de Mr. Dezeirneris, la segunda siega del trébol ha sido poco abundante. Por ello no ha podido esceptuarse de la regla general y ponerse al abrigo del <l°éficit que espe.i-imentarán este año en las _provisiones de cuadra todos los cultivadores Jel mediodía. A.sí es igualmente · que algunas siembras de trebo! de 18.i7 nos han parecido poco frondosas á ca usa de las malas y.er-• has que _la;; han invadido .» c1N0 obsta11te en la grapja de ML b ezeimeris no han íaltad9 forrages frescos duran-: te el verano, y sus ganados han sido apa-: • c~ntados convenientemente t mientras que en· tod.Qs los contornos el sol aq:liente del verano les ha quitado la esperanza de tal re-: curso, logrando de esta manera poner sus reses al abrigo de la necesidad , y sin el con7 llicto de tener que acudir á alimentos precarios y menos útiles.» · · « El año 4 8&,5 ya vimos que to.das las tierras de esta hacienda estaban cubiertas de forrages en d\fereQtes grados de su de~ sarrollo, esceplo aquellas que deben repa-: rarse por algún motivo, ó' bien las que se destinan á la alternacion de la alfalfa ú otra plánta semejante.» A la simple leclqra del docuq~enlQ que


precede.reconocímos la importancia del mé- mos dará buenos resultados, habiéndosele todo Je Mr. Dezeimeris, y lo muy con vea.. abonado antes convenientemente y da~o las niente que serla el que se generali~ase etr debidas labores á su tiempo: Por este año hemos queri<ló limítar nues~ nuestras provincias; y esto ha bastado paesperimentos á el alforfon I reservándotros ra que el director de nuestro pe1:iódico lo haya esperimenlado en el jardín botánico de nos para el inmediato los de otras plantas ' la Jqnla de comercio de esta ciudad, dando que esperamos nos darán asimismo resulun resultado que tenemos el gusto de publi- tados ventajosos. Quisiéramos que nuestros lectores, animados po~· lqs hechos que han car, y es el siguiente: El dia 12 de.junio último mandó sem- pasado á la vista de acreditados agrónomos ·brar en una hoja del jardin, en la que se en 1~ granja Mr. Dezeimeris, y cuyos lrehabian culLiva<lo habas, una cantidad pro- chosse confirman por el ensayo que haegeporcionada de alforfon. A los pocos dias na- cutado el referidó director de nuestro periócieron las semillas, siguiendo las plantas su dico, aunque en escala mas reducida, no olcurso regular de vegetacion. Apesar del ca- vidasen y pusiesen en práctica esta observalor riguroso que hemos sufrido este año y cion que la juzgamos digna de ser atendida, de la sequía que ha eontinuado sin . inter- para decidirnos á abrazar un sistema que rupcion, el alforfon estaba en completa flo- puede dargrandeestension á nuestra ganade-. rescencia á mediados del mes de setiembre ría y porconsiguienle-á nuestra agricultura. Confiamos que esta indicacion, hija de y en estado perfecto de darse al ganado como forrage fresco. Desarrolló el alforfon sus nuestro celo por los intereses del pais, no tallos con tanta frondosidad y la florescen- . ha de pasar desatendida , y que los propiecía era tan perfecta, que se igualaba al que tarios que á su tiempo se dediquen á .este sencillo esperimento se dignarán darnos á se siembra en la época regular. Podemos asegurar que se han seguido conocer los resultados que obtuvieren, para con tal rigor las reglas que exigia la natura- partir de ellos en las reflexiones que oporleza de este esperimento, que no se regó tuna mente presentaremos sobre un punto absolutamente al alfo,,fon; observándose lo que es á nuestra vista de una importancia que se ha dicho acerca de la granja de Mr. mmensa. Nosotros confiamos ver destruido el fal• Dezeiméris, á saber: que á pesar del sol fuerte del verano se notaba en la tierra una so principio que hasta ahora se había sehumedad continua que no escaseaba aun en guido acerca de este punto de doctrina, y el tiempo dehabersesegado el forrage. El ter- creemos que todos se convencerán de que 1·eno donde se ha cultivado el alforfon se le sembrar formges en los meses de junio, julio ha destinado para una siembra de trigo que, y agosto en terrenos de secano no es per~gQn el aspecto que ya presenta, no duda- der el tiempo y el dinero,

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PROYECTOS AGRICOLAS. 1>

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(1) Barcelona y Not·iemhre 24 de 1848. SS. Redactores de El Cultivador. Muy SS. mios y de toda mi consi<leracion y a precio: puesto que han sido vds. tan amables conmigo que han llevado su cortesía hasta el punto de ofrecerme en uno de sus anteriores números las columnas de su periódico,, por si en ellos queria esplanar mi aficion á tratar de Agricu llu ra, primer manantial de la pública riqueza, base del bien estar general, me valdré del favor de vds., que mucho estimo, para dar espansion al grato placer que he senl-ido en los días que he pasado en esta ciudad al cerciorarme pílr mi mismo de que el progreso agrícold, á que es brindado nueslro país, se encuentra larnbien en esla Capital de la industria fabril y emporio del comercio decididos promovedores, ardientes apóstoles que sienten viva en su pecho la fé en los adelantos de la Agricultura catalana, que se hallan dispuestos á procurar su desarrollo poniendo en obra los medios que en otr.as relaciones han producido el magnifico efecto de mejorar la condicion de vastas regiones aumenlanc!o sus productos. · Esta Provincia puede gloriarse, SS. Redactores, de tener en su Junta de agricultura una reunion de per3on¡¡s tan celosas y entendidas como dispuestas á emplear lodo el lleno de la iníluencia de su posicion social y de su carácter público á la consecucion del alto obgelo para el cual han sido llamados con lanlo acierto. Tratan de conseguir que. reciban los pro-

pietatios aquí residentes el impulso que en seguida comunicarán á sus procuradores y mayordomo¡: rurales, á sus arrend..1tarios, á sus aparceros y de que ha de resultar que en to.: dos los ángulos del país se coopere á la vez al legro, del grandioso espectáculo que ofrece un vaslo lerrilorio que marcha con planla segura por la senda del progreso agrícola. A ello co .. tribuiria el bello pensamiento de uno de su~ dignos individuo.s, oido con favor y hasla con entusiasmo por sus lambien mu! dignos compañeros, de promover la apertura de cáledras en que se diesen cua.nlas nociones son conduceules al ejercicio práctico de la ciencia· del campo, y cuantos importa que tenga el dueño de un patrimonio para conseguir el aumento de sus rédilos; en una palabra, conferencias en que se 'lnseñase la economía rural en lodos sus ramos, alcanzr,ndo hasta la parte de legislacioil y jurisprudencia que podemos llamar aplicada á la agricullura, comprendiendo en esta palabra y encerra11do en ella la parle de nueslra legislaci on y jurisprudencia relativa á la· propiedad rural en lodas sus fraces, en todas sus transacci ones , imposiciones y gravámenes, en su parle civil y en su parle criminal. El proyecto es magnífico y propio para la consecion del objeto, como dirijido á llamará los propietarios á ocuparse de la agri'culLura y á enseñarles el med io de hacer va'ler sus haciendas esplolándola~ direcla ó indirectamente segun los buenos principios de la •cienda, generalmente desconocida en nuestro (1) Escrito ya el artículo con que dá principio cultivo, y á P,nterarlos de s•1s derechos y de · ·este número. y cuando ya estaba en prensa el 1 sus deberes como dueños de propiedad terrianterior, hemos recibido , con algun retraso el 1 presente comunicado que se nos ha remitido por torial ; y espero ser atendido de vds. al supliel apreciable y distinguido escritor y amigo que:, lo carles que le acojan con ardor; y ya ']Ue fesuscribe, cuyo cemunicado trasladamos con sin- lizmente no es preciso dzuzar el celo de los gular complacencia á las colonas da nuestro periódico, sintiendo el no h-1be1· podido hacerlo aun tan recomendables individuos de la corporacion en cuyo seno se ha emilido, ayúdenles con mayor anticipacioo. TOl\10 l.

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vcJs. á remover 1os obstáculos que á su ejecu- cion de esle, han oído ya sonar la hora d-e cion se presenten, y preparen el terreno en nuestra regeneracion agrícola, y . que á conque debe esparcirse tan pre('i osa semilla. Dis- seguirla trabajan. Se me ha hecho, SS, Repénsenme vds., SS. Redactores, la libertad dactores, el para mi inestimal,le obsequio de llamarme á su seno, y aseguro á vds. qua que me lomo al dirigirles uua súplica, créanla efecto de mi buena voluntad, de m1 al acudi-r al llamamiento no ·sabia cual de los vivo deseo de que el progreso agrícola halle · dos sentimientos dominaba mas mi pecho, si siempre en vds. un autorizado propagado-r. el del placer ó el de la gratitud. Sé tambien que eu_és-tos días se ua ocu-pado Débiles son rr,is fuerzas, escasos mis meId misma. Junta de agricultura en poner en dios, pero cuanto pueda y •cuanto valga está consonancia el acertado proyecto de Guardia á merced de la lllre. Academia qne tanto se rural, que fnrmará la respetable asociacion preocupa de las mejoras agrícolas; y ¡ cómo de propietarios de esla Provincia con el sis le - negarla mis pobres servicios cuando prestánma penal dP.l nu~vo Código, que está ya en dolos me adhiero á tan brillante cuerpo cienvigor, y que ba hecho este imporlante traba- tífico., me asocio á tan est_imables personas, y jo al objeto de presentarle al Gobierno y de sirvo por fin al bello país que me vió nacer y encarecerle la suma-utilidad que re3ullaria al .para el cual es el salobre una gran cala1,uidad, ·país de.qne dicho proyecto de Guardia rural son los rios -un azote cruel pudiendo ser COR· se ponga desde· lue_go en planta, creándose la vertidos en veneros d~ .riqueza l instilucion salvadora porque suspiran todos Debo concluir, SS. Redactores, porque los propietarius, v\climas de la capacidad y prolongar este escrito seria abusar sin considel brigandage. derac1on de -la mucha bondad con que vds. me Al mismo tiempo que á tales y tan impor- han brindado ; concluyo pues, no empero sin tantes trabajos dá cima la mencionada Junta, costarme trabajo el resignarme á hacerlo sin la distinguida seccion -<le agricultura de la mentar la preciosísima idea que ha ocurrido ilustrada Academia de ciencias naturales y al apreciable Sr. Conde del Fono1lar de fuuda-r arles de esta misma Ciudad, agita en su· se- un Casino agdcola, centro de reunion de los no cuestion de la mas alta trascendencia p·ropietarios rurales; llévela á cima tan distambien para nuestra l!,gricullu ra, como son tinguido compatricio, ausilienle en ella sus la de poner colo á los estragos causados por numerosos-é inOuyentes amigos, y adquieran los rios que zurean el territorio calalan ~ y la seguridad cuantos á ello contribuyan de que son causa de ruina cuando podrían ser que planteándola se procurarfo larga cosecha manantial <le riqueza, la de aplicar sus aguas de goces, ,larga serie de utilidades positivas. al riego fecundante porque suspira m1eslro A Dios , SS. Redactores, dispensen me vds. suelo y cuyas cosechas podria aquel duplicar, mi llaneza, dispongan como gusten del perióy la de hacer productivas las vastas superfi- dico ag-rícola El -Bien del país que ayudado de cies esterilizadas por el salobre. He tenido la enlen<lidos amigos redacto en el Ampurdan, y forl una de ser testigo del aTan con que esta de cuya uumil_~e publicacion paeden vds. vabrillante seccion, en que se hallan inscritos lerse, ya en fustas represalias del espacio que los mas considerables propietarios de Catalu- á vds. ocupo a·efraudando á sus lecteres el ña, se óc·upa en tan grave~ cuestiones, ·y el mayor plar.er que encontrarían en las matecorazon ha sentido alli profundas y muy gra- rias por escogidas , ya por lo mucho que vds. as emociones. se merecen , y reciban la nueva seguridad del Allí be adquirido .la conviccion de que los afecto y consi-deracion distinguida de su cóle• grandes propietarios del país, los que tienen ga , amigo y S. S. Q. B. S. M .l!n su mano los inedias de mejorar la candiNarciso Fagés de Romá.

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OB.SERVACIONES SOBRE LA SEMILLA DE GUSANOS DE SEDA LLAMADOS DEL IlAYKO (1). ~-!-l~

~~ Quinta época ó freza mayor.

cios, doce paseantes ó monas claras 6 coloradas, que los valencianos llamamos r'1posasArra.ncados-á comer de freza en el dia 1 .0 , daras y rojas : total catorce. En este dia sesegun se ha dicho, · con no muy buenos seña- observan muchos lraspare.ntes y bastantes entes y seis lucios ó. callosos. El 3 consumieron fermos que se les fue separando ; - se ,qui ta ron • seis comidas, y se notaron otros siete II!uerLos. los -lechos y á las once: se embojaron-, _ó en-~ El 4- -siguieron con las comidas de costum- ramaron. bre, y obse rvé cinco gusanos muertos de los Es visto, p1.1es, que duran le la freza mayor ~ llamados blancos ó tripas. Esta enfermedad es ó época quínla los gusanos han pasado por. de las mas difíciles de remediar, porque se- días de tormentas nada favorables á su nato- gun las observaciones-hechas, .en qu.e convie_-· raleza; que por eslas causas han es\ado tardos nen muchos, la causa el calor estraordinario, en comer y no con el apetito y afan que acosy e, pecialmenle cuando el tiempo está pesado tumbra-o, y que han-adquirido varias enferme- y el aire atmosférico cargado de electricidad, dades. No por eso diré.. que todas provengan de · aumentando el aire mef'Hico combinado con la dichas mutaciones atmosféricas, porque es saeva poracion de l~s lechos, produce á los gusa- bido que al15unas de eslas traen su origen desnos una repentina muerte, quedando tendidos de mas lejos, esto es, desde la union rle las oon apariencias de vivos. palomas, de haber conservado mal la semilla•~ D. Luis Sorianoº aceleró la vida de algnnos y de un esceso de calor al tiempo de la incu~ gusanos, y en este dia me remitió un capullo, bacion, y llevándolas en su conslitucion comen cuya forma era como los blancos y calabreses y pasan por los períodos de la vida sin maniy.el color anteado. como los de Chornet. festarse basta la época y acto de subir á las . En este dia visité á ·o._Francisco Jaldero, y bojas, y en lugar de hBar r.apullos buenos los . éste y su señora hicieron relacion de cuanto fabrican defectuososó mueren: asi es que nunhabian observado, y lambien se habían fijado ca eslará baslanteinenle recomendado ..¡ue se en la pereza, des pues de las comidas, lo que escojan los mejoPes capullos para la semilla,. tes har,ia perder mucho tiempos atrasarse mas se conserve ésta con esrnerQ, y se avive coA en las mudas que los del pais. mucho lino, para que los gusanos se desarro• El 5 se les suministraron las comidas de es- llen vigorosos, negros y lustrosos, y no acatilo; la atmósfera siguió pesada, los gusanos nelados y rojizos que, segun se ha dicho, llevan gérmen~s de enfermedad perjudicialfai .. paralizados y lardos en comer. El 6 siguieron. cc,n. la misma inaccio.n que mos. Siendo \a época tan adelanlada y con en, los dias anteriores. y sin consumir la.hoja mucho calor solo debían .haber ocupado seis _ eon el afo.n y apetilo que acostumbran á ha- -días, y lo han sido siete completos. cerlo en esta freza. El litm1po siguió cargado y hubo tronadas y lloviznas, y desde luego se Sexto período para la elaboracion del capullo;;,, , notaron las consecuencias; pues se vieron basEmbojados en el dia 7 ,se continuó-sa-rninis• tantes enfermizos y hubo doce muertos blancos ó tripas. El 7 ~iguió con tronadas y lloviznas: trando las comidas de costumbre. El 8 siguie. se observaron bastantes enfermos; á saber: ron las lluvias y hnm edades y se notaron basdos de los blancos ó tripas, dos cañutos ó lu- ta~les enfermos y mu.ertos: contados éstns resullaron: lucios ó calloso$ nueve y paseantes ó raposas claras y coloradas treinta y tres: tod<\, cuarenta Y•dos. (t) Véase el n.º 16, página 279 .


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Del capullo y sus circunstancias-. Se les observ6 lambien lardos en el comer y perezosos en andar y subir á las bojas. El 9 El 16 por la larde se sacó el capullo de las siguieron las tormentas y eslraordinarios chubojas, escepto un manojo de esparto poblado bascos, cuya influencia les perjudicó en gran de este que presenté en este dia á la Comision manera, aumentando los enfermos y la mor- participando algunas singularidades de la cria tandad. Se separaron, y contados los muertos, que serian objeto de la presente memoria: ésta resultaron vclinlicualro paseantes 6 raposas cp- me dió las gracias, y se resol\lió elevarlo lodo loradas· y claras y diez y ocho amarillos ó leal conocimiento de la Sociedad. chosos: lodo cuarenta y dos. $1 1 O subieron - muchos á las bojas, aunque lardos y perezo- Escogido el capullo en la larde del 17 sos. Siguió la mortandad de catorce paseantes resuHaron del snperior capullos. • 260 y veinte amarillos: lodo treinta y cuatro. De medianos no lan bien formados. ·. 44-5 Como se notasen en su generalidad subidos De blancos. . • . • . . . . . • • . . 5 á las bojas á las diez ·del dia 11 , se separaron De color de algodon. . . • . • . . • H los rezagados, los enfermos, muertos, once En el manojo de esparto que se presentó. 25 paseantes y doce amarillos: el lodo veinlilres; Flojos ó bland0s. . . 65 y ya se nolab:i algun capullo. ·Amarillos calabreses. . . . . • . . • 4El ~ 2 siguieron hilando y formando capuAlducares. • . • • . • . . . . • . . 4-0 llos, nolándoi-eles bastante inclinacion á jun20 Capullos inútiles y gusanos muerto,;. tarse en un mismo recinto para formar al<luTodo. • • . . • 875 cares: vi lambien qne la forma de los capullos era semejante á la de los blancos, y no tan bien formados coml> los de Chornet, y su color De que se deduce ha I;iubido una pérdida apagado como el de los trevolLinos. Siguieron que gradúo en ma~ de una quinta parle. Esto muriendo algunos, seis paseanle_s y ocho ama- no quiere decir que á los gusanos raykones no les place este país; aun mas debieron perderse rillos: lodo catorce. El d.ia 13 subieron á la boja los rezagados, si se atienden las cireuns ncias indicadas y á las pérdidas que han tenido los cultivadores resullando lres amari llos. En este período tuvieron malísimos dias pa· de estos contornos. ra concluir su vida. La para.lisis que tienen de En cudnlo á la pureza de la semilla nada costumbre para espeler los últimos alimentos hay que decir, pues aparece toda de una caliantes de depurarse y ponerse trasparentes, fué dad nueva y sin mezcla de otra, y por consimayor que la de los del país, quedando lendi- guiente sirvieron bien á nweslro Cónsul de .dos como muertos y bin la agiÜdad y ansia que Odrsa. El capullo ya se ha dicho que no es de tan ee nola cuando caminan bácia las bojas con la cabeza levantada µara escoger el sitio que les buena forma como el fino, pero tiene mucha parece mas ventajoso. Esla circunstancia.. me seda y la bebrd muy lina: para que pueda .hizo poner cuidado para irles arrimando al examinarse se acompaiían doce rapullos de IC's pie de aquellas: t¡¡.mpoco tenían la lrasµaren- ahogados al vapor; doce sin ahogar; otros docia que l<is finos llamados de Cbornel. Tanta ce de los de las mariposas; cinco de los del Sr. inacci,m en la generalidad y en momentos tan Soriano, y lambien veinticuatro de los finos críticos, en cantidad mayor, hubirran puesto del país llamados de ca'abacila ó de Chornel, en .di~gusto al cosechero mas indiferente. El para que haya motivo de comparacion. Pa:-a complel'.lr estos trabajos creí oportuno, 1 t se quitaron los papeles para dar aire al capullo, y por consecuencia quedó finida la cria aunque en pequeña ·cantidad, invest igar qué · de los raykones en cuarenta y cuatro dias. Si clase de capullo daba mas seda y mas fina; y hubieran sido ·del pais con los calores que se puesto de acuerdo con los-Sres. Pujals y coman atravesado sin duda no hubiera escedido paiíía en su fábrica de hilado fre11te á S. Lorenzo, se hilaron e.n una misma caldera, por de treinta y cinco días.

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-- 333 una misma mano y á mi presencia, treintd y seis capullos de cada especie, y plegadas cuatro madejitas dos de raykones y dos del país se presentaron á nuestra Soci edad en junta ordinaria de 23 de Junio y ahora van adjuntas: por ellas aparece que la seda de Rayko tiene mas finura y cantidad en producto, y que la del país, hilada taml:ien á cuatro capul-los, casi es tan fina, y le supera en color y brillo. No son despreciables, pues, tan buenas circunstancias; y siendo este país uno de los predilectos para la seda, deben propagars~ los raykones para ver qué distrito de nuestro reino de Valencia les es mas análogo á su naturaleza. De la avivacion de las mariposas.

Concluidq_por D. Luis Soriano su eni;ayo, me remitió en el dia ~ 7 del mismo junio treinta y ocho capullos blandos y alducares, quedándose los restantes para semilla; siendo su resultado el de doscientos cincuenta capullos. Estos observé tenían maF- color que los mios, efecto seguramente de no haber comido tanta cantidad de multicaulis. Me hizo relacíon de sus observaciones y convienen en un todo con las mías, con la diferencia de haber acelerado la vida de unos cuantos de ellos. Ensartados los capullos para la avivacion de las mariposas noté que de los capullos del Sr. Soriano en el día 18 apareció una maripo<;a; y saqué eo consecuencia que los acelerados los babia criado en ventinueve dias. El día 20 el Sr. Conde de Ripalda me manifestó que la porcion de gusanos que le entregué los babia educado con hoja del pais, y que babia tenido enfermos y rn uertos en todas las mudas, y que los que le quedaban los guardaría p.ira semilla. El Sr. Socio D. Francisco Jaldero, por medio de una comunicacion, me manifesto igualmentt: haber conclui1o su ensayo con muy buen resultado de doscientos diez y siete capullos q_ue reservaba para semilla y secundaria los ensayos en.el viniente año ~ 848; lodo lo que pusiese en conocimiento de la Comision del ramo. A los diez y siele dit1:i de haber empezado

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á hilar aparecieron mariposas en ks de mis ensayos; se cuidaron como á los del pais, con un resultado de una onza y lres cuartos de semilla. Con fecha del 27, en contesiacion á lo manifestado por el Sr. Secretario general de que el Sr. D. Canuto Cañada, Relator de esta audiencia, deseaba remitir veinticinco capullos de Rayko á la provincia de Albacete, se los envié cun oficio de este dia, sin perjuicio de ponerlo en conocimiento de la Comision. Como en 20 de julio me dijese D. Luis Soriano que parle de la semilla se le había avivado, le ofreci boja mullicaulis de diferentes variedades, y que apreciaría me pasase noticia de los resultad os, y posteriormente -cumplió con unos apuntes en que dice: que r n 29 de junio se avivaron nuevos gusanos, que se les dió á comer é Hicieron las mudas mas pronto que en la cria primera, y que el 25 de julio babia obLenido capullos. Que en los primeros períodos fueron bien hasta subirá las bojas ; que á pesar de haberse criado muy buenos en todos sus periodos y verifi rado con facilidad todas las mudas, el capullo era muy tlojo y de muy poca seda; siendo el resultado de ciento noventa capullos entre buenos y alducares, que han pesado siete onzas -y media, y que la semi lla producto de sus ensayos, se_la reservaba para la cría y propagacion en Carcagenle. En vista 4e una comunicadon del Sr. Socio D. Miguel Aparici y Orliz pidiendo una porcioncila de semilla para remitirá Granada y ensayar en Motril, con fecha 16 del corrienle le remití é hizo entrega al Sr. Inlendeille de un adarme de onza. Quedan, pues, egecutados los e.nsayos ·y obsernciones á la aclimalacion de los gusanos de ~ayko tal cual mi constancia y amor al pais me lo han impulsado; para ello he llevado un minucioso diario de observaciones, único modo de poder afirmar con certeza las particularidades y contingencias que suelen acontecer en la v~da de los insectos cuando por primera vez se aclimatan en un pais nuevo; y si la inconstancia de la primavera de este año ha in •uido para que no tuviese un resultado lan venlajos:> como se apelecia, sin embargo quedan aclima-


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lados, a,u•mentada la semilla y abierta la senda de las r¡bservaciones y cuidados para generalizar esta casta nueva, que, aunque no superase á la fina llamada de Chor.net, pudiera ser análoga á la temperalura de alguno de nuestros disbrilos, como sucede con· las de.más castas qu~ se c-ultivan y que los repelidos ensayos demostrarán•, admitiendo cada pueblo la q_µe mas interés le reporte. Puede manifestarse, pues, al Sr. Gefe político. que los des~os de S .. M., conforme á su real órden de 2J de abril, queda-o cumptidos, ensa yada la semilla q11é se sirvió. remitir, · observadas la5 inclinaciones y particularidades de los gusanos ray kones, la calidad del capullo, la bondad y finura de su seda, ª?mentada la semilla y preparado todo para su propagacion en el viniente año 18/i.8. Grato ha sido á la Comision este pensamiento del Gobierno de s. M.; y nunca debieran

olvidarse nuesttos Cónsules dé hacer onserva-• ciones en los países en que egercen,su honroso encargo, para trasladar al.nuesLro las ¡,ro-duccione, . útiles y de posible acli matacion 6, imitacion en . la agricullura y las artes. El Cousul de Odesa ha prestado un interesante servicio remitiendo la semilla, el Gobierno de S. M: desplegando , acliv.idad y celo para aco- . gerJll: y cirrcularla: y la Coinision de Agricultura por medio del infrascri{o y las demás personas celosas que han lomado parle en el primer ensayo, ba secundado tan beneficas miras, . y lo hará en lo sucesivo, e.orno es de esperar· de.l patriotismo de sus dignos individuos, entre los que tiene el honor de contarse. Valencia 27 de Noviembre de 18i7.=luan Bautista B erengu.er y Ronda.=Sres. Presidente é individuos de la. Comision de Agricultura y. Economía rústica. (Boletinde la Sociedad econ6mica de Vale-;icia} ...

---=a-Hsa.· ~--pondienles, con arreslo á las siguientes clasi.:. ficaciones. -

---®Mi_ l _ _ __

Primera clasifica ci on. Real decreto di.sofoiendo el establecimiento nacional á cargo del Estado, conocido con el nombre de la Empresa de Lorca, y creando un sindicato de riegos.

Conformándome con lo que me ha propuesto en la anterior exposicion ( 1 ) mi mir:istro de Comercio, lnstruccion y Obras públicas, be venido en decretar lo i;iguienle: Artículo 1. 0 Se disu elve el eslabler.imiento na.cional á cargo del Eslado, conocido con el nombre de la Empresa de larca. Arl. 2. 0 Hallándose comprendidos en dicha empresa diferP.nles objetos y obras pertenecientes al Estado, á la provincia y á los intereses, ya generales ya es peciales de la localidad , se hace éle ellos el deslinde y disLribucion corres-

. ( 1. ) No c~eemos necesario insertar la exposic1on que se c1la.

Cqrresponden al Estado~ 1. 0 La propiedad del pantano de Valdeinfierno. j_º La de los restos del pantano de Puentes. Segunda clasificacion.

Corresponden á la administracion provin• cial : 1 .0 El camino entre Lo rea y el puerto de las Aguilas. 2. 0 La poblacion y acueducto del mismo. Tercera clasifiwcion.

Corresponden á los intereses generales de la localidad, y por tanto al ayuntamiento de Lorca: 1.0 m acueducto de la Zarzadilla, qne surte de aguas potables á la ciudad, á cuyo favor se


33t> director, á propuesta éste en terna del jefe polílicó. Art. 6. ° Corresponde al sindicato por punto general la deliberacion acerca de los ramos que son objeto de su establecimiento. La accion del mismo, 6 sea la ejecucion de sus acuerdos, y Ja gestion de la adminislracion quedan á cargo deJ direr.tor. Este dará cuenta anual de ella al sindicato, con cuya aprobacion ó censura se pasarán al conseio de pro.C uarta clasificacion. vincia, imprimiéndose para conocimiento de los int('.resados. Un reglamento especial deterCorresponden en la empresa á los intereses minará los pormenores de la el6ccion y orga, '~speciales de la localidad : nizacion del sindicato, y el deslinde de las res4 .º La division, distribucion y venta del uso pecli vas atribuciones. de las aguas. · Art. 7 .º Una seccion del sindica.lo; presidi2. 0 La recaudacion y dislribucion de los da por el director, formará el tribunal de fondos que pertenecen al Estado y los partiaguas, que decidirá de plano y sin apelacion culares. 3. 0 La de Jas aguas de Paca, y las de Misas en las cuestiones de hecho q1,1e se susciten entre los interesados en los riegos. Las· qué se .Y Nublo. 4 .0 La admiHistracion y conservacion en los deriven del cumplimiento de las ordenanzas ó pontones y alcantarillas sobre las acequias de del Je algun acto adminisLralivo , serán de la compeLencia del consejo de provincia; las que Tiego. versen sobre la propiedad ó la posesion, de la · 0 ·5. La del pantano de Valdeinfierno. 0 6. La de los restos del de Puentes. Para su de los tribunales civiles. Arl. 8. 0 Las demas obras de inleres públire!ilablecimieuto se contratará con mi Gobierco, general ó local, que comprendía la antigua no. Art. 3.º Los ramos contenidos en la prime- empresa de Lorca, y no se balten designadas ra clasificacion pasarán al síndico que se es- en los artlculos precedentes, serán objeto de la tablece· mas adelante. Los de la segunda y ter· adminislracion en la forma que previenen las ,cera se devolverán inmediatamente á sus res- leyes, ó de contratos especiales entre ella y ·pectivos destinos. Para los de la cuarta se pro- sociedades consti luidas, cun arreglo á lo pre~ vee en los artículos po~leriores. Finalmente, venido en el código de Comercio y disposioio~ con arreglo á los principios en ella consigna- nes posteriores, ó con el mismo sindicato bajo dos, se hará la distribu0ion de cualquier otro la misma forma. · Arl. 9. 0 -Para llevará cabo estas disposicio'ramo que resultare. Art. 4.º Para el de riegos, comprendido en nes y plantear el sindicato, me propongo nomla cuarta clasificacion~ se establece un sindica- brar un comisionado especial que con el 'cato compuesto de siete individuos. Serán elec- rácter de mi comisario régio proceda á recibir _lores y e!Pgibles para síndicos únicamente los y entregar por inventario cada una de las deinteresados en los riegos, á saber: los dueños _pendencias, reservando á disposicion del Go• del uso de las aguas, los terraten~entes en el bierno las que le sean pertenecientes. Art. 1O. El sindicato, µ·residido ·por mico• curso de ellas, y los labradores 6 regantes que misario regio, propondrá las variaciones que las aprovechan. La eleccion será secreta, y la para su aplicacion á las circunstancias y nevotacion por cédulas cerradas, verificándose cesidades locales deban hacerse en el reglaen junta que presidirá el jefe pol\lico ó un demento que se le envíe, y por el cual se regirá legado especial. ,. Art. S. 0 Para presidir el sindicato me reser- con el carácter de interino, así como las altevo el nombramiento de un director y un sub- raciones que deban hacerse en las ordenanzas

,aeda:ra, ·con-fa obligacion de aplicar sus pro·ductos á su conservacion y reparacion. ~-º El cambio entre la plaza de loros y el óvalo de&nta Paula. .:S .º El camino del pantano de Puentes. 4. 0 Los sangradores·de la cuesta de Ferrer, revestimientos y obras de defensa de las már,genes del rio.

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336 ...... de Comercio lnstruccion y Obras Públicas, Nico:uEDHS PASTOR Duz.

actuales para los riegos, las cuales continuarán vigentes en la parte en que no eslén en conlradiccion con el presente decreto ó con el referido reglamento. Dado en Palacio á 10 de junio de 18'~7. Eslá rubricado de la Real mano. - El minis• tro de Comercio, Instru,:cion y Obras públicas, Nlco11rn0Bs P.1.sT011. Duz.

Real decreto nombrando comisario re9io para la supresion de la Empresa de Lorca d D. Miguel de Carvajal y Mendieta. S. M. la Reina (Q. D. G.) se ha dignado expedir el real decreto siguiente: Con arreglo á lo dispuesto en mi real decre_to de este dia, vengo en nombrar mi comisario regio para la supresion de la empresa de Lorca y establecimiento de su sindicato de riegos y demas efectos que _en aquel se expresan, á D. Miguel de Carvajal y Mendieta, caballero · de la real y distinguida órden de .Cárlos IIl y alcalde que ha sido de Sevilla, declarándole la consideracion de primer jefe del cuerpo de la administracion civil , con el sueldo de 35,000 rs. de vn., y abono de gastos de aquella corriision, á cargo del presupuesto de ese Ministerio y de la partida de aguas de Lorca. Dado en palacio á 10 de junio de 18!,.7. Está rubricado de la real mano. - El ministro de Comer,:io, lnstruccion y Obras Públicas,

Real decreto nombrando director presidente del sindicato de riegos establecido en Lorca á D. Pedro Alcántara Musso. S.M. la Reina (Q . D.G.) se ha dignado expedir el real decreto siguienb!: En -uso de las facultades que me reservo por mi real decreto de este dia , vengo en nombrar director presidente del sindicato de riegos establecido en Lorca á D. Pedro Alcántara Musso, caballero gran cruz de la real y militar órden de san Hermenegildo, y mariscal de campo ~e los ejércitos nacionales, con la gra-tificaci on de 12,000 rs. vn. anuales, á cargo de los fondos q·ue administra el mismo sindicato. Dado en Palacio á 10 de junio dP, 18t7 . Está rubricado de la real mano. - El ministro

N1COMEDES PAST()ll DIAZ.

tros jardineros. Esta fue ioLroducida por los Sre' s. Gonzalez, seguidamente el señor Sancho J,OJl, ·y los jardineros Roca, Giner, y Chirjbella. Se curtivan diferrntes variedadés de esta La forma agradable de la planta, poblada de planta · procedentes de Chile, ~e la China, de ·ramilletes de flores, la hacen sobres(llir enLre la Jamaica y de la Ma'rtinica, denominadás la las flotes de otoñb , y en la esr.alinata que no n,Hidtl, la acumir,,ata , la 111acrqphila , la di- se tenga se hará notar su falta. Exige- tierra cf¡,otom~, y la argyro$t1gma. En la jardineria de brezo mezclada con tierra ligera y algo &e ¡iprecian unas mas que otras, segun el mas sustanciosa, Los jardineros Roca y Giner en Va6 menos m-~rito de sus flores. La de hojas lencia, la tienen bien aclimatada y propaga. grandes en forma de coraion con ramilletes de da , de donde podrán los aficionados surtirse flores de dos colores , rosa agradable y blan- para adornar sus colecciones. =E. A. D. P. ( Guia del eemercio agricultura · y artés] ~as es·1a mas propagada 'f apreciada por nues ...

~RGONIA. pE pos ~OJ.,OJ_\ES ; BÉGONIA DE DISCE-

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&1•tículo a.º

DE L~S -PROPIED&OES "ITA.LES DE L&S PL~~T&S.

En·c:,I reino animal acostumbramos admi- han hecho creer que- eran debidos á una propi~dad irritativa de _gue gozaba la planta-. tir difer1mles propiedades •~elativas á los diVtirsos tejidos de que los animales se com- P9r mucha que sea la analogía de estos feponen. Estas propiedades, á las que damos nómenos con el movimiento voluntario del el nombre de vitales, son tres , conocidas animal, hay sin embargo una distancia incon los nombres de irritabilidad, se11s·ibili- mens<1; porque en este el íeaómeno se produce dúd y-escitahilidad ;· pero ¿ existen estas tres á beneficio de la.fibra ~uscular que la anapropiedades en el reino vegetal'? Si atende.: tomía nos pone de manifiesto, al paso que mos á la homogeneidad que hay en el teji- en las plantas n~ Jra podido hallarse hasta ,el do de las plantas, deberemos convenir en presente órgano alguno que se le asemeje. Aaemás, en el reino animal, cuando tiene que las propiedades vi tales son en ellas muy poco manifiestas, ó mejor dicho, que en efecto . e_l fenóm eno de irritabilida-d , que algunas faltan ent~ramente, y vamos á de- equivale á der.ir de movimiento voluntario , vemos que la fibra muscular encargada d,e rea mostrarlo. Irritabilidad. Es-ta propiedad no - puede (izarlo se contrae ,·i~iblemente, disminuyen existir en r.l reino vegeta·!, por mas que al- do la superficie de los órganos. No sucede gunos fenómenos, segun el sentir de ciertos otro tanto en las plantas cuando. verifican fisíó.logos, conduzcan á_patenliz:irla; porque los fenómenos de movimiento parcial de que es sabido que si ha de verificarse una fun- hemos hablado : las caras de !os folíolos de cion en lo~ seres organiza;los, es preciso la sensitiva no pierden de su estension , ui que haya órganos encargados de desempll- los frutus, que con una violencia mas ó me• ñarla. La irritabilidad en los noimales es nos notable arrojan lejos de sí sus semillas, peculiar de los músculos ; y careciendo las esperimentan el mas leve acortamiento de plantas de estos órganes, á causa de la sim- sus fibras. Por otra parte, la irritabilidad en los ani-plicídad de su tejido, e,•idente qu·e tamma le~, que son los únicos seres que la pobien corecen de la facultad de irritarse. 1.os vario~ fenómenos que observamos -seen , se vé en todas las épocas de la vida , en las plantas durante algunas estados de su en · todos los estados del indíviriuo, y en tovcgetacion ~ y priñcipalmenle en órganos' ·das las ocasiones en · que una causa ~sterior determinados, como son la :ibertura dt-1 cier- ó interior la provoca , y lo que e~ mas totos írutos en el-acto de diseminar ias semillas, da via: se observa que estos . actos depenla posicio·n diíerente que las hojas toman dientes de la irritabilidad se operan sucesipoi· la n~che, los movimientos de los folío- vamente sin interrupcion y con igual intenlos de algunas plantas llamadas sensitivas , sidad mientras obra el estímulo que lo dey otros muchos que podríamos enumerar, termina. Nada de esto acontece en el reino

es.

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1.° DE ENERO DE 1849.

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vegetal : sean cuales fu eren l0s fenómenos que se pi:oJucen deut1:o del mismo lcjído de de irritabilidaJ , y por mucho que rllos nos la planta. · s9rprendan, hallaremos que so ofrecen soSensibil·idad. _Algunos h~n comprendido lamenLe en ciertos períodos de la vegc la- que no puede vil'i~· una planta sin est~r docion , que t'Ío son comu nes á todos lo3 esla- la~a de la facultad de sentir. A esto oponuo·s üc la vida Je la planta, y que se debili- dremos las mismas objecione_s de que nos tan á meditla qun se van rep itiendo , ,hasta • hemos serviuo al hablar dtJ la irritabil•dad, que llega n á hacerse imperceptibles si no es decir; qu e para que· un ser organizado y dejarnos al individuo vegetal algun tiempo viviente goce de unl! facultad, es necesario de descanso. Luego esto nos irtdica que los que tenga órganos que ·1a desempeñen. Si fenó menos de que tl cvamos her.ho mérilo' nti los vegelales c_arecen de nervios, corno sin son debiclos á una propicJ ad irrila tiv; de la duda rio los tienen, es innegable que no pla nta, corno sucede en el animal. ·, . gozan de la facultad de sentir, porque esta • Existe en la ciencia un n'iedio satisf.actQ- propiedad es peculiar del sistema' nervioso. rio tl~ esplicar estos ícnómenos d~ los vege- En los mismos animales . vemos que hay ta les, s1n necesidad de acudÍr á la propiedad ciertos órganos que ,•i\'en y crecen sin que irritativo de .que algunos han querid-o dotar- nos dén sefiales de sensibilidnd , á lo menos los." El ver que estos moyimi entos de las en el estado .de salud . ·Las uñas, el pelo, plantas .se verificnn solamente en determina- el casco dél caballo y otros órganos del anidas épocas de la vida y en ciertos e~tados tic mal qúe" poqríarnos, eitar se cortan impula atmósfera, ba beého cn~e1: que esto ern nemente y sin que el individuo sienta dolor efecto mas bien de la ac·cion de agentes físi- alguno, no obstante· que die-ho·s órganos gocos y químicos, que de propiedades vitales. zan de fa vida : á mas de que la propiedad Los naturalistas modernos nos pruelrnn de sr-nlir, lo mismo que la de moverse, deeviden temente que ese acto qu ~ tanto nos bería observa rse .( si cxistrt-se er, las planadm ira en fas plantns se~sitiva-s de abatir tas ) en tod~s las épocas de la vida. Los frsus fofíolos al momento de tocarlas, es de- nómenos que e n !os ,~ege tales han querido bido á la e~1anacion de ciertos flúidos eltis- atribuine á la señsibi!idad no se renli7mñ ticos que se' combinan y se mantienen reu- rrías qu e ·en <ladas ocasiones, y segun.. sea nidos en las ,vejiguillas que se Jiallan coloca- ~l período de, la vegetacion ·y 'el estado de fa das a! pié de los fólíolos; que este fenó meno atmósfera. es tanto mas notable cuanto ·mayor sea la Concluiremos por tanto que los fenómedisposícion · de la atmósfera · para producir nos de sensibilidad que algunos han querido ta les fluidos, y que el mo\'imiento ?e los atrilwir ~I reino vege tal no son dependientes folíolos irá disminuyendo progresivamente - en mrinera alguna de la vida Je la plauta_~ seoon vap repitiéndose el espe rirncnlo.. sino que hemos .de crcerlo.s efecto <le la aco De todo lo di.cl.io debemos concluir, pues, cion de agéntes esteriores.. •quen no éxisle en los vegetales'la irritabili. Escitqbili.dad. Esta propiedad reside en -aa d que vemos en _10 5 animal es, y que los todos los ,vegel¡¡les , y podemos de_cir que rnov imient<:>s de r.iert(!S órganos de las plan- ·ella c,onstituye la vida. Las varias f~ncione~ - tas , séa cual "fuese el modo corno se verifi- l]Ue desempeñan las plañtas cuando ·están quen, no clr-hemos atribuirlos á una propi°e- colocadas _en circunstancias convenientes, - ~lad Je que carece el reino vegetal; sino así corno la focullad que tieñen de resistir á - qu-o hemos .de c·onsiderarlo efecto de la ac- un frío in ten-so ó á un calor escesivo, nQ - don de ciertos agentes físicos y quím.icos pueden esplicarse sin admitir la e&citabilidact


- · 339 -,;i:Lal. Cuando \'emos que los jugos nulriti- . órganos,· sino en lodos los de la p.Janla. Nos vos de una plnnla suben desde sus raíces _es enterameule desconocido el modo de hasta las· hojas, y que cuando 'e sti espuesta obrar tÍe este agente vital que imprime ú 'á. la luz y al calor sus funcione·s se cfectuan ocasiona á los serrs org,mizados ciertos con rapidez y des_arro'uo, ~o-podemos des- cambios de grandor, do consistencia, díl conocer que Lodos estos fenómenos se ope~ fluidez, ele. ; per9 aunque no podamos esran por medio do la vida. Estas furiciones, plica!' la esencia de estaJuerza particular y lns v'lrias tr,asfprmacion~s qt1í111ic11s que se que se maniljesla por moo'ificaciones diver .. vérifican e·n ef tejido veget ;il durant~ su , i- sas y_ por 111ovi111ienlos impercPpliules, uo díl , cesan desde el inslanli; en que ha d·ebemos .dudar de su existencia que es uni'... muerto la planta; y esto nos pru_eba que la ,ersalmente .admitida , y que s0- deja j?zgar vjda está íntirnamP.nte unida á la materia or""- .por los resultados. ~ni,iJa, no. solo en uno,, ó en delrrminados 1~

-~SO DR ct·EnTAS- SEHILLAS COJIO· ABO~OS~ -

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. I>escJ-e ren1ota antigüedad se han usedo de los frutos, espcciatrnenle de las semill a!-. €orno abonos las difcre·ntes parles que com- F elipe Ré nos cita hechos prácticos qu e ponén los vegetales. Los escritos de 'Theo- confirman esla verdad, la cual desde entonphrasto y de Plinio nos dicen que los griegos ces se ha ,·ul garizadu, principalmente en al" l los romanos~se valían y-0· de l.os rngelales gunos países donde la agricultura eslá biet. frescos parn ábonar los cañ1pos, h1biéndose-: en ten<l ida. De todas las sustancias Yegetales las seseguido constant,imente esta prácti-ce en Italia, donde es muy usado el 'abono veg ~lal. millas ilon las qu'3_gozan de mnyor faculta el Los tallos frescos sorl los que mas comun- nutritiva, y podemos decir· que dcspu es de 01en_le se apr_ovechan pa11a esta opcracion, las nwterias animales -ellas aum entan mas enterrándolos. al momento de llegar á la llo- qu e todas las reslanles. sustancias orgfo icns rescehcia, y á fa profun<l.idad que lu exige el la fcrlili1lad del terre no. No deb ernos sor.prend er1103 por ell o de qur- sea tan rápiü o terreno. 'todas las parles de la ·plan la , aun en es- -y sen3ible el efecto qu e causan en las plantado seco , son útiles para aumentar la· fer- tns las semillas que usamos com o abonos, lilid·au de la tierra; pero hoy cumple á nues- mayormente si las despojamos antes de ciet·~ t·t'O objeto indicar solamente las '.cantidade's. tos print'ipios nocivos que algunns tienen , de nhono que pued 1 suministrarnos las· se- los que por lo mismo .. fa \'orecerian poco la millas dé inuchos vegetales, y el 1noüo de ve getncion. La lri;iológía nos· demuestra la, ~ razon por qué· lás semillas han <le sel' neccusórlas. sarininente las parles ele la planl¡¡ . que conAlgunos ágró1101ños acreditados por sus doctrinns nos indicaron algunos años há las tienen mos materia nut1;itiva, y por cons~, cantidades de abonos que po.driamos sacar gui cnte las mas útiles. para los . DUO\HJS . E11 '

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los vegetales,' durante su período de creci- mal gusto que tienen, ó bien por otras cirmiento, cada órgano vive pÓr sí mismo, si cunstancias que las hacen poco apreciables. así puede decirse, asimilando la savia que La semi!la del altramuz es la que hemos de les corresponde para su nutrimento y desar- preferir entre todas poq:¡ue casi no tiene uso rollo; mas tan luego como ha pasado este en la casa del labrador. Además el alt~amuz estado y empieza el de fructificacion , todas es una planta de Jal naturaleza que, como las partes del vegetal contrilmlen de consu- lo liemos indicado al hablar de ella en otro no á desarrollar- las semillas, no solamente lugar de nuestro periódico , página 278, su con lo~ jugos nutritivos que ahsorven y era- cultivo no esquilma el terreno porque apeboran, sino-que hasla les envían las mate- nas absorve por sus raíces materias ~utritirias que conservaban almacenadas dentro de vas, y por ello podremos cultivarlo en gransus tejidos. El fruto se constituye. entonces des cantidacles en los campos poco fértiles y . en -centro de vitalidad, al que concurren to .. · arenosos, en los cuales nos dará semHlas dos los órganos vegetativos para asegurar la abundantes qu~ se entierren luego en el suereproduccion y la perpetuidad de la especie. lo como abono. la almorta, la arveja y otras Entonces tambien ·las semillas se saturan de semejantes serán igualmente útiles, tanto materias nutritivas, viéndose en este caso por su calidacl fertilizante, como por la poca desaparecer la lozanía y el verdo1;·de la plan- estima que tienen en la economía p.ública. Pero es preciso advertir que conviene anta, cesar las raíces en su obra t.le absorcion, y morir finalmente el vegetal si es ele natu- tes de usar la~ semillas como abonos haraleza anua. En el estado de granazon del cerles perder so virtud germinatiya, porque fruto los tallos y las hojas ele la planta que- de otro modo desplegarian su embrion resclan esquilmados, y·por este motivo son ya pectivo y se de~arrollarian toclas las parles poco provechosos á la Agricullura como abo- de la planta, en cuyo caso lejos ~e abonar nos. -Las semillas por el contrario abundan el terreno lo .desustanciarian en mayor ó meen materias feculentas y carbonosas que au- nor escala. Conseguiremos el 'resultado que mentarán lá fertilidad de la tierra si la~ em- nos propenemos introduciendo en el horno, desP.ues de sacado el pan , las semillas que pleamos en abonarla. Puede decirse que todas las semillas apro- queremos empicar como abonos, y dP,jánvechan para aumentar el mantillo; pero con- dolas permanecer por algun tiempo en esta viene que t:ista cueslion la enlacemos con la temperatura. Entonces l_a fécula entra en un economía rural para sacar de ella el partido estado de semi-earbonizacion que no permite desarrollar los rudimentos de la planta, mas ventajoso que nos sea posible. Hemos dicho, y lo rep~tirnos, que todas sin que por ello el eje de ser útil como matelas semillas podrán aprovP.charse como abo- ria fertilizante. Estas semillas podrán usarse nos porque todas aliun_da~ en materias nu- - enteras ó trituradas, segun mejor plazca al tritivas; y aun cuando sea esto uña Yerdad cullivaJor. • no podemos emplearlas indistintamente, porAl!nque las semillas pueden ser útiles paque el precio d,e algunas de ellas, que tie- ra abo~ar toda especie de plantas, no obsnen mucha estima !ln la. economía domésti- tante y en obseguio á lél,. economía debereca, escederia al valor comparativo de las co- mo3 emplearl~s sola,:nente en los árboles de sechas por ab~ndantes que las obtuviésemos. estima parLicular, como el naranjo, el olivo De aquí procede el que solo debamos valer- ú otros semejantes que intentemos cultivar nos de aquellas que no se usan-pnra pan ni con esmero. El efecto de las semillas destise utilizan como legumbres, ya en. razon del nadas á tal ohjefo se deja conocer con pron-


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titud, y los favúrables res1,1ltados que se ob·- 1 m.o abonos, justifican la espe~ial recomen tienen con eUas, cuando las empleamos co- 1dacion que de ellas hacen algunos autores,.

DE -LA YERBA PASTEL.,

,. Esta planta ha· gotado en otros tiempos · tel de los tintoreros es el que se cultiva -para en la Europa de mayor celebrid11d de la que _los pb¡etos que dejamos indicados. Es planta que crece espontánea01ente en tiem, hoy dia ;· pero el comerrio que los ha bitm1tes de la I ndi·a han · hecho con dicho las regiones meridionales de fa Europa , en vegetal por espacio de muchos años , en- terrenos áridos, calizos y arenosos, y en viándonoslo para que lo empleásemos en las colinas espuestas al sol.· Es tambien planta bisanual, de tallo denuestras pinturas, lo puso en tal estado de decauencia -que casi no se hablaba de su recho, liso, y de-tres á cuatro piés ó mas de cultivo en esta partP- del m~ndo. Sin em- clevacion cuando se la cultiva con esmeró; bargo nctualrriente ·vuelve á. conquistar el sus hojas son abundantes, lanceoladas y que Íugar que babia perd.i<lo, y se le cuida con abrazan el tallo, de color verde blanquecino y que ter~inan p.or su base en dos au-rícu-esmero en Francia y en Inglaterra. Nosot~os nos pr9pon.emos en este artícu- las; las flores, amarillas, pequeñas · y di~lo hablar de la yerba pastel como planta de puestas con mucho órd~n sobre una espiga pasto por los recursos que puede ofrecer á . ancha; las semillas están contenidas dentro la ganaderfa , dejando para - otra ocasion los de bayas lineares , lanceoladas y de color procedimientos particulares que exige para , moreno cuando se hallan maduras. En nuestros climas florece desde mayo á julio. utilizarla .en el comercio y ·en las arles. La yerba pastel ofrece interés para la La yerl,a pastel , conocida en España desde remotos años, lo fué igualmente de agricultura como planta de pasto, en razon lds antiguos, quitnes le co11ce4ian · la pro- de la precocidad con que crece y de la mapiedad de poder ·destruir, por la simple nera prodigiosa de reproducir sús hojas. Teaplicacion , cualquiera desigualuad de la me muy poco los frios, y por ló comun no piel. -Era en aquellos tiempos un abjeto de . suspende su vegetacion durante el invierno , comercio inmenso, y los -celtas se servían á menos que esta estacion sea muy rigurosa . de ella ha jo el - nQm_bre de glastum ( color Cuando esto sucede , que es poco frecuente azul') pará pintarse el cuerpo: pra~tica que· en tonas nuestras provin~ias del mediodía , está todavía en uso entre los isleños Jet despliega nuevamente su vegetacion á prinmar del Sud y entre algunas tribus salvajes cipios de febrero, desarrollando ·con abundancia y. celeridad todas sus partes tallosás. de la ·América. • · Suelo. Aunque hemos indicado que la yerSe conocen algunas. variedades. ba.,ta1_1te parecidas entr.e sí, si atendemos á la totali ~ ba pastel crece espon_táneameote en los ter· · d.ad <le los órganos de la planta; mas el pas- renos :-calizos, muy áridos y espuestos al sol,


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su culti,·o dá .no obstante mejores resultados para, v.«H·ificar l·a labranza á principios del _1n.. cua:ndo lo intenlarnos en un suelo profoi1do · Yierno, si la semen lera se q_uiere realizar en, y d·ividido. La raíz de esla planta, que es por la _primavera. Se acostumbra es.parcir el su naturaleza carnosa, exige eslas precau- · abono antes de dar esla lal.1or, con el fin de cion,~s · si queremos que - se estienda lihre- que se mezcle debidamenle con la tierra v mento. Si la cJegtinamos para las artes; como tenga el tiempo bastant;e de descomponerse que en esle caso·nos importa obtener su parte para cuando las plant~s Yegeten. Esla IÚbor· tolorante de buena calidad, podremos sern- será pro(unda si lo permjte h, capa de tierra, brarla en terrenos arenesos, calizos y algo ~ultivable, procurandódiYidir esta cuidadosa,., seco_s, porque si bien la humedad aumenta mente para facilitar el desarrnllo de.fas raíces. la cantidad· de la cosecha, daña sin embargo Las labores de conservacion son reducila fuer~a Gintensidad de la mat<'ria colorante. das yse liaren á la simpl'e mano. La escd-rda, Clí'!la y esposicion. Si con idera1110s que se dá lu.cg_o que la planla ha tlesarrollado. la yerba P?Slel vegeta naturalmente ·en paí~ cuatro hoja:;, séparando ento,1ces con cuida-... ses <le temperat.ura m'uy diYersa, d,ebcre- do las malas )'erbas, y plantando en. los mos ·creer que esta plnnta no tiene pa-tria puntos donde fol~e alg~n pié las otras plai1,-. privilegiada. Crece natura lrnenle en · todas Li~as que se entresaquen ·de los sitios ~don<le las orillas <le! mar Báltico. y -del Océano, y li_a~·an naciJo l!)UY espesas. Deben arrancar-. se las csccdeutes, porque se doñuri.an las.. §U cultivo se ha esteudido sin cuidado ulguno e,n Francia, en lnglaterra )' en Alemania. urias á l,1s Piras y nos darjan poco ·resultado. En España es poc,o conocida todavía de los . Cuanilo la _ planta esté mas crecida se dar á, curtivadores, aunque on algunos punlos de otra escarda á fin de aílojar: la tierra qu bla ·Península, principalmente de Cataluña, com¡)rirne el cuello de la planta, J par.9 fala cultivan corno planta úJil para la tintore- cilitar la jntroduccion del aire y de las llu'.,,. ria. Nuestro á~imo, •repelirno~, es hoy dar _á vías, al pi·opio tiemp~ que para eslerminar coríocer su importan,:ia como forrage. l~s malas ycrb¡¡s. , Abonos . .Son preferibles los que di, iden S iGmbra. Están discordes los agrónomos_ la líe1:ra y_aum,inlan su porosidad, como el acerca de ~a época ;r:i que _co1niéne sembrar estiércol d·e cuadra y otros semejanlr.s. Sien- la yerba pastel. Unos dicen que es preferíle mucho la accion demasiado éslimulante ble h¡¡cerlo en otoño,· y otros lo practican al· de los ab9noa muy calientes., como la palo- principio de la priQ1avera. Nosotros creernos mina y gallinaza, y principalmente deh c que amba·s -opiniones ~on acertadas,, .Y qu ~proscribirse el de á.nude y de ganso, por los en a'rnbas estuciones podrá ser oportuno malos 1:;fectos que causa. D·ebe aboné!rse el sembrar esta plaQla , segun el.clima en que la tcrrü.no en cantidad wficienfe, porque la . cultivemos. Jtizgarnos quE1 en los pai,ses. cosecha de las hoj_as es· ará rclacion -con _ donde los inviernos no son rigurosos será la fertilidad del suelo.. preferiiJle sembrarla en otoño, porque resis, Labores. Para el cultivo de la .yerba· pas- tiendo los i·igoresdel frio se hallará en la pri .... tel será preferible· escoger: un campo en el mavera bastante adelantada en sus creces, y que la hayan precedido pl:rntas que esqui!- . aun puede¡lecirse que fuera <lül alcance de los meo poco el terreno y que por su na tura le- insectos que· lf ocásio,nan gran¡Jes estragos en za lo dejen mullido convenientemente. La e~ta (!Stacion. En las regiones frias y en los labor de preparacion se dará en principios países do_ndA el ir)vierno es cr':)do debemos del· ·o_toño ,. si acaso queremos se~brar el sembra•rla al princ-ipio de la , primavera pora pastel en esta, estac:io~, ó bien se esperará asegurar el buen •:esullado. J

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-· - ·31..3 la siembr·a puede hacerse á rnclo y ú ,pastel, en raz<;>n rk ser c¡urnosas y Liu~tanle surcos. El segundo método es preforible, estcntlitlas , clan abundante cantidad de aliporquP, prescindiendo de que se economiza . meoto. Podríamos citar un grán número de una cantidad nada despreciable de semillas, economistas y agrónomos que recomiendan se facilitan a<lemás las lauores <le co11serva - la hoja de esla planta como un forrage aprecion : en este caso los surcos deben tener ciable para el ganado en general, y hemos entre sí la proximidad de quince á veinte leido en los escritos de algun olro que las pulgadas. _ reses desdeñan esle -nli mcn lo. Lo que parece_ La siemura á vuelo es mns <lificil Je prac- cierto es que el ganado· no come por Id coticar por la naturu)eza especial de la semilla; muh el pastel salvaje, porque puede escopues siendo, como es, aia-dn, el viento. hoce· ger otras yerbas que le son mas apeleciu!es; presa de ella muy f-ácil111enle y se di~Lribuye pero lo qn e podemos asegurar es que •ti:id11 de una manera poco conforme, con espe- especie de ganado se acostumbra á su uso cialidad si en la época de la sementera no se en poco tiempo, y quo le es provechoso. Los disfruta de uo tiempo sereno y sin viento. cerdos y los carneros lo comen con afan, y La cantidad de la semilla será la de diez part.icularmr,nle para estos es un pasto de á doce libras -por cada fanega de tierra (me._ qtil ida~, y de gusto. Los bueyes y las vacas dida d_e Castilla). Es preferible sembrar la lo ,:amen espontáneamente, y creen algunos de la última cosecha, porque aun cuando prácticos que á estas úllimas les aumenta esta· semilla conserva la virtud germiliativa mucho la cantida<l de la leche. · por el espacio de dos años , es mas S':)guro La yerba de que hablamos dá cantidades el bue~ éxito cuando la emplearnos fresca. cr':.cidas Je forrage, porque apenas arra11caEnfermedades. lfo los países del ~ediodía mos una boja nace otra en el mismo _sitio. la atacan casi sin escepcion de uircunstancias Sin embargo, para ·1a .ganadería las primeras y lugares una multitud de langostas que en cosechas son preferibles á las restantes , y pocos días causan los niayoFes estragos. El · deuernos recogerlas todas cuan<lo estén verhombre' no tir.ne medios que o¡ioner á este de~, atendido que l~s reses las repugnan ~zota ?ruel , y no nos queda otro recurso en lnego que dicha-, bojas camlJian de color. Cuando arranquemos el pastel para qu~ semejantes casos que abantlonar este sembrado á 'la accion devoradora de fa les insec- ,le suceda en el campo otra cQsechp cl!!bc-:: tos y esperar qu~ <lesaparezcan voluntaria-:- remos segar los tallos de la planta á Jlor <l~ mentc del ca,nrpo. E;ntonces repa,raremos los t¡eri·a , y entrar en ~cguida U\\ª manada d~ males que han causado, separa.ndo cui- cerdos, los cuales hocícando el suelo aprove.-: {Hldosamente todas las bojas que aparecieren cbarán perfectamente las raíces carnosas ~<l dañadas, las c1,1ales pronto--Sf)rán reemplaza- esta plc1nta. EII,\ esquilma ID'!JY p.9c9 el te1T~n9, cuando no se la .permite lleg·a r la granazon ¡ das por una nueva veget~c;ion. · si \a deja[J?OS llegar á este estado el ~uelo, En algunos países, principaln1en'te en Inqueda muy desqst¡¡nciado y poco á propósitQ glaterra, co1;tan el bro_te central de la pl~nta, con el objeto de evitar que se efeye mucho para otra cosecha de especie diferente. Po11 y d~ procurar que clespliegmi mayor porcion el ~ontrario, si-el pastel se ha uLilizado sode hojas. Este medio podrá ser geqeralmr.n7 lamente p·ara forr?ges -puede sucederse otra te ventajoso, escepto par¡¡ los ·piés que des-_ cualquiera cosecha ~on resultado ventajoso, y casi sin necesiµa-d de que abo~e!lJOS él tinamos ~-la granazon. -Usos para (<ffrª!f~S. Las bojas do la yerba terreno.

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PROCEDIMIENTO PRÁCTICO PARA CONOCER LA NATUR.ALEZi\. DE LAS TIEJ\RAS, . ,,

Iros: se pesa exactamente 1 _kilógramo 500 gramos <le la ti~rra que se quiere examinar, Un periódico de agricultura italiano dió y se ~oloca e~ el-filtro sin comprimirla : ,·iéruna série de instrucciones sobre una mane- tese COJl mucha lentitud sobre esta tierra ra sencilla de analizar la tierra, puesta á el 1 kilóg. 500 gram. de agua, y se notará alcance de todos los cultivadores, con una con cuidado el tiempó qu·e farde en pasar. tabla adecuada p~ra guiarles en estas opera- Cuando el filtro cese de esouri:ir ', ·se pe~ará e iones. con exar.titu<l · el agua que habrá colado en el Este 'procedimienlo consiste en tomar de 3 vaso, y por la disminucion.que hubiese sukilógramos 600 gramos á 4 kil0gramos 320 frido se evaluará sin error la cantidad ahsorgramos <le la tierra que se quiP.re analizar : vida por 11! tierra : repítese · esta esperiencia despues d~ haberla desembarazado de todos cuatro veces con igual atencion; reúnense los i·estos vegetales _y animales, se la que- los productos , y tómese el medio propo cio-· branta gr"oseramente para ponerla a secar en nal , eslo e~, el cuarto del agua absorvida un horno.de cocer pan ó en otro lugar dopde y del tiempo empleado e1úl paso de la canti~ · ta evaporacion de la humedad que contiene dad sohrealmndante .. pueda ser perfecta : entonces se pulveriza: se I Se buscan entonces en la t¡¡-bla siguiente coloca en un filtro de papel ajustado sobre J los números que se ·acerquen al resultado un vaso trasparente que contenga de 3 á 4 li- obtenido, y á pesar de la variedad infinita de tierras , los agricultores no tendrán necesidad (1i Este artículo y el sigui!)nte son del mismo mas que <le un resultado aproximado, y poautor que nos remitió el inserto en la página 275 drán deducir la composicion de su terr~no. número 16. REl\llTIDO (1))•

AGUA ABSORYIDA.

TIEMPO DE LA ABSORCION.

horas.

kilóg. horas.

kilóg.

NATURALEZA DE LOS TERRENOS ANALIZADOS.

De 0.083 De o.rnr.. De 0.125

á á á

O.H5 ne 3 · á á --O.H5 De ~ O 135 De 3 á

be o.425 · De OJ87

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o.rn5 De 1 0.194, De 5

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á De 0.187 á De 0.250 De 0.363 á De 0.338 . á á De· 0.365 á · De 0.1•06

0.195 De 8 o.~60 De 9 0 .365 De 11 0.34-8 De 20 0.375 De 7 0.4,17 De 1-

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4 Arena casi pura y ligeramenle caliza. 1 •¡, Tierra caliza casi pura y- estéril. ta, Tierra silícea· li~era; mantillo de brezo conteniendo cerca 1/ 0 de arcilla. 2 Tierra calcárea y poco fértil. 51¡, Esta tierra estará aniquilada y .pobre; y si fuere gris, es toda calcárea. 9 Tierra fuerte, conteniendo '/, de arcilla. 10 Tierra mas fuerte que la precedente, y fértil. 42 Tierra co·mpacta arcillosa: l.iene ~¡0 de arcilla. Arcilla casi pura·. s Arcilla calizá estéril. j Tierra de legumbres; mantillo vegelál, bueno para emplt>,arlo como abono- y· para mezclarlo con una tierra fue1te y con la arena~

2'•


fABLAS JNDIC.trIVAS DE LA EP~CA EN QUE rENDllA LUGAU EL rARTO DE LAS BESES VACUNAS YLANARES.

( REMITIDO ) •

Empezaremos por <lar la .tablc'.1 relativa al ganado vacuno, y la haremos seguir de_la coocernif)nte á la res lanar.

En la 'mayor parte de almanaques· agrícolas que se venden y esparcen e'n número considerable por Inglaterra , y en los cua-les Tabfo d; la concepciun y p~rlo en ··el ga1wdo se encuentran con f~ecu_encia' lll!JY buenos vacuno. ÉPOCA artículos-, _s~ obs~rvan tablas que sirven para ÉPOCA DEL PARTO. cono'cer á la simple inspcccion la época del DE LA C?NCEPCION. fechas. parto del ganado vacuno y lanar, atendida-la fechas. 8 en que tiene lugar la concepcion. , Octubre. 1 Enero. 14 id. Sii1 duda hay pocos hombres del . campo 7 id. 21 id. ' 14 que -no sepan á corta diferencia _cual es la id. • 28 duracion <le la geslacion de los principales id. 21 id. 4 ,. animales domésticos de la granja, y Íos sigNoviembre. 28 id. 7 nos por los que se manifiesta la proximidad id. 31 id. 8 <le! parlo; pero no es menos . cierto que en Febrero. id. 1 un establecimiento bien dirigido y donde 14 id. 7 id. exista una con labilidad regular, debe llevar21 id. u id. se cÚenta exacta ~J-e las concepciones y de la 28 id. 2l id. - época á la cual deberá llegar el fruto, á fin 5 Diciembre. 23 id. de estar_pr'eparado á todo aco_ntecimiento y Marzo. 6 id. 1 lomar todas las disposicio!)es administrati12 id. 7 id. vas y de precancion q.ue se juzguen conveid. 19 14 id. nientes en este caso. id. 26 21 id. -. . Con el objeto de favorecer este espíritu 2 Enero. 28 id. de órden y de buena contabilidad creemos 5 id. 31 id. deber reproducir un~ de estas tablas usuales Abril. 6 id. 1 en _I ngla_terra , que esperamos_lo serán bien 12 id. 7 id. pronto en España, y con ~u ya ay~da se de19 id. 14 id. termina á poca diferencia la época del parto 26 id. 21 id. cuando se ha anotado la de la concepcion. 2 Febrero. 28 id. 4 Algunos agrónomos instruidos han hecho id. 30 id. 5 id. ver, es verdad, que la gesiacion podia en Mayo. 1 11 id. 7 algunos-casos y sin inconveniente acortarse id. id. 18 14 ó prolongarse mas allá del término ordinaid. 25 · id. 2l rio, estendiéndose, por ejemplo, para las vaid. ' . . Marzo. 28 4 cas en lugar de 10 meses á 11 y aun 12; .id. id. 31 7 mas estos son casos particulares que se enid. 1 cuentran rara vez 'en la práctic,a , y que no Junio. id. 8 14, quitan nada á la utilidad de estas tablas. 7 id. id. TOMO I.

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- -- 346 14

Junio.

:¡a.

id. id. .Julio. id. id. id . .jd_' id. Agosto. . id. id. id. id. 'id. ., ' Setiembre. id. id. id. id. id. Octubre, id. id. id. id. id. }Soviembre. id. id. id. id. - id. Diciembre.

21 28 30

0

1 7

14 21

. . 28

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31 1 7

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21 28 ~

. - 31 1 7

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21 28 30

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H 21 28 31 1 7

14 21 28 30 1

Marzo. id. Abril. id. id. id. id, id. Mayo. id. id. id. id. - id. hnio. id. id. id. id. id. Julio. id. id. . id. id . id. Agosto. id. id. id. id. id. Setiembre. id. id.

.

-

21

Diciembre.

7

Seliernbl'e.

28 . 4

14

6

ia. id. id . .

~1 28

7

id.

31

id. id. Octubre. id.

13 20 28

14· 21

.28 r,

8

Tabla para lan·eses lanares.

4

ÉPOCA

ÉPOCA

8

DE LA CONCEPCION.

DEL PARTO.

9 15

E'nero. id. 22 Felm~ro. 29 id. 5 8 Marzo. id. 9 15 Abril. id. 22 29 Mayo . id. 6 8 Junio. id. 9 Julio. 15 id. 22 29 Agosto. "id. 5 8 Setiemqre. id. 9 Octubre. J5 id. 21 29 Noviembre. id. IS Diciembre. 7 id. 8

fechas.

fechas. Mayo. 27 10 Junio. 14. id. 1 28 12 H Julio. id. 1 26 14 Agosto . 8 26 1 id . 14 Setiembre. " 8 1 id. 2.2 14 Octubre. · . 8 1 id. 25 14 Noviembre .. 8 id.. 1 25 9 14 Diciembre. 26 id. 1 14 · . Enero. 8 id . 26 1 Febrero. 9 25 id. 1 Marzo , · 10 26 id. 1 9 14 Abril. ~ 1 25 id. - 14 9 Mayo.

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ftlO DO YEPOCA EN QU~ DEBE SE~IBRAI\SE ·uN _P_RADO 'NATURAL-: -_ ~~ Antes _de practicar esta op-eracion, de· la da á-me.yor -ó menor profundidad ' segun su 11ue depende· pri~ripalmente la perfeccion de parti_pular naturaleza ., pasando por encima un prado, debemos tener pre-parado el sue- el aplanador. Para . protet,er el cabal desarrollo de las lo de una manera conveniente, como-queda e~plicado en la _página 321 de nuestro pe- plan tas que ban de formar un prado es p_r.eciriódico al báblar <le las labores preparatorias so bechllr mano de semillas <le plantas anuas, paro la formacion de un prado . Realizados ya sea al mismo tiempo ó uniéndolas á las que es to~ trabajos prelim' ioares, á- los que be.- han <le formar el prado, ó bien adoptándomos dado- y dam os todo el interés que se las al-gu-n tiempo de.spues. Estas plantas,mereuen, debemos disponer las semillas- que llamaremos protectoras,; podrán ser ó de que intentemos sembrar, baéiéndolo ó con- las que empleamos para forrages ó de las de vinándolas en mezclas separadas ; es decir: pan 1levar. Jamás deberán sembrarse jun reuniremos primeramente todas aquellas tas estas semillas, 6 sea en una misma épo- . q,ue sean iguales en peso y __volúmen para ca. Las de .. Los forra ges ., como la ceua<l:i ó . sembrarlas juntas, apartandQ en otro saco a.vena. , se sembrarfir-1. en la . primavera, y las ó- lugar · destinado al efecto aquellas que otras, como el tri go y · centeno", en otoño . sean · mayores ó mas pesadas, para espar · Las plantas leguminosas son muy útiles tamcirlas dcspues en ?I suelo. Es indispensable Lien r-omo. plantas p_ roteptoras , porque al · que guardemos esta precaucion _si no que- paso que nos dén forrages ó frutos adecuaremos es ponernos á malograr la siembra; dos á la situacion en que la5 recojamos, da- porqu~ si mezclásemos en un mismo saco ó. rán á la vez. sombra á los vegetales qué forcesto todas las semillas que bao de sem- men el pra~o. Es ·preciso sembrarlas en la época que com enga mejor á su naturaleza , y brarse en un prado, como que por lo regular son de diferentes especies, · y como tales deben cubrirse del.Jidamente para que no las las tinas suelen ser muy li geras y las otras coman ciertas aves. Las plantas protectoras son de suma im pesadas, resul taria que las segundas se irian al fondo del saco, que las primeras queda- portancia para los prados en el principio de rían en la superficie ó capa superi9r, y que su establecimiento, porque prescindiendo de entonces se sembrarían separadamente , que suministr.an una sombra uenéfi ca á ·las ocupando las ligeras un punto del campo y otras plantas que han de constituir definiti- . ·1as pesadas ,otro distinto. Debemos , pues, vamente el prado, presentan desde luego . sembrar ron sepai-acion las semillas que una cosecha GUe repara las pérdidas que es~ean iguales en peso y volúfn en , y en se- perimenta el propJetario durante los meses guida esparcir sucesivamente por. toda ,la su- ó años en que el pr~a do no dá provecho alguno. Pero la ga nan cia que nos traen estas perficie del terreno todas las restantes. Las semillas se sembro rán á vuelo esco- plantas protectoras no ha de cegarnos· basta giendo un día claro y en el que no sople el el punto de perjudi car la,s especi0s que al vi-enlo, porque en olro caso se .llevaría este fin bao ele componer el prado, por cuya razo"nconsigo las mas ligeras . Se cul;>ren e~ seguí- las protectoras habrán de sembrarse claras á 1


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fin de que no absorvan el ali,nenlo y perjudiquen las creces de las vivaces : por ello la proporcion <le estas ha de consistir en las dos terceras parles de la simiente que corresponda al terreno que formo el prado. ·cuando s~a la avena· la quo hayamos sem..:: brado corno planta protectora, que en reailidad es una de las que podemos utilizar mas venl.ajosament~, debemo-s segarla luego que llegue á su estado de florescencia , y darla al ganado en forrage . . Entoñces las. plantas vivaces que componen el prado se haflan ~ibres de la sombra que las babia protegido y se desarrnHan con fuei·za y precocidad , pudiendo ya resistir los frios del invierno inmediato. Mas recordaremos que no debe segarse la avena, antes de haber llegado á la florescencia , porque en otro caso manteniendo todavía la vida en las partes tallosas podría retoñar la planta fácilmente, sobre todo si sobrevenia un tiempo húmedo- y caliente. El alforfon es una d~ las plantas mas importantes para emplearla como especre pr,otectora, principalmente para fos prádos form~<los de plantas tegumiñosas, como alfalfa , trébot etc. El alforfon protege con sus numerosas hojas las pla.ntas pequeñas que se van desarrollando y les conserva una humedad ·co-nstanle y beneficiosa en estremo; al paso qué con la rapidez con que crece nos permite segarlo á tiempo , dejando á las plantas vivaces. el bastante para reforzarse. des pues de la cosecha del a lfoi-fon. Este método es sin disputa el mas proVP,choso para formar un prado. Pero es preciso· que no olvidemos una precaucion de muchd interés pára el futuro desarrollo de /as plantas que han de componerlo en definitiva ,, y es, que ·no · se abone el suelo en demasía , porque la descomµosicion . de las J)artes del alforfon que se consumen en el prndo aum entarían la fertilidé,d de la tierra de tal manera que . sofoca ria las planlitns que antes ha·bia protegido. I

En Suiza <lo0-de los prados se cuidan con esmero, así como en otras naciones <le( ' norte, prefieren 1a espelta á todo otro. vegetal como planta protectora·. Segun algunos autoces la espelta es en efeclo . prP-ferible á todas las demás , y la que permite ctesarrollar mas ventajosamente las yerbas que se le asocian. · Sea cual fuere ·la pfanta protectora que escojamos importa sembrarla despues deuna lluvia regular, porque tanto pe_rjuicio. ocasionaría realizar la siembra en un t.P.rreno seco eomo . en otro muy saturado deagua. El día ·debe ser quieto y tr-anqui-lo-,. porque tos vientos hacen que las semillas. cuando son mPnudas y ligeras -se esparzan con desigualdad. Los prados pueden sembrarse en dos épocas distintas, que-.son .el otoño y la primavera. En los países fríos será preferible verificarlo en el otoño , á fi:n dé que cuando vengan los irios del invierno tas ptantas· hayan podido reforzarse ya para d'!)spl egar convenientemente ,sus raíces durante esta estacion. De .este mod-o podrán soportar mejor sequías det verano s·iguiente y hacer -frente al calor de ta época que agosta c_o n facilidad la vida de fas ptantas. ta práctica enseña además que sembrando en otoño, si el clima lo permite, adelantamos un año , lo que no es despreciable en toda esplotacion rural. La siembra de la primaverá no dá por lo comun los result~dos que hemos visto en la de otoño , porque e1~ . esta esta.cion la vida de las .plantas sé desarrolla con celeridad, y aumentan notablemen.te las partes tallosas corí detrimento de las raíces. De aquí se sigue el que las plantas se fortifiquen con lcmtitud y que los forrages sean escasos, á 10 menos en los priméros años. Pero atiéndase c1 que esta regla· general no carece d_e muchas escepciones. Cuando las plantas qne sembramos son muy sensi -• bles al., frro la operacion _s·e practicará co~

Ja..


preferencia en la primavera, ó en caso contrario no obtendremos resultados ventajosos. rara conducirnos con .acierto será preciso observar otra regla, y es, que las plantas que vjven bien en el mediodía de España sembrándolas en otoño, deberán sembrarse en primavera en las provincias del norte. No hemos de temer que la falta de l!uvia que suele esperimentárse en los países del mecliodía y los calores del vcrLtno que luego se suceden dañen los prados sembrados en primavera, porque en !as regiones frias y elevadas llueve con mas frecuencia durante el calor, y este es menos intenso y continuado que en las llanuras y puntos ID3rílimos. Sea cual fuere la estacion que elijamos, lo que conviene saber es, que la siembra de otoño deb~ practicarse lo mas aproximado que sea posible al mes de setiembre, así como la de primavera deberá hacerse con inmediacion al de marzo. No faltan agrónomos que dan un consejo, al hablar de la siemuru de !os prados , que no creemos inoportuno consignar aquí, y con-

349 siste en que si sembramos las semillas sin las plantas protectoras de que hemos hablado mas arriba, se realice fu operacion en primavera para evitar todo resultado funesto á las plantas durante los rigores del frio; pero que cuando empleemos dichos vegetales protectores no importará que sembremos en otoño, porque creciendo estos con mas rapidez que los que han de constituir luego el prado, sirven <le abrigo á las pe.queña_!l plantas y obran á la rnanern <le un invernáculo. Cuando las semillas que hubiésemos sembnido en otoño dejasen <le nacer á causa de las lluvias ó de las heladas, 6 por ótra razon cualquiera , debemos sembrar nuevamente el prado. Acontece alguna~ veces que solamente deja de germinar una sol~ especie en todo ó en parte, en cuyo caso se siembra nuevamente esta sola especie, enterrándl)(a con el rastrillo de mano del modo que mejor lo permitan las circunstancias .en que á la sazon se encuentre el prado.

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METODO PARA MANTENER LA VOLATERIA POR MEDIO DE GUSANOS. ~~

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niendo cada uno de ellos en su favor la sancion gener,11 de la vecina grancia, el segundg La aficion marcada que demuestran las aves el ser egeculado y publicado por Madame por los gu~anos , ha hecho pensar desde liem- A glae .4 danson, en su escelenle obra la Maipos muy antiguos en procurarles esle goce, son de l'ampagne, siendo el lercero propuesto inventando mPdios para dárselo en abundancia por el célebr(:l Parmentier. Primer método. Fórmese una masa con leY coa mezquino gasto, tanto p_ara engordarlas de hariná de cebadd, que se echará vadura como para mantenerlas durarHe la época del año.escasa en subsistencias. Los tres mélouo·s despues en una Vdsija á propósito, y en la que que á conlinoacion insertamos conducen á con- habrá salvado mezclado con sirle. Al -cabo de seguirlo en mayor ó menor escala, segun las tres dias, si la eslacion es calurosa, ó el silio donde se tiene posee una tcmperalnra algo facullades y proporcion del propietario•, le ( RlmlTIDO).


300 eleVdda, habrá una multitud de gusanos que un foso cuadrado; pónr::se sucesivamente por capas rn este foso paja de centeno, fiemo repodrán repartirse á las aves. Segundo método. Abrese en un silio que no ciente de caballo, tierra desmenuzada empapaesté al acceso de las aves, un foso de 9 piés da de sangre de bUfy é de cualquier otro anide largo, 1[¡. de ancho y sobre 18 á 20 pul- mal, u.na mezcla de orujo, avena y salvado; gadas de profundidad. Colócase en el fontlo sobre esta úllima capa- se eslienden intestinos una capa de paja larga, e11cima otra d_e tr.es de animales, hechos pedazo,;, y empezando pulgadas de 1iemo de caballo, y tras esta, otra otra vez por una capa de paja se sigue el misde dos pulgadas de la tierra salida del foso: mo órden que la primera vez hasla que esté vuélvese á empezar por el mismo órden, paja, lleno el foso. Tá pase entonces con ramas de fiemo ele., hasta que esté lleno el foso, te- espinas sujetas coD grandes piedras para que niendo cuidado de fi!Ue concluya por una capa no pueda melerse dentro la volatería. Esta de tierra que se apisonara bien, ror.iándüla mezcla se convierte por decirlo osí en un un púco los días. secos . Al cabo de tres sema- monton de gusanos que se le di tribuye todas nas. estará lleno de gusanos, pudie11do comen- las mañanas e11 no muy grandes porciones. zar por un estremo, pero sin mezclarlos: pa- Cuando sea un corral muy poblado se podrán ra dar algunas paladas de ellos á lc1s a·vcs. construir diferentes gusaneras, pero cuidando Puédese construir en todas las épocas del año, que no queden á discrecion de las aves. La época mas á propósito para la construccion de menos en la de diciembre á marzo. Tercer métodcJ. En un sítio del corral bas- la gusanera será la primavera, y su mPjor uso tante elevado para procurar el desagüe se durante los írios rigurosos. conslru yen cuatro paredes de 12 piés de larC.L.deP. J go r,ada una y cuatro de allo, lo que forma .,

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ADillNISTI\ACION Y ECONO~líA PUBLICA E~ SIJS RELA.UIO~ES fJON LA. A.GRlfJIJL'l'lJII,._ •

.i4~••it•oltu1•a anti~ua. ~~ ü. ~

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La Agricultura, tan antigua como el mundo, es la mas ímportanle y provechosa de todas las artes : á ella deben los hombres su sociabilidad , los Estados la fuerza y el reposo , y él uní ver~o enter-0 la sinceridad , el candor, el respeto, y en fin todas las virtudes sociale5 y domésticas que han sido siempre el patrimonio de la casa del labrador. Tenemos por imposible poder manifestar el eslado de la Agricultura en los primeros siglos de la creacion, pol'que la historia tradicional no no~ habla del hombre mas que despues del diluvio, señalándonos al Egipto como el país primero que cultivó la tierra

clespues de aquella horrorosa catástrofe. Los egipcios , en medio de su fiereza primitiva, hubieron de vivir al principio de frulos y raíces y del producto de la caza y ptisca, pasando graduadamente á cuidar los ganados, domesticándolos con los pastos, y concluyendo por último la carrera de la civilizacion con el cultivo del trigo. La misma naturaleza debió enseñar á los egipcios el arte de labrar el suelo y de obtener cosechas de cereales, porque las infinitas semillas de esta planta que las avenid~s del Nilo depositaba en el légamo que producía el descenso de las aguas, les daba espontáneamente


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cantidades ele frulos que _no lardaron en ples conjeLuras. Por ellos debemos deducir utilizar. que los judíos, pueblos inmediatos, hubieron Es una opinion muy aéeptada que no to- de aprovecharse de los conocimientos de los dos los países dei° Egipto se cul~ivaron á la egip,cios, como . efectivamente se desprende vez: ora sefl el Alto Egipto el que recibió de algunas páginas del antiguo testamento. primero el impulso de la civilizacion , y por No solamente los puP.blos sino tambien los lo mismo· el primPro que atendió al culti\'o príncipes tuvieron en Judea á la Agricultude las plantas, ó bien fuese el Bajo Egipto raen g·rande estima, y en este país, á lo el que dió principio á la agrir:ultura co n la menos durante el gobierno del rey David, la produccion artificial del trigo, lo que nos econonrí~ pública fué tan •bien entendida, importa á nosotros congcer es qu e co n el que dió á las artes agrícolas un admirable estudio de las labores debió na~er la inYen_- d_esarrollo, au!J cuando no supo evitar de cion ere los instrumentos agrícolas. En efec- una vez los· horrores del hambre por medio to; los pueblos del Egipto han sido los pri- de depósitos de trigo. me1,-os en usar los útiles de labranza, los cuaLos judíos conocieron muy bien Iá~ ope_,les, si bien eran imperfecl_os al principio y raciones del riego, y cuidaron con afan no poco á propósito por consiguiente para re- ·solamente los ganados, sino tambien el olivo mover la tierra, fueréin perfeccionándolos su- y la viña , haciendo de estas plantas un obcesiyamente.hasta llegar á c9nstr.uir UQ ~ni- jeto de su JJarticular atencion. Inventaron do, segun es de ver por algunas medallas an- pro"cedimientos diferentes para la trilla, y tiguas que representan la imágen de Osiris. muchas frutas y legumbres de las que se coLos -•numerosos canales, represas y demás noéen hoy dia fueron ya cultivadas por los obras _de riego qmi aun se ven hoy en el judíos, tales como el melon , la manzana y Egipto, indican claramente que ha sido ·el olras. , punto dondA en la antigüedad fué elevada la La Agricultura pasó de Egipto á Grecia; Agricultura al mayor estado de perfeccion; y si bien en este último país no hizo grandes y estas mismas obras qúe solamente podía adelantos, {juzgar por las noticias que nos emprenderlas el poder público, nos rev elan han quedado de los ti em pos mas lejanos, no á la vez la sábia legislacion de aquel país y obslante hubo hombres que se ocuparon el amor paternal que los reyes profesaban á con asiduidad de la ciencia de las plantas. sus súbditos. · · ·Aunque ella fuese consiJerada por la geneLa AgriQultura ha sido en todos los tiem- ralidad de estos ho~ures mas bajo el punto pos la principal ocupacion de los egipcios, de vista de la botánica y do la me<lícina que habiéndose servi'do, desde los primeros días, de la Agricultura, sin embargo Hesíodo, del buey para trabajar la tierra. El arroz fué contemporáneo de Homero ,. escribió acArc~ para estos pueblos una planta de preferen- de los detalles del cultivo griego. L~s ,eg~cia , así como en lo antiguo tuvieron á ias !adores de aquel.la famosa comarca se ocu·babas la mayor aversi.on. El oficio de pastor paron de la propiedad territorial de. una ma-, _era mirado con desprecio, en sentir de. algu- nera tan conforme á los progresos de ta nos autores; pero un pasaje del Génesis nos Agdcultur~, que si observamos los preceptos dice que los rebaños de toda especie fuero,;i de Solon veremos que prohibían acumula!' considerados con el mayor interés y cuida- las .tierras en una s~Ia mano, y mandaban dos con solicitud por 1~ ·familia de Farao.r1. \ repartir poi· iguales partes la propiedad p;iOscuro como es este punto de historia terna entre los hijos; todo con el fiq de que agríeola, ~o podemos part.ir mas que de sim- no cayesen los bienes rurales ~n UQ estado


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de amortizacion sie,npre dai\@so á los intere- de las conjeturas. Durante lai'gos siglos fue.-. ses de todo país,_Los riegos, el aprovechamien- ron los romanos sábios y laboriosos al mis• to de las aguas , el acotamiento de las pro- mo tiempo que conquistadores. Aun antes piedades, la roturacion de los campos y en que llevasen sus armas vencedoras á casi to-.fin todos los meJios que pue_den ,,aler para da la Europa y á muchas comarcas ácl Asia dar liuertad á la Ag!·icultura fueron objeto y del Africa fueron ya tan grandes en la tan preferente ~e los griegos. que su sábia Agricultura, que en los últimos tiempos de legislaclon Lastnba por sí sola para bar.er - su colosal poder sus prácticas agrícolas erart grande la Agricultura de aquellos tiempos. conocidas en toJa esta parte del mundo. Los pueblos de la Grecia usaron un ara- Tuvi-eron hombres eminentes que se dedica·do p~recido al de nuestros dias. Se servian ron á la ciencia del campo con una conslan-de la hoz para segar sus mieses, y acarrea- cia la mas . 1-audable, babjéndonos dejado ban sus frut6s con una carreta de dos rue--- obras que aun hoy pueden servir da guia á das bajas. Conocieron otros varios instru- los escritores· de uuestt•a época. Si nos pro-mentos de labranza de que nos servimos en pusieramos trazar un éua<lro de los escrito-la ac.tualidad , •aunque ~on mayor perfec- res romanos quema~ ilustraron la Agricultura; ernpezariamos ,colocando en él al rnec10n. Los griegos cultivaban el trigo , las le~ desto filósofo que desdé su humilJe morada gumbres , la vid , el olivo , é infinidad_ de trazaba á sus conciudadanos el camino do la árboles frutales ; tenian particular esmeró •perf"'ccion y de la felicidad, y conclurriamas para ganado así vacuno corno lanar y mu- con los bomLres eminentes á par que públi,lar , siendo el buey principalmente el que cos que, como TerenGio Varroñ, subieron al empleaban en las faenas del campo. ·A pesar consulado despues de haber sido soldadas de este interés con que cuidaron los gana- distinguidos ó labradores aprovechados. Pedos no cbnociefon los prados artificiales, ro nuestro objeto es oúo. Tratamos de dar acu(liendo en casos de penuria á cortar ar- á conocer en este sencillo y .rapidísimo bosbustos que. crecian espontáneamente en los quejo l.os adelnntos que Íos romanos hicieron ,bosques. El cultivo del lino y del cáñamo se en la Agricultura. el estndo de perfeccion á ·conocia entre los griegos. y sus productos que ílevaron la economía rural, y las mejolos el"abornba cada familia para su vestido .. ras que introdujeron en las prácticas agrí~ La república do Cartago , , tan floreciente colas- por la atencion que prestaban á las y sábia durante el espacio de setecientos circunstancias locales. por la exactitud de años, practicó con aprovechamiento la Agri- su ejecucion y por la union í~lima con lé!. cultura en su prqpio país, en la España, economía pr;íctica. Mientras el suel'o romano fué cultivado ,en la Sicilia y en la Cerdeña, cuyas naciones babia sujetado el poder de sus armas. por los propietarios , cuya costumbre sub-Fué uno de los pueblos que dejó escritos sistió po~· el espacio_de mas 'de cuarro siglos, mayor número de preceptos agrícolas; y en- la Agricultura gozó de tanta superioridad tre los varios que podríamos cita indicare- que ningun país _del mundo podia compamos solamente los veinte J ocho libros de rarse _con la Italia ; mas tan luego como las -Magon que el senado romano se reservó para faenas del campo pasaron á manos esclavas, sí, despues de haber repartido todas las bi- --á ca,usa de las riqtfo~as que babia ya adqui. bliotet;as entre los príncipes aliado~. ricio la república, la tierra se -negó á-dar sus Hemos llegado á la ·historia 0 romana , en prod uccrones, has la llegar al es tremo de escuya 6poca 4alh1remos la certitud e11_ lu;ar perimentarse ·espanto~as carestías. ·

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353 tos rorr.úmos cuidar;n, mucho de_los de- sola hora. En sus obras hallamos descritos talles del cultivo y de la economía rural;. los µiétodos diferentes de segar, así c~mo pero muy poco de las prppiedades de la el modo de colocar los haces y-de formar las tierra. Los establecimientos _rústicos, y lfi bacinas de una manera tan perfecta, que distribucioo que daban al suelo que los com- queriendo algunos agróno01os d~, nuestros ponía, eran tan bien euteod·idos, que sus es- dia~ perfeccionar este punto interesante de critos pueden ter.er aplicacion entre nosó- la Agricultura han reproducido estas prác'tros. El pueblo romano era amante del ga- ticas como útiles y proveéhosas á los in,t_~nado , y comprendía muy -bien que sin los reses del própirtario. rebaños no· podía existir la A_gricultura. CoLós riegos. la formacion ¡Je prados natumo los e.gipcius y g~iegos; era· idólatra _del - rales y artificiales, los apacentamientos, los buey, no sii•viéndose del caballo mas que desmontes y <lesagtit,s fueron · tan atendidos par.a el recreo y para _la ·guerra. L:i alimen- por el pueblo romano, qu~ s~ consagraron taci~n del ganado de toda especie era tan casi -libros enteros á la -descripcion de estas . , metbtlicamente entendida , que tal vez al operaciones agrícolas. Si bien con..9cicron presente q_ueélan atrás todas las naciones en las cercas y las usaron para cerrar Jos jarÍa práctica de esta parte agrícola. din es y las huertas , las limita"ron .no obsLos instrumentos de labranza que usaba·n taute á un reducido número de objetos. · Jo., roma1ios correspondían al estado dt per- Cerrabañ los prados por medio de paredes,. feccjon de las restañtes artes. Conocían los ¡nas bi~ñ con el fin de mantener guardado arados de vertedera, de ruedas, los de reja en ellos el ganado , que con el de ev_itar Jos ancha y de reja estrecha, y, en una palabr!l, daños que pudieran ocasioña-r los vecinos y 'los útiles para la escarda, la siega, el des- viajeros. mo~te, cte. si no te--nian una entera perfecMondaban los árboles cuidadosamente, y cio.n, eran al meoos de ventajosa comodidad. la 1Joda del olivo y otros frutales era mejor Si leewos á Cat.on y otros autores de practicada entonces quA en la actualidad. ~q.uella época-, veremos que ,el pueblo ro- Las cosechas se hacian con esmero, los frutos mano tuvo conocimiento de fodas léls ope- se cogían á la mano, y el del olivo princi~ raciones de la' A-gri.cultur¡.1 desde las mas palmente ·les merecia una especial atencion. sencillas hasta las mas complipadas, ·como Los cereales, las legumbres, las plautas las de la prepara~ion del terreno, de la de forrage, las textiles, las lintoriales y siembra, ·estercolamiento, riegos, etc. La muchos de los árboles frutales que se .cultipráclica· de abonar los campos fué tan estu- van ahora los cultivaban tamhicn los romadiada por los 1:omános, Y' tantas las materias nos con particular solicitud y- en escala tlilaque usaron para aumcn.tar la· fertilidad del tada, así como prestau~n los mas atentos suelo, que esta operacion agrícola valió á cuidados á la educacion del gánado <l~ toda Sterculius, dios ·de los abonos, e'I título de éspecie por el interés que con ello daban á inqmrtal., Usaron los forrages frescos como la economía rurál. abo[!OS enterrándolos en el mismo campo , Los romanos poseían ciertas máximas y ,no les pasó tampQco ,desaper.cibido el uso ' generales, las unas escritas por sus mismos de la' ceniza y de oiras sales estimulantes agrónomos y las otras recogidas de diferen,como me.dio de acelerar la vegetacion. · ·· tes puebJos á quienes imitaron en la AgriEn la cosecb~ del trigo segu_ia,~ constan- cultura, las cual~s, observa.das con respeto ite~ente ,la máxima que mas yalia sega1: dps· profundo, qaban vid.a y riqueza al labrador. ,dias antes que retardar esta opéracion una I A pesar de tener- la repúblic~ romana nu33. TOMO l.


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merosos esclavos, y <le ser es tos p ·íncipalmenle los que cultivaban la tierra, las leyes agrarias y las costumbres uel campo re_comend_aba11 altumenl.'e ta-• hum,rnit.l nd y el buen lrntb pnra con los ser-vi~eres y con los ; stli!VÓS. En lin , la Agri cuttura ll ~gó e11tre los romanos á tan alto grat.lo de · esptencfor, que no babia un sol<lado, un ciudadano solamente, que no la tu viera en la m¡ryor estima. LabJadores inteligentes y sólícitos la pracLiraban en touos .los pueblos adonde la suerte los Hevaba • enseñándola éaáñosameñte á íos habitantes <le las ,comarcas que no la, conocian. J,>rro ese mismo pueblo que cr.,a. ta·n granile · mientras fué virtuoso, vino á'1aer en un abatimiento lamen table desde el momento 1311 que el hijo sustituyó á las Gostumbres sen-cillas y el tr-abajo á ia holgattza. La Agricultura tuvo que resentirse necesariamente de este -cambio : el ·profielario es plotó sin compasion -al arrendador.; á este le fallaban los mfldios para sostener sus trabajós ¡ e! -erario que babia <le mantener una . corte· -corrompida :;e -vió en la precisic;m <le im poner em:gas ·insoportables á·-f.a propiedat.l, y-envueltos el am9 y· el colono entre .un fata l sistema insufici'ente para remediar los ma les del Estado, empezó á <l ~sm or{)i_1arse aquel poder colosal que babia -hecho á Roma tan temible, y -la señora del- mundo ,vió

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por último eclipsar sus glodas entre los horrores de _una guerra civil y la tiranía de los emperadores. Así fu é declinando la Agricultu c.a en Roma y en todos lo~ restantes pue_blos que babia conquistado. A la caída de los romanos se sucedieron los· tiempos .de anarquía y_ de barbarie. El cultivo estuvo des-c,uidacfo casi totalmente en muchas comarcas 'dél· occitlen-te de la Europa durante una porcion de siglos. ·los pueblos :· en la incertidumbre · de poden· obtener una cosecha que habían se~brado, pr.eforian deuicar~ á .:-cttidar Jos gánados que ocultaban fácilmente al enemigo; y 'las tradiciones y búenas prácticas se bubíeran ·perdido del -todo, si la credulidad de los }Lárbaros no hubiese respetado los establecimientos religioros. Estos poseían fo_s libros que los romanos · h11bia11 propagado por todas partes, y con su anxili-o ·'Y bajo la--lljreccion ele l~s sacerdotes se fue·ron cultivando los eampos hasta 11-egar ~I día de la reaparicion de ras lel ras , que pocfem~s llamar 1Ia épo,ca moderna de nuestra Agricultm:a. ·Casi nada conocemos de ella durante "Elste período, reservanda -hablar por lo que mira á la de nuestra _España cuando nos o<,:upemos de I_as cal.}Sas que _ mas principalmente ,han motivado su decadencia.

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Sobre el ·c oncurso pa1•a ·premiar el mejor .·U~teetsmo y :Jós mejo1•es Eleu1e·ntos de ll~ricoUur-a . .

En el 1ugar correspondienlP, ·de ·este número encontrarán nu es tros lectores el decreto y programa üe-l'os premins que se ofrecen -al autor -del i11ejor · Ca-tecismo de Agricultura y al de los rpejores elementos de Agricultura espafiola. Tambien· bailarán la

esposicíon elevada con tal motivo á S. M. por el ministro de Com~rcio , Instruccion y Obras _públicas. Para. ello hemos invertido hoy el órden cr0nológico que tenemos esta• blecido· en 1a parte oficial, si bien justifica

nuestra· conducta la import.a,ncia de las dis ..


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~osioiones del g-0hiern~ de 9ue vamos á oc1,1- inaugüra-r ~- ooseíín,~w de!ª A_gri-cultura'. y parnos. • , . al hahlar de Catecismo y de las malenas Francos é imparci~les al mismo tiempo _que ha 00,- C()nten~r, sentimos decir que no ·vamos á .emitir nuestra opinioh ·acerca del- • oomrrendemos lan perl'ectan:rnnle éorr¡o qoi<lécr~to y programa· que :ya hemos citado, y siér.a111os ruúles sean ·10; principios genera/e.~ lo ·hacemos con tanto mayor gusto al ver de la. -Agricultura w1iversal aplicados al cliconfirmadas las indicaciones que hicim@s en ma .y localidailes -de Espáñá. Nosof.ro_s creeel arficulo con ·que dió prinr.ipio el a.nt~rior mos que los .pri.ncipios generales de la Agri..n~mero de El Cultivador. No rreiamos-cier- . cultura univP.1:s_¡¡L. son los · m_ismos ,.~11. todas taménte entonces que nuestros. pronósticos ,, p~rles ·.y- eu wd_gs los puehlos ..dcl ~n:l]ndo. tuviesen tan inmedia[á 1:ealizacwn. ,,sin que _tales principio,s, una vez. cicw~cri.-Aplaudimos síncera y cord.ia-lmef.l.te la idea· . los-. á la esf11t.a, que eslá .ma_rcada· á ros:pr:indeLgcibierno al abrir el coneu1·so que tenga cipi(}.S, admitan diferencia ni aplicacion espe,.... ~ ,-.1-¡jeto premiar ó los autores de. ios me- c.ial par.a determinado, pu¡iblo :, para deter_. Catecismo y Elernenti:is-de A-gricullura n:iinaua ·nac,ion , Los.. princini9s universa:les ó ,ue se escriban y se presenten; y esto. P'?r• sean generales de la .Agricullura un.ivcrsal, que llevándose á' cabo Ias iutencjones que se ,que nó son otros que las leyes gener~les dP obse·rvan en el gobierno.han de resultar d_os la veg~Lacion.,. han rle pa:,ar.. á olr!l, .esfei·.a - bren(lS importantísimos y. de tra.scenclencia mu.y _.distinta, pal'a su -.,aplioacion · al clinia. ..y .suma. El uno es prnp_ai;ar el fcrrcno y prolocalidatlns <le los pu ~blos, siendo ,yo .al g.o porciona1: la instruccion agrícola, as.írnto pre., . mas qoe principios g~nerales, y esa otra ~'s- feren(e de toda. nd,eslra atencion., ií-t.odas las . fera es la de la práctica, donde- ya .cabe .cie.r-. r..lases y personas; y el otro, ahrir,:un campo ta merite el que se estudien y .se consuller1 6 cami~o de gloria § los-hombres. laboriosos, las localidades y el cli11,1a en que ban ,de híl;ilustrados y entendidos de nuestro país, los cerse las aplicaciones. La_estension -máx..inw fijada.,al Cal~cismo cuales - podrán .e·ncontrar una recompensa j_i.Jsla y'merecida á las brillan les produecio- . la juzg.:imos .insuficiente, porque es ·¡mposines que emanen de su im-agii;iacion y ~.e sus ble que en doce plieg.os de irrípresion se talentos. contenga . tocto lo que ha de abraza;· un Nosotros, sin emba:rgo, aprobamos la eje- C¡¡.tccisrno qpe debe ser- én ~ueslro conc~poocion del concurso siempre que esté enla- lo, un estraclo de todas las~faterias de qu e ;uido con un., plan. eslenso. general y bien tra len los 8lero._ei1tos, aunque puesto en Ion. meditado ·de enseñanza agrícola..,. y con otro · guaje fan scn.oiUo y correcto que se alcance nlao aun mas gener~L-que tenga por fin úni- ó se coll)pren,-Ja, enteramente por todas las oo el engrandecimiento· de la A,griculttwa es,•· ca pacida.des y aun· por las imaginaciones infiañola. Si así n·_o SUCtlae n;ida adelantaremos fan.liles. La poca eslension que nosotros 110• c.on medid.as--_aislarlas y beterggéneas . entre tamos al primero de dichos libros creemos sí~,. qµe hallándese !~ego s·in conexion y en- que ·se htlllará justificada luego que in-diqueLace vengan á formar un todo mas . helero- . mos las materias á que ha_n de ·estenrlerse géneo ·toJa,ía--q,ue soló ~irva para complicar los. Elementos, por mas q~ie no se nos ocul,,· mas y mas nuestra administracion, no muy' te que- un libro, como es el -Catecismo de ~ieó organizada por desgracia en afgunos ó Agricultura, qoe ha de ir m1ido en la enseen la m~yor parte de los ramos qur. la._ com- . ñanza ·al otro Cateci_smo de la doctrina cris- _ ponen, _ . tiana, es preciso que sea lo mas re<lucidp Convenimos, pues, en la · necesidad de y lo m,as sencillo posible .• '


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· Tambien· créemos que· la estension . mar- pios f:lS tan necesario como el de la organo- , Fada ~ los Elementos es algun tanto dimi- gra.fía y fisiología , y en los Elementos han n~ta. Lo's EJementos han . de servir para de ~allarse ~iertamente. con la claridad y-escrear profesores, para estudiarlos en las cá- tension_bastnnt_e para que puedan entendertedras que se establezcan, y para _aprender se perfectamente todas y cada una de- las ~ ciencia del campo en sü parte teórica y en demás partes que vÍenen ·á constituir el todo su_parte p1:áctica 6 de ~plicacion; y no -con- de la ciencia de que hablamos. En tal susideramos quo unos Elementos de' Agricu!- puesto h'an de ~outener los- Elementos, eri 'tura limitados á las condici?nes ' qu~ en el lo que sea relalivo á la Agricultura, trataprograma se lés fija puedan llenar nunca el dos, capítulos ó escritos e specia le{ de fíobjeto para que se escriben. sica, química, mineralogía, hidráulica; meEchamos de men_os ánle todas cosas una cánica, l!rq•Jitectura y otros; y si de aquí se prescripcion terminanle_de que espliquen los pasa, siguiendo las indicaciones del programa, Elernéntos tan estensamenle CQmO es· nece·. á los procedimientos prúclic9s para el c.ultiv<> . . . sarió la organogrnfía y fisiología V!)getal, sih de las plantas anuales, perennes y arbóreas; cuyos conocimientos preliminares y bien en- á los mejo'res métodos de cunserv·acion y tengidos siempre se camina ·á ciegas en la aprove-chamiento .de su_~ productos , . así en en raíces , harinas, ciencia agqiria, y ion -inse¡i;uros -cuantos pa- 'granos .v semillas, como . sos-sé int1mle dar. El agricultor que. desco- íécufas •, caldos, hilados, tintes, etc. ; á los nozcit Jas partes que componen el vegetal, principios generales relativos á la cria, aulas funciones que c-ada una ejerce 6 desem- m~nto y mejora de razás de los a'nimales do·peña, .la vida de que. gozan, la influencia que mésticos, á los cuidados particulares que ~xige, así su alimen- en ella tienen los agentes esteriores, la teo- cada uno de ellos· - para . . ría en fin de la vegetacion ., jamás podrá to como para la conservae:ion de su salad -y comprender la _ciencia agrícola, y la instruc- buen estado y ;iprovecbamhmto de sus escion que ndquiera ó se le -dé sin esta·s con- tiércoles; q ta contabilidad agrícola y á tantas ·diciones será una Í-[!slruccion .sin solidez al- y tantas materias como coipprende ef -est~guna que el fen~meno mas comun la hará· dio bien entendido de_la ciencia agraria, de,•acílar y creará én ella dudas y obstáeulos ·duciremos que apenas bastará el doble de la insuperables. Fijemos la vista en las· opera- estensi~ñ que señala el prograU:a :para qµe ciones mas sencill11s del campo, en un in- los Erenientos de Agricultura española salgerto 6 en un acodo por eje·mplo, y dígas~ gán tan perfectos. ó tari aproximados . á · 1a si podrá compren<lerlas, esplicarlas y prac- perfeccion como es posible, y tan suficienticarlas b_ien el que ignore la organografía, y, tes •para llenar el vacío que son llamados ~ ·Ja fisiología vegetal. Si es, pues, b:n nece- o~upar. Hacemos estas observaciones eñ la sario y tan absoli¿tam ente -indispensable . el 'firme persuacion ~e que lü's Elepientos han. detenido estudio de., estas parte,; importantí- de servir para enseñar en toda' su estensiou • simas de la Agricultura, es indudable que la ciencia agrícola ; que han de ser ~I _libro han de comprenderse tan ·es tensa mente corno ún_ico que se estudie y se aprenda en las eses 'preciso en los Elementos. · cuel_as 6 cátedras que se 'establezcan , y que No ha olvidado el gobierno decir que tam- dewues de este libro para ser profesores no ha · 'de ser necesaria otra cosa ma~ que el otro esbien han. de abrazar estos áquelJos princi' pios de las ciencias auxiliares QUe tienen tudio d'e obras mas estensas y especiales donde aplrcacion inmediata en ·1á ciencia agríco- _se halle~ mas d~senvueltas las· materias que · la. El coµocimiento de se01ejant'es pri-nci- ·encierren los Elementos. El órden que, en ~

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nuestro sentir, deban estos guardar no deja- vios bien preparados y dispues.los. Esta pr~remos de indicarlo, porque hahien<lo ofreci- mura, no o·bstante, pµedé tener una condo ocuparnos con toda prefenmcia de la ins- testacion pausible, si acaso en Ira en el ánitruccion agrícola , emitiremos nuestr:a opi- mo del gobierno que la cnsei'ianza agrícola nion acerca de los estu<lios y de los años de comience en el año escolar que se abra en carrera que deban establecerse para. la en- octuhre venidero. señanza de esta cien~ia, -cuyos estudios, carEl premio que se ofrece á los autores del rera y enseñanza han· de guardar completa mejor Ca_tecismo y de los mejores Elemenarmonía con los Elementos que se aprueben tos lo conceptuamos bastante, aunque pacomo libro de testo. rece que debiera fijarse de antemar:io el preDice el programa que la obra premiada cio en venta de una y otra obra; porque ( LabJa de los Elementos) servirá al autor adoptadas ambas corno libro de testo,, y hacomo ejercicio de oposicion- para obtener u.na biendo por consiguiente necesida.d de adde las cátedras de Agricultura que hayan de quirirlas, no debiera ser voluntario en los proveerse. Nosotros juzgamos que una vez autores, quienes se reservan la propiedad, premiada la obra por. ~er reconocida como establecer un precio tal vez exorbitante. Pabuena , útil y la mejor de toclas las que se rece igualmente que seria necesario deterpresenten debía ~oncederse desde luego al minar un plazo durante el cual se conservaaut~r la cátedra sin actos posteriores, por- se esa propiedad esclusiva y el derecho de qu~ la persona que escribe una obra que se ser libro de testo tanto · el Catecismo coq¡o declara libro de testo para las escuelas pú- los Elementos. No queremos cgn esto que blicas bien digna e3 de que se le confiera una en las obras literarias, como tin las artes , .cátedra donde esplique lo que ella misma ha baya privilegios de invencion , así como c::scrito para que otros lo aprendan y aun lo lampoco queremos que deje de atenderse el enseñen. Adem~s, no concebimos cómo pue- méríto de otras obrl?s que despues se preda conciliarse el que la obr.a escrita sirva senten y que sean mejores que las que ahosolo como ejercicio de · oposicion. T.os ejer- ra resulten _premiadas. Todo se conciliará si cicios se hacen p:ira graduar el saber y el sé 6ja ese plazo que decimos , porque de mérito de los opositores en actos iguales ; y otra mallera y como es mas fácil reformar si la comparacion del saber del que escribe que inventar, sería muy posible que loll)._anunos Elementos ba de hacerse con otros Ele- do por base las obras que obtengan prefementos, desde luego el. resultado del con- rencia en el concurso se publiquen luego curso es el 'Único que puede y debe decidir otras que tambien se adopten como libro de el mérito del autor, y por consiguiente que Lesto para las escuelas, y entonces de muy es digno de que se le agrn,:ie con la cátedra. poco sirve la ventaja 6 los premios que ahoEn otro caso la comparacion no puede exis- ra se ofrecen á los autores del mejor Catetir, porque no puede haberla entre escribir cismo y de los mejores Elementos que se unos Elementos y lqs ejercicios qui, -se hacen sometan al concurso. Reconocemos y no se 6 se hagarr para la oposicion á una cátedra, nos oculta que, este punto es sumamente cualquiera que sea el rigor y las bases que delicado. En él ha rle procederse con cirpara las oposiciones se establezcan. cunspecta detencion y con toda la imparciaHallamos que es corto el plazo que se fi- lidad que en cuanto á la censara esperamos ja para escribir el Catecismo y los ElerrÍen- . confiadamente de los dignos individuos que tos, cuyos libros han de ser el producto de oomponen la seccion de Agricultura del . m1::ditaciones profundas y de trauajos pre- . consejo de Ágricultura, Industria y Comer-


3r}8_ . -tío~ en términos de que sean- ·uiell oombi- confosa.rlo r. que se-están-dando pasos- acerta.dos para cÓn-sE}guir nuestra regene.racion nados los -preo;ios· ahora ofrecidos- cQn. la agrícola~ , y~v.emos con placer que <'11 medJo prciteccion _y aprecio que real menté m~we.z~ can fos Cateoism9·s y ~lementos .q_ue pue- de tantas l'. lan crecidas partidas como. figo.,. ran..en. los-presupuastos d&.g1tstds. del Estad ~ dan . luego ver la _luz pública .._ • -·Al deja/· consignadas las ob·servaciories · _ruin de aparecer al_fin algunas que se aplique preceden , debe com_prend~r.s.e quer el qµen ,á recomp,ensar los-- desvefas y trabajos solo objet.? que guia -~uestra. cond~ela..es. é.l d~, los .talen!os esclarecÍdos, y ahlesarrolJo y fomenlo de los manantiales de v~rdadera rideseo . mas coastante por lo mejor y mas cond~cente ,,;á la prosperidaél de nues'tra queza y felictdad que tenemos y qúe encier.:. . .r Agricultura.·No desconÓcernos, _sin emhargo, ra "OUeslro suelo. y' tenemos una . verdadera satisf.ac.cion al

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Esposici011, ,í S. M., real' decreto y -programa de los concursos par-a la adjttdicacion de· preinios al méjor Catecismo y á los me-j!>r.es Ele- mentas de A griwltttra que si escriban y pre" . sen ten.

ricas, le entrega la tierra, para q-ue a_plic~ndb á elia1 n-o solo-sus brazo_s , sirto -~ú inteligencia,_domine el lrahajo, al-mismo ·tiempo que cumple la ley coman que á él le sujeta. El primer c;bstfoufo que presenta á 1-a propagation de la-•ínsLruécion agrícola es la Seño~a :---euando 'el minislro que suscribe esca~~z de profés()res, y héJ.y por Jo ,nismo netuvo la honra de proponer á V.M. el P.slable- cesidad de formarlos. Para ello., .. los. medioscimienlo de' comisiones regias para la inspec- · p1foden ser dircclos_p indi~eclo . En cuanto ,a, cion de 'la ag.ricullur.a general del reino CORlO - los primeros' que consislert esencialmente en , medio eficaz de averiguar las .neces-i~ales de la , oreacion de escuelas teórica~ y práclica~, aquella induslria, considera~a como una de vueslro miñislro m~dila las disposiciones- que las causas mas funestas de su ,jl-lraso la fdlla contempla precisas; y 011 ~uanto-á los ·segu.11 .. de .enseñanza profesional, y · 1a .consiguien.lé. · dos. sobr~los que ahora ll~ma la atfgusta alene·scasez de conocimienlos _en una maleria cuya . cion· de V. M_.,.ño pycd'en ser otros qu~ la puinslruccion ·inleresa á la _gene.-alidad de los I hfioacion' de buenos libr-os dond-e los horñhres ~éspañ9les. ,·. ., • de cierlá inslruccioll apquieran las verdaderas En efecto, _Seíior·a , la ínslruocion agricola doctrinas qu~ inculquen d,esp.ues á los demás, es en España <le sumo inlerés, no sqlo ·porque oque stpl,iquen directamente en el cullivo de noeslra nacion·es 'eminenlemenle agricullor~, sus propiedades. · . si-no porque esla ind._ustria crea, con "los pro••·. Eslos libros deben ser adaptados á. las resductos, subsislencias; disemina venlajosamen- peclivas necesidades, y especialmente escritos le esos grandes centros de poblacion que_con- · por persona_¡;, que·. no so lamen le conoz~an la grega la induslria fabril; hace las <iostumbres teoría de la ·ciencia, sioo que la hayan redomas pura~ y senci-llas, y arrancando al hombre cido á la -práctica. · de una de esas ocupaciones puramen~e mecáA un por eslo; .tales obras es menester que

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-~ean drigináles, · e5critas•para nuestro suelo, •con conocimiento dé sus necesidades y sus prácticas, para corresponde.r á aquellas, para mejorar estas•,íltimas, •para ·ser en 1fin_el libro de lesto respectivamente, ya en las cá.tedras, ~•a en las escuelas, y el código ó-manual de nuestros cu lli vado res. Consultando lodos "estos ·fines, el mini-slro ,que suscribe tiene la honra tle -someterá fa ar,robacion de V. M. el adjunto proyecto de decre to. Madrid 11 de diciembre de 1Sli-8. =Señora. :::;;:.A. L. R. 'P. de V.M. =Juan Bravo Murillo.

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je correcto, de modo que pueda servir en las escuelas de instruccion primaria, y ha de contener los principios generales de la agricultura universal aplicados al dima y localidades de España. Al propio tiempo que baga conoclir á los labradores la utilidad del estudio de las ciencias auxiliares para los adelantos de la agricultura, ha de contraerse á los c:::-1llivos de l_as plantas cereales, de las leguminosas, de las de prados, de hortalizas, textiles, tintorias y oleo• sas, de las viñas, de los olivares, de las poma• radas y de todas aquellas que se cultivan ó puedan culti\"arse útilmente en España, indicando los i;nedios de conseguir el ' aumeñto, mejora y conservacion de los árboles. Com'REAL llECll:ETO, , prenderá asimismo algunas indicaciones acerca Atendiendo á las razones que me·ha espues- de la cría de los animales que puedan servir 1:o Mi Ministro de Comercio, lnslruccion y al labrador como auxiliares de sus trabajqs, Obras públicas, y con-vencida de la importao- como parle de su alimento, ó como productocia de inaugurar la reforma de la enseñanza. res de abonos. El Catecismo no pasará de doce pliegos de de la · agricull~ra promoviendo la publicacion de b-uenns libros de testo, Vengo en decretar 1mpresion de á diez y seis páginas en octavo, de treinta renglones por página del c~rácter lo siguiente : . 0 de letra llamaélo breviario. · Se abre concurso público para adjudi4• El premio consistirá en seis mil reales vecar oo premio al autor del mejor Catecismo de agricullura, y otro al de .Jos mejores Ele- llon. El gobierno declarará además el Catecismo premiado libro de teslo para las escuelas mentos de agricultura espaií0la. 2.º Las -condiciones del concurso; las que primarias, y costeará en beneficio del autor, respectivamente ha de tener cada una de las de qujen quedará la propiedad de la obra, la obras; los premios que ha~1 de obtener las dos impresion de los primeros mil ejemplares. · mas perfectas, y las dos que á cada una de las Concurso para [0$ Elementos de Agricultura premiadas sigan en mérito, son las que se es: española. presan en los programas que, ·á propue-sia de Mi referido Mini tro, y oida la seccion de agriLos Elementos han de contener áq uelios prfa- _ cultura de Mi B.eal. c~nsejo ~e agricYILura, .industria y comercio, he tenido á bien aprobar · cipios de lad ciencias que tienen una a_plicacion - inmediata á la agrologla, á la fisiología vegeen esta fecha~ Da4o ·en Palacio á 41 de diciembre de 1848. tal, á la arquitectura rural y obras de riegos, =Está rubi'ic.ado de la Real mano.= El Mi- á la construccion de los instrumentos aratorios nisll'o de Comercio , lnstruccion y Obras pú- y á la contabilidad agrícola. Han de tratar de los procedimie[!los prácticos para el cultivo de blicas, Juan Bravo Murillo. las plantas anuales, perennes y arhóreas que PROGRAMA DB LOS CONCORSOS 2ABA LA ADJOse conocen ó pueden introducirse en la agriDICAClON DB PRIDUIOS AL MEJOR CATECISMO cultura de España, y de los mejores métodos T Á LOS MBJOBl!S ELHMBNTOS DR AGRIde conservacion y aprovechamiento de sus productos, asi en granos y semillas, como en raí-· CULTURA, ces, harinas, féculas, caldos, hHados, tintes ele. Concurso para el Catecismo. Comprenderá asimismo _e!ila obra los principios generales relativos á la eria, aumento y E\ Catecismo ha de estar escrito en lengua-


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mejora de razas de los animales do"méslicos, . abril de ~ 849 , y antes del 31 de agosto del éspécificando lós cuidado~ que r.équiere cada mismo año los que aspiren al de:los Elemen uno de ellos, así para su alimento como para to~, al director general de agricu!Lura-, én pliela ·conservac1on de su salud y buen estado, y go sellado , de modo que no -se conozcan el aprovechamiento dé su~ estiércoles para el abo- nombre ni las circunst.ancias del, autor para no de ,los , campos. Estos Elementos formarán · que·se pueda juzgar con entera i•mparcialidad. un tomo en éuarto de quinie.ntas á seiscientas Dentro del_ pliego se incluirá otro con el mispáginas de impresion ,- del carácter -de letra ' mo se11o y epígrafe que' lleve el original, el llamado gallarda: _ . - . que contendrá el nomlire y·domicilio del auEl premio consistirá en veinte mil reales ve- tor, para que en .caso d_e adjudicarle el premio, llon. El,gobierno.declara rá'además los Elemen_ pueda comP.robarse su ident!daq. Los de aquetos premiados l'ibro de testo en los estableci- llos qne no se· juigue'! acreedores ·á premio ni mientos de instruccion donde se enseñe la ·agri- recómpensa alguna, se quemuári sin abrirlos. El gobierno se reserva el derecho de dispo- · cullura ; y costeará-en · beneficio de!" autor, de quien quedará la propiedad de la obra, la im- ner del n6mero de eje'mplares que crea convepresion. de lo~ P:-imeros mil ejemplares. La niente basta dos mil para disti:ibuiflos graluiobra premiada servirá al autor co:o:io ejercicio · _tamente, abonando al autor cuatro rea les por de oposicion para o-blener una de las cátedras cada uno sobre· el costo de los Elementos·, y uno sobre el del Catecismo. . de agricultura que hayan de proveerse~ · , S. M. confia lá censura y propuesta á la Condiciones generales para ambos concqrsos. .ilustracion é imparcialidad de los individuos de la seccion de agricultu ra del Real' consejo Además del premio anunciado que obtendrá de agricultura, ir.dustria y, comercio. Estos 'la obra mas· sobresaliente éntre las que con- deliberarán en primer lugar acerca de cuales curran., se adjudicarán dos accesit para las dos son ,enll'.!.l las obras presentadas las que mereque les sigan en ruérito, consistiendo el pri- cen aprol5acion, desechando deade luego las mero en seis mil 1:eales vellon y el segundo en que no sean dignas de ella. Y, después, vericuatro mil para los Elementos, y en cuatro ficando !ln detenido ~e:s:ámen y juicio compamil y en dos mil respeclivámente para el Ca- rativo entre las aprobadas,, _formularb la pr?.: tecismo, sin perjuicio de otra recompensa de puesta para-los premios oon arreglo al mérito que resulten dignos sus autore:; a propuesta de de cada una. l!>s juepe~ del concurso y·á juicio dél gobierno . · Madrid 12 de ,diciell!bre ·· d{1848.=Apro. Los que asp,iren al ,premio del Catecismo de.: bado por s. M. _. Bravo Morillo. ~erá11 remitir su trabajó antes del día 30 de

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da de cal, y con una brocha les dió una capa que les cojia de ar riba abajo. Muriéronse los . insectos, los árboles echaron nueva corteza, Tenia un inglés en .su huer(o manzános y , cobraron vigor, y-empezaron, como si fuesen otros frutales que ge puro viejos no da~an ya jóvenes, á dat_frtúo. Es operacion fáci_l de re(Sem. lnd.) producto alguno, Un in".ierno _hizo una lecha- petirse 6 imitarse. l\B~EDIQ

:ic>A1ií

l\E;JUVBNECER· ·Los ÁRBOLES ·

. vu~;i-os.


DEL CUL!IVO DE 1A RUBIA En el número 13, página 196 de nuestro periódico hemos hablado del cultivo de la rubia, señalando las muchas ventajas que esta produccion puede dar á nuestra agricultura; pero como entonces nos limitamos á describir la mulliplicacion de dicha planta por semilla, creemos de interés indicar ahora todo lo que conduce á conocer su cultivo por medio de la plantacion. El cultivo de la ·rubia vá tomando cada dia mayor incremento, y promete ser uno de los de mayor importancia para la agricultura y para las arles. Desde que nuestros fabricantes se han persuadido de la utilidad que podían sacar de la rubia del país para teñir sus lanas y algodones, y despues que hañ observado que era preferible á la de las· restantes naciones, han dejado de emplear la rubia de Holanda, que si bien es superior, segun algunos, á cuantas se conocen en Europa;no escede sin embargo á la de Castilla la Vi(;)ja. Hemos de tener presente que para la plantacion de la rubia debemos preparar la tierra como si quisiésemos sembrarla de trigo, dándole las labores conyenientes y repetidas segun su naturaleza y circunstancias particulares. Si ei terreno que empleamos es erial ó yermo, procuraremos dejarlo en estado de poder plantarlo en los primeros meses de la primavera, ó mejor á mediados del otoño si lo permite el clima y el genio <le la est.acion . En seguida cuidaremos de adquirir el plantel que podrá ser ó las raíces ó retoños de la rubia silvestre, si la hay en el pais, ó las plantas jóvenes de los rnbiales de cultivo, ó bien raíces pequeñitas y robustas provistas de raicillas que agarrán con facilidad. Pero aun cuando estos tres métodos sean seguros para multiplicar la planta de que hablamos, será preferible no obstante emplear los vástagos ó renuevos, mayormente 15 DE ENERO DE 1819.

si podemos disponer de un rubial grande que nos los ofrezca en número suficiente. En los meses de mayo y junio es cuando suele tener la rubia ·mayor cantidad de renuevos v en mejor disposicion de plantarlos ; mas hem.os de prncurar no sacarlos en porcion muy crecida, porque correrian peligro de morirse las plantas viejas . Se ha esperimentado que si no se deja á cada pié una tercera ó cuarta parte á lo menos de retoños, se crian las plantas madres desmedradas y raquíticas y sus raices casi inservibles para la tintorería. Como el método mas comun, á par que el mas seguro, es el de plantar la rubia de raíz, lo describiremos bajo el supuesto de que en él pueden reasumirse los dos restantes, con poquísimas escepciones. La rubia se planta en los meses de noviembre ó diciembre, raras veces en febrero ó marzo, preparando antes el terreno y dividiéndolo en hojas iguales, separadas unas de otras por medio de Gn caballon. Tendremos el mayor esmero en que las raíces sean de buena calidad y de un mediano grosor; y cuando las compremos á otro propietario ó persona, cuidareinos que no lleven consigo mucha tierra, la cual aumentaria el peso sin resultado favorable. El labrador ha de abrir con -el azadon un surco de algunas pulgadas de profundidad, y tirado á corte!, siguiéndole tina persona, que podrá ser una muger ó un muchacho, la que irá colocando las raices á la distancia de tres pulgadas unas de otras próxi mamente, procurando que ·queden bien puestas á fin de que puedan agarrar fácilmente. Se abrirá despues ot ro surco que llenará de tierra al precedente, cubriéndose de esta manera las raíces que se plantaron, y se colocarán otras en el segundo á la misma distancia que se ha dicho del primero. La tierra del tercer surco que se abra cubrirá lairraices del segundo, y las que se plánten en el tercero se taparán 34-. TOMO I.


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-eón una parte de la tierra que se renueve para formar el caballon. Cada una de las hojas en que se divida el terreno no contendrá mas que tres líneas de rubia, y los caballones que las separen tendrán solo un regular tamaño. Algunos aconsejan que entre una y otra era. ú hoja quede una faja de tierra de una vara de distancia, con el objeto de que se faciliten mej')r los ulteriores prncedimientos del cultivo. Las líneas de las raíces que se plantasen deberán estará fa-dietancia de un palmo á palmo -y medio, y aun podrá ser mayor si el terreno y el clima favor-ecen el -desarrollo de las nuevas plantas. Cuando plantemcs la rubia será conveniente aprovechar el tiempc, ·cubierto y lluvioso, porque esta planta, como todas, agarra con mayor facilidad cuando el suelo está sufitientemente humedecido. En la primavera siguiente á la plantacion de la rubia debemos dar una escarda, la. cual á la vez que conduzca á la destruccion de las malas yerbas, contribuirá á que las plantas adquieran un mayor desarrollo. La escarna -debe repetirse siempre que llueva, ó mas á meuudo si las 11uvias fuesen escasas y las malas yerbas creciesen mucho. Es mu-y o-portuno que esta operacion se haga á la mano, -y para ella pueden emplearse mugeres ó niños á fin de ne, aumentar los gastos del cultivo. La escarda ha de darse con mucho cu id-ad o, procurando no dislocar las plantas de la rubia, y haciendo que sean precisamente arrancadas todas las yerbas que crezcan en el rubial. Como regularmente la escarda mueve una gran porcion de tierra y deja floja 6 sin bastante sujecion la planta, convendrá tapar ó amorillar los fallos cuidadosamente al objeto de que"se refuercen mejor. En el mes de no-viembre se cubren los surcos con dos ó tres pulgadas de tierra del ca1mllon ó faja de que hemos hablado, porque es en este estado como fa planta pasa el invierno mas cómodamente. Es oportuno sin embargo que no quede del lodo cubierta la planta, pues de otro modo perecerá si los estremos del tallo no estuviesen al aire libre. La práctica de enterrar la rubia en invierno tiene_la ventaja de aumentar la cantidad de ~a ices, para cuyo producto se cultiva éste ve-

gelal. Luego que amanece el sol de la primavera la rubia despliega una vegetacion la mas vigorosa, saliendo, de entre la tierra que la ocultaba, uno ó mas tallos nuevos y frondosos que crecen con rapidez. En el segundo año deben practicarse igualmente las labores de conservacion, aun cuando la escarda habrá de ser menos frecuente, po~que la rubia en esta época ya cubre en gran parte la tierra é impide el desarrolló de las malas yerbas. Despues de esla operacion será tambien provechoso amorillar la tierra al pié de la planta, á pesar que algunos agrónomos dicen que no es necesario al estado de robustez que en esta ocasion ha tomado el vegetal que nos ocupa. Luego que la rubia se presenta en estado de florescencia convendrá que corlemos su tallo, el cual podrá utilizarse como forrage. Ciertos cultivadores creen que esta práctica es perjudicial y que no debe aconsejarse, porque la planta se vé obligada á desarrollar otro tallo á espansas de la raiz que hemos de procurar se conserve gruesa y robusta; mas si consultamos la fisiología, veremos que el mal será mayor si la rubia llega á b granazon, cuyo estado desustancia y esquilma todas las partes del vegetal. Sin embargo, corno todas las cuestiones de la agricultura se enlazan con la economía rural, para resolvernos á uno ú otro de estos dos métodos hemos de tener presente el precio ó el valor de la raíz y de la semilla. Si la segunda es buscada por la carestía que respecto de ella se observe, dejaremos llegar la rubia á la granazon, aun cuando perjudique el óesarrollo de las raices; pero si estas tuvieren mas estima que las semillas, nos conduciremos de una manera del todo diferente. Se ha creído que los tallos enterrados, ó mejor dicho, que las raices adventicias que produce la rubia cuando 10e la entierra no producen tanta materia colorante como las raices de la planta ; mas la esperiencia demuestra que si bien estos 1.allos enterrados no dan raíces sino al cabo de bastante tiempo, y que no llegan á ser muy gruesas, se las vé no obstante llenas de color. La plantacion de la rubia puede hacerse con plantas jóvenes que se hayan producido


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tle almáciga 6 viv,eros, trasplantándose en los meses de mayo y junio, y dándo en seguida algunas escardas al terreno para destruir las malas yerbas, á mas de los riegos convenientes al estado de sequedad en que se hallare el sueto. Al cabo de tres años la rubia producida por plantacion estará en disposicion de ar- • rancarse con provecho del propietario. La cosecha debe hacerse en tiempo seco á fin de evitar que las raices lleven consigo una porcion de tierra, como sucederá si la arrancamos en tiempos lluviosos, en cuyo caso tendriamos que lavarla; operacion perjudicial para el color de la planta. P.or esta razon, aunque aconsejan casi todos los agrónomos arrancar la rubia en otoño, porque segun ·ellos tiene entonces el máximum de materia colorante, será preferible, á pesar de ello, recogerla en primavera por la mayor facilidad de secarse que tien~n las raices. La rubia es una de las plantas que mejor admiten una alternacion simultánea de plantas ó cosechas. El cultivo de este vegetal favorece de tal manera las circunstancias del suelo, que lejos de dejarlo esquilmado lo beneficia mucho, contribuyendo á ello las escardas repetidas que han de darse. Los labradores ya tienen la costumbre de unir al cultivo de la rubia el de otra planta · de las que necesitan !_as escardas en gran número. Las habichuelas pueden allernar perfectamente entre las plantas de un rubial, sembrándolas á líneas ó surcos, y cultivándolas de la misma manera que se ha dicho respecto de la rubia. Otros aconsejan que para aumentar la utilidad de este cultivo con una cosecha duplicada, debe sembrarse en el terreno elegido para rubial una línea ó surco de rubia, otra de habichuelas, y así sucesi-

vamente, á fin de que creciendo á la vez estas dos plantas, y supuesto que ambas exigen un mismo cultivo, quede todo "el terreno libre para la rubia despues de obtenida la cosecha de las ju días. Amincada ya la rubia destinaremos el suelo para otra cosecha de especie diferente. Aunque algunos dicen que podrá, plantarse G sembrarse nuevamente la rubia en el terreno en que acaba de vegetar esta planta, será no obstante mas ventajoso adoptar otro cultivo diferente, siendo el de los cereales uno de los mas convenientes si la fertilidad del terreno permite su desarrollo. Hemos de conducirnos con cuidado en la eleccion de los vegetales que han de alternar con la rubia en los campos que dediquemos á su cultivo, porque de esta eleccion depende no solo el que alcancemos cosechas crecidas de las especies que alternemos, sino que la rubia será muy abundante y de mejor calidad si acaso acertásemos en la rotacion ó alternativa. Los prados artificiales suelen dar buenos resultados despues del cultivo de la rubia, principalmente si antes de proceder á su siembra se dá una labor profunda que mezcle debidamente la capa inferior con la superior del terreno. Por otra parte, como los prados artificiales se destinan para forrages frescos y se siegan antes de la granazon, desustancian poco el suelo, lo fertilizan al propio tiempo con sus despojos, y lo dejan bien preparado para una nueva siembra ó plantacion de la rubia. En otro artículo nos ocuparemos·de la importancia de esta planta en el comercio y de las preparaciones q1:1e deben dar~e á sus raíces antes de ofrecerlas á las artes, porque ya este pu[!to de doctrina pertenece á la ind ustria agrícola.


ALGUNAS .CONSIDERACIONES SOBRE. EL. USO DE LOS ABONOS.

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Todas tas materias de·orígen orgánico, tan- mos disponer , porque el agua mas ó menos to animales como vegetales, pueden conside- abun dante no solamente podrá dP,cidir al culrarse como abonos. Les ba,sla que puedan tivador á dar abonos mas ó menos crecidos descomponerse por medio de la humedad á las tierras, sino que elegirá esta ó aquella para producir líquidos ó gases nutritivos, especie segun la porcion de líquidos que pueúnicas formas bajo las cuaJes pueden entrar · da irtiJ.iizar. En los terrenos de secano, en las esposiciones muy calientes, en las protos alimentos dentro de las plantas. vincias meridionales y en las estaciones del Los abonos no deben usarse indistintamente en todas las épocas del año , ni debe ser calor daremos á la tierra los abonos escasos igual la .cantidad que demos á todos los ter- si no disponemos de riegos suficientes, por renos; porque estas y otras diferencias que cuanto la mucha abundancia de aquellos perjudica:rra notablemente al lerren.o y dañahemos de tener muy presentes cuando empreemos los abonos aseguran el resultado fa- ria las raices de las plantas. vorable de la operacion, y las cosechas corTampoco deben ser unas mismas ó iguaresponden siempre á las buenas reglas que les las épocas r.n que debemos abonar los hubiésemos seguido . Tales diferencias son el campos. Esto dependerá de la naturaleza de .objeto en este artículo. las plantas que cultivemos y del sistema geUna de las condiciones mas principales neral de cultivo que ten gamos es_tablecido-. ~e rá el no olvidar nunca la n,pidez ma11or ó Cuando se trate de abonar un campo en el menor con que se descomponen las sustancias que hayan de sémbrarse vegetales de desarque el ijamos como abonos, porque de esto de- rollo rápido, podremos practicar la operaeion pende una grande diferencia en la nutricion de es parci r los abonos poco _antes de la sementera, sea cual fuere la estacion, princi- · de las plantas y en el uso que hagamos de palmente si no echamos abon os gruesos. El ellos. Los abonos gruesos, cuya descomposiotoño es la época del año que comunmente cion es lenta, van suministrando con la misma lentitud las materias nutritivas, y por se elige para distribuir los abonos; y aunque esta razon deberemos adoptarlos con prefe- el hacerlo así lleva consigo algunos inconverencia en las plantas de mucha <luracion en nientes á causa de las muchas lluvias que se las qúe, como en lo~ árboles y arbustos, su suceden en esta estacion, creemos sin embardesarrollo. es paulatino y su vida poco activa, go que es provechosa esta costumbre, ·mayormente para las tierras que sembremos en la comparada con los vegetales que en pocos meses recorren todos los péríodos de su veprimavera.A.lgunos agrónomos aconsejan que g~taéion. Los huesos, las crines , las plumas, esta época del año es la mas favorable aun los retazos que quedan en las zapaterías y para los casos en que sembremos en seguida, otras materias semejantes forman los abonos porq ue las jóvenes plantas van aprovechánmas escelentes para los frutales y para las . dose desde luego de los gases nutritivos que viñas , porque· la descomposicioñ tardía ó se desp renden de los abonos por su graduada pausada en que entran á causa de su dureza, y sucesiva descomposicion. Esta práctica seproporciona á tiempo y con oportunidad á rá solamente útil cuando usemos como abodichas plantas los gases nutritivos de que nos sustancias tenues y de fácil descomposihan de alim entarse. cion ; pero de ninguna manera cuando las Para abonar con esperanza de buen éxito materias sean gruesas , como el estiércol ú los terrenos hemos de tener tambien en con- otras semejantes. En tales casos las aprovesideracion la cantidad de riego de que pode· charemos para las tierras quequeJen en des-


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canso y que no hayan de sembrarse hasta el otoño, cuidando entonces de enterrar los abonos apenas se hubiesen esparcido. En el Jia está bastante admitido el enterrar losabonos en la primavera, que es cuando las plantas están ya en vegetacion; mas aconsejamos que se verifique únicamente con los abonos líquidos , como la letrina ú otros análogos, ó bien con los pulverulentos y muy estimulantes, como la gallinaza, la palomina , el guano ú otras sustancias parecidas. Esta-prác(ica lleva ventajas cuando nos servimos de los abonos que acabamos de referir, porque como bastan en poca cantidad y se pueden cubrir fácilmente con las labores de la escarda, las plantas se aprovechan cte sus beneficios en el momento en que la vegetacion está en su mayor lozanía y frondosidad. En verano deben abonarse con mucho cuidadó los terrenos; pero si se trata de paises en que el riego sea abundante, podremos hacerlo entonces , si así conviene á la naturaleza del cultivo. Sin embargo, los abonos vegetales frescos tendrán grande importancia en esta estacion, porque prescindiendo de que las partes verdes del vegetal aumentan la capa fértil del terreno, le proporcionan además con su descomposicion una especie de riego muy conveniente, y aun mayor si el terreno es arenoso. Por lo que mira á la cantidad de abonos que debemos emplear en un campo tampoco puede establecerse una regla fija. Dependerá y está completamente sobordinada á la naturaleza particular del abono que se emplea, á la de las plantas que queramos cultivar, al sistema de cultivo y á la calidad del terreno. Se vé desde luego, por lo que toca al p'rimer punto, que no ha de darse tanta cantidad de abono en un terreno dado, si ese mismo abono se formase de materias azootizadas y fuertes (la palomina ú otros pror! uctos animales), como si consistiese en estiércol , porque las primeras reunen, bajo un mismo volúmen, mucha más porcion de materia nutritiva que los segundos. De las plantas diremos que no absorveu de la tierra igual grado de alimento. Las que se desarrollan con mucha precocidad necesitan abo"nos mas abundantes que

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las que tienen un crecimiento lento, así como los vegetales que destinamos para forrages consumen menos que los que llegan á la granazon, porque es en estado principalmente cua;:1do la planta esquilma el terreno. Un suelo rico en mantillo exige ser abonado con menos frecuencia, y no importa que estas materias fertilizantes sean en menor cantidad. En cuanto al terreno tendremos tarubien presente que los ~uelos arcillosos, que son de sayo frios y húmedos, necesitan mayores cantidades de abonos que los restantes, porque con estos disminuirnos el agua escedenle y aumentamos la temperatura. Las cantidades de riego de que podamos disponer modifican igualmente mucho, como ya lo hemos dicho, la cantidad de abonos que demos á la tierra, debiendo ser abundantes en los campos de regadío y algo escasos en los puntos de secano. Importa asimismo en estremo el modo de llevar los abonos á los caQ'.lpos y el de esparcirlos en el suelo . La primera operacion no debe practicarse en tiempos lluviosos, porque perderíamos una porcion de materias nutritivas que las lluvias arrastrarían consigo en los momentos de cargar, acarrear y descargar los abonos; y por lo que hace á la segunda, no esparciremos el estiércol hasta el instaule de cubrirlo, si no queremos que se pierda una gran canlidad de gases alimenticios. Esta práctica perjudicial de esparcir los aboños muchos dias antes de poder enterrarlos se halla tan radicada entre nuestros labradores, que apenas hay comarca donde no haya de lamentarse este fatal abuso. Llamamos la atencion de nuestros cultivadores acerca de esta costumbre que produce fatales resultados, persuadidos como estamos de que este es uno de los males mas graves de nuestra agricultura, y muy fácil por cierto de remediar. El labrador inteligente no debe llevar los abonos al campo hasta el acto mismo que los necesile para el cultivo que se propone, ní esparcirlos hasta el dia en que .sus faenas le permitan cubrirlos. De esta manera aprovechará útilmente los infinitos gases que de los abonos se desprenden y que han de dar vida y desarrollo á las plantas, y obtendrá las abundantes cosechas que nunca niega el


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suelo cuando se le cuida debidamente y se ppr las raíces del vegetal. No sucederá lo mismo en la viña, en los cáñamos y - otras Gultiva con acierto. La profundidad á que deben enterrarse los plantas análogas que van á buscar sus aliabonos tampoco es indiferente. Ella está en mentos á mucha profundidad: en tales casós relacion con la masa de la capa de tierra cullos abonos se enterrarán á bastante hondura,· tivable, y en particular con la naturaleza de si no queremos que las plantas inviertan el las plantas que intentamos reproducir. Cuan- órden que les ha señalado la naturaleza, cudo sembramos vegetales, como el trigo y mo efectivamente sucedería, viniendo á desotros semejantes, cuyas raíces profundizan plegar sus raicillas en un punto menos propoco en el interior de la tierra , los abonos fundo que el que les ·es propio 6 que necesideben enterrarse someramente, porque en · tan para vegetar debidamente, y esto ron caso contrario estas plantas se aprovecbarian grave detrimento para la planta y perjuicio poco de los abonos que se descompondrían para el labrador. en una zona mucho mas baja que la ocupada

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ALTERNATIVA SEPTENAL DE COSECHAS. M. Doniol, recomendable agrónomo francés, ha publicado ún artículo acerca de una alternacion septena! de cosechas, y lo j uzgamos de interés. Lo reproducimos á contin,uacion sin comentarios de ningun género. «EQ todos los tiempos se han considerado los abonos como la base de la agricultura. El objeto del arte ha sido crearse la mayor cantidad posible de ellos; pero como esta cantidad es casi siempre insuticiente ·en la práctica, han tenido que buscarse los medios de mejorar el suelo por la naturaleza misma de las plantas que produce. De aquí viene la doble necesidad de procurarnos abonos, que no teniéndolos suficientes y para proveernos _ de ellos ha nacido la idea de la alternacion de plantas, sucediéndose las que mejoran el suelo á las que · Jo esquilman notablemente. Admitidos los principios de la alternacion de cosechas, cada uno_los ha combinado segun sea el terreno y su posicion. Voy á :indiéar lo. que Iº he hecho con la rotacion siguiente en terrenos de mediana calidad, donde el trébol dá buenos resultados. No pretendo prese~tar esta alternativa como modelo, ni menos ofrecerlo á mis lectores como universal:

deseo solamente indicar un ejemplo práctico de una rotacion ventajosa y píen combinada.» 1. 0 año. Rábano, nabos, '. rutabagas, bien abonados, sembrados claros. 2. 0 año. Trebol, sembrado con avena que se segará en estado verde, espar• ciéndose el yeso sobre el trébol despues de segada la avena. 3. 0 año. Trébol, sobre el que se esparce de nuevo el yeso en la primavera, segado dos veces : 3. cr corte que se entierra en agosto 6 á principios de setiembre. 4. 0 año. Trigo 6 centeno, seg_un la naturaleza del suelo ~la _temper_atura del clima, ó bien colza. 5. 0 año. Si en el cuarto se ha sembrado trigo , en el quinto se sembrará ·aven,á ó cebada; si por e! contrario la siembra del cuarto ha sido de colza, el quinto podrá set· de trigo, avena 6 cebada. 6. 0 año. Arvejas-de invierno segadas verdes en el mes de junio. 7. 0 año . Trigo. <<He adoptado esta rotacion de cosechas


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por varias razones, y principalmente porque r,s difícil en Franciaconseguir en los puntos distantes de grandes poblaciones los abonos necesarios para abonar convenientemente mas de un séptimo üe estension del terreno. Está fuera de duda que distribuir un abono ·poco abundante y rara vez, es casi insignificante para los productos. Por otra parte, las plantas forragíneas Iegu!,Dinosas fertilizan el suelo en razon de su abundancia y robustez, y por ello he creido que llegaría mas fácilmente á este resultado si proporcionaba á dichas plantas alguna materia estimulante. He conseguido pues la doble ventaja de obtener nna m.ayor cantidad de forrage, y una preparacion muy oportuna para la colza ó para los cereales del cuarto y del quinto año. No faltará tal vez quien· se admire de que yo no haya preferido para el primer año la patata al nabo, etc.; la razon está en que siendo la patata una planta que esquilma mucho el suelo absorveria casi todo el abono, quedando poco fértil la tierra para el trébol y las cosechas que le deben suceder, y en qu~ para que este tubérculo sea productivo exige labores hechas á mano, las cuales son siempre costosas, cuando los nabos, á lo menos en mis tierras, esquilman muy poco el suelo, cuya circunstancia favorece la vegetacion del trébol que se sucede. Prescindiendo de esto, los nabos exigen escasas labores, reuniendo la ventaja de comerlos crudos el ganado, lo que dispensa gastos de combustible que son necesarios para las patatas que empleamos para el nutrimento de ciertas reses. No pretendo con esto escluir el cultivo de la patata; pero creo sí que deberia limitar.;;e al alimento del hoi:rbre y no emplearla como forrage.» <<Habiendo reconocido desí-rnes de muchas pruebas que sembrado el trébol con los cereales hacía dudoso el resultado, especialmente en los años cuya primavera y verano eran poco lluvi()sos, porque siendo la vegetacion del cereal mas activa que la del trébol lo sofocaba en parte, acostumbraba á sembrarlo solo; ~, esparciéndole una cantidad de yeso desde el momento:en que cubria la tier• ra con sus hojas, conseguía una escelente siega en los meses de setiembre ú octubre del

primer año, época en que no abundan los forrages frescos, pon1ue perecen á caurn de su lentitud en germinar y crecer.Las malas yerbas, compañeras in,i,eparables del estiércol de cuadra, no tardaban en aparecer y desarrollarse rápidamente, y su destruccion ocasionaba gastos cuantiosos por las repetidas escardas que se daban, puede decirse sin provecho. Desde entonces he tomado el partido de sembrár el trébol en el mes de marzo, con la avena que hago enterrar verde. Esta, iin- • pidiendo el desarrollo de las malas rerbas, proporciona una cantidad _grande de forrage, sin que el trébol se resienta de ello, porque la avena se siega en tiempo oportuno, y esto permite que el trébol crezca lo suficiente para segarlo en setiembre ú octubre. Estemétodo produce necesariamente el resultado de fertilizar el terreno , porque á un abundante estercolado que queda casi intacto, á ape!;ar de la gran cosecha de nabos que hemos obtenido, estercolado que se ha combinado con la tierra, vienen dos cosechas de forrages leguminosos que la abonan todavía. Entonces tambien concebimos lo que ha de suceder necesariamente, y es que las colzas ó los cereales del cuarto ó quinto año.han de ser productivos: nuestras esperanzas ya son lisonjeras, aun en este mismo año, con esta rotacion, aunque el invierno y la primavera les haj·an sido poco favorables.» <cEn el sexto año la tierra recibe una siembra de arvejas de invierno , que segadas á últimos de mayo ó á principios de junio sofocan todas la;; malas yerbas que se desarrollar-0n á causa de la simiente que se e.3parció entre los cereales del cuarto y quinto año, dándonos á la vez un forrage útil y abundante. Las yerbas que han crecido con las arvejas sé destruyen tambien con la siega del forragc, autes que lleguen á su granazon. Como las arvejas no se siegan á ílor de tierra, queda un rastrojo largo y abundante que enterramos con el arado: además el suelo recibe el beneficio de un semi-barbecho, lo que deja útilmente preparado el t~rr_eno ~ara una siembra de cereales en el sept1mo ano.i> <<Si tuviésemos que practicar esta alternativa de cosechas en un terreno de mediana calidad, y e! que al empezar la primera siem-


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bra no pudiésemos abonar suficientemente, ~ podrá reducirse este método á solo seis años. En este caso no sembraremos mas que un cereal despues del enterramiento del trébol, haciéndole suceder inmediatamente las arvejas de invierno, y de este modo no tendremos mas que dos cereales en seis años. Pero

como no es dudoso que despues de la primera rotacion el terreno se hallará muy fértil á consecuencia de este sistema, cuyo· ohjeto no debe perder d.e vista el buen agricultor, podremos en lo sucesivo adoptar el septena!, con la esperanza de un feliz resultado.»

USO DEL GROSELLERO PARA LA TINTORERIA..

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El grosellero, llamado · por los botánicos /Jerberis vulgaris, es una planta indígena de nuestro pais y comun en la Europa: crece espontáneamente entre los matorrales de lugares secos y pedregosos, siendo sus hojas y tallos cuando están tiernos un pasto agrada' ble para toda especie de ganados. Los franceses lo conocen bajo la denominacion de Epi,¡¡,e vinette~ ó Vinetier, y l'os ·habitantes de las montañas de Cataluña, donde vegeta con mu,ch~ frondosidad, le dan el nombre de coralets p0r el color des~ fruto que estando maduro .se asemeja al color del coral. Como es planta 'IDUY conocida no tratamo& de describirla detalladamente, limitánci,onos á decir que es un ;arbusto de ci neo á seis piés de elevacioa, reg ularmente de tallos abundantes, derechos, ramqsos, y de una corteza ligeramente cenicienta y amarilla en las ramas jóvenes. Los árabes. la conocieron ya, segun se desprende tle varios escritos que hemos leido, y empleamu su fruto en la medicina. El único aspecto baj.o el cual miramos en <este artículo al grosellero es por la utilidad -que su leño y sus raíces pueden dará la tin.tor.ería, aumentando, de este modo las producciones nacionales segun las observaciones recientemente hechas en las artes. Sin embargo indicaremos tambien, aunque ligeramente, el uso que puede hacerse del frutó

de esta planta y de su leño en la tintorería ó ebanistería y en las confiterías. Pocos años há que MM. Buchner, de Munich; han estraido de esta planta una sustancia á que dan el nombre de berberina, y cuya disolucion diversamente preparada puede servir muy bien en la tintorería para teñir en amarillo comun, amarillo verdoso , y amarillo bronceado ó mflreno. E,:ta materia colorante es principalmente-útil para teñir las lanas y las sedas. · La rai:-: del grosellero, así como el leño empleado fresco ó seco, produce un hermoso color· amarillo, sin necesidad de añadirle cantidad alguna de alumbre: Cuando hagamos uso de esta sustancia debe raerse ó rasparse la madera del~tallo ó de la raíz con bastant.e delicadeza ó finura, á la manera que se practica con la rubia. El leño es de tanta solidez y dureza que resiste á los ácidos de que nos servimos para la operacion del curtido, v aun mucho mejor que la gualda y otras su;tancias que cm pleamos al efe..cto. Es tal la permanencia del color de esta planta , que habiéndose hecho la prueba en trozos de tela teñida con ella, y habiéndolos dejado por muchos meses al sol J á todas las intemperies de la atmósfera , no se ha notado diferencia alguna entre estos pedazos y los que se tuvieron guardados dentro de cómodas


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ú otros parages semejantes. Y es de advertir todavía que estas pruebas que hemos leido en las obras de escritores acreditados, se hicieron con solo agua hirviendo que contenia una pequeña cantidad de grosellero. Este leño tiene además la ventaja de ser muy comun y de poderse ohtener á poco precio, al contrario de las otras sustancias que sirven para teñir en amarillo, que por lo· regular son costosas , tales como las semillas de Persia, de. Avignon, leño amarillo , leño fustete, etc. La Cataluña y las demás provincias del norte.de España, así como algunas comarcas elevad-as del centro de la Península, donde esta plan la es .comun, pudrían hac~r con ella un comercio lucrativo, y las artes tintorial.es sacar utilísimo provecho de un vegetal que la Providencia nos lo ha proporcionado con bastante generalidad. La dureza que tiene el leño de que hablamos y el colór amarillo que ofrece lo hacen á -propósito para las otíras ele ebanistería y

de tornería, formándose con ella diferentes muebles de duracion y buen aspecto, como mesas de juego, molinillos para la pimi~nta y chocolate, y otra multitud de efectos tanto de lujo y hermosura como usuales ó cómunes y de duracion. · Del fruto del grosellero puede hacerse una conserva agradable y de utilidad. En al gunos países, como en los alrededore.s · de Dijon y otros puntos de la Francia , se dedican los campesinos á esta industria , oonfeccionando cada año grande(cantidades de conserva que venden luego en las poblaciones de mucha vecindad 6 concurrencia. Sería apartarnos de nuestro objeto entrar ahora en el modo de elaborar estas sustancias que. pertenecen á la confitería, y cuyos métodos hallarán nuestros lectores en diferentes obras que existen sobre el particular. A nosotros cumple hoy solamente hablar del grosellero como útil á la industria tintorera, y deseamos que esta rápida indicacion pueda ser prov:echosa á nuestros conciudadanos.

ESTR!ORDINA.RIO Y SORPRENDENTE ,·.

,· Con este epígrafe ~a p~blicado y hemos leido en el periódico La Antorcha, correspondiente·al-sábado 16 de aiciembre último, que sale á luz en esta ciudad, la descripcion de un fenómeño vegetal por cierto muy curioso que ha llamado la ateilcion del comunicantg y la del muy ilustrado redactor del periódico que la publica, D. Mariano Cubí y Soler. Aceptamos gustosísimos los deseos del Sr. Cubí, y queremos contribuir·por nuestra parte á la esplicacion· de -dicho ·fenómeno , en cuanto lo permiten nuestras escasas luces, y á la solucion que creemos puede darse al hecho á que nos referimos. 'f OMO l .

Héaqui lo que dice La Antorcha: aUn corresponsal de la Antorcha, escrilo1· distinguido y hombre de toda veracidad, con fecha 1.º del corriente, desde Villafranca del Vierzo, escribe lo que sigue:» ccEl día 1 O del pasado , á las 1 O en punto «de ]a mañana, be presenciado un caso, senc\cillo· á primera vista, pero para mí ·tan «raro é incomprensib)e, que no acierto á esccplicármelo. Es pues el caso, de que un roo..ccral robusto y frondosísimo, que hay en el ccjardin del marqués de Villafran?ª• d~s_µren«dió como á la voz de mando, a la primera «caro panada del reloj que daba las 1 O, toda 35.


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«la innumerable multitud de bojas á un tiem«pq, produciendo un ruido tal, que.el que no «hubiera visto lu que lo producia , creería «seguramente que se babia derrumbado un «murallon. El árborquedó tan desnudo en el «momento, que ni una hoja quedó luego en «él, y el suelo cubierto en derredor de media «cuarta de follaje. Es de advertir que cuando «esto sucedió el sol estaba hermoso, la mañana «apacible, el aire sosegado. ¿En qué pues «consistiría tamaño fenómeno? ¿dejó acaso e1 «árbol en aquel momento de comunicar su «savia á todas las hojas?» «Este es un caso notable, caso del cual la ciencia no conoce otro ejemplar. Supongo que una predisposicion especial desconocida en el árbol afectada -por la electricidad causaria ese rápido despojo y pasmoso ruido, de que, repito , no se r.onoce otro ejemplar, y que por lo tanto es digno de la investiigacion y estudio de los sabios botánicos». El fenómeno que precede es verdaderamente notable y parece que no admite mas ·esplicacion que por la electricidad. Por muy vagos é inciertos que sean los conocimientos que has.ta el prese.nte tenemos de la influencia de la electricidad en la vegetacion , no debemos dudar, .sin embargo, á la vista de muchos he?hos que pasan á nuestra vista, que este flúido tiene- alguna importancia sobre la vida de las plantas. El caso á que nos referimos, por pocos que sean los detalles que lo acompañan, no puede tener una solucion mas plausible que atribuyéndolo á una corriente eléctrica que desde un punto de la atmósfera circulase libre y rápidamente hasta dar contra el moral que se cita. Hemos dicho que son escasos los detalles que acompañan á la observacion del fenómeno que nos ocupa; porque si bien dice el comunicante que cuando esto sucedió el sol estaba he1·moso, la mañana apacible y el aire sosegado, no nos detalla si el cielo estaba en alguno de sus puntos cubierto de celajes, ó si babia al menos alguna nube aislada y reducida que se pudiese reconocer como causa del fenómeno. Y esta circunstancia que omite el observador parece que debia existir, porque no poáia , producirse fácilmente, la cantidad de flúido eléctrico que ha determinado el fe-

nómeno, si no hubiese habido un punto en la atmósfera donde se formara esa centellaó corriente que comunicó con el moral. Aun cuando por lo comuo. no vemos las descargas eléctricas sino en los momenlosenque el cielo se pone muy opaco y la atmósfera cargada y turbulenta, no obstante pueden esperimentarse y se operan en dias claros y serenos, y por la accion de una sola nube que ha podido reunir una cantidad de flúido eléctrico. El corresponsal de La Antorcha tampoco nos dice si en el jardin del Sr. marqués de Villafranca babia otros árboles de la misma especie ó de oira diferente del moral que fué atacado, y esta circunstancia deberia tenerse en cuenta para mejor esplicar el · hecho. Pero supongamos que babia otros árboles en la huerta; ¿porqué dió la corriente eléctrica contra el moral y nó contra otro ú otros de los árboles que estaban inmediatos? Sabemos que unos cuerpos atraen mas que otros las corrientes eléctricas ya atmosféricas ya artificiales, no solamente en razon de su naturaleza, sino tambien por sus circunstancias particulares. La forma especial de la copa de un árbol, bien que se eleven sus ramas sobre las d.e los demás, ó que despliegue puntas salientes, atrae una corriente eléctrica que dañará su vida si el flúido es en cantidad bastante par~ causar los desórdenes que la electricidad produce en la vegetacion. Algunos dirán tal vez, que si en el jardin donde ha tenido lugar el fenómeno babia oJros árholes de. especie distinta del que fué herido por la corriente eléctrica, ellos debian con preferencia esperimentar el mismo efecto, atendido que el moral deberia se, un mal conductor de la electricida~; porque siendo la seda uno de los cuerpos que menos la atrae, y alimentándose el gusano que produce esta materi'a de la hoja del moral , ha de haber necesariamente en es.ta planta alguna sustancia de naturaleza análoga á la de la seda. rosotros creemos que esle argumento es <le poco valor, porque aun cuando el insecto que cria la seda se alimente del moral con preferencia á toda otra planta, no por ello debemos deducir que en la hoja de este árbol existan los principios constitutivos de la seda. Muchos casos podriail.los citar parecid0s al


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presente, los cuales nos harian ver con evisúbita y universalmente el dia 1Ode nov-ie·mdencia, ó que los cuerpos de que se alimenbre, época en que los órganos tallosos de las tan ciertos animales no tienen los principios plantas han perdido su vitalidad á causa de que estos producen luego, ó que al menos la multitud de materias estrañas que se han son de forma y naturaleza muy diferentes inoculado entre sus celdillas, y época en que de la en que despues los vemos. La accion desaparecen naturalmr.nte al mas ligero sovital que reconocemos en todos los seres orplo del viento. Si el caso á que nos referimos ganizados imprime tales-modificaciones á la se hubiese esperimentado en un vegetal de materia qui;) asimilan, que nada, absoluta- los da hoja perenne tambten aumentaría nuesmente nada suele ser de lo que antes era. Ci- tra sorpresa, porque los órganos foliáceos taríamos, si no fuese estendernos de·masiado de estas plantas, desprovistas de particulas en este artículo, un sin número de animales térreas aun al fin de Ja vegetacion anual, que·se nutren de sustancias venenosas sin se mantienen fijos en las ramas y rn renueque ellos sufran el mas ligero daño ni lo es- van con lentit1,1d, y aun de ordinario por perimente tampoco el hombre que luego destruccion de partes aisladas. Pero el hecho se alimenta de sus carnes ó de otros varios no fué así: se verificó en una planta que de sus productos. Luego esto pr.ueba que la cambia su hoja ca<la año ; en una época en vida ha modificado de tal manera las sus- que naturalmente estos órganos ~esaparecen, tancias, que al fin han venido,á sufrir alte- y eñ medio de circunstancias que no podemos raciones esenciales y diversas. conocer bien porque tal vez el observador no Lo ·que acabamos de decir puede aplicarlas pudo percibir, ó quizá ha creido innecese al gusano de seda, que si bien se alimen- sario hacer mérito de ellas. ta de la µoja del moral, no existirán tal vez El ruido que produjo la caída de las hojas en los jugos de esta planta los principios de del árbol herido, ó mejor dicho la detonacion que la seda se compone; si no que esta ma- que acompañó á la caida de las bojas, es lo teria se debe solamente á una modificacion mas admirable que ofrece el fenómeno. La particular que el eslómago del insecto ha . malicia de personas de edad crecida ó el encomunicado á la hoja de que se nutre. tretenimiento de los muchachos que en mePor otra parte vemos que el moral ha de dio de sus pasatiempos suelen inventar reser buen conductor de la electricidad en razon · cursos pata acrecentar el bullicio de sus juede la naturaleza de su leño. Los árboles de gos, han dado con frecuencia lugar á hechos madera blanca, en cuya categoría contamos que nos sorpreuden á primera vista, y que el moral , at-rae.n fácilmente la electricidad hubieran tenido una importancia real si no por las cantidades de agua que hay interpues- se hubiesen· debido á causas manifiestas. tas entre sus moléculas, y hé . aquí porqué Decimos esto sin pretensioñes de querer suaun cuando hubie?e otros árboles diferentes poner lo que tal vez no sea; mas como cuanen el jardín del Sr. marques de Villafranca, do se trata de fenómenos poco cono<iidos, ú podía el moral que fué hericlo atraer con observados rara vez, bemos de ser muy caumayor facilidad el flúido eléctrico, que otro . tos en pronunciar nuestra opinion, queremos cualquiera de los que estaban inmediatos. dejar consignado aquí, que lo que pasa p.or La caida repeo,.tina de todas las hoj:is del un hecho estraordinario podría ser efecto de moral que nos ·0cupa ¿-se hubiera verificado una causa pensada y comun que se riese de igualmente en otra época d~I año, en el mes nuestros raciocinios. Pero, sea como quiera, de mayo por ejemplo? Nosotros creemos que lo hemos admitido en el terreno de la.buena no, y esta·circunstancia particular de la épo- fé; y vol viendo al ruido que se produjQ en el ca en que se ha verificado el fenó01E}no hace moral , creemos -que puede esplicarsc por la. que nu le demos toda la importáncia que le accion particular de una centella ó corriente daríamos si se hubiese realizado en un mo- eléctrica que desde.la atmós~era comunicase mento en que la vegetacion est_uviese en to- con el ár-bol herido y diese lugar al fenómeda su fuerza. Las hojas se cayeron del árbol no en los térm.inos que queda consignado.


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Lo que nos resta ver todavía, y esta circuuslancia aclarará evidentemente el hecho, es s'i el moral de que hablamos vegetará nuevamente en la próxima primavera. Si el fe- , nómeno es debido á una corriente eléctrica que· repentinamente suspendió el curso de 1~ savia, es de s~poner que no desplegará nuevas bojas, porque el flúido eléctrico cuando obra en grande cantidad sobre una planta · dilata los líquidos que ella contiene, y ~stos,

aumentando su capacidad, destruyen las celdillas celulares por donde circula la savia, de lo que se sigue la muerte de la planta. Pero si el moral de que hablamos decora nuevamente sus -ramas; si unavegetacion frondosa nos manifiesta otra vez su robustez, podremos pensar entonces que el fenómeno rué debido á causas muy pasageras y de escasa imp'ortan.,eia para los botánicos. .

Noticia sobre la desinfeccion .de las materias fecales por el sulfato de hi~rr-o, y sobre sn empleo como abono líquido.

(REMITIDO)

(1).

Dos litros de materias fecales, saturadas por el sulfato de hierro, de 2 ~rados de fuerza, segun el areómetro ó pesa-sales da Baumé, bastan para_estercolar el metro cuadrado ó el centarea de praf{o, y la mitad, ó un htrotan solo, para el metro cuadr&.do de trigo, cebada ó avena; porque echando mas, la vegetacion de los cereales será muy fuerte, y darán estos-mas paja ·y menos grano. Las materias fecales desinfectadas pueden empléarse con ventaja para estercolar las hortalizas, el cáñamo, el tabaco y el lino; no produciendo efeéto en el trébol y alfalfa, vegetales en los que no 'tiene accion el amoníaco. No deben estenderse en mucha cantidad, porque empleadas con ese.eso destruyen las plantas. Cuando las materias fecales son muy sustanciosas, lo que indican los grados marcados por el areómetro, se pueden dilatar con agua ó derramarlas en menor cantidad, como tambien puede emplearse una porcion mayor, cuando su fµerza es menor de 2 grados. ( ~) E; te artículo es tambien del mismo autor que !los remitió los que ya fueron públicados en el número anterior, páginas 3H y 34'_5.

La riqueza en amoníaco de las materias fecales es variable segun el alimento de los hombres que las producen , y mucha_:; veces tambien porque se lés ·echa .agua-; debiendo la cantidad de sulfato de hierro que se emplee ser proporcionada á la cantidad de a!!!oníaco que contienen estas materias. Ordinariamente, 2 ó 3·kilógráoios de sulfato de hierro bastan para saturar 100 litros de ellas. Puede con facilidad reconocerse su sat.uracion, poniendo una gota-sQbre una hoja de papel blanco, y pasándole una hebra mojada en una disolucion de prusiato de potasa rojo; porque désde que h-ay-u11esceso'de sulfato de hierro se forma azul de Prusia, y es un signo cierto de que la materia está. saturada y que Jrny un ese.eso del sulfato que en 1ugar d_e serle ·pef) udicial es al éontrario favorable á la vegetacion, cuando -es empleada en pequeña cantidad. · El sulfato de hierro es soluble en el agua, disolviéndose 1 kilógramo de esta sal en menos de una hora en un litro de agua fria, y dá una legía de 29-grados . La misma cantidad de sal puede disolverse .en 1ó minutos en un litro de agua caliente, y produce otra legía de 30. Es necesario, sin embargo, remover el sulfató de hierro metido en el agua, ó su5penderlo en un cesto que se sacu.de de tiempo en tiempo; sin esto queda la sal en


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gran parle en el fondo y sin d·isolverse. Despues de disuelto se vierte en el depósito por la abertura qué sirve para vaciarlo, y se remueven las materias con una barra formada de una pértiga de madera, en la que se fija una plancha de cerca de 4- piés de -largo y 9 pulgadas de ancho., a fin de_hacerlo penetrar por todo el licor desinfectante. A medida que la desinfeccion se opera., desaparece el olor ; y cuando ya está completa, las materias fecales son un líquid_p negruzco que no tiene ningun olor desagradable. Despues de haber vaciado los 'depósitos, puede rrieterse una <liso! ucion -de sulfato. de hierro para desinfectar las materias que hayan de ponerse de nuevo, 6 bien se puede ir

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echando sucesivain.ente este licor para saturarlas, é impedir las emanaciónes del atnoníaco y de gas. Las corrientes del aire, q_ue se establecen generalmente para evacuar estas emanaéiones, no son necesarias c:uando se desinfectan las materias fecales; pudiendo suprimirse y evitar las incomodi,dades que causan generalmente. No conviene echar, segun el uso de algunas casas, los despojos vegetales y otras basuras en el lugar donde se con:;,erva· el escremento humano, á !in de evitar las emanaciones incómo.das que resultan y de no embarazar con.las materias sólidas la estraccion J empleo de las materias fu~~-

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EN LA CA.STRACION DE LAS VACAS • . - ' Tr::i.sladamos á contiuuacion dos esperi- quilo, tenia siete años, y habia parido cinca mentos prac_Licados por el doctor Seifert el veces. dio 15 de Abril de 1847 en Graschnitz, Alta Despues de haber hecho respirar á la pri~ Styria (Aústria), los cuales han -sido publi- mera vaca, durante tres miñutos, los vapecados por Riedfeld. res del éter, se la hizo sobre el costado dereHace muchos años, dice este escritor, que cho una inci.';ion en la pie1. Parecía que el se ha abandonado la:castracion de las vacas, animal no estaba suficientemente eterizado, porque siendo una operacion tan dolorosa, porque se agitaba de tal manera que fué prela mayor part(de ellas no podian soportarla ciso suspender la operacion por ~lgunos moYsucumbían. Pero conociéndose actualmen ... mentos y continuar haciéndole respirar · el te el uso ventajoso ael éter sulfúrico en una - éter. multitud de operaciones de cirugía, era muy Despnes de cinco minutos de inspiraGion natural hacer ensa-yos de este medio en la la vaca cayó al suelo; pero no quedó trancastracion de las vacas. En efecto tenemos quila mas que como unos dos minutos, no ya dos casos prácticos que poder comunicar habiendo perdido enteramente la sensibilidad hasta que hubo inspirado el éter por Yel resultado que SQ ha obt"Cnido de ellos. Las dos vacas en las que se verificó la ope- tercera vez. Entonces se procedió á la~opcracion eran de la raza de l\fürzthal. racion , que f_ué ejecptada en el espaci0 de diez y ocho minutos , sin contar el tiempo La primera, de un ternperament•J vivo, tenia unos cuatro años, y había parido dos empleado 'en la elerizacion. Durante este corveces; y la otra, de un temperamento tran- to espacio de ti empo se hizo la incision del


374 legumento, se corta.Fon los ovarios, se unieresultado de la eterizacion depende mucho ron los labios de la herida por medio de una · del temperamento de los animales á quienes sutura, y se le ap licó en seguida el empl~sto se aplica, pues vemos que cuando la primeaglutinante. Cinco minutos - despues de la ra vaca estaba en un estado de cterizmo, la operacion, ó á los veinte de la eterizacion, la segunda permanecía tranquila; de manera vaca había recobrado enteramente todas sµs que la operacion, es decir, la incision y esfacultades. Se volvió al establo mugiendo y traccion de los ovarios, pudo concluirse en lamentándose, y aun rehusando los alimentos cinco minutos, y ·esto sin que el -animal may bebidas. nifestase sufrimiento alguno. La seg1rnda vaca estaba completamente La calentura que produjo la operacioo füé entorpecida al cabo de tres minutos; pero se mas fuerte en la primera vaca, y la rumiamantuvo en pié durante toda la operacioo, cion· no se restableció hasta la tarde. La otra que duró diez minutos. Siete despues la vaca vaca en quien lás funciones continuaron en se halló en disposic10n de volverse al estaun e tado normal dió leche en el mismo día blo, donde se ·P':!SO inmediatamente á comer. de la operacion , aunque tenia un gusto deEl pulso y la respiracion, en .estas dos vasagradable á éter. cas, se debilitó un poco mientras duró .el Al tercer día del esperimentoias dos vacas entorpecimiento ; la pupila estaba inclinada se hallaban perfectamente bien. La secrecion hácia abajo ; el cuerpo entero, tembloroso y de la leche en la primera era en menor canconvulsivo, principalmente en los músculos tidad que en la segunda. de la piel; sobrevinieron evacuaciones invoEl cuadro siguiente indica el aumento de iu.1;1tarias de vientre,· y emú1aba de sus órla l~ché desde el tercero h_asta el octavo día, ganos orinarios una grande abundancia de época en que la cantidad de ella se mantuvo moco acuoso. constante: Se deduce de estos esperimentos, qu_e el

DIAS.

3 .º

·P RIMERA VACA.

SEGUNDA VACA.

Producto en leche.

Producto en l.eohe.

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2.

3- séxtarios.

. .. '

5.º

4. 8.

6.º

12.

9

7.º

16.

12 1f2

8.º ·.

20.

rn.

4.º

Debe notarse que 1a leche no perdió su gusto á éter hasta el cuarto día. Tal es, dice M. Hlabech que refiere estos esperimentos, el resultado de una tentativa en la cual muchos cultivadores-fundan grandes-esperanzas, porque ven en ellos un medio poderoso de aumentar el pr9rlucto de sus vaquerías. Estos esperimentos ofrecen tres puntos muy imporlantes, á saber: 1. 0 una . secrecion más abundante de leche: 2. 0 una mayor disposicion de las vaca~ á engordar; y 3,º una mejor calidad en las carnes.

3 1/2

6

En cuanto á saber si la castracion ñerá un medio de hacer producir mas leche á las vacas y durante mas largo tiempo qae en el estado ordinario, no tenemos hasta ahora datos bastantes y precisos para afirmarlo; pero es evidente que la castracion será en estremo ventajosa si nuevos espe.rimentos vienen á confirmar-el resultado. Por otra ·p arte , está fuera de duda que las vacas castradas engordan mas fácilmente -y con mayor prontitud que las que no lo estan, y que su ~arne es de ún gusto mas agra-


- ª'º •-TenieQdo en consideracion todas estas ven-

dable: esto es un hecho reconocido por todos los agdcultores de la ·Styria . .Otro de los puntos, .que no es de menor importancia que los precedentes, es que las vacas que se han sometido á esta operacion son mas idóneas para el trabajo, y esta es una de las circunstancias que deben llamar la atencion, particularmente de los cultivadores de 1:educida hacienda que emplean por lo comun sus vacas en los trabajos de toda especie.

tajas, .debemos concluir que la castracion ·de las vacas por medio del éter sulfúri<;o es un descubrímiento que puede tener mucha importanci~ para los que se dedican á la ganadería, y que de todos modos merece la distincion de ponerse en prár,tica, principalmen~ te en las ·vacas que han parido cinco ó seis veces, ó bien en aquellas que se .destinan al matadero.

OBSERVACIONES SOBRE EL CULTIVO DEL ARROZ. El Diariv de los Debates de 2í de octubre tura ~ra el recurso fundamental del pais. último trae un artículo aceliCa· del cultivo Con efecto, en casi todos los puntos de la del arroz en el della del Ródano y de la ex- nacion está la agricultura por de'S plegar totensioIÍ que va tomando· progresivamente, davía, y en mucbós ha.y que crearla comque merece darse á conocer en España bajo pletamente. En rigor podría creerse que el dos aspectos ; el de süs propiedades en cuan- saneamiento de 1os p:mtanos y la rotnracion to al mejoramiento de los terrenos pantano~ de los yermos que todavía cu·bren algunas sos, y en cuanto á la influencia que puede de nuestras provincias, llegaban á cansar el tener respecto d'e la salida del arroz de nues-- afan de las empresas por la dificultad y el tro pais, que es una de las producciones que poco fruto de las labores; pero á nuestros propios ojos, bajo nu~stros mismos_ piés hay forman una riqueza positiva. Prueba además la lectura de este artícu- distritos enteros que la naturaleza ha dotalo, que en todas partes se cu Ipa á los go- do de fecundidad, y que no esperan para la biernos porque-rio atienden á proteger igu::il- . produccion otra cosa que el cuidado . y el mente á todos los ramos de produccion, sin trabajo del hombre. <,En una memoria muy digna de atencion considerar que solo el que mira-en grande que l\fr. Hi pólito Peut ha dirigido á la Asamlas necesidades públicas y conoce los meblea nacional, ha indicado·, y aun podría dedios y recursos con que cuenta para atender cirse que ha revelado los inmensos recursos á ellas, es el que puede juzgar acerca de la que tiene la Francia á su ·disposicion en una importanoia respectiva de cada una. Pondremos pues el artículo y haremos algunas parte de su propio territorio: esto es, en la observaciones que nos inspira el bien nacio- Camarga y el de1ta del Ródano. Hay allí espacio~ abandonados , en los que una incuria nal. Dice así-: <1En Francia se toman las cosas con pa- inexplicable é inexcusable deja . dormir su sion, pero bien pronto cansan. Así hemos riqueza ½aten le; tierras de aluvion de primevisto con cuanto interés se ha atendido en ní clase, en las cuales el calor de la tempeestos últimos tiempos á la agricultura, y ya ratura determina y coñserva, donde quiera empieza hoy á decirse que hay en.esto un , que la humedad penetra, una poderosa veª:buso, como si se hubiera hecho ya dema- getacioo suspendida apenas·duran_te dos mesiado y. como si no pudiera hacerse mas. Es ses del año. Allí se ven reunidos los tres elepreciso hacer justicia al i.nstinto general que mentos de abundancia. el agua, l¡r tierra y ~spontáneamente ha tomado este giro, y que el calor, pero ·reunidos in.útilmente. No sin motivo ha puesto {)Or epígrafe á su memoria ba conocido que el desarrollo de la agricul•


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cero, al obstáculo que presenta la barra de Mr. Bipólito Peut estas palabras algo duras: Entre ·el delta del Nilo y el delta del Ródano, arena. y fango que cierra á los buques la enno hay ma,s di{erencia , sino que un gobierno trada y salid~ del rio. De estas tres causas bárbaro ejecuta trabajos·giglt'f1,tescos para au- ha desaparecido la primera, por los barcos menta,· la riqueza natural del primero , y un de vapor ;y. el camino de hierro de Marsegobierno civilizado deja al segundo en el estado lla ; el segundo ha desaparecido igualmente, por la introduccion del cultivo del arroz, y bárbaro. · , «Es a es la diferencia ~ntre lo,;; dos -deltas : el tercero desaparecerá con algunos trabapero¿ cuátes son .sus puntos de semejanza? jos, cuyos pro.yectos están ya preparados, y Que el delta del Ródano puede fecundarse que solo pende del gobierno ponerlos en ejepor los mismos medios que han fertilizado cucion cuando guste. tan maravillosamente el delta del Nilo: que «Para apreciar debidamente los efectos tanto en uno como en ot1:o el cultivo del ar- producidos por el cultivo del arroz, -fs inrnz está llamado á producir. 1esultados.. in- dispensable saber er modo con que se ha formado el de!La del Ródano, y la situacion mensos. «Estos resultados 110 están ya en el estado en que se encontraba cuando se introdujo el de pura teor1'a ; ya están consagrados por la arroz. La obra de Mr. Hipólito Peut contieexperiencia. El año anterior copio,sas y feli- ne noticias interesantes acerca de este parces cosecba.s de arroz. han recompensado las ticular. Los -grandes rios siguen en sus deatrevidas em'presas que en la Provenza al- pósitos una ley invariable, que guarda una: proporcion matemática con la veloqidad de gunas compañías partipulares- han ejecutado su curso. Van dejando sucesivamente en su en terrenos casi ahandonados .. La prensa del mediodía de aquella época, los periódicos de descenso, primero, los trozos de rocas, desA'.rles, de Marsella, de Lion, han hablado pues los cantos, luego los guijos y arenas) y mucho de los arrozales de la Camarga; pero por fin, en su emboca•dura el fango y cieno. A esta misma ley ohedec~ el-Ródano. y así este no es un interés local puramente; es un objeto de interés nacional que reclama la es como se ha formado el, vasto delta qqe se extiende desde Taráscon hasta el Medilerate-0cion del gobierno y del país entero.» • Si en Francia el cultivo del arroz reclama ráneo y que mide una superficie de t 50,000 bectaras. El rio arrastra en 24 horas hasta la atencion del Gobierno y del pais entero; si allí se .clama purque se extienda y fomen- 5 millones de metros cúbicos de cieno. «Pero como estos diversos aluviones, añate esta preciosa cosecha, ¿estaremos por ventura en el caso de que se trate de restringir de Mr. Peut, se ban depositado en el se.no en España-este mismo cultivo, y acaso tras del mar, se han iinpregnado de sal ma·rina, de esto s~ , abandonen las importantísimas de la que han llegado á saturarse, y que las obras bidráulic_as que han mejorado y ferti- hace improductivas, neutralizando su fecunlizado inmensos terrenos, vol viénd0los al es- didad natural. Espacios inmensos se ven en tado pantanoso que tuvieron antiguamente? el verano cubiertos de eflores~encias salinas, Pues- estas serían probablemente las conse- que blanquean la superficie_, y destruyen la cuencias de las medidas reci"ama,das por mu- vegetacion fugaz que se pTesenta todos los años en la temporada de las lluvias. Ya no chos á pretexto de salubridad. Continúa luego el expresado Diar-io en los se ven en aquellas llanuras, quemadas por los rayos del sql, mas que algunas plantas términos siguientes: «¿A que causas (l.ebe atribuirse el aban- salinas esparcidas á grandes distancias, á cuya, sombr~ se -abriga una yecba fina y dono en que basta el día se lía dejado al delta del Ródano? En primer lugar, al des- aromática, que sirve de pasto á rebaños de vío d_e los- principales ramos de comunica- ovejas, y que alimenta á btieyes y caballos cion de los departamentos del mediodía; en salvajes, únicos habitantes de aquellos vassegundo, á la sal marina que se encuentra tos desiertos . en los que se los vé errantes al azar, como en las. Paro pas de la América en todos los terrem,s de :tluvion; y én ter-


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meridional. ... Es decir, que en nuestros dias se sigue la misma agricultura de Abrahan y de Jacob: esto es, la barbarie en el centro de la ci vilizacion. ll • Cuando una r,osa semejante se dice en Francia del cultivo de aquel pais, no hay que estrañar que algunos digan de la España que le tiene co.mo en tiempo de Tuba! , á pesar de lo que hicieron los romanos, segun nuestro escritor Culumella; de lo que hicieron los árabes, segun A.bw-Zacaria, y de lo que se hacia en tiempo de Herrera, y del estado floreciente de algunas de nuestras provincias litorales. Pero sigamos á nuestro articulista. «Hé aquí el estado.en que á mediados del siglo x1x se dejan en el territorio mismo de Francia terrenos, 11ue podrian á poca costa ser los mas ricos del pais. Muchos propietarios habían procurado desalar la tierra por medio de los riegos; pero esta operacion ocasionaba gastos demasiado crecidos, y exigía anticipos, que ninguno de ellos podiasopo·rtar. Solo en este año último es cuando la introduccion del cultivo del arroz en granpe ha ve1·ificado una verdadera revolucion en el beneliuio de estas tierras. «Con efecto, el arroz prueba perfectamente en los terrenos salinos, cómo lo demuestran los magníficos arrozales del rito. Y aun adquiere á merced de la sal un gusto particular, en términos que ·los chinos salan sus tierras de arroz. cuando elcultivo las ha hecho perdér la sal. Como el arroz exige riegos continuos, y cada quince días se deja salir el agua, que lleva consigo la sal, reemplazándola con otra nueva, sucede que en poco tiempo s1: desala el terreno , y queda dispuesto para cualquiera otro cultivo. En conf:irmaciou de este aserto podemos decir, que este mismo año una de la compañías que ha tenido el valor nece ario para·ensayar los arrozales en la Camarga', ha cosechado trigo de primera cla e en las propias tierras en que el año anterior había cogido arroz eh abundancia; porque es prPciso advértir que el cultivo del arroz es, por decirlo así, la clave de todos los demás, y aunque en s,í, muy lucrativo, puede considerarse como el trán ito para el establecimiento de los prados naturales. No creemos que podrá perjudicar en lo TOMO l .

mas mínimo el éxito de la Memoria presentada á la asam_blea nacional, recordar que el año pasado el duque d' A.u mal e, á su paso para la Argelia, se detuvo en la Camarga para visitar los arrozales de la compañía,inglesa, que entonces estaba en toda su fuerza, y le llamaron la atencion hasta tal punto su cualidad y su abundancia, que dió un informe al Gobierno. Si las revoluciones no cambian la naturaleza de las cosas, menos cambian todavía la de los terrenos; así es que el cultivo del arroz ofrece siempre los mismos recursos nacionales, y el gobierno de ta Re-pública se honraria mucho si le desarrollase. «La industria particular ha tomado ya la delantera. • «En 18H se había ceñido á sembr:tr, por via de ensayo, un tercio de hectaras, que produjo 1,200 kilógramos de arroz: en 1848, mil hectaras producirán, segun el buen aspecto que presenta la cosecha, 2.000,000 de kilógramos. En dicho año 1844, el cultivo del arroz no ocupaba mas que un solo jardinero, y hoy día dá trabajo á mas de~ ,500 labradores. Antes de diez años, si los propietarios tuvieran á su dispos1cion los capitales necesarios, el della del Ródano tendría mas de o0,000 bectaras convertiüas en arrozales, esto es, una produccion de 100.000,000 de kilógramos, ó sea 1.250,lfO0 hectólitros de arroz: en otros términos, el sustento de 625,000 hombres, y el trabajo.de o,000 familias por lo menos.» Estos párrafos que acaban de leers~, re- velan varios axiomas importantes en agriculLura. En primer lugar, que este ramo interesante de la industria humana, mas bien que proteccion y fomento, lo que reclama es libertad. Que allí donde no hay leyes r~stricti_vas que pongan obstáculo al desarrollo de las labores productivas, los esfuerzos del interés privado encuentran recursos para vencer todas las dificultades que presenta la. naturaleza de los terrenos. Que cuando en el país no existen los' capilalistas que puedan hacer frente á estas empresas, no faltan estranjeros que buscando donde imponer sus fondos, vayan á establecer allí compañías agrícolas, que no tienen dificultad en desembolsar sumas cuantiosas. Que aun cuan36.


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do en un principio aquellos estranj'eros saquen un gran rédito de sus adelantos, y lleven mucho dinero fuera de la nacion, han dejado en cambio las presas, ios canales de riego y de sanea.miento, con otras mil obras importantes, y sobre todo han dado ocupacion á muchos brazos de los naturales, que antes no tenian que hacer, y á quienes la necesidad obligaba á ser revoltosos. Por último, ·que si las leyes están en oposicion con el interés privado, se empieza por crear una multitud de contraventores, que poco á poco se convierten en verdaderos criminales; que el capitalista se desalienta, que las obras se abandonan, y al fin y postre el tiempo destructor convierte aquellos terrenos que fueron un tiempo la admiracion de todos por su feracidad y la inteligencia de su cultivo, en desiertos fétidos y mal sanos, como lo fueron en su orígen, con mengua del país y del gobierno que dictó semejantes~ providencias. Pero dejando por ahora estas reflexiones, continuemos en la traduccion del)rtículo. «Pero este cultivo de esperanzas tan halagüeñás exige cuantiosos adelantos. Los propietarios del delta han hecho lo que estaba á su alcance; desgraciadamente carecen de capitales suficientes para da_r á sus trabajos toda la extension de que eran susceptibles. Par~ romper la tierra, para limpiarla de las plantas y arbustos salinos , para establecet el sistema de riegos , propio para desalar el terren-0, y para conservar la humedad necesar-ia para la vida de esta planta, se necesitan trabajos y máquinas que exigen grandes gastos, y esto dá á conocer la causa, por la cual , á pesar de los grandes beneficios que se presentan en perspectiva, los propietarios de estas tierras no han podido, 6 no se han atrevido , á emprender el establecimiento de los arrozales ; y por qué ha sido preciso que compañías formadas de capitalistas extranjeros, vinieran á sacar del suelo de la Camarga riquezas que existían desconocídas. · «Y aun estas mismas comrañías no podrán obtener resultados sino muy limitados, si los trabajos que indispensablemente hay que hacer en la embocadura del Ródauo, no los

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ayudasen á dominar 'los caprichos del río y á protegerlos contra las invasiones def Mediterráneo. E tos trabajos son: 1.º Mejorar la embocadura del Ródano, abriendo el canal de San Luis. 2. 0 Mejorar las calzadas rlel • Ródano , desde Arles , hasta el mar. 3. 0 El dique del pequeño Ródano. 4-. 0 La fotmacion de un malecon ó calzada, que cercando toda la parte inferior del delta, le preserve de las invasiones accidentales del Mediterráneo. Estos cuat~o trabajos no vendrían á costar mas que unos 5 millones, y podrían ocupar á 4,500 trabajadores, y quedar termioados en un año. Los resultados serían inmensos: el mejoramiento agronómico del delta del Ródano da ria valor á 100,000 bectaras de tierra, y suponiendo un aumento de valor de 2,000 francos ca~ hectai:a, que es el mínimo en lo que valúan todos los ingenieros, traeria un aumento de 200 millones á la·riqueza pública ; aumentaría la masa de las subsistencias en la proporcion de 2.500,000 hectólitros de arroz por lo menos , ó sea la · subsistencia de 1.250,000 personas, y aumentarían las rentas del Estado en la proporcion de uno ó de dos millones de francos. Respecto á las consecuencias generales que ocasionaria al comercio marítimo la ejecu cion de los trabajos indicados en la memoria de Mr. Peut, son incalculables. Pero limitándonos á considerar solamente los resultados inmediatos , y por decirlo así visibles, lo cierto es, que la aplicacion de unos 5 millones á la ejecucion de trabajos que puaden verse concluidos en un año, sería el complemento de la obra que con tanto valor ha emprendido la industria particular; y abriendo una nueva carrera á la industria y al comercio, aumentaría en proporcéones colosales la riqueza pública.» Aquí termina el artículo con que el Diario de los Debates llama la atencion del país sobre este asunto tan importante; y tambien nosotros debemos terminar con un llamamiento enérgico á la industria española,_para que ponga los ojos- en la nueva competencia que se le presenta, y la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos para explotar tantas ·tierras propias para esta clase de cultivos, que se encuentran en las partes lito-


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rales de nuestn1 Península, ofreciendo mayores ventajas que muchas de nuestras minas; y para -impedir que decayendo el ccrl-

tiv-0 de nuestros arrozes, vaya esta riqueza naciona.l á trasladarse como tantas otras al pais vecino.

ADMINISTRACION YECONOMÍA PÚBLICA .

EN SOS RELACIONES CON LA AGRICULTORA.

Por Real decreto de 5 de octubre último peño habian de estudiar sobre el terreno se crearon comisiones regia:s con el objeto de ~quellas medidas que presentasen como obinspeccionar el estado general de la Agri- jeto de utilidad reconocida y como productl} cultura en la nacion , v estudiar los .obs- de sus trabajqs, y cuando escasamente ó de táculos_que ¡medan opo;erse á su desarrollo una manera poco sensible babia de afectarse y progreso. -Se dictaron además las instrucel presa-puesto de gastos del Estado, atenciones generales que habian de servir de diendo á que los comisionados regios no han regla ó de J;U.Ía para el desempeño de las de percibir sqeldo ni gratificacion alguna, y comisiones; se-fijaron tambien los objetos á que solo han de pagarse los gastos de c'Jprincipi.tles á que habian de dirigirse los mision y los de escribientes temporeros. trabajos de lqs comisionados, y en ello desPero si estuvimos desde luego conformes cubrimos al punto un pensamiento grande y en la creacioo de las comisiones y, en geoportuno, y de resultados provechosos para neral, con los deberes ó atribuciones que las el pais si aca¡;o era llevado con acierto á fe- · 1 fueron- marcadas, no tl}rdamos en disentir liz éxito ese pensamiento que se concibiera. en cuanto al número tan luego como vimos Sin tener nosotros un ministerio especial de los muchos comisionados que sucesiva meo le Agricultura, como lo tienen mochas ó las iban siendo nombrados. Al final de este armas de las na~iones,, aun las de tercer ór- _ tículo damos no tic,ía de todos los que hasta den, y sin que siq1liera use de la palabra ó ahora han· merecido distiocion tan honrosa, las fechas de sus nombramientos y las protítulo de Agritu_ltura e~ ministerio encargado de este ramo, el ministro que á la vez ha de vincias donde hao d~ ejercer sus respectivos acudirá la admiuistracion de otros diversos· cargos, cuyos apuntes nos parecen oporturamos, y todos de importancia suma, no nos para las ideas ú observaciones que hoy puede dedicarse, con toda la atencion que nos proponemos presentar. Las instrucciones generales que se dieron ella exige y reclama, á la primera de las para regular los actos de los comisionados riquezas, .á la produccion de nuestro suelo. 'Bajo este concepto y partiendo de tal pºrin- son tan amplfas ó abrazan tanto, que bien cipio, no podíamos menos que reconocer la . puede decirse que en ellas se comprende lodo conveniencia de la creacioo de las comisio- lo que interesa á la Agricultura para llegará nes regias, con mayor motivo cuando las la cima de su esplendor, ya se la considere personas á quienes se cometiera su desem- como ciencia, arte ú oficio, ya se atienda á


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Jus intereses del p_ropietario, del co1ono y del bracero, ya se fije la visla en las apremiantes exi~encias de la. sociedad en general y de los individuos en particular, ya en fin si miramos ó consullamos lo que incumbe á · los legisladores y á la administracion. Co..: locadas las comi iones á tan elevada altura, que es sin duda la que de justicia se las debe, lo inmediato era determinar el número de los comisionados, y en esta parle repetimos que no estamos conformes con lo que hemos vjgto practicad?. Concediendo, como no puede menos de concP.derse, que la creacion de las comisiones llevase envuelto en su existencia un plan bien meditado que hubiera de producir bienes positivos para el pa ís, es evidente que la ejecucion de ese pensa miento solo debía confiarse, con esperanza de buenos resultados, al ministro ú otra persona que lo concibiera; y si era producto de la imaginacion del primero, una sola persona, mas bien que muchas, pod:a con acierto encargarse de desenvolver ese plan que detalladamente se le comunicase por su autor. De esta manera los proyectos y trabaj os irian adornados de la unidad en el fin y en los medios, tan necesaria en l.l)dos los ramos de la administracion, y de este modo tambien obrando una sola in_teligencia y graduando la importancia de cada una de las partes que habían de constituir el todo de su cometido, daria la preferencia á las que debiereQ tenerla,~y todas las cuestiones, tódos los pensamientos y todos los actos vendrian á tener la perfecta armonía que debe adornarles si n<;> han de dar luego frutos estériles por su ningun enlace y conexion. Fácil es ya deducir que en nuestro concepto ~olo debió crearse para la Penínsul a una sbla comision regia, y que el mayor número, en caso, debió ser el de tres: la segunda para las islas Baleare:;, y la tercera pal'á las Canarias. Dejando aparte las comisiones de unas y otras islas y contrayéndonos á la única que, segun nuestra opinion, babia de establecer e en la Península, una vez elegida la persona que ma_s confianza inspirase y mas digna fuera por sus vastos 1onocimientos en Agri-

cultura, dada á esta palabra !oda la esteasiou que la corresponde, por u amor at país y por hechos aoleriores de un mérito real y acreditado, á esa persona .ola debió dejarse obrar con la liber~ad mas completa. , sucediendo entooces que de un centro ilustrado y celoso parlie en los esludi os y plane uniformes _que son indispensables par:i. que la idea del gobierno produzca los saludables efectos qui;} la nacion tiene derecho á reclamar. Se dirá tal vez que el comisionado regio que obtovie e encargo tan dificil para la Peníusula entera ni podia desempeñarlo en toda ella, ni tampoco le era dable in peccionar por sí mismo todos los pro~ectos de obras que hubieran de nacer de los recon or.imientos de las localidades. Pero es te supuest inconveniente no se remedia, antes se au menta, con el nombramiento de los mucho comisionados que ya tenemo , los cu a l_es no pueden entrar en la concepcion de un plan general ó estenso de pro eclos útiles, por que siendo elegidos para comarcas determinadas, ban de presentar por resultados pro pueslás ó- proyectos y trabajos aislados distintos que ban de reunirse luego nece sariamente en un cGntro cumun·, que será e ministerio ó la direccion de Agricultura, pa ra combinarlos y coordinarlos en término que puedan someterse á la <leliheracion d S. 1. ó de las Córtes en u caso: por el con trario el comisionado único lo daria ya tod hecho y dispuesto de manera que aparecies un pensamiento general y completo que pu diera sufrir- de parle del con ejero re pon sable de la corona una aprobacion ó desa probacion total, ó bien pequeñas modificaciones en los medios de ejecucion. Sobre 1 inoportunidad ó inconveniencia de los muchos comisionados diremos despues algo to da vía. · No porque opinásemos ppr el nombra miento <le un solo <,omisionado para la Pe nínsula, puede deducirse ni por un moment que habia de estar abandonado á sus sola fuerzas sin agentes naturales y á propósito en las provincias, que siguiendo us inspiraciones, cumpliendo sus órdenes y facilitán dole sus conocimiéntos y sus luces le pres


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tasen un auxilio eficacísimo, mas aceptable bramiento de solo otro comisionado , ó á lo sin duda que el de cualquiera persona par- mas otros dos para la Península, la cual diticular po-r ilustrada que fuese. Las juntas vid ida en dos ó tres grandes comarcas ó disprovincial€s de Agricultura debieran ser las lritos fuese confiada para los objetos que única,s corporaciones que a udasen para el gobierno se propuso á dos ó tres co.misionadesempeño de su encargo al comisionado re- dos regios, y nada mas. gio de la Península, no solo porque son la Sin embargo, en esta parte salieron igualllamadas por los fines de su institucion á mente fallida nue tras e peranzas, y vimos ejercer tales funciones, sino porque habiendo que lo;; nombramientos ele comisionados se de tener sus individuos conocimiento exacto sucedieron ó multiplicaron hasta un punto de lodos los pueblos ó distritos de las pro- que no esperábamos, como lo acreditan los vincias resp~ctivas, y estando po~ consi- verificados bastaabora, sin que aun tengan, guiente representados en aquellas todas las como con venia que ya los tuviesen, comisiolocalidades y lodos los intereses, su coopera- nados todas las provincias del reino. Hemos cion había de ser mas instructiva y eficaz. visto mas todavía: hemos observado que el osolros, pues, habríamos nombrado un·solo señor Reinoso contaba entre las provincias comisionado para la Pení~sula con delega::- de su demarcacion las de Sevilla , Córdoba, dos ó agentes inmediatos que hubieran sido Jaen y Segovia, y no obstante luego .e ha las juntas provinciales de Agricullura, sin nombrado para ellas respectivamente á los perjuicio de las facultades que el comisio- señores D. Fernando Rodríguez de Ribas, nado regio tuviera de pedir dalos y noticias Conde viudo de Torres-Cabrera, D. Joaquín á las demás corporaciones, autoridades y Balen y D. Antonio Gallego y Valcarcel. En funcionarios que pudieran facilitar Lodos los esto hallamos circun tancias que no álcanque condujesen al mejor éxito de tan grave z-amos á comprender y mucho menos á escometido. Ento·nces el comisionado quedaba plicarnos. O el señor Reinosoes persona digen aptitud de graduar por sí la importancia na é idónea para des<"lmpeñar su cometido en y preferencia de los proyectos que su celo y las citadas cuatro provincias de Sevilla, Córconocimientos le dictasen ; y eguo los re- doba , Jaen y Se-govia, ó no lo es: si lo es, sultados mas ó menos importantes, mas. ó no ha debido nombrarse para las mismas menos generales que hubieran de p~roducir pr9vincias á los sefiores Ribas, Torres-Capara la nacion, podría personarse en los pan- brera, Balen y Gallego: y si no lo es, no tos donde su presencia fuese mas necesaria, debió procederse a su nombramiento para al mismo tiempo que las juntas de Agricul- des.pues hacerlo ilusorio á los pocos dias, y tura, observando las instrucciones del pro- cuando aun no podian ser conocidos los plapio comisionado, encaminasen us trabajos á nes y trabajos que el Sr. Reinoso se ¡::ropula ilustracion ó logro de otros proyectos de siera intentar, ya que no realizar; prescinotra importancia mas ó mt·nos secundaria. diendo <le que si no era apto para esas cuaAsi juzgábamos, sin que hayamos tenido tro prQvincias tampoco debía serlo para las ocasion ni motivo fundado para variar nuesrestantes. lro juicio, cuando llegamos á saber las pro- - Esto pareceque ha querido conciliarse con Yincias que fueron designadas al primer co- la real órden que se espidió en 16 de omisionado regio, el Exmo. Sr. D. Mariano viembre, la cual dispone ó declara que los Miguel de Reinoso, que son las que CO!l tan comisionados regios ensusescursiones, descripde la nota que ya hemos dicho pondremos ciones y proyectos det,rmi11ados, no tienen neal fi_nal del presente artículo. A pe. ar de que cesidad de sugetarseá los límites materiales de no es pequeño el número de ella y de obrar- las proviiicias qu~ les estén designadas, sino se ya de un modQ nada conforme á nuestro qtJe pueden, cuando conduzca al fin que se proparecer, aun creímos que babia remedio, ponen, comprender en aquellos la parte que con• aunque imperfecto, en asunto tan vital , y 1 cnga de las otras; y que cuando se designe por que este remedio podía consistir en el nomS. 111. n!as ele u¡i comisio1}11do para t~na pro-

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el que- seamos completamente agenos e imparciales cuando se trata de personas. Hemos oído, no obstante,discurrir con detencion á las que juzgamos rompetentes en la mateflexionamos y meditamos sobre el objeto de ria, y dudan si todos los comisionados -reuesta dispo!;:icion, hallamos, y sentimos de- oirán igual número de los conocimientos cirio , q_ue solo conduce á debilitar ó dés- teóricos y prácticos que son indispensables truir en gran parte los efectos que hubieran para una coruisron tan difícil y de tanta traspodido sin -dutla producir las comisiones re- cendencia; dudan si todos estarán adornados gias. A.rbitros los comisionados de elegir pro- de igual grado del amor patrio que se neceyectos y de hacer las descripciones y escur- sita para salir airosos en una empresa de susiones que mejor les pareciere, h.abrá multiyo penosa y grande; dudan si entre todos tud de ocasiones en que por mas de un comípodrá reinar la completa armonía y uniformidad de pensamientos que son indispensasionado se adopten para sus trabajos los mismos pro-yectos; y cuando se trate de uno de bles para cualquiera clase de proyectos ó de estos que afecte á varias provincias, corno obrás; dudan si los que se hallan en la acla canalizacion ó navegacion de un río, por tualidad en los cuerpos colegisladores pueejemplo, será muy comun ó posible que en den' desde allí y al mismo tiempo llevar á una provincia se reunan dos, tres ó mas coefecto cumplidamente todo lo que es posil>le mision:i.dos con igual motivo. Y aun esto pohacer para el mejor éxito de sus respectiva$_ dría ser disimulable si todos conviniesen en comisiones, y sospechan si alguna vez pouna misma cosa y en los medios de ejecudrán servir estas de elementos para tráficos tarla: pero desgraciadaqiente no sucederá políticos ó de medios para satisfacer ambiasí, y desde ahora aplazamos para lo sucesi:- ciones personales con perjuicio del engranvo la confüma-:ion de nuestros pronósticos. decimiento de la Agricultura, único objeto Lo probable es que cada comisionado mire que indudablemente se propuso el ministro las cosas de distinta manera; quP. cada cual ó autor dé las comisiones. Al indiear ligeraforme opi.nion diversa; que cada uno quiera mente el concepto que de otros hemos oido, y que no se halla muy distante del nuestro, y aspire á alcanzar el lauro en la realizacion desde luego.protestamos que nosotros al fordel plan que otros tambien concibieron, y de aq11í las emulaciones, nobles ciertamente, marlo no miramos al presente, ni en nada la falta de unidad, de pensamiento y de ac- nos referimos á los actuales comisionados, cion, la confusion mas inevitable, y por con- que á todos los oonsideramos como los· mas secuencia final el que no produzcan lascodignos y beneméritos: tenemos en cuenta misiones regias al pais los provechosos be- que falta todavía conocer uno ó mas r10mbres; neficios que en su ilustracion se propusiera atendemos siempre á las cosas mas bien que á un ministro celoso y entendido , de los me- las personas, y no olvidamos la época en que jores ciertamente que hemos tenido en n~es- :;scribiJDOS y los desengaños que nos rodean. A.-pesar de Leido y de que no esperamos de tros tiempos. Si se atiende á las perso,nas ó á los comi- · tantas comisiones el fruto ventajoso que pu- S'ionado,s regios, no será estraño, ó mejor di- , diera dar una sola bien desempeñada, concho no lo es, porque algo hemos oído sobre cebimos que aun pudiera halla.ese un remeel particular, que no se considere á alguno dio, único -Capaz de hacer que se obtengan en la posibilidad de atender con todo eJ de- de aquellas los mayores resultados posibles, sembarazo y constante asiduidad que se ne- ya que no.todos los que hubieran podigo concesita al desempeño de su cometido. Noso- liada y funáadamente esperarse. Ese medio tros tenemos el disgns~o de no haber habla- único es el de encomendar --y señalar á los do ni Yistojamás á ningu-no de los comisio- comisionados objetos y trabajos determinaJlados elegidos, .y aun el nombre de 1a ma- dos de que deban ocuparse en sus provincias yor _part.e de ellos lo ignorábamos; ~ de aquí respectivas, donde es de suponer que tengan

vincia determinada; haga cada unb sus observaciones y pt·oyectos en la parte de ella que considere mas á propósito al objeJo que se hubiese propuesto. Nosoti:os, por mas que re-

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todos los conocimientos especiales que al rada la condicion de·nuestra Agricultura. De efecto se necesitan, y el de confiar á uno de esta·manera tambien los señores·comisionaellos, ya de los nombrados ó de los que se dos podrían trabajar con mayores probabinombren, la direccion de los demás ó de las 1 lidades de acierto, supuesto que se les maroperaciones que seles cometan, con faculta- ca:~en los trabajos, obras ó proyectos á que des amplias ese comisionado primero ó prin- hubieran de dedicarse, y su amor y celo pácipal de hacer por sí lo que creyere mas trin podría aprovecharse mas saludablemente conveniente y de personarse en los puntos si la eleccion del comisionado director reque gustare , estando por consiguiente en caía en una persona digníl de ello por las contacto inmediato con el gobierno y parti- muchas cirG!!_nstancias ventajosas que babia cipando de sus inspiraciones. Solo así cree- de reunir y que omitimos anunciár. mos que respetando lo ya hecho podrán ser Concluimos este artículo , que ya se hace productivas las comisiones regias , podrá demasiado es tenso, f pesar de lo mucho que presidirlas un pensamiento ordenado de po- pudiéramos esplanar todavía nuestras-indisible realizacion, se e,•itarán conflictos re- caciones, y pasamos á decir los comisionados petidos, y habrá por último mayores espe- regios nombrados hasta ahora para la insranzas de conseguir qiejoras útiles y de gran pecrion de la Agricultura general del reino. cuantía para nuestra España, una vez mejo-

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FECHAS DE LOS

PROVINCIAS EN QUE HAN

NOMBBAllllENTOS.

DE EJERCER SO COJIIETIDO.

Exino. Sr. D. Marianó" Miguel de Reinoso, ~euador del reino, con-1 sejero real de Agricultura, Indus• tria y Comercio, y vice-presidente de la junta de Agricultura de Valladolid . . . . • . . • • • • . .

5 de octubre de 1848.

Avila. - Bt1rgo&,-Ciodacl---Real. -Górdoba. - Cueoca . - Guadalajara .-J ae.n .-Leon .-Logroño .-O viedo. - Palencia.Salamanca .-Santander .-Segovia .-Sevilla.-Soria.-Toledo.-Valladolid .-Zamora.

Ilmo. Sr . D. Luis Piernas, conse.je-1 ro real de Agricultura , lodustria · y. Comercio . . • . . . . . . . .

de id.

id.

Madrid.

id .

id.

Albacete.-Alicante.-i\Iurcia.

COMISIONA.DOS.

Sr. D. Joaquin Roca de Togo res,} diputado á Cóites . • . . . . , .

Ri-,

id.

Sr . D. José Agulló, conde. de. palda, marqués de Campo-Salinas . . . . . . . . . . . . • . .

3 de noviembre de 48i8.

Sr. _D. Santi~go Fernandez Negrete,} diputado a Córtes; . . . • . . •

6

de id.

id.

Badajoz.-Cáceres.-Huelva.

Exmo. Sr. D. Federico Marte! Berouy, conde vwdo de TorresCabrera, . • . . • • . . . , ••

24-

de· id.

id .

Córdoba.

Sr. D. Joaquin Balen . . • . . . •

id.

id.

id.

Jaen,

Sr. D. Francisco Maria de Leon, .

id.

id.

id.

Islas Cauarias.

Sr. D. Fernando Rodriguez de Ri- 1 bas, diputado á Córtes . • . . • . 1

~~

Sr. D. Francisco Javier l\fartinez,} marqués de Valladares, Eenador del reino. . . . . . . . . . . .

id.

y}

de diciembre de 48t8.

id.

id.

Valencia.-Caslellon.

Sevilla.

Poolevedra .


Sr. D. Ballasar Férrer, marqués de} Puerto-Nuevo é individuo de la juntadtJ Agricultura de Barcerona.

y}

Exmo. Sr. D. Antonio Gallego Valcarcel, m~riscol de Campo y senador Je! remo.. , . • , • . •

~~

384 -

de diciembre de~ 848.

id.

id.

id.

Barcelona.-Gerona.

Segovia,

Falta nombrar comisionados regios de Agricultura para las provincias siguientes: Alava. - -Al mcría.-Baleares.-Cád-iz.->Coruña .-Granada.- Guipúzcoa.-Hu esca. -Lérida. -Lugo.-Málaga.-Na varra.-Orense.-Tarragona.-Teruel.-Vizcaya. -Zaragoza.

R;al órdffi declarando que los ayun"lamientos pueden , prévia la aulorizacion corresponcliente, hucer la corta y ap1·011echamie11lo de los árboles de propiedqd municipal que se hallen en las márgenes de las carreteras generales.

Con mQtivo de un expediente instruido á consewencia de las contestaciones ocurridasentr~ el iÓgeniero jefe del distrito de Leon y el ayuntamiento de dich a ciudad, sobre el aprovel}hamiento de los árboles situados en la, márgenes de la carretera general que conduce á Valladolid, S. l\L se ha servido resolver: 0 ~. Que pueda el ayuntamiento, prévia. la autorizacion correspondiente, hace~ la corta y aprovecbamiento de los árboles de propiedad municipal que se hallen en las márgenes de las carreteras generales. 2 º Que en los casos determinados por la disposicion precedente concedan los jefes po,

líticos autorizacion para la corta de árboles, siempre que por ;;u vejez 6 inutilidad deban ser reempl azados con nuevas plantaciones. 3. 0 Que así para las cortas como ea las nuevas plantaciones de las márgenes-de las carreteras, que los jefes políticos deben promover por todos los medios posibles,-ejerzan los ingenieros respectivamente encargados la iatervencion que les corresponde en todo lo relativo á la policía y Gonservacion de las carreteras. 6. 0 Y que estas disposiciones sean igual~ mente aplicables á las carreteras provinciales, segun lo dispuesto respécto de la ordenanza vigente por la real órden de 27 de mayo de 1846. Lo que de órden de S. l\I. co_munico á V. S. para su inteligencia y demás efectos oportunos Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 30 de junio de 1847 .-PAsronJ)iAz. -Sr. Jefe .político de ... .


Artículo 4. º ÓRGA.NOS DE Ll PLANTA. DONDE RESIDE PRINCIPA.LMENTE LA VIDA.

Los vegetales se componen de dos tejidos sultando los hechos mas sencillos que pasan orgánicos que soll el celulai' y el vascular. El á nuestra vista, hemos de participar de otra primero es comun á todas las pluntas desde opinion muy diferente que nos obliga á esla mas sencilla á la mas complicada, y no tablecer como principio que li.t vida de las hay órgano alguno que no se componga fun- plantas reside principalmente en las celdillas. damentalmente de él ; pero el segundo, el Hé aquí los hechos en que nos fundamos: vascular, falla algunas veces en ciertos y En el reino vegetal hay una gran porcion determi-na-dos órganos, y aun en todo un de individuos que se forman solamente de vegetal. Hay plantas de una organizacion tejido celular. El hongo, por ejemplo, no es tan sencilla, hasta en los últimos períodos mas que una masa ó reunion de celdillas de su vida, que todo su tejido no es otra cosa por cuyos espacios circulan los líquidos que mas •tu e una aglomeracion de celdill as sin lo alimentan, y en cuyo interior se incluyen delineacion alguna de vasos, ni los mas pe- los gases que absorve ó combina, sin que en queños, por cuya ra.zon se las ha dado el todo su cuerpo se vea el mas ligero vestigio nombre de celulares ó criptogamas, dando de tejido vascular. Si la escitabilidad ó fuerel de vasculares ó fanerogamas á las que za vital existiese en los vasos principalmente. como se ha creido, el hongo en este caso no abundan mas ó menos en vasos. No podemos dudar que las dos clases de · gozaría de v;da, ó al menos sería en él tan órganos que acabamos de citar gozan de la confusa y débil ·que no podríamos c_oncebir vida, porque vemos que se desarrollan, cre- cóm o desarrolla su cuerpo con tanta prodicen y funcionan de la manera que corres- giosidad y en lan corto tiempo, y cómo llena ponde á la planta de que forman parte. Pero cumplidamente y en pocas horas todas las aun cuando así sea, unos fisiólogos han que- funciones que le ha marcado la Providencia. Además, en la misma clase de vegetales rido que la escitahi lidad ó la vida, que es lo mismo, existiese principalmente eu las cel- vasculares vemos, con mas frecuencia de lo que parece, ciertas especies desprovistas endillas, µiientras otros hall' opinado que en los vasos era donde con especialidad de- teramente de vasos, sin que por esto dejen be residir la fuerza vital, atendido que las sus individuos de funcionar y de ejercer tocios los fenómenos que son debidos á la esplantas que los tienen mas abundante:, son las mejor formadas, Jas mas robustas, las de citabilidad ó fuerza vilal que es comun á los mayor duracion, de funciones mas marca- de su clase. Luego esto nos prueba tambien que la vida ha de residir mas principalmente das y de fenómenos de un órden superior . Por mas que esta opinion haya sido uni- en las celdillas que en los vasos, y que se ha dado á estos una importancia mayor de versalmente admitida por mucho tiempo y que la hayan profesado hombres eminentes la que deben tener en el órden de la vegeen la ciencia fisiológica, sin embargo, c0n- tacion. 37. TO~IO f. 1 DE FEBREllO DE 1849.


-. 386 Antes se habia creido que la circulacion de la savia por el interior del vegetal se verificaba por medio de los va os; pero desde que la anatomía nos ha demostrado con evidencia la verdadera estructura de las plantas, y desde que con su auxilio hemos podido comprender el camino que siguen los líquidos que las nutren, no nos cabe duda alguna que la avia circula por los espacios intercelulares, en lugar de pasar por dentro de los vasos, como se cre~•ó antiguamente. Siendo, como lo es, la circulacion de la savia una de las primeras funciones de la planta, y acaso la de mayor importancia, y ejerciéndose, como se ejerce, por medio de las celdillas ó mallas celulares, claro está que la vida reside principalmente en el tejido celular y nó en el vascular como se babia pensado. En las mismas plantas vasculares en quienes no podemos negar, en medio de su naturaleza, una gran cantidad de celdillas, observaremos que cuanto mas jóvenes son sus órganos mayor porcion tienen de tejido celular, y que la vida ·es tant:o mas activa cuanto menos se alejen estos de su nacimiento, sin embargo que en la vejez las partes de la planta están mas provistas de vasos. Por tanto, pues, hemos de convenir en que la fuerza vital reside principalmente en las celdillas. Si hacemos aspirar ó absorver á una planta una materia venenosa, ya sea acre, ya narcótica, la veremos . perecer al oabo de muy poco tiempo; y si pasamos luego á la inspeccion de los hechos por medio de la investigacion anatómica, bailaremos que el desórden se observa principalmente en las celdillas que han quedado laxas, inertes y privadas de toda contractilidad, mientras que en los vasos no percibimos casi desórden alguno. Lo que acabamos de decir de la accion de un veneno -podrá notarse igualmente por la del flúido elé~trico artificial ó atmosférico, sucediéndose en estos casos no solamente suspenderse la circulacion de la savia, sino tambien la de los jugos propios por la falta de accion en las celdillas. Estas son otras razones· que prueban la existencia de la vida en las celdillas con .p referencia á los

vasos. Ahora descendiendo de las funciones en general para particularizar los casos, observaremos que ambos hechos son mas notables en favor de nuestra opinion. La absorcion que hacen las raices de los líquidos y gases nutritivos que recojen de la tierra es tanto mas pronuncic:1da, cuanto estos órganos son mas jóvenes y mas abundantes en tejido celular. Hay mas todavía: la raíces de las· plantas en todo el curso de su ida no absorven los alimentos por su parte gruesa, dura y central, donde los vasos están muy desarrollado ; sino que lo verifican por los estremos capilares ó raicillas compuestas de partes celulares casi esclusivamente. Lo que hemos manifestado respecto á las raíces podemos aplicarlo á las bojas, cuya exhalacion acuosa -y modificacion de lasavia son mayores segun que sean mas jóvenes dichos órganos. Cuando las partes berbáreas de una planta, sea cual fuere su naturaleza y especie, se han saturado de materias estrañas que el vegetal no puede asimilar, entonces las celdillas pierden su vitalidad, las funciones de las hojas se debilitan notablemente, y llega para la planta un período de suspension vital que arrastra consigo los órganos foliáceos. Las yemas ó botones que la vegetacion precedente formó en los encuentros de las hojas, cuyos órganos debemos considerar como otros tantos invernáculos donde pasan en miniatura el invierno los rudimentos de las nuevas ramas y flores, corroboran mas y mas nuestra opinion. Los botones quepodemos considerar como cuerpos formados casi esclusivamente de.tejido celular, apenas asoman los días de la primavera despliegan sus envoltorios y dan nacimiento á graci9sas y verdes hojas que decoran magestuosamente el árbol y contribuyen al sustento y desarrollo del individuo. Todas las restantes partes de la planta, menos nuevas por cierto, porque son productos de una vegetacion anterior, no se estimulan ·con la facilidad que las yemas por la accion de la temperatura, por la sola razoli de hallarse menos provistas de tejido celular. No obstante lo que llevamos espuesto, cree-


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mosque los vasos que contienen jugos propios, ya sean lechosos como en la leche trezna, etc., ya sean· de naturaleza dil"erenle, gozan de una fuerza vital superior á los res-

tantes vasos, y semejante á la escitabilidad de las celdillas por la relacion y analogía que existen entre estas y aquellos.

Conocemos muchas especies de alfalfas, casi todas herbáceas, anuales ó vivaces, abundantes en materia nutritiva, de un sabor agradable que incita á los ganados á buscarlas con afan, lo que hace que la impor tancia de estas plantas sea considerable en la agricultura. Todas estas especies, ó á lo menos la mayor parle de ellas, podrían aumentar el cuadro de nuestras producciones, porque todas se sujetarian fácilmente al cultivo ; pero hasta ahora son muy pocas las que cuidamos en los campos y prados, sien-: do casi solamente dos las que se cultivan en grande como forrages. Nos limitaremos á ha111ar en este artículo de la alfalfa comun, JJ[edicago sativa L. de los botánicos, dejando para otro dia ocuparnos del interés que pueden tener algunas otras de sus especies, además de la alfalfa arbórea que hemos descrito en el número 2, página 24- de nuestro periódico. La alfalfa comunera considerada por los ronfanos como uno de los forrages mas escogidos, por cuya razon la cultivaban en mucha ~bundanciá para aumentar la ganadería. Es planta indígena de Europa, y se lavé crecer naturalmente en todos los puntos del mediodía entre los prados naturales y en las he1..1diduras de las rocas y murallas viejas. Es muy raro hallarla espontánea en puntos muy elevados y en terrenos montañosos, porque ninguna especie de alfalfa suele vivir á muy grande elevacion sobre el nivel del mar. Llevada á Grecia desde Media muchos siglos há, se estendió su cultivo

por diversas provrncias del mediodía, y se conserva en una gran parte de las Galias al través de todas las vicisitud.es de esos mismos siglos. Creemos no obstante qué el cultivo de dicho vegetal no es lo que fué en otros tiempos, atendida la escasez con que se produce en los países que mas favorecen su desarrollo. En la Italia, cuya posicion topográfica es á propósito para los forrages, vemos que esta planta no ocupa mas que un lugar secundario en la agricultura; y en la Lombardía, Toscana, Nápoles y España, á pesar de sus escclenles -circunstancias, casi no conocen su cultivo, porque en un punto han preferido emplear sus abonos y riegos para otras plantas, porque en otro la poca .estension de terreno con que cuenta el propietario y la pobreza del colono no permiten un cultivo de resultado tardío, ó porque las sequías del pais hacen optar por otras plantas de mas seguro éxito. Aun cuando la alfalfa vegete en muchos paises, su cultivo no tendrá sin embargo interés en todos ellos. Este punto de doctrina, que vá enlazado con la economía rural, conviene esplicarlo con claridad y precision para no es ponernos á los perjuicios que nos traería el cultivo de este vegetal si lo aplicásemos indistintamente en todos los paises. Clima. Para obtener de la alfalfa productos ventajosos importa mucho que definamos .exactamente las circunstancias climatéricas que le pertenecen. Como planta indígena de Europa podrá vivir en muchos grados de su latitud; pero este cultivo no dará iguales y


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beneficio o resultados en todos indistintamente. En lo punto del mediodía tendrá mayor importancia la esparceta que la alfalfa, en razon de que la poca lluvias y el escaso riego de que di ponemo en e las comarca caliente permiten mejor el cullivo de la primera de stas planta . En las regiones del norte en los pai e donde la ternperalura se eleva poco, a -¡ como en aquella en qµe el verano e de poca duracion, tampoco erá útil la alfalfa, porque no puede segar e mas que do ó tres veces al año. En esla regiones la planta predominante como forrage erá ó debe ser el trébol, porque con Jos dos cortes que le demos solamente obtendremo mayor cantidad de pa lo que c0n los tres que por lo comun soporta la alfalfa en igualdad de circon lancias. Las del clima para el cultivo de esta planta deben tener e tan á la vi ta, como que de su influencia depende principalmente el que la adoptemos para forrages ó el que escojamos otros en su lugar. Tenemos una regla fija de que valernos y que es aplicable en todos los pai es y en toda las esposiciones. Por medio de ella podemos estar eguros de las veces que podrá segarse la alfalfa y de la cantidad de forrages que recojerá el cultivador aproximadamente, con tal que el terreno y el rieao convengan á este vegetal. La alfalfa despue de segada no suele vegetar nuevamente~ ó lo que es lo mismo, no empieza á ll.lover sus creces hasta que la 8°. temperatura media del aire se eleva á Debemos tener pre ente que no se siega este forrage ha ta que ha llegado á la florescencia, porque entonces es cuando tiene el máximum de materias alimenticias, y este estado de la ve.getacion no llega sino Jespues de haber recibido la alfalfa 852 grades de 8° de temperatura. calor total de El año, como término medio, nos dá en .Barcelona, donde escribimos estas observaciones, desde el ~. 0 dr, marzo, época en que la temperatura se mantiene á 8°, hasta 15 de noviembre en que empieza á bajar de e te grado, la suma ó total de 5225°deealor, los c.uales divididos entre los 852 ya indicados, »os pr.esentará un c.ociente ó resultado de sei- siegas al año, con un residuo ó sobrante

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de 11 3°. Este es el número de siegas que en Barcelona podrán dar e á la alfalfa i e ta operacion e practica en. el estado de flor, y e la demo tracion es la · que podrá servir de regla en todos los puntos y· en todos los climas. La alfalfa teme las heladas cuando sos raice no se han de plegado totalmente; mas cuando la raiz central se ha de arrollado, como que suele marchar á mocha profundidad, ha~La á la de tre y cuatro pié regularmente, entonces hay poco que rec~lar de lo rigore del frio. A í es que la vemos vegetar en. las regiones del norte, i bien e cierto que durante el invierno no dá eñales de vida. Natumleza del suelo. ro pndemos cultivar la alfalfa en todo lo - terreno indistintamente, sin que esto sea porque exija una calidad particular de suelo, pues no es de tanta importancia, como algunos han creído, la naturaleza mineralógica de la tierra. E ta circunstancia sera en cierta manera indiferente con tal que el nelo esté abonado, removido á mocha profundidad · bastante ligero. En lo puntos que abunden en légamos y en mantillo y cuya superficie cultivable sea honda podremos alcanzar grandes cantidades de alfalfa, por cuanto estas circunstancias permiten á -e ta planta el buen desarrollo de sus raíces. La capa primera de un terreno no basta á veces -para determinar la conveniencia de cultivar en él la alfalfa, purque sucede con frecuencia que un campo podrá ser de natorale1.a dora y desu lanciada en so parte superior, y tener por debajo una capa abundante en materia nutritivas de que e aprovecharán la raices de la alfalfa. Entonces vemos que un oelo que no podia darnos ni una mediana cosecha de trigo ó de centeno nos dará crecidas cantid~des de alfalfa, sin emplear para ello la mas pequeña porcion de abonos. Pero e tas cosecha van luego en disminocion notable, y la duracion e ma corta. Sin embargo, de pues de e te cultivo podremos sembrar los cereales que nos ofrecerán un resultado favorable. Labores. Las de preparacion del terreno deben ser profundas, atendido el modo de


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abonos que hubiésemos empleado. Si la alvegetar que tiene la alfalfa. Como sus raices marchan á mucb:\ profundidad, segun he- falfa se ha alimentado competentemente sin mos dicho, por ello necesita que se remueva qui' la tierra haya perdido casi ninguna parte de su mantillo, ¿de dónde han salido estas la tierra en cantidad considerable cuando materias fertilizantes de que se han nutrido dem.os las labores de preparacion. La alfalfa ofrecerá buenos resultados cuando la sem- las plantas? La ijsiología nos dá á conocer bremos en terrenos de desmonte, con tal que que las plantas leguminosas arrojan por sus tengan fondo suficiente, y este cultivo será raíces grandes cantidades de materias g-omoentonces económico porque nos ahorraremos sas, que disoh-iéndose luego en el agua de el mucho abono que la planta necesita. las lluvias ó de los riegos vienen á constituir un alimento mas conveniente para la misma Como un alfalfar dura . algunos años, en cuyo espacio de tiempo se suelen desarro- planta. Además, aun cuando la alfalfa se siellar malas yerbas, de aquí el que sean pre- ga comunmente en estado verde, no podemos cisas en tal caso ciertas labores de conser- evitar que se hayan caído de la planta una porcion de hojas ,¡ue descomponiéndose en vacion de que n_o podemos dispensarnos si la superficie de la tierra aumentan el manse desea obtener venta1as de este cullivo. Estas labores tendrán por objeto destruir las tillo -y contribuyen á que se suceda una abunplantas parásitas que dañan la al faifa, que dante vegetacion. Los abonos mas útiles para la alfa! fa serán menguctn su producto y que desustancian el aquellos que abunden mucbo en azoe; pero terreno. Abonos. El suelo que destinemos para al- podremos usar casi indistintamente todas las materias, con tal que tengamos la precaucion fairar debe abonarse si nos es posible un de hacer que el agua ó el riego de que poda~ año antes, procurando q_ ue esta operacion se mos disponer sea comparativo ó guarde rehaga al momento de haber dado la labor de preparacion, á fin de que las materias solu- lacion con los grados de fertilidad que probles que forman el abono, que ha de ser curemos al suelo por medio de los abonos. abundante, puedan distribuirse bien por en- La práctica nos enseña que la alfalfa no vetre las molé,mlas de la tierra. Si no es po- - geta enteramente bien sino en los terrenos que tienen muchas sustancias r.alizas en essible abonar el suelo un año antes, sea cual tado soluble. En bastantes campos hallamos fuere la época en que lo verifiquemos, se á veces unido con el mantillo una porcion de emplearán los abonos suficientemente concal en estado de carbonato, la cual puede sumidos y triturados. Cuando sembremos la alfalfa en terrenos darnos fácilmente cantidades crecidas de- ácide desmonte podemos omitir el darle gran do carbónico. Esta circunstancia nos proporporcion de abono, bastando una corta can- ciona recoger grandes porciones de forrage ; tidad esparcida en la parte superior para y cuando falle en la tierra esta natural disposicion , la supliremos echando cal ó yeso que favorezca el desarrollo de las semillas y sus primeras creces. Pero cuando el cultivo en el alfalfar. Siembra. La época mas favorable será ra se hace en un terreno donde han. vegetado otras plantas, ó bien esta misma, entonces de la primavera. Segun sea la esposicion ó la cantidad de abono ha de ser crecida, por- el clima donde se radica un alfalfar, así echaremos la semilla en la tierra mas ó menos que el producto de forrage estará en relaentrada dicha estacion. En las provincias del cion con la fertilidad del suelo. mediodía puede sembrarse en el mes de marEs evidente que la alfalfa necesita grandes cantidades de abono para poder vegetar con zo; pero en las del norte, donde las heladas lozanía y dar un copioso forrage; pareciendo pueden matar las plantas jóvenes, debemos mara,villoso que al cabo de cuatro ó cinco esperar· á sembrar en mayo. Antes de sembrar el terreo-o debemos limpiarlo de malas años se encuentre en el terreno donde vegete yerbas y remover bien la tierra en su capa la alfalfa con vigor un grado de fertilidad casi igual al que facilitan ó producen los superior, á fin de que nazcan sin ·djficultad


3\:.10

las semillas. En los terrenos secos y ligeros ¡ ·á enterrar las plantas durante el invierno. En estos casos la siembca en líneas tendrá será preferible sembrar en otoño. buena aplicacion, porque nos facilitará el La cantidad que sembremos deberá ser la de veinte libras por cada fanega de tierra, á trabajo de amorillar la tierra al pié de los pesar -que en esto están el iscordes los prác- vegetales. Esta operacion se practica en otoño ticos , habiendo quien aconseja esparcí r la con un arado de vertedera , por cuyo medio semilla en doble cantidad con el objeto de simplificamos el trabajo y se asegura el reevit:\r el desarrollo de malas yerbas cuando sultado. Duracion. Un prado ó alfalfar durará mas la alfalfa sea jóven, y con el de ahorrarnos número de años segun que el terreescarda. menos '5 al propio tiempo los gastos de la nos ó nó á la vegetacion de esta ingleses convP.nga áutores no Por mas que algunos caso suele tener de doce semde primer el En arrepentiremos planta. nos jamás que dicen brar espesa esta planta , sin embargo cree- á quince años de vida; y aun cuando podríamos citar muchos ejemplos de alfalfares que mos que la cantidad de veinte libras por fanega de tierra, como hemos dicho, será la han durado treinta y cuarenta años, no ohstante en la práctica ordinaria esta durar.ion proporcion que debe in os guardar. La alfalfa puede sembrarse á vuelo y á es considerada solo como un fenómeno digno de conocerse y de quedar consignado en la surco. El célebre Tull, á quien la agricultuhistoria de la planta que nos ocupa , y nó ra inglesa debe mucho, aconseja emplear el primer método, asegurando que obtendremos como una circunstancia que le sea comun ó favorables resultados, escepto en los terrenos propia. La alfalfa viviría mayor número de arcillosos y difíciles de trabajar. La idea que años de los que vive si no se opusieran á esnos llevarnos para preferir la siembra á sur- ta larga vida una porcion de éircunstancias, tales como el esquilma miento del terreno, la cos es la facilidad de la escarda, y de aquí el que la empleemos en todos los cultivos en sequedad y la dureza de las capas inferiores, que-sea necesario mantener el terreno lim- la mucha humedad que puede haber detenipio, por labores repetidas, de las malas yer- da en estas mismas capas, y la invasion de bas que puedan desarrollarse. Mas como la las malas yerbas. El alfalfar exige todos los años algunas alfalfa, sembrándola á vuelo y suficientemente espesa, sofocará luego con sus creces labores ú operaciones que contribuyen á su duracion y nos dan mayor cantidad de forlos vegetales parásitos que se despliegan, por ello será preferible este método al de sem. rages. Será útil en r;rimer lugar esparcir en la alfalfa, durante la primavera ú otoño, un brar á surcos. Algunos agrónomos, entre ellos citare- abono ·del todo consumido y reducido al esmos á Mr. Coyé, han ensayado y miran como tado de mantillo que podrá desleírse con el ventajoso el método de plantar los alfalfares agua del riego, ó bien aguardar .á emplearlo sembrando antes en almáciga la semilla ne- cuando se acerquen las lluvias. Contribuirá mucho á la conservacion de cesaria para un alfalfar. Por mucho que nos ponderen la escelencia de este método hemos un alfalfar el que se rastrille cada año al fin de ser cautos en admitirlo . menos que sea del invierno . Esta labor remueve la capa supor vía de ensayo, y hemos de desconfiar que perior del terreno y facilita la circulacion pueda aplicarse á un grande cultivo. Sin de los gases de. la atmósf~ra en su interior, embargo, desde luego creemos que este me- dá libre paso á las aguas pluviales y de riedio será muy útil cuando se trate de réparar go, y facilitando tambien la introquccion de un alfalfar que á causa de su duracion hu- los abonos basta las raíces de la alfalfa probiese perdido ya un cierto número de plantas. duce cantidádes de forragé. Esta labor jamás :m método de sembrar la alfalfa á surco daña á la-s plantas cuando s~ verifica ó se dá tendrá tambien aplicacion en los terrenos lentamente y á últimos del invierno, viénmuy fríos en que , como en la Irlanda y la dose en tal caso que la alfalfa toma en seEscocia, se vé el cultivador obligado á veces guida un desarrollo prodigioso.


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Riegos. En los paises del mediodia, donde las ]Juvias son escasas, y en todos los puntos donde faltan aguas pluviales, regaremos el alfalfar. Sin este recurso podremos prometernos pocas cantidades de yerba, porque la alfalfa, como las restantes plantas de prado, exige cantidades crecidas de agua para producir pastos abundantes. El riego debe ser mas frecuente y en mayor cantidad despues de la siega, porque entonces es cuando debemos apresurar una vegetacion nueva. Si á el agua de riego podemos añadirle una cantidad de fiemo , ceniza, cal ú otra materia semejante que se disuelva en todo ó ea parte, entonces lograremos abonar y regar á la vez. Enfermedades. Una de las causas mas principales de la poca duracion de un alfalfar son seguramente las enfermedades que sufre este planta. La cuscuta y el rhizoctono son dos vegetales parásitos que causan especial mente los males á la alfalfa. La primera, la cuscuta, es una planta trepadora auna!, cuyos tallos en forma de hilos se agarran á la alfalfa y estrangulan las plantas.Esta parásita recorre con tanta rapidez los períodos de su vegetacion, que dejan solo un breve espacio de tiempo entre el nacimiento ó de arrollo de sus gérmen.es y la diseminacion de los frutos. Será un remedio preservativo para este mal sembrar la alfalfa que no contenga semillas de cuscuta. Para ello, cuando haya de hacerse la recoleccion de las simientes de alfalfa para sembrar prados naturales, se procurará ar- · rancar á la mano los piés de alfalfa cuyas semillas elijamos ó destinemos para la siembra, cuidando de escojer aquellos que no los haya invadido la cuscuta. Si hubiésemos comprado la simiente de la alfalfa para sembrarla, como que no podemos tener seguridad de si se ha adoptado el medio preservativo que acabamos de indicar, la limpiaremos de las semillas de la cuscuta frotándola co11 fuerza entre dos trapos. Esta frotacion rompe las cápsulas que mantienen encerradas las pequeñas simientes de la cuscuta, y luego podemos separarlas fácilmente de las de la aHalfa por medio de un tamiz claro ó de una criba á propósito. Si á pesar de estas precauciones la cuscuta se mauiíiestá en el alfalfar, entonces debemos

bechar mano de los remedios curativos. Estos son de dos especies, y creemos de interés la esplicacion de ambos. El primero consiste en reconocer exactamente el espacio que ocupa en el suelo esta planta detestable, siguiéndola en sus menores filamentos : ma reamas en seguida con pequeños puntos ó líneas el circúito que ocupa la cuscuta; se cubre de paja seca este centro, y aun unos dos piés mas por toda la circunferencia , y se pone fuego á dicha paja. Los piés de alfalfa que hayan sul'rido con el fuego retoñan fácilmeate_y con vigor , desapareciendo la cuscuta á causa de la poca profundidad de sus raíces. Empleando este método con constancia siempre que se presente el mal , llegaremos á -conseguir que desaparezca la cuscuta del alfalfar; pero es preciso que adoptemos este remedio preservativo antes que las semillas se diseminen, porque llegado este caso, la enfermeélad no tardará en invadir todo el prado, y ya el remedio, sobre tardío, seria en estremo costoso. Otro remedio podremos emplear todavía, que si bie11 es mas lento en el obrar no será por ello menos seguro , y consiste en segar á menudo la -alfalfa, siempre que baya llegado á seis ú ocho pulgadas de elevacion. Como en este estado la cuscuta no ha desarrollado todaYía sus flores y semillas, siendo, como es, u na planta anual no puede reproducirse. Igual efecto producirá el apacentamiento del ganado durante un añ(I entero. El rhizoctono es una planta parásita q11e como hemos indicado antes causa grandes males á el alfalfar. El rltizoctono es una especie de bougo que se fija sobre las raíces del alfalfa, en forma de hilos rojizos, y que disipa y mata la planta que le sostiene. Cuando un prado ó campo está atacado de este mal vemos puntos aislado y circulares desprovistos de alfalfa, y notarnos que el daño aumenta visiblemente si 110 lo remediamos con prontitud. Mas por desgracia tenemos pocos medios de conseguirlo, limitándose estos al presente á poner una barrera por medio de un foso circ11lar que abramo:; en toda la circunferencia de cada una de las plazas ó puntos desocupados que existan en el al-


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falfar. Si con este medio no se consigue atajar el mal, no queda otro recurso que desmontar el prado y no volverlo á sembrar de alfalfa hasta muchos años despues. En los países del mediodia y en las esposiciones cálidas es precisamente en rlonde causa losinayores estrago., el rh-izoctono. Además hay un insecto que es para la alfalfa un enemigo temible. Este animal , que se le dá el nombre de Calapsis atra, no conocemos otro medio de hacerlo desaparecer de un alfalfar, sino segando la alfalfa tan luego como veamos que este insecto la ha atacado, sea cual fuere el estado del forrage. El Calapsis atra , que suele , presea tarse en forma de larvas cuando la temperatura media se eleva á 1 4°, lo que viene á ser en las pro vi ocias del mediodía en el mes de abril ó principios de mayo, eome con tanta voracidad la planta que en pocos días causa ctaños irreparables. Adoptando el medio de segar la alfalfa en el instante que se presenta el insecto este desaparece luego, no perdiendo de este modo el .propietario mas que algunos días. Por esta razon un autor acreditado, M. Thouchy, aconseja retardar cada año la primera siega de esta plan ta basta que hayan a parecido las larvas de que nos owparnos. La pérdida no será tanta como parece, atendido que el for-

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¡

de 2 años. ALFALFAR. de 6 años. de 2 años.

rage de la primera siega si lo sembrarnos luego que está en flor, corno se acqsturnbra, es muy acuoso, de IDf!nera que ofrece un 30 y ,í0 por 100 de reduccion cuando ha llegado á estar enteramente seco, lo que no sucede con la tercera siega que pierde á lo mas un 5 ó 6 por 100. l\f. Masse, en vista de los esµericuentos que ha practicarlo sobre el particular, nos dá un estado eomparativo de las cantidades de forrage obtenidas en un alfalfar cuando se ha esperado á segarlo tarde, cuyos resultados ventajosos nos decidirán en favor de este método. Por fanega de tierra.

Un campo segado et día 22 abril ha dad·o. . . . . . , . . . . . Este mismo campo segado segund'a vez el dia 26 mayo . . • . . .

937

Total. . 1562 Otro campo segado por primera vez el día 21 de mayo ha dado. . . 2278 Para formar concepto de lo que serán las siegas posteriores, apuntaremos aquí lo que se lee en el Boletin de la sociedad de agricultura de l' Herault acerca del resultado de la primera siega que se ha retardado, y .aun m_as de la siguiente; se ha obtenido :

1 .• SIEGA.

2.• · SIEGA.

22 mayo.

2,083.

20 junio.

23 mayo. .

2,083.

22 junio.

23 mayo. .

4,324-.

2 julio.

Estos esperimentos que dejamos consignados harán, pues; que nos decidamos para las siegas tardías de la al fa Ifa, principal mente en los países donde con frecuencia la ataca P.! insecto d~e que dejarnos hecha mencion. Producto. El p1·imer año debe segarse la alfalfa si querernos que se desarrolle con robustez. En el segundo obtendremos ya una cosecha regular; en el tercero, que las plantas van llegando al máximum de su desarrollo, podremos segarla tres y aun cuatro vec;es en los paises frios, y cinco ó seis en los del mediodía. ' Un alfalfar puede durar largo tiempo, doce, quince ó mas años, si se le ha cultivado

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2,708.

bien , dando desde el tercer año en adelante cosechas copiosas si lo hemos cuidado con esmero. La alfalfa es uno de los forrages mas productivos en los países cálidos, mayormente si se la puede regar bien, por cuya razon podremos destinarle las mejores tierras. Si examinamos los estados que nos dan de esta planta Teissier , Bosc y otros agrónomos eminentes, veremos que un alfalfar produce cuatro veces mas forra ge que el mejor prado, habiéndose obtenido en. algunos puntos hasta diez , doce y catorce siegas ~taño. Podríamos anotar una porcion de cálculos hechos por cultivadores distinguidos y veraces que han esperimentado con toda exacti-


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tud los resultados <le la alfalfa y las cantidades de forrage que dá en sus cortes; pero por no- e&tendernos demasiado en este artículo , que vá haciéndose ya bastante largo, nos limitaremos á estampar los esperimentos practicados por el baron Crud en un hectare (1) de tierrasembrado dealfalfaqüe produjo et1 forrage seco durante siete años: 4.,ooo kilógramos (1 ). 1·º' año. 12,000 2. 0 3. 0 13,000 4. 0 13,000 5. 0 11,600 6. 0 10,000 8,000 7. 0 Total.

7,1,600 kilógramos.

La alfalfa pierde por la desecacion las dos terceras partes del peso total, segándola cuando llega á la florescencia. Si la dejamos pasar de este estado los tallos se ponen duros, -y además ·de qu;i el ganado los come con menos avidez, disminuye su calidad.nutritiva. ( ~ ) Heclare, medid::i agraria qu e equivale á dos fane gas y media de Madrid. ( ~ ) Uo kilógramo equivale á 2 libras, 2 oozas, 42 adarmes y ~ o gran.o~ del peso do Castilla.

La alfalfa produce un forrage que se seca con dificultad, y por ello es mas útil como pasto verde que para guardarla como heno. Por poco que se moje durante el tiempo de secarla fermenta y se pudre muy fácilmente, siu que puedan luego aprovecharla los ganados; pero si sobrevienen días buenos mientras se seca, entonces podremos obtener un heno de buena calidad y que podrá durar dos años. Todas las reses comen bien este forrage; pero segun la opinion general es al ganado vacuno á quien mas principalmente conviene. Debe distribuirse con mucha prudencia la alfalfa porque su uso espone al ganado á perjudiciales resultados, por cuya razon importa mucho darlo verde en el establo á fin. de saber la cantidad que cada animal come. Parece que las vacas que se alimentan de alfalfa dan mayor. cantidad de l~che que las que se apacentan en los prados por buenos que estos sean, y esto sin que impriman á la leche gusto alguno desagradable. Ya nos ocuparemos de las precauciones que exigen los forrages para sefarlos y convertirlos en heuo, y las indicaciones que entonce5 hagamos serán en su mayor parte aplicables á la alfalfa.

PARA LOS PRADOS NATURALES.

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Es bastante general la opinion de que los prados naturales no deben abonarse, admitiéndose como principio que cuando una pradera no puede subsistir sin a bonos debe desmontarse y aplicarse á Ótro cultivo especial. Esta opinion lejos de fundarse en razones de una sana fisiología, comprometeria además

los intereses de la economía rural si la tomásemos en un sentido absoluto, porque por medio de los abonos aumentaremos el producto de la yerba. Para decidirnos con acierto en esta cuestion hemos de atend()r á si el valor venal del heno que recojamos en la pradera está ó nó en relacion, ó si es ma~or


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que los gastos que ocasione el estiércol y la \ terias estimulantes y salinas que contienen mano de obra que esta operaci?n exige. 1 sus escrernentos. · Efi otros varios puntos de la Europa, coSiempre que el producto del heno que nos dé el prado que hubiésemos abonado, ya mo la Italia, A\emania y Suiza, emplean sea por la calidad de la yerba ó por las cir- con ventaja algunas sustancias líquidas con cunstancias ventajosas de la localidad que las que riegan cómodamente las praderas. facilitan · 1a venta á un prer.io subido, sea A este efetto utilizan las aguas que se escasuperior á los gastos del abono, podremos pan de los estercoleros, la letrina, los orines decidirnos por este último, porque por este que conservan en depósitos, y las aguas plumedio aumentaremos en gran manera la co- viales que se recojen en las inmediaciones secha del heQo : pero si el propietario se de las casas de labranza y en Iugares prehalla colocado en circunstancias contrarias, parados al efecto. principalménte por tener que pagar los aboSin embargo la práctica aun mas ventanos á un precio muy caro, ó por los muchos josa será servirse de abonos ó de mejoragastos que ha de ocasionarle su conduccion mientos de un precio menor que el que ten ga á la pradera y .distribucion de ellos sobre la el estiércol, admfránd.onos que esta costummisma, entonces debe renunciará esta prác- bre no se encuentre mas estendida ó genetica que sería ruinosa ó perjudicial á sus ralizada. En bastantes pueblos ó países veintereses. · mos que se están perdiendo ro uchas materias Se han adoptado diferente., especies de que son utilísimas para esta clase de abonos, abonos para hacer las praderas mas pro- tales como las barreduras de las calles y de ductivas. En A.lemania es muy frecuente el los caminos, los depósitos de desperdicios uso del estiércol de cuadra, esparciéndolo de las granjas, el cieno que se forma en las antes del invierno con el objeto de que las márgenes de las carreteras despues de halluvias arrastren consigo las partes solubles ber llovido, y otros. Lo que debemos recoque contiene y de que se aprovechan las mendar para este abono, y esto pasa enteplantas, y recogiendo en la primavera si- , ramente olvidado entre nosotros, es el légaguiente las pajas secas ya por el sol de la mo que se forma en las balsas de los molinos estacion para llevarlas nuevamente á la cua- de harina y de otro cualquier depósito de dra, á fin de que sirvan de cama al ganado agua. Este sedimento terroso, al que se hay se saturen nuevamente de las partículas llan. unidas grandes cantidades de de~pernutritivas que contienen en abundancia las dicios animales y vegetales, es de un benedefecaciones del ganado. ficio inapreciable una vez esparcido en las Sería mas provechoso todavía, y así lo praderas. Creemos deber llamar la atencion practican en muchos países, valerse del es- de nuestros lectores hácia esta práctica, intiércol consumido, porque se esparce con vitándoles á que limpien á menugo las balmucha mayor facilidad y aumenta el valor sas de sus molinos y o.tro cüalquier depónutritivo, en razon de que la paja en este sito de agua, y de esta manera, sobre obteestado se disuelve en gran parte con las llu- ner una cantidad de materias que se presvias transformándose en sustancia vegetal tan ventajosamente para abonar los prados, viviente. Deb_emos usar con preferencia el mantendrán la mayor limpieza y regulariestiércol menos activo en las praderas de dad en las aguas que se tengan depositadas. naturaleza seca y de e~posicion caliente, anLa. sol a ti erra podrá ser tambien un beteponiendo en este caso los de la vaca y del neficio para las praderas, principalmente si cerdo á los del caballo: en los casos contra- ella es de una naturaleza diferente, escorios, como sucederá con las praderas poco giéndola ó entresa~ándola de los lugares inbañadas por el.sol, con las situadas al norte mediatos é incultos. Estas tierras llevan con· y con las de naturaleza húmeda y arcillosa, _ sigo porciones mas ó menos abundantes de preferiremos el estiércol de caballo y el del mantillo que proporciona á las praderas una ganado lanar por la mayor cantidad de ma- cantidad de materias nutritivas, útiles para


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el desarrollo de la yerba. Nos reservamos esplanar mas otro dia este punto de doctrina, al que daremos una mayor eslension, limitándonos ahora á indicar algunas sustancias que se pierden en abundancia entre nosotros y que podrian utilizarse provechosamente como abonos. Nos causa pena al propio tiempo que no se haya sabido_comprender todavía, que mejorando

las praderas con estos medios nos darian mas producto del que ahora nos daq, y superior aun al que-nos facilita el estiércol di¡ cuadra, mayormente si á estas varias sustancias que hemos indicado últimamente les afütdiésemos una cantidad de sal. De este modo podríamos duplicar en pocos años la {:Osecha de yerba en nuestros prados.

ENFERMEDADES DE LOS CONEJOS. Los conejos que se crian en el campo con la libertad de poder escoger el alimento que les acomoda , están muy poco espuestos á enfermedades. No sucede así á los que se crian en _las casas de labranza y á veces en las ciu<la<les, los cuales á causa de los pocos cuidados que se tienen con ellos enferman con frecuencia y dejan de dar el resultado beneficioso que podríamos prometernos de su mucha fecundidad. Para que los conejos se mantengan sanos, la primera y mas esencial precaucion que debemos tener será la de no darles mucha yerba verde y jugosa. Cuando se les dan con abundancia plantas verdes y frescas, principalmente si están humedecidas por el rocjo, muere de indigestiones un gran número de conejos, y otra porcion es atacada de una enfermedad muy comun á esta especie de animales, la que consiste en un depósito de agua en la vejiga, que los mata al fin. Cuan-. do recelem.os que los conejos padecen esta enfermedad evitaremos 'darles comidas frescas: entonces los alimentos deben ser de otra naturaleza, como los retoños calentados al sol, la cebada á medio germinar, plantas aromáticas, como el tomillo, salvia, cerefollo y otras semejantes, dándoles al propio tiempo agua á discrecion.

Deben separarse inmediatamente los conejos enfermos de los sanos, con especialidad cuando padezcan una cierta enfermedad que es muy frecuente en los jóvenes, cuyo estado de dolencia los pone lánguidos y ·descarnados, cubriéndose su cuerpo de una erupcion sarnosa que se propaga fácilmente. Los individuos atacados de este mal pierden el apetitó, andan tristes, sus carnes no aumentan, y mueren por fin á fuerza de convulsiones que se les despliegan cuando el mal está muy avanzado. Esta enfermedad es motivada, segun la opinion mas comun, por la mucha humedad del vivar ó conejera y de los alimentos de que hacen uso los conejos. Cuando este mal se ha declarado no d~be~ mos retardar el remedio, que es matar todos los animalitos que estén acometidos de semejante enfermedad. Tambienes comun en los conejos padecer otra enfermedad en los ojos, principalmente al final de su lactancia ó cuando el destete. Es á veces tan intenso este mal, que hace sucumbirá la mayor parle de los que lo sufren. Débese esta enfermedad á los P.Ocos cuidados ·que se tienen con el vivar, del que se desprenden gases pú.tcidos y fétidos que atacan la vista á los conejos jóvenes. El mal t~ndrá remedio ea sus principios cambiando


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de local á los conejos, y destinándoles un alojamiento seco y cubierto con paja limpia. Unos dias ante::; de matar los conejos doméstico:. debemos hacer que.coman plantas aromáticas, como las que hemos dicho mas arriba, por cuyo rue_dio adquieren sus carnes un perfume semejante al de lós conejos del bosque. Pero si no hemos tenido tiempo

Con este título ha publicado M. de Gaspariri, miembro de la academia de ciencias de Paris, en un periódico de agricultura francés un articulito que por su importancia lo creemos digno-de la atencion de nuestros lectores, y es como sigue:

de preparar cou anticipacion esta circunstancia, que no es despreciable, podremos meter dentro del cuerpo del animal, luego de quitadas sus entrañas ó durante su guiso , una porcioncilla de dichas yerbas olorosas reducidas á polvo y mezcladas con igual cantid11d de manteca fresca.

meridional los dias de lluvia nos dan coro término medio de 7 milésimos , 7 en pri mavera, y de 8 milésimos, 8 en veráno; míen tras que en el norte de la Francia estas cantidades son de 4 milésimos, O en primavera, y de 6 milésimos, 2 en verano. Bastará un peso doble de agua para esplicar perfecta0 ORANGE 1. DE OCTUBRE DE 1848. mente cómo la caña del trigo no puede so portar mas este peso añadido al de la esp:g 1.-Del encamami·ento tle las mieses. formada ya, y cómo los campos enteros se El fenómeno de encamarse ó echarse los encaman sin p~derse levantar cuando los granos se hallan tan poco adelantados. sembrados es un accidente mas comun en Se mira el mal como muy grande cuando n-uestr~s comarcas meridionales que en las el encarnamiento se verifica antes de la flodel norte. Las grandes lluvias de primavera rescencia ó durante este estado, siendo muvuelcan los mas hermosos trigos del mediocho menos considerable cuando el grano eslá día, notándose tanto mas este desgraciado ya formado. La encamacion hace entonces la efecto cuando la agricultura se halla muy adelantada y los terrenos son mas ricos. El siega muy dificil y á veces imposible si nos revolcamiento de los tri gos parece señalar un servimos de la guadaña. Este año todos los campos de trigo del va. límite de produccion inferior, de manera que lle del Ródano, escepto los de los terrenos rara vez escede del número de doce por fa-'salobreños, estaban-revolcadüs por efecto de nega en nuestras granjas mejor cuidadas , y las lluvias de junio. Las plantas de la ciraun en este caso ·corremos el peligro de que cunferencia se mantenian solamente derechas se encamen lo( trigos. La causa local que produce el revolea- formando un cuadro. El ahilamiento de los tallos del ce·ntro , miento es la abundancia relativa de las lluprivados del aire y de la luz, los hace roas He vias. hecho notar en mi curso de ag'riculy , débiles menos á propósito para sostener las (toro. pág. que en la Francia ll. 2:89), tura


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espigas. Este hecho es una prueba incontestable de la utilidad de sembrará surco; pero una dilatada esperiencia nos prueba que si este método no ha surtido buenos resultados -en este país, es porque se le ha enlazado con la idea exagerada de una economía en la semiHa. Nuestras primaveras, comunmentesecas, ofrecen un obstáculo absoluto al desarrollo de las plantas, de lo que resulta que los campos se hallen desprovistos de vegetacion y que esta ofrezca una cosecha raquítica y miserable. En este punto conviene imitar á los ingleses que como Coke de Holkam y su discípulo Blowfield prodigan la simienle cuando siembran á surco. Hasta ahora no se ha opuesto otro remedio al encarnamiento que la adopcion de variedades de tal los mas robustos que los que sembramos comunmente y que se encaman cun facilidad, siendo probablemente el trigo de Santa Helena el que se sostiene mejor.

/[.-Efectos de las nieblas de verano en los trigos. Decimos vulgarmente que el trigo se pone vano cuando el grano queda vacío, contraido y sin fécula y las aristas blanquecinas. Este accidente se atribuye ordinariamente á los vientos del sur; pero se debe á los rocíos y á las nieblas que se suceden á los días de calor en los cuales ha soplado un ligero viento de poniente que para al ponerse el sol. Durante la continuacion de estas nieblas, los granos de trigo dejan escapar su fécula. Peltier veía en este fenómeno un efecto eléctrico (véase mi curso de agricultura, tom. 2. 0 pág. -132). Este año hemos podido estudiar semejante accidente y comprender mejor su mecani mo. Despues de una de esas nieblas de la mañana que bañan el trigo con su humedad, el sol aparece de pronto claro y ardiente y eleva la temperatura de los cuerpos opacos de 15 á i5º y mas. El agua que penetra dentro del grano aumenta entonces el volúmen y raja ó abre su cubierta. La fécula · que no está aun organizada y que permanece en el estado lechoso se derrama por la abertura; mas el glúteo que está formado ya persiste todavía, pudiéndonos convencer deello

si tomamos uno de esos granos vacíos que comprimiéndolo entre los dedos suelta una especie de glúteo que alarga sin quebrarse, ó se acorta segun que aproximemos ó separemos lo~ dedos. La sustancia elástica del glúteo es la que produce este efecto que se observa principalmente en los granos de la parte superior de la espiga, en los que lamadurez se encuentra menos adelantada; pero las semillas inferiores, cuya fécula se halla ya solidificada, no sufren este daño de que hablamos. Al propio tiempo las nieblas obran sobre la coloracion de las espigas, á la manera que lo verifican en los cáñamos que se enrian en los prados. Hé aquí el accidP.nte · que este año _ha disminuido algun tanto la rosecha en las provincias del mediodía, que era estraordinaria: las espigas eran largas y cargadas de granos, y en la trilla hallamos una desproporcion mayor que de ordinario entre el grano y la paja, aunque la cosecha sea buena.

111.-Labores profundas para quitar las yerbas de los campos. Mi hermano tenia un campo de bastante estension plagado de avena loca. El aparcero ó labrador rehusaba sembrarlo antes de dejarlo de barbecho por algun tiempo, para desterrar esta mala yerba. Se ha obtenido un resultado completo sustituyendo al barbecho una labor profunda, practicada con el escelente arado de Bonnet. Esta labor ha enterrado á unas 4-5 pulgadas la capa superior de la tierra; el campo se sembró de trigo sin que se haya notado la mas pequeña cantidad de avena loca La accion de este arado produciría tambien la limpia de los campos contra quienes luchamos con frecuencia y penosamente con una vegetacion parásita ó adventicia. Es sin embargo muy probable que si por una nueva labor llevásemos hácia debajo de la capa inferior una parle crecida de semillas, estas se conservarían y se reproduGirian de nuevo cuando se hallasen en circunstancias convenientes, como lo esperimentó Thaer (§ 570 de su obra) , quien vió aparecer una abundante yegetacion de manzanilla sobre un ter-


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drido sin haber esperimentado una temperatura muy fria que baya podido producir por sí sola este efecto. Otro tanto ha sucedido con las que se conservaban en cajones y en lugares calientes donde sufrían de continuo una temperatura elevada; pero en el mismo aposento se han conservado muy bien aquellas batatas que estaban espuestas á la luz y á una corriente de aire, así como las que colgaban de un clavo ú otro instrumento á propósito. Es evidente, pues, que la humedad contribuye tanto como el frio á la destruccion de este producto, y que si las batatas están bien acondicionadas dentro de las grutas, ó en pavimentos capaces de poderse estender y separarse unas de otras, se con:;;ervarán perfectamente. En estos casos el aire circula librem~nte por entre los tubérculos, y les produce un grado de sequedad conJV.-Conservacion de las batatas. veniente que favorece su conservacion. Todos los métodos que empleemos para conHemos dado conocimiento mur.has veces á servar las batatas , deben reunir estas dos la Sociedad central de agricultura de los encondiciones; sequedad y temperatura sobre sayos que se han hecho para conservar- las 6 grados. No es menos cierto, segun muchos batatas durante el invierno. Hemos probado ejemplos, que en un estado de dese~acion con evidencia que esta produccion no puede muy adelantado las batatas pierden su fasoportar una temperatura que baje muchos cultad de germinar, y que no pueden resisgrados de la congelacion ; pero lo que mi tir á temperaturas mucho mas frias que la her10ano ha obiiervado este año nos indica que les altera cuando se las conserva en un que quedan todavía otros deberes que l)enar. 1 cierto grado de humedad. Las batatas colocadas en silos se han poreno donde se la veía desarrollar en el momento en que fué realizada la demolicion de un edificio viejo y en que se hizo el desmonte del suelo que ocupaba. La labor del arado de Bonnet es comparable con la de la laya y mas fácil de practicar que la de esta. Para que en su accion la capa superior pueda llevarse con rapidez sobre la jnferior y pulverizarla completamente, es preciso que el arado marohe con paso vivo, á lo menos con la celeridad de un metro por segundo; por cuya razon es tambien necesario que esté bien organizado y fuertemente aparejado. Es imposible sin ver trabajar este arado figurarse los efectos que produce el surco y la profundidad que abre, así como la cantidad de tierra que remueve desde el fondo hasta la superficie del ~ampo.

AGUAS DE LAS FÁBRICAS DE CERVEZA Y QE AGIJARDIE1\1TE EDPLEA.BA.S El\1 LA AGRIOIJLTIJRA.

(n1mmoo) (1).

cebada germinada, ya sea para la fabricacion de la cerveza, ó para la del aguardiente Se sabe que en la preparacion del malt ó de granos, el agua, en la que se sumerge la 1 cebada antes de hacerla germinar, arrastra ( ~ ) Este remitido corresponde al mismo autor consigo una cantidad considerable de la madel artículo que insertamos en el número anterior· página 372. ' teria del grano, hasta el punto de volverse


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comunmente de color oscuro; cuya agua, que frecuenlemente se muda una ó dos veces, se c!eja perder en general. Esta ci rcun tancia ha llamado la alencion del químico de la so. ciedad de agricultura de la Alta-Escocia, M.F. John ton, y se ha procurado, en una de las cervecería!- de Edimburgo, el agua de la primera sumersion, á fin de someterla al

análisis y determinar si esta agua sería á propósito para emplearla como abono líquido. Evaporando esta agua hasta la sequedad, ha abandonado un residuo sólido que subió á 6 granos, 357 de materia por litro de agua; y analizándola , ha encontrado se componía de:

1 En

NOMBRES DE LAS SUSTANCIAS. ~

.

gram .

Materia orgánica, goma, alucar, compuestos de proteína, etc .. Álcalis y sulfatos alcalinos, cloruros . . . . . . . . . . . . Ácido fosfórico en estado de fosfatos alcalinos. Fosfatos de cal y de magnesia .. Carbonato de cal. • . Pérdida .. . TOTALES.

Parece, pues, que estas aguas de sumersion contienen una gran cantidad de materia de naturaleza preciosa para provocar el desarrollo y vegetacion de las plantas. La materia orgánica es propia para suministrar un alim~nto orgánico, y la inorgánica, sales y fosfatos térreos y alcalinos , se presentan bajo una forma muy ventajosa para ser acada por las raices de las plantas; por lo que no deberia permitirse se perdiesen estas aguas en todas las localidades donde podrían aplicarlas con facilidad -y sin gastos muy considerables en las tierras. Cuando se piensa, segun un análisis reciente del mismo químico, que estas aguas contienen ca i tanta materia sólida como las aguas de fiemo (7 gram. 40 por litro de agua de fieroo), y que todos los agrónomos recomiendan tan vivamente desde algun tiempo aplicarlas con utilidad sobre las tierras en lugar de dejarlas perder, se concebirá la importancia que habrá tambien en servirse de estos residuos de las cervecerías en la agricultura. Sin duda la propor:cion de la materia sólida debe variarse segun la naturaleza y calidad del grano y el tiempo que·hubiese durado

.

litro.

Sobre 4 00 partes de materia sólida.

2,560 3,070

40,23

0,f 3f

2,06

0,357 0,2f O 0,032

·1

6,357

48,07 5,fi1

3,48

0,55

rno,oo

la operacion; pero apesar estas variaciones, que deben volverla mas fuerte 6 débil que las aguas analizadas, no es menos verdadero que seria una cosa útil hacer una aplicacion económica de estas aguas. De otra parte su riqueza, como acabamos de decir, depende del tiempo de la sumersion, y las primeras agua serán siempre las mas fuertes y mas preciosas (1). ( 4) Un médico igglés, M. A. G. Hal_l, ha adquirido recientemente . en su país una patente por su perfeccion en la fabricacion de los vinos y licores fermen',aclos, de que diremos algo, sin garantir la exactitud. El procedimiento que tlmplea para este fin consiste .;n hacer pasar una corriente de electricidad á través de las masas de los vinos, aguardientes, cervezas ú otros licores fermentados ó destilados por med[o de un aparato eléctrico. Este medio, asegura el inventor, tiene por objeto mejorar el licor, completar y perfeccionar su fermentauion, por consiguiente hacerle adquirir propiedades parecidas á las que adquiriria con el tiempo, y á la ,-ez separar de la masa general la parte acética que se hubiese formado. Creemos inútil describir aquí los aparatos cou cuya ayuda, segun M. Hall, se alcanzan estos resultados, porque son fáciles de imaginar ó de procurarse en todas partes.

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Jnflutncia bt las citncias físico,..,qnimicas tula 2lgricultura. ---~--En la sesion literaria que celebró la Academia de ciencias naturales y artes de esta ciudad en !:J de noviembre del año próximo pasado, tocó y llenó su turno la seccion de ciencias físico-químicas. Con tal motivo el sócio de número Dr. ·D. Joaquín Balcells, catedrático de física esperimental en las· escuelas de la Junta de Comercio, leyó una escelente memoria que versa sobre las grandes mejoras que dichas ciencias están preparando para la Agricultura, además de las ya. conocidas ó adoptadas, y de este documento creemos acertado dar una idea á nuestros lecton;s estractándolo todo lo posible, ya que su estension no permite darlo íntegro en las columnas de El Cultivador, como hubiéramos querido realizarlo. Comienza el señor Balcells indicando, aunque ligeramente, la diferencia que.en cuant') al cultivo de la tierra notamos entre los desgraciados púeblos del Oriente y los paises europeos. Los primeros, donde reina una secta enemiga de las ciencias, desprecian impunemente lo que contribuye á mejorar las prácticas agrícolas, porque la escasez de habitantes hace que basten para mantenerlos los productos que presenta la sola feracidad del suelo sin necesidad de artificios científicos; en los pueblos de Europa, ' por el contrario, cuya poblacion crece y cunde á par que sus máximas civilizadoras, es absolutamente indispensable proporcionará la Agricu Hura los inmensos recursos que dictan las ciencias naturales para que un terreno dado pueda aumentar sus producciones -y acudir al sustento de mayor número de consumidores. De aquí procede el que ingenios superiores á Ja¡; rutinas vulgares se hay an dedicado con feliz éxito á desvanecer la práctica anti-económica de los barbechos, que se vén en las provincias del in-

terior donde escasean los brazos, siendo Iª una verdad demostrada que la tierra no necesita descanso, sino abonos, y que á facilitarlos contribuyen las plantas que se ·elijan para cultivos alternados, porque de la eleccion mas ó menos acertada, ya de cereales, leguminosas, textiles ó tuberosas, depende el que las mismas plantas dejen abonada la tierra con sus naturales escreciones. De otras mejoras que tambien ha obtenido la Agricultura en estos últimos tiempos hace mencion el señor Balcells, tales como -: 1 .º el método químico de analizar las tierras, el cual nos cond nce á conocer si en ellas predomina la cal, la alúmina ó la arena, y por consecuencia los vegetales que convenga cu!. tivar en carla suelo, cuyo grado de h-umedad, mantillo y arcilla-nos es dado conocer: 2. º la propiedad que tiene el su !fato de cobre que es tan á propósito para destruir el tizon del trigo : 3.0 la del gas cloro para acelerar ó improvisar la germinacion de las semillas: 4. 0 el medio de conservar ilesos por espacio de dos ó mas años los frutos tiernos; y 5. 0 el recurso de ahuyentar las hormigas de los troncos de los árboles, sin causar á ellos el mas tigero daño. Pero dejando á un lado la memoria que nos ocupa estas y otras innumerables mejoras con que las ciencias físicas han enriquecido á fa Agricultura, pasa su autor á enumerar las que actualm.ente se están preparando en los dos puntos que mas interesan á la produccion de las plantas, cuale~ son los abonos y el ri_ego: mejoras ciertamente que tienen una importancia inmensa si las comparamos ó so bre las ya conocidas. No_comprende el Dr. Balcells bajo la de•nominacion abonos todo lo que generalmente han sugetado algunos á la significacion de esta palabra; sino que entiende por abono


• 401 t1 toda sustancia que mejore la constitucion t1del terreno, ya proporcioñándole los ele«mentos que entran en la composicion de <1los vegetales, ya poniendo la tierra mas «porosa y permeable, ya estimulando las «raicillas de las plantas par.a que absorvan «con mas vigor los elementos que necesitan: «en último resultado químico, las sustano.cias que puedan proporcionar á las plantas «mas abundancia de azoe, de fosfatos tér«reos, y de otras sales solubles que son in·«dispensables y que el terreno por sí solo.es «incapaz de producir. » Reconocido y manifestado por la química moderna, hasta la evidencia, el papel importante que juega el a-zoe en la produccion vegetativa, se ba seguido el establecimiento de verdaderas fabricas de abonos que van adquiriendo una prosperidad estraordinaria en otros países, resultando de ello que la Agricultura utilice materias primeras que antes eran perdidas é ignoradas, como el guano, y hasta residuos inmundos que eran causa de insalubridad en las ciu{lades populosas: Los huesos contieneu, si convenientemente se preparan, aun mas de un 15 por 100 de azoe, y para utilizarlos se practican en Inglaterra operaciones diversas, que el señor Dalcells indica, hasta reducirlos á un polvo que encerrado .en toneles se vende á crecido precio y se conduce á grandes distancias para aprove·cb~rlo en la Agricultura. Consiste su-mérito principal en prestar con lentitud á \a tierra su párte orgánica ó gelatinosa en términos de hacerse sentir su accion por espacio de muchos años seguidos, además de resar1:li°r al suelo los fosfatos térreos de que se desprende en la vegetacion. Entra despues el autor de la rnem(?ria á que nos referjmos en un exámen detenido de otros abonos que contienen mas ó menos cantidades de a:zoe, en la descripcion del modo de preparn.rfos, en los: usos mas ó menos estensos, y en la mayor ó menor preferencia que debe concedérseles. Se esplican en su virtud los abonos sigui~ntes: 1. 0 La sangre de ciertos animales dispuesta de manera que queda reducida basta el estado de seca y pulverizada, eti el.cual,_presentando un reducido volúmen, contiene el TOMO l.

1 4 por 100 de azoe. 2. 0 La carne -de caballos desecada y reducida tambien á polvo. 3. 0 Los mantillos que se forman de diversos residuos vegetales artificialmente preparados ó fermentados, basta el estremo de ci:mseguirse en el corto espacio de quince días uri mantillo rico en azoe, fosfatos v sales. • 4. 0 El guano natural, escelente abono que ha llegado á sustituir á la colombina ó palomina_, cuya sustancia no menos importante encierra, segun los análisis hechos, de 8 á 9 por 100 de azoe y cantidades crecidas de fosfatos térreos en una subdivision particular y conveniente. Y 5. 0 El guano artificial inventado, modificado y esperimentado por el mismo seño·r D. Joaquín Dalcells, cu yos resultados ventajosísimos para una rápida y favorable vegetacion están consignados en uno de esos esperi.mento~ que no queremos omitir tras·ladarlo en este lugar. Hechas por el señor Dalcells err su guano ar"tifrcial las últimas modificaciones, «procedí , dice, á la ir'rigac, cion con la lechada de este abono en el pié cede un manzano enfermizo que en el año pa«sado tuvo la desgracia de que un roedor cele comiese gran parte de la corteza cerca «del nudo vital ·, por cuya causa perdió «todos sus frutos antes de sazonar. ~n el «presente año se le irrigó , pues , con leachada de guano despues de desarrolladas celas yemas en marzo , y presentó los fenóc@enos singulares siguientes : primero , c1abundancia d_e J]ores, triple que en los años «anteriores: segundo; llegó á sazonar uña «parte de lo;; frutos á primeros de julio ; y «tercero , presentó igualmente una segunda «florescencia á mediados de. agosto , al cabo <cde mes y medio de la maduracion de los «primeros frutos. Ya. pensaba que babria «suspendido su fuerza vegetati-va periódica, «cuando inesperadamente en primeros de ccoctubre presentó una tercera --florescencia <ten el acto que los frutos de la segunda serie «estaban á medio sazona·r . Este fenómeno es«traordinario, atendido que en ninguno de los «años anteriores había ocurrido, es muy na'ltural atribuirlo á la accion productiva que

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«ejerció el guano artificial, y le -consideré «digno de que se presentase una muestra'de «tan estraña novedad, encerrando en un bote «lleno de alcohol un ramito en que hay un «fruto de la segunda serie al lado de un gru«po de flores de la tercera, cuya recoleccion «se hizo el dia 4 del próximo pasado oc«tubre.» Dedica el Dr. Balcells la segunda parle de su memoria á la mas importante de las mejoras agrícolas, cual ~sel riego. Apesar de ser en estremo mas ventajoso el natural que 'proviene d'e las lluvias: escarchas y rocíos, no son estos medios ó estos agentes tan ordenadamente periódicos que puedan ocur-rir á todas las necesidades de la vegetacion en -los diferentes países , y por ello han de suplirse con los riegos artificiales, supuesto que en las plantas la humedad promueve, auxiliada por los otros agentes, el movimiento de la savia, mantiene la flexibilidad y permeabili_dad de los tallos , ablanda la tierra, la conserva esponjosa para que facilite la· prc,longacion de las .raíces y deslía los j agos nutritivos que estas han de absorver, promueve la formacion de ciertos gases, especialmente el carbono, y contribuye en fin á que se realicen todos los fenómenos que dan por resultado una vegetacion rica que baga sacar del suelo todas las utilidades que van unidas á un proyechosocultivo. Los que consiguen alcanzar para sus campos toda la hu11'.!edad necesaria se consideran. dichosos, y cita el señor BalcelJ3 en prueba de esta verdad· á los cultivadores del Egipto que son poseedores de las aguas del Nilo, y tambien á"los labradores de Valencia y otros puntos <le-España que tienen el recurso de acudí r eon los riegos artificiales. á llenar el vacío que deja en l::t Agricultura la falta ó escasez de lo~ riegos naturales. Este mismo gran vacío es el que se han propuesto suplir las ciencias físicas cuando han tratado de-fundar Ja teoría de las fuentés ascedentes, llamadas, en general, pozos artesianos. Y ciertamente este recurso ha produci<lo_ya en la práctica tan bu~nos resultados ,.que _en cie.n y <:ien puntos diversos del globo se apresuran los capital-islas ilustrados á barrenar sus terrenos de secano para lograr convertirlos en

terrenos de regadío, y de ello pueden citarse ejemplos en Madrid, Barcelona, Alicimle y otros pueblos de E paña. El Sr. Balcells procede á tratar con estension de los pozos artesianos, y se _ocupa de la cuestion vital para la Agricultura, cual es el resolver en qué puntos del gloho hay probabilidad de enconúar aguas ascendentes, entrando á. demostrar que segun el estado actual de las ciencias físicas es muy probable hallar las aguas en todos los puntos del globo , escepto en los terrenos de levantamiento y volcánicos. Para demostrarlo fija y esplica ciertas bases que no nos es posible apuntarlas con .ta.nta estension como quisiéramos, sin embargo que las indicaremos solamente para que nuestros lectores pueclan formar idea de la importancia de la memoria á que nos referimos. Primera base. La estructura geológica de los terrenos que constituye la capa sólida del globo. En este lugar se l"rata, por el órden en que están colocadas, dé las capas sedimentarias de terrenos estratificados modernos, de los terrenos ter.ciarios, de los ammonienos, de los de transicion, y últimamente de los macizos que son los primeros que consolidó la naturaleza. Segunda base. Diverso grado de permeabilidafl de los terrenos. Dejando aparte la minuciosa subdivision y nomenclatura de ellos, que es propia de la geognosia, y concretándose á la determinacion de las aguas ascendentes, se hace mérito· de las tres grandes capas que existen en la costra sólida del globo , cuales son , la capa su pra.-cretacea, la cretacea y la sub-cretacea. En la segunda se presenta el máximum de permeabilidad; poca permeabilidad en la primera, y absoluta impermeabilidad en la última. . Base tercera. Declives de la capa sub-cretacea. La tierra primalivarnente estuvo en estado de liquefaccion , y este aserto , que ha de tenerse á la vista para graduar la presion hidrostáLica que puedan ejercer las oblicuidades de los terrenos, estri!Ja en la for!!!a globosa de la tierra, que supone dos circunstancias en su formticion, á saber, la atraccion y la liquidez; ~n la densidad de la masa c~nlral, yen la elevada tem pera:tura de las aguas


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termales , y en general de· los manantiales que proceden de una profundidad considerable. . Base cuarta. Condensacion del agua atmosfé~ica en las alluras. Ella produce ó es el orígen de la 11 uvía , de la nieve , de las nubes y nieblas; y siguiendo al agua en sp curso, una vez bajada de la atmósfera á la tierra, la presenta sucesivamente el señor Balcells hasta el caso de hallarla en parle colocada en las capas cretaceas y sugeta por la pre$ion que ejercen las ca-pas superior.es, cuya presion produce, tan luégo como se verifica una perforacion artesiana , el ascenso de las aguas hasta ·un ni ve! proporcionado á la presion peculiar que ejercen tarobien las montañas primitivas.

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Así es plica el Sr. Balcells la teoría mas satisfactoria del buen éxito de tantos pozos a-rtesianos que ya existen en Francia y aun en Cataluña, donde se tienen 1'ª tres con agua ascedente en los puntos de Figueras, Villabertran y Gracia. Nosotros no hemos podido, repetimos, seguir á dicbo señor tan minuciosamenté como hubiéramos querido en su apredabilísima memoria, porque el espacio nos falta, y nos contentamos al concluir con recomeridar la lectura de un documento que contiene ideas fundadas en los mas sanos principios de las ciencias fi~icas , las cuales tantas y tantas me.joras presentan á la Agricultura para su engrandecimiento y prosperidad. ·

COMO DEBEN FORMARSE L()S CRIADEROS O PLANTELES.

Se llama· semillero, almáeiga, criadero ó plantel el espacio de terreno dedicado á la siembra de~las semillas· de los árboles y á la educacion de las plantas, que han p-roducido, durante los primeros años de su crecimiento. Para formar una almáciga debe elegirse una llanura, una vega abrigada de los vientos~ norte y nordeste, -ya por montañas, ya por arbolado. La tierra será de mucho fondo, ni muy seca ni muy húmeda y de mediana fertiliaad. . No dudamos que á muchos les parezcá una paradoja la eleccion de un terreno de está. naturaleza," mas _bien que otro de mejor calidad; pero es cosa cierta y comprobada por la esperiencia, que así debe ser ·y que así debe preferirse. LaHazones quepa-

ra elfo· hay, son: siendo las buenas tierras mas raras que l~s medianas y malas, es mey probable que lós árboles criados se trasporten ó trasplanten á liefra de peor· calidad·. En este caso, y es hecho de observacion, quedan lánguidos por mucho tiempo, despnes desmere-cen, y concluyen comunmenle por perecer ; mientras que ·1os criadosen un terreno mediano, para ser trasplantados en mejores tierras, agarran con mas fa'cilidad, crecen con rapidez, y se hacen mucho mas hermosos. · · Este hecho se funda en que cuando Üna planta se· encuentra durante los primeros años de su existencia en la siluacion mas favorabl-e para su desarrollo ó crecimiento, sus vasos adquieren una. amplitud ·proporcionada á la abundancia de la-saviá qué re-


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con cuidado, y entierren profundamente las ciben; pero si esta situacion cambia en mal, estos mismos vasos, no recibiendo igual can- yerbas que crecen en la superficie, para que tidad de savia, no pueden llenarse, ni lle- no .vuelvan á brotar. Se harán es traer todas var en su consecuencia todo el alimento ne- las raices de grama, de bigorda, correjuela, cesario á los estremos de las ramas, á las y otras plantas vivaces, cuja destrnccion es difícil. cogollas, No debe escatimarse en esta operacion el Por evidentes que sean, bajo las dos relagasto, pues es un axioma indubitable menor ciones de la teoría y de la práctica, los inel que las operaciones menos agricultura, en tierras en plantel un colocar de convenientes pingües, sumaménte fértiles, se observa el costo:,as no son siempre las más económicas. que las buscan el mayor número de espe- Los resultados, mas que los gastos, son los culadores, porque casi todos los comprado- qu~ deben servir de puntos de comparacion. Cuanto mas· dividida ó suelta quede la res :;e dejan ·seducir por la apariencia preciosa y verdaderamente seductQra, para los tierra, mas enraigarán los árboles, mas espoco espertos, de los árbo les que en tales tenderán sus raíces, y con mayor facilidad terrenos han crecido, y no saben que esta y á mayores . distancias irán á büscarse el apariencia seductora es un indicio oculto de alimento que les es tan necesario. un resultado poco favorable ó cuando menos · Algunos han pensado y creen que debe incierto: Hé aquí la causa de verse chas- darse una cava de cuatro piés: pero no caqueados los que compran piés de cualquiér be la menor duda en que esto es un g~sto clase de árboles y arbustos, perdiendo el inútil, pues rara vez las raíces de un pié, en tiempo y el dinero pbr guiarse solo de apa- uu semillero, profundizan tanto, ni deben riencias engañosas. Nos faltan palabras para llegar tan abajo, que generalmente les seaconsejar el que se desconfie siempre de los ria dañoso el que lo hicieran. Una de la;S precauciones que deben tobrotes lozanos y vigorosos de las hojas granen la preparacion del terreno por la marse des, anchas y hermosas de los piés .criados que la tierra vegetal no _se entierre es: va, ca compatodo ante en almáciga, y que debe rarse la naturaleza de la lierra de que pro- muy profundamente y quede debajo de otra ceden, con la en que se les -piensa trasplan- de iuferior calidad, porque las semillas y tar. Si son de procedencia estrangera-ó de piés de uno á dos años no pueden aprovetierras lejanas, y se notan aquellos caracté- charse de aquella, y por último, quedaría res, decidiéndose á comprarlos por capricho perdida para ello·s. En el caso en que la tieró necesidad, es preciso preparar la tierr.a y ra vegetal no tuviera dos piés de profundiabonarla con todas las reglas q_ue reclaman dad, será necesario cavar menos, ó mezclar la ciencia agronómica, pues aunque esto sea la tierra buena con la mala, ó bien, lo que caro, ma:s ha de costar el perder el dinero es preferible, llevar y echar en la superficie de la compra y el trabajo del cultivo, por otra de mejor calidad. · La cava debe preceder muchos meses á la ver destruidas todas l:is esperanzas dentro plantacion, á 'fin de que las capas de la tier. de poco tiempo. Cualquier terreno destinado para plantel, ra profunda, sacadas .de la superficie, puedebe prepararse de antemano, cavándole á dan desmenuzarse, ponerse sueltas por medio la profundidad de media vara, quitando de las lluvias, los hielos, las nieves, venticuantas piedras tenga, y dejando la tierra larse é impregnarse de los gases benéficos de • muy suelta. Esta operacion es tanto ma_s la atmósfera. 1\fucbos propietarios, y casi todos los importante, y merece se examine con el mayor· cuidado, celo y activiclad, cuanto· que · plantelistas ó arbolistas de profesion, esterdebe influir en los p_roductos durante ma- colan el fondo de la ti~rra cavada; pero co·chos años consecutivos. Así es que conviene mo hclmos dicho en un principio, solo debe vigilar para que .los trabajadores volteen practicarse en los_terrenos de inferior calibien la tierra, deshagan todos los terronés- dad, y esto solo cuando no sea da.ble el dis-


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poner de buenas tierras, tarquia ó cieno de .sa de la áccion de estas dos causas. Estos abrigós '1Ue libren el plantel de exlos estanques, barreduras de los caminos reales , ó calzadas , cesped de los montes ó cesos del frío y del calor, y aun de los vienpan tarros, ú otras cosas semejantes· que pro- tos, podrán ser naturales, en Tazon de forducen mejor efecto, y sobre todo un efecto marlos las montañas, las colinas y los mismas durable que el estiércol, y que no acar- mos bosques; ó artificiales , como los setos rean ninguno de los inconvenientes que .este ó cercados muertos ó vives, las empalizadas, pajones, etc. et~. Variando, como indispenproduc{_l. Uno de los medios escelentes que p.ueden sablemente deben variar, los abrigos segun emplearse, cuando hay precision de formar las circ_unstancias locales , bastando en muel semillero en un terreno que contiene poca chos casos la hojarasca, en otros la siembra · tierra vegetal , es conducir tierras de natu- inmediata de ciertas luguminosas etc., no es raleza contraria á la que predomina, hacien- dable e~pecificar ni dar reglas sobre la. predo de este modo un mejoramiento ventajosí- caucion a que nos referimos, y cada ·cual simo , formando la tierra con las cualidades practic~rá las que sean precisas , segun las que se ansian. Por ejemplo, con una tierra necesidades y circunstancias especi¡¡.les. P_ara evitar la. confusion, trataremos por arcillosa ó gredosa, se empleará arena ó marga muy calcárea, y recíprocat.Dente, cual en- separado, segun hemos ~dicado en un prinseña la ciencia agronómica para el mejora- cipio, de las cuatro naturalezas de almácigas; aunque real y verdaderamente no se miento de los terrenos. Preparado ya el terréno para plantel, y pueda establecer , ni aqn en la teoría , · una cercado por tapias, setos vivos ó zanjas., se línea de separaoion entre ellas, · lo cual dará divÍdirá en cuadros de mas ó menos esten- margen á que se mire tal . vez por algunos sion , relafüas al tanto de tierra de que se como una rare~a· el intentar ·aislarlas en la · disponga , por calles de .seis á doce piés de práctica. Mas despue!'> de hecha la descripanchas, mas.ó menos hondas, ó mas ó m~nos cion de cada especie de plantel , y vistos los elevadas , segun que el terreno sea húmedo cuidados bastante diferentes que exigen y ó seco, con el objeto de retener las aguas que. reclaman mirados separadamente , se verá naturalmente caigan, ó que se dirijan hácia ser una cosa de necesidad , y sin la que llelos cuadros, y en el otro caso, que sirvan de garían á cometerse multitud de errores. co.:. desagüe ó sumidero: algunos de estos cua- roo por desgracia se cometen. Hablaremos dros, es decir, los destinadps para siembra, por lo tanto sucesivamente.de los trabajos y se subdividirán en era~ ó Jablares de seis cuidados que exigen los semilleros de los árpiés de largo, ¡;eparados po.r senderos ó ca- . boles de bosque, de los árboles de so·mbra ó de adorno, de los frutales, y de los verdes ó · ballones de un pié. resinosos., Caúa especie -de almáciga requiere en' lo No deb1i .esperarse el qu.e entremos en porsucesivo pperaciones preliminares diferentes. En las destinadas para árboles frutales , en- menore~ detallados de aplicacíon, ni tampolos que no se terna el frio ni él calor, no 'ha y co que demos al tra~ajo aquella estensiou á mas que sembrar ó plantar; pero en las de qu_e por su naturaleza se presta; porque adelos árboles exóticos ó extnmgeros , y en las más de ser demasiado·estenso é impropio de de árboles verdes ó.resinosos,·lo mismo que los artículos de un periódico, llegaría entontratado de selen los hayales, hay que temer tañto·los hie- ces á-coustituir un- verdadero . ' los, como la demasiada fuerza de los rayos ' vieultura , empresa superior á nuestras dédel soJ, siendo necesario formar primeramen- biles fuerzas , limitándonos por lo mismo á te abrigos . para garanti-r 9 resguardar las principios generales, por lo cb'mun desconoplantas tiernas y aun las algo crecidas , de cidos , y que deben tenerse muy presentes, los inconvenientes que irremedial'llemente si han de proporcionar ventajas. · (El .Balear·.) resultarian, por ser una consecuencia preci-


PARTE OFICIAL•. ----~---'--

Real órden dejanáo sin efecto. otras que se citan, y permitiendo en su consecueMia la expo;-taciun -de granos en los términos que se espresan.

decreto de 29 de enero de 1834, que vuelveá su fuerza y vigor. 4. ª Quedan derqgadas todas las reales disposiciones é instrucciones, así generales como particulares, que se hayan dictado despues de las reales órdenes de 14 y 23 de marzo último relativas al tráfico y comercio de granos. De la de' S.M. lo comunico á V. S. para su inte!igencia y cumplimiento en todas sus partes. Dios guard·e á V. S. muchos años. San lldefooso 23 de julio de 1847 .-PAsron DIAz.-Sr. jefe político de ....

Los datos reunidos en este ministerio acerca del resultado de la cosecha de cereales en todas las provincias del Reino , en unas -ya recogida y en otras. próxima á recogerse, no justifican -ya la existéncia de las reales órdenes de 14- -y '23 de ·marzo.último, que \imitaban la exportacion al extranjero den u.estros -granos , eximiéndoles en el interior de los derechos reales, municipales y·provinciales·y .demás que sobre ellos pesaban. Gracias á la divina Providencia, los temores de esReal órdennombrando una comision para c¡_ue•in{orme a-cerca de algunos particulares ,relativos 'casez en unas partes y de hambre en otras al pozo arlesiano do la propiedad de D. JIJanuel han desaparecido, y por lo tanto ha llegado Mutheu. · el tiempo, en el que, sin perjuicio de nadie y con ventaja de la agricultura, pueda volSiendo notorio qu~ D . .Manuel Matheu;. ver el tráfico -y comercio de granos y- <lemas vecino de esta córte , se ocupa de buscar sustancias alimenticiaq. á su estado normal. aguas asce.ndientes en su mi_sma casa: calle Convencida p~ies de estas felices circunstancias S.J\L la Reina (Q . D.G.), y deseando .de Espoz y Mina, I que ha profundizado -ya volver á Ja·agricultura y a,l co~ercio toda la cerca de 4-00 piés ; con~iderando que esta indagacion pu1fde ser de grande u~ilidad p::ilibertad de accion que de j usticia'. se les debe, y de que solo en circunstancias extrordina- ni el conocimiento de la constitucion geológica del suelo de Madrid, y para el aurneuto rias puede privárseles, se ha servido dictar, de su riqueza, salubridad, aseo y-ornato, en oidp _su consejo de Agricultura y Comercio, el caso de que se encuentren aguas abundanlas disposiciones siguientes : tes; considerando asimismo que es muy con1. ª .Desde el recibo de esta real órden quedan sin ejecucion las reales disposiciones veniente añadir á los esfuerzos del interesado las Iuces que puede prestar -la,ciencia , bien de 14 -y 23 de marzo último, y pot consisea pa-ra aseg urar el éxito del ensayo, bien guiente permitida la exportacion al _extranpara economizar gastos y precaver los inújero po·r mar -y tierra del trigo, maíz. cebada, tiles, bien por último para proponer al Gocenteno, harinas, arroz~ patatas, cualquiera · biern.o lc,s auxilios que esté en su mano dar que sea el precio que tengan en el mercado. 2.ª Desde la misma fecha volverán á exi- á tan .útil empresa, se ha servido mandar la girse~en todo el Reino los ~erechos reales y Reina (Q. D. G. ) que una comision, compuesdemas!impuestos y arbitrios que gravitaban ta de V. S. en ·calidad de dire\:tor general rle sobre los granos y semillas alimenticias, que Agricultura , del ingeniero jefe del distrito dejaron de· cobrarse por las referid.as reales de Madrid D. Francisco Échavo.ne, y de los profesores D. Dona to. Gar.cía , que lo es de órdenes de 14 y 23 de marzo!último. 3. ª La importacion.de tl'ig9s_extranjeros mineralogía; D. Antonio Moreno, de quimise regirá como~an·tes¡de las refer idas reales ca; D. Gerónimo del Cam.p o, de la escuela de Caminos y Canales, D. Rafael Amar, de órd·enes ., con arreglo á lo dispuesto en real


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geología en la escuela de Minas; D. Mariano de la Paz Graells, de .zoología én el museo de Ciencias naturales, y D. Julian Gonzalez Soto, director del instituto de Gerona y profesor de ciencias físicas, se reuna -inroediatamente , acuerde y ponga en ejecucion· los trabajos que j uzgaseoportunos 'Para informar sobre los puntos siguientes : 1. ° Cuál sea la naturaleza de las rocas, minerales y f"ósiles que vá encontrando la sonda : terrenos á que pertenecen , y órden <le superposicion de las capas. 2. 0 Qué terrenos y rocas habrá de atravesar probablemente la sonda en lo sucesivo. 3. 0 Qué esperanzas podrán fundarse de~ encontrar agua ascendente, y en qué terreno y rocas. . á-. 0 Una descripcion de la sonda, cabrestante y demás medios mecánico¡¡ empleados, sus ventajas sobre el antiguo método de perforacion y mejoras di') que sea susceptible. S. M. j_uzga ocioso encarecer á la comision la importancia de este serv-icio, al cual espera asimismo que se asocie el propietario de .las obras emprendidas, permitieodó la-s visitas y recouocimienlos que sin ocasionarle extorsion f1!ciliten rl desempeño de este encargo, á cuyo fin es la voluntad de S.M. que se le traslade con recomendacion esta real órden. De la misma lo comunico á V. S. para los efectos correspondientes, advirtiéndole que los gastos que á .la comision ocurran serán abonados por este ministerio. J.)ios guarde á V. S. mucb-os años. Madr-id U ~de-agosto de i8ií7.-PAsron D1Az.-Sr.' director general de Agricultura y Comercio:

fin de que ni en este ni· en ningun caso padezcan !'os intereses públicos ni fos partjculares .por el entorpecimiento de ese servicio, oídas las direcciones de Obras públicas y Agricultura y Comercio se ha dignado disponer lo sigui en te : 1. 0 Que siendo los jefés P.Olít-icos los jefes superiores de la administracion en las provincias , el jefe y los ingenieros del distrito están en el deber de obedecer sus -órdenes con respect9 á los reconociDJientos, pla~os y presupuestos facultativos, y su cooperacion á las Obras públicas que tengan á bien encomendarles. 2.º· Que cuandoJas ocupaciones de los ingenieros sean tales que no puedan distraer-se a otras nuilvas, .lo bagan así presenté bajo su respo nsabilidad á los referidos jefes , los cuales darán cuenta al Gobierno con su informe, cuidando de hacerlo tambien la jefatura del distrito por conducto defa direccion de Obras públicas . 3. 0 Que la obligacion de 1os_jngenieros no se limita solo al reconocimiento de las Obras públicas, sino á aquellas r¡ue promovidas por el interés particular puedan afectar intereses públicos, ó bien fos colectivos de la Agricultura y del Comercio, t, finalmente otros que por su misma in'delerminacion tengan el cat·ácter de públicos, y en genéral de cualquier obra ó caso en que el jefe político requie,a su informe. · 4.° Finalménle, que cuando estas autoridades se convenzan por la exposicion_de los motivos que le~ dén los ingenieros de que efectivamente se hallan imposibilitados de evacu·ar los trabajos que se les pidan , que.Real órden haciendo varias prevencioneo· referenden en la facultad de designar arquitecto de tes á obras que uuedan afectar los intereses de su confianza que los verifique, sie.ndo en obras Agricultura y del Comercio, esp9cli1a con moti- · privadas el pago de sus dietas, que fijarán va de la apertura ele la acequia de la So/lana y los mismos jefes, de cuenta y cargo de los con-;slruccion de nuevo cauce para /'a de Liria , interesados que promoviesen ia obra. · próvinoia de Valencia. De real órdeii. lo comunico á V. S. para su Enterada la Reina (Q. D.G.) de la~ dila- cumplimiento en los referidos expedientes, ciones q-ue se observan en los expedientes circulándose á los <lemas jefes políticos para sobre la apertura de la acequia de la So llana que lo trasmitan á los ingenieros, ateniény la coostruccion del nuevo cauce de la ace- dose respectivamente en adelante á estf\S disquia mayor de la villa de Líria, ambos de posiciones. Dios guarde á V. S. muchos años. esa. prov_incia, y cuy~ resolucion pende del Madrid U de agosto de 18ií7.-PASJ'Oft D1Az, reconocimiento facultativo del ingeniero , á -Señbr jefe político de Valeñcia.


Rdal órden adm.itiendo la re,mncia de la yrali{icacio11 de •l2,000 reales que D. Pedro Alcántara Musso tenia asignada oomn director del sindic_ato de riegos de Lo,-ca.

Excmo. Sr.: El mariscal de campo D. P-edro Alcántara Musso, recien nombrado director del sindicato de riegos establecido en Lorca con la gratificacion de 12,000 reales anuales_ á cargo de los foJ1dos que administra e1 mismo sindicato, ha acudido á S. M. exponiendo que si en obedecimiento á sus soberanos mandatos ha admitido el desempeño de aquel servicio por la consideracion de r¡ue ha de ceder en provecho de su ciudad natal, las consideraciones que á esta debe y otras que no era del caso exponer, le

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impelen á impetrar de S. l\f. el permiso de renunciar á la antedicha gratificacion, pidiendo que su importe se invierta en beneficio Je los mismos objetos que administra el sindicato, á saber : la reparacion de los riegos y mejora de la agricullura del -pais . S. l\L se ha dignado acoger con benevolencia este patriótico desprendimiento, mandando que se comunique al ministerio del digno cargo de V. E. este nuevo y desinteresado servicio del exponente; que se dén gracias á este en su real nombre, y que se inserte en la Gaceta -para su satisfaccion y conocimiento del público. . Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 18 de agosto de •1847.-N,coMEDES PAsron D1Az.-Sr.- ministro de la Guerra.

---¡¡;¡;;;;=-'~<;¡¡==--NUEVO USO DEL CORCHO.

La estremada ligereza del corcho , que lo ha hecho á propósito para tantos usos, acaba de proporcionar una nueva aplicacion á esta materia .·Se han practicado en Inglaterra diferentes esperimentos , y se ha visto que un colchon del tamaño ordinario lleno de poi vo de corcho , y que solo pesaba una arroba, sostenía sin sumergirse el peso de siete hombres, y por consiguiente, que una ó dos personas podían· mantenerse sobre él , en el mar, con igual seguridad de no abogarse, que si estuviesen á bordo de un navío. -Los colchones, almohadas y almohadones, hechos con esta materia, son tan elásticos y agradables como los de lana ó de_ crin, y tienen ademas la ventaja de no apelmazarse jamás , y por consiguiente de no necesitar varearse. Esta nueva aplicacioa . del corcho puede ser muy útil á bordo de los buques, pues sin aumentar los gastos se podrian llevar de es-

tos colchones que sirviesen ordinariamente para dormir, y que en un caso apurado serian un medio para salvar la tripulacion y pasajeros, tanto más cuanto que se podrían construir de. manera que unidos todos los que se llevasen en un buque, formasen un conjunto como una balsa ó flotante. Opónese á esto que es raro el polvo, limaduras ó aserrín de corcho, y que si se le diese este uso, se encarecería el precio de aquella materia; mas nosotros respo_aqeremos que dicho polvo llegaria á ser abundante sin que por eso subiese el precio del corcho, coa que se recogiesen_y pulverizasen los restos que res'ultan de la fabricacion de tapones, suelas para ias botas y otros objetos, y además se utilizasen lós tapones que.han servido ya en las botellas de vino y cen•eza, y que no puedan volver á servir para ese fin, lavándolos bien ~r haciéndolos secar 3:ntes de convertirlos en polvo desti(Sem. Ind.) nado á los colchones.


USO DE LOS BUEYES PARA Por mas que parezca á algunos que el' mos claramente (por mas que dos autores punto de doctrina que señalamos en el epí- graves, Ciceron y Buffon, digan lo contragrafe que· precede no puede tener grande rio) que lejos · de faltar al 'buey la aptitud proporcionada de la espalda, lomo y espiiriterés en la aghcuHura, nosotros pensamos de una manera tao di stinta que qui- nazo para Jlevar carga, tiene ·estas partes siéramos- que nuestros lectores fijasen toda aun mas acomodadas que la mula para la su atencion en un as1rnto que es de la ma- trajinería, y m·as á propósito que-ella para trasportar pesos voluminosos. yor importancia. Ya que los naturalistas mas distinguidos Apenas se encontrará un labrador que no conozca con evidencia que las labores del dicen que para compara'r las fuerzas de un buey son preferibles á las de las mulas, y animal el mejor medio consiste en el cotejo que á ·1a introduccion, ·romento y empleo ..de del peso que pued en llevar res.pecti vamente, este ganado se debe en gran parte la ruina y que estas fner-za.s guardan relacioo can su de nuestros campos; pero las ventajas que musculatura, veremos que la anchura, corcreen obJener de la~ mulas pa-ra el acarreo pulencia y fibra del buey son superiores y trajinería, igualmente que para montar- por lo _comuo á las de la mula, y qu~ sus las, hace que se obstinen en adoptarlas ó fuerzas hao de ser por lo tanto mayores paconservarlas con preferencia al buey, á pe- ra lle var pesos ó carga, así como tambien sar de su gran costo en la coro pra ~' manu-- . hemos vistó qoe los bueyes eran mas útiles tencion. Estamos persuadidos de que esta ó- convenientes para el· tiro. Entre las muopinion, que si se quiere será comuo y uní . .chas ventajas que ofrece el buey para el versal, á lo menos en nuestra España, lleva trabajo de que tratamos, es una de las mas eq. pos de sí resultados tan funestos, que nos priociplles la de estar menos espuesto que anima é impele á demostrar á los cultiva- las mulas á las mataduras á causa de su dores que los bueyes pueden servir y son cuero r:ecio t poca finura de su pelo : La práctica de cooducir efectos á largas útiles para las conducciones á lomo tanto como Jas mulas, así como en otro artículo jornadas y por días seguidos por medio de hemos hecho ver que lo eran tambien para los bueyes es bastante comuo en algunos . países, y en bastantes puntos de la india se el acarreo. Deseamos ·así mis~o, tr.atar esta cuestion sirven -ignalmenlé de los bueyes para la traó materia con la claridad y empeño que se jinería en lugar del caballo y de la mula. me1'ece, valiéndonos de los ejemplos que nos · Acredita esta verdad, entre o-tros muchos suministrarán las buen-as prácticas, aunque testimonio; que podríamos citar, un pasaje muy. aisladas por desgracia, de nuestro país del P. Maílla, misionero de la China, que y de otras comarcas del mundo, principal- se.refiere en sus cartas edificantes tomo 8, página, 323, el cµal dice así: <e Tienen tammente de la india. Para deducir las utilidades de un animal bien en la isla Formosa abundancia grande en el uso de ciertas faenas, no debemos ha-· <le bueyes que les si rven en lugar de cabace r otra cosa que examinar los órganos que- llos, mulas y asnos. Los adi-estraa muy presal efecto deben emplearse. Haciendo aplica- to, y crea me-V. R. que tienen el paso tan cion de este principio al buey, observare- bueno y ligero como los mejores caballos, 39 . TOMO J. 15 DE FEBRERO DE 1849.


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velocidad y esta ligereza se observa princillevan brida, silla y grupa que s?n algunas palmente .en el ganado vaéuno cuando se veces de gran precio: me daba gusto ver á halla atonnentado por las moscas, como suun chino tan soberbio y fiero sobre esta cacede en los dias calurosos del verano, nobalgadura como si fuera el mejor caballo de tándose entonces que dan corridas tan larEuropa.11 _ En la costa de Coramandel, cuya tribu la- _gas y precipitadas que dejan admirado al la brador : Pues bien : si en estos casos que bradora es entre los indios apreciada por su acallamos de citar vemos los bueies andar honradez, ha)l hecho del buey un objeto de tan li geros, ¿porqué no hemos de creer que su culto religioso, y lo han empleado en las su orgaJ?izacion está de manera que puede labores de la trajinería y del acarreo. En servirnos en todas ias faenas en que emMalabar se sirven mas que en ningun otro pleamos la mula y el caballo? Si su naturapueblo del ganado vacuno para estas faenas, leza física no e tuviese formada de modo s,endo estos animales casi las únicas be§tias de carga que -se conocen en el pais. En el · que permitiese esta velocidad, ¿podria tenerla este animal ni aun en los casos que Gran-Mogol, cuyas cos.tumbres agrícolas rehemos referido? Seguramente que no, y por velan una administracion entendida, emello hemos de confesar que si los bueyes esplean los bueyes para montar y llevar far tuviesen habituados y se les ense;íase á ser dos hasta al caso de andar los mas rob.ustos por el ·espacio de dos meses seguidos quince ligeros correrían en todas las ocasiones que leguas al dia. Balmon de Bomare, citado al llombre le pluguiese. A los que nos di gan por Buffon, al de ..cribir los bueyes de la que el buey es. pesadó y lento en sus moviindia y Thevenot, ffos dice qrie el ganado mientos, les responderemos que tambien lo vacuno puede emplearse en el acarreo, en son las mulas de labraµza y trajinería, así la conduccion · de fardos á lomo y aun para como igualmente los caballos de acarreo. Y mon.tar, viéndose algUJlos que corren con porque estas mulas y estos caballos sean tanta velocidad como lÓs caballos cuando 'se lentos, ¿hemos de decir r¡uci lo son todos los les ha enseñado á tales ejercicios. de su especie? No: ~sla sería una razoo muy Esta velocidad y esta ligereza de los buepoco congruente que rep.u gna ria al buen senyes del Africa y de la India pueden tenerla tido. El ganado millar y call'l llar de que nos los de nuei,tros pa ises, porque vemos que los servimos para trajin ar · y montar es soladel Cabo de Buena Esperanza, que fueron mente ligero por la educacion que le hemos trasportados allá desde Europa por los hodado, porque repetirnos nuevamente que el landeses,· tienen un paso vivo á par que que se emplea en la labranza corno los buesuave por habérseles acostumbrado desde yes es pesado y tardío en todos sus movijóvenes á corregir. su lentitud. mientos. Limitándonos á los bueyes de nuestra EsComo cuando se trata de inculcar·Wla idea paña, cada dia _vemos ejemplos de su natunueva y pro vechosa se hace preciso valerral vel·ocidad en las plazas públicas. En las nos de ejemplos mas que de argumentos, 'l.! corridas de toros, de cuya costumbré bárpersuadidos,como lo estames, de que el asunbara, si es permitida esta calificacion, y-reto que nos ocupa tiene mayor interés para pugnante nos ocuparemos otro dia, hallamós nuestra agricultura de lo que parecerá á que los toros que se li_d ian no solo alcanzan primera vista, copiaremos u na cita del Viaá los caballos en la carrera, sino que basta gero Universal que nos hará ver claramente saltan las mismas barreras con que se prela utilidad de la vaca y del buey pa ra el -iende detenerlos. Esta misma ligereza la veacarreo y para la trajinería. écEs un oficio mos taml)ien cada día en los bueyes cuando «muy comun, dice,· en el Mogol el de trajilibres en el campo se les busca para el traccnar con recuas de camellos ó bueyes trasbajo, escediendo en velocidad á los jó,•enes «portando mercaderías de un a á otra parte : que los persiguen hasta el punto de tener <<hay en aquel _país tribus eateras que no que abandonarlos con frecuencia. Pero esta «ti~nen otra ocupacion que ~sta; unos co-


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«mercia_n en arroz, otros en trigo, legum- tes que encontramos en otros varios puntos «bres y sal, otros en telas y en varios. gé-~ de la -península; pero nos contentaremos «neros: los arrieros de cada uno de estos con reproducir lo que dijo el Correo mer«géneros llevan una señal que los distingue cantil, periódico que por mucho ' tiempo se cede tos otros. Ninguno de ellos tiene resi- publicó en Madrid los-lunes y jueves de ca«dencia propia, ni casa fija, y habitan en da semana. «tiendas de campaña: sus mujeres é hijos «Por los años de 1167 residía en Sevilla «les acompañan en sus viajes, y estas cui«D. Martín Armijo y Gutierrez, caballero a:dan de recoger las tiendas mientras que los · «muy instruido y dedicado á hacer valer <<hombrés cargan á los animales .... En lQS «sus haciendas, cultivándolas con mucho «viajes por la India se encuentran á cada «esmero y aplicacion, haciendo pruebas y «paso caravanas compuestas de esta especie «tentativas de toda especie para el adelan«de gente: á veces van tan llenos los cami «ta!]liento de la agricultura: enlre estas fué «nos, que es preciso detene-i;se hasta que «una la de enseñar á los búeyes á conducir «hayan pasado, lo que suele durar dias en.. «carga á lomo lo mismo que las mulas, y el «teros por causa de la estrechura de los ca«efecto fué que el día 9 de ma10 de 1767 "'anduvo de Sevilla. á-Carmona una recua de (lminos,como lo son por la ma1 or parte de los «dicho señor D. 1\fartirí de Armijo, eompues«del Mog<,I. Es muy comun encontrar cara«vanas de diez á doce mil bueyes conduci- <lta de diez bueyes cargados de trigo. Fué «vista y aplaudida con sumo regocijo de los «dos por un número de hombres y mujeres, «apasionados á útiles invem;iones. No se «que por lo menos .será la mitad acarreando «distinguían en el órdeú y agilidaJ de las <carroz, sal y otros géneros de una provincia «recuas de mulos y jumentos: entre ellos • «á otra' ; las caravanas de car.retas no, son «venia un buey que servia de liviano ó guia, «tan numerosas, pues rara vez pasan de d_os,. «oti:o de seguidor, y el último de cebadero : «cien tas.» «los arrieros venian montados en otros dos · Pero dejemos esos climas remotos, -y bus«de la misma especie, estaban en ~stremo cando otros -ejemplos en paises mas inme«vistosos porque eran robustos 'j corpulendiatos á nosutq>s, encontraremos que en el cctos, y traian aparejos correspondientes con Tirol se sirven de los bueyes y de las vacas «sus bolas y cencerros. En esta forma enpara llevar fardos, como nos.otros lo hace«traron á descargar en la alhóndiga con mos de las mulas y de los caballos; y esta «mucha docilidad y sin · ningun ca¡:{sancio práctica la, hallamos precisamente ·en una «ni fatiga. Hicieron su jornada con la corta comarca donde en lugar de tierras llanas-y «carga de dos fanegas y media cada uno, campos dilatados ha de subir el buey por «pues corno fué el primer viaje pareci"ó con.escai:padas colinas y por entre hielos y nie«veniente moderarles el peso. Se cree que ves. Los tiroleses para hacer mas provecho«en estando acostumbrados cargarán mucho sa su industria adiestran, el ganado vaé:uno «mas y cumplirán mejor que las mulas.» para trajinar y-montarlo, de tal mapera que · · Estos ejemplos que podríamos multiplir.ar este animal tiin indómito, como lo es si se le tiene sin cuidarlo y amansarlo, les obedece y que han sido comunes en todos los tiemcuando lo llaman, y se acostumbra á distin- pos, en todas las sectas y en todas las naciones, deberian servfrnos de leccion proveguir !a-voz del amo sin engañarse jamás. • Leemos en autores españoles que · en los chosa para sacudir de'iYcr.t!vez esa culpable pueblos del reino -de Leon, donde se criaJJ. apatía hácia el buey. E1reiinirnal tan sobrio bueyes muy corpulentos, -los labradores los como laborioso, ·tan rob11i(e corno pacífico, cabalgan cuando van 'al campo, les cargan tan ligero como dócil y h." Ínilde, ·se vé en las simientes que han de sembrar, llevan · nuestro país pospuesto al mas despreciable los trigos- al molino, y pasan con ellos los de los jumel.Ítos, y tratado con meno¡; conrios aun cúando t~ngan crecidisima corrien- sideracion de lo que al hombre le conviene. · te. Podríamos aun citar ejemplos semejan- 1 Pudiendo emplearlo útilmente en· todas las 1


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faenas del campo y de la casa le reservamos los trabajos mas duros y penosos, sin otra recompensa que un establo mal sano donde pueda dormir, un pesebre de esca as pajas v aun de calidad inferio'r, y, en una palabra, vemos que aJ compañero inseparab'le

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del hombre no sabemos darle aquella ocapacion que le señala el dedo del destino, desechándolo para el acarreo y trajinería. .Mediten los agricultores estas indicaciones, y no duden que la nacion mas rica es la que tiene mayor número de bueyes.

A.GRICIJLTIJRA. L/lS PLANTAS DE HA.ICES CA.RNOS/lS.

Los vegetales de raíces carnosas se prestan fácilmente á un gran número de aplicaciones, y á ellas se deben los notables progresos que ha hecho eu estos últimos tiempos la agricultura con sus sistemas de cultivo. Estas plantas, ora se apliquen á las artes, ora á la manutencion del hombre, ora en fin al ceb:i.mieuto del ganado , de todas maneras téndrán una importan'cia notable, porque son las que mas contribuyen á evitar las carestías y á establecer el · reposo en las clases menesterosas. En todos los paises donde faltan los cereales , bien pQ.r no producirlos el suelo á causa del clima ó de otras circunstancias particulares, ó bien por otra cualquiera consideracion pública, acuden los individuos al uso de las raices carnosas y hacen de ellas un comun alimento. La patata es la que figura en primera línea; y sin pretender ni decir que ella pueda remediar todas las necesidades alimenticias, debe confesarse al menos que es de la mayor utilidad, tanto para el nombre como para el ganado. Dejando á ·p arte si será mas prove-· ~hoso emplearla cruda que darla cocida á los ·ganados , y en cual de estos dos estados será mas nutritiva, porque este será asunto de otro artículo, diremos solamente que pue-

de prepararse ·con este tubérculo una porcion grande de manjares para el hombre, y ha-. cerse además para las reses comidas agradables, convenientes y económicas. Los nabos, cuy_o cultivo entra eti un buen sistema de rotacion, son tambien un alimento útil para el ganado,- y apetecible ó gustoso para el hombre. Cuando empleamos esta raiz en el cebamiento del ganado ejercemos _ una verdadera manufactura, porque se convierte un producto de poco valor en otro mu;cho mas lucrativo que aumenta los beneficios del 'cultivador. Con este método bien enteQdido reducimos á ·carnes las pl¡_rntas que hemos sembradt> á poca costa, y obtenemos abonos de los animales que las han apacentado, al propio tiempo. que conseguimos sumas ~onsiderables de dinero cuando acaecida la muerte de esos mismos animales realizamos la venta de sus '1espojos. Las variedades de nabos que se cultivan para alimento del hombre no son menos apreciables, ya porque halla en ello un manantial de alimento en casos de carestía, ya· porque le ofrecen un plato sabroso si se prepara de alguno de los modos que ha inveñt,rdo el arle culinaria. La zanahoria, que en sentir de algunos agrónomos es entre lodas las raices la mas


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órganos sin detrimento alguno p\lra la plan-importante para el alimento del ganado de todas especies, no tiene menos interés en la ta por la prontitud con que se re¡seneran. o obstante somos de opinion que este proagricultura. Las vacas de leche, los cerdos y principalmente el caballo son tan ávidos cedimiento no es tan inofensivo para ~a rede zanahoria, que pa ra satisfacer estas ne- mo lacha , y creemos que ha de causar una cesidades se la concede un lugar preferente alteracion bastante notable en lás cualidades en los sistemas de cultivo. La gran masa de la raiz, y que ha de disminuir la cantidad carnosa que desarrolla esta raiz cuando se del azúcar . . El topinambuco, entre cuyas raices se dela ha cuidado con esmero y se le han procusa_ rro llan tubérculos de ba,stante volúmen, rado. todos los elementos que favorecen su vegetacion, hace que la adoptemos como una es una planta que tiene señalado un buen .de las plantas de mayor esli roa en \a·econo- lugar en la agricultúra, no solamente por el mía rural. Mucho hemos de hacer todavía producto que obtenemos de él, sino tambien para sácar de la zanahoria lo que podemos por la particular circunstancia de resistir prometernos de ella; pero no es de este lugar las sequíaf prolongadas. Otras circunstandescender á pormenores que reservamos pa:.. cias no menos dignas de aprecio son que las ra otra ocasion. De todos modos, será siem- raíces del topinambuco vegetan bien en los pre uno de los productos mas útiles para el terrenos mas áridos, y no \es daña el frio cebamiento del ganado, con tal que su CQn- por mucho que sea . Las raices de esta planservacion se haya ejecutado por aquellos ta pueden servir de alimento- saludable al procederes que exige la naturaleza de la raiz ~hombre, condimentándolo del modo que exige este tubérculo. El ganado de toda especie de la remolacha. Este vegetal tendrá mayor valor que nin- se acostumbra á comerlo, aunque .es al cerdo guna de las plantas que h_emos indicado , á y á los carneros á qu ienes conviene mas princausa de la aplicacion que se le concede en cipal mente. No- entraremos á hablar ahora las artes. Coñsideradas s9s ventajas por las de las precauciones que exige el uso .de esta cantidades de azucar que produce, no estra- planta cuando la destinamos para el gahado, ñaremos que haya dado la prosperidad á una porque nuesti:o objeto no es hoy otro que multitud de establecimientos que se han de- consignar algunas generalidades acerca de dicado á la estraccion del a.zúcar de remo- la importancia de las plantas de raices carlacha. E ta industria., que ha tenido su orí- nosas. Siri embargo diremos para acreditar gen en Francia, hubien. podido tambien mejor los beneficios del topinambuco, que darnos beneficios considerables si nos hubié- · sus hojas cuando son tiernas y jugosas sirven de forrage que comen con afan todas las semos dedicado á su fomento . Mirada como alime~to para el ganado nos pi:ese~tará aun bestias. El rutaqaga, llamado tambien nabo de otras ventajas importantes que nos cond uci rán igualmente á preferirla. á muchas otras Suecia, no' es de menor utilidad para el laco echas que pueden entrar en un buen sis- brador. Su raíz, que es de un color amarillo, tema de rotacion . Es tenida como mas sal u- · abunda en materia feculenta y produce candable para las reses que la patata y que el tidades considerables de gordura. El rutanabo, y la facilidad que hay de conservarla baga-es otra de las plantas á que los inglealmacenada le dá una ·preferencia á todas ses dan la preferencia para el cebamiento las restantes plantas de su clase. La remo- del ganado, y quisiéramos ciértamente verlacha, además del prod ucto que sacamos d&. 1-a actimatada en nuestro país. La propiedad su raiz, nos pr()porciona una cantidad de qué tiene de resistir los fríos, aun de los inforrage con sus hojss. El uso de las bojas viernos mas rigúrosos , la hace útil para las de la remolacha como alimento del ganado prov.incias del norte, donde la ganadería tiene mayor desarrollo. e~ pa:ra el agricultor una ventaja inapreNos proponemos entrar sucesivamente en ciable, mayormente cuando Ja• observacion nos hace ver que podemos arrancar estos )()s detalles del cultivo de todas estas plantas.


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que hemos indica.do ligeramente, no tan so lo por la cantidad grande de· alimento que suministran para el hombre y para los animales domésticos, sino porque su introduccion ha perfeccionado los sistemas de cultivo en todos ,lbs • paises.donde se encuent'ra mas adelantad-a !a agricultura. Otra ventaja

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hallamos aun ma'S considerable en la propa-gacion de estas plantas, y es que nos proporcionan ó permiten, en razon _de las ].abores que exigen, remover y limpiar perfe~amente el suelo sin necesiqad de acudir al bar.hecho que defrauda al propietario productos cuantiosos.

USO DE LA AVENA YDEL HENO FRESCOS. Copiamos de un periódico francés de agricultura el siguiente escrito, que no dudamos agradará á nuestros.lectores. Nos abstenemQs de todo comentario porque si hablan los hechos debe callar todo raciocinio, mayormente•cuando la observacion procede de personas tan autorizadas com(_) son las ·que componen :!a comision que bajo la •presidencia de M. 1\fagendie· ha <lado el informe á que nos referimos. «Es una opinion generalmente adoptada que el heno fresco y la avena recien secada ejercen sobre la salud de los caballos una influencia dañosa. Esta opinion ·no es solamente de los cultivadores, sino que está admitida tambi,en por los encargados·de la adminis.traoi-on de guerra, que han coñsignado · .en sus reglamentos el.principio, que e~cepto en casos estraordinarios •no deben· distribuir~e Jos henos recientemente ~ogidos antes del 1.? d,e setiembre en las provincias , del norte... Pero· la bligacion -de. dar heno añejo basta una época determinada, hace á veces imposible el seFvicio ·de los provisionistas y dá con frecuenGia lugar á fraudes, por decirlo así, inevitables, atendida la_. escasez de forrages en ciertos años. Importaba por lo mismo que esperimentos muy precii:;os y,ohservaciones mas eositivas viniesen

á d~cidir si la reprobacion general en que se

tiene el heno fresco debe mirarse como una mera preocupacion, ó bien si está ~ealmente fundada en la razon ,y ·justificada por los hechos. A este. Qbjeto, · y _á fin de deducir con exactitud lo que, ha.ya de verdad en la materia, se ba ·creado una comision por el señor 'Ministro de fa. Guerra, bajo la presidencia d,e 1\1. Magendie: :pespues de cerca de tres meses de trabajo _esta comisiou acaba de publicar su informe,_ del cual hemos resumido los principales puntos·. La comision ba practicado sus esp~rimentos en los caballos del tercer regimiento de · húsares. Seis caballos que·hacian el servicio correspondiente á su clase han sido separados de los restantes, dividiéndolos en tres i . gr uRos. Dos caballos han ,comido la racion _marcada por reglamento ; pero en lugar de cuatro kiJógi:amós ( 1 ) de heno añejo se les J:¡a -dado á comer cuatro kilógramos de henQ acabado . de cos~cbar. Estos animales han seguido de esta manera, y durante dos me-, ses y medio, un régimen contrario á lo~ (~ )

El kilúgramo equivale á 2 libra~, 2 Onzas,

~ '2 adarmes y ~ 5 granqs ael peso_de Castilta.


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preceptos del reglamento. Sin embargo fian continuado muy bien ; se ban mantenido vigorosos, y han desempeña do pei fectamente el servicio. que les era peculiar. Otros do:: caballos se han mantenido durante setenta y cinco días con una racion compuesta del modo siguiP.nte: lleno fresco. . 6 ki'lógramos 5 hectógramos ( 1 ). A.vena. . . . 3 Paja. • . . . » Estos C'l ballos, despues de haber estado algo-mas flojos durante el espacio de quince dias, han vuelto á recobrar en seguida su energía y su ,,igor, mejorando su estado de salud y habiendo aumentado de peso como unos diez y seis kil.igr::imos. En fin, los dos caballos restantes no han comido otro pasto que heno fresco . La racion diaria por cada caballo era de doce kilógramos con nueve hectógramos. Se les ha mantenido en este régimen por el tiempo de ( 4) El hectógramo es igua 1á 3 onzas, 5 adarmes y 20 granos del marco cástellano.

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setenta y cinco días sin que se les baya aliviado en lo mas mínim.o su servicio. Durante las tres primeras semanas sudaban ~mas que de ordinario ; pero esta disposicion ha desaparecido pronto, mostrá11dose t~n vigorosos como antes: han engordado notablemente y aumentado en peso diez kilógramos . Iguales esperimentos se han hecho con la avena. ((Cuatro caballos, dice el informe, han sido atenidos al ré~imen de la avena recientemente cosechada, sin que de su uso haya resultado el mas leve inconveniente. Estos caballos hau.. continuado su servicio de una manP.ra satisfactoria y gozado de coutinuo de una- salud perfecta.» De estos ensayos el i1Jformante :M. Magendie concltrye, que la avena y el heno aéabados de recolectar no solamente no han producido daño alguno á los caballos que los han comido, sino que al contrario parece que han sido favorables á su salud. Por lo d~más escita~ el celo de la administracion para que se repitan estos esperiroentos ·en una escala mas dilatada y en otras diferentes comarcas de la Francia.

(N. de la R.)

ALTERNATIVAS _DE COSECHAS APLICABLES El cáñamo es una planta que esquilma mucho e! terreno, tanto por su naturaleza particular , como por la rapidez con que se la hace vegetar; pero sin embargo de esta circunstancia el cáñamo puede sembrarse y aun se siembra todos los años en un mismo suelo. Esta práctica es no obsta~te admisible tan solo en los cultivos en pequeño y en terrenos determinados que permitan esta frecuencia por la fertilidad de que gozen en ra-

zon de los abonos repetidos con que se les favorezca. Respetamos semejante práctica, y aun la aconsejamos á los propietarios que retengan pocas"tierras que cuidar ; mas probamos con respecto á los labradores de · hacienda dilatada para quienes el cultivo del cáñamo es de mucha importancia. En los grandes cultivos esta planta puede entrar en la lista de las alternaciones, y podremos sembrarla cada dos ó tre? años en el mi&mo

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suelo, con tal que establezcamos reglas acertadas y éonvenientes. · Para los terrenos de cáñamo, las plantas r¡ue alternen ·con él deben ser" aquellas cuyas raices ma~chan á poca rrofuod idad y que no e:squilmftn las oapns infe1:iores de -la tierra hácia donde se dirigen las del cáñamo , ó bien las que absorven mas por las hojas que por las raíces, las cuales apuran menos la fertilidad del suelo. Bajo este principio todos los agrónomos acon·seján la siembra d!:!-1 r.eoteno, del altramuz, del alforfon , del rábano y otras semejantes qu(las dejan un año en l.a tierra:mientras tanlo~que ella descansa durante este plazo, y aun mejor dicho mientras!se repara de las pérdidas que ba tenido en el{año: ao-terior! con el: cultivo del cáñámo. Este•método de) otacion agraria es muy ventajoso y nos permite mantener la fertilidad en un campo que la perdería en breve si lo sembrásemos de cáñamo cada año. En todos los climas y en todas las esposiciooes , escepto en las que sean estremadamente frias, además de la cosecha del cáñamo podemos ofllener otra diferente en el mismo año si nós conducimos con buen método. En los países donde el iovi~rno es largo, cuya circunstancia nos obliga á semhrar el cáñamo en el mes de mayo, nos es fácil coger antes unJorrage ó una cosecha de nabos ó de rábanos que aumenten el producto de nuestra ganadería. En los clímas calientes, que su temperatura no:s permite la siembra ~ del cáñamo en el mes de marzo, podrá se- · guír á esta cosecha otra de habichuelas ó de maiz, ó las dos plantas á la vez , que por lo coman tienen el tiempo suficiente de madurar sus frutos. - Sucede algunas ve.ces que por causas locales y propias de la topografía · del país no.suele tener buen resultado este segundo medio ó alternativas, porque sobreviniendo heladas antes de tiempo malogran la cosecha del o(oño_; en tales .casos preferiremos el método primero, que corno hei:nos dicho consiste eu sembrar antes del cáñamo forrages de primavera, ódenabos ó rábanos que son 1,1tilísimos para los ganados. . · Pero como por lo regular. es mas· provechosa y de mas valoF la cosecha que sucede

al cáñamo que la que.lo precede, vámos á indicar un medio tan sencillo como seguro por el cual logremos acelerar la vegetacion del cáñamo, y por consiguiente~obtener mas pronto su recoleccioo. Hé aquí ese medio: . - Es tanta la analogía que existe entre los dos reinos animal y vegetal , que parece estar gobernados· por unas mismas leyes. En las especies de uno y otro reino observamos con mucha frecuencia individuos que desarrollan con mas prontitud sus órganos !.os unos que los otros, y que todas sus funciones, así vegeta ti vas como reproductivas, marchan con mas rapidez á su término, de manera que unos vegetales han madurat.lo ya sus frutos cua11do otros a peoas·llegan al estado de florescencia. Esta calidad, á que dán los frosólogos el nombre' de idiosyncraeia, que equivale á decir temperamento especial, se observa notablemente en ras plantas sociales ó que vegetan en gran reunían, y así es que vemos Jniichos piés maduros ya cuando la mayor parte de los demás apenas cuajan sus semillas. El cáñamo,que perten.ece á las plantas de esta clase, deja ver muchos de sus individuos que hao madurq.do )'ª sus granos cuando los restantes de todo e.l campo casi no están en flor. Pues bien; recogiendo los granos de estos pfés precoces y guardándolos por separado para sembrarlos el. año siguiente en tiempo oportuno , conseguiremos reunir un cáñamo que adelantará su vegetacioo algunos días, los suficientes sin duda para poder salvar la cosecha que se suce_da al -cáñamo y que suele perderse si sobreviene un frio estemporáneo en el otoño. Si este procedimiento, tan sencillo en su aplicacion como seguro en sus buenos efectos, no basta. para detener el mal de que nos lamentamos, podremos todavía elegir entre las plantas escogidas,cuyos frutos hubiésemos sembrado, las que se ·anticipen á las d·eo;iás, s¡ue de seguro las habrá, y. echando mano ó adoptando para la siembra los sranns que produzca esta st:igunda el\!ccion, indefectiblemente alcanzaremos el resultado que se apetece. Entonces obtendremos una variedad del cáñamo que recorrerá los períodos de su vida con prontitud y sin perjudicar en nada sus cali· dades textiles, y estaremos igualm<Jnte se-

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guros de llevar á buen puerto ó salvar cnteral)1eole la cosecha que le suceda, porque esta madurará sus frutos antes de que amanezcan las hel adas . Lo que decimos del cáñamo es aplicable á ladas las e&pecies de plantas, conduci éndonos este principio fisiológico á resultados inmensos en favor de la agricultura. En algunos puntos de la Francia principalmente hacen suceder el cáñamo al lino y á este el trigo , demostrando la esperiencia que los cereales dan muy buen resultado cuando ha precedido en el terreno una cosecha de cáñamo. Esta práctica parece poco conforme á las c:rcunstaocias que acompañan al cáñamo y al tri go, porque siendo ambas planta de tal naturaleza que esquilman mucho el terreno, no deberia la segunda dar grande producto cuando en la rotacioo agraria ha precedido al cáñamo. No obstante In anatomía, que no permite estudiar y conocer la estructura de las raices de uno; y otro de estos vegetales, nos manifie ta evidentemente la verdad ó conveniencia de esta práctica y las utilidades que podremos sacar de ponerla en uso ; porque como las raíces del cáñamo marchan á mucha profundidad absorvieodo el alimento de la parle baja de la capa cultivable, dejan por ello intacto el mantillo ·de las partes superiores de la tierra, en cuya zona es donde se es tienden solamente las raíces del trigo. Pero es conveniente en tal caso que la labor de preparacioo que demos á la tierr.1 antes de sembrar el trigo no sea muy profunda, ya porque los cereales no lo exigen, como porque entonces el mantillo que ha quedado en las capas superiores dura_!l.te la vegelacion del cáñamo se mezdaría con una crecida porcion de tierra

de la capa inferior que disminuiría su fertilidad. Cuando las tierras son de buena calidad y pueden aLooarse convenientemente lodos los años, la alternativa de cosechas podrá ser aun de plantas que desustancien el suelo ; mas no mediando estas circunstancias adoptaremos una rotaCÍ')n en que solamente figuren por años alternados los vegetales que apuran la fertilidad d~l terreno. Para el primer caso y estableciendo la alternativa de tres años, sembraremos en el primero, lino,. y cuando esté crecido se intercalará al propio tiempo el trébol; en el segund!) año quedará el trébol solo , y en e! tercero se sembrará el cáñamo. Se citan países menos favorables que los de nuestra España, en los que se practica e ta alternativa . sesenta años há, obteniéndose cada añcf e.asechas abundantes. Pero es preciso no olvidar que esta práctica será útil en los cultivos reducidos , y nunca en las haciendas de grande esplotacion. El cáñamo dá buenos resultados cuando se siembra en los desmontes de un alfalfar, principalmente si le hacemos preceder de una cosecha de avena que deja la tierra porosa; no sucede otro tanto con los prados naturales. En algunos paises siembran los rábanos en un cañamar despues de haber arrancado los piés machos ; esta operacioo , como que remueve la tierra, favorece la germinacion de las semilias del rábano que se desarrollan mucho luego que tambien se arrancan los piés hembras, y creemos que esta práctica es v~n_tajosa bajo todos conceptos si no adoptamos otra planta de rotacion á causa ae la poca fertilidad del terreno.


g,g~-¡,gm.1A111gmv@} ·'Y SU CULTIVOa Es demasiado conocida esta-planta que se encueñtra en todos los puntos de Europa, y que es comun. en la América septentrional. Como una de -las variedades de la violeta, el pensamiento ha gozado siempre de la mayor repntacion, encontrando algunos escritores en el nombre de esta flor una alnsion á su origen. Por comuu_que sea el pensamilinto en nuestros climas, no podemos dispensarnos de tdbutarle un momento· de nuestras afecciones, porque la _vista se satisface al mirar la mezcla de sus colores, y el corazon siente un placer cuando recuerda el privilegio de una florescencia tan dilatada. Mas de una vez la enamorada vírgeu fija ~us ojos en esta modesta planta, y -desde el fondo de su alma ar roja un ardiente suspiro que revela su p.asion. Cree ver en esta pintada corola la fidelidad de su amante, y en medio de su fé, tan pura como la flor que admira, eleva su imaginacion al ídol_o de sus a.mor~s. Si esta planta escita recuerdos tan vivos á quien es capaz de darle-los cuidados mas solícitos, justo es que contribuyamos á su embellecí- ' miento con los consejos para su buen cultivo. Entre 1as flores de coleccion el pensamiento es un;i. de las que reunen mas ventajas; pero no tiene todo su valor en la jardinería si no añade á la elegancia de sus formas y á la infinita variedad de sus tintes-la dilatacion y buen contorno de todos sus pétalos. No -es otra propiedad de menr,r aprecio el privilegio natural, de que goza el pensamiento, de abrir sus flores apenas asoma la primavera, para continuar floréciendo sin interrupcion hasta las heladas del otoño. En vista de todas estas circunstancias y de la baratura de su precio, -comparado con el de otras muchas flores, nos admiramos de que el pensamier,,to no sea mas comun en nuestros jardi- nes. La flor de esta planta será de tanta ma-

yor valía cuanto mas redonda sea, y seguri que 1a parte central de ella sobresalga á los pétalos y sea hien marcada. Otra de las cualidades que mas influyen en el mérito de esta flor, es que los pétalos ó piezas inferiores y laterales tengan un matiz perfecto, y que las superiores sem de un solo color. No es esto decir que no sea apreciable ó digno de esti'ma un pensamiento qu_e todot:i sus pétalos presenten mezcla de colores, y que estos guarden uniformidad y estén distribuidos por todas las hojas de la flor.. Multiplicacion. El pensarniento se ·multiplica por se!!:iilla, · que hemos de recogerla cuando el fruto llegue á su madurez.' Para la siembra escogeremos aquellas flores mas robustas y perfectas .y que hayan llegado sin daño alguno al término de su vegetacion. Pero la recoleccion de la semilla del pensamiento es bastante penosa, en razon de que se desprende de las cápsulas.donde esta e ncerrada apena,s llega á ser madura. Para evitar este inconveniente se acostumbra envolver dentro de un pedazo de papel la cápsula que hubiésemos elegido, á fin de que las semillas al soltarse del fruto queáen dentro de este énvoltorió. Se deja desde luego ver que este método es engorroso é incómodo para la planta, y por ello le h.a sustituido un medio sencillo y exento de las minuciosas precauciones que hemos brevemente manifestado. Consiste este medio en observar escrupulosamente las cápsulas que apartamos ó escogemos y recogerlas al momento que han llegado á su perfecta posicion vertical, porque en está ocasion es cuando han llegado al máximum de su maqurez. Esta indicacion ~s tan infalible, que en ella descansan todos los cuidados del jardinero cuando trata de recoger las semillas de la planta de que hablamos.


Cultivo. El pensamiento vJgeta mejor y dá flores mas preciosas cuando lo sembramos en una hoja del jardín, que colocado en macetas. Es una planta que desea estender con libertad sus raices y dirigir sin obstáculo sus hojas por entre la atmósfera para aprovecharse de sus gases. Por esta razon las hojas de terreno 6 cuadros del jardín donde se cultive el pensamiento deberán estar elevadas sobre el nivel del suelo á la altura de algunas pulgadas, para proporcionar á su vegetacioo todos los elementos que le son indi · pensables. Con este medio facilitamos ademá á la planta un terreno mas pornso, el cual retiene mucho mas el riego 6 humedad que necesita el pensamimto. Pero es de advertir que si la esposicion ó la naturaleza de la tierra en que se cultiva este vegetal es muy húmeda, podremos en tal caso prescindir de las precauciones que acabamos de indicar. La siembra puede hacerse durante el verano. Cualquiera época será oportuna, y la mas ventajosa para sembrar las emillas es el momento en que llegan á su madurez. Este estado se presenta sin interrnpcioo desde mediado de junio á últimos de agosto. La semilla debe cubrirse i poco, dand<> antes á la tierra una labor perfecta -á fin de -que se ponga porosa. Si no hay suficiente humedad en el suelo, se regará despues de la siembra para facilitar el desarrollo del embrion. Los riegos deben ser frecuentes pero poco abundantes, porque en caso contrario producirían la putridez de las raíces y dj minnirian el valor de las flores. AJ pensamiento le ba la un terreno de buena calidad para vegetar bien, sin que le ean necesario los cuidados que exigen, por lo comun, las plantas de jardinería. Sin embargo debe manteoérsele abonado debidam~nte·, ·siendo preferibles los abonos que se

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descomponen con facilidad. Un mantillo escedente dafülría esta planta porque daría un de arrollo e traordinario á las hojas y á los tallos y disminuí ria el número de flores, perjudicando además sus cualidades. Todo el interés del jardinero debe estar en obtener de esta planta flores perfectas, y uno de lo.; medios que no deben descuidarse es el de . mantener limpia <le malas yerbas la hoja del jardín e~ que se cultive el pensamiento. Conviene tambien que se vayan separaodo!las hojas de la planta apenas mueran ó manifiesten alguo daño en su tejido, á fin de dejar la flor con toda la limpieza y buen órden que exige. Se separarán las flores pequeñas y tod~s aquellas que no presenten buen porte y aspecto, porque desembarazada la plan_ta de ellas podrá atender mejor á las restantes y darles un desarrollo l:io cumplido como se desea en la jardinería. Por otra parte, conservándose pocas flores sobre el vegetal, este no quedará esquilmado estraordioariamente, y en el año inmediato podremos esperar una regular cosecha de flores. Tenemos un medio de adelantar el desarrollo de las flores del pensamiento, i es que nos conviene tenerlas ante de la época en que ellas naturalmente abren. E te medio es mantener cubierta la planta durante las noches frias del invierno, destapándolas solamente en las horas del sol. Al propio tiempo podremos dar á la planta luego que empiece la primavera un riego cada quince dia , he-· cho con una disolucion del guáno en agua , 6 bien palomina disuelta igualmente en e te líquido. E tos ruedios, al paso que proporcionan una cantidad de alimento al vegetal, aumentan la températura del terreno y obligan al pensamiento á que abra antes de tiempo sus deseados capullos.


ADMINISTRACION Y ECONOMIA PUBLICA EN ----~-=-----·

COLOKIAS .&GBÍCOLAS!!

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Nosotros conocemos fa importancia que en En varios peri Micos de la Corte hemo3 tiene el asunto á que se refieren las Iísí leido lo que sigue.: «Se ha presentado una solicitud á nuestro neas que preceden, y cediéndole en nuestra «encargado de negocios en Berlin, en nom- publicacion el lúgar que hoy l.eníamos preccbre de dos mil artesanos y trabajadores pru- parado para otro artículo que con gusto re«sianos,enque se propone al gobierne• español tiramos, nos ocuparemos tambien de esas «la emigracion de esta masa de familias úti- colonias prusianas é irlandesas que buscan «les al sur de nueftra península; porque los nuestro suelo para establecerse y para fijar <<que aspiran á ello quieren buscar en Espa- en él su residencia y sus fortunas. La prensa de Madrid, y con .especialidad · «ña la seguridad y los medios de trabajar «que de resultas de los recientes movimien- la Espqña, ha tratado esta cuestion bajo los dos puntos de vista que presenta :·bajo el «tos les nieg'l su propio país. Los firmantes «hacen la siguiente pr0posicion qué no puede aspecto polítiéo, y bajo· el aspecto ecorió,rni«ser mas moderada: Que se les conceda un co. El primero es completamente estrafio á nuestras tareas, y por ello sujetamos solo á «terreno fértil de dos leguas cuadradas en el nuestro dominio fas consideraciones econó«sur de España, suponiendo que su precio no micas. «será muy exagerado; que se les permita ele«gir sus propios alcaldes, sometiéndose en , Desde luego nos confesamos partidarios «todo lo demás á las autoridades y á la jus- de las colonias, porque siendo conocidas des«ticia del pais; y que se les concedan las mis- . de remotos tiempos, en todos ell')s ban pro<lucido efectos utilísimos y ventajas noto«mas garantÍqS y proteccion que á los demás rias, atendido el objeto Jaudable y filanlró«españoles, puesto que como tales se consi«deran desde que se establezca~ en nues- pico que se proponen. -A las colonias debió «tro territorio. En cambio de esto ofrecen ser el imperio romano su poder y su ventura «súbditos leales y pacíficos , introducir va- despues de sus conquistas, y á nosotros nos «rias industrias ouevasen el país, y atraerá basta presentar en apoyo de nuestros aser(1Su establecimiento hasta 3,000 labradores tos, sin necesidad de acudir á la América «mas. _Y para garantía del Gobierno se com- del Norte, lo acaecido en Sierra Morena en «prome~en á deposi_t.ar desde luego en manos el último tercio del anterior siglo. Vemos por-otro lado la poca poblacion de «de una persona de confianza una suma sunuestro país; cuyos terrenos fértiles y cielo «ficiente para cubrir el -precio de las tierras hermoso únicaruente· bailan rivales en la {/que se les han de cedern. y pintoresca Italia, y anhelamos que bella . rehan se que c,Al mismo tiempo sabemos «cibido proposiciones análogas de muéhas el número de habitantes y de brazos útiles «familias irlandesas que desean establecerse se aumente hasta donde lo permite la riqueza y frondosidad de un suelo que tanto dehe «en España».


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á la mano de la Providencia. Nosotros queremos que el -desarrollo de nuestra poblacion, que há de contribuir en tan gran manera al desarrollo de nuestrá agricultura, siga las huellas de Bélgica y Suiza, de Francia y Alemania, de lLaJ¡a, de 'Holanda y de _ lngla terra. Pero si aplaudimos las emigraciones de familias estrangeras que vengan~ la España para poblar nuestras desiertas tierras y fundar en el cultivo de ellas la base de su prosperidad y bienestar, queremos que el Gobierno al ·abrir las puertas de la patria y al pensar siquiera en las conc~iones justas que deban dispensarse, tenga muy en cuenta la mucha preferencia que es debida á aquellos pueblos cuyos individuos mas convengan para la colonizacion de nuestro suelo. Esa preferencia hemos de buscárla en tres cualidades importantísimas: moralidad, aficion al trabajo, é instruccion ó buenas prácticas agrícolas. Partiendo de estos principios, y aunque anticipemos en parte la reseña que tenemos ofrecida üel estado de la agricultu.ra en todo el mundo, veamos si:- la Prusia y la Irlanda llenan cumplidamente las condiciones que asentamos, 6 si tal v~z otras naciones, consultado nuestro propio interés, deben obtener la preferencia siempre que se trate de ofrecerles nue.stros terrnnos, y de brindarles con el título de hermanos y con el dictado de españoles .. La Prusia, que nada era al principiar el siglo pasado, y que ha sabido llegar á ser una. de las primeras pótenéias continentales y uno de los estados que tan principal papel desempeña en el drama social y político que la Europa representa, la -Prusia, decimos, cuenta. entre las condiciones que reunen sus habitantes las de moralidad y aficion al trabajo, pero uo sobresale en la de instruccion ó prácticas agrícolas, sin embargo que esta nacion ha tenido monarcas que han procurado el engrandecimiento de la agricultura. Federico Guillermo 1, segundo rey de Prusia, hizo venir de Sallzbourg 16,000 colonos, Y les facilitó gruesas sumas de dinero para la compra de tierras -y reunion de los recl).rsos necesarios para el cultivo. Su sucesor

Federico 11, apellidado con justicia el Grande, que por espacio de 40 años fué el que mas influencia ejerció en Eurcpa, y cuyo reinado se dá á conocer por una série de sucesos tambien grandes, despues de haber consolidado la paz en Prusia se dedicó con ardor solícito á la me.jora de la agricultura, empezando por desaguar las orillas de los lagos de Netz y de Wasta, y estableciendo luego 3,500 familias sobre un terreno que antes era un vasto charco. Estableció igualmente otras 400 familias en los pantanos de Friburgo que mandó secar, emprendiendo asi mismo otras obras de desmonte y de ríe• go en el Brandeburgo y Pomerania, y utilizando inmensas tierras en berreficio y para el mayor fomento de la agricultura. Pero murió Federico el Grande, y sus sucesores se cuidaron poco de este arte que lo dejaron abandonado, esceptuand~ solo el actual rey Federico Guillermo lV. Por otra parte en Prusia, como~en los demás pueblos, contribuyó á el atraso de la agricultura la amortizacion que subsistió basta 1807, no siendo antes permitido ser propieLarios 6 bacendados mas qne á los nobles y á los manufactureros ó artesano!- que llegaban á óbtener carta de nóbleza. Desde la invasion de los franceses, acaecida en el mismo año, quedaron aboiidos tales privilegios, y hoy cuenta la Prusia con. propietarios de hacienda reducida que desprecian ciertamente las ilusiones de la nobleza. La Prusia tiene un s_uelo, en lo general, demasiadamente arenoso, y participa de un clima poco favorable al estudio y práctica de los cultivos. Verdad es que se encuentra una porcion grande de tierra en el Delta formada por la separacion del Nogat y del Vístula entre Dershan y Marienbourg, cuya tierra sabiamente dirigida daria resultados · ventajosos, y otros terrenos semejantes, aunque de menos estension, se hallan tambien en puntos diversos, y sobre todo cerca de Tilsitt; pero si comparamos la totalidad del suelo prusiano, hemos de convenir en que es de calidad inferior y poco fértil. De aquí procede sin duda el que toilavía subsista en Prusia el uso c!e los barbechos, y el que apenas una décima parte del territorio sea


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útil para el cultivo·del trigo. . / <ladero infortunio los desdichados irlandeLa ganadería se encuentra tan descuidada, ses, no es bastante sin embargo para que que no basta, ni ~on mucho, para acudirá prevaleciendo las simpatías que nos merelas necesidades del suelo; y sin ganados y cen aquellos isleños por la cornpasion que sin prados no pueden ser I'icos los pueblos. producen en nuestra alllla sus adversidades, Los in lrumentos agrícolas son. inferiores omitamos la publicacion de nuestro conveny guardan proporcion y armonía con el ga- cimiento cuando se trata de cuestiones que nado que se octrpa en. la labrauza, y las fae- tan de cerca tocan á los intere es y prospenas del campo se verifican de manera que ridad· de nuestra patria. deben ocultarse á los ojos de la Europa por La Irlanda es poseedora de un clima mu el atra_o en que se hallan. cho mas benigno que el de la Inglaterra_, con Los productos de la tierra son de una ca- especialidad en los puntos del sur y del oeslidad inferior y de un valor íntimo. El gate, y de aquí procede el qu e en algunos de nado t'ampoco tiene grande estima. Lapo- eltus se vea una vegetacio!l fruodosa , emablacion rústica está mal alimentada, vive en nada de la humedad y cie una atmósfera casas humildes é insalubr_es, y viste telas suave . La agricultura irlandesa ha adelantado groseras porque el pais no produce apenas planta: textiles. rpucbo desde principios de este siglo ; pero, De veinte años á e.sta. parte se ha dado salvas algunas escepciones , dista de ser lo algun impulso á la agricultura prusiana, y que es en otros varios pueblos de la Europa. hemos de confesar que últimamente se ha Reparfida la Irlanda en nueve divisiones ó regiones agrícolas, cada una de ellas preprélenfüdo conseguir algunos progresos. El instituto agronómico de Mregelin que senta su método de cultivo algun tanto difese fundó á principios de este siglo, es el rente. No es oportuno el que entremos hoy único adelanto notable que la Prusia há pre- en detalles minueiosos, y solo diremos que sentado en el arle ó en la ciencia agrícola. si bien algunos cultivos especiales y algunos Este establecimiento, situado á i5 millas de ramos de la economía agraria b~n llegado á Berlín, debe mucho á su director Von Thaer, un grado ventajoso de prosperidad, hay médico que fué en Celle, á cuyos vastos co- otros, y no pocos, que no son lo que pudienocimientos de homhre tan célebre debe _ran ser. tambien la Francia ventajas conocidas. No Los instrumentos aratorios y los trabajos ú operaciones agrícolas son bastante imperes ocasion de entrar en los pormenQres de un instituto qne no reune tal vez todo lo que fectos en !rlanda, y estáJl muy lejos de poder debe apetecerse para el ilustrado_desarrollo servir á otros pueblos de modelo. del cultivo. Los ganados y la lechería s0n los ramos Si despues de examinada, tan rápidamente de la economía rural mejor entendidos entre como lo hemos hecho, la historia y estado los irlandeses. La manteca es el principal ó de la agricultura en Prusia pasamos á la Iruno de los principales productos de aquel landa y hacemos igual exámen, bailaremos pais, cuyos naturales son muy diestros y cuque ni uno ni otro pueblo reunen las tres riosos en la confeccion de este artículo , del condiciones que fijamos como "base para ob- cual exportan grandes cantidades para Intener preferencia en la colonizacion de nues- glaterra, .para las dos Indias y para Portugal. tro suelo. A.l hablar de la desgraciada IrSi fijamos nuestra vista en el estado de landa no podemos prescindir de hacerlo con pobreza y de abyeccion en que se encuentra el dolor profundo que inspira la desgracia y el pueblo irlandés , no nos admiraremos del la suerte tristísima de un país cuya historia lamentable atraso.de su agricu ltura, porque está sembrada de miserias, degradaciones, la prosperidad de esta se halla en relacion tiranías, persecuciones, sangre, hambres y con la riqueza de los colonos. Las habitacio~adalsos. Pero este negro cuadro donde se nes, los vestidos, los álimentos y todo cuanh aBan retratados con los colores de su verto exige la viaa para cubrir sus necesidades


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está demostrando la suma miseria y abatimiento de la Irlanda. La sobriedad de este pueblo en su parte trabajadora es sin ejemplo, y la privacion en que se halla de todas las comodidades de la vi da le hace por costumbre indolente en el trabajo. Los propietarios dé la Irlanda luego que han sembrado la patata dejan á sus trabajadores en completa: quietud hasta el momento de arrancar esta planta, y de e11o .r~sulla el que viviendo una gran parte del año condenaáos á la ociosidad , cuando han de hacerles emprender con regularidad las fatigas del campo, no pueden soportarlas. La miseria que sufren los irlandeses no depende tanto de la poca inteligencia del cultivo .ni de la feracidad del suelo, como de la demasiada avaricia de los propietarios, de la exorbitancia de los impuestos, de la falta deinstruccion, y de otras circunstancias contradictorias que parece imposible se reunan en la Irlanda. Esta isla es sin duda uno de los puntos de Europa donde mas abunda la poblacion, pues que en 184! tenia 8,820,000 habitantes en una superficie de 2,271 ,t legua · cuadradas. Semejante esceso de pobl::icion es el orígen de las emigraciones de cultivadores 6 trabajadores que acosados por el hambre pretenden trasladarse á otros países. rosotros en todo caso cuando se trata de colonizar nuestro suelo preferimos los irlandeses á los prusianos, :ya por los adelantos que en mu_c hos ramos de la agricultura tienen real mente los primeros respecto de los segundos, ya porttue las prácticas agrícolas de la Irlanda serian mas provechosas en nuestro país, ya en fin porque la morigeracion y sobriedad de los irlandeses esceden quizá á las de los restantes pueblos de la Eu:copa. A pesar de todo , cuando examinamos el estadl) de la agricultura en toda esta parte del globo, hallamos naciones á las que concederíamos una preferencia absoluta sobre las <lemas en las colonizaciones, y aun apreciaríamos que se les abriesen las puertas de nuestra patria y se les brindase con nuestros campos. Hablamo~ ahora de los belgas y de los suizos. En Bélgir,a, que cuenta tambieh con una

poblacion escesiva , la idea fundamental de su floreciente agricultura estriba en que las granjas se parezcan á un jardín en éuanto sea posible. De este principio, generalmente admitido, proviene la fertilidad de su suelo y la riqueza del país. Las labores, los abonos, los -riegos y cuanto tiene de mas úlil la ciencia del cultivo todo está puesto en p1·áctica por los belgas, aun entre los cultivadores menos acomodados y menos in!:itruidos. Los prados naturales y la ganadería han 11egado en Bélgica á tal grado de desarrollo, que producen pingües riquezas y comodidades sumas para la vida campestre. Se cultiva en grande escala el cáñamo, de cuyo producto se elaboran esas ricas batistas que admiramos. Las plantas tintoriales, las oleosas, muchos frutales, la patata, la remolaclia, la zanahoria, el pastel , el lúpulo y, por último, todas las plantas convenientes y provechosas á la agricultura, á la industria y á las artes se cultivan en Bélgica con esmero y perfeccion. Los abonos son comprendidos de tal manera, que dificilmente podrá ha.liarse otra nacion mas adelantada en esta parte de la economía rural. Los instrumentos aratorios son tan cómodos y adecuados al objeto para. que se les destina, .que indudablemente pueden servir de modelo. La selvicultura ha llegado á tal estado de prosperidad, que los bosques artificiales dan á la Bélgica productos coantiC>sos. Este cultivo, tan necesario en España, cambia un suelo sin vegetacion en otro .rico y productivo , recrea la vista , purifica el aire y dá cosechas de valor crecido, y á poca costa. Entre les labradores belgas hay sobriedad igualmente, buenas costumbres, aficion al trabajo é inteligencia agrícola. Las casas son aseadas, en el las reina el trato afable, y no faltan á los belgas los ·medios, que ellos saben adquirirse, de satisfacer las necesidades de la vida. Si dejando la Bélgica pasamos á Suiza, hallaremos en aquel pintoresco y delicioso territorio unos cultivadores que si no son mas inteligentes que l s belgas, se distinguen al menos entre toJos los de Europa por la moderacion de sus costumbres. Los pro-


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gresos que ha hecho la Suiza en la agricultura y en las arles se.debe acaso á los proteslanles que emigraron de Francia á últimos · del siglo XVll y se establecieron en los cantones suizos. :i;.a diyision suma c:e la propiedtid territoria y la completa desamortizacion hace que se cultiven las tierras por sus mismos dueños, y que la ciencia del campo haya recibido el mayor impulso. Sin embargo que la agricultura suiza sea de naturaleza especial y de una aplicacion bastante limitada ,- las zonas partioulares, y muy diferentes enlre sí, que el pais ofrece hacen que los suizos se familiaricen con cultivos distintos y que lleguen á comprenderlos bien. La Suiza debe á la selvicultura gran parte de su r-iqÚeza, y este nuevo ejemplo nos sirve para sentir mas y mas la falta entre · nosotros de unas producciones que tan inmensos recursos puede presentarnos. Los prados y la ganadería forman una parte importante de la economía agrícola en Suiza, y sus habitantes conocen perfeclamenle cuanto ticrrc relacion con los prados -y" con el ganado. La lechería y la formacion de quesos están colocadas á grande allura y ofrecen á los propietarios los mejores resu_ltados. El queso tan celebrado de Shabzieger y de Gruyére es mucho tiempo há un objeto de gran comercio.

Las colonias suizas J.eben ser muy aceptables en España, porque además de las otras cualidades apreciables, entre las que se cuenta un aseo estraordinario , reunen un apego natural á las buenas prácticas, y serian aun ma~'. ores las ventajas que reportarian::os de estas colonias , si en ellas viniesen hombres educados en el filantrópico establecimiento de Hofwyll, tan digno de ser imitado por todas las naciones , en el cual se enseña á los alumnos pobres y huérfanos las doctrinas mas sanas de la agricultura y de 1a economía rústica y las mejores reglas de aplicacion á la práctica , .inculcándose eri el corazon de los jóvenes sábias máximas de industria, de frugalidad , de amor á la verdad y á la justicia, de docilidad y de beneV'ojencia recíproca. Un estab lecimiento tan bello v admirable merece que nos ocupemos otr; dia de él dando mas eslensarnente los detalles de su inslitucion y de las ventajas que bajo todos concrptos ofrece, reduciéndonos hoy á concluir fundadamente , que tratándose de la colonizacion necesa·ria y oportuna de bues~ tro suelo, haríamos cuan lo estuviese de nueslra pinte par:i. conseguir que la realizaseu los belgas y suizos que lan buenos ejemplos pueden dar de moralidad, aficion al trabajo é inslruccion 6 buenas prácticas agrícolas; ven la imposibilidad de conseguirlo, daria~os cabida entonces por su órden á los irlandeses y prusianos.


ACERCA DE1 CONCUR~O PARA EL PREMIO DE LIBROS DE TESTO EN AGRICULTURA.

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(ReMmuo ).

mundo cultivador? ¿qué aliciente ha habido hasta ahora para tener los viajes hecho ? Me ha alegrado ver ocupado al Cultiva- ¿cómo pueden verificarse hasta el agosto, dor del esfuerzo prodijioso que acaba de haescribiendo á un mismo tiempo la obra? cer el Gobierno con el fin de obtener li-bros Pues todo lo que se haga de otra manera de testo para la en ·eñanza de la agricultura, ha de ser incompleto, y para una obra imporque mi estrernada aficion á la ciencia perfecta suficiente era el prem io qoe dejo in• agraria y la necesidad política, mas impe- dicado, reservándose el gran premio para riosa ahora que nunca, de llamar la alen el gran mérito y para el gran trabajo que cion hácia este estudio , atraer la poblacion podría emprenderse con resultados mas saá los campos, me hacen sin querer parar la. ti factorios. con ideracion soLre este punto en lo po~os Tiene de menos el plan del Gobierno esratos ociosos que me quedan en mi método pacio y tiempo. Aunque los Elementos se de vida ; y cksde luego ha bia encontrado hayan de estudiar en un año, 600 páginas que el plan del Gobierno tenia de mas 'S te- en 4. 0 so nJnucho menos de la mitad de lo nia de ruenos. que está ·eñalado en los Institutos de seTiene de mas, y parecerá paradoja en uno gunda enseñanza para el año de física, quíque ei:lá trabajando para ser aspirante, la mica é historia natural, de cuyas ciencias cuantidad del premio ofrecido, porque creo tienen que contener los Elementos de agri que la gloria de que una obra merezca ser cultura una gran parle; • i de lo di cípuelegida para testo ba~la pa.ra escitar á su los ¡.:a amo al autor, muy apurado le hecomposicion y-premiar el lrabajl) empleado mos de ver para contener en tao pequeño en ella, pues que el amor propio y el interés espacio doctr ina tan inmensa. La obra mas ind ividual quedaban satisfechos; y si á est.o pequeña que conozco en castellano es la del se agrega el coste de los primeros 1000 ejem- señor Lo pez y Benito de 1843, 'S tiene mas plares de impresion, para los que no e en- de 14- pliego , sin dedicar una ola página á la organografía, á la fh ología, ni á la cria cuentren en di po icion de hacer este adelanto, 'S una cátedra para en adelanlc, nada de ganado . El Catecismo que acaba de traducir el señor 1\larlin y Lopez tiene 25 pliemas debería desearse. No e3 mi inten,:ion que el Gobierno sea go , y tampoco se detiene en la organografía, y trata ligerí imamente la fi iologí::t: ¡y mezquino y mi e-rab ie en este punto, cuando se consumen en otras cosas cantidade en-0r- el Catecismo del Gobierno no ha de pasar de mcs sin resultado ninguno : mi de eo seria 12 pl iego ! Pero lo mas importanle que el plan del que los grandes premios se dejaran para el aaosto de 4850, lo mas pronto· porque ¿c:.ó- Gobierno tiene de meno es el tiempo. Ocho mese ó 240 dias para 600 páginas de lo mo se compone una obra de agricultura con Elementos, tocan á cada dia 2 1h. páginas, aplicacion á España sin viajar por Kpaña? ¿cómo la obra de l ilustre sacerdote Ilerrera que por lo menos se han de escribi r dos vehabía de gozar la fama que tan justamente ces para su correccioo, y resultan cinco case merece, sino hubiera viajado por todo el , da dia, suponiendo que no !la de perderse TOMO J.

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tas personas cómo catedráticos se nombren, nino·un d·ia por dolor de cabeza, ni de estómaio1 ni de muelas, ni de cansancio. Y si esclusi va mente dedicados al estudio de estas materias, y que á ellas podri~n destinar total fortuna se tiene, v en fúerza de esta far.tuna se deja correr. ¡; pluma de modo que do su tiempo: y aun los que no log ren cáted-ra, p~~rian clispone_r sus cosas con la ansalgan mas de 12 pliegos para ·el Catecismo ticipacion .necesaria para no contraer comó mas de 600 páginas para los Elementos, tiene que hacerse el papel de cajero de im- promisos que les robaran el tiempo y les prenta, y chapodando á un capítulo y otro distrajeran del trabajo á que se dedicaban con preferencia y con todo el conocimiento capítulo hacerlo entrar en la caja marcada, que si bien es un. trabajo rrecesario, es tam- necesario: y sin todo esto imposible es aspirar á la perfeccion. bien un ti~abajo que requiere tanto tiempo como el primero : ¿y qué persona hay que Tiene tambien de menos el .plan del Go siendo capaz de componer una o·bra que .me-, bierno, que no ofrece cátedra al autor del Catecismo. -Creo que no abunden tantas perrezca· 1 OGO duros de premio y una dotacion anual de fooo ducados (que será la cátedra), sonas dedicadas.al estudio de la agricultura, se está esperá'ndole mano sobre mano sin te- que haya muchas dond~ esco1er: y dos catedráticos sin oposicion, pero cuyos oonociner su .tiempo· ·destina·do ya á algo, y cuyo destinq no le es posible var-iar sin faltar ::i. mientos y método sisven de testo á todos los mil compromisos? Me temo mucho que solo . demás, no debia considerarse como una proemprendan la obra los que no sabían en que digalidad, cuando todas las cátedras de los ócupar su tiempo, ó que la obra se resienta Institutos se han dado sin oposicion, y sin desde la primera línea hasta la última de la mas prueba que el•exámen de regente de sepreci pitaoion con. que se ha forjado, ~' u na gunda clase, que bien sabido es á que se re-produccion de esta clase no debía merecer duce, y que supone mas un solo capítulo de urt premio tan cuantioso. Bastaría, como he una obra de testo, que todas las regencias. dicho, la gloria de que sirviera de testo, y Solo pensando establecer dos cátedras úniel jnterés que le pudiera dejar una impre- cas en todo el reino pudiera irse con. mas ession pagada, con. una cátedra además para mero en la eleccio.n de los· dos catedráticos; toda su vida. pero habiendo de nombrarse tantos como la La urgencia del tiempo no es bastan.te dis- necesidad reclama, no puedo persuadirme culpa, porque en. mi juicio el objeto del Go- que todos sean superior~s al que llegue á bierno no dejaría de lograrse, segun. la pre- merecei: el premio del Catecismo. mura del tiempo lo permitiera; y una vez Valladolid y Enerq_ 1 o' .de 18 49. cubierta esta necesidad perentoria, quedaba DOCTOR PRIETO. tiempo para e.l gran premio., quedaban ~an-


PARA LOS GANADOS.

Perjuicios que acarrea el escesivo p1·ecio a que se espende y ·1a irregularidad' en su distribucioó.

Ninguna industria, sea de la clase que cuando antes de las· roturaciones abundaban quiera, puede prosperar si encuentra obstá- tanto , y no contando el bajo precio á que culos para su realizacion; imposiblees el que tienen que espeoder el único produc;_to que los em·prendedores traten no solo de mejo- su industria les proporciona por. falta de sararla sino que de sostenerla interin no ·se ca, por haber disminuido lós pedidos para procure por quien correspanda quitar las dentro y fuera del reino , se ven en la dura trabas, los óbices, los inconvenientes que se necesidad de pagar escesivamente caro un oponen á su sostenimiento y desarrollo. Pa- artículo indispensable para el sostenimiento ra que la ganadería española prospere, para y cooservacion de sus ganados , cual es la que proporcione productos que rivalicen con sal. los ·obtenidos ~n las naciones estrangeras y El estado en que se encuentra la cabaña haya por nuestra parte verdadera competen- española es demasiado lamentable ; los sacia en tódos los mercados , es preciso é ·in- crificios que hacen los ganaderos para condispensable, de absoluta necesidad, el que servarla son innumerables, y habiendo agolos ganaderos no· encuentren obstáculos para tado sus fuerzas se ven en una situaciou lastimosa que reclama un auxilio pronto, si es la tealízacion de sus planes, que no tropiecen con trabas que les impidan practicarlos, que que no se quiere ver desaparecer en poco no esperimenlen las consecuencias de una tiempo uno de los· manantiales mas potentes empresa que les es ruinosa, que no vean el de la riqueza nacional. Inútiles han sido hasta que ppr mas sacrificios que hacen pierden ahora las quejas, los clamores cootínuos, las en su industria , llegando á salir el que se reiteradas súplicas y reclamaciones que en consider_a mas favorecido igual eón los gas- diferentes épocas han hecho los ganaderos para remediar los males que con tanto sen. tos y productos, -Como estos son los menos, timiento esperimen-taban y sufren; desateny como muchos se han empeñado para sostener sus cabañas, teniendo al fin que mal- didas quedaron las insinuaciones que la venderlas pata carne cuando y}!. se veían ar- prensa, los particulares, los diputados y seruinados, ha dado orígeo á la disminucion nadores deo ero y fuera del Congreso han het-an ráp ida como estraordinaria de nuestros . cho demasiadas veces: con indiferencia se ha mirado el apoyo, proteccion y amparo que ganados merinos , siendo sospechable desalos gobiernos de las naciones estrangeras parezca del todo sino se pone por parte del Gobierno un remedio pronto, eficaz y enér- dispensan á la industria pecuaria, y con prerlileccion á la del ganado merino , pues gico. no levantan mano para fomentarle y mejo. Además ele las escesivas cargas que pesan rarle, ni perdonan cuanto conocen que di, so bre la ganadería, tao llevaderas en otras recta ó indirectamente puede contribuir para naciones , prescindiendo del alto precio que lograr los resultados que les sirven de base han tomado los pastos por su disminucioo ,


4,28

conslaote, á fin de consolidar su prosperi dad y I ivalizar con cuantos llevain las . mismas miras. No llev:;in mas objeto que poseer lo mejor eli clase de ganados , y esto solo s_e consigue haciendo sacrificios-, perdiendo en un principio para duplicar despues las ganahcias, alentando por cuaotos medios pueden imaginarse á que todos lleven las mismas miras y anonadando al f momento cuantas trabas se opongan al logro de resultados tan positivos como trascendentales. Una de las cosas que mas perjudican á nuestros ganaderos es el escesivo precio á que tienen que comprar la sal, cuyo uso es de absoluta necesidad si los ganados se han de conservar sanos, evitando el desarrollo de multitud de enfermedades que los diezman ., si se han de obtener las mejoras que tau to se ansian en las razas y en sus productos, si su lana ha de conservar y basta mejorar las propiedades que la distinguen, y sobre todo si esta· industria no ha de acarrear la mina de los ganaderos, de los que la emprendan y sostengan . El haberse sospechado y dicho á mediados del año.pasado, tanto en los círculos administrativos y económicos como en la prensa, que el Gobierno pensaba modificar el impuesto de la sal desde principios de este mes (1 ), ha sido la única causa del si lencio que hemos guardado en los dos números anteriores sobre materia tan interesante y de tanta trascendencia. Habiendo visto por desgracia que sigue el mismo sistema, no podemos menos de reproducir con mayor fuerza lo que hemos dicho ya en otra ocasion, y rnplicar al Gobierno fij.e por un momento su atencion en este asunto y haga porque desaparezca un mal que tantos perj_uicios acarrea á la ganadería española. El Excmo. Sr. Ministro de Comercio, bajo cu.yo amparo está esta industria y que tantas y. tan palpables pruebas ha dado y está dando todos los días de la predileccion con que mira á la agricultura y á la ganadería, no dudamos cooperará por su parte para que los ganaderos esperimenten el alivio tan ansiado de la reduce.ion en el precio cJ.e la sal. (4)

Enero de 1849.

Demasiado sa hiuo es lo indispeosa le que e's la sal paí':;t la sálud de los ganados, 1 bien conocido ta,mb ieñ el que en todos los países se' les prodiga esté producto natural mucho mas que en el nuestro, lo que no deja de influir para la hermosura , períeccion y excelencia de sus razas y mejor calidad de sus productos; no· dejando de ser bien público y notorio el que los ganaderos ·españoles se abstienen de dar la suficiente á sus rP.baños por fo gravoso que les t>s, á pesar de conocer los perjuicios que de su falta les pueden resultar; pero quErno J·es es dable· evitar por carecer de recursos para soportar un gasto tan gfande y que les arruina, ó cuando menos coopera con el demasiado valor de lc,s pastos y las exacciones r¡ue les hacen en-la trave..sía para que tengan que poner de su bolsillo si piensan continuar siendo ganaderos, en vez de embolsarse los beneficios como debieran y que tienen un derecho en exigi1:; pero- soportan aquellos sacrificios por no ver desmere~er., enfermar y morir sus ga-: naJos. Admirable y· sorprendente. es y aun contrario á las ideas económicas y política:- el que gr:;ivite UQ. impuesto sobre la sal, puesto que ninguna cosa debe pesar sobre el manantial de la vida, sobr~ aquel producto natural tan abundantemente esparcido y que con razon se le considera y tie ne como uno de los orígenes de la vida del hombre, de los animales y de la existencia general. Si por circunstancias escepcionales no es dable el desestanco de la sal, sino µuede desaparecer tal impuesto, redúzcasele cnanto la razon y la justicia reclaman, ~sp,éndase á coste y costas, iguálense los precios sea cualquiera el destino que se dé al mencionado producto , ó . cuando menos co~sidérense bajo este último concepto los que hacen un uso doble de la sal, en 'cuyo caso se encuentran los ganaderos, pues consumen como los demás habitantes para satisfacer las necesidades domésticas, y por otra parte la cantidad crecida que tienen que dar á sus ga nados. . Los grand iosos adelantos que hao hecho y estan haciendo las ciencias que tienen una aplicacion tan inmediata y directa con la ga nad ería, han hecho conocer, por el estudio


. 429 atento y exacto de las fuerzas que presiden

que carecen de él. No se aprecia ni desea lo que es nocivo, lo que es perjudicial á 110 tecuerpos, las ventajas del uso de la sal , la ner el gusto depravado, y sería dificil y bas~ necesidad imp~riosa de su introduccion en la ta ridíct1Jo aJmitir que el gusto de cuantos economía. Este producto á causa de los prinanimales pueblan nuestro planeta se encuencipios ó elementos y afinidades tan enérgicas tra pervertido. que le constituyen está llamado para desemSiendo la sal uno de los artículos de pripeñar inmensos usos y que no podrán adquimera necesidad para el hombre, para los rir todo su desarrollo é incremento mientras ganados y hasta para la agricultura, es pruno quede completamente libre y á di sposidente y hasta indispensahle se espenda á un cion de todos, como 19 estan el agua y el ai-. precio mas económico, á fin de que sea care, ó á lo su tno con unos derechos soportables . paz de producir los resultados véntajosos que é insignificantes. · de su uso bien dirigido emanan y 110 coarte Muy pocos son los que ignoran el uso de á los ganaderos para darla en la proporcion la sal en la alimentacion, y la ciencia, aponecesaria, causándoles desembolsos de alguyada en los esperimenlos ; ha hecho ver que na consideracion, que tan eficazmente coolos principfos de que consta sirven para la peran á qu~ pierdan en una industria que verificacion de la vida, para q-ue el cuerpo tantos beneficios reporta á todos los habitanefectue los actos de r¡ue está encargado, y por te_s y á que queden. en realidad poco menos lo tanto para que se conserve no solo la saque arruinados. 1ud sino hasta la misma e:xisteecia. Hace El análisis químico de cu~ntas partes rommucho [iempo que se han practicado cierto pon·en el cuerpo de los animales, sean blannúmero de ensayos para determinar el infludas ú duras, sólidas ó flúidas, demuestra jo ele la sal en la alimentacion de los princimatemáticamente que la sal tomada por los pales animales domésticos, y mucho tai1,bien animales no pasa simplemente al través de que se ha deducido el que cuanto se ha obsu economía sin producir ningun efecto, sin servado en una clase de animales, debía ser sufrir ninguna descomposicioo, si-no que es idéntico en los dei;nás , colocados en las misuna de las condiciones indispensables de la !nas condiciones particulares, y en su con~ vida , puesto que proporciona la sosa que secuencia aplicar las conclusiones del hom - existe en la sangre, en la bilis, saliva, líquihre_á los animales , del ganado vacuno al dos albuminosos y <lemas partes del cuerpo. lanar y al cabrío ó á cualquier género de re- De aquí el haber dado á conocer la esperienst::s. Estando como está universalmente re- cia que faltando la sanos animales desmecomendada la efi_éacia de la sªl para la ali- recen, enFerman y aun mueren. mcntacioD: del h'Om bre, debiera en rigor de• Demostrando cada vez mas cuantos ade<lucirse que su uso pebe ejerc~r un influjo lantos se hacen lo indispensable que es la poderoso en todos los animales domésticos sal para la conservacío11 , fomento y mejora y aun en t0dos los seres de la crea,:ion, ta11de la ganadería y par& cuanto procede de la to en el estado de libertad ó salvaje como en industria pecuaria, 110 podrá menos der.oel de esclavitud ó de domesticacion. nocerse por cualquiera el que es un obstáUn hecho bien comprobado y conocido de culo, para que tan grandiosos objeto_s protodo el mundo confirma del modo n1as eviduzcan los verdaderos resultados que todos dente é irrevocable esta verdad, demuestra ansían , el alto precio á que se espende la sin el menor género de duda aquella conse- sal. En los países estrangeros, donde la nacueucia imprescindible, resultado de la ob- turaleza les ha negado la abundancia que en servacion diaria, el cual consiste en el pla- nuestro suelo ha prodigado, han inventado cer incontestable que Lodos los animales dediferentes composiciones artificiales que sumuestran al tomar las su, tancias saladas, la plan á la sal, por el coavencimiento íntimo avidéz, el ánsia con que se di rijen hácia los que tienen de lo indispensables que son los cuerpos con tal carácter despreciando los principios que constituyen la sal para la coná la composicion y descomposicion de los


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4,30 -

servacion de ios ganados. No tan solo nuestros ganaderos tienen que pagarla escesivamente cara, ¡,ino que si 1a casua1idad le· proporcion~ á cualquiera de ellos apacenta'r sus reses en un punto próximo á ciertas aguas

~alobres , le está rigorosamente prohibido abrevar sus ganados en ellas con el objeto de que se vea en la precisa necesidad de comprar sal si es que ha de conservar sus animales. _{Se concluirá).

Real decrelo admitiendo la renuncia que D. Nir·ome.des Pastor Diaz hace del cargo dt ministro de Comercio, lnJtruccion y Obras púb licas . .

públicas en exposicion ( 1 ) de este i:li~, vengo en decretar lo ~iguiente: Art. 1. 0 El consejo de Agricultura y Comercio creadQ por mi real ~ecreto de 9 de abril último, se denominará en adelante consejo r_eal de Agricultura; Industria y Comercio. Art. 2.0 ~I consejo real de Agricu ltura, Índustria y Comercio constará de los individ110s que actualmente Jo componen; de los que componen la junta consultiva de ·la cría .caballar, .y de diez y ocho ruas que me dignaré nombrar. Á.rt. 3. º La junta consultiva de la cria caballar queda refundida en el consejo real de Agricultura, lndu?tria y Comercio. Art . 4. 0 Queda extinguida la direccion de la cria caballar y su secretaría. Los subdi rectores, con el nomb_re d<:: 'delegados, se entend~rán directamente con la direccion de. Agricultura, Industria y Com·ercio.· · Art. 5. 0 El consejo real de Agricultura, Industria y Comercio se dividirá en tres secciones, que se denominarán, una de Agricultura, olra de Industria y . otra de Comercio. Art. 6. 0 En cada una de la s secciones del consejo liabrá un vice-presidente nombrudo por Mí. . Art. 7. 0 Las secciones se.rán convocadas junta ó separadamente, segun lo disponga mi ministro de Comercio, Instruccion y Obras

Vengo en admitir la dimision que me ha presentado D. Nicomedes Pastor Diaz, del cargo de ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas, quedando sum~mente satisfecha del celo é inteligencia con que lo ha desempeñado. Dado en Palacio á 31 de agost(? de 1847. -Está rubricado de la rea l mano.-EI ministro de Marina, JuAN DE D10s SoTELO. Otro Real úecreto' nombra11do par.a e/ mismo mi nisterio á_D. A11tonio Ros de Olanq.

Atendiendo a las partícula-res circunstancia~ que concurren en el mariscal de campo Y diputado á Córtes D. Antonio Ros de Olano, vengo en nombrarle ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas. , Dado en Palacio á 31 de agosto de 1847. -Está rubricado de la real ruano.-EI ministro de Marina, JoAN DE -Dios SoTELO. Real decreto reformando el consejo de Agricultura y Ccrnercio, el cual Sé denominará en lo sucesivo consejo real de Agricultura, Industria y Com ercio.

_C?nformándome con lo propuesto por mi m1n1stro de Comercio, lnstruccion y Obras

( 1)

No consideramos micesario insertarla.


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públicas, que será presidente nato de cada una. El director general de Agricultura, Industria y Comercio será individuo nato de toda las seccione , las cuale tendrán por secretario los respectivos jefes de negociado del mismo ministerio. Art. 8. 0 li mini tro de Comercio, lnstruccion y Obras públicas me propondrá el nombramiento de inspectores que considere convenientes para el buen desempeño de las atribociones del consejo. Art. 9.º Queda vigente el real decreto de 9 de abril de e te año, en cuanto sus disposicione no se opongan á la Jet presente. Dado en Palacio á 7 de octubre de •18i7. - Está rubricado de la _real mano.-Refrendado .-El ministro de Comercio, lnslruccion y Obras públicas, ANTON10 Ros DE OLANo. Real decreto nc,mbrartdo varios individuor ó vocales del consejo real de Ayricullura, Industria y Comercio.

Para vocales del consejo real de Agricultura, Industria y Comércio, cuyo número be tenido á bien aumentar por decreto de este dia, vengo en nombrar á D. Pedro Colon, duque de Veragua, D. ricolás Perez de O orio, marqués de Alcañices, D. García Golfin, conde de la Oliva, D. l\liguel La o de la Vega, D. Jo é María Huet, D. Franci co de Laiglesia y Darra.,, D. Eugenio Moreno Lopez, D. Joaquin Posada Mo coso, marqués del Soto de Aller, D. Manuel l\Iazarredo, D. Rafael Cabanillas, _D. Ju!l.n Subercase, D. Jo é Solano, marqués del Socorro, D. Joaquín Alfonso, D. Antonio Moreno, D. Ramon

Temprado, D. Vicente Juan Perez, D. Bias Requena y D . Pascual l\fadoz. Dado en Palacio á 7 de octubre de i 8¼-7. -Está ruhócado de la real mano.-Refrendado.-El mini_stro de Comercio, lnstruccion y Obra públicas, ANTO ·10 Ros DE OLANO. Re,iles decretos relevando del cargo de vice-presidente del mismo consejf) al marqués de Remisa y confiriéndole al duque de Veragua, y nombranclo vice-presidentes de las secciones de A9ricultura, Industria y Comercio.

Atendiendo á la delicada salud y ocupaciones de D. Gaspar Remi a, marqués de Remi.a, engo en relevarle del cargo de vicepre idente del consejo real de Agricultura, lndu tria y Comercio, y en nombrar para su 'desempeño á D. Pedro Colon, duque de Veragua. Dado en Palacio á 7 de octubre de 4847. -E Lá rubricado de la real mano.-Refrendado.-EI minislro de Comercio, Instruccion y Obras públicas, ANTO 10 Ros DE OLA o. Vengo en nombrar vice-pre~idente de la seccion de agricultura del consejo real de Agricultura, Industria y Comercio á D. Pedro Colon, duque de Veragua; para vicepresidente de la de indu tria á D. Manuel l\lazarredo, y para vice-presidente de la de comercio á D. l\fanuel Gaviria y Alcoba. Dado en Palacio á 7 de octubre de 184-7. -Está rubricado de la real mano. -Refrendado.-EI ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas, A TO 10 Ros DE ÜLANo.

VAI\IBD.&DliS~ DlSTRIIlUClON DE SEMILLAS DE ESPARCETA Y DE BERE GENA DE SlCILIA. En los números 41 y 13 de este periódico, páginas 167 y 24 O, describimos detallaclarnente el cultivo de la esparceta y de la berengena llamada de Sicilia. Tenemo dispuesto distribuir gratis semillas de ambos vegetales á nue tros suscritores. Los que

gusten, pues, bien lo sean de esta capital ó de fuera de ella, pueden pasar á recogerlas, por sí ó por medio de encargado, á la imprenta donde actualmente sale á !uz nue tra publicacion.


Desde ~. 0 de enero anterior se ha establecido en el jardín hotánico de la Junta de Comercio de esta capital un pluviómetro que la misma Junta ha costeado, con el fin d~ saber ó graduar las cantidades de agua que las lluvias proporcionan á la tierra. E tas noticias ó datos, que tanta influencia ejercen en la direccion de un buen cultivo, nos es dado tenerlas en cuanto á Barcelona por medio del pluviómetro, y las conseguimos en virtud de las observaciones que voluntaria-

mente ~e pre tó á hacer cada día D . Cárlos Lopez de Pastor, aplicado alumno de la e~cuela de agricultura práctica y botánica que está á cargo del director de nue -tro periódico. Dicho alumno nos ha. facilitado <·orno producto de sus investigaciones en el mes de enero próximo pa ado el si guiente estado, quedando en publicar igualmente el que corresponda á febrero actual y meses sucesivos:

DE LAS CA TIDADBS DIARIAS DE LLUVIA, ESPRESADAS EN CE TÍMET.ROS C 'mcos y P ULGADAS CÚBICAS Q UE HA CAIDO E'.'é EL JARO! BOTÁ ' JCO DE LA 1\1. l. JuNTA DE COMERCIO DE ESTA CIUDAD ( 1 ), DURANTE EL MES DE ENERO IJE 184-9.

Ce ni a. Ctiba.

D ia.t.

L 2. 3. 4-. 5. '1.

7. 8.

9. 10. H. 12. 13. H. 15. 16.

17.

Sol. Nublado. Lluvia. jd. id. id. Sol . .. id. id. id. id. id. id. id. id. id. id.

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22. 23. 2L 25. 26. 27. 28. 29. 30. 3 l.

Sol. id. id. id. id. id. id. id id. id. id. . , : id. id. id.

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Cantidad m di a de llu v ia duran to e l mes d o e n ero.

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P 11ls. Cubs.

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( 4 ) Las otse r vaci oces son hec has diariamente á las ft de la La rde· asi, por ejemplo la observacioo del ~ia 5 de~e-entenderse e~ las 24 horas que median desde las i¡. de la tarde del di a 4 bast; igual hora d.:il dia 5. El r~c1p1ente del pluy16mFlro está colocado á 2 varas sobre el plan de l terreno ele! jardín, y eoteramenLe al descubierto. ·


Artículo

a.º

Causa8 ó agentes que ponen en accion ó modifican h vida de las plantas.

caso notamos que se r~nuevan estos órganos, Sea cual fuere el tejido que en los cuerpos reemplazando á los viejos otros que se han animados, ya sean animales, sa vegetale!", formado de nuevo para poder continuar el forme la_base de su organ-izacion, nel;esita mantenimiento y las creces del vegetal. para estimularse debidamente ~ concurso Lo que acaba·mos de decir de las raíces de ciertas ci rcunstancias, sin las cuales es puede aplicarse tambien á las hojas. Las muy c1ébil la vida. Estudiando con atencion funciones de estos órganos son menos -actilos fenómenos que se verifican en las plan vas en el ·verano que en la primavera, aun tas, descubrimos que estas circunstancias cuando en la primera de estas dos estacio sori principalmente la juventud y el frescor. nes sea mas intensa la luz y mas elevada la Cuanto mas jóvenes son los órganos del temperatura. La razon del hecho estriba en végetal es mayor su fuerza de vitalidad, ob que siendo las parles foliáceas de la planta se~vándose que los tejidos orgánicos van mas jóvenes en la primavera que en el veperdien.do de su accion á medida que mas rano, y mas abundantes en tejidocefolar, la se aparLan del nacimiento. l\lientras las parvida se manifiesta en ellas con mas vigor y tes de la planta conservan un estado de jude una manera tan pronunciada que no deja vent ud y de flexibilidad suficientes pua lugar la duda. Durante la primavera en á vivir, vemos que ejercen poderosamente tran en el interior de las hojas cantidades las funciones de que estan encargadas, aunabundantes de savia ó humores vegeta les que siempre en relacion con estas dos cirque llevan consigo una porcion mas ó mecunstancias principales . nos crecida de sales ó de otras materias inLas raices, que i:;on los órganos qu absolubles; y estas parlÍculas mineralógicas, sorven casi esclusivamente las materias de que la hoja no ba podido eliminar, quedan que ha de alimentarse el individuo vegetal, dep') iladas entre las celdillas de las partes no lo verifican sino por las es.ponj iolas de foliáceas, y la hacen perder insensiblemente sus fibras capil ares, si_endo casi nula la can su resorte vital, hasta que llega el caso ¿e tidad de savia que penetra por el cuerpo que se verifique Sü muerte y que desapaleñoso ó raiz central. ·Estas mismas raicillas rezcan del árbol que decora. Es de esta maque las vemos obrar con tanta energía mien · , nera cómo se esplica la ca id a de las hojas tras dura s u estado de juventud, van peren invierno, notándose que los vegetales que diendo esa misma energía graduadamente y las conservan todo el año absorven menos á proporcion que aunwuta la .dureza del te.cantidad cie sales que aquellos que las pierjido, hasta que ll ega un momento en que las Jen en invierno, ó qué por lo n1enos la orceldillas que forman estos ,:,rganos capilares, ganizacion de los pr imeros les proporciona llenándose de materias estrañas que conduce medios de arrojar las fuera- de la planta. el ag ua de vegetacion, pierden su r esorte y Lo que hemos dicho de las hojas y de las casi podemos decir su vida. Llegado este 4-1, TOMO l. 1 DE MARZO DE 1849 .

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raice:. puede aplicarse á las yemas. Estas, ba está. en que cuando una planta se ha visto como que son los órganos formados última- · privada de agua por mucho tiempo, aunque mente, son por lo mi roo los mas fáciles en de puc:. e la proporcionPrnos en crecida e timular e y los que primero funcionan cantidad, no puede reparar e ni tomar nueapenas asoma la primavera. En efecto, las vo vigor por haber perdido el tejido de las yemas ó botones, ya sea que contengan los raíces su vitalidad, la cual constituye la rudimentos de las ramas, ya que encierren fuerza absorveote. una flor, abren sus envoltorios tan pronto Si el e tado de desecacion de la mem bracomo la temperatura e "-ita el tejido de la na ó tejido vegetal no es completo, permite planta, y vemos que e ta se vi te de bojas y entonces que se le introduzca el agua con la de corolas, obligando á las re tante parle que e baile en contacto y de plieo-a nuevadel vegetal, principalmente á las raice , á mente su vida: mas i la de ecacion llega á que empiecen el curso de sus funciCloe . Pe- ser completa, podrá en ~al caso el agua enro desde el momento en que el tejido de las trar dentro de aquella de la manera que en~•emas vá perdiendo su juventud camtra ó penetra por una e ponja, cuya imbibibiando el tejido celular en membrana fibrocioo, que no e debida á la contractilidad, sa, se debilita la vida de esto •órganos ha la no e cita reaccioo alguna. e linguirse enteramente. A.demás de estas circunstancias que exige Hemos dicho que para que los órg:i.nos de el tejido vegetal para poder funcionar debila planta ejerzan bien u funcione , c¡ue damentt', es necesario que ha ya ciertos agenequivale á decir que tengan la e citabilidad tes que sean capaces de escitar la vida. eade que son capace , es nece aria cierta domos cuale . ean. sis de humedad. Las parte de la planta La luz solar es el agente que debe colocuaulo mas e mantengan en el e tado pricarse en primera línea, y nos prueba e te mitivo, mas su ceptibles son, en general, de • aserto el ver que una planta privada de la ahsorver la humedad y de contraerse con 1uz se pone de~colorida y enferma. Este vigor. flúido, cuyo modo de obrar en la vegetacion El teFdo celular de la planta no con erva dista quizá de ser tao conocido como mula vida ó la ruerza de la contractilidad si- chos creen, imprime por una influencia meno en tanto que las membranas sean flexidiata ó inmediata cierto movimientos en los bles. Para que gocen de esta propiedad es órganos, que los conocemos por sus re olnecesario que el tejido e té humedecido, lados. viéndose sufrir y basta perecer los órganos Una consecuencia natural de la accion de cuando les faifa la suficiente cantidad de líla luz es la descornposicion del ácido carbóquido que reblandezca su fibra. De e Le monic pero al propio tiempo vemos otro fedo e plicamos plausiblemente uno de los nómenos dependientes de la fuerza ó accioo medios de accion que el agua ejerce sobre de este mismo agente, que podemos llamar las plantas: obrando eiite elemento á la ma- - mecánicos, tales como la. espulsion de una nera de un cuerpo humectan te, produce á. la cantidad de agua que abundaba en la planta fibra un estado de flexibilidad que aumeny que solo babia entrado en ella como vehítándose á proporcion que tambien se auculo de materifls nutritiva _ E· to fenómementa el influjo de los agentes vegetativos, nos, de que nos ocuparemos con mas estenllega á despertarse la vida con toda la rapision en otro lugar de la fisiología, no se dez. y ruerza de que es susceptible-. operan cuando la planta se vé privada de la Cuando á un vegetal le disrr:inuimos el luz, y esto no¡; conduce á creer, atendida la riego ó el agua le falla enteramente, vemos concordancia armoniosa que hay entre las que sus raíces dejan de ahsorver, no solo funciones del veo-etal, que el lumínico es porque carece la tierra de líquidos, sino ab olutameote necernrio en la historia de la además porque las fibrillas capilares ban vegetacion. perdido su resorte con la sequedad. La prueE_I segundo e~citaote general de los vege-


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táles es el calor. Es tan evidente la parte que la temperatura tiene en la vida y desarrollo de las plantas, que obs_e rvamos como muere el individuo durante la estacion del frío. Este e~tado de suspension vital que debemos atribuirá la baja de la temperatura, cesa desde el moment0 en que el calor atmosférico escita los órganos de la planta, y vemos ya moverse libremente la savia por entre las celdillas, desv.rrollarse órganos nuevos, y crecer con estos los que ya existían. Con la aproximacion del inYierno el calor disminuye. los humores circulan con lentitud, las funciones de las hojas se debilitan sensiblemente, estos órganos desaparecen al fin, y vuelve entonces á entrar la. planta en un estado de muerte aparente que durará hasta que el sol de la primavera la saque otra vez de su letargo. De esta manera vá · pasando el individuo vegetal por fases tan encontradas, en la:,; cnales juega una parle muy principal la temperatura. Otro de los escitantes generales del tejido vegetal -es la electricidad, .advirtiéndose que cuaDdo este flúido abunda mucho en la atmósfera la planta real iza sus funciones con mayor rapidez que cuando falta este agente. Pero francamente hemos de Qonfesar que' la accion de la electricidad es hasta ahora tan oscu ra que no podemos declararnos sin mucha reserva en su favor. Además de estos agentes generales citaremos varias causas especiales que hacen que la planta escite proctigiosarnente su libra. Como primera de estas causas se presentan los golpes ó conmociones mecánicas. Cuando una parte del vegetal ha recibido la accion de un cuerpo eslerior contundente, sucede que en el punto donde se ha Yerificado el daño se acumula una porcion de savia á consecuencia del estímulo vital que se ha presentado en las fibras que sufrieron el desórden, f).cabaodo el fenómeno por formarse uri tumor que indica la reunion de los jugos nutritivos en dicho punto. Vemos demostrados los efectos de estas conmociones mecánicas si atendemos á la mayor robustez que Lieoen los árboles que viven en sitios elevados y espuestos á la accion del viento. Como que la agitacion del

aire causa sacudimientos masó menos violento3 á las-ramas y á las hojas, la vida se maní fiesta cou mayor intensid ad, la savia circnla con presteza, y todas las funciones de la nutricion tienen un mayor desarrollo. . Las pi·caduras que ciertos cuerpos esteriores producen sobre· el vegetal tambien escitan la vida y determinan fenómenos especiales. Véase lo que surede en las agallas. Para la formacion de este tumor haconcurrido primero la picadura de un insecto, de la que ha resultado t:n estímulo vital aumentado en la parte, y á este estímulo se sucede la acumulacion de una cantidad de savia que forma la agalla. Otro hecho que comprueba la accion estimulante de las picaduras se nos presenta en los frutos cuando los ha picado un insecto. Cuando esto acontece vemos que el fruto recorre con prontitud todos los períodos de su exi tencia, y que madura mucho tiempo antes que los que no han esperimentado el efecto de una picat.!ura. En esta teoría se fundan algunas prácticas que en gracia de la brevedad omitiremos, limitándonos á indicar solamente la que es tan comun entre nqe.stros hortelanos para hacer madurar ciertos frutos. Los que quieren adelantar la madurez de los higos, por ejemplo, les hacen un a picad ura con un alfiler y tapan el agujero con una gota de aceite. Otros acostumbran untar con el aceite el ojo que forma el higo en su parte superior, siguiéndose, si así se hace, á esta operacion un mayor desarrollo en el fruto. La teoría de este fenómeno es la siguiente: El alfiler ha irrirado con su accion punzante una parte de la fibra del higo : este estaJo de i_rritacion, como que ha producido un aumento de vida, reune mayo r cantidad de savia, y de ello resulta que el fruto aumente sus dimensiones y llegue á !a madurez antes de tiempo. El aceite con que se unta el ojo del higo en el otro método que hemos espresado obra de· una manera análoga á la picadura. 't!.:l aceite es una sustancia irritante para el tejido del fruto, de lo que se sigue que auhieote la circulacion en el higo y que recorra con precipitacion todas las fases de su vida. Aigunos agentes químicos, como el ácido


sulfúrico, el gas oxígeno y otras_varias sustancias que podriamos referir, son lambien escilantes muy poderosos del tejido de las plantas. Es muy deseo.nacido , el modo de obrar d~ estos agentes que debemos emplear con suma cautela si se quiere escitar con ellos la planla, porque siendo su accion quí.mica sumamente enérgica, parece muy peligroso su uso para. el tejido de los vegetales. La accioo,estímulanle de todos estos agentes físicos, químico y vitales. que acabamos de enumerar presentará moditicaciones distintas segun la particular naturaleza de l individuo vegetal sobre que obren. Por una disposicion orgánica que oo podemos com.prender la vida es diferente-en todos los ve-

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.¼36 getales, preseutándose en los unos con aclíYidad prodigiosa, mientras que en otros marchan todos los fenómenos con mucha lentitud. Esta modificaciou vi-tal será todav ía mas marcada. en los individuos segun las circunstancias de juventud ó de vejez de los órganos, segun el estado de elasticidad de la fibra, y segun finalmente el estado de humedad y de ilexibi lidad d~ los órganos. En la reseña que en los artículos posteriores haremos de las funciones nutritivas de la planta, veremos !;!l papel que juega esa contactilidad vital que hemos tocado en este artículo, y cómo ella nos conduce á esplicar una porcion de resultados que observamos.

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UTILIDADES QUE PRESENTA Las plantas ~n u a les recorren con la o ta sultado ventajoso en los inviernos en que presteza todos los perfodos de su vcgetacron, los fricis han entretenido la vegetacio~ en el que muchas veces las raíces no tienen apeinterior de la tierra é imp edido que los tana el ti empo suficiente para fortificarse, á llos se desarroll en con celeridad. Es pcr causa del desarrollo in stantáneo de los taesto por lo que lns labradores miran siemllos. Esta circunstancia se vé en el trigo tal pre como un buen- augurio la caída de las ,·ez mas que en otras plantas, ya porque se 1 nieves, que obrando á la manera de un inle cultiva en terrenos fértiles y bien prepa-1 vernáculo reconcentran el ·calor en el interados, ya por la$ labores esmeradas que se ri or del suelo, h acieudo qtre las raíces se 1 pongan mas gruesas y robustas. le dan. Acostumbramos sembrar el trigo claro, Pero cua ndo el invierno presenta una suaporque los retoños que produce durante la vidad cstraordinaria, ó cuando el terreno vegetacion del invierno van poblando con _ donde vegeta el trigo goza de demasiada ferlos abundantes renuevos que se despliegan tilidad, en este caso los tallos crecen de un en el cuello de la planta los espacios que ha modo tan precoz que despliegan sus espigas dejado la siembra, <;onsiguiéndose entonces sin haber formado retoños . Corregireu-.os con poca cantidad de semi lla cañas robusta .s este mal, que puede llamarse g rave poi:que :,' abundantes en trigo. Obtenemos este 1emengua la cosecha, empleando el medio del


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npacentarniento del ganado, ó bien segando Res.pecto al ganado lanar, que como ?calas hoja s hácia su tercio superior. Habln rebamos de ver debemos preferirio al vacuno mos del primer método que nos parece preó mular para el apacentamiento de los triferible al segundo por lag razones que esgos, lampoco será indiferente que d<!mospondremos brevemente . preferencia á los individuos jóvenes ó adulCuando note1:nos que el trigo ha despletos. D'eben elegirse, mas diremos, debemosgado grande abundancia , de ñojas , que el introducir en los ~rados solamente los cortallo ._vá creciendo con rapidez, y que se deros, porque co·n la suavidad de su mastiacerca la época de aparecer la espiga sin cacion no malogra rán las plantas en su cueque se hayan formado retoños, introducirello ó nudo vital, como lo hacen los carneros mos en el campo el ga nado lanar á fin de y las ovejas por la voracidad·con que ordique paste estas gram.ineas. Debemos hacer nariamente comen. El ganado lanar cuando que el ganado se apacente en porciones dees adulto, si se apacenta en los campos de terminadas y no dejarlo en libertad por el trigo, arranca· una porcion de plantas y discampo , porque en caso contrario cortará soloca otras muchas, y esto produce una pérla.mente la parte superior de las plantas sin dida notable para el cosechero. Por esta raque consigamos el objeto que nos proponezon apacentaremos solamente los corderos mos. Para ello será del caso que se contenen los campos de trigo, si queremos q1,1e nos. gan reunidas las reses por personas que les dé esta operacion todos los· resultados queestén á la vista, ó bien hacer un. redil donde son posibles y provechosos. se mantengan encerradas. Es conveniente Hemos de advertir que el apacentamiento que el ganado corte el trigo hasta flor de de los trigos ha de realizarse solamente en, tierra, si queremos obtener del pacentatiempos serenos y cuando el terreno esté mieñto todo el provecho que nos promete, seco. Sería una mala práctica in.traducir los porque entonces, faitando á la planta todas corderos en los campos sembrados de cerealas hojas y los brotes, se despliega una nueles en los dias lluvias.os ó en terreuos húva vegetacion en el cuello ó nudo vital, la medos, porque entonces ·\os animales, ·por cual dá abundantes retoños que forman tamucha que sea la snavidad de sus bo(:as, arrancan con facilidad muchas plantas y llos y que aumentan notablemente el número de espigas. Este resultado no se alcanzaponen apretado el suelo con el contíQuo piria si dejásémos correr con libertad á los soteo: esto prescindiendo de que ei trigo animales por rl campo. fresco, lo mismo que los restantes furrages, Preferimos para esta operacion el ganado causa daño al ganado, cuando tiene mucha lan·ar al vacuno por la mayor suavidad con humedad, por la cantidad de gases que desque el primero verifica el apacentamiento. - pliega en el estómago é intestinos durante la Las vacas y bueyes arrancarían muchas digestion. , plantas por la fuerz a de sus. quijadas y por Apacentaremos los trigos á últimos del la celeridad con que pastan fas yerbas : á invierno: si lo hiciéramos entrada ya la primavera no lograríamos el objeto que nos mas de que el -ganado vacuno presenta otro proponemqs, que es el de que las plantas inconveniente, y es que á. causa de la confipi:oduzcan retoños. El sol de la primavera, guracion de su boca no puede, cortar los principalmente si esta estaciones húmeda, pastos á flor dP. tierra como las oiejas y los escita fuertemente la vegetacion de las pnrcarneros. Y esta circ1rnstancia' es tan esentes tallosas, y se despliegan nuevas hojas, cial, '1ue no conseguiriamos el objeto si quev tambien de las cañas del trigo, sin que las dase en el trigo una parte de hojas ó de ta;aices se refuercen á pesar del apacentallos. Otro inconveniente aun resultaría de miento. Sin embargo no podemos establecer hacer apacentar los trigos por las vacas ó una época segura de practicar esta 9peralos bueyes, y es el daño grande que tal es cion, porque depende mas bien del clima y reses ocasionarian con el pisoteo, mn logrande la temperatura particular que se hubiese. do un crecido 11úmero de plantas.


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esperimentado en el invierno, que de otras circunstancias. La regla mas constante para ello será la de aguardará que los trigos tengan bastantes hojas, en términos que constituyan un forrage abundante para contentar el ganado. Si obrásemos de otro modo cometeríamos un mal demasiado grave, en razon de que no hallando los corderos la yerba que necesitaban, atacarían con sus dientes el cuello de las plantas é impedirían la creacion de los 'retoños. Algunos cultivadores aconsejan que seguemo5:.los trigos al empezar la primaveraen lugar de apicentarlos con el ganado. Este método, que desde Iue~o confesamos que tambien es útil, deja de presentar las ventajas del primero. La hoz, como que es un instrume_nto que corta con prontitud y suavidad, no detiene la vegetacion de los tallos ni hace que la vida de la planta se traslade á las raices. Los dientes del ganado, que obran mas mecánicamente, surten en cierto

modo efectos distintos. Las reses dejan de cortar las yerbas con la suavidad -y delicadeza que lo hace la hoz, y del magullamiento que efectuan en el tallo con la boca se sigue el que tarde mas en brotar la parte cortada y que la vegetacion se trasporte á las saices y nudo vital pata producir retoños .. Por esta razon, que está en armonía con los pr6ceptos fisiológicos, aconsejamos el primer método que la práctica ha demostrado i-gualmenle que debe preferirse. Por último debemos ad"ert-ir, que los trigos que se siembran muy á la entrada del otoño necesitf.ln mas el apacentamiento que los que se esparcen en la tierra á principios del invierno; y que tanto los unos comú los otros exigen .que tengamos presente, para determinarnos á esta operacion, la fecundidad del suelo en que el trigo vegete, y que apreciemos . las probabilidades, por lo comun engañosas, de la temperatura de las estaciones.

MEDIO DE CONOCER SI LOS AGUARDIENTES TIENEN O NO MEZCLA ·DE ORUJO.

El señor gefe político de esta provincia se dirigió á la Junta de Comernio en 11 de enero del año último, con el fin de que viese si • era posible hallar un medio que condujera á conocer la mezcla de 0rujo que puedan tener los aguardientes. La comision de la Ju~ta á quien se encargó este interesante asunto dispuso que se pasasen al acreditado profesor de química aplicadaá las arles, Dr. D. José Roura, dos botellas que 1a una contenía aguardiente puro de vino y la otra de orujo, con objeto de que procediera á prac,ticar las investigacicines ú operaciones necesarias , y

con encargo de que diese aviso del resultado de ellas. El Sr. Roura así lo hizo, dirigiendo en 20 de octubre últi~o á la Junta la comunicacion siguiente: «En contestacion al oficio que V. S. se sirvió pasarme en 15 de marzo último acompañado de dos botellfls llenas. la una de espíritu de vino y la otra de espíritu de orujo, digo déspues de enterado de cuanto V. S. se sirve espresar en él, que sin pérdida de tiempo procedí al exámen de ambos espíritus, ya tomándolos por separc1,~0s, ya mezclados en diferentes proporciones, y que despues de


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mil ep~ayos repelidos con varios reacli vos , noticia al señor gefe político de los trabajos puedo maoifeslar á V. S. que. el ácido suly medio descubierto por el catedrático de sus fúrico coucen lrado ha sitlo de lodos ellos el ~scuelas, señor Roura, pidiendo que se dieque mejor se ha prestado á la solucion del se la debida publicidad á uo. asunto de taproblema. En efecto, si se vierte dicho ácido fl?aña importancia para el fomento de }a agrien espíri lu de vino, eE.le al instante toma un cultura y comercio y pára el crédito de nuesviso opalino, al paso que si se vierte en es- tros caldos, y en debida recompensa tambien pirita de orujo, esle en lugar de lomar el vi- del mérito contraído por el Dr. Roura. El so. opalino lo toma amarillento, y eslo aun gobierno político así lo dispuso, y nosotros cuan<lD el espíritu de vino solo contenga un tenemos una satisfaccion en poder contribuir cuarto de su volúmen del de orujo. Si con á que se realicen en esla parte los deseos de lo que acabo de esponer he llegado á consela Junta, dando cabida en las columnas de guir el deseo de V. S., ,;ne cabe la satisfaccion nuestro periódico al escrito que refiere los de que V. S. me haya confiado asunto de reaultados obtenidos por el señor Roura en ta nta importancia.>> sus espcrimenlos. . La Junta con el celo que le distingue dió \

No sin razon dicen algunos cÜILivadores inteligentes, que es nias fácil establecer un prado que conservarlo des pu es de construido. El aspecto de un prado revela evidente-· mente el esmero del propietario, porque es probable que no baya ningun ramo de la agricultura que necesite mayorts cuidados. Todos convienen en que los pra~os son una de las _propiedades que dan mayor producto cuando se cultivan bien, y sin embargo ningu no se ocupa de ellos como debiera. Se engañan los que creen que las praderas no exig<-'n trabajos di-' conservacion y que la mayor parle de las plantas para pastos no necesitan ninguo género de cultivo: de este error, que es mas trascendental de lb que parece, nace la indiferencia con que se miran los prados, la poca ye.rba que ellos prodlicen, el poco fomento de lá ganadería,

y en último término la decadencia de la agricultura. Juzgamos de mucho interés esle punto del arte agrícola, y por ello nos proponemos dar al presente artículo_alguná estension. Las praderas ó prados permanentes exigen una porcion de labores de conservacion: reseñaremos las mas principales, siguiendo un órden melódico que facilite el estudio de materia tan importante. Entrando en ella diremos, que ante todo debemos limpiar cada año las zanjas inmediatas al prado, si las hay, el acueducto que conduce el agua, si está en descubierto, el aljibe -ó depósito, si lo tiene, y las regueras prin_cipale y de segundo órden que distribuyan el riego. Es necesario que se _ tengan estos cuidados, porque las materias diferentes que las aguas conducen se depo-


- HO po<lremús utilizar esta tierra como abono 1 sitan en el fondo de los conductos ó en sus por cuanto a hunda en prióci pios fertilizan orillas, y de aquí procede el que se obstruyan estos depósitos y acueductos, al propio_ tes, y distribuida po-r el prado aumenta la vegetacion de las plantas -y pt·oduce cosetiempo que se d;ficulta el curso de las aguas chas pingües. Pero esta práctica no tendrá v se disminu •e el valor positivo del riego_. lugar si las aguas arrastran eu su curso El crecimiento mayor que tiene la yerba en grandes cantidades de arena, porque · esta los bordes de las r.egueras es otra de las tierra, lejos de ser productiva, daña el suelo causas que producen el que se cieguen los de la pradera. Sin embargo, podremos uti.:onduclos por donde debe pasar el agua, y lizar esta arena en los puntos del pradu que el mal se· haria grave si no lo corrigiéserr.os abunden en hum-edad para destruir de esta con tiempo . manera los juncos y musgos que en ellos La época mas oportuna para dar estas lanacen. Como en ciertos prados no escasean bores será desde el momento en que se reestos sitios húmedos y cbarcosos, nos es dacoja el retoño, protmrando que se hayan ble destruirlos con las cantidades de cesped concluido á primeros de octubre par.a utilisobrante que saquemos de las regueras, con zar las aguas del otoño. Si los prados se las piedras qLLe halle mos esparcidas por el hacen apacentar por el ganado antes ó desprado, y con las malas leñosas y ramas de pues <le la segunda siega, convendrá que se arbustos que el terreno crie. Este proced iverifique antes de practicar aquellos trabaruiento nos presenta dos ventajas importanjos, porque de esta manera las reses aproles; la una. limpiar la pradera de cuerpos vechan una cantidad de yerba que ha quedañosos, y la otra cegar un terreno fangoso dad9 en los bordes de !as regueras por no que producirá luego crecidas cantidades de haberla podido alcanzar el segador con la guadaña. Las yerbas que crecen en. las ori1erba. Sucede algunas veces que en las primalJas de las regueras despliegan un cesped veras templadas y lluviosas se adelanta mu-mas abundante que las restantes del prado, por cuya razon debemos cortarlas Cí,lda año _cho la vegetacion en 1os prados, -y las orillas de las regueras las·vemos entonces pocon la laya de pala ú otro instrumento á bladas de yerba que no permite pase el riego propósito, y aun será prererible que los opecon libe rtad. Cuando ocurra este accidente rarios ¡;e valgan del cordel para dará la debemos segar esta yerba y limpiar de nueobra mayor regularidad y mas limpieza. Debe procurarse que las regueras conserven . vo los conductos para facilitar el curso espedito del agua. constantemente la misma longitud y latitud que las diésemos al establecer ei prado, esDebemos tambien examinar todos los años cepto el caso en que notásemos que el riego en la estacion del otoño los principales conno se distribuía uniformemente por defecto ductos y los depósitos 6 aljibes, procurando de los acueductos. Si en algun punto de las recomponerlos si por cualquier circunstanregueras encontrásemos desnivel, ya sea en cia dejan escapar el agua. Ténga e entendiel fondo, ya eo las orillas, lo llenaremos con do que el epas pequeño descuido ó negligenlas porciones de cesped que hubiésemos secia que tengamos en ello puede causarnos pararlo de las partes en que abundaba. Este daños considerables que están en el interés mismo cesped que arranquemos de los bordel propietario evitaF-. des de las regueras podrá servir para reemHemos de esmerarnos en que los copducplazar las .partes del prado que por una tos del agua estén dispuestos de manera que causa cualquiera hayan quedado despoblapodamos desviarla del prado en caso de lluvias abundantes. Cuan·do los manantiales das de yerbas, atendido que este cesped van crecidos , como sucede en el invierno, agarra coi:i una facilidad estraordinaria. Los ·conduct0s de las aguas; así como los arrastran comunmente cantidades de arena que obstruyen las regueras é inutilizan los aljibes y otros depósitos, deben limpiarse prados, por cuyo moti,vo importa estar muy cada año en toda la esteusion de su sucio, y


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á la mira de las avenidas de las aguas para evitar estos males. Si las aguas llevan cantidades de mantillo ó de légamo que puede ser provechoso á las plantas, podremos en tal ca.;o dejar que entre en el prado una cantidad de agua para utilizar dichas materias nutritivas. A medida que las plantas se preparan para florecer ha de di miouirse progresivamente el riego; y lo suspenderemos enteramente cu a ndo se acerque la época de la siega. Entonces deben abrirse las compuertas y desviar del prado el agua que ya causaria males á la cosecha. Igual mente importa mucho poner todo cuidado en destru-ir los animales que oca ionan daños á los prados. Entre estos debemos contar principalmente el talpo y el raton. Es difícil á los do · mantenerse tranquilos en un prado que se riegue con alguna frecuencia, porque el agua de truye sus madrigueras é imposibilita la reproduccioo de.ambos. Uno de. los m~dios mas fáciles para esterminar los talpos y ratones es el -de dirigir un riego fuerte hácia las cavernas ó escondrijo& que hubiesen formado en el interior de la tierra. Si e Le medio no es bastante, ha de echarse ya mano del recurso que presentan las trampas ó los lazos . El daño que oca iooan los t::d pos á los µrados no es precisamente porque roan ó incomoden á las plantas, sino por las galerías que abren en el interior de la tierra, que teniendo un agujero de entrada por la s uperficie del prado, el agua se introduce, sigue y se desperdicia por entre estas cavernas sin aprovecharse para el rjego. El objeto que oond uce al tal po cuando abre tales galerías es el de buscar los gusanos de que se alimenta, los cuales son tanto mas ab undantes cuanto m~s fértil y abonado esté el terreno. Conocemos los puntos donde hay estos escondrijos por lós montones de tierra que forma el tal po en la superficie del prado, ob~ervándo e, y ha de ser así, que las praderas mas abonadas y cuidadas con mayor empeño son las en que abundan mas los Lalpos." Los montones de tierra que estos forman no perjudican al prado sino cuando la yerba está ya muy crecida, pues si las plantas no han desplegado todavía

sus crescs son mas bien un beneficio, porque la tierra levantada puede esparcirse por la pradera y s-irve de uu escelente abono. No debemqs omitir medio alguno basta conseguir la deslruccion de los Lalpos; si los hay en crecido número causan· entonces daños de consideracion, -porque las vastas galerías con que atraviesan el suelo hacen que el riego sea irregular, y hasta á veces sucede que el agua se pierde enteramente. Cuando los montones de tierra que hubiesen levantado los talpos sean recientes, es muy fácil dístribuirlos por el prado; mas cuan.do son ya antiguos ó Cl.ientan mucho tiempo de existencia, nos obligan entonces á abrirlos en cruz y levantar con la azada ó con la laya las cuatro porcioñes de cesped que los forman, á depositar debajo la tierra removida y á colooar de nuevo las porciones de ces ped, apilonándolo convenientemente. Otro enemigo hay que temer todavía en ciertos prados, y es el llamado gusano de tierra. Esto? animales causan á veces ;nales de consideracion, principal mente en las praderas de secano, que súe-len obligarnos quizás á abandonarlas, ó por lo menos al desmonte. Se conoce la abundancia de estos gusanos por los _infinitos montones de materia que vemos .en la superficie del prado, )- que no son otra cosa que el escremeoto ó las escreciones de los gusanos. Y este mal es tan grave cuando ataca una gran superficie, que casi no tiene remedio. Este es tan penoso como incierto, porque si dejamos multiplicar los ta:lpos para que de truyan los gusanos se siguen entonces lo daños que ocasitrnan los primeros, con la circunstancia de haberse visto prados donde abundaban á la vez los talpos y los gusanos. El desmontar el teneno y destinarlo para otro cultivo tampoco será u·rr remedio seguro en todas ocasiones, porque no pocas veces se ha observado que pcrmanecian los gusanos en un terreno que por el espacio de tres y cuatro años se la había destinado á otras producciones diferentes de las del prado. Algunos cultivadores aconsejan, para matar estos animales, hacer u~o del bollin disuelto en orines y rociar con esta mezcla las praderas. Este método , que lo dan como seguro,


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obrará mejores efectos tod avía si antes de emplearlo rociamos el suelo cou una decoccion de las hojas del nogal, la cual hace qlle los gusanos se presenten en la superficie de la tierra . Nosotros no hemos e p.erimcntado ninguno de estos dos medios que acabamos de anunciar, y olamente podemos eecir en apoyo de ellos que los agrónomos que los indican nos merecen el mayor concepto y veneracion. Vegetan muy á. menudo en lo prados ciertas plantas que causan tambien malP.s considerable . Estos vegetales, que podrem os llamar parásitos, se ven en los prados viejos mas que en los que se acaban de formar. Sin embargó, en estos crecen á veces retoños de árbole.s ó ar bustos que existian antes de que el terreno se cambiase en pradera, cuyos retoños debemos cortarlos tan luego como se pre en ten. Algunas plantas parásitas, como el musgo y otras, suelen perecer en invierno por las aguas abundantes que recibe el prado; pero si no se verifica esta desaparicion, hemos de lim.piar en tal caso la pradera cuando llegue el mes de marzo, quitando con cuidado todas las llialas yerbas que á la par que invaden el terreno disminuyen notablemente la cantidad de yerba. El medio mas económico que tenemos para esterminar las planlas malas ó parásitas será el riego bien dirigido y las_aguas de buena calidad, no porque el riego produzca en las plantas parásitas cualidades buenas que no tienen, sino porque vegetando la ,yerba con frondosidad y prontitud sofoca los vegetales dañosos, y por último los mata. No obstante crecen en las praderas ciertas plantas parásitas que el riego no puede destruir: tales son aquellas que sus raices van á mucha profundidad, á las que lejos de serles el agua un elemento dañoso es mas bien un medio de proteger su desarrollo. · Cuando nos hayamos decidido á arrancar estas plantas parásitas convendrá hacerlo en época en que la yerba no se halle muy crecida, en momentos en que la tierra esté húmeda, y en las ocasiones en que los vegetales que queremos destruir no lleven ó tengan ya semillas. · ·

Si las plantas dañosas han invadido de tal manera el prado que no nos permitan recoger I-a yerba que corresponde á la estension del terreno, y si despues de practir.adas las operaciones que hemos dicho para destruirlas el mal continúa todavía, entonces debemos desmontar el prado para emplear el suelo en otro cultivo diferente. Las plantas parásitas, el musgo especialmente, atacan con preferencia los prados desu tanciados, de un terreno inferior y espue tos al norte. El musgo IIP.ga á veces á er tao abundante que destruye un prado y nos obliga á renunciar su cultivo. A pesar de ello podemos matar ó estioguir esta parásita por medio de un abono compuesto . Pero antes de distribuirlo es necesario que se rastrille fuertemente el terreno donde abunda el musgo y que se separe á la mano el que se ha arrancado con el rastrillo. Aunque por medio de esta- operacion las plantas de pasto sufran alguna dislocacion, no importará atendida la facilidad con que agarran nuevamente sus raices. La estacioo de la prima vera será la época mas á propósito de dar esta labor con el rastrillo, porque si lo practicásemos en otoño, como algunos aconsejan, las plantas correriao peligro pcrr quedar en descubierto parte de sus raices durante el invierno. El cornpuesto que podremos emplear para destruir el musgo de las praderas será cualquiera de los muchos que se usan en la agricultura. En primavera, y cuando las plantas empiezan á vegetar, podemos adoptar la ceniza, el hollín, el yeso, etc., esparcidos solos en el ·pra"do. La cal es tambien una sustancia útil para la destruccion de las malas yerbas; pero los químicos aconsejan que no se use mezclada con los orines porque destruye la accion de este líquido. Uno de los mejores abonos para los prados son los orines del ganado y las aguas que se escapan de los estercoleros, que recojidos unos y otras en hoyas destinadas al efecto nos proporcionan grandes cantidades de materias nutritivas, distnbuyéndolas por el prado en la estacion del invierno. Algunos cultivadores que han hecho uso de los orines de l ganado para distribuirlos en los


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prados, recomiendan que no se esparza esta arbustos, ponen los prados al abrigo de los sustancia. sino despues de que ha.ya sufrido vi e ntos frios que retardan la vegetacion. un estado de ferment acion; mas otros prác- Entre las plantas que use mos para las certicos aconsejan que no debe espe rarse á que cas /)ptaremos por aquellas que esquilman p:1.se tal estado, sino que debemos distrimenos la tierra con sus raices, las que dén buir los orines luego que se llene el depómay or producto en hoja, y en fin la3 que sito, asegurando que por la fermentacion la tenga n menos influencia dañosa sobre las orina pierde una pa rte de sus pri ncipios plantas de pastl). fertilizantes . Nosotros ádveniremos tan so· Acerca del apacentamiento de los prados lo que verd aderam en te se dP.sprenden con hay encontradas opini ones . Los unos prela fermentacion cantidades de gases que se tenden que es ventajoso este método, mienconve rtirían en su stancias nutritivas para tras los otros lo desaprueban de todo punto. la planta. Tenemos un medio de remedi a r Pero la razon creemos que se eQcuentra eneste mal, y.es el si g uie nte: Con ocemos qu e tre estos dos estre mos, y por ello podrá perlos orines qu e está n en depósito han entramitirse al ganado lana r que apacente los do en e lado de fermentacion, cuando exhaprados en aquell as ocasiones en que no puelan un hedor muy fuerte y apa recen burda causarle grave daño; mas en todos tiembujas que vienen á'" morir en la superficie pos debe mos a])stenernos de introducir en del liquido: entont;es echaremos en la hoya las praderas á los bueyes y á los-caballos y ó depósito una cantidad de ácido sulfúrico mulas, m:i yormente cuando la tierra está (aceite de vitriolo) y remQveremos dicho límuy húmeda, porque e;;te ganado causa quido basta que desaparezca el hedor. El g randes males con el pisoteo. o debemos dejar que entren en los prados los carneros objeto de esta operaciones detener ó impedir la evaporacion de los gases, porque el y ovejas sino en las temporadas en que la vegetacion esté adormecida .y en que las ácido sulfúrico se apodera del amoníaco . . yerbas 00 broten con vigor: en tiempos de Uno de los compuestos que obran mejor lluvias y en las épocas de riego dañaria á en los prados de regadío Son los huesos relas praderas el simple pisoteo de las reses ducidos á polvo. Esta sustanda ha de usarde lana, por cuya razon prohibiremos su se en pequeña cantidad, como por ejemplo entrada en estos momentos. Esta prohibila de tres arrobas por e,ada fanega de tierra, cion no se entiende, sin· embargo, para las y absteniéndonos de segar el prado apenas dehesas en que la yerba comunmente no se se hayan distribuido los huesos pulverizasiega, sino que las destinamos para el apados; pero luego le iremos dando el agua centamiento continuo. En tales prados poprogresivamente á fin de que la demasiada drá permitirse la iutroduccion del ganado accion de este abono no llegue á perjudicar en todas ocasiones, escepto aquellas en que las plantas . Esta distribucion de abono podrá practicarse en primavera ó en otoño, · la yerba debe tomar gran pujanza y desarrollo, y en los tiempos lluviosos en que los escogiendo siempre las· estaciones en que las piés del ~anado perjudican al cesped. lluvias sean mas frecuentes. Concluiremos este artículo recomendando Las cercas son de tanta. importancia para á los cultivadores el particular esmero que los prados, que seguramente es el medio debeñ tener en las labores de conservacion mas ventajoso de obtener cant_idades abunque exigen los prados, si quieren que los y dantes de yerba de conseguir que la CQresultados correspondan á sus deseos. secba sea precoz. Las cercas de plantas vivas, ya sea que las formemos de árboles ó

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REMITIDO POR EL CATEDRÁTlCO DE FARMACIA PRÁCTICA DE

LA oN1vrnsrnAD DE BARC ELONA, DR.

D.

JosÉ ANTONIO BAL1:ELLS.

Las mejores materias clarificantes del vino en general son la claras de huevo, si el vino es tinto, y la ictiocola, si es blanco. La ictiocola ó cola de pescado ha de ser de la quJ está en rosquillas ,ó en herradura, y deningun modo la que .e stá en láminas, planchas ú hojas. Estas se lhman por algunos gelatinas; y aun que sean de las mas trasparentes y claras, de las cuatro clases que hay, . son una cosa adulterada que lo que tienen menos es cola de pescado, clarifican menos que ella, y una vez dis uelta s se corrompen con mucha prontitud. La sangre, el car bon, las gelatinas y cuanto se ha ensayado basta el presente es menos eficaz, menos seg uro y menos limpio que las dos materias indicadas. Mas el uso de estas, como el de todas las cosas, requiere prudencia, sin cuya virtud nada s(acierta sino por casualidad; así es que la práctica de la clarificacion exige circunstancias , al parecer minuciosas, que el que las mire con indifirencia hará inútiles todos sus esfuerzos: el interés está, pues, en observarlas, y en esto me voy á detener. La clarificacion del vino, aunque · puede practic:\rse con mas ó menos Ce)ii éxito en todos tiempos, es muy conveniente se baga cuando la fermentacion primera esté apaciguada, en las estaciones frias mejor q,ue en las calurosas, en las secas mejor que en las húmedas y de mañana. mejor que por la tarde. Los primeros dias de abril, poco despues de haber salido el sol y cuando reine un airecillo de norte úJotro que se aproxime á él , ved ahi la época mas favorable á las opera-

ciones de cl.arificacioñ, las cuales consignaré en las seis siguientes prevenciones: 1. ª Di puesto todo lo necesario para la· ejecucion de lo (]Ue se dirá. desp ues, se destapará la va.sija que contenga el vino , cu:dando de que no entre ó eaiga polvo ni otra cosa cualquiera en él, porque la limpieza esel pñmer cuidado que en Lodo, particularmente en los líquidos, ha de procurarse. Empleo la voz vasija que significa generalmente una cavidad cualquiera en que el lí quid o esté envasado, sea pipa-, tonel, bota, tinaja, cántara, m3go, ó el m·ismo lagar si se •¡uiere, porque sería imposible, y aun inútil, escribir para LAnlas capacidades y variedad de vasijas como hay, y es fáci l reducirla:: todas por cálculo á una sola. cantidad determinada ó conocida. Solamente diré en general que. cuanto mayor sea la capacidad de la vasija tanto mejor sale en iguales circunstancias la clarificacion , y que un cosechero nunca habría de clarificar en vasijas de menor capacidad de la de una carga ó tres quintales, peso bien conocido por todos y susceptible de menos diferencias notables. Esta cantid¡id de una carga ó tres quintales es la que servirá de base para la designacion respectiv a de todo lo demás, y con especialidad de· las otras materias que correspondan á cada vasija para la clariffoacion. Mas ni aun asi pueden determinarse en rigor las proporciones de materiales clarificantes que se necesitan para cada cantidad -de vino ó para cada vasija, pues cada vino tiene s u diferente grado de color y turbidez, y exige por consiguiente la proporcionada porcion de material que lo clarifique. Aquí entrará el cálculo prudente del operante, que habrá de aumentar ó disminuir las proporciones que para la deter minada cantidad de una carga señalaré por _término medio. 2.• Por cada carga de vino se trasegarán


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ó pondrán á parte unas diez libras de él ·,

mas. Esto se funda en que cuanto mayor es porque sin desocupar algo la vas ij a no se le la altura ó profundidad de un fluido, mayor podria añadir y mezclar bien la disolucion espacio corre una misma cantidad de sólido clarifican Le de que voy á tratar ahora. que baja ó se precipita dentro de su masa, 3." En una corla cantidad de1 vino tracorno lo bacen los referidos clarificantes del segado, que puede ser la de dos libras por vino cuando solidificados por su alcohol, tacada carga del que se ha de clarificar, se ponnino ú otros principios, bajan á su fondo en dran, si ~s Linlo, cuatro claras de huevo , y forma. de una red que arrastra todas las hesi es blanco, una onza de ictiocola. En el ces que encuentra en su tránsito por largo primer caso las claras de huevo se han de que sea. batir y mezclar con aquel poco de vino , del Volviendo á lo que se ha indicado al prinmejor modo posible, en uno ó dos minutos. cipio, la disolucion de las claras ó de la icEsto se consigue perfectamente haciendo roliocola en dicha corla cantidad de vino es lo dar entre las palmas de las manos una caña mejor que hay para clarificar por sí solo, sin que por la parle que se sumerj a en el vino necesitar de otra cosa en el órden regular. esté hendida, hasta cerca de un palmo y me- Solawente advertiré: 1. 0 que en el caso de dio, en cuatro ó seis cascos que se mantengan ser el vino blanco muy espeso, ó el vino tinabiertos bácia la es~remidad con un cono suto muy negro, se podri;i. mezclar con dicha jetado allí dentro por varia:; vueltas de bra- disolucion media libra, poco masó menos, de mante. En el segundo caso, la iciiocola se leche desnatada por cada carga d~ vino: 2. 0 golpea fuertemente con un martillo sobre un que en el de ser el vino estremadamente ayunque ó plano duro , y estando ya bien débi l, se podría echarle antes de la disoluadelgazado se desmenuza cuanto se pueda cion como media libra del alcohol por carga; con unas tijeras; luego se pone en remojo por y 3. º que en el de sospecharse que pueda el ocho ó nueve horas, ó por una noche, con vino volverse agrio, se le podria echar al el vino que se ha dicho ser dos libras por mismo tiempo que b disolucion media libra, carga, pasado cuyo tiempo se calentará bas- ó mas ó menos, de creta en polvo, segun el ta cerca de hervir, revolviéndolo siempre grado de su acidez. para que se disuelva mientras esté al fuego 4.ª Como quiera que sea, se echa á la y luego se dejará enfriar. vasija del vino la referida disolucion, que se Ya se supone que la onza de icLiocola ó procurará mezclar tan íntimamente como se las cuatro claras de huevo son el término pueda co:i Lodo el v1no, meneándolo por esmedio que corre"ponde á cada carga del vipacio de 1O ú 1 f minutos con dos palos cuano que se hubiese de clarificar, y 4ue á mas drangul are , á l1Js que falle á lo menos mede 3umenLarse ó disminuir e prudencialmen- dio palmo de largo para poder llegar al fonte segun sea la calidad del vino, ha de ser do de la va ija. Tarnbien es muy útil que essob re todo con arreglo á su cantidad. Sin emtén encorvados por arriba para que no se eshargo, este aumento ó disminucion no ha de capen de la mano, y que tengan en .í ó 5 estar en proporcion matemática rigurosa; es parles de su longitud, y pa-rticularmente cerdecir, que si hay 2 cargas de vino no se ne- ca de su eslremo inferior, un ramito de arracesitan 8 claras ó 2 onzas de icliocola ó el do- . Iªn ó una muñequila de lienzo arrollado, ble de lo señalado á una carga; sino que bas- limpio y bien atado para que no se desprenda con la agitacion . Esta ha de ser e!l todas tarían 7 ½ claras ó 1 3/4 onzas de cola, y de este modo sucesivamente en cantidades direcéiones y á prisa, mas no tan fuerte que haga levauta r espuma al vino. mayores de beria disminuirse lo que corres5. ª Se vuelve á llenar la vasija con el responde segun la proporcion absoluta; a i como al contrario, si se clarificase la mitad so- ta::ile vino que se ha Lra3egado , ecbánuolo lamente de una carga de vino, no bastaría por un embudo cuyo pico llegue adentro del la mitad de las cantidades de materia cla- yino de la vasija, é inmediatamente esta se tapa, pero sin ajustar mucho el tapon hasta rificanLe por carga, pues se necesilari,1 algo


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haber pasado 24 horas, que ya e~tonces se tapará tan bien como se pueda , y se dejará en re.poso. 6.ª En 10 ú 11 dias el vino quedará perfectamente clarificado, y entonces será muy

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prudente tra%garlo por espita, y nó con sifon, á ot.ras vasijas limpias, donde se custodiará bien tapado hasta su despacho ó uso. JosÉ ANTONIO BALCELLS.

ESPERIMENTOS Y FENÓJIENOS AGRICOLAS. Debemos á nues~ro apreciable suscritor, el señor marqués de Chateaufort, el siguiente , escrito gue trasla_damos gustosos á las columnas de nuestro periódico: • « l\IANRESA 5 FllBI\ERO 1849.

tierra, poniendo en ejeéucion los adelantos y progresos que V. indica, y que sus luces

les sugieran. Estos abandonarán con intrepidez las erróneas prácticas de una ciega rutina, á despecho de las mordaces críticas de que serán el blanco. «Las juiciosas reflexiones con que enriquece V. algunos puntos de los que trata son de un palpitante interés, y atraen con desconocida fuerza á su imitacio_n. A propósito de las acertadas doctrinas que V. emite, paso á noticiarle dos ejemplos que las comprueban. . - «El primero relativo á si conviene ó no se-

«Sr. Director de El Cult.ivador: « Suscrito desde un principio al ilustrado y útil ¡Jeriódico que V. publica, babia id~ado mand arle de vez en cuando algun artículo, secundando las felices ideas que V. emite, supuesto que nos ofrece las columnas de aquel; pero las muchas ocupaciones que me gar las mieses .antes de su completa ma.dtirez, roban el tiempo no me permitieron realizarlo. el dictámen de V. es el mas exacLo. Lo pu«M.i objeto en la presente comunicacion se se en pl anta dos años consecutivos, y el relimita á suplicará V. que se uigne acceder sultado me dejo del todo satisfecho. En 1847 á los deseos que me hao manifestado varios evité los terribles·efectos de una fuerte gralabradores de que continúe V. el nombre en nizada, y en el úllicno de 1848 Jos no 1nenos catalan con que sea conocido cada vegetal, funesLos de unos fuertes vientos qúe mas tararbusto, etc., pues parece que la intróduccion de empezaron á correr. Otra ventaja debe de ese método puede lene~ lugar sin afear la brlllantez <fe una obra cuyo principal objeto . determinará los que todavía titubean , cual es el que el trigo se presenta mas granado será sin .duda promover una utilísirpa revoy hermoso, y en el mercado se vende unos lucionen la agricultúra; es decir, que camdos reales mas caro que el de igual calidad bie enteramente su aspecto, ya por las perrecogido· mas maduro. son¡i.s que en adelante se dedic¡u~n á el\a , «El otro, que se refiere al parecer de V. ya por los nuevos ensayos que- se plantéen. acerca de que el estar dem,asiado tiempo la «De hecho, muchos que cansados de andar por la escabrosa esfera de la política tra- aceituna en el árbol es una de las principatan de retirarse, dedicai;,án todos sus esfoer• • les cau~as que concurren á que no produzca zos al provechoso y honrado , cultivo de la fruto el olivo todi>s los -años, se halla contir-


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ruado en esta; pues cuantos olivos se elevan en el regadío, que son{,. centenares, dan una cosecha mas que regular · rodos los años, en los cuales la aceituna se recoge verde. para confitar; al paso que en los olivos del secano, dejan madura r, apenas c~yas aceitunas ofrecen una cosecha mediana cada dos ó tres años. <tConcluyo poniendo en noticia de V. un fenómeno que causó bastantes daños y perjuicios -en los olivares de este distrito, por si pudiese evi lar sus funestos efectos si ocu rria segunda vez. Durante el invierno de 18ti6, todos los olivos que se hallaban al rededor de corriente de agua se secaron en sus copas y ramajes, y fué necesario cortarlas á raiz ó por el tronco para que echasen de nuevo brotes; al . paso que los que estaban fuera <le la zona de las aguas se conservaron ilesos. Eso así, los olivares de las posesiones próximas á entrambas orillas del Cardoner, del Rafadel I y otros arroyos su frieron_ aquella desgracia, y los que se hallaban fuera de su alcance, como en las partidas ó pagos ele los Cosos-Sants, Santa-Clara, Culia, 11Jagrani s, Casa-Font, ele., conservaron su lozanía. «A mi entender unos vientos asaz recios, que reinaron en aquella época, fueron los que ca usaron una e pecie de quemadura en las ramas y tieru-os brotes de aqu ellos arbustos que por su proximidad á las aguas estaban mas tiernos y mojados por la neblina que les cubre gran parte de invierno y que levantan las corri ente ; y el mismo viento no pudo influir igual grado de quemazon en los que, libres de la humedad, tenían mas resistencia, si bien por no estar en sitio mas abrigados , antes mas de pejado , debieron sufrir el azote de aquellos vientos con mayor inten idad si cabe, como se desprende cotejando la elevacion de los lugares que ocupan respecti v,tmen te. «Es de V. el mas afecto, Q. S. M. B.

favoreciéndouos, y tarnbien á la clase agrícola, porque á ella interesa 1:obre manera que agricultores tan ·distinguidos y personas tan entendidas como el señor marqués de Cháteaufo~t la dediquen _algun_os ralos, aunque sea robándolos á otras atenciones, para publicar sus esperiment.os , sus observaciones y el producto de sus trabajos teóricos y prácticos en todo lo que concierne al cu! ti vo del campo. Por lo que á nosotros toca nos es satisfactorio en estremo que nuestras doctrinas se vean sancionadas por los hechos y esperimentos de la honrada y benemérita clase labradora á quien dedicamos nuestras tareas ; y así como nos lisongea publicar los buenos · resallados que produzcan nuestros consejos, del mismo modo daremos tambien al público, con nuestras- observacfon.es, todas Jag que nos participen los cultivadores que abandonando las añeja$ rutinas se entreguen con fé y aplicacion al ensflyo de los adel antos que consigna en sus máximas la ciencia agrícola, que debe contarse entre las primeras de las ciencias, ya por su objeto, p por la altura á que la ban colocade esos mismos adelantos y los estudios de los sábios. El señor márqu es de Cbáteaufort, haciéndose intérprete de los deseos de varios labrádores, nos pide que cuando tratemos de algun vegetal ó planta, ele. espresernos el nombre catalan con que sea conocirlo , además del que le ea propio científicamente ó en el idioma castellano, y así lo ba remos en lo sucesivo, _atendido que nir;igun inconveniente exi ste para ello . Hasta ahora no lo habíamos adoptado como regla gen eral porque no escribimos solo para Cataluña ; pero repelimos r¡ ue serán cu m pi idas las indicaciones del señor marqués, supuesto que nada influye esto en las bases de nuestra publicacion, y que el crecido número de suscritores con que <:onlamos en Cata! uña es muy acreedor á que sean realiza dos sus deseos aun en puntos de Eí. M. DE CBATEAUFORT .)) mas consideracion. Diremos ahora al señor marqués de Cháos re ta ahora manifestar al señor marleaufort,que nos es muy seusible vernos priqués, que _siendo de grande importa ocia el vados de los escritos que se babia propuesto. fenómeno obs~rvado en los olivares de Mandirigirnos de vez en cuando, y esperamos resa, nos reservamos ocuparnos de él epaconfiadamente que en lo sucesivo continuará radamente en uno de los. próximos números.

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ADIIINISTRACION Y ECONOMIA POBLICA EN SIJS RELA.OIQ1'1ES 001\I LA. A.GRICIJLTURA..

-----~--La falta de iustruccion agrícola, que por

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indicaba Jovellanos. Anduvieron mas y mas desgracia existe entre nosotros, no es un . todavía los años, se presentaron nuestros mal que esté limitado á nuestros dias. Cuandias envueltos eu la misllla ignorancia agrído apenas asomaba la era cristiana ya concola, y las quejas del antiguo Co)umela lletábamos con el mas sábio agrónomo de la gan á nuestros oidos repelidas por uno de autig'ü.edad, el inmortal Columela, que se esos ilustrados y diguísimos comisionados quejaba del abandono en que yacia el arle r_egios que dan honor al pais en que nacieque nos enseña el cultivo de los campos. ron y al gobierno que los nombra, y cuyos Anduvieron los siglos sin que este mal conplanes y proyectos, de que ofrecemos ocusiguiese Lodo el remedio que reclamaba, é parnos, son íos únicos de que hasta hoy teiguales clamores eran· repelidos por otros nemos noli_cia, porque tampoco hemos vist'o dignísimos patricios, entre los que se cuenta sometidos al dominio de la prensa los de los el no menos célebre Alonso Herrera, tenido otros señores comisionados, cuyos nombrapor mucho tiempo como el Columela de la mientos, sea dicho en verdad, son de unas España moderna, y agricultor el m_as disfechas posteriores. tinguido del siglo diez y seis. Avauzaron Y sin embargo de esas quejas y clamores, mas los días; el cultivo de la tierra contipeticiones y lamentos la instruccion agrínuaba en la misma oscurirlad y falta de eu- cola continúa en un estado de abandono inse.:íanza que deja sepultadas en nuestro sue- concebible é indisc ulpable. Cierto es que lo las inmensas riquezas que de él pueden hoy se a~pira á que reciba algun soplo de sacarse., y las quejas y lamentos por el vida y á que se opere la revolucion agríco13 abandon o en qoe per;nauecia la ioslruccion que á gritos pide la existencia de nuestra agrícola eran repelidos por otros españoles sociedad; pero los primeros impulsos que tambieu inmortales, <le los que solo citarevernos y los demás que se preparan no son mos á Jovellauos, verdadera antorcha del tau generales como quisiéramos, ni tau efisiglo diez y ocho, ~l cual, no solo pedia la caces como debieran, por -mas que no desenseñanza pei:.fecla del arle y ciencia agra- 1·onozcamos las dificultades grandes que han de superarse antes de que veamos estableria, sino que señalaba el buen camino que - al efecto babia de seguirse, formulando y cida en nuestra España la enseñanza de la presentando sus pensamientos y proyectos: c;eucia del campo de la manera que exigen proyectos y pensarnieutcs que son aplica- nuestra siluacion y nuestras necesidades. Inútil es que digamos ó qúeramos demosbles en grao parle á la época en que vivimos, y que por ello quisiéramos verlos rea- trar, porque todús lo saben, la ignorancia lizados en todo lo posible, ya que se ha em- que se encucqlra en la generalidad ó en la pezado á haserlo 9frecieudo premios á los ·mayor parle de nuestros labradores y propietarios. Los unos no conocen la agriculescritores de obras de agricultura 1 segun


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lura mas que corno un oticio sin haberse podido persuadir, porque no se les dan medios para ello, de la esfera tan alta que ocupa enlre las artes y las ciencias; y los otros, envueltos tambien en la misma ignorancia, abandon:rn sus propiedades á merced de las manos rutinarias, sin sacar de sus tierras los productos cuantiosos que la aplicacion y el estudio babian de proporcionarles . Tampoco es hoy nueslro ánimo encarecer ó patentizar la importancia de la enseñanza agrícola, porque es demasiado sabida, y menos probar que ha llegado la época crítica de plantearla en España, porque tambien esto es notorio y lo comprende rnuy bien el gobierno y todo hombre pensador. Partiendo ya nosotros de estas verdaJes ó principios que antes hemos tocado en nuestro periódico, y abogando por la clase ma!digna, be ne rnéri ta y numerosa de la sociedad, ped imos cun todo encarecimiento que la instroccion agrícola se planlée muy en breve entre nosotros, y que al hacerlo se tengan en cuenta los conocirnieutos y adelantos ohtenidos en los dia en que vivimos. Si las necesidades agrícolas siguen y si no se acude á su pronto remedio los momentos se pierden, los resultadvs sociales pueden ser funestos, y desatendemos completamente el primer objeto que debe llamar toda nuestra atencion, cual es el fomento de los verdaderos intereses materiales del país, único camino de prosperidad y ventura que puede abrirse á los que siguen obcecados por la senda tortuosa de una faotá tica política y de una mentida filosofía. Y tenemos derecho á pedir que se acceda á nuestras súpl~as, porque ellas son dirigidas al logro del bienestar de la clase que mas contribuye al sostenimiento de la naciou, aunque es la mas olvidada, y porque toda vez que inspiran tanta predileccion otros ramos muy secundarios de la administracion pública, muy justo es que el Estado tenga y ,:o tée cátedras y e euelas donde se enseñe á ser ilustrados labradores, ya que las tiene para la veterinaria y para aprenderá cantar y declamar. La instruccion ó enseñanza de la agricultura debe abrazar una zona tan esten a, que TOMO

I.

comprenda desde la ciudad mas populosa hasta la mas pequeña aldea, desde el bombre científico hasta las primeras concepciones de la infancia, desde el propietario mas rico hasta el mas pobre y humilde labrador. Para ello los trámites de la enseñanza han de ser graduados y adaptables á las diferentes capacidades, disminuyéndose y simplificándose las teorías mas abstractas de la ciencia ,!lasta el caso de bermanarlas con los ejemplos palpables de la práctica, y de reducirlas á máximas ó verdades y hechos sencill?s 9t:e no hayan de c~nsar al mas tierno rac1ocrn10. 1\Iirada ó considerada esta inslruccion bajo el ancho punto de vista que lo hacemos, depende su establecimiento en la parte mas esencial ó primera del gobierno que ba de facilitarla, y en su parte secundaria de los particulares que cultiven luego, digámoslo así, esa misma inslrucci on por medio de asociaciones en las que el gobierno tenga solo la influencia protectora,á que no alcancen los esfuerzos aislados ni colectivos de los individuos. La enseñanza que el gobierno está en la obligacion de procurar ha de recorrer los di versos períodos que exige su naturaleza y la. vida y circunstancias de las personas que han de recibirla. Al intento nosotros la pondríamos en armonía --y aprovecharíamos la existencia de las e~cuelas que se conocen para las varías carreras segun las disposiciones ó plan vigente de e tudios, de cuya manera seria mas fácil establecer la enseñanza de la agricultura , y menos por con iguiente los ob táculos que babrian de removerse. Tratándose de que esta enseííanza sea una verdadera carrera, como debe serlo, y m·as importante y atendible que otras mucbas, ino todas, porque afecta á la maye.ría de los españoles; y debiéndose poner al alcance de la numerosa clase labradora mucba s de las doctrinas de la ciencia del campo , la instruccion agrícola d~be comenzar por las primeras y mas sencillas nociones que se adquieran en la infancia, á fin de que los jóvenes,utilizando esas primeras impresiones que siempre son mas permanentes, conciban algunas ideas de lo que realmente e la ngri42.


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se necesita igualmente si hemos de tener cultura, mediten despues algun tanto y se esos hombres que aprovechasen su carrera familiaricen eón ellas, aspiren luego á amen la direccion de los grandes pro yeotos y pliarlas, se aficionen á su estudio, y se perempresas que tuvieran por objeto la mejora suadan al menos de que cultivar la tierra de la agricultura en una ó mas provi ncias ó no es solo el producto del arado, de las yundistritos. Esta en señanza. superior ó de amtas y de la azada, sino la aplicacion de los pliacion es la que deberia darse en las uniprincipios reconocidos por la ciencia. Para versidades, bien en todas, ó solo en aqueestos rudimentos primeros de la enseñanza llas que acor.sejase el detenido estudio que sirv·en los catecismos de agricultura, y en debe hacerse de las necesidades y divilas escuelas de instruccion primaria es donsion del territorio en la parle relativa á la de deben estudiarse. instruccion. - Cimentado el corazon de los jóvenés con De esta enseñanza obligatoria respecto al estos conocimientos prelimioares; desterragobierno, porque él es el qu~ ha de planteardas las preocupaciónes que produce la ignodestinando al efecto la parle necesa-ria del la rancia; procurada la aficion al estudio de la presupuesto del Estüdo y los recursos que agricultura como ciencia y como arte, y con. pudieran facilitar los mi smos alumnos, los seguida esta importante prepa racion , ha de i)Ueblos ó las provincias, uaceria preci sa y empezar ya bajo buenos auspicios la ensenaturalmente el fomento que los particul a jianza ea una escala mas dilatada . Esta enseres darían á la instrucci,,n de la ciencia agrañanza es la que-comprendemos debe ria darria, sin necesitar del gobierno otra cosa mas se ea los institutos provinciales, donde ea que proteccion en los casos que fuera indiscursos determinados se aprendiesen las docpensable. Entonces apareceria·n y se multitrinas que han de abrazar unos buenos eleplicarian las Comisiones, Sociedades y Mumentos de agricultura y tambien la práctiseos agrícolas que servirian para distraer al ca necesaria para los cultivos mns usuales ó comunes, á cuyo fin los institutos habrian de hombre ilustrándolo mas -y mas, para comunicarse mútuamente los adelantos que se contar con un local ó estable1:imieoto donJe hacer los esperimentos indispensables. De obtuviesen en las doctrina s y prácticas agrílos institutos no saldrian los agrónomos con- colas, para dar publicidad á los nuevos insumados que para serlo habrian de cursar . ventos, para defender la agricultura en las regiones del poder y procurar que adquiriese otras escuelas; pero producirian hombres de el valor y prestigio que de justicia se la deiustruccion suficiente parí! dirigir el cultivo be para reunir las preciosidades agrícolas de sus propiedades , para encargarse de la que el estudio y las observaciones.produjeran, direccion de lasagenas, para el desempeño de y para hacer en fin dé la instruccion el uso ciertas y determinadas comi::iones ó d~stiprovechoso que debe hacerse en un pais cunos del gobierno, y para enseñar con su ya riqueza principal consiste en las producejemplo hasta á los mismos operarios de ciones de su suelo. quienes se valiesen para el trabajo material Anunciadas las ideas generales q.ue no~oy mas pesado de-las faenas agrícolas. Despues de subido este segundo escalon tros tenemos respecto á la enseñanza ó insen la enseñanza, falta uno mas elevado ó sea Lruccion agrícola , en artículos separados el complemento que corresponde darse en descenderemos á los detalles ó pormenores las escuelas superiores ó de ampliacíon. Allí de cuanto comprendemos que corresponde es donde habrían de estudiarse la ciencia y debe abrazar cada uno de los grados que agrícola y las que le sirven de auxiliares con ·hemos señalado á la misma enseñanza en lo )a estension y de la manera que se ;_iecesi ta que consideramos obligatorio ó que ha de _ para adquirir hombres . científicos y verdaemanar del gobierno, así como Lambien nos deros profesores, y allí tambien habrian de ocuparemos de las asociaciones ó establecipracticarse los ensayos y los ~jemplos en otra mientos cuya iniciativa y fomeQto pertenecen escala mas "dilatada todavía, que es la que á los particulares.


PARA LOS GANADOS.

Perjuicios que acarrea el escesivo precio a que s-e espende y la irregularidad en su distriimcion (4).

El alto precio á que se espende la sal e~ Úna de las causas mas poderosas, como dejamos dicho ya, que se oponen al fomento de la ganadería e pañola, que coopera á la ruina de los emprendedores de tan indi spensable industria porque aumenta los demasiados sacrificios que bajo mil conceptos tienen que hacer, y que obliga á que no pueda ponerse en la cria de ganados el esmero y asiduidad que se requiere por el poco 6 ningun beneficio que les reporta, pues ninguno que sigue una indusfria con disgusto , que continúa con ella·sclo por conservar, esperando época mas favorable, piensa en mejorarla parque no puede conseguirse sin hacer desembolsos que no permiten el estado actual de la ganadería. Al escesivo precio con que tienen que proporcionarse pastos, cuando menos 1O rs . por cabeza únicamente en los estremos 6 durante el invierno; al pago de multas por quejas muchas veces infundadas y por tanto arbitrariamente aplicadas, que hace puedan llega r á una cantidad d~masiado crecida cuando todo el daño caurndo , dado caso de haberle, apenas asciende á sumas insigniqcantes; á la poca estima que tienen las lanas, á su poca saca, á no poder competí r ya en los mercados estrangeros; á los percances que acarrean los influjos atmosféricos por la mortandad de infinitas cabezas en los rebaños; á lo mucho que ha subido el manteni(1 )

Véase~¡ número anlerior, página 4-27,

miento de los pastores, vaqueros y yegüeros, y á otras mil cosas que pudiéramos citar, sa junta e\ exorbitante precio de la sal, y lo que es mas sensible, sorprendente y cbocante la desigualdad de valor con que se espende , cuando para todos debia existir una ley, un precio único, al menos para los que de la sal hacen un uso doble , que la consumen bajo dos conceptos, para las necesidades domésticas 6 para sí y para su industria. La cria de ganados es una verdadera industria, y si se fuera á analizar en su orígen y resultados, no podria menos de conocerse y confesarse que la primera que emprendió el hombreantes de su civilizacion, antes de estar- reuriido en sociedad, fué la industria pecuaria que de ella emanan las <lemas arles industriales. Justo será mirarla con predileccion. Si el allo precio á que toda vía dicen Ia adquieren los armadores y fomentadores de pesca, los fabricantes de productos químicos y esploladores particulares de minas, á pe ar de que se la dán en los almacenes y alfolíes á coste y costas , perjudica á sus industrias, ¿con cuánta mas razon deben quejarse los ¡ranaderos que la pagan al precio general ? No es esto solo , sino que no la encuentran con dinero en mano en los puntos donde mas falla les hace para la conservacion de lasalud de ::;us ganados, cual sucede en las sierras mientras veranean. Quejas multiplicadas han dado de esta falta de surtido, que á tantos males les espone y que tantas pérdidas les origina, y sin embargo pocas 6 nin-


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guna vez han hallado el oportuno remedio. La carestla y la falta de sal ata las manos á los ganaderos, paraliza su industria, la embot,1, la sofoca, la debilita y hace que los ga-nados desmerezcan y enfermen, que rindan menos productos pues casualmente, es la época en que brotando y-formándose la lana es _cuando adquiere la;, propiedades buenas ó malas que la han de distinguir en lo sucesivo, siendo un resultado natural el embastecimiento por no poder suministrar á las re3es los cuidados asiduos que en tal estado reclaman, y de aquí perj uicio5 incalculables, además de evitar la subsistencia á un sin número de familias que darian al Erario aumentos considerabl es, pero que ni puede tener· ni tendrá jamás mientras no se modifique el sistema actual en punto á saJes, interin no se rehajc su val or para los ganaderos, hasta que no desaparezca este obstáculo que tan poderosamente se opone á la prosperidad de la industria pecuaria. Siendo la sal un artículo con que el autor de la naturaleza ha enriquecido felizmente á nuestro suelo; estando rodeada la España de costas, habiendo en ellas capacidad para salinas, y existiendo pozos y lagunas en diversos puntos, no puede menos de sorprender, aun á los hombres mas despreocupados, el que se espenda tan cara y c,rn tanta irregularidad una materia de absoluta necesidad para la existencia, mucho mas tetiéndola con tal abundancia que podemos abastecer á toda la Europa, despues de surtirnos con profusion basta la saciedad. Sin embargo, los estrangeros que carecen de ella en sus _paises abundan á poca costa de esta especie, y el español, el ganadero, el h_ijo de este suelo tan abundante, ba de sacrificarse, arruinarse, dejar que sus ganados enfermen y mueran á la vista de inmensos montones que se envejecen sin consumirse, estorbándole ó cuando menos exigiéndole multas escandalosas si abreva sus ganados en aguas salobres que van á perderse en medio de los mares, sufriendo con paciencia el ver formar y publicar reglamentos muy prolijos, prodigar muchos sueldes y jornales con solo el objeto de inutilizar y des~ruir los productos salinos

que la naturaleza nos prodiga para que nos aprovechemos de ellos como lo hacemos con el agua y con el aire, pero que se prohibe el que los use el ganadero, el industries,), cualquier español á tin de obligarles para _que se provean en los almacenes de la Hacienda pública á costa de grandes sacrificios, !,in reparar ni reflexionar cual se debia el si semejante sistema podrá acarrear perjuicios de trascendencia, si arruinará á los que empreridan ciertas industrias para cuya conservacinn y fomento es indispensable el uso de la sal. Si perjuicios de consideracion acarrea el alto precio de este producto natural , no son menores los que origina él medio establecido para adquirirle los ganaderos. Antes se calculaba el peso de una fanega de sal en 150 libras al precio de (i.2 rs. y ahora se encuentra reducido al de 112 libras, y ef:tas tan e3quilmadas cual es consiguiente al hacerse cargo los ad miuistradores de los alfo! íes de grancies entregas para su derrama ó venta que se verifica en infinitas veces y en multiplicados pesos, de lo que se subsiguen daños incalculables á los ganaderos. Es tam bien sorprendente y en lo que debió pararse un poco mas la atencion cuando se mandó en la ley de presupuestos de 26 de mayo de 1835 el que los ganaderos que consuman mas de doce fanegas de sal se les suministre estás en las mismas salinas sin necesi-dad de acudir á los alfolíes ó <lemas puntos en que se espenda, y la real órden de 20 de julio de igual año, en que para obtener un libramiento y sacar las mencionadas doce fanegas se ha de acreditar con testimonio j ustiticado poseer el ganadero mil reses, concediéndoles la gracia de poco mas de una fanega al año por cada cien cabezas, cantidad insuficiente en el ma)'Or número de circunstancias, como lo demuestran los hechos matemáticos del exámen químico de las partes sólidas y flúidas que componen el cuerpo de los animales, resultando graves perjuicios sino se les proporcionan los materiales precisos para el desarrollo y conservacion de la salud , si es que no se quiere la desmejora , ruina y muerte la preciosa y en algun modo desatendida industria pecuaria en ciertos de sus ramos mas


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importan les, cual es la cria y fomento del ganado lanar. Por qué motivo se han de lener como de peor condicion los ganaderos en pequeño, los que no reunan mil reses, siendo como son los mas necesilados, los que disponen de menos recursos y cuya industria esde absoluta necesidad fomentar y proteger, puesto que en rigor es la única que debiera existir, y que todos los esfuerzos debieran dirigirse á hacer ver á los labradores por los hechos, que ellos y nada mas qu~ ellos podian y debian ser ganaderos, pQrque únicamente ellos son capaces de aten·der al mantenimiento fácil y económico en las reses y á la refinacion de las lanas? Qué razon hay para que sean menos acreedores los que no puedan mantener mas que 200, 400 ó 500 cabezas, cuando si se tiene en e uen ta el valor de los pastos y el al lo precio de la sal, se ab orven todos los productos? No sorprende á cualquiera el que el ganadero que tenga 999 reses no puede disfrutar del beneficio que se dispensa al que posee 1000? Por qué no se les ha de conceder á los que se juntan en parcería y componen por la reunion de sus pearas el número marcado por la ley ? ó qué motivo puede haber para que no se les venda directamente en las salinas la sal que necesiten , á prorata del número de reses que acreditan poseer? Ya que el Gobierno ha favorecido á los que se dedican á olr~s industrias concediéndoles la gracia de proveerse de sal de un modo mas ventajoso que á los ganaderos, ¿ por qué motivo no han de poder estos obtener tan indispensable -niateria á coste y costas, sacándola de los alfolíes ó administraciones en los mismos términos que aquellos lo veri-

fican? No es la industria pecuaria tan indispensable, y si cabe mas, que las que tan directamente se favorecen? Y no resultarían los mismos 6 mayores inconvenientes si llegára á desaparecer? Y no es justo y razonáble se tienda una mano protectora á la primera de las industrias, á la base de la agricultura, roas bien que procurar el desaliento de los ganaderos , los euales teniendo una ruina próxima destinen para carne sus'reses; puesto que en vez de utilidades no esperimentan mas que pérdidas, esponiePdo en tal caso á la nacion á los perjuicios demasiado trascendentales que semejan te resol ucion originaría? La Presidencia de la Asociacion general de ganaderos recurrió al Gobierno solicitando el que sdacilite la sal á los ganados á coste -y e.islas , asi como el que á los que tengan i"nenos de mil cabezas se les veoda directamente á prorala del número de reses que acrediten poseer , Jª individualmente, ya reuniéndose las pearas de algunos, como se manifestó en el acta de 27 de abril. El Excmo. Sr. ministro de Hacienda. pasó en contestacion una real órden á la Presidencia manifestando qu·e el Gobierno nada podia resolver de por sí en este asunto sin anuencia de las Córtes, pero que propondría un proyecto de ley con tal objeto, habiendo resuello formar sin levantar mano el oportuno espediente. Con ansia debemos esperar su presentiicion y favorable resolucion , p11es de este modo los ganaderos esperimentarian un alivio entre los muchos·que necesitan se les concedan. (Revista d~ la ga'Tladería española.)


'trc los pumt.os que la .S.ociclla~ C!Econ.ómirn lit 2lmigos lid Jl)ais lle 2lsturias .ofrccr ~ alljullicará .m 19 lle 11.ouinnbre 'tre 1849.

A.GRICIJLTIJRA.. 1200 rs. al que acredite haber sembrado con bellota, nuez ó semilla de piño del Norte un bosque de asiento en -terreno cerrado de cabida de diez dias de bueyes, y que haya sido cultivado solo con este objeto. 1000 rs. al que en igual estension de terreno preparado al efecto justifique haber formado un bosque de pino comun ó acácia cer~ado con cárcaba , seto ó pared en los partidos judiciales de Oviedo, Laviana, lnfiesto, Belmonte, Pravia y Lena. 800 rs. al que acredite haber plantado mayor número de nogales, castaños ó robles no bajando de cuatrocientos pies , teniendo particular cuidado de colocarlos á urta conveniente distancia entre sí, en conformidad al tamaño del árbol y la calidad del terreno.

NOTA. · Estos premios se entregarán á los dos años_despues {!,e hecho el plantio ó siembra, si se conservase en buen estado ,"y en iguales circivnstancias al que lo hubiese verificado en mayor escala. 640 rs. al que acredite haber sembrado cinco dias de b~eyes de árgoma gallega en terreno cultivado al efecto en el partido judicial de Oviedo.

NOTÁ. Este premio no se entregará hasta los tres años d( arraigada;y.bien conservada) l árgoma. · -

.rno rs. -al labrador que en el mismo concejo de Oviedo, y en terreno que haya dado trigo ó escanda, siembre cinco días de bueyes de semilla de nabo gallego

mezclada con trigo ó escanda; cuya siembra deberá hacerse en el mes de agosto. 320 rs. al labrador que acredite haber sembrado á riego grano de maiz en mayor estension de terreno en el partido j udicial de Oviedo, no bajando·de seis días de bueyes , y despuntando el maiz á su debido tiempo. 1500 rs . al cultivador ó propietario que verifique en ocho dias de bueyes ·á lo menos, y en un mismo terreno la siguiente alternativa de cosechas. En 1849 preparado el terreno, sieml.Jra de patatas , recogido este fruto se hace la de tri go ó escand a que se colecta en julio ó agosto siguientfl, se abona el terreno para sembrar nabo gallego mezclado con trigo ó escanda para forrage en i_nvierno y primavera de 185-1. EJl seguida siembra de maíz á riego despuntándolo á tiempo oportuno, mezclando habas, y sembran. do al arrendar semilla de trébol.

Como esta alternativa deba durar tres años, el premio será adJ°udicado (al que resulte agraciado) en el año de 1852; siendo circunstancia precisa que el aspirante haga constar en primer lugar: que verificó la alternativa de cosechas por el órden con que quedan enumeradas y en la estension 7•efertda, y en segundo que abonó suficienlemente para la prodw:cion de patatas, maiz y habas. Si los que emprendiesen esta alternativa no hubiesen podido concluirla por sí, tendrán derecho á verificarlo stt viucla ó hijos y obtener el premio.


GA.l\1ABO VAOIJl\10. 500 rs. al que en los concejos de Oviedo, Llanera, Regueras, las Riveras de arriba y de abajo , Grado y Siero haga constar haber destinado al servicio de las vacas de su parroquia y limítrofes el mejor toro, de buena casta , color, bien formado y sano, de conveniente alzada y de tres años de edad, siendo indispensable para obtener el premio que el toro preste sus servicios por espacio de dos años, al fin de los cuales se entregará dicho premio. · 300 rs. por via de accesit al que destine otro toro que mas se aproxime á las buenas cualidades del primero.

1 500 rs. al que descubra y revele un método sencillo, seguro Yi poco costoso de conservar la sidra en envases de madera por mas tiempo que dos años, sin detrimento de su calidad: y otro igual al que bajo las mismas condiciones, facilite el medio de transportarla á cualquiera pais estrangero. 1000 rs. al que establezca una fábrica de aceite en '}Ue se utilice la linaza, fabu- . co ó colza.

Los a$pírantes á esto!> premios han de prese'[l,tar sus toros, antes de destinarlos al servicio de las vacas, para ser reconocidos por órden de la Sociedad. Patente de sócio á los que basla el año de -1850 inclusive, acrediten haber ~ aclimatado en la. provincia vacas y toros de Suiza, Holanda é loglaterra, de las razas de Hasli, Schewiz, Escaut y Durham.

Los concurrentes á estos premios dirigirán sus solicitudes suficientemente documentadas á la secretaria de la Sociedad para el l .0 de octubre, no siendo admitidas tus que se presenten con posterioridad.

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ll\1DIJSTRIA Y ARTES. • 000 rs. y patente de socio de mérito al que establezca. en la provincia una fábrioa de queso que iguale, por lo menos, en calidad y consistencia al llamado comunmente de Holanda ó de bola .

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Offll\101AS Y LITERATURA. Título de socio de mérito y el costo de la primera impresion al q~e escriba la mejor cartilla agraria, contraida especialmente á la producciones y clima del pais, y al alcance de nuestros labradores. Otro igual premio al que presente una cartilla doméstica sobre la cura del ganado vacuno con rel&cion á Asturias.

Los aspirantes á estos premios dirigirán sus trabajos con un lema igual á olt'o, que con el nombre del interesado se incluya en pliego cerrado; con la advertencia de que los que resulten premiados quedar4n en el archivo de la Sociedad para los usos que estime convenientes , dando co pia al interesado si la pide: los demás se devolverán á sus autores con la calificacion honorífica que merezcan ( 1 ) . ( •I) Hemos omitido hacer mérito de los premios que no tienen relacion con las malerias que son objeto de nuestro periódico. (

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de la R.).


PARTE OFICIAL. Real decreto rcle11andn del cargo de ministro de Comercio, lnstruccion y • Obras piíbl-icas cí D. Anlo11io Ros de Olano.

Usando de la prerogativa que me concede el artículo 65 de la Constitucion, vengo en relevar á D. Antonio Ros de Olano del cargo de ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas,quedando muy satisfecha del celo y lealtad con que lo ha desempeñado. Dado en Palacio á 3 de noviembre de ·1847 .-Está rubdcado de la real mano.-EI presidente del consejo de ministros, DoQOE DE VALENCIA. . Otro enrargando intel'inamente el propio miniaferio al de la gobernCJcion del Reino n. Luis José Sarlorius.

Vengo en mandar que el ministro de la gobernaci{ln del reino D. Luis José Sarto-

rius se encargue inJerinamenle del ministerio de Comercio, lnstruccion y Obras públicas. Dad.o en Palacio á 3 de noviembre de 1847.-Está rubricado de la real mano.-El presidente del c~nsejo de ministros, DUQUE DE VALENCIA. Otro nombrando en propiedad para el mismo minisler.io de Comercio; fostruccion y Obrc,s piíblir,as á D. Juan Bravo JJfurillo.

Atendiendo al mérito y circunstancias que concurren en D. Juan Bravo Murillo, diputado á Córtes, vengo en nombrarle ministro de Comercio, Instruccion y Obr.as públicas. Dado en Palacio á 10 de noviembre de 184-7.-Está rubricado de la real mano.Refrendado.-El presidente del consejo de .ministros, DoQUE o& VALENCIA.

VARIBD.&DESe1 NO EVO MEDÍO DE DESlNFECClON.

En un periódico francés se anuncia un medio sencillísimo para desinfectar los aposentos, salas, cuadras y demás lugares que deben purificarse. Consiste este medio en invectar vapor de agua en los recintos que se quieran desinfectar. El vapor disuelve los gases deletéreos, los arrastra consigo, y por la condensacion , permite que el aire puro pueda introducirse en los lugares infectaaos. ( El Amigo del país). SEMILLA DE PATATAS.

lectores, las patatas ·han sido invadidas de una enfermedad que á veces ha destruido la cosecha entera. Con el fin de ocurrirá tan grave perjuicio, un agrónomo aleman propone que se siembren las patatas por medio de semilla, y nó por el medio generalmente empleado. La experiencia ha demostrado que el cultivo de las patatas sembradas por semilla es uno de los modos mas e6caces de regenerar esa planta, de preservarla de enférmedades de toda especie, y de obtener variedades mas sanas y mas productivas. ( /dem.)

En muchos paises , como saben nuestros

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Y SU CULTIVO.

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Convencidos de la mucha importancia que tienen en la agricultura los prados artificiales, nos dispens~rán nuestros lectores la estremada aficion que á ellos tenemos y el constante anhelo-que nos anima por su fomento . Recon-ccida la utilidad é influencia de los pa tos en el aumento de los productos agrícolas y en la riqueza de los pueblos, queremos dar .á conocer todas aquellas plantas que se destinan para forrages, por mas que algunas de ellas no .puedan tener una aplicacion universal. -Las hay que no convendrá cultivarlas en ciertas localidades porque la natural~za del terreno ó las ci rcunstancias climatológicas no permitan que tomen un desarrollo favorable ó que produzcan cosechas que satisfagan las miras del agricultor. El forrage de que vamos á ocupafnos es uno de ~sos vegetales que no presentan ventajas al cultivador mas que en determinadas .localidades; pero aun cuando así sea, lo creemos digno de toda nuestra atencioo y del aprecio de los labradores y ganaderos . El Ray-Gmss, llamado por los botánicos ·Loliurn perenne, es una planta gramínea que crece espontáneamente en España en los prados ó dehesas, en las orillas de los caminos, al rededor de los campos, de los lagos ':f de la::. acequias. Conocida en la península con el nombre ge joyo ó zizaña vivaz la aprovechan los menesterosos para darlas á sus bestias cuando llega la primavera, que es la época en que vegeta froudosamente. En al gunas comarcas de España es·el único pasto sabroso que comen los jumentos á quienes la industria del país condena á una vida penosa, y porque sus dueños en los meses de auril y mayo recogen

esta planta fresca, que crece naturalmente en las inmediaciones de los sembrados, para darla en seguida al compañero de sus fatigas. Son tantas las utilidades de esta planta por -las circunstancias particulares que en ella concurren, que no es de estrañar que los ingleses le hayan dado tanta importancia y que sea en esta nacion uno ·de los pastos mas preferidos. He aquí'los detalles de su cultivo: Naturaleza del terreno.-El Ray-Grass vegeta en todos los terrenos, escepto en los estremadamente secos y pantanosos. No es decir que no viva en los primeros y en las situaciones muy calientes; pero como en ellas dá wny poco producto, es preferible que las tierras que tal posicion ocupan se destinen á otros forrages de la clase de las gramíneas. Por esta razon el Ray-Grass debe sembrarse ':!n los suelos algo gruesos, húmedos y arcillosos donde se conserva un frescor que conviene á e ta planta. En España será mejor cultivarla en las provincias del norte, en los valles rlel mediodía, y en todas las esposiciones donde el sol tenga m~nos influencia y la temperatura sea menos eleyada. Cuand'> se utilizan estas circunstancias.pu~de este forrage segarse hasta tres veces al año, desarrollar tallos de una vara de elevaGion, y brotar con lozanía hasta que venidas las heladas forman un prado permanente. Es tan apreciable esta planta por su naturaleza particular, que cuando ella vive en un terreno y esposicion convenientes desenvuelve sus creces en tanta ma'yor abundancia Guau to mas sea el nú • mero de cortes que-le demos ' ó las veces que la apacente el ganado. El pisoteo de !os

15 DE !IAHZO DE 184-9.

TOMO l.

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bueyes y caballos, que .produi;e eu general da.d. Con todu, podremos usar los que se graves daños á lQs prados., no causa~á nin- . form~n de mat~rias gruesas, como ·el estiérguu .eerjuicio• al Ray-Grass qué despliega . col de cuadra y otros semejantes, ·porque cqmunmeµte mayor número de hojas cuali"- e.orno esfe forrage crece con preferencia en do las reses de las cLas~s vacuna·y cab~Har l~rrenos úcillosos y húmedos, estos abonos cQmen la yerba en. el mismo pTado. di·viden la tie Ta, absorven cantidades de .Esüi, p_la..nfa.. presenta muy buenos resul- agua escedente y producen gases suficientes tados 'en Inglaterra y en todos los paises para el desarrollo de las-µJanlas. húmedos, viéndosela desarrollar una vegeLas tierras que destinemos para el Raytac.ión. enérgi'éa en, los climas nebulosos y G_rass deben abonacse mucho y con alguna q~e abundan ·en lluvias. A pesar de esta anticipacion á la siembra, po1'que este paspredi.lE¡ccion que ti~_ne á la humedad.., no deja to, como sucede con &odas las gramíneas, por ello de vivir en los terrenos arenosos y esq uilman el suelo conside.rablemente, y no dan prnducto si la ti erra no ofréée fertili✓ en clima.s ,muy .secos, aun cuando entonces su producto es de escaso valor . Esta dife- clap,. ~in embargo, no todos, los terrenos re•-cia en cuanto á la natrrraleza o.el suelo exigen igual cantidad de abonos: las tiere¡;;plica el porqué ·vemos esas encontradas ras arcillosas y húmedas los necesitan en opiniQnes en las obras de -agricultura, re- abundancia, ya porque son de naturaleza <,,.omeodando las tlDas al Ray-Grass como fria, ya tambien por desarrollarse en el las un forrage de los mas provechosos, roien- las l)lantas con mas frondosidad. En los tras. que otros autores lo desechan por con- suelos de secano y arenosos usaremos los siderarlo de ·poca utilidad. - abpops eo _poca cantidad, prefiriendo los de hcbores. - Como todas las plantas gramí- natqraleza fria y aguañQsos, como son los neas, el Ray-Grass exige que las labores de compuestos de vegeJales, etc. prepáracion se bagan con oportunidad y Siembra.-:-La cantidad de semilla que perfeccion cuando lo destinamos para pra- debe sembrarse es la de vei,1te libras por do. No importará que la tierra no se ' re·- cada fanega de tierra. La siembra se hace á mueva á mucha profundidad, porque las vuelo despues d-e prepara.elo breo el terreno, raíces de E:rsta planta no penetran demasía- cubriendo en seguida las simi entes en los do por el interior del suelo: lo que sí con- · mismos términos que se hace con el trigo y vendriá.es que la tierra, una vez removida, demás gramíneas. El Ray-Grass puede semguede suficientemente porosa para _que las brarse en cualquiera época del ·año; pero es raíces pu~dan atravesarla sin obstácu.los. mas ventajoso verificarlo en lns estaciones Si ,el suelo en que sembrás!)mos este ve- de prirnavec.a -y otoño . .La prime;a és aun getal :fqese muy arcilloso y compacto y mas favo1'able que la segunda , y por ello abunqas~ en él la humed,ad, deberá remo- aprovecharemos el mes de marzo ó la pti-v,erse dos ó i;na(veces .antes de}la siembra, mera quincena de abril. ~ á fi[! de~que p·ueda orearse convenientemenEl Ray-Grass dá ·un buen producto cuante y asegurar metor ~l desarrollo de las se- do se siembr-a solo, y este prado dura pór lo millas. En los terrenos de_ naturaleza are- común diez años. Es una planta que puede _ 11osa bastará una sola labor dada en ocasion entrár en la formacion de una. pradera y .oportuna: .Las labores .de conservacion seque forma eu- primera ·línea eotre las res:rá11 la escarda y el vinaje, si el desarrollo taotes que nos sirven para componer los d,e malas yerbas' nos obliga á eflo. Pero co- prados, Pero será ·mas útil emplearla para mo e&ta plaot~ orece por lo comun con 'ta- los artificiales asociándola á otras de desarpid~z sofoca los -vegetales dañosos, prjoci-, rollo precoz, mayo,mentc st el terreno donpalmente si la siembra se ha hecho es- de la sem bram9s tiene su.ficiente humedad pesa. , 6 riego . .l);scepto en los casos q11e reuna este .4,bonos.-;-E} Jiay-'Gmss prefiere los ab1- v~getal las conpiciones favoraíJ les de que nos que se descompongan con alguna fa¡ci'li~ hemos.-hq_blador no debemos preferirlo para


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prados de siega, porque en la operacion de secar la yerba para cQnvertirla en heno pierde las do,s terceras partes de su peso. Por esta razon es mas -uentajoso destinar la planta para dehesas donde el ganado se apacenta en diferentes temporadas del año . Si entra el vegetal que nos ocupa en la formacion de un prado artificial, podremos unirlo á las diferentes plantas leguminosas que se asocian con las gramíneas, principalmente con el trébol encarnado y blanco, constituyendo de esta manera un prado que durará cuatro ó cinco años. Riegos.-E1 Ray-Grass rnlamente dá cosechas crecidas en los terrenos frescos y en los climas lluviosos, y esta circunstancia nos indica que necesita abundanle riego. La cant;dad de agua será relativa ó proporcionada á la naturaleza del terreno, á la época del año y al estado de la planta. En los.suelos arenosos ó poco compactos el riego debe ~er mas abundante que en los arcillosos y húmedos, ya porqut'l estos retienen el agua, como porque son de naturaleza fria. Será muy útil unir al vehículo que sirve de riego una cantidad de abono muv consumido, especialmente cuando las plantas estén ya crecidas, cuya operacion facilitará un desarrollo frondoso de tallos y hojas que daTán un forrage copioso. En las localidades donde el agua sea escasa no podemos prometernm~ gran cosecha de este pasto, á no ser que las estaciones sean tDuy lluviosas y reinen las nieblas. El riego de inmersion es el mas provechoso para el Ray-Gmss, y el que deberno~ adoptar siempre que la abundancia de aguas lo permita. Recoleccion. - La primera siega ha de hacerse en mayo ó junio, que es cuando la planta Ilega al estado de flor0scencia. La porcion que guardemos para la siembra se reco.gerá en el mes de agosto en qúe ya las semillas se encontrarán maduras. El RayGt·ass ha de segarse con frecuencia y apenas asomen las flores, porque en caso contrario perderíamos una crecida cantidad de hoja que se pone amarilla con la mayor facilidad. Otro inconveniente presenta el atraso en la siega, y es que los tallos se ponen duros y repugna al ganado el comerlos.

A.demás, si retardamos la recoleccion de este forrage se toca otro mal que á veces se hace temible, que es el de soltarse al menor impulso ó motivo los granos de la espigaf los cuales se clavan en el p_aladar de la~ reses cuando comen este pasto, ó bien se les interponen entre los dientes causándoles molestias notables, El Ray-Grnss, como todas las plantas gramíneas, esquilman extraordinariamente el suelo si . lo dejamos llegar al estado de granazon. Cuando esta planta vive en circunstancias favorables suele tomar la elevacion de dos piés próximamente, y en este caso nos dará un forrage ventajoso y útil para la ganadería. El modo de secar este vegetal y de convertirlo en heno es igual al que usamos para las restantes yerbas de los pra·dos, así como para su con~ervacion debamos seguir tambien los mismos preceptos. Pero cuando el clima ó el terreno no favorecen este desarrollo de que acabamos de ocuparnos, ó á lo menos no Gonducen para obtener un heno regular, será mas conveniente entonces apacentar el ganado en estos prados. Aun en este caso nos producirá el Ruy-Grass un pasto sabroso y utilísimo por su precocidad, por su tendencia á criarse mas espeso á medida que las plantas se apacentan con frecuencia, y por el ningun Jaño que les causa el pisoteo de las bestias. El número de siegas que permita el RayGrass y la cantidad de heno que suministre dependerán del clima masó menos favorable, de la naturaleza del suelo v de los cuidados que se tengan con las p;aderas Usos.-Los agrónomos mas acreditados que han cultivado esta planta opinan que es una de las que, en igual volúmen, contienen mayor cantidad de materia nutritiva. En Inglaterra se la considera c,~mo uno de los alimentos mas útiles para engordar el ganado con prontitud, creídos los cultivadores de aquel pais que el Ray-Grass y la cebada son los dos forrages que en el buey y en el caballo producen mayor porcion de gordura en un plazo muy breve. }!;l ganado lanar lo come con bastante avidez en estado fresco y aritcs de que llegue á la florescen-•


cia. Los corderillo¡; y las ovejas de cria apéen doble cantidad de la que hemos dicho tecen igualmente este pasto que lo prefieren para los prados. Para que el césped espeso qu~ forma esta planta se n1antenga en buen á cuantos les se ofrezcan. Esta preferencia €fue las bestias de lana dan al Ray-Gra~s estado por largos años es preciso regarlo durnnte sus _primeras creses, no la dispen- á menudo, no dejar que lleguen los tasan tambien á los t~Jlos que llegan á la gra- llos al estado de flor, y darles esquileos frenazon, los cuales les repugnan enteramente. cuentes. Con esta práctica conseguiremos En estado de he.no ó de paja seca es muy tener en los jardines un verdor agradable, agradable en todas las estaciones al ganado porque con las podas repetidas que demos á mular, caballar y vacuno, y lo anteponen á esta planta se conseguirá que cubra en poco todo otro heno. En varios puntos del norte tiempo con sus inumerables reto,ños toda la de Europa hacen pacas de este forrage seco, superficie del suelo. y lo envían á grandes distancias para manNo obstante que el Ray-Grass crece estener los ganados. • pontáneo casi en todas las comarcas de EsEl Ray-Grass tiene aun otra aplicacion. paña y que los cultivadores podrían proEn todas las naciones cultas forman con es- porcionarse fácilmente su semilla para iota planta los elegantes céspedes que decoran troducirla ó propagarla en nuestra agrilos jardines, y pueJe decirse que es la gra- cultura, hemos determinado, sin embargo, mínea que ofrece mayores ventajas para_ hacerla venir de los países donde se cultiva componer esas verdes alfombras que re- en grande escala como forrage, por reunir crean la vista, porque no hay vegetal algu- de esta man~ra circunstancias mas conveno que _iguale al Ray-Grass en finura y en nientes para nuestros cultivos, y luego que frescor. Los ingleses, mas que otros puetengamos en nuestro poder el pedido hecho blos, lo utilizan para este adorno, mezclán- daremos aviso á los señores suscrilores, por dolo con otras plantas de pequeñas y visto- si gustan adquirir una semilla que á nosotros nos parece demasiado importante ( 1). sas flores que se suceden sin interrupción, produciendo en el ánimo ún efecto encan( ~) Ray-Gruss.-Ballico ea castellano, y Atador. Cuando el Ray-Grass se destina á la jar- m'argall ó 111argall aa catalaa. dinería debe sembrarse en la primavera, y 1

DE LO~ ABONO~ QUE CONVIENEN ---.o=ca

Siendo el cáñamo una planta que crece con rapidez y.que en el espacio de poco ti empo recorre todas las fases de so vegelacion, es evidente que necesita cantidades crecidas de abonos y que exise un terreno que se preste bien á este veloz desarrollo. Los favo-

rabie$ resultados que dé esta .planta dependerán de los atentos cuidados que le preste el cultivador, siendo uno de los principales la designacion de los abonos tanto en su cantidad como en la calidad. Convencidos de este principio procuraremos reunir en este


4-6 ·1 _ articulo cuanto útil se ha dicho acerca de este particular, aun cuando para ello tengamos que copiar opiniones de agrónomos acreditados. Los abonos que mejor convienen al cáñamo son aquellos que por su naturaleza se descomponen pronta.mente, porque las plantas que crecen _en breve tiempo necesitan que el mantillo les suministre abundantes cantidades de gases nutritivos. El escremento del ganado lanar, el estiércol muy consumido, los desperdicios que se recogen en los caminos, la palomina, la gallinaza, el guano, y finalmente todos aquellGs abonos de naturaleza caliente y fáciles de desco~ponerse son los que mas importan al cultivo del cáñamo. Los despojos de los animales, como la asadura , los intestinos, las carnes y demás partes que se corrompen pronto podrán utilizarse igualrnente, mezclando estas partes, tostadas y pulveriz¡idas, con una porcion de tierra. S')n tambien muy útiles las cenizas de las plantas múinas, los desperdicios de las manufacturas, las bojas de vegetales pequeños I otra-s sustancias análogas puestas á pudrec.er con anticipacion en las r.uadras del gan¡ido ó en otro punto semejante donde puedan saturarse de. _orines y otras materias defecativas. M. de Pertuis en su instruccion sobre el cultivo del cáñamo aconseja como abono de esta planta las cenizas de muchos vegetales, como las de la retama, de los cardos, helechos, ortigas, enebros y otros, ya sea quemándolos en el mismo campo donde ha de sembrarse el cáñamo , ó bien esparciéndose estas sales por el terreno en el momen·to de sembrarlo. Este cultivador opina, y en esta parte estamos conformes con su parecer, que tales plantas deben quemarse en estado fresco si queremos obtener de ellas las ventajas que ofrecen, y que aun producirán mejores efectos mezclando sus cenizas con el ·estiércol, la palomina ú otras sustancias de esta clase. · Otros agrónomos nos dicen que dichas plantas.serán mas provechosas recogiéndol as en el estado de florescencia , dejándolas en depósito por algun tiempo en una boya abierta al intento, cubriéndolas de tierra, ~, TO-

ciandó el depósito con alguna frecuencia. Este último método de usar las sustancias vegetales como abonos es de ut-ilidad conocida, porque los gases que se escapan de las plantas cuando están en descomposici(\n se introducen y se esparcen por la tierra, y unidos á las materias orgánicas y_ salinas que quedan en el depósito forman juntas un abono escelente. No sucede lo mismo con el procedimiento anterior, que consiste, como hemos dicho, en quemar las plantas de que al efecto nos valgamos, porque hemos. de confesar que la incineracion priva á las materias vegetales de todas las sustancias orgánicas, dejando solamente una porcion de cenizas que no son otra cosa mas que .partes minerales. M. Gallesio ha publicado otro método para abonar los cáñamos que lo creemos muy bueno y aplicable á todas las localidades, y aun aconsejamos á nuestros lectores que lo esperimenten por via de ensayo. ccEI terreno que destinemos para el cáñamo, dice este agrónomo, debe trabajarse lue~ go de verificada la cosecha, es decir; á últimos de julio, y sembrarse en seguidad!! rábanos. Es necesario que la tierra esté fresca y para e}lo debe regarse antes, á no ser que haya sobrevenido alguna ligera lluvia que nos dispense esta operacion , como suele suceder á menudo en la estacion indicada, particularmente en determinados paises. Los rábanos se siembran sin demora_, y sus semill'as, si se bailan favorecidas por las lluvias que algul:las \·eces se esperimentan en el mes de agosto, 6 r.n su defecto por uu rie~o, se desarrollan perfectamente y crecen luego las plantas con tal rapidez, y forman unas raices tan grandes, despu&s de desplegar crecidas porciones de hojas frondosas, que llegan á obtener todo su- incremento y volúmen á fines del invierno . Estas raíces deb~n enterrarse por medio de una labor en el mes de febrero; y si añadimos cu'.rndo la opNacion se efectua una porción de estiércol ú otro abono .de su lanc.ias diferentes, bastarán las hojas de los rábanos para fertilizar el terreno y disponerlo para una cosecha del cáñamo, reservando entonces las raicés que podemos aplicará usos diferentes , ·


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-¡ nar la tierra que destinemos para c4ñamo,

En este caso esparciremos el abono en el momento de enterrar las hojas de los rábanos. Debe suceder á esta simple preparacion otra labor, y en abril sembr¡¡,remos los cañamones. l) «Es difícil imaginarse la fuerza de vegetacion que despliega el cáñamo con el auxilio _de este abono y la rapidéz con que crece, viéndose con frecuencia recorrer en tres meses todos los períodos de su vida, desde el nacimiento hasta llegar al estado de cosecharse. He esperimentado tambien que el cáñamo abonado de esta manera tiene todavía la heb_ra mas fina que el que vegeta con abonos apimales. En mi sistema, este método puede tener aplicacion todos los años sin que se disminuya ni en uno solo la cosecha del cáñamo: los rábanos obran inmediatamente, supliendo al abono y transformándose en tejido vegetal.» N·o_queremos _tampoco omitir lo que dice Duham~l, uno de los hombres que mas bien hán comprendido la parte económica de la agricultQra. « Todos los abonos que hace-n porosa y ligera·1a tierra, dice este sábio , son útiles para el cáñamo, y esta es la raz,m porqué el esti¾col del caballo, de la oveja, los escremenlos de la paloma y de la gallina y otras materias semejantes son preferibles al estiércol de la vaca y del buey. » « Se necesita para el mejor acierto abonar todos los años la~ tierras que se destinen para cáñamos., y esta operacion debe practicarse antes de la labor de invierno á fin de que el estiércol pueda consumirse durante esta estacion, haciendo que se mezcle íntimamente con la tierra al dar las labores de primavera.» Para el buen resultado de la operacion de que hablamos es preciso tener presente , que no en todas las ocasiones debemos abo-nar las !ierras para cáñamo en las mismas épocas, y que no puede el abono distribuirse en una misma cantidad. L-o uno_ y lo otro dependerá de la cali~ad de las materias que usemos como abonos, porque segun la que ella sea así tarl'.lbien será diferente nuestro proceder. . -~Respgcto _á lá época en que conviene abo-

practicaremos la operacion--algun tiempo antes de la siembra cuando los abonos que usemos sean de descomposicion lenta, como el estiércol de cuadra , las plantas leñosas enterradas frescas ú otras materias semejantes; pero cuando empleemos la palomina, la gallinaza, el guano ó todo otro producto animal que-no sea sólido, el escremento humano ó el del ganado lanar, podrá esparcirse -pocos días anleí;i de la siembra para. oblener mejor resultado. Estas sustancias, como que se descomponen muy fácilmente y con mucha prontitud, desprenden gases de que no se utilizaria el cáñamo si tardásemos en sem brar sus semillas. Sin embargo, este mélodo no está exenlo á veces de peligros, viéndose en las primaveras de escasas lluvias que las semillas del cáñamo esperimenlan un daño considerable á causa de la ac,:ion estimulante de estos abonos calienles, llegando basta el caso de no germinar por el demasiado calor de los abonos. Cuando esto suceda procura-. remos regar el terreno una ó mas veces, si nos es posible, y en las horas ael día. que aconseje la estacion. Estos res u llados funestos no tienen lugar cuando la distribucion de abonos calientes ó estimulantes se ha hecho en invierno, porque las lluvias de esta estacion disminuyen en gran: parte su fuerza,. aunque en tal caso no debemos esper}!r una cosecha tan abundante como cuando abonamos en la primavera. Para elegir la época- mas favorable de -abonar el terreno debemos tambien consultar la naturaleza de este y el clima donde haya de vegelar el cáñamo. Distribuiremos los abonos algunos dias antes de la siembra en los países caliente¡:; y en las tierras arenosas y cáiizas, y el conlrario en las húmedas y arcillosas y en las esposiciones frias convendrá esparcirlos cuando se dé la última labor.Mas en los casos en que podamos disponer -de suficiente riego, ó el! que por razon de la localidad contemos con lluvias frecuentes, debemos préferir abonar · con materias calientes el terreno poco antes de la siembra, porque de este modo apresuraremos la vegetacion de la planta y conseguiremos una cosecha mas abundante. ~


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Las cauti<lades de abono serán tambien lánguido, sin fuerza, delgada su cáña y que se encama fácilmente, es inclició de que la diferentes scgl~n la naturaleza de los JU ismos tierra es demasiado féi'Lil: en este caso deabonos. La palomina y la gallinaza, como bemos dejar de abonarla uno ó dos años seque contienen muchas partes estimulantes, guidos y despues darla un medio abono, au-' deben usarse en poca cantidad: lo mismo diremos del guano, de la letrina, del esliér- · mentando este progresivamentg hasta que veamos que se ba conse-guido nue<•amente - col de corral y de todas las restantes mateun regular estado de fertilidad. Evitaremos rias que se descomponga11 con facilidad y que este· accidente sembrando el cáñamo 'espeso. desprendan grandes cantidades de gase.; Los Paises Bajos son probablemente el amoniacales, porque si las usásemos en crepunto de Europa· donde se cultiva_mejor el cida porcion sofocai:ian la planta y quemacañamo. Todas . las operaciones que exige rían sus raioes. Pero es de advertir que esta esta. planta ion ta-n bien entendidas en aquel misma cantidad podrá modificarse segun que el terreno sea mas ó menos húmedo, porque pais,_que á este estado de perfecl)ion deben es sabido que el agua suaviza notablemente Ja J}élgica y la Holanda el comercio de ricas la accion alcalina de tales su~tancias. telas que hacen con todas las naciones. Creemos acertado ú ,oportuno copiar lo que se Los abonos frias y gruesos , como el estiércol de cuadra y otros semejan_tes, podrán lee en una obra francesa de agricultura acerca del modo como se abonan las tierras paemplearse en mucha mayor cantidad porque ra cáñamos en los Países Bajos. ' · no producen la suma de gases nutritivos que ccEI cáñamo se cultiva en Holanda y Bélgilo,s abon9s caliente , y porque no tie[!_en coca con el mayor cuidado. Al campo que se mo estos una accion cáustica que dañe á la destina para esta cosecha se le dan dos ó tres planta. labores·y otros tantos rastrilleos, á los que Vamos á señalar alg.unas reglas generales se sigue una nueva labor que parte del cenJ?ªra el estercolamient-o de los terrenos que tro µor líneas concéntricas bast¡i la circuofe-de tinamos al cáñamo. reocia, de manera que no queden surcos. Tres 1 .ª Cuanto mas divididos, solubles y caballos.tiran de un pesado rodillo á través consumidossean los abonos, tanto mas tiemdel campo: se esparce en seguida el abono po debemos tardar en esparcirlos por la líquido de un modo uniforme en toda la. sutierra. perficie, y despues de haber dado ocho ó 2." Cuanto mas consumidos estén, tanto nueve rastrilleos se siembra. la semilla, enmenor ha de ser la cantidad de ellos que heterrándola con un rastrillo cuyos dientes • Jnos deemplar. que son de madera, no deben esceder de tres 3.ª _Cuanto mas calientes sean los abonos que adoptemos , tanto menor deberá ser la · pulgadas de longitud. Luego para terminar la operaoion se rodilla nuevamente y con cantidad. cuidado particotar la superficie del campo , . 4." Se necesita menos palomina que es-Y- no puede ofrecerse á la vista cosa mas cremento de oveja; menos de este que manencantadora que un campo trabajado ·con tillo; menos mantillo que estiércol, y menos tao particular cuidado.» escrementos de mulas y caballos que defe<(El abono universalmente empleado para caciones de bueyes y de vacas. el cultivo del cáñamo exige una mencion 5.ª Las tierras muy sustanciosas podrán circunstanciada. Se le dá el nombre de abopasar sin abono: pero debemos estercolarlas consiste en orines del ganado y no líquido, cuando no dén los cá:ñamos la cantidad de que se rncojen convenientemente, en los hilo conv~niente ó .proporcionada. las cuales se disuelve el orujo de todas. 6.ª Para las tierras ligeras usaremos los · plantas aceitosas, se le mezclan las entray abonos poco calientes ; y si por cualquier ñas y la ~aogre de las reses que se matan razon hechamos mano de ellos, han de ser en las ciudades inmediatas. Este abono, á · en poca cantidad. medida que se vá haciendo, se echa en bó7.ª Si el cáñamo se ruantiene verde y


Yedas suf)t~rráneas construidas de mampostería en la parte de la granja qne toque al camino principal. Eslos receptáculos tienen por lo-comun cuareuta piés de largo, catorce de ancho, y siele ú ocho de profundidad. Con frecuencia la bóveda ó cisterna e tá á alguna profundidad del suelo, de manera que permite trabajarlo por s11 parte superior. Hay una aberlura lateral por la que se introduce en la bó\·eda, por medio de un conductor de madera, el abono que se transporta en carretas, y en uno de los estremos hay otra abertura que sirve para es traer las materias con una bomba que se la. hace pasar desde la cisterna á los toneles de la carret::i..» «Se trasporta el abono líquido á los campos en barriles ú otras vasijas segun-la distancia. Otras \'eces se conducen con unas carretas de caja hechas al intento, desprendiéndose de cada una de sus estremidades una especie de manga de acero ú otra sustanc:a idónea, y dos hombres colocados en estós pun_tos de la carreta distribuyen el abono sobre las partes del terreno por donde pasa el rodillo . Cuando se usan los toneles, dos hombres los conducen uno á uno con perchas y los depositan á iguales distancias y á trav_és del campo, en la direccion que se ha dado al rodillo. Se tiene un doble servicio de toneles, y esto permite qne los hombres puedan trasportar los vacíos despues de haber desocupado los que estaban llenos. Por cada tonel hay un· hombre que provisto de una especie de cuchara de mango largo distribuye el abono en términos que con él pueda cubrir un espacio determinado, y de esta manera atendiendo bien á las distancias pueden valorar con exactitud la cantidad de abono.que se necesita para una soA

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perficie Jada de tierra. Para el cultivo del cá-fíamo no economizan en este pais el abono, distribuyéndolo comonmente en la proporcion de doscientos treinta bectólitros ( 1 ) por cada bect:i re ( 2 ). de tierra.» Concluiremos este artículo recomendando el uso de la letrina como uno de los abonos mas escelentes para los cáñamos. En las inmediaciones de Barcelona, donde esta' planta se cria frondosa v de buena calidad, utilizan el escrement~ humano disuelto en agua y orines, obteniendo de este producto los mejores resultados. En este caso debe abonarse la tierra cuando se dan las labores de preparacion, economizando una parJe del estiércol que debería emplearse si no usásemos la létrina. Esta se distribuye, en el acto de la sementera, mezclada en agua, ó tal como hubiese salido de los depósitos de las casas parlicu láres si acaso lleva bastante cantidad de líquido. Se conduce en barriles ó en carretas parecidas á las que hemos descrito de los Países Bajos, y el modo de distribuirlo tiene mocha semejanza con el de, estas naciones. Es muy sensible que el uso de la letrina, á la que debe el llano de Barcelona y aun otras tierras mas distantes - toda su feracidad, no se generalice y ponga en práctica en todos los puntos de España, porque valiéndonos de ello podemos adelantar prodigiosamente la vegetacion del cáñamo y de todas las demás plantas de crecimiento rapido, obteniendo por último cosechas mas abundantes que las que ahora alcanzamos.

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( ~ ) El hcctólitro equivale cuarenta y nueve azumbres y medio . ( 2 ·) El hectare á dos fanegas y media de tierra de la medida ele Madrid.


DE LA RECOLECCION DE LAS RAICES CAR~OSAS

En otro artículo, página 412, hemos demostrado la ulilidad que tienen en la agricullura las plantas de raíces carnosas, en términos que ellas deben mirarse como un elemento esencial para la combinacion de las rot:!ciones bien entendidas. Esta máxima, que no debe olvida rla el cultivador por la imporlancia que tiene en los productos de sus Jabores, exige po¡- nuestra parle que di1ucidemos con minociO'sidad y en cuanto lo permitan nuestras luces un punto de doctrina que puede adelantar mucho nue Lra agri cultura y hacer mas provechoi-a nuestra economía rural. Ahora nos ocuparemos S'llamente de la épo,:a y modo de arrancar las plantas de raíces carnosas, guardando para otro dia hablar de los medios que deben emplea n,e para conservarlas, tanto las que destinemos á la ganadería como las que hayan de servir para la manutencion del hombre. Epoca en qu.e deben arrancarse. Hav• ala-uo nas plantas que por efecto de su duracion no presentan señal alguna esterior del momeo to en que deben arrancarse para utilizar sus rair.es: son las que duran dos años , y en razon de esta propiedad los tallos y demás partes herbáceas no sufren la alteracion ó traosformacion de color que se esperimenta en las que viven un año solamente. En las plantas de tal categoría no tenemos indicios para conocer cuando las raices hao llegado al máxirnunde su desarrollo, ni por consiguiente para saber el mouíento en que deban arrancarse. Las que viven un año solamente no ofrecen estas dudas, porque cuando la planta ha llegado á un total desarrollo vemos sobrevenir un cambio notable en el color de las hojas, tomando un tinte amarillo que revela la cercana muerte de los tallos.

Cuando este cambio se verifica las raíces no absorven materia alguna nutritiva, las parles foliáceas no asimilan la poca savia que les envía el tallo , y entonces, sus.pendida de todo punto la circulacion de los humores, viene á morir la plan la. Este cambio de color verde en amarillo será, -pues, una señal segura en las plantas anuas de que ha llegado el momeo Lo oportuno de arrancar sus raíces. Pero en todos los casos, es decir, tanto en las anuas como en las que viven dos años, la operacion de arrancarlas dependerá de la estacion, de la cosecha que ha de suc1::der e en €1 terreno en que hubiésemos cultivado las plantas de raíces ·carnosas, :f de la naturaleza particúlar del terreno en que vegeten. Respecto al primer punto, ósea á la eslacion, nos apresuraremos á arrancar las raíces cuando formen una cosecha de in vierno, porque si las dejáramos· permanecer en la tierra durante esta estacioo, sobre no adelantar nada en el aumento nutritivo de las raíces, las p&rtes esteriores de la planta, muriendo parcial ó totalmente, segun su particular naturaleza, podrían acarrear á las raíces un estado de podredumhre que tebajaria considerablemente su producto. A mas de que permaneciendo estas raices en el interior de la tierra durante laestacion del l'rio correrían el peligro de helarse, mayormente eo· inviernos crudos "i lluviosos. La cosecha que ha de sucederse á estas raíces carno as debe tam bien tenerse en conside:-acion. Si el suelo donde hubiesen crecido ba de sembrarse en la primavera inmediata, nos apresuraremos á arrancar las plantas carnosas para que nos dejen el tiempo suficiente de trabajar y abonar la tierra: pero si esta uo ha de emplearse hasta el vera-


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no úotoño inmediatos, entqnces se aguardará prontitu~ á un estado de descomposicion co_á que ·las raíces _forragin eas hayan tomado municarjan el daño . á la raíz que sufriria todo ~!1 desarrollo., S~n embargo, la~ oJr.cuns• 1uego un estado de alteracio.n · orgánica y -tancias atmosféricas producen á veces escep- qued~ria incapaz de conservarse. cion de esta regla y suelen obligarnos á cp. Despues de haber apartado de la planta secbar antes de tiempo las plantas de que ha- todas las partes ta llosas que aun conservaba, blamos. · debe quitarse de la raíz la tierra que la vaPor lo que hace á la naturaleza del terre- _}'ª unida, porque el descuido de este proce. no. podía adelantarse Q retardarse la reco- - di miento haría pudrecerla con la mayor _fa](lccion de las raíces carnosas. Aun cuando cilidad: y esta práctica es tanto mas necélas dos circunstancias precedente~ nós pet- saria cuanto·mas arcilloso sea el suelo, ya · mitan dejar •en 1~ tirrra por mas tiempo porque la arcilla es muy susceptible de pe.dichas raíces, nos ab tendremos de hacerlo gar"se á los cuerpos, ya-. po'r la cantidad ..en las cosephas de invierno si el ter"reno es abundante de agua que retiene. arcilloso, porque como este-suelú rétiene muVerificadas estas operaciones preliminares cho el agua y es de naturaleza fria, - entra se depositan las raíces en montones de poco fácilmente en eslado congelacion y bace que grosor, á fin de que circule libremente el aise pierda gran cantidad de raíces. Por est~- re -e_or entre tllas y se sequen con mas pronrazon debemos evitar en lo posible el sem,- tiLud. Es dé todo punto conveniente que no_ brar estos veget~les en los terrenos arcillo- se almacenen las raíces húmedas si quere,sos, porgue siendo en ellos muy lenta la ve- mos conseguir sri conservacion; y en el _caso getacion de las plantas mueren muy tarde, que por las circunstancias del tiempo no se ,•iéndonos en la psecision de arrancarlas an- haian podido secar en el cámpo, será precites de que se haUen enteramente maduras. so hacerlo en la casa ~oles de colocarlas en No ent~aremos ahora en los diferentes mé- el Iugar ·que definitivamente se les señale. Es tamhien conveniente para la conservatodos que se emplean para la recolecciou de las raicés carnosas: esto podrá ser objeto de ·cion de las raíces carnosas que se intente otr,os artícul~s, concluyendo el presentec~n almacenar, q_ue se separen de e\1as todas las la ~ndica.cion de las operacione¡; posterio- que teng_an algun daño, bien sea, que este lo res que aquellas exigen antes de almacehaya ocasionado algun insecto ó cualquiera narlas. otro animal, ó bien el instrumento en el acto Estas plantas tienen á veces, aun en el mo- 1 de arrancarlas. Estaoperacion de s.epa'.ar la·s mento de arrancarlas, una gran cantidad de - ráices dañadas de las que no lo estén ba de hojas y de tallos que será útil aprove'Chár ser tan escrupulosa, como qúe de ella depenpara la ganadería.. Para con~egui rlo con me- de en gran parte la conservaclon de estos _nos gasto- podrán apacentarse las reses en el produclo's. El mal que resultará de esta ne·campo haciendo que co_man este forrage, y gligencia no será sol~mente la pérdi_da de las - prefiriendo este ó el otro ganado segun sea raíces que hayan sufrido lesiorr; sino que esla especie de las plan Las. Pc,ro si no se aJop- · tará púncipalmenle en qµe pudreciéndo.se ta este medio, que recomendarnos como ecb- estas el daño se comunicará á las sanas que nómico, en tal caso podrán arrancarse desde estén en inm.ediato contacto, observándose luego las plantas y' estraerse las raices, guar- al cabo de poco tiempo que el estrago habrá dando en un lugar ~euara?o las hojas y tallos yundido por todo el sótano. · que puedan comer las bes.ti as . Las r"aices se •Las raicl-'s que esperimenfasen algun daño amontoñarán en otro lugar distinto, bacbndó y que por ello se separasen de las restantes que los encargados ,de descogolla~ la planta deben darse al ganado desde- luego , ó al meseparen completamente todas las partes ver- nos conservarse en ótro punto para hacer des 1 porque de otra m·anera pasandG estas con uso de ell:;i.s dentro de un breve tiempo.

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Es de tanta i~porlancia para la agriculgo del frio, con especialidad mientras dura tura, para la economía doméstica agrícola noche. No son los árboles menos necesarios para la, y aun para las artes, el asunto de que vamos á ocuparnos, que merece seguraproporcionarnos abundantes II uvias. U na ruultitud de observaciones podríamos detamente que le consagremos toda nuestra atencion . Convencidos de que la selvicultura nellar que harían ver claramente que donde hay grandes grupos de árboles no se especesita en España que se la auxilie poderosamente para levantarla del estado de abrimentan esas seqqías prolongadas, conseryeccion en que la vemos sepultada, nos provándose el frescor en la tierra por la soroponemos escribir una série de artículos que bra con que la cubren, por los vapores acuosos que exhalan sus bojas, y por las tiendan á demostrar los medios qu~ tene1110s de reparar la decadencia de nuestros nubes q,ue atraen y que dan aguas copiosas bosques, aumentando el producto de ellos y saludables. por medio de procedimientos económicos que Hé aquí como el hombre puede utiliza): nos darán á la vez riquezas, adorno y salolos inmensos recursos que nos prestan los bridad. Hoy nos ocuparemos solamente en árboles,- Jf\ sea plantándolos en puntos áriesplanar algunas co_nsideraci.ones generales dos y playas cubiertas de arena; ó bien arque justifiquen la utilidad de nuestro penran0ándolos de las tierra:,; cenagosas donde samiento. crezcan naturalmimte. En el primer caso loEs tan principal el -papel que juegan los graremos hacer productivas hasta nuestras árboles en el gran cuadro de la naturaleza, playas arenosas sembrando en ellas pinos, abedules y alerces, bajo cuya sombra veque por ellos podemos modificar á nuest:ro gusto el ímpetu de los vientos y la frialdad getarán frondosas al cabo de pocos años una del aire atmosférico, conservar en la super- multitud de }'Cr~as, matas y arbustos que ficie de la tierra la humedad y el frescor, y suavizarán la temperatura y mantendrán suavizar los abrasadores dias del verano. nuestros rebaños. Por medio áe los árboles cegaremos poco á poco esas lagunas insaluTrasportándonos á algunos climas calientes del globo, á la zona tórrida por ejemplo, enbresque inundan á veces terrenos férlile<.; y. contra remos la temperatura glacial del nor~ pro'lecbosos para el culli vo, absorviendo te en el interior de aquellos inmensos bosestos vegetales por sus raíces sumas de agua ques. En otros varios paises donde el calor I que luego exhalan por sus hojas. Esta agua aparece es~esivo en los puntos desprovistos 1- que sale de la planta en for°:1ª de vap,or,_ al de vegetac1on, se goza de un aire apacible paso que contribuye progresivamente a d1sminuir los ch~rcos, purifica el aire por la y de un ambiente el mas suave allá donde el suelo se halla provisto de elevados y froncantidad de oxígeno que lleva modificado. l\las para cons_eguir este resultado nn· dosos árboles. Y tan notable es el cambio de temperatura que p~odocen estos vegetapueden emplearse sino ciertos vegetales. Es. les, que con fre-cuencia se vé obligado el · mas fácil comunmente secar un terreno panviajero que ¡ecorre aquellos climas ardienlanoso arrancando los árboles que contiene, tes á encender lumbre para ponerse al abrique favoreciendo y multiplicando su cnlti-


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vo. Quedando en descubierto y á b, accion del.sol las aguas embalsadas se aumenta la eva.poracion, y al cabo de pocos años dejan en sus orillas cantidades de tierra que aumentan nue tras cosechas. Debemos añadir todavía que el hombre puede disminuir en muchos casos las rápidas avenidas de los rios por la direccion que dé á us bo ques, ya. !'ea recibiendo aguas menos abundantes, ya sea dando á la::; que lleve el rio un curso mas. ua ve y apacible que de otra manera inundaría vastas comarcas. Por importantes que sean las relaciones que tienen los bosques con los restantes séres de la naturaleza., y por mucho que convenga conocer los inmensos beneficios que en e te sentido pueden reportarnos, mayor será aun la importancia de los árboles considerados en sus relaciones con la agricultura. y con la economía rural. A los bosques es debida principalmente esa tierra vegetal ó cultivable que vá au• mentando cada dia y á medida que se destruyen en su superficie e as cantidades de hojas que arrebatan los ,·ientos. Sin este mantillo que debe su· orígen á tantos despojos vegetales que los siglos han acumulado en las montañas, no obtendríamos las copiosas producciones que alcanzamos cuando desmontamos un terreno. En este caso, es decir, cuando talamos un bosque para convertí rlo en terrenos de cu Iti vo la vegetacion es sorprendente y casi prodigiosa, ofrecién donos e.;pigas que caen bajo el peso de los innumerables granos que desarrollaron, y tallos tan abuüdantes q11e esceden en proporcion· á la cantidad del suelo que hubiésemos cultivado: pero trabájese y siémbrese continuamente este terrene, y no tardará en aparecer estéril ; las co echas menguarán cada año por la desaparicion del mantillo 6 materia fertilizante, y al fin no quedará mas que una tierra árida, seca y arenosa. En el dia ya no vemos en nuestras montañas la fertilidad que antes tenian ·por los bosques frondosos que las cubrían desde li~mpos muy remotos, -quedando solamente rocas desnudas donde los rebaños encuentran apenas algunas yerbas que aplaque su

hambre y les sustente. Los soberanos r¡ue han mirado con predileccion la agricu!tura han dado órdenes muy terminantes para qne no se despoblaran enteramente de árboles las montañas, pudiendo citar entre estos sábios legisladores á Leopoldo José,GranDuque de Toscana, quien previendo las funestas consecuencias que deben traer algun día esas imptuaeutes cortas de bosques que como un vértigo han invadido Lodos los países, ha prohibido arrancar y cultivar las cimas de los montes hasta una determinada distancia. Entonces estas cimas se convierten en dcpósi tos de tierra vegetal que enri- . quece poco á poco las co1onias y fertiliza los valles con las materias que arrastran las aguas en sus corrientes. Cuando el cultivador ha-ya parado la atencion en estas ligerísimas reflexiones, renunciará á las insignificantes cosechas de centeno que consigue sembrando las pendientes de las montañas, y preferirá, á no dudarlo, cubrirlas de árboles análogos ó que convengan á los terrenos. Es tiempo ya de que no desatendamos nuestros bosques: las leñas se hacen cada dia mas escasas en nuestra patria, y el lujo aumenta, multiplica asombrosamente su consumo, de rflanera que este ramo merece y exige que le prestemos, como ya hemos dicho, toda nuestra atencion. Es tiempo ya, repetimos, de que se ponga término á esas devastaciones imprudentes que se hacen de nuestros montes, y que formemos el propósito de que no se corte un árbol sin que al propio tiempo se planten diez, porque en otro caso nuestras habitaciones desmerecerán de dia en dia, nuestras comarcas irán siendo menos fertilizadas por las lluvias, y puede llegar á tanto el resultado de nuestras inconsideradas especulaciones, que muchos paises lleguen á caer en una completa esterilidad. o no& sería difícil señalar muchos pueblos que antes eran por sus cultivos de los mas florecientes de E paña, y en la actualidad se vén llenos de miseria y de hambre por la falla de las lluvias. Tan triste suerte la deben seguramente á la falta de los bosques que cortaron sin meditacion y sin haber preparado antes su reparacion.


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No es solamente en las montañas donde hemos de plantar los árboles: en las oril_las de los rios y arroyos, en las márgenes de los campos y praderas, en los bordes de las carreteras y de los caminos vecinales, por todas parles, en fin, donde nos lo permita la localidad debemos estender este producto agrícola. Pero estas plantaciones no pueden hacerse iodistintamenle, pues no ha de olvidarse la nalmaleza del terreno y la temperatura del país. El cultivo de los bosques tieue larnbieo sus reglas y se ajusta á los principios generales de la agricu Itura. En las montañas, como que rein a en el las una lem peratura fria, plantaremos árboles diferentes de los que convienen á las llanuras: los que vivan al pié de las aguas han de ser diferentes de los que vegeten en las orillas de los caminos; y si estudiamos atentamente estas circunstancias, sobre las que basa el estudio de la selvicultura, hallaremos por do quiera medios de aumentar nuestras riquezas, proporcinnando á todas las clases de la sociedad los inmensos beneficios que proporcionan los árboles. No perdamos de vista que uno de los defectos mas capitales de una granja es el que le falte el número suficiente de árboles, no solo para el fuego, sine tambien para los

usos generales á que se destinan. El propietario que estime en algo sus intereses debe hacer de modo que se encuentren en su hacienda las Jeñas necesarias para la com bustion y para la fabricacion de los instrumentos agrícolas qne necé3ite. Esto se consigue plantando de contínuo y arrancando con parsimonia. De esta manera nos apartaremos del peligroso deseo de gozar de una fortuna transitoria ó del momento, y dejaremos á nuestros hijos un caudal de prosperidad, así como al Estado un elemento de riqueza que tiene derecho á exigir de todos los individuos que lo componen. El territorio e pañol es por su topografía bello y encantador: en sus variadas esposi~ cienes, que representan climas distintos. pueden vivir bosques inmensos de diferentes especies que ofrecerán al comercio, á la agricultura y á las artes un auxilio poderoso. Por toda la penín ula pueden cruzar y cruzan carreteras que guarnecidas de árboles darán un producto mas ventajoso de lo que á primera vi ta parece. Por todas partes vedamos entonces estas magesluosas producciones del reino vegelal que nos ofrecerian fruto s abundan les y de valor, al mismo tiempo que cubrirían con su sombra benéfica á los animales á y la tierra que los alimenta.

PLANTAS ALIMENTICIAS.

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M. Trécul, viájero naturalista, encargado por el museo de Historia natural de París de un viaje científico por la América septentrional, ha dirigido un escrito al Ministro de agricultura y comercio de Francia, en el que se dá conocimiento de las nuevas sus-

tancias ali~enticias que ha descubierto _en su viaje. Examinando M. Trécul todas las plantas leo-um in osas que encontraba en aquel los paise~, y que él aun no conocía, halló una cuyo tallo subterráneo contenia muchos tubérculos


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no del tamaño de un h.uevo de paloma, los cuales forman gran parte del alimenlo de lo osages. E tos tubérculos que pertenecen al apios tuberosa de los botánico~ (groumenest de los america~os), no maduran ha~ta fines del otoño, y los indios no los recogen hasta la primavera. éaando son cosechados en esta época se conservan bien, esceden 9omunmen"tfl ea volúmen á las patatas mas grandes ® nueslro pais. Como e tas comen los in dios dic_hos tubérculo cocidos en agua, y dice )l. Tréculque los halló tan harinosos ó feculentos y de un gu to tan agradable como el de nue tras patatas. 1. Trécul llevaba la comi ion especi~l de adquirir y estudiar la planta llamada en botánica psoralea esculenla, que e conoce en la A.mérica septentrional con un nombre que equivale á decir patata blanca. Esta planta, que forma tambien gran parte del alimento de los osages, no corresponde á la idea fa,vorable que ~-e babia formado de ella, porque no produce mas que un tubérculo cuya corteza leñosa y recia debe quitarse antes de cocerlo. La parte interior, ó sea la carne de e te t11bérculo, es igualmente dura y casi leñosa, lo que hace que satisfaga poco al gusto. La psoralea esculenta es por otra parte vivaz; el mismo tubérculo puede ,ivir diez· años, y esta condicion tal vez sea un obstáculo para su cultivo. El tallo de esta planta tiene apenas un pié de elevacion, y sus hojas pubescentes, ó bien sedosas, no podían ser de mucha utilidad para forrage. El apios tuberosa por el contrario reune todas las ventajas que puede apetecer el cultivador: su tallo s·ubterráneo produce siempre un gran núme-

ro de tubérculos que como los de la patata esláo provistos da yemas ú ojos por medio de lo cuales la planta se multiplica. E tos tubércu!os son muy feculentos, ordinariamen_te mayores que el puño, y tienen un sabor algo azucarado: se desarrollan durante las e taciones de l verano y del otoño, y na ceo de ·ellos a l año siguiente ta\los trepadores y hojas abundantes que es probable pudieran ervir para el alimento de los ganados. Los osages emplean tambien como alimento otra planta que crece en los lugare cenagosos. E te vegetal de que algunos pueblos de la América hacen mucho u o es una magnífica e pecie de nelumbium. Las parte de la planta que comen on el talló subterráneo y las semillas: los primeros los comen crudos ó cocidos en agua y condimentados luego con grasa: e,n el estado crudo son bastante duros, pero con la coccion se vuelven tiernos y jugosos y de un sabor agradable. Los habitante:, de aquellas apartada regiones componen ciertos guiso c.on estos tallos subterráneos, que no repugnan al paladar y que dan mucho alimento. Las semillas son poco apetitosas y no la comen, escepto en casos de carestía . Atendidas las circunstancia que pre enta e ta planta, debemo confe ar que sería una buena adqui icion para la horticultura, porque además de las ventajas que proporcionan sus tallos subterráneos, á lo menos para el {!anado, constituiría un bello adorno para nue lros jardine por sus largas hojas en forma de parasol , y por sus humo a flores. blancas de doce á quince pulgadas de diámetro.


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Poquísimas materias habrá referentes á la en la travesía, caprichosas el mayor número, economía rural de las que se haya hablado que ascienden-á. una cantidad de alguna cony escrito mas , con ·particularidad desde el sideracion; paga además la sal; sin la que siglo pasado , que de léLcría y fomento del sus reses enfermarían, á un precio éxorbiganado lanar, y pocas tambien que hayan tanle y que no ti.ene relacion con el que se merecido en todas las edades y en todas las les da á otros consumidores y á los estrannaciones llamar tanto la atencion de los le- geros . Unidas todas estas cosas á la poca saca gisladores. Ningun ramo de la egricultura de sus productos -y por lo mismo al despreni de la industria pecuaria ha sido mas pro- cio con que.se miran p~r los consumidores, tegido por las leyes; asi es que no ha habido resalta que el ganadero con su indu tria sale un,legis lador ni antiguo ni moderno que no perdiendo; de aquí el poco interés por las le haya concedido la preferencia, posterganmejoras, la ninguna esoilacion para refinar, do por decirlo asi á los <lemas ganados, sin , cruzar y lograr productos mas sobresaliendejarlos por esto en el olvido. En España han . tes, solo conserva sus ganados, ya esperando sido las ovejas casi el objeto especial de las un amparo que tarda en !leo-ar, ya porque ley<:Js y privilegios, de lo cual es un buen no .encuentra quien se los compre. testimonio la historia del Honrado Concejo Al considerar que el ganado lanar llamó de la 11Iesta. . en algun tiempo la ateocion del Gobierno c¡.;Es cosa sabida que en tiempo de los Reyes paiiol, del mi mo modo que la está llamando Godos se dictaron varias leyes, contenidas en en el dia en todas las naciones y si cabe con el Fuero Juzgo, para proteger la propiedad un interés dificil de imitar por estas; si se de los ganados á sus dueños y facilitarles tiene presente que cuanto se disponía era pastos . Desde entonces basta nuestros dias con el objeto de conservar y aun mejorar las se han <;lado infinitas con igual objeto, red~1lanas, y que con este fin se sacrifican en tociéodose el mayor número á la r,rohibicion das las partes del globo; y si se reflexi-ona de roturar para labor los terrenos de ' tinaque el ma~ or número nos han scbrepujado, dos para pasto, hasta 'fUe se derogó por de¿no indica esto que el Gobierno debe volver · creta de las Corles. en 8 de junio de •1813, sus miras hácia industria que tantos benerestablecido err 6 de setiembre de ~ 83&. En ficios puede report-ar al E tado y á la riqueconsecuencia de esto se ha adoptado un sis- za pública, y que debe prestarla todo género ~tema opuesto; han desaparecido el mayor de proleccioú y amparo , re.moviendo todos número de dehesas y prados, se han reduci- aquellos ob táculos que tan.to arruinan á los do á tierras de labor y hao tomado los pas- ganaderos? los un valor estraor<linario que hace casi i mEl ganado á que aludimos se cría con esposible el sostenimiento de la ganaderia á no pecialidad por sus lanas, y estas se dividen adoptar medidas enérgicas que anonaden las en general en lanas de carda ·y en lanas de fatales consecuencias que esto puede acarpeine: las primeras son cortas , y largas las rear.[Resulta de esto además, que el ganarle- segundas; de aquí su diversa ~plicacion en ro paga por una parte, y el dueño de los pas- las manufacturas. Antes de inventarse los tos por otra, que aquel tiene mil denuncias lienzos, cuyo uso es muy poco anterior á Ju1


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lio Cesar, se apreciaban mas los vestidos do lana porque no babia con que suplirlos; pero el algodon y la seda hicieron disminuir su consumo; sin embargo es algo considerable en la actualidad el de las telas rasas y las manufacturas de éstambr~. nestra raza merina no proporciona mas que una lana fina, sedosa~, corla, su ceptible de ser empleada para la fabricacion de telas de pelo ó paños, mie;:itras que las lanas de peine deben proporcionar un hilo largo, liso y suave, y para esto es preciso que ant~s de hilar dicho producto se prepare de modo que todos los filamentos se diriJan en un mismo sentido y estén paralelos entre sí, que sean lo mas largo posible para que las puntas nn se suelte • y destruya • el bril'o y lisura. Nosotros carecemos de lanas con estas cualidades , pues aun las merinas de mas longitud no tienen el Euficiente largo ni la indispensable lisura; las entrefinas ó mestizas tienen el largo necesario, pero carecen de finura, de igualdad y de flexibilidad. Las lanas merinas e pañolas tuvieron en alo-un tiempo una salida tan estraordinaria para los mercados estrangeros, que casi eran superiores los pedidos á la produccion; pero el pedido fué disminuyendo progresivamente conforme iban criando en las <lemas naciones el ganado-que solo nosotros poseíamos, y como no descuidaron ni descuidan el objeto de su conservación han mejorado de tal modo las lanas, que han logrado poseer una calidaq superior á la nuestra, que es la que se tiene como de primera suerte, v aunque las lanas merinas no tan solo n.o han desmerecido, sino que han mejorado, no pueden entrar en competencia mas que entre las segundas, bajo cuyo concepto son buscadas; pero como las de esta clase existen en muchísima abundancia por prnducirse y¡1. en bastantes países, sobre todo en la Nueva Holanda, y ser dable espenderla& á precios que nuestros ganaderos no' pueden, resuita su estancacion. Si los saJones por ejemplo pierden en el. valor de las lanas de segunda suerte, se encuentran remunerados por el que tienen las de primera. Al mismo tiempo de disminuir el pedido y el consumo estrangero y de llegará ser poco menos que nulo, se iban

cerrando much::is fábricas que no dejaban de co • sumi runa gran parte, sieudo en la ~tualidad tau insignilicantes los pedidos para la manufactura interior que los ganaderos no pueden dar salida al único producto que les debiera remunerar en algun tanto de los inmensos sacrificios que hacen y de los desembolsos continuos que tal vez sin poder llegan á verificar. El remedio de tln mal de tanta consideracion no esLá en disminuir el número de reses y dejarlas en proporcion del consuiño, porque esto acarrearía perjuicios de mayor trascendencia y que son demasiado fáciles de conocer. El remedio estriva en producir lo qup, nos falla y enlonces se notarian -las ventajas que todos ansiamos. l\luy pocos habrá que ignoren el uso quese hace en España de los estambres y de las telas que con ellos se fabrican, y cualquiera conocerá que teniendo que traer los unos y los otros del e trangero es privarnos del numerario que entre productores y fabricantes debiera circular, cuya cantidad ·es algo respetable. De aqui el que casi todas las naciones hace • cuantos esfuertos son imaginables para. no llegará. ser tributarias de otra, ó cuando menos dejar de serlo en tanto grado, siempre que ellas puedan producir lo que le hace falla, sino de un modo tan sobre aliente al menos imitando lo mas posible, logrando con el tiempo ser iguales y muchas veces sobrepujándolas. lil ejemplos nos presenta la historia de la industria pecuaria y manufacturera de esta verdad, que no citamos por ser demasiado conocidos, bastando para ello recordar lo que ha súcedido con nuestra ra• za merina y caballar y con las blondas catalanas. Lo mismo pudiéramos hacer con las lanas P.stam breras y con sus tejidos , pero no las tenemos, no las producimos, no hemos intentado el menor ensayo á pesar de la necesidad, ni tampoco se ha reflexionado en la facilidad que hay de conseguirlo. Cosas mas dificiles hao logrado los estrangeros y solo port1ue han tenido constancia e• su empresa, porque han sabido vencerá fuerza de sacrificios los inconvenientes del clima, perv que luego se nao visto remunerados con unos réditos crecidos.


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El estado escepcional en que se encuentran los ganaderos españoles, el ver que, especialmente los que tienen rebaños trashumantes, pierden en su empresa mas bien que encontrar remuneracion, á no ser los que poseen dehe:;as propias, ó los que reunen un rebaño á parcería y van á los aporijos porque ellos e lo hacen y gobiernan todo, sin tener que pagar pastores y de mas que es consiguiente, no les es posible bacer gastos porque no los pueden soportar, porque si son ganaderos es por no encontrar quien les compre las reses I no las han de degollar, snfren con una resignacion admirable el que cada cabeza les tenga de custe anual por término medio de 1 i á i 6 rs. ; pues bien , en vista de estado tan deplorable el Gobierno debiera enterarse con minuciosidad de él,· recoger los datos ciertos, ex:ictos y fidedignos que lo comprobáran, lo cual es sumamente fácil, y convencido de las grandes necesidades que aquejan á la cabaña española, tratar de anonadarlas, prestándola su apoyo, su proteccion , su amparo; y desaparecidos los óbices, las trabas, las demasiadas gavelas con que se encuentra sobreca_rgada, los ganaderos se dedicarian con gusto, con afan y con esmero á la regeneracion, afinamiento y mejora de sus reses, tratarían de con eguir nuevos productos para satisfacer las necesidades manufactureras, y de estas mejoras no le toca ria al Gobierno la menor parte por los rendimientos que le facilitarian . . No es dable remover todos los obstáculos con la prontitud que seria de desear; pero el Gobierno, que tantas pruebas está dando de lo muchísimo que ansía el fomento de cuanto pe1-tenece á. la economía rural, pudiera lomar la parte mas activa en este asunto. Es demasiado público y notorio que carecemos de l~nasestambreras, pues no puede tenerse como posesion de ta I producto lo poco que produce la cabaña de Zaragoza, que como se sabe procede su existencia de mu~· antiguo, por haber traido ganado de Inglaterra que mezclado con el del pa is dió orige • á las lanas finas que se tienen, v que seria muy útil propagar; al paso que por ahora nos sobran de las de carda, y no habiendo uno que desconozca las ventajas generales y particuTOlfO 1.

lares que reportaria el ser productores de esta primer materia, seria muy conveniente que el Gobierno facilitára á los ganaderos que lo solicitáran moruecos de lana larga, del mismo modo que proporciona sementales á los poseedores de 1eguas; solo á. él le seria esto factible por los motivos indicados, v los ganaderos se dedicarian con esmero á la.produccion de unas lanas de fácil y pronta salida. El Gobierno puede hacerlos venir de Inglaterra, del mismo modo que lo ha hecho el gobierno francés, entre otros, v cooperar directamente al fomento y mej;ra de la industria pecuaria y fabril. Una vez lograda la produ cion de las lanas estambreras se pudiera facilitar y aun convendria incitar para el establecimiento de fábricas con el objeto de aprovechamiento de esta primer materia, bien sea permitiendo la introduccion de máquinas sin derechos con aquel fin, bien dejando libres de contribucion por cierto número de años á los fabricantes que lo merecieran por la calidad y fácil salida de sus productos, 6 bien dando premios á los productores de la.s primeras materias y á los confeccionadore. ; en una palabra, fomentando, amparando y protegiendo ambas industrias del modo y forma que mejor le pareciere. Resulta de lo espuesto, que por multitud de circunstancias y contratiempos tenemos un esceso de lanas de carda, pues hay _ganadero que tiene hasta. tres pilas, y carecemos casi absolutamenle de lanas estambreras; que la produccion de estas seria muy útil para todos, pero que los ganaderos no pueden hacerlo de por sí por el estado lamentable en que se encuentran, correspondiendo solo al Gobierno tomar la part~ que los de otras naciones han tomado facilitando padres para dicha produccion; y entonces nos encontraríamos en igual estado de prosperidad que el en que se encuentran otros países. o dudamos que haciéndose cargo el Gobierno de estas lacónicas insinuaciones procurará dirigir su atencion hácia una industria de la que pueden resultar las mismas ventajas que del fomento y mejora de la cría cabal lar, porque todas las industrias son in -

u.


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dispensables para la prosperidad de una nacion, mucho mas si estas se refieren al fomento simultáneo de otras primordiales, cual resultaria haciéndolo á la qu~ nos referimos,

puesto que se engrandeceria la agricultura, la industria lanera y la fabril. ( Revistci de la ganadería española).

ESPERIMENTOS EN LA CRIA DE GUSANOS DE SEDA ~N LA CASA ~~~~ ~0 ~~~ ~ ~~ "'°eoa---

REllllTIDO. SR. D. JAJME LLANSÓ: En el año 18t3 me proporcionaron semilla de gusanos de seda venida de la Ilisbal, resguardada en un pequeño cajon, y así la tuve hasta que llegó el tiempo de hacer que nacieran los gusanos. . . A últimos de abril foé puesta la semilla con la misma cajita en un rincon detrás de la piedra del fuego ó chimenea, donde se puede graduar muy bien el calor acercando ó alejando la cajita de la piedra . segun sea necesario aumentarlo ó disminuirlo. Al 5. 0 día de aquella operacion empezaron á nacer algunos pequeñitos insectos, y se les <lió luego hoja muy tierna de morera que se iba á buscar á una huerta de Olot, do..nde hav tres de la especie comun. Sacados los ins~ctos de la cajita despues de agarrados á la hoja tierna, fueron colocados en otra caja en el mismb lugar y bajo el mismo grado de calor. Al 6. 0 y 7 .º dia nacieron la mayor parte, y al 8. 0 lo verificaron los restantes que colocamos con los primeros. Unos 3000 insectos muy robustos fueron los que nacieron, y se les daba cuatro comidas diarias. A los ocho dias de nacidos loi;i pusim os en otro lugar, fuera del avivadero, en d< •nde hicieron Juego la primera·dormida felizm ente, y continuamos dándoles iguales cuatro

comidas, aunque ampliándolas á medida que los gusanos iban creciendo; se les saca- · ban las camas, se colocaron en estantes hecbos al efecto, y de este modo hicieron la segunda, tercera y cuarta dormidas con buen éxito. En lo::; últimos dias (ó gran fresa) les suministramos mas comidas. Al 8. 0 , despues de la última dormida, se notó que iban progresivamente volviéndose amarillos, trasparentes y mas pequeños, y que levantaban la cabeza pareciendo buscar algo. Luego preparamos las bnchas ó pesebre en los lados de los estantes para que hilasen; á poco de colocadas las ram as se observó que empezaban algunos á subir al pesebre, y al dia siguiente por la mañana ya vhnos varios que constrwan el ad[))irable globito de seda en que iban á encerrarse. Al día siguiente tambien se observó lo mismo, y dos dias despues ya baliian salido lodos, á escepéion de unos pocos que no pudieron subir y perecieron sin dar capul1o. Viéronse construidos en las ramas hermosos capullos de diversos colores, formando un cuadro agradable y curioso, á par que digno de ser mirado por todo ojo investigador. A pesar ·de las enfermedades <¡ue contraen dichos insectos anles de dar la seda, muy pocos fueron los que enfermaron y dejaron por consiguiente de formar capullo, pudiendo decir que en este año llegaron felizmenle


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a su té'rmiao, empleando al efecto ciacueata dias (desda el nací mieato hasta la coostruccioa 9el capullo). Recogidos los capullos fueron llevados á la Bisbal doade los hilaron, y resultó de ellos una libra de seda que veDdjmos en fütrceluna. Habiendo visto que los resultados del primer ensayo de criar gusanos de seda con morera comun habian sido favorables, determinamos hacer venir del establecimiento de D. Fntnvisco .Monfort quinjentas estacas de morera multicaulis (morus multicaulis) para pr.obar mas adelante la cria de los trevoltinos (gusanos de tres cosechas) con la hoja que darian dichas est~cas si llegaban á avivarse, y pára ello escribí al Dr. D. Jaime Casellas, quien cuidó de proporcionármelas. Sin embargo de ser las estacas que me remitieron muy delgadas, de haber venido de lejos, y de haberlas tenido un mes en casa sin plantarlas á causa de lo riguroso de la estacion, de ln.s quinientas que fuero.u plantadas á primeros de marzo de 18U no murieron mas que diez, habiendo ya dado casi todas en el mismo año hermosos retoños. En el año 1845, por conducto del mismo Dr. Casellas, el apreciable señor D. José Roura nos remitió una poquita semilla de gusanos trevoltinos y otra poquita de los de Valencia. Puesta dicha semilla á avivar en la misma época y lugar que la del año 4843, confiados en que uaos y otros no nacerían basta el 4. 0 ó 5. 0 dia, como acostumbran, no cuidamos de mirar la semilla hasta el 3. 0 , cuando hé aquí que hallamos la mayor parte de los trevoltinos nacidos, y muchos de ellos muertos ya á causa del demasiado calor y falta de tilimento·, y tan solo unos cuarenta encontramos vivos. Los valencianos no nacieron hasta el 5. 0 y fi. 0 dia. Alimentados los trevoltinos con la multicaulis, y con la misma y la comun los valencianos, y siguiendo el mismo método que en 184:3, es.tos fueron siempre robustos y sanos, al paso que aquellos débiles y enfermizos, muriéndose un dia uno, otro dia otro, sin saber · cómo, y llegando tan solo á constrÚir capullo quince de ellos. Los de Valencia se sal-

varon casi todos, unos doscientos, habiendo empleado para llegar á su término el mismo tiempo que en el año anterior. Sacados los capullos del pesebre y colocados sobre papeles, de los quince que hahia de trevollinos no obtuvimos para la reproduccion mas que una mariposa hembra, y los otros machos, y aun la hembra murió sin poner mas que cien huevos. De los valencianos guardamos la semilla necesaria para la cría del año 1846. Los capullos ó Luchas trevoltinas se diferenciaban de las valencianas por ser un poco mas pequeñas, de un color de carne, y tener la hebra mucho mas fina. En el año 1846, puesta la semilla trevoltina del anterior, y unos mil de la valenciaaa, en la misma época y lugar que en tos años precedentes, nacieron al 5. 0 y 6.0 dia, alimentados los primeros con la multicaulis y los segundos con la comun ; y siguiendo el método ya dicho en los demás años, en el citado de 46 los trevoltinos fueron mas robustos que en el anterior, pero siempre mas débiles que los valencia nos, sintiendo al momento el menor cambio de temperatura,· y Ilegaron sesenta de estos y ochocientos de ·aquellos á construir el c3pullo. De ellos hicimos nacer las mariposas necesarias para la reproduccion y cría del año inmediato. La seda se hiló sin- torno ni máquina alguna. En 1847, de la semilla de 84-6 nacieron unos mil de la clase trevoltina y tres .mil de la valenciana, y á uaos cuantos de los primeros probamos darles morera! mezclada; esto es, cuando de comun, cuando cte multicaulis, y dió por resultado morirse todos. Los restantes no csperimentaron enfermedad alguna hasta acercarse la época de hilar, en que faltándonos hoja multicaulis .,para los trevoltinos tuvo que aprovecharse una muy vieja de la misma que habiamos dejado ya por inútil y mala, y desde luego empezaron á enfermar, vomitando, volviéndose amarillos y pequeños, y terminando con morirse muchos sin poder hilar: los que pudieron verificarlo fueron tan solo cuatrocientos, y de valencianos cerca de tres mil. Guarda-


mos cien capullos de los primeros y otros baja~e, y haciendo lo mismo de día cuando tantos de los segundos. para la reproduccion·, reinaba viento fria¡ se les daba cada hora ahogando los demás. Remitimos el capullo ' hoja muy bien partida de. la rnulticaulis (esá la Bi sbal para quP. allí se hilase, y á pesar cepto por las noches), sacándoles las camas de haber nacido una multitud de mariposas nluy á menudo, y de este modo hicieron la por el camino, i.nutilizáudose muchos capu- primera y segunda dorn,ida felizmente. Continuando dándoles menos comidas á llo-s, todo esto por haber sido mal ahogados, resultó una libra seda de muy bu'ena cali- medida que iban creciendo; no picándoles dad, de modo que los mismos que la hila- la hoja tan menuda como en los primeros ron dijeron que era d\j la mejor que habian dias; manteniéndoles limpios los estantes sin excrementos ni desperdicios de hoja; hilado -aquel año. En 184'8, habie •-do adquirido un cuadro haciéndoles ocupar cada dia mas sitio, y fin.óptico demostrativo de la cria de gusanos con ventilacion régular, verificaron todas las de seda, de los dados á luz por D. Francisc0 dormidas sin morirse apenas ninguno. Los trevoltinos, aunque uo tan robustos Monfort, me propuse seguir las reglas que en él dá lan inteligente como entendido se- c,om0 los valencianos, perecieron mu y pocos en las dormidas. ííor, en cuanto lo permitiese el local. En los últimos días se les suministró mas El dia ,i. de ~ayo del propio año coloca. mos en el avivaJor la semilla del año ante- cantidad de hoja y menos comidas. El 1is rior, haciendo de manera que el dia prime- de.junio empezaron algunos á subir á las ro no recibiese mas que de diez y seis á diez ramas que ya estaban preparadas al in(ento, y en los dias ,19 y 20 subieron todos. esy siete grados de calor, teru1ómetro Reaumur, y aumentan.do cada dia un grado, el cepto algunos rezagados que quedan siempre por mas cuidado que se tenga en que 11 naciecon muchos y el 12 casi todos. vayan igúales. C•imo lJara obtener buenos resultados mas Siguiendo este método logramos hacer la que todo es necesario el nacimiento simultáneo de los gusanos,con el fin de conseguirlo cría en solo treinta y ocho días, desde nacer bañamos la semilla en agua tibia antes de hasta subirá las ramas ó construir capullo, colocarla en el avivador, y despues de he- siendo así que en los años anteriores siemcha secar al sol de la mañana la pusimos en pre habian empleado cincuenta días; y es bien seguro que si se les hubiese dado codicho avivadero: (método que aconseja D. Santiago Lluis en su tratado Apuntes sobre ' midas por la noche no habrían empleado mas que treinta. Tambien logramos basla industria de la seda). tante igualdad en las dormidas y en toNacieron algunos seis mil, de los ·que disdo el tránsito de la vida hasta salir las matribuimos dos mil á vf!,rios particulares proriposas. pietarios de estas inmediaciones que poseen Hemos notado que los trevoltinos son muya plantel de la multicaulis y no~ los babian cho mas delicados que los valencianos, que solicitado, entre estos D. Ramon Feixas, del se mueren con los cambios repentinos de término de Olot, muy aficionado á la cria temperatura, la cual se ha de tener mucho de insectos tan lucrativos, y que · tiene bastantes moreras plantadas, de tres y cuatro cuidado en mantenerla a.l grado conveniente por medio de fuego ó estura, y que si se les años, muy robustas. dan las hojas humedecidas enferman -y se Tuvimos los gusanos ene! avivadero manmueren. teniéndoles de, "einte á veinte y dos grados No hay duda que los gusanos trevoltinos del termómetro Reaumur hasta el octavo día requieren en. esle clima mayor cuidado; peque empezaron la primera dormida, y fueron colocados en otro aposento en que se ro tam bien da.n ·el capullo mas fino, y se puede conseguir con ellos mas de una cosostenía la temperatura de trece á diez y nuesecha. · ve grados, poniendo por las noches un poco Este año resultaron mas de trece libras de fu ego en el dicho aposento para· que no


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de muy buen capullo, sin los guardados para la reprodu~cion. SEGUNDA COSECHA IJE 1848.

A 25 de julio fué puesta en el avivador parte de la semilla trevoltina recogida de las maripo~as de la última cosecha: nacieron bien en número de unos trescientos gusanos; en todo se les cuidó como en la anterior cosecha, y ninguna vez habíamos logrado criarlos tan robustos como en esta. Tuviernn siempre mucho apetito. hicieron las tres dormidas (los trevoltinos no hacen mas que tres) con igualdad y sin morirse ninguno, y no contrajeron enfermedad alguna durante todo el término de su vida, marchando siempre iguales. Lo que creo contribuyó á ello fué que el tiempo estuvo muy seguro, y la temperatura elevada y sostenida mucho mas que durante la primera cosecha ( 1 ). ( 1 ) Opinamos, como el señor Riba, que si los gusanos trevollioos uo suíren en la segunda cosecha la eure·rmP.dad que esperimr,ntaron en la primera, y si no murió ni un solo individuo, fué pnrquc el liempo e,·tuvo muy seguro y la tempei:atura elevada y sos/e11ida. Dec imos esto porqt1e cteemos que el g11sano trevoltino ha de padece r necesariamen te enfermedades temible$ en razon del alimento de que se hace uso. Acostumbramos darle la· hoja de la morera mullicaulis para conseguir las tres cosechas que la abundancia de ella nos proporciona, siu reparar oí tener presente que esta clase de hoja no reune las coudiciooes que exige la alimentacion del gusano de seda. Para que la morera multicaulis nos cié una vegetacion íronclosa y precoz, como la o!Jtenemos cornuuQJente, necesita estar plantad a ea terrenos sustanciosos y que disfruten de mucho riego; y estas circunstancias qu e producen cosechas pingües de hojas, hacen que es tas hojas se llenen de uo agua do vege tacion mar t:laborada que sustituye á;la materia sP.dosa de que en otro caso abunda el moral cuando no se ha viol entado su VE'getavion. Esta rnvia acuosa, que tan eo grandes porciones se encnentra en el moral multicaulis,

Recogidos los capullos ahogamos los que no quisimos guardar para la reproduccion, y de las mariposas que salieron obtuvimos la semilla que reservamos para el ap.o venidrro. Sería·'de desear que los propietarios agricultores se convenciesen del grandísimo frutó que les reporlaria la cria de los gusanos lrevoltinos, pues que pueden alcanzarse con ellos dos y tal vez mas cosechas ; y haciendo grandes plantíos de la mullicaulis, que en rn uchas fincas lo podrían realiz~r sin disminuir por eso ninguna de las cosechas y. pruductos de los que actualmente sacan de ellas, y construyendo establecimientos á propósito, estoy bien persuadido de que lo~rarian hacerlas todas tres, y una vez conseguido esto, sacarían de sus fincas doble producto del que actualmente sacan, y á mas darian un grande estímulo é impulso á nuestra industria y comercio. Lo que he dicho se entiende en general, porque sin duda habrá alguna finca.á la que por det1::rminadas circunstancias no le serian muy ventajosas mis indicaciones. El año venidero, si las circunstancias lo permiten, probaré el hacer tres cosechas con los trevoltinos, y de los resultados enteraré á v.

Es de V. su atento y afectísimo servidor Q. S.M. B. Eus1mrn RrnA Y CASELLAS. ocasiona á los gusanos trevoltinos diarreas y otros males de que proviene la muert.:, del q¡ayor núm ero de ellos. Por esta razon se necesita y aconsejamos- la IDªyor prudencia y reserva en el nso de la morera multicaulis, no dudando qu e la espe rienc ia ju ótiücará sus malos erectos, y qu e los aficionados a la cria del gusano de sedá abandonaran una hoja que P.erjudica al insecto y al prorlucto qu e de esta industria r epor tan la ugricnltura y las artes.

(N. de l<.1 R.)


PARTE OFICIAL~ Real órden dirigida al gefe politíco de las Baleares, la cual determina que no ha lugar á declaracio11 alguna sobre el sentido de las palabras cerrado ó acotado .por no ofrecer duda en el particular los decretos anteriores.

Vista la exposicion de V. S. de 16 de setiembre del corriente año, en que solicita se declaren los términos del decreto de las Córtes de 13 de setiembre de 1837 sobre caza y pezca, en, el cual se previene que el disfrute de ellas en los montes y terrenos, de que trata el artículo 3. 0 del decreto de 1 ~- de enero de 1812 sobre abolicion de ordenanzas de montes y plantíos, ó en otros que estu viesen cerrados ó acotados, corresponde privativamente á los dueños, y que nadie podrá cazar ni pescar en ellos sin su prévio permiso, ó de quien sus veces hiciere; consuLta;1do V. S. si las cualidades de cerrados ó acotados han de interpretarse por el artículo 30 de la ley sobre caza y pesca, dada en 3 de ma~'º de 1834, ó por el primero de la ley tle 8 de junio de 1813, restablecido por real decreto de S. l\I. de 6 de setiembre de 1836, pues de su diversa inteligencia resulta que los cazadores se crean con derecho á entrar en los terrenos de propiedad particular que no están cerrados de pared continua, al paso que los prnpietarios defienden la entrada de los que se hallan amojonados, sosteniendo que esta es la significacion de la palabra acotados; que de ello se originan frecuentes disf:nsiones, y recientemente una, en que un cazador ha dado muerte á un criado de labranza que se oponia á su invasion en las tierras de su amo: Coasideraado, 1. 0 Que d restablecimiento en 6 de setiembre <le 1836 de la ley de 8 de j uoio <le 1813 es posterior á la promulgacion de la de 3 de mayo de ,1834: 2. 0 Que el Jecreto de las Córtes de 13 de setiembre de 1837 habla de terrenos cerrados ó tlcotados, que son los que usa y defi-ne

la. citada ley restablecida en 6 de setiembre de 1836, al paso que el artículo 36 de la de 3 de mayo de 1834 emplea y declara lapalabra cercados, diferente de aquellas en su uso y igaificacion, á que se añaue que la Ley de 14 de enero de •1812, restablecida por decr~to de las Córtes de 23 de noviembre de 1836, á la cual hace referencia el decreto de 13 de seliem bre de 1837, de cu yo seaticto se duda, extendiendo este la misma calificacion que aquella hace de los terrenos destinados á montes y plantíos á cualesquiera terrenos; cuya dicha ley establece que aquellos se declara • cerrados y acotados, pudiendo su dueño cercarlos; donde por una parle se ve la diferenci a que hay entré ambas palabras, y que la ley reconoce por cerrados ó acolados terreuos que no están materialmente cerrados·: · 3. º Que las palabras cerrados y acotados son diversas, y que la ley las reconoce tales cuando por medio de la conjuncion disyuntiva las une dentro de una misma calificacion, á saber: la de asegurar al dueño su exclusivo uso: 4.0 Que acotar tanto quiere decir como poner cotos ó mo;'ones, esto es, cualquiera señal material y visible que indique el hech o de la propiedad y la voluntad del dueño de disfrutarla exclusivamente; S.M. la rein a (Q. D. ·G.), oido el consejo real de A.gricultura, Industria y Comercio, me ordena que manifieste á V. S. que no hay lugar en el presente caso ni á duda, ni por consiguiente á declaracion alguna: que la ley prohibe la invasion en todo terreno de propiedad particular que esté cerrado ó acotado, sin exigir que esté cercado de pared continua. Por tanto, que)sí lo haga V. S. guardar y curuplir-~sin excusa ni pretexto alguno contra los cazadores, pescadores y contra cualquiera otra persona que intente semejantes invasiones contrarias al texto de las leyes y al respeto del sagrado derecho de


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679

propiedad que las ha inspirado ; y en el caso sensible que V . S. denuncia, el gobierno de S. M. cuenta con que el presunto reo de esa intrusion, que lo es así mismo de homicidio, se bailará sujeto á la calificacion y fallo de los tribunales para recihir, si resultase culpable, el condigno castigo de ambos delitos.

De real órden lo comunico á V. S. para su cumplimiento, publicándose en la Gaceta para su general observancia. Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid ~5 de noviembre dé 1847.-BRAvo MuniLLo.-Sr. jefe político de las Islas Baleares.

VABIBDADBSis CERCAS DE PLANTAS VIVAS.

Es tan .antigua la costumbre de cercar los campos, que data casi desde el origen de la agricultura. Esta· práctica tiene por objeto preservar la propiedad rural de la invasion de los animales, dificultar la entrada de las gentes mal intencionadas, y procurar al colti vo beneficios considerables. Las cercas, ora sean de tapia ó muralla, ora las formemos de plantas vivas ó muertas, de todos modos aumenta!} la accion de los agentes vegeta tivos é impiden los estragos que á veces causan los vientos. Daremos algunas reglas de las precauciones que exigen las cercas de vegetales viviente para la mayor utilidad de la agricultura. Aunque podamos emplear los árboles y los arbustos de cualquier naturaleza que sean, adoptaremos sin embargo los que crezcan mas agrupados y que formen una línea mas cerrada por medio de las ramas que brotan en todas direcciones. Por esta razon son preferibles los arbustos que comunmcnte tienen el tronco guarnecido de ramas en toda su estension, · escogiendo de entre ellos los que tengan raíces que marchen ~ bast'lnte profundidad y que no ejerzan nrnguna influencia dañosa. Otra circunstancia: que deben tener las plantas que de tinemos para cercas es que puedan soportar esquileos frecuentes, que

sean susceptibles de cualquiera inclinacion que se les dé, por opuestas que sean, y que puedan vegetar y mantenerse frondosas por muchos años. Es tambien útil que escojamos, en cuanto· nos sea posible, los vegetales que estén en flor por muchas semanas, porque aprovechando las abejas los jugos de las flores nos presentan á la vez recursos ventajosos. Pero como los terrenos no son iguales y todos los campos no están en igual esposicion, nos vemos precisados á elegir los árboles ó arbustos que han de forruar las cercas segun sea la naturaleza del suelo ·en que han de radicar. Si la tierra es arenosa y seca echaremos mano de los que necesitan poco riego, y al contrario, plantaremos los , que exhalan mucha agua en los terrenos húmedos y frescos. CERDO FE OiUEN.AL,

En Porlugal ha sido víctima en la última matanza un puerco -que, pe ado en Siele Casas·, tenia mas de veinte arrobas. Era blanco con pintas negras. Fueron menester seis hombres para conducirlo . Era procedente de Alentejo, y pertenecía á uno de los señores Van Zel~r. Curioso fuera averiguar comu fué criado este cerdo y de raza qué provenía. ( El Amigo del rais. )


COMISIONADOS REGIOS DE AGRICULTURA. · ombraroientos hechos con posterioridad á lo que aparecen en el número 20, pág. 383 de nuestra publicacion. .

Comisionados .

Fechas de los nombramientos

Provincias en que han de ~jercer su crnnetido.

Sr . D. Narci~o Fages de Romá...

Enero 18 de 184-9.

Gerona.

Sr. n. José María Pa!ac:os ... ,..

Id . 29 de id.

Almería.

Sr. D. Andrés Leal. ... ...........

Febrero 7~de id.

Soria.

frluuias~-- ®bstruacionts bt ftbr~ro (1). -----:- ---==-=- -- --DE LAS. GANTll}.ADES DIARIM, DE LLUVIA, ES PRESA DAS EN CENTÍMETROS CÚBICOS Y PULGADAS CÚBlc·As, QUE HAN CAIDO EN EL JARDlN BOT,Í. r; 1co DE LA 1\f. l. JUNTA DE Commc10 DE ESTA CIUDAD DU RANTE EL MES DE FEBRERO DE 1849, EN CUY O JARDIN SE HALLA FIJADO AL INTENTO EL CORRESPONDIENTE rLIJVIÓillETRO. 0

Días .

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2. 3.

4. 5. 6.

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Cantidad media de lluvia durante el mes de feb rero (2). 0,00

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!I (•1) Véase el número de ~ 5 de feb rera.-=Las observacio nef diarias s~ harán en lo sucesivo á l:is 5 de la larde. · (2) S~ ha observad·o casi diariamente, que desde media noche hasta bastnatc despnes de salido el sol ha estado cubierta la atm6sferá de ni ebla ú vapores, lo r¡ne ao habrá con tribuido poco á que las plantas y tierras de Psi a ~i-0tlad y sus alrededores ao hayan esperirncntado la sequía de que se lnmentan ea algunos puntos de esta provincia y aun de fuera de ella, y cuya sequía es sia duda el producto natural del escesivo calor que hemos sof4ido, atendida la estacion, y dfl los vientos que hao minado.

FIN DEL TOM"O PRnIERO.


ÍNDICE GENERAL ~e las materias contmi~as en .el to-m.o-

r

EL CULTIVADOl\e ,

-'

..

AGRICULTURA,

Págs.

Consideracione5 generales acerca de las labores. • . . ; • Si es necesario segar fas mieses antes de . . . . su completa madurez. Multiplicacion del olivo por-semilla. . Cultivo de los guisantes der Príncipe Alberto.- . . . . . . . . . • Consideraciones generales ace~ca de los· riegos._ . . , . . . . Del cull1vo de la alfalfa arbórea corP.o medio de cercar los campos. Consideraciones generales acerca , de los abonos. Cultivo de la patata por semilla. Abonos para las viña$. Mulliplicacion de la patata. Confirmacion de si , conviene segar las mieses antes de su completa madurez. Importancia d.el estudio de la fisiología para la agricultura práctica. . , · Sohrc. la enfermedad actual de la pa!ata. Método para prevenir que el trigo se escalde ó ponga vano, 6 sea a.:ordelar las . . . • ~mieses. . . . . . . Geografía vegetal ó botánica.- Arllculo 1. 0 • • • • N u evo sistema de cultivo útil é interesa nte. . . . . . . . . Geo grafía vegetal ó botánica.-Artículo 2. 0 • • • • Historia y clima del ol ivo. . . . • . Mas sobre la enfermedad actual de la patata. De la vendimia. . • . Geografía vegetal 6 botánica.-Artil'u• lo 3. 0 • • • • Alfa\f'., arbórea.-NtJeVa prueba de su ul1lidad.-S~milla. • • Proverbios agrícolas. • . Adelantos del cultivo. • . . , Premios ofrecidos en cuanto á Agricultura por la socied:id económica de amigos del pais de Valencia. . . . • . Formacion de la tierra vegetal 6 cultivable . . . . . . . • . · • De los abonos vegetales fresco~. . . . De la col y de su utilidad en la agricultura. . . . . • . • . • • . Enfermedad de las pala tas en Dinamarca. Observaciones en favor del nuevo sistema de cultivo por rotacion de cosechas. Importancia del estudio de la agricullura.-Remitido 1.º . • . Cultivo de la espnrceta. . . . . . . Nuevo sistema de cultivo.-Al Bien del pais. TOUO l.

.

Págs.

Si es ventajoso sembrar .el trigo á surcos. Del l~lpo y de Jo¡¡ medios de esterminarlo.

1 Alternativa de cosechas. •

4 !)

13 17 24

33 38

51

57

59 65 79 id.

81 88

97 99 103 105 113

120 12l-

124 126 129 131 134

156 158 161

167

174

.

. ..

.

182 184 189 207

{ 257 Relacion que tienen las phntas con los cuerpos que las forman y con los que ellas nutren. . . . . • . . . . 193 Cultivo de Ja rubia. • • . • . 1S6 Importancia del estudio de la agricultura. -R emitido 2. 0 203 • • Relacion que tienen las plantas con los animales y con las fruiciones del hom- , bre. . . . . . . . • • . • • 217 Arado perfeccionado de Hallié. . • • 223 Del arado perfeccionado de Hallié comparado con el que comunmeute s-e usa en España llamado timonero. . • 224 Instrucciones para el mejor uso del arado de Hallié.-A los propietarios agricultores españoles. . . . . . . 227 241 Fisiología vegetal. -G eneralidades. • 21~3 De las tierras. • . . . . . Cultivo d el algodon 6 algodonero. • . 246 l mport.ancia del estudio de la agricultu252 ra.-Remitído 3. º Ventajas del uso del yeso esparcido en 256 . otoño. • . . Del uso de la pila como medio de abonar las viñas. . . • , 270, Abo no líquido vegetal. 275 Del altramuz. . . . . . • 278 Fisiologí¡¡ vegetal.-Propiedades det tejido. . . • • • • . . . 289 Yerba de Guinea y su cultivo. 291. Terreno y esposicion que exige la viña. . 295 Siembra de la patata como medio deprecaver su enfermedad. 301 Modo de- abonar y estercolar los campos. 304 Al Bien del pais.-Sobrc el nuevo siste-. ma de cultivo. 307 Preparacion del sueto para formar un pra- • . • . 321 do natun,I. . . . • Clima y terreno que convienen-al cáílamo. 323 Forrages de verano en tierrns secanas. • 326 Proyectos agrícolas.-Remitido. • . . . 329 Fisiología veg-etal.-Propiedades vitales . de las plantas. . . 337 341 De la yerba pastel. . . • • . J>rocerlimienlo práctico para conocer la naturaleza efe las tierras. '. • . . . 34¡¡. Modo y época en que debe sembrarse un prado natural. , . • • . . . • 347 Del cultivo de la rubia por plantacion. 361 Algunas consideraciones sobre et uso de los abonos. • 36.4 Alternativa septena\ de cosechas. 366

· 4-5.


482 Págs.

Pdys. Modo de formar un buen granero. . 73 369 Distribucion de pastos para el ganado. • 85 375 Cria del gusano de seda en la alta Cataluña. • • . • . . . . • 9t 385~ Prinripales ventajas que los prados arti387 ficiales tienen sobre !os naturales. . 105 Enriamiento del cáñamo por medío del 393 rocío. . . . • , . • . . 115 396 Nuevo método de criar los gusanos de seda. . • . . • . . . 117 400 Enriamiento del cáñamo y del lino por medio del agua. . . . • . • . . . 145 403 Cosecha y conservacion de las hojas de los árboles para alimento del ganado. . 150 412 Utilidades qne resultan de la mezcla del yeso con el estiércol. • . . . . • 152 415 De la fermentacion de la uva ósea de la transforn,acion del mosto en vino. . 163 Si es útil apacentar el ganado en las pra433 deras. • . . . • . · . . • 172 41•6 De la recoleccion de la aceituna y de su conservacion antes de molerla ó llevarla al molino. . . . . . . • 177 Cuidados que exigen las pi¡:ias ó toneles. 201 454 Medio de preserfar el trigo de -la germi457 nacfon. . . . • . . . . . . . 206 460 Ventajas de la cría del gwado vacuno y de su importancia en la agricultura y en la economía rural. . • • • • 220 465 Apacentamiento del ganado á la estaca .. 254 467 Utilidades del huey para la labor. 265 469 Uso de la pez en los in¡;ertos. . 273 lncubacion artificial de los_huevos. . . 276 BOB.TICtJ'LTtJ'B.A, Observaciones sobre la semilla de gusan'ls { 279 de seda llamados de Rayko. . . . . 331 Cultivo de la alcachofa. . . . . . • 61. Programa de los premios que ofrece la Idem de Ja berengena llamada de Sicilia. 210 sociedad económica matritense para el concurso público de vinos y aguardienJARDQTEBÍA.' tes que se celebrará en 18/i,9. •. . . 282 Opera,ciones que despues de su cosecha De la formacion de un jardín. • exige el algodon, y de su import.ancia 29 Culti_vo.del clavel 6.clavellina. . . . . . 43 . en el comercio. . • . • . • ·. 298 Multiplicacion de la dahalia por semilla. 186 Utilidades del ganado , va.cuno para el Del pensamiento y su cultivo. • · • acarreo, y modo de uncirlo. • . 418 317 Uso de ciertas semillas coa10 abonos. , 339 ECONOMIA J.\.URAL. Tablas indicativas de la época en que tendrá lugar el parto d"e las reses vacu. . Recursos contra el gor,gojo. • 7 nas y lanares. . . . . . . . • • . 345 Abonos económicos olvidados por nuesMétodo pa1:a maotenec la volaLería por tros la.br~dores. . . . . • . . • 10 medio de gusanos. • • . . . . 349 Método prese·r valivo y curativo de la morUso del grosellero ,para la tintorería. . 368 riña 6 sea de la viruela del ganado laN otioia sobre la desinfeccion de las ma-< nar. . . . . • . . . . . . • • 22 terias fecales por el sulfato de hierro, De ciertos insectos qae atacan el olivo . . . 27 y sobre su empleo como abono líquido. 372 Vacas de leche y vacas de cebo. 36 Uso del éter sulfúrico en la castracion de Esperimentos del guano. • • • las ,vac;as. . . . • • . • 39 373 Enfermedades de los conejos. . • 395 Memoria acerca de los ·diferentes mét~- 1 41 76 Agu:is de las fábricas de cerveza y de dos que se emplean _para engordar el aguardjente empleadas en la agricutganad? vacuno. • • , . • • ,: . . / 108 tura. • . . • ·. 136 • • 398 Prevenciones generales acerca del enriaUso ele los bueyes para lle".ar ¡:arga. . . 40~ miento del cáñamo. , ·• . • . . · • ·49 Uso de la avena -y del heno fre-scos. . . 414 Método económico para el mantenimiento Uso indjspens~ble de la ,sal para los gana-1 li,27 del ganado. . . • . • • . dos.-:Perjuicios que -acarrea el escesiMétodo de Guénon aplicable á las vacas vo · precio á que se espende y la irregude leche. . . . . . • . • : • 67 laridacl -en su di,tribuc.ion. . . . • • 451 E-straordinario ·y sorprendente fenómeno vegetal. . • , . . . . . . . • Observaciones sobre el cultivo del arroz. Fisiología vegetal.-Organos de la planta donde reside principalmente la vida. DeJa alfalfa y su cultivo. . • • . • De algunos abonos imporlantes para los prados naturales. . . Consejos á los cullivadores. • . . Jnflaencia .de las ·ciencias físico-químicas en la agricullura. • • . . . • • Cómo deben formarse._Ios criaderos 6 plant,eles. . • . . . • . •, . • Importancia que tienen en la agricultura las plantas de raices carnosas. . . . Alternativas de cosechas apli~ables al cáñamo. . • . . . • . . . . • . . • . Fisiología vegetal .-Causas ó agentes que ponen en accion 6 modifican la vida de las plantas. , . . . . . . • • • Esperjmentos y fenómenos agrícolas. . Programa de los premios que la sociedad económica de Amigos del pais de. Asturias ofrece. y adjudicará en 19 de noviembre de 1849. . . . . Del Ray-Grass y su cultivo. • . , • • De los abonos que convie.nen al cáñamo. De la recoleccion de las raíces carnosas que se destinan al cebalJ)iento del ganado. . • . • . • • • . . Importancia de la selvicultora. . • De algun.as nuevas plantas alimenticias.

I


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Utilidades que presenta el apacentamien-to de los trigos. . . . . . . . • Medio de conocer si los aguardientes tienen ó nó mezcla de orujo. . . . . De la conservacion de los prados naturales. . . • . . . ·. Clarificacion de los vinos. . . . . . Lanas que nos sobran y lanas que nos faltan. . . . . . . . . . . . Esperimentos en la cria de gusanos de seda en la casa Riba de Biaña. • • • •

Págs. 436 438 439 444

471 474

A.DMINISTRACION Y ECONOMIA. PÚBLICA EN SUS RELACIONES C ~ LA A.GlUCULTUBA.,

Introduccion. . .. 313 Agricultura antigua. • . . . . . . 350 Sobre el concurso para premiar' el mejor catecismo y los mejores elementos de agricullura . . , . . . 354 Comisionados regios.. • . . . . . • 379 Colonias agrícolas. . . . . . . . . 420 Acerca del concurso para el premio de libros de texto en agricultura . • , · 425 Instruccion agrícola. • . 448 PARTE OFICIAL,

1S iU'.

Enero 28 .-R eal decreto por el que se crea el ministerio de Comercio, Instruccion y Obras públicas. . . . . Id. id.-Otro nombrando para este mi;iisterio á D. J\1 a rianú Roca de Togores. . Febrero 5.-Otro seña lando atribuciones y ramos al referido ministerio. . . . Id. 18.-Olro sobre su organizaciQn y planta. . . . . • • . . . . • Id. id.-Otro nombrando á D. Cristóbal Bordiu, director de .Agricultura. . . .Marzo 4.-Otro creando una junta de informacion para que evacue.un interrogatorio sobre varias cuestiones de agricultura, industria y comercio. Interrogatorio que se cita. • . . . . Id. 5.-Real órdcn pidiendo á los gefes políticos ciertag, noticias relativas á la agricultura. . . . . . . . . . Id. 28.-Real decreto nombrando ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas· á D. icomcdes Pastor Diaz. Abril 9.-Otro croando un consejo de Agricu ltura y Comercio. . . . . . Id. id.-Otro nombrando varios consejeros. . • . . . . . . . . . . Id. id.-Otro nombrando al marqués de Remisa vice-presidente del mismo consejo. . . . • . . . . . . . Id. 29 .-Otro fijando el número de consejeros y mandando que baya un secre. tario de agricultura. . . . Id._ id.-Otro nombrando algunos conscJeros. . . . . . . . . . . . Mayo 1. 0 -Real érden acerca de prohibir la estraccion de cereales sin motivo jus•

212 213 id. 214 id.

261 262 263 283 id. 284 id. id. id.

483 Págs. tificado. • . • . . • • • 284 }layo 3.-Real órden permitiendo la introdaccion de granos cstrangeros. . . 285 Junio 4.-Otra encargando el cuQ1plimiento do la de 6 de mayo d.e 1843 (que se copia) sobre libertad de vendimia. . 310 Id. 10.-Real decreto disolviendo la empresa de Lorca, y creando un sindicato de riegos. . . . . . . . . . • 334 Id. id.-Otro tiombrando director presidente de este sindicato á D. Pedro Aldntara Musso. . . . . . . . . 336 Id. id.-Otro nombrando comis:i.rio regio para la supresion de la empresa de Lorca á D. Iigu el de Carvajal y Mendieta. id. Id. 30.-Real órden ¡icerca de la corta y aprovechamiento de los árboles de propiedad municipal qije se hallen en las márgenes de las carreteras generales. 384 Julio 23.-Otra permitiendo la exportacion de granos en los términos que se espresan. . . . . . . . 406 Agosto 14.-Otra nombrando una comision que informe sobre algunos particulares relativos al pozo artesiano de la propiedad de D. Manuel 1\.Jathea . . • id. Id. id.-Otra referente á las obras que puedan afectar los intereses de la Agri• cultura y del Comercio. , . . . . 407 Id. 18.-Otra admitiendo la renuncia de los 12,000 reales que D. Pedro Alcántara Musso tenia asignados como director d el sindicato de riegos de Lorca. . 408 Id. 31.-Rcal decreto admitiendo la que D. Niéomedes Pastor Diaz hace del cargo de ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas. . 430 Id. id.-Otro nombrando para su reemplazo á D. Antonio Ros de Olano. . . id. Octubre 7.-Otro reformando el consejo de Agricultura y Comercio, el cual se denominará Consej,1 Real de .Agricultura, Industria y Comercio~ . . id. Id. id.-Otro nombrando varios consej~ros. . • . . . • . . . . . 431 Id id.-Otro relevando del cargo de vicepresidente del mismo consejo al mar"qués de Remisa y confiriéndolo al duque de Veragua. . . . . . . . id. Id. id.-Otro nombrando vice-presidente de la;; secciones de Agricultura, Industria y Comercio. . . . . . . . id. No11iembre 3.--0tro relevando del cargo de mini lro de Comercio, Iastruccion y Obras públicas á D. Antonio Ros de Olano. . . . . . . . . . . . . . . 456 Id. id.-Otro encargando interinamente este ministerio al minis'lro de la Gobernacion del Reino D. Luis José Sartorius. . . . . . . . • . . . . . . . id. Id. 10.-Otro nombrando en propiedad para el ministerio de Comercio, lnstruccion y Obras públicas á D. Juan Bravo i\Iurillo. . . . . . . . . • . . id. Id. 25.-Re11l órden que cspresa el verdadero sentido de las palabras cerrado 6


-

484

Págs. acotado. . . • . • •· . . • Diciembre 15.-Real órden mandando es• tablecer en cada provincia una comision consultiva para el fomento y mejora de la cría caballar .-Comisiones nombradas. • . • • . . • . . • • . • . •

:UhlS, Enero 29.-Real órden sobre fomento y cría del ganado vacuno. . • . • . . • Abril 7 .-Rea.l decreto estableciendo juntas pro':inciales de agricullura. . . • Fd. id.-Otro sobre construccion, conservacion y mejora de los caminos vecinales. • . . . . . . . . . . . . . . . Id. 30.-Real órden aceptando la oferta que el Excmo. Sr. D. Mariano Miguel de Reinoso hace de uu anido perfeccionado de Hallié, el cual babia de ensayarse en las inmediaciones de l\bdrid. Comunicacion que se cita en esla real órden. . . . . . . . . • . . . . . . . Junio 28.-Otra uando gracias al mismo por el feliz éxito del ensayo practicado, y aceptando e! donativo de los dos que para él sirvieron, con otras disposiciones sobre el particular . -Esposicion instructiva del Sr. Reinoso de que se hace mérito en esta real órden. • . Id. id.-CQnsulla elevada á S. l\I. por la seccion de Agricultura del consejo real de Agricultura,. Industria y Comercio por consecuencia del ensayo del arado Hallié . • . • . . . . . . . • • • . . Id . 30.-Real órden mandando dar 500 reales de gratificacion al mozo de labranza Manuel Alvarez que hi zo el ensayo del arado de Hallié. . . . . . Julio 1. 0 -Otra para que se inserte en los Boletines oficiales de las provincias la de 28 dé junio dirigida a D. M. M. de Reinoso. , . . . . • . . . . • • . • . Diciembre 11..--lteal decreto y programa sobre concursos para la adjudicacion de premios ·á los autores de los. mejores Catecismo y E!ementos de agricultura.

478

14

47 94

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240

id.

358

VAIUEDADES.

Modo de desinfectar las cuadras y los es-:. labios. . • . • . . • . . . . . . . . Si ia0uye en la vaca el régimen alimenticio para la calidad de la leche. . • . Pan de centeno. • • • . • . . • . . . . Proceder fácil para conservar los huevos. Medio de quitar lo rancio y otro cualquier mal olor de la manteca y de la grasa. De la pepita en las gallinas.

16

31 id. 32 id. 32

l'ágs. Modo de salvar el ganado en los casos de incendio. . . . . . . . . . . • . . 32 id. Modo ce emplear las materias fec,;1Jes. Cevamiento de .las vacas. . • • . . . 64 Pipirigallo gigante. . . ·. . . . . 80 Ulilidad de las boJas .de la viña. • • • 112 Queso de patatas. . . . . • • . • • 128 D~l guisante congo ó cajan. . . . . . . 159 Distribucion económica de la boja del moral como alimento para los gusanos de seda . . . . . • . . . . .. , . . . • 160 Fabricacion de la li~a. . . • . . . . . . id. Separacion de las cortezas resquebrajadas ó viejas en la vfüa • . . . . . . . . . 176 Mal~s que causan á la~ cosechas las palomas y las perdices. . . • . . . . . . id. Método para conservar las uvas frescas. . 191 Preservil,Livo contra las moseas que atormentan el ganado. . . . . . • . . . 192 Modo de preservar del gorgojo los granos almacenados. . . . . _ . . . . . . . id. Usos eco.nómicos de las semillas del cáñamo . . . . . . . • • • . . . • . . . 214 Método para engordar lós ganados . . . . 215 Gran consejo de Washington á los labra .. dores. . . . . . . . . • . . . • . • . 216 Nurvo modo de criar los gusanos de seda. id. Máximas y consejos agrícolas. . . . •. 240 Duracion de un buey de trabajo . . . • . 26!~ Método para impe~ir que se avinagre el vino.. . . . . . . . . . . . . . . id. Enfermedad de las patatas y su curacion. 286 Co,;eeha de cereales. . . • • . • id. id. Cancer de las cepas. . . . . . . • . Esposicion de frutos y flores ..• , . . . 287 íd. Cultivo del cacao . . . . . . • • • , • · 1 311 Nuevos centinelas par.a custodiar el fruto de Jos árboles. . • • • • • . . . . . id. Ensayo de un arado. • . . • . • • . . . 312 Nuevo material para curtir . • . . . . . ir!. Duracion extraordinaria de !a vida en los tubérculos . • . . • . . . • . . . . . 312 Begonia de dos colores: Begonia d,e discolor . . . . . . . . . . . . . . . . . 336 Remedio para rejuvenecer los árboles viejos. . . . . . . . • . • • . . • . . 360 Nuevo uso del corcho . • . , . . . . . . 408 Distribucion de semi lla de esparceta y de bereogena de Sicilia . • . . . . . 431 432 Lluvias.-Observaciones de enero. Nuevo medio de desinfeccion . . . 456 id. Semilla de patatas. • . . • • . . . 479 Cercas de plantas vivas. • . • • . Cerdo fenomenal. • . . • . . . . • id. Nuevo,; nombramientos de comisionados 480 re$ios. . . . . • . • . . . . . • id. Lluvias.-Observaciones de febrero.


PERIÓDICO

de agricultura, horticultura, jardinería, economía rural ! administracion y economia publica en sus relaciones con la agricultura ; PUBL ICADO BAJO LOS AUSPICIOS DE LA

111. l • .JUNTA. DE OOlllEROIO DE BA.ROELONA., Y ::>IRJGlDO POR SU

·catedrático de agricultura práctica y botánica

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· .Aiio TERCERO.

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los "números ó ·entregas del actual mes de diciemb,re concluye el segundo tomo y año de publicacion de El Cultivador; y al anunciar su conlinuacion, ó sea el tomo tercero, lo hacemos solo por seguir las costumbre en esta parte establecida. Así es que seremos tan breves como acostumbramos serlo en nuestros prospE:ctos. La marcha de nuestro periódico está trazada; las mejoras introducidas en él desde su creacion,---:-sin aumento nunca de precio, porque nuestra especulacion es únicamente de ideas y de conocimientos!-no serán menores en lo sucesivo, y nuestra conductfl. en ~ 850 será tan progresiva como hasta ahora, ya en la parte de redaccion como en la !material del periódico, ya tambien en la dis·tribucion gratis á lo señores suscritores de las semillas de aquellas plantas ó vegP.tales limporiantes de que El Cultivador se ocupe

y que hayan sido objeto de nuestras esperiencias. Debemos, sin embargo, decir, que en virtud de acuerdo de la Sociedad económica barcelonesa de amigos del país nos serán facilitadas todas las memorias referentes á Agricultura que en los concursos de este año y de los anteriores han sido premiadas por tan patriótica asociacion, con el fin de que vean la luz pública, insertándolos en las columnas de nuestro periódico, unos trabajos in;iportantisimos que hasta ahora no babian salido del dominio de la Sociedad. A los hechos pasados, pues, no.s referimos para que se tenga confianza en nue~lra coni:luota futura, quedando á nuestro cuidado el procurar, tambien por hechos, que no desmerezca, antes al contrario aumente la aceptacion que han tenido la fortuna de alcanzar nuestras humildes tareas.


CONDICIONES Y PRECIOS. ----~----

Se pu_blica este periódlco los dlas 1.0 y 15 de cada mes. Cada número, que lleva su correspondiente cubierta de color, consta.de~ páginas. de dos columnas ele impreslon y papel igual al del presente anuncio . .Al fin de cada at1o ó tomo se dá un indice genecal 6 tabla do materias y la portada correspondiente para la encuadernacion de los 24 números que, formarán un tomo de 576 páginas, ó sean 1152 columnas. Se distribuyen gratis -á los señores suscrilores semillas de aquellas plantas mas importantes de que El Culli1iador se Qcupa.-Los artículos que lo exiaen llevan gravados ó láminas. Se recibirán, francos de po,•tP, los artícu'los ó escritos que acerca de las materias de que trata El Cultivador nos remitan nuestros suscritores, los comisionados regios y juntas provinciales Lle agricultura~ sociedades económicas y demás corporaciones y establecimientos científicos y lilerarios; y se insertarán en e1 periódico in te-gros ó estractados, v con observaciones 6 comentarios, ó sin ellos, segun lo juzgue conveniente la Redaccion quedando á voluntad de los autores la publicacion de sus nombres. ' La parte oficial conllnuará reuDieDdo todas las leye:; y disposiciones del gobierno publicadas y que se publiquen, desde la creacion.del ministerio de Comercio, Instruccion y Obras públicas y Direccion especial de .Agricultura, relativas á los objetos de que se ocupa EI.-Cultivaáor . No se admiten suscrJciones por menos de un trimestre. Estos empiezan siempre á contarse en 1 .0 de enero, il.º de abril, 1 .0 de julio y 1 .0 de octubre . El precio de suscricion será e n Barcelona, llevado el periódico A domicilio: por un trimestre, 16 reales: por 11eis meses, 28: por un aiío, i». Fuera de Barce~ona1_ h aciéndose las remesas por el correo, franco el porte: por uu trimestre, 18 : por seis meses, 34 : por un ano, t>6. Los seuores suscritores de fuera de Barcelona que remitan el importe de suscricion en letra sobre correos 6 b. cargo de cualquiera casa de comercio de esta capital, con carta franca de porte, ó que lo entreguen en la Redaccion, calle de .Arolas, número 9, esq uina á la de la Boquería, piso principal, pagarán solo las mismas cantidades que van fijadas para las suscriciones de Barcelona. · 'fguales precios rigen para las pe rsonas que gusten tomar el todo 6 parLe de los dos tomos ya publicados.

PIJNTOS DE SIJSCRIPOION. -----a~---Albacete, Herrero Pedron.=Alcoy, Cabrera Martí é hijos:=Almerta,· Ve¡:gara y compañia.=Almmiecar, .Administra <lor de correos.=Alicante, Ibarra.=A1iila .Aguado.-,1ger, Rosa.=Jfadajoz, Orduña.=Baeza, Viedma y compafüa ..Becerrea,Administrador de correos.=BiÍbao, Delmás é hijo.=Búrgos, A'rnaiz.=Bañ olas, Vila.=Berga, Cortada.-La Bisbal,Tomás.-Bla.nes, Portal.=Cáceres, Sra. V .a de Burgos-Cád-iz, Moraleda-Cartagena, Nada!- Cuenca, Mariana. - Corwia, Puga.-Córdoba, Tena .- Ciudad Real, Malaguilla.=Castellon de la Plana, Gutierrez Otero.-Castellon de Ampurias, Salamó.-Cardona, Franch.-Duerias, Administrador de correos.- Figuera!i Matas.-Granada, Alonso, Zam ora.-Guadalajara, Leiva.-Gerona, Figaró, Viuda de Grases, Nieto.-Gr_gnoUers, r-ábregas.-;-Guisona Cava y Vidal.-Hija.r, Perez .-Huelva, Galvez Pa\acios.-Huesc a, Navarro .-Jgualada , Orpí y Serra, .Abadal.-Jaen, Porcada y comp.ª.--Jere,:; de ln Fr01,tera, Bueno .-Jsrez de los Caballeros, Giles -Leon-, Janet.-Logroño, Ruvi.-Lugo,Pujol y Masíá.-Lérida, Bordalva.-Lorca, Flores.-Jllálaga, Ilerederos de Cárreras.-Manresa, Llansó.-Moron de la Frcmtera, Gutierrez y Montes.-M-úrcia, Gisbert.-01iiedo, Bode Longoria .-Orense, Gomez Novoa, .Agencia general de negocios.-Olol, Doutrem.-Palencia, Camazon.-Palma de Mallorca, Guasp y Pascual, Rullan bermauo .-Pamplona, Ot hoa.-JJonteved1·a1-. Castro.-Puente la Reina, Mujal.-Puigcerdá, Tort.-Reus, Oastellar.-Ripoll, Raguer.Roruf.a, Lombera.-Rueda, u omez de Bonilla.-Soria, Rioja.---Segovia, Mochales.-SanlandertMartinez.-Salamanca , Blanco.-Sta. Cru:; de Tenen"(e, Libreria isleña de Ramirez.-S. &bastian, Baroja.-Se1iilla, ibreria española y estran¡;¡era de Geofrin, Diaz.-S. Boy de Llobregat, .Aleu.-Sta. Colama de Far-nés, Ferran.-Tudela, Calvo.-Teruel, Garc1a.-Toledo 1 de Cea.-Tarragona, Ifecasens.-Tarrasa\ Soler.-Tárrega , Gomez:-Torredembarra Gatell.-Torre la vega, Benedi.-Torroella de il/011grl, Quintana y Combis .- Valencia, U-tus, Mateu y Garin.-Valiadolid, Lezcano y Roldan .--'--Vendrell, .Administrador de correos.-Vich, Valls.- Vil/afranca del Panadés, Maciá.-Vi/lanueva y Geltrú, Pers.-Vitoria, Ormilague, Robles - Viella, Porto1es.-Vele:; Málaga, .Administrador de correos.-Zaragoza, Gallifa. Zamora, García Pimentel. En Barceloua, libreria de D. Ramon ilfartin Indár, calle de la Plateri~ número 58: en la de la Viuda Mayal, caUe de FernaDdo Vll: en la de Gaspar, frente la Casa-Lonja: en la de uliveres, calle de Escudillers, y en la jlo Gorchs, junto á la Un iversidad . . En Madrid, librería de Cuesta, calle l\fayor. En los demás puntos, .Administraciones de correos y princlpáles librerias.

ADVERTENCIAS DIPORTANTES. ----E:!l~---t.ª El tomo segundo de El Cultivador contiene una noticia tan estensa como puede ·apelecerse de la instalacion y de todos los actos y trabajos-de la Junta general de Agricultura reunida ú llimamente en la Córte, con insercion á la letra de todos los dictámenes sometidos á la discusion y 'deliberacion de la misma Junta y de cuantos documenlos hemos juzgado que debieran ser conocidos de nuestros suscritores. 2. ª Segun órdenes que espidieron los señores gefes políticos de varias provincias, es de abooo á los ayuntamientos respectivos en sus cuentas municipales, como gasto voluntario, el importe de la suscricion por un ejemplará El Cultivador, en cuyo número de provincias se encuentran, como lo demuestran los boletines oficiales que en su dia nos fueron remitidos, las de Alicante, Almería, Avila, Baleares, Barcelona, Búrgos, Castel!on, Gerona, Guadalajara, Lérida, Málaga, Pontevedra, Segovia, Tarragona, Teruel, V-alladolíd; V:1lencia .y Zamora. B.ARCELONA.-lmprenta y librería de o. BA.DO!W Mil.BTI:'11 IND-"-B, calle de la Platería núm. 68. t!DOC?!IOtlll~tm =ta Qa,,ell),.


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ADMINISTRACION Y ECONOMiA PÚBL-ICA BN SUS RELACIONES CON LA A.GRICULTURA.j

PUBLICADO BAJO LOS AUSPICIOS DE LA

M. I. JUNTA DE COMERCIO DE BARCELONA, Y DIRlG!DO POR SU

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catedrático de agricultura práctica y botánica

TODO 11.

IMPRENTA DE D. B.AM:01\T 11\TDAB., CALLI! DE LA PLATERÍA, N. 0 AÑO

1849.

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' . na de los individuos ácompaña con terribles convulsiones la ruina de los Estqdos. De aquí la represion que los gobiernos en todas las -épocas. y en todQs Jos tieJilpos ejercen con los usurpadores de las propiédades, haciendo que el dominio y la posesion existan de hechq· y ele derecho, porque de nada serviría que hubiera leyes protectoras si el po.:. der púb,iico 09 cuidase de que fuere.una verdaq la exii;;tencia de ellas. · 1 Esta seguridad, 'y nada-mas que ella, es la que pone en. mo-vimiento todos los elementos y fue1:1.tes ·de la riqueza y prosperidad púj)lica y de los particulares.: sin ella los tesoros agrícolas permanecen encerrados en el seno de la tierra; los talentos que habian de dar -yida·á la fodustri~ se ven muertos y sin acqion n~ cultivo, , y el comercio, que habia, de aumentar los cau?ales y contribuir poderosamente á 14 ilust,rqcion, se quedasin •la vida vigorosa y estensa que ha de hacerlo floreciente. , Asegurada la propiedad, naturalmente y oomo por. i.nstinto se desarrollan t0d0s los gérmeqes de la .riqueza y ,prospérida(l -púplica, y. el bienestar de los individuos viene lµego á cqmponer ó producir las socieqades , pueblos ó nacion_es grandes_y podyrosas. 1• , Pero la proteccion que losgobiernos con..: cedan ·á la propiedad no debe salir de sus justos límites ni pasai;- á la esféra de una inSEÑORES: tervenci'ou que siempre seria dañosa, porque El primero de los deberes de todo gobier- • dejaria sin la libertad necesaria á los parno es, sin duda, la defensa de la propiedad. tic;ulares que con ~O$ recur~os·de su imagiSt esta no se encuentra asegurada y al abri- nacion ó pe sus talentos debian dar j mpulso á go_ de toda viólacion, porque la fuerza pú- todos los manantiales de la 'produccion. blica la proteja, las sociedades se hunden, Aunqué llegue á encontnwse el i.nterés ó mejor dicho no pueden existir, y á la ruiprivado con una exis tencia propia 'i en si1.0 DE ADRIL DE 18-i-9. 1. TOMO 11. 1

En 8 de marzo pró~imo pasado celebró· sesion la Acaden1ia de ciencias naturales y artes de-esta capital, y debia presentarse algun trabajo por la, seccion de Agricultura á quien tocaba el tnmo que está marcado. Para llenarlo babia de ocupada atencion de la Academia el·'sócio de e!la D. Jaime Llansó, director de nuestro periódico, y al efec~o le_yó, bajo el l-ítulo estampado al principio de estas líneas, la memo.ria que al pié de ellas insertamos. Concluida la lectura se pi<;lió á la :Academia el necesario permiso, que inmediatamente fué concedido, para que pudiéramos publicar dicha memoria, y taml)ien se acordó que atendida la grande importancia del objeto de que trataba se recomendase con todo empeño á la Junta de Comercio, Sociedad de amigos del pais y Asociacion de propietarios, á fin de que es:... tas corporaciones desplegando el ,todo de la ilustraéion y- celo patr,io que las distingue puedan realizar, ó contribuir á que se realize, un peAsamiento que Lan inm(}nsos beneficios puede producirá la riqueza y verdaderos intereses del país, para lo cual se rem.itiese á las mismas corporaciones ejemplares del número de El Cultivador en que apareciese la memoria del señor Llansó, que es la que sigue: . ,'


-2tuacion de funciona-r con desembarazo y -sol- \ respetables, mas y mas e,stensos, despues de tura, no por eso olvida que ha de ponerse á presentar y repartir á Jos asociados utilicubierto de los tiros de toda violacion; prodades pingüe" y de a.y udar ó cooperar pocura y busca el poder fuerte que ha de de- . derosamenle con las naciones á la empresa fenderle en la posesion de sus propiedades y de su engrandecimiento. Ahí- tenemos , en derechos, aspira á recibir una organizacion prueba de lo que digo, esos bancos podemas sólida y perinanente , quiere aparecer rosos que ya quieren estender su dominio tambien fuerte ante ese poder protector del por lodo el mundo: esas empresas colosales gobierno y ante los desmanes de la usurpa- y vastas que hacen objeto de sus especulacion, y de aquí ciertamente el espíritu de ·c1ones lo que antes solo tocaba la mano roasociacion que distingue á las sociedades busta de los gobiernos: esas sociedades que · modernas. se contentan con sujetará sus cálculos uno Las asociaciones, cuya benéfica influencia ó mas ramos de los que abrazan la agriculcunoe 6' se esparce con rapidez po'r todas las ~ura, la industria y el comercio, y ahí teclases del pueblo, son conocidas desde tiem- nemos, por último, esas asociaciones cuyo fin pos ya remotos. Por medio de ellas se evi- único es la conservacion de lás propiedades taron en el siglo doce esas terribles eventua- ó asegurar la -subsistencia de:tos individuos lidades de la guerra; de las tempestades, de en los casos de adversidad ó de inforLunio. la piratería y del fraude, y despues las asoNo es nuestra España la última que caciaciones se aplicaron á la navegacion marímina por esa senda de sábio é ilustrado protiOla adelantando progresivamente sus teogreso, y vemos con gusto que tambien las . rías ó sus principios hasta verse consignados asociaciones útiles en ella prosperan, sin en la legislacion de los pueblos marítimos. embargo de los crueles desengaños que no Ese espiritu de asocfaci&n que ya he cita- ha mucho y á cada paso nos presenta la indo y que separa la civilizacion de la barbarie, moralidad corruptora cuya_ estincion toca se presta á todas las combinaciones, se solo al gobierno en defensa del sagrado deadapta á todas 'las exigencias, se modifica recho de prÓpiedad. Amante con entusiasmo segun las circunstancias, y aplicándose in- de las sociedades provechosas que afortunadistintamente á las personas y á. las cosas, damente se cimentan, y mas todavía de las reune y organiza los mas grandes intereses que puedan contribuir al bienestar de la claen perfecta armonía con la suerte futura del se agrícola que se ha captado todas mis afechombre, descendiendo para ello ba,sta á los ciones, y tambien del comercio á quien quidetalles mas minuciosos de la economía prisiera ver menos abatido, me propongo hoy vada. tratar de un ramo de producci.on agrícola Los pueblos mas adelantados hoy· en la que puede darnos riquezas crecidas, tomenilustracion que s~ desenvuelve con tanta lar en mucho nuestra abatida agricultura y rapidez ·como los sucesos estraordinarios del darnos importancia en el esterior. Voy á mundo, dán toda 'la preferencia que de jusocuparme de nuestros vinos. ticia se les debe á las asociaciones que tienen El clima de España y la topografía de la por o.pjeto la, prosperidad de la industria y Península permiten que sean nuestros vinos del comercio, y aun tratan de que igual los primeros del mundo. Ellos han gozado proteccion obtenga la agricultura, primer de una fama europea, y han sido buscados manantial de riqueza, y del que reciben la con preferencia en todos los mercados mienvida sus dos inseparables compañeros el cotras otras naciones no estuvieron tan adelanmercio y la industria. A tales empresas se tadas como ahora en la práctica de la agridedican capitales mas ó menos crecidos, cultura. Mas tan luego como fueron ilusmasó inenos inmensos , y esa acumulacion t~ándose a,Jgunas con el estudio de un bien de capitales que prosperan á proporcion que entendido cultivo y con los progresos de Jas los diógen los mayores adelantos de la inartés, hemos visto decaer muy sensiblementeligeuci¡i., se hacen mas y mas fuertes y te la estima en que estuvieron nuestros vi-


" 3nos, disminuir su concurrencia en los mercados, y perder el valor por el que antes entre todos se dislinguian. La Francia, sin embargo de que cuenta con un suelo menos feraz que el nuestro y con un clima poco apacible, ha logrado, en fuerza de su industria y de su ingenio, sobrepujamos en este ramo de produccion agrícola, ofreciendo á la América y al mundo vinos de un gusto esquisito, de una duracion que apenas les compele, y de un crédito que ra-ya en fabuloso. Pero lo que debe causarnos afrenta es que esa misma Francia, cuyas circunstancias locales distan mucho de prestará susJ viñas ei favor de que las nuestras gozan, venga á surtir con sus vinos nuestras mesas despues de habérselos pagado á exorbitantes precios, admirándonos que las cepas del nebuloso Rhin hayan disputado y alcanzado preferencia sobre las de nuestro mediodía, y que estén en posesion sus productos de un crédito que perdieron la malvasía de Sitjes, el Jerez espirituoso, el ansiado Málaga y el buscado Valdepeñas. Esta postergacion y desmérito pueden desaparecer, sin embargo J tan luego como nosotros, apreciando en cuanto valen nuestros verdaderos intereses y dedicando á nuestros vinos toda la atencion que nos piden, lleguemos á asociarnos con el fin de fomentarlos, de elevarlos á l'a altura que les corresponde en los mercados de todo el mundo, y de sacar, en fin , de ellos todos los recursos que han de aumentar nuestra riqueza particular, y con ella la general de la nacion. La decadencia de nuestros vinos no depende solo del poco esmerado ~ulli vo de nuestras viñas, no obstante que para su perfeccion exige mejoras importantes. Las causas mas graves las encontramos en la recoleccion dela uva, en las operaciones preliminares de la vinificacion, en la vinificacion misma, en la clarificacion, envase y conservacion de los vinos, en las insignificantes ó ningunas precauciones con que se embarcan, y hasta en las formas esteriores que tanto conducen á ilusionar la vista y el capr~cho. Sin olvidar nunca los provechosos conse-

JOS que respecto á nuestros vinos daba nues-

tro coosul en Nueva-Orleans D. Cárlos España en escrito oficial de 15 de enero de rni7, que publicaron los diarios de esta capital, CUj' O escrito patentizaba el porvenir lisongero que, adoptando sus indicaciones, está préparado á nuestros vinos en los mercados de la América, estoy persuadido íntimamente de que este objeto no se realiza sin,o por medio de una asociacion ó asociaciones de propietarios y comerciantes que dedicando sus miras, &u inteligencia y sus caudales á las mejoras importantísimas de que son susceptibles nuestros vinos, les captase el aprecio que les falta en el interior, les procurase la preferencia que les compete en el esterior, y nos res ti tu yese con crecidas usuras los caudales de que nos han privado los vinos estranjeros: se entiende contando con que el gobierno dispense toda la proteccion y remueva todos los obstáculos que se oponen al logro de una empresa tan útil y bajo todos aspectos provechosa. Tales asociaciones deberían establecer como reglas de su conducta y bases de sus operaciones: No comprar ni embarcar vinos que no tuviesen la cantidad de alcohol que necesitan para su mejor conservacion. No embarcar tampoco vinos que no estuviesen perfectamente envasados; es decir, que las cubas ó toneles se hallaran debidamerite construidos, y que fuesen de la capacidad y forma mas adecuada y conveniente. Hacer que los propietarios á quienes se comprasen los vinos, despues de probados, tuviesen la obligacion de marcar con sus nombres y apellidos las cubas ó toneles. Procurar que los comerciantes que embarcasen ó espartaran los vinos tuviesen igual ohligacion de estampar sus nombres y apellidos al lado de los de los cosecheros ó propietariosde las viñas, á fin de que fuesen conocidas la probidad é inteligencia de unos y otros. Cuidar de que los vinos que espendiesen y embarcasen por su cuenta las sociedades ó asociaciones que se fundaran llevasen tambien el sello _peculiar que ellas adoptasen para su distintivo.


. -4 .Obligar á que estos sellos se fijasen en los tapones que cerrasen los puntos de entrada J salida de los vinos en las cubas, toneles ó .botellas, pudiendo, ó mejor dicho debiendo espresar los sellos el grado de alcohol de los vinos· envasados. Toda asociacion agrícola-comercial que en armonía con. las anteriores bases se constituyera, deberia reunir la mayor suma de fondos que le fuese posible para atender en dilatada escala á , los diferentes objetos que abrazasen sus·espe-culaciones, dando así mayor ensanche á sus trabajos con ventajas conocidas para Ja agricultura y el comercio . Para el fomento y. desarrollo de ]a sociedad ó sociedades habrian de impetrarse y conceder el gobierno ciértas franquicias y privilegios que sin afectar el conjunto de la administracion ,del Es-tado inspirasen aficion al cultiyo de las viñas tan perfecto como es posible á la industr,ia á que el fruto 9e las cepas dá motivo, y al c9mercio de una produccion que puede alcanzar una importancia in.calculable. Deberia el gobierno hacer que estas asociaciones se estableciesen únicamente en los puntos, comarcas ó distritos donde la viña ahondase ó donde se pudiera cultivar estensamente, y de modo que -las concesiones se hicieran y los distritos se formasen en términos que no pudieran perjudicarse mutuamente en sus .especulaciones. A no admitir estos puntos ó distritos en número limitado para que cada uno tuviera su asociacion ó sociedad agrícola-comercial independiente, fuera preferible taJ vez que se fundase una sociedad central cuyas ramificaciones ó dependencias se estll;blecieran en esos puntos, distritos ó comarcas dedicados ó que se,dedicasen al cultivo estenso de las viñas . Una de las bases -esenciales de la asociacion ó asociaciones habria de ser ·1a de invertir una parte no pequeña de sus capitales _en hacer préstamos á los viñadores de propiedad reducida, con el fin de que tuviesen los aux:ilios ó recursos precisos para el cultivo de sus viñas y elaboracion de los productos, y esto mediando solo un interés anual que no escediese del 6 por 100, y prestando en garanUa tales propietarios, para el

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pago de las sumas que recibieran, el todo ó parte de las uvas ó vinos que recogieran ó elaborasen. Esta medida ó base filantrópica produciria el inmenso é inestimable beneficio de presentar á los pequeños cosecheros de vinos los medios necesarios para recoger con algun desahogo y holgura el producto de sus viñas y el fruto de su material trabajo, apartándolos del duro y vergonzoso yugo de especuladores usureros que hoy prestan pequeñas cantidades de dinero bajo un premio el mas exorbitante. Debieran igualmente las sociedades ó sociedad preferir la compra de las .uvas á los mismos labradores, tal como se desprenden de las cepas que las crian, y elaborar luego á su costa los vinos, teniendo para ello grandes y bien dispuestos lagares, máquinas y aparatos de útil invencion, y operarios inteligentes que des pues de conocer las buenas prácticas del cultivo de las viñas y vendimia, supiesen tambien perfectamente las operaciones de vinificacion y demás que siguen hasta presentar en nuestras mesas Jos mejores vinos ó embarcarlos para su esportacion. Si la asociacion ó asociaciones que tuvieran por objeto de sus especulaciones nuestros vinos podian ofrecer ventajas inmensas á l9s propietarios de viñas y promover los adelantos en el cultivo y en el desarrollo de la industria, no son menores las otras ven tajas que alcanzaría nuestra nacion, y que irían aumentando su importancia á medida que se engrandieran las sociedades. Indicaré algunas de las ventajas de esta última clase, y so:r;i : · Conseguir que el envasamiento y embarq~e de-vinos sea solo de aquellos que se distingan por su buena calidad y duracion, los cuales entonces serjan clignamente apreciados y preferidos en todos los mercados del mundo. Evitar los fraudes y engaños que se ·cométen en la fabricacion y envasé de los vinos que de nuestro pais se conducen á la Amér,ica ú otros puntos del globo. Dár' á las viñas españolas el ,•alor real y positivo que en sí tienen, y sacarlas del estado de abatimiento y Jecadencia en que las . Yernos.


• -5Difundir los métodos mejores de plantacion y de cultivo, de recoleccion de las uvas, conservacion de ellas y su conduccion á los lagares, y de todas las demás operaciones que los adelantos de la industria han establecido para la perfecta elaboracion del ,ino. Remediar la triste suerte de los propietarios ó labradores de escasa fortuna, abriéndoles un,.porvenir mas halagüeño, y librarlos al propio tiempo de la sed devoradora de dinero que consume á los inmorales especuladores 6 usureros. Introducir en el pais el gusto y aficion á unas producciones de üuestro suelo, cuyo fomento tanto ha de influir en la prosperidad de nuestra agricultura, de la industria y del comercio. Y por último, apartarnos de la tutela que han impuesto á nuestras necesidades, -placeres ó capricbos la Francia y otras naciones, consiguiendo por medio del arte en sus vinos lo que á nosotros tan pródigamente nos ha concedido la Providencia. Lo que decimos de los vinos es tambien aplicable á los aguardientes cuya mejora es así mismo tan urgente como importante, toda vez que no vemos medidas enérgicas que destierren el aguardiente de orujo que debería tener aplicacion tan solo en las artes. · Las sociedades 6 sociedad que yo concibo de urgente, útil y aun necesaria institucion, sea cualquiera el aspecto bajo el cual la miremos, pudiera estender sus planes, par-

tiendo de la base principal que fuera el vino, al aceite y otros caldos, y aun á los cereales, frutas y otros productos de la tierra que los veríamos entonces fomentarse y salir de un atraso vergonzoso que no lo tienen en otros pueblos á quienes la España no puede envidiar ni sus climas, ni sus tierras, ni las demás circunstancias favorables con que la naturaleza nos brinda para ser ricos y felices. Se comprenderá fácilmente que al ocuparme hoy de un asunto de trascendencii suma y tan digno de llamar toda la atencion de la Academia á que tengo la honra da pertenecer, no ha sido mi ánimo otro que el de presentar indicaciones generales y tal vez mal eoordinadas ó incompletas que solo señalen donde tenemos un rico tesoro de fácil esplotacion y de resultados· positivos, bastándonos para alcanz~rlos seguir las inspiraciones sociales del siglo con fé decidida y firme voluntad. Ñi el poco tiempo de que dispongo ni la indulgencia de la Academia me permiten ser mas estenso en las ideas generales que, como digo, me he propuesto únicamente apuntar, así como tampoco ha sido ni podido ser m_i objeto descenderá los minuciosos detalles que corresponden á. la. asociacion ó asociaciones agrícolas-comerciales que se fundasen en gloria de la nacion, en provecho de la agricultura, en beneficio de la industria y en obsequio delco merc1Q. Ju~rn LLANSÓ,


DE LA BARRIUA y·su CULTIVO. .• . '·,

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Al escribir este artículo, en el que vamos á describir el cultivo de una planta que ha

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dado en muchos puntos de nuestras costas u,n renombre glorioso al cqmercio y ,á las artes, nos duele ciertamente que no hayamos sabido utilizar los ,favores que·la naturaleza nos presPnta en la produccion de la barrill~. Durante muchos años salieron de la España para todos los puntos del globo ca ntidades enormes de esta sustancia, porque en ningun país del mundo se conocía otra que la aventajara, distinguiéndonos por el buen método de elaborarla y poli la buena fé con que la ofrecíamos en los mercados.. Pero desde que el comercio r,e ha ·visto paralizado en sus progresos por las guerras contínuas de todo este siglo; desde que las especulaciones miserables y fraudulentas de los operarios h'an reemplazado ,í: la candidez de nuestros barr!lleros; y, fina-lmente, desde que un •sistema de administracion mal entendido vino á herir de muerte la estracion de esta ma teria ·, las naciones que nos la compraban á caro precio han aprendido á pasarse sin ella, supliendo su uso con otras varias sustancias que abundan eh todos los puntos. Con la barrilla nos ha sucedido lo mismo que con las lanas merinas, que reuniendo la península todos elementos para mantener en estado de pujanza, y aun puede decirse de pri..:. vilegio esclusivo , el comercio de estas materias, hemos venido á parar á otro estado el mas lamentable de atraso y de abandono, hasta el punto de ser actualmente tributarios de la Inglaterra y de la Francia en la industria estambrera y en la elaboracion de \os jabones: y lo peor todavía es, que sucederá lo mismo con otras varias materias que abundan en nuestro país, si el Gobierno no fija su atencion en los males inmensos que ocasiona la mano fi scal que interviene sin tino en los intereses del fabricante.

Apesar ,de tantos males como deploran nuestr:a agriculbura· y nuestra 'industria, cre~mos q11e aun podrían nuestros ja,bones adquirir crédito en los mercados del mundo por su bondad y pór sü baratura si pluguiese á los que toca remediar tantos quebrantos, porque reunimos las ventajas de la barrilla en •precio y 'oalidad, · y tenemos buen aceite y combl1stible abundante para presenfar la competencia' á' los mejores jabohes estranjeros. Hoy nos ocuparemos solamente del cultivo áe la barrilla, reservando para otro dia estendernos al tratar del método mas ventajoso de quemarla ó fundirla y' tle los medios de conocer las mezclas y los fraudes que se cometen en la elaboracion de esta sustancia. El uso de esta planta en las artes es muy antiguo; y si bien al principio se util'izaban únicamente las sosas que en poca cantidad crecen naturalmente en las orillas del mar , su cultivo se ha hecho necesario y ~e emplean hoy dia m ucbos terrenos que no pueden servir para otros p~oductos. Esta planta dá buenos resultados en los puntos ma-rítimos que se han impregnado de aguas saladas, viéndose disminuir poco á poco por medio del culLivo de la barrilla la cantidad de sal que la tierra contenía y hacerse útil para otras cosechas. Nos dirigimos principalmente á los agricultores ó propietarios de estas loca~ lidades, porque el cultivo de la barrilla en el interior de las provincias y fuera de las costas dá poca porcion de álcali y por consiguiente de productos. . Se conocen muchas especies de barrillas útiles para suministrar á las artes mas ó me -: nos cantidades de sosa; pero las dos principales son la bm·rílla y la soscrnrdinaria, muy cómunes las dos en las playas arenosas del mediodía de E uropa , especialmente en las . de España, como Alicante, Málaga y otras.


• 7Estas plantas son anuales y abundan en tallos y ramas que nos dan por medio del,fuego una grao cantidad de cenizas alcalinas útiles á la fahricacion de los jabones: El grande consumo de barrilla en varios objetos de las artes· ha hecho que no fuese bastante la que nos producen las plantas-. que crecen espontáneas en las orillas del mar,. y que haya sido preciso cultivarla en otros suelos mas ó menos fértiles. Terrenos.-La barrilla si ha de vegetar frondosamente necesita terrenos arenosos y salados, y para la eleccion del que exige esta planta basta observar que se cria naturalmente en los suelos calizos y en las orill-as de los caminos, sin que la dañe esa masa de poi vo que de continuo se deposita sobre sus tallos. Los terrenos arcillosos y húmedos le·son poco favorables, y teme igualmente las esposiciones bajas y sin ventilapion. La barrilla para que vegete bien necesita una tierra muy mullida, á cuyo fin se darán tres ó cuatro labores de arado durante el verano y el otoño, procurando en la última dividir el terreno en hojas ó tablas de cuatro varas de ancho próximamente. ; Labores y abonos.-La barrilla no necesita una tierra de mucho fondo; basta que sea arenisca y que se haya removido bien, desmenuzándola en lo posible para que nazcan las semillas con facilidad. Los abonos vegetales frescos soa provechosos para el cultivo de la barrilla, principalmente si las plantas que empleamos son crasas y jugosas. El estiércol de cuadra muy consumido será útil tambieo, y debemos emplear, por fin, todas las sustancias, menos aquellas que por su deruasiado calor a1.1mentan la aridez de la tierra y causan á la planta daños considerables. Siembra.-La época mas á propósilo para esta operaciones el otoño cuando se siembra el trigo. preparando antes las semíllas y empleando solamente las que estén maduras y nutridas: conocernos estas cualidades cuando echándolas en agua se van al fondo, habiéndolas separado antes de sus cajitas. La siembra. se hace á vuelo en cada una de las hojas del terreno que se hubiese preparado con anticipacion, r.ubriendo la simi~nte con

suavidad por medio de un rastrillo de mano En algunos puntos de España acostumbran sembrar á veces la barrilla con la cebada ó con el trigo, de lo que resulta que si el año es lluvioso se recoge una cosecha abundante de trigo, aunque perece la barrilla que teme mucho la humedad; y por el contrario, i'i iel tiempo sigue seco la barrilla es abundante en productos. m·uriendo el trigo por falta de aguas: De todos modos este método es ventajoso en. los terrenos qúe se prestan á esta allernacion, porque de seguro aprovecharnos una de las dos cosechas. Cuando hacernos esta siembra alternada con los cereales la barrilla debe sembrarse clara, y lo mismo debe hacerse en todos fos terrenos que sean , muy abonados por la multitud de tallos qúe· desarrolla la planta. Es conveniente renovar la semilla cada cuatro ó cinco años para obtener vegetales mas robustos. ' Labores de conservacion .-Cuando· la barrilla se ha sembrado en terrenos muy arenosos desarrolla pocas yerbas parásitas y no , necesita por lo comun de la escard¿; pero sucede todo lo contrario cuando vegeta en terrenos fértiles, -viéndonos ento.nces obligados á quitar las malas yerbas, especialmen...: te cuando se ha sembrado esta pla.nta en union del trigo. La barrilla no necesita de riegos; vive bien en los terrenos secos, y la dañan generalmente las nieblas y las 11uvias . continuadas. La escarda se practica en abril y mayo,y será útil arrancar las plantas dañosas en cualquiera época en que se presenten. Luego que las plantas jóvenes se han desarrollado bien arranc'aremos las sobrantes para que no se perjudiquen mútuamente, dejando. las mas robustas que son las que han de darnos mayor cantidad de sosa. 8i por ser el suelo arenoso no se desarrollan malas yerbas entre la barrilla, no deja por ello de· convenir el dar á la tierra una caba á mediados de la primavera, á fin de aflojar laplanta y hacer que el suelo se orée interiormen~. . Si durante la primavera han sobrevenido lluvias muy abundantes que hayan dañado á la barrilla, tendremos cuidado de separar· las hojas y los tallos dañados que comuni·carian el mal á las partes sanas del.a plan-


• ta, haciendo pudrecer · á esta é io'Utilizando el producto que debia darnos. Si sembramos Ja barrjlla en terrenos cionde rei nen los vientos, será proves:hoso amorillar la tierra a-1 pié de la planta cua~do ciemos la última escarda. Coseclu,:-A mediados de agosto la barrilla está comunmente en estado de cosecharsé; pero la época de esta oper"aeion podrá depen4er del clima y de la e posicion par tic u lar. Conocemos q~e la planta ha Hegado al estado de recogerse cuando vá cambiando él color de sus tallos verdes en amarillos, lo que indica que las p~1"Les del vegetal van perdiendo su vida. Se arrancan las µtantas á la mano y en ocasion oportuna, porque si tardamos demasiado en llevar á efecto esta operacion disminuirá la cantidad del producto que deben darnos. Despues de arrancada la barrilla la dejaremos en montones en el mismo campo, donde permanecerá por espacio de cuatro ó cinco dias, y se hacinará despues en forma oblonga para evitar que se moje e-n, casqs de lluvias, á cuyo fin se cubre con esteras pa'ra que no penetTe el agua por el interior de las pl a:rltas. Es importante tiner el mayor cuidado en el momento de arrancar la ba rrilla, porque si la recogemos verde ó la dejamos permanecer en la tierra por ll)as-dias de lo regular, en ambos casós disminuye sensiblemente la cantidad de sosa y mengua el producto que debe darnos. Las plantas que se destinen para la•siembra deben continuar en Ia ,tierra por mas tiempo, y, comunmente no se arranra.rán basta un mes despues que hayamos recogido las res.tantes que se- destinen á: la producci·on. de la sosa. Los piés que se- hubiesen dejad'o para la perfe~ta granazon podrán quemarse tambien, aun cuando por su estado avanzado de madurez prodúcirán una sosa menos perfecta. Algunos acon¡;ejan que se a ranque la barrilla al momento,que esté eu flor, atendido que en esta época no se ha esquilmado la planta todavía con la produccion de las semillas.~ · pero · prácttieo:s -muy distinguidos

8opinan que se aguarde á que los tallos ~arnbien. de color y á que los frutos estén algun tanto duros. Las plantas que se destinen á la granazon se tienen en la era basta que se oréen bien y acaben de tomar el grado de madurez que necesitan para q ae la semilla se suelte con facilidad: los tallos se sacuden suavemente para que se desprendan las semillas que no lo han hecho por sí mismas, guardándolas luego ' en parajes secos donde no perciban la humedad que daña mucho á la virtud germinativa: por esta razon será oportuno conservarlas dentro de cajones de madera, ó meterlas en sacos que se guarden en puntos abrigados. Vá unida a la semilla una cáscara suave y arrugada que conviene no quitarla hasta el momento de la siembra. En algunos puntos de la. Francia, donde la barrilla se produce en abundancia, dan las sem"illas sobrantes á los bueyes de labor, y segun la esperiencia les aumenta las fuerzas y los dispone para el cebamiento. Parece que este ganado come con mucha avidez las semillas de la barrilla. Cuando cultivemos esta planta en los terrenos salados con el objeto de remediar los males que hubiesen ocasionado las aguas del mar, será útil que á los tres ó cuatro años tanteemos e} cultivo <lel maíz, ahonnndo antes el terreno suficientemente á fin de observar la marcha decrecente del daño que sufoia el mism·o terrenó. Aun cuando ·el maíz produzca buenos resultados continuaremos sembrando la sosa por el espacio de tres ó cuatro años mas, estableciendo _p or último una rotacion de cosechas en que entre el trigo y en la que forme la base la barrilla hasta que se logre la desaparicion completa de la sal. En algunos pa-ises, principalmente en el reino de Valencia, siembran con la barrilla el anis y los cominos, cuyas plantas se cosechan. antes que la barrilla. despliegue del todo su vegeLacion.


ENRIAMIENTO DEL CÁ~AMO EN SECO. con un pié de _tierra, ó mas si la hoya es muy El método de enriar el cáñamo en seco, de que vamos á ocuparnos, si no ofrece ven- ancha y contiene gran porcion de cáñamo , tajas sobre los otros métodos que se han es- porque en este caso el a'ire debe circular en plicado antes en cuanto á la calirlac! de la mayor abundancia y con 'mas libertad por hilaza, las reune sin embargo importantes el interior de la -zanja: tendremos la precausi atendemos á la salud pública. Las ema- cion de abrir estos fosos en terrenos que no naciones pestilenciales que se levantan del sean muy arenosos y secos, porque entonces ~áñamo cuando se le enria en embalsados, absorverian el agua que necesita el cáñamo particular mente en aguas mansas,. ocasionan para su enriamiento, asi .como tampoco será á los habitantes de las coma¡:cas donde se útil que se abran en suelos estremada,mente verifica esta operacion calenturas intermi- arcillosos, ni que los hagamos con pared tentes y pútridas tan terribles, que se han porque relendrian demasiada humedad y visto obligados los gobiernos á dictar órdenes poclrian hacer que se pudriese el enriado. severas para prohibir el enria mento ó al meEs tarobien oportuno que haya en las honos para sujetarlo á preceptos higiénicos yas el aseo y limpieza que sean posibles, con que evit_en tan fu,nestas consecuenci'as. objeto de evitar que durante la maceracion El método de enriar el cáñamo en seco si se mezclen con el cáñamo tierra ú otras susbien no es muy conocido todavía, es tan sen- tancias que puedan estar unidas á ella. ~illo y fácil que está al alcance de todos los Si el cáñamo está muy seco ó se ha' guarlabradores,· aun los menos instruidos, por dado mucho tiempo despues de arrancado ó poco acostum~rados que estén á conocer los segado, convendrá que se rocíen los haces di(erentes grados del ei;iriado.- Tal vez los antes de colocarlos en la boya, ó que al meque se dediquen-al enriamiento del cáñamo nos humedezcamos con frecuencia la tierra en seco no acertarán completamente en sus que cubre el depósito, á cuyo fin deberá esprimeros ensayos; y sin que por esto deban te construirse éri un sitio dond·e abunde el desesperar del buen éx;ito de· la operacion, agua. están en el oaso de'SP.guir con constancia las Puestos los haces · por capas' orizontales , modifrcaciones que ella exija, seguros de que colocaremos en el centro de los montones en. la agricultura como en las artes la per- algunos tallos, que dé intento se escogerán feccion de las operaciones eonsisle mas en · los mas robustos, en direccion vertical desde la superficie de los haces hasta el fondo el hábito y en la práctica · que en la teoría. 'Indicaremos, pues, las reglas para este en- del depósito, y en términos que sobresalgan de la hoya por la parte de su espiga. Cuanriamiento. Conviene primero que se guarden todas do sospechemos que el enriado se halle ya las precauciones generales que se han dicho adelantado, sacaremos una de esta;; cañas para el enriamiento del cáñamo por los otros indicadas para conocer el estado en que se medi<fs, sometiendo á operaciones distintas encuentre la fermentacion, y seguiremos halas cañas machos y las hembras para que el ciendo estas pruebas hasta que el enriamiento enriado salga mas perfecto y u,niforme. Se se hubiese perfeccionado. No hay u9 plazo determinado para la ferabren hoyos de una longitud y profundidad mentacion ni podemos señalar los dias que proporcionadas á los haces del cáñamo que necesita este enriado, porq_ue pueden hacer se quiera enriar, cubriéndolos en seguida


- rn variar la operacion la naturaleza de la plaµta y ,la del terreno y el estado del foso ó de la hoya. Comunmente se consigue en el espacio de tres semanas, a no ser que el cáñamo se haya enterrado en estado muy seco ó no hayamos tenido cuidado de rociar la tierra que cubre el foso eon la frecuencia que lo e~ijan el estado de la, atmósfera y. la naturaleza del terreno. Impvrta acelerar en lo posible el enr¡ado para aprovechar los favores de la tem per¡t;tu ta que ap:resura la fermentacion, y porque podua enterrarse otra segunda oantiaad de cáñamo tan luego como hubiésemos sacado la primera. No dejá:recµos pa~ar desapercibida la observac:on de que debemos enriar á parteó primero los tallos machos que las hembras, supuesto que aquellos han de cogerse tambien con bastante-antici pacion. · Cuando los tallos del cáñamo que llamaremos indicadores se presenten en un estado perfecto de fermentacion, que equivale a decir que la hebra se desprende con facilidad de la caña, entonces de3cubriremos la hoya: se sacan los haces sacudiendo la tierra ó las impurezas que contengan; los lavaremos en seguida en agua clara, y los estenderemos despues en un prado recien segado para que se seque y blanquée. Sucede algunas veces que al abrir los fosos se desprenden gases que incomodan a los trabajadores; en este caso es útil enc·ender hogueras al rededor de la boya en el acto de abrirla, á fin de que las 1lamas neutralicen todo el gas que se escape del embalsado. Si aGonteciera por una causa cualquiera que hubiesen dejado de fermenta,r debjdamente· algunos hacrs y que el enriado se hubiera hecho de un modo imperfecto, podrán enterrarse nuevamente en la hoya las cañas que necesüen completar su enriamiento, perman~ciendo en ella el tiempo que fuese necesario. En · este caso colocaremos tambien los tallos indicadores para detener la fermentacion cuando el enriado llegue á su verdadero punto. Conviene que el cáñamo que enriemos en seco ó por enterramiento no permanezca cubierto de tierra por mas tiempo que el necesario para la fermentacion, porque de otro ,

modo se destruiria la planta y se convertí ria en estiércol. La fermentacion que sufre el cáñamo cu'ando lo enriamos en seco es al principio muy lenta y casi imperceptible; pero despues se establece con tanta fuerza como se observa en el enriamiento por medio del agua, y exige iguales cuidados que los que se señalan en esta operacion. A medida que la fermentacion adelanta se despreóden del cáñamo gases abundantes que no pudiendo salir libremente de la hoya por la tierra que la cubre se combinan con el glúten ó materia resinosa de la planta y la disuelven paulatinamente, dándonos por resultado despegarse ~on facilidad las hebritas de las cañas. Este resultado no se conseguiria sin un grado de humedad que deben tener los haces: y por ello repetimos que es preciso rociar el cáñamo si no se enria inmediatamente oe haberlo-arrancado. La tierra que cubre el monton se satura de los gases que se despreóden del enriado, y podremo.,; por tanto emplearla como un abono escelente. En las casas de labranza se tienen construidos á veces depósitos para otros usos particulares, corno estercoleros ú hoyos para guardar agua, que podrán servir para esta operacion, con tal que estuviesen suficientemente secos: si así sucede podremos ahorrarnos el trabajo de formar las hoyas que hemos dicho, prefiriendo los estercoleros por~ue aceleran el enriamiento con el fermento que contienen. Ef método d'e enriar el cáñamo en seco 6 por enterramiento es en nuestra opinion tan ventajoso, que aconsejamos á nuestros lectores que lo pongan en práctica aunque con todas las precauciones que exige un método no usado todavta; porque pudiénd~nos dispensar de enriar estas materias vegetales en el agua, veremos desaparecer las causas de infeccion que en algunos países ocasionan males considerables. A mas de que el enriado en seco es menos costoso, mas cómodo y no espone á peligros hasta á poblaciones enteras, como . acontece cuando enriamos por medio del agua.

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Este período de la agricultura, que comvo de la viña, la frondosidad de los.olivos no existía para aquellos climas apacibles, y prende desde ·el siglo quinto hasta el décicondenado el bajo pueblo á los alimentos mo séptimo , está cubierto de un velo tan mas insalubres y despreciables desconocia denso que apenas nos deja conocer cuales toda especie de artes agrícolas, hasta el caso fueran las faenas del campo en aquellos de no saber cultivar el cáñamo para sus protiempos. Lo poco qne ha conservado la hispios vestidos. toria de esta dilatada época de disolucion y El pueblo de Italia que adelantó mas en de barbarie pertenece mas á la Italia, á la la industria agraria Fué Nápolés, porque sienFrancia, á la Alemania y á la Inglaterra q_ue do provincia española el gobierno se vió en á las demás naciones de Europa. La agrila necesidad de imponer una, contribucion , cultura española fué mas floreciente durante sobre los frutos para sostener las guerras en est.os tiempos de lo que nos dicen los estranque se babia empeñado: este tributo, que de jeros , por']ue los moros que dominaro-µ casi mal grado hubieron de pagar los napolitanos, toda la Península tuvierpn aficion á la ci~nlos hizo industriosos, aprendiendo de los escia del campo y enriquecieron el pais con pañoles varias prácticas de las que los mouna multitud de producciones que enumeros habían dejado en ~u antiguo pais. raremos otro dia. La Toscana y la Lombardía progresaron La agricultu•ra italiana durante la edad á últimos de esta época de decadencia agrímedia si no adelantó en los progresos que le cola, de manera que los vinos de Florencia babia preparado el poder romanot contaba, y el aceite de Luca tenían entonces el mayor sin emba rgo, con hombres disting uidos que crédito en todos los mercados de la Europa, á mediados del siglo once ya aplicaban venproduciendo estos dos artículos cantidades tajosamente en el cultivo interesantes opecrecidas que permitieron al ,Propietario enraciones mecánicas y físicas. Los monges de tregarse con desembarazo al cultivo de sus Chü.1.revelle en el siglo trece llevabm ya hehaciendas. Los pueblos de la Lombardía chos vastos trabajos par.a el riego y eran cuidaban con bastante método sus ganados, consultados de todas partes, llegando su conocían el modo de hacer el queso y la mancrédito á tal punto que el emperador Federico l los empleo muchas veces como inge- . teca, aprendieron el cultivo del trigo, el riego se fué perfeccionando sucesiva mente, y nieros hidráulicos en las obras que mandó acabaron por ser pueblos muy adelantados construir en su nacion. que sacaban buen fruto de su aplicacion y La Italia conocla ya duvante este período de su apacible clima. · de la edad media los guanos de secta, de maLa agricultura en Francia quedó en la nera que en el año 1146 Rogerio 11, primer mayor decadencia_ desde el siglo quinto al rey de Sicilia, trajo desde, Grecia á aqnella d'écimo séptimo, porque el ca racter de los isla una porcion de dichos insectos, no habiéndose propagado por las costas continen- godos, de los vándalos y de los francos que ocuparon su vasto territorio, babia de ocatides vecinas hasta muchos años despues. sionar grandes cambios á los productos del Por estos siglos los habitantes del Sur de la Italia vivian todavía en tal estado de atraso campo y á la economía rural. Los países que conquistaron los francos fueron, no obstante, en el cultivo, que desconocían las fruiciones mas felices, pues vemos por sus 1eyes que que nos dá la tierra. Estraños á todas las ten ían respet.o al caballo de labranza que dulzuras de la vida casi ignoraban el cult,i-


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distinguia_n del de batalla, y dabaµ proteccion al ganado lanar que apacentaban ep comunidad. Durante el imperio de arlo-Magno la agricultura francesa salió algun tanto de su estado de abatimiento, mandando este gran rey plantar viñas y huertas en los terrenos que pertenecían á la corona, al paso que :dictó leyes sabias y, útilés para el cu! tivq, sien,do una .de· la,s que entre ellas se contaban la prohibioion de podeh juntar para la labranza un boey:,y 'un ~sno. ·,.' r • , Pero á est~ asomo de pujanza en la agri . '. cuHura francesa sobr-ev,ino m·u·y pronto otro período de decadencia con las guerras civiles que asolaron á este pueblo durante la mayor Earte de los siglos nueve y diez. En .todo este plazo, harto dilarado .para la agricullura, se dictaron leyes tan opresoras para el cultivo, que los campos debian necesariamente convertirse en ,estensos eriales. A las guer- ras desoladoras que destroza.ron el corazon de la Francia por el espacio de doscientos años se sucedió la tra•ñquilidad y la calma, y en los siglos once y doce la agriéultura mejoró considerablemente. Despues se fueron reparando los males que el espíritu de par=tido babia ocasio•nado, y la -Iglesia públicó durante este período muchos cánones para la seguridad del cultivador, á cuyas disposiciones se debieron en su mayor parte lo s adelantos del arte agraria porque fas prin,.. cipales tierras pertenecían á las comunidades religiosas. . En el siglo catorce la agricultura francesa tuvo que sufrir un nuevo quebranto á causa de las conquistas de los ingleses y de los reglamentos de. policía qne sujetaban á medidas opresoras el precio ,y la estraccion de los trigos. A mediados del siglo diez y seis se publi,có en Francia el primer libró de agricultura: titulado Medio~ llde hacerse rico, que es un breve tratado de economía rural y doméstica~ Enrique IV y su vir~uoso ministro ,Sully, cuya memoria pohservarán siempre los fran. cesescon ·ent1>siasmo y ;gratitud, emprendieron obras colosales que dieron al cultivo un esplendor que jamás había tenido: las provincias abundaron luego en trigos, legumbres, vinos, plan las tintoriale~, pastos y ga-,. .

nadas, cie manera que,en pocos años la Francia llegó á reunir no solamente lo que necesitaba para el consumo interior, sino que pudo extraer grandes cantidades de frutos para otros pueblos del globo. En las naciones del norte que se hallan situadas entre el Rbin y el Danubio la agricultura debió mantenerse en estado de atraso durante los siglos desde el quinto al décimo séptimo, porque estos pueblos -se ocuparon constantemente en agresiones recíprocas con sus vecinos del mediodía. La historia apenas habla del estado del cultivo en Alemania y en las dcliilás naciones del norte; pero atendidas las guerras y la opresion bárbara que ejercieron sobre estos pueblos que se hostilizaban mutuamente, hemos d'e creer que la agricultura permaneció durante estos siglos en el estado que nos la babia dejado la caida del.imperio romano. En Alemania, lo mismo que en los otros pueblos, no principió á asomar la ilustracion hasta el siglo décimo séptimo, y en esta época Conrado Heresbach publicó la primera obra de agricultura alemana, que no vió la luz pública básta despues de la muerte de su autor. . El esta~o floreciente de la agricultura en Inglaterra durante los años en que este país fué dominado por los romanos vino á p~r.:. derse del todo desde el momento en que lo sajones, pueblo. feroz é ignorante, estable'.!. cieron su poder en aquellas islas.' Las artes fueron olvidadas por mucho tiempo, y pue:i de decirse que .hasta el siglo once, en cuya época se verificó la union de los sajones con los indígenas para resistir á los normand~s, no salió la agricultura del estado completo de abatimiento. Estos sucesos constituyen dos períodos distintos en la agricultura- británica que nos conducen gradualmente hasta el siglo décimo séptimo. Mientras los anglo-sajones dominaron las islas británicas, la ganadería recibió un grande impulso,. se estudió la utilidad de los pastos en la produccion de las carnes y en el cebamiento, y se promulgaron leyes que regulaban los precios de todos los ganados domésticos. Las leyes sajonas proh ibian labPar la tierra con mulas, asnos y vacas, permitiéndose emplear solamente el buey para esta


labor. Del cumplimiento de la ley habria nacido para la agricultura una época de progreso , si las artes agrícolas hubiesen sido mejor comp 1endidas. Durante esta union de los sajones con los ingleses se dictaron preceptos de economía rural que hubieran producido beneficios prodigiosos, si este pueblo, mas guerrero que cultivador, no hubiese mirado las faenas del campo como un oficio bajo y poco honroso. De aquí se siguió que los esclavos fueran los únicos labradores de este pais y que las tierras no diesen los resultados que podrian esperai-se de la proteccion de las leyes. Los anglo-sajones dividían sus haciendas en dos clases de tierras, y esta division la determinaba la distancia en que estaban los campos de l,i casa del pi·opietario. Las inmediatas á esta las cul ti vahan los esclavos bajo la vigilancia de un mayordomo, y sus productos se empleaban en la roanutencion de la casa: las restantes se entregaban á colonos -por, precios muy módicos que ordinariamente pagal}an en· especie. El propietario no era libre de ajustar este precio con los arrendatarios ó labradores, porque la ley intervenia en esta operacion y determinaba los pactos á que debian ajusta~se el amo y el colono. _ Apenas se tiene conocimiento del estado de los instrumentos de labranza de este pueblp durante su dominacion en la Bretaña: per9 s~ hemos de guiarnos por algunas me!iallas,que simbolizan la agricultura anglo~ajona en el siglo octavo, .hemos de creer que el arado, la carreta y <lemas útiles agríi;olas eran muy imperfectds. _ .Los normandos conquistaron la Inglaterra en el siglo once, y co.n éste suceso recibió la agri.cult.ura un favorable impulso. Millares de labradores inteligentes abandonaron los campos fértiles de la Francia, de Flandes y de )a Normandía para establecerse en la Bretaña, y '.con ellos fueron tambien las pr~cticas saludables que habían de dar al cultivo un elevado impulso. En este momento todo cambió de aspecto en estas islas, porque los grandes señores se dedicaron á cuidar sus fampos con afan, brotando por do quiera la felicidad y la abundancia. Con el

ejemplo de los hombres de elevada fortuna se fertilizaron inmensos pantanos, s~ establ écieron ricas praderas, y antes de poco tiempo poblaban todos los puntos de la isla numerosos rebaños que retrataban el pueblo mas feliz. El clero normando hizo aun mayores esfuerzos que la nobleza para mejorar la agri~ultura, siendo notables por su buen cultivo la s tierras que pertenecían á los conventos. Tal era· la costumbre de las comu-· nidades religiosas de dirigir las faenas del c¡¡,mpo, principalmente en las épocas de la siembra, de la siega y de la recoleccion de los frutos, que el famoso Tomás Beckét, despues de haber sido elevado á la dignidad de arzobispo de Cantorbéry, conlin uó en su método de toro ar parte en las labores que ejecutaban los mozos de labranza ..Estosejemplos, porraros que fuesen, babian de dar necesariarnente mucho fruto, porque alentaba á los plebeyós el ver que unos hombres tac eminentes protegian hasta con sus fuerzas corporales un ramo que había de hacerlos-venturosos. Ci_.: taremos un hecho que revela 'por cierto los esfuerzos que hizo la Iglesia en est~ época para dar á Ja agriculttfra Lodo el esplendor que ella se merece: este hecho lo hallamos consignado en el cánon veinte y seis del concilio general de Letran tenido en el año de 1179, en el que se mandó, que todos los presbíteros, clérigos,· monges, conversos, y laicos, así com'o los a:nimales de labranza y las semillas que se llevaran á los campos para la siembra, gozasen de toda seguridad; y que todo el que los molestase ó incomodase, si bo cesaba .en su propósito despues de adverbido, quedalfa escomulgado. Los normandos perfeccionaron los instrumentos aratorios y los de acarreo, y adelantaron' no poco en la confecr.ibn de los abonos y en las prácticas de sembrar, regar y recoger los frutos. La: Esc9ci a, sin embargo, per..: maneció con algun atraso en las faenas agrícolas, segun es de ver por las leyes ·que <lió Alejando II: leyes poco á propósito para alentar al propietario ni para inspirar al colono la aficion al trabajo. Este período de la agricultura inglesa nos trae á una consideracion harto notable paraque pase desapercibída, y es que q.uraoteel

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Hduodécimo siglo se cultivaba la uva en las islas británicas con tal resultado, que segun se lée en los documentos de aquella época Guillermo de Malmsbury recogia vinos tan buenos en el valle de Gloce¡;ter como lo eran los de la Francia y de otros puntos que se acercan á nuestro mediodía. · La agricultura inglesa siguió rápidamente su progreso desde los principios del siglo trec~; y si bien por largos intervalos gozó · del favor de los príncipes y del clero, no obstante sufrió bastantes quebrantos, principalmente á fines del siglo quince, por las guerras civile¡; que asolaron la isla. Distraídos los ánimos eon las discordjas inte~tinas que devoraron hasta lo mas santo y lo mas sagrado, los hombres se olvidaron de los campos; los reyes, sin atender mas qúe á su propia conservacion, dictaban leyes opresoras para el cultivador, y la agricultura y las artes declinaron hasta tal punto, que el aspecto que antes presentaba aquella bella isla \:On sus floridas colonias y con sus ta.. lleres · envidiables se transformó en despo:.. blados desiertos y en arsenales de armas con que poder destruir al enemigo. El renacimiento de las letras y la ináuguracion de la imprenta que por todas partes iluminó al mundo con su claridad celeste, se dejó sentir en Inglaterra mas que en ningun otro pais. La agricultura participó de esta perfeccion social, y con el auxilio de los príncipes, cuya autoridad iba haciéndose cada dia m.as fuerte, siguió con pasos agigantados la marcha del progreso en cuya primera fila se veian hombres eminentes y distinguidos. El arte de cuidar los campos dejó de ser una ocupacion servil; las leyes procuraban dar proteccion al cultivador; se espedian órdenes frecuentes para aclimatar en la isla ganados que no tenían, y se promulgaron estatutos cuya lectura revela todavía la predileccion que los monarcas concedieron al cultivo, basta el punto de causarnos sorpresa el que un suelo · tan abatido por largos años de guerras civiles pudiese en poco tiempo reparar sus escesivos quebrantos. A principios del siglo diez y seis el célebre Fitsherbert publicó el primer libro de agricultura, que reune lo- mas útil del culti-

vo, lo mas interesante de las operaciones agrarias, segun el estado de conocimientos de aquella época, y resuelve con admirable acierto interesantes cuestiones de economía rural. A los esfuerzos de este hombre y de otros que luego le siguieron vino á unirse la virtud y aun el saber de los reyes de aquel tiempo, habiendo llegado la agricultura al mas alto gradó de crédito en el reinado de Elisabeth. Durante el ,gobierno paternal de esta famosa reina el ganado era tan escaso en Inglaterra, que Elisabeth promulgó una ley que prohibia á sus súbditos comer carnes los miércoles y los viernes de cada semana, menos en los casos de enfermedades ó de dispensa especial; y aun en estos casos no era permitido hacer uso de carnes de vaca por no menguar ~l número de animales tan útiles para la labrabza. La agricultura progresó en Escocia de un modo mucbo mas lento, y puede decirse que hasta que se promulgó el código de 1685 no pudo el labrador escocés entrar de lleno en el camino de las mejoras agrícolas, porque la amortizacion estremada de los terrenos llegó casi á hacer ilusoria la propiedad. Desde entonces los campos florecieron en esta isla; la profesion del labrador que antes era mirada con desprecio se hizo un oficio noble y útil, y á pesar del estado lamentable en que babia quedado el cultivo del campo desde la subida de Jaime VI al trono de Inglaterra, la Escocia marchó magestuosamente al estado de perfeccion que le permitían los conocimientos de aquella época. Una de las causas que mas contribuyeron á este engrandecimiento fué la larga permanencia en la isla de l9s soldados de Cromwell, que siendo casi todos los labradores ingleses, á imitacion de los romanos de otra época, introdujeron en el pais los mejores métodos de labranza al propio tiempo que suavizaron las costumbres de la Escocia. Aunque estos apuntes históricos parezcan de poca utilidad atendido el estado de perfeccion á que ha llegado la agricultura en nuestros dias, importa, sin embargo, conocer el progreso gradual que ha sufrido el arte agraria, origen de nuestra felicidad y de nuestra ventura.


VENTAJA~ QUE PltE~ENiA EL ~~~~~~ ~~~4_.}.)~~~~~~

M. Martegoute, cultivador de Tolosa, ha escrito u,n artículo luminoso acerca del cultivo y usos del trébol encarnado, y lo reproducimos á continuacion por el interés con que sin duda lo mirarán nuestros lectores: c,El trébr,l encarnado ocupa un lugar preferente entre los cu!Livos de forrage mas apreciados en el sud-oeste de la Francia. Se encuentra esta planta en la parte inferior del Garona en todos los terrenos y en todas sitoaciones desde los Pirineos hasta el fondo de las llanuras que debajo de ellos se estienden. En el departamento de Lot y Garona se sirven del trébol encarnado considerándolo como una de las bases de alimentacion de sus innumerables y hermosos ganados vacunos. · «En las montañas se siembra á mediados de julio, época en que el centeno está segado, dando al suelo una sola labor, y mezclándole semilla de alfqrfon: esta protege ~l desarrollo del trébol y dá además una cosech·a en el inmediato mes de octubre. En la primavera siguiente el trébol encarnado segado en flor para que sjrva de alimento fresco, cede su Iugar á los nabos y patatas. • «Ar separarse de las moa tañas se le vé vegetar tambien en los terrenos siliciosos de la llanura desQues de una cosecha de eenteno. En estos lugares en vez del alforfon siembran, con -el trebo], mijo., cuya planta tiene tiempo suficiente d~ madurar antes de concluirse el otoño. Algunas veces, dando un abono á las tierras en que se hubiese sembrado el centeno, vegeta perfectamente el múz mezclándole á tiempo oportuno una cantidad de trébol encarnado. Con frecuencia, y esto sucede en todas las tierras en que hubiese vegetado el trigo, se aguarda para

sembrarlo el fin del mes de agosto ó los primeros dias de setiembre. Entonces la siembra se hace sin mezcla alguna, salvo algunas semillas de nabo que se esparcen á ciertas distancias para poder utilizarse de él en el invierno ; la siembra se verifica lo mismo que en las montañas, dando al :melo una sola labor . «A los alre.dedores de Tolosa sobre las laderas de las montañas argilo-calcáreas de Lanragnais hacen del trébol encarnado un pasto de primavera para el ganado lanar: allí apacientan los corderitos y los carneros, y á esto deben la riqueza y la abundancia de su leche las ovejas lecheras que se encuentran en gran número y producen inmensos beneficios en este pais. Al contrario del t_rébol rojo, el trébol encarnado no meteoriza á !os rumiantes. Las dudas que existen aun sobre este hecho en los países en que no está en uso, han cesado desde largo tiempo en las co'marcas del sud-oeste. «Se escogen los campos de maiz· para establecer los pastos. Se dá una escarda á esta última planta en setiembre al tiempo de su madurez. Se esparce el trébol encarnado sobre esta labor que, habiendo destruido las yerbas, ofrece á su nacimiento un suelo per- · fectamente desembarazado. No síempre se procede de este modo; la madurez tardía del maiz que una escarda prematura c,omprometeria y los muchos trabajos que se acumulan en esta época, son un obstáculo para ello : basta echar la semilla sobre-la tierra sin estudio alguno, y no deja de dar buenos resultados. «Los pástos ' duran largo tiempo, porque hay en este pais dos variedades de trébol encarnado que maduran en épocas distintas: la una lleva el nombre de la planta sin


i6 ealificacion particular; á la otra se le ,dá el nombre de trébol encarnaao tardío. «No tiene11 carácter alguno botánico propio para distin guir la una de la otra. Aprovechando estas dos variedades, teniendo por otra parte cuidado de no conducir demasiado pronto el ganado de lana á un mismo Ju~ gar, el pasto se conserva cerca de cuatro meses. Se ha observado que estas dos variedades de trébol nó son menos útiles para el alimento en el establo de ,los rumiantes grandes. «Entre todos los depactamentos que situan ,por bajo de los Piríneo.s, el de Lot y y Garona es el que· háce m~s uso del trébol encarnadv. Empleándolo ya verde; ya seco lo miran los hábiles cultivadores de este · fértil pais como el fund amento _de la prosperidad de sus establ0s. Al h~blar del trébol solo entienden con esta designat:ion e1 énrarnado, no siendo para ellos el'trébol rojo mas que una· escepcion de la especie que distinguen con el nombre de treból de Bo'ldnda. . «Una prueba irrecusable, de los buenos resulladoi del trébol encarnado es el aprecio e.n que se le tiene, y para convencerse de ello no hay mas que ver el ganado de estas comarcas: no lo hay mejo.r en ninguna otra provincia ó departamento de la Francia. <<Hé aquí algunos detalles sobre el cultivo y uso de este trébol : En la llanura, la labor de prepa.racion consiste en poner la tierra á su,rcos de solo un metro de ancho y bastante elevados en su centro, siguiendo la costumbre_establecida, á fin de que las aguas no puedan dete·oerse .. En las laderas de las montañas, en donde esto es menos temible, hacen la labor de plano. En _seguida, para desmenuzar los terrones y nivelar el terreno que sea ,demasiado alto, pasan por él un pesado rastrillo de dientes muy cortos. Este rastrillo~sirve por otra parte para cubrir las semiJlas de .centeno y de nabo que acostum]Jran mezclarse con el trébol encarnado. Hácia fines de otoño y durante el invierno se arrancan los nabos con la mano : se esparce Sobre la ti!:)rra el estiércol en. debida proporciol).: debajo de esta capa vegeta:1 el ceuteno ad,quiere fuerza, y á los primeros días

de la primavera echa tallos muy robu tos. Al mismo tiempo florecen los babos que no Jo hicieron en la cosecha del idierno. Sus talios y los Qel centeno forman la segunda cosecha. El trébol eQcarnado que se queda solo dá por fin la última v mas abundante. Los nabos v el centeno oo· le ocasionan vacío al guno: porque se procura sembrarlos muy claros. Algunas veces este trébol ·se cambia en abono en el mismo sucio. Se entierra con el arado al acercarse la florescencia, y entonces es·cuando ya produce una cantidad,d~ abono. Este escelente método de abonar se eJDpleaiá menudo en las tierras desLinadas al cultivo del tabaco 6 del maíz, pudiendo tambien aplicarse al de las patatas tardiai,. «En los puntos en que el trébol encarnado se cultiva en reducida eséala no se acos-• luinbra convertirlo en heno, sien<lo solo un mediano forra.ge si. no se siega cuando conviene y si no se pone á secar con las· debi:... das precaúciones. ·Esto no sucede eri el departame·nto de Lo! y.Garona: una larga esperiencia adquirida proporciona 'á las operaciones de la siega de ]a yerba y del heno una seguridad de ejecucion verdaderamente infalible . Como todos los detalles prácticos son variables por su naturaleza, difícil seria dar reglas fijas y constantes sobre el modo d_e trabajar de nuestros cultivadores; solamente diremos, que el momento que aprovechan para segar el trébol encarnado, cuando quieren ·ponerlo á secar, es el que precede .á su florescencia. Aguardandci mas tarde se esponen 'á que caigan las hojas y á que el tallo se ponga dmo. Así que las plantas est.án próximas á la formacion de.la semilla, su tallo ,y sus bojas se desprenden de los jugos mas nutritivos. El resultad·o es obtener paja en .Jugar de beuo. • <lEn cuanto al uso que debe hacer8e, en el establo, de estos nabos, de los mano1os d.e centeno. y del tvébol encarnado en ·estado. verde, r¡ue se obtienen sucesivamente en un mis·mo terreno, hay algunos pormenores y trabajos dignos de ser conoqidos. Dirígense á un solo objeto,. esto es·, á hacer entrar, por medio de mezclas diferentes cuidadosamente ejecutadas, la paja en la mayor can-


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tidad posible para la alimentacion de los animales: y aunque esta paja tenga poco crédito entre los vaqueros del norte, reune, no obstante, en el mediodía cualidades que aquellos ignoran y que un clima menos favorable les reusa. «Estas esplicaciones bastarán, sin duda, para dar una idea suficiente del modo como debe verificarse el cultivo del trébol encarnado y de los principales usos á que se le destina. La práctica lo ha enseñado. Sin embargo, en los paises en que la diferencia de esposicion exija cierta reserva se obrará con prudencia, limitando por de pronto la realizacion de lo que se acaba de indicar á una corta estension de terreno. «Para no omitir especie alguna que pueda favorecer semejantes ensayos, basta solo añadir algunas observaciones sobre la ejecucion práctica y reasumir las ventajas de este cultivo. «No se ner.esita mas que una labor para esparcir la semilla: esta no requiere una tierra muy mullida. «El alforfon, el mijo, el maiz, el centeno y los nabos pueden asociársele co~ utilidad

y sin causarle perjuicio. aEn estado verde, ya sea. en el pesebre, ya sea en los pastos, el trébol encarnado no meteoriza jamás los animales: cortado an tes de su completa florescencia y secado con cuidado constituye un escelente heno. «El estiércol en capas y en su defecto, ó junto con él, el yeso dan mucho vigor á su vegetacion y duplican el producto. C<La variedad tardia es preciosa para reem·plazar los vacios que un nacimiento imperfecto deja muchas veces en el trébol rojo y en los pipirigallos. «Para ello basta esparcir la semilla en los claros que quedasen. Por todas partes y en todos tiempos esta semilla es mejor sembrarla con cáscara que mondada. «Por último, en la division de los terrenos el lugar del trébol encarnado es el que se concede á todas las praderas temporales , ya sea que se ~estine á .ser segado, ya sea que se quiera hacerla servir para past.:>s; y bajo cualquiera de estos dos aspectos presenta como garantía la preferencia repetidamente comprob1da que le concede una estensa comarca de la Fran~ia.» r

Llamamos la atencion de nuestros lectores acerca de esta planta que puede ser de un interés inmenso para nuestro país. Los resultados que ha dado en Marsella donde se ha cultivado ya bajo la direccion de M. Garnier-Sabatier nos hace esperar que sus productos podrán ser mas ventajosos todavía en nuestras provincias meridionales. El cáñamo de China, cuya introduccion en la Europa puede mirarla la agricultura y las artes como un suceso notable , nos lleva hasta un TOMO Jl,

punto de admiracion por la cantidad de hebra que produce y de esceleute calidad. Por mucha que sea la estension que en la España tenga el cultivo de casi todas las plantas textiles, no podemos dispensarnos de hacer por nuestra parte todos los esfuerzos posibles para traer á nuestra patria el cultivo del cáñamo de la China, atendida la importancia que se merece por sus cualidades. A este fin nos procuramos de :Marsella una porcion de .semilla de esta planta para sembrarla en el

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país,' porque el ~lima favorable permite la jardin botánico de la -Junta de· Comercio de fructificacion y sus semillasseeslenderian lueesta ciudad, que está bajo la direccion del go por las otras comarcas , aun en las frias, que tam bien es clirec tór de nuestto periódico, donde aunque noLllegue á fructificar podria cu. a siembra haremos en terreno que sa al vegetar bien y suministrar la misma cantidad efecto está preparado, siguiéndose el cultivo de hebras. Los departamentos del medio día con todo eJ esmero que exige tan precioso vegetal. De sus resu!Lados , así como de los tendrian, pues, la ventaja:de una doble prodetalles· del mismo <iultivo, se dará cuenta á duccion.» . «Los hermosos productos que ha obtenido su tiempo á nuestros suscritores, á quienes se repartirá asimismo la semilla que se obla comision agrícola de Marsella, y que se tenga de la misma manera que se ha hecho pondrán de manifiesto en la esposicion. n::i.cional que se verificará en París en el mes y se hace frecuentemente con otras semillas de mayo próximo, han sido pre~entados á la de plantas ta:mbi-en prQvechosas é interesantes. ' sociedad de agricultura de Montpeller. La El Cidtivador, que cífra su mayor gloria elevaeion de las cañas es de 6 metros ·12 centímetros : de los dos pies que se erivian á en poder ser útil á sus conciud,adanos, no la esposicion el uno es macho y el otro es perderá medio alguno de cuantos se hat-I-an hembra, y á este último van unidas todavía á su alcance para proporcionar al país fas plantas notables que se ;vayan intrnduciendo las semillas.,i nuevamente en Europa, y aun aquellás ouyo Aquí llegábamos cuando hemos recibido cul-ti vo, conocido en 1-as na·ciones mas adelan- contestacion al pedido ó encargo especial tadas en la agricultura, no lo sea todavía en que habíamos hecho á persona competente nuestras provincias. en la materia y de nuestra entera: confianza Por lo <lemas, el cáñamo de China, que for- con el fin de adquirir la sem11'1a del cáñamo ma el asunto de estos renglones, •es lmy dia de que hablamos, y para saiisfaccion de nuesun objeto digno de la atencion de <los hom- tros lector3s trasladarnos en seguida lo que bres industriosos. En prueba de esta verdad se nos dice sobre el particular en 21 del mes reproducimos á contínuacion lo que 11a dicl10 de marzo anterior. de esta planta el periódico titu·lado Echo du <(Correspo,ndo á la bien apreciada de V. 13 Midi correspondiente al 16 de febrero último: corriente y puedo decirle que hace algnnos <( La agricultura francesa acaba de euri<¡uedias que nuestro periódico El , Novelista dió cer sus dominios con una nueva produccion la noticia de la .maravillosa semilla de cáde las mas importantes. Este producto tan ñamo ae la China; yo mismo para mi campo precioso es el cáñamo de China (lo-ma-corbabia tenid'O la idea de compr:ir una poca chorusj, cuyas semillas ha introducido en aunque su precio fuese escesivo, p1.1es la han Francia M. lLier, miembro de la embajada vendido á razon de 15 francos 108 cincuenta francesa en Chiña, y loba cultivado en Mar_ gra1ws, y en tanta cantidad que un amigo sella M. Garnier-Sabalier ,», inteligente en la materia me ha asegurado <(Este cáñamo, cura reproduccion se ha.Ila que uno que tenia una poca babia recogido asegurada ~a por las semillas recogidas bajo sobre 20 mil francos, y aun en su opinion se favorables condiciones, se eleva á la altura de habrá vendido en parte gato por liebre.» . siete ú ocho metros, V el tallo tiene una cir<(Vamos al casD: l\fr. Jules ltier, que ha cunferencia de quince á veinte. centímetros; sido inspector de esta Aduana, fué enviado cada pié produce de dos á tres kilógrarnos de. á Ch-ina para estudiar las plantas de 1;1.quel semilla ·y suministra hebra pai:a tejer mas pais, y á su regreso trajo, hace sa \losó tres de un metro de tela de batista superior en años, aquella semilla, la que se ha sembrado hermosura y en calidad á la que se obtiene en varios parajes; pero en ni nguná. parte ha con los productos franceses.o llegado hasta. el caso de f1:tictificar bien , y «El cultivo d,e este cáñamo enel mediodía solamente este Garnier-Sabatier, que vive en de la Jran<¿ia será de grande interé.s pa,1a el la calle de.!San Barnabé, número 36, logró


el año pasado que resguardadas con la pared de su huerto saliesen perfectamente tres 6 cuatro planta:s, que son las únicas que han dado la semilla que le ha hecho prosperar hasta el estremo de darle aquel beneficio ..... Aunque sabedor de la trampa por un amigo que estaba en el secreto, para poder decir á V. toda la verdad be ido á ver al mismo Sabatier, y le he hecho presente que tenia el encargo de comprarle una poca de dicha simiente; pero que se guardase bien de engañarme, porque era para una persona de conocimiento en lá materia, y me sería bien doloroso quedar mal; . me contestó que solo le quedaban 400 granos que no podia cederlos á menos de francos 120, y esto sin serle posible responder del buen éxito: en su consecuencia be pensado y me he persuadido de que era demasiado cierto lo que me babia dicho mi amigo.» «Debo añadirá V. al mismo tiempo, que es exacto que dicho cáiiámo sube basta seis· metros y que tiene de grueso al pié de 18 centímetros; en tanto, que una planta ha dado basta tres kilógramos de unoáñamo sumamente superior para, poderle emplear en las puntas mas ricas: por la altura que toma yo creoquedificilmente podriacultivarseen campo raso, diferent~ de la China donde no hay los vientos recios de estos paises. Si han salido bien las pocas plantas aquí, será porque estaban al abrigo de los vientos . Estos mis_mos vientos han hecho que una porcion de gra-

nos cayesen en el punto donde estaban aquellas tres ó cuatro plantas, y las nuevas que han salido tendrán ya dos pulgadas; puede haber 60 6 70, y e-1 hortelano Garnier-Sabatier pide 2 francos por cada una, que poniéndolas en vasos ó macetas con cuidado y llevándolas tJ, esa creo que seria el modo de poder hacer el ensayo aunque fuera algo engoroso, pues en cuanto á los 4,00 granos que quedan repito y casi estoy segu·ro de que no tienen el verdadero bautismo.» <1Ütro medio he propuesto mas seguro para que V. quede enteramente complacido, y es el de que cuando las plantas nuevas lleguen á su fructificacion me vendan con la misma semilla unida al vegetal las que necesite ó pida, y mandadas á V. de este modo podrá quedar completamente satisfecho de que la semilla que adquiere es del cáñamo que pretende.» En virtud de está carta hemos preferido esperar á que las nuevas plantas de cáñamo de la Chio-a de que se nos hahla lleguen á su estado de madurez para que con ellas vengan á nuestro poder lassemillasquedesde luego habíamos pedido confiados en que seria fácil su envio desde lu~go, cuyo medio aunque mas tardío nos podrá proporcionar el qué intentemos con esperanza de buenos resultados el cultivo del cáñamo de la Chi- · na, y el que _luego ofrezcamos semilla segura á nuestros suscritores de todo lo cual les daremos oportuno aviso ó conocimiento~

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·»E LAS LABORES DEL ~AMPO POR LOS MESES lf .

del año , para instrnccion de los labradores.

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preciso beneficiar la tierra segunda vez de ENERO. ' En el mes de enero, en lun-a menguante, cultura las que se hubieren de sembrar: se se cortarán las maderas para fabricar casas sembrarán babas, cebada, avena,mijo y otras durables, porque cortadas así durarán mas semillas, y el cáñamo dondé el viento no dé sin gastarse: se estercolarán los árboles, adrecio: debe visitarse el 'vino, particularmenvirtiendo que el estiércol no llegue á las,raite el mas delicado, aderezar los parrales de ces : podrán hacerse ingertos en los árboles los huertos, plantar árboles , como son los tempranos, como son rosales, ciruelos, mar.que se plantan de rama gruesa p¡ira hacer zanos, nogales, duraznos, albérchigos, albosques, v. gr., sauces, álamos, olmos y mendros y cerezos; observando en esto el cli- ·otros, así fructíferos como silvestres: es conma de la tierra, si es caliente, fria ó templa- , veniente limpiar los palomares y casas de da, y si hiciere buen tiempo podránse podar gallinas, pavos , gansos, ansares, anades y las viñas, arar los secanos: si fuere la tierotras aves domésticas, porque estos animales ra delicada y amorosa y tuviere yerbas granal fin de este mes andan en celo y ponen sus des y raiices demaEiadas, y· si no ha sido behuevos: debe visitarse el conejal y sacar el estiércol:. se prevendrán las colmenas para neficiada en el mes de octubre la tierra ·, se le dará segunda reja: arada que sea se polas abejas , limpiarán [sus casillas matando drá echar sobre ella paja de habas , trigo ó las que llaman zánganos, pues estos comen eebada : se cortarán los varales de los sauces la miel de valde: se cuidará de tener aleones para aderezar las parras, para hacer carretas y otras aves de rapiña, poniénilolos á la mude nuevo ó para acomodar las que tuvieren: da al fin de este mes. se cortarán igualmente estacas ú otra cosa DA.RZO, net:esaria para el trab~jo, y de ninguna En' marzo se sembrarán las cebadas, avenera se procederá á sembrar en este tiempo, nas, mijos, panizos, cáñamos, linos y otras porque está la tierra demasiado pesada, llena semillas semejantes; se beneficiará segunda de vapores y poco movida y beneficiada. vez la tierra que se hubiese dejado para el FEBRERO. sementero nuevo: se escardarán las yerbas malas , limpiarán los trigos de la yerba que En luna creciente de febrero se pueden les pueda hurtar la humedad, se cortarán trasplantar sarmientos hundidos para este mimbres y otras varillas semejantes para hafin, y si hubiese algunos que tengan poca cer cuéba'Ilos , cestones y ban astas , porque fuerza en fa~ raíces no hay que tocarlos, y en este tiempo los árboles tienen mas humor: sí dejarlos para otro año : es necesario hacer es necesario disponer el hu erto para las yerllenar los campos, las viñas, prados y huerbas de comer, y para aquellas que le puedan tos de estiércol ; deben hacerse hoyos para traer alguna utilidad: se hace preciso desapJantar v)ñas nuevas, escardar los árboles hogar las parras para que lleven mas abunde las rama supédluas, adecezar la tierra dancia de frutos, y estercolar las raices. de las huertas para plantar las yerbas,. es

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A.BRIL. En abril_se plantarán los manzanos, granados, olivos, 'naranjos, y arrociales: se ingertarán higueras, ciruelos , albérchigos y cerezos : esto se entiende, en tierras frias, que en las cálidas ya ha de estar hecho en marzo: se podarán las viñas nuevas, porque en este mes la apetecen mas que en otros: se tendrá cuidado de dar de comer á las palomas, pues en este mes no la hallan en la campiña: deben darse á las _yeguas, ovejas y jumentas sus machos: se limpiará la habitacion de las abejas muertas y enferma,5, porque cuando florecen las malvas, e.uferman·. JIIA.YO.

En mayo se deben regar las plantas nuevas, esquilar los ganados en luna creciente : se han de reconocer las tinajas y cubas: es en este me::; cuando debe hacerse la manteca y queso, castrarse los becerros, quitarse de las viñas los pámpanos que no tuvieren uvas, dejando los que son á propósito para plantar el año siguiente. .IIJNIO. En el mes de junio se limpiará la era de la paja, estiércol y polvo, se segarán los prados y trigos.

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podrirse : se quitarán las hojas de las viñas, tardías, porque el calor del sol entre mejor en ellas, y si tuviese necesidad de hacer algun pozo ó buscar alguna fuente, sea en ese tiempo: es preciso aderezar las cubas y las tinajas para la vendimia. SETIEJIIBÍI.E. En setiembre es cuando debe darse á las tierras la última reja si se trata de sembrarlas : se sembrará el tFigo , centeno y otros granos en los climas y países frias, se veD¡dimiará en las tierras y países calientes, se han de sacudir las nueces , se deben segar los prados que son tardíos, es cuando deben recogerse haces de leña para hacer cercad,os en las heredades y para calentar el horno todo el año. OCJTIJBRE. En octubre se hará el vino, poniéndolo en unos vasos cerrados y cómodos, se cubrirán los naranjos, limones y otros sewejantes en tierra que hace fria ; se hará la miel y la cera, y deben escarzarse los enjambres viejos .

NOVIEMBRE. En noviembre se trasegará el vino, se recogerán los animales de cerda, se harán col. , men¡1s para !_as abejas , cestillas, canastas, .IIJLIO. zarandas ó cribas de juncos ó mimbres, se En julio se recogerán las mieses, quitará limpiarán los sauces para atar con ellos los de los árboles la fruta que los cargare <lema- parrales ó sarmientos . . siado, como son el manzano y el peral : deDICIElllBRE. ben limpiarse las viñas de la grama, cariota En diciembre no debe descuidarse en viy <lemas yerb,as, han de allanarse las grietas que se hubieren hecho cerca de las cepas sitar á menudo los campos, y hacer regueporque no les entre demasiado calor, y ha- ros para el agua que se habrá recogido de las lluvias : es el tiempo de hacer provision rán provision de leñas. de estiércol para las tierras que no lo tengan, se cubrirán las raices de los árboles y yerbas A.GOSTO. El} agosto se cogerá el lino, cáñamo y la con tierra ó estiércol para que se conserven fruta que se tuviere para conservarla, la que hasta que llegue la primavera. • cogerán por, la tarde para que dure mas sin (Guia del Comercio.)


.PAR·TE OFICIAL. · r•

. ' ga.rañone·s han de tener. seis cuartas y media ar- á lo ménos. 3." Unos y otros han de esta'.l' sanos, y no tener•ningrin alifafe, ui vicio hereditario ni El Gobierno de S. M., que dá toda la aten- contagioso, así como tampoco ningun defecto cion del)ida á la mejora de la cria caballar, esencial de conformacion. El que estuviere habiendo establecido depósitos de caballos gastado por el trabajo, ó con señales de hapadres proyecta ampliarlos y plantear otros· berle hecho excesivo, será desechado. nuevos, á medida que los recursos del Erario 4. ª El jefe político , recibida la solicitud lo permitan. Entre tanto hacen un servicio del que pretende establecer la parada, para digno de aprecio los particulares que, con- asegurarse de si en efecto p'oseen los caballos sultando. su interés , establer,en paradas pú- ó garañones las circunstancias requeridas , blicas para supiir aquella falta, · siempre que éomisionará al delegado de la cria caballar_,, para ellas escojan sementales á propósito pa- donde lo hubiere , ó á la persona que tenga ra perp8tuar la especie mejorándola. Son por por mas conveniente , --y dos criadores y dos lo mismo merecedores de especial proteccion, labradores de conocido crédito, donde el Goasí como en bien de ellos y del público c.ó n- bierno no le haya designado las personas con viene prohióir los que no tengan aquellas quienes haya de consultar en lo relativo á circunstancias. Sin perjuicio, pues, de la li- este ramo de ganadería. Nombrará asimismo, bertad en que está todo particular de usar informado pbr estas, dos veter.inarios, qu~ á para sus ganados de los caballos y garañones vista de la oomision procederán al exámen y que le convengan, con tal que sean suyos, ó reconocimiento de los s_ementales. y ext,enpor ellos no se l'e exija retribucion algo na; derán bajo su responsabili<41-d una reseña cuando de aquellos establecimientos se hace bien especificada. de cada uno de ellos , la asunto de especulacion, es nece·sario que la cµal se firmará por todos los individuos de administmcion los autoric-e é intervenga. Con la comision. · arreglo á estos principios, y qido el consejo 5. ª Dicha res~ña se enviará al jefe político, real de Agricultura, Industria y Comercio, el cual quedando en amplia facultad de cerse ha dignado S. M. aprobar las disposicio- ciorarse de su exactituq , si lo tuviese por n'es siguie11.tes : conveniente , concederá ó negará el permiso 1 .ª Cualquier particular podrá plantear segun proceda. La autorizacion será por es.un establecimiento de parada con caballos crito, y con.tendrá la reseña de cada uno de padres ó garañones, c~m tal de que obtenga los sem~ntales, la cual se insertará en el Bopara ello~perm~so del. jefe pülítico , que lo letin Oficial de la provincia , excitando á los concederá, prévios los trámites y con las cir- ganaderos á llevar á la patada sus yeguas. cunstancias que se expresaránácontinuacion. 6.ª Se ex.presará tambien en la patente, y 2. ª Los sementales no han de tener, si son se anunciará al público , que el servicio se caballos , ·menos de cinco años, ni pasar de dará en estas paradas con arreglo á lo que catorce : su alzada no ha de bajar de siete prescriban los reglamentos que rigen e,n las cuartas y dos dedos en las del norte, y siem- · del Estado. • · pre con las anchuras correspondientes. Los · ·7.ª No se podrá establecer parada que no R6al órden autorizando d los particulares para estal,leeer depósitos de cáballos puares con reglo á los requisitos p1·evenidos en lu misma.

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tenga tres caballos padres, ó cuando menos dos y un garañon. Las que consten de seis á lo menos, con las cualidades requeridas, además del estipendio que co~en de los ganaderos, recibirán del Gobierno una recompensa proporcionada á la extension de sus &ervicios. 8.ª El dueño de la yegua podrá, entre los caballos del depósito , ora sea del Estado, ora particular , elegir el que tenga por conveniente. 9.ª ro se permitirán paradas dentro de las capitales y poblaciones grandes, pero sí á sus inmediaciones ; ni que se aglomeren varias en un punto , á menos que lo exija la can tidad del ganado yeguar. Fuera de este caso, se establecerán á cuatro ó cinco leguas unas de otras. 1O. Para cumplir coñ el artículo anterior, el jefe político, oyendo á la comision, determinará la situacion que deban tener las paradas, atendiendo á la cualidad del servicio que ofrezcan, á las necesidades de la localidad, y .en caso de igualdad en estas circunstancias, á la antigüedad de las solicitudes. 11. El jefe político dirigirá traslado de la patente al de legado de la provincia y elevará otra á la direccion general de Agricultura, Industria y Comercio. 42. Los ga los de reconocimiento y demas que se originen serán de cuenta del interesado. 13. El jefe político velará sobre la observacion de ,cuanto queda prevenido, y lo mismo el delegado, donde le hubiere, reclaman.do

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este de la autoridad de aquel cuanto creyere necesario. Se gi rarán visitas á los depósitos y casas de parada, las cuales tendrán tambien un visitador residente en el pueblo inmediato á donde se hallen establecidas , nombrado por la comision referida. De real órden lo digo á V. S. para su puntual observancia. Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 13 de di..iiembre de 1847. -BRAVO l\iun1LLO.-Sr. jefe ·polí 1,ico de ... Real órden nombrando una comision para que proponga un proyecto de lpy sobre el comcrrio de cereales.

Excmo. Sr.-La reina (Q. D. G.) ha tenido á bien mandar que una comision, compuesta de V. E., de D. Nicolás Hurtado, diputado á Córtes; de D. José Morales Santistcban, ex-diputado á Córtes; de D. José Ca veda, director de admini tr-acion en el ministerio de la Gobernar-ion del reino; de D. Aniceto de Alvaro, director general de aduanas, y de 1). Cristóbal Bordiu, director general de Agricultura, Industria y Comercio, proponga á la brevedad posible, con presencia de lós trabajos de l.a junta de fo formacion y demás antecedentes que existen en e te ministerio, un proyecto de ley sobre el comercio de cereales. De real órdeci lo digo á V. E. para suconocimiento y efectos correspondientes. Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 14 de diciembre de 1847.-BRAvo l\loR1LLo.-Sr. D. Mariano Miguel de Reinoso.


Usos JJEL AnRoz.

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Son diferentes los usos que el arroz tiene en Europa. No solamente lo comemos en sopa, sino que se componen de él una porcion de guisos sabrosos, económicos -y útiles para el sustento 'i para la salud. El arroz de Europa, á pesar de ser menos blanco, tiene mas principios nutritivos que el que se cultiva en los otros paises del globo. Esta semilla, segun el análisis químico, reune cerca de 36 partes de fécula por cada ciento de peso. Se halla tan estendido el uso dd arroz, que en Asia, A.frica, 'i América principalmente, iguala casi al del trigo. Comemos el arroz cocido en agua y remojado en este líquido, porque no se presta á la panificacioo mientras no se mezcle con otra semilla de las gramíneas. M. Arna! ha hecho ver la ventaja qu~ tendria el arroz para la. formacion del pan uniendo una séptima parte de su harina á la del trigo. Las cantidades que indica dicho escritor para formar la masa son las siguientes: 1~ libras de trigo, 2 de arroz y 13 de agua, las que producirán 24 libras de buen pan,~de un blancor perfecto y muy nutritivo. Segun Arna!, esta mezcla tiene una gran ventaja, atendido qué 14 libras de harina de trigo no dán por lo comun mas que 18 libras de pan próximamente. En la China y en el Japon sacan del arroz un licor espirituoso por medio de la fermentacion. En el primer ponto el licor que estraen es de forma alcohólica y le llaman arack, y el del Japon es una bebida vinosa á que dan el nombre de facl,i. El arroz se emplea tambieo en la medicina, Iª crudo ya cocido. Es un recurso empleado desde remotos tiempos en la disentería y en todas las irritaciones del vientre, usándose para tales casos en cocimiento. Los enfermos de afecciones inflamatorias

obtie[Jen buenos resultados de este cocimiento que á la vez les nutre y les refresca. En los paises donde abunda mucho esta planta engordan con el arroz la volatería, dando principalmente á comer los granos desmedrádos y poco útiles para la manutencion del hombre. La paja del arroz tiene usos apreciables en las arles, y para algunos objetos e:; superior á la de tas restantes gramíneas. 1\-fERMKLADA. DB REMOLACHAS Y ZANAHORIAS.

En las provincias renanas se prepara con remolachas ó zanahorias, y lo mas frecuente con una mezcla de las dos raíces , una clase de mermelada á la que dan en el país el nombre de kraut, y que comen los pobres con pan en lugar de manteca. Muchos propietarios la preparan y la dan á sus criados; pero en general es dispuesta por los fabricantes que la hacen un objeto de especulacion . Se les llevan las remolachas lavadas, y por 100 libras de raíces dan 1 Ode kraut pagando algunos maravedises por libra de mermelada, y dejándoles los residuos, que es muy buen alimento para el ganado. La preparacion se hace llenando de agua hasta unas tres pulgadas del fondo de una caldera · de cobre ; se enciende el fuego, se echan en la caldera las remolachas y zaoah.orias, y se cuecen hasta que estén completamente reblandecidas. Hecho esto, se pone toda la masa en una prensa, se aprieta fuer· temente, y todo el jugo que fluye se echa en una evaporadera, en donde se evapora basta que llegue al estado de jarabe. En esta coc· cion debe evitarse que se queme el jarabe, para lo cual se agitará con cuidado. Cuando tiene la densidad conveniente se apaga el fuego, se vierte la mermelada en vasos de tierra ó madera, se cubre y ~e conserva. Se mejora con el tiempo.


Debemos á la estremada complacencia y laboriosidad de nuestro distinguido amigo el Dr. D. Joaquin Balcells, catedrático de la escuela de física esperimental aplicada á las artes de la Junta de Comercio de esta capital, el artículo que á continuaci@ insertamos y que se ha servido remitirnos bajo el mismo epígrafe que aparece al frente de estas líneas. El señor Bafoells no se conte'n ta con emplear su muy reconocido celó en el solo· desempeño de la cátedra que. tan <lignísimamente le está confiada y que resu ltaqos tan posüivos está produciendo para el desarrollo de las arles: quiere cuntribuir tambien con sus amenos conocimientos á enriquecer los tesoros de nuestra agricultura, y para ello presta :trabajos importantes de que ya antes de ahora nos hemos ocupado, como lo hicimos en la página 400 del anterior lomo de nuestro periódico donde dimos á conocer á nuestros le-ctores la estensa memoria que el mismo Dr. Balcell babia leido en la Academia de ciencias naturales y artes ' de esta ciudad sobre la influencia qc.e las ciéncias físico-químicas ejercen en la A.grjcultura . Mucho mas especial todavía el trabajo que hoy publicamos, confiamos que será leido cou algun interés por todas las personas que, dando á la ciencia agrícola la importancia que le corresponde, se dediquen al estudio de los s¡¡.,nos principios y preceptos y necesaTios conocimientos de donde parten las mas ventajosas aplicaciones . Dice así el señor Balcells: Es admirable la metamórfo~is y cambio químico que van esperimentando en la naturaleza ciertos terreJ\OS que los hace mas ó menos útiles al cultivo. Las piritas ó sulfuros van absorviendo lentamente el oxígeno 15 DE ABRLL DE 1849. 1

del aire y se van convirtiendo en sulfatos: el yeso anidro vá absorviendo lentamente la humedad del aire y produciendo cristales selenitosos: los esquistos por la reaccion lenta de las piritas van produciendo lentamente el alumbre; y los terrenos feldespáticos con el contacto d-e las calizas y de los esqujstos dan origen a silicatos ca.lizo-aluminosos, abandonando potasa y sosa que esplican la formacion de ciertas sales en las cuevas -y lerrenos húmedos. Esta grandiosa transformacion natural es la que ba de tomarse por base para esplicar la formacion del salitre en ciertos terrenos, y la produccion de tantas sales de potasa y sosa que presenta el análisis de las cenizas de los vegetales. Que esta nitri6cacian es de grande inte- . rés para la ciencia, lo "prueban los viages que ha hecho el químico inglés Davy al Egipto, á la fsla Ceyland y á la América para ver personalmente en su misma cuna estas grandes eflorescencias de sal nitró que describen los viajeros y poder formar un concepto razonado sobre su origen y formacion. Nosotros por fortuna no hemo~ de hacer grandes viajes á países estraogeros si queremos ver en la naturaleza variedades de nitrificaciones en terrenos dedicados al cultivo ; y lo que aun merece mas la atencion, Jas variedades de remedios que el cultivador empíricamente emplea á fin de que la tierra abra los tesoros de su abundancia á pesar de las sales que en demasia impiden el desarrollo de las plantas. Sin movernos de la vista de Barcelona, en·e1 llano del Llobregát reparaTemos á muchos cultivadores que hacen alternar las cosechas de las plantas alimenticias con las de la::; salsolas para obteTO~o 11. 3.


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mente se presentan. ner la barrilla ; y si les preguntamos por Primer esperimento.-En rn de marzo qué se dedican á este último cultivo, resdel 'J)resente año 18á-9 puse en vasos distinponden porque la tierra es tan salobre que tos tres variedades de semillas, cereales, los trigos no podrian medrar sino se la purlegumino~as y polígonas, manteniéndolas en gase periódicamente con estas plantas que conveniente humedad con simple agua plutienen la propiedad de absorber las sales. viatil hasta verificarse la germinacion que Basta dar un paseo por las llanuras del Amse presentó en las leguminosas á los diez purdan, especialmente por Torruella de días y en las cereales á los quince; las políMongrí, Pals y Gualta, para ver en algunos gonas hasta ahora no he logrado que se defondos húmedos muy inferiores las cosechas sarrollen. Tomé el mismo número de vasos á lo que promete la apariencia esterior; y é iguales semillas ,, y solo variando el husi se pr,egunta la causa, contestan los cultimedecerlas con agua que tenia en disolucion vad.ores que los terrenos son salobres y esdos décimas de sal nitro, ninguna de ellas se t4,n tan impregnados de salnitro que si queha desarrollado ni siquiera abultado ni roto remos obtener algun trjgo , maiz ó legumla túnica. No me queda duda que el nitrato bres es nece~ario Iixiviarlos abriendo zanjas de potasa ejerce una accion deletérea partiprofu!ldas, y bañarles con abundancia de agua para que arrastren dichas sales. Al Fe- ' cular sobre la vida vejeta\, siendo así que le ejerce tan saludable, tan oxigenan te y ancorrer ,ciertos terrenos taro bien húmedos del Ur-gel se encuentra la eflorestencia salitrosa tifloj istica en la marcha del organisµ10 animal; y no es de admirar, atendida la tenaun en mayor abundancia; y preguntados dencia diametralmente opuesta que guarlos cultivadori>s cómo defienden sus cosedan los dos tipos vegetal y animal respecto chas de esta plaga salitrosa, contestan que á al oxígeno. mas de los remedios antedichos de salsolas Esperimento segundo. - Hace 1100s tres y de la inbibicion de agua, obtienen buenos años que me sirvió un barreño de grande ef~ctos de beneficio de la arena 6 sílice pulcapacidad para lixiviaciones alcalinas sodivernlento. co-polásicas, y que es muy regular que por Tenemos , l)Ues , en la práctica agrícola mas que se lavase al exterior conserva ria sus tres remedios usados para contrarrestar los poros internos impregnados del á!cali. Se malos efectos de la nitrificacion; y para pedejó abandonado durante unos tres meses sar los respectivos quilates y mérito de caen un aposento so·mbrio, cerrado, húmedo, da uno de ellos , es necesario examinar á subterráneo, y al cabo de este tiempo llamó priori e ta admirable formacion del salitre nuestra atencion presentando toda su superen la naturaleza,dedicándole un estudio quíficie exterior erizada de hebras salitrosas de mico .espf?cial con el objeto diametralmente cerca de una· pulgada de longitud, colocadistinto con que ha sido estudiado hasta das en la misma forma de irradiaciones siahora por los quimicos. Estos emprendiemétricas que presentan las limadu:-asde hierron semejante trabajo con el· fin de imitará ro en las regiones polares de los imanes. la. naturaleza y sentar las bases en que esCada vez que con una impulsion exterior se triban las salitrerías artificiales; pero en ahacen saltar dichos cristalitos ó efloresceng¡ricultura lo que conviene es impedir la forcias salitrosas, vuelven á reproducirse -8ub-· mauion del salitre natural por lo mucbo que sistiendo las mismas circunstancias de huab,oga las fuerzas vitales de las plantas. medad y oscuridad, presentándose con igual Me he convencido esperimentalmente de simetría. Es fácil entrever en Ja formacion <le las propiedades antidendritas del nitro y estos cristalitos otras tantas corrientes eléctambien de su origen y formacion antes de tricas que arrastran las molécula.s alcalinas presentar el cuadTo teórico que esplica la electro-positivas hácia las moléculas de oxíformacion del ácjdo nítrico por combinarse geno del ambiente atmosférico electro negacon los álcali~ potasa, sosa, amoníaco y tivas y vice-versa, formándose ácido nítrico, magnesia, que son los nitl'atús que,comun-


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con el fin de satuParse y constituir nitratos sigo ientes : la presencia de bases pone rosas, que son escesivamente solubles en el agua. q_ue por ejemplo en Chile es la sosa-, en 'EsEsperimento tercero.-He comparado españa· es la potasa.etc., acompañadas de terretas eflorescencias eon las que se presentan nos cálizos y magnesianos: otra circunstannaturalmente en los terrenos de_Urgel, y son cia -es que estas bases y terrenos se hallen de una naturaleza química muy distinta. en un estado de division ó de porosidad conDos dragmas disuellas en una copa con i- \ venientes , si la cal debe hallarse en estado gaal cantidad de agua y tratadas con igual de creta ó de carbonato pulverulento. Las cantidad de disolucion de carbonato potás- piedr~s magnesianas, bajo las diversas fortico han manifestado muy perceptiblemente mas de talco , mica, adbesto , amianto etc. el olor amoniacal y no han dado precipitado ya se presentan naturalmente en un estado blanco alguno; la disolucion ha tomado un de porosidad sufiéiente para producir la nicolor azul intenso con el sulfato cúprico. Por t:ificacion, á diferencia de los mármoles y el contrario, dos drag m·as de la eflorescen- d~m_á_s calizas compactas que jam·ás llegan á , cia salitrosa natural en iguales circunstan- mtnficar.se. cias han dado un precipitado blanco, calizo- 1 La humedad juega tambien un papel muy magnesiano , sin presentar resabio alguno interesante en la nitrificacion: su accion es amoniacal. . · igual á la que ejerce la humedad entre los De estos esperimentos deduzoo que la for- elementos de la pila g~lbánica, que es la de macion espontánea del salitre en la natura- simpleménte facilitar Ja marcha de las corleza arguye la presencia de un álcali soluble rientes eléctricas. Esta humedad, segun madesamparado de su ácido de resultas de a1niJiesta la esperiencia, no ha de ser escesiva guna accion química, y que este álcali por de modo que los terrenos estén ingurgitados sí solo no determinaría la formacion de ácido de agua pues impediría la absorcion del ox;ínítrico y nitrato ;. pero auxiliado de una geno del aire; la humedad de la tierra de tierra, porosa, que á semejanza de la esponja jardin parece ser la mas conveniente. de platino tenga la propiedad de condensar La temperatura ejerce tambien su influenlos gases verifica la condensacion del oxí- cia, y así es que á cero la nitrificacionesnugeno del aire, y por una afinidad predi po- Ia; la temperatura mas propicia á la formanente de formarse un niLrato, se sobreoxi- cion del salitre es la que media de 15 á 25 géna el nitrógeno d~l aire, resultando nitra- grados, con _la circuns.~ancia que la luz solar to de potasa y amoníaco en unas circuns- parece desfavorecér; de modo que las eflotancias, y además nitratos de potasa, cal y rescencias_salitrosas mas abundan~es, como ma~n_esia cuando el álcali tiene en su . pre- son las de Ceilan, se forman dentro de cuesencia terrenos calizos y magnesianos y nó vas enteramente oscuras. Además, en los taresíd\J.os amoniacales. biques de nuestros edificios se observa que en la cara oscura que mira hácia dentro de Segun esta teoría se vé claramente el porqué solo se forman ello rescencias -salitrosas los aposentos hay eflorescencias salitrosas, en la capa superticial de los terrenos colin- mientras que en la cara que mira al esterior dantes con la úlüma capa oxigénea de la at- no se vé re§abio alguno de nitrificacion. La mósfera. Se es plica igualmente el porqué en exposicion al sol es impedimento, nó porque la naturaleza se forma salitre sin el concut- eleve la tE:mperatura, sino porque evapora so de materias animales á las que infunda- tan prontamente la humedad que esta no tiedamente se censideraba como indispensa- ue tiempo suficiente para determinar la formacion de los cristalitos salitrosos. bles para la nitrificacion. Tenemos ya los datos suficientes para re:Los químicos que mas han trabajado solver el problema mas sublimeé interesansobre estas nitrificaciones, que son Proust te, que consiste en determinar el orígen de Long~hamp. y Davy, dan una reseña de las circunstancias necesarias para que se verifi- los álcalis potasa y sosa que constituyen al factor principal de la nitrificacion. Davy 1\i.1 ne la nitrificacion, que segun ellos son las


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zo el análisis de los terrenos que constituyen las cuevas de Ceilan que son considerndos como los tipos de la nitrifioacion. Encontró en ellos 60 p ·¼ de tierras insolubles en á<•,ido níLrico débil, á saber: mezcla de feldespato, quarzo, mica y alúmina: 26 p¼ de carbon¡3.to de cal cretasio: 9 p¼ de agua, y y 3 P.¼ de nitrato de potasa , cal y magnesia . . El álcali no ha de buscarse en el carbonato c¡ilizo, en el quarzo, en la mica ni en la tierarcillosa; sino en el feldespato. Este es úno de los minerales mas abundantés de la naturaleza; es·un verdadero silicato potásico ó sódico en proporciones variables; es una sal que se formó en estado de nitri,ficacion , y por lo tanto insolubre en el agua, á seruejanza del vidrio y cristal comun que son jnsolubles hasta en los ácidos nítrico é hidroclófico, á pesar de ser unas verdaderas sates de potasa y de sosa. , Pero este mismo feldespato es atacado lentamente con la presencia continua del carJ:>onato cálcico y de las tierras magnesianas auxiliadas por la humedad y demás circunstancias sobredichas: se vá verificando len.: tamenle una completa descomposicion de los ~ilicatos, de modo que resulta un completo cambio de bases y de ácidos. La naturaleza al concretar en la primera formaci0n los terrenos graníticos y primitivos solidificó en estado de proximidád, pero de inaccion química al feldespato, al quarzo y á la mica. Las catástrofes consiguientes á esta primera formacion han arrastrado al feldespato y á la mica hácia los terrenos secundarios de tran:;:porte y de cultivo en' estado de granos mas ó menos finos. Interpuestos estos granos con el carbonato calizo en un estado de division suficiente empieza á esperimentar la accion lenta de descomposicion arriba indicada, la cual conspira con la magnesia de los granos talcosos para apoderarse del ácido silícico del feldespato: queda en descubierto la potasa ó la sosa de los granos fe\d~spáticos, que se constituyen otros tantos elementos electro-positivos. Estos atraen á las moléculas oxigéneas de la atmósfera qu~ E,OD las mas poderosas electro-negativas. El oxígeno se condensa en lo interior de los

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poros térreos constUuyéndose unas verdaderas pilas eléctricas, especialmente con la adicion del suüciente grado de humedad que completa la conduccion de las corrientes. , A proporcion que los álcali:; ejercen ésta accion electro-dinámica el oxigeno vá ejerciendo igualmente como elemento electro-negativo una reaccion aun mas poderosa. Se asocia con el azoe, sea de las materias animales sea si,mplemente del aire, y por una afinidad predisponenle se forma ácido nHrico, elemento mas electro-negativo aun que el mismo oxígeno, y mas tambien que el ácido silícico Este ácido nítrico á su vez por reaccion eléctrica llama á los áloal is y los atrae hácia fuera por medio de las mismas corrientes eléctricas, formándose aquellas hermosas hebras sedosas de la mismaforma que las columnas de limaduras que adornan el rededor de los polos de los imanes. · Se vé en esto la grande influencia de la humedad: sin ella no habría conduccion de corrientes, no habría formacion de ácido nítrico, no habria eslracciorr de los álcalis del fondo de los poros térreos, y, en una palabra, siQ humedad no puede haber. nitrifü:acioo. Se vé asimismo muy claramente en esta teoria el porqué daña tanto la nitrific.ácion á la germinacion de las semillas y desarrollo de las plantas. La niirificacion solo se verifica en la ,iapa superficial del terreno que está en contacto con la última capa atmosfé(ica: igualmente la germinacion solo se verifica en la capa del terreno esterior, y así es que las semillas que caen .en una escesiva profundidad nunca llegan á desarrollarse. Una de las circunstancias indispensables para delermioarse la germioacion, segun Sausure, es la presencia del oxígeno que se combina con el carbono del albumen de las semillas para que se forme la mat~ria azucarada que ha de alimentar á: las tiernas plantas. Tenemos:, pues, en los terrenos salilrosos destinados ·al cultivo ilos puntos de alraccion para el oxígeno del aire; el uno continuo hácia los poros cretáceos para formar ácido nílrico; el otro temporal 'hácia los poros de los cotiledones para construir e1 nutrimento de las plantas: de las dos acciones de atraccion vence la mas poderosa que


29 ·_ es la primera, y así es que avocado todo el oxígeno á la formacion del salitre quedan las tiernas plantas privadas del oxíp;eno indispensable para su desarrollo. De la misma teoría se deriva la eleccion de los remedios que pueden adoptarse para mejorar la calidad de los terrenos salitrosos, y hacer desaparecer la debilidad inproductiva de las plantas y las enfermedades á que dá orígen. El abrir zanjas profundas en los terrenos y bañarlos por algunos dias con abundancia de agua es un buen remedio adoptado ya en 1a práctica, porque el agua disuelve con facilidad toda clase de nilratos y se los lleva consigo al acto de dar desagüe al líquido disolvenle. Pero este remedio obra á posteriori, porque no impide sino que por el contrario con la humedad favo1ece la formacion de nuevo salitre, subsistiendo eu la parte in sol u ble del terreno el feldespato, la creta y el talco que son los generadores salinos. Tampoco pasa de paliativo el remedio adoptado por otros culti_vadores de alternar las cosechas de plantas alimenticias con las de salso la, arroz, y otras que tienen la propiedad de estraer los nitratos de 1os terrenos porque se reproducen estos á los .pocos meses · sino se aplica un remedio que á priori im-

pida la formacion de nuevo saTitre. Este lo han encontrado algunos cultivadores con la adicion de sníiciente cantidad de arana silícea en los terrenos que adolecen de este defecto. Esta arena, ó ácido silícico en lenguaje químico, obra de dos modos: ya saLurando la fuerza electro-positiva de las ba ses cal y magnesia que no necesitan atacar al feldespato para convertirse en . silicatos, 1'ª reforzando el poder electro-negativo del' ácido silícico que hay en el feldespato para que los álcalis no queden en descubierto v no verifiquen la condensacion del oxígen~ que es indispensable para la nitrificacion.· Por último, la misma teoría nos dá la- razpn porqué los hormigueros son tan útiles en los terrenos húmedos y salitrosos á mas de proporcionará la tierra ciertos álcalis estimulantes de las raíces de las plantas y cenizas nutritivas; á mas de estinguir las crias de larrns, insectos y semillas nocivas descomponen con poca elevacion de temperatura los nitratos c:le potasa, cal y magnesia_, y los convierten en carbonatos de las mismas bases, que son Jª impotentes para impedir el desarrollo de las plantas, y por el contrario pasan á ser unos abonos interesantes á layegetacion,

ABONOS .PARA _E-L OLIVO. El olivo, que es uno de los vegetales mas útiles al hombre por las cualidades y cantidad de los productos que le ofre!:e, ha sido mirado siempre con el mayor interés, y su cultivo ha sido el objeto de meditadas consideraciones. La multitud de frutos que dá el olivo llegaría pronto á esquilmar las tierras si no procurásemos mantener su fertilidad por medio de los abonos. Entre los de

que podemos disponer unos se prestan roej or que otros á la lozanía de este árbol, porque es sabido que los abonos han de ser diferentes segun la naturaleza de la tierra que abonamos ó la especie del vegetal que ha de absorverlos. Por regla general todas las materias son útiles para fertilizar el olivo; pero si queremos conducirnos con acierto, conviene tener


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presente el modo de vivir de este árboi y el sos que destinemos el suelo ó espacios que punto donde vegeta. Como el olivo es una · dejan entre sí las líneas de los árbo les á una planta que crece muy lentamente y cuyQs vegela.cion do dilerenteespecie: entonce esfrutos llegan á i:u sazon al cabo de algunos parciremos los abonos á bastante distancia meses de su florescencia, por esto los abo- del tronco del olivo, y lo enterraremos á pollQS mas imporlante's serán los que 'se desca profundidad para que se utilicen de sus eomponenlentamente, como las astas, los hue- gases las pilotas anuas que cultivemos entre sos, pedazos de cuero etc, porque estas sus- los árboles de que hablamos. tancias al paso que suministran gases muy Los agrónomos de lodos los tiempos han activos de que se apodera el vegetal, lo fer: aconsejado q.ue los olivares se abonen en el tilizan con tanta suavidad y lentitud que de otoño, porque durante esta estacjon las lluello depende el perfecto equilibrio de la plan- vias son abundantes y facilitan la descomta y las cosechas abundantes de aceituna que posicion de las materias que empleamos coobtenemos. Sjn embargo, esta regla no pue- mo abonos. Esta opinion, que no deja de ser de tener una general aplicacion. Los abonos acertada, puede tener sin embargo sus esanimales duros que acabamos de indicar y cepciones: si el olivo crece en un terreno húque serán aplicables á las tierras arcillosas medo ó bajo y en una esposici.on . fria será y calizas en las que abunde el agua perj u- preferible abonarlo á principios de la primadicarian en cierta manera al olivo que vege- vera, porque entonces habremos de temer ta en los suelos arenosos y ligeros, porque menos los resultados del frío. Se funda dila falta de agua que hay y la facilidad con cha opinion en que siendo mas propensos á que se evapora hace que los males se aumen- helarse los árboles robustos y muy vigorosos ten con la accion de los abonos muy cálidos q·ue los que abundan poco en savia, esy que necesitan gran cantidad de líquidos ta se hallará mas aumentada dur~nte el inpaTa disolvP,rse. A estos terrenos, pues, apli- vierno si los olivos se abonan en otoño que caremos los abonos que suministran gases habiéndolo practicado en la primavera. abundantes y que se desprenden fácilmente Los olivos de especies tardías tampoco conde las materias que los contienen:, así-el es- viene abonarlos hasta la primavera, porque cremento humano es utilísimo en las tierras favorecidos en esta estacion poi; todos los elesecas y el mas á propósito para los olivares mentos que descomponen los abonos y que que cubren las vastas colinas de muchas escitan la vida de la planta, sobrevendrá provincias de la Península. Los vegetales 1uego una vegetacion vigorosa que nos profrescos y leñosos bastante ·partidos ó tritura- mete frutos abundantes y que los fríos del ' dos, unidos á una cantidad de estiércol de invierno habrían retardado. Otros agrónomos corral ósea de escremento de gan"adoJanar, muy distinguidos, y que han hecho el.el culforma un abono de importancia en odos los tivo del olivo un ramo particular de sus es·casos en que el terreno no sea estremada- tudios, aconsejan que lejos de abonar estos mente arenoso,· porque esta especie dg abono árboles en otoño conviene amorillar la tierconserva á la tierra por mucho tiempo la ra al pié de sus troncos en esta estacion para virtud nu~ritiva. El orujo del vino y los re>'- preservarlos de los frios del invierno que con siduos de otras varias sustancias que se em- frecuencia inutilizan las cosechas de la aceiplean en las artes convienen tambien para tuna. Esta práctiea es útil solamente en los abonar el olivo, siempre que los apliquemos paises tl)uy frios, en los terrenos estremadacon oportunidad y método. ~ente húcned?s, ó cuando recelemos. un inPero es preciso advertir que el olivo no vierno muy riguroso. debe abonarse cada año; escepto en los ca- 1


Entre las plantas económicas, 6 que se cultivan en grande escala por sus raices, figura la patata en primera línea, ya por la cantidad de tubérculos que produce, como por la materia alimenticia que estos 'tienen. Sin pretender dar á la patata la importancia que tienen los cereales en la alimentacion del hombre, porque entre una y otra de estas dos sustancias ha'Y una notable diferencia, diremos sin embargo que la patata suministra un ahmeo~o precioso que, por mas que digan en contrario algunos escritores, forma la manutencion de varios pueblos. No nos seria dificil citar comarc.as- enteras de la Lorena, de la Alemania, de la Alsacia, de la Escocia, y principalmente de lalrlanda, qu~ su alimento único en lamayorparte del añp es el tubérculo de la patata. Condenados estos pueblos á todas las privaciones que sop naturales á su clima poco apacible apen_as comen otras sústancias que ]a·patata, sin que por ello dejen.de gozar de una salud completa y de alcanzar U(la dilatada vejez. A Ja filantropía de Parmentier_se deben pri)lcipalmente los usos de la patata que se ha estendido mas y mas á_ medida que esta planta ha ido formando parte del arte culinario y ha suplido la n·ecesidad de los cereales. Las artes han sacado tambien' provecho de la patata empleando su fécula pa.ra la e.laboracion del almidon, y aun componiendo de ella otras sustancias que presentan interés en algunos puntos del globo. El aumento q~e ha reGibido la _ganadería desde que la agricultura se .ha perfeccionado en ·Europa contribuye á que la patata sea considerada como una-.de las plantas de mayo_r importancia por lo qu'e conducen sus tubérculos á la manutencion y al cebamiento del ganado. · El modo mas sencillo y económico, á la par que mas provechoso, de comer el hombre las patatas es el de cocerlas al vapor, man0

teniéndolas herméticamente ·encerradas den,tro de una caldera mient(as d_µra la coccioo, y procurando que no se escape el vapor para que puedan cocerse bien. Las patatas que se recogen en terreno~ ligeros y arenosos cuecen con mayor facilidad y tienen un gusto mas agradable que las que se cultivan en terrenos húmedos y arcillosos, y esta circunstancia hace que deban guardarse para el consumo de la casa las que hemos citado en primer lugar. Las buenas cualidades de la patata nbs las revela el acfo mismo de la coccion. notándose que aquellas que han vegetado en terrenos á propósito abren su piel suavemente con la accion del fuego, y formando varias hendiduras en diferentes puntos de la superficie. L-as de mala ._;alidad y que abundan mucho en agua de vegetacion no presentan comunmente estas hendiduras; su piel se queda entera, y tarda la fécula en cocer. Usamos la patata de diferentes maneras, componiendo comidas variadas que satisfacen el paladar. Pueden mezclarse' coµ los cereales para elaborar el pan, y en much_os paises este método es muy usado y recomendado por hombres muy distinguidos. Como no es nuestro objeto estendernos ahQra en los usos económicos de la patata como alimento para el hombre, no esplicaremos el modo de haéer este pan; tampoco esplicaremos la importancia de su fécula paraformar el almidon, ni el modo como se convierte en azucar, cerveza. jarabe y demás trausfórmaciones de que es suceptible. La patata considerada bajo el punto de vista del interés que tiene ,para la ganadería es una planta de mucha valia. Nadie duda de la virtud nulr.itiva de sus tubérculos para la alimenLacion de las reses, siendo oomun la opinion que menos de dos libras de patatas equivalen á una libra de heno, y notándose que si están cocidas suministran al-


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gun:i mayor cantidad de alimento qu-e si las las cocido. El estado de eoccion ha de ser damos CJludas. En los varios puntos de Eu- apenas perceptible, bastand<;> por lo comun . 1 ' ,ropa donde este tubérculo es abundante y se mantenerlas por un pequeño espacio de tiememplea para el cebamiento del ganado se po en agua muy calicntéá fin deque pierdan la crudeza. han hecho observaciones múy precisas acerca del valor nutritiN del tubérculo de lapaAlgunos agrónomos creen que la causa de tata, ya como un medio de aumentar las car- no aprnvechar la patata al ganado en estane!: y el cebo del animal, ya como el de'pro- ' do crudo es porque el agua de vegetacion porcionar á fas reses mayores eantidades de · que contiene daña e.I estómago del animal, leche. De estas observaciones resulta que el ó que al menos no se sujeta fácilmente á sus tubérculo de la patata dado crud0,al ganado fuerzas digestivas, y que por este motivo es contribuye á la'produccion de la leche, mienpreciso cocer los tubérculos principalmente tras que usándolas cocidas aceleran el ceen· los momentos en que el ganado está ya bamiento. Es preciso advertir, ·y esto importa adelantádo en el ccbamiento. Para remediar ~enerlo pre¡¡;ente, qua las patatas en est,ado este mal algunos áconsejan que ¡;e monden crudo han de darse al ganado 'cori mucha las patatas, se machaquen y se espriman prudencia y moderacioo si queremos obtebien antes de distribuirlas á las reses; pero ner de ellas un saludable recurso, observánpor mas que se diga·, este métQdo no descandose que cuando se dan en mucha cantidád sa sobre observaciones exactas que puedan debilitan al animal en vez de fortificarlo y prestar suficiente autoridad. robuslecerlo . La regla mas segura para usar La patata cocida es igualmente un alicon acierto este tubérculo será · el · que no mento muy útil para el caballo, -por mucho forme mas de la mitad del alimento ord_j,na- que se haya dudado de las ventajas de este rio que corresponde diariamente al animal: tubérculo para el ganado caballar teniendo por ejemplo, si una vaca nece~rta cada dia por muy nooivo el uso de esta plaola; la esveinte libras de heno para su manntencion, periencia .ha acreditado que el tubérculo , de podremos rebajar esta cantidad á diez libras, la patata es un alimento muy provechoso s~stituyendo las diez restantes eon unas para el caballo si se lo damos cocido; y sequince ó veinte libras de patatas. gun la estension que vá tomando este métoCuando ernple.emos las patatas para el do por algunos puntos de Europa, es de crecebamiento de los cerdos ·hemos d'e ser toer que esta planta llegará á sustituir á la davía mas prolijos. La es periencia ha ense- cebada y á la avena empleándola como pienñado que este animal no, debe comerlas in- so despues de cocidas moderadamente, disLintamente crudas ó cocidas en todos las Las aves doméstica~ son muy ávidas tamépocas del cebamiento, y que importa mubien de la patat;\ cocida, y se ha observado ·cho guardar las debidas precauciones. A.'l que si se fa damos con roetodo las engorda principio· de dicho cebamiento debemos dar co,n prontitud y nace que las hembras seanel tubé"{culo crudo Y' á la mitad de él se cueticipen á poner sus huevos y que estos sean cen las patatas, cuidando de qne lleguen á abundantes. La estension que ,vá tomando el uso de la fermentar y se pongan agrias, y añadiéndopatata para la manutencion y cebamiento les al acto dl' usarlas una cantidad de hélrina de cebada, de maiz, ó de otra sustancia del ganado de toda especie puede imprimir feculenta y una porcion de sal que las haga á la agricultura una modificacion tan importante, que sobre t.odo en las alternaciones mas agradables á la res. · Guardaremos estas mismas reglas si usamO,S de cosechas deberemos apelará nuevas combinacjones de cultivo con el objeto de poder l.a patata para cebar. los bueyes y las vacas, escepto que no conviene dejarlas agriar ni · obtener abundantes cantidades de patatas. tardar mucho én 'Cl~rselas despues de haber-


ALIMENTACION DEL GANADO.

La manutencion del ganado, que es uno de los puntos mas importantes de la economía agrícola, descansa principalmente en las leyes generales de la vida de los animales. Todos los cuidados que el hombre dispensase á las reses de que se sirve para las · labores del campo, y aun, á aquellas que directa ó indirectaménte auxilian el cultivo, no serian suficientes si no aplicásemos á cada una de las especies esás mismas reglas generales segun su naturaleza particular y segun 1as circunstancias locales que modifican la accion. de los individuos. Por lo que toca á la alimentacion delganado, de que hemo8 ofrecido apuntar algunos preceptos, diremos que no han de darse indistintamente unos mismos alimentos á todas las reses ; sino que al contrario, las sustancias nutritivas de que se haga uso han de ser diferentes segun las especies de animales. En cuanto nos sea posible debemos dar al ganado aquellas yerbas quo prefiera en estado de libertad. porque estas son las que mas se acomodan á su particular organizacion ; pero si por cualquiera circunstancia no nos es posible guardar esta regla, preferiremos entonces aquellas que mas se les Memejen. Conviene tener presente tambien que la cantidad y la calidad de los alimentos que demos el ganado han de ser diferentes segun el . particular estado del animal y de las fuerzas que emplea para el trabajo; asi, pues , debemos dará las reses enfermas un alimento diferente del que nsan las que están sanas, eligiendo con especialidad para las primeras aquellas sustancias que se di.gieran con facifü!ad, que no nutran mucho, y que.carezcan, en lo que sea posible, de

principios irritantés. Estos mismos alimentos ligeros y de fácil digestion convienen tarnbien á los animales muy robustos, así como se.rán útiles para los que se destin~n á la lt'.cherfa aquellos que al paso que_ abunden en principios nutritivos sean muy aguanosos y suaves. A las bestias de· carga, igualmente que á todas las que se destinen á trabajos muy duros, se les darán al iméntos muy sustanciosos y de bastante energía, porque la accion continuada del cuerpo del animal de trabajo permite que los digiera con facilidad, y hace que se pierda una suma considerable de fuerzas que es necesario reemplazar con materias alimenticias suficientemente sustanciosas. Estos principios que tienen justa aplicacion para los animales de acarreo y de trajinería, asi -como para la vaca y demás reses de lab ranza, serian perj udjciales á las reses de cebo, porque mientras seles tiene en este estado deben usar alimentos que á par que nutritivos sean suavizantes. Es necesario atender tambien á la calidad de los alimentos que hemos de dar al ganado segun este se mantenga simplemente al establo, que se le destine á los trabajos, ó qué lo mantengamos para la lechería, porque es sabido que un animal necesita mayor porcion de alimento en los dias de labor que cuando se le tiene quieto en los establos, como igualmente en los tiempos de la laétancia q'ue en los en que no consume sus fuerzas vi tales por este acto. En cuanto á la cantidad de alimento que debemos dar al ganado , el cultivador debe tener presente un principio que ba de regular sus especulaciones , y es , que vale mas tener un número reducido de reses bien ali-


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mentadas que muchas con pocos alimennís, los animales rumiante:; granos solamente,sepor que la racion qe simple conservacion . ria un perjuicio para su bienestar, porque qué damos á las bestias, no produce n,ada en estos productos darían mucho alimento sin favor del propietario, ni en carnes, trabajo, entretener las fuerzas digestivas del animal leches, lanas ele. Pondremos un ejemplo de la manera que lo exige la conformacion práctico que 'nos acredite esta verdad. de sus órganos. , . Si á una vaca de mediana corpulencia -y; La cantidad de agua que debe darse á las robustez le damos 12 libras de heno cada reses no ha de ser siempre la misma. Esta dia, se n0s mantendrá en este estado varia segun la estacion, segun el estado parsin aumentar ni disminuir en sus carnes., y . ticular.dél ganado y segun los alimentos de ; sin ofrecernos otro producto que el escaso que baga uso. En las estaciones de otoño é abono q1,1e suministra la cantidad de alimen- invierno y siempre que reine una températo que necesil'a el animal para su conserva- tura húmeda el animal bebe meuos, y no decion ; mien:tras que dándole 20 libra,s de he- be esforzársele á q ne tome mayor ca-ntidad no producirá cinco ó seis cuartillos de le- de líquidos de los que voluntariamente desea; pero en las temporadas de verano )y durante' che cada dia, ó engordará visiblemente, dándonos un producto al cabo de poco tiem- los días secós, el agua debe dársele en ma,po que nos pagará con usura el aumento de yor abundancia. A los animales de cría, á las reses que se sustancias alimenticias que le hubiésemos ,dado. Este cálculo que indicamos respecto á destinan á la secrecion de la leche y aun á las de cebariliento debe dárseles mayoT canfa vaca es aplicable á los restantes ganados tidad de agua que á las destinadas al traba"Yª sean de trabajo; de cebamiento ó de lechería. · jo, porque á las primeras los líquidos les ,Se han hecho bastantes observaciones aumentan las secreciones y favorece el de.,.. sarrollo de los tejidos celular y adiposo. acerca de la cantidad de alimento que nece. La clase de alimentos de que hace uso el sita cada dio un animal para mantenerse bien. Burgér, uno de los agrónomos mas ganado contribuye tambien á la diferente distinguidos y que ha prestado con buen cantidad de agua que necesita; por ello beberán mas las reses que comen semillas abunéxito diversos trabajos acerca de variosµundantes y pajas secas,.al paso que abrevaretos de la economía agrícola, dice que deben darse al ganado tres libras de heno por cada mos con menos frecuencia las bestias que se quintal de peso viviente del animal; y que alimentan de forrajes frescos y-aguan-0sos. Los alimentos de que se aproveche el ga.esta regla, que puede aplicarse á todas las nado contendrán mas ó menos alimento sereses domésticas, varia sin embargo, c11ando Jas destinamos al cebo, en cuyo caso debe gun el modo como los ecn'pleemos, segun las mezclas ó preparaciones que les demos· y seser mayor la cantidad de alimento '. Al ganado-de trabajo debe aumentársele con bas- gun la variedad en administrarlos, notánta,nte cuidado la racion -diaria, por que este dose que una ; sustancia que es útil para el aumento se convertiría en gordura que im- cebamiento lo es poco para la produccion. de posibilita los fuerzas tísicas del animal en la leche; que la que bajo ufi:¡, forma particular contiene poco al'irnento, lo tiene mucho menoscabo del trabajo. Es p·reciso asimismo que baya relacion bájo otra diferente, y que una materia dada entre el volúmen del alimento y la capacidad sola al animal la come con poca avidez, al del estómago del animal, pri.ncipalmente en paso que la busca con aían si la mezclamos los rumiantes. Estos exigen para su perfecta con otra distinta. De esta manera y con lá observancia de estos principios mantendresalud que el estómago esté lleno _hasta un mos el ganado en estado perfecto, conseguicierto punto, por cu~ a razones indispensablé darles alimentos que en mucho volú- remos de sus cualidades productos muy pinmen no contengan un valor muy alto de sus- g'ües, y utilizai;emos pustancias alimenticias -t¡a~ci_a alimenticia. Así, pues, si diésemos á que de otra manera no se apcovecbarian por 1


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ser muy blimedas, ó muy secas, ó muy aguanosas,' ó muy leñosas ó fuertes. Cuando el ganado deha cambiar los alimentos á que esté acostumbrado mucho tiempo há hemos de procurar conducirnos con prudencia, porque este cambio podria serle nocivo si no se verificase paulatinamente y con precaucion. Quitarle de ,u.na vez su alimanto acostumbrado podría ser muy perjudicial, sobre todo á los animales de cria por la influencia que ejercen las afecciones nrorales sobre el estado y produccion de la leche. Las horas de comida deben tenerse lambien en cuenta, procurando guardar un órden metódico para la distribucipn de los alimentos y no alterarlo mas que en casos estrao rdinarios ó imprescindibles. La falta de órden en este punto produce con frecuencia daños al ganado, ó á lo menos no permite que se utiljcen, como debiera esperarse, los esfuerzos del dueño ó propietario. La cantidad de aJimentos· tampoco ha de

ser la misma en todas las temporadas del año. En las épocas de la Jabranza y durante los trabajos penosos los alimentos deben ser abundantes y nutritivos; en el invierno al contrario, en CU)'ª estacion la casa del labrador permanece en q_escanso, conviene dar menos alimento al ganado. Los alimentos y las bebi-das deben darse solamente cuando el animal está en descanso. Es peligroso que e1 ganado beba luego de haber darlo una corrida violenta ó despues de un trabajo muy fatigoso, porque puede el agua fria suprimir la transpiracion y pr6ducir unainflamacion ma:; ó menos violenta. Si hemos de dar al ganado dos ó mas sustancias diferentes en una misma comida, debemos hacer que empiece por las de cualidades menos apreciables y que concluya por las que coma mas ávidamente. Se procurará por último que el ganado consuma todos los alimentos que se le dén, lo que conseguiremos con un buen método y poniéndoselos en pequeñas cantidades en el pesebre.

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Si me dejase 1levar tan solo por la vehemencia de lós deseos que me animan, por la prosperidad de mi pais y bienestar de mis conciudadanos, me congralu laria Lal vez creyendo de alguna i rnportancia mi pequeño trabajo; pero como por otro lado observo que algunos distinguidos autores han tratado de la misma materia, bien que teóricamente la mayor parte, ( ~ ) Esta memoria ha sido leida á la Sociedad Económica Derloseose por su digno presidente el se· ñor conde de la Torre del Español,

reconozco sin embargo mi insuf:iciencia é imploro la indulgencia de mis ilustrados consocios, confiado de obtenerla de su amablecondescendencia, atendido el laudable objeto que me propongo. Mi ánimo es tratar de, la multiplicacion y plantacion del mas her-. moso y precioso de los árboles, del lucratí-. vo naranjo. Señores, no puedo menos de manifestar que he observado con el mayor pla-. cer que de algunos años á esta parte los celosos propietarios de Tortosa , no pudiendo mirar con indiferencia que este delicioso r,


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productivo árho·l dejase de figurar con apreLisboa el primer árbol de su raza, que se cio en el catálogo de sus escogidos f~utales, trajo á Euro'pa. En el dia gozamos de muhermoseando nuestra frondosa vega , han chas mas especies que los antiguos, y tene mos tan crecido número de variedades, que impulsado su plantacion prometiéndose formar un ramo de riqueza ¡y de recreo. Los con dificultad podrían señalarse. El Padre deseos de cooperar á tan laudable fin me han Ferrad, el Abale Rogero de Schabol, D. Simon de Roja , Clusio y otros dan noticia de animado á formular una pequeña memoria, referente á la siembra, cria, multiplicacion muchísimas de ellas, pero las mas comunes y cultivo de este precioso árbol; y como mi en nuestros paises son: 0 ~ • NaranJa agria, dicha asi por su sabor principal objeto es que de ella pueda el laáccido amargoso. brador tomar alguna nocion que puede serle 0 2. De carne agridulce. útil, me ceñiré al· mas sencillo lenguaje y 3.° China legítima, de carne muy dulce clara esplicacion. y muy jugosa, con la corteza delgada y lisa. El naranjo, señores, asi como los demás 4.° Comun, de carne muy dulce, y no esperidio , corresponde á la clase 18. ª órden muy jugosa, con la corteza rugosa, gruesa y 3.º (Polyadelfía lcosandria) del sistema de Lineo. Su flor se úompone de cinco pétalos debilruente adherida. 5. 0 Sin semillas y muy sabrosa. oblongos, blancos, pálidos y abiertos, su ca6. 0 Dicha vulgarmente de sangre, no liz de una sola pieza, verde con cinco dientes pequeños y veinte esta robres reunidos por muy grande ·y de carne y corteza roja. Se conocen ademas muchas otras variesus hilillos en muchos cuerpos: las flores ·e reunen en ramilletes en la cimtade las ramas dades. En las Andalucfas, Estremadura, en el mayor número de las especies. Su fru- Murcia, Valencia, Cataluña, Mallorca y aun to es de corteza carnosa, y la pufpa compues- en Gal icia se cogen muchas y muy preciosas ta de vejiguillas; este es ordinariamente re- naranjas que espartan las naciones del norte, reportando una gran riqueu, pues no se.codondo, aplastado por las dos estremidades y noce en terreno adecuado, género alguno de dividido en nueve celdillas, que encierran cultivo, que rinda igual provecho. una, dos ó mas semillas ovales y membraLos naranjos se multiplican, por semillas, nosas cada una, y alguna vez ninguna. Las estacas y acodos, mas es preciso advertir, hojas son sencillas, casi enteras, gruesas que si estos medios perpetuan las especies y relucientes y re ondas por su base; el peciolo está guarnecido de hojuelas que le hacen 1varied~des, hay necesidad sin embargo de acudir al inJerto para mantenerlos sin deparecer alado ya corazonada. La madera tiene la corteza de los tallos y de las ramas de gradacion y meJorar continuarrienté sus ju~ color moreno cuando tiene alguna edad , y gos. verde en los brotes nuevos ; las ramas del Siembra.-:Mucbos son los beneficios que árbol borde ó de semilla sin ingcrtar están el labrador reporta de sembrar sus árboles guarnecidas de largas y duras espinas, y las en almácigas ó semilleros, mas dos son los raíces son c?pilares y fibrosas. principales: el primero consiste en asegurarEl naranjo, pues, es sin duda alguna el se de una buena nacencia de la semilla que árbol predilecto de la naturaleza por la ver- sembró, por medio de los cuidados y cultide y perenne hermosura de su planta, por la vo que le pued~: dar; el segundo en proporcionarse un crecido número de plantas útip~eciosidad de su dorado fruto y por la deliciosa y singular fragancia de su,s flores forles en poquísimo terreno; y se practica de este modo: por los meses de abril y mayo se ro.a el principal adorno de los jardines y proporciona á la par una inmensa riqueza á escogen las pepitas mas granadas de las me• , .muchas de nuestras meri(lionales provincias. Jores naranjas por su dulzura y magnitud, Trasladado de la India por los portugueses á y á los pocos dias antes que pierdan su jusu pais, pasó luego á España, Italia y_Fran- go, pues de lo contrario no nacerían, se cia y hay quien asegura que subsiste aun en siembran en grandes macetas, ó en eras que


37 .es preferible, á la distancia de palmo á palmo y medio y á la profundidad de dos á tres dedos, en paraje bien repguardado de los vient0s y que no esté muy espuesto á la impresion del so1; porque sus fuertes rayos abrazan las hojas -<le las tiernas plantas y pereoen. La tierra debe estar bien mullida y regúlarmente abonada con buen mantillo; de los diezá ·quince dias, segun el calor, nacerán los nar1njos, y por entonces no necesitaré\.n mas cuidado que limpieza de las y~rbas que _les perjudican y darles los riegos necesarios: cuando las plantas tengan cuatro ó cinco dedos de altas, se dará con el mayor cuidado, pi:ir no dañar sus tiernas raices, una ligera entrecava: estas mientras permanezcan en los semilleros no deben escasearse de modo alguno, cuidando qµe los riegos sean de manera que nunca padezcan sequía; pero no con demasiada abundancja, pues en este caso su~ raíces no $e criarían con la salud que los árboles necesitan para su robustez y alca~zar ·una larga vi'da: mientras los naranjos estén en los semilleros deben limpiarse muy poco de lo& brotes laterales, cuidando que creica recto el tallo principal. Criadero.-A los dos años de sembrados los naranjos, por el roes de marzo ó primeros de abril se escogen todos los· I)Jas aventajados, procurlJ.ndo arrancarlos con toda la tierra posi-ble, y se colocan en surcos a la distancia de tres ó cuatro palmos, en terreno bien profundamente cavado ·y es~ercolado, espuesto á la impresion del sol y defendido especialmente de los vientos del Norte · se -les dará el cultivo y riegos necesarios, abonándolos anualmente con proporción á su grandor. Al segundo año. de trasplantados se ero piezan á corlar los brotes l¡¡.terales mas hajos, y asi sucesivamente, cuya operacion de,be pr_acticarse en la primavera, repitiendo este trabajo en los años sucesivos, hasta que el tronco tenga seis ó siete palmos de altura sin las ramas, y el grueso de un cañon de escopeta poco masó menos, que será probahlemente á los cuatro ó cinco años de haber sido traspuestos al criadero, en cuyo estado podrán ya colocarse en su puesto : los que quedaron en aquel por inferiores se trasplantarán igualmente en surcos cuando, se-

guli su robustez se hallen en disposicion, practicando lo mismo que c;on los anteriores. Estaca. -Para formar las estacas se eligen las ramas nuevas, lustrosas, sanas, y derechas del grueso de cuatro pulgadas·cuando mas, y como el dedo meñique cuando ménos ; pero sin reparar en si hán , de ser del norte ó del medio día, del centro ó. de la orilla d~l arbol ; lo que importa es , que el arbol sea buena casta, sano, fructífero y·bien formado : Las ramas se cortan en trozos de media vara de largo, y se preparan dándoles por un lado en la parte mas gruesa ó raigal un corle á manera del de una pluma de escribir, conservando toda la rnrteza del lado opuesto, para que por aquella parte cubra el leño hasta la punta áJa estremidád superior ó cogolla se cercenará en redondo á dos ó tres dedos sobre la últi_ma yema: El' machacar, redoblar ó abrir la punta de la estaca, que ha de entrar en la tierra es perjudicialísimo, é impide el arraigo, segun el parecer de los mejores autores. La tierra para el plantío se tiene preparada con buena y profunda labor, y los cuadros partidos en surcos ó en erns, aunque es meJor lo primero, y se plantan las estacas á unos tres palmos de distancia, cuidando, que queden enterradas hasta que la última yema, que debe estar, como hemos dicho, á dos dedos de la punta superior, quede sentada á la misma superficie d·e la tierra. El naraujo es mas dificil de tomar de estaca que otros árboles, pero se logrará mejor resultado si· esta lleva consigo un pedazo de leño de la rama ó tronco de que nace conservando el reborde, que tienen en su origen , y se forma en el centro ó punto de contacto de esta con el principal de que procede~ advi rtiendo que tas estacas deben quedar plantadas en el mismo dia de cortadas. · Acc•do.-Entre los varios- m'od(\s de acodar el naranjo el meJor y más facil es el que se llama ·de erobudillo, que sir ve para lograr el enraizamiento de su-; ramas, tiene la ventaja sobre los <lemas, que sin destruir el arbol, ni sacarle ·de su natural . posicion, se form<;1. y se aplica erí cualquiera de_ ellas, echando mano de tiestos de b&.rro, de coreheras, cajones· de madera, de hoja de lata y


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- cestos de · mimbre; todos cíe la. cavidad 1 mas yo preferiria el segundo siempre qnt: poco mas ó menos de éinco á seis librás de fuese· dable, por · dos razones; la primera tierra; yo me he valido con muy buen écsito pórque se puede practicar mejor en los vide los de barro, divididos en dos partés por veros y criaderos pues los patrones no se neme.dio de su altura, y con un agujero en la - cesitan tan gruesos, y'. la segunda porque es parte inferior. menor la herida causada siendo árbol tan La operacion es sene· lfsima y se practica sensible á ellas : puede ponerse el injerto sode este modo: se escoge ·una rama nueva de bre patron ó pie de todas las clases de su esdos .á tres años, lisa y ademas recta' en cuan- pecie, como son cidros ó ponciles, limoneto sea dable' h.ácia l~ copa del árbol: en el ros etc. ; pero mejor sobre pie de naranjos punto donde se desea que eohe las raíces, se criados de pepita , pues á mas de la bonda·d corta toda la piel en derredor, como cosa de del fruto se logra la mayor magnitud del ármedia pulgada, y se coloca dentro del tiesto bol y su larga aur'acion. En los reinos de en donde queda entallada la planta, atando Valencia y .Murcia han-adoptado para la mas las dos mitades una con otra co.n un alamfacil multi'pJicacion del na_ranjo hacer planbreó con up cQ.rdel de esparte> por ar,riba y teles, ó viveros de estacas de cidro para in.por abajo; .despues se llena de tierra; esta gertatlos despues, pero opino que por este no debe ser ni gruesa ni delgada, pero sus· método degenera la calidad del fruto, dismitanciosa; se ha de procurar que el tiesto ó nuye la corpulencia de la planta, y son de macetilla quede lo mas perpendicular posimas corta duracion, con mucha Sensibilidad l)le, atándolo á los troncos de las ramas in- á los frios, por rnr el cidro entre los ácidos, mediatas, para que pueda me1or regarse, el mas propenso á hel¡:¡rse: si he dichó que que ha de ser á menudo; y en verano dos estos árboles son de menor magnitud y du'veces por semana. El mejor tiempo de hacér racion , es porque están injertos sobre paestos acodos es en el mes de. marzo: antes trones de árboles mas pequeños y de mas de llegar el •invierno ya estarán las ramas corta vida ~y como necesitan para su nutric·on raices; µero yo no las separo del árbol cio • mayor cantidad de jugos, que pueden basta marzo, por no esponer los nuevos ár- recibir de su base, no dilatan sus ramas co· holes al rigor de los hielos; el corte debe ha- mo debiera·n, y chupando por lo mismo con cerse por la parle inferior é in~ediata al d'emasiada_fuerza la sustancia veje tal precitiesto, plantándolo sin demora en su lugar; pitan asi la ecsistencia de las raíces. Supriel mejor medio para la separacion de la ra~ mo la esplicacion del modo de practicarse los ma es valerse de una úerra bien delgada. injertos de pua y escudete, los mas propios Nadie ignora que la causai de brotar raipara este árbol, por ser operacion muy co· ces estas ramas depende de la det'1Iioion, nocida en este país; 1y pasaré á tl"atar de su que padece Já sabia por el corte de la piel, plantac-ion; mas sí 'advertiré que el mejor ya sea en su ascenso como en su descenso, tiempo de injertar de escudete en nuestro se éo.ng~la aquel humor de la savia, 'Y se clima es por marzo ó abril segun la estacion, verifica aquel axioma de economía vegetal La yema se tomará de los brotes de dos ó que una rama enterrada se convierte en rair.;, mas años, pero .nunca del anterior, y luego y una raiz espuesta al aire brota y produce qu.e el árbol empieze á mover sus jugos, Y dar muestras de renoyarse la ve3etacion. hojas y frur,tificacion. Plantacion.-Se ha de procurar sacar los JriJ°ertd.-Aunque el naranjo puede injerplantones del criadero en el mes de marzo tarse de varios modos, \os mas. comunes son dos, de pua y escudete; -algunos autores opicon toda la tierra que sea posible y colocarnan po.r el primero á.causa de la dificu\~ad Íos en hoyos, c~anto mas gl'andes y hondos mejor y abiertos con muoha anticipacion de poJer separar los escudetes por ~compapor· razones muy conocidas: se arreglan en ñar casi siem_pre á toda yema fértil una espilla mas ó menos. fÚerte; y hallarse en las ellos de manera que el tronco quede sobr-e palmo y medio enterrado, des.pues de niveramas de esfo árbol , muchas -yemas ciegas,


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lado el campo: en el fondo del hoyo y por los lados de la raíces se colocará tierra abonada con e tiercol bien podrido, y despues se l s dará un abundan le riego; estos deben repetirse á menudo hasta que esten asegurados, cuidando de enderezar los troncos, que suelen ladearse, por el asiento de la tierra al tiempo de los primeros riegos, y mayorm P-ote si los hoyos son grandes como deben serlo. Cuando se trate de plantar un rampo para naranjal deben colocarse los plantones á la distancia lo menos de nueve á diez varas especialmente si e tos fuesen criados de pepita, mas si fuesen injertos sobre pie de cidro ó poncil pueden ponerse á la de oclfo, pues estos jamas crecen tanto: la mayor parte de los naranjares que he vislo ado lecen del defecto de eslar los árboles sobradamente juntos, resollando los graves , pcrj ui,cios, de dar menos frutq_x roas inferior en ~abor y magnitu de que juntándose las ramas de sus copas impiden el benéfico influjo del sol y del aire, que todas las ramas que por dicha causa quedan sombrías dan muy poco fruto y de inferior calidad, secándose á los pocos años y por úllimo resollando, que el árbol sea de mas corta duracion. C11ltivo.-E1 terreno mas análoa-o á la constitucion del naranjo y por consiguiente en el que mejor prueba, es aqnel en que además della tanle su tancioso y fértil, e.s tambien algo ligero; de modo que deja filtrar y escurrir la humedad, para que nunca llegue á encharcarse: esto e ; la tierra que se componga de marga arenisca, ó de una arcilla ligera cargada de arena, es la mas adecuada para el cultivo en grande de los naranjo ; pero aun así deberá abonar e con buenosest1ércoles. La arcilla compacta, y las arenas puras son contrarias á su vejetacion: mientras que el grandor de los naranjos lo permila se podrá arar el campo dos veces al año, po_r abril ó mayo la una y la otra por setiembre dando dos rejas a la vez y en buena razoo , procurándo tener al rededor de los troncos iempre bien cavados; cuando las ramas ya no permitiesen el arado, entonces debe cavarse el campo.dos veces al año por los mismos meses arriba indicados, profundizando _¡:obre palmo y medie, la labor; entresacando

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entonces de sus raices someras una especie de barbada amarilla perjudicial á el árbol. Un año in otro debe estercolarseelnaranjo pTOporcionadamente al terreno que ocupa y su magnitud; colocando el abono-al rededor del tronco á un radio de cinco á seis palmos y abriendo á esta distancia. una pequeña zanja de unos tres, mezclando el estiércol eón la tierra, y cubriéndolo des.pues con esta sola; para un árbol regular bastarán de dos á tres grandes capazos de muy buena sustancia ; con dificultad habrá árbol mas agradecido al cultivo y á el abono que el naranjo. En los dos ó tres primeros años de estar en su puesto no se le debe corlar rama alguna, y sí solo limp.iarlo de los brotes que salgan en el tronco, para que este se presen- · Le limpio y elevado, mas a los cinco ó seis años se pueden · r corlando algunas pequeñas ramas del Íl!terior, pero siempre en la primavera, pues es árbol que no permite mondarse á la entrada del invierno por su sensibilidad al frio. En el reino de Valencia acostumbran criar los naranjos muy bajos, dejándoles todas las ramas , con objeto de tener el fruto mas salvo de los vientos; lo mismo podrá hacer el que tenga sus árboles en abrjgo de alguna pared, para que sus copas no la sobrepujen -y sean azotadas por aquellos: pero para hermo ura y magnitud del naranjo conviene dejarle seis ó siete palmos de tronco, se procurará criarlo cerrado de rama por todos lados hasta u copa, y con buenas faldas, las que se irán formando de las ramas laterales á proporcjon que el árbol crezca. Cada año debe limpiarse de todo lo seco, a sea res uItan te de las heladas, -ya de no darle el sel , procurando con esmero tener los troncos de las ramas limpios de todo brote ó pimpollo. De este modo se lograra que este árbol hermo o y útil fruclifique abundantemente y de buena calidad; debiendo advertirse que el mucho abono le obliga á desprender el fruto anles de tiempo, y que sea mas ba to. Los riegos no deben ser muy frecuentes pero sí abundantes, y solo cuando las hoJaS demuestran que los recibirá con agrado, pues con prontitud lo denotan; perQ no debe regir esta regla ha ta que el naran jo sea grande, porque los jóvené e pecial-


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mente en verano y en tierra ligera apetecen_ últimos de abril ó primeros de mayo. Conel agua á menudo. La tierra quemada es uno cluiré llámando la atencion á la inestimable de sus mejores abonos; el estiércol cuanto circunstancia de este precioso árbol, que mas sustancioso mejor, procurando evitar el agradecido al esmero y cuidado de su dueño inmediato contacto con las raices. El hacer guarda su fruto por muchos meses en su humo en un espeso naranjar, ó regarlo abun- puesto esperando la ocasion de poderles ser dantemente antes de una cruda noche de in- mas lucrativo, ostentando entretanto su advierno es útil para preservarlo de una hela- mirable gallardía. Si este insignificante trabajo, séñores, lleda. El tronco del ,naranjo por si solo se endereza por torcido que esté á proporcion que ga á repo tar 'la menor utilidad á mi pais crece. La naranja no está en su perfecta ma- 1 habrá satisfecho toéios mis deseos. durez especialmente en nuestro clima hasta

- Notamos con mucht1. frecuencia que un árbol llega á un perfecto estado de florescencia, que los frutos se forman con perfeccion, que vao·cuajando ó creciendo gradualmente, y que luego se van cayendo á tiempo que se acerca su madurez. Este mal depende de dos causas enteramente distintas, y sus remedios han de ser tambien diferentes. Las causas de este mal pueden. ser ó la posicion demasiado recta ó vertical de las ramas principales del árbol, 9 un estímulo vital aumentado en las raíces del frutal, que no permitiendo detenerse el tiempo suficiente la savia en las partes altas de la planta , hace que los frutos no reciban la cantidad de jugos nutritivos que necesitan para su desarrollo. · En el primer caso, es decir, cuando el mal consiste en la posicion demasiado vertical ó recta de las ramas del árbol, deberemos valernos del medio de vencer mecánicamente esta posicion, colocando un cuerpo grande y pesado en lo último del tronco y

entre el arranque de las ramas principales, porque de esta manera se van separando la una dé la otra, van tomando una posicion mas horizontal, y á ello se sigue que la savia circule con alguna mayor lentitud. Aunq_ue la circolacion de los humores nutritivos no se verifique en la planta por la accion vita-1 de las celdillas, no dejan de contribuir sin embargo á acelerarla las causas esteriores que influyen en la vegetacioJJ, y tam bien la posicion particular de los órganos. Conforme á estos principios, que no hacemos mas que indicar ligeramente, resulta qae las piedras ú otros cuerpos voluminosos y daros q_ue se colocan en el encuentro de las ramas principales de un árbol destruyen poco á poco la escesiva posicjon vertical de las mismas y regularinn el curso de lasavia haciendo que circule mas lentamente, al pro'pio ti~mpo que ejerciendo las piedras una accion mecán1ca sobre la corteza de las ramas, por cuyo órgano descienden los humores


41modificados 6 vitales, se consigup la mayor permanencia de estos en las partes altas del árbol y que el fruto cuaje y madure. La segunda causa de caerse los frutos antes de estar maduros hemos dicho que era el -escesivo estímulo vital en que pueden estar las raíces por efe'1to de una causa cualquie~ ra, cuyo estímulo promueve un desequilibrio entre las partes superiores y las inferiores del árbol, de lo que resulta que la savia no puede detenerse el tiempo necesario en las ramas y brotes para suministrar á los frutos el debido alimento y completarles su desarrollo. En este caso corregiremos el daño levantando un anillo de corteza en cada -una de las ramas para que se intercepte el cur.so de la savia y esta se detenga en el la-

bio superior de la herida. Deb.e pr-0curarse que este anillo de corteza que se levante tenga muy pocas líneas de ancho para que pueda restablecerse pronto la comunicacion entre el borde superior y el inferior, porque en otro caso las raíces del frutal sufririan un estado de debilidad escesivo por la falta de savia de que se resentiría el árbol entero. Atendido que la savia nutritiva pasa á lo largo de la corteza del vegetal y que detiene su curso cuando levantamos una porcion de dicho organo cortical, como 1.o vemos en el acodo alto, resulta que este medio es muy oportuno y el mas ventajoso de todos para asegurar el desarrollo y maduracion de los frutos en los árboles que los dejan caer al momento de cuajados.

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La fresa que se ha introducido en nuestros Jardines y huertas transportando las plantas silvestres, 6 recogiendo sus si mientes en los bosques y montes en donde se eria naturalmente, es planta perenne, rastrera que se multiplica por sus simientes y pur los hijuelos ó retoños de sus vástagos. Especies.-Todas las especíes de fresa son indígenas de Europa, producidas por las simientes de la fresera silvestre. Los fresones asi llamados po~ lo crecido de sus frutos, que regularmente son tan grandes como nueces, son naturales de América en donde se ~rian espontáneamente. Por medio del cultivo, mezclando los polvillos feco.ndantes se han obtenido muctias variedades. De la fresera se conocen dos variedades espontáneas de Europa . La una produce el fruto liso, salpicado con algunas pocas simientes, y la otra no tan olorosa , se distingue por las concaTo.uo .11,

vidades mucho mas profundas donde están contenidas las simientes. La primera se cria en los sotos y bosques, y la otra vejeta en los prados húmedos. Muchas son las especies de fresas jardineras, pero las mas conocidas son, la comun encarnada, que es planta de tres cuartos de palmo de alto ó algo mas, y produce el fruto redondeado, encarnado, aromático, y de sabor delica,do. La blanca, es en todo parecida á la comun y solamente se diferencia de ella por tener blanco el fruto, mas aguanoso, y sin el aroma que en la otra especie sQ])resale. Es meramente subvariedad de la antecedente, y no muy constante en su reproducción, ·pues que de simientes de la blanca nacen muchas encarn<;ldas, y respectivamente de las encarnadas salen blancas. , La de todos tiempos ó de los Alpes, se dis4.


lingue fácilmente de la coroun, por ser planta mas mediana y producir mensualmente flor, que cuaja siempre que el tiempo no sea extraordinariamente fria ó. caloroso. La ca}jd~d es especial y superior á todas las demás , no solo por su tamaño, buen sabor y abundante fruto, si que tambien por la circunstancia de poderse lograr fruto' en todo tiempo. Se alcanza con mas seguridad esta produccion mensual de fresa madura, renovando cada aj'ío algun cantero con planta provenida de siembra, y tambiett por la renovacion de hijuelos fértil-es del año; porque como cada planta suele dar abnndantemente fresas por espac10 de seis meses. y pasado este tiempo se halla cansado el -vegetal, será bueno arrancar la planta principal, y dejar en su I ugar algunos de los hijuelos, mediante lo cual se lúgrarán fresas la ma-yor parle d~I año si -se reservan las plantas de los fuertes frios y calores por medio de esteras. Sin embargo se advierten frutos con abundancia constantemente en dos tiempos del año, esto es, por la primavera y otoño. El fruto es de figura cónica, grande y de muy delicado sabor. Se conoce' una variedad que dá el fruto blanco. Sfo vástagos.-Esta especie es sumamente castiza y produce en las inmediaciones á la planta principal una macolla ó agregado de hij_oelos, sin producir vástago alguno, en lo que fácilmente se distingue de todas las demás. Por este motivo es menos incómodo su cultivo anual , y mas segura su cosecha, por no gastar la planta inútilmente la sustancia en abastecer con el alimento necesario los vástagos que se suprimen escrupulosamente por todo buen cultivador en las demás especies . De dos tiempos.-Es poca la diferencia que hay entre la fresa de los Alpes y la de dos tiempos, pero su fruto es redondo, pequeño descolorido, aguanoso y de buen gusto. Llá.mase de dos tiempos porque si la estacion le .es favorable suele llevar una segunda cosecha. De Chile.-E1 fruto es redondo, mas grueso y crecido que todos los de las demás castas, pero no tiene el aroma ni el gusto agridulce que se apetece en esta fruté'. Es planta 1

4-2 por,o productiva -y únicamente recomendablepor su grandor. Terreno .-Debe ser de miga y no muy fuerte, el ::itio algo sombrío, pero ventilado y d~fendido del sol de poniente ; preparado con una cava á pala de azadon, ' desmenuzados.. bien los terrones, y limpio de malezas y piedras gruesas, abonado además con:estiércol muy podrido y mejor con mantillo, Se distribuye en cánteros alomados , cada caballon de mas de tres palmos de ancho. En cada romo se "Señalarán tres lineas para el plantío , dos laterales y otra en la mitad del lomo, de manera que quede compartido con igualdad. Corno hs freseras esquilman estraordinariamente el terreno, no debe reponerse un cuartel de ella , á no haber pasado mucho tiempo des pues de haberlo alzado la primera vez. Un cantero dura produciendo con abundancia tres años, al cuarto es necesario alzar el terreno y ocuparlo con otras hortaJizas. Pr·opagacion.-Tanto la coman como las demás variedades se propagan y multiplican por medio de .sus semillas, las cuales se encuentran en medio de la pulpa de sus frutos; y si bien los cultivadores han despreciado el aumento de esta planta por semilla, es con todo preferible al hecho por medio de los cogollos de sus vástagos adoptado generalmente; pues se logran variedades nuevas y plantas mas durables, solo en la especie de todos los me.~es, es indispensable hacer uso de los cogollos con el fin de conservar constante la variedad. Siembra.-Debe verificarse por man:o, abril ó mayo en tierra ligera, bien cavada, ester,ronada finamente y abonada con mantillo. La e.sposicion me3or para estos semilleros , es aquella que proporciona alguna frescura que ayude á la· germinacion <le la semilla, y á la nacencia y medros de la nueva planta . Despues de allanada la tierra, se esparce la semilla á boleo, cargando un poco de simiente, en seguida se cubre con una capa ligera de mantillo bien cdbado, que no llegue á dos lineas de espqsor y se riega con regadera de lluvias fjnas, c.ontinuando los


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riegos hasta que la planta esté á punto de trasplanto . Algunos en lu gar de cubrir las semillas con el mantillo lo verifican co.n musgo, poniendo una capa de dedo y medio de grueso, cuya capa conserva la frescura del terreno y facilita la nacencia: Antes de esparcir la simiente deberá regarse de pié la tierra destinada para semillero, y ct,n el almocafre mullir la superficie, para que la nacencia se ver ifique mejor regularmenle tiene lugar la germinacion á los quince ó veinte días particularmente si la simiente es nueva. Ptantiu.-Tanto las plantas obtenidas por semi ll a co)Do por cogollos, se trasp°lantan por octubre y noviembre á distancia de palmo y medio á dos palmos, [y los fresones á la de tres á cuatro. La fresa de los Alpes se planta comun·mente á dos y medio palmos porque sus vástagos alargan y brotan rai¡;es por cada nudo en el mismo verano, y luego inmediatamente muestran flor y dan fruto . Estos vástagos con raiz llevan generalmente abundante cosecha por setiembre, octubre y noviembre. Para el pla'ntio se escogerán hijuelos nuevos y fértiles del año, y p<;>r ningun tn.Qtivo se plantarán plantas en veJecidas. Dichos hijuelos han de sacarse de plantas crecidas de rigor y que produzcan abundancia de fruto gordo y sazonado, por que de los dañados v enfermizos nunca reforman plantas produc: ti vas. Los plantios verificados en lo mas riguroso del invierno prevalecen , pero regularmente no resisten los fuertes calores del verano; en cuva estacion se ponen descoloridas las plantas, y se pierden á pesar de los mas cuidadosos esmeros . Se evitan en parte los efectos de la mortandad plantándolas en paraje sombrío. Haciendo el plantio por octubre y noviembre las plantas se fortalecen antes de los fuertes frios, toman incremento y dan un fuerte esquilmo á la siguiente primavera. Las plantas de tinadas para los plantíos , se limpiarán de todo vástago y boja seca, y se dejará.o poco tiempo fuera de la tierra. Se procurará no dañar las raíces dejando todas las buenas. Antes del plantio se regarán de pié los

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.canteros ó almantas repitiéndose otro riego luego de concluido aquel. La fresa de los Alpes debe plantarse·desde febrero á últimos de mayo, lográndose por este medio fruto bueno y comestible la ma:"ºr parte del año. Picar.-Por los !l)eses de mayo! Junio pueden entresacarse los hijuelos ó reloños del año que han brotado raices por los vástagos en la! primavera. Estos se sacan con sus raices, y se plantan y depositan en criaderos á distancia de seis dedos unos de otros colocando el criadero en parage sornbrio. Durante el verano se regarán bien para que echen nuevas raices. Se trasplantan por octubre y asi se crian mas vigorosas las plantas que las que se trasponen entresacadas de los mismos canteros. Rara vez se pract.ica esta maniobra de picar la fresa no obstante ser ventajosa, útil y producir su fruto mas precoz a,1 año de verificar el phtntio en los cuadros. Cultivo.-Despues de la recoleccion de la fresa se limpiarán los canteros de todos los vástagos inútiles , para restablecer de esta manera la planta y darla vigor, pero nunca se)uprimirán, cortarán ó arrancarán las hojas de euaJO. Si se hubiese omitido la limpia por Junio y julio, puede muy bien practicarse por . noviembre labrando igualmente los intermedios con el ahn_ocafre aterrando. las cepas de las plantas con igualdad. Por febrero en. dias templados se limpiarán segunda vez de toda boja seca y vástagos inútiles, igualmente se dará una labor en los intérvalós vacíos de cada gol pe, ahuecando la tierra en los intermedios de los c~ballones, con cuyo ausilio se refrescarán las plantas y se enterrarán las raíces que estéu desabrigadas. A. últimos de marzo y en abril se repetir~ otra vez la limpia de las plantas estrañas, suprimiendo todos los vástagos inútile, que consumirian la sustancia del vegetal, y nos ro:-iarian mucho fruto. Al hacerse esta operacion v desbroce, se aclararán tambien los hijuelo;, de manera que al rededor de cada plauta madre no haya retoño de los vástagos del año anterior. Asi producen con mas abundancia, y pueden labrarse los intermedios


-U- · con el almocafre , operncion que favorece En esta disposicioµ se echará agua para la cstraordinariamente su frondosidad. varla, y vertida esta, se sacará limpia la siDesde el mes de febrero siempre que se miente, que ~e pondrá á secar á la sombra, halle , seca la tierra se regarán· los canteros guardando la Iuego para la siembra. · de fresa suministrando este beneficio duranRecoleccion forzada ó antioipada.-En el mes de agosto ~n terreno espuesto al medio te la inflorescencia de las plantas. Los riedia resguardado del viento norte, se dispongos se distribu_irán de manera que no inun1 drán una ó mas eras vaciándolas palmo y den las flores. porque no cua1aria el fruto. Siempre que los calores sean muy fuertes· medio , las que se rellenarán poniendo un deberán. regarse, un dia si y otro no, y aun 1 palmo de estiércol de caballeric} ó zumaque recien sacado de la cuadra ó tenería, J ti así pereaen mue·has. se acabará de llenar con mantillo bien resto Los vástagos de la "fresa de ,todos tiempos podrido, haGiendo que sobresalga dos ó tres ó de los Alpes, no se deben suprimir en verano, porque echan raices en aquella esta- dedos del nivel del •piso-, á fin de que despues de bapdo por su propio peso, y con,los cion y luego antes del otoño llevan fruto , Si se suprime toda la flor eu la primavera, riegos quede en buena disposicion. A primeros de setiembre se escogerán las volverán á produeirla por el otoño y se lomejores .,freseras que se tengan, y arrancángrará fresa comestible en aquella época. Tambien se logrará arrancando con. su ce- dolas de manera que quede unida á la raíz pellon las plantas a-1 tiempo de empezar á la maJor tierra posible, se colocarán en las mostrar la flor. Con el trasplante se detiene eras, en las que se tendrán dispuestas las la vejetacion y sazona mas tarde. Las plan- hojas para recibirlas; luego se dará un bue·n riego resg_uardándolas ocho ó diez dias de tas eleben colocarse en macetas que se ponen los ray os del sol. en pa.rage s9mbrio espuestas al norte. Desde su plantio se resguardarán con esRecoleccion.-Ésla se verifica cuando el fruto está en perfecta·maduracion, rompien- teras, cañizos, maderas etc. las eras de fredo los pedúnculos en que estén sostenidos sa, de las escarchas, nieves y frios, tapánlos frutos con los dedos gordo é indice, y te- dolas todas las noches y eµ los dias malos. r)iendo oo n. la otra mano asegtuado el tallo Los riegos deberán darse con agua Lempl¡tda para no 'destrozarle ni romperle. La opera- -y cuando los dé el sol. Por este medio se lograrán frutos con mueha anticipacion. cion de cortar el pedúnculo es de suma utiPuede obtenerse fruto en los meses de dilidad para que sazonen los restantes frutos, ciembre, enero y febrero, pero son para ello los qué se harán mas gruesos. precisos· invernáculos, estufas y muchos gasSimiente .-Deben recogerse los frutos mas tos que no pueden· cubrirse con su producto, gordos · y perfectos de cada variedad bien motiyq dejo de describir su cultipor cuyo maéJinros, los que se estrujarán en una camy vo=F. S. C, pana de jardín ó cosa semejante, deshacien(Guia del C omercioJ. do bien la pulpa eutre las manos para que se desprenda y desnude la yanilla de ella.


Real órdencirculnr, paru que los Jefes políticos, de acuerdo con la comision consultiva de la cria caballar, r emitan noticia del número de criadores y circunstancias Je las ganurlerias que existen C1l sus respeclioas propincias.

Para desenvolver el Gobierno de S.M. los planes que medita en favor de la cria caballar, entre los encargos que se dieron á V. S·. por esta Direccionen 13 del corriente, es ind ispensable que de acuerdo con la comision consultiva de dicho ramo, y valiéndose de cuantos medios le sugiera su celo, se irva envjar con la mayor exactitud y brevedad posible las noticias siguientes: 1 .ª Qué número de criadores bay en esa provincia; cuáles son sus nombres, so residen cia , hierro que usan para sus ganados, localidades en que los tienen ; que número de yeguas; si poseen caballos padres,{y cuántos, ó.como las asisten, y de qué manera las benefici a n. 2. ª Comprenderá. el informe la espresion de las cualidades ventajosas y desfavorables que concurran por lo general en cada ganade ría, y los medios que crean mas á propósi to para desarrollar las primeras y combatir las últimas. 3.ª Además de los ganaderos en grande, se necesita un cálculo bien aproximado dcl nú mero de yeguas que existan divididas en pequeñas porciones, ó bien sueltas, en- poder de diversos propietarios. Se ocupará asimismo la comision, aunque con mas despacio, en proporcionar al Gobierno de S. M., especialmente por lo que respecta á su provincia, cuantas noti cias pueda de las demás comprendidas en el artículo 2. 0 del real decreto de 3 de marzo del presente año, y son , á saber: proponer al Gobierno cuantas disposiciones crea necesarias: 1. 0

Para conocer el número y los recursos de lós criadores. 2. 0 Para la clasificacion y conocimiento de las razas existentes; de los caballos padres y su:,; cualidades; de los depósitos y su servicio, y de las yeguas destinadas á la procrecl.cion. 3. 0 Para averiguar el estado de los pastos y de las dehesas potriles; los medios de su cultivo, y las mejoras de que sean susceptibles. 4. 0 Para ensayar nuevos forrages y la aclimalacion de plantas gramíneas y exóticas. 5. 0 Para la formacion de prados artificiales. 6. 0 Para conocer las relaciones existentes entre el ganado caballar y la agricultura. 7. 0 Para investigar las causas de las e pizootias, y de sus remedios. 8. 0 Pai:a la acliroatacion de las razas estrangeras con relacion á la naturaleza del clima y del terreno. 9. 0 Para su cruzamiento y procreacion. ~O. Para la estraccion oportuna de los productos de este ramo, su concurrencia en.~l propio mercado, su ven ta en los estraños. ~ ~. )?ara fijar la proporcion entre las introducciones del estranjero y las existencias de nuestro suelo. ~ 2. Para proponer en su consecuencia el aumento ó la rebaj a de los derechos ,protectores. 13. Para distribuir con acierto premios y estímulos. 14. Para facilitar puntos de ~onsumo. 15. Para la adquisicion de los caballos padres que el Estado necesita en sus depósitos . 16. Para la observancia, en fin, de las leyes y disposiciones concernientes al ramo. Por último, para proceder á todas estas averiguaciones y sobre todo á las tres primeras y mas urgentes que se piden por esta circular, procurará V. S. difundir entre los mteresados la conviccion de que estos datos no tienen ningun objeto fiscal ageno á la índole de este ministerio, ni servirán nunca en ningun caso para imposicion ni reparto ue


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contribucio.nes, sino que antes bien los ~xige la pre-:ision de conocer á fondo la extension del ramo y los recu rso's con que cuenta asi como sus necesidaé:les, para atenderá estas en el establecimiento de los (depósitos de cc1ballos padres, en!la concesion de premios, en cuantos medios puedan contribuir al fomento y mejora de nuestra~decaida cria caballar. La omision en este punto de los interesados puede dar lugar á que el gobierno atienda con preferencia á otros que lo necesiten rnenos, ,•pero que sean , mas celosos en reclamar, y S. 1\1. espera que los ilustrados esfuerzos de V. S. ; y de la comision consultiva, evitarán tanto perjuicio á esa provincia. Lo que de real órden, comunicada por el señor ministro de Cor.nernio, lnstruccion y Obras públicas, digo á V. S. á los efectos consiguientes.· Dios guarde á V. S. muchos años. · Madrid ,15 de diciembre de 1847 . El directoi: general, CR1stóBAL BoRDlU. Señor Jefe político de ...... 0

Real órden preuiniendo al Jefe político de Valen,cia infiuya para conseguir un avenimiento entre l<LS comunas de Ro1>ella y Fabara co,i motivo de la c.onstruccion de un azud para la wma de aguas.

Visto el espediente instruido á fin _de que la comuna de .Rovella construya-el azud para la toma: de aguas, que hace sesenta y cuatro años se• conducen por la del de Fabara; considerando que esta comunidad no produce perJuicio nrnguno público, y antes evita t á la p.rimera los g11stos de una obra de gran consideracion, que los que alega Fabara, á saber: que Robella es •beneficiada en la toma de aguas, percibrend~ mas cantidad de la que le· correspo[\de ; y que -por traer por

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su azud y cauce las de Rovella, deja de recibir Fabara tanta cantidad en las inundaciones, cuanta es eJ caudal de aquella, perdiendo las cosechas de verano, son subsanables, segun el dictámen del ingeniero, y ofrece Robella subsanarlos haciendo á su costa las obras que aquel prescribe; que Rovella además , con arreglo al fundado dictámen del mismo, debe abonar á Fabara la cantidad que sea justa por el derecho de comunidad que pretende adquirir en el azud de esta :,S. M. la Reina (Q. D. G.), persuadida de que es un deber de la administracion el_ procurar un avenimiento entre intereses que tienen ro ucbo que ganar en él, y que no pueden menos de perjudicarse constituyéndose en hostilidad, me ordena prevenga á V. S. que ejerza toda la influencia desu autoridad para conseguirlo bajo las bases antedichas, pero con la espresa circunstancia de que las indemnizaciones por parle de Rovella han de ser tan efectivas como lo es el benefivio que ha recibido é inlP.nta perpetuar de parte de Fabara, y que las obras se han de hacer bajo la inspeccion y responsabilidad del ingeniero del distrito; en la inteligencia de que S. 1\1. mirará como un servicio de p~rle de V. S. la conciliacion de estos intereses, y ~e ambas 'partes merecerán su real agrado transigiendo sus diferencias ante V. S. de una manera amistosa. Y en el caso de que no fueren realizadas las benéficas intenciones de S. M., dará V. S. cuenta al Gobierno para adoptar otras providencias. De real órden lo digo á V. S. para su conocimiento y comunicacion á los interesados, Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 14 de enero de.18.í8.-Buvo MumLLo.-Señor Jefe político de Valencia.


Mono DE AZUFRAR EL vlNo.

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· pará e aquella tome mayor onsis encía. Otra ventaja tiene la sal en la levadura y es que retarda la fermentacion, cuya circunsEl azuframiento de los vinos es muy conveniente, porque en muchos casos pasarian tancia será muy útil é importante en alguá un estado de acidez ó de vinagre si retar- nos paises y en ciertas estaciones. Los panadásemos ó no apresurásemos la fermentacion deros y confiteros han observ.ado que la mapor medio del azufre. Esta sustancia püesta ' sa cuanto mas blanda es necesita mas cantien com bustion dentro de un 'touel produce dad de sal, y que al contrario debe consuvapores de que se im'pregna el vino y le dá mjrse con par,:imonia cuando h~cemos la upa d uracion que¡de otra manera no tendria. masa muy apretada, y aun en este caso poLos vapores del azufre deben retenerse den- dríamos prescindir de dicha sustancia. , tro del tonel por algun tiempo, ya para arroLa cantidad de sal que ha de echarse en jar fuera el aire atmosférico qúe contie·ne, ya la leva?ura debe ser diferente segun los paipara acelerar ó detener la fermentacion coses. Esto depende mas de la costumbre que mo hemos dicho. Para practicar la operacion de otra circunstancia, siendo la cantidad que de azufrar los vinos debe i.ntroducirse denmas comunmente se·invierte la cte· una libra tro del vaso ó tonel una mecha azufrada en- por cada quintal de harina. En Inglaterra la cendida y atada á un liilo· ó cinta que la su- usan en doble porcion, y puede establecerse jete el Lapón de entrada. del tonel , y cuyo con regla general que en .los paises fri'os y tapon esté medianamente apretado y de ma- húmedos es mas conveniente aumentar la nera que permita la salida del aire atmosfé- cantidad de la sal que en los secos y ca.. . . rico . Terminada la combustion de la mecha, lientes . el tonel queda lleno de vapores sulfurosos y Uso DEL ALFORFO\'í PÁRA. LA VOLATERÍA.. en seguida se_le echa el vino, obseryan·do antes s~, ba desaparecido en_ter~mente 'la é).cidez. La mecha sulfurosa ó azufraclá .que empleeEl alforfon es' una · planta.de mucho intemos ha de guardar relacion c.on la capacidad rés para la agricultura y par.a la economía del.tonel, porque si fuera muy reducida la rural. Las semillas de este vegetal se d-estimecha y muy grande el vaso donde se con- nan en algunos puntos á la panificacion·, servase ·el vino no produciria la suficiente aµn cuando la corteza que las cubre impricantidad de vapores sulfurosos para destruir me á la masa un color moreno y un sabor desagradable. El mejor modo de utiVizar las la acidez. semillas del alforfon -será el de darlas á la volatería, es para todas las :!Ves una comida UTILIDAD DE LA SAL PARA LA PANIFlCAClON. muy agradable, contribu~•e al pronto cebaEmpleamos la sal en la levadura no sola- miento, y hace que las hembras pongan hug,mente para dar gusto al pan, sino támbien vos por espacio de mucho tiempo. '(


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Será mas ventajoso todavía añadir á las semillas del a\forfon que destinamos para la !)lanutencion de la volatería una cantidad del orujo de la uva que abunda en un principio estimulante provechoso at cebamiento.

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Esta última sustancia debe darse á las aves en muy. poca cantidad , y aun será mejor suprimirla je! todo en las l~mporadas de mucho calor porque escitaria demasiado la vida del animal.

~luuias)·-®bstruarionts bt mar;o ~t 1849. ~%~~~~ DE LAS CANTIDADES DIARIAS DE LLUV\A, ESPRESADAS EN CEN,:ÍM.ETROS CÚBICOS Y PULGADAS CÚBICAS, QUE HAN cuno "EN EL URDlN BOTÁ~;ICo BE LA M. l. JUNTA DE COMERClO DE ESTA CIUDAD ]1URANTE EL MES DE MARZO DE 184,9 1 EN CUYO 1ARDIN SE HALLA FIJADO AL lNTENTO EL CORRESPONDlBNTE rLUVlÓMETRO.

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CATECISMO Y ELEMENTOS El dia de ayer era el señalado para el concurso que tiene por objeto premiar los mejores Catecismos de agricultura que se hayan escrito, uno de los cuales debe ser declarado libro de texto para las escuelas de instruccion primaria, segun las bases ó programa publicado en 1 ~ de diciembre de 1848. La Comision que ha de proponer los premios 'IUe deban concederse comenzará hoy á desempeñar su encargo; y aunque se tuviese confianza ilimitada en la ilustracion é imparcialidad de los individuos que componen la seccion de Agricultura del real consejo de Agricultura, Industria y Comercio, se quiso . sin embargo y se mandó por real órden de 27 de febrero último, que á los conocimientos de dicha ser.cion se agregasen los que podian prestar la Sociedad Económica de Madrid y las juntas de Agricultura de todo el Reino, á cuyas corporaciones se concedió el derecho de que nombrasen un individuo de su seno que hoy estqviese en Madrid para ocuparse tambien del exámen de los Catecismos sometidos al concurso, y lo mismo en 1.º de setiembre para los Elementos. Nosotros tenemos ya manifestada anticipadamente nuestra opinion acerca de las bases establecidas para los concursos de ambos libros, y ahora esperamos el fallo que recaiga en cuanto á los Catecismos que á estas horas se hallen sujetos á censura, para decir nuestro parecer, tan estenso y razonado como la importancia del asunto exige, sobre las condiciones que reunan los Catecismos que lleguen á ser premiados. Donde juzguemos convenientes nuestros elogios allí estarán, por insignificantes que ellos sean; así como no faltará nuestra censura, y los

4 DE MAYO DR 4849.

fundamentos en que la apoyemos, si llega el caso, que ni aun remotamente esperamos, de que alcancen premios los libros que no creamos á propósito para el fin á que se les destina. Llegado el plazo del concurso abierto para el Catecismo, debe esperarse con ansia el marcado para los Elementós, ósea el 31 de agosto, sobre todo por los que deseamos ver establecido el plan definitivo de la enseñanza agrícola. A.ntts tambien hemos demostrado que no era bastante ni rodia serlo el tiempo señalado para escribir unos buenos Elementos, y que esta premura solo podía tener disculpa si acaso se queria que la instruccion de la agricultura empezase con el curso que dará principio en octubre venidero, sin embargo que nunca puede ser esta razon suficiente para adoptar libros que estén escritos sin la meditacion y detenimiento que exigen toda clase de obras, y con especialidad las elementales. Por ello quisiéramos ver ampliado el plazo concedido para presentar los Elementos de agricultura, con tanto mas motivo cuanto que sj han de guardar, como debe ser, en sus doctrinas y método entera armonía con el Catecismo, nadie mejor pudiera escribirlos que el autor del que se elija como libro de texto, cuyo autor no sabrá el premio que obtenga basta fin del presente mayo, próximamente; y si el resultado ó la suerte que pueda caber á su Catecismo babia de servirle de estímulo para emprender la obra de escribir los Elementos, habrá de desistir necesariamente de esta empresa y ahogar los impulsos de su deseo, porque en dos ni tres meses se escriben unos Element,1s de agricultura, ni aun por aquellas personas 5. 1'0MO 11.


-Mque estando llenas de instruccion y de saber pudieran emplear en su nueva tarea todas las horas del día y no pocas de la noche, despues de haber dedicado ot!os muchos días

al Catecismo. Nos parece que estas breves indicaciones son algun tanto fundadas, y que debieran por lo mismo ser atendidas.

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En • .º de marzo de este año hemos empeñola, porque si asi no sucedía nada adelantázado á ocuparnos en nuestra publicacion de bamos con medidas aisladas y heterogéneas que J.a enseñanza agrícola, asunto el mas impor- hallándose luego sin conexion y enlace viniesen tante que puede someterse á la consideracion á fo rmar un todo mas heterogéneo todavía que de los que estimen en algo el porvenir y fosolo sirviera para complicar mas y mas nuesmento de nuestra agricultura. Pedimos en- . tJra administracion, no muy bien organizada tonces con todo encarecimiento que se plan- por desgrncia en alguuos ó en la mayor parte tease muy en breve en España esa instrucde los ramos que la componen. cion que con tanta urgencia reclaman, las Al haber de escribir para censurar actos necesidades de la sociedad presente; y no lique emanan del gobierno cuando con ellos mitándonos á vagas declamaciones, anunse propone la prosperidad de nuestra agriciamos la zona estensa que en nuestro con - cultura, tomamos la pluma con una repugcepto debiera abrazar la enseñanza de la nancia' y disgusto que solo es capaz de venagricultura, los diversos períodos que ha- _cer nuestro amor á esa misma agricultura. y á bría de recorrer y los establecimientos en' los bienes que ella puede proporcionarnos, mucho mas cuando en nuestros días no heque pudiera darse para que sus beneficios mos conocido hasta ahora consejeros de la se esparcieran debidamente por los pueblos y por los individuos. No ha pasado mucho éorona que se dediquen con afan y celo al tiempo sin que veamos atendidas en parte desarrollo de las fuentes de riqueza que nuestras súplicas y reproducidas en docuentre nosotros tenemos. mentos oficiales nuestras ideas, sino todas Nos ha sugerido las ideas que trasladanuestras palabras; pero de una manera in-• mos al papel la lectura del decreto orgánico completa, ineficaz y que desde luego justifide las escuelas normales espedido en 30 de ca las sospechas que abrigábamos cuando al marzo último, donde se introduce la noved ad hablar en 1. 0 de enero de este año de los de que á la instruccion primaria vaya unida concursos · abiertos para dar premios á los la enseñanza de la agricultura. mejores Catecismos y Elementos de agriaulEstamos conformes, -y ya antea de que sat1,ra que se escribieran, primer paso para la liera á luz este decreto lo hemos dicho, que enseñanza de esta ciencia, decíamos que aprolas primeras nociones agrícolas deben adbábamos la ejecucion del concurso siempre qtte quirirse en la infaneia y hasta en el rincon estuviese enlazado con un plan estense, y bien mas apartado del reino, al mismo tiempo que meditado de enseñanza agricola, y con otro se reciban las impresiones que en el corazon plan.aun mas general que tuviese por fi,n úni- de la juventud 3ejan los primeros rudimeneo el_engrnndecimiento de la agricultura espa- tos de la religion y del culto. Bajo este con-


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cepto nos parece bien que los maestros en- goría·. Es por tanto una om1s1on notable, cargados de espa:rcir por todas partes esa qu\:l sin duda debe subsanarse sin demora, el instruccion primera lleven basta l¡¡, última n_o haber mandado que en l~s ~s~úelas s~pealdea los preceptos, verdades y conocimien- nores se aprendan los conocimientos teóncos tos mas ·sencillos de la ciencia agrícola, por de agricultura, ademá¡; de los prácticos. Pero antes de plantear el estudio .agrícola mas que en nuestro concepto no .deban ser solos estos agentes de la administracion los se indicar;i. personas que han de enseñar la encargados de propagar los adelantos y de agricultura; y como es muy probqble, sino procurar la afici•on á los estudios agrarios, cierto, que deberán enseñar lo que no saben, cuando tantll y ·tanta influencia ejercen en la para remediar este necesario resuJt¡tdo de la clase sencilla y labradora los ministros del precipitacion se añade: que los maestros que altar, cuyos sagrados deberes mucha mayor se nombren para desempeñarla vayan primero gloria · adquirirían si despues de dirigir las á, Madrid C(Jn el goce de su sueldo como penalmas por el camino de la virtud y de difun- sion, para que durante el tiempo que se juzdir los. dogmas de nuestra fé, enseñasen las gue necesario hagan un est.udio especiai de esta máximas que se poseen para sacar. con me- ciencia y ad quieran los demás conocimientos nores gastos y mas en abundancia los pro- re(acionados con ella, á n9 ser que ya se Jiallen ductos del suelo en quB el Criador puso al adornados dé todos los requisitos qiie•tan importante enseñanza exige. Tales son las pahombre para que lo regase con el sudor de su frente. Pero este asunto es demasiado labras del decreto de 30 de marzo en su arimportante para tratarlo de paso, y lo de- . tículo H. jamos para uno de los próximos númerós de Dejando aparte el que pueda ó nó concinuestro periódico. liarse este artículo con el 1 O donde se manda que las plazas de maestros se provean por Di~ididas las escuelas normales, que han de quedar, en f:uperiores y elementales, de oposioion, lo cual demuestra saber, y el que cuyos establecimientos han de salir los maes- sabe para presentarse en oposiciones no netros de instruccion primarill,, se hace obli- cesita aprender ni que ,se le dé un sueldo gatorio tanto en un como en otras ·algun para que vaya á Madrit.l á que lo enseñen, estudio agrícola, aunque se quiere que en . las primeras dudas que se presentan son las las escuelas superiores se dé conveniente- d\:l riué vá á aprenderse en l\{adrid, en qué clases ó establecimiento,s, en cuanto tiempo, mente la enseñanza .de la agricultura para bajo qué bases, con que estension, y qué estenderla despues á las demás de una manera uniforme. l\fas al propio tiempo se es- exámenes han de sufrirse. Porque ningup.a tablece la estension que ha de tener en esas ciencia, y menos la agricultura en .que la escuelas superiores la enseñanza de 1a agripráctica ha de ir necesariamente unida á la cultura, y se espresa que comprenderá co- teoría, se aprende de cualquier modo y conocimientos prácticos, y · nada mas. ¿ Y, es mo por via de pasatiempo en la corte: sino 'posibl~, preguntamos nosotros, que eondnz- que es necesaria· una carrera mas ó menos can para algQ los conocimientos prácticos larga, estudios muy especiales, y no <toncesin los teóricos ? Y si no es posjble que se bimos que puedan darse esos estud\os si anhaya querido 'que vayan los unos sin lo's. tes no se fija, con claridad su duracion y las materias que han de ser objeto de ellos, ~sí o!ros, ¿ dónde van los alumnos de las escuelas superiores á _aprender los teóricos ? como tampoco c,oncybimos lo que puedan :)prender en agricultura los di,scípulos en las No será ciertamente en las escuelas elementales en que solo se estudiarán nociones normales mientras los rnaestros,se est~n insde agricultura, porque de estas escuelas sa- truyendo en Madrid en lo que luego han de enseñar. Y esto dado caso que s·olo hubieran len ya maestros, porque ellas no son un esca.Ion necesario para pasar. á las superiores, de -s~r maestros de agricult'ura, porque de y porque en estas solas y sin ayud¡¡, de otras las dtspo~iciones del ~ecreto •á que nos. contraemos deducimos _quea~emás de esta cienhan de formarse p_rofesores de mayor cate-


cia habrá dP, esplicar otros ramos el maestro _que esté en la corte, para los cuales necesariamente habrá de buscarse ó nombrarse quien le sustituya. Procediendo de este modo es como los mejores pensamientos y los mejore~ deseos se estrellan contra las dificultades insupeTables que presenta la falta de uniformidad y meditacion en los primeros ramos de la administracion pública, y despues de aclarar dudas y de haher de espedirse nuevas y nuevas órdenes para suplir lo que anticipadamente debiera preverse, en último resultado se consiguen, si acaso, . instituciones imperfectas que no pueden Henar cumplidamente el objeto para que se crearon. Nosotros creemos que se hubiera procedido mas lógtea y convenientemente estableciendo ante todo la instruccion de la agricultura de la manera que anunciamos en 1. 0 de marzo, y una vez hecho esto se sabia ya las escuelas donde había de aprenderse y la duracion de los estudios. Entonces ~i no podía hallarse jóvenes (que tal vez los haya ; sino todos los que se necesiten, al menos algunos) á quienes confiar desde luego la enseñanza de la agricultura que sea indispensable dar en las escuelas normales su peri ores y elementales, en cuyo caso habría podido abrirse oposicion, la misma juventud, se hubiera apresurado á acudir á las cátedras de agricultura en busca de los conocimientos que habian de abrirles la senda 'de su porvenir: cátedras á las que no han de asís ir únicamente los que hayan de ser maestros en las normales, pues que deben ser públicas para, todo el que sin buscar carrera quiera aprender siquiera el modo de mejor cultivar sus propiedades. Debió, pues, ante todo establecerse metódica y generalmente la enseñanza de la agricultura, sino en todos los puntos ó escuelas donde deba darse, porque á ello se opusieran cualesquiera circunstancias enteramente invencibles, á.1 menos donde fuese mas necesaria y conveniente para despues estenderla por lodo el reino. Así, despues de estudiarse en las escuelas primarias el CaJecismó de agricultura mandado escribir por el gobie11no, ó al mismo tiempo que esto em-

52 pezára, podrian abrirse los cursos donde debieran aprenderse los Elementos, y esto sin gastos considerables y sin gravar los presupuestos, porque pudieran aprovecharse Jas economías de que son susceptibles otros ramos de la instruccion; y si púr de pronto se carecia de establecimientos rurales de la nacion donde aprender la práctica, por insignificantes sumas ó arriendos, y tal vez gratis, se bailarían propiedades de particulares que ofrecerían sus tierras, sus árboles, sus útiles de labranza y cuanto necesario fuese para las lecciones prácticas. Obrando de este modo el gobierno habria sido mas consecuente, sin duda, con lo que anunciaba ó dejaba consignado al establecer las comisiones regias de agricultura, así como lo hubiera sido tambien oyendo á los comisionados, ya que nó á las juntas provinciales, antes de plantear en todo ó en parte la instruccion agrícola, supuesto que este asunto es uno de los objetos sefürlados á los comisionados regios para el desempeño de su encargo, segun las instrucciones que se les dieron en 5 de octubre del año anterior. Estos comisionados habrian ciertamente correspondido á cualquie·ra invitacion del gobierno, por cuanto hemos visto que alguno, el Excmo. Sr. D. l\fariano Miguel de Reinoso, ya tomó la iniciativa en este y otros particulares de no menos importancia, de los que cuando nos sea posi ble nos ocuparemos para corresponder á la invitacion que hizo la junta de agricultura de Valladolid y alguu periódico político de Ja corle, que ambos dieron al público escritos ó proyectos interesantísimos que ocupan la imaginacion de tan digno é ilustrado funcionario. Hoy concluiremos repitiendo el modo imperfecto, estemporáneo é inoportuno en parte con que se anuncia la enseñanza agrícola en las escuelas normales, y desearíamos que el señor ministro del ramo fijase por un momento su reconocida ilustracio'n, y tarobien el señor director de agricultuTa la suya, en las indicaciones que antes y ahora hemos apuntado, con mas ó menos acierto, sobre el punto en que principalmente descansa todo el porvenir de nuestra agricultura: indicaciones que no corresponde sean objeto se-


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cuad~rio de reglamentos, p_orque si_ esta ~nstrucc10n no se establece bien y ba10 sólidos cimientos, todas las mejoras que despues se

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intente.n nacen muerta¡, ó al mas leve _soplo sucumben. · ,.,

CULTIVO DEL ,TOPINAlllBUCO Manifestam1ls en otra ocasiorl ( pág. 4•12,

ta es conocida en España con el de pataca (1) aunque le han dado otras denoI.Oinaciones grande importancia que tienen las plantas diferentes, como la de papa ó patata de caña, de raices carnosas en la agricultura y ea la á causa sin duda de la figura del tubérculo 1 , economía rural, no solamente para la ali- y del gusto azucarado de su fecula. .mentacion y cebamieato del ganado de toda El topiaambuco que es originario del Braespecie y por el producto que prestan algu- sil, es cultivado por nuestros labradores tres nas de ellas en las artes, tales como la re- siglos há, pero sin que le hayan dado hasta molacha por las cantidades de azúcar q.ue ahora todo el interés que este vegetal se meofrece y la patata por la fécula en que rece. Es planta de raíces vivaces que desarabunda, sino que esta importancia es re- rollan tubérculos de volúmen estraordinario, lativa al alimento que muchas de dichas en número considerable de una figura parplantas proporcionan al hombre con sus tu- ticular y diferente de la de las patatas, y por bérculos ó coq sus raíces, hasta el punto de , cuya forma han dado á este tubérculo el constituir la base de la manuteacion de pue- nombre de pera de tierrn. El topinambuco blos' enteros. En aquel artículo, que versa desarrolla ca.da año un tallo muy robusto y sobre la importancia que tienen en la agricul- bastante leñoso, de unos seis á aiete piés de tura las plantas de mices carnosas, no hici- elevac10n, provisto de abundantes bojas y mos mas que 'indicar brevemente esta misma sembrado de pelos ásperos . La flor de este importancia, y enumerar muy por alto las . vegetal se asemeja á la del girasol, á cuyo principales especies económicas que convé- género pertenece, es de un color amarillo, nia culli vaf en beneficio de la ganadería y y florece en agosto ó setiembre. de la economía rústica; y cumpliendo con lo El descuido en que se ha, tenido e}cuttivo que entonces ofrecimos de ocuparnos suce- de esta planta hace que no se haya obtenido sivamonte de dichas plantas lo hacemos hoy de ella las variedades nuevas q•ue habia de--<lel topi1iambuco ó pataca, creídos qQe su cul- recho, á (}sperar ,, ·princi,palmenle en España tivo es de suma consideracion. donde la temperatura. suave de casi. t-0das El topinambuco, llamado"])or Linneo ·Hesw; provincias permii.e que la pataca. pueda lianthus tuberosus, ha recibido varios nombres, y puede decirse que cada nacion que(1)· En éataluña se- llama al ló'pioambuco ny(jlo ha cult,ivado le ha dado el SU~'º· Esta pldn- mara ó ñámara . n.º 22, lomo 1. 0 de nuestro periódico) la


llegar á una completa florescencia. A ese al ganado lanar 1 y sus tubérculos podrian servir para los cerdos apacentándolos en el mismo descuido se debe el que dicho vegetal no haya mejorado sus cualidades, como ha-· tiempo de estar formados y robustos tales tubérculos . bria sucedido si se hubiese aprovechado la En cuanto á la naturaleza del terreno, el siembra de sus semillas del mismo modo que las de la patata, de cuya planta con- 1opinambuco vegeta en todos lo~ suelos p()r fuertes y árid()S que sean. Sin embargo que tamos en el dia variedades infinitas. Ni en vive bien en los muy arcillosos y en los que el norte, ni aun en el centro de la Francia, abunden mucho en arena, no obstante dá ni menos todavía en los paises mas frios bao mayores productos en los abonados, sueltos podido conseguirse estas variedades á pesar y húmedos, porque en ellos el tubérculo se de su es[!lerado y diligente cultivo, pordesarrolla fácilmente, toma un mayor volúque la poca duracion d~ los veranos no permite al topinambuco alcanzar una florescen- ' men y es mas provechosa su cantidad de fécula. Puede no obstante pl:mtarse la pataca cia perfecta y madurar completamente sus frutos. Nosotros indicaremos los dos medios en todos los terrenos donde no vegete otra de reproducir este vegetal, al propio tiempo planta; y aunque sus productos no serian de importancia, utilizaríamos al menos un esque describiremos circunstanciadamente lo demás que abraza su cultivo. pacio ó una esposicion que- pudiera quedar Clima y tM-reno.-EI topinambuco vegeta sin cultivo. Labores.-Cuando la pataca se cultiva coen cljmas muy estremos, y esto hace creer mo planta económica y en, terrenos que se que la temperatura no tiene tanta influencia presten á cosechas abundantes, deberemos como se ha creído en la multiplicacion de dar las labore:, de preparacion y de consersus tubéreulos. Es una planta que se la vé vacion correspondientes. Las primeras concrecer en Francia, en Inglaterra y en España, y á pesar del clima opuesto de estas na- sistirán en remover la tierra una ó dos veciones dá en todas ellas resultados ventajoces antes de la siembra y á mas ó menos sos. Las esposiciones abrigadas y húmedas profundidad segun la naturaleza del suelo y la humedad que contenga, siendo por regla son las que le convienen mas, •sin que por esto deje de dar producto en otras diame- general mas crecida la cosecha cuando la tralmente opuestas. El cultivo de la pataca tierra se ha puesto inuy suave y porosa. se presta tan ventajosamente á ciertas alter..: Como este tubérculo ha de semorarse á úlnaciones simultáneas, que bajo este punto timos de invierno, convendrá dar las labores de vista ofrece utaidades inmensas. En los de preparacion á fines del otoño precedenpaíses donde se dedican á la sierubra y prote con objeto de que la tierra se ponga suave con las heladas y se sature debidamente de pagacion de los bosques artificiales cultivan Ja -pataca entre los espacios de iierra que águas. Poco ante,s de verificarse la siembra será oportuno dar otra labor menos profundejan las líneas de los árboles, y esta prácda, con el fin de facilitar el desarrollo del tica es muy provechosa principalmente en tubérculo. De las labores de conservacion los puntos donde la mala calidad del suelo hablaremos despues que lo bagamos de la no se presta á la siembra de plantas anuas siembra. mas productivas. La pataca vive bien en los Abonos.-El desarrollo de la pataca y la valles y en los fosos, y debería cultivarse en magnitud de sus tubérculos estarán en relalas inmediaciones de las cercas donde se ven cion con la feracidad del suelo, y por ello comunmente espacios fértiles de terren~s las hojas y las raices abundarán mas en las empleados en criar vegetales inútiles. Deberían sembrarse tambien y dejar luego que- tierras muy abonadas. Las materias fertilizantes que deben empleárse cuando sembrese desarrollasen espontáneas las patacas enmos la pataca han de ser de una mediana tre los bosques naturales, cuyos espacios no facilidad en descomponerse : el estiércol de se utilizan comun-mente, porque esta planta daria con sus tallo! un alimento abundante cuadra á medio consumir será muy útil , y


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será todavía mas ventajoso añadirle alguna para inutilizar las malas yerbas. Si podesustancia estimulante, como las cenizas de mos disponer de aguas s_e regarán las planla colada ú otras por el estilo, si el suelo es tas cuando estén en sus primeras creces, y húmedo y arcilloso. Por el contrario, en las esta operacion se repetirá con alguna fretierras secas y muy arenosas convendrán los • cuencia durante el verano para que tomen abonos frescos y jugosos, como las plantas _los tallos y las raíces mejor desarrollo. Se forragíneas enterradas en el estado de flores- cavarán las patacas una ó dos veces en el cencia. La cantidad de abonos ha de ser primer año para facilitar la fertilidad de la igualmente relativa á la natural feracidad tierra y el desarrollo de los tubérculos que del suelo, al riego de que se pueda disponer, se producen tanto mayores cuanto mas poy á la circunstancia de si se cultiva sola esta roso es el suelo. Se repite una segunda esplanta ó si se alterna simultáneamente con carda ó cava siempre que lo exija la plaga otras anuas ó pereoes. La época de enterrar de las yerbas dañosas, y no solamente en el los abonos será poco tiempo antes de la siem- primer año, sino tambien en los posteriores. bra, á no ser que por un motivo cualquiera Cuando el topinambuco ha des"9legado sus empleásemos las materias duras ó gruesas tallos y sus bojas mata con su sombra las que necesitan bastante tiempo para descom- málas yerbas, y por ello en los años sucesivos no necesita la escarda mas que· en el inponerse. Multiplicacion.-El topinambuco se multi- vierno, porque desapareciendo el tallo de la plica por semilla ó de tubérculo. En nuestros pataca en esta estacion, esta circunstancia climas pueden adoptarse indistintamente es- favorece el desarrollo de los vegetales parátos dos métodos, supuesto que la prolonga- sitos. En los restantes años no tiene el topi~ cion del verano y del otoño nos permite ob- nambuco necesjdad de cultivo porque se retener frutos maduros. El método de semilla produce ó renueva constantemente con sus es poco usado, sin embargo de ser ventajoso propias raíces, por cuya razon conviene hapara conseguir variedades productivas. La cer la siembra clara. Si la multiplicacion se ha hecho de semilla las labores de conservasiembra de las semillas se hará en febrero, en suelo muy mullido, á surcos, y cubrién- cion deben ser mas esmeradas, y aun debedolas ligeramente con tierra abonada para mos preferir en este caso las esposiciones facilitar el desarrollo. La multiplicacion de abrigadas y calientes. Multiplicanao el totubérculo se hará en esta misma época, ó en pinambuco por semilla se tarda en obtener enero si se quiere, por cuanto esta planta tubérculos voluminosos , porque el creciresiste las heladas y no teme en ningun es- miento de estos y .del tallo es lento y no lletado los rigor"'s del frío. Los tubérculos ó ga por lo comun á su completo desarrollo hasta á los dos años. raíces se sembrarán en porciones que conRecoleccion.-Se utilizan de esta planta el tengan dos ó mas yemas, y será aun preferible enterrarlas de un mediano grosor por- tubérculo y el tallo; este como forrage, y que no se pudrecen con la humedad de la aquel como planta económica para el cebatierra. Los tubérculos deben enterrarse á miento del ganado. Como el topinambuco una mediana profundidad para que se de- produce abundantes partes tallosas, podemos ir quitando las hojas que sean sobrantes sarrollen sus yemas con el beneficio de la temperatura: se colocarán en líneas distan- para darlas como forrages, y el tallo se cortes unos dos piés las unas de las otras, de- tará luego que el vegetal empiece á perder jando igual espacio próximamente de una á su color verde. Los tubérculos podrán desotra planta. Si el terreno ;es muy fértil y enterrarse y recogerse á últimos del otoño; puede regarse con frecuencia, la distancia pero como resisten completamente á las heladas mas fuertes, no importará que los dedeberá ser mayor de la que hemos dicho. Luego que la planta baya desplegado sus jemos en la tierra hasta el momento de darprimeras bojas y haya tomado cuatro ó cin- los al ganado. Algunos agrónomos diEtinguic.o dedos de elevacion, daremos una escarda dos aconsejan este método de-,dejarlos uni-


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<.jos á la -planta durante el invierno para que aumenten de volúmen y perfeccionen la fécula de _su tubérculo. Sin embargo, será pru de nte arrancárl os y guardados en los sótanos ó almacenes siempre que recelemos µn invierno muy frio y amenacen nieves ó heladas muy p,rolongadas, porque por mucha que sea la resistencia de este vegetal podrian alterarse los tubérculos por la accion del hielo y perderse, una gran éantidad de este producto. La recoleccion no debe hacerse en dí as bú"medos, ,ni deben almacenarse los tubérculos sin estar enteramente secos porque la humedad es la circunstancia que principalmente los daña. \ El topinambuco se arrancará corno la patata, guardándose tambien las mismas reglas ó preceptos que exige aquella para la conservacio:.i de sus tubérculos. La cantidad ' de producto que dá la pataca estará en r~lacion con las cuali'dades del terreno donde hubiese vegetado, y segun los cuidados que se tuviesen en su cultivo. Vernos que los agrónomos hablan de una manera diferente acerca de las ventajas de esta planta, diciendo unos que su cuhivo es mas provechoso que el de la patata, cuando otros sostienen que en circunstancias iguales el topinambuco dá una cuarta _parte menos de prod~cto que la patata. Los tubérculos de la~pataca toman á veces un desarrollo estraordinario y esceden en mucho al de la patata, y por lo que hace á la cantidad de raices ó tubérculos el topinambuco aventaja comunmente á la patata. Alternaciones.-El topinambueo formaria provechosamente una parte interesante de ciertas alternaciones, si la facilidad con-·que se multiplica por lps mas pequeños tubérculos no fuese un mal para las ccrseehas que han de sucederle. Sin embargo, M. Ivart, describe una rotacion de que haremos 'mérito por parecernos la mas ventajosa, y es la siguiente: En el terreno que se destine para dicha rotacion se siembra en el primer año el topinambuco, aprovechando en lo posible la cantidad dé forrage que ofrece: 2. 0 afüJ; un cereal de primavera, como prado artificial: 3.r ,año; prado artificial ó plantas ade~uadas á la_naturaleza del terreno : ~- 0 año;

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un cereal de invierno. Debemos.advertir que despues de cosechado el forrage del segundo año conviene recoger cuidadosamente los tubérculo~ que se hallen tod.avfa en el interior de la tiérra destruyendo, mas tarde las plantas que vengaq desarrollándose nuevamente. Como el topin'ambuco es tan . difícil de esterminarlo en el pu~to don.de haya vegetado un año solamente por la facilidad con que se reproducen sus tubérculos, el modo mas á propósito para lograr su <lestruccfon será aparcar en el terreno un número regular de cerdos que hocicando la tierra para estraer los tubérculos destruyan perfectamente todas las partes de la planta, así las interiores ~orno las esLeriores, al paso que remuevan y abonen la tierra. Fuera de este medio casi no se alcanza otro para esterminar; la pataca. · Utilidttdes de la pataca 6 topinambuco. No creemos que en circunstancias iguales esta planta esceda en mérito á la patata, á 1~ remolacha y á la zanahoria; pero la ventaja que tiene el topinambuco de poder vegetar en los suelos estremadamente áridos ó arcillosos y en los enteramente ~squilmados asi como ha de resistir las sequias mas rigurosas y los frios intensos, ha hecho que el cultivo de este vegetal sea mirado con grande aprecio y que ocupe un lugar preferente entre las plal'.ltas econiímicas. Otra de las ventajas que ofrece la pataca es que no necesita renovarse cada año su siembra, porque siendo una planta de -raíz vivaz despliega cada primavera nqevos y abundantes tallos, tomando por sí sola . mayor estension el cultivo, al paso que sus tubérculos ofrecen una economía porque pueden dejarse unidos á la planta aun durante los inviernos ·fríos, r~cogiéndolos 'á tiempo ·que se necesiten para la alimentacion del ganado. El producto principal de la pataca es el tubérculo que se desarrolla entre sus raices, el que puede ser un alimento para el hombre y de utiJ-idad para la1, clases menesterosas, comiéndolo asado ó cocido en agua. El alimento de este tubérculo, que·es comunmente rojizo, es sano y nutritivo y de un gusto algo parecido á la alcachofa. ' En España se acostumbra comerlo crudo en ensalada,


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ó conservado en vinagre ; pero el destino principal que se dá á la pataca es la alimentacion del ganado. Aunque las especies mular y caballar la repugnan al principio, se acostumbran no obstante á su uso: los ~erdos, las ovejas y carneros la comen muy ávidamente, y segun la opinion de Dauberton la prefieren á las berzas. Es mejor darles los tubérculos en estado cocido, porque de esta manera pierden una gran cantidad de agua de vegetacion que suele producir indigestiones á los animales, al propio tiempo que por la coccion se desprende el ácido en que abunda la fécula. Ya Lemos dicho que los cerdos pueden comerlos crudos en los campos, arrancándolos con sus hocicos. Es conveniente no dar al ganado los tubérculos de la pataca cuando hayan entrado ,·a en un estado de fermentacion ó descomposicion, y tambien deberá evitarse que se empleen crudos los muy aguanosos ó que hayan c¡:_ecido en terrenos húmedos. Para evitar los erectos del agua escedente que cqntenga el tubérculo de la pataca será oportuno añadir en el acto de la coccion una cantidad de sal ó algunas bayas de enebro machacadas, ú otra sustancia cualquiera estimulante que pueda escitar las vias digestivas del animal. Cuando se empleen los tubérculos crudos deberán lavarse antes de darlos á las reses para separar la cantidad de tierra que suele irles unida. Las hojas del topinambuco ofrecen tambien un forrags apreciable que suelen comer con apetito todos los ganados. En prueba del precioso recurso que puede ser para el cultivador el forrage de esta planta, citaremos el ejemplo de M. V. 'de Tracy referido en el Cultivateur del mes de marzo de 1835. «l!":n su granja de Paray-le-Trécil, cerca de «Moulins (Allier), en el verano de 1834 los «prados naturales estaban¡;ecos, de manera «que las varias especies de trébol florecian «cuando apenas sus tallos habian desarro«llado algunas pulgadas de elevacion. En «esta apurada circunstancia recutrió al to«pinambuco, cuya elevacion media era en«tonces de 5 á 6 pies, y el cual ofrecía un, fo<tllage de un hermoso verdor. Hizo segar es«tos tallos á mediados de agosto, y durante

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«el espacio de mas de dos meses recogió ca«da día de este forrage una carretada del «peso de mas de 1500 libras. Los bueyes de «labor lo comieron constantemente con el «mayor apetito, y lo que hay de mas nota«ble en este ejemplo es que la cosecha de «tubérculos no disminuyó apenas, no cono«ciéndose casi diferencia en la cantidad de «las plantas que se segaron comparadas con «las que habían conservado las hojas y el cttallo.1> Las hojas del topinambuco pueden convertirse tambien en heno ó en forrage seco como se hace con las hojas de los árboles. Los tallos de la pataca arden perfectamente y ofrecen un combustible apreciable y muy á propósito para calentar los hornos. Comunmente se destinan los tallos secos de esta planta par!\ las camas del ganado; peTo en vista de las ventajas que presenta parn la combustion será preferible darles esta última aplicacion , porque la materia leñosa de las cañas de la pataca se producen con dificultad y no producen por otra parte gran porcion de abono. Cuando estos tallos tomen mu cho desarrollo pueden emplear e además como rodrigones para árboles frutales de poca elevacion, y para dar a poyo á las habichuelas que han de desarrollar zarcillos, ó para mantener derechos los cáñamos que se encamen. Concluiremos este artículo recomendando á nuestros lectores que cultiven en grande escala el topinambuco en todos los terrenos que se presten poco á otros cultivos mas provechosos, principalmente entre las llanuras sembradás de bosque, por el mayor interés que llevaría este tubérculo á las plantas bajas y leñosas que se reproducen en grandes porciones, aun cuando se abandonase lapataca á la sola naturaleza. El dia en que nuestros propietarios conozcan los inmensos productos que pueden darles los bosques artificiales, y en que se dediquen á su provechoso cultivo, entonces podrán alternar en muchos terrenos el topinambuco con los vegetales arbóreos y alcanzar cosechas abundantes. Como la pataca es una planta comun en todas las provincias de España, por eso no


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la ofrecemos á nuestros suscritoi'es que tienen sebrada facilidad de proporcionársela. El dirnctor de nuestro periódico trata de obtener variedades por el Q1étodo de la siembra

de semilla en el jardín botánico que está á su cargo, y luego que las consiga brindaremos con ellas por el mucho interés que tendrán sin duda en la agricultura.

UTILIDADES- DEL BUEY PARA LA GUER.RA ,. Aunque .no.s. apartemos ·en este artículo mostrar estas ventajas ó utilidades será redel objet1:1 principal de nuestras tareas, es ferir lo que nos dice el Viagero universal, en decir, de la agriculLura práctica y de la im- su carta 87, página 341, al hablar de las portancia de la economía rústica, volvere- costumbres de los namaqueses, pueblo del mos á ella sin embargo tan luego como ha- Africa, y es como sigue: ((Por lo que he diyamos manifestado brevemente que el buey ((cho del carácter flemático de los .grandes aun presta al hombre las utilidades que se unamaqueses se puede hacer juicio que no señalan en el epígrafe con que encabezamos «son guerreros ; sin embargo tienen, así co«mo sus vecinos, azagayas y saetas envene. estos renglones. Como nuestro i-ntento es dar ((nadas, las cuales armas saben manej a,,r á conocer todas las ventajas que el buey ofrece al hombre y la much a preferencia ctbien. Tienen bueyes de guerra que son que tiene sobre la mula, sea cualquiera el «muy temibles en los combates y favorables ceá la cobardía é inaccion de los combatienaspecto bajo que consideremos á aqueÍ, por ce tes.» ello descenderemos basta nimiedadés que parecerán tal vez inoportunas, si bien son , El propio Viay'ero en la citada carta y páconformes al aprecio en que nosotros tene- gina continúa hablando de este mismo asunmos 'al buey. to en los términos siguientes: «En mi -viaje Los ejemplos que pudiéramos citar cun el ((á los namaquese,; he Qbservado, q1,1e si bien fin de dar á conocer ·1a utilidad que los bue«estos pueblos ó tribus no viven sino entre yes tienen par.a la guerra, no podríamos sa«peñas y en un. terreno el mas ingrato quizá carios de los diferentes pueblos de Europa cede toda el A.frica, he notado que tienen los que mas adelantados en la carrera de la ci«bueyes más grandes y hermosos que he vilizacion han sabido admitiriuniversalmen«visto.» Vamos ahora á describir uno de te otro animal, el caballo, cuya finura de estos bueyes de guerra, rnliéndonos de las sus formas á la par que la nobleza de su mismas palabras del referido Viagero uníporte lo hacen rec1:1mendable para la guer- versal en su tomo 8, carta 88, página 6: ra. Pero no faltan naciones ó tribus fuera de ((Este animal, dice, no tan notable por su Europa donde adiestran los bueyes para to<ccorpulencia gigantesca: como por sus sodos l'os usos de la guarra y de la caza, y, de ccberbias formas, era el· mas bello de cuanellos se valen con n?table ventaja para uno ,i tos babia vi_sto: s~ cabeza magníficamente y otro c~sQ. El medio mas oportuno de deo:arm~da tema dos rnmensas astas que se-

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«parándose una de otra simétricamente pa«ra formar dos semicírculos perfectos eleva«han sus dos puntas distando entre sí cua«tro piés y ocho pulgadas·. El mismo cau«dillo de los Kabiboqueses era el que lo ha«bia adiestrado, por cuya razon lo estimaba <cmucho. » No es el Viajero universal solamente quien nos babia de la importancia que tienen los bueyes para la guerra entre los namaqueses: otros varios autores podríamos citar que corroboran esta mi¡;m.a opinion ; pero nos limitaremos á copiar lo que refiere Bomare de los hotentotes en la palabra Bakeleys, especie de bueyes con bolsa. ({Los hotentotes, «dice este autor, los adiestran para la guerccra y se sirven de ellos como los asiáticos «de los elefantes, y para esto escogen siem«pre los mas fieros y generosos. Cada ejér«cito lleva un buen rebaño de estos bueyes <cde guerra que se dejan gobernar sin traccbajo y sin conductores, los sueltan cuando «conviene, y son tan dóciles y obedientes á ccsu voz como los perros entre nosotros : á «la menor señal estos animales belicosos se «arrojan con furor sobre el ejército enemigo, «y nada hay que los pueda detener: á cor«nadas, patadas y coces arrojan por tierra, «destripan 6 despachurran, pisotean y atro<tpellan con una ferocidad espantosa. cuanto «se les pone delante : se arrojan en medio cede las líneas y lo ponen todo en el mayor «desó rden ·y confusion sin que nada les es«pante, y de este modo preparan á sus due-

«ños una Yictorfa fácil ; pero dóciles "Y obr~«dientes á la voz de su conductor, moderan «su furia y obedecen al sonido de su voz. «Así este animal une á la intrepidez mar«cial del caballo el ainor y fidelidad del ({perro.» El conde Buffon al hablarnos del buey cita á corta diferencia lo que acabamos de copiar del Viagern universal respecto á dicho animal entre los hotentotes, añadiendo que estos pueblos instruyen además al buey para guardar los ganados, conducirlos, volverlos, juntarlos y defenderlos de las bestias feroces: le enseñan á conocer al amigo y al enemigo, á entender las señales, á obedecer á la voz de su dueño etc. Entre los pueblos bárbaros pudiéramos apuntar muchos que se sirven tambien del buey para la caza ; y se cuenta de un hotentote que adiestró con tal maestría á un toro, que corría con tanta ligereza que alcanzaba á los gamos en su carrera. No hemos hecho mas que indicar las ventajas del buey para la clase de ejercicios de que hemos hablado, nó porque tengamos necesidad de servirnos de él para la guerra ni para la caza; sino para demostrar que por muchos que sean los cuidados que se tengan con este útil animal, nunca se hará lo bastante para recompensarle los favores ó utilidades que presta ó puede prestar al labrador con su trabajo, con sus escrement11s, con su leche, con sus carnes, y finalmente con sus despojo¡;.

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APUNTE$ AGRtCOlA$. ---.m-®G!S-

REMITIDO.

ma, y alternarlas debidame~te en sucesion de cultivos, son los puntos que se han de A nuestro apacible clima faltan lluvias, á enseñar con preferencia en España y de que nuestro fértil suelo faltan brazos. Pero no deben tratar, sobre todo, los agrónomos que faltan rios caudalosos para canalizar, ni cor= presenten los Elementos de agriculturn al r~entes subterráneas para surtir á la super- concurso propuesto por el gobierno. ficie de la tierra por medio de pozos artifiDeseaba ofrecer tambien el fruto de mis ciales. esfuerzos de mi larga práctica: babia reConvel\cidos de que pocas asociaciones se suelto indagar en el curso del próximo veforman en España para las grandes mejoras rano, con•ciertas condiciones de preparacion, que necesitamos; creyendo verdadera la an- la facultad higroscópica de las varias tierras tigua leyenda aragonesa del pueblo Venta- áridas en todos los días y á todas horas del farina probado por algunos años de falta ab- dia; pero una causa ridícula promovida consoluta de lluvias y abandonado por fin; hatra mí en Madrid, me obliga á emigrar de biendo presenciado además la eD?igracion á España; Escribo ya desde mi retiro. Oran (Argelia) de poblaciones entef~S de la He presenciado en Madrid los ensayos del provincia de Alicante, arruina-das por la dearado -Hallié perfeccionado por Don Mariano sastrosa se,quía de la última decada, juzgaMiguel de Reinoso y últimamente por D. mos necesario dedicarnos á acertar los culJulian Gonzalez de Soto, que le aña~ió un tivos mas útiles en los terrenos mas secanos, mecanismo ingenioso¡ como tambien los del y ob:::ervamos desde luego qQe la tierra muy arado Dombasle modificado por Don Hidalporosa, sea natural-mente, sea por medi·o de go Tablada, y otro arado del Sr. Asensio, las labores, dá cabida á la atmósfera y aco- cuyo mecaaiEmo admirable me pare.ce inútil pia la humedad que esta tiene suspensa con porque son iaútiles dos vertederas que se tant1 abundancia en los días de invierno y cierren y abr~n alternati1•amellte. en las noches de verano, y facilita la.converDon Hidalgo que ha visitado las haciension del oxígeno en gas ácido carbónico, la das-modelos de Francia no ha parado toda disolucion terrosa, y la última descomposi- su aleacion en el OJodo de arar con vertedecion de la sílice en los silicatos provechosos ras; Don Julian Gonza'lez que no las ha visá la vegetacion. Observamos tambien que la to, ha indicado sin embargo un medio senabsorcion de humedad es mucho mayor que cillo, y mejor que el que ha propuesto el la evaporac;ion, no solo en los meses de in- . Sr. Asensio con su arado de vertederas movierno, sino tambien en los meses de abr.il, vibles: mas el mejor de todos es el gue se igmayo y junio, y es prqbable que sería ma- nora en Castilla á pesar de ser el mas senyor igualmente e11 la mas cal urosa estacion, cillo. Consiste en di vid ir el campo en estrepero entonces con fa condicion de una poro- chas amelgas para pasar con el arado á la sidad estraordinaria producida por el des- izquierda y volver á la derecha de cada menuzamiento y mezclas de mantillos, por amelga, pasar el surco tercero á la izquier las labore!; y por las nuevas máquinas de da junto al primero, el cuarto junto al searar. gundo, y así los demás basta concluir en el Dar la su·ficiente porosidad á la tierra, es- medio con una zanja abierta, quedando el coger las plantas propias á cada suelo y ~li- campo en zonas combadas que dan á la la-

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bor tanta perfeccion y á la fin,.ca tanta hermosura. Si-algunos campos en varios puntos de las Castillas estuviesen laboreados por una mano maestra y con los nuevos arados, pronto quedarian desterrados, á no dudarlo, los miserables arad0s antiguos. Tambien .necesitan reformas los pobres carros de la cabaña real; pero sobre todo debe llamar la atenciou de los ganaderos el mejoramiento de la raza merina, porque mientras en España se procuraba tan solo aumentar su número, algunas merinas pasaron al eslrángero donde fueron perfeccionadas sus lanas en pocos años, hasta darlas un valor tres veces mas crecido y enviarlas á nuestros fabricantes con el nombre de lanas de Sajonia, sin-cuya calidad eminentemente superior no se pueden fab~icar los que llamamos en el dia paños finos. El medio de que se valieron los estraogeros no ofrece grandes dificultades: otro d~a escribiremos sobre este particular. Ultirnamente recorrí el Aragon con sus inmeosps eriales, basta llegar á Zaragoza: las corrientes del rio Jalon que como otro Nilo fertiliza llanuras espaciosas, las viñas celebradas de Cariñena, algunas vegas y las orillas del canal anuncian un pueblo laborioso. Desde Zaragoza ha'sta las fronteras de Cataluña es un desierto inmenso, sin dehesas, sin árboles, · sin cultivos. El terreno parece de pocas migas, el cielo demasiado serenoh el clima poco propicio á la labranza; pero la industria contemporánea ha logrado vencer tantos obstáculos, que has ta~!os terrenos mas pobres en las regiones mas ingratas pagan los sudores del labrador aun en los años mas calamitosos. La elec-

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cion de las plantas de secano y la pe;feccion de los arados para desmenuzar la tierra de tal modo que arrostre la sequedad ó que aoopie la humedad atmósferica, han operado adelantos en los cultivos que admiran aun al hombre .menos aficionado. Véanse sino los Landes (arenales) de Burdeos hace poco tiempo desiertos y puestos hoy en buen estado de producto por los alumnos de la escuela de Grignon, y cuyos productos y vakr aumentan todos los años: por todas partes los estrangeros establecen escuelas de economía rural. En las inmediaciones de Perpiñan la escuela teorico-práctica de Gcrmainville, que acaba de establecerse, es el modelo que tenemos mas cerca. En España todavía nada de tnstruccion práctica, no obstante que ninguu otro pueblo necesita mas sacar partido de su suelo. Bajo ningun otro clima europeo bay mas necesidad de fomentar los cultivos de secano. Una grao parte del país está inculto, y las grandes llanuras del Aragon, al parecer in fértiles, son superiores á los Landes de Burdeos. En estas llanuras he logrado la concesion de mil cahices de tierra donde espero algun día, con 1~ proteccion del gobierno, formar una enseñanza de los cultivos mas difíciles y desconocidos entre nosotros. Ojalá acierte en los terrenos áridos de Aragon, como acerté en otras partes, los vergeles, las alamedas los pr~d~s artificiales, los estivales, y logre con m1 e¡emplo llenar de cosecbas variadas tanto pais inculto y contribuir al bienestar del pobre; á la abundancia del propietario, y á la rjqueza ~e la nacion. J. PRAX.

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VENTAJAS ·DE LA SIEMBRA TE.MPRlNA de la patata para preserva1·la de la actual enfermedad.

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No tratamos de, hablar en este artículo de ley y ocurridos en Inglaterra, cincuenta y vagas teorías acerca de las causas de la en- tres son en favor de la plantacion de Cltoño y fermedad que actualmente y há pocos años once nada mas en contra. El resultado fapadece la patata en Europa, ·ni tampoco de vorable de es(e método ha sido principalmen· esponer los medios preservativos ó cura- ' te not.able en el condado de CornouaiHes dontivos ·que se-han in.ventado para curar el mal: de la enfermedad ha desplegado un rigor queremos ocuparnos solamente de algunos estraordinario. M. Simon de Guwennap hechos demostrados por la espcriencia, y de (CornouaiUes) vió, por ejemplo, qne las pataalgunas observaciones realizadas con ingetas que se plantaron en oct~bre no fueron ·nuidad y laudable objeto, por agrónomos dis- atacadas del mal; qué las sembradas en notinguidos, en las naciones d<:mde mas ha su- viembre lo fueron un poco, y que al contrafrido la patata, lo que mirado sin prevencio- rio ll!s plantadas en febrero sufrieron con nes no;; conduce á una satisfactoria conclu- rigor la enfermedad. M. Hutéhinson de Camsion. De la informacion pTopuesta por Lindley borne observó que sus patatas plantadas en y á la q.ue han concurrido diferentes agró- octubre y noviembre produjeron los tubér·nomos y horticultores, sin poder pensar que culos casi todos sanos, yMr. Miller, de Mar· mediase entre ellos inteligencia alguna re- ve!, que su siembra de octubre fué escelente sulta que el medio mas conducente para re- y la de noviembre no tan buena. Semejantes . mediar la enfermedad de la patata, y tal vez resultados se han observado en Devonshiuel único , es plant!],t)a en época oportuna y es- re donde la enfermedad ha sido tan temible coger un térreno á propósito. como en Cornouailles, y para no estendernos En vista de las numero_sas observaciones demasiado en nombres propios citaremos por presentadas en aquel concurso y de las otras último á M. Sannders de Dawlish qne recomuchas que se han escrito ' y publicado im- gió enteramente sanas las patatas que sempMcialmente, puede decirse que la patata no bró en otoño, mientras que las que babia ·libra su suerte y su salud mas que en estas mandado plantar en época mas avanzada se dos condiciones princ_ipales del cultivo que perdieron casi enteramente. deben ser tomadas en consideracion por toHemos dicho qu1;1 de los sesenta y cuatro dos los agriculores. El resúmen de la memo- casos reunidos por Lindley once no fueron ria de M. Lindley, que tenemos á la vista, favorables á la plantacion de otoño; pero es nos confirma la verdad in,dicad¡¡,, y ese re- preciso advertir que de estos once casos dessúmerr es el mismo que pasamos á poner en ventajosos la falta de buen éxito debe atriconocimiento de nuestros lectores. buirse á la mala eleccion del terreno, que por •Ptantacion de otoño.-Llamamos planta- cierto no carece de influencia ; y por lo que cion de otoño á la que se hace desde octubre hace á los cincuenta y tres, no ha podido d-arse todo el valor á las observaciones por los · á enero, la cual ba ' sido muchas veces recomendada y muy pocas puesta en práctica. escasos detalles. con que las aiom pañaban sus Este tiétodo es tan favorable para prevenir autores, hasta tal' punto que confiesa ingeel ma_l de la planta que nos ocupa, que de los nuamente ~f..Lindley no haber podido hallar sesenta y cuatro -casos señalados por Lind- en ellos la debida esplicacion que hubiera


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apetecido. La Escocia ha presentado tambien noventa y uno buenos; en Irlanda, diez conal concurso cuatro casos de plantacion en ' l tra nueve: en el pais de los.Galles cinco, conotoño, dos la lrlanda y uno el _pais de los tra cinco; y en una palabra: en el Re'inoUnido, hecha escepcion de la Escocia cuyo Galles, y todos con satisfactorio resultado. Plantacion en enero y febi'ero.-La mayor clima mas frío que el de los restantes paises parte de los cul~ivadores han escogido estos nombr.ados esplica el resultado, se ven ciendos meses para plantar las patatas, y no sin to cuarenta y siete casos de cosechas perdí..'. razon les han dado la preferencia sobre los das contra cien(o cinco que han escapado meses siguientes, pues que en Inglaterra de de la enfermedad, ó que al menos ha sido poco el daño que han sufrido. · ciento diez y ocho casos que cita Lindley, Plantacion en mayo y junio.-En la siemdiez únicamente carecieron de buen remltado, uno de los veinte esperimentados en la bra de estos meses la enfermedad vá progreIrlanda, y ninguno en el pais de los Galles. sando sensib_lemente, de manera que en InA la Escocia no es ·posible entrar en este cál- glaterra de ciento cii;tcuenta y una observaculo, porque su posicion muy septentrional ciones dirigidas á Lindle-y, ciento veinte dan no permite que se haga la plantacion de la por resultado una pérdida considerable de patata durante estos dos meses. Por fin, en tubérculos; en Escocia bailamos diez coselas comarcas meridionales y occidentales del chas perdidas contra veinte y tres buenas; Reino-Unido, de ciento cuarenta y dos casos en Irlanda veinte y ves casos desgraciados de siembra en enero y febrero · se cuentan contra do,s favorables, y en el pais de los Gaciento treinta y uno cuya cosecha ha salido lles, once contra ocho: es decir, en todo el Reilibre completamente de la enfermedad,' ó que no-Unido ciento sesen,ta y seis casos de pérdidas considerables, contra sesenta y siete en á lo menos la ha.n sufrido escasamente. Plantacion de marzo.-Este es el mes en que la cosecha se salvó ó que comparativaque principalmente se ~iembran las patatas, mente sufrió poco. Pero, debe notarse todaDe las notas que ha recogido M. Lindlcy re- vía que en esta plantacion de mayo y junio sulta que en la lnglaterra solamente de ciento en la Escocia aun se modificó el resultado á setenta casos observados de plantaciones be- causa de su clima septentrional y de sus vech~s en marzo, cuarenta y cuatro faltaron ranos tardios. Dejando aparte la Escocia ha-• casi del todo, y veinte y seis escaparon me- liaremos en la Inglaterra, Irlanda y ~l pais de dianamente librados. En la Escocia de cua- los Galles el importante. resultado siguiente: renta y tres casos, tres nada mas nos dieron cuarenta y cuatro cosechas buenas ó reresultado favorable; y de cuarenta y cuatro gulares por cada ciento cincuenta y cinco en la lrlandii, dos t.an solo fueron completa- casos de plantaciones hechas en mayo y jumente desgraciados. En el pais de los Galles nio; ó bien que de cada tres cosechas dos de ocho no faltó uno siquiera: en suma, en próximamente se han perdido: y si de este la Gran-Bretaña de doscientos setenta y cin- cálculo eliminá~emos las localidades montaco casos de plantaciones realizadas en mar- ñosas, cuyo clima tiene analogía con el de zo, cuarenta y nueve sufrieron una pérdida la Escocia, y nos limitásem,os á los países llanos, veríamos que el número de las coseconsiderable. , Plantacion en abril.-El número de los chas perdidas era de seguro aun mas consicasos poco favorables es grande.en este mes. d~rable. Se comprenderá mas fácilmente el resulEn Inglaterra solamente bailamos ciento tado que acaba de anunciarse por el resúmen treinta y dos esperimentos de un resultado funesto, y uoveota y uno cuya cosecha ha que hacemos en el cuadro siguiente: sufrido poco: en Eiicocía, trece malos contra


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PLANTAClON EN

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INGLATERRA, lnLANDA Y PA1S DE LÓS GALLES.

-------------- ----------EscociA. '

Malas cosechas.

Buenas cosechas.

Malas cosechas.

Buenas cosechas.

Otóño.

H.

56.

·º·

4.

Enero y febrero.

H.

rnt.

«.

»

Marzo.

88.

136.

3.

40.

Abril.

H7.

·105.

43.

91.

Mayo y junio.

155.

u.

40.

23.

Este cuadro. demuestra de una manera palpable qu_e en toda la parte meridional del Reino-Unido el otoño y los meses de enero y febrero son las temporadas mas favorables para la plantacion de la palata; que la ae marzo es incierta, la practicada en abril peligrosa, y la de mayo y junio siempre de pésimo resultado: que en la Escofia, en razon de la latitud septentrional de este pais, debe preferirse al parecer la siembra de marzo . Hemos colocado en el cálculo que precede entre las cosechas ventajosas aquellas cu-

yos tubérculos no sufrieron mas que ligeramente, pues de otro modo el resultado sería diverso si hubiésemos incluido nada mas que las que escaparon enteramente del mal, lo que demostraría aun mas la necesidad de sembrar ó plantar los tubérculos en otoño ó en enero y febrero. Damos á continuacion otro cuadro en el que se anotan las cosechas completamente sanas y las que han sufrido masó menos, así como la época respectiva de su plantacion. Por es_te mismo estado veremos la grande influencia que la época dela plantacion tiene en el resultado de las cosechas.

SE LIBRARON ENTERAMENTE DE LA ENFERMEDAD .

EN INGLATERRA, IRLANDA y PAIS DE LOS GALLES.

EN ESCOCIA.

Otoño.

22 cosechas de · 67

2 cosechas de

4.

Enero y febrero.

34 ..

H2.

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Marzo.

9.

222.

20 ..

43.

Abril.

8.

250.

36 ..

404.

Mayo y junio.

4.

200.

8 ..

33.


65 -

·ne este estado demostrativo resulta con toda evidencia, que cuanto mas temprano se verifique la plantacion de la patata mayores probabilidadés habrá _de que escape de la enfermedad. De cuanto acabamos de esponer, atendida principalmente la comparacion de los resultados obtenidos en Escocia donde los inviei:nos son mas crudos y mas prolongados, aparece que en los paises frios debe hacerse la plantacion de la patata en otoño con preferencia á todas las demás épocas, sin que por esto deje de dar resultados ventajosos la que se haga en enero y febrero; pero es preciso advertir que estas ventajas de la siembra preccz disminuyen á medida que nos acerquemos al mediodía, siendo bastante á veces una leve distancia para cambiar las condiciones del éxito que se espere obten~r. De todos modos será siempre útil la siembra de la patata en las temporadas del otoño ó en enero y febrero, aun en nuestras provincias del centro y del mediodía. La España cuenta gran porcion de terreno en el norte de la península donde se cultiva con preferencia la patata. A los labradores de este pais incumben principalmente estas observaciones que deben sujetar á sus esperimentos. Además de la importancia que tiene la época de la siembra en la produccion abundante de la patata, debemos atencler á las

consideraciones relativas á la naturaleza del suelo, porque es\r -es otro p unro tle much ísi- ' mo interés par_a el cultivo de esta plan~, dándonos resultados muy diferentes segun sea tambien la esposicion , la humedad etc. Mas por desgracia esta cuestion es tan complexa que no ofrece como la precedente una satisfactoria y plausible solucion. Si considr.ramos los varios hechos mas ó menos aislados que se pueden presentar como comprobantes de esta influencia, admitiremos sih reparo que el resultado favorable ó adverso en la cosecha de la patata puede depender en gran parte de la naturaleza del terreno; pero conviene que no nos apresuremos á resolver el problema, esperando á que nuevas observaciones nos ilustren mas la cuestion. Sin embargo, aconsejaremos á nuestros cultivadores, que aunque no haya datos basta1;1.res y precisos para ilustrar esta cuestion con toda la confianza de poder esperar un fallo infalible, deben no obstan-te abstenerse de cultivar la patata en los suelos compactos y húmedos, como los arcillosos, los de ciertos valles donde abunda el agua y otros semejántes, porque en estos terrenos el tejido vegetal se altera muy pronto, y esto hace-que la patata sufra fácilmente la enfermedad que tantos males ha causado y amenaza causar aun en muchos pueblos de Europa.

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Et maíz es entre todas las gramíneas la que mejor se presta á su uso. planta que ofrece á los ganados un pasto el La circunstancia de poder disponer de es~ mas sabroso., aunque debemos advertir que te forrage en una estacion en que escasean no todas las variedades presentan esta cir- los pa tos frescos, hace que sea de un valor cunstancia. Las que nos darán un resultado inestimable, especialmente para el ganado de mas ventajoso son aquellas variedades cuyos cría, para el que se emplea en grandes fatitallos toman una grande estension: el malz gas y para el de la lechería . blanco grande es el que se presta mas á este El producto de esta planta 'Como· forrage cultivo y reune mejores condiciones para el es muy notable. Cada fanega de tierra dá co· buen forrage. Los agrónomos que han obser- mo término medio unos ciento cincuenta vado las ventajas de esta planta como yer- quintales de forrage fresco próximamente, ba de verano ó como forrage fresco, acon- producto considerable si se atiende á la casejan sembrar una porcion cada quince dias, lidad de su alimento. Hay agrónomos que en los terrenos que queden de barbecho en hacen todavía subir este resultado á mayor los campos cuyas mieses acaben de segarse, suma, y entre ellos Bonafou afirma que un en todo el tiempo que hay desde mediados campó de capacidad rl~ tres cuartos ele fanede mayo hasta mediados de julio. Con este ga sembrado de maíz puede dar como térmimétodo se obtienen forrages frescos en todos no medio un prod:Ucto de setecientos cinlos momentos del verano, en cuya estacion cuenta quintales ·de forra ge fresco, equivason escasas las -yerbas frescas. La siembra lente á unos doscientos quintales de heno ó debe hacerse espesa a fin de que la abun- forrage seco, producto que sobrepuja en gran dancia de tallos que se despliegan cubran manera á las mejores especies de trébol. la tierra y eviten la evaporacion del agua, Prescindiremos, si se quiere, de esperar Landebiéndos~ar dos ó .tres escardas á la plan- r tas ventajas •como indica el citado agrónomo; ~ta miéntras dúra su vegetacion para facili- pero al menos las repetidas obserrnc:iones ta~; su desarrollo. .,. · que hemos leido acerca de este importante Empezarán ºá segarse los tallos para dar- -oult_ivo nos inclinan á creer y recomendará los al ganado desde el momento en ~ue se nuestr-os cultivadores un método tan útil y vayan desarrollan.90 la¡¡ flores macho , que provechoso. constituyen la cima~de la caña ó tallo, hasta En la Savoya.vemos cubiertas de maíz duque se haya establ~cido enteramente la florante el verano las · ricas costas inmediatas rescencia. Si pasáse'.mos de este estado, las al Ródano, y los cultivadores de esta grareses repugnarí an el forrage por la dureza de ciosa comarca obtienen por este medio forlos tallos y por la poca materia alimenticia rages tan abundantes, que les proporcionan que entonces contienen. Toda especie de ga- el mayor desahogo para su numerosa gana, nado come ávidamente el forrage del maíz ; dería. pero prjncipalmente el mular y bovino es el

...


PARTE OFICIAt.._·. Real órden acerca de los riegos de Lorca.

La Reina (Q. D.G.) deseosa de consolidar á la agricultura de Lorca el beneficio que le

dispen ó con la supresion de la Empresa de aguas, y el establecimiento de un sindicato de riegos; visto el expediente, y oídos los informes del comisario regio y del <lirector del sindicato, se ha dignado dictar las disposiciones siguientes : 4.ª Se confirman las del real decreto de 40 de junio de rn,1, con las únicas variaciones siguientes, en cuanto al deslinde de sus resper..tivas clasificaciones, á saber: Pl\llUERA CLASIFICACÍON.

Pertenecen al Estado, ademas de los objetos comprendidos en la del citado real decreto: L O Las hilas de agua que fueron de propiedad de las comunida.rles suprimidas. 2. 0 La_casade laEmpresa, donde hoy se halla establecido el sindicato, y la del Alporcbon, ó sitio donde se verifica la venta de las aguas, en la calle del Colmenarico. 3. 0 La construida para habitacion del guarda en el óvalo de Santa Paula. 4-. 0 Los censos de las casas construjdas en Aguilas por la empresa con fondos del E tado, y que vendió en aquella forma. De e_tos objetos, las hilas serán administradas en comun con las <lemas por el sindicato, y su importe, como el de las otras pertenencias del Estado, quedará, deducidos gastos presupuestados y de administracion, á disposicion del mismo, hasta que por una ley se disponga acerca de ellas lo conveniente. Las casas, que ocupa el sindicato con beneficio de la localidad y del Estado, continuarán con el mismo destino, debiendo aquella corporacion mantenerlas reparadas,

y constando en todos tiempos la propiedad en ella del Estado. La del guarda del Ó\'alo de Santa Paula se entregará al ayuntamiento. De los censos sobre las casas de Aguilas, cuyo importe anual es de seis mil novecientos ochenta y un reales, veinte -y tres maravedís, así como de la obligacion de pagar el de dos mil ciento noventa reales, que se impuso á favor de los dueños del terreno que se ocupó p1.1.ra la construccion del camino á aquel puerto, se hará cargo la Hacienda, á quien al efecto se pasarán las comunicacio_. nes y títulos .correspondientes. No hay alteracion ninguna en la segunda clasificacion . TERCERA CLASÍFICACION.

Corresponde al ayuntamiento: ~ .º Segun alteraciou hecha en la primera, la casa del guarda del óvalo de Santa Paula. 2.0 Un censo anual por terreno público, que se agració por la Empre a para edificar dentro de la cíudad de Lorca, y que pagan algunos particulares: su importe el de o-. chenta y un reales veinte y un maravedís. 3. 0 A peticion d0l sindicalo, -y solo en tanto que subsista el cobro del arbitrio sobre aguardientes, el producto de las dos casa!:i, conocidas con los nombres de Propios y Obras públicas. Respecto de algunas pertenencias que se le adjudicaron por el antedicho real deereto,, se estará á las alteraciones que se establecen en la clasificacion signiente: CUART>\ CLASlp-lCACION .

Ademas de los objetos atribuidos por ella al sindicato, le corresponden los siguientes: 0 Los sangradores de la cuesta de Fer~. rer, revestimientos -y ohras de defensa de las


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ministrativo adoptado por los interesados, en uso de su derecho, para atender á los to)! ayuntamiento; enterada posteriormen- gastos de la administracion comun, y al te S. M. de que aquellos sirven para el de- cual nada tiene que oponer el gobierno, ni ·sagüe del rio en caso de necesidad, utilizán- en nombre de los intereses colectivos de la dose en beneficio de los riegos el agua que agricultura, ni del especial del Estado, copor ellos se extrae de la caja del mismo, tu- mo propietario de ciertos fondos en aquella vo á bien mandar, por real árdeo de 31 de localidad. 4.ª Permanece asimismo el sistema de julio último, la suspe.nsion lle esta pa:rte del real decreto, disponiendo hoy su definitiva subasta para la venta de las aguas, adoptándose las medidas que ha acotlsejado la adjudicacion al sindicato. 2 ° El acueducto de la Zarzadilla. Atri- · esperienoia, para evitar el riesgo del acalo:... buido por el número 1. 0 de esta clasificacicn ramicnto en las pujas. 5. ª S-e aprueba la· aplicacion hecha hasta en el real decreto al ayuntamiento, en atenoion á que sus aguas no solo sirven para el hoy por el director de I sindicato á las obras abastecimiento de la ciudad, sino para el de los riegos, de los productos del arbitrio riego de la huerta, se adjudica asi mismo al sobre aguardientes. Mas habiendo manifessindicato; pero con la obligacion de mante- tado este que existen préstamos y anticipaciones hechas por los fondos de la suprimida nerlo corriente y reparado para ambos usos. Empresa al Estado, y que no han sido rein2.ª Pertenecen asimismo al sindicato, para atender á las necesidades de la admi- tegrados, se formará espediente, y se procederá á la inmediata liquidacion de estos nistraoion comun que le está encomendada: créditos, conservándose en tanto los rendi1. 0 Las hilas de agua, que constituyen el mientos del espresado arbitrio, sin tocar á fondo de comunas. ellos por ningun pretexto ni motivo, bajo la 2. 0 Las hilas acrecentadas de sisa, conocidas con los nombres de primera de 1mpues- responsabilidad respectiva de la ordenacion tos, en el heredamiento de Tercia, y prime- del pago por parte del director, y de la efecra y segunda de impuestos, en el de Albace- tividad de este por la del depositario, en caso de contravencion. te, que fueron creadas en el año de 1682, 6. ª Apareciendo que es falso el alumbracon objeto de verificar obras para aumentar las aguas de los ojos de Luchena, cuyas miento de la vuelta del Nubio y Miras, y obras no llegaron á efectuarse. Las dos pri- que nace de ·las aguas del rio, que se ban meras ingrésarán . en el fondo de comunas .. filtrado á consecuencia de la naturaleza del Con la tercera se obliga al sindicato á aten- terreno, y de la elevacion que ha tomado el der á la inmediata reparacion y conserva- álveo de aquel, y á causa del abandono en que han estado las obras necesarias para su cion de la presa de la fuente del Oro. reparacion; y no siendo justo que la admi3 .º Las aguas sobrantes, reducidas á vendibles,' entandadas para riegos gratuitos en nistracion pública se aproveche de daños á las alquerías de Hornillo, Altrilar, Serrala que ella misma ha dado ocasion, se declara y el Real ; y las de propiedad particular que estas aguas pertenecen á los dueños de que, no bailando cocnpradór en la alqueria las del rio, suprimiéndose por tanto la subasta por separado <le este alumbramiento. en que se venden, se subastan en otra. 0 Las de Paca continuarán administrándo¡¡e 4. El 2 por 100 del importe de las aguas por el sindicato, basta que se decidan las dique administra á los interesados en la reversas reclamacioñes que ha.y sobre ellas, compensa. aplicándose entre tanto el líquido de sus pro5. 0 Los cañares del brazal de los Portiductos á lafoparacion de su alumbramiento. llos. 7.ª Se suprimen en beneficio de los in· 6. 0 El producto del arbitri0 sobre aguarteresados en los riegos, que son los que sudientes. fren la sisa, la hila.llamada de Tamarcbete, 3.ª Subsistirán las comunas, medio admárgenes del rio. Atribuidos por el n!Íniero

4. º de la clasificacion tercera del real decre-

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de las pertenecientes á amortizacion, en vir- do D. Pedro Alcántara Musso, director del tud de haber sido acrecentada sin título ni sindicato, al sindicato mismo, y al secretaautorizacion alguna, y la casa de aguas co- rio D. Liberto Malagamba, por la celosa nocida con el nombre de San Patricio, y que cooperacion que respectivamente prestaron fué concedida al cabi-Jdo para construir la al primero para el logro de las benéficas iniglesia colegial, y concluida esta, ha con ti,. tenciones de S. 1\1. nuado cobrándose por la ciudad sin título 1·i. ª Consistiendo la calamidad que aflige ninguno. Subsistirá únicamente la llamada á aquel país, en dos hechos principales: 1. 0 Digueri, por haberse subdividido entre par- la apropiacion perpétua del uso de las aguas; ticulares pasando á constituir diferentes ne- 2. 0 la estension de los riegos á mucha macesidades privadas. yor cantidad de terrenos que á los que al8.ª Se declaran vigentes en Lorca, y que canzan ; el sindicato deliberará y propondrá han debido regir sin interrupcion, las disal gobierno lo que estime conveniente acerposiciones de derecho comun consignadas en ca de los medios de redimir las aguas, halas leyes del Reino, respectivamente sobre ciendo cesar la separacion que existe entre los alumbramientos · de aguas corrientes y ellas, y los ter renos que deben regar; pero perennes, que no pertenezcan dtsde el re- en el bien entendido de que ha de ser sin partimiento á los dueños usuarios de aguas, ofensa de los derechos de propiedad que, y sobre los bailados en terreno de dominio aunqoe abusiva en su orígen, está sancioparticular. Asimismo 5e declara que el Go- nada por el trascurso de los siglos y multibierno no podrá autorizar acrecentamientos tud de trasmisiones de dominio. En cuanto de hilas nominales, siuo á propuesta de los á lo segundo, no se permitirá en lo sucesivo ip.t~resados en . los riegos, y á beneficio de aplicar nuevas tierras á regadío con las los mismos. Finalmente, siendo abusiva la , aguas hasta ahora entandadas, sin que para. inteligencia que se ha dado á la concesion ello preceda permiso de S. M., que le condel señor rey D. Alfonso X, y en virtud <le cederá, previo el informe clel gefe político, la cual ha cobrado la ciudad un cánon sobre el cual deberá oir y remitir original la conciertos alumbramientos antiguos y moder- sulta del sindicato. nos, en reconocimiento del dominio directo, 42. ª En tanto que el Estado posea intese d~clara que no ha existido ni podido exis- reses á cargo del sindicato, se reserva S. M. tir nunca este, y que á su consecuencía, y el nombramiento del director y del secretacon arreglo á las leyes, se suprime aquella rio del sindicato : el de los <lemas empleaprestacion. dos, y su separacion, excepto el depositario, 9.ª A fin de evitar gastos de administra- serán libremente del director, modificándose en esta parle el art. 7. 0 del reglamento del cien y sueldos de empleados, con beneficio sindicato, el cual queda en observancia en de la localidad, y sin gravámen del Erario, la forma en que se publica por real órden por el ministerio de Comercio se presentará de este día. á las córtes un proyecto de ley, solicitando i 3. ª El sindicato deliberará acerca de las su autorizaciou para tratar con el sindicato acerca. de la acensoacion d~ las propiedades modificaciones que convenga hacer en las ordenanzas, proponiéndolas al gobierno por que . conserva el Estado en aquellos riegos. conducto de su director. De real órden lo di1O.ª Se declara concluida, desde Ja fecha. d3 está real órden, la comision regia; y S.M. go á V. S. para los efectos consiguientes. complacida de sus resultados, se ha dignaDios guarde á V. S. muchos años. Madrid do mandar que en su real nombre se dén las 14- de enero de 184-8.-BRivo Momuo.-Sedebidas gracias á D. Miguel ele Ci1rvajal y ñor gefe político de Murcia., Mendieta, que la ejerció, al mariscal de caro-

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' R'EMEDlOS PELIGROSOS,

Los curanderos que abundan mucho en las aldeas y qoe con un a charlatanería y descaro indecibles se aplican indistintamenle á la curacion de las personas y de las reses, usan con frecuencia, para estas últimas principalmente, remedi os peligrosos que causAn males de consideraeion á las bestias, y á los propietarios ó labradores pérdidas enormes en pago de sus imprudencias. Hé aquí como uri célebre velerinario, l\'J r. Col man refiere un caso de envenenamiento ocasionado por estos curanderos (1): «Algunas semanas há que 1\lr. Page, aparcero ó labrador en 1\leurton , me llamó para visitar once terneras peligrosamente enfermas de resultas de unas fricciones mercuriales. Se les babia aplicado este remedio por la mañana, y cuando yo llegué, á la Larde del mismo día, habian ·a muerto dos bestias, presentándose muy alarmante el estado de las demás. Reconocidas las reses con detencion, observé que las glándulas de la garganta estaban escesivamente hinchadas, y que segregaban abundante cantidad de saliva que se escapaba de -la boca. La rapidez con que se habian des plegado los síntom as del envenenamiento no me dejó dudar que el mercurio habia penetrado en el estómago, atendido que la absorcion cutánea produce por lo comun estos efectos. Admini tré sin demor¡¡. fuertes dosis de claras de huevos.y los otros recursos que podían neutralizar la prepara(•I) A unque en el caso que referirups, uo se es.JJlica cual era la enferm edad c¡u e esle curand ero inte ntó curar coa las fri cciones d el mercurio, creemos que selÍa la sarna pustulosa que sufren con frecuencia los ganados .

(N. de lu R . )

cion mercurial. Por estos medios, á los que se siguieron los purgantes oleos~s, salvé las nueve bestias que Yi vian aun en el momento • demi lleg da, y estoy convencido quelasotras dos no hubieran muerlO si se me hubiese llamado dos horas antes. Comó consecuencia de e le envenenamiento se cayeron á pedazos algunas porciones de piel del cuello, y una gran parte de las membranas de la boca se convirtieron en escaras negras que se curaron tambien perfectamente. He creido deber publicar esta observacion para escarmiento de los cultivadores, y para que comprendan las pérdidas á que se esponen cuando entregan sus ganados enfermos á personas incompetentes.» USO DE LAS ROJAS DE LA VIÑA PARA ALlME TO DE LA S VACAS .

l\fr. Enrique Laure, propietario de Tolon, ha tratadó de util,izar las hojas de la viña para la alimentacion de las vacas de la raza bretona, con cuyo alimento, bastante coman en todas las provincias, los habitan tes de l\fontd'Or mantienen un gran número de vacas pequeñas y de cabras. Estas hojas pueden darse frescas á las bestias ó formar con ellas una provision de invierno, valiéndose del método siguiente: Despues de verificada la vendimia se recogen las hojas, que se van depositando en-un horno, y en seguida en uu tonel que se Liene de jntento descubierto por uno de sus estremos. Se rocian ligeramente con agua las hojas á. medida que se van colocando por capas, se aprielan ,ó apiñan fuertemente, y se añaden luego nuevas capas rociadas tambien. Cuando el tonel, cuba ó recipiente está casi lleno se colocan sobre las hojas algunas piedras ú otros cuer-


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pos pesados y duros; el agua sobrenada, se establece una fermentacion ácida, y al cabo de un mes las · hojas está u en estado de darlas al ganado. Si las reses manifiestan alguna repugnancia á esta comida nueva, se les escíla el apetito cbn un poco de salvado en cada racion de hojas, y muy prontoseacostumbran á este alimento. UTILIDADES DE LOS ORINES . Y DEL LÉGAMO.

. El estudio de los ben.ificios y de los abo nos, el de sus diversos efectos y el de las condiciones en que deben colocarse, es uno de los puntos mas importantes "para las 'a ldeas ó esplotaciones rurales. Reconocida la verdad de que los abonos y \os mejl)ramientos constituyan la base de la agricultura y que á ellos .debe el labrador toda ·su riqueza, cohviene que no se desperdicie en la casa de labranza ni la mas insignificante cantidad de materias que puedan aumentar la riqueza del suelo. Por.esto reprobamos la dañosa costumbre, é mejor diremos la incuria de los cultivadores,- de dejar perder los orines del ganado y de las personas . así como el légamo que se cría endas orillas de los caminos y en el fondo de las balsas ó aljibes , y las aguas que se -escapan de los estercoleros, sin atender á que estas materias llevan consigo cuantiosas sumas de principios fertilizantes que fomentan la vcgetacion. En Suiza, en Bélgica, en el Palatinado y casi en todo el norte de Europa, donde por necesidad la agricultura se ha estudiado con método y se cultiva con esmero, aprovechan los orines, el légamo y fas aguas -procedentes de las ,desr.omposiciones orgánicas , dándóles desde remoto tiempo el valor que tienen . . Los orines conservados en depósito y empleados oportunam·ente constituyen de 7 á f 4 por ciento de los abonos que se obtienen en la granja. Ya sea que estos orines se empleen en forma de riegos, sea que los unamos á una porcion de paja menuda que descomponen lentamente, ó bien que los mezclemos con una canLidad de tierra, de arena, de arcilla pulverizada ó con una sustancia caliza, de todos modos estos Orii;ies aumentan no-

to.blemente la ~urna de los abonos. El légamo, de las balsas y_caminos, de los bordes de los riachuelos etc. tienen tamhien igual interés si se distribuyen en terrenos que necesiten de estos abono-beneficios. Nos esforzamos por lci mismo en recomendará nuestros cultivad~res que aba·ndonen la fatal costumbre de dejar perder los orines, el légamo y toda otra sustancia fertil-izante que se reuna en las cas¡is de labranza , advirtiendo que con este abandono, además de perder una suma no despreciable de materias que pueden aumentar los productos de la tierra, dañan algunas de ellas con sus emanaciones la ~alud de los hombres y de los animales. MELOCOTON DE ALMENDRA DULCE.

Empieza á. cultivarse en Inglaterra ~n melocotonero, á cuyo fruto se le dá el nombre de Nectarina, que es muy superior á los de esta especie que se recogen en l\fontreuil. Esta semilla, venida de Siria, 'empieza áconocerse en Europa donde se reproducirá, sin duda, muy bien. La piel de este melocoton_ es pálida como la del albérchigo blanco por la parte que miraá la sombra, y ligePamente violada por la que recibe ·la luz. La carne es blanca ·, tierna y jugosa, estraordina·ri amente azucarada, y sin la mas leve mezcla de ácido prúsico. El hueso es de un mediano grosor, ovalado, muy áspero y de color de chocolate. La almendra es dulce como la avellana, sin percibirse en lo mas mínimo el gusto amar~o que se observa en el melocotoÍl comun. Los que han probado este fruto dicen que es el rnelocoton mas delicioso que han comido en su vida. Sería de desear que los aficio11ados á las pomaradas ó frutales adquiriesen esta nueva variedad, cuyos frutos ma<lurarian en· nuestras provincias del medio?ía tan períecta_mente como en Siria. NUEVO ALÍnlENTO P.ARA LOS CABALLOS.

En los años que los forrages sean escasos, y ahora que el'temor de la enfermedad que

sufre la patata hace que no se acopien grandes cantidades de este tubérculo, se ha pen-


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sado en dar á los ganados la remolacha co:- samina (Jmpaliens repens) de flores amarillas cida como un medio de suplir la falta de los y grandes como la especie ordinaria. Como espresados alimentos. la mayo r parte de las especies del mismo M. Chretien de Rouville hace- referencia género, esta nueva balsamina es originaria de una granja donde se mantiene un gran de la India, donde crece espontánea en las número de caballos con la remolacha cocida. montañas de dos á cuatro mil pies de elevaEl propietario-de esta hacienda acostumbra- cion en lugares frescos y soro brí9s. Esta ba emplear las patatas; pero desde el año circunstancia bace confiar que podrá acli1847 ha determinado venderlas apenas las matarse entre nosotros tan fácilmente como recoge á causa del mal que sufren, y las ha la balsamina que tantos años há decora nuessustituido con la remolacha. Hé aquí el mo- tros jardines. do de usarla: Las raices de la remolacha se cuecen en un NUEVO MÉTODO DE INGERTAR LOS ROSALES. caldero ordinario y nó al vapor para ·aprovechar-la cantidad de agua que perderían con El ingerto de que vamos á hablar, aunque este método, á cuya agua vá unida una por- acaba de ser propuesto abura por M. Carcion de azucar. Despues de cocidas se de- lier, no es nuevo, como algunos podrían creer: positan en un tonel ú otra vasija á propósito, hace mucho tiempo que lo ha descrito M. donde se les mezcla una cantidad de paja Loiseleur Desloncgbamps, y ofrece resultamenuda ó triturada, ó bien uli poco de sal- dos ventajosos para las plantas á que se aplivado. ca. Hé aquí el modi:i de practicarlo: Se toma Al cabo de pocas horas, cuando la mezcla del rosal que se quiera ingertar una pequeña esié tibia, se distribuye á los caballos en la ramita 6 pua que tenga dos yemas ó botones, pr<1porcion de ocho libras próximamente por el uno en la base y el otro en el estremo 6 cada uno en cada hora de comida. Este ga- partr superior; córtase diagonalmente toda nado las come con mucha avidez, y acredita la parte inferior de la ramita dejando intacla utilidad de este alimento la salud y la ta la pa.rte restante, cuya porcion desnuda gordura que conserva y despliega el animal. se introduce dentro de una hendidura ó aberCon dos comidas de este genéro por dia, tura proporciona.da y hecha de intento en la unas tres libras de avena y quince de heno parte del patron 6 ro$al que ha de recibir el los caballos se mantienen perfectamente, y ingerto, separando la corteza á derecha é izpueden reportar sin molestia un trabajo de quierda como se practica para el ingerto co-Ocho horas diarias. mun de escudete. Colocada la pua, se aproSe ha observado que las patatas cocidas ximan los labios de la corteza que se manno producian al ganado caballar resultados tendrán sujetos con un hilo de lana, segun tan favorables: antes al contrario, se ha no- se verifica con el escudete ordinario. La tado que al cabo de seis semanas snfrian có- época de verificar este nuevo ingerto es la misma de los restantes ingertos de yema, licos y diarreas, mientras que alimentándose con la remolacha cocida no han sufrido · e~cudete 6 boton. La ventaja que sé encuentra en el método q·ue ahora se propone, es ninguna de estas enfermedades. que teniendo la pua ó parte ingertada dos 1 OTRA ESPECIE DE BALSAMINA. 1 yemas ó botones, en el caso que no desplie,gue sus hojas el de la parte superior, vive Entre las ·plantas que acaban de introdual menos el inferior que no falta nunca y cirse nneyamente ·en Europa figura una bal- 1 agarra como un escudete simple.

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párrocos como los feligreses, agriculLores estos en su mayor parte, ban de cuQlplir ministros del altar estuviesen en9argadosde tambien su mision social, atravesando la se11difundir los adelantos de los estudios agrí- da espinosa del mundo, -con la · práctica de colas y de procurar que aspirasen á instruir- acciones virtuosa.s et;J. cuanto á los goces y se en ciencia de tanta importancia aquellas necesiJades temporales, y,á este fin ni11gun .personas que , dedicadas al cultivo del suelo m;!dio puede hallarse mas adecuado que e1;respañol, no practican mas, porque otra cosa señando y apreqdiendo las doctrínas de la no saben, que viejas rutinas, impropias cier- ciencia agdcola 1 ·en la que•, pudiendo contamente de los progresos del siglo en que vi- templar el, hombre mas y mas los beneficios y las admirables creaciones del Ser•Su_premo, vimos. encuentra Jos recursos para subsistir en u-lla Por mucho que fijemos nuestra atencion en todas y cada una de las clases de la so- ocupacion la mas en armonía con la vida de ciedad, ninguna hallaremos sin duda, que pureza y rectitud. Si los párrocos ó pastores han de hermanar ó reunir' eIJ. sus ovejas las pueJa contribuir á la regeneracion de nues·tra agricultura tanto y tan provecbosamen.te inspiracion,es y actos v-i rtuosos del espiritu y.del cuerpo, que han de llev,arlas á la felicicomo ,la eclesiástica, ya atendamos á los deberes 'ó santils funciones de su sa·grado .mi- dad eterna; ·si á la cl~se labradora, que es la mas numerosa, han de diri gi r gran parte de nisterio / bien á lo mucho que á ello se pressu atenta s_olicitud; si en la generalidad de tan, y aun con.vidan, las QJáximas evangé. licas; bien á la vida peculiar del misroo cle- las poblacioi;ies casi no cono.ceo mas que c¡ul tivadores, y si ante todo qan de predicarles ro, ya, en fin, á la utilidad reconocida que de ello pudiera re¡fortar la administracion la existencia.del Criador divino, se pre~entan á los párrocos como objetos ó asuntos preíepúblíca. rentes para todos sus actm, y argumentos ,Al hablar de la importantísima clase del mismos objetos de la oreaciun, que lo son esos clero nos referimos á los párrocos, veneranda in titucion perfeccionada ya por el tra·s- tambien de la agricultura. Con sobrada frecur~o de los siglos si atendemos á lo que era cuencia señalan esa inconcebible antorcha cuen los primeros de la iglesia. Encomendada ya _luz brillante se esparce y anima todo el universo; esa multitud de seres irracionales ~ tan respetables pastores la cura de al mas -y la direccion de esa especie de vecindarios que ó son compañeros del hombre en los trasagrados, ó sea iglesias, que gobiernan por bajos ó le sirven. para su alimento; esa inderecho propio, aunque bajo la autoridad de men$idad ,de cuerpos inmóbiles y vivientes que en el término de su carrera ó en medio los obispos, puedé decirse que sus deberes, segun los padres del concilio de Trento: es-· de ell;J,' le dan e\ ·sustento, lo recrean con sus táu limitados á «conocer sus feligreses. ofre- flores ó Ié entusi•asman con sus deliciosos cer el sacrificio por ellos, predicarles la pa- perfumes; e~as fuentes y arroyos cristalinós • cuyos sordos murmullos mezclados con los· labra diviu.a, a,dministrarles los sacramentos, trinos y ,cánticos dulces de los pajarillos y darles ejemplos de todas las buenas o'bras.>i Sin embargo, por mas que estos deberes trasporta)'.\ el alma desde la vida del campo se refieran princip~lmente al de conducir las á una esfern· sobrenatural que casi se siente, almas por el camino de la virtud, tanto los pero que no se vé, que se comprende y no 1 o DE JIJAYO DE ~ 8/4-9. 7. TOMO lf. Indicábamo·s en nuestro anterior número

la oportunidad 'y conveniencia de que los


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se esplica, que se cree y se la busca como el rIJJente que los mi~mos párrocos nueden enseparlas. La 'pa ábol ál 1deJl'serbbr'acfor ~e reúnico fin:y felicidad e't'erna: p~es t dds e o fi efe, es vercl1ad,~á los efectos que pi' >doce la seres; repettlnos qde són el primer argumento palabra de Dios, que es la semilla, en los de las predicaciones evangélicl\S, son tambien los.objetos de la agricultura. Los adelantcrs corazones que la reciben; pero en esta misde esta estriban en ol conocimiento d.e ellos ma parábola encontramos nosotros sanos y en la ,aplicacion acertada de sus influencias, preceptos para la buena y material siembra en el conocimiento igualmente de süs pro- de la tierra, asi como la, otra de la zizaña piédades, de la vida ae que algunos gozan puede tambien lle-vamos á consideraciones y de los medios de .obtener mayores produc- agrícolas algun tanto semejantes, si no itos del suelo en que nos colocó la Providen- guales. · Tambien advertimos, para deducir que la cia, y la propagacion de tal ciencia á nadie se acomoda ma,s ' que á los encargados de enseñanza ó propagacion de la agricultura se •adapta mas á los deberes de los párrocos, e señar al hombre los medios de adquilo que constantemente nos ha manifestado la rir la felicidad terrestre y celestial. hlstoria. Jesucristo acostumbraba sacar com¿Ni que otra cosa mas conforme ó en armonía con las máximas y doctrinas del evan- paraciones de las maravillas de la natura- ' leza y de los trabajos campestres para elegelio? En ellas encontra.mos palabras sublivarse en sus di scursos á las cosas mas mes que tanta aplicacion parece que tienen grandes de su reino, y este ejei;nplo que seá la ciencia del ,campo como á la moral que encierran. Allí vemos que el Hombre Dios, guían sus apóstoles tuvo luego en los pastoen!ienando á los que le seguían lo que suce- res que les han sucedido imitadores tan eficaces, que no se desdeñaron en descender á día al sembrador que mal ó bien sembraba, practicar por sí mismos los trabajos agrícoles dice que la semilla que cayó en el camilas. Así es, que sin remontarnos á los prino, la comieron las aves: la que cayó sobre meros siglos de la iglesia, vemos en el once pedregales donde había poca tierra, nació al clero norma1:1do ocupado en la -direccion pronto por la poca profundidad de esta; pedel cultivo de las tierras, y aun el arzobisro ·cuando salió el sol se asolanó, y como no á quien ya po de Cantorbéry, Tomás Becket, tenia raíz, se secó: otra cayó entre espinas y no dió fruto, porque estas crecieron y la otra ve·z hemos te.nido ocas ion de citar, no obstante su elevada dignidad, siguió tomanahogaron; y otra cayó en buena tierra, creció y dió fruto á razon de treintá, ó de se- do parte en las labores del campo á par de los mozos de labranza: ejernl)los grandes á que senta ó de ciento por uno. Otra vez el Hijo del Eterno hablaba de la zizaña que el ene- la misma iglesia invitaba por medio de cámigo sembró y que creció !!)ego en medio nones que tenían por objeto la mayor prosperidad de la agricultura. Pero no necesitadel trigo, y les decía que no la cogiesen muy pronto por el temor de que al arrancar la mos ir tan atrás para ver reunidos el mi'niszizaña lo hiciesen tambien del trigo, encar- terio pastoral y !a profesion de cullivador. gándoles que dejasen crecer una y otro has- Estendamos la vista por esos remotos é inmensos países y bosques de la Nueva-Hota la siega, en cuyo caso advirtiesen á los segadores que cogieran primerament,e la zizaña lanrla, y vecemos los progresos ylas conquisy la atasen en manojos para quemarla, reco- tas que en la fé y en la civilizacio¡¡ hacen, ahora .en nuestros dias, misioneros y sa~ergiendo 1,uego el trigo para su graoero. En ~st')S pasajes ó parábolas que nos han , dotes españoles tan virtuosos como el que hoy llama justamente la atencion del pueblo ocurrido y qu~ hemos leido en los librqs sagrados, encontramos nosotros las doctrinas católico 'de Madrid y antes llamó la del de que los pastores de la igÍesia aplican á la ins- Barcelona, el limo. obispo de Puerto- Vitruccion espiritual de sus ovejas, y en cuyas toria Fr . .José Serra, y como su digno compañero D. Rosendo Salvado, los cuales condoctrinas á la vez hallamos reglas sábias pasiguen esas admirables conquistas condura el buen cultivo, qúe nadie mas natural-


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ciendo con sus propias manos los bueyes y el arado y prestando por sí todas las labores del caro po, por penosas qu.e ellas sean . Tales ejemplos ó regla de conducta -juzgamos nosotros que es la mas ad:;i.ptable á las obligaciones y vida que •han de hacer nuestros párrocos en esa numerosa porcion de pueblos apartados del bullicio de las pasiones. A mas de lo~ deberes espirituales, deben servir de modelo á sus feligreses por la integridad de sus costumbres, por sus acciones irreprensibles, por su ocupacion en cosas honestas, y por ser, en fin, la guia práctica que han de seguir los que componen el rebaño que les está confiado; y en este éoncepto ninguna ocupacion hay mas digna y adecuada que la agrícola, con la que se ponga á la vista de los demás los adelantos de la ciencia y los senc:llos conocimiento·s teóricos y, prácticos que deben sustituir á las añejas rutinas para sacar de la tierra los cuantiosos productos que puede darnos. De esta manera los pueblos serian felices porque verian abrirse los tesoros de la abundancia, y tambien lo serían los mismos párrocos que aficionados á una ciencia la mas útil pasarían mejor en la soledad de los campos la vida dulce y apacible á que convida la naturaleza. Y esta instruc'cion agrícola que al clero conviene adquirir~, difundir la exigen ciertamente sus verdaderos intereses. La iglesia faé poderosa, hemos leido en un periódico de agricultura francés, mientras dirigió los progresos del.espíritu humano,ysu decadencia data del día en que dejó de secundarlos. La vemos en efecto, durante los quince primeros siglos, depositaria de las ciencias, de las letras y <le las artes, conservar y trasmitirá las generaciones modernas la preciosa herencia de las civilizaciones moribundas. Foco de luz, centro único de actividad intelectual, gobierna al mundo en tan largo período si · en el siglo diez y seis pierde una mitad de la Europa y siente menoscabada su autoridad en la otra media, es porque ha hecho un momento de alto y se deja tomar la delantera. Desde este dia cambia enteramente su papel. El espíritu de progreso hace lugar al espíritu de resistencia. Los tres

siglos siguientes no son para ella mas que una lucha obstinada, algunas veces violenta, contra el movimiento que ella ha cesado de dirigir y que la arrn¡;tra. Al fin del siglo último, cuando el movimiento ha tomado un desarrollo inmenso, ella intenta un esfuerzo superior y sucumbe. Viene en seguida una mano poderosa que la levanta ó sostiene en su caída; pero ella olvidada de las lecciones de lo, pasado ent,ra al momento en la via fatal que la llevaría al abismo, si la providencia no la hubiese enviado al fin un hombre que anudando el hilo de sus antiguas tradiciones la volviera á colocar de repente á la cabeza de la civilizacion, y por est~ cambio mágico recupera en poros meses todo el prestigio que babia perdiJo en tres siglos. En lo sucesivo debemos verla marchar delante de nosotros, indicándonos y abrién donos el camino á través de regiones desconocidas1 hácia las cuales la humaqidad S'1 adelanta con mayor perseverancia, con una confianza y con una seguridad que se creeria una amarga burla de la Providencia, si no fuese una manifestacion de sus miras benéfica.s. Reflexione, pues, el clero y eche una mirada por la sociedad presente, y verá el partido que de la agricultura puede prometerse para su porvenir. La administracion pública á su vez de-ningunos funcionarios, corporaciones ni personas podrá sacar con el tiempo.tan conocidas ventajas como de los párrocos en todo aquello que concierna á las mejoras .de la agricultura, que tan íntimamente están ligadas á la prosperidad de la nacion. Diseminados por todos los pueblos, en número tan considerable como el de 20,000, hombres de ilustracio'n y de carrera , esparcido por todas partes su ·prestigio, teniendo sobre la c·!ase labradora el ascendiente de la autoridad y del respeto, nadie mas que ellos pudiera prestar tan señalados servicios en bien de la agricultura , si acaso se les exige que aprendan esta cíencia en sus principios y aplicaciones, porque á esto se sigue el apego á lo que se aprende, la necesidad de practicarlo en unos puntos y en una vida que á otra cosa no convidan, y por consiguiente el que con


76 su ejemplo y enseñánza se instruyan aquellos cuya ignorancia trae por momentos males que Jfunca !:'e _remedian. Para ello en las provisiones_ de los ouratos -y otros benel:i-:eios ó destinos eclesiásticos debería reputarse como un mérito preferente la instruccion agrícola; y con pátrocos qué profesasen esta ciencia, mucho podría hacer el gobierno c.uando valiéndose de ellos fuera conociendo las circunstandias y necesidades de cada localidad , aprovechando los servicios que en todos los pueblos pudieran prestar los .curas con 11lgun mas prnveebo que todas '

las juntas , corporaciones ' y asoc1ac1onés, pues que ninguna hay que tenga agentes en todas partes y de unas circunstancias tan especiales como las que reunen los párrocos. Mas para ello era necesario ante todo que se estableciese la obligacion imprescindible, en que se bailasen de estudiar agricultura los que se dedicáran á la carrera ecleSiá tica, en los términos , modo ó forma qlle probablemente indicaremos al ocuparnos de los estudios ó cursos de que debiera componerse la enseñanza agrícola en t9da su estension.

MODO DE LIBRAR AL GANADO DE CIERTOS

Los ganados sufren con bastante freéuencia ciertas indisposiciones que, sin constituir una: enfermedad determinada, causan á vecés por su violencia estragos notables. Estos males, qu~ se conocen con el nombre de enfermedad de la sangre, írritacion, mal det hígado, etc. deben -diferenciarse de otros muchos qüe son síntomas semejantes atacan á las bestias generalmente en toda una comarca, los cuales son mirados como epidémicos. Pero aun cuando asi sea, y por mas que esta circunstánéia no haga tan sensible la dolencia de ·que nos ocupamos, vistos los perjuicios que ocasiona á los rebaños de bestias de lana en los países de grande -cultivo, daremos .á conocer á los labradores las ,causas, los efectos y-los medios que pueden emplearse para poner á s,alvo en tal caso los ganados, teniendo para ello presente los recursos que con el mejor éxito ha empleado M. Gaidan, cuyos escritos tenemos á la vista.

Las causas de este mal son !ns grandes calores y las escesivas sequías. La atmósfera, cargada ordinariamente en estas ocasiones de una cantidad considerable de flúido eléctrico, absorbe con una estremada prontiLud toda la humedad y todos los jugos de las plantas herbáceas. Cuando este estado de la atmósfera se prolonga, el tejido de las yerbas de los campos y montañas que se hallan privados de riego se descompone , y estas yerbas se hacen entonces irritantes é indigestas para los estómagos de los animales que lo.s comen.. Tal es la causa del 01al de que hablamos.I Se conoce. fácilmente en las plantas herbaceas el estado pe! igroso que indicamos tanto por el olor fl!erte que despiden en el acto de estregar algunas hojas entre los dedos, como por la desaparicion de sus j-ugos acuosos. Los efecto!-1 que estas yerba·s producen en las entrañas de los ganados que hubiesen


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hecho uso esclusivamente de este alimento, se manifie~tan por las indigestio'n1es que hacen á las reses pesadas, andan con la cabeza ' baja, la lengua, hinchada y puesta de un color violado, sale fuera de la boca, y se presentan los ojos fuertemente inyectados de sangre. Los alimentos, digiriéndose con dificultad permanecen largo tiempo eael estómago, y se aglomeran y fermentan de una manera desusada sin poderse espeler las materias. fecales. Esta acumulacion de sustancias indigestas produce tal cantidad de gases en el cuerpo del animal que impide la circulacion normal de la sangre, laque marcha con tanta violencia bácia el corazon y el bazo, que la tela ó emboltorio que cubre estas entrañas acaba pOJ' romperse. Al momento que se escapa de ella u na sola gota de .sangre la res cae al suelo y muere de repente: todos estos efectos se han visto confirmados por la aberlt1ra de los carneros que han sucumbido á impulsos de esta enfermedad. , El remedio de este mal es muy sencillo y se halla al alcance de todos los labradores. Vnmos ó, referirlo en breves palabras: Desde el momento en que las circunstancias atmos'féricas que hemos referido ~e dejan sentir, y que nos apercibimos por los ojos de los carneros y ovejas que la sangre empieza á atormentarles, es preci&o cambiar enteramente los pastos y las costumbres de estos ganados. Asi, pues, en vez de dejará los carneros en el redil ó en el corral desde las nueve de la noche hasta las diez de la mañana siguiente, como se practica en muchos paises, y de no apacentarlo~ sino en praderas abrasadas por los rayos del sol, se les hará salir del corral antes de las cuatro de la mañana, en cuya hora las ~'erbas estarán refrescadas por

el rocío de la noche, oanduci'éndolos á los campos de retoño de alfalfa ó de otros forrages muy tiernos que vegetan en los p_rados hondos, y allí se les dejará permanecer á lo menos hasta las seis de la mañana. En seguida se les hace regresar al redil hasta las ocho á fin de no perder el abono que producen; despues se les encierra en el corral donde se les tendrá preparada una racion de salvado mojado, pero no desleido, y los rastrillos llc'nos de paja de trigo mezclada con heno de prado que se habrá rociado antes cuidadosamente con la mano. La racion de salvado que ha de darse es la de media 1.ibra por cada bestia. A· la una de la tarde se les debe dar otra ra,:ion igual, procurando que no falten eµ los corrales cubetas ó barreños llenos de agua para que se abreven los animales con abundancia. A las cinco ó las sei.s de la tarde, segun sea el estado de la atmósfera, el rebaño s.aldrá de los corrales para apacentarse de nuevo en los retoños de la alfalfa ó en los lugares de la granja donde la ~•erba esté menos calentada por el sol, recogiéndolo en el redil á. las nueve de la noche. El ganado debe continuar con este método hasta que las lluvias cambien el estado de la atmósfera y hayan desaparecido las causas del mal. M. Gaidan concluye su observacion diciendo, que por los esperimentos repetidos que tiene hechos acerca de esta enfermedad;. puede asegurar qne los cultivadores que en las circunstancias referidas mantengan sus ganados de lana con el régimen que se deja sentado, ó al menos otro análogo, no esperimentarán las pérdidas que ocasiona este mal, ni siquiera enfermarán las reses si se adopta este procedimiento como ~emedi0, preservativo.


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DE.L CASTAÑO Y SU CULTIVO. Vamosáocuparnos de ·una planta que es prodigioso que los ha hecho dignos de la de mucha importancia para la agricultura y atencion de loS' viageros, Se cita muy á mep'ara laecon mía rural, no solo por los abun- nudo, como ejemplo de esta notable corpudantes frutos que produce, de grande utili- lencia, el famoso castaño del monte Etna dad para la subsistencia del hombre y de que vegeta a poca distancia de la ciudad de mucb0s animales, sino por las maderas con Asi; y si leemos la descripcion que nos haque enriquece á)a carpintería. para di versas ce de él el sabio Houel en su viage á las islas obras de construccion. El arte de la pipería de Sicilia, de Malta y de Lipari, hallaremos es principalmente el que saca mayores pro- que este árbol monstruoso tiene 150 pies de vechos del castaño, que se destina muchos circunferencia, y que dentro de su tronco, años há á )g construccion de toneles donde que se halla hueco enteramente, se ha consse ~nvasan los vinos, y no hay seguramente truido una habitacion que sirve de alojamiento á un pastor y á todo su rebañó. Se otro árbol que mejor se preste á este servipodrian multiplicar los ejemplos·de castaños cio. Al tocar este asunto, por muy ligeramente que lo hagaµrns, tenemos un verda- de una dimension estra'ordinaria que crecen dero sentimiento, porque recordamos las en varios puntos del globo; pero bastará lo grandes cantidades de madera de castaño que se ha dicho· para convencer á nuestros que cada dia llegan 'á nuestros puertos pro- lectores de ·que este árbol se ha cultivado cedentes de otros diferentes puntos de Eu- desde muy remotos tiempos, y de que se le ropa, siendo vergonzoso-que no sepa la Es.,. ha tenido siempre en mucho aprecio. Climay esposicion.-EI clima y la espopaña utilizar tos favores de su clima en el cultivo de un árbol que le ahorraria cada sicion donde pueden vegetar los castaños seaño las sumas 'muy crecidas que salen de rán diferentes segun que estos árbolés sean nuestro pais para las duelas con que se cons- bastardos ó ingertados. En el primer cai-o, truye nuestra pipería. Queremós contribuir como que la naturaleza los ha producido sin por nuestra parte á corregir este mal., indi- cuidado alguno por parte del hombre, resiscando á nueiitros lectores el cultivo de un ten mucho mas los rigores de las estaciones y vegP,tan en los puntos frias donde el inárbol tan precioso. El castaño se cri-a espontáneo en algunas gertado no puede vivir absolutamente, ó al menos no puede darnos producto. El clima comar~as de Europa, y de esta especie han salido las variedades . que contamos en la que se elija para el cast¡1ño será diferente actuaUdad. Es un árbol que se ha culüvado segun el objeto que nos propongamos condesde remotos tiempos en nuestras provin- seguir de este vegetal : si lo destinamos á .la cias, y con espec-ialidad en los Pirineós ha- recoleccion y utilidades de su fruto, aunque llamos vest.igios todavía de aquellos bosq ues en taJ caso hemos de cultivar el ingertado, antiguos de castaños á cuya sombra entona- debemos esc9ger un clima templado y las ban los druidas sus sagrados himnos. La du- esposi<;iones abrigadas y que nos permitan racion· casi fabulosa del árbol de que habla- el buen desarrollo del árbol ; pero si hemos mos sorprende tanto como el grosor que to- ' de utilizar el producto del bastardo, como ma, notándose algunos de un diámetro tan sucede c~ando !.o cuidamos pará la cubería ,


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tridas. Se prepara la tierra <l.el criadero en entonces preferiremos los puntos elevados y hojas y de manera que quede muy· porosa y fríos, así corno las esposiciones que miren al ·norte. Este árbol no terne las heladas mas que abunde en mantillo: se siembra lacasfuertes y resiste por lo comun los inviernos taña á surcos, bastante espesa y cubriéndola con unas seis pulgadas de tierra, princide mas rigor, y se observa tambien que el palmente si la operacion se practica en oto- · fruto es menos sabroso en los climas temño, como regularmente se hace. La siembra plados que en los frios, con tal que no sean de primavera·, que se ejecutará solamente en escesivamente húmedos ó lluviosos. los paises muy fríos, exige mayores cuidaTerreno .-El terreno que mas conviene dos, no requiere que la castaña se entierre y al castaño es el ligero y suelto·, no siendo á tanta profundidad. La almáciga debe remuy comun ver desarrollarse individuos muy garse con frecuencia durante las temporadas robustos en 1os puntos de naturaleza arcillosa y compacta. En las colinas y en las bases del' calor, y por ello conviene que se fo,rme de las montañas es donde se _producen los al pié de un arroyo ó en huertas donde grandes castaños, principalmente si las raí- abunde¡:¡ las aguas. Cuando las semillas se ces han podido desplegarse entre las hendi- hayan desarrollado y luego que las plantitas duras de las rócas donde suele haber un vayan tomando alguna elevacion, se les dará mantillo abundante. En general los terrenos una escarda para quitar las malas yerbas, y , calizos le son poco favorables ; y aunque es- esta labor se repetirá siempre que lo exija ta regla tiene algunas escepciones, no deja el estado del criadero. Algunos aconsejan que cuando los castade ser sin embargo bastante diticil hallar ños tengan un año se trasplanten á otra alcastaños robustos en puntos donde la cal máciga que se tenga preparada de intento, abundan. No es verdad, como algunos lo han con objeto de que las plantas desplieguen pretendido, que este árbol se encuentra solamente en los terrenos primitivos: se los vé una vegetacion mas lozana. Aun cuando escrecer frondosos y en m_ucba abundancia te método es ventajoso, y lo aconsejamos paentre los suelos pedregosos y areniscos del ra los árboles delicados y mas preciosos toApenino , de las Ce ven as y del Pe rigord y davía que el castaño, podemos presqindir tomar grande corpulencia en otros varios de este trabajo respedto á la planta que nos ocupa y dejarla permanecer en el criadero puntos de una naturaleza diferente del terreno primitivo. El fenómeno masnotableque hasta que haya de colocarse de asiento, que se observa en cuanto á la vegetacion de¡ será á los cuatro ó cinco años de haber nacastaño es que no puede dar fruto sabroso y cido. En todo este tiempo deben darse lasesabundante, ni aun producir maderas esce- _cardas que convengan y los riegos necesarios: en el año antes de plantar el castaño 1entes, sino en los puntos que por su elevade asiento se le quitarán las ramas laterales cion 6 esposicion septentrional no permiten para que mas bien crezca el tallo, debténque en ellos madure el fruto de la viña. Cultivo.-Es muy útil multiplicar el cas- dose practicar esta operacion antes de la pri- . taño por semilla, porque los métodos de di- mavera. Los pies que se elijan para la provision de partes como el de estaca, de re- duccion del fruto deben ingertarse de espenuevo y retoño, son siempre inciertos y poco ' cies de buena calidad al tercer año del nacimiento; pero no es necesario ni conviene haá propósito. La siembra debe hacerse de alcerlo con los que se destinen para los bosmáciga, tanto respecto á los castaños de tade tala que se aplican á la construccion ques la como los que se destinen á la produccion atendido qile el ingerto hace los castaños de la castaña, notándose que si se siembran muy susceptibles de que los madelicados y de asiento no se desarrollan tan robustos ni te el frío. El· ingerto mas conveniente es el con la prontitud que lo hacen los de almáde yema, ya sea de canutillo 6 de simple esciga. Esta debe formarse en una huerta abonada y con esposicion al mediodía, sem- cudete. Preparacion del terreno.-Cua,ndo se habrando las castañas mas gordas y mejor nu-


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yau de plantar los c'astaüos se a'tenderá á punto que ocupen los estremos de Jas raíces, si han de ocupar un· terre • o desmontado de irá minando con suavidM el terreno V sacannuevo y' que antes haya estado cubierto de do á menudo ·la tierra que vaya ca:y.endo en la zanja,' y se continu~rá de este modo hasbosque, en. cuyo caso conviene primero arrabear de raíz todos los arbustos que exis- ·ta que las raic~s queden enterameµt~ destan. Si el suelo •no es demasiado pedregoso y cubiertas. Entonces se sacarán los arbolitos tiene 'suficiente foudo' de tierra vegetal, des- sin lastimar las raices, se irán reuniendo en haces , se co du~'irán con cuidado al punto p~es de• arrancados tota\mente los arbustos se que111ará -la ,tiérrn. para destruir las raices en que hayan de trasplantarse 1 y de, esta . manera ' ll?o_rirán muy pocos. vivaces, desmenuzar el suelo é inutiliLél. épó,:a más á propósito para la tras~ ar las larvas de 'los insectos que se aniden en el interior de la tierra., y practicada ~sta plantacionfdel éastaño será el otoño cuando operaéi_on se sembrará ta patata ú otra plan- haya perdido la hoja, men'os que el terreno ta quy exija labores de conservacion. En el fuese estremadamen_te frio ó 11úmedo, q_ue e~cultivo de_I, segundo año podrían plantarse to bces convendr-ia practicarla_"al principio los' castaños del modo que luego diremos. Si de la primavera. Debe procurarse que el el terreno 11,0 se presta al cultivo de las plan- suelo esté suficientemente humedeci'do para tas anuas, entonces los ~astaños se plantarán que agarren la~ raices ,' por cuya razon se en los puntos que convenga, 1}-húrrándonos aguardará á trasplantar las jóvenes plantas en tal caso el trabajo de desmontar el terre- cuando há~ arÍ ·sobrevenido IIuvias' que huno' en totalidad. biesen penetrado bastante por el interior de · -' Trrispl{tntacion.-'r.:a trasplantacion de l¿s ta• tierra. Al momento de enterrar los hoyos éáñamos se h'ará cuando tenga:IÍ'fa _edad de donde se hubiesen colocado los castaños se cuatro ó cinco años, P,rocurando abrir c.on esparcirá en el 'fondo de los primeros una an'ticipaGion l'os hoyos sin perdo nar gasto al- cantidad de abono . bastante consúmidó que fertilice la planta y aumente la temperatura. guno á 'fin de que tengan la debid'a estension. · Esta sPfa l·a de cinco á: seis pies de ancho y 1inlerior de la tierra. El ca:5Lañ'o exige algunos cuidados aun dos a tres de profu-ndidad, no debiendo bajar d.e estas din:iensiones si se 'quiere que despues .de trasplantado, y uno de ellos es el ar~oJ¡:to agarre con fuerza y seguri dad. guardarlo de los frias del invierno y de los 1 P1:eparados ros hoyos se arrancarán de la alri go rés- del .calor del verano en el primer máciga los cas~üños eón todas 1-á's -pr~cau<:'io- laño de 'la' pla:ntacion. Lo ptiroero se consenes posibles para no desfrui f"las raices. Es guirá cercando la planta de espinos que evicomun ver morir muchos arbol'itos cu~ndo ten la: circulacion def aire y reconcentren el 111,·plantacion es dilatáüa 1 y es'tú depené:le de -calor al rededor del vegetal, .Y podemos dela:; pocas precauciones que se hubie.;én tocir que este mi'smo método será útil para ,nado para la operacion. Convencidos de J;¡, abrigarlo de los· rigores del sol, porque los importancia' que tiene esté punto de doctrina . espinos causan sombra al castaño. Otro de los cui'aados que exige este árbol cuando_se·trata de plantas que, como el cásen los primeros ti'empos de la trasplantacion t_año, oyupan un lugar preferente en la ecoes un ri'ego proporcionado, principalmente mi,a rural, csplic_aremos, aunqqe sea con al'gu •-ahninuciosidad·; lo 'que debe hacer el laen el verano del primer áño. Pero esta opebrador para asegurar el buen éxito _de J'as ,aci'on puede ser harto costosa, en razon de que los bosques de castaños· suelen planta'rtraspl antaciones. Antes de sacar los árboles se eh terrenos áridos, ·escarpados, montuode la almáciga se abrirá una zanja en toda sos y distantes de corrientes que nos facililóngitud en uno de sus estremos, ele la 1 ten los riegos. Para conseguir el resultado 'profundidad de dqs ó tres pies, echando fueque n_os pr9ponemos sin ocasiona~ los gasra la tierra que se' vaya sacarido'con el obje-t'os crecidos que nos causaría la conduccion to de que no imposibilite la labor. Cuao'ao 1 el ·trabajadbr' hay'a profun'dizad.o ya en el · tlel agua, será conveniente, a,I llegar al mei.

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de junio, quitar con esmero las malas yerbas que hubiesen vegetado al rede,dor del castaño y cubrir luego la superficie del suelo con paja muy menuda ó con los desperdicios de las eras de trillar, por cuyo medio contendremos la evaporacion de la humedad del suelo y se mantendrá en el mismo un frescor provechoso al vegetal y que puede dispensarnos del riego. Los que dudan de la efiéacia de este medio, podrán observar lo que sucede en las eras de trillar, donde si separamos el tamo ó espurgos de la trilla del punto donde se depositaron, se advertirá que el suelo se conserva entera mente fresco durante los dias mas calurosos del verano. En algunos países en que el cultivo del castaño se tiene en el aprecio que se merece, y en los que las operaciones de la agricultura se comprenden debid amente, se valen de otro medio di'>erso para mantener la humedad al pié del castaño, y es esparcir en la circunferencia del trr,nco una capa de vegetales leñosos frescos, como ramas de brezos, retamas ú otras 1)or el estilo, y cubrirlas en seguida con una capa de tierra de un palmo de espesor. Al paso que así se evita la evaporacion del suelo, las yerbas se podrecen pau1aLinamenle y producen un escelente abono que mantiene la fertilidad en la tierra y el vigor en la planta .

En los primeros años de la trasplantacion convendrá tambien arrancar cada primavera todos los brotes que vayan naciendo á lo largo del tallo del castaño, á fin de que la savia se trasporte sin obstáculo á las partes superiores del vegetal y desarrolle robustas ramas . La poda es necesaria á este árbol, principalmente á los que deban crecer mucho y que se destinen para el fruto; pero en- las plantaciones de tala no es precisa esta operacion, porque todas las ramas tienen aplicacion en las artes. Al ocuparnos en otro artículo, como lo haremos, del modo de cortar los castaños que se cultivr.n para las diferentes obras de construccion, descenderemos á los minuciosos detalles de esta operacion y haremos ver la utilidad de las ramas jó venes para la pipería. Ahora concluiremos este encareciendo las ventajas que pre enta el dar cada año una labor de conservacion en el castañar para que ofrezcan mayores productos estos árboles, advi¡liendo que es preferible y mas ventajoso labrar todo el terreno, como si tuviésemos que sembrarlo de granos, que limitarnos á cabar la circunferencia del castaño, escepto en los casos que la maleza del suelo nos impida esta labor con toda la. estension que indicamos.


NUEVO MÉTODO DE CULTIVAR El célebre químico M. Persoz, profesor y decano de esta facultad en Strasburgo, acaba de publicar un método de cultivar la viña, que si bien singular y estraño á primera vista, es completamen te racional en el campo de las teorías. Tenemos confianza en que la -práctica confirmará la opinion de este sáLio naturalista, porque vemos que hace algun tiempo que la química vá ganando terreno en todos los ramos de la economía rural, y que áella debemos principalmen te el estudio metódico de la ciencia agraria en todas las partes que la componen. Si se adoptan las ideas de M. Persoz, podremos utilizar para el cultivo de plantas alimenticias la mitad del terreno que hoy dia se destina para viñas, sin que se disminuya en lo mas mínimo la cantidad de vinos. Ha sugerido estas ideas al autor el.ver que las faces de la vida de las plantas, y por consiguiente de la viifa, se reducen á dos períodos sucesivo ; el uno de crecimiento, y el otro de fruclificacion : períodos que no difieren solo por la naturaleza de los órganos producidos, sino principalmen te por la propiedad química de los elementos que estraen del suelo para la formacion diversa de sus mismos órganos. Bajo este concepto toda la cuestion se reduce á proporciona rá la vid, en cada una de las épocas de su vida, los elementos químicos que necesita, con la precaucion esencial de no mezclar ni dar á la vez los que deben aplicarse separadamen te en cada uno de los períodos. Otra idea que ha conducido á M. Persoz á establecer este método de cultivar la viña es, que no existe ningun vino que no contenga una cantidad de tártaro , 6 lo que se llama en química bitartarato de potasa; y que si la planta está encargada de formar el áci-

do tartárico, es indispensabl e proporcionarle la potasa nece aria. De consiguiente para dar á la vid la potasa que exige , es preciso escoger esta al en un estado que puedan ab!!orverla las raíces y asimilar la planta sin inconvenien tes, así como tambien determinar la época eu que sea mas oportuno emplearla. · Los diferentes ensayos que l\L Persoz ha practicado en pequeña escala acerca de este método de cultivo han correspondid o perfectamente á las esperanzas que se habían concebido, y falta ahora tan solo oh ervar, por esperia;ientos hechos en mayor estension, si el vino procedente de una viña cultivad~ con este procedimiento tiene la mi ma calidad que los otros vinos, y si todas las especies de cepas se prestan ventajosamente al sistema de cultivo cuyos detalles sucintament e P,asamos á indicar. · Este método se emplea con preferencia en los acodos 6 en las pl¡¡.ntaciones de la viña, porque de e la manera podemos seguir para la planta una educacion nueva. En uno y otro caso se coloca en el hoyo que hemos de abrir, para que la vid ó el acodo se desarrollen oportun mente, la cantidad necesariade abonos ó materias para los dos períodos de vegetacion: es decir, primeramen te las sustancias que puedan desarrollar órganos vegetativos ( tallos y hojas), y Juego las que sirveñ para los de la fructificacion ( flores y uvas). Para el primer período se conduce 1\1. Persoz de este modo: En el acto de acodar ó plantar la vid , 6 sea despues de haberla colocado metódicamen te en el hoyo , se la cubre ante todo con unas cinco ó siete pulgadas de una mezcla, por cada vara cuadrada de terreno, de siete libras de huesos pul-


verizados, de dos ó tres libras de retazos de cuero, astas, uñas, ele., y de una ó dos libras de yeso aproximadamente , acabando de cubrir el hoyo con la tierra comun, algo abonada si se quiere. Se deja de esta manera la cepa acodada, y al cabo de unos dos años, ó antes si se puede creer que los sarmientos se han desarrollado bien y que se ha producido una cantidad suficiente de leño para la robustez que necesita la planta, entonces se procura hacerla entrar en fructificacion, suministrando á las raices que se hubiesen desplegado en el acodo las sales, de potasa que deben principalmente formar el frutó ó la u va. Esta operacion se hará con acierto esparciendo en el hoyo donde esté el acodo ó rama plantada de nuevo , y á la distancia de siete á ocho pulgadas del tallo, cinco libras, por vara cuadrada de superficie, de una mezcla formada de siete libras de silicato de potasa ó ~e dos y media del fosfato doble de potasa y de cal ; se acaba de llenar de tierra el hoyo , y las raices de la cepa tienen ya por largo tiempo la cantidad de potasa que necesitan . Sin embargo, para prevenir el es4 uilmamiento es conveniente distribuí r todos los años al rededor tle las cepas alguna cantidad de orujo ó casca de uvas que, produciendó por lo comun una cantidad de 2 ó 5 por .ciento de carbonato de potasa, restitu~•e naturalmente al havo donde vegete la vid una parte algo ab¿ndante de la potarn que la vid misma le ha robado. Podrán tambien utilizarse á este objeto lós residuos éÍe las cenizas de la colada ó de otras lejías que contienen una cierta cantidad de potasa , y va1:ias plantas que crereu espontáneas y que encierran cantidades abundantes de esl.a sal. Pueden aumentarse sin in-

83 conveniente las porciones de estas sustancias, especialmente de· las primeras que se aplican á la vegetacion de la vid, atendido que este abono obra muy lentamente sobre la viña. , Hast al pr?sente, dice M. Persoz, el resultado de una cosecha, en igualdad de circunstancias, depende de la influencia de la atmósfera. Vemos que una cepa exige diez partes de potasa para producir frutos ; y si la accion del calor y de la lluvia sobre las rocas no ha descompuesto ó suministrado mas que cinco , la cosecha será escasa. El sistema de este famoso químico está al abrigo de semejantes eventualidades, porque en todos tiempos y ocasiones la viña abundará en materias nutritivas. No niega por esto M. Perso1.. que la cantidad, y tal vez la calidad del vino que se recoja por este método ,pueda depender en cierta manera de las influencias atmosféricas. Hé aquí brevemente reseñado este nuevo medio de cultivar la viña que toca á los viñadores es peri meo tarlo y juzgar Jo sin prevenciones. El respeto que 1\1. .Persoz se merece en la república de las letras .le dan un derecho á que los prácticos le presten toda su atencion. Aconsejaremos, no obstante, que se practique antes en pequeño y por viá de ensayo para no comprometer al propieiario con eventualidades desconocidas y con gastos que debe evitar, y concluiremos diciendo que si en efecto los hechos que anuncia M. Persoz pueden realizarse y obtener entre nosolros un favorable resultado , la adopcion de este método producirá una verdadera revolucion entre nuestros cultivadores. ·


MEDIO DEL JABON.

En los artículos que hetnos escrito respecto á los tres métodos de enriamiento, páginas, 115 y 145 del anterior tomo de nuestro periódico y 9 del presente, hemos hecho ver los males que con frecuencia causa el cáñamo en ·el acto de enriarlo, con especialidad en los c:1-sos en que esta operacion se hace por meaio del agua estancada, como · regularmente se practica. Estos inconvenientes del enriado, ó mejor dicho los efectos dañC1sos que causa á la salud pública el enriamiento del cáñamo en los embalsados, ha hecho discurrir medios que al paso que careciesen de tale inconvenientes, produ jeran el resultado satisfactorio de disolver del todo la gomo-resina y de poner las hebras en estat!lo de completa libertad. Los mediós que se han propuesto para conseguirlo son químicos ó puramente mecánicos.; y como ambos los créemos dignos de que los conozcan nuestros lectores los describiremos con alguna estension, porque interesa:á nuestro pais adelantar en un ramo de industria que puede dar los resultados ventajosos que nos permiten los favores de nuestro clima. En este artículo hablaremos del enriamiento del cáñamo, ó mas bien de los medios químicos que pueden emplearse para suplir el enriamiento de las plantas filamentosas, guardando para otro dia ocuparnos de los recursos mecánicos que nos conducen al resultado que se acaba de indicar. Hé aquí estractados muy brevemente los escritos que 1\1. Bralle y otros han publicado acerca de este método químico : Para enriar el cáñamo por este procedimiento químico no se necesita mas que un vaso cilíndrico de cobre, colocado sobre una

hornilla de ladrillos . Bastará una alberca ó aljibe de mampostería de la capacidad de dos cargas de agua, ó sean veinte y cuatro arrobas, para enriar á la vez cuarenta y cinco libras de cáñamo en rama; y como la operacion se concluye en dos horas, pueden enriarse cómodamente trescientas setenta y cinco libras por dia. Los medios que se emplean para este enriamiento son: 1 .º Hacer calentar agua en un recipiente á la temperatura de setenta y dos á setenta y cinco grados del termómetro de Reaumur. 2. 0 Añadir al agua una cantidad de jabon blando proporcionada al peso del cáña,010 que ha de enriarse. 3 .° Colocar en seguida el cáñamo en esta agua, de manera que ella sobrepuje al embalsado, cerrando en seguida el recipiente y suspendiendo el fuego. Y ¡.º Dejar permanecer el cáñamo en la alberca por el espacio de dos horas, poco mas ó menos. La cantidad de jabon necesaria para un enriamiento completo debe estar con la del cáñamo en la proporcion de uno á cuarenta y. ocho, y el peso del cáñamo con el del agua en la de cuarenta y ocho á seiscientos cinc·uenta. Pueden verificarse muchos enriamientos seguidos, si~ndo suficiente reemplazar antes de cada enriado la p0rcion de agua jabonosa que hubiese absorbido el embalsado precedente, y elevar de nuevo la temperatura del baño al grado que antes se ha dicho. De esta manera podemos servirnos de la misma agua por el espacio de quince dias consecutivos.


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Despues de quitados de·I aljibe ó alberca los haces del cáñamo, se cubri!'án con una estera ó con una cantidad de paja larga para q~e se enfrien con lentitud y sin perder de repente la humedad. Al día siguiente se estienden en el pavimento ó sobre un entablado los haces que se enriaron, retirando las ligaduras hácia lo alto de los tallos; en seg11icta se hace pasar repetidas veces por encima un rodillo de piedra ó de madera pesada que aplaste las cañas y las disponga para la estraccion de la hilaza y la separacion fácil de la cañamiza, lo que se consigue cómodamente con la agramadera, ya estando el cáñamo en estado húmedo, ó bien seco. Luego que se hayan atado los manojos de hilaza que se hubiesen' agramado en estado caliente, se estienden sobre un prado acabado de segar, se vuelven á menudo, y al cabo de seis ó sjete días se recogerán para guardarlos en el almacen. Tambien se estenderán en el prado los haces de cáñamo enriados que se quiera agramar en seco, advirtiendo que en ambos casos es necesario esponerlos á la accion' del aire y de la luz en las praderas para conseguir el blanqueo y la perfecta estraccion de la cañamiza. ' Por medio de un aljibe portátil pueden enriarse cantidades diferentes de cáñamo, variará nuestro a\vedrío la temperatura del agua jabonosa, y observar el estado del embalsado durante el curso de cada operacion que deberá prolongarse mas ó menos segun las cualidades del cáñamo . Para la mayor perfeccion de este enriado debe atenderse: 1. 0 Al grado de temperatura que tenga el líquido jabonoso antes de colocar el cáñamo. 2.0 Al tiempo necesario para obtener un enriamiento corn pleto á uqa temperatura marcada. Y 3.º A la cantidad de jabon absolutamente necesaria para el ,peso determinado de cáñamo en caña ó rama pesado antes de la inmersion. De un gran número de esperimentos hechos con este método resulta: 4 .º Que el agua, en la que se haya disuelto la cantidad de jabon blando que se

ha indicado al principio de esta descripcion para un peso señalado de cáñamo, opera del todo el enriamiento. . -2. 0 Que este enriamiento se realiza con tanta mayor prontitud, cuanto la t~mperatura del líquido jabonoso esté mas cerca del , grado de ebu licion ó de hervor al acto de introducir el cáñamo en el aljibe. 3. 0 Que si se conserva el cáñamo en el agua jabonosa por mas tiempo de dos horas, que es el seña lado para el perfecto enriado, la hebra se separa igualmente bien, aunque toma un color moreno y pierde parte de la fuerza. 4. 0 Que si se sumerge el cáñamo dentro del líquido jabcnoso en estado frio para que ambos se calienten á la vez, el enriamiento no se completa enteramente, sean cuales fueren el grado de temperatura á que se haga llegar el líquido del recipiente y la dura· cion del embalsado. Y 5. 0 Que los haces de cáñamo colocados y mantenidos verticalmente en el aljibe se enrian de una manera mas uniforme que colocándolos en posicion horizontal, á mas de que el primer modo facilita la operacion. El enriamiento del cáñamo por este método químico ofrece principalmente las ventajas que siguen: · 1. ª Puede verificarse este enriamiento en todo el año, escepto, sin embargo , el tiempo de heladas fuertes por la dificultad que hay . de hacer secar el cáñamo. Con todo, si queremos agramarlo en estado hümedo, no será un obstáculo el frío: bastará entonces cuidar de que la hilaza no se hiele mientras permanezca húmeda, lo que se consigue colocándola en una habitacion abrigada ó caliente. . 2.ª La duracion del enriado, siendo solo de dos horas, ofreceyna economía de tiempo muy preciosa para el cultivador, especialmente en la estacion de las cosechas. 3.ª Los operarios que se dedican á los trabajos de este enriado no deben temer nada por su salud, porque bastará establecer una simplP- corriente de ·aire en el momento de depositar los haces en la aTherca y en el acto de retirados: los manojos de hilaza que se esparcen en el prado no despiden


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mal olor alguno, ni alteran la pureza del aire, cualquiera que sea la cantidad de cáñamo que se seque á la vez en un mismo punto. Para acelerar la operacion del enriamiento por este método en los países donde el cáñamo se cultiva en grandes cantidades, en lugar del aljibe portátil que sirve para los esperimentos ó para la operacion en reducida es?ala, puede emplearse el aparato siguiente, compuesto de un caldero y de cuatro cubos ó toneles q ne hacen las funciones de albercas . Despues que el agua jabonosa se haya calentado en el caldero basta al estado de ebulicion ó de hervor, se la deja pasar, por medio de una canilla, á los dos primeros de estos· aljibes 6 toneles que ya estén llenos de haces de cáñamo, y cuyos toneles se hallarán cerrados herméticamente. Mientras que el enriamiento se opera en estos dos primeros depósitos ó albercas, se vá calentando el líquido jabonoso necesario para hacerlo pasar á los dos restantes toneles, llenos tambien de haces de cáñamo y cerrados con su copérculo. Por medio de este aparato tan sencillo· puede enriarse cada dia y sin interrupcion - una grande cantidad de cáñamo. 4. ª Los gastos del enriamiento por el agua ó en embalsado, comparados con los del mé·todo que describimos, son á corta diíerencia unos mismos cuando el enriamiento se hace con el pequeño aljibe ó tonel portátil; pero si la operacion se hace con un caldero un poco grande y con las.cubas de madera de que acabamos de hablar, entonces los gastos disminuirán en una mirad, ó mas todavía. En efecto, para el primer método, ó sea para el enriamieDto e11 aguas embalsadas, deben tenerse en cuenta los gastos de transporte del cáñamo desde el punto donde se halle hasta el en que deba empozarse, los de la colocacion oportuna de los haces en la alberca, ios de cargarlos de piedras para que no sobrenaden, y los de .todas aquel las minuciosidades·que exige esta operacion prolija, tanto antes como despues de empozar las .cañas del cáñamo. Los gastos del nuevo método consisten principalmente en el valor del jabon que entra como materia disolvente

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para este enriado y en la compra del combustible que se emplea. .Aun en igualdad de circunstancias ó de gastos iguales hemos de convenir en que el nuevo método tiene la preferencia sobre el antiguo, en razon d·e que la mano de obra es menos costosa, mas espedita y fáe,il: Y 5.ª Veinte libras de cáñamo en caña enriado por este nuevo procedimiento produce comunménte ciuco libras de hilo puro si , se .agrama en estado húme·do, mientras que el cáñamo enriado por el ngua y agramado en seco no dá por cada veinte libras las .cinco de hilo que se obtienen por el método moderno. · Si · agramamos en seco el cáñamo que se hubiere enriado por el métodO" antiguo no se consigue la misma cantidad de hilaza que si se agrama en estado húmedo, porque la ruptura de la cañamiza en diferentes puntos de la caña ~casiona una notable pérdida de hebra. · El cáñamn enriado por el método antiguo, lavado, agramado y peinado dá al propietario por cada diez libras de hilaza dos y media de hebra larga ó de primera calidad, unas nueve onzas de segunda y lo restante estopa y residuos de poco valor, cuando la misma cantidad de cáñamo preparado por el nuevo método ha dado cinco libras de hebra de primera calidad, dos y media de segunda y lo demás entre estopa y residuos. De lo dicho se deduce, pues, que de veinte libras de cáñamo en rama enriado por · el _método químico que hemos visto y preparado luego con las precauciones establecidas se han obtenido cjnoo libras' de hilaza, y de esta dos y media de hebra fina, lo que no se consigue con-ninguna de las operaciones conocidas hasta el dia. Este nuevo método puede traer aun otras ventajas inmensas, porque así cerno al presente el cáñamo se cultiva solo en las márgenes de las riberas y en los fondos de las llanuras, donde las aguas son fáciles de obtener para el enriamiento, con el nuevo método las cosechas del cáñamo podrán estenderse á un,mayor número de localidades, por ' que los trabajos necesarios no ofrecerán las dificultades que han presentado hasta ahora.


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Al hablar de esta materia, lo que mas auá circunstancias muy accidentales, como el menta nuestra admiracion es que á pesar de desembolso por el jabon blando que ba de las conocidas ventajas de este método de en- comprarse para este enriado; pero creemos riar el cáñamo por un procedimiento químique mas se debe á la incuria de los cultivaco no se haya propagado mas despues de !_os dores y á la miserable rutina á que viven años que hace es conocido. Vista la imporpor desgracia su jetos. tancia que en 1804 babia dado el Gobierno Nosotros hemos espuesto ~encillamente imperial de Francia á las razones de Mr. los hechos tales como se han observado. Les Bralle, que las esperiencias repetidas confi r- damos todo el valor que se merecen, no soman como ciertas, era de esperar que este lamente por las ingeniosas teorías sobre que nuevo enriamiento sería poco á poco univer- l\L Bralle ha apoyado este método, sino porsalmente admitido, ¡y que reempla.zaria los que los numerosos ensayos que se han hecho otros métodos_ que habian prevalecido hasta por hombres respetables que se merecen toentonces. Sin embargo de estas ventajas, no do nuestro crédito y consideracion han gasolamente no fué e tendiéndose e~_te ~edi- rantido la eficacia de este procedí miento. Quisiéramos que nuestros cultivadores pamiento moderno que lleva en su1'avorel fallo de respetables corporaciones agronómicas y rasen su atencion en estas breves reflexiones artísticas, sino que los cultivadores de las y que intentasen los ensayos de este enriáinmediaciones de París que lo habian adop- miento en masó menos e~tension, atendido á, tado lo abandonarán muy en breve para vol- . que el feliz éxito de este descubrimiento puede interesar en gran manera á la agricultura, ver· de nuevo á los métodos antiguos. al comercio y á las artes. Difícil sería señalar la causa de lan estraño abandono: es muy probable que se deba t'

CONSEJOS A·LOSALDEANOS. Estamos seguros de que nuestros suscritores leerán con gusto este artículo que 11-caba de escribir l\I. de Joigneaux, representan·1e del pueblo francés, porque encierra ideas las mas provechosas que sabrán comprenderlas bien los que se interesen por nuestra agricultura y por la felicidad de sus hijos. Lo recomendamos muy particularmente á los habitantes de las aldeas ó poblaciones pequeñas. uHe vivido en los campos, he vivido en las ciudades: aquí y allá he visto de cerca los hombres y las cosas ; 'Y cuanto mas he

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visto, mas me be asegurado en la creencia de que no hay profesion inas independiente que la del labrador. Siu embargo, muchos huyen de ella como si la acompañase una maldicion. El aldeano que cuenta con alguna fortuna ó solamente con un pasatiempo regular dice á su hijo: (/Tú no serás labra«dor: quiero que tu existencia sea mas sua«ve y dulce que la mia; se te enseñará el «latin y el griego, y llegarás á ser, como «tantos otros, notario, médico, abogado ó <<procurador. Estas profesiones están muy «hien consideradas¡ se trabaja poco y sega-


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«na mucho: lejos' de levantarse anees de que 'derrede1ior, y oireis que es carrera llena de «amanezca , se duerme por la mañana todo obstáculos. Los médicos sobran en las ciu«lo que acomoda: los que viven en las ciu-'- dades, y por do q uier:i. los vereis establecer«dades no esperimentan jamás los rigores del se hasta en poblaciones las mas pequeñas: la diempo, ni les incomoda el sol, ni. les moja mayor parte no pueden casi vivir de su tra«la lluvia:» La madre por su parte dice á la b:;ijo : los mas instruidos, es decir, los mas hija; «La vida del campo es dura: no quiero modestos són cas'i desconocidos: el público «q.ue seas aldeana: pasarás dos años en un insensato no rinde homeoage mas que á los «colegio , tendrás un maestro de canto, otro charlatanes, >y, estos soiiúilente 'pueden ad-' «de baile; y serás una señorita compl~ta; quirir reputacion y alguna riqueza. "¿ Que«llevarás sombrero, y entoncr,s te ·buscarán re_is que vuestro hijo sea abogado? AhLM:irad «los jóvenes de .la ciudad y serás una se- que ya hay demasiadtJs, sí, demasiados! Ve«ñora . » E;;to es cabalmente lo que se dice y reis algunos que sobresale • á los demás y se hace en nuestro pais- medio siglo há. Las comprenden á la vez su noble mision: mas familias ricas ó que viven con suficientes vereis una multitud que vegetan miserablemedios procuran que los hijos abandonen la mente, que hacen un comercio de palabras carre'ra de los padres, ofreciéndoles vivir en sin ·sentido, y que s·e creen d'icbof:os cuando las ciudades corno un orígen de delicias sin han podido con mil artificios hacer triunfar fin. De esto resulta que los niños emigi·an una causa que ellos mismos tenían pór iny van en busca de la dicha que tanto fos han justa. ¿ Quereis qui vuestro hijo sea procu>' ponderado, y que sin embargo hu)'e de ellos rador? Esta- no es carrera brillan.te; pe~o proporciona mucho dinero. Error! Mirad á tiempo que creen alcanzarla. Y no son solamente los ricos los que abandonan el cam- que no hay en muchos mas que es.terioridapo; sino que el ejemplo que dan es conta- des, y les vereis pasar los dias entre la mentira y l~ intriga. Aquellos tiempos de gioso: .los criados sigueu tambien este camino, forman castillos·en el aire , y la vida los antiguos proco radores ya pasaro·n. «Las madres no v~ven menos preocupadas de la ciudad les sonríe. En las poblaciobes gra.1des se trabaja menos que en el campo , · cuando reservan á sus hijas una vida de dicen ellos, allá se alimentan mejor, se vis- señora. Atiendan á que esta vida es muy moten ropas finas, se está mas·biep cuidado, y, uotona, llena de decepciones y mas comen uila palabra, hay mayor- número de pla- , plicáda de lo que se creen . En esta posicion . ceres. A e tos criados ya no les basta servir no se disfruta otra cosa ma-s ue las falsas e casas"t.l'e 'f6rt na igual á la de sus amos : apariencias del lust1:e y ~l temor d; la etiambicionan vestirse hermosas libreas para queta . . satisfacer su necedad. «Ah! Cualesqujera que seais, amigos ó enemigos, Dios os libre de las ciudades! La « En verdad yo los compadezco á todos vida del campo es penosa, ya lo se; pero ella porque no saben lo que hacen; no conocen ciertamente esas profesiones de las ciudades reune ventajas que no bailareis en las ciuque ellos ambicionan tanto para sí y para sus dades. Con un pedazo de tierra que el sol os hijos. Qué! ¿quereis que vuestro hijo sea no- vivifica, con un arado en la mano y el corazop lleno de sencillez, de valor y de e~petario? Mirad que esto es .condenarlo á .que ranza, .os retirais tranquilos por la noche y viva sepultado en el silencfo de un gabinete estais seguros <le que mañana te11dreis un sin' ventilacion donde la inteligencia mas viva enfer,ma, donde la imaginacion mas pedazo de pan que llevar á la boca: vosotros no estais á merced de las personas, y no rica se debilita, donde la ciencia, en fin, no dependeis mas que de vuestra conci~ocia y encuentra otro horizonte que los comentarios de un código y los manuales ó papel de vuestro trabajo. ¿ En nada estimais esta sellado. ¿ Quereis que vuestro hijo sea mé- indepen.dencia? En el campo respirais el ai-; ' dico? Tengo en mucho aprecio esta profe- _re libre, gozais del hermoso sol que viv,ifision: pero observad lo que pasa á vuestro · ca; para vosotros son esa's magníficas som~


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que templan los rigo es .del vernpo, ,ca,npi-ñas este fu~ UD¡ di~~ l~o. 9~ando _n esas osechas llenas d~ verd r, e$aS espi,gas ..f 840 ethonor frfncés e p lJo qpmpro¡net.1~ arj!l,q_ue · bu ta_s que se.meceitgraéiosas eri las llah,u- d9 ~ :ifoyr utb,.hubo se atrevieron á pedir la paz á toda costa, ras, todas las riquezas, todas _las hermosuras de la creacion, todo lo que el ciudadano mientras en nuestras campiñas este era otro desea y no puede gozar : todo esto es para día de luto. Esto por lo que ,toca á vuestro vosotros, y desdeñais tantos dones como si patriotismo. <<En las ciudades la servidumbre existe J;J.O fuesen de valor. Sí I lo tienen mayor de de beoho: el hombre renaja á su semejante ,,. lo que·creeis. aQue se hace una revolucion, •<<que las relaciones 01plomáti.cas se entibian, lo señala con ·un galon, lo distingue de los (/que se esparce una falsa noticia en lá. bol- demás por sus iniciales cómo se hace cón1 «sa, que dos ó tres casas principales se de- los carneros ó con los caballos de un regi«claran en quielira »: tal es la cantinela de miento: quiere que se diferencie de los otros los Iugares p0pulosos y la zozobra contínua hombres por una casaca encarnada, jJor u.a en que se vive en las ciudades. De aquí se sombrero con plumas verdes ó por una es..: sigue un terror pánico en todas las clases , carapela negra. Debe ·mantenerse siempre las relaciones oomerciales sufren un que- respetuoso y á cierta distancia, y en "todos brapto, los trabajos escasean, y e\' dinero se los actos le hace sentir que es su amo. En las ' aloeas, al contrario, fá servidumbre oculta. En las al~eas el trigo aumenta precio a.l compas de las revoluciones, y los y la esclavitud no existen mas que de nombre y nada tieuen de humillante. El amo y frutos de tóda especie siguen en alza en mo·mentos de guerra.., de crisis políti-ca y aun el ériado hablan un mismo idióma, són unás mismas sus cpstuinbres, se reparten las fa-· de-'Peste. Sean cuales fuesen los aconteci , mienlos, el labi-adoi· está seguro dé poder ligas, y muy á menudo comen en' una n1issegar: en junio 'i de trillar en julio. En la.s ma mesa. Esto por lo que hace- á la igualdad, · cill'ombres del cam~o: habeis de convenir ciu'dades la existencia está limitad.a. á una piéza de •cinco francos, y faltando es·ta pieza conmigp én que el paralelo está á vuestro falta todo. Nada de esto sucede. ep. las al- favor. Aguardemos entre tanto los benefideas: en I ugar de plata se cuenta con un eios de la ens~ñanza agricóla y· las institupe-queño depósito de _trigo y de 'otros pro- ciones que han de realzarla. Entonces , ¿que inas· pod'reis desear? Pues ·bien. todo lo óbductos del sl.ielo, ¿ Y me direis todávía que esto nada vale? Esto por lo que mira á vues- / tendreis : podeis ser, cuél,ndo o~· acomoáe, los dueños de la situacion-, J)brque. ~osotros tra independencia. .., formaís_]a clase mas numerosa: de la sooie«Cuando en 1815 sufrió la ~rancia la for- ¡: claq .>) nada espa,ntosa~de Waterloo los fon'dos alzaron en la bolsa, mientras que en nuestras

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CONSTRUCCION DE·UNA CASA DE LABRANZA. No tratamos en ocuparnos en ·estc artícu- '' El modo como están edjfkadas y distrilo del miserable -estado QJl que viven en to- buidas la mayor parle de las casas de labrandas lªs aldeas'de nuestra península los po- ~ª en nuestras provincias. une á sus graves bres Jabra.dores á quienes la fortuna ha-con- inconvenientes la insalubridad que las rodea cedido ~na pequeña par.te de tierra ó ,Jama- po.r todas partes. Situadas Do pocas veces en. -DO 'de la Providenciª no les ba_,deparado un ptrntos tjonde los vientos rein.antes las hace el astro bQnéfico , porque . este será asunto de blanco de las emanaciones pestilenciales que -otro dia, limitándonoi,; en el ·presente á ofrc- se lev.anta:n de un charco ó de una laguna ~er á nuestros lect9res el modelo de una ca- inmediata; mal dirig;da la situaciun pura sa de labraµza con ·todas las dependencias que goce de la temperatura y de la v·eotilaque <lepen acompañarla para hacer el culti- cion,que le son 11ecesarias; la distribucion: vo in~s pro-v:echoso y la -:vida mas dulce ó interior sin método ni reglas artísticas que pueda propc,ccionar las luces y la circu'laIl!en<>s -amarga. ~ • Tomaremos ,este -asunto bajo · el punto -de cion conveniente; el aire penetrándo por tovistl¡\ que pertenece á la economía rústica-. das partes á causa de no cerrarse bien las como .es el de la distFibucion y buena dis-, puertas y ventanas abiertas ,por do quiera y posicioq· de los varios departamentos de que sin ningun ór~en; el frío y la humedad apodebe constar- una casad.e labor, porque si ·la derándose · ·de las salas y dormitorios ; sin arquitecturanoseoseña·~l modo de constn1ir- casi luz y claridad -la _mayor ·parte de las laJ~on gusto, s0lidéz y economía, la práctica pie:fas de la granja, de esta manera viven los pobres apayceros ó labradbres, víctima$ con de·1a agricultura puede solamente revel arnos fa situacion, dimensiones y la disfribu- bastante frecuencia de los males que acarrea cion-que es ,necesario dará -cada una de sos esta falta de higiene, 'Y sufren como consepa,rtes para que teQgan fa ,debida saluhrid-ad euencia,de ello el reumatismo, -los catarros, resfriados, calenturas intermitentes y las y las com0didades convenientes al objeto.para J.lnxiones de pecho. · . , · que se las destine. Como .es<;orn,iguiente los ganados DO esLán Ca usa ad mi racion -ver.que construyéndose mayor número de casas de la..bránza quepa- mejor alojados que sus dueños, Y. de este lacios-y edificios suntuosos, po se haya pro- fatal descuido ,vienen .para la agricultura y; curado la an:¡uiteclura agrícola los conoci- para los dem ás ramos de la economía rústi-• mientos uecesa.rios para sacar hábiles maes- ca males inmensos. Las cuadras y los estatros, como sucede en los demás ramos de blos están abi-ertos por todas partes; sus paconstruccion civil , dejando abandonada redes medio derribadas permiten á veces aquella parte de sus deberes á la miserable basta que se in.troduzca en los corrales el lobo que causa estragos notables; el fango rutina de los albañilés de las aldeas. Por mas que parezca una paradoja, ·esta d~ sus pavimentos derrama por todas las vimala qonstruccion de las granjas acanea viendas una humedad dañosa, y la incuria grav.es obstáculos á la agriclllturh, é jmpidc ó el descuido de limpi ar cou frecuencia, las que las m~joras de que tanto necesita se ·va- cú'adras y de estraer el estiércol que produyan realizando con la fé y resultados que ceH las reses llena la granja de miasmas podrían esperarse si lla~ásei;nos en su au- pestil enciales que c~usan enfermedades al silio los principios de la mas útil y oportu- ganado y lo mantienen en estado débil y raquítico. Otras veces1 por el contrario, los corna ~onstruccion.


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ra1es y eslablos se encuentran de tal modo ' tos á la inclemeocia del tieo-i-po, sin poder tapiados, que los animales que los habitan disponer siquiera de uu mal c-oberLiz-o donde· respiran un aire impuro á causa de los esdepositar los útiles de la labor cuando las cremenlos que se amontonan y del olor yuntas se retiran de sus faenas. De esta falta fuerte é insoportable que despiden los fornacen males no poco graves y cuyos inconrages que se almacenan por lo comun en un venientes no aciertan á prever el colono y el tablado de la misma cuadra, acabando de propietario. Enmohecí.dos los resortes de los aumentar este mal la costumbre, harto fre- in trumentos del acarreo, los ganados gastan cuente, de colgar en los corrales las pieles inutilmente sus fuerzas para tirar de los pede las re e que han muerto de enfermedad sos con que se les carga, á lo que se sigue por los estragos causados por el lobo, 6 por la alteracion de su salud y la poca duracion. otra causa c·ualquiera. · de su existencia. · Los lagares y las bodegas, si los hay, ó Los depósitos de estiércol es oCro de los si puede dárseles este nombre en caso que puntos mas descuidados en las casas de laexistan, están construidos sin órden ni pre- branza. Espuestas estas materias á la accion cision para los usos á que se destinan estas del aire y de las lluvias, se pierden grandes parte de la granja. Las cubas y toneles, co- cantidades de sustancias fertilizantes que locados sin las reglas que convieno á los menguan el producto de la heredad, al proemba es; la temperatura y la esposicion del pio tiempo que las emanaciones que despilagar, diferentes por lo cornun de lo que in- den incomodan mucho á los habitantes de teresa á la buena vinificacion y á la conserla granja. vacion de los vinos, todo nos convence de lo En las haciendas que abundan en pastos·, poco que se ha estudiado la arquitectura á cuyo eultivo d'ebe et propietario dedicar, rústica para los intereses de la agricultura. todos sus atanes, no-han de faltar ganados Si de- los lagares pasamus á los trojes y á de leche por el producto que dá este ramo los graneros los vemos generalménte mal 'de-eeonomía rústica, y por ello se necesita acondicionados, sin cerraduras , con poca que en las casas de labranza se establezca ventilacion, los ratones y otros animales pu- una lechería con toda la precision y buen lulando por todas partes, destruyendo gran- gusto que e.sta industria exige. des cantidades de semillas. Mal comprendida Las reses deben estar separadas l'as- unas la con ervacion de los frutos vemos los gra- de las otras, en un punto las de trabajo, en neros faltos de ventilacion , 6 espuestos in- otro las de echamiento, acá la jóvenes y distintamente á todas la corrientes de los acullá las de leche, porque de este método vientos, pe)'mitiendo libre entrada á la hudepende la mas fácil administracion en los medad de la atmósfera, y lo que es masi intereses de la casa de labranza y los cuidaa·montonados los granos sin diferencias de dos mas esmerados para los animales. edad, de especies ni de otras circunstancias 1as especies de ganados deben ocupar. que deben atenderse 'para privarles de su cuadras diferentes y hasta cierto punto de germinacion. diversa contruc-cion. Sería impropio y altaLos sótanos ó puntos donde se conservan mente perjudicial mantener reunidos los calas patatas y demás raíces carnosas, asi co- ballos y mulas c;on los bueyes, porque ni el mo los aposentos en que se g'uardan los for- genio de estas reses es igual, ni son tamporages , no reunen aquellas condiciones que co unos mismos los alimentos de que hacen se necesitan para la utilidad de los ganados uso. y para la buena conservacion de sus comesFaltan por lo comun en las granjas gallitibles , como si esta parte de la. economía neros á propósiloó habitacione para la volaagrícola nada. influyese en la prosperidad tería, de lo que resulta que este ramo imdel labrador. portante de esplotacion rural no dá los proEs muy comun ver en las casas.de labran- ductos que promete, porque las ave , careza que los carros. y car retas se dejan espuesciendo de lugar donde alojarse cómodamen-


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te, , ponen. sus huevos en los establos, per- pÓco s~r,virian tanta porcion dé corrales y de diéndose gran·parle de este pro.dueto, y sien, cuadras si no se tuviese todo el número de esdo con foecueocia presa, las gallinas ,de los pecies de animales que-deben ocuparlas. Paan\ma,les r.apaces,q ue 1!11s asechan. oonlínua-: ra 'un hacienda mas reducida: daremos otro menlei ,. '• • ,r dia el plano correspondfonte , porque á este . . En vista.de tamaños males·pana la agribul7 clase con espeéialidad es á lit que dl)be atentura conviene á nuestros propie!ai:ios q;ue ,en- derse, ·y la·qufl obtiene"toda·snuestras 'simpatren -d_e una vez en el 1,amino ne estas refor- tías por los afanes con que trabaja sin sac¡tr mas, cquitecLónir.as. qqe afectan mas 'de ló ' premio alguno de todas .sus fatigas. 1 que ·ellos creen su ,rique1ia y;su pro,speridad, La segunda parte de dicl}a lámina espresa Aptendan á conoc.er que, por el !]lodo come¡ la di•stribucio.n·de la parte baja de. la habiestan construidas, nuestras Cqsas de)ab,ran- tacion del propietario,.que tambien se1dedica za /son insalub'nfs par!). las perp,on~s que las á lps ,operarios y oh-jetos de la labranza. Sin habitan y para: los gauad"üs. No pretei:ide- faltar á los p~eceptus de la frugalidad y de mos ni tenemos derecho á espé@i: que se la s~ncillez pueden reunirse en la¡¡ al,deas la ,construya.u ~e nuev9 !¡is que ahor~ existen, ¡¡alubuidad ntis apetetecible, las .co~oc.iidá-. porque esta: m~jora ,será costosa y del todo des y bast.a eJ ágrado. No son ~ncompatiimposib\e. á la mayorparte de nuestros cul- bles ·el mejor· aseo y el buen gusto en las vi1 tivadores; -pero sí deseamos· que las rnpara- ;viend~s · cop la vida del campo, y .téngase ~tones que. se bagan en lp sucesivó , y qué presente ,que nada interesa tanto para los está en los intereses del propietario•praoti.!. progreso$. de -la agricultúra com.o el despercarlas; s~ :verifiq11en ,con otr9 método 'y se tar la a.ficiP,n de los propietarios á esos goacerquen en : lo posibll! á las mejores oons- ces que ofrece la naturaleza,e.n las campiñas trúcciones rústi'Gas. Y _si los pr,ogresos futu- p_uaAdo sabemos aprovechár los dqnes ·con ros ~e nuesfr¡i agricultura, ,qne lo~ oteemos que nbS brinda. La suerte de nuestros Jail1P1ediatos, obligan á constri}ir otros 1,10evos br.l).dores, casi oLv-idada hasta al presente, es ¡¡dificlos, téngas~ preJente que .en \¡is granjas digqa . de. Ja atencion,de tqdos los húmbr.es . bien dispUéstas d¡¡be habe~ oapa~.idá\i ó es- que aman á,_ sus semejantes. En todas las pacio suficien.te ,p¡¡.ra cada uno de los objetos comarcas v~mos á ésa cl~se desgraciada falque e)lciertan ,, porque la suerte del _propie- ta aun de la.s cosas mas indispensables patario -está íntimamente ligad.a con, la salud y ra la vida social ; y mientra.s se afana, con la robustez !de los aparceros-0 c9lonos y de un celo digno de mejqr recoí:n.pensa, para todas !as especies de ganad'o que. se. re.unen propo,rcionar á los ,habitantes de las ciuda• .en: la casa tle lab(anza. 11 des·tqda la comodidad que el cultivo de las :A:pomp¡iñamos U!la 1lámina q·ue dernuestrá plantas ofrece, el pobre la:brador vive sujeto cómo pqedé constcuüse CQIÍ ventaja una cá- , á uná miseri'.a degradante de qu.e deberia sa ;ele labranza cbn todas: las,· dependencias av'ergonzarsé .nuestra sociedad. , Pero. estampemos ,,la lámina que ya heq1,1e le p~r.te,né'ceu.1 Con9cemos,des~e luego que n~ toqas pueden tene.r la capé\uidad y. la mos indicado : estension' que_en ella se marca , porq,ue de ~

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H -Depósito de heno ó forrages secos. l PARTE DE LA LÁMINA . 4-Lagar. 12-Cobertizo para carros ó carretas . ~ 3-Depósito de. leñas. 2~Bodega. 4 4-Utiles de labranza. 3--:Depósito ó almacen de aceite. 15-Aparejo,s ó arreos· de .los· animales de 4-Molino de id. ' · · . , y carga. ' tiro , , 1 \ 5 y 6-Sótanos ó ~epósitos de raíces car16-Cuadra para el ganado de cerda. nosas. /7...!..-Gallinero. 17-ld. para el mi;ilar ó. <;<j.bal\ar. ' 18-Id. para el lanar. 8-Estercolero. 9-Comun . [ · 1,9,-Dormilorio de los rodios de labranza. • 20..:_Cuadra,pata las yacas de leche. , .1Q-P,aj~r. , \

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y beneficio del cultivador.

2·1 -ld. para el ganado vacuno de la- ' brana. • 2'2-ld. -pa'ra becerros,ó crias del ganado vacuno. ' 23-Depósi.to de agua con ~hrevadero y pila para lavar· l'a~ verduras y raíces carnosas.

· Desde luego podrá ocurrir alguna otra observacion á nuestros lectores, que no sería difícil satisfacer. Una de ellas es, porejemplb,. la distancia á que coloc¿mos los depósitos ~e la paja y heno ó forrages secos, de las cuadras de los animales que han de consu-11 PARTE. mirlos; mas para ello hemos consultado el ~-Zaguan. que tales pastos conserven sus buenas cuali2-Oficina de contabilidad. dades, porque almacenándose cerc.a de las 3-Dormitorio para el mayordomo ó en- cuadras y establos, las emanaciones fétidas cargado. que despiden los escrementos de las reses 4-Lechei-ía. podrían perjudicar esa buena conservacion · de los alimentos. 5- Depósito de quesos. Fácilmente se dedllcirá tambien que des6-Sala de comunicacion. tinado. el piso bajo de la casa de labor, qqe 7-Cocina. e·s el que únicamente aparece en la segunda 8-Despensa. parle de la lámina, al servicio de la labran9-Amasador y horno. za misma,-lo alto del edificio ha de serví r· pa, 10-Com~dor. ralashabitaciones del dueño, tanto necesaAl presentar la anterior lámina bajo la , Tias como de recreo. Debe, sin embargo, no planta que pudiera darse á una buená casa olvidarse que el mejor órden y salnbri<lact de labranza, ó sea mirada á vista de pajaro, se consigue pudiendo construir todas las nabitaciones en un solo piso. Los graneros y paCOD?_O vulgarmente se dice, ya se desprende que no hemos querido ofrecer una distribu- lomares han de colocarse separados de la caS"a y con las precauciones conveniente¡:¡, para lo eion necesaria ó precisa, ,porque esta depende en su mayor parte del gu~to del propie- cua1 otro dia daremos las oporlu,nas láminas. La estension de las piezas es otro de los tario. No nos hemos propuesto mas·que dar una idea del desahogo y oficinas que nycesi- puntos que debe sugelarse al gusto del protan los distintos ramos de la economía rús- pietario y á las necesidades de cada granjasetica para la mayor perfecci9n de las labores gun la estensio~ del cultivo.

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PARlE OFICIAL. Reglamento para el sindicato de l.Órca; expedido por S. M. con arreglo al real decreto de ~ ú de junio dé~ 847, y reformado definitivamente por real órden de ~ 4 de 6nero d,; ,1848.

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DEL EST.fBLECIMiBNTO DEL SiNDICATO:

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.A11T1Ct¡Lo 1, . Se, establece un :sindicato para regir y administrar los riegos de-la'eiu0

dad de Lrl'rca, eµ los bered~mienlos de 'Tercia y Albacete, y en los 'de Alcalá,, Sutullena y Alberquilla, co·n las aguas -del no Guadalantin , y demás alurbb'ramientos que hu hiere, y las de los pantanos de rvadeinfierno. y Puentés cuando estuviere habilitado. An r. 2. ° Constará el sindicato de siete individúas elegidos libremente por los inte-


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resados en los riegos; á saber, los dueños del uso de las aguas, los terratenientes en el curso de ellas, y los labradores ó regantes que las aprovechan. ART. 3. 0 El sinJicato será presidido por un director, de nombramiento del Gobierno. Habrá además un subdirector, que nombrará asimismo el Gobierno; pero del seno del sindicato, y á propuesta en terna del director. El subdirector suplirá las ausencias del director, gozando entonces de las mismas facultades y prerrogativas de este, y eón las ·mismas obligaciones. DE LAS ATRIDUClONES DEL DIRECTOR Y DEL SINDICATO, Y . DEL Tl\IBUNAL DE AGUAS.

Conforme á lo dispuesto en la clasificacion cuarta, artí~ulo 2. 0 del real decreto de 10 de junio de 1847, corresponden al sindicato: 1.º La division, distribucion y venla del uso de las aguas. z.º La rccaudacion y di°stribucion de los fondos que pertenecen al Estado y á los particulares. 3.º Las de las aguas del alumbramiento de la Paca en los términos que establece la real órden de este dia sobre los riegos de Lorca . 4.º La administracion y conservacion de los pontones y alcantarillas Súbre las acequias del riego . 5. 0 La del pantano de Valdeinfierno. ·· 6.º La de los restos del de Puentes: para su- restablecimiento se contratará con el goblerno. Por real órden de 1 t de enero de 1848 se le atribuyen asimismo: · . 1. 0 Los sangradores de la cuésta de Ferrer, revestimientos y obras de defensa en las márgenes del rio. 2.º El acueducto de la Zarzadilla, que conduce aguas para el abastecimiento de la ciudad y el riego de la huerta, coq obliga-cion de mant.enerle corriente y reparado para ambos usos. ' 3. 0 Las casas llamadas de la Empresa, en las cuales estarán las oficinas del sindicato y la hahitacion del di"r~ctor; y la del Alporch,m, para 1a venta de las aguas en la calle ART. 4-.º

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del Colmenarico , ambus de propiedad del Estado, obligándose el sindicato á cuidar de su ~onservacion y reparacion. 0 AllT. 5. De conformidad con el artículo 0 6. del citado decreto, corresponde al mismo sindicato, por punto general, la deliberacion acerca de los ramos que son óbjeto de su establecimiento. La accion del mismo, ó sea la ejecucion de sus acuérdos y la gestion de la administra.cion, quedan á,. cargo del director. Este dará cuenta anual del siudicato, con cuya aprobacion ó censura se pasarán al consejo de proviñcia, imprimiéndose para conocimi,ento de los interesados. . A1n. 6. 0 Deliberará asimismo el sindicato sobre todo lo que tenga relacion con la n,ejora y conservacion de las acequias, distribucion de aguas , pastos , arbolados , arriendos y permutas, dándosele además conocimiento de todas las trasmisiones de dominio -y transacciones que respecto á las a.guas verifiquen los lJarticulares. Cuidará asimismo del sostenimiento de los derechos del comun de regantes . .A.nT. 7. 0 S. 1\1., en tanto que el Estado conserve intereses ó pensiones á cargo del sindicato, se reserva el nombramiento del secretario. El director nombrará el personal de todas las dependencias, con la asignacion que á cada una haya señalado el mismo sindicato. Esceplúase de esta disposicion el depositariQ, que será del exclusivo nombramiento del sindicato, así como la fijacion y clasificacion de las fianzas que hayan de exigírsele, como que es del sindicato y sus individuos la responsabilidad de la existencia de los fondos y de su inversion con arreglo á sus acuerdos. AllT- 8.° Corresponde al director, .además de las atribuciones expuestas en el artículo 6. º del real decreto, la representacion · del Gobierno en el interior de la junta, ya como encargad-O de los intereses colectivos de la agricultura, J'ª coruo propietario de algunas de las pertenencias que se confian al sindicato, ya como dueño del valor de las hilas de agua que pertenecen á amortizacion. En tal concepto, el director es personalmente responsable al Gobierno de la administracion. (Se continua,·á).


VAlllBDADllSe 1 t

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' un _ ~a ortiga, que es una planta mu·y eo·m e.n Europa,. tiene varias aplicaciones ep la agricultura, y una dt ellas es la de contribuir á ·a buena alimentacion de >lá volatei;ía. Para' e~te objeto usamos principalmente la sen;iilla cuidando de recogerla cuando esté enteramente madura, y dán'dola sola ó mezclada .con.el alforfon ú otra"s semilli:1s-'Se cree q,ue la simienté .de ¡)a órLiga c,ontJib~ye póderosamente.á q9e las gallinas pongan hue~os au~ eR las estaciones menQs p,ropias, y qqe cpn este medjo podemos sacar ll)ayores Rro~u.ctos de, l¡t yolaterÁa,,, Otro~ a~onsejan aprovechar,totjas las par tés de la·plan'ta, ,reco• gié9dola f!:. esJ¡e efecto e[! el momento de eua-, jl!r sus fc.utos:,:y conserván,dola en l~gates·secos para !;¡Ue [!o.se enmoh,ezcl! porque ~ntpllces la _repugnaria,n: ,las aves. Se -guardan ·hechas hages1,y al momento de emplearlas se t~itu~ ran bien y se mezcla.o, con . una '.cantidad de sa:tvado remojado con· agua muy·caliente. De •

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estos dos métodos optaremos pQr el de usa~ la semi lla , porque ha de. dar, ,á )a~ ,aves;IIJ~; yor resistencia, que los,. tall·os.~ ,

UTlLID¡\D DE f,A óRTIGA P,ARA LAS GALLINAS,

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MODO DE , SUPL!ft: EL SUELO PARA EL 1

,CULTfVO.

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Los chinos, m,uy háQiles en la agricultµra y agoviados comunminte por una poblacion e~cesiva, pan inv~ntado un nu_eyo gérrero de cultivo desconocido en las restantes partes del mundo. Para suplir el suelo de que carecen construyen una especie de tablados con madera de bambú, los cubren con esteras qu~ llenan luego de tierra, y en él., .á manebi de un campo ambulante, siembran y cosechan el arroz. Este hecho se halla com-. probado por muchos viajeros , y un grande agricultor del ·mediodía de la Francia ' ,posee en su coleccion muchos diseños que representan estas 'isla,s ficticias. cubiertas de auroz. liJrio 'de estos 'diseños, iluminado, ha sido· constr~ido en China. ·

LLUVIAS.-Oj)senaciones ··de abril de 4849. ~le~~~~ . (

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DE tAs CANTIDADES DIARIAS ' DE LLuv,A., ESPRE;,-ADAS EN CENTÍMETROS CÚBICOS y PULGADAS CÚBI-. - CAS, QUE HAN CAIDO EN EL JARDIN BOTÁr-1co DE LA"M. J. JUNTA DE COMERCIO DE ESTA CIUDAD· - DURANTE EL l\Il!lS DE ABRIL DE 1849 j' EN CUYO JARDIN SE HALLA FIJADO AL INTENTO EL COR-¡ RESBON Dl'E'NT.E rLOVIÓl\lE'l'RO~ ' ' ~ í ' . ,; '¡ .' '

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Vamos ocuparnos <le una planta que es ' La ortiga,' como forrage, es planta de mumuy comun en nuestras provincias y que cho interés, no solamente por las cantidades no se la aplica á uso alguno. Hablamos de de pasto que proporciona , y, este de buena la ortiga que érece espontánea en los fosos , calidad, sinCl lJorque, como .ya hemos dicho, se obtiene sín ga.stos de cultivo. Algunas de y en los valles, entre las ruinas de los edificios, en las inmediaciones á los caminos, las cualidades que reune la 01'tiga aumen-etc. ,sin que por ello la utilicemos para la tan todavía mas su importancia para la agricultura ni para las artes. ,Es un vegetal agricultura, y hacen que sea un vegetal útil bast,ante estimado en algunos puntos del en todos los paises. • Sin embargo , estas ventajas no son las ·globo, y aun en Europa vemos que la Suecia le presta toda la atencion como planta mismas en todas partes , porque en España, füamentosa y como forrage, de manera que en Portugal y en las der.oás naciones del meel gobierno hace carla año los sacrificios ne- diodía de la Europa donde el clim,'l permite -eesarios para darla á oouocer aun en los cultivar el cáñamo y el lino, los productos puntos rnenvs industriosos del reino. Las de la ortiga será,n menos,importantes que en ventajas de la ortiga como planta textil Já- los paises donde no vegetan aquellas dos cilmente se conocen, y consisten principal- plantas filamentosas. No obstante es preciso mente en qu'e , no ocasiona gasto alguno de confesar, que aun en nuestra Península misma es de bastante interés el cuidado de esta cultivo. La sociedaii de agricultura de Anplanta como forrage 6 para estraer su hebra, g~rs ha hecho ensayos repetidos para cultiatendidp que: hay algunos puntos donde el varla y apiovechar ~u hebra en las artes, bien persuadida de que es un vegetal' que cultiv,0 del cáñamo·y del lino es l:nuy incierto. Ademl:is al:iuodan en las ca:sas de labran'-puede'ofrecer mucho producfo. El capitan €ook dice que sin la ortiga los za porciones de tierras de mala calidad que habitantes de Karotschatka no podrian ·sub- no se prestau á otro cultivo que el de la ortiga, la cual daría en eilas huenos resulsistir, porque -cómo falta en aquel olirtla riJguroso el cáñamo y el lino no les. sería po- tados. Haceno pocos años que en algunos depar-sible proporcionarse vestidos. La ' ortiga es la sola planta de que á este firi ·se valen, y tamentos de Francia han hecho sa esta plan- . para ello la recogen en agosto, la enrian tan ·ta un objeto ~tendible de su agricultura, principalmente1os pequeños propietarios, y luego como está seca y la hilan en las noches del invierno. Las mugeres de Baskir prac- , se deduce de la constancia con que van sitican, á corta diferencia, las mismas opera- guiendo esta práctica que encontrarán en ciones con la ortiga y dan á la hebra lo ella un beneficio positivo. Se conocen una porgjon -de especies de ormas que nosotros damos al cáñalllo y al lino. Los egipcios. tambien cultivaron esta planta tigas semejantes todas p9r sus caracteres botánicos; pero ' hay solamente una cu~o y sacaban de sus semi1las , ~sprimiéndolas, una gran cantidad de aceite que -destinaban cultivo intere_sa. Esta la ottiga llamada mamuy probable que se yor, la-eual es pre(erible á las demás por 1a á 9iferentes 'usos. sirviesen tambien de su hebra; pero la hiselevacion de sus taHos , por la mas crecida toria nada dice sobre este particular. , cantid11,d ·c1e hojas que •tiene, y por 1a. hebra

Es

1 DE JUNIO DE 184,9.

'fO~IO 11.

9.


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mas abundante que se halla en su corteza. Es una planta que cuando se la cuida suele tomar de tres á cuatro pies de elevacion, produce muchos renuevos en sus raíces vivaces, y sus pai'tes tallosas son un escelente forrage que se dá al ganado en estado fresco ó convertido en heno. En algunos paises la gente pobre come los tallos jóvenes de esta planta en ensalada cocida , dándola el aliño ó condimento que se acostumbra para las espinacas. Clima y terreno.-La ortiga es un vegetal que dá productos en todos los climas, aun en los mas estremos: no teme la humedad, ni la sequedad, ni el frío ni el calor, observándose que es una de las primeras plantas que crecen en primavera, en términos que ya tiene bastantes pulgadas de elevacion cuando los otros vegetales de esta misma estacion apenás asoman por la superficie de la tierra. Vegeta bien en todas las esposiciones, s~éndole mas titiles las bajas y húmedas donde despliega grandes porciones de tallos. La ortiga se desarrolla bien en todos ,los terrenos, aun en los mas ingratos, y, para decirlo de una vez, se la puede cultivar hasta en los puntos dondeno ve¡:i;eta el alforfon. Aunque vive en todos los suelos., ei;cepto en los muy húmedos, es preferible sin embargo cultivarla en los secos y calientes. La naturaleza particular de las raíces, que se prestan á mantentir unida la tierra donde la ortiga crece, contribuye á que sea ventajoso cultivar esta planta en las pendientes de las colinas donde las labores ·hacen que la tierra se escape hácia los valles. ,Labores de preparncion.-La ortiga, como que es poco delicadi\ en su v_egetacion, no necesita que se prepare mucho el terreno: bastará una buena labor dada en otoño, procurando remover con ella suficientemente el suelo para que la ortiga pueda desplegar libremente sus raices. Si el sµelo fuese arcilloso y apretado convendría desmenuzarlo y divjdirlo á fin de facilitar la e[\trada del aire ;y de las lluvias, y de este modo se pueden conseguir de la ortiga mayores productos. Los abonos serán conveniente.; si el terl'eno es poco fértil , y son preferibles !os de .estiércol á ' medio consu,mir. Mas como la

tierra que comunmcnte se destina al cultivo de la ortiga suele reunir la circunstancia de no haberse cultivado en mocho tiempo, bastará remover aquella bien para mezclar el mantillo que haya en el suelo, y para que así obtenga buenas creces la ortiga. Como esta planta es de raíces vivaces y se mantiene por muchos años en el mismo punto en que se la ha sembrado, puede conservarse la fertilidad del terreno con solo las porciones de hojas y tallos que se descomponen cada año. Tampoco será necesario el riego, escepto en los suelos que sean estremadamente a-r enosos ó calizos, en cayo caso se regará la ortiga, si nos es posible, alguna vez á principios del verano. Multiplicacion.-La ortÁga se multiplica por plantacion ó por semilla. El primer método es mas ventajoso que el segundo, porque adelanta la época del primer producto; pero tiene solamente aplioacion cuando el cultivo es reducido. La plantacion de la ortiga se hará arrancando las raices con un dedo de tallo y plantándolas á la distancia de ocho á diez pulgadas la una de la otra. La operacion se practica á fines , del otoño con raices de ortigas salvajes que resisten los rigores de la estacion mas bien que las de cultivo. La plantacion se hace en líneas abriendo surcos de un pié de prpfundidad, ó bien por medio del plantador, cortan.do antes los estremos de las raices. Si en la primavera siguiente observamos que algunos pies han quedado sin agarrar-, se renovárán en tal caso los que falten. La siembra de la ortiga, que es el método de multiplicacion mas conveniente en los grandes cultivQs por los gasto¡; qoe ahorra, se realiza tambien en el otoño, preparándose antes convenienteme.nte el terreno y rastrillándolo con cuidado. La semilla se siembra á vuelo y bastante clara, porqu~ siendo la ortiga una planta de raíz vivaz, desplegará con el tiempo numerosos retoños que cubrirán las superficies que la siembra clara deje en descubierto. No debe cubrirse la semilla, y bastará pasarle el aplanador ó rodillo despues de haberla esparcido en la tierra . .Las plantitas no nacen hasta la pri-


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mavera que siga á la siembra. Cuando tenque faciliten el enriamiento, y en el segungan tas plantas una 6 dos pulgadas de eledo se esparcen los tallos para que se sequen, vacion se les dará una escarda para quitar si acaso han de guardarse para heno. las malas yerbas. Las ortigas conseguidas La ortiga, como planta filamentosa, necepor siembra no adquieren en el primer año sita enriarse como el cáñamo y el lino, y de su vida mas que de seis á ocho pulgadas exige las mismas operaciones que estas dos de altura, porque la naturaleza se emplea planLas hasta el acto de estraer la hilaza. principalmente, durante este tiempo, en dePero convendrá únicamente darle esta aplisarrollar raices robustas. Las obtenidas por cacion, como ya lo hemos dicho, en los paiplantacion dan ya una cantidad de forrage ses donde el clima no favorezca el cultivo de el prime año, y esto hace que se aµticipen plantas textiles mas provechosas. uno á las ortigas que proceden de siemLos tallos de la ortiga son un escelente bra. pasto, especialmente para el ganado lanar. En todos loR años que dure el cultivo de Puede dársele este forrage fresco ó seco: en la ortiga no será inoportuno darle por la el primer caso lo comerá, apenas se siegue, primavera una ligera escarda para matar las solo ó mezclado con ctra yerba; y en el seplantas dañosas, lo que hará que los tallos gundo se dá con la paja, ó bien solo poniénsean mas abundantes. Si el terreno se esquildolo algunas horas antes en remojo en agua mára por. cualquier accidente podrá abonartibia que comunica á los tallos un sabor se al entrar el invierno, empleando al efecto agradable y semejante al que tienen cuando abooos que al paso que no sean lentos en desestán frescos. Aumenta la cantidad de la lecomponerse, dén mientras pasa esta estacion che á. las vacas cuando comen la ortiga en suficiente materia fertilizante. Si en la priabundancia, y le comunica un gusto apetecimavera siguiente á la siembra se notase que ble. Los agrónomos que se han dedicado á en algun punto del terreno en que se cultihacer esperimentos acerca del uso de la orve este vegetal faltan plantas, se trasplantiga, dicen que los animales que se alimentan tarán de las del punto en que hayan nacido de ella se crian sanos y gordos y que les muy espesas, evitando que no se produzcan preserva de enfermedades contagiosas. con desórden. Sea como fuere, y por mas que entre noRecoleccion.-La ortiga se recogerá en el sotros no se haya cultivado hasta ahora esrigor del verano, y ante de que madure sus ta planta, creemos que sería útil hacerlo en frutos si se desean las utilidades de su hilalas esposiciones calientes de nuestras proza; pero si la queremos para forrages, debe vincias meridionales, donde loS' dgores del entonces segarse a I empezar la florescencia. c(jma no permiten en muchos puntos, á causa. Las que se destinen á la granazon, ya sea de la sequedad, el que se cuiden otros vepara la siembra ó para dar las semillas á la getales. Debe adoptarse tambien la ortiga volatería, se las dejará llegar á su completa para todos los terrenos que por su poc~ es madurez, atendido que en este estado sola- , tension ó por la mala calidad del suelo no mente pueden reunir las condiciones necese prestan á ningun otro cultivo, y cuyos sarias para el uso á que se las aplica. La terrenos siempre se tienen olvidados. Resiega se hace con la hoz y á flor de tierra, cordaremos con este motivo que en la casa tanto si es para tejidos como para pastos. En de labranza ninguna parte del suelo debe el primer caso se forman haces pequeños quedar sin cultivarse.


C~BAllHEÑTO DEL GANADO. r

Uno' de los puntos mas irr.ipo'rtantes de la , 'porq1;1e uncido para. el ttabajo con otrocom;ecqnomía rural es ,' sin dúdá, la cría y ceba- pañero, í:nas ardiente 6 menos fuerte; enl:lamiento del ganado . Los reco~sos inmensos que quece, y def1póes cuando se pone á cebará ofrecen 6 presentan los animales domésticos 1 los dos á la vez, suele observarse que el pricon-el producto .de sus carnes, éon la ' leche mero que se ófreeia descarnado y débil adque suministran, con los abonos~ y aun con quiere m'ayor peso que el otro en igual eslos despojoe despues de muertos,' deben obl i• pacio de tiempo. -gar á todo bómbre pepsador á esclarecer en 'El ganado vacuno y el lanar, de que nos Jo posible ~lós 'diferentes puntos relativosá la oéupamos en este artículo, que son entre los gatíaderí'a. Queremos ocuparnos del ceba..,. animales domésticos los que mr.jor se presmiento de las.reses como ·materia que irhere- tan al c·ebamiento, deben pertenecer en lo sa 'hastá á la·~conomía pública, por mas que posible á las 'r;;zas que ofrecen los caracteres tengamos que tocar la cuestion con la bre- siguientes, que tan bien describe Mr. Grogvedad que nos demándan-1os estrechos lírni- nier: tes,de un 'artículo. Como el buen resultado · , 1. ° Cabeza fina y ligera, lo que indica un del cebamientó de los ganados depende· dé esqueleto p·oco pesado'; ojós vivos y apacibles, algunas circunstancias que deben reunirse a que son señal de salud y de un natural calJa vez, apuntaremos ahora las que per'tene- moso y tranquilo; cuernos; en los bueyes, cen al ind~viduo animal , guardando para lisos y cortos, porque ensefía la esperiencia ot~o dia indicar fas estrañas •á la bestia, co- que los animales de esta especie que tienen mo son las del alimento, cuidados que exige los cuernos 1largos Y, ásperos, como se vé en y- ot.ras. •! ,. el ganado vacuno' de la Roml!,nía, engordan • Natwrcileza de las résés que han de cebárse. dificilmente. -No todas las bestias presentan iguales cir2. º El cuello corto y poco cargado: esta éunstancias para ·e r cebamiento. Es necesaria circunstancia es esencial que la_reuna la res, mucha' práctica para, saber apreciar las cua- porque siendo poco apetecible la carne de lidades que favorecen el desarrollo de la gor• esta parte del cuerpo , debe · desearse 'que dura,-lo cual necesita un cierto 'tacto 'Y un abunde en ella lo:meno$ posible y que se áuco'.nocilmiento espe'cial que no es tan fácil en- mente en otra parte mas apreciada del ani· 1 ·señal'lo ni aprenderlo. Los animal-es que se mal. destinan al .con su roo deben escogerse de ra3. 0 Espalda ancha y horizontal y el cuerzas determinadas con p'referencia, porque es po largo, porque esto indica en los animafos rumiantes que ,gozan de buena complexion, d&masiado cierto que las unas se prestan al cebamiento mejor que las otras. En las razas así como el pecho alto revela unos pulmones comunes influyen igualmente las circu..nstan- que se dilatan libremen te. cias particulares del animal y el tratamiento 4. ° Costillas dilatadas y algo redondeadas; ijares11enos; vientre voluminoso que acredique se le hubiere d~do durante sus trabajos, ta la dispoEicion al apetito y á las digestiopuessueleacontecerque un buey, por ejemplo, nes fáciles; forma del cuerpo casi cilíndrica, se presenta muy tlaco á la vista del comprador, ya porque las cualidades individuales no le fa. lo 'lue anuncia unas funciones nutritivas muy perfectas. vorezcan para adquirir mucha go rdura, bien


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5. 0 El anca ó ca<lera y los muslos voluminosos, po11que esLo sigpifica que pred-omina en el animal el cuarto tra ero, cuyas parles ó carnes se prefieren á la:, demás. 6. 0 Piel suave, flexible y elástica y que se separe fácilmente de las carnes; pelos largos, lustrosos, c!a.ros y meludosos; venas superciales y muy vi ibles. E tos caracteres, 6 á lo menos la reunion de la mayor parle de ellos, son los que deben buscarse en las reses si se apetece el me1or cebamiento, y apreciándolas en su justo valor será como podrán conseguirse razas que se destinarán especialmente para el matadero. · Se deduce de estos principios, que son aplicables á casi todos los animales domésticos, que para el fácil y perfecto cebamiento es necesaria, ·como la <:alidad mas importante, una buena orgariizacion. Los que viveh, enfermizos, aquellos cuya fibra se ha vuelto dura á causa de la vej~z, los que se han empleado por muchos , años en trabajos conLínuos y penosos, los que se caparon tarde ó que la operacion se practicó mal aun en la edad _oportuna, no engordan tan perfectamente como lo que han vivido en cirrun tancias opuestas. Las condiciones que acabamos de enumerar favorecen poco el desarrollo de la gordura, ó mas bien las carne que con ella.;; se adquieren no tienen aquel-gu , to que se baila en las de las reses que gozan de una buena consti tucion. En~re todas las señales que indican las buenas cualidades para el cebamiento es la primera (Colucnella ya lo dijo) la suavidad de la piel, porque no admite duda. que una piel fina se dilata mas fácilmente que una. piel gruesa, circun taocia necesaria para qoe se acumule sin .dificultad debajo de ella la gordura. Seria, pues, uua iodiscrecioo, y el cultivador obraría contra sus intereses, el esforzar e en engordar bestías enfermas 6 convalecientes, · las que comen poco y digieren mal, las de gusto depravado y que se aficionan á comer Lier• ra, lamer las parede , hacer u o de yerbas que no acomod an á las de su e pecie, las que colocan siempre al final del hato 6 rebaño, las que viven tristes, andan con la cabeza ])aja, Losen continuamente, y las en quEl

se

la piel está unida á los huesos.

Edad de la res para el cebamiento.-Para re olver con acierto lo que ma conviene en cuanto á este pa-nto, es necesario tener en cuenta la marcha de la naturaleza en la vida del animal. Parando nue trn aten:cion en las leyes constantes é invariables de la economía viviente, en el reino animal, observaremos que la gordura se forma del esceso de jugos nutritivos que la naturaleza no necesita.emplear para el desarrollo de órganos nuevos ui para el mantenimiento de los que ya existen. De este principio, que la fisiología nos prueba hasta la evidencia, se puede concluir que el cebamiento será mas largo y difícil en los animales jóvenes 'S en los viejos: en los primeros, porque ha de emplearse la nutricion en el desarrollo de órganos, 6 á lo menos en el incremento de los que existen; y en los segundos, porque debilitada ya la accion vital en todas las funciones no hay la actividad necesaria para las digestiones, se pone -perezosa la circulacion, la vida se atenúa por todas parles, y el cebamiento se dificulta ó es imposible. De aquí se deduce que el momento mas oportuno para cebar los animales será aquel en qur. estos dejan de crecer. En los bue 'es podrá fijarse la edad de diez á doce años para quitarlos del trabajo y sujetarlos al cebamiento, á no ser que fue e una be tia muy trabajadora y de circunstancias muy recomendables,_ que entonces podrá esperarse basta á los quince. Por el contrario, si se trata de una bestia ruin y perezosa, podrá cebarse antes de los diez años. Algunos creerán que ha de ser indiferencia cebar las rese en todas las épocas de la vida y que en cualquiera edad del animal puede conseguirse e te estado de 11a misma manera. Los que e de tinan á este ramo de industria aben perfectamente que esto no es verdad, y entre otras razones pueden aducirse las qué siguen: t." Un buey, por ejemplo, que. se le [pone al cebamiento á la edad de seis años. consume igual cantidad de alimento que otro buey de diez ó doce años, sin embargo que el primero no engordará porque todos los jugos nutritivos vienen ciertamente á aumentar .ms


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carnes, los huesos y otros órganos que DO iie babian desarrollado del todo, mientras que eu el segundo se convertirán en gorduras todos los alirnentós que consuma. Además el .buey de ctiez años tiene otra ventaja sobre el de seis, y es la de producir un estiércol mas abundante y de mejor calidad. '2.ª .En el buey de cinco á seis años veremos que el desarrollo de la gordura DO guarda armonía con el del cuerpo, Jo cual acredita que los productos nutritivos que se obtienen deJ alimento se consumen principalmente. en la formacion d~ carnes, tendones y otras partes de poco valor. • 3.11 No hay comparacion entre la gordura de un buey de seis años y ·1a del de doce, notándose la primera muy blanca y que se derrite con facilidad, mientras que la del ~egundo ofrece cualidades opuestas que la hacen mas apreciable en los varios usos de la economía doméstica y de las artes. Y t.ª Es tambien muy notable la diferencja que ofrecen las ca.mes de un animal que se hubiese cebado jóven con la del que lo hu.hiere sido á los diez ó doce años. Las carnes de las reses jóvenes, aunque de mejor gusto, son menos nutritivas; los despojos que ofrecen, como la piel, lana etc. tienen menos valor e.n el comercio, y los curtidores saben distinguir perfectamente- estos cueros de los de los ganados viejos por- el peso 6 por otras varias cualidades. Este punto de la economía rural ofrer.e tanto interés, que á su periecta solucion está unida una gran parte de las subsistencias en nuestra sociedad. Para dar al asunto que nos ocupa toda' la eslension que se merece por la naturaleza de isu objeto, vamos á tomarla en un sentido ruas- estenso todavía, valiéndonos de palabras demosttativas que pueden causar una revolucion en e-1 modo de cuidar los anima!es domésticos. Se dirá que hay mucha ventaja en enviar al matadero bueyes de cinco á, seis años en vez de esperará que tengan d.i~z ó doce, -porque de esta mánera se habrá creado doble c_a n!idad en un mismo espacio de tiémpo, de lo·que resultará un aumento proporcional en el consumo de las cac_nes., al propio tiempo queef <>omercio y las arres áumeofarán sos re-

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cursos con las pieles y el cebo. Esta proposicion, queá primera vísta pd-rece verdadera, lleva en sí gravísimos perjuicios, y vamos á demostrarlo. Adoptando semejante método los bueyes de cebo serian muchos y la agricultura tendria que soportar los gastos que ocasionarian en su infancia, pasándose esta sin ha her dado el buey el mas leve producto. Por otra parle, de este mismo método, que repetimos parece ventajoso á primera vista, resultaría que habria doble número de ganado de cebo, en tanto que disminuirian los de trabajo y de lechería con notable perjuicio del cultivo y de los intereses del propietario. Permaneciendo el ganado bovino en la situacion en que se halla hoy dia, este método no sería practicable sin esponer al cultivador á grandes quebrantos; pero si aumentásemos el número de la especie vacuna, en tal caso tendríamos reses para todos los usos. Entonces abundarían los bueyes de trabajo, y por do quier:i. las tierras se cultivarían con este útil animal: -abonos cuantiosos fertilizarían los campos; las mantecas y la leche llegaria á ser un alimento comun, y, en último resultado, P.Sa desgraciada poblacion que viene condenada á no probar en todo el año mas que vegetales,:,¡ esos de mala especie, se alimentaria en gran parte con carnes frescas. Los ingleses, con el aumento que han sabido dar al ganado bovino y con las razas que han procurado adquirir para el matadero, han dado sol ucion á este problema, y en el Reino U nido se ceban con preferencia bueyes de cinco años cuyas carnes mas sabrosas saben aprovechar con notable perfeccion. Por lo que hace á los carneros deben cebarse en una edad difere_nte de la de los bueyes, atendido que su vida dura menos y que. su crecimiento por lo mismo termina antes. Comunmente el cebamiento del ganado lanar no conviene hacerlo hast.a que el animal tenga tres años, y aun es preferible aguardará los cuatro, aun cuando la carne entonces es menos tierna. Pero como este ganado tiene mucha importancia en el aumento y prosperidad de la labranza, de aquí el que se aguarde de ordinario hasta á los cinco 6 seis años para poder utilizar los abonos que produce .


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Como otro de los productos que el ganado lana'r ofrece por su,; cuidados es la lana de que se le puede despojar cada año, esta es otra razon que nos obliga á nQ cebarlo hasta que llegue á una edad avanzada, aun cuando sea en perjuicio del matadero. Pero conviene no olvidar el tiempo que ordinariamente viven las razas lanares que cuidamos, á fin de ponerlas al cebo doce 6 quince meses antes de que empiezen á decaer. De la talla de los animales que se destinen al cebamiento.-Esta cuestion se halla íntimamente enlazada con otras de la economía rústica, principalmente con la de los prados, siendo indudable que si el cultivador dispone de pocos pastos, y estos no son de buena calidad, deberia cebar bestias de poca talla, porque escaseando los pastos, las reses grandes no podrían desarrollar en poco tiempo la gordura- que se desease. Si por omision 6 impericia se coloca el propietario en estas circunstancias desventajosas, se vé en la precision de tener que dará los ganados de cebamiepto los pastos mas delicados, los que hubiese almacenado para el invierno y aun las semillas . harinosas, ó desistir de su intento des pues de haber consum.ido gran parte de sus provisiones. ¿ Y es cierto , ó podrá tenerse como una regla constante, que las reses de razas grandes son mas útiles que las pequ•~ñas para el cebamiento? Una multitud de hechos 6 esperimentos observados en Inglaterra comprueban que engordan mas fácilmente las bestias de poca talla que las que han crecido mucho. Mas no depositemos, si se quiere, nuestra confianza en tales hechos y coloquemos la cuestion en su debido terreno, adop-tando tambien los bueyes por ejemplo. Está probado y no admite duda alg1ma, que la fuerza de los animales.de tiro e tá en relacion directa con su peso. De ello resulta que un buey podrá trabajar mas que otro, y que uno de mil libras de peso resistirá la fatiga y hará el trabajo que corresponde á dos de quinientas. Esta circunstaucia, de cuya

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verdad podrá convencerse el que se tome la pena de observarla, nGs servirá. de guia cuando queramos dedicarno¡¡ al cuidado y cria de bueyes jóvenes. Agrónomos hay que creen mas aun con respecto al peso de los bueyes, y es que la cantidad de alimentos que necesita la res vacuna guarda proporcion con su peso. De esta opinion, que sostiene el acreditado M. Mathieu de Dombasle, nos ocuparemos otro dia en artículo que escribiremos acerca de esta materia. La relacion del peso con las fuerzas del animal ha determinado á algunos á admití r la opinion de qua debe ser lo mismo con respecto al cebamiento, creyendo que valdrá mas engordar dos bue5es de quinientas libras cada uno que otro de mil libras de peso. Pero M. Ivart, cuya autoridad tiene tanto valor en las cuestiones de economía rural, piensa que dará rna or resultado una res vacuna de mil libras quedos de quinientas, y que la primera producirá ella sola mayor cantidad de abono que las dos últimas juntas, al paso que estas consumirán unidas mayor porcion de pastos que el buey que pese mil libras. La desproporcion de esle paralelo está adílmás en que si juntarnos los dos esqueletos, las entrañas y demás porciones poco provechosas del animal, pesarán mucho mas las de las dos bestias de quinientas libras cada uoa que las del buey de mil. Por otra parte, la grasa y el cuero del animal grande tíenen preferencia sobre los del ganado pequeño, y esto debe acabar de inclinarnos á engordar con preferencia bueyes de mucho cuerpo. En los mataderos de las ciudades muy populosas, y en las naciones donde la economía está muy bien eslendida, compran un buey de mil libras mas bien que ctos de quinientas. Concluiremos advirtiendo que á pesar de estas ventajas en favor del ganado de mayor peso, no debemos escogerlo para el cebamiento mas que cuando se disponga de pastos abundantes y de todos los medios que favorecen el desarrollo de la gordura.


JALES QUE AFECTAN ALA AGRICULTUR!. Cada vez que echamos una mirada sobre esa multitud de hombres que viven en los campos y que se albergan en las aldeas, sin que pasen para ellos· .otros dias que los que Qonsumen en un trabajo continuo y en una i,ndi&encia insoport8cble, sentimos un dolor rofundo que embarga nuestro aliento, porque conocemos que esa clase, ese infinitp número de seres, esa multitud de labradores á quienes dedicamos con entusiasmo indas nuestras vigilias, es acreedora y digna de lll_S mayores consiqeracio[!es que debieran dispensarlas el gobierno y los hombres que en algo esLimen la, felicidad de sus semejantes. Y este dolor es ahora aun mas profundo todavía, porque comprendemos bi~n las exigencias de _la situacion aetual que, rodeada por do quiera de confiictos, puege mejorarse nada mas que prestando á la agricultura la mas sé.ria atencion. Es necesario que los hombres q,ue saben compartir sinceramente las penas -de so~ l\ermanos se esfuercen en dará esta cuestion toda la importancia que se merece, ó del contrario se p~sará el tiem po en grandes discursos .v~cíos de sentido y El_l problema quedará sin resolver. Por nµestra parte, protestando ·nuevamen_ te del amor que profesamos á esa iagriGultura, que puede contribuí r mas de lo que se piensa á ljbrar la presente _soyiedad de los males que la amenazan, le haremos bomenage de nuestro débil tributo, y prometemos emplear nuestros trabajos teóricos y prácticos con el fin de que pueda alcanzar, si nó •ma organizacion completa, al menos ciertas mejoras de fácil realiz acion. Vamos á señalar hoy las causas de los males que afectan á la agricultura, para indicar otro dia los remedios que pueden sacarla de su postraéion. Son estas causas:

~.ªLa falta de instruccion agrícola y aun de instruccion comun. 2.ª El individualismo. 3.ª La propiedad poco dividida. 4.ª La fa lta de capitales. 5.ª La falta de brazos. Recorremos cada uno de estos puntos principales para deducir separada y colectiva.:. mente los auxilios que se nos demandan. Falta ,de instruccion agrícola y aun de instruccion comun.-Todos los esfuerzos del gobierno deberian tener por objeto el que en las aldeas la instruccion de los jóvenes se dirigiese principalmente á formar cultivadores inteligentes que pudieran desterrar dentro de pocos años esas prácticas rutineras que se han trasmitido de padres á hijos y que han arruinado la agricultura. Hasta ahora. nada de esto se ha hecho, viéndose limitada la instruccion de los aldeanos á saber , si a.caso , leer y escribir, y á lo mas medianamente contar, sin que pase por sus manos un solo libro que pueda hacerles conocer que el cultivo de la tierra es una ciencia ó arte que requiere conocimientos y que se eleva á maor esfera de la que ellos creen. Ahora vemos un ministro de la. et>rona que, conociendo esta necesidad de la generacion presei,te, con un celo que le honra vá dando disposiciones que tienden á que penetre por todas las poblacrones la enseñanza de la agricult~ra, valiéndose al efecto del cateoismo que se baila actualmente en concurso. Y ya que hablamos de .este catecismo, quisiéramos que se eligiese de entre los que se han reunido el que P.Sté basado en principios científicos, porque miraríamos mal el que circulasen, entre las manos de los maestros, pequeiíos libros de un empirismo agrícola que no servirían para otra cosa. mas que para fatigar la memori\\ de los niños sin provecho de la


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agricultura. suelo á las cabañas mas humildes -y darían En las poblaciones grandes tampoco cuen- aliento á los intereses de la agricultura, sata la enseñanza agrícola con ningun apoyo. crilican al individualismo las afecciones mas En los colegios y en las universidades no se vi vas y se énciefran obstinados en el retrete hace caso de la agricultura: en estos estable- de su egoísmo. ¿Qué ha de resultar de tan . cimientos todo se sacrifica al griego y al latín: estraña conducta? Los hombres se separan la ciencia de la produccion se cree baria ri- . unos de otros, alejándose cada dfa mas de dículos á los hombres: no se trata mas que . una justa correspondencia: este mira con plade formar médicos, abogados y farmacéuti- cer la rui·na de ·su compañero; aquel se concos: los estudios naturales se siguen por cum- tenta con la inferioridad de sus ventas, con plido ; y de esta manera, favoreciéndose la tal que su vecino no· fas obtenga mejores; emigracion del campo para poblar las ciupor todas partes 'reina el de~órde"n e·ñ el cáldades de otras tantas carreras que despues culo de las produccionés; el cultivo se rese prostituyen, cada día vamos alejándonos siente de estas mi~er"ias, y no pudien_do ser maf de, nuestra felicidad, porque esta consis- grande si no lo auxilian colosales empresas te en los adelantos agrícolas. Lo que senti- y pensam ientos filántrópicos_,todo es ráquítimos tambien mucho es que de este mal giro ro en el campo, y el pobre labrador llora su q,... e se dá á la instruccion de los jóvenes no miseria entre las agonías de un trabajo que se aperciben-ellos ni los padres mismos has - le estenúa, sm quei por esto el 'i-ico propietata que se ha andado ya el camioo, y cuando rio alcance mayor fortuna. Un simple daño, el mal no tiene remedio . Luego que estos jó- la mas pequeña servidumbre, una senéilla venes han concluido su carrera se ven en la cuestion les mortifica: una sola pulgada de imposibilidad de ser útiles á sí mismos, terreno, un árbol, una simple lfnea de deporque las carreras qtte se aprenden en marcacion una espresiondisonante, un nada, las universidades no sirven para ·las aldeas, en fin, basta para romper los vínculos de ary porque por otra parte la falsa educacion monía que debe haber entre los hombres de que han recibido en las ciudades no se avie- una misma clase y para empezar un pleito ne, entre los que ellos llaman inteligentes, tan ruidoso r.omo innecesario, que concluye con la humilde pero honrosa condicion del á veces por absorver todo lo que se babia labrador. reunido á fuerza de trabajos, de privaciones Jnclivi·dualismo.-De esta mala direccion y de sacrificios. que se ha dado á los estudios que deberia La propiedad acumulada. - Cuando la conocer el hombre hasta en el mas retirado propiedad no está dividida, la agricultura pueblo viene la indiferencia, no solo para el no puede ser gran·de ni dar todo el provecho arte que mas produce sino hasta para la que puede esperarse de ella. La desarnortisuerte de sus semejantes. En ninguna parte zacion que de pocos años acá acaba de sufr-ir vemos grandes simpatías entre los colonos ni una gran parte de Ja propiedad es uu beneaun entre los propietarios; por lo comun se ficio que ~a refleja sobre nuestra poblacion, miran todos con una desconfianza desdeñosa, y aun estos heneficiosserán mayores á meaislando lo posible sus intereses, y cada uno dida que el tiempo pase. Sin establecer pa·vive solamenle para sí. Lejos de aunar sus ralelos acerca de las ventajas ó incottveoienfuerzas para que dieran sus empresas esos tes de la propiedad reunida, solamente direresultados colosales que se ven salir de las mos que aumentando el número de propiegrandes sociedades, el cultivador preijere tarios y siendo mayor Ja suma de cultivavivir igualmente aislado, sacrifican,do los dores, la produccion recibe un grande estísentimientos de fraternidad y de amor á sus mulo y la riqueza anda pujante con una miras particulares. acüvidad indecible. No dejamos, sin embal."Los propjetarios de fortunaen vez de plan- go, de conocer que cuando esa propiedad se tear esos bancos agrícolas y esas sociedades divide basta cierto punto causa perjuicios. benéficas que llevarían el bálsamo del con- porque una di,-ision estremada acarrea la


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division igualjnente de los hombres y mantieJle y aumenta el egoísmo. Por otra parte, cuando la propiedad está distribuida entre un número infinito de familias, la agricul• tura no puede re:ilizar esas .obras grandes que le son propias para su aumento y prosperidad, porque no es dado al pequeño propietario hacer desembolsos ni hallar crédito para asegurar los capitalés que necesita Y· que emplea el hacendado en beneficio propio y de la,poblacion en general. La riqué-' za territorial cuando está demasiado repartida se opone á ésas ro is mas , mejoras, basta hacer que los cultivadores renuncien á los métodos de cultivo que ventajosamente se vau estableciendo,·viéndose reduoiélos á continuar en las prácticas antiguas por poco fa~ vorables qúe sean. .La propiedad reunida en pocas manos no Ueva menos inconvenientes que esa di visioÍl casi sin límites, porque entonces el propietario desconoce sus terrenos y hasta sus mismos dominios, abandona· á las malas yerbas los campos fértiles y-productivos, y no puede dar cima á tantas labores que á la vez se aglomeran. La'tietra se resienLe de la falta de abonos; los barbechos se veo por do quiera, y al fin esa propiedad, que justamente repartida constiLuiria la dicha de algunos ciudadanos, apenas basta para mantener al dueño y á los colonos que la trabajan. Males de la misma gravedad presenta el dar las tierras en arriendo dividiéndolas en porciones que las cuiden aparceros. Estos, que suelen ejercer además algun arte ú oficio , prescindiendo de que no conocen la práctica de las labores, carecen de sustancias con que abonar el suelo , y en t:i,I caso al espíritiu d_e rutrna en el cultivo se añade el perjuicio de.desustanciar la tierra y rebajar su valor intrínseco. El labrador encargado de una de estas porciones de terreno se vé á m,enudo obligado á abandonarla despues que ba perdido tiempo y tiempo en abonarla, ca.baria y á veces sembrarla, y de esta mano pasa á la de_ otro trabajador que á su vez se arruina como el primero, porque estos pobres labradores ó áparceros no pueden jamás · emprentler ningun método de cultivo que por su combinacion pártiéular sea ven-

tajoso á sus intereses. De estlJ se deduce, y sería muy fácil demostrarlo, que las mejoras agrícolas no po drán hacerse nunca por los dueños de una hacienda muy reducida, porque son il}com patibles con su estado de poca fortuna. Atenidos estos propietarios á comer cada día lo que en él recogen, como realmente sucede, les es imposible adquirir un arado ú otro instrumento de agricultura que se haya descubierto y que presente economías en la labránta, porque limitados á sus solos esfuerzos !eses impo:;ibletodo progreso. Hé aquí, 1 pues, como solamente hallamos el medio entre estas dos propiedades, y creemos con razon que ambos estremos son demasiado funestos. Falta de capitales.-En las aldeas el dinero se halla demasiado escaso : los grandes propietarios, que son los unicos á quienes en el dominio de la agricultura es permitido atesorar riquezas, viven por lo comun en las ciudades, y allá ignoran la suerte de los pobres labradores y desconocen las necesidades del cultivo . Lejos de emplear el dinero en aumentar y dar realce á sus propi.¡.s f:iucas, que á su vez les darian cuantiosos productos, lo gastan entre el fau sto y la ostentacion y en objetos de que ningun beneficio reporta la agricultura. Al dueño de una pequeña propiedad · no es posible alcanzar ahorros que le permitan dar aisladamente algun paso adelantado en el cultivo, porque imposibilitado de aprovechar las épocas mas favorables para vender sus frutos por la necesidad que tiene de ·consumirlos , agoviado por las cargas é impuestos con que el fisco le atormenta siempre y en todas épocas, un pequeño contratiempo, una sola res que se le muera lo coloca en grave conflicto, y este pobre propietario, lejos eje poder adelantar con la propiedad de sus tierras, se vé cada dia en mayor decadencia y camina de uno á otro quebranto. La falt¡i. de capitales no solo difioulta las empresas que interesan á la agricultura, sino que dá lugar á que los atrevid-0s especuladores y los usureros sin fé se aprovechen de las necesidades crecientes de los propietarios, con un descaro que insulta á la mo-


- rn7ral y que con empeño débiera reprimirse. Por falta de capitales el propietario ha de vender sus frutos antes de recogerlos, y aun se los pagan á un precio ínfimo; estos medios, en vez de levanLarlo de la ruina en que lo colocaron circunstancias imprevistas, le sumergen cada dia en un nuevo abismo, y concluye con hipotecar sus fincas en manos de un especulador que le usurpa la propiedad en pocos años, porque el propietario no puede satisfacer los estudiados cálculos de su ambiciosa usura. La falta de brazos.-No estamos acordes con los que creen que debemos dar mas estension á nuestro cultivo. La España por falta de brazos no puede cultivar ni medianamente los terrenos cultos que ahora posee, J no es difícil señalar puntos en que el propietario se vé comprometido en sus intereses por estender demasiado sos esplotaciones agrícolas. A.un en la misma Cataluña, ·donde la ciencia del caro po se señala con notables progresos. encontraremos comarcas fértiles que á {lesar de lo mucho que producen no dán la mitad de lo que puede esperarse de sus tierras, porque la falta de poblacion dificulta el buen cultivo. Y lo que mas deploramos es que ese mal vá cada dia en aumento, porque los encargados de la administracion no aciertan á la splicaoion del remedio que podría atajarlo. l\la bien que favorecer la emigracion y permitir que los hombres del campo se trasladen á las ciudades para aumentar la industria, estúdiense los medios de que sea mas considerada atendida la

profesion del labrador, y entonces no solamente se detendrá el mal en su progreso, ó mas bien, no solo se evitará esa emigracion, sino que esta refluirá nuevamente hácia las aldeas para aumentar los progresos de nuestra agricultura . Algunos dirán que si es verdad que en el campo faltan brazos, e.s~os sobran en las ciu~ dades. No negaremos esta verdad porque vemos las grandes poblaciones atestadas de hombres, muchos de ellos sin ocupacion, mientras que en las aldeas escasea por todas partes el cultivo; mas tambien es preciso advertir, que para dar brazt>s á la agricultura no deben buscarse indistintamente en las ciudades, en los talleres y en las fábricas, porque e tos hombres no son todos á propósito para la labranza. Unicamente los reformadores que no entienden la práctica de las cosas podrían fundarse en este raciocinio; pero les aseguramos que si no cuentan para nada con el aprendizage agrícola, su desengaño será amargo. No todos los hombres tienen disposicion para cultivar la tierra ni menos pueden improvisarse los labradores, porque ni basta el vigor del cuerpo para manejar la azada , ni la voluntad perseverante del hombre recien salido de una fábrica para. formar un buen trabajador del campo. Este es un ramo de administracion de mayor interés de lo que se cree, y lo esplanaremos mejor cuando hablemos de los remedios que deben oponerse á los males que hemos señalado como mas principales entre los que afectan á la agricultura.


DÉ LIEBIG. .

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Ya que tantos son los respetos que tributaba para hacer esperimentqs. tamos á Ja a~jcultura como la ciel)cia 'mas · Creyó poder aumentar su instruccion prácimpertánte para ~l b;ombre, porque á tod·os tica col'ocándose de ayudante en una farmanos pro'porc\on¡:i, el :¡,lirr¡entp y, i much,os el cia; pero no tardó en persuadirse q·ue ¡;e banJg¡.ilo y las co,modidades ~ocj'ales, ,j osto se- bia engañado, y al cabo de diez meses rerá ,tamb-j~n t¡,ue rindamos un sincero bom·e- gi·ésó á la casa paterna. naje á I los hombres que ;mas la han enriAJ cabo <fo poco ticmpofoé á continuar sus qoeoidp c.oú sus esfuerzos. A los que; no haestudios á l'a universidad de Bonn, y luego yan leido las obr¡is de Liebig no -les disgus- á la de Erlangen donde siguió los cursos d~ tará conocer, su biografia, estractada de la Bastuen y de Schelling. En estas·dos unique ha ,cfado un sabio escrHor . versioades formó, con el concurso de sus Liebig nació en Dai:mstadt en 1803. ' S'u Gondiscípolos, una sociedad de Jisica y de -pádre era droguero de ·profesion, , y el hijo química. Eñ esta época foé coanáo redactó encontró en el .comercio de la casa paterna sus tratados 1tcerca del álcali y de las mate-. la ocasión de dedi¡:arse múy temprano á los rias colorantes. · . esperimentos qoími•cos .' Así es corno el g~nio La estraordinaria disposicion de este jósupera los obstárnl_os que esclavizan sus in -, ven químico se atrajo la atencion del duque clinaciones, y como encuentra á su derredor reinante, y Liebig debió á la generósirlad los medios:de desarrollarse. del príncipe el ponerse e.o relacion con -la 1 Como otros tantos hqmbres célebres, Liemayor parte de los qui micos alemanes, y el big i;io se distinguió en los estudios griego y poder ir á París en 182'2 á seguidos cur,sos latino, ppr cQya razon los maestros del puede M. M. Du1ong, Ga~1 -Lussac y Thenard. bló de su -na(uraleza, que no daban á las Humboldt, admirado de los talentos de su ciencias naturales la importancia que tienen, compatriota, lo recomendó á la benevolenno snpiéron prevo~r la celebridad futura d~ cia de. Gay-Lnssac, quien, á pesar de tan su discípulo., Sin embargo, nó por-descuidar -pocos años., i, asoció á sus trabajos. Liebjg Liebig á Xenofonte y á Tito-Livio era un no teni a mas que veinte y un años de edad discípulo menos laborioso, y nó por dejar de cnan<lo por la proteccion y esfuerzos de Humaplicarse con asiduidad á los estudios que boldt entró en la carrera de la enseñanza. A regían á su escuela dejaba de ser un jóven esta edad fué nombrado profesor suplente de la universidad de Giessen, de la que un año lleno de aficion al estudio y de invertir el tiempo con aprovechamiento. A. los catorce despues era ya profesor titular. No citaremos las muchas obras que ha años ya babia leido todas las obras de química publicadas hasta entonces: obras que publicado Liebig, limitándonos sola.mente á indicar de las que mas interesan á la agriencontró en la bibli oteca de Darmstadt, porque en Alemania hasta en las villas pequeñas 1. cultura ; el Tratado de qwlrnira aplicada á ta se encuentran ciertos medios de instr • ccion a!fricultura y á la fisiologia nnimal, obra que que en las demás naciones, aun en Francia escribió á invita.cion de la Sociedad británica de ciencias. é lnglaterra, no se hallan ni en las grandes Esta Sociedad no le había pedido mas que ciudades. A estos estudios teóricos añadió una simple relacion del estado actual de la Liebig los recursos q oe la fortuna le fa-cili-


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química orgánica; pero Liebig, reuniendo ¡' á este grande hombre paTa oir sus lecciones. los hechos que babia adquirido de un modo La fama de su nombre vuela por todas partes, y desde el naturalista mas ,sábio hasta incontestable, quiso compleLM su trabajo añadiendo sus propios descubrimientos y los 1 el químico mas humilde Lodos tributan un de sus rivales con un juicio ccitico acerca de homenaje de respeto á Liebig. Como profelos de estos últimos. En esta obra sienta los sor se ha visto colmado de honores. Los soprincipios generáles de la química, y los beranos de Austria, l>rusia y Rusia lo han aplica en seguida á las plantas y á los anillenado de condecoraciones: casi todas las somales necesarios en la agricultura. Dá lue- ciedades científicas del mundo se han aprego á conocer las causas de la fermentacion, surado á admitirlo entre sus individuos: los de la disolucion y de la f'ormacion del nitro. ingleses le han tributado honores ,lesusados Esplica la formacion de las fibras del leño, que satisfacen á la vez el amor propio del del carbon de tierra, la ciencia de los vene- que los recibe y el orgullo del que los disnos, los contagios, las emanaciones dauosas pensa: en fin, los frenologi tas de la Eséocia y su accion química sobre los cuerpos orga- fueron en corporacion á examinar la cabeza nizados. Se han hecho de esta obra muchas de este famo o químico, y decidjeron que en ediciones, y cada una de ef!as la ha adornatoda la Europa no existía una frente masando Liebig con nuevas pruebas de su saber, cha y espaciosa que la de Liebig. · ó bien ha corregido sus errores con aquella Pero el honor m·as grande y mas verdabuena fé que acredita la superioridad del dero que Liebig ha obtenido es el recibitalento. miento que el público dispensa á sus obras, La reputacion de Liebig no podia estar y la prueba mas real de su genio es la poencerrada en la universidad de Giessen. pularidad de que goza su nombre en el De todos los estados de Alemania buscan mundo científico y civilizado.

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:UTILIDADES DEL PERRO DE PASTOR ó El perro, que lo encontramos por todas partei::, es el mas antiguo, el mas fiel y el mas inteligente los seres que obedecen al hombre. Por do quiera que este haya estendido su planta, ya en busca de una seguridad que no tiene ó en pos de tesoros que ¡¡.mbiciona, el perro le ha seguido contento y alegre y sin ningun género de resistencia desde el mismo ecuador hasta la estremidad de 1os dos polos. Al descubrirse la América, y antes que aq.uella parte del mundo tuviese algun comercio con el viejo continente,

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ya se encontraba allí el perro, y era un animal muy comun aun entre los pueblos menos civilizados. En la Nueva-Holanda, llamada luego Austra_lasia ó Australia por formar la quinta parte del mundo, á pesar de la poca semejanza que tienen todos los objetos de la creacion de aquel país con los de las restantes partes del globlo, se halló el perro como único de los animales domésticos que era parecido á los del Asia, Africa, América y Europa; y lo que es mas particular todavía, se le vió educado por los pueblos mas di tautes


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de la civilizacion, como eran las tribus ervigiJante al lado de las OV!!jás y á que las dirantes de las Amazonas y del Mississipi. rija en sus movimientos, le llama de una Es ptodigiosa la influen.cia ·que el hombre parle á la otra como indicándole la prevision tiene sobre el perro, <le lo que han ·resultado y la solicitud con que ha de mirar los objetanta variedad de razás como ponocemos, tan tos de sus cuidados, Jo abandona, lo riñe, lo diferentes entre sí por la talla, por la forma recompensa con alimentos; pero rara vez y las costumbres, qu~ si de la union de ellas debe castigarlo, porque el perro de pastor no. vj,éJ,emos sali.r, individuos fecundo~ po- es mas que todas las restantes razas sañudo dríamos creer que eran especies diferentes. -y .rencoroso, y menos dispuesto todavía que §i tuviésemos que describir cuanto se re- .ellas á acariciar, la mano que lo castiga. A fiere al perro, ·desde las prqbabilidades d.e su medida que el animal adelanta en su educa'origen hasta las men(;lres condicione¡, de es- cion se -le tiene ocupado por menos tiempo te· precioso animal, t,endríamos· que estenen los ejercicios que debe api:ender, y esta dern.os mas de lo que permiten los límites de gracia ó recompensa es para él de tanto vanµ.est.ros ar.tículos, cuando por otra parte no lor, que escita su reconocimienlp hasta un punto á vece,s inesplicable. Debe evitarse .alcanzaríamos con todas estas noticias gran.des venlajs1,s _para la agricultura. Limitán- que se eduque al lado de otros perros poco , donos hoy á hablar de una sola raia (de la inteligentes, porque entonces se pierden todel peno de pastor ó d_e ganado), veremos dos los esfuerzos del pastor y no d¡i. resultacuanto interesa á este .animal tan útil para dos la educacion. El in¡,tinto de este perro es tan especjal el hombre por lo que mira solamente á su educ.acion y al régimen alimenticio en que que aprende fácilmente las obliga,ciones de 'Con;viene mantenerlo. guardian, y se le enseña á conocer hasta los El perro de .ganado se diferencia de los casos en que el .ganado entra en pastos agedemás por ese instinto particular de gobernar nos, en los que daña los del mismQ propielos rebaños y de conducirlos de un punto á tario, los límites que debe ponerse á su vootro luego que se le ha educado, que como racidad, dirjgiendo con simples acqiones íos dice muy bien M. Tessier, se asemeja en sus animales que custodia, y en caso necesario operaciones á un coronel que hace mover de mordiéndolos ligeramente en los muslos ú o ejas. El perro pastor cuando !!Stá inst!'uido uno á otro Pl\nto los soldados que manda. Las :ra,ras operaci nes que practica este animal, sabe reunir los ani¡:nales disp.ersós, dirigir la marcha d·er rebaño, evitar que se separe éste y que son propias de un singular instinto, se perfeccionan sin embargo con una buena del camino gue ha de seguir, y mantenerlo educacion á que tan ventajosamente se pres- qu-ieto en el punto que ha de apacentarse. Peta. Pero esta educacion no ha de empezar . ro el buen pastor no debe limitarse á dar su hasta que el perro tenga seis meses de edad, perro esta simple instruccion: el instinto tan y antes dP ella debe esforzarse el pastor eu privilegiado de este animal le hace á propócuidarle con esmero, limpiarlo y procurar- sito para mayores utilidades y recompensa le.sanos alimentos, á fin de que pueda de- con sus servicios los cuidados qúe se han sarrollar buena talla y tener en lo restante puesto en educárlo. El 'pastor puede , ensede su vida una sa1ud perfecta. La educacion ñarlo á echarse, á ladrar, á-gunrdar un comdurará hasta que el a:nimal haya completa- pleto sileocio, -á dar vueltas contíouas al re-do un año dee<;lad, y este tiempo de estudio, dedor del rebaño, y á obedecer la voz del plS· .si así puede _decirse, debe ser para el perro tor en una porcion de espresiones de mando. u11 plazo de verdadera justicia, pcirq«e reci· Se ha escrito tambien acerca del modo de be _m;;il las correcciones cuando . no las me- erlucar el perro para la guardia de la gana. rece y desdeña las earic-ias que , no ha ga- derla, y ·en prueba de ella apuntaremos alnado. Esté tiempo de enseñanta lo es á la gunas ideas de las que contiene el método ve~ para el pastor de di version · y exige de Danbenton, que ciertamente merece ser paci!!ncia: acostumbra al perro á que quede · -escuchado en la materia .


ven acá para hacerle venir atrás, y quieto « El pastor dice este hombre instruido, debe procurar que su perro aprenda á echar- para que se mantenga en este estado. Finalmente podrán emplearse otras voces para que se, á ladrar, á mantenerse de centinela constante al rededor del rebaño, á detenerlo en el perro obedezca lo que de él exiga el passu marcha andorrera, á coger por la oreja tor, siempre acomodadas al idioma del pais donde viva el pastor y el perro. Conviene á las ovejas ó carneros y á otros servicios iguales, obedeciendo su voz de mando. Pues enseñarle lam bíen el modo de conducir y hacer marchar los anjmales, lo cual se consebien; esto lo conseguirá con la paciencia y la constancia que deben acompañar á. las guirá con los cuidados solícitos que se le dén, prácticas siguien(es: Aprenderá el perro á porque es necesario que el perro bien inspararse y mantenerse quieto dándole la voz truido baga caminar las reses que se detende alto; y ofreciéndole al propio tiempo un gan en la marcha, principalmente las de.!. alimento, 6 deteniéndolo á la fuerza ó repi- !anteras, pues que entonces las restantes sitiendo muchas ces esta operacion, el per- guen el mismo camino sin dificultad; y si ro se acostumbra á pararse al momento de oir hay alguna que no cumpla las indicaciones la voz de alto. Para que se eche cuando plaz- del perro guardian, este debe saber hacerse ca al pastor es necesario acariciarlo al echar- obedecer á la fuerza ladrando á su inmediase voluntariamente, ó despues de haberlo cion y, si conviene, moderla ligeramente en echado á la fuerza cogiéndole por las pier- los muslos ó sobre la cola. «Pero el perro se instruirá con tanta mas nas, pronunciando en este momento la palabra luJchate. Pero como permaneceria poco prontitud si tiene otro perro enseñado á tiempo echado si no se le enseñase á ello, quien poder imitar en todos los movimienes necesario entonces, en el caso de querer tos que se necesitan para guardar el ganalevantarse pronto, pegarle ó reñirle á fin de do. E no ob tanle necesario advertir que no que permanezca en esta postura; cuando bastan los ejemplos de un perro educado queda tranquilo se le dá de comer, y se le para ehseñar á otro perro jóveQ, y se engahabitúa poco á poco á echarse pronuncian- ñaría con frecuencia y no llegaría jamás á do de nuevo la misma palabra héchate. Se en- aprender perfectamente las co as ó acciones seña al perro á ladra1' imitando su ladrido si el pastor no se las hiciese entender.» Los perros llegan á adquirir de sus pay mo trándole un mendrugo de pan que se le dá luego que ha ladrado, diciendo en se- dres este rasgo de saber, propio <le su natuguida la palabra ladra para que se acostum- ral in tinto, de manera que casi sin maestro, bre á este acto. El perro se habitúa á callar ó á lo mas con lecciones las mas sencillas, 6 á dejar de ladrar pronunciando la palabra sirven de guardian y de ayuda aun al pastor mas descuidado. En prueba de esta verdad xit 6 basta: si no obedece se le castiga suavemente, y se le acaricia y recompensa cuan- se halla ya introducida en la provincia de do ha obedecido. Para hacerlo á que ande al Gerona, y principalmente en el territorio rededor del ganado y evitar la dispersion del A.mpurdan, una raza de perros guardiade las ovejas, conviene echar delante del per- nes, que no es la descrita por Danbenton, ro una piedra, en busca de la que corre con los cuales comprenden perfectamente el ofivelocidad, y tirarla sucesivamente en dife- cio que ejercen, sin lecciones de ningun gérentes direcciones hasta que se ha repetido nero. Ojalá que los restantes paises de Esla operacion en el rededor del rebaño dicien- paña adoptasen el ejemplo de los ampurdado siempre la palabra vuelta. El perro se neses, cuyo celo por la agricultura aumenta de dia en dia de un modo tan extraordinario acostumbrará á marchar en todas direcciones y á reunir el ganado que se separe como laudable. ¡Qué lástima que á este celo tan escesivo echándole una piedra adelante, en seguida que reconocemos en el perro de pastor no otra atrás, 1uego á derecha , pronto á izlo acompañe la fuerza para resistir al furor palabra guarda: quierda, pronunciando del lobo! Este perro á quien su grande intese usa la vo:z allá para que vaya adelante,


Jigencia ha hecho tan á propósito para utilizado en las comarcas pobladas, no sirve en los puntos .donde existan los lobos, porque en las luchas'.que entre sí entablasen el perro serja la primera vfotima. El perro de que 11osocupamos es mas bien un condúctor que un protector , porque teca al mastin defender los ganados de la voracidad · del lobo, presentársele cara á cara, aceptarle el combate y vencerlo en la pelea. importa mucho que el perro guardian sea bien alimentado, y la cantidad que se le dé ha de estar en relacion con la corpulencia del animal y con la naturaleza de los.alimentos que se le suministren. El perro pas·tor es , sin embargo, tan sobrio y sufrido que le basta comer el pan seco y grosero sin probar absolutamente otro ·alimento. Cuando la vida del pastor no permita otrá cosa , debe al menos hacer á este animal una sopa sin otro condimento que la sal, porque la ~occion del pan ell agua hace que este alimento sea mas saludable y de mas fácil digestiqn. Si tuviéremos á mano dar al perro d._esperdicios animale~, como las tripas y otra_s porciones que se venden á precio ínfimo en los mataderos, deberíamos hacerlo y considerarlo c~mo un. alimento muy útil y provechoso que hace al mismo ,perro mas fu_eTte. Comerá 'tambien con afan los potajes

112 qoe se usan en las casas de labranza, y puede decirse que ao hay sustancia alguna que no guste al perro, mayormente si tiene falta de alimentos. Debe dársele agua en abbndancia, porque es temible el que sufra sed: es tanto lo que necesita el perro de ruuchas bebidas, que con ellas puede suplir los alimentos, ó pasar con los que se le diesen en poca cantidad. Si el perro se nutre de vegetales solamente, deberá suministrársele otra comida algunas veces al dia por la facilidad con que digiere estas sustancias; pero no se hará así si se ali menta con carnes ó desperdicios animales, pues que entonces le bastará una comida cada veinte y cuatro horas. Los alimentos no han de ser tan abundantes que e-1 perro llegue y se mantenga en estado .de mucha gordura, porque así como es un mal que esté muy flaco, lo es tambien el que se halle demas¡_ado grueso. Los perros tenidos con mucho regalo son de poca utilidad para guardar las casas ó los rebaños por la pereza y pesadez que adquieren. 'Es conveniente, no obstante, qne se prodiguen al perro pastor otros cuidados distintos de los que com unmenle se le dispensan , y que no se le -aplique el repugnante adagio de que tiene mas estima lo agradable que lo útil.

OBSERVACIONES ·SOBRE ·EL CULTIVO DEL NARANJO.

NJiestro apreciable corresponsal de ?riego el señor Alcalá Zamora, ex-d_iputado á córtes por Cordoba, nos favorece con la remision del interesante artículo siguiente: En. la Guia del Comercio número 316 he visto un artículo ( 1 ) de un ciudadano a pre• ( ,t )

Es el que herpos insertaclo en nuestro nt1-

ciable é interesado en la prosperidad de su país, que trata sobre el cultivo, ó mas bien sobre la propagacion del naranjo por siembra de la: pepita en vivero ó por estaca, y el digno autor del artículo ·me permitirá añamero de ~ o de abril úlLimo, página 35.

(N. de la R :)


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H3

dfrle algunas obse r~aciones m'ias, por lo que otros frutales con seguridad en s_u trasplanpuedan.,,contribuir á su benéfico intento. tacíon y ahorro de algunos años para su creDe los dos métodos propuestos para la ciini~nto hasta el estaao de prodócir fruto, propaga'cion del h'aranjo, estoy en que me- y es; el· acodar ó amugronar .. Esta 'operacion · rece la preferencia el de la estaca, porque se hace tomando un bástago ó ramita del con esta no se altera en manera alguna la ñaranjo ó limonero que se quiere propagar, especie, y su fruto conserva todas las pro- y con una navaja se corta la cáscara en una piedades del árbol de donde se corló. La .al- ·línea que cincunde aquel. A la distancia de máciga ó v.ivero)embrado de pepita dege- una pulgada ó algo menos se hace otra corliera siempre y en todos los países en ·algu- . tadura igual y se le arranca. la cáscara innos plan,tíqs, como sucede con la aceituna y termedia, gue sqelta la, madera fácilmepte, la u a, qu~ se vuelveQ sil ves tres; y el n~- por estar corriendo ya la savia (pues esta ranjo chtn6, por -esquisito que sea, · no dá en opera-cion se hará en lo~ principios de abril). algunos pueblos_sino el ágrio : particular- Se tiene preparada una tira de paño de la misma anchura de la cáscara arrancada, y mente en aquellos cuya temperatura es mas baja en el rigor del invierno de la que este dando vuelÍa en el vacío que esta dejó, se árbol necesita para vivir. En algunas partes le sujeta liándole un hilo para que el paño <le ,nuestras costas .meridionales ~iembran apegue bien á _la madera pel IJ'.IUgron. En los viveros con las pepitas sacadas de la ci- seguida se mete ·este en un tiesto, cestillo ó dra,limou, porque este hermosísimo -y deli- capachejo de pleita, de modo qoe el paño cioso fru.tcJ es producido por una e¡¡pecie de quede á la mitad de la altura ó algo menos la familia de los -naranjos, yliene la ventaja del capacbejo, y este se suspende con unos ¡:le crecer eón ·talJos 'mas g·ruesos y ·mayo1¡ ataderof, á las ramas inmediatas, con el fin pronti tud que todos los demás árboles del de que no se rebaje, y al s_uelo se Je dan un gépm10 á que p"ertenece. En la al'máciga rn par de puntos con una lon}iza ó se ponen un iogertan naranjos, chinos. ó dulces, toronjas par de astillej_as de madera ó cascos de play limoneros de todas las.c_liferencias; y de to, para que no se salga la tierra. Se llena allí se trasplantan á los puntos que deben de la buena de asientos de muladar, y en lo ocupar en la huerta. Ni 'es sola la ventaja alto -se cubre con cuatro dacios ' de estiércol queiofrece la siembra dé estas pepiJas pov de acémilas óipajizo é inmedjafamente se le su celeridad en crecer los bástagos que ar- . ·echa ªl?iua co:n una regaaera, lo que se re-· roja:, sino es que siendo indisputable la me- · pile cada cuatro ó seis días, segun el calor jora que el árbol ingerto recibe si. ella recae de 1a estacion. Si el mugron quiere hacerse sobre un patron tan sobresalienle, cual, es. en un sarmiento•de parra ó cepa, no es mela .cidra Jimon•, ,que es de dos ó tres libras nester para la ·operacion si no machacar u o de peso cada grano de su fruta, de una cás- nudo, liarle uria Dira de paño y meterlo, cocara y casros muy dulces y agradables al mo se ha dicho, en el cestillo. A los tres palada:1;, -el ingerto ha de parbicipar alguna. meses de echado el mogron, es decir; á me-' cosa del dicho patron. En cambio tiene este diados de ) ulio se; puede trasladar. al sitio una desventaja, si se tra<:lada á un parage qu~ ha de oc¡upar, y si .la rama lleva fruto algo mas frio del q.ue requieren ta,les arbo -; de naranjas, limones, · etc., . los madurará~ la.dos., y donde caenren el invierno algunas pue,<; a~i me consta de esperiencia propia. heladas fuertes ; y es que siendo la cidra IiEsta uperacion no es invento mio, ·y sí la . mon, entre todas las especies del género á . leí hace µnos cincuenta años en .ün,periódit¡ue 'pe1'tenece,i la mas sensible á la impre-, co . Ella apoya.su teoría en la circulacion de siori dél frio, és preciso que el uso del mé 7 la sa~ia en los vegetales, pues como su destodo propuesto se reduzca á ·los terrenos que censo .ordinallio es por entre la madera y fa gozf\n de una temperatura conveniente. , corteza, llega al ' paño t¡ue \o 'interdicta, se · Hay otro medio de propagar toda espeoie derrama por la j hntura de él con .la corteza-, de naran_jos y limoneros y aun de muchos -y admira. la 'pronti·htd con,que se forin a un T OnlO U ,

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anillo tul.ierculoso con puntas que á los quince dias indican las raices por toda su circunferencia, y á los tres meses todo el tiesto ó capachuefo está ocupado por madejas de

raíces, que dan vueltas buscando donde estenderse, y su grueso y su color están demostrando pujanza y lozanía.-P. A. L.

(Guia del Comercio) .

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ELEMENTOS DE AGRICULTURA. (

A.penas hubimos -leido el decreto y pro sumir, ni aun remotamente, que estad~spo:grama de 42 de diciembre del año anterior, sicion de S. f. tuviera por fundamento relativos á los concursos á que se convocaba nuestras b umi ldes mauifest&ciones, es, sin para premiar los. mejores Catecismos y Ele- .embargo, el resultado que en 16 del me · que mentos de agricultura que se escribieran y , ayer b-a concluido se mandaba lo que nosopresenta en, espusimos que eran demasiado , tros opinábamos· ó pedíamos el dia 1 .° del breves los plazos q-ue al intento se concedian.. propio mes como medida muy conveniente al No ·e nos óculta que 11na vez señalado para progreso ilu trado de nuestra agricultura. el Catecismo el 30 de abril , y pasados a'.1Por e11o felicitamos, de la manera mas síncegunos dias desde la publicacion de los refera y desintere ada, al mini troque aconsejó ridos decreto y programa , era ya posible á S. M. la órden del •1 6, cuyo consejero tanque algunos escritores se halla en ocupados to celo está desplegando por el fomento de en los trabajos que habían de someter al Jos:inlercses materiales en que estriba la verconcurso de dicho día, .que tuviesen ya fordadera prosperidad de nuestra España. mado el esqueleto de su libro bajo la base Y ya q.ue hubo innovacion respecto al dia necesaria .del número ó estension de páginas en que debió cerrarse el concurso para los · que se babia designado, y en tal caso conceElementos, quisiéramos tambien_que se fijase bíamos la razon de 'q ue no se concediera mas ( la atencion en lo que decíamos en nuestro tiempo para escribir el Catecismo. · úmero de 4. 0 de eeero de este año sobre los Pero en cuanto á los Elementos no media- · reducidos 1ímites ó estension que se marca á han iguales motivos, porque otros eran los un libro de tanta importancia. Prescin<liendo trabajos preparatorios y plan de la, obra, y de las razones, en nuestro concepto poderode aquí el que en~.º de mayo próximo pasas, que entonces al egábamos, que nadie las sado insistiésemos en que se prorrogas.e el ha combatido, y que otros por el contrari_o plazo concedido para la presentacion de este 1es han dispensado su apoyo, basta solo teúltimo Iibro 1 que era el 31 de ago!-\to del prener presente quP. es funesto y perjudicial sente año, indicando alguna razon para nocontener en reducido espacio el vuelo del sotros demasiado atendible. Lo cierto es que pensamiento, y que no es muy probable.el por real órdtn de •16 de l mii:;mo mayo se que una buena obra elemental de agricu ltuha prorrogado en efecto basta fin de febrero ra pueda quedar encerrada en quinientas ó del año venidero de ~ 850 el término para -la seiscientas de las páginas fijadas. Tampoco presentacion de los Elementos de agricuJtura es verosímil que escriba con gusto el que española; y por mas que no quisiésemos pre- creyendo r¡ ue es necesaria á la enseíianza la


H5' ' esplanacion <le ciertas materias haya de nas razones algun tanto poderosas, nos baslimitarse precisamente á un número deter- taria apelar á las que ya dejamos consignaminado de folios, so pepa de no ger admisi- das en nucstr.o citado número de 1. 0 de eneble eQ..'el coricur?o el fruto de sus medita- ró, página 356, de cuyo artículo se puede ciones y yig,iliasL,'· porque establecido como inferir la entera imparcialidad y buenos decondicion preci~a el ,máximum de seiscien- seos que siempre conducen nuestra pluma en obsequio á 111, prosperidad de nuestra agritas pági)'.!a$, 11:¡eFiau desechados indudablemente los Elementos que constasen de ocho cultura. El señor ministro de Comercio, Gientas ó mil, ,po:r, muy buenos que ellos fue- Instruccion y Obras públicas es sobrada-;ran y por mucha ventaja que presentasen so- mente ilustrado y dá pruebas de estimar en bre todos··10s q'.ue se hubiesen arreglado al mucho la felicidad de su patria, y nos paretip~ de ~as quinientas á-~eiscienta~ páginas. ce que se dignará conceder una mirada reCreemos, pues, que se haria un señalado flexi'va á estas nuevas indicaciones y á lo servicio á la agricullu~a'. dejando á las per- que d,ecíamos en 1. 0 de enero, ya sobre la sqn:as qúe escr/.~~n ó propo,ngan escribir estension de los Elementos, bien sobre las los eleme11tq~ e,Q. completa libertad para que doctrinas ó principios de organografía y fidén á sus esc¡::itos la estension que tengan por ::,iología vegetal que {lrecisamente deben. conveniente .i y si nuestro parecer, por muy com-¡irender. •I i~signifiaante que él sea, necesitase de algu- 1 1

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PRESENTA.DOS AL OONOIJRSO.

' Veinte y uno son los· Cntecismos ó Cm·tillas de agricultura sometidas al concurso á que re! Gqbi1erno cor¡.vocó pára el 30 d~ abril último. El ,mpo.rtinte-Bolelin del ministerio de Come-rúo, ln8trnccion y Obras públicás ha insertado una nota oficial de dichos Catecismos para conocimiento de los autores respectivos, y noso~ros tambien damos á conVn,uac~OD,, para el de nuestros lectores·, ot,ra que· espresa fa fecha y lema con que fueron presentados los vei-nte y uri Catecismos: N.::.

D(a del r ecibo.

LEMA .

2 de abril.

Horno ad laborem natus esl. . Gen. c. 3.º Medio sello de comisaría de montos,

~

2 .... · ~O idem. ...

3. 0

4. 0

15.º

6 .•

El estado de la agricullura deun pueblo es el verdadero term6metro de su oivilizaoion. 23 idem .... Si las ciencias han de estimarse por la utilidad que reportan,. 111 agri Gullura debe ser la mas apreciable de todas, pues sin el la no pudiera existir la sociedad. , Por tanto el gobierno que promueve su estudio, al cumplir uno de sus mas preciosos deberes, haéé un beneficio in.merÍso a la humanidad. 24 idem .... Guia del agricultor .-Manual' del labrador y del hortelano, priméra parte. Madrid: 1848• idem idem. Nihil ign.oraoti11 audacius. U, idem ....


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1-16

25 iJem ....

La heredad dice á su dueiio: ~ 5. idem ide~. Sic quoque mutatis reqniE:scunt hazme ver ,tu sombia, cult.ifetivus arva. 1 1 vá. Abu-·Zacaria. ~6. , 29 idem .... Veu.x:-tudugrain?faisd,.sprl)s. 26 idem .. -~ Para llevar la agriculturd.á su , (Si quier.es trigo, 1 pon .PraI• , • perfeccion se" necesitan pos , 1 • ?Os).-Jacoqo Bujault. 1 • cosas, enseiianz~ y fomento. , y sudor . idem id!:,m. · Inteligencfa ' 41 . . J ' J Wart. • . · ·¡ Ha'ceó rico al iaLradÓr. ' . l 1 27' ldem: ... B~e".Í ler proloquar. ~ 8. ¡'dem ldeni : : Pul vis es, 'ét in pulverem' re rn. idem idem. Qoi operatur terram suam, sa- . "' vÉlrteris. "Na~a perece 'en el l . 1 j tia,bitur panibus. · Proverb. .universo: el , polvo se con, .C. ~'2. v. H. 1 • • vierte en plapta, la plaola•en 1 H. idem idem. Sevit aulem lsnac in lf'rra illa, carne, y ,la !)¡irue vuelve,- á et invenit in ipso anno cenconvertirse en polro. ,1 tu plum. Gen. cap.$7. v.~2. ,... Sin disposicion ,intelectual no rn. 30 idem. 1 El medio mas. sencillo de co- . , • • ' puede perfeccionarse ninguna municar y propagar . los reoperacion material. sultado~ de las cienci~s útiles 20. idem ídem. Para cultivar con provecho un . ., entre los lábradores, e¿ forvegeta 1 cua lquiera, es precimando cartillas agrl~ola~. Jo• so, no solo ' conocerle en su vellanos. Ley agraria. ' organizacioi;i ·y fuociooes, sirn. 28 idem .•.. La adroinistracion se ligiJ- á la no en su relacion, con el tel'"agricultura por dos intereses reoo y labores necesarias á su el de los productores en par~ vegetacioo. ticular, y el del Estadó en 24. idem ídem. Proa.to y bien, ¿aquí juntos se general. Del Excmo. Sr. D. ven? M. M. de Reinoso. ,1 4 , idem ídem. om·oium rerum ex quibus aliEn el dia 2 de mayo anterior quedó insquid adquiritur, nihil est agritalada la comision 'lue ha de presentar el cultur~-melíus, nihil ubcrius, de exámen y censura á la' seccion proyecto nihil dulcius, nihil homine lidel real consejo de Agricultura, Industria y bero dignfüs. Cicero; de OfComercio. · · ficiis, lib. ~ .º f

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NUEVO MÉTODO DE DEPUR1\.R . ·Et·ACEITE. Los aceites fijos, como el de aceitunas, de 'colza;· nueceJ,y otr'os se'mejantes, en el estáó despues de do que s¡¡.len de los molinos, 1 pr,ensa<;la la . ac~itu_na ó la semilla que los produce,· contiei;ien una ,cantidad considerable de mucilago, d~ , n¡~teria _colorante y de principios resinosos que dan al aceite un aspecto y le comunican un gusto poco agrada. -bles. Esta materias puestas en contacto con

el 'aire atmosférico, que no se, puede 'evh~r enter'amente', ltacen qúe l~s acéites se enrancien· y que tengan un abor particular que por lo comun repugna para los condimentos. El aceite del fruto del olivo se clarifica por el Teposo, i:¡.sí como ta¡nbien el de nueces y otros. Algunos, como el de la colza por ejemplo, se purifican con el ácido sulfúrico; pero este método es eS'puesto por una parte, y I


H7 por otra la sustancia qu~ forrn~ de. rea · no se halla siempre al alcance del labrador. M. Sacc, profesor <ie química enJa academia de Neufohatel (Suiza), se ha ocupado detenidamente de la pur:ificacion de los aceites fijos, y de<.luce que las materias estrañas que van unidas al aceite al saEr de la prensa están mas ó menos coaguladas, es decir, se hallan separadas casi enteramente del aglla que las mantenía en suspension-·en el aceite mismo por medio del ácido tánnico ó· tannino, cuyo·prfocipio existe en grande cantidad en la corteza de la encina. Esta idea condujo á :M. Sacc á ensayar esta sustancia para la clarificacion del aceite, y obtuvo de ello un escelente resultado. ' Para practicar esta uperacion se escoge la corteza de los ·tron'cos dé fas encinasljóvenes ó las de las ramas lisas y de poca. edad de )os árboles viejos: dichas cortezas se separan ó arrancan con precaucion, y se aeja'n secar en seguida, ó si se quiere podrá procurarse de las fábricas de curtidos una cantidad de tanna pura y fresca. Por cada ciento veinte y cinco libras de aceile cualquiera se tornarán cinco libras de tanna ó corteza de encina molida y seca , cuya cantidad se pondrá en remojo en diez libras de agua hervida y caliente, colocando luego esta mezcla en botellas perfectamente tapadas. El cuidado de tapar bien las bote) las tiene por objeto evitar en lo que sea posible que el aire entre y se ponga en contacto con la solucion de la tanJl'a , porque le rebaja'ria mucho el color: es te accidente es grave y debe evitarse por todos los medio~, 6 en caso contrario la corteza de la encina cede su materia colorante al aceite cuyo tinte amarillo s.e cambia considerablemente en un color bronceado. Al cabo de las veinte y cuatro horas de estar este líquido en-Ja botella se echa en ellpunto ó v.aso

don¡le...se eo serve..e Geite, teniendo la prete aso 6 tonel con una caucion d cubri toalla s re la que s~erramará,el líquido á fin de que este se filtre, y de que sobre dicho paño de lino quede la corteza ó tanna. Luego que e·ste licor ha caido en el aceite se lerevuelvecon fuerza para que se mezclen ambas dos sustancias en cuanto sea posible: el aceile se trasforma entonces en una especie de emulcion de un color hermoso; se añaden unas veinte y cinco libras de agua hirviendo; se revuelve otra vei; el aceite, y se le deja reposar despues para que se precipiten las heces ó impurezas: se estrae luego el aceite y se deposita en los vasos 6 ·tinajas donde haya de conservarse, y las heces se colocan despues sobre una tela de lino para que va·ya filtrando la poca cantidad de aceite que contengan. Este método no es aplicable solamente al aceite del plivp; sino que puede serlo á todos los. crasos ó fijos, basta ·al de adormideras cuya grande viscosidad' hace difícil su cla¡,jficacion. .} 1 Es además este método muy espedito y sumamente económico: no produce en los aceites alteracion alguna, al propio tiempo que asegura la perfecta conservacion. Otra ventaja tiene aun dicho método, y es que el aceite clarificado con esta solucion n'o ataca los metales , circun tancia no despreciable por los malos efectos que causaria en los vasos donde el aceite se conserva. Este procedimiento es seguro, y está al alcance de todas las personas. El único inconveniente que tiene es el de aumentar ligerámente el color á los aceites, si la disolucion de la tanna no se ha preparado bien: por ello converidrá pomfr el mayor esmero en encerrarla, herméticamente en las botellas á fin de que no se in~ troduzca el aire. '


Concluye el reglamento par(l; el sindicato áe Larca (Véase el núm anterior pág . 94-).

DE U A:DMINISTRACION DEL SI ' DlCATO. 1

Anr . f3. Administrando el sindicato las aguas de todos los dueños usuarios de ellas, y percibiendo el importe cíe las que se sumento interior'del !sindicato, el ·de · sos recaddr1dores, veedores, procuradores de ace_; basten, ora sean del Estado, ora de los par·quia, guardas 'y demás dependencias, y lo , ticu.lares, segun queda dispuesto e·n ei artículo 4.°,' lo distribuirá por trimestres á los sumeterá al exámen de la junta, y con su interesados . informe, á la aprobacion del gefe político. Anr. 14-. Para cubrir el presupuesto de Tambien representará en los tribunales al gastos de la administracion comun, servico·mon de regantes. . rán: Anr . 40 . El tribunal de aguas, que con· 0 ~. Las hilas de aguas que constituyen el árreglo al espíritu de las ordenanzas y á la fondo de comunas. práctica de -0tr"ós riegos, se establece por el 0 2. Las hilas acrecentadas, conocidas con avtículo 7 ° del citado dec reto; constará del las nombres de primera de Impuestos en él director ó subdirector -que haga sus veces, beredamierito de Tercia, y primera y segunY. de dos síndicos, que alternarán segun el da de Impuestos en el de Albacete. turno que- acuerde el sindicato. Para la de· 3. 0 las entandadas paTa riegos gratuitos dsion de cada' asunto, se procurará, si es en las alquerías del Hornillo, Altritar, Serposible, que uno de los vocales tenga conorata y el Real, y las de -propiedad particucimiento práctico 'de la acequia á que cgrlar, que i:Io hallando comprador en la alqueresponde. Las decisiones de es e tribunal, ría en q·u.e se venden, se subastan en otra. que serán de plan·o y sin apelacion, recae· 4. 0 El 2 por 100 del importedelas' aguas rán únicamente sobre cuestiones de hecho, que administra á los in'teresados en la reque se sosci'ten entre los interesados en los compensa. riégos. 5. 0 'Los cañares del brazal de los PortiAnr. 11.1 Las rcuestiories de derecho, si llos. dicen relacion· á la propiedad 6 la 'posesion, 6. 0 El producto del arbitrio sobre aguarserán de la éotÍrpetencia de los tribunales dientes·. civiles; si se derivan del cómplimiento de Si resultare déficit, el director hará el relas ordenanzas, 6 de ·algun hecho adroinisparto proporcional mente entre todas 6 parte trati vo, ó con obasion de él, tales por ejem de las vegas, segun que las obras tengan replo, como toda reclamacion cont'ra los relacion con el todo 6 parte <le los heredamienpartos, pagos de listas y contestaciones con empresarios, se llevarán ante el consejo pro- tos, y unido á estos repartos el sistema de cobros, los someterá á la deliberacion y aprovincial. . bacion del sindicato · Anr. 12. Las resoluciones administratiAnr. 15. El cobro de los repartos hechos vas del sindicato, que recaigan sobre un obpor el sindicato, y aprobados por el jefe p·ojeto de interés permanente, 6 construceion lítico, corr.esp onde á los recaudadores, quiede nuevas obras, habrán de obtener antes nes harán las entregas en la caja central. El de llevarse á efecto la aprobacion del gefe depositario central rendirá anualmente sus político, 6 del gobierno en su caso. cuentas justificadas al sindicato. •

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Aár. !).º El· director ' formará un· regla-'


H9 A.ar. 16. Los recaudadores serán responsables de la falta de cobros en los repartos que se les asigne, á ménos que no j uslifiquen haber he,;ho lo que les compete por reglamento para verificar el cobro. Anr. 17. Los pagos á cuenta y saldos finales serán satisfechos por mandato del director, en virtud de los certificados del ingeniero 6 arquitecto, cuando sean ellos quienes hayan' dirigido las obras, y en su defecto, por e1 certificado de la persona encargada de ellas. Anr. 18. El sindicato nombrará uno Je sus ~ndividuos, qúe con el carácter de contador, intervenga los libramientos que expida el director. Sin la intervenci on del contador, el tesorero, bajo su responsabilidad, no pagará los libramientos, ni firmará recibo alguno . Si a lguna vez, á consecuencia de morosidad ó negativa del contador, cuyo cargo es gratuito, se entorpeciere el servicio, el sindicato primero, y por su omision, el jefe 'J)Olítico, ocurrirán perentoria mente al remedio. Anr. 19. Se continúa el sistema que se halla en práctica de ventas de agua á subasta en el Alporchon, adoptándose todas las medidas que ha aconsejado la e:gperiencia para evitar el acaloramiento en las pujas. Subsisten asimismo el fondo de comunas, y las hilas acrecentadas, en los términos prescritos por real órden de este día; pero se aforarán tre.s veces en cada año. A.nr. 20. Se obliga al sindicato, mediante laentregaquese le hace de dichas hilas acrecentadas, á la inmediata rep aracion y conservacion de la presa de la fuente del Oro. DE LA ELECCIQN Y OllGANIZAClON DEL SINDICATO.

Anr. 21. Para ser elector ó elegible como síndico, se necesita ser mayor de edad, y tener un mínimum de 1, 2ÓO reales de renta como dueño usuario de aguas en estos riegos, ó pagar como propietario de tierras en su curso, ó como labrador regante 500 rs. vn. de contribuciones directas. Los ausentes podrán hacerse representar como electores por otro interesado en los riegos; pero no serán elegibles para cargo ninguno. tos me-

nores de veinte y cinco años, y mayores de veinte, en quienes además de las antedichas circunstancias, concurran la de ser jefes de fami1ias, gozarán tambien, del derecho elec.toral activo y pasi v.o. A.ar. 22 . El director del sindicato, 01e11do á este, formará E:l censo para la eleccion. Al efecto se fijará al público todos los años el ,1 .º de noviembre. Hasta el 15 se admitirán las reclamaciones; en el término improrogable de ocho dias, las resolverá el sindicato, y hasta el 30 del mismo mes se admitirán las apelaciones para ante el consejo de provincia, que las resolverá en los quince primeros dias del mes de diciembre. El primer domingo despues del 15, se verificará la eleccion, y el dia pr imero del año entrarán en posesion los nuevos nombrados. -Anr. 23. Con ¡:irreglo al artículo 6c.º del repetido real decreto, la eleccion será secreta • y la volacion por cédulas cerradas, que podrán llevar los electores escritas, entregándolas al presidente. Este será el jefe político si concurre, y si no, el director. Anr. 24- . El cargo de sindico es gratuito, y dura cuatro aííos. A fin de 184-9, se relevarán tres, que designará la suerte, y en adelante por antigüedad cada dqs años, cuatro individuos una vez, y tres otra alternativamente. ÁRT. 25. Los síndicos pueden ser reelegidos, y aunque no lo sean, desempeñarán sus funciones hasta la instalaoion de sus sucesores. Anr. 26. Si despues de dos convocaciones sucesivas, y hechas con tres dias de intérva lo, los síndicos no se reunieren en mayoría, la determinacion que se tomare en la tercera convooacion, será válida, cualquiera que sea el número de síndicos reunidos en junta. An-r. 27. Todo síndico que en tres meses sucesivos no haya asistido á las juntas del sindicato sin motivo fundado, se considera que hace dimision de su destino: el director, de acuerdo con el jefe político, convocará el colegio electoral para reemplazarle, dentro del término y con. los plazos q ue le parezcan convenientes. Anr. '28. Se declara anulada la ordenanza


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de ,riegosJ8:de noviembre 1834 en l~ parte ART. 29. Asimismo deliberará el sindicacque ·esté en contradiccion con el decretu· de to acerca de todas las cuesticmes en que ·sea •supres,ion de la Empresa, con la real órden cons~ltado por el Gobierno ó las autorjdade&; -de este dia relativa á este asunto., y con el y ,co11 arreglo á:la dispo~ic~on 11 ,de las die~ presente reglamento . .En :: lo 9emás queda tadas pot la antedicha real' órden de esta fe-sub~is.tente fa referida'·ordenan za, y sobre cha, sin oir su dictámen,,no se concederá auesta báse ~propondrá .el sindicato} por con-• toriza'cion para establecer, nuevos riegos . .r e dueto del director, las alteraciones que ha- •1 -Real ór,den lo !!Ligo á V. E. para su cumpli-yan •de hacetse en. ella, para ponerla en armiento. Dios guarde á V. E~r.mu{'.hos añ'O's . .monía·con la nueva forma de administracfon J Madrid H de enero de 184-8.-JuAN BRAVO Mumuo._:_.Señot direct9r.' .. del·1 sindicato J de á que se sujet.an los riegos, y con l.a institu. cioh y reglamento del sindicato. . , riegos de Lorca. , l.

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y que .raramente lleguen á una •edad muy avanzada. · ·COCER EL PAN. ,, El remedio propuesto por el doctqr Mac Cormac consiste en colocar ventiladores en - ,, Bl doctor l\íac Cormac de Bekfast (lngla- los· hornos. Por este medio la salud de los terra), acaba de aplicar un procedimiento panaderos estaria menos espuesta á quebranmuy sencillo á par que ingenioso á los hprtars~; el pan seria de mejor calidad, y se ulinos . de cocer, pan , cuyo procedimiento, al lizarja un producto-de gra-bde importancia~ ,par que pe1:mite.· utiliiar cíértos productos como lo es la ;-cantidad de a:lcóhoJique ·se re.:. químicos que se han perdido basta ahora1, ~ogeria y que pudiera ut-ilizarse en la-induswoduc~ una , mejo.ra notable en las conditri~. UJi tiilo conductor -que pasase de'cada ciones s¡rnitarias .de las panaderías~., •) horno hasta un depósito de·aguá fria con-., ,Este.último ·re.su ltado es de grande impor- Jeosaria el aloobol, y un tubo de cond'uccion tancia; debe llamar fa atencion, y nosotros proporcionaría la salida del gas. rec.Qmer;,.~amos e'l.invento, del médico 'inglés. El doct1>r Mac Cormac recoro·ieJida la u , Es c:i_ei:to que los panaderos, condenados; aplicacion que ha hecho M. VioJette del vapor decirlo así, á recib_ir un aire impuro y por en la carbonización de la. leña y en los ,viciado,, viv.iendo siempre en una atmósfera hornos de los .panaderos. Introduciendo el ardqrosa; respiran diversas materias dañosas, ' vapor á la•temperatura de 480°: Tahreneit, tales POOJo ~eJ ,ácido carbónico y ·1os vap0res cuya temperatura: reune·todas his sustancias ,a,cuosos que se e-;Gapan _de los panes calienevaporables, se. obbiene un pan perfectamentes, , ro c.ual hace que estos operarios stlelaa te cocitlo, sano, de un 'gµsto agradable y con no goz,\r,á veces de 11na salud muy perfecta, una corteza pefettamente' tostada. '

?tlODO DE l'ERFECCIO"l'fAR LOS HORNOS _DE


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,. Uno de los puntos mas importantes de la ciencia del campo es el estudio de los abonos, porque ellos y los mejoramientos constituyen toda la base de la agricultura. Apesar de los métodos empíricos que han recomendado a·lgunos innovadores , ·no se han podido reemplazar ambos .elementos de la produccion; los abonos y los beneficios.~ Por ello disimularán nuestros lectores que estemos muy á la vista y que publiquemos los adelantos que haga este ramo de la agronomía, pues que para bien de nuestros intereses quisiéramos vulgarizar este ramo de , riqueza. De aquí procede el que nos hayamos decidido á referir lo que M. Schattaenmann ha dicho acerca de los abonos en una memoria que fué premiada por la sociedad de agricultura del Bajo-Rhin, y á dar la lámina del estercolero modelo que la acompaña, persuadidos como estamos de que nuestros cultivadores reportarán mucha utilidad de poner en práctic.a los consejos de este agrónomo. DESCI\lPt::lON DE ON ESTERCOLERO MODBLO.

El foso ú hoyo fig. ~ .", 2.ª y 3.ª tiene veinte y dos metros de largo y d!ez de ancho. Tres de sus cuatro lados están revestidos de cal y canto ó d~ piedra lahrada, y el suelo enladrillado. Se halla dividido en dos partes separadas por un espacio de dos metros de sncho que sirve de tránsito. Debajo de este tránsito ó pasadizo hay un aljibe ó depósito, en ef que hay una bomba y un c11bo para la filtracion. ,EI pasaje tiene un de,clive de cin~o centímetros por metro hasta .el aljibe; y eada uno de los dos fosos tiene dos centímetros por metro de declive empezando desde los ángulos, y siguiendo el largo 15 DE JUNIO DE 4849.

de la pared · hasta el aljiJie para que las aguas del estiércol se reunan allí, asi por el tránsito como por el reguero inmediato á la pared. El aljibe ,consiste en un cubo metido en tierra y á la flor de la misma, de un metro y med-io de diámetro y otro tanto de profundidad. La annazon .tiene tres metros de elevacion, dos y medio -de largo y dos de ancho, y en la parte inferior y basta la. altura de sesenta centím~tros está _guarnecida de tablas en los tres lados .del foso, á fin de impedir que la paja y otras materias penetren en el aljibe y obstruian la bomba. Esta armazon en su parte superior está unida ó enlazada con pequeñas vigas y cubierta con un tablon. La bomba de madera se fija sen el aljibe á la altura de cinco metros y medio, y el hombre que la hace maniobrar se coloca sob.re el tablon. -El cubo de filtracion puesto ·al !ado de la bomba tiene ochenta centímetros de elevacion y 75 de diámetro, y con un doble fondo agujereado, sostenido por travesaños y cubierto con una capa de paja de cincuenta centímetros de espesor comprimida por una tapa.dera. Este cubo ·sirv.e para filtrar las aguas del estiércol cuando quiere emplearse como abono líquido, y del ,cubo van á parar directamente al va~o ó tonel destinado para el trapsporte. Este tonel tiene por objeto facjljtar la aspersion igual de esas aguas por medio ele un tubo ó manga de riego, cuyos •:igujeros pueden ser de dos JDilímetros de diámetro. Por medio de conductos moyibles colo~ados sobre caballetes, tambien movibles, se conducen las aguas sobre el esti_ércol de la una ó de la otra parte del foso. Las agua:; que nó se han absoJbido por el estiércol vuelven al depósito en que está colocada la bomba, por i;n~dio de un espa~io de treinta centímetroi. que se habrá dejado entre el H. TOMO 11 .


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monton del estiércol y las paredes. No formo ·el presupuesto d.e gastos de construccion de este foso pórque es fácil calcularlo en las · diferentes localidades, y por otra parte se puede hacer una grande economía construyendo el foso en tierra firme y sin paredes. FIGURA ~ .•

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roble de tres metros á f6 rs. . . . . . . . . • 64 rs. Veinte y cinco metros de viguetas ·á 3 rs., y 5 metros cuadrados de tablas á 8 rs. . . • . • . 115 rs. Jornales. . . . . . . . . 16 rs. Una cuba y un barril viejos. • . . . • . . . . . 12 rs. Una bomba, conductos y •f 20 rs. cabal le tes. . . • ,Gastos imprevistos. . . . 13 rs. 400 rs.

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Plan9 del foso 6. boya-e e, declive de 3 centímetros por metro.-f f, pendiente ó declive dti 5 centímetros por metro.-p p, decliye de 2 centímetros por metro.-h, espacio para el tránsito ó pasadizo.-m m, línea del nivel.

Fia. 2.•

Corte lo~gitudinal de la boya a b. '

Corte transversal de la hoya por el centro con la bomba y'accesorios. ·

Yo m1_smo he·construido fosos de .esta naturaleza sin paredes, y hace póco lo hice en cuartel de caballería. El gasto indispensable consiste en un~ cuba vieja que se mete en tierra; la armazon: la bomba, el cubo de filtr~cion, conductos y caballetes, y·calculo estos gastos·del modo siguiente:

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Una cuba vieja. . . : . : 60 rs. Cuatro postes de encina ó

Nada cuento para abrir el foso, porque cada propietario ó colono puede hacerlo con facilidad cuándo las faenas del campo no urgen . . Cuando•el suelo sea movedizo ó flojo, es fácil remediarlo, cubriéndolo de una cap:.i de tierra consisten te, rr1ezclada de pied 1:as y de arena gruesa que se solidifica con el pisan. El estercolero que acabo de proponer ~stá al alcance de todos los labradores, porque exige .un gasto de· poca monta ; cada uno podrá construí rlo en el punto donde mejor le convenga, porque las condiciones de ronstruccion pueden realizarse en cualquiera parte, mediante reducir las dimensiones .. Esta construccion se funda en el principio de que el estiércol debe colocarse en seco y estar rociado siempre que convenga, y que en caso necesario puedan conservarse las aguas del estiércol y disponerse de ellas como abono líquido. El aljibe que sirv~ de depósito puede hacerse de mayor capacidad , si el propietario necesita abonos líquidos, y la parte mas baja del foso que no contiene estiércol puede tambien servir de aljibe. Los estercoleros de mucha profundidad con frecuencia son muy incómodos y perjudiciales, porque el estiércol sumerjido en el agua ni fermenta ni sazona. El estiércol, y en particular el de caballo, necesita grandes cantidades de agua, y es indispensable dirigir al foso la cantidad pr~cisa por .medio de una fuente ó bomba; pero el foso debe estar siempre dispuesto de manera -que no entren accidentalmente grandes cantidades de agua, sean pluviales ó de otro orígen.


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Hoy dia vemos con dema:;;iada frecuenoia que las aguas pluviales no tienen otra salida mas que la del estercolero, y desde allí pasan á otros fosos ó á los arroyos, de i:londe resultan graod!)s pér,didas de abono que es fácil evitar con a·lgunas precauciones.que no dejen entrar mas agua que la que se necesÚe. Bastará. Jo.dir,.ho para hacernos cargo de las lámina,5 que acoQJpaña!pOS con su hreve esplicacion. Cuidados que deben darse al.estíércol.-Se sujeta el estiércol á una fermentacion con el objeto de que la paja se descomponga y el amoníaco se desarr,oll~. Esta. fermentacio¡:i es muy violenta eu el estiércol de caballo produce un calor considerable,y por ello es preciso suavizarla oportunamente. Se obtiene con facilidad este resultado amontonandoel estiér.col lo mas fuertemente posible y regándolo con abundancia una ó ·dos veces cada seOJanl}. El amontonamiento modera la fermentacion impidiendo el escesivo contacto del aire: el agua acaba de debilitarla'y apresuTa la buena sazon del estiércol. De esta manera es da.ble obtener en seis ú ocho s~manas un estiércol perfectamente hecho. La operacion puede hacerse muy en grande si se adoptase un estercolero que tenga las diJ mensiones necesarias á la cantidad de las materias que han de confeccionarse en él. notándose que el estiércol es tanto mas abundante en gases, y por consecuencia_tanto mas útil par.a fertilizar la tierra, cuanto mayor sea el monton que se reuna en el estercolero. El estiércol de caballo es mucho ma¡;; sustancioso que el del1 ganado vacuno; pero pierde fácilmente su.s cualidades por la fermentacion violenta que en él se establece. Si• esta fermentaci?n, sobradame,nte activa, no se •precave con tiempo, se consume· sin provecho una porcion de · paja por el demasiado calor, ó cuando menos la enmohece y hace que _se evapore una cantidad de gas f}monfaco. Es tanta y tan continua la ·evaporacion que esperimenta, el estiércol de caballo, que por lo regular no se para bastante la atencion en la cantidad abundante de agu•a que necesita, por cuya razon conviene disponer de bastantes recursos para regarlo. Esto sé conseguirá con el aux.ilio de una bomba qu'e

permita esparcir el agua necesaria sobre todos los puntos del monlon sin grande fatiga. para el operario ó' trabaja dor. El riego por mec_iio de la pala de madera que se usa comunmente es muy penoso, difícil y por lo regular insuficiente. A.! contrario sucede con la bomba, que sobre ser cómoda permite que el agQa penetre por tedas parles. La accion mecánica que causa el riego por este méto_do favorece la compactibilidad ó dureza del monton. de e~tiércol, que sazonándose entoncos mejor hace que el agua no penetre por su interior y que se escurra de_spues d\) haber humedecido fa s~perficie. ' Existe todavía en algunos paises la práctica funesta de reconocer el estiércol para apresurar su eatado de buena sazon : práctica muy contraria al completo y pronto perfeccionamiento de~ estiéccol, porque es uu principio incontestable que se cuece mas si se le mantiene amontonado. El estiércol que se revuelve mucho se hace mas· accesible al aire, se enmohece fácilmente, fermenta con violencia y pierde mas pronto la humedad. Conservacion del gas amoníaco que ha producido el estidt'coJ.-Es opinion reconocida por todos, que la parte mas activa y fortificante del estiércol es el gas amoníaco que desarrolla, así como lo es igualmente que este amoníaco, en estado de libertad, es sumamente volatil y qpe se pierde por la evaporacion cuando el estiércol está espuesto á la accion del aire y del sol ; de lo que resulta. que si ha de -eonservar toda su energía e.s indispensable convertir el gas amoníaco volatil que contiene en sulfato de amoníaco, bajo cuya forma resiste á la accion del aire y del calor. Esta operapion es muy sencilla en su práctica, y se obtiene el resultado que•"\ndicarnos con mucha facilidad si nos valerri os del estercolero de que nos ocupamos. Se disuelve una buena cantidad de sulfato de hierro en las aguas del estercolero, revolviendo en ella con frecuencia las materias gruesas que forman la base del estiércol, y añadiendo nue. vas cantidades de sulfato de hierro basta que las aguas se pongan en un estado alca..:. lino, lo que se c0noce cnando introduciéndose el papel azul d~ tornasol se cambia en un 1


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moren.o bronceado. Las aguas saturadas de será necesaria ·si convertimos el carbonato sulfato de hierro penetran por todas las par- de amoníaco en sulfato para que no se espetes del eslE}rcolero y convierten el amoníaco rimente la Yolalilizacion de sus gases. Abono líquido .-EI abono líquido liene en en sul fato de amoníaco. Es preferible emSuiza la mayor estima para regar los prados, p1ear el sulfato de hierro para estaoperacio11, porque es mas barato y menos peligroso pa- y-para obtenerlos _en mas abundancia se lava ra los operarios que el ácido sulfúrico ó a_cei- con agua el monton del estercolero. Esta te de vi trioio, ó bien el ácido muriático que práctica será conveniente en Suiza donde los produce los mismos erectos. :s¡ usamos estas prados abundan mucho; mas no lo serán tansustancias, debe mezclars~ en abundancia to en otras comarcas colocadas en situaciones con las aguas del eslercolero,~revolviendo menos convenientes ó ventajosas. La districo n frecuencia el monlon de estiércol; y t obucion de los abonos líquidos es fácil, pero mo los efectos y el procedimiento son los al mismo tiempo su transporte es mas costomismos, consultaremos la baratura para-em- so que el del estiércol, si bien por otra parte plear cualquiera de tales sustancias. tiene en menor volúmen mayor cantidad de El ¡yeso es una que puede servir tambien abono. pará convertir el amoníaco del estiércól en Los abonos líquidos, tales como las masulfato de amoníaco; pero su descotnposicion terias fecales y aguas grasientas no fertilies muy diffoil porque el veso no se disuelve zan por 1Q comun mas que una sola cosecha: -del todo, y porque una ~ateria pulverulen- deben esparcirse en tiempos húmedos y cuta no puede penetrar con la facilidad que lo biertos, panpie un sol ardiente volatilizaria bac(l un líquido. Por medio de estas senci- el carbonato de amoníaco antes que las planllas operaciones aumentamos considerable- tas que debian aprovecharlo pudiesen absormente la. fuerza y fa accion del estiércol con berlo, lo que no sucederá si convertimos el medios muy poco costosos. · amoníaco de estos líquidos en·sulfato de amoLos abonos compuestos, que años há estan níaco, porque fas influencias de la atmósfera en uso y son generalmente admitidos, se no ejercen s11 accion sobre esta sustancia que componen de estiércol, de tierra y de cal. tiene, bajo otro concepto, la ventaja de que El uso de la cal con el estiércol es una prác- su accion fertil-izante dura muchos años, en tica funesta, porque hace cáustico al amonía- relacion, sin embargo, con la mayor ó meco, y volátil en un alto gtaQo, de manera que nor cantidad que se hubiese esparcido. ocasiona la pérdida d-e la parte mas enérg1ca Si por una parte podemos aumentar la y fort ifüante del abono. Cuando las ti-erras porcion de los abonos líquidos empleando necesitan cal para el aumento de su feracfdad, grandes cantidades de agua para lavar el eses conveniente dársela por separado del es- tercolero, podemos por otra parte hacerle tiér:col si queremos que este abono conserve absorber nuevamente estos Hqui<los y· contodas las propiedades nutritivas que tiene. centrar de e1,ta manera todo el amoníaco que El estiércol cuyo amoníaco se hubiese satu- · contiene. Obrando de ·esta manera ·el estiérrado con el sulfato de hierro puede dejarse col será mas activo y podrá usarse en menór en. descu)'itrto y revolverlo cuanto se quiera cantidad, sin que por ello deje de ebtener el si n que pierda los gases fertilizantes, porque mismo resultado que si empleásemos sepaen este estado de sulfato no es volátil ,como radamente la parte líquida y 'la sólida del lo era en el de carbonato de amoníaco. No estiércol. Si no nos es necesario por alguna .sucede a¡;;í con el estiércol comun que pier- ~ircunstancia especial adquirir abonos líquide sus gases si recibe la accion del aire y del dos, será mas conveniente procurar que osta calor, por cuya razon lo enterraremos desde parte se una con el estiércol, porque los gasel mo men~o en que lo tengamos en el campo, tos de conduccion serán menores que si lley cubriremos los estercoleros con un tejado vásemos grandes cantidades de agua. Esto no que los abrigue del sol y los resguarde de es decir que cada cultivador deje de obrar '.los vjen tos. Ninguna de es.tas ,precauciones dei modo mas con.veniente á su p0sfoion par-


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tic ular y á las circunstancias que lo rodeen, porque convend ria á veces obtener este abono líquido y otras hacer que se una al estiércol. El estercolero modelo que hemos descrito está construido para este doble objeto, porque el recipiente ó depósito donde se halla la bomba, y al que podrá darse la capacidad que se quiera.está dispuesto de manera que permite se acumule una gran cantidad de materias líquidas. Pueden depositarse en estos estercoleros las letrinas, y esto sin necesidad de tener otros hoyos· ni aljibes donde guardar estas materias. Algunos agrónomos aconsejan construir grandes hoyos de mampostería para mantener en ellos los escrementos líquidos y demás materias fecales, sin que resulte ventaja conocida de esta práctica costosa. Mas \fentajas tendría el estercolero modelo, aun como depósito de abonos líquidos, porque permite el que estos se filtren esparciéndolos sobre el estiércol :- Al contrario, habrá mas economía reuniendo en un mismo punto el estiércol y el abono líquido. Utilidad de abonos que se descuidan en todos los pa.i ses.-Se emplean con buen resul-

tado porciones de carbon de tierra de las varias minas que lo producen, esparciéndolo en una dosis regular por los prados y por los Gampos sembrados de trigo. Por este medíp se obtienen v:egetaciones vigorosas y cosechas abundantes. La virtud fertili'za.nte de .este carbon mineral consiste en que la cantidad de sulfato de hierro qne contiene convierte en sulfato de amoníaco el amoníaco de las ar;uas pluviales, y así retiene esta sal impidiendo que el amoníaéo se volatilice. Este principio, que no se hace mas que indicarlo por incidencia, puede traer un día aplicaciones mas inmensas de lo que se cree. Las tierras piritosas, ó sea el carbcm de piedra, se emplean en la Picardía con grandes ventajas, y es de inferir que muchos de estos manantiales pueden prestar á la agricultura servicios muy útiles. No descui demos que en España abundan semejantes manantiales de riqueza y prosperidad, asi como que pueden generalizarse todos los medios de obtener abonos copiosos. En esto estriba la ventura del labrador, porque, no hay q uc dudarlo, si no se emplean abonos no pue~e l. tierra ofrecernos sus productos.

CURACION DEL MOQUILLO EN LOS PERROS. · Los perros están sujetos á las enfermedades que son comunes á todos los animales dc,mésticos, porque sobre aquellos obran, sean cuales fuesen las razas á que pertenezcan, todas las causas predisponen tes y determinantes que son peculiares al reino animal, principalmente de un órden superior. Sin embargo, el perro está sujeto además á otros malei; particulares y propios de su especie, que exigeu un tratamiento tambien

particular para su curacion y medidas ó reglas preservativas para evitarlos . Una de estas enfermedades especiales de que hablamos esel moquilto,mal que ataca al perro en los primeros meses de la vida, y que es semejante al muermo que sufre el pollino. El moquillo es un catarro de un caracter particular y de índole nerviosa, que afecta á los perros jóvenes aisladamente, convirtiéndose á vec?.s en epidémico En este último


caso traspasa el mal los límites de una enl\_unque esta enfermedad compromete con fermedad de su especie, y causa males de- · frecuencia la vida de los perros jóvenes, se sastrosos por la mortandad que suele oca- curan en su maypr parte con un tratamiento sionar. Como el perro es uno de los animametóqico. Este consiste, al principio, en hales domésticos de mayor utilidad para el cer uso de los remedios eroolren'tes p'ara'r.alhombre, ora se le emplee en guardar la vi- . mar la ióflamacion de las rnembránas muvienda, ora nos sirvamos de él -para el recreo cosas de la nariz y· del ojo, en ·adminlstrar de la caza, ora lo utilicemos en la custodia vorrüti".OS y' purgantes suaves pa,ra espeler de los gaoados, conviene conservarlo' ry es- la mocosid c1-d· que se desp'liega y se •pervierte ·iudiitr los medios de mantenerlo en salud. en el estóma,go ~' en los in1.estinos, cuy,0s rePor esto describiremos los sínt0mas de la medios"protlucen un sacudimié11'Lo altid able enfermedad que nos ocupa, guardanao para, en los órganos 9el animal: este tí-atamiento despues babiar de so cu,racion. suele' basta:i-' para cQnseguir la cur-acion del El moquillo se manifiesta por diversos mal haciendo que el perro guarde una di cta. síntomas, y los mas principales ·son: un fluma:s ·ó menos severa. Pero si pesar de estos jo mucoso ca.si contínuo por las narices del medios el1 míll sigue ~delante y se presentan, animal, accesos dP. tos, á la que se sigue bas- síntomas nerviosos, ,como son las convuls'iotante fatiga , calen.tura mas ó menos fuerte' nes ú ºotros ·deesta especie, echaremos 'mano y ojos lagrimosos que se van cerrando por de los calmantes, como el lau·dano, la bellalos estremos de los párpados á causa de las dona y otros semejantes. Si' la enfermedad' lagañas que se producen; la textura y bri- am~naz.a to,nar un carácter crónico, lo que se , llantez de este órgano se debilita ó pierde conoce por su duracion y 'por el decaimiento casi enteramente, siendo una prueba de lo del animal, se emplearán los tónicos y los irritante de este humor lagrimoso, ver que ar escit'anles, cb'm.o la qºuina,rel alcabfor, el vifin se forman llagas en las membranas' de los no generoso en bastante dosis, ele. Los sedaojos lasque acarrean la ceguera, perdiéndose les puestos en el cogote y dejados por mucho por la úlcera corrosiva los humores que con- tiempo son uno de los ruedios mas adecuados tiene este órgano. A medida que la en- cuando la enfermedad ha perdido su caracter fermedad adelanta el animal esperimen- agudo, y al que debe fiarse principalmente ta náuseas y vómitos, unas veces co·ns- la curacion. Como el moquillo es una enfermedad de la tipaci-on ó restriccion de vientre, otras diarrea mas ó menos contínua, movimientos infancia en el perro, se ha pensado si podria convulsivos, recargos con calentura fuerte y tener alguna semejanza con la viróela que suffe'ti'las criaturas, y por ello ¡;e ha pensasostenida, tiene deseos de morder y se in1 quieta á la menor cosa, en cuyo caso desl3:r- do en bac~y uso de la vacunaci n como meroll ándose este síntoma, se le deberá matar dio de pt cav r el mal. Algunos ha'n creído conseguir el objeto, y recomiendan vacunar a! momento. ' .Algunos han creido que esta enfermedad al cachorro inoculando el virus varioloso en 'era contagiosa para la especie humana; pero el pulpejo de la oreja, por su parte interna, repetidos esperimentos han hecho ver que no escogiendo la eminencia que se presente en forma <le pezon al pie del conducto auditivo. solamente no lo es para el hombre, sino1 que• , Es bastante comun ver conv~rtirse esta ni tampoco para los animales que'se alimentan de yerbas, ni aun para 1'a misma especie enfermedad en otra' que se s;ñ~la por. movicanina: sin eQlbargo, para éstos .1iltimos· no mientos convulsivos coQocida con el• nombre hemos de ser tan confiado,s despues ¡:¡ue se la de baile 6 mal ,J,e San Víctor 1 .en cuyo ca¡;o. la curacion/ es muvJ dificil .. haya visto reinar de un fDOdo epidémico. '

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EFECTOS OUE LAS HELADAS PRODUCEN EN EL OLIVO Y MODO DE REMEDIARLOS.

El olivo tiene una porcion de enemigos; pero el mayor de todos es el frio: los demás, sea cual fuere su naturaleza, ·vueden inutilizar una série de órganos nutritivos óTeproductivos, atrasan la vegetacion, hacen que desaparezcan las flores que prometían ruan. tiosos µroductos etc., mas el frío ataca á la vez todas l~s partes de la planta, quecomunmente mueren á un tiempo. Como esta causa compromete inmensos intereses y afecta á la riqueza de toda una comarca y aun de una zona difatada, creemos útil tratar con alguna detencion de este mal grave é indicar por último el remedio mejor para evitarlo. Desde que la agricultura moderna tiene est:iblecido su archivo, si así podemos decirlo, hallaremos épocas que han sido funestas para este árbol precioso. El año 4709 esperimentó el medio dia de la Europa un frio tan intenso que hizo perecer casi todos los olivos; y si la pérdida fué de menos consecuencia se debe áque afortunadamente muchos troncos vegetaron nuevamente oe sus raíces. En años posteriores se han sucedido heladas menos fuertes, pero · que causaron tarubien estragos en los olivares, y podemos señalar corno los mas notables los inviernos de 1740, 17J5, 4748, 4755, 4788 y 1820. A estos repetidos accidentes, y por desgracia acaecidos con harta frecuencia, se debe el que hoy dia no se cultive el olivo en muchos de los puntos donde se le conocía antes, y el que le veamos vegetar casi esclusivamente en las inmediaciones del mar. Er~ muy consecuente que en el interior de las provincias se abandonase el cuidado de un árbol que despues de haber crecido lentamente y á P,spensas de enormes sacrificios del propietario, bastaba un dia de invierno para

que desapareciesen los esfuerzos de tantoi años. Como quiera que esto sea, es un hecho que solamente pertenece á la historia, por cuya razon lo dejaremos nosotros y pasaremos á indicar los males que el frio causa al olivo, los cuales son los siguientes: · Primeramente el frio hace que caigan todas las hojas. Este accidente, quees el mas cornun en los años de mucho frio, se produce por la desarticulacion del tallito con la ramilla á que está unido, porque entrando la savia en estado de congelacion, aumenta de volúmen y destruye el tejido que la contiene, de lo que ha de sobrevenir necesariamente la caida de la boja porque en la articu lacion es en donde la un ion es mas débil. Con la caida de las partes verdes del vegetal desaparece toda esperanza de cosecha para el a~o siguiente, porque se han inutilizado tambien los botones que babian de dar flores y frutos, y por otra parte estos no se nutrirían, aun cuando existiesen, porque las bojas son necesarias al desarrollo y crecimiento de los frutos y estas han desaparecido. El segundo accidente que produce el frio al olivo es hacer perecer las ramas y aun los troncos : en este caso, en que vemos que el mal no se ha limitado á las partes jóvenes del árbol, sino que ha interesado las que llevan años de vida, el daño es todavía mas grave, no quedándonos por lo tanto otro recurso que cortar las ramas hasta el tronco, y aun á veces esto á flor de tierra. Para que este accidente tenga lugar se necesita que el frio baya sido muy intenso, y que baya entrado en estado de congelacion toda la savia de las p_artes tallosas del olivo.

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En tercer lugar el accidente se esperimen-

ria especial que publicó en dicha época M. Raibaud I' Ange, basada en un !;!Sperimento diéndola del tronco y hendiéndolá en _varios que hizo M. José Juan propietario de Digne. ·puntos. En uno y otro caso el mal suele Cuando el frío de 1815, este propietario vió remediarse por los solos esfuerzos del árbol; perecer una gran parte de sus olivos; y dispero cuando asi no se verifica, lo 'qt1e seco- curriendo sobre el medio de disminuir el noce á los pocos días por los dr!sórdenes que mal en caso de repetirse, eligió dos árboles Sé · siguen, debemos cortar el lronco como de los que mas habían · sufrido por el frío : se ha dicho en el apartado precedente. . · al uno le cortó todas las ramas inmediatas Es de advertir sin empargo que el frio no al tronco, removió la tierra cpn esmero, -y la ataca á los olivos de una misma manera; y abonó abundantemente. Rizo mas todavía: aunque algun-os han querido suponer que á fin de nó distraer la savia de las partes que era muy marcada la diferencia segun las va- habia'n de desanollarse .en lo alto del olivo, riedades, repetidas observaciones han de- tuvo la ,precaucion de ir arrancando los remostrado que no es tán real como se ha pre~ toños apenas se desarrollaban en el pie ó en tendido esta diferencia. Las circunstancias las ramas. El segundo· árbol sujeto á la obparticulares en que se hallan los olivos puesenacion quedó enteramente descuidado y .den influir mucho en la accion dañosa que reducido á sus propias fuerias. El primero ef frio ejerce soiYre ellos , observándose que no tardó en dar brotes vigorosos en lo alto los que viven en esposicioues frias, en ter- del muñon de las ramas que se habian correnos secos, Io·s que tienen esqu¡lmadas sus tado, y al cabo de dos años se pi:esentaban fuerzas por la eo.seeha precedente,· los que tan lo;i:anos como los que no habían sufrido el pulgon ó negrura ha·disipa:do mucho, su- los rigores del invierno. El segundo profren menos daño por la congelacion que los dujo una porcion de retoños, se secó pauque vegetan en ciTcNnstancias opuestas, La latinamente, y al fin del otoño 'Yª babia muerto. razon de es.té fenómeno es muy clara, y depende de la mayor cantidad de savia que Cuando el frio de 1820 causó tantos matienen los o.fi.vos muy robustos; .y como los les en los olivos, M. José Juan, guiado por la efectos ¡:le! frio dependen de entrar la savia esperiencia, empleó el mismo. tratamiento al acuosa en estado· de congelacion, claro está · efecto en el mes de abril cortó las ramas .de que siend-0 esta mas abundante en los árbo- .Jos olivos que eJ frío babia .dañado, con la les jóvene¡¡ que viven en esposiciones abri- precaucion de verificar el corte en el punto gadas, que están mas abonados, etc., el menos enfermo. El año siguiente, despues de frío ha de ca·usarles mayores estragos. haber brotado el olivo, cortó las porciones Las grandes catástrofes por tantos años· muertas de cada rama al pié mismo de los repetidas que ha producido el frio en los oli- brotes que se habian desplegado,y con las povos ha hecho que se discurran medios de das sucesivas fué dando al árbol el porte que atenuar el mal ,¡valiéndose para ello de plan- le correspondía. En seguida díq una -caba tar los árboles en esposicrones abrigadas y regular, lo abonó con yerbas frescas, y fué circ,uidas de bosques, porque disminuyendo sepaTando los renuevos que se iban presencon ,este medio la c·orrien'le de los vümto~ son tando en la raiz y en el tallo, no permitiendo menos sensibles los efectos del ftio. Los esq.ue se desarrolláran mas que tres ó cuatro tragos que señaladamente causó ::reste árbol brotes en la circunferencia <le la parte de precioso el estraordin'ario frio del imrierno rama cortada, y eligiendo los que eran roas de 18~0, bu_hieron de dar lugar á un procedi- vigorosos y guardaban una co1ocacion· mas mienLo que seguido por muchos agrónomos ventaj'osa. Estos brotes crecieron · el primer ha ,permitido sacar u~ partido ventajoso de año .roas de cuatro palmos, y era tan lozana los olivos ~tacados 'por el yelo. tsu vegetacion, que no pudiendo caber la sa ~ Es.ta práctica, que desde entonces ha dado via dentro ·desus órganos respectivos, hen ~ tan felices resultados, es· debida· á la memodió la corteza de casi todas las ramas de qna ta a•tacando solamente la corteza, desp~en-


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grande estension, y al segundo año los broesperanza del propietario que, haciéndose tes se elevaron hasta nueve palmos. En este sordo á sus propios intereses, deja perecer estado detuvo las creces de los brotes por- un árbol completamente formado .para conque no quiso darles mayor elevacion, y al servar sus débiles renuevos. fin al tercer año (1822) ya dieron una cose«Existe. una precaucion dañosa tan invecha de la cuarta parte de producto del que terada como gratuita, y es la idea que se daban antes del frio. han formado, sin estar fundada en la esFueron en número de .ciento los olivos que periencia, que si arrancamos los retoños de esperimentaron la poda de las ramas prin- las raíces de un olivo que ba padecido con cipales y conforme á esta práctica, y de ellos el frio, la abundancia de savia sofoca lo que setenta y cinco, que eran los mas jóvenes, queda vivo en las restantes partes del árbol. se conservaron como queda dicho: murieron M. José Juan se ha declarado contra esta fasolamente tres de los que tenian veinte y tal preocupaeion, y ha echado abajo una cinco años, y los doce restantes, que se per- creencia que tantos males causa. Analicedieron, tenian sol amen le once años. Estos mos sus operaciones. quince árboles murieron completamente sin «Primeramente corta sus árboles de madar señales posteriores de vida en las ramas nera que se separen todas las partes muerni en el tronco, pero brotaron por sus raíces. tasó muy enfer[llas, que dañarían á la parEl ·autor de la citada memoria, M. Rai- te sana ó menos atacada, para que de este biiud, despues de haber dado satisfactorias modo pueda repartirse la poca savia que esplicaciones fisiológicas acerca de este ·be- • queda en el árbol; en seguida los cultiva cho, que en verdad merecería toda la alen- cuidadosamente, los abona con abundancia cion de este distinguido agrónomo, añade al- para facilitar el detarrollu de una grande gunas reflexiones y algunos detalles para su cantidad de savia, y finalmente les arranca ejecucion, que transcribimos á continuacion. todos los renuevos ó ramitas que podrian «En una circunstancia tan grave (habla hacer desviar dic_ba savia. Supone, y con del frío intenso) parecía natural que el agri- razon, que conduciéndose de esta manera, cultor acudiese pronto al socorro de sus se la obliga á subir por los conductos antiolivos: pero no sucede asi; casi en todos los guos, cuya fuerza de absorcion ha debilitapuntos se sigue un método absurdo y estra- do el frío, y que este jugo reparador, este ño á este objeto: método digno de los tiem- bálsamo vivificante restablece en los árbopos mas bárbaros, -y que es el oprobio de les so plena y entera vegetacion. Ello es que las luces del siglo. El dueño de los olivares, esta práctica ha dado muy buenos y maracomo aturdido por una desgracia que le ar- villosos resultados. Por ella M. José Juan ruina, semejante al leñador que arroja el ha conservado todos sus olivos viejos y han hacba desde el momento en que se ba separa- perecido solamente los mas jóvenes: el médo del mango, desespera de laconservacion de todo de que se ha servido es, pues, el resulsus olivos en cuanto los vé atacados por un tado de su inteligencia y conforme á la sana fuerte frío, y los abandona á la naturaleza que teoría. las mas veces no les es bastante favorable: se «Se dirá tal vez que siendo el clima de abstiene de labrar la tierra, y, lo que es mas, Digne muy frío, los olivos á que se refiere de abonarla; y si se vé algun propietario que , M. José Juan estaban probablemente menos mas inteligente que los otros corta las ramas en savia que los de los restantes pu!}tos de principale::,, atacadas el mayor número, las la Provenza, y que por consiguiente los árdeja sin recurso alguno hasta qué hayan bro- boles sofrieron menos por las heladas, sientado nuevamente; y en caso que e to no se ve- do por lo tanto mas fácil conservarlos. Todo rifique, permanecen asi hasta la primavera del esto es muy posible; pero lo que hay de segundo año. Entonces no se atreve á cortar cierto y observado es que M. Juan ha per los retoños que salen prontamente de las raí- dido muchos menos árboles que sus vecinos, ces, pvrque ellos son el consuelo y la única aunque su·s olivos fuesen de la misma es-


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pecie en igual terreno y esposicion: que los será provechoso. Adoptando este medio no que ha conse•rvado han sido reparados prons~ píerden mas que los retoños de un año, y ta mente, mientras que ~l ·corto número que comparada esta pérdida con la cons{lrvacion sus vecinos pudieron preservar de la muerplena y entera de un tercio ó de- un cuarto te se hallan todavía débiles y lánguidos. De de número-de olivQS, puede conocerse bien e.¡¡to debemo , pues; d~duci~ que su i;nétodo. cual será el método mas ventajoso. es esc~/e1,Jte y.~Uy, d~be siempre pra~ticarse. Por fortuna los males. d.e que nos ocupa-, mos no se esperimentan con mucha frecuen, Podrá &uceder que en otras .circunstancia~, siendo el frío .mas intenso y prplongacia 1 y este favor que debemos .á la Provido, d~sorganice _)os árboles de .tal ,manera . 1 dencia, ,qu~ nos p.a dotado d~ un clima benéquel su cons,ervacion ,se b,aga m~s difj9ultosa , fico, no¡¡ evi~ará el tener, que practicar estos por est.e. !Jléfoqo. Aun en este c~so no debe. esp~rimentos. Sin.embargo, c.reemos que si dejar de emplearse porque es i·mpos.iple co-, algun dia nos toca sufrir este a~ote hallareno,cer al momeoto el grado dd mal, y por-J oios en la p~áctica de M. Juan un escelente que en los individuos atacados debe necesa- ·remedio, y convencidos pe esta verdad lo riamente b~llarse un n~me~o que hayan surecomendamos á nu{lstros leptores. frido menos, pª'r.a los que e~te procedimiento ,

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En la pág. 13.4, del primer tomo lila nues- se han h:echo á los establecimientos en que se vended. tro periódico apuntamos algunás generali'Desde. l).hora podrán nuestros suscritore& dades rel ~tivas á la col, y ofrecimos ocuparmandar' reco'jer de la imprenta dobde se punos con estension de las pri nci palés especies de esta plao.ta consideradas bajo el punto de, blica el Cultivador !asemilla de la col colza, de cnyas ventajas y cul'trvovamosáoc.uparvista del inCerés que tienen en la agricultura, nos en este artícolo, y muy en breve avisautilizándolas como forrages para el gainado. remos la reparticionide las resta.oles especies Y para qu.e nuestros escritos march3:seri asode coles que se 'dejan anunciadas en el refeciados á la .práctica. nns procurwmos enrido número de .este periódico. tonces semillas de las respectivas variedacol colza, aun cuando no tie.ne tanta La des que -allá consignam_os, las que se semimportancia como las restantes especies de braron en el jardin botánico de la Junta de comercio de esta ciudad, con el objeto de re- coles para la agricultura, ofrece sin embargo partir entre nuestros suscritores las semillas mucho interés por la abundancia óe sos sequ·e se obtuviesen. A esta resolucion nos millas que mucho abundan en aceite fijo. Aun cuando en un pais como la España, en acompañó un doóle objeto, que es el poder repartir semillas aclimatadas ya en el país que tan comun es el aceite. del olivo por los estensos plantíos de este árbol preci,oso, no y el de libvarnos del chasco que sucede con frecuencia de no corresponder la calidad, ni tiene la colza todo el valor que· podrá tener aun á veces la especie de las semillas que se en las nacion~s del norte, ?ond_e la aceituna hacen venir dél estrangero á los pedidos que ' no madura, con todo hay rnfimtas comarcas

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en la Península donde el olivo no vegeta por ¡. tierra abonada, suave y porosa y·cuidarse la falta de temperatura, y en cuyos pun- que la capa vegetal tenga á la menos un pie tos puede dar la col colza abundantes resul- de profundidad. para que las raices puedan tados. No obstante de no ser el ::iceite de la agarrar profundamente y no perjudiquen de colza muy útil para 1~ manutencion del hom- esta manera la cosecha de los cereales que bre, ó por mejor decir, poco á propó ito pa- se sucedan. ra condiruentar nuestros alimentos, es sin Para el oultivo de lá. colza preferiremos embargo mu'y provechoso' para las artes, -ya las provincias del norte á' las del mediodía empleandolo en la fabricacion d~ jabones y por las lluvias mas frecuentes .que en_ las en otras manipulaciones, ya haciéndolo serprimeras se esperirnentan, asi como P.s mas vir para el alumbrado ú otros varios objetos conveniente en las esposiciones frescas y húde la economía rústit.:a y social.. En las pro- medas que en aquellas en que por circunsvincias •del norte donde llueve con frrcuen- tancias topográficas las aguas son escasas ó cia es muy útil esta planta porque dá canlos calores escesivos. tidades crecidas de pastos, así como es poco 1J111ltipliaaáon.-La colza, aunque solarecomendable para las comarcas del mediomente se multiplica de semilla, no obstante día donde el calor es escesivo y las lluvias e! método puede -ser di tinto, -ve"rificáudose poco 'frecuentes, menos en el caso que baya unas veces de asiento y otras de lrasplanlafacilidad de regarla. cion. Algnnos creen que es mas económico La colza es una planta que se presta per- sembrar de asiento la colza, porque se ahorfectamente á sistemas de rotacion útiles pa- ran alg_unos gastos que lleva consigo la trasra los adelantos de la agricultura, bajo es- plantacion; pero no será así i nos paramos te punto de vista su cultivo es ventajnsísimo: por un momento á comparar los resultados la cosecha del trigo que se sigue a la colsa de uno y otro método. Asi pues será prefees siempre abundante y de buena calidad, rible sembrar primero la colz::). de almaciga porque teniendo una raiz central que mi\ry trasplantarla luego de asiento en el punto cba profunda, deja sin desustanciar la zona donde ha de vegetar, procurando que la tierde tierra que han de ocupar las raices del ra del criadero sea de buena calidad y que trjgo. Por esta razon todas las plantas gra- se cuide con e mero para que la~ plantitas míneas, y en general todas las que despliedesarrollen a_bundantes raices ~ el suelo .ha guen ~us raices someras en la tierra le con- de ser algo arenoso para que la germinacion vienen para alternar su cultivo y para obte- sea mas fácil , dividiéndolo en bojas de ner de ia colza y de las plantas de rotacion unos cinco pies de ancho y e to con facilicosechas ventajosas. Veamos !os detalles del tar el cuidado que debe tenerse, sembrando cultivo. la semilla poco espesa po'rque las plantas de Terreno y esposicion.-La co)za es una la almáciga crecen mas que las de asiento, planta que desea un terreno algo fuerte y escogiendo para la ·siembra un dia claro y húmedo: se la ve vegetar mal en los suelos es- sereno y procurando que la tierra no esté tremadamente compactos y duros y que remuy seca ni dema~iado húmeda . .El criadero tienen mucho el agua, viéndola producir ta- se siembra comunmente por el mes de julio, llos delgados y que pronto se ponen amari- y aun podrá anticiparse haciéndolo enjunio, llos, y ser insignificantes las cantidades de sobre lodo en \os países frias en donde deforrage y de semilla que i:lá la planta. Si se ben temerse las heladas al principio del inla cultiva en terrellQs muy sencillos y arevierno, para que cuando venga la época de la nosos y que dejen escapar el agua fáciltrasplantacion, que es regularmente por el mente tampoco dará buen resultado, porque mes de octubre, las plantas tengan raices sobre dar un pasto poco abundante, produ- suficientes para vivir bien. Se siembra coce poca cantidad de semilla y aun de calidad mo la col'comun y exige la, almáciga iguales inferior y poco útil para la eslraccion del precauciones. aceite. Así pues debe darse á esta planta una Plantacion. - Ya hemos indicado que la


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colza se prestaba perfectamente á un buen métodos son buenos, y decidirá la eleccion sistema de rotacion y que principalmente la práctica dellpais. La distancia á que dedaba buenos resultados despues de la cose- be plantarse la col colza será la de un pié cha del trigo. Luego de segado este se pre- en cuadro, á poca diferencia, y esta operapara la tierra con !abures convenientes, en- cion pueden practicarla lii.s mugeres y los terrando el rastrojo y dejándolo que se puniños. Cuando se planta la colza en grande dra, atendido que queda tiempo hasta el mes escala puede hacerse al arado, abriendo el de octub,re para plantar la colza. Será con- surco á un palmo de profundidad y á la disveniente abonar la tierra antes de dar esta tancia de diez á doce pulgadas uno de otro. primera labor, no olvidando que la colza, si Este método economiza tiempo y gastos, y ha de frutificar, es una planta que desustan- podrá preferirse cuando las labores del camcia mucho la tierra, así como debemos tam- po se aglomeren en .una misma estacion: bien atender á la prontitud con que crece abierto el surco, una muger va colocando para escoger abonos que se descompongan las plantas alineadas debidamente, y las cufácilmente. Si el terreno donde se cultiva la brirá la tierra que se remueve cuando se colza es muy fuerte convendrá darle dos ó abre el otro surco. Si la tierra es muy fe;az mas labores de preparacion, á ·fin de aumen- y se la puede cuidar con esmero, no se plantar la porosidad Je! suelo y de facilftar el tará sino de cada dos surcos uno, por el mucurso de las aguas y de los aires de la at- cho espacio que llegarán á ocupar las planmósfera. tas. El tiempo masá propósito para transplanLa colza puede plantarse tambien en pritar la colza es á principios de octubre pormavera, eligiendóen este caso la llamada de que en esta época el criadero ofrece las plan- primavera. Sus productos son por lo comun tas en buen estado, y el terreno del campo menos ventajosos, y no qebe aconsejarse sino está en disposicion favorable para-el rápido en los casos en que se preste á una rotacion desarrollo de las plantitas que se le confian. particular, y aun para los terrenos muy Si esperamos á mas entrado él invierno la abonados y abundantes de riego. Cuando la ·planta prospera poco y se restablece con di- siembra de otoño se haya malogrado por ficultad de los daños que causa las trasplan- una causa cualquiera podremos echar mano tacion, eligiendo si es_posible el tiempo llu- de la de primavera, guardando para ello las vioso ó nublado, menos que podamos dispo- precauciones que exigen las plantas de ne~ de aguas abundantes que nos permitan verano. el riego muy frecuente. Cuando la colza ha sido cuidada con esCuando se arranquen las plantas del cria- mero, y se le han dado las labores convedero debe tenerse cuidado de no dislacerar nientes y se le ha regado con frecuencia, dá muchas raíces y esto se conseguirá esperan- abundante cantidad de hoja, toma una eledo á practicar la operacion despues que ha- vacion considerable y produce semillas coya sobrevenido una lluvia algo abundante, ó piosas. Son tantos los frutos que produce que en su defecto regando la almaciga la noche no es raro vemos obligados á sostener las antes de la trasplantacion. Se cuidará taro- plantas por medio de perchas. En las que bien de no arrancar mayor número de plan- hemos cultivado en el jardín botánico, cuya tas de las que puedan plantarse en un dia, semilla es la que se reparte, ha sucedido porque las que quedan de un día para otro este fenómeno, encorbándose los tallos por no son tan seguras de agarrar por la facili- el peso de sus numerosas bayas. dad con que se marchitan. Cuando por una razon cualquiera preferiDeben elegirse solamente las mas robus- mos la colza de primavera, conviene multitas, desechando ,sin miramiento las lánguidas plicarla de semilla, es decir, sin sembrarla ó enfermizas que nos darían vegetales de ma- en criadero, echándola en 'la tierra en el la calidad y de poco provecho. La plantacion mes de abril, y dándola las labores que exiso hace ó á surco ó en el plantador: ambos J gen las plantas que se siembran de asiento .


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Siembra.-ta colza puede sembrarse de asiento á vuelo ó á surco, siendo mas usado el primer medio aunque es menos productivo. He aquí el método como lo practican en Bélgica segun M. Hotton. «Luego de recogida la cosecha que precede á la colza se da á-la tierra una labor á la que se sigue despues una grada: viene una segunda labor, se siembra inmediatamente la colza, y se rastrilla el terreno para d_esmenuzarlo convenientemente, y se cubre la siembra con el aplanador. Practicadas estas operaciones se abren con el arado surcos á ocho pies de distancia unos de otros, dirigiéndolos hácia la pendiente del terreno para desviar las aguas. De esta manera el suelo queda dividido en hojas ó porciones que favorecen los trabajos de conservacion, y se deja el campo en este estado. A los dos meses despues <le la siembra la colza empieza á crecer y entonces se amorilla la tierra al pié del tallo y se deja de esta manera la planta, sin que exija otros cuidados hasta la época de la cosecha. Debe cuidarse tambien de ree,mplazar las plantas que hayan muerto y las que no dfrezcan un aspecto sano y robusto, valiéndonos del plantador ó de otro medio á propósito. La cantidad de semilla que debe sembrarse, cuando la operacion se verifica á vuelo, será la de unas doce libras aproximativamente por cada hectar de tierra. Cuando la . siembra se hace á surco se economiza una cantidad de semilla, y además tiene la ventaja de facilitar las labores que han de darse á la colza. f::uando las plantas estén algo crecidas se las da una e~carda, y se repetirá una segunda al mes siguiente á fin de que la tierra quede mullida y se inutilizen las malas yerbas. Enfermedades.-Además de los males que las heladas causan á la colza, en términos de· inutilizar toda la .cosecha si los frios han sido muy intensos, tiene esta planta otro enemigo todavia, ~' es una especie de escarabajo que roe las bojas, las llores, y aun los granos apenas asoman. Este insecto produce estragos•grandes, principalmente en las primeras creces de la colza, atacando las hojas seminales ó que se desarrollan primero luego de la gerroinacion de la semilla. Es

muy dificil poder _citar un remedio eficaz contra esta enfermedad, y solamente podrá decirse por via de induccion, que áten<'lido á que el insecto ataca con preferencia las primeras hojas, convendrá dar á la planta un desarrollo rápido, abonando perfectamente el terreno, v de esta manera, creciendo la colza con p;ontitud, escapará á la accion del escarabajo que nos ocupa. Tambien se ha creido qüe será un método preservativo procurar una atmósfera de humo en el terreno donde se cultive la colza, quemando al efecto una porcion de vegetales leñosos frescos en un punto inmedíato al campo de colza. Ha conducido á esta idea el ver que este escarabajü rara vez ataca la colza que se cultiva en terrenos desmontados de nuevo y que se hayan quemado. Otros creen, entre ello,5 M. Poiteau, que los huevos de este insecto van unidos á la semilla de la colza, y pará destruirlos acon• seja tenerlos en maceracion por el espacio de veinte y cuatro horas en una agua salada, para destruir dichos gérmenes. De los esperimentos practicados por este naturalista se deduce, que las semillas que· esperimentaron esta preparacion no padecieron la enfermedad del escarabajo, y por lo mismo la recomienda como un medio útil. . Cosecha.-Ya hemos indicado que la colza se cultiva principalmente por el fruto, en razon del mucho aceite que producen las semillas. Por lo tanto convendrá segar la planta cuando las bayas presenten ya un color amarillo, sin aguardar empero á que estén completamente maduros, porque fácilmente se abririan y dejarian escapar la simiente. Es provechoso recogerlas por la mañana durante las horas del rocío, porque de esta manera no se sueltan los frutos, lo que sucede fácilmente cuando les ha dado mucho e'l sol. Se siegan con una hoz á flor de tierra, se recogen los tallos yse depositan en unaazotea ó en otro punto de la casa que les dé el sol y acaben de madurar bien, estendiendo debajo una sábana ú otra ropa cualquiera para recoger la semilla que se suelte. A los tres ó cuatro días de permanecer los tallos espuestos al aire libre se sacuden suave ~ mente las bayas .para que suelten las simüm. 1


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tes. Estas se limpiarán oon' cuidado; aven- cosecha, porque da un aceite que no puede tándolas 6 cribándolas con cribas hechas al servir absolutamente. intento, porque conviene que la semilla de . Los que quieran \tender la semilla de la . colz ··que se·destine para la eslraccíon del colza por ahorrarse los cuidados de la esa1teiLe no lleve· cimsigo materias estrañas · ni tracc:ion del aceite deben haceilo lüego de pa!rte alguna ·de vegetal"q ae no 'sea útil para veriti'cada Id cosecha, porque ·al cano de altransformarse en aceite'. gun tiempo que se guarde disminuye en Como la semilla de lá colza no suele molerse peso y volúmen y corre muchos riesgos su desde luego para estraer el aceite, sino que •conservaéioó. · ' ' ' suele aguardarse algun liP,mpo para practiOtro ct"ia nos ocuparemos del modo de mocar esta· operacion, convendra que se la con- -ler la semilla de la colza y los cuidados que serve cuida-aosamente pára que no se altere exige la estraccion y la conservacion de su y produzca el.aceite de mala calidad. Desaceite; limÜándonos ahora á aconsejará los pues de limpia y bien espurgnda Be l¡i <lepo- propietarios que se d~diqu.eó al cultirn de sita en los•grauero·s, siendo prefori 11les lasque esta phi nla, y qu_e no deben molerla en tiemtengnn•el pavi mentci de tablas perfeclamente ·pode hielos fuerte~, porque entonces d~ poco ensambladas-; porque siendo la simiente ta'n " aceite. menuda ha .d-e cuidarse que no se introduzca El orujo de la semilla de la colza, de la entre las junturas de las madera!? 6 ladrillos_y que se ·forman panes, es un alimento muy se pierda una can1,ida.d.Es pre'cisopreservar- útil para el ganado, pri_ncipatmente en el inla de la humedad', p¡-opuranfld que lhs ven- vierno mezclándolo en la hebida en que se ditanas de los granel'os estén cerradas los dias slielva una porcion de harina 6 salvado, etc. lluviosos 6 de nieblas, para que pu•:da se. Las hojas de la col colza son .tambien un carse .la semilla cuan-to antes. Cuando la se- forrage apreciable, y á veces esta planta se ruma de la colza absorbe humedad por los cultiva solamente con este objeto. Se dá al pocos cuidados qoe se le di'spensan., se po- ganado cruda 6 cocid·a, sola 6 mezclada con nen los granos mohosos, se oulJren de una otras sustancias que sean igualmente del capa blanca _Y se _pegan unos á otros forrnan- 1 gusto de las reses. Todas las bestias domésdo pelotones, y si el n1al se prolonga b'asta ticas comen bien esta planta, escepto el caun1estremo se pierde todo el producto de la 1-bailo que tarda en acostumbrarse á su uso. ~~

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Siemp11e ,que podemo~ •indicar las utilida- ·ses. Hablamos del fresno. El fresno es un árbol que se cria esp.ontádes de una planta como' forrage sentimos un placer v~rdadero, porq,ue creemos que la ' neo en España, del que se conoceh algunas suerte de •la agricultura estriva principal- especies, todas de utilidad. El mas apreciamente en los .adelantos de la ganadería. No ble es el fresno comun 6 grande porque abunes esta la ocasion de detenernos en probar 1 da mas en ramas y hojas,. 'Y su leño es muy esta máxima_, porque no tratamos ah,ora de úti~ para las artes. Sé eleva por Lo coinun á haciir ,ver el valor de los anímales domést:i,- ' una altu.ra muy considerable; su corteza es cos para la agricultura sino que vamos á ocii- tersa y algo cenicienta, y su madera blanca, parnos de las. utilidades de una 'planta, que lisa y dura. El fresno se'acomoda á todos los por las circunstancias de su vegetacion nos ' terrenos, pero gusta principalmente de los proporciona recursos abundantes para las re- 1 que están en declive y ligeramente húmedos

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y pedragosos: se levé prosperar enttodos los den utilizarse tambien pana los bueyes y para climas de la Península y vegetar bien en lolos caJ1neros. dos los terrenos: sin embargo, se cria ·mas Cuando se dé este forrage al ganado se le robusto y sus pro,1uctos so~ mayores en los echará en los pesebres unido á las ramas, paises frios que en los calfonles, po~ cuya de fa misma manera que se ba almacenado, razon se obtiene de él una ventaja favorable y cuando las reses hayan consumido las boen la:. montañas por el forraje que nos pro- jas, se retiran tos haces leñosos que sirven porcionan sus hojas. para la lumbre. La leña del fresno tiene la Las cualidades del fresno son bien conoventaja de arder bien aunque no esté seca. cidas como madera de construccion, princiCada tres años pueden cortarse las ramas palmente para carros y carretas, y como ledel fresno para forr.age, sin que esto impida ña para la 1:ombustion1. Pero no es de estas poder quitar á este árbol las bojas cada año, utilidades de las que queremos hablar, sino como se hace con el moral, y darlas á los gade las que nos ofrecén las hojas como forranados de cerda r¡ue las comen muy bien• en ge: utilidades que casi todos ignoran en i:Juesestado fresco. En los puntos doude los i-nviertro país. Eo aquellos. donde la agricultura Iios son muy rigurosos y que faltan los otros se ha estudiado con interés y en <:londe la pastos para los gan1dos de lana principalformacio9 de los pastos ha sido uno de los mente, será muy litil recoger las ramas del puntos mas itnportantes de ~us especulaciofresno como forrage de invierno_, segun innes, bao hecho grandes plantaciones de fresdicamos antes, porque además dea!Umentar nos en las orillas de los caniioos, en las márnuestras provisiones, nos saca de los apuros genes de los ríos y arroyos, en los, vallados, en que á menudo nos coloca el rigor del frio, y muy principalmente en los prados, l)lanobligándonos á mantener las reses en los tánd,;>Jos en lítJeas ordenadas v dividiendo l'a corrales. ' · pradera, en porciones. Este ·á1 bol, en este En las mo r tá,ñas de Cataluña es muy cocaso, al propio Liempo que. sirve para cerc·ar mun dará los cerdos la hoja fresca del fresno los pastc,s aumentarido notablemente el valor unida á una c.ant1dad de agua fria y un poco de la pradera, proRorciona ventajas al pro- de sah•aqo. Es una comida que satisface mupietario cun las maderas qn<rsaca de su tron- cho al animal y que se lai cree muy ventajo,co y con las ,bojas que deslioa al forrage. sa para disminuir los electos del calot. Este Cuando este árbol ha tomado sufi,:iente forrage se acostumbra darlo á los cerdos dudesarrollo•se le poda ,cadaqño ·á fines dejurante los rigores 4el verano. Lo hemos visto lio ó principios de agosro una gr.an porcion practicar en mucbos puntos ,y con ' bu~nos de ra¡mas, escogiendo un dia cla:ro y sereno. resullados, por cuNa razon lo recomen~aµios ,Cortadas ya las, rarrias sé dejan agostar las á, los ganaderos.: l10j_as 1 procnrarido·que esto se haga á la somEl fresno es uno de los árboles cuya mabra, se cortan las raruillas, separando las radera es muy útil para la, carpintería. Las vamas grandes que se ·destinan para la lum- . ras de carro se construyen especial mente bre, y unidas en manojos ó haces pequeños del tronco de este árbol, asi como las ramas se guardan para el invierno en un punto segrandes son útiles para los torneros. Tiene co, evitando de este modo que se pierdan ó la ventaja de que sus raices no son perjudimalogren. Todos los animales comen con ciales como las de lo.s demás árboles, porque avidez las hojas del fresno ia secas ya verdes: las del fresno se introducen mucho en la en el primer estado aprovechan principaltierra y no desplegan raices someras que permente á los ganados de lana, para los que se judican al cultivo de las plantas del prado. hacen grandes provisiones, que se utilizan en Otro dia nos ocuparemos del modo de mullos inviernos frios: algunos han creido qne tiplicar este árbol, cuya Ó-peracion exige aldan á la leche un sabor desagradable , por gunos cuidados si queremos que nos dé sus cuya razon no las aconsejan para las vacas de productos en breve tiempo. lechería; pero .sobre no ser esto verdad pue-


SI CONVIENE SEPARAll EL SALVADO DE la harina para la mejor elaboracion del pan.

Se está debatiendo en el dia, entre químicos de nota, la cuestion de si es conveniente para la buena alimentacion mezclar con el pan, el salvado ó sea la cascarilla del trigo, ó al contrario, si es conveniente despojarlo de él. Como la resolucioll de este problema no conviene solamente á algunos en particular, sino que puede interesar hasta á la economía en general, ha sido Lomada con grand~ interés por hombres sabios, demanera que se ha ocupado de ella una corporacion de varones respetables y eminentes. Para dar cima al problema propuesto se ha hecho el análisis del trigo, y de ello resulta, segun M. l\1illon, que el grano de este cereal no tiene mas que un dos por cien lo de materia leñosa. De este análisis y de este cálculo deberemos deducir que nuestros panaderos ·practican de un modo muy imperfecto la operacion de cerner la hari_na, porque quitan actualmente de la del trigo que se vende en el comercio cerca de un veinte por ciento entre sálvado y otrosespurgos de · naturaleza diversa. De los esperimentos practicados por el químico citado aparece que 100 libras de salTado dan el 'resultado siguiente: 9 Materias leñosas. • . . . . Agua. . . . . . . . . . . -13 Materias grasientas y otras esencialmente alimenticias. 78 100

De este análisis deduce l\1illon que la operacion de cerner, tal cual se practica en el día, disminuye notablemente la calidad nutrili va de la harina. M. Pelig_ot, que reconoce el valor de los cálculos de .l\f. Millon por lo que toca á la cantidad de las mat.erias leñosas que contiene el sal vado, cree sin embargo que los pa-

naderos obran bien en cerner con toda di ligencia la harina para separar el salvado en cuanto sea posible, y, segun este sabio químico , estas materias grasientas del salvado son las que dan .. al pan ese aroma particular que á veces lo hacen desagradabl~, porque cuando la harina es completamente pura no lo tiene. Sin emh:!rf;O, acr-edilan los beohos que el salvado que separamos de la harina por los métodos practicados actualmente contiene una cantidad de materia nutritiva, la que puede separarse por medio de la ebulicion. Hay algunas panaderías en que se hace hervir el salvado en agua, y en .que lo emplean en el amasijo á fin de que se aproveche la fécula y se convierta en alimento por medio de la panificacion, quedando entónces el salvado reducido á una simple porcion de corteza. Pero este pan, que podria Hamarse económico, y el que se mantiene fresco por bastante tiempo, tiene ese gusto particular que indica M. Peligot, lo que hace que no lo busquen los consumidores. Algunos panaderos equivocaron sus cálculos fundando sus ganancias en este método y dando mas barato el pan d~ lo que pueden hacerlo sus compañeros; pero su mal gusto les enajenó los consumidores y se arruinaron en la empresa. Puede concluirse de esto, que el salvado que se une al pan no produce daño alguno á la salud, pero que el mal gusto que le comunica hace que prefiramos el formado de harina blanca, es decir, aquel que se elabora con harina perfectamente cernida. Y aconsej.amos que asi se haga, porque el salvado que se separa de la harina puede emplearse utilmente en el cebamienlo ó manuteneion de · los ganados~ esta práctica es tanto mas saludable, cuanto que enseña la esperirociá que la carne de las reses que se


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han alimentado con el salvado son mas agradables y útiles, al paso que nos proporcionan abonos muy ricos en materias fertilizantes. Todo lo contrario sucede con el salvado que- se ha cocido en agua, que como hemos visto lo emplean algunos papaderos en la elaboracion del pan. Este salvado, como que ha cedido al aguá por la ebulicion todás las materias grasientas y nutritivas q.ue contenia, sin conservar mas que Ja parte leñosa

de la cáscara, no puede utilizarse para el cebamiento de los ganados, por lo que ha de destinarse solamente á mezclarlo con los abonos, y au·n es para estos un insignificante re,curso. Ma_s ventajoso será, pues, á los panaderos hacer consumir el salvado por loscerdos que:destinarlo al pan, ni aun valiéndose del medio de cocerlo en agua, y esto mismo es aplicable á los particula.res que amasan en sus casas.

MAS SOBRE LA CONVENIENCIA DE QUE LOS párrocos J los maestros estudien la agricultura.

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Los publicistas'que mas se han distinguido al ocuparse de los medios de regenerar la agricultura, hae dicho que estos eran principalmente la enseñanza científica, la ed.ucacion por las granjas-modelos , ó una especie-de revelacion universal que, esparciéndose á la V(lZ por todos los ámbitos de la nacion, cambiase de repente en un verdadero sistema de cultivo las viejas rutinas y las prácticas improductivas que absorben la riqueza del propÍetario y hacen estériles 1os trabajos del colono. Cada uno <le estos tres medios ha tenido apasionados defensores que para hacer ver la bondad de· su pensamiento bao reunido copia de datos y tal cúmulo de argumentos, que hao probado al menos la buena fé con que se hao tratado estas doctrinas. Pero coIDQ entre los . tres medios ha de e~istir por necesidad alguna diferencia, porque., aun siendo todos útiles y convenientes, el uno ha de ser preferible al otro, por ello importa que veamos cual es el mas provechoso y el mas TOMO U,

seguro. Sólo discurriendo de esta manera será como podremos dar una acertada solucion al problema, y prestaremos á nuestra agricultura el servicio que nos proponemos. Pero aun así esta solecion no será segura ni verdadera, si antes no estudiamos la orgaoizacioo social, si tal puede decirse, del país, y si no tomamos en cuenta la aptitud y las disposiciones de esa inmensa clase ~gríco1a cuyas costumbres ó prácticas se intente cambiar; porque sería de todo punto infructuoso basar la regeneracion de la agricultura sobre la enseñanza por la ciencia en un pais donde la innumerable clase labradora vive ignorante hasta de los conocimientos mas sencillos, asi como sería igualmente un error fundar esa misma regeneracioo agrícola sobre las granjas-moderas en un pueblo donde las luces del labyador no ,le permiten apreciar lo que vale esta poderosa inslltucion, dado caso que- \a poseyese. Hacieo~o aplicacion de estas indicaciones, que solo apuntamos ligera.mente , veremos 12 .


- rns que la España no está en el caso de o~me.ntar ' labrador'e f La esperieµci~ nos enseña ,á caí' la regene~aciou de su agricultura n~ en. la da p~so la verdad de esta proposici9n. Vemos en . todas partes que el ejer.pplo de los ens~ñan~a por la -~iencia, por la popa ~pLitud ,d~ lo,~·Jab_rador.es ·y por,la escas~sima padres constituye t9do el saber d'e los hijos, i nstruccioh que· posee esta in,mensa clase y de aquí se sigue q~e la práctica de la copr9ducti va, ni rJenos · en las granjas-mode- marca forma todo el saber de la parte agrí_los que los ,apqr')s d~ l,a n¡i.cioµ ~o permilen cola. Los habitantes de las aH!eas, aunque plantear por ahora: ,.á mas rd~¡que e1>los,~s- ~ncerrado~ ep el e~tre.cho círcu)o d~ 'la- rutitable_cím,i~nto¡; de enseña:nza _pr~ctic¡¡,, q¡Je n~, no dejan , por eso de estai: •~dotadps de ta nto contribuyen á la destruccion de ruti- up._cli~cer.~imiento muy no\able que les per-. nas antiguas, son una mejora lenta que el mite conocer con una perspicacia singular tiempo irá facilitando, y sobre todo porq!Je el camino de sus propios intereses. La relas granjas-modelos se tienen siempre en . pugnancia que manifiestan á las innovacionúmero seducido, y apenas ·las v,isita la clase nes no- les es solamente disimu'l able, sino labradora por eslar ;,colocadas .de oraínario _que con frecuencia es bastante útil, porque el espíritu de reforma que con demasiada en puntos donde menos ábunda esta clase. Estos dos medios de que hablamos se- facilidad preside á todos los adelantos del ~án mas opor~?nos para los ¡ocos,~o1mbrr~s presente siglo causa males sin cuento á la 11 ustraaos q es alfan entre.esaf. a" eh ni. f,, . . ~• \run, P,ºr¡fa stla, r:i ba~ r-si¡_, · 1 i·máen s;t¡>¼ m~ tta i>or -¡,fos~ · imple óla: liomb{EIS epojsas ifas~o ' cr n \' . . p nr .. i:nientos, n\oi'afüfad y buena e/ honran por- 1cos, •ó por agncultores de ga mete. No hecierto al pa.i_s _que los cu.e~!ll- e~.sll; re~~i ·P.~i-.., mos de cree~ que por mucha que sea la desro esos patnc1os esclarecidós y lanoriosos á -ébnfüih~a. d'e ·los h~liit!lnies de las aldeas pala vez son por desgracia muy escasos, no ra admitir las prácticas de los agrónomos esclarecidos y sustituir con facilidad un porque la riqueza de sus fincas y ·1a holgara con que les permite vivir su patrimonio sistema de cultivo á otro que ellos no tienen no les deje lugar para instruirse con esten- esperimentado, sean por esto enemigos de su s~on y dedicarse con 1Guidado á·los esprri- pecul~ar ,inte.l/é.Ei, p<;>rque les vei;nos -abrazar mentos 9el campo, sino porq.ueacostumbra- pres~r9,sps ~I sistema de s~ ,vecino, cuando hedos á v~vjr entre las delicias .de'. las ciudades . chos iQcontest¡¡.bJes,l,e¡¡ re,v~Ja l~su perioridad popqlosaa y en q¡ed.io ,d,el, 1u1o y de ,los ,ca'7, que tjeJle so~n~ el ~q úe, a_ntes sf:)guia1;1 Pgr esprichos pe las gra11,-d,es. soo,edades, hu-ren ta razQJl e,l . f!l~cljq ;,:pa~ ;ve.rdfde.r,o }J 1conve-, de Ja,vi9¡1 1inocente,,.y sencilla de'l .labrado.r, nient<? de reg~neri!lf,A\le¡Stra ~gri~uJtura no ~~rá . ,n i 1~•1 ~nseñanza por ,ll!- ci,epci¡t, ni las qu~ no les · proporcióná.. los1goce.s ~• icomodi.dade.s ! que. _se han acQs,tm:pbrado en las edacac,i,;m por,Jíl,S grapj~s-model,o¡¡,,siúO vulgarizal)dQ ó I di:fundiendo •l0s 1 coqocimientos grandes poblaci9nes. · ,, ,Liqi.i~ada la cla e; trabajadora del ca'.npo, senéillm¡,µe Ja pit}nei~ dp,l pampQ y el ejemr plo de· Jas. buenas grá.ctí9as, h~sta ,el, punto á s.us pPopios recur.s·os, sin medios 'dé ins-"trujrpi r.ü de, adelanJar, en los progresos ,de de que penetren en la casa dt}li~nfe)iz, a1de~ 7 h cieócia agraria por los esperimentos que no, a,tepido, por lo c9mun., ,á uil,a r.utina q,ue .,,, . , les ,hariai;t abándo,,;iar sus ;l'ulinas, ¿qué nie- lo empobrece. No se vr-ea e¡ue q-~eremps t -sep¡trar t de . la, dio¡¡ quedan -á la agr-icu1tura • española para pod!)l' empr,ende~ ;con perseverancia y, venta- enseña.ni~ esa ¡pequeiía pai:Le agnícolij,.escla-, recida d~ qlle hemos ,hablaqq al principio j[\ el c¡¡.minq,que l,e xa prepa.rando la mano de la aqmini'stracion? N9so,tros creem9s que de este artícu 10, porque ~s'tamos ,con venci.'.. el solo .~edio, ó á.lo menos el ufas podero.so dos de que ella deberja ser la que poblase de nµ,estr,a regen~racion rural, sería el •de \o.s, baq,cos de las cáted,ras de agricultur,a y desplega,r ese i,n¡;tinto imitador, ese medio ap~Q~ecbar con notable$ beneficios pava el l}atural de la educacion del bombre que .se ·pais la fe1iz disposicion de su talento y , de desarr9lla con tanta fuerza entre nuestro~ sus recu!sos; pero al pr,opio tiempo . <1ae re-

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conocemos el poderoso íriflujo' de estos po- veremos címiplida la ley del ~erdadero procos hombres p3,ra alentar la profesion agra- greso _en e&ta cienci.a modesta si no aproveria basta un punto que ellos no conocen, ehamos los móviles naturales que el carác-creemos que actualmente los móviles mas ter de la socje_dad_le ha irnprern, y que los fiútiles •para•ifá regen~l'acioo: ru'ra:l s1m el pár- ja princiµa.lrriente en fos maestros y en los roco y el má"estrcP de instruccion primaria, párrocos. Todas las sociedades científicas que que educados e'n' las cáted\·as d,e agricultura se.funden, todas J'as academias, esa mul ti.:. tod de ·libros que un dia veremos publicarse · á que se 1les hubiese obligado á •asistir difundirian san·os consejos y practicarían acer- en nuéstra patria, esos cursos deagricult.u ra tados espe'flitnentos1eri todos los puntos de que se esplioar:i:n ,el:i las cátedras, esos ga · la nacion, y,aun en-las aldéa'S mM ·solitarias bineles ,donde se ehdíerr.an los objetos prey remotas! .Entonces en.cada pueblo¡ en ca~ ciosos:oon que la naturaleza regala al homda aldea 4abri~ uh prdfes-or oe agricultura bre, esas espos:ici'ones de objetos dj versos que en ·la persooa·.del párrooo •ó del maestro, y encanlla.n el ,pensamiento, 110 se dirigen mas un hombre que a1eccion'ado ·en las prácticas que á ,la-clase ilustrada, á· esa clase dotada de las granjas-modelos,· á que habría asistido -ya de una,instruccion liberal; sin q~e de ella durante sus estudio$, las enseñária á la clase participe absolutamente esa otrl\ clase.labralabradora que .fas reeibiria cob una confian- dora á,q;uien ..está ·confiado el inapreciable tesoro de 1a1 tierra. za provechosa. Hallaremos· una prueba de que esta dir e Repetimos que•~ste es el medio que creecion q.ue,nosotros señalamos á la agricultumos 1actttal'menl.e·:mas útil en España para ra1 habia: de producir resultados satisfactorio:; adela: tar ei:i l~ agricoltára, y decimos esto, si .examinamos lo que pasa en ciertos paises~ p6rque si ,onservamos lo que pasa en la vecina Fratléia:,,en ta Béfgica y en otros paises cuyos gobiernos b-an sabido dirigir ·1a insdonde •lli-cieóÓia del Gampo se la cree en un truccion.~grícola -y la had guiado ál punto . altó'~ atló' 8e·esp1endó'r, vemos sus labrá- donde ha debido haHar • los impulsos de s Yerdadero pr.ogreso. En Toscana, en ·Suiza y dores igu'allnente ·gnorantes, y rutineros, porqu·e los conocimientos agrarios están eir- en algunos estados de Alemania hemo. visto al cün~ritos á un peqúeñd círculo de cuyo, in, clero ocupado al mismo 1tiem'po en l'a instrucflujo lasiaJa~a!i1 uo·participa-n;y-- de-aquí se cion i:elig-iosa y en l~ 'insbruocion prima ria sigue le1"qlie' lá·aghcultura, 1sear1·en .dichas de los pueblos confiados. á su cuiiclado; y co ~ naciones úóá'c.i'enci'a po'tamente especulativa; roo en esta última han•1 creido· vinculad , ' 1 la ob1igacion de Mmprendér y enseñar la cayo earádler llo forma el ~spi•rhu. · Desengañémronos~ en/ totlóS: lo p:ai!:es don..! teorias sencílh1.s de lat agrioul:t.ura y las prá.ot-icas del cultivo, estos pu1tbfosb'aó marchado de la suerte cl.e la ti.'gricui'turase 6e sqlamen..: te á sociedades científicas, á júntas pro in- rápidamente hácia la perfeccion con el auxi lio ciales que no tengan medio de examinar los de una ciencia agricola sencilla y práctica , sistemas prácticos, á memorias razonadas, á y de esta manera ha podido cundir la reresposicrones públicas y á colecciones, museos dadera ciencia del campo hasta en las aldeas mas pequeñas. Y nótese bien que esas nay gabinetes, esta agricultura seguirá estacionada, será una especie de agricultura de ciones que acabamos de citar, y en las que pluma compuesta de hechos y principios con- la enseñanza sencilla se ha vulgarizado, son tas que mas adelantadas se hallan en la ágrivenidos entre los corresponsales agrénomos, cultura. Entre todos los paises de la Italia llena de pomposos anuncios y de resultados es la Toscana, sin disputa, la provincia ó naridículos. Comprendemos lo mucho que vamediados del siglo último preá cion que ya len es.tos medios para alentar en ese arte que á todas las restantes en los adelan tos cedia un conjunto de reglas fijas ha elevado á la de la instruccion, la que tenia mayor núy calidad de ciencia; mas por mucha impormero de cullivadores reco~ia proporcionaly tancia que tengan estos medios, por escesivo de frutos~ y estoi mente mayor cantidad 1 que sea el celo de los sabios agrónomos, no 1

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-HO_adelantos los <fehia solamente á los medios to posiíivo á la poblacion rural y á toda la que el gobierno y el espi"ritu de caridad del masa de la nacion. En una palabra: en todos los países donde clero habian puesto en movimiento para en.señar a. ~as clases trabajadoras yá los labra- la enseñanza agrícola ha sido una enseñanza dores, aunque fuesen 'meramente jornaleros: profesora!, una enseñanza científica, la- agriSi no temiéi:amos traspasar los límites que cultura ha marchado con una lentitud desnos fija la poca esténsionde nuestro peri.ód!Í. -' . consohl.dora-y nada envidiable; ~l contrario, co, citaríamos algunos párrafos llenos de ce- las nacio,nes que han establecido el prjncilo y de caridad <le la obra titulad.~ Rensa- pio de que la instruccion agraria se generalice y se estienda hasta por la mas humilde mientos sobre la agricultura, escrita 'J)Or el venerable párróco de Villamagna,, Fero.an-. ª.Idea, los productos del campo han sido sordo Paoletti, los cuales demostrarían hasta la prendentes y los goces materiales se han evidencia que durante el tiempo en que la en- multiplicado. Y en vista de ello, y por museñanza primaria -y agrícola.es!,uvÍJ;lron á car- cho que cueste á nuestro amor propio revego delospárrocos que hacian á la vez de maes- lar esta insuficiencia de las teorias para el tros laagriculturaJu.é.frore~iente y fecQ.ndaen me1,oramiento del cultivo rural, sacrificamos resultados, porque se hallaba esa instruccion gustosos a.l bien de la patria lo que podía aun entre las clases. ignora~tes é idiotas que tal vez, bajo otro cóncepto alimentar las ilusabian no obstante comprender lo que v,ei~n s•ones de nuestro orgullo. Es tanta nuestra conviccion sobre la nepracticará los que. las enseñaba-µ. En Suiza y en algunas comarcás protes- cesidad que hay de enseñar la agricultura tantes de la pensadora Alemania se ha~.ob,- por medio de una revelacion universal que tenido iguales. resu. ltadqs porq.ue se 4.an em'"' difunda á la vez los conocimientos prácticos pleado los mismos medios. En es.tos países,. en todas las clases del campo,-que tendremos donde la ffi.i:lDO d~J. poder y el espíritu _del· por· :;¡e~u.ra nuestra reg-eneracion agraria el Evangelio se. señalan con el caracter cons-,., 1 d.ia en que los encargados del poder obliguen tante de una perfecciou progresiva,.no se-han, á estudiar teórica-y practicamente la agricul• limitado á enseña.r á. los grandes.pr_opietarios tura á los que se dediquen ·á la carrera de y á las clases..elevadas de la soci.edad;_si.no párrocos y de la instruccion primaria:, porque se ha. cuipad.o de que se i.nstruyera-n que.estas dos clases que han de dirigir las pl>tambien 19s hpmbre¼de med.iana 'f9rtupa con blaciones. en, el órden de enseñanza religiosa una estension, pr.oporcionada á su capaci¡lad, y. pri,naria, marcharían al frente de los adeJan tos agrícolas que-cournnicarian á. los lay }lan procurado que la · enseñanza de la agricu ltqr.a cundiese 4asta á.- fa humilde bradores, y harían que desapareciesen anchoza del: labrador, convencidos de que esta. tiguas y perjudiciales rutinas q~e emP.o~re· direcci9µ ,h¡¡.bi¡¡ d~ P.rodq~ir uµ qiejfi:.&mi~n~. , ~~n l?, a~ricajt~r.~-.

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Real órden aumentand6 hasta ocho el número de sementales del depósito de caballos '¡lallres de Gui~o de Limi~, y do,ndo gracias á l<fs individuo~· de la convision consultiva de fo provincia de Orense que han evacuado 6l in{orr11e á que se hace referencia. • ,

aguas de la misma ciuaad, ha tenido á bien· resolver S. M. Primero: Que no co;responde al ayuntamiento arreglar el' disfrute 'dé las -de la Huerta, por constar {le) expediente 1que e:riste un régimen espec;al autorizaoo competentemente. Segundo: Que el cuidado de las fuentes 'públicas de la ciudad, el abastecimiento de aguas de la misma, y el de la aceVisto el informe de la comisíon consultiva de la quia 6 derivacion que las conduce, siempre qÜfl por c!'ia caballar Je 1,sa proviacia; atendidos los imporella no venga mas caudal de aguas que el que sirve para aque1 objeto, son exclusivamente municipales. tantes datos qu.e contiene, y de conforrr.idad con su Tercero: Que Ía organizacion del colegio de la propuesta , la Reina (Q·. D.G.) se ba dignadd disHuerta se traosformeen siiidicalo de riego, arreglaponer, ea~re otras cosas, lo si'guienle: do á los principios de la Jegislacion actual, á las ~ .º Se aumenta hasta ocho sementales la dotacion del depós:to de caballos padre; ~ituado en Gui- .' circunstancias locales, y" á los datos que resultan zo de Limia. J dél expediente, á cuyo fin se. remita por este ministerio la plantilla adoptada para otros del mismo gé2. 0 Se establecerá prefereatei;nénte, tan"proato nero, la 'cual con el dictámeo de V. S. y el del cocomo los recursos del ramo lo•permitan, ea la Puelegio , se devuelva para que con presencia de todo bla de Tribes, otra parada con seis cabalJos para se forme y mande observar el reglamentn permaatenderá las yeguas de Caldelas, Frieira, Tribes; nente. Cuarto: Que si el ayuntamiento creP. tener Viaoa ;y dema~ de aquellas 'inmediaciones. La comisioa propobdr•á por conaucto de V. S. la persona derecho á mas cantidad de agua que la necesaria que convenga nombrar delegado- en dicho punto, . para el abastecimiento de la ciudad, y este derecho ocupándose desde luego en inquirir el Íoeal convefuere contradicho por el colegio, procure V :'S. nient~ para establecer el depósito! átr~erfos á una concordia ·con presencia de los títulos de cada uno; y en caso de ·que no fuereiiosible 3. 0 Atendido á que el informe de·la provincia de la avenencia, usen de su derecbO' ante el tribunal Orense,ha si.do el primero que ha llegado, satisfacivil, previas siempre respecto tlel 11yunlamiento las ciendo ilas condiciones que el gobierno ·se propuso formalidades y autorizaciones prescritas p'or las le-al establecer las referidas comisiones consultivas es asimismo la voluntad de S.M. que se den á V .S. ,' yes. Quinto: Que averigUe'V. S. é informe al Gobierno si hay comunidB'd de parte ·de la ciudad y de á don Pedro Ventur~ de Puga y al marqués de Leis los regantes eo la acequia que introduce en aquel~a las gracias en el -real nombre, publicándose en la Gaceta y Boletín Oficial de este ministerio para su las agua,, y si estas s'irven exclusivamente para 1,I satisfación, y á fin de qué consten en, esa provincia abastecimiento de la pol>lacion Ó tarnbien para riequienes han atraído sobre ella en este punto la real gos. De real órden lo digo á V. S. para su cumplimunificencia. • miento y comunicacion de los ·interesados. Dios De real órden lo digo á V. S. para su satisfacguarde; V. S. muchos años. Madrid 22' de fel-rero cion y conocimiento, dando á la comision el que le de rn~S.-BnAVO MuníLLo.-Señor jefe polilico. ire corresponda. Dios guarde á V. S. muchós años. Jas,islas Baleares. Madrid •I0 de febrero de ~sis.-Buvo MURILLO. ReaL 6rden circular r.ecomendando á-Zos ayuntri-_ _:Sr. Jefe político de Orense. 'mientas la suscricion á la obra del báron JauReal órden adoptand/) varias resolucíones .á conbert de -Passa, acerc!l de los riegos de Cataluñasecuencia del expediente promovido por el y J7alencia, trcduciüa y publicada por cuenta

ayun.tamiento de Palma sobre la abolicion del tribunal de aguas de la misma ciudad.

de la Sociedad económic.a de ámigos del pais d~ Valencia. •

Yisto el expediente promovido por el ayuntamiento de l"alma.sobr.e la abolicion del trib1rnal de

lle darlo cuenta á la Reina (Q. D. G.) de una exposicion d_e la Sociedad económica de amigos del


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qu~ ·se presentarán., los de)egados elegirfo de entre ellas las q'ile por s~ alzllda y sanidad merezcan preferencia, hasfa complelar et número de veinte y cinco ·qu~ cada caballo puede servir. 3. 0 En recompensa de este beneficio se reserva el Estado, y ejercerá por medio del delegado, el derecho de designar el coballo qutt á cada yegua conyenga aplicar, , teniendo en cuenta _las cualidades r(lspec,tivas del uno, y tle la otM, .4,. 0 ,Se llevará un registro exactoJ.le las yeguas que, se apliquen, á cadit caballo, con exptesion del 1¡1oi;nl¡re fl~l dueijo,1 su vecind11d y demás aircunstanc:ias, pa1 a hacer constar la l¡¡gitimidad de la' ovia. o.º Al efecto se remiten á los delegados de los. ¡lepósitos los cor~ll~pondientes modelos impresos; de suert-, que no haH ~as que llenar, sus casillas. Po1.1 C<!da yegua se llenarán tre~ modelos: el primero para " f.t.) Í ; ~ !l. 11fl_, .Y' ~l ,libro , regi,s tro de) 1 µapósito; . el,segupdo, que se Real d~cr_.eto declarando indil!iduq ria to 'de,LGonse¡pasará al jefe pqlit.ico ó jefe oivil del. distrito, 6 al .ͺ Re~l f],e agricultura,, indwtria y comercia¡ individuo de la comision consulti-va q4e ellos delecon agr~¡1a,cion á -la seccion de aqricultura, al Stl re1Uiti~á á la direccion .de Agr\cultura; el garen, ,1{,:isi~ente de la 11sociacio,n qeneral,4e-(JanaJe-,-, tercero se entregara al dueño de la yegua,. ó ,al que _tºf del. R.e{r¡g, la h¡lya .pr~sentado en el dep6s~to . t, t • ' 1 ' '1 t,! ! 6.° Con este .documentv acr{lditará en todu tiem• _.Siendo con_veniente al_ mejor servicio del -Estado po el d~eño la p_rocedencia de lacr1a,J p'Odi'á optai: que .Ja asociacion general de ganaderos. tenga . un á_los premios y exenciqnes que las leyes ó el gobier• i:epresentant~ en el. Coi¡sejo Real de agricultuJ"a t n?, respe~_tiv.a mente señalaren á (lste r.amo, y.,que indust~ía y c;omeq:¡o, para,.qµe pued~n ser atendise ha.o de adjudipa.r preferentemente á los productos das y 0,Portunameq_t¡l sa.tisí~cbas las oeoe&idades ;de del.os. depósito$ del Estado 11asi cowo la, acogida en · aque\ importa,n~e ramo de riquf?za .\:ooformándome l_a~ dehesas de, potíOS y yeguas q,¡¡e se•"ªº á estableCOú. 19 propue!¡'fo por ·mi ministro de Comevcio, loscer. Tambien seryir~ el,certificado para darle& rua .. truc9i9_n. y .Obras públjcas, vengo . en declarar in.,. yor estimacion eo su ,venta.¡ , , dividu9 na\o de ,di<;ho Q<;msejo, con, ¡igregacion á la 1.º Si el.ganar;lerg veqdiere , la yegua ,pneñada, y seccion de,agcicul~url},' ªI. pn¡sidénte pe la asocia,.; el ,compraqor qui~iere go.z,ar de dicho$ beneficios, cion geoer<!l,d!'l ganade~os del Re,il}O. Dado tiº _;Pa-, cu\d\lrá desxigirle la entrega ae este1documénto, y lacio á ,2 4, ele febrero de 4 84:8. ¡¡:~tá rubricado qe 111' dar.~ ¡iviso de la adqqisicion al. ,JeleMdo del dep6real• maoo.-EI rqinist.ro ,de Comer,cio, •Instr.uccio,nsit~. ,,. • ,, ' , 1 1 y Obras púb/~~a_i;, J~AN° Bu-vo Mua1uo. , ', 1 ., i 1~-• El dueño·de la yegua.dará cuenta al deleg,do; f i ~ .... , 1 -~· • t" •t• Rfal; órden que ,contien~ varias dispq r~io_nes parn.. del nacimiento del potro; dentro de -los quince cliás el f P.menlo ,y cr.ia .de.Jo raza caballar. . , . , 1 de cómo se verifique, enviándole .su reseña, qué el del~gado ,,podrá compr.obar•, lleoándose con · ella t¡· :. i ,. • l • ' . • •• otros modelos que al efecto se le enviarán oportuna• La 1:l,eina_(Q. ~- G .), constante , eo,1!\ prop6sit9. mente • . · . ,, de. proteger. poi: lodos !_os ,ipedios, posibles el fomento 9.• Considerando que ó. pes.ar .de los esfuerzos y-,cria de !~_, raza cabijg~r" qñe es t(lp in~eresante hechos por el Gobierno. en este año para reponer la para auxiliar el trabajo del hombre y para· la satis.-¡ dotacion de los dep6,itos de los caballos' padres, defaccion de las necesidades de la vida cuila, y que volviendo los inútiles del Pjérc;-tó que en _ellos exiscontribuye \an directa y poderos·ao;iente al serv,icio y 11 la defensa del Estado, en vista ,de las insta ocias · tían, y establer:iendo otros depósitos nuevos, no de.·diferéntes comisiones consultiva~ del ramo, se ha . , hao perm,tido los escasos recursos del ramo la adquisicion dé todos • los sementales que reclaman las dignado disponer lo siguiente: '., 4 -~En. todos los dép6sitos·'de caballos· padres'del .. necesidades •del ganado yeguar, es ta voluntad ·de S.M. que1 se invite á. todos Íos qile tengon caballos Reino, costeados por el Estado, se dará grati.r por padres con todas las cualidades convenieutr.s para este año el servicio de la monta. la uiejoia de la especie, y quieran dedicarlos f¡' e'ste ' ·i. Atendfendo 'á' que 'no hay en ellos suficiente servicio; á que los presenten á los jefes pollticos, ntimero de aballos pádres para' todas las yegúás pais de,Valencia, en solicilud,de que se recomiepde · á los ayuotamieot0s la suscricion á la obra del barvn Jaubert de Passa, atférca de los riegos de Cataluña y Valencia, cuya traduccion y publicacioo ha emprendido por su cuenta. Y S. M., atendiendo al interés general de la obra, á los in:portaotes datos con que se ha enriquecido en su tra'duccion, y á la utili1?d que,res,u\\a· de g':n~ralizar esta c;lase de ¡:o, noqi_mieo\9.s, ¡~e ha \ijgna~o ac.9eder á Ja ,r.etic_ion,C,e ~a !·e{ffid~ \l\'ieqad ec(ilp~m·ca,, ,cuy¡¡s~ania.li en b,e,; nefü;/0,1?,úl;>lipo v,r; ,co,n tespecia ,¡igra~o.1 I)e llí!\ ,ór deq ~?. e_ig,9..·f.á ,X· .S:-,-Pªfª SU¡ l!ºIIl\!niQapi,:.w ios ay~otarµie_ntos y, cprpq~~cjone~ d¡Hiegq~ de esa prq yio9i~, Di@¡¡ g~ar4.e;a 1'\'."¡. S, mu~l1os1años. ~Madrid .~3 de febrf¡rO , e:18\8.-B,u.v.o MUIUI..l-o.-Sr. jefe polí,4co .dei .•_, IH' ,. , , . , , , .• 11 •

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.-. U3 11stos, pidas las comi•iónes consul~ivas, permiticitandoia cooper<1¡:iob .~e las Cortes,. 1 1 '. e , 'f r rán q~~ le, ejerzoq ~9 los depósiws del Est~do, gr!}• 13. S.M., enterada asirpismo de gue CQp,al Joatis para el amo de la yegua, y con abono de dos ble objeto de fom 1ntaq~ste, ramo ~e h~n esta~Jecidq diferer¡tes, sociedades de_equit~c,ion ¡y pa a las .~arduros-poi cada un'a qu1¡ ~uhr.an, al 1ueño·. d~l caba1 llo, al cual se entrega áb en el act9 por el delegado reras de caballos, persu~dida d~ que eÍ mejorarnien• 1 ,1 la persot,\a que a! e'fecto comisioaP. <;_l j ~fe po1ítico, to de la raza es el medio que mas poderosamente ha y á qllieo serán inmediatamente ;reintegrados por de contribuir aJ obJeto que se 'Propone el c~l'o dJ el Gobierno. Este servicio se hará ~ori los 'mismos aquellas, enearga á 'los jefes· politicos 'que reélamen en su real nombre y cuiden de hacer efectivo ' su registros, documentos 1 y prer'1gativas .que el de los patriótic.-a ,co~peracidn. . • ,,; caball9¡; ¡:lel. E~[a.BoJ pero adv,irtiendo que se ha de ~-4,. Finalmente, á pesar ,de.que los deleg9dos del dar pr~cisamente en los depósitos del ramo, En ellas no sP- permitu·á el uso del garañon. . ,· ,,. ramo .en-lasp~pvincjas son dignos' de)a real confian• ~ O. ~l _ganad~ro teoq~~ de~~cho fi qu,e se reitere za, y pr.9cura.rán corresponder á la quEt en ellos se la cúbríci1>n .de su .yegua tanto como prudencialdeposita para la dispensacion de estos beneficios, ~ ~ l j1 • ~ t ; J • ' • ¡ . S.M . cuenta con que los jefes politicos y los jefes mente Juzgue ner,esano para conseguir el objeto, ora deo el s'e~'Hbió 1bhabah~~ 'oelÉsl~ct'o}fó lo's d~ ,civiles de cjistrito, au~¡ua,d~s de !a,s comisiones con1 los particulares. sultivas (cu yos individuos turnarán por semanas con. • '>H,tl!.os que,poseeb : caQallos padres1iled su p~oeste objeto). y contando lambien ,con la cooperacion de las socie<lade·s, qu~ soo ~santo del artíbulo piedad,¡ para e serv,i'cio,de shs .yeguas, ~sitqu-lsiet<etí 1 gozar :de los bertefiqios¡que sernsegur)fo por el ,á~tíanterior, ·vígilarán' á' fin ,de q~~ sér.Ji~i,9 'se h;ga culo 5,.ºr- ,P.odr~q co,nsegµirlq sin ~~s q~e h,¡iper recon toda la exactitud,'jrlslicia 'e idipal-cialidád 'q\:10 gistrar, -f_{¡UeJlos ipnt é \a cop:i¡s¡oq¡ c,o?~ul~iya, obt.e corresponden á fa.. altá,jdea q~e en aq'uel1os se pro1 1 niendo1,1~rti~j 3:C,ion ;' !c9nfo~fl)~pdo,se ,i9oq_, da:r y poue S. M. cuando los ,coñcede á sus pueblos. La Reina se reserya la satisfaccian 'de premiar al que recibir de,!a deli(lgaci~y !?s áv¡~~S.,Y ,docp~e~tos d~ gue hablari los artfoulós 5.o, 6.º y 8, 0 · mas se distinga en contribuirá realizarlos. De Real úr<len lo digo á V. S. para su puntual ' ~ 2. S.M.. ordena que s~ excite ví,ia'rri~'rite él ~elo de. lós 'jefes p'olftk-!os y· de las íiomisionM ccn;ufücum¡:,limiento y ptiblicacion en ei Boletin Oficial vas, q•~e•tan"ioter.esantes se~\.'¡cios 'se hallah pres..:.• de la provincia, advirtiendo por punto generai que tando al.ramo, y cuyasisen bn sci ma'jtir 'parte estas asi esta disposicíon, como las dtlmas que sean ~elativas á los ramos de agricultura, industria y comerindir:aciones, á fin de que contribuyan con la mayor cio, le tendrán~ PJj P o COjli guen á conociaclividad á persua1~r á los particulares cuanto interesa al crédito de sus ganaderías, yrt e) darlas á IT'iento de V. S. ó"'<lé quienJlcorresponda, por meconocer de esta manera auténtica, ya facilitar sus dio del Boletin Oficial del ministerio, 6 de la Gaceta 1 sin r¡ectsid?d de ¡¡g~ar~ar sementales para el mejoramiepto de la raza, poMpe1ial CO!lJUDic.a 1 1 niéndbse ~a-iel1 cá~o de 6p' tir; á' los ri~JJ5b1~s 'que &e • lcioi¡ : nióslgpa~d~ ~ y,.1·s. 1 1 mup,h9s, aqds', Ma~rjd :u 1 •' ' • ' r • 1 1L" 1 • 1 l 1 1 t' "> 1"<J. l ltl ' .. - '• · • · ' les estan dispensando ' ,Yque se lialla rlecirlida a pro¡de fel;>rerr¿ de 4 84-~.-JuAN nBRAro ~OI\ILL0¡,,""7""Sr. ' j t1·1 1 1l Í 'lJ / J :f t, ' • , i , 1r11 j- • ~~ cdrarles, as1 por meclio de su' Gobierno, como solíjefe político de ... ,.,., 1 11, u, ,,r1 t: 1.ll "<. '"~ .. •

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CURACION DE LA LiPRA Ó Tl~A BLANCA

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NEGRA QUE SUFREN LOS ?iliNZANOS,

Se. mira como, un remedio eficaz el ·siguiente para curar la enferlJ)edad de los manzanos llamadi lepra ó tiña, que m.uchos años causa males de consideracion á estos frutales. En casi todos los departamentos de la Francia. ocasiona pérdidas enormes; y en.

lnglaterra pr~_ncipalmente; 1>a1s de donde procede esta enfermedad, s~n t;rntos lo&, estragos,.que ha producido, que hace .ca~i imposible el cultivo del manzano ~, Para curar la lepra se tomarán: Lº Un hectólitro (~) ?e~rin, hu~ano.

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(~) Un hect6litro equivale á cuarenta y nueve y medio aznmbres, si se trata dti liquidas, y á una fanega y nueve celemines, tratándose de áridos.


-1442. 0 Un cuarto de hectólitro de palomina que se dejará fermentar en los orines por el espacio de cuarenta y ocho hor~s .' . 3.º Un kilógramd (2) de la planta lla·m,a da aconito (herba taupera \:!º catalan), poniendó en infusion 10·en c~atro porrones· de agua coman el.tallo y tubérculo ·ó raiz. Al momento de qu~rerse servir este remedio se mezcfan juntas estas sustancias, y del Hqoi-' do que queda es de lo que se hace uso. Basta'una sola • locion hecha • coii'·una ·bomba ó con otro rociador para obtener una curacion perfecta:

solo existe aun en -el domi·nio privado de S. M., no obstan le que ha ofrecido ya con agrado algunas á diferentes personages y 1 ' prolectore,; de ' la agricultóra. Esta yariedad sobrepuj¡¡, en talla y vigor á todas las demás aves concidas de la familia de las ,gallinaceas; su color general es un castaño subido , rico y bri.Uante, con una marca negra en forma de _herradura en el pecho.; la cresta es de dimension mediana y algo dentada. No se ha probado aun .Ja .caTne.; pero si se atiende á su color b1anco)' á la finura de su piel~ ,pro_,fete ser un plato delicado y -de HALLl:iA AVESTRUZ Ó DE COCHlNCHlN~-. 1 • l t'f.lÓO. 1 ' ¡ l • 1 • Los b uevos de esta yariedad de gallina son Una de las aves de cOTr~l más notables , muy gruesos, de color de chocolate, y poseen que existen es ~iertamente esta ga'llina, á Ja se dice un sabor muy agradable. Una de esqpé ,se ha ~ado el npmbre de gallina afes- tas gall'inas , l!!amada Bessy, que remitió la t,ru~, y cu~a patria es la Cochinchina. 1 • reina á la esposicion de prod actos agrícolas _ Esta ave gigantesca, introducida reciente- de la sociedad de agricultúra de DubJin, bamente en Inglaterra por la reina Victoria, bia puesto ya en ciento tres dias noventa y ClJatro huevos. · ('!) Un kilógramu equivale á dos libras, dos Se espera producir escelentes variedades onza'S, doce adarmes y quince granos tlel ,pclso de -por cruzamientos hábiles entre esta ave y la Casulla. gallina de Dorking de cuerpo grueso. I

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Llnvias.-®bserv adonrs bt Jlta~.o b·t 1849. ~~~~'%~ DE LAS CANTIDADES DIARIAS DE LLUVJA, ESPRES:AD:~i EN ·CENTÍMETROS. CÚBICOS Y PULGADAS CÚBICAS, QUE HAN'CAlDO EN EL 1A'ROON 110'l'ÁNIOO DE LA M. J. JuÑ:n. -D E COMERCIO DE ESTA ClUDAD DURANTE EL MES DE MAYO DE 1849, EN COYO 1ARDIN [SE DALLA 1'11ADO AL 'INTENTO EL coaRESPONDIRNTE M.OVIÓMETRO.

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MULTIPLICACION DEL OLIVO POR ACODO (f). Como lo ha dicho el sabio Decandolle, el tar otros olí vos que los que provengan de arte de multiplicar el olivo es bastante difícil ramas al tas acodadas. y merece toda la atencion de los cultivadoPor mas que conozcamos que este método res. Es casi universalmente admitida la prác- está en armonía con la historia fisiológica tica de multiplicar este árbol con los renue- del olivo, nos ha sorprendido en tal manera, vos que nacen al pié del tronco, por medio que no le bubiéramos dado nuestra sancion de estacas, y raras veces de semi lla. Aunque si la esperiencia no nos hubiese demostrado este último método es el mas provechoso de la verdad, del hecho. Tal es la preo~upacíon todos por las ventajas que ofrece de darnos en agricultura de no querer creer si no lo un vegetal enteramente nuevo y que no lle- que se vé, que hasta á nosotros se nos ha ve vicio alguno de los que comunmente afec- hecho dificil aceptar esta noticia .hasta quP. tan á las parteR del olivo de que dependen hemos visto la realidad con nuestros propios los renuevos ó las estacas, conocemos sin ojos: y eso que combatimos sin tregua los embargo que algunas razones de economía , espíritus rutineros, para introducir en Espapudieran dar valor á la ejecucion de algun ña las innovaciones que cada día enriquecen otro medio al que tambien concedemos no los anales de la ciencia agraria. Pero los hepoca i rnportancia. Pero este medio , tal vez chos palpitantes y repetidos que hemos prepreferible aun al de semilla, será solamente senciado nos han. sacado enteramente de toda el acodo alto ó de embultido, que basta aho- duda, y establecemos sin vacilar el princira no se ha visto en uso. pio de que la multiplicacion del olivo por ar.oEs ya antigua la costumbre en algunos da alto es pre{erible á todos los otros métodos, · paises de acodar retoños de olivo, de una dando á la proposícion toda la latitud de que pulgada de diámetro, haciendo que desple- es susceptible. guen raíces para plantarlos el año siguiente l\1ienlras que reservamos el final de este en un criadero; mas este método no lo cree- artículo para hacer ver las ventajas que tiemos ventajoso, ni es el de que ahora inten- ne este metodo sobre los restantes de multitamos hablar. Nuestro objeto se dirige á re- plicar el olivo, pasamos á describir el proferir lo que acabamos de v_er puesto en prác- ceder operatorio, tal como lo practica el retica en una hacienda del Sr. don Ramon Fa- ferido Sr. Faras. ras, hacendado de Fontcuberta, provincia de Se escogen las ramas de tres ó cuatro Gerona, y en ·un terreno que se está plan- años, procurando que sean rectas, lisas, satando nuevamente de olivos. Este entendido nas y bien nutridas. A pocas pulgadas del propietario, á quien adorna una fuerza gran- arranque de las que se han elegido, se levande de raciocinio de que la agricultura podrá ta un ani1'1o de corteza de la estension de ona reportar utilidades positivas, ha puesto en pulgada á lo menos, porque si esta iocision ejecucion dos años bá el método de no plan- anu lar no tuviese esta dimension se unirían fácil mente los bordes de la herida, atendido que la corteza del olivo tiene una vegetacion ( ~ ) Aunque pueJen acodarse las ramas 6 resorprendente. Despues de levantado este toños que gacen al pié de los olivos, intentamos haanillo de corteza se procurará raspar bien la blar ahora solamente del acodo alto ú de embudilto piel llamada liber que quedase pegada al leque se practic~ en las ramas jóvenes de las pa rt()s superiores del vegetal. ño que se deje en descubierto, á fin de qtfc 1 nK JULIO nir. 484-9 :

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TOMO 11,

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no ha ·a la menor comunicacion entre la parte superior y la inferior del anillo, cubriendo en seguida dicha parte descubierta de corteza con una cinta de cuero ó algodon para impedir mas y mas la union de los labios de la herida, y preservar al propio tiempo al leño de la podredumbre que le acarrearia el a_gua del riego frecuente que ha de darse al acodo. Verificado este, que es en lo que principalmente consiste la operacion, se aplican dos tiestos construiqos de intento que juntos formen en embudillo, ó bien un cestito que i;e abra en dos porciones, cuyo tiesto ó cesta se llenarán de tierra muy abonada, apre.tada fuertemente, escogiendo la CJUe sea de naturaleza su-ella y porosa. Se riega luego el acodo, y se continuará el riego cada tres ó cuatro dias con objeto de que la corteza de la rama que esté enterrnda en el embudillo se conserve flexible y suave para desplegar mejor las raices. Esto se realiza al cabo de pocos dias, y crecen las raicillas con tanta prontitud, que á los ochenta· días estos órganos han tomado toda la e;;tension que les permite el tiesto ó cesta. A los tres meses la rama acodada se halla en <lisposicion_ de plantarse de asiento, y no suele morir ni una solamente si se tienen los cuidados debidos al abrir y preparar los hoyos que han de recibirlas. Como el acodo de que hablamos se hace bajo las mismas reglas que el del naranjo y el de todos los restantes árboles que se multiplican por este medio , omitimos estenderoos mas en unos detalles que son conocidos aun del labrador menos instruido. Encargaremos solamente. que ha de regarse con mucha frecuencia y esmero la rama del olivo acodado, porque la fuerza vital de su corteza exige este auxilio. El riego se dará con una regadera pequeña y de agujeros estrechos que den el agua de modo que imite á la lluvia en lo que sea posible; y para simplificar la operacion del riego y economizar las molestias y los gastos del transporte del agua al campo ó al olivar, podremos valernos en su caso de instrumentos á propósito que puedan llevarse á la espalda del trabajador encargado del riego, mayormente si se ha de cuidar á la vez un . número creoido de acodos. Esta es una cue -

tion que forma parle de la economía agrícola, y que cada propietario tendrá cuidado de examinar j' resolver en armonía con sus peculiares intereses. Ventajasdeesteacodo.-Hastaahora se babia multiplicado el olivo casi esclusivamentc por retoño ó por estaca, y muy raras veces por semilla. Los dos primeros métodos, además de ser menos seguros, son á la vez lentos en el resultado, y aun los vegetales que producen no son siempre tan sanos como {)odria esperarse. El método de semilla de que nos hemos ocupado en otro lugar de nuestro periódico aventaja á todos los restantes, hasta al de acodo de embudillo, pol' lo que mira á las buenas cualidades del olivo; pero la lentitud con que vegeta la planta cuando proviene de siembra, y las diferentes operaciones que requierP. para a egurar su existencia y duracioo, hacen quesea un método dispendioso, y que por ello lo abandonen los cultivadores. El de acodo alto ó de embudillo reune á las ventajas del.poco costo la prontitud con que se obtiene la planta, en términos que al segundo ó tercer aiío de plantada la rama acodada ya dá una cantidad de fruto que escede á lo que puede esperarse ele sus dimensiones. Además, como la rama acodada se provee de raíces en un corto espacio de tiempo, logramos un vegetal completo que colocándolo en buenas circunstancias dará frutos abundantes á los pocos años, lo que no se consigue con los méto_dos de retoño y de estaca. Estos dos metodos, si queremos que sean seguros, exigen que los vástagos ó las ramas _que se elijan se coloquen en una almaciga hasta que hayan desplegado raíces y tomado una fuerza vi tal suficiente para trasplao • tarlos ruego de asiento en el punto que se les destine. No sucede así con el acodo dt>. ' embudillo, en el que bastarán tres meses para que .las raíces se hayan formado, si se cuidan diligentemente, y esto sin que sea preciso guardarlos en criaderos para que ad·quieran robustez -y puedan trasplantarse . Luego en este método hay una economía de tiempo y de trabajo que nos hace anteponerlo á las estacas y á los retoños. Otra ventaja no menos apreciable e el


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tener cada propietario en sus olivares los elementos suficientes de reparar la decadencia de estos árboles, y aun de reaLizar plantacionP,s nuevas, sin necesidad de acudirá la propiedad agena en busca de olivos que no son siempre de buena calidad, y que por lo comun paga á un precio caro. En sus propios olivos halla el cultivador las ramas suficientes para poder acodar con todas las circunstancias que hemos indic~do, dispensándose una multitud tle gastos y molestias que no se ocultan á la consideracion del hombre menos pensador. El acodo de que hablamos se hace en el • mes de mayo principalmente, porque en esta época es cuando el olivo se encuentra en un estado de vegetacion que permite separar fácilmente la porcion de corteza y que contribuye á que las raices se formen con prontitud. Cuando el acodo se ha verificado en este mes, podrá plantarse la rama acodada en el otoño siguiente, si se han tenido los cuidados necesarios en la operación. Durante el mes de setiembre tambien podrán acodarse las ramas de los olivos, porque en este tiempo el árbol tiene una gran fuerza de savia que asegura el resultado, y en este ca.sola tr-asplantacion se hará á mediados. ó á úl-

timos del invierno. Debemos preforir, 110 obstante, el mes de mayo al ~e setiem!Jre, porq.ue es mas s Pguro obtener en el acod o raíces robustas y ?bundanles que g;iranlizan su buen éxito. Invitamos á los cultivadores á que ensayen este método de multiplicar el olivo, seg uros, como lo estamos, de que la práctica les acreditará los resultados favorables que nosotros hemos visto confirmados en la hacienda del Sr. Faras ; y aun abrigamos la confianza de que propagándose entre los propietarios una operacion tan útil como ventajosa, se generalizará con la prontitud que reclam an los intereses de nuestra agricultura. Intérpretes de los sentimientos de la clase agrícola, que mejor dirigida de lo que lo ha sido hasta ahora por la mano poderosa de la adminislracion está llamada á levantará mu y elevada esfera nuestra felicidad material y social, damos un voto de gracil!,s al Sr, Faras por S'Os esfuerzos constantes en ilustrar la ciencia del campo, y ·queremos que qued e consignado en las páginas del Cultivad01 el deseo ardi1;mte que anima á sus redactores por la prosperidad y adelantos de tan distin guid~ agrónomo.

CAÑAMO DE CIEN AÑOS. ·La grande importaucia que se· merece el cáñamo por las propiedades de la hebra de su Gorteza que destinamos para nuestros vestidos, exige que le concedamos un lugar muy preferente en las columnas de nuestro periódico. Por la misma razon tambien buscamos con avidez cuant¡is noticias nos suministran los periódicos estrangero? acerca de

los adelantos y descubrimientos que se van haciendo en el cultivo de esta planta y de las modificaciones y perfeccion de su enriamien to; así como igualmente respecto á las nuevas especies de cáñamo que se van descu briendo en los diferentes paises del glo~o. En el uúui. I. tomo ll~ del Cultivador, pág. 17, Iremos dado á conocer el interés, ciue lir. -


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ne el cultivo del cáñamo llamado de China y los esfuerzos que nos proponemos para introducirlo y aclimatarlo en nuestro pais; y guiados por este celo ardiente en favor de nuestra agricultura, vamos hoy á ocuparnos de otra especie de esta misma planta textil, indígena igualmente de China, la que si no escede en interés á la publicada en dicho número 1. 0 del periódico, no es por ello menos digna de que la conozcan nuestros lectores. Para ello copiaremos !oque 1\1 . J. Bertrand, misionero apostólico en China, escribe al director del seminario de las misiones estranjeras desde el imperio celeste (China) acerca del cultivo de una nueva especie de cáñamo, seguros de que nuestros suscritores leerán con gus~o los - detalles que dá de la misma . . . . . . . . . . . . . . . . . . ce Voy á daros conocimiento tambien de una especie de cáñamo que se encuentra en los paraje:; que he recorrido , entre los 31 y 34 grados de latitud N. Este cáñamo, que los chinos llaman tim-ma, ó cáñamo verde, difiere mucho del ho-ma que es el cáñamo que se cu1liva en Francia. «El cáñamo verde no se siembra: se planta á la manera que se hace con la caña de azúcar. Hé aquí el método de plantacion que se sigue en estos paises: Despues de haber preparado el terreno con una labor buena, practicada á últimos de febrero , se buscan plantas de este cáñamo en alguno de los puntos en que se cultivan años há, las que dividiéndolas en porciones se plantan con cuidado en el terreno que se tiene preparado al efecto, á la distancia de veinte pu1gadas las unas de las o~rai;:, y á la profundidad de cinco. Estas porciones de tallo que se han plantado van desplegando raíces poco á poco, viéndose al cabo de un mes nacer brotes que siguen una di reccion recta, y al cabo de cuarenta <lías han tomado ya una elevacion de treinta y cinco á setenta pulgadas . Son tan considerables las creces de este vegetal, que uno se cree ver un arbusto en lugar de una planta. El tallo, que como el del cáñamo ordinario es tambien hueco, es por locoman de un diámetro considerable. La hoja, que tiene la figura de corazon, muy crasa y ancha como la palma de la mano, es verde

por la cara superior, y blanca y cubierta de un ligero vello por l:l inferior . ((Cuando la plantacion se ha hecho cuidadosamente, esta planta puede vivir, y vive por lo comun, hasta cien años, dando cada año un producto considerable. La principal labor de conservacion consiste en una escarda que debe darse cada mes, á lo menos , escepto en los <le diciembre v enero: sin embargoJ será útil dar cada añ"o al terreno un abono conveniente, lo que contribuye al mayor desarrollo de la planta. ((Para recoger este cáñamo no es necesario arrancarlo : bastará que se quiten los tallos á flor de tierra con un instrumento cortante. No es necesario enriarlo y agramarlo, como se ejecuta con el cáñamo comun ; es suficiente el que despues de arrancado ó separadas las cañas de las raices se levanten las hebras de la corteza, procurando que sigan, bien la direccion de arriba abajo. Todas las porciones de la corteza no son buenas para la formacion del hilo: de las dos partes de que se forma este órgano, la una, que es verde y dora, se separa primero y se desecha como inútil, y la segunda, que es blanquecina, constituye el verdadero cáñamo. Las hojas van cayéndose sucesivamente á medida que la planta madura, y la sirven de abono : la parte leñosa de las cañas despojadas de la corteza sirven para formar pajuelas, ó se las destina á otros usos particulares. ((El tim-ma dá tres cosechas cada año : la primera en junio, la segunda bácia fines de agosto ó principios de setiembre, y la tercera, que es de menor importancia, se hace, por lo comun, en noviembre. Tan luego como se ha recogido el cáñamo asoman nuevos brotes que se despliegan en las raíces y prometen una nuova y abundante cosecha. ccEste cáñamo se vende ordinariamente á treinta ó cuarenta francos los cincuenta kilógramos. Los comerciantes de Canton son los que lo compran á estos habitantes, á cuyo objeto envian cada año comisionados que recorren el país. Este cáñamo, llamado vet·de ó de cien años, es de una calidad muy superior al ho-ma: es mas sólido, la he-


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bra ofrece mayor resislencia, y la tela que se fabrica de ella tiene mucho frescor, por cuya razon se vende mas caro que el cáñamo comun. · «Sería muy fácil conseguir que se hilara este cáñamo, y creo que podría someterse á las mismas operaciones que damos al cáñamo comun antes de tejerlo . Sin embargo, los chinos no hilan jamás el tim-ma, sino que lo emplean en tejidos er;t el modo y estado en que sale .de la planta. La única ope- racion que hacen es tomar las hebras una por una y unir sus estremos, no por medio de nudos, sino torciéndolas ligeramente con los dedos pulgar é índice. Practicado esto se

ván reuniendo en ovillos grandes que se venden·luego á los tejedores. Acompaña á esta carta una pequeña muestra de la tela que se forma en este pais cún el cáñamo de cien años. <(Olvidaba deciros que el cáñamo verde produce su correspondiente semilla, por mas que algunos se empeñan en que es estéril. El cáñamo tim-ma se halla frecuentemente en estado salvaje en muchas de estas montañas incultas, de cuya planta sacan los po.: bres bastante provecho; pero este cáñamo salvaje es menos resistente que el de cultivo, se eleva mucho menos, y no dá una hebra de muy buena calidad.ii

MODO DE UTILIZAR EL TRIGO AVERIADO EN LA ELABORACION DEL PAN.

El pan , que es el alimento principal de que hacen uso los pueblos civilizados, es á la vez la sustancia mas nutritiva y sana de cuantas los hombres han podido valerse. :Muchas son las de que se ha echado mano para la elaboracion del pan ; pero ninguna es de tanta utilidad como el trigo, porque esta es la planta que mas abunda en materia harinosa, y cuya fécula es la de mejor calidad. Pueden añadirse al trigo otras varias harinas ó sustancias feculentas en proporciones respectivas á las diferentes sustancias •que empleamos, sin que por esto se altere la bondad del pan , con tal que esta mezcla se baga de una manera conveniente. Algunos cr!.)en que el pan apretado ó muy entrado en harina, <,orno suele decirse, es mas pesado ó macizo y moreno, y que al mismo tiempo nutre mas que el que es lije ro blanco y esponjoso, por la razon de que entreteniéndose el primero mucho tiempo en

el estómago para poderlo digerir , la naturaleza extrae mejor las materias nutritivas y las asimila sin dificultad. Pero [la esperiencia nos hace ver lo contrario, y notamos en efecto que el: pan que se pone mas esponjoso, que aumenta de volúmen ó de superficies, se deja impresionar mas fácilmente por los jugos digestivos, y la digestion de este alimento seYerifica con ma~ or- prontitud y seguridad. Esto es tan cierto, como que vemos que el pan bien preparado ó confeccionado se hace mas nutritivo y económico , por cuanto el aire y el agua entran en grande can!idad. Asi es que en las grandes poblaciones los propietarios de tierras que recogen grandes cantidades de trigo prefieren comprar el pa.11 elaborado en las pauaderías que al amasarlo en sus casas, por la razon de los panaderos ejercitados en la panificacion utilizan mejor la cantidad de fécula que tiene el trigo, dando mayor cantidad de pan , 1


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~, este de calidad superior á la del que se ha amasado en la casa del particular. No queremos decir por eslo que sean los panaderos solamente los.que sepah elaborar el pan conperfeccion: en -algunas casas particulares entienden tanto esta operacion , que fabrican panes que en nada desmerecen á los que conl"eGcionaron· los panaderos; y si no fuese así, eslos operarios se harian pagar muy arbitrariamente su trabajo. La elahoracion del pan es uno de los puntos que atañen·.muy de cerca al hombre so-cial, y está íntimamente ligado á la salud y prosperidad de los pueblos ó naciones. Cuando falta el pan en los países donde esta sustancia constituye el principal alimento se altera el curso de todas las restantes subsistencias, la marcha administrativa de las poblacione~. no puede hacerse con equilibrio ni acierto, y aun con bastante frecuencia se conmueven las clases poco acomodadas y la tranquílidad pública se vé en un grave conflicto. Pero nos separamos mucho de nuestro objeto, que, como hemos dicho, es hacer ver el modo de utilizar con ventaja los trigos averiados en la buena elabor·acion del pan. Para dar á conocer á nuestros lectores cuanto se ha dicho de mas útil é interesante acerca de este objeto, reproduciremos lo que . estractadamente se lee en una memoria publ icada en 1816 por una comision de agrónomos distinguidos que había sido nombrada por el .Ministerio del Interior, en Francia, a fin de poder tomar el Gobierno algunas disposiciones de higiene que tocaban á la salud pública. «En los años en que los granos se hayan mojado ó que . germinen fácilmente puestos en los graneros, la elaboracion del pan exige algunas modificaciones que vamos á notar. «Si queremos elaborar eincuenta libras de 'pan, es preciso tomar seis lib ras .de masa ó de le~ ad ura que·se haya prer-,arado la noche anterior, y aun esta 0antidad será mayor cuanto mas averiadas esten las harinas que empleemos y mas se acerquen al estado de pu'lrefaccion. La levadura deberá desleírse •en agua tibia con ocho libras de harina; esta masa se conservará en un punto abrí1

gado, y cuando haya aumentado en un ter~ cio su volúmen y haya adquirido un olor ligeramente ácido, se . desleirá de nuevo en agua tibia con diez v ocho libras de harina. Despues de. bien r~vuelta y mezclada esta nueva levadura se guardará. en un lugar caliente, y luego que por la fermentacion haya aumentado un tercio de su volúmen, procuraremos desunirla nuevamente y mezclarla ~on cuidado con agua algo menos caliente que en el estado en que se empleó anteriormente, y en la que se habrá hecho disolver unas dos onzas de sal , mezclándole en seguida la harina. <cLa fermentacion de las harinas de los trigos que hayan germinado no puede ser retardada por la presencia del glúten que la germinacion ha destruido ó alterado mas ó menos, s~gun el grado en que el mal haya podido verificarse , y la panificacion debe dirigirse con ma.yores precauciones que si las semillas que empleamos no se hubiesen alterado. El agua que destinemos á la elaboracion del pan debe estar menos caliente, la masa se mantendrá mas apretada, los panes deben hacerse menos grandes, y construirse de tal manera que para los de seis libras no entren mas que tres y media de masa, procurando dar á esta toda la estension que pueda tomar antes de aglomerarla para darle la forma que se quiera . .Este año es esencial, á causa de la alteracion del glúten, detener los progresos de la ferm enlacion, y por ello convendrá introducirlo a.l horno un cuarto de hora ó mas despues de haber amasado. El horno deberá haberse calentado con. mayor anticipacion que de ordinario se hace, y ha de tener mas calor que de costumbre. Si el horno no se ha calentacio á tiempo ó el pan se ha amasad<, con mucha anticipacion, este último queda bajo, y la miga no se podrá enjugar. Al contrario, si el horno se ha calentado en un grado suficiente y el pan se ha metido en el horno á su debido tiempo, cada pan de tres libras y media de masa, que formará un pan de sei libras de peso, deberá permanecer en el horno á lo menos cuarenta y cinco minutos, y estos panes no deberán comerse basta dos ó tres días des pues de haber los cocido.


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tConducién<lonos de esta manera con las calidad y que no hayan sido averiadas: basharinas de los trigos que hayan germinado, tará que mezclemos solamente un tercio de se obtendrá un pan, que si bien no manifies- harina buena coa la de los trigos enmoheta buenas cualidades como el que se elabora cidos para obtener un buen resultado en la comunmente, no deja de ser salubre y de operacion: de esta manera el sabl)r del pan buen aspecto. es llevadero, y su olor disminuye notable«Conviene, sin embargo, notar que entre mente. Sin embargo, será solamente -mezestas harinas las que proceden de trigo que clándole la mitad, y aun mejor dos terceras hayan germinado poco son las que han po- partes de harina con la de los trigos averiadido suministrar, sio desecacion precedente, dos, como se logrará una buena panilicacion, segun los ensayos de la comision, un pan de yse-conseguiráquedesaparezcan casi del todo buena consistencia, cuya miga estaba ínti- el mal sabor y el mal olor desagradables, al mamente unida á la corteza y no ofrecia ni propio tiempo que el uso de este pan no poolor ni sabor desagradables: pero el pan con- drá dañar á la salud. Es preciso observar, feccionado con las harinas que habían ger- c¡ue es conveniente no hacer uso de este pan minado mucho, y que por lo mismo fué pre- hasta algunos dias despues de estar elabora..-:iso hacerlas sulrir un alto grado de deseca- do, porque con el reposo vá adquiriendo mecion, este pan, repetimos, ha sido de una jores condiciones. «Es conveniente tambien notar, que sería calidad superior al precedente , y ofrecía en vano querer emplear una mayor cantidad buena consistencia, una masa perfectamente de levadura para la elaboracion de este pan, unida, y de una levadura cabal: la.miga, aun cuando ligeramente vizcosa, está no obstan- porque la masa de, provista de glúteo no te pegada á la corteza, sin que se le perciba conserva con facilidad los productos de la fermentacion escijada por la levadura; y aunni olor ni sabor desagradables. «La desecacion que antes se ha dado á los que en apariencia los pane::s conserve[\ matrigos que han fermentado mucho á causa yor consistencia, cuanto mas abundante sea de la humedad que contenían, así como á los Ía levadura hay la contra de que el sabor y que se enmohe-cieron mucho, no ha bastado el olor desagradables se aumentan en gran _ µara dar al pan que se elaboró con estas ha- manera. «Como es todavía mas dificil disimular ó rinas una disposicion á comerlo, ni para quitar el· olor nauseabundo y el sab;i\· acre que . destr.uir el olor nauseabundo y el sabor moacompaña á las harinas que han sufrido esta hoso que tiene el pan que se ha elaborado alteracion. La mayor consistencia que se die- con harinas averiadas, que el darle consisse á la masa , el menor entretenimiento en tencia y bue::i. aspecto, puede introducirse, la operacion, meterlo ~n el horno poco tiem- con buen éxito, en su composicion un terpo despues de amasado, la dilatacion que se cio de harina de maiz, de cebada ó de patahubiere dado á la masa, todas las precau- ta con otro tercio de harina de trigo: estas ciones que habrian bastado para mejorar el mezclas ofrecen resultados que, con relacion pan <le harinas que hubiesen germinado, to- al uso que tienen en la panificacion, son endo esto ha sido suficiente µara -dar mejores teramente comparables al pan en que entren condiciones al pan de las harinas enn1obeci- dos tercios de harina de trigo de buena calidas ó fermentadas: es verdad que este pan dad· contra un tercio de harina averiada; y gana algo en sus cualidades con estas pre- . como estos procedimieqtos ofrecen mediofo cauciones,- principalmente parlo que mira á económicos que pueden interesar á la econosu aspecto y á su consistencia; pero el olor mía privada, y aun µuede decirse que á la pública, es por ello p.or lo que conviene que y el sabor que despide no permite que le consideremos como una. sustancia útil, bue- no los olvidemos.» Antes -de terminar e te artículo recordana · saludable. «A.pesar de todo podremos· utilizar estas remos que todas estas precauciones, á que se harina, mezclhdolas t;On otras de buena refiere la instrucciou que hemos transcrito,


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deben entenderse principalmente para hacer cederá de esta manera cuando falten alguna ó algunas de estas circunstancias? Por lo que uso de estas noticias en los hornos públicos, donde por lo comun todas las operaciones de toca á los hornos de cocer el pan son comunmente mal construidos en las aldeas y Ja paniticacion son bien entendidas; pero estodas las casas de labranza, y de este deen tas reglas deberán modificarse , y aun no resultan males, no solamente para fecto darán un resultado exacto al que acaba de cualidades del pan , si que tambuenas las decirse, si la elaboracion del pan no se praceconomía rigurosa que debe hala para bien tica con las precauciones que exige esta opeEn los hornos mal conscampiña. la en ber que comision la componen racion. Los que nombró el ministerio francés, de cuyo escri- truidos, además de consumirse una cantidad escedente de leña , se cuece mal el pan : el to nos ocupamos, no hicieron las observaciones en circunstancias acomodadas á los suelo ó pavimenlo está hecho sin método, y resultados químicos que se desprenden de la de aquí se sigue que el calor se refleje y que panificacion ; mas ¿podrán, ni aun sabrán tarde en estar caliente e.l horno: por otra observar estas reglaslassimples aldeanas que parle, no se cierra este herméticamente, cono conocen otra cosa en la confeccion del pan mo conviene; la bóveda es muy elevada, y las cerraduras no están hechas de manera que lo que les han enseñado sus madres ó lo que han visto hacer por una criada en la casa que todas sus partes puedan calentarse igualpaterna? Y aun cuando las mugeres del cam- mente. La buena coccion del pan y la economía po pudiesen allanar con sus conocimientos de combustible dependen de la construccion todas estas dificultades, lo que no es fácil que se verifique, ¿no queda todavía subsis- del horno, y así es que n0 podemos cispentente otro mal grave, que es el de la cons- sarnos de recomendar con toda eficacia á los truccion del horno, que ca!.i siempre es poco labradores y á los propietarios en particuacomodada á lo que necesita la panificacion lar, el que tengan gran cuidado en dar una perfecLa? Hemos visto que bastan cuarenta buena forma á. los hornos de cocer el pan que construyan en sus granjas y en la elecy cinco minutos para que el pan de que hablamos se halle perfectamente cocido ; pero cion de las materias que empleen. Otro dia esto se entiende en los casos en que la pa- nos ocuparemos de esta parte de construccion nificacion sea bien entendida y en que los rural de que han dado sá.bias instrucciones hornos tengan la debida construccion ¿Y su- . autores muy recomendables.

Sr. Director del Cultivador. Madrid y junio 15 de 1849. Muv Sn. MIO: en atencion á lo que dice de mí el Sr. J. Prax en sus apuntes agríco las publicados en el n.º 3. 0 ~ .º de mayo próximo pasado de su apreciable periódico, es-

pero se servirá. Llar cabida á la adjunta contestacion que dirijo á dicho Sr. · No dudo que siendo de los primeros suscriptores, y concurriendo las circunstancias que concurren en este asunto, accederá V. al deseo de S. S. S. Q. S. M. B. Josi DE H10ALG0 TABLADA .


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- Sr. DJrector del Cultivador.

MoY Sn. MIO: en su apreciable periódico de ~. º de mayo próximo pasado he visto un artículo del Sr. J . Prax, en el que entre otras cosas dice habe-r presenciado los ensayos hechos en esta Córte de los arados de Hallié perfeccionado por D. M. ·M. de Reinoso, el de Dombasle modificado por mí, y el del Sr. Asensio, y continua: «D. Hidalgo que ha visto las haciendas modelos de Francia no ha parado toda su atencion en el modo de arar con vertederas, D. Julian Gonzalez que no las ha \'ÍSto ha indicado un medio sencillo y mejor que el que ha propuesto el Sr. Asensiq_ con su arado de vertederas movibles: mas el mejor de todos es el que se ignora en Castilla á pesar de ser el mas sencillo. Consiste en di v1di r el campo en estrechas almelgas para pasar con el arado á la izquierda y vol ver á la derecha de cada almelga, pasar el surco tercero á la izquierda Junto al primero, el cuarto junto al.segundo y así los demás hasta concluir en el medio con una zanja abierta quedando el campo en zonas combadas que dan á la labor tanta perfeccion y ·á la finca tanta hermosura.>> Sin entrar en otras cuestiones que no me atañen, como son el decir que el arado di:l Hallié lo ha perfeccionado el Sr. Reinoso, cuando este al describirlo le denomina perfeccionado por Hallié, y no indiQ.a haberlo tocado en nada: ni como pudiera hacerlo, cuando el que ha regalado al Conservatorio, que fué el ensayado, no se diferencia de los que Hallié vende en Burdeos, y cuya lámina litografiada que he recibido de su mano es enteramente idéntica á la publicada por el Sr. Reinoso. Este arado pertenece á Hallié en. un todo. No soy de la opinion del Sr·. Prax en negar la utilidad de las dos vertederas movibles en ciertos casos, y para ciertas culturas, pues sería hacerlo de la inteligencia de los célebres agrónomos Thaer y Dombasle, de donde el Sr. Asensio sacó la idea, pues existe en el Conservatorio de esta Córte un modelo del que usó este último. Antes de entrar en lo que á mi toca sentaré por,principio, que yo no tengo pretensiones de ningun género, que me concepLuo

con pocas fuerzas para entrar en discusiones científicas, pues conozco mas la práctica; pero sin embargo mis grandes deseos de ayudar con mi inutilidad á la prosperidad de mi patria en el ramo á que me dediqué despues de rllti rarme del servicio , me ha llevado al estrangero con objeto de conocer sus sistemas de cultura: y conociendo las de nuestro país, tengo los suficientes datos para contestar al S. Prax esta vez , y aun decirle que no creo como él nuestra agricultura en un estado de atraso tal cual él supone; que sin embargo de que nos hacelajusticia de calificarnos de ignorantes los labradores·españoles conocemos suficientemente el modo de hacer producir la tierra dos cosechas en un año, y hemos visto y sabemos que en ese pais, que él nos quiere hacer copiar, existen como en el nuestro, sitios y aun provincill.s enteras donde la agricultura está en tanto atraso como entre nosotros; que existen los instrumentos y prácticas primitivas, por la razon sencilla de su poca poblacion. Si España estuviese tan poblada corno algunos departamentos de Francia, de Inglaterra etc. etc., sin lecciones de nadie veríamos bien pronto desaparecer todas las incultas llanuras de las Castillas, la Mancha, Andalucía y Estremadura: esta es la base del progreso agrícola, y sin esto no hay instruccion que valga. Y.o me creo con suficíent~s conocimientos para diri3ir mis cortos bienes, y sin embargo de conocer los mejores autores europeos, y tenerlos en mi librería , no he podido vender la mitad de la cosecha de vino del año pasado teniéndola á cinco leguas de la Córte; este inconveniente es tan general, que se estiende en todas direcciones y en todos los ramos que abraza la Agricultura y Horticultura. gxamine el Sr. Prax esta cuestion , y esté seguro que si pudiera aumentar catorce millones de españoles sería mejor que enseñarnos prácLicasagrícolasque nos bastan-. Pasemos á. la cuestion verdadera que dá lugar á este artículo: Dice el Sr. Prax que no be puesto toda mi atencion en el modo de arar con una vertedera: no sé como ha podido saber mi opinion en este punto para juzgarla tan afirmativamente, pues yo no la he manifestado por escrito ni de palabra á


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n~die: yo creo que el único antecedente que le ha debido servir, será erque mi mayoral ensayase mi arado labrando en aspirn1 partiendo del centro á la circunferencia ·; si por esto me ha juzgado el articulista, dígole qu'e juzga demasiado ligero, y así no es eslraño que nos crea á los labradores españoles lan incapaces que nos venga diciendo que no se ' conoce en Castilla la labor en billon , como d,icen los franceses, ó acofrada como llaman ' los españoles: sabemos el modo de labrar que nos esplica en .tantas palabras, y·lo hubiéramos entendido por su nombre nacional ó estrangero, simple mente. · El motivo que me condujo á ensayar mi arado en aspira! del centro á 1·a circunferencia fué evitar el inconveniente que con la esteva en la mano he aprendido á vencer para hacer bien .el último surco ó cerradura en la labor por almelgas; y como del otro modo se evita esta dificultad , que conocerá el que tenga apego á la pr'áctica, lo he adoptado para terrenos de poca estension donde labra _un par de mulas solo, teniendo la ventaja de dejar la superficie perfectamente.unida, que es de mucho interés en terrenos de riego, ó en pendientes: para esto no se necesita ir á Francia, ni para saber que este método está -descrito en Balcarcel , semanario de los párrocos, Rosier, Duhamel , Olivie de Serres, Thaer, Gasparin, Casas, Reinoso y otros mil autor~s donde· se encuen- · tra el que nos describe el Sr. Prax como de aplicacion general cuando todos lo creemos para terrenos pan Lanosos escl usi vamente , y el de dar á las almelgas ·20 ó 30 varas de ancho lo ejecutamos en terrenos de grande estension donde labran dos ó mas pares á la :vez, y donde Ee perderia tiell!Pº en labrar en aspira!. Es sumamente estraño que encabezando su artículo el Sr. Prax ponderando la falta

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de lluvias de nuestro país, concluya reeo..: mendándonos que adopleru9s el sistema de cultura de los terrenos pantanosos, y paises donde un fondo impermeable, y una atmósfera lluviosa hacen adoptar la cultura d,1 almantas acofradas que .110 se usan entre no~otros, sin embargo de que se nos supone tan poco conocedores de las prácticas agl'Ícolas, porque nuestros terrenos no necesitan zanjas de desagüe ni dejar la superlicie convexa para que escurra .el agua sobrante y no perjudique la vegetacion: antes al contrario, necesitamos conservar la poca humedad que nos envia nuestra seca atmósfera: ¿qué dirían de nuestros labradores los agrónomos que mas fijos en ideas·que el Sr. Prax, viesen en terrenos que una escesiva sequedad pone á peligro constante la cosecha, adoptado el sistema de cultura que él nos propone? Haga justicia á los españoles el Sr Prax, y si conoce la práctica, como dice, sabrá que la agricultura está sujeta á muchos sistemas de oultura puramente locales , y es una ilusion teórica suponer que puefo copiarse como en otras ciencias , sin contar con que se está en otro pais, otra atmósfera, otras necesidades, y en fin donde hay 800 almas por legua .cuadrada, no hay tantos . terrenos en cultura como donde se encuentran aglomeradas 3000 en el mismo espacio, que siendo mayores los consumos se exige de la tierra mas productos, y se culLivan terrenos que en otro caso son consideTados como improductibles. El Sr. Prax tendrá ocasion muy pronto de salir del error en que está, suponiendo mi arado el de Domba~le modilicado, ya sea en una obra que estoy próximo a publicar, bien sea viendo el arado que se halla estendido en todas direcciones en nuestro país. JosÉ nn HIDALGO TABLADA.

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por medio de la glucosa (t).

----=vinos de una fuerza alcohólica que no co'rresponde á los climas en que se elaboran, y cuyo agradable sabor forma el recreo de nuestras mesas. En España hay una multitud de puntos donde las viñas producen vinos de mala calidad por la poca temperatura que disfrutan en el otoño, que es la época en q·ue ha de sazonarse la uva, ó bien por la humedad estraordinatia del terreno· á causa de circunstancias locales que el hombre no puede vencer. En estos paises rs donde tiene grande aplicaci-0n la idea ·de mejorar los vinos por medio de la glucosa, porque faltando á las uvas la cantidad de azocar que necesitan para que los vinos tengan la debida c~ntidad de alcohol, es fácil que la adquieran con el azúi;ar incristalizable que puede añadírseles durante la fermentacion. No solamente escas indicaciones pueden tener aplicacion en los terrenos que hemos anunciado, sino que aun vemos que en los puntos donde los vinos despliegan gran fuerza alcohólica y tienen mucha estima adquieren estas propiedades con el favor de una maduracion prolongada que podría evitarse, y no correr con ella el peligro de los granizos y de las lluvias que no pocas veces malogran las cosechas. Toda la teoría de la vinificacion estriba en que el azúcar de la uva se convier.t.a en alco~ol por medio de la fermentacion, notándose que las uvas que tienen mayor cantidad de materia sacarina snn las que producen vinos mas fuertes y de una consistencia y duracion mas prolongadas. Debemos, pues, dar á los vinos que no la tengan e;;ta cantidad de azúcar, valiéndonos al efecto de los medios económicos que al paso ~ ( ·I ) Se dá ol oombre de glucosa á uo jarabe que aseguren el resultado no graven el preque se forma de la fécula ó harioa de la pata la , mezsupues to doméstico con un dispendio que· clada con o! aceite de vitriolo.

Por grande que sea el estado de postracion y decadencia en que veamos sumida nuestra agricultura despues de tantos años de . ignorancia y de descuido, abrigamos la confianza de que ha de levantarse de su abyeccion, y de que seguirá el camino de progreso que ha ido siguietHl-o en las otras naciones que la tienen ya en un grado envidiable de esplendor. Algunas de las disposiciones que vá dando el gobierno le preparan el triunfo, y los particulares aplicados y laboriosos ·se apresuran á recoger los abunda.ntes frutos que ofrece la primera y mas útil de todas las artes. · Nos conducen á estas breves reflexiones las ideas que nos ha comunicado un aficionado á la ciencia del campo acerca de las mejoras de nuestros vinos: ideas que las juzgamos dignas de toda nuestra consideracion y de que se pongan en práctica po·r via de ensayo, é in-vitamos á los que se interesan en el progreso etc nuestra agricultura y de nuestro comercio á que nos ayuden en estos ensayos que nosotros prometemos realizar en la inmediata. cosecha de vinos, y de cuyo resultado daremos cuenta á nuestros lectores; suplicando á los aficionados que se dignen ensayar taro bien el método de que.vamos á tratar, nos comuniquen las ventajas ó desventajas del plan, para ilustrar de esta manera la cuestion. · Muchos año.s há que hombres sábios y químicos eminentes se han dedicado con al'an á 1~ fabricacion y mejora de· los vinos, porque la vinificacion es una de las artes agrícolas en qu!l la ciencia tiene grande influencia, lográndose de esta manera obtener


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no babia de darnos provecho . El medio mas ventajoso y directo parece que será el que han adoptado los cerveceros alemanes para mejorar sus cervezas; á saber, añadir al mosto la glucosa 6 azúcar incristalizable que se obtiene con la simple ebulicion del almidon ó de la harina de cebada, y algunos centésimos de ácido sulfúrico. La patata, la a,•ena y toda otra sustancia harinosa sirve igualmente para formar este jarabe ó azúcar incristalizable que puede mejorar los vinos, guardándose para su formacion las reglas siguientes: Dentro de una cuba de cabida 25 hectóli tros ( 1 ) se ponen 4000 kilógramos ( 2) de agua comun, á la que se le añaden 1O kilógramos de ácido sulfúrico (aceite vitriolo), cuya .mezcla entra en ebulicion por medio de un tubo de vapor. Mientras hierve el agua acidulada se tendrán desleídos 500 kilógramos de fécula en 500 litros (3) de agua, removiendo la mezcla sin cesar para que la fécula esté en suspension en el agua que se mantendrá en los 45° ó 5oº. Esta solucion, que estará separada, se la dejará caer á chorro en el agua acidulada hirviendo, y se procurará que no suspenda el hervor ó la ebulicion. Bastan dos horas para que se mezcle toda la fécul~ con el agua acidulada, y media hora despues está ya formado el azúcar. En seguida se satura el ácido por med io de la creta pulverizada que se irá desleyendo poco á poco en el agua sacarina hasta que veamos que no enrojece el tornasol, lo que se consigue cuando el vehículo ó cocimiento azucarado ha recibido unos 12 kiIógramos de creta : esta sustancia se deja reposar, el licor que sobrenada se evapora rápidamente puesto en calderas de cobre hasta señalar en el peso ácidos 32°, y este es el jarabe que se emplea en las cervecerías. La cantidad de azúcar incristalizable que debe darse al vino que se quiera mejorar ( ~ ) Hec tólitro.-Equival e á ciea litros .

· ( '2 ) Kilógramo.-Equivale á dos libras, dos onzas, doce ada'rmes y quince granos peso caslellaoo. ( 3) Litro.-Equivale á medio azumb re, ,5 sen dos cuarLi llos aproxirnadall'.ente medida de Castilla .

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será diferente segun el mayor ó menor grado de alcohol que contenga; pero señalaremos c0mo término medio 'la de media arroba por cada corga de uvas, las cuales se cuidará q~e estén bien pisadas á fin de que fermenten mejor con su propio orujo . Falta todavía que á estos vinos de mala calidad se les añada el aroma que se observa en los que provienen de uvas maduras y de buena calidad, y esto podrá remediarse, á lo menos en gran parte, quemando en el intesior del aparato dé la fermentacion una mezcla de, partes iguales de benjuí, café, azucar, nuez moscada y nitro. Serían gra{\des las ventajas que se obtendrían en favor de la agricultura y de la economía pública si este método diese buenos resultados y pudiera generalizarse. Entonces podria estenderse el cultivo de la viña por una multitud de localidades en que hoy no se vé una sola cepa, porque la falta del calor, ó mejor dicho la poca duracion del verano no permite que la uva m~dure, y estos pueblos se ven privados del uso del vinp, ó han de pagarlo á precios exorbitantes, hasta tal punto que han de renunciar á un artículo que es considerado como de prime ra necesidad. Por otra parte el azucar incristalizable, cuya composicion hemos señalado, es una materia que se obtiene con mucha economía, y por ello ha de ser tambien económico el método de mejorar los vinos. No se nos oculta que se opondrán algunas objeciones económicas á este pensamiento, principalmente por los actuales propietarios de viñedos, tales como la decadencia á que vendrán á parar los vinos si el cultivo de la viña se generaliza en varios puntos de la península donde actualmente no se cría. A esta objecion podemos oponer no pocas razones, aunque basta una que es la utilidad que resulta de dar toda la estension posible al cultivo ó fomento de los artículos qu~ son tenidos por de primera necesidad, entre los cuales acabamos de decir que figura el vino. Es grandísima la estcnsion del territorio espaiíol donde apenas se prueha este líquido por no cosecharse Cll el pais, y porque el mal esta do de las com uni caciones hace cara· la im -


457 portacion de un producto cuyo consumo podría hacerse mas universal. Nosotros, que no miramos el bienestar de una sola clase, sino que queremos para todas la felicidad y aun el recreo, creemos que el cultivo de la viña puede y debe tener mayor estension, y que la abundancia de los vinos es posible conseguir que llegue hasta el caso de que

logren beberlo barato las clases menos acomodact·as , mayormente cuando el Gobierno y los mismos propietarios tie'nen ~edios suficientes de dar valor á nuestros vinos, por muchos que se tengan, buscando en los mercados estranjeros la estraccion y el precio que no pueden alcanzar en nuestro país.

Otra de las especies de coles que hemos hecho venir del estranjero y que ha cultivado el director de nuestro periódico es la col rábano de Siam, cuya semilla podrán mandar recoger desde luego los SS. Su!Scritores de la imprenta donde el Cultiv,,dor se publica. Esta .variedad de col suminisLra cantidades grandes de alimento para la ganadería con las abundantes bojas que produce, y mas principalmente por la raiz tuberculo..: saque desarrolla. La pulpa de esta raiz ó tallo subterráneo, además de tomar por lo comun una notable dimension, es de un gusto sabroso, de una fuerza ó consistencia superior á la e.ame del nabo, y reune aun· otra apreciable circunstancia , que es la de no ponerse jamás fibrosa la raíz de la col rábano, como suele hacerlo el nabo comun. Otras ventajas presenta todavía sobre la col verde, tales como la de resistir mas la sequedad, y la de poderse plantar p.or lo mismo en terrenos .secos y arenosos. Terreno y esposicion.-La col rábano veget,\ bien en los suelós de mediana calidad siempre que tengan un regular fondo, de, hiendo preferirse los arenosos á los arcillosos, porque la compactibilidad y dureza en que entran los de esta naturaleza no permi-

ten que los tubérculos ó raíces de esta planta tomen el desarrollo de que son susceptibles. Las esposiciones bajas y húmedas le convienen taro bien con tal que el terreno sea de naturaleza arenosa que deje filtrar las aguas con facilidad, por lo que en los paises nebulosos es dunde principalmente conviene el cultivo de los rábanos y de los nabos por el mucho desarrollo que suelen tomar sus raices. Los rábünos temen por lo comun los fríos del invierno, viéndose que cuando la temperatura baja mucho se congelan sus raíces y se pierden graneles cosechas. Labores. - Debe trabajarse el terreno á: bastante profundidad cuando lo preparamos para la siembra de la planta de que nos ocupamos, y la profundidad debe ser mayor siel suelo es de naturaleza arcillosa. Las labores de conservacion han de darse u.u mes antes de la siembra, ó antes si el sistema de rotacion que se baya escogido lo permite. Estas labores de tonservacion consisten en dar á la planta dos ó mas escardas, á fin de utilizar las malas yerbas y de poner la tierra mas porosa para que las raíces de la col rábano desarrollen mayor cantidad de masa carnosa. Cuando demos la primera escarda se qui'tarán las plantas que haya_escedentest


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ó -ya distribuyéndoselos en los pesebres. El ó bien se añadirán las que fallen ~n las líneas ó puntos sembrados: toda econot11ía en µ•rimero de estos dos métodos es muy económico y el .recomendado por agrónomos de los gastos de las labores de conservacion será dañosa, porque se ba observádo que. las esperiencia por los gastos que ahorra, -y porvariedades mas grandes de rábanos son las que al propio tiempo que el ganado ·los come se abona el terreno. En este caso se apaque dan una cantidad m'ayor de forrage, y por esto aconsejan algunos agrónomos que centarán pr~me,ro las vacas que comen las hojas; luego las ovejas 11ue aprovechan lo sembrecno.;; principalmente.el rá:bano redondo del Limosin y las otras -variedades que que dejaron los bueyes, -y en seguida los cerdos que se alimentan de las raíces de la ofrecen igual cualidad. planta. Si estas raíces han de conservarse Abonos.-En algunospaises , donde la col ráen los almacenes ó en los sótano¡; para embano es uno de los forrages apreciados y bascomo alimento en el invierno, será plearlas tanleabundante ; nunca abonan la tierra antes con esmero, separar las preciso recogerlas de la siembra de esta planta, creídos que el dañadas de las sanas, y cuidar de que no les .abono que se emplea produce el desarro_llo de ,una multitud de insectos que causan á la raiz vaya ·unida pinguna cantidad de tierra que las haga pudrecerse con facilidad. de la col rábano perj u.icios incalculables. La col rábano es un pasto agra.dable para Este mal, que depende de la naturaleza de los abonos mas que de otra circunstancia, nos toda especie de ganados, principalmente la conduce á decir que para el cultivo de este raíz que todas las bestia;; la comen con avivegetal no debe emplearse el estiércol fresco dez. Aumenta notablemente la cantidad de la leche á las bestias de cría y á las que se y poco consumido , porque durante su ferdestinan á la lechería; mas para este último mentaci.on despliega animalitos dañosos á los uso debe procurarse que no se haya abonado vegetales. Nosotros aconsejamos que el escon estiércol poco consumido, porel terreno tiércol esté enteramente consumido cuando que á las plantas imprime un 'gusto desalas raices se cultiven para el uso y utilidad del hombre, ó al contrario las materias po- gradable que se coro unica al queso y á la manteca. co podridas con que se fertiliza la tierra coLas rai.ces de la cpl rábano no deben enmunican á las plantas un olor desagradable. Siembra.-Esta puede hacerse á vuelo y trar por mas de un cuarto de racion en el alimento de la<; vacas de leche, porque una á surcos, siendo preferible este último mémayor cantidad llevaría consigo grandes intodo que favorece las labores de conse~convenientes. Las raices de la col rábano son vacion. La siembra se hace desde últimuy útiles para el cebamiento del ganado mos de junio basta fines de agosto, segun vacuno empleándolas cruda¡; ó cocidas y añael clima, con el objeto de que puedan haber diendo á su uso un poco de sal vado , harina tomado las plantas todo su desarrollo al de alforfon, de haba's ó de maiz. A.demás del acercarse los rigores del \invierno. Comó la alimento que contiene dicha raiz, es una semilla es muj menuda conviene cubrirla sustancia refrescante que aprovecha , á los muy poco, l)Orque en otro caso no nacería, con especialidad, si el ceba:miento se· bueyes ó nacería muy mal. Esta semilla conserva · por, n1uc~o tiempo la virtud -germinativa si· verifica en primavei:a ó en verano. Es tarose la guarda en un lugar seco y abrigado ; bien un alimento útil para los cerdos, y hasy como sucede con las que abundan en ta á la volatería aprovecha esta planta cuando se le dá cocida. Como es un principio no aceite fijo, germina muy mal ó deja de hasolamente útil, sino casi necesario, en el cecerlo absolutamente si .no se la cuida bien. bamiento variar los alimentos de que han de Cosecha,-Los rábanos ueberán emplearse hacer uso las reses , será oportuno. dar por para. el ganado, arrancándolos para guardarunos dias los rábanos cocidos, ya solos ó unilos en los sótanos antes,dr, que empiecen los dos á otros vegetales, y otros cuantos dias fríos rigurosos. Pu.eden darse á las bestias, hien-haciéndo _las apacen lar el mismo campo, 1 en estado crudo para que de esta man era se


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conserve mejor el apetito del animal. Este alimento debe ir, sin embargo, acompañado de olras sustancias corroboranles, porque la mucha agua en que abunda esla raíz la hace debilitante y por ello exige esta precaucion. Es un alimento poco provechoso á los animales de !aliga. Esta planta ofrece, segun lvart, tres medios ventajosos de formar· parte en nuestras alternaciones. El primero será intercalándola en un año de· barbecho entre dos cosechas de

cereales, despues de un número masó menos considerable de labores, y abonando debidamente la tierra: el segundo, haciéndola suceder inmediatamente en el mismo año con una sola labor y sin abonos para que forme la cosecha prin.cipal: el tercero será sembrándola en buena ocasionen la primavera con abono ó sin él, y empleándola luego como forrage ó como abono vegetal despues de una cosecha que el año precedente haya esquilmado mucho la tierra.

vegetales ahilados ó láuguidos.

Hasta ahora no se babia conocido un meclip di recto de curar los vegetales que por causas particulares se ponen lánguidos y amarillos; y como e~ sabido que las plantas en este estado no descoin ponen el ácido carbónico y no pueden formar buena savia, morían al cabo de algun tiempo completamente esquilmados. M. Gris acaba de descubrir el r0meclio para esta enfermedad, que consiste en el sulfato de hierro que devuelve á las hojas su estado rnmnal. Pero como esta pro_posicíon era nueva y de tal manera opuesta á los preceptos de la fisiología se admitió con suma reserva y aun con desconfianza, has'ta que la.esperiencia ha decidido la cuestion. El museo de París tomó á su cargo los esperimentos que_han tenido el mas completo resultado en las plantas descoloridas ó ahiladas que se sujetaron á la observacion. La mezcla que se emplea como remedio se compone ·, y así lo recomienda Mr. G1:is, de un grano de sulfato de hierro por cada¡¡: bra de agua., bastando rociar ligerament!) la p.lantu co-o. este licor, viéndosela desplegar en

breve una vegelacion frondas~ v un color verde intenso. En los árboles y e~ otros vegetales de grandes dimensiones podrán regarse las raic;es con esta disolucion, lo que producirá igual efecto que si las humectásemos con una brocha ó las sumergiésemos en el líquido. M. Gris, ausiliado de M. Laperouse miembro del comité de agricultura de Chatillon ( cote-d' or), ha hecho repelidos esperimentos en árboles frutales raquíticos, amarillos y ahilados, que por estas circunstancias no daban casi ningun fruto. Rociadas las raíces de estos vegetales, ó.con una aspersion hecha en sus hojas (pues que ambos medios surten buen efecto), tomaron estas luego un color verde fuerte y se cargaron de frutos abundantes. Los restantes árboles ahilados que no se sujetaron á este procedimiento continuaron en su estado deplorable, concluyendo por no dar fruto alguno. Este mismo remedio se ha tanteado en los trigos, en las plantas de jardineria y otras, y en to~os los casos los resultados han sido enteramonle satisfac.torios. Las planta~ re-


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gadas ó rociadas con esta mezcla al cabo de ocho días cambian ya su color, y á los ocho siguientes han tomado un verde hermoso. Estos diferentes esperimentos demuest1:an una cosa., y es que algunas sustancias minerales tienen el poder de modificar la vegetacion de ciertas plantas, Se cree que el car-

bon puede gozar tambien de esta propiedad, y segun un corresponsal de la Revista de horticultura que se publica en París, puede este carbon, pulverizado y mezclado con la tierra, avivar de una manera notable el color de ciertas plantas. Otros hechos posteriores nos diFán si esta opiniones acertada.

PREMIOS OUE OFRECE LA SOCIEDAD ECONÓMICA BARCELONESA JDJS A\it1UHJS JDISí& JI'Al.1.8 ..

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La Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del Pais, en celebridad del cumpleaños de S. l\L la Reina, se reunirá en junta pública el dia diez del próximo octubre, para adjudicar, conforme ásus estatutos, los premios siguientes: PRIMRRo.-EI título de sócio de mérito y una medalla de oro con su nombre, al autor del proyecto mas ventajoso para el fomento y mejora de la ganadería. SEGUNno.-Oetendrá el mismo premio el que presente la mejor memoria acerca dti los medios de reparar la decadencia de nuestros bosques. • TERCERo.-Se dará el mismo premio al que manifieste las ventajas que de la instruccion primaria elemental pueda reportar el pais, y especialmente los geíes de las familias obreras y dueños de establecimientos fabriles; proponiendo los medios mas conducentes que podrán adoptarse para difundirla entre las clases jornaleras, y vencer la ·indolencia en concurrir y hacer que concurran las mismas á las escuelas públicai,, así de niños como de adultos. CoARTo.-Premio igual al autor de la mejor memoria acerca de las bases sobre las cuales deba fundarse una escuela de dibujo, aplicada á todos los ramos de Industria. QmNTo.-lgual premio se dará al autor de la mejor memoria en 1a que se esprese el censo de la poblacion de una Ciudad., Villa ó Lugar de esta Prov-incia que sea de 3000

almas y comparar con dicho censo los nacimientos, defunciones, y matrimonios durante un quinquenio por lo menos, señalando las influencias diversas qu~ hayan alterado el órden creciente ó decreciente de la poblacion. SExTo.-Se adjudicará el propio premio al autor de la mejor memoria que indique las causas del decaimiento de la IndustriaMinera y de las oficinas de beneficio de los productos metalíferos en Cataluña, señalando al propio tiempo los medios mas eficaces de remover todos los obstáculos que entorpezcan su fomento. SÉPT1Mo.-Úllimamenle la Sociedad Económica concederá ocho premios de una me• dalla de plata y cuarenta reales vellon á igual número de niñas pobres discípulas de las escuelas gratúitas que están á cargo de la Junta de Damas, y que á juicio de las señoras que la componen sean mas sobresalientes en sus diferentes clases de enseñanza. Asi mismo serán destinados seis premios iguales para tres niños y tres niñas de la Casa de Caridad, y cuatro mas, dos para la Escuela de 'ciegos, y dos para la de sordomudos, y todos ellos serán adjudicados á los que fuesen designados como mas djgnos, por las respectivas juntas que dirigen. estos benéficos establecimientos. Los que aspiren á obtener cualquiera de los seis premios mencionados deberán pre sentar sus trabajos antes del dia 20 del pró-


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ximo Setiembre encabezando las memorias con un epígrafe ó lema que venga escrito igualmente en la cubierta de un oficio cerrado que contenga la firma del autor; en la inteligencia que únicamente serán abiertos los correspondientes á los trabajos premia~

dos , siendo inmediatamente quemados 1 s demás. Barcelona 23 de Abril de 18i9. El Dii·ector,-JosÉ M&Lcnon PRAT.-El Sócio-Secretcvrio,-MAGIN Soum Y ESPALTER .

CartilJag de Agricultura.-Resultados del concurso. La Gaceta de 15 de junio anterior nos ha número de órden, fecha de la presentacion traido los resultados del concurso á que se y lema de cada uoo fueron igualmente puconvocó para premiar los mejores Catecismos blicados; y luego al declararse los premios ó Cartillas de agricultura que se escribieran en 14- del citado junio eran ya i•einte y dos y presenta¡;en. las cartillas, sin que sepamos todavía, ni aun No lliéndonos, ni pudiendo sernos conoci• el lema que tuviese la que había de llevar dos aun los libros premiados, nos es impo- este último número. Y cuidado que la di recsible hablar hoy de su mérito respectivo y e ion de agricultura no olvidó anunciar, por manifestar nuestra opinion, por poca valía ampliacion á la nota que ya tenia formada. que ella tenga. Prometemos hacerlo oportu- los catecismos presentados en la no~bc del namente, y á nuestro razonado juicio pre- 30 de abril, diaen que quedó cerrarlo definifrcederá un concienzudo estudio de las cartivamente el concurso, en uya ampliacioo, llas que hemos de analizar. redactada al parecer en •I .º de mayo, aunque Sin embargo, la. simple lectura de la Ga- · despues hay alguna equivocacion involunceta del 15 de junio nos ofre~ió observacio- taria de fecha, ni u'na sola palabra se dice nes que El Cultivador debia estampar en sus de la cartilla número 29. Hacemos esta indicolumnas; para fijarlas con acierto hemos cacion con el único objeto tle fundar la conleido de nuevo la misma Gaceta, el progra- venienci:i de que en documentos oficiales ma de 1~ de diciembre de 1848 y algun otro de tamaña importancia se eviten distracciodato de que haremos mencion, y con vista nes de que pudieran sacar partid.o las im:1de todo, y cumpliendo el deber que nos he- ginaciones cabilosas por mas que luego vean, mos impuesto,_.vamos á desempeñar una obli- como nosotros lo hemos visto, que la desiggacion penosa, porque en vez de elogios han nacion de las cartillas que han obtenido pre de salir de nuestra pluma censuras .bastante ferencia se halla en armonía con la nota oficial de la 'direccion de agricultura. Tambien amargas. Hemos advertido ante todas co as, que se- en lo¡; .otros documentos que inserta la Gacegun la nota oficial publicada por la dtreccion ta de rn del 1füimo junio se encuentra otra de agricultura en 2 de mayo de esle año, leve equivocacion de fecha que pudo muy -las cartillas ó catecismos sometidos al con- bien haberse evitádo. Pasando ahora á los resultados del concurso y recibidos en la propia direccion en tiempo· hábil eran solo veinte y uno, cuyo curso, no podemos menos que copiar \a imTO 10 JI ,

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portante califlcacion que se ha hecho de la «tantas doctrinas útiles en menos espació, cartilla que ha merecido el primer premio. 1 {(ninguna puede competir con ella en pretiDice así esa calificacion: «sion y claridad, ninguna supone mas dis«Examinada particuJarmente cada una ue «cernimieuto para dar novedad á lo que ya «las cartillas presentadas, y calificado su «se sabe, y para elegir lo mas útil, tanto en «mérito respectivo , de las circunstancias {(la teoría , como en la práctica. Habla mu«mismas que las di'stinguen, de sus propieccchas veces á la imaginaGion ó á la curiosi<ldades y caracteres especiales, viene á deccdad de los niños; les dice lo que pueden «ducirse e! órden con que pueden clasificar«comprender sin esfuerzo, y les sugiere ideas «se, el lugar que á cada una corresponde, y ccluminosas, que mas tarde recordadas. da«la superioridad que tienen unas respecto de c<rán ocasion á provechosos ensayos, á prác«otras segun el programa que determina sus «ticas conocidamente ventajosas, á especu«c6ndiciones y .el objeto á que se destinan. «laciones y cálcul9s, sin los cuales ninguna «Basta compTObarlas entre sí para asegurar ccempresá agrícola se asegura ni,prospera.>> «la preferencia de las mas dignas á: la conA una calificacion tan honrosa siguió la «siJeracion del Gobierno. La eleccion y la adjudicacion del premio primero ofrecido por ,cadj udicacio-n del premio propuesto serán el programa de 11 de diciembre, y en el ac«necesariamente el resultado de este juicio t.o de la der.laracion se vió que el autor de la «comparativo. Ya se funde en la bondad y cartilla premiada lo era el señor D. Alejan«el número de . las doctrinas, ya en la madro Olivan: nombre respetable ante el cual )) ñera de exponerlas, ya en el método y la re- bajan su frente hombres sábios que gozan de «gularidad del plan, y el precio del estilo y una merecida reputacion en varios de los ra«del lenguaje, entiende la comision que la mos del saber humano. Ansiamos por mo«cartilla designada con el número q,1ince es la mentos adquirí~ la cartilla del señor Olivan, «mas perfecta y acabada, la que mas cum- y despues de bien estudiada eipitiremos, co«plidamente satisface lascoudiciones del pro- mo hemos dicho, nuestro humilde parecer. ugrama, \a mas digna del, premio propuesTocaba adjudicar-el primer accesit, y este - ((.LO. Se lo aseguran la novedad y exactitud fué declarado á favor de la cartilla cuyo aucxde las definiciones, la buena eleccion de las tor era el señor D. Julian Gonzalez de Soto. «doctrinas, la.ímportancia de los principio1-, La calificacion de esta cartilla, que cumple «el arte c0n que se ponen al alcance de los á nuestro propósito insertar, es la siguiente: «niños, sirr aparato cientí.fico, ni una emba«Mucho se acerca á esta cartilla la del urazosa nomenclatura; la oportunidad de las «número diez y ocho que por su distinguido «máximas á propósito para grabar en la me<emérito es digna del accessit. Su autor, siem(,(moria prácticas muy útiles, ó consejos no «pre juicioso y atinado como ningun otro, «menos importantes; la sencillez y conve«metódico y lógico, entendiendo las materias (,(nien,cia del método , tan oportuno como «que trata; circunspecto en su eleccioo, en«puei:le serlo; el estilo breve, flúido, corree1cseña con facHidad y muy ordenadamente; ato y sencillo; el buen sabor del lenguaje que «sabe dar interés á las ideas que manifiesta, «por su propieda.d y llaneza mas de una vez «se expresa en un estilo didáctico, acomo «recuerda el de Herrera, nunca descuidado, «dado al objeto, y su lenguaje, fuera de al ((siempre fácil, natural, acomodado al obje- «gunus leves y muy contados descuidos, eii «to, puro y castizo. A9orrecto y puro. Si hubiese procurado es· «Ha-y mas: en la manera de tratar las coc<crihir primero .para los niiros que pa:ra lo,~ «sas se ad vierte cierta.originalidad, µnaagra«hombres ya formados, si más original st:: _«d.able franqueza, un tacto para realzar las «hubiese abandonado COD' otra confianza a 11ideas mas provechosas, que difícilmente se «su propio género , si su excelente obi:a no ((se pareciese mas bien á un tratado elemen~ fencuentran en oh.ras de esta clase, y que «tal q,ue á una cartilla para la niñez , si alugrandemente recomiendan esta cartilla. ~Ninguna otra de las presentadas encierra <1gunas ligeras inexacliCudes no se traslucie-

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«sen entre sus muchos y notables aciertos, «la eleccion entre e11a y la del número quin-

«ce habria sido muy dudosa.» A la cartilla, pues, del señor Gonzalez de Soto se adjudicó el segundo premio ó primer accesit que el programa fijaba, y se estendió además el gobierno á concesiones que parecen injustas y perjudiciales al señor O!ivan como autor de la primera cartilla, y á la enseñanza de la agricullura. Cuando el programa había dicho terminantemente en las condiciones establecidas que el catecismo premiado se declararia lfbro de texto para las escuelas primarias, sin que sobre este parlicu lar se dispusiera cosa alguna en cuanto á los accesit, en la real órden de· 12 del actual se procede á una inesperada declaracion de derechos, por no decir estemporánea, en "Virtud de la cual se concede á la cartilla del señor Gonzalez el de ser obligatoria, en igualdad con la del señor Oli11an, para estudiar la agricultura en las escuelas-y establecimientos privados, ó sean los costeados por empresas particulares, quedando al arbitrio de los profesores de tales establecí mi en tos el valerse indistintamente para la enseñanza de cualquiera de las dos cartillas. Mas claro: se declaran ahora dos libros de texto cuando las condiciones del programa solo hablaban de uno; se conceden dos privilegios cuando solo uno debia existir; se hace para ello una distincion entre es~ cuelas y establecimientos públicos y escuelas y establecimientos prindos de que en el programa ni aun remotamente se hizo mérito, y este premio ó privilegio se concede sin que lo propongan los jueces del concurso, como ha debido suceder segun el mismo programa en caso de permitirlo las bases que este comprendía. Véase si de este modo se ha-perjudicado al señor Olivan en sus intereses ó derechos adquiridos bajo la garantía de condiciones á cuya observancia estaba obligado el gobierno que las estableció. Tambien perjudica á la enseñanza de la agricultura el privilegio dispensado al señor Gonzalez. El libro que ha escrito este ilustrado español se dice al calificarlo que contiene en su lenguaje algunos leves y muy contados cJescuidos; que no se ha procurado escri-

bir p1·imero para los niños que para los hombres ya f armados; que se parece mas bien á un tratado elemental que á una cartilla para la niñez; que se traslucen algunas ligeras inexaetitt1,des entre sus muchos y notables aciertos: y un libro que de este modo se califica; un lihro en el que los jueces del concurso encuentran estos defectos, porque no sabemos darles otro nombre, este libro, repetimos, se manda que ocupe el mismo lugar para la enseñanza en las- escuelas y establecimientos privados que el escrito por el señor Olivan1 el cual, segun una comision compuesta de muchas personas competentes y entendidas, y ,;egun la seccion de agricultura del Consejo real de Agricultura, industria y Comercio, es la obra mas perfecta y acabada de cuantas se han presentado al concurso, la que mas cumplidamente satisface las condiciones del programa, y la que reune la inmensa multitud de circunstancias especiales, y á propósito para el objeto á que se la destina, que enumera la caliticacion que antei. hemos copiado. Pues enfrente de esta obra tan acabada y perfecta, y en la que se hallan cuantas cualidades buenas pudieran apetecerse , se pone la otra que á su lado desmerece, como lo comprueban las calificaciones de ambas, y se quiere por el gobierno que indistintamente se eche mano de una ó de- otra á eleccion de profesores que algunos ó muchos, por diferentes motivos que omitimos apuntar, es muy posible que adopten para sus escuelas ó establecimientos el libro que no debe preferirse pl\rque hay otro mas perfecto y acabado y que está exento de leves descuidos, que tambien pone al alcance de los niños sin aparato científico ni una ·embarazosa nomenclatura las doctrinas y los principios, que no está escrito para los hombres ya formados, que no parece un tratado elemental mas bien que una cartilla para los ni.nos, y que no se trasluce en él ninguna clase de ;nexactitudes. Sentimos en el alma haber de espresarnos de este modo que nos dicta nuestra conetencia é imparcialidad, siquiera por aparecer en estos renglones el nombre res• petable del Sr. d-On Julian Gonzalez de Soto, cuya ilustracion nos es demasiado notoria: pero ante las consideraciones que interesan al


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b' er,i pl,ibliqo desaparecen las .consideraciones cion que hicie,sen esos mismos t_res autores personales, sin embargo que esperamos ver de cuyas cartillas se hace mencion honoríla cartilla del señor Gonzalez para quedar fica, al verse postergados , por haber sido ' ente¡amente convencidgsdel acjerto que hafiell)s observadore;, de las condiciones del ya pre;,idido á la calificacion que se ha hecho. prog_rama, en competencia con otro que ha Para el tercero y último premio, ó sea se...: fallado á esas mismas condicione!'? gundo accesit, no han .propuesto los jueces. Otra circunstancia hallamos, notabilísima, del concurso ningunacartill¡¡.. Dicen que cua- por cierto, y es la de la insercion en el Botro siguen en méfüo á las dos de que ya nos letín oficial del tratado de economía rural del hemos ocupado; y que ano cuando no pueden señor D. Antonio P1.qu?ras. Nosotros creeoptar al premio en competencia con estas, mtl~ que este proceder no se halla muy con1,11erecen aquyllas particular aprecio por las forme con la fey , sobre propiedad literaria buenas cualidade¡¡ que las Jistinguen, en es- de 10 de Junio de 18i7. pecial una que en su último tratado relativo El señor Piqueras , á quien no tenemos el á ccon,amía rural supera á las demas por gusto de conocer, podrá persuadirse del musus buenas doctrinas, por la claridad é jm- cho disgusto con que hemos e;5crito las preportancia de los preceptos, y por la oportu- cedeutes líneas, y deberá creer que soh aplinidad de tas aplicac'Íones. Sin -otra indicacion cables á este caso salvedades idénticas á las y 'sin mediar la propuesta que el programa que hicimos respecto al Sr. Gonzalez de Sodispone, se adjudica y declara dicho tercer to. En prueba de nuestra imparcialidad dipremio á·favor del Sr. D. Antonio Piqueras, remos que estamos decididos á que ocupe las autor 'de la cartilla que contiene este ti:atado columnas de El Cultivado1· el tratado de ecbde la economía rural, cuyo tratado se manda nomía nJ1ral que tanto se recomienda, si inserta.r en el Boletín oficial del ministerio nuestro -0scuro concepto es igual , como lo de Comercio, lnstruccion y Obras públicas. esperamos , al que de tan elevadas regiones En la adjudicayion de este pre111io se ha proc~<le, y si acaso el Sr. Aqueras, á quien olvidado enteramente el programa, que es un al efecto nos hemos dirigido, se digna autopacto obligatorio por parte del gobierno, v rizarnos para ello, porqué en otro caso se es muy fácH persuadirse de ello. El premi~ nos figura que quizá infringiríamos la ley y se concede, sin duda, por el sobresaliente méque nos es pondríamos á sufrir las penas en rito del tra!ado de economía rural, y justa- ella marcadas. mente por contener este tratado la c¡utilla no Alguna otra observacion nos b_a sugerido debió optar á los premios ofrecidos. Porc¡u·e la lectura de las actas v real órden de cali- , en verdad, ¿no fueron señaladas clara y disficacion, propuesta, deciaracion y adjudicatintamente en el programa, ó como condi- cion de premios para las cartillas de agri<¡ion del concurso; las materias que habian cultura escritas y sometidas al concurso, y de comprender los catecismos que se escri- las omitimos porque son indudablemente de bieran?¿ Y se dijo acaso ni una sola palabra menor importancia que las ya emitidas, y de economía rural? ¿O . se premia tal 'vez la' porque áun hemos traspasado ya los límites cartilla. del Syñor Piqueras porque acertq á ó esp4cio de que dispooiamos para la inser~ ocuparse en su obra de materias que pasa- cion de estas lineas. No por ello con'yluireron desapercibidas al autor del programa? mos sin manifestar nuestro profundo senti'f ~i á este se sujetaron estríét~menfe los au- miento por haber tenido que espresarnos en ores de las otras tres e.artillas que casi igualos términos que lo hemos hecho. Reconocelan en mévito a la del sefíoi: ,Piqueras, de las mos en el gobierno un celo y un deseo por cuales se manda .que se haga mencion hono- la prosperidad de nuestra agricultura que rífic~ puhlicámlose lps no_mbres de losaull'- .mas de una ve7, ·nos hemos complacido en res, préviosu consentimiento, queconeSlare- elogiar . Se busca con afan laudable un fin comendacionpued~n publicar sus obras; ¿qué grande de que pueden 1•esultar cuantiosos ht\hfa de contestarse á cualquier<\ reclama- .bienes para el país; mas n9 se acierta en los


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medios, se marcha con paso inseguro y vacilan.le, y no divisamos, como quisiéramos, un plan estenso general y bien rneditado que constando en todas sus partes del enlace necesario, vaya desarrollándose con la prontitud y oportunidad que aconsejen y permi-

REGLAMENTO DECRETO DE 7 DE 1848, !;OBRE CONSERVAClON Y MEJORA DE LOS CAMINOS VECINALES ( 1 ) .

PARA

LA EJECOCION DEL

ABRIL DE

·cAPlTULO PRI1\1ERO. CLASIFICACION DE LOS CA Ml'NOS VEGlNALES.

SECCION PRIMERA. Clasificacion general. Artículo -1 . 0 Tao pro oto como los jefes políticos reciba o este. reglamento, lo circulará o á los alcaldes de todos los pueblos de sus respectivas provio<:ia:;, paro que ejecuten la parte de él que les compele. Art. 2. 0 Los alcaldes formar{in desde luego uo itinerario circunstanciado de todos los caminos lle cualquiera e~pecie qae crucen el térm;oo d,1 sus pueblos, ooo arreglo al modelo número 4 •º A.rt. 3 .° Formado que sea el itinerario de que trata el artículo anterior, se someterá por el alcalde á la aprobacion y deliberacion del ayuotamieoto, que dará su dictámeo sobre todos los puntos indicados en las casillas números 12, 14 y 15 del citado ituierario. Art. .i,, 0 Este itinerario se tendrá de n:anifiesto uui•aole 1 o dias eo la casa de ayuntamiento, y se dará aviso eo la form11 acostumbrada de su depósito á los vecinos. Art, 5, 0 Eo estos Hí dias tendrá derecho á examina!' el itinerario todo vecino del pueblo, 6 todo ( 1 ) El decreLo quo so cita so insertó ya en ol lomo 1 •0 do El Cttltivador, púg. H";I.

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tan las circunstancias. Y nos es tanto mas sensible ejercer nuestra censura. , al ver la frecuencia con que las indicaciones de nuestro periódico se convierten en mandatos del gobierno y esto que nos anima demasiado en nuestra noble tarea.

el ql!e tenga propiedad eo su término, aunque esté domiciliado ea otro, y de hacer por esvrito todas las reclamaciones que creyere convenientes, sea á su interés privado, sea al del pueblo. Estas observaciones podrán extenderse á indicar si ea el itinerario se ha omitido alg110 camino que deba declararse vecinal, y si se han focluido otros que no deban serlo. Al't. 6. 0 Terminado el tiempo del depósito, se renoirá de nuevo el 11yuntamieoto y deliberará r.obre las proposici,mes de ioclusion ó exclusion dec-amioos, si las hubiere habido, así como sobre las demás reclamaciones y observucione.s que se hayan presentado; y en caso de que decida que debe aumentarse 6 tlisrniouirse alguna línea vecinal á las ya expresadas eo t:l estado, lo verificará dando su dictámea en iguales términos que para las otras. Art. 7. º Uoa copia del itinerHio, el dictámen de lo, ayuntamientos y lodos los documentos ea que se apoye, se remitirán al jefe político p<Jr conducto del subdtlegodo civil, donde le haya, que clara lamhiea su dictámea fundado . Art. 8. 0 Eo vista de todos estos antecedentes, procederá el jefe político á la clasifit,aoioa de los caminos bajo la denomiaacion sencilla de caminos vecina les, basta que, reunida la rlipatacioa provincial, se determine cuales hao de sP.r de primer órdeo coo arreglo á lo prbvenido en el art. 2. 0 del real decreto, de 7 de abril. Art. 9 .0 La 6rden de clasificar.ion dada por el jefe político marcará la anchura de los caminos de ... clarados vecinales dentro del máximum de 4 8 piés 1 de fi 1me, oo comprendidos eo ellos las cunetas, pretiles, paseos, muros de sosten, taludes y demás obras necesarias que sea preciso establecer fuera de la v ia. cuyas dimensiones se fijarán tambien por el jefe po-


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l!tico segun Ías circunstancias. Esta órden se remitirá al alcalde del pueblo respectivo para que quede unida al itinerario generáÍ d~ los caminos vecinales. Lmigo gue el alcalde la rec:ba la publicará por ' carlele·s que se fijarán en los 1itios de coslumt-re,_y desde este -momeo to los caminos •clasificados será o legalmente reconocido~ como vecinales para todos · tos efectos del decreto citado. Art. 4 O. Para el cumplimiento de todas las formalidades prescritas eo los artículos precedentes, fijarán los jefes políticos un término prudencial, deotrq_ del cual deben cumplir los alcaldes coo lo que les e$tá prevenido. Art. 4 ~. Luego que- los jefes políticos hayan hecho la clasificacioo expresada, l'emitirán á la direccion de Obras públicas un itioer¡¡rio de los caminos clasificados en sus provincias. Este itinerario puede dividirse para mayor claridad por partidos judic_iales, y debe comprender: · 4 .º Los caminos clasificados. 2. 0 La anchura que se haya fijado á cada uno. 3, 0 El número de leguas que cada cual r,ompr<Jnda, 4-. 0 -El 'punto adonde conduzca y de donde parta_, así corno los que atraviese. !í. 0 Una noticia del estado de conservacion en que se encuentre. 6. 0 El grado interés general que tenga. 7. 0 Un presupu1Jsto aproximado de _la cantidad que seria rrecesario invertir para poner en estado transitable para carruajes cada uncf de estos caminos. SECClON SEGUNDA.

Clasificacion de los caminos vecinales de primer órden. Art. 4 2. El jefe político propondrá á la diputacion provincial los caminos que .deban declararse de primer órJen, á cuyo efecto le facilitará todos los aoteced~ntes que debe tener reunidos sobre la importancia de dichos caminos para que pueda juzcon conocimiento. ' La diputacion acordará lo que tenga por conveniente eó vista de los documentos exhibidos, y si este acuerdo fuere aprobado pdr el jefe político, serán desde luego reconocidos como caminos de primer órden los desigoadús; saivo siempre el derecho que tienen los pueblos á quienes interesen de recurrir al Gobierno eo los términos legales. Al mismo tiempo que·se cla~ifiquen por la diputacioo los caminos de primer órden, se marcarán los ,pueblos que del.Jan concurrir á los gastos que oca·iooe cada· uno.

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Art. ~ 3. Tan pronto como uo camino vecinal haya sido declarado de primer órden,, remiti,rán los alcaldes de los poHblos, cnyos términos cruce, uoa noticia descriptiva de la anchura que tenga en todas ' sus parti;s dicho camino. Art. 4 fL El trabajo prescrito en el artículo precedente, estara dividido eo· tantas secciunes cuantos sean los pueblos cuyo término atraviese el r.amioo. Cada una de estas secciones se depositará durante 15 días en la casa de ayuntamiento del pueblo á quien coúcieroa: los propietarios á quienes interese podrán tomar conocimiPnto de ella, y hacer las reclamaciones que tengan á bien. El ayuntamiento deliberará despues, la oto sobre estas reclamaciones como sobre el informe del alcalde, y todos estos documentos se remitirán en seguida al jefe político, para que en vista de ellos determine la anchura que debe tene_r el camino. Art. 4 5. Siempre que uno 6 varios pueblos crean conveniente promover, sea la abe'rtura de un camino vecinal de primer órden, sea la clasificacioo como tal qe uno ya existente, se hará la demanda a 1 jefe político á consecuencia de uoa deliberacion de los ayuntamientos, los cuales deberán indicar la naturaleza y la cantidad de los. recursos que piensan afectará los gastos que con este motivo se ocasionen, y votar desde luego estos recurs0s, Art. ~ 6. Las demandas de la misma especie hechas por particulares DO se admitirán sino cuando contengan la oferta <le concurrir á los gastos, y una garantía conveniente de la realiza<:ion de este concurso. Art. -l 'i. Si estas demandas parecen fundadas al jefe político, podrá declarar de primer órden el camino que las haya promovido, oyendo aotesal ingeniero de la provincia y á la diputacioo provincial. Art . ~ 8. Si la linea que se trata de erigir en camino de primer órden no existiere y fuere necesario abrirla de nuevo, se procederá con sujecion á lo prevenido en el capítulo x de este reglamento. .Art. 4 9. Las sumas que se recauden á consecuencia de oírecimieotos de concurso voluntario de parte de pueblos ó particulares, no podrán emplearse nunca sino en los caminos para que hayan sido ofrecidas. Art. '20. Cuando por su importancia y utilidad para las relaciones agrLcolas y comerciales del pais, crea el jefe político que uo camiefo de segundo órden ya existente debe pasar á la categoría de primero, oirá á los ayuntamientos y el dictám~n del ingenie- . ro de la provincia, y de acuerdo con la diputacion provincial, podrá declarar lo conveniente sio necesidad de que preceda peticion de parte io te resada. Con iguales formalidades podrá trasladar un camino de primer .órden á segundo, siempre que Ju J


167 c ircunstancias lo requieran. Art. 2~. Clasificado,que sea un camino con sujecion á lo prevenido en los artículos aoteriores, se remitirá la órdeo de clasificacion á los alcaldes de ' los pueblos por doode pase, los cuales la harán publi Gar eo la forma de costumbre, y desde este momento será el camino reconocido legalmeota y aLierto el tráosito. Todo obstáculo puesto á la circulacioo por fosos, paredes 6 de cualquier otro modo, se con: siderará como usurpacioo del terreno del camino: el alcalde prpveerá lo conveniente para restablecer el libre tránsito, y la contraveocioo s'erá castigada con arreglo á lo establecido en el ca pl.tulo x1 de este reglamento.

CAPITULO II. DISPOSICIONES RELATlVAS A LA APRECl~ClON DE LAS NECESIDADES DE LOS CAMINO$ VECINAI.l,S.

SECCION PRIMERA.

geoieros de la provincia, de los arquitectos 6 de cualesquiera otras personas facultativas, barán reconocer al principio de cada año los caminos vecinales de primer órdeo de sus provincias, y mandarán que stl formen, respecto á estos, estados iguales 'á los expresados en el art. 22, que se remitirán tambien á los alcaldes á quienes conciernan, para que los ten • gao presentes los ayuntamientos al votar los recur- ' sos oecesários. Art, 26. Igualmente fijará eLjefe político, oyendo á los ayuntamientos y de acuerdo con el consejo provincial, el precio de las diversas especies de jornales que hao de servir de ti po para la conversion de las prestaciones personales en dinero, y hará circular á los alcaldes una noticia de estos precios antes del dia '~ , 0 de abril de cada año.

CAPlTULO lll. SECCION PRIMERA.

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Creacion de recursos. Apreciacion de las necesidades de los caminos de segundo órden. Art. 22. Desde 4. º de enero á ~. º de abril de cada año harán los alcaldes la visita de los CDO'.\inos vecinoles de segundo órdeo de su territorio res~ectivo, y formarán un estado sumario del dinero, materiale~, carros y mano de obra necesarios para los trabajos que ha-yan de hacerse en estos caminos al año siguiente. En estos estad/Js se indicarán los puntos donde deberán extraerse los materiales, las partes del carr.ino cuyo ensanche parezca necesario, y las obras de fábrica que hayan de construirse. En esta visita se harán acompañar los alcaltles ó sus delegados por los encargados de dirigir las obras donde los hubiere. Art. 23. Los estados s11marios de que habla e1 artículo anterior se dirigirán por los alcaldes á los jefes civiles donde los haya, y en su defecto al jefe político á medida que sean redactados, de modo que los últimos estén en poder de la autoridad correspondiente el dia ~ O de abril lo mas tarde. Art. 2,1,. Estos documentos serán inmediatamente e~aminados por los jefes civil~s y por los jefes políticos, que harán en ellos las variaciones que crean convenientes, y los devolveran en seguida á los alcaldes para que sirvan de base al voto de los ay~utamien\os. SECCION SEGU!IIDA.

Apreciacion de las necesidades de los caminos de JJTimer órden. A.rt . 't!S . Los jefes polílicos, valiéndos~ de los ia -

Art. 27 , En las primeras sesiones del mes de mayo de cada año manifestará el alcalde al ayuntamiento los estados de que tratan los artículos precedentes. El ayuntamiento, en uoioo de los mayo. res contribuyentes, segun se previene en el art. 6. 0 del real decreto, delib erará en vista de estos documentos, y det.:rminara los caminos que deben construirse 6 repararse, votalldo al mismo tiempo los recursos que haynn de destinarse a este objeto. En el caso de que el pueblo hl'ya sido declarado por la diputacion provincial interesado en la construccion 6 cooservacioa de uno 6 varios caminos de primer órdea, votará lambien el ayuntamiento la parte con que quiere contribuir a este servido. Estos votos de los ayuntamientos son obligatorios desde el momento que obtengan la aprobacioo del Gobierno 6 del jefe político en su <.'.aso. Art. 28. Si bastaren los ingresos municipales para cubrir en todo 6 en parle las necesidades de los caminos vecioalt:s, el ayuntamiento, sin asociarse los cootribt1yeates de que habla el artículo a~terior, afec tara a eU-as la parte de estos sobrantes que no reclamen otros servicios mas urgtiotes. Art. 29. Si no pudiere dedicarse ninguna porcioo de los ingresos municipales al servicio de los caminos, Ó, si la porcioo que se dedicare no basta para las necesidades de est~ servicio, examinara el ;iyuotamieoto, en unioo de los mayores contribuyentes, el modo dA proveer a 1::llas, y votara, si lo cree rnnveoieote, cualr¡uiePa de los otros arbitrios designados en el real decreto.

(Se comim1ardJ .


..EMPLEO DE LAS RAIOES DE LA ALFALFA PARA LA FABRICACION DE PAPEL.

' ha presentado á la socie1\l. de Maurüe

disolucion por algun tiempo los tubérculos que se hayan de plantar. Dice el mismú naturalista, que en defecto 'del agua de mar podremos serv irnos de la sal comun, disolviendo unas dos libras de ella en cinco arrobas de agua apFoximadamente, dej(l.ndolas permanecer algunas boras, 2t por lo comun, y sembrarlas en seguida.,

dad central de agricultura de París dos muestras de rajoes de alfalfa, y ha anunciado que, los filamentos que contienen dichas raices pueden considerarse como pro:pias para la fabrícaoion del papel : es necesario observar que esta hebra no ha podido C1rnADA NUEVA. obtenerse ~too por medio de nn m'lzo, y que Se remitió poco há de las Indias orientapreparánd9la con cilindros á propósito ó les al jardin reai de Ken, muestras de una construidos al intento, las raíces serían cebada desnuda que parece ser una especie mucho mas útiles para la fabricacion. Pa- nueva é interesante. La particularidad que rece que cuando la planta tenga de siete á la distingue consiste en que el zurren se Qcho años de edad es cuando se empleará separa del grano en la trilla lo mismó que el trigo_ Se le ha dado el nombre de cebada mas oportunamente la raiz. del Tibet, y se dice que es muy estimada en M. Pommier, tomando en , consideracion toda la parte septentrional de l:;i India ; y l:.i. proposícion de M. 1\laurüe, lo ha consul, tado con un fabricante de papel, á, quien ha aunque es desconocida en los paises inteparecido que .tales raices pueden emplearse Tiores, está muy cultivada en todas las partes altas por los naturales que saben aprebien al objeto que se ha indicado, reservanciar su rusticidad como las cosechas segudo, sin embargo, su formal dictámen para ras y abundantes que suministra. Los tárcuan.do haya hecho los esperimentos necesarios, El resultado dependerá <!le si la raiz . taros la ,estiman 1anto, que se mantienen casi esclusivamente de _ella. Algunos pade alfalfa es -ó no abundante en silice, porque esta sustancia sería uu obstáculo gran- quetes de esta semilla se han dirjgido tamd~ para la' fabricacion 'Y ocasionaría un au- bien á la Sociedad real de agricultura de mento de gas!os que disminuiria mochó el Inglaterra, y es presumible no se tardará en tener detalltis sobre su cultivo, sobre todo valor. de fas pri¡neras mat~rias. en los paises montañosos en donde parece , De los varios esperimentos practicados prospera mejor este cereal. últimamente por químicos diferentes resulta, que la raiz de la alfalfa 'podrá utilizarse Gu1SANTE Bmr'Isn QaEEN, para la fabricacion dP. papel de una calidad British Queert, repibido de InEl guisante inferior, porque la naturaleza de las fibras de glaterra· introélucido en Francia hace alé semejante raiz no permite da,r hebra fina ni _gunos años, es una raza perfeccionada del elaborar de ella pap~l de superior calidad. guisante de Knight: sus hojas y tallos son mas.vigorosos que los de este último y de un MODO DE PRESERVAR LA _PATA TA DE LA ENFlm.!. verde subido; las vainas son hermosas y larMEl)AD ACTUAL. ' Un naturalista francés ha publicado una gas, y contienen ordinariamente de 8 á 9 carta ei;i la que afirma los buenos resulta- granos cada una. Esta variedad preciosa se dos que h~ obtenido del m,e.dio que emplea eleva hasta 4- pies en las tierras ligeras, y para preservar la patata de la enfermedad mucho mas en las de naturaleza fuerte: su actual. Este método consiste en hacer digrano es grueso y sumamente sabroso. En solver dentro de una cantidad de agua de· suma: es muy buena adquisicioo para las ., mar una porcion de cal, y mantener en esta huertas.


MEDIOS MECÁNICOS PARA REEMPLAZAR EL E1'1RIA11IIE1'1TO DEL UÁÑillllO.

Ya dijimos en otro lugar que se habían propuesto medios químicos y mecánicos que sustituyesen la accion len.la del agua sobre la corteza del cáñamo, para poder separar la hebra de la parle leñosa de la planta. En el núm. 4 del 2. 0 tomo, pág. 84, hemos visto los agentes químicos que podrían emplearse para lograr el objeto , y ahora describiremos los procedimientos mecánicos que en el año de 1818 propuso M. Crislian, director del conservatorio de arles y oficios de París. M. Cristiaa, al dar i.t luz las ideas que babia concebido acerca de los medios de reemplazar el enriamiento del cáñamo, construyó una máquina ingeniosa por medio de la cual pudiera separarse la parte filamentosa de la .corteza del tallo sin necesidad de que el cáñamo se hubiere puesto antes en maceracion; pero á pesar de las esperanzas qu~ entonces hizo concebir este inventor, no se ha tardado en conocer que este método es poco ventajoso, y puede decirse insuficiente, para completar la operacion . Para convencernos de que hasta ahora no se ha encontrado ningun medio mecánico que pueda suplir la accion disolvente del enriamiento, oigamos lo que di·ce el collde Gallesi, -autor de una escelen te memoria italiana, que trata de la maceracion de los cáñamos y linos: «La maceracion, dice, es una operacion indispensable para obtener de la planta del cáñamo un tejido útil para la fabricacion de las telas. Algunos creen que puede prescindirse de semejante operacion cuando se tratare de construí r cuerdas: y aun cuando en tal caso la cuestion fuera admisible, no pue. de serlo ciertamente en cuanto á la elahoracion de la,s telas. 15 DE JULIO DE 184-9.

<cLa corteza del cáñamo es la parte que SU· ministra la hebra ; está compuesta de un gran número de fibras longitudinales sobrepuestas las unas á las otras , y unidas no solamente por la fuerza de adhesion propia del tejido vegetal, sino tambien por una especie de sustancia gomos~ que forma la union con la parte del leño. ccNingun mecanismo podrá jamás destruir, por ejemplo, la película ó el líber del hilo, ni meaos todavía la parte leñosa que abunda igualmente en materias resino-fibrosas. He ensayado muchos de ·1os medios propuestos, y he conocido que el cáñamo no macerado contiene: 1. 0 uua ligniaa muy floja que no se rompe con la facilidad que sucede en el cáñamo que ha sido enriado, y que por consecuencia es mas difícil de despoj ar su tejido; 2. 0 una película entre la corteza y el leño mas densa y mas íntimamente unida á la parte leñosa. El cáñamo se rompe duranle la preparacion , resiste á la accion de los rastrillos ó peines con que se limpia la hebra, y no adquiere nunca el hilo suavidad y finura. «La maceracion es el único procedimiento que puede disofver esta sustancia, que puede descomponerla, y que puede dar al lej ido esa flexibilidad, ese brillo y esa disposicion á subdivirse hasta el estremv posible, segun la naturaleza sus fibras. Parece que esta operacion obra de dos m~neras : pnr fermentacion y por solucion. Por medio de la primera la sustancia gomo-resiuosa se descompone y pierde su tenacidad, y por la segunda queda disuelta en el agua y se . . pierde. . «Los •procedimienlos químicos son los únicos medios qi.rn nos permiten sacar del cálo. ·roMo n.


- noñamo n() macerado un tejido suave y fino, asi como no porlemos esperar de los cáñamos naturalmente ásperos y gruesos, que se emplean comunmeote para cuerdas, una hebra fio·a y susceptible de servir para la fabricacion de telas . Pero es preciso advertir que · dichos procedimientos no producen este resultado sino cuando equivalen á la maceracioo que suplen. «Las sustancias gomosas que quedan en la heb·ra preparada por las diferentes máquinas que se han inventado se disuelven en estos aparatos, y entonces el cáñamo tendrá que esperimeotar los mismos efectos que hubiera esperimeotado por Já maceracioo antes de agramado: la sola diferencia que hay en estos dos c~so.; c0nsisle en una pérdida grande que debe sobrevenir cuando empleemos el segundo medio , porque en todas las operaciones que se practican en un cáñamo no macerado todavía debe perJersn necesariamente una porcion de la hebra , atendida la dificultad que hay de dividirla y de separar de esta misma hebra por un medio mecánico las sus'.ancias estrañas que le van unidas. ((Bastan estas consideraciones generales para decidir la última cueslion relativa á la máquina de M. Cristian. Si á esta se lajuz,ta como una simple ioveocion destinada á reemplazar la agramadera para el cáñamo sometido á la maceracion, reconozco desde luego su utilidad y creo que puede emplearse con ventaja; pero si se pretende que esta maquina supla la maceracion misma, haré observar que no siendo mas que un agente mecánico , este no puede producir nunca los efectos de los agentes químicos, y que por consiguiente no hará otra cosa mas que deteriorar la hebra y hacer que sea notable la pérdida del hilo, al propio tiempo que la hebra que resulte tendrá la poGa suavidad y la aspereza que caracterizan á los cáñamos que no se hao macerado. ,((He hecho repetidos esperimenlos con una máquina que he podido adquirir, y siempre he obtenido ígual resultado. Estos mismos esperimentos los he puesto en práctica en Bólonia con la famosa máquina .que hay en el jardín agrícola de la universidad, en com-

pañia y auxiliado de los conocimientos de 1\1. Contri, entonces director del propio jardín, y debo decir en honor de la verd'ad que cada, vez me he convencido mas y mas de las pocas ventajas que tiene su uso. ((Lo primero, ó lo mas principal, es que esta máquina sirve únicamente para un cáñamo de mediano grosor : no podemos valer¿os de ella mas que para el cáñamo que se destine á la construccion de cuerdas, á causa de la doracion y de la resistencia que ofrece. El cáñamo fino y delgado cede muy fácilmente á su accion y se rompe entre los cilindros por donde se Je hace pasar; pero conserva toda su sustancia sin que la hebra abandone durante la operacion la mas pequeña parle leñosa. Hecho el esperi mento en un manojo de cáñamo ó tallos que eran enteramente leñosos antes de la operacion, los vemos luego convertidos en una hilaza flexible unida todavía por muchas partes al leño de la caña, y cuya hebra se rompe y magulla cuando la sujetam0s al rastrillo ó peinador. «Es tal vez posible que la máquina de Cristiao sea útil para el cáñamo macerado ya : sin embargo. _observo que si la empleamos como agra10adera roro pe la.cañamiza en diferentes porciones y la desnuda de sus bebrns; y no solamente hace, en virtud de la reaccion de los golpes ó contusiones, r¡ue se separe gran cantidad de fibras, sino que vemos caerse mucha parte de las materias gomosas que hay entre estas mismas li ebras y que se mantienen en forma de cristalizaeion. La máquina, al contrario, obra so lamente por presion, y por ello no puede producir reaccion alguna capaz de serarar las partes que comprime: no hace mas que d0blar las cañas sin romperlas, y la parle fibrosa que forma el tejido jamás se separa enteramente de la parte leñosa y de la sustancia gomosa que las unía entre sí.» De estas reilexiones que sabiamente emite el conde Gallesi pueden deducirse las pocas ventajas que podrá tener esta máquina para suplir el enriamiento del cáñamo; máquina que solamente podrá emplearse con utilidad para las operaciones que el lino y el cáñamo exigen des pues del enriamiento. ·


Damos· el nombre de aprisco ó redil á una la capacidad d·ebe ser proporcionada al núcerca descubierta en que se encierra el gamero de bestias que haya de encerrarse, á nado por un tiempo ó en nna época determi- su talla y especie, á la abundancia de alimennada, cuya cerca se vá colocando sucesivato de que puecian hacer uso, á la estacion del meute en todos los puntos del campo á fin año, y por último adecuada á la naturaleza de fertilizarlo por medio de los escrementos del suelo que se aprisque. del ganado mismo. Este método de abonar Por lo que hace al número de bestias que la tierra es mny antiguo y uno de los mas se han de mantener encerradas en el redil, útiles, no solamente por la buena distribu- debe no olvidarse que cuanto mayor sea dicion que se dá á las materias fertilizantes, sicho número tanto mas dilatada debe ser la no tambien por la eco·nomía que encierra. estension del aprisco, cuidando siempre de Esta práctica importante, cuyo origen es que las bestias no se hallen demasiado apredif'ícil conocer, no ·se baila establecida toda- tadas, aunque tampoco con un desahogo esvía en muchos países donde los adelantos de , cesivo. La estension del redil ha de ser tamla agricultura conlribn yen á que se la tenga bien diferente segun el volúmen ó la talla de en aprecio, por lo que han creído algunos las bestias, pues se vé que mientras Gien carque es poco provechosa, especial111enle para neros comunes viven con holgura en un aprisel ganado lanar. Antes de ocuparnos de las co, no estarán en él con comodidad noventa ventajas é inconvenientes del aprisco, tratade los de talla grande. remos primero, aunque brevemente, de la La especie y hasta la diferencia del sexo estension que debe dársele y de los r.uidados contribu yen áestabfecer igualmente diferenque el pastor ha de prestar, de los trabajos que cias para la formacion del redil, y por ello han de suceder á esta operacion rwral, de las se observa que las ovejas apriscan mejor el tierras y cultivos en que conviene usarla, de terreno que los carneros, atendido que aque-· de la época mas á propósito para emplearla, !las orinan con mas frecuencia y que sus esy finalmente de las bestias qtM es mas útil encrementos son menos duros ó seco.$. Algunos cerrar en el redil. agrónomos creen que esta diferencia es de Tocaremos lodos estos puntos por su órden. un veinte y seis p°lo ; y siendo esto así, conEstension que debe darse al aprisco y cui- viene que la cerca del redil tenga mayor dados que este emige por parte del pastor.- estension que la que dariamos á un aprisco Elegido ó determinado el punto donde ha de que se destinase para los carneros ú otros c_onstruirse el aprisco, el pastor ha de medir animales que no ofreciesen estas ci rcunstancon el paso el terreno en que deba situarse cias favorables. Los pastores no desconocen el redil, sirviendo de regla general que cada esta diferencia que existe entre las ovejas y enrejado ha de ocupar tres pasos. Los aldea- los carneros, porque observan que las prinos suelen estar tan seguros de este modo de meras comen mas, y que su estómago, asi como las restantes partes del vientre, tienen medir que rara vez se engañan aunque el terreno que se mida sea de bastante esten- mayor capacidad que las de las restantes reses de lana. sion. Semejante diferencia entre dos sexos de La circunferencia que tenga el aprisco no ha de ser, sin embargo, una misma, porque una misma especie, que sé debe á la consti-


tucion física de uno y olrn animal, requiere una atencion esmerada por parte del pas lor en cuanto á la capacidad que deberá darse al aprisco, á su d uracion en un mismo terreno, y al modo parlicnlar -de bacer salir las bestias del redil para conducirlas á los pastos. Acerca de este último punto se nota que ·las ovejas obran de vientre y orinan desde el momento en que el pastor las bace levantar del punto en que están becbadas, al paso que los carneros tardan un buen rato en prodocir estas evacuaciones, y de aquí se deducirá que los carneros no deben salir del aprisco tan luego como se levanten si queremos que sus escrementos se aprovechen en el redil. E·n los tiempós de primavera, como que las yer.bas son mas abundantes y todos los pastos mas jugosos, las bestias producen mayo r cantidad de abonos, y por ello bastará enlences para apriscar un terreno un número de animales que en la eslacion del invierno no bubiera sido suficiente. La naturaleza y circunstancias particulares del suelo que se intente apriscar contribuyen tambien á la mayor ó menor estension que deba darse al redil, estableciéndose como principio que los terrenos de naturaleza fértil y que hayan estado descansando por atgun tiempo deben ser menos apriscados qué los terrenos esquilmados ó qué estén continuamente en cultivo. Muchos agrónomos juzgan, en vista de los varios esperimentos practicados respecto á la importanc,ia que tiene el redil _para el abono de los campos, que basta que la oveja se eche para que la tierra en que toca aumente la fertilidad sin que sea necesario la accion de sus escrementos, y esto dependerá ciertamente de la especie de grasa que sale de la piel del animal. Paia que el redil reuna todas las circunstancias que corresponden á un buen apriscamiento, debe estar dividido en dos partes iguales á fin· de que de la una pueda pasar el ganado á la otra á las horas de la nocbe en que convenga hacer este cambio, porque en otro caso no será: ventajoso para las tierras la operacion de que hablamos, ni las reses disfrutarán de la comodidad que deben tener.

El pastor ha de encerrar los ganados en el redil luego de haberse puesto el sol si el pais es muy húmedo y algo frio, con objeto de que las reses puedan calentar la tierra con su propio cuerpo, antes de que empiece el relente de la noche; pero en los veranos muy secos y en los casos en que el terreno sea estremadamente árido será mejor que no se encir.rren_las ovejas basta despues de anochecido, porque durante este tiempo es cuando comen con mas utilidad ó provecho. Ya hemos dicho que el aprisco ha de estar formado de dos porciones iguales para que las bestias pasen de una parte á otra, y convendrá que esta mudanza se haga á media noche, ó desµues si el ganado se ba encerrado muy tarde. La regla mas segura para la permanencia del rebaño en el aprisco será la de que eslé igual tiempo en cada una de las dos parles de que el redil se componga, porque fijar el plazo de cinco horas, como algunos aconsejan, es poco oportuuo en una estacionen que las nochrs son corta;; y en que las bestias se acuestan tarde y madrugan mucho para ir á los pastos. Importa que los enrejados que compongan el redil y que se sostienen por medio de puntales á manera de horca se cierren por la parle de afuera, á lin de que el ganado no los separe de sus sitios y no los haga caer, lo cual pudiera producir que los enrrjados se viniesen al suelo y qne las bestias se escapasen del aprisco. El instinto particulár de las ovejas en frotarse con los cuerpos que tienen cerca hace que ni esta precaucion baste muchas veces, de tal manera que el pastor se vé obligado á levantarse durante la noche para afianzar de nuevo dichos puntales que las ovejas han mas ó menos dislocado con sus movimientos, principalmente al pasar de una á otra division del redil. Como este h~ de cambiarse con frecuencia no solamente de uno á otro punto de un mismo campo srno tambien de un campo á otro diferente, conviene mucho que los enrejados del aprisco no pesen mucho para que pueda manejarlos el pastor por sí solo, El peso comun de estos enrejados debe ser el de 15 á 20 libras cada uno, siendo el modo mas fácil de trasladarlos el conducirlos á la "'


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espalda· metiendo el brazo dentro de uno de los travesaños . Por lo comun se llevan dos enrejados á la vez, uno á cada lado de la espalda, y las horcas ó puntales en la mano. Omitimos describir el modo de formar el redil porque es coi;a muy sencilla ~• que está al alcance de todos los pastores. En los paises donde los lobos abunden será provechoso á veces formar una doble hilera de enrejad·os para colocar los perros entre la primera y la segunda á fin de que no sean cojidos de improviso, y al objeto tambien de que la primera línea de enrejado defieada asimismo al ganado, y de este modo tendrá el pa~tor tiempo de ahuyentar los lobos por cualquiera de los medios de que pueda disponer. El aprisco debe colocarse de levante á poniente siempre que sea posible, principalmente los que sirven para encerrar el ganado durante el dia, porque de esta manera el sol no incomoda tanto la cabeza de las bestias. En el redil de noche será casi indiferente esta precaucion, menos en el caso que se deje permanecer el ganado hasta que el sol estésa alto, por la razon que hemos nspuesto. El apriscamiento ten<lrá especialmente lugar en la última temporada de la primavera, durante el verano y en los primeros dias del otoño. En invierno se usará solo en los terrenos secos y en los días serenos, con tal que el frío no sea e cesivo. En esta estacion el aprisco se formará de un solo departamento, porque abundando poco los pastos no basta ni una noche para abonar el terreno que ocupe el redil. Por ello es preferible que durante el invierno las reses duerman en los corrales para aumentar la cantidad de éstiércol que luego se distribuye por los campos. Otra razon hay además para no apriscar las ovejas en el invierno, y es que sintiendo mucho la impresion del frio se amontonan en determinadas puntos reuniéndose en pelotones para calentarse unas con otras, y á esto se sigue el que se abone el terreno con mucha desigualdad. Pero si por cualquiera circunstancia apriscamos mientras dure el tiempo del frío, convendrá que el redil sea mas reducido que en verano para que

las bestias estén mas aproximadas unas á otras. Cuanto mas numeroso sea el rebaño tanto mas útil será el apriscamiento, y al contrario si las reses son en corto número, pequE>ñas y abundan poco los alimentos. Es oportuno que el pastor cuente las ovejas al momento de entrar en el redil para ver si se ha estraviado alguna, y en este caso la buscará tan luego como el ganado esté segur.o en el aprisco, El propietario procurará qae el past()r le dé cuenta de las ovejas qae falten, obligándole á que presente la piel si ha perecido la res por_algun percance, ó haciéndosela pagar si fué por descuido . Cuando el pastor es antiguo en la casa y es conocido su celo y su probidad no tendrán lugar estas prevenciones que solamente sirven cuando se dude de la buena fé y del cuidado del que custodia los ganados. El pastor necesita estar con mucha vigilancia durante las horas que las ovejas permanezcan en el · redil, ya para evitar toda sorpresa de los lobos, ó bien para salvar el ganado de las lluvias y de la tempestad que á veces se esperimentan en las noches de verano. Debe tambien el pastor despertarse con puntualidad á la hora que acostumbre cambiar el ganado de una a otra parte del aprisco, y esto se logra con el hábito, como sucede con los marineros que deben acudir al cuarto de vigilancia que les impone el servicio. Ha de hacerse el pastor á conocer las horas por las estrellas, y en las noches oscuras puede conseguirlo por medio de una señal cualquiera que la costumbre le enseñará. Si el lobo se aproxima al redil, lo que se conoce por los ladridos del perro, l;is reses se espantan, se amontonan, y el desórden se introduce en el rebaño. En este caso el pastor debe salir de su cabaña, animar á las ovejas con su voz, y disparar la escopeta si conviene para que las reses comprendan que las proteje con su vigilancia. Estas 6 semejantes precauciones deberán tomarse en los momentos de grandes truenos y de fuertes relámpagos que tambien espantan mucho á las bestias. En algunos países los lobos son muy temibles y obligan a veces al pa"tor á una vi-


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gilancia insoportable. Para defender el aprisSi no cubrimos desde J.uego las materias co de estes animales dañinos, un industrioso que han producido las bestias durante el cultivador aconseja una traza de que ,hace apriscamiento se pierden las sustancias feruna mencion particular el sabio 'Tessier, la tilizantes que contienen,~, entonces unaoperacion que es sumamente provechosa por el que parece ha de de tener buen resultado. Se coloca al estremo de un palo largo una método particular con que se distribuyen linterna de hoja de lata de diez pulgadas de los abonos, viene á ser insignificante por las alto sobre seis de ancho, dentro de la cual pocas precauciones que se han tomado habrá una lamparilla:· los vidrios que cierTierras y ciiltivos en que principalmente ren esta linterna deben ser de colores dife- convi'eneusar eli·edil.-En algÜnos países se rentes, como amarillos, verdes, azules etc. apriscan con buen resu\tado los prados naSe enciende la lamparilla luego que el ga- turales y artificiales, escogiendo los tiempos nado ha entrado en el redil , y por pequeña secos y cu-ando las yerba" se han segado ó que ella sea basta para dar la suficiente cla- a paceDtado para no esponer las bestias á los ridad en el aprisco á fin de cambiarlas reses dañ()s que causa la humed-ad. En los prados de una á otra parle, y el color áe los vidrios naturales el apriscamiento debe tener lugar, -es bastante para ahuyentar los lobos del con preferencia, luego de segado el retoño, redil. El aceite que consume una linter- que será en el mes de-octubre, porque enna bie_n construida es tan insignificante, que tonces el tiempo no suele ser todavía demaporJos esperimenlos hechos en las inmedia- siado frío. ciones de París, donde esto se practica, se Hay agrónomos que aconsejan, y la prácvé que no pasa de doce. maravedises el acei- tica confirma el favorable éxito, apriscar las reses en los campos de trigo á principios de te que se s?;asta ca(i]a noche. La tempestad á veces amenaza con tal vio- la prima.vera, en cuya época, al paso que sé lencia que el pastor se vé obligado á condu- · abpna el terreno, las ovejas apacentan las cir los ganados á la granja ó á alojarlos en plantas de trigo que de otro modo tomarian un escesivo desarrollo. Mas por útil_que sea las pendientes de las montañas inmediatas, principalmente si el redil está colocado en este método, y por mucho que lo hayan relas llanuras ó en hondonadas donde se ha- comendado cultivadores distinguidos , es ·cen temibles las avenidas de los riachuelos precis.o DO emplearlo sino en los terrenos sencillos y arenosos donde no haya de tey de las riberas. merse la dureza y compatibilidad del suelo. Operaciones que deben seguir al apriscamiento. - Luego que el terreno se ha apris- En los duros y arcillosos -esta- práctica DO cado, conviene que se remueva por medio de será .provechosa, porque aumentaria la duuna labor tanto mas honíla: cuanto mayor reza de la tierra en un punto donde ya es desea la profundidad· á que hayan de marchar . masiada.las raíces de las _plantas que se intente cultiEl uso del apriscamiento es en estremo var. Basiará una sola reja si el suelo es sua- conveniente, y n·o nos escederemos en nada ve y poroso; pero en los apretados y arcillo- si decimos que el redil es para abonar las sos y que se aterronan fácilmente es preciso tierras el método mai-; ventajoso de cuantos dar dos labores, si. queremos que la .tierra se conocen . hasta el día. Se observa que las tenga la debida porosidad y que los abonos cosechas de trigo que se suceden al apriscaque hubiese depositado él ganado se cubra·n miento son abundantes y los granos de esy repartan debidamente. celente calidad. La accion del redil produce Es ta1nbien muy útil dar una reja al ter- sus -efectos por dos años seguidos en el terreno antes de apriscarlo, porque de esta reno en que se emplea, notándose un aumenmanera se_aprovechan mejor los escremen- to sensible -en lo~ productos que - presenta. tos de los animales, e·specialmente 1·os orines A pesar de esto convendria a-priscar .cada que se introducen con prontitud por el inte- año todas las tierras de labranza para lamarior de la tierra . . yor abundancia de las cosechas, si aca¡;o el


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numero de ganados permiLiese esta operacion interesante. El aprisco ha de preferirse para los campos distantes de la casa del labrador porque ahorra los gastos de transporte que ocasiona la conduccion del estiércol, así como será tambien mas útil emplear lo en los terrenos de mucha pendiente que no son accesibles á las carretas ni á las bestias de c;1_rga. E pocas en que ·conviene apriscar. -Las épocas en que convenga apriscar los ganados serán distintas segun que se tenga por objeto abonar simpleCMnte el terreno ó que se quiera apacentar á la vez las yerbas. En este úlliruo caso el apriscamiento no debe empezar hasta que los pastos abunden , porque las ovejas su~len comer hallándose encerradas en el redil quizá un doble de lo que acostumbran estando libres, Así es que la duracion de esta práctica estará subordinada á los recursos con que cuente el pais, y aun hay algunos propietarios que lo verifican solamente desde la cosecha de los trigos hasta últimos de octubre, cuando otros lo hacen en la .\llayor parte del año, En este mismo caso, es decir, cuando el apriscamiento tiene por objeto consumir á la vez los pastos, el ganado debe permanecer dia y noche en el redil, cambiándolo con la frecuencia que exijan el consumo de las yerbas y los abonos que produzcan las reses. Cuando el aprisco tenga por único objeto estercolar el terreno las ovejas deben permanecer so lamente por la noche, y aun podrá durar el apriscamiento todos los meses del año, me. nos -en el poco tiempo que los frios sean rigurosos . A pesar de todas estas. diferencias podemos establecer una regla general para conducirnos con acierto en esta operacion, y será la de empezar en las provincias del mediodía á encerrar los ganados en el redil por San Juan y concluir cuando lleguen las primeras lluvias del otoño, principalmente si el terreno es fangoso ó muy húmedo: en los suelos secos y_pedregosos podrá prolóngar6e el apris_cami.cnto hasta últimos de noviembre, menos en las esposiciones estremadamente frias. Ganados que es mas títif apriscar .-Es casi

universal la costumbre de no apriscar sino las bestias d~ -lana. Con el ganado vacuno se ejecuta una operacion muy parecjda mientras está en cebamiento, con especialidad durante el verano, manteniéndolo encerrado en puntos cercados de pared ó de árboles y arbustos para poder de esta manera conseguir que aproveche mejor los pastos. En Inglaterra, donde esta práctica es bastante comun, apriscan hasta los cerdos, hallando en ella una ,•eJ taja para los intereses de la economía rústica, hasta un punto que algunos agrónomos le dan la preferencia á todos los wétoJos. Cuando los bueyes se apriscan con el solo .objeto de abonar el suelo y de evitarles las molestias que ocasionan los establos, principalmente eri los tiempos de calor, será útil esparcir una cantidad de paja por el suelo donde haya de echarse el ganado, la que al propio tiempo que evitará a las reses los males de la humedad , aumentará la cantidad de abonos por el estado de descomposicion en que la harán entrar los escrementos, especialmente lo~ orines. Valiéndonos de este medio aun podremos usar el aprisco en iaºs praderas recien segadas, lo que de otra manera no podríamos aconsejar, porque absorviendo la paja los escrementos de las vacas no se dañan las plantas como sucedería faltando esta cama, ya por la estension que tienen las boñigas, bien por la naturaleza particular de estos escrementos. No conviene apriscar los cerdos en los prados naturales en ninguna época del año, .ni . con ningun. objeto, .porq.ue_ el instinto propio de este animal en hocicar la tierra, disloca muchas plantas que despues difícilmente agarran. En los prados artificiales, ó mejor dicho en los cultivos de plantas tuberculosas ó de raiz carnosa será útil apriscar los cerdos por la circunstancia que acabamos de reprobar para los prados naturales, pues que de esta manera el ganado puede aprovechar y consumir una gran parte de las producciones que ha de comer en la casa, y así se ahorran los gastos de acarreo · ó conduccion. Otros cultivadores han aconsejado, y aun se hace en algunos paises, apriscar los gan-


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sos, los ánades, · 1os pavos y otros animales de volatería, principalmente en el tiempo del cebamiento. Pero de cualquier modo siempre será esta práctica de escasa -importancia por lo poco que influye ni en el apacentamiento de los prados ni en el abono de las tierras, por cu ya razon se mirará este método como una cosa estraña, supuesto que el apriscamiento ~asi no tiene otra apli • cacion ·que á las bestias de lana. Ventafas é inconvenientes del redil .-Con el aprisco sucede como con todas las restantes operaciones de la agricultura, que por muchas é incontestables que s·e an sus ventajas no han dejado por ello de tener detractores. Los que están contra el apriscamiento dicen que los g~nados sufren mucbo en el redil y que el estiércol del corral es mejor que el del aprisco. En cuanto, al primer estremo de este aserto podrá haber algo de verdad, y en efecto el redil será poco provechoso para las ovejas si no se toman tod as aquellas precauciones que son necesarias, como son las de evitarles los aguaceros, las lluvias continuadas y los fríos fuertes, cuyas causas producen por lo comu·n á las r-:ises reumatismos y otros males semejantes. Lo que ha contribuido mu. cho á que se baya declamado contra el apriscamiento ·es la negligencia y el poco celo de los pastores que como encargados de la custodia de las ovejas y de procurarles el bienestar olvidan estos deberes,faltando hasta en los momentos en que su presencia sería muy necesaria. Si la operacion de,apriscar es desventajosa cuando la usamos en los

tiempos de invierno y durante las estacío nes frias y húmedas, producirá buenos resultados en los países del mediodía y en los tiempos de verano porque entonces las reses no corren ningun peligro. Ag~ónomos muy distinguidos, entre ellos MM. Tessier, Daubenton, Arthur Yang y otros, se han manifestado celosos partidarios del redil, porque creen :que es un sistema no solamente útil para lfJ. salud de las bestias cuando se las cuidan bien, sino que contribuye al aumento de la riqueza por la feracidad que produce en la tierra este mé·todo de abonarla; pero ·al lado de estos hombres respetables hallamos otros , como More! de Vindé, que se han declarado contra el apriscamiento. Reasumiendo con Tbaer lo mucho que ha escrito acerca del particular, diremos que el redil es muy provechoso siempre que se trate de bestias de lana de suficiente magnitud y robustez, y siempre que el apriscamiento se haga en los meses del año en que la tempe_ratura permita que los ganados puedan dormir sin molestia al aire libre, a,;í como será muy importante apriscar los terrenos que estén separados de la casa de labranza y cuyo abono es costoso por los gastos de conduccion ; pero fuera de estos casos las ventajas no serán tantas, y aun podrá tener inconveniente esta práctica en los paises muy fríos y en las estaciones lluviosas. En una -palabra, esta es u~a cuestipn en la que juega un papel importante la localidad que siempre ha de consultarse, para. decidirnos por uno ú otro método. 4


REVI$1A AGRtCOLA. La agricultura es la primera ciencia del hombre, origen de las demas ciencias y artes, raíz y tronco de este grande árbo'l so• cial que le sostiene y aliruenta, y rueda maestra de la máquina económica que constituye la fuerza interior de los Estados. El primer golpe que di ó el hombre á la tierra para moverla fué el primer acto de su civilizacion, y de la primera modificacion que supo dar á los productos de la tierra, nacieron la industria, el comercio y las artes. El fomento de la agricultura es el mas importante y sólido cimiento de las naciones, porc¡ ue de los productos de esta cienci~ se nutren las demás profesiones. Si entre nosotros se hubiera conocido esta verdad, no hay duda en que la nacion se encontraria á otra altura de riquern de que desgraciadamente está aun muy di tan te. . Las guerras que desde la mas remola antigüedad ha sostenido la Península han sido causa del abandono en que gennalmente se ha tenido el ramo mas importante de su riqueza, .á la cual los gobiernos no hau procurado dar el impulso necesario para su desenvolvimiento y prosperidad, de lo que se siguió la decadencia lastimosa en que la hemos visto. . Nadie mejor.que los árabes supieron aprovechar los favorables elementos de reproduccion con que brinda nuestro suelo al hombre que trabaja la tierra; y asi es, que sin mas tributo que la décima de los productos agrícolas, acumularon en sus tesoros una riqueza inmensa , logrando los reyes de Córdoba aumentar su poblacion hasta un número sorprendente de casas , y mantener un ejército que hoy no tiene la nacion española. La idea de su engrandecimiento la fijaron aquellos en el cultivo de la ciencia agronómica y especialmente en la hidráulica, y como prueba de los adelantos que llegaron á

alcanzar en ella, ahí está el maravilloso sistema de riegos empleado en las fértiles vegas de Granada y Murcia con otra porcion de obras y acueductos, cuyos restos aun sobreviven á la acci.on lenta , pero corrosiva del tiempo. La espulsion de los moriscos de España considerada nada mas que con re\acion á la agricultura fué un gran mal, al que se siguió el de las numerosas emigraciones á América, que privando al pais de in'numerables brazos, por necesidad se babia de resentir la agricultura. Hubo un tiempo en que se creyeron preferentes los intereses industriales á los agrícolas; error del que no solo participamos nosotros, sino Francia, Inglaterra y otras naciones; pero una fatal esperiencia hizo conocerá todos que descuidando la agricultura se quitaba la base~ las demas in'.lustrias , que solo sobre ella descansan. La Inglaterra fué la primera que aun en medio de la esterilidad de su_ suelo se afanó por mejorar las condiciones de su riqueza agrícola. Francia biza lo mismo, y solo España permaneció estacionaria, á pesar de su delicioso temperaménto, de su claro y sereno cielo, de sus mucbas riquezas , de la calidad y virtud maravillosa de sus plantas y frutos, de la sucesiva bondad del tiempo en todas las _estaciones, sus rios y copiosas fuentes, sus vaslas provincias y sus muchas y ricas ciudades. Esta nacion que cuando por primera vez la vieron los sectarios del islamismo la consideraron Si ria en ,bondad de cielo y tierra. Yemen' ó feliz Arabia en su temperamento, India en sus aromas y flores, Hegiaz en sus frutos y producciones, Catay ó China en 5us preciosas y abundantes minas y Adena en las utilidades de sus costas, es la que por desgracia ha andado mas retrasada en el camino de sus adelantos. ¿ Y cuál es la ca usa de que nuestra ~gricullura


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de Murcia los trigos de la Mancha a un prehaya lle ga<lo al estado de abyeccion en que cio su mamen le eeonómico? Nadie podrá desla vemos? Fácil es conocerlo con ·.solo exay mucho menos el gobierno; .pues conocerlo minar los inmensos gravámenes que hoy pepesar de todo, _solo el canal de Castilla es á san sobre la propieáad. ·· Nuestrn metrój:oli presenta una mina ina- el que ha logrado terminarse paulatinamente, gotab le en su superficie , y como agrícola gracias al interés que en ello muestran las provincias que mas inmediatamente han de por esencia exige una atencion mas esmereportar sus beneficiosos resultados. rada de faci litar los trasportes de los frutos La navegacion del Duero en todo su curde que abunda .en unas prov-in_cias y .escasea en otra8. A.si la falta de ·caminos imposibili- so por España desde Fermosella á la Fregeneda debería ser otro de los objetos prefeta los acarreos en grande esca la de unos rentes del gobierno, purs á muy poca costa puntos á otros , sucediendo con frecuencia podrían rPmoverse los obstáculos IJ'ateri ales que á la vez que en las provincias meridio;que imposibilitan hoy que los frutos de Zanales y costaneras el trigo goza de yo p1 ecio mora, Valladolid y Salamanca tengan su subido, en las septent1 ionales é interiores se natural salida por dicho rio; con esto y con estanca en los depósitos sin tener .estimaestablecer en la Fregeneda un a aduan a de cion. Facilitar buenas vias de· comunicacion segunda clase las provincias aledañas á Pores el principal elemento para que la riqueza tugal tomarían un incremento grande en su · del pais se desarrollP- ·en toda su estension; industria_y comercio. s-in esto poco ó nada habremos adelantado. Vamos estendiéndonos insensiblemente Asilo han comprendido todas las naciones, mas de lo que nos habíamos propuesto; cony entre los muchos ejemplos que pudiéracluiremos hoy con manifestar que la ~asecha :ruos citar. solo l<:> haremos del que ~9s ofrecen los franceses en su colonia de la Arge- en gen·eral no se presenta este año tan abundante como el anterior. En las provincias lia . Visítese la costa de de Oran á Tunez, Arseo, Monta ganen y otros puntos; véase el meridionales, y especialmente en la de Murcia, no solamente los cereales se han· perditerritorio de Máscara, Bona y Constantina, y lo primero qu·e se notará son los famosos do por falla de lluvias, sino que la cría del caminos que han construido con los cuales gusano de la seda se ha desgraciado por los han atraido la concurrencia á ciertos mer- grandes calores que han hecho; lo propio ha cados, han facilitado los trasportes de una á sucedido en Játiva y muchos pueblos de la ribera de Valencia. En las provincias sepotra provincia y han logrado imponer respeto á sus eternos eneinigos los kabi las, que tentrionales los sembrados ofrecen grandes han observado cuan ptonto se trasladan de esperanzas· al labrador , no asi en muchos puntos de Ca!aluña en donde los campos se un punto á otro, tropas; víveres, artillería y cuantos objetos s_on necesarios para redueir- han agostado prematuramente por falta · de , . riego. En Castilla, · Estremadura y Gal icia, los á la obediencia·, Un auxiliar poderoso de la agricultura son aunque la recoleccion no será tan copiosa tambien los canales, con los que se consigue -como el año pasado, sin embargo, será mas la doble ventaja de proporcionar riego á las pingüe que en Andalucía. · Para terminar esta revista insertamos el tierras y facilidad en los trasportes. ¿Cuánta siguiente: ventaja no reportarian las provincias de Castilla si el canal conocido por este nombre se prolongára hasta Santander? ¿Habria nada comparable á la feracidad de los campos ESTADO detallado del precio medio del trigo Y principales·semillas alimenticias, reducidc,s de Lorca si se llevase á efecto el proyecto del á peso y medida de Castilla en cada provincanal de Huelcal? Si el Júcar se canalizase cia, durante el mes de mano ele 184-9, y (i,¿no recibiria mi impulso estraordinario la n,tlmente en tocfo España. agricultura en las provincias de Cu-enea, Albacete y- Valencia? ¿No tendria la provincia


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Logroño .. .. Lugo ..... -. Garban- > ;:¡ OMBRES Trig. Ceb. CenL. Maíz. zos. Madrid .. . o de LAS PROYINCIAS. Fan. Fan . Fan. Fan . Arr. Arr. Murcia .. ... Navarra .... Alava ...... 39 rn 25 32 36 Orense ..... Albacele ...• 39 18 25 20 28 20 Ovitido ..... Alicante .... 48 23 30 21 25 Palencia .... Almerja. .. . 50 22 32 33 18 " 25 Pontevedra .. . Avila ...... 32 16 17 20 30 Salamanca. Badajoz. ... 34 18 22 19 16 32 Santander . .. Baleares . . .. 50 23 18 37 13 20 Segovia ..... Barcelona ... 51 25 36 29 25 23 Sevilla .... : Búrgos ..... 33 16 20 22 26 29 . Soria ...... Cáceres ..... 36 20 21 18 2i Tarragona ... Cádiz ...... 43 22 33 16 25 Teruel. .... Toledo ..... Castellon de la .... Valencia Plana. . .. 44 49 25 22 23 22 . .. Valladolid Ciudad- Real. 33 H 17 21 21 . ... Vizcaya Córdoba .. · .. 41 49 24 29 17 26 ..... Zaornra Coruña. 41 35 25 34 34 35 Zaragoza .... Cuenca. .. 36 2:2 16 26 21 1\Iálaga . .... Gerona ..... 50 28 39 33 rn 30 Precio medio Granada . . .. 4-6 20 29 'Z8 ,f8 24 en toda EsGuadalajara .. 35 17 20 29 27... . . paña Guipúzcoa .. . 41 23 24 33 35 marzo en Id. Huelva. .. 4-9 33 34 30 22 22 1848. de Huesca ..... 37 15 24- 17 31 29 Jaen. ..... 4-1 17 25 ,17 24 Diferencias .. Por ciento .. Leon ... ... 28 H 18 18 4.0 Lérida ..... 47 2:2 32 21 20 30 PRECIO MEDIQ EN CADA PROVINCIA

N

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32 39 37 47 33 37 40 34 49 26 4-2 26 ,í3 31 48 36

,17 20 .16 30 28 2.4 29 28 15 18 27 21 29 30 22 16 24 17 36 2-1 49 20 27 '26 .27 26 33 30 16 49 2-7 26 29 35 16 H 15 ~6 26 29 35 20 13 13 20 32 36 16 26 16 49 48 27 22 34 19 2··') 17 34

30 27 28 29 21 29 ·

45 30 38 28 35 46

20 H H H 21

25 25 20 27 24 31 20 15 17 16 41 32 30 19

20 30 29 33 27 26

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3~ 36 29 20 34 38 33 32 37 31

32 33 28 31 9 7 3 4 24 23 28 2-1 H 12 1/ . ( La Nacion). 51

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QUE FAVORECEN EL CEBAMIENTO DE LOS GANADOS.

Además de las circunstancias individuales que deben concurrir en la bestia para que se cebe con facilidad, como ya lo hemos apuntado en el núm.- 5 del Lo·mo 2. 0 de este perió- dico, se necesitan toda vía otras, que en parte podremos llamarlas higiénicas . en parte

artificiales, que infla yen mucho en que los ganados desarrollen con prontitud la gordu-ra que -se desee obtenel'. Estas circunstanci:as esteriores, (si así podemos llamarlas, é iodependienles del individuo que se ha de cebar son la temperatura, la oscm'idad y el


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silencio. Veamos la influencia deestas tres circunstancias: Temperatiira.-Esta debe ser húmeda y caliente y lo menós variable posible en la cuadra ó establo o.onde las reses·se ceben: en algunos países procuran que_los animales respiren una atmósfera saturada de agua en forma de vapor , porque de esta manera se favorece la elasticidad de la piel y se consigue que se suavicen todos los órganos del animal. Pero esta atmósfera no debe variar en cuanto sea posible, porque en otro caso los tránsitos repentinos del ,1,ire de un calor elevado á un descenso notable podrá producirá las bestias un retroceso de traspiracion que es muy p·osible forme una catarral , un reumatismo ú otra enfermedad de esta especie que no solamente atrasa el cebamiento del ganado, sino que con frecuencia lo pone enfermo. La temperatura húmeda es uno de los medios mas ventajosos para cebar el ganado, . y por ello se ha visto que ciertas aves se cehan completamente en el término de tres ó cu atro dias que dur_an las nieblas. Tal vez será por esta razon, ó á lo menos podrá contribuir, en mucho el que la loglaterra cebe sin dilicultad un número grande de bestias, cuyo punto es ciertamente el que mejor comprende este arle. En este pais las nieblas son casi continuas, los pastos abundan mucho en materias aguanosas á causa de la falla del sol que no permite la exhalacion de las hojas del vegetal, y todas estas circunstancias hacen necesariamente que el desarrollo de la gordura sea mas fácil en las bestias del Reino-Unido. Oscuridad.-Las reses durante el cebamiento deben estar en lo posible en la oscuridad mas completa. La razon de esta conveniencia está en que mientras el animal permanece á oscuras no distrae sus fuerzas vitales con el ejercicio de los sentidos, come por lo coman mucha mayor cantidad de forrages que estando á laJuz, y sobre todo la falta de este agente produce un efecto fisiológico importante para el cebami~nto, 1.mal es el cesar la traspiracion cutánea, de lo que se sigue una disposicion al desarrollo de la gordura. Parece que en algunos pun-

los de lnglaterra, donde ya hemos indicado que la práctica de cebar está muy bien entendida, mantienen cubierta la cabeza del animal con alguna ropa de lana que aun evite la poca luz qué pueda permitir la construccion particular que se dé á las cuadras donde se verifique el cebamiento. Silencio.-Esta es otra circunstancia muy interesante para el pronto cebamiento, debiendo procurar que este silencio sea tan comr,Ieto como fuere da~le. En Alemania y otros puntos del norte de Europa tienen ¡;ra n esmero en no interrumpir la quietud del animal mientras está cebándose, y por ello en estos países se ven las cuadras construidas de manera que el pastor ó ganadero no tenga necesidad de pasar por entre las bestias para darles los al imen_tos , haciendo además que se les cambie ó renueve la cama una sola vez al dia. Como es útil , y puede decirse necesario, que las reses respiren de vez en cuando u o aire fresco, se sacarán de la cuadra una sola vez cada semana durante dos ó tres horas por la,mañana, en cuyo espacio de tiempo se quitará el estiércol y demas materias que fermentan. A primera vista parece una paradoja lo que acabamos de decir. Señalamos para producir el desarrollo de las bestias y para aumentar en peso y volúmen causas que mas bien tienden á debilitar la salud que á robustecer el cuerpo; pero si paramos por un momento la ateocion y consideramos que el cebamiento no es otra cosa mas que producir un estado de enfermedad, no nos admirará entonces que propongamos como útiles las circunstancias de qu·r. acabamos de ocuparnos y que pueden naturalmente alterar la salud de los animales. La temperatura húmeda, la quietud absoluta y la entera falta de luz debilitan el sistema fibroso y deearrollan el celular; las celdillas que componen este se multiplican én gran manera, y en su interior se van depositando canti'dades de sebo que viene á completar ese estado que deseamos alcanzar. Es por esta razon po.r lo que los animales que se ceban dejándolos en libertad · por los campos ó por los bosques jamas desplicgan'esa cantidád de gordura r1ue vemos en los que han engordado en lo·


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establos, pues el movimiento continuo del - absorcfon de los -principi·0s nutritivos, proanimal y los agentes esteriores que sin cesar duciendo una reparacion superior á la pérobran sobre su cuerpo, y en especial sobre dida sufrida. No fa lta, por úhimo, quien ..;us sentidos, hacen que el sistema fibroso se piense que el animal ha de sangrarse antes mantenga en un ejercicio constante que sir- de empezar el cebamientu, á la mitad de él ve de contrapeso al sjstema celular y adipo- y siempre que con,enga, lo que se conocerá so. Los cerdos que se ceban con la bellota por el estado del pulso. Una de las operaciones mas importantes ó que apacentan por sí mismos ef\ la montaña no tienen nunca el peso y el volúmen que se necesarias que deben realizarse antes de sunota en los que se engordan en las casas jetar el animal al cebamiento es la castra-. particulares, aun cuando a los primeros se cion . Desde los tiempos mas remotos se ha les haya dado una cantidad de alimento conocido el valor de esta costumbre, y así es que Hesíodo, que vivió tres mil años atrás, comparativamente mayor que á los seya nos hablaba de ellacomo d~ una cosa imgundos. El aseo en las cuadras y el conservar lim- portante para_el buen ceba miento. Los griepio el cuerpo del animal que se ceba son cir- gos y los romanos, ~egun Aristóteles y Plicunstancias ventajosas pára que este estado nio, siguieron constantemente la misma cosse complete: para ello seráconvenienteman- tumbre, aplicándola tanto á los machos como lener la cuadra tambien limpia de materias . á las hembras de los animales domésticos que estén en putrefaccion, y será igualmen- que babian de cenarse. No solamente esta operacion tiene influente útil almohazar las bestias, princiralmente los bu eyes, una vez al día, valiéndonos cia en el cebamienlo, sino que parece como de la misma almohaza, de un cepillo fuerte lo acreditan muchos esperimentos hechos últimamente, que influye así mismo sobre ó de la simple maoo. Sin embargo, algunos agrónomos se op0nen á esta práclioa quepa- la duracion de la lactancia, en términos q11p, rece que eslá en contradiccion con lo que aseguran algunos agrónomos que castrandohemos dicho antes, por.que la almohaza ó el las vacas en el momento en que estén en la cepillo favorecen la lranspiracion, y de ello fuerza de la leche, como suele decirse, continúan dando igual cantidad durante el ressu Ita el retardo en el -cebamiento. Por lo que mira á la calidad de las car- to de su vicia. Este hecho es digno de notarnes, estas serán mejores ó mas sabrosas ¡;¡e, y por ello lo ponemos en conocimiento cuando las reses se hayan cebado en el cam- de nuestros lectores. Es djticil poder esplicar la influencia que po, porque respirando entonces un aire puro, no solo no contraen enfermedades, sino tiene la castracion en el desarrollo y aumen- . que todas las funciones se ejercen con órden to de la gordura ; pero ello es que la espey regularidad. P_or esto, y por muy reco- riencia enseña que las bestias que no se han mendado que sea el método de cebar en las castrado ó en que esta operacion se ha vecuadras ó establos, será preferible, en el in- rificado de un modo imperfecto no se presterés de los buenos aliment.os, dejar los ani- tan al pronto cebamiento, ni la gordura es males encerrados en rediles en el campo y al en ellas muy abundante. Mas debe entenderaire libre, procurando que los pastos abun- se que las reses han de castrarse antes que hayan llegado á una edad muy avanzada, p den y que no se interrumpa la tranquilidad porque entonces la operaciones mas pelide las bestias. · grosa para la res, bien porque se observa Otros aconsejan sangrar el animal al someterlo al cebamiento: parece que la S1\n- que una vaca vieja engorda dejándola plena· gria será conveniente porque esta operacion ó entera mas bien que sujetándola á lacastracion. clehilila el animal y dispone la fibra á relajarse, mientras qne por otra parle facilita la


PROGRAJIA DE P.REJIIOS DE LA ACADEJIIA Hé aquí el programa que publica la Academia real de ciencias de Madrid para la adjudicacion de. premios á los autores de una memoria llamada á mejorar una parle im-portaotísi ma de nuestra agricultura: Artículo 1. º La Academia de ciencias abre concurso público para adjudical' un premio al autor de la memoria que desempeñe satisfactoriamente á juicio de la misma Academia el Lema siguiente: c1Descrihir los insectos que en España perjudican al olivo, vid, algarrobo, manz rno .1/ á sus frutos, pudiendo limitarse la descripcion á los de una ó mas de estas plantas. La memori~ deberá coro prender, además del número y de cripcion de los iosect.os, la. historia de u metamórío-;is, l ,s épocas de su aparicio •, los daños que en sus diversos estados producen, y Ios roed íos de evi lar y remediar con facilidad e ·tos daños con aplicacion al cu! Li vo en grande». Art. 2. 0 Se adjudicará tambieo un accesit al autor de la memoria cuyo mérito se acer_ que mas al de la primera. Ar L. 3. º El premio consistí rá en 6000 rea. les vellón y una medalla de oro. Art. 4. 0 El acce sit consistirá en una medalla de oro enteramente igual á la del premio. Art. 5. 0 El concurso quedaFá abierto desde el dia de la publicacion de esle programa en la Gaceta de Madrid, y cerrado en 1 .º de junio de 1850, hasta cuyo dia se recibirán en la secretaría de la Academia todas las memorias que se presenten. Art. 6. 0 Podrán optar al premio y al ac1

cessit todos los que presenten memorias segun las condiciones aquí establecidas, sean nacionales ó eslraojeros, escepto los individuos numerarios de esta corporac.ion. Árt. 7. 0 Las memorias habrán. de estar escritas en castellano ó lalin. Art. 8. 0 Estas memorias se presentarán en pliegos cerrados sin tirma ni indicacion del nombre del autor, llevando por enea bezami~nto el lema que juzgue cc,nveoieole adoptar; y á e Le pliego acompañará otro Lambieo cerrado, en cuyo sobre esté escrito el mismo lema de la memoria, y dentro el nombre del autor y luglr de su residencia. Art. 9. 0 Amhos pliegos se pondrán en manos dd secretari general de la Academia, quien dará recibo espresando el lema ' que los distingue. Art. 1O. De,.;ignadas las memorias merecedoras de.l premio y del accessit, se abrirán acto continuo los pliegos que tengan los mismos lemas que ellas, para conocer los nombres de sus autores. El presidente los proclamará, quemándose en seguida lo5 pliegos que eucierren los demás nombres.. Art. •11. En la sesion pública del mes de noviembre de 1850, se leerá el acuerdo de la Academia por el cual se adjudiquen el premio y el accesit, que recibirán los agraciados de manos del presidente. Si n,, se hallasen en Madrid podrán delegar persona que los reciba en su nombre. Art. 12. No se .devolverán las memorias original,is á sus autores, los cuales sin embargo pueden sacar una copia de ellas_.....,. Madrid 20 de junio de 1849.


Cuando en el primer tomo del Cultivador hablamos de la esparceta ó pipirigallo, hicimos ver ·la grande importancia que tienen las plantas de este género en la produccion de los pastos y en el aumento de la ganadería. Entonces dijimos que el pipirigallo comun, que hacia algunos aííos formaba una parte muy esencial de nuestros sistemas modernos de rotacion, habia dado un adelanto inmenso á la agricultura, debido á los prados artificiale's en que se fundan las ventajasó prosperidad de tales sistúñas. Vamos ahora á ocuparnos de otra especie de esparceta muy abundante tambien en nuestros climas, á la cual se dá el nombre de sutla ó heno de Españr¿, Esta planta, llamada por los botánicos Reclisarwn coronat·itmi, se diferencia de la e parceta comun por el desarrollo que prese ntan sus partes tallosas, hasta el caso de lomar con· frecuencia una elevacion de tres ó mas piés cuando se la cultiva en ter re-nos férli les : las hojas suelen tener en esre caso cerca de una pulgada de largo y casi otro tant o de ancho; son jugosas y lucientes, de un verde hermoso, y enteras. Las fl ores sori de un blanco rosáceo, abundan mucho en cada espiga ó penacho, de mauera que forman una planta vistosa. en el momento de la florescencia y nada despreciable para la jardinería. El heno de España es como la esparceta comun una planta vivaz: desaparecen cada aíío los tallos, y en la primavera brotan nuevamente con tal frondosidad que al segundo año ofrece cada planta una cantidad grande de forrage. Entre los pies que se cultivan en el jard1n botánico de la Junta de Comercio de esta ciudad hay dos que en el mes de marzo último habían adquirido tal desarrollo que no bajaba de tre::; arrobas el forrage fresco que contenían.

La sulla se cría espontánea en los prados de secirno de España y de otras naciones del mediodía de Europa. Los ganados la buscan con mucho afan, y es para todas las bestias una comida apreciable. Resiste mucho las sequías, y podrá cultivarse por ello en los terrenos arenosos y faltos de aguas. La diferencia que hay entre esfa planta y la esparceta comun es que la sulla teme mucho el frio, en términos que suele bastar una tempi ratura de cuatro grados bajo cero para matarla. Por esta razon en las provincias septentrionales de lá Francia ni la conocen espontánea, ni ha sido posible aclimafarla con el cultivo por mucho que se bayan empeñado en conseguirlo algunos agrónomos que ban conocido el interés que presenta c:;te vegetil. Y para probar cuan gra nde es este interés, podriarnos citar las ideas que hemos leido en un escrito de M. Roca, búmbre de mucha valí:i. en la agricultura y á quien la Francia lat1lo debe, y se veria que la opio ion de este agrónomo es que la su/la escede á todas las demás plantas forrágeras para el cebamiento del ganado. Apesar de ser el lien·o ·de España un vegetal comun en nuestro p<tis no se le cultiva apenas mas que en los jardines, como si por una fatalidad qne pesa sobre nuestra agricultura se descuidase eutre n0sotros todo lo que la Providencia nos ha regalado como un don precioso. En Malta y en algunos países de Italia se cultiva esta planta tambien bajo el nombre de sulla, no dejándola permanecer regubirmente en la tierra mas que por el espacio de dos años, y enterrán~ dola despues de la siega del segundo año como se bace con el trébol. La sulla ó heno de España exige las mismas reglas que hemos dicho para el cultivo de la esparceta com1;1u, con la sola diferencia que como la primera toma mayor desar ..


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rollo que la segunda y abunda mas en· par- otra vez el campo como lo hizo en el año tes tallosas, necesita una tierra de mejor anterior, y así sucesivamente podrá seguirfondo y abonada si queremos obtener gran- se este órden sin necesidad de volverá semdes cantidades de heno. Aunque la sulla se brar la sulla durante un plazo de mas de cria espontánea en los terrenos secos vegecuarenta años.» tará mejor ·en los puntos de regadío, e~peDejamos á la consideracion de nuestros cialmente en las provincias meridionales. lectores la importancia de las breves refleCuando la sembremos por primera vez en xiones de Grimaldi, y quisiéramos que ellas \¡.n campo conviene que este se abone basbastasen para dar, á la sulla el aprecio y tante para que de este modo adquiera ma- concederla en nuestros campos el lugar que yor desarrollo ,y produzca mas crecidas can- se merece. De lo que nosotros hemos obsertidades de pasto. · vado en los pies que se cultivan en el jardin _Para mejor _comprender e[ interés que es- botánico deducimo~ que el cultivo de esta te vegetal ofrece á la agricultura, copiare- planta puede mejorar mucho nuestra agrimos un párrafo de los detalles ('Urior,os que cultura, y por ello aconsejamos con empeño de ella presenta Grimaldi y que M. Boitard un ensayo á nuestros cultivadores. Ofrecereproduce en su obra titulada Tratado de mos al efecto á nuestros suscritores la selos prados. milla que se ha cosechado este año, y desde luego pueden mandarla recoger -de la im«La sulla, dice Grimaldi al hablar del cultivo de la esparceta en Calabria, echada prenta donde se publica El CultiiJador. en los rastrojos despues de quemados, y sin ' La única desventaja que conocemos en el otra preparacion, se eleva muy á menudo á cultivo de este vegetal es que será difícil sela altura de un hombre. Es frecuente adcarlo y convertirlo ·en. heno para guardarlo durante el invierno, á causa de que los tavertir que larda muchos.meses en germinar, viéndosela crecer lentamente durante el oto- llos son muy jugosos y las bojas sobradamente carnosas. Pero estos inconvenientes ño é invierno y tomar en la primavera un podrán vencerse con los cüidados asíduos . desarrollo prodigioso, en , términos que en breve tiempo cubre toda la superficie del , del propietario; y en caso de no ser así, campo. Verificada la cosecha se ara el ter- utilizaremos la planta como forrage frr.sco, guardando para el in vieroo los tallos que sé reno y se siembra de trigo, cuyo resultado presten á una perfecta desecacion. es mucho mas ventajoso que si se emplease Por lo demás, el cultivo de la sulla está cualquier otro abono ó método de rotacion diferente. La sulla no se-desarr·olla durante sujeto generalmente, como dejamos dicho, á la vegelacion del trigo; pero luego ·que este las reglas que ya hemos dado para la .e sse ha segado y que se ha quemado el ras- pa.rceta comun. trojo aparece de nuevo y se la vé cubr.ir


tJONGBESOS AGBltJOLAS. La Sociedad económica Matritense de amiSin embargo, no creemos que toda clase gos del pais ha ele'fado á S. M. la Reina la · de cuestiones s~ adaptan ó conv-iene que sean esposi~on que inserCamos al pié de estas lí- tratadas en ese Congreso que llamarémos neas, en solicitud de que se la autorice pa- central, y de aqu_í deduciremos que dado el ra convocar un C.ongreso agrícola que se primer paso debe procederse á la reunion de reuna en la Córte , presentando además al Congresos de distritos que puedan atender - efecto fa._ bases que tambien insertamos á únicamente á lcis intereses de la localidad. continuacion. ' Sabido es que el ·.clima varia en nuestras El impulso qu-e a hora se dá á nuestra agriprovincias, que muchas de ellas por sus cir.cul tura para encaminarla por la senda de un cunstancias especiales se prestan mejor á désarrollo.y progreso no ha tle emanar sola- unos que á otros cultivos, que por tll~re ~ mente del Gobierno , ha de ser debido en claman . una proteccion ·tam bien especial, y gran parte á la cooperacion bien dirigida de de aquí el hacer nosotros diferencia entre las asociaciones y personas patrióticas que, sin cuestiones. que deban tratarse en el Congremas objeto que el bien general y sin aspirar so central y en los Congresos de distrito, reu- · á otra gloria q_úe al aprecio público, pongan nidos unos -y otros en las épocas del año mas en juego l_os recursos de su celo y de su in- oportunas. tlueneia. Para los Congresos que -decimos nosotros Entre estas asociaciones ocupa un lugar de disfrito pudiera dividirse la Península de distinguido la. Sociedad económica de Ma- la manera mas adecuada á los intereses agrídrid, y su historia es la mejor prueba que colas de cada zona ó localidad, si bien en el puede darse de su incesante desvelo por la entretanto pudiera subsistir l_a division que prosperidad de los intereses materiales. Abo- existe para la administracion de •justicia ó ra qQe ve llegada la época de nuestro desar- para la militar, aunque esta pudiera ser una rollo agrícola acude con su poderoso auxili"o de- las cuestiones primeras que se sometiey toma la iniciativa en cuestiones impor- ran á la deliberaeiun del Congreso que protantísimas. tales como la del Congreso agrí- mueve la Sociedad económica de Madrid, el cola cuya convocacion pretende. _ cual pudiera ocup:i.rse ·y fijar todas las bases 1 Basta solo indicar esta reuoioo para que de- 1 de convocatoria. reuoion , objeto y límites ha dispensarse á pensamiento tao grande y útil de trabajos, y atribuciones de los Congres9s todo el apoyo que reclama, uon mayor motivo de distrito. La division de asuntos correspon :l ientes cuaodosonconocidos los resultados que seme·jantes Congresos producen en paises estran- al Congreso central y á los de distrito no se,rfa geros. Nosptros damos mil .parabienes á la muy dificil establecerla~ y para ello bastarí a Sociedad M.atritense de amigos del pais por considerar que el primero era llama.do a 1 el paso tan acertado que dió cerca del go- fomento de los intereses generales, y los se-bierno, y cuya · resolución ya pudiera ser gundos al de los· locales. Los bancos ·y col oconocida; esperamos que se accederá á los nias agrícolas; la legislacion de cereales. deseos de la Soci~dad, y ansiamos ver cons- aguas y riegos ·; la rebaja de los impuestos tjtuido el Congreso porque de él hao de sur- que agovian á algunos de los productos agrí. gir, sin duda, pro~ectos y peticiones funda- colas, y el med,io 'de suplir el déficit que red¡ts que tiendan á mejorar en mucho las con- sultase en el •Tesoro ; mejorar la suerte de las clases agrí colas ; la baja de precio á la diciones de nuestra agricultura. 1

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sal que se necesita en· la agriculttirn; los seguros generales de los prodüctós .del ca111 po; el crédito agrícola, y un sistema de i-rrstruccion teórico y práctico, debieran ser, entre otros, los asuntos que se sometiesen al estudio del Congreso agrícola central: así como pudieran entender los Congresos de distrito, tambien entre otros asuntos y segun las cirJ cunstancias especiales ·de c~da zona ó provrncia, de las ventajas de los prados artificiales; ,de la eleccion ó destino de los ganados r,ar-a la leche.ria ó ceba miento; me1ora de los vinos; e·sten.sion que fuera oportuno dará las plantas oleosas, tintorias, etc.; razas de ganados y la mayor conveniencia de cada uña; mejora de los cultivos é introduccion de otros nuevos; instrumentos-aratorios, etc. Por lo demás , nos parecen acertadas las bases que la Sociedad económica de Madrid pre~enta par.'.\ la convocatoria y reunion del Con_greso agrícola. Unicamente quisiéramos, por honor del gobier[Jo, que los pequeños gastos que esto habia de orrecer no los sufragase la Sociedad y sí el Tesoro qoe entregái;a real y -efectivamente ('I) la cantidad á que ascendiesen tales ·gastos, siquiera por los muchos ejemplos que se tienen de.que el Erario haya facilitado á la misma Sociedad sumas de alguna consideracion para objetos tan laudables y provechosos al pais como el que ahora se propone . Hé aquí, por último, la esposicion ·de la Sociedad Matritense y las bases que la acompañan: ( ~) Decimos de iot~oto real y efectiva~ente, porque no basta que de órden de· S. M. la Reina se mande la entrega' de cantidades para el fomento de los intereses materiales. En prueLa dP. ello podremos citar el hecho de estar dispoesto por dos reales órdenes (tao modernas que la primera es de 7 d~ diciembre de 4 8t6) que cada año se faciliten con cargo á la partida de Lmprevistos del ministerio hoy de Comercio , lostruccioo y Obras públicas 4,0QO rs. para premios á los cosecheros de vino;¡_ que fueren agraciados en el concurso que anualmbnte oel~bra la Sociedad económica de Madrid, y sin ernqargo de lo dispuesto por S. M., nadd ha p eroibido 'la Sociedad por este concepto; al menos así s~éedia . e~ abril de esle año, y lo mismo puedo creerse mí1y' fur\cladamente que . sucederá en la actualidad : · · u,

SEÑORA: Esta Sociedad económica, fiel á su instituto; no ·solo ve con placer el decidido empeño con que el gobierno se encamina á fomentar los intereses agrícolas , ya P.stableciendo enseñanzas públicas, ya crea11do juntas provinciales de agricultura , ya disponiendo revistas de inspeccion, ya tomando otras varias medidas en favor de la industria rural, sino que_por su parle tambien procura coádyuvar á q_ue · cac!a dia sea en España mas co¡:.,iosa esa fuente principal de la riqueza pública. Esta corporacion económica cree además que trabajar incesantemente en favor de la agricultura es ocurrir con tiempo á la sol ucion de l1•s grandes- problemas sociales que hoy se agitan en Francia, y que en un porvenir mas ó menos cercano habrán tal vez de agitarse en todos los paises donde la civilizacion hace cada dia mayor la suma de necesidades de toda especie que aquejan a los hombres. Asi es que ha· acojido unánime el pensamiento sugerido por su seccion de Agricult-ura de convocar en Madrid, y en la época del aíío mas adecuada, un Congreso agricola por el estilo de los que se reunen en Alemania, I.nglater-ra, Francia y Bélgica. Esas reuniones periódicoanuales en que fraternizan y se congregan durante quince ó veinte dias los agrónomos, los cultivadores, los grandes terratenientes de todas las provincias y demás personas cuyos conocimientos y trabajos' se encam-inan al progreso de los varios ramos de la economía é industria-ru-ral, con el objeto de darse mútua notÍcia de las mejoras hechas en el cultivo de las tierras y de acordar todas aquellas gestiones y medidas que cri-1en conducentes para el adelantamiento y la perfecoion de la agricultura , no menos que para el bienestar de los agricultores, vienen á ser una institucion sobremanera útil y que merece ser ensayada en España, donde inoudahlemente se aclimatará. Pero antes de realizar el proyecto de convocacion, esta Sociedad hu, creido necesario impetrar la vénia de V.M., no solo porque convocatorias de esa clase exigen na.tu ralmente la conformidad del poder supremo,


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·¡ gusten enviar ó desi gnar las corporaciones,

sino tambien y principalmente porque la aprobacion de vuestro gobierno envolverá su proleccion al pensamiento de la Sociedad, y podrá esta dar á la asamblea agrícola pro~ yectada todo el ,brillo y toda la solemnidad convenientes. La Sociedad económica Matritense no·as- pira á otra gloria que á la de crear en España la institucion de los Congresos agrícolas. Creada que sea, y constituida independiente de toda otra corporacion, ella dará sus frutos, que indudablemente serán muchos y tan preciosos como los ha dado en los <lemas paises. La Sociedad se limita por tanto á solicitar de V. M. la aprobacion del proyecto, y tambien el concurso ilustrado del gobierno para llevarlo á cabo con arreglo á las bases que en papel separado se acompañan. Si V. M. , como es de esperar, encuentra aceptable el pensamiento, y se digna dispensarle su poderoso apoyo , la Sociedad dará oportunamente noticia al gobierno del programa de convocatoria y de los <lemas por- . menores de realizacion. = Dios guarde la importante vida de V. M. largos y dilatados años.=Madrid 26 de enero de 1849. Señora: A. L. R. P. de V. M:=Por la Sociedad Económica Matritense.= El Director, Mateo Seoane.=EI Secretario, lldedefonso Larroche. BASES PARA LA CONVOCACION Y REC'NION DE UN CONGRESO AGR ICOLA EN MADRID.

AnT1CoLo 1. 0 El Coñgreso agrícola español será convocado por la Sociedad económica Matritense. AnT. 2. 0 Se compondrá de los delegados que gusten designar ó enviar el real consejo de Agricultura, la asociacion de ganaderos del reino, las juntas provinciales de agricultura, las Sociedades económicas, las universidades, escuelas de veterinaria, los museos de cieneias naturales y las academias y sociedades científicas y de fomento, á cuyas corporaciones se pasará la correspondiente invitacion, como asimismo á los comisarios regios y profesores de Agricultura. AnT. 3. 0 Tambien serán admitidos para formar parte del Congreso los delegados que

academias y sociedades extrangeras que sean invitadas, y los particulares nacionales ó extrangeros, á quienes la Sociedad económica Matritense juzgue oportuno invitar personalmente. ART. 4 .º El Congreso agrícola se reunirá p_or primera vez en Madrid, y celebrará de quince á veinte sesiones. AnT. 5. 0 Et· Congreso-se dividirá en cuatro se~iones : - 1 . ª de ~ricul tura teórica y práctica: 2.ª De arboricultura, horticultura, y floricultura: 3.ª De cria caballar y demás ramos de la ganadería: 4.ª De legislacion, economía é higiene rural. Despues dé constituido el Congreso, cada seccion se .subdi vidirá en el número de comisiones que estime conveniente. AnT. 6. 0 La Sociedad económica Matritense instalará la primera reunion del Con-. greso; y este despues de constituido se dará el reglamento por el cual deba gobernarse en lo sucesivo. Ant. 7. 0 Las sesiones del Congreso. serán públicas, mas no las de las secciones y comisiones; sin que en unas ni en otras se puedan tratar otros asuntos qne los directamente relativos á la agric.ultura y á la economía rural. ART. 8. 0 El congreso.antes de separarse elegirá una comision permanente que residirá en Madrid encargada de llevará ~fecto los acuerdos que se hayan tomado, y de publicar la convocatoria para el Congreso inmediato en la época que el mismo prefiJe . ART. 9. 0 Para la primera rennion la Sociedad económica l\1atritense indicará en la convocatoria cuatro cuestiones generales que podrán ser objeto oe los primeros trabajos del Congreso; y este antes de separarse , acordará, á propuesta de sus respectivas secciones, las cuestiones que deban e Ludiarse para ser resueltas ó discutidas en la re union inmediata. Ant. rn. La misma Sociedad sufragará los gastos que puedan ocurrir hasta la instalacion del Congreso, quien arbitrará los medios que estime paracubrirlossucesivos. Madrid 26 de enero de 1849.-E\ secretario, lldefonso Larroclte.


PA.RTE OF·ICIAL.

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Continua el reglamento para la e1ecuclon del· decreto de 1 de Abril de 1848, 8obre conservacion · y mejora de los caminos vecinales (1 ). Si el arbitrio votado fuere la'prestacion personal, bastará la aprobacion del jefe político para hacerla obligatoria: si fuer.e cualquier.de los otros que se e:x;presaD "n el real decreto, se sometera .á la aprobacion del Gobierng. Art. 30. En el caso de que el arbitrio votado sea la prestacion per.s onal, se declarará el número de dias de trabajo .con que··ha de contribuir cada habi- , ,).ante. Arl. 31. En el-mismo mes de mayo fijaran los ayuntamientos, si lo creyeren conveniente, las bases y -evaluaciones de una tarifa de conversion de la prestacion personal en tareas. E,ta tarifa se redactara de modo que cada peonada de bracero, de animales 6 de carruajes esté representada por una cantidad determinada de tierra que cavar, de materiales que extraer, que trasportar, ó de cualquiera trabajo que fuere necesario ejecutar. Los ayuntamientos tomarán por base de esta tarifa el valor de los jornales de prestacion. en dinero tal como baya sido determinado por el jefe ¡.,olítico de acuerdo con el con~ejo provincial, y el precio de las diferentes especies de trabl',jos y de trasportes en el pais .. Formada que' 5ea la tarifa, se remitirá a la aprobacion dill jefe político por conducto del jefe civil, donde le hubiere, que dara su dictámen sobre ella.

SECCION SEGUr;¡DA.· Ptoporcion de la cuota con que cada pueblo debe contribuir para los caminos de primer órden en _que tenga i~terés. Art. 3-2 . Luego que los ayuntamientos hayan t umplido lo que se previene en el art. 2'i , convocará. el jefe civil donde le hubiere, ó én su def.;cto el alcalde nombrado por el jefe político, á todos los

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\' óase el nú mero anterior, pág. 165.

alcaldes de los pueblos interesados en cada camino vecinal de primer órclen , los cuales se reunirán en el lngar designado para acordar la proporciou con que han de contribuir los gastos n11cesarios. Los alcalrles, en casó de impedimento, podrán delegar en otro miP.mbro de.l ayuntamiento la facultad de concurrir á esta junta, que será presidida por el que la baya convocado, y nombrara un secretario entre sus mismos individuos. Art. 33. Para evaluar la cuota con que deba concurrir cada pueblo, tendrá la junta en consideracioo la poblacion de estos pueblos, sus ingresos municipales, la frecuentacion mas 6 menos activa del camino, la cantidad y la naturaleza de los trasportes, la mayor ó menor útilidad que los pueblos reporten de la línea y todas las de~áscircunstancias favorables ó adversas que expongan l,is alcaldes, cuyas proposiciones y razones se consignarán sumariamH1;1te µor escrito. Art. 34. Si hubiere acuerdo en la junta acerca -de la reparticion de los contingentes de los pueblos se remitirá dicho acuerdo al jefe politico, que lo hará obligatorio dándole su aprobacion. Este acuerdo continuará rigiendo en los años sucesivos, siempre que los mismos pueblos voten .recursos para sus caminos v~cinales, á ménos que sobrevengan causas que bogan indispensable alguna rnodificacion. Art. 35. Si la juQ.ta no pudiere concertarse sobre las cuotas respectivas, consignará esta circunstancia, y el presidente remitirá las actas originales y todos los documentos que puPdan dar luz sobre las discusiones al jefe político, ,:¡ue los trasmitirá al consejo provincial, el eual procederá · en este caso á \a rlesignacion de la cantidad con gue cada pueblo bay,a de contribuir, segun se previene en el art. 5. 0 del real decreto de 7 de abril. Art. 36. Las cuotas se fijarán siempre en dinero por al consejo provincial dentro del máximo fijado en el art. 1 O del real decreto citado ; pero podrán si; embargo satisfacerse en dinero ó en servicio personal, calculado este segun el valor dado á los jornales ·por el jefe pol\tico di! acuerdo con el consejo provisiona l en cumplimiento del art. '26 del pre·sent e reglamento .

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189 SECCION T.ERCERA.

real decreto de 7 de abril: 1 .º Todo hab1Laole del pueblo, soltero 6 casaAusilios de los (onrlos provinciales. dQ, varoo no impedido deecla<lde48 años hasta 60. En este caso debe la preslacioo por su persona y A·rt. 37. El jefe político al formar el presup11esto ademas por cada individuo varon no imped•ido de aou~l de la provincia, con arreglo al art. 60 de la 18 á 60 años que sea miembro ó criado de su fami, . ley de 8 de enero de ~ 84-5, incluira en él, en capília , y que resida en el pueblo 6 eó su término, y tulo separado, la cantidad que crea debe asignarse tambien por cada carruaje de toda especie y animapor via clll auxilio y estimulo á los caminos vecinales de carga, de tiro y de silla que emplee en su ·1ales de primer 6rden. bor y en su tráfico dentro del término del puebloi La diputacion provincial discutirá y votar~ este 2.º Todo individuo de ménos de~ 8 años ú mascapitulo como los demás del presupuesto, que se sode•tiO, aun cuando.sea hembra, esté impedido y no meterá á la aprobacion de S. M., como está man· resida en el pueblo, si este individuo es ¡efe de uoa dado en el mismo artlculo de dicha ley. familia que habite en él, ó dueño, 6 arrendatario de Art 38. Aprobado que sea el presupuesto prouu e~tablecimienlo agrícola ó de cualquiera ofra esvincial, procederá el jefe político á hacer la distripecie, situado en el territorio del pueblo. bucion de la cantidad destinada al efecto entre los En este caso no debe la preslacion por su persocaminos vecinales de primer órden. na, pero si por las demás personas y ·cosas sometidas Esta reparticion, cuya base ha de ser la imporá este servicio que dependan del establecimiento de tancia de los trabajos que hayan de ejecutarse, se que .sea dueño u arrendatario. hará teniendo en coasideracion tambien los esfuerArt. 42. El propietario que tenga varias residenzos que hicieren los pueblos para atender á sus cacias que habite alternaliv.ameote, estará sujeto á la minos. preslacioo en el pueblo donde teaga· la vecindad. Si tuviere en diferentes pueblos un establecimienSEGCION CUARTA. to permanente con criados, carruajes ó animales de carga, de tiro 6 de silla, estará s~Jeto en cadá pueDe la prestacion per.sonal. blo á la prestacion po_r lo que en él le pertenezca. s¡ sus criados, animales y carruajes pasan tempoArt. 39. En cada pueblo de la provincia se forralmente con él de una residencia á otra, no está mará por el alcalde, en unioo de los repartidores de obligado á la prestacion en ninguo concepto, ·sino contribuciones, un padroo tle todos los contribuyenen el pueblo donde esté avecindado. tes su¡ e tos á la prestacion. Art. 43. Se considerarán como criarles para los Este padron se dispondrá de modo que pueda serefectos del art. 8. 0 del real decreto los que reciben vir para tres años, pero ~e revisará cada uno antes. uQsalario mensual ó arma! permanente, y _no los de que empiece el turno de la prestacioa haciendo obreros que trabajen á jornaló á destajo, ú que esen él las alteraciones necesarias. tén empleados temporalmente durante la recolecSiempre que se renueve total merite, se someterá cion, sementera y otras faenas, ni los ge fes de talleá la aprobar.ion del jefe político. res, empleados y obreros de los establecimientos inArt. 4-0. El padron podrá estar ordenado por el dusl1 iales, ni los postillones perrnalJ'Elotes <le las paórÍ:len alfabético de los nombres de los contribuyenradas de postas . tes, 6 bien por barrios y calles de la poblacion, seLos individuos comprendidos en estas clases degun la costumbre de cada l0calidaJ, ben salis(acer la prestaciou por su propia cu~nta en En él constarán: ~ ,0 El oombre y apellido de cael pueblo de FU domicilio ó del de su familia. da vecino: 2. º El nombre y apellido <le cada va ron Ar-t. 44. No ,estan sujetos á la prestacion: que sea miembro 6 priado de su familia: 3. 0 El nú4. 0 Los aoimales · destinados al consumo, á la mero de carros, carretas, carruajes de .otra especie, ceproduccion, y los que se pose~n como objeto de y de animales de carga, de tiro y de silla que emcomercio, á menos de que, no obstante el obj eto á plee en su labor 6 ea ~u tráfico de.ntro del término 0 que está.o destinados, los emp!P.e su dueño en traba<le! pueblo: 4. Las causas que baya para exceptuar jo~ de cualquie•ra especie. :i algunos inrlividuos de este survicio, sea por edad, '2. 0 Los caballos padres y g:irnñones, aun cu¡rnenfermedad, indigencia ó ~ualqniera ,otra razon ledo estéu domados, y los caballos y mulas de las pagítima : Un cierto número de renglones quedará en rada~ de postas, con tal de qu~ no excedan del núblanco al fin de cada página para anotar las variamero prefijado por los reglamentos de admioisciones que puedan ocurrir cada año. lracioa. Arl. li~ . Están obligados á la prestacion volada 3. 0 Lo, animales de carga y tiro que empleen por los ayuutamienlos, en ejecncion del art. 8. 0 del


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los tragioeros, ordinarios y arrieros eo el trasporte de géneros 6 pasageros de. unos puntos á otros, á oo ser qul) los dediquen eo alguna época del sño á trabajos a_grícolas ó de otra especie, eo cuyo cdso estarán obligaeos la prestacion los que se .empleen en dichos trabajos. Art. ,1,5. No deben cousiderarse como carruaJes emple.,idos eo la labor, en el tráfico 6 eo servicio de la familia, sin9 aquellos que el propietario posee de una manera p_e rmaoeote, con el ganada necesario para poder· usarlos todos á un tiempo. Art. 46. _F ormarlos que sean lc,s padrone~ por los .alcaldes y repartidores, se pondrán de manifiesto en las, casas de ayuntamiento por espacio de un mes para que todos los contribuyentes incluidos en ellos puedan hacer las reclamaciones que crean convenientes, del mismo modo qae se practica con los repartimientos de las demas contribuciones. Pasado este término, y hechas las alteraciones á que hayan dado lugar las reclamaciones de los contribuyentes, se pasará el p:idron al jefe político, que lo devolverá á los alcaldes Jefpues de aprobarlo. Cuando los contriLayeales ao sean atendidos en las reclamaciones que hicieren en sus pueblos resp ectivos, podrán acudir a! consejo provincial, segun lo establecido en el art. 8. 0 de la ley de 2 de abril de 4 845. Esto ao obstante deberá o satisfacer su µrestacion del modo que hayan elegido, salvo el rBembolso en dinero, que se les hará de los fondos m1rnicipa.les, de la rebaja que obtuvieren en ·sus cuotas. Art. 4-7. Luego que los jefes políticos hayan· devuelto aprobados defioit;vameate los padrones, se pasará á cada vecino del pueblo una papeleta que contenga: 0 ~. El número de días de trabaJoque debe prestar por su persona y por cada uno de los mien:.bros ó criados de su familia. "2. • El número de días que debe por sus carros, carretas y demas carruajes. 3. 0 El que deue por los animales de carga, de tir-0 6 de silla. 4. 0 El importe de lodos estos jornales eo dinero, segun la tarifa de conversion formada en vista de los precios señalados á los jornales por el jefe político y}coosejo provfocial, conforme á lo dispuestu eo el art . 26 . Es-ta papeleta se arreglará al modelo núm. 2. Art. 48. Los alcaldes rle los pueblos baráo saber á los vecinos, que á los 15 dias de recibida la papele ta d.; que habla el articulo anterior, la hao de rlevolver expresando en ella por. escrito si quieren sátisfacer la prestacioa personalmente ó eo dinero; en la inteligencia de que pasado el término prefijago para la opcioa, se entiende aquella exigible en-dinero.

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La declaracioa de opcioo debe hacerse aun cuando se haya entablado recurso sobre la cuota al consejo proviucial, sin que est11 declaracioa perjudique al derec-ho del recurrente. Art:. ,1,9. Las declaraciones de opcion serán recibidas por el alr,alde 6 la pP.rsona que nombrare al efecto, y des pues que estuvieren reuniJa5 se entregarán, así como los padrones, á un cobrador nombrado por el ayuntamiento, que anc,tará eo dicho padron, al lado del nombre de cada contribuyente , la manera que ha elegido para satisfacer su prestacion . Art. 50. Estos cobradores que deben ser los depositarios de fondos del coruun, aornbraclos coa sujecioo á lo prevenido en el parrafo primero del art. 79 de la ley de-8 de enero de 4 845, formarán eo los -1 5 dias siguientes al del recib.o de los padrones 6 papeletas un extracto de dichos padrones, dividido en dos p:irtes: la primera comprenderá solamente los vecinos 6 cabezas de familia, con los días de trabajo de pP.oaes, animales 6 carruajes que hayan declarado querer satisfacer materialmente; y la segun• da; el importe total de cada una de las cuotas que se han de cobrar eo dinero, porque así lo haya declarado el cÓntribuyeote, 6 porque eo defecto de opcion y pasado el término sean exigibles en efectivo. Modelo núm. 3 . Una copia de estos extractos, firmada por el cobrador y el alcalde, se remitirá al jefe político para que tenga conocimiento de los recursos coa que cuentan los pueblos, y otra se entregará al alcalde. Art. 51. Eo vista del extracto mencionado eo el artículo anterior, determinarán los alcaldes que se reserven, tanto la, cantidad eo efectivo, con:o la~ peoaarlas de cada <:!ase, que basteo para cubrir la cuota con que el p•1eblo se haya ofreddo á contri. huir, 6 que le haya sido impue~ta por el consejo provincial para los cami nos de primor órden ; y el dinero y peonadas restantes se emplearán en los de segundo 6rdeo, con sYjecion á lo ..¡ue se previene eo el capítulo y de este reglamento. Art. 52. Las cuotas que los contribuyentes quie• ran satisfacer eo dinero, y las que sean exigibles del mismo modo por falta de opc ion eo el t6rmioo prefijado , se cobrarán en iguales plazos y épocas que las contribuciones directas. El servicio que los coatrihuyeotes hubieren di,clarado querer satisfacer personalmente, y que no prestarea siendo requeridos para ello, será tambien exigib le en Jinero. Respecto á los que se nieguen á contribuir de ua modo ú otro con sus cuotas respectivas, se adoptarán las mismas medidas coercitivas que se emplean eo la cobrauza de las contribuciones gericrales. Art. 1:í3, Los cob'radores de los arbitrios destina•


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dos á caminos veciagJes tendrán el 3 por 10Q d.el impol'té tola! de los ingresos, por la redaccioa de los estados que deben presentar, por la cobranza y por los avisos que han de pasará los coatribuyeates para que satisfagan sus asigaacioaes de la maaera que hubieren elegido. SECCION SEGUNDA.

Voto de otros arhitrios que la prestacion personal. Art. M. Cuaa·do por insuficiencia de los ingresos mu.nicipales para aten,ler á los cam;nos vecinales · quieran los aiuatamientos usar de la facultad que les da el art. 8. º del real dec1eto, para votar ua arbitrio distinto de la prestacioa personal, podrán hacerlo ea uaion de los mayores contribuyentes ea las primeras asesioaes del mes de mayo, y trasmiliráu ea seguida, su acuerrlo al jefe polltico, para que es-

te lo somete á la aprobacion del GoLierno. Lo mismo se practicará si t además de la prestacioa persoaa·1, quisieren los ayuotami eatos votar otro arbitrio de los <lesigaados ca dic:bo arliculo. Art. 55. Si lo que hubiere votado el ayuatarnieato fuere un reparto vecinal, se recaudará del mismo modo y por la misma persona que las cantidades que proveagaa <le la prestacioa satisfécha en diaero, • · : En este caso el cobrador solo disfrutará el 2 por 4 00 de las cantidades que ingresen por- el trabajo de la cobranza, que se hará al mismo tiempo, y riguiendo igual método que para las demás contribuciones. Art. 56. Cuando el ayuntamiento votare un arbitrio sobre cu3lquier especie de consumo, quedará en libertad d,e recaudarlo por sí ó de sacarlo á subasta, sometiendo el remate á la aprobacion del gefe político. (Se continuará).

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UNA PREDICCION.

NUEVAS HORTALIZAS.

M. Mali, que ha escrito acerca de la enfermedad actual de la patata recomendando medios útiles -para precaver el daño que tantos perjuicios ha causado á la agricultura europea, presume que á la patata ya no le quedan sino tres años para sufrir la enfermedad de que hacemos mérito. Hé aquí en qué se funda su opinion: En los Estados-Unidos la enfermedad ha durado siete años, y en este período haJ·ecorrido, como lo hacen todas las afecciones epidémicas, dos fases; la una de aumentó y la otra de disminucion. Suponiendo que la Europa tenga que sufrirla por igual tiempo (justamente como el Egipto con sus siete años de hambre) el mal ·habrá llegado á su apogeo en 1848 , despues de cuyo término debe necesariamente bajar para desa.parecer del todo en 1851. Ojalá se realice_esta profecía y con la salud de. la patata veamos venir la prosperidad del pais .

Espinaca de Bolivia. Esta planta, enteramente nueva en la hürticultura europea, ha sido traida del pais de donde !leva el nombre por el jóven botánico M. Weddel queacompañó al conde de Castelnovo en su viaje al travf's de la América del Sur. S.egun dice M. Weddel esta espinaca es -la mejor verdura que -se conoce ec Bolivia. Desgraciadamente no ha dado buenos resultadós en el jardin donde se la ha cultivado por primera vez, ño siéndonos posible por - ahora decir nada acerca de-sus cualidades. · Col 111ilande Rusia y col de quintal de Lille.' Esta col ha empezado á cultivarse en eljardin de la sociedad de horticultura de Paris, y ha sido traída de S. Petersburgo . Esta variedad, quese recomienda por su rusticidad 1 es la mas cultivada en Rusia , y hacen mucho aprecio de e-lla por la cantidad de hoja que ptodu·te . y que la, haee útil á la agricu\Lura. La col de quintal, llamada así por el peso


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de cada una de estas plantas, lá ha aclimatado M. Masson_. En los jardines y hu ertcl.s ·ne Lille se lavé toinar dimens.iones tan extraor.dinartas que la hacen .una verdura colosal. La que se- ha cultivado por prirpera vez en el jardín de la sociedad central de París no ha ll egado á formar pomo ó cabeza , lo que se atribu ye á la trasplantacion, que se hizo en marzo último. y por cuya razon sus ·cuálidade&no podrán conocerse hasta es le año. Para dar una idea de las dimensiones q.ue puede tomar esla especie de col, diremos, que la planta á que nos referimos cabria en el acto -de la trasplantacion una superficie de -cincuenta pulgadas de diámetro.

cogiéndolo en el momentv de su madurez . «Los detalles siguientes indicarán el medio de emplear rsla planta con buen resultado. ccEn set;em bre de 1821 vi vía en el campo en casa de un pariente que tenia una grande cantidad de trigo en su·s graneros, cuyos fr~tos habia en gra!1 parte devorado el gorgojo. Mientras que se sacudia el cáñamo para qui-tar los cañamones (la sell,lilla) sobrevino de ~epente una tempestad: para evitar que se mojase el cáñamo se trasladaron el cáñamo y los cañamones, estos todavía sin limpiar, al granero donde existia el trigo que babia comido el gorgojo. En la mañana siguiente quedamos adoiirados de ver que los tallos del cáñamo y las paredes M ELON ARCANGEL . Entre las nuevas variedades de cucurbitá• eslaban r.ubiertos de insectos que se escapaceas que el jardinero de la sociedad de hor- ban hácia el techo: esta emigracion duró m-uchos dras; removimos á menudo los ticultura de París ha traido en su viaje al montones del trigo, y al cabo de ocho días norte de Europa, se halla una que es digna no existía en el granero un solo insecto, ni de ser tenida en consideracion. Esta es e! en los años siguientes, en que se Lom a:ron me1on arc_angel, planta estremadamente feiguales precauciones, volvieron ~ aparecer. cünda, pues que cincuen\a piés cultivados en «Cada año, al hacer la siembra del cáñael jardín del Luxembourg han producido mo despues de haber traspalado l<_!s trigos doscientos frutos. Nada se dice sin embargo de las cualidades de este melon, que segun .y barrido los graneros, se colocan en puntos el interés con que se ha anunciado deberían distintos de la estancia cuatro ó cinco ma. nojos de cáña.mo que lleven consigo los caser apreciables. ñamones y una porcion de . espurgos de las DESTRUCCION DÉL GORGOJO, . semillas. Con estas simples precaucio@s Transcribimos íntegro á continuacion el que no exigen ni ti~mpo ni .ga-stos no · se ha articulito que hemos leido en un periódico en la granja de mi pariente un solo visto .de agricultura é industria francés acerca de gorgojo despues de treinta y cinco años. esta importante materia. «Para: po·deí- tener cáñamo en disposicion «Muchos agricultores sabios han tratado de l.\plicarlo á este objeto antes que se veriuna cu estion muy importante: la de alejar. fique la tri-lla de las mieses, convendrá semel gorgojo de los trojes y graneros que se brarlo á principios de marzo por poco que destin_an á la coñservaoion del trigo y de las el tiempo lo permita. En la época de la sielegumbres. Todos han indicado medios úti- _ ga ya exhála un olor fuerte para poderlo coles para conseguirlo; pero lo mas ventajoso locar en los trojes. El que se haya sembraé importcÍnte _sería pr.eeaver la aparicion ó do mas tarde podrá colocarse en los grane. desarroilo del.insecto . l\L Silvestre es el que I!)ejor ha resuelto la cuestion, diciendo que. ros cuando los trigos estén depositados en ellos. las sustanci as que exhalan un olor• mas fuer«Con este medio tan sencillo y sin gasto te serán los recursos mas provechosos, pero al guno podremos librarnos de un enemigo sil? que seña)e cuales sean. :En vista de esto tan temible para el trigo y legumbres:» se ha Qreido que el cáñamo es la materia que ppdrá emplearse con mas utilidad, re-


·. ¡H'ados natur~les·-.en lienas arables, y vice-ve1·sa.

Se halja est¡1 cuestion -tan íntimamente saber v1v1r úID;tinados en sus creencias de unida á la de los prados -ar'lificiales, ªque que los prados naturales son la piedra.angu podemos decir componen ambas una sola. lar del edificio agrícola. • · Segun íos prh1cipios que ya otro. dia hemos Esta opinion, que se conserva .tÓdavfa aun · establecido acerca de la importancia de los en muchos punLos de .la Francia y de otras prados artificiales y de la ventaja que lleva naciones donde la agricultura v-á marchando consigo una bien m_editada alternacion de c?n una rapidez envidiable, sigue tan fija en cosechas en favor de los intéreses del propie- España, que apenas bay un ·solo distrito que tario, nos limitaremos ahora á sentar q-ue se baya declarado contra de ella, ni casi un desde la introduccion del método que deja- solo hombre de prestigio que se haya -atremos consigna~o por epígrafe de este articuvido á cond_enarla decididamente, su·rgiendo lo dala la era del progreso agrícola. de esta ignorancia 6 preocupacion ma les inCien años· atrás no se había encontrado un mensos para nuestra riqueza material, priu-· solo hombre que hub'iera dudado de_la in- cipalmente·para la ganadería, orígen y prinmensa ventaja de los pra~os naturales, ni cipio de la prosperidad de la agricultura. que hubiese participado de la idea de que el Pero no des~onfiemos, y vivamos persuadidesmonte de las praderas, vara· convertirl'as · dos de que el desarrollo progresivo de los en tierras arables pudiera ser provechoso conocimientos agronómicos que cada día va para ~l aumento de los productos del cam- ganando mas terreno entre nuestros cultivas po. Tan genera.! era esta idea y tan arraiga- dores minará por sus cimientos ese vetusto da estaba esta creencia aun en las imagina- edificio que veremos reemplazado por un ciernes menos preocupadas , que á pesar de sistema nuevo, fértil en resultados, y basado haber trascur.rido casi un siglo de pruebas en la introduccion estensa de los prados a,,_ evidentes_y de prácticas incontestal.iles no tificiales. La utilidad de la renovacion perió_deja por esto 'de hallarse aun hoy día algun dica .de los prados naturales se deja sentir partido,. alguna comarca, alguna provincia cada día mas y mas, .y las doctrinas provedonde es mirado como iln cultivado!.' impru- chosas de convertir en tierras arables- esas dente y com9 1,1n innovador perjudicial aquel -praderas que cuentan m-uchos siglos de exisi.1ue aconseja el desmonte de los prados y ar- tencia, y que apenas nos dan otra cosa que ranca sus plantas raquíticas para convertir- planlas miserables 6 parásitas, irán ganando . los en un cultivo ·de vegetales. robustos y nuevos partidar.ios hasta el punto de llegar abundan tes. El espíritu de incredulidad que á ser comun la opinion de que la rique:ta de todo lo ha invadido, ese escepticismo que s~ los pueblos agrícolas se funda en este sábio refleja por do quiera amenazando á la orga- · principio. Como por otra parte esta ·cuestion nizacion social , no se .ha introducido , sin se halla tan ligada á la prosperidad de la embargo, en el ter.reno de la .agricultura, que agricultura ¡ y como tal vez de su acertada al contrario de lo que sucede en las cienclas, solucion depende la vida ó la muerte de la en la política y en la moral vemos éll Clllt~- . rique~a territ,orial, de aquí el que debamos vador poco instruido, y aun á muchos ·hom- (lStudiarla bajo ~odas s.u~ fases, comprenderbres que lo son en los restantes ramo's del ía-en todas su relaciones·, y decidí rnos con 4 DE AGOSTO DE 1849.

TOMO 11 .

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prú uenc~ _y_:circunspecc,ion. De nin·guna manera podremos. dar mayor autoridad .á imestras convicciones, que quisiéramos trasmitirlas á todos nuestros lectores, que c_opiando estractadamente lo que han dicho los hombres mas acreditados enlamateria y que con el libro práctico en la mano han enriquecido la agri-cullura de sus respectivas naciones, porque toda opinion ó esperiencia individual no tiene ni puede tener el peso que -se necesita para dirimir la con tienda y producir el convencimiento en una cuestion á que vá unida, como hemos indicado, la suerte de la agricultura. Citaremos los consejos de agrónomos los mas ¡1veQtajad9s y reproduciremos las máximas de cultivadores estranjeros , principulmeote de aquellos que han escrito en punto~ donde los pastos forman en~especial la riqueza agrícola, porque fuera de los pastos no hay para tales países ni alimentos ni comodidad. Hé aquí de qué modo Sinclair ba presentadó esta cuestion: ce Convi~ne saber, dice, si es mas ventajoso para el colono y para el propietario dejar constantemente la mitad de una hacienda de pastos permanentes y la otra mitad en cultivo perpétuo, ó bien si es mas provechoso sujetar todo el terreno á ua cultivo alterno haciendo que cada una de sus partes produzca sucesivamente yerbas y granos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . «Se han hecho graves objeciones en contra de la division de una hacienda en prados permanentes y en · tierras arables permanentes tambien. Las tierras arables se esquilman y debilitan por la sustraccion del mantillo que producen, si .es que las-destinamos al mejoramiento de los prados. Este es un punto sobre el cual no podemos insistir ni aceptarlo con confianza, especialmente en un pais donde Ja poblacion es crecida y en el que hemos de acudir á. la importancion de subsistencias-para sus habitantes. Porque si esceptuamos las praderas muy fértiles, las tierras arables producen como término medio una mayor cantidad que lo;:; prados naturales, ya por lo que mira á alimentos para el hombre, ya en recursos para los animales, y_en una proporc.ion de 3 á 1 : por

consiguiente cada pieza de tierra, que sin necesidad se la mantiene en prado y cuya produccion puede alimentar un individuo, sustrae á la sociedad un producto suficiente para alimentar dos ó tres individuos.» Veamos la opinion de otros agrónomos no menos célebres, y nos ha remos cargo de sus palabras para demostrar que el desmonte de los prados viejos , con el objeto de convertirlos en tierras de cultivo, constituye el biei:iestar material de los pueblos\ <<M. d~i Jellemberg, dice Schwertz, parte del principio de que· las plantas perenes van poniéndose sucesivamente lánguidas y mueren, y que por esta razon los .prados al cabo de algun número de años se cubren de plantas débiles y enfermizas que impiden la vegetaoion de las que son robustas y sanas. Por consecnencia este hombre esclarecido cree conveniente cultivar por temporadas las praderas, y de esta manera suministrará una nueva generacion de gramíneas un alimento abundante que lo proporciona la descomposicion de las plantas muertas. Asi se consigue que se mezclen íntimamente las porciones diversas de tierra de que consta el prado, y que se aproveche la cantidad del mantillo que dieron las plantas del prado mismo durante su vegetacion. Y por ello piensa que al cabo de algunos años está pradera debe destinarse á un cultivo alterno, y despues de algun tiempo á prado nuevamente. Dejo á cada uno que se guie por su esperiencia y que deduzca por su opinion si este método es ventajoso. Para los prados de mediana calidad y para los inferiores ó inútiles puede ser muy conveniente, y hasta necesario en ciertas ocasiones, desmontar aquellos cuyas yerbas hubiesen perdido de su lozanía, y renovarlos de vez eg. cuando)) . 1\1. de Dombasle, cuya opinion es del mayor respeto cuando se trata de la agricultura, estraña mucho que los propiet¡lrios de la Normandía no desmonten sus fértiles praderas para reducirlas á campos cultivables, atendido que la escesi va feracidad de la tierra por la descomposicion lenta de porciones vegetales y de oscrementos de los animales que se apacentan, proporcionaría cosechas pingües d0 otras e ·pecies mas ven la josas á


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la economía rústica. Esta misma opinion tiene aproximadamente l\L de M.orogues com-0 se desprende de las breves palabras que siguen: «Viene un dia en que las mejores praderas se debilitan ó esquilman, á lo meno8 en nuestros departamentos (la Sologne), y es entonce_s cu~ndo conviene desmontarlas á fin de obtener muchas cosechas·de especies diferentes antes de establecerlas ó reducirlas nuevamente á su primer estado.» Citaremos tambien la opinion delvart que creemos voto competente en la materia por la maestria con que ha escrito acerca de los prados naturales. «La conversion de los prados en tierras arables, dice, así como la de estas últimas en prados, es sin contradiccion una de las prácticas mas conformes á los principios de una agricultura raz9nada. Ninguna operacion agrícola puede ser mas lucrativa y ventajosa q11e esta alternacion periódica que de una parte proporciona con pocos gastos cosechas preferibles por su abundancia, calidad .Y limpieza de productos, y por otra suministra igual mente, sin grandes dispendios , los medios de obtener constantemente y de una manera indefinida estos productos conservando la tierra fértil, suave y limpiá de malas yerbas.» Esta opinion, que es la de -varios_agrónomos escla,ecidos y que está en consonancia con los preceptos de la fisiologia, única antorcha que puede iluminarnos caando tratemos estas cuestiones, esta opinion , decimos, la tuvieron ya algunos antiguos escritores, y de ellos citaremos ·tan solo las siguientes.palabras de Padio Rutilio: «Si el prado se hace·estéril por esquilmamiento incuria y vejez es necesario cultivarlo y nivelarlo nuevamente, porque es casi siempre provechoso desmontar los prados· estériles.» El padre de la agricultura fraircesa, M. Olivier de Serres, participó de esta misma opinion, como se desprende de los consejos que transcribimos. «Cuando-veais, dice, que vuestro prado no dá: producto suficiente, no querais sufrir este mezquil)o resultado. Procurad entonces cambiar el cultirn convirtiendo aquel en tierras laborables, de lo que sacareis gran provecho porque os dará _en un año que lo sembrcis de trigo mas de lo

que os hubiera dado en seis que se hubiese mantenido de prado. Al cabo de algunos años se destinará nuevamente á pradera.>> Las palabras que hasta ahora hemos citado son tan concluyentes como del d-0minio de la práctica. Las opiniones que acabamos de transcribir y que reasumimos en un sofo principio están acordes con lo que ha enseñado la esperiencia de todos los países, y á esta suscribimos con gusto porque se conforma con las deducciones del raciocinio. Coloquemos la cuestron en el terreno de la fisiología, y veremos por sus preceptos que es lógico, que es conveniente, que es pro·vechoso desmonta¡ las praderas cuando por su duracion ó por otras causas han perdido su fertilidad y dan escasas yerbas: Un prado natural, sea cual fuere el número de especies que lo compongan, se mantiene una p,orcion de años sin que nos sea _ posible suministrarle algunos de los elementos de vegelacion que inas convienen á la vida de las plantas. No nos es permitido, por ejemplo, remover la tierra para que se ponga suave y porosa y facilite á las raíces desplegarse con mas vigor, ni es posible tampoco que los gases de la atmósfera , tan necesarios á la vida vegetal, se insinucn por entre las partículas del suelo que no se ha removido, de lo que ha de resultar necesariamente que las plantas no puedan continuar creciendo con vigor ni darnos la porcion de heno que- les correspondr. y que nos darian si el suelo se hubiese removido oportunamente. Por otra parte en J.os prados naturales, ll~endida su duracion, se van desplegando plantas parásitas que no solament{l disminuyen la cantidad de heno sino que lo cons~ tituyen de mala calidad, hasta rebajará veces su valor á un precio muy ínfimo que lo hace de poca ventaja para el propietario. Los musgos, los líquenes, cie~as plantas leñosas que vegetan entre las yerbas disminuyen de tal manera el producto de- un prado, que no es raro verlo convertido poco menos que en un terreno erial. Podemos seüalar todavía otras cau?as auxiliares del mal: los talpos y una porci:on de insectos que se anidan en la tierra de los pra-


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dos nalurales abren por el iµterior del suelo vastas galerías que dificultan el riego, rompen una porcion de raíces qqe eran útiles para 1a perfecta vegetacion de las plan~as, y de estos males, que son harto graves, nace una disminucion en el produclo de las yerbas, y lo que es mas aun, estos daños, cuya causa nos es cono~ida, no tienen casi remedio si no desmontamos la pradera y destinamos su suelo á un cultivo alterno. Las plantas cuya vegetacion dura muchos años van desplegando innumerables raíces que se dañan mútuamente por su cruzamiento, y de este fenómeno resulta al fin una vida lánguida y miserable y un defecto en la produccion, siguiéndose por consecuencia un déficit en las subsistencias que el propiet¡irio esperaba conseguir. ¿Tocamos estos inconvenientes r.uando se han destinado las tierras á cultivos alternos? ¿Están sujetos los prados artificiales á tantos males como los prados permanentes? Veámoslo: Un terreno que se aplique a-1 cultivo de plantas anuas 6 á rotaciones especiales que podemos combinar ventajosamente produce resultados mas satisfactorios y cosechas mas copiosas, porque las labores frecuentes que se le dan hacen qoe el .sueln sea mas poroso, que la.s raices se estiendan con mayor facilidad, que las aguas de riego •se aprovechen hasta en sus menores cantidades, que el mantillo se distribuya de una manera uniforme, y que en último resultado las planta¡: aumenten sus creces y produzcan pastos abundantes en un breve espacio de tiempo. Esta misma frecuencia c9n que trabajarnos

·1a· tierra en los prados artificiales favorece igualmente la dcstruccion de lps animales dañinos, impide el desarrollo de vegetales _p arásitos, no deja tiempo á que las plantas entrecrucen sus rarees de una manera perjudicial, y, en una palabra, aprovechamos todos los elementos de vegetacion de un modq que no lo permiten las diferentes reglas que conviene guardar para los prados naturales 6 permanentes. Pero si generalmente es tambien perj udicial destinar muchas tierras á prados permanentes, no lo es sin embargo menos dejar de hacerlo con respecto a determinadas localidades en que el cultivo de plantas anuas es poco provechoso. Diremos mas todavía: aun para los terrenos cuyas circunstancias se prestan para alternaciones de cosechas será útil elegir plantas forr~ger_a s que queden en la tierra por tres, cuatro ó mas años, á fin de que durante este plazo recobre el suelo la fertilidad que había perdido con la siembra de la~ plantas anuas y se baga nuevamente útil para cosechas alternas. Este sistema de cultivo, que vá estendiéndose entre los cultivadores que conocen sus intereses, constituye la riqueza agrícola de las naciones, y á este mismo sistema se debe principalmente el aumento de la poblacion. Otro día nos ocuparemos de si tal sistema es mas ventajoso al propietario que al aparcero 6 colono, ó de si deben hacerse mútuamente alguna compensacion cuando se establezca por primera vez. Repetimos que este será el objeto de otro ar.ticulo.


IODO DE FORMAR Y RENOVAR LAS VINAS Sr. D. Jaime Llansó.

' útil dar á conocer el método adoptado en este pais hace ya algunos años, el cual merece la Muy Sr. mio y apreciado Catedrático: recomendacion de los que prefieren un gasto aprovechando la corta permanencia de alaparente y de economía en el fondo-á la megunos dias en este pueblo, y hallándome jora pronta y positiva de sus viñas. Algunos convencido de que aun en los paises en que piés de la variedad llamada en Catal.uña á primera vista aparece en atraso la agriGa'rruts, la que ofrece la vent aja, entre otras, cultura hay algunas veces, observándolos con de presentar en cada nudo dos yemas opuesatencion, ciertas prácticas agronómicas dig- tas por si padece la una por el frio desarronas de generalizarse en los de mas esmerado llar la otra, enviados desde este pueblo, por cultivú, remito á V. el adjunto escrito sobre otoño, al jardiu botánico de la 1\1. l. Junta el modo de planta1· y renovar las viñas,que á de Comercio de esa ciudad á peticion de su · mas de coincidir con el que se verifica ya con · _ digno profesor y director de ese periódico, otros vegetales y no se había aun generalprueban por su vigor y lozanía el buen efecto mente aplicado á la vid, se ha esperimende la trasplantacion aun á climas algo distado·con ventaja hace -ya cinco años en mu- tintos. Pasemos ahora á describir el n'1étodo: chas de las posesiones que radican· en este . Córt~nse á fines de diciembre ó principio pueblo, persuadido de que si V. le encuende enero los sarmientoi- que se quiera destinar tra el interé"s que á mi entender encierra le al plantío, pudieQ.do aprovecharse, en un cadar{L cabida en el apreciable periódico que so estremo, los que resulten de la poda en se halla bajo la direccion de V. febrero ó marzo ; y aunque es provechoso De Y, su afectísimo amjgo y disclpulo dejarles una parte del leño de la vegetacion S. S. Q~ S. 1\1. B. anterior, no es este punto capital, pues se ha observado que desarrollan tambien fácilCARLOS LOPEZ DE PASTOR. mente raíces hasta el 5. 0 y 7. 0 de los prime' ros nudos procedentes de la última vegetaSanahuja, provincia de Lérida,· 19 de Jucion. Escogidos ya los sarmientos y formalio de ~ 84-9. dos con ellos haces en que aparezcan unidas todas las partes mas gruesas de los mismos (RElllITIDO.) sarmientos, se meten como dos ó tres piés en Los medios usados hasta ahora para plan- agua, cuya operacion tiene por objeto reblantar y renovar las viñas, presentan el incon- decer el tejido para darle flexibilidad, queveniente de que despues de haber costado al dando tambien depositada en su interior, en propietario _muchosafanes y dinero, emplean-_ virtud de la endosrnose y capi'.lari dad, una do por uno ó dos años el sitio donde creia porcion ele líquido que será_muy-convenien_tener formada la cepa, salen frustradas sus te para el búen éxito de la operacion; basesperanzas, habiendo luego de deshacer lo . tando tener los haces en remojo por espacio hecho y aguardar igual plazo para dar, qui- de dos ·dias, aunque tampoco lesdañael que ~á, en el mismo ioconvenie_ntc. Persuadido se dejen por mas dc un mes, pues sabida e de tales desventajas me ha parecido sería de todos la poca accion de la h\lrncdad en los

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•Algunos prácticos han probado el no encor-

sarmientos. Verificada esta preparacion, se escogerá un terrel\O bastante abonado y·de var los sarmientos al meterlos en la zanja, buen fO'lldo:, ·á lo que se prestará muy bren sino colocarlos perpendicularme'nte, y un una hoja de huerta, y á cuyo terreno pueda número de ellos surte- buen efeqto, lo que há prop!)rcionársele algun riego cuando sea ne- dado márgen á poner en duda la necesidad cesario: ábrese á lo largo en uno de sus la- de encorvarlos ; pero á esto responderemos dos una zanja recta como de un pié de ancho que absolutamente indispensable no lo es, J dos de profundidad , echándose fuera la pues pueden obrar como la rama de cualtierra que de ella se saque, 6 sea poniéndo- quier otro vegetal plantada de estaca, y que la en direcciuri opuesta á la del terreno que aun-en la práctica nos adheriríamos á su pah_aya de contener los majuelos 6 sarmientos, recer si pudiese verificarse la opei-acion al pues que de esta tierra no ha de haeerse nin- plantador, porque se evitaria asi el gasto de gun uso eñ la operacion. Despues se continúa abrir las zanjas; mas no siendo esto asequiseñalando otras zanjas paralelas á la prime- ble, acon;;ejamos, apoyados en las leyes de ra, y á· la distancia de tres pulga.das una de la fisiología vegetal, el.enCól'var los sarmienotra, hasta llenar de ellas la estension del tos para que impidiéndose de este modo la terreno destinado al efecto , y aun en cada libre circulacion de la savia se facilite aun zanja deberá irse dejando bien removid~ la . mas el despliegue de las rnices.-Yolvamos primera capa de tierra que servirá luego á tornar el hilo de la narracion. pa"ra el objeto que se dirá. Abierta del todo, Terminada la ope-racion que hemos dicho coino he dicho, la primera zanja, y metido en la primera zanja, se acaba de abrir.la seel operario dentro de ella por uno de sus esgunda, y la tierra que de ella se saque sirve tremos. con un haz <le sarmientos en la ma- · para llenar enteramente la primera que se no 6 debajo del .brazo, irá entresacándolos dejará bien apisonada. Empieza luego la uno á uno, encorvándolos por la· parte mas colocacion de los sarmientos en la segunda gruesa, metiéndolos en la zanja, colocándo- zanja del mismo modo y observándose igua-, . los á la distancia de una pulgada uno de les precaur.iones y reglas que en la primera, otro, amoldándolos de manera que toquen y así sucesivaménte se vá realizando en la en ,el fondo y en la pared de Ia zanja que tercera y posteriores hasta Ifenar la superesté al lado donde se hubiese puesto la tier- ticie del campo que se destine al -objeto, quera sacada de ella, y sujetándolos con el pié dando en su estremo una zanja abierta, cupara que vayan adquiriendo y conserven ya tierra es la que ha servido para .apisobuena po¡;icion: luego que no pueda tener nar la última línea de majuelos. Guardando sujetos con el pie mayor número de sarmien- las distancias que hemos marcado caben en tos, tomará con la azada 6 azadon una poca una vara cuadrada de superficie 432 sarde tierra de la que ya estaba removida en la mientos. Pásase despues á la poda, no desegunda zanja, la echará sobre· los sarmien- jando füera de la tierra mas que dos 6 tres tos que tenia debajo del pié, y la apisonanudos y cuidando de hacer el corle trasverrá 'fuertemente para .que los mismos sar- sal de modo que teriga la vertiente hácia la mientos no puedan variar la ¡posicion á que parte opuesta á la yema, porque el líquido se 1es ha forzado; consiguiéndose además con que sobre ~Ila destilaría el sarmiento por el ésto el poner _en contacto _1:11 mantillo 6 tierra corte, al tiempo de ponerse en curso la savia, la dañarían sobre manera; estas precaude la ·segunda zanja con la parte de los sarmientos qu,e debe echar raices. Luego que ciones son comunes á los demás métodos de los primeros sa.rmientos queden bien sujetos plantar la vid. se entresacan del haz otros nuevos,:y se siAunque hemos manifestado que era necegue haciendÓ lo· mismo que vá esplicado res- sario establecer el plantío en terreno que pect0 á fos anteriores, hasta dejar entera- pudiera regarse, debe ponerse gran cuidado en no abusar de este elemento ~e vegetacion , m.ente llena d~ e\los la primera zanja. sino antes al contrario usarlo con gran parPermitasemc ah9ra una ligera digresion .


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simonía, pues si los majuelosse trasplantásen á terrenos menos abundantes en humedad sufriria notablemente el vegetal en este cambio repentin-0. El primer riego deberá darse cuando esté Iª bien patente la evolucion de las yemas, y los demás cuando se note que la planta sufre por la sequedad, procurando que estos sean poco abundantes y basten solo á remediar la necesidad. Deberán permanecer los majuelos en el plantío á l.9 menos por dos años; pero general mente se les deja tres para que estén mas robustos. Las labores de conservacíon durante cada año consisten en, de::ípues de desarrollados los brotes, no dejar en cada pié sino el de mas robustez ó mejor forma, quitándoles todos los demá~ á primeros de Junio ; cuidar muy amenudo de arrancar las rnalas yerbas, y remover de continuo la tierra para facilitar la introducc~on en ella de los gases de la atmósfera, habiéndose notado con esta práctica un aumento prodigio~º de vegetacion. La época de trasladar los sarmientos de asiento es la misma de plantar las viñas, esto es, á últimos de marzo, y las dimensiones de las zanjas, las ordinarias aunque mas profundas en los terrenos húmedos ó de pendiente rápida. Teniendo ya trasplantados del majuelo los sarmiento~ se

echará solamente la mitád de la tierra en la zanja ú hoyo abierto, cuidando de acabarla ~e llenar despues de una lluvia ó luego que el térreno ~hunde mucho en humedad, aunque haya de aguardarse para esto hasta junio ó julio. Si algunos sarmientos dan trutóenel plantéo, ya en el primer año ó en los sucesivos., se quitará con esmero porque sería en per.:. juicio de las raices~ verificando lo mismo en el _primer año de trasplantacion, y aun es provechoso sacrificar el fruto -del segundo . En adelante producen y deben cuidarse como las demás cepas. _ Presenta tambien utilidad este método para renovar las viñas viejas, pues plantado~ lus majuelos á -alguna distancia de las cepas no se arrancan esta~ hasta que estan reemplazadas por otras JÓYenes, trasformando &,SÍ sin perder ninguna cosecµa una viña improductiva en otra que ofrece cuantiosos frutos. Tal es el modo de multiplicar y renovar la vid usado en . esta comarca; quizás genera•• lizándoseen otras y adoptándolo hacendados observadores sea susceptible aun de alguna mejora en pro de los ramos mas importantes ~e la industria agrícola. CARLOS LoP~z DE PASTOR .

ESPERIMENTOS ACERCA DE LA SIEMBRA Por mas que los conocimientos teóricos de la ciencia nos convenzan de la utiliJad de una doctrina cuya práctica puede interesar á los adelantos agrícolas, no debemos nunca sancionarla si la esperiencia no ha acreditado nuestros raciocinios . Intentamos hablar de la siembra del trigo , es decir , de los difc -

rentes métodós que se han recomendado para obtener de ella los resultados mas importantes. Los unos aconsejan la siembra á surco por medio de la sembradera ó á la simple mano, creidos queeste procedimiento ofrece ventajas notables, mientras que otros, estacionados en la rutina, no saben salir del cír-


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culo de sus malas prácticas para dar á los La otra porcion de tierra de que he mos dcscubrin1ieotos· el· valor que realmente hablado fué sembrada á surco, observando tienen . · · la-s mismas precauciones que se tuvieron paNosotros estan:¡os convencidos, y lo hemos ra la siembra á vuelo ·, y se empleó la candicho otra vez, de que la siembra de cereales tidad de tres libras de semilia que dieron ·á ~urco es mas prove<·,hos¡i que la que se hace una cosécha de cuarenta y dos libras d_e tri. á vuelo , porque en la primera. acompañan go y setenta y ocho de paja . á. la siembra una porcion de circunstancias y De aquí resulta que la siembra á surco es á la vegetacion del trigo un gran número de muy ventajosa y que debe preferirse á la hefen ómenos que á primera vista: nos revelan cha á vuelo, prim.eramente porque en un terla superi<,ridad del método: á mas de que reno igual ha habi4o una economía en la es tas diferencias están justificadas y son el siembra de casi una mitad de semilla, mienproducto de la esperiéncia d,e agrónomos no- :tras que esta ~emilla ha dado todavía cerca ta bles tanto por su ci~ocia oomo por la bue- de una cuarta parte de cosecha mas que la na fé que los élistingue. · · que se sembró á vuelo. - . A pesar de nuestra conviocion y de lo seOtro esperim_en to se ha hecho con el tri guro.;; que estábamos de qne la siembra del go, y fué el de invertir una cantidad de cal trigo á surco era mucho mas ventajosa que · viva en_el acto de la siembra, enterrándola la de á vuelo, no solamente por la ec01;1omía ligeramente cuápdo, tambien se enterró la . que presenta -en cuanto á la cantidad de se- semilla. Este método qu~ algunos han recomi'lla _que se aq-orra , sino por las muchas mendado, parece que puede y debe acelerar razones · fisiológicas · que hemos espllesto ya la germinacion del trigo y escitar las primeen. otro lugar, hemos tenido sin embargo el ras creces de la planta, y el resultado que singular placer de ver confirmada práctica- hemos visto es el siguiente: mente nu·estra opinion con los esperimentos Se sembraron dos porciones iguales de que el director de nuestro periódico ha hecho terreno y bajo unas mismas circunstancias, este año· en el jardin botánico de la: Junta de . en· la una se esparció en el acto de la siemcomercio , cuyos resultados son los que va- bra una pequeña cantidad de, cal , y en la mos á anunciar como testig;os · presenciales otra no; pero en ambas fué igual la cantidad que hemos sido. Hé aquí cualessc,n: de trigo que se sembró, siendo esta ~antidad . Se elrgieron dos porciones de terreno en- la de catorce onzas que dieron de producto teramente iguales en capacid~d y en natu- en la porcion de terreno en q-ue babia· la cal raleza , estando divididas la una de la otra diez libras de tr-igo y veinte y cuatro de papor ún simple caballon , y ambas porc;:iones ja, y en la J:¡oja en que no se esparció la cal fueron preparadas de una misma manera, ocho libras de - grano con diez y ocho paja . abonadas con igual cantidad de estiércol co- De manera que el resultado está en favor de mun, y sembradas á la ve_z. En la una hoja la ca:], pues que el terreno en que babia esó porcion se sembró ef trigo á vuelo en la ta, tina misma porcion de semilla no solacantidad de cinco libras, se cubrió la semilla mente dió mayor cantidad .de trigo, sino que metódicamente, se fueron dando sucesivatambi.en fué mas abundan fe la paja. mente á las plantas las labores y cuidados Esponemos sencillamente es.tos hechos que r¡ue exigen, y el resultado de la cosecha ha s_in comentarios trasladamos á nuestros le~sido el cogerse trein.ta y cuatro libras de tri- tores , creídos que como nosotros verán en go y setenta Y, seis de paja. cual método están las ventajas de la si_embra .


NECESIDAD D~ P_ASTOS Y VENTAJÁS OfjE ,PROPORCIONA LA TRASHUMACION DE LOS GANADOS.

Las roturaciones que se han hecho eh Españ~ de multitud -de dehesas que en otros tiempos estaban deslinadil.s para la aliinén-. tacion de los ganados, sobre todo caballar y lanar, -y el descuaje que se ha practicado en demasiadas tierras: que fueron montes, des- . tinando ambos terrenos para la produccion de -cereales, ha originado la disminucion de pastos etJ. unas parles y la carencia casi absoluta de ellCls en .otras, resultando de ·aqui el escesiv@ precio que tienen en la actualidad y el que:gran riúmero _de criadores, con particularidad los q1.rn se dedicaban á la industria hípica, pero en · pequeño, hayan abandonado lin sistema que tañtas ventajas producía, asi como el que los que han quedado prefieran la cria de la mula á la del caballo porque les es Illénos costosa -y po_rque dan pronta y ventajosa salida á los productos. .Muchos han aconsejado la roturacion de las estensas y abund_antes dehesas que toilavía nos quedan, .manifestando los inmensos beneficios que reportaría, tanto á los partí, -culares como á la nar.ion toda, el que se trasformáran en tierras de cultivo y se aumentára la cosecha de cereales. Los que asi han pensado -y piensap no han reflexion·ado, sin el menor género de duda, que recolectamos mas trigo, centeno y cebada que lo que hace falta para el co.nsnmo interior, · que en un año regular se cosecha cuando menos para dos, y que estos productos se ven casi despreciados en los mercados por su de•. masiada abundancia en razon de que care~ cernos de medios de trasportes fáciles y eco-. nómicos no solo para poder establecer el equi librio interior de sus v.alores, sino que para la esportacion. Asi es que parece imposible el que en el rádio de 35 á 50 leguas haya la diferencia en el precio de ciertos · granos mu y cerca de d"Os terceras parles, y >

esto solo procedente de~lo dificil ·que es el trasporte; sucediendo lo mismo cuando ·se tratan de conducir al litoral. Debe añadirse aun, el que no solo faltan consumidores para tanto como poseemos, sino ·que habría menos para cuanto se aconseja producir, que se carece de los brazos indispensables que un cultivo tan estenso reclama. Cuando se haya a U!])entad.o lapoblacion I ó por mejor decir conforme se vaya aumentando el número de habitantes se irá consumiendo proporcionaJmente lo muchísimo que nos sobra; luego m_as beneficioso será deslinar las tierras para otro género de industria que acarree ventajas positivas y cuyos productos tengan pronta y fácil salida, cuales son la cria de animales domésticos. Se sabe tamhieo que háy infinidad de terre- · nos ·que no es dable destinar mas que para pastos. No· debe olvidarse el que las dehesas roturadas producen mucho' y bien en ·los primeros años, porque la tiei;ra es vírgen para los cereales, por -el mucho abono que en sí misma tiene y por el que proporcionan las plantas que se entierran. Este beneficio se agota y _es preciso vol ver á suministrar los. indispensables abonos si las tierras han de continuar en cultivo, si han de producir, · puesto que sin ellos quedan poco menos que estériles á no ser para las malas yerbas, lo cual haría abandonarlas, como ha sut.:edido ya en algunos puntos, habiendo acarreado el daño de perder la dehesa y d_esistir del cultivo de cereales. Luego preferible es conservarlas para el primer objetó. ¿Qué habian de hacer los estremeños de sus feraces dehesas sino fuera por los ganados que las aprovechan y que tan buenas remuneraciones proporcionan á sus dueños? ¿A. que d~~tinarian los ma nchqgos y anda -

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luces la~ abundantes -yerbas que e~pontánea. mente·crecen en sus suelos sino la~ arrendáran á los ganaderos? ¿Qué sería úe . las que se crian en las montañas de Leon y Sierras nevadas si por el verano no fueran los ganados á disfrutarlas? ¿Y á qué habian · de aplicarse multitud de ter~enos ingratos que, por desgracia ó por fortuna, existen en el mayor núm~ro de nuestras prov"incias, pero que sin embargo facilitan un pasto precioso para los animales? El no_poder ni convenir el trasformarlas en tierras de pan llevar .es cosa demasiada conocida; luego el único destino que d~beq tener es aJ que con justa razon se las aplica, y aun sería ventajosísimo volverá dejar par.a pasto las demasiadas tierras que se han roturado, y para monte las que se -han talado descuaja-do.Los únicos que pueden aprovechar las yerbas mencionadas son los ganados trashumantes, y si estos desaparecieran, aquellas dehe.sas quedaban sin aplicacion y sus dueños como si· nada poseyeran. La lrashumacion por lo tanto es ventajosa mirándola sola bajo este concepto. Hay otro-s sin embargo que proporcionan tanto ó mas beneficio que el a11terior, talés son por ejemplo el sostenimiento de la raza fina estante en Estremadura. La esperiencia les ha qado á conocer que la lana bastll,Í'rlea mientras no renueven los se. mentales, puesto que aquella no puede menos de ir perdiendo los caracteres que la distinguían por medio del calor y alimentos que se ven en la precision de tomar en el verano, los cuales son pocos y malos; así es que cada dos ó tres años venden las ovejas y moruecos, comprando -nuevas reses á los ganaderos trashumantes. Luego si estos n-o fueran, aquellos ne podrian conservar la-raza fina que poseen y que con tanta frecuencia renuevan.

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202 No son estas.dos las únicas venlajas que · les reporta ~ los estremeños la tráshumacion de los ganados, ·sino que les facilita tod;via el poder disponer de pastos por cierta -parte del año, pues:o que en cuanto aquellos parten para los esq::iileos meten sus rebaños en las dehesas que han quedado libres y las.apuran á su placer sin la menor remuneracion : El comercio sería, por decirlo así, casi nulo sino fuera porlos ganaderos trashumantes, en razon de que ellos son los ·que se dedican al tráfico y los que los surten de las cosas rilas precisas, además de dejarles bastante capital por el aprovechamiento de las yerbas, cuyo capital aumentan por el no despreeiable consumo de cereales, puesto q.ue llega á ser de alguna consideracion el que hacen las gentes que van con los ganados ínterin están ·en ·los eslremos, en tal disposicion de notarse la. falta en cuanto pa.rten para las _sierras, pues la fabricacion del pan es muchí~imo menor, cÜyo beneficio local es bastante lucrativo. Sin ganadería trashumante desaparecerían todas las ventajas mencionadas, los perjuicios serían locales y generales, y-quedarían desiertas muchas poblaciones que solo de ella y por ella se sostienen. Siendo por ahora de absoluta necesidad su existencia, dehe procurarse por cuantos medios esten al alcance del Gobierno su conservacion, merece facilitársela tod~ género de amparo y de proteccion, y con mas particularidad el libre uso de las servidumbres públicas, evi- • tando esperimente los perjuicios que con demasiada frecu~ncia y aun arbitrariedad sufren en el tránsito, los cuales demostraremos, con otros infinitos males que aquejan á la ganadería, en uno de ·1os artículos de los números mas próximos.

(Revista de la ganadería española).


JABON ECONÓMICO .APLICABLE En el estudio de la agricullura no deben bo de algunos dias. Pero la cantidad de jacomprenderse solamente los varios puntos bon que se ha de menester para conseguir que forman la ciencia del cultivo, ni aque- el resollado hace algo dispendiosa 1~ opellos cono-Cimientos teóricos que constituyen racion, y tal vez á esto se debe en gran fa base de la a_gronomía porque nos prestan parte que el método que indit:amos nv haya los medios de aplicar claramente los diver- tenído la aceptacion que se merece y que era sos fenómenos que la vegetacion puede ofre- de esperar del· progresivo ~stado de los cocernos en su curso ; sino que necesitamos nocimientos.agronómicos, principalmente ~n tambien, para comprénder con acierto esa Francia donde contaba con el apoyo de hómmisma agricultura, de las artes agrícolas, de bres eminentes y con el celo de .un goliiérno esa parte ó rama del saber humano que nos que se interesaba en propagarlo. Si el enriapermite sacar de las plantas que cultivamos miento de las plantas textiles por este métotodas las utilidades á que las ha destinado la do pudiera. reducirse á menores gastos de mano de la Providencia. los que ocasiona la compra ·del jabon, enEntre estas artes agdcola-s, cuya impor- tonces veríamos propagarse una doctrina á tancia no es de este momento defender ó todas luce·s ventajosa, y antes d·e ·poco tiemprobar, figura como muy principal el enria- po el enriamiento del cáñamo por el agua miento del cáñamo; _de cuya operacion nos sería reemplazado por el método de Bralle, hr.mos ocupado estensamente en el Cultiva- que consiste en disolver la gomo-i:esina por dor describiendo· los varios métodos que se medio de las sustancias alcalinas. han empleado para disolver la goma-resina Los adelantos de la química, cada día mas que mantiene unidas las hebras de la corte- sorprendentes y á los cuales la generacion acza de esta planta. En la entrega 4.-a del se- tual debe gran parte de sus progres9s, irán gundo tomo hemos hablado con alguna es- proporcionando los medios de conseguir este tension de un método químico empleado en enriamiento nuevo sin esfuerzos costosos, por Francia y recomendado por un sábio natu- que nos permitirá, para lograrlo, emplear ralista, con cuyo método puede suplirse el materias de un valor ínfimo ó que acaso nigenriamiento por medio del agua, el cual pre- gu·na otra inversion tengan a~ora. Por de senta ·con frecuencia no pocos inconvenien- pronto podemos indicar ya como una de estes por lo prolijo de la operacion y por lo tas materias el jabon económico, de útil aplimal que influye en la salud pública. Enton- cacion para este enriamiento, y cuya comces indicamos que uno de los recursos que pusicion está al alcance de las personas mas se tenían para _evitar estos inconvenientes ignorantes y de las clases menos acomodadas era el disolver una cantidad de jabonen el de la sociedad . El jabon económico, quepoagua en que el cáñamo ha de macerarse, para drá usarse con ventaja en todos los casos en que de esta manera se vaya tambien disol- que queramos dis'olver la gomo-resina de viendo la gomo-resina de la corteza de esta la corteza de las plantas filamentosas, se elaplanta, y para que así se obtenga- el mismo bora del modo siguiente : Se recogen trapos de lana , como trozos de resultado que la simple agua produce al ca-


204 mantas, de pantalones, chaquetas viejas y que podremos llamarlo imperfecto, no co ntendrá l::is propo.rciones de aceite ·y de sales mugrientas ú otrá preuda cua_lquiera que haya servido mucho, y se parten en porcio- que se dan al jabon bien elaborado; pero la Iies pequeñas y retazos sumamente divididos. economía con que puede obtenerse y la fa Jiecho- esto se confeccio.nan lejías de varios ci lidad de prepararlo cada uno en su casa, grados, las (]Ue aplicadas sucesivamente irán• en términos que podrá ser un ramo de ocupacioo para las mugeres, hace que se le crea disolviendo los trapos·de lana.que se habrán preparado antes: estas lejía!i deberán ser la de mucha utilidad en la economía doméstica. una de 8, otra de 1O á 12, i !a tercera de 16 Este jabon podrá tener aplicaciones distintas, y podrá tambieo usarse con ventaja pa á 18 grados del pesa-sales. Preparados ya los ra desengrasar las lanas, para ·quitar el trapos y las lejías se procederá á la forma aceite de los paños cuando se batanan, y cion del jabon que se hace en estos términos: Primero se coloca la lejía del núm 1. º aun será . tambien económico emplearlo en ·en una olla ó caldera mas ó menos grande las.coladas. Pero uno de los usos roa¡; señalados que se le podrán determinar, y que segun la cantidad de trapos de que se. disponga ó segun la de ·jabonque s.e quiera ha- mayores ventaj ~s puede traer á la agricul- · cer; se deja calentar la leiía basta á los 45 tura, es el destinarlo al enriamiento de los -grados de·Reaumur, y en este estado se echan cáñamos. Recordarán nuestros lectores lo poco á poco los trapos triturados, se agita que hemos dicho en la pág. 84 de la entresin cesar la masa con una espátula, y de es- ga 4.", tomo 2. 0 de este periódico aceréa de te modo se vá -di solviendo la lana: en segui- ' las ventajas que habia en disolver la goma.da se mezcla la ~eguada lejía, ó sea la de 1O resina de los cáñamos y de los linos por medio del jabon, y convencidos ·de esla v~nta_. á 12 grados, pro.curando agitar con fuerza la masa, y se eleva la temperatura hasta á ja, que sol:¡._rne.ote el precio elevado de esta materia podría hacernos desestimar, pénsa-: los 60 grados del termómetr,o Reaum~r, sin ces.ar la agüáqion hasta que los trapos estén · mos que el jabon económico que nos ocupa podrá aplicarse con favorable resultado y casi di sue\Lo~. En este estado se aplica la tercera lejía y se continúa .elevando el calor economía al enriamiento de los cáñamos ·y · · hasta á los 70 grados , meneando sin cesar de los linos. la masa hasta que se ponga enteramente diQuede, pues, consigoáda nuestr.a opinion en favor del método de enriar las materias suelta ~• pastosa . En este momento , y prece didas -ya todas las operacicmes que se han filamentosas con este jabon ,, y quisiéramos esplic~do, se retira del fuego la caldera y se que los aficionados a los adelantos de las arsigue agitando la pasta jabonosa hasta que tes agrícolas lo esperimentasen, aunque fuese haya enfriado enteramente. Entonces la ra por vía de ensayo, porque de esta manera operacion ha terminado y el jabon queda aumentaríamos el valor de una de las plantas _que deben ser reputadas en España como hecho del todo. · una de las primeras producciones . . --Desde luego 'se deja ver que este jabon,


JIÉTODO PERFECCIONADO PARA ALHIENTAR Tomamos de un periódico estrangero el El forrage triturado, si está seco, deberá pe- . siguiente artículo: sar 1 t lihcas, al que se afiadirán 3 arrobas l\f. l\farshal , cultivador de Holme-Beday media de raíces hechas pedazos, siendo . le, cerca de York, ba presentado á la Socie- tambien útil dar al ganado un poco de paja. dad Real de ¡igricúltura de Inglaterra una Esta racion viene á costar á 1\1. Marshal 21 memoria sobre el modo de alimentar -y en- rs. 8 ms. por semana. No hace preparares(e gordar el ganado por medio de una mez,cla cocimiento el domingo, con el fin de procude forrage triturado que se rocia con agua rar este descanso al encargado del trabajo, y blanca compuesta de harina de linaza y otros persuadido de que la privacion de un dia granos. Esta memoria haconseguidoel gran renueva el apetito de los animales. Este mis. premio de la Sociedad. mo alimento lo emplea tambien para foscaM. Marshal dice, que despues de muchos ballos, á los que además dá u na can ti dad de esperimentos comparativos se ha convencido nabos; pero comen con apetito el rutabaga, de que el alimento mejor y mas barato se ~a remolacha y sobre todo la zanahoria, añaforma de forrage triturado • ya sea verde ó diendo una racion de 5 libras de avena masecó , rociado con agua blanca que se hace chacada,, y si el trabajo es -fuerte las habas de un tercio de harina de linaza -y dos ter- sustituyen á la avena. La racion de raíces cios de otras harinas, entre las '1ue son las · dada á los bueyes se ~val ua á 7 rs. y 172 por mejores _las de habas, guisantes, maiz, cen- . semana. teno y cebada. Asegura que un animal peSe distribuye la mitad de los nabos á las 6 sando vivo 3 y 1'J.2 quintales consumirá por de la mañana, á las 1Ola mitad de la racion día 2 libras de hari'na de linaza hervida, con de alimento compuesto, á la 1 la otra mitad 5 libras de otras harinas disueltas en 1O de los nabos, y á las 5 lo que haya quedado azumbres de agua. Échase poco á poco la del alimento compuesto. Por la rioche es neharina en.el agua hirviendo, y se vá revolcesario poner en el pesebre alguna cantidad viendo' á fin de que no se pegue al fondo; se de paja larga, y si alguno de los animales separa al cabo de 15 ó 20 minutos, rociando no concluye su racion, se reparte lo que con ello el forrage triturado , que se irá po- quede entre los que parezca que tienen apeniendo p,or capás en cubas ó especie de alji- tito. Con este ali mento, 20 novillos de~ años bes construidos al intento. Debe revolverse aumentaron de peso en cantidad med,ia2Jitambien el forrag~ con cuidado á tiempo que bras por dia: los becerrillos comen menos y se vaya rociando para que quede humedeci- necesitan mas tiempo para engordar. Do;; do con igualdad: se apisona fuertemente con becerras aumentaron en 16 ·semanas el peso el objeto de que el tonel ó aljibe pueda con_ de· 3 quinlales. _En 3 años que sus catiallos tener la mayor cantidad que sea dable, tahan usado este alimento, han trabajado mupándolo des pues lo m~jor que se pueda. Dé- cho, no han enfermado, y estan mas gordos jase en este estado á lo menos por espacio que antes. Este modo de dar el alimento ha permitide 2 horas y á lo mas por espacio de 8, para do á este colono el doblar la cantidad del que no entre en fermentacion. Se reparte, caliente aun, dos veces al día. ganado , lo que ha cuadruplicado el estiér-


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col, pues que alimenta ali-ora enteramente calderas ., de un arca de hierro en plancha los animales al establo. El estiércol mismo para cocer las pala_tas por me-dio del vapor, se- halla notablemente mejorado por esla de una especie de estancia de ladi·illos emclase de alimentos; siendo dobles fos produc- ~betunados _. para cocer el fqrragé, tambien tos de su hacienda, y mejorando de dia en . por el vapor, y en fin del generador. Las dia los campos. Muchos.colonos de l¡i. yecin- calderas para co_cer el agua blanca tienen 2 dad han adoptado este método cuyos ·resul-- pies, •1O pulgs. y 6 líneas de diámetro , y 2 tados les parecían prodigiosos: M. ~utton, piés, 6 pulgadas y 3 líneas de profundidad: de Sovvber-Hi !~, cerca de Northallertón, el generador tiene 4 piés 2 pulgadas y 8 despues de haberlo esperimentado . durante líneas de largo sobre un diámetro de 2 el invierno de 18H, ha quedado tan satispiés, 6 pulgs. y 6 líneas. El arca para las fecho que ha mandado construir ~n aparato patatas -tiene un dob!e fondo con agujeros que le ha ·costado 4750 rs., por ·medio del para que ~l agua que flu.ye del tubérculo y cual puede alimentar 100 cabezas de ganado que daña á lós animales pueda quedar sesin mucho embarazo y economizando gran parada. Antes de introducir el vapor, el forcantidad de combustible~ raje desmenuzado se aprieta cuanto sea poRabia ensayado el alimento compuesto sible , y estará bien cocido cuando se baya comparativamente con otro en que entran el impregnado -bien de él. Una de las ventajas hollejo de la linaza, mezclado con raíces. El de ~sta coccion es la de utilizar los forragés gasto era casi el mismo ( 32 rs. por semana) pulverulentos ó qué han adquirido mal guspor cada animal, y el ensayo se hacia con 16 -to, el cual desaparece completament~ y no animales de la especie negra sin cuernos, . produce efecto dañoso á los animales que lo .llamada gallow.a y, que se dividieron en dos comen. secciones lo mas iguales posible. Al vender-. M. Tbompson , de Moat-Ilall, cerca de las ti las 8 semanas, los animales alimenta- ·Yorck, esplica de este rnodo un ensayo comdos con el hollejo-de linaza solo produjeron parativo entr-e el alimento nJicvo :y el antiuna cantidad inferior en 218 rs. 24 ros. ·al guo. Como se hallaba satisfecho del cP-baprecio de los que io habían sido con el ali- miento por medio de las raíces y hollejo de mento compuesto: con este úHirno las vacas l~naza con harina de babas, no quiso abany becerros ya grandes le cuestatl -16 rs. 1 O donarlo sin que estuviese seguro de la venms. y las te_róeras 9 rs. 14. ros. por semana. taja del nuevo método. Primeramente,eligió Ei estiércol es escelente y .puede · emplearse en una porcion considerable, destinada para mucho antes que el otro. engordar, dos becerros que presenta.han las Las calderas de que se sirve son dobles, mejores esperanzas, y continuó el cebamienes decir, que la que contiene el agua blanca .to por el método antiguo; otros dos que seestá•cercada de otra caldera .algo máyor, de guían á estos en bondad empezaron á cebar. mat1era que quede entre las dos un .espacio se-por el nuevo alimento: juntos pesaban 21 suficiente- par.a éontener el vapor que hace quintal y 3 arrobas, y al cabo de 34 dias hérvi"i:. él líquido contenido en la caldera me · habian aumentado 1 quintal , 1 arroba y H nor; están ambas soldadas, á pn de conser- libras. Los primeros elegidos, y que .no ha- · var el vapoi· hasta su cobdensacion ; en el bian cambiado el régimen, pesaban 23 quin~ fondo-de la caldera esterior se encuentra-una tales, 2 arrobas y 3 libras: hahian aumencanilla que de tiempo en tiempo sirve para tado en el mismo espacio de tiempo 1 quindar paso al agua que lo forma. El aparato, tal'y 1 O fibras. Como estaba convencido de cuyo diseño si halla en la 11.ª parle dél vu que los q'ue babia escogido primero debiau volúmen de las .Dfemorias de la Socieclacl aprovechar mas que los otros, mantuvo á los Real de' Agricultura, ele !nglMen·a , y en el cuatro el mes siguiente con la nueva racion: número de julio de 1847 del Farmer 's Mael resullado fué que los bueyes que la prigazine, se compone de una bomba que alimera vez habian ganado mas aumentaron 1 me.ñta un recipiente colocado sobre las dos quintal y 21 libra , y los que con el antiguo


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alimento babian aprovechado Il}enos que los to, en 31 días, 1 quintal, 3 arrobas y 17 liprecedentes, ·ganaron I quintal-, 3 arrobas y bras:__d-iferencia en favor de nuestro método, 17 libras, ó sea 1 arroba y 14 libras mas 3- ~roe¡ls y 7 libras. q?e los otros. Con el hollejo _de linaza no haLas ove~a~ de cría se ~ncuentran muy bien bian aumentado en S4 · d1as m?s que un . .con este r:eg1men, les da m~cha leche, y los quintal y 1 O libras, y con el nuevo alimen- . CQTd~ros_crecen notablemente.

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DE LOS JARDINES DE FLORES Los jardines se dividen en cuatro especies, llen mezcladas unas y otras con las de oloque son: 1 .ª.jardines de legumbres: 2.ªpar- res agradables. De esta clase de jardines es terres .ó jardines de puro adorno: 3 .ª jardi- de la que nos proponemos hablar ahora, denes de flores; y 4.ª jardines á la inglesa. jando para despues el dar una ligera idea De los jardines de la primera especie , ó los llamados á la inglesa. que entendemos mas bien con el nombre de Debemos de advertir que aun cuando por huertas, no hablaremos aquí~ porque nos . su diversa forma_cion tengan los jardínes reservamos hacerlo mas estensamente en un distrntos nombres entre los aficionados á la tratado aparte. jardinería, no obstante son inalterables as Los jardines de la segunda especie, adereglas que dir.igen las principales qperaoio-_ mas de las plantas olorosas y de flores , tie- nes del cultivo de las plantas con. que se nen uña distribucion simétrica y un compar- forman. tiiuiento admirable , y están adornados de calles parterres, dibujos, estátuas , fuentes, ])e ·la situacion del fardin. escalinatas , estanques , perspectivas , etc.; pero como no podemos presentar ejemplos Debe elegirse para el jardín un parage elepatentes de esta clase de jardines , porque vado, donde corra el aire libremente, y esté variau hasta lo infinito, nos abstenemos de á cubierto de los vientos del Norte y d~ las costas , porque de ellas vienen los vientos hablar de ellos. La tercera especie de jardines son aque- impetuosos : para estos abrigos, ·ya.sea del llos que estan destinados puramente al cul- arte ó de la naturaleza, han de ser de modo tivo de un número de plantas escogidas, y que el Jardin go~e d_e todas las esposi_ciones pano a1lmiten mas adornos 11ue la sencillez, el ra que se puedan cultivar en él, asi las planaseo y la pericia del jardine o , para deter- tas que nacen en el medio dia, como las que minar lo conveniente á la conservaciol\ de prosperan en el norte. Las flores no se e-rían las plantas puestas á su cuidado, bien lleven bien en los jardines pequeños, ni en los que se hallan rodeados de edificios altos , porque estas flores vistosas ó raras , ó bien se ·ha-

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en estos el sol dura poco, bien.por.que va de,.. .i:aices de cada pla.~ta, hay que considerar h{ masiad0 tarde, ó bien porque se quita muy dirección que toman y cuál es su forma: las temprano ; adema.s el sol se re.concentra en pla:ntas de c~bollas., r,omo los jacintos y los ellos y: ahoga las-phu1tas, porque .su ardor tulipanes, las de tubérculos , como los rano se tem'pla éon el aire fresco que corre en núnculos. y los anemones, no quieren abonos los qne se hallaµ desembarazados y lib(eS: animales, á no-'!ier que estén muy f>Odridos por la-misma razon la humedad que se in- · y .reducidos al estado de mantillo. Si la tiertroduce úna vez tarda mucho en disiparse; ra retiene el agua ó el suelo es arcilloso, se .el-rocío y el sereno son en ellos mas abun- · p,uddrá_n estas cebollas, porque se mantiedantes, ·y fas heladas y escarchas les ogasio- . nen mas -por las liojas que poT las raices, y _n·an mayor daño: , al contrario, pro·sperarán en una tierra liI.Ia de (ener tamhien el- agua proporcio- gera, vegetal , sustanciosa y mezclada por nada á las necesida?es del jardín, y si na- partes iguales con hojas de árboles podri- ce de fuentes conviene que hava un estan - das, bastándoles ·una capa de ocho pulgada~ que c~paz de conten.er l:\n-a ~antidad sti·- · de tierra preparada de esta manera. ficieute de agua para regar , que reciba el Los claveles no exigen una tierr~ tan dulcalor de la atmósfera , para que las plantas ce, porque echarían muchas mices y pocas ·no se resientan de· la mayor frescura q.tte .. flores. Los alhelíes y otras plantas se mejanpueda tener el agua. Asimismo debe tener tes prosperan en_eila' pero prefieren una el suelo del' jardín una pendiente suave y buena tierra ~ezdad~ con estiércol de ani..:. pro¡:>orqionada á su ·estension, para qúe no males, con tal que tenga la profun.didad ·de se estanquen las aguas llovedizas. Si esta doce ó' quince púlgadas el terreno en que se pendiente es muy rápida, el agua arrastraplanten . . rá coñsigo 1~ tierra vegetal ó humus, y solo Solo hemos citádo,los ejemplos anteriores_ dej~rá .la tierra matriz: . : para manifestar la 'necesidad que.hay d~ variar.el" suelo del jardín segun lo -exija cada género de :planta: cua-ndo hablemos de estas •· Calidad del ten•eno. · -e·n ·particular, diremos la preparacion de _ . Aunque es •cierto que un -aficionado á flo-' tierra que le conviene. ·m uso de¼ mantillo ·bien podrido- y _pre- . res dispone· como quiere tierra ' donde piensa coloc~rl_as, sat:ando si es arcillosa una· . par~do es· tan necesario al ja_rdÍnero; que-~in . -porcion 'C(Ue susrituye con otra preparada al él no pued·e lograr buen.as flore& ni buena inteHlo, y J,i .es arenosa la mezcla con otra .!lacencia de las semillas que siemllre: ·1a que le dé_cúerpo y aglutine sus moi.écrilas; combinacion de esta tierra vegetál aJi.gera, y últimamente que.la tierra de un jardín de ·suelta y vivifica las tierras con que se mezflores es hija del arte, y jamás puede haHar- cla, y esta es la que conviene emplear en los se preparada por . la na_turaleza· sin ayuda semilleros, tiestos, etc., en que se cultiván del arte ; ·es muy útil que el ja:dinero elija plantas delicadas , _. En los jardines de flores debe haber un un terreno suelto, sustancioso y muy vegetal, porque .habieñdo de servir de base á los sitio destinado solamente para preparar las tierras, que se ha de compo,ner de algunas preparali vos del 'jard'ineTO ' este no tendrá que hacer tantos ga-i:úos, ni le costar-4 tanto divisiones hechas con tabiques: estas divitrabájo ! prepararla. siones las bañará el sol , estarán cubiertas .,. ·con tablas ó paja , ó con techo verdadero para : -JJ!ollÓ de'.'. preparar la _tier1·a. . que la lluvia no ·lave-.Ja·tierra q-ue se halle · , •· -·~ · en ellas, y par·a que espuesta á los rayos q.el Las raices~de las piantas nos indican su- sol ~tra~ga la sal ~érea, que es la que· coq_¡, ficientemenle la: profundidad de tierra buebina sus priúcipios. na que cada una de ellas exije. Despues de ' _ Las tierras se preparan luego que se les · ha_berse asegut'ado de la profundidad de las · _ca,e fa _hoja .á los árboles, I la operncion so

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efectúa de este modo: se amontonan las hojas solas ó mezcladas con tierra y abonos animales, segun el 1in á que se destine. Si el cobertizo resguarda enteramente el monton y no pu_eden mojarle las lluvias, se le echa agua de modo que la humedad penetre hasta abajo, y se deja en esle estado durante todo el invierno . En los primeros dias buenos de la primavera en que el sol calienta, se estiende el monton , se revuelve con la pala para mezclarle bien > y se vuelve á amontonar en el cobertizo: si esta tierra se halla seca se vuelve á mojar, porque sin humedad no hay fermentacion . En el mes de junio ó julio se vuelve á estender y remover , y se repite esta operacion en octubre. Los floristas inteligentes no emplean la tierra preparada como acabamos de decir, sino despu~s de haber pasado dos años en este estado, que es el modo de conseguir la tierra su{foiente y proporcionada á. la naturaleza de cada planta en particular, porque de esta mezcla bien hecha y apropiada depende no solo la belleza de las flores , sino taml.Jien la perfeccion de las especies.

. Repartimiento del terreno y época de verificar la siembra. Los repartimientos del terreno, los dibujos y todos los adornos de un jardin varian tanto como el genio del jardinero ó del que está encHgado de trazarlos; de consiguiente como esto depende del capricho ó gusto <le cada uno , solo advertiremos que los compartimientos han de ser sencillos y despejados, porque s'on los mas útiles para las plantas y para el cultivo, y ademas son los que generalmente presentan mayor elegancia: la mezcla de diversas plantas, la espesura y el desórden estudiado de los jardineros, solo conviene á los. llamados á la inglesa , mas no á los de flores. Uno de los primeros cuidados del jardinero florista ha de ser el distribuir el terreno de tal modo, que sin carecer de órden y hermosura en el compartimiento, queden varios claros donde puedan

TO)IO l J.

criarse algunas planta s , acomodándolas ya en un par-age ya en otro segun la situ·1cion y esposicion que requiera su naturaleza, porque · unas apetecen el sol , otras la sombra, etc. Preparada la tierra y distribuido el terreno , es necesario conocer cuál es la época mas á propósito para verificar 1a siembra : unos la ejecutan en primavera y otoño, otros la hacen en cualquier tiempo y estacion , y otros esperan á tal ó cual mes, consultando al propio tiempo la creciente ó menguante de la luna , y aun las horas del dia en que deben hacerlo; pero este sistema solo está fundado en la rutina. La época mas á propósito para la siembra es aquella en que los vegetales sazonan sus semillas y se desprenden de ellas ó las recog·e el jardinero ; pero siempre deben plantarse en una. esposicion y situacion que facilite la nacencia y vegetacion de las nuevas plantas. Mas romo no siempre en todos los climas ni con todas las plantas puede eJecutarse, s~ ha ado?tad_o P?r regla general el hacer la siembra a pnnc1pios dé la primavera y otoño. . .. Cuando hay abrigos naturales ó art1fic1ales, como estufas, camas calientes, portales de jardín, etc., pul!den adelantarse las siembras y conservar las plantas; pero cuando se haya de verificar el caso , es pr~ciso se~uir una regla que indique con exactitud la epoca en que se ha de sembrar, en la primavera , que debe ser en cualquier pais cuando los árbole.s indígenas empiezan á echar la hoja: esta operacion se repite en los mese~ de agosto y setiell!bre, adelantándola ma~ o menos seo-un se anticipen ó atrasen los frws e . . del invierno, y segun su mayor o menor mtensidad . Las plantas que se consigan de ambas siembras, ya se hagan en cajones, en tiestos ó en semilleros , deben trasplantarse y los parages convenientes, y colocarlas ya en_el lado que mira al mediodía, ya en el que mira al norte, segun que resistan masó menos al frio . ( Gu'ia del Comercio.)


CASA DE LABOR-MODELO EN SANTANDER. La Junta de agricultura de la provincia ha dirigido á aquel gefe político, que este de Santander ha dado un paso notable de que ha elevado al gobierno, y que ha producido no podemos dejar de hacer una especial men- la real ordeu de que tambien liaremos algu cion en Bl Cuttivaclor. Ha conseguido es- na indicacion. La Junta en su escrito, que tablecer una casa de labor-mudelo, en la que nosotros insertaremós á seguida de estos puestos en juego todos los eleme.ntos que renglones, presenta sin aparato y con lisura tiendzn a la completa regeneracion agrícola y verdadera elocuencia el objeto que se prode aquella provincia, se instruyan jóvenes puso, lo que en poco tiemp o ha conseguido, que llevan los adelantos que la esperiencia que sin duda es mucho, el término á que se señale y justifique como mejores al último dirigen sus miras, lo que falta que hacer; y de los pueblos, al mas lejano y humilde la- si nosotros tratásemos de analizar un documento en que tanto digno Je aplauso hallabrador. mos, ciertamente que lo desvirtuaríamüs y Bastaría esta brevísima indicacion para que se tributasen los mas cumplidos parabienes 1 que nuestras palabras aparecerian pálidas y sin fuerza ante las vivas y espresivas de á una Junta tan celosa á par que filantrópica, y que tan perfectamente ha entendido y la Junta de Santander. Por ello trasladamos íntegra su comunicacion á las columnas de eje rce los deberes que está llamada á desempeñar. Pero es necesario todavía, para nuestro periódico , y llamamos con empeño comprender la importancia de la obra que hácia ella la atencion de nuestros lectores, bien persuadidos de que habrán de agradarha puesto en práctica la Junta de agricultules las doctrinas y verdades qull con una ra de Santander, que se descienda á pormeclaridad ilustrada en dicho documento se esnores, que se conozcan los obstáculos que en poco tiempo ha superado , que se penetre poneo, y con las cuales nos hallamos ente· todo el fondo de un plan hábilmente conce- ramente conformes. Una circunstancia empero ha encontrado bido y con acierto y perseverancia ejecutado, porr¡ue solo entonces podrá darse el verda- un afectuoso y sensible eco en nuestro coradero valor á unos afanes y esfuerzos que muy- zon, y no podemos omitir el ocuparnos de ella. La Junta de Santander no podía contar oportunamente se presentan por el Gobieren el momento con alumnos que aprendiesen no como.dignos de imitacion. la agricultura en su casa-laboi·, y ha acudiNo es, sin embargo, la Junta de agriculdo al establecimiento de beneficencia de tura de Santander la que ha tenido participa• aquella ciudad demandando jóvenes á quiecion en una empresa tan laudable, por mas que á ella se deba la iniciativa y luego la eje- nes enseñar, para que siendo útiles á su pacucion: necesitaba cooperacion y auxi"lios, y tria, y aun á ellos mismos, puedan olvidar, se los han prestado franca y decididamente si acaso en ello cabe olvido, la existencia de unos séres depravados é insensibles que nela diputacion de la provincia y el gefe político, y una y otro se han hecho igualmente gándoles el dictado mas sagrado que el homacreedores á la gratitud de los pueblos que bre conoce, el nombre de hijo, los arrojall en brazos de la Providencia mientras ellos tan di gnamente representan y administrao. lnútil sería que nosotros quisiéramos de- conservan vivo 01 remordimiento de sus crí• senvolver todo el plan de la Junta de San- menes. Pero nada importa, porque á la Junta de agricultura de la provincia de Santander lauder cuando ella lo ha hecho con tanto entre sus muchas y hell ísimas:inspi raciones le acierto y maestría en la comunicacion que


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ocurre tambien la de aco.ger baJO su protec- 1 dinadas líneas , sin hacer especia I mencion 1 cion, porque esto es sin duda lo que ahora ha de la insignificante suma con que los puehe<:ho, á los que no conocen á los autores de blos de aquella provincia han debido acusus dias, y les tiende una mano generos::1 y dir en este año para sufragar los gastos de bienhechora abriéndoles y enseñándoles una planteamiento y conservacion de una escuesenda de alguna felicidad y porvenir. la práctica que ha de producir bienes tan cuantiosos como positivos. A diez mil reales Aparte esta digresion, si así quiere llamársele, y repitiendo que hemos leido cou asciende todo el sacrificio que en 18,i-9 hasi ngular complacencia una y otra vez toda cen los pueblos de la provincia de Santanla comunicacion de la Junta de agricultura der para crear y sostener la casa-labor, y de Santander, no podemos tampoco pres- con diez mil reales nada mas ha podido la cindir de d~jar consignado el acierto y opor- Junta de agricultura preparar cuanto ha tunidad con que, en nuestro humilde conpreparado, comprar cuanto ha comprado, y cepto, ha procedido el Gobierno al espedir la hacer, en fin, cuanto ha hecho para fundar órdr.n que igualmente inserta!Dos en la par- un establecimiento que es indudablemente te oficial de este mismo número de El Cul- el primero de su clase en España. Deseativador, y hácia la cual tambien llamamos ríamos nosotros que cuantos se dignen leer la atencion de nuestros lectores, porque esa nuestro periódico reflexionasen por un moórden demuestra la decision, que hace tiem- mento en las muchas ventajas ó productos po observarnos en el Gobierno, de proteger que se reportan de esos diez mil reales, con cuanto tenga por objeto el fomento de la el fin de que dedujeran cuanto puede proagricultura, que es la primera fuente de meterse el pais y cuantos bienes puede disprosperidad en nuestra España. Esa deci- pensarle una bien entendida administracion sion empleada con acierto no pudiera bus- si acertadamente se hace uso de los sacrificar para su mas provechoso desarrollo otra cios que á los pueblos, se imponen. La misépoca tan á propósito como la presente, por- 1na proviucia de Santander puede hacer comque desembarazado, en mucho, el gobierno paraciones, poniendo de un a parte los mide las complicaciones enojosas de la políti- llones á que ascenderán sus pagos por los ca, y asegurada la paz en el país, su deber presupuestos generales del Estado, proviny sus miras pueden encaminarse, con la seciales y municipales, y de la otra los diez guridad de un buen resultado, al fomento de mil 9·eales que satisface para la casa de lalos manantialés de riqueza que encierra bo9'-modelo, y podrá hacer deducciones que nuestro suelo, y á procurar á los españoles nosotros de intento omitimos. la felicidad que depende y :que está obligaNunca nos cansaramos de elogiar, si acado á ofrecerles un gobierno verdaderamente so de nuestros insigniHcantes pero cordiales paternal. A su vez las autoridades adminis- y sínceros elogios se necesitára, la marcha trativas y las corroraciones nombradas por que ha emprendido la Ju.nta de agricultura los-pueblos para que representen y sean los de Santander, cuyos actos, grandes y mericentinelas avanzados que defiendan sus intorios á todas luces, son dignos de tener nutereses habrán de seguir las inspiraciones merosos imitadores. Aunque bien nos consta del mismo Gobierno, de la manera que sapor esos mismos actos que tan digna Junta ben hacerlo la Junta de agricultura, gefe no necesita de escitaciones <le ningun génepolítico y diputacion provincial de Santan- ro, nuestro amor á la agr icultura y á su der, y únicamente así podrá recuperar la prosperidad no consienten que dejemos la España el lugar que tuvo y que_Ia correspluma sin manifestará aquella corporacion ponde en el mundo.civilizado. el deseo vehemente que..abrigamos por ver Volviendo á la c~sa de labor-rnodelo de terminada la obra que con tanta gloria ha Santander, no queremos soltar la pluma , comenzado y qu e ta n perfectamente se halla que bajo una impresion la mas grata hoy trazada en la comnn icacion de que tratamos . hemos tomado, ni concluir estas mal coorNuevos obstáculos surgirán , es cierto, cuan -


·to mas adelante en su empresa: mas nada creemos que hay imposible á la benemérita Junta de agricultura de la provincia de Santander, que tantas, tan lisongeras y tan en-· vidiables simpatías tendrá ya adquiridas en el ánimo y en la gratitud de sus paisanos. He aquí ahora la comunicacion que repetidamente hemos· citado:

denominado su proyecto. Mas adelante podrá ser otra cosa; pero hoy cumple á su propósito tan sencilla denominacion. Los objetos que se propone esta junta en la esplotacion rural son : 1. º Demostrar prácticamente el cultivo mas veRtajoso porque convenga mas al país. 2. 0 Ensayar y aplicar toda clase de instrwnentos agrícolas de reconocida utilidad para la provincia: 3.º JUNTA DE AGRICULTURA DE LA PROVINCIA DE Adquirir razas selectas de ganado que pueSANTANDER. dan ser el punto de partida para la me1ora de nuestra ganadería. Y 4. °Formar un pfanSr- gefe político: Entre las graves medi- Lel de buenos labradores que lleven á todos taciones que han ocupado á esta junta des- los estremos de la provincia los conocimiende su instalacion, _la mas importante· y de tos adquiridos en la finca. Comprendido en dichos cuatro puntos tomas dificil aplicaciones sin duda la manera de incuicar entre nuestros labradores las re- do r.uanto puede referirse á nuestra regeneformas agrícolas. Ni las modificaciones del racion agrícola, parecerá una paradoja el pensamiento de esta junta, y se creerá á pricultivo acreditadas. por la esperiencia, ni los ejemplos de otras naciones, ni los consejos mera vista no solo de incierto, sino de imde sugctos influyentes en el país por su sa- posible éxito. Inmensas son las dificultades ber y posicion social, son _bastantes á variar que se presentan para llevar á cabo tan vasen nuestros agricultores las envejecidas ru- ta idea; pero cree la junta dominarlas todas tinas heredades de sus mayores. La oposi- si á su fin concurren el auxilio del gobierno cion mas ciega se presenta á toda innova- y el del pais que mas directamente ha de reciou; y no solo se hace aquella por el infeliz cibir sus beneficios. Pruebas tiene ya recicolono, dispensando en parte de hacer apli- bidas de que por parte del gobierno y de la caciones, sino que encuentra obstáculos en provincia se miran con interés los adelantos otra clase elevada, mas instr,uida y de posi- agrícolas: del gobierno por el vigoroso imcion mas desahogada. Porque la juntf1. ha pulso que da en la nacían á este ramo de la conocido tan formidables obstáculos: porriqueza pública; y de la provincia porque la que cuañtos consejos, cuantas instrucciones Excma. diputacion provincial ha consignado pudiera dar encaminadas á mejorar la con- en el presupuesto de estt año la cantidad de dicíon de nuestros labradores, habían de ser diez mil reales para gastos de esta junta. in u tí les, esta es la razon porque se ha apre- Con tan reducida suma, y estando aun por surado á poner en obra su proyecto. Así to- aprobar el presupuesto provincial, la junta ma un camino diametralmente opuesto al se ha lanzado á poner por obra su proyecto que por lo general se acostumbra, pero de con la, sola garantía de V. S. y haber puesto resttltados mucho inas positivos. En lugar ya á su disposicion la tercera parte de la de luminosos artículos, de estudiadas aren- cantidad consig1;ada; favor especial que la junta tiene que agregar á los muchos recibigas, espondrá ejemplos con elocuencia muda; el silencio dirá mas que todo; nada de dos de la respetable autoridad de V. S.; y forzosas convicciones; todos sus medios de · que como todos van encaminados á la prosperidad del pais . .En lo que ha faltado para coaccion los reducirá á hechos prácticos y demostrativos, y con estas irrebatibles ra- cubrir los gastos causados hasta ahora, y zones, de esperar es que sean admitidas las en lo que pueda faltar para dar cima al prodoctrinas repugnadas con tal fuerza de iner- yecto y ponerle siquiera en marcha, la juncia por nuestros agricultores: tal es la idea ta hará cuanto de su parte esté. !Ojalá no que se ha formado esta junta al establecer su sean estériles estos pequeños sacrificios, y <d.:asa de labor )), modesto título con que ha que la provincia recoja en su dia el fruto de


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las vigilias y desvelos c()n que esca junta promueve las mejores materiales del• paisL Sin embargo de someter muy en breve á la superior aprobacion de V. S. eada una de las partes que comprende este proyector lo hace hoy ensus bases económicas, á reserva de hacer)o mas estcnsamente en las doctri_ narias. La junta tiene ya contratada por espacio de seis años una finca, sita en el paseo de Miranda, y que mide mil y cien carros de tierra, la tercera parle en cu[tivo y las dos restantes incultas. La junta en los tres primeros años no pagará renta alguna; pero á su vencimiento dejará laborable dkho terreno. En los tres años siguientes la j.unta pagará al respecto de 2 reales carro por año. La siluacion de est.1. finca es tanto mas recomendable, cuan-to que dj.stando un paseo de esta capital , estará por consiguiente bajo la inmediata accion de la junta. En las inmediaciones de esta ciudad la agricultura está mas adelantada que en el resto de la provincia, porque tiene un mercado próximo que consume cuanto se presenta, y por esta razon es de creer que se acojan cuantos ensayos tengan buen resultado. Los aperos de labranza del país son tan imperfectos, que·sobre demandar mu cha fuerza, no se hacen las labores como exije un buen cultivo. No se conocen tampoco algunos·inslrumentos de conocida utilidad, y la Junta se propone ensayar todos aquellos que puedan ser de ventajosa aplic.acion al pais. A este efecto tiene ya en su poder los _siguientes de fabricacinn inglesa: Cuatro arados. Cuatro rastros. Una máquina para limpió¼r toda clase de granos. Otra ídem para desgranar mazorcas de maíz, Otra ídem para triturar grano para pienso • del ganado. Otra .idem para lacerar y cortar toda clase de herbajes. Un carro y otros útiles menores de labranza .

Tiene una yunta ya enseñada á trabajar á pecho con los arreos necesarios. Pero tódos estos a peros adquiridos seria su empleo de resultados inciertos, s se estrellarían los esfuerzos de esta Junta contra insuperables obstáculos, si ante todo no contára con persona apta que ha de estar al frente de la esplotacion. Efectivamente tiene contratado un labrador inglés , hombre práctico, que trabajará con la conviccion necesaria á obtener ventajosos resultados. Interesado en la esplotacion de la finca, sin sueldo alguno aunados sus intereses con los de esta Junta, y sujeto á otras fomalidades, de esperar e.; que la esplotacion marche adelante produciendo los buenos resultados que la junta se promete. La Junta, á medida que sus facultades se lo permitan, adquirirá cuantos instruméntos crea convenientes al pais, los que ensayados y comprobada su ventajosa aplicacion, procurará se adopten en la provinci(l, facilitando tambien para ello su económica adquisicion. En la finca tendrán lugar los ensayos que contribuyan á fiJar el mejor sistema de cultivo, para cuyo efec·Lo se procurará toda clase de semillas. La industria pecuaria, como ramo principal de la agricultura, ocupa un lugar preferente en este proyecto. La junta piensa mas adelante adquirir las mejores castas de ga, nado, tanto nacionales como estrangeras, que puedan servir de punto de partida para la: mejora de las especies que constituyen la industria pecuaria. No pueden en el momento ser · cumplidos ¡os deseos de la junta respecto á enseñanza. Cuando el establecimiento tenga el debido crédito, que le haga merecedor de los ausilios necesarios á este propósito, entonces aspirará á traer de todos los distritos de la provincia á algunos jóvenes á quienes dán_doles una sucinta instruccion teórica, puedan r_ecibirla al mismo tiempo práctica en la finca. Si las esperanzas de esta junta no salen fallidas, posible es que fl!:te proyecto se convierta en su día en una escuela práctica: en ella podrán tener ingreso jóvenes de todos los distritos de la provincia, que sostenidos con los productos de la finca y algun·ausiliomás,


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adquirida la inslruccion necesaria y diseminados ·en el pais, puedan llevar á todas partes sus conocimientos, y con ello~ el sistenia de cultivo que deba emplearse en el país. La proximidad de la finca á esta capital, su estension, e1 instituto de segunda enseñanza y las bases económicas que pueden muy bien adoptarse, són circunstancias todas que dehen contribuirá la realizacion de este pensamiento. Pero la juota no ag uarda á que la enunciada idea tenga todo este desarrollo para emprender su obra. A·1a casa de beneficencia de esta ciudad tiene pedidos alguncs jóvenes que quieran dedicarse á la labranza como oficio, á los que dará la instruccion compatible con un establecimiento naciente. De este modo empezará á dará la finca resultados en su parte instructiva, si no teórica, prácticamente al menos. La junta adopta este medio como mas fácil y menos dis-

pendioso, porque se proniele conseguir que corra af cargo del establecimiento piadoso la subsistencia de los jóvenes en la imposibilidad de hacerlo esta junta . . Algo merece tambien la instruccion que va á dárseles, y que no ha de ser menos provechosa á los. acogidos, porque no todos han de dedicarse á los qficios que generalmente se enseñan en este benéfico establecimiento. PreparaGo ya todo lo necesario para la esplotacion, y debiendo dar principio los trabajos el día de mañana, la junla recibiria especial favor en que V. S. uutorizase con su presencia este acto, como uno de los mas señalados, y que han de contribuirá la riqueza principal de este pais. Dios guarde á V. S. muchos años. San-· tander 23 de abril de 1849_.-Juan Manuel de la Mazá, vice-presidente.-Por acuerdo de la Junta, Agustín de la Cuesta, secretario.

PA.RTE OFICIAL. !leal órden relativa á la casa de labor-modelo establecida en Santander. Ilmo. Sr.: El gefe político de Santander, en comunicacion á que acompaña otra ( 2) de la junta de agricultura de aquella provincia, da cuenta á S. M. de· que esta corporacion ausiliada patrióticamente por la diputacion provincial, habia co nseguido establecer una casa ele labor-modelo en las inmediaciones de aquella capital. Cuatro son, segun espresa la junta, sus obj'etos: 4 . 0 Demostrar prácticamente 106 Gultivos mas ventajosos á aq 11el pai~. 2 . 0 Ensayar y aplicar toda cla&e de instrumentos agrícolas qu<:: pueaan ser de utilidad para la provincia. 3 . 0 Adquirir razas selectas de ganado que puedan servir para la mejora del ramo en la misma. Y t.º Formar un plantel de buenos labradores que

{ 1 ) Es la que ya hemos insertado en este mismo· número pá g . 212,

lleven á todas las estremiJades de ella los conocimientos adquiridos en la finca modelo. Para llevar á. efecto tan acertado plan, ha tomado la junta en arrendamiento á las inmediaciones de la capital una estension de terreno suficiente para el ensayo; y sin sueldo fijo, sino dándole un in;erés en la empresa, ha contratado con un agricultor inglés, y hecho venir diferentes útiles de labranza. Para a lumnos de esta escuela práctica de agricultura ha pedido á la junta de beneficencia alguoos jóvenes, en tanto que los diferentes distritos de la provincia les envían algunos para adquirir los beneficios de tan aventajada instruccion. Entr.rada S.M. la Reina (Q.D.G.) de este plan, se ha dignado declarar que le ha vistú ·con particular agrado: y atendiendo á que dicha junta ha sido la primera en plantear para su provincia tan importante mejora, ha tenido á bien disponer lo siguiente: 4. 0 S. M. concede á la c,w1-labor de l:i provincia de Santa:::der el uso del escudo de !ns arma s


nacionales como una muestra del real aprecio con junio de rn49.-Bravo murillo,=Señor director que mira tao útil.institucion. general d<i agr ícultura, industria y comercio. 2.º A la junta de agricultura de la provincia de Santander se enviarán gratis cien ejemplares de la Real órden que co11tiene varias disposiciones acercartilla de agricultura de D. Alejandro Olivan para ca del concurso para los Elementos de agricultu • el uso de los alumnos. ra española. 3. 0 En nornLre de S. M. se dan gracias al gefe polílico, al vicepresidente y vocales de la junta de Ilmo. Sr,: S.M. la reina (Q.D.G.), atendida la agricultura, y á los de la diputacion provincial de convenieaGia pública, se ha dignado hacer, resSantander, por el ce~o que respectivamente h3n despecto al concurso pP-ndiente para los Elementos de plegado, los unos en proyectat· tan importante estaagricultura española, las aclaraciones siguientes: blecimiento, y los otros en cooperar{~ su realizacioa. Primera. El máximo de tiempo por el cual será 4. 0 A fin de que e5ta llegue á producir todos los declarada libro tle testo la obra premiada, será el frutos que son consiguientes, y que S.M. desea en Je cinco años. Los jueces del concurso propondrán favor de aquella provincia y localidad, es su volun- , dentro ,ie este l(mite el plazo que juzguen convetad que se recomienrltl con la mayor eficacia á la di· niente. Concluido que fu ere, subsistirá sin embargo putacion provincial, al ayuntamienlo de la capital el privilegio mientras el gobierno no designe otro 6 y los demás de la provincia, manifestándoles cuan se celebrare nuevo concurso. gratos serán al real ánimo la proteccioa y auxilios Segunda. Elevada al gobierno la censura y que dispensen al naciente establecimiento, en donde propuesta de premios antes de la adjudicacion de acaso se halle el gérmen <le la futura prosperidad de los mismos, quedarán de manifiesto en este minissus respectivos territorios. terio los libros de los concurrentes por espacio de o.º Que se recomiende al comisionado régio <le quince dias, para que pueda examinarlos el que Jo la provincia que pase á ,·isitar la escuela.practuviere por conveniente. tica, auxiliando á la Junta de agricultura con sus luTercera. El término del concurso prorogado ces y acreditada esperiencia, y esponieado á S.M., hasta fin de fobrero del año próximo de ~ 850 por los medios coa que el gobierno podrá protejer acerreal órden de ,f 6 de mayo último, queda definitivatada y convenientemente aquella escuela práctica. menttl fijado para el 30 de abril del citado año Finalmente ordenada S. M. que la presente corn5o. municacion se inserte en la Gacela y en el Boletín De real órden lo digo á V. l. para su conocioficial del ministerio, publicándose con ella la de la. miento, comuoicacion á la 'seccion de agricultura ¡unta de agricultura en que espone el pormenor del del real consejo de agricultura, industria y comerplan, á fin de que tomamlo conocimiento de él el clo, disponiendo asimismo V. l. su publicacion para públicu se de~pierte en las demás juntas de agriculinteligencia de los interesados y el µeneral conocitura el generoso deseo de proporcionar á sus provinmiento. Dios guarde á V. l. muchos años. Madrid cias la adquisicion de tan insigne beneficio. ~ ~ de julio de~ 849.=Bravo Murillo.=Sr. direcDios gu :1 rde á V. l. muchos años. Madrid 26 de tor general de agricultura.


Ulluco del Pero. Esta es una planta que promete buenos resultados, creyéndose que por sus tubérculos podria reemplazar á la patata, si la enfermedad que aflige á este vegetal nQs obligase á abandonar su cultivo. Bajo este punto de vista ha llamado la atencion al ministro de agricultura de Francia, que ha dado las gracias al director del jardin de esperimen-

tos de la sociedad de horticultura. La planta del ulluco ha prosperado bien en el clima de París, y el uso mas ventajoso que al parecer deberia hacerse de ella es el comer sus hojas en ensalada. Los pies que se plantaron al principio empezaban ya á desplegar tuberc.ulos á fines del verano último. En resumen y por mas que se diga; el ulluco no tendrá la importancia que se le quiere atribuir, ni podrá sustituir á la patata en el caso desgraciado que abandonásemos este tubérculo.

;__---==~o~~===---Lluvias.-®hseruadones bt Junio lre 1849.

DE LAS CANTlDADES DIARÍAS DE ·LLUVIA, ESPRESADAS EN CENTÍMETROS CÚBICOS Y PULGADAS CÚBICAS QUE HAN CAlDO EN EL JARDIN llOTÁrilCO DE LA M. l. JUNTA DE Co~IERCIO DE ESTA CIUDAD DURANTE EL MES DE JUNIO DE 1849, EN CUYO JARDIN '.SE HALLA FIJADO AL INTENTO l!L COR-

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RESPONDIENTE rLOVIÓMETRO.

Ceni,s. Cubs.

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ADELANTOS .A&R1C01A5. Debemos al director de puestro periódico tado de perfeccion que baria envidiable la el escrito que á continuacion insertamos. El suerte de nuestros pueblos. señor don JAIME LLANSÓ, siempre estudioso, En los.r~ocos días ~ue llevo de viaje por siempre a,tento, siempre observador, siem- algunas de las comarcas de esta provincia pre amante con ·eptusiasmo <le la ciencia del (Gerona}, me líe persuadido de que nuestros campo y de los adelantos del cultivo, no cultivadores aeeptarian con una ·facilidad ·quiere gozar por completo del descanso á in~reible fos sistemas de agricultuia que que debía entregarse una vez que se halla- mas pueden contribuir al bienestar material separado de sus contínuas tareas·, aprove- de nuestra España si se les auxiliase con los chando para-ello los no muchos dias que se medios de instruccion que toca al-Gobierno lo permiten sus incesantes obligaci_ones: El preparar y difundir , y sobre todo si se esseñor LLANsó prefiere ir dejando consignado tudiasrn las causas ae los males que af:lig0n . el producto de sus instructivas observacio- · á la poblacion rústica v se removiesen con nes, como lo hace e-n dicho escrüo ó carta, , leyes y providencias qu~, sin perjuicio de las que es la siguiente: atenciones <lel erario, procurasen á la agricultura un desahogo que no tiene, y cuya realizacion urge por momentos. SS. ·colaboradores del Gultivador. (;orno no es mi ánimo ocuparme ahora de Mis queridos compañe·ros: repetidas veces las causas de estos males ni de los. remedios nos hemos lamentado de la triste condicion que convendria adoptar, me contraeré á inde nuestra agricultura, y con harta frecuen- dicar á VV. algunos adelantos que rie visto cia hemos desahogado nuestra aficion en puestos ya -en práctica y otros que tiene en sentidas quejas contra la ignorancia de nues - proyecto el señor noN RAMON' FAnAs , rico tra clase labradora, á -la que los adelaútos propiela1·io de este puebl11 de Fonlcuberla, del siglo permitían auxilips que hasta ahora y á cuyo agrónomo distinguido debemos no se le han prestado. Por sensible que nos inapreciable descubrimiento tle la ·multiplisea revelar esta ignorancia, que tan de cer- cacion deZ- olivó por el q.codo llamado de emúndillo, del que se ha ocupado El Cultivador ca compromete nuestros intereses agrícolas , no podemos ocultar· un mal de tamaña en el número 7 del lomo 2. 0 Una de esas prácticas saludables, que he trascendencia, porque creemos que el pon_erlo de manifiesto puede escitar la comp·a- visto planteada µor el señor F'AnAs, es la de s1on, y aun diremos el deb~i- de tantos cul- rslerminar de los habares la yerba tóra (1 J, tivadores como reune nuestro pais, para esa plaga cruel que tantos males causa á la obligarlos á entrar con ·fe en el camino.de mayor parle de nuestras legumb res, póncipalrpente á la-s habas que constituirian la 1-as reformas de que necesita nuestra agrieultura. Eslanios convencidos de que ·1a Es- riqueza de nuestros paises por acomodarse paña posee muchos homhres de la c1ase la- su siembra á sistemas de rotacion. de ,·enta. bradora dotados de r.rilerio· y de discerni- josos resultados. Ei cultivador de quien nos mien to para adelantar en 'la ciencia del ocupamos y en quien reconocemos una iuscampo , y de que estos 'ho1übres, una •vez emprancfido el camino, darán el mas fuerte (-1) A esta planta se dá en Cataluña el nombrn impulso para llevar la industria rura·1 al cs- de {m.reo-. 1O DE AG OSTO I>E 18~9. TOMO 11. 19 .

el


truccion nada comun, ha tanteado este año por primera vez el sembrar la planta llamada alholba (1), entre las líneas de hab~s; en los campos dondes@cultivó este vege~al, como un medio preservativo de la yerba t<n:a. Condujo al señor FARAS á emplear este método el haber observado que la yerba tora no se desarrolla nunca en lo~ terrenos sembrados de allwlba, ya sea por el olor particularque esta planta despide, ó bien por la estension que toman SU$ partes tallosas, en términos que ~ubren enteramente toda la superficie de la tierra donde vegetan. Difícil sería afirmar s_i la primera causa pued~ tener mayor influencia qu~ la segunda en el fe'nómeno de que se trata, aun cuando los fisiólogos conceden poquísimo á las emanaciones vegetales, sea cual fuere su naturaleza y especie. Pero como quiera que sea, y dejando . á un lado esta cuestioo. que hasta ahora la cieqcia no ha puesto en claro, el señor FAttAS ha conseguido conestfl medio~ sino curar el mal, disminuirlo al menos b~sta un punto que ·el cultiv.o d_e las babas p_odria ser mas provechoso de lo que ha sido .basta ahora. La alliolba se sembró cuando las habas estuvieron crecidas y en la época de darles la segunda c:iba, porqu~ se observa que fa yerba tQ_ra no Sfl desarrolla por lo comuo. en los habare~ basta: la florescencia de esta planta; y como al ªcercarse esta época la a.lholba ha. despiegado ya su vegetac_iocÍ frondosa , DO deja lugar á que la parásita~ es decir, la • yerba tora pueda nacer y causar Io_s estragos que ocasiocia. No dejó, $ÍD. embargo; de desarrollarse algun número pe ~ichas plantas parásitas, lo que atrjbuye nuestro agrónomo á haberse sembrado muv tarde la alholba, de manera que cuando lis babas estaban en flor la planta protectora babia desplegado poco ~odavía sus creces , y no ocu paba por Jo mismo toda la estensioo. de terreno que dejapan libre las legumbres._Se notaba que en estos espacios se de~arrollaron igualmente los pocos pi.és dé yerba tora que se dejaron ver, y pocos ó ninguno entre las plantas de alholba qué se habían sembrado de (4) Enlce los catalanes es conocido este vegetal con el nomLre de senigrech.

intento. El señor-. FARAS piensa insistir el año q u~ viene en esta observacion, y cree, sin duda, qué este podrá ser un r.emedio contra un mal tan grave, sembrapdo el alholba mas oportunamente que lo ha hecho este año. Daremos cuenta de ello á nuestros lectores si el señor FARAS Dos dá aviso del resultado, como lo ha ofrecido y confiadamente lo esperam'os. He visto tambien adela:ntos en la horticuttura, cuyo ramo de la ciencia agrícol;1. n·o ha descuidado tampoco el mismo señor FARAS. El método de practicar los iogertos en algunos frutales,especial mente en el melucotoo.ero, mer~ce se rconocjdo por la precocidad con que.presenta sus frutos.Consiste en ingerlar los piés del melocotonero á los dos ó tres años de edad, de escudete, y á ojo durmiente como suele decirse, ósea en el mes de setiembre.Con este procedimiento rara vez dejan de pegar los iogertos que en el primer año crecen dos ó mas varas, habiendo visto algunos que actualmente ban dado ya un brote de ocho palmos de largo, no siendo aventurado d~cir que por el mes de octubre la· parte io.ger Lada habrá tomado una longitud de quince palmos. Me ha sorprendido igualmente ver ingertó-s de dos años que han producido mas de una arroba de frutos de buena calidad, sin que por ello haya Jejado de ser frondosa la·vegetac-io)1 de las partes tallosas del árbol hasta un punto de presentar el frutal una copa muy espesa y estendida. El señor FARAS trata de aplicará los demás frutales este .método de ingertar, con la confianza de que . dará iguales resultados ' sea cual fuere la espec[e que se elija. Pero donde he notado la mayor prevjsion de este agrónomo destinguido es en el cuidado de los bosques, Alguo. tie!TI po há que se- dedica á mejorar este ramo de riqueza agrícola, podando con alguna frecuencia los á_rboles·, cuyas leñas emplea con ventaja en cocer los ladritlos que manda fabricar én su misma hacienda por abundar en ella las arcillas de escelent~ cal"idad; de ·manera que este ramo de industria proporciona á nuestro agrónomo un lucro nada despreciable, mientras que los demás propietarios, descuidando completam~le sus árboles, dejan· per-


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der grandes cantidades de -leña, con grave detrimento de los robles, pinos y encinas que tanto abundan en el país. ,El señor llARAS tiene proyectado cuidar de hoy en adelante sus bosques al igual de los árboles frutales, sujetándolos cada seis años á una poda bien dirigida y á cortarles gran cantidad de sus ramas. Las ventajas que este propietario se propone conseguir con este método son las de obtener mayor cantidad de bellota y un crecimiento mas rápido del tronco y de las ramas del árbol; porque si bien no desconoce que durante los dos primeros años de la poda no alcanzará, niogun Fruto porque el vegetal empleará su savia en producir leño, sin e!}'.lbargo en los cuatro años siguientes la bellota ha de ser abundante porque las creces nuevas suministran frutos en mucha cantidad. Se ha decidido el señor FARAS á abrazar este procedimiento,· por haber observado que tres ó cuatro encinas, de las que en distintos puntos de su_hacienda tiene destinadas al reclamo de tordos, han presentado un creci~niento tan rápido que sorprende al que las ve, principalmente una que eri el espacio de sese ta años ha d~splegado tales creces que en el ia cuenta su tronco una circunferencia de quince palmos, y un ramage tan frondoso que produciría u!?-a multitud de cargas de carbon. Las encinas inmediatas á esta, á pesar de hallarse en el mismo terreno y con los mismos elementos para su vida, no han · desplegado ni la mitad de la vegetacion que la otra, n~es de creer que de aquí á sesenta años lleguen á ser lo que es la de que ahora nos ocupamos. . S.on inmensas las ventajas que ha de reportar el señor FARAS de este 'método de cuidar los bosques, porque se conocen á la simple vista los beneficios que produce á los árboles la poda de sus ramas averiadas y el clareq de las partes tallosas escedentes ; y · aun estas ventajas serían mayores todavía si, couio se lo he aconsejado, cultivase el terreno donde crecen los robles y las euci-

nas dándoles una ~a.va cada afio , á lo men os. Entonces ·podria utilizar una gran parte de sus tierras de bosque que ahol'a ocupan matas y yerbas poco menos que inútiles, ·cuando por un método particular de cultivo podría emplearlas en producir trigo,, cebada, patatas ú otros vegetales de utilidad y provecho. El día en que nuestros propietarios, sacudiendo sus antiguas rutinas, se dediquen á cultivar los bosques artiticiales como lo hacen en los países donde la agricultura es bien entendida; sus haciendas darán resultados m1Jcho mas pingües, porque abundarán las plantas anuas, escasearán menos las leñas de combustibles y d·e construccion, los gan~dos se verán por do quiera en gran nú mero y robus(os, y la industria rural vendrá á favorecer ciertos ramos de la industria manufacturera cuyas primfilras materias recibe actualmente del estrangero. Es de esperar que las prácticas del señor FARAS tendrán eon el tiempo imitadores, porque por muchas que sean las preocupaciones de nuestra clase labradora y por desconfianza que tenga en las inr;i.(}Vacjoues que se le propongan, no se resiste jamás á ádmitír los sistemas provechosos cuando la esperienci a les enseña que sus tierras. pueden da,r mayores productos si adoptan unos métodos que enriquecen la agricultura. Estos adelantos que he notado y otros que he visto en proyecto, como he dicho á VV ., hacen contiar que nuestra riqueza agraria aumentará' de día en dia, y que aun hallaré durante mi paseo cuftivadures. entendidos que vayan prepara°:do el camino á nuestra regeneracion rural. De lo que vaya observando que sea tam_bien digno de notarse daré aviso á VV. para que se inserte en nuestro periódico. Queda en el entretanto de VV. su afectísimo amigo y compañero: J. LLANSÓ. Fontcuberta 30 ele julio de 4849-,


DEL RUTABAGA YSU CULTIVO. '

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Esta planta, de cuyos detalles de cultivo vamos á ocuparnos, es una de las mas impor•tantes entre las que se crian en abundancia, ya por sus raíces, ya por las cantidades de alimento que suministra á los ganados, bien por sus hojas, ya por la mucha carne de sus raíces .· El rutabaga reune otra ventaja inmensa ·como planta forragera y económica, y es que se.presta perfectamtnle á alternaciones de cosechas que sería difícil combinar con otras plaajas, en.-razon de que ella permite la semen~era mas temprana qui las restantes de su especie,y atendido por otra parle que no teme las heladas del ioyierno, como ~l nabo, la zanahoria y otras varias plantas que se le asemejan. Sin embJrgo, podríamos citar autores réspetablcs , cuya opinion en agricultura es de mucho peso, que dicen que el rutabaga debe sufrir niucho en los inviernos rigurosos, mayormente si el tiempo no sigue con regularid ad en el ascenso y descens o de la temperatura; notándose que cuando hay gra nde h umedarl en la tierra y se sucede con faci lidad un estado de congelacion y de desbielo el rutabaga padece demasiado, y mus todavía que la col-nabo y otras especies. Pero como en nuestras provirrcias, aun cuando sea en las del norte, no so n {recuentes ni muy temi~les estas tránsiciones repentinas, de aquí el que debemos preferiT al ru.taúaga á las demás plantas de su especie , porque las canCidades aJimenticia$ que sum inistra y las búenas cu·alidades nutritivas de que goza lo hacen utilísimo para Já ganadería. El rutabaga llamado ta,hbien nabo ele Sueci_.g, es muy parecido á la col-nabo, y solamente se di l'erencia de ella pór la raíz amarilla y redonda que tiene el rntabaga. La raíz de este vegetal es mas compacta, _mas pesada , contiene menos cantidad de agua en &ú tejido, es t.!e un sabor muy agradable, mas nutritiva, y de un culti vo mucho mas fá -

cil por -su ru~licidad. El ruí.._abaJa produce1 además de su raíz voluminosa, un tallo muy provisto de hojas que constituyen un forr-age abundante y provechoso, con especialidad para e-1 ganado vacuno. Los piés que esLe año han vegetado en el huerto donde los ha cultivado el dire'ctor de nuestro petiódi~ co {-1) tenian, casi generalmente, unos tres pies de elevacion: el dia que se recog-ieron se pesaron con escrupulosidad, escogiendo las ¡ !antas que habían tomado un desarrollado med iano, ·y se VÍQ que la raíz habia adquirido un ·peso de cinco á seis _libras. y el tallo daba como unas seis á siete libras de forrage fresco. Cuando Ee hizo este esperimento el rutabaga estaba en su máximum de vegetacion y muy cerca de empezar su florescencia; y sin embargo que había una multitud de planlas que habían tomado un desaTrollo mucho mayor que el que dejamos indicado , había otras muchas que no habían llegado á este desarroilo y que ranto sus tallos come, las raices desplegaron mucho menos forrage y peso . Clima y esposicion.-EI rnfabaga puede vegetar bien en todas nuestras provincias; pero le son mas convenientes las del norte donde las ti erras son rnas frescas y las llu-· vias mas abundantes . En los países del mediodía esta planta dará resultados poco favorables si no se di spon·e de las suficientes aguas de riego. Las esposiciones bajas y húmeda·s son las que mejor prueban á este vegetal, viéndosele tomar grande desarrollo en los vallado.; y en los campos ó huertas en que ( ~) Las plan las á que nos refe rimos, )' que se .h~n cuidado con esmero, han dado la semilla qu e desde lu ego se distribuye entre los señores suscritores, pudiendo estos recogerla de la imprenta donde se pul,liva El C•illivudor,


nps obligan á dar repetidas escardas. · haya mucha humedad. Es por esta circunsfüegos ..,...En los pªises montañosos y en tancia por lo r1ue en cÍ •ncirte de Europa' es tan comun el rntccbaga que- forma una parte las provincias del norte.doQde las lluvias son frecuentes podrá cultivarse el ·n;tabaga aun rriuy eseociaÍ entre los ~istemas de rotacion, desplegando un tamaño enorme én Inglater- en las tierras de secanff; pero en las esposira, en Suecia y en otros paises semejantes ciones calientes y en las c;oma reas del medonde el frió y la niebla es casi comun en la dio día necesita este vegetal que se le riegue, si.se quiere que qé productos. La cantidad de mayor parte del tiempo . Terreno.-La col rutabaga prefi~re un ter- riego que se necesite dependerá dela época en reno med Íf).Qamente fuerte y de naturaleza· que hayamos sembrado el rutabaga y de la . ar~illosa, pero que ·sea abundante en man- en que el ,riego~ se dé, porque si la plant?. tillo. Las circunstancias de un suelo de esta está en la fuerza de su vegetacion duran té el clase harán que el' agua-se retegga mejor y verano, es indudable que el riego debe ser mas copioso que si esto sucede en otoño ó que de ella se aproveche. la planta para tomar mucho desarrollo. Los terrenos areno- en invierno. Cuanto mayores sean las cantidades de-agua de que· podamos disponer el sos no son tan á propósito para el rntabaga, menos cñ el caso que se· disponga· de gran- cultivo del rutabi1ga será masveniajoso, siemdes cantidades de riego y que el abono sea pre que los terrenos sean fértiles: por esta razon la siembra del v.egetal de que hablamos • copioso. Labores,-La tierra se preparará po·r me- no será muy conveniente en los leri:enos ári dio de un·a labor profunda, porque el desar- . dos y en esposiciones muy secas -y abrigadas rollo que ha de despl egar la raíz carnosa de si J!O disponemos del necesario riego. Siembra·. -Esta.se hace á surco· ó á vuelo: esta planta,exige que la capa de tierra removible lo sea á ~astante profundidad. La el primer método es preferible porque faciépoca de dar esta labor será diferente segun lita los trabajos de conservacion, como la esque la.sementera se verifique en la primavera ·carda, el vinaje etc, y aun será ruejor formar caballones en cuyo dorso podrán semó en el otoño, ó bien que se haga suceder el rutabaga á una cosecha de cereales. Se'pro- brarse las semillas para aprovechar mas de curará que el suelo se remueva mucho y se , esta manera los a\;lonos y los riegos. La épole deje poroso eú lo posible paraque lasrai- ca de sembrar el rutabaga podrá ser la prices puedan despl ega r mayor ca!}tidad de ma- mavera ó el otoño segun mas convenga al sa ca1:nosa·. La labor de preparacion puede sistema de rotacion que se propc_)Dga el prodarse al arado ó á la laya, siendo mas conve- pietario, ó segun que ·se necesite esta planta para la manutencion del ganado en verano niente el segúndo método, aun cuand() mas costoso, porque entonces es muy crecida la ó en invierno. Algunos agrónomos siembran cantidad d·e alimento que reune el rutabaga. el rntabaga de almáciga para plantarlo lueAbonos.-La planta dcrque nos ocupamos go de asiento; 1 si-b-ien este método es mas exige un suelo abonado y mullido , y las dispendioso, prodQce no obstante mejores mejores materias fertitizant~s serán aquellas resultados por el mayor volúmen que toman que abundan en azoe y que se descomponen las plantas. Se coloéan estas en tal caso á la con facilidad: el estiércol decuaóra, bastan- distanci-a de un pié, ó poco menos, unas de otras, y ello p-roporciona er darles con mas te_ consumido, es muy á propósito para abofacilidad las escardas y los riegos y las resnar el terreno donde ha de sembrarse el rutabaga, esparciéndolo eri la tierra poco antes tantes labores de conservacion que erige el de la ' sementera y cubriéndolo eh seguida. vegetal. Cuando el rntabaga se siembra en Los abonos de cuadra que no hayan fermen- campo libre, ó de asiento como suele decirtado bien {> que no hayan sido consumidos se, conviene que se quiten del caballon los debidamente son poco provechosos para piés que ~stén muy espesos para que no abonar los terrenos donde se ·cultive esta se dañen mutuamente. Las plantas que sobren y que se quiten del punto del caball0n en planta, porque suele desarrollar semillas que


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que naci'eron podrán utilizarse para plantar- · cerdos será mascon:venientedárselascoc'idas, las en. otro sitio, ó bien para darla.; al ganado. mezclándo las µo poco de salvado y sal con Cosecha.-Se ~eri fica . la cosecha · luego cuyo aux'ilio es mas nútritivo este forrage. · ~a Í·aíz del rutabaga abunda mucho éu que el vegetal ha llegado á su ma.yor estado de vegetacion y antes que empiece la flores- féci.lfa, y puede darse igualmente cruda 6 cocencia, porque este estado disminuy-e sen- cida al gan_ado. Las reses vacunas se hallan siblemente la cantidad de fécula que tiene muy bien si se les dá esta pianta; y aun la raíz. Se arrancan las plantas á brazo ó cu~ndo á algunos agrónomos parece que comunica á la manteca un-gusto poco agi·adacon el ·arado, y aun podrá hacerse á la simple" mano si el terren·o se baila humedecido. ble, el uso general que se hace de ésta raíz en los puntos· de Europ_a donde· la ·lechería Un niño ó una ·muger- ·seguirán ar l¡¡.brador é irán deswgollando las hojas y tallos de los· es muy_GOmun, nos indica que nq hemos de piés que se hayan arran~ado, ·y colocando temer semejante inconveniente. El ganado Clballar y mular •éome Lambien con afan esel" forrage en un punto y las raíces en otro para almacenarlos separadamente. Si las _ ta raíz que puede disminuir .en gran maneraices llevan pegada alguna cantidad de tier-· . ra la cantidad de semilla~ r1ue (:lamos á estas bestias en calidad de pienso. Se les parÍ-a se la quitarán con esmero para que no produzca podredumbre á fa Qarte carnosa, te en-porc\ones, limpiándolas de la tierra ó porque esto disminuiría en gran manera el de otras inmundiéias que pueden- ir unidas. valor d~la cosecha. Deben asimismo sepa- · El rutabaga se presta perfectamente para el cebamiento del ganado por estabuJacioo, rnrse de fas sanas todas las raíces averiadas, sea cual fuere la causa que haya producido ó sea encerradas las reses en la cuadra: alla averfa, poniendo unas y otras en puntos gunos creen qne es mas útil para aumentar separados del sótano, y procurando- que se las carnes que para desarrollar gordura, por consuman <;lesde luego las_que estuvieren dalo que la prefieren al principio del cel.Jamienñadas. Las raices del rutabaga pueden guarto, conc1uyendo .este con el uso de la patata, darse -por bastante tiempo, y podr~n consu- , de la remolacha ú otra plant-a carnosa que mirse despues que la patata en razon de que abunde Q)ucho en fécula. las raíz del rutabaga no germina nunca por El método de apacentamiento ·de que heser realmente una raíz y nó un tubérculo. mos hablado otras veces en nuestro periódiUsos.-Todos tos ganados comen ávidaco, y qu~ tanto se usa en Inglaterra, se adapmente el rutabaga, y su uso es muy útil pata perfectamente al rutabaga, empezando ra la reses de todas especies, no solo la parpor que las vacas coman los talJ()s, luego los te de la raíz, sino tambieo las hojas y los tacarneros el forrage restante, y · por último Hos. Este forrage es de g~ao provecho para los cerdos las raices que irán desenterr~ndo las bestias, principal mente en los tiempos de con sus liocicos. , verano, y s~ dá crudo -ó cocido segun mejor Recomendamos á nuestros labradores el convenga al esl-ado de la res. Las vacas d cultivo del rntabaga c~mo una de · Jas planleche-comen las hojas del -rntabaga con mu tas mas importantes para la ganadería, con cho áfan, y se cree que estas áumeotao sen- especialidad en los países frias y montañosiblemente la cantidad de la leche: dichas sos cuya naturaleza particular se presta mebestias prefieren crudas las hojas del ru- jor a su cultivo. No dudamos que nuestros tabaga, y debemos procurar que se las haya cultiv.adores tendrán en el mayor aprecio al tenido algun tiempo en remojo á fin de .que 1 ruta_baga luego que conozcan , sus inmeqsas sea mas abundante la parte jugosa: Para· )os · .t.ililidades.


- hacer fabricar y expender este aradc1 , pre- . cioso en Figue,as:y en Gerona, valiéndome En todo tiene razon el señor J). José de al efecto. del.í:nod~lo qué me sirve hace tres Hidalgo Tablada, escepto·· en que yo· haya años·; y á ·pésár que otros hacendad·os·recibiecalificado de ignor~ntes á los labradores es- ron otros arados muy buenos, que los ar-chipañoles. En toclas parles hay labradores sá- varon algunos sin probarlos siquiera, ·tengo bios que hacen su fortuna y labradorec,; igno- la confianza·de 'que este se adoptará. Mucha rantes que se arruinan; pero ni eso dige. Uni- perseverancia y mucha actividad necesitan cam ente como cátalan castizo, aunque nacido los que como el Sr. de Hidalgo Tablada quie~ en Perpiñan, quise hablar á los señores de ren. mejorar la suerte de los labradores, Madrid de la práctica de los arados con ver- ofreciéndoles ar)ldos diíe.renles de los á que tedera que se usan en -varias comarcas de están acostumbrados. Si en la parte mas seCataluña desde tiempos inmemoriales, pues cana de la planicie inmediata á Madrid -qn los mas ancia:nos de perelada han oído de hombre práctico sembrase patatas, judías y sus abuelos que en sus jóvenes años araban aun. n:¡aíz en el año que el campo ha de quedar barbecho; si se daban á estos tres semtambieñ con vertedera. brados de estivales las tres correspondientes Se s~be que los romanos perfeccionaron 'el arado pri(llitivo añadiéndole una vertedera, labores con el arado cultivador, único caso y que conquistadores y siempre labradores en que sir\Cen las dos \lerlederas, no hay dudejaban las buenas prácticas al mismo tiempo da q_ue seJograria una cosecha inesperada; que se llevaban los crecidos tributos; por lo que los labradores quedarían admirados á la tanto parece qu~ dejarou igualmente su ara- vista de tanta tierra amontonada al pié de do en algunas costas <lel mediterráneo, don- cada planta con t,mta facilidad y con tan de tuvieron grandes establecimientos: en la poco gasto ; que luego adqiitirian el arado célebre colonia de Ampurias·, en el Ampur- cultivador; que ·no tardarían en esperimendan (Cataluña) ; en el Castillo Rocino, en el tar los buenos efectos de su adopcion; que Rosellon (poco há provincia de España); en en seguida se les ,podría ense~ar·el uso del el Vallés y en la Provenza _se admitió asi- estirpador, el de los buenos arad.os de vermismo el arado romano, el mejor de los ara- tedera que hacen mucha labor con poca fuerdos antiguos, y, cosa particular, quedó siem, za; y que en breve veríamos regenerada la pr.e desconocido en las demás provincias de agricultura española. España. , Como no debemos cansarnos de enseñar Ullimamente se, han· generalizado otros µráclicamenle y por escrito cuanto sea rearados modernos. En el departamento de lativo á la agricultura, voy á describir el Francia mas vecino de nosotros por esta par- modo de pr~parar las amelgas en nuestro te oriental,. no se ven sino arados de hierro Ampurdan, en nuestras tierras secanas y en y surcos anchos y hondos logrados con una el Vallés, donde hay mucho secano tambien, yunta de poc~ fuerza. Poco á poco practica- y donde se ara siempre en billons ó en alremos lo que los demás, y espero en breve mantas acofradas. · · Si los agrónomos estranjeros han dicho que semejante labor es necesaria para las (1) Se refi ere este remitido al r¡ue aparece enla tierras pantanosas , todos sabemos acá y pág. -~¡¡~ del presenle lomo ele esle poriódico, ( REllll'Í'IDO ~ ).


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aque llos debi;n haber dicho que tambien es esté ·muy recto el surco, una co11traseña en un punto muy distante. En llegando al esú til en las tierras que no lo son, pues al P.ropio tiempo que esla labor priva á las plantas tremo de este surco se recoge él jalon A ; se del esceso de humedad en lo mas acofrado, miden tres pas,is perpendicularmente al surlas pri va igual men te del esceso de sequedad co; se'planta el arado en direccion de B ; se en los terrenos que- no so n húmedos. En cuen~an otros tres pasos mas all á; se deja en efecto: supongam os que el arado profundice este punto C el jalon que se tiene en la maá 8 pulgada'-' ; tendremos por lo menos 4'2 no, recogido en A, y .se vuelve al arad o papulgada.e; de tierra labrada en la narte mas ra formar el. tercer surao de amelga : al esacofrada, y de consigufonte ·habrá en esta tremo de este surco se recoge el jalon B; se parte mas acopfo de humedad en el invie(no, cuenta-o tres pasos para plantar el arado, dirigiéndolo hácia C 1 señal de la cuarta y menos evapora<;ioµ en el verano. Así sucede ciertam ente, con la diferencia que los amelga; se cuentan otrós tres pasos mas para dejar en Del jalon que se ha recogido en acofrados de la tierra pantanosa han de ser eslre_chos para· dar tod a la elevacion posible B, y el punto D será la señal de lá quinta á una parle del terreno y á las plañtas , y amelga; se volverá al arado para form·ar el que en los terrenos secanos las amelgas son surco de. la Guarta amelga ; y así los demáa. de 3 pasos, unas _3 var-as y media; divisiones Concluida esta division, fáci'Imente se harán favorables para regu·larizar las operaciones las labores dé vertedera, á la derech'a y á la de siembra y de siega, sin que estorben en izquierda de cada surco de amelga, y se llenada las otras o.peraciones de la hoz, de la gará á los dos últimos surcos o cerradura guadaña ó de las rastras. que se harán naturalmente sin tropezar con ningu1w de los inconvenientes que indican Para reali.zar-esta divisiQn de amelgas, se _ principia un primer surco á un lado cual- · los señores de Madrid. Si en. los princí pios se h ubjese llamado á r¡uiera del campo; y contando luego tres paun mozo de labranza catálan, en un momensos eL} direccion perpendicular á este surco, to se habrían vencido dí~cultades que no son se planta un palo ó jafon A. Se vuelve.dessino _aparentes, y se habrían dispensado a\ país los beneficios de mejores arados y de mejores co sechas·. Pero no sea un motivo parpo desmayar el qu!:l no· s-e vendá la milad ,de la cosecha del vino, §Ín embargo de tenerla en las inme'A diaciones_ de .Madrid. Donde hay u·n tripli::: -• . cado _núme.r.o de líabitanles y poco terreno para vidueños, envian del Rin, de la Cnam.. paña. y de la Garona vinos por todo el mundo, y .creo que tambien á la Córte de España . e Apliquémonos á elaborar mejor que nuestros pasados, y sepamos vender . Tenemos la mi¡; tad de la cosecha porq_u~ no somos sin0 cosecheros: es preciso ser al go industriales, algo pues á continu ar el primer surco; y conclui~ comerciantes, y no siempre contentarnos con do que sea., se cuentan otro.s tres pasos ; se ésperaral comprador. Tambienoí, hace dos planta en este punto ~I arado para la segun- años, de la. boca: ele un sábio profesor de la da amel ga; se cuentan tres pasos mas lejos, Córte: << ¿de qué servirán mayores cosechas á los labradores de Castilla que no pueden y se deja otro jalon B que será la señal para el tercer surco ·tle amelga . .Se vuelve al ara - vende r sus géne1'os?>> Como se pamos lograrlos t·rcibujando menos , c1 ísírútaremos mas, do para ·ror ml!, r el segundo súrco, dirigiénve remos sin aíliccion acercarse un año ca ladolo hácia la señal A, y- tomando, para que 1

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miloso; y por último conleslaremos con un adagio trivial pero siempre de moda: por múcho pan, nunca mal año. · Es cierlo .que 1a riqueza de los estados tiene su origen en la industria de los pueblos, y que esta lo tiene en las necesidades de una numerosa poblacion ·; pero es cierto tambien que la abundancia es un favor del cielo , la recompe-nsa may~r que· reciben los pueblos, y con el bienestar aumenta pronto la poblacion. Todos los esfuerzos de un Gobierno sábio se qirigen naturalmente á promover la abundancia. Ahora viene á propósito hacer observar á los hacendados de ,Castilla, que mientras ellos no pueden vender sus trigos, sus vinos, ·etc. que mientras ellos pierden., los tahoneros, los taberneros, se enriquecen en Madütl . El crecido derecho de consumo impuesto en las puertas ele la capital, dá ocasion á mil adulteraciones del vino , al poco despacho, y á precios de la- venta interior demasiado crecidos para un género de cosecha nacional y de primera necesidad. En Madrid los habitantes pobres no beben vino·por·causadel crecido pre'cio, y las familias aco~o-dadas no lo beben tampoco por moti.va del adulteramiento y de la calidad: ¿ qué-estraño es que los cosecheros no puedan vender su género aun ·que sea muy bueno? En otros ramos se observan anomalías 'de otra naturaleza. Los caseros prefieren tener Jas habitaciones sin inquilinos mas bien que _rebajar unos precios tan escesívos ·que esceden en un doble ·á los mas altos de otra cualquiera capital de Europa. ¡ Parece que en la Córte de España todo está bajo la dependencia de un ruinoso monopolio público¡"¿Qué remedio? Hace algunQs años que el carbon encarecía de una manera asombrosa, á pesar de encontrarse en varios puntos distantes 30 leguas de Madrid, áprecios muy ínfimos. Un hacendado estableció depósit_os en varios sitios de la capital por su propia cuenta, y-en el invierno pasado pudo comprarse et carbon á un precio mas moderado. ·

Los verdad.eros co~er.heros deben ofrecer una activa concurrencia á los traficantes, y no hay duda que. todos los géneros de preciso consumo se venderán á precios mas equitativos para el habitante, á par que mas ventajosos para el cosechero. Si mas tarde Io..: gramos emplear los ar·ados mas oportunos para cultivar las vides; si por medio de máquinas que preparen mejor la tierra á los sembrados, y de alternativas de cultivo que la beneficien, aumentamos nuestras cosechas sin aumentar por ello los_gastos, se disfrutará de mas precio en la venta, de mas baratura en la · produccion, dii mas beneficio por·consiguiente en la industria, y la.hacienda será de mas valor. Es probable que rebajando_ una p~rte de los derechos de consumo que pagan los vinos en Madrid el consumo sería 11Ja yor, la' adulceracion menor, y en vez de disminuir, aumenlarian los ingresos del fisco. · Entonces nadie se privaria del vino en la capital de un reino donde puede decirse que por todas , brotan manantia_les de tan precioso líquido. Y ya que ha entrado en polémica un agricultor catalan con un agrónomo corlesano, en la que sin duda no lleva el primero la peor parle, y ya que ocasion tan oportuna se presenta, haremos una reseña del antiguo y admirable cultivo del Vallés, en la provincia-de Barcelona: cultivo que no tiene· igual ni en los de Inglaterra con sus máquinas perfeccionadas; ni en los de Alemania con sus enseñanzas teóricas y sus entendidas alternativas; Yi en los de Bélgica ni Holanda con sus esquisitos pastos de trébol y su -clima templado, ni en los de Francia con el fomento que reciben continuamente dP,) Gobierno. (Se continuará.)

J. Pnu. Perelada, provincia de Gerona.-Agosto de ·184-9. .


Y.

llace pocos dias qu-e nos hemos ocupado ' perro ~straño ni con los restantes miembros de de las apreciables cir<:unstancias ']Ue ofrece su familia. Se le hace la ope·racion de lacasuna raza de perros llamada perro de pastor, tracioJl· en términos que cuándo llegue á la cuyo. ánima\ prest-a á la agricultura impor- . edad adulta casi no le quede conocimiento tantes servicios para la custodia del gana- de su especie. Resulta:de esta educacion que do. Entonces indicamos algunos de los me- el anima_! no manifiesta el menor deseo de dios de µ,oder educar fácilmente el .perro abandonar el ganado; y á la manera que el cuyo instinto particular-se aviene. á recibir perro comun defiende á su amo, esta i:aza del hombre las amoneslacioues, las caricias cuida de los carneros que se·le coufian. Tany los ' castigos con una docilidad increíble·: to es el celo qne manifiesta este perro para hoy podemos añadir loque cuenta el viajero y las ovejas, que se pon.e á Jadrar con furia naturalista Darwin en la relacion de sus via_ apenas alguno se- acerca al ganado, y á esta jes, que acaba de p.ublicarse en Lóndres, sefíal todas las reses se reunen en un sol 0 acerca de la · educacion del perro de pasto1· punto y se colocan detrás del-perro. Practien la América del· Sud . _ ca con diligencia y cuidado cuanto atañe al «Durante mi permanencia en Montevideo, oficio que ejerce, y se levé acompañ.ar cada dice l\L Darwin, esperimenlé una agradable ·tarde á los rebaños al cor.ral á una hora desorpresa oyendo raferir y viendo Je cerca el terminada y la mas cómoda para las bestias. método de ed ucacion adoptado para los perros «El mayor defecto que tiene esta raza de que se destinan á la guarda del ganado. Es perros. es que mienfras son jóvenes suelen _muy coro un en este país encontrar inmensos j uguelear con las ovejas y no dejar en desrebaños de carneros y ovejas que alejados canso á-las que toman por blauco de sus pamuchas leguas de las poblaciones, y aun pue- satiempos. de decirse de toda morada, los guardan uno « Cada día el. perro de pastor se vuelve á ó dos perros sió que se vea ni un solo su domicilio para recibir , la racion que le pastor. Quedé verdaderamente admirado de · corresponde y se le tiene guardada, y tan la "múlua inclin aciou de Iós perros y de las luego como se la han dado se escapa cabizbajo ovejas; pero mirado de cerca este suceso, y mohíno y con la cola entre las piernas como no es estraña tal inclinacion· porque traeorí- si acabase de ejecutar una mala accion. Los g!ln de los primeros días ·ael animal; de la otros perros de la casa se conduyen tan mal tela, sí así puede decirse. con·e1 de pastor que le tratan de un modó el «El sistema de educacion consiste en s~pamas tiránico, viéndose que le persiguen y le rªr el perro de su madre luego de haber muerden basta los cachorros. Pero desde el nacido, y en hahituarlo á estar desde sus primomento en que ha encontrado su rebaño y meros días entre el ganado cuya guardia fu tu, reunido las ovejas se queda quieto y en actira ha de confiársele. Esto·se consigue hacien- tud amenazadora, se pone á ladrar ,y entonces do mamar al perri lo de una oveja .tres ó cuatro desaparecen sus perseguidores. Ni los .perveces al diá, y colocándolo en seguida sobre ro.s salvages, por muchos que sean en númeuna porcionde lana que le sirvadecama: no se ro, se atreven jamás á ¡¡.lacar las reses que le permite comunicar::.e jamás con ningun estan confiadas á esta custodia fiel».


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Aquí concluye el pf)saje de Darwin á que es tos· no tuviesen la conciencia instintiva de nos referimos; pero antes de concluir este que por la asociacion .ha doblado su adversabr_eve artícul_o citaremos vna reflexion g·ue rio las fuerzas como' si absolutamente sus ses hemos leí.do en un periódico esfrangero que, mejan tes J:l.Udiesen acudii; á su defensa? Fedecomo nosotros, transcribe las palabras del rico Cuviei: hace notar que todos los animales, viajero inglés con el respeto que se merecen. viviendo fácilmente en estado de domestici«Este suceso, dice el citado periódico, nos dad, consíderan al hombre como á un miem ofrece un ejemplo notable del instinto de la bro de su ·familia y que obedecen á su insraza canina. En vista de lo que se observa en tinto de ' sociabilidad: En el caso que nos el Í1e~bo rel'erido en ~l último párrafo de Dar- · ocupa las ovejas son los miembros. de .la fa·win que hemos copiado,. ¿no p9dri-a decirse . milia d.el p_erro de pastor, y -l9s perros sal-:que los .perros salvajes tieqen ub sentimien- vajes comprenden muy bien que las bestias to tal de esti_macion y de aprecio hácia los de· lana son una buena presa y nó un individe-su especie que se enLregan á sus fostintos duo de su especie, y por ello evitan atf\car de sociabilidad? ¿ Cómo poder 'comprender el rebaño que tenga un r,astor ó Ull. dueño á que un solo perro de pastor impone respe- su frente.» , to á toda una manada de perros salvajes, si

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SOBRE DOS VARIEDADES DE PLANTAS TEXTILES QUE snmJnistra~ la materia de la balist~ de Canton y de las lelas comunes. ~. ( REIIIITIDO.)

de verano , Además de esta especie de batista, _ que presenta una va1•ieda·d infinita de finura, Se encuentran en el ~ercado chino algu- y por consiguiente de valor, ~e hacen telas nas variedades de telas muy diferentes de nfas ó menoi:: groseras llamadas tsó-ha-pou·, las de Europa, sobre todo por su rigidez per- ó sea tejidos groseros de estío. sistente , así com·o por la frescura que es Las materias de todos estos tejido.." proconsiguiente y que hace que _los chinos les vienen de la .cubierta de do,; plantas textiles dén la preferencia sobre nuestras _telas. En- que se cultivan en grande escala á tr~inla ó tre -el número de estos tejidos que se fabri- . cuarenta leguas N. E. de Canton, en el discan en Quang-Tong, ·donde son conocidos trito de Si-Nam, y particularmente en el con la denominacion genérica de ha-pou (en territorio de -' la pequ eña villa de Hoangrnandarin clia-pou), se encuentra el que .de- Thiang, y son conoéidas en el país con los signamos con el nombre de bati5la de Can- nombres de ló-ma y de tsing-ma.. tan, los iñgleses ron el <le gi·ass-cloth (tejido La primera, el lo-ma, que se culliva ide yerba), y los céintoneses <;on eí nombre de gualm€nte en fas cercanías <le Canton y de yun-chest-.71a6-ha-pou cuando la batista es Macao, ·produce telas grosetas ; la segnnda, cruda, y de piou-pa-ya6-ha-pou cuando ha el tsing-rna, dá telas tinas de .balista. Se sido blanqueada; liletalmenle, tejido fi:no emplea en ciertas telas el lo-ma para la tracrudo de estío , ó tejido ligero fino bla11qiieado m;i I y el tsíng-ma para la cadena. Segun


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l\f. J. Itier, el cultivo de estas dos plan~as es como sigue: Com'enzaremos por el cu\Livo del lo-ma. . Despues de haber abonado bien la tierra, se la dán diferentes labores que tienen · por objeto dividirla estremadamente y desmenu-· zar el cesped de modo que se obtenga una tierra fina, perfectamente unida, que es lo que exactamente practicamos para los cañamares. Al principio de la primavera, ~poca de las lluvias, se-siembra la semilla, tenien-do la precaucion de .hacerlo muy por lo bajo y muy ligeramente, á fin de que la simiente quede en la superficie: se cubre en seguida el terreno con una capa espesa de paja ó de yerbas secas, y si no llueve, se rocía de manera que el agua, chorreando á través de la capa, llegue al suelo sin impulsion ninguna, y por consiguiente sin riesgo de enterrar la semilla. La simiente germina bajo estas condicionei,; cuando la plan~a se halla enteramente fuera de la tierra se retira la paja, y luego que la siembra ha lomado mas vigor, se aclara de manera. que las plantas que se dejen queden á unas 6 pulgadas de distancia las unas de las otras. Hácia el octavo mes fa planta \lega -á su madurez, y como es dioica se opera como para el cáñamo, esto es, se arrancan desde luego las plantas machos cuando se ha ·efectuado la fecundacion, y despues las-plantas hembras; así se hace la cosecha en una ó dos ve.ces, á quince ó veinte dias de distancia una de otra. El _tallo del lo-ma llega á una a\Lu ra de 6 á 7 varas, y á un diámetro de cerca de 1 pu !¡.rada por su base. Para ·estraer la hilaza, se corta por_el cue-

Uo de la raíz la corteza de la planta aun verde, que entonces se despega con facilidad; se echa y se tiene esta corteza en agua por espacio de diez dias; !'le estiende Iuego al sol para secarla, y se divide en seguida cori la mano en largos hilos que se preparan como los del cáñamo. · El tsing-ma reclama el mismo cultivo, los mismos cuidados que el lo-ma, y ·vegeta bajo las mismas condiciones, escepto la temperatura del país que debe ser menos cálida. Para preparar la hilaza, se liga la planta, recien arrancada, en haces de 3 á 5 piés de altura con cerca de dos de diámetro, y se colocan verticalmente sobre una ancha caldera ' de hierro poco profunda y llena de agua, g_uarnecida de un enrejado de mambú. Se enciende entonces el hornillo, y se mantiene el agua en ebulicion por algunas horas v hasta que ~sté la planta cocida al vapor; retira para secarla al sol, y cuando se halla completa la desecacion se remoja en agua fria, y rompiéndola por el cuello de la raíz, se desprende la cubierla: esla se hiende en seguiqa, y se divide en filamentos de una estremada tenuida~ con ayuda ~e peines, etc. El hilo se hace sin torsion ninguna, reuniendo de cabo á cabo los filamentos de una misma dimension. Es probable que estas dos cualidades de cáñamo se aclimatarían bien en la mayor parte , sino en todas, las provincias de España, por lo que sería muy imporlante naturalizar entre nosotros este producto, si nos fuera posible.

se

B. ÁRAGÓ,


UTILIDAD DE US SEIIIUAS GERIIINADAS para la manntencion y cebamiento del ganado.

Si bien es verdad que_la mayor parte dé !;eco, ya sea que hagan uso de ellos como los animales domésticos se mantienen esclu- pienso al objeto de mantener sus fuerzas, ó sivamente de yerbas, y aun para el ceba- bien para que adquieran cantidades de gormiento no hacen uso de otras sustancias que dura, porque se ha creido que no era necede parles verdes dél vegetal, no obstante es sario darles ningdna preparacion que sumiút.il á algunas especies que se destinan nistrase á las reses la facilidad de comerlos. al cebarniento, y aun simplemente á las fa- Mas si esto puede ser verdad porque los gatigas de la labranza ó del acarreo, qarles se- nados triturandebidamente con su boca lassemillas mas ó menos abundantes en fécula pa- millas de que se ali.mentan, no lo es en cuanra conservar ó reponer las fuerzas que con- tp á la naturaleza de las sustancias ó matesumen con el trabajo, ó para elaborar can- rias de que consta la semilla en este ó en el tidades de gor.dura que van depositándose otro estado, demostrando la esperiencia que entre las celdillas de su tejido éelular. Las los granos en estado seco constan de menos semillas mas nutritivas serán, pues, aquelJas partes asimilativas que cuando se los -ha que contengan mas harina y menos princi- puesto en remojo y en estado de germinacion. pios insolubles, porque poi: mas que !'e su- Luego las semillas germinadas engordarán jeten á la accion de !as fuerzas digestivas del con mayor rapidez los ganados que las que aoimal, no será posible estra.er grandes can- se usen en estado seco ó natural. tidades de materia nutritiva que pueda transNo hay mas que examinar las operacioformarse en sustancia adiposa ó grasienta. nes sucesivas por que pasa la semilla antes Así ~s que vemos que hay una diferencia de llegar á madurez completa para comprenno la ble, por lo que mira á la utilidad del ce- der la verdad de la proposicion que dejal)]os bam iento y auu de la simple manulencion, senta-da. Uoa semilla cualquiera al empezar entre la.harina del trigo y la del centeno, . su madurez abmtda mucho en savia, que se esperimenlándose que igual cantidad de la vá transformando poco á poco en goma; I;\ primera engorda una bestia con mucha mas goma se cambia en fécula, la fécul a en azúprontilud que otra cantidad igual · de la se- car, y el azúcar en materia estractiva, cargunda; y esta diferencia, que notamos entre bonosa ó leñosa, de lo que resulta que la sela parle feculenta del trigo y del centeno, se milla en último resultado ha perdidQ. grandes observa igualmente- entre la harina de la ce- cantidades de fécula y de azúcar, que son las partes nutritivas, y las ha cambiado en lighacia y la de la avena, enseñando la esperi encia que la primera abunda mas en prin- nina ó materia estractiva, que es la porcion insoluble y poco ó nada útil para el alimencipios alimenticios que la segunda. Pero tales diferencias entre semillas de es- to Jel animal. Pero estas materias nutritivas, pecic.s diversas no han de admirarnos tanto de que se ha despojado la semilla durante como ·ver que una misma sémilla ·c,;1.mbia lá madurez, las adquirirá nuevamente por medio de la gerrninacion. Veamos el modo notablemente sus cantidades alimenticias sede verificarse e te fenómeno . Dando á la segu·n el e Ir.do en que la damos á las bestias. Los gan ados consumen los granos en estado , milla una ca ntid ad de agua, remojándola por


ejemplo, y poniéndola luego en circún~tancias que la hagan fermentar, el carbono atacado por el.ox.ígeno del agua se transfoqna ~n ácido carbónico; una grán parte de las ma- , terias insolubles se convierten en azúcar, esta en fécula, La fécula en goma, y·de todo resulta que las porciones nutritivas en este estado abundan mucho mas que antes de la -germinacion. M. Proust ha esperimentado' muchas veces los resultados de este fenómeno químico en· semillas de ésp-ecies diferentes, y siempre con i_gual éxito. El análisi-s comparativo prac- . ticado por este sábio naturalista entre la cebada cruda ó seca y la ceba_da que se le ha hecho germinar, servirá de prueba de comparacion. Bé aquí estos resultados:

Cebad a cnida ó seca. Goma. · . Azúcar .. Glúteo .. Almidon. fü:isina .. Hordeiña.

4. 5.

3. 32. 1. .. 55. 1 OO.

Cebttda germinada. Goma . Azúcar. Glúteo . . . Almidon. Resina . ." Hordeina ,

15. 15. ' 1. ·56.

C" 12. 1 OO.

Vemos por el cuadro . que preéede, que por eJ acto de la germinacion la hordeina, ·principio ·poco liutritivo, se ha reduéido del ·

55 al 12 p g , y que la goma, el azúcar y el alinidon han aumentado; el primero de estos principios 11 .P g , el segun~o 1O p g y el tercero 24 p g . Pero es preciso advertir que no debe . permitirse que la gerrriinacion se lleve hasta un pun-to muy adelantado, porque entonces no lograríam.os el resultado que se espera, en razon cie que el principio azucarado se transformaría en alcohol (espíritu de vino). No podemos determinará punto fijo el tiempo que dehcrá durar el· estado de fermentacion que se procura á las semillas, porque este depende ~n. parte del grado de temperatura y de otras circunstancias esteriores que es fácil apreciar. El espacio de veint.e y cuatro á treinta horas bastará para conseguir el objeto, si antes las semillas se han macerado bien y se mantienen amontonada,; y con una temperatura suficiente. ])e este análisis químico de M. Proust, que hemos estampado mas arriba, se desprenden, á nuestro modo de ver, 'consideraciones de importancia, de que. la economía rural, y la pública tambien, pued~n sacar g,randes utilidades. Si et acto de la germinacion ,convierte, como lo hemos visto, mucha cantidad de materia in~oluble y poco útil para la alimentacion en snstancia esencialmente nutritiva, . claro está que una menor cantidad de semillas bastará para mantener.y ceba-!! los ganados con tal que antes hayamqs procurado_ su germin·aclÓn. Entonces esta practica tendria aplicacion no solamente para el cebamiento de los g·a,nados, sino tambien para la· manutencion de las bestias de labranza y de acarreó que necesitan·grandes cantid~des de semillas ·para conservar sus fuerzas. Dejamos á la consideracion de nuestros lectores el vafor de ·esta doctrina, aplicándola al ejército en el instituto del arma de caballería, por los ahorros notables que de ello reportaría el Estado.


LOS PÓSITOS ·yLOS._ BANCOS DE LABRADORES ci.o-nts .con la pr.o.sptrt()"att 1)-e la a.9riculturn ((); tn su~ rtla_

De algun tiempo á esta parte se ha empeza• gµo les harémos notar que Dios no crió al do á hablar .de las ventajas de los pósitos y de · hombre para permanecer en un estado eterlos banc()s de labradores; y aun creemos que namente estacionario, como lo están los anien e~te s~ntido ~e han pronunciado personas males que conocemos; todo al contrario: el de réconocido mérito y ·algunas autoridades Supremo Hacedor concedió al hombre un. respetables. Hé ahí el motivo de habernos al ni;i qu~ sed irige nécesaria é indefinidamendedicado al exámen de Jas ventajas é inconte á una perfeccion que jamás puede alvenientes de dichas instituciones, y de ha- canzar, pero hácil la cual no cesfl de irse enber.nos resuelto.á publicar, bajo nuestro ex- caminando. clusiva responsabilidad,el resultado de nue;;El género humano es hoy dueño de una tros e·studios de nuestras meditaciones soincalculable multitud de conocimientos útiles bre materias de tanto interés, dignas por que, prin.cipalmente desde el descubrimiento •muchos título.s de llamar la atencion de los de la imprenta, han ido atesorando una á una hombres pensadores del país. todas las generaciones que han pasado sobre

y

·la tierra. Esta riquísima herencia nos la dejó la generacion que .acaba de concluir, y toda íntegra, aumentada con masó menos proEn'todas épocas, ¡.,ero mas partículargresos que haga la gen.eracion presente, pamente aun cuando en el seno 'de una sociesará á l? que ha de venir, y así se irá prodad ocurren variaciones algun tanto progresivamente aumentando ha~ta que llegue fundas. se dividen necesariamente las opiel fin del género humano, que la está inceniones de lós hombres mas exajer~dos. Unos santemente aumentando. _Luego cuantas -mas se hacen ciegos. ·partidários de todo lo nuegeneraciones pasen, mas conocimientos útiles . . vo, y condenan todo lo antiguo, solo por se irán atesorando, por cuanto además de los serlo: .otros, con un respeto que raya en idomismos que tenían los hombres de lasépolatría por lo que habia anteri-ormentr., creen cas pasadas, que nosotros cual riadie résp~que pada puede ya--adélaptarse, y condenan tamos, j1abrá todos los .que con poslerioridad en su consecuencia todo lo nuevo sin rese descubran. Debemos ·pues reducir á sus flexion, de un a mañera, por deci-rlo así, sis- justos límites el respeto que tengamos á lo temática. Ambos extremos se hallan igualan tiguo yá los ho_mbres de la antigüedad, lo mente distantes de lo que aconseja el buen · que vamos á hacer· palpa~le con un ejemplo sentida,· y conarma la experiencia de todas clarísimo apficable á casi Lodos los ramps del época·s. saber humano. El que inventó la imprenta, A l9s admirad9res exclusívos. de lo anti- ·p.or ejemplo, fué QU grande hoµibre que 9a merecido bien de todo el género humano; pues i;in embargo, las peores imprentas de ( ,1 ) Tornamos del Br, letin oficial del ministerio hoy son infinifamente m~jores que · la .de dtJ Comercio, Inslruccion y Obras públicás este y que se sirvió el célebre Guttembér_g, ¿ y por los demás artíct¡los, 6 sea la memoria, que 8obre el mismo importante asunto iremos insertando en los qué? Por la sencillísima razon de que todas números rncesi vos ele nue~tro periódico. ., las generaciones que -des9e entonces han pa-

lNTRODUCClON.


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sado, han ido añadiendo mejoras á la máquina ma~ útil que ha prodú~ido el genio del hombrQ. Ad~más de las al le raciones que los cdelanlos del género humano van trayendo consigo, en las instituciones administrativas hay todavía otra causa de variaciones mu.v poderosa, las mudanzas que con ' tinuame;le ·e~perimenta la sociedad en sus costumbres, en sus ideas, en sus preocupaciones y en sus necesidades,. mudanzas á que es forzóso ir arreglando las instituciones administrativas del pais en que aqQellas se verifican. Pero-¿ se infiere de lo que llevamos manifestado, que se deba despreciar Lodo lo que recibimos de la antigüedad, condenarlo v lanzarse irreflexivamente en ensayos peli: grqsos, que no son frecuentemente sino ulopias de imaginacionesenfermasó exaltadas? De esta manía creemos saldrá bien curada la generacion actual, despues de los funestos escarmientos que ha tenido que sufrir por sus impremeditadas innovaciones, escarmientos que nos dispensan de hacer largas reflexiones sobre este punto. HE}mos querido consignar _las ideas que quedan manifestadas, para demostrar que, sean las .que ·qúieran nuestras. opiniones sobre· la institucion de los pósitos, que cuenta ya en España mas de Lres sig-los de duracion, no las hemos formado por ser amigos de novedades peligrosas,· ni menos por estimar en poco las cosasqae hicieron nueslrosanlepasados y ban llegado hasta nosotros, á las cuales mas bien nos hace mirar con cierta deferencia la sancion respetable de los años. N ueslro sistema en esta y en cuantas cuestiones análogas ocurran, es, en caso de duda, defender la cou5ervacion {le las instituciones ó establecimientos que nos hayan legado nuestras mayores; cuando razones muy sólidas, fundadas en la expcríencia, ha van formado en nosotros un profundo conve¿ci- mien lo de que no-pueden c;onservarse tales como existen la,; instituciones ó establecimientos referidos, meditar si será posible conservarlos úti"lmente con ciertas modificaciones;y si ni aun esto pudiere conseguirse, indagar qué se habría de susti luir en su caso á las iostituci_ones ó esLa!Jlécimienlos que se supri-

man . Así creemos que dcbañ tratarse toda. estás cuestiones; y de este modo, sin necesidad de violeolos estremecimientos sociales , ni de causar la desgrasia de_una ó mas generaciones, se puede preparar de una manera sólida y estable- el bienestar de las venideras. CAl'ÍTOLO PRIMERO.

. Origen y reseña histórico-legal de los pósitos de España. La idea de formar grandes acopios de granos en épocas abundan les, para ocurrirá las necesidades que hubiere en tiempos de esca--: sez, viene ya desde la mas remola antigüedad: Lodos tienen noticia de los acopios inmensos de granos que se hicieron en Egipto por dispesiciun del hijo de Jacob, á fin de que en a'1uel pais no se percibieran los f.unestos efectos de Los años de escasez que habian de sobrevenir. Entre los untiguos .romanos se dieron varias disposiciones para la compra de granos que se almacenaban en grandes paneras, á las cuales llegaron á llamar sagrados depósitos conservadores de la fortuna,· "'j que servían para socorrer á Jos pobres y ocurrir á las necesidades públicas, En España no fueron los legisladores los que en esta parte Lomaron la iniQiativa; nuestros pósitos, cuya antigüedad data cuando ménos desde ,principios del siglo xv1, se crearon en un principio por convenios partic~lares entre los veci·nos de los pueblos, y tambien por fundaciones piadosas, de que hubo muchos casos, y algunos dignos por cierto de particular mencion : La les fueron las fundaciones de los pósitos de Toledo, Alcalá, Cisneros y Torrelaguna, que fueron debidas al célebre Jimene'z dé Cisneros, que á sus propias expensas coste ó los expresados establecimientos. Los pósitos en un principio produjeron muy · buenos r,esultados, y en su conseeáencia se fué aumentando considerablemente el número de ellos, con tanto mas motivo, cuanto que su objeto no podia ser mas conforme á esa piedad y caridad cristianas, en que tanto se distinguieron los españoles, y de que se encuentran innumerables pruebas en nuestra legisla-


,cion, en esa por-Oion d~ est;i.bleeiinientos de mayores de las cabezas de partido, á quie.:.. b¡rneficencia que conservamos, y, en los mo- nes se declaró subdelegadqs natos det i:amo; numentos que ban podido resistir a la ac- y se dictaron otras varias disposiones para cion destructora.de los años, y á la mas des- laadministrac-ion de los pósitos, y para la detructor·a aun de las guerr.as y de las revo~ sicion ·de lo5 expedientes gu~ernativos que luciones. ocurriesen.Bien pronto se dejaron sentir los Cada pósito se administrába en ,un princi- bueños erectos de estas mediaas~ en térmipio por las. ~eglas c~nsignadas en )a t:ctnda- nos que al poco tiempo, bajo la superin~encion, ó sea por sus respectivas ordenanzas, dencia del condcl de Floridahlanca, sin desaalgunas de las cuales obtuvieron la real tender el pr,imitivo objeto éle lo; pósitos, \:Onaprobación ; mas cumo no todas estaban de- . tribuyeron estos _con crecidas sumas para bidamente calculadas, se conoció muy luego ·obras de utilidad -comun de los pueblos, ·cola necesidao de estable.cer reglas uniformes mo-construcciones de fuentes, dotaciones· ae -para la cónservacion, aumento y distribuescuelas de pr.imeras letr-as, · etc. , etc, Sin cion de los-fondos de los ¡;iósi'tos, cua;ndo·me- embargo, como sucede en todas las institunqs de los pueblos; y con efecto en 15 de ma- ciones humanas en que median intereses, va · yo de 1584.:se publicó con este objeto una entonces mismo se empezó á notar que á pepragmática, que es la ley~ .a, título 20, li- sar de las reglas ,consignadas en la referida bro 7. 0 de la Novísima Recopifacion, la cual instr'accion de 1753, ·babia malv"ersaciones por lo ·pronto "debió mejorar algun tanto e'I .en la ·administra~ion d~ los pósitos, contemestado de cjichos estableci¡:nientos; fiados has- placiones en fas cobranzas de los préstamos, . ta entone.es exciusivamente al cuidado de los y tambien falla de cuentas: siendo el resulpueblos á quienes pertenecían. Mas_los pósi- tado que los pósitos nó correspondían., como tos ·cte fundacion particular quedaron como era dedesear,a los objetos de su insti[uto. Hé ~i;:taban,siendo admi_nistrados de uná manera aquí las causas que motivaron la formacion r.asi arbitraria (y frecuente'mente sin respon- del reglamento i-nserto en fa real cédula de '2 sabilidad) po'r los patronos ó juntas designa- de Iulib de 1792, por la cual-a.demás se voldas en lás fundaciones. Así es que los fondos yió á poner el ramo de pósitos á cargo del de , estos pósitos iban cada vez. á menos, y Consejo de Castilla, como lo estuyo antellegaron á u·n grado tal de . decadencia á me- rioJ"mente antes de la creacion de la supediado'S del si~lo .xvm, que se conoció la ne- · rintendencia generaL En dicho reglameríf.o éesida~ de uniformar la administraGion de es- se encuentr~n las principales -dispo.siéiones tos pósitos con la de los que eran propiedad de la instruccion de 1753, con varias modi·delos púeblos, p'oniéndo los todos .bajo una .ficaciones y adiciones que en aquel en.tpnces misma depeniiencia. En 16 -de marzo de 175f s~ creyeron necesarias; mas ni por eso mese éreó la superintentlen,cia general delos pó- joró tampoco el·estado de los pósitos: 1a: ley sitos. del Reino, por la .cual en 171;i3 se pu- 6.ª, título 20, libro 'J.º de la'Novísima Re..'.. blicó UJ1a inst_r\lc9ion á laque d~bia arreglar- corilacion hace una rélacion tristísinÍa de: la se la -admiñistracio'n de todos ellos, así en 1~ decadencia en que se encontraban al {}l'inciparte ecoñómica coqrn en. la gul:Íérnativa. Én pio del presente siglo. Todas, ó las mas- de diclra instruccion se establecieron las reglas las juntas tle lntervencion, manejabán y rey formalidades que debia-n obsentarsé para partían arbitrariamente los granos y fondos el reparto y reintegro de,los gr[!nos Y.dinero pecuniarios de _los pósitos, sin mas miras de los pósit'Os, así como tambien ias faculta- que el interés privado ó la predileccion par~ des y responsabilidad de las juntas deinter- ticufar hácia ciertas per.sonas, resultando de vencion, á las cuales se confió la admínistra- ahí que 'los mas de los positos , á pe§ar de cion inmédiata de dichos fondos, se forma- las creces pupilares que debían percibir, se r.on los model-os de las cuentas que todos ,los · hallaban entonces casi en una ruina compleaños debian remitir á la contaduría- genera·) - _ta, á causa de una multitud <le deudas falli_por conducto de los corregidores ~ alcaldes , das que el Consejo mismo de Castilla se vió 1

TOMO ll .

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_en la u·ecesidad de perdenar a los-deudores. se designaron los fondos de pósitos, á faltas Aurique la lc'y citada no lo dice , entre las de' suscr.ioiones voluntariasl par_a ocurrir en causa~ de decaci.encia de- los pósitos de E;,pa- los pueblos atac;ados del cólera á•la asistenña. ya en aquella época se debia enumerar -cía de lci.s enfermos y <lema~ ga_stos que se necesitasen para el. restabl~cimiento -de la .otra· bastante poderosa~ la exacci:on de ·crecidas canti·dadc3 qQ.e el Gobierno, ,para-. _sali r . salud del vecíndario. Poco tiempo despues de a-pu-ros , habia tomado ( es ,;erdad qu~ á ha-bjel)do los gober·nador-es civiles iJegado á ·caliqaq de reintegro)' de to·s fondós -que te- extraer de los pósitos cantidades consideranián los pósitos. Por, real decreto de 17 de bles, la Direccion se vió en la ne_cesidad de marzo de 179n se babia mandado ·exigir á llamar .sobr~ este puqto' la ·ateucion del Godichos establecimientos· la quinta parte de bierno; y c9n est-e motivo se publicó la real sus foudos exis_tentes~ bien en arcas, bien.en órden,,de 14 de noviembre de, 183Í, 'mandeudas :_lo que produjo al Estado, en per- dando reintegrar ·á. los pósi Los ·de 19s fonclos iuicio de los. pósitos, 48.459,078 reales. En · que se le$ hubiesen tomado para objetos ajenos- de_su 'instituto. , · 1'.2'. de setiembre de -1 800, se mandó exígir La guerra civil e'n el año ·de 1836 se hacpn _destino á 1a conselidacion de vales, un cuarti)lo de real por-cada fanega de grano y llaba extendida en varios puntos de 1a mopeso- fuerte que tuvieren los pósitos, así los narquía; y á fin de evitar que el incendio . llaiuaqos reales como los de fund-acio,n par- fuese·cundiendo, hubo necesidad de adopticular. Poco tie.m po despues,.es decir, en 8 tar disQosiciones enér3ic;as , ma'náando en-de marzo de 1801, se aplic~on al manteni- tre otras cosas l-evantar fuerzas que comba!I)Íento del ejército y arenada todos los f~n- tiesen· á los enemigos. Con .este ob}eto, en dos" de pósitosl cuya c!.isposicion se modificó 30 de setiecnbt.e de ,, ,JS-36 , se autorizó á las d~spues, ,rebajando esta aplicacion á·solo la autoridades civÚes, diputaciones provinciatercera parte; y aun cuando en 4 de octubre les, y juntas de armamento y_defensa, pa-ra de ·1803 se mandó cesar en estas exacciones hechar mano de los . pósitos _, autorizacion de quinta y tercera parte, cualquiera ·puede que .en favor de las diputacion~s reprodujo conocer el estado en que despues vendrian la ley de 29 de-diciembre.del ·mismo añQ. _ Pc5r las ltjeras indicacicrnes . que hemos · á quedar los pósito~. Lo cierto. es que ya por estas exacciones, ya p'3r otras cp,1.e se hkie:.. hecho . acerca , .de las mu chas y conside.ron para suministros de la$ tropas en .la rables exac.ciones que,desde fines del siglo guerra de la lndependenc;ia , ,ó para _oLras ,pasado se han flstado hacienJo hasta estos cosas, en el ' año de 18-18 - iba extraída del últimos tiempos, y por los fondos ,que·á pefon_do· de pós_itos Rª_ra objetos e,;traños á. su sar de eso aun.conservan los pósitos; p9drá instiiutp la enorme suma de 33q.7-i-6,8417 venirse en conocimiento de las muchas rire-ªÍes. Sin embargo, en aquel mismo año los quezas que con objetq· de fomentar la agripósitos.aun tenian com,o fondos con;iente.s cultura llegaron á reunirse en los 1 espresa dos estaplecimientos. __ . _ • 2 .9.13,542 faneg/l,s de grano y 12.6rn,289 Despues del reglamento de f7!J2·· .se han ·réales , sin contar u.na porcion de millones dado otra porcion <le <lisposicion·e~ sobre ditn crédil?S de que deb\ftn reil)tP.grarse, y en fincas. édifici0s y otros efectos que tambien ferentes púntos de este ramo, .de las cuales nos haremos cargo al trálar ·er:1 el capítulo les cprrespondian. . . . - _ En esta última época fos pósitqs han su-. siguiente de las regla.s por las cuales se rige ·fr_ido ta·mbien muchas y co.ns~derablés ex-ac- en la actualidad ·1a adrríinistracion de los ciones'. En 19 de'. settem.b~e ,J 833, y despues / -~ondos .de pósí~?SCEI:-A.y ANDR_ADE. CQU mas exten'sion .en 11 de jn1io de 1~34,

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JUNTA GENERAL DE J\GRIOULTURA. ' . Verán nuGstros lectores ~n la .parte ofic.ial _esperar es que veamos reunidos 6 represendel prest nte número la esposicion que el mi- .. -tactos en ~l. Congreso de Agricultura, á m¡¡.s nistro de Comercio, Iostruccion y Obras pú- de los fu ne-ion arios y personas que enumera blicas ha presentado á S. M, la Reina acerca el decreto de S. M., á la _prensa agrícola, á de la creación de una Junta general de Agri- los grandes propietarios que por sí mismos cultura en .Madrid, el decreto de S. M. en · cultivan sus haciendas, á los agrónomos mas que .se manda llevará efecto la propuesta .de distinguidos y á las corporaciones científicas su consejero responsable, l~co.nvocatoria pa~ que mas pruebas hayan dado de su amor· al ra la primera Junta que ha, de.reunirse en t. 0 fomento de 'la Agricultura, consiguiéndose de octubre próximo, el programa de las cues- de este modo la reunion de todas· las perso·tiones.de que ella ha de ocuparse, y el nom- · nas que por sus conocimientos, teórico¡;¡ ó bramiento· de presidente y vice-presidente. práclicos· puedan concurrir á la mejora y Nosotros, que ya hemos hablado, despues perfeccion si ~es posible, de todos los ramos que la Sociedad económica matritense de anfi~ que abraza y están enlazados con la prospego,s del país tuvo la gloria de tomar la ini- ridad de la Agdcullura. Al señor ministro de ciati-va·, de una institución que la considera- .CQrnercio se concéden facultad~s' algun tánto mos _del Ú1 í!,yor interés é importa~cia, y que Ü1m..iladas para la convocatoria, :y así podrá nos a~oci!1mos desde luego, como no .podia subsanarse cualquiera olvido q_uehubiera pomenos' d~ ser así; á un pensamiento de que dido padec~rse en el decreto de 26 de julio. debe reportar nuestra Agri,cu.ltura resultados La primera Junta general ó Congreso agrí. provechosos y grand_es, pos-cree,;nos dispen- . cola tiene ya ;marcadas las cuestiones d.e que sados de ru¡¡.nifestar que.aplaudimos siñcera- ha de ocuparse en sus tareas. Hemos leiao mente la disposicion del Gobierno que esta-:. con detencion el prograu:ia public-ado) y es blece.)a reunion anual del Congreso ó Jun'ta indudable que todas las cuesti_ones que abrade KgricultuFa. :ia son de un interés vital para- la Agrjcultura y que ha presidido á la elecoion el ma~ Hay, sin embargo, modificaciones ó diferencias notables entre ta· p,eticion ó -süplica yor acierto. Está dado el primer paso, y una de .la Sociedad eoónomica de Madrid ·y las · vez reunida la Junta , de ella surgirán las disp9siciones del señor BRAVO l\'.luntLLo, y demás cuestiones ó medidas cuya ejecncion no podemos menos que conocer y- confesar se considere mas útil' ó preferente en heneque es¡is modific9crones han mejor~{do.en mu- licio de la Agricultura española. ch~ e-1 p_1'i"mi\ivo proyecto. ,., Hallamos,. pues, digna. de todo elogio la · E1 señor.mioistro de C.omercío, ln-struccion medida á ·que nos referimos, propues!a po·r.. Y Ob:ras públicas· ha avanzado á mas de lo fa Sociedad económica de Madrid, que ohque queria ·1a ~ociedad inatrjtense de amigos tiene todas nuestras simpatías, y ilevada á del país, J ello ha producido el que la-Jun - cabo coú molificaciones_ importantes por el ta _general ó _Congre~ci de ¿\._gricultura que lia · ministro de Cómercio, lnstruccion · y Obrás de ,re~ni rse ya este misi;no año aparezca con pú.blica~, cuyo hiudable celo en favor de Jos . el prestigio, proteccion é influencia que so- . inler~sés materiales es indi sputable. s·eguilo puede émanar del Gobierno supremo del remos fa senda·de una -institucion nuev'l en- . Estado. De este p'rocede ad~m:is la.convú: tre nos.9tros, y manifestaremos nuestro pa~a.tori a; y como las noticias, ele1uentos, -re... recer fa.vorable-ó adversoJ pero siempre fun, cursos y autoridad de que dispone son iufidado, en iodo ag:uello que tenga relacron con nilaméo_te superiores á lo_s de cualquiera Ja Junta general de Agricultura . corporacion, por respetable ,q-ue ella sea, · de


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PARTE ilf'ICIAL·· (t)~ Ley sobre exencwn-de tribucos á los nuevos riegos .'!J artefact<Js; y sóbre la servidumbre. de acueJualo o pasó de las a~uas_. Dofür)sapel II por la gracia<le Dios y la consl~tucion de la monarquía española reina de las Españas, á ~odos los 'lue l!!_s presentes vieren y entendie• ren, ·sabtid, que las Có(tes han decretado y Nos sancionado lo siguiente:

CAPITULO PRIMERO. ¡

. Exencion de tributos á los nue~o~· riegos y arte{acjos.

· Art. ·,r_ 0 Se declaran .exentas de toda contri bu..: cion, durante los diez primbfos años despues de concluidas las obJas, las rentas de los capitales ·que se inviertan en· la construccion de canales, ace.quias, órazales y demás obras de riego e11 que se haga úso {le aguas públiéas para regar terrenos propios ó agenos, con ta\ que á la construcéion de dichas obras haya precedido conccsiqi;i real, prévios los trámites que establezcan los reglamentos dé adll".inistracion pública, Art: 2: º Por las tierras que se rieguen con las aguas que se Abtengan p0r medio de las obras espresa¡las en el artículo anter[or, se pagará durante los diez primeros -años la misma contribricion que ontes de ponerse en _riego. , Art. 3 . •· Los que por medio · de pózos artesianos ó comunes, minas ú otras obr¡is alumbren, aumenten ó aprovech~n aguas de propiedad µrivada po-

drán aspirar á los beneficios d·ispe.nsados en los ar tículós pracecl.entes, obt~nerlos del'gobierno, r,révio espediente instruido ~á la forma qu~ dispon ga n los re~lamentos y en proporcion al interés qúe dl'l lá 01:.>ra reporte la agricultu.ra, pero sín gue esceda la · concesio n dél términc¡ de los diez-años. Art. 4. 0 Los beneficios concediúos en los artículos 2. 0 y 3,; se.entenderán sin -perjuicio de los que se dispensan en· la base 3,ª de la ley de .23 de rn:iyo · de ,¡ Sko; inserta en el artículo /h O del real' decreto de la misma fecha. Arl. 5.º Por los establec-imientos industriales en ' que se empleen cc¡mo fueyza motriz fas aguas procedente¿ de las_obras espresadas en los artículos anteriores, solo se pagará de contribucion, durante los diez primeros años, la mitad de la cuota que se- · gu~ Sl,l clase les corresponda.

CAPl'ftJLO n: ,· De la sl¡ruidumbre de acueductb 6 paso de ,

las' aguas.

Art. 6 ,'• El propietario que teniendo aguas de que pueda disponer quiera aplicarlas al · riego de terrenos que le per·t!lnezcan,. p~ro- qué .no se ·hallen contiguos á ellas; ~l que- intente dar paso á las aguas sobrantes despu·es de haberlas aplicaq_o á lo~ riegos, y el que poseyendo un terreno inundado tenga necesidad para desecarlo de dar salich dL las . aguas, podrán recl'arrÍar la servidumbre de acueducto, ya por acéquia descubierta, y.a por cañería , cerrada, al través de los pr<ldios ajenos, intermedios ó inferiores. Si los du eños d·e estos la resistier.en, podrá el recl'amante acudiF al gobie'.no, soli_. ( ~ ) · Sin é~ba rgo de continu·ar insertando en (¡lS· citanclo el permiso; y el_gobierno, s(Jgun lo ex;ja el ta seccion dé nuestro periódico todas las leyes, órinterés colectivo de la a{¡ri.cultura, conciliado con e) denes y disposiciones relat.ivas á la agricultura, ¡le fecha ¡rnterior á la presente, 9.ue se han espedido _réspeto á la propiedad1 lo conc.e derá ó negará, desde la creacion del ministerio de Comercio, Ins- • prévio espediente instruido por el gefe político én trµccion· y Obras pública,, para que nuestros lecto- · la forma que prevengan los r!)glameotos, con au-. res GOnozca!!' toda la- legisla r,ion ·que data d·e esta últi• dieÓcia del dueño 6 dueños de!'-terreno y del ayun:. ma época, iremos inser tar,rlo á la vez, eolllo ya _hemos la miento respec tivo. No podrá concerlerse el perhacerlo, t0¡Jas aquellas leyes, órdenes comenzado á y clisposiciones' de fecha éorriente que por su mayor . . miso para establecer dícha servid~mLre en' los ediimport!IDCia iS por referirse á cuesti'ones del momeo·• ficios, jardines, hu_ertbs y terren"os cércados unidos to exij an ser c:mocida¡¡ de nuestros lectores con la á las habitaciones, qu,e al Liempo de hac~rse la sodebida anticipacion; y esta epa re-ha seguire.mos _en lieitud se ·hallal'en· des.tinados á estos usos. )o sucesivo hasta dejar cs~inguido el necP.sa rio atraArt. 7. 0 En la servidumbreforzo,oa de acueducso que en es ta parte se esperjmenta . to, la co nstrucci on · • Pcparaciun de lás obras son de' (N. _de la R.),


237 cargo esclusi;o del predio Jomioante, sus tare~s, _todos haó cm:¡-espondido l¡I llap;a_rnieÓ.Lo Art. 8. 0 Al establecimiento .de la servidumbre · de V-: M.,, todos se apresuran á prestar su cooperade acueducto precederá necesariameote el pago al cioo para que ·se cumplan tañ benéficas intenciones'.. dueño del predio sirviente del valor ea que se estiLa Socie_c)ad económica matritense·, ·llena de e sle men los daños y ei per}uicio permineote que ha de celo que lalÍ acreditado tiene por el fomento de la ocasionar-le la misma servidumbre, con mas el 3 industria rural, acmlió -á V. M .. respetuosarneiite,impor 1 00. Eo defecto de avenencia de las partes sopetraodo su real vénia p_a-ra convocaT uó congreso bre el importe•de la io<lomoizacion, se Ojará éo la agdi;ola; y si bien V. M, se dignó r'eoiiiir con sum~ forma y ante los tribunales que para el .r.aso de apree:io" tao patriótica man_ifest.aéion, se v-ió no obseoaj_eoacion forzosa determina la ley cle 17 de julio tante en la sensible necesidad de no aceJJtarla en la de rn.36~ forma, porque bajo el régimen legislativo ·y adminis_Art. 9. 0 La indemnizacion de Ios 'daños y pértrativÓ español no .es dado al gobierno abdicar es~ juicios que se causen temporalmente coa motivQ de .tas funciones, confiánuolas exclusivamente' á cerlas obréis necesarias para el est.ablecimiento ó conporaciones que, pÓr re.spetaLles que sean, no están ser.vacioo da' la servidumbre de. acueducto, se fijahuy compr_e odidas ent"re las partes esenciales que constituyen el cuadro Je la admioistracioíí públrca. rá, en c¡¡so de no avenirse las partes, en la forma y peseando, sin embargo·, el mini"stro que suscribe ante los tribua"ales designados en el artículo anteaprovechar la ilustrada .propuesta de·aque11a corpo:... rior, En esta indem~i~aciou no teodrá lugar el aumento del 3 por 4·oo soLre el importe de los daños . racioo distinguida, tiene la bo_ora de hacer presente ' • á V.. M. que serla sull)amente ve!)lajoso el estableciy perjuicios. mi!lnto de una junta general de agricultu;a compues · Por t~nto mandamos á todos los tribunales, jus-.' ta de los conse¡eros dP. agricultura, iodustriá y coticias, gefes, gobernadores y demás autor.idades, asL mercio, de los comisionados regios-para la iospeccivil.es como militares y eclesiásticas, de cualquiera cioo de la agricul\ura general del teioo, de_ló2 µroclase y -dignidad, que guarden y ·hagan . aguardar, cumplir y_ejecutar "la presea.te ley en todas sus par' fesores de ,Ia misma ciencia, de los individuos de 'las tes. juntas proviácíales ge agricultura, de las sociedades económicas, de la comision permanente dé la aso·- · - Dado en Araojúez á 2t de junio de 48t9.-Yo éjacion general de .ganaderos, y por último de lodas la Reina.-EI mioistro de Comercio, lhstruc_pion y aquellas personas que el gobiéroo designe entre las Obras públicas,-Juao Bravo. Murillo. que se hubi~seo distinguido cumo cultivadores Ó<:oDisposicion(Js para {a r·eunion todos los años de mo inteligentes en agricultura ó P.O sus ciéocias auuna Jupta gtmeral de Agricultura en M.adrid, dexiliares. ·Reunidas de este modo en un m1smo centro biendo celebrarse la primera el d~a 1 ·º ele octubre una porcioo de personas de diferentes · pÚotos de la próximo. península, y maF ó menos ~ersadas iodas eli la teoría ó en la práctica del cultivo, podrían c<i°muoiéar- · se mutuamente las prácticas_qne siguen los la,pradoMINISTERIO DE ~OM:ERClO, INSTRUCCION res de las diver~as provincias, y se discutiría con Y bBBAS PUBLICAS. muchas probabilidades de acierto acerca de los meSsRonA: Desde el momento en que V.M. se di~jores métodos de cultivo que pudi~ran ensayarse reslJó dispensar una proteccion especial á la agricultura pectivamente eo las provincias cle F.spaña,cuyos clíespañola, ya removiendo mil o~stáculos que en épomas, terrenos y necesidades son por lo cornuo tao cas anteriores hatiiao .eslorbado su desarrollo, ya diferentes acerca de varios puntos de economía r·ucreando J un las provinciales de agricultura para Ílus. ral, y áeerca de cuestiones legislativas que, interetrar á la admioisLr¡,cion en los asaot'.>s relalivos al sando á la agricultura, creyese oportuno vuestrQ gofomenLo de a4uella industria-, ya estableciendo cobierno someter á la discusioo de la junta. misibnado:; régi0s dedicados á estudiar asiduamente De este modo se dará. publicidad· á escelentes mé-' las necesidades de la agricultura y á prop.oner los Lodos de cullivo practicados eo algunos puntos demhdios tre satis(,acerlas, ya dictando otras- mucóas España, pero generalmente desconocidos; se averiprovidencias, dirigida,s todas á- poner expedito~ los-~ guará el motivo por que se desgracian tantos ensavel!eros <.le fa fuente mas importante de la riqueza yos emprendidos con mas buenos d-eseos , que conopública; desde entonces, Señora, las coi·poraciones cimiento del clima y del terreno, y se preparará: la opioioo _pública para recibir úWes reforma,, - asi er> dedicadas por instituto á esparcir la instruccion agrí cola, las autoridades en.;argadas de cuídar,de los inciertás prácticas agrícolas c:0mo en la parte de nuester·esos colecli vos de la ag, iculh1ra, los par.liculares tra legis)acion que_ q¡as puede iolluir en los progremismos r¡ue cienlífloa ó prác\icamcnic dcdic~o á e.lla sos de nucst_ra a1:?r1cultura. 0


238 Debiendo por muchas razones sec voluntario y 1 , Art. S. 0 El presiueole y vice-presidente de la gratuito el "\.:argo de vocal de la junta, tendrá lamjun(a serao nombrados por mi entre los individuos bien que ser corto el.DúQlero de las se$ionés: el mi- , de la seccioo de agr·icultura del real consejo de nistro que suscrilJe cree que no deberá esceder de .Agricultura, Iod uslria y Comercio. ' veinte, sin¡¡ en el ún'ico caso dti_ que la iunta misma .Art. i.º Serán voluntarios y gratuitos los cara.,.í lo proponga, y V. M: cc,nsidere oport,uno acceder gos de los que compongan la junta general cíe Agriá la propuesta-. Aun entonces QO podrá tampoco cultura. presciádirse éle los perjúicios que tal vez se causaArt. ii. 0 Antes de asistirá IM sesibnes presenrán á los yocales que·'vengan cte· las provincias; y en taran los interesados sus respectivas cre'd enciales en consideracioo á e~tos será. por lo lau\o conveniente 1a direccion general de Agricultura, Iodu¡,.tria y Codisponer que las sesione~ en ningun caso escedan de mercio para el exámeo y aprobacioo delas mismas. treinta, y que la junta se reuno durante el otoño, Art. 6. º Corresponde al presidente designar los como estacion la mas á ·propósito para que se trasla· días y horas en que bar.a de reunir.se la junta, y resolver sobre el órdeñ de la discusion ~ incidentes de den á Madrid l<l'S v?cales que residieren en las proella, nsi como tambieo sobre' lado lo relativo á lavincias. . Ya por los. mismos indivjd os dti lajunla cuando policía interior deJa junta •• · se restituyan á sus hogares, p tarnbien dando puArt. 7 .º Corre$poode , á ·esta el nombramiento blicidad it las deliberacio.nes de la iunla, se logrará de dos secretarios de su seilo de todas las comisioque se-vayan eásayaodo con probabilidades ~e huen_ nes que ju_zgue convenientes, ;í fin de que informen éxito los mejores sistemas dé cultivo que se siguen · sobre los puntos que se sometan á discusioil, como· en afguiias provincia~ ·6 eu el eslranjerQ, y que se asimismo determinar las horas.que hah'de durar las .generaliceu enlre los labradores alg_unos dP.scubrisesiones, <: m:entos útiles de economía rural; pero sobre lodo se Art. 8. 0 El ol'.imero de estas en cada año sera logrará ir rteparando poco á poco la opinion del de veinte; y solamente á propuesta de la junta .popais y de los. legisladores .para recibir con mas facidrá el gobierno at11neotar dicho número hasta el imlidad las reformas que convenga introducir en nuesprorogable de lrei_nl!J. tra' legislacion 'para b_eneficio de, la agricul_tura. Art. 9. 0 - En la última sesion eñviará la junta Fundado en estas consideraciones el ministro que todos sus trabajos al ministerio de Comerc10., Iostru c• suscril:>e, de acuerd.:, éoo la seccioo de agricultura cioo y Obras públicas, de,o;de cuyó momento se condefreal consejo de A'gricultura, Industria y Comersiderará clisuella. cio, tiene la honra de someterá la aprobacion de V, Art. ~ O. Mi ministro de Comercio designará los M. el adjunto proyecto de decreto. · puntos sobre qüe han de versar las deliberaoiooes San Ildefonso 25 de julio de •l 81i-9.-Señora. - ~ de la junta: esta sin émbargo, antes de su disoluL. R.' P. de V. M.-Ju110-Bravo Murillo. cioc, propondrá un programa de tas cuestiones que conviene examinar en la junta del año signienle. RE'AL DECRETO, Art. ~ ~. A fin de ut-ilizar debidamente los trabajos de la junta, el gobierno cuidara de que á las Conformándome con lo propuesto por mi ministro sesiones asistan •taquígrafos que recojan notas de los de Comercio, Iostruccioo y Obras públicas, oiuo el discursos que se prouuncien, y dé que á esto~ se dé _la conveniente publicidad. d1ctámeo dé la seccion rlei real consejo de ' AgriéúlDado en San Ildefog_so á 26 ·de Julio de ~ 811'.9.tura_, Industria -y Comercio, vengo en decretar lo Está rubricado de la :·eal mano.-El ministro de ' siguiente: Co~ercio, Inslruccioo yObras- p!'.ibliéas, Juan Bravo Art: ~ ·º T6dos los años en la estacion de otoMurillo. ño·, y e¿ el dia qÚe mi ministro de Comercio desigoarn, se reunirá el) Madrid una ¡unta general de Agricultura. A gricu.ltura. Art. 2 .0 Serán vocales de la misma Junta los . co misionados tegios para la inspeccioo do la agricullimo. Sr,: A fin qe llevará efeelo de.sde Juego lo tura del reino, los profesores de esta ciencia, los iµd¡spuesto en el Real decre'to de 2'6 del corriente, divirluos de las juntas provinciales de agrit:ultura, de las soeiedades económicas, de la co¡nisioo perrnanen · • S.M. (Q. D. G ) ha tenido á bien disponer quepa• ra e) dia ~,. 0 de octubre -próximo _v enider9 se re una te ele la a,sociacioo ger¡eral éle ganadero~, y las-deqiás en Madrid la junta gener,al de Ágricullura, á cuyo personas distinguidas por sus conocimientos egroo6exlimeo· ee ~someteráu las cuestiones que espresa el . óücos 6 por S!,\prácLica en el cultivo que mi ministro adjunto programa, y cuyas s-esiooes se celebrnráo en de Comercio convoca re. ·· · ·

y


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239

el salon qe consejos del ministerio de Comercio, Instruccion y Obras públicas. De Real 6rden lo digo á V. r. para los efectos consiguientes. Dios guarde á V. I. muchos años. San Jldefonso 27 de julio de 4849.=Bravo Murillo.Senor director gener'al de Agricultura, Industria y Comercio.

Programa de la& cuestiones en cuyo eroámcn se ha de ocupar en el presente año la junta general de Agricultura. PARTE LEGISLATIVA,

Sobre el sistema que_en bene1icio de la agricuhurá convendrá seguir respecto de los campos comunes y¡Je las fincas rústicas de propios, Sobre las mejoras que deban introducirse en el sistema hipotecario. _ Sobre las ventajas_é inconvenientes del sistema de forma_r establecimientos para facilitar socorros directos los labradores. Sobre las variaciones que con venga introducir en· nueEtra legislacion con respecto á los prestamos á interé~. Sobre el mejor sistema que por nuestra legislaoion pudiera adoptarse en puuto á riegos. Sobre el estableciQJi_ento de colonias agrícolas. • Sobr\! las variaciones que convenga introducir !ln nuestra legislacion para el fornen to de los montes y plant(os. Sobre cerramiento de terrenos.

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PARTE CIENTÍFICA.

Éxámen de l'as causas que contribuyen á q úe muchas de nqestras. pi:oduccio.nes agrícolas sean roas .caras que las cle otras naciones. Exámen de las diferentes alternativas de cosechas que pudie;an seguirse en España; habida co~sideracion á sus diverso¡;, élimas, terrenos y necesida·des del consumo. Exá_men de las ventajasé'inconvenientes del sistema de barbechos con relacion al suelo y clima de la Península y al estado de nuestra pobl,wioo. · Exámen de las relaciones que debe haber entre la agricultura y la· ganadería en beneficio de ambos ramos de riqueza. Exámen delas veutajas é inconvenientes de la trashumacion del ganado lanar, considerada bajo todos sus aspectos. · Exámen de la influencia de la sal dada á los ganados, principalmente al lanar. Exámen de los medios de mtjorar la calidad de nuestras lanas finas. • Y últimamente exámen del r¡:1ejor sistema general de premios para la ganadería. El director general -de ag1;icultura, C. Bordin. Por real órden de este dia se ha dignado S. M. nombrar al almirante duque de Veragua para el cargo de p_residente de la Junta general de Agricultura, que se ha de reunir en ~ •º de octubre de este año, y para vice-presidente á don Manuel Gaviria 'J Alcova,

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. Crédito de .los -vinos espafioles. El cónsul de España en Odessa ha dirigido al Gobierno con fecha 2 de mayo de este año la comunicacion siguiente: . «El comercio de importacion sigue su curso ord,ianrio, cabiéndome la satisfaccion de

participará V. E. que el de España con este país va tomando incremento. Estos días llegó por primera vez á este puerto· un cargamento entero de vino de Jerez, y abrigo la espera.nza de que, mediante la buena aceptacion· que .ha tenido se logrará paralizar la concurrencia del vino de 1\farsala y dar al comercio de nuestros vinos con este país la


-- ~to e teosioo é importancia que desea1~os. , Tambien se realizó luego-con notable veQ: taja. el ·cargamento de vino de Cataluña y Be~ nicarlo, que llegó hace pooo aquí como ensayo, y el comérciante que lo ,recibió, animad.o por un éxito satisfa¿torio , comisionó , 1-uego y tiene ya en camiuo olro cargam.ento, que rll> dudo enagenará eon igual prontitud y ·ventaja, _ · Por mi parte no peFdono medio alguno de

cuantos están en mj alcance para animar estos ensa:i:os, con el fin de hacer palpar ·su conveniencia, promover el uso de nuestros produ1:tos en este páis, y dejar abiertas las vias para cuando llegue el dia , no lejano r¡uizás, en que al favo~ de un tratado podamos dar este comercio aquella estension de que es suscepÚble y que tanto conv-iéne á n_uestra industria y marin~.~ ·

Lluvias•.:._®bseruadones bt lulio i,-, 18~9.

DE LAS CANTIDADES DfARIAS DE LLUVIA, ESPRESADAS EN CE TÍMETROS CÚBICOS Y .PULGADAS CÚBLC-AS, QOE HAN O,\lDO EN E-L JARDIN JIOTÁr-ICO DE LA M. l. ~ONTA DE-COMERCIO DE ESTA C!UDA~ ,DORANTE"EL MES DE JOLlO DE 1849, EN CUYO JARDIN .SE BAÚA FIJADO AL lN'rENTO EL con: RESPONDIENTE rLOVIÓMETRO.

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ADELANTOS AGRÍCOLAS. .... Sigue nue Lro incansable y laborioso ami- ' sin cuidados ni cultivo, se encuentran -hov go y director de nuestro periódico, señor D. poblados bosques de castaños que ofrecen á. Jaime Llansó, participáadoaos cuanto nota- sus propietarios una riqueza inmensa. A ble encuentra, respecto á los adelantos del imitacion del .vecino reino, dan nuestros culcultivo, en lejanos pueblos d-e Cataluña ':! de tivadores una di r.eccion acertada á este raEspaña. Creemos que nuestros lectores vemo tau importante de la agricultura: utilirán con el mi ·roo interés que nosotros la si- zan las ~ierras mas áridas é inútiles para toguiente carta, en la cual se habla de asuntos da otra produccion: sac¡tn abundantísimas la • importantes como lo son la mejora de cosechas de ricas patatas y de centeno de un nu estros bo~ques, el cultivo y fomento de suelo sembrado de castaños que hasta ahora nuestros prados artificiales, y la enfermedad no produceia masque escasísi mas yerbas; y, de la pátata que tantos CQnflictos ocasiona en una palJ.bra, estos adelantos no so lamen:.. en pueblos con:-;iderables de la Europa. te han mejorado la coodicion del propieta:Antes de concluir estas brevísimas lí_neas rio que vé cn es-tos bosques aumentadas confelicitamos tambien á los ~eñores D. Jo.rn siderablemente sus renta , siao que tambien llARnts y D. JuAN LLANSÓ µor sus laudables proporcionan al menesteroso un medio de y provechosos esfuerzos y estudios en favor liacer productivos sus sud ores cultivando la de ramos y materias muy considerables de porcion de terreno que á un pacto conveni·n ueslra agricu Itura . . do le cede el propietario . Hé aquí ahora lo.que nos dice el director Son conocidas las ventajas que reporta esde nuestro periódico: Le pais ' de semejante innovacion agrícola y Señores redactores de El Cultivador: de este sistema de cultivo. Vendrá dia en Mis ri ueridos colaboradores . amigos: des- que se comunicará á todas las demás comarpues df: haber estado algunos dias recorrien- cas del pirineo tan ventajoso impulso, y en do la fértil comarca de Baño las, y de 'estuque aun e"n las montauas del interi or del reidiar el espíritu de progreso agrícola de alno se irá introduciendo el cultivo de los bosgunos de sus propietarios , conforme lo e ·ques artificiales como único medio de repacribí á VV. ·con fecha de julio último, me he rar la decadencia de nuestros arbolados y de trasladado á las faldas del pirineo oriental hacer frente i la escasez y penuria de com para observar los adelantos de la selvicultu- bustibles que se nota por todas parles. ra, que de pocos años á esta parte impulsan Los castaños que se cultivan en este pais, sus cultivadores. se destinan á la formacion de aros y duelas Por f!lUCho que me prometia el carácter que serán buscad_os á buen precio si el gobierno con su ilustrada direccion dá vida á emprendedor de estos h.abitanles y de las luces que han recibido en agricultura de la este ramo de riqueza agrícola. Y en el caso que la iatroduccion de maderas estrangeras, ce rcana Francia, no hahia podido ciertamente figurarme el saber y la constancia que que debe evitarse, perjudicára nuestros castaños, las fraguas nacionales consumirian han adquirido y les adorna para el aumento las cantidades de carbon que pueden-pTOpory mejora de nuestr0s bosques. cionar dichos árboles . Bajo cualquier aspecEn medio de rstas montañas, donde añ os que se mire la cuestion, esta parle de la to at rás se veían únicamente robles y encinas TOllO 11 . 2 1. 1 DE SETI E~lllllE DE {849 .


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España ha dado un gran paso en favor de la agricultura, con la doble ventaja de obtener maderas y cosechas de plantas anuas r¡ue son la base del alimento de la clase proletaria de estas comarcas. No puedo dispensarme de señalar á VV. para que lo sepa el pais, el mérito singular que tienen contraido los bac_endados de este pueblo D. JuAN BARRIS y D. JuAN LLANSÓ por haber sido los primeros que han intentado plantear en grande escala el indicado sistema de selvicultura en estos pirineos, en tér~in,>s que el primero tiene pjantados hasta el dia unos trescientos mil castaños de tala, y el segundo unos doscientos mil; pero con tal direccion y método que les han de producir abundantes maderas, mientras que el terreno donde radican ofreverá copiosas cosechas de plantas _anuas, alimento útil para los hombres y para los ganados-. ¡Ojalá c:jue es Los ilustres cu\ tivadores, que viven desconocidos en este rincon de hl. Península, viesen recompensados de algun modo sus esfuerzos! ¡Ojalá que las autoridades administrativas premiaran su celo ardiente para e¡ ue sirviese de estímulo á tantos propietarios de otros puntos ó provincias que podrian aumentar con los bosques nuestra riqueza material! El Cultivador les debe un voto de gracias, y deseo que VV.conmigo se lo den sínceramen te. · No es este el único adelanto que han intentado los propietarios de este país: me han indicado otro que tienen en proyecto y que van á realizar en breve. Tratan de aprovechar las muchas aguas que contienen en su interior estas montañas, ya iluminando las varias fuentes que se ven por do quiera, ya buscando por medio de escavaciori.es los raudales que han de brotar en cantidades enormes, y destinando todas estas aguas al riego de sus tierr¡i.s. Van dispo nien o el terreno por nÍe¡iio de trabajos costosos para el cu\ ti vo de los prados artificiales, y para el de las plantas de raíces carnosas que forman la ba. se del cebamienlo del ganado. lnmensísima es la ventaja que ha de reportarse de , la inlrodaccion de este sistema agrícola, porque con los pastos abundantes sufrirá un aumento notable nuestra gana-

dería, con ella se fertilizarán los campos, y tras esta fertilidad vendrán pingües cosechas que enriquecerán _el pais. Estos propietarios á quienes hemos señalado como los introductores de un sistema tan provechoso é importante, hacen frente á cuantiosos dispendios que les irroga la empresa que han acometido. Es verdad que hallarán la recompensa de sus esfuerzos en el aumento de las rentas que se procuran; mas no por ello dejan de ser menos dignos de la general consideracion, porque intentan dar un paso muy adelautado hácia el verdadero progreso agrícola. Son dignos, repito, de la consideracion sus conciudadanos porqüe conocen donde están sus intereses, y con los suyos los de la felicidad pública: comprenden que los prados artificiales son la hase de un buen sistema de cultivo, y que nq pudiendo existir la ganadería sin ellos, es tambien en v·aµo esperar ab0uos que fertilicen los campos si escasean los rebaños. La introduccion de los prados artificiales es cada dia mas urgente para estas y otras muchas comarcas. Se acerca el dia en que la cosecha de cereales sea para determinados países de escasísimo interés. Las vias de comunicacion que se van abrienqo por todas partes facilitarán la estraccion de los trigos que hasta ahora quedaban almacenados en varias provincias, y en ton ces esta prod uccion invadirá los restantes pueblos que, no pudiendo competir con su baratura , tendrán necesariamente que dedicarse al cuidado de otras producciones. Pero muy lejos de ser esto un mal debemos mirarlo como un bien para nuestra agricultura, porque cuando este ca!'o llegue Re estudiarán por precision nuestras par ti cu lares necesidades; será indispensable variar nuesfro sistema de cultivo, y de estas variaciones han de surgir indispensablemente beneficios inmensos en favor de la riqueza rústica. De otro modo la ciencia de! campo seguiría entre nosotros estacionada y sin permitirnos sacar de nuestro suelo las inmensas ventaj-as que nos promete un aplacible clima. En este pais, donde la patata es tan comun como sabrosa, he podido estudiar en cierto modo el genio particular del mal que


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años há aflige á esta planta. He conocido ser cierta la opinion de que el tubérculo es mas afectado -de la enfermedad en los terrenos bajos y húmedos que en las pendientes y en los campos \'eotilados, y sobre todo que es una verdad incuestionable que el desórdeo empieza en las hojas y que de ellas se transmite al tubérculo. He visto en algunos campos sembrados de patatas que sufrían la enfermedad,_que de lejos se notaba el desórdeo de sus hojas, siendo constante la observacion de que los piés afectados del mal tenian alterados todos sus tubérculos. La cosecha de esta planta sigue este año un curso el mas favorable ; pero las lluvias frecuentes que en la actualidad se experimentan en este pais hacen temer .á sus propietarios que podrán perjudicar el tubérculo, porque conocen p()r espericncia que el agua escesiva es el medio mas favorable para hacer desa rrollar el mal en la patata. Mas han conocido tambien que la enfermedad no se presenta, á pesar que se sucedan lluvias escesivas , ltasla que la planta ha tomado su incremento y que empiez:i. á completarse el desarrollo del tubérculo. Fundado en esta esperiencia el señor D. JoAN BARRts, hacendado de Labajol, hizo arrancar el año pasado sus patatas antes de que los tubérculos hubi esen tomado todas sus creces, y observó que es~os no estaban todavía enfermos ni que se fueron luego pudriendo, como sucedia en los años anteriores. Reconoce el· señor BAnn1s la pérdida que sufre la. cosecha por no haberla dejado llegar á su madurez completa; pero cree tambien que no es comparable con la que se esperimenta con los tubércul-0s que se pugren cuando se los deja llegará su entero desarrollo. El cultivador que acabamos de citar, cuyo voto en la materia es muy respetable por el meditado estudio que ha hecho acerca de esta enfermedad, opina que para prevenir la alteracion del tubérculo

b:i.stará que la patata se arranque luego que llegue á su sazon, dejando permanente en la t:erra los tubérculos, y cuid,tndo qu e queden enteramente cubiertos. El año anterior observó que este medio babia bastado au n para las plantas mas atacadé\s del mal, y es de opinion que si lue¡.to de verificada la cosecha se dejasen enterrados los tubérculos por algunos dias, se impedirían de todo punto los progresos de la descomposicion del mismo tubérculo. Yo no r-0nozco razon algun a fí sica ni fisiológica que pueda espljcar plausiblemente esta l!l.octrina, y dudo por ahora que las esperanzas del señor BARRIS puedan verse cumplidas. Este año trata de repetir los ensayos en mayor escala, y el tiempo nosdirá de parte de quien está la razon. Lo que puedo asegurar es que á pocos propietarios puede convenir ruas que al Sr. BAnR1s el estudio de esta enfermedad y el modo de discurrir los medios de prevenirla, porque recogiendo al menos cada año doce mil arrobas de este tubérculo, le interesa evitar las enormes pérdidas que ocasioua un mal que ha causa.do hambres espantosas en algunos paises d_e la Europa y que tal vez ha llegado á conmoverá alguno de sus gobiernos. Tambien podria decir á VV. algo del alcornoque, cuya corteza forma una parte muy principal de la riqueza de esta comarca, vendiéndolo el propietario en rama al estrangero ó elaborándolo en las numerosas fábricas que tiene el pais; pero de esto hab)aré otro dia con la estension que se merece este producto vegetal , considerando el corcho bajo el punto de vista de una materia importante para la construccion de los tapones. Se repite de VV. su mas afecfm_o: amigo y compañero J. LLANSÓ. Labajol ~ H de agosto de 18í9.


-Casi mngun país de Europa e'scede en circunstancias favorables · á la España para el fon1ento oe las abejas. El clima suave de que gozan la mayor parle de las provincias, las abundantes flores de que se cubre la tierra una gran parte del año á ·causa de los rocíos de la noche y del ambiente húmedo que reina en casi todas las estaciones , y otras varias ventajas naturales que el cultivador puede a-provechar con inteligencia y esmero, hacen •¡ne el Cuidado de las abejas pueda ser entre nosotros un recurso proveohoso en la economía rural. La miel y la cera que dan estos insectos, sin· que cuesten al propietario nada mas que cuidados muy triviales, pueden ofrecer un prod1.1cto demasiado importante. Por mas que la abunda.ncia del azúcar que el arle cstrae de plantas diferentes, y aun cuando las varias grasas que utilizamos para el alumbrado con una perfeccion indecible hayan rebajado el valor de la miel y de la cera, nv obstante ambas materias tendrán en todo tiempo mucho valor y esti1J1a, y el cuidado de las abejas presentará siempre ventajas inapreciables. No es nuestro intento tratar ahora de la historia de las abejas, ni de pintar ese viv.o interés queescilan al naturalista las costumbres y los hábitos de este insecto admirable; queremos ocuparnos solamente de dará conocer el modo utilísimo que acaba de estahlecerse para poder obrar con seguridad y sin incom•enienles en las colmenas, siempre que nos obligue á ello el estado de los in-sectos que las habitan, ó bien la estraccion dé la miel en las épocas que convenga hacerla. La palabra eterizacion que hemos puesto en el epígrafe de este artículo revela por sí sola la aplicacion de una sustancia que ha venido á dar en cierto modo una nueva faz

á las operacione. que se hacen y sufren los sé res ·vivientes, y por medio de cuyos vapores suavizamos 1::1 rigor del mal y disminuimos los !ormentos que no podía dispea·sar ni la destreza del operador ni la compasion del anatómico . Contrayéndonos á las abejas, vemos que este grande descubrimiento de la eterizacion se a·p-tica con ventaja al ramo agrícola-económico de las colmenas, como lo demue tra el artículo que sobre este asunto ha escrito M. Thiernesse, profesor veterinario, y que pasamos a. transcribir, acompañado de una lámina que representa el aparato para esta operacion. «La idea·primitiva de la eterizacion aplicad.a á las abejas como lln medio de poder recoger la miel que producen sin destruirlas, ide~ que considero de grande ventaja é irnportanria, pertenece á M. Deíays, sustituto ó pasante en la escuela velerinari,a de Bruselas. Se ha dedicado á eterizar zánganos, y resulta de sus espedmentos que es fácil entorpecer los insectos sujeta.ndolos á lis aspiraciones del éter sulfúrico en estado de vapor. Acordándose entonces de las pérdidas considerables que se csperimentan cada año durante la cría de las abejas por la.destruc• cion .de los enjambres al sacar la miel, le sugirió naturalmente la idea de la ventaja que podria sacarse de la eterizacion para esle objeto. «Enterado yo de estas ideas, y queriendo ponerlas en práctica, hice comprar una r.olmena, la que habiendo llegado á mi poder anteayer nos fue posible eterizarla ayer á las ocho de la tarde en presencia de M. Decamp, director de la escuela de velerioari~, por medio de un aparato muy sencillo inventado por M. Defays. «Este aparato, representado en la siguiente lámina, se compone de


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un globo d_e vidrio cuya úuica abertura esrá cerrada por un tapon por el que atraviesan dos tubos tamhien de vidrio: de estos dos tubos el uno penetra hasta al fondo de la esfera donde se halla la capa de éter, y el otro llega solamente á algunos centímetros por debajo del tapon, formando una curbatura por la parte de afuera del globo. El primero, que presenta un .ángulo obtuso, puede introtlucirse fácilmente dentro ele la boca del operador, y el segundo está en ángulo recto para que pueda marchar horizontal mente hácia la colmena por una de sus dos aberturas, atravesando para ello un ta pon hecho al intento, y procurando que la segunda abertura esté de ante.mano cer_rada de una manera incompleta, á fin de que el ai.re continúe entrando dentro de la .colmena sin temor de que las abejas se escapen. · «Para lograr que el éter llegue á la colmena en forma de vapor, ha bastado introducir aire denfro de-1 glu.bo por medio del · tubo que llega hásta su fondo. Al principio de esta operacion, es decir, durante los pri. meros segundos, las abejas.se agitaron é hi. cieron sentir en la colmena un fuerte zumbido que fué debilitándose poco á poco hasta que cesó al cnbo de un minuto: Entonces levantamos la colmena; el enjambre, del todo entorpecido, estaba colocado· en el fondo sin que se viese una sola abeja en los travesaños, lo que nos facilitó la estraccion de la · miel &in inconveniente alguno. Hemos tenido un particular cuid~do, en este primer en. sayo, de observar las abejas en. su estado de 1 embriaguez ó desvanecimiento: este estado · duró mas de un cuarto de hora, notfodose - que en todo este plazo ningu_na absol4ta·~nenle Falió de la colmena. No podemos decir á punto fijo' el tiempo que ha duradoeste desvanecimiento y cuantas horas han pa-

sado para quedar las abejas enteramente restablecidas: lo que se ha advertido es que esta mañana estaban muy alegres, y demostraban igual vivacidad que antes de haber:.. las eteri'zado. <<Proseguiremos en estos esperimentos y . daremos cuenta delosnuevosr'esultadosque _ • se obtengan. Si como es de esperar nuestras previsiones se realizan, habremos ofrecido, con la eterizacion, á la agricultura .un medio de aumentar los productos de las a.bejas, y á los consumidores _la ventaja de obtener la miel y la cera con mas economía y hacer de estos artículos un uso mas general. Por este mismo medio habremos conseguido satisfacer una necesidad que tiempo há sentían la Alemania y la Inglaterra. En este úl- timo pais, que es el que marcha delante en la via del progreso respecto á diversos ramos del arte agrícola, se emplea hace bastante tiempo él vapor de agua para entbrpe_cer las abejas cuanrlo se quiere estraer la miel, sin que sea necesario atontarlas como se acostumbra en Bélgica y en Francia; pero este m~Lodo ofrece inconvenientes-que csJácil apreciar. « En efecto, la inlroduccio.n del vapor acuoso en la colmena recoge las alas de las abejas y las iq:¡posihilita para poder volar y hacer sus escursiones en busca de las flores que -necesitan- para la elaboracion de los panales y de la miel, y de ésto resulta que se debilitan los enja.,lllbres y á veces hasta que mueran un gran nú mero de abejas. Pero no es esta la única causa que daña á las colmenas por razon del vapor acuoso ; sino que tamhien ha de resultar de ello, que humeciéndose los travesaños de la colmena se mantiene en éllos la humedad por mucho tiempo por la falta de aire, y de aquí se srgue el que se enmohezca el corcho y que se altere la salud de I as abejas. «En Alemania se enlor¡Jecen estos insectos con el humo <lel tabaco, tanto para cambiarlos de colmena y poder recoger.la miel, como para unir dos enjambres en uno solo. Este mismo rnttodo se usa en Bélgica, aunque por lo comun es preferi<l0 para cuañdo se recoge un enjambre que se escapó de la colmena, ó bien cuando se trala de cambtar-


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lo de uno á otro punto (1). «Además de qüe el humo del tabacÓ pue-de ejercer una influencia desfavorable para la salud de las abejas y sobre la calidad de la miel, es tambien difícil hacerlo penetrar en el interio"r de la colmena. Nos inclinamos, pues, á creer que el método de eteri( ~) En las provincias de Cataluña se usa casi ge:oer almen,e la boñiga seca, la que quemándola al red'!dor de la colmena entorpece las abejas sin que las cause daño alguno. (N. de la R.)

zacion de que c~samos de ocuparnos , y que tanta aplicacion tiene para las abejas, será preferible á los mP.dios que acabamos de referir, y que lo aceptarán todas las personas que se dedican á este ramo de especulacion. Se com·prenderá muy bien que la eterizacion no presenta solo la ventaja de conservar el enjambre de la colmena mientras se saca la miel , sino que facilita la formacion de un nuevo enjambre por la ninguna dificultad con que se opera en la colmena.))

)IODO DE ELABORAR EL VINO DE CEREZAS. El cerero goza de una grande reputacion 1 _tan tes de algunos pai~es meridionAles , y en Europa , no solamente por las maderas 1 al que dan el nombre de vino de cerezas, se 1Hiles que nos dá para la construccion de prepara del modo siguiente : Se escogen las especies de cerezas mas átoneles principalmente, sino tambien por el cidas, pero que se hallen perfectamente mafruto abundante que produce en una estacion en que las frutas frescas no se tienen duras, p,refiriéodo1-e a'luellas que tienen un todavía. Puede decirse que la cereza es el sumo negro ó que al menos se acerque á esprimer don que nos hace la primavera, y el te color . Se cogerán durante !;:is horas del gusto ácido de este fruto se halla en armonía sol y en tiempo seco y sereno á fin de que con la fuerza vital que va desplegándose en no contengan humedad, y se mirarán una por el hombre á tiempo que ent¡¡¡ esta estacion. una, separando las que estén dañadas porDejando aparte si este árbol es procedente que suelen tener un jugo de mala calidad. del Asia, como lo afirma Plinio, ó si es in- Se quitan los mangos ó tallitos y los cuesdígena de algunos p·untos de la Europa, co- cos, dejando únicamente la carne ó pulpa mo lo ha pretendido un célebre agrónomo que se machaca bien. Esta operacion se hafrancés, de todos modos debemos tener en ce dentro-de u'Ila cuba ó de.otro útil partimucho aprecio á un frutal que, como el cecular, segun la porcion de cerezas que hayan rezo, presta al hombre utilidades y fruiciode machacarse, y segun el uso del pai-s donnes, y á muchos animales un alimento de- - de se verifique este procedimiento. La masa seado. ó cantidad de cerezas machacadas se mete Pero no pretendemos a hora hablar de los dentro de otra cuba con todo el jugo que ·varios usos económicos á que se destina el ellas hayan ·dado, y todo junto se deja fercerezo, porque este es asunto estenso y que mentar, como sa hace con el vino, teniendo podrá ser objeto de otros artículos; nos li- destapada dicha cuba ó vasija con las premitamoi; hoy á describir el procedimiento cauciones que se toman para la fermentaespecial que exige el fruto de este árbol pa- cion del vino. Cuando el licor ha tomado ya ra transformarlo en vino agradable y sabro- un olor vinoso, se prensa el orujo ó masa so. Este ·licor, de que hacen uso los babi- fermentada, se coloca el líquido en un cán-


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taro ó pequeño barril , y se le añaden unas catorce 002as de azúcar por cada azumbre del mismo líquido, mezclándole los cuescos machacados que se habian quitado de las cerezas antes de pisotearlas. En este estado la fermentacion empieza nuevamente, y cuando ha cesado se trasega el licor si está claro, ó se cuela en otro caso por medio de un papel de estraza 6 de un pedazo de bayeta. Este jugo de las cerezas, prensado y dispuesto del modo que queda dicho con la mezcla de azúcar en las proporciones indicadas, toma tanta fuerza como el vino de buena calidad y se conserva durante muchos años. Se le coloca. en botellas tapadas her-

méticamente, y si se conserva en un tonel de madera tambien de cerezo, se mantendrá el licor mas delicado todavía. El' fruto del cerezo se prepara además de distinta manera para otros varios usos económicos ó para ··recreo de la mesa. Se guardan las cerezas en botes llenos de espíritu de vino para que permanezcan frescas y encarnadas como lo estaban al tiempo de cogerse del árbol, ó bien se hacen confituras, mermeladas ó pastas secas á que algunos golo;:;os soó muy aficionados. De la cereza se destila tarubien un licor sem~jante al marrasquino.

NECESARIOS A LA JARDINERIA. -.1eJ a

Aunque en los instrumentos de jardineria deben comprenderse los que pertenecen al arbolista, solo pondremos aquí los necesarios al jardinero florista. Azado de pala. ldem de dientes. Azaclillas. Almocafre . . Plantador de palastro. ldem de horquilla. Desplantador 6 paletin. Pala de rozar. Rastro de dientes de hierro. ldem de dientes de madera. Rodillo de piedra. Carretilla .

Parihuelas 6 angarillas. Tijeras grandes de mano. Tijeras con varal para las alturas. Medía luna ó guadaña jardinera. Cuerda. Tientos. Mazo. - Zaranda 6 zarzo. Cribas de mimbre 6 alambre. Regaderas. Estos son los instrumentos mas necesarios para el jardin florista: vamos ahora á hacer su esplicacion y á manifestar los usos á que estan destinados. Azadon. La descripcion ·y usos de este instrumento son harto conocidl)S de todos.


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Azadon de dientes. Este instrumento solo horizontal. Se emplean para cortar la yerba se diferencia de los demas azadones en que de los paseos y calles dé los jardines, hueren luga r de pala tiene tres ó cuatro dientes las, bosq uecillos, etc. sin remover ni profuncomo los de un tenedor. Se usa para cavar y dizar la tierra. revofver los estiércoles enterizos, las hojas y Rastro de dientes de hierro y dientes de ma<lemas materias en que un azadon de pala aera. Tienen ambos una misma figura y construccion: constan de un mango y el no puede penetrar. rastro propiamente dicho: el primero sirve Azadilla ó esclwdillo. Sirve en la jardinería para muchas operaciones, como escardar, para recoger la broza por mayor, de terroplantar , dar labores, recalzar, etc. nar y allanar los cuadros labrados en los jarAtmoca fr·e. Este instrumento, llamado dines, y para recoger la yerba segada con vulgarmente garabato, .es un escardillo pela guadaña en los prados: el segundo para queño en forma de semicírculo, con su cabo acabar de limpiar y arreglar las calles y - ó mango de madera. En la jardinería se usa cuadrQs: con ambos sfl ahorra mucho tiempo principalmente para arrancar las yerbas de y trabajo, y limpian é igualan la superficie entre las plantas. mejor que ningun otro instrumento. PtanJador de palastro. Consta de un pedaRodillo ele piedra . En la jardinería solo Z :) de hi erro de uno y medio á dos piis de se usa para igu11lar y comprimir los terrenos 1argo . J rle dos á tres dedos de ancho por de cespcd y las calles- grandes de los bosqueédTiba, cuya anchura va en disminucron tes y ciernas compartimientos. · b_asta terminar en punta por la parte infeCarretilla. 'Es un pequeño cajon de tablas rior: es plano por la faz de : la izquierda y con tres costados y el fondo, puesto sobre dos varas , y en la estremidad de estas tieconvexo por. la derecha.: -en la parte sune un eje con su rueda: el e tremo o¡iuesto perior tiene una mangueta para encajar en ell.a una manija de palo encorbada. Con y parte posterior del cajon tiene lambien dos este instrumento se pl&.ntan comunmeflte las pies ensamblados ó clavados, que sirven para plantas que forman la bordura de los parter- sostener la carretilla cuando está parada. Se usa para sacar broza.;;, transportar ti erra, res , las líneas de los compartimientos de los ja rdioes, etc. ·· plantas, etc. . . · Parihuela ó angarilla. Consta de dos varaTambien los hay redondos _con horquilla les con,cinco travesaños que forman escalera, abajo, que solo sirven para plantar plantas dejando seis huecos: sirve para transportar fructicosas, largas ó zancudas. .Desplantador de paletin. Es una paleta los tiestos ó macetas que se colocan en los de hierro como de cuatro -dedos de ancho y huecos, y la conducen dos hombres. Tambien las hay colocadas sobre un eje de seis á ocho de largo, ~on una mangueta con su rueda; pero estas solo tienen cuatro para introducir el mango.de madera,que suehuecos y son conducidas por un hombre le ser de media vara de largo. A.unq_ue genernto. · · · ral mente es de figura ·rectangular• tam bien Podon. Es una cuchilla corva masómelos hay de figura aovado-oblonga, con mango corto y de sacabocado. Sirven para ar- •.nos grande, unas veces con pelo y otras sin él, y aunque pertenece mas bien al arbolista; rancar las plantas delicadás, con su cepesin embargo el jardinero flori sta se sirve llon de tierra unido á las raices, y trasplancie algunos podones pequeños y sin peto patarlas á otro sitio sin que padezcan. detera cortar raíces, dividir plantas, etc. r1oro. Tijeras grandes ele mano. Estas necesiPala de rozar. · Se diferencia de la pala tan una fuerza proporciona.ria á los cuerpos de cabar, Ilaruada laya, en que esta tiene el palo enchufado en la pala .misma, es mas lar- que tienen quec·ortar, y de consiguiente de Lcu ser algó pesadas. Se sirven de ellas los ga y no puéde trabajar horizontalmente; y la jardineros para recortar las pl an tas de los de rozar. por la disposicion de la mangueta en que se coloca Ia vara: obra en dircccíon , cornpartirnicuto!5 y dibujos de los parterres,


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y todas cuantas forman la topiat·ia de los jarno en su mayor parte, no son necesarios dines. tantos elementos para poder disfrutar cuanTijeras con varal. Son unas tijeras grandes tos placeres se deseen de los productos de la que en uno de sus ,brazos tienen una mantierra , y gozar de las plantas mas raras y gueta adonde se asegura una vara larga : curiosas que puedan adquirirse de las difeesta tijera se mantiene abierta por medio de rentes parles del mundo. Para esto nos basun muelle: en el brazo opuesto al de la vara ta tener u-n jardín, invernáculos, estufas, caestá alada una cuerda qtÍe pasa á la vara mas calientes, portales de j, rdin, tiestos ó por una sorti~a cayendo hasta la mano del macetas y cajoneras. · operario; estas tijeras alcanzan á cortar á ~1 invernáculo es un paraje cubierto y bastanre altura. -abrigado, espuesto al medio c.ia y destinado .füdia luna ó guadaña. Es muy diferente de para contener ciertas planlás durante el inla guadaña de segar la yerba. La media luna vierno. Se debe colocar en un sitio elevado es formada por una CLirva de dos tercios de del jardín·; la fachada que mira al medio dia cí rcolo, y va unida á su respectivo mango, es la principal y por donde se e·ntra, y está que es una vara de sr.is á iete piés de largo, cubierta de vidfi.eras: las otras tres son de fábrica: estas paredes han de ser gruesas y y del grueso de una muñeca, lo mas. bien embarradas por dentro y por fuera. Es Tambien eµtra, en el número de uten ilios muy conveniente que haya dentro de los inde jardinería la cuerda, que sirve para delinear, coippartir y fofmar las calles, cuadros vérnáculos-un estanque que oóntenga ·el agua y <lemas obras de un jardín, y para cortar necesaria para cada riego de las plantas que se conservan en este paraje, para que el agua con igualdad y rectitud las plantas que fortenga el mismo temple que las plantas, porman Iínea recta: los tientos ó piquetes de b ierro ó madera se clavan en el suelo para aseque si está muy fria puede perjudicarlas mucho. · gurar la cuerda y estirarla lo que sea necesario, y el rnazo sirve para clavar y desclaLos invernáculos de calor ó estufas se di. ferencian de los otros en el número de vivar los tientos. Zaranda ó zarzo. lnstrumento de forma drieras, en su colocacion, y principalmente cuadri longa, he.cho . de varillas de mimbre en los co.nductos de calor que se les añaden. entrelazadas: son mejor l~s de alambre, por- El objeto"'cle las filitufas .es suplir con un caque duran mucho mas tiempo. Se.usa en lor artificial la falla de calor natural de la los jardines para pasar y limpiar la tiern.. almó~fera y preservar de sus intemperies las Las cribas de alambre ó mimbre sirven plantas de paises mas cálidGs; estas plantas para lo mismo, y debe haber una muy fina deben introducirse eu las estufas tan luego para que las tierras que pasen por ella salcomo no encuentren por las noches en nues~ro clima un grado de calor ó temperatura gan muy me11udas, y sirvan para las cuigual al que disfrutan en el uyo en las nobiertas de semillas delicadas. De las regaderas ya hemos habla.do en el ches mas frias. Los portates de jarclin son otros abrigos tratado de abonos, donde se manifiesta el que sirven para resguardar plantas- menos modo de regar a mano. delicadas que las que se encuentran en los 'Ademas de es'tos instrnrne otos emplean los invernáculos y estufas: e tan cubiertos por estrangeros otros muchos objetos, como inencima y por el lado de mediodía y norte, y vernáculos construidos de diversos modos, de cubiertos por oriente y occidente , for- _ carn panas de cristal, al ti vanas, etc., con les mando un soportal. cuales venéeÉI. las di ficultades que les opone Las camas calientes son una porciQn de el clima, el terreno y la esposicion, y á su Lancias reunidas su ceplibles de adquirir fuerz:1. de industria, gastos y trabajo consiguen tener en sus· jardines los produc- y conservar por cierto tiempo un calor capaz de efectuar el acrecentamiento de lti.s tos vegetales de casi todos l0s puntos del plantas cuando la temperatura de la atmósglobo. Pero en España, cuyo clima es benig-


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fera no tiene el grado que le conviene: tales son las camas hechas con estiércol, con corteza molida ó casca, con las hojas de ciertos árboles y con ei orujo de la ·uva. Las macetas cajoneras son para cultivar en ellas aquellas plantas que por su delicad~za no pueden cultivarse en el suelo, ó porque hay necesidad de trasladarlas á los abrigos cuando lo exige la estacion. La cajonera se compone de cuatro piés derechos, sobre los cuales se sujetan con mortajas, clavos ó abrazaderas de hierro las labias que forman los cuatro lados y el fondo, quedando descubierta la. parte superior: debe ser proporcionada á la tierra y á la fuerza de la planta ó árbol que ha de contener, sin lo cual el menor golpe de viento lo descompondría. En el jardin debe haber un sitio espacioso, seco y cubierto que pueda ventilarse

cuando lo exija la necesidad, y al rededor d~ las paredes se forma una especie de estante dividido en andelas, para conservar en cada division las cebollas, las raíces, sirnieu_tes, etc.: la division debe ser de madera, porque si es de una cosa endeble puede trastornarla un aire fuerte y contundir las semillas y especies. Los andeles del estante seria muy conveniente que se pintaran de diversos colore·s , para colocar las cebollas ó raices en los apartados del mismo color; de este modo no se equivocará el jardinero y podrá disponer á su gusto L't mezcla de colores que quiera poner en el jardin al tiempo de plan·tar. Tambien pueden clasificarse en capillas las cebollas y raíces, segun sus divisiones; pero es preferible el primer método, porque habla mas directamente á.los ojos. G. del C.

UN GANADERO. MO.DE10. Aun en las naciones mas adelantadas en la agricultura, como son la Bélgica, la Holanda, la Suiza, la Francia y otras, vemos que quedan vacíos grandes que ilenar para que la ciencia def campo sea siquiera medianamente perfecta. La agricultura no estriva r;;olo en los métodos mas ventajosos de cultivo ni en las estudiadas alternaciones de cosechas que tanto enriquecen al pais que las practic!1; sino que además es necesario que. se comprenda bien la ganadería para sa- car de este ramo las inmensas ventajas que nos. ofrece, tanto en órden á los trabajos que nos prestan las bestias, como por los abonos ele que nos surten y por las ganancias de su s despojos. Se han hecho en la ganadería graudcs adelantos que son una idea conso- '

!adora de la marcha progresiva que irá siguiendo este ramo de riqueza pública; pero DO e.e; suficiente lo hecho hasta ahora para perfeccionar este ramo: no basta conocer esteriormente las bestias, saber curar sus enfermedades etc.; sino que e_s preciso ocuparse de sus instintos, estudiar sus inclinaciones, saber comprenderlas. Este estudio es mas interesante de lo que se cree, y podemos decir que es el mas descuidado. En todos los p11. ises donde abundan los establecimientos agrícolas apenas se hace caso de la ciencia de comprende,· las bestjas, como la llama un sábio agrónomo, y ni en los institutos, ni en las granjas-mode1os, ni en las haciendas propias .del cultivador se ocupan generalmente de la conducta que debe seguir el ga0


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nadero, el pastor, el boyero para con los pues fué calesero, y por último conductor de ganados que se le contian. Se cree ·que este una diligencia. Tuvo que abandonar este servicio no exige conocimientos de ninguna puesto a causa de haberse quebrado una especie, y que es indiferente la suavidad ó pierna, y entonces entró á servir en la casa la fuerza del genio del ganadero para cuidar de un tio mio, propietario de una fábrica en bien de las bestias puestas á su cuidado. En que babia emp_leados cuatro caball'os. Aquí vista de este abandono no estrañaremos que fué donde, siendo yo niño, conocí el talento los buenos ganaderos sean tan escasos, y que de Sculfort, cuyos conocimientos particulacontinúen siéndolo hasta que se les instruya res aun no podia apreciar. en este atte por medio de una conveniente «Sus caballos, á la manera que se usa en educacion. Alemania, no iban con ojeras, porque es preEsl.a' falta de hombres hábiles para con- ciso confesar que no fué ningun ganadero ducir el ganado, que se nota por todas par- inteligente ni muy amante de caballos el que tes, hace resaltar mas el mérito de los po- inventó poner pantallas ú ojeras á las bridas cos que naturalmente sobresalen, hasta un de los caballos. El caballo salvaje tiene enemigos que temer, especialmente al lobo que punto de dedicarles los elogios que se merecen por sus esfuerzos. Esto nos recuerda y le acecha y le ataca por la espalda, y por nos conduce. á reproducir lo que ha dicho esta razon la naturaleza le ha colocado los :M. Villeroy acerca de las singulares prenojos de manera que no solo vea de frente sidas del ganadero J. B. Scu lfort en los apun- no que tambien de lado, y por poco que sea tes biográficos que dá de este hombre sin- el movimiento de la cabeza basta nota lo gular. que pasa por detrás de él. «No he encontrado, dice M. Villeroy, mas ccSculfort en todas sus faenas marchaba que un escelente ganadero, que era á la vez siempre al lado de su caballo timonero: iba pastor solícito, buen ginete y mejor carre- comunmente con las manos atrás, pero siempre con la vista fija en el caballo; y como tero: amabr,. con pasion á sus caballos, los comprendía admirablemente, y á la vez se este tenia igualmente la snya inclinada báhacia comprender de ellos. Interpretaba sus cia su conductor, bastaba para comprendernecesidades, les inspiraba afecciones y una lo una leve señal hecha C<Hl la cabeza, ó una obediencia notable. Al conducir sus bestias palabra pronunciada á media voz. Raras veces echaba mano al látigo; y si en alguna no se le oia jamás gritar ni alborotar; de su ocasion se servia de él, el castigo era mereboca nunca salia una blasfomia ni una palabra grosera, y muy raras veces se·)e veía cido y oportunamente aplicado. Sus cabahacer u:;o del látigo. Con un movimiento llos, como que estaban muy bien alimentaapenas perceptible llamaba á su deber á un dos y se les cuidaba con esmero, se mantecaballo que se descuidaba, y le bastaba un nían en buen estado y trabajaban mucho. Jamás los cansaba con esfuerzosimposibles, sencillo gesto para gobernar todo un tiro. porque conocía bien de lo que eran capaces Sus paisanos decían que era hechicero. «El nombre de J. B. Sculfort era celebra- y lo que podía exigir de ellos. uSus cuadras estaban limpias, los arreos - do en el país. Le conservo un efectuoso remuy aseados, y todo el equipo en #un órden cuerdo, y confieso que le SO!' deudor de una perfecto. gran parle de mis conocimientos en lamaccMi tio, que babia reconocido en Sculfort teria. Este entendido ganadero era hijo de -un hombre de disposicion inteligente y fiel, un cultivador flamenco: desde muy jóven lo empleó en 184íl de conlramae, tre en una había dejado la casa paterna para entregarde azúoar de remolachas, cuyo estafábrica se al contrabando que hacia montado; vino blecimiento tuvo que cerrar en i814- á causa. luego á París, donde entró á servir de postillon en la casa del conde de Provenza, des- . de los sucesos políticos. ccSculfort se dedicó entonces á cullivar pues Luis xv111. Cuando la revolucion, sentó patatas en lugar de rcmoJachas, y lambien plaza de soldado en el tren de artillería; des-


202 día siguiente muy de mañana ya. estaba en le ~iroos sobresalir en ei arte de cul(ivador la feria : Un dia me dijo que quería cambiar y de destilador, así _como le vimos igual~ de posada.-¿Porqué? No es fácil que· balleis mente perfeccionarse en el de cebar bestias, otra mejor. - ·Esto es ve"rdad ; es buena ú cuyo oficio se dedicó última·mente. «Puede decirse que este hombre tenia una gente: pero qué quereis? Cuando por la noverdadera pasion por las bestias: no a.ma ba ~he les pido que me dejen una linterna para irá la cuadra, me poµen mal semblante y solamente á los caballos, sino que tambien creen que desconfio de ellos, sin reparar á las vacas, á. los bueyes y á los carneros. La manteca de sus ganados se vendía -siem- que me sería imposible acostarme sin haber · pre en los mercados algo mas cara que la de vi-sitado antes mi caballo. ((Sculfort liabitaba hácia las orillas del los restante!¡ culti vadores, a·sí como eran buscados ·con afan para el matadero los bue- Sarra; cuando iba á su casa de ·regreso de yes ·que ,Sculfort ha:bia cebado. Era tan inte, ' las férias, que era su ocupacion ordinaria, tenia que darse una ·grande vuelta para enligente en este arte, qu.e no cebaba solo bue.:. contrar un puente que facilitase el paso del yes,. cerdos y_ ca roeros, sino además grandes rio. En las estaciones de _prif!)avera y vera...: manadas de pollos y de gan.~os. no, en que el tiempo es pbr lo comun apaci«Unicamente simpatizaban con él los que ble, pasaba f>iempre por el atajo: al llegar al tenían g1 an cuidado para-las bestias, y esrío quitaba la sil la y fa brida á su caballo, tos mismos cuidados asiduos exig;a á los que pasaba· el agua en una barquil la, mientras estaba·n bajo sus órdenes. Nunca prestaba que Haiis (este era el 119mbre del caballo) la el caballo que montaba á persona que no le pasabaá nado, y despues, galopando este háfuera muy conoci'd.a, ó mejor dich9_que no cia la cuadra, anundaba á la familia la llefuese un gran amigo: yo una sola vez pude gada del amo. disponer del ·tal caballo. Todas las noches c<Si tuviese que compl~tar la biografía de visitaba: la cuadra á la última h_\Jra y se lle, J. Sculfort , <liria que tenia el espíritu y B. vaba la llave en el.bolsillo, y por la mañana la originalictad en sus maneras y en su lenera el primero en visitar los ganados mieny que no dispensaba fácilmente su guaje -tras los demás todavía dormían. A estas hode sus camaradas, y se amistad. Era amigo ras, decía, es cuando se pueden observar todas las inclinaciones de las bestias y se puede reunia gustoso con ellos los dias de fies'ta para beber un vaso de vino. Profesa1Ja la aprenderá conocerlas. Muchos cultivadores máxima de que no es un hombre completo no quieren tomarse esté traba30; pero yo digo que esto es una alegría, un goce para e 1 aquel que -el domingo no se halla en dispoque tiene pasion al estado que profesa, y sicion de vaciar una botella; · pero gue esta botella no debe hacerle olvidar sus eberes, semejante trabajo · 10 paga, generalmente, ni sacarlo nunca de .su reposo y de su juicio. bien el buen resultado. c<J. B. Sculfort murió hace algúnos años . «He hecho con Sculfort algunos pequeños en la granja de Wadgasse,_cerca de Sarreloviajes agrícolas á caballo. Al llegar á una uis. Creo que no se leerá sin interes esta posada quitaba al momento la brida al suyo, le aflojaba las cinchas, y se aseguraba de breve noticia <le un hombre oscuro aunque notable en su género, tanto mas cuanto le que to~ estuviera en órdeu, que el heno f~ehabía faltado su primera ed·ucacion y tuvo se de bu~na. calidad, y no se separaba de su q·ue !ormal'se por sí mismo. Estos hombres cabállo n:¡ientras·uo le hubiera visto orinar . y hasta quedar enteramente persuadido de . i-on escasos; y aunque hay á-lgunos, lo dilicil es hallarlos. Muchos no se hallan colocados que nada le faltaba. Era preciso que él esen circunstancias de poder desplegar sus tuviese á la vista cuando se repartía la ce-cualidades ó las disposiciones de que les ha badn, .y jamás se .dispensaba de presenciar dotado la naturaleza, por fallarles un guia este acto. Cuando iba á comprar bue-yes se que los dirija en una carrera rutinaria é igalojaba siem¡.,re en la posada de una· poblanorada. He indicado á los cultivadores el c(l,· cion pequeña, donde pasaba la noche,- y al


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mi •-o por que deben marchar, y espero q.ue algunos seguirán estos breves consejos que apunto. Si lo hacen con perseverancia y con u na fé firme , podrán conseguir siri duda el fin q_ue se propongan. Que se convenzan de

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la mucha important;ia. {¡ue tiene el ganado, y de que el amor á las bestias es la primera

condicion para obtener buenos resultados en un r.amo muy ímpr,rtante de la,. economía rural.))

LOS PÓSITOS YLOS BANCQS DE LABRADORES m sus rl'lacio-nrs con la pr.osperii'ta1l' 1l'e la a_grirnlturn (l ).

CAPÍT ULO 11 .

Objeto y adrninistracion de los pósitos. Antes de ocuparnos del exámen de las utilidades que anteriormente haya producido, y pueda producir en la actualidad esta antigua institucion , exige el buen órden , que expongamos los objetos á que desde un principio estaba destinada, y las disposiciones que se hallan vigentes sobre esta i mportan tt\ materia. Tres son los objetos de la inslitucion que estamos examinando: dar granos para la sementera á los labradores que IOi; necesiten; socorrer con granos ó di·.nero á los labradores ; en los meses llamados mayores, es decir, en abril, mayo y agosto; y proporcionar entre año á todos los vecinos abundanci-a ·de pan cocido, ó bien surtir de trigo al pueblo á precios moderados, á fin de contener por este medio el alza que se nota en el precio de los granos, siempre que de ellos hay escasez. Para la admioistracion de .los pósitos, y . efectuar la ap licacion de sus fon-dos á los objetos referi'dos, se crearon antiguamente unas juntas compuestas del corregidor, al{,!)

Véase el núme.ro anterior, página 231.

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calde mayor u ordiuario, de un regidor, del diputado mas antiguo, del procurador smdioo gener~l, del personero y de un depositario, asistiendo lambien un escribano elegido por el ayuntamiento: cuyas juntas por la retrib.ucion de 1 por 100 sobre los ingresos de granos y dinero, tenian á su cargo el acopio de granos, su reparticioo , inver¡¡ion y reintegro, así como el exámen y aprobacion de las cuentas del deposi-tario, que por conduelo del corregidor del partido se re1L1itiao despues originales á la contaduría general de pósitos, para su liquidacion y aprobacion. Por el artículo '24. de la ley 3 de febrero de 18'.!3, el cuidado y la administracion de los pósitos, se confiaron á los ayuntamientos, y á cargo de ~stos co0Li1ní.an actualmente, segu!l lo dispuesto en el párrafo 5. 0 , artículo 80 de la ley de 8 de enero de 1845: veamos ahora las reglas bajo las cuales se administran estos fondos. Ya hemos indicado que los fondos de los pósitos consisten en granos y semillas, ó en dinero ; para la custodia de una y otra clase de fondos, se hao adoptado respectivamente las.disposiciones de que vamos á hacer una lij era reseña. .• Los granos y semillas se custodiarán en panc·ra~ á prtpósilo , C9n puertas firmes y


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seguras, que han detener tres llaves distin, tas, de las cuales una estará en poder del alcalde, otra en el.del regidor encargado, y la otra en el del mayordomo- ó depositario; de suerte que siempre que ha-y::i necesidad de abrir la panera del pósito, tienen que concurrir todos tres precisamente, llevando sus llaves respectivas, ó dándoselas para este acto cada uno bajo su responsabilidad, á persona de su propia confianza. Ademas de los granos y semillaJ, se custodiar_án eq las pa'leras todos los enseres que se necesitan en ellas, principalmente las medidas con que han de recibirse y despacharse los granos, las cuales deben estar bien arregladas, en l9s término~ que se expresan en el artículo 9 dela ~ey 4.ª, título 20, libro7 .º de la Novísima Recopilacion. En la misma panera se ha de custodiar ademas un arca de tres llaves diferentes, de las cuales el alcalde, P-1 regidor y el mayordomo tendrán cada uno la suya, en cuya arca estarán dos libros de papel sellado, foliados ~• rubricados por los tres claveros y el secretarjo. En uno de dichos libros se asentarán todos los jngresos de granos y semillas, bien procedan de reintegros, bien de compras , ú otros títulos; yeu el otro , tudas las salidas por repartimiento, venta ó pan·adeo; y así las partidas de ingresos como las de salidas, tienen que · ser allí firmadas en el acto por los claveros y el secretario, sin que para este ni otro uso ninguno sea permitido sacar de la panera los libros expresados. Los fondos que los pósitos tengan en di.: ·nero, estarán · precisa~ente metidos -en un arca de tres llaves diferentes, que se colocará en la casa ó sitio que eligiere el ayuntamienCo como mas seguro, del cual no podrá mudarse a otra parte, sin una grave causa y acuerdo expreso del ayuntamiento . En la misma arta se custodiarán otros dos libros de papel sellado, foliados y rubricados corno hemos dicho anteriormente, en los cuales se asentarán respectivl\mente las entradas y salidas de dinero, 'en los mismos térmiños y con las mismas formalidades que quedan expresados con respecto á los libros de granos. Como comple~nento de las disposiciones referidas ace rea de la custodia de los fon-

dos de pósitos, se ha mandado, que á no mediar al efecto una real órdcn. no se inviertan en otros fines que los de su instituto, ha.jo la re ponsabilidad de los que acuerden otra cosa, y sin perjuicio de ser ademas castigados con arreglo· á las circunstancias del caso. Expuestas lao regla~· ~ue se hallan establecidas para la custodia de los fondos de pósitos, vamos á ocuparnos de las que determinan las épocas y el modo_ de invertir aquellos, cQn arreglo á los fines á que se hallan destinados . Cuando se acerca la época de la sementera, el ayuntamiento debe hacer saber á los vecinos por medio de baudo 6 de edictos, que todos lo? que para sembrar las tierras que tuvieren preparadas, necesitaren trigo, centeno ú otras semillas que hubiere en el pósito, presenten dentro del término que se designe, una relacion jurada, firmada por el interesado ó por un testigo á ruego, en la cual se exprese el número de fanegas de tierra que. tenga preparadas para la siembra, la situacion de ellas, la cantidad de granos y de semi·llas que tiene propi as , y la que de tina y otra clase necesita .para acabar de sembrar las tierras preparadas. Pasado el término que se hubiere designado en el bando 6 edictos, y ademas otros tres dias que todavía se puéde esperar para la presentacio·n de relaciones, se pasarán todas esta:; á dos labradores ó personas de inteligencia y honradez, nombradas por el ayuntamiento, quienes tomando las noticias é informes que conceptúen oportunos, formarán un repartimiento de la tercera parte de los granos y semillas del pósito entre los labradores que hubíesen presentado sus relaciones, prefiriendo á los que estüviesen solventes de las obligaciones anteriores á favor del pósito, pero atendiendo asimismo á los mas pobres y necesitados. Si no alcanzase diclla tercera parte para completar la seruentera, y hubiese una causa justa y urgente, puede el ayuntamiento acordar que sea mayor el número de fanegas ·que se reparta entce los labradores con destino á la sementera. Hecho definitivamente el reparto, se presenta al ayuntamiento; y si este lo aprueba se publica un nuevo bando, 6 se fija ~uc-


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vo edicto á fin de que los labradores vayan

suceder que en un año (uesetal la escasez, que despues de consumir Lodo el grano del póles hubiesen repartido , y en sü caso recla- sito e.n repartimientos y panadeo, hubiese men de agravios. Las reclamaciones que ha- todavía necesidad de socorrerá los vecino·s, ya se pa¡;arán á los peritos nombrados, los en cuyo caso con los fondos en metálico del cuales resolverán lo qQe conceptúen justo, ·pósito se comprará mas trigo, que se volveremitiéodgse en seguida el repartimiento á rá á vender eb. el pueblo al contado, ó bien la. diputacion provincial para obtener su se repartirá á los labradores vendiéndoles al aprobacion. Conseguida esta, y devuelto el fiado ; pero cuidando en uno y otro caso de repartimiento, se lleva á efecto la distribu- que se saquen el coste y gastos, quedando cion de los granos y semillas, previas las ademas algun beneñcio al pósi to. oportunas obligaciones y fianzas que darán Otro de los cuidados que debe tener el los interesados, cuidando el ayuntamiento ayuntamiento cuando el pósito tenga fondos de que dichos granos y semillas (que oo pue- en metálico, es el hacer en tiell)po oportuno den ser embargados por deudas de ninguna las compras de granos, · bien eo el mismo clase l.se in viertau precisamente en la se- pueblo, bien en otros, si fuese mas ventajomentera. so, hombrando al efecto un comisionado·baAl llegar los meses de mayores urgencias jo la responsabilidad de los concejales; y así para los labradores, se procederá á efectuar en uno como en otro caso se formarán los entre ellos un nuevo repartimiento de gra- cuadernos., y se harán respectiva mente los nos que hubiere en el 'pósito, guardáPdose asientos minuciosos de que hablan los artíla igualdad y exactituJ que en el primero, culos 36 y 37 de la ley ya citada de la Novíy ademas eo los meses de mayo y agosto se sima Recopilacion. dará á los labradores necesitados algun diTambieo se cuidará de que de tiempo en nero del que hubiese en arcas, bajo la obli- tiempo se reconozca el edificio del pósito por gacion y ,fianz a que anteriormente. hemos si necesita algun reparo, así como de trasindicado. Y si todavía r¡uedasen granos en palar los granos en las épocas convenientes, el pósito, el ayuntamiento. acordará lo que ya ·para que se co nserven sin alteracion, ya de ellos deba hacerse, bien destinándolos al tambicn 'para obtener las. creces que por ese panadeo, ó haciendo un nuevo reparto de gra.medio se consiguen_. _no, ó vendiéndolos ó renovándolos del todo, Acabamos de ver cómo se procede para la ó en la parle solamente que se determinase. distribucion de los granos y dei <linero del Si el ayuntamientos~ decide por el panapósito; vamos áocuparnosdel modo de efecdeo , se venderá el pan á lo¡¡ panaderos al · tuar la cobranza que hay que hacer á su precio. corriente y pagándolo en el acto; so- tiempo, y de las reglas que se han establelamente en los pueblos de poco vecindario ó cido para llevarla á cabo, y evitar el que consumo es eo donde se permite dar fiado cargándose los pósitos de deudas. fallidas, el grano suficiente para el consumo de ocho conclu_yao por arruinarse del todo. días, previas fianzas seguras. No habieo·do Ya hemos indicado que, antes de entrepanaderos que compren el grano, y hechos garse á los labradores el grano que se les los opqrtnnos ensayos acerca .de sus rendihubiere repartido, y lo mismo es cuando se miP,ntos, fijará el ayuntamiento el precio á. .les socorre con dinero, tienen que otorgar que hap de venderse el pan cocido del póobligacion de-reintegrarlo al tiempo de la sito, y se entregará el grano al que mas pa- cosecha, con el ;urmento de las creces, de _nes diere por fanega : solamente á no haber que trataremos mas adelante; y cuando sea otro remedio, es cuando el pósito adminis- dinero el recibido, la obligacion será ·de detrará de su cuenta el panadeo , llevando el volverlo en la misma especie con los réditos depositario la Quenta minuciosa que previe- establecidos, ó bien en grano, á eleccion en ne el art. 33 de la ley 4-.ª, tít. 20, lib. 7. 0 de . esta parte de los .deudores. Mas no basta la la NovLima Rccopilacion. Podría muy bien obligacion sola de devolver el grano ó el di-

illas que se - á informarse de los granos ó sem_


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11ero recibidos; para mayor seguridad tienen buyentes, ó no sean labradores; pero aun en los interesados que afianzar con bienes raíces esos casos se necesita previa a probacion de no sujetos á vinculacion, ó p_resentar fiadores la superiorid-ad. legos , llanos. y abonados, los cuales, siénDentro de los tres días siguientes al en dolo por personas privilegiadas, tienen que que cumpla el mayordomo el tiempo de su obligarse como principales deudores á efecoficio, hará entrega al sucesor, con ·a sistentuar el reintegro al pósito; y habiendo demos- cia del ayuntamiento , de todas las existentrado la esperienciá, que ni aun t@dasestas se- cias de granos y dinero, de las escrituras, guridades eran suficientes, se deterI?inó por l'ibros y papeles del pósito, dando el escribacircular del Consejo de 24 de noviembre de no fé de esta entrega, y firmando la diligen1801, y se repitió despues en real órden de cia el nuevo depositario y los concejales. 18 de diciembre de -1804, que estas fianzas Efectuada la entrega, pres~btar~ el deppsilas juntas· de fuesen de cuenta y riesgo tario sali~nte sus cuentas al ayuntamiento , intervencion (hoy son de cuenta y riesgo de el cual las aprobará ó desaprobará, oyendo los ayuntamientos), y en defecto de el las, de previamente al síndico, á quien se entregalos que lás nombrasen. Para asegurar el rán al efecto con todos los do-:umentos justireintegro de lo§ pósitos, aun se había ido mas . fkativos, debiendo tenerse presente que para adelante en épocas anteriores, pues se ba- que sean de abono al depositario las partidas cian repartimientos vecinales por el valor no cobradas, es necesario que presente una de las. partidas fallid as; de cuyo grnvámen relacion jurada y firmada por é\ mismo, de se libertó á los pueblos por reales órdenes todos los deudores, ex presando las cantid°ade 25 de octubre de 1833 y 20 de enero de des que adeudan en granos y en dinero, y 1834. motivos por qué no ·se hubiese n cobrado. Luego que hayan vencido los plazos á que Aprobadas las cuentas interinam ente por el deba hacerse el reintegro, acordará el ayµnayuntamiento, se enviarán en todo el mes de tamiento que el secretariG forme una nómienero á la diputacion provincial púa su na rubricada de deudores, con exp res ion de aprobacion definitiva, dejando antes -en el sus fiadores y del grano ó dinero que adeu-, archivo del pósito una copia testimoniada deo, la cu~l se entr-egará al depositario ó made las mismas. yordomo, á fin de que dentrq del plazo que · Ya hemos dicho · que antiguamente las designe el ayuntamiento, verifique la cojuntas ele pósitos, y hoy los ayuntamientos, branza de los créditos q~ue en grano ó en ditenían derecho a percibir en remuneracion nero tuviese á su favor_. el pósito. Pasado e1 !e su trnbajo un ,t por 100 de todas las parplazo referido , el mayordomo presentará tidas de dinero ó de granos que ingresaren una cuenta de lo que hubiese recaudado, en el pósito. De cuenta ademas-de estos esbi~n en granos bien en dinero, cuyas existablecimientos es abonar al medidor su jortencias i ngres 1rán respectivamente en lapanal por 'las fanegas que mida de entrada ó nera y en el· arta de caudales, observándose de salida, con arreglo á la .costumbre del las .formali-dades que anteriormente ·hemos pais. Tambien son de cuenta dé los pósitos indicarlo: y á fin de hacer efectivos los des- -los-gastos de reparos en los edificios, y los cubiertos que .de dicha cuenta aparecieren, que se ocasionen en el apaleo de los granos, el secretario con acuerdo del ay.untamiento en la compra de los enseres que se necesi taformará otra nómina firmada, en q·ue se sen, y en la correspondencia de olicio. Y por expresen los nombres de los deudores, á fin último, los pósitos se hallan gravados con. de proceder contra ellos judicialmente. Deun impuesto llamado contingente;cuya antibe sin embarf50 tenerse presente que por deugüedad sube al año de 1753, que sé pagabadas á favor de los pósitos no puede despaantes al corregidor ó alcalde mayor.del par-. charse ejecucion en los meses desde abril tido, quien cuidaba de remitirlo á la teso rehasta agosto; esto_solameute puede hacerse ría espec·ial del ramo, e_stablecida en la corcuando los deudores sean segt1ndos <:ontrite , y.hoy se entrega á la respectiva diputa-

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cion provincial. Este impuesto consistia al -tumbre casi general fué en un principio de principio en un maravedí por fanega: desde un celemin por fanega, basta el año de 1755 1.º de enero de 1790 se hizo subirá dos ma- en qu·e se estableció que fuese de medio ceravedís por fanega cuando el pósito tuviese lemin solamente, y asi siguió hasta el año de 300 arriba, y á des maravedís por cada de 1800, en que, á fin de reponer los pósitos 20 rs. del dinero que tuviesen los mismos de las sumas sa,~adas de sus fondos para las establecimientos; y viendo que despues de urgencias del Estado, se aumentó con un los trastornos que hubo en el ramo de pósi- cuarto de celemín por fanega, y 1 por 100 en tos durante la guerra de la Independencia, los repartimientos de dinero. Por úftimo, en no alcanzaba dicho impuesto para lás aten- el año de 1815 se fijaron las creces pupilaciones á que estaba destinado , se aumentó res en medio celemín por fanega de grano, en 1815 á 4- mrs. por cada fanega de grano y en 3 por 100 respecto al dinero. y por cada '20 rs. de todos los fondos del póHemos manifestado los objetos á que se sito que resultasen en las cuentas. hallan destinados los pósitos y las reglas Para satisfacer todos los gastos expresados bajo las cuales se administran sus fondos, á sin disminuir el capital de los pósitos, tie- fin de qae nuestros lectores con pleno cononen estos dos clases de ingresos: una las cre- cimiento de causa puedan apreciar las vences naturales que tenga el grano, y la otra el tajas é inconvenientes de esta antigua 1.nstiinterés que tienen que,atisfacer los que re- tucion, á cuyo exámen dedicaremos los tres ciben grano ó dinero del pósito. Este inte- capítulos siguientes. rés , 11am ado creces pupilares , por una cosCELA y ANnRADE .

SAL PARA LA GANADERÍA. Tenemos ya manifestada nuestra conviccion íntima de que en agricultura, y lo misma en las demás industrias, el interés individual ha de ser enteramente libre en el desarrollo de sus ideas y de sus planes, y que el gobierno debe proteger la accion de los individuos para que esa libertad se ejerza sin obstáculos, aunque dentro de los limites de la justicia, suministrando además los recursos que no tiene en su mano el poder de los administrados. Desapareció ya el error económico de considerar como rivales á las industrias a·grícola y pecuaria , y tambien desaparecieron los muchos é injustos privilegios que la segunda disfrutaba á costa del sagrado dereTOMO 11.

cho de propiedad, y no pocas veces en perjuicio de los intereses de la agricultura; privilegios que emanaban de una legislacion tan errónea como absurda. Hoy ambas industrias caminan hermanadas á un fin comun, y se estieude y se profesa el bien entendido principio que un sábio ministro de 1833 sentaba y difundía, entre otros innumerables de su ilustrada administracion. La ganadería, decía, debe formar una sola profesion con la labranza, pues que esta es la que puede asegurar á los ganados, yerbas frescas en el veFano, -y forrages sanos eri el invierno. En la actualidad nuestros gobernantes siguen iguales máximas, y atienden con 22


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el mismo empeño al desarrollo de la agricul tura que de la ganadería. Pero deben marchar ti rmes por la senda de la proteccion y no perdonar medio para que se vean cumplidos los desoos de los pa rticulare~, ya que son encaminados al fomento de la riqu eza individual que colectivamente forma la riqueza pública . Sabido es que el uso de la sal es absolu tamente necesario para la salud del ganado, y para su prosperidad, conservacion y mejora. Sin embargo de ello los ganaderos carecen de tan esencial artícu lo, porque la ad ministracioo les priva de él no s.olo por el escesivo precio á que se espende, sino tambien po r la adolteracion con que lo presenta á los comp radores. Repe tidísimas quejas se han elevado al gobierno en diferentes épocas tanto respecto · á la buena calidad de las sales como en cuanto á la baja de precio para la ganadería, y con todo ni se ha remediado un mal tan grave, ni se ven muy cerca· las fundadas esperanzas de akanzar el buen resollado que tanto tiempo há se apetece. Por roas que el antiguo sistema administrativo de .la renta de que hablamos fuese violento, disfrutaba al menos el ganadero de buena sal para sus ganados y la tomaba en el mismo pueblo de su residencia. A seg uir inmó viles en la situacion en que vemos una sustancia que brota por todas partes en nuestro suelo, preferiríamos siu vacilar el sistema de acopios de 1816. Ento nces siqu iera se acordaba la administracion de que los ganados debían consumir sal, elemento preciso para su fomento, y al obligar á· los pueblos á celebrar contratos con la Hacienda en virtud de los cuales habían de tomar cada año de las.fáb ricas ó almacenes un número determinado de fanegas de sal , no solo se hacia la regulacion al respecto de media fanega anual por vecino, cuando menos, teniendo tambien presentes los consu mos de las panaderías y salazon de carnes, sino que no se olvidaba que figurasen en los acopios ó couciertos una cuartilla por cada yu nta de labor y una fanega por cada halo de cien cabezas de ganado. Hoy es mas libre el sistema a<lmiuistrativo de la sal; peri) en cambio

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no se acuerda ni se cuida el gobie rno de ofrecerá los ganaderos la mas peq ueña ventaja en la adquisicion de una sustancia de que tanto necesit:rn y que con mano tan pródiga ofrece por todas partes la naturaleza. Sin hacer mérito de las innumerables gestiones anteriormente practicadas cerca del gobierno, la Asociacion general de ganáderos acudió últimamente en solicitud de que la sal se facilitase á los ganados •á coste y costas, cualquiera que fuese el número de cabezas quP. cada interesado poseyera. Lo conteslacion qne se tuvo del ministerio de Hacienda fué algun tanto satisfactoria, porque si bien se decía que el gobierno nada podia resolver por sí -en ta! asunto sin el concurso de las Córtes, se ofrecia al mismo tiempo proponer el ~rrespondiente proyecde ley, para lo que se resolvió instruir sin alza r mano el oportuno espedi'ente. Pero estas 1isungeras promesas y esperanzas, quedaron burladas con la misma facilidad que se hacían y que se concibieron . Al muy poco tiempo se discuti ó en el congreso la le y de presupuestos que está vigeo te para el año actual, y celosos diputados presentaron una enmienrla que tenia por objeto el que se autorizase al gobierno para rebajar el precio de la sal que consumieran esclusiva mente los ganados lanar y vacuno, y para facilitar que los propietarios de ganados recibiesen la sal directamente de las fáb ricas; y el ministro de Hacienda, sin acordarse ya del compromiso contraído con la Asociaciou gener!ll de ga nad eros, y desp-erdiciañdo una ucasion tan á apropósito como la que á lasazon se le presentaba para llevar á cabo sus ofertas , eludió todo compromiso en el particular bajo el pretesto de que serian terribles las consecuencias que pudieran resultar por el fra ude que era posible se hiciese . Olvidó, pues, el gobierno su anterior compromiso , no pensaba ya en el proyecto de ley que voluutariamente ofreciera someterá la dcliberacion de los cuerpos colegisladores, no se dijo el estado ni la P,Xistencia del expediente mandado instruir, y lodo terminó con nuevas ofertas de buscar un medio para que los ganaderos adquiriesen la sal coa ventaja, ya nombrando para ello una comision,


ó adoptando alguna otra medida que condujese á esclarecer el asunto de manera que pudiera someter.se á la resolucion de las Córtes en la próxima legislatura. Esta, es cierto, no ha llegado todavía; pero tampoco se ·ha visto nombrada la comision ni se ha dado ningun otro paso en tal vital negocio, si1:rndo la verdad que las segundas promesas han salido tan fallidas como las primeras. La evasiva del fraude la consideramos hasta pueril, porque prescindiendo de la fuerza represiva con que el gobierno cuenta, dispone además de esa multitud de agentes, que por cierto tanto complican el mecanismo administrativo, y valiéndose de ellos pudiera indagar y saber por provincias y por pueblos el número y clase de cabezas de ganado que cada ganadero tuxiese , la porcion precisa de sal que para el consumo indispensable necesitara, y con una sencilla libranza de la administracion pudiera recogerse, al precio que se ti jara el número de fanegas que se marcase, sin que en ello quepa fraude, ni resultados graves ni perjuicio alguno para los intereses del Tesoro. La única cuestion que en nuestro concepto puede presentarse es la de fijar el precio á que la sal hubiera de darse á los ganaderos, y tambien el punto donde hubieran de recibirla. Desde luego creemos que la ·sal habria de facilitarse á la ganadería en las mismas fábricas, y por bajo que fulc\se el precio que se estableciera, siempre los resultados serian ventajosos para los fondos públicos. La elaboracion de la sal es tan poco lo que cuesta al gobierno, que no vacilaríamos en designar fábricas donde apenas asciende á un real el costo de elaborar cada fanega. Los grandes gastos empiezan luego con los transportes, fletes y conducciones, almacenes y alfolíes, entroje, empleados de tan distintas clases, y tantas y tantas gabelas como ha de pagar la administracion,de suyo poco celosá·en lo general , basta que las sales se presentan á los compradores ó al consumo, y en un estado _por desgvacia tan deplorable que las quejas se reproducen sin cesar todos los dias y por todas partes. Pues todos esos gastos pudiera evitarlos la administracion respecto á la sal que consumieien los gana-

dos si facilitara el que la recibiesen en las fábricas los ganaderos, y estos con sus propios ganados verificarían las conducciones precisas con toda la economía que ks fuera posible, y aprovechando para ello las épocas w.as á pr.opós ito del año. De este modo el fütado nada perdería aunque disminuyese notablemente el precio de la sal que los ganados tomasen al pié de fábrica, supuesto que se evitab&. los enormes gastos que hace hasta presentar la sal á la ~enta en sus espcndedurías; y aun cuando apareciera alguna diferencia, esta se compensaría sobrada y ventajosamente con los mayores consumos que indudablemente habian de hacer los ga- .. nados. Y no se crea que estos consumos ocasionarían escasez en la especie: repetimos que la sal brota por todos los puntos de la Península y aun de las islas adyacentes, y no se aprovecha y aun se desprecia un don tan inestimable con que nos ha enriquecido la Providencia , al propio tiempo que no prospera cuanto es posible una industria que ya los antiguos la reputaban como el fundamento de la riqueza agrari a . A pesar de que hasta ahora hayan sido infruhuosas cuantas reclamaciones se han hecho sobre rebaja del precio de la sal par~ los ganados , abrigamos la confianza de que quizá se adopte alguna medida que tienda. á quitar unas trabas que agobian á una ind-ustria cuyo puesto en nuestra Esr-aña debe ser tan brillante como fecundo en bienes positivos. El actual ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas tiene dadas evidentes pruebas de su amor y celo por el fom ento de los verdaderos intere~es materiales del país, y nos atreveríamos á rogarle encarecidamente que aprovechase su interinidaden el ministerio de Hacienda para .dispensar á la ga-· nadería el hien por que tanto suspira. , facilitánt.lole desde luego la sal que necesita al menor precio qu e sea posible y lo _permitan los intereses públicos, ó preparando al menos esta medida de una manera que muy en breve plldiera realizarse ; bien persuadido de que aun en el caso de tener que tr~spasar en algo, para ejecutar sin demora lo primero, el límite de sus atribuciones, sería despue¡: completa su satisfaccion , porque los re-


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presentantes del pais jamás se ni-egan á sancionar con su fallo de aprobacion todos los actos del gobierno que producen aumento

positivo en la riqúeza de los particulares y que á la vez fomentan la prospei-idad de la nacion.

PARTE OFICIAL. Real órden acerca del estudio de la agriauliu!u, y señalando libros de texto. En conformidad á Jo prevenido por el artículo a0 de la real órden de 12 de junio próximo pasado , y con el objeto de que la enseñaóza de agricultura se plantee en las escuelas primadas de la manera mas fácil y conveniente, la Reina· (Q, D.G.) se ha servido resolver: 1 .• Que en lo sucesivo· sea obligatorio el estudio de los elementos de agricultura, del mismo modo que lo es el de las otras· materias que constituyen actualmente la instruce-ion prima-r ia. 2. º Que se usen como obras de t·exto para est; asignatura exclusivamente, la cartilla escrita por D. Alejandro Olivan y.la de D. Julian Gonzalez de Soto, en esta forma : la primera como te:icto único en las escuelas públicas, y pudiéndose adoptar cualquiera de las dos en los establecimientos particulares. 3·.0 Que el privilegio concedido á estos autores, lo es solo por el término de tres años; pero concluido este, continuarán en la posesion del mismo basta que por este Ministerio se designen nuevas obras de texto. 4. 0 Que por ahora la enseñanza de agricultura se reduzca á lecciones de memoria y ejercicios de lectura obligatorios para todos los alumnos. De real órden lo digo á V. S. para su inteligencia y efectos correspondíentes. Dios guarde á V. s. muchos años. Madrid 7 de julio de rn49.-BRAvo MuRILLO,-Sr. j&fe político de, .. -

Circular relativa á la clase de Agricultura que ha de abrirse en Madrid. Esta Direccion (la de instruccion pública) ha dispuesto. que la clase de Agricultura que ha de abrirse en esta corte á cargo de u_n distinguido profesor, el 1, 0 de setieml.Jre próximo, para la instruccion de los maestros que han de desempeñar esta.enseñanza

en las escuelas normales superiores-, sea pública para todos los admitidos gratuitamente presentando su título. Lo digo V. S. para que se sirva disponer la publicacion de esta medida. Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 24 de julio de 1849 . El subJirector, Juau Pedro Guillen.-Sr . jefe político de ....

a

Continúa el reglamento para la ejecucíon del decreto de 7 de abril de 1848, sobre conservacion y mejora de los camÍnos vecinales.

CAPITULO IV. PRESTACIONES ESPECIALES POR DETERIOROS CONTINUOS Ó TEMPORALES.

SECCION PRIMERA.

Derecho de los pueblos. Art. 157. Cuando por causa de la explotacion de minas, bosques, canteras, 6 de cualquiera otra empresa industrial perteneciente a particulares 6 al Estado, esperimente deterioro continuo 6 temporal un camino de primero 6 segundo órden conservado en buen estado de trán,sito, podrán ex:igirse de los empresarios prestaciones proporcionadas al daño que causen, segun lo dispuesto en el artículo 41 del r!-,creto de 'i de abril. Ar-t. 158 .. Estas prestaciones serán reclamadas por los alcaldes de los pueblos interesados, aun cuando se trate de lo& caminos de primer órden. Art. 159. Se entien'de que bay deterioro continuo, ,cuando el trasporte de las materias explotadas se bace durante todo el año, ó la mayor par Le de él por un mismo camino. JI.ay deterioro temporal cuando el trasporte no se

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ejecuta durante todo el año 6 su- mayor parte, sino solamente en ciertas épocas, Si el trasporte es continuo, pero se hace por distintos caminos sucesivamente, se considerará el detarioro como temporal respecto á cada uno de los caminos por donde se hiciere. Art. 60. Los alcaldes dirigiran sus reclamaciones á los dueños de las empresas cuando la explotacion se haga por su cuenta, y á los arrendatarios. si estos la ejecutaren por sí, excepto cuando se haya adjudicado un monte para carbonear ó hacer cortas en él, por lotes y á varias personas, en cuyo caso se dirigirán los alcaldes siempre al propietario.

SECCION SEGUl'-IDA. Justifi,cacion del estado de tránsito. Art. 61 . No podrán reclamarse · prestacione~ de los propietarios 6 explotadores, sino en el carn de que el camino que dé odgen ·á las reclamaciones se baile en buen estado de conservacion y de tránsito. Art. 62. Para justificar el buen estado de un camino bastará que la junta inspectora del partido, establecida con arreglo al artículo 152, lo haya reconocido como tal en el informe que debe pasar cada año al gefe po~ítico.

SECCION TERCERA.

fijarán anualmente, sin que la decision del consejo provincial pueda ser extensiva á varios años.

SE,CCION CUARTA. Cobranza de estas prestaciones. Art, 65. El alcalde comunicará la decision del cons~jo provincial al propietario 6 e'Xplotador deudor de la prestacion, y al cobrador nombrado por el ayuntamiento para la recaudacion de los fondos destinados á los caminos. Art. 66. Si la prestacion recae sobre u;:; monte del Estado, se entenderán los alcaldes con !,is comisarios de montes de la provincia, tanto para la cobranza como para las reclamaciones de que trata ill artículo 63. Art. 67. Los deudores de estas prestaciones declarará·n en el término de 15 dias, contados desde que se les haya comunicado la decision de consejo provincial, ó desde que hayan hecho él convenio con los alcaldes, si quieren satisfacerlas personal mente ó en dinero. Si no lo expresaren en el térm:ng prefijado, la prestacion se exigirá en üinero y del mismo modo que á los demás contribuyentes. En el caso de que hayan optado por satisfacer la prestacion en trabajo, se someterán á las disposiciones que sobre este punto rijan en el pueblo á que pertenezca el camino.

Justificacion de los deterioros.

CA.PITULO V. Art, 63. Las prestaciones reclamadas por los alcaldes deben se r proporcionadas al rleterioro que sufran los caminos, Para determina'rlas se concertarán las partes entre sí; y en caso de que ,no haya avenencia se nombrarán dos peritos, uno por el alcalde y otro por el propietario ó explotador, los cuales darán su dictámen aeerca de la indemnizacion á que baya lugar, que se fijará por el consejo provincial en vista del dictámen de estos peritos, 6 del de estos y un tercero nombr¡¡do por dicho consejo, si los primeros no estuvieren acordes, Si hubiere avenencia entre el alcalde y el empresario, se someterá el convenio que hicieren la aprobacion del ayuntamif'nto, el cual podrá admitir ó desechar la proposicion. Si la desechare, se remitirá al gefe político para que decida el consejo provincial. Art. 64. La designacion de la cuota con que ha . de con tribuir el dueño 6 empresario de la explotacion, se hara al concluirse esta si fuere temporal, y al fin de ca<la año si fuere permanente. Las cuotas de que trata el párrafo precedente _se

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DISl'OSICIONES RELATIVAS A LA EJECUCION DB LOS TRABAJOS.

SECCION PRIMERA. Reconocimiento de los caminos que hayan de repararse ó construirse. Art. 68. Luego que los ayuntamientos hayan votado en las primeras sesiones del rres de mayo los rec ursos necesarios, y designado los caminos ó · partes de ~llos donde deben hacerse los trabajos, remitirán sus acuerdos al gefe político para que los aprueLe, en la parte que le corresponda, y los eleve al gobierno cuando necesiten la aprobacion de este. Art. 69. Cuando los ayuntamientos hayan recibido los acuerdos de que trata el artículo anterior, ya aprobados, y algun tiempo antes de emp~zarse los trabajos, visitará de nuevo el alcalde · los caminos en que hayan de ejecutarse, hara por si ó mandará hacer una descripcio.n detallad:i. de esto, trabajos, y con presencia de ella preparará la


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reparticion que deb_a hacerse entre los diferente~ caminos, tanto de los días de prestacion que hayan de sati~facerse personalm ente, como del dinero exis tente por cualquier concepto. Para la reparticion antedicha deberá fundarse el alcalde en los extractos de opcion, que e1, cumplimiento del artículo 5 0 le habrá entregado el cobrador. Si el pueblo tuviere que contribuir_ con alguna cuota para cami • os vecinales de primer órden, se hará la reparticion prescrita en el párrafo anterior, reservando los jornales de prestacion y el dinero necesario para cubrir la cuota destinada á estos caminos.

SECCION SEGUNDA.

Trabajos de prestacion, y época de su e11J,pleo. Art. 70 Los trabajos de pres.tacion personal se ejecutarán en dos épocas del año, que fijarán los gefes ·políticos atendiendo á las circunsl.ancias particulares de cada provincia, de modo que no se perjudique á la agricultura. Los alcaldes determina,·án dtlntro de los límites pre6j.1dos la época roas conveniente á los. trabajos, cuidaudo dr, señalar el dia en que hayan de principiarse, de modo que puedan quetlar com::luidos al espirar el término ~arcado por el gefe político. Art. 7~. No obstante lo prevenido en el articulo anterior, si despues de fijadas las épocas para la ejecucion de los trabajos se reconociere que respecto á algunos pueblos pueden fijarse otras mas favorables á la buena construccion de las obras 6 · mas convPnientes á las necesidades de la agricultura, lo harán presente los akaldes al gefe político, que podrá variar dichas épocas como crea oportuno. Art. 72. El servicio de prestacion satisfecho personalmente, debe efectuarse siempre en P,j mismo año para que ha sido votado, prohibiéndose expresamente que se reserve parte de dicho servicio de un año para otro.

SECCION TERCERA.

Abértura y vigilancw de los trabaj~s de prestacicm personal. Arl. 73. Luego q11e el alcalde haya fijado dentro de h>s límites determinados por el gefe político el día en que han de abrirse los trabajos, lo hal'á . publicar en el pueblo por pregon y carteles, 6 en la forma acostumbrada, quince di~s antes de que hayan de comenzarse. Art. 7 ~ Cinco dü,s anl'3s por lo menos de que

se dé principio á las obras, hará el alcalde que el cobrador remita á cada contribuyente ele los que hubieren ortado por satisfacer la prestacion personalmente una papeleta firmada por dicho cobrador , requiriéndolo para que se presente la! dia, á tal hora, en tal sitio, á ejecutar el lrabajv que se le indique. Estos avisos serán cooformes 31 modelo número 4. Art. 75. Si un contribuyente no pudiere asistir el día citado, por enfermedad ó_ cualquiera otra cauóa, lo hará presente al alcaltle á las 24 horas de haber recibiJo el a viso. El alcalde podrá conccd"rle un plazo proporcionado á la naturaleza del im¡:,edirnento, para satisfacer su prestacion. Art. 76. No se citarán para trabajar á la vez sobre un camino mas que el número de hombres y carruajes ó animales que puedan emplearse simultáneamente sin confusion ni pérdida de tiempo, y con la mayor ventaja para la ejecucion de los trabajos. Las papeletas de aviso no se enviarán sino sucesivamente, y á medida de !_os adelantos y necesidatles de las obras, pero de modo que lleguen siempre á los contrib uyentes cinco días antes del de sus citas resper.tivas. Art. 77. Si el pueblo tuviere. q11e contribuir para algun camino de primer órden con una parle del servicio personar, no se avisará á los contribuyentes cuyos jornales es tén reservados á este efecto, hasta qae el gefe político haga conocer al alcalde el día en que han de comenzar estos trabajos . An. 78. La v igilancia y direc:cion de los trabajos de los caminos de segundo órden pertenecerá al alcalde del pueblo eo cu yo térm[no se ejecuten, que podrá comisionar á un individuo del ayuotamienlo, á su eleccion, para que los vigile cuando él oo pudiere asistir personalmente. Art. 79. El alc~lde, de ·acuerdo con el ayuntamiento y con la autorizacion del .gefe político, podrá nombrar un maestro de obras, aparejador 6 cualquier otra persona inteligente que se encargue de la direcc ion mRlerial de los trabajos, y que estará tambien á las órdenes del concejal e ncargado d~ la vigilancia. El sueldo de este sobrestanl~ hará parte de los gastos de los caminos vecinales, y se satisfará de los fondos afectos á dichos trabajos. Art. 80. En los pu eblos en que haya guardas de campo, deberá bailarse uno de ellos en el silio de los trabajos, á las órdenes del concejal encargado de vigilarlos.

(Se continuará )


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Ganados para cria y para cebamiento. La principal industria de algunas de nuestras provincias se funda en la cría del ganado vacuno, y en ella estriva la base primordial de su subsistencia y de su riqueza, porque asi l(l exige la naturaleza del clima y asi lo reclaman los sistemas de cultivo adoptados en ellas; ademas de los pastos natura les de que pueden disponer; pero generalmente suceJe que se crian con el objeto esclusivo de la industria agrícola y ·ael acarreo, sin pensar, sin averiguar si sus formas, si sus caracléres serán ó nó los mas adecuados para . adquirir muchas carnes bajo un método económico cuando se trate de destinarlos á la carnicería, cuando se intente cebarlos, sea antes, sea despues de haber utilizado el hombre sus servicios. No es idéotir.a la conformacion que debe buscarse en los bueyes para el trabajo, que _laque deben tener los que se crian con objeto de destinarlos al abasto público. Sin embargo de que el mayor número de razas leonesas, zamoranas, murcianas y salamanquinas son de una alzada muy adecuada para venir bien al peso estando en carnes, . tienen no obstante demasiado hueso para dar los resultados que deben buscarse y comprarlos con las razas que han sabido formar en otras naciones, donde cada animal doméstico se cria con el método mas adecuado para el objeto á que se destina, buscando al mismo tiempo las formas mas apropósito á fin de que los resultados correspondan á las intenciones con que se emprende. Las vacas y el toro, para proporcionar animales fáciles de cebar, deben tener poco hueso, estremidades finas, cabeza pequeña y

lijeta, pecho ancbo, tercio posterior abultado pero sin proceder de la armazon huesosa, ijar corto, cola delgada y fina en su origen , la piel delgada y flexible, pelos cortos y sentados, las venas superficiales bien aparentes y las nalgas abultadas y caídas. Los productos heredarán estas cualidades y darán en venta una tercera parte mas de peso, á lo menos, que la que facilitan sin esta eleccion. Como que en los países estrangeros se sigue el método que indicamos, resu lt1 que sin tener la facilidad que nosotros ni los elementos de que disponemos poseen mas y mejor cuando debiera ser lo contrario, mofáudose de nuestro abandono. El ganado lanar se encuentra en el mismo caso : puede criarse para obtener lana fina, lo cual está en contradiccion con las carnes, pues conforme las reses enflaquecen aquella se af:ina, y al paso que engordan se embastece; de aqui el que el ganado merino no debe tomar mas carnes que las precisas para su conservacion. Las reses de Jana churra y burda, que deben ser de cuantos medros sea factible cons-eguir, son las úni.a. casque conviene criar para el degüello, y esto eligiendo tambien los sementales de uno y otro sexo con las cualidades adecuadas al objeto, á pesar del poco hueso que naturalmente tiene la especie . En una palabra, eleccion primordial de los padres es lo primero que debe hacerse para que cu~lquiera que se dedica á 'la industria p~cuaria recoja el verdadero fruto de sus afanes, pues no son todas las razas adecuadas para lograr productos susceptibles de ser empleados con ventaja para todos los usos y satisfacer todas las necesidades. (R. de la G. E./


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Cultivo de la piña en Valencia. :

El Diario mercantil de Valencia del 28 de julio dice lo siguiente: El jardín de Capuchinos, uno de los que los viajeros visitan con preferencia en esta vega por sus fuentes, sus pajareras y por la numerosa flora que á fuerza de gastos é improbos ensayos ha llegado 1! reunir su inteligente -dueño el señor don Rafael Gonzalez Valls, acaba de-enriquecerse con una nueva adquisicion, que es la piña <le Indias ó anana: esta rica fruta indígena de América, y cuya introduccion en Europa era una de las glo_rias de la horticultura, es tan estimada en Francia que se vende á 25 francos cada una; en España se habían hecho varios ensayos para cultivar esta planta sin resultado alguno, pues aun las que se bafüan traído del estrangero en estado de fructificacion no habían podido llegar al de madurez: pero al fin, despues de ensayar varios métodos de cultivo en el jardín de Capuchinos, se bao obtenido de plantas traídas de Francia sin raíces, proporcionándol~s sus condiciones naturales de piñas lozanas é iguales en todo á las americanas: el satisfactorio estado en que se presentan las que aun no han llegado á su madurez, como tambien el buen result~do de los ensayos hecho.;; para la propagac10n., hace que se pueda mirar como definitivamente asegurada en España la produccion de esta delicada fruta, que basta el dia babia sido ornamento esclusivo de las mesas reales. Felicitamos sinceramente al señor don Rafael Gonzalez Valls, que con esta mejora y el estenso cultivo que está dando á las plantas exóticas va á elevar su hermoso jardin á la altura de los grandes establecimientos de tloricullura de Gante y de Bruselas.

Conservacion de las carnes. Se asegura que para conservar las carnes ahumadas, jamones, y manteca que deben transportarse lejos, se sirven frecuentemen te en lnglaterra de los gérmenes desec~dos de la cebada germinada, tal como se estraen despues de haber trabajado el grano en las cervecerías. Así se ~spenden estas carnes tanto en las Indias occidentales como en las orie!llales, sin que los calores de los trópicos las allere, economizándose de este modo la sal que se emplea para este objeto. Tan solo se necesita que las carnes estén privadas de humedad, á cuyo fin se esponen á una corri'ilnte de aire seco antes -de proceder á su embalaje.

Carbonato de sosa empleado para elevar el sabor del café. M. Pleiscbel de Viena asegura que la infusion del café tostado adquiere un sabor superior y es mucho mas concentrado, y que por ~onsiguiente puede · prepararse mayor cantidad de esta bebida con un peso dado de café, añadiendo al agua caliente algunos milígramos de carbonato de sosa cristalizado por taza, ó 50 milígramos por 400 gramos de café en polvo.

Nuevo trigo inglés. M. J. D. Piper, agricultor de Colne en Essex tlnglaterra), obtuvo una variedad de trigo al que dió el nombre de Thicli-set, y que no solo da en abundancia un grano muy bello, blanco y pesado, sino que tarobien tiene una paja de tal modo fuerte y resistente que nunca se encama. Hace algunos años comenzó á cultivarlo y ha probado perfectamente en las tierras fuertes y suelos compactos.

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CIRCUNSTANCIAS QUE DEBE TENER LA Por muy importantes que sean para la hasta la riqueza pública, principalmente en buena conservacion de los vinos todas las una nacion como la España, que tiene granoperaciones que preceden á la vinificacion, de abundancia~ vinos, de escelente calidad, y por mucho que deba atenderse á esta misy cuyo ramo de industria agraria podría . ma vinificacion para que los productos alcontribuir en mucho á nuestra . riqueza y cohólicos de la uva se mantengan en buen prosperidad. Consideraremos la bodega baestado durante un largo espacio de tiempo, jo los tres puntos de vista siguientes: • no es por cie~to menos eonvenienle .atender 1 .º Cuales deben ser las dimensiones y las á las buénas cualidades de la bodega, con el reglas <le construccion que han de guardarse fin de qu~ los vinos vayan adquiriendo topara que la bodP.ga sea útil á la buena condas las condiciones que les corresponde pa- servacion de los vfoos. ra tener valor en los mercados, ó servir de 2 . º Que cualidadeg ha de reu-n.ir la bo-pasto agradable en la mesa misma del prodega , y cómo podrán remediarse los depietario. fectos que tenga. Desde remotos tiempos se ha tenido gran 3.° Cual debe ser la disposicion de la cuidado en la construccion de la bodega , y bodega. así es que los romanos ya miraron este punC011viene empero que antes de diluoidar· to de la•arquitectura rural como uno de Los estas cuestiones que dejam os sentadas fijemas interesa ntes por el aprecio que hacían mos algunos principios que nos bagan vef de los vinos que se guardaban en tales si- el modo- de obrar los agentes esteriores so- 1 tios. Sin embargo de ello es á veces difícil bre los vinos, páraque deduzcamos lo impoencontrar en las casas <ffi labranza un pun- sible que es conservar los 16quidosespirituoto menos cuidado que la bo_dega, y es taro- sos en una bodega si no se _han guardado tod as las- reglas de construccion que ella bien muy comun verla servir de depósito hasta de sustancias po"dridas v dormir sobre exige . La uva, así como todo otro fruto que conlas cubas y toneles los ánad~s, los p_avos, tiene una sustancia 1uucilaginosa y azucaralas gallinas , etc. Este mal, del que se han quejado los agrónomos antiguos, tiene ma- da, esperimenta tres grados de fermPntacion yores trascendencias de las · que cualquiera cuando se la ha colocado ·en circunstancias puede imaginarse para la buena conserva- convenientes. La primera, que se opera en el cion de 1os vinos, y sirve de poco guardar_ lagar, es la fermen tacion vinosa, por roed io todas las reglas de la vinificacion y deiuás de la cual el azúcar se convierte en alcohol : que la preceden, si luegó olvidamos los pre- la segunda, llamada ferrnentacion insensiceptos que se han de tener en cuenta para ble y que puede mirarse como continuacion una buena bodega. Vamos, pues, i ocupar- de la primera, es la que perfecciona y refinos de estos preceptos ó circunstancias -que na el licor, al propio tiempo que le d~spoja ha de reunir el sitio donde se· guardan los de las sustancias que le son estrañas y que vinos despues de fermentados, porque ilfl'- ..a.Iteran el vino si las partes que IG fo.rman porta á la economía rural que se ilustre la no se mantienen en un perfecto equilibrio. cuestion sobre un punto que puede afectar La tercera es la fermentacion ácida ó ¡Jútrir o~i.o 11. 23. 45 DE SETIEMDRE T>E i 849 .


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vado y montuoso. Siempre que nos sea poda que produce siempre la desunion de los sible CQnstn~ir la bodega en puntos pedregoprincipios que con tilo.yen el Licor vinoso. sos, ó en roca viva como suele decirse, deEl aire atmosférico y el calo'r, obrando seberemos asi ,hacerlo, porque entonces las viparadamente ó en combinacion sobre cl licalor y del frío no penetran con cisiludes·del cor espirituoso , alteran su trasparencia, en el depósito de los vinos facilidad tanta desurren sus principios y ~producen. su desmejor, además de que conservan se estos y composician. El aire atmosférico tiene mayor dará la bodega _la pecesitamos no caso tal en influencia todavía que el calor para ocasi0cuando indispensable es la que profundidad . nar estos males, y por ello conviene que la flojo terreno en bajo, punto un en forme se bodega se construya bajo ciertas reglas para dura. piedra de desprovistQ y humeó sequedad evitar la mayor ó menor En los puntos donde el terreno sea flojo y dad del ambiente atmosférico. Pero esta faen los lugares bajos deberá la bodega tener cilidad ,de los vinos en descomponerse no unos diez y seis pies de profundidad~ la bóserá igual en todos ellos, viéndose que . los veda doce pies de elevación sobre los estrique abundan en azúcar, como los de Espabos y cu bierla en todas direcciones por cuaña, Grecia y otros puntos donde el clima tro pies de tierra que forme un terraplen, y fav(}rece el total desarrollo de la uva y la encima el t.ejado. Respecto á la longitud seperfecta combinacion de sus principios, se rá indiferente dársela mayor ó menor, pues alleran con menos facilidad que los de los esto habrá de estar en relacion oon las que países donde la materia azucarada e casea de vino que báyan de depositarcantidades y que en su I ugar abunda el agua y la linfa. indican que si darnos á la bodeAlgunos se. La bondad de los vinos depende de la dumayor de la de diez y profundidad una ga racion de la fermentacion insensible, y para los vinos se confijado hemos que pies seis que esta duracion tenga lugar se necesita la esperienpero fácilmente; mas servarán sustraer el licor vinoso de las variaciones no es neceprofundidad esta que enseña cia atmosféricas; por cuya razon será tarnbien para servirá solo y ventajosa, mas ni saria conveniente qrie demos á las bodegas la disconsla en crecidos mas gastos ocasionar resuleste conseguir para posicion necesaria tado, principalmente en aquellos países don - truccion. Tanto si la bodega se construye en terreno floJo y baio como si se abre. sobre de los beneficios del clima no favorecen el roca y en punto elevado convendrá que sea desarrollo ó·1a produccion abundante de azúmenos profunda en los casos en que abunde car en la uva para prevenir la fermentacion humedad, porq·ue esta circunstancia ·conla ácida ó pútrida que ya antes hemos indicado. á que la temperatura se mantenga tribuirá Siendo, pues, indudable que las variaciodificulta:d en eq1)ilibrio, y á que menos con nes atmosféricas y el calor termométrico al córiserven -mejor. se ·vinos los teran principalmente los vinos, veamos io debe tener algunas lumbreras bodega La que deberá practicarse para que sea la boá la entrada buena colocar.ion. darse debe y dega perfecta, y para· que los licores espirientrada por la parle interior la estar Debe tuosos- puedan guardarse en ella con faci por dos puertas ; la guardada y casa, la de lidad. que conduce á escalera la de alto lo en una Cualts deben ser las dimensiones y las rebajo, de mamas lo .en otra la y bodega la glas de construccion que deben guardarse pa-ra . .Adegalería una formar á venga que nera que la bodega sea útil á la buena conservacion norte, á colocada estar de ha entrada la más c_irprincipales las de Una vinos. los de - constancias á que ha de atenderse en la ho- · menos en los paises muy elevados y en los climas muy frios gue podrá dársele distinta <lega es la· profundidad·. Esta profunqidad será diferente segun el lugar donde la bode- colocacion. Las lumbreras deben ser pequeñas porque no tienen otro objeto que renoga se construya, debiendo ser mayor cuando var el aire y disminuir la humedad de la e fabrica en un punto bajo y llano que No hemos de seguir la práctica atmósfera. cmrndo la hacemos sobre roca ó en S!tio el eI


de aquellos que dan á las v,entanas ó lum.breras gran<le estension, porque perjudican con la demasiada luz si no se tienen siempre cerradas, y porque _aumentan la temperatura hasta un punto que no conviene. La esposicion de la bodega será á norte ó á levante, siendo preferible la primera con muy raras eséepciones. Las esposiciones de mediodía y de poniente son .muy desfavorables, porque los vientos reinantes de estos puntos producen en la temperatura un dese-· quilibrio que altera los vinos con mucha facilidad. Las lumbreras deberán abrirse ó cerrarse segun sea el estado de la atmósfera, principal mente en cuanto al calor que tanto influye en, la conservacion de los licores espirituosos. Cuando \a temperatura, pasado ~l inl'ierno, se eleva á los ocho ó diez grados, deberá cerrarse una parte de las Iumbreras, y casi todas cuando el calor atmosférico esceda de este grado: de esta manera se establecerá ef equilibrio entre el aire de la bodega y el ambiente esterior. Por este medio mantendremos en la bodega la temperatura mas á propósito para la buena conservacion de los vinos, advirtiendo que hasta en invierno será útil dejar que penetre el aire esterior para que el vino no se averie en los toneles. Con estas alternativas . de cerrar y abrir las lumbreras es como habrá siempre en la bodega una atmósfera provechosa que dará consistencia á los vinos, y hará que alcancen aquel estado de vejez que los.hace tan apreciable8 para el consumo de las mesas. Cualidades de la bodega y mo_do de re~ediar sus defecios·. -Para que los vinos se guarden bien en la bodega importa que la temperaturn sea una misma en todas las estaciones. El grado de calor que deba pro-· cur"arse constantemente será el de diez. ú once del termómetro de Reaumur, advirtiendo que cuanto mas se aparte de esta suma tanto peor será para los licores vinosos. Pero estos defectos podrán remediar e con facilidad profundizando el terreno y añadiendo tierra á la bóveda, en el caso que In exijan la circunstancias de Iugar, ó rodeándola de muralla, multiplicando las pµertas, disminuyendo el número de lumbreras, y en fin

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practicando otra cualquiera obra que pueda conducir á establecer corrientes de aire fresco. Es tambien conveniente que la bodega esté sep¡irada de caminos ó puntos por .donde pasen los ca-rros con frecuencia, de las fragua$, talleres ó lugares donde haya un ruido continuo y en que se golpée sin cesar, porque estos golpes, todas estas conmociones llegan hasta á los toneles, ponen en estado de oscilacion los flúidos que contienen, y facfütan poco á poco la descomposicion de los líquidos. Los antiguos ya babian reconocido la necesidad de dispensar á la bodega todos estos cuidados, principalmente los romanos que, como ya hemos indicado, concedían á este ramo de la economía rural una importancia notable ; así es que Paladio dá los siguientes consejos al hablar de esta materia: « La bodega debe estar espuesta al septentrioo y ser fresca, casi oscura, apartada de los establos, del horno, ·del estercolero, de las cisternas, de las aguas y de todo mal olor; que sea tao cómoda que el fruto, por muy abundante que sea , pueda conservarse bien en ella, y que esté construida en forma de . basílica. Guardando todas estas condiciones conseguiremos la conservacion. de vinos de buena calid_ad, principalmente si se ha puesto esmero en elaborarlos bien.» Otra de las circunstancias mas indispensables á la bodega es que tenga un grado suficiente .de sequedad, porque si abunda en ella la humedad, los vasos ó toneles sufren no poco deteri_oro y los vinos llegan á enmohecerse y resentirse de este estado. Es demasiado freclfen·te ver en las bodegas muy húmedas carcomidas las duelas de las cuba,s, romperse los aros de los toneles con una facilidad sorprendente, y perderse cantidades de vino porque el aire húmedo que sin cesar se p.ercibe en la b0dega llega á causar todas estas alteraciones que acabamos de anotar . .Por esta razon si la bódega se ha con1-truido en piedra viva ó en un terreno muy húmedo no debérá profundizarse mucho el pavimento, porque en. caso contrario el aire nu se renovaría, ó á lo menos la renovacion se baria con suma dificultad, y de ello babia de se-


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guir, c que se corrompiera el ambiente, que vie·rno, porque graduarnos el hecho por se llenara este espacio de . gases mefíticos, y nuestro cuerpo, que rodeado en verano por que hasta se hiciese mortal para el h?mhre una atmósfera de v~inte á veinte y cinco que hubiera de re pirarlo. Tenemos una regrados de temperatura, á la que se iguala la gla segura y sencilla que nos guiará para de la sangre, percibimos un- fresco·r notable conocer cuando el aire de la bodega se ha al entrar en la bodega, no porque en esta viciado hasta el punto _de ser dañoso, y es: estacioh del v~rano tenga ella ~eoor temque si iotroducimos·una vela encendida y peratura, sinoporqoe realmente es mas baja. vernos que se apaga y que no dá una luz que la del ambiente libre al que está de conbastante viva, entoncP.s podemos creer que Línuo espuesto nuestro cuerpo. Con una teoabu.ndan en ·tal espacio aires corrompidos y ría semejante espl icaremos (?l aumento de mefíticos que alterarán la salud del hombre temperatura que algunos creen que e11 reaque penetre en el local , y hasta la calidad lidad existe en las bodegas durante el inde los vinos que se guarden en él. Cuando vierno. En esta estacion el aire libre tiene el aire de la bodega esté viciado, lo que coun grado de calor que baja á cero ó mas tonoceremos con el simple esperimento que dedavía, mientras que en los s'5tanos fa temjamos dicho, notaremos que la luz arderá peratura, co11Jo hemos visto·; se mantiene á menos cua,nto mas baja la coloquemos ó mas los diez próxi'mamenle: luego es indudable inmediata del pavimento; y la razo'n estáen que viviendo nuestro cuerpo en una atmósque e.l aire viciado pesa mas que el ai_re atfera de calor céro ba de percibir un aumento musférico, el cual como mas ligero, se colode temperatura cuando entremos en la boca con preferencia en las partes superiores dega, porq-ue en efecto la tiene mayor que y hácia la bóveda. De esto deduciremos la el aire atmosférico. Bé aquí, pue~, esplicabuena práctica, que aconsejan los -agrónodo el error de nuestros sentidos, y demosmos ilustrados, de colocar ó construir las trado que· jamás se cambia la temperatura lumbreras á· flor de tierra-del pavimento de de la. bodega si ella ha sido hábilmente consla bodéga, y nó en lugar elevado é inmediatruida. to á la bóveda como se acóstumbra. !)isposición de la bodega.-Debe tener· la Es una opinioñ coman y casi ·univer!-albodega la suficiente capacidad, y esta b,a de mente admitida que las bodegas son frescas ser arreglada á la psircion de vinos que baen verano y calientes en invierno, es decir, · yan de almacenarse. Los útiles que se ne.:. que hay una gran diferencia en la tempecesitan para el embasamiento y e~traccion ra.tura durante el curso de estas dos estadel vino deben abundar en la bodega, ó á ciones. Por generalizada que se halle esta lo m('lnos no deben faltar los necesarios, porcreencia, y por mas que tal sea la convic- . que conviene que todas las operaciones que cion de personas que -por su pos-icion es peson relativas á la conserv_acion de los vinos dal deberiamos verlas mas instruidas, no se hagan con 6rden y sin confusion. Los popor ello dej~ de ser esto un error que conyos ó codales sobre que descansen los toneviene .d.estruir. Aunque nos apartemos por les no han de estar ~onstraidos demasiado un momento del objeto que hoy .nos ocupa, bajos, pues q_ue en otro caso no seria fácil queremos dar algunas ideas, bien que lige-· la estraccion de los vinos, asi como tampoco ras, que probarán que la bodega bien cunsdeben ser tan altos que dificulten la operatmida tiene igual grado de calor en verano cion: debe buscarse una regular elevacion, que en invierno. Ya hemos dir.ho que la boporque de esta_ma11era la bu medad del padega mejor será aquella cuya temperatura vimento no perjudic~ á los toneles y no essea constantemente la de diez á once grapone los vinos á que se enmohezcan con fados, y que cuanto mas se aleje de este estacilidad. Los toneles -deben colocarse horido menos buena y útil es para la conservazontalmente y sobre sitiales de madera, ó cion de los vinos. En apariencia existe esta que al menos estén cubiertos con tablas si ife,-encia de calor eo~re el verano ' el iose constru eron de piedra ó de cal y canto,


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á fin de evitar que las due,las se pudran: si t.9 de doctrina, los que es de desear tengan no colocásemos los toneles muy horizontales presentes nuestros cultivadores. <1Cu-ando los toneles se han desocupado ó ·vendrian graves in{:onvenientcs, porque si estuvieran echados · .muy' adelante las heces han qued'ado vacios, dice Mr. Parmentier, es del vino obstruyen el paso de la canilla ; 1 - preciso retirarlos de la bodega, asi como no " si muy atrÍis, una cantidad de vino no poconvendrá tampoco que queden en desórden dria salir de_la cu~a si no la decantásemos y esparcidos por acá y acullá los Miles ni previamente, y-á ello segoiria el que unc1, las botellas que ba.n de sen ir otro cia, porporcion de líHuido se pusiese turbio por que los instrumentos que son de madera se mezclár~ele las sales ó· pósito en el acto de pudren muy pronto, y los de cobreó de bierremover el tonel. Al contrario, si lo coloca- ro se oxi<lan hasta hacerse á v~ces peligramos horizontalmente, las heces se situan en sos é inservibles. Estos accidentes· no tenel centro del vaso, ó sea en ,la cavidad indi-án lugar si la bodega está suficíentemente seca; pern si su atmósfera es húmeda, se ferior, y puede· salir todo el vino claro sin que se mezcle un solo áto mo del sedimento enmohecen fácilmente hasta los tapones que ó pósito que forma el licor vinoso. Debe evi- suelen comunicar á los vinos un gusto detarse que entren verduras, plantas frescas, sagradable. flores ó frutos recientes en las bodegas, por<<Es de grande importancia que no baya que la humedad que despiden estas partes enlas inmediaciones de la bodega albañales, vegetales, y principalmente los gases que se cloacas, letrinas, estercoleros ni depósito alguno de otras materias fermentativas, porescapan de estas diversas sustancias pro. mueven mas ó menos Larde la acidez de los que estos focos de.putrefaccion podría!\ camvinos, y causan al propietario pérdidas con- biar la naturaleza del aire añadiéndole otros flúidos además-de los que tiene, los cuales siderables. Lá electricidad de la atmósfera, cuando si~ halla muy aumentada y tiende á en el momento de mezclarse darían á la albuscar su equilibi·io, causa tambien males á mósfera de la bodega una temperatura difelos vinos, di¡,pop.iendolos á q.ue se agrien fá- rente , por lo comun muy variable, y suscilmente: esto lo observamos en los (lías de ceptible de perjudicar al estado del vino que tempestad, especialm~nte si vá acompañada debe hallarse constan temente en rnposo y en d~ grandes truenos; mas por desgracia en una misma atmósfera. Se ha notado que los el esta90 actua\ de conocimientos no tenemos vinos que se guardan en depósitos ó bodegas por donde pasen los conductos de las letri·medios ce precaver del todo ·estos males que nas cambian de estado eon bastante facilidad algunos !lños hace son fa ruina del cosechero. Debemos añadirá las pruebas que hemos v se adulteran á la menor causa. dado al discu1:rir acerca de los tr~s puntos . " «Si en todos los ramos de la labranza son en que hemos djvidido este artículo, que necesarias la limpieza, la vigilancia J la ecohasta el día la' bodega ha sido una obra ó nomia, no lo son meJ)os por cierto en las edificio bastante cq_stoso por el material de operaciones que acompañan á la confeccion su construccion; pero el método adoptado en y guarda de los vinos. Para este cáso los algunos departamentos de Francia, y aun de útiles que deben emplearse se han de cuidar 'otros puntos de EuropaLha~simpliticaJ.o en con esmero, y por ello impottará que el gran manera la operacion y reducido los dueño de la casa no confie las llaves de la · ga1,tos á _una cántidad que está al alcance bodega sino á la persona encargada dé esa del propietario menos acomedado. Otro dia parte dc la administracion rural, sin qn•~ el podremos ocuparnos de este punto de coas- propietario ó mayordomo, si lo hay ,-se destruccion rural , ~·a que la demasiad a esten- , . <leñen de visitar de vez en cuando el depósion del presente -artíc'i1 lo no nos permite . sito de los vinos, á lo menos en cada camentrar 'hoy en estos detalles. -Concluiremos !lio de estacion, para reconocer el estado en ·con copiar algunos-consejos escelentes que . que aquellos se cncuenLren, vigilar que n~ ba dado Mr·. Parmcntier acerca de este pun- se pudran los toneles ni trasuden ó ·derra0


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1nen el licór, porque esto sena una notable principal alimento es el tocino salado, colopérdida. can sus saladeros en el granero durante el «El descuido en esta parte lleva ineonve- invierno, y en la bodega en el verano. Debe nientes tan. graves , principalmente en las a-simismo colocarse inmediato á la bogega aldeas, que ocasionan no pocas veces sinsa.'... el aceite J las carnes frescas cuando hiele ó bares al propietai'io., Cuando el vino falta cuando el calor sea estremado. en las cai:¡as de labranza el disgusto se ap.oc1Es preciso, en _fin, barrerá menudo la dera de lbs criados y trabajadores; la mur- ·.bodega y sacar enteramente las barreduras, mu,racion se estiende poi: la familia; las la- cujdando de _que no quede en nlngun punto bores se resienten de .esta falla , y, en una paja, ni telarañas, ni ramas frescas que -palabra, todo se hace mal en la granja. · críen insectos y ratones. En una palabra, se «Siendo la bodega el punto mas fresco de prncurará que la bodega sea completamente la casa y ef menos aq_cesi_ble á la voracidad salubre y útil al objeto que se la destina, lo de los insectos, la dueña debe depositar las . que se conocerá cuando veamos que una luz carnes saladas en los puntos mas inmediatos arde en ella del mismo modo que en el aire libre.,> á e~te sitio para que se conserven en buen estado. Los habitantes de Champaña, cuyo 1 ·

Jmpottancia -btl tstiér.col tn la qgricttltnra, U biutrsas tsp~cits qttt .comunmtJttt st -usan. Todas las sustancias que unidas á la tier- animales, las barreduras de las calles y de ra ó mezcladas con ella por medio de las las casas, etc., toman el nombre de abonos, labores aumentan· la ferti-lidad del suelo y y algunos, en razon de su naturaleza prodan creces á lás plantas, se llaman abonos. . pía, han recibido tambien un nombre parPero es preciso notar que no todos los aboticular. . nos son de una misma especie, y que cada La importancia que el estiércol tiene en una de estas especies debe recibir un nom:.. la agricultura se deduce de la accion partibre difo,:ente y. una acepcion propia·que la . cular que los abonos ejercen. en las plantas. distinga de otra, para que de ésta manera Ha habido tiempos en que se creia '1ºe el podamos entendernos fácilmente y sepamos aire, el agua y la tierra eran suficientes pacomprender con el solo nombre el abono de ra la vegetacion de las plantas, y esta opique se trate. La palabra estiércol sign ifica nion, que fué la de hombres esclarecidos, las materias que sacamos de las. cuadras, 6. llegó á preocupar hasta el punto dé creer mejor dicho las pajas que han servido de que la tierra, pert'ectamente dividida por cama á, los ganados domésticos, la que h_amedio de labores, podia alimentar las planb\éndqse mezclado con los escremenlos y con tas que se la confiaban· sin necesidad de los oriñes llega á descomponerse por la fermateria alguna fertilizante de las que llamenlacion. Las restantes s1:1stancias dife- _mamos abono, porque ba taba una abunrentes, tales como los escrementos de los 1 dante cantidad de gas atmosférico para que


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los vegetales des-plegasen su, total iacremen - 1 ya clase de alimentos es distinta·. Por esta to. Alguuo~ agrónomos ilustrados que ha- 1 razon el esüércol del caballo debe emplearse biau creido en ese sistema <:le Tull conocie-- r con preferencia en las tierras húmedas y fuert-es, como las arcillosas, ele. "El estiérron pronto su error, y hoy ya no encontraremos ni un solo hombre que dude de la col del caballo entra mas pronto en fermentacion que el de la va{:a y el del cerdo, á necesidad de los abonos en la vrgetacion -y de que las plantas crecen principalmente á causa del mayor calor que tiene; y esta cirbeneficio de los gases fertilizantes que de los cunstancia, si bien es ventajosa para el pronto desarrollo de las plantas en que se mismos abonos se escapan. Reconocida la importancia de las mate- emplea, n-0s obliga no obsta.ole á usarlo solo rias orgánicas en la vegetacion como medio en los casos en que se desee ·una vegetacion ráp ida y vigorosa, porque en otro caso los de acrecentar el desarrollo de las plantas, será prt!ciso que conozcamos que no · todas gases que contiene se escaP.an con tal celelas sustancias que se emplean como abonos ridad, que lejos de utilizarlos la planta se un·en al recipiente atmosférico para perdertienen igual grado de accion, ni que son iguales en la cantidad de alimento que prose enteramente. - Conviene tambien advertir que el estiérporcionan á los vegetales: y estas diferencias, que se notan en todas las ·especies de col del caballo debe emplearse solamente abonos sin escepcioq, hemos tarnbien de ad- despues de su completa· fermeutacion, con . mi tirias .en el estiércol, porque este será di-, especialidad si lo han formado caballo~ vieferente segun cuales sean las materias que jos, cuya digestion pesada _no . les permite hubiésemos empleado para formar las ca- que las semillas que se les hubiese dado en mas, }' aun m¡ts todavía. segun 1.a náturaleza pienso sean bien digeridas. En estos casos, particular de los ganados domésticos que si el estiércol no está del todo consumido, hubieren de pudrecerlas. · quedan entre las pajas que lo forman una Se han reducido á cuatro clases .ias maporcion de granos que no pudo- destroir el terias qü~hajo el nombre de estiércol usa- estómago-del caballo, y puestos en contacto mos en la agric.ultura. Cada una de estas con la tierra, germinan al momento y placlases, que no deja de ser importante cono- gan el suelo ~e malas yerbas. El mal será cer por los efectos en cierto modo diferentes menor si usamos este estiércol en las coseque pro.duce, se saca de fos distintos anichas de plantas que exigen labores de conmal~s que lo surninistrn por la mezcla de . servacion, como la escarda y p.) vinaje, porsus escrem·entos, y son: 1. 0 los caballos: que eótonces se destruyen fácilm~nte con 2.0. los bueyes·: 3. 0 las bestias de lana: 4. 0 estas labores las semillas que germinen, los cerdos. El estiércol del caballo es uno de los mas Recorramos sucintamente las cuatro claútiles para la jardinería. Presta recursos ses de estiércol por las diferencillS que pre- escelentes para formar camas si lo empleasentan en su modo de obrar y por las parti- . mos fresco y durante su estado de fermentaculares circunstancias que· las acompañan , cion, notándose su admirable efecto en estos segun se observa en la práctica de la agri- casos con ese aumento de temperatura que cultura. se observa en el estiércol, y que tanto aprovecha á las semillas que hacernos desarroEstiércol de caballo.-Como este animal suele hacer uso de semillas y de otras sus- llar en él, Estiércol de vaca.-Las materias que satancias mas ó menos azootizadas en razon de las fatigas particulares y del género de camos de las cuadras del ganado vacuno ocupacion á que se· le destina, por ello el producen un estiércol grueso y pingüe, pero abono que produce su estiércol es seco y vi- menos caliente que el del cab.allo. Si bien goroso, y le acompaña constantemente un el de la vaca y el del buey no obran con tanta rapidez en las plantas como se ha ingrado mayor·de calor del que se nota en el qué producen otros animales domésticos, cu- · dicado respecto de el del caballo, no obs-


272 de este estiércol que, si bien es de utilidad tante, tiene el primero otra ventaja fa.vórasuma en determinadas circunstancias, poble, cual es la mavor duracion de su .virtud dría no obstante perjudicar las cosechas en fertilizante, eñ tér mi uos de dejar l a tierra bastantemente sustanciosa para una segun- ' una porcio n de casos. Como de este estiérda cose.cha. Esta lentitud que tiene en el . col hemos habl ado estensamente en el artímodo de obrar el estiércol de vaca-nos conculo sobre el apri~ co ó rédil, que aparece en duce á usarlo únicamente en las cosechas la entrega 8. 8, tomo 2. 0 de este periódico, de plantas de un desarrollo poco rápido, de aquí el limitarnos ahora á estas breves porque entonces habrá armonía entre -las , indicaciones para coñcluir este escrito con ' creces del vegetal y la cantidad de los gases la última de las cuatro clases dé estiércol que han de impulsarlas. · que hemos señalado . Por la circunstancia de ser el esti ércol de Estiércol de cerdo.-Este estiércol es tevaca menos caliente que ef del caballo connido, por lo comun, como de muy inferior vendrá emp1earlo principalmente en los tercalidad. En prueba de ello se vé que en alrenos secos y arenosos ; pero es preciso adgunos puntos donde la agriculCura se envertir que este estiércol, así como todas las tiende perfectamente no hacen uno de él, 6 restantes especies, será diferente segun el al menos solo lo emplean unido á otro que modo particular de alimJ~ntarse el ganado, sea caliente y estimulante. Pero aunque así porque ~abido es que segun seaJ?. las matesuceda, es preciso confesar que el esti ércol rias de que las vacas se nutren, asi el esde cerdo es útil para las tierras arenosas y tiércol que producen será mas 6 menos secas, y que produce buenas cosechas en los fuerte. puntos poco lluviosos y muy bañados del Estiércol del ganado lanar.-Entre todos sol. Los cerdos en su cebamiel)to dan un los animales domésticos el ganado lanar es estiércol fuerte y estimulante que puede el que ofrece un estiércol mas activo y viaplicarse á todas las cosechas ea general, y goroso . Es tambien el mas útil para el cul- que casi se iguala al de las vacas. A pesar tivo de plantas anuas por el rápido desarde ello suele llevar siempre com,igo uu inrollo que procura á la vegetacion, á causa conveniente el uso de este estiércol, cual es del calor que de él se desprende mientras el olor desagradable que á ·veces imprime á fermenta. Sin embargo, estas mismas cirlas plantas, en particular á las de raiz carcunstancias favorables á la vida de las plannosa como la zanahoria y otras. Por esto setas y á los intereses del agricultor deben rá ventajoso no usarlo solo. bacer..nos admitir con alguna reserva el uso 0

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DE Li\ COL COLZA. COMO-- FORRA.GE VERDE y como abono, y de su importancia en la rolacion de cosechas. ·

En el número 6 ..o del segundo tomo de nuestro periódico hemos hablado con bastante estension del cultivo de la colza.,. haciendo ver las ventajas que ofrece, especialmente sus semillas, en los países -donde las aceitunas no se conocen, pues que los frutos de Ia col colza producen una .cantidad considerable de aceite que pue.de..emplearse en la,s arles principalmente. No es ahora nuestro intento hablar úlra vez de las circunstancias del cultivo de la colza, sino demostrar su importancia en la alimentacion del ganado si se ie suministra verde en la cuadra, ó hacienHo que la colza se apacente en los campos, en cuyo último método ami bailará el propietario una economía apreciable. Si el cultivador se propone utilizar la colza como forrage verde, será. conveniente que la siembre espesa,y que la sementera se haga en varias épocas del año, aunque mejor será en setiembre ó en octubre, porque entonces el forrage estará en sazon en los momentos en qúe las yerbas son mas necesarias para el ganado. Las hojas abundantes que proporciona esta col, cuyas buenas cualidades hemos notado al hablar detenidamente de su cultivo, hacen que sea un pasto de utilidad para las bestias de lana, para los cer_dos, y mas todavía para Jas vacas y las terneras. Las circu·nstancias de vivir la colza en los terrenos fríos y de vegetar con lozanía durante la estacion del invierno, contri~buyen á que sus hojas se presten con ventaja para la manutencion de los ganados de leche, como las vacas, ovejas y otros. Es igualmente un gran recurso para los corderos y para los c~rdos al tiempo del destete, mayormente en los casos en r¡ue por un mo-

tivo cualquiera fallan otros pastos mas á propósito para alimentar los ganades jovenes. Enseña la esperiencia que la colza como-forrage no produce el fomeuto de ta gordura, por cuya cualirlad es un a planta poco útil para el cebamiento de los cameros, como algunos agrónomos lo habían aconsejado. La col colza desarrolla los órganos del animal y aumenta notablemente el crecimiento de las reses; pero no hay por ahora datos bastante precisos que acrediten su conveniencia para el cebamienlo. Es una práctica provechosa en dadas ocasiones segar la colza á la mitad de invierno y dejarla luego que brote y fructifique en la primavera, por cuyo medio log_ramos una cosecha crecida de forrage, y despues una cantidad de semilla que, sin aumentar gas:. tos de cultivo, puede darnos una porcion de aceite muy productivo. Aun cuando todos los ganados comen por lo comun las hojas de la colza, será sin embargo útil en ciertos casos mezclarlas con otros forrages frescos, como la arveja, etc. Para dar mayor importancia á nuestros oonsejos qu~remos consignar aquí lo que dice Thaer acerca del modo de cultivar esta planta en Inglaterra, y de ello deducirán nuestros lectores el valor de vegetal apenas conocido entre posotros. <<En Inglaterra, dice.este c1célehre agrónomo, se siembra la colza mas «como una planta de pasto que como un mec<dio de recoger aceite, resultando de ello <!Otra ventaja, cual es la de dejar preparada. ala tierra.para otra cosecha.de consideracion. c,Se ven en dicho país muchos campos á los «que no se da otro abono que la colza en.ter«rada verde despues de haber servido sus c1hojas para alimentar el ganado , y esta prác-

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de cereales -:i en los desmontes de praderas cctica, que la esperiencia ha sancio~ado coviejas, sobre todo en las provincias del nor«mo útil, se adopta cada cuatro ó cinco años. «La colza ·sembrada á vuelo en el otoño -y - te. Es preciso, sin embargo, advertir que la colza no tendrá tanta importancia como al« muy espesa da, á principios de la pri.ma((verá. inmediata, un escelente forrage verd-e gunos quieren suponer cuando se la cultiva <(que brof.a de- nu~vo despues de una ·corla como una alternacion entre ciertas cosechas como la de cereales ú otros , -si la dejamos c(en el acto de la florescencia. De esta ma. •«nera se _consiguen dos ó tres siegas sucesi- .llegar al estado de granazon, porque entonces los muchos frut9s que produce esta col civas que se utilizan lentamente corlando hace q_ue apure la tierra y que la deje poco «cªda dia la canLida4 de forrage que :Se. neá propósito para las cosechas que han de su«cesila para mantener los ganado·s.» cederla. Oigamos lo que dice el referido Mr. La col-za produce abundantes hojas jugosas que son un esce\ente ab,ono en determi- Ivart acerca de esté punto de doctrina. «Se ha acusado muchas veces á la colza nados casos. Los tallos de esta col, enterrade ser una pl·anta que esquifroa la tierra, y dos frescos, suministran una materia- fertiestas quejas. no carecen en mi concepto de lizante preciosa para los terrenos arefundamento, ·porque produciendo esta plannosos y secos; y debemos adve·rtir que la ta_ una gran· cantidad de semillas oleosas, p·ráclica de enterrar esta ·planta ·en estado debe necesariamente ·- esquilmar el suelo en , fresco_, luego de haber aprovechado las prinla época de su madurez, á la manera que lo cipales hojas como forrage, es de una uLilihacen todas ·las restantes- plantas, si"endo la dad grande para·los países donde los restantes abonos ·escasean. Cuando se cullive la 1,;antidad de materia fertilizante que da al colza á este objeto es. preciso sembrarla es- .. ;;µ~lo, menor que la _que se lleva durante la pesa para que produzca suficiente cantidad vegetaciou y- madurez de los frutos. Rn,este . de materias que han de convertirse en abo- concepto la colza no puede ·vivir bien sino en los terrenos fértiles ó en los que se abonan no. Esta práctica es con especialid¡,id venta.:. josa para los terrenos de mala calidad ymuy · mucho, y por lo mismo· debe colocarse mas bieh entre las. plantas esquilmadoras que esquilmados, principalmente si hacemos que el ganado _apacente este forrage encerrado entre las que reparan el terreno. «Si la cosecha de trigo que sigue al culti_en el redi 1, porque erúon.ces, ar propio tiemvo de la colza es abundante y limpia, no depo que las reses-api·ovecharán la colza, deliemos atribuirlo á la virtud _fertilizante de jarán en el suelo crecidas cantidades de abola co)za; sino á las labores qué hubiésemos no con sus es~rementos y con sus orin.es. Retenido que dar para esta alternacion ;-y á los petimos que esta práctica es muy recomenabonos que antes se emplearon y que el tridable. Cuando la colza se destina para forra.ges go ha podido en gran parte a.provechar .1) Estó indica demasi-ado que cuando la colha de sembrarse una cantidad mucho mayor· de semi lilas que cuando se quiera que llegue za ·ha de entrar en un sistema de rotacion de cose~has imynrtantes convendrá que tená la gra,nazon: en e·ste último caso bastarán gamos las mayo.res precauciones para esta, dos 'libras, por ejetnplo;cuando para el priblecer un método ventajm;o, atendida la camero apenas serán suficientes seis. lidad esquilmante que tiene esta planta por Podríamos citar algunos agrónomos dislas muchas semillas que produce. Por ello tinguidos que se han ocupado muy detenldament-e d_e la importancfa que tiene el cul- aconsejaremos que en las rotaciones de cosechas se emplée la colza como forrage frestivo de la colza en las rotaciones de coseco, y nó como planta · de fruto ol~oso c~as, y Mr. Ivart más particularmente aconseja esta alternacion con las co.,;echa:s .

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-bisanual ó vivaz existe al ·mismo tiempo una segunda tendencia cuyo objeto es el de proporcionar cierta cantidad de sustancias ali!)lenticias que deposi~adas en alguno de sus órganos, ordinariamen-le en las raíces, La patata, dice Mr. Klotzscb, que por sus sirve de alimento en el año sigui~te, patallos herbáceos pertenece á la seccion de sando á formar renuevos á medida que se las plantas anuas , debe considerarse como desarrollan, del mismo modo que los mateacercándose por sus tubérculos á las plantas ri ales acumulados en los cotiledones de una; verdaderamente bisanuales .ó aun vivaces, semilla de habichuelas son absorbidos por y no diferenciándose apenas bajo este con- · la jóven planta con los cuales comunica. La primera produccion -de estas sustancias se cepto de los arbustos y-árboles dicotiledones. Se podria, sin embargo, compararla mejor verifica por la accion fisiológica de las ~ojas con las orchid~as cu_yo~ tubérculos suminis- combillada con la de tas raíces; por consitran al comercio el salep, plantas que no se guiente -cuanto mayores y mas en número han cultivado todavía · eil parte alguna, y sean [;:is hojas, mayor cantidad habrá de bajo este último punto de vista la patata se materia nutritiva. -En los árboles y en los diferenciaría de casi todas las pl,_rntas sobre arbustos e ta materia se acumula en las celque ·ejerce hoy la industria humana una dillas coloradas del líber-; en la ·patatas y en grande influencia. Estos d-iversos vegetales las órquideas que producen el salep está en tienen en efecto la propiedad · de producir los tubérculos, que no son por lo tanto mas tubérculos en que se acumula la sustancia gue raíces ó tallos subterráneos transforamilácea, . IJ)as ó menos mezclada · cou . una mados. linfa azootizada cuyos tegumentos celulares Si tenemos en cuenta estos electos fisiolóforman principalmente, su base; pero en gicos, debemos reconocer que el cultivo de tanto que las orquideas, q :ie producen el sa- la p:i,tata exige mayor cuidado del que· ha lep, no dan generalmente mas qúe un tu- recibido hasta ·el dia. Se limita á escardary bé~cu!o y un tallo que no se ramifica, la remover la tierra al rededor de. los tallos, patata pre enta muchas veces un número operaci_ones útiles, necesarias si se quiere, considerable de tubérculc,s y de tallos que pero insuficientes, por c~rnnto cultivamos estas plantas no·por sús frutlls, s"ino por sus se ramifican mas ó menos. Al igual que las plantas anuas, la patata tubérculos, consideracion que debemos tedirige casi todos sus -esfuerzos hácia la pro- ner en cuenta· para dirigir con acierto las duccion de la flor y del fruto; tiene tarnbien operaciones del culti_vo de la patata. ¿Qué debemos practicar, pues, pára oh.a. de ·comun con ellas el que la duracion de su desarrollo en partes herbáceas se halla en tener una abundante cosecha de tt,1bérculos? razon dir~ta de la fuerza de sus raices. Ob- Dos cosas·: 1. 0 aumentar la vitalidad de los servarnos generalmente que las plantas, cu- tallos subterráneos que deben dcl.r origen á 1as raíces son mas delgadas y menos desar- los tubérculos: 2.º impedir la metam órfosis rolladas, son las que florecen y fructifican de las hojas, ó hablando en términos cienen menos tiempo, y por consiguiente lo ha- tíficos, evitar el cambio de las yemas en ttocen con mas prontitud. Pero en una planta res y en frutos, porque las flores son las que

Atetado del Dr. Klotzsch, de Berlin, para prevenir la en{ermedad de las patatas , y procurar al mismo tiempo el 1'rwyor producto de esta planta.

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acaban con la vida del vegetal. Ambos resu~tados se consiguen practicando lo sigui-ente: En la 5.ª 6.ª y 7.ª semana· de p!antados los tubérculos, ó en Ja i.ª ó 5.ª si1a planta lo hao sido de estaca, mas claro cua ndo los Jóvenes tal los sobresa'Itrn de la-tierra unas 15 ó 20 pulgadas, sea cual fuet·e el modo como se hayan plantado_, se les rebaJa una ó dos líneas, cortando con la uña -del dedo pulgar la estremidad ó el corazon - de cada tallo ; pero conviene ¡;er exacto en no quitar mas. Esta operacion, que impide el .desarrollo del tallo y que proteje el de las ramas, debe repetirse en estas en la décima ó duodécima semana: operacion que pueda hacerse en cualquiera hora del dia. Ya se concibe facilmeate cual debe ser el efecto de e"ta rebaja del tallo y de las Famas. En todas las estrem idades rebajadas se verificaria la operacion fisiológica de cqnvertirse en flores. Supri.midas estas, toda la fnerza de la planta que habrian absorbido · en provecho suyo, pero en perjuicio del cu!. tivador, es conducida á las partes herbáceas de las raíces. Las ramas y las ramiilas se aum.entan, y con ellas el número de hojas . Estos son otros tantos aparatos químicos que funr.ionan en favor de los tuljérculos. Estend-iéndose mas el desarrollo herbáceo de la plan-ta produce otro efecto que tambieo debe tenerse en cuenta, cual es el de preservar el terreno de los ra yós di rectos del sor, y por con~iguiente impedir la desecacioa que siempre es perjudicial al cultivo deque hablarnos. ~ Bajo estos principios fué como ea 184-6 empezé mis primeros ensayos sobre la patata: rebaJé, cumo he dicho, a la vez los bro • tes de sus ram as, y para evitar el que se confundiera con los otros piés, en J,¡s que no babia practicado esta operacion, coloqué á su lado estacas para diferenciarlas entre sí. Mas fué inúti l estl! precaucion, porque pronto se distinguieron de las de mas por su abu n-dirnte ramificacioa, por fms hojas visible. mente mas abultadas _y por un verde mas sub1do. Produjeron muchísimos tubérculos, y en -nada se resintieron de la enfe'rmedad r¡ ue reinaba; lo contrario sucedió á tod os los piés de los de los alredédorcs, cuyos tuber-

culos no solamente fueron menores en número y menos desarrollados , sino qu~ casi todos estaban alterados por_diferentes puntos de su superficie. Aunque esta prueba no l:t consideraría yo como decisiva, me animó no obstante para repetirla en mayor escala. En efecto , en el mes de abril de 1847 pla11té una pieza de tierra situada en un punto de poca agua con)a variedad blanca y redonda de las patatas, que es la que de ordinario se cultiva en esta parle de la Prus.ia, y en la que apenas se notó alteracion en ellas de 1845 cuando por la primera vez apareció la enfermedad. Despues de la escarda y hácia fines del mes· de mayo cortl'\ los brotes de mis plantas de dos en dos filas, operacion que repetí en fin del siguiente mes. El éxito superó mis esperanzas. _Las platitas cuyas estremidades no babia cortado no presentaron mas que tallos secos y débiles, y su desarrollo foliáceo e1'a com parablemente menor. En el mismo dia se plantaron patatas de La misma variedad en una -gieza de tierra cercana á la en qu~ yo hacia mis esperimentos. Aparte de las labores de escarda y de trasplantacion, se dejó seguir el curso de la vegetacion natural. Durante las seis primeras semanas todo se presentaba bien: los talloi: eran robustos y lozanos. Mas luego que ~e acercó la época de la florescencia desapareció esta-hermosura, y las plantas apareci eron tan miserables como las que no habían •sido cortadas; las de este campo se arrancaron á mediados de agosto : la cosecha fué regular: los tubérculos eran mas pequeños que de costumbre, salpicados de muchas ulceraciones en su superficie, y basta algunos llegaron á podrecerse. A fin del mismo mes, era notable la diferencia entre las plantas en que yo babia hecho el esperirnento y las en que este no se habia verilicado. Era tal esta diferencia, que llamó. la atencion de lodos los habitantes del contorno que no cesa·han de hacerme preguntas sobre el particular. Los tallos de las últimas babi an caido ya y estahan medio desechos, cuando los otros presentaban aun su lozanía -y su verdor; la ma-yor parte de mis vecinos no podian decidirse á creer que se bubieseñ plan-


- 271 tado mas tarde que ias otras. Hubo tambien gran diferencia en su producto, nó tanto por el grandor de los tubérculos, como por' su cantidad. Ninguno presentó señales de alteraeion; hubo solo algunos que no eran exactamente redondos, lo que atribuí áuna lluvia tarí.!ía ~ue les impidió adquirir su completo desarrollo. Por el contrario, los tubérculos de las plantas que habían sido abandonadas á su marcha natural se separaban por sí mismas del tallo, por mucha precaucion que se -tuviese al arrancarlas, y luego la enfermedad y la -podred'umbre hicieron en ellas grandes estragos. Lejos estoy de ser el au~or de estos interesantes; descubrimientos, ni de creer que pueda esplicar la enfermedad de las patatas;

pero estoy convencido de 1:iaber hallado et remedio descubriendo el modo de dar á la planta un vigor que le permita resistirá las influencias mortales de la epidemia. Si creyesen algunos que la operacion que acabo de describir es demasiado pesada-y dispendiosa, y vi~senen ello un.pretexto p~ra rechazarla ó despreciar el cultivo de. la patata, les contesCaria que esta operacion pueden hacerla los niños, y que en los terrenos iguales y de igual valor, en ros qu-e se sembrase trigo en uno y en el otro patatas segun el método que he indicado , este último terreno alimentaria un número de hombres doble del que podría alimentar el otro.

LOS PÓSITOS YLOS BANCOS DE LABRADORES m sus rdadonfs c.on la pr.ospcrill'all' ll'l' la a_grirnlturn (l).

- CAPfTULO lll.

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Utilidades que en épocas anteriores han prod"ciclo los pósitos. ¿A quien no parecerá desde luego que ha 'sido sumamente útil y ventajosa una institncion cuvo principal objeto es el fomento de la agricultura, proporcionando á los labra.:. dores granos con que sembrar las tierras, granos y dinero con que mantenerse en los meses en que escasean los recursos1 y en que es necesario atender á la rccoleccion de· los frutos? Este, como hemos dicho, es el objeto principal, pero no el único de los pó(1) Véanse los números anteriores p. 234 y 2o3.

silos, puesto que vienen á ser tambien unas paneras de reserva en donde los vecinos de los pueblos encuentran granos á precios arreglados, en los tiempos que de vez en cuando suelen sobrevenir de careslía. o pueden pues ser mas úliles los objetos de esta filantrópica inslitucion, que nos recuerda los bellos siglos de los patriarcas, y en la que mas que en otra ninguna brilla un espírilu de caridad evaogélica, ó llámase, como ahora decimos, filantropía; pero cumple á nues.lro propósito entrar con este objeto en un exámen detenido, guiándonos por las luces que nos suministren la historia de nuestra legislacion, y los principios mas inconcusos de la economía política. Los pósitos de E paña en su primera é-


poc¡ fueron suma.mepte útiles, basta cierto . punto necesarios para ·reanimar algun tanto nuestra agricullura decaída, "j evitar su completa ruina en varias provincias de la Península, co,uo vamos·á demostrar. Ll!_ decadencia de la agricultura españqla, íntimamente enlazada con la de la nacion, empezó á sentirile en ~l reinado de Felipe Il, y fué en un progresivo aumento hasta el fallecimiento de Cátlos Il, en cuya época babia llegado á u colmo. ·A. e_llo contribuyeron varias caus!)-s; mas en esta parte, que no e~ el ob1eto principal de nuestro trabajo, no -harémos mas que algunas liJeras indicacioaes; suficientes sin embargo para que se conozcan los buenos resultados que entonces produciria necesariamente la institucion de los pósitos. que ha llegado hasta nosotros rodeada del prestrgio que la han proporcionado los años y los inmensos servicios quP. prestó al pais en tiempos muy diferentes de los actuales. · Una guerra.no interrumpida con los moros por espacio de siete siglos , y las continuas que en seguida sostuvo- la nacion española durante lo¡,: reinados de ' Cárlos 1 y · · Felipe 11, habían hecho de las armas la ocupacion favorita _de ·1ós españoles,· y la única carrera á que, segun las ideas de aquella.s épocas, debieran dedicarse la no' bleza y las _persona~ de cierta fortuna: .la agricultura, la industria y el comercio no eran consideradas entonces como ocu paciones' dignas de los nobles, sino solamente de la clase de los plebeyos. Estas falsas ideas, propias de aquell_os tiempos, pero que sin émbargo ·han llegado hastct muy cerna de los q~e · alcanzamos, siempre s-on bastan~e perjudiciales, si bien lo son menos e11 una nacioa. bastante· pobÍada, como lo era la es_P<!:ñola e~ tiempo de los Reyes Católicos. · Mas descubierta la América, y enriquecidos de una manera casi fabulosa los que primeramente se arriesgar'on á dirigirse á aquel nuevo continente, empezaron ot~os á seguir el mismo ejemplo, y poco á poco fueron saliendo de la Península casi todos los hombres de a9tividad é inteligencia, que hubieran podido hacer florecer la agricullura, disminuyéndose progresivamente por esta y

otras varias causas la poplacion de la Península-; hasta el ·pu rito d~ quedar reducida en tiempo de Cárlos 11 á unos seis millones de habitantes. EDtre ellos hab1a muchos nobles que, herederos de las tradiciones·de sus antepasados, ó :;eguian la car1:era de las armas, ó yacían en la mas completa ociosidad gastando improductiva.mente sus renNis, y sin cuidarse de mejorar sus inmensas haciendas; babia muchos eclesiásticos ei1 un número conocidamente de~pro.porcioaado á la escasa poblacion de la Península; y el resto, prescindiendo de -una· buena :p9rcion de ricos ganaderos cuya grangería prosperó á costa · de la agricultura, se componia en mucha parte de labradores pobres que pasaban su vida cultivando en renta tin~as ajenas y casi sin esperanza de llegar á tenerlas propias, pues la mayor parte de las tierras de labor estaban vinculadas en el clero y en la nobleza; era muy escasa por lo tanto la propiedad circulante, y de consiguiente excesivamente cara, para que pudiesen llegar-á ha<'erse propietarios labradores pobres á quieDes una mala cosecha dejaba arruinados para siempre. Debe ademas tenerse muy preilente que, consistiendo la principal riqueza durante la guerra con. los sarracenos en ganados que se trasportaban fácilmente de unos á otros puntos, cuy·a clase de riqueza con~inuó aumentándose despues por espacio todavía de muchos años, gran parte de la superficie de la Península estaba necesariamente destinada á dehesas y pastos, á fin de sostener millones de cabezas de ganado de todas clases, _para cuyo m·a1 eateÓdido mantenimiento se conculcaron ea perjuicio de la agricultura los derechos mas sagrados de la propiedad. Báste decir que se prohibió la roturacion de las dehesas,· cuya renta ademas se fijó por una tasa establecida en .beneficio de los ganaderos; que con poquísimas excepciones estaban prohibidos Jos cerramientos y aco tamientos; prohibido el aprovechamiento exclusivo de fas fincas por sus mismos dueños ó arrenclataiios, pues levantando el primer fruto, tenían derecho á pastar en·ellas los ganados de los vecinos y los trashumantes; y por último que se permitió á estos


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1a enLrada hasla en los sefI!brados mismos, cio interior de granos; y si á todo esto se sin estar por ello sujetos á pena ninguna, agrega el que, á causa de lá sequedad del sino á lo sumo al pago del daño que se reclima, se perdían frecuentemente las cosegulase, y que en fuerza de los privilegios y chas de cereales : en estas circunstancias fuero especial ·de \os ganaderos trashumandecimos: ¿ cómo es posible f!Ue prosperase tes pocas veces llegáría á regularse en lo la agricultura?¿ cómo mas bien, en la iinque realmente valdría el alimenLo que huposibilidad de l.uclrar ·ventajosamente con biera tornado el ganado ; de suerte que á tantos y tan poderosos obstáculos reunidos, este era .permitido lo qae no lo era, ni nunno había de a-rruinarse completamente? Esca podría serlo á los mismos habitantes. -to parer,e clarísimo; sin embargo vamos-aun Al lado de estas poderosas cau as de la á ponerlo mas en evidencia. riecadencia de nuestra agricultura, debe fiSabido es que en·España hay varias progurar otra que tal vez fuera la que produjo vincias en que el clima es suficientemente mas desastrosos resultados: hablamos de la húmedo, ó en que hay desde muy antiguo casi completa paralizácion del comer,:io inriegos establecidos; en ellas las cose1.:has han sido siempre y son muy seguras y abundanterior de granos. Ya antes del año de 1530, tes, hay bastante variedad de frutos, mayor pero -en él, de una manera mas general y terminante, se prohibió comprar granos pariqueza, y de consiguiente mayor poblacion y ra volverá vender, exceptuando únicamen- mayor consumo: alli sin necesidad de ninte á los arrieros y tragineros, á los cuales gunos auxilios, aun podia sostenerse la agrisin embargo se -Je puso la cortapisa de no cultura á pesar de los obstáculos y de las poder almacenar granos, con lo cual casi trabas que hemos indicado. Mas en otras puede decirse que de hecho vino á estar commuchas provincias, en que siendo cálido el pletamente subsistente la prohibicion del clima son habitualmente muy escasas las llucomercio interior ; y añadiéndose desacierto vias, y no hay riegos· establecidos, han sido á de acierto, se fijó poco tiempo despues siempre ~• son generalmente muy cortas las (en 1558) la Lasa, por cierto muy baja, á cosechas de cerea_les, y en cambio son exque' cuando mas hu hieren de venderse los traordinariamente abundantes ea l~s pocos granos. Ahora bien: convertida mucha par- años en que durante la eslacion conveniente te de la Península en dehesas que no podian 11 ueve mas de lo regular. Pues bieñ ; en los roturarse y que se bailaban por lo tanto años escasos de lluvias el labrador se arruiforzosa y ~xclusivameule destinadas al man- naba, porque no cogiendo granos bastantes tenimiento de los ganados e lantes y tras- · para pagar la renta, hacer la ementera, y humantes; siendo de consiguiente muy escamantenerse él con su familia hasta la coseso el número de tierras ~estinadas á la procha siguiente, tenia que comprar algun graduccion de cereales; vinculadas en su mauo· én los meses JI amados mayores, y como yor parte las tierras de labor en el clero y la cosecha habra sido corta, v paralizado el en la nobleza., cuvos individuos - á· conse- comercio iñterior de grnnos de cada pueblo cuencia de las fal;as ideas de aquellas épono. podia casi contar ino con los que en su cas no se dedicaban á la agricultura, redu- término se recogian, ó tenia el labrador que pagarlos á muy caro precio, ó no losencon .: . _ cida á un número casi insignificante 1a poblacion de la Peníns_ula, de la cual ha.).Jian traba, y en ese caso á falta de .arrieros qee salido los hombres laboriosos que pudieran pudiesen traer grano al puehlo y verrderlo hacer ·en ella productivos esos torrentes de al precio de la tasa ( lo que no sería fáci-1 en oro que- viniendo de América atravesaban un tiempo de esGasez), tendria el mismo lapor la Península para irá fornen_tar la in - brador que. ir á bu cárlo tal vez á bastan tes dustria de otras nacioues; fiado el cultivo de leguas de distancia si sus escasos recursos las tierras á labradores pobres en lo gene- y la falta de caminos se lo permitian. ¡A qué ral y nada instruidos; paralizado por las precio pues vendría á salir al pobre labrador leyes, casi enteramente prohibido el comer- cada fanega de grano que comprase! Pues


280 Tenemos pues que en las muchas provinveamos lo -q uc sucede ria en un año mu y abuncias de España en que el clima es cálido v dante <le cereales. El labrador llenaría todas sus trojes; len- seco, y no h·abia riegos establecidos, los la~ bradores se arruinaban antiguamente , lo dria seguro el alimento para sí y para su famismo en un año escaso que en uno abunmilia;· mas·¿cómo se proporcionaría el dinedante de cereales; y que de consiguiente en ro que necesitaba para el pago· de impuestos, dichas provincias la agricultura se hubiera parn vestir, para calzar ; para pagar la renta ó el coste de los reparos· de la casa que ha- aniqui'l_ado completamente, á no haber venido en su auxilio algunas institucíones benébit¡¡.ba, para la compra de ganados de labor ficas y protectoras . Hé agí la miiiion que vió utensilios de labránza? ¿vendiendo el granieron ·á desempeñar los pósitos de una mano? Mas-¿quien se lo compraba'l En el puenera perfectamente calculada para la situablo ·nadie, ·por.que nadie lo nécesitaba, y nacion en que aparecieron. Los pósitos, algunas die ad(¡lmás· podia almacenarlo; en los inme· veces _gratuitamente, y otras por un interés diatos tampoco, porque , la cosecha tambien mas ó menos moderado, dahan granos á los en ellos habriasido abundante; y si por una rara casualidad, venciendo las dificu ltadés labradores para sembrar y para mant~nerse, ·casi i-asuperables de la falta de caminos, y y además les propurcionaban tamhien algun dinero paca hacer la recoleccion de frutos. , arrostrando por las trabas establecidas y por la exposicion á ·ser robado, llegaba al pueblo Pero esta benéfica' ,institucion produjo además otros importantes beneficios, creando, algun arriero, todos querrían venderle granos, y él á todos les da ria la ley de una ma- · en fra_ude de la ley (a.si puede decirsé de una institucion apoyada por las leyes inismas), nera sobradamente dura. Ahora bien, ¿recasi el unico comercio interior de granos mediaría por véntura sus necesidades el laque huho en algunas provincias de España. , brador que en semejantes circunstancias huCon efecto, en el artículo anterior ·ya hemos · - biese tenido la suerte de vender sus ~ranos dicho que los fond9s en dinero que tuvieran al arriero? Tampocc; porque· recibie~do en los pósitos debí an invertirse en compra de cambio de ellos una corta cantidad de dinero, y estando antiguamente caros todos los granos, y que cubiertas las necesidades de objetm:, á causa Eie la abundancia del dinero · los labradores, los granos sobrantes ó deb(an venderse,. ó destinarse al panadeo, invirque ingresaba en la Penínsu la, el labrador tiéüdose de nuevo los productos en compras no podia cubrir sus atenciones coñ el precio de granos, si así lo exigiesen las necesida-~e ·los cereales ·que vendiese al precio que le des del vecindario. Los pósitos pues, además impusiera el arriero. del fomento directo que daban á los laoraluego el labrador en épocas anteriores, tenjendo abundancia de granos1 no podía ser- dores, 1-es propo.rcionaban otro no tan directo, virse de ellos para adquirír•el dinero que ne- es verdad, pei:o cuando menos· tan poderoso, cesitaba; y como estaba· severamente. prohi- comprándoles hasta donde se podía el gmno bido el dar dinero á réditos, y ponegla ge- que tenían de sobra en años de abundancia, neral nadie quier.e· d·esprenderse de él sin y yendiéndoselo algo m.as barato en los años mas ó menos ganancia, n.o era posible que ni de carestía. ¡ L,oor á tan benéfica institucion aun' en los años mismos abundantes pudiesen y á los hombres ~lantrópicos' que la crearon, los·labradores mas acómodados, y con ma- ó contribuyeron á su aumento y prosperidad! CELA y ANDR}.DE', yoría-de. razon los pobres, proporcionarse el dinero que les era enteramentefodispensable . , .·


CEBADA DESNUDA.-HORDIUI NUDU~I. -( LIN.) (REllllTIDO.)

En el artículo de variedades de su apreciable periódico (1) he Yisto que esperan re- cibir los detalles que dará . la Sociedad Real de Agricullura de Inglaterra sobre la cultura de una nueva especie de cebada recibida de las indias orientales, y cuya novedad consiste en que el zurran se separa del grano en la trilla, como el trigo. Nueva puede que sea esta clase de cereal ; pero en mi sentir no debe serlo ea Europa, por .las siguientes razones: En el tomo 3. 0 , página 4-01 del Semanario de Agricultura y Artes dirigido á los párrocos, está descrita esta clase de cebada con el nombre de trigo del milagro y como cultivada en la Mancha: en el tomo i 3 de la misma obra, D. Bias Martincz de Salmeron, vecino de Nijar, en la provincia de Almeria, manifiesta el resultado de un ensayo hecho con la cebada desnuda, en el cual de tres cuartillos sembrados recogió once fanegas: el tomo i o describe la cultura de dicha .cebada en el departamento del Eure, en Francia, con el nombre de cebada inglesa: D. Claudia Bontelon en sus adiciones al Herrera le dá el nombre de cebada deE.nuda ó arroz·de Alemania: en el curso de cultura de André Thouin se hace mencion de L' Orge nue (cebada desnuda) como cultivada en Sicilia: Dombasle en su calendario del buen cultivador la nombra Orge nue á deua; rangs: en la Real instiiucion agronómica de Grinon en Francia, se cultiva .en el dia, y allí la he (1) La variedad á que se refiere el autor de este remitido no procedia de la redaccion de nuestro periódico: nos fué tambien l'emitida por uno de nuestros suscritores que no permitió la p_µblicacion (N. de la R.) de su nombre.

TOMO IJ .

visto yo. Estos apuntes dan por resollado que la cebada desnuda se conoce en España hace mucho tiempo, que la 'Francia al darle el nombre de cebada inglesa da á entender que existía en aquella nacion, que Bo utelon nombrándola arroz de Alemania indica que allí :;e conocía, lo que se afirma leyendo Ja Agrirultura del célebre aleman Thaér que dice que en su. pais la. dan los nombres de trigo de David, de Jerusalen, de Ejipto, de Valaquia y el de cebada celeste; y últimamente Thouin al decir que se cultiva en Sicilia, y Dombasle al hacer mencion de ella, nos dan la seguridad de que se conoce en e dia en Sicilia y Francia. Resulta. pues, que esta clas.e .de .cereal es conocido en Europa antes de ahora, y que la novedad no existe sino en caso de tener otras c.ualidades que las que se dice distinguen á la recibida en lnglater.ra. Creo que estos apuntes podrán ayudar á VV. á llenar sus deseos; los mios en favor de la Agricultu.ra me hacen suplicarles den publicidad á este artículo , y contando con su bondad remitiré otro mas esteaso sobre la cultura y aprovechamiento de esta utilísima y poco generalizada clase de cereal. Espero al mismo tiempo dé cabida en su ilustrado periódico al adjunto prospecto (2) de la obra que se propone publicar su affmo. S. S. Q. B. S.M. José de Hidalgo Tablada. Madrid y agosto 1Ode 1849. (2) En el interior de la cubierta del preseute número hallarán nuestos lectores el prospecto que se cita, no habiéndonos sido posible hacerlo Elº otro Jugar porque nos lo prohiben las condiciones de public.acion de uuestro periódico, ni tampoco hemos podido realizarlo aotes por la abundancia de rnaLe• (N. de la R.) riales.


CULTURA DE LAS TIERRAS. .

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( REllllTIDO ). (1).

Hay prácticas españoles que no·se han escrito aun; hay sobre todo un cultivo, el mas admirable, el mas productivo, una práctica antigua circunscrita á una estrecha comarca de doscientas leguas cuadradas, y aplir.ada siempre con el mismo acierto en el mismo rincon de Cataluña; práctica desconocida en España como en Europa, y, cosa estraña, ignorada tambien en las demás comarcas de Cataluña circunvecinas. Queremos hablar del cultivo del Vallés. El terreno es arci.lloso, los combustibles son abundantes; la capital del principado está á seis leguas, cuando menos, y suministra algunas basuras al mismo tiempo que consume los productos, de modo que los habitantes del Vallés no han pensado en cultivar plantas para forrage, ni en criar ganados, ni en producir • estiércules; solo ~siembran plantas esquilmadoras, siempre trigo, maíz, cáñamo, judías, y no obstante piden á lá. tierra sin tregua, y la tierra produce sin in1ermision. Esta produccion grande é incesante en •terrenos secanos, en un pais tan falto de lluvias como los campos de Castilla, se debe en gran parte á la· incineracion, algo diferente -de la de otras naciones. Será, pues, necesario escribir algo <le! método de Jncineracion ó f ormacion de hormigueros en el Valtés. La incineracion tiene siempre por objeto reducir los céspedes á cenizas, y los terrones á polvo. (1) Es continuacion del que empezó á inse rtarse en la penúltima entrega de este periódico, p:\ g ina 223.

En los campos del Vallés donde escasea el estiércol, donde abunda el combustible, donde la tierra se levanta en grandes terrones al paso del arado, es costumbre formar hormigueros todos los tres años en un mismo campo, ó todos los años en una tercera parte de la hacienda, de I modo siguiente: Despues de haber arado la tierra, se forman haces .de combustible ( con preferencia de ramas de pino), largos de una vara, con dos ó tres ramas gruesas y secas para hacer b_uenas áscuas y conservar la combustion, y se dejan secar en el mismo campo por espacio de 15 dias ó algo mas : entretanto los terrenos se secan tamhien, al rededor <!!e los haces, dispuestos á 4 varas distantes unos de otros; se hace un borde con la tierra desmenuzada, y sobre este borde se colocan los terrones mayores hasta cubrir el combustible y concluir la bóveda del hormiguero, dejándole solo una boca abierta hácia el lado por donde con mas frecuencia sople el viento. En seguida con un rastrillo de mano, hecho al intento, se coloca sobre esta bóveda otra tierra desmenuzada del campo hasta formar un cúmulo grande. De esta manera pueden quedar los hormigueros algunos dias, · hasta que soplando oportunamente el viento, se pasa por la mañana á dar fuego, visitando y volviendo á encender los sitios que se hubiesen apagado. Por espacio de cuatro dias el fuego arde con mucho humo; despues la incioeracion sigue con lentitud algunos dias mas, las áscuas conservan el calor, y se puede dejar de este modo quince dias, ó el tiempo que se quiera, basta que llegue el momento de sembrar. En este motnento se espa rce la tierra del hormiguero por todo el campo, y así esparcida se deja /¡. días, contra todas las reglas de otros países y de la teoría que prescribe el arar sin dilac10n. Esta práctica del Vallés, sa ncionada por la es-


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pedcocia local, tendrá segurn,nente por objeto combiñar la potasa de las cenizas con _el amoníaco de la atmósfera que acompañan los rocíos, y de consiguiente aumentar las sales que la incineracion proporciona á la tierra. El agricultor tendrá presente que la incineracion es muy provechosa solo en los terrenos arcillosos, convirtiendo la arcilla en una especie de arena como polvo de ladrillo, y corrigiendo de este modo su demasiada compacidad; además destruye las semillas de las malas yerbas y activa la vegetacion, reduciendo con prontitud las partículas térreas y el mantillo al estado de di~olverse. Se cuentan regularmente por gastos en cada fanega de tierra: 20 rs. por la compra de las leñas; otros 20 para formar los-haces; 20 para trasportarlos á el campo, y 20 tambien para formar los hornillos y cúmulos rle tierra; total 80 rs. por tres años y por fanega de tierra en el Vallés, donde el combustible no está caro. En los teuenos de secano.-Concluido este abono de incineracion en el mes de octubre, se siembra el trigo, que produce prodigiosamente ; percibiéndost aun los ·erectos del abono, se ara el rastroje de trigo inmediatamente des pues de la cosecha y se siembra maíz, resultando dos cosechas en el pri roer año con ese primer abono. Entre los liños de maíz, despues de la última escarda, siembran lo que llaman pasto para enterrar en verde y proporcionar nuevo abono a la tierra. El pasto se compone regularmente de arvejas y trébol purpurino (en catalan, fenc)-ti·i(olium encat·natmn, Lin. que algunos agrónomos españoles co'lfunden con el trébol encarnado ó de Holanda,-trif. pratense. Lin.-Este último, que yo solo cultivo en España en una hacienda (mas nou d' asilet) cerca de Gerona, es el que ha dado tanta importancia á la a11;ricultura moderna alternándose con el trigo , y sembrándose con él en un mismo dia v en ura mismo campo plantas simpáticas q~e se favorecen mutuamente. Las arvejas y el trébol purpurino crecen despues de alzada la cosecha de maíz, y Iuego que forman una yerba espesrt. se entier-

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ran con una buena labor de vertedera . Luego de pasado un mes se. siembran estivales con otra labor, á saber: en una parte habas, y despues de alzadas las habas , maíz ; en otra parte patatas. y en seguida judías: dá siempre dos cpsechas en este segundo año, con el abono de plantas enterradas en verde. Inmediatamente despues de estas cosechas se prepara la tierra con una profunda. labor de vertedera, segu ida de una lab0-r de rastra; además pasan mugeres con mazuelos de madera para desterronar lo que la rastra no ha podido conseguir, y se prepara la tierra prt.ra otra sementera de trigo con un embasuramiento el mas estraño y poco costoso, escelente y peculiar de este pais, de la manera que sigue: Para preparar la basura abren en el mismo campo un foso de unas tres varas de profundidad á fin de que aquella no se evapore á la accion de los vientos; y para que nada se pierda empapándose dentro de la tierra, baten bien el suelo del foso. Echan dentro de este una parte de hienda humana, que van á comprar á Barcelona , con dos partes de agua; lo mezclan todo con unos palos hechos al intento, batiéndolo mucho por espacio de dos horas, y lo drjan fermentar por espacio de 15 dias; entonces la basara hierve á borbotones dentro del foso, y sirve el embasuramicnto con el nombre de mezquita. Cuando el campo está bien preparado y la mezquita tambien se siembra el trigo á puño, y se entierra la simiente con un arado de horcate sin vertedera. Entretanto dos hombres van llevando portaderas llenas de mezqu ita á varios puntos del campo, y otros con una cazuela van echando un chorrillo de la misma á lo largo de los surcos abiertos. Con una labo r ligera de rastra, s~guida de otra labor de tablon, tapan la basura, dejan el campo perfectamente llano, y la sementera corriente. Luego que se ha recogido el trigo se siembra, con una labor de rastrojo, mijo ó pan izo alto , (melca)-panicum altísimum.-Lin.-y son tambien dos cosechas en este tercer año. Se vuelve otra vez á la incineracion despues de pasados los tres años con seis cosechas tan violentas, precipitadas y esquilma-


dora s, y con tres abonos: ·1.º incineracioo; 2. º abono enterrado en verde ; y 3. º mezquita. · Para admirar cuanto puede la laboriosidad y la inteligencia en las producciones de Ja tierra es necesario visitar el Vallés, observar el número de cosechas y la cantidad de frutos de secano; pero sobre todo,.saber cuanto se consigue en las partes de la comarca que beneficia el riego. Despoes de .la inci"neracion se esparce la tierra y se allana toda la-superficie del campo; á mediados de marzo se siembra cáñamo que llega á la altura de nueve piés, y algo mas; se siega á primeros de julio, y se deja pocos días tendido por todo el campo paraque .se reseque. Luego se reune en líneas paralelas de modo que quede paso al arado de horcate para abrir pequeños surcos, en que se siembran judías sin alzar el rastrojo del cáñamo, y se vuelve á estender este por todo el- campo y sobre las judías sembradas; trascurridos algunos días, cuando aun estén las judías por nacer, pasa n muge res sacudiendo el cáñamo, y lo separan del campo para someterlo á las demás operaciones que necesita, quedando la tierra cubierta con la hojarasca que forma unaespesa capa de mantillo. A los quince días de haber nacido las judías se pasa ácavarlas y se revuelve el rastrojo, al mismo tiempo que se entierra la hojarasca del cáñamo. Cuando las judías empiezan á florecer se hace otra - labor de azadon que sirve para calzarlas, y se hace la eosecha luego que sus hojas han , caído enteramente. Son dos cosechas; cáñamo y judías en el primer año. Se ara con vertedera para enterrar las hojas de la cosecha anterior; se siembra trigo con otra labor ligera, y se embasura con mezquita; despues del trigo se siembra maiz, y son tambien dos cosechas en el segundo año. En este mom ento algunos vuelven á la incineracion para empezár otra ,ez con el cultivo de-1 cáñamo; los mas siembran en este te,cer año habas ó _patatas, yen seguida ju-

días, ó calabazas ó melones (siempre dos co• sechas en cada año), y repiten la operaeion de quemar los terrones todos los tres años. Los riegos se hacen siempre que se JUZgue necesario, las cosechas son asombrosas, y solo puede dar una idea de la fertilidad que estos celosos labradores proporcionan á sos campos con la incineracion, con rn escelente arado y su mezquita, el saber que cuentan, generalmente, 1-0 arrobas de cáñamo por el producto de una mujada de tierra, que vendido á 50 reales arroba, son 2,000 rs. vn. de producto por mujada, poco menos de una fanega ( la mujada equivaíe á 9z1 O de fanega), sin perjuicio de la cosecha de judías que paga regularmente todos los gastos del año. En las buenas tierras de secano se sigue la misma alternativa que acabamos de indicar para los tr.rrenos de riego; pero el cáñamo no crece tanto, el producto es siempre proporcionado al riego, al embasuramiento y á las labores. Y no se crea que el Vallés sea un pais privilegiado por la naturaleza ni por el clim a: la riqueza del Vallés consiste en la proximidad á una ciudad de consumó, y mas que todo en la intel igencia y laboriosidad de sus habitantes que dan mu• cho á la tierra, recibiendo · de ella á su vez con prodigalidad. No hay labrador en aquella tierra que no compre carne tod0s los días plJ.ra su comida; no bay hacendado en el mundo con 50 fanegas de patrimonio que pueda hacer tanta ostentacion como el hacendado vallesano. ¡Que diferencia! inmediato á otra ciudad populosa, titulada la coronada villa, no se conoce la mezquita, y toda la noche corren por sus calles los carros de Sabatini; no se embasuran los campos, y los carros de barreduras acarrean todo el dia montañas de basura al pié de sus mur.alias. Diferencia total: junto á Barcelona, 6 cosechas grandes en 3 año!:': junto á Madrid, una cosecha mediana en 2, ó algunas veces en 3 años. J. PRAX. Perelada •1 .ºsetiembre 1849.


PARTE OFICIAL. Continua el reglamento para la ejecucion del decreto de 7 de abril de 1848, sobre conservacion y mejora de los caminos vecinales.

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para enviar jormrleros pagados por ello~ en su lugar, con tal de que estos susti tutos te[Jgan mas de 18 años y menos. de 60, y sean ademas útiles para los traba¡os. Art. 81. El al.:alde remitirá cada día al co:Art. 86. Los trabajos empezarán desde~.º de 0ejal que vigile los trabu¡os una lista de los contriabril á ~ . º de octubre á las seis de la mañana y buyentes rer¡ueridos para prestar su sPrvicio en el concluirán á las seis de la tarde , y el resto :del año de la fecha. Esta lista deberá expresar, al lado del empezarán á las siete y media de la mañana y connombre de cada contribuyente, los útiles de que ha cluirán á las cuatro y media de la tarde. · de ir improvisto. La duracioo del trabajo para los ca rruages y cáArt. 82. A la hora indicada para dar princiballerias de carga será.de ocho horas en dos revezos. Art. 87. La policía de los trabajos pertenecera pio al traba¡o, el sobrestante pasará lista á los al alcalde 6 su delegado; los trabajadores estarán trabajadores citados, vera si están provistos de los obligados a.obedecerlos en cuanto les mandaren reútiles que se les hu hieren de~ignado en la paµeleta lativamen te á las obras que 5e rjec,uten. de aviso, y les señalará el sitio donde han de traArt. 88. Los contribuyentes que no se sornebajar y la clase de trabajo que han de ejecutar. Los contribuyentes deberan llevar consigo la . tan á las reglas establecidas para los trabajos, que perturben el 6rden, que no lleven sus animales y papeleta de aviso para que se anote al respaldo de carruajes aparejados y guarl;)cidos de modo que pueella p1Jr el sobrestante, con el visto bueno del condan ser útiles, que no vayan provistos de los útiles cejal encargado de la vigilancia, la parte que haexigidos en su papeleta ele aviso, ~ah·o el caso preyan satisfecho del servicio personal que les corresvisto en el ll!'t, 84, · 6 en fin que no trabajen como ponda. • si estuviesen á jornal, serán despedidos por el enArt, 83. Los contribuyentes deberán llevar cargado de las obras, y su r,uota sera exigible en tarnbien al trabajo Ias palas, azadas, azadones y dinero. ciernas útiles de su posesion, que les hubieren sido designados en la papeleta de aviso. Respecto á las SECCION CUARTA. almaiaas 6 marr.:.is. martillos, carretones, P.sp uertas y otros objetos de que no suelen estar provistos Justi(icacion del ser11icio prestado. los contribuyentes, deberá proporcionárselos cada pueblo con los fondos <le los caminos. Las caballerías de carga deberán ir aparejadas Art . . 89. El encargado de la vigilancia de los trabajos llevará consigo una cop ia del extracto de convenientem cpte para la conduccion de materiales al uso del pais. la preslacion personal, que debe formar el cobrador con arreglo al art. 50: Art. 84. Los individuos citados que no tuvieAl fin ele cada dia anotará al márgen, en frente · ren los útiles necesarios para el trabajo de sú presdel nombre de cada contribuyente, el número de tacion, y que no pudieren proporcionárselos, estajornales de diversas especies- que haya satisfecho ú rán obligados á hacerlo presente al alcalde en las 48 hecho satisfacer por su cuenta, é igual anotacion horas siguientes al recibo del aviso. hará al respalJo de la papeleta de aviso enviada al El alcalde verá si puede proporcionar las herracontribuyente. mienLas precisas para proveerá estos trabajadores, Art. 90. Pa1a las notaciones de que trata el y en caso de no lenerlas, ciará órden ele que no vaartículo anterior se en tederá que á los conductores yan al trabajo los individuos qu(no puedan sero ele carruajes, 6 animales de ca rga 6 tiro, se les decupados útilmente; les designará otro dia para sa-• be contar el trabaj() r¡ue hicieren en dicha cooductisfacc r su preslacion. cion como un jornal personal. Art. 8a. Los contribuyentes están autorizados


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Art. 9~ . Concluidos que seau los trabajos, revisará y firmará el alcalde el extracto marginado , como se ha dicho en el artículo 89, y lo remitir-á al cobrador, que marginará del mismo modo el padron ori¡únál, expresando los jornale~ s9tisfechos.

SECCION QUINTA. Empleo de la prestacion en tareas 6 destajos. Art. 92. Si con arreglo á la facultad que se concede por el articulo 3~ d_!ll presente reglam ento, hubiere votado el ayuntamiento que los tr,1bajos se ej~cuten por tareas 6 destajos, y el gefe político hubiere aprobado las bases de las tarifas formadas para la conversion, será obligatoria esta conversion para tuuos los individuos que hayan declarado querer satisfacer su prestacion personalmente. · Art. 93. Siempre que los trabajos hayan de ejecutarse por tareas, se mencionará asi en las pá• peletas de aviso dirigirlas á los contriL>uyeutes, en cumplimiento de lo prevenido en ~l artículo 7i, expresando tambien en ellas la especie y cantidad de trabajo que cada individuo ha de hacer, y el término en que debe darla concluida. Estas tareas serán ademas señaladas sobrn el terreno por·el alcalde 6 el director dc1 las ob ras. Si los trabajos consistieren en remociones de Iierra 6 en echar capas de piedra, SP, marcará si es posible en el camino con mojones 6 de cualquier otro modo la extension de cada tarea. Art. 94.. La recepcion de los trabajos e¡ecutados á destajo se hará por el alcalde 6 en encargado de las obras, á medida que se fueren con~luyendo. Los contribuyentes serán responsables de estos trabajos hasta que se verifique la recepcio n. Art. 95. Las obras que no se 1·eci bieren por su mala ejecucion serán rehechas 6 recompuestas por los t.¡ue las hubi ere n construido, en el término que fije el alcalde. ' Art. 96. Para la just-ificarion del servicio pre,tado se observarán en este caso las formalidades pre5critas en el art. 89. Art. 97. Ninguna parte de la prestac:on satisfecha personalmente 6 en dinero podr~ emplearse en otros caminos que en los clasificados con snjecion á las disposiciones del capitulo ~ . 0 , y que hayan sido ademas designados por los ayuntamientos en uso de la facultad que se les concede por el art. 27. Tampoco podrá emplearse la prestacioo en ninguna clase de trabajos que no sean para los_ vecina les. El funcionario que contraviniere á esta prescripcion quedará personalmente responsable del valor de las prestaciones qu e hubi ere hec ho empicar in debidament e.

Art. 98. El empleo do las prestaciones satisfechas person.almente, y los resultados de este eu1pl eo, se justificarán por un estado certificado por el concejal encargado de la vigilancia de los trabajos. Este dGcumento se enviará. al jefe polftico por conducto del jefe civil, donde lo hubiere, para que dicha autoridad disponga que se forme el estado general que debe remitir al Gobierno cada seis meses, conforme se previene en el art. 201. Art. 99. Si p·or una causa cualquiera no se empleasen lr,s prestaciones votadas en algun pueblo, lo pondrá el alcalde en conocimiento del jefe político expresando el motivo de esta omision.

CAPITULO :VI. DE .LOS TRABAJOS CUYO ÍMPORTE HAYA DE SATISFACERSE EN DINERO.

SECCION PRIMERA . Redaccion de los proyectos de la.s obras. Art. 1 OO. Todos los trabajos cuyo importe baya de pagarse en efectivo, serán objeto de proyectos regularmente redactados, con sujeciou á las reglas establecidas en la instruccion expedida por la direccion de Obrns públicas con fecha 28 de abril de 4 81~6. Esto no obstante, con la aprobacion del jefe político, podrán exceptuarse de la disposicion anterior las obras de reparacion 6 de cualquiera otra especie cuyo costo no debe exceder de~ 0,000 rs.;para las cuales bastad aua descripcion y presupuesto de-tallado, sino fuere posible otra cosa. Art. 1 O~. Los proyectos y planos de todas las obras de fábrica, cuyo importe exceda de dicha can. tidad, deberAn estar formados por un ingeniero, arquitecto 6 maestro de obras aprobado. Los proyectos de obras menores y de réparacion ó conservacion podrán hacerse por un maestro de obras, aparejador ó cualquier otro hombre práctico, á eleccion del alcalde. Art. 102. Los proyectos y planos de los trabajos que se hayan de pagar en dinero, deberán estar redactados cada año á principios de octuhre. lamediatamente se remitirán al jefe político, que los hará examinar por el inge niero del distrito, y aprobará, si ba lugar, aquellos cuyo presupuesto no ~u-ba de 20,00 0 rs. Los que excedieren de e~ta cantidad ne cesitan la aprol.Jacion del Gobierno.


28~ SECCION SEGU~DA.

Modo de ejecur.ion de los trabr1,jos. Art. 4 03. Los trabajos cuyo importe baya de pagarse en dinero, se ejecutarán por regla general por empresa, adjudicándose al mejor postor en subasta póblica, pero tambien poJr:ln ejecutarse por administracio n , con arreglo á lo que se establece en Íos artículos siguientes. Art, 4 04'. Cuando el presupuesto de una obra no pase de 4,500 rs., podrá el alca lde hacer ejecutar los trabajos jornal ó destajo sin necesidad de autorizacion e:special. Entre los límites de 4,500 a 3,000 rs., podran todavía ejecutarse a jornal ó á destajo, pern con la autorizacion del jefe político. Cuando el presupuesto exceda de 3,000 ~s., los trabajos deberán hacerse necesariamente p<Jr via de adjudicacion . Si anunciada dos veces la sul,asta no se presentare postor, podrá el jefe polltico autorizar la ejecucion de los trabajos á jornal ó a destajo, con tal de que su importe no exceda de 20,000 rs., en cuyo caso solo podrá concederla el Gobierno.

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SECCION TERCERA.

Furma dr la adjudicacion. · Art. 4 05. El jefe polltico formará un pliego de condiciones generales relativas a las adjudicaciones los caminos vede los trauajos pertenecientes cinales . Las condiciones especiales de cada adjudicacion se redactarán por el alcalde, que las somelera á la aprobacion del jefe politico. Art. ~ 06. El pliego rle condiciones fijará, no solamente las épooas de rigor en que deben comenzar y concluir los trabajos, sino tambien la época en que han de estar demediados. Se estipulara tam bien en él, que si en las tres épocas fijadas no estan los trabajos comenzauos, mediados y concluidos, podrá ser comptli do el empresario por el alcalde á llenar en un plazo determinado las condiciones de la adjuclicacion; y que en caso de no hacerlo asi se prosegirán los trabajos á jornal por cuenta de aquel, ó se rescidirá el contrato si se creyere conveniente. Se exigirá de todo empresario el depósito de una cantidad equivalente á la quinta parte del presupuesto, como garantía del cumplimiento de sus obligaciones. Art. ~ 07, Siempre que sea posible, y qu" el

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presupuesto de las obras que hayan de adjudicarse de una vez no pase de '20.000 rs., se verificarán las subastas en la jefatura c:ivil del distrito. A este efecto se concertará al jefe civil con los alcaldes del territorio de su mando, para reunir en su solo edicto y adjudicar en una sola sesion, por lotes dis• tintos, los trabajos que baya que hacer en los diferentes pueblos del distrito. Cuando circunstancias particulares exijan que la adjudicacion de las obras tenga lugar en el pueblo en c·uyo término hayan de hacerse, podrá el jefe político autorizar esta excepcion. Si el presupuesto de las obras que baya o de adjudicarsti de una vez excede de ·20,000 rs., se harán las subastas en la caµital de la provincia a ole el jefe político. Art. 4 08. El jefe político y el civil en su caso determinarán, segun la importancia y clase de los trabajos, si la adjudicacion se ha de \'erificar por la totalidad de las obras que hayan de ejecutarse en un pueblo, 6 bien si se bao de hacer por cada clase de obras segun su naturaleza. Art. ~ 09. Los remates de trabajos cuyo presupuesto no pase de 20,000 rs., se someteran á la aprobacion del jefe político: cuando el presupuesto exceda de dicha cantidad, necesitan la aprobacion del Gobierno. Art . HO. Las subastas se anunciaran con 45 dias de anticipn cion, por Jo ménos en el Boletín ofi. cial, y por carteles que se mandarán lljar r,or los alcaldes en todos los pueblos de 13 provincia. Estos anuncios indicarán sumariamente la naturaleza de los trabajos, el importe total del presup11esto, las condiciones de la adjudicacioo, el lugar, dia y hora en que ba de verificarse, y la cantiiJad que ha de depositar el rematantfl como garantía de sus obligaciones. Art. 4 4 4. Cuando la subasta tenga lugar en la jefatura civil, pasará el acto aote el jefe civil , con asistenéia de uo individuo del ayuntamiento de cada uno de los pueblos interesados, La ausencia de uoo ó varios de estos individuos, no será obstáculo para que se verifique el remate, siempre que conste que han sido debidamente citados. Los remates ante el jefe polltico se harán con las formalidades y con la asistencia de J¡¡s personas de costumbre para actos de esta clase. Si con autorizacion del jefe político hubiere de baceres el remate en i:ualquier pueLlo, de trabajos que interesen solo á este, se verificará 3nte el alcalde fon asistencia del regidor sílldico, de otro concejal y del cobrador nombrado por el ayuntamiento.

(Se contitmará. ) ·


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Origen de algunas flores. La rosa se cree generalmente que es originaria de Oriente. Asi ha dicho Delille, no recordamos donde: Et imperio de Oriente es el imperio de las rosas. La flor de lis viene de. Lidia: crece naturalmente en las márgenes de los arroyos y en medio de las breñas. Los libros sagrados hablan en muchos parages de _ella, presentándola como un símbolo de foocencia y de pureza. La_s litas son originarias de Persia, de donde provino tambien el tulipan.

El heliotropo vino de Méj1co. La camelia de la China. Fué traida á Eu- · - ropa hace ya mas de sesenta 1tños por el padre Camelin, de la Compañía de Jesus. La mas bella de las camelias conocidas es la que crece en el suelo en Casa, te, palacio real propiedad del re-y de Nápoles; tiene mas de diez varas de altura: es sabido que este encantador arbusto es muy amante del calor y de la sombra. La rosa de Bengala y la hortensia fueron importadas á Europa por lord Macarteney, gobernador general de la India, ha ya treinta y seis años. La da'li'a proviene de la América del Sud.

--:---==~s~-= --- ---; Llnvias.-®bseruacürncs bt 2lgosto l)t 18~9.

DE LAS .CANTIDADES DIARIAS DE LLUVIA-, ESPRESADAS EN CENTÍMETROS CÚBICOS Y PULGADAS CÚBLCAS, QUE HAN CAlDO EN EL JA!\DlN JIOTÁ~;teo DE LA M. J. JUNTA DE COMERCIO DE ESTA CIUDAD DURANTE EL MES DE AGOSTO DE 1849, EN CUYO JARDIN _SE HALLA FIJADO AL INTENTO KL CORRESPONDIENTE rLUVIÓAIETRO. Dias.

- L2. - 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 1 o. H. 12. 13. H. 15. 16. 17.

Cents. Cubs.

Sol. id. id. id. id. id. id. id . id. id. id. 'id. id.

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Cantidad media de lluvia durante el mes de agosto. . . O, 77

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JUNTA DE AGRICULTURA~ -=------~=--,,______ H~y ha debido instalarse en Madrid la cado en concepto de director de Et CiiltivaJunta general ó Congreso de _Agricultura dor ( 1 ), y cori tal motivo no podemos me~ nos de manifestar las segur)dades de nnesque se creó y fué -convocado por el real deafecto al anterior ministro de Comercio, tro creto de 26 de julio del corriente año. y Obras públicas, porque no ha lnstruccion Tenemos noticias de las personas que de varias provincias han sal ido para asistir á qlvidado las deferencias debicjas á la prensa las sesiones de la Junta como vocales de cuando se trata de fomentar los intereses dla, y de su ilustracion notoria, así como agrícolas, á cuyo onjeto dedica incesantede la de los demás vocales que residen en mente sus continuas tareas nuestro periódila córte es de esperar· mucho en .benefiéio co, único de su clase-que se pu.blica en Esde una institucion nueva entre nosotros, y paña. Tendremos, pues, a-1 corriente á nuestros de la que tantas ventajas reportan otras nade cuanto ~e haga en beneficio suscritores cione_s_. Creemos que nuestra Agricultura ha de la Agriculturaespañola con ocasion ·de de avanzar mucho en la carrera de los adecelebrarse la primera Junta general ó Conlantos, si, como confiadamente esperamos, la greso agríco la, supuesto que en ella se eny Junta llena cumplidamente el objeto deberes de su mision y prepara el camino que cuentra el director de El Cultivador, quien deben seguir las Juntas ó Congresos de los habrá de darnos conocimiento circunstanciado de todo !o que ocurra digno de notarse. años sucesivos. Antes de concluir estas líneas nos vemos Aprovechando la favorable opor_tunidad precisados, aunque r,or,¡ disgusto, á dirigir de la mayor esteosion que han.de tener en el nuestros suscritores una advertencj_a y. á trimestc.e que hoy comienza los números ó una súplica. La advertencia es, que ausenentregas de Et Cultivador, _daremos á nuesel direcl_or de nuestro per-iódico, tándose tros lectores una noticia tan estensa como sea necesaria y conveniente de -todos los ac( •I ) La ínvitl!cion que se le ha_dirigido es la sitos y sesiones que celebre h Junta general guiente :-Ministerio de Comercio, . Jnstruccion y de Agricultura, é insertaremos íntegros aqueObras pública~.-Agricultura.-S. M. la Reina llos discursos cuya importancia exija que. (Q.D.G.) eu vista de los conocimientos agronórnt• sean conocidos de nuestros lectores . Para cos que distingu en á V. S., y deseando utílizarlcis realizarlo con ia exactitud y puntualidad en beneficio de su provincia y dél Estado, se ha serque deseamos, se nos pl:esentá la 00asion, vido ordenarme invite á V. S. en su Real nombre no menos favorable, de haber marchado á la para que concurra, como vocal, á las sesiones de la Córte para concurrir á las sesiones de. la. Junta genera l de Agricultura, que ha de celebrarse Junta, en clase de voca(que es de ella, el di- . en esta Córte el -1 • del próximo octubre, y en qui~ se han de examinar las cuestiones que rn espresan rector de nuestro periódico, D. JAIME LLANsó. Este sin embargo no. vá á la Junta solo por- en el impreso _adjunto (el pro~rarna que aparecP. en la página 239 del presente tomo de El <J.ultivr¡dor). que sea catedrático de Agricultura de la l\1. l. -De Real órden lo digo á V. S. para su inttiligell:.. Junta_ de Comercio de esta capital y ade- 1Jia y satlsfaccio·n,_esperando que se apresurara á más individrlo de varias sociedades económi- corresponderá tan distinguida eonGanza. Ojos gu.Jr cas, bajo cuyo doble carácter es considerado de á V. S, muchos años. Madrid 31 de agosto de por el decreto de, '.26 de julio como vocal del 18~9.-BRAVol\foRlLLO.-Sr. Director del Cultivador, Barcelona. Congreso agrícola. Ha sido tambien convóTO~IO 11: 25. 1 DE OCTUBRE DE 18°4-9. 0


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diciembre prox1mo e~ que lu\brá de quej dar concluido dicho tomo -para que el ter

podrá suceder que algunos núfI!_eros de El Cultivaclor no salgan á luz ahora con toda puntualidad en los dias que están marcados, ~ mayormente cuando ocurre la ~ircunstancia casual de ser _doble en el último trimestre -de este año la estension ordinaria Je cada entrega, lo cual por consiguiente produce un dob le tral:!ajo en Ja 6poca en que falta el director de nuestro periódico. Sin embargo de ello procuraremos que continúe publicándo-. se .sin interñ:)isio11 en los períódos que están señalados, "Y de cualquier modo el tomo segundó, que es el presente, corresponderá á la época ofrecida, ó sea la de hasta _fin de

cero se dé en todo el año de rnoo. Pefo si á pesar de la eficacia de nuestros deseos y de nuestros constantes desvelos se esperimentase eL retardo que anunciamos, para tal caso demandamos indulgencia á los señores suscritorcs, y tal es nuestra súplica: indulgencia que espe-ramos conseguir, siqúicra por la religiosidad con que acostumbramos á cumplir nuestros compromisos, y atendido tambien que median causas enteramente agenas á nue~trn vol~ntad.

-mJt la ipotQ mas oportuna pata plantar los . . átbolts. . Aun cuaudo la palabra plantacion puede aplicarse á todos los vegetales en general cuando su vegetacion se confia á la tierra por otro medio distinto del de siembra, no obstante el uso ordinario la limita entre los cultivadores á los árboles y á los arbustos. La plantacion de los vegetales leñosos exige una porcion de precauciones, algunas de ellas muy diferentes entre sí, segun cual sea el. objeto q_µe nos proponemo~; pero como no es n\lestro ánimo hablar ahora de todas las operaciones que son indispensables para rrue se haga con método este impórtante trabajo de la selvicultura, por ello nos limitare m·os á hablar en este artículo del esmero con que debe mirar el labrador la época de las plantaciones para sacar de su·s bosques todos el proveqho posible. · La importancia de esta doctrina es mucha en el interés de la economía rural, y basla para ello saber que la plantacion de los árbo_les no es nna operacion natural, como lo es

la siembra y otras. No estando destinados los vegetales, principalmente los leñosos, á mudffi' de sitio, como sucede con las semillas en las que puede operarse fácilmente este fenómeno, han de sufrir algun tanto necesariamente en el acto de la trasplantacion por el desarreglo mayor ó menor que esperimentan sus raices. Pero este mal será aun de mayor trascendencia si no elegimos una época favorable para practicar la opera.cion de que hablamos. - Pueden pla.ntarse los árboles desde la caida de las hojas, en el otoño, hasta· que empiezan á hincharse los botones que han de constituir la vegetacion futura. No és deci1~ que fuera de esta estacion no puedan realizarse las plantaciones ; si~o que entonces el éxito será muy incierto, y dificil mento podrá vivir el áTbol por muchas que sean las precauciones que se tengan. En verano principalmente las dificultades serán tódavía mayores, porque la accion del calórico impide


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qué· la vida del vegetal pueda concentrarse en las raíces, lo que es preci~o que suceda para que surta efecto la plantacion. La -estacion del juvierno es la mas prnpia para plantar los árboles, en razon de que teniendo entonces la savia un curso muy lento, lejos de permitir esta que la planta despliegue nuevos órganos ni que aumenten ó crezcan los que están en embrion, la vida se concentra en las raíces, y de ello resulta el que agarren bien las varias raicillas que se de~prenden de la raíz pri.ncipal. Además, durante la estacion del frío la temperatura ambiente ó libre está mas baja que la del interior de la tierra, de lo que depende que las raices esperimenten mas calórico que las restantes partes del vegetal, y de esto el que se desarrollen con mayor facilidad las raicillas que han de alimentar la planta. Es necesario para que prenda un árbol trasplantado que las raíces gozen de mayor actividad vital que las ramas, ó en otro caso no podría efectuarse el despliegue de las raíces capilares que son indispensables para la futura vegetacion , ni tampoco podrían mantener su vigor las que ya existían. Un árbol trasplantado durante la estacion del calor no puede hallarse en circunstancias convenientes para que se opere con buen resultado el fenómeno de que hablamos; porque obrando en esta época el calórico y el lumínico con intensidad sobre las parle~ verdes de lá planta, la savia corre con una rapidez estraordinaria, la vida del vegetal se distribuye con notable actividad por entre los órganos foliáceos, como lo acreditan la.estension que van tomando los ·que estaban 'formados y él oesarrollo de otros nuevos, y la raíz del ár.bol, lejos de guardarse porcion alguna de savia con el fin de darle aumento y de formar raicillas nuevas, la envía con celeridad á las partes altas para producir las hoja•s y los frutos. La práctica nos acredita esta verdad; y si observamos lo que -pasa á ·nuestro alrededor, n..otaremos que el tronco del árbol s-a desarrolla en los meses de vegetacion, y que las raíces al contrario crecen principal mente durante el invierno. Aun cuando esta es la época del año mas

29~ á propósito para plantar los árboles, lío es

tan general esta regla que no pueda téner sus escepciones. Las cualidades del suelo, la naturaleza del árbol y ciertas·-precauciones ó prácticas del arte pueden modifica i: de tal manera el resultado, que podamos determinarnos á plantar los vegetales lefiosos aun en el vorano_. En los terrenos arenosos, secos y calientes podremos ·ha·cerlo durante la estaciou del otoño, porque la mayor temperatura que gozan estas tierras hace que ya err los meses de setiembre y octubre puedan agarrar las raíces del árbol trasplantado y formarse otras nuevas á causa de la mayor vitalidad en que están las partes inferiores del vegetal: Todo lo contrario sucede en los suelos arci-llosos v húmedos, en los cuales convendrá aguarda"r ·para hacer la plantacion á qne esté ent acta ya la primavera, porque siendo los terrenos arcillosos de una naturaleza Fria, se necesita que el'sol haya calentado la superficie de la tierra para que la operacion tenga un éxito favorable. Convendrá tambien plantar en otoño los árboles que florecen muy al principio de la primavera, porque estos árboles pierden mas pronto su hoja, y por ello la accion vital se concentra en las raices con mayor anticipacion de lo que sucede.con los restantes vcge= tales leñosos. Es tan necesario observar esta regla, que de ello depende el que las trasplantaciones de vegetales de esta naturaleza tengan un buen resultado. Todo lo contrario á lo que acaba'mos de decir sucede con ·los árboles que temen mucho él frio. Estos, por la misma circunstancia de que el descenso de la temperatura ·les · causp. daños gravísimos, convendrá que _los plantemos en la primavera, porque como en ellos tarda la savia en ponerse ,en movimiento y en desplegarse las 1emas, s.uccde que queda el esp¡¡.cio de tiempo suficiente para agarrar las raiccs aun cuando la plantacion se haga a1gun tiempo despues del invierno. Por lo que mira á los árboles que no pierden la hoja, será asimismo conveniente aguarda~ á plantarlos á mediados de la primavera, que es cuando empiezan á moverse


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los botones. Pero como entre estos árbo1es los_11·ay de d)fere.nte naturaleza, · pues que unos son mas sensibles que otros á la impresion del frio, por ello las plantaciones pueden hacerse en otras épocas que no sea la primavera. Los cuidados que demos á Jos árboles trasplantados contribuirán cierlamente á que la operacion .pueda practicarse en ocasion disti.nta del invierno. Si despúes de pJantado el -árbol en verano procui·amos conserv;ir en s-ús raices un frescor y una humedad constante; á la par que pn abono proporcionado, se mantendrá en ·su fuerza la végetácion, y'con esto·s cuidados agarrarán las raices apenas descienda la tempera(ura. Pero es preciso tener en cuenta que en estas plantaciones, así como en las de los árboles que· no pierden la boja, deben acortarse ántes las ramas y la_s ramillas, y aun cortar, valiéndose d·e unas tijeras, todas las hojas que tenga el vegetal. Es muy obvia la razon de est,a práctica. Se funda en que siendo las hojas los órganos por donde la planta exhala durante el dia una gran cantidad de agua de ,;egetacion, esta debe ser reemplazada por la absorcion de las raices, si queremos que se guarde el equilibrio vital necesario para el ejercicio de lns funciones ; y como luego de trasplantado un árbol no es posible que s.us raíces absorvan de la tierra aquella cantidad de savia que se necesita para sustituir á la que evaporan las hojas y demás partes verdes de la plantá, claro esiá que en este ca:;-o el vegetal se irá agotando, las.funciones se debilitarán notablcmente,Jas raíces llQ p0drán desplegar sus hebras ca-pilares, y en conclusion morirá la planta. Vemos algunas veces que un árbol trasplantado vive por cierto espacio de meses, y que despliega hojas y llores sin que se hayan formado raices nuevas ni hayan agár·rado la-s que el árbol llevaba consigo. De este fenómeno parec,e ·que debia deducirse una consecuencia, .y e:;; que no es nec~saria- la formacion de nuevas raices para que viva un árbol tras-plantado. Mas no resolYeremos en este sentido la ,cuesti-on por poco que nos paremos en los preceptos de la fisio\()gía que nos enseña á esplfoar este fenómeno de dis-

tinta manera. Porque si bien es cierto qqe un individuo vegetal, principalmente leñoso, puede vivir afguQos meses y aun desplegar hojas y flores sin que haya desarrollado nuevas raices, esto se debe solamente á la cantidad de agua de vegetacioo que se . ha introducido dentro de la planta por la fuerza higroscópica de sus raíces, y acaso por otras propiedades físicas, cuya agua de vegetacion, di_solviendo las cantidades de fécula y demás materias nutritivas que la naturaleza ha depositado entre las mallas del tejido del árbol, son trasportadas por la fuerza de la circulacion á los varios puntps del vegetal, principalmente á las yemas ó bo-· tones _que, apenas se eleva la _temperatura ; despliegan hojas ó flores, ó ambos órganos á la vez. Y porque se hayan desarrollado estos órganos, ¿podemos decir que vivirá él vegetal y que se halla asegµrada la trasplantacion? No : no deberemos .decirlo,. porque ya hemos visto que el despliegue de nuevos órganós se ha veriffoado por las sustancias nutritivas que la vegetacion preced'eote _habia depositado, y_ nó por la savia que las raices absorvieron, la cual era. de todo punto insignificante para que se operara el fenómeno. Por ello vemos con bastante frecuencia que un árbol que se plantó en invierno ó en la primavera brota. y fructitica en la primavera ó veraoo inmediato, y mue.re apenas empieza el otoño, ó á lo mas durante el invierno siguiente. S: examinamos este vegetal, observaremos que sus raíces no agar~aron ni se formaron otras nuevas , como sucede . cuando la operacion ha tenido buen resultado, y que lejos de haber aumentado su diámetro el lronco y las ramas, han disminuido notablemente de volúmen á causa de las materias que preslaron á las hojas y á las flores. De este desequilibrio vital ha.. de nacer necesariamente otro que-es el agostamiento de las raices, las que no pudiendo fortificarse á causa del so-· brado estímulo de las partes verdes del individuo, ha d'.e seguirse indispe'nsablemente la muerte de las partes b~jas de la p.lanta. EsLa teoría , sobre la qile-está basada la trasplantacion de los árboles, nos conduce á algunas consideraciones esenciales-que son:


293 4 .ª que debemos verificar esta operacion, por regla general , solamente en invierno, que es cuando la vida de pl,anla eslá circunscrita ó encerrada casi únicamente en las raices: 2.ª que si la plantacion de los árboles se practica en primavera ó verano, de-· hemos quitar una porcion de ramas y ramillas, las hojas, y aun gran parte de yemas si queremos :'!segurar el buen efecto de la operac10n: 3.ª que la planlacion será Lanto mas cierta en su futumdesarrollo, si procuramos que las raices gozen de una temperatura ma~•or de la que haya en las restantes parles del árbol, á fin de que la concenlracion de fuerzas vitales pueda hacer que se desplieguen raicillas en los varios puntos de las raíces principales, y que estas puedan absorver, por las leyes físicas,:una mayor suma de líquidos que mantengan en eq"uilibrio los humores de la planta. Para lograr estos

resultados será conducente que en el acto de la plantacion se entierren al rededor del árbo[ algunas materias fertilizantes de lenta descomposicion que vayan produciendo gases nutritiv.os y que aumenten la temperatura del suelo donde esten colocadas las raiqes, al propio tiempo que convendrá regar con frecuencia los árboles trasplantados para que las raices puedan absorver, por esas mismas leyes físicas, una cantidad de agua que, unida á los gases, servirá de alimento á la plan~ la, y asegurará mas y mas el resultado de la operac1on. Hemos concluido el presente artículo, y con rnolivo de él recordamos el qu.e acerca del plantel ó criadero de árboles frutales publicó el Balear, periódico de Palma, cuyo artículo es el que insertamos á continuacion.

Los antiguos para renovar los pocos árboles frutales:que cultivaban, no empleaban mas que arbolitos desarrollados naturalmente en los montes ó bosques, y. casi siempre plantados de hecho en sus jardines ó vergeles para ingertarlos. Aun en la actualidad, en varios punlos¡de España y otras naciones donde la ,agricultura está mas adelantada, se bu can por el -mismo medio algunos piés para los plantíos particulares; pero los verdaderos plantelislas, los:que especulan con este género de cultivo, han abandonado hace mucho tiempo, tal sistema, no solo por la imposibilidad de encontrar el }plantío necesario, sino por la mala calidad de semejantes )iés que.por l(comun no proceden de

granos, sino que consisten en vást~os de troncos viejos mal enraigados y de diferente edad. Sin cmbargo,como esle plantío procede del tipo original de cada especie, y que en su consecuencia es mas fuerte y robusto que cualquier otro, no debe descuidarse el poner cuantos.} medios sean dables á fin de procurársele por la siembra de granos de los árboles si 1ves tres. La experiencia ha dado á conocer, que los productos de las semillas de árboles ya mejorados por el cultivo, proporcionan ,piés mas débiles y mas propensos á resentirse de las variaciones atmosféricas ; pero que los frutos de las especies que en ellas se iugertan son mas hermosos y mucho mas sabrosos que


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los de las especies ingertas en piés directamente procedentes de vástagw, silvestres. Ha C?mprobado igualmente la esperiencia, el que los ingerlos hechos en algunas especies del mismo género, ó en algunas variedades de la misma especie, dan frutos todavia mejores y mas superiores 6 mas tardíos, cuyas circunstancias debieron inclinar al hombre á que se decidiese y empleara estas especies y estás variedades con la frecuencia que en el dia se practica. Por lo tanto · no deben sembrarse indiferentemente todas las especies de semillas en un plantel de árboles frutales; debe fijarse de antemano y con anticipacion la naturaleza y número de los árboles que se quiera multiplicar, porque en cada especie, la ciencia y el arte consisten en fij ar y determinar la produccion de una variedad mas bien que otra, ya sea temprana, ya tardía. Las especies botánicas de los árboles frutales que se cu1tivan, varian, como es naturalr en las diferentes provincias y aun en los diversos puntos de ellas; y como .no nos referimos á ninguna en particular, nuestras nociones son generales, siendo por otra parte imposible entrar en pormenores estensos en el artículo de un periódico. Lo comun es cultivar el manzano, peral, membriHo, cerezo, guindo, ciruelo, albericoque, melocotonero, almendro, limonero, naranjo, azufaifo, acerolo, avellano, nogal, castaño, níspero, serva!, higuera, moral, morera, grosellero, sangüeso, vid, etc. etc. Si fuéramos á citar las variedades que los jardineros tienen por especies, babia que formar un catálogo de mas de seiscientas. ,El cultivo del nogal', castaño, níspero, avellano y otras, cuan.do no se ingertan, es el ~ismo·qu·e en el de los árboles de mon te y bosque que describim0s en el arLículo anterior (1 ). El de la vid es especial. y requie re ·un artículo ad lwc que incluiremos en uno "de los números próximas.El-de sangüeño y grosellero nada tiene de particular y se parece al de los árboles dr. adorno, de la segunda élase, que describiremos en el número inmediato; y el de la morera y moral se com(1)

Es el que se halla on el lomo 1 . 0 , pág. 4-03 .

prenden en los árbol'es de adorno, de la quinta cla~e, por fo que trataremos de ellos en el mismo artículo. La.;; especies á que en este escrito nos referimos se dividen en árboles de pepittt,, tales como el manzano,· peral., limoner.o, naranjo y membrillo; y en árboles de hueso, como el ciruelo, guindo, cerezo, alberjcoque, melocotonero, almendro, etc. Los irboles con pepita destinados á seryir para patronos de ingerto de:especies mas perfeccionadas, proceden ó de semilla, ó de acodo ó de estaca. Las semillas, segun manifestamos en el primer artículo, deben tomarse: unas de los árbo!es que crecen en los montes 6 bosques, 6 que directamente proceden de estos últimos; y otras de árboles ya mejorados por el ingerto y un cultivo prolongado. En ambos casos se elegirán las mas nutridas y las m~s maduras que se pueda, se conservarán en el mismo fruto cuanto dable sea, y en seguida, en un terreno fresco, se siembran inmediatamente que haya dejado de helar, yaensurcos, ya á voleo ó esparciéndolas, pero siempre muy claro, cubriéndolas cuando mas con un dedo de tierra muy fina. · Nacida la planta no tiene necesidad, el primer año, mas que el de escardarla con mucho cuidado y regarla algunas veces en las grandes sequías. Hay plantelistas que riegan frecuentemente las semillas para adelantarlas segun dicen, denominándolo brotar al agua. La siembra tratada de este modo es en efecto f!lªS hermosa y lozana en aparien- · cia, que la que no ha recibido mas agua que la del-cielo; pero acarrea ó está expuesta á los mismos inconvenientes que la que se practica en tierra pingüe ó de superior calidad. Desde el momento que deja de rnga_rse, y esto tiene por precision que su.ceder , desaparece su aspecto seductor, desmerece, se po~e lánguida y marchi ta , concluyendo por morir. Por lo tanto debe abstenerse cualquiera de obra r de tal manera cu-ando se piense y quiera traJJajar con utilidad , ya para sí, ya para los demás . Algunos plantclistas .dejan .los piés ó e} plantío en el mismo paraje por dos años; pero este método no debe a~optarse mus que


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cuanuo no se ·disponga de otro terreno par_!)- 1 conveniente. B-asta con haber permanecido el trasplanto y criadero, ó cuando se siem- · algunos años en las pr(_)vinciás en que se culJJra para vender los arbolitos á otros plantiva en grande la manzana, naranja, etc. telistas que quieran los piés baratos. (Asturias, Murcia, etc:) para bafier notado El trasplanto debe hacerse en el invierno: los piés que se pierden en .un huracan de alalgunos lo comienzan antes, otros le retra- gunas hora!-, y por lo tanto convencerse de san. Mucho tiempo se ha cuestionado para la necesidad de conser.var en el trasplanto }a decidir el si los plantíos tempranos son mas raíz central, al menos en este caso. ventajosos que los tardíos; pero estas disEs raro cortar Ja guia al arbolito frutal al putas han procedido de no entenderse y de trasplantarle; lo comunes reservar esta ope.: no haber fijado las épocas ó motivado las racion para el segundo año, y aun esto solo circunstancias, en los piés que_brotan irregularme-nLe 6 que Puede decirse, que desde el dia en que la su vegetacion es débil, pue<; obrar asi es hacaida de la hoja ha indicado, no la cesacion cerlo conforme á los verdaderos principios de la savia, comocomunmente se cree, sino su ·de la ciencia. dismínucion, hasta el en que el abultamienEn los planteles de árboles frutales, como en to de las yemas anuncia que adquiere nue- los de mon-te y bosque, se practica el trasva actividad, pueden plantarse los árboles planto de tres modos; y como éñ estos úllifrufales, siempre que el tiémpo esté_templa- mós, debe preferi_rse al de_! plantador. el vo .. do y húmedo , deb1errdo abstenerse cuando rificado con la azada ó azadon en hoyos par-es frio y seco. ticulares 6 en zanjas, con lanta mas razon Lo que milita mas _en favor delos plantíos cuanto no debiendo estar en el criadero i;;ino tempranos es, q_ue la tierra tiene el tiempo muy poco tiempo, pueden estar mas cerca, de sentarse é introducirse al rededq_r de las es decir, á diez y ocho 6 .veinte pulgadas, raiées, y que los dias lluviosos del in'Vieruo · poco mas de pié•y medio. · favorecen esta colocacion; mientras que en Durante el primer año del trasplanto se la primavera, la v.egetacion se desarrolla remueve un poco la tierra dos ~~es y se escon vigor y lozanía, en consecu-encia ·de u-11 carda cuando haia necesidad ; pero al sitiempo húmedo y caliente, antesquelos hue- guiente , además de estas faenas, se dejan cos que existen en la tierra por la misma con un tallo los piés que han brotado muoperacion del trasplanto, se hayan podido chas varetas, suprimiendo los brotes muy llenar por no haberse amontonado ó coloca- irregulares, asi corno -los que indiquen, por do la tierra, lo cual evidentemente perjudiuna vegetacion lánguida, no haber proporca al arraigo; pero en este caso. pueden su- cion entre el tallo y las raices. Si se quiere plirse, µor el riego, las lluvias naturales. que los árboles tengan en lo-sucesivo una El trasplanto debe hacer se con las mismas forma ó figura dada, se comienzan á dirigir precauciones que manifestamos en el ardesde la primer poch. Todas estas operaciotículo anterior reclamaba el de los arbones se hacen del mismo modo que para los litos de monte y bosque. Los plantelistas árboles de monte y bosque,. y con iguales cortan, por lo ~omun, el nabo 6 raiz. central; precauciones. · pero convemlria reserváran cuando menos Al comenzar la primavera del cuarto año, el de los pl:,mtíos procedentes de piés sil ves- si es regular, se quitan los tocones de los tres, que colocados al aire libre deben tener piés, sea cualq.uiera el paraje en que se entodos los medios que les facilite resistir !ns cuentre, y se ponen tutores· á los qµe tomen · tormentas y los huracanes, mientras que los mala direccion; luego se dá una labor ligera que se trasplantan al abrigo y '.sitios cerca- con azada 6 &zadon. · dos, debiendo ser mas pequeños 6 formar Durante los veranos se retu~rcen los broespalderas, no tiener1 necesidad de ·estar .laÍ':t tes de los tallós y se detiene 6 suprime el agarrados á la tiena, pudiendo en su con crecimiento en alto de los mismos tallos·, secuencia privarles tlel nabo con menos incortando á siete ú ocho pié de tierra los


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que no l.o hayan sido ·en el segundo año. Al quinto está formado el pié y puede ingertarse, aunque algunos esperan al sesto. ~ Cuando un iogerto· marra! no queda mas recurso que hacer otro a·l año siguiente un poco mas abajo, ó hacer muchos en escudete en dos ó tres brotes inmediatos al tallo. Este método tiene la ventaja de ilo disminuir el valor intri-nseco del árbol, pues está com- . probado q·ue cuai;ito mas bajo es el ingerto, cualquiera que sea el -vigor del patron, menos belleza -y duracion adquirirá el árbol al air~ libre. Cuando un árbol se corta muchas veces á rás de tierra por no haber agai-rado los ingertos, sucede que nunca reconoce, vive menos y se desprecia por todos: Los plantelistas honrados jamás deben vender piés d~ esta clase. · · No solo deben adquirirse patrones para ingertar árboles que se han de plantar al.aire libre, sino que e~ necesario proveerse de los que proporcionan los árboles enanos de todas las especies, pues son muy apreciados; auur¡ue siendo enteramente obra del arte, no duran tanto corno los ingertos ordinarioi;:, y m~nos aun que los practicados en patro-. nes sílvestres. El hombre, degradando á la naturaleza, ha sabido mejorarla en beneficio propio, pues no ·hay ·uno que ignore el que las amenazas procedentes de árboles guiados en espaldera ó en rueca son gen~ralmente mas preciosas y mejores que .las que se ~ogen en los criados .al aire libre; pero tambien los que las producen envejecen mas pn,nto que los demás. Los árboles de hueso se. multiplican en general en las almácigas '. por medio de semilla. Hay no obstante algunos que pueden multiplicarse por ren~evos ó por acodos, principalmente el cerezo y el ciruelo, pero los piés que se lograg. son Ínfei:iores á su procedencia. Teniendo los huesos un tamaño regular, pueden sembi:a·rse casi todos á mano con la mayor facilidad y á distane:ias regulares y exactas para que no haya necesidad de trasplantarJ.os anies de la. época en que con ven- ga practicar esta operacion: la di'stancia conveniente será como cosa de unos piés;

púo por muy ventajoso que sea este métodó es muy raro le adopten los plantelistas, en razon de la pérdida de terreno que -acarrea. Sucede con demasiada frecuencia que _estos huesos, espeoialmente cuando no se han conservado con las precauciones convenientes, que han tenido tiempo de resecai:se por haberlos conservado espuestos, al aire, no germinan hasta el segundo año, y es menester ~aber esperar, porque, á no ser que se saquen para colocarlos en cama caliente, no !1ay medio de acélerar su germinacion. Esta sol·a circunstancia debe obligar á que los plantelistas no echen los huesos á la tierra hasta que hayan germinado, pues es el único caso en que pueden asegurar, ver y contar con el producto en el mismo año. El conocimiento particular mas importante que debe tener un pl ;rntetista que quiera dedicarse al cultivo de los árboles frutales de hueso, es el de las especies en que~con ventaja pueden ingertarse las otras. En general, como el ciruelo es el mas fácil de adquirir por vastagos 6 por siembra, y como el almendro es el que está mas pr,onto es disposicion de ser ingertado, son los que se pt'efieren en las almácigas para ingertar no solo suil variedades, sino las del albar-icoquero, peTchigo, ele. En su consecuencia es muy raro que se siembren huesos en estos dos últimos árboles. El cerezo es, entre los árboles de hueso, aquel cuyo cultivo es el mas rústico, pues casi no existe en parte alguna mas que al airr!~libre y es el mas rebelde para la poda . Para procurarse patrones en que ingertarle, se siembran huesos de cerezo ~ultivado y, aun lo que es mejor, de cerezo silvestre .. Se obtienen tambien de sierpes que brotan na. luralmente al rededor de piés viejos, 6 cuando se obliga á que sus raices las produzcan por medto dé heridas ..Estos vástagos se llevan al criadero como los arbolitos de pepita de tallo alto, exceptuándose solo, el que como brotan mas pronto, se les hace ganarun año, es decir, que se les pone en una vareta, se desmoc·han al segundo , formándoles la cabez.a al tercero, ingertándoles á la a!Lura de cuatro 6 cinco piés al cual'to. Cuando !)l iogerto, que debe ser .al_cachado, ha marra-:


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do, se hace al escudete al año siguiente, so- pueden considerarse como formados á los bre la matlera nueva que ha brotado cerca tres años, y los que proceden de sémilla á los de la punta. Es raro hacer el ingerto de -és- cuatro. cudete en un patron de dos años , porque Los almendros, albaricoqueros, perchigos, perjudica á la belleza del tallo y retarda su melocotoneros, etc. exigen absolutamente el engruesamientó_. , mismo cultivo en la almáciga, escepto que La siembra del ciruelo no se diferencia de como es mas fácil sembrar á m~no sus bu ela del cerezo ; sin embargo exige algunas sos, se colocan siempre en hilera á la disprecauciones mas, porque los frutos, con cu- tancia cuando menos de un pié, y como la. yos huesos se practica, estan mas separados cáscara es mas-dura se entierran á tres pulde la natu·raleza primitiva de la especie. De- . gadas , teniendo la precaucion de P.Oner la ben preferirse los huesos de-las especies mas punta_: hácia abajo. No deben sembrarse. tavigorosas, pues al. propio tiempo son mas les huesos, en cuanto sea posible, sino desadecuadas para que el ingerto e:,té seguido pues de haberlos hecho germinar primero,' de mejores resultados, debiendo escogerse los como queda manifestado, porque de ·todas de los frutos mas hermosos y maduros. las semillas de los árboles frutales son las Es muy comun muitiplicar los ciruelos que mas gustan á los animales deJ género de por sierpes, por la faciljdad q1,1e hay de en- las ratas, ,siendo por otra parte su gérmen contrarlos al rededor de. todos los árboles uno de los que con mas facilidad )e resienque se han plantado sin nabo ó raíz: central, ten de las cortas heladas que suelen caer en por ganar y por ahorrar un año de este mo- primavera. Se preferirán en general las aldo el trabajo de la siembra; pero un plau- mendras de cáscara delgada, pues germinan telisla debe ser moderado en sú_uso, porque mas pronto ; pero pueden emplearse todas jamás dan árboles tan hermosos como los con la misma ventaja, y aun muchos planprocedentes de ingerto practicado en patro- telistílS buscan con preferencia las almendras nes nacidos de semilla, y se aniquilan pron- amargas, por dar .piés mas hermosos y roto po,r los muchísimos vástagos que brotan bustos. El almendro y el ciruelo abastecen todos los años. Pueden igualmente reprodu- de patrones para el albaricoquero y percbicirse por estaca, pero es rarísimo el que se go, siendo raro sembrar en los planteles, emplée este modo. huesos de estos dos árboles. Los ciruelos se ingertan como los cerezos; Los árboles á que nos referí mos prosperan y como se prestan perfectamente á la poda, en tierras ligeras ó poco sustanciosas, peto pueden dirigirse como se quiera. Se inger- que las bañe bien el sol. Por lo tanto se semtao, los que se lleva la mira de darles una brarán en la parte del plantel que esté mas forma, á ojo durmiendo, prar,ticando el in- en relacion r,on esta naturaleza del terreno y gerto á algunas pulgadas de tierra. en que pegue mas el sol. Los ciruelos proce~entes de renuevos ,


ABONOS.-&UANO FRANCÉS. Ya se sabe· que los estiércoles valen tanto Nosotros. recomendamos á todas las permas cuanto mayor es la proporcion 'de sussonas inteligentes dedicadas al cultivo de tancia orgánica ó azótica.que contien.!!n. Por sus tierras, que esperimenten esta compoesto son preferidos los estiércoles de sustansicion, que ha dado á Mr. Didieux· un ter cias animales, como la freza del carnero, ó cio de aumento en la cosecha de los cereales, {en la paja y en el grano). La facilidad el escremento del caballo, á los de vegetay economía de dicha composioion la hace les; cuya diferencia consi~te,- en que los aceptable •á todas las · fortunas, tanto mas primeros. contienen en sus elementos cons~ilutivos, una Cllntidad de gas azoe mucho cuanto que sus felices resultados se fundan en los buenos principios químicos. mayor que los segundos. Y de aquí tambien Hé aquí como ha preparado el agricultor que entre los estiérc.oles de _sustancias ani. males los mas éticaces sean los mas carga- francés este abono. Toma 2,500 kilógramos ( 1 ) de estiércol dÓs de azoe, tales como la sangre, lana, perecien extraído de los establos, lo estiende )o, plumas, etc., llevando una sup.erioridad á manera de-capa y lo polvorea con 25 li cstraordinar-ia aun á estos, por la m'isma tros ( 2) de yeso caido ó muerto. Asi contira;ión, los orines podridos, la paloinina y el núa formando capas hasta elev-ar un cono ó guano. Este estiércol nos viene de América en · rina pirámide bastante alta. Entonces principia otra, -y asi sucesivamente hasta.cubrir, donde es. conocido y empleado hace ya si~ si es posible, toda la heredad. glos como medio para fertilizar las arenas Polvoreado el estiércol con la espresada de las áridas costas del Perú y Ilolivia. Socantidad de -yeso, el amoníaco procedente bre su oríge!\ y fo~macion b_ay varias crpide fa descomposicion de las materias aniniones, suponiendo una de las mas probamales y vegetales, se combina con el ácido bles que e.s el resultado de la acurnulacion sulfúrico que entra en la composicion del de los esorementos de millones de aves acuáyeso, y se forma un sulfato de amoníaco, ticas. En. su composicion y en sus efectos sal no volátil, que queda mezclada con el se parece mucho á la palomina, y en todos estiércol, y que, como ya hemos dicho, por la los terrenos, particularmente en los prados, gran cantidad de azoe que contiene es uno produce resultados tan pront9s como esde los mas poderosos abonos. La cal, por su traord·rnarios, por ser uno de los estiércoles parte, se combina tambien con el ácido carmas activos y mas calientes que existen . . Nuestros agricultores apenas tienen noticia b~ioo. En este mismo principio se fundan los rede ese estiércol, cuyo uso se ha estendido sultados ventajosos que pueden obtenerse sobre ·manera en Inglaterra y Francia. Pero con la orina, particularmente en los prados por su gran carestia y cortas cantidades en que existe, en proporcion á las necesidades ·natura-les y artificiales. Ilasta impedir, de la rriisma mancrá, que esta sustancia pierda de la agricultura, se ha procurado sustituir las sale¡; amoniacales que como· producto de su accion con otro estiércol que reuniese las su fermentacion contiene . Se añadi_rán al mism as condiciones, y al fin parece ·haber lo onseguido Mr. Didieux con la composicion 1\e un abono que compara al guano verdaLi ) u,'t3 4' l1Liras españolas dero.

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Unos üO cuartillos.


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efecto otras sustancias capaces de fijarlas, como son : yeso, caparrosa verde, sulfato de cal ó algun ácido comun. Para cada qui'ltal de orines son suficientes 1 ½ ó 2 onzas de cualquiera de las tres primeras sustancias-, ó bien d~ ácido clorídico, ó la mitad de esta

cantidad de ácido sulfúrico. Así se conservarán muy bien los ori1res sin pérdida <le.amoníaco, pudiéndose ·guardar en los receptáculos destinados al efecto todo el t~ecripo que se quiel'.ª· (E~ Amígo ele! pueblo) .

DEBE REGARSE.

Como lo ha dic~o ~ri sábio distinguido, -j cuando los dias sean menos largos y la luz ~sin agua no hay v-egetacion». Más como no menos activa, las plantas exigen entonces tenemos siempre á inano, ni disponemos á - mayores cantidades de_ agua que d_urarite el nuestro arbitrio de las lluvias, que son las verano, porque el nacimiento de los nuevos que constituyen lo~ riegos naturales, de órganos y la estension que van tomando los aquí la precision .en que nos ha(lamos de ya formados 'ocasionan:la exhaladon de cJ·e-servirnos de los riegos artificiales para ob- cidas porciones de agua que el riego debe tener cos_echas que en otro caso no nos se- reemplazar. Asi, pues, al asomar la primaría fácil conseguir, á lo: menos en las esta- vera, y al momento que veamos que !a vegetacion comienza á mo"verse empezaremos ciones- que nos propusiéramos. tambien el riego para facili_tar el desarrollo Aunque el agua sea.absolutamente indispensable para la vida de las plantas, no es de los órganos foliáceos que han de constituir la base de la vegetacion de aquel año ; igual, sin embargo, la necesi-dad del riego y esta práctica debe observarse co~ parUcu todas las épocas: Sentaremos como regla cularidad en los prados, atendido que las. general, que los riegos deben ser mas freplantas herbáceas corren muy rápidamente cuentes en las épocas en que la vegetacion es mas activa y en que el suelo sufre una los períodos de su vida, que debemos seguii: mayor eyaporacion, _y por ell.o, pa:ra esplicon cuidado para sacar de ellas·todo el_pro- · car debidamenle el epígrafe con que eneavecho que nos ofrecen. )Jezamos esle articulo, dividiremos· las époCon todo, el riego no debe ser igual en cas del riego en épocas del año y ·en épocas toda· la primavera: debe arreglarse al esta<lel dia. do peculiar de la planta, ósea, á sus creces, Épocas de{ año en que principalmente con- .,siendo. por ello necesaria menos cantidad al viene regar:-La _primavera y el verano son principio de esta estacion que durante su las dos estaciones en que la vegetacion es curso y principalmente hácia su fin, porque mas activa, porque abundan mas-el caló.rico en los primeros di~s de la primavera, como Y l_a luz. Por esta .misma razon, en estas dos apenas las yemas ó botones empiezan sus époc,ls el riego debe ser mas frecuente, con evoluciones, n·eccsita poca agua, cuando al fin .de 1, misma estacion es muy crecido el especialidad en la primavera en que aün


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número de los órganos nuevos que han to~ sean mas lentas, que las raíces absorvan tne mado ya un- desarrollo prodigioso. En los nos, y que pQr consiguiente sea tambien m evegetales que han de servir pa~a pastos, es-nor la exhalacion de las hojas. Y como el tas creces sun tanto mas rápidas cuanta maobj eto del riego es 'el de reem pi azar las péryor sea la cantidad de riego que se las dé; didas de agu a que la _planta esperimenta por y esta feliz ctisposicion de la uaturaleza debe la exhalacinn, no siendo e,;ta tan abundante aprovecharla el cultivador para mantener en verano como en la primavera, por ello el - con de·sahogo SU/, ganados y dar mayor es-riego ha de ser menor en la primera que en tension á sus productos rurales . La razon la segunda estacion. está en que aumentando el riego, y con él La práctica 'nos contradice, sin embargo, el <lesa rrollo de los pastos, podemos s1igar esta observacion; es decir: que á pesar de do~ ó mas veces al año los prados, lo cu a l ser cierta la doctrina fisiológica que acabano se verifica ri a si el agua escasease. mos de establecer 1 notamos que el riego ha de Pero todos los vegetales necesitan una ser mas frecuente en el rigor del verano que misma cantidad de riego en el verano y en . durante la primavera. ¿Y porqué? Verdad es la primavera. Esta cantidad la determinaque debemos regar con mayor frecuencia en rán la naturaleza de las plantas que se cuL-los meses de julio y agosto que ,e n los de tiv en y la del terreno en que ell as vegeten. abril y mayo, no cbstanteque en estos últiLas plantas anuas, como que crecen con mamos meses las plantas absorven mayor canyor rapidez que las perennes, exigen mayo-tidad de agua por las raíces y exhal a n mas . r es ri egos, ó al menos mas frecuentes, a si abundancia de vapores acuosos por s us hocomo el agua ha de distribuir"se tambien en jas; pero atiéndase á que la mayor cantidad mayor porcion éntre los vegetales muy rade riego que debemos dar en verano no demosos que entre los que tienen las hojas espende de la necesidad que la planta tiene de ell a por las pérdidas que es perim enta, sino casas. Por lo que hace á la naturaleza del suelo, se observa que los terrenos arenosos por la poca que absorve por las raices á causa de evaporarse en gran parte la que el suey calizos deben regarse con mas frecuencia lo contiene p or la elevacion de la temperaque los de cualidades opuestas, porque los tura y por el muclio lumínico de esta estacion. primeros dejan correr el agua con mucha libertad ó la absorven en gran manera á Por esto observamos que los terrenos arenocausa de su calidad mineralógica. En los sos se seca n con la mayor facilidad, y que las plantas que vegetan en ellos se agostan en terrenos de pendientes, y en los campos en que la facilidad ó la- perfeccion de las labobreve sino las regamos con frecuencia. re hubiesen dado al suelo una gran poroEpoca del dia en que conviene regar.-No sidad necesitan tarnbien de mucho riego, y es indiferente escoger las horas del día para lo propio sucede con las tierras bien abo-el riego. Segun cuales ell as sean así las plantas aprovechan mejor el beneficio del agua, nadas, porque siendo en estas muy abuny aun hay una economía en la cantidad de dante el mantillo ó tierra vegetal, se hace líquido que empleamos. En verano convi ene · indispensable una gran cantidad de agua regar por la mañana antes de salir el sol; para disolver los prinéipios fertilizantes que y por la tarde, <lespues que este astro se ha contiene. puesto, porq¡¡e si regásemos durante el dia, Ya hemos indicado que aun cuando en vesería poco el beneficio del riego por la mucha rano el calor sea intenso y mucha la luz, las evaporacion que el calor babia de producir. En plantas no necesitan ;tanta agua como en la inviernoporel contrario convendrá que se den prima vera . La razon está, en que si bien en los riegos durante el día, y aun mas oporla estacion del verano los órganos foliáceos tuno será darlos eñ la fuerza del sol, porban tomado ya su incremento y tienen sus suque si regásemos por la noche es muy posiperficies mayor estension, les falta no obsble que se hielé el terreno por la baja tante la. juventud que ~enian la primavera, de la temperatura , y_ tambien el que las c uya circuns1anci a hace que las funciones


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plantas sufran notablem~nLe á causa de la accion física del hielo. Por ello conviene igualmente que en el inviern_o y en el otoño no reguemos los ve- . getales con agua muy fria, como-la - de las fuentes, porque su estremada frialdad dañaá

la vegetacion. Será, pues, provechoso mantenerlas antes en depósitos ó aljibes á· fin de que oréen y se calienten, por medio de los rayos del sol antes de emplearlas para el riego, de cuyo punto de doctrina nos ocuparemos en otro arlículo:

HORTICULTURA.-PLANTAS ANUAS... DE LA ESCAROLA. Se conocen dos variedades principal~s de escarola, que son la larga y la r·izada, y de el las proceden todas las demas _quese cultivan en las huertas~ todas ellas quieri!n un terreno suave y de mign, bien cabado-y abonado. Las escarolas se repr_oducen por simiente: se siembran de asiento desde mayo hasta últimos de julio, haciendo una siembra cada quince dias para que las -plantas se su-~ cedan unas á otras. La si m1ente se granea óesparce con igualdad sobre la superficie de las eras, luego seeentierra con el almocafre, ~' en seguida se da un riego de pié. Aun cuando las plantas sembradas por mayo y principios de junio suelen entallecer antes de formar el cogollo, siempre se logra-o bastantes pi-antas que pueden us;:irse en ensalada dP,sde principios de agosto. En agosto y setiembre pueden hacerse tambien las siembras de asiento, y ademas forma·r semilleros separados para trasplao_tar despues las plan tas : de estos plantíos tat\díos se obtiene buena escarola durante el invierno y parie de la primavera. Cuando las plantas se bailan bien naci.das, se da una ligera .labor á la tierra y se entresacan las plantas sobr~ntes ó que bao nacido muy espesas; cuandq se siembran de asiento han de quedar las plantas á_!a <lis-

tancia de Un pié y me-rlio, segun el tamaño de las variedades que se cultivan. En nuestras huertas generalmente no se acostumbra á trasplantar la escarola, porque suele tener mal éxito esta operacion cuando se hace antes del mes de ~gosto, pues á causa de los fuertes calo,;es de la estacion las plantas entallecen y dar flor inmediatamente: de consiguiente estos planLíos solll se pqeden hacer con buen resultado desde agosto á últimos de noviembre, para obtener escarolas tardías· en diciembre, enero y febrero. Luego que las plantas tienen cinco ó seis hojitas se sacan de los semilleros y se trasplantan con todas sus raices , dejándolas á distancia de doce á diez y ocho dedos, segun su calidad. El terreno que se destina para el cultivo de la escarola se distribuye por lo comun en eras ó tablas llanas, segun lamayor ó menor proporcion que baya de agua para suminist!·ar los abundantes y frecuentes riegos· que necesitan estas plantas para prosperar y criarse con lozanía. Las escarolas se aporcan luego que han adquirido iodo su tamaño, para que hlan- qqeen y se dulcifiquen: esta operacion consiste en recoger las hojas de la planta, atándolas con un esparto ó junco, colocando el atadero á los.dos tercios de toda la altura de la planta, sin comprimirla: en seguida se


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da un abundante riego que encharque la - tiempo de fuertes·frios. La-tierra ha de estar hien cavada y:d"esmenuzada: las simientierra, y pasadas cual ro ó seis horas se procede á enterrarlas de cstQ modo: se toma el tes se granean y esparcen con igualdad so- ' azad;n, y metiendo el cabo entre tas piernas bre las eras, y despues se cubren con una se da una cavada en-direccion diagon~l, que !i-gera-capa de mantillo. Despues de haber nacido las plantas se ha de principiar á medio pié desviado de la planta, y que penetrando en la tierra hasta entresacan las que se hallan muy espesas, cerca de la raiz, forma un plano inclinado, se mantiene el terreno limpio de malas yer,;uya · parte _inferior se apoya en la misma _bas y se dan los riegos necesarios para que raiz de la escarola sin cortarla ni maltratar- se crien mas tiernas y jugosas. La recolecla·: se levanta· el azádon con toda ·1a tierra cion se hace éortando al rape de la-tierra las que ha-recogido en su pala, y queda descu- hoj4s y tiernos brotes cuando tienen dos debierto el sitio so.Qre que ha de caer la plan- d~s de·alto, •y despues vuelven á" producir. ta: entonces se sostiene el azadon con la roa- , Las mejores plantas para recoger la sino izquierda , y con la derecha se empuja miente son las que se siembran por febrero suavemente la escarola, que cae sobre el pla- y marzo: las que se destinen á este fin no se no descubierto; en seguida se tapa con la· han de cortar: luego que maduren las ·sitierra que tiene la pala del azadon, cubrien- mientes se recogerán sin demora, porque si do únicamente la parte que media desde la se dejan en la planta se abren las vainillas raiz al atadero, dejando descubierto lo de- donde estan encerradas y se des,perdician. mas para que no se ahogue ó sofoque el co- . gollo y- se pudra la planta. De este modo y DE LOS PEPINOS Y COHOMBROS. andando hácia atrás se entierran todas las escarolas que haya en la era y se dejan así por El pepino y el .cohombro son dos plantas · tres ó cuatro semanas: al cabo de este tiem- de distinta especie, pero requieren un mispo estan en disposicion de sacarse. Algunos . mo·cultivo ; de consiguiente lo que digamos no h~cen mas que atarlas, porque dicen que de uno es coro un á los dos. El pepino se m.ullas enterradas se pudren ; pero esta pritre- ti-plica por sus pipas ó simientes que se siemfaccion no pasa de las hojas exteriores, que bran regularmente de asiento des.de mediade todos modos se desperdician, y por me- dos de abrrl hasta fin de junio: tambien se dio del aporc-amien1o blanquean mucho me- hacen algunas siembras mas tempranas en jor, en menos tiempo, y son mas delicadas. tiestos por el mes de marzo, resguardándoLas hojas de la escarola se comen en en- las de los fríos y escarchas tardías en los, re·salada cruda ó cocidas en la olla: las hojas servatorios ú otros abrigos, y luego que lleque se desperdician pueden servir de ali- ga el buen tiempo se trasplantan en tierra mento á los 'pájaros, que las apetecen mu- al aire lib1·e con todo el cepellon pegado á cho; las raices. Las pipas se tienen en remojo• en agua clara durante uno 6 dos días antes de hacer -DEL MASTUERZO y · PERlFOLLO. la, siembra. El terreno ha de estar bien laEl mastuerzo y el perifollo son dos plan_.. brado, nivelado y abonadq con estiércoles, tas cuyas hojas ordinariamente se usan jun'- y situádo en el paraje mas fresc0 y _ventilatas en cierta ensalada que llaman italiana, do de 1~ huerta para obtener abundantes y ambas se cultivan del mismo modo. Des- fruto&. La siembra se hace por golpes, disde octubre hasta 'abril pueden sembrarse tantes dos piés y medio unos de otros, y en estas plantas, repiLten~o las siemhras cada cada uno se echan ves 6 cuatro pipas. Su quince dias parn lograrlas sucesivamente, cultivo se reduce á dar muchos riegos y algunas escardas y labores al terreno para y que no falten para el consumo diario: Se siembmn de asiento al raso cuando la esta- ,romper y desmenuzar la costra que suele formar fa tierra,: luego que están grandecicioo lo permite, y en parajes abrigados en


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tas las planta~ se entresacan, dejando cu·ando mas dos en cada golpe. Las plantas sobrantes se arrancan con cuidado y sirven para reponer ·los claros ó fallas que hayan quedado. Para simiente se eligen los frutos mas hermosos y sobresalientes que se dejan en la mata hasta que maduren bien , que es cuando se· ponen enteramente pajizos. Las simientes se conservan en estado de poder germinar por espacio de seis á ocho años, y las pipas que tienen tres ó cuatro años son mejores para sembrar que las frescas, pu~s aunque no dan tantos brotes ni tan frondosos, producen frutos muy anti.cipados y mas abundantes. Lss pepinos y cohombros se comen crudos y tambien aderezados en ensalada; los es-· trangeros suelen comerlos guisados y rellenos C'.le carne ó pescado. Los pepinos tiernos y pequeñitos se adoban en vinagre, y asi se conservan por mucho tiempo. Se sirven en las ·mesas para escitar el apetito. · Los·pepinos y cohombros son un alimento frío, insípido, aguanoso y mal sano segun la o¡:Íinion geeeral , pues se cree que muchas veces ocasionan tercjanas: algunas personas les echan sal y pimienta para comerlos, y suponen que de este modo pierden sus malas propiedades, y otras, por la misma ·razon, los comen con la cáscara·ó corteza.

DEL PEREGIL

Esta planta se cultiva en todas las huertas., y aunque se da bien en todos los terrenos, prospera mucho mas en los frescos, bien labrados y abonados. Se multiplica por sus simientes, que se pueden sembrar en casi todos los meses; sin embargo, la época mas favorable es desde mediados de enero hasta ·fin de marzo. Esta simiente tarda cuarenta días en nacer. Generalmente se siembra de asiento, pero tambien pueden hacerse· semilleros· para trasplantar despues en otros parajes. Para que esta planta se cl'ie mas lozana se le deben su ministrar frecuen Les r1egos. La parte útil de la planta son las hojas tiernas , que se cortan á ras de tierra conforme se van necesitando para el copsumo, y se ·producen muchas veces: aunque resisten los fríos , durante lo rJ.guroso del invierno deben cubrirse las plantas con esteras ú otros abrigos para que no mueran. La simiente debe estraerse de las plantas que tengan dos años cumplidos, porque algunas suelen entallecer y subirá flor, aunque en el primero estas no cuajan bien sus simientes y de consiguienle no sirven par3: sembrar. Las simiente!- que se guardan se conservan durante cinco ó seis años en estado de poder germinar. · · Las hojas del percgil se usan para hacer varias salsas y condimentar diferentes manjares: tambien se comen crudas en algunas ensaladas.


FLORICULTURA.-PLANTAS PERENNES. - - -~

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nente, de cinco hojuelas 6 partido en cinco lacinias: la corola tiene cinco pétalos iguales Se cultivan dos especies de carraspique, ó no asidos al anillo que. sostiene los estamuna perenne y otra anual: la perenne tiene bres: entre cada uno de lo_s pétalos hay una las flores blancas y en ré;lmilletes termina- glándula cuando las corolas son regulares, y les, se componen de cuatro pétalos iguales, en las irregulares se vé un tubo mas 6 menos redondeados, prendidos al fondo del cáliz y prolongado por lo interior de los pedúnculos: dispuestos en forma de cruz: el cáliz está tiene diez filamentos uni~os en un anillo por dividido tambien en cuatro partes, y cada su base, cinco ó siete de ellos son fértiles y division está colocada. entre los pétalos: el tienen las anteras oblongas. El gérmen es pistilo está rodeado de seis estambres, cua- pentágono y estrechado por su base, y el estilo piramidal y con cinco estigmas . El fruto tro largos y dos mas cortos. El pistilo se convierte en una salicula se compone -de cinco cajitas terminadas por triangular y aplastada que se abre por la una arista, que encierran casi siempre cada cima, parecida á una bolsa, con dos divisio- una solo una semilla, oval y puntiaguada nes llenas de semillas pequeñas, El tallo y por su hase. Las especies mas estimadas son las que se ramas son leñosas. Se siembra por agosto, y. conocen con el nombre de malvas de olor, se multiplica tambien por esqueje y acodo en geranio de rosa, geranio de flúr, gtrnnio t,·istodo el verano . Los fríos y heladas le caute, geranio coronado, geranio de hierro, de olor san algun daño, por lo {!Ue se debe cultivar de almizcle, etc. Hay muchas variedades y en tiestos ~ en las platabandas de mejor estodas ellas son del_ícadas, por lo que deben posicion. El carrnspique blanco pequeño 6 anual líe-• cultivarse en tiestos. Esta planta. pide una tierra ligera y franne las. flores blancas ó de un bonito color ca, en buena esposicioµ. · a1 mediodía, riegos violado, en cruz, con los pétalos ovales, domoderados en el verano y muy raros en inbÍe mas largos· que el cáliz, y recortados en viern0. Deben resguardarse de los frias y hecuatro follatas ovales y cóncavas. El pistilo ladas del invierno, porque si se dejan al es una salícula casi redonda, es-trecha por raso, perecen. Se multiplican por esqueje, abajo, con dos celdillas divididas por un acodo y semilla: esta se siembra p.9r abril, tabique, que contienen algunas semillas y mayo y junio, se trasplanta despue_s á los aplastadas. Se siembra por octubre, noviemtiestos. Los geranios de raices tuberosas se bre y diciembre, de cuya siembra puede propagan cortando los tubérculos en tantos trasplantarse la planta que acomode; pero pedazos como yemas tengan, plantándolos y es mejor la siembra:de asiento. regándolos poco para que no se pudra~. CARRASPIQOE.

JERANIO.

BocA DE DRAGON. Este género de. ¡.,\antas es Üno de los que cuentan con mas número de especies, y como sería demasiado prolijo el describirlas todas, daremos una idea general del carácter del género. Cada flor se compone de un cáfiz perma-

Esta planta es tambien conocida con los nombres de becerrn, cabeza de ternera y antisrino . Sus flores son grandes en forma de hocico, colocadas en espigas purpúreas, blancas, anteadas y de color de fuego, que son


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tarias, ovales, aplastadas, desnudas, encerradas en el·cáliz cqmun sobre un receptáculo desnudo y cónico. El tallo es un bohordo desnudo, en cuya cima se bal la una sola flor; tiene ~e tres á cuatro pulgad_as de alto, y un solo pié produce gran número de flores: la raiz es fibrosa y rastrera. Florece á principios de la primavera. Hay muchas variedades de flores dobles, PHlAMIDAL, Ó FLOR DE LA PIRAMiDE. <le un encarnado pálido ó subido, blancas, • · Esta planta tiene los tallos derechos, de . fajas de blanco y encarnado. Se multiplica por la division de sus cogomas de cinco piés de altura, flores numerollos barbados, cuya operacion se hace por ocsísimas blancas ó azules, campanudas y cotubre, ó por febrero y marzo: su uso comun locadas alrededor de los tallos en forma de ~s para adorno de los paseos ó calles del jarpirámide. Se siembra por marzo, abril y mayo, y ·se trasplanta á tiestos grandes ó en dín, y se plantan en líneas rectas, que son paraje que e té bien espuesto al sol y que las divisorias entre los cuadros y las calles. pueda preservarla de la impresion del frio·y ~ARA CULILLO. de las lluvias. Tambien se multiplica por hijuelos 6 division de raíces: se cultiva coSos .flore_s son grandes, purpúreas y olomo la valeriana. rosas. Se siembre por marzo, 1\bril y mayo: tambien se multipl~ca por hijuelos y acodos. 1\ÍARGARlTA. Esta planta se hiela facilmenle si se deja al raso, por cuya razon se ha de cultivar en Su flor es radiada, compuesta de fócalos hermafroditas en el disco y de semifósculos tie losó en un sitio muy resguardado, donde_ no _pueda helarse en el invíerno ni pohembras en la circunferencia. El cáliz codrirse con las frecuentes lluvias y humemun á todas estas flores es casi redondo, y dades. estas están compuestas de muchas hojillas ' · . ( G. del C.) dispuestas en dos órdenes iguales y de bech ura de la-nza: todas las semillas son soli-

las mas bellas: tienen el paladar de djsti oto color que el resto tie la corola. Se siembra por los meses de marzo y abril; tambien se multiplica por division de sus raíces: está p1anla puede cultivarse -en los parajes sombríos del jardín, porque resiste mucho al frío.

TOMO 11.

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DESTILACION DEL ORUJO DE LA uyA(t). El modo mas útil de empleé\r el orujo de en cantidad media de 2 á . 3 litros ( 4-) de la uva tiene grande. interés en FranC'i~, aguardiente de 50 á 55° del areómetro Gay· pues que se trata del orujo de 300 á 360 miLussac, 6 sean 19 •á 20º del de Cartier; 1000 llones de cántaras de vino que, segun es- kilógrarnos de orujo que hayan •producido tá probado, se recogen anualmente -en aquel ·· 30 hectólitros dé vino, darári de 60 á 90 reino. En el estado actual de cosas este oru- litros de aguardiente, valor medio de 30 á jo no se halla del todo perdido; unos lo des40' francos , quedando aun orujo destilado tilan, otros lo dan al ganado, y otros lo para. alimento del ganado ó para abono. Ilay usan desde luego como abono. pues gran ventaja e_n destilarlo; µorqu.e si todo Veamos las ventajas -que de ·él se sacan el orujo que resulta de la cosecha de la Franbajo estos tres puntos de vista, y principal· cia se emplease de este modo, produ.ciria de mente de su utilidad como abono. Este mo12 á 45.'000,000 hectólitros de aguardiente, do de ap-rovecharlo. es, á nuestro ju.;cio, el cu·vo-valor as.ciende á mas de 50 millones. peor de los tres; resultando de la esperiencia Segun las notas· estadísticas recogidas por de países de grandes viñedos, que su efecto Cavoleau, no se obtendrían cada año mas . es mas provechoso des pues que. antes de la que solfre un millon de hedóli~ros de la desdestilacion , lo que .no puede esp.licarse sino tilacion del vinó': la del orujo produci1;ia una admitiendo que esta despoja al orujo de los mitad mas ; y aunque el mismo autor, reasuprincipios dañosos á la vegetacion . La tecrmiendo los datos oficiales , no admite mas que ría está en contradiccion con los resultados 70,000 hectólitros de- aguardiente de o·rnjo ,á de la esperiencia, y nos ense]a que los prinpesar deque en razon 'ctel fraude podria duplicipios de que se despoja el orujo son sales carse 6 tr iplicarseesta suma, se seguiría aun alcalinas, partes esenciales de los producto.s de aquí que.este importante producto se hade la vid ; pero los hechos contradicen · la lla enteramente descuidado, pues que se reteoría. cogen en la actualidad á lq mas 200,000 Como alimento del ganado, diremos que hectólitros, en lugar de 12.000,000 6 mas 4 000 kilógramos ( 2 ) de orujo sin destilar, que deberian reco1a?;erse. Por otra parte, este segun los esperimentos de paises en que este orujo contiene una cantidad de sales alcaliuso se halla establecido, equivalen en facul- nas mayor de la que.necesitan nuestras matad nutritiva á poco mas de 300 kilógramos nufacturas, iguq,lmente que una abundancia de heno,y solamente á la mitad cuando está considerable de áci.do tartárico. destilado. Podernos pues darle,_empleándolo ¿Cuál puede ser el motivo del descuide este modo, un valor de 38 rs. antes de la do que se vé e-n los cu Iti vado res de sacar destilacion, y la mitad despues de ella. partido del orujo cuando les conviene utili. Pasemos á ver su valor destilándole. El zarlo? La razon está en que se necesita deorujo de un hectólitro (3) de vino produce ma!'iado tiempo, trabajo y gastos para obtener este producto, y en q ne á mas es de u oa · calidad muy inferior. Todas estas ol)jeciones ( ~ ) El preseote articulo es debido á Mr. Pudesaparecerán desde luego ,si se atiende áque vis, presideote de la sociedad de agrir.ultura de Aio (Francia ). p'uede disminuirse el tiempo en cinco s~xtas ( 2) El kilógrnmo equivale á 2 libras, 2 oozas,

12- adarmes y 45 graoos del peso ·de Castilla. ( 3) El hectólitro, á 49 y ~¡2 azumbres en los liquidas, y á ~ faoega 9 celemines en_los. áridos.

( 1i. ) El litro, á poco meo0s de medio azumbre en los l(quidos, y -á ~ / 5 de celemín en los áridos.

(N. de la R.)


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partes, el trabajo en mas de dos tercios, y los que este sea inmediatamente echado fuera. gastos de combustible y los restantes d~ otra Asi, la. operacion mas di ficu Itosa,q ue consiste naturaleza, á lo menos en tres cuarlp.s partes. en sacar el orujo hirviendo de las calderas,se l)"n discípulo de la escuela de Roville, 1\1. · halla por este medio pronta y fácilmente ejeVillard, acaba de plantear un procedimien- cutada. Aunque la direccfon del trabajo es to por el que ba conseguido u na destilamuy sencilla, exige sin embargo cierto cuicion por medio del rn¡ror conlínuo y sin dado y atencion para abrir y cerrar á tiemparle acuosa, alcanzando del orujo en po las canillas de los tubos qué conducen el u~ tierp po seis veces menor y con una vapor : bastan trés hombres~¡ se interrumtercera parte de combustible, un aguardienpe la destil~cion durante la noc-he; pero si te mas abuadante y de mejor calidad. Déjan- se quiere· que siga, es necesario cambiar se conocer estas ventajas cuando sé consi~ los trabajadol'es y por consiguiente tener dere, que además de que el fuego y el hervor otros tres para el relevo. El suspender la de la caldera no se interrumpen, todo el pro- destilacíon por la noche hace perder mudÚcto es agu~rdiente, porqoe el vapor, que cho tiempo , combustiblr. , y aun, sin que es el que nos darfa la parle acuosa, -sirve pueda ·saberse el. motivo, una parte notable continuamente para la destilacion del orujo. de alc-::hol; conviene por ello continuar sin El aparato es muy sencillo: solamente hay interrupcíon doblando el número de trabaconstruido de cobre, la cald,era, el serpenlin -jadores: tres bastan para servir de noche, y y los tubos que condu-cen el vapor del agua serán relevados á las doce de ella por los tres á tres tonetes de madera donde se coloca el restantes. Durante el dia se corta y parte la orujo,y el vapor alcohólico en el serpentín; de leña ; y se pone á la mano el orujo y agua los tres toneles, dos se bailan constantemente para el trabajo de )a noche: el descanso del en destilacion; mientras se destila·n estos, se primer turno será desde líJ-S seis de la tarvacía y vuelve á llenar el tercero cuyo orujo de hasta media noche, y el del segundo se encontrará ya agotado: el va por alcohólico desde media noch.e hasta las seis de la mañano llega al serpentín hasta despues de haber na. Ya se infiere, que sí el orujo J el agua se tienen á mano y la leña es fácil de preparar, atravesado el orujo de los dos_toneles. flecóuna parte de los seis hombres, durante el gese por medio de esta destílacion to~o el aguardiente que puede dar; y cuando empie- día, puede emplearse en otro trabajo. · Con un fuego sostenido pueden hacerse 30 · za á sa,!ir la parte acuosa , se deja aislado, por medio de canilías en los tubos, el tonel de,;,Lilac!oo~s diarias, y el producto será· proen que está ya acabada la destilacíon , y se porcionado á la capacirlad de la c-aldera y hace pasar la parle acuosa, convertida en va- á la de los toneles. Se ha construido un.0 por, á' un tonel lleno de orujo: este vapor ca- de estos r,par.itos, al que se ha hecbo destilar el orujo de '720 hectolitros de vino; la lienta el orujo, que dá luego aguardiente; mientras que se r.al!enta·esle tonel, se saca el caldera contiene algo mas de dos hectólitros, y los canastos de bierro unos 160 litros de orujo apurado, y se llena de nuevo el tonel; orujo que pesan 104. kilógramos, un tercio apenas se ha concluido esta operacion empiemenos de igual volúmen de agua. Cada desza á tlui r el aguardiente á caño lleno; cuando comienza á manar la parle de agua, se hace lilacíon ha dado de 12 á 15 litros de aguarpasar como anteriormente al tonel que se ha diente cuan'do el orujo no tenía alleracion al- · acabado de llenar de orujo , y cqntínúa de guna, y una sexta parte menos cuando esta este modo la destílacion si!1 detenerse y sin alteracion era apenas sensible. El producto durante 2-4. horas ha sido de 3 á 4- hecrecoger parte acuosa. Para facilitar el trabajo , se tiene en cada tólitros. l\fr. Villard con toñeles y caldera de tonel, de forma cónica, un arinazon de hier- doble capacidad ha obtenido sin su mayot número de_operarios un producto casi doble; ro que contenga el orujo, y que enlazado con una pequeña garrucha, fija en-el techo,saque es decir: de 5 á 6 hectólítros en el mismo del tonel con facilidad el orujo, cuidando de espacio-de tiempo.


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El aguaraiente mana durante casi un cuarto de hora ; el chorro produce á poca diferencia 1 litro por minuto; empieza marcando '.36° el ·areómetro de Cartier, y 70° el de Gai -Lus~ac; cuando baja á 17° ó 18°, se enturbia; entonces se detiene el chorro, y se bace pa~ar, como hemos dicho, por medio _ del juego de las canillas el líquido acuoso en vapor para calentarun tonel lleno de orujo nuevo. El aguardiente obten.ido, cuando esté frio, tia marcado de 20º á 21 ° dél areómetro de Cartier, y de 55° á 62° del de Gai-Lussac; titne un gusto dulce, sin ser empalagoso ni pjcante, y de calidad superior al que se obtien~ destilando el vino del pais. .Hemos dicho que era necesar io mantener un fuego vivo y sostenido; el gasto de leña, segun se ha·csperrmentado, ~e puede graduar en 80 ki lógramos por cada hectólitro de aguardiente; podriá ser menor esta cantidad en un aparato mayor; el carbon de piedra supliría con mucha ventaja á la leña, en los paraj:es donde aquel está á precio bajo. El gasto de agua •caliente es por cada hornada de 35 á 40 litros, y para el refrigerante seria, en agua fresca, una mitad mas, ó todo junto 1 hectólitro por hornada, ó sep. de siete á: oc.ho vec.es·e1 volúmen del aguardiente qbten ido. El agua cali ente del refrigerante sirve para_mantener el calor de la caldera. despues que aquel la haya tomado una tempera!ura mas elevada en un ci lindro que rodea la chiminea; por este medio, apenas se suspende el hervor de la caldera. Se facilita el reemplazo del ag_ua del refrigerante empleando el sistema del Lermosifon, y para esto se situan fuera del taller..dos tinajas que comuniq_uen entre sí por la parle superior é inferior: la primera está en relacion además con la parte alta y baja del refrigerante ; al paso que la capa , , superior ,del tonel refrigerante se cali enta, - se dil ata y pasa en parte á la tinaja; el nivel de es ta se ele1'a ; el agua frese¡¡. de la parte baja, pasa al tonel; el segundo cubo provee de agua fresca al primero al menor cambio <le nivel. Este cambio de agua y de te_mperatura, que s·e hace por medio del juego del termor.ifon, toma mucha actividad

cuando á cada hornada, á fin de al'irneotar la calde~a, se toma agua ca li ente. del refrigerante. Cuando el tiempo está fresco, y sobre todo cuando hiela, el' gasto del agu.i podría limitarse á la que alimenta la caldera, si las dos tinajas están al aire libre; el agua de reserva se pone en la tinaj:a de agua fresca ; habria tal vez mas ventaja en hacer comunicar directamente la segunda tinaja,-en vez de la primera, con la parte baja del refrigerante . Con una temperatura media de invierno podriamos rebajar la pérdida del agua de 35 á 40 litros por cada hornada, sin cjue por ell o faltase á la caldera el calor necesario: esto se logrará · hac iendo que las calderas , colocadas por el sistema del termosifon, tengan á lo menos 'diez veces mas de capacidad que el refrigerante. El orujo, despues de acab11da la operacion ya dicha, y estando empapt1do de agua por el vapor de la caldera, pesa algo menos que antes de.la dcstilacion; síguese de esto que el peso del agua que conserva, equivale al del alcohol y de las sustancias sali nas y muci lllgi nosas que ha perdido en la destilacion. Los canastos de hierro que contienen el oi:ujo se hallan sostenidos por unos listones á unas 8.pulgadas del fondo de los toneles; y en este·vacio se reunen, durante la desti lacion, de 15 á '20 litros de agua que proviene del vapor de la caldera; este vapor, penetrando y calentando el orujo, empieza por condensarse, y se precipita en el fondo del tonel cargado de Jos pi:incipios salinos y mucilaginosos que contiene . Cuango el vapor, que se renueva sin cesar; ha penetrado todv el orujo y le. ha comuñicado el calor de la ebulicion, deja: de condensarse y ar rastra consigo los vapores alcohó li cos .. · El agua condensada en el fondo del tonel es colorada y su sabor es á la vez dulce y áGido: contiene sin duda h porcion mayor de las partes albuminosas y sales so lu bles ·del orujo que seria muy esencial no desperdiciarlas, por lo que convend rí a que se hiciera detenidamente esta operacion. Resultaría de los aná lisis practicados por l\ir. Vergnette en los orujos y vinos de la Cote-d' Or, que el vino conlie.ne 11í 0 gramas de sales ¡¡.!ca linas por cada hectó1ilro, :y


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c¡ue el orujo de este hectólitro contiene 'el ·guen condensándose mientras existen vestigios de alcohol en el orujo. Hay miencuadruplo, ósea 500 gramas: el orujo de 50 tras dura esta 1¿ombinacion del agua y 'el á 60 millones de hectolitros de cosecha anual calor una especie de legía sucesiva en el contendría pues 27 millones de kílógramos, orujo cuyas aguas van disminuyendo en sade lo ·que se deduce que estas sales tieles alcalinas, siendo proh_able que las últiá nen 10 menos la mi~ad de potasa pura, y mas, corno mas calientes, arrastren concomó dos quintas parles de ácido tartárico, y sigo casi todo lo que queda ha de aquellas la potasa impura del co·mercio vale1 franco y en el orujo. 1/2 el kilógramo, y el ácido tartárico de 3 H Una parte de las sales de esta vinaza se francos: habría por consiguiente en el orujo, segun· los precios actuales, un valor 'de mas - precipita al enfriarse, y de ella hemos sacado d0$ quintales de sedimiento ·saturado de de 56 millones de francos en sustancias alcalinas, Pero los resultados particulares que he sustancias albuminosas que parece cargado mos ohte-• ido, sin que puedan fijar la canti- de sale ; de fácil separacion, quedando solamente despues la parle salina disuelta en el dad de sustancia salina de.los orujos, han manifestado que la contenían en cantidad menor agua madre. Esta vinaza ó residuo obtenido que el de Borgoña. Para no incurrir en exa- ' por el método nuevQ debe estar mucho mas ge racion ó error, admitiremos que los orujos cargada que la del método antiguo , porde Francia no teniendo por término medio que en este orujo necesita, para no arder , el que se deslia en una cantidad de agua mas que la mitad de la sustancia salina del mayor que la necesana -para el nuevo méorujo de Borgoña, aun con esta reduccion todo , y á mas la disol ucion hecha á un r~sultaria todavía un valor en sal que equigrado menor debe,ser mas completa. Adevaldría á la mitad de1 de el aguardiente, m~s, y sobretodo el orujo, conserva á lo meAdvertimos que en este medio poJriarµos nos la mitad del agua que se le ha dado y reemp lazar los 6 ó 7 míllones de kilógrapor consiguieqle la mitad de la parle salimos de potasa que nos viene del estrangero, na, al paso que el orujo del nuevo sistema · porque la encontraríamos en nuestros orujos. parece tenerlo apurado del todo por ser el En cuanto al ácido tartárico, el precio tendría una baja útil para los diferentes objetos producto de condensaciones sucesivas que han debido hallarse saturadas de menor en á que tiene aplicacion; presenta pues una menor cantidad: las vinazas del noevo sisteventaja inmensa el estraer las sales de ·1os ma son por consiguiente mucho mas abunorujos, lo que dehe hacerse con el nuevo sisdantes y de estraccion menos costosa que las tema de desti!acion, El vapor acuoso de la del antiguo. caldera , en razon de hallarse muy aglomeraSi el orpjo, como creemos, es mas adecuado el ornjo, se eleva á lo menos á 12° centído á la vegetaGion, por haber perdido sus grados de temperatura: otro vapor pasa al principios salinos, como se halla déspojado tonel y parle superior del orujo, y antes de atravesarle, lo calienta y lo pone á su propia de ellós con mayor perfeccion ppr el nuevo temperatu ra; se condensa á tiempo que la sistema, se seguirá de-ello que tendría tarobien mayor valor como abono, Así bajo el trasmite al orujo, disolviendo en virtud de su elevado calor las salessolubles y tartratos aspecto agrícola como bajo el industrial, los residuos del nuevo sistema tienen un que halla al paso·, y 1a disol uciou se precivalor mocho mayor. pita y cae al fondo del tonel. Continúa el Por último, el orujo destilado tiene aun una paso del vapor, sigue la condensacion, y al propiedad de la que, á mi modo de ver, pocabo de 30 rninutos el orujo ha tomado el dria -sacarse gran partido; conserva el calor grado de temperatura del vapor, y empieza durante muchos meses, y formaria escelenla destilacion; ea cuyo acto los principios tes camas por el calor uniforme y suave que alcohólicos salen del orujo en forma de vatrasmitiría á la vegelacion; el orujo produpor, y para pasará este estado se apoderan del calor ele los vapores acuosos que si- _cido por la deslilacion que hemos hecho


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á mediados de noviembre, abandonado á á un tonel de orujo nuevo, y casi por espaca- ci9 de 30 minutos la ·parte acuosa en forma ·1or de /:i5° á 30° cent.ígrados que no se habia de, yapo~ calienta este tonel , mientras .que amortiguado aun á media.do~· de abril, cuyo tambren por medio del vapor han. acabado orujo lo hemos empleado corno obono. de a·1mrarse las partes alcohólicas del primer En la p.arle del pais que. habitamos se des- tonel; luego que· empieza la déstilacion del til:;i poco viqo, y la estraccion <le las sales al- segundo, se seca y desocupa el primero, cuyo calinas de las vi gazas parece presentar pocas orujo estará ya enteramente exausto. ventajas, porque cadf\ 6 cánlaras de vinaza-; La· desti-lacion que he verificado ha tenido segun los análisis ·ae l\L Verga.elle, no con- luga r en el orujo de U.60 cá"nta"ras de vino, tienen mas que '7 onzas; pero no sucedería habiendo oh.tenido algo mas de 80 cántaras lo mismo en la parte del mediodía , donde de aguardiente de 20 á 21 º. Una cuba mal las vfoazas del vino han dado á, Mr. Batillat conservada ha. hecho que perdiese á lo me2 libras de materia salina· por cada 6 cánta- nos. 6 cántaras , ó lo que es lo mismo sobre ras: admitiendo pues esla gra n abundancia un azumbre por cada 6 d·e ellas, e::i un año de sa1es alcalinas en la vinaza, es de creer en que el orujo produce al destilarlo una que la del orujo se hallará en proporcion mas cuarta parle menos que de costumbre. considerable, prestando un beneficio mucho Ha durado cu.alro dias la desLilacion, mayw que el que hemos evaluado anteriorsiendo grandes las ventajas sobre el método mente. ordinario , pues un propietario que recogió Volviendo ahora á la destilacion, he que4-957 cántaras de vino, ha empleado un mes rido probar si la vinaza ó el orújo babian con dos alambiques q11e traba,iaban á la yez enteramente agolado el alcohol por medio del · para destilar una porcion de orujo, que pronuevo sislema. Para esto he destilado uno y dujo 50 cántaras de aguardiente: resultado otro de estos producto?, y lo que ha res.ulLádo en v.erdad estraordinario, porque sale á metenia un gusto vino<so-, y marcaba cero el dio _cuartillo .por cántara de vino .cuando deareqmelro : debia· preveerse este resultado, bió haber óbtenido 7 4-. Pero aun no tomareporque los líquidos _condensados salen de mo3 el punto de comparacion en esle resulun vapor cuya temperatura sea de mas de tado, pues aun haciéndolo con otros mas 100 grados, y la parte de alcohol que podia ventajosos, se. deduciría que por el nuevo siscontener debia reducirse á vapor, pues no tema se pi:oduGe una quinta parte mas de se necesitan mas que de 60 a 70? para vapoalcohol que por el antiguo. _ rizar el alcohol; y si algunas partes alcohó liPuédese esplicar este mayor producto , cas hubiesen sido arrastradas y precipitadas observando que las parles del orujo ó vino en_los primeros momentos de la destilacion, que no se hallan separadas de un fuego de el líquido condensado en el fondo del tonel, 4- á 500º de energía mas ·que por una lámiespuesto á un calor de 100°, rro cesa de bana de cobre, pueden fácilmente,. y sobre lodo ilarse en ebulicion, y por consiguiente todo el orujo, tener desc;ompuesta una parle noprincipio alcohólico que contenga debe pasar table del alcohol, del que una porcion dá el al orujo. Es evidente tambien que el oruio éter-acetoso que¡ segun los análisis del químismo debe despojarse yompletamente del almico Higgins, ataca el cobre y comunica al cohol; y no empezándose la destilacion basta aguardiente er sabor metálico que tiene tanque el orujo se baila caliente al grado necetas veces: por otra parle, este gran resullado sario para despedir vapores alcohólicos, enno se consigue solo en la destilacion del orujo, tonces es cuando se aumenta el calor, se porque en el aparato de vapor.: de Mr: Corrneapresura la destilacion, los primeros pro- ret, de la Roche! le, para la destilacion del viductos marcan 26°., y decayendb desde este no,se obtiene un 6 por 100 mas de alcohol que momento, al cabo ·de un cqarto de hora se en el de ruego vivo . Déjase ver la pérdida meenturbia el licor y señala de 17 á 18°: el vanor del alcohol en ladesLila.ciondel viooá ruepor que producen estas segundas aguas pas~ 1 go desnudo que en la del oruj_o por el mismo 10s rigores del invierno, conservaba un


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nar el aparato convence á los ·que lo ven. método, porque el líquido sin orujo, á medida Cada pueblo qe viñedo tiene cuatr9 ó cinco qÜe vá calentándose y que· récibe-del fuego desülatlores de prqfesion que dan á.los prouna temperatura que puede alterarle, se vapietarios del orujo un cuartillo de aguardienporiza en razon de su menor peso específico y de por cada 6 cántaras de vino que sacan de sube á la parle superior de la cald,era, mientras el orujo queda inmóvil en el fondo de- él; otras veces prometen la-mitad del producto, lo gue no pfrece mucha mas venella, espuesto á la alteracion que le hataja. Estos b')m bres han venido con ansia á ce esperimentar un _calor continuo y muy ver nuestro aparato,y se reian antes de verlo intenso: por esto los que destilan el orujo funcionar cuando se les decia el resultado; pede la manera que antes se hacia, tienen gran ro luego que bari presenciadoque nuestra d.es:. cúidado de apagar. el fuego en el momento en lilacion dura de ¡o á 50 minutos, al paso que que empieza á manar el aguardiente, y á pesar las suyas duran de 7 á 8 horas; que el caño de ésto no pueden evitar que se altere algun de aguardiente dá en quince minutos una cantanto el sabor y h calidad. La demostracion siguie11te dice los gastos . __ tidad igual á la que ellos tardan tres ó cuatro hvras en recoger, des pues de dos ó tres que ocasiona este nuevo método de destilar: destilaciones de aguas; que un solo hombre . . 1. 0 - 24 jornales de hombre. 134 rs. acaba sin ningun trabajo y en un instante 2. 0 -22 á 26 quintales de leña el orujo caliente del tonel sin tocarle ; · que 95 » seca y partida. . . . . . han comparado, en fin, el gusto dulce de 19 » 3. º-Aceite y pequeños gastos. nuestro producto con el sabor agrio del suyo, han quedado maravillados y sin titubear Total. . . . 248 rs . convencidos en el acto , pensando lps mas acomodados en hacerse con el aparato. Uno ódós apa.ratos basta1:ian en un viñeO sea muy aproximadamente medio real do para destilar los or.ujos, y los propietarios por cuarti ll o, de las viñas,asi como los destiladores,enconPor el m~todo antiguo se emplea un tiemen ello gran ventaja. El inventor del trarian po 6 ó 7 veces mayor, tres veces mas de traprocedimiento encuentr_a una su"ficiente gabajo, y cuatro veces mas de combustible. nancia en exigirá los propietarios á quienes El · tiempo necesario para la destilacion segun el sistema antiguo es lo que ba retraído Jestila el orujo 32 rs. por cántara de aguarde practicarla en una gran parte de los países diente: cuando se le asegura hastante c:~ntide viñedos , pues era necesario in verli r en ella dad de orujo para destilar, trasporta el apael invierno enter.o, lo que hacia atrasar las rato, lo arma, y dá dos hombres y el combusdemas faenas: por el nue~o sü-tema es una tible: el propietario paga los demás gastos. Todavía no se sabe lo que costará el apaoperacion muy rápida para obtener un rerato, pues el mio lo mandé hacer sin estisollado mucho mas ventajoso. La may_or parte de los nuevos inventos pular antes el precio; pero sería muy 'ele desear que el coste nó fuera demasiado, para necesitan un prolijo exá,men para que pueque así pudiera difundirse un método tan dan admitirse sin imprudencia; en este los útil y ventajoso para .los Jlaises dondeabun resultados son tan palpables y su ejecucion el viñedo. da tan fácil, que solamente el modo. de funcio-


ÉPOCA DE QUEHAR LAS TIERRAS YIODO DE PRACTICARLO • .

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Ha~e muchos años que se ejecuta en algu• nos puntos de Eurol?a la operacion de quemar las tierras antes de proceder á la siembra; y esta práctica es tan ventajosa en deterrui oadas ·circunstancias, que ha hecho que se declaren en su favor los agrónomos mas instruidos. Principalmente desde que hemos aprendido á estudiar la agricultura con el auxilio de las cieocias naturales que la sirven de base, hemos conocido que el quemar las tierras produce tan inmensos resultados, que nos admira el que semejante práctica no se haya generalizado aun mas de lo que lo está: Esta operacion tieoe por objeto favorecer y apresurar la vegetacion mejorando los terrenos, J estruye.ndo las raíces de las plantas vivaces y los gérmenes de las malas yerbas, produciendo al suelo una division que no tiene-, comuoicandole un calor útil á la vegetacion, y fin almente suministrando á la tierra, por medio de cenizas que la combustion deposita,· los principios alcalinos que obraodo como estimulantes procuran á las • .plat)tas un desarrollo rápido. La operacion de que tratamos comprende una porcion de preceptos que es necesario guardar si se quiere conseguir un buen .resultado. Iremos con e-1 tiempo esplauando cada uno de estos preceptos, y nos Ji roi taremos en este artículo á hablar de· los dos que encabezan este escrito , no porque tengan mayor: importancia que los restantes;. sioo porque quizá sea este el órden mas conveniente que debemos seguir. Época de quemar la tierra.--Los autores que .ban hablado de esta importante operacion no estan 'enteramente conformes en la época de arrancar el césped para quemarlo despues. Los unos aconseJan que esta labor se practique desde mediados de marzo hasta

mediados de junio, porque entonces el césped tiene suficiente cantidad de i·erbá para favorecer la cornbustion de .la tierra. Otros al contrario son de parecer que no se art·~nque la superficie del suelo hasta que hayamos segarlo la -yerba, atendido que hasta el poco retoño para serv ir de combustible á las tierras que han de quemarse. Pero nosotr'ls diremos que ne es posible establecer una regla ,Ieneral para esta laboi', porque la época es diferente segun sea el clim a en que se practica y segun la mayor ó menor abundancia de plantas leñosas de que podemos disponer para formar los hormigueros, pues que si el pais escasea . de leñas convendrá retardar la operacioo hasta que el césped hava desarrollado suficiente cantidad de ye;bas, y al contrario ha de hacerse si el pais abunda en plantas leñosas . Pero como ademas de esta circunstancia conviene que tengamos otra en cueota para elegir la época de formar los hormigu~1·0s, de aq uí procede el que no pueda establecerse tampoco una regla igual para todos los climas y localidades. Por ello, pues, aconsejaremos que la operacion se realice á principios de la primavera, s11-puest0 que esta es la época. del año en que las faenas del campo urgen poco y en la que no suele se r costoso t i jornal del trnbajador. Los que aconsejan que el césped se arranque rlespues de · segada ó apacentadfl. la yerba, se fundan en que á mas del pasto que se aprovecha no hay el peligro de que brote la yerba. Este inconveniente, que no merece la pena de que· se tenga en cuenta, se remediará sin embargo colocando las planchas de césped que se orranc~ren unas sobre otras, forrn:-indo montones mas ó menos elevados, y haciendo que las que cubran á las restantes tengan bácia arrib 4 la parte que estaba


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unida á la tierra. · que el aumento de gastos sea consrderable. Si arrancásemos el césped mas larde del Hácia el .día de San J ua11, mas bien algunos mes de junio , se tocaria el gran inconve- dias antes que despues, época en que el césped niente de que no se secara lo baslanle para estará ya seco (,1 ), y escogiendo los dias naquemarse con facilidad y que la operacion da húmedos y serenos, un número suficiente no surtiese los efectos que de ello nos pro- de niños y .mugeres, los unos con el tridente metemos, por cuan lo las planchas de césped y los. otros nada mas que con las man·os, reudeben quemarse durante el ver&no, ó á lo nirán todas . estas planchas de césped con menos an-tés de que comienzen las lluvias ]as cuales formarán montones en varios esdel otoño, tanto porque si esp~ráser.nos á pacios de·I terreno, en forma redonda, de tres que viniese .este caso no se verifica ria. opor- á cuatro piés de altura y de cuatro á cinco tunamente la combuslion, como porque es de largo por su base, de igual forma, á poca necesa rio que la operacion se haya concluidiferencia, que 1os hornos de los carboneros do antes del mes de octubre para hacer una (2). Se empiezan á for!'Dar estos montones ú bormiguerqs colocando primero las planchas siembra de trigo en el terreno quemado. ' litado de quemar el césped ó la tierra culti- del césped y una poca de leña, y cubriéndovable.-En muchos puntos de este antiguo las en seguida con la tierra que se arrancó, principado de Cataluña se hace con tanto Se deja en el interior un espacio, y tambien una pequeña abertura por el lado donde so,acierto esta operacion agrícola, que poco tenemos que envidiar á los cultivadores es- pla ordinariamente el viénto, á fin de que la tranger9s en cuanto al método de quemar combustion se verifique con facilidad. la tierra. En la provincia de Gerona princiSi al empezar esta labor recelásemos llupal meo te es tan general y bien entendida vias deberíamos activarla, empleándose para e~ta labor, ctue puede servir de modelo á to- ello trabajadores activos y vigorosos, porque dos los p.aises eo que 1.enga aplicacion seme- urge pouer á cubierto de l¡i. humedad el césjante mejoramiento. Pero como está conforped arrancado y seco ya. Luego que los me á lo que aconseja Mr. Turbilly, copiaremontones eslen formados, si el tiempo apamos los preceptos de este distinguido agró- rece segoro y bonancible, se les pondrá fuenomo. go· por la tarde por medio de una poca de par,Es esencial primera.mente, dice, que las ja ó de ramas secas encendidas. El fuego planchas. de césped que sé a'rranquen 'Se se- prende con una facilidad extraordiDaria con quen bien. PaTa conseguirlo importa qu'e se el ausilio de la leña que se colocó dentro del dejen por· algunos dias en el punto donde se monton y de las yer has y raíces de las planhan arrancado. Cuando la estacion no es muy chas ó césped, y al cabo de poco tiempo el húmeda, quedan ordinariamente secas al ca- fuego es tan violento que no es posible acer·bo de tres semanas, sin que haya necesidad carse á él. Si el fuego llegase á ser demasiade -volverlas: pero en los años lluviosos ne- do, se retirará una porcion bastante· de comcesitan mas tiempo para secarse, ~' asi es bustible á fin dE: que la combustion se baga que con frecuencia nos vemos obligados á cambiarlas de lugar y á mudar su superfi~ (~) En nuestros climas podremos esperar á arcíe repetiuas yeces por el temor de que la rancar el césped á últimos dtJ mayo, y á quemarlo á 1 } erba no brote nuevamente como ya lo he- · principios de julio, ~n razon de que son tardías las mos dicho. Cuando sea couveniente cambiar lluvias de otoño. (2) La clevacion- que se marca y la estension con frecuencia las planchas de césped, debe que queda detallada para cada uoo de los montooes cuidarse que esta labor se haga por medio oo es veotajosa si.no en los puntos donde la leña esde niños y de mugeres para ahorrar gastos. casea. En los países doocle los bosques abunden es « Se vé por estos detalles que en los preferible hace r los hormigueros mas reducidos y años lluviosos · este modo de desmontar y mas bajos, porque así la ti er ra se quema mucho mequemar el terreno es mucho mas detenido, jor. mas difícil y dispendioso , sin decir por esto (-N. ele la R..


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de una manara metódica, y se tomarán precauciones para evitar los incendios si los hormigueros se construyen en parajes inmediatos á bosques, ó en otros que puedan ofrece r tales inconvenientes. ((Se dejará que los montones ú hormigueros ardan con violenéia hasta la mañana siguiente al dia en que se les encendiese; .pero desde este momento se disminuirá el fuego, se cambiarán de una parte á otra lás planchas de césped, y se hará que se mantenga un fuego lento por algunos dias con el objeto de conseguir una calcinaciou insensible. Si entre las planchas de césped hubiese algunas que á causa de hallarse humedecidas no ardiesen con facilidad se re' . tirarán de los moutones y se reunirán para quemarlas despues juntas. Desde el momento en que el fuego se haya apagado, lo que se conocerá por las cantidades de cenizas que se n?tarán en el centro del hormiguero, se destrnarán algunos niños y algunas mugeres para que amontonen estos productos de la combustion, y hacer de esta manera que no . se esparzan fas qeniz.as que resultasen. La humedad de ~as noches y la primera lluvia que sobreviene hace que se forme en la su:perfi<,¡ie del mooton una costra mas ó menos dura, la cual impide que los vientos se lleven consigo las cenizas, y ocasiona el que los montones sean impenetrables á la accion del aire_ y que se desperdicien las i:.ales que se hubiesen producido. ((Esta es la razon por qué la operacion surte mejores resultados si despues de verificada la combustion sobre;vienen ll uvias suaves. Si la lluvia sobreviniese Lambien cuando estuviese muy encendido el monton, no dejaria por esto de arder bien, menos que fuese de una violencia estraordinaria y en grande cantidad, lo que es raro en esta estacion. Amontonadas ya las cenizas nada queda que hacer al terreno hasta que viene la época de la.siembra, escepto el cuidad-o que dene tenerse de que los hombres y los ganados no esparzan ó destruvan los montones . ton esta o¡,eracion el terreno queda libre ge11eralme11te de toda ~ las semillas de plantas

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y producciones dañosas, asi como de los insectos y repti les que perjudican á la vegetacion, porque la acc ion del fuego no solamente destruye cuanto llevaban consigo las capas ó planchas de césped, sino que quema á algunas pulgadas de profundidad la tierra inferior al hotmiguero y la de su circunferencia.» , Hasta aquí el autor-cita.do . Antes de la sementera se esparraman por el suelo todas estas cantidades de cenizas, se dan al terreno dos rejas, se siembra la semilla que mejor parezca,y_por este medio aseguramos una cosecha abundante. Cuando esta operacion se practica en un terren o desmontado de nuevo y en el que abunden las matas y las yerbas, podremos simplificarla y ahorrar gastos quemando solamente todos los vegetales, sin levantarantes esas masas de césped de que hemos hablado hasta ahora. Es verdad que este método no es tan ventajosó como el anterior, porque en el primer caso se destruyen completamente las raices de las plantas vivaces y las larvas d_e los muchos insectos que se anidan en el interior del terreno, al paso que la tierra se pone muchQ mas porosa; pero como este segundo método podrá á veces convenir á los intereses del propietario por l~ economía de gastos que lleva consigo, lo proponemos como adoptable en· muchas circun!etancias. Es tanta la bondad de la operacion agrícola de que nos ocupamos, que en algunos paises queman el rastrojo Jel trigo despues de· terminada la siega , porque se ha visto que de esta manera se aseguraba mejor la cosecha siguiente yque producia frutos lim:... , pios de malas yerbas. Para estos r.asos es necesario que no se siegue el trigo á. flor de tierra; antes al contrario, que se deje una porcion de paja en cada tallo para obtener una incineracion mas abundante. Conv iene por último que el campo se are al momento de concluida la incineracion de las pajas , porque en otro caso el vie11to se llevaría las cenizas que produjese la combustion.

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PROGRAMA DE PREMIOS OFRECIDOS POR la Sociedad económica matritense de amigos del pais.

La Sociedad económica matritense de ami- que necesite :-2. º. los medios de estraer las gos del país ha publicado- e1 programa de • a~uas á los terrenos cercanos sin perjuicio de sus usos com~nes, removiendo los obslos premios que ofrece para el presente año, en cumplimiento de las obligaGiones de su táculos que las leyes y usos opongan, y fomentando la riqueza pública :-3. 0 las clainst.itulo, á los que presenten los mejores escritos ó trabajos sobre los puntos que se ses de exenciones temporales J posteri-ores seiíalau de agricultura, comercio y arles; é tributos á que tanto el béneficio de las aguas insertamos á continuacion la parte que se como los aumentos que produzcan en la rirefiere únicamente á la agri_cnllura, objeto queza pública, han de quedar suj_etos. á que se dirigen nuestras tareas, asi como las prevenciones con que concluye dicho PnEYENC!ONES. programa: 1. • Las memorias se entregarán en la AGRICULTURA. Secretaría de la Sociedad, cal le del Turco, número 5, cuarto 2. 0 , sin firma, pero con 0 1. Título de Socio sin cargas y medalla un lema ó sefü;_l que se estampará igualde oro al autor de la memoria que trate samente en el pliego cerrado r¡ue contenga el tisfactoriamente el crédi Lo hipotecario y pro- nombre J domicilio del autor. Este.,pliego no será abierto sino en el caso de adjudiponga los 1nedios mas eficaces de generalizar en España h:ts cajas de ahorros ero plean- carse el premio á la memoria correspondo las imposiciones de estas eo préstamos diente, ó con consentimiento del autor cuansobre hipotecas de tierras •ó fincas rústicas ; do -obtenga accessit ó meÓcion honorífica. Los pliegos de las memorias que no obtuy formular las bases y los reglamentos nevieren ninguna de estas declaraciones quecesa rios para la órganizacion de este ramo. 2.0 Título de Socio y medalla de plata darán inutilizados. 2.ª Se . admil.irán las memorias y las al autor de una buena cartilla ordenada y mueslras de los artefactos que opten á los metódica, en la cual se dé¡¡. las reglas necesarias. para la conservacion y transporte de premios, hasta 30 de noviembre próximo. 3.ª La distribucion de estos premios se los vinos principales que se elaboran en España , con indicacion de las alteraciones ó verificará en sesion pública y solemne, cuanenfer,nedades á que están espuest0s, y de do la Sociedad adjudique los correspondienlos remedios mas eficaces é inofensivos·pará tes á las enseñanzas que tiene á su carga; para lo cual se anunciará el resultado de la co rregirlos. 3.º Título de Socio y medalla de plata: caliticacion c.on la anticipacion conveniente. 4-,ª En dicbp acto se publicará el juicio al que presente la mejor memoria proponiendo un proyecto de ley sobre ?'égimen, comparativo que la comision de la Sociedad haya formado sobre cada uno de los traba-' 11s0 y aprovechamiento de las aguas, acomodado á las circunstancias del pais y que jos presentaJos, designando las memorias por sus lemas. comprenda :-1 .º el estado actual de la le5.ª Todo aut0r puede hacer sacar copia gislaciou sobre la materia y las reformas

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de la memoria q1,1e baya presentado, comprobando el secretario su conformidad con el Oiiginal. Para este efector los no premiados presentarán el resguard'o q!)e con el lema de sus respectivas memorias se les hayan franquead-O por la secretaría á tiempo de la entrega. 6.ª En cualquiera ocasion en que, aun sin invitacion de la Sociedad, se le preseu-

ten memorias, ensayos, inventos ú otros trabajos útiles á la riqueza pública y prosperidad generar del pais, los acogerá con aprecio y les dispensará el premio 6 demostracion de que los estime dignos. :Madrid 20 de agosto de •1 849.-Por acuerdo de la_Sociedad.-lld.efonso Lm·rochc, si:cretario.

EXPOSICION PÚBLICA Y PREMIOS EN LAS Gobierno político de las islas Baleares.Autorizado ,por el gobiernq de S.M. para celebrar la exposicion pública de la industria agrícola v manufacturera de estas islas,-anu.nciada ,en· 2-8 de febrero de este año para el _119 de noviembre:próximo, mal pudiera emprender otro cami-no para procerler con acierto en esta obra patriótica y protectora , que el que-dejó trazado el Cuerpo provincial , á cuyajnteligencia y celo debí para su realizacion en el año último un apoyo tan influyente como decidido. ·A nadie pues mejor que á los señores que Jo componen podia llamar en mi auxilio para alcanzar en este año los resultados con qur. en el anterior vimos coronados nuestros esfuerzos: á nadie mejor que á ellos, que cunociendo los verdaderos intereses de sus representados, sus·· adelantos, su respectivo mérito y !a necesidad de promover la competencia para que una noble emulacion creé e n nuestros industriales una aficion decidida á mejorar, á perfeccionar sus artefactos, serán el estímulo mas poderoso par?_que la exposicion de este año sea abundante ~: rica en productos de la industria balear. Contando pues con la cooperaciop de tan

dignos auxiliares, y seguro de que el espíritu de mejor¡¡_ que guia á: estos isleños les estimulará y decidirá á presentar el fruto de su aplicacion y de su talento, para obtener el hontoso galardon que se les deba de justicia he formado y publico el siguiente

PROGRAMA. Los premio,; que han de ser adjudicados qQedan divididos en las siguientes clases: 1. 0 -Medalla de oro. 2. 0 -Medalla de plata. 3. 0 -Certificacion de mérito. 4. 0 -Mencion honorífica. Como el fin principal de la esposicion sea el dé premiar todos los obJetos presentados que merezcan esta distincit>n honrosa, no se ha señalado por lo mismo ~n número fij o de premios adjudicables, án tes bi en q·ueda ilimitado, y. en las facultades de la junta de censura el determinar cuantos de cada clase deban ser concedidos, en vista del Jnérito de los artefactos expuestos, y sea cual fuere el géne ro á que pertenezcan. Podrán obtenerlos, 'pues , reuniendo las circun stancias dP.I cai-o, todos los ramos de industria 'i bellas


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artes, y todos los adelantos que se hayan hech·o en agricultura, y señaladamente: Las invenciones de algun procedimiento nuevo de provechosos resu ltados en las labores del campo, y la introduccion y usode máquinas é instrumentos que conduzcan á beneticiar los productos de la tierra, con ahorro de gastos ó de tiempo. La introduccion ó aclimatacion de plañtas útiles á la economía rural, á las arles, ó á otro uso cualquiera de reconocida importancia . La prodm:cion en todas fas estaciones de aqm~llos objetos de hortjcultu,ra que comunmente no se encuentran sino en épocas deterrn i nadas. Los vinos mas parecidos al de Valdepeñas, cuya in1ilacion f.acilitan so bre manera las uv as conocidas con los nombres de juanillos , molls y gorgollasas, muy semejan te la primera al albillo castellano, la segunda al pardillo y la tercera al jancibel, q ne son las que entran en la composicion de Valdepeñas. Los vinos mas parecidos al de Champaña; para cuya imitacion se prestan algunos de los que se cosechan en Mallorca, y cuyo resultad o puede obtenerse con solo aplicarles algo.nos procedimientos de los que se acon-

se¡an en varios metodos al intento publicados. tos vinofi -de la provincia que por su clase puedan coro petir con los nacionales y estrangeros mas esquisilos. Las pasas de moscatelon ó moscatel romano, conocido en tre nosotros por calop moscatelt, que puedéln entrar en competencia con las de Má laga y Denia. La pl an-tacio n de mayor número de moreras multicaules. Le mejor seda fabricada en la provincia, de ca-pollos de gusanos alim_entados con ia hoja de dicha morera. Las reses cebadas cuy-o peso sea mayor en una cuarta parte del que comunm ente tienen las que se matan para el abasto público. Y los quesos que mas' se aproxi meo por su· buena calidad al tan celebrado de Búrgos. A cada uno de los artefactos que ~e presenten deberá ir unida indispensablemente una nota expresiva de su precio en venta, pues la baratura será una de las circunstancias que se tendrán presentes para la distribucion y señalam iento de los premios. Su adj udicacion no tendrá lugar hasta despues de terminada la expos.icion. Palma 1O ele setiembre de 184-9 .-Joaquin Maximiliano Gibert.

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LOS PÓSITOS YLOS BANCOS DE LABRADORES rn sus rdltdO'ttes con 111 µr.ospai't)a~ 't)e la a_gdrnlturn (f).

CAPlTULO IV.

Utilidades que en la actualidad pueden of,·ecer los pósitos, considerados como repuestos piíblicos de granos con destino al consumo de los· pueblos. Acabamos de ver cuán poderosamente - contribuyeron los pósitos en un principio á salvar de una ruina casi segura á la agricúltura de los secanos de. España; sin embargo ¡cuántos abusos se introdujeron desde luego en tan benéficainstitucion! Asiesql)e, aparte de los que se derrnncian e_n las leyes mismas recopiladas, otros vanos fueron puestqs en evidencia por profundos escritores · siendo el res u!lado haberse ido cambia~do en tales térmiuos la opinion pública con respecto á esta institucion, que consultados acerca de ella en el año de 18'20 los jefes políticos y las diputacion~s provinciales, previniéndoles o~esen antes á los ayuntamientos, á fin de saber mas bien la opinion dC'l pais, de las 27 provincias de que b~bo contestacion, en 48 se opinó por la supres1on de los pósitos, y en. 9 solamente por la con. tinuacion. ¡lmp.osible hut?iera parecido que llegara nunca el caso de un cambio tan completo en la opi.ni.on pública con respecto á una inslitucion cµyos objetos no pueden ser mas filantrópicos! Mas este cambio de la opiníon habria sido efecto de una preocupacion de la época á que nos reférimos, ó estará mas bien fundado en razones sólidas y en las lecciones de la experiencia·? Esto es lo que con alguna deiencion nos proponernos examinar ( ~ ) •véanse los nC11ns. anteriores, pág. 234, 25 3 y 347.

en este y en el siguiente capítulo. A dos pueden reducirse los objetos de la inst.itucion de que estamos ocupados: el primero y principal soc9rrcr á los labradores en los términos que ya hemos expuesto con suficiente extension; y el segupdo a.bastecer de granos á los pueblos en tiempo de escasez, impidiendo el hambre,.ó al menos una alza excesiva en los precios: veamos pues hasta qué punto corresponden hoy los pósitos á los objetos de su instituto. En las naciones en qúe la agricultura está muy ·atrasada, y sus productos apenas alcanzan ordinariamente á satisfacer las necesidades de la poblacion; en que no existe u. comunicaci_ones interiores; y en que no hay com~rcio interior ni exterior de granos, son · sin duda de suma utilidad, en nuestro juicio necesarios, los repuestos públicos de granos .. Porque á la verdad, en semejante estado de cosas, ¿cómo es posible que los labradores siembren ordinariamente ·mas granos que los que ellos necesitan para su propio consumQ, cuando prohibido el comerció de cereales, no habría.quien compr~se los granos ¡;obrantes que en años de abundaneia veria el labrador echarse á perder en sus paneras? Y si prohibido el comercio de granos, forzosamente tiene que disminuirse la pro·duccioo hasta quedar en cada pueblo próximamente nivelada á las necesidades de su propio consumo, ¿adónde irián los pueblos en un año de carestíh á surtirse de los granos q-ue necesitasen? ¿á los almacenes? .... La ley los babia prohibido. ¿ A los pueblos en que, la cosecha hubiese sid!) abundante? Aun cuando hubiese algunos en este caso, como las sementeras serian siempre cortas, puesto que habitualm\:)nle ninguno sembraria sino para. su propio consumo, era i mpo-


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sible que los granos e¡ ue tuviesen sobrantes los labradores, .fuesen capaces de neutralizar los efectos de una ma1a cosecha en una ó mas prov:incias de la Península. Y ¿qué sucedería si en toda ella ó en s·u mayor parte se dejara sentir á la vez la escas·ez de subsistencia? ' ¿Adónde entónces acudirían los pueblos necesi lados? Al reflexionar que durante la legislacion cuyos abusos hemos denunciado, cada pueblo en punto á subsistencias casi no podia contar sino con sus propios recursos, encontramos muy natural, y lo que es mas, _muy jusfo en aquella época ese egoismo de localidad que llegó á desarrollarse hasta el punto de que en el mismo país, tratándose de subsistencias , se mir asen unos pueblos -á otros como enemigos i rreconcilíables, y se amoti nasen las poblaciones casi siempre conlra los que iban con su dinero á bascar en ellas el alimento que necesitaban. En este sistema de ai'!ilamieato en que cada pueblo representaba una individualidad atenida-á sus propios medios ele subsistencia, medios que frecuentemente falta.bao en las provincias en que el clima es cálido y escasas las lluvias tle primavera, fué una verdadera necesidad la. formacion de graneros públicos, á fin de tener en todo evento seguras las subsistencias indispensables para el vecindário. Mas el esl3do de la Península ¿ es hoy por ventura el que era en el siglo xv11? Sabido es que segun los cálculos mas bien fundados, á ·falta de datos oficiales que inspiren completa confianza, la poblacion de la Península po b3ja hoy de f5 miltones de habitante;;; que á consecuencia de los gastos que ocasionó á los pueblos la gue·rra de la Independencia, se vieron estos en la necesidad de enajenar, durante lqs seis años que duró la lucha, mucha parte de las fincas de Propios y muc~ísimos campos comtines..que antes no producían sino algunos escasos pastos espontáneos, y hoy producen abundantes cosechas de cereales; que abolida !a amortizacion civil, y casi tambien la eclesiástica, han entrado en circulacion, y pasado de consiguiente por un órden regular ámanos mas productivas, una porcion in, calcn lable de fincas de todas clases; '1UC ha-

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biéndose permitido los rompimientos de las deliesas y pastos ( y esto es de muchísima importancia para la produccion de cereales), se han rféctuado ya muchís.imos, destinando.. al cultivo de granos todos estos terrenos que antes lo estaban exclusivamente á la prod uccion de pastos; que se han declarado acotadas todas las fincas, pudienpo de consiguiente los dueños ó arrendatarios tenerlas constantemente sembradas, lo que antesno podía hacerse; que en los terrenos y climas húmedo,, se 'ha aumentado muchísimo la produccion de su'stancias alimenticias, introduciendo _en grande escala el cultivo an:tes desconocido de las patatas, que ocupan hoy con inmensas ventajas las tierras de labor en los años en que por el sistema anterioi· de cultivo se dejaban de barbecho, y eran perdidas para 1a produccion; y por último, · que declarados libres el comercio interior y exterior de granos, se ha impulsado la produccion de estos hasta un punto verdaderamente sorprendente, al que podemos fundadamen~e sostener que jamas babia llegado en la península, ni aun en los mas ponderados tiempos de su antigua prosperidad. Ahora bieu: en estas ventajosas circunstancias, enteramente _opuestas á las del siglo :xvu, ¿serian necesarios, ni aun útiles siquiera, generalmente bablanpo, los repuestos públicos de granos? ¿ para qué?¿ para surtir á los pueblos necesitados? Esto lo hace el comercio con mucha mas economía y mas ventajas, y llenando con menos gastos, malversaciones y defraudacion.es una incalC!]lable multitud de almacenes en años de abundancia, fomentando mas y .ma·s por este medio la produccion, y evitando que los labradores, como antiguamente, se arruinen en medio de lí!, abundancia ; ya trasportando los granos á los pueblos necesitados, para venderlos con mas estimacion; ya tambien trayéndolós del extranjero en un año en que fuesen escasos é insuficientes los repuestos de· granos nacionales. Por otra parte, conserv_ándose Ji bre como debe ser el cbmercto de cer-eafoE·, los ·graneros públicos no podrían hoy sostener la competencia con los de los particulares, y tendrían c¡ue arruinarse irremisiblemente


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antes de que pasase mucho tiempo, Cuando enire nosotros estuvo prohibido el comercio interiqr de granos, y se permitió exclusiv amente á los pósitos, estos realizaron enton. ces inmensas ganancias, i a porqueno tenian ninguna competencia, ya porque abund ando siempre los granos masó m_enos en la cosecha, y escaseando siempre mas -ó menos. en los meses de abril, mayo y junio, lo que era una pr!)cisa consecuencia de la falta de comercio de cereales, era entonces en dichos meses tan segu"ra una alzá en el precio de los·granos, como · lo es el sueño despues de urr dia de trabajo. 1·as juntas de Pósit2s, para realizar crecidísiinas ganancias, no tenían que hacer sino comprar g'ranos al tiempo de la cosecha, y" venderlos en los ·meses llamados mayores. l\Ias desde que una g1:an porcíon de capitales se han dedicado á este comercio en otro tiempo tan J'ucrativo y tan seguro, la escena ha cambiad-o completamente: no pocas veces hemos visto que á consecuencia de la mucha concurrencia de comprado res llegan los granos en la cosecha á subiF á un precio_que no vuelven á tener en los meses llamados mayores, en que precisados á v·e• der muchos especuladores, se presentan en el. mercado mas granos de los que se necesitan para las necesidades del consumo . · A causa pues de la concurrencia de capitales al comercio de granos, y del aumento que ha lomado y va tomando cada vez mas · ·su procluccio•n, es dicho comercio algun tanto arriesgado,. y para dedicarse á él con probabilidades de buen exilo, se necesitan un interés tan solícito y tan activo como el individual, cierto tino· ó talento comercial, y un cap"ital de que ·pueda pres.cindirse á veces por bastante tiempo. Digasenos áhora si podrán estú en ese caso los graneros públicos, en cúya prosperidad nadie tiene un inter<is inmediato , para · cuya direccion hay que echar mano de mas empleados y mas sueldos·que los que necesita el interés individual, y en cuyo manejo dr, cautlales hay y • habrá siempre por necesid_ad mas defraudaciones que cuando el mismo interesado diri·ge sus operaciones comerciales. Tal vez se nos diga que si la subsistencia 1

pública se fia al Iibre comercio' de granos, veremos presentarse el inonopolio; y acaso P. • apoyo de este razonamjento se nos citen los malos resultaélos que debió producir en España el libre eomerci0 ·de granos establ ecido en tiein po del Sr. Cárlos III en el año de ,17oJ, puesto que poco tiempo despues se le empezaron á poner· algu-nas trabas, y por último se vino á proh.ibir en el año de 1790. Aun cuando concedamos que no á otras causas, sino precisamente á los malos efectos producidos por la libertad del comercio de ceh!ales , se debió su nueva· prohibicion en 1 790, no de ahí puede infer•irse que en la actualidad 'produjese malos resultados, · puesto q.ue el estado de la Península es en la actualidad muy diferente del que era en el úl_timo tercio del siglo pasado. Entonces subsistían en toda su fuerza la amortizacion, la prohibicion de ce'rcar las tierras de labor, y sobre todo, de romper los terrenos destinados á pastos, que ooupaban una gran parte de la Península, y el resullado era que siendo por estas razones escasa la cosecha de cereales para una poblacion que babia ido en aumento, eran frecuentes las crisis de subsistencias, fáciles y frecuentes de consiguiente las ocasion!)s del monop0lio. Bé aquí patentizado lo difícil que es la ciencia de gobernar. No basta que, como en tiempo de Cárlos 111, _haya hombres ilustrados al frente de an gobierno ; uo basta ( contrayéndonos al caso de que estamos ocupados ) saber que con arJeglo á los mas incuestionables axiomas de la economía política, la libertad del comercio de granos aumenta su produccion, proporciona de consi_.guienle la abundancia y baratura , -y ha~e desaparacer el monopolio; es necesario ademas conocer muy á fondo el estado del país, y hasta sus preocupaciones, para saber hasta qué punto de- · ban modificarse, por cierto tiempo al menos, los principios generalmente mas ciertos de ·1a economía política. ¿Hay por ejemplo quien ignore los excelentes resultados que generalmente produce el libre comercio interior de granos? Pues e·sta libertad en los siglos xvu yxv111, con las preocupaciones de aque lla época, y con la legislacion q·ue entonces regia y que impedia la produccion, condu"


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cia infaliblemente al monopolio. ¿Nos con- · duciria hoy al mismo término?De ningun modo; la produccion de cereales, á consecuencia de las causas de que anteriormente hemos hecho una lijera reseña, ha tomado tanto incremento , que generalmente hablando, es .ya imposible el monopolio, puesto que no es posible reunir en pocas empresas el capital necesario para la adquisicion de tantos millones de fanegas como andan en oirculacion; y á mayor abundamiento con el fin de dificultar el monopoli<, en los años de escasez, pues en los abundantes es i mposible, se halla dispuesto por el art. 4. 0 de la ley de 28 de enero de 1848, que el Gobierno deniegue su aulorizacion á las compañias que ti~ndan á a:¡onopolizar las subsistencias ú otros artículos de primera necesidad . Hemos demostrado que en los países en que la cosecha de cereales es mas qúe.suficienle para el consumo, y en que está permití-do el comercio de cereales, son inútiles

los repuestos públicos de granos, é incapaces ademas de sos-tener la concurrencia de los almacenes que el interés individual forma en todas partes; y hemos ademas puesto en evidencia la imposibilidad que hay en España de monopolizar las subsistencias, imposibilidad que se irá aumentando á medida que vaya siendo mayor la cantidad de capitales que acuda á e~te ramo de comercio. Luego bajo este punto de vista, los pósitos que fueron una necesidad de épocas anteriores, son hoy de todo punto inútiles . Decimos de todo punto inútiles, porque, destinados principalmen te sus fondos á proporcionar á los labradores granos para la semen lera de las tierras ó para la recoleccion de frulos, es ruuy corta é insi~ni fi cante la cantidad de granos que pudieran los pósitos dedicar .al abasto público en una nacion que tiene hoy 15 millones de habitantes . C ELA y ÁNDRAD!l • .

! RATADO DE ECONOMÍA RURAL. Acabamos de recibir la entrega 90 de!Boletin oficial del ministerio de Comercio, l nstruccion y Obras públícas, respectiva al 20 de setiemb re próxi mo pasado, y en ella hemos visto el tratado de economic rural escrito por don ANTONto PtQOER AS en el catecis11;0 de agricultura que presentó al concurso convocado en 11 de diciembre último , y de cuyos resultados nos ocupamos en 1° de julio del corriente año, pág ina 161 . La muy rápida lectura que hemos podido <lar al trabajo del señor PIQUERAS y la recomendacion qu e hace la Direccion general d~ Ag ricultura en la circular que hallarán nueslt\ls lectores en el lugar correspondienTUlto ll

te de este numero, nos han decidido á insertar desde luego, como empezamos á haocrlo á continuacion en la parte posible, el tratado de agricultura económica de do n A 'TON l P 1QOERAS, sin que por ello renun~iernos á manifestar oportunarn0nte nues tro parecer sobre el particular, luego que tarnbien hayamos leido con ma yor detencion el escrito de que habla mos. Antes babriamos trasladado á las columnas de El Cultivador el tratado de econornia riiral del señor P 1Q OE RAS si hubiéramos recibido la contestacion que esperabamos de este señor, á quien ya digimos que nos habíamos dirigido: lo verificamos ahora, sin ~7


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embargo', toda vez que publicándose dicho tratado en un periódico oficial, estamos ya autorizados para reproducirlo. Dice así el señor PIQUERAS:

fJATECISMO DE . AGRIOULTURA.

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de las diferentes maneras de hacer valer las tincas; del sistema que se adopte para su organizacion y servicio; y de la direccion administrativa, en que se comprende la economía doméstica . DIVISION 2.ª-POBLAClON Y AGENTES DEL CULTIVO.

CAPITULO IV.

Seccion primera.-Poblacion. AGRICULTURA ECONÓMICA,

P. ¿Es de alguna utilidad en agricultura el conocimiento de lá poblacion? R. El conocimiento de la poblacion reparNociones generales. tida ó diseminada en el pais , es del mayor ínterés; pues aunque los grandes centros de P. ¿Cómo debe conducirse el agricultor poblacion presentan al agricultor muchas para dirigir con acierto y utilidad la marcha ventajas, en cambio le suelen arrebatar tamsucesiva de todas sus operaciones, para que bien los hombres mas vigorosos, activos é el éxito sea constantemente ventajoso? inteligentes, haciendo que se perviertan las R. EEtableciendo todos sus cálculos, y coslumbres de la gente del campo, y que se tomando por base de todos sus procedí mien- dificulLe la industria agrícola, pudiendo oca- , tos aquellos mejores principios de la admi- sionar la falta de brazos la carestía del pr'enistracion y de la e:)onomía de la agricul- _ cio de las tierras y de los jornales. tura, de que se pueda hacer una aplicacion P. ¿Qué clase de poblaciones 1a que mas mas inmediata, mas feliz y mas propia, se- conviene al f0mento de la agricultura? R. Una poblacion robusta, activa y diesgun las diferentes y complicadas combinaciones que en todos sus ramos ofrece la pro- tra, honrada y económica, de costumbres duccion. agrícola. puras y de carácter dócil para hacerle comP. ¿Qué se entiende por administracion y prender la digni'dad de su profesion y las economía de la agricultura? mejores prácticas de los trabajos agrícolas. P. ¿El destino que se dá á las tierras en R. Por administra..:ion y economía de la las producciones agrícolas, influye en el cenagr icultura se entiende aquella parle de la ciencia agrícola, que nos enseña á raciociso de la poblacion? nar, con arreglo al estado den uestros recurR. Indudablemente, pues la tierra puede sos, sobre los medios de asegurarnos de la desLinarse á producciones que piqan mas ó próbabilidad próximamente •cierta del éxito menos bombr·es. de todas las operaciones agrícolas, evitando P, ¿En, qué clase de producciones se malas cálculos.errados, y apreciando anticipa- nifiesta mas esta diferencia? damente sus gastos, sus utilidades, sus pérR En general, los países de pastos suedidas, sus ventajas, sus riesgos y sus benelen estar poco poblados porque son pocas ficios. las personas que encuentran ocupacion: las P. ¿De qué efectos se ocupa esta parte d.e tierras de pan llevar, las que se dedican al la agricultura? · cultivo del arroz y de otras cosechas varia: -R. De la poblacion agrícola, de las cualidas , ocupan mas; y muchísimas mas , los dades de los agentes del cultivo, es decir, territorios de viñas, y otros plantíos cultidel agricultor y sus dependientes; del exá vados á brazo. men, investigacion , reconocimiento, valuaP. ¿Qué otras causas influyen relativacion y eleccion de las fincas rurales, miramente á la agricultura en el número y las das bajo todos sus aspectos y circunstancias; co·stu mbres de la poblacion? JV1SION PRIMERA.-SECClON ÚNICA.


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R. Los pais~s en que se halla mas dividida la propiedad para el cultivo 'j mas abundantes las aguas, son los que mas influyen en el aumento 'j en las costumbres de la poblacion, como sucede en Gahcia, Valencia 'j Cataluña. . P. ¿En qué se diferencia la poblacion de los paises que disfrutan estas ventajas, de los que no las tienen? R. Existe una diferencia harto notable entre la poblacion de un país, que á la benignidad del clima reune la circunstancia de poder cultivar sus campos en pequeñas porciones, por la abundancia de las aguas ó por el órden establecido en los riegos; y la de otro, que por falta de industria para proporcionarse el agua, ó por su situacion, carece de tan precioso auxilio. En el primer pais es incesante y abundante la reproduccion; se aumentan Tas riquezas y la poblacion; esta tiene mas industria, disfruta mavores comodidades, su vid a es activa, si"em. pre están empleados en los trabajos del campo, 'j jamas pueden estar ociows. En el segundú pais se paralizan los trabajos agrícolas, falta ó escasea la ocupacion, y lapoblacion se ve muchas veces en la necesidad de emigrar, ademas de contraer los vicios que ~on inherentes á la ociosidad.

Sec.cion segunda.-Del agricultor. P. ¿Cuál es el que propiamente puede llamarse agricultor? R. El agricultor, considerado como jefe · primer agente del cultivo, es aquel hombre que dedica su estudio, sus capitales y su trabajo, á todos ó cualquiera de los ramos que abrazc\ la agricultura, concibiendo, dirigiendo ó ejecutando cuantas operaciones, ya sean solas ó combinadas, tienen por objeto la produccion agrícola. · P. ¿Bajo qué denominaciones particulares pueden. reconocerse los agricultores propiamente dichos? R. Estas denominaciones dependen decircunstancias especiales relativas al modo de llevar las fincas, que son objeto del cultivo. Asi el agricultor, que ademas de poseer fincas, concibe y dirige por sí mi mo sus ope-

racíone:; con sus propios medios y sus capitales, se llama propietario labrador. Al que compra de otro el derecho de cultivar 'j recoger el fruto de un establecimiento agrícola, tomando á su riesgo y ventar:\ todas las contingencias, se 1e dennmina arrendatario, ari·e1i'dádor, colono ó relntern. Si el propieta rio, tenienqo sus fincas en uu estado mas ó menos perfecto de aptitud para producir, y provistas al efecto de todo el material necesario, las cede á otro, para que ademas de su inteligenciá y su trabajo, anLicipP- los capitales útiles .á la produccion, con condicion de partir despues los frutos, el agricultor se designa en este caso con el nombre de mediero ó aparcero. P. ¿Qué condiciones son indispensables para que el agricultor se encuentre en disposicion de concurrir á la produccion agrícola? ' R. Son varias; unas relativas á su capital material , y otras á su instruccion y á sus disposiciones personales para el debido desempeño de su profesion . P. ¿Cuáles son las relativas al capital material? R. Poseer fincas rurales que estén actualmente en estado de producir, segun su objeto, ó de ponerlas en aptitud para ello, mediante los trabajos y mejoras de que sean. susceptibles; y el capital necesario para anticipar los gastos que se juzguen útiles á la produccion; y puede consistir en dinero, ó hallarse bajo otras diversas formas, como g;inados, bestias de labor, géneros agrícolas, instrumentos y máquinas, ú otros objetos de esta clase. P. ¿Cuáles son las concernientes á la instrncciun del agricultor? R El que se proponga dedicar su ir.iteligencia y sus capitales á uno ó muchos de !os ramos qúe comprende la industria agrícola con alguna probabilidad de buen éxito, debe, además de los conocimientos generales que tenga propios del país, ó que haya adquirido por medio de sus reflexiones, de su experiencia y de la vista material de los objetos, procurarse otra clase de instruccion mas desarr0llada 'j perfecta por el estudio especial de las demás cíen<·ias acr.esorins de fa


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agricultura, si no con demasiada extension, al menos con la bastante para poder com.prende1·, determinal' y distinguir las a licac·ones mas racionales é ~mportant:cs , q·ie d3 d:cil. s c:e cías pucdin bJ.cerse á ln.s O' e¡,;,e,ion/3..., asdcolus. Sin embarge los gracka de cs~r :~-L3f =· C .ion pucl.ltn rer mt S Ó lL!? c,rs variados y e:;:.tcnso.., , con re! ion á la condicio2 el agfo~ullor, á su ta:ento, ~l mayor ·ó rrenor m:.mer. de ol'jetos ue rcuna y d' rija en s estaN"cimiento, y 6. la categoría que re, re~en e en la P:~duccion•, considerado ce , o agenéc (~ .. cU1t1vo. p. ¿f>or e¡ué r- ed:os puede adq ir' rse y parfeccio:aarse la verdadera instruccion agrícola? R. :Ista inst!'uccion puede adq irirse en estab:ecirrüi:11tos especiales aonde a enseñanza de los elemen os e tas ciencias que le intcres1 ::.1 agricu!~ -: c0noce r, -y lo. de la teoría de ia r. 0 ricultura, e.=.,dn reunidas á la dem ostracion practica de los hechos, y donde los j0 ene· pa~ticula:-mente se habi:ú n á los trabajos manuales , para que, aprendiénél.olos p iroero, rueda!l des pues enseñarlos y clir:gir os. . Cómo puede perfeccionarse esta instrucc:on';' R.. Es.a instru:-;cion pueda i:-se perfeccionanLü por ~" lectura da .R:: n -en2,s ob::r..s y de las pub1icacin:-.ies pel'i6iicn;a ce ngr1c 1:tura, por medio e v·ajes ,,r::cbos i ~os ·erritorios que se hagac. nctar por la. excelencia da sus mé~o<los de cultive, y de sus p, od uccioues_ y po" ·t,, frewente a:istencia á l:i.s ex osiciones dJ proJactos, má~_ ·inas y ape~ ros 1gr'..wi s, ·y á 10.S ferias y m reacios donde se hace el co>_j),erci de los ganados y otras produ:(:ion::;¡;, de ;;.gricuitura. P . ¿Cómo se- J.is i guen las cualidades,relath·as á b. disposicion personal del agricu ho1,? · R. Estar; d~s osic1oaes imrortantm1 se disiinguen en intelectua es y morales. Pued::m ser ya naturales, ó ya adqui:-idas; y contribuyen singularmente, uuibs co.1 la' n tt·t'Ccion, á poner al labrador en estado de diri gir y administrar con acierto uri establecimiento rural, po rque ejercen una influencia uru y señalada en el resultado de sus afanes,

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y en la felicidad y porvenir del hombre de campo . P. ¿Cómo se esplican las cualidades intelec!.:ales? R. Estas son : el e5pfr¿tu dv órden, que someta á regias¡_; etód .... as l emp.leo de los capitales¡ el cJrwci ni n:o de l?s .1ornbi'es1 c cuyo am.i lío irigirá la eleccion que deba hacer de los que se vea en la necesidad de emplear, ya para la ej ecudo n de los raba jos, ya para q e le sirvan útilmente en su-s operaciones del comercio agrícola; el talento de los negocio para saber preva erse y aprovechar oportunamente todas las ventajas que en materias de in terés o.rezcan las circunstancias, la economía, para conseguir el resu lado que se proponga , del modo mas perfecto , haciendo los menores ga tos ¡.,osi!es; y la prudencia de carácter y ia paciencia para dirigir su :operaciones con ta acierto, que le aseguren !a abundancia :f la fortu na en el porvenir. P. ·C,it,les son !as mo ates? . R. ,Se consideran como tales, la actividad, que pro mueve la ejecucion de Jos trabajos con e;ierj'.a, 0¡11:,rtnni.:! d f, v rabie y en e ó•·dtm de su impo rt ncia relativa, la despreo w:0ac.on, que solo admi e ó os-cha ideas dctsrmü.. ad s y di;'tinLas, practicas . elativas t. ia :l';ricult.~,ra, cuanao ia obscrvac·on . la, e..:r: rien i::,,·,.onduccn a1 agriculLor á distin,-,,,:~ .as e u::·~s d'3 !os ;ec::lLa os; ia aplica cion, que exige u- a Yocacion decidida y perseve r.'n~::,, un. tt,sto .:;oust nte y una residencia. fila en d establecimiento para con-• sagtarle os cuidarlos, el tiempo y una inspc:cdcn Vlf;:lante que :irn:.me y presida todos los o:menores; a probidad, po rque el buen con epto de. ios homb es sostemendo su crédito fÉ..cilil'• las !.ransacicnes, ofr~c.ieodo mayor estab;· •la.d y di:i ~e1 n á las empresas; y la ~'1,•e::1, do co,.,tnmln:s? ya porque una co duct:i, dis!·'.laaa ó ir:.rnoral bien pronto conduce á una ina cierta , ya porque el agricul Gr , como jefe de una fami lia ó de cierto número de otros dependientes, es necesario que dé á todos el ejemplo de unas costumbres y de una conducta irreprensi le. 0

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les desu na. P. ¿Cuáles sen as fí icas. · de! c'.l!tivo. !l. Las cua· i ~des í'ísicas se reducen á teP. ¿Co qué combres son con 0idos les ner ro bus te~, fuerza y !w,bi'itlad .. ara el Iraba jo. Pero en esle_ 'iuciJ son pre:'cribles los demas a_genLcs de! cull: ? R. ~on cono iJos bajo la d ~nom;nac:on tra!.Jaj~.dor s 1r e aunque tengan menos fuergenera de cr:aclas domésticas 'o, ns &. ~uellos za, reunan á su t.amuoac. y Jestreza, enerque csLán e.justa os por año; y~ 0.istin~ucn JÍw y act:i-w'ad, pues que fos que poseen esademás por var· os nombres particulares, di- tas cualidacií.:s, tacen mas y m.ijor trabajo man ad os de l;,.s funci ones y catcn0,· 1a que c::.- que los hombres r\e I as fuerza y violencia, da uno de ellos desempeña, y oc ·pa en i..u pero apáticos, inu. ien tes, y si n enerj ía. P. ¿Qué circunstancias pueden infl uir en establecimiento rural. "Gnos ordenan y diricualidades fisicas de los trabajadores? las gen los trabajos, traba'. an ó no ellos mismos , Pueden infl uir la calidad de los al iR. y se llaman t•petv.clores, capataceJ , cachicael clima,)\ tem peramento y las cosmentos, nes ó mayfJralc ; y otros ba· o la inspecc10n es tablecidas en el pais que se habita. mbres tu de aqueLos, trab::.i.jan, labran los campos, más de las cualidades referidas Ade P. cuidan arboledas, huertas y jar in s,guarunes á todos los agentes del culticom como dll.n as heredades, conducen y cuidan los otras obligacione:; debe desempe¿qué vo, ganaéos y otros "-nima es, y as' s ~lam"n. laaperador, ó cualquiera otro capataz, el ñar ·os, j--.,rdine ar·bolistas, brad'.Jres, hortelanos, es•:i. clase, qt,e se enc uentra de dependiente floristas, pastores y guarda.~. I::ay además direccion de algunos , ó de la ~e -.., encarga otros que prestan su servicio solo ura te el ;:a est blecimiento rural , de rumos los os tod día, y se conocen con ei nombre de jornaleno asiste diariamente propietario el crn,.Ddo ros 6 peones. cultivo? del operaciones las á P. ¿De qué cualidades deben eslar e, :orP.. En los estableci mientos de grande esnados eslos agentes secundarios de la proesta clase de <lepen ientes :;encn retensioó. duccion agrícola? á su ca,;o '.olo el gobierno, no gularmente R . Las cualidades mas importan tes que (10 :abor, sino de todos los c:J.S.). ,a de solo deben buscarse en esta clase de J epen 1entes en él de la produccion objeto son que .'cc..ll.OS se distinguen en morales y físicas ; y \jo la cada uno de dichos para bien 6 agrícola, eleccion que se haga de ellos dP.ben tenerse muy en cuen ta, considera ndo que á su fi <le- ramos hay uno particularmente encargado. lidad y á su inteligencia es preciso confiar Ya en uno 6 en otro caso , son sus obligadiariamente capita es que pueden perecer 6 ciones: reoibir por la noche las 6:-denes del peligrar por su descuido, su mala fé 6 su amo, y con arreglo á ellas distribui r e trafalta de conocimientos, en la ocupacion que baj o para el dia siguiente, señalan o á cada uno la parte que en ellos debe desem pedesempeñan. ñar; mandar parar para descansar y co mer, P. ¿Cuál es sori las cualid es moro.les? ll. Se tienen poi' la'es la 7.c,il't.,,de;;, en tér- y da r la hora para la salida al trabajo y paminos de que el ependientc , a em.:.s de ra retirnrse de él ; arreglar el paso de las ~•unt as y el rden con que los tra ajado es cu plir sus d be res con exac :t'.1<l y ea· t d, por si , si no deben ejecutar sus ~aniobras, para que ninno Eolo no cometa bfidelid que ce·e y ... mde de que otros no la comct~n guno se a elante ni se atrase , y el trabajo contra los iu ereses ele su amo, y r¡ue nadie s<lp como 'e e; medir y preparar los gra• os. Clae se han de sembrar ; cuidar de las le cause perjukio en su e tn,b.cc'm iento; a utensilios y aperos de la labor, máq~inas, 'lnoratidaJ para cv!lar ce la e, ·b;: ·r•~· ,e.z y su mecanismo y comperfectamente sabiendo otros 11i ics no.menos ptrjudi...iaies comproarmarlos, desarpueda que para n, osLio metan y tu,· en el órdeu en el establcc;mieuen caso de nececomponerlos aun y marlos to ; y la inteligencia y 1a instruccion necesa ia cosa se encuencada que haciendo y sidad, Y adecuada para el servicio 6 el trabajo á que

Seccion tercera.-De los dem.,.5 ltge-r,teJ


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tre siempre colocada en su sitio; inspeccionar frecuentemente todas las dependencias de su cargo, hasta en sus menores detalles, corrigiendo y remediando en el acto cualquiera falta que notare, debiendo por consiguiente levantarse el primero y acostarse et último; hacer tambi en con frecuencia un a visita general á todos sus terrenos para enterarse de si se han .alterado los límites, si ex·iste algun daño ocasionado TJOr causas naturales, por animales, ó por algun mal intencionado, ó si en las inmediaciones se hace alguna obr~ nueva de que pueda resultar perjuicio, particularmente en el aprovecham iento de las aguas. ·No será altivo ni duro con los demás criados, teniéndolos bien· mantenidos, y dánd oles los alimentos bien acondicionados, pero ejerciendo sobre ellos la mas activa vigilancia, v haciéndoles observar la conveniente disc(plina y subord in acion. Debin saber leer y escribir, y por último, cuando consulte con el amo cualquiera punto relativo al establecimiento, .ó aquel le encargue alguna comision sobre compra y venta de auimales, estiércoles, utensilios ú otros géneros agrícolas, debe dar su dictámen, y desempeñar su cometido con la lealtad, interés y eficacia que es consiguiente á la confianza que se le dispensa. Todo lo cual denota que esta clase de dependientes debe ser de mu cha probidad y de bas'tante inteligencia, para que se pueda descuidar enteramente en ellos. DIVISlON 3.ª-EXÁMEN, RECONOCIMIENTO, VALOAClON Y ELECClON DE UNA FINCA RURAL.

Seccion primera.-Exámen y reconocimiento.

P. ¿Cuál es el primer deber del hombre que poseyendo la instruccion, las cualidades y los capitales necesarios, quiere dedicarse á la produccion agrícola? R . .Su primer paso debe sér proporcfo-. narse el disfrute de un establecimiento rural que esté en estado mas ó menos perfecto de produccion; y para elegirlo conforme á sus miras se ha de dedicar 'á su exámen, reconocimiento, valuacion y adquisicion ; teniendo presente que estas investigaciones

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exjge,n de parte del agricultor las consideraciones mas serias y detenidas, y que un error·, una preocupacion, ó un descuido en esta materia, comprometerán sus intereses, y harán que sea dudoso el resultado de su especnlacion. P. ¿Bajo qué punto de vista examinarémos esta cuestion? I.t. Aunque brevemente, la examinarémos bajo su punto <le vista mas general, suponiendo al agricultor que hubiese de hacer el reconocimiento y eleccion, dolado de inteligencia, libré de toda preocupacíon local, é indife rente sobre el lugar de la residencia. P. ¿Qué clase de condiciones deben tenerse presentes al proceder al exámen de . una finca rura!? R. Las condiciones á que debe satisfac'er este exámen pueden ser generales, es decir, relativas al país en que esté situada; y particulares, porque tengan relacion con la finca misma, ó con los objetos de que mas inmediatamente se halla rodeada. P. ¿Bajo qué puntos de vista pueden ser consideradas las condiciones generales? R. Pueden ser consideradas atendiendo al estado físico y natural, polit-ico, administrativo, económico é industrial del pais. P. ¿Por medio de qué gestiones vendrá en conocimiento el agricultor del estado físico y natural que en general presente el país? R. Por el reconocimiento general del clima, de las temp~raturas, de la regularidad, marcha y duracion de las estaciones, del grado de humedad que por un térn:iino medio mantiene el país .por la abundancia ó escasez de las lluvias; de la direccion y circunstancias de los vientos dominantes, y de los demás fenómenos atmosféricos ,; de la especie, calidad, accidentes y desnivel general del terreno ; de la abundancia, clase y curso de las aguas; de las riquezas minerales y vegetales , particularmente el estado, direccion' y extension de los bosques; del número de los animales dañinos, y del estado sanitario general del país. P. ¿Cómo explicarémos las condiciones á que debe satisfacer el estado político y administrativo de un país con relacion á la


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agricu ltura? R. Unicamente nos liruitarémos á decir sobre este punto, que es muy ventajosa la situacion de los establecimientos rurales, en los paises donde demasiadas formalidades administrativas no impiden ó retardan la rápida circulacion de los frutos, y donde buenas ley~s protegen la pr,ipiedad y sus productos, el trabajo y el talento agrícola. P. ¿Cómo se conducirá para averiguar las relativas al estado económico? R. Bajo el aspecto económico deberá examinar la clase, número, facilidad, seguridad y gastos para los trasportes de las diferentes vías de comunicacion ; el número, condicion, costumbres, educacion, industria y necesidades de la poblacion repartida en el país; y la moralidad, crédito, capitales é influencia de ciertos establecimientC\S v sociedades, que hacen sus especulaciones· dando dinero á préstamo, y asegurando las ~osechas, y otros objetos agrícolas, contra las contingencias casos fortuitos. P. ¿Cómo examinará el pais con relacion á su estado industrial? R. Con respecto á este estado, llevará su atencion bácia los principios sobre que está dirigida la industria agrícola del país, y los métodos de cultivo q 11e mas generalmente se sigan, calculando si están bien adaptados, y si pueden ó no mejorarse con utilidad real; examinará d precio de las tierras y de los arrendamientos , con las condiciones y restricciones mas ó menos favorables al desarrollo de la agricultura, y las costumbres relativas al modo de disfrutar, entrar y salir de las fincas; el número y cualidades morales y físicas de los trabajadores: las épocas en que están disponibles, y el precio de su trabajo; las castas, cualidades y precio de los animales de tiro y carga, y de los ganados, con ei coste de su alimento, entretenimiento, épocas y facilidad de su salida, beü~ficios y productos que pueda i;acarse dJ ellos; la forma, estructura de los instrumentos y máquinas agrícolas, su aplicacion á las nece idades locales, y la facilidad de su construccion y reparacion ; el número y precio de los estiércoles, abonos, y de otra multitud de objetos que se hacen

necesarios al consueno y al ejercicio de la industria agríco la; el _conocim iento de los puntos de venta y consumo, sus distancias, sus precios y los usos que en ellos estén ad- · mitidos para formalizar las transacciones concernientes al despacho de los géneros agrícolas; y el estado de las industrias manufacturera y comercial, porque la primera hace un gran consumo de efectos agrícolas, y la segunda , co11 la celeridad que le es pro.:. pia, los pone al alcance del consumidor. P. Ofreciendo el pais condiciones favorables para la fundacion de un establecimiento agrícola, ¿cómo se procederá al exámen de las condiciones particulares que deben concurrir en una hacienda, para que la pueda considerar mas ó menos productiva? R. Es te exámen debe recaer sobre los objetos que inmediatamente la rodean; sobre su estado natural, sobre los capitales que seria necesario anticipar para ponerla en estado de produccion, sobre su estado al tiempo de entrar á disfrutarla, y sobre el precio de su adquisicion ó de la renta que por ella se pida. P. ¿De qué objetos puede estar rodeado un terreno mas inmediatamente, que le sean mas ó menos ventajosos? R. Un terreno, que se encuentre mas ó menos inmediato á los puertos, á ríos navegables, á canales, á carreteras, á poblaciones populosas, á establecimientos industriales, á mercados acreditados, á ferias cons idera.bles, á fuentes ó aguas saludables y abundan tes, y á bosques bien cuidados y cercados, disminuye por estas circunstancias sus gastos de produccion, y proporciona una ventajosa salida á los frutos que produce. P. ¿Cuáles sen los otros objetos que pueden perjudicar por su cercanía á un terreno? R. Las aguas impetuosas, que soca.van y hacén desprender el terreno , ó le cubren con arena ó cascajo; fa proximidad de terrenos pendientes ó minados; las arenas movedizas; las montañas elevadas cubiertas de nieve; los pantanos y otras aguas estancadas ; los establecimientos industriales, donde se fabrican, preparan y copeiau minera-


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les, que contienen sustancias venenosas; los grandes bosques, que sobre retener la humedad sirven de guarida á los animales dañinos; los terrenos del comua, y los vecinos incómodos por su poca moralidé\d, vicios y malas costumbres, ó por descuidados ó negligentes ea el cultivo de su heredad. P. ¿Cuáles son las diferentes condiciones que pueden encontrarse al examinar el estado natural de los terrenos? R. Los terrenos pueden tener mas ó menos elevacion sobre el nivel del mar, estar situados ea lomas, en llanuras ó vegas; la configuracion, extension y division de su superficie, puede ser mas ó menos con veniente; sus climas, sus abrigos y sus exposici9nes, pueden ser diversas ; la distribucion y aprovechamiento de sus aguas pueden variar segun sus circunstancias. P. ¿Cómo debe ea tenderse la elevacion de los terrenos? R. Esta elevacion puede ser absoluta, que es la del terreno sobre el nivel del mar; y relativa, que es la superior al-nivel general del país. El conocimiento de ambas es importante, porque tienen una influencia material sobre la especie y calidad de los productos. P. ¿Qué terrenos ofrecen mejores condiciones para el cultivo, respecto de su siLua•

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Cilln ..

R. Los valles y los llanos son por lo general de mejor calidad que las laderas; y estas, mejores que las cumbres y collados; porque un terreno, en igualdad de circunstancias, es tanto mejor, cuanto mayor sea su proximidad al nivel de las aguas, en razon á que estas desprenden, arra~tran y depositan en él de~pojos, que mantienen y aumentan su fertilidad . P. ¿Qué inconvenientes ofrece el cultivo de los terrenos altos y pendientes? R. En las situaciones elevadas , es siempre dispendiosa la conduccion de los abonos, el acarreo de los frutos, y )a mayor parte de las labores; presentan pendientes ásperas, poco á propósito para las operaciones del cultivo, que siempre en estos terrenos son mas tardías y expuestas á contingencias mas multiplicadas.

P. ¿Cómo explicaremos la coa6guracion mas conveniente al terreno? R. En un suelo muy movible, la superficie llana, ó próximamente tal, parece la mas á propósito; pero eu los suelos húmedos ó arcillosos, las tierras en planos un poco in..: clinados son las que merecen la preferencia. P. ¿Qué inconvenientes ofrece la irregularidad en la canfiguracion de la rmperficie? R. Cuando es muy desigual y ondulada, es. desfavorable; los trabajos son mas penosos~· multiplicados; las partes desmenuzadas y fértiles, son arrastradas por las aguas; las basuras se pierden casi por entero ; y estas tierras tienen una temperatura mas baj a que otras que se hallan á igual altura, pero llanas. P. ¿A qué consideraciones da lugar laextensiun y division de la superficie? R. Por este concepto es necesario conocerla en toda su extension, con relacion á su figura geométrica, sus contornos y sus límites, determinando con exactitud la parte de superficie destinada al cultivo y las prQporciones sustraídas de este objeto para los caminos, canales, aguas corrientes .ó esta ncadas; el número y la forma particular de las piezas de tierra, y la distancia á que se encuentran de la casa de labor. P. ¿Y sobre la distribucion y aprovechamiento de las aguas? R. Las aguas p1,1eden ser corrientes ó estancadas, como fuentes, arroyos, estanques, charcas ó abrevaderos. Examinándolas se conocerá su volúmen, su caída ó elevacion, sus cualidades saJubres, y si p,ueden emplearse con ventaja, ya en algunos trabajos industriales, ya 1m riegos ó usos domésticos. P. ¿Como se debe proceder al exámen de los valores capitale(que se encuent 1en empleados, ó deban emplearse en la hacienda para hallarla ó ponerla en estado de cultivo? R. Este exá men se red uce á conocer, si · el estado actual de la hacienda es satisfac2. torio, mediante los gastos que puede'n haberse hecho en ella para sostenerla de este modo; y si habrá que hacer otros nuevos adelantos para ponerla en mejor estado de produccion y de or.ganizacíon. Estos valores se refieren y están representados por los


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trabajos de medicion, de nivelacion, de de fensas de aguas, de saneamientos, de roturaciones, de cerramientos y de la construccion de caminos, edificios rurales y fábricas agrícolas, cuyas obras serán mas ó menos perfectas, segun estén hechas con arreglo á los principios de las ciencias, y adecuadas al uso á que se las destina, con mejoras materiales', con las condicio1rns exigidas para estos trabajos, y con arreglo á su estado de conservacion y á la posibilidad de,mejorarlas. P. ¿Qué observaciones debe hacer el agricultor sobre el estado que tenga la hacienda al tiempo de entrará disfrutarla? R. Debe informarse de los métodos de cultivo, de organizacion material y personal, y de administracion, po_r medio de los cuales se baya dirigido el anterior propietario ó colono, ya por sí mismo, ya por me~ dio de otros agentes; qué capacidad y moralidad tenían, de qué capitales podían dis poner, si los medios aplicados para obtener la produccion eran los mas apropiados á la naturaleza y necesidades de la hacienda y de la localidad; y qué causas naturales ó imprevistas, dependientes de su voluntad ó de la de otros, han podido influir en los sucesos prósperos ó adversos del establecimiento; ó cuáles hayan deteaido, favorecido ó desarrollado su industria. Estos datos importantes , que pueden averiguarse por medio de documentos esc ritos y de informaciones verba les, por .el testimonio y opinion de peritos instruidos y honrados, de los antiguos propietarios arrendadores ó empleados de la hac ienda, y aun de los jornaleros que han trabajado en ella, pondrán en estado al nuevo agricultor de conocer los secretos é inconvenientes inherentes á la hacienda, lo que puede esperarse de ella, si el sistema de cu\livo seguido ha sido masó menos perfecto, ó si se hace necesario mejorarlo ó mod ifi Cé\J' lo.

Seccion segunda,-De la eleccion. P. ¿Por qu6 clase de terrenos y haciendas debe decidirse el agricultor?

R. Siempre debe dar la preferencia á las buenas tierras y á las haciendas mejoradas, porque en ellas podrá emplear con mas provecho sus capitales, su instruccion y su industria; podrá poner desde luego en actividad un buen sistema de cultivo, y recoger inmediatamente los intereses de los capitales que adelanta y reportar sus beneficios. Sin embargo, conviene no dejarse seducir por la baratura de las tierras en las buenas localidades, siempre que tengan otras desventajas que superen el beneficio de aquellas, como la dificultad en las comunicaciones, el mal estado de cultivo en que baya estado la tierra, y la escasez de brazos para el trabajo. P. ¿Qué debemos advertir atendiendo al tiempo de la duracion del arrendamiento de las haciendas y al estado de produccion en que se encuentren? R. Una hacienda en mal estado no conviene de ningun modo á un arrendador en los paises donde los arriendos son de corta duracion, porque no podrá intentar mejoras, ni hacer sacrificios, cuyos resultados pueden quedar en beneficio de otro. Por esta consideracion en los paises donde la agri cultura ha llegado á prosperar y perfeccionarse, los arrendamientos no duran menos de veinte años.

Seccion tercera.-De la valuacion. P. ¿A qué consideraciones dá kgar el precio de la adquisicion de una finca, ó de la renta que por ella se pida? R. Es tas consideraciones son relativas al modo de estimar el valor ya en venta ó renta de una hacienda, con atencion á las ventajas que presente, y á las cargas que graviten sobre ella, tales como las contribuciones, los derechos municipales, las servidumbres y otras de esta clase; á las condiciones del contrato, y á la moralidad y equidad del propietario.

(Se continuará.)


PARTE OFICIAL. Se recomienda el tratado de economía rural, ercrito por D. ANTONIO PIQUERAS. En cumplimiento de lo disp\Jesto por S.M. en la real órdeo de~ 2 de junio de ~ 849, de adjudicacion de premios en el concnr~o de catecismos de agricultura, se inserta á couLinuacion el capitulo1v del que presentó D. AntoDio Piqueras, vecino de Alca· raz, provincia de Albazete; cuyo capítulo, que trata de la economia rural, fué consideradodesobresalienLe mérito por los j•1eces del concurso. La Direccion recomi enda á los agricultores su lecturn, en vista del considerable aprovechamiento que de ella pueden sacar, confiando en que los jefes politicos cuidaran de q1Je se inserte con el mi5mo objeto en los Búletiues Oficiales, en tanto que á costa del Estado se imprime el cai.ecismo á que pertenece. Madrid 1 O de setiem bre de 18/i,9 . - El director general de agricultura, C. Bordiu.

Cuntinúa el reglamento para la ejecucion del derrelo de 7 de abril de 1848, sobre. conservacion y mejora de los caminos vecinales. Art. ~ 12. Las garantías que se exijan á los licitadores, los trámites y forma del remate y adj ucacion, serán las mismas que se exigen para las obras públicas costeada s por el Estado. Art. ~ ~ 3. Los depósitos de garantía de los rematantes podrán hacerse en poder de los cobraúores de los ayuntamientos de los pueblos inte1·esados e n los tr:ibaj oE, si empre que el jefe político no encuentre inconveni ente en esta disrosicion. En otro caso se harán dichos depósitos donde prevenga esta autoridad . SECCION CUARTA.

De la ejecur.ion de los trabajos adjudicadps. Art. ~ ~ 4. Los trabajos que se ejecuten por via de adjudicacion, serán vigilados por el alcalde, asistido, siempre que ~ea posible, de una persona inte¡;ente, cuyo jornal se Gjará por el ayuntamiento y

se satisfará de los fondos destinados á los caminos vecinales. Art. 4 4 5. Los alcaldes cuidarán de que los empresarios se arreglen exactamente las condiciones de los proyectos, en lo concerniente al trazado de las obras, acopio de materiales, su calidad, su empleo y demas circunstancias expresadas en dichos proyectos. Cuidarán igualmente de que los empresarios comiencen los trabajos en la época determinada en el pliego de condiciones, y de que leogan constantemente empleados el número de oLrer:'os necesarios para ejecutar en el tiempo prefijado las obras adjudicadas. Art. ~ 4 6. En caso de que los empresarios se retarden en dar principio 6 en continuar progresivamente los trabaJos, les notificará el alcalde la órdeo <le comenzarlos y de continuarlos sin ioterrupcion. Si á los ocho dias de haber recibido esta órden no fu era obedecida, se dará cuenta al jefe politico , que dete rminará lo conveniente con sujeoion á lo prevenido en el art. 106 del presente r eglamento . Art. 117. En caso de que se rescinda el contrato, se abonarán al contratista las sumas que se le deban · por los trabaj os ejecutados y los materiales acopiados que se juzgue ser de re.:ibo : las obras mal construidas ~e destruirán i\ costa del empresario, y los materiales de mala caliJad serán dese-• cbados . Art. 118. La recepcion definitiva de los trabajos se hará por el alcalde 3compañado de un inge niero, arquitecto 6 maestro de obras en presencia del empresario 6 de su &poderado. El acta de rece pcion se firmara por dichas personas, expresando su confo rwidad, si no tieneo obsP-rvaciones que hacer, y se someterá en seguida á la aproba r. i_oo del jefe político. Esta acta se extenderá por duplicado. Un ejemplar se depositara en la secretada de ayuutamiento, y otro se entregará al empresario para qu e le sirva de comprobante de haber cumplido su empeño, Y se le entregue en su vista la suma que se le adeude por lo~ trabajos ejecutados.

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Art. ~ ~ 9. Los alcaldes podrán ddr libramientos parc iales de pagos á los empresarios, con st¡jecion lo prevenido en el articulo 94 del reglamento para la ejecucion de la ley de 8 de enero de ~ 845, en proporcion al progreso ele los trabajos y á la importanc ia de los acopios hechos. Est,1s libramientos se darlín en vista de un certificado que exprese el adelanto de los trabajos, cuyo certificado se expedirá; á peticiori del contratista , por el encargado de la direccion de las obras, que será responsable de su exactitud. Estos certificados se unirán siempre al librami11nto. Art. ~ 20. Los libramientos parciales que diere el alcalde no podran excede r nuuca de las cuatro quintas partes del importe total de la~ obras: la quirita parte restante quedará siempre en depósito como garantía hasta la recepcion definitiva de los trabajos. Art. ~ 2~. El pago final no se hará sino despues de la conclusion, re~onocimiento y recepcion de los trabajos; y esto solo sin perjuicio de los plazos de garantía estipulados en el pliego de condiciones.

SECCION SEGUNDA.

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CAPITULO VII. CONTAil!LlDAD DE INGRESOS Y GASTOS RELATI VOS A LOS CA~INOS VECINALES.

SECCION PRIMERA.

Especialidad de fos recursos. Art. ~ 2·t . Los ingresos y gastos relativos á los caminos vecinales serán objeto dé un capítulo e;pecial en el presupuesto municipal y en las c:ientas de cada pueblo. Art. ~ 23. Los recursos destinados á los caminos vecinales son especiales; de consiguiente no podrá dedicarse, bajo cualquier pretexto que sea, ninguna parte de estos recursos ~ otros objetos, so pena de haberse de rtlintegrar mancomunadamente la suma asi invertida por el depositario que la entregare y por el funcionario que la hubiere áutorizado. Art . ~ 2/i, . Los depositarios de los fondos del comun -es la1'án exclusivamente encargados de todos los ingresos y gastos coocernieates á los ca.micos vecinales de seguodo órdeo . El alcalde solo podrá autorizar gastos sobre estos fnudos, pero no le sera permitido efectuar ninguno por si mismo,- sino por medio de librarnieolos contra el depositario.

Contabilidad de los ingresos y gastos. Art. 425. Los io gresos relativos al servicio de · los caminos vecinales se justiflcaráo: 4 .º Los que provengao de repértos vecioales, de sobraotes de ingresos municipales 6 de arl.Jitrios establecidos sobre algun género de consumo, por los mismos documentos y en la misma forma que se justifican los ingresos destinados á las demas atenciones municipales. 2. 0 Los que provengan de prestaciones perrnnales, por el padron formado coa arreglo al art. 39, ea el que ha de constar el número total de peonadas de todas clases que deben satisfacer los habitantes del pueblo, y cuyas sumas totales, segun las diversas especies de jornales , deberán ponerse en las cuentas en ua solo articulo. 3. 0 Los que proveogan de prestaciones extraordio3fias poI" razon de deteríoro, en cumplimiento del art. 14 del real dec1,eto de 7 de abril, por conveoio hecho entre los explotadores y el alcalde ó por la órden del consejo prov iu cial qne fije la indemnizacion, i.º Los que procedan de donativos voluntarios, si los hubiere, por la oferta del donador hecha por escrito, aceptada por el alcalde y firmada por el depositario en comprobacion de haber recibido la cantidad ofrecida . 5. 0 Los que resulten de multas impuestas por contravenciones á los reglamentos de policía de los caminos, por los recibos que de su importé debe entregar el depositario al alcalde 6 a quien las h\1Liere impuesto. Art. ~ 26 . Los gastos se justifkará a por medio de los documentos siguientes, á saber: 4. 0 Los que se hayan hecho por medio de prestaciones personales, Con el extracto formado en virtud del art. 50, marginado con los jornales 6 tareas prestadas personalmente como se ha dicho ea el art. 89, y certificado por el alcalde atestiguando la ejecucion de los trabajos. 2 .º Los trabajos ejecutados por empres~s: l. Con una c,>pia del l?royecto, 6 cuaudo este no existiere, con una copia de la descripcioa y presupuesto de las obras. II. Con una copia del pli ego de condiciones, y del acta de adjudioacion debidameole aprobada. III. Coa el acta de recepcioa definiti.va de los trabajos 6 mal_e riales, visada por el alcalde. IV. Con los libramientos del alcalde contra el depositario, en los cuales ha de constar el recibí del contratista .


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3.o Los gastos de trabajos que se ejecuten jornal, y por administracion se justificarán: I. Con la dtiscripcion de los trab::·os, ó ol proyecto, si lo hubiere, y el presupuesto: II. Con la autorizacion del jefe polltico para eje ... cut.'.lr los lrabajos~en esta forma. III. Con un e$tado que manifieste el nomero de jornales de todas o,ases que se han empleado, 6 los destajos que se hayan ajustado, con el precio de di chos jornales ó destajos, y el valor de los materiales invertidos. · Estos estados deben estar formados por el director de los trr..bajos, aprobados por el ayuntamiento y visados por el alcaMe. IV . Con los libramientos del alcalde, expresantlo en ellos el concl\pto en que se hace el pago, y con el reciLí de los interesados. 4 .º L0s gastos que se originen con motivo de lo prevenido en el párrafo 3. 0 del art. •l 3[del real decreto de 7 de abril, se justificaran: I. Con una copia de la escritura de convenio entre las partes, si lo hubiere habido, 6 con copia de b decision del consejo provincial, si la indemnizacion se hubiere fijado p01· este. II. Con los libramientos del alcalde contra el depositario, con el recibí del interesado. 5,º Cuando las indemnizaciones procedan de expropiaciones becbas por causn de utilidad pública en los casos previstos en el párrafo .\, . 0 del artículo y decreto citados, se justificaran: l. Con la deliberacion del ay ntamiento y órden del jefe político, en virtud de las cuales se haya au • torizado la abertura de un camino nuevo ó la variacion ele direccion de uno existen te. II. Con una copia d!l la escritura de conveuio entre las parles si lo hubiere habido, ú con copia de las diligencias practicadas por el jut:z del partido, en cumplimiento del art. '7 •0 de la ley de ~ 7 de julio de rn36. 111. Con los libramientos del alcalde, con el recibí del inleresad0. 6.º El importe de la cuota que el pueblo baya aprobado para los caminos vecinales de primer órden, se justificará, si se ha satisfecho el todo ó parte en dinero: l. Corl el acta de convenio entre los pueblos acerca de la cuota que cada uno haya debido entregar, y en defecto de avenencia, con el señala miento hecho por el consejo provi ncial. II. Con el libramien to del jefe político á favor del depositario de los fondos provinciales, con el recibí de este. Todos estos documentos se exhibirán, sin perjuici0 de la justifi.cacion de las partidas parciales, se-

gun los casos. Art. A27. Todos los demas gastos no enumerados en el artículo precedente se justificarán como está preEcrito por los reglamentos de contabilidad municipal.

CAPITULO Ylll. DISPOSICIONES PARTiCUUilES Á LOS CAMINOS VECINALES DE PRllUER ÓRDEN.

SECCIOa PRnIERA.

Ceritralizacion de los recursos destinados á lo1 caminos de primer órden . Art. -i 28. Todas las cantidades en efectivo dest inadas á los caminos de primer órc'len, ya provengan de los sobrantes de ingresos municipales, de repartos vecinales, de productos de arbitrios, de prestaciones extraordinarias por deterioro, d~ multas ó de prestaciones personales convertidas en dinero, se centralizarán en poder del depositario de bs fondos provincia les, que las cobrará en vista de un estado de las cuotas de los pueblos que mandará formar el jefe poi ítico. Art . ~ 29 . Estos recursos consel'varán su esptlcialidad, bajo el tílulo de cuotas de los caminos vecinales ele primer órden, para las lfoeas á que estén destinados por el voto da k,s ayuntatLientos 6 decisiones de la diputacion provincial. Art. -i 30. Los trabajos de toda especie que hayan de hacerse en los caminos de primer órde n se ejecutarán bajo la autoridad inmediata del jefe político, y bajo la vigilancia y direccion del ingeniero, ,¡¡rqaitecto ó perso na 1ue esta autoridad llombrare al efecto, salvas las escepciones que se harán despues por lo qutt respecta a las prestaciones personales. Art. 4 31 . Los trabajos de toda especie que deban hace rse en los caminos de primer 6rdeo, serán objeto de proyectos redactados por persona competente, y no se ejecutarán hasta que hayan sido aprobados por el jefe político, oyendo al ingeniero de la provi ncia. Los proyectos irán acompañadcs de planos, cuando !o ex ija la importancia de los lra bdjuE; en otro caso bastará un a descripcion sumaria de las obras y el presupuesto de ellas. En los proyectos 6 descripciones se espresarán,Jas obras que puedan ejecutarse por medio de ia prestacion personal, y las que, en razon á su especie, no puedan hacerse si uo á dinero.


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SECCION TERCERA. De los trabajos de prestacion perwnal. A~t. ~ 32. Las prestar.iones personales que hayan ae sa tisfacerse, sea por peonadas ó ta reas, en loo cami nos de primer órdeo se verificarán ea las épocas, phlzos y sitios que designen losjef s poilticos. La cuo ta de preslacion aplicable cada camino se reservará por el alcalde, como se ha dicho ea e1 art. C9. . Art. 4 33. Una órden del jefe político determinará el dia ea que han de empezarse los trabajos de prestac:on en ·cada camino de primer órdeo. Los alcalqes cuidarán de dar á esta determinacion la pu blicidad conveniente en su, pueblos respectivos. Art. ~ 3,í,. Fijada que sea la época en que hayan de principiar los trabajos, se concertará el encargado de la direccioo de ellos coa los alca ldes de los pueblos interesa dos, que deberán entregarle una lista n omi na l de contril.,u en tes qoe deba n cooc1irrir, con expresion del oúruero de Jeooudas ó tareas d todas clases á que e;stéo obligados. En seguida dirigirá el alcalde á los cootrib:iyentes los a visos rnencioocdos ea el art . 71;, . A.rt. 4 35 . Los trab•jcs d0 pre,tácion q e se hagan en los c&.e:1inos da p,imer órden, se ejecu ta rán en los térm in00 y bajo las mismas regla prescritas en la seccioo tercer, del capítulo 5, 0 de este reglamento; coc la difore::~ia de que aq·1í dirigirá y vigilará los txa!:isj0s la persona nom brad a po r el jefe politico, y el alcalde se contraera á éuia&r de que los contribuyentes cumplan sus obligaciones , Art. •! 36. Las prestaciones '.')91'Soc o.;us ue deb'.l satisfacer uo pueblo ar.:, un c n: i::i o t.le p . imer órden podrán conver t.i ,s , á propuesta d!ll abi:de y coo e'. conseoti!: ·ento del jafil "',1li::x, en i;l r ; i mi lStt·o d::i una cc~Uda..i cci..ven;ua el¿ ;:ii'l:.:. e.::::trai~a ó partida, 6 Qe c ialquiera otra especie de mater ial es, que el alcalde hará entregar á lo& con t ribu yentes confo,•me a c:mvenio verifica do . Ea este caso el jefe po ítico prevendrá al alca lde con algu na antic ipacioo la época ea que debe veri ficarse la entrega, para quil tenga este el tiempo suficiente de avisar á los contribuyentes quince dias antes de ia época Ejada. A t. 4 3"1. Los matcri les que se reunan ea ejecucioo del articulo l)recede~:e, podrán cederse á los empresarios de obras eja::utadas á dinero, siempre que se cooveogao en reo· jrlos por s justo p;ecio. Lá entrega se les hará por el aksld:, del pu lllo, pero despues que los materiales se hayan recibido de. los contribuyentes, t fin de e vitar toda cuestioo entre estos y los ernpresariog. Verificada la entrega se exteotlerá un ac ta de ella

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oomo justifican te del pago del pueblo, cuya act a se remitirá al j efe político pa ra q ue se una á los documentos justificat ivos de la cuenta de trabajos ejecutados en los caminos de primer órden.

SECCION CUARTA. Trabajos egeculados á dinero. Art . 4 38. Los trabajos ejecutados ea los caminos vec inales de primer órdeo, cuyo importe haya de pagarse en dinero, seadjuaicarán siempre, á menos de imposibilidad absol uta, ea su b asta púl.Jlica. Esto no obstante, podrán 1>xce ptuarse de esta regla los LrJbajos cuyo valor uo exceda de 3,000 rs ., Y aquellos para los cuales oo se hubiere prestsdo postor ea dos 5ubastas anunciadas. Art. 4 39 . El pliego de condiciones para las obras de estos caminos se redacta rá por el jefe po ntico , cooformáncloseen lo posible á lo dispuesto pa ra las obras prov inc iales. Art. 4 4-0. Cua ndo la sub asta deba recaer sob re todos los trabajos de caminos vecinales que h~yao de Pjecutarse ec toda la ¡;roviocia 6 ea varios distritos, asi como en el caso prevenido en el párrafo segundo d ~l artículo 4 07 , se hará ante el jefe político, con i:sistenc ia de dos consejeros provinciales y del ingeoi ro de la provincia . Cuando d icha subasta recaiga solo sobre la, obras de un partido judicial, y ea el supuesto de que el presupuesto de cada lote no e ceda de 20,000 rs . , s'l veriuca ra ante el jefe civ il , si residiere en él, 6 ante el alca lde de la capital del partido, si lo creyere conveniente el jefe político, con asistencia de un concejal de cada u;::io de los pueblos interesados en s. camino . E.~o~ individuos serán nombrados por sus respectivos ayunta mie:, tos. Ai t. ~ !,cl • Las adjudicaciones se hará o por líneas vecinales, ó po r trozos de cada línea, segun lo exija la imp::,rtaocia de los trabajos. .Art. ~ 42 . Las suba stas se a nunciarán con la aot icipacion co nveniente por el Bolelin Oficial, y poroarteles qne los alcaldes harán 5jar en sus ¡?Ueblos respectivos.

SECClON QUINTA. -

Vi,jilancia y recepoion de los trabajos. Art. ~ 43. Los trabajos que se ejecuten por emprc3a ser án vigilados por la persona facultativ a nombrada a! efecto por el jefe político. Art . H4 . Las medidas coe rcitivas prescritas para lo, caminos de segu ndo órden, en los ca sos en que


los empresarios falten ú las condiciones de sus contratos, son aplicables á casos iguales ocurr:dos respecto á obras de los camim,s de primer órden, con la diferencia de ser aquí el jefe político, · en vez del alcalde, la parte actora .}ontra los empresarios. Art. 14,5 . La recepcion de los trabajos se hará por la persooa facilita ti va que nombrare el jefe político, y á prt!sencia del empresario ó su apoderado. El acta de recepcion se firmará poi· el que entregue y el que reciba, expresaodo en ella si hay conformidad, 6 las observaciones que se les ofrezcan . Estas actas se someterán á la aprobacion del jefe político. Art. 1 4,6. El pago á los empresarios se hará por libramientos del jefe político, con sujecion á. las reglas establecidas para los trabajos de las carreteras proviciales. ·Art. 14,7. Luego que no camino vecinal de primer órden e Lé concluido y puesto en estado de tránsito, poJrán nombrarse para su conservacion y guarda peones camineros que estarán bajo la inspeccion inmediata de los alcaldes de los pueblos en que radique la parte de camino puesta á su cuidado. Art. 14,8. Estos peones se nombraran por el jefe político á peticion de los ayuntamientos, y despues que estas corporaciones h¡lyan acordado el jornal que ha de abonárseles. SECCIOr- SEXTA.

Libramientos y justifi.cacion de gastos. Art . 4 49. Todos los gastos relativos á. camioos vecin¡¡les de primer órden se ejecutarán en virtud de libramiento riel jefe político contra el depositario de los fondos proviociales, Art. 150 . Las cuentas de los ingresos y gastos de estos caminos se forll"arirn y justificarán del mismo moJo que las de los iogresos y ga los de los caminos provincidles, y necesitaran igual aprobacion que estas . Art. 4 51 . El resúmen de las cuentas de cada camioo vecinal de primer órdeo, despues de a proba . do, se imprimará y se dirigirá á los alcaldes d.; los pueblos interesados en dicho camino, para que hagan del resúmen citado el uso prescrito de el arL. -1 ~ 5 del reglamento formado para la ejecucion de la ley sobre organizacion y atribuciones de los ayuntamientos.

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CAPITULO 1 DE LAS COMISIONES lNSPECTOllAS DE LOS CAMINOS VECINALES.

Art. 4 52. Los jefes políticos podran formar, ya para cada camiuo vecinal de primer órdcn, ya para todos los caminos vecinales de un partido, juntas de inspP,ccion y vigilancia, compuestas de diputaJos provinciales, parrocos, alcaldes, propietarios, comerciantes y demas personas interesadas en el baen estado de las comunicaciones. Art. 4 53. Si un caroiuo tuviere demasiada extension ¡.,ara ser inspeccionado y vigilado facilmente por uoa sola junta, podra dividirse en dos partes que se confiaran á. dos juntas distintas. Art. 4 54, Cada junta nombrará su presidente y secretario, y determinara el sitio habitual de sus reuniones . Art. 155. Cuando el jefe político asista á la junta establecida en la capital de la provincia, tendra la presidencia, y lo mismo sucederá con Hi jefe civil respecto á la de su distrito . Art.256. Estas comisiones darán su dictamen á iovitacion del jefe político sobre los proyer;to~ redactados para trabajos nuevos y obras de fábrica ó de cualquiera otro especia . Podrán ser consultP.d<1~, cuandn no hubiere avenencia entre los alcaldes, acerca de las cuotas que deber, señalarse á los pueblos interesados en nn camino de primer órdeu. Vigilarán á los peones camineros, y darán noticia al jefe político de los que no cumplan con sus deberes. Designarán uno 6 varios de los individuos de su seno para que asistan á la recepr.ioo dé obras ejecutadas por empresa, a i como á la de materiaies suministrados por empresarios, 6 por medio de prestaciones . Los encargados de la recepcioo avisarán de aoternano á los delegados rle la junta el dia y hora en que aquella ba de tener lugar: harán m1::ncion en el acta de las observaciones de estos delegados y los iovitaráo á firmarla. Si los comisionados de la junta, debidameote citados, no acudieren al acto de la r·ecepcion, la verificara el eocargado de ella, siu que sea obstaculo la ausencia de aquellos. Art. 4 57. Las juotas inspectoras se reuniran en los tres primeros meses del año para redactar sus observaciones sobre el estado de los camioos Y acerca de las mejoras mas urgentes que deban hacerse en ellos. Estas observaciones se dirigiráo al jefe p,>litico. (Se ronl'inuará.)


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Niodo de reunir los enjambres de las abej1s. Para detener un enjambre de los que acostumbran salir en la primavera, se le arroja al aire tierra, agua ó arena, y luego que se ha logrado hacerle parar sobre algun árbol se coloca debajo el nuevo corcho: sacúdense fuertemente las ramas del árbol, caen al suelo las abejas posadas en ellas, y se acogen á la próxima morada. Mas para asegurarse de todo riesgo debe el ·cultivador hacer por sí mismo la separacion de las abejas , anticipando la época de su partida. En los primeros días de mayo á las diez de la mañana, que es cuando están fuera del corcho la mitad de las trabajadoras, debe dirigirse contra la entrada de la colm~na una columna de humo.No bien advierten el riesgo las guardias de servicio, llevan la noticiaá sus hermanas, muchas de las· cuales acuden á cerciorarse de la verdad dél suceso. Entonces debe dirigirse contra ellas una nueva humareda que las obligue :i volar y remontarse en compañía de la reina: levántase la colmena sin peligro alguno, se coloca á alguna distancia, se vuelve de arriba abajo y se le pone encima otra colmena vacía humedecida con agua. Las abejas entonces se apresuran á entrar en la nueva babi tacion, .Y verificado este tránsite , se coloca cada col mena en su lugaT respectivo. Las obreras de la nueva colmena se ocupan enseguida de arreglar su edificio y de labrar nuevos panales: las de la colmena antigua se empleanen la crianza de una nueva reina, eligiendo para esta dignidad alguna de las larvas, que siempre abundan en la primavera. Las colmenas que empiezan á usHrse en el dia son muy superiores á las antiguas. Consisten en cuatro cajoncitos colocados

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exactamente unos sobre otros en-forma de paralepípedo y cubiertos superiormente por una tabla. Estos cajones están atravesados por barras horizontales que sirven para sostener los panales·. Cuando llega el otofio, que es la época de recoger la cosecha, se rompe la pasta resinosa con que las abejas han cubierto los dos cuadros superiores y tapado sus junturas, y asi, quitando un cuadro cada año y poniendo otro vacío en su lugar, se recoge la mejor miel, que es la que hay en la parte superior, sin necesidad de matar el insecto como generalmente se h_ace hoy.

Sociedad vegetal. Con el nombre de Sociedad vegetal, existe una en Lóndres, cuyos miembros se abstienen de comer carnes y de tomar bebidas espirituosas. La reunioo ó meeting anual se ha celebrado en Manchester á fines del año pasado, con un convite público al cual asistieron doscientas treinta y dos personas, muchas de ellas abstenidas de alimento animal por espacio· de vejote á cuarenta años. Hé aquí los manjares que se sirvieron: · Primera entrada. Grau tortilla de yerbas, frituras de arroz, remolachas, cebollas v frituras de salvia; pastelillos de yerbas, "pastelillos de hongos, buñuelos de harina y peregil, frituras de varias yerbas, gran tortilla de macarrones; úoicc1 bebida, agua. Segttnrla entrada. Puding de ciruelas, tortas de arroz, pasas y almendras, bollos de queso, higos, natillas, uvas, jalea de harina de avena, · bizcochos, uva, espina, crema• nueces, grosellas blancas y encarnadas, tor: tas de salvia, tortas de frutas; única bebida, agua.


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Prodigiosa fecundidad de un solo grano de trigo. El Diario de Sevilla y otros muchos periódicos han publicado el siguiente hecho: Hallándose en el servicio militar un jóven na tural de Cantillana y de asistente del comaridante cic su batallan de guarnicionen el reino de Valencia por los año.; de 1836, oyó que el capitan de un buque que ba bia hecho viajes á Manila, le hablaba á su amo de la fertitilidad de uno de los países donde había estado 'Y que le dió un puñado de trigo, cuya reproduccion le dijo, era mucho mayor que la que da esta especie en nuestro país . El asistente no se atrevió á pedirle al comandante unos granos, y sí á rn señora esposa, quien solo le dió dos, los que guardó cuidadosamente á pesar de haber pasado despues á conti nuar su servicio por el espacio de cinco afios en las provincias Vascongadas : obtenida su licencia despues del convenio de Vergara, regresó á su pais y sembró los dos citados granos en una viña, de los que solo nació uno, pero que le produjo en la gran macolla que echó, mas de cuarenta hijos que llegaron á espigar con estraordiuaria lozanía; pero unos trabajadores ele la misma villa de Ca ntillana que vieron aquel prod igio y q e todas sus espigas criaban otras mas pequeñas que nacían del pié de la principal, !as corta:on y llevaron á la villa para enseñarlas á sus a migos. Cuando el exasistente se vió privado del fruto de sus largos desvelos para la con servacio n de aquella semilla, acudió al remedio de regar los tallos del trigo, logró , á pesar de lo adelan tado de la estacion, que le dieran dos hijos nu evos, cuyos granos logró cóger, y volvi6n dolos á sembrar al año , ha tenido en los sigdentes una reproduccion tan asombrosa, que ya en el anterior puch sembrar el señor don Manuel Morilla., ve~ino de aqu~lla villa, tres fa negas escasas de dicha s·miente, quien observando lo bien que se le habia dado, echó á la t: _n a to o e l g;-a!lo que pudo reservar de las exigencias de sus amigos y de las esperiencias que hizo con el trigo para ver el pan que daba, el cual se halla hoy en estado de poder disponer de mas de mil fa-

negas de dicha especie, que en nada ha desmerecido del que produjeron las dos espigas salvadas milagrosamente. Debemos advertir para conocimiento de los labradores las siguientes observaciones : que este trigo ahíja de tal manera, que cada grano produce sobre 40 hijos: que sus espigas principales son algo mas grandes que las mejores del de nuestras especies de sementales: que además se crian en la misma espiga desde tres hasta veinte espiguitas pequeña N: que acude en pan con mas libras; y que su blancura y gusto es superior al que producen nuest os sementales: la caña en que se cría es hueca, se eleva como dos y media varar::, y su paja la come bien el ganado.

F·nctificacion no able. Tambien han publicado diferentes periódicos de la córte el suceso que sir;ue: Un grano de avena mezclado casualmente con el estiércol que sirvió de abono á las tierras del jardín llamado del Secano, sito en la calle de las Animas, junto á las Salesas, y nacido entre las flores, produjo una macolla de mas de dos varas de alto, que en 26 del pasado junio de 1849 fué presentada á la seccion de agricultura de la sociedad económica matritense por el Sr. D. Manuel Ballesteros, sócio de la lliisma y director del colegio de sordo-mudos. La lozanía con que esta planta se desarrolló , llamó de tal manera la atencion del Sr. Ballesteros, que lejos de permitir se arrancara, dispuso se siguiese cuidándola, lo cual le ha proporcionado la satisfaccion de que , examinada la macolla, haya dado por resultado contener 136 espigas, que al respecto de 98 granos que tenia una de las medianas, dan la suma de -13,3il8 granos dobles, ó sea un total de 26,656 granos. En su vista, creyéndola la seccion digna de ser conservada ~n el museo agrónomico que se está formando, resolvió hacerlo asi presente á ía sociedad; y esta, conformándose con la p opuesta, acordó en la seccion del sábado último que al efecto se remitiese al director del museo de ciencias naturales, quien es de suponer la reciba con el aprecio que se merece la distinguidacorp oracion que tal obsequio le dispesa.


Ha comenzado sus tareas una institucion nueva entre nosotros, cual es la Junta general ó Congreso agrícola, y fácil es concebir la suma importancia de sus trabajos, así como la influencia que estos han de ejercer en las decisiones del gobierno en tudo aquello que tenga por objeto fomentar nu estra Agricultura en los diversos ramos que abraza. La Junta llama justamente hoy la atencion de todas las personas que en algo estiman la prosperidad de nuestra patria y el desarrnllo de los intereses materiales del país, y nosotros no podíamos menos que participar de estos mismos sentimientos, con mayor motivo cuando tuvimos la honra de ser invitados y asistí mos á las deli beracjones del Congreso agrícola en concepto de vocales. J uzgamos animados á nuestros apreciables suscritores de iguales ideas; y siguiendo las indicaciones que ro ucbos de ellos se han servido hacernos, nos proponemos publicar en las columnas de El Cultivador todo lo que referente á la Junta deba conservarse, ya que nuestro periódir,o es casualmente el único de su clase que se publica en España: queremos mas, y es que quede comprendido, si es posible, en el presente loU10, que concluye en fin de diciembre de este año, todo lo re-

lativo á la Junta y que califiquemos de mas notable, aprovechando para ello la doble cstension de los números que ahora se dan á luz. Al efecto, y aun cuando con tal motivo n(ls veamos precisados á retirar otros materiales que teníamos dispuestos, daremos primero una noticia de la inauguracion de la Junta general de Agricultura, de los señores vocales que al realizarse este acto se habían ya presentado en la córte, de la formacion de las secciones y comisiones, de los dictámemis de estas que han de someterse á la deliberacion de la Junta general y del resultado que tu viesen por consecuencia de las dirnusiones; despues daremos lambien una sucinta reseña de lo acaecido én cada una de las sesiones, una relacion de los señores vocales presentados con posterioridad á la ínauguracion de la Junta, y por ultimo insertaremos cualquiera discurso notable que por su grande importancia merezca ser conocido en toda su estensi-on por los lectores de nuestro periódico. De este modo se tendrán reunidos en un solo libro los trabajos de la Junta de Agricultura de 1849, quedando nosotros persuadidos de que á ninguu objeto mas digno pudiéramos haber dedicado las páginll.S de nuestra publicacion.

lnauguracion de la Junta y formacion de las secciones y comishmes. El 1 .º de octubre actual á la una del dia se abrió en Madrid el magnífico salan de consejos del Ministerio de Comercio, lnstruccion y Obr::is públicas para recibir á los vocales <le la Junta general de Agricultura, que se reunian en sesion preparatoria, y á las personas convidadas para asistir como espectadores. Ocupaban la mesa los Sres . .Duque de Veragua, Presidente; D ..lJtanuel Gaviria y Al~ 5 DE OCTUBRE DE 184.9.

coba, Vice-presidente; [). C,·istóbal Bordiu, direclor general de agricultura, industria y comercio; D. Fermin de la Puente Apezechea, oficial del ministerio en la misma Direccion, y D. Francisco Caveda, auxiliar. Estos dos últimos señores desempeñaban el cargo de . . . ' secretarios 1ntennos. Estaban presentes unos 250 vocales, é igual número de convidados, enL1e los cuales se contaban varios ex-ministros, sen;i28


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tonces para concurrirá la Junta, y esta pasó dores, diputados-] y periodistas. La reunion á de,liberar sobre el mejor modo de constirera ta ~cogida yfa9toriza?a como c;l1emantuirs~- Oidó lo que p'roponia la-'mesa, y aten\.. daba1la,solemoidad del acto , dido lo que~ manifestaron, entre otros, los El S.r. lApéiechea, por órd.en del SLJ>resiSres. Conde de Vistahe1·mosa, Rodríguez Cadente, dió lectura de la exposicion y Real decreto de 26 de julio, convocando la Junta maleño, y Lopez (D. Marcitd Antonio), acorgeneral de:Agrícultura; de la Real órden de dó la Junta distribuirse en nueve secciones. Verificada esta distribucion, para,la cual se 27 del propio mes .s(}ñalando ~ia para la dividió la .lista en nueve partes próximareurrion; del p~ograma de la~ cuestioqes en mente iguales, siguiendo el mismo órden de Gµyo exámen ha de ocy_par?.e la Junta, y de la !leal .órden ,en que &e nombraban el Pfe- ins.cripciori de los señores vocales ya presensidente;h / Vice-presidente , d,e, la misma tado_s, se suspendió la sesion para continuar· asamblea.-;-Tpd0s e~ tos documentos se ha- . la el dia siguiente. aquí ~ahora·como f.ueron constituidas :Hé Han inser_tos ,,en el num. 40 de El Culti'lja1 las secciones en 1. º de octubre con. los señodor, -pág. ~37 y siguíen.tes. : ¡ Leyóse en segui.-d.a la lista. de los señores res vocales presentados hasta entonces. \'QGales nomqra.dos y presentados ha,sta ~n~ f l.r .l; Casas, D. NiGolás. SECCION PRUiERA, Gallego y Valcárcel, D. Antonio Garcia Villareal, D. Leon. Señores; Gaviria y Alcob,a, D. Manuel. 1 · Arizcum, D. 'Francis~o' de P~ula. Guardamino, D. Ramon. , -· Carras'cosa,,, D. Joaqurn. Maricha:lar, D . .Romau. · ('..1 f: ienfuegos y Jovellanos, D. ~aspar. Mazo, D. Francisco. Córdoba, D. :Buenaventura. Morell , D. José. Esponera, D. Agustin. Musso y Fontes, D. José. Ezquerra del :Bayo, D. Joaquín. Ojero, D. Enrique. García Arredo.ndo, D. Pedro., Oliva , Conde de la García Paton, D. Eulogio. . l. Peralta, D. Domingo. cr · Hysern y Mollera, D. Joaqum. Pu.ñon rostro, Conde de Lancha, D. José. Salvatierra, D. AI\tonio. ;topez., D. Ma~cial Antopip. Saqtisteban, D. Julian de Llopis, D. Lms. Seoane, D. Antonio. ' Navascues, D. Rafael. Seoane, D. Mateo. Peiret y :Bosque, D. José Serrano, D. Tomás Andrés. Pou y Camps. D .. Juan Maria.' Tejeiro. D. Joaquin. Rios, D. Ju an Miguel de los Urries, D. Fernando. Ripalda, Conde de Zafra, D. José Alvaro de. Rodríguez Cam aleño, D. Luis. Rodríguez de la Vega, D. Francisco. SECCION TERCERA, Soto, D. José del Stuvcb, D. Gavino. AndJJaga y Espinosa, D. Baltasar. Tiedra, D. Manuel de :Bedmar, Marqués de 'forres y l\foñoz, D. José ,aria de Bertran de Lis, D. Rafael. Veragua, Duque tle Cadenas, D. Pedro Antonio. Ubagon ; D. Manuel. Calzada, D. Eugenio. , lraozo, D. Juan Antonio. Ca,nga-Argüelles, D ..Felipe de Carratalá, D. Jpsé . • · SECCION SEGONDA. Collantes, D. Agustín Estéban. · Fuentes, D. Miguel. ' Amo, D. Mariano-del Gonzalez Naridin, D. Sebastian. Ayerb_e, Marqués de Jura-Real, Marqués de Azofra, D. Manuel Maria: , 1opez Ayala, D. Leandro. Bravo,, D. Francisco Bilarion. ~ Lopez Ball~steroi, D. Luis. 1

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Mateos, D. Leoa. Ma_yans, D. Luis. Molinuevo, D. Manuel. Peña Villarejo, D. Alejandro. Piernas, D. Luis. Pino-hermoso, Conde de Rio, D. Diego del Rodríguez Leal, D. Joaquín. Rodríguez Moage, D. Manuel Maria. Sancha, D. Pedro. Tornos, D Lucas . .Zamora, Contle de SECClON CUARTA.

Arreitio, D. Toribio . Benavides, D. Francisco Antonio. Boutelou, D. Fernando. Boutelou, 1). Estéban. Braguera, D. Tomás. Caveda, D. Josi. Claramonte, Marqués de Coello, D. Diego José. Echevarría, D. Ramon. Bernandez, D. Justo. Irizar, D. Juan. Leon, D. Jacinto de Lopez, D. José Maria. Mario, D. Francisco María. Monlau, D.- Pedro Felipe. Moreno Lop¡iz, D. Eustaquio-. Morte, D. Mariano. Olivan, D. Alejandro. Ortega, D. José Ricardo. Pedrorena, D. Miguel. Piqueras, D. Antonio . Ruiz, D. José Segundo. Ruiz, D. Juan. Santa Cruz, Marqués de Vaquer,·D. Erancisco. ' SECClON QUlNTA ,

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Ballesteros, D. Juan Manuel Bocherini, D. Fernando. . Canencia Castellanos, D. Mariano. Castelao, D. Gil. Castelló, D. Vicente. Catalá de Valeriola,D. Manuel. Cifuentes, D. Pablo de e Corradi, D. Fernando. Crespo, D. Juan Ignacio . Echegaray, D. José. Frau, D. Ramon. Jimenez de Haro, D. Pedro. Lopez Olavarrieta, D. Francisco , Lorente, D..Mariano. Mai·coartu, D. Mariano.

Marracci y Soto, D. Joaquín . Paz~Garcia, ~D. Mariano de la Peiro, D. Pedro Miguel dé Prieto, D. Mariano Luis. Rufino, D. Casimiro. Safont, D. Manuel. Seoanc, D. Juan Antonio. Someruelos, marqués de Taboada, D. Andrés. Valle, D. Eusebio Maria de-1 SECCION SESTA.

Amado Salazar, D. Benito. Bahía, D. Cirilo. Brieva, D. Bernardo. Cerveia,.D. Antonio Ignacio. fordan yfLiorens, D. Miguel. Labrador, D. Francisco. Laiglesia y Darrac, D. Francisso. Larrroche, D. lldefonso. Lopez Tejada, D. Ramon. Magaz Jaime, D . José. Marc~artu, J?. Agustín. Martmez ·Qnmtano, D. Andrés. Mellado, D. Francisco de Paula. Merino y Torija, D. Andrés. Miranda, D. Fausto. Pasarón y Lastra, D. Angel. Perales, Marques de Perez de Anaya, D. Francisco. Rodríguez de Anza, D. Mariano . Saez Ordoñez, D. Pedro. Tejada Diaz, D. Bartolomé. Trúpita, D. Juan Bautista. Varela Yañez, D. Antonio. Ulloa, D. Joaquín. . U,ñach, D. Antonio. SECCION SEPTIMA.

AC'apulco, Marqués de Adana, D. Cenon Maria. Campoalegre, Marqués de Carret~ro, D. Joaquin_ Cavamlles, D. Antonio . Cos~Gayon D. Fernando. Cuadrupani, D. Vicente. Diez Canseco, D. Vicente. Doiztúa. D. José María. Ducler, D. Antonio. Enríquez, ~- Juan Wenceslao. Escobebo, D. José. Fuentes, D. Juan José de García Piñuela D. Camilo. Gomez, D. Félix. Gutierrez de los Rios, D. José. Lopez, D. Marcelino.


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Soto Aller, Marqués de Subercase, D. Juan. Temprado, D. Ramon.

Moral, Marqués del "'9tl , Pinuaga, D. Pedro José. Salarrullano, D. José. Sangüesa, D. Francisco. Torre, D. Luis María de la Torres . ,D. José María. Tró y Ortolano, D. Juan. Velluti, D. Jo'sé María.

SECCION NOVENA.

Angulo, D. Juan de Aparicio, D. Juan Mariano. Arechaga, D. Juall José. Bárboles, Marqués de Bustamente, D. Luis. Carriquiri, D. Nazario. Castroterreño, Duque de Fernandez de Córdova, D. Pedro . Fernandez Cuéto, D. Manuel. Hidalgo Tablada, D. José de Lopez, D. Joaquín María. Lopez, D. Pedro Martin. Madoz, D. Pascual. Monreal, D. José María. Moreno, D. José Eustaquio . Morenp, D. Pedro. Nautet, D. 'Pedro. Palacio, D. José ,\i aría. Puente y Apezecliea, D. Pedro de la Reinoso, D. l\Iariano Miguel de Salit.lo, D. Agustio. Suarez de Villar, D. Joaquín ._ Vallgornera, Marqués de Vistahermosa, Conde de Zaragoza, D. José María de

SECCION OCTAVA.

Alcañil:es, Marqués de Aribau, D. Buenaventura Cárlos. Asensio, O. Pascual. Collado, D . Manuel. Go.nzalez deSoto, D. Julian. Huet, D. José l\Iaría. Jordá y Santandreu, D. Antonio . Lasala, 'D. Ferrríin. Llansó, D. Jaime. Lopez, D. Manuel. Mora, D. José Joaquin fle Moreno~ D. Antonio. . Moreno , D. A.ñtonio Guillermo , Moreno Lopez, D. Eugenio. Pascual, D. Agustín. Perez, D. Julian Aquilino . Patrosí, D. Pascual. Requena, D. Bias. Sairó, D. Estéban. Sancbez Algaba, D . félix. Santa Olall-a, Conde de

Congregada la Junta el dia '2 á la hora, con anticipacion anunciada, de la una del dfa, y ocupando el sillon de la presidencia el Excmo. Sr. don Afanuel de Se~·as Lozano, ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas, leyó el siguiente d.iscur.so inaugural: Sr.ÑORES : La incansable solicitud de S.M. por el incremento de los intereses del país, os ha reunido en este dia para que la ayudeis con vuestras 1uces y consejos en la grande obra que se ba propuesto realizar. Proteger fa propiedad territorial, fomentar la agr icultura y estrechar los vínculos entre una y otra, poniendo en armonfa intereses que solo pueden crecer unidos: bé aquí, señores, los deseos de nuestra reina, el gran pensamiento que ha presidido á la convocacion de esta junta. , A vuestra ilustracion LlO se ocuJta que debe alejarsetl:le é.'>te recinto ese falso naciona-

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lismo que engrie engañosamente, exagerando las buenas condicione¡; de la localidad . El sofoca el espíritu de emulacion y competencia, y estaciona á los pueblps sin dejarles participar del movimiento progresivo de la humanidad. El individualismo y el aislamiento son los enemigos principales de nuestra especie, y en donde quiera que preponderan, allí a.parecen el atraso, la pobreza y hasta las malas pasiones. Tampoco hay necesidad de recomendará vuestra sabiduría, el --pr incipio de ·que la prosperidad de un ramo de la riqueza pública no ha;y que fundaTla en la depresion -y abatimiento de otro. Toda proteccion que se hace consistir en que un ramo de riqueza prospere á espensas de otro, sobre ser anti-económico y perjudicial á los intereses del páis, es nna fal sa pretension qrue masó menos tarde acaba con el ramo que se quiso fomentar. Las historias industriales nos presentan mil ejempl~s que com pruebao esta verdad ; y sin acudir


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ealidad no podian satisfacer las necesidades nos que no debemos olvidar. Poseíamos, se- • de la fabricaoion éxtrangera, esta se oreó ñores, las mejores lanas del mundo; nues- oentro's de produccion en otros países; y notros merinos eran objeto de la envidia de to- sotros, sin ll egará ser fabricantes al nivel das his naciones. Se quiso fomentar la ¡i,a- de los e:xtrangeros, hemos visto decaer este nadería trashumante, pero se hizo á espensas fruto preoióso hasta, desaparecer de muchas provincias que en él fundaban su rique~a. de la propiedad territorial y de la industria Lo mismo ha sucedido con el algodon, el agrícola. Se abatieron inconsideradamente estos importantes ramos de la riqueza. La azúcar iy otros frutos. Señores, no nos haganadería prosperó por algun tiempo; mas gamos ilusiones; por estas 71 otras causas nuestra agricultura se encuentra en un graná la larga todas las vejaciones empleadas no de atraso , comparada con la de los otros bastaron para mantenerla en su altura. El dia mismo en que se intentó cercenar lastra- pueblos de Europa; su situaoion no es venLajosa. Con el clima mas apacible, con una bas de la propiedad, la ganadería no pudo regularidad maravillosa en las estaciones, Sostenerse. Quísose ayudarla con la fabricacion, y por un error igual se opusieron ta- con multitud de zonas de difere.nte temperales dificultades á la esportaeion, que la ga- t~ra en reducidos espacios, y con la poblanadería vino á suma decadencia, sin llegar 01on mas frugal de la Europa, lo cual hace poco costosas las labores, no pueden comá fundarse en bases sólidas una industriafabriL Sucedió mas, señores : negamos á la petir nuestros frutos con los de otros países, Europa, por esos errores, las lanas finas pa- ni aun en nuestros propios mercados. Ved ra la fabricacioo. Alemania se procuró nues- aqui una de las principales causas de la escasez 'de nuestras producciones agrícolas. tros sementales, y con mas inteligencia enSi, señores; es un error grave creer que caminó su proteccion al perfeccionamiento tenemos un esceso de produccion, como se de sus lanas, teniendo hoy que demandarles pretende inculcar por algunos . El año de nosotros esta primera materia para ali mentar nuestra atrasada fal:iricacion. Inglaterra abundancia de cereales no pasa de dos mi llones de fanegas de grano el sobrante que mejoró sus castas cortas y burdas, logró que sus morruccos produjesen mas lanas que se es porta cubiertos nuestros consumos. Aun esa esportacion no tiene m¡is que un mercanuestros carneros, y dando, asi como Fran~º• que sostiene el gobierno con esfuerzos cia, un ensanche prodigioso á su industria rndeoibles. Cuando la escasez de Europa fabril, han creado un gran centro de prollama á elh, nuestros granos, hay que cerrar duccion en la AusLralia, con cuyas lanas no la puerta á la esportacion para no vernos podemos competir. devorados por el hambre. ' '· Productores ese\ usi vos éramos de dos preYo tengo un a profunda conviccion de qu e <íiosos frutos, la sosa y la barrilla, y surtíala España mejorando su cultivo, puede trimos de ellos á toda Europa para sus fabricas de cristal, de vidrio y de jabon piedra. plicar sus productos agríqolas, lo que equiNuestro interés demandaba el incremento de vale, por la relacion de esta con la.s demás esa fabricacion extrangera que abria los mer- industrias, á triplicar su riqueza. Pero ¿~ué sucedería, señores, si los productos agrícocados á nuestros productos. Se quiso, sin las recibieran este aumento sin mejorar la embargo, protejer la fabrioaéion nacional á condicion, y sin obtener las dem ás circunsespensas de este rnmo agrícola; se multiplitancias que les hagan codiciables en los mercaron lás trabas á la esportacion, pero la industria fabril se abrió paso sobre estas difi- cados? Empeorar quizás nuestra situacion y cultades, inventó la sosa artificiaJ y cesó la áumeutar el envilecimiento de su precio . Todos sabemos que nuestros aceites, no obsde-manda de la nuestra. La propiedad y la tante las ventajosas condiciones de nuestro agricultura de dos provincias enteras sufrió suelo para esta produccion, son los últimos jndcciblemente; --y sin haber logrado ser faque tienen salida en los mercados europeos. bricantes, hoy demandamos la sosa extrangera para alimentar las pocas fábricas que Este precioso fruto, que tanto va estendién.dose por las diferentes provincias de Espase han podido establecer . Casi esclusivos fuimos tambien en elfruto ña, decaerá muy pronto si no sr. mejoran precioso de la seda, y una gran parte de sus condiciones pa.ra que pueda sostener la compete.ocia con el de otros países . ..nuestros campos se destinaba á este cultivo. Pero e~tos funestos efectos los estamós toEl deseo de protege r la fabr icaoion nat ional sugirió la prohibicion de la estraccion del ca- cando ,ya con los viñedos en muchos µuntos . pul lo, imponi endo enormes derechos á los Provincias enteras tienen que verter sus cohilados; y como estos además por su mala 'Sechas antiguas para envasijar las nuevas á los esLraños, tenemos en la nuestn\ algu-


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por fa~la de consumo; siendo' illlposible que pueda. cultivarse este fruto con sus condiciones actuales en muchos puntos de la penípsula. Cuéntese, señores, que en lo general las tierras dedicadas á este cultivo no son á propósito para otro, y le llevan dificilmente. Y al par qu,e n·os amenaza esta calamidad, se estiende entre nosotros el gusto po r los vinos estrangeros, aumentándose su ..cQn.sumo estraordinariamente. Esto revela que la causa, si no única, muyJ>rincipal, de la decadencia •de nuestros c.aldos, es su mal acondicionamiento y los ningunos progresos que hace entre nosotros la fabricacign. Tr iste y sombrío os parecerá quizás el cuadro que acabo de presentaros; pero si debemos siempre respetar la ~erdad, nunca es mas necesaria que cuando se trata de pone r •remedio á los males que nos afligen. Sin conocer estos , imposible es removedos. El gobierno debe presentaros la verdad desnuda á fin de que podais ·con vuestras -luces y talentos ayudar á fa Reina en sus grandes de-· signios de fomentar nuestra agricultu,ra, y levan;arla hasta el nivel en que se encuentra la de otras naciones. :En el refinamiento de la civilizacion de nuestro siglo, en el vuelo que han tomado todas las industrias, en la competencia que proporcioná la facilidad de comunicaciones entre .los diferentes paises, y en el sútil cálculo en que se basa hoy el comercio, todos los esfuerzos deben encaminarse á que nuestros frutos reunan las condiciones de bon~ad, ab undanci a y baratura ea la produccion, para que puedan tener ventajosa salida en los, mercados con utilidad del productor. Bien sé yo , señores , que á: este punto no podemos llegar sin obtener una gran facili'... dad e,n las comunicaciones, base esencial de la baratura de los trasportes. No se me ocal.ta que provincias enteras c¡lrecende artículos que sus inmediatas producen en abundancia, sin encontrar consumo por la dificultad de es.as comunicaciones. 'Pero bien sabeis, señorea, el afan con que S. M. pPooura dar impulso ,á esas obras que tanto beneficio han de producir al pais. La apertura de 1 carreteras generales y prQvinciales, y tambien de caminos vecinales, es sii;t disputa .uno de los pensamientos q1,1e mas preocupan el ánimo de la Rein-' y de su gobierno, ba,biendo en estos últimos años recibido este ramo un,.reguJar impulso. Necesitamos que . s~a mayor, inmensamente m_ayo.r, y el gobterno, que lo comprende as1, se esforzará, n~ lo dudeis, para que reciba toda la actividad que permitan nuestras circunstancias. En lo demás, vosotros deliberareis con arre-

glo al programa d@ la convocatoria. Grande y alta1ocnte patriótica es vuestra mision, señores. Mueho espera el pais de vosotros: mucho espera tambien la Reina, que ardientemente desea la orosperidad de la nacion. · Al veros abandonar desinteresada y generosamente vuestros hogares para consagraros á promover el bien del pais, mil y 1uil esperanzas se han despertado, y la nacion entera ha fijado su vista en vosotros; el primer paso que habeis dado acudiendo presurosqs al llamamiento de nuestra Reina, flfá y,a un acto de abnegacion y de p:¡.triotismo. En nombre de S. 1\1. y de su gobierno-yo os doy las gracias, señores; y porque tengo (é en vosotros, espero que el pais al ver vuestros trabajos os saludará diciendo que habeis merecido bien de la patria. 1 Tal es la conviccion que tengo de que vu~stras sesiones ba!,1 de ser allamentl:) útiles al país que no puedo disimularos el orgullo que me inspira la honra que la suerte me ha deparado de abrir esta sesion, y de que mi nombre aparezca asociado á los vuestros por tantos títulos respetables, y que lo será mas todavía, si, como yo espero, acertais á dar i mpu !so y vida al primero y mas sólido fundamento de la riqueza pública. Casual y meramente casual ha sido el que yo participe de esta honra: ella estaba reservada á otro, á mi digno antecesor, que tuvo la inspiracion de aconsejar á S. M. la convocacion de esta junta. y por lo que merece ocupar y ocupará. su nombre un lugar distin guido 'en la historia de vues~ras sesiones.-HE nrcno. Concluido que hubo el señor Seifas su discurso, el señor Duque de Veragua dió gracias al gobierno en nombre de la corporacion por las lisonjeras palabras que en favor de los vocales babia aquel p.ronunciado, con lo cual, y anunciando el señor ministro que quedaba inaugurada la Junta. y que deseaba dejarla entregada á sus propios esfuerzos, se retiró del salon, OCU¡,)ando s.Ú. puesto el señor Presidente. Propuso la mesa entonces, que una vez dividida la Junta en nueve secc::iones·, se estaba, en su sentir, en el caso de proceder·al nombramiento de presidentes y secretarios de aquellas, asi como tambien al de los indi viduos que habiau de componer la comisiou que propusiera los dos secretarios generales de la fonta. Indicó del mismo modo la me ..


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sa que era necesario proceder al nombramiento de la comision encargada de-redactar el plan de convocacion para la Junta que ha de reunirse el próximo año y el programa de sus trabajos, y por último c~da una de las diez y ,seis comisiones que deben informar sobre igual número de temás ó pun-

t'os qÚe cqntiené el programa se'ríalado_p&t . 1 gobierno para este año. 1 La Junta. ló acbrdó todo como lo proponia la mesa. ' ., Suspendida . la Junta~y lretirándose las secciones par'a llevar'á cabo todós estos acrieruos, procedieron en primer lugar á h sig·Jiente tlesigriacion de ' . · ' · ·, · ,.

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Presidentes y secretari·os Je las secciones- de 'la J-unt'a general de · Agricultur1a: 1 i• • ~ f

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PRIMERA SECCION.

Presidente ....... Sr. duque de Veragua. Vice-Presidente. Sr. baron de La joyosa. Secretario r. 0 ... Sr. conde de Ripald:a. · Secretari'o 2. 0 . . . D. Manuel Mana Uhagon. SEGUNDA SECClON.

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Presidente ...... ~. D. Ma'nuel Gav.fría y Alcoba. Vice-Presidente. Sr. conde de Puñontostro. Secretario 1.~ .... D. Antonio Salvatierra. Secretario.2. 0 1

TERCERA SECCION.

.P.re~idente .. ., ... D. Luis Maya ns. Vice•Presidente. Sr. Marqués de Bedmar. Sec1;étario 1. 0 •• • D. Leandro Lopez Ayala. Secretario• , ':!..º.,.. D, Rafael Bertran de Lis. . ,,r' . CUARTA SECClON.

Presidente ....... D. Alejandro Olivan: Vice-Presidente. D. José.Caveda. Secretario 1.º ... D. Diego Coello. Secretario 2.º ... D. José Ricardo de Ortega. QUINTA'SECOióN-. ~ . ,\

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Presidente ....... D. Fel:naudó Corradi. t Vice-Presidente. D. Juan Manuel Bal esteros. , ' 'f Secretario t.º ... D. Juan Antonio Seoane. Secretario 2. 0 ••• D. Mariano Lorente. SESTA SEC9ION, -1

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Presidente .... :.. Sr. Marqués de Perales. Vi'ce-Pr~sid~nte. D. Agustín. Marcoartu. · Secretario •1. 0 ••• D. Angel Pasaron y ~astra. Secretario 2.º ... D. Pedro Saez Ordonez. '

SÉPTI)IJA Sl!C.CION.

P.resiclente ... .... D. Antonio Cavanilles.

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Vice-Presidente. D. 'riian José Fuentes·. •· Secretario 1.00 . . . D. Juan de Tro -y Ortolano. Secretario 2. . . . D. Pedro José Pmuaga. • '

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Pi·esidente .. ..... Sr. Marqués de Alcañices. Vice-Presidente. D. JqanAquilin0 Per.ez. Secreta1·io 4 .º ... D. Eugenio Moreno Lopez. Secretario 2. 0 ••• D. Augusto Burgos. t •,\

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\l'IO'IENA SECCION. 1

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.Pre~ide¡ite. ·.....'. ·sr. Duque de Castroterreño. Vice-Presidente . D. Mariano Manuel de Reynoso . ,'j Secretario 1. 0 •• .' D. Agustín Salido. Secretario 2: 0 .. D. Pedro Fernandez de Cór,, <loba.

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, La Comis,ion nominadora compuesta de un vocal elegiqo 1por cada seccion, constaba de los indiyTduos sig~ientes:. , ... ". 1 , •_ .,, "' : . '•Sr. D.' Luis Rodrigoez Camaleño. Conde de Vistabermosa. D. Luis Mayans. D. Al.eja,ndro Olivan . . n i'\ ')\ll)l! llaman Frau~1 . . •I) <\'\\ '?, 1 D. Francisco Labra'dor. 1 •'•ia :'I . Marqués de Campoalegre . ,1 1-o<f ., ni.' '. 1Pascual Asensio. : . •· n ::Nazarjo Ca'rriquiri. )

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Reuniªos:éstos~señores para la designacion d.~ ,los 1áos . ~ec,retarios 1i4nerales, propusieron al Sr. D. JJ1ariano ,JJfiguel de Reinúso y al Sr:]). •Pedro Felipe 111onlau. La Junta aprobó l~ propuesta.-Gontinuaron no obstante ocupando en la mesa sus asientos los dos secretarios interinos, por no hallarse presentes en aquel momento ninguno de los dos nombrados , . , ,11 , Acordóse GO seguida con¡¡ultar al ,gobierno


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acerca de la conveniencia de que la Junta eligiese dos secretarios mas, atendido el muGho trabajo de la mesa. Despues de un ligero debate sobreel m.odo de constituirse las comisiones y {ll de de proceder en sus trabajos, el Sr. Mayans y otros vocales propusieron que la Junta el,evase un mensaje de gracias á S. M. y al gobierno por haber puesto en planta la nueva institucion del Congreso agrícola.-A seguida de otro breve debate fue aprobada por unanimidad la proposioion, acordáI;1dose que

el mensaje sea presentado á S. M., obtenida antes la competente vénia, por una comision compuesta de los presidentes de las secciones. Con esto se levantó la sesio.n, anunciándose que para la próxima se avisaria á los vocales por la Gaceta y el Diario. Entretan. to las comisiones han de preparar sus respectivos informes acerca de los varios temas que han de ser objeto de los debates. Concluiremos esta reseña con el siguiente estado de las ·

Comisiones nombradas por las secdones de la Ju,nta general de Agricultura para presentar los dictámenes sob-re las diversas cuestiones someti"das al examen de la rni"sma. PARTE LEGISLATIVA. PRIMERA.

Sobre el sistema que en beneficio de la Agricultura convendrá seguir i·especto de los campos comunes y de las fincas rústicas de propios. Por la sec. 1. ª D. l\fanuel Tiedra, secretario. 2.ª D . Joaquín Tejeiro. 3.ª D. Luis Lopez Ballesteros,

presidente. 4.ª D. Antonio Orfila. 5.ª D. José Manso y de Julio!.

6.ª D. Joaquín Ulloa. 7.ª D. José Salarrullano. 8.ª Sr. Marqués del Soto.Aller. 9.ª D. José María de Palacio. SEGUNDA.

Sobre las meforas que deberán introducirse en el sistema hipotecario. Por la sec. '1. ª D. J ua u Miguel de los Rios. 2.ª D. Juan Manuel Prieto. 3.ª D. Luis Mayans, presidente. 4-.ª D. Juan lrizar. 5.ª D. Juan An~onio Seoane. 6.ª D. José Jaime Magaz. ..., ª D. Luis Maria de la Torre,

secPetario. 8.ª D. José María Buet. 9 ª D. Juau l\fariauo Aparicio. TERCERA.

Sobre las ventajas e inconvenientes del siste-

uia de formar establecimientos para facilitar socorros directos á los lal.,radore~. Por la sec. 1.ª D. Eulog10 García Paton,

secretario. 2.ª D. José Alvaro de Zafra. 3.ª D. A.gustin Estéban CoJlantes. 4.ª D. Francisco Vaquer y D. José Ricardo Ortega. 5.ª D. Manuel Catalá de Valeriola, presidente. 6. ª D. Andrés l\fartinez Quintana. 7.ª Sr. Marqués del Moral. 8.ª D. Manuel Collado. 9.ª D. Pedro Nautet. CUARTA.

Sobre las variaciones qu~ convenga introducir en nuestra legislacion con respecto á tos préstamos á interes. Por la sec 1 .ª D. Mar ial.l Antonio Lopez,

presidente.

2.ª D. Antonio Gallego y Valcárcel. 3.ª D. Felipe CangaArgüelles . 4.ª D. José Eugenio de Eguizabal. 5.ª D. Pedro Miguel de Peiro. 6.ª D. Franci_sco ·Perez de Ana ya 1.ª11 D. José María Velluti. 8. D. Buenaventura Cárlos Aribau, secntario. 9.ª D. Pascual Madoz.


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QUINTA,

Sobre el mejor sistema que por nuestra legislacion pudiera adoptar se en punto á riegos. Por la sec. ·1 .ª Sr. Conde de Ripalda, secretario. 2.ª D. Manuel María Azofra. 3.ª Sr. Marqués de Jura Real. 4.ª D. Ramo • Echevárrfa. 5.ª D. José Manso . 6. ª D. lldefonso Larroche. 7.ª D. Marcelino Lopez. 8.ª D. Manuel Collado. 9.ª D. Joaquin María Lopez, presidente.

3.ª D. Pedro Antonio Cadenas. 4.ª D. Jacfoto' Lean. 5.ª Sr. Marqués de Someruelos, presidente. 6.ª D. Pauliuo Jimenez. 7.ª Félix Gornez. 8.ª D. Ramon Temprado. 9. ª D. Pedro Fernandez de Córdoba. PARTE ClENTlFlCA. NOVENA .

Emámen de las causas que contribuyen á que muchas de nuestras producciones agrícolas sean mas caras que la_s de otras naciones.

SESTA,

Sobre el establecimiento de colonias agrícolas. Por la sec; 1.ª D. JóaquinEzquerra del Ba. yo, presidente. 2.ª D. Manuel Colmeiro. 3.ª D. José Maríal'aniagua. 4. ª ]). Toribio Areito. 5.ª D. Casimiro Rufino. 6.ª D. Joaguin Balé •. ,. 7.ª D_ Zenon María deAdana. 8.ª D. Augusto de Burgos, secretario. 9.ª D. José de Hidalgo Tablada. SÉDTIMÁ

Sobre las variaciones que conv.enga introducir en nuestra legiidacion para tl fomento de los montes y plantíos. Por la sec. 1.ª D. Rafael de Navascues. 2." Sr. Conde de la Oliva. 3.ª D. Alejandro PeñaVillarejo. 4.ª D. José Cav-eda, presidente. y D. Anto.nio Piqueras. 5.ª D. Mariano Marcoartu. 6.ª D. Pedro Zaez Ordoñez. ' 7.ª D. JuanVenceslao Enrique7.i. 8.ª D. Agustín Pascual, secretario . D. Luis Bustama• te.

Por la sec. 1 .ª D. Luis Rodríguez Camaleño. · '' 2.ª ,D. José Mórelle. 3.ª D. Lea • d.ro Lopéz de Ayala, seciretario. . 4." D. Francisco Maria Mar!n, 5.ª D. Fernando Corradi. 6.ª D. Agustín Marcoartu. 7.ª D. Antonio Duclere. 8.ª D. Julia • Go • zalez de Soto. 9.ª D. Mariano Miguel de Reinoso, presidente. DÉCIMA,

Emámen de las diferentes alternativas de cosechas que puai'eran seguirs~ en Es~aña, habida consideracion á sus diversos climas, terrenos y necesidades del consumo. Por ia sec. 1." D. Joaquín Carrascosa. 2.ª D. Enrique Ojera. 3.ª Sr. Conde de Pi • ohermoso. 4.ª D. Mariano Morthe y D. Pedro Felipe l\foolau. 5.ª D Juan.Manuel Ballesteros. 6.ª D. Francisco Labrador. 7.ª Sr. Marqués del Mornl. . 8.ª D. Jaime Llansó, secretario. 9.ª D. Antonio Bul • es , presidente. OND.ÉC1i11A ,

OCTAVA ,

Sobre cerramientos de tert"enos. Por la sec. 1 .ª D. Agustín Esponera. 2.ª D. Manuel Colmeiro, secretario.

Emámen de las ventajas é inconvenientes del sistema de barbechos con relaci()n al sueldo y clima de la Penínwla y al Estado, de nueslra poblaáon. Por la sec. ~ .ª D. Manuel de Lara.


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D. José Musso y Fontes. 3. 11 D. Manuel María Rodriguez Monge. 4-.ª D. Tomás Brnguera, presi-

,2.ª

dente.

5.ª D. José Echegaray. 6.ª D. André_s Merino y Torija. 7.ª D. Joaquin Carretero. 8.ª D. Jaime Llansó, secretario. 9.ª D. Juan~de·Angulo.

t> .ª D. Ramon Frau. 6.ª D. Benito Amado ZalazaF,

s«cretario.

7.ª D. Juan J osé Fuentes. ~ 8.ª D. Augusto Burgos. 9.ª Agustin Salido. DÉCIMA QUINTA,

Exámen de los medios de mejor·ar la calidad de nuestras lanas finas.

DUODÉCIMA.

Exámen de las ,·elaciones que debe haber ent,·e la ag1·icultura y la ganadería, en beneficio de ambos r~mos de riqueza. Por la sec. 4 .d Sr. Duque de Veragua, pre-

sidente.

r

2.ª _D. Fernando Urries. 3.ª D. Leon Mateo, secr·elario. 4.ª Sr. Marqués aeClaramonte. 5.ª D. Mariano Lorente. 6.ª D. Francisco Laiglesia y , DarraG 7.ª D. José Guiíerrez de los Ríos. · 8.ª D. Augusto Burgos. 9.ª Sr. Marqués deVallgornera. ,DÉG!MA TERCIA.

Exámien de las ventajas é inconvenientes de la trashumacion del ganado lanar, considerada bajo todos sus aspectos. . .., Por la sec. 1 .ª D. FranciscoArizcuo, secre-

tario.

2.ª D. Antonio Salvatierra. 3.ª D Joaquin Rodriguez Leal. 4.ª D. Miguel l\ledrorena Y· D. José Segundo Ruiz. 5.ª D. Eusebio Maria del Valle. 6.ª Sr. Marqués de Perales, pre-

sidente.

7 .ª D. Juan Wenceslao Enriquez. 8.ª D. Pascual Patrosí. 9.ª D. Pedro de la Puente y Apezechea. D:ÉCIMA CUARTA .

Exámen de la infl,uencia de la sal) dada á los ganados, principalmente al lanar.

tario.

3.ª D. Leon de Ma teo. 4.ª D. Justo Hernandez. 5.ª D. José Echegaray . 6.ª Sr. Marqués de Perales. 7.ª Sr. Marqués de Campoalegre, presidente. 8.ª D. Julian Aquilino Perez. 9.ª D. Nazario Carriquiri. DÉCIMA SESTA.

Exámen del mejor sistema general para la ganadería . Por la sec. ~ .ª D . José Peiret y Bosque, secretari·o. 2.ª D. Antonio Salvatierra. 3.ª Sr. Marqués de Bedmar. 4. ª D. Jo é Ignacio Coello. 5.ª D. Fernando Boccherini. 6.ª D. Mariano Rodriguez de Ansa. 7.ª Sr. Marqués de Acapulco. 8.ª D. Mariano Serrano. 9.ª Sr. Conde de Vistahermosa,

preside,nte. D:ÉCl,MA SEPTII\IA.

Programa de las cuestiones que. se han de presentar al ea;ámm~ de la junta gentral en el año próximo. Por la sec. 1.ª D. Francisco Rodriguez de la Vega. 2.ª D. Mateo Seoane. 3.ª D. Die~o del Río. 4.ª D. AleJandro Olivan, presi-

dente.

P or la sec. 1 .ª D. Joaquin Hysern, presi-

5 .ª D. Vicente Castelló. 6. ª D. Francisco Perez de Ana-

2. ª D. ioolás;Casas . 3.ª D. Luis Piernas. 4-.ª D. Francisco,Antonio Benavides y D. José María Lo pez.

7. n D. Antonio Cavanilles. 8.ª D. Manuel Collado 9.ª D. Mariano l\1iguel de Rei noso .

dente.

/

Por la sec. ~ .ª D. Juan María-Pou y Camps. 2.ª Sr. Conde de la Oliva, secre-

-ya, secretario.


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DÉCIMA UOJIIISIOl'W.

J)ictámen de la misma sobre las diferentes alternativas de cosecltas que pudi·eran segu1°¡¡,se en España, habi"da consúteracion á sus di.versos climas, . terrenos y necesidades del consumo. SEÑQ1lES.:

La comision nombrada para informará la Junta General sob're la cuestion segunda de las científicas, que el Gobierno de S. M. ha sometido á su exámen, al presentarse ante la Junta á dar cuenta del 1'esultado de sus conferencias, lo hace con el justo temor, comun hoy á todos nosotros, de que sus palabras no sean /1.cogidas por mucha parte de nuestros labradores, poco dü-puestos á abandonar sus a!'liguas prácticas, con aquella beoé-vola predisposicion de ánimo, que es siempre precursora de los buenos resultados, y que producirá en ellos, á no dudarlo, en los años sucesivos la esperiencia de la bondad de vuestros consejos, La índole misma de la cuestion que nos ha tocado en suerte, ha sido un embarazo que ha dificultado nuestros propósitos, porque basada en 11rinci píos científicos, que acaban de sufril' una modificacion importante, adoptada pur las principales escuelas, y fundada en la autoridad y la esperiencia de los mas célebres agrónomos franceses y alemanes, hemos d udado si haoM ó no desde luego la aplicacio.n práctica de su doctrina, no resolviéndonos á ello en último resultado, porque bien sabemos el desvío con que las teorías, lás novedades '" las cosas estranjeras son recibidas por nuestros labradores. Desvío por otra parte justificado sobradamente con los reiterados desengaños, que han sido consecuencia de esperimentos sobre hechos, que mal aplicados, ó-poco averiguados, se han que<-rido rntroducir en nuestro suelo como adelanto de nuestras prácticas, ó remedio de nuestros -males. La rotaciou ó alternativa de cosechas se refiere siempre teórica y prácticamente á la clase de cultivo que se usa en el pais en que quiere establecerse; siendo muy diversa la variada alternativa de cosechas de los terrenos de regadío, de la mas reducida de las tierras de secano. Not,,rio es á todos que la primera reune en ·España todos los elementos de perfeccion y de vida correspondientes al estado de nuestra sociedad, ya se la juzgue en su terreno propio en las huertas de la p'rovincia de Valencia, Murcia v Barcelona, ya se la considere por comparaciim en las

pequeñas labores de las provincias Vasgqngadas y de las que siguen Ja co,sta de todo el mar cantábrico. La segunda clase de· cultivo, que es la mas general en nuestra Península, y que se estiende desde las tierr~s cultivadas á la falda del Pirineo, ha'Sta los cortijos unidos al estrecho de Gibraltar, es tan diferente en su práctica, en los diversos olimas e:¡ue se encuentran en zona tan .dilatada, cuanto es distínto el suelo y son distintas las nec.;esidades, las co'stumbres· y ' las opiniones de sus habita1..1tes. La com"ision ha creído que á esta última clase de cultivo se refiere la cuestion propuesta en el programa presentado por el Gobierno, y á ella ha reducido en su t:onsecuencia las observaciones que tiene el honor de presentar á l,a Junta. El sistema de la alternativa de cosechas, señores, tiene tan ta conexion y yn lace con · el de barbechos, del que toma su origen y nacimiento, que no es posible tra.tar del µrimero, sino romo corolario del segundo. Una comision de nuestro· seno está encargada de manifestaros las ventajas é inconvenientes de este sistema: nosotros para adoptar un principio en este punto y- aplicarlo, hemos tenido que considerar la gran dificultad que hay en España para abonar las tierras convenientemente, la falta relativa de poblacion con las tierras de labor, y la facilidad que tienen estas de cubrirse en las distintas estaciones, segun los climas, de yerbas buenas y yerbas perjudiciales. Una cualidad importantísima, casi .esclusiva de nuestro suelo, que es la propiedad que tienen nuestros ter-. renos, de saturarse con solo el ausilio de la atmósfera y de las aguas de II uvia, de los. nitratos, base de las sales á- que hoy se dá tanta importancia en la nueva teoría, nos ha confirmado en nuestra opinion, para adoptar un término medio, que se aparte de los inconvenientes de los sistemas estremos,_ adoptando una rotacion de cosechas, que insensiblemente pueda variar nuestras costumbres agrícolas, aumentando la ganadería, primer elemento de vida en la agricultura, y de inmensa influencia en la civilizacion, y no variando la clase de .frutos que nos son conocidos, y cuya bondad y salida tenemos


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aseguradas. Una rotacion ó alternativa que la práctica de este sistema no pueden da'fse en sus efectos para la siembra de tr io-o sea reglas terminantes, ni la comision hará mas equivalente al barbecho, ó lo mejore, con- - que señalar las mas generales: cada provinservando la potencia del suelo y proporciocia, cada pueblo, cada particular tiene entre nando una nueva produccion sin gdndes nosotros sus tierras, sus costumbres, sus negastos ni trabajos, ese es el pensamiento de cesidades. l\farcha~ de lo conocido á lo desla comision. Preciso será advertir en esta conocido con prudencia, ese será nuestro ocasiou que en las aplicaciones particulares consejo. Sabemos por esperiencia, que muse necesitará mucho tacto, mucha esperienchas de las plantas, cuyo cultivo aconsejan cia y mucho, conocimiento de los terrenos, los autores, y otras que crecen -v se dan espara que en las alternativas no padezca la pontáneamente en una tierra, á veces DO nabonpad de Jas plantas gramíneas que son la cen, y por lo regular respónden mal cuando base del cultivo. Cuando estas alternan entre se quieren reducir á cultivo determinado: sí, comq suoede en gran parte de nuestros ejemplos hemos visto de esto con la zulla ó ca¡npos, desarrollándose y completando e11 esparceta triguera. Además el cultivo de las elfos su formacion y su existencia, las tieryerbas mas recomendadas y [))as interesanras quedan empobrecidas é inhabilitadas sin tes para los ganados, exige alternativas de grar¡des· abonos para cosechar ninguna otra mas duracion que las usadas entre nosotros. especie de plantas; y ~un cuando la rotacion En Jas labores grandes de las provincias de se verifique entre cereales y plantas forraAndalucía, donde se verifica la alternativa geras, es preciso cuidar deque esta!;:no sean mas lar~a, es esta de tres años; µara que el de las llamadas con propiedad egoistas, por- sistema moderno pueda surtir todos sus efecque solo trabajan para ¡;i, y no influJen en tos, la alternativa regular debe ser de seis la prosperidad de las que les siguen en el años. Una parte para trigo , cuatro para 9.rden de cultivo que haya adoptado. El sis- prados, y una para legumbres. Nosotros pret~ma que á nuestro entender evita estos inferiríamos para los prados de la zona mericonvenientes, y que podemos llamar de bar- dional la yerba de Guinea, por lo gustosa y bechos perfeccionq,do, es el 9ue nos atrevemos útil que es para el ganado caballar y vacuá proponer. Este ·sistema, que en algunas de no; pero sus buenos resultados no so tocan las escµelas antiguas, completo ó incomplehasta el año segundo y siguient~& de su to, era condenado y reputado casi por bár- siembra ¡Cuanto mas pronto podrán los criafiaro, ha vuelto á ocupar el lugar cprrespon· dores con este sistema atar sus potros , que diente desde qoe se pá á 'tos terrenos y á las desde que cumplen los dos a,ñ.os no hacen sales, que en ellos se encuentran 11 el•va\or y mas que perder en el campo , por falta de la potencia que instintivamente conocieron alimento y otras causas! Para la zona media nuestros mayores. ¡Cosa lisqnjera y útil al aconsejaríamos las diversas -variedades de la mismo tiempo para nosotros, ver corroboraalfalfa ó mielga, y en general las yerbas ledas por la ciencia las prácticas antiguas de guminosas como mas acomodadas á sus ternuestro cu ltivo! «Todo sjstema de cu ltivo, renos, y como plantas ·t¡ue dan tanto como dice el conde de Gasparín, que no esté funreciben, dejando gases ~n las tierras para dado en el de prados permanentes ó tempolas cosechas subsiguien t1-1s. Para la zona seprales de larga di,iracion, y en la siembra de tentrional está indicado el trébol y la esparplantas leguminosas, que tienen la preciosa ceta que le son mas conocidas y prosperan, propiedad de atraer y tijar en las tierras los singularmenle está, muy bien en las montagases de la átmósfera, será siempre muy inñas de Cataluña. En cuanto al señalamiento ferior al que tenga por principio esta clase de plantas leguminosas para Totacion, en de cultivo.>> El trigo, pues, las yerbas y las cada zona cpnocen bien nuestros labradores legumbres, hé aqui la J'otacion de cosechas las que le son mas convenientes, y no hay de la ciencia: el trigo, los pastos y las lenecesidad de indicar á los andaluces que gumbres, héaquí la rotacion de 1as cosechas siembren habas, ni garbanzos á los castellade nuest~o pais . No es tan nqtable la qifenos, ni judías á los gallegos . Pero este sisrencia: sernl1raT de forrages los rastrojos,, y tema de largas alternativas tardará en seaumentar éstos proporcional mente á las ne- guirse; entretanto siempre será un gran adecesidades de nuestros ganadlls; será la per1anto sembrar los ra&trojos con forrages de feccion de nueslro sistema. Los prados temcualquiera clase, bien de plantas forrageras, porales, el aumento ,de yerbas y for_rages bien de yerbas leguminosas, con tal, cuan.para el ganado, este es hoy el consejo de do se haga la siembra de las primeras sobre todos los agrónomos entendidos; esta es, se- todo, que se corten en verde, ó antes de la uores, nuestra opinion. Para la aplicacion á florescencía., y q11e sirvan en su caso de abo-


n vegetal. Otras rotaciones de p1an tas anua-

les pod rian establecerse a la sombra de las

perennes ó permanentes, que tanta falta hacen en España, principalmente en la zona media de que hemos hablado. Pero la consideracion de que una mejora tan notable corresponde al propietario mas bien que al culLivadvr y la de que siempre supone una variacion mas radical que la que es hoy objeto de nuestro propósito, nos han reLraido de presentf\rles al exámen de la Junta . Los ensayos sobre la verdadera rotacion de cosechas, que arriba hemos enunciado, corresponden hacerse de derecho, ó en las escuelas prácticas de agricultura, ó por los labradores grandes, acomodadosé industriosos-. Las primeras, por desgracia, no las te-. nemos; de los segundos se encuentran muchos entre vosotros. Con el consejo y el ejemplo prosperan las artes y la in(justria. A vosotros, pues, os toca practicar estos ensayos

en la escala que juigueis mas acomodada á vuestros respectivos intereses; vuestros ensayos felices establecerán prácticas útiles, y vue tras noticias en todos los casos nos servirán de regla en los años sucesivos para confirmar ó rectificar nuestras ' doctrinas. Asi se completará, señores, nuestra obra, y se evitará que se pierdan y vayan en flor tantos deseos, tantos afanes y tantas esperanzas.Madrid 11 de octubre de •1 849.-Antonio Bulnc .-Joaquin Carrascosa.-Jaime Llansó.-Francisco Labrador.-Marquésdel Moral.-Juan Manuel Ballesteros.-Enrique Ojero .-:Mariano Morte.-El Conde de Pinohermoso.-P . F. l\Ionlau. Este dictámen fué discutido y aprobado por la Junta general en los mismos términos que lo redactó y presentó la com ision décima.

NOVENA. C011USION.

Dictámen de la misma sobre las causas que contribuyen á que muchas de nuestras producciones agrícolas sean mas caras que las de otras naci'ones. SEÑORES.

La comision novena, encargada de informará la Junta acerca de las causas que contribiiyen á que muchas de nuestms produccirinfls agrícolas sean rnas caras que las de otras naciones, tiene el honor de presentarla su dictámen. Meditado detenidamente con la intencion patriótica y lea l de responder como españoles honrados á la distinguida muestra de confianza que nuestra augusta RE! A se ba dignado depositar en esta representacion de la agricultura española; si el humilde parecer que tendremos la honra de emitir, distará mucho de corresponder á la dificultad del asunto y á la ilustracion de la Junta, demostrará al monos que los vocales de la no~ vena comision no han economizado estudio, trabajo ni discusion para llenar este deber de amantes del pais y de agradecidos al Gol)ierno, que les presenta tan buena ocasion de servir los intereses de la agricultura. Llegue este dictámen á las gradas del T rono como prueba sincera de nuestra respetuosa lealtad ; y sometiéndole, como le sometemos, al exámen ilustrado y concienzudo de personas tan competentes, salga de la discusion depurado de los muchos errores que sin duda contendrá; pues si en lo uuo que-

darán satisfechos nuestros deberes, con el otro se colmarán nuestros deseos de buenos amigos del pais. Señores , en el exámen de las causas q,u ocasionan el mayor coste de mttcho3, y (bien podemos deci,·) de todos nti'estros productos agrícolas, se ve planteado el problema ~en eral cuya resolucion afecta á la universalidad de los intereses agronóm icos . Semejante cuesLion es, á nuestro modo de ver, la cuesti on agrícola por escelencia. _Equivale á la de examinar las condiciones de nuestra competencia en el mercado público; y el estudio de la competencia sabido es que comprende, y no es otro que el de los costes de la produccion, y de los sobrecargos de la venta. Pero el estudio de los ¡?,astos de la produccion y sobrecargos de la venta ¿qué otra cosa es sino el estudio de la agricultura en general, con su.s infinitas y dificiles ramificaciones? Luego nuestro exámen deberá referirse á la agricultura en toda su extension. A fin de no confundirnos, y de proceder cou método economizando á la Junta la molestia de las divagaciones, y á nosotros el pesar de causarla con ellas, comcmaremos por declarar lo que para el objeto ele nuestra discusion, se ha Je entender por agri-


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cultura. Entendemos por agricultura para los efectos de esta indagacion que no ha sido encarga·da, la produccion y las artes de agrícolas. En la produccioo comprendemos todos los productos def campo, naturales ó cultivados. En las artes agrícolas abrazamos a·quellas primeras trasformaciones ó nuevos productos, 4ue con los del campo pueden obtenerse en el campo mismo, ó en la casa del labrador. Esta definicion general de la agricultura nos lleva á considerarla bajo de dos aspectos principales; primero, como profesion; y aquí se nos representan la ciencia, el arte I el óficio ; segundo, como clase social ; y en tal concepto la vemos en dos órdenes de relaciones con el Estado; las unas por las leyes, las otras por la administracion. Si fijándonos en el primer concepto la estudiamos como profesion, lo primero que se nos ofrece es la distincion entre las personas y las cosas. Con relacion á las personas, vemos las diversas influencias que ejercen en el cultivo, el propi~tario que arrienda sus fincas, generalmente abandonándola y huyendo del campo; el que las cultiva de su cuenta mejorándolas y aumentando y vivificando la poblacion rural; el colono que labra propiedad agena, sin capitales para mejorar, sin tiempo bastante de usufructo para utilizar Jas que en algun caso pudiera introducir, y sin e tímulo para intentárlo; y vemos, en fin al bracero que trabaja por un diario independiente de las cosechas, y que las encarece, empeorando su situacion personal. con el aumento de g11sto que ocasionan sus hurtos de tiempo al trabajo cuando le presta á jornal , ó la peor calidad de él cuando le presta á destajo. En las cosas, todos lo hacemos derivar de la naturaleza de los países. Ella dá origen á las zonas, ó mejor diríamos, á la geosrafía agronómica del reino, que á su vez lla de ser la base de la instruccion profesional, y esta c!e los variados sistemas de cultivo con que e diferencian las comarcas. Pero uno y otros, instruccion y sistemas, deben conspi rar á resolver el gran problema industrial de producir mas ó menos coste, cimentando la resolucion en las relaciones de influencia que tienen lo,s abonos en la agricultura, los ganados en ios anonos, los pastos en los ganados, la rotacion y alternativa de las cosechas en los pastos y forrajes. Con todo esto se ven ligados en estrecha é imprescindible dependencia la ciencia que inventa, el arte que

ensaya, y el oficio qne aplica: funcionando respectivamente en los institutos, que discuten las doctrin:i.s en las escuelas, que inician las prácticas y en las Juntas de agricultura, que premian su aplicacion. Si fijando despues la atencion en el segundo concepto, examinamos la agricultura comC> clase social, vemos en primer término las leyes; pero como fundamento sólido de las leyes, la administracion. La administracion se relaciona con la agricultura por dos intereses; el de los productores en particular, y el del Estado en general. Dehe á los productores establecimientos de enseñanza ¡.,rofesional, de educacion moral , de fondos, de auxilios; y tambien equidad fiscal, y ahundancia y facilidad de mercados . Debe la administracion al Estado seguridad y baratura de las subsistencias. De aqui vemos surgir esa multitud de relaciones y deberes mútuos, que constituyen la estensa red en que la adcnioistracioo concilia y relaciona la estadística de productos con la fabril y comercial ; la proporcion de los impuestos y aranceles, con el coste de la produccion y la ioversion reproductiva ; la baratura en los consumos, con la utilidad de los productores , la moralidad de las salas de asilo y cajas de ahorros, con los montes-pios de labradores, los pó.;itos y los bancos agrícolas; las obras públicas de general utilidad con las de localidades etc., etc. Vemos, en fin, como la g·obernacion, enriquecida con el verdadero conocimiento de las cosas que puede fundar sobreestos trabajos, los entrega al dominio del público para ilustrar la conciencia de los legisladores; y á su vez aquella propone, ~- estos decretan, esas leyes sabias y altamente sociales, que haciendo justicia entre las interesadas pretensiones de las clases y las verdaderas exigencias del bien público, fundan la sociedad sobre la familia, la familia sobre la propiedad, la propiedad sobre el trabajo, y el trabajo sobre cierta prudente libertad de cultivo, industria y comercio, que haga justicia repetimos aquí tambien, entre el productor, que siempre interesa vender caro, el consumidor, que siempre quiere comprar barato, y el comerciante, que reune ambas pretensiones; com• p rar barato y vender caro. Bosquejada á tao grandes y ligeros traz?s la idea complexa que formamos de la agricultura, cuando nos detenemos á computar los gastos de la produccion -y sobrecargos de la ven ta, ven~amos ya á significar estos gastos por especies ó clases, -ya que para la re~ s olucion del problema en principios podemoli


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pr~scindir de la nimia severidad de los números. Triste es, ¡¡eñores, para el hombre de conciencia tropezar en el estudio de las cuestio nes c!e adrriinistracion con esta fatal y universal carencia de los elementos e'3tadísticos que afecean á todas ellas. ¿Bastan acaso los medios y el estl).dio de un particular, por grand8s aquellos, y laboriosos que este sea, para reunir en su escritorio los antecedentes que dedican no de todas, pero ni de la menos complicada de estas cuestiones, en su aplicacion general a1 Reino? Visto es que nó acusamos de ello á Gobierno ningun0 deter, minado; y con menos razon negaríamos al actual Ja justicia que merece, por haber inau: gurado la mar~ha de progreso que notamos para la agricultnra. Pero di~ásenos por quien tenga 1.a dicha de poder y. saber contestarnos hoy: ¿qué relacion guárdan. en las provincias de .España el valor de la propiedad, el interés del dinero, el rédito de los éapitales agrícolas, el número y. clase de la poblacioo, el precio de los jornales, la cantidad de las cosechas, su relacion con los consumos, el terreno cultivado, la estension y clasificacion de los cultivos, y la observacion meteorológica que tanto influye en ellos? ¿Cuál es la influencia de los tiempos en la cantidad de los productos; en qué proporuiou eulra cada uno de los alimenticios en el consumo de las masas; cuáles de entre ellos se sustituyen con otros; cuáles son nuestra produccioo y consumos de pan, arroz, legumbres, carnes, bebidas, lanas, sedas, linos, cái'íamos, maderas, frutas, plantas textiles y colorantes? ¿Cuál es la verdad en la perecuacion del impuesto, la verdad de la exaccion, la verdad de la suma y coste de la hipoteca que pesa sobre. la agricultura? En nuestro juicio, señores, fü1 solamente creemos que ningun particular reun~ hoy en nuestra patria tan preciosa coleccion de con(\cimientos. sino que, con dolor lo .decimos, ni aun el Gobierno la posee. _,Permítaseoos, señores, al lle$ar ~quí conS.Ignar una. protesta que cu1up1e a nuestra Jealtad. Si encontráramos medio de tratar estas materias sin pronunciar siquiera lapalabra Gobierno, ese medio aceptaríamos. Si ' le eocon.tráramos para estudiar la agricultura sin mirar mas que á los sembrados, le aceptaríamos tambien. Mas siendo esto impos1ble para nosotros/ como creemos lo sea para todos, protestamos, señores, con toda la verdad de españoles honrados, que nuestro ánimo no es el de introducir aquí una discusion política. Y tanto no lo es, que si para desgracia de la agricultura, en_nuestro con-

cepto, e,tás conferencias tomaran esa ten·deocia, desde el punto en que lo notáramos) a~andonaríamos _la 'defensa de 11uestras opin10nes agronómicas, porque 'la de nuestras doctrinas políticas la reservamos para la prensa y las Córtes. Aquí somos esclusivamente agricultores. Y cuando en el puro y esclusivo interés de los campos, llegamos á tocar en la esfera de 1 la ~dministrácion y del Gobierno, no nos re-' ferunos al actual Gabinete, ni á nin~uno; á esta ni á otra ~poca .' Ni censuramos Ill a plaudimos lo pasado, deseamos _conocer lo presente y mejorar el porvenir. Reconocemos la muy poderosa influencia 'de la administraci0n en el progreso del cu\Uvo; reconocemos la suma. conveniencia de nuestras conferencias como propietarios, como labradores' ; pero distinguimos entre la mision del Diputado en Córtes, elegido por el pueblo para votat en la discusion de las lev.es, v la mision del agricultor convocado á esta Ju"nta general ROr llamamiento bondadoso de la Corona, p~ra que nos coi;i.oz~amos, para que nos comuniquemos nuestras prácticas, y para que 'dis:.. c~rriendo y discutiendo cada uno con la copia ~e conocimientos que le preste el ge su lo~ahdad y sus estudios, cooperemos cou el tnbuto de nuestro parecer, nada mas q tie de nuestro parecer, á la grande obra de proteccion y progreso agrícola que se propone y ha comenzado nuestra escelsa RElNA para e~eroa gloria de su reinado y dicha de la nac100 . En-este can;ipo, y no en otro, debemos bu.seamos. Para hallarnos y fraternizar en él hemos vr.nido, sacrificando la inspeccion de nuestras se[l)enteras y vendimias, y la dic~osa 1,ociedad de nuestras famili-as. ¡Por D10s, sei'íores, amigos y compañeros nuestros! Esta Junta general puede ¡;er la inauguracion de inmensas mejoras para la produccion agrícola, si acertamos á discutir en la sencilla, pero no por sencilla, menos brillaute y honrosa, esfera de agricultores. Así como tan halagüeñas esperanzas podrían quedar desde hoy mismo 'desvanecidas y enterradas, si, cediendo á ilusiones, por disculpables que se¡rn, tuviéramos la desgracia de cambiar el rumbo que nos sei'íalan poderosas consideraciones, hasta de particcilar interés. Por nuestra parte, lo repetimos: dispuesto3, • como estamos, con todos los sacrificios que quepan en nuestra pequeñez, á cooperará que la Junta de agricultura sea visible y p,·oo• lamente fructuosa al país, ni aun con una sola palabra quisiéramos contribuirá que se estraviara de su objeto; y ui una sola pala• bra nos permitiremos en defensa de este ei-


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crito, si tenemos el desconsuelo de que se le busque y ataque en otro campo que el en que le presentamos . Hecha esta salvedad, entremos en discusion. Al sentar la proposicion que nos ha cabido en suerte, la tradujimos por equivalente á la del estudio de la agricultura en toda su estensioó, y para mayor claridad espusimos lo que eptendemos por agricultura para el objeto de esta controversia. Des pues de la cual, aplicando las ideas de esta doctrina al exáf!Jen de los costes de la prod uccion y sobrecargos de la ven(a, razonamos la funesta carencia en que estamos de elementos estadísticos de lodos géneros para aplicar á estas cuestiones los números e3peciales de caso y lugar, que, sustituidos en la fórmula general de la resolucion teórica, pudieran servir al despejo de la incógnita en los casos de práctica. Nos proponemos ahora ver si acertamos á deducir esta fórmula general. Si lo conseguirnos, en ella se encontrarán los elementos generales de la resolucion . Con vista de ellos, el particular ó funcionario que posea los de la. localidad, podrá aplicarlos. Nosotros in feriremos los que mas determinadamentecorrespondan á la gobernacion superior del Reino; y refiriéndonos á ellos, podremos razonar la consulta, que para honor y por ioteres nuestro se nos ha pedido. El precio de los productos decimos que equivale á los costes de la produccion, mas los sobrecargos de la conservacion y de la venta. Dividimos, pues, el exámen en estas dos secciones: COSTES y SOBRECARGOS. PR!atERA SECClON.

Costes de ta produccion.

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Consideramos que las varias causas que influyen en ellos como principales, pueden agruparse en tres capítulos á saber: 1. 0 Valqr de la propiedad, como primer instrumento del cultivo . - 2. ° Coste de las labores. 3. 0 Gastos ordinarios v estraordinacios. El capítulo primero, ó de la propiedad le suqdividimos en dos artículos; uno que se refiere á los valores inmuebles, y otro que comprende los valores muebles. Tenemos por valores inmuebles los capitales en tierras y edificios: Clasificamos como valores muebles, los capitales invertidos en ganados y a-peros de labor, y los de las semillas. Pasando á estudiar des pues en los valores inmuebles el capital de la tierra, vemos, que

pudiendo ser de propiedad particular ó M.. muni,tl puede lamhien estar labrada por su dueño, ,ó por un arrendatario. Igual ohservacion se nos ocurre en los valores de esta misma especie representados por los capitales en edificios, en cuanto pueden servir á sus dueños ó á un colono. Y segun que se examine uno ú otro de estos casos, se deducen para la cuenta de los costes de la produccion, ó para elementos de su fórmula por este concepto una ó mas partidas, que, conviniendo para todos los casos en naturaleza, se diferenciarán en entipad, segun las condiciones de localidad á saii'er: La propiedad particular, cultivada por su dueño, produce, para la cuenta del coste de la produccion, una partida, que será el rédito del capital representado en su valor. Esta misma propiedad, cúltivada por un arrendatario, producirá dos partidas al cargo de los costes; una, redilo del ca pita I en tierra; otra, el rédito del capital en rentas, porque la renta es un desembolso, y por lo tanto, capital de produccion para el que la paga. Este capital es adicional al de la tierra en el cultivo sobre propiedad arrendada; y no debe confundirse con el coste de las labores. Por propiedad comunal queremos significar las de propios, baldíos y concejiles, que en lrnas parles se cultivan gratuitamente pa ra los labradores, y en otras cuestan un pequeño canon. Los réditos de los capitales en estas tierras, como partidas de cargo del coste de la produccion, serán cero por el capital de compra, pues que no se vé aquí ninguno invertido, y cero en unos casos, ó poco mas de cero r,n otrcs, para el rédito del capital representado en la renta. Consideraciones semejantes á estas se nos o~urreu cuando examinamos la propiedad representada en los edificios de labranza. Si están ocupados por sus dueños, producirán un solo rédito para el cargo de la cuenta de gastos; si lo están por un arrendatario, producirán dos. Diferencíanse no obstante los edificios, de las tierras en una circunstancia. La tierra. como capital, es imperecedera; y el edilicio nó. De aquí la equidad con que se concede á los capitales en edificios un réditq mayor por sus contingencias, y además un rendimiento para su reparacion, quequiere decir conservacion en su valor primitivo. Llegamos al artículo 2. 0 , en que dividimos el capítulo primero, y del cual dijimos que comprendia los valores muebles representados en los ganados y aperos de labor y en las semillas. Entendemos que estos capitales de gana-


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dos y aperos, producen, romo los edificios, dos partidas de cargo para fa ~uenta_ de los costes: el rédito de su valor primordial y el tanto por ciento de reparacion y reintegro por deterioro. Respecto al capital en semillas, produce linicamentecomoca rgoel rédito de su valor, siendo, como es, cierto que, ya se las _considere en troj adas, ó vegetando en las tierras, existeu siempre en la misma cantidad y calidad para el balance de los haberes del labrador. Tócale ahora el turno del exámen al capítulo 2. 0 de esta 1 .ª seccion, ósea al coste de las labores. Al primer aspecto pare.ce que este p~rticu lar pr·ésenta alguna confusion en la diversidad de labo rrs, que procede de la de los cultivos. Pero si consideraUJos que no se trata de averiguar lo referente á un cultivo especial, ~ino los-accidentes ó condiciones comunes á todos ellos, ó al cultivo en general, la indagacion pierde mucho eu dificultad. Así considerada, la in uencia de las labores en el cargo de los gastos de la prod uc.a. cion, la comprendemos distribuida en los artícu los siguientes: 1. 0 Soldadade mozos de año, que puede será dinero y manutencion en la casa del labrador; á dinero, gran'Os y legumbres para mantenerse el mozo en su casa; con senara labrada , y sin ella. .Este primer artículo producirá en la cuenta de gastos un cargo por todo el importe á reintegrar de las soldadas á dinero, coste de la manutencion, renta v la~or de la senarn, v valor de los granos, 1nas el rédito de este mismo importe como capital anticipado. 2.º Jornales de los obreros temporeros, que se pagan á dinero solo, y tambien á di nero y vino. Son ·cargo á la produccion en todo su valo r á reintegrar; mas el rédito. 3. 1 Costes de la recoléccion: son los de siega y trilla en los cereales; v_endimia y la:gareo en los vinos; v.:ueo-y tru¡al en los aceites; vareo y co rta en los montes_etc., etc. Se pagan á dinero solo, ó á dmero y manutencion, por un tanto, ájornal ele. De cualquier modo que se satisfagan,_ figu ran contra la prodnccion por todo su 1m..1 porte, mas el rédito <leél. 4.. 0 Pienso ó manutencion de"los gana=dos, que sale de las paneras v pajares, ó de los prados y pastos naturales· y artiticial_es. En todos los casos representan un capital invertido para cosecharlos ó comprarlos, aum1~ntaodo con los gastos de panerajes, conservacion y molienda. Figura por todo

TU}IO JI

su valor, mas su rédito, en la cuenta del coste.

o.º. Asistencia facultativa de los ganados, berraJe, gastos de carretero y herrero. Se pagan á dinero y en granos, y son cargo al coste por todo su valor, mas su rédiLo . . 6. 0 Administracion y contabilidad: cons1Hen estos gastos en los sueldos de los mayorales, compra de libros, papel, escl"Ílnrás de ajuste etc. Son tambien cargo al coste por lodo su valor, mas el rédito. En e\ ter~er artículo co~pr~ni:li rnos los gastos ordmarios v estraordtnanos. Son ordinarios los imp·uestos comunes co,n tod3.s sus denominaciones, incluso el de bagajes; el coste de guarderías , el de los abonos y las mermas de las cosechas son estraordiñarios los ganados que se mueren, los instrumentos qll:e se inutilizan, el encalado y otras preparaciones de las semillas, la agencia y el interés de los préstamos que tome el labrador. Todos ellos acrecen el coste por Lodo su importe, mas el rédito. SEGUNDA SECCION.

Sobrecargos de la con¡¡eriiacion y ele la venta . La conservacion oca:iona los gastos de abaño y traspalo en los granos; vasija, venta y trasiego en los caldos. Aumenta el coste en todo su valor, mas el rédito, menos la vasija, que solo aumenta el rédito de su capital. .La venta o~as iona los gastos siguientes, el de"aclareo en los caldos; medida ó peso corretajes, ~onduccion, portazgos, derecb~s de entrada ó de consumos. Todos ellos S()n sobrecargos al precio venal, por todo su importe, mas el rédito. , ·· De manera que reasumiendo paraformularespresion gene ral de los Valores que representan los productos agríco las en el mercado, la encontraremos igual á

En lierras. , De la renlil de las tierras. En edi ficios. De la rent.a de los edificjos. Redito del capital... En ganados y aperos. En semillas. En vasijas. Tanto por ciento de.

¡Conservacion de.losedificios.

1 De los ganados ya peros.

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/ Soldadas de los mozos. ¡ Jornales de los obreros . Costes de la recoleccion. Manutencion de los ganados. A.lbeitar, herrero y carretero. Capital y rédito de .. A.dministracion y contabilidad. Contribuciones y bagajes. Guarderías, a_bonos ~,. mermas. Ganados y aperos que \ se inutilizan. Agencias é interés de préstamos. Preparacion de sementeras. A.baño y traspalo. Capital y ddito de .. Visita y trasiego de con• • servacion. Aclareo, peso y medida Ge la venta. Cor retajes, portes, portazgos, derechos.

· Y simp~ificando esta espresion, quedará, por último, reducido á los menores términos siguientes: El coste de la pi·o-¡La. conservacion y rédilo de los capitales duccion y sobrefijos, mas el rédito y cargos de la conreintegro de los ca.servacion y de la pi tales variables. venta, es igual á.. Todavía le falla á esta fórmula un término final capitalísimo; el de la produccion. Sin él ~abremos lo que cuesta producir, pero no la cantidad producida; y es dato indispensable para deducir el valor de la unidad en veota. En principios, la cantidad producida dice relacion con la fertilidad de las tierras y la perfeccion del cultivo, supuesta la influencia de la estaciones. Como se ve, este término de la fórmula es variable; pero cualesquiera que él sea, fu cionará del mismo modo en todos los casos; es á saber. como divisor de la suma de los costes y sobrecargos de la venta. El cuo iente de esta division será el valor de la unidad; con lo cual la fórmula queda completa. Sustitnyendo ahora en ella en lugar de los nombres de los términos, que son los mismos para todas partes, los números que los representen en catla localidad, y r¡ue pueden ser diferentes; obtendremos el valor compa-

ralivo de los productos en el mercado general, entendiéndose por v.alor para e te caso, y en todo este discurso, no el que en lastrans~cciones mercantiles procede de la proporc10n entre la ~ferta y la demanda, sino lo que en la producc1on se entiende por valores invertido~ y representados en el producto. Realizada esta sustitucion, y comparando, llegaríamos á formar la tabla ó cuadro numéricamente demostrativo de los valores de los productos procedentes de varias naciones. Pu~s bien ; ¿es esta demostracion lo que se no~ pide en la cuestion del programa que e~amtnamos? o, seguramente. En la cuest1on se da por su puesto que nuestros ·prod uctos son mas caros ~ ue los de olras naciones · pero el juicio del inas ó del menos es el re~ saltado de la comparacion ; lueo-o la comparacion numérica está hecba.~Pero se nos pregunta: ¿cuáles son las causas de esta mayor carestía? Luego estas causas son las que debemos dilucidar. ¿Se no piden acaso referencias á una localidad determinada? No .-Luego tambien el exámen habrá de ser general .-Y siendo gene~al, ¿podrá ser detallado y mtnucioso? l'odria serlo, deternéndonos á razonar sobre la organizacion social y admínistrativa de los pueblos que examinásemos; pero no lo deber~ ser, porque ni se nos exige, ni es neces~na la _obra d~ ~lgunos volúmenes que seria preciso escnbir para comparar la administracion de las naciones. Además de que, cuando existe el con vencimiento universal de los hecho , no es necesario demostrarlo. A la verdad, le basta ser conocida, para no ser disputada . Como verdades conocidas en nuestro caso, ó que á lo menos son verdades para nosotros, enumeraremos las siguientes. La produccion d~ ~nglaterra, co?- la desventaja de sus cond1c10nes de fertilidad, y á pesar de la su rna perfeccion de su grande cultivo, de su viabil_idad y_ de su administracion, está en déficit para sus necesidades, y. s1quieraenesto, es tributaria de otros productores, ya que en lo demás sea abastecedora del mercado universaL La Francia, con mayor fertilidad que Inglaterra, no envidiándola en los progresos del cultivo en unos departamentos, aunque no tan adelantada en otros; con ventajas y desventajas recíprocas en su administracion; con mayor subdivision en la propiedád; y menor, aunque no escaso, desarrollo en las comunicaciones; -produce, no con mucha baratura, pero sí, seg un el conde de Gasparin. con esceso á lo qúe necesita, y concurre con el sobrante al mercado público.


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La agriculluta del Rhin, que, cuando no _cola: la agricultura y el Estado, todos ganan en el sistema de labore.s pobladas. Porsea la roas adelantada, será sí la roas favoque no las tenemos nosotros en las comarrecida por la iostruccion profesional generalizada en todos sus agentes, por el dichoso cas de nuestra gran produccion cereal, 6 lo consorcio del capital con el cultivo, y por la que es lo mismo, por la distancia entre el economía, celeridad y abundancia de sus co- campo y la babitacion del labrador, labralil(JS mal, tarde, caro y poco en proporcion; municaciones; con su fertilidad varia y su no viendo el labrador en su familia sino boadministracion protectora, produce quizá con mas economía, en igualdad de circunstan- cas para consumir, y no auxiliares para cias, que otras, y ofrece al mercado el so- cultivar. brante en que es('ede á los consumos de su pais. .2.a causa. El div orcio desc onsolador en Los productos agrícolas concurrentes á que están el cultivo, la propiedad y este mercado y procedentes de los campos las capitales entre nosotros. costeros á los mares Báltico, Negro, de Azof y l\fediterráneo; y para América, los EstaEl propietario se limita generalmente á dos-Unidos, estudiados en su generalidad, se nos presentan de condiciones muy distin- sacar la renta de su tinca, sin ocurrírsele siquiera que la tierra mal labrada se desmetas. En un0s, los caractéres de la propiedad, me.nos gravosa aun para la produccion que jora, a i porque se la pida mucho, como porla comunal entre nosotros; en aquellos, la que se la pida mal. Taml.lien las tie1 ras exibaratura de un trabajo que pudiéramos asi- gen gastos de reparacion y conservar.ion como las casas, si se quiere que sean preferimilar al de las corveas; en estos, una fertidas y mas pceciadas para el arriendo. El lidad providencial, y en todos su posicion error está en que el propietario fia esa relitoral, tan económica para los transportes, paracion y conservacion al colono; pues elementos son de tanta ventaja para la comaunque sea cierto que este tenga en ello un petencia, que indudablemente les darian el interés, no cabe dentro de su posibilidad . señorío del mercado público ~eneral, si no los combatiese la administrac1on en todas Los capitalistas huyen, y con apariencias de razon de asociarse al cultivo. De invertir partes, con mu y pocas escepciones . Pues ahora, ¿ cuales son las circunstan- sus fondos en la propied;\d, al cabo aseguran un rédito, que, si es módico, es tambien cias equivalentes con que nuestros productos agrícolas se presentan eu esta compe- seguro. Pero si la consagran al cultivo, tropiezan con la novedad del hecho como estencia general? Veamos. peculacion. Si la emprenden por sí, luchan La pro¡..,iedad, generalo;iente hablando, con la carencia de agentes aptos, con la inmas ha.rata que en lnqlaterra, Francia y el docilidad de los prácticos, con su propia inRhin; no mas caro et .trabajo; no menor, sino mayor, la fertilidad, por la bondad de certidumbre. Y si, no éultivando por sí, presta u á los cu Iti vado res, en primer Iugar, la tíerra y el fa,•o r de los climas. ¿Qué cauque al cultivo aislado de la propiedad gesas , pues, existen para que nu.estros proneralmente no se presta dinero, pero cuanductos sean mas caros, con t;tn ta verdad dido se b'ace, s·e calcula la magnitud del rédice el programa., y todos lamentamos? La to sobre las escasas y contingentes utilidacornision encuentra las siguientes: des del cultivador; por donde el préstamo, í .ª causa. La cifra escasa de la pob[a..; que este busca como un auxilio, se convierte en el dogal que le ahoga y sofoca. Igdon, y quizá mas por la pequeñez noramos el guarismo á que asciende el présdel número, por St6 rnodo de existamo sobre hipoteca que levantai;i. la propiedad f el cultivo, y no sabemos, por consitir aglomerada en centros. guiente, lo que paga por su interés al año. El trabajo industrial necesita pueblos ; el' Sabemos únicamente (¿y quién no?) que estrabajo rural reclama familias. El centro lo- tos préstamos existen porque no pueden decal mas beneficioso para el cultivo es el de jar ele existir; que se pagan por ellos réditos ruinosos: que se aumenta el sacrificio la heredad. Para el tiempo y sazon, para con el coste, no pequeño, de la agencia y 1)razos, para la observacion y vigilancia, para la criade animales útiles, para los acar- coutrato escrilurario, y que todo se refunde reos de mieses y abonos, para la eleccion en las espensas de la produccion, con gravíde bestias de labor, para la moral pública y simo aumento de ellas. El Gobierno de S. M. ha comprendido privada, para ,todo, en fin, la familia agri-


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acertadamente en el programa el estudio de las mejoras -que. puedan in,lro ducirse en el sistema hipotecari o. Ellas serán sin duda en España la mejor y mas sólida base del cr.édi lo territori al y de la asociacion de los capiJales con 1.a pi·opiedad, como lo han sido en Alemania.1a comision no.vena· respeta en la segunda el encargo de informará la Junta sohre tan delicada como i nte~-esante y u rgente materia, y mucho espera de su ilustracion. En el ínterin, nos limitamos á observar que del estado actual de las «;:o§ias en esta seg und a causa que examinamos, procede sin duda, en parte, la existencia ge neral del cultivo. en manos,'por lo comun, las mas _desprovistas de recursos morales y materiales para ad~lantade . De aqui, como con.secuencia, la pequeñez de la produccion comparada. con la fertilidad de la tierr.a v J.a estension del cultivo. De aquí tambieñ mayores costes para la produccion.

3.ª causa. faltacleinstruccionagri-

cola profesional. Es tal y tan gra.nde la preocupacion d~ ]·os prácLi.cos ·irrnflexiv9s (y~ esta dase corre~.,. pond.e la inmensa mayoría de los labradores), que qui-iá el mavor valor que ha menester el cultivador "e:;tudioso, le necesita para sufrir con filosófica resignacion la bef3: inconsiderada de los que cifran toda su virtud agronómica en la incredu lidad de que pú'eda labrarse mejor de lo que ellos lo hacen. Este mal procede originariamente de los propie~arios: 1. º·porque, como hemos indicado ya, no vea en su propiedad mas que la renta que les produce: 2.Q porque .et pro-' pieta rio, mas que el colono, es apto, por su educacion social, para adquirir la in-,truccion. a_grfoo l.a; 3.~ porque el propietario,. y no el coloiio, está en disposíc;ion d.e sufragai· y aventurar espcr im entos, que si en primer térmfoo aumentarán las cosechas del colono, en último-resultadó da1:án mayor valor á su,s tierras en venta y reata. Procede eri segundo lu ga r, del coin'pleto olvi do en que los Planes de instruc.cion pública hao tenido esta urgente necesictad de los caro pos. La agri~u ltu ra reclama y necesita para sus hijoses¡¡. instruccion profesional que el Estado costea con ta·nta justicia para las demás eroCesio.,. nés -social es. Con el la se irán introduciendo en el cu! ti vo los mét_odos de prod 11ccio11 mas ccoaómi·ca; su falta es boyuna de las. ca.usas mas influyentes ca la caresLia de los productbs agrícolas, por4ue precisamente lo que mas necesitam<:is es ¡tprender á producir'mas, ~ á meaos coste. ·

, .• causci. La tendencia general cí vi·vi'r el.et presupuesto generalclet Estado .' Que esa tende,;icia es muchos años ha el cánce:- que nos devora, y aun diremos 4ue la causa principal entre fas de tos males que nos han aquejado y nos aquejan, no hay para que detenerse á demostrarlo . La consideramos como efeclo na tura! de la política equivocada que de siglos há venimos sigu iendo. No hay equilibrio entre las consideraciones que la sociedad y la admioistracion dispensan al productor y al que no lo es. Y cuan{lo i;lec_i'mos al que- no lo es, no pretendemos s'uscitar una discusion académica sobre si todas las profesiones son productoras, unas de productos materiales, otras de prodnctos inma teri ales. Convenimos en que no son solos á producir los q_ue cultivan y fabrican. Bien sabemos que la inteligencia concurre á la produccinn mas que la m;i,no; y una -sola cabe~a mas que mil brazos. Bien, sabemos que en buenos principios se compensan el administrador que fomenta al administrado, y el adrn inis~rado que st1bv,enciona al a<;iministrador. No es esia, nuestra cueslion al examinar esta causa. Opinando como dejamos e,,puesto en doctrina, opinamos tambien que e.n esta, como en todas, la dificultad, el estravío están en la aplicacioo . Opinamos qtie entre la cabeza y los brazo~, entre los direc~ores y dirigidos, entre los elementos morales y materiales concurrentes á la produccion, es indispensable la misma_proporcíon que entre los que mandan y los que obedecen. Y así como no se concibe un eJército todo de jefes, así tampoco se comprende una clase productora, toda de consejeros y directores . En este sentido, v no ea el de una vulgar é injusta aversio1~ á las clases de sueldo, se nos ha de entender cuando decimos que, mientras que el labrador de honradez, que sir ve á la Rein,a -y á la Patria sirviendo la alcaldía de.su pueb lo, sea tratado con ,tan injusto é inco nsiderado desprecio como lo ha sid o basta por el último portero de la última oficina, y el último capo del último destacamento; mientras que ea la sociedad se pre(iera con tan marcada di.sLincion . para carrera de los hijos y ca~arnien~o de las hijas, el sueldo del productor inmaterial, á las yuntas del· labrador; mientras que la administr aci.on reserve sus honores para el· que de ella depende, y no distinga y premie al que produc~: la consecu_eocia es clara, lógi.ca, indeclinable; la LendenGia á vivir del presu_puesto del Estado, la tendencia á consumir lo que los demás produ<;en 1 crecerá , como


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ha crecido, á pasos de gigante, hasta que nos comamos unos á otros. La despoblaci(ln de los campos y talleres, la ineptitud de los agentes del cultivo, la creciente escala del impuesto serán, como son causas de mayores costes para la produccion.

5.' causa. Lo escaso, imper(ecto 1 y caro de las vüts de comu11icacion. No basta la economía en la produccion, sin la de los portes y arra tres, para obtener en el mercado ~1 buen lugar que asegura la venta. La celen dad v baratura en las vias de comunicacion es la exigencia imperiosa para ganar el consumo, y en el consumo está la ganancia del productor. La escasez, i mperfeccioo y carestía de oue,,,tra viabilidad mercantil constituyen la causa principal del perjuicio con que llegan nuestros productos al mercado. La corta estensioo, relativamente hablando, del cultivo de regadío, disminuye los productos en cantidad, y limita los géneros. La e casez de puertos de esportacion fuerza_ las espediciones á seguir rumbos determ10ados, tanto menos económicos, cuanto mas se separan de los puntos de partida. Noto1~ia esta causa y obvios sus efectos, e~cusado sería hablar mas d~ ello, si pudiera serlo nunca el repetu ciertas cosas hasta el fastidio. Prescíndase, si se quiere, aunque no se dP.be, de la concurrencia de nuestros centros productores al mercado esterior; pero mírese siquiera el abastecimiento de nuestra capital como disposicion de alta política. Llegado un año de escasez para e! radío abastecedor de la córte, ¿de qué nos s1 rven las grandes cosechas de Aragon, Castilla y Anda lucia, si por efecto de los malos, pocos y caros transportes lleguen á :Madrid representando un grano de oro, cada ¡?;rano de trigo? Igual efecto riroducen en los ar.,. re tres al litoral; y este aumento á sobrecar.., gos de la venta, es por si solo bastante para hacernos imposible la competencia en el mercado. En esta causa se tropieza además coa otea no menos iolluyente en daño, si bien de mas fácil, mas prouto y mas dobido remedio. Es visto que h-ablamos de los portazgos. Consi · ~erandc, que esta exaccioo es realmente un impuesto, se busca la materia imponible sohrc que está calculado, y no se encuentra. Por una parle se veo lils tarifas de portazgos di-puestas en la Direccion de caminos, y basadas sobre el coste de estos, la distancia entre los puntos de exaccion r la eQ~i-

dad del desgaste ocasionado por el tránsito • c~sas todas que si están muy oien y proporcionalmente calculadas para el efecto de reinte~rar á caminos del importe de sus daños, distan mucho, sin embargo, de poderse aceptar como bases de un impuesto. Por otra parlé vemos que se exige de los transeunles. ¿ Y ea proporcion á qué? ¿ A. las mercancías que conducen? ro. Supue to un vehículo de transporte, vaya cargado de oro, ó va ya cargado de paja, lo mismo paga. Luego la exaccioo no es sobre los efectos conducidos sino sobre el instrumento conductor. ¿Y con relacioo á qué? ¿á lo que en sí vale?-No. -¿Por lo que gaLia en aquell:i. e!:ipedioioo? -Tampoco.-Se le exige porque pasa pór aquel paraje. ¿Y que es pasar por una via dada, en especulacioo mercantil? Es conducfr.-Pero la conduGcioo es uoyastodel negocio; luego la eroaccion de portazgos es un impuesto sohre los gastos y no sobre tas utilidades del tráfico; luego, económicamente hablando, es absurdo; lueg() debe suprimirse. o quiere la comision incurrir en contradiccioo consigo misma, iudioando por una parle la necesidad de caminos, canales y riegos, y privando por otra al Gobierno, de recursos para construirlos. Por eso cuando por la supresion de los portazgos opina, opina efectivamente porque desaparezca esa traba, ese grande obstácul,i del movimiento comercial; y respecto al impuesto que debe exigirse para conservar las comunicaciones, d~ ea que se exija , no como hoy se hace, directamente de los agentes del tráfico que menos ponen y ganan y pueden ea él, sino de todas las clases sociales, que reportan en mayor escala los beneficios de la viabilidad.

6.-t cansa. La i·ndiferencia con que los labradores miran la cnan~a de ga1.aclos. Dice con sobrada razoo uno de nuestros mejores proverbios que, el labrador antes sin ore.jas que sin ovejas; que encierra en sí la tan sabida máxima de que la agnwltura se funda en los ganados, comCl atinadarnente asienta el ilustrado autor del Manual que ha de servir de testo en nuestras escuela . Y con ser esto tao a bid o y conveniente para Lodos los ladradores, los vemos mu y generalmente dar en arriendo los pastos de su barbecho, raslrogera y pámpana á los meros pa tares, que despues les devuelven vendidos los mismos pastos en chirle ó abonos, pero en muy reducida cantidad, pues se pierden para la tierra las ventajas del ~bQ-.


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no en majada. No es tan estraño yer las cuadras de la labranza despobladas oe todo ganado que no sea el puramente indispensable para la labor . Y decimos que no es estrañ@, porque al fin es cosa tao nueva, corno poco usada entre nosotros; que exige ademas la práctíca de las alternativas en el cultivo; y esto, que no deja de hallarse en algunas de nuestras provincias, es de\ todo desconocido, y será por mucho tiempo repudiado Eln otras. Mientras lo sea, · mientras que una parte de la heredad cultivada no esté constantemente en rotacion de pastos, forrages ó raíces; mientras que el labrador fíe todo el acopio de abonos á los producidos por las yuntas de labor; mientrijs que la familia agrícola coma esclusivamentc de las paneras, y no de las cecinas, quesos, leches y mantecas de sus ganados, el resultado por la causa que ~xamin amos, será la míni1na y mas restncta produccion y su mayor cares- · tía.

'7. • causa. El poco apreci'o en qu.e la admi'nistracion y tas leyes han tenido las cosas del campo. La naturaleza de los bienes y productos agrícolas los tiene á merced de toda mafa voluntad; y como si no bastaran los casos fortuitos del cielo para hacer tan precaria, como es, la suerte del lab rador, todavia los hombres, con su ind olencia, su malicia y su indiferencia, añaden daños á daños . Parece q1Je si en la inerte exisf.encia de los débiles nacen los poderosos argumentos de amparo con que toman su defensa la ra.zon y las leyes, l.;i. indefension en que nacen, crecen y se logran los frutos del campo, debiera hallar en ellos una defensa, que las mas de las veces es'imposible, y cuando no, muy difícil ~ gravosa para el particular. De poco servirá la declaracion mas amplia de derechos en el Código civil, si la violacion de estos derechos no se aprecia, ó se aprecia en · poco por el Código penal. Tenemos el sentimiento de opinar que en el libro 3. 0 ó de las faltas, del proyecto del Código, cuya aplicacion han autorizado las Cortes, no se trata de las violaciones del derecho rural con toda la gravedad que en nudstro concepto tienen. Esta opioion, mas que por ser 11uestrn, es de gran valor por coincidir con la tle personas, autoridades y corpo raciones respetables, de quienes sabemos que la profesan .

Supongamo-s, señores, un hurto de los frutos del campo, un daño en los sembrados, la tala de un árbol, que quizli. se ha traído como ejemplar, y que el cultivador estudioso vi sita y observa lodos los días para hacer á su país el servicio de esa inlroduccion; ¡ese árbol suele ser el primer talado por la mano de un mal vecino, ó perdido y descortezado por el diente destructor de la insaciaule ganadería! Y cuando el labrador se propone pedir el amparo de la autoridad, se le trae á una tramitacion costosa, tardía é insegura para :;n iodernnizacion; por todo lo que, se aburre, y desiste de esperi mentos, y los dañadores se alientan para continuar sus devaslaciones por viñas, prados, cercas y huertos. Las mejoras del cultivo son así impos ibles ; la produccion relativa mengua; la ti erra que pudiera dar seis, da cuatro;· y por este medio lctmbien el precio de lo qur. se coge, es mas caro . El Gobierno de S. M. dispensara un señalado servicio á los campos, cuando realice un proyecto de guardería ó policía rural que tanto necesitan.

8.ª causa. Es muy principal · ima que, aunque no comprendida en el presupuesto de los tributos, es para la agricultura la mas pesada y onerosa de todas las gal;elas . La Junta comprenderá que nos re/erúnos á los bagajes. Representa esta exaccion una suma de grao monta, que, exigida escíusivamente al cultivo, abandonada en los lrámites de su imposicion, repartimi en to y exaccion a\ arbitrio de los que en ella entienden . adolece (en general) de todos los vicios consiguientes; y que, por último, ignorados del públic~ y del Gobierno, porque carecen de publicidad las operaciones de donde proceden, se perpetúan y pueden crecer en di meosiones á favor de su misma oscuridad . Súmese el valor de los jornales de hombres, carros y caballerías qQe la agricultura sola dá en esta onerosísima prestacion y se utilizan real y efectivamente en el servicio de las tropas; añádanse los daños tan comunes que por consecuencia de él reciben en carros y caballerías; y contando por nada los sacrificjos de mala ley que se les arrancan por este concepto, se encontrará en daño de la agricultura, recomiendan la urgencia de que se piense en satisfacer esta necesidad por el Estado, y no por u na sola clase de él .


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9." causa. Los impuestos. No nos proponemos declamar contra las coutribucioncs; vamos á discurrir acerca de su influencia en la agricultura, porque así lo exige nuestro:deber . . Tampoco es nuestro ámmo tratar la cuestion política del presupuesto, y ni aun la administrativa general. Entendernos que d~bemos limitarnos únicamente á la influencia que eje rcen en la agricultura la cantidad que se la exige, y el modo; y de esto vamos á tratar. . Bien puede ser que un sis lema tribu~ario nu sea censurable por su naturaleza, 01 por la cantidad en-general, y sí por los agravios que infiera á las clases contribuyentes en particular . El nuestr, nos lo parece, _po~ los que irroga á la propiedad, y po_r con~1gu1ente á la agricultura. Porque s1 del Hn_porle de la contribucion de inmuebles, cultivo y ganadería se sustrae la parte con que coutribu ye la riqueza urbana, _el resto _pes~ sobre la rural. No es necesano aducir numeras para dar por cierto que esta cubre la mayor parte con grande esceso. . En iguales proporciones pagan ambas riquezas el impuesto de hipotecas. El de consumos pesa esclusivamente sobre la agricultura, si se esceptúa la pequeña parte de los derechos de puertas, que a(ectan á los productos de otras procedencias. No admitimos la doctrina que los hace pesar sobre los consumidores . Lo mismo se podría decir de todos los impuestos. ·Y á ser cierta, inútil fuera cansarse en repartimientos equitativos á las cl:ises. Lo mas que concedemos, por ser esto la verdad de la _d?ctr~na, es que los impuestos sean una ant1c1pac10n. Pero esa anticipacion es un sacrific10 para el que lo hace. Como aoticipacjoo, pesa so bre los costes del producto; y es can ti da~ ~e que el productor debe reintegra~se con red1tos en la venta, aunque no siempre se loconceda la situaciou del mercado. Pesan tambieu sobre la agricultura las cuotas del subsidio industrial que se exijen á las artes agrícolas. De mbdo que la casi totalidad de los impuestos de inmuebles, hipotecas y consumos, y una par-te del industrial, gravitan sobre la agricultura . Prescindimos, por inaveriguable , de la parte con que contribuye tarnbien en aduanas. Prescintlimos ademas de la que representa en los productos de la sal, que es mucho. No ponemos en cuenta_ l~s. utilidades ~e que se la prirn con la proh1b1c1on del cult1 •

vo del tabaco, utilidades con que la agricultura peninsular contribuye ella sola á su hermana de Ultramar . Pero contamos con el 4 por •100 de repartimiento y cobranza; con la parte indeterminada que representa P.O el presu-puesto provincial y municipal, y lo ruucho que la cuestan tantas y tan 1,as comisiones de ejecucion y apremio. Y trayendo á una suma lo que paga la agricultura por todos conceptos, creemos no andar exagerados, antes sí pecar por defecto, suponiendo que asciende á quinientos millones. Quinientos millones exigidos de las utilidades al tipo del 13 por 100, represeutan para la agricultura general una utilidad de mas de cuatro mil millones, y un capital de ciento treinta y nueve mil millones tambien. Si, como dice la administracion en sus circulares, la cuota de la exaccion no pasa del 8 ó 9 por 100, esta cuota supondria para la agricultura una utilidad de cinco mil millones, y un capital de ciento sesenta mil millones tarn bien. Comparando los quinientos millones con la tota lidad de los impuestos, nos parece patente la desproporcion en que está aquella cuota de la agricultura con las demás clases contribuyentes. Esa antici p'acion con que presenta sobrecargos sus productos en el mercado interior y esterior, es, como se ha dicho, una de las causas de la elevacioo de lús precios. No nos corresponde hablar aquí de los agravios recooocidos que se irrogan á las pro vi ocias, pueblos é iodi vid uos en los repartimientos de sus grados respectivos. Siendo muy de lamentar y de corregir, no influyen para el objeto de este informe, porque no siendo posible que existan estos agravios para unos, sin beneficios equivalentes para otros, se verifipa cierta compensacion en los efectos <le trascendencia para los precios del mercado . Lo que sí influye, y mucho en daño de la agricultura y de todos, son las Instrucciones de ejecuciones y de recaudacion. Todas ellas son pruebas incontestables de lectura variada, y de gran celo por la administracion. Quizá, y sin quizá, el defecto que las encontramos, procede de este esceso de celo. Opinamos que el buen estadista puede y debe bacer mas conciliables el impuesto y la produccion. Recaudar á fuerza de · trabas y embarazos al tráfico, es divorciar al Tesoro, de las fuentes que le han de surtir. La Jnstruccwn para la contribucion de inmuebles es una ilusion, porque es el intento de reemplazar una cosa irreemplazable. La contribucion directa territorial no tiene mas


36ó que uoa instruccion posible de repartimiento

el catastro facultativa y oficialmente realizaclú . La pe.recuacion del impuesto .no puede

y el intendente, por la suya, están ilimitadamente, a1:iuque no lega lmente 1 autorizi1dos para repa1·tw á su leal saber y entender, con relacion á la efect ivci riqueza, y con re/acion á

obtenerse de otrn modo. F iar la averiguacioo los verdaderos productos imponibles, y sin de las utilidades á .declaraciones del contribuscar el parnpeto de datos inea;a.ctos, 1J guarbuyente, sobre violento, es infructuoso. La dando proporcwn con la efectiva rique'za concifra de la fortuna de una casa es un secreto ti-ibuyente, y deduciéndola de datos oficiales y de familia. laquiérale la adminislraciou; emtrau(i.ciales (1). midiendo y valorando las fincas, bueno; tal ¿ Conoce la administracion la efectiva ries su deber, cuaodo. l;t ley ma oda que ¡.:ob re qu eza, los verdaderos productos imponibles las tincas se imponga. Pero arrancar ese selos datos inecsactos y verdaderos? Pues encreto al padre de familia por la amenaza y tonces .. . entonces yt.1, está hecho el catastro! el castigo, es muy dura coaécion . Arrancár¿~o los conoce? Pues entonces, no debe desela á unos contribuyentes y á otros no, es cirlo, pues entonce,;; no debe autorizar sobre monstruosa desigualdad . Y esta desigualdad un supuesto erróneo el proceder arbitrario y esta coaccion pesan con mano de hierro de sus agentes; que arbitrariedad por arbisobre los propietarios españoles, amargando tranedad, tan mala es lá de las diputaciosu c0ndicion y su exis~e~cia. y sin ventaja n~s (y lo es mucho) como la de los admireal para la buena adm101strac1on , Nunca se mstradores; y á l'é, á fé, que cuando á estos avtriguará la verdad por el sistema ·de las relaciones . ¿ Cuántas se han denunciado co- no se les dá uua pauta de conducta, ni están mas exentos de pasiones que los funciomo falsas? Quizá ninguna . ¿ Y será porqué narios populares ni, como hombres que i-on, son verdaderas todas las que se hao dado? No habrá quien lo crea . ¿ Qué recursos le· están menos espuestos á las sugesLiones de error. Por ejemplo: de provincia sabemos quedan á la administracion para descubrir en laque la administracion despucs de amillala. veTdad de las relaciones? Las comisiones rar á los labradores los productos de la prode indagacion . ¿ Cuál es la esencia de estas piedad Y' del cultivo, les ha considerado cocomisiones? La averiguacion catastral. mo materia j'mponihle el trabajo de sus yun¿ Cuenta la ad-ministracion acaso con sugetas de labm·, al respecto de 300 dias ú1ües al tos idóneos y probos para mandar esas coafio y doce reales al día, dcsconlando la mimi siones á todos los pueblos, como pudiera tad por razon de gasto. Esto es un error de 1legar el caso de serle necesarjo? Pues enaquellos funci ona ri os . Las garantías, pues, tonces mándelas de una vez para formalizar de que al contribuyente no se le pedirá mas el catastro general. .Mientras así no se baga de lo justo; las garantías de desagravio palas dichosas rel aciones serán siempre un pera cuando se le pida, no han de libra rse soligroso resbaladero para el contribuyente, un papel mojado para la adm'ini stracion, . hre el nombre ni sobre las personas; han de estar consignadas en la lev. una· ficcion de sistema, y un a ocasiou de arY la lnstruccion de ~ 84-5", con sus am_bitrariedad para que los delegados del Gopliaciones y aclaraciones, que so n las leyes bierno c¡uieran ó no quieran conformarse con del caso, si !rabian de esas garantías, las halo relacionado, sin antecedentes oficiales, cen .~mposibles. Porque imposible es que un ciertos y seguros, para quererlo, ni dejarlo particular, y menos forastero, conozca la de querer. riqueza de todos sus co-contribuyentes para Hay mas, señores; y tocamos · este punto reclamar de agravio, ni que un pueblo coCOJ) ioLimo pesar. Ni aun por el sistema de nozca la de otro pueblo. Si no lo sabe la adrel aciones por .el gobierno ya el reparLimíeuminisLracion, ¿ es acertado suponer c¡ue lo to de 'la contribucion directa territorial. La sepan un pueblo; y menos uu particular? Se cfrculú de 10 de .julio último las hace jnnecontestará: «El pueblo puede deducir el to cesarias : ya que no bastan para j usli ficar tal de su riqueza sumando las relaciones de que h,s rentas, á que se refieran, sean l.is que corresponctan á la ve1'd adera evtiluacion de las sus contribuyentes.» Pero si cuando se tra -= ta de esló se manda. desconfiar de las rela_,. fincas ; ya que no se ha ele imponer por •el pro.dueto que rinda la fincnj sino por el que /a ciones, no se deben recomendar como datos· corresponda por Sl./, clase, situacion y circuns- cuando se trata de la localidad á que cortancias ; ya que no ·basta ,iustificar con-escri- responden. Se contestará tamhien, que «ya turas y recibos que la finca 71roduce una can- se manda á los ,pueblos comprobar su rec;la-

tidad dada, sino que los peritos manifiesten si es la que le corresponde ; y por último; ya que et lldministrador de provincia, por su parte,

(1) Son cilas tomadas literalmente del t~xlo de la circular de ~ O de Julio de este año.


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macion con la estadística fol'mal y juslifi.c ada de su riqueza.>) Pero esto, en primer lugar, bastará para comprobar que su cuota de cootribucion escede del Lipo; pero no servirá para la . perecuacion de su impuesto con el de los dem~s pueblos; y en segundo lu-gar exigir de los pueblos que presenten esa evaluacio n j ust.i fi cada _de. su riq uez:i , e¡; caQa l roente exigirles que hagan, costeen y presenten su catastro. ¿ Es esto acaso lo que se quiere? l> ues mándese de una vez; que al cabo, al cabo, el catastro general resultará asi mas pronto y económicamente hccbo. Ahora, si con verdad y exactitu d, de esto no res-pondemos nosotros; ya que consideramos aphcable al catastro presentado por el pueblo contrib'uyeo te, lo qu e hemos di cho de las relaciones presen tadas por el individuo, y ya que tampoco conozcamos mas que un modo de hacer el ~alastro bien : dirigido por la adrninistracian , desempeñado por la f acul-

tad-, con asistencia del interés individual.

. Todavía tenemos el p~sar de encontrar mas agravios paraJa agric ultura en la Jnstruccion de io mueb les ; á saber: es dura y vio lenta la responsabilidad co lectiva , ó mancomunada, al cupo provincial, porque es el premio· de los .morosos á costa de los puntuales . El estímulo para las nuevas plantaciones, si le hay en eximirse como plaotacion é imponerlas como tierras, será pequeño, cuando lo haya ; ninguno, en casos; y se convertirá en agravio, en otros. Porque, mas ó menos años de los primeros, nada producen como plantacion ni como tierras, y se les i_mpooe como tierras. En los sigu ientes primeros de producto, como plantacion, le dan muy escaso, y sin duda menor que el que dar ían corno ~ierra. De manera que cuando en tran en productos de plantacioo, -vienen -ya sQbrecargadas con el impuesto de los años improductivos, mal llamados de exencion. Ya que se quiere comos~ de~e fomentar .las plantaciones, está mu y restncto el pensamiento. Ni son viñas ni olivares lo que mas nos fa lta en cuanto á plantaciones y arbolados. Compréndanse en las exencio nes los de combustibles y construccio n, y acudi remos á grandes y perentori as necesidades sociales. . Hallamos agravio en que á las fincas no

se las imponga por lo qué realmente procluzcan y sí, por lo que producirian comparadas con las demas de su clase y circunstancias. Parece esto sugerido en castigo de los propietario¡; de predios abandonados; pero sob re que el buen sen tido nos dice, que si el dueño de una fin éa no saca mas de ell a, será porqu e no pueda, parece ademas que en la mayor TOMO 11.

circula!)ion ydivision' actual de Ía propiedad, desaparecerán los casos de' predios abandonados. Concluiremos, en fin, el ex.ámen de la Ins· t·ruccion de inmuebles con muy' pocas reflexiones relativas á Jas disposiciones del 12 por 1 OO. El señalam iento de esta ú otra cuota fij a para el i1,1dividuo, e's lo que se llama perecuacion. Pero, ¿por qué -limitarla á la propiedad arrendada¿ La administracion cree, sin duda; que basta para cubrir la suma del impuesto; cree, ademai,,, que bien repartida, no esceder~, s-i llega, al 8 ó 9 por 100; y lu cree, dice, con entera seguridad y conviccion. Pum~ señálese esa cuota para todos. El impuesto crecerá para el Tes oro, y cesarán las vejaciones de la arbitrariedad para el· contribuyente. ¿No se considera prudente aventurarse tanto, que quede en déficit el impuesto?P ues entonces, ya que no se generalice la medida, com préndase en ella. al menos, al cul- ' tivador forastero. La mi~m~ y justa razon que se tuvo presente al d1ctarla para el propietario forastero que arrienda, existe para el que cultiva. La desproporcion cou que se les repartía no procede de que arrendasen ó cu.ltivasen, sino de que son forasteros, contra quienes es ley de repartidores vecinos tratarlos corno á real de enem igo. Proteger al ·que a rrienda, y abandonar al que cultiva, es precisamente lo contrarin de. lo que en buena administracion debe hacerse. El cultivo de su propiedad por el forastero supone capita_les consagrados á él ; supone tendencia á la vida del campo; snpooP. aficion á la in dustria agríco la'; y esta aficion, esta tendencia, estos capitales necesitamos estimular. Si de veras nos proponemos fomentar la agricultura, y fomentándola; conservar á nu es tra nacion la prenda mas segura de ventura y tranquilidad. Ni son menores los perjuicios que la lnstrucoion de consumos infiere á la agricultura. Los hallamos en el sistema y en la ejecucion . El sistema de tarifas por escalas de poblacion ha sido una novedad, que, po1· no recibida en otras partes, tiene hecha su informacion de aceptable para todos. Fúndase este sistema en el supuesto · de que el consumidor debe pagar mas , porque gana mas , conforme !lS mayor el pueblo en que vive . Por dond• la exaccion parece mirar á los medios del consumidor,' impúesta sabr~ la carne que come, Y. el vino que bebe. locídese en un círculo vicioso al discurrir así. . No procede la carestía del jornal en las 30


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grand_es p'ohlaciones del esceso de la demanda de ocupacion, porque á la vez que lamayor ocupacion es cierla ,' lo es tambieri, y proporcional, la of.erta d~ brazos; y se com-. ·pensan. · Es mayor el precio del trabajo en las poblaciones mayores, porque son en ellos mas escasos los arlícul9s necesarios á la vida ; y son' mas caros e;;tos artículos, porque son .ma$ altos fos impuestos con. que los sobrecarga la administracion. Ni 1a tarjfa fija sobre fa especie satisface la i_dea ,de i,mponer al rrraror haber. El consumo personal de los art1culos que afecta el impuesto, no crece con el jornal de la profesion . Quizá y sin quizá.están en razon inver.sa. ~uanto mas se gana, se consume menos de aquellos artículos que son el recu.rso de los que no ganan tanto. Tampoco el mayor jornal supone siempre JD'ayor ganancia. El, regulador dd precio del trabajq_ está en su naturaleza, ó en la profesinn; y donlro de la prefesipn, en la intelijencia. Pagando menos ·á un aprendi~ que á un oficial de artes, pueden ganar Jg mismo, posc¡ue .ganan lo qce proporcionalmente corre,spo·cde á lo que cada uno pone en la producciQn. Comparando las profesiones, t-am poco gana mas, por ejemplo el obrero rural de los pueblos grandes, que el de los pequeños. Si pide mas P.Or sus br'lzos (volvemos á repetirlo)1 es porque le piden mas por la comida, por la casa, por -el vestido; y le piden q¡as por estos efectos, porque á quien se los vende, _le pide á su vez la administ~acion los mayores derechos impuestos sobre ellos. E¡;ta es la verdad. . . Bajo de este punto .de vista, e1 .sistema de rentas provinciales era mas lógico y ajustado á su principio. Se reducía á que· todo el que bebiera vino , comiera carne y tocino , gastara vinagre, se lavaca con jabon, y se alumbrara con sebo ó aceite, pagara por ello. P~ro el _impuesto, que consistia en una parte fiJa de tanto maraved1s; y otra eventual de t_al parte alicuQta del precio, era: 1.0 , uniforme para todos los pueblos y contr.ibuyentes; 2 . 0 rendimientos fijos para el tesoro en la parte que señal:;iba en maravedís, y 3.º considerado bácia las -contingencias de las oosechas, en la parte alicnota que exigia el preoio. N:o es esto elogiar }as rentas provin_ciales, es únicamente decir que, admitidosu principio; le llenaban me1or. El sistema de tarifas por pobla-cion, tan injusto hácia el cóntribuyente, como dejamo~ indicado ·lo es aun mas con relacion á la agricultura·, como intentamos demostrar.

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Todos los artículos sujetos á esta imposicion son ese! usivam.ente productos agrícolas. Los de las mismas industrias están exentos. . Las tarifas de poblacion con respecto á la materia imponible, inciden en palpables desproporciones numéricas y en visibles contraprincipios económicos. Los ~t maravedís por ejemplo, de la cuota mínima impuesta al vino, están en grande desproporcion con su valor venal. Con mayor razon se dirá de las cuotas superiores hablen por nosotros Navarra, Rioja, Castilla y Cataluña. Son cuo~as que por término medio equivalen al 200 por 100 del valor d~l género. Y respecto á principios, no se concibe por qué una a rroba de viJ)o cosec~ada y consumida en Carabancb,el, por ejemplo ha de pagar sei's, supongamos, y trasportada á l\'Iadri<l ó á Toledo, haya de pagar 60 ó 30. Solamente se esplicá por el error de creer que en 1\~adrid vale mas. Y no es así. Que westa mas , es cierto; pero que lo valga para imponer sobre ello, ~no. Porq ue eso mas ·que cuesta "es el reintegro de los capitales anticipados en el gasto de conducciou y·en el derecho de entrada. Imponer sobre los gastos, sobre los capitales en un contraprincipio; imponer sobre el impuesto, es ...... no lo sabemos, .. ,., no le encontramos nQmbre. Pues ~stos contraprincipios y esta teoría innominada 1:onstituyen aquí, como en Francia, Austria, Prusia-y en todas partes, el carácter económico de las tarifas deµoblacion. Pero parecen grandemente productivas para el Tesoro; eso sí. Por eso dijimos al comensar, que pecaban por esceso de celo administrativo, y. descubrian en sus autores,., mucha . lectura de lo que se hace en ~tras nac10nes. Lo que nos parece que no se ha estudiado bastante , es su influencia en la produccion agrícola de España. V.eamos. Cediendo á nuestros principios; opinaríamos contra las imposiciones sobre consumos,; respetando, empero, la situacion de nuestra patria, no pedimos ahora la supresion. En lo que sobre ellos habremos ,de decir, d iscutiremos la doctrina, y sign ificaremos, en los males que notamos, la' necesidad del remedio. . En todas partt>s la administracion de consumos es por su esencia costosísima, y todo lo en que escede de costosa, se ex ige d~ !nas aL contribuyente. Es además y por prec1s~on, tan sospicaz y 6sca1izadora,1 c0mo requiere lo fácil de la defraudacion, y por serlo, lo es necesario entorpecer el mov imiento del t!áfico y de la circulacion con esa inmensa cadena de tr.abas que persigue á los productos, así en poblacion, como en el campo; en las


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fabricas, como en el hogar domósticó; de dia como de noc he. Aquí en España produce ad~más otros ma les, por la complicacion en que se la ha envuelto_. A los daños de las tarifas de poblacion, se añaden los de los derechos de puertas . Los de consumos se adm inistran, searrieuá.an ó se encabezan~. Estos arriendos pueLlen hacerse, v se hacen, por ramos con la esclu· siva de Ji venta para el arrendam iento. Esta c~clusiva para la venta, sin la obligación en el que la Lien'e de surtirse en el pueblo, equ ivale á un estanco del género arrendado y á un mercado cerrado para el productor.-La administracion cobra, es verdad , pero el proquctor de la localidad perece; y al pere cer, pierde el Tesoro el porveni r de la imposicion . Decimos que perece el productor, porque, ó ha de comprar del arrendatario á muy alto precio la facultad de vender, ó ha de abandonar su casa -y cultivo para buscar á su cosecha llil mercado fuera de su lugar. Ademas estos arriendes de un impuesto 'suponen ganancia para el arrendatario; esta ga nancia .sale del contribuyente, y no entra en el Tesoro; luego no concurre á satisfacer las cargas públicas; luego el impuesto es vicioso y escesivo , y por ello oneroso á la prodnccion . · Dijimo's ~as arriba que los consumos se encabezaban por los pueblos. Así lo establece la Instruccion. Pero dice que los encabezam ientos sean un convenio y ajuste : y la práctica los ha convertido en un acto de aceptacion forzosa y de cantidad forzada. Para calcular esta cantiaad se han supuesto consumos personales de cada una y de todas las especies; y consúmanse ó no; se exige el derecho, pues que la cuota de l encabezamiento forzado basii sobre él. Hay comarcas enteras en las que la gran mayoría de lapoblacion rural no prueba la oarne ni el tocino, sino en ta l cual lestiviaad; y se ha supuesto que lo consume toda la poblacion y todos los dias. En casi todas tambien el vino no es una parte del precio del ohrero, -y en ell as no existe el consumo diario que se ha_ su pnesto de esta especie . El del vinagre está limitado á ·muy pocas casas y personas. No se diga del jabon . Y con ser esto así, á todos, y de todos los artícu los , se hace pagar un consumo que no se ver ifica. Si ahora consideramos el impuesto de con sumos en los derechos de puertas, se aumentan en m1mero y crecen en tamaño los perjuicios para la agr icultura. · ¿De qué sirve que en las tarifas de consumos se limite el número de productosagri-

colas impuestos, si én los de puertas se íncluyen todos, granos y legumbres, patatas y hortalizas, frutas y leñas, leche, quesos y todo, en fin. lo que producen el cultivo y la ganadería? Y al paso que con tal rigor se ·-trata á los productos del campo, se concede ex-enci on absoluta á los de las demás industrias! Hé, aq uí para consumidores y produétores otra de.sigua !dad de monta , cuya razon plausible no se encuentra. ¿Qué mas se·uecesi ta para que nuestros productos agr ícol a? sean caros?. Pues todavía hay mas. Todavía se le persigue en la fabricaoion, en las artes agrícolas. Los artículos de la Instruccion que se refieren á las fábricas de jabon y aguardiente son el reflejo mas vivo que pueda presentarse del espíritu pesquisido r que preside en todas partes ál pensamiento de impuestos sobre consumos . Ahí están las Instrucciones; véanse . Con decir que no se puedan alterar el alambique , ni las calderas, ni las horas de trabajo, ni mudar de cua rto, ni :i.brir una puerta en él, está dicho Lodo lo que basta y sobra para sjgnificar el refi na miento de la pesquisa y fiscalizacion con que se trata la fabricacion de productos agríco las. Pagan al producirse, pagan al transportarse, pagan al comprarse, pagan al consumirse, pagan al transformarse, pagan al convertirse en estiércoles, y no pagan despues, porque despues ..... ya no existen. Esto respecto á los productos. Pues en cuanto á los•bienes rurales , sobre lo que de- jamos dicho tratando de la contribucion de rnmuebles, todavía da que añadir la de hipotecas. ¿Sobre qu é ti¡:>o de utilidades está calculado el derecho de hipotecas en los ac tos de adq uisicion á título onero"o? No lo vemos. Solo vemos un pellizco al capital. ¿Cuál es el tipo de estas utilidades para los herederos forzosos en los actos de trnnsmision por herencia. Tambien lo ignoramos . Estas exacciones, mas que de impuestos, tienen r,arácter de cenfOS sin capital, y legados sin clá·umla testamentaria. ¿Es cierto, por tanto, que se haya suprimido la a lcabala? N9. Lo que' se ha hecho es cambiar el nombre y rebajada cuota, pero aumentando los casos . Esto es el impuesto de hipotecas; con la di ferencia de que an tes no la pagaban los arrendamientos, y ahora sí. Verdad es que tampoco aT,1tes heredaba. er fütado mas que los bienes mostrenco¡¡; y desde la institucion del derecho de herencias, hel'eda. todos los bienes al cabo de ciertas transmisiones. Pero el daño principal que el impuesto de


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. hipotecas infiere á la .propiedad y á la agri.:: tinta, y todos la llamaríamos de conformidad cu)Lura consiste e.o que no es· lo que sé lla- con los principios que cada: uno profesamo¡;. ma, ó se llama lo que no es. Un impuesto . Hoy, como dice muy bien uno 'de nuestros con ese nombre que _fqera. el registro de fa dignos . compañeros de comision, poniéndopropiedad y sirviera para la notoriedad de nos en el lugar de un doliente, mostramos el sus cargas, facilitaría el crédito ,territorial. sitio de'l dolor al médico que nos lo p~egunNuestro sistema de hipotecas se limita á cota. «Aquí estái), le decimos; y él, que al inbrar, un impuesto, qµe no sabemos por qué quirirlo manifiesta la buena y celosa inteulleva ese nombre. cion de curarlo, lo hará sin duda. Así lo es 1concluir este pesado escrito que la 'coperamos desu gran poder, y para gloria del rnisi\m habría reducido complacida á menoTrono y en bien del país. . res dimensiones , si la hubiera sido posiole Madrid 10 de octubre de rn4,9.=Mariano atenuar la gravedad del asunto ·, se permite Miguel de Reinoso, Presidente.=Agust~n de dirigir una súplica á la Junta. Quizá se cen- Marcoartu. = Francisco :Mario.= Fernando sure de incompleto nuestro informe, entre Corradi.= Luis Rodriguez Camaleño.=Juotras razones, po¡- l_a de que si bien en algulian Gonzalez de Soto .=José Lopez de Monos males nos hemos permitido una indicarelle.=Antonio Duclere.=Leandro Lopez y don muy somera del 'alivio, en eso;; mismos Ayala, Secretario. y en torios los demás que enumeramos,. nada decio,os con la debida eslension acerca del r<!mediv. Quizá. de aquí se nos censure por La Junta general discutió el anterior diealgunos de tibios; por otros, de declamadotamen, y lo aprobó con las modificaciones re::-: , Si sentiremos estas censuras, no alterasiguientes: sesta rán sin embar~o nuestra tranquilidad. 1 _a Quedando redactada la "ausa La conciencia del deber nos ha inducido " á modelar nuestro ·dictámen por )1 naturaen estos t~rminos: Las dificultades que en--: leza. de la corporacion á quien tenemos el cuentran los labradores para dedicarse á la c.-ianza de ganados. hon_or ~e. presentarl_e, por la especialidad del cai;acte~. co~ que. figuram_os en ella , por 1~ 1 z." Añadiéndose. como causa décima: El con~en1enc1a de lim1t3¡r nuestra respuesta a estanco de la sal que hace encarecer el alilo literal de ll:l. pregunta , por la IMltad en . . ' , . . . fin que el hombre debe siempre al Gobierno men~o det lab1 a~o~, y hace imposible el empleo que voluntariamente -y de buena fé le con- de dic;ha sustancict en los abonos. sulta. En otras corporaciones, en otros conceptos, nuestra posicion respe?tiva seria dis- , ..: '

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J.\TOVEJ.\TA. COltlISIOl\T.

Voto particular del Señor D. Mar1:ano Miguel de Reinoso sobre las causas. que contrz"buyen á que muchas de nuestras producciones agrícolas sean mas caras que tas de otras naciones (1). ,'

dei reino, para reconocer los obstáculos que se oponen á su prosperidad, y dictar, con conocim,iento de causa, · las disposiciones que puedan vencer los que dependen de la administracion, y removM· los que procedan de los particulares . . Notorio es por otra parte eJ nombramien-

SEñORES:

M.as hace de quiace meses que tuve el honor de presentar al Gobierno de S.M. mi humilde dictám~n, res-pecto á los medios de averiguar el estado de la agricultura general (~)· Al cometer 1-;]Sr . R einoso este voto particular á )a d eclaracioo de la J u nta expresó lo ?iguieo te : «C¡Hno jndividuo qu é tengo el h onor de ser de la cornisioo g;•, ·be reconocido e • ell a y firmado la conveniencia de que no dé informe acerca de los mec;lios' que reclaman los males que proceden de las causas indicadas en el dictámen que ha escrito .dieha comision. Pero como su posicion sea especial y absolutamente person,a,I para mí, en el con-

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cepto de ·comisionado régio ; cargo que desempeño por ·nombrarniento de S. M.,babieodo sido consultaJo por el Gobierno acerca de los remedios que á P.stos males pueden aplicarse , escribí mi dictámen: be consultado tambien á mi vez si deberi/l presentarle al GoL1erno ó aquí, y el Gobierno me ha autorizado para· presentarlo tambien aquí.•


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to de com.isionado-regi'o para la inspeccion de la agricultura general del lleino, que debí á la benevolencia de S. M., encomendándo- · me, al hacerlo, el estudio y resolucion de tan difícil problema. Autorizado hoy competentemente por elExcmo. Sr. Ministro del i:amo, vengo á someter al exámen v discusion de la Junta el dictámen que me es obligatorio, como parte del desempeño de mi comision regia. De aqui el conflicto de posicion, tan especial en mi, como la Junta se servirá reconocer, que da orígen á este voto particular como vocal, queme honro de ser, de lanovena comision. Ha sido y es para mí de la m~s í~tima y honrosa vanidad, .coincidir c9n lós ilustrados señores de la comision, en el exámen de las causas- principales que se oponen á la prosperidad de la agricult~r~, y con noble orgullo me felicito de ver m1 firina al lado de la de tan bu€nos españo,les. Coincido tambien, con estos.señores en el parecer de 'que la comision P!ocede at~nadamente. limitándose al estud10 y_ mamfes~ tacion de las causas; y be adbe!·i~o á este parecer por lo que hace á la co~1s10n. Esta, á su vez, se ha servido convemr en la especialidad de mi posicion; de manera, que si en el hecho resulta ser cierta la existencia de un votd particular, lo e_s tambien que este voto ó diclámen no implica contrad1ccion ni divergencia entre la comision y el que lé presenta. Hecha esta esplicacion, .D?e correspon~e ahora darla de lo que sigmfica este dictamen partic11lar del Comisionado Regio, para el desempeño de su honroso encargo. Al estudiar el mejor medio de llenarle, comprendí que si el buen método me prescribía proceder primero al _exámen de las causas para inferir los remedrns, la naturaleza de las cosas me señalaba desde luego dos campos de meditacion; á saber: el de los hechos, que debería observar s~bre ~l terreno, y el de las doctrinas, que pod1a recorrer desde mi escritorio. Causas agen as de este lugar se han ~puesto á la realizacion de mi vi age de estud19 por las provinciai;: _que fu eron señaladas a: mi inspeccion. El Gobierno de S. 1\1. sabe, y sobre mi conciencia aseguro, que esas causas han sido el martirio de mi d~ eo, la remora de mi YOlu ntad, la mortificacion de mi pundonor . Independientes de mí, ni he podido evitarlas ni vencerlas. Encerrado pues repito que contra mi voluntad, en el rampo de las doctrinas, á ellas he limitado mi estudio, y fruto suyo será

este parecer. Cu atro palahras aun antes de ent.,rar en materia. Si este dictámen aparece .preseptado por el funcionario, créase que nace en el agricultor. Quiero decir con esto, no que no me envanez¡;a la señalada é inmerecida honra cou que la Real bondad enalteció mi nombre sino que juzgár.dola nacida en 111- idea que se tiene de mi apasionada aficion al cultivo en ten.di, como entiendo, que en mi parecer se desea escuchar el del amigo de los -:ampos. En este concepto he meditado y escribo. Lo que comprendo y digo hoy, lo entenderia y di ria por diversos que fueran los tiempos .. Me supongo en mi labranza, ignorante, absolutamente ignorante, así de los sistemas políticos, como de las personas que rigen la gobernaciou del Estado . Hablo al trono, que existe siempre,. y no á los principios y personas que gobiernan en su nombre, y son variables. Hablo de la agricult.ura, tan fija como la tierra, y no de la. politica, tan variable como los vientos. Por tanto, el que desee no equivocarse al juzgarme, dispén seme la justicia de mirarme por este prisma. ~ esto dii.:bo, vamos á lo principal. El estudio doctrinal de los obstáculos que que se oponen á la prosperidad de fa· agricultura, se divide-en dos parles:· la primera que comprende la indagacion de esos obstáculos; -y la segunda, en que se propongan los medios oportunos para vencerlos . En el dictámen que he tenido el honor de suscribir con los ctemas señores individuos de la novena comision, se desempeña. el estudio de las can sas. De acuerdo con los bond adosos seño res que · 1a componen, me .refiero á él, como áprimeraparte, para con, tinuar, en está segunda, la ,indicacion de los remedios.

SEGUNDA PARTE. Indicaciones de los que podrian ser remed-ios á los mates espuestos. · 1

PENSA?IIÍENTO PRIMERO. PonLACJoN : Su NUME RO.- Sú MoDo DE Ex1sT1R RADA EN

AGLOME~

CENTRb&.

Primero : Su ntímero. El aumento de la poblacion no puede improvisarse. - Producto de las influencias del bien estar general, es hijo de la buena,administracion, auxilíada por el tiem-


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po. Que nuestra poblacion es escasa, en proporcion á la estensjon del terr itorio, lo de:muestra el paralelo con otros pueblos .-Los medios que en otras p11.rtes ban producido el crecimiento, probablemente producirían resultados semejantes aquí.-No conozco ningun recurso particular aplicado al efecto. Solo encuentro uno de general a-ceplacion: proteccion al tn,bajo nacional. - Trabajo significa aquí todas las ovupaciones útiles. El es la fuente del bienestar general, porque lo es de la ganancia. . Subvencionar el trabajo estraño es abrir y mantener á nuestra co~la su competencia con el propio. -En el Tílodo de enlen<ler la competencia está la dificultad. Para unos la competencia es el estímulo; el estímulo, la fuen- , te de los adelantamientos; y de aquí concluyen en la libertad de competir. Para otros, y entre ellos yo, la competencia, entre iguales, alienta; entre desiguales, acobarda al inferior, y le aniquila. Por eso, en mi juicio, la han rehuido todos los Estados en la. niñez de su industria, como la buscan la robustez de la virilidad.-Esto á lo menos es lo que he aprendido en el estudio de la administracion : que todos los paises han comenzado á andar su carrera industrial con los andadores de la proteccion.-No han rogresado á pesar de clta, sino por ella.-Tambien esto necesita esplicarse.-¿Qué es proteccion?--Para el trabajo, adulto la libertad; para el trabajo jóven, la restricc.ion; para el 'traba.jo naciente, la prol1ibicion.-EI adulto, sin l~bertad, muere de plétora; el jóven, sin restric~ cion, mlíer.e de man o p()deros a; el naciente, sin probibicion, muere da infanticidio. ¿Y qué estado afecta el trabajo industrial en España? En ninguna de sus provincias adulto; en una púber; en las demás feto . La lucha de ambas con un gigante producirá: en el púber la muerte; en ~l feto el aborlo. No n.acerá.-La despoblacion, la mi• seria, la nulidad son eslabones de la cadena que principia en la falta de trabajo. Tal es mi opinion. ¡ Ojalá sea equivoc¡ioa! . Por eso al dirigirme al Gobierno de S. M., en demanda de poblacion para labores y consumos de la agricultura, le pediría proteccion para el trabajo nacional ; es á saber: restriccion para el que tenemos jóven; yproliibicion para el que tenemos naciente. Al escribir estas ideas, comienza en la Gaceta la publicacion de los nuevos aranceles. Pronto es para pronunciar un juicio .Parece no obstante , que serán prosectores, y no quiero retrasar mi leal felicitacion por ello al Gobierno de S. M. Segundo: Emistencia de la poblacion aglo-

merada en cent1·0s Esta es la observacion . El remedio está en constituir labores pobladas. . Dicen estas cierta relacion con el modo de existir la propiedad , que se refleja bien en lo foros de Galicia y Asturias, y en los casedos de l&s Provincias Vascongadas. Si no proceden á lo menos coexisten con la abundancia de poblacion . El aumento de la nuestra produciría natura lfüente, en algunas de las comarcas centrales, la poblacion de las labores. En todas convendria el ensayo de introducirlas . Nadie en mejor posiciou para comenzarle, que la grande propiedad. Nada puede mandársela, en esta línea, pero mucho, Lodo, puede esperarse de los instintos de la.nobleza, de su amor al pais, de su prQpio interés. Que le tienen en acrecer el rendimiento de sus predios como trivial se indica; que lo 1:onsegoirán mejorándolos, de sabido se calla.--Que los mejorarán con el aquiñonamiento en labores de pobladas, cedidas al cu Itivador en arrendamientos á largo plazo, esta es la cuestion. Y aqui viene el estudio de los arrendamientos, así ¡.,ara la grande como para la mediana y pequeña propiedad. Un período de cuatro á diez años de cultivo, es corto para que el labrador se arroje á mejorar la heredad, á riesgo de invertir cu ella sus medios, para que otro los utilice. La esclusiva con que la mayor parte de las d~ más condiciones del arriendo, se refieren á la cantidad y seguridad de la renta, se podrian entender como autorizacion al labrador para labrar como quisiera, si no existiese, en la mayoría de los contratos, una coqdicion singular, que demuestra de que modo se. en tienden entre nosotros el cultivo y la alternativa. Esta condicion, es la general de que las tierras se hayan de labrará aiío y vez, á estilo de labradores. lié aquí una Lraba que im.pone la propiedad á su propio interés. El arrendatario tiene atadas las rnanos para intentar ninguna rotacion, si acaso SI! aplicacion le sugiere alguna. De aquí , además de la falta de instruccion, la esclusiva de los cereales en nuestra produccion agrícola. El .cultivo y la propiedad, ambos pierden en es.te sistcma.-El éultivo, pdrque cede á la obligacion legal del barbecho, y en cierto modo, á la prohibicion de otro cultivo que el cereal; y la propiedad, porque su propia exigencia del barbecho, reduce las tierras á la mitad para el cultivo anual, y disminuye


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guna parte falta,la tiem1 para adobe y bar-. la renta en la misma proporoion. No intento yo resolver aquí la cuestion de ros. Si las maderas gruesas se suplen con difrcultad, por las menores. y la tablajería la necesidad ó inconvenien..cía del barbecho. suplen los carri.zos, tobas, cañas, matas y Palpable la utilidad de la rotacion no interramajes, que por do quiera se hallau. El pida , es donde es posible, la cuestion se resuelve por la de·locali<lc1d; y al presente, no aqn iííonam iento bien entendido debe agrupar las suertes de á dos, cuatro, seis y ocho y e incurnhe razonar esta resqlucion. Opino, mdoy por sentado, que en. todas partes es . y no mas colindantes. Las habilaciºones poposible una ú otra alternativa, con la ínter-. drán ser respectivamente para estos númecalacion del barbecho, en turno masó me- ros de familias, coo grande economía · de const.rnccion, por la edificacion que servirá, nos remoto. Y parto de aq1Jí para inferir, á la vez, para varias habítaciones. Así se loeconómicamente hablando, que el propietario se suicida en los arrendamientos, con la grará la poblacion de las labores por los proexigencia condicionada del barbecho. Y con pietarios, evitando el aislamiento de una sorespecto ~ la facultad, digo ; que semejante la familia, y la aglomeracion de los puecondicion contribuye á la pequeñez de la blos. ¿Resolvería este sistema la cueslion de produccion, porque esterili za las trerras. Propios en cuanto á sus finc¡is labrantías? Las esteriliza, si señores; pues el hecho Respeto en la comision de esta Junta engenera I de que, en todas parles, la continuacion del cultivo de una planta en la misma · cargada de informarla sobre el particular, pjeza de tierra, disminuye progresivamente la alribucion y la copia de luces con que lo el rendimiento, procediendo de que la se- hará. Arreglando yo basta ahora; mi opi. crecion de las ra íces perjudica á la repro- nion, por la del insigne varon, gloria de Es·duccion de la misma especie, nos enseña que paña, que tanto, tanto, la ilustró con su inel ,cultivo de cereales continuado en nues-tras forme de ley agraria, no sin grandísimo, tierras; sin o~ra alternativa, ha de acumular profundo y síncero respeto hácia aquel nomen elhis un fondo de secreciones, dañosas , bre glorJoso, me atrevo á significar una adiccion á su consejo. que no e~ bastante á destruir la accion reparadora del barbecho ; y que ocasiona por Supuesta, y para mi es qemostrad~, la una parte, y á juicio de todos, la mezquindad conveniencia_de enagenar á censo los bienes de propios, reservando á los pueblos el dod~I ren~imiento; -y por otra, y esto es opirnon m1a, produce en los gr'anos las enferminio y el cánon, ¿convendría tambien que para vender las tincas de pan llevar, la_s medades de niebla y tizon. Véase, pues, cómo la propiedad misma aq uiñonara n y poblaran de edificios, por el conspira contra- sí , conspi rando contra el órden que he manifestado hablando con los ~ulti vo. prop ielariús?-Opino que si. - Porque la ¿Qtüere el propietario duplicar sus tierventa asi verificada, produciría los resultaras, y por consiguiente so·s renlas?-Pues dos siguien'tes: cleje de reducirlas á la mitad con la exigen~ .º Conservaba en los pueblos el dominio cia del barbecho, y habi lítelas para el coly la renta; por donde se satisfaría á la jus. tivo anual.-¿CóJTio?-Arrendándolas á lartida. go plazo lle ·cuarenta , cincuenta, sesenta 2. 0 Los conservaba dotados; por donde se años, y levantando en la heredad la habitaacudia á la administracion. cion del labra dor. · 3. 0 Simpli6ca_ba su gerencia y contabilidad, con ventaja del comun. No havqueasustarsedela perspectiva del . 4-.º Contribuiria á la poblacion de los coste.-Ñ.i seria tan grande comp puede ponderar la impremeditacion, ni seria vercampos, conspirando así á los adelantos del daderamente económico negarse á una incultivo, y á la seguridad de cosas y p.ersonas. · vers ion reproductiva. ¿No se mejoran las "Pero, se dirá: ((los presµpu-estos municicasas por las exigencias del inquilinato, y se gana?-Pues mejórense las tierras para pales están muy sobrecargados, y lo 1:esullos \nayores productos del cultivo, y segatarian mas con los gastos de la edificacion .» na ra .tambien. Un medio encuentro de obviar á esta difiEl coste, repito, no puede ser grande. La cultad. Autor,íceseálos ayun tamjeotos para constroccion rural halla poi todas partes deshacerse en rifa_ de alg_unos quiiíones,. ú manos y materiales económicos, que guarotras fincas. Y digo en rifa, para que srn d_an perfecta relMion con_la prudenci_a y senperjuicio del adquirente, logre mayores procil lez de la empresa á i:¡ue sirven. Donde no ductos.-Con ellos podrán edi fica1·. sobra•la piedra, abunda el canto, y en ninAutoríceseles tambien, á los que estén en

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propietarioj se compondría de dns fJartes: una ~ja, lo mas módica posible, como rédito del capital en· tierras; y otra dependiente de las cosechas, y proporc;_i@nal á los capitales con que se asociara al cultivo. .Este campo de espe ranzas 'influiria en las tendencias de la ~uyeotud estudiosa, inclinándo la á lí\ carrera de la agricultura. La inteligenr.(a.auxiliada 'por la pi·opiedad, düigiria y haría partbpe al trabcijo. ' Varias son las preocupaciones que hay que combatir, ó ideas que generalizar, para esto.· En el propietario, la de que sus -.rierras PENSÜUENTO SEGUNDO.' RECONCILIApueden prnduoirle mas que el rédito del ca~ CIQN DE LA PllOPIEDAD CON EL CULTIVO.-ASOCJACION DE LOS CAPITALES CON AMBAS. pi tal que representan. Para esto set'v\rán los ejémplos de Inglaterra y Alemania.-En el Psimero:-Reconcili:acion de la propiedad agricultor 1 la de que sus labores, auxiliadas por la propiedad ·y la inteligencia, pueden con el cultivo. producir'le mas que lo que hoy cosecha. Di. Tampoco este asunto se presta á la -acc-ion fícil es e~ta conversion, pero no imposible. : imperativa del Gobierno, porque nada se Lo es para improvisarla,• pero se logrará si puede mandar en él. · · Veo dos medios para conseguirlo: delica- . _ predicamos con el ejemplo.-En la juvendísi mo él uno; no tanto, y mas realizable e1 . tud, la de que los estudios agrícolas pueden producirle un pc,rvenir independiente de las otro. pasiones políticas, y solo dependiente de su ¿Qué 'Ser-ia del número inmenso de famiaptitud y laborios idad. Para esto hablaría lias que cu Iti van en arriendo. si toda la promuy alto ei buen establecimiento de tan nu:. piedad se labrara por sus dueños? merosa jnventud, como la agricultura proPero si dis.tinguimos entre la grande, mediana y pequeña propiedad, podrémos hallar , gresiva ocupa en los dichosos países qu~ la tienen.-En el -Gobierno deberíase inspirar un temperamento aceptable. . La pequeña, como existente, por lo gene-- la idea de que la Ínstruc,:ion publica-debe, ' ral ; en los labradores, ya realiza su asocia- necesita y urge reformarse, dedicando á la cion con el cultivo. De la med iana, e.nten- formacioo de profesores y alumnos- de los llamados conocimientos útiles, una buena diendo por tal la qüe ~ea bastante para fµndar una labor mai:; ó menos estensa, mucho parte de las espensas póblicas, ,que con tanta desproporcion vienen consagrándose, siganaría la agricultura y la sociedad con que se labrise nor sus dueños. Incapaz por su -glos bá, á la literatura y á la producci'on inmaterial. 'reducida dimension, de producir en arrenEx profeso me abstengo, en este último damiento lo bastante para sostener la familia del propietario , arrendándola, separa éste particular, de discurrir,isobre otro género de su vista de ella, y consagra sus mismos consideraciones inmensamente poderosas, pero que serian inconvenientes en esta discu, productos á vivir de otra profesion indifesion, y cont1ariarian mi propósito de cunrentf', cuando no enemiga, de la agricultura . El propietario en esto, obra contra su ser.varle en su esfera paramente·agronómica. Segundo: Asociacion de los capitales con la propiedad. . . En todas estas éuesliones, la grande pro- propiedad y el cultivo. No son posibles los adel,antamientos de la .piedad está 11amada á desempeñar el primer p~pel, con mejora de sus intereses y gran agricultura, sin la concurrencia de los cap• tales. Los capitales pecuniarios, spn la meprogreso de la agricu ltura. La Inglaterra debe los suyos á· la grande JOr agua y el° primer abono del cultivo. El gran número de labradores en una nacion, y ·pro-piedad: , , Nuest~as grandes casas poseen• bastan te la .estension material de los campos cultivapara fundar en algunas de sus heredades la- dos, demostrarán, sj, que se labra mucho; pero no son bastantes datos para inferir en bores pobli;tdas, y asociarse en otras al cultivo inteligr.nte, uuxi liándole con mas medios esa nacion un gran desa'rrollo de la agricultura, si por desarrollo se ha de entender qqe el si111ple terreno. adelantamiento. Españ,a cuenta muchísimos La renta y réditos que de uno y otrus relabradores; pero por ser cierto que la gran cibiría, escederían á la que hoy le produce may oría de ellos labra sin recurso¡;, el culla primera. Er conjunto de est•i iALerés del el caso, para que tomen de sgs montes fas maderas de etl1ficacion, y hallarán grande aho1:ro. . Por últim'o ; ni al propietario para sas , fincas,.ni al Gobierno para las de :Propio-s, propongo que se apliquen estas ideas en totalidad. ¿Se perderá mucho por ensayarlas? l\ie parece que no.-Téngase prese!)te en todo ·caso , qu~ eJ aquiñonamiento se haga· para labor de una yunta, i;on suert11s para _alternativa de pastos:y arbolado.

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· tivo no ·puede . ser esmerado, ni la produc cion proporcional á la fe_rtilidad de la tierra. El cultivo entre nosotros está, sí, generalizado, pero no desarrollado. Hablo siempre en general. , El desarrollo, el desenvolvimiento -de los medios de _producir, e.xige mej?ras cos~Ósa~ en todos sus agentes . E-n las tierras, en los ins_trumentos, en las labores, en los .mé~odos, en' la . alia~za.~el cu I ti vo con lo~ e;anad_os. Y la renovacwn de la capa super-hc1al: -lá.1 profundidad; volte'O y estirpacion de la labor; la adqui~icion de los instrumentos; la mezcla de tierras; los abonos y la cria de-ganados; todo, en tin, lo que se entiende por mejora del cultivo,' necesita . anticipacíones á dinel'o, de que éarece el propietario, y, con mas razon, el mero cultivaaor, como lo son nuestros labradores. . Sin capitales, la propiedad y el trabajo, s~ no se ·esterilizan;·se estacioilau; que es como esterili_zarse pata 1a·compete,icia-. La cuestion es, pues, facilitar' ·fa tendencia de los capitales .hácia la agricultura. ' Digo exprofos'o hácia la agriculturá ,· pa..! ra diferenciarla de la tendencia que 'ya existe háci~ la inversion en la propiedad. • . Tenemos en España algunas sociedades anónimas, en accion y en proyecto, que se llaman Bancos agrícolas, So'1iedades agrí-colas e~c., y se proponen, segun sus reglamentos, prestar capitales a la agricul1ura a interés módico .-Sea que.los gastos de dili~encias y certificaciones justificativas de la liberta·d de las finéas, y los de escritura, r,omision ú otros acrezcan mucho el interés; sea, como creo, los términos V plazos á que se contrate el reintegro, imposibles de llenar por el pfopietario ·y · el cultivador, ni esas emp_resas han mejorado la situacion de la agricultura, ni es posible que la mejoren, porque distan mucho de lo que deben ser. No distarian menos nne¡;trós famosos Pósitos, dado 'que contaran en la actualidad con sus antiguos fondo~, y fuera posible purgatlos de·fos vicios inherentes· &. su naturaleza. Aun sin estos vicios, y suponiendo, pero no concediendo, la pbsibilida<l de una buena administracion de este caudal, lns Pósitos, en el lenguaje del crédito, nunca serian mas, como no han sido, que unos establecimientos de socorros para los cultivadores necesitados. Y esto es muchO' menos que lo que la agricultura ha mf'.nester. · . Ha méne~ter la agricultura un crédito para la propiedad, que no le tien~ correspondiente, ni con mucho, á los valorns que representa y vale. Este crédito de la propiédad es e\ que se llama crédito territorial , TOMO 11,

á diferencia del crédito del oullivo rndep~ndiente d~ la propiedad; 'que se lla,ma créd1to ·agrü:ola, propiamente dicho. El crédito territorial ha dado orígen en Alemania á dos clases de establecimientos; bancos y asociaciones de •crédito territorial, -ó 'establecímientos de -préstam0 á los pro-pieta-rios con gar;intía de [iipot~ca;-y bancos agncolas, que son establecimíentós de préstamu á los. cultivadores no propietarios, sin garantía de :hipoteca. ' ' ~stos segundos ho se han acreditado. Al contrario los prim'eros, que se han generalizado y funcionaµ con grande aceptacion é inl!3ensos beneficios pdra !'a agricul'tura y el pa1s. ·' Consisten esto's estab'lecitnientos en la asociacion voluntaria de gran número de propietarios de u na provincia, para ofrecerá los capitafi•stas una 9arantín. solidaria v colectiva,_moral mas nien que material, que pareée añadir un~ hipote,ca general á la especial y privilegiada de ' los prestamistas del dinero, pero cuyo efecto real consiste: 1. 0 En dar todas las garantía deseables de la exacta y religiosa evaluacion, en venta y rent~,· de los bieoes h~pote_cados. 2. 0 En ase·gurll.r á cada prestamista, sin molestia; ni incertidumbres él el puntual pago de los inte_reses; e reémbolso integral del capital prestado, sin formalidades y sin gastos; la facultad de transferir ~u crédito, como los efectos públicos, y utilizar la prima con que se negocian mucho tiempo há,. La creac10n de una agencia ó contaauría provincial, bajo el nombre de' Administracion de la asociacion provincial de crédito, es la. mediado1'a entre los propietarios- que-piden_el préstamo, y los capitalistas que Je lfan ó le hacen; evitando á_los prim·eroS la necesidad de pdbli_car sus urgenqiils; y á los ·se . gundos, la: de indagar la sdli_dez de las garantías hip,otecarias que se les ofrecen. Estas asociaciones-de crédito no tienen otro objeto, que el de asegurará los prestamistas el interés usual del dinero, con la misma regularidad que <}ebe pagarlo el papel del Estado, y el re_iutegro periódico, á la par del capita[ ; cuyo reintegro se _determii¡.a semestralmente 1en vista de los fondos de la sociedad. . Los tomadores ó deudores morosos, son perseguidos y expropiados sumaria y privilegiadamente,i en nombre de la asociacion ; sin que nunca tenga que ocuparse de ello el prestamista, y ni aun pueda sospechar que él mismo sea el acreedor del deudor expro{liado. Estas asoci-aciones no cobran comis1on ni prima, m ititroducen ,ninguna modificacion

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en el sistema rentlstie'o ,jel pai,s que•las,adop• ta, V,Qrque se limitan á a"()Üvar.1a-.circolacion del .¡rnmerario, sin acumularle ea ning'uoa parte, y _sio ere-ar oiogun papel moneda. ,Los efectg¡; qu~ producen son: _,J -~ .:Bqjar et :inter.és deJ-dinero. · • 0 , . ~. :,Ll'1,mar r ~raer capitales tlP. auxilio de la ag·ricultura. 3.. 0 , Alentar y faoilitar'las grandes reformas territoriales, desempeñáodc¡se la ~gricultura de los préstamos que recibe, _y,reintegráodose los prestamistas de,los que hacen, por una módica cuotd. ·de amortizacion semestr'al, que se JJ)é\ga coa los-intereses, v FJ,Ue varia segun .fas localidades, desde me: dio á 2 por • OO. Noes,posüile qµe la agricultura púeda·desempeñar sus pré¡¡tamos de. otro modo. Es se6ura, pero Larda; para devolver ea beoefic1os los capitales invertidos ea mejorarla. r Todos los fondos -que reciba, ora- de pósitos, ora de empresas par~iculares, á reintegrár en ··corto plazp,_ll} ,ar.r.vü1,ao: ·... r • l.;, La:agricult,ura necesi~a. por lo menos,-dis.• p!)ner de tr~s, y mejor de cuatro capitales c1rcula1,1~es, ó de cultivq. ·Dos. de ellos, imprescindi.bleroeote; porque-las siembras, geJ?eralmeot~ habla!jdo, nece~ilan •uo año para la vege.tacioo, y otro para la veritl).: los dewás son convenientes para uo vender con .~.e~esidad, ó mejor dicho, -pa-ta elegir roer.cado. · · . 1• · 'En la crianza de.ganados se anticipan mas capitales; y por mas tiempo; que en el .cultjvo; po~que la r.eproduccion y crecimiento de los animales, hasta llegará: estadó·de ·ven;ta, necesita mas tiempo. ·.. · , ,, , .. '· Todo, pues, lo que no sea prestará la agricultur·a á plazos largos, y con amort.izacion .corta, aunque;s11a frecu~nte, no es ·servirla . .., Sobre este prin_cipio, pues, está basado el qédjto teriito;i;ial en Alem,abia, con tab genera! aceptacion de propit<tarios y capitalis, tas, como demue1,¡tra el gran número de establecimientos funda .dos, desde que en octubre de 1769 se organizó prov,isionalmente el de Silesia, hasta 1 s,.5 en que Bohemia' se ocupaba de fundar, el suyo. Una sola disposicion legislativa bastó para _de~arrollar este inmenso crédito en la oropiedad : la declaracion de hipoteca privilegiadíl en favor de la asociacion., despues del J.e~¡¡ro, y la accion sumaria para expropiar al deudor moroso; e~ decir, la desa·paricion 'ge las hipotecas ocultas, y la de .los trámites mglestos, costosos y embrólfados de la actuacion c0mun para el petseguj¡niento de bj·potecas. · · 1, Grande es en España, y fuera de ella, la

370 prudente ti mid,e i con que los jurispéritos o.pinau acerca de estaideheada materia.-Dígalo, entre .nosotros, el espedienle de informacion consu)Lado á nuestros tribunales y colegios, y en Francia la famosa publicacion de Mr. ~1al'tin (du Nord). · Nuestra comision especial para este punto legislativo dd -programa general, ilustrará á la Junta en su dictámen . . Al indicar yo el mio ahora, no hago sino anticip,arl un voto, .sin profundizar la discu!¡Íon,. pues que no la propongo. Amante, como el que mas, de -la famitia~ miro oon carifíoso re.speto los sagrados derechos de la ml_ljer y de los huérfanos, que son para mí, -como para todos, los primeros interesados en la hipoteca legal. · Rogaría yo por tanto al-Gobierno de.S. M,, que no ceje en su noble propósit-o; que no~e aburra y · desista por las dificulrades .; qufl ilustre su iniciativa, tanto como\¡¡. gravedad del asunto recomienda; per_o que np con~ sienta mas dilaciones que las pccesarias para el estudio, y con toda la br,evedad que se b1mnane-.~on la cordura y el ·aplomo, presente á las Cér-tes el ansiado, por utiHsimo, proyectp de ley de reforma hipotecar-ia. Eu el ínterin, y en el concepto de no•contradictorio con esa ley, propoodria yo á la meditacion .de los ~ñores de .Ja Junta, no para su adopoion hoy, sino para que se eslud-ie ,y -m-adure eri los respectivos países, un pensa.miento ausiliar, no contradictorio, repilo;,con e{ pTincjpalísimo de hipotecas, y, en mi juicio, realizable en todos .tiempos y en todas partes. Me refiero, señores, ·á .Jas cajas de ahorros . y á lós establecimientos de ausilios mútuos. Nada diré de la institucio"Il que, á ser juzgada por la inmensa suma de beneficios que produce, deberíamos llamarla Ri;'a de Dios. -La Jun-la s:tbe mejor que yo, la generalidatl con que están aceptadas en Europa; los tres. nlril mill'ones que .cuentan de fondo Jas del Reino ,Unido, dus mil quiniento!:\ las de Francia, y así de las de Suiza, Italia, A.lemania v Hunaría. . ,¿Por· qué el solo insti.nto de ,la economía y de la pre,•ision ha de haber podido actJmular tan asoru'broso caudal, ·consue·lo·,y..patrimonio de las clases menos acomoda~as, -y las que lo están mejor, los propietarios y cultivadores, no han de acudir en apoyo <le su fortuna á esa inspiracion ·divina? Pensemos en ellas, señores.-Para nosotros, podran ser mas que cajas de ahorros; porque. ó estoy muy equivocado, ó siendo depósitos de nuestras econouii~s, podrán ser ausiliares del crédiLo de nuestra propiedad.


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Sígamos. . · · · . ' Si, '. por otra . parte, observamos que la asociacio'n de proplt:tarios de casas, produce las de seguros contra incendios á tan pequeña costa como la de un cuartillo de real por mil éle capital, ¿no surge de aquí un pen_samientb'de comparacion para los _dos principales agentes de la agricultura, la ' propiedad y él cultivo? · ¿Puede li 'propiedad urbana asociarse para un objeto, sin perjuicio de la hipoteca? Yá vemos que ~í, en las sociedades 'de seguros contra incendios. Y si conforme· esa soc,edad ha preferido los incendios para obieto de la su·scrjciÓn, hubiése seijalado otro, pqr ejemplo, lá ree<lificacion, la mejora de este ó aquel género en los edificios, con estas ó las otras conditi_ones de reglamento, ¿hubiera etlcontrado obstáculo en la legislacion de hipotecas, mientras que al inscribirse en sociedad lo hiciera sieLr,pre por una cuota en metálico? Sin duda que nu. El propietario de casas, al inscribirse en tal sociedad, puede girar su cálculo de inscripciun sobre una mínima parte de la renta,_y ~eoirse: «pues que el alquiler que.co«bro·'«le mi casa~ equivale, por ejemplo, al «cioc~ por ciento dt\l capital, hágome cuen•cíta de que'únicamente mé pr9duce, por ejem·«plo' tambien, el 'cinco menos un cuartillo; "((menos un ocLavo etc.; y ·este-:cuartillo¡' es«te octavo qqe sean mi suscricion en la so«ciedad.» El pensamientq en este caso se tradt.lce eh la sigui~nte ver.sion: destindr 'el a7ió'rro de una mínima parte de la renta para mejora del capital. ' , • • · , ,., , ·• Nó veo dificultad para que esté r.aciodnio hecho sobre l_as casas sea -aplicable á lo!l ,bie.: nes rurales. ¿Por qué n<>? ·1• · Por otra parte: mientras yo soy dueño de un predio, puedo ven8erleen todo ó en parte; puedo imponer sobre él t,10 censo; puedo vender sobre él una servidúm'bre de acequia de tránpito etc., sin que cbntra. estas ventas: verificadas durante mi matrimonio puedd oponerse, enLonces ni despu'es, el derecho de mi mujer y siendo tutor y proced_iendo con autorizacion judicial, que supone la infor-, machm de utilidad, sin que se opongan¡ tampoco los derechos de mi pupilo ' ó_Ií_Jen9r . ~µn mas: yo puedo vender Ia 1enta de mi tierra por un tiem~o dado.-Todaví'a mas: estas ventas que- el marido tiene élerecho á consumar por sí, sin vicio de nulidad ni reservas de accion de nin guna clase contra el · º?mprador, pueden recibir todavía !-1ºª sanc1on, una seguridad mas, concurnendo la mujer al acto de la venta, y haciéndola ambos conyuges mancom:unados . .

Pué.i; bien: yo• veo posible la asociacion de los propietarios,, poniendo.en la sociedad, como garantía de sus· compromisos sociales, uoa parle de sus rentas, á título de venta en favor de la sociedad, otorgada por el marido, y para entera confianza por marido y mujer., ·: .!J,¡ Si para ingresar yo en la soc_iedad' hipotecara en garántia de mi compromiS'Q social una finca,· ha llegado el caso de que la so, ciedad persig.uiera lá ibipoleca, correria el riesgo de que •mi mujer saliera recl~rnaódo la preíerencia ele la suya. l:5ero si yo irigreso en la sociedad vencliéndofe·pór mí, ó en 1:1nión•·en mi ~nljer,, y quedará g~rantizado el derecho ·de la sociedad,. ·• . Respecto á la j uslilicacion de qQe la finca no esté previam~nte comprometida en h,ipoleca legal ó convencional, no dezconozcrr la difü;ultad que ofrecen l;,i. imprevision, el desconcierto y abandono .con que se ba góbernado el rP.gist~o de los oficios . públicos. Pe'ro es.ta ·difiéultad, q11e puede alegarse, y s~ alega;•coo:io' obst.áculb á los présta.mo_,; sobre hip'oteé~, deberi'a 1ntluir con igual fuer;sa de desconfia¡iza en .contra -de la transmision por venta. ¿Qué digo con igual descop·fianza? Bien puede decirse que_mayor; pQ.e al fin, lo comun ·es, que e! préstamo se llaga por cantidad menor que el valor de. ~ fia,nza; y en la 1 venta, se arriesga, por el com,prador, todo é.l . .Pues bien : si esa ·desconfi'anza hubiera 'de ser tan absoluta, ¿cuál seria el movimiento de la propiedad en venia ?-Ninguno. , ¿Y ,es esto lo que ·sucede'? No, •segurarnenfe .....:..L~ propiedad circular, y el 'instinto de'. justa descon~anza d~l comprador s.e sati~face con el cerllfic:i~o de li'Heráción de hipotecas, . referente á' un periodo anterior, mas ó nfonbs !'argo. t Síngú'".' lar coniraste !· Tratamos de presfar 1 mil duros sobre hipoteca, en finca <le' diez mil·, y nos retraemos: pero ~e nos ofrece en venta esa mi sma finca., y la acepta -. lllOS; y damos por,eHa todo su valo_ r. Pues qué,. si•estuviera prev_ian;ient~ bip~tecada á · una deuda, ¿_no llevarrn consigo esa respon salfüidad en l'a venta, úomo la llevaPia en el préstamo? Alguna razon media seguramente en el easo, para espli(:ar _semeja-noo fen11meno. En mi juicio quiere decir, qiie si no prestamc..s sobre hipoteca, no es tanto por temor á los oo.mpro1msos previos de l'a finca, cul,lnto porque esta queda en poder del detidor, de hecho y de derecho ;: puede vende'r la. ocultando su respon::iabilidad, J suscitar al acreedor la neeesidad de un pleito ó diligencias costosas' para persegmrla; riesgo que deja de ser contingente en la venta, por i

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compra la sociedad, con entrega de presente, cuanto la finca pasa al comprador. Sea de del precio por p:¡.rte de esta, y obligacion en esta inteligencia lo que,quiera; el hecho es, cjue prestar, no se presta, ó se hace con roo~ el vendedor de entregar la renta vendida en el periodo y términos ajustados. cbísimo recelo; y comprar, se compra m.uy Ejemplo : yo tengo Ul)a renta de diez mil generalmente con poquísima aprensiofü , ¿Y1son muchos, rn1.1cb.os los casos de venta reales;, la asocia~ion me reconoce sobre ella un crédito de la mitad, tercera ó cuarta parperjudicada pór ocu)tacion de anterior hipoteca?-No conozco esta parte de la esta- te; sea esta última y figurarán dos mil quidística judicial ; pero, en lodo caso, deduzco nientos rr,ales: pagaré por ello el 4-, 5 ó 6 p_or 400, y sea el 6; pagaré el H2, el~, el 2 que no serán muchos, muchos, cuando no · por 100 de amortizacion al año, y sea el dos. tienen la transmision de la propiedad. Ahora; ¿no es cierto que, entre nosotros, Esta cuota de amortizacion resolverá el número de años del reintegro.-Pues en es~· ha sido feliz la idea de dotar los Montes de número. de años tendré vendida á la sociepiedad, con los ingresos,de las cajas de ahorros? Pero los Montes de piedad son estable- dad la. parte' de mi renta quJ:l basta á cubdr cimientos de créditos sqbre alhajas; quiero el préstamo recibido, mas el rédito, mas la decir, el obrero económicn se convierte, por amortizacion; y la cubriré ó bien imponieneste artificio, en prestamista del dueño de do en la caja semanalmente la i;:uotá proporalhajas. LÚego; ¿por qué el propietario eco- cioual; -y esto seria lo mejor en todos connómico no podrá ser tal prestamista del pro- ceptos, ó bien imponiendo 1,emanalmente una cuota menor, pero fija; y por semestres, pietario necesitado, y serlo con derecho mula de réditos y amortizac1on. tuo? · , , ' fues bien; vengamos á la aplicacion, suCONTINGENCliS., pongamos que nos proponemos fundar una asociacion de propietarios , mista de caja Que yo me i:etrase, ó falte á 1a imposici.on de ahorros y prés\amos, con mulUl}- responsemanal y al pago semestra.1. La ·asociacion sabilidad . Yo la concibo en las ideas capipod.r4 cobrar directamente la r~nla del artales siguientes: rendatario ó inquilino. Podrá vender la parLa ·asociacion se compondrá de propieta~e de la propiedad que baste, á s~ reintegro. rios de una provincia, por ingreso voluntario. - Que yo quiera vender mi .finca.-La so-· Fundará~ una Caja de ahorros de propie- ciedad tendrá abiertos sus registros parta tarios rurales, como cimiento de fa institucertificar al comprador si está ó no inseríacion. · . en ellos. Con este certificado, podrá el com Las cuótas de ingresó v.semanales podrán p,r,ad1or resolverse ó no á compr.arla. Si la compra, aceptará mis compromiso's con la ser mayores que en Jas clases obrei:a~; y desociedad, y se indemnizará con el precio: Si J:>e~án serlo,.. por 1a mayo_r esfon~iqn de su no acepta mis compromisos, no la podré obJeto en auxilio del crédito. ·: · , · vender. Al ingreso, declarará el propietario e\ ca!ácter . con que quiere asociai:se, si,de mero imponente en la Caja de ahorr~s, ó como soRESULTADOS. cio de crédito. . ' . ~ara los,imponentes, la _caja será un.deLa caja recibirá los-ahorros de los propíepósito con plazos para la devolucion. tar.ios económicos para préstar á los propie;. Par~ los sqéios de crédito, será un Monte tarios que lo hayan meneí'ter. de propjetarios, con la.obligacion de contri' P~gar:á un rédito á los primeros, v le cobuir, y,re . ponsabilid,ad ál re\nteg_ro. ' brará mayor de l~s segundos; para cubrir , El socio de cr~dito , le tendrá • por una gastQs. ., parte de su veo ta. El reintegro de los préstamos por cuotas Podrá usar de él al ingresar, ó despues. sem¡rnales del deudor, impuestas en la caja, ~l ~ociq de crédito le ser·á oblig:;ttorio ser dislllinuirá, el, interés del· préstamo. en lo que somo imponente, con una cuota mayor que ganen como puestas de imponente. · el me~o imponente, en lo que baste para cuTodos los. sócios de crédito respo:nden mubrir el reintegro del capital prestado y su tuamente de sus préstamos respectivos. ré~,ito en el número de años qu~ ·se conSi nos detuviéramos á mayores detalles, vengan. , · . iríamos, sin conocerlo, haciendo el reglaEl préstamo se hará mediante escritura mento, v esto no sería del caso . la idea esde venta ~eJ.tomador á favor de la asociacion, tá indicada en lo principal. Puede ampliarse; de la parte de renta de su,s fincas que le, 11 puede ser mejorada. ¡Ojalá! Puede tambien


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resultar una ilusion del buen deseo; lo sencion del ganado de labor? Pues eso ganaría• . , tiré. Y no por amor propio, sino por amor á mos. mi pais. Comenzando por ensayar en pequeña es-:. Señores: me mortifica ser tan molesto á cala , la e¡;periencia nos diría hasta donde la Junta ; ¿ pero cómo tratar con ligereza, podría eslendersc. con superficialidad asuntos de tamaña imPero esto depende, coi:no las cajas de proportancia? •¿Cómo puede un agricultor dispietarios, de la localidad; y por tanto, repito corri r sobre la propiedad sin mirar, sin ver ahora lo que dije cuando de aquellas t,rataá los colti-vadore.s? Dígnese, pues, la.Junta 1 ha. No propongo un si,st~ma para c¡u~ se continuarme sú bondadosa indulgencio., con- adopte ni <;1.iscuta hoy; espongo una idea, siderando, no ya, la in~ignificapcia de mi pa- para que, recogioa por la Junta, si tanto labra, pero sí la bondad de ooes~ra augusta honor merece, se: med1te la aplicacion y deRinNA y el celo de su Gobierno, que pidan sarrollo que en cada localidad aconseje . el, á la Junta, no solo el concurso <le sos luces, estqdio de sus elementos. , · sino tambien los esfuerzos de su paciencia. Tan vital como es para la agricultura el El cultivo, señores, decía yo que es insepensamiento de asociacioo de lo_s capitales parable compañero de las visicitudes del pro- con la propiedad y -el cultivo., no be sabido pietario. · tratarle con menos estension en mi deseo de ¿Se'rá posible aplicar al cultivo \os benefi- no ser cansado, aunque tao escaso y econócios del espíritu de asociacion eoonómica? mico baya sido en la conveniencia de esplaSí, en mi juicio. Y no invento; aplico. narle haf,ta el grado de demostraci.on. , En primer lugar, no se ve la causa de que las corporaciones de médicos, abogados etc. PENSA.l\I.\ENTO ~ERCERO. lNSTR\JCClON puedan organizarse en sociedades de auxilios PROFESIONAL. mutuos, y no puedan hacerlo los labradores. El objeto es, en mi modo de ver, lo menos ; Primero: de la instruccion en general .. y la institucion, lo mas. Que esas sooiedadcs Admitida en buestras oonvipciobes como miran á la pensiorr de la viu,da, del huérfa- c;onoausa. de la carestía de nuer,tros producno, bueno. i'~m bien-podían mirar al dote.de tos la falta de -instruccion profesional en los las hijas, al grado 'y est.,¼bleci miento del hijo, agentes del cultivo', encontramos el r.emedio á su suerte de soldado. Repito, pues, €JUC lo de este mal en el' establecimiento de la enmas es la institucion, y lo !I)enos el nombre señanza agrícola. . y el detalle del objeto. . . Si me dicigiese con esta!neflecciones á los Pues ,bien ; los lab'radores tien.en cierta habitantes del campo , las esforz¡uia pa.Fa clase de necesidades que llenar, menos cos-, producir en ellos el conse11Limiento de,e¡¡_la tosas q ne una pension vitalicia, tan pequeiía necesidad, p.or mas que, conocedor de la descomo se quiera, si tia de servir de al&,Qi al confianza eón que oren semejantes consejos, pensionado. El ·bue~ que se m(lere, ,po.ede me _quedara á mí la de no ·ser escuchado ni 1 ser comprado por los cultivadores asociados cre1do. . • , • al precio necesario. para compnr otro. La Graciás á la bondad de nuestra Reina, que mola que se inutiliza; los daños aislados de ha congregado aquí esta ilustrada representemporales; las labores de cultivador enfer- tacion de la agricultora española, mi trabamo; el jornal módico del incapacitado pon jo podrá limitarse á lai parte .dipositiva· del la vejez, ó la .enfe.rinedad,; e:l auiülio al cas- pensamiento que concibo, ya que ·1a espositigado de la fortuna, y muchos otros, objetos tiva de doctrina y· de conveniencia ·general son que puedeo mu)' bien llenar la asocia- está en la coñvi.ccion de todos los señores·oe cion de los cµltivn.dores, por pueblos, en la Junta como en el mio. , donde sean bastadtes; .por g·rupos de pueblos, ' Quisiera ·no serJe molesto con la. mas suen dondé sean pocos. , · •· ointa·relacion de lo q·ue en materias de enUna leve cuota de ingreso por :yuota; otra séifariza agrícola·he aprendido que se ha he._ anual al tiempo de la recolecoion , pero en cho en Amérjca, Alemania, Inglaterra y mas· d_inn.ro, sufragarían las atenciones de Ja aso,. r.ecientemente eil!Francia. · crnc1on en el año. Nunca con fondos exis· La escribo; no para la Junta, que sin dutentes; se economizarían los gastos.de la ad- da conoce-esta materia mejor que yo, ,sino m_inistracion y el riesgo de· la inmoralidad. para que·descendiendo esta nota al oír<;ulo S1 por, la pequeñez de su oúrneflo, ó por otras mas lato de nues~rcis propietarios y 1abracausas,. 110 1pudieran aten de: á tantos o)Jjetos, dl)res, .se generalice él conocimi.ento de la ateoder~an· a cuantos, que siempre Senan a+- enseñanza que en-otros paises ha sido megunos ¿Seria poco, por eiemplo; la reposinester dar para llegar al cultivo próspero ,

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(' qu'e hoy los envidiamos.' · Col umela emitió entre los romanos la idea de erigir en ciencia las prácticas agrícolas, y hacer de ellas el objeto de uoa enseñanza. A principios del siglo XVH se fundó en Dijon la· primera cátedra de Eci;momía rurhl. La suecia coa taba entonces otra en la uni-. versidad de Rintlen,. y era oblis;atorio oo los seminarios el esLudío de la agncultura, á fin de que cuando salieran. á _parf'Oquia los eclesiásticos, pudie~en eñseñársela á ws feligreses. En Alemania, _la p4blicacion de los ~gronomos grié'gos y latinos por ,Ernesto Augus~o de S~jonia Weimar; las cátedrrs de Agricultura de Halle y Francfort sobre el Oder, en Prusia ; lás escµelas para cultivadores en Dinamarca ,; la enseñanza de la economía rural en Hánnover y Sajonia, y la escu~la p1áctica de Kaysers Lantern, en el Pa. latrnado. ·1 En Italia, 'la cátedra de Economía rural de Milan, qne engomeodó á B_eccaria, María Teresa; el estudio de la ~agnculbnra en las escuelas preparatorias de primera enseñanza; las cátedras de Economía rural de Flo. rencia y Padua. En Inglaterra, la sociedad de Agricultura de Lóbdres; 'primera del Occidente, en 1737 las cátedrasv hac.iendas-modelosque segeneralizaron "con velocidad poda Gran Brer ' ' · taña. En Francia, comenzado el ·movi'mieáto agronó_miéo por Eorif1ue IV y Snlly, se .d'e tuvo en Luis x1u ; fué P,0Spuesto_ á las 1ma-nufacturas· por Colbert, y reanimado por Quesnay, protegido ,por Luis XY.-L'a.. escuela de M9reau ea la Rochele; la de Sorcy en Compiegne; los grandes esfuerzos del clero en la diócesis de Angulema; las publicaciones, casi gratuitas, de catecismos, y la cátedra de Alfo.rt,' enco¡nendada á D~ubeton, Tal es el compen'dio que vemos del movimiento agronómico de Europa antes de la· revolucion francesa .' Relativamente al estado actual de la enseñanza agrícola en Europa•y Estados-Unidos de América, se reconoce en primera línea á la Alemania. En el Wurtemberg, el Instituto real; dos haciendas-modelos; una cátedra de Economía, rural·; una escuela de veterinaria., y los grandes cultivos de parti. colares que reciben aprendices.-En Prusia, con mayor número de establééimientos, aunque ~o los mas adelantados.-E n Austria, con las cátedras universitarias y haciendas-modél os.-En Sajonia, 'con la Academia real y las escuelas especiales entregadas al interés particµlar.-Y en (}I Gran Ducado de Baden, la 'instruccion agrícola or-

ganizada en 18t6. · En Suiza, los asilos agrlcolas, destinados ~ los buérfanos, niño!?, perdidos y por·dioseros de ambos sexos, fundados por Pestalozizi, y orgánizados por el estilo de la escuel a . ' práctica de Hofwyl. En Italia, la enseñanza agrícola está org~nizada poco mas ó menos como, ~n Austná.-En Cerdeña está confiada al clero.Toscana y \?lorencia, la acad'emia y escuela rráctica, fu'odadas por En Ridolfi y ' el in~~ · :, trluto de .Meleto. En Délg!ca, la · enseñanza agríoola no ha· hecho parte de la instruccion publica ha:sta estos últimos años, ea que se presentó á las Cámaras un proyecto para establecerla, con una escuela -práctica en cada provincia, Y1 , 1 un grande instituto. Inglaterra, e!J esto, como en 'todo,· difiere del conti_nente.-Aquí el ~statlo in_tervieo~1 en todo; alli, ·en cierto modo, ·todo se abandoga á la iod ustria privada .-Aunqúe el Estado mantenga cátedras de agricultura, ad ha pensado nunca en crear cátedras espéciales, qúe se han fundado por el espíritu de especu~cion, y son muchas. Entre. las primeras se nombra .el Colegio real agrícola de_ leicester, la escue(a citmtifica y agrícola de Kennington, y otras. Pero lo que mas se recomienda en lnglaterrn es.la eoseñanza.prácti<\a de los labores de los grang~ros (farmers.) En los · Estados-Unidos, como ed Loqlaterra, la enseñanza agrícola está completa -;: mente en manos de la inrlusttia privada, y cuenta numerosos e5tablecimientos, en los que los cultivadores adqúieren á un tiempo , · la instruccion teórica y práutica. En Francia. antes de i 8i8,· no contaba l;i ensenanza agrícola ·uua organizacion determinada; pero se divulgaba: por las cátedras de París y Alfort,' por tos institutos, las haciendas-escuelas, las cátedras de. provincia, las de las escuelas normales, las de algunos graud'es seminarios,'y en fin, por las coloniíl ' agrícolas. En 18i8 decretó la Asamblea nacional, á propuesta del ministro Touri-et¡ la enseñanza agrícola por grados, en las haciendas-escuelas, escuelas regionales, y en el Instituto nacional agronómico, :Meditando con noticia de todo ello, así como de los estractos de reglamentos que incluyen los escritos conrnltados; de los ra.J mos que constituyen estas enseñanzas; de _su parte económica, y de su aplicacion á nue~tra patria; si por algo me decidiria, s~na por su órden ;. á saber: primero, por la 1nstruccion del clero, como en Suecia, Angulema y Cerdeña; despues por el sistema de 1


Inglaterra y Est¡\dos-Un'id'Cls; en el último caso. por las haciendas -escuelas, escuelasregionales y el Instituto nacional de Franqia. • Ninguna de las infinitas dificultades que se ·oponen enLre nosotros al progreso del cultivo .me altera tanto como la de la ensf)ñao-za. Lo:i viciós de la mala instruccion no -tie~ nen remedio. Un mal libro y un profesor ¡r(alo, sbn la grama que se apodera del en.ten•ctimiento para ahogar las buenas semillas, · Go • sideraildo que carecemos de profesores en número bastante, y aun dudando de laa:bundancia de alumnos, opinaría yo que por ahora, nos -limi,tásemos á fundar tres baciend.as-escuelas en. el litoral del Norte, en el del Sur, y en el centra; mas una escuela normal ó instituto en Madrid,. Todo por la industria particular, auxiliado con profeso-i res por el Es.Lado. En ellas seria de institucion la existencia de ún pequeño terreno de esperiencias, y la obligacion de hacerlas v de publicarlas. • En la normal asignaría á los esperimentos mayor terreno que en las provinciales. En ella tamb.i~n ensaya ria los nuevos instrumentos v las nuevas semillas, ,los métodos, alternativas, sembraderas etc., etc. Exigiría que estas esperiencias se bi.cieran, no con las condiciones estraordinarias de un jardín, sino con las ordinarias del cultivo general. La mayor parte de los ensayos verificados en establecimientos de este género, se desgracian fuera de elJc¡s porque varia • completamente las condiciones. , , Realizarla con los profesores .de 1·a esr.uela normal los análisis químicos de tierras y plantas de cultivo, traidas de las escuelas -provinciales y del estranger,o, para comparar resultado¡; y aceptar doctrinas, con conocimiento d'e, to qµe nos fuera peculiar, por nuestra meteorología y g~ol9gia. · i , , Publicaría unos ana-les de la escuela norU?ªI de agricultura, con tres secci~úes principales; á saber : sus hechos propios, los de las esruelas provinciales, y crón,ica agrícola. e~(ranjera. · . •. Exigiri3: la ~nas escrupulosa religiosidad en la publrnac1on de resultados buenos, malos y medianos, para que su conocimiento eco nomizara á los cultivadores tentativas infructuosas. r ~n esta escuela reunfria, para su puhlic~é1on en los anales, la observacion meteO'rológica del reino, que mandaría hacer en -las provincias.· . Plantaría en una viña de coleccion, con irein.ta ó ·cua·renta cepas de cada una de las castas que poseemos, con sus noml)res loca-

les. Re-uniri.a tambien 14, coleccion ·de olivos v la de moreras etc. , • Supuesto que en las Juntas de.agricultura hay vocales de todos los partidos judiciales, pediria y reuniría una coleccion ele cuatro ó seis espi'gas de los t_rigos que se cosecb'an eq cada una. Los bana traer-tambien de fuera y en especial de .Africa y citros países' aní.lo~ gos al nuestro. Reuniría además la coleccion de arados gel Reino.-En fio, nada deberia omitirse·para qu~ lo:s prpfes,ores que estudiaran y saliesan de esta escuela, llevaran los mas seguros y mas generales conoc-imientos • . .A.parte dé esto, ·y conforme lo que tiempo .hace tu.ve el honor de esponer al Escelentísimo Sr. Ministro del ramo, dándole cuent~ de al~unp, de rpjs e• S!),'.)'OS, .en ~l ínterin que se ,plantea .esta. ú otra enseñanza, el Gobiern,o de fi·. M_. pouria 5ervirse invitará uno ó dos _particulares en cada provincia pa• ra cooperar á las esperiencias que se recomienden por-su probable utilidad. Imposible seria que· los cultivadores_ españoles se nrgara • á ef:ta fovitacion ; N reunidos-en el ·Gobierno, y' publicados los ··resultados, algo iríamos ganandq para el p~~gre~o de nuestros campos, Rogaría por último al Gobierno de S. M., que no se precipitase lá. resolucion de la enseñanza pi:ofes,onal, y sobre todo encarecimiento que no se multipliquen los estable-:cimientos. Me es ppsíble vuelvo á decir, si son muchos, dotarles de buenos profesores ; hormiguearian los pretendientes que presuman · poder serlo; ,seria punto menos que imposible' prescindir 'de los compromisos que rodean á un Ministro en estas ocasiones; se nomb:raria á los bien apadrinados, que quizá no distinguieran en un campo el trigo de las algarrobas, y llegaríamos á imposibilitar para siempre, poi· estos medios, La sólida rnstruc~ion agríco1a. .. . PENSAMIENTO CUARTO. ·TENDENCIA Á

a

VIVIR DEL PRESUPUESTO DEL ESTADO.

Sé que no debo ocupar á la Junta con las reflexiones filosóficas y políticas que surgen de este pensamie • t@ . Limitándome, ¡-ior lo tanto, en él á las que mas directamente influyen en la economí,a [Ural, propondría ahora al Gobierno deS. l\L q·ue, continuando hácia· la agricultura las muestras de aprecio y distincion con que ha come • zádo á protegerla, mirase á la despoblacion de sus campos; ú la desercion q'ue de ellos ha·cén hasta los hijos de los mismos labradores, para no volver mas, atraídos á las grandes · poblaciones por la exub~railcia

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li_zá~ion éÍel ferro-carri_l de Alar á Santander, sm el cual los beneficios 'del canal no irnpi-i den que nul-)stios frútos -lleguen á la co;,ta vida en: ésos ce_ntrós i por la inutilidad d'e lo que allí se apr'.end~ para apliyarlo despue·s á muy so brecarg-a<los de portes, comisiones y . ' . las aries ·del campó; por la consecuente é almacenes. ' Propuse la conveniencia· de realizar el rair:íiprescindfüle nécesi<iáp. de '.actid'ir á iln m~l de Rioseco,á' Zamora, -y de continuar la -sueldo; y por mil y•mil razones, obvías de navegacionrdesde .Valla<lol,id á Segov ia. . cohóc{lr, epojosa y µiolesl,as de enumerar, ·1 Hlce J]otai' la c0i'ncídencia de que, "acaso mucho ·~a's mq1est~s '·Y enojosas parA esta s:in IJaberJo· inteotado1 tenemos e ludiada la discósion / en ni lqµeta ·prudedcia y'la. qor- viabilidad desde Santander á l.isbóa, por Va.l du'ra no permi(én trnlarlas. . · · . Remitiéndol J3•~ 1a patriótica contecripfa~ - lladoli<l, Madrid y rfü'le'do -; refiriéndome á c10n de Tós .swiores· de la Junta, como á la 'la cadena que forn1an el ferro-carril de Santander, el primiti-vo éstudio d'el canal de Cassuptirior, ,sabiduría del Gobi,erno de S. M., tilla, la! conduecion de la~ águas de Jarama daré pup lo á ,cste'·penl-amiento. con· µna iná Madrid, el ferro-carril de Aranjuez, y la dicac1Ól\ y una sú'plica. •· ·1 navegacion del Tajd. Erl 'toda , ~ta : Ilí.nea, ' lndicaré ·lª •suma· conveniencia eje que se medite uná reforma ra1ical dé.la instruccion grandemente -interesante pc1ra: tantas provincias, solo se .recon oce un paso que no' haya públ'i.ca en este sentiilo. v. suplicaré al Gosi• d'o estudiado; el de·Segovia al Jarama, Yo · . ··r bi~rn'ó, de S. l\!, ;que.'?o' la re~f ase. y le -r~egd h-0y, róga,ba al Gopier.nó de -~· .. PE!{SA:MlENTQ1 QUl~T9. V1As DE co;uq~ que- se e'st-udie. Cie_rto estoy d~ que al leer la indicacion NICACION.-PA'RTE' ADMlNISl'RATIVA.-PARde tao magoílicos proyectas, se me compaTE DE FACULTÍ\.:J:. ,PARTE -~CONÓ'M.ICA. . t : • : ')¡ •· f • decen\. comó á un visionario qué desconoce la s'it:uaci0n ecohomica del p·ais. Un' poquito 'Primero: Parte, Aairi"inístrativ;. mas dt:: paaíendia en _los que h~yao tenido la ·En.todos los P.ensamient9s de P.ste género rn1:1clia9ue h_an r:iecesitaJo para:leerme-h-~sta se distinguen lai tres· partesique dejo 'espeaqU'í, y cuando hayan ccíncluido fa lectura cifica:das. · ' ·1 • de ctstc'. pensamiento; se podrá juzgarme.. · Conespon<le á la par, 'á los deberes de la adrpinist~acion l)ara• con el Estado y para '. En pri,ri~r lugar, se-ñores, glie yo. no propongo la iomediatá (ealizacion de tantos y ~n los productores, la viabilidad que acude tan custosós proye'clos. Reconociéndo ·, sin á la vez á "la policía <le subsistencias :y á la embargo. que el primer paso de la construca'.bunfancia y facilidad d~ los· mercados. Para. nosotros el problema es traer el mar · cioo es el estudi{) -y reconocimiento de la>poL sibilidad facultativa; reconociendo tambien al interior, ú llevar· al interior el mar. · que semejantes intentos ' g'anan ya mucho . Es administrativa la desig,nacioo ~e los puntos estremos en que· han de terminar y con solo que se bable de ello , mis _aspiráciones prioc:p-ales., hoy, son las. de que se estocar las lineas ;'corresponde á la facultad, tudie lq, cuestfon de posibilidad, y nos. fami,el de_táll •, estudio y cálculo .de la direccion; liaricemós con el: aspecto de los gigantes, y queda · para la economía; la adopcion de que por cierto no son invencibles. recursos con que su. fragar los gastos~ · , Gigantescas , son las abras realiiadas en Cua,odo la bondad del Gobierno se dignó otros pai-ses. ¿Por qué hemos de renunciar honrarme, .pidiéndome mi parecer en estos particúfa·res, signifiqué la conveniencia de á la esperanza de las nues~ras? Y renunciar seria condenamos n'osotros· mismos á no haperfeccionar la actual navegacion del Ebro; rectifi ca r v reoqvar, por el, otrp lado,, las ni- blar de ellas. Eso equiva.ldria 'á qu.e ·el Gobierno desistiera de estudiar e\ mejor pensavelacioóés" oél>igoaiteli basta Deva: · · miento general de viabilidad interior. Estu• Propuse el estudio de las Fuentes del Guadie el Gobierno, y estudiemos todos ; que d,ia_Dr\ , coq relacion , al Júcar y al GuadalDios ayuda á los aplicados. q111v1r. · ., · 1 Segundo: Parte {tlcultativa. Reeordé'larexistencia de !,os aotigúqs traSób_r.e e~le punto, solo ~epetiré l_as poe.~s bajos del ·Dr. -Ri v.era, con el parecer de Iluspalabras que én una ocas1on seme3aole d11e tameo te de 'Berrera sobre la navegacion y al Gobierno de S. M. No seré yo por cierto, riégo de los rios afl_uyentes al Pisuerga, pí!,ra acercarnos por Ilúrgos al Ebro, y enlazar á quien ofenda á ese digoísimo cuerpo de Ingenieros, á quien tanto quiero y respeto, Búrgos con el canal de Castilla. métiendo mi hoz 'inesperta en la mies encoEnc'Jrécí 11\ 'suma conveniencia .de facilitar, 'é·uanto en 'el Gobierno cupiera, la rea- menclada· con tanta justicia á su especiali• y facilidad de la instruceion en los institutos y un,iversidades; po,r l:¡. 'seduociones de la

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tlad y sus talentos. !'lo diré mas. Tercero: Parte económica. Tan distante estoy de pedir el presupues-· to general del Estado las gr.andes sumas necesarias para estas espensas, como q,ue opino que no se hariau nunca si de él hubieian de salir. · Presiento que al declara1; mis ideas ~o esta materia, voy á ;ier maltratado por los partidarios de la suma centralizácion, no menos que por los que vociferan la descentralizacion para to o, menos para exigir del poder central gastos en beneficio de sus lo-calidades . · ' A todo me rP-sígno, que este ha de ser el ,valor del bombre público.-Si Ja ·exacerha,cioQ del mom·ento me fuere injusta, mi conciencia me tranr¡uilizará de presente, y la ·accion reparadora del tiempo me desagraviará en el porvenir. Consi clero ele inmediata y iirgente necesidad

tingente en los años de disfrute del propie.! tario, y' sacli dos partes:. una, las infiuenoias

be_n•~fioiosas d_e la obra en la. produccion Y, trafico del p·a1s, J otra, al reintegr,? en ·metálico con. los prod,uctos de ,la· otrra, enJos años de la concesion :r,obrantes de los del disfrute_del oapitalista; 'i 3." . el Gobierno, .ó meJor dicho et Estado, que pone en )a empresa la subvencion acordada 'por el ·tiempo necesario al reintegro del éapitali.,ta, y sacá la propiedad de la obra despues de los ·cien años. . . . 1 Reservaría á: las provincias el derecho d~ hacer suyas perpétiiarnente la_s obras que construyeran oon fondos esclus1vamente .s·uyos; ó sin .subvencion del Gobierno. Declararja obligatorio en la provincia, y P!l-ra exigirla el cumplimiento reservo la acc10n al Gobierno, que'Jodo el rendimiento de 1~ o~ra, eo lo~ años de c;l.isfrute para la p!'oHncia, s¡¡ invierta en otras obras de pública utilidad. la clescentralizacion ecónornica de obras púAtitoritaria, por supuesto en la provinblicas. cia, im 1·ecargo en todos los impuestos, si no Acepto la ce?itralizacion facultativa. ,"' Acepto la accion interventora, y la partici- contara con otros recursos para. cubrir su pacion del Gobierno en los términos y para contingente. Pediria á los porteres supremos del Estado los fines que se esp.licó , _ Lr1s productos ó rendimientos de las obras una ley µ,e crédito provincidl que le,santifi, . _ ·públiéas pueden y debeu ser el elote de la·s · cara. No veo ni he. µo<li<lo ver nunca . <lisculpa provz'ncias, destinado á realizar las <lemas á los atentados contra el crédito de la Na .. obras .necesarias en cada una. • cion ó de la provincia, .ni aun á pretesto de Esla disposicion seria la. base del credito pro1Jincial, com,o prirnerá garantía de sus ª!'regl~rlos. Esos·arreg!os no pueden ser ar~ b1trarios en el deudor, sin ofensa de sus empeños. compromisos: y el que falta á sus empeños Acordado por el Gobierno el plan general dése por. muerto para el cré,dito, por mas el.e viabilid ad, debería publicarse, para que las provincias estudiaran sus-comunicacio- ,que le sobre caudal. !dquirirá lo que pagu& de presente, y nada podrá adquirir al Hado. .nes particulares ·con relacion á él, concurl>ara los Gobiernos, como para los,p·articu 7 riendo asi á la unidad del pensamiento y del lares, la }ea¡ltad de la palabra vale mas que interés, en lo facultativo y administrativo. el or<~. . Asegurari a el rédito y amortizacion de los , ¿Ni qué razon de buena política existe pacapiLfl les invertidos en obras, con ~res parra que á preteslo, por ejemplo, de uniformar tidas: uua, sus rn ismos productos'; ofra, el contingente provincial, y úH.ima una subiien- los arbitrios de los ' pueblos, se sup!'iro1)n 6 aminoren; ó se oatñbie la uaLura)eza de los cion del Estado en donde fuere Qecesaria. , Dec.;lai·aria la propiedad de las obras por de u~o, que están sirviendo de garantía al el órden siguiente: para la provincia, por constructor de aquel pueote, de este camino? Pues qué, esa malaruente exagerada cieti añr,s; y para el Estado, despues. uoiforn:1idad, ¿puede jamás producir bienes • No pierden ,de su gravedad estos asuntos equivalentes á los males que ocasiona en por Jo trivial de 1as comparaciones, si ellas aquel pueblo con la .muer.te del ~rédito que son exáctas, , : asesina? , · Yo comparo estas empresas de óbras pú .. · Yo, ílue ño veo otro recurso de salvacion -blicas'·,· concebidas en el órden que proponpara España mas que la re::;urreccion ile su go, á una empre§ai de tre.s socios; á saber: ·1. 0 el capitalista, quepone,los fondos en el perío- crédito; yo, que no puedo leer 'sin exaltarme las torpezas y supercherías con que des~ do de construccion de las obras, y se reintegi·a con réditos en los años de disfrute, que de la reduccion de los unos por cientu, se vieserán una p,arte de los de la concesion á la ;ie jugando por t~dos con ~a b~nra ~el paii;:, que es su crédito, llevana mis exigencias provincia; 2. 0 , la provincia que pone su con32 TOMO 11.

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hasta el punto de ·pretend;r que ni ~l GQ-'-. neral' de nuestros labradores, que cogen mns litbrnndo 1:nucho y mal, que lo qee cogerian bierno, ni nadie tuviera autoridad para dislabrando menos, pero bien, . poner, reformar, ni menos suprimir los arEsto es otra cueslion como la de las siem. bitr.ios de un ayuntamiento ó provincia, bras claras ó espesas, en que la doctrina escomprometidos en un contrato. Procédase tá reñida con la práctica. Detengámonos un con cuanto detenimiento se quiera hasta conceder la· autorizacion; 'pero una vez conpoco antes d_e fallar, que si las consecuencedida, .una vez contraido.sobre 1:'-lla 'un com- cías que sacan lns prácticos estúfl exagerapromiso de crédíto, respétese aun basta por 'das, algun fundamento sólido 5 racional los mismos legisladores; que si para todos tienen sus .premisas. Pero el hecho es; para nuestra discusion deJJen de ser sagradas las leyes del hono r nacional, para nadie deben serlo mas q ·e· actual que la sobra. d~ tierra produce la' labor htrga; y que, mientras que estas sean para sus representantes en Cortes. posibles, por la falta relativa de poblacion, •Tales son los pri·ncipios capüales de mi la asignacion de cien obradas de tiena á un sis-tema en esta parte de la aóministracion. La naturaleza de este escrito no me consien- par de mulas hará imposible la alternativa, te detenerme á mayores detalles. · y sin alternativa no puede liaber crianza de ganados en establo. Lo que sí puede haber es ganado lanar PENSAl\UENTO SESTO. lNDIPERENCtA ó mantenido en el barb_echo y ri}strojera de DIF!éOLTAD QUE ESPERIMENTAN LOS LABRADORES verano, -y con algu nas legumbres v sus paEN LA CRIANZA DE GANADOS. jas en los peores dias ne invierno. • Suele obser-varse que los pequeños hatos Este mal es efecto del sistema de barbede este .ganadp están g~neralrncnte en dos chos, qu_e caracteriza.la generalidad de nuesclases de personas; en los labradores me_jor tro cultivo. Y á su, vez, el barbecho, que con tanta acomodados, ó en meros pastores. Pocos labradores de una yu nta tienen ovejas. rnjusticia se supone hijo esclusivo de nuesAca.so procedr. de q lH' en las ciew obradas tra ignorancia, . lo es, por lo comnn, de caude ti erra de su laliur F- olo podría ma • tener sas. naturales, exageradas, -convengo, por el un pequeño núm(~To dr. ellas, qul' no le su. espíritu irreflexivo del cultivo puramente fragaria los gastoi:: de p:i storr.- y contingenpráctico. - Muchos, muchos años han de pasar, en cias del ganado. Pero si se asoci nr:1 11 tre~ ó cuatro de esmi júicio, para que este sistema varie entre tos labrado res, podri a11 poner ::;u parle en un nosotros, aun allí en donde sea posible eshato como n, con un stJ\11 p~:f\tor, á ganan.a. tablecer la alternativa. cías y pérdida~ propon:Í•H!ad,_s-. Lo creo .así, pbrque sobre tantas razones Por este mr 'Iio, sobre m:is recurso:, para el especiales y puramente agronómicas como lo hacen temer , existe otra de estadística~ holsilló,te • drian mas abonus para 1.1.s tir.rras. El Gobierno de S. M. podria ayu darnos para mí concluyente. á dar un paf:o en este a, !clanto nccP~ario.Tenemos sobra de terreno y falta de poParece ya incuc~li o~, able rl bu n óxilo del blacion. cultivo de la esparcr tíl , yerba de Gui tJea, en Bien que no pueda desconocerse el mayor, di versas loca.lidades Gumo forrnge rlr-secano. si no el mejor cultivo, y se deduzca de aquí -Haga ve • ir una reme·sa rle semilla-_para la verdad, .que lo es, del aumento de nuestra repartir en provi • cias, y ayud émosle•nospoblacion, todavía es cierto (de mi pais haotros á repartirla, para distribuirla mas blo, y juzgo que sea general en lQs que se despues. · · le parecen), auq es .cierto, decía, que á una El ensayo debe hacerse en buena can•labor _de un par de mulas le corresponden tidad. . cien obradas de tierra , cincuenta á cada hoDe este modo, acai:o puede qué sacáramos ja próxímamente; y si están las tierras cerdos buenos partidos: uno, el principal, de ca, mas, hasta sesenta. . facilitar la cria de ganados por la adquisiCien obradas de tierra no pueden· labrarae cion_del piensb; y oLro, que, ~un continua~.en regular alternativa con un par de mulas. do la labor de cien obradas, algunas de!:itI_~Aun para labrarlas en barbecho, hay que narian á la esparceta, y el resto se labrana andar de prisa, midie • do, y no contemplando el tiempo; midiendo, y no mirando á la mejor para cereal. labor. Pero, aunque sea arañándola, se labra y siembra mas tierra; y es preocupacion ' ge-


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á la exaccion, al de comercio, cu lo cual, PENSAMIENTO SÉTIMO. "¼L POCO Al'RECJO este, la industria y · la agricultura tendrían QUE LA !D~HNlSTRACION LAS LEYES HAN tanto que ganar. TENIDO LAS COSAS DEL CAMPO . En efecto, señores; ¿qué es un ministerio . Con la seguridad que tengo de que autoridades y personas respetables de di versas de agricultura y comercio, sin la discusion ' y la prqpuesta de aranceles? ¿Qué medios partes del Reino, bao llcodido al Gobierno le quedan de cumplir el ohjéto de !'U instidé S.M. con la esposicion respetuosa de los tuc100, que es el fomento de estos ramos? males que llueven sobre la agricultura, proEn mayo de ~ 84-7 (nótese bien "la fecha") cedentes de la tercera parle del Cód igo peconsultaba al Gobierno el Consejo, la connal, ó sea el lil;>ro de las tallas; coo la seguveniencia de formar _cartillas agrarias; en ridad tambien de Jo adelantado que se halla 16 de junio del mismo año, recaía la real el proyecto de guardería rural, ó del cam'C" órden di spo niéndolo. po, que el Gobierno encomendó al Real En abril de 184-8, consultado sobre la Consejo de Agricultnrá, y este, por medio de conveniencia ce! establecimiento de las Junsu celosa comision , redactó, y.se ha publitas de Agricultura, no solo evacuaba el incado pi:ovocando coni-ullas; de acnerdn, coforme pedido, sino que proponia_la reunion mo estoy, con In cscuci,11 de este proyecto, debo limitarme eJt los particulares referidos de la presente Junta gP, neral, ó Congreso de Agricult.ura, que posteriormente h-a soliciá dos cosas.-Una, encarecer.al Sr. Min istado tambien, con el celo que tanto la distro de Agricultura la conveniencia de pedir tingue, l·a Sociedad Económica de Madrid. al de Gracia '" Jw;tici a la revision del libro Nada mas lejos de mi ánimo que defraudar 1!. 0 ó de las hÍltas, del Código penal, en lo á esta la mas mínima parte de sus merecique dice relacion á lo.s nieoes y frutos ~el das glorias. Lo que sí hago, es revindicar campo; estableciér;dose la mas pronta, libre, la -participacion en ellas en nombre de la desembarazada y eficaz rcpresion y castigo verdad y de la justicia. Los títulos cons_tan ?e los daños.-Y: otra, que trayendo S. E. en el libro de acuerdos, y en las consultas y a tela de resol uc10n el 111encionado proyecdictámenes suyos, que el Consejo ha exa~ito de gúardería rural, deban los labradores nado y posee el Gobierno de S. M. Vendr_ian á su celosa administracion esa garantía de 1 de cierto, si alguno pusiere en duda la se~~ridad para sus bienes, frutos 1' pero nas. asercion. r~o puedo escusarme taru poco de presenEn cuanto al código rural, con ocasion de tará la Ju11ta algunas co niürtericiones de un espediente sohrn acotamientos, esposo el otra especie. Consejo la misma opinion que yo voy á tener Desea n muchos la formacion de un códila honra de someterá la Junta. Que no era go rural. Yo les acompaño en el deseo, peposible ni conveniente la reduccion de un córo acaso disien to en los medios de ejecucion. digo rural que no fuese una lógica deduccion ,Disiento, seiíorcs, con opinion autorizada, de los principios corisignadcJr en el civil. Opipor lo mismo que no es rnia, sino del.Real naba por tanto, que pues se hallaba este en C_onsejo de Agricnltura, Industria y Comerel telar, se hiciese presente al Gobierno de cio, á que me glorío de pertenecer. Esta alta S. M., que la comision de códigos se entencorporacioo, que á la ínmediacion del Godiese con el Consejo, para que se consignabierno, y reuniéndose en este . mismo sitio, sen de tal manera mas conveniente aquellos es asesora del Ministerio y de la Direccion principios en el código civil. en estas materias, modesta hasta la demaNo solo" el Ministerio de Comercio, sino el •SÍa, ni es por de!'gracia suficientemente code Gracia y Justicia y aun la misma Cominocida, ni ha cuidado de revindicar los títu• los de gloria que cuenta, y los que tiene á sion de Códigos, recon ocieron uná-nimes la alta razon de la propu_esta, y admitid3: en la gratitud de loi> agricultores. Citaré algutúdas sus partes, comumcándose la Real reno~, aunque de paso, péfra venir á recaer en so lucion de S. M., para que con este objeto el que es objeto de esta considcracion. Reclamó el Consejo, y obtuvo del Gobier- se comisionase á un individuo del Consejo, y su se.ccion de Agricultura, lo fue en efecto no la incorporacion del ramo de ganadería el Sr. D. Josi l\iARÍA CAvEnA, digno vocal de al de agricultura, y la reuoibn de la indusesta Junta general de Agricultura, á quien tria á. ella y al comercio, de quien sr, halhpor lo mismo, por la amistad con que me ha funestamente divorciada. honra, y por innecesa rio cuando se profiere Tarnbien ba elevado diferentes consultas, p~ra que el ramo de aranceles pase del l\li- - su nombre, escusaró todo elogio. Digno es este encargo del discípulo premsterio de Hacienda, á quien solo corresponde la parle fiscal, lo que es concerniente dilecto del gran JOVELLANOS, que ni en

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su i I ustracion necesüa mis ~onsejo~, ni en su infatigable laboriosidad, mngun .género de estímulos. ., Si hablo, pue , de ellos, es, un primer lugar, porque tengo sobre el asunto las. mismas convicciones que ~l Consejo; ";f J?Orque no se acbaque' á fa1ta lo que mesta m puede estar olvidado. Además, labrador ,-yo, y víctima, como todos ~llos, d~I desuso ~ del silencio de las leyes en mucha~ cosas, siento en r,li la apremiante necesidad de desahogar la pena con que veo los_ atrop~llamientos de mis sembrados, 1a rnsegundad de mi~ bienes rurales. En e Le- concepto, digo, señores, q_ue s~ri_a oportuno se consignaran en el Gód1gn civil los principios legales que constitu~•eran el derecho en los puntos principales referentes; á saber: Al dominio de la tierra y de s~s fr~tos; que comprende en sí, para el prop~etario, la libertad de cultivo, la de recolecc1on, la de arrendamientos y cerramientos, la de pasturajes de sus campos. . A la obligacion mutua de los cohndantes á los deslindes. Al uso, descubrimiento y aprovechamiento de las aguas para el riego. Al disfrute de los pastos comunes. A las servidumbres, y señaladamente á las de paso. Al respeto y consideraciones debidas, á los gentes del cultivo, á los frutos pendientes, á las labores de. sementera y recoleccion y á los sembrados. A la guardería, jurü:diccion, pr9cedimientos y penas por las cosa del Cf\mpo. · A los usos y abusos de espiga y rebusca. . . A la caza:! pesca. Declarados estosJerechos al Código civil, desenvueltos en el rural, sancionados en el pen¡tl, esplicados, protegidos por Ja ,administracion y sus agentes en los reglamentos, las propiedades rurales dejerán de estar á merned de todos como si fueran de concejo, y economizándose perjuicios y gravámenes al labrador, podrá serle mas eco'nómico el coste de sus productos.

.PENSAMlENTO OCTAVO. BAGAJES. En el dictámen de la comision que he teni\io el honor de presidir, quedan descritos los cuantiosos males que se irrog:tn á la agricultura en este ramo, y sí• es cierto que aun pudieran pintarse con mas vivos y peores colores, lo es tambien que hasta lo dicho para que el Gobierno de S: M., en su justificacjon, acoja benévolo tan sentidos

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clamores de la labranza española, y la otorgue el alivio que ha menester. En mi opioion, yasigoiticadaenotraocasion á S. E., este servicio púhlicodebeconsiderarse en el pres upuesto general de ga:1tos de! Estfldo, y, pesar así menos esclusivamente sobre la agricultu ra.-Con idcrado en sus dos conceptos de servicio ordinario y estraordinario, podría asignarse á la admi'... nistracion militar y contratarse por ella éomo los demás servicios de las tropas. Tal es mi opinion, en que iu is(o por creerla mas ju ta. No _ignoro que en algunos puntos está contratado por los pueblós, ni los términos eu que lo está; pero no encuentro la razon de justicia, por lo que esta é&rga deba de ser provincial y municipal, cuando el sen•i~i~ de las tropas que la recla_ma, es un .serv1c10 general. Por esto, y porque á toda costa debe evitarse que continúe desempeñándose del modo en que generalmente se desempeña, ruego otra vez á nuestro buen Sr. Ministro de Agricultura que al discutirse. en los consejos de S, :M. la formacion del presupuesto inmediato, reclame y apvye con su j ustificacion y con sus luces e ta respetuosa pretensiou de los labradores españoles.

PENSAMIENTO NOVENO . lMPUESTOS .SiSTEMA GE 'ERAL.-lNMOEBLES.-CONSO. MOS.-IhroTECAS.

Primero:-Sistema genPral. Si se recuerda, señores, que doy un parecer que se me pide, no se interpretará como un discurso de oposicion. Espongo, pero no declamo. He sido franco para juzgar, y seré noble para no ocultar !oque deseó como mejora. Mis principios en admini tracion fiscal serán erróneos; pero son los que profeso; con ellos he de hablar. 1\1.i juicio de las cosas no se ha de entender por injusticia hácia las personas. Ni la divergencia en un particular esclu ye la coincidencia en otros. Cualesquiera que sean los males.que hemos señalado como procedentes de las novedade~ admitidas en-1845 su introduccion declara un mérito sobr~saliente en el Ministro que tuvo el gran valor de plantearlas, y en los altos funcionarios que le auxiliaron en la redaccion de tan laboriosas instrucciones. Yo se les reconozco, y me complazco en proclamarlo. Cumplo en ello con un deber de ju'-ticia, y nada puede ser mas grato para quien tan sincesaramente dese~ y busca el bien del pais. Vamos ahora á la cuestion. Cediendo á la esceleacia de las doctrinas, decíamos en la primera parte, preferimos las


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contribuciones directas: respetando la sitiiacion de nuestra Patrict, aceptamos las indirectas, y entre estct la de consumos. Es Lo quiere decir que no coro bato el sistem_a mislo. ¡ Dijimos taro bien, queno era rruestro inten-

to entrar en la cuestion potltica del presupiwsto ni aun en la general administrativa. Eslo equivale para mí á prescindir eu este lugar de la cantidad total del de ingresos, 1· de su dislribucion en el de gaslos. Dijimos por último, que hallábcimo$ los mqles en la·s b1struccione.1 en general; y refiriéndonos á consumos, en el sistema especial de

ha los cupos ele los pueblos: en inmuebles se sometió á las rnputaéiones, y ahora á los Administradores -é Inteodentes.-E-n utensilios, las cuotas inct'ividualcs, las sañalaban los ayuoLamicn_tos, sin relaqiones; y ep mmu ebles, las juntas evaluadoras rep11rtidoras, con ellas.-Cuales son pues las diferencias_, cuales fueron las innovaoioóes- en la esencia del impuestQ, y en sa reparfüniento?, Tres principales: la cuota, la introduccion d_e

las d1putáciones yjuntas 1 y las 1:elaciones. '>'

Justo era un aumento en la cuota, porqµe era debido. El EsLado lo necesitaba, y la riqueza territorial págaba muy poco. . Fuéen mi juicio equívocada la iotroduclas tarifas por escalas de poblacion. cion del eleme'ILO popul a r en los dos últiEstos recu erdossún aquí muy convenienmo~ grados del repartí miento. Los pgeblos tes para mantener en sus justos límites las contra las capi la les en las di potaciones, los indicaciones de reforma que considero posivecinDs contra los forasterbs en los pu!lblos, bles, y con la mejor buena fé deseo. y en toda s parles e\ espírilt1 de partido, el Todo lo que se adelanta en el verdadero egoí smo de las clases, ~' las euemistades pouocimieoto de la materia ioponible, lodo pen,onas, no µodian dejar de producir esas eso se ganará para caminar hácia la juiciofunestas violencia<,;, que indisponiendo lns sa y paúlatioa reforma primero, y supresion {rni mos, fermenla soliviantando hs pasionés. desp.ues, del impuesto sobre consumos. -Tarde .se ha reconocido y malamente se Y si, como yo créo con la mas sincera y l!a remed:ado, lo que en patte se ha intenpro fu oda conviccion, la proteccion del" traba.fo nacional (y ya_he manifestado lo que enliqo- tado remediar. Quede-enhorabuena en los intendentes ó administradores el reparti1(\o po.r protecc100) crea entre nosotros la inmiento á los pueblos; que sin intereses en el dustria fabril d~ _que parecemos, y de\'arropais, sin resentiiuieotos qt,e vengar en él, lla lamas económica y abundante produccion sin envidias que envenenen sus resolucioagrícola que no poseemos, y en que podenes, -esos menos elementos de agra vio tenmos abundar tanto mas; podrá llegar un drán contra si los pueblos contribuyenles. tiempo, en que el rendimiento de nuestras Aduanas. cubra grao parte de ,as atenciones Pero legalícese la disposicion .-Y ademas, por el credilo del Gobierno )' en ~borro de públicas, no ya solamenle si contribucion de gastos y vejaciones para el contnhuyeote, consumos, pero aun con alivio de la terríto-• aµresúrese la admioistracion á eYitar la arrial. 1.Jitrariedad de sus agentes. - o Reparta Y. Sin las terribles pr_eocupaciones que me como Je parezca,» no se dice á nadie ni por representarían hoy en la libre competencia nadie. a Reparta V. por tal regla fija.» esto el sepulcro de todo trabajo en mi patria el es lo q e corresponde decir á un Gobierno. eja. de ,mi sistem,a rentístico le ve ria en las Es i'ltinitamcnte menos dañosa la injustic_ia Aduanas.-Basta eb cuanto á si tema. por inexactitud de una base cualquiera, que Segu • do:-lnrniiebles. la producida poi: tal arbitrariedad. Hemos censurado pri'nciµalmente en esla Hemos dicho antes lo que ofrecen de ocontribucion, lo que se llama sistema de, relaciones. A.llí dijimos el por qué. Pero aña- dioso las relaciones como sistema. Busquémos las ahora en la marcha de los repartimientos diré ahora para motivar Ja reforma. para 4ooocer su influencia en ellos, y j,ozgar · Fuera de mi estudio, sin libros, ncitas ni si es precisa su conlinuacion ó no. auxiliarés para este trabajo, l'á::il será que ¿En cuál Intendencia de provincia se han incida en alguna equivocacion de' datos. Lo reunido las relaciones de su¡; contribuyensentiré porque yo siempre discuto de buetes? Acasq en ninguna. No exist~n tampoco , na fé. ¿Qué. era la suprimida conlribucioo de· por consiguiente en la adminislracion cen tral.-1-ocgo aun cuando concediéramos que utensilios? ¿Qué es la de inmuebles, que se l&s relaciones fueran evangelios, serian como introdujo· en su lugar? han sido, estériles á la administracion proConvienen ambas en su esencia de terrivincial ,y central, para estractar de tilas la toria1.-En utensilios, el Gobierno señalaba verdad de la riqueza parcial y general.los cupos provinciales: en inmuebles tamLuego tambien serian, como han sido, inúbien.-En utensilios, el Intendente señala-


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tiles para ilustrar el fall de las oficinas, en

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por la administracioo, que lo desempeñen las reclamaciones de agravios. . los homl,res de fandtad, publ \cando sus m.eLas reJaciones, en donde ~e 'han dado, solo diciones y val.oraciones y oy,endo la rcolahan servido bien ó mal para'. el arnill ana- 1~acion del interés indivídual. Enlie11clo que miento del pueblo; esto es, p·ara el reparti- ¡¡1 se contara con nuestros cuerpos, co rporamiento individual. Estos amillaramientos son cíoues y clases facullati vas, se eucon traria los que se presentan á la aprobacion de las nún.,ero bastante ge prácticos ilustrados á intendencias. La aprobacion, pues, que no quienes encomendar el desempeílo geo mépuede recaer sobre la equidad de las cuotas, trico de la operacion. porque carece la-admin1stracion de las relaPuede qne no dej ara de ser; económico paciones para compararlos; la aprobacion di- gar este trabajo á un tanto por· medida de go, so)o puede recaer sobre la forma del a- .tierra, hecha con las condiciones de Insti;ucmillaramiento. cion, y quedando de 'cuenta del medidor las Este trámite será una ~uena práctica para modificaciones por error. la>uoiformidad escrita debna operacion maSin disputa se puede asegurar que ganaterial; pero no es como ser débia, u na garanríamos en tiempo. ¿ Perderíamos en subastía de equidad para la cuota_del contríbutar la medicion , clasificacion, deslinde, deyente. El intendénte aprueba la forma, pero lineacion .y pla nos con arreglo á condiciones no la justic1a del amillaramiento. espresas estadísticas y_de facultad? Creo que no. , De este modo de ver deduzco que puede omitirselaexaccion de,·elaciones. Mas delas Pero no se olviden las, exigencias del cacuatro .quintas partes d_e nuestros pueblos, tastro, y constituyase el cuerpo de geómeqientan una poblacion hasta de quinientos tras que le han de mantener. En la escuela vecinos. En pocos de ellos deja de ser notopreparatoria, cuyo buen pensamiento es de ria la hacienda que cada contribuyen~e po- aplaudir en el Gobierno actual, tenemos ya - see. Lo que hay que conseguir es que á cala que los puede prodl!cir, sin que por ahora da cual se le pon~a lo suyo, n-i mas ni me- sean necesarios los gastos de fundar otra. nos, Qi- mejor 11i peor que lo que sea. Y viniendo á la Instruccion, parece Justo · - No veo medio de asegurar la religiosa y conveniente s·uprimir la responsabilidad mancomunada de los contribuyentes al t;Upo exactitud de esta operaci'on, mientras que los ayuntamientos carezcan del catastro mu- de la provincia. Por el moroso de mala fé nicjpal. · responde su finca; y en cuanto al verdade'ramente fallido, si fallido quiere decir perclidc, En el ínterin que se adquiere tan indispensable base, para la equidad del reparti,- en su riqueza para contribuir, á riqueza que de3aparece cuota suprimida ; que porque el m1ento, opino yo que se remediarían basuno se pierda, los demás no ganan; y es sutantes injusticias del individual, di sponienponer que ganan el exigirles la contribucion do, primero que las juntas repartidoras, se ~ . reformen en el personal, adicionando las vo- del que se arruinó. No se presenta -menos just~ la.reforwa del cales, no sofo vecinos~· for asteros, sino tambien por clases de riqueza imponibles.-Se- articulo que dispone se imponga á las fincas, gundo: q·ue estas juntas se limiten á empa- no por lo que producen,. sino por lo que dedronar la riqueza por géneros ó clase, dis- - bieran producir etc. Si lo dispuesto en instribuyendo entre esta proporciona.lmeote la truocion fuera justo respecto á lás tierras; lo seria taw bien respecto á todos los demás cuota del pueblo.-Tercero: que- estas cuotas por géneros ó riqu~zas, se repartan por capitales con tribuyen tes; y en tal caso procederia imponer á los capitales de la fabri· la corporacion correspondiente entre sus individuos.-Cuarto: la reclamacion _de agra- cacion y del comer•cio, no por lo-qué p'toduvios por la junta -á la clase, ó por la clase al cen, si.no por lo qu~ pueda.o producir. . Creemos haber demostrado en el ínfürme individuo, seria atribuciou del Ayuritamiento 'con apelacion á la intendencia, resolvien- de la comision que la exencion de las nuevas do aquel y esla, en sus casos, con presencia plantaciones, lejos de sflr ex.encion, es un de los empadronamientos respectivos, lle- recargo. En justicia, pues, deben reformarse esas disposiciones con arreglo al buen e,,;cbos·por las· juntas y las'clases. Es altameute conveniente y necesario, a- píritu que las dotó. En buenos principios de celerar cuanto se pueda la formacion del -ca- , ad mio is tracio.o puede pecarse de generosos con el cultívo ; que tanta. proteccion ha metastro. · Pártese al organi zar este ramo importan- • nester, para co·n sus progresos aumenLar la materia imponiple suya, .Y de la propiedad . te de los· únicos principios que pueden darle El crédito de nuestra administracion, tanacierto é imparcialidad. Sentadas las bases


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to como la conveniencia de los contribuye·n tes, reclaman que se caracterice ese impuesto , generalizando para Lodos la cuota de perccaucion. ¿Es cierto que esa cuota no esccde, si llega, del 8 ó Y por 100? Pues entonces están perjudicados los que pagan el 12, y con los recargos el H. ¿Es cierto que el doce alivia á los que le pagah? Pues entonces están gravados los demás.-Una contribucion directa no ruede dejar de tener uno de dos carácleres: ó de tanto por ciento fijo para el contribuyente, y en tal caso será de producto eventual para el Tesoro; ó de producto fij o para el Tesoro , y entonces será de tanto por ciento indeterminado para el contribuyente. Esta última parle del dilema es la ocasionada á los agravios de la arbitrariedad : la primera es la que guarda mas consonancia con la equidad de la buena admi nislracion. No repetiré lo que ya liemos dicho en la primera parle respecto á la buena razon que acoñseja comprender en la medida del 12 por 100 al cultivador forastero. Tercero: Consumos. Por las consideraciones r¡ue dejamos espuestas en la primera parle , opino que se debe reformar, ó mejor dicho si,stituir , el sistema de tarifas por escalas de poblacion con otro mas arreglado á justicia. Opino yo que lo seria el que, prescindiendo del número de la poblacion, mírase solamente á las utilidades del género ó la espe, cie en su venta. Me esplicaré. Fijaria primeramente la can titad total, que para pa1"t1da del presupuesto de ingresos, necesitaba obtener de los consumos. Estudiaría la estadística de la poblacion del Reino en su número y en su distribucion por éuebl_os y profesione,s .. Estudiaría la estad1st1ca de productos afectos á consumos, en la totalidad de la produccion, y en cupos por pueblos y clases de cultivos, con todo el detalle que me permitieran los medios de actualidad , aunque no al canzasen el rigor de la exactitud. fü~t1diaria por localidades el coste de la produccion de las especies sujetas á consumos, y recoge ria los precios comunes de venta, dosconlados portes y derechos. Con estos estudios, ádquiriría los conocimientos necesarios para resolver, con alguna probabilidad de acierto, y no á ciegas, el ·problema 'de consumos que, en mi juioio , pu ede enunciarse en los términos siguientes: Dada ld cantidacl que necesita el Tesoro co-

venta, segun los datos de procluccion y arrastre.

No puedo yo, mero particular, reunir los antecedentes 'necesa rios para deducir, los números en que tratarse esta resolucion ; ni me incumbe llevarla hoy hasta ese estremo. Pero P.n principios puede decirse que el tanto del derecho ó de la imposícion dependerá, no_de la escala de poblacion, sino de su c1ase., de stt di~Lribucion por l;is comarcas productoras de las especies, de la siluacion y entidad relativa de los cultivos, y del coste de la produccion. El modo y el grado en que cada uno de estos e\fnnenlos influyen y deben computarse al razonar la resolución del problsma, no es de esplanar, me pat~ce, en ' esta ocasion. P~ro adóptese para sistema de consumos el de tarifas por escalas de poblacion , ó el de tarifas por utilidades en la veuta; el impuesto lend rá si~m pre su carácter especial, y las Instrucciones de recaudacion se resentirán de este carácler.-Es decir, siempre serán embarazosas contra el movimiento del tráfico. ¡Grande es el sacrificio que hacemos ' al conocimiento de nuestra situacion rentística, cuando nos resignamos á aceptar este mal como menor! Véamos, no obstante, en cuanto puede minorarse, sin perjuicio, y acaso con ventajes de la recaudacion, alivio de la agricullur11. y justicia para Lodos. s.¡ es proteccion equivocada la que se dispensa á unos á costa de otros, enmiéndese la er¡uivocaciou que se padece en nuestras tarifas de puertas y consumos, protegiendo las demás producciones del país á costa de la agricultura. Esta carreccion de las tarifas para ser justa, debería verificarse en el número de artículos y en la cantidad del derecho impuesto · á cada uno. En cuanto al número de artículos, la agricultura no pide ri~or contra nadie, pide, sí, · compasion para ella. ¡En inmuebles se la amillaran basta los estiércoles de sus·yuntas• d~ labor ; y en puertas se la cobra entrada hasta por los huevos de las gallinas! En la pre1osa, en la tribuna, en los Ateneos hacemos alarde de todo lo que sabemos -y podemos, y hasta nos enemistamos disputando si á los productos estrangeros se ha de exigir un derecho de 20 á 25 por 100 . ¡Y nos desdeñamos de estudiar el doscientos que se exige á los de nuestra agricultura en las tarifas de consumos y de puertas! Sepa la bondad de la Junta disimularme este pemo ingresos por consumos, de.terminar el de- queño estravío.-Vuelvo á la cuestion. La correccion de las tarifas podria verifirecho que se ha de imponer á cada especie, en proporcion con la utilidad que produzca su carse:


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4 . .,0 - Escluyendo de las de puertas todos dad inalterable ele ingreso, sin qua la HaJ Jos productos agrícolas que no pagan en las cier.da, para recaudarla, haya menester de _(je consumos propiamente dichos. ¿Qué ravisitas, aforos ni resguardos. zon hay para que las poblaciones .de derecho Solo los necesitará para y por la parte de de puertas consumán esos ·productos con un consumos en admini tracion . .~obrecargo de derechos que no pagan ·los ' ¡Cuál es la del impuesto de consumos que demás e~pañoles? corresponde á lo' admiui tradores? o la sé 2. º Rebajando los· derechos en ambas tilen números.-Sé que entre los diez y nueve ,üfas oe puertas y cC1nsumos. • ó veinte mil pu_eblos que contarnos, los diez 1.a gran demostracion de que los derechos y siete mil, pr()ximamen.te, no pasan de quiolLos <li Diinuyen -el consumo, bien porque nientos vecinos, y que en ellos, principallos con su mi dores de buena fé se retraen de mente, regirá.. el encabezamiento. Deduzco adeudarlos, ó bien porque. los de mala fé se que tarnbien regirá este sistema en la mayor surten de úoolrnbando, está en la constante parte de las pueblos restantes, así porque no observacion de los escasos rendimiento de son muchos los que tienen derechos de puereste impue -Lo eo donde los derechos son estas, como que los pueblos prefieren un encesivos, comparados con los que producen cabeza miento malo á una administracion en donde son mas. módicos. buena . ' No quiere dccii• otra cosa el principal ar' De aquí concluyo que, respP-cto á pueblos, gumento empleado para la reforma de aranla gran mayoría de ellos están encabezados; celes. · que del re to , los mas, estarán en arrendaPues -ya que le admitimos para la impor:miento; y los menos, en administracion. tacion Je! estrangero y aumento del producPues bien, supuesto que, con tan pequeña to de aduanas, apliquémosleá la importacion escepcion, el irnpuesto es ya de rendimien de los pueblos en nuestras ci udade~,. y rcnlos fijos para . el Tesoru, resuélvase la Hadi rán mayore productos en puertas y concienda á que lo sea en toda su es.tension, y sumos. óplese por el encabezamienio en general, deEn p1Jnto á Ja designacion de artículos ó jando á los pueblos la libertad de llenar su especies que deban sujetarse á este i mpuesajuste pqr los medios que á las ci rcunstanto, bien veo cuan antigua y general es la • cias de cada uno sean mas adaptables, y es'práctica de preferir los de consumo mas enlableciendo en una ·corta y l)ien. metlilada t~ndido. No se !lle negará, sin embargo , que lns.truccion las bases de eleccion para estos tanto en las concesiones de ll'iillones, coruo ro~dios, en lo que.respecta á las garantías en el µensamiehto de provinciales y demás de equidad para productores y consumidores. semeja oles, se mi raba á la exaccion con preP~ro si no reformándose por este ú otro ferencia. á Lodo. .órden el impuesto de consumos, hubiese de · No queremos nosotros <iesateoderlo, y creecontinuar como está, yo propondría al Go.riamos servirla mejor adicionando á esos bierno de S. 1\I. se dignara disponer la i·earJículos qóe afectan mas ál consumo necesa- vision de las {nstn¡cciones vigentes, y reforria de t/Jclos, otros articulos que solo intere ·- mar, en alivio y desembarazo del tráfico y san al consumo supérfluo de algivnos. economía de violencias para los vecinos, los Designado& los artículos, moderadas las particularés siguientes: .ta;rifas cuanto cupiera en un cálculo pruEn un contras~ntido que lo:¡ derechos de d.ente, procrderia suavizar las Instrucciones puertas afecten á los arl'abales si,tuados fuera de ,reclludacion éuanto fuera posible, sin per- de ellas. ro és posible que la administracion Judiyar lo~ ingresos. . , verifi4 ne por sí la. exaccíon, sín gra udes cosLos d~ consumo se muev.en dentro del tes. sin escesivas v violeHLas ·precauciones, círculo ti·aza:do por la admioislracion; el ary al fin con escasa recaudacion. rien(io y los encabezamientos. De1·ógue11se lp 9 arriendos por ramos, con Si bien se estudian estos medios <le rela esclusiva de la venta. La administracion no caudar por cpnsumos , se ve que siendo el na considerado, sin duda, que el concederla impuesto, -por su naturaleza, de: prodnctó á un arrendatario, le concede lo qtte elfo miseveutué\i p;ira •el -Te..soro, solo O\Wserva este ma no tiene, ni puede hacer. ¿ Puede la Haícarácter en les consumos por adrninistracion, cienda · monopolizar , por sí , el est-anco del pero que le pierde, y se cambia en impueslo vino, de la carne, ni de artículo ninguno de de producto fijo para el Tesoro, en los conlos de consumo? No. Pues tampoco puede sumos arrendados y encabezados. autorizar en nad ie ese monopolio. Y porque · Es decir que, sabid.a la suma de los arno. puede, procedería de derecho la cl.erogariendos y encabezamientos, ella será canticion..que propongo. (Se concluirá). 4


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NOVENA. COMISION.

Conclitye el voto particular del Señor D. Mariano ilfiguel de Reinoso sobre las causas que contribuyen á que muchas de nues(ras producciones agrícolas sean mas caras que las de otras naciones {1). Quiero suponer que se tropiece con difi,cultades razonables, que yo no alcanzo, para convenir en esta derogacion. Pues en tal supuesto, propondria qu~, por lo. me~os, se imponga al arrendatano la ohltgacwn de surtirse <le las localidades, para evitar, ó la r..uina. ó grandes desfalcos para los productores de ellas. Déjese mas libertad á la fabricacion agrícola-industrial. Si yo pensara en establecer una fábrica de 1tguardiente en mi pueblo, desisti ria, temeroso de que los agentes de fa administracion vinieran á visitarla á media noche. ¿Me seria posible idear ni ensayar economías en la fabricacion, cuando ni puedo alterar las horas de trabajo, ni la cantidad de vino que destino á la quema, ni la capacidad del alambique etc., etc.~ siu llamará la ad ministracion para descubrí ria irnprescindihlemente mi secreto, y perder con él lo. probabilidad de la ganancia de mi invento? Las disposiciones vigentes, señores, impedirían todo progreso en la fabricacion; y en estas materias, .como en todas, et que se queda atrás, es uictima de su atraso. No es ocasion esta de hacer n0Lar todas las reformas que pueden introducirse en las Instrucciones de conswmos, sin pérdida para los ingresos, y con ganancia pari la agricultura y el tráfico . Basten, como índice de las principales, las que hemos significado en la sustitucion de tarifas sobre escalas de poblacion, por las tarifas sobre utilidades de fo 1,1enta ; re(arma de artículos y de <;ttolas ; adopcion general de los encabezamientos ; libertad racional para elegir los medios de cubrirlos ; supresion del monopolio de la venta en los ari-iendos por ramos ; menos embm·azos al progreso dP._fabricacion agdcola. Cuarto: Hipotecas. El objeto esencial de la adminístr:wion en este ramo debe de ser el de concurrjr con Lt 1egislacion á destruir los ob5táculos que se -0ponen á la tendencia de los capitales en favor del crédito territoriaL ·Su carácter esencial es menos el de eontnbucion ó impuesto, que el de establecimiento de garantía legal y justificativa del estado (~)

Véase el núm. anterior pág. 364. 0

-1 DE NOVIEMDRE DE -1849.

de 1a propfodad en todos sus movimientos. Dice relacion íntima con el catastro, y debe ligarse en i;u régimen ofieinal con el de las contribuciones directas, para tomar de estas los elementos de publicidad, especialidad y evaluacion que deben distinguir esta parte del sistema hipotecario . Tal es el carácter con que le hemos estudiado en los autores mas acredítados que han escrito sobre esta materia. De la antigua enagenacion de oficios por la Corona, procede entre nosotros el hecho de que hoy veamos el desempeño de los oficios de hipotecas en manos de los dueños de aquellos oficios. Obvios los obstáculos que de aqui pueden s.urgir, para que esta inst1tucion llene su objeto, yo rogaría al Go!Jierno de-S. M., se dignara disponer el estudio detenido y profundo de materia tan interesante, para proponer en sri dia la reversion de esos oficios al Estado, previa indemn-izacion efectiva. Propondría tambien que, conseguida la reversion, se organizara el desempeño del re"'istro de hipotecas, de tal modo, que las dilaciones de la formalidad, lo voluminoso e incierto de las éw·ituras, no fuesen órígen de .embarazos, retai·dos y gastos desproporcionados en las transacciones civiles. El detalle de las mejores disposiciones que para esto pueden adoplarEe, ni cabe en este informe, ni es desconocido para nuegtros hombres de administracion. Por último, propondría se estudiara como impuesto: Y mi opinion seria, que limitando la cantidad de este, á la meramente necesaria, para cubrir los costes del servicio público de hipotecas, se impusiera y exigiera con toda la independencia posible del secreto de fami1 ia, tan delicado y trascendental en los espedientes de tes~amentaría . ¡Siempre resulta, aun en el impuesto sobre herencias, que la propiedad rural, inocultable, para el tributo; y se eximen de él los grandes caudales en ~inero, que los coherederos pueden reparlirse en buen acuer. . , do y sin publicidad! Señores : concluyendo aqm la espos1c10n de mis meditaciones en indagacion de los remedios que pueden aplicarse á los males re33


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conocidos en la primera parte de este discurso, muy poco mas molestaré la atencion de la Junta. Escritas sin odios de partido, sin resentimientos hácia las personas, sin pretensiones de ningun género, . in esperanzas como sin temores de ninguna clase, son la esp resion fiel de la verdad, tal como la descubro con mis cortos alcances. y tal como la debo á mi REINA, ·que me manda decirla, á su Gobierno, que me la pregunta, á mi Patria,. que !1ecesita saberla, y á mi honor, que no me

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consiente ocultarla.-Justo apreciador de los talentos y superiores luces de esta Junta, agradezco al Gobierno de S. M. la autorizacinn con que me ha permitido someter á su di cusion mis trabajos; y sinceramente ambicioso de que ellos sean de algun fruto al país, aceptaré como un honor mas las correcciones con que la Junta se digne perfeccionarlos. Madrid 17 de octubre de 484-9 .=Mariano Miguel de· Reinoso.

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OCTAVA COlUISION.

Dictámen d~ la ini'srna sobre cerramiento de terrenos. I

j SEÑORES:

1Sin propiedad no hay agricul~ura, y sin cerrainie·nto no · bay prodiedad. <;onstituye el dominio el derecho esclusivo i:le disponer y apro,·ecbar una cosa con libertad ábsoluta, mientras su goce ño .perjudique á la sociedad ó á un tercero; de donde se yo lige q·ue, si bien la propiedad nació con el hombre, las leyes positivas la modrfican y atemperan. Cuanto mas el sentimiénto de la propiedad domirie a-1 productor, tanto· mas produetivo será su trabajo,· porque la seguridad de recoger la cosecha le sostiene 'V esta esperanza.fo hace· su~ves las faena~ del campo: 1 La falta de dicbo sentimiento 'es ca'llsa de que. los ):llenes de las corporaciones no se cultiven, ni con la roteligencia ni con el empeño que las tierras particulares; y su debilidad, cuando los derechos del propietario se bailan distribuidos entre varios .condueños, produce iguales efectos; por cuya razon debeó las leyes propender á la exaltacion éle · aqnel principio, emancipando la propiedad, ya por medio de la enagenacion, y _y~ favoreciendo la consolidacion del domrn10.

fünguna pro piedad es mas 6 menos sagrada; todos proceden de un mismo origen, y á todas protege ó debe proteger la ley igu'a lmen_te. El menor privilegio en este punto es un monopolio, del cual no puede esperarse sino el engradecimiento de irnos pocos á espensas' de la miseria general y de la comun ruina. Tambien seria un acto de injusticia, pues la ley debe descansar sobr.e la base de la igualdad. Estas breves reflexiones indicarán á la Junta de Agricultura .cua:l es el sentir de la

comision en punto á cerramientos.- La prohibicion de cerrar impuesta al culllvador era un odioso privilegio en favor del ganadero. Razones de jus~icia y de publica conveniencia exiaian la abolicion <le esta servidumbre, y con ~la la práctica abusiva de la rastrojera y otras. . Si suponemos que el propietario _no es dueño de cerrar su heredad, el cull1vo se mantendrá estacionario, porque no hay mejora posible donde el diente destructor del ganado aniquila las yer_bas, las J?lantas menores y los árboles mismos mientras son tiernos. Nuestra legislacion garantiza el respeto á la propiedad ; pero en la transicion á un estado de absoluta independencia, se muestra en estremo conciliadora de los i nt~re es divergéntes. La disposicion fundamental es el decreto de las Cortes de 8 de junio de 1813, restablecido en 6 de setiembre de 1836, en el cual se declaran cerradas y acotadas perpetuamente todas las dehesas, heredades y demás tierras pertenecientes á dominio particular, sin perjuicio de las servidumbres á que estuvieren sujetas. E-1 legislador se propuso llevar á cabo la idea de emancipar completamente las tierras de dominio particular, respetando, sin ero bargo, los intereses r.reados y los derechos adquiridos con arreglo á la fegi slacion, y asegurar á entrambos ram o¡; de la agricultura una recíproca independencia por medio de transiciones lentas y suaves que modifiquen y no destruyan. Mas como el largo trascurso de los siglos iótrodujo, con algunos derechos legítimos, abusos y corruptelas, importa en_ estremo d~slindar la usurpacion y la ,servidumbre,


387 De esta éonfusion naoon las pretensiones inciales, á los riegos, y en fin, á toda mejora consideradas de algunos, la resistencia de en el arte de labrar las tierras. Tambien otros y la perplejidad de los trib~males, que conduciría á una oportuna distribucion del por falta de reglas claras y p'recisas deciden terreno ~ntre los habitantes, acomodando las cuestiones entre la propiedad y aprovelas suertes á los brazos y recursos de cada chamiento, mas que segun la ley, segun uso familia, de manera que poco á poco se iría y costumbre. sustituyendo el grande cultivo que hoy preEn esta lucha empeñada de intereses suedomina en las provincias mediterráneas con le salir mejor librado el ganadero , porque el mediano cultivo, segun lo demandan la le protegen antiguas tradiciones, la posesion naturaleza de sus terrenos y la escasez de su inmemorial y su organizacion en forma de poblacion. Entonces, en vez de ser la ganagremio. dería, como hasta aquí, una especie de plauLos medios que la r,omision baila mas ta pa~ásita, porque, á su semejanza, se aliacuerdos para conseguir la emancipacion menta con agena sustancia, se enlazaría escompleta de las tierras son los siguientes: trechamente con el culti·vo, y las dos ramas 1 .º Dictar una ley general sobre cerrade la agricultura irían como bermanas, s·ienmientos, la cual, reconociendo el derecho do el pro)úetario ganadero y agricultor al absoluto á toda la propiedad del suelo, demismo tiempo. El iuterés privade le llevaría clare á favor del propietario el aprovechaá distribuir sus tierras entre el ·pasto y la miento esclúsivo de todos sus productos, así labor, combinando la producciou, por tannaturales como industriales, salvo el deretos siglos reñida, del pan y de las lanas. cho de· tercero ó las servidumbres. En~onces~ en fin, se vet'ian realizados en Es, 0 2. Definir cuales son las servidumbres paña los proyectos que Sully meditaba palegítimas y verdaderas, para distinguirla.s ra la Francia, espuestos en aquella sentepcia de las prácticas viciosas, y es presar en que tan sabida: LABRANZA . Y GA.NADElllA, LOS DOS títulos deben apoyarse para no confundirlas PECIIOS DEL ESTADO. Madrid 12 de octubre con las usurpaciones. de ·1 849. El marqués de Someruelos.= 3.º Eximí( del derecho de hipotecas la Pedro Antonio Cadenas.=Paulino Jimenez·. • permuta de tierras, porque de esta manera ='Manuel Colmeiro.=Agustin Esponera.= se facilitaría la consolidacinn del dorninio J acinto de Leon,=Pedro Fernandez de Córestinguiéndose de su o las servidumbres. ' doba. · 4.º Declarar redimibles las servidumbres particulares no necesarias, estimando el vaEl anterior dictámen sufrió en la Junta lor capital de los derechos reservados, y su- general, por consecuencia de la discusion jetándose en todo lo demás á las reglas es1-Íabida, las moditicacibnes siguientes: tablecidas para la redencion de los censos. Al o;iedio tercero de los propuestos por la 5.º Que esta Iegislacion sea especial para las provincias donde existen graves interecomision se añadió: «y los propietarios poses comprometidos en la gan~dería estante; dran regu!arizar los perímetros de las heen las demas el derecbo de propiedad debe redades y tierras, con lo que desaparecerían quedar exento de ..:ualesquiera trabas, que insensiblemente la multitud de ángulos y ni su origen justifica, ni su necesidad abona. 0 curvas irregulares que hoy día vemos en 6. Encargará las autoridades que se pe: muchas fincas, y que son causa en grandes n_etren bien del espíritu de la ley, y que haciéndose superiores á toda preocupacion ó posesiones del desaprovechamiento de murutina, protejan la propiedad particular concha superficie para el cultivo, y un grande tra cualquiera invasion latente ó manifiesta. embarazo para la exacta medicion catastral De este modo cree la comisionque pudiede las mismas y la justificacion del acolara el Gobierno hacer algo en beneficio del miento de la propiedad.» cultivo, sin atentar á los derechos ni desEn el medio 5. 0 se suprimió la palabra· truir los intereses de la. ganadería estante. El cerramiento de los terrenos conduciría á estante, dejando solo ganadería. la repoblacion de nuestros montes, á la al- f La comision retiró el medio 6. 0 lernativa de cosechas, á los prados artifi-


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PRIUERA. COHISIO:N.

Di'ctámen de la múma sobre el sistema que en bene(i,ci"o de la agrfrultura ~onvendrá seguir respecto de los campos comunes. y de las (,,neas rústicas de propi·os. SEñonEs: Proteger la propiedad territorial, fomentar la agricultura y estrechar los vínculos entre una y otra, poniendo en armonía in·tereses que solo pueden erecer unidos, son deseos de S.M. y la causa de hallarnos reunidos. Los que suscriben, individuos de la comision encargada de informar sobre el sistema que en beneficÍO de la agricultura convendrá seguir respecto de los c:i.mposcomunes y de las fincas rusticas de propios abundan en el propio deseo, que será la base de su informe. Tienen el mas profando sentimiento en no encont,rar unidas á las suyas las firmas de sus dignos y mas ilustrados compañeros. Aprecian, respetan y estiman en lo que valen sus opiniones. mas no les ha sido posible eouformarse con ellas, efecto si-n duda_de lo grabe, difícil y complicado de la cuest10n. . ~ara proteger la propiedad territorial, es rnd1spensable respeLarla;. y para respetarla, reconocerta, encuéntrese donde quiera. Los pueblos fa tienen indisputable en los bienes comunes y de propios. Los han adquirido por sucesiones, contratos y demas títulos; que nuestra Iegislacion reputa legítiínos. Los han adquir¡do tambien, y sellado con su sangre. El pendan de Castilla no hubiera triunfado acaso tantas veces en tan distintos paises, y contra tan di versos enemigos, sin eJ valor, constancia y sacrificios que motivaron concesiones,j usta ret ribucion de aq uellos. Siendo tan legítimos sus títulos, no puede ponerse en duda su propiedad $in esponeros á que se dude un dia de la de los particulares, sea lucrativa, de gloria, ú' onerosa la causa de su adquisicion. No seria prudente tampoco amenguar en lo mas minimo semajantes dereehos, cuando se pro.pende al establecí miento de colonias agrícolas, porque se crecería poco en la estabilidad de las concesiones, que se hiciesen al efecto,. presisamente cuando se atacaban otras hechas con iguales ea usas v mas urgente necesidad. No por eso entendemos que la accion del gobierno no deba ni pueda llegar hasta ellos; pero una accion que proteja y no oprima, que dirija y no destruya. Debe·ser la de un buen padre, ó la de un tutor diligente. Hacer que su administracion sea pura y sen-

cilla, su contabilidad clara y poco complicada, su destino el m s conforme á los intereses generales de un país esencialmente agricultor. y que los aprovechamientos comunes se disfruten con igualidad y justicia con la mayor facilidad posible, y evitando perpetuas contiendas, es en nuestro sentir el sistema que conviene. Es un 01-ror considerará los_ pueblos ,m anos 010ertas y amortizadas sus fincas comunes y de propios. Están en el comercio y pueden enegarse como todas las <lemas. Consiste solo la diferencia en que para su enagenacion, precisa ju3tificar su necesidad ó conveniencia, y adoptar prudentes medidas para evitar los fraudes á que están sujetas todas las cosas humanas, y las mismas que se adoptan en todos los negocios en que pueden ser mas fáciles. No suelen vender con tanta frecuencia como las de los particulares: sin embargo, si fuese posible averiguar _con exactitud las familias que durante el s1glo pasado y el presente adquirieron y no vendieron, teniendo libertad para hacerlo, y la estension v cantidad de las fincas, que adquiridas conservan unos y otros; resnltaria que son mas y mas estensas las de estas. Los en la época á que los individuos firm~n se refieren, no han adquirido, ó adquirieron poco; cuando las familias lo hicieron en tan gran cuantía, que son muchas poderosas, que fueron antes miserables; y muchas pobres que estuvieron entonces en la opulencia. Tal es el movimiento continuo y característico de las sociedades modernas. Estrechados los pueblos poi• las calamidades públicas, las guerras deinvasion é intestinas y las mavoresneceúdades del Estado. vendieron mucho, muchísimo, para hacer frente á ellas: de suerte que las fincas comunP.s y de propios han disminuido de una manera asombrosa. Lo que asi disminuye y no aumenta ni tiene probabilidades de aumentar, no esta amortizado, ni sus poseedores pueden ser calificados de manos muertas. Si precisase mas fuerza esta asercion, se encontraría en la real órden de 28 de setiembre último, en la cual se dan reglas para su enage~acion, que serian por cierto bien inútiles, s1 fuese esta imposible por la ley ú otra causa. , La legislacion forma en parte la fisonom1a


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riar "de vida, viéronse obligados á aceptar de la época en que se establece: consagra getoda clase de condiciones, por ma.<; duras que neralmente las ideas que dominan . La amorfue sen. No · mejoró tampoco el cultivo. Si tizacion, como todo lo que existe en el munbien algunos tendieron á · mejorado establedo, nació, creció , decayó y mu-rió. Todas ciéndolo de su cuenta, los mas arrendaron estas vicisitudes de su existencia están marsus fincas sin que en ellas pudiesen hacer cadas en las leves de una manera evidente. mejoras los colonos por la inseguridad, corNo se cría cristiano quien no hacia alguna ta duracion de los arrendamientos y falta de fundacion religiosa ó contribuía á ella; ni capital, que apenas basta á pagar las rentas se reputaba hombre de clase quien no viny contribuciones y cubrir sus escasas nececulaba algo. Estas ideas se apoderaron de sidades. Escasearon tambien,Ias maderas patodos; y de aquí tantas fundaciones y vínra/la construccion, agricultura y el combusculos. Empezaron á decaer; se re&tringió la tible. No esponemos doctrinas, referimos helibertad de amortizar bieues raíces, y muchos, y con los hechos hemos adquirido !a rieron repentinamente, como muere todo en conviccion en nuestras opiniones. Si estos tiempo <le revoluci on. Las opio iones contramales existen y se to~an, ¿no se aumentarán rias dominan hoy; y carece de instruccion, declarando en venta á la vez todas las fincas retrocede espantosamente quien no conviene rústicas, comunes y de ¡:,ropios? Contesten en traer todo al mercado hasta_ el sol v las los labradores: nosotros aceptamos su conestrellas. Las leyes han contribuido á" que testacion. tome tanto incremento. Bien pudiera y deLas fincas rústicas, comunes y de propios, biera tenerse en cuenta que si el Estado, en consideracion al interes general, puede disson tambien indispensables á los pueblos; pues siendo la mayor parte de estos esenponer de todo sin respetar derechos legíticialmente agricultores , son una necesidad de mamente adquiridos, se robustecerá esta la agricultura. Como todo lo que sea gasto idea, tom:irá otras dimensiones, y se creerá dispensada la obligacion de rnspetar nada. ha crecido en esta época, han crecido tamSolo á esta moda de la época, porque tambien los municipales. A cubrirlos están desbien la hay en las ideas, puede atribuirse la tinados sus productos; y cuªndo no son sude asp irar á poner en venta todas las finca s ficientes, antes que recurrir los ay untamiencomunes y de propios que no están amortitos á repartimi entos vecinales, se valen de zadas. arbitrios ruinosos c¡ue afectan a la -industria, La desamortizacion no ha producido á la entorpecen el comercio, y perjudican á la agricultura, á la ganadería, ni á la propieagricu ltura. Cuando desaparezcan aquellas, dad las ventajas que se esperaban; haya con- se aumentarán estos, ó los repartimiento~ sistido en la forma de hacerla ó en cualquier se rán cuantiosos y tenderán las municipaotro motivo. Arrojadas al mercado á la vez, lidades á disminuir sus gastos. y declaradas en venta una inmensa porcion Como todo se e.xagera, mucho mas cuando de fincas rústicas, se vendieron las mas cuanla exageracion contribuye á pagar menos en do ardía una desastrosa guerra civil, que esun tiempo en que se p:iga tanto, no se hatas mismas ventas contribuian no poco á sosrán en los pueblos mejoras de ninguna estener. Su precio debió ser, y ru é, escesiva- ,,pecie. En los apuros, que por desgracia son mente bajo, y por consiguiente hizo desmetan frecuentes, no se encontrarán medios de recer el de las <lemas. La propiedad no ganó . salü de ellos bajo la -insigne garantía de reEn la incertidumbre del triunfo todos los partimientos ó arbitrios. Tienen los pueblos: compradores se apresuraron á utilizar lo mas muchos gastos imprevistos, urgentes y del pronto posible sos adquisiciones para poner momento, que no basta á. cubrir la cantidad.; á cubierto de la e.ventualidad el insignifiasignada á este objeto en el presupuesto .. cante capilal invertido y reportar de él inUna peste, una ruina, un regimiento que de teres. Hicieron en los montes ipmensas corpronto pide suministros, exigen recursos breves, instantáneos ; y los arbitrios y retas, y rectujeron á labor infinilos pastos. En deplorable estado ya nuestra ganadería, cou- partimientos no se improvisan . La seguriclnyó de arruinarse, fallándole estos y el dad que ofrecen los bienes de propios faciabrigo tan necesario para su conservacion y litan aquellos. Ademas, si una triste esperieocia ha demostrado que los pueblos no meJora de las lanas. Abolido el derecho de colon ia, los nuevos propietarios levantaron pueden levantar las cr,rgas que sobre ellos las ~en tas prodigiosamente, cuyo movimienpesan; si solo á fuerza de apremios duros pagan lo que se les pi,de, porque solo así to siguieron tambien los antiguos, y los col?nos labradores por necesidad y educacion, pueden arrancar de las manos de sus hijos srn edad ni costumbres á propósito para va- el pan que les alimenta, ¿se rán posibles ma-


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Jores arbÍtrios, mas crecidos repartimiennerse á perecer. Cuando tanto se decanta de tos? Los ·beneficíos que la venta ha· de readelanto, cultura y civilizacion, parece que portarl~s, suponiendo se los reporte, ¿serán estamos en una sociedad naciente, en la 4ue suficiente~ á resarcirles los perjuicios que se da tal importancia á las fórmulas, que sientan? Entendemos que no. foliando, aunque conste la verda,l, nada se Créese generalmente q"ue su venta á foro cree, todo ~e interpreta mal. Vender una, ó censo eufiléuticn, aseguraría productos ticosa porque Sli administraciones mala, no jos, t'Qejoraria el culti1·0, sim'plificaria la ad- es mejorar; es destruir. Suponer mala administracion y evitaria los fraudes y mal- rninistracioo en los propios, y venderlos por versacion, que son tan frecuentes. Vendidos esta consideracion, seria arrojar sobre todos ·de esta manera, los. co1q_prarian labradores; los españoles, porque de todos pueden cóm-, pero mas probablemente propietarios que los ponerse los ayuntamientos, el padron de inarrenda$e9; y_ entonces estos recibirían la famia mas terrible que pudiera caer sobre, utilidad que tiabia de ser de los pueblos, el hombre honrado. Ni la lev, ni la fuerza, crecerian las reptas de los arrendan;iit:ntos, ni el tormento, si su establecimiento fuese y el cultivo no mejoraría. Desaparecería la posible, llevarian á nadie á ocupar unos garantía que ofrece siempre la propiedad, y puestos tan envilecidos. Para castigo de IM no sus productos; y seria)Eas ,tri~te la con- criminales serviriao únieamente. Hay bomdicion de los cultivadores. El- cánon !'oral se bres malos, ccluego todos lo .son» es una depagaría ó no con exactitud; y si los deudoduccion no muy lógica, inmoral y poco equi-, res no eran vecinos de los pueblos acreedo- tativa. , res, como era muy posible, necesitarian inTodos los males referidos tienen logar res-1 finidad de agentes y gastos que complicapecto de las tincas rústicas de propios y carian su adminislracion, y menguarían sus munes; pero hay otros especiales respecto productos. Nosotros encontramos precisa- de las últimas, que ni la venta á censo ni la mente efectos contrario:; á los que se buscarr. seguridad mayor de que no se redi miria o· de _ Su 4dministtacion se rá mala, y se malmala manera y sin provecho de los ,pueblos ,' versarán sus producto.s; ¿pero no podrá meni nada absolutamente evilaria. El aprovejorarse? ¿No ha sido buena alguna vez? Con chamiento de las fincas comunes es de tan .: los bienes de propios se han cubierto todas tas maneras, que difícilmente será igual en las cargas municipales, y ha resultado sodos pueblos; y en muy pocos donde siquie]}rante. No sucede así en el dia, porque se rase asemeje. Por lo mismo y sin un conohán disminuido: esto prueba no es~ar amorcimiento especial de ellos y las localidades, tiza.dos, y que han aumentado los gastos púdifícilmente podrá proponerse una medida blicos. Cuando se estableció el banco de Sa n que conveóga: á todos. A montes, pastos y Cárlos, hoy de San Fernando, se- tomaron agua los reducirán los individuos de la cocoo ellos y por ellos mas de siete mil acciomision que suscriben. Hay además otros que nes . Su capital ni sus réditos nada hicieron mas pueden consider:n-se servidumbres, que en favor de los pueblos que son sus dueños; la necesi'dad constituyó y · sostiene , y hay y muchos ni aun tienen noticia de su existambieu fincas rústicas que; reducidas á latencia. Con su sobrante se atendió á mejorar bor y llamadas en unos pueblos realengos, los abastos de Madrid . Su sobrante sirvió concejiles en otros, y en algunos comunes, tambien '¡)ara atender á los establecimientos las cultiva el primero que las toma, el á de beneficencia de esta córte; y su sobrante quien se las concede el ayuntamiento, el que ha tenido distintas a'¡)licaciones, porque con las planta, ú otro, y se trasmiten ó pierden él se cubriar1 los presupuestos de la Direc- de distintos modos. Los inmensos baldíos cion del ramo, contadurías generales y de que, no correspondiendo á los pueblos, ni provincia. Donde tanto sobra no se admi- · poseyéndolos, son del Estado y suelen connistra tan mal. Desgraciadamente son cier- cederse á partiéulares, el Estado podrá hatas algunas malversaciones; pero hay tam~ cer de ellos lo mas útil; pero con\Teodrá ser bien mucha exageracion. . parco en las co.ncesio.1es, y hacerlas con resSu pónese muchas ,,eces cuando solo existe tricciones oportunas. Los montes, pastos Y defecto de fórmula ó reglamenbo, porque son agua son una ner.esidad de la ag_ricu ltura, Y tantas las que se e:xigen, que esceden la muchas veces el ausilio de los miserables. comprension y fuerzas de los ayunlamien- Sin madera no se hacen iustrumeulos; sin tos; y si algunos las tienen, les falla el tiem- • pastos no se sostiene el ganado, y sin agua po que neces\ tan sus individuos para aten- nó se riega la tierra. Reducidas á propiedad dcr á sus uegoci.os particulares de que viparticular podrán existir tamb'ien; per? ¿no ven, y que no pueden abandonar sin espopodrán destinarse á otros usos? No destmán-


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dütle, ¿dejará de ponérseles un precio esce- es dificil y desigual·; ~· igierc en Jaádrrtmís ~ sivo que los mas no puedan satisfacer, con- traciou municipal corporaciones y personas tribuyendo así á que se cultive menos y peor que embarazan, y cuya representacion ninguna ley vigen_te reconoce. Las manctlmuque se cultiva? nidades se han considerado siempre, y por Estos derechos, tan sagrados como los que todas la;; leyes, perjudiciales y causas de distiene el hombre en su casa, facilitan el culcordias. Produciendo estos conflictos entre tivo y lo mejoran, porque lo que había de particulares, deben ser mucho m·ayores endestinarse para adquirir lo que ellos proportre corporaciones diversas y pueblos distincionan se rn vierte en ensayos provechosos. tos. . No es posible que, cuando se deplora el laEn las fincas rústicas de propios y comentable estado de nuestra agricultura, se munes, y comunes arbitrados, se han he:la prive de los iínicos recursos que . la soscbo roturaciones que han sido verdadera$ tienen.' En los montes y pastos comunes enint~u_s1ooes, pero que el tiempo y la ley bag cuentra el pobre leña. para calentarse, el cul-• leg1t1mado. Se indultaron la primera vez eo tivador madera para los aperos y alimento 1770, y como desde entondes las revueltas para los ganados. Si con estos auxilios no políticas han sido tan frecuentes, continuaprospera, no cultiva mejor y no hace prodncir mas ¿podrá hacerlo cuando carezca de ron las roturaciones v los indultos, tanto ellos? ¿Será un bien dar á pocos lo que es que en e1 día se halla· en el Senado· un proyecto de lev, aµrobado en el Congreso de de muchos á pr,etesto que lo han de hacer Diputados, que hace igual de;::laracion. Unas producir mas y mejor? ¿ Y se conseguirá? roturaciones tienen impuesto cánon; otras ~O cambiarán solo · de dueño, que exigirá no. Por aquellas ' se han satisfecho algu'nas preéio escesivo á lo que antes nada costaba? pensiones; y muchas están por satisff\cer, de el mal de la agricultura no consiste en que suerte, que no adoptandose una medida ge:sean pocos los terrenos destinadas á el la, neral respecto de todas, se van á érea\- conporque sobran, sino en que no se cultiva bien flictos á los pueblos, conflictos á los ay·uny se cultiva peor cuantos mas sean aquellos: tamientmt, y conflictos á las familias, porno se cultiva mejor, porque no se puede; no se puede, porque faltan corcunicaciones y que trasmitidas muchas veces, y en distinta forma, los juzgados no tendrán que ocuparriegos; están escesi1amentc gravados con impuestos los artículos q_ue produce, y porque se sino de las citaciones de eviccion, que surgirán n,ecesariamente. Labradores lamase crean obstáculos leios de removerlos. yor parte d'e los que posPen, se distraerán Las servidumbres que la necesidad introde sus tareas, se les ,causarán molest.ias y dujo y conserva, será nesesario regulizargastos, y la agricultura sentirá un verdadelas en algunas parles; respetarlas solo en ro mal. otras. Los hiena¡: de propiqs y comunes arbitraLas denominadas realengas, comunes ó dos, están sujetos á todas las contribucioconcejiles se labran, ya se encuentran munes, y sufren además la del veinte por cienchas con ·plantacion y constituyen el patrito que , careciendo de igualdad, no tiene m1mio de algunas familias que las han adjusticia. Los pueblos que han conservado quirido de diferentes modos. 01.ros, que eran sus propios y ban Falido de sus apuros sin de la misma clase y se hallan en medio de enagenarlos, son castigados con un impuesellas, se han hecho de propiedad particular, to de que están exentps los que, desprenó por .]as re1,etidas escrituras qué se han diéndose de ellos (que fué bien pequeño saotorgado con este caracler, porque se vincucrificio) cub.rieron sus necesidades, y conlaron, ó porque se hicieron fundaciones etribuyeron á cubrir las públicas. . c)esiástkas con ellas, y las ha vendido la NaLas cuentas de propios y arbitrios están c1on. Tocar estas, ademas de dar un golpe algunas por ·rendir, urncl)as por examinar mortal, seria la ruina de muchas familias y y muchísima~·~in finiqui~ar. · ~sta _falta _no el orígen de incalculables pleitos. La concuenta un año nt dos de ex13tenc1a, srno vemfosion que existe respecto de ellas, jamás te, treinta, cuarenta y mas, de manera que desaparecería-por nH1s qué no se respetasen si son malils, no ha habido mucho interés posesiones inmemoriales, plantíos he<;bos, ni estímulo para que mejoren. y derechos adquiridos. El abandono ha sido de todos. ProcureMuchos propios y comunes corresponden mos todos remediarlo. á dos y mas pueblos de donde traen su oriEn consideracion á todas estas observaciog~n las mancomunidades que en cada provmcia se conocen con distinto nombre. La. nes, y á los hechos en que se fundan, opinan los firmantes de este dictámen que en resabministrácion y _aprovechamiento de estos


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peto de la propiedad territorial, fomento de la ::igricultura y armonía de los intereses de ambas, debe adoptarse en cuanto á las fincas rústicas, comunes y de propios el -:iguiente sistema, cuya: parte reglamentar,ia pa'ra su ejecucion no creen de su encargo ni de este luga'r. Conservar en los pueblos el dominio de las •finoas rústicas de propios y comunes que tan legítimamente les corresponden . Prohibir en los montes mas cortas que las i~dispensables para su aumento y conserva, c10n; y en estos y las dehesas de pastos las roturaciones, imponiendo á los que las veri- fiquen peoa¡¡ tan severas que les contengan . y se hagan erectivas. Arrendar los pastos que no necesiten los pueblos, en pública forma, con las precauciones , solemnidades y publicidad convenientes; ó en la manera que se hacen los arrendamientos en qué tiene interés el Estado. Restablecer respecto de las tierras blancas de pro·pios que se dan en renta, las leyes que marcan derecbos á los colonos con las modificaciones que se consideren oportunas. Simplificar los presupuestos y cuentas municipales de tal forma, que asegure su com probacion fiscal con tanta exactitud como sencillez, así para su mas pronto despacho y aprobacion, como para la mas fácil inteligencia de las personas y corporaciones que deben rendirlas; ahorrándoles por este medio muchos gastos, no pocos disgustos y un tiempo precioso ; á cuyo efecto deberá prevenirse que se finiquiten las cuentas en un período dado é improragable. Prevenir la venta á censo enfitéutico, y con las precauciones, garantías y seguridades que convengan, de los pantanos y tierras eriales que no produzcan ni sirvan á los pueblos, á calidad d~ que desequen aquellos y ba 5an fructíferas estas en ,cierto número de años; pasados los que, sin haberlo verificado, vuelyan al comun sin opcion en-el comprador á ninguna reclamacion. Regularizar las servidumbres comunes para que no se abuse de ell::ts. No hacer novedad en las tierras realengas, concejiles ó comunes. que se hallan reducidas á lábr1r, ó mas bien declararlas de la propiedad de sus poseedoi:es con las cargas que sufran. · Abolir las mancomunidades de propfos y aprovechamientos comunes, indemnizando mutúamente y sirviendo de base para la indemnizacion el térroino·jurisdiccional de que estén en posesion, •trayendo para ella todas las fincas que fueron en _su orjgen de la man-

comunidad para si las que están fur,ra, su euage • acion se convirtió en uLilidad ó provecho de un pueblo_, solo se lo reciba en cuenta, hacié • dose todas estas operaciones en armonía, á cuyo efecto cada uno de los ayuntamientos interesados podría nombrar un concejal. Señalar u• a époc~ fija desde la que todos los terrenos de propios y comunes, y comunes arbitrados, que han sido roturados, han de pagar el cánon ó pension. Obligará los poseedores de estos á que en el térmi • o qUe se señale, otorguen á favor de los dueños escritura de reconocimiento · del cánon ó pension, espresando la cantidad de tierra que tienen y sus límit~s, y declarando en comiso la que resultase de mas de la espresada en aquel documento, sin que nunca puedan adquirirla. Eximir á lo·s bie • es de propios del pago del 20 por 100 que sufren, respecto á que están sujetos á todas las demás contribuciones públicas, é igualarles á los de los paniculares. Ultimamente, como las localidades no se parecen, y en todas son diversas las nece~idades y costumbres, las disposiciones no pue~en ser absoltitas. Por lo mismo podrán varrnrse en algunas, atendida su conveniencia .ó utilidad; pero siempre á propuesta de los ayuntamientos, y un número de mayores contri hu yentes triple por lo menos al de sus individuos. Los individuos que suscriben creen terminado su encargo. Están po,:o satisfechos de su trabajo, pero sí de la buena fé con que lo han emprendido. Tienen la conviccion de que sus opiniones son las de la generalidad de los pueblos~ y de que si el sistema que proponen no mejora la agricultura, porque esta no puede mejo~arse sin alivio en los impuestos y fé\cilidad en las comunicaciones y riegos, evitará por lo menos la ruina de todos los labradores, que se ve muy de cerca, y sin los-que no pueden hacerse adelantos en el cultivo. Han tenido en él mas en cuenta los hechos que las teorías; y la generacion presente que la venidera, que acaso considerará erradas las doctrinas que se sostienen, y se creen dogmas en el dia, como la actual ha calificado muchas que las precedentes suponían infalibjes. Sala de sesiones de la Junta general de Agricultura, y octubre 13 de 1849.=Luis Lopez Ballesteros, Presidente.=José Salarrullano.=Joaquin Ulloa.=ManuelMaria de Tiedra, Secretario. . Discutido que fué este dictámen, los indi-


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viduos de la comislon que lo suscribieron lo presentaron dividido para la votacion en los tres puntos siguientes~ «1.º Que no conviene enagenar, por punto.general, los campos comunes de los pueblos. 2. 0 Que no conviene enagenar, por punto ,general, los propios de los pueblos. 3.° Como las localidades no se parecen, y -en -tod:.s son di'iersas las necesidades y las costumbres, etc. etc. (todo conforme al parrafo 6 medida 13 de las propuestas en el

dictámen).D Estos tres puntos fueron aprobados por la Junta. Puesto luego á votacion el dictámen por artículos, fueron tambien aprobados todos hasta el 9 que la comision, ó la parte de ella que lo redactó, lo modificaba en el sentido de que las mancomunidades queden abolidas donde los pueblos lo soliciten y esté en su interés. El artículo ó parrafo 42 fué desechado .

PRIJIIERA. COllllSION.

Voto particular de los señores D. José M. de Palacios, D. Antonio Orfi,la y Rotqer y D. Joaquín Tejeiro, individuos de la misma sob1·e el sistema que en beneficio de la agrú;uttura convendrá seguir res-' pecto de los campos comunes y de las fincas rústicas de propios. Los individuos de la primera comision de la Junta general de Agricultura que susr.riben el presente dictámen, tieneu el sentimiento de que no vaya autorizado con las firmas de las dignísimas personas que componen la totalidad de aquella. En cuestion tan grave y trascendental como la que eran llamados á tr.atar, no solo no es estraño el disenso, sino que era de preverque lo habria, por muy sensible que sea que la razonada y amplia discusion á que se ha entregado la comision, no haya tenido por resultado el uniformar la opinion de todos sus individuos y que la Junta general tenga por consiguiente que deliberar sobre dictámenes fundados en principios enteramente opuestos entre sí. La doctrina de la desamortizacion, que han sustentado los infrascritos, es hoy admitida por todos los economistas y por todas las naciones que-eaminan á vanguardia de-la civilizacion europea. Nuestro inmortal Jovellanos, el autor de la célebre Ley Agraria, defendió ese principio con aquella entereza, aquella sabiduría y aquel valor cívico, que tanta y tan merecida fama le granjearon. Precedentes tan autorizados, y la evidencia de 1os hechos, no debían olvidar los infrascritos, y las opiniones adversas que en la comision han emitido nuestros di gnos compañeros, no han sido suficientemente convincentes para separarnos del principio que hemos sostenido. La cuestion propuesta por el Gobierno de TU)IO lL

S. 1\1., y para cuyo exámen fuimos honrados por nuestros dignos colegas, es el sistema que en beneficio de la agricult-ura convendria seguir respecto de los campos comunes y de las fincas rústicas de propios . Los firmantes han examinado todos los datos, todos los ª?teceden~e~ que individualmente han podido adqumr, y consultado además la opinion de valer y de opuestas localidades, pues si bien su opinion la hubieran emitido tal cual se la dicta su conciencia y su leal en~ tender, no han querido, sin embargo, formularla sin robustecerla antes con la conformidad de personas de ilustracion en el punto de que se trata. En .vista, pues, de tales antecedentes, y examrnado y discutido con detencion si la medida de sacar los bienes de propios y comunes de su actual estado, y trasmitirlos á dominio particular, seria beneficiosa á los intereses agrícolas y á los pUf\blos mismos, nos hemos decidido por la afirmativa; á-saber, por la enagenacion, pues solo entregando estas fi ncas al interés particular, podrá reportar de ellas la agricultura el beneficio que en el estado actual no proporcionan, y que no es fácil proporcionen jamás por los vicios inherentes á la administracion de corporaciones inhábiles para el objeto. Nos abS'te nemos de entrar eu la enumeracion de las irreg ularidades, ir¡trigas, descuido y abandono con que se administran las fincas de propios y comunes: estos males son notorios, 34


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ra que el mayor producto líquido y dá un y el •Gobierno de S. M. así lo ha manifesta, gran valor al mayor tiempo que tiene que do en el considerandum del decreto de 25 de dedicar al cuidado y administraciott de tiersetiembre de 184 7, al ocuparse de las· cauras en cultivo, q.ue á las de los bosques y sas que le movían á Ja enagenacion de estos debesas. bienes, si bien de distinta manera que laque tenemos el honor de proponer, por conside3. 0 Que las tierras cultivables y que al rarla mas ventajosa al caudal de los puemismo tiempo tienen-arbolado, pueden sembrarse sin perjuicio de este, dando á sus poblos. · Estos vicios, repetimos, son públicos; na- seedores las cosechas del suelo y de la ardie los ignora, ni desconoce que es imposi- , boleda, tanto mas seguras, cuanto que esta recibe el beneficio de la labor, y las tierras ble llevará mas alto grado la desidia. y la un escelente abono por las hojas que se descodicia c·on que ~on manejados esos bienes por punto general. Y esto es natural, pues prenden de los árboles. , como antes manifestamos, las corporaciones á-. 0 Que conociéndose por esperiencia que los desmontes y talas generales de arbolado municipales por su índole y origen sun muy malas administradoras; y corno esa indole y son -la causa principal de la eséasez de aguas que ¡;ufre mas de una provincia de nuestro origen es imposible variarla, de aquí el ser territorio, no pueden existir los temores de incorregibles los defectos de la admiuistracion de.los ayuntamientos con respecto á las esas indiscretas talas, que desde luego perfinc:is de propios. El inter,és individual, p.or judicarían principalmente á sus autores. 5. 0 Que los ,tipos para las subastas de e-J ,contrar-io, administra -generalmente bien, y tiende constantemente al aumento y á la estas propiodades, habrán de formarse con la valoracion del arbolado y del terreno y no posible baried1d de productos, lo cual rees concebible que haya quien destruya una dunda en beneficio notable, no solo de la riqueza, que con sus productos naturales ha agricultura, sino de la sociedad en general. de constituir la posibilidad de satisfacer el Los adversarios de la venta de los montes censo hajo el cual la haya adquirido, y los -y dehesa-s de propios oponen al pensamienbeneficios que deba esperar por la especuto de la enagenacion de estas ti neas, la tenlacion de mejor cultivo. Desgraciadamente ~a dencia que se ba desenvuelto á las roturacioobjecion fundada en la tala posible por parnes, y suponen que entregadas ·aquellas al le del comprador de los montes, pierde toda interés par.ticular, ha de desaparecer muy prontoe\ arbolado, tan necesario á infinitos su fueTZa ante la consideracion de lo muy poco que han dejado los pueblos por talar, usos, y los pastos tan importantes para la ganadería. Añádese que condiciosos com- así en ·los montes de propios como en los del pradores de fincas en que haya arbolado, ta- Estado, cuya total ruina es segura é infalible si no se entregan muy pronto al interés larán este apenas lo ·lleguen á poseer, sacánindividual, único capaz de regenerarlos. dolo al mercado en ·carboneos, madera, etc: Compárese el estado de los montes pertenecon el fin de reunir desde luego un gran cacientes á particulares, con el de los ·que hepital, y roturar despues los terrenos para mos mencionado, -y no se necesitará mas pa• _pagar con sus productos el cánon que grara convencerse de si es ó no fundada la opivite sobre las fincas adquiridas. Los que n ion que presentamos. presentan tales objeciones no consideran: La ganadería no padec~ria ni disminuiría · 1. 0 Que son muy pocos los terrenos de por la med1da que se propone, porque los arbolado que sean á propósito para ser -ropastos no harán mas que salir de manos que turados. los administran, mal, para entrar en otras 2. 0 Que las roturaciones para aumentar que .tendrán un gran interés en formentarlos las tierras cultivables tienen un lím.ite en la y en no alterar la justa propnrcion que debe necesidad que haya de estas, en tér-minos haber entre las tierras destinadas á estos y que si hacen falta real _'i verdade~men~e tierras de pan llevar, es 1mpos1ble 1mped1r al c-ultirn, sino cuando las necesidades públicas hagan la alteracion imprescindible. por medio alguno dejen de-roturarse los terAcaso tengan estas enagenaciones algun dia renos propios para~I c~ltivo, porque. la fueruna parte muy_pr,incipal en la mejora de za de la necesidad es siempre supenor á la nuestro sistema de ganaderías, y c'ontribude toda ley, y_si no hace~ falta positiv.amenyan poderosamente á que cada labrador tente las· rot11rac1ones, sera mas conveniente á ga el ganado correspondiente á las tierras los cr,mpradores conservar sus propiedad_es que cultive, en lo. cual la prosperidad de en estado de monte y pastos, que convertirnuestra agricultura daria un paso giganlos en terreno de cfi lti vo, y así lo hará~, tesco, porque el interés par tic ular no tiene otra m1-


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Supónese tambíen que la enagenacion de los bienes de propios tend ria los mismos rei,ultados que la venta de bienes nacionales, con respecto á las relaciones entre los arrendadores y los _nuevos propietarios. Dícese que estos han elevado las rentas hasta un punto que no pueden pagarlas los labradores, y que entraudo en roanos particulares los bienes de propios, ,;endria á suceder con estos lo mismo. Esta objecion tiene poca fuerza si se atiende. 1.º A que en realidad los arrendadores de los bienes que fueron propiedad de la nacion no satisfacen mas, con muy pocas escepciones, de lo que pagaban cuando lascomunidades relip;iosas se los tenían arrendados, pues que existia entonces la prestacion decimal que hoy ha desaparecido. 2. 0 A que los precios de los arriendos no son en realidad arbitrarios, sino la forzosa representacion de la relacion que existe entre la cantidad de tierra arrendable y el número de cultivadores que la solicita. Además, si algun ligero aumento de la renta existiese , serviria de estímulo á los labradores naturalmente desidiosos de algunas de nuestras proviucias para poner algo mas de su parle en el cultivo: y en este caso, ¿no tendria ese mismo aumento ona parle muy principal en el desarrollo 'J beneficio de la -agricultura? No es el aumento de las rentas Ja causa del estado decadente en que se haJlan los labradores de algunas provincias de España. La falla de capitales con que emprenden sus arrendamientos, la carencia ca"si absoluta de vias de comumcacion interior, y la enormidad de los impuestos con qne está gravada la propiedad territorial, son las verdaderas causas de ese estado lastimoso en que se encuentra nuestra agricultura, J que los infrascritos deploran como el que mas. • Puede desde luego asegurarse que los pueblos que mejor administran sus propios, percibirán cuando menos por los censos proceden tes de la enagenacion de sus fi neas, las cant:dades que hoy perciben, y que en la generalidad de ellos se aumentarán estas á un gurismo estraordinario. La administracion púulica se hallará descargada de los mucbos gastos que causa este ramo, y de una de sus at nciones mas complicadas y mas desagradables, porque la necesidad de corregir constantemente abusos y desmanes, es sin duda una de sus mds tristes tareas: la moralidad · pública no será tampoco la que menos gane con la ,adopcion del sístema que proponemos; y sí, como es seguro, aumentaren por la enagenacion los ingresos

del ca u<lal de los pueblos, tendrán estos un alivio muy cousiderable al verse libres del cuantioso déficit que bo'j agobia á muchos de ellos, obligados á cubrirlos por medio de repartí mientos ruinosos. No ha podido ocultársenos una ci rcunstancia muy atendible, cual es la preferenoiaque debe darse á la en¡¡genacion total de las fincas de propios que constituya una renta fija é inalterable en favor de los pueblos, sobre las autorizaciones para que puedan venderlas cuando necesidades verdaderas ó supuestas hacen que lo pidan. Por uno y otro medio se entregan las fincas al interés par;,icular, esve.rdad; pero este último tiene e1 incnnveniente de que los pueblos se quedan probablemente sin las fincas, sin renta ni censo proceden te de ellas, mientras que el primero les proporciona ingresos seguros y fijos con que atender á sus obligaciones. Respecto á bienes comunes de los pueblos, nuestro dictámenes que desaparezcan las mancomunídades de varios en unas mismas fincas, semillero y origen de discordias, ae abusos y de escesos que por lo conocidos que son, no nos oetend remos á enumerar. Pueden repartirse estos bienes entre los pueblos, con arreglo al derecho que cada uno' tenga en ellos, y si fuese de uso ó aprovechamiento de leñas, de yerbas, y no de suelo valorarse ese derecho é indemnizarse con parte equivalente de la finca. Practicada esta diviE'ion, cada pueblo tendrá sus bie.nes del comun de vecinos; y como la clase menos acom0dada esperimentaria una gran falta si se· enagenasen en su totalidad, creemos deber proponer, que se consel've en cada pueblo que tenga bienes comunes cierta cantidad de fanegas de tierra ~' monte, con el de~ recbo d~ aprovechamiento de sus leñas á todos los vecinos que sean meros jornaleros, y de los pastos, á todos aquellos que no posean mas de cierto número determinado de cabezas de ganado, procuPando evitar en todos casos las corta~ perjudiciales al arbolado, y la pastura en los tallares. De este modo podrán conciliarse los beneficios de la desamortizacion con los auxilios que se deLen por la sociedad á la clase menesterosa y necesitada. l,Jltimamente hemos creído deber proponer la venta de cada finca en el estado en que se baile y sin fraccionarlas en modo alguno, porque tenemos ya por_ ver~ad incoo-. cusa demostrada por la esperienc1a, qne solo la gran propiedad es la que por sus especiales circunstancias, por los capitales de que dispone, y por las luces con que de ordinario es dirif!;ida, la que puede procurar ade-


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Iantos á la agricultura, yes nuestra opinion que en beneficio de esta se la debe fomentar y promover por tudas los medios que estén al alcance de la legislacion. . Por todas estas razones tenemos la tlonra de proponer á la Junta general se sirva prestar su apoyo y recomendar al Gobierno de S. M. la adopcion de las siguientes medidas como las mas propias á llenar el objeto del primer punto de su programa . 4. ª La enagenacion á censo enfitéutico 6 foro de. todas las fincas rústicas del caudal de propios de los pueblos, sean de la clase que fueren. 2.ª Que estas enagenaciones se verifiquen por dobles ó triples subastas, por fincas enteras en el estado que tienen hoy, -y sin fraccionarlas de modo alguno. 3.ª 1 Que se dicten todas las disposiciones necesarias para asegurar et pago exacto de los censos en h,s épocas que se determinen. Que antes de procederse á estas ventas se practiquen apeos minuciosos de las fincas que se hayan de enagenar, determinando sus linderos, y aplicando á las instrccciones que hubiere las disposiciones de las leves vigentes. 5.ª· Que el tipo que haya de servir para la subasta sea la cantidad en que se valoren Jas fincas, y con respecto á aquellas que ten- . gan arbolado, no solo el valor de las tierras, sino el de este en el estado en que se halle. 6. ª Que se conserven los premios que concP.den nuestras leyes á los plantadores de arbolado, y se aumenten en cuanto fuere posible. 7.ª Que desaparezcan las mancomunidades de va.ríos pueblos en unas mismas fincas, tomando cada uno de los mancomunados la parte de propiedad que por su parti -cipacion en la mancomunidad le corresponda; y si sus derechos fuesen solo de usos y aprovechamiéntos, valórense estos é indemnícese al pueblo derecho-habiente con una

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parte equivalente de Ja finca sobre la cuaf esté consignado aquel. 8.ª Que los pueblos que tengan el derecho de abrevadero en otros términos, por ca,recer el suyo de aguas para los ganados, co_ntinúen en el disfrute de ese aprovechamiento. 9.ª Que hecha la adjudicacionde los bienes que señala la medida 7.ª, se consideren estos como comunes del pueblo, y se conserve de ellos una cantidad proporcionada de fanegas de tierra, á juicio de la Junta de Agricultura de la provincia, para que los meros jornaleros del pueblo se aprovechen para sus necesidades de las cepas -y despojos de los árboles, y de los pastos todos aquellos que no pose.an mas de dos cabezas de ganado caballar, mular, asnal, vacuno y de cerda, y de diez cabezas de lanar y cabrío, respetando siempre los tallares. ~ O. ª Que los pueblos que tengan menor número de fanegas de bienes comunes del que se designa en la medida anterior, los con serven íntegros, y los que lo tengan mayor, enagenen lo escedenle bajo las mismas reglas que para las fincas de propios. Sala de las sesiones de la comision á 1 i de octubre de 1849. José María de Palacios. =Antonio Orfila Rotger.=Joaquin Tejeiro. Como fué discutido y aprobado en la Junta general, con las modificaciones que en su respectivo lugar indicamos, el dictámen que sobre el mismo asunto hemos insertado en la página 388, no llegó el caso de que el anterior voto particular se sometiese á discusion.-Per la mism a causa tampoco fueron discutidos los otros votos parti~ulares de los señores marqués de Soto Aller y Fernandez Vitares ·ni el término medio del señor Salido que insertamos á continuacion.

PRDIERA. CODISION.

Voto particular del señor marqués de Soto Aller, individ11,o de la misma, sobre el s-1:stema que en benefi,C'io de la agri"cultura convendrá seguir respecto de los éampos comunes y de las fincas rústi"cas de propios. Aunque conforme en la venta de las fincas Convencido de que se realizará en una rústicas de propios con la mayoría de la co- époc~ mas ó menos lejana la enagenacion de mision, tengo el sentimiento de diferir en los 1 los bienes de propios de una manera acaso medios, y someter mi dictámen particular á poco ventajosa á los pueblos, y creyendo la ilustracion de la Junta. 1 que solo la perpetuidad posible en las cosas

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humanas es la garantía del acierto, para conciliar el interés y seguridad de los pueblos con el aumento de sus rentas y la prosperidad indudable de la riqueza pública, tengo el honor de proponer la inmediata subasta de ellos, baio las bases siguientes, las que, sino son admitidas me anticipo á manifestar, por toda contestacion á la impugnacion que puede sufrir este dictámen, que no encuentra medios ha-cederos de seguridad para los P.ueblos, de emiür otro , pe,suadido de lo ilusorio ó incierto de varias otras combinaciones, siendo la condicion esencial y precisa del que presento la irredimible, pues que si se pudiera verificar, resultaría que al recibir el capital los ayuntamientos, no tendrían donde colocarlo <le un modo seguro y productivo, ó desaparecería en poder de ellos bajo diversos pretestos innecesarios. 1 .º Se sacarán á púbLica y doble subasta las fincas ·rústicas de propios, donándolas á censo enfitéutico irredimibl·e al 3 por 100 al mejor postor sobre el capital que resulte, el cual será satisfecho en dinero, dando este en clase de fianza una anualidad, y en trarlos en inmediato r.ultivo; y si al tercer año no se ha verificado, ó no se ha ~atisfecho el cánon del segundo, cae de hecho la finca en decomiso, volviendo á la propiedad del ayuntamiento , el cual la sacará inmediatamente á nueva subasta.

2.° Cada ayuntamiento dispondrá libremente de la renta que le resulte, incluyéndola en su presupuesto municipal en beneficio de sus administract:os. . 3. 0 Los campos comunes se repartirán por lotr.s iguales á los vecinos del pueblo, ó se enagerarán como los de los propios,,, reservando los exidos y dehesas boyalP.s suficientes á las necesidades del vecindario para el combustible y pasturaje de eu ganado doméstico, y no para el de manadas, ni recuas,_ ni arriendo. . · 4. 0 Quedan abolidas las mancomunidades, indemni1.ando al que haga dejacion dC' su derecho, si es á título oneroso, en un largo espacio de tiempo por los medios que se crean menos gravosos 'i .mas conóiliantes. 5.0 ' Los montes pertenecientes á pro-pios ó coro unes quedarán sujetos á los reglamentos y vigilancia del Gobierno I conservando los pueblos el derecho que tuvieren al usufruct~ de ellos. Sala de Sesiones de la Junta general de 15 octubre de 1849.=El marqués de Soto At.le.11. A este voto particular es aplicable lo que hemos manifestado al final del que concluye en la página 39:2. ,_

PRIMERA COlllJSIOJ\T.

Adiciones del señor Fer'llandez Vitores al t:oto particular que antecede del señor Soto A. ller. El que suscribe se halla conforme con el minos vecinales y saneamiento de terrenos voto particular de la primera comision, sus- pantanosos donde esta medida sanitaria fuecrito por el señor marqués de Soto-Aller, se del todo necesaria, ó á las indemnizaciopara la enagenacion de las fincas rústicas de ses de que habla el art. 4. 0 • Conforme con los arts. 2. 0 , y 3. 0 y 4. 0 propios y comunes haciendo el mismo las Al 5. 0 Los montes de propios deberán adiciones siguientes: A la 1 .ª Considerando que la licitacion venderse como las frncas rústicas, tasándose subirá indebidamente los valores de las fin- todo su valor suelo y -vuelo, reservándose á los piteblos los de comunes, conse-rvanda socas, y acarreará un mal á la agricultura, porque el agricultor que paga un cánon es- bre ellos el' derecho que tuviesen al u~ufruccesivo por la finca, esquilmará esta para lue- to quedando unos y otros sujetos á reglago abandonarla; á fin de cortar estos abusos, mentos de precisa eonservacion y la mas se propongo: Que el cánon sea precisamente so- vera vigilancia del Gobierno. bre el valor en tasacion; que las pujas se ha- - Madrid 28 de octubre de 1849.=Juan gan -á dinero, que deberá entregarse de una Manuel Fernandez Vitares. vez en el acto del otorgamiento de la escritura: de este modo quedan asegurados los A estas adiciones es lambien aplicable lo réditos. que dejamos depuesto al concluir el voto El metálico que produzcan las pujas departicutar que antecede. berá aplicarse sola y esclusiva.mente á ca-


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PRDIERA. CJODJSIOlV.

Término medio entre los dos estremos que ·abrazan los dictámenes de la primera comisi·on encargada de 111/ormar sobre el sistema que en beneficio de la agricultura convendrá seguir respecto de los Propi s y -Comunes de los pueblos, presen.wd~ p_o1: el vocal JJon ,!igustúi Sahdo, y aceptado por varios individuos de la cormsion. SEÑORES:

En administrncion no hay imposibles, ha dicho uno de nuestros primeros hombres contemporáneos, que para mal del país ha desaparecido ya de entre nosotros. Este grán principio es el que -debe alentarnos, y en vez de .retroceder ante los hábitos dilatorios que su cita y presenta siempre la antigua co lumbre, debemos avanzar en el buen camino dejándonos IJevar del instinto del bien; este. y no otro nos dará, señores, el buen resultado que apetecemos, convencidos, como lo estamos, dP. que en el bien, como en todo, hay grados, y que la administracion

debe siempre llegar al tíltimo. 1 T-res dictámenes ha presentado la comision primera, encargada de informar sobre

el sistema que en beneficio .de la agricultura rústicas de propios, rada habria tenido de

estraño que cada uno de los señores de la comision hubiera ·redactado un voto particular. Tan interesante, complicada, dificil y varia es la cuestion en cada una de las provincias del Reino. Pero ese mismo interés, esa varia compl'icacion, y esas grandes dificultades, son las que han movido 1:tl Gobierno de S. M. á consultarnos en primer lugar sobre este punto, no para que los hábitos dil atorios sigan oponiendo trabas á la administracion, i:ino para que de una vez, y oyendo el eco de todas las provincias, y aun de todas las localidades del Reino, concluya este ca taclismo que tanto afecta las fortunas y el porvenir de los pueblos. Preciso es que faci litemos al Gob ierno de S. l\f. los medios para que lleve á cabo su pensamiento. Hacer

bien, es la incumbencia escencial, la suma de todas las atribttciúnes de la administracion. No nos engañemos, señores, á nosotros mismos, porque haciéndolo así, engañamos y perjudicamos tambien al país. La cuestion de propios y comunes afecta desde el primer contribuyente de un pueblo basta el último bracero. Como ltibrádor y como ganadero, que he vivido y vivo habitualmente en el campo, y <1ue como tal conozco los mas insignificantes detalles de la cuestion presente, voy á diri-

girme á la Junta general con el lenguage de la verdad, protestando altamente, que el término medio que propongo, cu a base es la desamcyrtizacion con et respeto á los intereses ereados, en vez de favorecer, perjudica gravemente mis intereses particulares, moviéndome solo á presentar este trabajo: 1. 0 El deseo de contribuir con mis débiles fuerzas á la grande obra para que hemos sido convocados por S. 1\1. ¡? _0 El deseo de que no se desperdicie la oportunidad que se nos presenta de proponer á S. l\L lo mejor, tranquilizando así infinitas familias del Reino, que de de que hemos sido convocados para tratar de esta cuestion, se hallan en una angustiosa alarma. Y 3.0 Porque -divididos los pareceres de la comision, opina ndo cinco señores por la venta á eenso enfitéutico ó perpetuo de los bienes de propios comunes, y cu atro por la no ·ven la, be creído yo que podria contribuir en mucho mi té rmi no medio para unir los parece res en favor de la ve nta, pero con las modificaciones que exige el actual estado de los terrenos de que se trata, y de que la minoría se ha ocupado en los párrafos 14 y 16 de s u dictámen . Señores: antiguas prerogativas se concedieron sobre los terrenos de propios y comunes á los ganaderos, que han sido en este pais, con pocas es1.:epciones, los magnates de los pueblos; derechos que, si bien hoy han caducado, en aquel tiempo fuer on causa de mútuas concesiones, ya con los labradores, ya con los braceros: Los ganaderos, que eran los mas pocos, pero los mas fuertes, disfrutaba n casi g"atuitamente los terrenos de q u~ se trata: los labradores , mejor ó peor acomodados, en vista de aquella prerogativa, de la que se llegaba á abusar por lo regular, arrompían tambieu los mejores terrenos en los val les y en las vegas, y los braceros, que ninguna ventaja recibían, ni como ganaderos, ni como labradores, con su nin g una inteligencia y el abandono en que bailaban los montes, talaban los ·mejores y mas robustos árboles, ya para cenizas, ya


-399 para carbones, ya para los usos ~e la vida. Y esta cadena de mútuas concesiones y el culpable abandono en que estaban estas ffocas, trajo el antiguo, vulgar y significativo refran español : lo que es del comun, nll ei; de ningun. Pero llegó un dia en que la admi-" nistracion públir,a se apoderó de este asunto, y lentamente empezó á organizar este ramo, cortando y previniendo abusos. Entonces el ganadero den.unció y quiso coartar las roturaciones del labrador ; este por su parte trató de que, en perjuicio de los intereses generales, no disfrutase el ganadero de balde, como hasta entonces, los pastos ; y el bracero, que vió á la administracion velar por la conservacion de los montes, fue enemigo de ambos, porque los creyó culpables en que su único disfrute. se le impidiese, viniendo de este modo á ser enem igos de intereses locales entre sí, los ganaderos, labradores y braceros, que uu dia por las mútuas concesiones estuv ieron amalgamados. Desde entonces muchas veces ha tratado la administracion pública de remediar esos males, reuniendo datos sobre la estension é importancia de las fincas comunes y de pro-pios, removiendo trabas locales, y averiguando hasta donde llegaba la complicacion local en cada pro vi ocia y en cada distrito, y siempre ha tenido que detenerse ante los grarides intereses creados, ante la vagnedad de las noticias y la poca esactitud de los datos oficiales. Pero de todo se deduce una verdad: «Sin graves perjuicios para la agricultura, para la ganadería, para la propiedad, para los pueblos y para la administracion, no es posible sostener por mas tiempo los bienes de propios y comunes de los pueblos en el estado en que se encuentran.» Y vamos á pasar á demostrarlo,:__

Ventaj'as vara la agricultura en la venta á censo enfitéutico ó perpetuo de tos propios y comunes. Sin propiedad no hay agricultura. Asi empieza su dictám~n la octava comision, y en este mismo axioma se funda mi ·opinion pa· ra decir que para que haya agricultura eu los terrenos roturados de propios y comunes, es preciso darle la propiedad al que en ellos no la tenga con legítimo t..itulo . El orígeu de la inexactitud y variedad de la~ noticias de deslindes, apeos y amojonamientos de las fincas comunes y de propios, son indudablemente las sucesivas y continua~as roturaciones que por los labradores se vienen haciendo de inmemorial. Est~s la• bores extra-legales empezaron atacando la

propiedad de los pueblos, sin poderla ad ... quirir para sí ; pues si bien pasan de unos á otros por sucesion, por compra ó por permutas, es lo cierto q'.le en ellas, por buena calidad que tenga el terreno, siempre se deja conocer la falta de propiedad, pues lejos de beneficiarlas, recelosos l<>s labrado res de que llegue un dia en que no las puedan conservar, rehuyen hacer en ellas gastos reproductivos, que en otro caso les traerian considerables ventajas. Dice la minoría de la comision, que el trempo y la ley han legitimado las roturaciones que han sido verdaderas intrusiones. La rniooría ha afirmado muy de ligero que el tiempo ha podido legitimar estas roturaciones. La ley-7, título 29, partida 3 incluye entre las cosas que no prescriben, las dehesas y otras cosas de aprovechamiento comun. Pasando, pues por a\to este particular:, las leyes que concedieron indu \to para estas rotu raciones, contenian tarobien \a forma en que habían de legitimarse, -y el cánou que habían de satisfacer á los pro-píos. Donde una v otra cosa se hizo con las formalidades debidas, la ley debe cumplirse; doode falte alguna, deben quedar sus poseedores sujetos á las reglas que se establezcan para la enagenacion de los bienes de propios y comunes, si bien por respeto á su posesion y al interes creado, solo se le debe tener en cuenta el valor de la tierra, no considerando en nada para la tasacion las plantaciones y mejoras del trabajo, pagando el cánon.de 3 por 100 sobre el capital, desde la roturacion si es reciente y conocida su época, y caso contrar-io con veinte años de anteriori dad, quedando á este efecto obligados al pago los actuales poseedores-, con derecho á reclamar de los anteriores en justa proporcion á los años de di~frute. La finca en que no se ll euen estos requisitos, y coyo poseedor se niegue á otorgar escritura de reconocimiento, quedará en beneficio de los pro-· ·pios, veodiéodose despues á censo, considerando todos sus valores naturales v artificiales. De estP. modo un'.ls y ()tros ·roturadores quedarán ,traoqoilos eu el disfrute de sus terrcoos, y en los cuales entonces, segun el axioma sentado al principio, habiendo propiedad, habrá ·agrien ltura . No menos importante es el beneficio general que la agricu ltura debe recibir con la desamortizacion de esos vastos terrenos: en estos, como en las propiedades particu lares, hay buena y mala clase: hoy los propietarios tienen que ceñirse á laborear terrenos de tercera y cuarta calidad, en lo cual recibe la agricultura general inmensas pérdi:..


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das, pues los buenos resultados de una cosecha en los terrenos de primera y se~unda clase viene á destruirlos el triste y m1sera'ble que arrojan las de tercera y cuarta. Un ejemplo podrá hacer mas paLente esta verdad. Una fanega de primera clase en años i:.egulares. puede calcularse próximamente que dará en tierra de secano en Castilla doce fanegas por una. Las de segunda, nueve, las de tercera., seis, y las de cuarta, cuatro. Figurando una cosecha de cien fanegas, eg que el labrador tenga que usar por cuartas partes de todas las clases (como hoy acontece), dará el resultado sigu.ienLe, graduando el precio del trigo á treinta reales fanega: ntsULTADO TOTAL DE ESTA GOSECHA .

Las 25 fane gas de primera darán 300 iLas 25 fanegas de se·gunda darán . .... .... 225 Las 25 fanegas de tercera darán 1 50 Y las 25 fane. gas de cuarta darán ... 10G ·

775

de 50 fanega¡:da-

1

VALOR l!N l\S , VN.

• primera rán . ......... 600 11050 50 fanegas de segunda darán ...... , .. 450 .. Resullado de. la cosecha en que hoy se siembran t errenos de primera,segunda, tercera y cuar775 ta clase ...•

23,250

Notable diferencia .....

8,250 rs.

VALOR EN RS. V N.

23,250

1

Las tierras de tercera y cuarta clase creo -yo que se reducirian á pasto, desamortizados los terrenos de que se trata, pues el interés particular, que tan malos resultados recibe de su;; trabajos y de sus gastos reproductivos, que casi nunca llega á cubrir, en a quellos terrenos creo yo qu~ preferiría arTomper los de primera y segunda de la procedencia de propios y comunes, dejando para pastos, tanto en sus antiguas propiedades, como en las adquiridas á censo, las de tercera y cuarta calidad. Entonces la agricultura general ganaría en la proporcion comparativa que demuestra d ejemplo siguiente, tomando por base ,el anterior:

'.

PRODUCTO TOTAL DE ESTA COS ECIU .

275 fan.

la agricultura -general aumentaría -por este medio sus productos en una tercera parte, no figurando yo la cifra exacta por apoyarse la comparacion en un cálculo aproximado. Y hé aquí, señores, como et pensamiento de la desamorlizacion de estos bienes es inmensamente beneficioso á la agricultura del pais.

VentaJas para la ganadería en la venta á censo de'los propios y comunes. Si fuese yo de la opinion de los que creen mas conveniente la enagenacion de estos bienes á dinero en venta real, que á censo, sin duda alguna que atacaría indirectamente la ganadería estante, pues en su estad o actual no hay muchos ganaderos en España que puedan desprenderse de cuatro ni cinco mil duros para la adquisicion de una dehesa que dé pasto y a1imento á sus ganados. Esas vagas declamaciones, ese prurito de presentar como ruinosa para la ganadería la venta á censo de los pr.opios y comunes, quedarán desvanecidos al considerar las razones que dejo espue5tas en el artículo anterior, y que sirviendo de hipoteca la misma tinca, y siendo el desembolso al contado de una sola renta anticipada ( cuya renta están pagando bajo el nombre de arriendo, sin que ningun dominio les quede despues), podrán interesarse en las subastas la mayor par~e de los ganaderos de los pueblos, que adquiriendo por este ventajoso medio la propiedad de una defiesa que ven desde su casa, y que vigilan y mejoran diar-iamente, no hay duda en que fomentarán sus prados, Sus abreva-


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deros y arbohldo, y en el suelo que hoy se dades en co¡nandiJa no ti~nen .l? ,mejor hishalla improductiv.o y despoblado, podrá mu y toria, y el que i·econoica el carácter interebien suceder que'mañana el interés particu- sadp, descontentadizo y desconfiado de las lar duplique sus .cultivos, y lo pueble, ya de gentes del campQ, comprenderá muy bien la cabañas para los ganados, ya de casas de imposibilidad de llevar á la práctica con buen rei,ultado .esos rebaños en comandita. campo para las labores, ·causándose insensiY he trnido ·aquí todos estos pormenores, blemente la beneficiosa revolucion de-hermanar la ganadería con la agricultura, fuen • porque es mucho lo que se declama sobre los perjuicios EJUe se van á seg uirá esos pete inagotable de riqueza, . Otra objecibn se hace en contra de la ven- queños piaregos, dando mis observaciones por resultado, que donde el sistema de pota, ponderando basta lo infinito los in'calculables perjuicios que de llevará cabo la e~a- blacion y de riqueza lo permite 1 allí el iQLerés particular las sostiene, mientras •donde genacion; se han de seguirá las cartas piano hay ese 1,Dismo sistema de pob)acion y ras dé' ganado qué se sustentan de los terre· riqueza, allí no pueden existir, ·y si hay alnos comunes. · , En el s:stema de poblacion de la mayor gunas; no dan a la ganaderia ni á la agriparte de las provincias de España, las pe- cultur¡i. resultados que puedan in.fluir en naqueñas piaras de diez, quince ni veinte ca- da J;lara oscurecer las ventajas de la desamortizacion. bezas lanares ni de cahrío, son oasi de imrosible, 'si no de perjudicial conservacion. Escepcion necesaria a beneficio de la ll En las provincias Vascongadas,' Galicia, As· agricultura. turias y alguna otra ·en que la riqueza_ territorial y pecuaria están m~jor repart1~as, Los mismos infundados temores de perjuen que el sistema de po blac10n es tan difedicar esas pee¡ ueñas piaras,.han dado sin d oda rente del de las provincias del interior y márgen á los Sres. Palacio, Orfila y Tejeiró mediodia, allí el interés particular tiene despara es poner á la consideracion de la Junta la arrollo el buen sistema de piaras que se alinovena y décima medida de su provecto que mentan en fos prados flrtificiales y en los. dejan ilusorias las ocho primeras; b11sadas· ejidos, y de noche vienen á los establos á e'n tos mej ores principios administr·ativos, recogerse; aqui se comprende hien el siste- y por lo cual me propongo cerrar la ,puerta á, ma de piaras, pero donde los despoblados desmedidas pretensiones, abri éudola al ·misson iqmensos, donde las piaras cortas que mo tiempo al justo clampreo d_e los defens¡,res se abrigan en las poblaciones., y manej l\n zade las dehesas bo·rnles . Las dehesas bovagales de -corta edad, tienen que perder una \es ,_ ó los llamados"esidos de l?s pueblos son buena parté del d'ia en alejarse por los carnd1spensables para la protecc100 de la agrimiuos de las lahl)res (donde á pesar del ma- cultura : . en esos terrenos se da prado y . yor cuidado siempre causan algunt>.S daños)~ suelta á las labores en los meses en que abory ,que para vol ver á sus establos tienen que recen el pienso, y el labrador en pequeño emplear una gran parte ·de la. tarde, percria allí insensiblemente los animales que diendo así • muchas horas de pasturaje (por han de venir luego á sus eslablós: bien no comprenderse que se puedan batear ni guardada, bieL1 repartida. esta dehesa, y obmajadear tan 00rtas piaras); donde hay, reservándose estrictamente los reglamentos pito, ese mal sislema de poblaoion y de rimunicipales para que no se abuse de la faqueia; donde hay esas piara$ que por 1o cultad de mandar-allí mas número de caberegular son de gente ,pobre, y que enferman zas ni por mas personas f1Ue las que aquepor la mala calidad de los pastos de desecho l.los marcan, esta finca, cuyos límites se hade qué se sustentan, P,Or la ninguna sal que llarán en el catastro de 1750, podrá servir les dan y por su trabajoso merodeo ; e;1 esos para todos los usos concejiles que dicbos sepaíses el sistema de piaras, si no es perjuñores incluyen en el art. 9. 0 de su proyecto. dicia1, es inútil, ·pues ni benefician á la agri- En los puebl0s donde éstas dehesas se han, cultura, ni lo que ,es mas, benefician á su enagena<!lo comojnnecesarias, ¡.,nr no haber clase, -por ser siempre la peor y la mas inlabores boy.ales, un egido que no esceda de sal'ubre. una fanega.,,de tierra del marco real por ve~ Dícese que unidas por ejemplo vein-te pia- cino, en el sitio comun de propios mas próras de á veinte cabezas, puede ,hacerse un ximo á· la poblacion, cubrirá los demás usos hato de· cuatr'ocientas, y &e, recomienda por (',oncejiles que marca dicho art. 9. 0 v de este algunos este sístema ; este sisteLna es de mamodo verá la minúría de la comision como lísimos resullados en la prác~ic;a, si bien en aq.uí, q'ue 'rflconozco una necesidad, la dejo teqría pQdrá .ser un gran consejo. Las socie- á cubierto de la reforma. ·· TOAIO 11.

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que puede dársela, los usos y aprovechamientos á que se la puede destinar. y las de que es susceptible, darán una mejoras lo que es del comun, no es de ningun: y en la licitacion. subida gran bay no que como cierto, tan señores, es, ,esto Se duplicarán las rentas, porque desapamas que recorrer los campos de los pueblos, 'Y con muy pocas escepcioqes, las fincas de ' recerán de las cuentas de propios todos Ios gastos reproductivos y de contabilidad. propios y comunes son conocidas de lejos Se duplicarán las rentas, porque estas es_por el culpable abandono en que se encuenbajas, á causa de disfrutar estos terretao la pie el por tran: aqu1 un cenicero quemaba nos los ganaderos del pueblo (hablo en tésis mas robusta encina; mas allá ofro leñador general), y por ser estos los que mas influentafa los árboles cuya crianza ha durado ciencia ejercen en las cosas públicas, · to y doscientos años, y que en cinco minutos Se durplicárán, porqlle no todas las fincas lúmla para despojos á reduce su hacha los que deben enagenarse prorlucen hoy p\ra el bre: aquí un labrador rotura un prado qúe fondo de propios, pues las conocidas con el hace poco alimentaba con su fresca yerba la de comunes se han venido disfrunombre ganadería, y despues de arrancar el césped laudo á diente por los ganaderos; Los vecié inutilizarlo, no siembra el terreno por nos de U'n pueblo no son todos ganaderos, r,onsiderarlo dé mala calidad- ó de difícil y mu-y' al cont.rario creo que estemos en pro,-. barbechera: aquí un atajo de cabras ramo..'. porcion de un 3 por ~ 00 escaso. A los intenea el retallo de un monte que se quemó reses , generales deben ceder los particulaadrede por el pastor para que su significanres. Si los productos de las fincas de pro-, te ganad e ría recibiese el aprovechamiento pios y comunes se han de duplicar al menos del renuevo; allí una cuadrilla de hombres el presupuesto municipal recibira un consisin autorizacioo, y llevados solo de las antiguas practicas, roza una rierra montuosa derable aumento cuya ventaja ha de rnntir desde el primer contribuyente basta .el últipara sembrarla, y al arder esa misma roza mo. Hay además otra ,:onsideracion de gran es... s arden tambien los montes comarcano peso en favor de esta demortizacion. En los to es, señores, el aspecto desconsolador de pueblos donde el caudal de propios es de allas propiedades de los pueblos: en ellas, en vez de avudar el hombre á Ja naturaleza guua entidad, se nota por regla general que los partidos locales, temiendo sin duda el la naturaleza ayuda ai hombre: por dura monopolio de estos fondos, se agitan. y lleque parezca la·calificacion, este seria en su van mas allá de lo regular sus rencillas, y orígen el mundo. ¿Y se querrá defender sin las elecciones municipales son mas reñidas embargo el statu guo de estas fincas? ¿ A su lado no se ven cmdar y crecer en productos que las de los demás pueblos. Si se verifilos terrenos de los particulares? Los capi- casen estas enageoaciones á censo, en un tales de inteligencia, los capitales metálicos renglon, cuya partida de cargo seria todos los años igual, se comprenderia la compli-' ap-licados por el interés particular á las fincada contabilidad actual. cas de propios y comunes, que hoy presenOtra ventaja no menos considerable retan tan deplorable estado, no tardarían en cibirán los pueblos con el aumento progreh?cernos conocer lo que va de propio á prosivo de la riqueza imponible. Si esfa hoy p10s. figura como ciento, lo probable es que, reducidas las fincas de propios y comunes á Ventajas para los pueblos. dominio particular, asciendan u'Ja cuarta ó quinta parte sus sucesivos valores, y el No me ocuparé en demostrar las inmencontribuyente que pagaba el 12 por 100 de de sas ·ventajas que reportarán los vecinos sus utilidades•, por medio de este aumento los pueblos que por el fácil medio de la comde capitales. vendrá á pagar un ocho ó un de que pra á censo adquieran una propiedad nueve . Bajo estos puntos de vista consideotra suerte les seria imposible adquirir. Voy rada la cuestion, es beneficiosa la venta á ante y ~eoerales, á referirme á las ventajas censo para los pueblos en general, si bien esas deben callar las particulares. Por un incálculo aproximado, puede creerse que las podrá suceder que se resientan algunos , . tereses privados. rentas de esos bienes se duplicaran en beQue et foro no se pagará con exactitud : que neficio de todos. Se duplicarán, porque en á la garantía de la propiedad; que desapal'ecer las subastas que se celebren para su eoagenac.ion han.de interesarse los vecinos de los á un Gobierno le es mas fáoil vender los cenpueblos en cu-y,o término radique la finca, y sos que las fi1was, son vagas declamaciones los cuales, conociendo el tlestino • particular que no tienen la menor fuerza. El foro sepa•

Terttaj'as para la propiedad.


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Ventajas para la Administracion. garia, pot·qU11 el propietario no querria perder ¡· nunca con la finca sus mejoras. La garan lía seGrandes economías pueden resultará la ria mayor, conocidas las rentas de los pu.ebfos, AdminiEtracion de la venla á censo de los y si puede haber un Gobierno que se_atreva ó se halle en la imprescindible necesidad de 1 terrenos de que se t~ata. Desde las secretarías de Ayuutamieot0, en las que empiezan enagcnar esos censos, ese mismo Gobierno enagenaria las fincas, tal vez de un modo que los gastos reproductivos y de contabílidad, no pudieran los vecinos de los pueblos intere- ¡ y los e¡;pediente., gubernativos sobne asunsarse en las subastas, y en lo cual soy de opi- tos del ramo de propios, hasta el Ministerio nion que se perjudicarian gravemente los inte- de la Gobernacion, en esta grande cadena administrativa, son incalculables el dinero y 1·eses de la agricultura. . el tiempo precioso· que se pierde cada un Señores, los mas tenaces defensores de la no venta, al perder reducto por reducto, y trin- año, y es de tomarse en cuenta los fondos y chera po:r trinchara su fortaleza, aun les queda los brazos que el Estado ha de economizar por esta ,meclo<d:a, t¡ue lleva envuelta en si un una torre desde la cual agrupados esclaman: lo que los pueblos hcin comprcido con su sangre grande pensamiento, que puede muy bien red ne-irse á los siguientes principios: y con su di·nero, no se les puede quitar sin co1. 0 Respeto á los intereses creados. meter una notable ·injusticia. Prescindo yo 2. 0 Organizacion de esos mismos intede lo-equivocado de la idea, pues ni S.M., reses, tómando por baso la propiedad. ni ,su Gobir.rno, ni nosotros tratamos de 3. ° Facilidad de que los bienes de proquitarle á los pueblos sus adquisiciones: el pios y comunes queden en manos de los vepensamiento, tal como lo esplican los defensores de la no venta, no lo apoyarán mu- cióos de ·1os pueblos en cuyo término radiquen. chos españoles; '. el pensamiento, tal como lo 4-. 0 Des[lJrrollo del pensamiento de heresplicamos nosotros, sin duda que ha de te·manar la. ganadería con la agricultura. n~r muchos adalides. Variar ppr un a.dmi5. º Escl usion en la veo ta de los ejidos y nistradm· el estado de una finca, mejorando dehesas boyales en beneficio de la agriculstt condicion y t.1,umentando en beneficio de su dueño sus productos, no es destruir, es admi- tura 0y de las clases menos acomodadas. 6. Aumento de los caudales de los pue-nistmr. Pero en último resultado, y siguienblos por medio de rentas fijas sin gastos re·do mi sistema de medios términos, tampoprod ucli vos. .co tendría inconveniente en transigir con 7. 0 Aumento de la riqueza imponible, y esos hombres atr'incherados en su úllimo reducto, diciéndoles: lo que nuestros abuelos economías. generales para la Administracion adquirieron para sus pueblos, subástese á y para el Estado. Madrid 23 de octubre de 18i9.=Agustin Salido, vocal.=Como indicenso perpetuo en dia dado y diferentes lo.calidades entre l9s vecinos del mismo pue- vidu'os de la comision, Joaquin Tejeiro.= blo, y si estos no rematasen en la primera J. Manso de Julio!. subasta todos sus bienes, en la parte que quede ábrase la pública licitacion. Si aun Tampoco llegó el caso de que se discupara este medio hay oposicion, si cerrando tiese este término medio, por haber ¡;ido aprolos ojos al porvenir, y los oidos á la ·razon bado , el dictámen que <lió ?rincipio en la insisten en su temerária idea, un dia llegapligina 388. rá en que el país nos juzgue á todos. (

PRllllER~ COllllSIOl.W.

Proyecto del si:;ñnr Satido referente tambzen á los bienes de propios y comunes " de los pueblos. . SEÑORES:

En atencion á todo lo espuesto en mi término medio, sobre la cuestion de enagena,c1on de bienes de propios, fundándome en los principios que en él dejé consignados, y teniendo presentes las razones aducidas en el curso de la discusion, tengo la honra de

proponer á la comision el siguiente proyecto. Artículo 4. º Se declare favorable á la agricultura la enagenacion obligatoria á ce-p.so enfitéutico perpetuo de los bienes de propios y comunes apropiados ó arbitrados, previa la formacion de espediente, en subas-


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ta pública, y con la aprobacion del Gobierno. ArL. 2. 0 Verificada la tasacion de la finca con todos sus val ores de suelo y arbolado, con arreglo á las leyes y reglamentos vigentes, tendrá lugar una ·subasta triple en día y hora, fijos é igu1les; en el pueblo en ,cuyo termino radique la finca, en la cabeza del partido judicial, sino lo fuere, y en la capital de provincia, se harán dos subastas, una en ella y otra en Madrid. Art. 3. 0 Los que se interesen en la licitacion, habrán de depositar previamente, como garantías de sus proposiciones, la cantidad que corresponda en dinero al 5 por 100 del capital en tasacion de la finca que se su·baste. .En los demás puntos en que se baga la subasta, babrán de present:u para ser admitidos, un documento por el cut1l conste dicho deposit0. Art. 4. 0 En las subastas serán preferí-do por el tan to los vecinos de los pueblos en coyo término -radiquen las fincas. · .Art. 5. 0 Los ayuntamientos, bajo su mas estrecha responsabilídad, procederán á verificar en el preciso término de un mes un croquis aproximado de su término, designando el rádio que aquel ocupa por los cua-tro puntosldel N .S. E. y O. Igualmente manjfestarán el número de vecino,,, la proporcion -en que están las tierras labradas con las liegas ó iocultas, las cabezas de ganado de todas clases que hay en las piaras llamadas de concejo, y los• usos y aprovechamientos inmedi atos que reciben en los terrenos de propios y comunes los vecinos de la poblacion: · · - Art. 6. 0 Este trabajo se pasará al gobierno político, el cual, oyendo al comisario regio, si le hubiere, á la Junta de agricul:tura,. al concejo de provincia y á la «;liputacion, si estuviese reunida, remitirá el espe~iente con sil informe al Gobierno de S. l\L En él espresará, que bienes deban en;igenarse y cuales no, esponiendo en este último caso la razon porque en su concepto pueda afectar la. enagenacion los intereses generales del pueblo. Tales se reputarán el ser dehesa boyales ó potriles donde baya ó convenga este género de labores ó grangería, y el ser egidos ó terrenos comunes, donde los vecinos de la municipalidad tengan aprovechamientos ab iertos y continuos, procu!'a• do en todo caso prevenir los males que en la reforma pudieran afectar á las clases menos acomodadas . •Art. 7. 0 Será • tambien enagenables, con .. Jas mismas·condicionesy g-a ra • Lías, •lps- sobrante¡, de los bii:nes comunes que á consul- ta tle) gefe ,político, oidos el comisario ré-

gio y las corporaciones arriba espresadas, declare el Gobierno que no afectan á los_intereses genera les del vecindario. Art. 8. 0 Las roturaciones y demás intereses creados en terrenos de propios y comunes, se respeterán : 1.º Cuando se bailen plantados de arbolado o de viñedos . 2.° Cuando tierras de secano se hayan convertido en regadío, y:;, por medio de accequias ó sangrías, ya pot' el conocido de pozos ·ó norias. • 3. ° Cuando por acuerdo del ayuntamiento, las dehesas se bailen roturadas y repartidas entre los vecinos del pueblo. 4. 0 Siempre que las roturaciones contenidas en las dehesas de pasto, tengan al menos la cabida de 20 fanegas del marco real de Avila : pero con la cond icion de cerrar sus liudes, bien con vallas, bien con setos de plantas qne illl,pida • los daños de los ganados. A estos pequeños ciertos pueden agruparse, siempre que se linden e• tre 1 si, las demás roturaciones aunque no cubran las 20 fanegas del minimmn, pues el objeto es facilitar el pasturaje, sin. las graves contingencias de daños que hoy se sufren por el labrador, v que muchas veces han causado graves disgustos con los ganaderos. Art. 9. 0 Todas las roturaciones compre• dida!:l en el artículo anterior se tasarán teniendo solo en cuenta el valor de la tierra, no considerando en nada las plantaciones y meJoras del trabajo, y pagando el cánon de 3 por 100 sobre el capital, desde la roturacion, si es reciente y conocida su época, y caso contrario con diez años de anterioridad, quedando á este efecto obligados los actuales poseedores. con derecho á reclamar de los anteriores en justa proporcion á los años de su disfrute. Art. 10. La finca en que no se llenan los requisitos del artículo anterior, y cuyo poseedor se niesue á otorgar escritura de reconocimiento del dominio directo y pago del censo al comun, reverterá á los bienes de propios, vendiéndose despues con las formalid ades, condiciones y garantías que señalan los artículos anteriores; pero con la diferencia de que habrán de considerarse para la tasacio • de todos sus valores naturales y artificiales. Art. •f 1 . Con objeto de no sacar á la vez al mercado tantas fincas v terrenos lo cual podria acaso perjudicar los intereses de los pueblos propietarios, y los de la agricu ltura, se reoomenderá al Gobierno que proceda en el asunto con toda la circunspeccion queparece conveniente-. ·


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Madrid~. 0 de noviembre de~ 84-9.=Agustin Salido, vocal.

discutiese en la Junta general ni de que sobre él sé diera 'di<;Lámen alguno.

Este proyecto no ll~gó el caso de que se TERCERA. 00.MISION.

])ictámen de la misma sobre las ventajas é inconvenientes del sistema de formar establecumentos para faálitar socorros directos á los labradores. SEÑORES:

La comision encargada de dar su dictámen sobre las ventajas é inconvenientes del sistema de formar establecimientos para facilitar socorros direQtos á los labradores, ha discutido seria y detenidamente este importante asunto; y aunque con escasa fortuna, por no haber encontrado el remedio á propósito para hacer cesar los mal~s que se esperimentan en esta parte, espondrá á la Junta aeneral el rruto de sus acuerdos. ~ue es útil y conveniente la formacion de establecimientos para facilitar socorros directos á los labradores, no es á los ojos de la comision una cosa cuestionable; no es un asunto dudoso. Las ventajas de socorrer al necesitado, de proteger la primera y mas importante riqueza del pais, de sacar á la agricultura del abatimiento y postracion en que se encuentra hace mucho tiempo, de la postra:cion y abatimiento que el Gobierno mismo reconoce y confiesa; estas ventajas en mayor ó menor escala siempre habían de resultar de la formacion de establecimientos de socorros. Todas las industrias progresarian indudablemente si en favor de ellas se fundaran establecimientos de socorros: ¿qué. razon· pudiera alegarse para decir que la agricultura babia de ser perjudicada para este sistema? Si fi todos los artes y oficios les servia de grandísimo provecho tener depósitos donde acudir en momentos de apuro y escasez para que remediasen sus necesidades, ¿qué razon puede discurrirse para decir que los labradoref: no habían de percibir el beneticio cornun? Al contrario; por lo mismo que la agricultura ha sido la ocupacion ma atendida entre nosotros; por lo mismo que son tan grandes sus necesidades como conocida su falta de recursos para prosperar tanto como necesita, se ha reconocido en todas épocas y edades la necesidad ele facilitar socorros directos á los labradores. No es ciertamente ahora cuando se inaugura esta cuestion. La historia de nuestro país, la administracion pública de España,

nuestras leyes, nuestras costom bres, todo nos hace conocer y nos enseña que la agricultura ha estado siempre bien atrasada; que nuestros labradores están continuamente acosados por falta de recursos, y que como consecuencia de aqQel atraso y de esta carencia de medios, se han fondado de tiempo muy antiguo establecimientos para socorrer á esta clase tan numerosa como utilísima de nuestros compatriotas. Durante muchos años, y µun en la actualidad, á pesar del aumento que van teniendo los frutos de la tierra por las mejoras que diariamente se introducen en las sendas de comonicacion, durante muchos años, y aun en la actualidad, la situacion habitual de nuestros labradores es la siguiente: pedir anticipadamente trigo para la sementera; pedir anticipadamente dinero para la recoleccion de sos frutos. ¿Cómo, pues, no ha de serútil, conveniente y hasta necesario, fundar á todo trance establecimientos para socorrerá una clase tan numerosa como útil para la nacion, tan honrada como indispensable al bien comon? Cualquiera que recorra ligeramente nuestra historia encontrará en todos sus-períodos al labrador necesitado y agobiado, v á los le 9isladores dispuestos á hacer su suerte mas aichosa, y cualquiera reconocerá fácilmente que en todos tiempos han sido provechosos los establecimientos !le socorros. La a¡;ricultura considerada en grande escala no progresará grandemente con estos establecimientos, es decir, si se consultara únicamente el interes , el progreso de la agricultura, claro es que el recurso de formar eslos establecimientos de socorros seria insuficiente. La agricultura asi considerada necesita para llegarás~ f!layor de a_rrollo la proteccion eficaz y dec1d1da del Gobierno; necesita muchos y poderosos y fáciles medios de comunicacion; necesita caminos, canales, medios de riego y grandes capitales en circulacion; pero al lado de estos elementos generales de prosperidad y riqueza no hay que olvidar al labrador necesilado;


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al colono activo y trabajador, pero sin recursos, á quien se delJe proteccion yamparo. Por este medio se conseguirá que el número de productos se aumente, y paulatinamente el de propietarios, y que la agricultura adelante considerablemente unrándola como todas las industrias, en pequeño y en gran·ctes proporciones. La comision entiende, en tésis general, que es conveniente la formacío n de establecimientos para sacilitar socorros directos á los labradores; y que el Gobierno por su parte .debe cuidar de evitar las causas qoe á ello se opongan , procurando realizar un peusamiento evidentemente útil, pro,,ecboso, mirado á la luz de la razon, de la politica, de la economía, basado en los princi¡:)ioS eternos de la raligion cristiana. Lo arduo en este negocio no es la esposicion de las ventajas del sistema de socorros; lo arduo y difícil, y casi imposible á juicio de la comision, es indicar un sistema determinado y fijo, porque los inconv:enientes que se tocarán para su planteamiento y administracion son de tal magnitud, que la comision ha vacilado, v no se ha resuelto á determinar lo que podrá realizarse. Por de pronto la comision no puede desentenderse de los sistemas practicados anteriormente en España, de los que se ban mandado presentar, y de aquellos que en otros países bao producido prósperos resultados. Así espuestos los hecbos y los principios, se detendrá despues en enumerar los inconvenientes ce su continnacion ó realizacion en noestl'o suelo. Desde luego saltan á la vista y llaman la atencion en primer término nuestros antiguos Pósitos, los cuales fueron de grande uttlidad en su primitivo origen con cuyos fondo y productos se socorrió al labrador necesitado , y que llenaron debidamente su objeto; pero las invasiones del poder en sus existencias para atenderá las urgencias del Estado y á las necesidades de las guerras, la mala administracion que se tenia y se tiene con los que ex.isten, el relaj amiento de la institucion en sus mas esencia les bases, la modifioacion que los tiempos haa introducido en nuestra industria, en el comercio, en la agricultura misma, son causas poderosísimas por las cuales la comision, ni propone la continuacion y estension de este sistema, ni su reforma siquiera y reorganizacion. Sobre esta materia los individuos todos de la Junta de Agricultura babrán leido el precioso folleto del señor Cela y A.ndrade, en el cual se enumeran con prodigio a facilidad y senci llez todas las vicisitudes de es-

tos establecimientos. su legislacion, sus ventajas, sus inconvenientes, su siluacion actual; y la comision por su parte no hubiera tenido reparo ~n• adoptar por completo el opú culo citado para su informe, si el ilustrado autor hubiera resuelto la parte principal del problema, que se reduce siempre á. proponer establecimientos para socorrer directamente á los labradores. Ciertamente el vender los efectos de los pósitos existentes y acudir con ellos á la construccion de obras públicas se ri a un gran recurso para favorecer á. la agricu Itura en genera 1, pero no para dar socorros dfrectos á los labradores, objeto principal del programa en esta parte. Los pósitos, pues, no pueden evocarse de la senda donde se encuentran ; los pósitos ni pueden resucitarse, ni reo.rganizarse bajo sus antiguas bases los que se conserven. ni proponer la estension de este sistema á los pu otos donde no se conocieran; porque al ver su decadencia, al observar que el Go ·bierno ha Lomado para sus necesidades mas de trescientos millones en distintas épocas, y al reflexionar un poco sobre la mala administracion local con que se gobernaban estos establecimientos, causa perenne de riñas, enemistades y dilapidaciones, ningun pueblo ni particular se prese ntaría fácilmente á que se volviesen á constituir pósitos para aliviar al labrador necesitado. ' Ademas, si estos establecimientos fueran suficientes para el objeto que el Gobierno se propone, si su situacion fuese lisonje;a, si sobre este particular nada hubiera que innovar , no figurarí a la pregunta tercera entre las de nuestro programa. ¿Para qué había de tratar de inquirir el Gobierno sobre los inconvenientes y ventajas de fundar establecimientos con el objeto de procurar socorroB directos á los labradores? Todos le buhiérarnos dicho: «ahí están los pósitos; bien administrados, bien conservados, respetados siempre de todos los Gobiernos.,, Pero como esto desgraciadamente no ar.onLece, como el Gobierno implícitamente ha reconocido los positos por insuficientes, esta es una de las razones principales por la cual trata ele inquirir la opinion de la Junta de Agricultura sobre esta materia. Vienen en seguida los Bancos agrícolas, sobre los cuales va el Gobierno tomó la iniciativa en 184-1 recomendando su establecimiento, bien con los residuos de los Pósitos, bien con fondos nuevos; v estableciendo en decreto de 30 de setiembre ciel'tas reglas y privil egios con el objeto de alentar á los particulares y procurar la realizacion ele este pensamiento. Entre otras cosas, se dispo-


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nia que ni el Gohicrno ni sus agentes pudiesen exigirá los que se interesasen en la forroacion <le los Bancos de labradores, cantidad alguna, ni aun con la condicion de inmediato reintegro ; que los accionistas no estuviesen obliga<los á pagar contribucion de ninguna especie por sus capitales ó acciones; que la Direccion del Banco-fuese independiente del Gobierno etc., ele. A pesar de este aliciente y de tan rem arc'lbles ventajas , los Bancos de labradores no se han propagado, y los pocos que llegacron á establecerse, han tenido existencia angustiosa, corla vida y muerte borrascosa, efecto de su vil;iosa administracion por una parte, y de otras causas generales nacidas de nuestra legislacion ar,tual, y de las cuales se ocupará mas adelante la comisi on. Las Cajas de ahorros serán siempre insuficientes en pueblos de corto vecindario, de poco dinero circulante, y donde el que tiene metálico, tiene gran desconfianza v prefiere enterrarlo á depositarlo en otras manos. Tambien la comision ha len ido presente la institucion de bancos territoriales, fundados con tan buen éxito en Prusia v Polonia valgunos pueblos de Alemania; y·aunqueefmecanisrno de es los bancos es tan sencil !o como bien combinado • aunque sus resultados han sido satisfactorios en los pueblos citados , la corn ision no puede determinarse á proponer , por ahora, su iraslacion á nue~tro pais, por las razones que espondrá brevemente, las cuales comprenden á todos los establecimientos de crédito, v las cuales, por ser generales abarcan y se aplican igualmente á la reorganizacion de los Pósitos, al planteamiento de Bancos de labradores ó territoriales, y á cualquiera otro establecimiento para socorrer directamente á los necesitados. Opónese en España á la formacion de establecimientos de este género, la falta de crédito nacida de muchas y verdaderas causas, y la comision ha tropezado siempre con unos mismos inconvenientes. 1. 0 La desconfianza en el Gobierno, por haberse apropiado en otras épocas los fondos de los e tablecimientos públicos y particulares. Ha sido muy frecuente en España con motivo de los grandes apuros del fü.tado, ó para sobrevenir á graves acontecimientos, ba sido muv frecuente ver al Gobierno ychar mano de ·fondos de caminos , de lnstruccion pública, de Beneficencia, de Pósitos, de todas partes. Allí donde había dinero, allí acudia el Gobierno á recogerlo para sus necesidades. Lo quP, no se ha visto nunca es, que se reintegren los fondos de esta

manera tomados, y en los Pósitos mismos te~ nemas siempre á fa vista un ejemplo vivo de estas verdades. Es cierto que han variado algo las candi~ ciones del poder entre nosotros; pero la desconfianza pública no se apaga tan fácilmente,. y delante de todos lo;, OJOS está siempre la idea de que pueda volver el Gonierno á sus costumbres antiguas, y estos funestos recuerdos son siempre un poderoso freno que contiene la mas decidida voluntad. 2. 0 Despues de la, falta de crédito por la desconfianza en el Gobierno, salta á lá vista la de confianza profunda que han producido arraigado las administraciones locales. Cualqmer establecimiento que se fundara en la actualidad para el socorro directo de los labradores, babia de ser un reflejo de los Pósitos en s~ administracion á los ojos ue todos los vecrnos ; y como se ba observadó que los l'ósitos socorrían al fuerte y abandonaban al necesitado, como toda., las riñas de los pueblos nacen del afan con que todos quieren ser administradores de estos fondos, porque equivale á ser sus dueños, como las cuentas arrojen de sí la peor de todas la,s administraciones, y el mas punible despilfarro, la desconfianza ha ido en un aumento tan grande, qúe únicamente aquellos que se propusieren medrar, habian de activar en los pueblos la formacion de estos establecimientos: En vano el Gobierno ofrecerá garantías: en vano establecerá privilegios. Ya lo ha hecho, y nada ha adelantado. Los que están ya escarmentados por hechos anteriores muy repetidos, ven en toda las franquicias y privilegios el cebo para entrar de nuevo á mayore pérdidas; y como lo conoeen , huyen de ello. Hasta el mal ensayo que úlLim amente se ha hecho en algunas provincias, y los multiplicados que se bao hecho en la córte de Bancos y sociedades que todos han naufragado, todo esto ha duplicado la desconfianza antigua á un punto tan e!"tr:iordinario y tan conocido de todo el mundo, que la comision se ha arredrado para proponer en definitiva un sistema cualquiera. 3. 0 Es tambien causa priucipalísima contra el crédito en general como contra el interés individual y colectivo, nuestra legislaciou exi tente . obre el sistema hipotecario y sobre la ta a del interés del dinero. Los particulares, ni solos ni reunid,~s querrán anticipar sus fondos para la formacíon de e~tablecimientos de socorros, cuando no se les da, ni las ~arauLías necesarias, ni el interés que puecten percibir de otro _múdo y en otro caso; y auw¡ue se encontranan en to-


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das las provincias personas f:ilantrópicas que adela.ntasen su dine·ro por un módico interés, es mucho mas difícil, si no imposible, que se encuentre quien anticipe dinero ca i con la seguridad de perderlo, ó al menos de sostener multiplicados pleitos para recuperarlo; pues eso· cabalmente aconteceri~ y acontece necesariamente con la tasa del dinero y con el sistema hipotecario. Por la tasa se re tringe el interés individual ó el interes colectivo, habida consideracion con la situacion· actual de nuestro país, con sus necesidades, con sus condiciones de existencia. Con el sistema hipotecario o curo, embrollado, lleno de exenciones y privilegios, escrito 'casi espresamente para atizar y alimeo tar pleitos, ni se saben las cargas que gravitan sobre las fincas, y comunmente vemos que esta falta de publicidad , unido á tercerías, hijuelas, derechos del fisco etc., imposibilitan el cobro de los créditos mas sagrados y que parecían mejor asegurados. En todos los países dondé se ha querido dar verdadera consistencia al crédito , se ha emp~zado por variar la legislacion hipotecaria; y así es que en Francia mismo no han prosperado ni casi se han planteado los bancos de labradores , porque tambien allí el sistema de hipotecas tiene grandes defectos. Por estas razones , la. comision que conoce los resultados satisfactorios que han producido en algunos puntos de Alemania los bancos territoriales, no se atreve á proponer su creacion entre nosotros, porque se e,:trellarian necesariamente con nuestro sistema de hipotecas, y si una vez se planteasen esos Bancos, y sufriesen descrépito, no seria posible resucitarlos, aunque despue:; se variase convenientemente la legislacion en esta parte. Para preparará la larga esta reforma importante, para procurar con buen éxito, así el restablecimiento del crédito, como la formacion de Bancos que vengan en auxilio de la agricultura de un moilo directo, la comision entiende que debe proponerse al Gobierno las novedades conven-ientes en el sistema hipotecario, y en ias leyes que regulan la tasa del dinero , porque -de lo contrar-io, por mas ordenanzas que se publiquen, por mas privilegios y exenciones escritas que se estable7,can en las Rea1es órdenes, como los Bancos, no se han de fundar con el dinero del Erario, y como ni el interés individual ni el colectivo , están actualmente suficientemente estimulados ni garantidos, no se fundarán Bancos; y si se establecieran, sería

qu_iz~ doblemente. perjudicial , _porque no existiendo bases solidas en la leg1slacion del ·pais, tendrian la de confianza ptiblic:i en su de ~répito, y solo se mezclarían en sus operaciones los que se propusieren lucrar sin e posicion y por medio de hipotecas, ó falsas, ó completamente inseguras y dañosas al porvenir y reintegro de los establecimientos. . Ademas de las variacione5 y mejoras legislativas que la comision propone, y entre tanto que estas se realizan por los medios que la constitucion del pais establece, deberia el gobierno mandar procederá una liquid_acion pronta y definitiva de toc;los los Pósitos, donde aun se conserven, procurando que se cobrasen los débitos; que se hicierau los. reintegros , transiguiend9 los pleitos, ó activándoles, si lo primero no fuese posible en algunos casos; real izando todos los haberes, y examinando escrupulosamente sus cuentas, para sacar esta riqueza y estos establecimientos de la deplorable situacion en que se encuentran. Estos mismos fondos p11estosen claro, podrían concurrir, en union con fondos de los particulares que á ello se prestaren, para ensayar entre nosotros los Bancos territoriales, tratando de proveerlos de una severísima administracion, en la cual habría de ponerse especial cuidado , porque del ensayo habria de resollar si fuere bueno, el que los Bancos se estendiesen, con la misma rapidez y con el mismo buen fruto que vemos prosperar los de otros paises. En suma, Lla comision cree que los establecimientos para socorrer directamente á los labradores son convenientes y necesarios; y que el Gobierno debe encaminar las reformas legislativas para que produzcan este resultado, aumentando la confianza, la seguridad de reintegro, y proteguiendo el iuterés individual y colectivo único modo de que estos establecimientos no sean una sentina de inmoralidad, donde los mas osados se enriquezcan, dejando siempre al labrador honrado y necesitado completamente abandonado y sin amparo en medio de sus calamidades y desdichas. Madrid 15 de octubre de 186-9.=l\Januel Catalá de Valeriola.=-Andrés Martinez Quintano.=Pedro autet.=José Ric;ardo de Ortega.= Agustin Esteban Collantes. =José Manuel Collado.=Eulogio García Paton. Fué aprobado este dictámen por la Junta en los términos que la maJoría de la comis,ion lo presentaba.


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TERCERA COBISIO.IW.

Voto pariicuiar del vocal b. José Alvaro de Zafra, indivz'duo de la misma, sobre las ventajas é i·nconveni·entes del sistema de formar establecúnientos para facilitar socorros directos á los labradores. Conforme con mis ilustrados compañeros de comision en las reformas que indican en sil luminoso informe, creo sin embargo que n6 bastan, y que debo proponer á la Junta en favor de la agricultura un auxilio mas inmediato y eficaz. La creacion de bancos territorialu en todas las cabezas de partido judicial, dotados con7ondos públicos. Para que la -industria aarícola prospere entre nosotros y se eleve á la al tura en.. que se halla en otros países, es indispensable que los crecidos capitales circulantes que necesita guarden proporcion con el capital fijo qne la sirve de base. E1 labrador necesita metálico para emplear jornales, comprar caballerías, aperos y abonos; criar ganados, recolectar los esquilmos. y hacer en las fincas mejoras que aumenten y aseguren su produccion. En España carecemos considerablemente de estos capitales. Los pocos que existen ó se encuentran ociosos en los bolsillos particulares, ó se dedican á especulaciones bursátiles, fabriles I comerciales, que los atraen con preferencia por el mayor lucro que les proporcionan. El Gobierno carece de los recursos necesarios para cubrir con exactitud sus atenciones. Reformar el sistema hipotecario, ensanchando y estendiendo el crédito territorial; multiplicar y mejorar lascomunicaciones, dando fácil salida á los productos; libertar el ·comercio de trabas y derechos abaratando los géneros, aumentando el consumo y disminurendo el precio de la mano de obra, son sin duda medios indirectos de grande importancia, pero ineficaces para sacar en poco tiempo á la agricultura españ'ola del miserable estado en que se baila. De él no saldrá mientras no se esparzan por las p~hlaci~nes agr_ícolas eapitales de gran cons1derac1on ded1~ados esclusivamente á promover estas me1oras, mientras el labrador no halle á la mano, á po-co precio y en todas época:s, ese instrumento precioso de qúe ahora carece. Desacreditadas ya por fortuna las dos máximtls administrativas opuestas de dejm· hacef, y de la centrahzacion absoluta, al Gobierno del ·pais corresponde con arreglo á los buenos -principios tomar la iniciativa, y dar la direccion á esta rande empresa, haciendo que concurra 9 a ella la accion social,~ TU)IO 11.

que cooperen á su realizacion los intereses individuales. Por sí soJos estos jamás lo verificarán. Ejemplo nos ofrece la real órden de 30 de setiembre de 1841, aconsejando la formacion de bancos agrícolas que ningun resultado ha producido. Ni conviene tampoco que el interés individual aislado tome á su cargo la realizacion de pensamiento tan importante; porque los particulares no se mueven ni aventuran sus capitales sin obtener las mayores ganancias posibles, y la agri,:ultura no puede hoy ofrecérselas tan grandes como Jas que les resultarían de otras especulaciones, siguiéndose de aquí lo que la esperiencia nos está demostrando; á saber que los capitales que en virtud de la. accion individual se dedican á socorrerá los labradores, los empobrecen y arruinan en vez de favorecerlos. Fundado en los raciocinios que surgen de estas brevísimas indicaciones, en lo que nos enseña la historia de los bancos de crédito de otros pai&es, y la falla nuestra de las sociedades anónimas, y convencido al mismo tiempo de que ni la agricultura puede soportar sobre las inmensas cargas que hoy sostiene, otra que se le exigí-ere para formar estos establecimientos, ni el Gobierno se halla tampoco en estado de adelantar los capitales necesarios para dotarlos, opino : 1. º Que los bienes de propios, resto de una amort.izacion territorial funesta que rinden un escasisimo interés á las mumcipalidades1 y son causas de abusos y desórdenes continuos en los pueblos, se vendan á metálico en doble subasta á pagar en diez anualidades, v con sus productos se establezca un banco· territorial en la cabeza de cada partido, el cual abonará á los ayuntamientos que se constituyen sus accionistas el 3 por 100 de las cantidades que les correspondan, abonando tambien el comprador al ayuntamiento respectivo en los diez años que dura el pago, el 3 por 4qo del precio que en cada ·uno quede por sallsJacer, para que de este modo estén siempre atendidas las necesidades del presupuesto municipal. 2.º Que con los fondos de dichos bancos, á los cuales se unirán los bienes, granos, derechos y acciones de los pósitos, se atienda á facilitar socorros directos á los labra:,)6


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dores, prestándoles sobre primera hipoteca partes de la poblacion, recomendándose por en fincas rústicas de primera y segunda ca~n la circu~stanci!l de adquirirse tantos y tan lidad, y basta la mitad del valor de la finca, rnmeoso bienes sm meo osca bar derechos o i las cantidades que necesiten y de las que dañar intereses de ninguna clase, antes por reintegrarán al banco en diez plazos de á el contrario, saliendo todos beneficiados . año, abonando además en ·cada uno el inte- . E pue · tas ya las ventajas de formar los res de 6 por 100 de la caLltidad que con ·er- establecimientos que propongo, réstame solo veo en su poder. Tambien prestarán sobre examinar si se oponeu algunos inconvenienprendas pe ciertos frutos de fácil conservates. · cion y salida, cantidades- pequeñas á rázon Los bancos que en otros paises á vueltas de 412 por 100 al mes. de grall¡cles beneficios bao producido ó agraLos bancos que con los esprésados bienes vado la chsis á que frecuentemente se bao, se reformen en las capitales de provincia: en visto espuestos, se hall:-1n en general fundaque 'preponderen los intereses urbanos, fádos bajo muy -distintas bases. Unos son verbr les y comerciales podrán destinarse al daderas sociedades anóo'irnas formadas por fomento de · as manu-fa:cluras del comercio y los propietarios, bajo cuya garantía real se de lá propieda.d urúaoa bajo las garantías y espide el papel de crédito que toman las que condiciones• convP ni en tes. . solicitan lo.s préstamos y convierten en me13_ 0 Que· se establezca al lado de cada tálico por medio de su oegociacioo en la bolbanco una Caia de ahorros cuyas imposicio- sa. Otros tienen la facultad de emitir billenes garantizará aquel. ' tes; la mayor parte, por fin, se hallan fuo, · 4.0 Que así las ventas de los bienes de dados sobre la base del crédito. Los ioconpropios como la direccion y administracioo vénieotes de estos esta'hleci mientos son grade los bancos terr..jtoriales y ·cajas de ahorves en todos los paises, pues las oscilaciones ros, corran á cargo de las personas que elipolíticas y comP.i'cialcs los tiene es¡Juestos á jan los ayuutamieolos que componen cada riesgos de ·consideración. En el estado moral partido, bajo la vigilancia v direccion supe- y material del nuestro son á mi juicio imporior de las diputac'íones pro.viociales, con los sibles semejantes establecimientos; los ar-empleados necesarios que afianzarán en títu- gumentos desfavorables que contra ellos pulos de la deuda pública el desempeño de sus dic.ran hacerse, no son aplicables de modo cargos, y bajo las severas disposiciones que alguno al pensamiento que propongo. la¡; leyes 'Y reglamentos establezcan, y meEl único inconveniente que podrá oponerdiante la mas !ala y ordenada publicidad de - se será el de falta de inteligencia ó m,oralioperacionesJ y cuentas. dad en la admioistracion de los estableci5. 0 Que la organizacion de estos bancos mientos propuestos. Y aunque desgraciadase o!"ganice de modo que no permanezcan -ca - mente no carecemos en oue.stro pais de pital~s ociosos en caja, y que' la cobranza de ejemplos que nos hagan tP.mer como posibles réd'i'tos y capitales ;;e baga con la oportunilo:; abusos de este género, creo, ;;in embargo dad necesaria para satisfac~r las rentas á los qA.Je la imporalidad de aparecería ante la ayuntamientos y. el sueldo á los empleados, previ~ioo de los Iegislaqores, la energía de co.nsigoánüose en la ley de su creacion la las autoridades, la vigilancia de las corpopróhibicion absoluta de entrar en negocia:... raciones populares y la publicidad de todos ciob de ninguna clase con el Gobierno ni aulos actos. 1 loridades. ' Sea de esto lo que quiera, es lo eierto que - Tales son las bases capitales del pensael estado de postracion y- abatimiento en que miento cuyo desarrollo deberi'a ser materia la industria agrícola se baila es grande; por ele bien rpedita!las le yes y reglamentos. Los eso me veo impulsado á pedir un remedio grande, eficaz, completo. ventajosos resultados de su prudente, en ten- dida y honrada ejecucion, _seria esp"clrcir por Tal es mi humilde opinion. La Junta gelos campos mil y quinientos millones de reaneral sin embargo, resolverá lo que juzgue les en efectivo qne reanimasen la agricultumas acertado. Madrid 15 deo'ctubre de 1849. =José Alvaro de Zafra. ra, las artes V el comercio, la marór V mas entendida labor de las tierras , e aumento 'de la produccion y del trabajo, la fuodacion Una vez aprobado por la junta el dictásóJida del crédito territorial, la destruccion de la impacable usura, la sencillez, el órden men de la mayo ria de esta comision 3.", no ·y la clarida:d en la administracion munici- llegó el caso de que se discutiera el anterior •pal, el aumen to de 1las redtas públicas, y el ~oto par ti cu lar. mejoramrento social de las cuatro quintas 1


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lJNDÉCllUA. COllllSION.

JJictdmen de la misma soore las ventajas é inconvenientes del sistema de barbechos con rdacion al suelo y cHma ~e la Península y al estado rle nuestra poblaáon. general, ·se opone á 1os adelantos de la agriSEÑORES: La comision undécima tiene el honor de cultura. El labrador no se ha de contentar someterá la dlscusiou de esta .Junta general con lo que la tierra le dé en el órden natural de las estiiciones, debe domar y dirigir de Agricultura el dictámen que ha formado la misma naturaleza, apoderarse de sus efecsobre la siguiente cuestion: tos y de sus causa , sustituyendo una accion «Exámen de las ventaja é inconvenientes del sistema de barbechos con rel acion al reílex_iva y previsora de los movimientos ossuelo, clima de la Península y al estado de curos, ciegos y espontáneos de aqu~I agen . Tambien en Ía ciencia agronómica ha de la pobtacion.» La cuestion de los barbechos es la mas resplandecer el triunfo del espíritu sobre la materia; esto es, hasta en las operaciones importante que se puede ofrecer en la cienagrí~olas, debe ·brillar el poder de la intelici_aagronómica: interesa sobremanera á propietarios, arrendatarios, economistas, hom- geac1a humana. ¿Estamos en el caso de que bres de fü:tado, gobiernos y á la sociedad valg algo en la ciencia del cultivo la inveteraJa v tradicional rutina? ¿Han de ser los e!1tera. Se trata nada menos que de decidir sulos tercios ó quizá la mitad de las tierras agriculfores como los brutos, que pra1~tican arables de la Península han de quedar todos ahora lo mismo qne hace siglos? La agriéullos años abandonadas y sujetas á una vuel- tura ha llevado la misma marcha que Los demás conocimientos humanos; era un ofita periódica de cultivo para poder asegurar las coseclrns de la otra mitad, ó si hav me- cio en so principio, y despues un arle sencillo, porque simples procedimientos bastadios (IJas á propósito para doblar los pro~ ban para sostener una esca~a población; peduetos con gran beneticio de los cullivadoro conforme ha ido esta en aumento se ha ~es y aumento de las primeras materias, ohvisto el hombre precisado á sacar de la tierJeto preferente 'de todos los hombres. ra, á fuerza de indu tria y de trabajo, abunAntes de entrar de lleno en la ruestion diremos lo que se entiende por b:i.rbecho, á dantes y úüleS' productos para atende\. á su subsistencia y para ir' elevandq á una nau naturaleza.. Barbecho es el estado ·de reposo ó de descanso en que queda una tierra cion al mayor grado de prospe'ridad -y de poder. · cultivable por uno, do' ó mas años, y á las Si el sistema de barbechos reconoce e'l -yece solo me. e· para .luego ser cultivada y 1 sembrada de uu~vo. Se llama barbecho de orígen de uua escasa poblacion ó falta de br, uu año y vr-z cuando 'de dos años 'solo u• o zos, esto no autoriza á seguirlos cuando se qúeda ~in siembra, pero sometida, sin em- ve que toda la atencion de los pueblos es bargo la tierra á cierto número de labores aumentar el número de sus habitantes, y que se pueden tener como preparatorias. cuando es un heoho que el progreso de la Tambien se dice barbecho ó cultivo á tres producciones el de la civilizacion, y que la hojas, cuando de tre añós en uno solo se propagacion de la' especie humana~ tá en relacion con los medios de su ubsUencia. coge producto, quedando el campo en el primer·año de de can o erial; e lo es, aban- Bajo ·e te upue to no hay que estr.a ñar que donado enteramente á la naturaleza; M el los combatamos, y aun admitiéndolo en cir·segundo se labra, y en el tercero se sieh.1- . cunstanciás dadas y casos escepcionales, lo's bl'a; resultando que de tres años 1en uno solo atacrtremos de un modo general, hasta'. que hay cosecha. El barbecho puede se r de me- abriendo una brecha al viejo y carcomido ses, -e llama entonces rel ativo, incompleto edilicio de los barbechos, teugamos la ,:otnó medio barbecho; pero si llega á un año ó -plticenci~ de verlos desmqronarse y hundirpasa, se Jr, conoce con el nombre de ah o- se para siempre. luto. De todo no iremos ocupando en su 1 En esto nada hac<:lmos nuevo; no es e te lu~ar correspondiente, manifestando las ven- pensamiento nue tro; h mi roa hi toria nos favorece y no apoya; los sabios agrónomos taJas é inconveuientes de cada uno. El sistema de barbeébos, .c_onsidcrado en 1 de todos los tiempos y paises, lo· mismo que 0


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las naciones mas adelantadas en el cultivo , habia sido un precepto de agricultura. Duenos alientan y animan á tomar esta resoluños los .árabes de España por muchos siglos cion. Se hallaban ya en las obras de los griede la edad media, y mirando esta patria cog0s nociones bastante ylaras sobre este punmo suya, oulti varon todas las ciencias útiles, to, pues el mismo Jenofonte,dÍGe que la tietsin descuidar la del campo, á la que eran' ra bien cultivada bien produce, y los auto.muy aficionados, como lo prueban las obras res á quienes no fueron estrañas las obras de riego que nos han dejado en nuestras de Herodio y Theofrastro, reunen en sus eshuertas mas célebres, y sobre todo, el Tracritos cuantos conoc?mientos son necesarios tado de agricultura árabe, traducido al Esá la mejor direccion de los. campos. Los ropañol por Banqueri, que se .baila en la Bi·manos fueron los herederos de los conoci- .blioteca Real. Allí nada indica· de que los mientos de los griegos, y el inmortal autor árabes foeran amigos de los barbechos. de' las Geórgicas nos ha trasmitido tan saEn muohos siglos no ha habido mas esbiameote sus preceptos, que del modo mas critores de agricultura que simples compi·esplícito ,nos enseña que el verdadero repoladores de los conocimientos antiguos, cuyos so de la tierra consiste en la variedad de las límites no traspasaron. Pero aproximándo> producciones, no contentándose cqn esto, nos á épocas mas felices, aparece entre las 'sjno que ·proclama la ventaja , d.e alternar el densas tinieblas de la ignorancia el radiancultivo del trigo con el de las :1.lgarrobas, te sol de la esperiencia, y en. siglo XVI se guisantes, é indica el efecto agotante del lidió á 1oz en Venecia una obra muy poco cono, avena v otras plantas.. C,aton reconoce nocida de cuyo autor dijo despues un inglés en su primera obra de economía rural la qL1e era ¡=:l primer hombre de m.éritoque bapropiedad que tiene la cehada de agotar de bia escrito de agricultura despues del renajogos el terreno , y reoomienda al mismo cimiento de las letras. Por este tiempo setiempo la accion f~cundante de las habas, guían. en toda Europa los barbechos, y Taallramuses y al.garrobas . El erudito Varron, rello, este era el nomhre del autor veneciano, que á los o~henta y u.n años publicó los probien convencido de los muchos inconvenienfundos conocimientos adquiridos en su larga tes que resultaban de un sistema 'que conpráctica, rectificó á la vista del campo el denaba á la tierra á una estéril inaccion, se error anteriormente cometido de aconseja,r atrevió el primero á proponer la reforma de 1os barbechos. Si despues de estos escrito- este abuso, que era ya general y bastante res interrogamos al a¡;ricnltor de Roma mas arraigado. Muchos agrónomos en los años profundo, que fué nuestro paisano Columeposteriores, tanto ingleses como franceses, 1a, se verá que añade á los princi.p.ios agrínos han trasmitido preceptos tan curiosos colas de sus predecesores nuevas verdad·es. como instructivos, en los que leJos de adgeneralmerl'te profesadas. en el día .por los mitir como indispensable el reposu de la tierprimeros cultivadores de Europa, y de ninra, a~eguran que esta ni se cansa ni se esguna ma11era admite el pretendido cansanteriliza sino por mal cultivo. cio de la tierra, ni la n.ecesidad de i'>U repoMientras que la Sl)Ciedad patriótica de so. El famoso natu r,alista q,ue por sí solo Milan preq¡iaba la disertacion del Lobezari, Jormó la enciclopedia de los anlig,uos; esto en la q u,e se indicaban las escelentes rotaes, Plinio, acunseja q-u~ preceda al trigo, no ciones de cultivo que hacia tiempo se seguian el descanso de las. \ierras, sino. algunas de en Bolonia, ,6rescia, Toscaoa y otros mulas, producciones que él cree muy propias chos puntos de ltalia, en Suiza, el Sócrates para mejorar sus campos. Sededucedeaquí rústico~ el buen Kliogg, daba escelentes que los anti'guos, y sobre todo los romanos, ejemplos á su cantan y á la Europa entera, p0seian muchos y sabios preceptos, capaces que se aprovechaban de las ventajas de su ·de llevarnos á una· agricultura racional. Despráctica; en Francia se agolpaban infinitas tr1,1ido el imperio romano y quedando La Eumemori-as, oon el l:audable objeto de conropa sumergida en las densas tinieblas la. de cl ui.r con los barbechos, manifestando que barbarie, vemos á la agricultura seguir po,r ' la industria del cultivador multiplica las muchos siglos la suerte de los demás conotierras sin aumentar su superficie. A, últimos cí mientos humanos. No hallamos en· todo del siglo pa,sado, Rozier antiguo director de este tiempo mas arte que el de destruir; pela escuela de veterinaria de Leoo, estampó . ro al renacimiento de las letras aparece un en su Diccionario notables artículos sobre italiano, llamado Franceschi, que p.robó en ba~bechos, y al esponer los principios segu_n una disertacion premiada por la Academia los cuales le parecía debia dirigirse el cult1d,e Geórgicos de Florencia, que el sistema de -vo de las tierras, repite con frecuencia á los lfarbcchos, á pesar de su antigüedad, jamás labradores; «altérnad vuestras cosechas; es-


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te es el consejo que os puedo <lar.» La So- sayos históricos geográficos y políticos del Jnciedad- Real ,4e Agricultura de París premió dostan, se lee qu~ ; en las vastas llanui:as de en i780 la obra ele Mr. de Men:uret en esta este pais, siu temor de verlás esterilizars~ cuestion. «¿Que plantas pueden propagarse y sin gastos de culLivo , por la superioridad con mas ventaja en las tierras que no deben de sus prácticas, consiguen de continuo quedar de barbecho, y cual es el órden se- frutos esquisitos y abundantes. Los mismos gun el cualfse han de cultivar?)) La 'memo- egipciosSno dejan jamás reposar la tierra: en un año cogen trigo, al siguiente cebada, haria iba apoyada con diversas repetidas espebasó lentejas. Cada año reservan nna corta riencias. Mientras que en Berlín la Academia de Ciencias proponía hácia la misma estension de terreno para prados artific.iales, época un premio á la mejor resolucion de la sin que tengan tánta necesidad eomo nocuestion sobre la posibilidad de adoptar el sotros. He~os probado con la historia y con la cultivo alterno con el pasto, en Inglaterra el de sabios a9rónomos y de nacioautoridad comdigno su y Yonog Arthur infatigable petidor, con sus viajes escritos y ensa~os, se nes esencialmente agncolas que los barbeesforzaban en combatir lo que ellos con ra- chos deben desaparecer, como perjudiciales á los adelantos de la agricultura: ahora vazoo llamaban ruinoso sistema de barbechos. , Fueron trabajos emioenlemente útiles á la mos á examinar qué es lo que nos dice la ciencia agrícola los de Crette, Belaid y Del- ciencia respecto de esta importante cuestion. La agricultura, en efi>cto, es una ciencia; pierre, que todos se encaminaban á un solo consiguiente debe tener unos principios por barbelos coa objeto, que era el concluir chos. La Sociedad de Agricultura del depar- fundamentales tan ciertos y sólidos como tamento del Sena en 1802 propuso á los agró- cualquiera otra: iremos enumerando todos los que en nuestro concepto tengan relacion nomos la solucion de este gran problema: el problema de que se trata, y veremos con las alternar de manera mejor la es «¿Cual cosechas para bien' del mayor número de á donde nos conducen los que vayamos es. ,cultivadores, á fin de disminuir cuanto sea pooiendo. Del estudio de la planta; esto es, de las posible los barbechos, segun lad·iferente ualeyes de su vejetacion, y del exámen de todos turaleza de la tierra?» Esta Sociedad tuvo los agentes que la determinan, hemos de esde número gran la satisfaccioo de ver un deducir los preceptos generales que nos han critos que acudieron al concurso de premios, de guiar en las faenas del campo. La planta el presentaba que español, un de el hasta cuadro de las rotaciones de Galicia, con las se alimenta por sus raíces de la tierra, y por que se obtenian constantemente tres cosechas sus tallos, ramas y bojas de la atmósfera; hechos decisivos demuestran de la manera en dos años, conservando siempre la tiermas convincente esta verdad, y tambien esra en buen estado, sin tener jamás que retán : contestes la observacion y la esperiencurrirá los barbechos. cia, en que no todas las plantas toman en Una voluminosa biblioteca podíamos formar hoy día de las obras que de la mas re- igual proporeion su alimento de la tierra y mota antigüedad se han escrito con el ohje- de la atmósfera. Las que cogen mas del sue- ' to de inculcar á los labradores las ventaJas lo, le agolan y empobrecen de jugos, y se llaman gastadoras, y son las plantas de la de suprimir los barb~chos tantos escritos, indicaciones y esperiencias no podían ser familia de las gramíneas, cot;no el trigo, ceinútiles; así es que van desapareciendo. Dí- bada, centeno, avena, maiz y otras que organlo sino los ricos cantones de la Italia, dinariamente son cultivadas por sus semiSuiza, Flandes, Alemania, Inglaterra y llas, así como se cuenta en dicho número el Francia; y hasta naciones no de tanta cul- lino. Hay familias que se alimentan mas de tura, pero esencialmente agrícolas, como la la atmósfera que de la tierra, como las le~bina, que hace del arte rlel cultivo una guminosas, y se las dice reparadoras, las rnstruccion política y religiosa, oo admiten que deben ocupar et primer logar en un culentre sus practicas los barbechos. Dice un tivo alterno, precediendo siempre á plantas viajero que un labrador chino no podría que necesitan_mucha nutricio~. Adem_ás de ~enos de reirse si se le dijera que la tierra las ventajas d1chas, las l_egumrnosas tienen sus raices perpeodicu lares, que penetrando tiene necesidad de reposar por cierto tiempo. ¿Y que diria si viese nuestras tierras incul- en la tierra como cuñas, la abren, la ahuetas unas y otras mal cultivadas? En el mis- can y facilitan con este efecto mecánico la !11º Japoo, segun dice otro viajero, no dejan introduccion de los principales agentes de J~más inculto ni el mas pequeño riocon de la vegetacion en el suelo, en donde determinan una útil fermentacion de las materias tierra cultivable. En una obra titulada En-


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contenídas1en' él~ su d-istribucion foliácea · el suelo relativamente á la produccion de este cereal. Es •un hecho que se ha obserpresaµta u1na gran su~erficie al ' aire, y su vado desde los tiempos mas antiguos, que tejiqo; isiei:npre 1tierno, fle~füle y esponjoso, tanto en el cultivo de, los campos como en el se Mbs6rva mu cho ·tir.m po~en estado herbá, de,.Jas huer,tas y jardines, hs• plantas se ceo, guardando ~u linte vertle aun despue~ éle t·a tflorac,ion~ y hasta sus r~rhas no se se; clan mal' en donde acaban de criar,:e otros d~ la misma especie, y que los prod,u'ctos can:: d1t tod_o :1 Se ''las - sieg_a . c.on frecuencia son focompara.blemente de mas mérito cuanverdes-¡ y si no ta\l.os hoJa& caen al suelo , do se,suceden pJantas diferentes. · . los que ·pronto ·se conviert-e'n én tie~ra veEste hecho nos conduce á la ley de culti..:. getal -..&unque '~llas saquen el alimento de lav.o, adonde nos vati arrastrar todos los de'.1. t-ierra, -Mmo toda'5 ·tas· f>lantas, -es poco, 'y inás preceptos• agrorióm~cos que vamos es con sus residuos lo vuelven luego coa usu•plicando: ,luego para determin,a( la vuelta rá; _adeipás nác.fié ha negad<;> los· buenos efecperiódica mas ó menos frecuente de unos tos de•estos,vegetales•."Todés est~q cooformismos vegeta le,;, el _cultivador •ha de conmes1en que meioran el suelo', áunque · algusiderar la naturaleza mas ó menos agotante no ;lo bao atribuido · á lo que acábamos de de su vegetaoion, así como el cultivo 'á que decir, y á que con ·su.espesa sombra sofocan puede ser . sometido. Cuando se crea q.ue las· malas yerb-as; no ha)' duda, todo esto hay necesidad de admitir cultivos, q•ue por tiene a,lguda inflµenoill, pero . !:a a_liaga y fa una parte exigen, abonos -abundantes, y por genistai cle E~pañá 'mej·oran el terreno sin -haotra .no restitu ven con sus residuos ning·un cer sombra ni· dejar rnsid uos, Luego ti ynen alimento al suelb, su vuelta no 'será frecuenalgo clees-pecíüco para no empobrecer el suelo. te, v se intercalará-con otros oultivos meno's · Las plantas·• absorven por ·sus raíces vaexigentes y mas reparadores. . rias &ustancias qu.~ les ofrece el terren·o en Las plántas gramíneá-s sqn sembradas paque ·viven¡ disuell'a!3 en el iagu::11 la qúe pe-' ra aprovecharlas. en verde, y consumirse aetrando en el interior· de11a planta, constiantes de flore~ér e)1 e·l mismo lugar en que tuye lo que se llama savia, la que vasuhan vivido; se~tttren poco de la ·atmósfera, foiendo. su elaboracibp. conforme v.á siguieny la preparan -con sns residuos que se condo1su curso, hasta éonverfüse en m·ateria asivierten· en. humus, el que Lt¡ezdado con las rriilable1que sirv.a1 alt incremento de los ó·rga.!. escreciunes de los at1imáles que alH han idb nos: de la p!anta; pel'o como ser orgánrco que á, pastar, nos ofrecen íin método económico goza ,de vida, le queda un residuo inútil que y ~entajoso para abonat la tie1:ra para las tiene que saliñ {->Or diferentes emanatorios, y . µ·arte 1 de .:él es arroj,t,do p0r. las 1 raí- cosechas sucesivas. ces, alterándo de este modo er suelo 1·co11 - Tras de unas plantas cuyas raíces sean saµerqciales, pueden . colo~arse o•t.ras sin dichas escreci.ones.' que ,le hacen ,menos necesidad de abono, con tal que penetren á propio ir plantas de lá misma familia. mayor profundidad, y con mejores resultaDichas esoreciones sbn visibles a lrededor·de dos si las 'primeras fueron sembradas en lílas raíces· de muchos v.e~etales, y comparan can razon á: los escrementos de los ani_males 1 neas y se sometieron á labores de; vegetacion. •Los barbechos han e'stado fundados en el que-siendo repu~nantes y aun nocivos ·á los principio falso de que Ía tierra se cansa y ~e que los eset!etan, s.irvecr d~ alimento á otros esteriliza, siendo así que no sucede ni lo uno de ·especie distinta .. Luego en las plantas se ni lo otro, ni se envejece, y es un~ absurda advierten · dos efoctos.: agotar la tierra de comparacion cuando se :\a ~semeja á un jugos para sí, y ferti.liiz.arla par-a familias dihombre a¡:?;obiado 1le trabajo ó de cansancio fe.rentes, siendo las que con •mat>, preferencia ó á una muJer que ha ' perdido su focundiJ preparan el sucio lus leguminosas, las que dad. La mi sma naturalezn.· da á esto un soque además de_gozár de ),1;s b(i.llas prop!erlalemne mentís, pues 1a repugnan los . barbedes que antes hemos, dich'o, sus escrec10nes ch os, y no hay tierra que se despoje de Fadicales- sirven •de ,· esaelente abono á las plantas por si misma; y cuando recogiendo plantas que le suoedan ó 'vivan con ellas . El el hombre su cosecha la abandona al instanduque de Grafftum manifestó á A.rthm You'])g te, aparécen allí mil y rnil vegetales. Regísque las·cosecbas de trigo des.pues de,Jas hab'a~ aibona<las era-o super'iores y.,mas abt1n- .trense los montes .y prados en donde pa,ra dantes que las• del ' trigo ·estercolado. El ó1is- • nada intervi ene la mano del hombre., y se ,no Artbur Youog ha demostrado que mq- -verá que las plantas qu'e abundan y prospera.o en un t,ie>1npo, en otro desaparecen, quechas ·cosechas .sucesivas 'de babas hacen la tierra mas productiva en trigo que la de las , .dando suspendida y acallada su vegetacio)1 raioeJ¡ bien es(ercoladas que tienden á agotar por, las que han aventajado en lozanía y pu1


janza, y apenas son cortadas .estas cuand.o prin.;j pian las otras á moverse, las que Iuego sufren la misma suerte. Esto nos conduce á un gran fenómeno, á la ley de la alternativa, en la que se funda el cambio sucesivo de cosechas, y de ninguna manera el sistema de barbechcis, quepo, reconoce, un principio agronóü:iico que le 'apo~•e. La alternativa de las , producciones vegetales se opera naturalmente en los bosqn~s ,. como se.ha óbservado en los de la América septeotnonal, en dopde ha visto Michaux reemplazarse árboles de las coníferas .oon otros de hojas caducas; y Augusto de Saiot-;-flilaire ha visto igualmet1te en los 'bqsques de la América meridional .reproducirse alternativamente y con constaricia úbole!;, ·c1e esp!lcie diferente, y tambien en donde hia.pia ·bosque;; primitivos cub~irse luego de innumerables gauados. La misma rutina reconoce tácitamente· la ley de la alternativa, cuando la amplia, aunque mal, af,suelo que cultiva; des pues de coger sus granos durante cierto tiempo, abandona su campo, péro los vegetales que saleo espontáneamente reemplazan los que el cultivo multiplica . .La ley de la alternativa es mas grande y ,tra¡¡ccndental de jo ¡:¡ue parece, pues n.o se limüa únicameo'te al reíno vegetal, si no á la organizacioo de nuestro planeta y á los , fenómenos clel universo, porque la ley de la alternativa es como la ley de la. gravitacion en el sistema del mundo. · s¡ por todas partes no vemoS"mas que a\ternati va; si todos los princi píos que hemos indicado nos llevan como por la m/100 á elja ¿qué,eslraño será que tratemos de p)a.ote'arlá. en lugar d,e los barbechos? Es sensible que sean tratadas por dvs comisiones distintas dos cuestíonés tan iptin a y natun;tlh1er¡te enlazadas •, como son la de barbechos y la de la alternativa; no podemos me1).PS de tocar la segunda . para resolveP con acierto la primera. Para' el mejor exámen ª e este próble.ma, r.ecorreremos los diferentes culti~os con relacion á los diverso~ cli- • m¡is ,de España, dividiéndolos en grande, foedian'O y pequeño cultivo, ,en cultivo de riego y secano, y esle consir~e1:a~o . en las tres zonas en que podre.mas dIV1d1r agrooómicarrlente o-0estra península; esto es, con relacion al i·ecurso principal de su cultivo, que es el agua del cielo, verdadera fuente de la fertilidad deesla nacioo; en esLesentido diremos que hay provincias lluviosas en donde el hombre cuenta 1ín-ir.amente con la lluvia para la multiplicacion en grande de • sus pla.nta,s, y lo consigue, pues viene aquella con frecue1tcia y en ca?tidad suficiente.

Hay provincias,11comp son las del' centro de España, en donde ll1,1eve,en <ép,qcas.determi, nadas , en que rara vez faltan¡ en donde se dan bien las siembras de oLoño, por lo iue se sigue en gran de el sistema cereal , mas despues de s,u recolecciqn quedan lo menos tres meses de seq¡uía, UJtímamente, pi:ovincil\S meridionales, ca.ligas y seca?, porque allí las ll\lv_i as !son -irregu.Jar.~s y poco frecuentes, y en algunas de •sus loca,lidade~ pa.;. san seis meses y auru mas sin ver cloa gota de ::¡gufl., si bieµ es verd:ad que cae taot.a de una vez, que• distripnida en las épocas del año, equivaldria 1 á la; cantiqad que el, qielo e~via á otros parajes que se llaman llu-, VIOSOS. ' La esteosion que ,ha tomadQ e_! cuÍtivo y la perfeccion que se, 11,dv.ierte en qlgµop~ .de sus ramos, asi como el atraso- en otros, nos ha obligado á ad!lliLÍr estas divisiones para mayor c;l"ridad <;!el dictáruen .. El hor,telano que se dedica esclusivame.nte á la multiplicacion d!l plantas que todp el año i,e sirven en nuestras mes;¡. , jamás h-a hechapo ¡nano del . barbecho, sino que con los medios que la naturaleza le ~a, y perfecci.ooa el artet alzado un fruto lo ,r,eemp l_aza coµ otro, pero variado, conociéndose en el pequeño cultivo y en jardinería la ley de la alternativa, 1~ que se ha, sabido apliear con oportunidad éinteligencia, Y- así en las cuatro estaciopes .del año nos da productos sucesivos con las frecuentes y continuas siembras , trasplan-tos, abonos y riegos, sin que jamás hava pensado en el descan~Q de la tierra. Alguño dirá 'que el hortelano• tiene todos lps rec_ursos naturales y artifi_ciales, que su ot1ltivoes en pequ~ño, y por lo tanto puede dirigir su atepcion y cuidado á las pocas plantas que cultiva; pero el cultivador en grande, que no tie11e abono, n1 llgua. de rie~o. ni lluvias SU-' ficieotes, ¿cóO]Q h¡i. de cultivar sin el ausilió de los bárbechos? }!:o el curso de este escrito se irá respondiendo á todas estas particula~ ridades; a hora solo nos hemos pro puesto manifestar, q,ue en el cultiNo en pequeño, ni existen, ni- nadie ha pensado en ellos, y es porque la horticu ltura ha ll egado á un grado de perl'eccion del ·que están mQy dislantes otros ramos de la agricultura. En el media_. no cu ltivo, que por tal llamamos aquel en que, además de las hQrtalizas, eJ agricultor añade simien~es del grap cultivo, plantas fértiles, raíces nutritivas, prados·artificiales,Y aun arbolado, como se ve en las ma~ fa~ inosas huertas de España,,allí se observan algLÍna vez los barbechos, hijos mas bien de la .igooranr¡ia en el- qioJo de utilizar los abo• nos que pueden prnporcionar las pol.Jlacio•


nes inmedi!i.tas, ó de no saber aplicar una cosecha, intercalar de alguna planta que se cria en poco tiempo, y que enterrada luego fertiliza el terreno. Tambien debian coordinar el romper los prados temporeros, que son ~n escelente abono para plantas que reqmeren ~ucba nutricion, y sosteniendo con ellos ammales se obtienen tambien estiércoles, en cuyo caso, disponiendo el hombre de todos los agente:; principales de la vegetacion, no necesitan barbechos sino en un caso escepcional. En general en füpaña el principio de fertilidad es la lluvia; el hombre cuenta con este beneficio en los estensos campos que se llaman 'de secano, y aquí es donde hemos de estudiar lo mismo los barbechos que la alternativa. El haber tantos terrenos de secano en España, es el argumento mas pode·roso del atraso en que nos encontramos, así com9 la falta de medios de trasporte, ¿Acaso hémqs de estar esperando siempre del cielo ese beneficio que unas veces nos -envia, otras nos lo niega ó lo retarda? ¿ No puede el hombre con su industria canalizar los ríos ni abrir pozos artesianos, ni los sencillos . pozos de Hinalaya, aplicables á algunas de nuestras localidades? 4Hemos de continuar dejando pasar des:i.perc1bida el agua de lluvia sin recogerla ert depósitos cuando la , Providencia á torrentes nos la envía'? ¿ Ni hay máquinas para elevar el agua sin necesidad de las fuerzas de an'imales, CU'ando está mas baja que el nivel del campo? Confesemos, señores, que ,los campos de España demuestran nuestro abandono -é indolencia, por no decir ignorancia. Hay provincias en España que en sus seca.nos, á favor de las lluvias, por ser bastantes frecuentes y regularizadas, tienen cultivos variados, pero sin barbechos. Este es el pais eje los prados artificiales, y pudiera muy bien establecerse los permanentes, si supieran como, lo que nadie les ba dicbo; a\li con una alternativa bien razonada, unen la alimentacion del hombre y de los animales domésticos, comprendiendo los cereales de primavera y otoño, leguminosas, plantas fértiles, raíces a1imenticias, cuyo cultivo se sigue en Galicia, provincias Vascongadas y otros puntos. Pero aeerquémonos á otros países en que mas en boga estén los barbecbos, al centro y part~ meridional de España. Provincias enteras akentro de la península, co~o- las Castillas, están consagradas casi esclusivamente al sistema cereal, en donde creen una necesidad admitir en su sistema de cultivo lo s barbechos para volver á la tierra la fecundidad que pierde con aque-

lla produccion. En dichos paises, recogidos los granos en el mes de junio, la tierr·a no recibe, á lo menos en tres meses, el benefi cio del ao-ua v lluvia, á no ser por la casualidad de fa tormenta, y calentadas las tierras por el calor del estio, se hallan duras é incapaces de ser prepara·das para la siembra del proximo otoño.: además, no teniendo para abonar aquellas dilatadas posesiones, se ven precisados á acudir á los barbechos, como un recurso que creen indispensable. No tratamos por abora de los países meridionales, solo de provincias como las que acabamos -de describir, en que sé cuenta con seguridad de bastantes lluvias en otoño y primavera, y su cosecha principal consiste en cereales de otoño y que por eso dejen de admitir algunos vegetales de primélvera; pero el sistema cereal ·es el que -sobre todo constituye su cultivo, auxiliado . del barbecho. ¿ Y no puede reformarse esle sis tema, destruyendo los barbecbos sin 'perjudicar á los cereales? No puede haber cnlLi'vo perfecto, sin que forme parte de él la multiplicacion de los animales domésticos, tanto los que sirvan. al labrador en las faenas del campo, como los que le sumistren el alimento ó le ofrezcan uoa especulacion en su venta, llevados á las pbblaciones inmediatas. El número ·de ganado que ha de tener no se ha de deducir solo de la eslension de sus terrenos, sino de la cantidad de abono que aquel puede suministrarle para fertilizarlos: de este modo tiene ya equilibrados sus cultivos, y asegura, no solo la cosecha de los cereales, sino animales y abono. Si siempre los prados son la piedra filosofal de la agricu llura, en los paises de que hablamos con preferencia. Se trata, pues, no de sustituir, sino de introducir, ó mas bien combinar, el sistema de prado~ con ei sistema cereal ; de este modo 'el labrador reone á la vez varios productos, y asegura mejor el que antes tenia ¡.iues d'ispone de mas abonos, ya en los estiércoles de los animales, como en la roturacion de prarlos, cuando los quiera des-, tinar para granos. La formacion de prados, que en estos países deben ser permanentes los mas, se hará con var-ias leguminosas, cuya raiz profunda puede resistir la sequedad del estío ; las gramíneas del otoño y de primavera pueden suministrar forage, y hay plantas que pueden crecer en tres meses como ·el alforjon, muy útil ~1 hombre 1 á los animales ; se podrian criar raices, como la patata y la pataca ; ·esta es escelente para el ganado lanar ; estas plantas, con algunos arbustos y árboles y el heno y paja, constituirán el -alimento de los animales cuando


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no hubiera tierna ycróa, ó alternando con esta. Las mismas plantas que se crien espo'ntáneamente en los barbechos nos darán la verdadera idea de las que h(:\mos de sembrar cosa que podrá conocer un labrador instruido; luego en esta parte de España, el sistema cereal debe ir unido al pastoral, pues es un er,·or creer que el alimento del pueblo ha de consistir principalmente en cer~ales. . . En este momento quiiá estarán alarmados y esperando c0n ansia algunos de los babit,antes de IQs países meridionales, y otros e;;tarán satisfechos, figurándoseles imposible qué se fulmine el anatema á•sus barbechos. ¡Climas cálidos y secos de E,;paña ; terrenos casi calcinados por la accion del sol gran parte del año, en donde las lluvias vienen de tp.rde en tarde y de un modo irregular; localidades en. que hay _años qúe se espera el agua, como s1 se estuviern en Palestina ( tal sucede á los campos de Almeria, Murcia, Carta,gena, Lorca, Alicante y. otros muchos -puntos), con vosotros vamos aho~a, miserables ·paises, de doóde trasmigran los habitantes por no tener, que comer, y I o ppco que se obtiene se de11e a los barbechos! ¡Con vq_~otrQs vamos á eQJprender, 'Y con la convicc10n en el c_orazo,n de-que vuestra agricultura se pu.ede reformar con ventaja , neutrafüaoi:lo con el arte la mala influencia de un ingrato clima! ¿Se podrá 'en estos paises destruir los barbecnos? No hay' <lucia; en el dia de hoy venimos deciüidosá combatirlos hasta en el qesierto de Sabara, si allí ~ntre aquellas abra_sadas ¡i._ren:as aparece ru;1_t~ria vegetante. Vemd, habitantes de estos pa1ses, recorramos los b1Jsq ues, montes, prados, terrenos incultos, eriales v J)arbechos. Mirad en don<le la mano del h"ombre no e,sclavizá al vegetal; leed en el gran libro de la naturaleza; los ca/-actéres soñ más abultados que los que se ~acen de. relieve para los ciegos ;· pero solo es dáfüe leerlos al hombre -que la estud.ia. ¿No veis alH plat1fas? ¿ No sun todas unas mismas? ¿Llegan á una mrsrna altura sus tallos? ¿Profund.iiau sus raices la tierra con una mism& igualdad? De ni no-una manera.; pues son especies,, géneros, v hasta familias diferente-; y sirl. embargo, s1mpatizao entre sí, pues ,iven juntas. ¿Y. en virtud de 1ué iausas pueden vivir en compa.ñ1a vegetales tao .encontrados y diversos? En virtud de la ley de asoci~ciou, ley mas grande y de m~yor hnportanr.ia para. dicho,s países y para otras provincias de España, que la misma ley de allernativa, con esta Icy de naturaleza ya no tenemos miedo á vuestros barbechos. Así como de los principios emanados de la ley de alternativa hemos sacado conseto!to 11.

cuencias muy útiles á la :riráctica del cultivo-, lo mismo haremos aliara. Segun esta ?lra ley, plantas muy distintas pueden vivir J~~tas; esto es, desarrol.(arse, crecer. y fruct1_ficar: luegq p~ra que desempeñen estas func.!~nes, no solo es necesario qo~ no se dañen, s10O qu~ se deben amparar mútuamente, como en ~fecto lo hacen ; de lo éontrario no haoria asociacion verdadera, ho haj)ria sociedad entre las plantas. Esto misml) es lo que debemos hacer ; imjtar á la naturaleza. Plantaremo:;.á la vez·vegetales diferentes en a\tura y en pr~fundi,da<l, y hasta en \'egetac10n, los~que no solo se han de proteger, sino q~e sombreando el terreno, se opongan ellos qnsmos á la ,eva.poracion de la humedad , y y-a tenemos aquí el fundamento de la agrjcultura de los paises cálidos y secos de España. Cuanto mas desnudo esté un campo de vegetales, menos apto criarlos, porque pierde con facilidad e agua que debía retener. Luego segun estos principios, hay que hacer una completa reforma del cultivo presente de dichos paises, sin que por esto perjudiquemos á las producciones actuales. Muchos sordos vegetales de que podemos echar mano para. cr.iados en cultivos simultáneos con arreglo á la ley de_asociacioo: ocuparán el primer hogar el ulivo, el almeddro, cuya raíz profunda le hace resistirla séqÜedad, la:morera comuo , higuei:a, los cereales de otoño, trigos y cebadas, y no pocas legumbres colocadas entre los almantos de los arboles, sin olvidar los frutales, con tal que se~lªmos combinarlos~• colocarl0s en sitios especiales, con arreglo a lo que ellos m~mos nos ofre: ceo en su vegetacion. Puede dP.cirse que con los Yegetales que ahora vive'! allí, pero plantados y colocados segun reglas diferentes se reforma su cultivo con veqtaja. E'I fundamento de la agricullu-ra en estos paises es el q_rbola:d.o; por lo tanto se.llenarán de á:rboles t~dos los campos, aun los destinados para trigos y cebadas , mezcla.ndo los olivos con 1as vides, ó uno de estos con los almendros, y cualqniera de los nombrados con.la morera comun; a las lindes de los campos las higueras lo' mismo que el granado; proporcionando estos dos últimos un sitio á donde vayan fácilmente. las avenidas de agua de. lluvia, dando ·Jas preferencias áJ.ascañadas, .sé cplocarán en líneas , guardando las dist¡i.ncias correspondientes á la estensiou que allí pueden tener las raices de los diferenLes árboltls ,· entre sus espanios se sembrarán los trigos y cebadas, que podrán alternar-al año siguiente con algunas leguminosas, como almortas, ('entejas, algarrobas, garbanzos, plantas que pueden servir, unas ,veces

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por sus granos 1 otras para pastos, y no po- berm·oso va.lle de Grenvaudan , que va de cas veces para: envolverlas, cuando escasea- Grenoble á los AIpes, y en algunos otros siel agua, con el araclo, abono que reune las . tios del departami:nto de lser, la vid levancondiciones, de dar' á: la: tierra humedad' '8 tada y enlazada con los árboles, compartiens,ustancia. Pudiéramos_ ensayar este §istema • dose estos campos con otras producciones. con ·toda la latíLud posible, per.o aqUÍ).10 ha-· Las po:::esiones del conde de Pere, en Francernos inas indicaciones, las suficientes para cia, presentan tarnhien esta interesante reup1'obar la inutilidad :de los bárbechos._La nion, y en un espacio no mur esteoso hay plantacion de los árboles se hará en las pt:i.: una gran riqueza de plantas cereales, legumeras lluvias de otoño; esta es una 'regiá minosas, prados naturales y' artificiales, y general; coa ella no !:-Olo se ásegu·ra el arolmos que le dan, segun su dcnomioacion, raigo sino que· se adelanta su crecimiento. un abundante prado aéreo, y ~demás se sabe Se usarán de' arados diferentes. segun la que con solo árboles se pueden criar ganaépoca de las labores· y el objeto ; los que d'Os. Recorramos los territorios lan bien culse destinen para la siembra de cereales, han tivados <le Bao-nolet, Noissv le Sec, Charon Qe ,Profundizar bastante para la que tierra ne y•Menil-Mootant, las deliciosas campfüas bien esponjada, absorba eó la mayor cantiy tan frecuentadas de Bel levil le, Paotia y' de dad posible de agua de la lluvia. Otra de las la Bile~f, 'V sobre todo del célebre valle de grandes innovaciones es el uso de los alÍonos Montmoreñcy ; por todas partes h::i liaremos' una reunion mas o m~oos considerable y verdes . , . Ad~más, cada árbol sufrirá una poaa, cul- · muy variada de vegetales de difereutes gétivo, coa· arreglo á. la naturaleza de este país · neros y famili~s. Buen ejemplo tenemos en que ha de' dif~rir de los.otros puntos de Esnuestras mas famosas huertas del Mediodía pañá. J;a morera comun , por ejemplo, no en que se conocen los cultivos ~imultáoeos; ha de ser ingerla, y se ~alocará de cuatro pero es preciso estendr,rlos á los campos de años por lo meaos; la poda, priacipalmeute secano. Tomando el arte lecciones de la oadel olivo, ha de ser especial; si ea los demás lurttleza, modifica sus cultivos segun el clipaíses se hace esta operacion, dejando bien ma; y los simultáneos ea ninguna parte meespuestó-y .accesible todo el árbol á los agea- · jor -q1.1e en los países mer.idionales el hombre les atroosi"éricos; aquí se le ha de defender, debe hacer valer su indústria y su s_¡iber . De de la reverberacioa de los rayos del calor; ' todo esto se deduce que con grao ventaja se si no , la flor se cae. En fi a , él sistema. del. pueden stfpriíuir. los barbechos en nuestras oultivo de los paises meridionale de España provincias del Mediodía • debe ser de 'cuJtivos !frmultáneos, que consisDespues de ¡:ir6bado q_ue los barb~chos no te, como 'hemos dicbo, ea · la mezcla de dideben tener entrada en una a¡ufoultura bien ferentes vegetales, ya árboles, arbustos ó dirigida, veamos si hay casos particulares matas, pero colosados de modo que se cobiea que se les concedan algunas ventajas. jen y_ amparen con sus rama y follaje. Mas Desde luego los admitiremos como útiles, esphcaciones podríamos dar sobte este parci)ando un campo se llene de malas yerbas, ticular; ¡pero traspasaríamos los Umites de que no' pueden destruirse sino con repetidas url dictámen. Este sistemacde cultivo no es labores , practicadas en epoca~ que mas fanuestro, ni nuevo, pues ya Plinio nos dice , vorezcan su esterroinio· ; mas este caso de .que Tuca'pe, pm;blo de Africa inmediato á utilidad de los barbechos puede ocurrir por Trípoli, sitio árido y a.,renoso; se habia condescuido del agricultor. El barbecho relativertido en una h.ermosa campiña, colocando vo ó incompleto puede ser de invierno ó de. palmeras, debá30 ~e estas oliíro,s, venia en . verano : el primero f,s' absolutamente necese_gnida la higuera '. d~spues el g~anedo y la sario, cuando el campo es este tiempo no es vid : y al pie de la ultima se cultivaban suacce.ible por !:-U humed¡i.d, ó por estar escesivamente en el mismo año legumbres · y puesto á inundaciones, ó por los caminos; otras planta:,, y tódas pt'osperaban. EÍ sislo mismo e.s preciso el barbecho de e lío, tema de Tabroni no es otra ~osa que l~ a_plicqand? el suelo en dicha 'esta.sion se halla cacion mas en grande de la idea de Pltn10. , tan duro que no puede -labra1;.,e. En estas Segun.los -viages de Bou-Gaioville, Cook circunstanéias particulares, 1: aun en alguna y Foster, la agricultura de las isl-as .del róar· otra que ahora no se DOS ocurre, será indisdel Sur, y 1 sob.re todo la de Otahiti, ofrec(ln pénsablé el intérialo de dicho b_arbecbo. un ejem p'.Jo de semejante asociaéion. DirijaLos harnechos conslde.rados de un modo mos la_yista al_ rico, cuadro q é trae Si mpngeneral, tiP.oen muchos i nconvenientés ; en di de las colomaS' que coronan la llanura enprimer lugárcpnviertenel culLiv() principalcerrada en el valle de Nievole. Se ve en el mente en cereales, los .que lo mismo empo-


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medidas de igual esteosion, produciendo brecen al labrador con u1ia mala cosecha, yerbas espontáueamente. Se hará, pues, uná como con dos buen¡1s, porque acud¡eodo muJuiciosa cleccion µe I las plantas, buscando chos labradores.con sus granos al mercado, las ruas análogas .á"la naturaleza del suelo; baja el precio, y no saca ni para gastos. Cose sembrarán en épocas diferentes; y sea que mo la recoleccion de los granos, eo un pais se sieguen en verde para que se gasten e~ eseucialmente dedicado al si.stéma cereal, es cuadros y establos, ó biep que ,se sonsumao casi ~lfn1,1ltánea , faltan 'brazos, el ,segar no en el campo, siempre reunirán \a ventaja de tiene espera, y los jornaleros, preyalidos de nutrir mejor y mas núme-ro de a'tlimales; y est.a circunstancia, imponen la ley a\ cult~cuando traiga cuenta se introduce con el aravador, el que se ve obligado á pagar los jordo debajo de La tierrá, lú que equivale á una nales muy subidos.· Con las innovaciones roturacion, medio superior al abono mas septopuestas hay mas (egularidad en las lalecto. No í\SÍ los b~rbechos, que no hacen bores, porque no vienen. oe una vez en mum¡ts que infestar las tierras de malas yerbas. chas parles. Los barbechos se oponen á toda Tambiep se dice que suprimiendo los barclase de prados, y habiendo eu el día un bechos que nuestro$ a_utepasados ban respegrande interés en que cada agricultor sea tado tan religiosamente, faltará tiempo para tambien g'ln}1de1:o para atender así mejor á los trabajos' preparatorios de las siembras la perlcccion de su industria, los barbechos de otoñ.o , y muestros animales de labor esno son suficientes para llenar este objeto. tar.in sin ocupacion .desde la siembra ,de priTodas las haciendas Lieneó que pagar sus armavera basta la siega, intervalo que no hay rendamientos ó impuestos, y con el si::;tema con lqs barbecbos, pues se emplean en labor de barbechos gravitan dicho,: gastos en la mitad d~ sus tierras, se oponen a la produc- las tierras descansadas. Sin duda estos inconvenientes son graves, cuyos resultados cion, y los habitañtes de lo., c;;impos abanse palpan y podrán ocurrir, en efecto, con donan los sitios co donde no ven niogun atractivo, huy!lodo lt>s.dél foediodiaá las po- 'un cultivo vicioso, en que todas las siembras se hílga,n en dos épocas_ de corta p11racio~ y sesiones frai;icesas del Africa, ·y los de otras obligatorias , que admite todos los trabaJOS provincias á las ciudades populosas . Siendo urgentes en dos períodus fijos é inm_utables, en dicho sistema la principal ,µroducciou los sin ter¡er en cuenta una Justa d~str~bucion cereales, si s,e pierden estos por una casu lidad ; ~omo por falta de llu~ia, granizo ú de tn~bajos, qqe no. se establece sino c~n una Ví).riedad de cosechas alternas de desiotra plaga se deslru •en las csperan~as del , ag icultor, pues oo tiene con que sub~aoar gual duracior¡ -y ce consumu d\ferente.. Si se tiene la .prudente babilldad de rntereste pérdida. Gullivándose en uoa hacienda, calar las sie'm br:is ,de manera que su recocomarca. ó pro vi ocia siempre cereales, dan leccioo, consumo en el campo ó rot1uacion lugar á la aparición de insc•;tos que lps ala.sea en ~pocas uficieotem~ote ap_r9'.'imada~. can, y no ooncl uyen, porque todos lo :J ños los hombres y lo~ animales do_mest1c?s tenballáo de que alime11ta,r5e. Los barbechos drán entonces b¡istaote ocupac1(Jn , s10 sµsson el foco de una infinidad de insectos dapension en los trabajos, ni retardo ni preci,ñinos á las plan las doude se guarecen, para pi,tacion. · s~ mulliplicacion. E). ~uelo que se destina Tao;i.bien ¡;e a\ega en favor. de los barbes1em¡ire á. cereali~s, se pone duro, apelmachos .que , l:¡.s COS(lChas son mny productivas zado y llepp de malas yerbas; de í\qulla ne'.._ de!ipues de ellos; y no teniendo medios¡ para CP,sidad de los harb_ecbo~ 9i:igina,dos por el reemplazar «?l abono qu~ aq_uellos pr9porciomal cultivo. . , . 'Dicen los defensores de 1os barbechos: «si ' nan á los campos. es preciso segutrlos en donde n.o ba y estiércoles pi otros recursos se su primeo, ¿en áoode apacentaremos nuesque. lo sup]an. En efe~to, las tiei-ríls_de bartros gana,dos? » En efecto , la ganaderia es inseparable de la agricultura, y aquel labra- becho se fertilizan de un modo admirable al contacto de la at01ósfera ; quizá ijOdriamos, dor será .mas rico 11ue ten&ª a.ni.males con si viniera el caso , e p\icar la causa. de este re-lacipn á 111 estension, naturaleza de sus •beoefiqio; pero tamhien se puede obteoe~ de C!lmpos y c\ase de cultivll. ¿Y ha de cousenlos estiércoles animales, .cuando lQs prados t1r_el labrador que la alimentacion de sus constituven , como se d'ebe, lo principal del amrnales consista eo las yerbas que han <le cultivo;.a.de:Uá , fas mism,as plantas, entersalir en los barbechos, algunas nocivas, las mas lndiferentes, 'i muv pocas las buenas? radas cmin~o se.levant& _uu p~ado, son _u_n buen pripciílio de fecund1d~d sm el aus1ho ~e puede pr,obar que uña medida dada de de los barbechos. ., • lle_rra, reducida á prado por el homb~e y Se presenta co~o un argumento en favor cuidada, mantiene mas ganado que vernte


de estos1 que en las grandes y dilatadas haciendas es preci::,O adopta-rlos, porque no hay ni capitales que basten para pon,erlas en cullivo, ni brazos, aunque se quisiera. El mismo sistema de barbechos sostiene los .obstáculos que se oponen á su supresion. Es ch,ro que esos cortijos de Andalucía, de miles de fanegas de tierra, en la actualidad piden los barbechos por falta de capitales y de brazos; pero ei dia en que el labrador sepa que hay .otros med10s mas lucrativos de cultivar esas haciendas, se subdividirán entre sus hijos, los que sin hacer caso de barbechos, se aprovecharán del trozo de tierra que haya corr~spondi~o á cada un_o. No seamos tan ego1stás; miremos por nuestros venideros, ya que nosotros np podamos seguir lo mejor. Faltan, es Yerdad, capitales; pero tambien es un hecho que la ignorancia sostiene la miseria, y por una fatal accion recíproca, la miseria. sostiene la ignorancia. Poderosas causas se oponen en el dia á la estirpacion del mala,•enturado sistema de barbechos; en su origen hubo indudablemente motivos plausibles para su admision, como los han tenido la mayor parte las .inveteradas costumbres que han llegado á nosotros, y que ya son imprar.ticables, cuando era casi nulo el valor intrínseco del suelo y el consumo in:::igníficaole, pero en t:I momento en que la poblacion ha de ir haciéndose numerosa, que los impuestos crecen para atender á las necesidades del erario, " que el precio de la propiedad suben y los medios de comunicacion se aumentan y facilitan, la agricultura tiene necesidad de lodos sus rec-ursos, no solo para atender á la manutencion de cada pueblo, sino de otros que se han de ver obligados á mendigar por fuerza su alimento. No ha faltado escritor célebre en economia política que ha asegurado que la multiplicacion de la espécie humana en Europa supe'ra á la cantidad de subsistencias que razonablemente se pueden esperar con los actuales cultivos del territorio que la nutre. Nosotros no podt>mos ser comprendidos en esto, pues mejorando nuestra agricultura y aumentando las comunicaciones, somos capaces de inundar la Eu-ropa con los artículos de primera necesidad. El sistema de barbechos está sostenido por falta de instroccion de los babitantestlel campo, no han' de salir de este estado como por milagro; algo se debe hacer en obsequio de esta clase productora. La falta de recurso,:; para poJler la tierra en cultivo y acender á su mejora es una consecuencia necesaria de la ninguna i nstruccion.; es público y.notorio que en Flandest Alsacia, Suiza y Es-

cocía, así como el Palatinado, Sajonia, Toscana y otros puntos de Europa, y aun en la m,sma España, los habitantes de las campiñas menos ignorantes son tambien los mejor acomodados, industriosos v de costumbres mas puras. En efecto , la eéonomía rural de los propietarios rnstrurdos se distingue notablemente de la del miserable arrendatario y simple cultivador. La esplotacion rural es como .cualesquiera otra especulacion que ha de llamar capitales; v dia ll~gará en ·que no se diga « ¡pobre agricultura; infeliz labrador!» Otro de los obstáculos que se oponen para la supresion de los barbechos, es la fuerza del hábito á los antiguos usos; pero este con el ejemplo á la vista irá _desapareciendo, á lo que contribuirá el é¡ue vayan instruidos en la ciencia del cultivo los que en los pueblos ejerzan algun influjo entre la sencilla. clase de labradores. De este modo no harán ensayos al acaso, que desacreditan cualquiera innovacion que se quiera introducir ; los errores de los cultivadores traen malos resultados. Otros muchos obstáculos hay que impiden la supresion de los barbechos; pero las cuestiones que se van á dilucidar en este sitio a-yQdarán á desvanecerlos. Apóstoles de la rutina, enemigos jurados de toda reforma agrícola, defensores de los barbechos, ¿creeis que la agricultura es un oficio' mecánico, y que babia de quedar estacionario en medio del movimiento intelectual del siglo XIX? La agricultura es una ciencia vasta, profunda; ha herbo inmensos progresos, pero todavía le faltan hasta conseguir la destruccion completa de los barbechos. Bien se sabe que esta metamórfosis agrícota no puede obtenerse de un golpe; en agricultura no se obra de 110a manera brusca, sino que con la ayuda del tiempo s~ van introduciendo lás mej'oras. , La comisioo, señores, os ha presentado en este dictámen un trabajo incompleto, pero ha hecho cuanto ha permitido la suficiencia de sus individuos; ha procurado preparar el campo para que otros, coo mas luees, veo~ gan luego á rec(?.ger los productos. Madrid rn de octubre de 184-9.=Tomás Bruguera, Presidente.=Jairne Llansó.=José Echegaray .=Jo é :Musso y Fontes.=Juan de An~, ~er.= Andrés Merino y To rija.= l\fanuel . Lara 1 Secretario. La comjsion redujo el anterior dictárnen, dprante la discusioo, á la,s sigui'entes conch,isiones: 1. ª Los barbechos consjderados como


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sistema, ó sea como regla general, son perjudiciales .á los adelaotQs de la agricultura .. 2.ª Los barbechos son un medío de cultivo, apreciablt solo en. ciertas circµ)'Jst¡incias. 3. ª El sistema de barbeclíos: se opone á I:~ introduccion del sistema de prados 'tanto a'rtificiales como perma,nenLes, y. p.or consi-

guiente á que la .ganad~rra vuelva á la man~ del labdÍdor. ' 4.. ª Los obstáculos que ha y para la es-:.. üocion de los barheühos pueden ¡;er removídos por la mano del hombre. Todas ·estas conélusiones fueron aprobada~. ,!

.IJNDECllllA. CODISION.

Vot9 parh'c1.1,lar del Sr_. D. Manuel Marza Rodriguez Monge, sobre las ventajas é inconveni·entes, del sisterna de barbechos·, con relaáon al suelo y e.lima de la Pen'insula y al estado de nuestra poblacion. , SEÑORES:

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Habiendo tenido pecesidad de ausentarme por unos 1ias á, la villa de Colmenar debreJa, pueblo de mi domicilio, para atenderá la vendimia, no me ha sido posible asistirá todas las discus iones que ha. teniao la comision undécima, de que tengo el honor de ser iodivíduo,. ní esp.re;;ar mi opioíonen el dictáméu que se 1~ encargó ~obr.e las ventajasé inconvenientes del sistema de barbe~ cbos, con relacion al suelo y clima de la península,- y al es.Lado de 'nuescra pol:ilacion. • Presentado ya á la Ju.ola por mis dignos -é ilustrados compañe'ros su dictámen, opi11ando conti:a el sistema de barbechos en todas partes y en todos los climas, estoy conforme··con eJ, si bien Je encuentro demasiado general y absoluto. El referido dictámen es sin duda ui;i documento c.ientifico de mucho mérito, que nos da una prueba de los conocimientos especiales de su ilustrado au~or; los principios que contiene son l.umíno-sos, y no dejan de aprovecharse de el los nuestros lahradores; pero son tan genéricos, tán universales, que sin duda alguna debe11 sul'rir masó menos moóificacion en su aplicacioo práctica; pero no por eso per deráo su mérito. Los ensayos en agricultura, asi co~o en otras art~s, suelen costar bien caros s1 no van acompañados lle un tino singular, d~ los conocimientos científicos necesarios y de las observaciones gue suministra la es:. esperier¡cia¡ por desgraci-a. son tod·avia muy pticos los labradores en. España que poseen grandes conocimientos agronom1cos, y por lo tanto, al aconsejar la completa abolicion de barbechos, y la. rotacion ó allernati,•a de <';osechas, debemos ser 1tuy prudentes y cautelosos para e\litar la ruina 'de algun bon-

rado labrad,or y qué deslumbrado por_teorf; as. halagueñas y seductoras, se arro3ase a esperimentos costosos, de los que, ó no saCl!,se utilidad alguna; ó fuese tao éfímera, que no correspondiese á los afanes y sac~ificios que se hiciesen. En todas nuestras provincias hay terrenos fértiles muy beneficiados por los riegos y los estiércoles; en est.os, como son las huertas y las vegas, s_on muy útiles los resiembros ósea la abolicion delos barbechos; mas en otros, y por desgracia los mas numoroc;os, que son secanos y tierras áridas y secas unas, y otras ligeras y d~ ('.orta pi:oduccion, aunque comprendo la posibilidad de las cosechas abuales, estoy persuadido, de que la ventajas no sérian grandes. Bajo de estos supuestos, estoy conforme con el dídtámen presentado. Pero no comprendiendo este mas que · el exámen de las ventajas é inconvenientes de los barbeclios, con relacion al suelo y clima de la Peníns!lla, se ha omitido el que tiene relacion con el estado de nue~tra poblacion. Examinada la cuestion bajo de este punto de vista, sin duda no há ofrecido ,tantas ventajas á los. tirmantes del dicLámen presentado la oblacion de barbechos. Con efecto, yo no veo grandes ventajas para la agricultura con relacion al estado actual de nuestra poblaciop, en el aumento de frutos que necesariamente traería tras sí la rotacion de cosechas y la abolicion de barbechos, mayormente si aquellos frutos eran útiles para el alimento del hombre. En ti em pos en que las fincas de propios y las que perteoeoiau á manos muertas estaban mal cultivadás, y por consiguiente producian pocos frutos, pud'iera 1,cr útil y venta-


josa la multiplicacion de cosechas; pero de decirse son objeto de comercio; sus prehoy, que una gran porcion de fincas de cios son tan bajos, que los labradores aun propios y comunes, y toda las del clero se- los mas acomodados, apenas pueden atender calar y regular, con mas las de las enco- á fas necesidades mas urgentes de comer, miendas•, se han reducid·o á- culli-vo, produve~lirse, 'pagar los ruinosos impuestos que ceo abundantes cosechas de cer~ales, en lupesan sobre la agricultura, sus rentas, y regar de Jo:; escasos pastos que antes rend ian parar los edificios, con mas la reposicion de voluntariamente; los pastos para nuestros caballerías y aperos de labor. Si tras este ganados, es verdad que han disminuido, pevienen dos años abundantes, los labradores ro en ca.mbio se han aumentado los cereales pereceran de miseria en medio de la abnnhasta un punto á que jamás l,la llegado dancia de sus frutos: así, pues, considerndo nuestra España . Aquí todos comen pan. y el estado actual de nuestra poblacion, no hasta al mendigo se le da como limosna uri creo, mu · necesario ni conveniente el aupedazo de este. Si en otros pa.i ·e ~on necemenso de ·frutos agrícola , singularmente sanas las patatas para suplir la falta de pan granos y caldos; si la poblacion se aumenen •el nuestro se comen las patatas con pan ·; tase, y por conse cuencia ' ~l consumo, si se la España 'produce -en la actualidad, segun , abriesen vias de comunicacion que facilitase ha generalizado su cultivo, granos roa;; sen la estraccion de nuestros frutos agricoque suticientes,. aun en 1os años escasos, las al estranjero, entonces seria útil y venpara el consumo de sus habitantes. Es vertajósa la multiplicacion de nuestras cosedad que algunas provincias prodnccn poco; chas; pero m.i.entras no haya nada de esto, pero en cambio hay otras' qoe cuentan coµ solo debeJDOS dedicarnos á la formacion de un sobra'nte que les aliogq: facilítese, pues, prados que déb yerba para nuestros ganala esportácion, y·lodas las necesidades serán dos, y ¡.í la plantacion de ruontes y arbolado atendidas. Con las cosechas abundantes de que nos dén maderas para la con truccion y cebada, cenl(;}DO, avena, escaña y mijo hay para los útiles de la la.bor (por cierto bien lo . b~st¡i.nte p¡tra. alimentar las cabal lerjas escasas y caras en el dia , 1' leñas para el de~tinad~s ~ 1~ labor, á la comodipad y al ,consu010, que: en muchas partes,• se carece luJo. · de ellas y en otras están sumamente caras. En resúmen, estoy conforme con el dictá-si España ea el dia, con su sistema de barbechos y su atraso en la ciencia agromen pre entado, en cuanto á la posibilidad nómica, cuent~ con un _§obrante de gran.os de la ab&licion de los barbechos, en los térde todas especies, y en tanto grado, que no minos y con las li111itaciones que dej-0 manies de tem er la cai:estía y el \1arpb11e, aunque festadas . Madrid 28 de octubre de 1849.= veµga un ano estéril; ?i 'asimism~ CU(;)nt~ Manuel María ~odriguez ?tfonge. con otro sobrante de v1n.os y aceite, ¿que _ seria el dia en que abolidos los barbechos, se . No fué discutido este voto particular, por multiplicasen y aurpenLasen las c9secbas? haberlo sido, y aprobado tamb ien, el de la La ruina de la agricultura ~e:ia in~v!table. mayoria de ]a comision 11'.3, q&e antes heEn el dia los granos, y )o m~smo fue en 1el año anterior, están estancados; agenas pue- mos insertado. SEXTA COIIIISIOM.

ltictárnen de la mayor"ia de la misma. sobre el establecimiento de . 'colom'p,s agrzcolas. .

SEÑORES: . La necesidad de que en España se estienda v equilibre ·1a poblacion diseminándo e por·Jos campos, asi como de que en estos ~e aumente y mejore el cultivo, ba pµ esto de acuerdo á todos los verdaderos amantes del país acere~ de la io;iporta ncia. que parn su pieoestai: v prosperidad tiene el objeto de gue se há ocupado la .sest~ comision de la Junta general de ,¡\gricultura. .

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Lo~ que suscriben este iofQrme ,ticrneo, sin (;)mb¡i rgo, el sentimi ento d.e no f>Oderlo present· r á la J ~rnt,:i ge.nera.J apoyado con las nueve firm as de. lo indjyiduos de la c.nmisiQn. Uno de ellos, el Sr. flid algo Tablada , se ausentó, á lo crue pHeP~. de Madr id baoe ya dia , y la c9mi ·ion igoc.>ra oompl~tR.~ mente. S\l parad~ro. O~ro, .el Sr. Colme1ro, manifestó desde el primer dia ~u intenci~n de emitir sobre e:,ta cuestion un vo o partL-


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cu lar. El S1 ., Ruüno, que ha tenido.la honhoy pueblos numerosos y ricos salidos de d1d de firmar el dictámen de ta cornisioo, aquel las colpnias. presenta un voto adicional, en que, sin coru, , Mas recientemente, durante el reinado del bati~ aquel dic_tároen ·entra á esplayar algoSr. D. Cárlos 111, se establµ,cieron .en Sierra nas ideas propras sobre punto de mera apli, Morena colonias--de poblacioo y cultivo, cucacioo. ya prosperidad fué grande en lo~ principios. El Gobierno de S: M. haconocido ·que, en- Causas que todo el mundó conoce ban becbo tre otros medios que -por su p.arte puede pasar á estas coJonias por una larga serie adoptar para satisfacer aquellas necesidades, de vicisitudes•, cuyo resultado definitivo ha: será uno de los mas eficaces el indicado en el sido asimílar aquellos lugares á los del resses to l·uga r de .la parte legislatiNa d.el pronle- to de España; poblar y reducir á cultivo un ma de la Jonta, y la comision que cree ha- ' estenso territoriq ¡ y convertir en frondosos, ber compréodido ~l pensamiento E}ncerrado vergeles los parajes mas ásperos de aquellas en las palabr.as de su tema, vá á presentar sierras que antes fue.ran asilo impenetrable de fieras y de malhechores. un bosguej'o del sistema general que estima Y hasta mirando la c;uestion bajo el punconveniente se propon~a al mismo Gobi-erno al efecto de que, por los medios que estén á to de vista económico, se atreve la comision f afirmar, que aunque costosísimas en sn su alcance, favocezca- el establecimiento de cofonias agrícolas, estimulando á los parti- orí~en. hao sido y e~táo siende. beoefic~osas al üobwrno y al pa1s las colonias de Sierra culares á que promuevan su formacion 1 ofreciéndoles con su apo-yo un aliciente para Morena. Pero dejando aparte las indagaciones hisacometerl::is, y ·basta alentando con el'eJemtóricas, agf\nas ele nuestro asunto, pasP.mos plo á los que tal vez están solo aguardando el resultado de la es¡:ieriencia agen a para em- á esponer por medio de muy someras indiplear su ateocion y sus cecursos en tao pro- caciones primero: las razones que en ];spaña recomiendan el establecimiento de nuevechosas como patrióticas empresas. vas colónia agrícolas, atendidas las circuns' Para fijar las ideas en la discusioo del tancias particul ares de nuestra poQlacioo, asunto que_;;e ha sorrretido á nuestro examen, así como las del clima v suelo en que viviy antes de entrar en materia no estará de mas advertir que la comision entiende por mos; y segundo, el sisUtma y los medios con colonia agrícola et e~tabtecímiento de un cier- que conviene favorecer cualquier e~t-ablecito número de indivírfoos ó de f arnitias en iin rnieoto de esta clase en beneficio de la agri.terreno dadoJ con el /fo de estetuler la pobla- cult,ura y del Estado. Tales son la forma y los límites que la cion y mejorar el cultivo. Lógica y naturalmente se deduce de esta ' comision sesla ha creído necesario señalará su diclámen con el fin de no descen der ni definiéíon que pueden las colonias agrícolas dar lu ga r á divagaciones inútiles; v aun res~ ólasificarse del modo sigoieute: peto del fondo de sus ideas, la misma pre4.' Las que tjeneo por objelo estender y ca ucion. unida al deseo de no molestará la diseminar la pobla.cion. 2. 0 Las que se dirigen á•mejorar el,,cul- Junta con un escrilo largo, ha inducido á la com ision á presentar el suyo con llaneza~ liivo, ~erfeocionando sus prácticas por mesin pretensiones, ceñido al carácter propio dio de la enseñanza. •Colonias de poblaci01i. 1La comision cree de una esposicioo Tápicta de las opiniones ocioso, remoo,trarse á la historia de lo~ anli- que en el seno de la misma comision han prevalecido acerca d~I asunto sometido á su goos Lierppmrpara buscar ·el origen y forexámen. , J maciQn de la primera de estas dos clases oe Un hecho que sa)la á la vista: y que .no colonias, en razoo, sobré todo á que el doble ol)jeto cie poblacion y conqui sta que en -deja de sel· de múch ísi ma trascendeo<'ia, ·es la enorme y c@nlioua emi g:ra-cion de habiaquellos tiem.pos tenian, les daba un caráctantes de aigunas de nuestras provincias á ter' que las esclo~e de este logat. Po,r lo sitierras estrañas y remotas. A tajar esta erbi .. glos •Xll, Xlll y ·x1v los tempt.arios en Ara~ grácibn, sobre ser difícil, seria mas dañosa gon; y las órdenes militares en los domio:ios que ljlil, pues la poblacion que se -aleja de de la Corona de Castilla, prinG-ipiaron á funlas montañas de Galicia, As.turia;;, Santandar cofooias de pÓblacion y cultivo, Lo proder, provilloias Vascongadas y Navarra, es pio:, hicieron varios ricos-homes en s·us espor lo regular la escedente de áquellas GOta~os; y lo hicieron con buen éxito, puesto marcas, 'de donde la superabundanci-a de• quer á pesar de los estra()'os del tiempo y de brazos, unida á lo reducido de los terrenos la anarquía 'Y las turbufeocias que en distintos períodos han aquejado al pais, vep)os coltivablesl ponen á muchos de sus habi-


424 establecimiento de colonfas· agricohis . Eti ,. tan tes e-n la necesidad de irá busGar á otros paises el empleo que en el suro no encuen- tiende, por tail-Lo, la comision que esto ll'O puede n-atarse sino como cuestion general•, tran para su industria ó su trabajo. Otro tanto, bien. que por circunstancias distintas ~u- absleni éndo~e-, por falla de datos suficientes -cede en los es~ensos secanos de las provrn- d·e hacer. referen-ci~ alguna á -c0marcas ó tierras determinada~, si bie"n tiene el concias deMúrcia, Alicf!,nle. y Almería, sin que venci~iento de que son p~as las ,províncias en unos y otros ·casos pueóa dejar de reconocerse la misma ·-causa de-terminante del de España d9ude no sea ,posible y sumamente útil establecer mas de una de· estas -cohecho que señ¡¡_lamos-; á sa:~er-, la falta de lonias. , trabajQ útil, y por cons"igl!i(}nL~ de 1r¡e-diGs de Es evidente ~I i;nismo tieni•po, qt1e la masubsistir. Pue's bien·; ele.esta emigracicm pueyor parte de nuestro territorio fluede mante, de sacir el Gobierno partiqo, 9freciendo á ner holgadamente mayor pob acio{l que la loS' emigrantes dentr_o de España ventajas que lo babi ta, que no se diseminará aqu_ella-, análogas-á las .que ,á otra parte van á, buscar. No ·hay nadie que recorriend_o las mas de ni la q-ue en los pueblos actuales va a~mentándose, si no se estiende por lo menos ·eQ la n.uestras provincias, no se quede átónito al misma p-r0¡porcion el cultivo de las tierras con Le ro plar leguas ,y legu¡¡_s de terreno donde n-i una casa, ni un árbol, ni un ser vivien- que ea la actualidad se bailan baldía~; que te ,se encuentra. La comis1on ·convie"Q,e en los hombres mas-entendidos eu las arles agrígue 1 ya por las circuQslancias parttcul-ares colas de nuestro país son los pi·im,eros en confesar que necesitamos , perfeccionar mudel suelo, .ya por la falta absoluta de ag-uas, ya por l'azones 0;puestas, 1ª ·por causa de cho en nuestras prácticas r-ural~s, si queremos producir con tanta ventaja como •en otras· insalubridad ·ú .otros mas o menos invencinaciones menos favorecidas por la natur-al-eza-; bles, hay una parle de dichos terrenos difiq.ne la esperiencia ha de'mostra·do, •así dentrn cilm~nte aprovechable, pero opino que flay, como fuera <le España ,_que está mejor entenpor el -contrario, otros, y son los mas, donde seria en ·estr.emo ventajoso .establecer un dida la agricultura allí donde el Labtador vicierto número de pobladores·, una colonia, v_e sobre la tierra que cultiva, y (JUe si •hay género de instruccion que- los hombtes nece~ en üo. · Estas sencillas cousi_deracionesque en-pri- siten recibir por medio de tjercicíos esperimer térmi-no se han ofrecido á la comision mentales-, eniazanqo íntima•1nente la práctica. son las que le han servido de pun-to ·de par- . con la espeoulal>i va, es sin dispula la en~e-tid a para entrar en el detenidr, exámen de ñanza de -la agricultura en . .sus di fer.entes los diversos elementos, cuya continuacion ramilicaciones. Sentad ns estas premisas, que ·en un&, djspuede dar resultados mas ventajosos para cusion m:ts ·detenida pudieran esteJ1derse á el establ-eciinie_nto de las colonias agrícolas. otros puntos, no menos conex:ionados con el Ecro una v,ez fijada, respecto de estas, la_cla:sificacion con que, segun su diferente obje- est¡1blecj miento de las -colohias~agrícolas, ha llegado la co,nision á deducir -las consecuento·, las hemos distinguido, parecia ,á prime~ª vista que por una• iladon -lógica de sus cia¡¡ que siguen : -t.º Que el establecimiento de las dos _peouliaTes caracléresd ebian pesarse delenidameqle tambien las ·crrc-unstancias .y los -clases de colonias· anteriormeqte seualadas, me-rece la mas decidida proteccion del Oo·casos -en ~ue:ca-da uno _de el-Io,s merece una bierno, bien que sean de distintas especi_es maFcada preferencia•r_especto ~ fos otros, y los medies ton q-ue baya de presentadas y los en que qn;i sola cotoni3: hubiera ·de reupocos ·1os ,q-ue por si mismo deba ·ap\-icar. nir ó abraiar los distintos fines á que puede 2.ª Q'ue la oombinacion de-ciertas medi-ser dirigida, porqut. conocidos los-ca:sos •de das -legislativas con algunas disposiciones aplicacion. se tend ria adelantado mucbo ,pl,1.re-glamentárias de administracion gubernara señalar en cada. uno los elementos cunsmental parecen -de todo punto iod1spensables tiluti ves., digámoslo ai,í de cualquiera colopar-a que nó fracasen 1os esfuerzos de t<Xlo nia rural. • · género que -indubablemente exigirá-el .planNo cre)'éndose, sin embargo, llamada á teamiento de tan, necesarias mejor-as. . _ ·a.bordar las complicadas y minuciosas cues3.ª Que esta orgapizacion especial de 1-as tiones de todo género que, sigui endo el rumbo iódfoado, seria precifo resolver, opina la colo·nias rura les debe abrazar y decla,rar todos los medios indirectos, á favor de los comision que su tarea es de. mas fácil desemcuales pued~n dichos establecimientos recí~I?eño,, .si bien no duda que se le exige por bir la saludable influencia de la acc-100 del lo menos la designaoion de los mediós y s_isGobierno , de1,rndo empero un ancho campo 1,ema conduce[Jtes á fomentar en España el


de especulacion para los particulares que individaal ó colectiva mente quisieran dedicarse á este género de empresas. 4.ª Que si bien á primera vista. pueden parecer suficiente;, los espresados medros para hacer que en losu_cesivoseva.yan poblando muchos terrenos 10cultos hoy, la .Junta general de Agricollura no pµede presindir •de proponer al Gobierno que asocie á este pensamiento el de mejorar las prácticas de 'la agricultura, fo.mentando, y mejor toda-vía, tomando á su cargo la creacion de algunas colonias, mas especialmente dirijidas á este objeto, ó sea a.l de la enseñanza profesional. Por lo dicho se deja ver que son precisos de parte del Gobierno algunos medio::. directos, sin perjuicio de los indirectos, á favor de los cuales puede racionalmente esperarse e1 establecimiento de colonia agrícolas en España. De unos y otros de estos nos vamos á ocupar empezando por los indirectos, que son los que para las colonias comprendidas en la primera clase, ó sP.a las que tienen por objeto estender y desimioar la poblacion, cree la comisioo preferibles á los direc...: tos. Aledios indirectos. Muchos y de muy diversa índole son los medios indirectos de que para el fomento de nuevas colonias a~rícolas paede echar mano- el Gobierno. Los consideramos sin embargo divididos en dos clases, que son : Los que dependen del interés com1 binado de los propietarios y de los cultivadores. 2... Los que solo el Gobierno puede proporcionar. Supongamos que bajo el influjo de un bienestar general creciente, y merced á la perseverancia de un sistema administrativo perfectamente entendido, se aumente al ca' bo de algun tiempo la poblacion de España de una manera considerable: ¿ que risultará? Que lejos de diseminarse por los campos continuará est:i. poblacioo aglomerán-dose mas y mas ea sus actuales centros, á menos que, p1ra evitar este incoovenieoLe, se procure introducir en ciertos usos y costu mbres, y sobre todo en las relaciones de los cultivadores y propietarios rurales, ciertas mejoras que p'lr interés recíproco debieran adoptar unos y otros. Entre estas mejoras hay algunas de que la Jllnta tiene que oouparse, considerándolas de la 1llanera especial que su naturaleza requiere; por lo mismo refiriéndonos á nuestro propósito, solo diremos qne están basadas sobre dos condiciones ; á saber :

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TOMO 11.

4 .ª Que los labradores vivan en el mismo predio que cultivan. ·2.ª Que en el caso de ser estos labradores de la clase de arrendatarios, lo sean en virtud de contratos que por sus efectos v carácter constituyan una cesion tJ. larg~ plazo. Sin estas dos condiciones, por mas que en determinados parajes se encuentren reunidas todas las que de la naturaleza exige el c1:1ltivador, en vano será aconsejar que se hermane la ganadería con el cultivo, que se adopte el sistema de prados artificiales, que se aumenten los arbolados, que se varíen las semillas y se ensayen nuevas producciones; en suma, que se cultive mas y mejor. Esto mismo nos vienen diciendo de mucho tiempo atrás los hombres mas competentes y las sur.iedades económicas que en España se hao ocupado de las necesidades de la agricultura, y bien que no sea dudosa la aceptacion que en general han merecido tan acertados consejos, lo cierto es que fuera de algunos puntos del litoral, en casi ninguna parte de España han tenido aplícacion, porque tampoco se ha insi~tido bastante en qu·e, donde no concurren aquellas dos condiciaoes, es muy dificil que se realicen las mejoras indicadas, y otras que solo pueden ser su natural é inmediata consecuencia. Hemos debido, pues, con, iderar las dos primeras como consideraciones -indispensables para el buen éxito de las colonias agrícolas. Si le~ a~igo.amos el primer lugar entre los medios rndJrectos que la comision ha creído deber espresar aquí, es porque, no prestándose por su naturaleza á ser impuestas, solo i odi rectamente podrá lograrse su cumplimiento. Mas como quiera que esto se verifique, depe~diendo _los ~edios, de que se ha hecho menc1on del rnteres reciproco de los propietarios y de sus cultivadores al Gobierno toca ofrecer ciertos alicientes y remover vari(ls obstáculos para que unos y otros concurran á esta obra de regeneracion sin las dificultades que ahora les retraeu en muchos c:isos, de dar una direccion tan provechosa á sus comunes esfuerzos. La comision opina, pues, que, como medios indirectos de promover el establecimiento de nuevas poblaciones v colonias agrícolas, deben indicarse lo sigÜieotes: l. 1'fedidas eficaces de proteccian p1tra la propiedad rural. Son tle todo punto indispensables para que ea los campos puedan establecerse y vivir en seguridad, no solo los labradores y nuevos colonos, sino tambien los propietarios acomodados qu_e por 38


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gusto 6 necesidad quiera~ irá residir masó la mitad del que re¡;pectivamen le se les ha a ·ignado. menos tiempo en sus hac1end~s. La comí ion está persuad ida de que, al 6. 0 El esLableciroienLo de toda granja, tratar los puntos sometidos al exámen dt1 la alquerí a, cortigo y cualesqu ieracasarios ruJunta propondrán otras con mas acierto lo ra les que de nuevo se establezcan á la dísque s¿bre este parti_cu lar ·se~ facilmente hatancta, por menos, de un cuarto de legua de cedero y exento de rnc_o~ven1entes; mas su la· poblaciones existentes, con tal de que poniend o que sea unan1m~ el deseo de_que sean mas de dos las fami lias de labradores se satisfaga cuantn antes , a esta ?eces1~ad que rol uren y meLan en cultivo los campos en por medio de una gu.ardena rural u otra 1nsque viven. titucion análoga no encuentra fu era del caso Aunque parezca difícil, y lo sea en e:fecto, señalar la necesidad de que se tije al mismo determrnar á priori la sum a de exenciones, _ti empo un procedimiento se_ncill ~ y el mas gracias y aliv- ios que en cada uno de estos espedito posib~e pa ra la averigu~c10n y cascasos arr iba anotados habian de concederse ti ao de los delitos-contra la pro piedad ru ra l, á los nuevos poblado res, puede, no obstante a.;'ravand o tle las penas señaladas en el misasegurarse que, lijada un a grad uacion acer1to Código para los que las cometen. tada en Lérminos sémejantes á los que se ll. Exencion ó ahvio de tributos de dine acaban de ind ica r, serán de fác il ap licacíon ro y de sangre por los casos y por el tiempo á la práctica lo indicados medios de fomenque se determine._La exencion por ti empo lito. Para el prc,pósito de la comision basta hamitado está consignada en el actual s1.stema berlos señal ado en este lugar, recomendando tributari o á favor de los que red uican á culal Gobierno su adopcion. tivo nu evos terrenos. La misma exencion Ill. La exencion delos derechos de alcabaestendida con ciertas formalidades á las lct para toda ven•,a, permuta, traspaso y daquintas) ó bien cierta _rebaja en lo~ c~p~s eion á censo de fin cas rústicas y caseríos respectivos , son ventaJas que contribm~an que se efectúe para la fundacion de las nueefii.:azmente á que la poblacion se vaya d1se- , vas colonias agrícolas y repoblaciones. minando por los campos. Téngase presente ,IV. J)edaracion del derecho de tanteo á que el porvenir de las colonias agrícolas esfavo r de los propietarios y pobladores de las triba en la generarion que nazca y vaya colonias mencionada. en el párrafo eguodo creciendo ea las mismas, lo cual es una rapara. todas las ventas que el1 lo sucesivo se zon para que en elfos se trate desde luego de hiciesen de predios rú ticos procedentes de hacer que se fij e el mayo[ número posible propios, ca pel lanias y bienes nacionales, de matrimonios jóvenes . siempre que en su mayor parte radiquen los Para la mas equitativa arlicacion de las tales predios dentro de la media leg ua del g racias mencionadas, y solo como indicacion punto desigoado para cen tro de la nueva podel órd en deceadenteque la comision entienhlac ion ó colonia rural. de q ne podrían otorga rse; señala los siguienV. .Mancomunidad de pastos y aprovechates casos : ,mientos comunes . No dejaran de ser frecuen1. 0 ' Terrenos eriales que se roturen y t~s los casos en que sea nesesaria la autorireduzcan á cultivo por una colonia ó pueb1o dad del: gob ierno para reprimir ciertos insde nueva fundaci on, cuvos vecinos ó familias tintos de egoísmo y de rivalidad que hacen no sean menos de doce; con tal de que di sLe ,imposible las concordias y transacciones, y aquél de los mas ce rcanos una ó mas leguas. -á veces tambicn profundos los odio y peli2. 0 El mismo caso pero no clisLando la grosas las reye rtas entre pueblos ,colindancolonia mas de media legua de otras poblaLes . Conviene, por tanto, que en los casos ciones. de probada necesidad, pa ra el establecimien3.º Despoblados antiguos di tantes una to y subsístencia de las nuevas poblaciones ó mas leguas de oLrus lugares, y cuyo téry colonías rurales, procure la administrami no no estuviese cu!Livado al tiempo de su cion remover los obstáculos que se presen ten rcpoblacion, siempre que este se lleve á efecpara la adm.ision de es tas á la mancomunito con el establecimiento de veinte familias dad de pastos y aprovechamientos comunes por lo menos. ea alguno de los lugares contiguos que los 4. 0 La repoblacion por igual número de tnviereo. familias de puntos que solo distaren media VI. Señalamiento de término }urisdiccio· leg ua. del pueblo mas inmediato. n{.ll á las mismas colonias ó nuevas poblaciones 5 º Las poblaciones nuev as ó colonias que lo soliciten. La. ley vigente de ayuntacumprendidas en los cuatro casos precedenmientos ha pue~to sobre es te particular un_líte.::, cuando su número de vecino.S no pase de miLeque, si es tá acvrdecon lascoa~en-iencJ.as


i27 de la ad•mimstracíon, podrá no estarlo e-n muchos casos con las de los adm inistrados . . os referimos á. los treinta vecinos que exige aquella l)ara que pueda un pueb lo constituirse en municipio con indepe ndencia de otro. Esta limitacion puede á la larga producir el mal estar y hasta la despob lacio n de luga res de corto vecindario. Para evitar tan funestas consecuencias, opina la comision que, sin perjuicio de hacer general, si así conviniese, es ta medida, se adopte desde luego con respectoá las colonias que lo solicita ren, aun cuando no reunier,in los treinta vecinos marcados púr la ley. VIL Régimen escepcional. En las opo rtunas dispos iciones reglamentarias ó legislativas, en su caso, deberá proveerse al mejor gob iern o administrativo, civil y judicial de dichas poblaciones y co lonias, determ inando el modo especial con que ban de regir5e, ínteriD su crecimiento v ulteri or desarrollo permiten ap licarl es la ·1egislacion general de las municipalidades. Bé aquí, entre otros muchos, que por no fatigar la ate11cion de la Junta omite la ·com ision, los med ios indirectos de que cree esta que debe hacer uso el Gobierno para plantear en España un bu en sistema de colonias agrícolas. Dependientes en su mayor parte de la legislaci on , puede n, si n embargo, ser comprendidas las mas esencial~s en una tei de franquicia para los propietarios y cultivadores de nu evas poblaciones y colonias agrícolas; alguna otra teDdrá que se r objeto de una declaracion de le,· ; las demas son todas de la competencia ·de la adminislracion. 1lledios directos.-Hechaesta reseña de los medios indirectos á que, para lograr el deseado objeto del establecimiento de w lonias a9rico las , puede apelar el Gobierno, todav1a cree la comision tener otro debe r que cumplir, otras indicaciones que hace r, otras esplic:1cione;; que dar . A los medios iodirectos que acaba ell a de espooer, opina que debe el Gobierno acompañar -ejemplos prácticos, suministrándo los en cierto número de -colonias que, aun cuando no sea mas que por vta de ensayo, puede forma r á. sus espen sas , poblando y metiendo en labor tierras desiertas é incultas, y pre entando una gnia para sen tar las b,a es y reglas de otros establecim ien tos del mismo género que en lo su ce ivo se tra.te de formar . No perdiendo, empero, de vista la escasez de fondos á que reducen al Gobiero ó sus aprem ian tes atencio nes, ni la especie de desconfianza que á muchos poclria inspirar el éxito de una empresa de esta.clase, opina

la comision que se límite por ahora e~ta idea á la oreacion de uno de los antedichos es-

tablecimieoios en cada un a de las cuatro zon as ó regiones agrícolas en qúe para mayo r seaciIlez y claridad pod ria considerarse divid ido el territorio español. Estas zonas ó regiones son : 1. 0 La del Noroeste, que comprende las provincias de Lugo. Orense, Pontevedra, Oviedo, Leon, Sautander, Alava, Guipúzcoa, Vizcaya, Burgos, Zam ora y Palencia. 2. 0 La del No rd este, con las provincias de Nava rra, Zaragoza, Hoesca, Terne!, Soria, Log roño , Lérida, Barcelona, Tarraqona.. Gerona, islas Balea res y Castellon ae la Plana. 3. 0 La del ce ntro, de que forman parte las provincias de Mad rid, Toledo, Guada\ajara, Ciudad-Real, Avila, Segovia, Albacete, Vall adolid, S:ilamanca, Cáceres y Badajoz. 4. 0 L::i de l Med iod ía, con las provincias de Valencia, Murcia Alicante, A.lmería, Granada, Jaco, Málaga, Córd oba, Sevilla, Cádi z, Huelva é islas Canarias. Formando, en cuanto posi ble sea, el núcleo de c·ada -ona úe di chas colonias con individuos ó famili as. procedentes de la misma regioo, se obleod rá la doble ventaja de ahorrar una gran parte de los o-as tos que haya de ocasionar h traslacion de los colonos, y de poner á estos en un paic; cuyos háb itos, clima, suelo v demás circunstancias varien poco de las dc'l que acaban de dejar. La comision cree útil indicar aq uí que, va en cualquiera de estas cuatro colonias, ya en las que ea lo sucesiv o tuviese el Gobierno por conveniente crear, podrian hallar cabida algunos colonos estrano-eros, militares cumplidos, _jóvenes procedentes de las colonias de enseñaoia, de que luego se habl ará, ope rari os de minas ú otros e tablecimientos industriales situados á la proximidad de dichas colonias, in div iduo válidos de los depósitos de mendicidad etc. et1.: . Esta especie de colonias lleva consigo la idea de la in digencia <le los individu os que la han de componer, pue to que hasta proveer á su subsi tencia será. fo rzo·o durante el primer año de su instalacion; pero ,n,>por e.so de1an de ofrecer , además de ventaja pecun iarias mas ó menos inmediatamente reali zab~s. bienes de suma trascendencia bajo el doble punto de vista económ ico, político y moral. La formacion en cada zona <le lln grupo de cuarenta 6 cincuenta fami lia , por e{·emplo, en tre las cuales se repartie en mi fanegas de tierra en lo. térm inos y parajes


mas convenientes para el objeto que va indicado, seria el primer pa o dado en la carrera de ta colonizacion. La comiSLon no puede descender á. la cuestion de presupuestos; pero tomando en seria consideracion el carácter esencialmente reproductivo de lascolonias agrícolas no vacila en asegurar que el Gobierno debe desde luego prestarse á este anticipo. A trueque de él, podría imponer á los colonos, sin perjuicio del cánon que se estimase justo, ciertas condiciones que le renumerasen de los sacc.ificios que por de pronto tendría que hacer, todo el mundo sabe el valor que con la construccion de pueblos, ó á lo menos de ,::aserias , toman las tierras situadas á corta distancia de ellos. Diez casas de labradúres, que cuesten, por e1eruplo, cuarenta mil reales, pueden en circunstancias dadas aumentar en veinte reales la renta anual de cada una de las mil fanegas de tierra que las rodean, lo cual equivale á imponer el 30 por 400, ósea de duplicar el capital invertido en esta meiora. Los mismos y todavía mayores beneficios es licito esperar de la construccion de un camino, de la apertura de un canal ', de la perforacion de un pozo artesiano ú ofra obra de esta importancia, á cuya ejecucion podrá el Gobierno imponer á dichos cólonos la obliga,cion de concurrir con su trabajo personal. De esta manera, utilizando los ocius de aqueltos hombres, se conseguiría hacer á menos costa mejoras importantes, de las cuales serán ellos los primeros en aprovecharse. Todavía, empero, recela la comision qtte para el logro de los grandes resultados que el Gobierno se propone obtener, no sean bastante eficaces lodos los medios ta nto directos como indirectos, esclusivamenle encaminados al aumento y diseminacion de la poblacion agrícola, ó lo que es lo mismo á la estension del cultivo. El cultivo en España, no menos que estender e, necesita mejorarse;. y hé aquí el segundo punto bajo el cuat tiene la comision de colonias agrícolas que con iderar el asunto de su tema. - C,Jlonias de enseñanza.-Todos los gobier-. nos de Europa, guiados por el deseo de fomentar la industria agrícola en sus respectivos paises, han creado y sostienen en ellos establecimientos desünados á servir de guia y modelo á la clase agricutlora . Coneretando la cuestion á España, opina la comision que uno de los mejores medios de dará nuestra agricultura todo el impulso posible es la crea~ion de establecimientos de aquel 5énero en .(1ue, ademas de intr(lducirse y poner -e en uso los métodos de cultivo mas perfectos se

reunan y ensayen los útiles de labranza empleados, asi en nuestra diferentes provincias, como en los países estranjeros, á fin de poder juzgar con acierto de sus ventajas absolutas ó de u superioridad relativa, haciendo constar con certeza y puhlicidad cuales son en determinada!- condiciones los nuevos productos que, en vista de una bien entendida rotacion de cultivos, conviene sustituir á los antiguos, cuáles los instrumentos mas perfectl)S )' cuáles en fin , los métodos mas productivos. Como medio de hacer mas generales los efecto de esta feliz é interesante reforma, importa demo trar la exactitud de los preceptos y la eficacia: de los métodos_ á favor de resultados positivos -y auteut1camente comprobados por reiteradus esperimeotos, á fin de que los agricultores que sigan aquellos preceptos, ó que adopten estos métodos, sepan, no solo lo que deben hacer, sino lo que deben evitar . Lo Cllntrario seria [esponer!os á la!; consecuencias de en avo estériles, cuando no ruinoso , que haciéndoles abandonar la senda del progre3o, los lanzarian mas ob tinados que nunca en la rutina de la incredulidad. En efecto nadie hay que ignore que todas las artes se aprenden mejor con el ejemplo, que con el consejo , mejor con las lecciones de la práctica que limitada su enseñanza á lus prnceptos de la teoría. Y esto que es ya una verdad innegable en cuanlo atañe á los demás artes, lo es principalmente con respecto á la agricultura, pues en vista de las disposiciones de casi todos los cultivadores, no basta, como perfectamente dice Mr. de DomiJasle, para hacerles adoptar los buenos métodos agrícolas esplicárselos y enseñárselos, sino convencerlos de que tal cosa es posible, de que tal práctica es económica, y an fin, de que en tal sistema hay dinero que ganar. o se lrafa, señores, no, de hacer innovaciones arriesgadas. La agricultura es un arte tan fecundo en aplicaciones útiles, que para desarrollar en España ese gérmen de riqueza, bá tanos, tomando, por supuesto, en cuenta las diferencias de suelo, clima y demás circunstancias físicas ' y económicas, aplicar á nuestro pais cierta clase de procedimientos acreditados ya ¡,orla práctica de otra 11aciones mas adelantadas, introduciendo al mi mo tiempo en los nue tros el método riguroso, la preci ion matemática, Y el órden en la contabilidad, reconocidos como elementos indispensables de buen éx ito en toda clase de indu tria. De llenarse ó no llenarse estos requisitos dependerá en gran


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parte el logro de las mejoras que está reclamando nuestra agricultura, cuyo abatimiento reconoce por una de sus principales causas la especie de aversion que muestran los capitalistas á consagrar estas especulaciones el dinero, el tie{l)po y el cuidado que requieren ellas para dar resultados satisfactorios. La necesidad de la cuenta y razon será mas urgente todavía en un establecimiento modelo del género de los que, para conseguir el importante objeto de la enseñanza agrícola, propone la comision. No se diga que en tal e tablecimiento importa por.o saber si se pone ó no en los pormenores toda la economía posible, ni que, aun cuando para sostenerlo hubiese que hacer algun sacrificio pecuniario, no µor eso dejaria de llenar su mision, dando el ejemplo de las mejoras que en los métodos y las prácticas agrícolas conviene introducir. La comision opina de otro modo ; pues tiene el íntimo convencimento de que nada, por una parte, valen los mejores métodos , como en su reduccion á la práctica no se ponga todo el esmero posible basta en sus mas minuciosos pormenores, y por otra, de que no hay mas procedimiento útil, no hay mas instrumento perfeccionado que aquellos cuya utilidad ó perfeccionamiento se resuelven en ganancias reales y positivas , obtenida:,; á favor, ora de economía en los gastos , ora de aumento en los productos. Nada es mas fácil que sacar cien duros de productos brutos de una tierra en que se han gastado doscientos. La habilidad consiste en sacar doscientos de un campo en que se bao invertido ciento. ¿Qué efecto útil podría, pues, producir el eje111plo <le una esplotacion que no diese benefbos, ó de que no constasen los ubtcnidqs? Ninguno; antes bien, retrayendo á los cultivadores, les haria mirar con desconfianza los procedimientos que en ella se practicasen. En agricultura no hay mas mé• todo bueno que el que produce, v aquel es e) mejor que mas beneficios dejá al que lo sigue. Para demostrar que son seguros los que resultan del empleo de buenos y económicos métodos agrícolas, y dar asi á nuei:;tra agricultura el c..lesarrollo de que es su yeptiblP., cree la comision que al Gobierno toca ponerse al frente de esta importaute innovacion. o faltará quien diga que lo mal> acertado es dejará los particulares que formen esta.., blecimíentos rurales destinados á este <,bjeto; y no soJo está la comision de acuerdo hasta cierto punto con esa idea, sino que Opina que á tales p:i.rticulares, si se encuentran, debe el Gobierno dar las mayores fa-

cilidades y !a mas decidida proleccion para llevar adelante esta Lan útil como patriótica empresa. Mas visto que, ya por timidez, ya por apatia, no la acometen ellos tan pronto como serill. de desear, al Gobierno cumple estimularlos con su eJemplo y facilitarles los medios de adquirir la inslruccion y la esperiencia qne les falta . Por otra parte, ¿qu~én puede dudar que el Gobierno es qui_en con mas recursos cuenta para proporcionarse hombres capaces de dirigir y vigilar los establecimientos de este género, asi como de difundir y generalizar los conocimientos teóricos y el resultado de los esperimentos hechos? En un establecimiento particular -podrá suceder que, animado su dueño por la esperanza de un lucro mayor, se abstenga de dar publicidad á sus operaciones, y quiera, por el contrario, especular con el secreto, ó que, en vez de obtener resultados felices, los obtenga desgraciados, y que por amor propio ú 11tra causa trate de disimularlos. Por el contrario , en un establecimiento formado por cuenta y bajo la_ inmediata direccion del Gobierno, y abierto á cuantos quieran presenciar sus operaciones, deben publicarse estas con la mas escrupulosa ecsacti tnd , dando cuenta de Lodos sus pormenores ó resultados, buenos ó malos, presentando, por último, en su contabilidad elementos seguros para la cabal apreciacion de todos y de cada uno de aquellos pormenores v resultados. Esta consideracion bastaria por sí sola á dar á conocer la inmensa diferencia que, en lo tocante al ejemplo y á la propagacion de los nuevos métodos agrícolas, habria entre un establecimiento especialmente dirigido á este fin , y una esplolacion privada, aun suponiendo que en e ta se siguiese un sistema tle cultivo tan perfecto como aquella. Por todas estas razones la comision no vacila en recomendar la creacion de tale:> establecimientos por cueotit ó á lo menos bajo la intervencion del Gobiero_o, y lo bace ea la firme conviccion de que, bien planteados y convenientemente dirigidos, no. solo le constituirán en pérdidas, sino que a él )'. al pais todo podrán]dar importantes beneficios. Atenta empero, siempre á las razones de economía' que la induj~ron á dividir en solo cuatro zonas agrícolas nuestro ~steo_so y variado territorio, y á la conven1enc1a de hacer en nuestro sistema una reforma progresiva y gradual, y no una brusca rev:olucion; deseosa por otra parte de armon12.ar, en cuan to po ible sea, los diferentes punto ' que. abraza este informe, la comision limita.


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por ahora sus deseÓs á que se establezca una <lose luego por el pais, fuesen á difundir por colonia de enseñanza en cada uua de e tas todas partes los conocimientos adquirirlos v cuatro zonas ó regiones. Este número de esá probar con el ejemplo que no es srilo en la"s tablecimientos bastará , en efecto , para ir universidades llamadas literarias donde hay deswrneciendo las preocupaciones que en para la juventud española carreras útiles. favor de prácticas reconocidamente viciosas, que seguir.} existen todavía en muchos puntos de EspaSi á lo que improductivamente cnestan ña, demostrar tas ventajosa aplicaciones de hoy tanto infelices hacinados en los asilos los nuevos métodos económicos y perfecciode beneficencia y aun en las ca as de cornados, formando un plantel de agricultores reccion, agregarse el Gc,bierno a lg unos fonaptos para dirigir otros establecí mientes dos, ó e citase el celo de las sociedades ecoanálogos-, y difundiendo en provecho gene- nómicas ó de los particulares pudientes;, ral los. conocimientos tanto teóricos como autorizándolos, si necesario fuese, á abrir práct-icos adquiridos en lo primeros. ~u criciones, rifas ó loterías, ó garantizanDejando al cuidado P.~clusivo del Gobierdo los intereses del capital que á este ubjeto no la organizacion, administraci on y parte se destinase, nada seria mas fácil que conreglamentar ia de tale establecimientos, cuseguirlo como, por su parte, lo anhela y lo ya planteacion no podemos meno. de recoespera la comision. mendar eficazmente, creemos que en ellos N.0 creyéndose, sin embargo, llamad¡a á podrán hallar cabida los niños espó itos y entrar en el exámen de los medios de prolos de amparados de cierta edad, cierta claporcionar al Gobierno los fondos necesarios se de mendigos, de dementes y aun de pepara dotará nuestro pai del beneficio de la nados, algunos jornaleros y basta alumnos colonias, asi de poblacion, eomo de enseñanlibres, ya internos, ya estemos, costeados za, está en la persuacion de que ba llenado por sus familias, por corporaciones ó por su cometido demostrando, como lo ha heparticulares . Ti se crea que esta aparente cho, la utilid ad de esta institocion, é indi·diversidad deelementos acabe por con tituir cando, aunque no de un a manera tan comun todo heterogéneo . Nada de eso. Lo mispleta como lo habria deseado los medios de mo, y coa ma razon todavía en una esploplantearlas. tacion agrícola que en un establecimiento La Junta general, conforme sin duda con fabril ú otra cualquiera industrial, hay faela comision encargada del exámen del se to nas de ~odas clases que re11uieren distintas punto del programa pre entado por el Goaptitudes. Desde la cieguecita de cuatro años bierno de s.. M... no dejará. de conocer hasta el ma robusto gañan, desde el homque para una nacion que tiene un prebre mas idiota hasta el dotado de la mas susupuesto de mil trescientos millones de perior inteligencia, todos pueden hallar careales, no pueden ser algunos miles de bida en un e tablecimiento de este 0 énero, duros los que la retraigan de un prosiempre que medie una buena administrapósito tan reconociclamente útil, tan eminencion que cuide de, asignará cada individuo temente ·noble, y tan felizmente conforme su respectivo papel y sus atribuci-ones,. de con las elevadas miras del Gobierno y con tal manera, que, sirviendo todos ellos de los mas sagrados intereses del pais. piezas á una misma máquina, no tengan enEl e tablecirniento de colonias agrícolas ~re si, y eso cuando lo te ngan, mas roce destinad::is al dob le y simultáneo objeto de que el necesario para hacerla marúhar, no aumentar y disminúir la poblacion rural y de para entorpecerla. estender y mejoraJ el cultivo, es, señores, Sin meterse en señalar los puntos donde una de !ns mas cae tiones importantes y acaso mas conveniente podría ser la planteacion fa mas susceptible de inmediata aphcacion de los establecimientos agrícolas de que va de cuantas ha teni do á bien el Gobierno prehablando, opina la comision que debe elesentar al exámen de esta Junta ..,. neral. girse para cada uno de ello un prédio rúsAdoptando , y obre todo reduciendo á la tico de trescientas á quinientas fanegas de práctica las ideas co'Js igoadas en este escrisuperficie, que, en cuanto sea posible, reuna to, nucdc el Gobierno hacerr con provecho ti erras de riego y de secano, arboledas ó del presupue to de l Estado, un bien inmenso bosques, distintas clases de suelo y distinta¡; á la ngricu ltura nacional. esposiciones En un eslableeimiento de este Si tal suced iese, tendrá la ~omis1on de género podrían educarse y mantenerse con col on ias agrícolas la alta honra v satisfacgran provecho del Gobierno y con notable cion ind ecible de no haber traído en pura beneficio de la agricultura, hasta doscientos pérdida su granito de areua ·á la gran~e jóvenes de distintas edades que esparciénobra que estamos todos llamados á construir


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ó al menos á reformar, y concluye manifesLando la vi va esperanza que. le anima de que, en gracia siquiera de las buenas intenciones y del deseo de acierto que han presidido á la redaccioo,.de su informe, encuentre este benévola acogida de parle de esta ilusLrada Junta, del Gobierno y del país. Madrid ~O de octubre de 1849.=Presidente, Toribio de Arcitio.=Joaquin Ezquer-

ra del ·ilayo.-.Ccnon Maria Adam.=Con las reservas adicionales, Casimiro Rufino. José María Paniagua.=Joaquin Balén.= Augusto de Burgos, Secretario. La Junta general discutió el precedente dictámen, y lo aprobó tal como lo había presentado la rn'ayOl'fa de la comision.

SEXT& COMISIO~.

Voto particular del Sr. JJ. Manuel Colmeiro, sobre el establecimiento de colonias agr'icolas_.

s1

El que suscribe, individuo de la comision lítica es de la ·jurisdiccion escl u va élel Go... nombrada para examinar 1, cuest.ion de colobierno, que como responsable del órden púnias agrícolas, no pudiendo adherirse comblico, juzga soberanamente de la necesidad ] pletamente el dictárnen de la mayoría, foró conveniencia de introducir tales instituma voLo parLicular fundado en las siguienciones. Entonce5 desaparecen los intereses tes razones: parciales de la agricultura, y los sustituyen Todo Gobierno, al colonizar un pais, pueotros que están íntimamente enlazados con de proponerse un objet.o moral ó político, ó la existencia de la sociedad. en fin, económico. Si el objeto de la -colonizaéion fuere ecoEl objeLo moral puede ser, ó la correccion nómico, la cueslion q-ueda cirwnscrita á la de los sentenciados, y la colonia es penal, ó naturaleza de n ue. tro encargo, y bajo este la instruccion agronómica, y entonces se punto de vista es digna de un mas detenido convierle en e. cuela prárLica de agricultuexámen. ra. Unas y otras son, en mi senLir, esLrañas Las -colonias agrícolas fundadas y protegiá. la competencia de la comision y de la Jun- das por el Gobierno, son un me-dio a.rti'ficial ta, 'lUe, segun el programa del Gobierno de de fomentar la agricultura, cuyo eosayo será S. M. no es llamada á deliberar ni sobre el muy costoso y el éxito incierto. Ristema penitenciill, ni sobre la instiLucion Como medio artificial de fomento, debe de haciendas-modelos. Sin embargo, si es rechazarse mientras existan medios naturales lícito esµresar un deseo, la minoría no vay hciya fuerzas en los individuos para llevar cila en consignar su voto contrario á las á cabo por su propio interés las mismas meprimeras por altas razones de legislacion crijoras. Es constante que la produccion tiende minal, y en cuanto á las segundas, cree que á equilibrarse con el cousurno, de uerte, que pudieran ser útiles, formándúlas con h uérfacilitando el comercio esterior, dará el Gofanos y desamparados recogidos en los asibiP.rno grande impulso al cultivo. En una los de beneficencia, aceptando en este punto nacion como España, en donde por la ditiel dictámen de la mayoria, pero solamente cul Lady carestía de los trasportes, el sobranen cuanto al principio. te de los l'rutos de nuestro suelo se estanca En el objeto político pueden entrar varios en la troje , seria un empeño temerario espensamientos, como proteger las vidas y hatablecer colonias agrícolas que las necesidaciendas, para la oual convendrá en algun des de la produccion no exigen, y que de caso atraer habitantes á los despoblados, reconsiguiente no pueden prosperar. Una cocompensar los servicios de muchas personas lonia agrícola puramente económica, es ona al Estado, distribuyéndoles tierras, con la empresa como otra cualquiera, que se arcondicion de reducirlas á cultivo, ú otras ruina necesariamente cuando hay demandas miras semejantes. Así se fundaron las coloni salidas . Abriendo vías de comunicacion, nias de Sierra Morena, y así tambien pu- propagando los buenos métodos de cultivo y diera renacer la idea de premiará los mili- aligerando todo lo posible las cargas que petares con mejor éxito que tuvo cuando se in- san sobre la propiedad, el interés privado, tentó que la nacion pagase su deuda de gra- siempre vigilante y codicioso, conquistará titud á los defensores de su independencia. nuevas tierras para el prado. La accion del Todo cuanto cae bajo el dominio de lapo- Gobierno debe ser en tal caso mas bien ne-


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gativa que positiva; es decir, mas encami- <lia á sus hogares v á sus familias mas :ponada á remover obstáculos, que á producir bres que han salido. directamente beneficios. Este mismo interés La ~olonizac\on con estranjeros tir.ne e-1 individual, sea aislado, sea robustecido con grave 10conven1eate <le ser opuesta al carácel poder de la asociacion, fundará colonias ter de nuestros campesinos: El estranjero ao-rícolas podria en algun casu iatluir en el adelanto 1 si prometieren ganancias, y el 0 Gobierrio entonces las protegerá dentro de de nuestra agricultura, aplicando los insles límites de la prudencia, concediendo á trumentos ·y métodos de labranza usuales en los empresarios terrenos del Estado á titulo su pais; mas pre¡.:cindiendo de que la mayolucrativo 6 por un contrato mas ó menos ría de los emigrados son gente menesterosa oneroso, segun la importancia del objeto, las á quienes no alcanzan por lo comun los bedificultades de la especulacion, ó tia magn-i~ neficios de la educacion, ó alcanzan en pequeña parte, conviene tener muy presente tud de los ca11itales. Estas colonias pBeden ser útiles para di- que así los aperos, como las prácticas, se moseminar la poblacion ó para aument-Rrla-, se- difican segun la naturaleza.de los terrenos v gun q,ue la col~nizacion fuere i nt~r-ior ó esdel clima. Tambien es muy posible que los tranjeta. •La ,primera. es necesima. cuando ' colonos estrangeros, llamados por el amor la poblacion se balla aglomerada en las ti~r- de patria, despues que realicen un pequeño ras cultivadas, en ·cuyo caso es preciso peculio abando o-en -Ja co~onia y vuelvan á su atraerla á los terrenos incultos, concedién- pais natal, burlando las esperanzas del ,Godoselos el Gobierno á los nuevos pobladores, bierno. La esperiencia de Sierra Morena bay suministrán~oles capital -par_a re_rlucirlas á bla en contra de este sistema decolon·izacion. cultivo. Este sistema de •colomzamon es perTal es el dicLámen del individuo de_fa cqjudicial cuando _hay sobra~te de produccion mision sesta que suscribe, fundado en los agrícola, no abriendo camrnos -y ~anales que principios económicos 'V <en fa ohservacion • ·faciliten la salida de los productos de lasco- de:-1os·hechos. lonias á mercados esteriores, porque la maMadrid 20 de octubre de 184-9. =-=Manuel -sor abundaacia de frut?s estanead_os red_u Colmeiro. cirá con la -concurrencia sus precios, y por consio-uieate disminuirá las ganancias del No llegó el caso de que discutiese ni aproantig~o cultivador,• si los establecimientos bara la Junta el presente voto particular, por prospernn, y si no se arruinan, á no concederles el ,Gobierno cuantiosas subvenciones , haberlo sido el de la rnayoria de la misma peligro que debemos alejar pai-a que muer- comision 6ª que dá pri,ncipio en la pág. h22 tos los ·colonos de hambre, no ·-vuelvan algun SEXTA. COJIIISION.

J]iºctá11,en ó voto adi"cio-nal al presentado por la mayoda de dicha comisiºon, por el .vocal D. Casimzro Rufi,no, sobre et establecirnient i -de coloni'as a,qr"icolas. 1

°SEÑORES~

Con el patriotismo prop1o de todo español que desea lo mejor para su patria, y con el convencimiento de que lo mejor es enemigo <le lo bueno, siento en el alma disentir del dictámen que sobre el estableci mien lo de colonias agrícolas, presentan mis ilustrados compañeros de la sesta comision, cuyos trabajos he aceptadó, sin embargo, como medios de d'iseminar y perfeccionar la poblacion agrico"la en nuestro pais; pero que en a;ii hum'ilde opinión, n-i corresponden, al gran pensamien-

to del Gobierno de ,S. M. que envuelva el sesto ll:\ma ·de su prog·rama, ni llenan el vacío de repoblar agrícolamente los despoblados mas estensos del Europa existentes en nuestra península, ni proponen los medios eficaces y menos ·gravosos al Erario para conseguirlo, segun manifesté repetidamente -en el seno de la cornision. Todo el mundo ha reconocido que la principal 1:iqueza de lós Estados consiste en su r.ropia poblacion. (Se concluirá. j


SEXTA. COMISION.

Concluye el dictámen ó voto adi"cional al pr~sentado por la mayor'ia de dicha co1ni·~ si'on, por el vocal D. Oasimi-ro R'l'i,fino, sobre et establiJci?m'entq · de colonias agrkolas. : Antes de fomentar las naciones un ramo sísimos, islas y continentes desconocidos q, especial de su riqueza pública, debieron exa- olvidados y remotos en Afric;a, América y minar el númPrÓ de individuos y'territorios Australia. Aleccionarlas, roas cautas ó felide que podian disponer para subsistir y ces ln.glaterra, Rusia y Francia, modificanprosperar. Hecho este exámen, no pudieron do dicho sistema en la India oriental, Ponmenos de conocer los gobierno!'¡ que cuando dicbery, Senegal, y Argelia,estan hoy recoel territorio 'en que fÚncionaban era peque- giendo el fruto de la cultura y civilizacion ño y los ba-hitantes muchos, les era preciso sembradas oportunamen~. Como colonias forzadas pueden consideautorizar' ó tolerar la emigracion para que la part~.escedente fuera á poblar otrqs paí- rarse támbien las penales ó presidios de Ce uta, Siberia é isla 1nfernal en Nueva-Holanda ses; y al contrario, cuando el terreno era esp&cioso, variado, fértil y pocos sus habi- para. incorrectos y rematados ó relaxos, y tantes, estos llamaron ó atrajeron con hala- en puntos aislados ó desiertos, En las conseccionales ó penitenciales su gos y garantias nuevos pobladores que eolonizasen, ocupasen y cultivasen las tierras mismo títul9 ~spresa ,que fqeron establecidas eriales ó los distritos incultos que los indí- para delitos comunes, militares ó civiles, v genas ó primeros ocupan Les y establecidos e.o pun os avanzado~ ó en fronterizos: y pe:'.. . no podian aprovechar, tod'o lo cual dió orí- l1 grpsos. ·A las colonias hbres corresponden lascogen al sistema v nombre de las colonias, cuyo pedestal, e/ya base, sean del género que merciales ultramarinas, las de plantaciones, fueren, ba de ser forzosame(lte la tierra y la factorías, puertos francos y de remota escala agricultura; v allí donde no hav esto, como ó navcgacion, bien conocidas entre nosotros en la roca de.Santa Elena, que"'hizo célebre bajo el nombre de posesiones de Ultramar. Las pescadoras son libres tambien, corno Napoleon, tienen que llevarlas de fuera. Estas mismas colonias, ,sin embargo, admitie- las de San Juan de Terranova, Noruega, ron diversas categorías y denominaciones; Groenlandia y Malvinas para el bacalao, ballena v•lobo marino. · ya por la clase ó proíesioó y estado de los Las· mineras tambien son ya libres genefundador~s ó nuevos colonos, ó bien por el ralme!lte, si se esceptúa las rusas en la ·Siobjeto á que, además de la agricultura, iban beria, que se esplotan con penados, y antiá consagrarse: de aquí pues nacieron las 'c olonias mistas interiores y esteriores que se g_uam.en te las romanas y las nue tras, , con llamaron forzadas ó libres, militares, co- siervos y· esclavos. Las colonias religiosas han perd.ido ya su antigua importancía con merciales,, pescadoras, ultramarinas , de la institucion de las misiones : pero la tufactorías, puertos francos, de e§cala ó navevieron en el apogeo de los templarios, órdegaciop, mineras, filantrópicas, religiosas penitenciales, aristocrá'ticas, económico-Rolí- nes militares . y je~uitas en el , Paragua y Rio de la Plata, donde produjeron mayor reticas ó agrícola-civiles, Para ci>l.oniza r se fraccionó y separó, la sultado que las antiguas yaoaconas , mitas, familia de Noé; los egipcios colonizarnn á la encomiendas v cr\lZada~. Las militares suelen. ser libres ·y de penados, voluntarias ó Grecia, á la Fenicia y otras muchas regiones forzadas, y aun de recompensa por servicios, del mundo, y á su vez Tiro, Sidon, Car.Lago, Atenas, Esparta, Focea, Corinto y Creta .fun- ó l:¡ien para fecundizar la milioia. Tal vez estas sean las m~s antiguas, porque Tolodaron magníficas colonias en Africa, ltalia, Francia, España y varios puntos del Asia: , meo, y antes Homero, Virgilio, Alejandro, An ibal y ' César las recomendaron , y nuesRoma y Venecia siguieron su ejemplo y por tros adelantados fronterizos todo el tiempo el sistema de colonias el universo quedó de la reconquista sarracena, prestaron sermas ó menos perfectamente poblado. A este vicios i napreciablcs. s~stema sostenido por el espíritu de dominaLos aristócratas, como la Fernandina ó la C1on y conquista debieron la Esp,aña, 'Portugal y Holanda el descubrimiento, colooi- Joyo~~, son aquel los p~r los cuales al funzacion y larga posesion de territorios esten- dador conceden los goh1ernot5 un título ho rouo n. 39 1 DE NOVIEMBRE DE 4849.


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4.34

norífico ó heráldico para estimuiar al fo • mento de nuevas pobl aciones y rotun¡.cipaes agrícol as, con las condiciones . gente y caseríos que cierra. ;antigua ley contie~e sobre la materia. Colonias filantrópicas son aquellas.que la piedad de ciertos hombres privilegiados fomentan ó fundan pa.ra aminorar ó estinguir la indigeacia ó meadipidad en algunas naciones de Europa: en e. te 'gééero pue.den tambien comprenderse aquellas. que se dedican á eclucar agrícotament e á jóvcóes huérfanos, espósjto:s y desamparados que en .poco tiempq llegau á ser esceleót~s mozos de labranza, capataces y aperadores de grandes predios. ' · , Si, como mis ilustradosr..om'pañero·sdecomision, limitase yo el pensamiealo del Gobierno que aquí nos ha congregado, .á propoaer cuatro colonias de ·enseñanza agrícola, teórica y práctica en pequeña escala, no teadria embarazo en recomendar <:omo modelo las de Grignon, ó como las de Holanda i .Bélgica, que inauguradas en 18·1 8si~•..,en correspondiendÓ con resultados sat;;;\aclorios, porque allí estas pequeñas co!,::aias se fundan y prosperan con ocho ·personas ó colonos proietariol> cada una, á las cuales ciertas sociedades ó empresas anónimas que han reunido ·capitales por suscricion y comprado previamente el terreno que tr~tan de esplotar, les facilitan una estension de terreno de cua renta y dos mil varas cuadradas, cu_ actl mpra, desmonte y siembra, necesita el capital tie diez á doce mil reales , mas el ganado, . vestuario para los colonqs, víveres é instrumentos de labranza para el cultivo, todo en calidad de anticipacion solamente, hasta que pasádos diez y seis años en que estos ·colonos se han acostumbrado á los deberes que les impone el reglamento de la sociedad, hecho el terreno cómpletamente productivo y pl\ gadas por entero las anticipaciones que se hici~ron en su favor con·'l.a mayor parte de los' productos anuales 'de la cosecha, entra el c.ohrno en el ejercicio .v goce de todos sus derechos·, se hace un verdadero labrador,· y nada se diferencian en sus telaciones con la colonia, de las que tiene el ar.reodatario con el dueño de la propiédad. ·En las pecnliares circunstancias de España nó es de creer que e.ste ~istern a su rli ese ian buen efecto, por la sene.al la razon de que al1í el colond no se en'cventra' tao inse¡¡; uro, espuesto, triste y fa! to de todo género de recursos, 001óo se encontraría en medio de ·nuestros dilatados páramos á la'rga. di stancia de poblaciones, y porque la parsimonia, índole ! morigerádas costumbres flamencas

inspiran al colono la confianza de su traba·o, la egurid add es u vid a, des11 casa , ah or-· r o y econom ías que ta l vez se ria n un pro' blem a pa ra an~logos colpnns en n uostro pais. La llamada col oni a agrícola J e Mettray, cerca de Tours, así como otras veinte y tantas que ha y en Francia, vi enen á ser realmente unos establecimie ntos ó escuelas de en señanza practica que dirigen los directores Demetz y Bretigneres, á la manera que en Bostori, y contiene sobre tresciento;; jóvenes salip'os de léf prisiones para ocuparse constantemente en las tareas del campo y en los talleres análogos al cultivo, subdivididos éri familias de á cuareata colono~ cada una, bajo la direccion del jóven mas i.dóneo pdra •padre de la famili'.l, y la vigilancia de otro llamado hermano mag9r: cu ya asocia-cion, reglamento, suscriciones volunlarias y corto ausilio del gob;eroo, produce allí efecto~ admirables en la educacioó individual y colectiva de qur.ianibien en España deberíamos hacer ensavos aunque no llenas~n el vacío 'de nuestra gran despoblacion , que es el objeto que debe haberse propuesto el Gobierno de S. M al someternos la dilucida1 cion de eEte ten1a .' Desde 1820 y por el mismo estilo son Lambien las escuelas rurales de Garra y Villete en el can ton de. Ginebra, en Suiza, paTa educar ,á muchachos del Hospicio, que pasan despues á ser criados instruidos , bontados y laboriosos, escelentes pap ataces, apei•adores y mozos de labranza para las grahcles hacien-das. La primera es de hombres y la segunda de mugeres, cuyo número suele ser de trejnta á cuarenta: aquellos se dedican al camp'o, ju·ntos ó en cua~rillas durfl:nle el buen tiempo, y el resto· lo ernpleé.1.n en traoajar como carreteros, trillar, hacer cestas, tej er sorh!JreíOs de paja, hacer media, hilar, coser vestid os y zapa los, desgranar al mendras, leer, escribir, contar y cantar himnos sa~ra.dos, conocer la propiedad ó carácter de plaotas y tierras, .v re.citar an ales y manual es de agricultura, pa ra lo que tienen premios -y castigos . La filaotropía de algunos ric,,s labrador es es la que sosti ene esta clasé de escuel as. Tarnbi en se ensitña á que den productos interesantes los terrenos qne an tes se conceptuaban de tod o punto e. téri! es, 1 enaod o, por ejempl ó/ de esparceta, io:; p_a.n1 jes.cretosos, y <l e tnboL los caminos de arcilla . La de selvicultura de Villaviciosa de Odon par·a educar eJ1tre nosotros á los iagrnieros de monte;: , e:; una se mejanza de las que existen en Prusia y otros pu ntos de Alemania · pertenecientes á este género . ' .

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435 La comision sesla propone además e1 es'-'tableci trliento por cuenta y-cargo .del gobierno, ,ae otros cuatro establecimientos que llama. colonias agrír,olas, aunque no deban considerarse sino como escuelas, quintas, cortijos, rr1infas ó haqien«as modelos de educacion y cultivo, cuyos 1nst1tutos, como los falansterios dé Fou.rrier, lo:,; lÓmicos v las asoriacidciones agrícolas por uti Iísi masque fueren para entender el gusto á la agrjcultura y hacerla progresiva, no llenan el objeto que en\'ueh•e la palabra colonia; esta , segun el Diccionario de la Academia española, es «c!erta porcion -de gente que- se envía de órden de algu n príncipe o república á establecerse en otro país; y lambien el sitio y lugar donde se estabiecen;n por consiguiente, debernos entender por colrnia agrícola , toda nueva p0blacion rural; y despoblados y rurales tienen que ser en su origen necesariamente todas la!- clases y categorías de colonias- que llevamos ya mencionadas. Aun queda otro género de colonias, cual son las económico-p()lílicas agrícolas ó civiles, como fueron· las de Sierra-Morena, sabiamente combinadas y preferibles para las condiciones de nuestra Esp~ña. Sabida cosa: es que nuestra España tiene una superficie de quince mil ci_nco y m~dia leguas cuadradas, y que la riegan trescientos cuarenta ríos, sin contar los-seis giandes é de mayor mflgnitud , que atraviesan sus ,montañas, llanuras y valles, fertilizando ciento cincuenta rniUones de fanegadas de tierra de á cuatrocientos esta.dales de sembradura, que pueden producir los frutos contrnr.ios del Norte y los lr&picos, y rendir los ,productos de L dos los climas y regiones. Un núm•ero superior de fanegadas se calcula-y asigna á lo·s montes, caminos, rios, lagos, pantanos, lagunflS etc.; pero, eomo declara un, clásico español, «ninguna part¡; hav 'en esleril del todo .» 1 Empero en el nümero de fanegadas de sembradura menciunad fls, existen en la aclualidad mfls de cuarentá milloo~s de baldíos y tierras que no necesitan mas que la mano del hombre v un capital para sercoosiderablemenle prÓductoras. . 1ós distritos IT,}as feraces de España son precisam-ente aquel1os donde ha y mayor númerc, de incultos despoblados. · Cnatro millones doscientas veinte v cinco mil fanegadas de la misma especie de lerrenos •fértilesexi sten de comunes y concejiles, enLre ellas sesenta mil són de montes y propios culLivflbles y disponible-s. Los bosques Y sotos apartados, además de los que pueden ser indispensables para el recreo de S.M.

y real familia, ascienden á. trescientas miL fanegadas .. Esta misma FJspaña, hoy solamente posee cultiv.ado una súperlicie de dos mil trescientas cincuenta leguas cuadradas, ·qúe segun Morcan de Jones-, 'no producen mas que sesenta y un millones seiscieu.tos cuarenta mil hectólitros, •no solo suficientes para el consumo, sino que se esportan 'a un seiscientos treinta 01il, cuyo valor es de dos á dos y medio millones de duros. Sin embargo, aun quedan por lo menos de- ocho á diez millones de leguas cuadradas incultas que pudieran producir terrenos inmenso$, que nos hallamos obligados á utilizar promoviendo su producto por todos los medios imaginables. Esta coocisa pero práctica descripcion, manifiesta, no solo ser la España una nacion eminentemente agrícola, sino que su Gobierno ha estado siempre én la imperiosa 'o bligacion de promover su riqueza por los m~ dios mas adecuados, y tal vez con esta idea nos ha sometido la consulta sobre el establecimiento de colonias agrícolas, porque ~l objeto esclusivo de las colonias se dirige 'á promover los dos bienes mayores que necesi~ámos; á saber, poblaciun y cultivo, como pr,incipales -anletodo para la mayor suma de valores, base de riqueza y mayor perfeccion de la limitada actual cultura, labor-, desrnonte y l'Ómpimiento. de tierras' que nada hoy producen. ilª-. este objeto, pues, debemos dar la -preforencia, -porque es el"indicado por la naturaleza, por las le . es económicas y por el intere§ nacional. El poder y la riqueza española se llevarian á un punto que escederia de todo cálculo. Aunque no sea creíble que en tiempo de los romanos tuviese ,E paña cincuenta millones de habitantes, pues que Estrabon asegura que estaba llena de malezas, bosques y lagunas, tarnhieo se- dice y afirma que en tiempo de- J!fl'io Cesar contaba treinta millones de al mas ; en la época de los Reyes Católicos veinte millones,de individuos que, en HH 9, ,qoedaron reducidos á seis millones, y s·egun el esUtdp de ~ 833 contábamos sobre doce X cuarto de millones de almas que desde enton,:es habrán subido hasta catorce millones . No siendo principal ·objeto de este dictámen ]Jl ofu nélizar las causas y órígen de oscilaciones tan notables en la alta y baja de la poblacioo de nuestro pais, jndicáran~esomeramente aquellas que mas influyeron para su· prosperidad y decaden~ia. Ahora, pues, que el Gob1érno de S, M.• ,


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en el mismo hecho de éongregarnos en este templo (hoy de Céres), nos d~ ~na prueba ~e su deseo de merecer con just1c1a el nob)e l1tu lo de Protector d"I!- ta Ag1·iculturn, es necesario que correspondiendo , todos los miembros de esta lur¡ta general ¡\ sus deseos y á las esper:¡.,nzas de sus comitentes, hagamos · los mayores esfuernps por sacarlo airoso de su empeño, proporoionándole cuanto se ba:'Jª prometido ~e nuestro llamamiento; y c~sa es bien sabida que en las grandes necesidades de la patria eada Gobierno encontró en la mi_sma la satisfaccion de lo que buscaba. . , Los Reyes Católicos y el faro_os~ Jimenez de Cisneros óusoaron ieólogos, J• nsconsultos, capitanes, estadistas y polí.ticos. Cárlos -y capitanes y estadistas. Felipe lI hom;bres eminentes en todas líneas. Felipe 111 santos. FeUpe lV poetas. 'Cárlos ll nada (}~iso, y n,ada hubo. Felipe V capitanes y eruditos. :Fernando VI paz, abundancia y honradez.. Cárlos 111 economistas, arquitectos y políticos; y niuguna naciion ]os tuvo mejores. Cárlos IV -y Fernando Vll distracciones~Del gobierno y rei.na<ilo de Isabel U, que ,tan visiblemente ti.ende á fomentar los intereses morales materiales del país, es d~ esperar _se tome muy en cuenta la repoblao10n del mls; 1~0, y~ a-trayendo pob)adores estr!)-ños' ó bien d1semJnabdo los prop10s en coion1as por medios directos ó indirectos, para lo que tiene posibilidad, segun intentaremos demostrarle, aunque con el desaliño y digresiones naturales en trabajos precipitados so pre materia tan delir.ada. Cometimos el gravísimo error de cou·stih)irnos en colonizadores de vastísimos y remotos países despoblando el , suelo nativo; v lo conseguimos tan cumpl.idamente oomo'lo demuestra el testi1riouio de esos estensos páramos é in~rtes, llanura~ de los cuatro reioos deAndalue1a, Estremadura., ~laooba, Murcia, Avagon y Palencia, que -en algunos pa1·ages se andan- las seis., ocho diez y basta eatorce lee;uas sin encontrar una alquería, una piedra ni u,n árbol en algunos puntos donde guarecerse. , De las últimas dinastías solo Cárlos IIl quiso eficaz y ·prácticamente poner retnedio á este mal.' · . . · Háoia los afios dé 17 50 y 000 motivo de babérsele presentado una curiosa Memoria sobre este asuQlo . por el .ióven é inmortal D. Pablo Antonio José de Olavide, natural y oidor de Lima, rlecidiose .á comisionar al mismo para llevará cabo este proyecto de ens,ayo en Sierra-Morena. , Contratáronse, pues, en los cantones suiz.os y alemanes hasta catorce ó· quince mil

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católrcos aparentes para la venida y colonizaoion; pero solo llegaron once mil, de los cuales gran parte murieron en nuestro litoral por las detenciones y rigor del clima an~ tes de instalarse en sµs destinos respectivos, donde sola in·gresaron cosa de siete mil co..: lonos estranj~ros, para quienes formó un' reglamento con setenta y nueve artículos muy benignos, y ventajosos para su organizacion, que como modelo de colonias agrícolas, económicas y civiles puede c.onsultarse en las Carta.pueblas· ó·fuero otorgado é inserto en la Novísima Recopilacion, repa1•tiéndoles terrenos con cierta espeoie de vioou!acion, granos, semillas é instrumentos relevándolos además de todo pago de contribuciones y diezmos. quedan.do fos gastos del culto á cargo del Estado. Creyó Olavide que al oulti110 de cereales debía darse la preferencia, como mas adecuada para aquellas sierras , pero su decadencia enseñó la necesidad de adoptar en 1825 el sistema de plantíos que habria sido mas acertado desde su origen. • • Arrebatado este ·hombre célebre del centro de las colonias que dirigía por el fanatismo y suspicaces acusaciones del agustino foay Joaquín y otros setenta y dos fanáticos delatores, d,e odiosa •memoria, fué couduci-' do á la inquisicioo por sus solas oprniooes filosóficas, precisamente cuando comenzaba á desar'rollar Ja prosperidad agrícola ..:olo-, nial de aquellas poblaciones huérfanas de, padre desde·e\ mismo momento en q,ue empezaron á dar .sefiales de vida. _Emigrado á Francia Olavide, y restituido iibre á Jaen, murió en 1803 ¡i los setenta y ocho años de edad, en cuy.o tiempo contahan estas colollias nueve ciudades, villas y lugares en uua estension de ciento y ocho•-leguas cuadradas, con 1n1.evecien,tas-oohenla y dos casa.s útiles, veinte y dos ali'ruin:i.das, y seis mil ciento noventa y seis individuos, de los que eu el presente año de 1849, estv es, al siglo de su fundacion, apenas quedará runa cuarta parte del todo. A.penas hahrá en España provincias donde no se conozcan ciento ó doscientos despoblados que no lo eran cuatro :,iglos hace, segun las ruinas y vestigios lo justifican. Con r~s_peclo á la Mancha, el Exorno. Sr . D. Francisco Javier deBúrgos, asociado con el marqués de Remisa, proyectaron una colonia de quince ó veinte leguas cuadradas, en el molinillo ce.rea de Yévenes, para cuya .base eonstruyeron €aserío. que la intolerancia carlista incendió al poco tiempo por los afü,)s de 1837. Lejos de arredrarnos esl9s desgraciados


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precedentes, deben servir de gobierno al de S. M. para proceder con mayor copia de tfatos y esperiencia á la fundacion de colonias agrícolas en el país del mundo que mejores elementos y condiciones reune para toda clase de personas , el i mas, zonas y cultivos, tanto estranjeros como nacionales, que ademas de aumentar 1~ poblacion, evitarían ó contendrían esa emigracion espantosa que está despoblando nuestras islas Canarias y Galicia para colonizarse en América y Portugal, como los emigrantes de las Baleares, Murcia, Alicante, Almería y Málaga para la colonia francesa de la Argelia. Todo el que tienda la vista sobre nuestro mapa, no podrá menos de advertir, que los mayores despoblados de la Europa resultan precisamente en el reino de Córdoba, en el centro comprendido entre esta ciudad, la Carolina, Ciudad-Real y Trujillo. Respecto á Castilla la Vieja, sus grandes despoblados resaltan en los terrenos comprendidos entre Valladolid, Palencia, Leon, y Benavente. En cuanto á los de la Mancha, los que se encuentran entre el círculo que forman San Clemente, Calatrava, Puebla de D. Rodrigo v Chinchilla. Desde esta poblacion basta Oribuela, y de Alicante á Montiel, se observan l os grandes despoblados del reino de Murcia. En Aragon tambien aparece una consid~rable ef;tension de terrenos que convendna rnpoblar desde Calatayud á Alcañiz, desde Zaragoza á Teruel, y especialmente en las cercanías de Jaca. Estos, pues, son los mas notables y grandes distritos, cuya despoblacion -resalta mas en España, siendo tal vez los mas feraces de ella, y que reunen las circunstancias apetecibles v favorables para el sólido pbnteamiento"de colonias agrícolas en grande escala, en los · parajes ó localidades que el gobierno, dueño de ellos, designará como mas ·conducentes, ya sea en las montañas, ó bien fuere en las campiñas. ¿Dónde, en qué parte de Europa, y aun estamos por decir, en Norte-América, habrá terrenos mas pingües, que los que en un dia de camino se recorren, por ejemplo, desde Ecija á Carmona, desde Utrera á Jerez de la Frontera, sin recrear la vista con otras poblaciones mas que la Luciana y Lebrija, al prnpio tiempo que se ven formados en Holanda terrenos arti ficiale para que sus habitantes puedan fijar h planta? ¿A qué, pues, deberemos atribuir estas fatales anomalías ó funestas aberraciones? No ciertamente á la. i-ngratitud ó esterili-

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dad dé nuestros terrenos hO'y despoblados, n1 a sus circunstancias geológicas , pues no fueron obstáculos para ser perfectamente poblados ~n la antigüedad, como lo acredita la historia, las construcciones, ruinas y vestigios de que está sembrado el territorio. Tampoco es debida nuestra decadencia y despoblacion , á las pestes, á las guerras, ni á las emigraciones, porque estos males han sido comunes á varia naciones, actualmente bien pró~peras y pobladas. Nuestra despoblacion, nuestra miseria, nuestras mezquinas vias de comunicacion solo son el frn to de nuestra intolerancia política, civil, económica, religiosa, industrial y comercial , que refluy,en , corroen y gangrenan á la agricultura. , Estos son los verdaderos obstáculos y causas que dan orígen á la despoblacion de España. Para regenerarla y repoblarla, debemos trabajar de consumo en recomendar al Gobierno la tolerancia en tales materias; el rigor y la severidad, solo para los crímenes.

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Sin poblacion, señores, no hay produccion; sin produccion no hav trabajo; sin tral:fajo no hay riqueza· ; la riqueza es el ptemio de la industria y el castiii;o de la pereza. . A la espulsion de judíos y moriscos tam• bien atribuyen muchos la despoblacion actual pero nosotros creemos que aquella contFovet• tibie medida solo pudo tener influencia nociva sobre la España de los siglos XVl yX VII, mas no obre la España de los eiglos XVUI y XlX, porque bien a la vista tenemos el ejemplo de la Union americana, de Inglaterra v Francia que han quintuplicado su poblacíon de dos siglos á esta parte por los medios tolerantes que se han indicado, y qué pudiéramos adoptar, ' como ellas lo han hecho, con la ventaja y casi seguridad de atraerá nuestro pais multitud de familias oriundas de los espulsos, que aun conservan gratas afecciones á nuestro país, cuyo idioma usan, sino que no habria nacion en el mundo que dejase de rendirnos su continO'ente. fa civilizacion de la edad de la época · presente ba vencido en todos los pueblos al fan&tismo y preocupaciones de la edad medi a de la época feudal que le precedió ; y esta es la razon social que hoy campe~ por nuestro emisferio, donde la intolerancia religiosa se reputa como el mayor crimen de los estados. Allí donde el hombre encuentra hospitalidad, i::eguridad individual é inviolable, piedad verdadera y no rencores, paz y cari dad sin hipo\lresías, misterios sin censuras,


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verdad y virtudes públicas, comodidad para licas, la demencia 'y la misericordia resesplotar: las industrias ó ' grangerías que se plandecerían sobre los demás cultos y relipropone, ó las que le oírece el clima, el sue- gio"nes, convirtiendo y ganando prosélitos lo ó su sit'uacion; allí se establece, allí envoluntarios, numerosos y verdaderos al catronca y atrae á sus parientes, familias ó tolicismo. . amigos; este es uci íncola. · Como la sesta cuestion del programa que 1 . Pero si •á este incola honi•ado, aunque ·se se nos ha sometido corresponde á la parte someta á nuestras leyes ci\•iles, se le coarlegislativa, es de esperar que esta Junta. geta la lib're facúltad de pensar, seguir ó ej.!rneral proclame igual tolerancia, al menos, cer los ritos ó cre'éócias de sus padres, por que las demás naciones cristianas, como no est.ar conformes oo.n la religlon -absoluta' nuestra misma España la tuvo basta el añ y esolosiva qne 1aquí 'profesamos, ¿permanede 1491,y que al cabo de los años rr¡il vuelvan cerá mucbp tieiupo entre nosqtros ? ... El las aguas por donde soliao ir con una proque lo hace, a'unque resida largo t:empo, es puesta legislativa. Desde el año ségu • do del porque siempre se ·considera como transeun·- Redentor por mandato de Adriano, y deste: nunca se lijará~ é tará violento ó será pue~ por órden de Trajano, vino á coloniun cautivo malquisto entre la poblacion . in- zarse entre nosotros un pueblo á quien sirtolerante. •" ieron de mansion tranquila durante quin~ Si el artículo H de nuestra ley fundace siglos, tal vez, esos m'ismos de_poblados mental dice que «la relígion de la nacion y solitarios parajes que,llevamos descritos., española, es la católica apostólica romana, Y. aun lloran su auseoc·a y violenta espuly que el Estado se obliga á mantPner el cul- s1on en 1491. to,n ¿se opone, prohibe acaso el ejercicio Muchos descendientes de ese mismo puepúblico de las demás sectas y religiones blo regresarían voluntariamente al suelo cambien cristi~nas? ... t:ree'mo~ que no; y querido de sus abuelos, si se .les diesen las el1Gqbfotno,.sin alterar esta ley, estará en garantías de una inviolable Seguri.dad de su derecho 'el acoger y proclamar la tolesus personas, industri~s y capitales, pues rancia, qúe para todas _la,s creencias 1~ re- los tres siglos y medio transcurridos desde cómendamos. su proscri pcion y estrañamiento en masa, no Na hemos de · ser nosotros mas católicos dehen pesar en la balanza de un gobierno ni apostólicos que el Sumo Pontítice de Ro- justo, ilustrado y reparador, mas que los ma, donde celebran sus ritos diíerenCes secmil y quinientos de hospitalidad y írateroitas, en. las sinagogas y otros templos estad_ad que nos ligó con ellos, y que si bien han blecidos bajo el amparo y proteccion del go- sido bastantes para descorrer el velu de bierno, como · sucede , en todas las naci<rnes pasadas y deplorables preocupaciones entre de Europa, en .algunos de los cuales tarubien nosotros, no lo han sido aun para horrar en · hay un artículo análogo al de nuestra le'y el curazon de aquel pueblo sus recuerdo.<, y fundam~ntal. ¿Perderá algo la 1 pureza de alecciones cariñosas hácia nuestra España, nues'tras creencias católicas por permitir á cuyas tradiciones, costumbres é idioma conotr-as re! igiones el derecho de ciudadanía? servan barrios enteros de Jerusalen, ConsCi(lftamente que no, porque la ·religio1i' tantinopla, Belgradu, Tunez, Argel, Marque profesa nuesli'ro estado está profunruecos, Constantioa, Oran, Trípoli, Tibedament~ arraigada en el corazon de 'toriades, ·l)amasco, Génova, Bavona, Lóndos· los españoles, y niugun peligro hav dr~s, Marsella y otros ·puntos· de la culta de que adoptemos las supersticiones, cismas, Europa, de los cuales, á invitacion y llama: cultos ni errores de los estranjcros que vimiento de nuestro gobierno por medio de nieren á vivir entre nosotros, donde la. fé y sus agentP-s consulares y diplomáticos P,n ,unidad religiosa permanecerá siempre cre- dichos países, emigrarían de ello para reíosciente' y compacta. r • , talarse en nuestra paLria comun, y p:tulati:rampoco hay ya_el peligro de que se renamente la superabundancia de poblacion produzcan los conflictos que el pueblo de en los centros que algunos censuran, daria Israel, por su escesi vo acrecentamiento, progentes y capitales para las oolonias rurales dujo en el Egipto de los Faraones, donde que apetecemos, y se derramarían en los Solo íueron admitidos á colonizar en el pais parajes mas adecuados á su temparamento é pe Gessen, de que los sacó Moises á los cua- inclinaciones. Si las del pueblo aludido fue, trocientos treinta año3. ·con esta medida. la ron eminentemente mercantiles en los inJé gaqaría en pure2ia nuestra religión en ma- dica:dos tiempos, era porque los belicosos rov celo y observancia, el culto en mayor españoles, impregnados del antiguo espíritu respeto y grandeza, , y las virtudes evangéromano, de la abnegacion católica ó del as-


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cetismo, desdeñaban todo género de espe:.. gamos la doble ó triple p9blacion d~ que culacion ó industria propias ele la vida pa- hoy es susceptible Espaí'ía, y nos priva de cífica ó sedentaria, que el decidido empeño la cooperacion de la cien_cia y _capitales de de lidiar por conseguir su independencia, los que profesando nuestras mismas-ó dis• tintas creencias vendrían sin duda á, feQunno les permitia entonces ; pero que la huella del tiempó, las relaciones comerciales con dizar todos los ramos de nuestra pública ri-América y Europa, y sobre todo el influjo de queza. A esta base y solo á ~sta base, deben ~deas económicas mas saludables, á todos su prosperidad y adelanto§ fabulosos v-arias nos ban hecho maestros y especuladores en naciones, donde los capitales se encuentran todo género de industrias ú ocupacion don- en abund·,mcia y á muy módico inter~s, hasde se adquieran caudal ó utilidades; y ta para l!i.s ,empresas ma~ c9losales, y, en que aquella industria q1,1e ofrezca mayor venta- los conocimientos te¡íricos y práctipos del ja, á el la se dedicarán todos los hombres de labrador, eje! comerc~ante, del fabricante iy cálculo, ya sea agrícola, fabril ó comercial. · del operario, son si,n dispur.a muy superioLa opinion del país se baila ya prepara- res á los nuestros. Asi y, solo así tendrcmt'.ls da pára este apontecimiento; y en prueba colonias agrícolas, sólidas Y. numerosas que aumentarían el mérito y valor de , nuestro de ello; véase su noblé conducta con aquefértil suelo, si la.idea de ten~r que ,renunllos moro,s, moriscos ó hebrPos que casual, aisl'ada y temporalmente vienen á vivirá 'ciar -á las formas con que adorn::\Q al ,Su~adrid, Cádiz, Málaga, Barcelona y otros premo Hac~dor, no se opusieran á su. ven.ida. No hay otro remedio para un pais tan despunto,;; de nuestro litoral, aun sin las garantJas que se prqponen. ¡ Cuantas familias de poblado como el nuestro, dond:e es necesaaquel los moros y moi·iscos que elevaron nue&- rio atraer brazos, capitales é industriales, si 1tra agricültura á un grado de prosperi'dad es q·ue realmente queremos dar vida é impulso al trabaio, y trasformar-en pocos años descoriocido en cualquiera otra parte del basta la faz del territorio de nuestra patria. 'mundo, no regre~arian á es,te país de anoComo el Gobierno de S. M. al encargarmalías, que casi., al mismo tiempo de espulnos dar nuestra opinion «sobre el estableci,, arios admitía y amparaba en su seno á la miento de colonias agnícolas,» no ha puesto raza de los gitanos, tan baJa y miserable coto ni limitacion á su pensamiento, y de'cor;no haragana y sin creencia alguna. bemos suponer no deseará una colonizacion Los verdaderos hombres de estado que ha P,roducido modernamente nuestro pais, no 'raquítica é ilusorja, sino tan legal y granyudieron meno1- de deplorar la intolerancia diosa como reclama la voi elocuente de esos desiertos dilatados de Castilla, Andalucía, de que nos quejamos: todos, pues, aplaza~ragon y la ~fancba, que _el eco repite en }on la solucion df\ estas cuestiones para una los montes Marianos, sol ita rias selvas y trisépoca 'de oportunidad, sazon v madurez, en que los pasados deºaci ertos se reconociesen- tes valles, donde el descuaje y cultivo de bosques no p(l(lria menos de ser instantá,neo y reparasen : n. la primera Asamblea genedesde que al;>riese las puertas de la toleranal de Agricultura le toca la iniciativa; á las cia y hospitalidad á tantos brazos útiles coCórtes y Gobierno de Isabel 11 le corresponmo hoy rechazan 9e otros países el vapor y den estas fecundas, ilui-tradas y enérgicas la maquinaria. y como que al propio tiemresoluciones. po nos consta á todos la escasez metálica de El deseo de venir á es'tablecerse en la rica y,foraz España, p_o se circunscrib~ preci- nuestro Erario, y la imposibilidad de adelanli;tr los cuatro ó cinco ro.iliones de reales, samente á las mencionadas razas, 1,mo que que e costariíln los ocho establecimientos de es estensiva á suizos, alem anes, ingleses, belgas, armenios, rusos é. irlandeses católi- enseñanza agrícola, que en el otro dictámen cos ó protestatites, cuya sangre se cruzaria se proponen, por eso es .que en la disyuotiva se presentan á su eleccion medios di reccon la nu·estra,' ,. regeneraría nuestra espetos é indirectos, pero todos aceptables y pocie que ya va haciéndo e como una necesisihles para rea.liza.r el objet0, habiendo presdad, pero que· nuestra intol erancia religiosa, el egoísmo mal entendido .pe nuestra legis- . ' cint.lido de las colonias penales porque sin qud a la esperiencia nos dice que e.\ sudor y lacion agrícola, · industrial y comerci,1 I, la trabajn de los siervos solo da por resultado , spspicacia opresora y rest1 icti va del fisco que se entremete, hasta eu lós pensamientos Ja esterilidad y los vicios. palabras y acciones mas inocéntes y natuPara aume11tar la p9blacion. ~ rales dél ciud ,¡ dano, son oh.stáculos que puedan remúverse pronta y faci 1111ente, paSi el Gobierno de S. M. quiere colouias y ra que s~n élesem bolso alguno del Erario ten-


... aspira á que af fin · del presente siglo cuente . estranjeras que se comprÓmetiesen á r.olonizar positivamente, asegurándose de ello á España de treinta á cuarenta millones de alfin de evitar que estos compromisos sean tan mas , proclame de derecho y desde, luego: ilusorios como lo fueron los pueblos y coloprimero, la libertad de conciencia y cultos; segundo, la del libre tráfico interior; tercero , nizaciones en •1817, -en la lsla-Menor por la comp~ñia oel Guadalquivir, como lo lué la la del cultivo del tabaco, de la sal, salitre y poblacion d,e las Marismas en -1 825, · la de pólvora; cuarto, promueva la esportacion de Tadeo en Sierra-Morena, la de Bonanza en todos nuestros productos rurales sin restric1830, y la de San Cárlos de la Rapita, en ciones ni prohibiciones de ninguna especie; tiempo de Cárlos lll, que se quedaron en Cfuinto, reconozca la independencia ele todas proyecto para el pais. · las. repúblicas que fueron hispano-americanas ; sesto , traslade la celebracion de las Para diseminar la poblacion. fiestas á los domingos; •sétimg, reemplace el ejército co'n enganches voluntariós; octavo, Empero si únicamente· tratásemos de di• :derogue el juego -inmoral y usurafio de la secninar la poblacion que existe en los cenlotería; noveno, no emprenda nuevos camitros ó grandes ciudades, que es la tenu,ennos hasta terminar los ab.iertos ,proyectados; cia que en su díctámen llevan mis compadé~imo, no fij~ ni tast el ibteres del dinero, ñeros; además de las escuelas mondes, haporque esto aleja ú oculta los ~apitales; unbria propuesto se 'trasladasen á los cunventos décimo, r_elire á las costas ·y fronteras las aun no vendidos ·e-ii desrpoblado$, las universiaduanas y resguardos interiores; duµdécimo, dades·, seminarios y colegios mayores ó con_cip~oteje la vida y p~opiedad rle todo el que rp1de suelo español; y décimo tercero , con •liares del reino, que muy luego agrupanan en torno suyo, una consi1erable p~blac!on mas · eficacia que hasta el día haga justicia pronta y seca; 1 décimo cuarto, premiaudo las 'agrícola. Y puesto á que leyes del r~rno se conceden terrenos gratuitos por quince -virtude& públicas en el ciudailano donde mas años á "los que roturan incul~os y ~aldíos, ·resplaudézcan; décimo quinto; y deje al infom éntese tan favorable y prev-1sora c_1 rcunsterés individual obrar en los ütilesproyectos tancia ; ofreciendo tí1ulos de baron, vizcond~, que se proponga ó someta á .su aprobacion, margués, etc. al _c¡¡.pi talís,ta que en_ determi-· 1 Con estas quince enérgicas resoluciones, nado despoblado fundare cincuenta casas nuestra p'létora de productos agrícolas no .... dará por r<!sultado la miseria ni la despoblacon sus familia~ y plantíos a_gríc~las cor~e~- · pondientes . Aun mas eficaz sena la elirrwcion que pesa sobre nuestros campos·. nacion d:e los -ca~gos y empleos ptíb'l_icos civil!s . Se ha halrlado. disputado y declamado de ·todo hombre soller,1; lo cual sena un e~tJlargamente sobre -el estado, abandono ó desmulo a:1tamente económico-político y moral tino de los terrenos comunes y de propios, sin ocurrirá nadie que no teníamos brazos para nuestro objeto; porque ademas de-gue ni recursos para cu lti varios, cuidarlos y ha- el hombre casado_ pres~nta do~les ~aran tías cer-los reproducli-v0s ,cual corresponde, que de órden y SP.guntiad a la so~1edact qne el es precisamente el motivo de su menospre- célibe, se·obligaba indirectamente á este á •cio y el origen •de los abusos, manejos y es- 1 que acelerase el oam bio de estado y -reprocándalos que e11tre 'la aristocracia de los pue- ducciori de las familias. · " Tambien habría recomendado el 'Castigo blos, la' prensa y la tribuna ha denunciado de amancebamientos, y la autodzaciondepúsmil veces. Siendo, como es, dueño el Estado de los bl-icas mance"bias. · -bienes baldíos d_e propios y comunes actual- . . Por último , y a11nque algunos juzguen mente administrados por los ayuntamientos, delirio estos pensamientos, habria propu~sd,i pu-taoiones y corporaciones pop ula-ros, que to al Gobierno de S.M. los medios pecunia· -á la vez los disfrutan en repta, benefician ó ríos y ma,teria-les para llevar á cabo el es-descuidan y maltratan, escudados en ella y tablecimiento de .coloniasagrícolas en gran' en el 20 por 100 que pagan ' sobre la misma, de escá1a , ·sin a'.llerar ºel presupuesto de fo cual en el discurso de ochenta años solo ingrews dél Estad¡¡: estos fondos los sacaria .Je ha producido al Gobierno una soma de mil del presupuesto de gastos, -suprimiendo el ,quiqicntos millones de rta'les, ó sean éhez y pago Se toda cesa utia ó pension remuneranueve millones anuales, seria muy conve- tori a de servici.os prestaélos en destinos niente que tambie,n la administra.cion vol- eclesiásticos , miritares y civiles , porqu~ -v iese al dueño, ,y este, segu n localidades y pienso y considero á una nacion como á la circ_unstancias, los ofreciese en venta, censo, casa de un particular ,, y nunca he podido -cánon ó enfitéusis a em·presas nacionales ó comprender la justicia ó el derecho con que

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- -u1 nuestras últimas dinastías han prodigado construyan se est~blezcao con solidéz indestructible, deberá señalárse\es límites, justilos tesoros y el sudor ageno para seguir pagando muchas veces á !_a gcneracion ó ,he- cia, dem.arcacioo ó término y lindes propios, y no dependientes de las villas ni con pí\gó rederos de un solo empleado, cnmo las viudedades y jubilacion á este mismo cuando alcabalatorio ,.porque es sabido el despotismo y abusos de· los grandes pueblos contra d~jó de servir su oficio y masó menos efilos pequeños lugares y caseríos agrícolas, cazmente cumplir r,on el deber de su olicina, á la cual se consagró libre y espontánea- que, dicho sea de paso están clamando por un buen códii:;o rural, y porque se modioq!,le mente, como pudiera haberlo hecho á la de un comerciante, .fabricante, labrador ó ar- esa ojeriza iuJusta de los ayuntamientos contista, cuyos dependientes dejan de percibir tra las finca,; de propietarios ausentes y fo-: rasteros, á quienes vejan con impunidad. cuando dejan de servir, y sea cual fuere la Tambieo debería procurarse uniformar en causa que lo motive, rara vez obtienen penlo posible el término jurisdiccional y deslinsioo, viudedades, retiros ni jubilaciones. No puede desconocerse en muchós casos darlos clara y distintamente, porque se cor·Ja visible injusticia de premiar con sueldo tariao funestas rivalidades, disturbios y pleihereditario al que tal vez cumplió malísima- tos, y no veríamos pueblo que tiene por término propio tanto ó mas terreno que el de mente sus deberes como empleado, ó no hizo una provincia entera, á .la par que hay otros otra cosa que otic\iosidades ~oliticas ú ocupaciones frívolas, tal vez vejando al público que no encuentran alimento para cincuenta é interrumpiendo á sus laboriosos compa- cabezas de ganado. ñeros de oficina. • Para perfeccionar el cultivo. Si esto fué tolerable cuando poseíamos el Potosí y el Dorado, los tiempos presentes no La fundaoioo de escuelas ó establecimienpermiten tales munificencias ó generosidatos modelos de enseñanza agrícola , que ya des, hijas muchas veces de la de la adulahemos visto en otros paises, debe promovel"cion ó el favoritismo. Se cornpreuderia muy bien que todo servicio activo se remunerase se 'Y fomentarse muy especialmente por la filantropía ó el interes individual de los mejor que en la actualidad y se pa¡:?;ara puntualmente en dia fijo, v con igual justicia grandes hacendados que sacudiendo la indeberian satisfacerse las pagas devengadas ó dolencia, el egoísmo ó la pereza, 00 seria de atraso que dejó de percibir en su dia, con · difícil que los de cada provincia se asociasen para tan laudable objeto; si, bien habrá muarreglo al contrato tácito de trabajo y precio; pero las jubilaciones, cesantías, viudedades chos que obtendrán el mismo resultado de instruirse, formar buenos operarios, co1;nbay pensiones no justificadas• improducentes, tir nocivas rutinas y plantear por sí mismos deben considerarse comn abusos y corruptelas para fomentar la holganza y empleoma- la perfeccion agrícola, con todas las mejores nía que nos devoran. Tal órden de cosas en -prácticas y sistemas que se h~)'ao ensayado España fué desconocido hasta el reinado de en Europa, con Ja adquisicioa y estudio de Enrjque el de las mercedes; mas hoy no es la's escelentes publicaciones que hao , salido posible soporte nuestro pais esa caraa de y salen á luz en Alemania, Zuiza, Inglaterra ,ciento cincuenta y cinco millones y medio de y Francia sobre la materia, e:1 cuyos paises reales cada año, por sueldo en clases pasivas. Jos hacendados, estimulados por su propio ioteres y conveniencia, alimentan este géA los que despues de una pronta y escrupulosa revision resulten acreedores legítimos n.ero de obras y publicaciones harto mas útiles que las políticas, y. corno ~emos di·del Estado por anticipos, contratos, préstamos, &ueldos ó atrasos no satisfechos, debe- cho, con muy poca intervencion y au,xilios. ria el Gobierno de:,. M. capitalizar sus ha- del Gobierno han planteado esos establecimientos que ellos denominan colonias agrí,.bP,res, y entregarles en pago y saldo final de cuentas, tierra.s de propios, baldías é incul- colas, ¡¡,,uoque no aumenten un sofo indivitas en equivalencia para liquidar, obligán- duo á la poblacioo, que entre ellos es superabundante, cuando entre nosotros es escadoles á roturarlas y cultivarlas é irseá vivir sísima . á ellas, y ,así se desahogarian los cP.ntros, se Si aun para lo antedicho se opusieren obsestendería la poblacioo, se aLiviaria al Erario, se mejoraria el cultivo y se evitariao táculos, congréguense cómicos agrícolas en esas lamentables emigraciones de tantos bra- cada ciudad y sosténganse por suscricion mensual para esplicar en público las teorías zos agrícolas y robustos para América y Ardel cultivo en grande y en pequeñu de cereales; gelia. Para que las nuevas poblaciones que se de la vid y del olivo, la horticultura y l,o(áni'l'Ol!O Ll.

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ea', la.floricultura, a_rboricultura .Y vivero-~! la soologi-cuttura ó cri0, propaga_ci~n y me;ora de los principales animales domesticas, la medicina ó v~terinaria doméstica, el genio agrícola y construcciones rurales, la mecánica agrícola, caza, pesca, mineralogía y geología agrícolas; para lo que n~ faltar~an profesores y aficionados que se esllmulanan con algun aliciente. , ¿Qué otro mejor s~rvicio podrian _dispensar á su patria las 3untas de _i\gm:ultura creadas é instaladas en 7 de abril de 1848 en todas las provincias? Sigan, pues el ejemplo de las sociedades · económicas en este punto. Respecto á las colonias militares agrícolas, tambien po~rian recornenda~se, con_ el carácter de movibles, y para abn r las v1as de comunicacion de que tanto carecemos por agua y tierra, en todos los ángulos ~- en el r,orazon del territorio; á este sistema de utilizar al ejército en tiempo de paz debió la España romana sus magníficas vias mi litares, cuyos escelentes trozos e indestructibles argamasas, soberbios puentes, faros, muelles, puertos y fortificaciones nos son á todos conocidos, porque veinte siglos pasados no han sido aun suficientes para destruirlos. La decadencia lamentable y p_rogresiva de las colonias de Olavide, podrá facilmentt-l contenerse tan luego como se les devuelva el fondo colonial que le arrebató la rapacidad del crédito público, porque consistía en fincas que pueden-indemnizarse con otras para formarles un Banco agrícola especial de fome°'to, con lo cual y eliminando á algunos pequeños pueblos de la tutela de otros ma-yores, co?cediéndoles justicia y té~mino pro-P.io, es bien seguro_ que prosper~r~an,_ Y, mas si se les restableciesen los prmleg10s del fundador. La inmensa importancia de esta cuestion, bien conocerá la Junta que necesitaba tomos, mas tiempo que los cortísimos int~rvalos de que- ha sido posible disponer, y me1or talento para esplaáarla con ménos desórden; pero consignados á mi manera todas las causas

que eovuel~e la colonizacioo agrícola de España, que todos debemos mirar con el interés que se merecen, y confiado en la indulgencia de la Junta, y muy especialmente de mis dignísimos compañeros de eomision, y en gracia de mi buen deseo en favor de nuestra patria comun; reasumo mi voto en estas cortísimas lineas que lo motivan. i ..º Para diseminar y perfeccionar la poblac1on agrícula de España, se recomeudará al Gobierno de S. M. la creacion de los ocho e~:ablecirnientos de enseñanza teórico-práctico que se detallan en el dictámeo de la sesta comision de esta Junta, mas los otros medios iodirectos que para el mismo fin se le . proponen en este voto. 2. 0 Reputando como el mas adecuado para nuestro país el sislema de colonias agrícolas económicas, Ansayado por Olávide en tiempo de Cárlos lll, y siendo susceptible el terrilorio que hoy habitan catorce millones de almas para sostener al fin del presenle siglo mas que un doble número de habitantes, sin otros sacrificios para el Gobierno que la oferta y sesion en venta ó censo reservativo, foro ó enfiléusis de los terrenos baldíos, :ocultos, despoblados ó de propios y comunes ó realengos, en los pontos y parajes que al mismo Gobierno convenga vengan á repoblar indígenas ó estranjP,ros; pero estos con las garantías que en este voto se proponen, y con la coodicion de que han de reo un ciar- antes su pabellon , y se hao de someter sin reserva alguna á las demás leyes del país, que les concederá carta d~ naturaleza y vecindad, y exencion de contribuciones á cuantos se establezcan en las poblaciones de nueva construccion que quedan indicadas. Madrid 29 de octubre de -1 849.Casimiro "Rufino. No f-ué discutido por la Junta este voto parti~ular, por haberío sido, y tambien aprobado, el de la mayoría de la comisioo, que comíenza en el núm. anterior pág. i22.

CUARTA COltllSION.

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Dictámen de la misma sobre las variaciones que convenga introducir w nuestra "te,qislacion con respecto á los préstamos á interés. SEÑORES:

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La insuficiencia de los-capitales movibles aplicados permanentemente á la industria -agrícola, obliga con frecuencia á recurrir al

ausilio ageno para obtener los recursos necesarios al alimento del trabajo, hasta que llega la época de la recoleccion de los productos; ausilio sin el cual rouchaii labores no


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yes católicos, en las córtes de Madrigal, r des pues en Toledo, fulminaron graves penas contra los logreros, bajo cuya denominacion se comprendían los que llevaban un premio cualquiera por los valores que faci litaban. Pero ya sus sucesores, D. Cárlos y doña Juana, en las Cortes de Madrid y de Vallado.lid, al 'Prohibí r las contrataciones fraudu lentas en que por vías v maneras esquisitas se llevaba mas de !o liéito , reconocieron el interes que no escediese de 4 u por 100 al año. Posteriormente el Sr . D. Felipe IV redujo la tasa á 5 por 100, así por los intereses vencirlos y no pagados, como por los que en lo sucesivó se devengasen . El Sr. D. Cárlos III amplió hasta 6 por 100 el interes que s~ podia llevar entre fabricantes y comerciantes, v el Sr. D. Cárlos IV estendió esta disposicion á los labradores, coa tal que fuese comerciante el prestamista. El mismo 6 por 100 señaló el Sr. D Fernando Vll para los contratos que son materia especia! del código de oomerci.o; pero en el artículo 400 del mismo autorizó sin limitacion á los contratantes á fijar el interés que libremente estipulasen en los, descuentos de letras ó pagarés á la órden. udu. . De esta rápida relacion se deduce: priSe trata de revisar una le¡1:islacion exismero, que nuestras leyes relativas á préstatente, de ver los efectos que ha producido, mos han estado sujetas á notables reacciode examinar si ha tenjdo inconvenientes P.n nes, menos por las necesidades de los tiemsu ejecucion, si en este caso es posible corpos que por las ideas dominantes en los regirlos sin t1partarse de los principios recomismos; segundo, que en el órden existente, n~cidos, ó si es preciso apelar á otras docel máximun del interes permitido es el 5 por trinas no ensayadas. Nuestra legislacion ba sido muy variada ,1 00 ea los préstamos comunes , y el 6 por 400 en los préstamos mercantiles; tercero, desde su origen. La ley l.ª, título 5.' libro 0 que tocante á estos, la misma ley da un en5. del Fuero Juzgo, que trata de la~ usuras que deben ser rendidas por el dinero presta- sanche indefinido, dejando á la voluntad de los contratantes la fijacioo del interes, con do, permite tomar al año de ocho sueldos tal que formulen su ohl igacion de cierta un sueldo, que equivale á un interés de 12 manera. 1/2 por 100; y eu la 9.ª del mismo titulo y Veamos ahora los efectos de estas leyes. libro, que se contrae á los préstamos en es'pecie (pan, ó vino, ó olio, ó otra cosa), esta- , Triste es decirlo, señores; estas leyes han caido en desuso. Existen todavía algunas blece por máximun la devolucion de tres por personas timoratas que se abstienen de exidos al cabo del año, que corresponde á un gir mayor interes que el señalado; pero es50 por 100. tas son pocas, y van siendo men0s todos ,los El fuero real de España, en su ley 6.ª, tídías: otras, no hallando compensacion sufitulo 9. 0 , libro 4-.º, prohibe el dar á logro ciente a la privacion de su capital y á los riesi;nas allá de la razoo de tres por cuatro al gos que este corre fuera de sus manos, preaño, ó lo que es lo mismo á 33 1/ 3 por 100. fieren gµardarlo, retirándolo de la circulaL~s leyes de partida (ley 31, títu lo 11, partida 5.ª y otras) conden an absolutamente cion; otras, y son las mas, ocultan las verdaderas condiciones del préstamo, agregant?do interés; tal habría sido en aquellos do al interes otros . gravámenes por via de tiempos el ahuso de llevarlo hasta un punto comision ú otros conceptos, ya Jo que selladecisivo, ó tal la influencia de las doctrinas maba usuva ha dejado de ser un delito suque se hallaban entonces en vi go r. No menos severas y esclusivas se muestran las leyes jeto á castigo ni acorreccion, pues sobre ella del ordenamiento de Alcalá, que están in- guarda profundo silencio el código penal. Esto sucede cuando la materja del préstamo · clusas en la Novísima Recopilacion. Los re-

se emprenderian, ó emprendidas, quedarian abandonadas . Esta asociacion accidental del capital y de la industria se verifica por medio de préstamos; y como estos valores puestos en movimiento producen en beneficio de aquel que no es su dueño, es justo que devenguen á favor de este un interés que equivale á l'a recompensa de un servicio y al resarcimiento de una privacion. • Por esto el Gobierno de S. M. ha tenido por conveniente proponer á la Junta general de Agricultura una cuestion importantísima, que es la cuarta de su programa; á saber: sobre la¡; variaciones que convenga introaucir en nuertra legislacion c"n respecto á los préstamos á interés; cuestion grave, trasct:lndental, delicadisi ma; en que se interesa.o á la vez la justicia, la moral y, la e~onomia pública. La comision que ha recibido el encargo de presentar su dictámen á la deliberacion de la Junta, procurará hacerlo con la brevedad que permite el grado de ilustracion de las personas á quienes se dirige, las cuales suplirán las esplicaciones que exigiría una materia tan vasta, si tuviesen que darse á inteligencias menos ver-


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es el dinero: cuando consiste 1m granos ú otros efectos, la diferencia entre la entrega y la devolucion es mucho mas desproporcionada; unas veces e La última se hace en la misma especie, y otras en diuero; en ambos casos ha de entrar en.el cálculo la vicisitud de los precios, que harían injústa la misma lgualdad. En fin, aquí se ve una lucha patente entre la ley y Ja costumbre. Y esta costumbre (se ha preguntado á sí misma la comision), ¿puéde ser estirpaga por una ley nueva, ó por la restitucion de las existentes á su vigor? Si esto fuéra posible, ¿mejora ria la condicion de los que, parfi ejercer su industria, ó para la salisfaccion de sus necesidades, tienen que acudir al ausilio d~ capitales agenos? Mucho ha ventilado la oomision estas dos cuestiones, y al fin ha tenido que resolverlas por la negativa, buscando en otra parte el lenitivo,' ya que no el remedio , de los males que causa el escesivo precio del uso de los capitales. Cuando las leyes se empeñan en detener el curso natural de las co:Sas, desde el principio son eludidas, y al cabo llegan á ser abiertamente contrariadas. El límite de la compensaci0n debida por el servicio de ceder el aprovechamiento de un valor real que debe producir en beneficio de su dueño, no puede fijarlo la ley. ¿Qué diríamos, por ejemplo, de una disposicion que tasase lo_, alquileres de las casas? Diríaruos que es un ataque al derecho de propiedad. Y lo mismo hemos de decir en las demas cosas materiaJes que son objeto de contratos voluntarios, sin ese! uir el dinero; porque, para la cuestion que nos ocupa, este instrumento universal cte la produccioo, de que no pueden ya prescindir las sociedades en su actual organizacion, se halla en el mismo caso que los demas valores, cuvo uso es lícito ceder mediante cierta utilidad. El dinero nose toma prestado para recrearse en manosearlo, sino para convertirlo desde luego en otros objetos equivalentes, ya para el goce, ya para la reproduccion. Por lo mismo todas las diferencías que distinguen el dinero de lo demas son inoportunas en esta cuestion. En todo préstamo hay privacion para el q·1l'e' facilita su cap'ital; hay ademas el riesgo de no recobrarlo en todo ó en parte; bav utilidad para el que. recibe con objeto determinado; en una palabra, hay servicio recíproco; hay !Jeoeticio -y daño, que hacen lícita una compensacion. ¿Y quién graduará este beneficio y este daño? La ley no puede: porqüe hecha para todos los casos, no puede preveer las circunstancias infinitas de ci,ue depende aquella razon, compuesta de consi-

deraciones encontradas. ¿Quién tasa las utilidades que aquel dinero hubiera podido producir µara su propietari o , empleándolo de otra manera? ¿Quién califica las seguridades del .reintegro, y prevee todas las even. tualidades que pueden sobrevenir? ¿Quién calcula, bajo una fórmula general, el provecho que de -este ansilio saca quien lo pide, y voluntariamente lo recibe? Pues todo esto seria preciso para fijar ún término regulador del interes en cada uno de los uasos La mayor ó menor abundancia de los capjtales que afluyen ;d mercado en aquel momento, la proporcion entre esta abundancia .y las necesidades, el número y competencia de los que se hallan eo un mismo caso, lascondiciones morales del que contrae la responsabilidad, la solidez de las garantías que ofrece , \a época mas ó menos distante del reembolso; estas son las bases bajo las cuales cada uno funda su cálculo hasta llegará una avenencia. Bien pueden las leyeo esforzarse en interveoir en estas estipulaciones, que.tienen una medida continuamente variable en otra parte mas poderosa, en la fuerza de las circuostancias; solo dos resultados podrán obtener, y ·ambos á. cual peor: ó por no faltará ellas no se verificará un contrato que puede ser ventajoso para ambas partes, y la sociedad perderá el producto de aquel capital con deoado á la inmovilidad; ó la ley sufrirá una tras 9resionc¡ue la desautorice con escándalo. E1 fin económico que se ha propuesto el legislador eo poner una tasa al interes de los préstamos, ha sido el de proporcionará precios módicos )os capitales suficientes para vivificar los diversos ramos de industria que de ellos necesitan. Pero fueria es confosar que por este medio no ba logrado su objeto. A la vista de tod_os está la earestía á que se ha eleva·do el precio del dinero en la plaza de Madrid y en, otros centros de cootratacion durante largas épocas, algunas de ellas no muy remotas, y la enorme despropor~ion de los c.iescuentos en determinadas .localidades , segun las circunstancias que puede apreciar el estadista, pero no el legislador, para establecer un tipo permaneo te é invariable. Lá generalidad ignora lo que pasa en un pueblo de menos relaciones, pero cnuéhus de los señores que componen la Junta general de Agricultura' no lo ignoran; han sido testigos de ello. A ellos apela la comision para que digan si los límites de la ley co·ntienen á los que se llaman logreros, y si cor;sicleran posible reducirlos á una tasa determinada, sin que la burlen impunemente por ' medios capcioi;os, ó sin que

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aquellos capitales, aunque caros tomen otro al libre arbitrio de los contratantes, ilustrados con el conocimiento de su interés indicamino, faltando para subveoí r á los labradores uecesitados . Bacer una descripcion de vidual. Prevenir los abusos de la coacr.ion de parte de los poderosüs, la fuerza de la los sacrificios á que estos se veo sujetos, de la exorbitancia de los premios, que absorve necesidad de parte de los débiles, los efectos de la imprevisjoo de parte de los menos comuchas veces con esceso los beneficios de un nocedores de sus propios intereses, es de toaño de sudores; de las fortunas improvisadas, de las ruinas reproducidas todos los do punto imposible. Un labrador perezoso toma dinero sobre sus tierras que no cultiva: años, de las ventas forzosas de propiedades, otro Jaborioso, pero locamente emprendedor,• que fo.-maban la suerte de numerosas famisin calcular con sus propias fuerzas, implolias, seria trazar u11 cuadro. harto doloroso, ra las ageoas, contrae compromisos y piery lo que es m·as harto inútil. La ley , Cl)IDO un fin laudable, aunque no bien premedita- de, no solo el aumento que se proponía, sido, ha querido impedir males superiores á no tambien el capital tomado á préstamo : uno y otro se arruinan, y mas si los intereella. porque son anejos á lacoodiciou social: en vano ha exigido un sacrificio á la propie- ses son gravosos. Pero otro labrador que con dad de los valores movibles en favor de la sus propios recursos ha hecho las primeras anticipaciones, necesita acudir á un prestapropiedad fija y de la industria laboriosa; mista para los gastos de recoleccion : este en vano ha querido limitar el uso de la liberpuede pagar un interés crecido por un poco tad de los contratos; en váno ha querido reglamentar el sentimiento de la codicia. Que- tiempo hasta realizar sus frutos: si por la riendo hacer un bien, ha aumentado los ma- diferencia del interes no encuentra los fonles. Cuando ha querido ser dura, ha sido dos, pierde entonces el fruto <le sus afanes: burlada con subterfugios; cuando ha qucrjdo si mediante un sacrificio proporcio'lado los ser blanda y tolerante, ha sido derogada por encuentra, se sal va, y puede ser que se enla costumbre; siempre ineficaz, siempre riquezca. He aquí como no tiene fundamento plausible la di ·tincion que algunos han vencida por una fuerzá mayor. Mientras subsista por una parte la limi- querido hacer entre. los préstamos hechos á tacion del interés señalada por la ley, y por la agricultura, y los her.bos á las demás inotra la libertad indefinida, que se concede dustrias por razon de la diversidad de los respectivos beneficios. al comercio en el descuento de~etras de camEstas consideraciones han resuelto u na bio y pagarés á la órden, jam:\s la agriculcuestion que desde el principio se ofreció á tura en la demanda de los ausili os retribuila comi:;ion. Tratándose de préstamo , ¿dedos que necesita, podrá competir con otras be regir para la agricultura una legislacion industrias que sin mas que recurrirá una especial, distinta de la que corresponda á de libres están contrato de fórmula especial toda traba en cuanto al tipo de ioteres. Si se contratos idénticos entre las dem ás clases? quiere que los capitales acudan al punto Por lo que toca al iLterés, la comision se ba donde se necesi tao, que se repartan propor- convencido de que la regla debe ser comun in distincion alguna. En todo aquello que ciooal mente, es necesario quitar un privilede la voluntad de los contratantes, depende gio que desnivela las condiciones; es necesatodo privilegio redunda en perjuicio del pririo sobre todo quitar á los contratos la ocavilegiado, cuyas ventajas lle¡,an á serle onesion de la oscuridad, de la fraudulencia, de rosas, porque la parte menos favorecida tiela mentira, del peli15ro de ver contestada su ne en su mano buscar la compensacion. La taveo sus tiene agricultura La legitimidad. jas y sus desventajas con los préstamos: ven- agricultora, en c0mpetencia con las demás tajas, la solidez de las garantías que puede industrias, tomará capitales al precio menor ofrecer en las tierras y en los frutos, grande que pueda basta donde le permitan sus bealiciente para .el pre tamista que busca la neficios. De otra suerte no los eoco1tlrará sin seguridad y huye de los rie:gos que pueden grave riesgo. De todas maneras los préstamos son una. necesidad indispensable en el comprometer el caudal que sale de sus madr. la agricultura, y mucho mas en estado benesus de nos; desventajas, la escasez ficios l'íquirlos con respecto á otras empresas Españ. a. La comision cuarta acaba de leer mas pingües aunque mas aventuradas; la el luminoso dictámen de la novena, donde simultaneidad de i,us apuros limitados á entre la. causas de la carestía de nuestras ciertas épocas del año en qué la demanda es producciones agrícolas se señala como segeneral. Tódas estas ventajas é inconvenien- gunda el divorcio desconsolador en que estes no pueden conciliarse mas que de una tán el cultivo, la propiedad v los capitales manera; dejand9 la libertad de la retribucion entre nosotros. Esta causa existe y no es fá-


_,.. U6 cil remediarla. Debemos, pues, procurar un maridaje entre estos tres •ilerueptos dispersos. atraerlos para que recíprocamente se fecunden. ¿Y como se atraen? Con el aliciente del interés individual dándole un campo ancho, ilimitado, dentro del cual pueda obrar sin trabas y producir hasta donde alcance. La comision confia q11e levantando todo limite legal al interés de los préstamos quitando todo pretesto á la ocultacion y al temor de una pena, obligando á una publicidad de que se hablará despues, y dejando la censura de la codicia á la co·nciencia propia y á la pública, acudirán ·mas capitales al mercado, se establecerá abiertamente una rivalidad útil á la reduccion del interés corriente, y conocido el verdadero precio que ahora permanece oculto y misterioso, se logrará una ventaja apreciable á favor de la agricultura necesitada. Pero la comision no quie e exagerar sus sinceras t:rcencias: no asegura que esta mejora sea tan completa ni tan repentina como seria de desear; porque esto no depende esclusivamente de la libertad del interés, sino de otras causas complexas, de las cuales muchas están en manos de la Providencia, y algunas tambien en manos del Gobierno. Si las luces cte la comision segunda, como no es de dudar, produi·en un buen proyecto de -reforma hipotecaria, de que alejando los riesgos de los préstamos hechos sobre esta base, y facilitando los trámites de la realizacion, se consi gan mayores seguridades para el acreedor, .este reducirá indudablemente exigencias en el premio de· su servicio, exento sumamente aliviado ,del recargo del seguro. Si se logra concebir un buen sistema de Bancos agrícolas, ú otros establecimientos para facilitar socorros directos á los la bradúres, como es de esperar del celo y conocimientos de la comision tercera, la fatal exorbitancia del interés se verá atacada_por el flanco mas sensible y por el medio mas eficaz, por la concurrencia de la sociedad que reune sus fuerzas para contener las demasías de la codicia individual, y arrebatarle por lo menos una parte considerable del mercado. Esta comision, pues, cree que se baria un gran bien á la riqueza pública, al prestigio de las leyes y aun á la moral, si derogando la legislacion que prohibe los pré~tamos con un iuterés superior á un tipo determinado, se adoptase la disposicion siguiente: Et ·interés de los préstamos será el que libremente estípulen lns contrata11tes. Pero aun quitando el freno de una ley que hemos visto era ineficaz, queda el de la opi-

nion pública, que con facilidad puede ser burlado. Aun así habria ocultaciones, y el verdadero daño que resulta de la exorbitancia del interés no quedaria remediado. La ley no exigina que el prestamista fuese mas ó menos equitativo, pero tiene derecho á exigir que diga la verdad . No pudiendo contener la codicia, puede hacer que deje por lo menos estampada su huella, y no permitir que torne la forma de la hipocresía. Hay un grande interés moral en que aparezca la verdad en los contratos civiles: haya en ellos toda la latitud imaginable; pero no puede tolerarse que las partes se engañen entre si ni engañen tambien á los que han de juzgar sobre las diferencias que pueden originarse de aquel contrato. La comision .es de parecer de que en todo préstamo, sea cual fuere la forma en que se consigne, es circunstancia esencial que se esprese el interés convenido. Toda ocultacion en esta parte supone, ó un esceso latente, una coacoion mañosa, ó un abuso de posicion, ó una infidelidad tal vez del que media en la operacion por cuenta agena, y la ley no lastima ningun derecho cuando impone el deber de no mentir en perjuicio de intereses ~iernpre respetables. Un medio, pues, de cortar esos males seria, en coni::epto de la comision, un artículo de ley concebido en estos ó semejantes términos. En todo contrato de préstamo, sea cual fuere lu f01·ma en que se estienda, eli obligacion espresar el intéres qu,e realmente lleve el prestamista, y las demás condiciones que se estipu,len como recompensa del servicio. Se etpresará que el rresLamo es gratuito, si así fuere y se considerará tal sit.mpre que no se haga mencion del interés. Bé aquí un -proyecto, una obligaoion im'puesta que puede ser quebrantada, y es evidente que todo sena ineficaz ' si este quebrantamiento no tuviese una pena. l'.Tn préstamo por el cual se hubiese llevado un interés estraordinario, acumulando el interés al capital, podría' aparecer en el contrato como un servicio 1ouy equitativo, y aun como gratuito. ¿ Cómo se define esta trasgresiun? Las leyes lo califican exactamente de una fal sedad. ¿Y qúé pena corresponde á esta clase de falsedad? El mismo sentimiento natural lo indica: no ser creído. La comision opina por lo mismo que si en un contrato de préstamo se comete esta ocultacion deliberada, el documento 'es nulo ante la ley, y que la conciencia de los contratantes es la única regla que debe transigir sus diferencias. Este pensamiento, en el sentir de la comision, puede formularse de


U7esta manera.

Si se prueba legalmente que en un préstamo hecho como gratuito se ha llevado interes ó q1te el interés espresado en el contrato es inferior al que en realidad se llevó et documento no tendrá efecto en juicio á favor del pt·estador. La comision se apresura á prevenir una grave objecion que á esta doctrina podria oponerse. Efeclivamente, esta probanza podria ser un subterfugio á que apelase el deudor para retardar el cumplimiento de su obligacion, mientras estuvie e pendiente su demanda, aun despues de cumplido el plazo del reintegro. Es preciso, pues, que e te caso la ley proteja al acreedor que puede muy bien ser inocente en la que culpa de que se le ar,usa, y con este fin !'e presenta á la consideracíon de la Junta el artículo siguiente:

Se enlabia la prueba de que se habla en el artículo anterior, y durante el juicio, venciere el plazo, está obligado el demandante á depositar la cantidad pagadera : no haciéndolo, no progresará la demanda. Dicha cantidad quedará deposiLada hastf/, la decision . Si el prestamista fuese absuelto, se le entregará la cantidad total, y et demandante será condenado al resarcirniento de daños y perjuicios por la demo1·a desde el día del plúzo. En el caso contrario, se devolverá á este el capital primtivo que recibió, y se dispondrá del importe de los intereses como multa por connivencia en la, falsedad cometida. Estas doctrinas están dichosamente conformes con autoridades pontificiales, que por mas recientes v acomodadas á los usos actuales de la sociedad se bailan mas autorizadas ; observacion no fuera de propó ito en una nacion tan Ct\lólica como la España. Sabida es la solicitud con que el Papa Benedicto XIV procuró poner en su debida claridad este punto de conciencia en que tan discordes han andado teólogos y canonistas. En 1745 reunió una Junta de cardenales y doctores para que fijasen las reglas relativas á los préstamos con retribucion. La Junta se declaró contra la usura sin distinciun de tipos proporcionales; pero aquel prudentísimo Pontífice, en uso de su autoridad al comunicar esta declaracion á los patriarcas, arzobispos, obispos y ordinarios de Italia, les previno enlre otras cosas que «á los que pretendan quedar limpias de toda nota de usura y dar á otro su dinero dr. modo que tan solamente perciban un interés ó fruto legítimo, se les debe amonestar que antes de-

claren el contrato que quieren celebrar, las condiciones que en el se han de poner y el fruto ó interés que por el mismo ea;ijan.1> Líber-

tad en el precio, verdad eo el contrato: be aquí los principios de la comision apoyados por tan grave autoridad. La ley, al paso que debe amparar á los que se ven obligados á contraer una deuda, debe estender tambien su protercion á los prestamistas de bueoa fe. La fuerza de su accion, segun la forma de que están revestidos sus contratos, la realizaci;in de la hipoteca ó prenda, el curso á la fianza, son materias que la comision considera reservadas a! códigq civil, que no podría discutirse pareialmente sin destruir la armonía que de su conjunto debe resultar; y en este punto se lim!tará á indicar la conveniencia de que la acc(On sea muy espedita y rápidos los proce~1mientos, porque tambien esto ha de influir en que sea mas módico el interés, que es el úuico punto de vista bajo el cual la comision debe considerar los préstamos, segun los términos de la cuestion propuesta en el programa. Pero cuando llega el caso de cumplir el plazo y no verificarse el reintegro, transcurre un término mas ó menos largo hasta que la cantidad debida se hace efectiva. ¿Qué reglas se han de seguir entonces eon respecto á los int~reses? ¿Deben estos cesar? Es indudable que no. Pero, ¿cómo se calculan? El código de comercio señala el 6 por ~ 00; pero es en la suposicion de que existe la tasa del interés, y por esto señala el máa;imum permitidv por via de interés punitorio ó moratorio, como lo llaman los j aristas. Pero en muchas épocas, y singularmente en la actual; lo que en la ley es el máximum , en la realidad es el mínimurn. Y levantada la tasa del interés, reconocida la irresistible variabilidad del precio usufructo, ¿podria fijarse la misma tasa ú otra para este caso en que no hay contrato espreso? Supuesta la doctrina esplicada, esto no seria justo; pero desgraciadamente aquí lo justo es impo5ible. Todo viene á reducirse á la compensacion de un perjuicio. Pero este perjuicio, ¿quién lo evalúa? ¿Quién puede calcular el trastorno, los sacrificios de aquel que, contando con el cobro de una cantidad para un dia determinado, viéndose repentinamente falto de todo recurso, tiene que renunciará una operacion lucrativa que tenia preparada, ó lo que es peor, se halla imposibilitado de acudir á una obligacion perentoria, contraída con aquella seguridad? Por mas que se discurra, no se encuentra fácilmente una solucion que reuna todas las condiciones de la estricta justicia. En semejante duda la comision ha creído que debía desistir de buscar lo mas perfecto, ateniéndose lo mas libre de inconvenientes.


Puede muy bien estipularse en el mismo contrato el interés que debe abonarse despues del plaw, si en este no se verifica el reintegro, sin perjuicio de la demanda; pero si el cuntrato guarda silencio sobre este caso, lo que roas importa es que el prestamista sepa de antemano el derecho, y el deudor la obligacion que respectivamente les corresponde. La comision ha creído que lo menos espuesto -~ inconvenientes era declarar que: Cumplido el plazo de un préstamo, y no reintegrada la cantidacl convenida por capital é interés, continuaran estos corriendo al mis.mo tipo estipulado en el contrcJto, sin perjuicio de las diligencias para el cobro. En caso de entregarse cantidades á cuenta, los interesP-s recaerán sobre lo que reste por pagar. Con esto se evita la contradiccion de que el interés puoitorio pueda ser menor que el lucratorio, si la tasa legal fuese superior al precio estipulado. y se evita tambien el entrar en una valoraciun pericia\, imposible las mas de las veces, siempre odiosa por lo escrudiñadora é inquisitorial, espuesta á exageraciones y á contestaciones interminables. Es un principio inconcuso que donde emp.ieza el daño nace el derecho á su compensacion, y la compcnsaci~n ú_nica que en general puede darse á la d1lac1on del pago, es la agregacion del interés al capital que desde aquel momento fonma una masa única. De aquí procede la justicia del interés com·puesto, desde el dia en que el rédito debiera haberse realizado por entrega en manos del prestamista.; quien por ageoa culpa queda privado de lo que, siendo suyo, no puede utilizar. · Parece . pues, 9onveniente á 1~ c~rn_ision que en la ley se consigne este pnnc1p10, el cmd en su concepto pudiera formularse en estos términos. El interés vencido y no satisfecho se agrega al capital para el efecto de devengar nuevos -réditos al tipo contratado desde el dia del vencimiento. Casos hay en los que es de dgorosa justicia el abono de interés, -y sin embargo, estos no se hallan estipulados, ni puedeu inferirse por analogía de antecedentes, ya porque no hava mediado •:ontrato, ya. porque el capital" se haya detenido en poder de una per,,;ona contra las órdenes ó voluntad de su dueño, y repP,tido eó juicio se estime y ordene su devolncion, con abono de intereses. En estos y otros casos análogos, como fo.Ita una base fija, es preciso acudir como último recurso, al estrerno que antes se ha

U.8 desechado, á la tasacion, que determine la pa~t: que _ha de abonarse pqr los perjuicios sufridos, o por las ganancias conocidas ó pr~suntas, que respectivamente puedan atribu1 rse al dueño del capital por su pri vacion y at detentar de él po·r su uso . Cree por ¡¿ mismo la comisioo que pudiera e~tablecerse como regla: A f altci de convenio entre las partes en aquellos casos en que por cualquier motivo se declare habei· luga1· á abono de interés, serán estos tasados por los tribunales. · N0 cree con esto la comision háber trazado un cuadro completo y acabado con todos sus pormenores de la legislacion que tal vez con venga establecer en materia de préstamos á interés; pero se lisonjea de haber sentado las bases principales, que si fueran aceptadas, podrían servir de asiento al futuro edificio: Ha encootraJo una legislacion que no califica, y que podrá ser mas ó menos conforme á la idea moral y á la idea económ_ica; pero legislacion caida de hecho, y sin mngun elemento par-a Vúlverse á levantar. Ha prescindido de muchas con ideraciones sobrado elevadas !-obre la usura y sobre el libre uso de la propiedad. ¿Quien no ha leido los filósofos que han ventilado estas cuestiones en abstracto desde Aristóteles hasta Bentham v Prudhom? La comisioo reasu-· mirá, pues~ las conclusiones que ha sacado de las conferencias en que individuos de distintos pareceres al principio, hao venido á convenir; y volviendo á las proposiciones que deja emitidas, dirá que en su concepto podría formularse un proyecto de ley sobre las dispo~iciones fundamentales que repetirá. 1 .ª El interés de los préstamos será el que libremente estipulen los contr~tantes. 2." En todo contrato de préstamo, sea cual fuere la forma en que se estienda, es obligacion espresar el interés que realmente lleve el prestamista, y las demás condiciones que se estipulen corno ·recompensa del servicio. Se espresará que el préstamo es gratuito, si así fuese, y se considerará tal siempre que no se haga meocion del interés. 3.ª Si se prueba legalmente que en un préstamo hecho como gratuito se ha llevado interés, ó que el interés espresado en el contrato es inferior al que en realid:id se llevó, el documento no tendrá efecto en juicio b. favor del prestador . . 4." Si entablada-la prueba, de que se habla en el artículo'anterior, y durante el juicio venciere el plazo, está obligado el dem¡indaote á depositar la •cantidad pagadera; no haciéndolo, no progresará la demanda >


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Dicha cantidad quedará depositada basta la decision. Si el prestamista fuese absuelto, se le entregará la cantidad total, y el demandante será condenado al resarcimiento de daños y perjuicios por la demora desde el dia del plazo. En el caso contrario, se devolverá á este el capital primitivo que recibió, y se dispondrá del importe de los intereses como multa por connivencia en la falsedad cometida. 5.ª Cumplido el plazo de un préstamo, y no reintegrad:A la cantidad convenida por capital é intereses, continuarán. estos corríendo al mismo tipo estipulado en el contrato, sin perjuicio de las diligencias para el cobro. En caso de reintegrarse cantidades á cuenta, los intereses recaerán solo sobre el resto por pagar . 6. ª El interés vencido y no satisfecho se agregá al capital para el efecto de devengar nuevos réditos al tipo contratado desde el dia.. del vencimiento.

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7.a. A falta de convenio entre las partes en aquellos casos en que por cualquier motivo se declare, haber lugar ·á abono de intereses, serán estos tasados por los tribunales. Estas son las convicciomis de la comision: Ja Junta general podrá mejorarlas con su respetable acuerdo. Madrid 30 de octubre de 184-9.=Marcial Antonio Lopez.=Felipe Canga Argüelles.=Antonio Gallego y Valcárcel.=Pedro Migúcl de Peiro.=Francisco Perez de Ana ya .=Buenaventura Cárlos Aribau.

La Junta general discutió el anterior dictámen, y de las siete partes ó disposiciones fundamentales con que daba término á su trabajo, solo fueron apr9badas la 1. ª 5 " y 6.ª-Los artículos ó partes 2,d 3.ª t.ª y 7.ª fueron desechadas. ·

SEPTUI.& CO:UISION.

Dictámen de la misma sobre las variaciones que conven_qa tntroducir en nuestra legz'slacion para el fomento de Los montes y planlios. SEÑORES:

La comision encargada de informar á la Junta general de Agricultura sobre las variaciones que convenga introducir en nuestra legislaciou para el fomento de los montes y plantíos, tiene la bon ra de presentarle el resultado de sus tareas. Si por el buen celo con que las ha emprendido hubiese de valuar su verdadero precio, no del todo las crearía. indignas de la ilustrada considera-cion de los amigos del país y de la agricultura aqui reunidos para procurar su fomento y mejora. Pero la gravedad é illlportancia del objeto que las produce, las dificultades que se tocan al ilustrarle convenientemente, la multitud y variedad de las disposiciones legales á que dió ocasion desde muy temprano y bajo distintos G~biernos y tendencias, la misma incoherencia, finalmente de los resultados obtenidos hasta ahora, todo hace temerá la comision que á pesar de su eficacia y deseo del acierto, deje todavía m.ucho que apetecerá. la Junta que le ha dispensado su oonfianza. Porque ninguno de los ramos de la admi~istraciou pública cu:i.lesquiera que se:in su importancia v su influencia en el desarrollo de los intereses materiales, pasó como el de los montes y plantíos por tan amargas y TO~IO 11,

continuadas vicisitudes : nin¡:rnQo fué mas combatido y contrariado. Conspiraron contra él la codicia de los especuladores; las prácticas viciosas sostenidas por una opinion no menos equivocada, los errores envejecidos de la administracion, la divergencia e ineficacia de las leyes, los trastornos y asolaciones de las guerras doméstir.as y estrañas. Se advierte, sin embargo, que á pesar de su progresiva decadencia, en ninguna época se desconoció la necesidad de contenerla; nunca el Gouierno le .negó su proteccion. Buscando remedio á tanto daño, aun en aquellos períodos mas "b.ngustiosos para la socie-• dad española, se mostrr. solbito en procurarle; pero siempre con mejor celo que fortuna, y primero conducido por sus buenos deseos , que por el exacto conocimiento de los males que se proponía evitar, y de su verdadero orígen y trascendencia. Así Fué como se multiplicaron viciosamente los proyectos y las disposiciones, formándose -al fin una 1egislacion, tanto mas embé,1.razosa y dificil, cuanto que producto de diversas épocas y muchas veces de encontrados principios y falsas apreciaciones, ni vino á formar un todo homogéneo, ni pudo ser la consecuencia necesaria del examen de )as causas que lentamente.ocasionaron el dei ·I


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.., · plorable deterioro de _nuestros mon_te~. . Conocerlas y aprec1t1rlas en su Justo Va-"J'or, calc11lar sus i n.LlnenciaS', · buscarlas en ia índole misma de las leyes, en la organizacion de la admioislracion pública, en la tendencia general de las ideas recibiílas, en la falla de armonía entre el. interés indivi"ctual y el del Estad0 y de los pueblos, en la p11gna , perpetua (¡mtre· los ganaderos y los Gnltivadores, se rá s~n duda, hu1r de los yerros en que otros incurrieron, y ballar, en fiu, el remedio procurado inútilmente en el largo espaeio de tres siglos. . Sin entrai• la comisionen el exámen part:icular. de cada un a de estas causas, cree que se mo~traráQ, sin emba·tgo, en toda su estens_ion, al po11er de mñnitiesto á la Junta sus propias -reflexiones sobre la legislacion tlel _ramo, las vicisitudes de su adm ioistracion especial, los medios de ejecucion que puso en práctica, su sistema cóntencioso. y el penal en diversas épocas adoptado para la represion de los delitos cometidos en daño' de lo,; montes. Dilucidar por otra parte estos puntos, parece tanto mas conveniente, cuanto que deben considerarse como los precedentes indispensables para deterw1nar de un modo preciso las reglas ~mas oportunas que pueden seguirse en el fomento y mejora de nuestros bosques. l.

LEGISLACION ! r

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Es ciertamente de nótar que el ramo de montes, objetó constante de la solicitud de nuestros legisladores, y cuya importancia fué ·por todos reconocida desde muy antiguo baya mas que otros de~aido_d~ su primitivo vigor, -cuando tantas d1spos1c10nes se adoptaron para estenderle .Y _cons~rvarle, y tan lejos se llevaron la V1gilancia y las penas contra los dañadores de los montes. Esta circunstanéia mas reparable y trascendenfal conforme lqs pueblos progr~saron en civilizacion y cult~ra , no solo prue~a q,ue legislacion especial de montes es rnefi.caz para satisfacer su ol5jet9, sino que _encierra un vicio e!,éncial ~1ue le contrana. Desde muy temprano advirtieron ,nuestros· Ieg1slado r!)S, que segun se de~arrollaba la poblacion, y se esiendian los límites ,del cultiv o, se converti¡rn en eriales esteriles infinidad de terrenos basta entonces cubierto de arbolado. Ya los _procuradores~ córtes de I_a corona de Ca~.tilla dieron ocas10n con !:jus Justas reclamac10n,es en los siglos XIV y XV á varias disposiciones para la conservaciou del arbolado,

que recib.ia 'freouentes daños de los mismos pueblos interesados-en s11 mejora y fomento . Poco debpues los reyes católicos, primero por la ,le y de 14-80, y en seguida por la que es¡.,idiP.ron en ijurgos el ~8 octubre de 1496 terminantemente prohibieron las talas y des: cepos,enoareciendo la oonveniencia d~ cuidar y estender los montes. A su ejemplo, Cií rlos 1 por la pragmática de Zaragoza de 21 de mayo 1518, previno la formacion de nuevos plantíos y que se evitasen las talas de los montes, añadiendo, que hay mucho desórden en los disipar, de que resulta q11e no hay abrigo para los _qana_dos en tiempo de fortuna, y grande falta de leiia .' El mis1110 monarca form u!ó despues cargos severos contra Jos C11rreg1dores que hubiesen dejado de cumplir las disposiciones de su pragmática , conforme se echa de .ver en la peticion de la ley de 1548, promulgada en Valladolid. Su hijo, Felipe Ll, no meuos atento del cuidado de los bosques, en las respuestas á las peticiones de lascórtes de Valladolid de ·1555 -prohibió que los ganados entrasen á pastar los montes que hubiesen sid0 incendiados para beneficio del suelo. Pero aun llevó mas lejos sus tnedidas de ronservacion en las ·indicacionef que hizo á Cova.rrubias, y en la vigilanci'l cou que procuró er¡ ,vano poner coto á los daños siempre crecientes de l arbolado. Felipe \U, tocando la inobservaacia de las leyes dictad,1s para protegerle, las reprodujo cop nuevo vigor en las cór.tesde yalladolid de 170 I , encargando muy particularmente á los .1\ lcaldes mayores su mas exacto cumplimiento. La mistua conducta se propusieron sus sucesores Felipe lV y Cárlos II, pero oo coó me]or éxito, por que las leyes hasta entonces promulgadas, comprE:ndiendo toas declamaciones. y queja$ " contra los dañadores de los montes, que preceptos oportunos para contener sus demasías, ' e_ran harto vagas é i1idetr.rrninadas-, no const1tuian un sistema acomodado á la reforma que se intentaba, y sus prohibicioues podrían considerarse como medidas pa rcia les y aisladas. que sin el aus ilio de otras, que exigiari lac; circunstanci as , nunca producirían el resultado apetécjdo. . ' Tampoco le obtuvo Felipe V con su Real cédula de 3 de enero de 77 16, donde contiesa cuatito escaseaban ya las leij as, y la insuficiencia de las medid as adoptadas para llevar á efecto las rep_lantaciones, y dirigir oportunamente las cortas de los montes. Por desgracia, reducida entonces la Iegislacibo del ramo á un puro empirismo, irregujar., incompleta y vejeloria, fué mal apre~iadp aun •por los mismo·s que preten1

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dian conocer su espíritu y perfeccionarla. Los economistas del siglo XVlL, al examinar las causas de nuestra decadencia, y vislumbrarlas donde realmente no ex islíao , oonvirtiendo su atencion h'icia el fomento de los monte·s, ignoraron los verdaderos medios de procurarle: debian encontrarlos en los vicios de su ad mini tracion misma, en la incoherencia de las leyes, en el envilecimiento de la propiedad : y los buscaron eu las restriccione , en la fiscalizacion, en las trabas vejatorias, en las miras aisladas y los remedios eventuales. Los que siguieron su ejemplo y ,<;us doctrinas, creyeron reparar el mal, no tanto determinando la índole de las leyes espresi v2s y conservadoras por las ca usas y los hechos que le produjeron, como aumentando su número sin concierto ni medida . Creció así la legislacion de montes y · plantíos, pero su falta de unidad y de enlace la diferencia de las épocas en que recibió un nuevo de arrollo, y su di cordancia con los intere es materiales del particular y con los generales del Estado, vinieron á desquiciar la administracion de este importante ramo, ya traido á la mas deplorable decadeucia. En medio de tanto desconcierto, las célebres Ordenanzas de Luis XlV, publicadas el año de 1669 , sirvieron como de tipo á las nuestras de 17 4-8. El primer cuerpo ,legal de su especie donde bajo un mismo plan aparecía reunida y ordenada la _legi lacion de montes, atacr.ba crudamente los abusos sin alcanzará repararlos. Porque adoleciendo del espí.ritu de su tiempo, y acomodado á las falsas ideas de admini tracion que entonces dominaba •, todo lo sorúelia á la fi:s·calizacion y al fallo de un Gobierno con un rigor inexorable. Se quiso que su poder y su accioo fuese ma allá de lo que exigían las necesidades del ramo ; mas de I<:> que convenía á su fomento y proteccion. Las jurisdicciones privativas, los derechos de apreciacion, visita, marca. y tanteo se autor izaban por estas ordenanzas . Sujeta á una fiscalizaoion odio a, envilecida la propiedad individual, aband(J naban á un as mi mas ~ianos la parte gubernativa, la -ad mini trat1ya y la Judicial; y á fuerza de precauciones_vejatorias, y de contrariar la. índole ~e la nquez 1 mi ·ma. que con ellas se pr ·tend1a fomentar, lejos de protegerla. y auroentarla, la amenguaban v dcstru iau, provocando di-recta.mente su desprecio. Treinta años no interru mpid os de gnerras e tra,,jeras y de di ,cordias civiles v111ieron á vigorizar e ·tos males, v cuando se conoció ba tante su naturaleza y-esten ion para pensar en repararlos, por un efecto constante

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de todas las reacciones, al huir de los abusos del poder, sé ha tocado en un estremo n'l menos peligroso, pues dejándole sin accion, solo se ha conseguido perpetuar bajo otra forma los mismos daños, y con ellos la decadencia y destruccion del arbol ado . Las Córtes de 1812 reconocieron el derecho de los particulares á los montes de su propiedad, v la li berLúon de las estrechas trabas que la e• cade.naban; pero cediendo á las tendencias democráticas de su tiempo. y lleva das de un sentimiento de justicia y genero sidad, que los sucesos y el espíritu de la época exageraban, no supieron ó no pudieron dispensar este beneficio al derecho de propiedad sin echar entre nosotros los pri mero gérmeues de la excentralizacion, que empezando por halagar la. inesperiencia de los pueblos, acabó por empeorar su condi cion en el desastroso aislamientp á que los reducía. De la ley de ayuntamientos de 1823 reci~ bieron mas adelante las diputaciones provinciales y las municipalidades, casi sin res tricciones ni condioion alguna, el régimen, y custodia de los montes de propios y comunes, pudiendo decirse que rle hecho abdicó el Gobierno en esas corporaciones uua parte tan esencial de la administracion pública. Los cambios político rlerogaron y restablecieron alternativamente esta ley, muchas vece aplicada en grave perjuicio de Lo mon tes. Pero estos no obtuvieron, sin embargo , para su régimen en el espacio de alguuos años, sino las antiguas ordenanzas, ya de acreditadas en la opinion pública, ó di sposi ciones aisladas é incompletas, i• elicace' para obtener lo · resultados (lUC dé ella ·e e·per:iban, y si• relacion con el pn,gre o de las ideas, y la clase Je males que era preciso evitar. Tal era el estado de • ueslra legi lacion de montes cuando se publicarnn las Ordenanzas de 2~ .de diciembre de ,1833. lfo ellas vemos ya. un conjunlo bien ordenado de di posiciones adminisLrativas, ba. actas en principios exactos; rniras.esten as y lumi • o.as sobre IR con e-rvacion y mejora del arbolado; diferencias importao tesentre la admini tracion d~ IQ montes que corresponden al Estado, y los que con titu)·en la propiedad de los pueblos y de los particulares; la oportnna distincion de la funciones administrativas y de las judiciales; acertada medidas para promover la reuuion en un mi 'mo poseedor de los diversos di fruLes de los montes proindiviso; reglas positivas y justas apreciaciones, sin las cuate nunca se ejecutarán cumplidamente los deslindes y aco,


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tamieotos; un órden de penas para preveoir ó castigar las infracciones de la ordenanza,

eó mucho preferible al qur. antes se seguia; la creacion de funcionarios encargados de la custodia y_fomeoto de los montes, como _ otros taotos ageotes para mantener viva en t'o'das partes la accion del Gobierno. Pero si estas apreciables cualidades se advierte • en la ·ley de 1833, si á mucha distancia la colocan de todas la anteriores, y presenta ya un si tema basado s·.,bre el cnnocimieoto de las causas y la generalidad de los priocipios, no basta, sin embargo , á satisfacer 1-as necesidades del ramo, y las exigencias de ouestros días. Por de gracia contiene vicios esenciales que es preciso corregir, tendencias poco coociliables con el espíritu de la época; disposiciones inaplicables ó incompletas ; vacíos que no pueden llenarse sin alterai: su estructura. En ella .se veo confundidos y ama lgamados de una manera estraña los preceptos legales v puramente reglamentarios ; se vé tambieií la Falta de método en la cla ificacion de hs materias ; y en el órden de enunciarlas; un personal escesivo; la vaguedad en sus atribuciones, y la inconveniencia en sus cla es y categorías ; el establecimiento de una Dire.ccion general de todo punto innecesaria y, si se quiere, hasta incornpetible con la organizacion actual de los Ministerios ; final mente, una manera de enjuiciar y de resolver las cuestiooes relativas al '. ramo, que no se concilia con la existencia de los Con sejos .provinciales, y la índole especial de sus Funciones .. Por otra parte, producidas estas Ordenanzas ea circunstancias muy diversas de 1as actuales, acomodadas á una clase de gobierno cuyos principios no son los del existente, supooiendo otro sistema administrativo, ni muchas de sus disposiciones tieneo ya cumplida aplicacíon, ni se acomodan sus tendencias á los progresos de la adm1nistracion y el carácter de nuestras instituciones. Hay ademas ea la ley de 1833 un nimio respeto á ciertas ruáximas equivocadas de los economista del siglo X Vlll, que la autoridad de uo 1 célebre magistrado hizo pasar eolre nosotros con verdades iocoocusas, cuando la piedra de toque de la e~pe. rieocia no habi a veoido á comprobar su inesactitud. Tal es la que limita únicamente lá intervenci on del Gobierno en el fomento de la agricultura; á remover los obstáculos que se opooeo á la libre accion del interés individual. Las Ordenanzas que examinamos, uo proclaman ciertamenle este vrincipio ¡ pero harto manifiestan h.,.sta·que

punto le siguieron, oc solo cuando le ban fijado el régimen ma cooveoieote para los mootes de los propios y comunes, sino cuando poco ó nada dispusieron respecto á los de propiedad par ti cu lar. . Las Reales ordenes y _decretos que se e~pidieron de pues, modificando notablemente esla legislacioo especial, deslru ye ron el enlace y armonía de sus diversas partes, derogaron muchos de sus preceptos, y puede decirse que redujeron los restaoles á fragmentos aislados, y á materiales imcompleto para la formacion de una nueva ley de monles. Esta breve reseña prueba suficientemente que las reformas en el régimen administrativo de los montes fueron todas mas ó menos viciosa , ya sea cuando el poder dejaba sin accioo á los particulares y á los pueblos ó cuaodo les coofiaba unos derechos de que nunca ha debido desprenderse. Eu el -primer caso, un sistema fuoesto de fizcalizacion, llevado mas allá de lo que permite el interés individual y el de las localidades, no podía menos de producir de.Ealiento y fraudes en la administracion del ramo, aversion, tal vez, al cultivo del arbolado, y el deseo de eludir las leyes, y de fru trar los conatos del Gobierno. En el segundo, confiadas á la buena fé y al cálculo de los· particulares las Funciones de la ad mi oistracioo de montes, renuociaodo el Gobierno una intervencion necesaria, ó desempeñándola sin los suficientes medios de ejecucioo, autorizaba los abusos; y los propietarios que pasaban <le una dependeocia penosa á una estremada libertn.d; sio trabas ya para satisfacer las privaciones de muchos años, no hallaban coto ni medidas á las roturaciooes y descepos, á la devastacion de los bosqnes y al ruinoso empeño de cambiar por la utilidad del momento la riquezn. de muchos años. A.sí fué como las ordeoaozas, primero gravosas y opresivas, y despues ineficaces y débiles, poniendo en oposicion el interés individua l con el del Estado, y la opioion con las medidas administralivas del ramo de montes, vinieron á convertirse en una pura fórmula, sin ap\icacíoo ni consecuencia. La comision rechaza uno y otro estremo : ni la odiosa fisoalizacioo de 17&.8, ni la funesta lenidad de 1833, ni el encadeoamieoto de la propiedad particular y de los propios comunes, ni ese eocogido y supe rsticioso respeto que, á fuerza de acatarla, la abandona al ciego furor de sus poseedores_. Lo primero seria cootrariar uno de los ob3etos mas importantes de la sociedad, destruir el mas sagrado de sus vínculos ; lo scgun,lo


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valdria tanto como renunciar el Estado á una riqueza necesaria á su existencia y. al deber de protegerla y conservarla. Al evitar e·stos escollos en las lluevas ordenanzas, ba y que aten,der tambien á otras causas esenciales que produjeron la inefi·cacia de los esfuerzos del Gobierno para contener la progresiva decadencia del rarno. Los efectos los descubren y no indican el remedio. Poco basta ciertamente, para conocer que el vicio radical de esta legislacion consiste: 1 .º En que por las circunstancias.especiales de la clase de propiedad á cuya proteccion se ba destinado, en vano se propuso conciliar el interés jndividual de los poseedores eje los montijs, con el genera,! del Estado. 2. 0 En que existiendo una diferencia n01tahle entre las miras del individuo y las del Estado, sobre el' modo de utilizar los terrenos aptos igualQ.Jente para el arbolado y para los cereales, no combatió las causas que la producían, hermanando sus tendencias por un interés comun. 0 En que la centralizacion establecida 3. adoleciendo de vicios esenciales, fué siempre menos vigorosa y enérgica de lo que exigían las necesidades del ramo, y la oposicior_¡ que enr-ontró constantemente en las preocupaciernes vulgares y las prácticas abusivas. 4-. 0 En que las d-ispusiciones legal.es, aunque basl¡\nte eficaces para evitar los incendios y las taJas, vinieron por su falla de cumplimi~nto á reproducir-tan graves daños con el éleplorable ejemplo de una funesta impunidad. 5. 0 En que eslendida esta á las usurpaciones verificadas en los montes de los comunes y del Estado, quedaron al fin legitimadas por o.tras leyes, sirviendo de estímulo á los perpetradores de tales ateo lados. 6. 0 En que nunca hubo ia debida proporcioo entre el servicio del ra1:90, y el número de sus funcionarios, siendo esLremadamente reducido para cubrirle de un modo conveniente. 7. 0 En que existiendo desde muy antiguo una pugna perpétua entre los ga naderc,s y los cultivadores, y sustenida, no solo por )os hábitos y las tradiciones, sino ror los 10tereses creados, y mas aun por leg1slaci.ones especiales, la· de montes hubo de tropezar con un obstáculo, que uo podía vencerse sin hermanar antes la ganadería con el cultivo, formando con la rtunioo de ambos ramos los dos elementos mas eficacei¡ de nuestro sistema agrícola 8.º En que sm destruir las caüsas que

constantemente se opusieron á los deslindes y la estadística de los montes, quedaron hásta ahora sin. efecto, contrariados por las tendencias indivi'duales. 9. 0 En que nunca se exigieron las suficientes garantias que asegurasen el deber conLraido por los ayuntamientos de conservar ¡ ~ejor~r 'lo~ bosques confiados á su adm101strac1on, n1 se procuraron los medios de que su responsabilidad fuese efectiva. • 10. En que suplidas las omisiones de I a ordenanza con órdenes y decretos pocas vec~s. en armonía con su espírüu y sus disp.o.s1c10nes, se buscó remedio á los daños de l~s m~nte~, no en la opor.tuoidad y convemencia, s100 en el númern de las leyes. producto de muy diversas epocas, y restos aislados de difereutes sistemas de Gobierno. Tales· son los principales vicios de una organizacion que no emanó de un mismo pen~ · ~amiento, y ya insuficientes á su objeto.

11. RÉGIMEN. ADMINISTRATIVO.

PaFa evitar las consecuencias de los desaciertos, 4 ue mas ó menos afectaron desde muy atrás el régimen 1dministrativo de los montes, preciso es que de la índole de los derechos que á ellps tienen sus diversos po::seedores, se deriven la reglas para su gobierno . El Estado, los pueblos, las corporaciones y los particulares di.video entre sí esta inmensa riqueza. Si ha de fomentarse segun su importancia merece. un pxoblema tiene que resolver el legislador, difícil en verdad, pero no imppsible: tal es el de conciliar el interés público que exige la cooservacioo de los bosques, con el derecho de la propiedad particular, que cuenta co·mo coodicioo precisa de su exislen\:ia la inviolabilidad y independencia en su disfrute. N ues tras ordenanzas de 1833 á semejaoza de las francesas de 1827, produjeron ya una especie de traosacci-on entre estos intereses rivales: resta ahora perfeccionarla, dándole _por fundamento la esperieocia de los propios y estraños, y los progresos reconocidos de !a ·economía social. Proceder así valdrá tanto como procurar á las leyes y á- la administracioo del- ramo las bases mas i-ólidas en que pueden apoyarse, esto es, la opioion pública, el interés ºgeoeral y el interés privado. Corno poseedor y propietario, El Estado tiene, no. ya la necesidad, pero el deber de asegurar la propiedad de los montes, que legítimamente le perLenecen; de defenderlos


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y mejorarlos: de fijar sus límite coo una demarcacion exacta; de aprovechar u productos eguo vie e convenirle; de e tablecer regla pa ra. u buena adminisl racion, y de apli a r P.sta ri ¡ueza á la atisfaccion pe las aten!iiones genernles con ab ofuta independencia, y in traba de ningur1a. especie. Bajo distintos re petos le corresponden todos lo que antes admini traba la Iarina, generalmente conocido eon lo nombres de Baldíos y Realengos, hoy á cargo de la Goberoacion, lo que no tienen dueño con11cido,.~ lo que habiendo pertenecido al clero regular, se adminí tran ahora pnr la Direccion general de fincas del Estado. Sometidos unos y otros de un modo mas ó menos absoluto á unas mismas ordenanza , el Gobierno cuida direqtameule de ll exi tencia y mejora por medio de uo negociado que con tituye parte del Mini !erío de la Gobernacion, y de l9s jefes políti-cos, los.alcaldes de los pueblos y lo agentes r pec 1ale , dcsti1.Jados á las localidades donde radican estas fincas. Las correspondientes á los propios y comunes de los pueblos, a í como las de dominio particular de las corporaciones y establecimiento públicos que dependen del Gobierno, deben sajelarse á las mismas ordeoa·nzas , en cuan to á su régi meo, conservacion y mejoras. Con justo derecho al goce de sus productos, le tienen los ayuntamientos para de tinarlo , como ba ta aquí, á satisfacer las nece idades de la localidad, y nunca se separarán de tan importante objeto sin una violencia, tan lo mas funesta, cuan lo que afectaría á la vez la fortuna de los pueblos y la del Estado. Aquí la admini tracion concedida á los cuerpo municipales es una consecuencia de la propiedad mi sma, un derecho de la localidade . noca, sin embargo, se haría absolutamente independiente del Gobierno sin grave inconvenientes. BaJO su tutela y proteccion, es como las moni- ' cipalidades exi Len, como coa:,ervan sus atribuciones su derechos. El u o que de ellos bagan, necesita ser intervenido, no solo por su propio interes, sino tambien por el general del Estado. Porque la riqueza de los pueblos forma ea su conjunto una parte muy consi derable de la de la aacioa ; porque á merced <le corporaciones, cuyo individuos se suceden y renuevan en un corto período, perdiendo su carácter público para conser~ar únicamente el de imples ciudadanos, es indi pensable, si ha de perpetuarse. estenderse, una autoridad uprema que la vigile y proteja; porque los intereses de la localidad han de e Lar en armonía con los generales del Estaqo, -y no pueden contrariarlos

sin las mas desastrosas consecuencia ; por que con titú en parte de un lodo confiado la administracioa central, y son uno de lo obJeto mas importantes de su~ funciones. ¿Cómo, pues, conceder una inoependenci ab oluta á las administraciones parciale , si no hao de contraponer e á la general del Estado? Pero intervenir, no e aqui coartar: es precaver lo abuso ' ; es dejar lrbre el derecho de propiedad ea todus sos erectos, menos en lo que pudiera perjudicarle; e lo e., en el mal uso de la propiedad misma: por eso sin la auiorizacion previa del Gobierno, no es dado á los ayuotalllientos vender p µermutar sus montes; descuajarlos, variando su destino; poner en planta su acuerdo sobre las cortas, limpias, entresacas y carboneos, invertir arhitrariamenle sos productos; disponer, en fin, de estas propiedades de una manera absoluta. Y si los buenos prin ipios administrativos autorizan esta intervencion en los montr.s de los propios y comunes de los pueblos, desgraciadamente la esperiencia dem oestra que es de todo punto necesaria. La ineficacia de las le. es, la opinion y los suce o , el va to de arrollo de las funciones municipales, contribuyeron siempre al deterioro de los bo ¡ues. Su tala ó su desmedro han sido mucb3s veces la consecuencia , no de odiosos manejos y reprobadas miras, sino la consecuencia inmediata de una necesidad del momento, que era preciso satisfacer por e te me io, faltando absolutamente otra clase de recursos. Estas tende ncias destructoras , lejos de encontrar un término en lo progre o· mismos de la comunidad, ó en el vigor y fuerza de las le es, son hoy tanto ma - robu tas, Cllantó mas estensos los límites del cultivo, mas productivo . los terrenos de montes, y ma numerosas las constru cil•ne exigid as por el dei>arrollo y la conveniencia de los pueblo~. La administraciou de lo monles, embanza ademas sobremanera. á las municipalidades, complica y dificulta sus cuenta ; supone recur os de que no iempre pueden di sponer, harto apremiadas por muchas y urgente:, atcncione , y da frecuente· mente ocasion á muy dificile · compromisns. ¿Y por qué no evitará los concej!\l~s e e ob láculo terrible, que tan peno o <lebe hacer el sacrificio de su propio reposo, uando llevados de un celo digno de gratitud Y apl a u o, le consagrau á la causa pública, sin otra recompensa que la salisfaccion de servir lealmente á su pa1s? El hombre de bien r¡ue le representa como conc jal, ha ce


temer necesariamente el arma envenenada de la calumnia, que mas de una vez vioo á herirle eo su reputacioo, al indicar las causas de la decadeocia de los montes de propios .... Que oo cuente esa angustia mas entre las que ha de procurarle, el cargo mu.m cipal: que se le ponga á cubierto de una odiosidad inmerecida: que los montes de propios, taoto mas difíciles de administrar, cuanto mas escasos soo los recursos de tinados á su conservacion , dejen de prestar uo pretesto á la malir.ia ó la cavilosidad, y nunca sirvan de obstáculo al dese mpeño de las funciooes muoicipales. Facilitarlas, ponerlas al alcance de la honr dez desinteresada v generosa , alejar de ellas toda clase de penalidades y r.om,promisos, he abí un objeto digno del Gobierno, y una circuostaocia esencial de la eoagenacion de los rnontE¡s de propios. Los males que los ameoguaron , no son nuevos por desgracia. Precisamente porque mu cho antes de ahora se conocia su gravedad, autorizó la Real cédula de 26 de mavo d..e 1770 los re par ti mie • tos de tos terren"os de propios. Por el decreto de la Cortes de 4 de enero de 1813 se previno despo es que no solame • te estos, tuviesen ó no arbolado, sino tambieo los bah.líos y rnalengos y tod as las tierras, á escepcioo de los elegidos necesarios á los poeblos, se redujesen á dominio privado e• plena propiedad. Posteriormente la Rea l órden de 2i, de agosto de 1834-, dispuso que los ayuntamientos formasen de propio acuerdo, ó por prevedcion de lo· gobernadores civiles, los oportunos espedienl tes p~m1 la subasLa de las lineas de los propios, qoe conviniese enagenar, ya f,uese en en venta real, ó ya ácenso reservativo ó anfitéutico. Aun en la de 3 de marzo de 1835 se establece e] que .cuando se verifique la enagenaci0n á censo enfitéutico de un terreno con arbolado, haya, de r~caer, a i este coroo el suelo, en el mi smo 1adquiriente. Pero si estas d isposiciqnes mani ües1an con cuanto empeño procura el Gobierno promov~r la enagenacion de los montes de propios, s1la autoriza y la provoca, no la hace ab'OIutamente obligatoria. Al arbitrio de los ayuntam ientos queda todavía, en sentir de la comision, r.onservar esa ~tase de fincas y o_ponerse á que se reduzcap á dominio particular. No basta, pues, la concurrencia de los comprado~es; no basta que soliciten en pública licitacion su propiedad: pueden las municipalidades rei1istirla , y en la manera de administrar los propios, en la aplicacion <le sus productos, en la convenienoia de pocos, y los errores y prevenciones de mu-

chos, se encontrará siempre un obstáculo á la realizacion de las enagenaciooes. Por eso , en vez qe consent irlas y promoverlas, parece en estremo opoituno que la ley de montes y plantíos las haga obligatorias de tal manera, que baste para provocar las subastas de estas fincas la, solici 1,ud' de los compradores. , , Y no se tema que pasando los montes á dominio particular, el arbolado desaparezca. Además de que puede exigirse su conservacion como circunstancia precisa de la venta, convirtiendo en gara.ntía la misma propiedad enagenada, enseña afortunada mente la esperiencia con cuanto cuidádó eJ intPrés individual, mas celoso y ·µrevisor, procura hoy fomentar el arbolado, poco antes objeto de absurdas prevenciones. Y no se desatenderá por eso la utilidad de los comunes; porque en vez de un a propiedad esquilmada, J de dia en dia menos producti'va, contarán siempre con un cánon seguro, de fácil recaudacion, y sin las trabas é inco nve • ientes que necesariamente lleva consigo la admioi tracion de los propios. Alléguese á esto que se quita no cebo y un preteEto á la inmoralidad, que recibe nuevos e• sanches la propiedad particul:i.r, y que á la accion amortiguada y débil de los coerpos municipales se sustitu"ya la del interés individual, siempre especulador y activo. Quisiera la comisioo recomendar del mismo modo la vent¡i, de los montes pertenecientes á la.nacioo y á los comunes de los pueblos; µero entiende que nunca se reali-zará sin muy graves inconvenientes. El Estado encuentra en sus bosques una parte de las maderas indispensables á la construccion urbana y naval; puede en ellos formar arti ficialrnente las cuevas qoe no le procora el ¡Jarticular; organizado el ramo, y servido por funcionarios esperiales, es de esperar se cousenen los montes .y rinden . mayores y mas seguros productos Situados por otra parte., muchos de los principales á larga distancia de las poblaciooes agregada~ ni ofrecerian un estímulo al interés in dividual, ni este los ,cuidari a como requiere su b1iena conservacion ; y reduci.rl os á dominio particular, seri,\ perd'er su arbolado ó renunciará c:;us progresos. Los pertenecientes á los comunes deben hasta cierto punto considerarse, á lo menos en su usufructo, como un a propiedad priv,ada. Sus leñas, sus madera:;, sus pastos y bel lota son de aprovechamient0 de los vecinos, ó por u os y costumbres, ó privileO' ios y donnciooes especiales, ó por adquis iciones legitimadas v reconocidas por l:i. ley. La venta que les "pri/


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vase de este usufructo, tendría el carácter de un verdadero despojo, redociendo á la miseria infiQitas familias, y privando á la agricultura de recursos inmensos, mientras que para esteoderla mejorarla no se conciba otro sistema istinlo del que actualmente se conoce entre nosotros. La índivi ion de muchas de estas propiedades y el repartimiento de sus produetos entre vecinos partícipes, ·es otra de las causas mas poderosas de su progresiva decadencia. En el conocimieuto de tao grave mal se fundó, in duda, la Real órden de 24 de mayo de 1793 espedida para el aprovécbamieoto de los montes de E·stremadura v fomento de sus plantíos. Por ella se di ·pone que cuando el suelo de los montes pertenezca á particulares, y el arbo1ado y su fruto á los propios de los respectivos pueblos, ó bien se vendan por u justa tasacion el usufructo y propie<lad de los arbolados al dueño ó dueños del suelo , imponiéndose á favor de los propios en otras fincas las cantidades, que resulten de la venta, ó bien estos puedan adquirirlos á enfitéusis, segun les conviniera. Los abusos de la indivision, los intereses encontrados que la h.icieron siempre un gérmen de destruccion para el arbolado, y los obstáculos que oírecia. á. que su rendimiento fuese un verdadero recur o para los pueblos, vinieron en fin á convertir en una resolucion general la medida antes aplicada únicamente á la provincia de Estremadura. Por los artículos 6. 0 y 7. 0 del titulo 1 .ºdela Ordenanza de montes de 22 de diciembre de 1833, se establece ya de un modo terminante que los montes proindiviso entre clos ó mas propietarios puedan ser adquiridos por uno solo, bien consista la indivision en porciones del terreno , ó bien en la promiscuidad de los usos, aprovechamientos y servidumbres. Todavía deseando el Gobierno reducirá la unidad esta clase de disfrutes, y romper las trabas que encadenan la libre accion del interes individual en la mejora y fomento del arbolado, dispuso por el art. 20, regla 6.ª del Real decreto de 24 de marw de 1846 que los comisarios de montes procurasen la re-~ particion de los del Estado y de los propios y comunes de los pueblos, que aun permaneciese n proindivis.o. Las disposicir,nes legall:!s son, pues, terminantes, esplícitas, tan cumplidas como pudieran desearse para concluir con esas tune tas divisiones de la propiedad en los terrenos de pasto y arbolado. Sin embar~o, sus poseedores nada han hecho para redimir las cargas, que disminuyen su precio; la indivision subsiste, y con ella una de las causas mas poderosas de la

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ruina de infinitos montes, donde una pugna· perenne enlre los dueños del suelo y los del arbol ado notablemente disminuye sus res~ pecLivos aprovechamientos. Si se quisiesen ejemplos de tan triste verdad, entre muchos que pudiera presentar la comision, citará solo el que nos ofrecen las debesa de Trujillo, su sesmo y Cáceres, antes dilatada y cubiertas de espesos bosques, reducidas ahora, y sin piedad esquilmadas de una manera vandálica, y conducidas á su completa ruina, mas aun que por los métodos viciosos de su administracion, por los intereses opuestos de los partícipes de sus rendimientos, nunca conseguidos sino_á espensas del arbolado, que contribuye á producirlos. Hay, pues, una necesidad de promover por todos los medios posibles la division de los terrenos de arbolado, ya determinada por las leyes: los que se adopten todavía con este objeto grandemente influirán en la restauracion de nuestros montes. Pero nunca se conseguirá cumplidamente, si de un modo pronto y enérgico no se pone coto á uno de los abusos que mas contribuyeron, desde muy antiguo, á. la ~estrucc10n del arbolado, y que, aun hasta cierto pu ato i;ostenido por la costumbre, impide su propagacion allí donde pudiera lograrse sin esfuerzos . Tal es el que autoriza las rozas y quemas en los baldíos y monte bajo, sobre todo á. larga distancia de las poblaciones. Parece increíble que en nueslrosdias, cuando tanto se procura mejorar la agricultura, estendiendo sus buenas prácticas, se vean actualmente esos desoladores incendios, qu e convirtiendo en una vastísima hoguera inmensos terrenos, no encuentran otros límites que la falta de combustible y l¡is orillas de los rios, ni otro obstáculo que la calma de los vientos, que activ.an y propagan sus llamas con deplorable estrago. El que rodeado de un horizonte de fuego presencia asombrado ese bárbaro é imponente espectáculo en Estremadura ó la!.- A.ndalucías, y sigue el curso de las llamas, que se estienden como un torrente de fuego entre negros torbellinos de humo y cenizas, tiene derecho á preguntar si los vándalos ocupan todavía nuestro suelo, ó si es cierto que vivimos en el siglo XIX. ¿ Y qué pretesto ocasiona tan ináudita desolacion? Muchas veces solamente el placer de la caza; con mas frecuencia, la torpeza de un simple cabrero, para que al año siguiente nuevos y mas lozanos retoños ofrezcan abundante pasto á sus ganados; casi siempre la mal calculada utilidad de aprovechar el terreno abonado por las cenizas Y


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los despojos vegetales, con siembras que no el patrimonio del individuo que la disfruta, pueden reproducirse, y que son el último y trasmite á sus sucesores. Falta esta cirrendimiento de un suelo yermo é infecundo, · cunstancia á la segunda, que siendo la proabandonado despues para aumentar el núpiedad de todos, á ninguno en particular mero de nuestros eriales. ofrece el estímulo necesario para conservarCon el objeto de poner coto á tanta desola íntegra de gcneracion en generacioll. l'orlacion, ya Felipe 11, por la ley promulgada estas diferencias se echa de ver que la inen Valladolid el año 1558, é inserta en el libro tervencjon di recta ejercida por la administra7.º, título 24- de la Novisima Rccopilacion, cion sobre los montes de los propios y de los prohibió que los ganados pastasen aquellos comunes de ·Jos pueblos, no debe jamás teterrenos que hubiesen sido incendiados quiner lugar cuando se trata de los de propiedad tando así el aliciente á los que de intento particular. Dirá mas la comision : si el Golos abandonaban á las llamas. La Real cir- bierno ha de 'vigilarla, será solo para prescular de 20 de enero de 184-7 reprodlljo con tarle su apoyo como protector de los interenuevo vigor tan acertada disposicion; pero ses materiales. esto no basta: se necesitan fuertes represioCon todo eso, el mas escrupul so en atanes; la responsabilidad de los ayuntamiencarla, no podrá negar que su uso ba dP. estos que toleren esta barbarie; estremada vitar en armonia con el interes general , emgilancia de los guardas. Conviene pues: pleándole de tal modo, que lejos de perju1. 0 Que se prohiba terminantemente, con dicarle contribuya á estenderle. Ni un solo severas penas, el incendio de ,los baldíos, género de propiedad se dará exento de esta cualquiera que sea el pretesto y la antigüeley conservadora. Pero la que consiste en los dad de esta práctica. montes todavía se halla mas íntimamente 2. 0 Que ni aun los particulares bagan enlazada con las necestda<les sociales. Consquemas en sus montes, cuando puede protituyendo estas las relacione~ de los ci udapagarse el incendio á los confinantes. da nos con la comunidad, son para ellos im3.0 Que donde se halla introducida la periosos deberes , obliga~iones sobre cuyo costumbre de procurar por tales medios la cumplimiento reposa la salud de todos, y su reproduccion de un pasto mas abundante, propia seguridad. P~es bien el Estado neceya sea en los baldíos, ó ya en los comunes sita maderas para la Marina y la construcde los pueblos destin ad os á monte alto 6 ba- cion civil; los busques que la pToducen, á jo, no se permita á los ganados la entrada diferencia de otras creaciones de la naturaen esos terrenos, sino que, por el contrario, leza, son la hechura lenta del tiempo, y su se vigile su repoblacion, favoreciendo del aplicacion y su destino exigen, no ya el cuimodo posible los nuevos retoños, y dejando dado especial del individuo, sino tambien la á la naturaleza el cuidado de reparar los da- proteccion del Gobierno. ¿ Quién le negará aquí el derecho de vigilar tan importante ños que ocasionaron los hombres. t,,. º Que sea esta una de las principales ramo? Si , pues , en todo caso el uso de la atenciones de los guarda-montes, y el ob- propiedad ha de subordinarse el biene.star jeto especial de las autoridades encargadas comun; si en un derecho estnblecido por las leye~ positivas, cuya fuerza y valor debe del fomento especial del arbolado. 5. 0 Que una responsabilidad efectiva re- siempreajustarseal interés de la comunidad; caiga inmediatamente sobre los que hayan si no es un dominio tan escJusivo, que lasalud de todos no pueda alterarle, nunca este faltado á estas disposiciones. Los montes de los particulares no pueden principio pa-recerá mas justo y bienhechor, quedar como los del Estado y de los pueblos que aplicado á una riqueza absolutamen\e so metidos á las ordenanzas del ramo ; pero indispensable á la nacion entera. A pesar de eso, no se pretende aquí contodavía la administracion tiene respecto á ellos deberes importantes que cumplir. Para trariar el derecho de propiedad: se quiere determinarlos preciso es reconocer aquí u~a solo r¡ue la ad ministracion vigile simplemennotable diferencia entre la propiedad parti- te el uso que de él se hace, y eso no para cular, y la del Estado y de los pueblos. · amenguarle, sino para sostenerle, conciliánAquella se administra directamente por el dole con las miras de la sociedad. Adminismismo propietario , siempre interesado en tre el propietario como le parezca; disfrute conservarle: esta otra se conlia accidental- ampliamente de sos montes; sea suyo el bemente y por corto tiempo á manos estrañas, neficio, suya la utilidad que nadie limite el pocas veces dispuestas á sostenerle con em- aprovechamiento de sus productos; pero no p~~o. Lleva la primera un carácter de ~sta- rechace las restricciones inevitables que le h1l1dad y permanencia, pues que constituye impide11 a.bosar de estas facultades y conTOMO U.

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vertirlas en daño de sus sucesores y de la Eociedad entera. A poco tienen que reducirse, y no seremos nosotros los primeros que las adoptaron. Si han -file satisfacerse cierta clase de servicios públicos, por su naturaleza misma indispensables á-la existensia de la sociedad, ó á su mejora bienestar, es ~indudable que, á lo menos mientras el arbolado no se reponga de sus continuadas pérdidas, -Y pueda esperar una completa restauracion -del cambio ' de los ideas agrón emicas, y de los desengaños de sus cultivadores, ..:onviene establecer como !ev: 1 .º Que en los montes de particulares se proh-iba-constrnir á cierta distanoia de los del Estado y de ·los propios y comunes, hornos de cal y de ca1°bon, fraguas -ú otra clase de artefactos que, empleando el fuego, den ocasional incendio. 2. 0 Que·los dueños de bosctue&no procedan á desc~a jarlos y destinar su súelo á otro cullivo, sin dar anticipadamente conocimiento al -Gobierno, por si e! interés ,general 1ó la conveniencia de poblaciones determinadas le obligasen á 1,esistir este cambio ,e_n el 1,1so de .Ja propiedad. 3. 0 Que el Estado tenga el derecho de elegir en los montes particulares los árboles • que; no encontrándose en los terrenos de la nacion, ó en los de propios y comunes de los pueblos, proporcionen las maderas de -const~uccion absolutamente precisas para la Marma -y ~I surtido de los astilleros y arsenales, temendo entonces lugar la ley de-espropiaci0n forzosa por causas de utilidad pública. La primera de -estas dis.posici011es se encuentra ya justamente consignada en las Ordenanzas vigentes en 1833, y nadie desconoce su necesidad y su importancia. Las otras dos, ni carecen-de ejemplo en los tiempos modernas, ni de justificacion en las . circunstancias que-los hiciesen inevitables. La ordenanza franr.esa de 1827. recordando la ley de 8 de ma)'O del segundo .año de la República, las autorizó por un tiempo determinado, y en práctica estuv¡eron hasta 1838; esto es, hasta una época en que los recursos del Estado, el mismo progreso del arbolado, y la facilidad con que el comercio facilitaba madera de construccion, las hicieron inne_. cesarías. No podrá ciertamente ser desechada por nosotros esta conducta de la nacion francesa, s~ con las circunstancias en que se vió preCJsada á seguirla, se comparan las de nuest_ra penípsula actualmente. Proceder, en erecto . de otro Qlodo, daria lugar á que por

una ciega inconsideradó1;1, ó el cálculo egoista del interés privado, careciesen las localidades de un elemento necesario á su conservacion: seria comprometer en muchos casos la salubridad pública, cambiando con la desaparicion del arbolado la naturaleza de lo's climas: seria llevar la esterilidad á estensos terrenos, ahora fecundos y productivos, despojará la agricultura, á los talleres y á las fábricas, á la navegacion y al comercio, de l0s materiales que los dan vida, y condenar las generaciones sucesivas á privaciones, que por ventura les reducirían á la miseria ó á una vergonzosa dependen_cia del estraojero, III. MEDIOS DE EJECUC-lON.

Por ·las indicaciones hechas hasta aquí sobre la d.iversa índole de la propiedad en los montes, se ve, pues, que la administracion ha de reducirse su autoridad á cuidar y dirigír por sí misma los montes del Estado, aprovechando sus productos; á intervenir directamente en el buen régimen de los de propios y comunes; y á vigilar los que son de propiedad particular, dispensándoles su prolecciou. Mas estas funciones, determinadas en gran ·parte par los derechos de cada poseedor, su ponen en la autoridad admioistrali va, que ha de ejerce,rlas, un órden y una serie de delegados especiales, que faciliten su ejecucion eficaz y uniformementeen todas las .provincias. Dtsde muy temprano, mas dispuestos los gobernantes á el ictar reglas para custod1ar y estender el arbolado, que á procurar los medios de aplicarlas, se ocuparon primero en ocurrir al dañQ, multiplicando las leyesí que de hacerlas cumplir estableciendo la graduac.ion nccesa·ria en· los mandatarios enea rgados de s.u observancia . Vieron solo el pensamiento, y cuidaron poco de las medidas oportunas para su realizacion. Uno de los principales defectos .de las ·ordenanzas de ~ 7 4-8 consist-ia precisamente en la falla de funcionarios ·especiales, que independientes de las municipalidades, y rec:ibiendo el impulso del Gobierno, vigilasen su cumplimiento en los mismos pueblos donde deh,era n sentirse inmediatamente sus resultados. Encargábase por ellas la administracion de tan importante ramo á dos jueces conse1:vadores, , ministros dr.l Consejo de Ca?t1\la, mu y agenos por el carácter que los d1stIDguia, de las !'unciones administrativas confiadas á su celo; y como si este error n0


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bastase á dejar sin observancia las ordenanzas, todavía se cometió otro mayor, no poniendo á sus órdenes empleados intermedios que obligados á cumplir sus disposiciones, fuesen en cada localidad los custodios y-celadores de. ·los montes. Desde entonces, encomendado su régimen á las autoridades populares, la ley de 3 de febrero les confió casi sin retricciones la suerte de ~stas propiedades, dando ocasion á los deplorables abu¡;os, que tanlo conlribuyernn á su desmedro. Conocido el daño, se creó para repararle, además de un numeroso personal, que nunca se hizo efectivo, la Direccion general de montes con todas las atribuciones que su objeto exigia. Pero esta institucion protectora, nacida en tiempos de djscordias y revueltas políticas, cuando los hábitos y las tendencias de muchos siglos se oponían á la centralizacion, duró muy poco; y siempre endeble y apocada, sin condiciones de porven.ir y de vida, no le fué posible correspond.:ir cumplidamente á las esperanzas de sus mismos apasionados. Aun en el corto período de su existencia, se vió como aislada y combatida por los sucesos, falta de víncu"tos que la ligasen con los pueblos ; con unos medios de accion en estremo reducidos; v echando de menos los cooperadores que le concedían las ordenan.zas, para que no fuese una rueda inútil en la máquina administrativa. Crearlas en circunstancias tan difíciles, y de la manera que se hizo, fué solo emili-r un pensamiento, cuya adopcion y desarrollo exigi-an vecursos poco conciliables entonces con las circunstancias particulares de la nacion. Bajo otra forma, pero con atribuciones análogas, puede decirse que exi~te hoy esta misma institucion en el negociado especial de montes y plantíos, que constituye parte del mini terio de la Gobernacíon del Reino, y es una de sus principales- dependencias. A cargo del Dire~tor de adm~nistracion general, organizado de un modo conveniente á las funciones que desempeña, con una acion tan espedila y rápida, como se necesita para promover y dirigir, tiene por objeto preparar el despacho de los negocios del ramo, ilustrarlos con sus informes, proponer' cuanto crea necesario á su mejora fomento, procurar la enseñanza de la silvicultura, desempeñar, en fin, las mi mas tareas señaladas por la ley vigente á la antigua ])ireccion, pero de un modo mas breve Y eficaz, sin intermeciarios que retarden ó debiliten su accion, exenlo de trabas enojos~s, mas allegado al poder ejecutivo, y auxiliar inmediato de sus resoluciones.

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Entre otros deberes efe la administracion -central · se cuentan como los principales : deslindar legalmente los montes del Estado, de los propios y comunes, y de las corporaciones dependientes del Gobierno ; formar los reglamentos que regularicen las podas y entresacas, las cortas• y carboneos, los semi..'. lleros y plantaciones, el aprovecbamien lo de los pastos y de la bellota, el órden de las subastas, vigilar los montes ex-istentes, procurando su aumento y·e tension ; examinar y conducirá su término los espedientes soh:e roturaciones, descuajes y deseos, diV-1sion de terrenos pro-indiviso, rescate de-sus cargas, usufructo de sus productos: propone.r las medidas generales para el fomento del arbolado; ejercer, en. fin, _una influencia directa• en el desarrollo de esta riqueza, segun las circunstancias especiales del dominio particular de sus diversos poseedores. Pero entre tan importantes é indispensables atenciones, ninguna mas urgente y de mayor lracendencia que la formacion de la estadística de los ffi(lnles pertenecientes al Estado, á los propios y comunes de los pueblos, y á las corporaciones dependientes del Gobierno. Mucha veces intentada, pero nunca con los medios necesarios para aproximarla siquiera á la verdad, produjo olo relaciones informes, datos inexactos é incompletos, falsas apreciaciones, cálculos equivocados, en que el temor ó la prevencion de las municipalidades y de los particulares convirtieron en v~nas apariencias la espresion de una riqueza, cuyo exámen requería, no solo conocimientos especiales, sino la conviccion de su impúrtancia y la buena fé de demostrarla en toda su estension. No bay que recordar ese cúmulo ·irregular de antecedentes dislocados que existen en nuestros arcbivos. De cuantos datos se obtuvieron de las proviQcias en diversas épocas y bajo distintos Gobiernos é intlueoc1as basta estos últimos años, ninguna ofrece la exactitud conveniente para apreciar en su justo valor la estension, el suelo, el arbolado y los rendimientos de los montes. Y así debia suceder, porque los inforll)es estadísticos no eran el resultado de una investigacion desapasionada y conci-ensuda ; porque la autoridad que los exigía, no encoutraba en las circunstancias mismas de la nacion recursos proporcionados á tan vasta empresa; porque se confiaba su logro á los ayuntamientos, poniendo basta cierto punto en oposícion su imparcialidad con los intereses generales del Estado y las miras del Gobierno ; porque el tiempo y las revolu-


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c10nes hahian oscurecido el orígen y pertenencia de- muchas lineas, haciendo dudüsos los títulos de propiedad, y alterando los ·limites que la C!leterminan; porque las instrucciones dadas en la Ordenanza de 1833 y en los reglamentos y Reales órdenes que se publicaron despues para los deslindes y los procedimientos estadísticos, eran insuficientes é incompletas. Otros medios debían adoptarse si no había de convertirse la estadística en una vana fórmula para dar al error las apariencias de la verdad. Obtenerla sin visitar v reconocer detenidamente los montes, sin qüe las indagaciones se confiasen á funcionarios del Gobierno, conocedores del ramo, empleados en su servicio, y responsables de sus actos; sin que-se examinasen los archivos de los ayuntamientos y de la suprimida contaduría de. propios, valía tanto como pretender una quimera, y contentarse con ilusiones. Así lo ha conocido el Gobierno, cuando am~estrado por la esperiencia y los trabajos perdidos de tantos años , dispuso últimamente que visitados los montes por los comisarios y peritos agrónomos del ramo, bajo la inspeccion y dependencia de los gefes políticos, procediesen estos gradualmente á la reunion de los datos estadísticos, y á darles la forma conveniente con arreglo á modelos sencillos; donde aparecían oportunamente clasificados. Instrucciones metódicas y poco complicadas, reunion de datos, preparaciones acomodadas á las circunstancias especiale~ de ca<la pro vincia, el exámen de los resultados obtenidos hasta el dia, precedieron á estos trabajos; y hoy la estadística de los montes, casi concluida en algunas provincias, muy adelantada en otras, emprendida en todas, si no es todavía lo que puede y debe ser, si adolece de inexactitudes inevitables, y cuya correccion solo se alcanza con el tiempo; mucho mas ap roximada á la verdad que todas las anteriores, mas completa y exacta, las aventa!a tambien en el métorlo, la regularidad y la precision de _los detalles. No es ciertamente la que necesitamos; pero ofrece ya una base para obtenerla; facilita su adquisicioo, nos conduce al conocimiento de una riqueza largos años ignorada, y allana el camino que ha de llevarnos al término deseado. Tanto para este, como para los demás trabajos del ramo, cuenta la administracion central con la inmediata cooperacion de lo·s ge fes poi íticos en las ca pi tales de provincia, y la de los alcaldes en las municipalidades. Unas y otras autoridades están obligadas á prestarle su ausilio, y á cumplir sus órdenes ; mas desde que se pensó seriamente en la res-

tauracion ·del ramo, la csperiencia vino á demostrar con muy duros desengaños, la necesidad de funcionarios especiales, que á disposicion de la autor.dad administrativa superior de cada provincia, la pusiesen, por . decirl o así, en contacto inmediato con las localidil.des, fuesen los ejecutare& de sus disposiciones, y otros tantos vigifante·s de la observancia de las ordenanzas. Ya en las de 1833, calculándose este personal por la estension é importancia de los montes, se habían creado comisarios de distritos, comisa-. rios de comarca, agrimensores de distrito y agrimensores de comarca, guardas mayores y celadores de montes, todos con asignacion determinada; mas las circunstan.cias generales de la nacion y las particulares de los pueblos se opusieron á que estos destinos, que entonces se creian indispensables -para la mejor organizacion del ramo, ll egasen á plantearse. El mismo estado de los bosques, su abandono, y la facilidad con que pueden ser c;añados, ya se atienda á su larga distancia de las poblaciones agregadas, ya á la envejecida ojeriza contra el arbolado, vinieron mas tarde á producir el Real decreto de 24 de marzo de 1846 por el cual se establecieron los comisarios, los peritos agrónomos y los guardas de los montes. Al pensar en esta creacion indispensable, el Gobierno se propuso, sin duda, conciliar en cuanto le fuese dable el mejor servicio del ramo con las economías exigidas por las circunstancias. No hizo todo lo que su interés por el fomento y conservacion de los bosques le dictaba, sino lo que el estado de sus recursos, y la situacion angustiosa de los pueblos le permitían. Pero es preciso decirlo: con ese escaso personal los montes no se hallarán jamás bien custodiados. ¿Qué proporcion guarda con' sus estensos límites, con su número y sus multiplicadas divisiones en las cordilleras y terrenos quebrados? ¿Como presumir que bastarán á preservarlos de las talas y el incendio, la reproduccion de las leyes y la severidad de las penas? Conviene observar aquí que sin estar sometidas á las ordenanzas del ramo las propiedades del particular, sin la proteccion especial que aquellas dispensan á las del Estado, no sufren iguales daños, porque una vigilancia mayor aleja la posibilidad de causar los. E1·itar, pues, esa funesta posibilidad, procurar una custodia que en su mismo orígen ahogue el peas.amiento de las talas clandestinas y de· las demás contravenciones de la ordenanza, vale mas, sin duda, que recurrir tardíamente á los castigos, ó conformarse con una impunidad, tanto mas funesta, cuan·


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to mas difíciles las pruebas <le! delito. Este crecerá 1 tendrá siempre perpetradores, si hay ocasiones de cometerle. Y las habrá por desgracia, mie • tras que un solo guarda cuide de u• a vasta estension de arbolado esparcido y como disperso en comarcas quebradas de mas de cuatro ó cinco leguas de este • sion. ¡Pero ya que los guardas mu • icipales fuese • lo que deben ser! ¡Ya que con una compensacion proporcio • ada á sus servicios tuviesen la· independencia y el celo que exige el desempeño de sus funciones! Todos ellos perciben una dotacion i• suficie • tc, escasa en demasía; todos ellos, sometidos á una depende• cia, tanto m~s dura, cuanto es mas deplorable su condicion y su fortuna, necesitan ser i• dulgentes, cerrar ·1os ojos á sus deberes, cuando solo podrían cumplirlos manifestándose inaccesibles á la seduccion, ó 1• diferentes á las amenazas. Con esta clase de custodios quedan como basta ahora los montes á merced del que quiera aprovecharse de sus productos, ¡ Triste fatalidad que condena á nuestros bosques á este desam paro, cuando sobran en r.l Gobierno luces y voluntad para remediarlo, y á nadie se oculta la importancia de conservar un ramo á todos necesario! Su lastimoso deterioro, las talas é incendios que le ame • guaron, las frecuentes usurpaciones de que fué objeto, la urgencia de su pronta restauracion exigen recursos tal vez incompatibles con otras atenciones reclamadas igualmente por los pueblos y el Estado. ¿ Cómo se concibe ese impulso, que todos quisieran para nuestros montes, sin considerables desembolsos? Con le.yes solo, y con la severidad de las penas, con reglas y consejos no se hacen las plantaciones y las siembras, no se reponen los bosques arruinados , no se preparan sus suelos , no se preser,an de los ga~ados , y se ponen á cubierto de las tentativas de sus dañadores. Sin embargo, puede decirs~ que no hay presupuesto- para estas atenciones. El destinado á cubrirlas, hasta ahora harto insuficiente y mezquino, reducido por las circunstancias á muy estrechos límites asciende á la corta cantidad de un millon doscientos cincuenta v siete mil ciento noventa y dos reales vellon, cuando el de la Francia para el mismo objeto importa mas de tres millones de fra • cos, invertidos, no ya en la resta u racion del arbolado, puesto que ya se ba conseguido, sino en co~servarle y estenderle. Véase, pues, la necesidad de aumentar los guardadores de nuestros montes; de hacer mas independientes los de los propios y comunes de los pueblos; <laque líl admfoistracion influy¡i en su

eleccion; de que para dar cumplimiento á las repetidas órdenes y disposiciones, que previenen las siembras y plantíos, se consignen en los presupuestos municipales y del Estado las sumas suficientes . Así será como el Estado, al mejorar la legislacion del ramo, y procurarse los medios de aplicarla cum¡,lidamente, .podrá contar tan'ibien con los necesarios para estender entre nuestros agricultores los conocimientos de la silvicultura, sin los ·cuales la restauracion del arbolado, ó no se conse~uirá sino á medios, ó demasiada tardía, v costosa, no corresponaerá: con sus rendimie"ntos á nuestras esperanzas. Cualquiera que conozca las prácticas abusivas generalmente observadas en la crianza y aprovechamiento de los bosques, aun donde los suelos son mas á propósito para fomentados y estender1os, el que haya observado hasta que punto la !alta de inteligencia y las preve_nciones mas absurdas influyeron en su desmedro y decadencia, echará de verque la ley destinada á restaurarle no debe olvidar la enseñanza de la silvicultura, la propagacion de sus prácticas, la de las teorías en que se.fundan, la de los esperimentos que las acreditan. Estender en efecto, esos conocí mientos por medio de las escuelas especiales, formar en ellas diestros :silvicultores, será dar una buena direccion á las siembras v plantaciones, á las cortas y á las podas, saéar todo el partido posible de los rendimientoE de los montes; destruir las preocupaciones vulgares, que tanto contribuyen á su decadencia. Asilo ba comprendido sin duda, el Gobierno al e¿tablecer la Escuela especial de Silvicultura de Villaviciosa de Odon, donde las teorias de las aulas tienen en seguida una oportuna aplicacion en el campo. Este feliz ensayo, que tan abundantes frutos promete, no puede ser perdido para la ley de montes. E• ella debe consignarse como condicion esencial del fomento y mejora del arbolado, la creacion de escuelas públicas, sostenidas por el Estado, donde se formen los silvicultores y capataces de montes de que tanto necesitamos. Y no de otra manera los empleados facultativos del ramo llenarán cumplidamente sus funciones. Porque no se concibe que clase de servicios podrán prestar al ramo el comisario y el périto agrónomo, para quienes son de todo punto desconocidos la naturaleza de los suelos, el cultivo de los árboles, los cuidados que exige su crianza, la índole espe·cial de sus diversas clases, el órden y mecanismo de los aprovechamientos, cuanto concierne, finalmente, á la buena admioistracion del ramo.


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lV. PARTE l'.:ONTENCIOSA Y PENAL DEL RAMO DE MONTES.

Establer-ido el régimen administrativo, y determinados los funcionarios á qojenes debe con fiarse, resta ahora tomar en con.sideracion la parte judicial, ó sea la legislacion contenciosa y penal de este importante ramo. Si las ordenanzas y Reales decretos que sucedieron á las de ~-74-8 nos ·manifiestan los abusos de los tribunales especiales y de las jurisdicciones privativas: si acertaron á sustituirlas con otras mas eonformes al interés público y privado; si despues las ordenanzas de 4833 _separaron muy acertadamente las funciones de lq administracion de las de la judicatura, todavía la observancia de algunas leyes, ó ineficaces ó viciosas, su incoherencia y multiplicidad subordinaron la administracion á los fallos de los tribunales comunes, amen 9uando .su independencia. Tropezábase nasta ahora en el grave inconveniente de que hallt.ndose el Estado frente á frente del interésú1dividoal, al sostener contra él sus legítimo derechos tenia que someterse casi in defensa á exigencias desmedidas. En la jurisdicciou ordinaria y por los trámites y reglas prescritas para los 3uicios y demandas del simple particular se ventilaban siempre sus derechos y accioi:ies; y ya se echa de ver, que puesto en pugna un cuerpo moral representando y obrando por delegacion con el propietario, que por si mismo dirige sus negocios, y directamente se propone conducirlos á su término, este babia de llevar la ventaja, escitar mayor interés, procurarse simpatias, que tarde se conredeo al Estado y á los pueblos·, y reunir en la defensa la actividad á la energía, y las consideraciones inJivid.uales á las que la manera de enjuiciar le procuraba. Pero creados ya por la ley de 2 de abril de 184-5 los consejos provinciales, establrcida la conveniente igualdad en los medios empleados por las partes que litigan, uno mismo el palenque para todas, ante ellos deben desde luego ventilarse muchas de las cuestiones que, siendo puramente contencioso-administrativas , se sometían hasta ahora á la jurisdiccion ordinaria. Tales son las que· pueden originarse de la verdadera intcrpretacion de un acto administrativo, cuytL inteligencia dé lugar á dudas y diferentes versiones , ya se contraiga á los arriendos, subastas y aprovechamiento de los montes, ó ya á otros contratos entre el Es-

tado y los pueblos, y los particulares, en cuyo caso los jueces ordinarios deberán remitirá los interesados al fallo de la administracion. . A esta corresponde tambien en la actualidad , resol ver aquellas cuestiones emanadas del deslinde ·y amojonamiento de los montes del Estado , de los propios y comunes, y de los establecimientos publicos. Pero preciso es confesarlo: no se fu oda esa facultad en la naturaleza misma del juicio. El de apeo y deslinde es puramente civil , no puede menos de serlo, y corresponde como tal á los tribunales ordinarios. En él aparecen el l):stado y los pueblos con el simple carácter de un poseedor que ejerce actos de la vida civil, y sometido, como todos, á las leyes comunes. Hay, sin embargo, consideraciones de interes general, miras de conveniencia pública y de la mas alta importancia, que á lo menos por u• tiempo dado, constituyen, contra la generalidad del principio, en tribunales estraordioarios á los consejos provincialrs para el juicio de deslinde y amojonamiento, aunque reservándose siempre á los comunes toda cuestion de propiedad. Bastará para concebir el fundamento de esta escepcion, atenderá los deberes que ha cootraido el Gobierno respeto de los montes del Estado y de los pueblos, al deplorable deterioro de estas fincas, y á la urgente necesidad de restaurarlas. De su conservacion y mejora depende el porvenir de muchos pueblos; no hay sin ellas maderas para la construccion urbana y naval, defensa para las costas, diques y estacadas para los rios, desarrollo po ible para la agricultura, los talleres y las fábricas. Exi~ ge, pues, el cuidado y conservacion de los bosque·s una accion rigurosa y enérgica, procedimientos rápidos, que aseguren su propiedad y fijen su esteasjon y sus límites, y pongan coto á las usurpaciones que los a menguan y deterioran. Tao urgentes é importantes atenciones, colocando al Estado en !:ituacion muy diversa de la del simple particular, justifican sin duda, esa jurisdiccion extraordinaria concedida á los consejos provinciales para los deslindes: jurisdiccion ahora necesaria, y que dejará de serlo ya determinadas de una manera precisa la periferia y la demarcacion de los montes pertenecientes á la nacioo, á los propios v comunes v á los establecimientos públicos~ • De tanta ó mayor trascendencia que la parte coateociosa del ramo de montes , de mas frecuente aplicacioo, y de una ioiluPocia quizá ma~ poderosa en su.fomento y 1!1ejora,


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es bajo muchos respectos la legislacion autoridad admínistrativa , encontrando juspenal. tas y legítimas las consecuencias de su ejérLa establecida por las ordenanzas de cicio, les prestaron siempre una aquiescen'1833, producto de la esperiencia y de la or- · cia, tanto mas saludable v voluntaria, cuan~anizacion judicial y administrativa de la to que veian en ellas un 'medio de represion epoca en que fueron publicadas, si adolecia indispensable, y tal vez imposible de suplirde vicios que podian y debian corregirse, se por el poder judicial. Porque ejercida essuperior con todo eso á la que hasta entonta represioü por los mismos que de cerca toces se observaba, suficiente á las necesidacaban el daño, menos vejatoria quizá. que s1 des que la habían dado origen, calculada fuese el resultado de un procedimiento cripor ellas, en vano seria desconocer la inminal, mas eficaz en sus efectos, realizada fluencia que ejerció constantemente en la casi tau pronto como la falla qu~ la hacia conservacion del arbolado, y en la represion necesaria, robustecía el prestigio de la aude las faltas y delitos cometidos por su:, datoridad, y daba fuerza á sus mandatos. Preñadores. La rechazarán tal vez actual mente gúntese qué es á los ojos de la multitud un el rigorismo de los principios y la índole de alcalde á quien se niega el derecho de caslas r~laciones, que establecen una línea ditigar aun aquellas faltas leves, que está llavisor ia entre la autoridad administrativa y mado á prevenir. Le mirará solo como un la judicial, reduciendo una y otra á sus verconsejero impertinente y débil que. presen daderos límites; pero es cierto que correscianao el mal, y reducido a reprenderle con pondia cumplidamente á su ohjeLo; es cierto vanas amonestaciones, carece de medios paque tao lej os de un rigor escesivo como de ra corregirle, un simple testigo de los estrauna inconsiderada lenidad, llevaba la suvíos, que otro no podrá apreciar debidamenpresion basta donde podia conciliarse con te, y cuya enmienda, ó demasiado tardía, 6 la justicia; es cierto que en armonía las petal vez incompleta, vendrá en todo caso á nas_ con los delitos, y fácil y espedita la aplidar por resultado la impunidad. cac1on, ni faltaba á las exigencias de nuesEste deplorable efecto tiene que producir tras costumbres, ni á los progresos de la soel nuevo código penal, al conceder únicaciedad . mente á los jueces la facultad de imponer Dejando á los juzgarlos ordiDarios las caumultas, y denegarla á los jefes políticos y á sas por daños ocasionados en los montes, los alcaldes, aun procediendo ad roini traticuando el valor del resarcimiento v de la vamente y por via correccion, _cuando se pena escedia de cuarenta y cinco re·ales, si tra.ta solo de faltas. Desvirtuarla así la autopor el contrario no pasaba di'. esta cantidad, ridad administrativa, v reducida. frecuentemente á la nulidad, ·sin la influencia mas facultaba á los alcaldes para fallarlas. Asi eran penaélas y corregidas muchas faltas y enérgica que sostiene su prestigio, quedan contravenciones, y aquellos daños de menor privados los montes de una defensa, tanto cuantía, que siendo mas comunes y frecuenmas necesaria, cuanto es mayor la facilidad tes, tanto contribuyen á la ruina de los de perjudicarlos. La gravedad de este cammontes. Pero todavía estas facultades conj)io en la legislacion del ramo exige de la cedidas á los alcaldes como funcionarios de corr.ision algunas observaciones. la administracion, fueron llevadas mas léjos No desconoce, antes·confiesa desde luego, que la administracion no debe juzgar; que por el artículo 75 de la ley de ayuntamienlas funciones del administrador y las del juez, tos; podían segun él exigir multas hasta la cantidad de cien reales en los pueblos que encerradas por su diversa índole en distintas º? ll egasen á quinientos vecinos; de tres- e feras, nunca se amal 0 amao en una sola cientos en los de ménos de cinco mil, y de sin perjudicarse mutuamente. ¿Mas -por qué al admitirse de una manera absoluta este quinientos en los restantes. Y como si esta principio en el código, no se ha organizado atrihucion fuese inherente á la autoridad adel poder judicial de tal manera, que le hi1~inistrativa, y necesaria á su existencia, ciese aplicable sin menoscabo de la. admidispuso igualmente la ley de 2 de abril de nistracion? Falla la ley quP. la autorice pa184-? sobre el gobierno de las prnvi ncias, en ra recunir al Tribunal Supremo, cuando ha )a d1sposicion 3.ª de su artículo 5.0 , que los sido mal interpretado alguno de sus actos Jefes políticos impusiesen correccionalmenpor los tribunales civiles; falta esto garantía te_ multas, cuyo máximum no escedie e de de su existencia, creada, por otra parle, en mil reale , y en caso de insolvencia la pena ioteres de la ley misma y para mantener la de detencion. Avezados los pueblos á c~nsid~rar estas · unidad de jurisprn de11cia. Justamente establecida por la legislacion francesa; nada hay • facultades como de la esencia mu;ma Je la


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entre nosotros que pueda ;;uplir los recursos por ella autorizado:; á la Cour de casation, en ap YO y ausilio de la autoridad atlm inislrat1va. ·Antes de negarle el código el derecbo de imponer y exigir mullas correccionalmente, y de arran ca rle la facultad de juzgar aquella clase de faltas, que por su misma naturaleza y poca importancia exigen un leve ca Ligo y una pronta represion, debió crear para entender en el las los j neces de paz y los tribunales de policía correacional, en vez de suplir estas instituciones con los juzgados de primera instancia. Porque ni su manera de proceder, ni su organizarion especial, acomodada al objeto para que fueron establecidos, se prestan á la cr.lebridad de la actuacion, á los prontos resultados, á las decisiones rápidas é inmediatas, que exigen ciertas circunstancias, y que la administracion reclama en el castigo de las infracciones de sus actos, en la reprension de aquellas contravenciones leves, cuya impunidad se asegura con la lentitud de los juicios, y cuyo buen efecto depende de la uportunidad y de la resolucion del momento. Tal fué lambien la inconveniencia de 1a ley francesa de 25 de diciembre de 1790, para el régimen de los montes, que al separar la administracion de la jurisdicciou, reunidas por las ordenanzas de Luis XLV, si destruy(> el antiguo sistema, no acertó á organizar oportunamente al que debia sustituirle con ventaja. Reconocido mas tarde este resultado por sus deplorables efecto.sen los ho ques de la Francia, dió lugar á las sabias dispo&iciones ya anunciadas por l\fartinac en su preámbulo al proyecto de ley presentado á las Cámaras de 1826, que vino al fin á producir el Código forestal de 1827, donde sin reducirá la nulidad la administracion pública, es la autoridad judicial lo que puede y debe ser para actuar en toda clase causas contra los dañadores de montes. . Así, pues, reconociendo la comisioo que en buenos principios los funcionarios administrativos carecen de la facultad de juzgar, opina, sin embargo, que mientras no baya entre nosotros jueces de paz y tribunales de policía correccional , mientras la administracion carezca del derecho de apelar en ciertos •:asos al tribunal supremo contra los fallos de los juzgados, hay una necesidad de que los alcaldes coolioúen como hasta aquí en el ejercicio de las funciones que li~s confieren el art. 17J de la ley de 1833, y el 75 de la de ayuntamientos. Pero otras consideraciones emanadas del mismo código penal y del espíritu y tendencia, _que constituyen nuestro sistema admi-

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ni trativo, coo6rman á fa cornision en este juicio. Tales son: 1. 0 Que ru a de una. vez los funcionarios encarga.do por la ley de la parle admini trativa de las localidades serian interrumpidos en el libre ejercicio de sus atribucione , dependiendo su existencia pública del fallo de los tribunale . 2. 0 Que la admioi tra~ion careceria de la independencia indispensable á su objeto. 3 ° Que para despojarla de las facultades que le niega el Código penal, seria preciso darle otra organiz!l.cion, vari ar parte de las leyes que hoy la constituyen, e-tablecer, en fin, un sistema distinto del actual. ~-º Que no podia ser tal la inteocion de los legisladores y del Gobierno al formar el nuevo Código . 5. 0 Que para ser este apreciado en su justo valor no debe er considerado ai lada mente, sino en armonia y relacion con 1os elementos constitutivo dei régimen administrativo y del gobierno del Estado. 6. 0 Que tanto menos pueden obtener se resultados seguros y positivos de las restricciones á que somete á la administracion, prohibiendo á sus delegados reprimir con leves penas cierta clase de faltas, cuanto que carecemos de un código de procedimientos, y no se hallan cumplidamente determinadas las relaciones necesarias entre la justicia y la administracion pública. Pero todavía las penas señaladas por Código penal, cualquiera que sea la autoridad que las aplique son insuficientes para contener los daños causados á los montes. Conviene desde luego la comisionen que el esce ivo rigor de la represioo, además de ser injusto, y destruir la conveniente proporcion entre el castigo y el delito, ó no produce resultados, ó los produce contrarios á las miras del legislador y al interés de la sociedad; pero sabe lambien que la mi ma facilidad con que son dañados los montes, el hábito y la opinion que en ellos produjeron desde muy antiguo un esquilmo reprobado y contínuo, las talas é incendios que los destruyeron exigen mayor severidad, que la permitida por el Código. Nadie como esce-ivas rechazará las penas que establece la ordenanza de 1833, si hao de tomarse en cuenta las lecciones de la esperiencia, los cuidados inc.li pensables para la conservacion del arbolado, las tendencias á disminuirle, la situacion misma de los montes, que le producen á larga di:;tancia de las poblaciones, la dificultad y el costo de su custodia en estensos abertales, los infinitos medios que emplean sus dañadores para talarlos y apro1


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2." Se dividen en cuatro clases; á saber: vecharse de· ~us despojos. · Con todo eso, tales son las penas marca- primera, lo~ montes del Estado ; segunda , l~s de prap1os y comunes, y de las corporadas por el Código á estos escesos, que lejos de conseguir el objeto, sirven mas bien por c10nes que dependen del Gobierno ; tercera, su ineficacia para que las contravenciones á los de los particulares ¡ y cuarta, los que se la Ordenanza .de 1833 se estiendan y múlti- hallan pro-indiviso. plíquen. Comparada la legisJacioa penal' que . 3." Se comprenden en la primera clase los conocidos con el nombre de realengos en ellas se estab1ece con la del Código relabaldíos, y nacionales administrados antes po~ tiva á los daños ocasionados á los montes, se tocará desde luego esta verdad: uu ejem- la marina y actualmente por el ministerio de plo para compro-baria. Que se trate de cas- la Gobernacion ; los que pertenecieron á las tigar la cor.ta fraudulencia de cincuenta pi- comunidades suprimidas, hov á cargo del nos, en el supuesto de tener -el tronto de de Hacienda; los que no tienen dueño conocido, y los que aunque le tengan se bacada u_no ocho~ media pulgadas de circunilan secuestrados por el Gobierno . ferencia. 4-." Corresponden á la segunda lo.; monEn tal caso , fa ordenanza de 1833, adetes y dehesas de los propios y arbitríos de más de prescribir la restitucion de los árboles y el resarcimiento de los daños y per- los pueblos; los comunes que son de su usufructo, y los que forman el patrimonio parjuicios, impone la multa de seis' reales por ticular de las~orporaciones,y .establecimienárbol, resultando que por todo:; ellos habrá tos púb'lica con u• a depencia mas ó menos de satisfacer el delincuente trescientos reales. Ahora bien; valiendo, por lo comun dos directa de la adm:inistracion suprema del r.eales cada pino, é importando ciento de Estado. 5." En Ia tercera se colocan todos los consiguiente los cincuenta del caso propuesto, con arreglo al Código penal, so1o podrá que con justo título son del dominio priva- · imponerse al dañador una multa de euaren• ~o, y cuya posesion y aprovechamiento constituyen un derecho reconocido é incontesta á ciento veinte reales. Fíjese en sesenta reales, y tendremos que el Código impone table. 6.ª Por último, se compone la ouarta de únicamente la quinta parte de la pena deaquellos montes en que la propiedad y el tcrtnin·ada por .la ordenanza; esto es, una cantidad que no cubre siquiera el valor de usufrúcto se d-ividen entre los particulares y el Estado, ó los pueblos que los gozan los árboles cortados. ¿ Será así como ha de mancomunadamente, ya consista esta indi-· ponerse término á esta funesta devastacion, que amenaza los restos deteriorados de nues- vision en' porciones determinadas de1 suelo, tros bosques? No : semejante represion. los ó ya -simplemente en el disfrute comun de abandona sin defensa al ciego furor de los usos, servidumbres y ~prov-ecbaruientos. 7 :ª Menos los montes de los particulares dañado,res. Hay, pues, una necesidad de motodos los demás deben quedar sujetos.al rédificar en las nuevas ordenanzas · del ramo gimen administrativo á 1as disposiciones de la legislacion penal del Código que -con él tiene relacion, proporcionando la pena á la unas mismas ordenanzas. , 8.ª El Gobierµo administra directameníndole y trascendencia de 1os daños que en te los montes del Estado; interviene en los vano se intentará evitar de otra manera. de propios y ~omunes, y de las corporaciones v establecimientos públicos; vigila simv. plemente los de los particulares, y procurando la coni::olidacü,n de los que se hallan proindiviso, administra la parte que de ellos DEDUCCIONES. corresponde al Estad9, interviene en la que E.Ji cuanto· se ha manifestado hasta aquí se es propiedad de los com"unes, y vigila la que derivan las reglas sigQientes qu•l pueden con- pertenece á los particulares. 9.ª Tiene á su cargo el Gobierno el résiderarse como otras tantas bases de la reformaq·ue reclama nuestralegislacit>n de montes. gimen de los montes del Estado; cuida di1 :l' Bajo la denominacion general de mon- rectamente de su conservacion y mejora; dirige su cultivo; dispone las cortas y las tes, se entiende para los efectos de la loy, podas; aprovecha los produc~os, todo con la que tenga por objeto su conservacion . y fomento , todos aquellos terrenos destrnados cooperacion de las autoridades locales administrativas, y por medio de sus agentes " principa·lmente á la produce-ion de árboles, arbustos ó matori-ales, que ni son de ornato delegados, bajo la dependencia de los jefes políticos en las provincias . público ni de fruto especial , ócultivo agrario. l'Ull.0 U .


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10.ª Interviene en la administracion de los montes de propios y comunes y '<le los establecí míen tos públicos: primero, ejerciendo sobre ellos una tutela protectora é inmediata; segundo procurando que los ayunta mientos observen las disposiciones de las ordenanzas; y tercero dando su autórizacion prévia para el descuaj~ y descepo de los arbolados; para la variacion del uso y destino de los terrenos que le producen; para las cortas de considerac-ion y las subastas aprovechamiento de pastos y repartimiento de despojos, que se verifiquen con arreglo á las ordenanzas del ramo ; para las enagenaciones á: censo reservativo, ó de otra manera, de los montes da propios y comunes. Pero á los ayuntao;iieotos corresponde la ad ministracion directa é inmediata de estas propiedades; su custodia conservacion y be:neticios; el aprovechamiento de las podas, limpias, cortas y <lemas rendimientos del suelo y del arbolado; la celebración de las subastas y enqgenaciones, y la aplicacion de sus productos á las atenciones municipales; y á la,s necesidades del vecindari0, sin q,ue ningun género de limitacion cobarte y contrarie el goce de estos derechos de los pueblos. 41.ª Vigila el Gobierno los montes de los -particulares para protegerlos, para que libremeºie puedan utilizarlos, venderlos, dividirlos ó permutarlos y disponer como mejor les convenga-dé sus productos, sin traba de nrnguna especie. ~ 2.•- Unicamente por el interésgene-ral, y por el particular de las localidades, mientras se verifica la resta u racion del arbolado y en'Cuentra en la opinion de los cultivado res el apoyo que necesita para .conservarse estenderse, es oportuno, necesario t-al vez, que los dueños de los montes no puedan sin prévio conocimiento y autorizacion del Gobierno desceparlos, variando el destino de sus suelos. . , HJ .ª Razones análogas, escasez de maderas de construccion naval, la di,ficul!ad de :obtenerlas fuera de la Península sin ,m.uy costosos 'sacrificios, cuando al mismo Liempo, se desarrülla nuestra ma ri'n;i, y tan leJOS se llevan los esfuerzos para su completa restauracion, exigen tambien, que en algunos años tenga el Gobierno el derecho de elegir en los bosques de los particulares, las maderas que necesite, satisfaciendo previamente su costo á tasaci on de peritos. ·14.ª Será de las .atribuciones de la ad_ , míoislracion: 1. º Formar la estadística de los montes del Ei;tado, de los propios y comunes y .de

los establecimiento!! público!!. 0 :Oeslindarlos y aclarar los derecho!!! ~que tengan á estas propiedades. 3. 0 Dividir las provincias en distritos, y estos en comarcas, para el mejor régimen y gobierno -del ramo. 4. 0 Promover eficazmente los espedientes relativos á la consolidacion de los dominios pro-indiviso entre los particulares, los comunes y el Estado. , 5.° Formar los reglamentos que regularicen las podas y las cortas, los clareas y las rozas, los aprovechamientos del pasto y bel19tera, los carboneos, el repartimiento de leños, v la estraccion de los productos de los moñtes. 6.º , Autorizalj las subastas y aprobarlas ó desaprobarlas, Eegun se ajusten ó no á las leyes y órdenes vigentes. 7. ° Conceder ó denegar el permiso para los descepGs y nuevas siembras y planta-. ciooes. · · 8. 0 Remover los obstáculos que puedan oponerse á la enage_nacion á censo reservativo de los mootes de propios y comunes. 9. 0 Nombrar los empleados especiales del ramo para el servicio de los moot~s del Estado é intervenir en' el de los correspondientes á los propios y comunes. ' 10. 0 Ejercer, en fin, una influencia mas ó menos directa sobre esta riqueza, segun la índole particular del dominio y los dife:rentes derechos de sus diversos poseedores. 15. 0 Atendida la general decadencia de nuestros montes, í'j la necesid~d de su pronta restauracion, indispensable para obtenerla una accion vigorosa y enérgica, proc~dimientos rápidos, actividad en las operac,iones, quedarán á cargo de la administracion el deslinde y amojonamiento de todos los que pertenecen al Estado, á los propios y comunes y á los establecí mieotos públicos; pero reservando siempre á los tribunales comunes l;;s cuestiones de propiedad. 16.ª Para proceder á estas operaciones ,y obtener en el las el éxito deseado, y nunca hasta ahora conseguido, convendrá que una comision _de hombres especiales en la materfa, proponga las bases y los medios de realizarla, venciendo las dificultad es que á su ejecucion presentaron siempre las escesivas _pretensiones. del interés individual, lascompeténcias entre el pod~r administrativo y el judicial, y la oEcuridad v confusion producidas ppr el tiempo y la~ v.icisitudes políticas en los límites de los montes, en el dominio de estas propiedades, en sus divisioo~s v traspasos, y en sus continuas vicisitudes. : 17 .ª La aclaracion de lai. dudas que pue-


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dan ocurrir en la intelige[!cia de los actos por su esteosioo, por los iervicios qae readministrativos ocasionados por los deslinquieren, por la urgencia de su restauracion, des corresponderá á la administracion, por por la dificultad de conseg uirla. La;; catemas que el derecho de propiedad se ventile gorías y dependencia sucesiva, la organizaen juicio civil ante la jurisdiccion ordinaria. cion y las diversas alri buciones de estos fu n18.ª Es una consecuencia inmediata de cionarios especiales, serán siempre el resullos deslindes, la formacion de la estadística tado del régimen que se. adopte para la cúnde los montes. Este trabajo muchas veces servacion, fomento y mejora de los bosques. emprendido sin fruto, y sin embargo, la baPero no deberá perderse de vista que un se mas sólida de la administraoion del ramo, personal reducirlo é insuficiente á rubrir el exige una instruccion especial, y el exámen servicio que necesita desempeñar, no corprevio de todos los 'datos y antecedentes que respondiendo á su objeto, es solo una carga pueden facilitar, y cuya mayor parte debe inútil para el E tado, y una causa mas de encontrarse en los archivos de la Marina, la decadencia de los montes. de la antigua Contaduría general de propios 24.ª Los encargados de los de propios y y de arbitrics, de los Avuntamientos v de l:i comunes de los pueblos no pueden menos de Gobernacion del reino. • • ser nombrados y satisfechos por sus respec49.ª A los comisarios, peritos agrónomos tivos avuntamie11tos; mas á la admínistray demás empleados del ramo, bajo la decion co·rrespoode intervenir en estos nompendencia y direccion de los gefes políticos, bramientos, examinarlos, asegurarse de su corresponde formar la esta.dística con el aubondad, prestarles su aprobacion ·ó revocarsilio de los alcaldes y de las municipalidalos, si no la merecieran, procurar sobre todo des. que sus dotaciones sean efectivas v suficien. 20. 3 La enagenacion de los montes de tes, en vez de una vana apariencia que los propios, tan poderosamente recomendada,. esponga á pruebas diFíciles, ó los someta sin por las razones que ya quedan espuestas, iuJepeudencia al capricho de lo.s mic_mos que, hará tambien menos embarazosa la formahabiéndolos nombrado, pueden convertirlos cion de la estadística. Toda dilacion en la en sus servidores particulares. venta á censo reservativo de esta cla e de 25.ª Tanto como la custodia de los manfincas es un mal. La ley la_autoriza y_ pro- .tes, contribuirá á su· restauracion el estudio mueve; resta solo, que haciéndol a obligatode la selvicultura, y cuanto conduzca á geria, no sea frecuentemente eludida por la neralizar sus buenas prácticas. Por eso conoposicion tle los cuerpos municipales. venJria que en la ley se consigne como obli21 .ª Se dispone tambiFm por los artícugatoria J-a creacion de escuelas donde teórica los 6 y 7 de la ordenanza de 1833, que la v prácticamente se enseñe la crianza, el culadministracion procure la r,onsolidacion del tivo, la conservacion y el aprovechamiento dominio en los montes que se bailan pro-indel arbolado. diviso; mas como á pesar de sus continua26.ª l\J ientras que <;arezcamos de jueces dos esf'ueqos para consegui rla, la indivision de paz y de tribunal es correccionales, y no ' continúa del mismo modo que hace muchos se conceda por otra parte á la administraaños, se toca la necesidad de que nuevas y cion el recurso al tribunal Supremo eontra eficaces disposiciones remuevan las ca usas los faltos de la jurisdiccion ordinaria relafüos á la interpretacion de sus actos, hay que lo sostienen. • .· una necesidad de que los gefes políticos y 22.ª Con el mismo empeño deben prolos alcaldes puedan imponer por via de corhibirse las rozas y quemas en los baldíos y reccion á los infractores de la ordenanza comunes destinados á monte bajo, y que, multas que no escedan de las cantidades depor la naturaleza de su suelo, son á propósignadas en el articulo 75 de la ley de Ayunsito para la cría del arbolado; ev_itando sotamientos, y en el 5. 0 de la de 2 de abril de bre todo que se aprovechen de sus pastos los 1845. . ganados por un período de tiempo determinado. 2'P Si los delitos de montes mereciesen mayor castigo, entonces los gefes políticos y 23.ª Si estas y las demás atenciones del los alcaldes solo instruirán las primera diramo dP. monte;; han de ser cumplidamente ligencias de la sumaria, pasándolas á los trisa tisfechas, nunca_ podrán abandonarse _al 1m1dado de las autoridades locales. Necesita bunale~ para que procedan con arreglo al derecho comun. · · u_n personal prop0rcionad~ á su irnpor~an28.ª Enseña una diaria ~speriencia que, c1a y á los trabajos que exige su custodia y á lo menos por ahora en .tanto podrán conconservacion. Así, pues, el número de los tener¡¡e los daños que sufren con»tantetnente empleados de montes habrá de calcularse


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los montes, en cuanto para su castig?,. en vez de las penas determinadas en el ~od1go Penal, se espliquen las que se con~1deren necesarias para la reparacion de las mfracciones de la ordenanza. Madrid 30 de octubre de 1849,__:__José Caveda.=Luis de Bustamante.=Rafael de Navascues.=Pedro Saez Ordoñcz. =Antonio Piqueras.= Alejandro Peña Vill_arejo.=Agustin Pascual. Despues de discutido por la Junta general el dictámen que antecede, de las deducciones con que termina fueron aprobadas la 4 .ª, 2. 3.a, 4.ª. 5/, 6.ª y 7.ª La 8. ª fué tambien aprobada, pero suprimiendo lo relativo á los montes de tos particulares. La 9.ª y fO.ª quedaron igualmente aprobadas. Fueron desechadas la H.ª y 12.ª Aprobada la rn.ª De los 1O estremos que com !!!rende t-a 1L ª fueron aprobados el 1. 0 , 2. 0 , 3. 0 y 4. 0-Lo fué igualmente el 5. 0 , si bien añadiendo al final del Estado.-Aprobado el 6. º-Lo mismo el 7. 0 , pero con la adicion de en los montes del Estado.-No se discutió ni votó el 8. 0 por·estar comprendido en lo ya resuelto por la Junta respecto á la no enagenacion de los 4

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bienes de propios.-Aprobado el \J . 0 -Dese"ébado el rn.º Las deducciones 15.ª, 46.", 47.ª, 18.ª y 19.ª quedaron aprobadas. No se discutió ni votó la 20.ª_po.r estar tambien comprendida en lo acordado en cuanto á los bienes de propios. Aprobadas las 21.ª y 22.ª · , Desechadas las 23.ª -y 24.ª La 25.ª fué aprobada con una enmienda que decia «que para llevar á efecto lo que en efla (la deduccion vigésima quinta) se in.dica y recomienda, se tenga presente la real órden de 12· dé agosto de 1848, inserta en la gaceta de 20 del mismo, en la cual se sirvió S. M. decla(al' su pensamiento de organizar un cuerpo facultativo para el st:lrvicio de l0s montes públicos, análogo á los actualei; de minas v caminos.» La deduccio·n 26.ª fué asimismo aprobada con otra enmienda del señor Uhag~n, dirigida á decir «que seria conveniente para fomento de los montes proponer ,que se premiase á los plantadores _por las plantaciones que hicieran en )os montes de particulares, siempre que se probara la conservacion en buen estado de los árboles á los tres años de su plant-acion.» Las 27. ª y 28. ª fueron aprobadas.

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SÉTIH.& COMISION.

Voto partz'cular del vocal JJ. Mariano de Marcoartú acerca de las. variai;wnts qu~ convenga i"ntroduár en nuestra legislacion para el fomento de los montes y plantíos. · SENOBES:

Como individuo de la comision encargada _de informar cisobre las variaciones que convenga introducir en nuestra legislacion para el fomento de los montes y plantíos» siento el disgusto de disentir en parte de los <lemas señores que la componen, disgusto tanto lnaJ,or para mí , cuanto que tengo en consideracion la ilustracion conocida y los vastos conocimientos de sus respetables individuos. Hállome conforme con el dictámen de dichos señores, respecto de los princi'pios que deben servir de base á la legislacion del ramo de montes, es decir, en cuanto á la aceion que el Gobierno debe ejercer en los

montes comprendidos en el territorio español. Es para mí evioente que el Gobierno debe administrar los n:¡ontes del Estado y los de establecimientos públicos, intervenir en los de propios y comunes de los pueblos, y vigilar !'obre los de propiedad particular. Es tan cierta mi conformida·d con estos principios, cuanto que ya e.q. el año 1845 los, babia yo consignado en es'crito, qne sobre esta materia se publicó en el siguiente año de 1846. Hállome tambien conforme con el diotámen de la comision respecto á la parte contenciosa y penal del ~a~o, pues que las penas señaladas en el cod1go penal, cualqmera que sea la autoridad que las apliqu~, son


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íosuticientes para contener los daños que se montes de propios no es motivo justo y sucausan á los montes. · ficiente para demostrar la · conveniencia de Disiento total y principalmente del dictáreducirlos á propiedad particular, y que por men de la comisionen cuanto á su opioion . regla geueral es desacertado y exagerado de que sea obligatoria la enagenacion de los atribmr á los ayuntamientos la devastacfon montes de prop,1os de los pueblos, ó sea su de este importante ramo de riqueza pública. reduccion á propiedad particular. Mas para Para juzgar con imparcialidad y acierto espresar las muchas y graves razones en sobre la verdadera causa de la decadencia v que yo puedo fundar mi voto particular en ruina de nuestros mal paradps montes, es , este punto, ya se considere dicho díctámen á indispensable conocer con exactitud todas la luz del derecho, -ya á la de la convenien- las circunstancias en que se han encontrado cia pública, necesitaría mas tiempo del cor- y se encuentran estos, y las causas violentas tísímo que me queda para presentarla:; por y poderosas que independientes de la voescrito, á la vez que la comisíon entrego su hnitad de nuestras municipaljdades, han ya evacuado díctámen. Por esta razon, pues, conspirado ( sí es que aun no conspiran) 'i á reserva de manifestarlas al discutirse contra la conservaciori y fomento del ramo . .dicho dictámen en la Junta general de AgriEs además para mi muy cierto que Jos cultura, me concreto ahora á manifestar: montes de propios, sin salir del dominio de Primero, que siendo los montes de propios, los pueblos que les póseen, y con una interasí como los demás bienes comunes de los vencion ilustrada del Gobierno, son susceppueblos, una propiedad de estos tan sagratibles de buena administracíon v de conserda, como lo es la propiedad particular, no varse mejor que en poder de particulares. encuentro razon alguna que obligue á los Creo tambien deber manifestar que me pueblos á la venta forzosa. Segundo, que parece conveniente y justo abolir la cóntriatendiendo al disfrute de los espresados bie- buoion de 20 por 100 que gravita sobre los nes en su ré}acion con el bienestar de la Es- p1·oductos de.los montes, asi como sobre los paña agrícola, y con el órden social del país, demás bienes de los pueblos, y que pesen son mayores aun y mas poderosas las razo- con igualdad proporcional á las que efectines que se oponen á la venta obligatoria de vamente su freo las demás fincas rústicas. _dichos montes. Diré, en fin, que siendo la masa de arboE!: además para mí indudable, que la re- lado hoy existente en España, insuficiente :1 duccion de tales montes á propiedad parti- satisfacer las necesidades que tiene por obcular, dísminuíria considerablemente lama- jeto atender, se deduce la necesidad de que sa de arbolado hoy existente en el territorio se pueblen de monte parte de los terrenos español, lo cual ocasionaría á la nacion ma- eriales, realengos y baldíos que hoy perteles inmensos y de imposible reparacion. necen al Estado, teniendo al efecto ·en con,Diré tambien qne me parece un error sideracion las necesidades de la industria, enormísimo creer que los pueblos tienen de la agricultura, y la region vegetal de caojeriza al arbolado, y que los ayuntamienda localidad. tos sean enemigos de este. Ningun pueblo ni Propóngome, pues, al discutir dicho dic~yuntamiento de España desco noce ya la támen de la comisíon, apoyar razonadaimportancia ni la utilidad de los montes. mente cuanto ligeramente he indicado en Diariamente se están tocando pruebas pal- este escrito, y emitir otras consideraciones pables de esta verdad. Con frecuencia se relativas á las varíaciones que convenga inhan visto, y yo he prese'Jciado incendios de troducir en nuestra legislacion para el obmontes propios, de pueblos, cuyos vecinos jeto de los montes y plantíos.=En el salon todos, mozos, ancianos y sin distincíon de de Juntas generales de Agricultura, á 30 de clases, correr presurosos á estingnir el fue- octubre de 184.9.=Mariano de M;ucoartú. go, con una actividad y con un fervor que enternecía, y arrostrando grandes peligros Este dictámen no . fué discutido ni apropor salvar el monte de la voracidad de las bado, por haberlo sido el anterior que prellamas. Diré asimismo que el mal estado de los seutó la mayoría de la misma comision 7 .ª

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QIJIIl:Tíl. COlUISION.

la misma sobre el mejor sistema que por nuestra legisladon pudiera adoptarse en punto á riegos. beremos ocuparnos, aunque sucintamente, SEÑORES: ,. El gobierno de S. M. 'ha te.nido á 'bien pede la propiedad de las aguas y modo de endirnos informe « Sobre el mejor sisterna que tenderla: de los usos priracipales á que puepor nuestra legislacion pudiera adopta,·se en den destinars~; de los dive(sos poseedores de aquella propiedad ó dominio; del mejor punto á riegos.»_ . Al 'verificar este e,¡ámen es dado á la co- derecho que deben tener (antes de concedermísion ú ocuparse del modo como se puede se) los que mas utilidades.produzcan al esfomentar en nuestro país el aprovecbamien- . tado (despues de concedidos) los que lo fueron antes, y el modo de hacerse la concesion to de liis aguas por los riegos, ó dilucidar ó la declaracion de propiedad: indicaremos 'aquelfos puntos de nuestra legislacion, en que,los estudios modernos y la observacion tambien la necesidad de la servidumbre de de una práctica científica é inteligente ha- .acueducto, y la conveniencia de i:¡ue la conducciun de las aguas sea independi•ente: havan hecho necesaria una reforma . . blaremos de las aguas sobrantes 'ó filtradas : Fijándose la comision en este segundo objeto, debe comenzar por hacer presente á en los campos, llamadas en algunos puntos la Junta general que para desempeñar como -e.~correntias, en otros avenimientos; y por último indicaremos la nece3idad de sindicatos .es debido un trabajo de esta especie deberia ·preceder un exámen crítico y profundo de para gobierno de las aguas comunales y de la, legislacion y jurisprudencia nacional y tribunales de aguas para fallar las cues~íones de hecho entre los regantes. Todo esto sin estranjera comparando los códigos y práctiperjuicio de los derechos escritos ·y reconocas· de los paises mas adelantados en la admin"istracion de los riegos1, como lo son la cidos. Lombardía, la Cerdeña y la Francia con Ante todo se habra de determinar que denuestra·s leyes y antiguos usos, que en mu- be entende rse por propiedad en máteria de chas partes, si no se conservan de derecho, aguas, pues sin saber que existe y como ~xi~se conservan de costumbre. Juzgando de la te, mal se podrá tratar de ella . De aqm dimanarán .Ja mayor parte de las acciones lebondad de ciertos principi9s por los resultados que da su aplicacion en los paises que gales ~n todo lo relativo á las aguas y conacaba'mos de mencionar, y en las provincias cretándonos á nuestro objeto sus aplicaci ode España, donde ·de tiempo in'memorial se nes á los riegos. El primer principio que admite la comision es que debe o reconocerse y riegan las tier·ras, poJrán establecerse algunas reglas generales segu-ras sobre la ma- :revalidarse tod'os los derechos existentes, y teria. Pero esto no basta seguramente: es tan especialmente los adquiridos por prescriplata y de tan gra-nde :interes á la consulta . cion. que son los mas antigups, lQs mas jus,del gobierno,, que debiera al parPcer abarcar tos, los mas útiles al Estado , y por lo .mis, ,todas las interesantfa\mas cuestiones que se mo los que mas se deben respetar. Conviene rec6rdar que el agua, conside.ofrecen en el derecho civil en punto á riegos; y por sucintos que hubiesen de ser los rada en su uso para regar los yampos, disminuye hasta desaparecer completamente, y trabajos de esta comision ·, no tiene tiempo para desempeñarlos como laimportanoia del por consecuencia no puede ser de todos manasunto lo requiere, ni seria conveniente qui- comunadamente como el aire y la lui, sino zá al caso particular en · que nos encontra- de determinadas personas ó corporacione~, como la tierra dedicada á la agricultura . A mos entrar en tantos detalles. Con esta salve.dad espondrá la comision algunos princi- ejemplo de es.ta debe considerarse bajo dos pi"os generales , consignados en gran parte aspectos: el de cosa pública y el de cosa en las obras de negos tanto nacionales como privida, haciendo cesar de una vez la conestran geras que hacen au~oridad en la mafusion en que en esta parte nos encon~ramos. Como la propiedad de \as· aguas tiene teria y en las leyes, ordenanzas y usos existentes fuera y deotro de nuestra penínsu la, su orígen en el uso á que se destina, d~be en los cuales se encuentran casi todos los ser estudiada en sos principales apl ic9.c10buenos principios que se pueden apetecer .. nes, que son; e) abastecimiento de las poblaciones, la navegacion y flotacion, y el Para proceder lógica y ordenadamente deJ ., )


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riegío y la fuerza motriz. El abastecimiento de las poblaciones es uno de los mas privi -legiados usos del ag,ia, y á el deben subordinarse lodos los que le siguen. El de na.vegacion y ilotacion lo es mucho, pero no tanto; sin embargo, no deben concederse aguas de rios que pueden hacerse navegables ó flotables, si calcular los perjuicios que estas concesiones irrogaren. El uso para: regar puede constituir la propiedad de riego, que se debe fomentar con la servidumbre forzosa de acueducto, y sobre todo asegurándole perpetuamente ·el agua que una vei se concedió, y defendiéndola de las usurpaciones · de los anteriores ribereños. Por fin, el uso del agua como fuerza motriz puede constituir una propiedad·, que consistiendo en la fuerza de esLe ajente, no debe estar sometida á la administracion de ,riegos, de la que no depende. Solo en el caso de causar perjuicio se podrá reclamar una inclemnizacion. Sobre todus estos usos prevalecerá siempre, como queda indicado, el de abastecer á las poblac1oues. El agua no se ha considerado tal vez como capaz d~ construir propiedad porque siern pre se ha considerado añeja y como inseparable de otr:i. cosa en que se emplea; pe-· ro vemos en Granada, Larca, Alicante, Madrid, etc., que el agua se puede medir, limitar, concluiJ y de consiguiente puede constituir propiedad. Así se ven mochas escrituras públicas qe compra y venta de una cantidad tija ó sea cagi fija de agua, como tarnbien se escrituran las "entas de tierras al poco masó menos. Para limitar el agua 9uando está afec•,a al riego y no esta medida, deben estarlo al menos las tierras con separacion de las que no tienen derecho al uso del agua: así se acosturubra ahora y de no haberlo hecho antiguamente han nacido los dispendiosos é inevitables pleitos de riegos que son la ruina de los pueblos y el conflicto de nuestros tribunales. Para evitar nuevas usurpaciones ~ree . la comision se deberían mandar empadronar y acotar todas las tierras con derecho á riego actualmente. Los códigos modernos consideran ya el agua como una propiedad; así es que el de Cerdeña, artículo cqalrocientos tres, y el de Francia artículo quinientos veinte y tres, ambos dicen: (<Los manantiales, estanques y corrientes de agua son considerados bienes inmuebles» y tambien los conductos por, donde van las agu,1s: En el artículo cuatrocientos veinte del Código de Cerdeña y en e 1 quinientos treint::t y ocho del francés . se lee: «Los ~aminos públicos q,ue no :son de lo3comunes (mu~icipalidades) los rios, arro-yos,

y torrentes, puertos, etc., y en general todas las porciones de territorio del Estado, que no -son susceptibles de propiedad privada, son considerados como dependencias del dominio Real.>) Si las aguas están pues declaracla's como propiedad inmueble, no deben diferenciarse de las demás sino en aquello que por su naturaleza se requiere. Mas para determinar la propiedad del agua, es necesario fijar tambien su unidad de medida con aplicacion al riego. En Lombardia han adoptado el modulo de ~-filan que está en uso en muchas parles: no es de nuestr::i. incumbencia describirlo: instruidos ingenieros tiene el Gobierno de S.M. que sabrán muy bien establecer este ú otro; á nosotros solo nos toca indic;ar la necesidad de una medida la mas exacta posible del agua corriente, y la conveniencia de señalar un tipo legal de fáciles y usuales subdivisiones. Determinando como se ha dicho, que es propiedad en materia de aguas se cortan tocias las dificultades que ha dado lugar el solo uso. No queda mas que decir sino que se adquiere, se pierde se defiende y.se trasmite como las demás propiedades; sufrieudo como ellas los variaciones que su naturaleza requiere. _ E;;ta propiedad ó dominio de las aguas, · creemos, pues, debe subdividirse tambien en dominio particular, comunal ó público. (¿Se- ' rán de dominio particular las aguas que en el día se usan, poseen y administran por po• blaciones ó sociedades colectivas de regantes?) (¡Serán de dominio particular las aguas que en el día usen ó poseen los particulares. ó las que adquieran legítimamente en lo sucesivo!) Serán de dominio público las que no sean del particular ni del comunal, y el cauce y las riberas de los ríos navegables. Del dominio público ni particular no se deben derri var nunca falsos coro !arios para ter¡1;iversar el agua de un particular en beneficio de otro. Esto no trae mas que perjuicios al Estado, porque desvirtuande el derecho de propiedad· disminuye e.l capital de todas por disminuir la seguridad de sa pacífica poses ion. Nu nea deberá el Estado establecer la propiedad de aguas á título oneroso, sino libremente al que produzca mas utilidad al país. Dcspues de concedidá una propiedad de agua no podrá utilizarla, ni aun á título de producir la mayor utilidad públiüa, si no precede indemnizacion. Y en caso de que se puedan estender los riegos de un río, ¿quiénes deben ser preferidos, los ribereños superiores, ó los terrenos limítrofes á. los inferiores? Antiguamente se crcia que los pri-


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tneros. Nosotros no preferimos aquellos que aprovecben mas el agua, y de consiguiente no concedemos ningun privilegio á los ribereños superiores por esta sola razon. En adelante todos deben ser iguales todos deben pedir ignal permiso al Gobierno para cualquiera empresa de esta clase. Hemos dicho que en caso de peticion de riegos nuevos, deben concederse, no al riberiego mas inmediato al manantial, sino al peticionario que los lleve á sitio donde produzca mas ~beneficios al país por ser este el ínterés del Gobierno. Asi tambien si disminuyese el caudal de aguas, deberán perderlas lo~ regantes. mas modernos aunque estén trias cerca del rio ó corriente, pues sus riegos se debieron conceder ó consentir sin perjuicio de tercero, y de consiguiente, sin menoscabo de los riegos autes ·establecidos. 'Cuando no se pueda probar la prioridad de riegos deberán sufrir la escasez todos los que se reputen de una misma antigüedad. En est,e caso, para que no se desperdicien aguas 'en riegos aislados que luego no se puedan continuar; fijarán los administradores de ellas, apenas se prevea la escasez, la parte alícuota de tierras que cada cual pueda sembrar, á no ser que las aguas estén repartidos á horas y cuartos, con independencia de las tierras cada cual como se acostumbra en Lorca, Elche y otros puntos. Cuando disminuya el caudal de aguas, deben sufrir la pérdida á prorateo todos los r-egantes cuya concesion tenga una misma fecha, haciendo escepcion solo en beneficio de los menesterosos que no poseen mas que una pequeña porcion de terreno en la que cifran toda su subsistencia. . Corpo lo manifiesta Biagini en sus anales de jurisprudencia, tomo 1. 0 página 183. en la distribucion de las aguas, ocupa el primer lugar el convenio; el segundo, la posesion pacifica; y el tercerrJ, la intervencion pel juez. Cuando se han detei:minado las dimensiones del orificio por donde saie el agua os regla · única indeclinable.>) Asi tambien deben escluirso de sufrir la dismiouci-00 de aguas; en primer logar, los qne tengan un derecho escrito para conservarlos; y en segundo, los .que estén en posesion pacífica de de ellas. El repartirlas por igual, seria perjudicará-todos v disminuir las subsintenoias; µues el agua repartida produce muy inferiores re~u.ltados, á cuando va acumulada. La desigualdad que parece hay en esta detf>rminaoion la compensa muy justamente el diferente valor en capital y en venta que tienen de antiguo las tierras dotadas de mejor riego. Si se igualáran los de~echos, se

igualarían los capitales, con lo que se disvirtúariau las divisiones y particiones de herencias, el .i usto valor de los legados y otros muchos contratos públicos que todo legislador debe respetar. Por esto, hablando el abogado italiano Giovaneti en la consulta que hace al ministro de Agricultura y Comercio de Francia sobre la necesidad de fijar la medida legal del agua, dice en el párrafo 25. «El agua para el riego no puede ser suplida por nada, mientras que para las máquinas se encuentran otros motores. No quiero decir con esto que se violen los derechos adquiridos; 1·ámás sostendré semejante doctrina.>) Por o mismo el sabido rey D. Jaime l de Aragon al repartir las numerosas aguas de Valenci, no las concedió por igual á todos corno podia hacerlo, sino en el modo y manera que se usaba. entre los sarracenos, porque así se evitaba pleitos y desabenencias, y r~spelaba los derechos de cada unr,. ¿ Y podrán veuderse ó traspasarse las aguas? Las que son de propiedad particular pueden venderse; así se verifica en muchos puntos de España desde inmemorial. Dirán algunos que no conviene; esto puede ser muy cierto, segun las circunstanc-ias; porque aunque se aprovecha mas el agua , toma :í. veces un precio desproporcionado con el valor de las cosechas. En los países doQ.de el agua se mide y es independiente de la tierra, como Granada, Lorca, Elche , Hellin, Alicante y otros varios, se dan por unas pocas horas de agua sola, sin tierra aneja, veinte v treinta mil reales vellon, ¿Dejará, pues, efe ser una propiedad? Siempre será conveniente fa mayor independencia posible en la conduccion y adro inistracion de las aguas. En ltalia, seducidos por las economías que parece á primera vista producir la conduccion de 'aguas en mancomun protegieron esta forma de acueducto, tan conforme con la anti 9oa' legislacion romana. El gran canal de M.ilan condujo en un principio las aguas de diversos dueños, y en muchas partes imitaron esta costumbre; pero al cabo de algun tiempo se tocaron las desventajas, y como la medida del agua era tan inexacta como ahora entre nosotros, se originaron varios pleitos. Abandonóse, pues, este sistema, que si ha vuelto á renacer en algo nas partes , ha sido para volverá caer, por lo cual aplaudimos la independencia que el gobierno conserva en la conduccion de aguas, y no aprobamos el ~rtículo seiscientos veinte y tres del cód~go sardo en que autoriza al propietario á quien


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se obliga á dar paso á un agua, teniendo un canal propio en la misma direccion , á que la lleva conjunta con la suya, con tal que no cause notable perjuicio ; esto no es mas que orígen de pleitos. En caso de que vavan unidas por un mismo acueducto aguas· de dos dueños, deben tener á lo menos un solo gobierno y un solo administrador. Asi como todas las propiedades no pueden regirse por una misma ley, asi la propiedad del agua corriente necesita su régimen especial. Una ley sobre aguas; y especialmente en nuestro pais, y para el estado de adelanto en que se encuentra el uso de ellas para riego de nuestros fértiles campos. necesita muy especiales conocimientos. Basta considerar la naturaleza y leves físicas rlel agua para comprender que su· régimen económico no puede ser regulado por los mismos principios que ri&en el domiuio ó laposesion de un pedazo cte tierra ó del arce de una casa. La naturaleza, en verdad, estableció un derecho público sobre este fluido necesario á la vida vegetal y animal. Basta echar una ojeada sobre esos países en que el agua ha pasado del poder público al particular, mirar el feliz estado de sus habitantes, informarse de la maravillosa cantidad, cualidad y variedad de sus cosechas, del número de sus pueblos, de la hermosura de sus ciudades, multitud y buena dislribucion de :,;us caserios, y se verá el prodigioso efecto de la distribucion y limitacion de las aguas. Existe aun otro raro fenómeno de aguas poco conocido en general, de que nada dice la legislacion romana; queremos hablar del aprovechamiento de las aguas muertas ó escorrentías. El agua que filtra de un campo no es perdida en nuestro industrioso pais; autes va á fertilizar otros terrenos mas bajos, lo que constituye una asociacion de servidumbres agrarias en que todos contribuyen á la utilidad general, por cuya razon ea estos áridos climas, el paso de las aguas á que la Jurisprudencia da el nombre de servidumbre debería llamarse en muchas ocasiones mas propiamente benefició y debe ser obligatorio. Corno una ley sobre rie gos debe decidir todas las cuestiones de la propiedad hidráulica, como decididas están las de los demás predios urbanos, rurales, etc., nos atreve.lllOS á hablar de esta sobre aprovechamiento de escorrentías ó filtraciones. En nuestra actual legislacion únicamente se habla de la servidumbre forzosa del inferior á. dejarlas paso. Tampoco encontramos mas prevenciones ni en el código francés, ni en el sardo lombardo y austriaco, pero en nuesTOMO 11.

tro ardoroso clima es una gran ciencia el aprovechamiento de las escorrentías. En la huerta de Orihuela hacen aprovechar dos y mas veces el agua del caudaloso Segura. En Valencia á corta <li tan.cía del mar, aparecen en el rio Turia unas aguas que mas arriba no existen, con las cuales se riegan cerca de dos mil fanegas castellanas de tierra de arroz que consume seis veces mas agua que la huerta ordinaria. Dicho esto se formará idea de la importancia de las escorrentías. Estas pueden ser de dos clases; 1 .ª las de lluvia; 2.ª los restos de toda agua viva des pues que ha servido. Las escorrentías deben ser de dominio público en general y el Estado p,,drá concederlas al primero que las ocupe, á no ser que otro haya prescrito derecho antes que él. Y puesto que nada hay dispuesto sobre el particular. entendemos que la prescripcion deba ser de mas de seis años y apoyada por obras manifiestas. Estas obras podrán ser los conductos del agua con tal que estén sostenidos y limpiados todos los años para el buen empleo de !as aguas cuya propiedad se quiere prescribir. El propietario del terreno por donde corren, no tiene derecho sobre ellas 1Úas que mientras las tiene dentro de su campo, y no puede venderlas á otro como si fueran aguas de un pozo ó manantial que hubiera escabado. En estas aguas no se deben permitir molinos ni mas presas, ni detenciones, que las puramente indispensables para el riego no forzado, pues proviniendo de los avenimientos de las tierras , desaparecerían Jas aguas con notable perjuicio de todos. Es por lo mismo indispensable para el riego y para la salud pública, que el Gobierno so3tenga el Iibre curso de estas aguas , y ~ande obs~rvar la limpia anual, ó i.Jisanual s1 se necesita, de todos los conductos por donde las escorrentías buscan su sal ida. Las aguas de riego pocas veces son de un particular, así pues, co1.ivendrá igualmente dar algunas reglas sobre las asociaciones. Regimen de las asociaciones. Debe el Gobierno, á nuestro entender, conceder estas, cuando son de intereses comun y darlas el derecho de nombrar una comision ó sindicato de su seno, que represente lós intereses, no solo de la mayoría, sino tambien de la minoria, que se debe sujetar al voto del mayor número, salvo el derecho de reclamacion al Gobierno. Se les debe conceder tambien, el derecho de nombrar un tribunal de jurados para decidir todas las cuestiones administrativas de riegos, é imponer las penas por las faltas á los reghtmento . Aun creeU


- "'ª mos que el Gobierno debia obligar ~ todos los re~antes actuales á formar estas asociaciones, y presentar dentro de cierto tiempo sus reglamentos á la aprobacion del Gobierno, estableciendo en ellos que las cuestiones de hecho entre los regantes, las diriman los tribunales de agu_as: las de aplicacion de los reglamentos, los consejos provinciales, las de derecho comun, los tribunales ordinarios, y mandan_do la publicacion anual de cuentas. Penalidad. Siendo uno de los ramos mas interesautes la penalidad, respecto á las infracciones de órdenes y usos de riegos, y cierno trándonos la practica ,ser insuficientes las penas que están en uso en algunos países, entendemos se deberían establecer otras mas eficaces. Por falta de una penalidad bien entendida no se pueden impedir las usurpaciones de aguas, y esto es mas dificil de lo que parece. Si las penas son grandes y las mullas crecidas, duele el aplicarlas, y como los pobres son inso lventes, no producen resultado ; por esto no no complace enteramente el sistema sardo µor demasiado se,·e·TO. Si son pequeñas, vale ma el agua y no impide el hurto. Por estas razones y otras que no tenemos tiempo para desenvolver, entendemos: Que toda usurpacion de aguas debe castiga rse coa pena moderada, pero efectiva, por la primera vez en el aíio. El que reincidiese en el mismo año, pagará el doble y devolverá el agua; y el que por tercera vez en el año defraudase, ademas de reintegrar el agua y pagar doble multa , se le form a rá causa criminal, porque si no se logra un gran re peto á la propiedad, ni hay industria, ni gobierno, 01 sociedad. En toda reincidencia, pagará tambien alguna multa el guarda del agua, porque debía haber vi~ilado especialmente á aquel regante tenido por u urpador. El dueño del campo donde se éncuentre el agua usurpada, es responsable de ella porque se supone con hartarazon que él será el usurpador, á no ser que pruebe lo contrario . En el reino de Valencia está en uso esta última parte; pero siendo las penas muy inferiores al valor del aRua, no contienen las usurpaciones. Los triounales deben ser jurados de labradores, como el de antiguo establecido en Valencia, y todo su procedimiento verbal -y. sin costas. Aunque las penas de robos de agua están bien dispuestas en algunas partes, los admiuistradores no quieren aplicarlas por no adquirirse el ód io particular. Esto es lo mas necesario de corregir. Tal vez pudiera lograrse poniendo en ca da provincia un inspector general gratúi-

to y bajo sus órdenes un celador general pagado que diese cuenta al inspector, y este al Jefe político , de las infracciones que se depban sin castig1r, de las cuales seria punible tamb1en el administrador de las aguas. Así podría este escusar su severidad. Estos inspectores y celadores podrían ser muy útiles en los paise$ que tienen mucho riego, pero no en los que tienen poco: la acequia real de Alcira ha establecido no ha mucho tiempo un empleo ana.logo, del que saca mur buenos resultados. · Pero cuando las usurpaciones de aguas no son de particular á particular, sino de una poblac1on á otra, entonces la dificultad sube de punto. Los procedimientos son muy difíciles y embarazosos; y como las disposiciones las debe tomar precisamente el gefe político y tal vez dependen de dos gefes , y los perjufcios son de mayor cuantía, es el fallo muy trascendental. Pero como en estas ocasiones suelen las autoridades asesorarse de los facultativos, cree esta comision que en los paises donde hay muchos riegos debía tener el Gobierno un facultativo á sueldo que podría desempeñar como se Lla dicho, el cargo de mspector general de riegos,y que resolviera ó solo ase:;orara sobre este ramo, e:;;un el Gobierno dispu iera. Esta comis1on tiene el gusto de poder decir que está muy anuente con los principios que el Gobierno de S. M. profesa con respecto á riegos, los que están consignados en las reales órdenes espedidas en estos últimos años, y el fomento de nuevos riegos en la real órden de 2 11 de agosto último, en que se obliga á 1~ servidumbre forzo a de acueducto, aunque sea en beneficio particular. Tambien reconoce esta comision el acierto con que el Gobierno de S.M. ha dispuesto la administracion de las aguas de riego en la real órden de 4- de t.gosto de 1833 sobre el río Guadalhorce, y la de 28 de abril de 18i8 haciendo concesion de las aguas del río Güines ien la isla de Cuba), y finalmente, la de 4 de abrjl del corriente año concediendo á una compañia parle de las aguas del rio Llobregat. En las condiciones de esta última real órden se ven recopilados los pri nr,i pios generalmente reconocidos por buenos en esta materia, y sobre el los desearia esta ,:omision que se formase una ley general que evitase los pleitos que se originan en este ramo. Es de e ·perar del celo del Gob ierno y de los conocimientos especia les del Consejo Real, que llenarán este vacío de nuestra legislacion, tomando los informe que una medida de tanta monta reclama.


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Desempeñado por esta cornision en los términos que acaba de hacerlo, el encargo que se la confió, quisiera haber acertado en él á dejar satisfechos los deseos que tuvo el Gobierno de S. M. al someter tan importante cuestion á la consideracion de la Junta, y corresponder á la honra que ésta ha dispensado á los individuos de aquella. Al terminar su trabajo no puede resistir la comision ¡11 deseo de añadir al~unas palabras sobre otro asunto.no menos importante, é íntimamente relacionado con aquel ; queremos hablar de la necesidad de fomentar los riegos, y de los medios de conseguirlo. · No molestatá la comision á la Junta genera] repitiendo que en España, como en todas partes, y mas aun que en muchas otras, el agua lleva consigo la riqueza, la felicidad y h oivilizacion. El célebre cuanto desgraciado Antillon observó que la poblacion estaba en razon directa de las costas ó riberas; y si se echa una ojeada sobre el mapa de la Península se verán los pueblos y las ciudades agrupados al rededor de las aguas, pero no en do[Jde estas nacen, sino donde primero se han sabido aprovechar. Desde la mas pequeña aldea hasta la ciudad mas rica, todas se han fundado bajo esta consideracion, y fábricas, molinos, caseríos, palacios, caminos y fortificaciones, todo está su¡eto á la actual distribucion de las aguas, todo tendría que variar si esta variase; razon mas que sirve para corroborar que el derecho de riego es tan sagrado como el de propiedad. Cuantos agrónomos nacionales y estranjeros se han ocupado de la mejora de la agricultura de sus respectivos paises, la fundan sobre sus riegos, y casi todos los economistas modernos se apoyan en ellos como el único medio de aumentar las subsistencias; Y esto que se presenta como cierto fuera de España, ¿quién puede dudar que es evidente entre nosotros, un país eminentemente agríc?la, ~m pais que por su naturaleza, _p~r su s1tuac10n, por las costumbres y trad1c1ones de sus hijos ha sido, es y será siempre mas a~rícola que industrial? Bien pudiera de~1rse que la completa solucion de los mas Importantes problemas sometidos á la consideracion de esta Junta, se halla íntimamente ligada con la generalizacion y perfeccion de un buen sistema de riegos: la creacion de Prados artificiales, la alternativa de cosechas, la baratura de los productos agrícolas,' el establecimiento de colonias de la misma espe~ie, y tantas otras cuestiones de no menor importancia, no pueden resolverse en la práclica con aciertu sin el benefició de los riegos.

Ahora bien el sistema general de estos, las ,ventajas que por su medio obLiene la agricultura, la manera de conseguir aquell1is haoiendo derrivar convenientemente las aguas de los ríos, y ,encerrando en panLános las de las lluvias; todas estas v otras importantísimas cuestiones anejas Jé ellas, pur mas que debamos confesar se hallan conocidas y tal cual resueltas en algunas de nuestras provincias como las de Cataluña, Valencia, Granada, Alicante, :Murcia, Rioja y pocas mas, es inLegable que -son completamente desconocidas ó dP.spreciadas en la inmensa mayoría de tas otras, y no tan bien aplicadas como pudieran y debieran serlo·en las que acabamos de oitar. La comision cree pues, no escederse de sus facultades lla1hando la atencion de la Junta general sobre este asunto para impetrar del Gobierno de S.M. le presie toda la que su importancia reclama: urge quP. el pais todo, basta sus mas recónditas aldeas se persuadan de la importancia de los riegos; 11rge que se en-' señen y faciliten los modos de conseguirlo, aprovechando- para bien de la agricultura, P!ira fomen~o del pais las aguas de tantos r10s y arroyos que hoy corren en su mayor parte infructuosas á sumirse en el occéano, no pocas veces despues de haber devastado terrenos que debieran fecundar. Para•conseguir este i in portante resultado es indispensable principiar por conocer el número, caudal y demás circunstancias de los rios y otros cursos de aguas que pudieran emplearse en el riego; y para hacer sobre esto un trabajo completo y met0dizado fuera conveniente se estudiara cada uno por separado con atencion al regadío, á la fue11za motriz y á la navegac1on, espresand()' además los medios de encauzarles de asegurar sus márgenes. y de garnntir los terrenos sugetos á las inundaciones. Fuera menester se formara un estado general por provincias de todos los cursos de aguas comprendidos en su territorio espresando en -el.. ... Respecto de su mágnitud: la longitud de las diversas partes de estas corrientes, los volúmenes con que se aumentan por cada, uno de los afluentes; los respectivos desniveles de las diversas partes etc. Respecto de su encanzamif.nto y margenes : Las superficies sumergibles, el valor aproximado de ellas, los medios de defensa existentes, los que convendría establecer, la superficie y valor probables de los terrenos sujetos á las inundaciones que se pudieran conquistar etc. Respecto del riego : La estension de las superficies regables naturalmente, los canales


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de riegos públicos y particulares existentes ya, las superficies que riegan, los canales 4ue seria posible establecer en tidelante para utilizar los volúmenes de aguas que quedaran disponibles etc. Respecto de la industria: La fuerza motriz de trecho en trecho de estos diversos cursos de aguas, la que de ella se halla empleada actualmente en molinos, batanes y demás artefactos, el número y cücunstancias de cada uno de estos, la fuerza motriz que quedara disponible etc. Respecto de p1111tarws: Los puntos donde pudieran construirse útilmente para contener las aguas de lluvias que servirán para e riego, ó para conservar el régimen de los canales de navegacion que se proyectasen. Respecto de canales de navegacion: El número, situacion y circunstancia, de los existentes, la longitud que tienen, su desnivel y volúmen de aguas que exigen, las circunstancias del trasporte que por ellos se verifica, los canales nuevos que pudieran llevarse á cabo, los rios ó partes de ellas que fuera mas conveniente hacer navegables etc. Estas y otras muchas circunstancias que hemos dejado de enumerar, deben tenerse presentes en el estudio que proponemos, y que se reduce á estudiar el país y las mejoras de que es' susceptible por medio de sus rius ; si hemos enunciado algunas de estas circunstancias, ha sido con el objeto <le hacer observar que el plan es vasto y grandioso, superior á los esfuerzos de los particu la_res, y propio de la incumbencia del Gobierno : á él toea, pues, emprender este trabajo para metodizarle, para conocer los hechos, para salir de la incertidumbre, de las generalidades, de las hipótesis, y no raciocinar al aire sobre asuntos de tamaño interés ; que no es justo que por falta de conocimiento se aventuren localmente los intereses de los particulares, ni tampoco que dejen de emprenderse tantos proyectos útiles por falta de aquellos datos. Bien conoce la comisioo que el completo del trabajo que propone es largo, difícil y costoso, y mas en un pais como el nuestro, en que todo habría que hacerlo por la falta de estadística, que tanto podría ayudar á esta obra ; pero esa es una razon mas que he tenido para que se recomiende al Gobierno la importancia de tijar su atencíon sobre esta clase de trabajos; pur lo mismo que exijen un tiempo dilatado, urje el poner manos á la obra. El Gobierno ha comenzado ya (y la comision se complace mucho en confesarlo así) esta clase de útiles mejoras: los escelentes trabajos hechos para la conduc-

cion de aguas á l\fadrid, los del canal de San Fernando y otros varios: los que se han mandado ejecutar sobre la s lagunas de Ruidera, y el curso del Guadiana, con algunos mas, son la clase de trabajos que pide la comisiotJ : lo que ahora se atreve á proponer es que estas medidas parciales se hagan generales; que se emprenda el estudio completo de todos los cursos de aguas en los términos que hemos indicado, y que no esplanamos por no ser de este lugar, echando así Jas bases de un edificio, capaz él solo de honrar la admioistracion que tenga la dicha de llevarlo á cabo. Pero si estos trabajos generales, contraídos á todo el ambito de nuestro territorio, piden precauciones lentas y costosas, hay otros ceñidos á provincias determinadas, de pronta y fácil ejecucion, y que la suerte triste de ellas demanda urgentemente del Gobierno. La pro\incia de Alicante con un suelo acaso el mas feraz en España, se halla en la postracion mas lastimosa por falta de riego, y una gran parle de sus pobl adores emigra sin cesar al Africa, abandonando una tierra que en vano riegan con su sudor, inútil y estéril cuando no es secundado p0r el agua. Esta provincia por su posicion, por sus montañas, y por sus valles, y por el aspecto de sus terrenos debe abundar en aguas, que á poca costa podrian sacr1rse á su superficie para fertilizarla ; pero semejante empresa no es accesible á los esfuerios de los particulares, y la comision cree que el Gobierno podria nombrar algunos de sus ingenieros que, unidos en cada punto con propietarios y agricultores esperimentados y entendidos, examinasen científicamente cada localidad, ensayando en los que presentasen mas probabilidad de éxito, los medios que suministra la ciencia para es traer el agua, que hoy corre ignorada é inútilmente por las entrañas de la tierra á mayor ó menor profundid~d. El coste de estos ensavos será de entidad bien escasa, y obteniendo un resultado lisongero, variaria como por encanto la situacion de aquella comar~a, digna por su laboriosidad de suerte mas amiga , compensando con usura en la riqueza de sus nuevos productos los pequeños gastos que se hubiesen hecho para obtenerlos. La comision ruega de nuevo á la Junta tseneral la dispense haber entrado en estas rndicaciones que acaso no se juzguen p~opias del objeto que se le confió. Para d1 ~culparse solo deberá añadir tres cosas: Pnmera, que no por indicar el objeto qué acaba de ocuparla descuidó el literal desuco· metido. Segunda, que la importancia y es-


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lension del trabajo sobre el que há creido de Jura-Real vice:..presidente.-J. M . Collaconveniente se llame la atencion del Gobier- do.-Con algunas pequeñas desidencias, Rano de S. M., exigen no se pierda momento ; mon Echevarria, vice-secretario.-Gregorio y tercera, que la Junta ge.neral, si asi lo juz- Mrireelino Lopez.-Manuel Maria de Azofra. ga oportuno, puede disponer se tengan pre- 1 -lldefonso Larroche -El conde de Ripalsentes estas observaciones en la redaccion da, secretario. ' · del programa para el año próximo. La Junta discutió y aprobó este dictá~en Madrid '2 de noviembre de 18{9.-Joaquin Maria Lopcz, presidente.-El marqués 1 segun lo babia redactado la comision.

la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del Pais.

La Sociedad Económica Barcelonesa de tria, y las bases, sobre las cuales deberán amigos del país, en celebridad de cumple- estar fundadas sus escuelas, atendida la insaños de S.M. la Reina, se reunirá en junta truccion literaria que pueden recibir los arpública el 1O del próximo octubre, para ad- tesanos é industriales. judicar, con arreglo &i sus estatutos, los preCuAnro. Igu al premio al autor de la mios siguientes: mejor memoria, en que señalen los medios PRIMERO. Atendidos los gravámenes que mas económicos y eficaces para averiguar el pesan sobre la industria rural viñera, tanto capital que representa la riqueza agrícola de en razon de los crecidos gastos de cultivo, esta provincia. QUINTO. El mismo premio al que mejor confeccion y conservacion del vino, comu de los exorbitantes pechos que se le han im- indique en su memoria las causas del depuesto; se dará el título de socio de mérito caimiento de la lndustrfa-Minera -y de las y una medalla de oro con su nombre, al que oficinas de beneficio de los productos metamejor demuestre cómo podrá lograrse que - líferos de Cataluña, señalando al propio las tierras, ya llanas, ya montuosas de esta tiempo los medios mas eficaces para remoProvincia, destinadas al cultivo de la viña, ver todos los obstáculos que enlorpezcan su se dediquen á otra clat'e de cult.ura, en que fomento. SEXTO. Ultimamente la Sociedad Econóproduzcan regulares rendimientos tanto pamica concederá ocho premios de una mera el dueño, como para el colono ó parecero. SEGUNDO. Obtendrá el mismo premio el dalla de plata y cua-renta reales de vellon á que mejor esponga cuales serán los medios otras tantas niñas pobres, discí pulas de ·las menos gravosos y mas fáciles de realizar, escuelas gratuitas á cargo de la Junta de para que los obreros puedan ser socorridos Damas, y que á juicio de estas Señoras sean sobresalientes en las diferentes clases de enen las crisis industriales. TERCERO. Premio igual al autor de la señanza. Se darán asimismo seis premios Ii1ejor memoria, en que se manifiesten la iguales á tres niños y á tres niñas de la Caclase de dlbujo mas conveniente á los que se sa de Caridad; y otros cuatro, dos á alumnos dedican á las artes mecánicas y á la indus- de la escuela de ciegos, y dos á discípulos de


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la de sordo-mudos, adjudicándose todos á los que fueren designados como 'mas dignos por lasjuntas que dirigen aquellos benéfi~ cos establecimienios . ' Los que aspiren á los premios propuestos en los cinco númeroi,: primeros, deberán presentar antes del 1 O de1 próximo 'setiembre sus memorias en¿abezadas con un epígrafe ó tema, que escribirán igualmente en la cu-

bierta de un pliego cerrado, que ha de con.tener la firma del autor . Solo serán abiertos en el aclo público de la a<ljudicacion los pliegos que correspondan ,~ las mémorias premiadas ; los demás cerrados se quemarán inmediatamente.=Barcelona 1. 0 de Diciembre de sf 84-9.=EI Director , José Melchor Prat.=EI socio-secretario, Pedro Dalmases.

Pflonósticos.

Los hielos que prmc1p1an con aire Nordeste duran mas tiempo y causan mayor mal. Cuando estando el sol cerca del horizonte se observa que pasan inmediatas á él peque~ ñas nubes blancas, y que á su reflejo se vuelven coloradas, amarillas, verdes, , etc., anuncian lluvia. · Cuando cae orno de la chimenea, anuncia lluvia; si las ascuas están mas encendidas que de ordinario y la llaru.a agitada, es señal: de viento y frio; si por el contrario sigue derecha y quieta, indica buen tiempo. Cuando ¡los mochuelos gritan ínterin el mal;;tiempo, indican la vuelta del bueno: lo mismo indican los cuervos cuando graznan por la mañana. Cuando haciendo buen tiempo los patos gritan y vuelan en distintas direcciones zambulléndose en el agua, indican lluvia y tempestad. Cuando las abejas no se separan de la colmena anuncian lluvia: lo mismo indican cuan· do antes de anochecer llegan en masa y poco cargadas. Cuando los palomos se r.ecogen tarde al palomar, indican lluvia para los dias siguientes. 1

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Cuandn· las estrel\as se oscrurecen sin que

se observen nubes, es· señal de tempestad. . Cuando aparecen círculos blanquecinos al rededor del sol, de la luna ó de las estrellas, son señales de lluvia. 1 Cuando al ponerse el sol se observan nubarrones colorados al Oeste, generalmente indican aire y sequedad. Cuando las nubes des pues de haber II o. :vido ·bajan sobre la tierra y parece que corren por los campos, es ~eñal de buen tiempo. Cuando se lQanifiesta niebla en tiempo áspero, indica templanza: cuando esta aparece en buen tiempo y al levantarse deja nubes, es un indicio seguro de mal tiempo. Si el horizont~ está despejado de nubes y no hace aire, ó sopla el del Norte, es señal segura de buen tiempo. Si despues de un fuerte aire escarcha, y esta se disipa por la niebla, es señal de mal tiempo y poco saludable. Cuando el aire varía con frecuencia, es indicio de porrasca. El aire que principia por el día es mas füerte y duradero que el que principia por la noche.


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Cuando las gallinas se revuelcan en el polvo mas que de costumbre, anuncian llu. via: lo mismo sucede cuando los gallos cantan á horas estraordinarias. Cuando las golondrinas vuelan casi tocando la superficie de, la tierra ó de los estanques y rios, anunci an mal tiempo. Cuando las moscas ,,,son mas importunas que de costumbre, y al acercarse á las colmenas las abejas se amontonan y pican, es señal de tempestad. Cuando cantan las ranas mas tiempo que el de costumbre; cuando al anochecer salen de sus agujeros los sapos en mayor número; cuando los gusanos salen encima de la tierra y los topos -labran mas que otros días, es señal casi segura de lluvia. La llegada á estos climas de las aves de p~so, tal r.omo los patos, gansos, etc., es indicio de frio.-La de los cisnes indica un fr'io mas fuerte.-Si despues de haberse ausentado estas aves vuelven dirigiéndose al Mediodía, anuncian nuevos fríos. ' Gran cantidad de nieve dá esperanzas de buena cosecha: abundantes lluvias hacen t~mer lo contrario . Cuando la primavera-es lluviosa hay abundancia de heno y poco trigo: si calienta el sol ~abrá mucha fruta; si hace frío la cosecha será tardía. Estos pronós,ticos sirven de regla general para el horteláno, ' y teniéndolos presentes alcanzará resultados favorables en el manejo y direccion de la huerta. • l

El Paniceuin. Así se llama una máquina para har.er pan de toda clase, que acaba de inventarse en !nglaterra por Mr. R. E. Lee, y de la que el rnventor presentó, pocos dias hace, públicamente en Lóndres un modelo operativo. y esplicó todas · sus operaciones y utilidades, que se recibiéron con aprobacion general y producirán mucha sensacion en Europa. Segun leemos en los periódicos ingleses, esta máquina quita casi toda la necesidad de

manip,ulacion en hacer el pan,.. Y toda la, labor del hombre desde el momento que salga la harina del saco hasta que el pan ó bizcocho esté pronto para el horno; entonces ya no falt'a mas que enbbrnarlo, y eso un muchacho puede hacerlo en un instante. ' La diferencia principal entre el modo actual y la adap1acion de esta máquina para hacer el pan, consiste en el uso de agua pre~ parada ó·encarbooada que tiene fijado el ga para esponjar la masa antes de mezclarla con la harina, lo que escluye la necesidad de la levadura, al paso que economiza un -15 por 100 en las propiedades nutritivas, y que sale el pan mas sabroso y saludable. Para complacer á los panaderos y otros preocupados en favor de la levadura, tiene la máquina tambien su aparato distinto, en el que se van mezclando igual y menudamente las partículas de la levadura con sai;; cantidades correspondientes de harina y_ agua, en vez de gastar no poco tiempo en esperar hasta que una pequeña po~cion de· la levadura lo esponje todo. Nada dió m:is satisfaccion al auditorio que el aparato tan completo é injenioso por el que la harina y el agu~ estaban alimentadas en la máquina con igual grado de velocidad ; arreglándose la cantidad del fluido por un gobernador, que señala siempre las proporciones entre los dos elementos, 1~ harina y agua. . Hay tambien una disposicion sumamente ingeniosa para igualar el peso de cada pan, la que impide toda posibilidad de variacion, facilitando en el mismo acto de hacer el pan, el añadí~ ó disminuir basta un quebrado de una onza, mas ó menos. Mr. Lee demostró la utilidad de esta máquina para ejecutar todas las operaciones del oficio de panadero, tanto separada como simultáneamente; moler el trigo, aderezar la harina, mezclar la pasta, amasar la masa, amoldar el pan, cortar el bizcocho, llenar el horno y cocer la hornada por medio del vaho que impele la máquina de vapor. Al punto de sacarse el pan del horno, se esclu-ye el vaho y se sustituye el aire. Otro aparato indica y regula el calor, de modo que el panadero puede asegurarse de que la hornad a no saldrá ni cruda, ni poco cocida, ni quemada. Una


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máqurna para producir 600 panes en una hora cuesta 150 libras esterlinas, ó 15,000 reales vellon.

Método para trasplantar árboles grandes. ~os escoceses lo hacen del. modo siguiente: Para trasplant"r un árbol, una encina por ejemplo, de veinte ó mas años, señalan en derredor, tomando el tronco por centro, un <;írculo queitiene vara y ~edia de diámetro tra zando de.spu es otro círculo que diste dos piés del primero. El labrador abre entonces esta faja que media entre los dos círculos, ahondando vara y media, y cortando todas las raices del árbol que encuentra al paso: concluida esta operacioo perpendicular, empieza á oblicuar sus golpes y penetrar por debajo del árbol, cortando del mismo modo todas las raices del fondo inclusa la ceo tral. Rellena despues este hueco con ramaje y tierra floja de la misma que acaba de estraer y en tal situacion deja al árbol por espacio de un año, que es lo que llaman ·estado de preparacion. Pasado el año, abre en el punto doude intenta colocar el árbol otro círculo ó base de mayor ó de iguales dimensiones, y trasladándolo á él, queda concluida la operacion. La constancia de Mr. Munro ha encontrado una mejora , que consil>te en cortar las raices con una sierra, y unir entre sí los cortes con el objeto de evitar la formacion de fibras en sus estremidades, dirigi éndolas por el contrario bácia el centro, para que c_rezcan en este sentido. _Al intento separa la tierra estraida y colocada en el borde del foso, y form a con esta una especie de suelo; rellenando todo el heco con hojas y -yerbas ·secas, que cubre con una capa de tierra. Dejado así el arbol por espacio de un año sin comunicacion al guna con la tierra que le rodeaba, y llegado el caso de la traslacion, se encuentra que las fibras y raicillas no se han estendido lateralmente, que las que se han formado, lejos de ocasionar de:.prendimiento de tierra , contribuyen á sostenerla, y que el nuevo círculo corresponde bien con el antiguo, asegurando as1 el éxito del trasplante. {La Antorcha.)

Anecdotas relativas :\ la vifta. Isaac, al bendecirá su hijo Jacob, le deseaba verdadera riqueza, esto es abundantes cosechas y vendimias venturosas. Cuéutase la anécdota siguiente de los padres del desierto. Uno de ellos recibió rle regalo un gran racimp de uvas y lo remitió al anacoreta mas inmec!iato ; este hizo lo mismo, y sucesivamente todos los cenovitas hicieron alarde de privacion, y el racimo, despues de haber recorrido todo el desierto, volvió al primero que le babia recibido. Un esclavo predijo á Anceo, rev de Arcadia, que no beberia mas vino de su viña. El rey hizo traer una copa de vino, y teniéndola en la mano le dijo al mismo esclavo: de la copa á vuestros labios hay alguna distancia ; á este tiempo vinieron á decirle que el javali de Calcedonia estaba en su viñedo; arroja la copa sin haber bebido, corre al javalí, y perece entre sus colmillos. El tirano Sileo tenia magníficos viñedos; d~teoia á los caminantes y les obligaba á trabajar en ellos: pero vino Hércules, dió muerte á Sileo y puso en libertad á los viageros. Los griegos no ejecutaban su vendimia como nosotros; cojian la uva, la esponian al sol y á la frescura de la noche durante diez dias; despues la tenian por cinco dias mas á la sombra, y concluidas estas operaciones la pisaban, depositando el jugo en odres y vasijas. A las furias v á las Euménides solo les hacian libacion~s los griegos con agua pura: bé aquí porque Sófocles las llamó las diosas sóbrias. Astiages, padre de Mandana , soñó que del seno de su hija nace ria una viña que cubriria toda el Asia. Despues de este sueño fué cuando intentó matar á Ciro. El asesino de Filipo, rey de Macedonia, padre de Alejandro, fué apresado inmediatamente, porque al salir de ejecutar su atentado quiso huir por un viñedo de los jardines de palacio, y se encontró enredado entre las cepas. •·


MODO ·. DR CEBAR LO~ CORDEROS. '

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. Lo que interesa al labrador cuando trata mente ha de sacars~ de los corderos un he-: de cebar sus ganados es lograr el resultado neficio proporcionado, sino que debe atenpor los medios mas breves, menos dispen- derse igualmente á que las ovejas no des:. diosos y mas lucrativos. En toda's las-espe- merezcan mucho para poderlas vender luego cies no se presentan iguales condiciones, sin grave detrimefito. . , siendo las circunstancias que hemos de busLa Inglaterra, r.u~•a nacion adelanta procar en el carnero y en la oveja muy difebablemente a las r~stantes de Europa en la rentes de las •que deseamos en la vaca, así ganadería, se conduce en esta parte con sincomo tampQco deberán ser unos mismos los gular pericia. Allí se dá á las ovejas una alimentos que empleemos para el cerdo y los porcion de raices carnosas y una cantidad que adoptemos para la oveja y para. el cor- de yerba de retoño, con cuyos medios au dero. Prescindiendo ahoTa de estas conside- 1 mentan en gran manera la leche, pareciendo raciones generales, que el cultivador sabe evidente que la yerba de retoño, cuando es apreciar en beneficio de su arte, nos ocupa.de buena calidad, suministra mas leche á las remos solamente del modo de dirigirnos paovejas y acelera de un modo visible el cehara cebar los corderos. rnient'ó de los corderos. De esta manera conEste ramo de industria agrícola es una siguen vender sus ganados de leche muy al especulacion venlajosa en los puntos inmeprincipio del año, en cuya estacion, por la tliatos á grandes poblaciones, porque el conescasez de ellos, se consigue un lucro notasumo de carnes que hay en ellas hace que ble. se despachen·con facilidad las de los cordeOtra ventaja se obtiene tambien de apreros, y á un precio que puede satisfacer los surar el ce\Jamiento de los corderos, y es q\le deseos 6 intereses del ganadero. Para lograr las ovej'r'ís se reponen de las fatigas de la.cría el objeto, ló que primeramente conviene al durante la última temporada de la primavelabrador es procurarse ovejas precoces que ra con las yerbas que entonces abundan, ~ le dén corderitos á principios de enero 6 pueden empezar á cebarse en el otoño inmeantes para que pueda utilizar las primeras diato para destinarl:.ts al matadero. yerbas de la primavera y llevar al mercado Algunos autores notables recomiendan sus reses jóvenes primero que los demás mermucho que no se a pureo por la cria las fuercaderes. zas de las ovejas, porque luego es muy diDespues de haber adquirido razas de ovefícil y costoso el r.ebamiento. Para ello aconjas que por sus buenas cualidades nos persejan separar los corderos apenas se vea que mitan el pronto cre...:irrtiento de sus hijos, ims'us maclres van perdiend'l'¡ la leche1, ó que porta mucho que aleudamos á los pastos de esta al menos haya disminu1üo notab1emeñte. que debe hacer uso la oveja, y que los tenEn este' Gaso epararemos de las ovejas á los gamos en la abundauciaque exija el número corderos , dándoles en establos distintos de bestias de cria y la estacion en que se vepastos frescos, como el trébol ú otros forrarifique el ceQamiento. Conviene que la,s O'\'eges tempranos que tengan buena calidad nu jas t~nga n s~ficiente leche,. si q ueremos _que ttitiva. Otros agrón-o mos piensan.que los corlos ~orderos ·se cebeQ.. pronto y con perfecderos ceban mejor apartados 'do sus m&.dres cion; y para conseguírlo, es necesario que que ~tan do .i11mediatos'.i,\e ll¡1s_li¿eto que la lelas madres ¿o man lo necesario y que las yerche empieza á disminuir, porque la privacion bas sean de buena calidad, porq ue no solaque esperimenta el corderito de no hallar leH\ roMo 11. 1 DE IJICll!UDRE DE 484-9,


che en el seno, de la madre, le hace entrar en un est¡¡.do de melancolía que no le permite pacer ni comer los for-rages en el corral on el apetito ·que s.lebra' hacerlo. . Apesar de que nuéstros labradores tienen la suficiente esperiencia para conducirse con acierto en esle ramo de la ganadería, no queremos dispensarnos de reproducir el método de que se vale y aconseja un cultivador ameri cano. « Para cebar los corderos que se destinan al maradero, dice este acreditado agrqn_omo, es preciso alimenll!,r con, _anlicipaéion á las madres, ya .sea manteniéndolas en un campo de centeno, ó bten dándolas raices carnosas, c0mo remolacha, rutabagas, zanahorias ú, otras semejantes q1,1e aumentan mucho la secrecion de la leche. A tiempo qu'e los corderitos vayan naciendo, y cuando apenas vuedan andar, se separarán de sus mac1res, poniéndolos eri un establo oséuro que ' guarde relacion con el número de corderos que han de habitarlo' y de engordarse en él. Se colocará eu esté establo, y en una elevacion prqporcionada á la de lo carde.ros, un pése9 re muy estrecho~ dentro del cual se pondrá cada día una pórcion de harina gr1:1esa de maiz mezcfada con salvado, v se atarán en el bord e del fnisrno algunos haces de yerba tierna para que la coman los anim alitos. Este· pequeño establo debe comunicar con otro mas grande, en el que entrarán las ovejas dos ó tres veces al dia para dar de mam-ar á sus hijos y echarse con ellos por ~lgun tiem,¡:io. Cada vez que esto suceda, ·y antes de dejar salir las ovejas del corral ...

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para conducirlas á los prados, es necesario separar los corderos y colocar-lo:- en el establo oscuro (uno de ocho piés en cu adro es bastante para treinta corderos o m~s), dentro del cual no podrán retozar ni brincar y perder su gordura con el ejerdcio. De es.le mo do colocados, y no pudiendo distraerse en mane-ra alguna, comen el forrage fresco y tierno que se les dá, así como la hacina de maíz que los pone sedientos y h::ice quemamen con avidez al regreso de ·sus madres. De esta manera engorJan en poco Liefnpo. «Otra vet1taja ha y en este método , y es que los corderos asi confundid-Os maman indislintameate de todas las ovejas sin limitarse á sus propias m'adres. De ellt> resulta una gran ventaja, porque cuaudo son ro. bustos neces itan mas leche de laque les puede dar una sola oveja, especial mente aquel las que t~ngan dos hijos. Matando ó vendiendo un,a parte de los corderos crecidos y gordos, los [!Ue quedan maman , segun decimos, deltodas las ovejas como ant!')s, y aprovechan este mayor alimento de que empezaban á necesitar. Esto no sucede, ni se obtienen tan bueno~ resultados, cuando se engordan por el método ordinario ó se c!eja siempre cada cordero á su madre respectiva, porque en_este caso no perr:nite,q1:1e la mame , otro que su propjo hijo .» Recomendamos este método, y no dudamos que nuestros labradores apreciarán de~ bidamente las sencillas razones en que se fonda. 1

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ENFERMEDAD OBSERVADA EN EL GANADO Con el mayor 1;usto insertamos á continuacion el comunicado que no3 ha girigido nuestro apreciable é ilustrado corresponsal -y amigo el Sr. D. Eudaldo Raguer, Doctor

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en Medicina y Ci'rujía. Hé aquí su escrito: Señores redactores de El Cultivador.= Muy señores mios, y de mi aprecio: Por moméntos se desvanece la epizoótia que en


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este año, como en los de 18t0 y t-1,· atacó al ganado lanar, vacuno, cerda! y cabrio, esto es, á la espeoie rumian Le, ó mejor diobo, á la que en el pais se distingue eón el nombre de besticí de p~u fun¡;at, siD que abora ni entonces cQmprendiera á los mulos, caballos, perros ó ave~. Para . poder coordinar algun tanto las nol.icias que tengo adquiridas acerca de una enfermedad cuya natutaleza es aquí todavía un arcáno, y cu_ yas consecue-ncias, no obstante, están perjudicando á todos, especialmente á los ganaderos, daré á mis apuntes la forma de una observacioo clínica, bien que i-iempre manoaé incompleta porque carezco de aplitúd y conocimientos para b acerlo tal cual se requiere. Mi objeto quedará satisfecho si consigo II amar la alencion de aquel las personas que, como V V., son mas entendidas y se hallan en posicion de poder buscar un remedio á un mal, en mi concepto, de bastante gravedad y tra scendencia. Historfa.-EI rebaño de una masía cercana al santuario de la Vfrgen de :Mongroñ, en la vertiente de la gran cordrllera de man tañas que desde la izquierda del rio Fresér van á buscar su origen en los pirinéos orientales, fué el p6mero que durante los calores de los años espresados de 184-0 v 41 se vió plagado del mal, despues, dicen ;us coloóos, del paso por allí de otro rebaño francés cQyas reses en su mayor número iban cojeando. Pa lores hay que opinan empezó la epidemi::i entre los cerdos de otro manso situado en la misma direccion, pero menos distante de la frontera, á el cual la traería una numerosa piara procedente igualmente de :Francia; ot.ro están en que entró por la parte de Camprodon, otros.y en fin, han querido suponer, siu el menor fundamento, q~e era una consecuencia inmediata de la enfermedad de las patatas, porque, dicen, que a_mbos ruales han coincidido en su aparicion; lo que, sobre ser inexacto, se desmiente por la mas sencilla observacion, pues el ganado, como el lanar, que no come aquellos tubérculos, es el que mas sufre, y el i;uular ó ca·-ballar, que en muchas casas es este ,su alimento principal durante cierta tcmpurada, nunca se vé ata.cado : so lo el cerda 1. forma

escepcion en es~a regla. Mas en lo que todus convienen, endo que nadie titubea es en creer, que el mal es exótico, importado precisamente de la nacion vecina, con la cual, y por medjo de los citados pi rinéos, nos hallamos siempre en contacto. No ha mucho hablando con un anciano labrador, que pasa con justicia en el país por uno de los mas observadores é inteligentes, me aseguró no haberlo visto sino tres veces con la actual durante el largo período de su vida, y siempre oyó decir, y él lo ha creído, que nos vino de Francia. Casas, Sampedro, Cabero ni otros veterinarios hablan de semejante mal, ni l,tmpoco se halla indicado en ningunn. de las epizoótías historiadas pur Villalba, · apesar de que su Epidemolog[a española alcanza un período de tres mil años corridos desde la venida de los cartagineses hasta el de HlOl de nuestra era. Durante el invierno que separó el año 1840 de 1841, mantúvose estacionado y como enzoótico; pero en los primeros calore;; de este úllimo -año tomó tales creces é intensid¡i.d que se hizo general, y pocas fueron las casas de tres leguas al rededor. particularmente las situadas en las márgenes del'fer, que no -estuviesen invadidar,. En en el año presente no ha sido tao general ó comuo, sobre todo entre el ganado v4cuno, cerda\ y cabrío, segun veremos mas adelante. En cuanto á la intensidad, tampoco ba parecido tan mortífera; de manera que no habrán salido las muertes á dos por ciento, y de un rebaño sé, que de 1500 reses solo murjeron 9. Sin embargo, se supone que en algunos puntos del lado de la Manera había sido mas maligna, y que en Aveya y Tregurá la mortandad estaba en razon de diez á ciento. Causas.- 1 i la calidad de los pa-stos, ni las vicisitudes atmosféricas, ni otras causas físicas ce naturaleza capaz de producir, una epidemia han siclo objeto de ,exámen por paTte de los ganaderos, quienes han creído de comun acuE\rdo que la caui-a única, eficiente, la sola por cuyo medio se trasmitia el mal, era el contagio, evocando en su esplícacion hechos mal observados, poco concluyenles, y de un carácter, por tanto, poco á propósito para poder decidirse desde luego


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á favor de esta opinron. VV. saben muy bien 'C(Ue ha siJo y es el contagio uno de los pontos mas controvertidos y controvertibles, por ser tambien uno de los mas oscuros é importantes á la vez para las naciones todas; y á pesar de no eneóutra1;!-e los sábios acordes todavía en una buena interpretacion de esta funesta palabra, es, !-in embargo, la primera que el vulgo suelta al presentarse una eufermedad de progreso rápido y mas·ó menos general. Los conlagionistas dirían que. la epizoótia en cuestion debe de ser contagiosa, atendido que apenas ataca á una res _ se ~parce por todo el rebaño; mientras sus , adversarios sostendrían que cuantos individuos se han aislado considerá'ndolos sanos han enfermado siempre ·, sin q ne el aislamiento salvára á sus compañeros, y que asimismo existe el hecho de haberse conservádo intactos in mensos rebaños que estaban rodeados de otros inficionados: los, primeros añadirían que, como atributo de los verdaderos contagios, se ha ob~crvado constantemente que el mal ataca una sola vez, segun en efecto se ha notado así en algunas partes; pero los anticootagionistas opondrían ,que sulireno ser esto constante, si alguna vez acontece, es en la declioacion de la epidem ia respecto algunas reses que se libraron en el orígeo ó en el apogeo; y así, hasta que personas autorizadas y competentes se dediquen á la iovestigacioo de lo que pasa~ no podrá aclararse este punto cual conviene al interés de unos y otros. La opiuion general está conforme en que hasta ahora solo se ha introducido en. las cuatro razas predichas, aunque n0 ha faltado quien haya creído ver el contagio en la boca de una mula, en la de dos yeguas, y hasta en las manos, piés y boca de determinadas personas. Se me trajo un rabad an, chiquillo de unos once años, con unos gr:tnos en el dorso de la m·ano, espacios de los dedos,y dorso del pié, cuyo pacl re, pastor ,está en la creen cía de que su hijo contrajo el mal de su rebaño, y que además lo pasaron en la boca las criaturas del colo no, porque unas aftas qiue sufrían coincidieron con las de las ovejas. Se cuenta igualmente, que otro pastor las ' contrajo oáyéndolc, eo la hoca l,a baba de un

carnero que estornudó mientras estaba curándole. Yo no sal.Jria avenirme á estas opiniones; mas sí creo que desde que en el país se nota tal enFermedad en las bestias, son mas frecuentes los carbúnculos en las personas que trafican con ellas, ó que comen la carne que, con escándalo de-todos, ofrecen la codicia y la inmoralidad de los propios traficantes. En este concepto he· dioho a I principio qué el mal poc.iia ser de mucha trascendencia, y que convendría se ocupárao de él personas entendidas en el ramo; y en este mismo concepto tambien, llamé soqre el particular en 1841 1¡¡. ateocion de Academia de Medicina y " irujía de Barcelona por medio de una reseña histórica que aquel cuerpo to• vo la dignacion de admitir con agrado , recomendándome la mayor vigilancia y que la diera parte de su reaparicion, si se verificaba, lo cual viene á corroborar la idea de la necesidad en ,que estamos Je dar al asunto su merecida importancia. /nvasion.-Regularmente invade á la ver; á uno ó varios individuos de un rebaño sin distincion de clases, aunque en algunas casas se ha visto invadir por razas sucesivamente, y es lo mas comun empezar por la de lana y pasar de las reses de esta _clase á los cerdos, vacas y cabras. En algunas partes se limita á una sola raza', en otras afecta ya á dos, en otras á tres, y en otras á todas cuatro; y si bien á veces la invasion es sucesiva, es lo mas comun verla simultánea. Ra r,1s son las ganaderías donde no se oc,te atacada la mitad de todo el ganado , especial mente el lanar en el que la enfermedad se ceba proporcionalmente mucho mas. Esta proporcion es difícil ea la actualidad estimarla bien, no solo coa respecto á una clase de ganado ea sí, prro tambien entre sí, esto es, de una raza relati vamcnte á otra. Sin embargo, no seria muy aventurado creer que el lanar padece ó se vé ataca'do ájraion de un 60 pg, es decir, en sus tres quintas partes, el cerda! en sui-; dos, eJ vacuno en una tercera, y el cabrío tilo suio ea una quinta parte poco mas ó menos. En la epidemia de este año, sobre la cual e lá basado el precedente cálculo, se ha o!Jservado que -el ganado lanar ha sufrido mucho mas que


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los restantes comparativamente á los años dd 84-0 y 1 84-1. Sintomas.-Son gener.ales y locales. En la invasion del mal se notan los síntomas siguientes casi comunes á todas las razas, ó al menos con pocas diferencias relativas, como no sea por razon de la edad, sexo, estado habitual de enfermedad, de gestacion, ú otras diferencias individuales. Cuando solo :Haca á los piés y manos, los síntomas no pasan de ser locales; el animal empieza por andar con dificultad, al otro dia se le hinchan aquellas parles, l;lien á la vez ya separadamente, y entonces cojea y se rezaga mucho, si bien es raro, sin embargo, que deje de seguirá sus compañeros; luego aparecen en la horquilla ó bi.furcacion de los piés pústulas flictenosas del grandor de upa lenteja, llenas al principio de una serosidad clara que poco á poco vá enturbiándose hasta toma r la consi:;tencia y color del verdadero pus. Lá erupcioo es á vP.ces granujienta, y entonces se seca con prontitud; p.ero otras no se -pasan las cosas de una manera tan suave, y sin erupcion manifiesta al esterior, las uñas se reblandecen, se-ponen como pastosas y tumefactas , se abren, y en algunos casos hasta llegan á caerse. Entonces es el dolor agudo, y nula la accioo de andar. Cuando ataca á la boca, el órdeo de síntomas locales es mas intenso y tra cendeotal. Se pone esta aftosa y dolorida, cesa. ó se dificulta la rumia y basta Ja deglucioo si él mal alcanza ya á la~ fauces; las vegigu illas flictenos as que llegan al grandor de una nuez se rompen· del 2. 0 a.l 3. 0 dia, manando una serosidad albuminosa que es á po1:o purulenta, muy félida, y de un color amoratado, lívido ó negruzco. En tal estado se separa la mucosa gloso-palatina; la baba es continua y abundante, saliendo igualmente el moco en mucha cantidad por la nariz, corno- acontece en el muerlno: el lagriméo es involuntario y constante; la lengua se cubre de unas íaja~ rojizas, aumenta conEiderablemenle de volúmen, pierde u accion, en cuyo trance el peligro es inminente. La afeccion en tal caso se estiende ya por todo elorganismo, é invadiendo los órganos ó sistemas im porlanles ~ la vida, inlerce.p.la mas

ó dificulta el ejercicio de aTgunas fuoc iones, en especial la respiracion; y arreciando mas y mas los síntomas generales, la calentura se haée intensa; el triste mugir y hasta los abullidos espresan la violencia del dolor v del sufrimiento; la resisteno1a á tragar idi;nentos, aunque sean líqu.idos, y la ~ola\ aver~ sion al.pasto que al principio aun amaba; la falta absoluta de apetito; el ansia por el agua; la intensidad de la sed , y la necesidad de estar siempre echada la res, prúeban la debilidad que le domina. En tal estado ya no vue1 ve á levant.trse, parece estar herida de un rayQ, y sobre el 6.º ó 7. 0 dia muere angustiosa y á veces convulsa. Semejante aparato de síntomas' es raro, y solo ocurre en los pocos casos en que el ma 1 pasó de la boca, y nunca cuando se limita á ella ó á los estremos, pues que entonces termina siempre con la.salud, que es el éxito mas constante y ordinario . .Ya. el an imal del 5. 0 al~-º dia comienza á tragar con menos dificultad, disminuye la baba, se límpia y cicatriza la boca, su aspecto se anima, empi.eza á alegrar:;c, re1race el apetito y su acostumbrnda aficion al pasto: eo una palabra, la dismioucion progresiva pero rápida de los síntomas indica su próximo regreso á la salud, hallándose fuera de cuidado con tanta presteza como entró en el; : de rr.odo que al dia H. 0 se le puede considerar, por término medio, el 1. 0 de su larga y costo ·a 1!onvalecencia. En aquellas reses cuya afeccion se I_Lm itó á los ,piés y manos, segun se vé en casi los demás ·ganados, á excepcion tiel vacuno, el descenso es asimismo gradual, y la mayor parle se halla restablecida despues del primer setenario, si ún mal régimen, ' un tratamiento intempestivo, ó un gran abandono, no se han opuesto á la saludable accion de las fuerzas medicatrices del animal. Algunos cortantes y posaderos han querido calcular la carne que perdía una res dura)1te su afeccion, y 111e han asegurado que ninguna dejil de disminuir un tercio de su peso, frecuentemente la mitad, y dos terceras parles lus que hao.corrido algun peligro. Sea de esto lo que -fu~re, es lo oierto que si PI mal se empeña, la res enflaquece como si


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' Qn fuego voráz la derritiera ó e:vaporase, y Curacion.-Escasas ó oingunas precauque la vi$ta de un r~baño infectado es por ciones vemos tomar dirigida&· ú la preservaespacio dé mu cho tiempo_Lrist~ y desconso-. c'ion ó protilácsis. Raras- veces se incomnnicanlas · reses, ~ c:isi siempre unas rnisnias !adora. Termincicion. -Termina generalmente el personas cuidan las sanas y 1-a:s enfermas; ~ mal, por tlujo mocoso en Ja boca y narices, esto es tanló mas estraño, r.uanto que, como sin diarreas, 'orines, hemorragias, ni otras hemos dicho, todo el mundo ópina por el evacuaciones. , C pandq ocurre la- muerte es ·, cootagio. Pastore~hay ·que ,creen perjudicial el aislamieuto; y aunque estos sean los meproblable sea efe to de la gangrena. La erupnos, los mas lo consideran inútil: así es que cion de piés y manos que ha seguido una marr.hl} regular no tiene crisLs manifiesta, y á cada paso vemos en los prados, rediles y corrales mezclado y confundido todo el rese res uel ve cu ráudose espontáneamente desbaño ó ganado. IJ.'ampoco me consta se hapues dt: haber:.e secado los granos, ó cicatrizado las ulceritas que son su consecu enyan puesto en uso, pasada la epidemia, ninguno de lo<; varios medios de desinfeccion. cia; pero cuando caen la,s uñas,. el animal El plan .cura.tiv..o es 1,uramentr, rutinario pue_de quedar baldado, como be visto en una ó empírir,o. En todas partes- y en todas las Mbra. · Por lo comun la m:isis es perfP.cta, y por especies de ganado hemos visto usar , como remedios mas generalmente acreditados, esto opino-que las residivas existen en algufricciones de aceite de enébro en los piés y nos casos en que el animal, terminada ya manos, y.aun enjuagues de sal, miel y vinasu convalecencia y enteramente restablecigre, sea cual fuere el período del mal. No do, vuelve á enfermar, ' mientras que las refalta, empero, quien.- haya en-sayado la sancaídas son raras, y hasta 3.ª ó 4-.ª vez rarígría local desde los primeros instantes, y se simas y acaso inexistentes, aunque no es asegura que éon. mal resultado, que es lo fácil asegurarlo porque los labradores no se mismo que ha acontecido á cuantos han tanparan en estas diferencias escolásticas. teado las soluciones cuya base fue.ron el ace; Autopsia.-Ap-enas se abre una res para talo de cobre ú el ácido sulfúrico. Tambien averiguar de que murró: ó se abren para sase habla con variedad de los .baños . ya lober si puede.aprovecharse, ó sesc ultan incales, ya generales. He oído celebrar el efec· mediatamente. En 184-1 seguí el curso morto de los primeros, con tal que el agua baya llOso .de una vaca que falleció antes de con~ salid o dé determinados puntos, corno del cluir el primer círculo 'ó' setenario. Se ins Frcsér p-0r ejemplo, haciéndolo vadear al peccionó ligeramente, y no pudiéndome haintento varias veces por el ganado . . Los bá-llar en el acto, se me informó: que teños generales so? de poc~ uso. Un rico pronia lívidos i los intestinos, abultado y dupietario los ensayó eri 184-1 con buen electo ro el hígado, esparcida la bilis por en.en un hato de cabras que echaba en una al· cima del mismo, el estómago sobrecargado berca cuya temperatura era bastante tem de · mucosidades, y la mucosa gastro-inpiada. Ignoro qué crédito puede darse á la Jestin,al gangrenada en muchos puntos, co.n observacio.n hecha por algunos , de que la .otros daños qu,e parecían indicar una verpermanencia del ganado en tierra:, reciendadera disolucion humoral. De paso añatemente arad as ó removidas (gurets) era su• diré, que sepultada por órden del colono, ué roba da la noche sigui~nte para ser ven- , mamente útil; tanto, que aseguran que los hueves de labranza ó no enferman. ó curan dida-,en grao parte en un pueblo inmediato mas· pronto durante el. trabajo que rlurante fcon visible detrimento de .la publica salud, pues .me dió Q_pasion 'de ásistir á algunos po- ~· el rrposo ó ceba miento: pero esto parec'e cs· lar en contradiccion con lo que se ha notabr~s, atacadós de afectos gástricos y cardo en la Cerdaña , Jonde el ganado vacuno . buqculo~os, que comieron su carne, tenta<los trabaja mucho y rro obstante sufre mas, de la bªratura con que ¡;e la pudo ofrecer la , ignoro se haya ensayado la inocu• Tambien deplorable inmoralidad.


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lacioo, acaso por ser la epizoótia tao henig- 'de aquella~ personas que puedán leerlo .. Por na, ó por no baberse pensado en ella á pe- 1 mi parle <Jebo confesar franca1nente, que, sar de creerse esencialmente cootajiosa. ~bstrarción becha de las diferencias que acaLa alimentacion 6 dieta no parece haber llo de insinuar, encuentro muchos puntos de ocupado mucho la a:Lencion de estos campesémejanza entre una y otra afeccion; y por sinos; así es que durante la constelacion sadilícil que parezca establecer un diagnósticO' le el ganado á las horas de coslumbre á sus cierto y seguro, atendida la falta de datos y pastos ordinarios. A una vaca que no podía de observaciones fieles y precisas, todo inpacer ni mascar, la vimos dar sopa de pan clina á creer que se trata de una variedád de con aceitr. , y harina de maíz desleída en la morriña. Y qué ¿tan ábsurdo podria paagua y vinagre·. Para otras se han usado los recer cuando vernos en la raza humana, adecaldos vegetales ó -animales , y el agua de mas de la terrible viruela, la varioloides, la pan con yemas de huevo durante el período varicela, el sarampion y_ ,otros e-iantemas mas ill'tenso , y cuando la afeccioo cu odia mas ó menos parecidos en su forma, en su por la boca y garganta imposibilitando la fondo y en sus efectos? La coincidencia que masticacion y deglucion. tuvo en 184-0 y ,í.1 la constelacion de esta , Naturaleza.-¿Eo qué consiste la enfermontaña con la pigota del Arnpurdan, cuya medad d,e que nos ocupamos, ó cuál es su gravedad obligó á la primera autoridad.po n¡ituraleza íntima? Cuestiones esta de difílítica de la provincia á dictar las sérias mecil solucion· para la generalidad de los ga- didas que son de ·ver en su circular número naderos que habitan este lado de la alta 782, boletín oficial de 7 setiembre del refe,nontaña. Todos cuan.tos se consultan creen, do año de 1841,.¿no nos dice tambien algo? que e~ nueva en el país; todos convienen en Y aun esa frecuencia de viruela,;; entre los nique es eruptiva y contagiosa, y ninguno, ños del campo, antes tan raras, ¿ iló podría sin embargo, quiere que sea la viruela, 6 en tener alguna relacion d ireeta ó indirecta con otros términos la morriña. Verdaderamenesas epizoótias , supuesto que no es nuevo te, si se atiende 'á las descripciones que los yer que los males de los irracionales pasaron yelerinarios nos dan de esta úllima enfermeá ·los racionales ? De todos modos lo que dad, es imposible á la nueslra suponerla tal. nos conviene, señores redactores, es buscar VV. mismos, señores redactores, en el núla verdad, apurarla, y si, como es probable, mero 2. 0 del tomo de El Cultivador corresreaparece el mal, tratar de conocerlo, -y opopondiente al año próximo pasado, al darnos nerse á sus efectos por los medios mas conla pintura que de la morriña hace l\fr. Esdueentes con arreglo al dictámen de ·comivercls,, nos dicen; que es per.uliar del ganasiones ad hoc ó de personas cuyá ilostracion no lanar, y que ataca principal rnenle al cueesté reconocida, evitando asimismo la funesllo y partes des o udas de lana, etc,., etc., y es ta infl11encia que su propagacion podri'a 1>osiliv.o, es constante que la enfermedad que ejercer sobre la salutl, en la rjqueza y en el aqui aqueja á. las ra~as referidas o u nea sale bienestar del hombre.1 Soy de VV. afectísimo servidor y corresde su boca , pi.é:;; y manos, dejando ir.:cólu1 • mes las demás partes, estén ó no desprovis- pqnsal · ., n Q. S. l\f,B . tas de lana ó pelo. Otras diferencias esenciales:;podnian encontrarse si se pu iesen en EuoALJ)O ,RA UER. 9parangon ambas enfermedades, las cuales .• 1 • • [J omitiré en obsequio á la brevedad que debe Ripoll 28 ·d~ '!.l pviembre d~ f8i9~. lcner un, escrito de la naturaleza del presen · te, y en respeto á: la ilustracion de VV. y


~ONSERVACION ·DE .LAS VIANDAS POR ~IEDIO ~

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Interesa mucho al labrador conocer este sal se' descargue de la catitidad de materias ramo d,e la economía rqral v doméstica, por- terrosas y otras de diferente naturaleza que que s~ trata de que se con.serve durante el la estaban incorporadas, las que no solamente perjudicaban á su cristalizacion, siuo año, 6 ·pt>r .espaciQ .de mas tie-mpo, una porcion de viandas que han de constituir grarr que tambien á sus bue¡¡as cualidades· para las salazones. Es conveniente asimismo" que parte de ,SU alimento. Son varias las matela sal que se dedica al objeto de que hablarias que p'ueden salarse en la casa de la -: mus se tenga con ~ntjcipacion eµ lugares sebranza, y-muy particularmente todas las del reino animal, la salazon de las 'Cuales, por cos, que se triture antes de la salazon, y que tener masó menos cantidad de gordura, con- no se la mezclen sustancias aromáticas, coviene que se entienda bien para iqipedir que mo algunos sin razon aconsejan. Cuando ha:;e pudrezcan ó se pierda,n enteramente. Enu- ya de emplearse la sal pura para las salamei:aremos, sin embargo, solo aquellas que zones deberá cuidarse que esté en el mayor tienen mas uso entre los aldeanos, ya para grado posible de sequedad, porque siendo, consumirlas en su prnpia casa, ó. bien para como lo es, ,una materia muy ávida <le! agua venderlas ;í los muchos especuladores que á- de la atmósfera, se ppne . húmeda sin difiesta clase de negocfacion·es dedican sus ca- cultad sí. no se la m¡rntieóe gua rdada en pitales. Hablaremos, pues, del modo de sa- puntos donde esté algun tanto elevada la Jar el cerdo, la vaca, el gansó, de la manera temperqtura. Vaso ó vasifa donde se guardan las carnes 9e·confeccionar la manteca de cerdo, v concluiremos este artículo con unae ligeras ob- sa{adas~ -Estos útiles serán construidos de madera de encina, ó de otra semejante .eu {iervaciones acerca de la salazon en general. resistencia y dureza. ln:i porta que estos var Antes. de descender á lo¡; procedimientos sos tengan la capacida'cl conveniente á la canparticulares 'de cada una de estas salaílones, tidad de carn~s que hayan de conservarse indic~remos alguna cosa acerca de las cualidades q'(le ofrecen las car'les saladas, ,y en ellos, y es tambien p~ovechoso el que en aperca tambien tle la salmuel'a 6 estado par- cada casa de l.a\iranza haya dos de estos vasos; uno para salar y guardar las carnes dé ticular en que conv~ene que se emplee la sal cerdo, y el otro para las de buey . Han de ®ando se- la destina,,á.las salazones. De la sal ..'._Será útil escoje-r, en lo t¡ue sea cerrarse bajo llave y herméticamente si fueposible, una -saJ 1pura y que no 11eve materias ra posible para evita-r que entre el aire atmosférico, debiendo la dueña de la casa teestrañas, debieD'do preferir la añeja á la que ner las llaves de esté depós.ito para la bien se acabe de elaborar, en razon de que la primera trae consigo menos impurezas . Pero enltindida distribocion qu.e la pertenece haen el caso ~ue <tengamos precision de hacer 1 cer de tales· viandas. Se procurará que los uso de la sal recien elaborada ¡J>rocuraremos vaf,'os 6.iasi'jas donde -se encierren las carnes saladas se ·hallen colocados en puntos conseguir su purez~ por virtud de hn~· purificacion espontánea, ó bien por su solucion dood,e no baya Qn cambio sensible de teu1en el agua. Este último medio nos proporperaturn, porque esto conduce á ' la mejor ciona fácilmente una nueva cri stalizacion, si con ervacion, y de aquí el que sea muy coasi puede decirse, y puede lograrse que la mun verlos en la~ bodegas ó eri despensas

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r:r, hechas al intento. las orejas, los piés, y las -piezai; del espinaSalmuera.-La sal puede aplicarse á ras zo. Concluidas de arreglar las varias partes salazones, ó en estado seco, ó disuelta en el ó porciones del cerdo se cubren con una caagua formandq lo qqe llamarí1J>S salmuera. pa de sal, se cierra la vas.ija para evitar que En el prifl\er caso no se necesitan mas preentre el aire atmosférico, y quedarán de esta cauciones que 1·as dé que, esté triturada y manera por espacio de seis 6 siete semanas: que retenga la menor agua ó humedad poluego se sacan y se cuelgan los trozos gransible, y por ello nada necesitamos decir sodes. bre el modo de emplearla; mas por lo que Si para la salazon del oerdo nos valemos hace á la salmuera sí han de tenerse prede la salmuera, no se separan jamás del vasentes las condiciones que ella exige. Para so las porciones ó trozos; sino que se van lograr una salmuera perfecta se pone á disacando de este líquido salado á mecida que solver y. á hervir una cantidad de sal en otra se necesiterl para el uso doméstico . ..proporcionada de agua, quitando cuidadoLa parte grasa se sála de la misma mane.samente la espuma que va produciendo esta ra, partiendo en porciones el tocino, guarmezcla, basta que un huevo con cáscara se dándolo despues en un vaso con una capa de .mantenga flotante sobre el líquido. En este sal en la cara superior y otra en la inferior, caso es cuando ya la salmuera está en buen y colgándolo al cabo de algunas-semana~ en estado de usarse para la salazon ; se decanun punto á propósito donde haya una temta, despues de fria, en el tonel ó vaso donde peratura que favorezca la conservacion. Salazon del buey.-Luego que esté desoestén las carnes que hayan de salarse, procurando que estas queden con ,anticipacion llado el animal, se le deja colgado por un bien colocadas y en el órden que convenga par de dias, al cabo de los cuales se le parte distrílrnirlas. Aun luego de consumidas las en porciones de cinco á seis libras cada una; se las frota con sal en todas direcciones, cocarnes podremos aprovechar todavía la sal mo se ha dicho al hablar de la salazon que ha a quedadp en el vaso, si la ponemos del cerdo, y se van colocando en el vaso 6 á hervir nuevamente de la manera que lo tonel en que se han de conservar. Sobre eshemos dicho mas arriba, logrando asi sacar tas capas de carne se pone un peso grnnde, de P.sta salmuera. una sal blanca y fina ciue sirve perfectamente para usarla en la mesa. . con lo que se logra obtener un licor sanguinolento, al que se le debe procurar salida Salazon del cerdo.-Para que las carnes fuera del vaso para que no pudra la carne. del erdo se conserven liten, será preciso maAl cabo de algun tiempo se separan estos tarlos á últimos de la primavera 6 durante trozos, s'e colocan sobre planchas de madelos dias fríos del invierno, notándose que ra, se frotan nuevamente con sal fina, se enlas carnes toman tanto mejor la sal cuanto cierran otra vez dentro de barriles aislando mas baja esté la temperatura y mas intenso el un trozo del otro, y se mantendrán cusea el frio. Muerto el cerdo y partido en rebiertos de sal y bien tapados para qoe no gulares porciones se le deja enfriar, forles dé el aire.-Adoptando un método igual mando antes, 6 mejor dicho distribuyendo podremos conservar las carnes de otros varios una capa de sal en el fondo del vaso, y se cuadrúpedos; pero cuid ao do ante todo de casvan colocando sucesivamente las porciones trarlos para que de:a:arrollen gordura, porque de carnes ,1ue se hubiesen hecho, pero frosobre ser a'si las carnes mas ,sahrosas, se contáódolas primero con sal en todas direcciosigue el que. tomen mejor la ¡:a\. nes: se forma en seguida una capa. en toda Salazon del gan~o.-Los .gansos y los pala estension del vaso; luego se colocará una tos _son carnes apreciab1es, y forman un segunda, y así sucesivamente hasta que la buen rccu rso para la cocina cuando se han v-asija- esté llena completamente. En ia parsalado oportunamedte. Estas aves se guarte superior del. v:isd deben p(.}necse aquellas dan ó conservan de un modQ diferente del porciones. que deban comerse primero, que que hemos dicho respecto <lel buey • del son la que abundan meoo:s eo carne, como


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cerdo, porque en cuanto á los gansos y patos, ú otras aves semeiantes, en lugai: de cubrirlas de sal, se colocan dentro de una olla de gras11 ó manteca de puerco derretida, atendido que t~les aves no tiene • la cantidad de gordura que.se necesita para consecvarlas. Por este medio se logra comer aves frescas, si así puede decirse, que son un escelente recurso para la sopa, y aul} pueden arreglarse.ciertos platos apreciables, con especialidad.en los casos en que se carece de aves real mettte ,frescas·. Consideraciones acerca de la salazon.-To-das las temporadas del año no son igualmente á. propósito para verificar las salazones de las carnes ó viandas de que nos het"(Jos oc1,1pado. El tiempo mas oportuno seria el invierno; y entiéndase que en toda otra ' e: tacion es muy espu.esto salar, á no ser que ndoptemos la salmuera, aunque en este caso

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bajo la condicion de emplear pronto las cafln~s que hubiésemos de este modb salado. Los toneles ó vasos donde se conserven las carnes saladas es provechoso que e~tén en lugares secos y poco calurosos, prot:uráado que haya vea ilacion bastante; asi como es tambien conducente el que los útiles que sirvan para depósito estén herméticamente cerrados, á fin de evitar la accion dél aire.que es una causa muy eficiente de la pérdida y enranciamienlo de las carnes. Todas las carnes permiten salarse y se conservan por largo tiempo cuando se havan tomado todas las precauciones que f>°xige esta operacion ; mas entre todas es la de cerdo principalmente la que mejor se guarda, y la que proporciona grandes recursos en las casas particulares, en los ejércilos y en la armarla.

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IDraI1 ~ra~ftll(J)~ (Ó Illftffi IDIBIL ~uraraW(J)~ El animal que sufre esta enfermedad esperimenta. un estaJo de contraccion sostenido y permanente acompañado de1rigidez en los mfü,culos, particularmente en los estensores, en términos que la accion muscular llega á ser absolutamente nula en las partes afectadas. Esta conlraccion , sobre ser <lema iad_o penosa desde sus principios, es del todo independiente de la voluntad del animal. El tétanos empiez¡1 ordinariamente por 9feotar los músculos de la. cabeza, en seguida Jot¡ del cuello, los del tronco, y asi sucesiva mente hasta que la enfermedad se hace gene ral. Aunque esta sea la marcha ordinarn1. del q¡a\, no deja sin embargo de presenla(se á veces de una manera difeJenle, empezando por los músculos del abdomen.; y e.;tendiéndose á .otras partes vecinas ó distantes hasta el puntq de notarse un estado

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de tension insuperable en el sitio que se halla principalmente a.tac~do. El caballo es el animal inas propenso á sufrir el tétanos, sin que por ello dejen de partir coa él esta disposicion el mulo, el asno y con menos frecuencia las bestias de lana. Al buey no afecta esta dolencia, escep· to en el caso que la castracion incompleta le determine dol.ores muy violentos que puedan dispertar este cruel padecimiento de que nos ocupamos. El perro, con, especialidad el de caza, es bastan le propenso al tétiinos cuando se le obliga á echarse en corrientes de un aire frio y húmedo. Atar.a con a guna frecuencia al ganadu lanar, principal mente á los corderos, siendo muy comu·n el que produzca entre ellos una gran mortandad, á causa.de impedirles que mamen por la aspereia en que se ponen los músou-


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los de lajmasticacion , hqsta el extremo de no;permitirles deglutir apenas una sola gota d(leche para sostener su vida. , Se dá ·e\ nom hre de mc1l del ciervo á esta enfermedad, sea porque los ciervo, estan sujetos á padecerla, sea porque los animales que la sufren lleguen á un estado de contracciou- semejante·.al que esperimenta el ciervo cuando perseguido en ·la canera se ha echado al agua, ó bien sea, que es lo mas probable, porque el aspecto qel cuello del animal que sufre el tétanos se parece al del ciervo por aquella dureza que naturalmente liene. Aun cuando hemos dicho que varías especies de besti as pueden sufrir y. aun esperimen.tar con frecuencia el tétanos, no obstante es uoa enfermedad que se vé mas á menudo en el cnballo que en Lodo;; los res.. tantes a11imales. Por esta razon al describir el cuadro sinlomalológioo , del mal tomaremos por tipo al caballo, pudiéndose hacer aplicacion despues ·á los restan les individuos de especies dife,entes cuya organizacion se asemeja á la de la raza caballar. Síntomas. El tétanos puede presentarse general ·ó parcial; y aun cuando -en sus prin•ipios haya atacado uu solo n~iembro ó una sola parte del cuerpo , vá en seguida estendiéndóse á otras in mediatas,tvinc\uyendo por hacerse general. Ordinariamente comienza por las quijadas, diticultando los movimientos de la m,1.slicacion; luego adelanta.hácia el cuello y espaldas; pasa en seguida al abdomen, y conclu-ye por atacar todas las estremidades. En este últimó caso el caballo no puede mover.se, y queda en un estado <le embaramiento absoluto y sin poder daT un solo paso. A los·primerosdias d·e la invasion del mal, ó mientras duran los síntomas precursores, es difícil conooer la enfermedad, menos que el veterinat"io sea hombre muy ejercitado en la práctica de esta dolencia, en ouyo caso sospecha la proximidad de ella por la tension que se nota en la nuca del animal, cierta torpeza en la masticacion, y en par~icula.r en los movimientos de la lengua y de la quijada infeTior. Si el mal pro'gresa todo cambia de aspecto , y los síntomas que antes eran casi imperceptibles vao

haciéndosr manifiestos, notándose una contraccion permanente en et músculo ó musculos antes afectados, y desarrollándose con proufüud la marcha de la•enl'er,rnedad. Esta á la vez adqui(}re mayores proporciones, y se obsenéa una violenta tension á las partes afectadas: las dos qujjadas se aproximan de tal manera que no es posible separae: la una de la otra por mucha que sea la. fuerna que se emplee, y entonces ya el animal no pue·de recibir ninguna clase de alimento: el ojo suele estar fijo, la pupila dilatada, la respiracion difícil, el pecho oprimido, la lengua tu rgescente ó espesa, y .el cuello se manifi-esta, principalm.ente por su parle anterior; en tal estado de rigidez que suele causar 1a fomovilidad de la cabeza. Muchas veces las orejas se mantienen derechas ó levantadas y mas ó menos flexibles; el caballo tiene por lo comun la caheza mas levantada que de lo de costumbre, }as aberturas de las narices mas dílaladas que de ordinario, los músculos de la espalda, del abdomen y de lás ·ancas ó cuarto tr-a.sero están tambien en·un estado de co ntr'accion , y nu es raro ver que' ha~l,l la cola del animal vá perdiendo sus movimientos así como las manos y los pies, llegando al fin la máquina á una situacion que imposibilita enteramente los movimientos 'del caballo. Cuando el mal toca á este estremo las piernas adquieren uña completa inaccion, y a.parecen apartadas la una de la otra como si estuviesen fuera del centro de gravedad, especial mente las posteriores, quedando .por último las manos y los• piés como clavados en el suelo y sin facultad en el caball o ele andar ni de acostarse. Si conti núa es!te estado y la enfermeda<I progresa, el animal se pone flaco y sumamente débil á causa de lo dificil que le es mascar y tragar l~s alimentos, la sanguifiiiacioó se vicia por la falta de libertad en la respirMion, y, en una palabra, las funciones se desarreglan sucesivamente por los 1desúrdenes fli.le sufre el sistema nervioso , y despues de mil accidentes, diversos qne tienen al caballo en perpétuo sufrimiento, :viene la muerte á poner término á una vida trabajada pbr síntomas espantosos que constituyen un~ enfermedad de no muy fácil curacion.


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consideran asimjsmo como causas ocasiona Cawas .-Muchas pueden ser las causas le de esta enfermedad, y en efecto será así que determinan el tétanos. La supresion del si atendemos á que los caballos la padecen sudor puede ser y es una de las ocasionales bastante en tiempo de guerra por los alimas frecuentes de este mal, y por ello es mentos poco saludables de que han de hapeligroso dejar al caballo espuesto á las corcer uso. -Las heridas de arma blanca, y aun rientes del aire frío, des pues de una corrida mas las de fuego, ocasionan igualmente el ó de un trabajo penoso: las violencias ó mal con harta frecuencia particularmente tétano trato que á veces se da á los animales es sou en partes delicadas ó muy sencuando tambien causa de la ~nfe.rmedad que hemos Lambien comun ver desarrollarse Es sibles. descrito; pero lo que principalmente lamode haber berrado el cadespues tét1mos el tiva es la castracion mal aplicada, ó toda otra clavos ha penetrado los de alguno si ballo maespoca ó operacioh hecha sin' ' método las manos ó de los de casco del iterior el en llama se tétanos tria. E'n este últ.i,uo caso el en que el anicasos los en además y piés, los á traumático, y afecta, con esper.ialidad se deje en que grande llaga una sufre mal alguna cuando ó irritables, indivíduos muy descubierto y á la accion del aire frio . En opéracion se practica en parte·muy sensible. una palabra, todas las causas que de un La enfermedad en estos casos progresa con modo mas ó menos di recto pueden irritar el notable rapidez, viéndo e con frecuencia moorganismo del animal, tanto en el interior rir el animal á los primeros síntomas de la como en el e¡;terior, pueden producir el teenferme<!lad, y aun á veces 'á las veinte y cuatro ó cuarenta y ocho horas de atacado. _ taoos 1' traer grandes desórdenes al cuerpo del caballo, principalmente al sistema nerEl tétanos es mas conrnn verlo en los paivioso que es el afectado en esta enfermedad. rres cálidos y durante los grandes calores, y Pronóstico.-Este será masó menos graen las comarcas -donde el caballo vive bajo ve segun las partes afectadas, y segun la la influencia de un frio húmedo que alterna eslension que hayan lomado la eniermedad con un ca1or ardiente. ·Por mas que no podamos indicar con certeza muchas de las Si el tétanos se limita á las parles esteriores, no debe pronosticarse con tanta seriecausas esteriores ni interiores que determi1 dad com o cuando ataca los órganos de la nan el tétanos, lo obsen amos ·sin embargo respiracion, la orina ú ütros semejantes, aqueen los paises bajos y pantanosos, y en porque en este caso el eaballo está en peliapacentarse de han llos en que los anima1es de morir de hambre, de una supresion gro que lo frias, vientos reinan donde en prados de orina, etc., á causa de la paralisis en que es probable les suprime la transpiracion de entran los músculos de las quij'adas y la una manera brusca é intempestiva: . será vejiga urinaria. En el primer caso, es decir, tainbien una causa de este 'mal mantener los cuando el animal se vé atado de una conLraoanimales espuestos al relente de la noche en ci on espasmódica en las quijadas ¡.,resenta puntos desabrigados y frios, especialmente un cuadro iriste y penoso, porque acosado si los animales son muy pletóricos y pade-por el hambre se esfuerza. á tom ar alimentos cen írritaciones en alguna entraña del vienque no puede mascar por el estado convultre. El paso de un rio, estando el cuerpo sivo de las mandíbulas, y se levé morir sudado, puede causar larnbien el tétanos, violentamente ámanos de tormentos. los mas mayormente si se deja estar quieto el aniagudos que determina la taita del alimento mal despues de haber vadeado la corriente. y de la bebida. Cuando el t tanos ataca las Algunos creen que el agua fria de los pozos espaldas, el cuello, las piernas ú otra cualpuede producir este mal, y asi es que aconqu icra parte esterior, dej ando libres las parsejan no n.brevar el oaballo con estas aguas que, además de su estremada frialdad, tienen .tes internas, eo~onccs el pronóstico debe ser menos grave, y puede haber esperanzas de una crudeza que perjudica no notahlemenla curacion. o deberán tenerse ,:onsegoir te á los animales. Las irrilaoiones violentas estas esperanzas cuando el tétanos sea geney prolongadas del estómago é intestinos, se


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ral ó haya atacado universalmente los órganos esteriores junto con los internos, porque en este caso será raro que sane : el_individuo enfermo, mayormente si observamos en el cuadro de síntomas UQ. pulso interminenlc y vermicular y la aproximacion espontánea de las do quijadas. Cuando en el curso del mal se van desple¡;ando sudores frios y falta el calor en la piel, debemos temer un fiu desastroso y una muerte próxima, así co,no será un signo favorable la regularidad del pulso, la libertad en los orines y escrementos, el calor de la piel y el sudor alituoso ó calient(que sobrevenga. El pronóstico debe hacerse m'as ó menos grave segun cual sea la causa del mal, y aun segun las circunstancias del individuo enfermo. A.si, pues, f.i el LétanosJ es consiguiente á una causr1. traumática, como una herida que contenga en su interior algun cuerpo estraño, ó uu clavo mal colocado en el acto de herrar el caballo ú otra co~a semejante, ya se deja ver que será menos temible la dolencia que c·uando reconozca por causa una irritacion violenta é inveterada en el estómago é int~stinos, ó~en otro órgano semejante. Lo mismo diremos cuando el tétanos sea efecto de la ·castracion mal practicada , porque en este caso, como que hay un medio seguro de cortar el cordon espermático que sufre la violencia, será mas fácil curar el mal si oportunamente se acude al remedio. Tratamiento. - Ha sucedido con el tétanos lo que con todas las restantes~enfermedades de los animales. La medicina veterinaria ha tenido su faces diferentes segun las doctrinas que bao preva lecid,1, y por ello leemos en los Libros remedios enteramente opuestos para combatí r y curar una misma eníermedad. Debemos decir sin temor.de engañarnos, que.este ramo, que tanto interesa á la agricultura. ha sido hasta ahora muy descuidado, p•rincipalmeote en nuestro pais donde hasta el presente hemos visto á nuestros albeitares atenidos á las-simples nociones prácticas sin guia ni auxilio de niogun género, porque careciendo de los conoci mientos mas triviales no podía contiá.rseles absolutamente ( hablamos en general ) la cura-

cion racional y metódica de ninguna de las varias dolencias que afligen á nuestra ganadería. Y cuando echamos una ojeada sobre el mal á que nos referimos auo debemos de- · sesperar mas todavía, porque parece que los veterinarios no se han ocrrpaoo basta ahora suficientemente de la etiología- de una enfermedad tan grave y funesta como el tétanos que mata á la mayor parte de los animales que la sufren. Sea como fuere, nosotros diremos quepara establecer una cu·racion acertada el plan debe ser arreglado á las causas que la hayan producido, y segun el estado del individuo, es decir segun se presenten las fuerzas vitales del animal enfermo. Lo que primeramente procurará el veterinario ha de ser calmar el dolor por medio de sangrias gen~ rales ó locales si el aoi mal es toroso ó pletórico, porque es lógico que con las evacuaciones de sangre se corregirá la irritacion nerviosa del órgano ú organos afectados. Las sangrías locales se interpolarán con las generales en los casos que el mal ataque alguna entraña, ó bien cuando temamos que las sangrías geoera!es, dadas con mucha profusion, hubiesen de llevar consigo un decaimiento de fuerzas que se opondría á una perfecta solucion del mal ó al restablecimiento del individuo. Podremos, sin embargo, persistir en sangrar al caballo mientras véamos que el pulso se mantiene lleno y duro, ó que el mal no cede en lo mas mínimo. Los baños generales tibios seria uno de los recursos mas apropiados para este padecimiento despaes de haber sangrado convenieatemente al animal; pero por desgracia es uno de los medios q1Je no puede aplicarse por no perrniti rlo la indocilidad del caballo, y por no haberse inventado hasta ahora utiles que permitan esta operacion tan provechosa. Supliremos este remedio con las fumigaciones d·e vapores calieutes que suelen producir en el animal un sudor abundante y provechoso que con frecuencia lleva consigo una rebaja de los síntomas, i-i antes se aplicaron con oportunidad las saugrias. Cuando echemos mano de este remedio, es preciso mantener al animal bien abrigado luego de rtplicadas las fumigaciones, á fin de evitarle


toda impresion de un aire•frio, que n:o sola'mente inutilizaría los buen-os efectos del re· medio, sino que contribuiria á aumentar el daño, cerrando los poros de la piel que conviene estén dilatados del· mayor 111<,do posible. .Algunos veterinarios aconsejan, despues de rebajad0- con sangria el e tado tl ogist.ico, un baño de estiércol, que se consigue abriendo en un estercolar un hoyo, ó bien cubri en·uo de fi emo caliente el cuerpo del animal. Este remedio ha de ser eficaz, porque escita y aumenta la tra piracion; pero es preciso tener pre~ente, que como ba de darse á un animal á veces del todo inmóvil es de difícil aplicacion, á menos que e a tormente cruelmente al caballo haciéndolo pasa r á un estercolero, además de que es e.o Losa semejante operacion en medio de un incierto resultado. Una de las cosas mas importantes en el tratamiento de esta enfermedad es procurar í.ntroducir, suavemente y sin que se irrite en lo mas mínimo el animal, las pociones calmantes y gomosas en el estómago por medios mecánicos á propósito ~n los casos en que la constriccion de los músculos de las quijadas no permita abrir la boca ni deglutir lus líquidos . con facilidad. Las bebidas suavizantes y anodinas mas convenientes para combatir el tétanos serán los cocimientos del malvavisco ó de la malva, y la disolucion de la goma en agua co-mun, añadiéndoles alguna cantidad de opio, ya sea en sustanoia ó en forma de láudano, -s iempre que por medio de las sang rías se ba ya n rebajado 1-os síntomas inflªm atorios que aquejaban al ~animal. La_s lavativas.emolientes podrán sei: tarnbien de mucho recurso durante el veríodo de i11flamacion y aun despues que esta haya rebajado, mayormente :si queda alguna costipacion de vientre que combatir. Cuando esto sucede será oportuno mezclar el cocimiento que forma l.a lava ti va una media onza ó una onza de 1-al amoníaco, ó dob le cantidad de otra sal semejante, con el objeto de obtener evacuacioaes de vientre que aliviarán indudablemente al enfermo. Cuando la causa del tétanos sea algun

cuerpo eslerior ó estraño que irrite alguna parte del cuerpo del caballo, lo primero que convendrá será quitar el cuerpo estraño y oponerse lu ego á I· inllamacion, tanto tópica como general, que se haya desarrollado, bien con sangrias generales, si lo exige el estado del animal, ya con evacuaciones sanguínea locales y con cataplasmas emolient s pue~tas sobre la pa_rte enferma. Los linimento en1ólientes y anodinos son igualmante. ventaj osos para los casos de un tétanos parcial, siempre qne se haya rebajado con los antiflogísticos el e Lado de irrilacioo de la parte que ufre. En el ca o que lacasLracion mal ejecutada sea la causa de la enfermedad de que tratamos, convendrá remediar 01,ortunamente los efec tos que produce e,;ta operacion valiéndonos, para ello de los medios fJUe el arte indica y que sujiera el e lado particular del paciente. Despues de empleado este plan general conviene que nos aleonamos á medios estimulanles interiores y esteriores que restablezcan {ll tono á la fibra nerviósa de las partes afectarlas. Por ello será provechoso haller uso .moderado del alranfor, de la quina, canela ú otras materias tónicas ó escitantes para poder levantar al animal del e Lado de postracion ó de para lisis en que lu fuese dejando el tratamiento que se empleára al principio y la rebeldía del mal fJUe se comba.ta. Estas sustancias e Limulantes y tónicas podrán usarse solas, ó bien uniéndolas al opio ú otra dro~a calmante en aquella cantiJad que exiga el estado doloroso del pariente y el grado de irrilacion en que haya quedado el sistema nervioso. Los escitantes esteriores de que podremos valernos para combatir el tétanos, despues del tratamiento general que queda esplicado, serán los cáusticos, como los vegigalorios, sedales, frotaciones estimulantes como el alcalí vo!atil mezclado con el aceite de manzanilla, las pomadas que ten~an por ba· sealgunatinturarobefaci~nte, úotros por el estilo. Cuando empleamos los vegigatorios sobre ias partes afeetas se producen úlceras que es conveniente, en general, dejarlas fluir por .algun tiempo, porque la supuracion que se establece es un revulsivo que comunmen-


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le aprovecha en gran manera en la enfermedad de que tratamós. Si las úlceras dan poco pus, osiempreqúe se pongan lív idas ó ele mal color, será útil animarlas por medio de una pomada compuesta de partes iguales de ungüen to mercurial doble y de bálsamo de Arceo, dando vigor á esta mezcla con una can: tidad suticiente de polvo de cantárida. Untadas con esta pomada· las llagas que se vayan secando se ·restablece de o uevo la supu'racion, rse vé disminuir poco á poco los efectos parciales del tétanos; pero cuando se trata de un animal.muy dr-!icado, ó cuando la llaga se haya hecho en estrell'lo sensiJile, con veud rá moderar el 1 uso de esta pomada estimulante por la inflamacion viva que puede causar en la parte que se aplica, y aun · porque se Lraspor'la esta irritacion á las vias urinarias ó á otra entraña de las cav.idades natural ó vital. No debemos abandonar los ·medios de curacion hasta que concluya del to1o la enfer-

medad y qué la salud del ani.mal se haya restablecido, porque en caso contrario vuelve de nuevo el desórdeo muy fácilmente, y con una intensi.da.c;I que sorprende, por poco que se olvide el plan cur11,Li vo . Cuando el caballo vaya adqui.riendo. la salud se le sujetará poco á poco á un ejercicio moderado ó á un trabajo ligero, sin' perder de vista que la convalecencia es .larga y delicada, y que exige cuidados asiduos y alimentos muy sanos. Estos cuidados asiduos son la razon de que no se hagan esperiencias muv fu.ndad as acerca del tratamiento del tétano~, pues que los gastos que ocasiona una curacion metódica detiene al labrad or y le aleja de emplearla para u na bestia que rara vez tiene el valor que se necesita. para la curac10~ que se intenta. tiolamente al caballo podrá hacerse estensivo un plan de curaciou costos-o, atendido lo mucho que sirve al hombre este precioso animal.-

CULTUR-ADE LAS TIERRAS. c>ees---

Por la importancia y estension de los materiale~ á que hernos tenido precision de dedicar los anteriores números de nuestro periódico, no nos ha sido posible insertar hasta hoy el siguiente

l,lElllITD DO. . "Para contesta.r al Sr. Prax sobre su negativa de haber calificado á los labradores españoles de ignorantes ( 1 ), agu'ardaba concluyese su artículo describiendo el Vallés ( 2 ), y aun leQia preparados algunos traba(~ ) Véase el n<imero 1 O, rn agosto anterior. ( 2) Véase el nú1nero 7, correspondiente al • 5 seli1:,mbre. . ·.

jos que me parecian suf.identes para hacerle ver lo c~ntra~io; pero la conclusion de su escrito me ha hecho variar de opinion, y solo quiero qµe se desengañe, como otros muchos, de que es un error el ~uponer que nnestra agricultura está mal dirigida á causa d'e la ignorancia que preside todos sus actos: para esto me bastará servirme de su:s esc;ritos. , En el Heraldr¡ de 29 de octubre próximo pa&ado decia el Sr. Prax, hablando de las haciendas modelos, entre otras cosas, lo siguiente: «La apa tía del labrador español que hemos observado en los pueblos de fas 'Castillas, de allí el est::ido lastimero de su haciegda; la forma primitiva -y de,:graciad a de sus carros, de sus arados, d·e allí la falta


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de cose~has 'i la misería· que impone privaciones de todas clases. Allí pocas pa~atas sín otros estí vales, sin yerbas; sin ver<l uras; -allí las tierras causadas de p1·odu_cir se re-. i;isten á los esfuerzos de Las robustas mujeres, encai:gadás solas de las faenas campestres. Cuando el muy r.ico, y á veces muy sabio hacendado abandona sus tierra¡.; al muy pobre y muy ignorante colono, pronto los eriales se aumentan, las cosechas disminuyen, la tierra se· agbsta y la corta contribucion ,del territorio· español se paga á duras penas. Tal es el triete estado de tantos países tionde no tier,1en mas saber-que · 1-a ranci arutina, etc.» Materia bay en · este párrafo para decir mucho,; pero los escritos del Sr. Prax se conlradicen. de tal modQ, que si los repara, verá que él mismo combate .SllS opiniones, unas veces en _favor, y otras en contra del mismo objeto: por esta razon me redu_ciré solo á que queqe sentado que nos ha calificado de indolentes é ignorantes á unos, y de abandonados á otros; ambas cosas son in . ciertas, y lo prueba, en la clase de hacendados, las mejoras que en todas •direcciones · se ejecutan ( 3 ), lo que seguramente, éomo otras cosas, ignora ó no tiene presente el Sr. Prax; y par-a, que salga de ' su {rror, puede pasar á visiJ..ar en.. las Castillas muchas haciendas, entre las cuales, la~ de los Excmos. Sres. D. Manuel de la Concha marqués del Duero, Reinoso, marqués de Perales, el de Espi ;ardo, etc., etc., sobresalen; encontrándose en. e°ilas toda clas~ de ganados, de culturas é instrumentos, y una protecci oú sábia é inteligente para facilitar v estimular con ~u ejempló ' á los labrado;é~ que no pued~n hacer ensayos por sus cortas facultades: estas hadend'as, que no solo se las puede ll amar modelos, sino que podiai;i se rvir de tal á los estrangero~, ,e,&tall en España y son d_irigidas por los hacen dado¡; castellanos á quienes ·se trata de aband,onados: pa_se lue~o) r~corra _ las riberas del Tajo, ( 3) El Sr. Llaosó, cuyos conooi mienlos' agronómicos no creo ni•egue el Sr. Prai:, po,s c·uenta muchas mejoras gue encuentra en sus viajes, y nos dice los nornl,res de _propietarios celo os que las introducen. •

del Tajuña y del Jarama, y verá lierras en l.lll a. produc•:ion constante ; sin embargo de estar cttltrvadas por los ignorantes colon.os: en ellas ene ntrará haciendas de inestimable valor, como la que está creando ha.cepocos años en Morata de Tajuña D. Mariano Serr.ano y Burillo, Director de la casa del E~cmo. Sr. c9nde de Sástag, y cuya actividad é inteligencia l-0 .• prueba ~l aparecer cemo por encanto millares de árboles de todas clases, de aves, ~entenares de animales· de todos géo~ros, cuyo conjunto puedecomp_etir con lo mejor del estraojero en órden, p_roduccion y ,economía. Yo \)reo que el Sr. P.rax y otros que piensep. ·como él, cuando vean lo que· existe en nuestra patria, mudanto de opinion, darán algun V:\lor al celo -del Gobierno, al de las Sociedades económicas, á Jas luces que los Sres. Llansó, Asensio, Casas y otros propa-gan_~n las cáteJras, ya las que han manifestado celosos propietarios, como el Sr. Alvear, Parada y otros varios que seria prolijo publicar sus nombres, cuyo conjunto dá por resultado mejoras que en todas parles se notan hace muchos años, y lo confirma de un modo incontestable el que nuestros produétos naturales en /4 803 ascendian á cinco millare,s de mUloneis de reales vn.,. y en •~-84--1 subieron á_diez! este desarrollo prodigioso no lo ha ejP,cutado ninguna nacion en tan corlo período. N~ estraño diga el Sr. Prax que es corta la contribucion del territor,io español (4-), si compara el resultado que' pecesariamen·te debe dar á los vecinos del Vallés, dond~ nos cuenta que"nueve decimos de fanega de .tierra producen dos mil reales anuales, despues de cubiertos todos los gastos, cuando en Castilla una fanega rinde una cosecha de cereales cada· d s, ó tres años, seguu él: segun yo, nada de verdad existe en estas tres cosas:

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, ( 4}" Si hubi ese de 'élesarrollar' esta '6uestion gun yo la comp'reudo-, prob;Jt-ia qlfe la mayor parl~ dé los males que nos allijen dimanan de la mala distribucion y aúrniuistrac1on de las l'Cntas del Es,\ adó : p ero esta es cuest100 de otro lugar; y corno DO hn de tener oingun resultado, mejor es omitir el ocuparse de ella.


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La contribocion ! demás ga,elas que abruman los producros naturales son monstruosas, y sino se toma otro rumbo concluirán con todo, pues el capital que se emplea en los bienes rura1e:;; solo produce á su dueño pe 5 al 6 por ciento sin pagar contribuciones, y de esto hay que dar al Estado Ja tercera parte, es decir, un 30 ó 35 por ciento, como sucede á los que tenemos algo en Morata de Tajuña ¿Es poca contribucionesta? Tan cierto es esto, corno la enorme produccion del Vallés, que estoy seguro no admitirán sus propietarios ; asi como rechazarán lo poco que se supone á las inmediaciones de Madrid, donde tan equivocadamente se dice, que ni se labra ni se ernbasura. Ultirnamente, esa admirable produccion en que nos cuenta se halla el Vallés, hace muchos años, ¿ está en España? es el resultado del trabajo de sus naturales? Pues entonces la rutina no es la culpa de la miseria, ni de los inmensos eriales que existen, ni los españoles son tan ignorantes, pues hacian ha muchos años lo qae se aducirá como invento por los estrangeros. Esta confesion del Sr. Prax me conduce á creer que ha variado de opinion desde el año pasado, y que habiendo empezado á desengañarse en la frontera de que no todo lo que pert~nece á nuestras costumbres agrícolas

es malo en Espai'ía, yo espero qt1e cuando llegue al centro confesará que el sábio profesor á quien ·censur.a porque le dijo que un aumeoto de produccion no seria conveniente y que nuestra agricultura adelantaba en razon directa c!.e los consumos y necesidades ( 5 ), podia cónvencerle de ello, asi como de que la cultura de las inmediaciones de Madrid no está en el estado qae supone. y que es tan poca verdad ~l que no se embasuran las ti·erras, como el -que no se cogé mar; que una cosecha cada tres años. Me parece terminado este asunto, en el que yo respeto la opinion del Sr. Prax siempre que no trate de atacar y rebajar á los españoles, tendencia estraña, pero que no es solo él el que la tiene: mas justo creo será nos instruyan y den ejempl'O, que el que nos censuren y ofendan nuestro amor propio antes de probar que hay fundamento para ello; y ni aun en este caso es conveniente hacerlo, pues repugna seguir el ejemplo del que quiere imponer mas bien que persua dir. JosE o& HmAu;o TABLAD.&.

P. ¿ Qué regla general deberá tenerse presente al estimar el precio de una finca? . R. Que cualesquiera que sean las v~ntaJas aparentes que presenten, aconseJa la prudencia no comprarlas ni arrendarlas á un

precio muy su~'rior al del tanto usual de la localidad. . P. ¿Qué c_lase . ele bienes p~eden ser objeto de la est1mac1on ó valuac1on en las fincas rurales? R. Las fincas ó establecimientos rurales se componen comunmente de bienes de diferentes clases, y pueden consistir en tierras 4-6

(1)

Véase el núm. de 1.0 de Octubre, pagi-

na 321.

TUllO JI.

1\fadrid 26 de -setiembre de 1849 (5)

Creo se refiere al Sr. ele Asensio, pr.oíesor

de Agricultura del Botánico de est~ rórte.


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R. Consiste en valuar con separacion las de labor, pastos, prados artificiales, huertas, árboles frutales, estanques), edificios, má- diferentr.s porciones de tierra y objetos de una hacienda. pero para hacer esta estimaquinas é instru,rnentos,, animales de tiro y ~-(on ?e requiere u~a larga práctica y expe carga, y gan¡1dos de diferentes espécies. P. ¿A qué casos puede esteuderse el apre- nenc,a, y haber visto por muchos aiíos las cosechas sobre los mismos terrenos. cio de los bienes rurales? P. ¿Y la que se hace en vista de las coR. Al de la estimacion de su valor intrínseco .6 en venta corriente, ó al de su valor en sechas medias y de los gastos? R. Esta estimacion de las fincas es casi la renta. P. ¿En qué consiste el valor propiamente mas segura, y aun la mas fácil, cuando existen las noticias y documentos que son dicho de una tierra ó de una finca rural? R. En 'su mayor ó menor facultad pro- necesarios. Conocidas por ellos las cosechas duétivas,· téniendo un valor tanto mas su- medias y los gastos de toda especie á que bido cuanto mas abundantes, mas útiles, las mismas se hallan sometidas, se regularán mas preciosos, mas buscados, mas á propó- aquellas por los precios corrientes del meri:¡ito ¡.,ara s~tisfacer las necesidades del hom- cado, ó por los que resulten en un trienio ó un quinquenio, y de su valor numerario se bre, y de mas subidos precios, son los frudeducirá la cantidad de los gastos. tos q1,1e produce. P. ¿A qué objeto se dirige la estiroacion P. ¿Por qué medios se procede para estilas fincas rurales por medio del sistema de mar el valor de las posesiones rurales? R. Se conocen dos sistemas para hacer razon ado. R. Este sistema de. valuacion, desconociesta apreciacion, llamados por los agrónodo en España , tiene por objeto apreciar lo mos, el uno, sistema h1stórico ó tradir.ional, que son susceptibles de producir los bienes , y el otro sistt1ma razonado. rurales , á beneficio de un método rnzonado P. ¿Cómo se averigua el valor de una tincultivo en manos de un agricultor insde histórico? sistema del medio ca por truido, inteligente, industrioso y dueño de R. Por medio de este si:;tema se pretende conocer el precio en que una tierra puede los medios necesarios de ejecucion. Aunque ser arrendada, vendida ó adquirida, ya en este sistema de esti macion exija en general vista de los productos que rinden \a., fincas vastos cc:inocirnientos agríco}as, mucha exvecinas , ya por el cálculo de las cosechas periencia y práctica, y una cuidadosa y atenque deben ser consecuencia del sistema de ta aplicacion , es el único que pueda dar cuenta exacta y satisfactoria del valor incultivo dominante en el pais, ó que en reatrínseco y del producto líquido de una poselidad pennita la fin,:a objeto de la valuacion. rural en venta ó renta, ya en la totalision P. ¿De cuántos modos puede verificarse dad de todos los ramos que abrace, va de la estimacion regulada por este sistema? " cada u110 de ellos en particul-ar. R. De tres diferentes maneras , llamadas P. ¿En qué casos particularmente merece estimacion en globo, en virtud del precio comun de los arrendamientos; est.imacion al por la preferencia este sistema de apreciacion? R. Cuando el agricultor desee fijar su menor en vista del valor de cada terreno, de cada objeto y cada especi,e de cultivo en opinion sobre el valor efectivo de una finca parficular; y estimaci~n detallada, en conse- que desea adquirir para cultivarla por su cuencia del valor medio de las cosech1;1,s. . . propia cuenta, segun los principios razonados de agrícultura: cuando se quiera saber P. ¿Bajo qué términos puede admitirse al la renta mas subida que se puede ofrecer ó estimacion ea gloho? mayores utilidades que se deben esperar las R. Esta valuacion puede hacerse con alguna exactitud tomando por tipo las rentas de una finca cualquiera que se debe tomar a renta: cuando se desee conocer y determinar de las tierras vecinas, cuya naturaleza y calidad son idénticas ó se :rcercan á aquella el rnlor de uca hacienda en permuta, comcuva estimacion se quiere verificar. Estas parada con otra: cuando haya necesidad de vaf naciones no pueden admitirse sino en los proceder á la particion de una heredad entre muchos herederos ó coopropietarios, ó países donde los cultivo¡; son poco variados; establecer las indemnizaciones pecuniarias en que las tierras tienen grande conformidad; en que sus condiciones naturales son muy que puedan. reclamarse entre unos y otros,y caso de ,:eder ó renunciar sus derechos, parecidas, y los puntos d_e compar_acion muy en un pueblo haya •1ue ejecutar µoa cuando de _ s.1stema al multip1icados con relaC1on distribucion general de terrenos para detercultivo. vecino P. ¿Y la valuacion el) detaU ó al -por roe,- . minar la parte que debe tocará c¡¡.dacómodo reuniendo para el mejor y mas .nor?


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aprovechamiento las piezas dispersas -0 mezgusto, puede distinguirse la existencia de cladas con disLintos dueños que Lenga cada algunas materias; pero es casi imposible deuno. Lerm i9ar su cantidad, la relacion y proporP. ¿A qué cálculos está sujeta la eslimacion cfue guardan entfe sí. • ci9n razonada de los bienes rurales? P. ¿Qué operacion se propone por obje~o 1R. Estos cálculos han de dar por _resulconseguir este resultado? tado: 1 .º el producto líquido de los diferenR. El análisis químico. tes ramos que son objeto de la produccion P. ¿Qué se entiende por análisis químico? en un establecimiento rural, como base de R. Por esta operacion se pretende conosu v¡tlor en venta y renta;_y~-.º ~a estima~r con alguna operacion, corno ya hemos cion del valor venal de los edificios rurales dicho, la constitucion íntima del suelo. Pede los objetos muebles que los guarnecen. ro por sencill~ que_ el !1!1álisis sea, siempre · P. ¿Bajo que órden se establecen y diries una operac1on c1entifica que ofrece difigen las investigaciones que son necesarias cultades y exige preparaciones , aparatos para conseguir el fin propuesto con rela~ion costoso~ é inteligencia y práctica para que á los ramos que son objeto de_ la pr~dúc~10n? salga bien hecha; conviniendo tocios en que R. El órden de estas 10vestigac10nes por su re ultado no puede apreciarse debise refiere á la valuacion de la producciou damente la_b_ondaJ de un_terreno, porcuyas vegetal y de sus gastos, de la animal, y de razones om1L1mos su explicacion . las fábricas agrícolas. . P._ ¿En el exámen de los caractéres agroP. ¿Qué clase de antec~dente deberá el nom1cos de un terreno se prescinde enteraagricultor proporcionarse ante todas cosas? mente de la composicion del suelo? ' R. El plano ó la carta topográfica de la R. Enteramente nó; pero debe limitarse Hacienda, en términos que haga conocer su esl.e conocimiento solamente á las partes que extension y la de las di ferenles partes ó clapor mayor entran en su composicion apreses de bienes que la co~pooen. . ciando el carácter que en general presente el P. ¿Cómo puede esllmarse la producc1ou terreno por la superabundancia de la mate-_ vegetal? .ria que en él domine. R. Determinando á que clase pertenecen P_. ~Cómo se procede al estudio y recolas tierras de labor, las pi-ad erías, los pa~tos, noc11mento de un terreno, sirviéndonos de las huertas ó jardines, las viña , los oliva- sus caractéres agronómicos? res y todas las demás clases de bienes desR. Suponiendo ya al agricultor instruid9 tinados á la produccion vegetal, clasifican- en todas las causas, fJue además de la comdo su fecundidad respectiva , y valuando po icion del suelo concurren en un terreno sus productos. · · á la produccion, 110s limitaremos á maniP. Porqué medios se proce~e para poder festar los caracléres agronómicos mas apaestimar la fecundidad de las tierras? rentes, y que son los mas indicados en seR. Por el conocimiento y la apreciacion mejantes operaciones; y por resaltado de su práctica de sus caractéres químicos y agroinspeccion conocerá si el terreno conviene ó nómicos. no_para el objelo, la clase de vegelales y el P. ¿Cuáles son los caractéres químicos metodo df1 cultivo á que se proponga desti<le un terreno? narlo. Dichos caracteres consisten: 0 . R._ Aquellos que son relati~os á la cons1. En el mayor ó menor grueso de la t1tuc1on íntima del sucio, debida á la corn- capa vegetal, que es la que suminislra mas binacion de las mezclas que lo componen, y ó menos alimento á las plantas. 0 á l¡¡. riqueza de las materias urgá~i~s que 2. En la naturaleza de las capas inferiocontenga en eslado de descompos1c10n, ~ a res, notando la cl a e , el grueso, colocacion sean naturales ó artificiales. y profundidad de cada una de ellas: la coloP. ¿_Y los agronómicos? cacion de una capa de arcilla á la profundiR. Son aquellos que dependen de tod¡is dad cc,nvenieole, es muy interesante, 11ues la· propiedades naturales ó adquiridas por impide que la;; aguas se filtren con demaun terreno en sus relaciones cou las cirsiada celeridad, manteniendo por mas tiemcunstancias del clima, de la siLuacion ú olras po la0 humedad;en las capas superiores. semejantes que los sentidos pueden fácil3. La cantidad de mantillo que contiene mente reconocer. , el suelo, el cual se reconoce por su color .P. ¿Pueden reconocerse á la simple vista moreno, su olor particular y por su propielas materias que entran en la composicion dad distintiva de disolverse en el ap;ua. 0 del suelo? . 6-. El estado masó menos tenaz ó desR. Por la vi La el tacto , el olfato el 1 menuzable del terren o, lo cual es debido


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respectivamente á una superabundancia de arcilla, de arenas, de mantillos ó de mezclas calizas. 5. 0 El calor ó la frialdad del suelo ; lo cual es el resultado de la mayor ó menor facultad de absorver ó de retener el calor, de su sitúacion, exposicion, clima, cantidad de mantillos,¡artes ca\ca!'eas que contienen y de humeda que los penetra. 0 ~ 6. El estado de humedad qu_ e es capaz de recibir en tiempo de lluvias, y de conser.var en las estaciones secas; y si tiene en mas ó menos grado la propiedad de absoner la humedad de la atmósfera. 7. 0 El exámen de los vegetales que es.pontáneamente produce el terreno por su lozanía y frondosidad ofrecen indicios bastante seguros. P. ¿Con qué órden debe procederse en el exámen de los terrenos? R. El mas sencillo que está acredüado en la práctica, e el de dividir la superficie que se intenta reconoce1· en ,divisiones mas ó menos grandes, y segun parezca r¡ue el suelo muda de naturaleza ó de aspecto. i\farcadas estas divisiones, se empieza sucesivamente por remover en cada una de ellas La capa vegetal, penetrando despues, y poniendo al descubierto las capas inferiores, las cuales por su órden se irán examinando y comprobando detenidamente, anotando acto contínue .con la mayor exactitud los caracteres, la calidad y naturaleza del terreno, con los demás accidentes y circunstancias que pres.ente sohre su siluacion, configuracion, abrigos, exposicion, clima, limpieza ó malas yerbas que le infesten; las raíces, troncos, piedras y otro¡; obstáculos que puedan oponerse á la facilidad del culttvo. Cuando esta oper¡icion se_ halle perfoccionada y descripta (si fuese pos1!).le sobre un pfano), solo resta al agricultor, en vista del resultado, hacer los cálculos estimatorios del producto de ca.da una de las clases de tierra, y decidirse por la especie <le producciones y método de culti,vq mas á ' propósito para el ter,reno. P. ¿Sobre qué .base descansa el cálculo estimatorio de los terrenos? · R. Esta base se determina por la clase de vegetales que se adapta mas á la naturaleza v caractéres del terreno, y á fa facultad que este tenga de produci-rlos con mayor abun< • dancia. · P. ¿Qué clas.ule pla-ntas son las que con mayor seguridad pueden servir de medida bastante exacta de la fecundidad del suelo, para comprobar-fa. calidad y el valor de los .terrenos? R. Las cereales .; porque bajo el puoto de

vista puramente agrícola, las tierras en que estas plantas prosperan, poseen generalmente todas las cualidades que las hacen á propósito para producir con ventaja los demás vegetales útiles ; porque están consideradas como las de mas importancia, como de aquellas cuya venta está ma:; asegurada, para las cu~les hay un mercado mas vasto; y en fin, porque suministran principalmente la paja para los g_anados y para la produccion de los estiércoles. · P. ¿Cómo se procede á la clasificacion de los terrenos arables? R. Estas tierras se cla&i6can en dos grandes divisi ones; la primera, que corresponde á los cereales~de invierno, y comprende las clases superiores por su calidad y sus accidentes; y la segunda, para los cereales de la primavera, -raíces ú otras ·yerbas anuales; y comprende las tierras húmedas, frias y esponjosas. Estas dos grandes divisiones se dividen v subdividen en clases, se:.!un el grado de decrecimiento de la focundidad de los suelos, de la certidumbre de las buenas cosechas, y de los accidentes naturales, físicos, ó de otra clase que afecten sensiblemente los terrenos. P. Clasificada la fecundidad respectiva, ¿c¡ué consideraciones deben conducirnos á la valuacion de los productos? R. Estas consideraciones deben ser relativas al exámen de los métodos de cultivo y de tratamiento por medio de los cu11 les se obtienen los frutos: porque segun el modo de cultivar y ee beneficiar, todos los terrenos dan cosechas masó menos abundantes; y puede muy bien suceder que una tiérra naturalmente fecunda dé, á causa del modo con que se la cultiva y beneficia, un producto menos considerable que otra menos fértil. Por cuyas razones el agricultor está en la necesidad rle aplicarse á comprender y elegir aquel métndo de cultivar y beneficiar que proporcionándole el producto líquido mas considerable, sea mas perfectamente adaptado al terreno, mas fácil de realizar en la 'prácticá y mas á propósito para servir de término de comparacion en todas las valuaciones del producto de los suelos de la misma calidad. P. ¿En qué consiste la fecundidad de las praderías? R. La fecundidad de las praderías <lepen· de tam bien, co!Ilo la de las tierras arables, de los caractéres agronómicos del suelo ; por lo que los terrenos que tengan este des· tino, serán examinados baJo las mismas reglas que aquellas . P. ¿Qué clasificaciones pueden hacerse


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para la es~imacion de las praderías? R. Esta clasificacion puede ord~narse en dos grapdes divisiones; una que comprende , las praderías ba.fas, y otra que comprende las me4ianas y elevadas; las cuales se distinguen despue¡¡ en cuatro cl:tses, segun la cantidad y calidad del producto medio que rindan, con arreglo á su situacion, y los elemás accidentes de los ten:enos. f. ¿Cómo. puede hacerse el cálculo para la valuacion de las praderías? R. E~ necesario distinguirlas, pues las l¡ay que pu~c!en ·compararse con las tierras arables cultivadas ,de granos ó de plantas industriales, porque dan un próducto superior, ó·por lo menos, igual á ellas; las que no dan igual producto, pero q!]e pc•r su posicioo y calidad pueden someterse al arado, deben estiqiarse como si fuesen tierras arables; y otras, que por sus circunstancias dan produ.ctos muy inferiores á las tierras trables, 01 ta,mpoco puede.o roturarse con utilidad. P. ¿Qué se entiende por terrenos de pastos? R. .Rep~tirémos que son aquellos terrenos únicamente á. prnpósito para proveer de pastos al ganado, aprovechándolos sobre el suelo mismo, y cuyo valor no puede estimar~e ni como si fuesen tierras arables, ni como si fuesen pra(ierías, por cuya razon hay que conservarlos en la clase de pastos permanentes. , P. ,¿Qué terrenos pueden considerarse en este caso? , .R. Los terrenos eriales, ,mientras no se les rotura; todas las· praderías cuyo producto en forraje no alcanza á cubrir Jos gas.tQs de recoleccion ; los bosques, en la parte que el disfrute del pasto es compatible con la buena economía de aquellos; y las yerbas' de los terrénos sujetos á inundaciones periódicas, siempre que en ciertas épocas el estado excesivamente aguanoso del suelo no se opoñga á la introduccion de los ganados. . P. 4Sohre qué datos se procede á la clas1ficac1on I estimacion de los pastos? R. Los pastos se clasifican en cuatro di.,visiones segun su situacioa, la clase y porte de los vegetales leñosos que mantenga el suelo, y que intercepten masó menos la influencia de la luz, y el modo con que pt1eden encontrarse mas ó menos modificadas las circunstancias particulítres de los terrenos. La estimacion puede calcularse i-oformándose exactamente del número de gana;dos, á cuyo conveniente aljmeat·~ puedan ba_star istos pastos sobre un · esp~c10 dete.~mrnado; por qué número de dias los ah-

mentan, y qué peso ponen en ellos los .animales, teniendo presente que estos pastos solo los pueden aprovechar en general los ganados de poco peso. P. ¿Qué consideraciones ofrecen para la apreciacion las , huertas, los huertos y los j-ardiues? · R. Esta clase de bienes son por lo.comun difíciles de apreciar, porque presentan infinitas diferencias y variedades en los productos que rinden, segun los paises. Y el encontrarse cerradas estas posesiones, y situadas, por ejemplo, cerca de las grandes poblaciones, puede aumentar sensiblemente el valor de sus ren.dimientos, siendo necesario atender á la bondad y destino que se da al suelo, el número, .la edad, especie, robustez, estado y desarrollo de los· ~rbqles frutales, la calidad y· uso del fruto que suministran. . P. ¿QQé reglas pueden adoptarse para hacer la estimacion de las demá:s clases de bienes rurales destinados á la produccion ve¡!;eLal? . R. Conocidos ya los medios de valuacion que hemos expuesto, será fácil al agricultor hacer la clasificacion, el cálculo y la estimacion de cualesquiera otros bienes rurales pertenecientes á la clase de viñas, olivares, pomaradas, ·etc. P. ¿Qué deducciones deben hacerse del producto bruto de las cosechas? R. Obtenida la cantidad que represente este •producto, se deducirán de ella las pérdidas naturales, y los gastos que están a cargo de la produccibn vegetal. P. ¿A qué se llaman pérdidas naturales? R. Prescindiendo de la cantidadque importen las semillas, que tambienes baja, se entienden por pérdidas naturales las mermas que sufren los forrajes y otros produ tos, por -efecto Je la desecacion, por ·daños, por averías y otras conr.ingenúias, que pueden · calcularse en un ocho por ciento. P. ¿De qné. clase son los gastos que están á cargo de la produccion ve&etal? R. Estos gastos se refieren at precio del trabajo de 'los hombres y de tos animales en el pais: et nlimenlo, luz, cama y fuego !le los que J-ó reciban en el establecimiento; los del disfrute de los edificios rurales para custodiar J cónservar las cosechas, para alojar la famiiia, !'os trabajadores, los animales de tiro y cúga, y los ganados, y los gastos llamados· menttáos, para trabajos l:le poca entidad. P. ¿A qné téri~1inos puede red~ei~se ~l cálculo estimatono de la producc1on ammal? h


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R: .Para faciliLar este cálculo, los ,anima- 1 ciones y las 'causas que dan un valor de ma.lci,i deben considerarse como unos consumi- 1, tor consideracion a,. una finca rural? dores extraños que reciben del agricultor, • R. Todas las causas na'túrales, locales ó bajo ciertas condiciones, los alimentos que 1 acoidenta les. todas•las circbnstáncias políti- . produce su hacienda;y que comiumen, d·an- cas, administrativas:, económfoas ó indusdo en cambio, abonos y productos. · triales que tienden á,ff'\vqrece11 la producP. ¿Qué condiciones deben tener los ani- cion , acrecentar la facultad productiva de males mirad9s bajo este aspecto? la tierra,, perfeccionar la •oalidad de sus pro;R. Deberá examina~se cuáles son las es- ' duetos, disminuir lo_s gastos de producc1cín, pe,cies ó castas que, ofrecen condiciones mas aumentar el consumo ó la extension del ve~~ajosas para convertir los_ vegetales en mercado, favorecer la acumulacion de ) os esl1ercol, dando la pueferenc1a á aquellos, capitales y la ségubdad de lai,rpersona y que ál_ propio tiempo que·paguen su alimen- de las propiedades, rdan un valqr de mayor to á un precio mas suhido, proporcionen al' consideracion á la venta ó renia' de una p'ro· ma_s bajo posible los abonos necesarios para pie,dad rural,'y hacen que sea mas buscada; entretener la actividad de la produccion. asi como todo loi qtLe tiene tendenc;ia á un P. ¿Sobre r¡ué datos se -establece el cál- objetó opuesto, di minuye ·su valor en 'la culo de la pr,oduccion animal? consideracio n de un agricultor inteligente, · ·R. Es necesMio tener presente por una P. ¿Qué otra clase de objetos pueden da'r P!1rte los anticipos hechos para la adquisi- lugar á la estimacion de un establecimiento ~100 de los animales, los gastos que diaria1 rural? mente exigen para su cuidado, alojamiento R. Los objetos que se II aman perecederos, , Y. entretenimiento, asi como los que se orique son aquellos que i:istán sujetos desde su grnen para recoger sus productos; v por creacion á un deterioro gradual, basta el o.tra, las recaudacion1\S re.sulCantes de la momento en que cesan de poder prestar el v~nta d~ aquellos ó de sus despojos; y 1~ servicio á 'que estaban destinados,y quedan d1feren-c1a que apaliezca entre los gastos y reducidos á la nulidad. los ingresos, será la que represente el y,alor ,, P. De cuantas especies son y cómo se dede los alimentqs consumidos. , , nominan estos objetos? , ~ P. ·¿Qué se entiende por fábricas ,agrí-, R. Pueden se'r edifi,cios , rurales, que ya 1 eolas? sirvan al agricultor para·},>'oner sus cosechás R. Se llaman fábricas agrícolas aquellos al abrigo de la intemperie y 'de las depreedificios que suelen encontrarse situados en daciones, para alojar y tener cuidados•sus un establecimiento rural, do1Jde po r·medio animales, para la babitacion de su fami4iay de máquinas, aparatos ú otras manipulacio- de los individuos que· le auxilian eñ sos tranes, los !productos brutos de la agricultura bajos; ya pueden estar dedicadas á servirá varían de forma para ponerlos en otra.mas las manipulaciones que' hemos atribuido~ ventajosa, comerciable ó tr:isporlable; como las fabricas agrícolas; ya á 1a pr•áctica de los molinos de aceites, de frutas, las pren- oiertas industrias agrícolas, cómo los moliSé\S, los:aparat_ 9s destilatorios y otros de',esta nos harrneros, de agua ó de viento, hornos clase. de oal p de ·yeso; ya para la conservacion dé e. ~.¿Cómo deben considerarse estos obje- cjertos productos, como las bodegas, cuevas, tos para hacer ,la de bid a apreciacion de su~ silos y huertos cercadqs 'de pared, y yapa productos? · , ra oiertos ·usos interesa'ntes , coólo fas pre., R. Deben considerarse divididos en dos sas, los abrevaderos, los estanques y las balclases distintas: unos que suminis1ran resi'- sas. O pueden ser objetos mueble~, como gad¡ios abundantes propios para el alimentó del nados y utensilios é instrumentos de agriganado, ó para servir inmediatamente de cultura . · · . ~bonos, en CUIO caso debe ser co·nsiderada · P. ¿Sobre qué fundamentos descansa el su ,prodµccion 'como la de los , animales de cálculo de la estimacion de los edilicios ruque hemos hablado. 'A las que estuvaei::en, en rales? ' · • , •f.ll 9¡1,so contrario, 00 se las oonsidera-rá' va- ,. • fü Suponiendo que, e~tO's édificios se ha,.!. lor algmw en CJJanto á -su produccioo, sino yan ejecutado con la conveniente economi~ en tanto que el p,recio de, los productos in- que sus condiciones satisfagan á las necesidust~iales ya cr.eados en ellas exceqa al del dades del establecimiento; y que en su cons'· precio que los mismos produc,tos tenían en truccion se haya prescindido de todo lo que es superfluo, lujoso v extraño á su objeto; 1bruto·, .Y puedan venderse, con ve!ltaja por (lste med.io. ., , , debe tenerse presente ·y éalcularse el núm~P. ·¿Cómo pueden reasumirse las condiro de años de su duracion '(jesde que se h1-


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cieron, r el importe de su valor primitivo; y supomendo que se hayan conservado con cuidado, se segregará de su valor total la cantidad qu{} corresponda á prorata al número de a-ños transcurridos desde que se hicieron, y la diferencia será el precio que conviene ofrecer por ellos. P. ¿Cómo se hará la estimacion de los animales? ' , R. Esta estimacion varia segun la edad, casta, marca de los animales y calidad de sus productos. Con relacion á estas circunstancias, y su¡1oniendo que estén enteramente exentos de defectos y que tengan fuerza y m~rca C?nveniente, se fijará su mas alto pr~c.10 corriente, su valor medio y su valor IIl,l m mo. P. ¿A qué reglas deberá atenerse el agricultor para la val uacion de los instrumentos y utensilios agrícolas? ~- Para facilitar la estimacion de estos o~¡etos, deben clasificarse en tres secciones ~1ferentes, comprendiendo en la primera los rnstrumentos y utensilios nuevos; en la segunda los que aunque hayan servido estén en buen ~stado; y en la tercera los que ya han s?fndo composturas. La primera clase se valua por el precio que habría que pagar para hacerse de ellos; y las de la segunda y tercera en uno y dos tercios ménos. DIVISION 4-.ª-DEL MODO DE HACER VALER LAS FINCAS Y DE SO ADQUISlClON.

Seccion única. P. ¿De cuantas maoetas se puede hacer valer una finca rural? ];l. Puede hacerse valer cultivándose, ya por el mismo propietario, ó ya por otra persona á quien aquel confíe este encargo. , ~. ¿De cuantos modos puede tener 1ugar el ull1mo caso? R. Pueden reducirse á tres principales, qu_e son: el medial ó aparcería, el arrendam~ento y la administracion. ' P. ¿Cual es el modo de hacer valer las fincas, qt¡e puede orrecer mas ventaj as? \. Varía seg un los países y la clase á que pertenecen los propietarios; p(}ro en aquellos en que el suelo está mas dividido y los arrendarn ientosJ son de cor La d uracion, es m_as ventajoso el cultivo por el mismo prop1~ta~io, particularmente cuando lo hace su principal ocupacion , siempre que ten ga la. ·1?struccion, la educacion agrícola y las coa--)11dades personales necesarias; pues sobre as demas clases de cultivadores tiene la ventaja de poderse dedicar con toda seguri-

dad á mejorar su hacienda. P. ¿Cual ~sel caso que presenta mayores inconvenientes? R. El llamado medial ó de apareería, por el antagonismo y la desconfianz¡i fatal que generalmente rema entre el propietario y el mediero, por cuya razon, lanto ,en este caso, como en el de los arrendamientos de corta duracion, es muv dificil que pueda operarse ninguna me3ora, ·y siempre serán imperfectias las maneras de hacer producir . P. ¿Obtenido por el agricultor el conocimiento completo de la finca que desea adquirir, ya en venta ó renta, ¿qué deberá hacer para conseguí rlo? R. Entenderse y convenir en el precio que de un modo (> de otro haya de pagar por ella, y de asegurarse su propiedad y su libre y pacífico disfrute, otorgando el coq,trato .que sirve para comprobar so transmi,sion definitiva ó la cesioo temporal, segun el caso en que ,se encuentre, con las fo~malidades análogas á su cla~e, y previo el mas de!enido exámen del orígen y naturaleza de la propiedad, y de la comprobacion de los títulos en virtud de los cuales poseía el anterior propietario. DlVlSION 5.ª-DE LA ORGA!lllZACION DEL ESTABLECIMIENTO RURAL •

.Seccion primera.-Princ1pios getierales. P. ¡;A. qué se llama organizacion del establecimiento rural? R. Al arreglo precisamente necesario, y á la constitucion r,onvenienle de todas las dependencias y servicios que mas ó menos directamente c0ntdbu)•en en la finca misma á la P.roduccion agrícola, para obtener · de ella todos los frutos que :sea susceptible de dar. P. ¿Bajo qué principio general debe procederse á esta organizacior.? R. Bajo el de que esnecesario dará cada una de las dependencias el movimiento y desarrollo que se requiere en un establecimiento dirigido segun los principios de una buena administracion, de un buen sjstema de cultivo, y de una economía bien entendida, para que los productos sean los mayores posibles; pero sin excederse. cJeVobjeto propuesto para no empeñar caµitales que se hacen de este modo improductivos, y cuyos intereses gravan inútilmente la producoion. P. c ·obre qué antecedente indispensable debe fundan:e la organizacion _de un establecimiento rural? R. Este anteceden'te i.ndispensable es rela-


tiyo al sistema de economía y de cultivo por medio del cual el agr¡cuHor se propone á la vez obtener los productos de la ti nea y mejorarla, segun el caso, el país y las circunstancias en qoe se encuentre. Porque cada uno de los sistemas que puedan adoptarse en a¡5ricultura, reclama casi siempre una orgamzacion que le es peculiar; y l)Orque todos no tienen igúal necesidad de la totalidad de los servicios que constituyen una organizacion completa y acabada. Por consiguiente debe fijarse, ademas del sistema económico de cultivo, el periodo de la rotacion; y elegirse las plantas que habrán de entrar en la alternativa, y el modo con que han de sucederse. P. ¿Qué clase de servicios y dependencias son en general los mas importantes y necesarios en un establecimiento rural? R. Estos servicios y dependencias pueden reducirse á la distribncion del capital, á la elecc,·on y organizacion del personal; al órden, distribucion y ea;tension de los trabajos y de los proyectos de mejoras del establecimiento, al servicio de los animales destinados como auxiliares de los trabajos agrícolas, al apre~to de las máquinas, herr<.1,mientas y uten• silios; á la cria, conservacion y servicio de los ganados, de las aves, de los animales domésticos y de los insectos útiles á la agricultura , y á la conservacion, preparacion y mejoras de los productos agrícolas, y de otros varios servicios de menor importancia que puedeñ ocurrirse en un estab~ecimiento rural. . t

Seccion segunda.-Del capital.

P. ¿Bajo de qué conc~pto considerarémos el capital que debe satisfacer á la organizacion del establecimiento rural? R. Solo nos referirémos al capital indispensable que un agricultor tiene necesidad de disponer para utilizar su finca, prescin diendo del que ya suponernos empleado en .Ja adquisicion·de·aquella, que debe considerarse representado á la vez por su valor intrínseco, y el de todas las mejoras que deban hacerse en ella para elevarla á su mas alto grado de produccion posible. P. ¿En cuantas partes puede dividirse el capital á que nos referimos? R. Este capital se divide naturalmente en dos porciones, que cada una tiene su destino absolutamente especial. Una está destinada á. la compra de los animales de labor, ganados, máquinas, utensilios y otros objetos de esta -clase; y otra se destina á la adquisicion de s.emillas, abonos y alimentos en el primer

año, gastos personales del agricultor y su familia, reparaciones, cargas públicas v otros diversos é imprevistos. • P. ¿A qué reglas, consideraciones y economía debe someterse la cantidad y la distribucion de ese capital? R. Desde luego sentaremos el principio de un agricultor instruido, cuando plantea y pone en actividad las dependencias de una finca cualquiera para utilizarla, seria muy indiscreto, si gastuse en su totalidad et capital disponible; porque estando la produccion agrícola so metida á circunstancias que muchas veces son imposibles de prever y contrarestar, si se hubiesen agotado sus recursos por no haber reservado una cierta porcion del capital, para aplicarla á restablecer la armonía en las dependencias, reparar con prontitud y actividad los desórdenes, las p_érdidas, y los daños causados por la fatalidad ó por los casos fortuitos, ó contener ó atenuar los efectos de acontecimientos que amagan paralizar la industria, ,¡e verá obligado á suspender el curso de sus operaciones, ó á recurrir á un crédito oneroso, que puede muy bien consumar su destruccion y su ruina. Las ca osas que pueden influir para determinar su cantidad, son el clima, la situacion, la naturaleza, estado y extension de la hacienda, los sistemas de economía y de cultivo, por cuyo medio se pretenda utilizar la naturaleza y las cláusulas de\ arrendamiento, si se ·disfruta en este concepto, y hasta las cualidades mismas del agricu ltor. Su distribucion debe hacerse entre los diferentes objetos que son indispensablef, pero el manejo del establecimiento, teniendo presente que en este caso la condicion mas ~special es que esta distribucion sea suficiente para organizar con perfeccion y regularidad, en cuanto sea posible, la depeñdencia ú objeto á que cada parte se destine.

Seccion tet·ctJra.-Del personal. P. ¿Qué casos pueden presentarse ea la organizacion y eleccion dél personal de un establecimiento rural? R. Nos referiremos únicamente al caso en que siendo la hacienda bastante extensa, y varios, multiplicados considerables los trabajos, el agricultor se vé en la necesidad de limitarse á ejercer una vigilancia general; en cu yo estado, para dirigir sus operaciones con regularidad, economía y celeridad, tiene que encargar la direccion especial de los diversos ramos de su establecimiento, á uno ó mas individuos destinados á .cuidar de sus detalles, y á. dirigirlos bajo sus órdenes.


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P. ¿Por qué principios, antecedentes y dato, podrá determinar el agricultor la organizacion del personal de su establecimiento? R. La. organizacion de estP. ramo debe tener por base el oálcolo qm\ haga el agricultor de la masa total de los trabajos y ocupaciones q:ie exige el establecimiento, ya en todo el añu, ya diariamente , arreglados y ordenados de manera que nada se embarace y todo se haga metódicamente y á tiempo; para lo cual tendrá de antemano adoptadas todas las reglas y disposiciones convenientes, sin pP.rjuicio de modificarlas ó variarlas, si ocurriesen accidentes que lo exijan. P. Una vez establecido este antecedente ¿bajo qué términos puede proceded:e á fa eleccion y á la organizacion de los agentes personales del cultivo? · '1 R. . La eleccion de los dependientes internos ó criados agrícolas en sus diferentes ca.tegorias debe hacerse en aquellos que retlnan las cualidades físicas )' morales de que · ya hemos hecho mérito al tratar de ellos eb particular, advirtiendo que el tener buenos sirvientes depende del cuidado y de la sagacidad empleada para elegirlos y dirigirlos. Su número puede depender de la clase y condicion , y de las mayores ó menores dificultades que se presenten para proporcionarse los brazo.s necesarios; de la cantidad de trabajo que deba· verificarse segun la naturaleza y la .configuracion del terreno; la lejanía de las piezas de tierra, el estado de los caminos rurales, 'el sistema de cultivo 'que se emplee, la eleccion de los instrumentos, el modo de administracion, el número y duracion de los días de trabajo al año, y la fuerza y enerjía~de los trabajadores. Su organizaciones relativa al empleo mas provechoso que deban hacer de'su fuerza y de su tiempri, á la buena direccion que debe darse á los trabajos en que se empleen, á la activa vigilancia que deqe ejercerse sobre el los, á la obcdie.ncia y subordinaciou en que debe maotenérseles, á la mayor ó menor duracio'n del tiempo de su ajuste, y al exacto y religioso, cumplimiento, tanto de parte del amo como de los trabajadores, de las condici9nes de su contrato. _Seccion cuarta.-De los trabafos y mejoras.

P. ¿Qué reglas económicas deben servir de base para el órden, distribuoion y extension de los trabajos del establecí rn ienlo , y de los proyectos de mejoras que e11 él se intenten? R. Las condiciones á que esta pregunta

se refiere, son relativas á la extension que se ha de dará una propiedad rural, á los µrincipiqs que son aplicables á los proyectos de mejoras, á la division de los terrenos, v á ia construcciori de toda clase de edificios rurales. · P. ¿Con qué nombres se designan la.s propiedades rurales con arreglo á su estension? R. Las fincas rnrales, consideradas bajo el punto de vista de su extension, se distiriguen en grandes, medianas y pe.¡ueñas propiedades. Las primeras son aquellas en que el agricqltor se ocupa únicamente de dirigir los trabajos. Las medianas, las en que ocupándose el agricultor'enteramente en ellas, al propio tiempo que presencia el trabajo de cierto número de obreros que emplea, toma tambien una parte directa y manual en las operaciones del cultivo; dándose el nombre de pequeñas fi neas , á aquellas en que el :,igricultor se ve obligado á vivir qaciendo por sí mismo, por su famili'J, ó por un número muy corlo de criados los trabajos de su labor. P. ¿De qué causas depende la extension que deba darse~ una propiedad rural? R. Estas causas pueden ser puramente locales, pueden ser relativas al agricultor, ó al modo con que se ha de cu Iti var la finca. P. ¿Cuáles son las causas locales? R. Estas causas son dimanadas de la calidad, fecundidad y configuracion del terreno, de la baratura ó carestía del trabajo, del clima masó menos fo.borable á la vegetacion, de la clase de la pobl3cioñ, y de los objetos que rodt!an la finca. Así, por ejemplo. donde el terreno da bt.¡en producto, y el trabajo es caro; donde el suelo es naturalmente fecuudo', el clima favorable, la produccion exija pocos trabajos, y la poblacion esté derramada por los campos ocupada exclusivamente en las maniobras agrícolas, se puede dar mas extension á las propiedades rurales. Por el contrario, en los países doode el suelo es caro y el trabajo ba r~to; donde ~l clima es variable, y solo de3a pocos d1as de ocupacion; en los terrenos montuosos y cortados, ó cerca de las grandes poblaciones, donde la agricultura se asemeja al cultivo de las b uertas, donde la poblacion habita las ciudades y ~e dedica á las artes y á la industria fabril, en estas situaciones las medianas ó las pequeñas haciendas son ordinariamente las mas productivas. P. ¿Cuáles son las causas relativas al agricultor? R. Dependen de su instrnccion de sus conocimientos I de. sus cualidades agrícolas,


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y de Jos capitales que posea; pues un agricultor que reuna todas estas condiciones, podrá dedicarse mas ventajosamente al cultivo de un establecimienLo de gr ande estension, que otro que carezca de todas ellas, ó que le falte solamente una, pues este es wuy probable que salga mal en su empresa, aunque la finca que cultive seadeunaesten.<-ion l1mitada. P. Cuáles son las relativas á la naturaleza y al modo con que se cultiva la finca. R. Estas causas proceden de la clase de producciones á que se destinan las fincas porque admiten mayor extension y men'ls gastos los terrenos destinados á árboles, praderías ó pastos; al paso que en igual estension no es tan fácil ni tan barato el cultivo de las-tierras arables, y mucho ménos el de las viiías, de las plantas leguminosas ó industriables que exigiendo una mano de obra mas considerable, son. mas ventajosas en una escala de menor extension. ,. P. ¿Qué principios económicos deben tenerse presentes al formar el proyecto dP. mejorar una finca rural? R . Estas mejoras, que son todas aquellas que de cualquier modo tienen por objeto hacer el suelo mas cultivable -y productivo, pueden hacerse, -ya para formarlo ó conservarlo, ya para mejorar su estado, ya para · alejar los obstáculos que se oponen al cultívo, ya para facilitar su e~plotacion. Estas mejoras no deb~n emprenderse sino en tanto que deben producir una utiH.dad real, inmediata, y que dén á la tierra un valor mas subido; acousejando la prudencia al agricultor que no se entregue jamás á esta clase de proyectos , si no cuando pueda dispon.er de los medios suficientes para hacer frente á todos los aqelantos, d¡;spues de haber calculado -y moderado el proyecto, y de haberlo con-sultado -y sometido á la crítica de los hombres del arte, y de los instruidos, v de las gentes del país. Y una vez decidido á emprenderlas, principiará por las mas sencillas y urgentes que ofrezc~n mas esperanza de suceso, 'ó que recompensen mas ampliamente los gastos y los trabajos; pero emprendidas despues de bien meditadas , es necesa~io conducirlas con todo el vigor y actividad que permita una buena ejecucion. P. ¿Qué circuntancias debe reunir un proyecto sobre trabaJos. para la mejora -de las fi neas rurales? · R. Este proyecto debe'emprender el diseño ó plano de la obra; la expos.icion de los motivos que han originado el proyecto, y las óisposiciones que se ha creido deber adoptar para su ejecucion; .la descripcion deta-

liada rle los medios y del modo de ejecucion; la eslimaciun al por menor, en cuanto sea posible, del valor de lo diferentes trabajos v las condiciones de árdeo, de admioistracion y de con.tabilidad que deben observarse por el que estuviese encargado de la direccion de las obras; por último, cualquiera que sea la naturaleza de los frabajos de mejoras, no debe dársele mas dimensiones, formas, exteosion y masa, que las suficientes para el objeto á que se les destina, debiendo estar todas sus partes en perfecta armonía con este servicio, y tener su utiiidad bien comprobada, evitando la solidez supérflua, y reuniendo la sencillez en el plano y en la ejecucion,. con la economía en los medios de llevarla á cabo. P. ¿Qué objeto tiene la divisiou de los terrenos? R . ..El de conocer su extension y su~ límites, el de hacer mas fáciles las operaciones de su cultivo, y el establecimiento de una alternativa regular de cosechas; facilitar los trabajos y la vigilancia sobre los jornaleros , y apreciar la medida de este trabajo. P. ¿Qué operaciones se necesitan eJecutar para hacer esta division? R. Son necesarias la medicion, cuyo objeto ~s conocer la extension de la superficie; la nivelar.ion, que sirve para determinar las diferencias de elevacion que existen entre los diferentes puntos de la superficie de la finca; el trazado de los caminos rurales, el de las acequias, estanques, edificios y otra obras de este género, y el levantamiento del plano ó carta topográfica, que es la representacion en el papel de la figura exacta de la propiedad y de los objetos que se notan sobre el terreno. P. ¿Qué consideraciones deben tenerse presentes al proceder á la division de una finca en piezas ó tablas? R. Deben tenerse en cuenta: la direcpion, por lo que debe influir la exposicion hácia µn punto dado del horizonte, y la situacion de los edificios á cuya proximidad conviene establecer la entrada á ellas, proporcionando un acceso fár.il á los hombres y á los animales; la igualdad eu la extension y. figura para ten~r cada año la mjsma _cantidad de trabajo y obtener las mismas cosechas, si la diferencia entre la calidad de la tierra no es muy notable; para poder e tablecer una alternativa regular de cosechas; y llevar las cuentas de cultivo con exactüud. P. ¿De qué ci rcunstaocias depende la extension de las piezas de tierra? R. Depende de la extension general de la


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dos ó á los valores que estos encierran ;' y finca, de la cali~ad del suelo, del órdeu que .por último, que ,estas construcciones, ya en se establezca en la alternativa de cosechas, su totalidad y ya en cada una de las partes del número de las yuntas, de la inclinacion que las componen, estén perfeotamente adapdel terreno, del uso del paslo y del clima. P. ¿Cuál es la figura mas ventajosa que ' tadas al servicio á r¡,te se les destine ; -porque estas circnn~lancias tontribuyen, macho mas se puede dar á las piezas de tierra? ,, de lo que se' cree, al éxito de las operaciones R. La tigura cuadrada ó reclaogular, porde un ei,,tablecimiento, y acrecen su valor que permite labrar en todas direcciones de una manera bastante notable. ' cuando es necesario, y porque es laque causa menos pérdida de tiempo en todas las operaciones de la agricultura. Seccibn quinta.-Del servicio de los animales domésticos. P. ¿Cuál es el objeto de las construcciones rurales? R. El de alojar á los dependientes de la P. ¿Qué objeto tiene el servicio que presindustria agrícola. poner sus cosechas al tan los animales domésticos que destina el abrigo de la influencia de las estaciones ó agricultor á los trabajos del campo como auxiliares de fa agricultura? del pillaje, y tener á cubierto cómodamente R. La aplicacion de su fuerza á diferenlos animales de labor y los ganados, los ne-· tes aparatos, m~quinas é instrumentos para cesarios á las arles agrícolas y otros no meejecutar muchos trabajos agrícolas, como lanos útiles para la conservacion de ciertos bores, acarreos de cosechas, va bonos ú otros productos, ú otros usos interesantes. parecidos, que no podrían hacerse ventajoP. ¿Quécondicjonesgenerales deben reusamente sin su auxilio, nir estos editicios? R. Deben reunir como condiciones gene- · P. ¿De qué depende la perfeccion y la rales é indispensables: la colocacion, que los · - economía de las labores y de ros demás trabajos que hacen estos animales? ' · establezca en cuanto sea posible en el centro R. La perfeccion y celeridad de estos tradel establecimiento, porque en caso contrabajos, la economía del tiempo y de los gasrio no solo se aumentan el trabajo y las ditos, dependen de la inteligencia cbn ·que' el ficultades para la vi 0 ilancia , sino que las agricultor disponga de la orgaoi7,ac1on de piezas de tierra mas lejanas se cultivan con las yuntas, y del modo de dirigirlas en la menos cuidado; la situacion y la orientacion, ejecucion Je los trabajos que deban ejecutar. que elije el sitio para la conslruccion sobre P. ¿Qué animales f>e emplean comunun terreno poco pendiente, á orillas de un menleen España para los trabajos agrícol as? arroyo, en la iumedjacion de una Fuente, y R. El buey, la mula, el caballo, y algucon una ex,p.osicion al mediodía ; la reunion de las dependencias, ó al menos que. todas se nas veces el asno. P. ¿Qué consideraciones debe tener· preencuentren rodeadas por medio de una cersentes el agricultor para organizar el trabaca, á fin de que no se pueda penetrar en jo de las yuntas del modo mas provechoso , ellos por las puertas; la figura, debiéndose económico. y útil á su estableoimientó? . dar la preferencia al cuadrado ó rec,Lángulo, R. Para fijar su clecr,ion sobre la especie siendo tanto mas ventajosa esla figura , de animales que le convendrá emplear,·y socuanto mas considerable es el recinto; la superficie general, que,debe -ser proporcionada bre el modo de dirigirlos que presente mas ventajas, solic!ez y permanencia, deberá haá la importancia de la finca; la regularidad, extension y capacidad, que establece y ag ru- cerse cargo y calcular la cantidad y calidad del trabajo que pueda obteners~ de los ani_, palos edificios de un modo que sean espamales que se empleen, la celeridad con que ciosos á proporcion del número de homh~es, se ejecute, y el precio á que sale; tomananimales y productos que haya que aloj ar y. do en coosideracion la edad, tallri, . fuercustodiar; que toJ.os los servicios· se hagan con desahogo y desembarazo, sin pérdida de tiem- za y alimento de los animales, ya que no se alter.e su robustez y su salud; á la po, y conservando la simetría en su conjunalternativa entre el descanso y el trabajo: á to; la salubr·idad, para conservar la robusla forma y consti:uccio11 mas ó menos per_tez, la fuerza y la enerjía de los habitantes; fect1;1, adecuada y bien entendida¡de les.arta oomodidad, que no solamente es un go.ce, reos y de las máquinas que deban poner en, sino que facilita la vigilancia y la economovimiento; al método de nparejar; á la na .... mía del tiempo; que las habitaciones de los sirvientes estén dispuestas de modo que su taraleza del terreno y del clima, y á la inteligencia, experiencia, actividad y honranegligencia, apatía, ó ignorancia no puedan dez de los dependientes que los comluzcan ._ Gausar perjui9ios considerables á los edifi-


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P. ¿A qué condiciones debe ,satisfacer el . R. Su construccion debe ser á la vez só_ganado doméstico que se emplea en los tralida, iQflexible, tijera y sencilla, tanto como haJos agrícolas? . lo permita el uso fl que se lés destina, pa.ra R. Los anim3les d& trabajó debeQ ser de que su empko y su composicion sean fáci-. talla mediana, porque la exp~riencia acrediles, . y bagan un trabajo bueno, indepenta que estos general meo te tienen mas vigor, · dientemente de la habilidad del trabajador viveza, actividad y sobried~d que los de y de la aptitud de los aaimales. Los mategrande alzada; pero se encuentran ma~ fáriales deben ser duraderos ; el coste tal, cilmente, se cónservan tiempo, proporcio- que cualquiera clase de cultivador pueda nan trabajo mas económico y de mayor valor, .adquirirlos; y que estén adaptados á la y se les pµede apli.Gar á faenas mas va- naturaleza del terreno, ó del trahaJ0 en que riadas. , . , , deben ser empleados. P. ¿Qué número de animales dede poner- , P. ¿Qué consideraciones debe tener prese en cada y-unta? · . sentes el agricultor relativamente al número R. El método mas ()omun -y usado en Esuso é.i.nnovacion de los. instrumentos y mápaña es el de poner dos ·eq casi todos los caquinas·? · ' sos; los animalts que compongan la yunta R. Un agricultor inteligente debe tener deben ser de igual fuerza y alzada, viveza y buenos utensilios, máquinas é instrumentos; docilidad; bien enseñados y apareados; cuiy solo el número suficiente para cubrir con dados y alimentl}.dos convenieqterne • te, pa- desahogollas necesidades del servicio ; que ra que el trabajo se haga con la perfeccion, los hombres' y los animales que han de maceleridad y regul~ridad conveuientes. _nejarlos y ponerlos en movimiento, tengan P. ¿De qué circunsta • yia& deP.ende elnúuna práctica y una cost_umbre constante de m.ero de yuntas en una fi • ca·rural? usarlos; y que se coµduzca c.on la mayor cirR. El número de yuntas de un establecicun~peccion y prudencia ántes de decidirse á miento no debe exceder del únicamente neadmitir cualquiera noveda,!:I en est.a materia, cesari,o para la buena ejecucion de los tra- sin tener el debido conocimiento de la utilidad bajo~; pero su número· mayor ó menor puey de los ga~tos que ocasionará la innovacion. de variar en i:azon de la clase de animales P. ¿Qué influencia tiene la eleccion de las á, que se dé la pre~~rencia, de su raza, vigor máqu:inas en los progresos de la agricul- • y demás pualidades; de la cantidad de alituTa? mento que se les suministre; de los acciR. La buena eleccion de las máqµinas é dentes del clima y del teri:eno; de la per- instrumentos agrícolas, es en general de feccion de los.instrumentos que muevan, y muy grande interes para la agricultura; y del sistema X de l<JS métodos de cultivo. esta es una de las causas pri • cipa.les á que se debe atribuir la imperioridad y la perfec-.. Seccion semta.-,-l11strumentos y máquinas. cion á que ha llegado en otros paises. Por cuya razonen España la reforma de est,! raP. ¿ Cuál es el objeto éon que se emplean mo es de las mas urgentes, y la que debe los instrumentos y las máquinas eu agriproporcionar ventajas mas,inmediatasy mas cultura? ,, extensas. ' ª R. El objeto del empleo de los instrumentos y las máquinas en agricultura, es el de Secoion séptima.-Ganados, aves y otros anihacer un uso mas ventaJoso, perfecto, acemales é insectos. lerado y económico de la fuer~a de los hombres y de los animales que se destinan á la P. ¿Bajo qué puntos de v•ista podrer,nos ejecucion de los trabajos agrícolas. considerar los ganados con relacion á la P. ¿ De cuantas clases pueden ser estos agricultura? · instrun:ientos y máquinas?. R. Los ganados, baj-o este concepto, pue·R. Pueden distinguirse _en las cuatro claden considerarse como auxiliares de los trases siguientes: útiles ó enseres, que en los bajos agrícolas, como parte del alimento del trabajos ,se hace uso de ellos á la mano; agri'cultor, y como productores de abonos, instrumentos de cultivo y aparejos móviles y en tanto que consumen con utilidad una trasportables, puestos general mente' en j ueparte de los prod actos de la hacienda, ya go pllr animales; máquinas ó aparatos·(ijos, naturales, ó ya producidos por el c_ultiV<?y ut~nsilios ú obJ etos que tienen diferentes P. ¿Qué clase de animales c11ia y sostiene i, destmos. _ , ., la agricultura en los- establecimientos ruP. ¿A que condiciones deben satisfacer raJes? . 1 fas rnáq~inas é instruQlentos de agricultura? R. La agricultura cria v mantiene mu·1


= o09 chas especies de animales, que los mas comunes pueden clasiticarseen dos divisiones, llamadas la primera ganado mayor, que comprende los caballos, las mulas, los asnos y los bueyes; y la segunda ganado menor, que son los carneros, ovejas, cabras y cerdos. P. ¿Qué consideraciones de mas importancia debe tener presentes el agricultor al determinarse á dolar de ganados su hacienda? R. Estas consideraciones -son relativas á la clase, especie y castas de ganados de que convenga surtir al establecimiento, y á la cantidad de ellos que podrá mantenerse con utilidad, t!3niendo muy presente, ante todas cosas, que el artículo de los animales exige muchas precauciones y muchos conocimientos, pues abraza su multiplicacion, cria y conservacion; la mejora de las castas y el cálculo del producto de cada especie. P. ¿Bajo qué reglas se procederá á la eleccion de los animales que mejor convengan al establecí miento? R. La eleccion de los animales para surtir un establecimiento, depende de la naturale-za del suelo, de la cantidad y de la calidad del pasto, en términos que 1JUedan mantenerse en buen estado de salud, de fuerza, de carnes, de peso ó de producto. Con arreglo á e tos datos se detuminará la casta y clase de animales que deban mantener e, su alzada, volúmen, y destino ó aplicaciones que deba hacerse de ellos, prefiriendo el agricultor siempre aquellas especies que sean mas propias y adecuadas á las circunstancias del pais que habita, y al mismo tiempo mejores productores de abonos. P. ¿Qué causas pueden determinar el número de animales de que convenga surtir un e~table0imiento rural? R. Estas causas dependen principalmente de los medios de mantenerlo , y de que estos medios sean ademas bien aprovechados, en terminas que los productos alimenticios de que para este objeto pueda dü,poner el agricultor durante el año, sean consumidos de la manera mas útil; del istema de cultivo adoptado; de la cantidad de abonos que se necesiten, y de la extension de las tierras destinadas á Ja., produccion de las plantas del valor de los alimentos que se les destinan, lo cual es relativo á la situacion local del cu Iti vactor, y á la fer ti lid ad del año; pues en muchas provincias en que no hay extraccion suele ser muy importante consumir las cosechas del pais en los ganados, que con mas facilidad y menos costo ,,;on trai-portables despues á largas distancias, sucediendo

lo mismo en los años abundantes en que la bellota, la castaña y los granos están á precios muy hajos. P. ¿Qué otros animales domésticos, ademas de los ganados, pueden ser útiles á un establecimiento rural? · R. Los perros que guardan y defienden los ganados de los animales dañinos, J vigi• Jan 1os edificios; los conejos, las-gallinas, los pavos y otras aves de corral, y las de palomar. Pero todas estas, aunque constituyen tambien una especulacioh de utilidad reconocida, solo forman un ramo 5ecundario de la economía de los ganados. P. ¿De qué clase de insectos puede ocuparse tambien el agricultor por la utilidad y el benefieio que prestan? R. Debe y puede ocuparse del cuidado de las abejas, y de la cria de los gusanos de seda, y de la cochinilla en los paises y parajes oportunos. Los productos de estos insectos forman en algunas provincias de España uno de los ramos mas importantes de su agri- . cultura.

Seccion octava.-Preparacion y conservacion de los productos agrícolas. P. ¡_,Qué objetos se pro-pone este ramo de la agricultura económica? . R. El de preparar y conservar por tiempo indeterminado toda clase de sustancias alimenticias, ya sean naturales ó condimentadas. P. ¿Cuales son los principales artículos de que se ocupa este importante ramo de la economía rural? R. De la conservacion de los cereales, de los frutos fermentados y sus espíritus, del queso y la manteca, del pan y de las demas sustancias alimenticias, y otras producciones agrícolas, para que con el trascurso del tiempo no pierdan ni degeneren sus cualidades, puedan usarse sin detrimento de la salud y de la comodidad, y el ¡igricultor saque por este medio de sus frutos el mayor provecho posible.

Seccion novena.-Servicios tJarios. P. ¿En el plan de organizacion de un establecimiento rural, ¿á qué se da el nombre de servicios varios? R. Se da este nombre á aquella clase de servicios ó negocios de menor importancia, al parecer, que los que hemos especificado anteriorn,ente, pero que no deben fijar menos la atencion del agricultor. ' P. ¿En qué consisten, y como se pueden


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f denominar estos servicios? R. Se conocen los mas importantes de esta · clase con los nombres, de las simientes, para su eleccion y compra; de los consumos dom~tfros, qne esta~lece el órden económico que debe observarse en el establecimiento, de obras de construccion, y reparos de eqitiQios, instrumentos, herrnmientas y otros por est{;l órden ; de los repuestos de rnaterial de .varias cJases, y del combustible. . '/,'

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6.ª-DE LA ADMINISTRAClON Y DE LA ECONOMÍA DOMÉSTlCA •

.Seccion, primera.-Dir.eccwn administrativa. .l

P. Una vez arreglada la organizacion de

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un establecimiento rural, ¿á quién correspoDd~ dirigir todas su.s operaciones? R. A la persona encargada de su direc_cion administrativa y económica; cuyas fuó.c10nes puede desempeñar el agricultor misJJlO, ú otra persona autorizada por él al efecto. P. ¿Cuales son los negocios, que en general le corresponden evacuar al encargado de 1a direcci_ou adminis'tratíva y económica de una hacienda rural? R. A la direccion administrativa es á quien corresponde ¡1poderarse de los diferentes ra1)1os y servicios ~ue se bayan•creado; ponerlos en activid;i.d, é imprimirles un movimiento regular, constante'y á propósito para asegurar una buena ejecucion y resultado en todas sus operaciones. P. ¿A qué término deben dirigirse todos los esfuerzos de la persona que administre. y d'irijí~ un estahlecimjento rural? J • R. ~orno un establ~cimiento rural se compone de diferentes objetos, va de la clase de múebles, ya de la de inmuebles que' sou perecéderos, ó al menos sqs,~eptibles de perger una gran parle de su valor, es evidente que t9dos l0s esfuerzos·, toda -la prevision, y toda. la habilidad del admimstrador debe' dirigirse constantemente :nO solo á mantener la conservacion del capital que representa los referidos e,bjetos, sino á procurar su acrecentamiento, ó á impedir que su valpr se disminuy'a ó iJ.eterfore. Por esta razon' le importa mucho conoce.r las causas que producen estos efectos,· y los modos de retardarlós ó impedirlos. ' · P ¿Qµé causas pueden generalmente influir en el aumento ó disminucion del valor ~apita! de los objetos inmúebles? _ R. 'Estas, causas· _pueden ser generclles ó

par'ticulares .'

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P. ¿Cuales s·on as ; generales?

R. Las causas qu1e generalmente pueden

aumentar gradual -y sucesivamente el valor de los predios rúi:¡t1cos, están fuera del al canee del administrador, y son dimanadas de motivos tambien generales, producidos por la marcha del progreso de la civilizacion, como el aumento de la poblacion, la construccion de carreteras , canales ú otras de esta clase . . P. ¿Cuales so.n l~s causas particulares que pueden disminuir el valor de una finca rural, y de los <lemas, objetos inmuebles q~e sobre ellas se encuentran? , R. Estas causas son relativas á la tinc¡l misma ó á los objetos diseminados ~obre ella, y pueden originarse por invasiones yerificadas por los hombres ó por los animales, ya por medio de la violencia ó de pretensiones injustas; por la disminucion de la supreticie cultivable, ó del deterioro ó perecemiento de los objetos inmuehles, ,q,ue puede realizarse t~mbien por p~rte de los _hombres ó de los fenómenos naturales. P. ¿Qué recursos puede oponer el administrador para contener e.stas causas de deterioro ó destruccion? K. A las plagas atmosféricas y otras calamidades de esta especie pnede oponerse la aseguracion; los ataques de lo~ an1ma_les dañinos deben rechazarse ppr los med10s que el arte agrícola ha descubier,Lo para ello; las · cosechas pendientes es necesario defenderlas y guardarlas de la multitud de enemigqs que las atacan y tratan de destruirlas ó apropiárselas; contra los daños causados por Jos hombres ó por los animales que aquellos conducen, es necesario recurrirá una vigilancia activa, y á los medios de represion convenientes. ~Paca evitar en lQ_Qosible estas causas de destruccitm, es necesario .que el administrador reprima con firmeza todo abuso y todo acto de ne8ligencia, de que pueda originarse un perjuicio cualquiera á la finca ó á los objetos que sobre ella !:je encuentren, ya provengan de los criados del establecimiento, ó de otras ·per¡;onas extrañas, persiguiendo con rigor á los perpetradores de ciertos delitos.' 1 P. ¿D,e q'ué .dip-ianan las causas que pueden ocasionar la .pérdida ó el de;erio ro de todos los objetos muebles?. R. Estas causas pÚed1rn proceder de ciertos acc identes graves; de la epider,iia y los incendios¡ 1del tiempo -y del uso; y de los hornbr~s mismos, p,or caso fortuito ó de intento.. P. ¿Qué medios tiene un administrador para poder oponerse á la pérdida ó deterio ro de los objetos muebles? R. A los accidentes graves, las epidemias.

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y los incendios tambien 'se opóne la asegiiracion; el deterior~ originado por e} tiempo y el uso, se remedia por la conservacion y los 1·eparos, y las pérdid~s que motivan los hombres ya de intento ó por casos fui-tuitos. pueden evitarse tambien por medio de la cunservacion y los reparos, y ademas por una vigilancia celosa y activa; haciendo una apliC'icion juiciosa y económica masó menos modificada de estos medios, segun convenga á cada uno de los diferentes ramos de que se compone la organizacion de un establecimiento rural. P. ¿Qué consideraciones generales pueden tener en este órden una aplicacion mas inmediata á la direccion de las operaciones agrícolas? R. Estas consideraciones se refieren y son aplicables al órden que debe presidir~ todas l;\s operaciones agrícolas; á la repartir.ion de todos los trabajos en el curso del año; al cálctilo de los que serán necesarios para , desempeñar cada servfoio; al numero de las yuntas y de los sirvientes que deban em~ plearse; al m;den relativo, segun el cual los trabajos deban verificarse; á la .medida del trabajo y á su vigilancia; al tiempo oportuno, á la manera mas perfecta. de hacer y dirigí~ las operaciones; al buen estado de los o_bjetos que deban obrar y concurrir á su ejecucion: á la certidumbre del buen éxito, al establecimiento, en cuanto sea posible en agricultura, del gran princi pío de la division del trabajo, y á las di:;posiciones de economía que deben observarse en todas las operaciones y maniobras de la agricultura. P. ¿Por qué principios debe conducirse el administrador para dirigirá los agentes del personal? R. Es necesario que se conduzca de modo· que todos ellos estén satisfechos de su suerte; que los salarios sean razonables y pagados con rigu.rosa: exactitnd; que el }DOdo de tratarlos sea humano y regular; que cada uno tenga su obligacion y su tarea bien disti,nta y clasificada; que no reciban órdenes de muchos á un tiempo; que se tenga con ellos !Ducha firmeza en el mando, y una severa imparcialidad en las recompensas. Y por último, todos los cuidados del administrador en la direocion de sus dependientes, debel3 dirigirse á despertar en ellos la actividad, el amor al trabajo, el celo por los intereses de su amo, la costumbre del órden, la humauidad para con los animales del trabajo, cierta dignidad en su conducta, y_la emulacion y el deseo de sobresalir en las maniobras que se les confían. f. ¿Qué antecedentes servirán de reg:a al

admin,istrador de una finca rural para elegir .el sistema del cultivo mas económico que en ella convenga e5tablecer? · R. La eleccion del sistema de cultivo mas económico para una finca en lo general, está sometida al imperio y á la influencia de las circunstancias locales; y mu.e has veces motivada por la existencia en el país de ciertas industrias, ó la presencia de otros objetos. 9ue hace~ muy lucrativo -y venta~oso el cultivo especial de determinados producto~ agrícolas, ya vegetales ó animales; mayormente si concurren al ·propio tiempo todos los accidentes fayorables, ya del terrnno, ya Jel clima. El agricultor debe decidirse siempre' por aquel sistema en que, pudiéndose combinar mejor todas las circunstancias,' tenga por resultad o las cosechas mas abundantes posibles, las mas seguras, cuyo prooucto líquido sea mas considerable, siendo estas ventajas mas permaYentes; que sea aplicable -, v de una ejecucion fácil en la práctica; que esté en relacion con el número de la poblacion agrícola; con el capital, el grado de instruccion y los conocimientos del agricultor; que satisfaga las exigencias de la localidad; que se preste á Ulia buena distribucion de trabajos, y que tenga por base las necesidades del pais. P. ¿Hácia que otrc,s objetos debe dirigir su atencion el administrador'? · R. Debe saber apreciar la cantidad de trabajo hecho en el establecimiento que dirige, en un tiempo dado, por los hombres ó por los anímale;;, ó por el concurso de estos dos géneros de agentes; y determinar si esta cantidad corresponde á la que se debe esperar de ellos en circunstancias dadas, y con consideracion á las variedades que ofrecen los diferentes trabajos agrícolas. Tambien debe tener un conocimiento exacto del orígen, procedencia y causas de donderesultan y d,imanan las utilidades los provechos y las rentas agrícolas, y como i:e llega á realizarlas por medio de las ventas y compras.

Seccion segunda ...,..-DP- la contabilidad. P. ¿Qué ramo se considera como uno de

los primerbs fundamentos sobre que descansa la agricultura ·moderna? R. La qontabilidad : que es la relacion exacta y verídica de )os hechos que ocurren diariamente en todos y cada uno de los ramos que constituyen la industria agrícola, en cada una de las diferentes situaciones en que se encuentra. La comparacion f el estudio de su resultado es la ilustracion que el agricultor adquiere para poder en lo venidero disminuir ~us pérdidas y aumentar ,


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us beneficio . P. ¿Qué método de contabilidad es el que mas se adapta á las operaciones agrícolas? R. Es el que mas se acomoda al resultado de esta,; eperaciones, es el que se halla puesto en práctica en los paises donde prospera la agricultura ; el cual teniendo las ventajas de la contabilidad comercial , no participa de sus inconvenientes, y está reducido á la repr~esentacion fiel de los hechf)s diarios, y de todas las modificaciones que sufren los valores de las producciones agrícolas en sus distintas trasformaciones. P. ¿Cuáles son los libros principales que exige este método de contabilidad? R. Los priQcipales son el de Inventarios, ó estados de la situacion; el Diario; el Libro de Cajrr; v los de Cuentas de cultivo; Cuentas corriei¡tes y de órden. Las épocas de abrir y cerrar la contabilidad, deberán ser~ principios de cada año, que para el agricultor debe contarse al concluir la cosecha del artículo mas interesante de su cultivo.

Seccion tercera.-De la economía doméstica. P. ¿A. qué se llama economía doméstica? R. Se llama economía doméstica al órden y arreglo en el gasto interior de la 'casa; y en este concepto es considerada como un auxiliar dé la agricultura. P. ¿Qué fun ciones desempeña la economía domestica en llll establecimiento rural? R. La economía doméstica tiene á .su caTgo J¡i° comodidad y el asco de las habitaciones de todas clases, el alimento de los ero-

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pleados, la direccion de varios trabajos, co..r roo lós de corral v la cocina; la distribucion y el órden de las operaciones domésticas contribuye esencialmente á .la prosperidad general, por la habilidad con que sabe sacar partido de una multitud de objetos de poco valor, y por la estricta economía de q·ue se vale en los gastos de la casa. Estas funcione<: exigen conocimientos prácticos, mucho órden y actividad, y una vigilancia de todos los instantes . CONCLUSlON. MÁXl.lllAS AGRICOLAS.

P. ¿Se conocen en agricultura máximas ó proverbios? R. Tambien en agricultura, como en todas las ,:osas, se conocen una infinidad de máximas, proverbios, sentencias y refranes masó menos exactos y adecuados á los asuntos "j casos á que pretenden referirse, siendo en lo general eutendidos y aplicados por los cultivadores en un sentido erróneo. Pero entre todas las máximas no hay en agricultura otra que espre e un senti do trn verídico y tenga una signiticacion mas propia, como aquella que dfoe : EN AG111cuLc0RA NO BH NADA ABSOLUTO; TODO F'.S RELATIVO AL SUELO, AL CUMA, Á LA EXPOSlCION Y AL OBJETO QUE SE CULTIVA. Á.NTONlO' P1QOERAS,

vecino de Alcaráz, provincia de Albacete.

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LOS PÓSITOS YLOS BANCOS DE LABRADORES en sus relaciones nm la prospertll'(l'tr ite la agricultura. (1).

CAPITULO V.

Utilidades que hoy ofrezcan los pósitos, considerados como repuestos públicos de granos y l inero para socorrer á los labradores Parécenos estar oyendo á los defensores de los pósitos, que si bien estos son hoy en(1¡ Véanse los números anteriores, páginas 231, 253, 277 y 318.

teramente inútiles como depósitos públicos de granos con destino á proporcionar subsistencias á los pueblos ó provincias que las necesitan, son y serán siempre .muy útiles como un poderoso fomento de la agricultu .... · ra, dando á los labradores pobres el ~rano que les falte para la sementera, y el drnero que mas adelante necesiten para hacer la recoleccion de frutos. Antes de entrar en el detenido exámen que


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en esta parte nos proponemos hacer, se n.os pasitos, l. podría fon~entarse _mas la agriocurre naturalmente una trivial observaei0n. cultura, dando al mismo capital otra dife¿ Qué juicio se forruaria de una industria rente d_i~eccion y otra diverso empleo? Este, que r,stablecida en un pais despues de mulo . rep1t1mos, es el ver~~dero punto de vista chos siglos, necesitase todavía sin embargo baJo el cual debe tamb1en estudiarse esta para sostenerse y prosperar, el que todos los cuestion: así la tratarémos en uno de los siaños se bicicsen adelantos de primeras maguientes capítulos, dedicándonos en el preterias y de dinero á los que á ella se dedi- • sente á examinar las utilidades ó inconvecasen? Toclos t.endrian que convenir en que nientes que eu la actualidad tengan los pósiaquella industria no era propia del pais en tos, tales como hoy existen en España. que se trataba de aclimatar; en que su exisNosotros no empezarérnos protestando en tencia era muy precaria, y en que no podía nombre <le todas las demas indu~trias conser de larga duracion, puesto que mas prontra ese privilegio enorme, concedido cabalto ó mas tarde el pais se habia de cansar de mente á la industria que ménos lo necesita, hacer todos los años inútiles sacrificios, y por ser la mas propia del pais en que viviabandonaría á sí m,isma dicha industria . mos, y del r,ue es imposible que desaparez¿ Podría decirse hoy semejante cosa de la ca, al paso_q ue es mas fácil pueda desapareagriculeura española que no solamente procer cualquiera otra de las <lemas industrias duce las snhsistencias, y casi todas las coaqne en el mismo se bailan establecidas; terias primeras que la· agricultura Queda tampoco protestarémos en nombre de la maproducir, y en la Penín sula se necesitan, yor parte de los pueblos labradores de Essi no que de ambos artículos hace consideraµaña contrae\ reíerido privilegio, concedido bles exportaciones al ext-rangero? Estos sosolamente á algunos, no á todos los de la corros pecuniarios dados á la produccion roPenínsula, puesto que no en todos, ni en la drán tal vez ser necesarios en los principios, mayor parle siquiera, se conocen los pósitos cuando se tratadec1:ear ó aclimataren un pais no: nosot,ros vamos á entrar en la <!ueslion una industria en él desconocida, y á la cual sin espíritu de partido por oingun género de es necesario guiarla, por decirlo así,con anindustria, ni por determinados pueblos de dadores hasta q ur, llegue á robustecerse, y labradores; si los pósitos son útiles, en lugar pueda marchar por sí sola.. Y qué, ¿ neceside sup:imirlos á fin de 4~itar privilegios, tará hl'Y de andadores la industria agrícola opmanamos por el contrario que se establcde España? Ya hemos hecho notar aoterior- .c1_esen ~n .todos los pueblos en que no los humente la enorme diíerencia que hay de nues- biese, a fin de que todos fuesen igualmente tra aglicultura 1-ln el siglo XIX á lo que fué f~v?reci??S; y íu_ndados en este mismo prinen lc,s siglos XVII y xvrn, en los cuales esc1p10, dmamos a los defensores de otras intuvo verdaderamente en mantillas, y necednstria3, que no pidi-esen la abolicion de los si tó de toda clase de auxilios con destino á pósitos para que desaparaciese ese privilela produccion de cereales. gio de la clase agrícolr1, sino que solicitasen Mas coníesándosenos que los pósitos n'J i;nas bien que los pósitos dej asen de ser un son hoy necesarios á la agricutura española, privilegio, haciendo extensiva esta ioslituse nos dirá que ia son útiles sin embargo, cion á todas las dem as industrias de la Pey que deben por lo tanto conservarse. Connínsula; pero entremos en materia. vendrémos desde luego en que masó meno_s, ¿Es cierto, en primer lugar, que los pósipor regla general, son útiles todos los auxitos proporcionan á los labradores por un lios director que con cierto conocimiento se interés insignificante los granos que necesidan, no solamente á la industria agrícola, tan para la sementera, así como el dinero sino á tocias las demas industrias . Pero la indispensable para hacer la recoleccion de cuestion no es esa, sino esta otra; los profrutos?En el capítulo segundo hemos dicho, gresos que en un caso <lado haee cierta inque las creces pupilares desde el año de dustria en fuerza exclusi vameote de los re1815, consisten en medio r.elemin µor facursos pecuniarios ooo que directamente se nega de grano, y en un 3 p. % del dila socorre, ¿ corresponden, ó no, á lo que nero que se da á los labradores; intereses que á primera visla parecen cortísimos, y cuestan '? Bajo este punto de vista debiera cuando ménos examinarse la cuestion de los que sin embargo para el labrador vienen en último resultado á ser muy superiores al pósitos; pero en rigor todavía debemos presentarla adf'mas de la manera siguiente: deinterés legal de 6 p. % al año, como vamos á demostrar. dicados hoy al fomento directo de la agricultura cierta cantidad de millones , bajo En el capitulo segundo hemos dicho que las reglas da la inslilucioo que llamamos en los meses de mayo y agosto se da á los TOMO ll.

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en el mes <le octubre y á cerca de un 3g labr,tdores · algun di nerodel quP- hubiera en por 100 del q he reci bian en e\ repai'ti mi ento arcas, y qu'e tienen 'r¡ue re1rite~rar al .tiempo de may o; hoy estas creces están reducidasá de la cosecha~ es decir, á p,ricicipios <'.) memedio celemín. y de éoosigui erite vienen á diados· de 'setiembre con la$ creces pu pil ares referidas devengad as en el mes solo ·de cargar al labrado r desde un b hasta no '1G por •400 al año. ¡ Cuanto ' mas caros sin em agcst~ sientoncesse dió eLdinero al labrabargo euestan al labrador estos engañosos dor · ó 'erí solos cuatro mes'es, si el dinero se hubiese dado eh el mes de mayo. Luego el préstamos del 'pósito! Ellos solos bastan para consumar la'. ruina de los lab radores podinero de los pósitos ; que par!J. estos no ga1 bresque aparentan fomentar: vamos á dena ,;:ino un -3 p. 0 /º al añq, viené á 0costar- al mostra rlo. ' : ' ' labrador á razon de 9 hasta 36 p. / 0 al. año , S~bése q_t¡e lqs labi-adb'res ¡il tiempo de A cuantos con menos motivo se les habrá 1:ondenado ~orno usure ros en justa Óbser -' . la co- echa t1ene1,1 que dev:ólyer al pósito ade-, mas de las creces la cantidad de g\-ános que vaucia de una legislacion que au torizaba sin emba r.ao á exaccíon' á los labradores de rec-ib'ieroo en los repartos. Ma ¿devi)lv'e'ráa unos iéditoi:; lan exorbi tantes! ¡Vaya una· por ventura g{·a-oo de supérior c, lid ad? Lo 1-egishicion . origi oal ! Ci udadano ' ( venia a' devb lverfo t~o li mpio cumofúéracle desear? Es necesari o no tener' . sentido comuo. para decir la lev , hasta que por fin se ha phI dej ar de conocer que él labrador procurará blicadp e\ · nu e~o Código Penal) si llegas~ da r tu ·dinero a mas de 1/ 2 p.¼ al ru es, o qu~darse para sí co-n el grano 'dé mejor caseau 1'7 mrs. por cada 100 rs. , ademas JI e lidad; que tratará de ent regar al pósito el incurrj r en un enorme· pecado que I)ios ·no . grano peor que tenga, y que .no se éuidará dé limpiar l'o an l~s .con esmero , ya por ahorte perdonará, sín previa restitucion , corn'etes .un. delito gravísimo y de funestas consecuen~ r_ar~~- trabájo 1 -ya porq ue cuanto 1henps se l1 mp re el grano, con menos can tid ad se cucías para el pais en que_llega a: perpetrarse bre la obligacioo del pósitos . Esto es lo (1 ): te d'eclaTaré infame para siempre, y te que sucederá siempre p'or regll.t general , condena1 é ademas en penas pecuniari,is que puedan llega r hasta la pérdida de todos tus aunqué bah tal vez algun a. rara excepcion' ' bienes; mas vosotros, pósitos, es tablecimien.r qµe no des tru ye la regla general. Pues bien los que se han dedicado al' cstudio dé la tos fil antrópicos establecidos para aliviar y agricu ltura , y hasta los labratlóres menos socorrer á lds labrado res pobres, llevad á. estos de i·éaitos desde 25 hasta 100 mrs. al in struidoi:;·, saben que para obtener buenas cosechas de ce real es , es ent re otras cos,ts me~ 11or'caüa 1.00 rs.: es deci r,· unos réditos necesai:io st:mbra r granos muy bien limpios que pueden lleg~. a ser seis · ve~es mayores y de la mejor _posible cal_idad; como que en que los que _permito á los particulares: no igualdad de c1rcu.ost'aoc1as, será mas abuuitripór_ta, yo lo declaro lícito y permitido. Ahi teneis la obra que admirais, diremos ahora á oaote y mejor la co echa; cuanlo mejcfr fu ere el g.raao que se hubiere confiad.o á la ffor'.. los _pa'rtidario's _4e Ios pósi~os. Esto_s en' su~ préstamo,; de dmero han .s1~ ~ _unos nsQrerO$ ra. J,u ego si quiere coger :i:;ueoa cosecha el labrad0'r que p::! r,~ la semente ra recibe grade :hala Jey; y tanto mas cnmrnales, cuanto nos'dcl pósito, grands q\!e como ·hemos indique han ejercido siemp·r.8 sus males artes cado serán siempre de ínfima 6 de mediacon los labradores mas pobres y mas .necena calidad, tiene fotzosameote que vendersitados. . , los, 'Y con su produéto comprar otros roas Aun cuando por el nuevo Códipo Penal la usura no es un delito, sin em bargo sigue la escogidos y mas á propósito para una buena semi:ntera, Eo•estas opéraciooes e-1~abradcir, tasa 1ega1 del dinero at' 6 por 1óo, y esto no además de un tiempo inapreci able eo aqueobstante á los pósitos todavía se les permite ll a época ·del año , rierdela diferenda, qúe ei llegar á cobrar á razon de·un 36 por 100: hay de p'fecios·eo lá"ve.n·ta'del grano mediwdígasenos ah?ca si deben co~tinu~r. por muno í~fi~o del p_ós i_to ¡ y·la co'n:1_pra de grano . -cho tiempo vigentes uo~s d1spo~1~10~es tan de ósupenor calidad qu e necesita para la ·conocidamen(e ·cootranas entre s1 mismas. , sei~entera. ¡ A buen prnc!'o pues pa ga el inPero- veamos lo que vien,en á ser las cre'ces feltz ,labrador lós'engáfiosos soco rros de los ·pupil.ti res con respecto al' grano ¡:¡ue los pópósitos ! ' ,. sitos adelantan á los labradores . · ' . Acaso serios di ga que si el lab1·ad or siem! .· Presc'iodiremQS de lo qu.e fuei-ob an'tiguabra 1?<: grao os 9el pósito,se aho.rrará esa di_lemente, en que di chas creces llegaron á un ceJernin por fanega, y salían de consiguiente rencia de premos, res ultando de ahí que por' á un 1o' por 100 al año en el ,g rano f!Ue , el insjgnificante interés de 5 por 100 se eo-1 cuentra con el grano que necesita para ha os labradores tomaban para la sementera 1


M5 cer la sementera de sus tierras. Para hacer semejante razonamiento es necesario no conocer los principios mas elementales de la agricultura. No solamente, como ya hemo:; dicho, es de necesidad para coger buenas cosechas sembrar granos de superior calidad, sino que ademas hay que cambiarlos de tiempo en tiempo, tra_ éndolos para sembrar de otros pueblos diferentes. El labrador que desentendiéndose de estas consideciones, y por una economía muy mal entendida, se decidiese á sembrar los granos que recibió del pósito, se ahorraria, sí, la dife_rencia en los precios que hemos manifestado, pero este ahorro le vendría á costar en la cosecha cien veces mas e.aro, recogiendo mucho menos grano y de peor calidad que si hubiese hecho la semen tera con grano escogido, traído de otros pueblos diferentes. Luego mas perjudicado aun quedaba el labrador sembrando los granos del pósito, que vendiéndolos y comprando otros de calidad suRerior, por Jlas queesto lesea extradinariamente oneroso. A un precio pues carísimo, capaz de arruinar el caudal mas -floreciente, están pagando los labradores los auxilios que reciben de los pósitos; pero estos causan ademas otro mal muy grave, haciendo incurrirá los labradores en una imprevision y en una falta de econo1ufa, que los conducen naturalmente á una ruina segura. Con efecto, el labrador que no cuenta mas que con sus propios recursos,necesariamente los economiza cuando no son muy abund_aotes, á fin de hacerlos durar de un.a 'á otra cosecha; mas el que sabe de seguro que en el pósito encuentra granos y dinero en laR épocas en que suele necesitarlos, probablemente no se sujetar á la severa economía que tan necesaria es á todos los labradores, pero principalmente á los mas necesitados, que son cabalmente los que por regla general se dirigeo al pósito. Ya se ve, es tan natural en el hombre el deseo de pasarlo bien; el de ~o~ brcsafü entre sus iguales; el de cometer em • presas frecuenteUJente superiores á sus fuerzas, que es muy expuesto dejarse llevar de alguna, al menos de es tas naturales inclinacione:,;, tan luego como se ptesenta una ocasion segura, y al pronto nada costosa de satisfacerlas. l!:l resultado es que con frecuencia acuden á los pósitos labradores que de ello no tenian una verdadera necesidad; que gastan mas de lo que debieran~ que ademas tienen que paga r unos réditos crecidísimos; y que si •la cosecha viene escasa, como sucede habitualmente en los seca nos cálidos de España, no cogiendo el labrador lo bas-

tante para el pago del pósito y de todas sus precisas atenciones, tiene que volver á acudir al mismo establecimiento empeñándo e nuevamente, v oon frecuencia adt:mas componiéndose con los mayordomos, ó se hacen al pósito reintegros fin gu idos, ó como mas generalmente ha sucedido, se hacen para el sigu iente a favor del pó ito nuevas obligaciones en que se incluyen las deudas a'nteriores, siendo el resollado de tales préstamos y de tales embrollos llegar el labrador mas Larde ó mas temprano á una ruina segura, en la que suele. envolver tambien á sus fiadores, v á veces á los individuos 1hismos del a.yuñtamiento. Esta es la historia fiel de los res ullados que han producido los pósitos con respecto á los labrado res que se hao dejado seducir por los socorros pérfidos de aquellos establecimientos . . No se nos diga que esta:; sean exageraciones, no; son hechos demasiado ciertos por desgracia, y bien notcrios en casi todos los p_ueblos que h~n llegado á est~bl~cerse pósitos ; mas dec11nos: en la organ1zacion de estos, esos hechos debían sucede r necesariamente. ¿Quiérese, por ejemplo,. auiuentar en un pueblo el número de -lo;; holgazanes y de los pobres ? Basta para ello el dar muchas limosnas sin tino ni di:;ceroirnientó ¿Quiérese quitará los labradores, ú á los que se dediquen á cualquier gét1ero de in. du tria, la previ ion; la economía, y conducirlos de consiguiente á una bancarrota segara? Basta estable~er un fondo en el que encuentren recursos siempre que los va-van á buscar. Para algunos pocos que de aquellos socorros sepan a provecharse con discernimiento, ¡wántos y cuantos u. aran indiscretamente de dichos fondos. dejándose arrastrar de esa tentacion casi irresistible de ir gastando mas de lo que bu enamente pudieran, y de lo qve realmente gastarian si estuviesen atenidos á solos sus propic_,s recurs os ! Y siendo esto así, ¿ quién será capaz de calcular los daños y ruinas que habrán causado nada menos que 7.000 µósitos establecidos en otros tantos pveblos de la Penin ula? Con mucha razon decía en 1810 el contador general de pósitos D. Manuel Palomino , q ne des pues de 36 años que con ocia el ramo. no babia vi ·to en su admini lracion mas que v_ejaciones, tiranías, quejas, pleitos y ruinas de familias, sin que pudiesen compen ar tanr.os daños los corto¡;: beneficios que han hecho á algunos pueblos y labradores eo socorros para sementera que han solido serles bien caros, y en algunos panaderos públicos cuando los abastos estaban esLan-


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cados. ' 7. 0 de la Novísima Reoopilacion les dié soTal vez se nos diga que, á ser exacto el bre todos los demás acreedores, menos el cuadro que hemos trazado de los males caufisco; al ver en fin que hasta hace po,cos sados por los pósitos, debieva haberse arrni- , años (exceptuado ~un corto intervalo a fines nado la agricullura española, siendo así que del reinado de Cárlos 111) Jo¡; pósitos eran segun nuestra confesion está ahora IDas que quienes hacían el comercio exclu!'ivo degranunca floreciente. Este razonamiento, al panos cua;ndo dejaba enormes ,ganancias, cual. recer tan fuerte, no es sin embargo mas que quiera creería que los pósitos habrían estaun débil sofisma que no resista al mas lijedo siemdre en una situacion muy próspera; ro exámen. Cualquiera conoce que á los pópues justameute ha sucedido todo lo contrasitos no acudiri an por regla general los lario. A pesar de les minuciosas y bien calbradores acomodados que para sostener su culadas disposiciones que se tomaron, á fin labranza contaban con recursos propios, y á de que estuviesen bien administrados y prosquienes además tampoco se les podía dar peuasen los fondos de los pósitos, iban estos gran9 para sembrar, puesto ·que este no se ámenos sosteniendo una existencia precadaba sino á los labradores que no lo ténian ria á consecuencia de los , enormes fraudes que se cometian con los caudales y á la somó que necesitaban alguno, segun así se halla dispuesto e~1 el art. 4 3 de la ley i, lit. 20, bra de esta benéfica institucion. Como á los líb, 7. 0 de lit Novísima Recopilacion. Los labradores no se les repartia el dinero sino labradores pobres serian pues los que por en los meses de mayo y agosto para devolregla general habrán acudido al pósito, y verlo en el de setiembre, e~taba el dinero los que se habrán arruínado, en cuyo caso parado ocho meses en el arca t:el pólas fia~as propias ó ajenas que ellos cultisito: ¡ hé ahí una casi irresistible ocasion vasen, pasa·r-ian -á otras manos diferentes para los que manejaban esos fondos, de emmenos ,necesitadas, ,y de consiguiente sin pleados en especulaciones ó en usos propios! menoscabo, -antes con ventaja, general meoY si llegado el tiempo no babia proporcion, te hablaI1do, de la agriGu'!Lu,ra. ó no se quería devolver al arca los fondos, Otra consideracion debe además tenerse eso nada importaba; á los labradores se reen cuenta para aprecia'r los menores incoopartia una cantidad cualquiera, por insignivenientes que . en t,iempos bastante anterioficanle ·que fuese, y en las cuentas todo apares tenia esta institucion con respecto á los recia arreglado y perfectamente distribuido. labradores pobres: el mucbo precio que enLas existencias de granos de pósitos dietooces tenia el grano, y que permitia de ron además ooacion á otro género de especonsiguiente al labrador contraer algunos culaciones. Cuando el año se creía escaso de empeños que podia holgadamente satisfacer cereales, par'l la sementera se repartia cuanen un año de cosecha regular. )las hoy, á do mas la tercera parte de grano segun deconsectlencia de un extraord·inacio aumento bia hacerse pol' regla general, y los quemaen la produccion, el precio de los granos ha nejaban el pósito se distrihuian el grano resbajado mucho-en, pruporcion á lo que fué tan te, dejanJo á lo mas algunas fanegas paanteriormente; y este menor precio a-cl.ual ra repartir mas ' adelante, y oubrir como no puede soportar las cargas que, aunque suele decirse el expediente. Y ¿4ué dirémos con dificultad íba sobrellevando el mayor de .las defraudaciones que se cometian en las precio antiguo. compras de granos por cuenta de los pósiTeaemos pues que los pósitos han estad@ tos? ¿ C.oántas veces unas mismas personas · gravando de una manera incre1ble á los laserian los compradores y vended oves á la vez bradores pobres para cuyo fomento se creade los granos que iban. á.,los almace.nes del ron ; y qu,e además han estado causaad0 pósito? En fin, nada exageramos al decir otro mal gravisimo á los labradores de 7.000 que los fondos de •los pósitos, ya en granos, pueblos, incitándoles á gastar mas de lo qu~ ~a en dinero, eran por ·regla general el padebieraa, en la confianza de encontrar en trimonio de los que intervenian en su adlos espósitos los re'cursos que solicitasen .: ' 10inistr_acion, de los parciales suyos y de veamos ahora ·los males que á los ya referi- ' sus au11gos; hasta que llegado el caso, vedos ha venido á añadir una mala admin.is- , nia a descubrfrse el fraude, se excluia á los tracion. deudores del manejo de los caudales del póA I ver los enormes réditos que se ·carga..: sito, y la adminiftracion de estos pasaba á bao á los labradores, y las seguridades y otras manos que mas pronto ó• mas tarde responsabilidades establecidas para asegureproducían las defraudaciones anteriormenrar el reintegro de los pósitos; al ver privi- ,te cometida$. La verdad de este relato lo Jegio de preferencia que la ley 7, til, 20, lib. demuestran m.uy bien la razon y el conocí-


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·miento del corazon humal)o ; pero si algun escrupuloso quisiere mas pruebas·, que lea las leyes del tit. 20, lib. 7.º .de la Novísima Recopilacion ; que lea la circular de la su perintendencia de pósitos de 18 de junio de 1819 ; que lea en fin hasta las exposiciones mismas de las nueve pro vi ocias que en 1820 opinaron por la contin uacion de los pósitos_. En todos esos documentos existen pruebas incontrastables de las defraudaciones escandalosas que se hacian de los fondos de los positos, de los torpes manejos á que daban lugar, y de la desmoralizacio_n que iban introduciendo. Dígasenos ahora s1 era posible que los fondos de los pósitos pudiesen resistir á tantas causas de ruina reunidas. Así es que no bastando para sostener e~tos establecimientos los ingresos que teman, fué necesario acudir á repartos vecinales para el reintegro de las partidas fallidas, hasta que esto se vino por fin á prohibir en el año de 18H3.

'Aquí tenemos pues una inslitucion que segun hemos probado arruinaba á los labradores, y se hubiera ella misma arruinado tambien, á no habér sido por los socorros pecuniarios que tenian que proporcionarla los pueblos casi todos los años. ¿ En donde pues esta la utilidad de esta institucion? ¿ Ha_n correspondido por ventura en estos últimos tiempos los escasísimos beneficios que haya producido al enorme capital de que disponía, y á los grandes y frecuentes auxilios que la proporcionaban los pueblos? Es evidente que no, y por lo tanto mientras se conserven los pósitos en su actúal estado, se están manteniendo, casi en la improduc cion una porcion considerable de millones que invertidos de otra manera podrían contribuir muy poderosamente al fomento de la agricultura española. Cl!LA y ANDRADE.

PARTE OFICIAL. .

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creta de 7 de Abril de~ 84-8, sobre conse1·vaoion La abundancia de materiales y las muchas y mejora de los caminos vecinales (1). disposiciones que hacé poco se acuerdan por el gobierno con el fin de promover el desarrollo En esta primera sesion designarán las juntas de ios intereses agrícofas, son la causa de q e los individuos de su seno encargados especialla presente seccion de nuestro periódico espe-,piente de cuidar de la buena construccion de rimente olgun retraso. Con el fin de que desaJai obras y de asistir á su recepcion. Estos en parezca lo mas pronto posible dedicamos en escargados podrán ponerse en relacion directa ta entrega á la parte oficial el mayor número de 1 con el jefe p~lítico y_c~n la. p~rsona. nombrada páginas que nos es permitido, y lo mism•J hareparala direcc1on y v1gtlancia inmediata de los mos en la inmediata, que es la última del tomo trabajos, á fin de poder indicar mas prontamesegundo. De este modo podremos publicar las te los defectos de construccion ó de cualquiera órdenes, decretos ó leyes qne aun no hemos puotra especie que notaren, así como las mejoras blicado, y quedaremos pronto desembarnzados que creieren posible. Sin embargo. los rlelegapara insertar puntualmente toda~ aqu..-llas medos de las juntas no podrán hacer por si ningudidas que interesen ó tengan relacion con la na modificacion en los proyectos adoptaqos, n agricultura. Asi nos parece que debemos ha -dará los entregados de su ejecucion ninguna cerio, en obsequio tambien de uues .ros suscriórden directa. tores. (A) Véanse los numeros anteriores, páginas

f

Concluye el reglamento para la ejecuoion del de-

165, 188, 260, 285 y 330.


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Art. 4158- Las juntas inspectoras procurarán ilustrará los pueblo ·, haciendolos conocer la utilid ad qur ha tl e resultarles de mejorar sus comunic?.ciones; exc1larán el celo de los ayuntamientos para que se presten á contribuirá tan - importaule mejora; despertarán en cuanto puedan el espirilu de asociacion entre los pueblos, que es el que puede proporcionar coa mas pronlitud la mejqra de los caminos de pri-mer órdeo; promoberan la realizacion de suscrici l)nes en dinero ó en prestaciones personales; trataran de obtener la cencíon gratuita de los terrenos y maleriale: necesarios para el est¡:iblecimiento y cooservacion de los cammos vecinales; se valdran de su influencia para 1encer los obstaculos á que puedan dar lugar el trazarlo de los caminos, su conservacion y la ejecucion de los lrabajos, y finalmente emplearán cuantos recursos les dicte su amor al bien público, para qué se Ueve,á cabo na uidea tan beneficios para la agricultura y para los pueblos en genral. . • Los jefes políticos harán presente al Gobierno lo esfu erzos de estas juntas y los resaltados que dieren, para que se tenga en cuenla el mérito que conlraigan los inrlividuos que las forman. '

CAPITULO. X.

CONTRUCClONDE

UEVOS CAMINOS Y VARIANCION

DE DlllECClON Y ENSA CBfi DE LOS EXISTENTES.

SECCION PRIMERA.

Construccion de nuevos cominos. Arl. 459 . No se procederá á la construccion de caminos vecinales de primero ó segundo órden sino á peticion de los ayuntamientos interesados, y con la aprobacion del gefe politico. Para que esta áutoridad ·consede el permiso de abrir nuevos caminos, es nesesario que Jo exijan las necesidades de la circulacion, y que le conste ademas q1.1e los peticionarios Lienen los recursos necesarios para llevar á cabo la obra, y la posibilidad de realizarlos. Art. .~ 60. En el caso de haberse de construí r un camrno nuevo, y de no quererlos dueños de los terrenos que hafa de atravesar cederlos gratuitamente en beneficio del pueblo, se tratará de adquirir estos terrenos por via de convenio . A este fin concertará el alcalde con los propietarios las condiciones de la adquisicion, las someterá á la aprobaciou del ayuntamiento: y si este y el jefe politico despues las aprueban,

se verificará la conpra del terreno. Si no hubiere avenencia entre el alcalde y el propietario, se procederá con sujecion á la ley de 17 de abril de 1836.

SECCIO

SEGUNDA.

Variacion de- direccion y ensanche de los caminos existentes. Art. 161. Para variar la direccion de un camino ya existente, se necesita igualmente la pelicion del ayuntamiento interesado y la autorizacion del gefe político, siempre que el nuevo trozo que resolle exceda de media legua. En otro caso se considerará esta obra como otra cualquiera de las comunes que hayan de ejecutarse en los caminos vecinales, y se sajelará á las mismas reglas y formalidades. Art. 162. La adquisicion de los terrenos que baya de ocupar el nuevo trozo, se verificará del mismo morlo que los necesarios para un camino de nueva construccion; pero si el dueño del terreno adquirido lo fuese tambien del colindante con el trozo abandonado, se procurará hacer la adquisicion por via Je cambio. · Art. 163. El terreno necesario para dar á un camino la anchura que se le haya fijado en la órden de clasificacioo, se Lomará por parles iguales de los terrenos adyacentes, siemp re que el de uno y otro lado sean de propi edad particular. Si el camino linda por uno de sus bordes con propiedar!es parliculares ,'y por el otro con terrenos baldíos, realengos ó del comun, se Lomará de estos últimos la parte precisa para ensanchar el camiuo. Se exceptúan sin embar"o los casos en que lo.; obstáculos naturales ó las circunstancias locales se opongan á. la observancia de las reglas anteriores, y lambien aqae)los en que el terreno colindante por u,i lado con el camino esté cercado ó de plantío, y por el otro expedito, pues entonces se ensanchará siempre el camino por el costado libre y que ofrezca menos dificultades de ejecucion.

CAPÍTULO XI. DISPOSICIONES PARA LA POLICÍA Y CONSBRVACION DE LOS CAMINOS VECINALES.

SECClO

PRIMERA.

Jledidas de conservacion. , Art. 164.

Siempre que los caminos vecina-


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les de primero ó segundo órden estén construidos al piso natural ó en desmonte tendrán cunetas á los costados, que harán parle integrante de ellos. La anchup y profundidad de estas cunetas serán µrqporcionadas á la necesidad de (lar sajida á las aguas que pueda e perjudicar al camino; no obstante, el mínimum de sus dimensiones será de ~os piés de anchura en la parle suprrior, pié y medio en el fondo, y dos piés de profundidad. Art. 165. Las cunetas construidas á lo largo de lQs caminos vecii;iales se lirn~iarán á lo . menos una vez todos los años, y mas á menudo si lo exigieren la~ circunstancias. La limpia se ejecutará por órden y bajo la direccion del al,Ga lde, y se pagará de los fondos· destinados á .<;ami nos vecinall!s. El cieno, polvo y demás mate~ias extra idas de l:,.s cunetas, no podrán echarse sobre' el camino. Art. 166. ~ No será lícito hacer represas pozos ó abrevaderos á las bocas de los puent~s y alcantarillas, ni á las márgenes de los caminos, á menor distancia que la de treinta varas de estos. Los cvntraveotores incurrirán en la multa de ·cincuenta á doscieatos reales, además de suj:>sanar el perjuicio causado. ,Art. 167. Los cultivadores de las heredades linc)antes con el camino, que con el planllo y labores de las mismas'ocasionen daño á. los muros de sostenimiento, aletas de alcantarillas, est11ibos de puentes, y á cualesquiera otras obras del camino, ó que Jabren en las escarpas de este, incurrirán en la multa que señala el artlcuJo anterior. Art. 168. Los labradores que al tiempo de cultivar las heredades inmedhtas á los camino~, y los ¡¡aslores y ganaderos que con sus ganados 'd ejaren caer en los paseos y cunetas de aqu~llos tierra ó cualquiera cosa que impida el libre curso de las aguas, estarán obligados á su limpia ó reparacion. Art. 169. Los dueños de las heredades lindantes con los caminos no podrán impedir el libre curso de las aguas que provini eren de aquellos, haciendo zanjas, calzadas, o levantando el terren9 de dichas heredades. ,Art. 170. )-.os dueños de heredades confinante¡; con lo,s rarninos, y en posicion cost.·rnera ó pendiente sobre . eslos, no porlr,w corlar los árboles en las treinta varas de distancia ele las carreteras, sin liccocia de la anlo.-idao lo ca l, 1 prccedidp reconpcimiento del ingeni ero e:icargado de la misma; y en manera alguua arrancar las raices de los mismos p¡ira impedir que las

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aguas lleven tierra al camino, ó caigan troios de terreno; y si contravinieren serán obligados á coplear la obra necesaria para evitar semej autes daños. Art. 171. Cualquiera pasajero que con un c,a rruaje ror,opiere ó arrancare algun gÚardá rueda del camino, pagará cuare1,ta reales por subsanacion del perjuicio, y además de cincuenta á cien reales si hubiere procedido contraviniendo á las reglas establecidas en .este capítulo. Art. 172. Los carruajes de cualquiera clase deberán marchar al paso de las caballerías: en todos los puentes, sean estos de la clase que fueren, .;y no podrán dar vuelta entre las' barandillas ó antepechos de· estos. Los que contra-vinieren incurrirán en la multa de cincuenta á cíen reares, además de pagar el daño que de es.te modo hubieren cau~ado. Art. 173. Los conductores que ah.rieren surcos en los camino~, sus paseos 6 márgenes, para meter las ruedas de los carruajes. ó cargarlos mas cómodamente, sufrirán la multa de cinc:uenta á cien reales, y resarcirán el daño causado. Art. 174. Ningun carruaje ni caballería podrá marchar po( fuera del firme 6 calzada del camino, ósea p9r sus paseos; y su dueño ó conductor, si lo hiciere, pagara de cincuenta á cíen reales por carla carruaje, y cuatro por cada caballería. Art 175. Cuando en los c~(llino3 se hicieren recargos ó cualesquiera obras de Tepara-' cion, los carruajes y caballerías deberan marchar por el paraje que se demarcare al efecto; y los contraventores serán responsa~,les del daño que causaren. Art. 176. Los dueños ó conductores de los carruajes, caballerías ó ganados que cruzaren el camino por parajes distintos de los destinados á este fin, ó que ha-11 servido siempre para ir de unos pueblos á. olros, 6 para entrar.y salir de las berectades limílrofes, pagarán el daño que hubieren cansado en los paseos, cunetas y.márgenes del camino, además de la mull,a de se. . senta reales. Arl. 177. El que rompa ó de cu¡¡lquier m do cause daño en los guarda-ruedas, antepechos ó sus albarrlillas, ó sea otras obras de Tos c;iminos, así como en las pirámides~ parles que soñ11lar;i 111.s legu as, ó borre las ii:iscriP,ciones de eslas, ó mallrate las fuentes y abrevaderos coostruidos en la via púl:¡lica 1 6 los árpoÍrs plantados á las marg<;nes de los caminos, ó permita que lo hagan su~ caballerías y ganados, pagiirá


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el _perjuicio y' una multa de veinte á cien reales; y al que robare los materiales acopiados para J,iS:obras, ó cualquier efecto perteneciente á estas, se le asegurará para que se le oastigue con arreglo á )as leyes. Art. 178. Se prohibe barrer, recoger basura, rascar tie-rra ó tomarla en el camino, sus paseos, cunetas y escarpes, pena de veinte á cincirnnta reales de multa y reparacion del daño causado; pero los encargados de caminos podrán permitir la extraccion del barro 6 basura de ellos, prescribiendo las reglas que al efecto crean oportunas. . Art. 179. Se prohibe todo arrastre de ma deras, ramajes 6 arados en los caminos, y lo mismo el atar las ruedas de los carruajes, bajo la multa de cuatro reales por cada madero, ocho si fuere arado que lleve al extremo chapa ó clavo de hierro, y sesenta por cada carruaje que lleve;rueda atada, además d:e resarcir el daño causado. SECCION SEGUNDA. Del tránsito de los caminos vecinales. Art. 180. Los alcaldes cuidarán en sus respectivos términos jurisdiccionales que el camino;y sus márgtnes estén,libres y desemhuaza dos, sin permitir estorbo alguno que obstruya el tránsito públie0,. Art. 181. No podrán los parti culares h acer acopio de materiales, tierras, abonos y estiércoles, amontonar frutos, mieses ú otra cualquiera cosa sobre el cam¡no, sus paseos y cunetas: ni colgar: ó tender ropas en los: mencionados parajes. A los que contravinieren á lo dispuesto en este ~artículo, se impondrá una multa de veinticinco á treinta reales por la primera vez, y dob)e por la segunda. Arl. 182. Las pitas, iarzas, 1m1torr~les y todo génerolde3ramaje que sirva de resguarde 6 de cerca .. á los eamposh heredad-es lindantes con el camtno, deberán estar bien cortados y de; rnodo~que~no salgan al mismo. 't 1Art. 183. Los arrieros y conductores de carruajes que hici'eren suelta y dén:de comerá sus · ganados en el camino ó_:_ sus, paseos,. sufrirán la multa de;veinte reales por cada carruaje, y de cuatro realesj por cada caballería ó cabeza de ganado, además de pagar cualquier perjuicio que causaren. Art. 18_4. La pena establecida en el artículo anterior es aplicable á los dueños y pastores de cualquier ganadÓ, aunque sea mesteño, que es-

tuviere pastando en las alamedas, paseos, cune• tas y escarpes qel camino. Art. 185. En el camino, sus paseos y márg enes, ninguno podrá poner lin F,lados ó puestos ambulantes, aunque sean para la venta de comestibles, sin la licencia correspondiente. Art. 186. Delante de las posadas ni en otro paraje alguno del camino podrá dejarse niogun carruaje suelto, y al dueño 6 conductor del que así se encontrare, se le impondrá una multa de veillte á ciucuenta reales. En igual pena incurrirá toda persona que eche animales muertos sobre el camino ó á menor distancia de treinta varas de sns márgenes, además de tener la obligacion de sacarlos fuera. Art. 187. Las caballerías, recuas, ganados y carruajes de toda especie, deber5n dejar libre la mitad del camino á. lo ancho para no embarazar el tránsito á los demás de su especie: y al encontrarse en un puesto los que van y vienen , marcharán arrimaodose cada uno á su respectivo lado derecho. Art. 188. A los arrieros que llevando mas de dos caball erías reatadas caminaren pareados, se les multará en veinte reales de vellon á cada uno; y si fuesen carruajes los que asi caminaren, se exigira igual cantidad por cada uno. Art. 189. Cuando en cualquier paraje del camino las recuas y carruajes se encontraren con los conductores de la correspondencia pública, deb:!rá n dejar á estos el paso expedito ; las contravenciones voluntarias de la presente disposicion se castigarán con una multa de veinte á cincuenta reales. Art. 190. Bajo la multa establecida en el artículo anterior, á ninguno será permitido correrá escape en !ll camino, ni llevar de este modo caballerías, ganados y cari:uajes á la inmediacion de otros de su especie 6 de las personas que van á pié. Art. 191. Igual multa se aplicará a los arrieros y conductores cuyas recuas, ganados y carruajes vayan por el camino sin guia ó persona que lo s conduzca. Art. t 92. En las noches oscuras, los carruaje's que vayan á la lijera, sin excepcion alguna, deberán llevar en su frente un farol encendido, imponiéndose la multa de treinta reales a los conductores por cada vez que contravengan á esta prevencion. SECCION TERCERA. De laf obrns contiguas á los caminos.

Art. t93. En las fachadas de las casas con-


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t1guas al caminú no podrá ejecutarse ni poner cosa alguna colgante ó.salienle que pueda ofrecer iucomodidad, riesgo ó peligro a los pasajerÓs ó á las caballerías y carruajes. Los alcaldes, cuando reciban denuncias "por dichas causas, señalaran un breve término para que se quiten los estorbos, imponiendo una mulla de veinte a ochenta reales al que no lo hiciese en el tiempo señalado, Art. 194. Cuando las casas 6 edificios contiguos al camino, y en particular las fachadas que confronten con él, amenacen ruina, dispoodrao inmediatamente los alcaldes, que se reconozcan por un arquitecto, maestro.de obras ó persona inteligente, que dara su dictiuoon por escrito acerca del estado del edificio reconocido. Si el clicli!meo confirmase el estado ruinoso del edificio, se trasmitirá á su dueño, exigiéndole que conteste eo uo breve plazo si se conforma con él. Si contestare afirmativamente, se le dará órden por el alcalde para que desde luego proceda al derribo de las partes que amenacen ruina. En el caso de no conformarse el propietario con el dictamen de la persona nombrada por el alcalde, se decidira lo conveniente por los trá~ites prefijados para los derribos obligatorios dentro de la poblacion. 1 Atl. 195. Deolro de la distancia de treil!ta varas· cola lera les de la via no se podrá construir ' edificio alguno, tal como posada, casa-corral de ganados, etc., ni ejecutar alcantarillas, ramales ú otras obras que salgan del camino á las posesiQnes contiguas, ni establecer, presas y artefactos, ni abrir cauces para la toma ó conduccion de aguas sin la correspondiente licencia. Art. 196. Las peticiones de licencia para construir ó reedificar eo las expresadas faja~ de terreno á ambos lados del camino, se dirigirán al alcalde del pueblo respectivo, expresando el paraje, calidad y destino del edificio ú obra que se trata de ejecutar. Art. 197. Los alcaldes podrán conceder las licencias de que trata el artículo anterior, sin perjudicar al camino, y oyendo, siempre que fuere posible, el d,iclámen de un ingeniero, arquitecto ó maestro de obras. Los interesados estarán ohligados á presentar el plano de la obra proyectada, si se creyese conveniente por el encargado de informar al alcalde. ' Art. 198. A los que sin la licencia expresada ejecutasen cualquiera obra dentro de las treinta varas de uno y otro lado del camino, ó se apartaren de' la alineacion marcada, ó no ob-

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servaren las condi<¡iones con que se les hubiere concedido la licenéia, les obligará el alcalde á la demolicion de la obra, caso de perjudicar á fas del' camino, sus paseos, cunetas y arbolados. , Art. 499. Cuando se su,;cilen contestaciones con motivo de la alineacion y concticiqnes marcadas por el alcalde para la construccion de un edificio, se suspenderá todo procedimiento, y se remitirá el expediente al gefe politico de la provincia, que le dará el curso conveniente vara su resolucion. ' SECCION CUARTA.

De las denuncias por infracciones. Art. 200. No podrá exigirse pena alguna de las prefijadas en este capítulo deLreglamento, sino median le deo uncia ante los alcald·es de los pueblos á que pertenezca el punto del camino en que fuere detenido el conlravenlor. Art. 201. Las aprehensiones y denuncias podrán hacerse por cualquiera persona; deberá o baeerlas los dependientes de justicia de los pueblos á que corresponda el ca.mino; pero corresponden con especia]jdad á los peones camineros, · si los hubiere, y á los guardas de campo. , Art. 202. Presentadas las denuncias ante los alcaldes, procederán estos de plano, y oyendo á los interesados, imponiendo en su caso las multas que van establecidas, y cumpliendo con lo prevenido en este reglamento, sin omision ni demora alguna; como es de esperar de su celo por el servicio público y comodidad de los mismos pueblos. Art. 203. Las multas exigidas se aplicarán á la reparacion de las línea3 vecinales con los demás recursos destinados al efecto. Art. 204. Los ge fes polilicos en sus respectivas provincias, cuidarán de que se observen puntualmente las disposiciones contenidas en esle capltulo, procediendo con arreglo á la ley contra los alcaldes que bubiereo ,cometido ó tolerado !!lgnna infraccion de rilas.

CAPÍTULO Xll . DISPOSICIONES GENERALES ,

Art: 205. Los gcfes politico5 indicarán á los gefes civiles la parle que han de tomar eu }a ejecucion del presente reglamento, además de lo que en él se les previe11e. Art. 206. Igualmente cuidarán los geíes po· líticos de que los gefes civiles, alcaldes,. ayun-


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' tamientos, depositarios de fondos del comun, guardas de campo y demás á quienes con<;ieroe el presente ,reglamento, .ejecuten lo que eñ él les está prescrito, á cuyo ef~cto .se circulará á todos los pueblos para que tenga la debida publicidad : !rt. ,.207 . . Los gefes p'onticos remitirán en fin de junio y dici~_m br,e á Ja direccion de Obr;;is públicas un. estado que exp_rese los adelanto.s hechos en los tra.bajos de, reparar.ion, construccion y mejora de los caminos vecinales de sus respectivas provincias, asl como una noticia de Ios:recursos de tod~ especie invertidos en ellos. . Art 208. A los registros que deben llevarse -en los gobiernos políticos, segun lo prevenido en el capítulo 12 del reglamento de 16 de setiembre de 18~5 para la ejecuciou de la ley sobre ,or-ganizaeion y atribucio~es de los ayunta. mientas, se aumentarán los ~iguientes: · 1. 0 Del número de ,:aminos vecinalesdecada pueblo, con expresion de las leguas que se hubieren reparado. 2.0 Resúmen de las cuentas de los fondos . invertidos en los caminos vecinales. S.º De todas las consultas que se bagan so1 hre la ejecucipn del real decreto de 7 de abril, resoluciones que recaigan, y observaciones á que dé lugar la experiencia . , Art. 209. Quedan -derogados, en cuanto se oponga al p·resente, todos los reg!amentos, ordenanzas, disposiciones y órdenes que rijan en mílteria de éaminos vecinales en todas las provincias del reino, que se regirán en lo sucesivo por el real decreto de 7 de ahril del corriente año, y por este reglamento.

políticos para acortar los plazos prefijados en el presen'te reglamento , cuando lo crean conveniente á la pronta ejecucion del real decreto d,e 7 de abril. Esta autorizacion se concede solo por el presente año y respecto· á los trámites establecidos que exijan absolutamente disminucion. • Art. 313. Los j efes políticos darán mensualmente parte del uso que hicieren de la aútorizacion que les concede el artículo anterior, así corrio de las providencias que dictaren para la ejecucion del.citado real decreto, y de los· résu1tados que,obtuvieren . De real lo comunico á V. S. para su cumplimiento y efectos consiguientes. Dios guarde·á V. S. muchos años. Madrid 8 de abril de 1848. -BRAVO MunuLO.-Sr. jefe político de .... <

Real qrden dlsponiendo que los potros que haya11 cumplido doi años, ne, puedan a,;idar sueltos en los montes ó pastos comunes, á no ser en los casos que se expresan . 1

Han llégado a conocimiento de S. M. las quejás diferentes criadores de ganado cabal lar de las provincias del norte, acerca del abuso que se nota de dejar sueltos en ~ monte los ca• ballos de algunos vecinos, al rpismo tiempo qup lo están las yeguas destinadas á la cría, resultando de e!lo que se per.petúa la mala raza, burlando el esmero que tienen los dueños de las hembras , é inutilizando los sacrilicios , que en su favor hace ·el Estado. Pára cortar este daño, la l{.eina (Q . D. G;) se ha servido mand.ar que los potros, desde que cumplan dos años, no puedan andar ,sueltos en el monte 6 pastos . comunantes á ménos que eslen~castrados, ó ha• DISPOSICIONES TRANSITORIAS. ' ' yan sid,o aprobados por las 'comision,es con su!Al celo de estas, y al interes de los partativas. Art. 210 . . No siendo posible ejecnta r en el . ticulares, queda recla~ar el cumplimiento qe presente aíÍo la. apreciacion de las necesidades esta órde,n, haciéndolo V. S. con el mayor ride los caminos-de q.ue trata el capítulo_ u del gor responsables á los dueños por cualquier co9presente reglamento, se prescindirá de esta formacion y harán los jefes políticos que em¡iie- ' travencion. De real ~órden lo-digo á los efectos muchos corre~pondiente s, Dios guarde á V. cen á ponerse di sde luego en práctica las demás 7 años.-Madrirl de abril de 1848.-Buvo disposiciones contenidas en los capítulos s·i guieuMunILLO. tes, sin perjuicio lile la clasificacion que deberá hacerse al mj;;mo tiempo que se planteen dichas Real orden dando grar.i,;s al jefe político de Jaen disposiciones. , y á'otras. vai·ias personas por lo que han conArt. 211. En ·1as primeras sesiones del mes (ribuido al fomento y m (!jora de la raza cabade mayo del año corriente, volarán los áy untallar en dicha provincia. mientos, no solamente los recursos que quiei:an MinisLeFio de Comercio, Instruccion y Obras destinará sus · caminos vecinales en el año própúblicas. Excmo. Sr. : Con ,esta fecha se dice ximo, sino los que deseen aplicar al mismo objeto en lo que resta del presente. , al jefe político de Jaenil9 siguiente; Art. 212, A cst~ fin {se autoriza á los jefes .«La Reina ( Q. ,D. G.) s.e ha enterado con

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agra'!? de la comunicacion de V. S. del mes Real órden creando una junta de Agricultura próximo pasado, en que da cuenta de las disen In ciudad de las Palmas. posiciones que ha a,doptai:lo en beneficio del Atendicndio á la posicion lopograficá é imporfomento y mejora de la raza caballar, auxi1iado. - lancia agrícola de la Gran-Canaria, y á la gran eón loable celo poi, D. Cristobal Gonzalez, vovaried ad de sus producciones, la Reina (Q.D . G.) ca l de la comision consultiva dé esa pr'ovi::ieia: se ha dignado dispoper, accediendo á la solicipor D. José Oribe; d~legado del depósito de tud de ios diputados á Córtes D . José Maria de caballos padres, y por 10. Ramon "de Quesada, Mora y D. Jacinto de Lebn, que en la ciudad D.Pc'dro Calvet, D. AatonioArmebto, D. Berde las Palp:1as se establezca una Junta de Agdnardo Cbater y D. Manuel Carrillo, vecinos de cultura, pero siu que por esta concesión se e •_esa capital, y D. Juan Ailtonio Padilla, .que lo tienda suprimida la que corresponde instalarse es de Torre del campo 1 a quienes V. S. asocio en Santa cruz de -:t;'enerife, segun el r ea l decreá la comision, logrando establecer en esa ciuto de 1 del actual, áme nos que aparezca h condad dos paradas con seis caballos, y promo,·ienveniencia de aquella disposició'n, acerca de lo do el establecim iento de otras dos én Andujar, cual informará V. S. con urg¡encia cuan lo estiuna en Martos: olra en Alcala la Real, otra en ·me conveniente. De real órden lo digo a Y. S. Ubeda, otra en Baeza, otra en Villacarrillo y para su conocimiento y efectos oportunos. Dios otra en Cazorla. gua de á V . S. muchos añqs . ·Madrid • 1 de S. M. en vista de todo se ha servido aprobar abril\ !e 1848.-BRAVO MunILLo.-Sr. jefe po1o practicado por V . S. mandanJo se le den las lítico de Canarias. · gracias en su Real nombre, así como á todos Comumcucion del Excmo. Sr. Ministro de Colos ,sugetos que le han auxiliado, esperando de mercio, lnstrucciony Obras públicas., al Excmo. su celo continuará prestando su atencion á este Sr. Gobernador de Palacio, á consqcuencia del interesante ramo de la riqueza pública.» regio donativo de seis caballos padre,q de la De real .órden lo traslado á V. E.: á fin de casta de Aranjuez, qua S. M. ha destinado á que si en elfo no encuentra inconveniente, se los depósitos del Estqdo. sirva mandar publicarlo en la Gaceta. Dios guarde :í V ~ E. muchos años. Madrid 10 de abril Excmo. Sr: C.on la mas' profunda gratitud he de 184-8.-JuAN BRAVO Mumuo.-Sr. Ministro recibido la comnnicacion de V. E. de 18 del de la Gobernacion del Reino. corriente, ea que se sirve participarme el regio donativo de seis caballos padres de la casta de Real qrden acerca de la instalacion de las juntas Aranjue-z, que la real munitlcenciá de S. M. pro11inciales de agricultUT!J-, destina para los depósitos del Estado, y que se En la Gaceta de 8 del corriente habrá re..:ibailan dota dos de todas las cualidades necesa_bido V . S. el real dec;·eto estableciendoJasjunrias para el objeto a que ~e han de aplicar. S. stas de Agricultura sobre las bases de las comiM. se digna realzar su real presente, diciendo iones de cria e aballar y·vacuna, cuya real disccque se halla siempre dispuesta á em plear sus posici0n se insectará tambien en la entrega sein.lereses privarlos en beneficio de sus pueblos, gunda del Boletín Oficial de este Ministerio, y y que se complace en esta ocasion de dar una cui¡iará.-V .:s . de hacer que se reproduzca en el prueba del que le inspira la regeneracion de de esa provincia. nueslra d~cairla raza caballar, evitando al misEs fo voluntad de S.M. que sin esperar otra mo tiempo que se grave el corto presupuesto nin!íuna comunicacion, proceda V. S. á la inque para .alenderla está consignado al Gomediata insLalacion de la junta , dándole todo el bierno. ., decoro y solemnidad que exige la importancia No en vano confió este á la ilustrada solicidel asunto. S. M. espera ·q ue V. S. acertará á ,_ tud de V. E. el cuidado de encarecer á S. M'.. persuad irla á s1.1s administrados, y a organizar las necesidades perentorias de aquella; el éxito la junta de suerte que corresponda á.sus reales ha justificado cumplidamente su·s esperanzas. benéficas intenciones, advirtiéndole que mirará Para recibir la concesion, conforme á lo discomo un particular servicio el celo que V, S. puesto por S.M., queda facurtado el señor dula comision consultiva y los demás electores que de· Veragua, vice-presidente del Consejo pon,gan en reaUzarlo. De real órden lo digo á Real de Agricultur:i, lndustr,ía y Comercio, y V• S. á los efectos correspondientes. Dios guarde la seer.ion de Agricultura, en union ·con el de á V. S. muéhos años. Madrid t1 de abrii de vocaldel mismo, inpector general del ramo, don ~844.-Buvo .Munuu¡. Fritncisco LaigJesia y Darrac, los cuales pasarán


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como ordena S. M..á recibir en las r~ales cabacsnsejeros y diputados prnvineiales,- el alcalde, 11erizas los referidos ·semtntales. el regidor síndico y otro regidor del ·ayuntaEste rasgo del real desprendimiento eleva tomiento de la c,rpital,, y tres labradores nombradavía á mayor altura la importancia que ya ha dos por esta corporacion, no se completa el nútenido la cria caballar, como uno· de los mas mero de 25 electores'que es necesario concurpreciosos ramos de la economía rural, y de los ran por lo ménos para que haya eleccion, iiegun mas itúere,antes para la defensa del estado. La se manda en el 25. administr~cion segundará, como debe, 'el gran3. 0 Si los funcionarios á quienes el 6. 0 dede ejemp lo de la Reina. En (avor, así de lo.s d,eclara inqividuos natos de las juntas de agriculpósitos del Estado, como de los criadores partura, han de tenerse, en cuenta para completar ticulares~ s~ pondrán en ejercicio las prerrogael número de sus vocales, que debe ser igual al tivas consignadas en la ordenanza de caballería de diputados provinciales. y ,en la ley recopilada; se ~brirán otros depósiY 4. 0 Si mediante no -haberse creado aun tos además de los ya establecidos .en este año, y en aquella provincia la comision consultiva de lasjuntas de Agr'icultura nuevamente creadas la cria caballar, ha de ser ~esde luego indi,viduo podrán dedr 'con orgullo á sils respectivas prode la junta de Agricultura el subdelegado de ~· vincias, que aun con su patrimonio privado veterinaria, á pesar de que en el mismo artículo acude la augusta Madre de los españoles á fo6. 0 se dice que este funcionario lo será desde mentar los respetables intereses que están enla primera renovacion de la mitad de la junta: cargadas de representar y promover. Con este la Reina (Q. D. G.) se ha servido resolver: objeto, y con el de que la nacion conozca este 1.º Que pucsto ·que en esa provincia no nuevo beneficio personal, que tiene que agraexiste comision consultiva de la cria caballar, decer su Reina, se ha dispuesto su inmediata proceda V. S. á elegir los vocales de la junta de publicaciQn en la Gaceta y en el Boletin o(foial Agricultura, constituyendo la junta electoral del ministerio. los diputa.dos provinciales y los consejeros, con Ruego á V. E. se sirva hacerlo as{ presente iaclusion de los supernumerarios, e,I akaldc, ·el S. M., ofreciendo á sus piés el tributo de la regidor síndico y otro regidor de los del ayunlealtad de su Gobierno y aceptaqdo y. E. la 1amiento, y tres labradores nombrados por esta espresion de mi reconocimiento por su celosa corporacion; y teniendo por constituida en la cooperacion en favor de los intereses . publicos primera reunion si concurren las dos terceras que están á mi cargo. partes de los electores. Dios guar<le á V. E. muchos año.s. Madrid 29 2. 0 Que el número de vocales de las juntas de abril rle 1848.-Excmo. Sr ,-J(lAN BRAVO de Agricultura ba de ser igual al de diputados MonILLo.-Excmo. Sr. marqués de Mirallores, _ provinciales, como se establece .en el art. 2. 0 gobern¡¡dor de Palacio. del real decreto de su creacion; pero qne esto debe entenderse respecto ' á los vocales que se Real órden resolvienilo algunas dudas acerca de han de el_egir, sea por la junta electoral de ahola formacion de las Juntas de a¡gricttltura. ra,sea por las que en adelante bagan la eleccion, no contante de consigniente en el número de Vista la comunicacion de V. S., fecha 18 del vocales fijado en dicho art. 2.• los injividuos actual, pidiendo instrucciones para poner en declarad9s vocales natos por el 6. 0 ejecucion el real decreto de 7 del corr.iente mes, ' 3. 0 • Y .finalmente, que no habiendv mariscal creando las juntas de Agricultura en todas las electo por la comision consültiva de la cria caprovincias del Reino, y <lar cumplimiento á fa ballar, el subdelegado de veterinario es desde real órden de 11 del mismo, en que se manda luego vocal nato de la junta de Agricultura, y procederá su instalacion; -en cuya comunicaha de concurrir á la eleccion. ' cion se manifiesta y consulta: Es asimismo la voluntad de S. M., que en las 1.e Que no existiendo en la provipci'a de provincias que se encuentren en el mismo caso Zamora comision consultiva de la cría caballar, que las de Zamdra, se obser·v en las procedentes no puede servir de base á la junta de Agricu ldisposiciones, constituyéndose la-junta 9le.ctotura, como se prev~ene en el art. 21 del citado ral de una mane'ra an áloga, á cuyo efecto se real decreto, ni de consiguiente declararse tal, publicarán aquellas en la Gaceta y el Boletín conform.e se dispone el 22. oficial de este Mi nislerio. 2,o Que aunque se reunan los funcionarios ..De real órden lo oigo á V. S. para los efecé individuos de que habla el 23, á saber: los li,s oportunos, y á fin de que proceda inmedia-

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lamente á la instalacion de la junta de Agricultur'l en los té,rminos espresadO's. Dios guarde á V. S. muchos años.-Madrid 25 de abril de 848.-BRAVO MuRILLo.-Sr. jefe político de Zamora.

REGLAMENTO PARA

EL RE<HMEN ' Y BUENA POL1C1A DE LOS DEPÓSITOS DE

Real órden cirrulando el reglamento relativo á los

depósitos de caballos padres del Estado. A continuacion se inserta el reglamento para el régimen y buena policla de los depósitos de caballos padres del Estado. Sin esperar otra órden ni comunicacion cuidará V. S. de su puntual oJ)servancia, reclamando al efecto la cooperacion de la junta d-e Agricultura y de los alcaldes de los pueblos, y ateniéndose para lograrla á las instrucciones siguientes: · 1.• En los depósitos del Estado encargará V. S. su cabal y exacto cumplimiento á los delegados, y p;ra ello les entregará un ejemplar, recibiendo V. S. con este objeto los correspondientes .i los que hubiere en esa provincia. 2.ª · Los depósitos de particulares, por repetidas reales órdenes, han de conformarse en lo posible al reglamento que rija en los del Estado, salva¡¡ aquellas disposiciones que el buen sentido demuestra qué son peculiares de ·estos, y él derecho de caballaje, que en aquellos· se fij a por libre estipulacio'n entre los dueños respectivos. Se'recomendará muy particularmente á los de los depósitos privados la observancia de la; dos últimas partes del reglamento, con las cuales consullarán en gran manera el crédito y buena conservacidn de sus establecimientos. 3.• A fin de qW! no aleguen ignorancia, los dueños de los depósitos privados están. en obligacion de teuer en ellos un ejemplal' del presente reglamento, á cuyo efecto se ha hecho una tirada por separado, de la cual se remite á V. S. competente número de ejemplares (1). 4.• Al que contraviniere á la disposicion anterior, ó al que no cumpliere con las del reglamento, le retirará V. S. la patente para el establecimíeuto. De real órdeo lo digo á V. S para su cumplimiento y comunicacion á quien corresponda, cuidando V. S. de circular estas disposiciones por medio del Boletín oficial d·e la provincia. Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 6 de mayo de 1848.-BRAvo MuRILLO .-Sr. jefe político de ...... (1) Se hallan de venta á cuatro reales velloo en las d e positarías de los gobiernos' políticos, y en los puntos de suscricion al Bolelin o{i.cial del ~misteri1, de Comercio fostruccion y Obras pú-

olicas.

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CABALLOS PADRES DEL ESTADO. DE LOS DELEGADOS Y GASTOS DE LOS DllPÓSITOS.

Artículo 4 .• Hallándose los· depositas de caballos padres propios del Estado á cargo de un d~legado, será cargo de este vigilar sobre su buena asistencia, proporcionándoles mozos aptos para su cuido, hacerlos pasear, y elegir un mariscal veterinario de conocido crédito para que los hierre y los asista en sus enfermedades. Art. 2. 0 Para el cuidado y asistencia de ,:ada cuatro caballos, habrá un criado inteligente ~ de buena conducta, con el salario de seis reales diarios; y para el de cinco ó seis podrá proveerse el delegado de un zagal auxiliar, que ganará cuatro. Art. 3. • Deberá haber para cada caballo en los depósitos una maula, un cin~buelo y un cabezon de cerreta, y para el aseo de todos, unos trastes de limpiar, completos, y UD mandil para e! aseo de cada criado. Art. 4. • A cada caballo se administrará diariamente celernin y medio de cebada y una arroba de paja de trigo ; cuyos desperdicios se aprovecharán para las camas ·abundantes, que habrán de tener sie\Jlpre de noche. A los caballos estrangcros se les hará el aumento correspondiente, el cual se designará por la Direccion de Agricultura. Art. 5. 0 Será cargo de los delegados, al tiempo de la cosecha, reclamar las cantidades necesarias para el acopio de cebada y paja, dirigiendo estas reclamaciones á la direccion general de Agricultura; y verificada la compra por el que reciba órden para ello, dará parte del número de fanegas de cebarla y arrobas de paJa que hubiere almacenado, justificando el valor de cada especie. Art. 6. 0 • Cuando no se tengan hechos los acopios que anteceden, será de abono á los delegados la cantidad de seis reales para el mantenimiento de cada caballo padre, eu, los puntos donde no disfruten de raciones del ejército, que nunca son suficientes para ellos: por tanto los que las tengan serán socorridos con la cantidad que, á prop11esta del delegado, estime la Direccioo. La cebada y la paja de trigo han de ser de la mejor calidad; y en circunstancias escepcio-


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:rnle , tendrá la Direccion la consideracion debida respecto al precio de los alimentos, para determinar el gasto diario de cada caballo. Art. 7 ·º Los g¡istos de los depósitos serán satisfechos á los delegados pór los depositarios de los gobiernos políticos. A estos presentarán aqueJlos en fin de cada mes dos ejemplares de la cuenta del mismo, ambos debidamente documentados, cuyos ejern_plf.lres remitirán los depositar-íos á la scccion de contabilidad de este ministeriQ. Se cuidará con el mayor esmero de que sean puntualmente cubiertas las consignaciones de los depósitos á fin de que los delegados no hagan anticipaciones y desembolsos. Art. 8. 0 Del ~O al 45 de cada mes r emitirán los delegados á la direccion de Agricultura, Industria y Comercio de este ministerio, el presupuesto aproximado de los gastos correspondientes al mes inmediato al en que se presenta la cuenta, arreglándose eu este particular y en la entrega de cuentas, de que habla el artículo anterior, á las órdenes é instrucciones que se les comuniquen por las respectivas direcciones de Agricultura y Contabilidad. Art. 9.o Son partidas de abono, mediante las circunstancias dichas: ~. 0 El salario de los criado3. 2. 0 El alquiler de 1.a cuadra, donde se pagare. 3. 0 El alumbrado de wi~ma en toda la noche. 4. 0 El herraje y asistencia del mariscal vet~rinario. 5. 0 La compra y compos~ura de cabezadas, cabezones, ronzales, mantas, trastes tle limpiar, faroles y demás útiles indispensables. 6. º Cualquier corto reparo en las localidades del establecimiento. 7. 0 Los auxilios de curacion y beneficios de que necesiten los cal¡allos padres; sin que pueda el delegado extenderse a otros gast0$ s.i-n autorizacion especial. Tambien es de abono la cantidad de doscientos cincuenta· reales vellon mensuales _para cada rlelcgado por gastos de escritorio. (!n re glamento especial determinará sus alribucio-n-es en las dehesas potriles y ye15•Jares cuando lleguen á establecerse, y la gratificacion que por este nuevo c~rgo hubieren de lener. DE LA MONTA.

Art. 10. Propondrá el delegado á la Junta de Agricultura, y esta á la Direccion, los dos ó tres µunto~ en dontle convenga distribúi_r los caballos•del depósito, llegada que sea la época de la monta. Seran estos donde mas fácilmenle puedan estar en contacto con los criadores que lo~ n ecesilen, y a donde con menos molesLia puedan venir l11s yeguas desde sus respectivo

domicilios. Será cargo de dicho delegado depositar, bajo su responsabilidad, los caballos en manos de la mdyor confianza durante aquel tiempo, en los parajes donde los remita; instruyendo á los individuos de quienes se valga, de las obligaciones que aquí se detallan. De aquella responsabilidad estará libre, si por el Gobierno se le designare la persona á quien haya de hacer las entregas. Art. 11. Un mes antes, poco masó meaos, cuidará el delegado de hacer incluir, recurriendo al jefe político en su provincia, en el boletin oficial y en los diarios, el aviso correspondiente para que los dueños de yeguas acudan los sitios demarcados, y se sirvan de los caballos padres. En el aviso deberá especificarse que las yeguas han de estar sanas, libres de toda enfermedad contagiosn y defecto heredi~ario ea sus remos, ser de buena casta, tener la iJ)zada de ~iete cuartas cuando menos, y cuatro años cumplidos de edad . Art. 12. Ootendran la preferencia en los depósitos del Estado las yeguas acogidas á las de besas del mismo, y las que sean hijas de !sus caballos. Despues de estas, y en ig ualrlad de circunstancias, lo serán las de criadores pobres, que tengan un número menor de doce, ·por lo mismo que son mas necesit11dos que los criadodores en grande . Art. 13. En cada depósi~o debe ni tenerse un libro maestro, en el cual se lleve un registro exactísimo de todas las circunstancias precisas ó dignas de nolarse para combinar las mejoras conducentes. En el se consigna ran las órdenes que el Gobierno ó el jefe político dieren sobre el particular-, y 'las observaciones. que comunique 1a ·junla de Agricul lnra. En este libro tendrá cada caballo padre un estado abierto, en el cual ademas de apuntarse las yeguas que cul}riere cada año, se anoten su nombre, su edad, sus cualidarles, su orígeo y el de sus ascendientes, si posible fuere. Han de especificarse sus defectos, y se han de indicar las perfecciones opuestas, para buscarlas en el individuo con quien se haya de unir. Art. 14. Al tiempo de la monta llevara la persona encargada en cada pueblo nota exacllsima de las Hguas que cad¡¡ caballo cubriere, delerminando Ja3 reseñas, la procedencia, Y cuanto concierne á la misma, para. que pasandose estas notas al delegado en la provincia, las siente en e[ libro y en el estado a que corresponda, Art. 15. Tanto el delegado, como cualquier solro encargado, cuidarán con el mayor esmero,

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Art, 21. Totlo propietario cuya y egua haya bajo su respQnsabiJidad, ¡:le qt~e se. llenen los . sido cubierta por los caballos del Estado, reci'... modelos que se acompañaron con la real órden de 17 de enero <;le 1848, de quyos tres' ejempla - _ bira un documento que lo acredite, el cual lleva ·á el V.~ B- 0 del -jefe político, jefe civil 6 el res, uno en.tregarán al dueño de la yegua, otro individuo de la •junta de A.g"ricaltura que _ esté servirá pan formar un libro de registro del dede servicio, la firma del delegado y del dueño pósito·, y el tercero se :emitirá segun está mande ella. Se especificará en él el sitio de su residado, a la direceion de Agricullura, dencia, nombre del caballo padre y las reseñas Art. ~ 6. Será obligacion del delegado enbien detalladas de la yegua. El dueño deberá te rará la persona á•cuyo cargo remitiere algun conservar este documento para acreditar en tocaballo durante el tiempo de la monta, ya por do tiempo la ascendencia del potro que le nadesignacion del Gobierno 6 por eleccion suya, ciere, y en caso de venderse pasará el-dueño de (lel celo, y cuidado con que ha de velar para su la yegua el documento al comprador. Gonoc'i das conscrvacioo. Asimismo le exigirá que lleve un son las ventajas que de esta medida ha de reporr'egi stro exacto y circunstanciado rle las yeguas tar el criador en •lo .sucosivo . que hayan sid0¡ cubiertas por cada caballo, en Art. -22. "1'érminada la monta pasarán los los términos espresados en los artículos 14 y 15. delegados en las provincias á la direccion ge,Art., 17. En ninguna otra. circunsLancia, y neral de Agricultura los esLados de todo lo accon ningun pretesto ni motivo, dispondra el detuado durante la temporada, y además la oolicia legado de lós caballos del Estado en favor de de las yeguas que, beneficiadas el año anterior, det~·rruinadas personas, pues este los costea y hayan parido, con las reseñas de las crías. ' sostiene en beneficio público . Si algun criador Art. 23. Para adquirir estas importantes node conocida responsabilidad solicitare para el ·. ticias se in\·itará á los dueños de las yeguas á uso de sus yeguas, 6 para la de otros ganaderos que comuniquen al delegado la de los pótros ó de sus cercanías, algun caballo, convendrán potrancas que hayan nacido, y procedan de la previameute co!l el delegado en las condiciones, anterior monta. Ei delegado formará un estado, y este dará cuenta á la Direccion, que oida la que remitido á la Dire._ccion servirá para conojunta d Agricultura de la provincia, y atend icer ef aumento que esperimenta la cria en cada das las necesidades ;del servicio público, resolprovincia . respectiva, y de consiguiente en el verá lo convf'niente. · Reino. La ,Direccion remitirá los modelos que Art. .18. El individuo, que en los términos correspondan, para la formacion y clasificacion anteriormente expuestos, se encargue de un cade los estados que se pidén. ballo padre, entregará la nota, reseña y nomArt. 24. Los gastos estraordinarios que se bres de los dueños de las yeguas cubiertas, y esoriginen en la temporada de la·tnonta,•como son tará obligado á cumplir este reglamento con la la conduccion de los calJallos á difercn'les punint'.ervencio,n de la persoria que proponga, al tos_, el aumento de algun cr;ado que los aststa dar su dictamen la junta de Agricultura. al punto doride fueren, ú otros equivalentes, seArt . 19. Hallándose suspensq por ahora el rán de abono en la cuenta mensual, donde dederecho de caballaje establecido por anteriores reales d~cretos, será gratis poi; este año el serberán detallarse . vicio de los caba llos padres . Las yegua'5 gue se · . Art. 25. En las provincias· septentrionales donde se usa efrecelo, podrá el delegado avipresentaren á la cu bricion. serán servidas por sarlo con tiempo para que se. pueda comprar al el caba)lo mas á propósito, sin darse preferenprincipio de la monta, y deshacerse de él tan cias, ni permitirse otra eleccion de caballo pa:.. pronto como se concluya. · · dre que la que hicieren el delegado 6 encargaArt. 26. La hora de la monta será desde las do del depósito. Para estos actos -asist-irá el masiete de I¡ mañana basta lás once, y"á la caída ~iscal veterinario' dél élepósito. de la tarde, para evitar las horas de mucho calor. Art. 20. Durante la época de la rr.onta habra en cada depósito un interventor 6 visitadQr,• DB 'I:OS GAllAtLOS PADRES, que será un-í"ndividuo de la ' junta de Agricultura, los cuales alternarán. en él por semanas. Arl. 27. ,- Niugun cabailo pndre cubrirá mas que una yegua al dia, dánrlosele de cuando en Donde,no baya vocales de la junta, lo serán los cuando el conveniente descanso. Tampoco pasujctos_que esta nombre, dándose aviso de todo a la Direccion . Si á algun vocal no le fuere gra- . sará de veinte y lo sumo veinte y cinco, d númere de yeguas ~- que _se le haga servir en la voso continuar toda la temporada en este servicio, podrá hacerlo con aprobacion de la junta. temporada. ·


- -:s2s-:Art. 28. Siendo la monta de estos caballos . echar agua fria, sangrar 111 yegua, ni darle gol~omé~tica, esto es, á m,ano, en patios ó corrales pes sobre el 10310 para que retenga, porque la se procurarán terrenos con ciertos declives, y concepcion si ha de tener lugar, está ya consuse cuidará de no arrimar al caballo sin que es(é mada por la naturaleza cuando estas opcra~iones se )'.erifican. · la yegua enlrabonada de los piés al cuell.o, por medio de un collar 6 bricol bien acondicionado. _, 4.rt. 35. Ullimamente consumado el acto por ol ,caballo, debe retirarse la yegua para De este penderan unas auérdas , que 1-1asando por unos anillos de correa con su argolla, ó de arlelante, con el objeto de economizar á aquel todo violento esfuerzo sobre los corvejone sque esparto, adaptados antes· á las cuartillas de loslo debilitaría para lo sucesivo. . piés., evitarán' que el cab.a llo padre sea mal. Art. 36. Los, jefes políticos cuidaran de la tratado. · · puntual observancia de este reglamento. Las Art. i9. No se aumentará demasiado el ¡1ienjuntas de Agricultura y los delegados, podrán so al caballo padre durante la monta. La.coshacer á la Direccion todas las observaciones que tum!:::re de saciarlos de trigo, garbanzos, habas acérca de él les sugieran su esperiencia y su ceú otros estimµlantes, es perjudicial como lo es lo, los criadores proponer las que les ocurran, igualmente el uso del verde en la misma estaá las juntas de Agricullura de sus provincias cion. El estómago debilitado por la continua respectivas. rcpeticion de los actas a que tiene que prestarse el auimal, no se baila en estado de digerir mas Real órde11 declarando que el Real Patrimoniono entiqad que aquella á que estuviere acostumtienP derecho dP. conceder, mediante cierto cábrado. Y es evidente q.ue si contrae el caballo, non, aguas ele -los rios que. corren por el terri~ en tales momentos, una indigestion, todas las torio de la antigua Corona de Aragon. · secrecioue;; se paralizan, y la monta puede que-dar sin efecto . . Excmo. Sr.-Visto el expedientcinstruido á Art. 30. Del mismo modo, constituyendo el c-onsecuenri¡i de una instancia del inte.ndenle verde al caballo en un estado de purga en el Patrimon;_ o, á fin d~ que se dej~á esdel Real c.ual se aumentan la ·traspiracion -y las secreciote á salvo el derecho de éonced~r aguas de los nes, esde cole,sir que ha de oaasionar en la mários que corren por el territorio de la corona de quina animal cierta flojedad y laxitud, enteraAragon, mediante _c ierto cánon, en reconocimente opuestas á a.,¡uella moyor energía, contenmiento del dominio mayor de S.M., prévias al· sion y rigidez, de que nece~ita para la monta. gunas formaiidades, segun costumbre de tiempo Por tanto no se forragearán los sementales en inmemorial, reformándose en esta parte la real dicha época. órden de 14 de marzo de 1846: Art. ,3~. Antes de la monta es cuando ha de Considerando que el ,dominio mayor de los estar el caballo beneficiado, y durante ella solo bienes públicos pertenect al Estado, y no al se usará. para refrescarle y humedecerle alguna ~atrimonio privado de~- M.: hoja de escarola, zanahoria 6 alfalfa revuelta Considerando que por h1s leyes del Reino no con paja, y siempre con separacion del pienso se puede ganar por tie}Ilpo, tr~buto, pecho, reo• 6 de la cebaüa. ~rt. 32. ·Despues qu~ haya cubierto el ca- ' ta ni derecho al Est.at.lo, y que por consiguiente no h'a lugar á la prescripcion por posesion bailo~ la yegua, es conveniente distraerlo por inmemorial que el Patrimonio Real alega: medio de algunos paseos de mano, y al encerConsiderando que el cánon de que se trata {f rarlo en la cuadra, se. le darán friegas por todo· pertenece al Estado, si procedé de obras hechas el cuerpo con una lua, un puñado de esparto, ó en los rios, como' q.u e lo fueron .en tiempo en con la bruza; se le enmantará en seguida, y paque estaban en uno el patrimonio del Rey y el sapdo algun t¡empo, se le tirará medio cubo de caud al do la nacion; 'ó quedó abolido por la leY, aiua en las par-tes genitales. de las Córtcs de 6 de agosto de 1811, restableArt. 33·. Al cabo· de hora y media, se le dacida por la de 2 ele f~brero de 1837, si procede rá de beber agua en blaoco con harina de cede señorío: r bada, y dcspues sus piensos regulares segun (Se concluirá.) queda manifestado. Art. '34. Bs innecesario y aun perjudicial

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DEODiA.Q'IJll\l'l'A. OOJIIISIO~.

Di'ctámen de la misma sobre los medios de mejorar la calidad nuestras lanq,s fi,nas . . SEÑORES:

La comision nombrada para informará la Junta general sobre la cuestion décima quinta de las comprendidas en el programa sometido á su discusion, al presentar su dictámen sobre los medios de mejorar nues-• tras lanas finas, ha creido deber abstenerse de hacer una relacion histórica del período trascurrido desde que ocupaban el primer lugar en los mercados del mundo, hasta el dia, y de enumerar las causas qqe desde tan alto grado de prosperidad las han traído al de abatimiento en que hoy se hallan. Tampoco se detendrá en indagar si la reunion de cualidades tan apreciables en la lana de un solo animal, son uno de los infinitos dones que la naluleza nos ha prodigado, ó si son efecto de cruzamientos de razas en que antes se hallaban esparcidas, debidos á la casualidad, ó dirigidos por la mano del hombre. . Además de no estar conformes en este punto los que han tratado la materia, de nada nos serviria para nuestro propósito y solo conduciría á distraer inúltilmente la atencion de la Junta: bástenos saber que existe la raza merina en nuestro pais desde ti_empos muy remotos, y que ha sido esclus!varne nte nuestra por espacio de muchos siglo~. En este concepto pasaremos desde luego á presentar las cualidades que deben tener las lanas finas en general, para despues examinar en qne gradó se encuentran en las nuestras y los medios que creemos pueden adoptarse para perfeccionarlas. La fabricacion de telas de todas clases es el mayor y principal objeto de la producciou de lanas; por tanto sus cualidades deben estar en relacion con la especie de tejidos á que se las destine. A dos distintas clases ~ertenecen estos: propiedades tambien dist1~tas _son necesarias en aquellas. En la fabncac10n de paños v clemás telas batanadas que requieren cualÍdades f:ieltrosas. se em15 DE DICIEMBRE DE 484 9.

plean las llamadas lana de carda, y en la de tejidos rasos se i:ixigen las largas y lisas, que se llaman lanas de peine. A la primera clase pertenecen todas las finas de España ; y por tanto nos detendrnmos principalmente en su exámen, pues de la segunda, si bien ha_y razas que pudieran destinarse á este obJeto. hasta ahora no sabemos que se hayan llevado á la perfeccion que era de desear para que las produzcan E)nteramente adecuadas al intell-lo. . Las lanas de carda son mas apreciadas á medida que reunen mayor finur:a, menos aspereza al tacto ó sea mayor s uavidad, semejanza en todas sus he'bras, en términos ~e poder llamarla igua,ld ad , aptitud ó doci.hdad para acomodarse á las formas ·ciue ha de recibí r en la fabricacion, y suticiente . fortateza . .Estas condiciones no estau determinadas ni es posihle somet~rlas á un limite conocido ; así pues, solo pue(Jen apreo¡a_rse por comparacion, y la práctica únicamente proporciona el conocim'iento necesario para acercarse á la exactitud. lntimamente relácionadas entre si, puede decirse que son consecuencia unas de otras, todas existen en nuestras lanas, aunque no en el · grado de perfeccion que seria de desear, y que han alcanzado en otros países. Segun hemos indicado ya, este ramo- de produccion ha sido por muchos siglos esclusivamente nuestro, hasta que en 4865 y años posteriores los alemanes adquirieron algunas reses elegidas de entre las nue·s tras, y fu e ron tales los cuidados y afanes que les prodi garon al tiempo de SQ aclimatacion, que luego obtuvieron un resultado superior á sus esperanzas; y hoy nos pre~entan la muestra mas acabada de perfecc1on, á la cual habremos de referirnos cuantas veco¡; convenga en este informe. Tiempo es ya de que pasemos á examinar qué medios hemos de emplear pa ra al_canzar esta perfeccion. El primero y mas influyenTOMO !T. 48


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te es la formacion de una buena raza de ganado. E ta se consigue con una acertada y constante eleccioo de las re es que se destinen á la propagacion bien sean de una misma cabaña, bien se mezclen ó crucen con las de otras que posean en mayor gra_do las circunstancias apetecibles. La reumon 1e mayor finura, suavidad, igualJad y elast1_c~dad posibles en el vellon de un .s~lo amm¡il es el principio que debe presidir en la. eleccion. A.demás ba de tenerse muy presente, especialmente en los padres, la buena conformacion esterior, desech ando escrupulosamente los que tengan manc~a.s , arrugas, marmellas ú otros defectos visibles en la piel . Si se emplea el método de cruzamientos, debe hacerse con individuos de castas purar,, antiguas y conocidas, para no es ponerse á que las buenas condiciones de las reses elegidas dependan de causas accidentales y no se trasmitan en la gen~racion. Obtenida por este medio una buena raza de ganado, el segundo coidado consiste en la alimentacion. Formándose la lana de las secreciones propias del sislP.ma de la piel, en la que se halla en un estado completo de vegetacion, es evidentl': que sus formas han de estar intinfamente relacionadas con el estado de aquella. Adherida por sus bulbos, se alimenta, como las plantas por la ci rculacion de la sustancia interior : así es que la finura de la lana está en razon inversa con el espesor ·ó grueso de la piel. Todos los que se ocupan en el aparato y lavado de nuestras pilas saben que su calidad no es igual en todas las partes del cuerpo de una misma res : en las espaldas ó paletas, en los costillares y vacíos ; esto es, en los si ti os en que la piel es mas delgada, es donde se apartan las suertes superiores, y á medid a que esta va siendo mas gruesa se va degradando hasta las inferiores. La piel del vientre seria sin duda la que produciría una de las clases mas altas, si, como veremos despues, no concurriesen causas especiales qu e lo impiden: así, pues, el esceso de nutricio n y la demasiada escasez de ella, aunque eu sentido contrario, ambos perjudican á la lana por los efectos que causan en la piel; uno por el aumento de grasa que se_ aglomera debajo de ella y que se co mumca al pelo de la ·1ana por sus bulbos ó raíces, y el otro, por el contra~io, si esta no exi~te en la ca~tidad necesaria para prestarle Jugo y nutricion. En prueba de esto la esperiencia"nos demuestra que en los años que las lluvias tem.Peratura benigna proporciona á nuestros ga-

nados pastos abundantes, en términos de conservarse largo tiempo en. un estado escesivo de gordura, su lana en el esquileo se presenta mas gruesa y larga, y decimos vulgarmente que el año ha sido vicioso y la lana tiene mucho medrn ; por el contrario vemos otros años que por la falla de humedad y el rigor de las estaciones hacen que las dehesas apenas proporcionen el pasto necesa rio para el alimento de las merinas; su lana en la citada época aparece corta y quebradiza, cede al menor esfuerzo hecho para arrancarla, y se nos presentan muchos ejemplares de arnmales q ue faltos de los jugos necesarios para nutrirla, se les depende naturalmente y se presentan desnudas, ó valiéndonos de la espresion comun, peladas por el vientre v las costillas, que como ya hemos dicho, és don de tienen la piel mas del icada. En evitar estos estremos está la conveniencia; el qur. la haya conseguido habrá dado un gran paso en el camino de- la perfeccion. Este punto es mu y difícil de comb inar con el sistema actual de nuestra ga nadería. Comp_uesta de grandes cabañas que se alimentan srn n'las ausilio que los pastos que naturalmente se crian en debe as sin cultivo, tienen que sufrir las alternativas de abundancia y escasez que trae consigo-el curso de las estaciones. Establecidas durante el verano en las sierras, tienen que abandona rlas cuan• do amenazan cubrirse de nieve, y pasar en busca del sustento á las orillas del Tajo y del Guadiana, atravesando la mayor p,, rle de la península. A. medida que se ha esten di do la poblaci on y el cultivo por los llanos, nuestras merinas, enemigas de la agricultura, de quien debie ron ser compañeras, han tenido que reducirse á pasar por estrechos Cúrdeles trazados en los terrenos mas eslériles, sufriendo las consecuencias de la miseria, y sujetas á t0da clase de vejaciones. ¿Y como, se nos <lirá, variar repentinamen· te de costumbres bijas en su principio de las necesid ades del pais y protegidas tau to üempo por su legislacion? La comision conoce muy bien que la trasbumacion de los ganados:en el actual estado de nuestro pais, es casi una necesidad pa ra su subsistencia: que entre estos rebaños erra oles existen únicamente animales que poseen condiciones aproximadas á las que arriba hemos descrito, y que de ellos han de salir los padres ·que han de regenerar nuestra ganadería, como salieron en otro tiempo los de las razas que hoy producen las lanas mas finas del rn undo. Obligada á emitir su opinion sobre los


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medios de me1orar nuestras lanas finas, se ve en la precision de condenar un sistema que se opone abiertamente al régimen ordenado y constante que debe seguirse en el alimento de los ganados, y que, segun queda demostrado, tanta influP-ncia tiene en su afinacion. Cúmplela decir que el medio mas perfecto de conseguir este fin, es proporcionarle diariamente la cantidad necesaria de alimento, como nos los enseñan otras nflcione$ ; y de poco tiempo á esta parte han empezado á practicarlo en la nuestra algunos ilustrados ganaderos. Mientras desaparecen los obstáculos que en el dia se oponen á generalizarlo, debemos aconsejará los trashumantes que no perdonen medios de procurarse pastos en sitios que acorten el viaje, porque, segun un dicho antiguo de los pastores, el camino nada presta, y el dia que una cabaña trashumante pueda convertirse en trastermi!lante, es ya posible en este sentido, y en otros que vamos á indicar, prodigarle la mayor parte de las atenciones y cuidados de un régimen conveniente. No nos detendremos ya en señalar la calidad y cantidad de alimento que conviene á las merinas: el conservarlas en un estado medio de vigor y agilidad, es el barómetro por que esta debe módirse. La paja de todas clases, todos los granos y semillas, casi todas las plantas gramíneas. y tuberctrlosas las proporcionan un alimento sano y conveniente. En la eleccion deben prefenrse las que con mas abundancia v economía se puedan adquirir en el país aonde se hayan de crjar. La consideracion de que en España, en muy cortas distancias, se ad vierten grandes variaciones de clima v produccion, nos ha deciµid,> á no insertar aquí el resultado de esper.imentos hechos en ta! 6 cual provincia, mas bien propios de un tratado de cria para una localidad determinada, que de un informe en general. Varias causas esteriores influven en las propiedades de la lana, además de las interiores que hemos descrito. El orin y escremento de las reses. el polvo y otros cuerpos estraños que se adhieren, las lluvias continuadas y los estremos ardores del sol contraria'n ias buenas cualidades de la lana y la perjudican notablemente; es, pues,de lamayor importanciá evitar cuidadosamente sus efectos. Este aseo es otra de las causas que mas han contribuido á la gran estimacion que hoy gozan las lanas alemanas con notab'le p!;)rjuicio de las nuestras. Identificada

su ganadería con la agricultura, encuentra un asilo constante contra el rigor de las -estaciones encuadras ó encerraderos construidos al intento en las casas de labor. Mantenidas en sus inmediaciones todo el año, se conservan libres de la mayor parte del polvo de los caminos que han de atravesar las nuestra¡; en su estado de trashurnacion; un cuidado asiduo de su limpieza y veutilacion, y el uso de camas que se renuevan frecuentemente, evita que se aglomeren y :-.dhieran los escrementos y orines, que no solo manchan la lana, sino que conteniendo materias ~orrosivas, la alteran y la poneu en estado de fermentacion. ¿Como combinar estos cuidados con el sistema actual de nuestra gana1leria? Un celoso ganadero que forma parte de esta comision ha adoptado, para evitar estos inconvenientes, el sistema, hace muchos siglos conocido, aunque despues desusado, de cubrir las ovejas con fund as ó ca~ misas, que al mismo tiempo que defienden la lana del sol y de las lluvias, la liberta de los razonamientos de las matas, polvo y demás cuerpos estraño3 que la perjudican. Ensayado en corto número de cabezas y por el espacio no mas de algunos meses, presenta resultados, si no de mayor afinacion, al menos de mayor limpieza é igualdad en los ejemplares que tenemos á la vista. Es posible que seguido por mas tiempo, combinado con un sistema conveniente de alimento, pueda contribuirá la mejora, mientras :,e generallza en España otro medio mas completo -y análo~o á. sus diversos climas y circunstancias. La comision ha creído deber hacer mencion de él, á pesar de que el pequeño número de cabezas y el corto tiempo que se ha. empleado, no puedan dar á · este ensayo toda la autoridad de una esperiencia. Los medios que arriba hemos indicado que se usan en el estranjero, 1nodi ficados segun lo ha exigido la dilerencia de nuestro clima, han dado en · España el mismo bueu resultado á las personas que los han emp1eado en la cria de ganad11 merino estante. En cuan10 á los trashumantes, habremos de insistir en lo dicho anteriormente: cuanto hagan por reducir las distancias que han de atravesar, menos serán las diJicultades que tendrán qne vencer; cuan~o menor sea su tránsitp, ':°ªYºr facilidad_ten~rán en proporcionarse uescansaderos limpios y secos, percibirán menos cantidad de polvo y demás cuerpos estrañ~s, y les será mas fácil pensar en los medios de guarecerse de las lluvias del invierno v de los rayares abrasadores del sol en el verano: el abrigo de los cerros y la frecuente variacion de la:, maja-


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das, es, á falta de otros mejores medios, el · mismos brillantes resullados •á la vista de varios individuos del seno de esta comision . único que en este punto podamos ac_onsejar. Tiempo es ya de desechar la equivocada Esplicados ya los medios de meJorar la ue que solo en tal ó cual parte pueJen idea con decir que lana· de carda, p.oco tendremos producirse lanas· finas. Una esper ieocia trisrespecto á la de peine. No conocemos en nuestro pais ninguna raza ganado cuya lana te para nosotros nos hace ver que las mejores se producen en el clima !río de Alemapueda decirse con propiedad que reune tonia dél Norte de Francia; esceleptes en SueLa intento. al necesarias condi~iones las das eia y Rusia; iguales á las nuestras no solo comision cree que por todos conceptos nos seria muy impo.rtante conseguirla; su carac- ya en la Australia, si no en todos los países del Norte y l\1ediodia de América. ter puede decirse q·ue es diametralmente El porvenir de las lana,s españolas esta opuesto al de la lana de carda: destinada á decirlo, únicamente en la refi~ permítasenos las requiere rasas, telas la fabricacion de nacion. condiciones de longitud, igualdad y soltuCon el actual sistema po podemos produra; obtenidos los ganados que . la producen, , son mas fáciles y económicos los medios qur. cirlas, ni tao finas como las del Norte, ni tao baratas como las de los· paises meridiose han de émplear para afinarla: estos se renales. El coste de nuestra ganadería, Jeios ducen á la eleccion de sementales de ambos de disminuirse, irá cadíl dia en aumento. sexos, que reunan en mayor grado las condiciones necesarias al intento; suma limpie- La rolu racion de las dehesas y estrechez de los caminos, será mayor á medida que se esza en la pastoría y un régimen es seguido.de tienda el cultivo. La carestía consiguient11 sus de una Como abundante alimentacion. de las yerbas, y la dificultad de los pasos, -cualidades apreciables es la longitud, y paharán de dia en dia mas difícil, si no impo. ra ella se requiere la gordura de los ganados sible, la lrashumacion. ¿Qué remedio, pues, esta circunstancia los hace mas apetecibles nos queda? Hermanar la agricultura con la para el consumo de sus carnes. Las estamganadería, y establecer un sistema de ecobreras de Burgos, Zamora y Talavera, que nomía en beneficio de ambas, para que aproson en esta clase las mas nombradas que tevechando las ventajas de nuestro clima, menemos, carecen de la finura y so-\tura necenos riguroso que el de otras naciones, posarias. ta 1 vez, á menos coste que ellas, predamos dediAunque nos consta que en Francia can á esta industrio algunas de nuestras sentar lanas .que por su calidad y precio merinas m~s medradas ó viciosas, y algunas puedan llenar cumplidamente las necesidariveriegas entrefinas, solo las esporLan á un des de nuestra fabricacioo , y aun competir precio .hajo, porque aun conservan muchas con las suyas en los mercados estraujeros, El primer modelo de esta clase no.s le prepropiedades fieltro ~as, poco á propósito pa · nuestra Reina: personas muy respetasenta rasas. telas de fabricacion ra la bles le hao seguido en las inmediaciones de Tal vez el cruzamiento de algunos carnela cói·te y aun en alguna provincia. A los ros ingleses de las raza~ mas conocidas con ovejas elegidas de entre las estambreras ya · grandes propietarios que en tanto número concurren á esta junta general, les está descitadas, y aun con una combinacion acertatinado generalizarlo con su ejemplo. L.i agri· en adquirirse da de las nuestras sí, pudiere cultura nacional y la industria les tributarán España tan precioso ramo de produccion. los elogios débidos por tan.grande beneficio. Enemi8os de aceptar teorías sío que esEsto es cuanto la comision ha creido oportén acreditadas por la práctica, nos abstendecir sobre este asunto al evacuar su tuno inpueden que sistemas dremos de esplanar dic.Lámeo. La Junta general; en la discusion ducir en alguo error., ínterin los esperimená que á de dar Iugar, acepta.rá de él la pelos hechos con este fin nos presenten resulqueña, parle que pueda servirle para elevar tados que puedan darse por seguros. al Gpbierno de S. M. un trabajo digno de su Con esto, señores, creemos haber manifestado en general los medios de mejorar la conocida ilustracion. Madrid 26 de octubre de 181~9.-EI marqués de Campo Alegre.calidad de nuestras lanas 6nas. Aplicados en M. Ponybanos. -J. A. Perez.-N. CarJuan climas, otras naciones, segun sus diferentes riquiri..-Jos é Echegaray .-Leon de Mateo. han elevado sus lanas al grado de estimacion -El marqués de Perales.-Ju sto Heroandez. que hoy tienen ; acomodados al nuestro de algun tiempo á esta parte, hao producido los


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DEOllllA.SÉTlltlA. OOllllSION.

Programa de los asuntos de que ha de ocuparse la.Jimta de agricultura en sus reuniones del año venidero. • SE-ORES:

La comision encargada de formular el programa de los asunlos de deliberacioa para la Junta general de Agricultura en la temiiorada venidera; ti eae la boara de evacuar su come tido con vista de las tareas desempeñadas en la presente. Las luminosas discusiones con que se ha inaugurado esta institucion de inmenso porvenir, el acierto que ha presidido á sus deliberaciones, y la grata im presion que acompañará á sus individuos de regreso á sus bo gares, tanto por la conciencia de haber trabajado en bien comunal, cuanto por la deferente acogida que mere- . cen .sus votos y opiniones al Gobierno de S. 1\1., prestan á la comision la seguridad de que el programa que propone encontrará, para la so lucion de las.cuestiones, conocimientos gene rales y elevados respecto de lo que pueda afectar á la legislaciou vigente, sana doctrina en lo concerniente á los teoremas agronómicos, y practica inteligente ea la parte de apl'icacion. De esta mauera discernidas las necesidades de la iaduetria rural, y apreciados sus_ intere,es . se irán adelantando cada año, co n noble emulacion y concu rsó de esfuerzos, algunos pasos en la ~enda que conduce á la prosperidad del · pa1s. No cree necesario la comisioa motivar el programa.Compréndense en él los puntos que quedan pendientes al cerrarse las sesiones de la actual Junta gene ral, y utros ciocücuya importancia setá íacilmente comprendida ¡,or una reunion tao ilustrada. Muchos mas hay que tralar, y que de seguro .:3e tratarán en su di a, unos sugeridos por vari os señores vocales cuyas indicacione_s _han sido µasadas por la Junta á la com1 100, y otros que á esla se le 0curren; pero la razon aconseja y la esperieacia confirma, que conviene la parsimonia en el número de los asuntos para cada época, si han de prepararse é instruirse con oportunidad, ven tilarse con detenimiento, y' acordarse · coa mad urez . Las cuestiones que propone la comision, sou las siguiente.s : PARTE

LEGlSLATlVA.

Sob~e las mejoras que deban introducirse en el sistema hipotecario.

Sobre e.l mejor sistema. que por nuestra l~gíslacion pudiera adoptarse en punto á . negos . Sobre la formacíon de asociaciones entre los labradores para. prestarse ausilios recíprocos. Sobre la. conveniencia de proporcionar á los hacendados facilidad para. redondear y aunar sus fincas, mediante alguna. amplitud al recurso de expropiacion en el interés co~ lectivo de la a.gricul tura. Sobre servidumbres rústicas y mejoras.de que sea susceptible su legislacion. J

PARTE CIENTÍFICA.

Exámen de las relaciones que debe haber entre la agricultura· y la ganadería en beneficio -de ambos ramos de riqueza. · Exámen de las ventajas é iaconvenie.ntes de la transhum acion del ganado lanar, considerado bajo todos sus aspectos. Exámen de la influencia de la sal dada á los ganados, principalmente al lanar. Exámeo de los medios de mejorar la calidad de nuestras lanas finas. _Exámen del mejor sistema. general de prem10s para la ganadería y cultivo. PARTE DE APLICACION.

De las plantas de seca·oo conocidas en España, que convenga propagar en diferentes puntos segun climas y productos útiles, y de las desconoddas cuva. rntroduccion se haya ensayado ó deba ensayarse. De los. arados y de sus respectivas venta::. jas é inconvenientes, segun la calidad de las tierras, tempero y clase de labores. Apr.e ciacion y c_omparacion del efecto útil producido en diferentes puntos de España por medio del uso ó ensayo de los arados antiguos ó modernos, con arreglo á datos exactos, auténticos é imparciales. Y celebracion de concurso general de arados en Madrid como terminaciou de las tareas de la. Junta general en ·1a. próxima temporada ; con su asistr.ncia al cértam en y competencia de unos y otros en el fácil manejo, en el esfuerzo del ganado, y en la cantidad y calidad de labor, para formar y consignar su juicio sobre los resultados. Tal es, señores, nuestro _proyecto de programa..


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Todavía juzga la comision que debe tocar ligeramente olros dos puntos, que no por no caber dentro del cuadro trazado, dejan de ser tra:;;crndentales. Consiste el primero en llamar la atencion del Gobierno de S.M., tan propicio á los verqaderos intereses agrícolas, sobre la necesjdad de que se busque un med.ío de be,neficiar el grano y la paja cereales, sin la premura y frecuentes pérdidas á que están espuestos los labradores de algunas provincias en .la trilla y avienta en las eras. Un premio ofrecido al inventor, nacional ó estrangero, de un macanismo capaz de aplast~r la paja y · cortarla, desgranar el grano y limpiarl o, todo con facilidad, bajo tecbadoy en la época mas conveniente al labrador, prestaría un servicio importante á nue:;;tra agricultura, y al servil' de estimulo al ingenio se consideraria como remuueracíon para que un privilegio esclusivo no encareciese el invento. La comision propone que la Junta se sirva elevar al Gobierno de S. M. la espresion de sus votos en este. sentido . Y consiste el segundo en que habiéndose-

le pasado la proposicion de varios señores vocales dirigida á que las sesiones de la Junta general de Agricultura empiecen el dia 1. 0 de l mes de marzo de cada año, se cree en la obligacion de dar su dictámen sobre el particular. La comisíon eotiende que la estacion mas propia de estas reunio- . nes es efeclivamente la de la primavera. Mas atendiendo por una parte á buscar un término med,io entre las miras y conveniencia de los agricultores de los diversos climas de España, y por 'Otra á la utilidad de que las sesiones de esta Junta coincidan lo menos posible con la de los cuerpos colegisladores de la Nacion, se inclina mas bien á fijarse en el dia 15del mismo mes de marzo. La Junta general, con sus superiores luces y esquisito tacto, decidirá sobre el conjunto y los pormenores de lo que la comisi~n le propone, !oque sea mas acertado. Madrid 9 de noviembre de 18ii9.-Alejandru Olivan .-Mateo Seoane.-Mariano Miguel de Reinoso.-Antonio .Cavanilles.-José María PaniaRua.-Francisco Rodriguez de la Vega.-F rancísco Perez de Anaya. 1

ESTRACTO DE LAS SESIONES DE LA JUNTA. Hemos dado ya cuenta á nuestros lectores de la inauguracion lde- la Junta general de Agricultura, de los señores vocales que hasta entonces se babian presentado, de la formacíon de las sesiones y comisiones, y de ' los trabajos ó dict6.mcnes de estas que fueron sometidos á la di scusion ,de la misma Junra', asi coino del resultado que tuvieron en las deliberaciones de ella. Siguiendo la tarea que nos propusimos, que con oportunidad anunciamos en la página 337 ,,y que hemos de terminar en el presente núinero de El Cultivador con que concluye el tomo segundo, nos cumple ante todo y pasamos á dar una breve reseña de lo acaecido en cada una de las sesiones que la Junta celebró des .

pues de haberse dedicado las secciones nombradas al desempeño de sus respectivos cometidos. MEs DE OcTonnE.-Sesion del día 15. Se ocupó en la lectuta de diferentes dictámenes remitidos por las respeclivas comisiones, luego de haber dado cuenta de varios particulares, como fueron una nota de los señores vocales presentados con posterioridad á lcl constituc.ion de la Ju ola; de una m,,moria que D. Anlonio Rafael de Oviedo y Portal babia escrito acerca de la ganadería de Asturias, y de que remitia ejemplares; de la opinion que emite desde Jeréz el vocal D. José Antonio Lavalle sobre los vicios ó de·· fectós que en las compras y ventas de aní-


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males domésticos producen las acciones que indica el DIGESTO en el titulo De redilitio edicta, trasladadas á nuestra lcgislac1on con algunas modificaciones; de otra memoria de D. Valentin Fernandez, de 1:'onferrada, relativa al e tablecimiento de bancos populares eu los partidos; de otra memoria del vocal D. Vicente Muñiz Calderon sobre el estado de nuestra agricultura, la enseñanza que requiere y los medios que reclama para su prosperidad é inmediato fomento; y de unas consideraciones que remitió impresas á la Junta D. Antonio de Zulueta, las cuales se habian pasado por la Direccion de agricultura á la comision respectiva. Sesion del 16. Se invirtió toda ella en discutir el dictámen de la comision décima que trata de las diferentes alternativas de cf'sechas que pudieran seguirsp, en España, habida consideracion á sus diversos climas, terrenos y necesidades del consumo (se halla inserto en la página 34-7). Tomaron parte en esta discusion los señores Bulnes, Casas, Llansó, baron de La joyosa, Carrascosa, Rod riguez Camaleño, Labra:dor (don Francisco) y Pamagua. No hubo sesion el dia 17. Sesion del 18. Lo mas notable que ocurrió en el despacho ordinario de esta se;,ion, fué una proposicion del vocal D. Pedro Miguel de Peiro, en que pedia se acuqiese al Gobierno de S. M. con el fin de que se aumentase hasta treinta el número de las sesiones de la Junta cuya proposicion fué aprobada despues de haberla apoyado su autor. En seguida comenzó la discusion del dictámen de la comision novena (página 34-9) que versa sobre las cai,sas que contribuyen á que muchas ele nuestras producciones agrícolas sean mas caras que las de otras naciones, y hablaron en diferentes sentidos los señores Peiro, Reinoso, l\Iu so y Fontes, Orovio, Corradi, Salarrullano, Bravo, Lopez Ayala. baron de Lajoyosa, Ezquerra, Rodriguez Camaleño, Lancha, Casas, Bustarnanle, Rios y Zafra. -En esla scsion fue modificada la causa ·s esta que proponia la cornision 1 quedando redaclada en los términos r¡ue dijimos en la página 364-, por conseéuencia <le observaciones que hicieron los señores Lancha y Casas.

Sesion del rn·. Pasó á la comision de pro.,. grama un folleto de D. José Beltran y Perez, titulado «cumplimiento de una palabra empeñada ó demostraeion de que la fiesta de toros es contraria á la religion, á lapolítica y á la rnoral.ll-Despues se dió cuenta de una proposicion suscrita por varios señores vocales, pidiendo que los que hubiesen de usar de la palabra pudieran hacerlo desde sus asientos; y el señor presidente no la admitió, fundado en lo prescrito por el artículo 6° del decreto de creacion de laJ un "7 ta.-Se dió tarnbien cuenta de unas muestr::ts de algodon de secano, que presentaba D. Pedro Nantes, cosechado en el referido octubre en las marismas de la isla mayor del Guadalquivir, por consecuencia de ensayos hechos con el mejor éxito en union de D. Felix Rivas. Pasaron estas muestras á la Direccion de Agricultura, despues de declarado que la Junta las babia recibido con aprecio.-Leidos diversos dictámenes, votos particulares -y adiciones, y debiendo continuar la discusion pendiente del dictáme11 de la comision novena, el señor Reinoso, presidente de ella, hizo presente á la Junta que se retiraba de esta misma discusion que llegaba á la causa novena, ó sean los1 impuestos, por motivos políticos que indicó y que no son _ de este lugar. El resto de la comision, por conducto del señor Corra.di, manifestó que lo espuesto por el señor Reinoso era una opinion esclusivamente suya y que nada ftenia que ver con la de la comision, la cual estaba dispuesta á entrar eo el debate tan"amplio como se quisiese, 1uego que se hubiera enterado de las adiciones, presentadas, .Y en el día que fijara el señor Presidente. Sin ocurrir otra cosa se levan Ló la ses ion. No la hubo en los dias 20, 21 y 22. Sesion del 23. Continuando lla discusion pendiente, que era la de la causa 9.ª, última del dictámen de la. comision tambien 9.a, quedó aprobada, usando ' de la palabra los señores Lopez, Balle teros, Reinoso, Lopez (D. Marcelino), Barzanallana y Corradi, y terminó la sesion despues de haber apoyado el Sr. Seoane (D. Juan Antonio) una adicion que presentó para que las trabas del tráfico intet•i<>r y esterior se considerasen como otra


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de las causas que influyen en lá carestía de los productos agrícolas españoles. Al señor comision el señor Seoane contestó por Rodríguez Camaleño.· - Sesion del 24 . Siguió la Junta discutiendo la ad icion del señor Seoane, que fué desechada despues .de haber hablado acerca de ella otra 'vez su autor, y de haber ademas tomado parte en el debate los señores Bulnes, Roc!riguez Cama leño, Reinoso, Orovio y baron de Lajoyosa. Tambien fué desechada otra adicion dei señor Llansó que decía era_el clima otra de las causas de que nuestras pro. ducciones agríc9lás sean rnas caras que las de otras nr1ciónes, sin que el autor de esta adicion hubiera podido apoyarla por no hallarse presente. Igual suerte cupo á otra adicion dél señor ~eiret y Bosque que ofrecía como éausa décima el escesivo número de diasfestipos, sobre la cual bullo discusion prévia en que ·usaron de la palabra el propio señor Peiret y los .señores Musso y Foute,s y Lopez Cepero. Otra ad.icion se leyó del señor Uhagon cjue preséntaba igualmente como causas ·1as que siguen: cd O. ª=E I estanco de la sal, que hace ·encarecer el alimento del labrador y hace imposible el empleo de dicha sustancia en los abonos.-14 .ª=La falta de complet-a_hbertad en el cullivo;-12.ª = El actual siste_Ipa de reemplazos, que priva á la , agricultu-ra de _brazos útiles y vigorosos._ :.:;._., 3. ª=La amortizacion de una parte del sueJo.» - Apoyadas por su autor las cuatro partes deque' consta esta adicion óenmienda, y contestado ·por el señor Reinoso , fué apr'obada la primera que. se refiere al estanéo de la sal, _como ya espusii;nos en la página 364-, r_no ·habiéndolo sido las tres restantes. : · Sesion_del 25~ Despues de darse cuenta de cievtós artíctJlos- acordados por el rnñor presidente ·para la discusion de las adiciones ó enmiendas, se pasó á discutir el voto pi.u=:.. tiéular que.el señpr Reinoso babia redactado ..como · individuo de ta comision novena (se·halla en la citada página 364), y se acordó; á propuésta 'del señor baron de Lajoyosa; que ·se-entrase .desde luego en la discu•sion (le l~s artículos'sin verificarlo de la totalidad. Hizo '1aria:s·aclaraciones el señor llei-

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noso, y el señor Orovio propuso luego que el voto particular que estaba sometido á la deliber~cion de la Junta pasase á una comision que diese un dictámen que pudiera servir de base á una discusion regular. Se tomó en consideracion la proposicion del señor Orovio, y acto segúido el señor Reinoso retiró su voto particular,-Luego se procedió á la discusion del dictámen de la comision octava sobre cerramiento de terrenos (pág. 386), acerca de cuyo particular hablaron los señores Soto, Seoane, Rodríguez Valdés, Fernandez de Córdoba, baron de Lajoyosa, ma.rqués de Someruelos, Bravo, Pedrorena y Casas. Al medio tercero de los contenidos en el dictámen se añadió , á propuesta del señor Martín de Lupez, lo que ya manifestarnos en la página 387, y el señor Soto, enmedio de su discurso, leyó un proyecto de ley que S. S. había redactado y que juzgaba. aceptable; y para que sea conocido á nuestros lectores, pasamos á insertarlo. Dice así: Artículo 1. 0 Todo dueño de fincas rurales á quien no hava sido permitido basta el día cerrarlas ó cercarlas, podrá hacerlo libremente en lo' sucesivo con pared , seto ó cualquiera otra especie de vallado y materi~~- . Art. 2.~ Todo el que quiera cerrar ó cer-car sus heredades debe citar, antes de realizarlo , á los que tuvieren en ellas alguna servidumbre, v asimismo f.t los dueños de las heredades contiguas, para evitar toda usur-· pacion de terreno . Art. 3.° Cerradas y-cercadas las heredades, previa la citacion que prescribe el artículo anterior, nadie podrá entrar en ellas sin el consentimiento de su dueño, bajo ningun pretesto . Art. 4. 0 Todas las fincas que en el día se riesan, y todas !_as que se regaren en lo sucesivo, gozarán desde la promulgacion de esta ley de todos los beneficios y ventajas que por ella se conceden á las cerradas y cercadas en el modo y forma que previene el artículo 1. 0 Art. 5. 0 Se considerarán as1m1smo como cer;adas y cercadas todas aquellas fincas rurales en que su dueño . ha_ya pl~ntado, ó quince árboles frutales, ó treinta silvestres, cualesquiera que sean s_u calidad y n_atura- ' léza. Lo mismo se entiende, y de iguales derechos gozarán las fincas en que se hu bieran plantado doscientas vides. ·


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además presentados los · votos "Particulares, Art. 6.º Todo aquel que tuviese terrenos cedidos ó enagenados por los pueblos, con la adiciones, término medió y proyecto que reserva espresa de pastos ú otros aprove- insertamos en las páginás 393, 396, 397, chamientos para los ganados del vecindario, 398 y 403. En la discusion del diclámen de tendrá la facultad de rescatar esta carga, 15ien por un -precio alzado del capital, bien los referidos cuatro seño"res mediaron muy por la constilucion de un censo al ·3 ·por 100, acalorados debates, varias proposiciones, redimible de una vez con destino- á los fon- adiciones ó enmiendas y algun incidente de dos del comun. Igual facultad se concede á distinta especie, de todo lo cual no creemos los pueblos que tienen con otros mancomuoportuno ocuparnos por ser innecesario y nidad de pastos, ú otra servidumbre, como la conocida ~n el reino de Aragon con el porque á nada conduciria el hacerlo. Nos limitaremos á decir que el resultado de tan nombre de .A.lera foral. Art. 7. 0 Las permutas de tierras por cuyo prolongada discusion lo espusimos al final medio uno de los permutantes consiga la de la página 39'2, y que usarán de la palareunion de la finca permutada con otra que bra, principalmente,en diversos sentidos, los ya poseyera como propia , quedarán libres señores Lopez Ballesteros, Palacio, Tiedra, del derecho de hipotecas. Arl. 8. 0 No se podrán cerrar ni cercar Colmeiro, Fernandez de Córdqba, Zafra, por ahora los terrenos destinados á las caña- Ulloa, Salido, Soto, Martinez Crespo, Madas, veredas, cordeles, abrevaderos , cami- teo, Lo pez Cepero, Rodríguez Camaleño, nos y travesías de que en el dia disfrutan los Diez Martmez, Salarrullano, Ornvio, Irizar, ganados. Adana, Carrascosa, Saez Ordoñez, Alarcon Art. 9. 0 Transcurridos que sean diez años desde la promulgacion de esta ley, se Parrao y conde de Rípalda.-Además, en la . declaran cerradas y acotadas de derecho to- sesion del 34 de octubre se leyó . una espodas las fincas de dominio particular, sean sicion de D. Marcelo de Soria y Averástacuales fueren su clase 'y denoroinacion, y sea gui, -vecino de Alcalá de Henares, con la cual fuere el cultivo á que estuvieren desti- cual presentaba muestras de seda y de arroz nadas, sin otras ni mas serv idumbres que las reconocidas por la ley civil, y necesarias de regadío, cosechados una y otro en dicha cíudad, suplicando á la Junta que las acopara el cultivo: Art. 1 O. Todas las demas servidumbres giese bajo su proteccion y que las elevase á de que hasta entonces hubieren disfrutado S. M. con su recomendacion. La Junta delos ganados , quedarán á beneficio de las claró que el Sr. Soria y los demás españoles . tierras , pero con la obligacion en los propietarios de indemnizar su valor en el modo que se dediquen á tales ensayos merecen bien y forma que para el rescate prescribe el ar- de la agricultura española, y consiguiente á · este acuerdo la mesa pasó las referidas tículo 6. 0 Art. 11. Toda violacion de esta ley se muestras á la Direc~ion general de Agriculcastigará en el modo y forma que prescribe, tura, para que con prese.ncia de los demás ó en adelante prescribiere, el código penal. antecedentes promoviera cerca del Gobierno -d-e S. M. lo que estimare mas conveniente. Sesion del .4 de noviembre. Si se escepNo hubo sesion en los dias 26 y 27. Sesiones del 28, 29, 30 y 31 de oc--rum1E, tua el tiemp9 que· se invirtió en deliberar 2 y 3 de NOVIE~rnnE. Las sesiones de estos sobre dos propo.::iciones de interés secunseis dias, pues no la hubo el 1. 0 de este úl- dario y en haber dado cuenta de dos manitimo mes, se ocuparon todas en di scutir el festaciones de igual número de señores vodiclárnen que habían suscrito los Sres. Lo- cales, que tampoco ofrecían grande interés, pez Ballesteros, Salarrullano, Ulloa y Tie- , toda la sesion se ocupó en discutir P.l dictádra como individuos de la comision prime- men de la mayoría de la comision tercera, ra·, enca1 gada de informar sobi'e el sistema que ya inilertamos en la página 405, sobre que en beneficio de la agricultura convendrá las ventajas é inconvenientes del sistP-ma de seguir respecto de los campos comu-nes y de formar establecimientos para facilitar socor- · las fincas rústicas de propios (página 388). rns directos á los labradores, en cuya discu.,.. sion tomaron parte los señores baron de LaSobre esta importantísima materia fueron

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joyosa, Zafra, Esteban Collantes, Monlau, Collado, Palacio y Reinoso. Sesion del 5. Se disculió en ella el dictámen de la mayoría de la com ision undécima que versa sobre tas ventajas é inconvenientes del sistema de barbechos con relacion al suelo y clima de la Península y al e.~tado de nuestra poblacion (página 411 ), habiei:¡do usado de la palabra los señores Paniagua, Echegaray y Pascual.-Al principio de la sesion se manifestó por un señor secretario que un Don José F~lipe y Diaz habi:1 presentado una esposicion á la Junta dándola conocimiento de haber inventado Uüa máquina de trillar, de coste de veinte y cuatro mil reales, y haciendo unas súplicas de que no competia á la Junta ocuparse, por lo que acordó no haber lugar á deliberar; y al final de la misma sesion se repartieron ejemplares, que se recibieron con aprecio y de que se acordó dar gracias, de una memoria sobre montes y plantíos que la Sociedad económica matritense dirigió el Gobierno en 1840, concluyéndose con la lectura de una proposicion del señor Palacio dirigida á que se elevase al propio Gobierno una esposicion con el objeto de que, sin perjudicará las demás industri as, se proteja el fruto de los aceiles, tanto á la importacion del mismo en las Antillas, cuanto para que se premie á los fabricantes del gas que empleen ar¡uel líquido como primera materia de elaboracion. Conociendo la mesa el mucho interés que ofrecia esta cuestion, acordó que pasase á informe -de una comision especial. Sesion del dia 6. Terminado el despacho ordinario, que fué por cierto demasiado breve y nada ofreció de notable, se entró á discutir y quedó aprobado el dictáme n de la comision sesta, relativo al establecimiwto de colonias agrícolas (página 422) despues de haber tomado p_arte en la discusion los señores Esquerra, Musso y Fontes, Burgos y baron de Lajoyosa.-Empezó luego la de la comision cuarta, sobre las variaciones que convenga introducir en nuestra legislacion con respecto á los préstamos á interés, (página 4.42) , y habló brevemente el Sr. baron de Lajoyosa, suspendiéndose en seguida la discusion .-Antes se presentó una memoria,

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remitida desde Sevilla por D. Felix Ribas, sobre el últímo del algodon de secano, cuyas mue.stras se babian ya exhibido á la Junta, (sesion de 19 de octubre) y esta acordó que dicha memoria se imprimiese y que pasase al Gobierno. , · Sesion del dia 7. En el despacho ordinario, prescindiendo de otras incidencias, se <lió cuenta de que D. Juan Miguel de los Rios babia remitido ejemplares del Manual del alumbrado de gas que publicó en Sevilla en 184'6, y que lo mismo hacia D. Justo Hernandez respecto á su folleto titulado Refiexiones sobre mejoras de lanali, cuyas obras recibió la Junta con aprecio, acordando que se repartieran -y que se diesen las gracias á sus autor.es.-Se pasó con recomendacion á la Direccion general de Agricultura, con el fin de que por los cuerpos facullativos pueda analizarse y proponerse el medio de e¡;ter_m inarla, un a planta que desde Laredo enviaba D. Nicolás Gutierrez Saravia, la cual se propaga estraordinariamente, causando grande daño á los campos.-Se presentaron muestras de harinas sacadas con la máquina llamada descortezador, inventada por D. Benito Pellon, vecino del valle · de Soba, provincia de Santander.-Continuó la discusion pendieLLe sobre el dicláJDen de la comision cuarla, usando de la pal abra en este dia lus señore¡; Peiret y Bosque, Peiro, lranzo, Ro-· driguez Camaleño, Lasagn, Conde de Ripalda,Seoane, y Ca veda, y terminó de lamanera que aparece en la pág.U9. Luego tuvo principio la discusion del dictárnen de la comision séptima referente á -las variadones que convenga introcluci-r en nuestra legislacion para el fomento de los montes y plantios, hablando los señores Lasagra, conde de _Ripalda, Seoane, Caveda, Pascual, Bravo y Saez Orcloñez; la sesion sin embargo fué interrumpida para leer el decreto que publicó la Gaceta del mismo dia 7 de noviembre sobre establecimiento <le tres escuelas de enseñanza práctica de Agricultura, y para aprobar despues de apoyada por su autor, una proposicion del señor baron de Lajoyosa, en la que pedia á la Junta acordase el nombra.miento de una comision que diese gracias á S. M. y á su Gobierno por el decreto que


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acababa de leerse, el cual constára íntegro en el acta.-Con análogo óbjelo presentó el señor Paniagua olra proposicion que tambien fué aprobada , si bien considerándola embebida en la del señor baron de Lajoyosa. Sesion del día 8. Siguió la discusion del citado diclámen de la comision sétima sobre montes y plantíos, que aun no terminó en este día, y en ella Lomaron parte los señores Lopez (D. Marcelino), Pascual, Azofra, Bravo y Lopez Ballesleros.-Antes de que la discusion comenzase se acordó pasáran al Gobierno dos proposiciones: una de D. Basilio Sebastian Castdlanos, reducida á presentar un sistema de premios para la agricultura, y otra del ~eñor lrizar relativa á mejoras en el sistema hipotecario.-Fueron recibidos con aprecio, y se mandaron distribuir, cien ejemplares de un impreso de D. Vicente Calderon sobre el alumbrado de gas. Sesion del dia 9. Concluyó al fin en la sesion de este dia la discusion del diclámen sobre montes y plantíos redactado por la comision séptima, despues de un debate en que hicieron uso de la palabra los señores Musso y Foates, Navascues, Rodriguez Valdés, Labrador (D. Francisco), Enriquez de Navarra, Peiret y Bosque, Lopez (D . l\farcelino), Saez Ordoñez, Lopez Cepero, Pascual, Lasagra, Uhagon, Bravo y Colmeiro.-Tambien en esta sesion se acordó que se insertasen el Diario y pasáran al Gobierno de S. M. tres proposiciones, á. saber: u na del señor Saez Ordoñez, que tenia por objeto el que la Juntó farmase todos los años, al concluir sus sesiones, un programa ofreciendo los premios de que la misma pudiera disponer á los que escribiesen en el término de un año las mejores obras ó memorias sobre los puntos que la propia Junta designase: otra del señor Ulloa y otros muchos señores, en la que pedian que se abrie.;;e todos los años una esposicion de todos los productos de la agricultura española, con premio á los que lo merezcan á juicio de la Junta, y que estos productos premiados, los que sean susceptibles de conservarse, así como los inventos en máquinas, útiles y mejoras que se presentasen quedáran á disposicion de la Junta

para que sirvieran de núcleo á la formacion de un museo agronómico nacional; y la tercera del señor Pou y Ca(J.lps que proponia á la Janta se sirviese acordar y bqcer presente al Gobierno lo conveniente que seria el que por las sociedade.;; económicas y toda comision agrícola, geíes políticos, diputaciones provinciales, ayuntamientos y demás autoridades , qoe se creyere oportuno, se procediera al nombramiento de personas entendidas P.n las ciencias químicas, con el objeto de que se ocupáran detenida y sucesivamente en el análisis de las tierras de todos los ponlos de sus respectivas provincias, costeándose los gastos que al efecto se irrogasen, por los fondas municipales, arbitrios ó de otra manera que se estimase á propósito. Sesion del dia 1 O. Esta sesion fue la última que celebró la Junta general de agricultura. Lo mas notable que ocurrió en el despacho ordinario fué aprobar, á propuesta de la mesa, y despues de leido un real decreto sobre creacion de guardias rurales, que se felicitase al Gobierno por esta nueva prueba de su celo , y aprobar igualmente una proposicion del señor baron de Lajoyosa, que copiamos íntegra, y que dice así: «Pido á la junta se sirva acordar se suplique al Gobierno, que con su autorizacion se coloque en este mismo sa)og una inscripcion que recuerde la profunda gratitud de la agricultura española á S. M. y su Gobierno por los grandes beneficios que la ha dispensado, y singularmente la primera instalacion en es~e lug3:r de la. Junta 8eneral que ~oy t~rmrna fel1zmente<sus sesiones, cuya rnscripcion pueda decir, poco masó menos lo siguiente: · « A S. 1\1 . y su Gobierno que ordenó la primera reun~on de la Junta geueral de Agricultura en este salon el año de 184'9 ,donde celebró sus sesiones. ccEn testimonio de profunda gratitud y reconocimiento. «La Agricultura española por medio de. sus representantes. Madrid 1 O de noviembre de 18t9.-EI baron de Lajoyosa.» Se entró despues en la discusion del dictámen de la eomision quinta, referente al mejor sistema que por nuestra _legülacion pt,-


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dieta adoptarse en punto á riegos, {página 470), y fué aprobado despue(qoe hablaron)obre el particular los señores Sagra, Azofra, Musso y Fontes y Lopez {D. Joaquín Maria).·En tal estado se dió lectura de la siguiente real órden:

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de q·ue sé o·cupó la Junta, relativo á los medios de mejorar miestras lanas finas, {página 481 ), en contra del cual habló únicamente el Sr. Ojera á quien contestó por la comision · el Sr. Echegaray .-Habló tambien luego el Sr. Palacio acerca del incidente 6 proposicion sobre aceites que en otra sesíon habia presentado, sin que su discurso produjese resolucion alguna: se aprobó sin discusion el programa de cuestiones para la Junta del año próximo, de que hemos dado conocimiento á nuestros lectores (página 533 ), y ocupando la silla de la presidencia el sefior ministro de Comercio, lnstruccion y Obras públicas, cerró la última sesion de la Junta leyendo el discurso que sigue :

«E~cmo. Sr.: S.M. la Reina (Q.D.G.) atend1~ndo á que lo avanzado de la esracion hace nece~aria en los campos la presencia de los agncultores para cmdar de la importante ope~acion, de la sem~ntera, que es la base del ano agricola, y temendo además en cuenta que otros de los dignos v.ocales de esa J~nta generál pertenecen á los cuerpos colegisladores, y se bailan obligados á· dedicarse en ellos á sus interesantes tareas; se ha ~er!ido resolver, si bien c'on el mayor sent1mienlo, que por este año no puede tener Seijores, habeis terminado vuestras tareas efecto la prórocra de las sesiones, que sin reparar en sacrificios ha solicitado el patriotis- por este año , y al retiraros á vuestros ho--. mo d_e los rep~esentantes de la agricultura gares podeis ir satisf~chos <le haber llenado cumplidamente el objeto á que fuisteis conespanola, debiendo por tanto terminarse esvoca~o_s. Grandes fueron las ~speranzas que tas el sábado 10 del actual. Deseando sin embargo, que el Gobierno pueda utiliza'r to- conc1b1ó S. M. al veros acudir presurosos á su llamamiento para ayudarla en la noble . das las tareas de la Junta y de sus comisione~, ha tenido á bien disponer que se im- empresa de fomentar nuestra abatida agripnman en el Diario de las sesiones todos les cultura. Grande ha sido tambien el interés qu~ el pais ba tomad? en vuestros trabajos, dictámenes de las mismas, tan luego como sea~ paesentacf?s á la Direccion general de esc1tado por la necesidad que siente de que Agncultura. Frnalmehte, S. M. me ordena se mejore la primera de nuestras industrias la ha~e principal de nuestra riqueza públi~ ' cumplir con el grato deber de significará la N1 las esperanzas de S. M. ni el interés ! unta el real aprecio con que ha visto sus ca. del p¡iis han ¡;ido defraudados; habeis col1mportantes tareas, que además de será su mado las unas y satisfecho el otro, complaGobierno de u!l poderoso auxilio para el fociéndose el Gobierno en reconocerlo y promento de tan rnteresante ramo de la riqueza clamarlo . · -pública; bao acreditado y consolidado para S~nsible e~, sin embargo, que no hayais siempre en el país una institucion, con cuyo podido dar cima á todos vuestros proyectos, concurso se asegurará ¡:¡ara lo sucesivo la perpetuida~ ~e ta'indicaci?n y el logro de concl~yendo trabajos ~an acertadamente emprendidos y tan conCienzudamente estudiaestos henefic10s.· De rea.l orden lo comunico dos¡ pero ni el Gobierno debia ahusar de á V. E. para el·conocimiento y satisfaccion vuestro patriotismo pidiéndoos nuevo~ sade la Jun~a, ctmiplacié~dome al propio tiemcrificios, ni abiertas y;:i. los Córtes generales po, en VJrtud de la misma, en aseaurar á del r_eino era ocasion o~ortuna para proroV . E. 1 al Vice-presidente y los voc~les Segar vuestras s(Jsiones. · c:etanos, el real agrndo con que S. M. ha no se crea por esto que habeis dejado de Y visto la lealtad, inteligencia y celo con que prestar un gran servicio á vuestra patria. por su: parte han contribuido á tan satisfactorio resultado, justificando su real confian- • Vuestros trabajos son de tal importanéia y magnitud, que el Gobierno, para aprovecharza y Jade laJunta.Dios guarde á V. E. mulos útil mente·, ha menester de no escaso tiemchos años. Madrid 8 de noviembre de 184-9. po examinándolos en todas sus relaciones con -;-Seijas.-Sr·. Presidente de~la Junta genelos <lemas ramos de la administracion púral de Agricultura.» blica. No consiste el bien de las reformas en que seaa numerosas ni en que se verifiquen Se procedió ,. á discutir en seguida y fué con presteza.-Su bondad la abonan solo sus aprobado el dictámen de la comision decima r~sultados; y para asegurarse de estos, ind1spensah}e es Qalcularlos en todas sus req uinta, último asunto de los del programa


ladones, plantearlas en órden progresivo, preparaP de antemano la opinion para que estas no las rechace, y prever los obstáculos que han de encontrar en su curso y desarrollo para alejarlos préviamente. Nunca debe escitarse el desenvolvimiento de una necesidad moral en un pueblo sin contar con los medios de satisfacerla instantáneamente y sin demora. S~ño~es, al an~nciaros las condiciones que en sentir del Gobierno deben concurrir ó procurarse en las reformas, no creais que se detenga para plantear todas las que considere útiles ante considel'aciones triviales ó de escai-a importancia: tampoco pecará de tardío ó escesivamente pausad~. U~o de lr,s grandes deberes de todo Gobierno es el de fijar con mirada certera los momentos oportunos para cada especie de novedades y reformas. Afortunadamente al espíritu polítioo exajerado y esclusivo ha sucedido el de las mejoras morales, intelectuales y materiales del pais. La Providencia, árbitra de la suerte de los imperios, parece que nos tiende su mano prote_ctora e_ara elevarnos_ á la a!tura que nos tiene senalada en el libro del destino. Ella obceca y estravía á los individuos y á los pueblos, cuya perdicion está decretada, é ilumina á aquellos que se propone encumbrar. No lo dudemos, la bora suspirada ha . sonado, y responder debemos al llamamiento que la Providencia nos hace. Cuando toda la Europa se encuentra conD?ºvida en sus fundamentos sociales y políticos ; cuando los Gobiernos y las institucion~s seculares de todos los pueblos se ha. llan .vacilantes; y cuando no hay nacion en que pueda: reunirsP- una Asamblea, ni aun la roa? agenaá l?s ~egocio~ públicos, sin que se resienta la maqmna social, nosotros despues de quince años de guerra civil y de trastornos, vemos funcionar con regularidad á los · altos poderes del Estado, deliberar pacíficamente nuestro Parlamento, y convocar el Gobierno sin temor esta Asamblea , la mas numerosa que ha conocido España, y á la

que han concurrido vocales de todas las provincias, de todas las clases importantes del Estado y de todas las opiniones existentes en el pais, sin que la esperanza del Gobierno baya sido defraudada. La nacion en que esto sucede y en que tal acontecimiento se verifica, bien puede estar segura de que sus instituciones se encuentran bonda¡nente arraigadas, y su Gobierno debe confiar en la sensatez de este pueblo sin temor 'de verse arrastrado por el torbenillo de las malas pasiones. En estos períodos el poder debe consagrarse con afa11 al engrandecimiento y á la prosperidad del país : y si no lo hiciere su responsabilidad es inmensa, porque su proceder no admite disculpa. El Gobierno lo reconoce así, y se propone dedicar toda su atencion á objetos de tanta cuenta. Gran parte os cabe, señores, en esta resolucion: vuestra conducta no puede olvidarla • el Gobierno un solo instaüte, y os babeis hecho acreedores á todo su reconocimiento. Quédame un deber grato que cumplir, y es el de manifestaros que la voluntad de S. M. la Reina, afanosa siempre por el bien de sus pueblos, ha seguido paso á paso vuestras tar~as , y está altamente satisfecha de vuestro celo y patriotismo . .Me ha prevenido que os dé las gracias en su real nombre, manifestándoos lo gratos que le han sid9 vuestros servicios. Seguid prestándole vuestra cooperacion en la noble empresa que se ha p~oruesto realiz_ar. S. l\f. confia en que acudire1s con la misma lealtad á su nuevo llam_amiento . Buenos patricios y con corazones hidalgos, grato os será sin duda ser útiles al pais y merecer el aprecio de una Reina que se desvela por la felicidad de la Patria, y que es altamente acreedor·a á sus bendi.ciones. Seamos en este momento intérpretes de sus sentimientos diciendo ¡ Viva la Reina! Al concluir el discurso, se repitió en todo el salon el grito de Viva la Reina. Hé aquí ahora la


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Relaáon de los se1iores vocales de la Junta general de agrz"cullura. que ~e presentaron con posterioridad á la inauguraáou de la mi"sma, y secciones a que fueron agregados. SECCION PRIMERA.

Señores: Sr. Marqués de Sentmanat. D. Francisco Muñoz Maldonado D. José Vall-llovera. D. Manuel Osorio. D. Andrés Fontecilla. D. Agustín Calabria., D. Andrés Leal. Sr. Marqués viudo de Caballero. SECCION SEGUNDA.

D. Joaquin Fontes. D .. Mariano Serrano. D. Juan Manuel Prieto. D. Manuel Marlinez Patron. D.i Manuel Maria Rodriguez Valdés. D. Manuel Barrio Ayuso. Sr. Marqués de Rianzuela. Sr. Conde de Mariana. D. Federico Vitoria. D. Manuel Chacon. SECCION TERCERA.

D. Sebastian A.rellano. D. Serapio Andrés . _ D. Ramon de la Sagra. SECCION QUINTA.

D. Fernando A.lvarez. D. Agustín Alvarez Sotomayor. D. José Genaro Villanova. Sr. Marqués de Castellanos. D. Miguel Puche y Bautista. D. Sabino Maria de Armada. D. Antonio Diez Rivera. D. Narciso Maria Paniagua. Sr. Marqués de Cervera. SECCION SESTA.

D. Joaquín Alfonso. D. Francisco García Hidalgo. D· Simon l\1arazuelo. D· Cipriano Segundo Montesinos. D. Tomás Suarez de Puga·. Sr. Conde de la Estrella. D. Pedro Gomez de la Serna. D. Jose de Lamadrid. D. Bernardino de la Torre. D. ll.amon Bel lsolell. D. Camilo Labrador. D. Baltasar Colubi.

D. Juan Antonio Sazatornil. D. José Mediladea. D. Juan M. Fernandez Vítores. SECCJON SÉTIMA. D. José Antonio Rodríguez de Salamanca. D. · Eugenio Isla. Excmo . Sr. D. Mauricio Carlos de Onís. Sr. Conde de Fuente el Salce. · . D. Benito Sebastian Ca stellanos. D. Pablo Maria Paz y Mamhiela. 1 Sr. Marqués de Guada 1cazar. 1 D. Juan José Leon. , D. José Villafranca. D. Pedro de Vitoria y Ahumada. D. Felix Sancbez Algaba. D. Cayetano Villa. D. José de Med inilla. D. Antonio Quintanilla y Alvare~. Sr . Marqués de San Felices. D. N. Barbadillo. ·n. Aulooio Satorras. D. M-atías de Lamadrid. D. Pedro Quintana y Llarena. D. Isidoro de Angulo. SECCION OCTAVA. D. José Victor y Mendez . D. Miguel Pascual Bonanza. D. Miguel Ortiz y Cosgaya. D. José Enriquez de Navarra. Excmo. Sr. Marqués de Valladares. D. Cárlos Mata. D. Juan de la Concha Castañeda.


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D Francisco Ribas. D. Pedro Alcántara de Cuellar. D. Cayetano Melendez. D. Jorge Diez Marlinez. D. Jose Maria Ozores. D, Diego Lopez. D. Joaquin Roca de Togores. SECCION NOVENA.

D. José Blazquez Prieto. Teniamos ofrecido por concl usion de nuestra tarea respecto á la Junta de agricultura, insertar los discursos mas notables que se pronunciasen durante las discusiones y que por su importancia merecieran que los conociesen en toda su estension los lectores de de nuestro periódico. Muchos son ciertamente los discursos dignos de mencionarse que tuvimos el gusto de oir y que despues además hemos leido; pero imposibilitados ya de llenar con ellos las columnas del presente tomo de El Cultivador, hallándose en los dictámenes de las comisiones que fueron discutidos y que antes hemos insertado lo mas selecto que han producido los trabajos de la J,unta, y cuando quizá vacilariamos al h·acer la eleccion de ciertos y determinados discursos, nos limitamos á copiar en esta partt: el que pronuncíó en la última sesion el Sr, D. Joaquín María Lopez, con el cual cerró el debate promovido sobre el dictámen de la comision quinta, de que era presidente el mismo Sr. Lopez, relativo á riegos. Ese discurso es el siguiente: Señores, seré muy br·eve, porque conozco la necesidad de serlo. El a premio de las circunstancias por ser el dia que deben concluir estas reuniones, las pocas horas que restan á nuestras di~cusiones, todo ha venido á establecer hoy entre nosotros la ley del elipsidro que conocian los antiguos griegos, y por la cual ponian término v coto á los discursos de sus oradores. Yo reconozco hoy la necesidad inevital)le de esa ley, y me someto gustoso á ella. El Sr. Musso émpezó su discurso encareciendo el interés de esta materia. Con efecto, la comision opina tambien que entre todas las polémicas que pueden establecerse relati_vamentc á la agricultura, ninguna es tan vital, tan importante y de tan inmensa trascendencia como la que nos ocupa en este

D. José Alonso Quintanilla. Sr. Conde de Fabraguer. D. Juan Cobaleda. Sr. Marques de Legarda. Sr. Conde de Adanero. D. Ignacio Fabian de la Puente. D. Manuel Safont. D. Antonío Cuadra. D. Juan Francisco Siñeriz.

momento. Voy, pues, á esplanarla en breves razones, y á contraerme á las ideas del Sr. Musso. Nos ba dicho que el agua es la sangre de la tierra que corre por sus venas para fertilizarla; yo diré que el trabajo, ó lo que es lo mismo, el sudor del agricultor y el agua son los dos agentes principales de toda produccion agrícola. Pero es necesario que estos dos elementos cam inen unidos y asidos uno á otro como dos hermanos inseparables. El agua sin el sudor no sirve mas que para dar fecundidad á las malezas: el sudor, por el contrario, sin el agua se convierte de ordinario en recurso inútil é impotente, que solo engendra el desaliento y la desesperacion de los infelices que lo derraman. El Sr. Sagra ha reconocido el princ\pio de la propiedad de las aguas, pero lu qmere en combinacion con la tutela é intervencion del Gobiern0. Llamada la comision á esponer sus ideas sobre la materia de que nos ocupamos, ha querido poner al frente ~e su sistema la máxima justa é inco1.1tradec1ble de la propiedad sobre las aguas de la manera mas absoluta. Sin la propiedad, señores; sin ese carácter distintivo; sin ese gérmen geoerador del trabajo; sin ese título de segundad y con fiaoza ; sinesee seudo que protege á quien lo tiene contra las agresiones de los demás, no podría aspirarse sino á unaposesioo incierta y precaria; y ni los afanes serian tan constantes y obstinados como debie ·an serlo, porque todo se resiente de la instabilidad, ni aunque lo fueran podrían dar resultados grandes v Esongeros, porque todo viene afectado de esa marca funesta de incertidumbre V oscil:icion. La vida social entonces no es ma"s que la triste y miserable parodia de la vida nóm ada ó salvaje. Si, pues, el agua aumenta nuestro patrimoni?; si .cede á nu~str?s cálculos y deseos ; s1 ensancha la penfena de nuestra riqueza y nuestros goces; si cambia de todo punto en beneficio nuestro el estado de las cosas convirtiendo en tierras feraces pobladas de flores y de frutos los terrenos que antes se negaban á nue:'tro cultivo y esfuerzo, necesario es convemr en que debe escribirse en el catálogo de las demás

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nidad. propiedades. Señores, por u.na estraña coincidencia se Reconocida la propiedad de las_ aguas,_ la ha ver¡ido á debatir nuestro clictámen en el comision se ha ocupado de su d1stribuo1on último dia, á última hora, de modo qtm justa v equitativa. En esta parte no ba henuestra reuniones hoy á la vez de discuswn cho otra cosa que seguir la escala d~l i_ntey de despedida . Inmensos bienes deben rerés. Primero se conceden al abastecimiento sultar de nuestros trabajos, si se aprecian de las poblaciones; la primera necesidad es en lo que son, si se miran como otros tantos vivir, y sin agua no se vive. Luego se ha caminos de esploracion para hacer lugar á concedido á la agricultura, porque despues del vivir lo que mas interesa es crear pro- grandes reformas y á útíles adelantamientos. ductos. Luego se ha concedido á los eanales La agricultura fielmente representada pbr tantos órganos, ha reducido á una fórmula de navegacion, porque una vez creados los productos, se necesitan trasport~r á donde clara y pr{lcisa las necesidades que le aqueexijan las circunstancias del pa1s y de la jan, la c,rnsa de su abatimiento y el lastimero grito de su miseria. Nosotros vamos á . época. separarnos ; pero es necesario que nos manPor último, y en postrer térmrno, se ha tengamos umdos en el mismo pensamiento , aplicad9 á lo~ artefactos, ya porque estos y qne procuremos inculcarlo á los demás .. ocupan la última grada en la ·escala del i_nEs necesario que pensemos que nuestra naterés, ya tambien porque los artefactos tienen como agentes el aire y el vapor, en tan- ciones esencialmente agrícola, y que del suelo debemos sacar nuestra riqueza, sin ir to que la tierra no tiene otro recurso que el á buscarla á remotos climas, siguiendo el . riego fecundan te y bienhechor. rumbo y los camíoos que nos abrieran las Establecida esta gradacion en .el aproveafortunadas naves de Colon. chamiento de las aguas, se nos ¡¡,resenta una Es necesario que pensemos en el cuadro cuestion grave en primer término. ¿ Deberán concederse por motivo de inmediación, . triste y lastimo o que ofrece nuestra agricultura, y que en tanto que preparamos un ó por el de mayor ventaja comun? La comision ha éstado por este último, porque en el banquete, que solo puede hacer justificable universo los pueblos todos no son mas que el plausible deseo de celebrar nuestra emanl1na gran familia, y es el cimiento de los go- cipaci on de tantos errores y trabas, v la inauguracicn de una era de dicha y de venbiernos representativos, principalmente, tura; en tanto di go que preparamos e e banque la voluntad y el interés de los menos quete, millares de agricultores tieJ?en que ceda y se sacrifique á la voluntad y al rntearrastrarse para penetrar en su pag1za chorés de lo::. mas. za ; en ella no tienen un pedazo de pan que Colocados los derechos á la misma línea, llevará su boca con sus escuálidas manos, ¿ cuál deberá ser preferido? El mas antiguo y apenas cuentan algunos harapos para cusin disputa, porque todos los nuevos establebrir su desnudez y preservarse del rigor de cimientos, todas las nuevas concesiones llela estacion que adelanta, no teniendo para van la condicion espresa ó tácita de que se descansar de las fatigas del dia sino unas entiendan sin per.iuicio de los primeros popobres pajas, inferiores en esta parte en museedores. De este principio surge inmediacho á algunos perros y taballos á quienes tamente una consecuencia, y es que cuando ha cabido mejor suerte. la· aguas aminoran de modo que no ba ten Este cuadro, señores, triste, tristísimo, al riego antes conocido, deben pe.rder los de garrador, pero demasiado exacto por desúltimos á quie.oes se concedieron, porque gracia, debemos tenerlo siempre gravado en en esta parte son muy respetables y sagranuestra memoria y en nuestros corazones. dos los derechos adquiridos con anterioridad Por lo demás, vosotros ha.beis cumplido que vienen recomendados por la religion con los deberes que os impone la confianmisma de su vejez. za de que sois depositarios¡ y al volver á El Sr. Musso se ha ocupado de las penas vuestros hogares, vuestros conciudadanos se que deben imponerse á los infractores de los aplaudirán de haberos encargado una dereglamentos. La comision entiende que se necesita mucho Lacto para establecerlas á _fensa que tan bien habeis sabido dese mpeñar, y confiadoos unos intereses que tan bien igual di, tan~ia de los estremos, porque si babeis sabido proteger.» son demasi~do suaves y benignas no retraen al hombre en el camino del crimen, y si son Aun falta que dejemos consi~nado en las demasiado duras el corazon del juez se tecolumnas de El Cultivador el último suces9 siste á imponerlas, y esta estraviada clemennota.ble á que dió motivo la reunion de la cia se convierte en manto nocivo de impu-


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Junta de Agrioultura, y nos pareceria imperfecta la reseña que hemos hecho de cuanto ocurrió en ella si no añadiésemos la siguiente descripcion del

Presi~iale el señor duque de Valencia, y en la misma mesa se hallaban todos }os señores ministros, el duque de Ria·t1,zares el señor patriarca, los señores generales duque de Caltroterre~ó, Concña, RrJsl de Olano, y l?s senores Olivan, Lopez (don Joaquín MaGRAN BANQUETE DE LA JUNTA GEna), Pastor Diaz, el jefe po1ítico señor Zaragoza, el presidente del Senado, Bordiu, NERAL DE AGRICULTURA. Gil y Zarate, el capitan general, gobernador ~e 1'.1- plaza, y otras varias' personas de disEl 14 de noviembre anterior se verificó, tmc1on. El señor duque de Veragua y el secorno estaba anunciado, este gran banquete ño~ Gaviria, presiden.te y_vicepresidente de de despedida de los vocales del Congreso la Junta, ocupaban los asientos inmediaros al agrícola. Magnífica y bril !ante estuvo esta general Narvaez. fiesta. La entrada del ex-convento de la TriEn las demás mesas se hallaban una mulnidad estaba decorada con tapicP.s_en las patitud de sugetos muy conocidos, entre los que redes, y en la escalera, que habia sido alse contaban varios senadores y diputados. fombrada, se veían por uno y otro lado nuEn una de ellas estaban colocados corno conmer0sos tiestos de flores. Ocho eran las mevidados to·dos los oficiales del ministerio de sas colocadas en el salon; en cada una babia Comercio, Instruccion y Obras públicas, y 34 cubiertos en Iugar de los 25 que se seen otra del centro los representantes de los ñaló al principio ; de modo que el número periódicos por el ór~en sigu\ente: la España, tota.l de concurrentes ascendia á 272. Las la Nacion, la Patria, el PrJ-is, el Clamor Púmesas estaban bien adornadas. Por la lar.blico, la Epoca, el Heraldo, el Popular, etc. de un inmenso gentío, en el que no escaseaDurante la primer.a hora de la comida ban las señoras, acudió á examinar la persreiuó en el salon un órden admirable, y prepectiva y golpe de vista que presentaba el sentaba una perspectiva magnífica. Sobre salon destmado á la comida. 400 personas se hallaban en él entre vocaEl adorno del piso inferior, obra del Sr. Pascual, presentaba un bello aspecto. Desde les convidados y camareros.y la hermosa cápula que á todos covijaba, daba á aquel rela puerta del edificio, hasta el pié de la escinto un aspecfo grandioso. La comida fué calera, las paredes estaban cubiertas de tapices y bajaban desde el techo vistosos arcos bastante bien servida , y como suelen serlo pocas v~c~s aquellas á que asiste una conformados 'con ramaje, entre los cuales sobresalían en el patio bP.llos trasparentes con · currencia tan numerosa. En e11a no hubo manjar ni vino que no fuese del país. El mu!Litud de Versos alusivos á la funcion. Un programa del banquete era el siguiente : trozo de la galería baja, que conduciendo desde la escalera al interior no servia para PROGRAMA. el paso de los convidados, fué aprovechado por el señor Pascual para una pequeña esPan. posicion de trillos, arados y otros muchos De flor de castilla en roscas y trenzas. iustrumentos agrícolas. El ramillete destinado á S. M. estaba en Vinos de past~. un patio del edificio. por no caber en otra parte. Consistía en un caoast<, colosal de Valdepeñas, de los señores Muñoz y Mamimbres lleno de frutas, frutos y flores. Sus roto. Cariñena. lados no se veían debajo de las mucb ísimas Argenda, de D. Joaquirr Ria-za y Mejorada. flores, cintas y animales que lo adornaban. Villa viciosa, de don B. de la T. Atados á los dos ládos mayores de él se veian dos corderos¡ en los frentes dos pavos en eaManzanil_la, de Sanlucar de Barran-leda. Chacoll, de Vi:;caya. · da unu. Además había en él patos, muchas palomas, etc. , · P lr;,tos ,fi,jos. Este ramillete se babia puesto en un tioAceitunas.-Granadas.-Pepinillos.-Pig)ado cubierto de colgaduras encarnadas con mientos.-Anchoas·. -Salehichon de Vich. vivos dorados. A las seis se encontraban reunidos en el -Idem de Puerto Rea) ,-:-Orejones en vino. ?alon la mayor parte de los vocales de la -.Manteca de Valladohd , de las primeras vacas Bretonas traídas á Castilla por ei Sr . Junta y los convidados. Pocos minutos despues llegaron los ministros y otras personas Reinoso . -Rábanos.- Melones valencianos de Foyos, del señor conde de Ripalda.-Hinotables, y se dió principio al banquete. TOMO 11 .

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gos de Corinto en panes, del~mismo señor.Ramilletes con dulces.

_ S9pas.

Moka.-Cuatro frutas, de don Simon Gascon de . ZaraJroza.- NaranJa.-Noyó-Marrasqurno. ~

Director : el fondista español don Antonio Nicolás de Perona.

De arroz en paella á la va1enciana. De pan con menudillos.

Cocidos. Uno con jamon, gallinas, vaca, tocino y garbanzos. Otro con verdura, orejas y piés de cerdo, morcillas, chorizos y cecina.

La música del regimienlo de ingenieros tocó durante toda la comida aires nacionales. La Muñiera fué saludada con una salva de aplausos. Igual acogida tuvieron la jota, el zorzico, la balanchera, ele., ele.

Fritos. Sesos, croquetas, merluza y criadillas.

8ntradas. Ancas de rana .-Perdices estofadas . Salman . -Ternera mechada.-Pollos con Lomale.-Cordero en cochifrito.

Asados. Capones.-Pavos rellenos.-Jamones.

Ensaladas. De todas clases.

Postres. Arroz con leobe.-Pasas de Málaga.-Balatas de idem.-Nueces.-Castañas.-Avellanas.-Almendras.-Naranjas. -Melocotones.-Uvas.-Cascabelillos.-Piñones.Higos.

Dulces-. Huevos moles.-Compolas.

Vinos de postres.

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Jerez amonlillado, de los señores Pemartin y coropañia.-Idem de los señoreg Puenle y A.pecechea, hermanos.-Idem seco , de Pemartin y compañia.-Idem de los señores Aspitarte, hermanos.-Pajarete de Puente y Apezechea, hermanos.-Moscatel de Jere1r, de Goytia y compañia.-ldem de Azpitarte hermanos. -Málaga.-A licante.-Cerezo, de Rueda, del señor Pi(nentel.-Espumoso, del señor Campuzano.-Canarias, del señor Leol).- aranja de Jaen, de don José Maria Palacio.-Malvasia de Sitches, de don Jaime Safont.-ldem de la Torre de Alella, en Mataró, del mismo sefü,r.

DRJNDIS.

Quesos helados.-Café. Licores. Menta. - Anisete. - Rosa. -

Al llegará los postres, se levantó el señor du.:¡ue de Valencia, y pronunció las siguientes palabras : «Señores, la junta de Agricullura ha correspondido á la contianza que S. 1\1. le dispensára. El gobierno abriga la lisongera idea de que al regresar lo dignos vocales que e hallan pre¡;enles á sus re pectivas provincias, inculcc1rán en los pueblos los principios de órden, de adbesion á la reina y el amor á la agricultura, preparando la resolucion d~ los problemas que tienen relacion con el desarrollo de los intereses materiales, que son hoy una de las primeras necesidade¡; de las naciones. Olvidemo · todas nuestras antiguas rencillas y discordias, y brindemos señores por S. 1\1. la reina.» A cuy-o brindis contestaron unánimemente los concurrentes con un viva que resonó en aquellas bóvedas, y que se trasmitió á lodas las provincias con la espresion 6el de los sentimientos que animan á los representanles de la clase agricultora. Poco tiempo despues brindó el señor duque de Veragua, presidente de ~a junta de agricullura , por S. M. y fºr su Gobierno, que solícito siempre por e fomento de los intereses del pa1s, había convocado una asamblea , intérprete de las necesidades y de los deseos de nuestra abatida agricultura. Cuando estaba ya mas avanzado el banquete, y los espíritus se hallaban algun tanto animados, subióse en una. de las mesas el señor Palacio, copstante y activo delensor de los intereses agrícolas meridionales, y poco amigo de los adelanlos del gas por los perjuicios que causan á una de nuestra$ mas pingües producciones , y leyó las siguientes seguidillas:

Crema de

Patria de mis amores, Anda lucia, vendito sea el fruto ,


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de tus olivas, tan bueno y santv que hasta en los sacramentos hay que emplear lo!

española ofrecía á S. M. los mejores frutos de su cosec ha. Precedía al canasto una comision de la junta general, presidida por el duque de Veragua presidente. Una hand a de música militar daba mayor pompa al entusiasmo de los agricultores; y á uno y otro Bueno es el gas, señ0res, lado del canasto un inmenso número de hapara dar luz, chones de cera derramaban su refulgente lo declaro en conciencia, luz sobre mas de cien vocales de la junta fé de andaluz; que, asidos del brazo, marchaban en dulce pero ¡canario! armonía hácia el palacio de nuestros reyes. ¿ vale para aderezo Llr.gada á este la comitiva, tuvo el honor en un gazpacho? de ser ri;cibida en la misma cámara de S. M. A los pocos momentos se presentó nuestra augusta reina, sencilla y elegantemente En fin, ya que el aceite vestida, con un trage <le seda: el duque de da el ~as mejor, Valencia se colocó á su derecha, Y á la izmal que pese á Inglaterra quierda todos los ministros y el jefe polltico y á su carbon, de :Madrid. El duque de Veragua. se adeven, yo te acepto, lantó respetuosamente y la m~n1festó en gas, de nuestras olivas, breves y sentidas palabras, la adhésion provolátil nieto ! funda de la junta de agricultura, ála ilustre reina que la había eonvocado, y su deseo de que aceptase benévola el humilY aceptarte hemos todos de ofrecimiento que le hacia' á nombre de los é,ln<laluces, la agricnltura , de los frutos mas notapues nos preciamos mur,ho bles del país ~ S. M., con la bondad que de amar las 1uces, le caracteriza, dió las gracias á la junta mas ten presente y maní festó ·cuan gratos le habian sido los que nunca has de hacer sombra trabajos de tantos españoles beneméritos y al Padre Aceite! cuan dispuesta estaba á hacer todo lo que estuviese en su mano por la felicidad y bieA eso ae las nueve y media se retiraron ne tar de los e pañoles. En seg uida concelos seño res ministros y algunas de las per- dió S. l\L á todos los presentes la distinguisonas que se hallaban en la misma mesa de da honra, de besar su real mano. la presidencia. Poco despues, á ruego de Eu tanto que esto pasaba por la r~gijl cámuchos de los vocales y convjdados, se le- mara, ubia por la escalera principal 1e pavantó el señor don Joaquín Maria Lopez, y lacio el canastro monstruo conducido por, 18 pronunció uno de esos bellos discursos que hombres. S. :M. la reina llevando su bondad siempre salen de su boca, en elogio del pen- al estremo, se dignó asomarse á la galería sam iento de la convocacion de la junta y del qoe da á dicha escalera, y desde alli con-desinterés con que de todos los ángulos de templó, acompañada de S. M. la reina mala, península habían concurrido las personas dre, del duque de Rianzares y de los rpiniselegidas para componer esta. corporacion. tros;· la trabajosa subida del regalo agrícoNume rosos aplal)sos coronaron cada uno de la. Cuando· este llegó á la puerta del salon de )os armoniosos períodos que hrotaban es- columo..as, un v,iva á la reina que salió de pontáneos de los elocuentes labios de este cien bocas, dió término á es~e acto,:despidién1 dose S. "M. afectuosamente de toda la concélebre orador. A las diez de la noche salió del ministerio currencia. el magnífico canasto en que la agricultura

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LOS PÓSITOS Y.LOS BANCOS DE LABRAD.ORE en sus rdaci.ones con -la pr.o51Jcrill'al) l)C lLl. ,11\rirnlturn. (l )

ministracion ; ó que en la venta de grano realicen los pósitos unas ganancias exorbi Sobre la posibilidad de reforma,· la organi1,a- tan tes . Aquí no puede haber ma casos: pue cion de los pósitos, de suerte que en lo su- bien, vamos á exam inar las cc.nsecuenciá 'Cesivo correspondan debidamente á los obje- que de ellos respectivamente vendrian á te ner lugar. 'tos de su instituto. Si en lo·s pósitos se diese el grano por solo Ya hemos visto que los pósitos con su or- su coste ó por menos, prescindiendo de la paralizacion que esto pudiera ocasionar al ganizacion actual, no solamente son inútiles comercio interior de granos, y de com,i~tratándose de proporcionará precios cómoguieole á su producci<10, ¿de donde salían -dos los ~ranos que se necesitan para el conentonces los gastos de administracioo, los 'Sumu, smo que tan lejos de fomentar á los de rep:iros de edifir.ios, los ~e compras de · Ja~rad_orc~, que es~¡ principal objetodeesmedid as y demás útiles, y las quiebras que 1.a rnsl1toc100, contribuyen poderosamente á pudiera haber en esta negociacion? Tod a vez conducirlos'á la bancarrota v á la miseria que en la venta de granos no realizaban los sin que por esto se enriquezcan sin embarg~ pósitos gana ncia nin guna, era de necesidad 'los pósitos, cuyos fondos por regla general que todos los gastos referidos, y demás que ·vienen á ser presa de manos impuras que ocurrieren, saliesen precisamente de los pueuna ú otra vez llegan á administrarlos. Nos blos. ¿Habria pues u1)0 se.lo que no renegase -cumple ahora examinar si los rnconveniende la jnstitucion de los pósitos? Por otra tes que h~mos denunciado están esencialparte, ¿á quir, nes se daban los granos del mente unidos á la in titocion de que estapósito? ¿A todos los que los pidieran? eso mos ocupados, ó si mas bien son de aquella era imposible. ¿A so los los vecinos necesiclase de·ab-usos que el tiempo llega á introtados? mas ¿quien hacia esa clasi ficacion? ducir hasta eo las mejores instituciones, y ¿Como -Se evitaría el que estos granos se reque.con masó menos facilidad pueden corpartiesen, no tanto á los verdaderamente ~ regir e-; mas claro, 1() que vamos á exami-_ necesitados, cuanto á los dep.eódientes ó aminar en el ·presente capít,ulo es, si haciendo gos de los que hiciesen la clasificacion? Coalgúnas m!)dlficaciones en la organiiacion mo, además, en la administracion de los pó<le los pósitos, llegarian estos á ser útiles pa. sitos se evitarian los fraudes que una ga ra lo $Ucesivo, en proporc1on siquiera á los nancia segura .vend ria á hacer inevitables? fond os que se fes destinen. Puesto que como ya hemos dicho, á dos Ya por los ábusos y defraudaciones que ne• cesariarnente habría en. la administracion de pueden redocirse 1lo objetos de los pósitos, bajo 'ambos .puntos ile vista considerarémos los pósitos, ya por lo muy gravosos que serian á los pueblos, no era conveniente, ni su reforma, empezando.á examinar la utilidad que1 masó menos reformados, puedan aun posible, sostenerlos bajo ese sistP,ma por mucho tiempo. ·ofrecer como almacenes públicos -de granos, Pues figu rérnonos que en los pósitos se destinados á proporcionar .subsistencias á los vecioos de los pueblos en que di~hos esta- hubiese de vender el grano con una ganancia proporcionada al capital que se invirtiebl-ecimienlos se hallen situados. se. De los tres casos propuestos ef'te parece O se quiere que los pó,; itos, por ser una institucion filantrópica, dén los granos por ser el único en que mas bien pudieran desolo el coste que tuvieren, ó por menos; ó fender!-e lo~ pósitos considerados como almacenes público de t.1;ranos . Sin embargo, que los vendan_ co~ un3: ganancia proporya en el artíc11lo 4. 0 hemos demostrado la cionada al -capital 10vert1do y gastos de adcompleta inu tilidad de dichos almacenes públicos en un pais como el nuestro, en que . (1) ,Véanse los números anteriores, páginas hay mucha produccion de cereales, en que .231, 253,271,318 y 512. CAPITULO VI.


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es libre su comercio, y en que, ya por estas circunstancias, y¡t por la ·prevision de las le)'es, es i~posib_le_, generalmen~e ~ablan,do, el monopohQ. Hicimos notar as1m1smo que esos almacenes públicos no podrían sostener la concurrencia de los almacenes particulares, y tendrían por fin que venir á uña bancarrota inevitable, si los pueblos no los sostenían, destinando á ese objeto cada pocotiempo crecidos auxilios pecuniarios. Es claro -pues que aunque fuera posible corregir los muchos abusos y crecidas defraudaciones que por regla general se han efectuado en la administracion de los pósitos, estos no ofrecerian ventajas ningunas, y serian de todo punto inútiles. Por otra parte, ¿que ganarían el Estado ni los pueblos en conservar (si fuera posible) establecimientos que sostenidos artificialmente y sin ventajas de nadie, hiciesen una imprudente concurrencia á las especulaciones particulares? ¿No seria esto mas bien un desvarío, un error de funestas consecuencias? Pues qué ¿tall de sobra tenemos en España las industrias, _que convenga arrebatár~elas á los particulares? El comerció de cereales, sea la que fuere su importancia, debe dejar$e á los que á él quieran dedicarse; y cuando llegase un caso extremo de escasez, en que especuladores codiciosos tratasen de establecer el monopolio, lo que cada día se va haciendo mas difícil, tan útil al mentJs como en s·emejante caso pudiera ser la institucion de los pósitos, seria sin duda la accion poderosa del Gobierno y de las autoridades. Pues supongamos que se quisiera que los pósitos hicieran grandes ganancias. Entonces de ningun modo podrían sostenerse, serian muv luego arruinados por los especu~ lado res de granos: á no 'ser que vol viésemos al sistema antiguo de prohibir este género de industria, haciendola patrimonio exclusivo de los pósitos. ¿Habria quien creyera útil semejante retroceso? .. Luego en ningun caso pueden llega1· á ser útiles en lo sucesivo los pósitos, considerados como almacenes públicos de granos con destino al c<;>nsumo de ·ta poblaoion, I bajo este punto de vista, mas bien que crearse otros de nuevo, debieran s111 duda suprimirse los que existen, sin recelo de que por ello pudiera sobFevenir ninguna mala consecuencia. · Pues consideremos ahora los pósitos como u_nos establecimientos destinados á propor. c1o';lar á los labradores los recursos que nece~1ten para hacer la sementera, y para llevar á cabo la recoleccion de frutos . Bajo es-

te punto de vista es como parece que podria menos mal sostenerse esta institucion con ciert~s reforma_s. Sin e~bargo, ¡cuán lejos estaria de corresponder á. las esperanzas de sus defensores! Los fondos de los pósitos habrían de consistir en dinero ó en granos, ó en ambas cosas á la verz, . c0mo ahora sucede : veamos hasta qué punto, en cada uno de estos tres ?asos, corresponderían los pósilo,s á los ohJetos que se proponen sus apologistas. Fondos en dinero. En el sistema actual de los pósitos el interés del dinero que recibe'l los labradores viene á costar á estos, se~un hemos demostrado en él capítulo anterior, desde un 9 hasta un 36 por 100 al año, sin que para los pósitos sin embargo venga á ser dicho interés mas que de un 3 por 100 al año; de suerte que siendo insuficiente para atender á los ~astos de los pósitos, es sin embargo deo.1as1ado gravoso para los labradores que acuden á dichos establecimientos. Si los pósitos han de continuar, esta monstruosidad debiera sin duda corregirse; pero ¿como se hace? Para que los labradores no salieran excesiv¡¡.mente gravados, era de necesidad que no pagaran de interes sino á razon del tiempo por el que recibiesen el dinero del pósito: esto es de rigorosa justicia, y en ello además ao vernos perjuicio ninguno para los labradores. Mas ¿en cuanto se fijaba entonces el iaterés que debiera ganar el -dinero de los pósitos? Como el valor del dinero ,es mu y desigual en las diferentes provincias de la Península, y hasta lo es tambíen en una misma poblacion en diferentes épocas á causa de las alteraciones financieras que ocurren, no es posible fijar por una regla general el interés que en España debieran ganar los fondos de los pósitos. ¿Qué decimos? iji para cada provincia, ni aun para cada pueblo se podría fijar ese interés de una manera es , table y justa. Así pues por ejemplo el i-nterés que se hubiera fijado para los fondos del pósito de Madrid, su ponién~ol-0 como debía ser arreglado á las circunstancias normales de la plaza, seria creGido en algunas ·ocasiones, y en otras, como ·en la. última crisis metálicaJ seria insignificante. ¿Qué juicio se formaría de una ley que fijase el precio á que hubieren de vend~rse, por ejemplo, los paños ú otro artícnló .cuatquiera en ~oda lo. nacion, en una provincia, ó aunque fu.era en un •pueblo solamente? Touos la• graduarían de absurda; pues en igual caso esta1'ia la lev que fijase el precto ó interés á que hubiere de darse el dinero, que e.orno otra cualquiera mercancía, está s_ujeto en sus tran-

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sacciones á la propdl'Cion que hubiere entre tereses de los préstamos hasta un punto á la .oferta y • la demanda. Ahora bien: ¿se que no podri1:ln llegar sin arruinarse las cababia de filar para cada pósito un interés sa ' el.e préstamos establecidas por el Gobierqifereµte? ¿Se habia de modificar este adeno ó por los pueblos. Por otra parte, ¿como más en cada pósito, con arreglo á las variahemos c!e olvida,r que los pósitos consideraciones qQe.luviere el valor dél dinero? ,¡\si , dos oomo ~s~ab leciwíen tos de préstanJos á convendria que se hiciese, -peco era imposilos labradores, aaemá!;I ·t1e tener contra sí ble el ha.oerlo, so pena de ,abrir una entrada una foTmidable concurrencia con la cual no franca á todo género de defraudaciones. podrían luchar, tenían que correr el .temiPues supongamos que en la absoluta imble riesgo de las perdidas mayores ó menoposibilidad de adoptar ese sistema, se sires, pero sien'lpre inevitables de una negoguiere el de fijar un interés inalterable. Esr.iacion que se hace toda a l fiado, y con perte, en unos casos seria como el que acostúmsonas por lo genera l poco acomodadas? Los brasen á llevar los prestamistas ; otras veadmin1strarJores, directorfis ó juntas que esces seria mayor, y otras mas pequeño; no tuviesen a I frente de dichos estableci mienpuede hal)er mas casos; pues en ninguno de tos, ¿se tomarían el trabajo, penosísimo (proellos podrian prosperar Iós pósitos: vamos pio solamente del interés individual) de toá· demostrarlo. m)ü las posibles notic ias acerca del estado En un pais en ·que es libre, corno debe de la fortuna de cada uno de los que· soliciser, el ejercicio de la. industria, sobre no ser tasen préstamos y de sus respectivos fiadovent,~joso que el Estado ó el público hagan res? Pues si aun tomándo e esa inmen a tauna imprudente concurrencia á los particurea, todavía sin embargo pierden algunas lares, ni el Estado ni el público pueden lupartidas los prestamistas particulares, ¡cuan char con ellos de modo ninguno . La contas mas perde rían los estableciruientos que ?urrencia de los particulares á cualquiera corriesen por cuenta del Estado ó de los pue1~du~tria hac~ bajar .sus ganancias en tales blos! termmos, que no todos los que á ella se deBien ::;abemos que se nos hablará de resdican pueden prosperar, sino los mas actiponsabilidades que se impongan á los direcvos, los mas intelige ntes y los que con mas tores ó juntas: así como tambien de hipoeconomía dirigen sos operaciones. Dígasetecas que se exigicrari á los qne acudiesen á nos pues si para dirigir las especu laciones los pósitos. , (principalmente la de préstamos) ernpi'enPero nosotros preguntamos: por muchas didas por el .Estado ó por el público, se en responsábilidades qne se quisieran imponer, contrarán muchos hort\hres que ~c unan las ¿ser ian mayores por ventura que las estacircunstancias expresadas, y seao además blecidas en Favor de los pósitos, á los cuales de una fidelidad á toda prueba, pues s in,esquedaha n rcspon ables el deudor, sus fia• ta cualidad indispe.nsab le (aunque innecedores, los individuo~ de las juntas de intersaria en el especulador particular), de nada veoclon, y por último hasta los miSl\lOS que tampoco s.ervirian todas las otras reunidas. !.os nombraron? Pues á pesf\r de todas esas Mas supongamos un imposible, pues lo es responsabilidades, v á pesar de la ruina que que el Estado y el público coloquen a l frená veces se consumaba de todas esas perso te de especul aciones esparcidas en mucbos nas, los pósitos se arruinaban tambien, copuntos, personas que en su mayor parte reumo puede verse en las leyes del título 20, nan todas las cua,lidades referidas; ni aun libro 7 .º de la Novísima Recopilacion, y en en ese caso podrían el' Estado ni el público la circular de la superintender1cia de pósito? sostener las casas de préstamos, ó llámense de 18 de junio de 18-19 . . pósitos. En estqs establecimientos públicos Y aun cuan do fuera posible (4uc no lo es) habría que poner un administrador y una evitar pérdidas á los pósitos haciendo efecoficina, siquiera por no fiar enteramente en tiv;:is las responsabilidades que se imponla l>uena fe del administrador-, y de consigan, el legislador no puede dejar de tener guiente ('á no ser que todo se hiciera gratuien cQenta, que ni el -Estado ni el país ganatamente, y entonces saldría peor) habría.que rian nada en que, como frecue.ntemente ha pagar no pocos sueldos, y de cierta consisucedido, se consumara en diferentes puederacion, si se quería fidelidad en los emblos cada pocos años la ruina de una porpleados: mas como la mayor parte de los cion de fa01 ilías, c¡ue á no e, isti r los pósitos particulares que se dedican á prestamistas, S"',rian vecinos úli os á los pueblos y al Esson ellos mismos los administradores de sus tad<;,. · fondos ,. y no necesitan interveocion de oin¿Y qué diremos de las seguridades que se gun género, rebajarían con ganancia lós ine.xigíesen á los deudores? ¿Rabian de ad· .


mitirse fiadores? La experiP.ncia de siglos ha evidenciado que no serian bastantes. ¿Habían de ser las seguridades hipotecarias precisamente? Hipotecaria se han estado admitiendo muchos años para asegurar en segundos contribuyentes los fondos de la H!!cienda pública, y sin embargo estos han sido desfalcados con una lastimosa frecuencia. Ya se ve; no hay entre nosotros un sistema hipotecario tan completo como fuera de desear, pues el que ha empezado recientemente á establecerse, mas sirve para h~cer efectivo el impue¡;to del derecho de hipotecas, que para poner de manifiesto la pertenencia y cargos de todas las propiedades inmuebles. Luego los pósitos, ínterin no se estableciere uo sistema hipotecario completo, estaban expuestos á que aparecieran ilusorias las hipotecas que recibieren, ya por no ser de los que las hubieren dado, ya por valer menos de la cantidad prestada y gastos que se ocasionasen en la venta de las hipotecas; ya tambien por estar las mismas afectas á otras deudas con alguna anterioridad, pues en nuestro concepto seria una injusticia el que á los pósitos en una nueva organizacion se les concediese el privilegio de preferencia, en perjuicio excl:lsivamente de acreedores particulares, tao legítimos y tan dignos de consideracion como pueden serlo, los pósitos. Por otra parte, si 8e exigian excesivas seguridades;. si en beneficio de los pósitos se 1mpooian, y se exigian responsabilidades á las personas que los administraban, vendría á suceder que no se harían préstamos sino á los labradores excesivamente abon ados, que por punto general jamás acuden al pósito, ni necesitan de él para proporcionarse dinero á réditos; y quedarían abandonados á su propia suerte, á la miseria, los la bradores pobres, únicos justamente en CUj o favor se establecieron y se quieren conservar los establecimientos que estamos examinando. Tenemos pues que los pósitos no pueden sostenerse ni aun en el ca o de cobrar réditos proporcionados al capital de que dispongan ; peor aun podrían sostener ·e cuando tratasen de cobrar réditos mas crecidos, en cuyo caso todos los que nece itasen dinero, antes que á dichos e tablecimientos acudirían á los prestamistas particulares; y mucho peor, aun cuando se cobrasen réditos mas bajos de lo que. debieran ser natura lmente. Entonces sobre las causas de ruina ya referidas, habria además la ele las muchas defraudaciones á que una ganancia segLJ.ra expondria inevitablemente los fondos

o51 de estos establecimientos. Todas las consideraciones que hemos expuesto al tratar de los fondos en metálico de los pósitos, tienen una exacta aplicacion tambien á los fondos que tuvieren en granos: pero en este caso hay toda.vía, á nuestro modo de ver, aun mayores inconvenientes. Porque á la verdad, si los pósitos han de dar para sembrar, los granos que recibieren de los deudores, las cosechas serian en extremo mezquinas, y de consiguiente semejantes préstamos de granos contribuirían á arruinar, mas bien que á fomentar, la agricultura; y si, como debia ser, por cuenta de los pósitos se hacían compras de granos escogidos para prestar á los labradores, en las col)lpras serian casi siempre los pósitos notablemente defraudados, y gracias si no lo eran tambien los labradores en la calidad de los granos que recibieren. Este nos parece el lggar mas oportuno de desvanecer las ilusiones de los que piensan que en la admioistracion de los pósitos se podrian corregir los abusos y defraudaciones que siempre ha habido, y que por sí solas, sin contar con las razones económicas que dejamos consignadas, harán imposible en buena administracion la existencia de los pósitos por mas reforma que en ellos se introduzcan. Porque á la verdad, ¿como es posible que los fondos de estos establecimientos dejen de explotarse por los que los administran, siempre que en ello vean una ganancia segura, ó cuando menos probable? De tal manera está formado el corazon del hombre, que le hace arrojarse á todo lo que 1~ pueda proporcionar ganancia, aunque sea con riesgo inminente de perder su fortuna y su vida, como vemos en el contrabandista, y hasta en los mismos quese dedican á industrias permitidas. Póngase pues uno 6 mas hombres al frente de un establecimiento de préstamos, es decir, en la ocasion mas favorable para echar mano de sus fondos, sin que las autoridades lo sepan¡ presénteseles una buena ocasion de hacer con ellos algunas buenas ganancias, y dígaseoos si habrá muchos honbres que resistan á una tentacion tan seductora. Pues si no los contiene el cumplimiento de su deber, méoos, mucho méoos aun podran conseguirlo las disposiciones de las leyes. No nos parece posible que con el fin de evitar fraudes se puedan mejorar mucho las disposiciones que se tomaron en el reglamento de 179'2, y de las cuales hemos hecho una lijera reseña en nuestro segund9 capitulo; eran en extremo minuciosas y bien combinadas, pero no bastaron sin embargo para impedir las de-


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bles, sin tener en cuenta ·para nada los intereses y esperanzas legítimas qué á su sombra se manteoian, este sistema no puede ser nunca el de los hombres de órden y gobier' t10 . A nuestro modo de ·ver, y·por mas que estémos profundamente convencidos de que los pósitos no corresponden á lo que cuestan, ántes de suprimirse ·deberia álzarse la tasa de los intere:es del dinero, y. anuncfarse la supresion de los pósitos en el espacio de tres ó cuatro años, retirando en cada uno, segun los casos, una tercera ó una cuarta parte de los fondos; y de este modo, sin violencia y sin quitar este recurso á los labradores mas pobres por espácio de tres ó'cuatro años, de• saparecerian al cabo de ellos los pósitos, cuando muchos capitales habrian acudido ya á la. especulacioo éle préstamos á interés, v á esa mi sma concurrencia habria reducido fos intereses del dinero á lo que deben ser naturalmente. Dos antiguas preocupaciones vemos aquí llegar en. contra nuestra: 1.ª lo que hay, CAPITULO VII. por aumentar el número de labrado res haciendo ·que lo sean los que en rigor no pueSupresion de los pósitos. den serlo; 2.ª el miedo que se ha tenido ;á los préstamos á interés, califica.dos de conSi pues"estos establecimientos, tales como tratos usurarios en el mal sentido de esta se' ballan hoy organizados, no son útiles en palabra. , · proporcion á los fondos que tiénen á su disEl interés de la agricultura no está, como posicion: si son mas bien perjudiciales ; y eq ui vocadamen te se ba creido, en aumentar por último , si no es posibl·e tampoco reor- el número de labradores, sosteniendo eo1.re estos de una rnanera precaria á los que deganizarlos en términos q ne correspondan debidamente á los objetos de su instituto, v berian ser simples jornaleros: está por el contrario en que no sean labradores sino los desaparezcan los abusos y defraudaciones ·que han sido, son y serán inseparables de que con recursos ó crédito propios puedan cultivar constantemenLe una estension pro..: semejante insti tucion, es ind.udable que esta porcionada de terreno, teniendo muy en mas bien que fomentarse, debiera sin duda suprimirse. Mas como nunca conviene hacer cuenta las contingencias ordinarias. de las cosechas, contingencias que bay que apre· desaparecer de pronto nin guna institucion por viciosa que sea, siempre que puedan ciar por mucho en los secanos de los climas afectarse intereses de cierta consideracíon, cálidos de la Peninsula. Para que la agriculpor eso en ningun caso deberi an de pronto ra prospere, es necesario labrar bien, y de suprimirse los pósi~os. El legislador no debe , consiguiente tener buenas bestias de labor y perder de'vista que habría muchos labradobuenos in strume ntos de l'abranza; es neceres que, fiados en los fondos de aquellos essario abonar bien, y para ello es muy contablecimientos, babrian tomado en renta, veniente, es indispe usable tener mas ó menos ganados; es nece:,ario tener carros para por ejemplo, finéas q-ue no podrían cultivar el trasporte de abonos y de frutos , es nececon sus propios recursos ; así como tambien, sario sembrar semillas esi.:ogidas; ,es neceque no habiendo muchos especulad.ores que sario pagar bastantes jornales en casi todas •déo su dinero al interés legal de 6 por 100, las épocas del año : y para tener b_uenas beslos labradores vendrían á ser presa de los tias de labor, buenos in$trumentos de laprestamistas que defraudando la disposicion branza, ganados bastantes para la µroducde la ley se hacen pagar unos réditos crecicion de estiérco les, carros para los traspordísimos en fuerzá de los peligros á que se tes, sem illas escogida~ para la sementera, y ·exponen, y de ser muy pocos los que se el dinero necesario para pagar bastantes atreven ,á arrostrarlos. Dejemos P1!-ra los hombres de rev<Jlucion el destruir de una ( jornales , y tener alguno de reserva para hacer frente hasta cierto punto á una _mala coaplomada instituciones antiguas y respetafraudaciones frecuentes de los pósitos, ni á ello alcanzarán jamas cuant.as Jisposiciones se temen, así como,,pdF eje~plo, tampoco se ·<;onoluirá el contrabandb m~entras proporcione buenas ganancias á los que á él q uie:ran dedicarse. fü,te será un inevitable escollo, en que fracasaran siempre los mas bellos proyectos que ·se formen para la refor.ma de los pósitos: á estos seguirán siempre los fraudes, del mismo ínodo que la sombra sigue á los cuerpos. Cremos pues haber demostrado que, sean las que fuesen las reformas .que se introdujeren en la organizacion de los pósitos, ni estos. corresponderan ya debidamente á los objetos que se proponen sus defensores, ni será posible tampoco d~slerrar de ellos los abusos y defraudaciones,que siempre ha habido, y que han acabado por descreditar completamente una institucion muv laudable si_n duda; pero \mpropia hoy del país y del tiempo que vivimos.


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secha ú otro casó imprevisto, es cla-rísimo que se necesita contar con uoos fondos proporcionados, muy superiores sin duda a los que tienen los labradores que oo pudieran subsistir si11 la existencia v auxilios de los pósitos. ' • Y téngase encueotaqueen el cuadro que acabamos de trazar , hemos considerado la agricultura en sn mayor sencillez, no cuando introducida la alternativa de cosechas se Suceden unas á otras las operaciones y los gastos con una rapidez asombrosa, y mucho menos aun cuando, llevada á su mayor perfeccion la agricultura, se organiza (como las demás industrias) en grandes escalas, proporcionando á fuerza de máquinas .masó ménos ingeniosas, pero siempre de much11 coste , grande abundancia de frutos y una extraordinaria baratura, á que jamás pueden llegar las pequeñas explotaciones rurales. Mas si se su µri meo los pósitos, se nos dirá y dejan de ser labradores los que no podian serlo sino á la sombra de esta institucion, qu_edarán inGultas muchas· tierras, y se dis~iuuirán bastante los productos de la agricultura española. Estamos seguros de que náda de eso sucederá: mientras el cultivo del.as tierras deje ganancias proporcionadas, á él acudirán infaliblemente los capitales y brazos necesarios; y por lo tanto suprimiéndose los pósitos, y descartándose de consiguiente de entre los labradores á los que no deben ser mas que simples jornaleros, las fincasqueestoscultivaban medianamenteó mal, pasarán á otras personas de mas capital, que l~s cultivarán mejor v las harán producir mucha mas cantidad de frutos. ¿Está nJas. atrasáda la agricultura de Galicia, por ejemplo, en donde nunca se han conocido los pósitos, que la de Estre.nadura, en donde hay mas de trescientos? Justamente sucede todo J9 ·contrario: en Estremadura abundan en clem~sía los terrenos incultos, y en Galicia puede ser que no haya un palmo de terreno útil para la produccion, que no se halle apr.oveGhado ¿Está ni ha estado por ventura mas atrasada la agricultora en Vizcaya, en donde tamroco se conocieron los pósitos, que en las provincias en donde los había á centenares? Tambien sucede lo contrario. Mas ¿qué decimos? Está en unas mismas provincias mas adelantada la agricultora de los pueblos que tienen pósitos, que l'a de los que no los tienen? ¿Hay la menor diferencia? Por otra parte, los que conocen la estadística de nuestro pais y la historia de los pósitos, saben muy bien que nuestrü agricultura, abatídisima en tiempos anteriores, cuando

eran inmens<1s los recursos <le los-pósitos, se ha <lesarrollado prodigiosamente en estos últimos años, en los cuales. justamente á consecuencia de varias cau.sás, v señaladamente de las exacciones qoe hemos referido en el capitulo primero, apénas son los pósitos , un pálido reflejo de lo que fueron antigoamente. Luego son ilusorios esos temores que se abrigan· por la a~ricoltura, para el caso de suprimirse dicha institudon ; ásí como·; por el contrario, los ejemplos que acabamos de citar, .deben concluir de desvanecercualquiera sombra ,de duda que aun pudiera quedar acerca de la inutilidad de los pósitos. Déjese libre el comercio de granos}; á fio_ 'de hacerlo mas activo, facilítense las coruuoi:. caoiones interiores todo lo posible; con lo que se contribuye tambien á la exportaoion de granos al extranjero, puesto que habiendo muchas y buenas comunicaciones interiores, llegarán del interior á los puertos mas granos y con ménos recargo en "los precios: esto es lo único que se necesita para hacer llegar la agricultura española al grado de-prosperidad á que pueda llegar, s_egun las di versas épocas que sobrevengan. Es necesario desengañarse y ;olvidar para sie!Dpre esos medios empíricos que con mas fé que buenos resu ltados usaron nuestros antepasados para fomentar, ya la agricultura, ya la cría caballar, ya otras diversas industrias: no hav mas que un solo medio para hacer prosperar las •indostrias constituidas ; ese únic0 medio es el consumo. Auméntese el consumo de los objetos de una industria, y la verérno,; desarrollarse y prosperar aun á. despecho de · las trabas y de las prohibiciones de la ley : no de otro modo pudo prosperar en España la cria de mulas, á pesar de la opinion de los escritores de mas nota, y á pesar de la persecucion fo rmid-able de las leves. Por el contrario, disminúyase el consumo de los productos de una industri'a cualquiera que sea, y la verémos ir á ménos constantemente, aun cuando todo el poder del Gobierno se empeñe en hacerla prosperar. Así es como hemos visto en España ir á ménos la cria caballar, á pesar de los enormes privilegios concedidos á esa industria, y' de una legislacion hasta mas de lo justo protectora. _ Vamos ahora :i. _ocuparnos de los préstamos á interés v de los medios de regularizarlos. • . Suprimidos defioitívámente los pósitos, si sobreviene á un labrador una desgracia, si se pierde la cosecha de uno ó mas pueblos, ¿á quién acudirán entonces, se nos dirá, los labradores necesitados? ¿A quién? á los mis-


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pres_tamistas; y de r.onsigui ente con )a~ mejomos á quienes acuden los que e$lán dedicares 10tenc1ones del mundo se causa ria rnfalidos á otras industrias, cuando necesitan mas blemente la ruina de las clases necesitadas, á fondos que los que tienen propios; á los misquienes se quiere prote~er; así como la paramos á quienes acuden los labradores de los lrzacion casi completa ae la industria y del pueblos en que no hay pósitos: es decir, á y la improduccion de grau parte comercio, indus-• la á dediquen se los capitalistas que de los capitales en metálico, que no siempre tria de dar préstamos- á interés; y cuando están en poder de los hombres dedicados á la sobrev-iniese una calamidad para cuyo remeindustria y al comercio. dio no alcmnzasen los esfuerzos solos pa.rt1Pues supongamos que fa ley permitiese culares, como en el caso por ejemplo de 1~ llevar 1 por 100 nada mas sobre la cantidad pérdida de uoa C()Secha en una ó mas proprestada ; y supongamos tambien que fuese vincias de la Península, allí deberia entonposible que es~a ley_ tuviese exacta ~bserva~cia: ces interven\r la accion poderosa del Gobier¿qué sucedena? (Jue los que tuviesen drneno, auxiliando por el público interés á los ro, ántes de darlo prestado á 1 por 100, labradores de la provincia ó provincias arruinadas, corno en materia de contribucio- • echarian necesariamente sus cuentas; y si ese premio equivalía al riesgo m~s ó menos nes bace ya tiempo se halla establecirlo. lejano que corrian de perder el dinero que Y no se o·os diga que si dejarnos á los laprestasen, al trabajo de cobran~a y del levar bradores á merced de prestámistas codiciolas cuentas, y á las ganancias que tenían es sos, los condenamos á una ruina inevitable, peranza de reportar del dinero que iban á puesto que tendrán con frecuencia que pagar prestar, en proporcion á !as empresas que réditos exorbitantes, como basta ahora se ellos mismos pudieran a<'.ometer, y princihan estado cobrando, á pesar de las dispopalmente al número de los que solicitasen siciones de las leyes. Este razonamiento sepréstamos y de los que los diesen, entónces Tia exacto si contin1,iase en el mismo estado darian el dinero al rédito de ,J por .fOO; mas una legislacion, en nuestro juicio, mal ensi este premio no era suficiente con arreglo tendida, y si np se acabase de rectificar la á las indicaciones que acaba1;nos de hacer, · opinion e.:¡uivocada que en nuestro católico los que tuviesen dinero no lo prestarían, y pais se tenia al}cteriormente formada acerca que lo necesitasen no lo encontrarían. !os comprendido, hemos lo así usuras: las de Estos son unos axiqmas de cuya verdad puesto que á la supresion de los pósitos debía preceder, en nuestro juicio, segun he- · no es permitido dud~r ; y de consigniente, <;uando la tasa fijada por la ley no ofrezca al mos indicado , el aumento en la tasa del diprestamista una ganancia proporcionada, el nero, único ~edio que conocemos capaz de si observase la ley, se guardaprestamista, los de intereses los rebajar hasta lo justo ría muy bien de dará préstamo su dinero. préstamos, y de mejorar la condicion de las En todos estos casos hemos procedido bajo personas necesitadas , como vamos á deel supuesto de qne se observasen las leyes . mostrar. Si en beneficio de dichas personas dispu- que fijaran la tasa del dinero; pero este supuesto es evidentemente equivocado: semesiera la ley que los préstamos de dinero fuesen enteramente gratuitos, y fuese posible jantes leyes en la práctica no han tenido, ni J,endrán, ni pueden tener nunca una puntual que e.~ta disposicion se obsM"Vase, ¿cuáles seobservancia, ni producirán nunca mas rerian las éonsecuencias? La ruina completa sultados, que hacer pagará los necesitados de las personas ne'c esitadas, puesto que los unos réditos mucho mayores de lo que deque los que tuviesen dinero, ó lo emplearian bieran ser naturalmente, y acostumbrar á que ántes guardarían, lo por sí mismos, ó los ciudadanos á burlar las disposiciones de darlo gratuitamebte á personas necesitadas, las leyes, como vamos á demostrar. y de consiguiente con riesgo mlls ó ménos El )1ombre necesitado .tiene ante todas cor leJano de perderlo; y ántes de privarse de sas, que satisfacer sus nec~sidades : el qu~ u~ar cuando quisieren del dinero que daban .en préstamo. Un prestamista de dinero á quiere acometer una émpresa en que esta persuadido de gan ar un 50 ó 60 por •I 00, personas necesitadas sin llevar por ello, inno tiene dinero b11stante para ella, trapero leres , sería un , hombre verdaderamente tará de buscar á todo trance el que le hace .evan 9élico, de los que hay y habrá siempre falta; y si ni uno ni otro lo encuentra al pr~poqu1simos sobre la tierra; sería uua rarísimio establecido por la ley, se convendrán_ a Jna excepcion, sobre la cual de uonsiguient.e pagarlo mayor; el de la eµipresct indu_strial general. regla una jamás fundar no se p_odrá basta llegar al pu.oto en que crea todavia h~tfenemos pues que en el caso de q u.e los préscer ganancias, y el necesitado hasta lo me.tamos fuesen graiuitos, serían rarísimos los


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nos que le qujeran llevar los prestamistas. ' oferta y la den:ianda,_ en perjuicio esclusivaEntre estos habrá siempre afgunos que p.or meote de los que soliciten dinero; dejar· á una buena ganancia se arrojen á obrar en estos sin defensa á merced de prestamistas fraude de la ley, y á correr cuan Los riesgos codiciosos que se deciden á desobedecer lás sean imaginables, que nunca serán mayoi;es ·1eyes. ¡Ah! se nos.dirá, si estas se observaque lós qne arrostr;;i. un cootrabandista; y , sen .... Pero ¿cómo se hao de ob,servar cuantenemos de consiguiente que jii.más faltarán do mandan un imposible, puesto que lo es nec()sitados que ofrezcan por el dinero un e·l mandar prestar diuero á un premio á que· premio mayor que el establecido po[j-la ley, no tiene cuenta·? Pues qué, si la tuviera el ni tampoco prestamistas que dejen de ad- darlo prestado á un'a tasa menor que la le-, mitirlo Abora bien: cuando son muchos los gal, ¿faltarían entonces prestamistas? Esto prestamistas, y pocos los que quieran recies- clarísimo; pero para hacerlo mas y mas bir dinero á réditos, estos bajarán por la perceptible, pongamos el caso al reves: fifuerza mis.ma de las cosas, aunque no sea gurémonos que la ley, que no debe mirar precisamente hasta la tasa legal , si esta no esclusivamente por los intereses de una sola dejara á los prestamistas uua ganancia pro- clase, sino por los de todas ellas, fijase, coporcionada:; mas si son pocos los prestamismo en justicia debe ria ser, dos tasas, 111an--: tas y muchos los que quieren di,nero á rédidando, por ejemplo, que los réditos ·del ditos, estos sobre una ganancia al capital y á nero no excediesen del 6, ni bajasen del 3 los riesgos á que se expone el prestador, su- • por 1UO; supongamos que viniese á España · birán adémás enormemente basta buscar la y se repartiese en muchas manós todo el oro proporoion entre la oferta y !a demanda. que se decia 'haberse descubierto en las CaLuego para aliviar la suerte de los que tielifor,nias, y que no existiese movimiento ninnen que acudirá los prestamistas, conven- guno industrial y comercial, como se ha vedría aumentar el número de estos en vez de rificado en algunos reinados anteriores: ¿qu~ disminúirlo. Luego la ley que fi¡ando una sucedería? Que todos querrian dar dinero á tasa no proporcioúada á la que, segun las réditos, que serian en proporcion muy p_odiversas circunstancias que oGurran, deba cós los que quisiesen recibirlo, que estos de tener el premio del dinero, y con mavor consiguiente darían la lev á los tenedores motivo aun la ley que e,;tableciendo peñas del oro, y que babria muchas ocasiones en contra los infractores, separa mas ó ménos que estos, por ganar algo (pues mas vale gacapitalistas de hacer préstamos á interés, nar algo que nada) , se coatentarian con uu quedando igual el número de los quP, soli2, ó tal vez con 1 por 100 de la cantidad que diesen prestada. ¿ Sería po::ible entonces, á citan dinero· á réditos, producen necesariapesar de lo dispuesto eu la ley, , hacer que mente el efecto de hacer subir ~I premio del dinero mas de lo que subiria naturalmeote, Jc,s que recibiesen dinero llegasen á pagar el 3 por 100 precisamente? Es claro que no y y causan de consiguiente mas daño á los neque la ley sería burlada. ¿ Cómo pues no ha cesitados que los usureros. mismos, puesto de- serlo tambien cuando siendo las circunsque su propia concurrencia baria bajar hastancias enteramente opuestas, fue!:e la tasa ta lo que deberia sel', el prem:o del dinero del 6 tan baja, como en las circunstancias que prestaren. arriba dichas fuera. elevaJa la del 3 por 100? Hemos visto ya que ni las leyes ni las peAl tratar de ·la imposibilidad de que se nas han podido, ni pueden hacer que se obobserven las leyes que ajan al dinero uoa serve la tasa establecida, cuando esta no faere bastante elevada para dejar al prestamis- tasa poco elevada, no debemos desentendernos de la grandísi1na facilidad con que se ta una gauancia proporcionada al capital eludeo tales leyes. Ya se da• prestadas canque emplea, á' los ries:p;os que corre al destidades eo mercaderías que se suponen venprenderse' del dioero, v sobre lodo á la proporcion entre la oferta" y la demanda, pro- didas, en cuyas ventas sufre el necesitado lJOJCioo que es la que fija siempr-e el precio enormes pérdidas, al realizar el valor de aquellas; ya eu un documento privado con-: de las cosas entre los intereses diametraltiesa haber recibido prestada gratuitamente. mente opuestos de las dos partes contratanuna cantidad que no reci-bió en realidad, y tes. Remos visto además que el efecto neceen la que van jncluidos con frecuencia unos . sario que producen dichas leyes, es alejar, réditos exorbitantes; ya tinalmente en un~ n~ á lodos, sino 'a algunos prest~imistas; disescritura pública asegura haber recibido m1ouir de consiguiente el número.de estos, q_uedando siempre ígual el de l·os que soli- cierta cantidad que en rigor no recibió; y lo citen dinero á réditos, y alterando l;i pro- ' confirrn,1 con cien juramentos, si uno ·solo no bastare, imposibilitándose de reclamar so porcioo que habría naturalmente entre la


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' pa1'a mantenerse no necesitaban pedir dinepena de ser condenado com'o perjuro. ·Todo esto se halla confirmado por la ex- ro· y á que por lo, tanto los únicos que en periencia de siglos ; los legisladores todos aquel entonces tomarian dinero á réditos serian los que se dedica-sen al comercio ó á la bien lo han conocido; y en la imposibilidad inc:lustria, cuyo número era cortísimo, ya por de hacer observar le yes opuestas al curso iiatural que·tienen las transaciones mercan- el menosprecio, si así puede decirse, con que tiles. en todos los paises de la tierra,_acu- se miraban estas .profesiones, ya porque era mas cómodo , de mas seguros resultados, y dieron al arbitrio de imponer penas muy por lo tanto mas frecueot~, seguir la carrera graves, y no exigir para yastigar este delito mas pruepas privilegiadas, y de consiguien- del foro, ó mejor aun dedicarse.á servirá Dios te injustas. ¿ Desaparecieren por· eso , los en un pingüe beneficio ó en un rico Q.Onvento préstamos á un interés muy sup~rior á la en· cuv0s casos no solamente no se necesitaba tom;:ir. dioero á reditos, sino que ántes bien tasa estableci<la?· ¿Cómo habian de desapapodria darse en abundancia. Entónces no bur.ecer, si eso era imposible? ¿No bemos vishiera causado perjuicios la tasa del O p. 1O.O, to que los gobiernos mismos que castigaban severamente á los llamados usureros, áellos por la sencilla razon deqÚe por ménos premio se encontraba el dinero que se necesitaba. acudian sin embargo en sus apuros, y no ya Mas ¿so!'\ iguales por ventura las circunse,n la oscuridad de los contratos sin testigos, tancias en que nós encontramos? ¿ No son sino en presencia del pais, á la faz del mundiametralmente opuestas, como repetiremos <.lo entero pagaban á los llamados usureros hasta la saciedad, puesto que la mayor parunos réditos infinitamente superioi:es á los permitidos por la ley , y los colmaban ade- , te de las equivocaciones que se padecen en esta y otras materias, proceden de juzgar de• más de honores y dístinciones? la siluacion de la oaoion española, no por lo Quede pues indistructiblernente sentado - l')Ue todo el poder de los legisl adores no ha que es, sino por lo que ha sido anteriormente? Hoy, por uoa porcion de causas que no alcanzado, n1 puede alcanzar jam á!>' á impedir que se preste dinero á un interés mayor es de ahora enumerar, ha llegado á ser, proporcionalmente á la poblacion, iofinitament~ que el que se permita, si este no indemniza menor la cantidad de dinero que existe en al prestador del riesgo á que se expone, y de la Península, que la que habiá en los tiemla ganancia que tiene derecho á esperar de pos á que aludimos; la agricultura, la indus• su capital; ganancia que no puede determitria y el comercio, que áotes apénas daban nar la ley, ni tiene ·mas límites posibles que señales de existencia, se han desarrollado de· los que establece la proporcion entre la oferuna manera pasmosa, y cootinúau cada vez · ta y la demanda. mas desarrollándose; de Lodos se ha apodeLo que ahora pues debemos examinar, es rado un a fiebre de adquirir (permitásenos si la tasa del 6 por 100 al año , que rige en este modo de ·expresarnos), que á nadie deja nuestro pais, es suficientemente alta ·para permanecer en la ioaccion, y que á todos los ,que dentro de ella quepan los intereses que hace lanzarse á empresas en que creen prose c-ontraten en los préstamos . ; ó bien si es porcionarse utilidades : siendo el resultado baja, y de consiguiente debe alzarse como de todo esto, que s¡rn pocos los que qu~eran nosotros hemos propuesto. Cuando en tiempos anteriores (bastan le dis - prestar dinero, y muchos los que quieran recibí rlo; y que de consiguiente han subido tan tes de nosotros) la agricultura apénas daconsiderablemente los réditos del dinero , ba señales de vida, y la industria y el cohasta el punto de ser muchísimos D?ªS los mercio a énas daban señales de existencia; casos en que se paga un rédito superior que cuando e dinero que en abundancia nos venia de América, solja quedarse estancado en inferior al legal de 6 por 1 OO. Luego es de·absoluta necesidad aumentar manos como en lasdel "leroy de la nobleza, la tasa del dinero, si no queremos caer e.n en aquel tiempo poco industriosas, era muy los inconvenientes que hemos expuesto, Y frecuente comprar censos á razon de un 3 por que están hace tiempo causando no pocos 100, y ménos todavía,, y aun hacer á los gredaños á la prosperidad de nuestro país. No mios préstamos, sin hipoteca á razon de 3 y se crea, volverérnos á decir, .qne poraumen- ' aun de 2 por 1 OO. ¿Saben nuestros lectores tar la tasa del dinero· se alcen por eso tamen lo que esto consistía? Primero, en que b,en sus réditos, ni se dé origen al monopo eran muchos los capitales que habia improlio, y de consiguiente á la ruina de las cla- · ductivos en metálico: y segundo, en que eran ses necesitadas: tenemos ya evidenciando P?q uísimos los que solicitaban dinero á réque sucedería justamente lo contrario ; mas 1.htos, en ·r~zoo á que los· pobres encontrapara acabir de decidir la opioion de lasperban abun_dantes limosnas, y de consiguiente

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sonai-: irresolutas, las recordárémos lo que en nuestro pais ha sucedido con el comercio de granos, puesto que tiene una aplicacion exacta al caso de que tratamos . Creiafie en tiempos anteriores que los especuladores de granos eran los que causaban las carestías, las hambres y las angustias de las poblaciones Vinieron pues las leyes prohibiendo el comercio de granos , y castigando severamente á los que á él se dedicaban ; los pueblos apedreaban á veces á los tragineros que iban á hacer pequeñas compras de granos, únicas que se permit1an con des[ino al consumo inmediato de otras poblaciones; la opinion pública además cubria de infamia, y anatematizaba á los que clandestinamente hacían algun pequeño tráfico: ¿cuáles fueron los resultados? Que cada vez se agravaban mas y mas !os males que se trataban de evitar, lo mismo que se agravarían cada vez mas las dolencias de un enfermo á quien un empírico aplicara medicamentos en el sitio en que á la vista se presentara el mal, sin hacerse cargo de que la causa no estaba allí, sino en otra parte distinta. Por el contrario, conocida mas bien la economía política, que es una ciencia tan exacta como otra cualquiera, aunque sea á vepes en un estado dado de difícil aplicacion, se siguió un camino enteramente opuesto para hacer cesar la carestía. Nada de prohibiciones, se dijo, despreciando los escrúpulos y los temores pueriles de los partidarios de la IPgislaciou antigua ; el comercio de granos es permitido como otro cualquiera; harán un bien al público los que á él se dedicaren, á quienes se dispensará la debida protecci9n, y los contratos de granos quedan enteramente á voluntad de los con~rayentes, sin mas trabas oi cortapisa que las disposiciones comunes acerca de la calidad de las cosas que se venden , y de los engaños que excedieren á la mitad del justo precio. Es inútil que nos detengamos en hacer la apología de estas nuevas disposiciones: la experiencia las ha vindicado completamente, puesto que sin haber c-amhiado el suelo ni el clima d~ la Península, hnn desaparecido la care tías que habitualmente se padecian; nadie se muere de hambre, á pesar de que la Península mantiene ahora una poblacion mas numerosa que nunca, y envia además á las colonias y al estranjero una considerable cantidad de harinas y cereales. ¿Porq11é no ha de suceder lo mismo con el di11eroqne ~e dá á réditos puesto que los casos son idénticos, y los principios_ unos mismos? ¿Por que tocándo;,c los ventaJosos-re.:.ultados

que á venido á producir ·1a libertad en el comercio de granos que , como el dinero, son tambien un artículo de primera necesidad, no se ha de seguir el mismo sistema con los préstamos á interés, variando la tasa imprudente que tenemos establecida , dejando á los contrayentes en libertad de establecer el premio en que se convengan, y atrayendo á los C;tpitalistas á esta especulacion, ántes que separándolos de ella? Una y mil veces lo repetiremos; ni el legislador ni sus leyes son los que fiján el valor de las cosas que esta.u en el comercio de los hombres: este va• lor lo fijan los contrayentes mismos, procediendo, sin ellos advertirlo, con arreglo á unas leyes eternas é invariables, anteriores á las leyes escritas, y de las cuales no pueden separarse los legisladores, sin causar mas ó menos desórdenes en la produccion y en el c,msumo . Al defender· nosotros la libertad en los p1éstaruos á interés, no se crea que abo¡?:amos por una libertad ilimitada, no: por mas que en la generalidasl de los c~sos la l ibertad en las transacciones comerciales fije en lo justo las respectivas utilidades ele los contratantes, no puede desconocerse que bay siempre algunos casos (bastautes para llamar la atencion del legish1dor) en que alguna de las partes sale bastante mas de lo j usto perjl!dicada. De ahí el que los contratos hechos á libre voluntad de las partes se anulen cuando hay lesion enormísima, y se rescindaq cuando la lesion excede, por poco que sea, á la mitad del justo precio. Y si estas disposicione se han tomado hasta en los contratos en que no tratándo e de cosas necesarias á la vida, hay mas libertad en los contratantes, con mas motivo deben adoptarse tratándose del dinero que es una cosa de absoluta necesidad. Por esto mismo creemos que si en los demás contratos no se concede el derecho de reclamar, sino cuando el perjuicio llega á una mitad, en los préstamos á interés, podría concederse cuando los réditos excediesen de i 1/ 2 por~ 00 mensual, cantidad mucho menor que Ja que &e nece sita en los demás contratos; menor que la que, sin que nadie se escandalizase, llevaban los pósitos en los préstamos á dinero que hacían en algunas ocasiones, como ya hemos hecho nQlar, y bastante crecida sin embargo, á nuestro juiciq, ya para que dentro de ella se efectúen las variaciones que debe haber naturalmente en los préstamos á interés, ya para atraer á esta industria un crecido número de capitales, único'/ exclusivo medio de hacer bajar basta lo JU5to los intereses del dinero.


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R Para adoptar la resolucion propuesta, hay. que, separando mas ó menos personas de tambien otra consideracion económica de no esa negociacion, quedando el mismo el núescasa importancia en nuestro pais. Sabido mero de los que solicitan dinero á réditos, es que nuestros antepasados solían guardar causan una considerable desproporcion enel dinero de que no _ necesitaba,n ·• para sus tre la oferta y la demanda, y entregan de aastos, en lo general bastante retlucidos, reconsiguiente á los necesitados á merced de sultando de aquí que permanecían eñ la inprestamistas que burlan con suma facilidad naccion é improductivos, valores de niucba las prohibiciones y las penas de las leyes. consideracion. _Aun cuando este afati por De aquí hemos deducido que la C()nveniencia atesorar dinero para tenerlo guardado, ha púb¡¡ca exige que se refoTme el estado viodesaparecido en gran parte, bay todavía mulento de e~ta negociaci9n entre nosotros, dechas personas que careciendo de los conojándola dentro de los límites de· una libercimientos y arro,io necesarios para acometer · tad racional, de la que seguramente se obespeculaciones ó empresas industriales, pero tendrán los mismos ventajosos resultados, muy dispuestas á dar á réditos su dinero que de la libertad que últimamente se esta(para lo cual uo se necesita ni mucho trabajo bleció en el comercio de cereales. No basta ni conocimientos comerciales), se abstienen esto, sin embargo, á nuestro propósito ; de ello, sin erúl:)argo, porque el 6 por 100 creemos debe trabajarse en acabar de recJ;JO es* su ·juicio ganancia bastante para el tificar la opinion pública sobre este punto, capital que emplean, y para la privacion del poniendo en evideucia que los préstamos á gusto de ver el dinero reunido y de .contarlo interés, por regle, general, nada tiene-o hoy una y mil veces al dia. A estas mismas perde contrario á los principios de justicia, ni sonas dígaselP.s que casi sin trabajo, con solo de consiguiente á los de moral cristiana. dar su dinero á réditos pueden ganar basta Cuando la conveniencia pública, no de una un 18 por 100 al año, y se verá como ya se nacion precisamente, sino de. todas las que "8ienten arrastradas á dar prestado su dineestén en cierto estado de adelantamientos TO, y como lo dan en efecto tan luego como sociales, aconseja una misma medida, mas se les presenta una ocasion que ~llos enó menos lata, pero en el fondo siempre una cuentran favorable. Véase pues como mucha misma, no es posible, en nuestro juicio, que parte del dinero_atesorado que para la prodicha medida, exigida por la conveniencia ducciones como sino existiese, saldría á madel género humano, sea contrari'a á los prinnos frecuentemente mas industriosas,ó cuancipios de justicia; ó era necesario en otro do menos, á aumentar los consumos, acticaso, suponer en el Supremo Hacedor una vando por ese medio la produccion, y de marcada contradiccion, que es imposible á consigui-ante la riqueza públir,a. todas las luces. Esta observacion siempre La suerle, pues, de las clases necesitadas, nos ha sido de una fuerza inmensa, y por si el desarrollo mismo de la industria, la conso)a bastaría. para decidír en esta materia veniencia pública, en fin, exigen que se deje nuestra opinion, por insignificante que ella á voluntad de los contratantes el fijar el sea; pero á ouest,;os lectores debemos una precio del dinero dentro de límites algun defensa mas completa y ve,daderamcnte anatanto· dilatados: veamos si á esto se oponen lítica de los pré~tamos á interés. Para ello fa justicia ó la mora.! cristiana, de lo que hay que empezar por prescindir en este monos ocuparemos· cou detencion en el capítulo , mento de lo dispuesto por las leyes civiles y sie;uíente. · ecles1á:sticas, examinando <lícbos contratos con arreglo á las nociones mas triviales. de CAPITULO vm. la equidad, ó sea del derecho natural. Puede sµceder que pida se li¡ille en una necesi..De l-Os préstamos á interés bajo el punto de dad extrema, y en tal situa-eion que no le sea vista de la justicia y de,.la moralidad. posible devolver la cantidad que recibe, sin volverse á constituir en la necesidad extreHemos visto en el capitúlo anterior que no ma en que se hallaba anteriormente; si la basta todo el poder de los legisladores para persqna á quien se dirige el necesitado, se hacer que tengan puntual observancia las halla en iguales circunslancias, es ·claro_ que leyes que fijen el pr(lmio del dinero en una nada dará al que pide, porq11e la candad •cantidad que no llegue á lo que segun las bien ordenada empieza por si mismo: !llªs . circunstauciás que ocurran, tiene en cada si ,cuenta con algun sobrante, entónces tiene caso 1de'rech9 á esperar el prestamista; que una verdadera obllgacio o de dar limosna, semejantes leyes proqucen un efecto diameósea. grutuitamenle, al necesitad o lo que le fuese verdadaderamente indispensable para tralmente opuesto al que se desea, puesto


..._ 569 salir de la necesidad ea;ti·ema. En vano alegaría entonces el prestador que el podia haber hecho algunas ganancias con el socorro que diese al P?bre, y ni a~n siquiera que se 'iba á quedar srn una cantidad que le perlenecia por legítimos títulos, sobre los intereses particulares mas legitimos del mundo está la existencia de un hombre, y el que en semejantes circunstancias se 9bstioase en exigir que se le devolviese el socorro que hubiese dado, cuanto mas que se le abonasen hasta los réditos, faharia rndudablemente á un precepto del derecho natural, por mas que las leyes humanas auto'rizaseo los préstamos á interés, sin distincion ninguna de casos. Pues rasemos á otro extremo: pongámonos en e caso, en las naciones adelantadas frecuenlísimo, de que uno pide dinero, no µara satisfacer una necesidad, sino para emplearlo en empresas lucrativas, y aumentar por ese medio su fortuna. ¿Repugna por ventura á la razon el que entónces, además de devolver el capital prestado, satisfaga algua premio al prestador en retribucion del dinero que le adelantó, con el cual el que lo ha recibido hizo ganancias mas ó menos considerables? Seguramente nos dirán los enem igos de los préstamos á interés, que esto seria permitido cuando el prestado1' y el tomador fuesen en compañía. á pérdidas y á ganancias; no cuando al prestador se le asegura un rédito, y las ganancias ó pérdidas quedan todas para el que recibe el dinero prestado. No puede en efecto haber otra salida; pero se halla tan destituida de fundamento, que como vamos á ver, no puede resistir al mas ligero exámen . Figurémonos que dos forman una sociedad, en la cual uno pone él capital, y el otro la direccioo y el trnbaJo, ó llámase la industria: esta sociedad á no dudarlo es válida, es lícita; sobre esto no hay la menor contradiccion; y en semejante caso nadie duda tampoco que los socins pueden dividir ' las gan¡¡ncias por mitad. Supongamos que el negocio que acomete la sociedad referida ofrece 20 por 100 de ganancias probables, ó sea 1 O por 100 á cada uno de los socios: ¿puede cada uno de estos vender su g~anoia probable, si ó no? ¿Ni qué duda puede haber en una cosa tan clara? ¿Hay quien ignore que se puede vender la cosecha misma que haya de producir la semi lla que se está sembrando, lo que,. ,como en el caso arriba dicho, no es mas ni menos que la venta de una utilidad probable? ¿Quien puede dudar que no es otra cosa tampoco la venta que hace un pescador de lo que baya de sacar de una redada, ó en

un dia que aún no haya llegado, asi como la venta de las acciones de una mina que aun no está en produccion, y sin embargo nadie deja de admitir la validez y legitimidad de tales ventas? Luego es válida, es legítima, es lícita la venta de ganancias probables; luego es válida, es le~ítima es licita la venta que uno de los socio.<:;, aunque sea el que ponga la industria, hiciere de una ganancia probable por una cantidad determinada. Este es justamente un préstamo á interés en el caso que estamos examinando, y é¡ue ocurre con muchísima frecuencia en las naciones modernas, cuva vida industrial v comercial es incomparablemente mas activa que lo era en las naciones de la antigurdad. El dinero hoy bien empleado deja habitualmente mas ó menos ganancias; no se necesita pues mas que un hombre industrioso que tome á su cargo darle empleo conveniente, y al cual, segun hemos demostrado, nadie le puede impedir el que por una determinada cantidad compre la ganancia probable que él espere conseguir del empleo del dinero . ¿No es esto mi.s natural, é incomparablemente mas justo, qne prohibir la venta de una ganancia probable, anular un contrato que, ~uera del caso de un abuso, .es, como los demás, esencialmente jusi.o, y hacer que la ganancia fuese toda exclusivameute para una sola de las partes contratantes, cuando ' las dos cnbal mente C()ncurrieron á la prod uccion, una con su industria, y la otra con un capital indispensable? ¡EsQ si que seria faltar á las reglas de igualdad que deben observarse en los contratos! Hemos examinado el caso de que uno pidiese con una necesidad ea;t,ema, y que no pudiese devolver lo recibido sin volverse á. constituir en, uoa igual situacion; y hemos hecho notar eotónces seria injusto, no solamente el exigir réditos del dinero, sino basta pedir lo mismo que se babia dado; porque en semeJ ante caso (apropiándonos el lenguaje de los jurisconsultos) pasaba á ser una obligacioo perfecta, la imperfecta que todos tenemos de socorrerá un necesitado. Hemos examinado tambien el caso, en las naciones adelantadas frecuentísimo, de que el que solicita un préstamo, no lo haga para satisfacer una necesidad, sino para ne- • gociar con la cantidad prestada, y hacer con ella mas ó menos ganancias; y hemos evidenciado que entónces no hay la menor injusticia1en que 'el que solicita el p~éstamo, compre por una determinada cantidad la ganancia probable que él espere conseguir del empleo que hubiese de dar al dinero, que es lo que se llama préstamoá interés. Entre es-


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tos <los extremos existe además otro caso: el de las personas necesitadas que piden pres. tado, no para hacer ganancias de ningun género, sino para atender á una necesidad in"'" dispensable 1 como por ejemplo para comer, para curarse en una enfermedad, etc., cuyas necesidades no pueden en aquel entónces satisfacer con sus propios recursos, si bien pueden con ellos mas adelante devolv.er; aunque con trabajo la cantidad prestada, pero sin constit.uir,;e por eso en una necesidad extrema. Aquí, con arreglo á los prjncipios de derecho natural, ".emos en todos los que puedan hacerlo, una obligacion colectiva de socorrer la expresada necesidad, con derecho de reintegrar e á su tiempo de la cantidad prestada, pero sin derecho (hablando en ahstracto y con relacion al deudor) de exigir intereses por el uso de una cantidad que nada produjo, y que se invirtio en sati facer una necesidad indíspensable. Aun cuand,o esto sea así, como no solamente hay que atender á los derechos del que recibe, sino tambien á los del que da, si este ha padecido ó puede padecer algun perjuicio por desprenderse del dinero que da prestado; si deja de hacer con el algunas ganancias, ó si corre cierto peligro de perder el dinero que presta para socorrer la necesidad, tiene entonces un conocido derecho á que el que recibió el préstamo le indemnice de las pérdidas que tuvo, de las ganancias que dejó de hacer, ó del peligro á que se exponía de perder la cantidad prestada, á no ser que uno de estos recargos sobre ella constituvese al deudor en una necesidad extrema; pero entóoces ya nos salíamos del caso queestamos examrnando, y pasábamos en cuanto al recargo al caso primero que hemos propuesto en que cesa toda obligacion del deudor. Tenemos pues -que con arreglo á los principios de justicia natural, habrá ocasio nes en que no solamente seria in_1·usto exigir réditos del deudor, sino hasta e pedirlt>: la devolucion de la cantidad misma pre tada; que habrá otras en que el prestador tenga derecho, si, á reclamar lo que hubiere prestado al deudor, mas no ningun aumento, á no ser c9mo indemnizacion de daños á que se expusiere por causa del préstamo, como ganancias que probablemente dejase de hacer por dicha razon, ó por causa del peligro que corriese de perder lo que hubiere prestado; y por último, que habrá otras ocasiones en que, independientemente de las anteriores consideraciones, tenga el prestador un indisputable derecho á.ex1gir siempre réditos del deudor, á no ser que por favorecer á ew: se qui,siesen concular las leyes natu-

rales que rigen en materia de contratos. Examinada va la cuestión con arreglo á los principios rnas claros del derecho natural, vamos á tratarla ahora don arreglo á las leyes human;ts, ó mas bien dicho, á manifestar cuales deban ser sus disposiciones en punto á los préstamos á interés. Sabemos todos que el legi Iador no puede dar una ley para cada ~aso, cuyas circunstancias ademá , en los préstamos á interés, sería imposible apreciar prácticamente; y de consiguiente, el deber del legislado r, contra yéndonos al punto de que tratamos, es calcular lo que sucede en la generalidad de lo,s casos que ocurren. Si á causa. de\ atraso industrial y comercial del pais, los préstamos no se hacen general mente para comerciar ó hacer ganancias con la cantidad prestada, sino para satisfacer con ella verdaderas necesidades, obrará el legislac;lor cuerda y justamente en prohibir los réditos por punto general, admitiendo sin embargo las excepciones del daño emergente, lucro oe,anle, y peligros á que se expooeel prestador, ¡mesen estoscasos son generalmente !justos los réditos que percibe el prfü,Lamista, y la ley debe ser justa para la generalidad de los casos; mas si atendido el estado comercial é industrial de un pais, no sol-amente es frecuenLísimo el caso de los préstamos que se solici tan para negociar, sino que muchos de los que tienen dinero lo hacen habit'ual m,ente productivo no teniendo ocioso, en cuyo caso tienen lugar de consiguiente, por regla general, los casos de daño emergente y lucro ce ao te, entóoces es justa á todas Iuces la permision de los préstamos á interés, que en circunstancias opuestas eslarian justísimamente prohibidos. Habrá casos dados, ~s verdad, en que los réditos permitidos por la ley sean sin embargo injustos; pero ¿que ley, por j ustísi ma que sea, deja de ser in-• justa eo mas ó menqs ocasiones? Al legislador, para establecer una ley, le basta que sea justa en la generalidad de los casos que ocurran; pero sobre las leyes humanas están en casos dados los deberes de conciencia de cada uno; y de consiguiente, aun cuando el legi lador permita los préstamos á interés eso eximirá de responsabilidad moral al qu_é abusando dé semejante permiso, exija red1tos al miserable á quien debiera socorrer gratuitamente. Llevamos demostrado que los prestamistas en la naciones en que, como en las euro_peas, hay cierta vida comercial é industrial, y en que de- consiguiente por regla general los que tienen dinero suelen e~nplearlo, y los que ·no lo tienen suelen pedir-


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Jo para negociar, tienen un claro y justísimo derecho (generalmente hablando) á percibir un rédito proporcionado al dinero que prestaren, cuya proporcion fijan p·or punto genera I la oferta y la demanda, que son los que fijan y hacen Justos los precios de todas las cosas que están en el comercio de los hombres. Lo que sí es injusto, lo que de consiguiente debe ser condenado por las leyes, así como sin duda lo está por la moral cristiana, es llevar en esta clase de préstamos u'nos réditos que excedan bastante de lo que deban ser por punto general con arreglo á la comun estimacion del dinero; bie·n asi como las leyes y la moral cristiana reprueban cualesquiera otros contratos en que alguna de las partes ba sido notablemente perjudicada, con arreglo á la estimacion que comunmeote tienen las cosas que ban sido objeto de tale3 contratos. Para semeján_tes préstamos, en que se lleve un rédito excesivo y de consiguiente injusto, es para los que deberían exclusivamente reservarse la palabra usura y toda la odiosidatl que ella lleva consigo, las cuales jamás deberían aplicarse á los pré~tamos en que se llevará un interés proporcionado, con arreglo .ál que en cada época se suele llevar generalmente en esta clase de contratos. Veamos ·ahora los argumentos de que se ha estado haciendo uso para combatir los préstamos á interé& llamado!! sin distinc-ion contratos usurarios, en el mal sentido de esta palabra. ' Nadie debe pagar réditos por el uso de una cosa suya; y haciéndose del deudor el dinero que recibe prestado, es claro que por él nada debe pagar al presta.mista, ni tiene de consiguiente mas obligacion que devolver la m1s1"?a cantidad que ~~biese reci~i~o. Si con .sofismos hubiere de fiJarse la op101on en estas materias haríamos uso de otro que vale tanto por lo menos como el referido. La usura es la ganancia que se percibe poi: razon de mutuo (ltlcrurn ex mutuo provemens), de cqnsigtiiente para que tenga lugar la usura, es necesario que haya mutuo; roas como este es esencialmente gratuito, no es posible que en él se verifique la us~ra: luego este no existe, pero entremos senamente en la cuestion. · ¡Nadie debe pagar réditos por el uso de una cosa suya¡ Pues que ¿no podrá reformars~ por un pacto est~ regla general? ¿N_o podra uno recibir una tinca ree;alada a calidad de pagar todos los años cierto cánon ó pension? Pues en este caso la tinca se hace del deudor, y este sio embargo está pagando réditos por una finca que ~s de su proTOMO 11 .

piedad. Sí, se nos dirá, pero la finca es un·a cosa productiva, y el dinero 110 lo es, corno en las escuelas se ba estado sosteniendo desde el tiempo dr Aristóteles: a'bí está la razon de diferencia. Pues justamente por ser el dinero una cosa productiva, -es por lo que he~os defendido la justicia d~ los préstamos á mterés; pues nadie ignorá que el dinero auxiliado de _la industrict del hombre, pro~ duce ganancias bab1lualmen'le mavores tjue las que da una finca, ó cuando meños tantas como el_la, puesto que c_~°J!. el dinero se compra Ja finca, y se adq u1 eren sus rendimientos. ¿En donde pues está la diferencia entre la produccion de ambos valores? Uuo y otro pro~ucen gana_ncias; y si el dinero para producirlas neces1t1 forzosamente del trabajo del bon!bre, est? mismo necesitan para dar ganancias una tierra de pan ll evar, ó ÍlQ establecimiento industrial cualquiera. Todav ía sin embargo para satisfaccion de los disqípulos, cada vez ya mas escasos de las opiniones de Ari_stóteles en este punto, citaremos cosas tan improductivas en sí mismas como el oro, y por las cuales se paga.sin embargo cierto interés, de cuva legitimidad nadie hasta a hora ha ¡:iodido· dudar. Un mulo, por e.¡em_pl~, nunca. ba producido ni podido contribmr a la ·producc1on de otro mulo, P.S de consiguiente estéril, )lada produce. y sin embargo se paga por el u;;o de los mulos un alquil~r_po_r cierto bastante creci~o, y de cuya leg1t1m1dad no sabemos que 01 aun el mismo Aristóteles llegase nunca á dudar. Y ¿por qué así? Porque a11nque el mulo por sí nada produce, sirve a,I hombre sin embargo · . por los servicios que puede ·prestar y ganancias que con él pueden proporcionarse; pues en esto mismo justa mente está fu udada la legitimidad de los préstamos á interés . Creemos pues haber demostrado que los préstamos á interés, con arreglo á los principios mas claros de juITT.icia, son unos contratos tan legítimos y tan lícitos como otros cualesquiera; y que lo que realmente sería ilegí timo é ilícito, seria llevar un rédito excesivo, por la misma razoo de que es ilegítimo é ilícito llevar un precio excesivo por una cosa cualquiera que se venda: veamos ahora si los préstamos á interés se hallan .hoy condenados por la religion que profesamos. , En el antiguo Testamento no se halian por regla general prohibidas las usuras: tan lejos de eso, se hallan expresa y terminantemente permitidas á los hebreos, con las limitaciones que aparecen de los pasajes que á continuacion insertamos. «Si prestares dinero al necesitado de mi pueblo que mora conoO


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permitió á los hebreos ef que adquiriesen los rn oprimirle con usuras.» Exodo, cap. xxu, bienes que poseían los cananeos y demás gentiles, aun por medio de aquellas artes que v. 25. «Si tu hermano empobreciere, y no pudiendo valerse, le recibieres como foraste;·o y por sí mismas y por su naturaleza son ilicitas peregrino, y viviere contigo, no .cobres usucomo lo es la-1isura. Otros por conciliar unos ras de él, ni mas de lo que le prestastes. textos tan claros con sus opiniones en esta Teme á tu Dios á fin de que tu hermano materia, llegaron hasta decir que Dios usó _pueda vivir en tu casa. No le darf..s tu dinecon los hebFeos de esta indulgencia en aten-ro á logro, y de los comestibles no le exigicion á la dureza de su corazon, permitién·rás aulllento so.ore aquello que le has dado.1, dales un menor mal para evitar otros mayo'- Levítico . cnp. xxv, vv. 35, 36 y 37.» No res. (VéaselanotadeScioal v. 20,cap.xxlll , prestarás (dicen los vv. 19 :y 20, cap, xx111 del Deuteronómio,) • del Deuteronómio) á usura á tu hermano ni Aun cuando reconocemos nuestra incoru1.dinero, ni granos, ni otra cualesquiera cosa peteffCia en esta materia; y bajo el supuesto -sino al extranjero; mas á tu hermano le de que, como hombres antes que nada proprestarás sin usura aquello que ha menes- , fundamente reli giosos , sometemos sin reserter, para que el señor Dios tuyo te bendiga · . va nuestras opiniones al fallo infalible de la en todas tus obras, en la tierra en cuy a po- lglesia, creemos que las explicaciones que sesion has de entrar.1, ·En conformidad á es preceden so n sin duda menos admisibles, -te texto está el v. 7. 0 , cap. v. lib. 11 de Esque los préstamos á interés . Vamos á de·d ras, y del mismo modo deben tambien enmostrarlo. ,tenderse los versículos del libro de los SalDios no puede mandar cosa ninguna mala mos, del oe los Proverbios y de las Profeé ilícita por su naturaleza, ó lo que es lo ·cfas de Jeremías y Ecequiel, en que se habla mismo esencialmente mala: luego aun cuande las usuras, sin variar en nada l-0 que se do como dueño de todo lo criado pudiera ·hallaba anteriormente establecido. dar á los hebreos los bienes que poi-eyernn De los textos que dejamos copiados aparece to dos los pueblos de la tierra, no podria jaclaramente en nuestro juicio: 1. 0 Que en un mas autorizar para eso el medio dP. la usura, principio fueron permitidas-las usuras á los si esta es ilícita por su naturaleza ó e.. encialhebreos, aun entro sí mismos, á no ser en mente mala. En otro caso era necesario ad el único caso de que -se trata de un hebreo mitir el absurdo é impío sistema de que el pobre ó necesitado y que viviese en cómpañíu fin legitima los medios, sistema que repugdel prestad01·, pues ambas. cusas exigen á la namos con todo nuestro corazon, con todo vez los versículos citados del Exodo y del nuestro convencimiento, y que no podria adLevítico, para que no sean permitidas las mitirse sin destruir las nociones mas senciusuras. 2.0 Qué despues fué cuando por el llas del d(l.recho natural, ~in desmoralizar pasaje que hemos copiado del Deuteronómio completamente el género humano . . se prohibió á los hebreos cobrnr usuras á ¿Y qué diremos de la peregrina idea de que Josrde su nacion sin distincion ninguna de Dios permitió las usuras á los hebreos á caucasos, autorizándoles sin embargo expresa sa de la dureza de su corazon? Esto en nuesy termin antemente para continuar cabrántro juicio rebaja la justa idea que debe te~ doselas á los extranjeros. Luego las usuras, nerse del Dios á quien adoramos, que jamás por regla general, nada tienen de contrario puede transigir con el pecado, ni permitir al derecho natural ni al divino puesto que el uIÍa cosa esencialmente mala por condescenmismo Dios las permitió á los de su pueblo denciacon las malas pasiones de·tos hombres. en los préstamos que hicieren á los forasteCreemos pues que, abstraccion hecha del ros, y antes las babia permitido aun entre Nuevo Testamento, de los SS . Padres, los mismos hebreos, excepto en el caso de de los Concilios , v de las disposiciones ser el deudor pobre, y vivir en compañía de la Silla Apostólica; es decir, si para del prestador. resolver hoy la cuestiem de las uso ras bajo Los teólogos y canonistas que guiad'Os de el punto de vista de la moralidad, no hubiesentirnientos piadosos con deo aban decididare mas antecedentes que el Antiguo Testamente las usuras, y se encontraban sin em mento, no se podría sostener, que fuesen esen¡. hargo con unos textos tan 'claros que las percialmente malas, puesto que por el contrario mitian, dieron de ellos unas explicaciones se autorizaban por punto general con un soque los desnaturalizan, y que nos conducilo caso de excepcion. Veamos ahora lo que rian á consecuencias de muy peligrosos rese halla sobre este punto en el Nuevo Tessultados. Dios, decian unos; como dueño de Lamento, á cuyo tin del cap. v1 del evange.:todos los bienes que poseen los hombres, lío de san Lúcas copiaremos á continuacion .J1go, no le has de apremiar como un exactor


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los versículos desde el 27 al 38 ambos inclusive, pues creemos que es el modo de que se ,:onozca el verdadero sentido del v. 35, en que se halla el texto ¡;élebre «muttium date nihil inde sperantes>i, con el cual se creen incompatibles los préstamos á interés, tales como se celebran en la actualidad.

usuras, añadiremos nosotros, que entonces con arreglo á los versículos 29 v 30 están obligados l"os cristianos á dejarse llevar la capa y la túnica sin resistencia: item mas, á no demandar las cosas que les sean robadas; y de consiguiente incurren en pecado mortal lo~ cristianos que acuden á los tribuna les en reclamac1on 'de los bienes ó efecVERSÍCULOS. tos que les han sido usurpados y robado¡; ; pecado que, como todos, será mas grave en 27. Ahora bien, á vosotros que me es - los eclesiásticos, y mucho mas aun en los moralistas que creen obligatorias de precucbais digo yo: Amad á vuestros enemigos; - cepto las sentencias consig nadas en los verhaced bien á los que os aborrecen. 28. Bendecid á los que os maldiceC!, y sículos que hemos copiado del evangelio de San Lúcas . Y añadiremos asimismo que esorad por los que os calumnian. tando los cristianos obligados á dar á todo 29. A quien te hiriere en una mejilla, el que pida (versículo 30), comete un peca preséntala asimismo la otra; y á quien te do mortal el que pudiendo no dá al que pi quitare la capa, no le impidas que se te lleda, aun cuando no sea pobre, pues el save aun la túnica . 30. A todo el que te pida, dale; y al que grado texto no distingue, y con mayoría. de razon cuando es un necesitado el que pide: te roba tus cosas, no se las demande,;. de suertP. que entonces vivimos todos en pe31. Tratad á los hombres de la misma manera que quisierais que ellos os tratasen cado mortal, inclusos los rígidos moralistas que tan celosos se muestran de la observaná vosotros. . 32. Que si no amais sino á los que os cia literal d(:)_ los textos que hemos citado. Mas si las sentencias contenidas en los reaman, ¿1ué mérito es el vuestro? Porque tambien os pecadores aman á quien los ama feridos versículos se loman, como parece ser su verdadero sentido, por unos consejos á ellos. 33. Y si haceis hiei;i. á los que bien os evangélicos, entouces todo se presenta fácil, hacen, ¿qué mérito es el vuestro, puesto que • sencillo, sin inconvenientes de ningun géne·ro, y lo dispuesto está además en una com aun los pecadores hacen lo mismo? 34. Y si prestais á aquellos de quienes pleta conformidad con lo que se halla esesperais recibir recompensa, ¿q·.1é mérito te- crito. Bajo el supuestó, vendría entonces á deneis, pues tam_bi-~n los malos prestan á los malos á trueque de recibir de ellos otro tan Lo? cir el sagrado texto, de que si no haceis mas que amar á los que os aman, hacer bien á 35. Empero vosotros amad á vuestros los que á vosotros os lo hacen, prestar á enemigos: haced bien, y prestad sin espeaquellos de quienes esperais recompensa, no ranza de recibir nada por el lo ; y será granhaceis mas que cumplir con una obligacion de vuestra recompensa; y sereis hijos del que suelen cumplir (aunque no siempre) los Altísimo, porque él es bueno ó benético aun pecadores y los malos : vuestro mérito será para con los mismos ingratos y ma 1os. mayor, si hace is todo 1o que ahora os acon36. Sed pues misericordiosos, asi como sejo, por cuanto Dios se conducirá con votambien vuestro padre es misericordioso . sotros de la misma manera que vosotros os 37. No juzgueis, y no sereís juzgados; conduzcais con vuestros prójimos. no condeneis, y no sereis condenados; perAsí pues si llegais á amar á los que os donad, y sereis perdonados . hacen mal hasta el punto de colmarles de 38. Dad, y se os dará; dad abundantebeneficios, y de no demandarles lo que os mente, y se os echará en el seno una buena hayan robado; si dais á todo el que os pida, medida apretada y bien atestada, hasta que y cuando menos, prestais sin esperanza de se derrame . Porque con la misma medida recompensa, babreis llegado á la perfeccion ~on que midiereis á los demás, se os medirá posible en este punto, y sereis ampliamente a :vosotros. recorn pensados. . . Ahora bien, las sentencias que se comEn estas sentencias de Jesucnsto censuprenden en los versículos referidos, ¿obliradas por algunos impíos que no las han engan de precepto á los cristianos, ó son metendido, tomándolas al pié de la letra, en ra~ente unos consejos de perfeccion evancuyo caso seria de una observancia imposigélica? Si se nos dice que obligan de preble la religion cristiana; admiramos no~ocepto, como es de necesidad el decirlo para Lros por el contrario ·su sencilla sublimidad deducir de e~te texto la prohibicion . de las


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religion ~ristiana cosas de precepto y cosas y la inmensa sabiduría de su divino fundade conse30 ; y entre estas, segun hemos dei:lor, que tan perfectamente ha comprendido el fondo del corazon humano, y lo dirige á mostrado explicando el texto 11,J,utuum date la perfeccion por unos -caminos imposibles nihil inde sperantes, se encuentra la probihicion de las usuras, prohibicion que _en el de ponerse en práctica por la fuerza sola de Antiguo Testamento se limitó por el Deutela razon. ronómio al único caso de que los préstamos Con efecto, el divino fundador de la reli_gion que profesamos, ha €Stablecido cosas se hiciesen entre los hebreos, cuando anteriormente dicha probibicion estaba mas lide precepto que obligan á lodos sin distinmitada aun, puesto que no alcanzaba á tocion, y de las cuales no puede haber nadie do;; los préstamos que se hiciesen entre los exceptuado. Así por ~mplo, contrayéndonos al texto que hemos citado, á nadie se hebreos, sino únicamente en el caso de que _permite aborrecer al que nos quiere, hacer el que recibiere el dinP.ro fuese pobre, y vimal til que nos hace bien, y dejar de corviese en compañía del prestador. Luego los p1éstamos á interés que se ha·responder á los beneficios que se reciben: estas son verdaderas obligaciones en euyo cen en la act1.1,alidad, y cuya justicia hemos cumplimiento nada se hace demás, á pesar ,evidentemente demostrado, no son esencialmente malos 1 nt' ésencial ni generalmente de que hay muchos que no las cumplen. Mas sin embargo al hombre hecho á semejanza probibidos ·por el Antiguo ní por eL Nuevo de Dios era necesario perfeccionarle, y al Testamento~ :Mas ¿como es, se nos dirá, que en el Anefecto se le aconseja que arregle su_. conducta al modo<eon que se .conduce el Sér Su- tiguo Testamento tanto se clama contra las usuras, y r¡ue estas han sido terminantepremo con-los ingratos, que es lo sumo de mente prohibidas por los SS. Padres y por perfeccion á que eA estos casos podria llelos Concilios, prohibicion diferentes veces garse, á que no es posible que llegue la marenovada casi basta nuestros dias por los yoría inmensa del género humano, y hasta sucesores de S. Pedro en la silla a:postólica? adonde por lo tanto no podrian llevarse las ·Esto merece una detenida explicacion que obligaciones de todos los hombres. vindique las dt-lterminaciones de la lglesia Presentada pues como un modelo la conducta del Sér Supremo para con los ingra- . contra algunos economistas, que convencí'... tos y con los malos, habrá muchos que quie-.- dos en la actual-idad de la justicia de los préstamos á interés, censuran · .\ijeram~ote ran imitar tan noble modelo., harán al electo mas ó menos esfuerzos, y se acercarán mas disposiciones muy sabias, cuya oportumdad y justicia no han llegado á comprender. ó menos al término que se les propone; esto ¿Porqué se defiende hoy en las naciones cies lo que se necesita para ir perfeccionando vilizadas de Europa la justicia de los présen su conducta al género humano. Los~jemtamos á interés? Porque en el estado actual plos sublimes de caridad que en todas las parles del globo están dando algunos diacíde dichas naciones el dinero, cuya abundancia va siendo considerable, es una ripu los del Evangelio, no son perdidos para queza tan productiva ó mas aun que los galos demás, no: producen una vergüenza innados y las tierras que cultivamos; lo que terior en los que no practican aun los preproviene de que aunque el dinero es estéril ceptos mismos del derecho natural, y sirven por su naturaleza, en las sociedades moderde noble estímulo á muchos para hacer en beneficio de los demás, sacrificios que pu- .nas tiene para la produccion de la riqueza mucha mas aptitud aun· y facilidad, que las dieran creerse superiores á sus fuerzas. En tierras de labor y los ganados, puesto que el esta carrera de perfeccion nadie llega al término, ni jamás faltan estímulos para seguir que tiene una cantidad proporcionada de dimas adelante; porque sea el que quiera el nero, no solamente puede cambiarla cuando quiera por un rebaño ó por una tierra, en punto de perfeccion a que se haya llegado, siempre bay un na¡is allá, y siempre se sabe cuyo caso el dinero viene á producir lo que que la.recompensa ha de ser proporcionada .el reuaño ó la tierra que por él se han caro-: biado, sino que puede emplearse en cualá lo que se adelantare en es•! camino. Así es quiera otra negociacion que bien combinada como la religion cristiana ha cambiado el deje mas utilidad, en cuyo ca5o el rebaño 6 mundo, y seguramente por mas que nos pala tierra vienen á ser. menos productivos rezca mala y viciada la generacion actual, aun, que el ,dinero que representaba su vaseria sin embargo un modelo admirable antes de hab~r aparecido el Cristianismo sobre lor. La justicia pues de los préstamos á interés se funda en que en el estado actual_ de J a tierra. las sociedades, el dinero, a.yudado -de la mSegun.es pues de .todos sabido, bay en la


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te al bienestar de ese pueblo y á su conser'dustria del hombre, produce ha.bitualmenle vacion por espacio de tantos siglos. De ahí tanto por lo menos como una lierra ó un rebaño, y tiene seguro un empleo productivo el que enlre los hebreos se prohibiese segar las mieses hasta el suelo, respigar lo que lan luego como se quiera, pues ambas cosas quedase, y rebuscar los racimos en las videben reunirse para que el dinero sea verdaderamenle produclivo. Al hablar de la ñas; de ahí la prohibicion de volver á recofacilidad de dar un empleo venlajoso á una ger las mieses, aceitunas y racimos que quedasen en el campo, olivares ·y viñedos, y canlidad de dinero, no debemos dejar de mencionar de paso las compras de efectos que habian de dejarse allí para que los repúblicos y las imposiciones en las cajas de cogiesen el forastero, el huérfano y la viuda ; de ahí el que de siete en 'siete años se ahorros v en otros establecimientos análoprescribiesen las deudas entre los hebreos, gos, desconocidos de las sociedades antiy que de cincuenta en cincuenta las poseguas, inlroducidas en las modernas, y con los cuales basta el mas pobre jornalero pue- siones vendidas volviesen á sus anliguos de, cuando quiera, hacer productivos sus dueños, y recobrasen su libertad los hebreos que habiau venido á ser esclavos de sus herahorros por insignificantes que ellos sean. manos; de abi en fin la prohibicion de las Ahora bien : ¿era este por yentura el esusuras que hubieran :uruinado inevitabletado social de los hebreos y el de las demás mente al pur.blo hebreo, y convertídole en naciones de la antigüedad? Justamente era una nacion de esclavos. · de todo punto diferente. El dinero era enDe la situacion de las sociedades antiguas tonces escasísimo y de difícil a<lquisicion para la mayor parte de las gentes; el co- se deduce asimismo la justicia con ,que la mercio y la industria por la dificultad de las Iglesia condenó las usuras en los primeros transaciones y otras varias causas estaban siglos del Cristianismo. Una relig1on cuya sublime moral está loda encerrada en estas en su infancia, y apenas daban señales de palabras: «Amar á Dios sobre todas lascovida, viniendo á consistí r las riquezas de Jos tiempos primitivos casi exclusivamente en sas y al prójimo como á nosotros mismos,» que venia á protegerá los oprimidos contra. tierras de labor ó de pasto v en ganados ; no hahia para la generalidad· de las gentes esa los opresores, y hacet desaparecer la esclafacilidad que hoy se encuentra de propor- vitud, no podía menos de condenar unos cionarse los medios de subsistencia, y algu- contratos celebrados siempre entre los ricos n9s ahorros, facilidad que en las sociedades y los extremadamente pobres, en que estos por el uso de una cantidad que consumían modernas se debe á una incalculable multiimpróductivamente en su preciso alimenlo, tud de manantiales de riqueza, que se han tenian que pagar unos rédilos que aun hoy descubierto y antes eran desconocidos. El mismo serian crecidos; unos contratos en dinero pues en los .tiempos antiguos á que fin que no podian llegar á cumplir los ponos referimos, para la mayor parle de las bres, y cuyo resultado venia á ser la escJagentes no servia sino para adquirirse lo mas vilud de ellos en beneficio de sus acreedores. rndispensable para la vida; era entonces de Nosotros mismos que hoy defendemos los consiguiente por lo general improduclivo, y préstamos á interés, los hubiéramos sin duno era justa por lo tanto la cobranza de réda condenado tambien en los primeros siditos, que se funda caba\menle en la faculglos del Cristianismo. Ahora bien: ¿qué artad producliva del dinero. Añadiremos á esgumento puede sacarse.contra la iglesia por lo, que como era muy escaso, estaba en pola antigua prohibicion de las usuras, funcas manos, y los necesilados eran muchos_; en lo que deba ser eo el estado acdándose moun de que ley, la sufrir tenían estos que tual de 1as naciones mas adelantadas, ni qué do durísimo les imponiail. los prestamistas, argumento por el contrario puede tampoco exigiéndoles unos r6ditos que se llamaban sacarse de la prohibicion de las usuras en moderados, ·cuando no excedían de un 12 por 100 de una cantidad de dinero que se : las sociedades atrasadísimas antiguas, para que continúe la misma prohibicion en las . consumia improductivamente eo el alimento modernas que tie_n~n una _organi~acion y n~cesa,rio á la vida, que era muy difícil reuunos medios de ut1l1zar el drnero, que no so n!r despues, y cuya ful ta de pago traia conconocian antiguamente? sigo la reduccion á esc.Javitud del deudor en Véase pues como los préslamos á interés · beneficio del acreedor. que por regla general eran injuslos é inmoDe esla situacion de las sociedades antirales en las naciones antiguas, son sin emguas se deducen la sabiduría y la convebargo por regla general justos y morales en .niencia de la legislacion económica de los las naciones modernas mas adelantadas; y hebreos, que contribuyó muy poderosamen-


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véase como la Iglesia, sin ponerse en contradiccion consigo misma, podia hoy d~c_laiar v.álidos y legítimos los préstamos á rnterés, á pesar de haberlos condenado como inmorales é injustos, en tiempos y circunstancias mu y diferentes de las actuales. Pues que ¿la silla apostólica no ha declarado ya hace tiempo legítimos varios prést~mos _á interés, con lo que .ba puesto en ev1denc1a que no son esencialmente malos,_ ~oda vez que ..á serlo jamás podrian perm1t1rse, por la misma razon que jamás se ha permitido el robo, aunque sea con destin(I á socorrer á los pobres ó á otros fines piadosos? ¿Quién h-ay que ignore que por la autoridad de la silla apostóLiea se permitieron y declararon legítimos los réditos que percibian los montes de piedad, y los que percibía el ma!'ido basta que se le entregara la dote prometido? Por otra parte, ¿no se ha permitido, y desde bien antiguo por cierto, la cobranza de réditos del dinero prestado en loe; casos de aseguracfon, de daño emergente y de lucro cesan.te? Pues ¿quién puede desconocer, que si estos casos ocurrian poco frecuentemente en las naciones antiguas, sin industria y sin comercio, en las naciones modernas eti 9ue hay un moviIJ?iento industr)al y comercial sumamente activo, ocurren siempre por regla general, y que por regla general de consiguiente es permitido en díchas naciones cobrar un interés proporcionad.o? De tal manera se ·ha conocido esto en la - misma sagrada penitencraria, qu e ya últimamente no ha declarado por punto general prohibidos los préstamos á interés como lo estaban anteriormente, sino que su justicia y su mo,alirlad en cada caso da~o i,e han dP-jado á la conciencia de los particul ares y al juicio de los confesores, con sujecion á lo que determinare la silla apostólica. ~ esto seguirá no lo dudarr;os, una declarac1on dP. quepo; ,punto general, no están prohibidos los préstamos á interés, declaraci?n-que se hará esperar por mas ó menos tiempo, ya por latprudente lentitud con que siempre ha procedido la silla apostólica, ya porque esta para una resolucion general, no puede guiarse por el e,;tado general y comercial_ de las naciones europeas mas adelantadas, srno por el ·de todas las naciones de la tierra, puesto que en todas hay crístianos, y á todas comprendena una disposicion general de la cabeza visible de la Iglesia. ,

CAPÍTULO IX.

Destino que pudiera darse á los fondas que en la actualidúd tienen los pósitos. · Hemos demostrado que en lugar de fomentar los pósitos, couvendria mas bien el suprimirlos: supresion que hecha en los términos que hemos propuesto, no ofrece inconvenientes de ningun género, segun que.da evidenciado: veamos ahora el destino que en semejante caso pudiera darse á los fondos de que.disponen aquellos establecimientos. De los gefes políticos que, como hemos dicho en el capítulo 4. 0 , fueron todos consultados en el año de 1820 acerca de la continuacion ó extincion de los pósitos, cre1•eron algunos rpuy útil que se trasformasen en bancos provinciales de labrad0res, idea aun en la actualidad tDuy acreditada, y que tiene decididos partidarios. Pero estos bancos, p:-eguntaremos ¿son por ventura mas que un os pósitos que tienen sus fondos en diuero? Pues en ese caso están ,sujetos á los inconvenientes que hemos manifestado enel capítulo 6. º, y serian de consiguient~ arruinados muv luego por las defraudaciones y pérdidas q"ue sufririan, y por la concuJlrencia que n~ podrían sostener de ~o~ rrestamistas particulares. Para hacer rnulll semejante concurrencia y sostener los_ b?ncos provinciales, hay un exc~lente arb1tno, se nos dirá; la emision de billetes al portador, puesto que sin costn r nada. su creacion, se forman en on momento capitales muy considerables; y en apoyo de tan utilí,;imo invento se nos citarán sin duda los ejemplos de Francia, Inglaterra y los Estados-Unidos. Nosotros, á decir verdad, nos ocupamos mas de lo que pasa ~11 España? que ~e 1~ que sucede en esos pa1ses que 01mos citar a cada paso: y de consiguiente se nos di-'Sculpará si sabemos mas bien los efectos que en esta corte produjeron los billete·s del Banco en el año próximo pasado, q~e los que _en_ otras n;¡.ciones producen los b1lleLes que tienen en circu!acion. Nuestro modo de ver la cue,;tion de ernision de billetes por los bancos provinciales, es sumamente sencillo: re• cardar los apuros y las pérdidas que, gracias á los billetes de banco, tuvimos que sufrir los que en el año .próximo anterior hemos vivido en la corte, v considerar extendidos r,or todos los ángÚlos _de la Pení~sula esos mismos apuros y esas mismas p~~d1das. Y téngase muy en cuenta, c¡ue la cr1~1s metálica en Madrid no fué tao rntensa m de_tan malas consecuencias como debía haber s1do,


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confianza; y en ~l dia en que el fraude llepuesto que no circulando billetes mas que gase á ser conocido del público, el valor de en la córte, fué muy fácil ech'ar de pronto tales monedas quedaria reducido al poquífuera de ella una porcion con$iderable de simo intrínseco que tuviesen, arru inándose billetes, y traer del resto de la Península infaliblemente los que las guardaban como metálico suficiente para sostener el crédito si fuese rooneda legítima. Esto es lo que vacilante del Banco, y facilitar las transasuele suceder con los billetes de banco en ciones industriales y comerciales casi ya enteramente paralizadas. ¿Qué hubiera pues circulacion. Mientras es reducido su número y el banco tiene crédito, los billetes ci rsucedido; si en toda la Península á la vez no se hubiera encontrado metálico, sino ex- culan sin dificultad como si fue en moneda clusivamente billetes, y esos con una pérdi- acuñada,; pero siempre con un gravísimo da espantosa? ¿Quién podría calcular toda inconveniente: el de disminuir el valor del dinero verdadero, haciendo encarecer todos la extension de los males que entonces solos demás efectos, y de consiguiente basta no que recordar hace nos Esto brevendrían? los jornales, recargando de ese modo el vaestá en manos de los legisladores alterar las lor de los productos, en mayor proporcion leyes eternas que rigen en punto á la forde lo que debía ser naturalmente. Este esmacion de la riqueza, y á las cuales no puetado engañoso de prosperidad produce una ,de faltarse sin exponerse á consecuencias confianza que puede ser desastrosa, puesto masó menos perjudiciales. ¿Quién no adque los que cuentan con muchos billetes que vierte que si fu era posible á los legisladores miran como oro de buena ley, acometen emrien capitales, arbitrio.en su trasformará presas industriales y comerciales, ó gastos queza verdadera un pedazo de papel que no de Iujo en proporcicn á los billetes que tietiene en sí valor ninguno, no serian entonnen; todo entonces cobra nueva vida; por ces meras fábulas, sino unas verdaderas reatodas partes se levantan fábricas mag01filidades, el cuento del que consiguió de los dioses que se ,:onvirtiera en oro todo lo que cas, edificios suntuosos, se acometen empresas colosales, y se desarrolla un Iujo proditocase, así como el hallazgo de la piedra figioso en los pueblos de alguna consideraprele se legislador losofal? Con efecto, al cion . l\1as si en medio de esta prosperidad sentaría un cuadernillo de papel casi sin vabrillaule que nos recuerda el brillo del oro trasse embargo sin que pero lor ninguno, formaría de repente en un capital de mil ó falso, empieza á dudarse de la seguridad del valor de los billetes, viene al momento la dos mil millones, sin mas que tocarle con un desconfianza, entra en seguida el apuro de sello que dejaría atrás la varita mágica de deshacerse de los billetes; mas por esa misArmida, y pronunciar un hágase que casi rima razon nadie quiere ya recibirlos, hay SuSér valizaria con los su blimes (iat del que sufrir de consiguiente en ellos una pérpremo en el acto de la creacion del mundo. dida mas ó menos considerable, y si el banEs necesario confesar que excede del poder co á quien hay que acudir para el cambio, del legislador crear ,iquezas á su arbitrio tiene muchos billetes en circulacion y se dando valor á cosas que en si no tienen ninhalla algo comprometido, llega por fin á la guno; y que si bien es posible en circunsdura necesidad de declararse en quiebra. Entancias ventajosas aumen tar artificialmente tonces ¡qué lastimosas consecuencias! Apala suma de ri'lueza, emitiendo billetes hasta rece que es falsa la moneda que con el nompor cierta cantidad que pueda sostener el de billetes de banco andaba en circulabre cuencuya por s crédito de los establecimiento ta se hace la emision, este es uno de aque- cion, y de consiguiente se encuentran pobres hoy los que ayer tenían una fortuna inmensa llos medios peligrosos de que n unea se usará con demasiada ecúnomía, y cuyos resul- encerrada en sus gavetas·; quiebran los que, fiados en un papel cuyo valor ficticio ha detados suelen venir á ser parecidos á los que habían emprendido obras ó gassaparecido, produciría la emision de una crecida cantitos de consideracion, y en un momento se dad en monedas falsas. Por lo pronto nadie convierte en ruinas toda aquel la brillante repara ria en ellas, y todos tomarían las moprosperidad que poco antes de lumbraba la nedas falsas y las buenas indistintamente; vista de hombres superficiales que se dejan núel nte mas fi aumentado considerableme llevar de engañosas apariencias. mero de monedas falsas, empezaba á fij arse Creemos pues que seria una calamidad el dudarse á y pública atencion la ellas sobre de bancos provinciales con estableciniiento de su legitimidad, se empezaría tambien á entorpecer su circulacion hasta el punto de facultad de erui ti r bi Iletes ; y á esto debemos añadir, que si los bancos se establerian sufrir algun quebranto, que iria siendo maen las capitales de provincia, sin dependenyo r á medida que fuera creciendo la des-


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cías en todos los pueblos agrícolas d~ cierta produccion, y cuanto menor sea el consumo, consideracion, para la agricultura serian enmenor será la produccion, puesto que Jladie tonces los banco casi como si no existieran, dedica su tiempo, su trabajo y su dinero á p.uesto que los labradores no se hallan, coproducir frutos ó efectos que no tengan conmo los hotnbres de otras industrias, hacisumo, y queden, como si no existiesen, en nados en las capitales de provincia, sino por poder del que los ha producido. Luego el el contrario diseminados por toda ella, bien verdadero medio de fomentar la agricultura asi como las ramitas fructíferas se hallan diy promover la produccion de frutos, no conseminadas por toda la copa del árbol, y á siste precisamente en dar socorros pecuniamas ó menos di tancia. del tronco v de las rios á los labradores, sino principalmente ramas principales. ¿Como pues habían de en proporcionarles salida á sus frutos. Esto alcanzará los labradores distantes los bene- • es clarísimo á todas luces, pero vamos á evificios del banco establecido rn la. capital de denciarlo con un ejemplo que nadie ignora, la provincia? Y si el banco provincial tey que no admite réplica en contrario. nia dependencias, como debía ser, en los Todos sabemos que, á pesar de lo atrasapueblos agrícolas de cierta consideracion, da que la agricultura se bailaba en Castilla ¡cuantas quiebras, cuantas defraudaciones, la Vieja antes de la construccion del canal, cuantos reprobados manejos vendrían á arera mucha la abundancia que allí babia de ruinar estas dependencias, y á convertir en cereales ; que el precio de estos era en lo patrimonio de pocos lo que debía ser el augeneral muy bajo, en términos que los laxilio de muchos! brador.es casi no podian ~ostenerse; y que Nos parece pues que debe renunciarse enpara ellos era mayor calamidad un año ahuntera mente á la idea de formar bancos agrí da[Jtísimo, que un año escaso de cereales. colas provinciales, cuyos resultados serian Concluyóse el ramal del canal de Castilla tan poco ventajosos como han sido los de los qne lle!$ª á Valladolid, y empezó la exporpósitos; y mucho peores aun si se llegaba tacion de granos; todo cambió de aspecto: á permitirá dicho establecimientos laemilos grauos desde entonces han tenido y consion de billetes, lo que produciría desde lue- servan constantemente mucha-mas estimago una baja considerable en el valor del dicion qué en tiempos anteriores; no es ya nero, un recargo en el coste de todos los una calamidad, sino un beneficio, una coseproductos, un aumento consitlerable en los cha abun{'ante de cereales; y la produccion gastos, y además una bancarrota general el de granos, en su consecuencia, a~í como la día en que,_ por un incidente muy posible, riqueza de Castilla, han tomado un aumento por no decu muy probable, llegase 1 á deprodigioso. sacreditarse los billetes de dichos estableci ¿Se hubieran conseguido tan ventajosos mientos. resultados invirtiendo en la formacion de Pero llevando las concesiones al extremo, pósitos ó bancos agrícolas el mismo capital supongamos que se crease!J los bancos pro- que se ha invertido en la construccion del vinciales, que se les permitiese la emision canal de Castilla? Es evidente que no, porde billetes, pues an otro caso no serian ni que limitándose, por falta de comunicaciomas ni menos que unos pósitos, salva la dines, á UD círculo mu~' estrecho el consumo ferencia del nombre; y que contra nuestras de los gran-0s de Castilla, la produccion huprevi iones, se sostuviese perfectamente el biera sido entonces excesiva en proporcion crédito de semejante establecimientos, á peal consumo, el precio de los granos hubiera sar de que en ningun caso podrían ofrecer tenido cle consiguiente que bajar basta un mas garantías que las que antes de la últipunto inferior al coste de la produccion, y ma crisis ofrecía el banco Español de San así se hubiera mantenido, hasta que arruiFernando: concedamos todo lo referido : ¿senados una porcion de labradores, se di miria el sistema de socorros directos á los lanuyese la produccion basta venir á llivelarse bradores el medio de fomentar mas bjen la con el consumo. Por el contrario, construiproduccion de los frutos de la tierra? Este do el canal de Castilla, el consumo de sus seria un error disculpable en épocas antegranos no está tan limitado como antes, siriores muy distantes de nosotros, pero imno que, por el contrario, ha tomado un auperdonable en la actualidad, cuando son ya mento prodigioso; como que con granos y tan bien conocidos los verdaderos principios harinas de Castilla se mantienen ahora los de la economía política. Esta nos demuestra habitantes de mucha parte de las costas de hasta la evidencia que el único medio de la Península, y basta los de nuestras riquípromover la produccion está en el consumo; simas Anlillas·: n~cesario pues ha sido que que cuanto mayor sea este, mayor será la se baya aumentado la p.roduccion de cerea-


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les, toda vez que se ha ido aumentando su consumo. El canal pues de Castilla, aj cual se deben esclusivamente tan ventajosos resultados, ha hecho mas beneficios á la agricultura de aquella provincia, que los que hubieran podido jamás producir todos los pósitos ó bancos que allí se hubieran establecido . Hemos demostrado que ni los pósitos, ni los bancos, ni los socorros directos podrían hacer prosperar debidamente nuestra agriculwra. ¿Cuál es pues, se nos dirá, nuestro sistema de mejorarla? Cuál el destino mas ventajoso que en nuestra concepto pudiera darse á los fondos que en la actualidad tienen los pósitos? Despues de las ideas que dejamos consignadas, seguramente no es difícil responder: nuestro sistema de hacer prosperar la agricullu ra española consiste en fa• cilitar la salida á los frutos de la tierra; y en algunos casos dado$ hacer posible su produccion, proporcionando á los campus el agua que necesitan, y de que sin embargo C¡trecen. Al expresarnos en estos términos, no se crea que ignoramos haya otros medios que contribuyen ta.mbien al mismo objeto; por ejemplo, la enseñanza de la agricultura, que como todos sabemos, tan venta_josos resultados ha producido en Francia, en Inglaterra, en Bélgica y en Alemania. Pero téngase en cuenta é¡ue escribimos con aphcacion á España, que se baila en circunstancias bastante diferentes de los países que acabamos de citar. En ellos son muchísimos y perfectamente conservados los medios de comunicacion, caminos vecinales, carreteras generales, canales de navegacion, caminos de hierro; en España, por mas que nos cueste trabajo confe~arlo, estamos atrasadísimos en todos esos medios de comunicacion : en dichos países hay mucha poblacion en prop'orcion á la estension del territorio, y es necesario hacer producir al suelo todo lo que sea posible; en España es escasa la poblacion con respecto á la superficie de la Península, y sin bailarse adelantada (generalmente hablando) la agricultura, son los producto3 bastante superiores á las necesidades de la poblacion; y pl1r último, en dichos paises, cuyos climas ( á exi:epcion del m·ediodia de Francia) son fríos y húmedos, los riegos son de muchísima ménos importancia que en los secanos cálidos que tanto abundan en España, y en donde, hasta proporcionar agua á los campos, es ménos útil aprender de que modo podhan aumentarse sus productos. Véase pues por qué á la enseñanza de la agricultura, veota1osísima en los paises á que nos hemos referido, hemos preferido sin

vacilar, con aplicacion á España, emplear los fondos de los pósitos en dar salida á los , frutos de Ja tierra, y pr11porcionar riegos á los campos que los necesi-ten Cuando las romuoicaciones interíores y los riegos se hayan mejorado hasta cierto punto, entóq ces viene natu ralmente el estudio en grande escala de la agricultura: hasta tanto es útil, sin duda; debe promoverse; pero por ahora no lo creemos tan necesario como los dos medios que proponemos: mas volvamos á nuestro propósito. . ¿Cómo se facilita salida á los frutos de la; llerra, que es en la mayor parte de los casos el medio mas poderoso de fomentar la. agricultura? ¿Cómo? Estableciendo de nuevo todas las posibles comunicaciones , y mejo rando cuanto se pueda las que existen . Aquí pues se nos presenta naturalmente los caminos vecinales en todas sus categorías, las carreteras generales, los canales de navegacion y los caminos de hierro; de cuyas ventajas respectivas con aplicacion á España vamos á hablar, aunque muy ligeramente. Considerada en general, con arreglo á los principios de economía política, la preferencia que deba darse respectivamente á 1os medios de comunicacion que llevamos enu merados, no admite duda que por d0nde debe empezarse es por los caminos vecina les. ¿De qué serviriá por ejemplo establecer un estenso de camino de hierro, si no babia. en sus extremos, ni por uno ni otro lado comunicaciones interiores para llegar hasta él con los frutos y efectos que habían de trasportarse para el cambio recíproco y fomento de la agricultura de todas las provincias inmediatas? Es indudable que por donde debe empezarse, generalmente hablando, es por los caminos vecinales, y que despues de mejorados estos, es cuando convendría el establecimiento de esos otros medios de comunicacion que atraviesen la Península en diferentes direcciones. Esta es la regla ge. neral, lo re petimos; pero al hac~r !J,plicacion á España, no debe, en nuestra op101on, observarse siempre al pié de la letra, y vamos ádemostrarlo con el ejemplo que ya hemos presentado del canal de Castilla. Si en la construccion de C<1 minos vecinales de la provincia de Castilla la Vieja se hubiesen invertido las mismas sumas que en la construccion del canal referido, la agricultura hubiera sin duda mejorado, pero no tanto, ni con mucho, como con la construccion del canal. Las razones de esto son: 1 .ª Porque una vasta red de caminos vecrnales en dicha provincia hubiera aumentado el consumo de granos muy poco en comparacion del canal que, conduciendo los


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para todas partes, ha proporcionado ,despacho á los ·cereales de Castilla en una porcion de puntos de cnnsiderable poblacion y de muchísimo consumo. 2.ª Porque siendo llana dicha provincia, y sin dificultades naturales que entorpezcan las comunicaciones i.uteriores, á no. ser en algunas cortas temporadas de invierno; son allí menos necesarios los caminos vecinales, que en otras provincias atravesadas por montañas, ó en que haya grandes desigualdades, ó llueva mucho y se formen mas ó ménos pantanos. Véase como en la aplicacion conviene á veces modificar las reglas gene-rales: en esto está precisame9te una de las mayores dificultades del b,.ombre de gobierno. Los canales pues, aun de sola navegacion , son en ciertas ci rcunstancias~obras de conocida preferencia; y si fuesen de riego á la vez, serian en muchas provincias de España las obras rn.as útiles que pudieran emprenderse. Sabemos los resultados que han producido los caminos de hierro en Bélgica, en Inglaterra y en los Estados Unidos; sabemos tarnbien que se van estableciendo rápidamente en Francia; y hace años que estamos oyendo hablar de la necesidad de introducir en España líneas extensas·de caminos de • hierro; necesidad que creen urgen te hombres que hablan mucho de lo que sucede en otros países que sin duda conocen mejor que el suyo, y para quienes la cien.cía de gobierno está reducida á una simple traduccion de las disposiciones extranjeras. Nosotros , que en estas materias, con aplicacion á. !España, casi tonsideramos estas obras colosales como Dn labrador de una sola f;.nega de tierra de.bia considerar los instrumentos agrícolas de Roville, es decir, corno unós instrumentos admirables y utilísimos en Roville, pero inaplirables, económicamente hablando , á la fanega de tierra que él cultivaba, creemos que en üEspaña los caminos de thierro; en grande escala no ofrecerian por ahora las ventajas que creen sus admiradores: para nosotros no admite duda de que por ahora debieran preferirse, generalmente hablando, aun los canales de sola . navegacion, y con mayoría de razon los que fues~n á la vez de ~avegacionQy de riego. Prescindiendo•de l~s rnmem,as dificultades naturales que la des1guaidad del .,suelo y las_mucha~ cadenas de montañas que en todas direcc10nes cruzan la Península, oponen á líneas extensas de caminos de hierro, dificultades imposibles muchas veces de superar, económicamente hablando ; para el estado de nuestra poblacion, v para·eI movimiento ind_ustrial y comercial que hasta ahora tenemos y tendré-

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mos por bastante tiempo, sería enormemente desproporcionado el coste del establecimiento de muchas extensas líneas de caminos de hierro, v puede fund adamente dudarse de que los rendimientos llegasen á CU· brir anualmente los gastos de conservacion Y de reparos, cuanto mas á dejar utilidades proporcionadas al capital invertido. Para las necesidades de la agriculturn , del comercio y de la industria en España , por ahora y por cierto tiempo son muy bastantes, generalmente hab1ando, los canales de navegacion, que aun en otros paises mucho mas adelantados casi alcanzan á sostener la concurrencia de los caminos de hierro, y que en España podrían servir á la vez para proporcionar riego á terrenos de muchísima estension. Vendrá tiempo, no lo dudamos, en que una mayor po~lacion, y un gra_n desarrollo en la industria ven el comercio reclamen el establecimiento de líneas extensas de caminos de hierro en donde convengan y lo permitan las dificultades que presenta la su• perficie de la Península ; hasta tanto r.reemos deben dichas obras considerarse mas bit~n como de lujo que como· de verdadera utilidad, pero .en todo caso incapaces de com-. prarse con canales de navegacion y de riego á la vez, que sirven para el trasport!-' de los Crutos, v para aumentar indefinidamente su produccíon en climas secos y cáliJos como son de la mavor parte de la Península. Las carreteras generales son sin duda · muy útiles, y deben por lo tanto conservarse y mejorarse las que hoy existen, mas con_ ·solas carreteras generales nunca habrá gran movimiento industrial ni comercial, por lo lentas y muy costosos que son en ellas los ' trasportes. Al hablar de las grandes ventajas que á la agri¡::ultura, á la industria, á la riqueza pública, en fin, traen los me'dios de comunicacion con el objeto de facilitar la salida á los productos de la tierra y de la industria, podrá no estar demás hacer notar que todo lo que ponga obstáculos á la circulacion interior es siempre perjudic.ial á la riqueza p~blica, y que de consiguiente es necesario proceder con suma parsimonia en el establecimiento de portazgos y pontazgos, caso de se.guír ese sistema, y en las cantidades que por estos conceptos hu1Jieren de cobrars~. Esto se entiende hasta que el estado del pa1s y de su hacienda pública permitan establecer un buen sistema de impuestos, en cuyo caso dudamos que debieran conservarse_ los que conocemos con los nombres anlenormente referidos. Supongamos ,qu_e habiendo difíciles comu-

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nicaciones entre una provincia intérior y un y los hábitos de los contribuyentes que nun• puerto de mar, llegasen ~ e_ste los frutos c~n ca agradecen las supresiones de los impuesun recargo lal en el prec10 a causa de la •d1- tos, y olamau siempre contra los recargos; ficult&d del trasporte, que no pudiesen des- en los que se conservan , aunque ea rigor pacharse habitu almente sin sufrir alguna sean ménos gravosos dichos recargos que los pérdida: la esportacion , cesaría infalible- impuestos suprimidos, habría que proceder mente. Supongamos que se abriese un ca- con suma circunspecoion ántes que introdu:.. mino perfectamente construido, por el que cir una·variacion tan considerable en nues-. se pudiese transitar en todas las épocas del tro sistema de impuestos. 1 año, ahorrándose dos días en el trasporte de Hemos examinado y;a la primera parte de los frutos, pero cuyo ahorro se consumiese nuestro sistema de mejorar la agricultura, _ en el pago de portazgos y pontazgos : es cla- es decir, los medios de proporcionar salida ro que continuaría enteramente paralizada á los frutos de la tierra, con lo cual, por1 uoa la exportacion corno lo estaba anteriormente, feliz r,oincidencia se fomentan á la vez todos y que nada se habría adelantado con la cons- los demás ramos de la industria: réstanos truccion de una hermosa carretera , que tal ahora ocuparnos de la se!sunda parle del ·esvez fuera sumamente útil sin esos recargos pres&.do sistema, es decir, de hacer en al gunos casos posible la produccion de frutos en los trasportes . Mas si llega;;e,el caso de suprimirse esos proporcionando á los campos el agua que ne-, impuestos, ¿ de dónde habrían de salir en- cesitan, y de que sin embargo carecen. , , ' tónces, se nos dirá, los fondos necesarios paEste medio en casos dados es pteferible á ra la conservacion de las carreteras? ¿De la con·struccion de caminos y canales; pord~nde? De la masa general de las contri bu- que á la _verdad ¿ de qué serviría establecer . Clones, que es de donde sale para todos los escelentes medios de comunicacion para fogastos que, como los de conservacion de car- mentar la agricultura de un pais, en que por reteras, son de interés general. Mas útil mas exceso de calor y falta de humedad no se ventajoso para la prosperidad pública, ha- pueden producir los vegetales mas útiles ál blando en tésis general, creemos ese sistema, hombre? Esto seria empezar por donde baque el de carga!' esos gastos al reducido nú- bia de acabarse : en dichos países ha y en mero de personas que pasan por el canüno todas cosas que hacer p,osible la produccion, y que no lo pasan, en el exclusivo beneficio y des pues se podrá pensar en proporcionar propio, sino tambien en el general de la pro- salida á los productos. Son muchos los seduccion y en el del tesoro púhlico , puesto canos cálidos de España , en que por una que proporcionan un grande aumento en los suma escasez de lluvias y por falta completa consumos, de consiguiente en la prorlnccion, de riegos sou habitualmente escasísimas las y por lo tanto hasta en los impuestos gene- cosechas de cerealr.s, y en que es imposible rales que gravan sobre la produccion y los la introd uccion de prados artificiales, los cuales forman la base de un buen sistema de consumos. · Creemos que, aun abstraccion hecha de cultivo. La cuestion pues de mejorar la agrilos gastos de cobranza y de reparos de edi- cultura en dichos secanos, está exclusivaficios que ocasionan los impuestos de por- mente reducida al medio mas económico y tazgos y pontazgos, es mas gravoso á la ri- ventajoso de proporcionar. riego á los camqueza publica pagar 200 millones sobre la pos. Habría pues que elegir, segun las resproduccion y el consumo, 100 sobre por- pectivas circunstancias, entre la constructazgos y pontazgos, que pagar los mismos cion de canales de riego, formacion de pozos 300 millones sobre la pn,duccion y el con- artesianos ó de pantanos, y (en algunos posumo solamente; y que si, como es indispen- cos casos dados) establecí miento de rueda¡;. sable, se agregan á los 100 millones de por- hidráulicas para la el{!vacion de las aguas, tazgos y pontazgos los gastos de cobranza y de los ríos en que ofreciera gra ndes dificulde reparos de edificios , es el gravámen de tades la construccion de canales de ri ego. De las ideas que déjamos consignadas; no poca considerncion. Aun cuando profundamente convencidos aparece claramente, que por mas sencillo de la exactitud de las ideas ·que preceden, que sea nuestro sistema de mejorar la agriconocemos tambien que como no siempre cultura, en la aplicacion hay que tener en , corresponden en la práctica los resultados cuenl1l las circunstancias particulares de cade las teorías mas bien fundadas, máxime en , da provincia; y estas no pueden saberse demateria de impuestos en que hay que tomar bidamente, sin oír ántes á todas ~llas. De: muy en cuenta la situacion política del pais, consiguiente , si se llegase con el tiempo áel estado de la opinion , las preocupaciones acordar la supresion de los pósitos, habri,\


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granos al mar, que es camino barato y fácil facultades del Gobierno para dar á los fonque dirigirse á los jefes pr,líticos y diputados de los pósitos de una manera mas ventaciones provinciales, á fin de qufloyendo án: Josa para el fomento de la acrricultura se tes á los ayuntamientos de los pueblos cabecumple mas bien la voluntad de los fundazas' de partidojudicial, manifestasen en una dor~s; y les dirémos por úl tílno, con los camemoria razonada las obras que mas con- , no~1stas de concie_ncia mas ajustada , con viniese ejecutar en sus respectivas provin ... quienes hemos temdo que familiarizarnos al cias,. á fin de ejecutar salida á los productos tratar de las usuras,_q_ue, segun un principio agrícolas, y aumentar su produccion. El Gopor todos ellos adm1tido, non frangit votum bierno con esas noticias, y teniendo muy á qui in melius illud commutat. (1) .. la vista los proyectos ·ya formados, ó que de CELA y AN DRADE. nuevo se formasen acerca de un plan de navegacion interior de ·la Península, que pu(~) El deseo, ó mejor dicho la necesidad de ' dieran támbién á la vez servir para regar que concluya en el present~ tomo de nuestro terrenos de mucha consideracion, podria enperiódico la importante memoria sobre pósitos tonces con pleno conocimiento de causa deque acabamos de inserLar, nos ha hecho dedisignar las obras~ cuya construccion hubiecarle en esta última entrega el número de páran de dedicarse los fondos, hoy casi estérigina5 que observarán nuestros lectores, por mas les, de .los pósitos. ' que hayamos adoptado una impresion bastante Al terminar nuestro trabajo sobre los pócompacta. sitos de España, no gueremos dejar de sa(N. dé la R.) tisfacer las dudas de algunos acerca de las

PARTE OFICIAL. Concluye la Real órden declarando que el RealPa· trimonio no tiene derecho dP. conceder, mediante ciel'to cánon, aguas de los ríos que corren por el territorio de la antigua Corona de Aragon.

Palacio.

4 845 corresponde á la administracion pública

Real decreto creando tres escuelas prácticas donde se enseñe la agricultura, y programa para el establecimiento de ellas .

entender en el régimen y distribucion de las aguas: oido el Cousejo Real eu seccion de Co~ercio, loslruccion y Obras públicas, y de conformidad con su diclámen, la Reina (Q.' D. G.) se ha dignadu resolver que, en el estado ar.tual del expediente, y por lo que de el resulta, no ha lugar á la declaracion que se solicita, sin perjuicio de cualquier derecho civil que el Patrimonio tú viere, y pueda acreditar en cumplida forma. , ' De real órden lo digo á V. E. para su conocimiento, ·publicándose eu la Gaceta y el Boletin oficial de este ministerio, para que surta los efectos correspoadientes. Dios guarde á V. E.

Teniendo en eonsideracion lo que me ha esespuesto mi Ministro de Comercio instruccion y Obras públicas deseando dar una prueba de mi real aprecio á los trabajos, laboriosidad y celo de la junta general de Agricultura, vengo ea decretar lo siguiente: Art. 1..º Para la enseñanza profesional de agricultura se establecerán escuelas prácticas en haciendas modelos, dividida cada una en dos secciones. La primera para los que aspiren al profesorado en dicho. ramo, y para los hijos de propietarios que qui~ran aprender en ellas la teoría y la práctica del cultivo. La segunda par

Considerando que por la rey de 2 de abril de

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muchos años.-1\fadrid 23 de mayo de 1848.JoAN BRAVO MuRILLO. -Sr. Gobernador de


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la enseñanza de mayorales ó c;ipataces. Art. 2. 0 Por ahora se pi antearári tres escuelas, una central en las cercanlas de Madrid, otra en una de las provincias del Norte y otra en una de las del mediodía. Art. 3. 0 Las escuelas prácticas de agcicultura serán objeto de empresas particul ares, las cuales tomarán á su cargo los gastos, riesgos y resultados del cultivo ó esplotacíon. La enseñanza será de las materias, en la forma y por los profesores que el Gobierno designe. Este abonará su dotacion á los profesores, y además el tanto que por alumno gratuito se convenga en los conciertos que se celebr en. A rt. 4. º Para acordar estos precedera licitacion pública en pliegos cerrados, en los que se hnrán proposiciones conforme á las bases del programa adjunto que me he dignado aprobar. En vista de las proposiciones que se hagan, me reservo resolver sobre la parte de gastos con que haya de contribuir el Estado, auxiliado por las provincias ó los pueblos. Dado en Palacio á 2 ·de noviembre de 1849. -Está rubricado de-la Real maoo.-El ministro de Comercio, Instruccion y Obras públicas,

3. 0 Ensayos de instrumentos y métodos de labor. 4. ª Ensayos de connaturalizacion de plantas y cruzamiento de ganados. PLAN DE LAS ESCUELAS.

Serán objeto de especulacion privada para los que las planteen, corriendo de su cuenta las anticipaciones, riesgos y resultados de In empresa. El Gobierno las aux-iliará, sin embargo, con los aiedios y en, la forma que se expresará. Para dirigir e1 establecimiento, en representacion del Gobierno, entendi éndose con el mis• mo y ~igilaodo sobre el punlu~I cumplimiento · de los reglamentos por parte. de _los profesores y alumuos y del empresario, habrá un comisario regio en cada escuela nombrado por S. M. Este cargo gratuito y altamente honorifico recaerá en un agricultor de reconocido <;rédito en el pais, que merezca la real confianza. Habrá en cada es_cuela un capellan, diréclor espiritual. Se procurara que, si es posible, i:_ecaiga el MANOEr. DE SEIJAS LOZANO, - nombramiento en un eclesiástico que además de las cu alidades que le recomiendan par~ este Proqamn. para el establecimiento de las tres escargo, posea conocimientos especiales en agri- , cuelas prácticas de agricultura que S. M, mancultura. da crear por real decreto de este dia. El gobierno nombrará asimismo los profesores con el sueldo y circunstatrcias que determiLas tres escuelas prácticas podrán establecer: nará el reglamento. · 1 .• La central en el radio de cuatro leguas de Madrid ó en Aranjuez. PLAN DE LA ENSEÑANZA, 2.• La de la zona del mediodia, en una de las provincias situadas de Sierra-morena al La parte teórica de la enseñanza comprenmar , derá: 3.• La de la zona del norte, en cualquiere 4 .º Ciencias principales. de las laterales al Duero ó al Ebro ó situadas 2.° Ci encias accesorias. desde sos orillas al Pirineo. Las ciencias principales serán : Estas dos últimas se situarán precisamente Cultívo. dentro del radio de cinco leguas de la capital Crianza de los ganados. en que resi(le la junta provincial de AgriculAdmiaistracion y econoll!Ía rural. tura. Las ciencias accesorias: OBJETOS DE ESTAS ESCUELAS. Agrimensura y aforos 1. 0 La enseñanza teórica de las ciencias Nivelacion. principales y accesorias del cultivo en cuanto Trazado á la mano de los útiles é instrumensea necesaria para comprender Bien las operatos. ciones del mismo. Los ramos que ha de abrazar, Aplicaciones de la mecánica á la agricu~tura. se expresarán mas adelante. Los .prof.esores seAplicaciones sencillas de la física y de la rán costeados por el Gobierno . química á la agricultura. · 2. 0 La práctica de todas las operaciones del La enseñanza durará tres años. cultivo y ganadería, ejecutada por to(los los El método será e-1 de repeticion y ampliacion alumnos en la proporcion que se efpresará mas de suerte que todos los años rectifiquen y ex.adelante, y fijarán los reglamentos . tiendan ias ideas adquiridas en el anterior. 0


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Servirán de base para este método las diversas estaciones y las varias operaciones del cultivo que cada una de ellas reclama, El reglamento determinará el órden y combinacion de laa materias. De los alumnos. En ·las escuelas prácticas de agricultura los ha'brá de dos clases : La primera, para profesores y propietarios. La segunda, para mayoral1::s 6 capataces. Los primeros pagarán al e!¡J.llblecimiento su pension por entero , bien seá que la sufraguen por sí mismos, bien sea que la costeen el Estado, la provincia 6 el ayuntamiento a que pertenezcan. · · Trabj!jarán manualmente al dia las horas que marquen los reglamentos. Como trabajan solo l)Or ins.t ruirse, no recibirán por ello retribucron ninguna, quedando todo el importe de su labor á beneficio del establecimiento. Los alumnos para capataces serán costeados en los mismos términos: su pension será menor. - Trabajarán tambien en beneficio del establecimiento, pero la empresa les abonará ub jornal, que fijará segun sus -circunstancias el comisario regio de la escuela, oyendo al empresario y á los profesores. Los alumnos de primera clase llevaran al establecimiento , para su nso mientras -p erman,ezcan en él, un cubierto de plata, cáma y las ropas, libros y utiles que determine el reglamento. Los de segunda clase llevarán solo la cama y ropa que en et mismo se fije. Circunstancias que han de tener los alumnos para ser admitidos. Han de saber :

La doctrina cristiana. Leer y escribir legible y correcfamente. Gramática castellana. Aritmétii:a hasta las proporciones inclusive. Exposicion del sistema métrico. Principios de geometría. Nociones generales d.e geografía. Ilan ·de presentar además un cer~i6cado de buena conducta : dado por el celador de su demarcacion y por el cura párroi¡o; y si provienen ~e otro establecimiento, .por el director del mismo, can el V:0 B. 0 del atea.Id e ó del jefe político. Han de esla-r vacunados.

No bao de padecer enfermedad c.>nlagiosa ni. incurable. Los a Iumnos que se costeen por sí, habrán de tener á su ingreso en la escuela, catorce año11 cumplidos. . Los aspirantes á plazos á costa de los fondos públicos, sean det Estado, .provinciales ó municipales, habráu de contar diez y seis años cumplidos. Podrán sin embargo optar á las mismas en llegando á est;¡ edad los que ánles de ella habian ingresado á su costa; y obtendrán la preferencia. siempre que hayan logrado nota de so~ bresalien tes. Obligar.iones del establecimiento respecto al capellan, profeso1·es y alwn¡ios. El eslablecimie~to dará al capellan, profesores y alumnos: 1.o Ilabitacion y alimento; y al capellan, profesores y alumnos de primera clase, asistencia. 2. 0 Herramientas para la labor. 3. º Lavado, repaso y cosido de la ropa. El alimeñto consistirá en leche 6 chocolate con pan y manteca por la mañana al levantarse; mas tarde, almuerzo de tenedor; sopa , cocido y un postre al mediodía; guisado, ensalada y postre por la noche. El capelfan, profesores y alumnos de primera clase, tendrán a.demás un principio. Al· capellan y profesores se le dará vino. Los alumnos no lo usarán sino en el caso de prescripcion facultativa. No se permitirá que habite muger ninguna dentro del edifici? en que se halle situado el es· tablecimiento. Condiciones que ha de tener el establecimiento. Además de las expresadas respecto al capellan, profesores alumnos, habrá de reunir las signientes : Seiscientas fanegas de sembradura, cuande ménos. De ellas habrán de ser: Treinta á cuarenta de rega<.l{o. Cuatro, lo ménos, de huerta. Una buena coleccion de frutales. Algunas piezas de olivar, en donde el .clima permita este género de cultivo. Viña en cosecha, lo ménos de mil arrobas de vino, con los corre.s pondientcs lagares y bodegas. Un alambique para destilacion de aguar- . dientes.

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Piés de morera en bastante número, para criar, cuando ménos, dos onzas de simienle. Departamentos proporcionales para la cría de gusanos de la seda. ldem para el hilado de la misma. No ménos de cien col111enas. No ménos de diez vacas de leche. Depósilo de caballos pa'ires. Si se estableciere en provincia en que le haya del · Estado, se procurará trasladarle á la escuela; y en este caso le surlirá aquel de sementales. Talleres de carpintería y herrería, con sus maestros correspondientes, así como un buen oficiaJ de albañilería, y los útiles necesarios para el trabajo. El edificio ha de tener: 1. 0 Habitaciones decentes é independientes para el comisario regio, el empresario del establecimiento, capellan y los profesores. 2.° Capacidad para un minimum de cincuenta alumnos; veinte y cinco de primera clase, y veinte y cinco de segunda, en salas desahogadas y bien ventiladas. 3.o Dos comedores independientes con el número de mesas proporcionado. 4.° Capilla decente y proporcionada, si el establecimiento estuviere fuera de poblar.ion. 5.º Sala destinada para recibir visiLas,y ot_ras para clases y biblioteca. 6. 0 Enfermería dentro del establecimiento; pero incomunicada con el resto del mismo. 7. 0 Local á propósito para todas las oficinas interiores del mismo, y los talleres, almácenes y establecimien lo que quedan designados. 8. 0 Suficiente número de criados; dos para el capellan y los profesores, y á razon de uno, al menos, cada doce alumnos de primera clase.

Au:vilios que recibirá el empresario del establecuniento. 1. 0 Los sueldos del capellan y profesores. 2. 0 Un mínimum de quince plazas de primera clase, y veinte y cinco de segunda, cuyas pensiones, al precio máximo de lx,000 rs. las primeras y de 3,000 las segundas, costearán los fondos públicos, sean los del Estado, los de las provincias 6 los ayuntamientos. 3.º Nuevas máquinas é instrumentos. 4. 0 Semillas y plan'tas para nuevos ensayos, o.º Sementales escogidas para el cruzamiento de razas.

Plazo y términos del concllrso. Con arreglo

aestas condiciones se fija el con-

curso p6blico para eJ dia 1. 0 de junio de 18150 por pliegos cerrados. Estos contendrán : ~. º Una obligacion con arreglo á estas bases, y el precio de la pension que por cada alumno se exijan. 2. 0 Una memoria ca que se expresarán las circunstancias de la empresa, el local con que cuenta, acompañándose el plano bien explicado de los edificios existentes, con el de las mejoras que en ellos proyecte, y el de las dependencias que se obligue á construir la empresa: 3. º Las mejoras que se ofrezcan sobre el pliego de condiciones, si algunas parecieren convenientes. 4. 0 La obligacion de abrir el establecimiento dentro de los cuatro meses inmediatos á la adjudicacion. Abiertos los pliegos por el ministro de Comercio y el director general de Agricultura, con asistencia de la seccion del ramo en el Real Consejo, se encargará esta de su examen. Oida esta y practicados los reconocimientos locales, propondrá la direccion los que mejores condiciones presenten, y el informe se elevará á S. M. para la definitiva adjudicacion. Siendo ·esta de tanto interés para las provincias y para la localidad en que se fijen, el Gobierno lomará en cuenta, al verificar la adjudicacion, las propuestas que las diputaciones provinciales y ayuntamientos le hagan por conducto de los jefes políticos, y estos le eleven por el de la direccion general de agricultura, respecto al número de plazas que se comprometan á costear por sí en la escuela. Aprobado por S. lU.-Madrid 2 de noviembre de 1849,-MANOEL DE SEIJA.s LOZANO.

Real órden mandando que se pasen al real conse}o de Agricultura, Industria y Comercio los trabajos de la junta general de Agricultura, para que cons1tlte las medidas que en vista de ellas deben dictarse. llmo Sr.: La junta general de Agricultura, correspondiendo dignamente á la confianza de S.M. (Q. D. G.), ha realizado las esperanzas que eu ella fundaron los amantes del pais, llevando á feliz tér-mino trabajos importantisimos con un celo é ilustracion que honraran perpetuamente á sus autores. De ello~ no pueden derivarse grandes resultados en favor de la agrii:ultura española Y para prepararlos sin dilacion alguna se ha servido disponer S. M. que remita V. I. los espresados trabajos de la junta


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al real consejo de Agricultura, Industria y Co- 1 mola voluntad de S.M. que baga V. S. inserlar mercio, a fin de que en pleno 6 en· secciones, la presente órd en en el Boletín oficial de la prosegun corresponda, consult.e las medidas que en vincia. De real órd en lo digo á V. S. para los vista de ellos deban dictarse, proponiendo esa - efectos consiguientes. Dios guarde á V. S. muDirecciou las que procedan en los exp edientes chos años. Madrid 1o de marzo d·e 18,i8.-BRA.· que á su juicio se hallen ya suficientemente vo MaRILLO.-Sr. jefe polilico de Cádiz. instruidos. Y es la voluntad de S.M. se recoReal órden recol'dando la ele 24 de fcbl'er'l de 1845 mienpe al Cons~jo la prontitud en el despacho sobre la epi.zootill aftosa en tos ganados. de su informe, por lo interesante de las materias soqre que ha de ".ersar para el fomento de Habiéndose reproducido este año en los gala riqueza nacional. nados la epizootia aftosa que padecieron en el De real órden lo comunico á V. 1. para los de 1839, y que tantos estragos causó, la Reina efectos cúnsiguientes. Dios guarde á V. I. mu(Q.D.G.) se ha servido mandar se recuerde á tj:ios años. Ma~rid 30 de noviembre de 1849.V. S. el curnplimiento de la real órden circuSEIJAS.=Sr. director general Agricultura, Inlar de 2-1 de febrero de 1845, encargándole que dustria y Comercio. haga observar las reglas que se practican para precaver y evitar las enfermedades contagiosas. Real órden autorizando á la compañía .A zpitarte, Es asimismo la. voluntad de S.M., que si en esa hermanos, de Jerez de fo Frontera, pata que provincia se presenta desgraciadamente aquella en los documentos y 11asijerfo que expenda epizontia oiga V. S. a la junta de Agricultura, con productos de la fábrica LA MEnCED pueda y remita á este Ministerio sus observaciones. De usar el sello de las armas nacionales. real (lrdeo lo digo á V. S. á los efectos corre,c;pondientes. Dios guarde á V. S. muchos años . La Reina (Q.D.G .) considerando que la caSan Ildefonso 2 de agosto de18i8.-BRAvoMusa de A.z11itarte, hermanos, de Jerez de la Frontera, por medio de la fabricacion de aguardien,111LLO.-Sr.jefe polüico de ...... . tes de grados superiores, que en grande escala Real órden autorizando á las juntas de Agrioul~a establecido en dicha ciudad, al mismo tiemtw·a vara que vuedan elegir correspornales en po que ha consultado sus particulares,intereses, los partidos judiciales. ha becho un bei;ieficio de consideracion á ese pais, dando salida ájlos caldos que; no se ex En vista de las razones expuestas por la juntraiao, y creando é introduciendo un nuevo y ta de Agricultura de la provincia de Búrgos, la poderoso ramo de industria, susceptible de tanReina (Q. D. G.) se ha servido au.torizar á to~o engrandecimiento en un punto en que siendo d3s las del Reino, para que puedan elegi11 cor-:tan necesario para el beneficio de los vinos, es responsales en los partidos judiciales de su restan considerable el consumo de espíritus; se ha pectiva provincia, con objeto de ilustrarlas en dignado autorizará ]os referidos Azpitarte, hertod'tls los negocios sometidos á su conocimiento manos, á fin de que :en su fábrica de la Merced y que lo requieran por las circunstancias de cay en los documentos y vasijería que con sus pro~ da localidad. De real órden lo digo á y , ·S. á duetos expendan, puedan usar con su manera !,is efectos correspondientes, Dios guarde á del séllo de las armas nacionales. Y á fin de que V. S . muchos años. San Ildefonso 7 de agosto esta muestra de la real benevolencia, al paso de 1848.-BRAvo MaRILL0. 1 que sjrva de satisfaccion á los interesados, sea de premio y estimulo á la industria , es asimis-

'FIN DEL TOMO SEGUNDO.


ÍNDICE GENERAL ll't las mattrias tontrni21as tn .este t.om.o II 21't

IIL CULTIV4DOB. AGBIC1J'LT1J'B.A,

Págs.

De la barrilla y su cultivo. • . • • 6 Ventajas que presenta el trébol encarnado . . . • • . • • • • . . . • • . • . . Cáñamo de la China . • . . . . • • . • . Iie las -labores del campo por los meses del año, para inslruccion de los labra20 dores. • . . • . . • . . . • . . • • . . De .los terrenos salitrosos,. • • . • . • • • 25 '2"9 Abonos para el olivo . . . . • . • • • . • 35 Cultivo lle) naranjo . • • • . • • . • . . • Remedio para los árboles que no maduran 40 los frutos. . . . . . . . . . • . • .••. 53 Cultivo del topinambuco ó pataca • . . • 60 Apunl(ls agricolas. . . • . • . . . . . .. yen tajas de la siembra temprana de la patata para preservarla de la actual enfermedad . . . . • . • • • . • • • . • ; Cultivo del maiz como fonage fresco ó 66 verde . • . . . . . . • • • ·. . . . . • • 78 Del castaño y ·su cultivo • . . • . . . . . Nuevo método de cultivar la viña .. . , 82 97 De la ortiga y su cultivo . . . . . . . . Breve reseña dela biografía de Liebig .. 408 Obser,vaciones sobre el cultivo del naranjo . • . . . . . . • . . . . . . • . . Efecto~ que las heladas producen en el olivo y modo de remediarlos . . . . . . 427 4 30 Col colza y su cultivo . . . . , . . . Ho Multiplicacion del olivo por acodo. Cáñamo de cien años . . • • . . . • • , 4 li,7 Cultura de las tierras.

Hí2 223

• ' '

' ' { '282

495 Col rabano de sfam . . , . . . . . • . 4 5'7 Uso del hierro para curar los vegetales . ahilados 6 lánguidos. . . . . . . . . . 459 De la sulla ó h eno -de España. . . . . . . 183 Conveniencia de converLir los prados naturales en tierras arables y vice-ver•sa. 493 Modo de formar y renovar las viñas por me~io de ,majuelos de plantlo. . . . • 497 Esperimentos acerca de la siembra del ~ 99 trigo. . . . . • . . . • . . . . . . . Adelanto~ agricolas . . . . . • • . . • . . Del nitabaga y su cultivo. . . • • . . . . 220 Importancia del estiércol en la agricullura y diversas esp·ecies que comunmeole se usa n . . . ~ . . . . . . . . . . . . • 270 De la col colza como forrage verde y como_ abono y de su irr¡portancia en la rotac1on de cosechas. . . 273 275 Cultivo de la patata . . . .

{t;

· TOMO 11.

Cebada desnuda.. • ..•.. De la época iµa_s oportuna para plantar los Arboles . . . • . . . . . . . . • • • • . PlantJI de Arboles fru~~les. . • • . • • • ~bonos,-Guano fraoces . • . . • . . . • :í!:pocá en que pri.ncipalmeQte debe regarse.. . . . . . • . . . • . . . • . . • Época de quemar las tierras y modo de p11acticarlo ; .· . • . . • . • • . . • . .

284'

290 293 2!18

299

342

BOB.TI01J'LT1J'B.A,

Cultivo de l.as fresas. • . . •• . . Horticultura,,-Plantas annas, •.•

44 30f

JA.RDINEBIA.

De los jardines de flores ó de recreo. . . 207 Instr~me?tos ,Y otros objetos necesarios á la Jardinena . • . . . . . . . • . • . . 24-7 Floricultura.-Plaotas perennes . • . 304E~ONÓMI4. B.1J'B.AL. 0

9 Enriárnlento del ·cáñamo en seco. . • ' Usos la pata'ta·. , . ·. . . . . . . • . • 34 Algu90~ preceptos para la alimenlacion , del ganado . . . . . • • . . . . . . . . 33 Utilidades del buey para la guerra y para la caza . • . . • . . . • . . . . . . . . 08 Modo.dé lihraral ·gáoado d6ciei-tos males. 76 E~riamienlo del cañamo por medi_o deí Jahon . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8487 Consejos a los aldeános . . . . , . . ~ .. Conslruccion de una casa de labranza .• 90 Cebamieri~o del ganado ..• .' . . . . . , 400 Ulilidades del perro de pastor ó de ganado. 409 l'i 1,1ev9 !De todo de oepurar el aceite . . . H6 Estercqlero modelo . . . . . . . . . . • • ,n• Curacion del moquillo en los perros . . . 421> Utjlidades del fresno .. : . . . . . . . . rn,~ Si convieae separar el salvado de la harina pará la me)or elaboracion del pan .. Modo de utilizar 'el trigo averiano en la elaboracion del pan . . . . . . . . . . . Plan pará mejorar los vinos por medio de la glucosa . . . • . . . • . . . • . . . . Medios mecinicos para rer.mplazar el enriamiento del cáñamo . . . . . . . . . ;!)el aprisco ó r edi l. . . . . . . .. . . . . De algunas oircunstancias que favorecen el cebamiento de los ganados . • . • . ~ 79 Necesidad de pastos y ventajas que proporciona la trashumacion dP los gana201 dos . . . • .

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.Pá11s.

578 Pág.~.

Junta general de agrirultura. . • • • • • • 337 Inauguracion de la Junta y formacion de { id. las secciones y comisiones. • . . • • • 542 Décima com'ision.-Dictámen sobre alternativas de cosechas. . . . • • . . . . 31¡,7 Novena comisiori.-ld em idem sobre las causas que contribuyen á que muchas de nuestras producciones agrícolas sean mas caras que las de olras naciones. . 31,9 Idem. -Voto particular del señor Rei- { 36 4 • noso sobre ei mismo asuuto. • • • . . 385 O,:tava comision.-Dictámen sobre cerramientos de terrenos.. • . • . . . • • • 386 Primera idem.-ldem idem relativo á los campos comunes .y fincas rústicas de propios . . • _., . • .. . . . • . . . • • 388 Jdem'. -Voto particular de los señore,s Palaciu, Orfila, Rotger y .Tejeiro sobre el ' el mismo. asunto. • • • . • . • . . . • 393 Jdem.-Id em del señor marqués de Soto,. Aller . sobre idem ídem.. . • • . . . . 396 Jdem.-Adiciones del Sr. FernaAdez Vítores al. voto particnlac que antecede. . 397 ldem .-Térm inomedio del señor Salido sobre id em idem: . . • • .. • . . • . • . 398 Jdem.-Proyecto del mismo señor sobre ADM INISTRllCION Y ECONOMÍA. PÚidem idem. . • • . • . . • • . • . • • 403 BLICA EN SUS RELACIONES CON LA Tercera comision. - Dictámen . sobre las AG1U:CULTU.8.A. ventajas é inconvenientes del sistema de formar establecimientos para.faciliProyecto de asociacion agrícola-comercial tar socorros directos á los labradores. • ·405 ·para restablecer el crédito de los vinos Jdem.-Voto particular del señor Alvaro 1 esp3ñoles . • . • • • . • . . • • • • • de Zafra sobre el mismo asunto. • • • 409 11 Agricultura de la· edad media. • • • . U,idécinia comision. - Dictámen relativo t9 Ca:tecismo y elementos de agricultura. á barbechos.. • . • . . . • . . . . . • 4H Instruccion agrícola. . •••• _. • • • • · 50 Idem.-Voto parLicular del señor Rodrí·n Enseñanza agrícola.-Clero. . • • • • guez Monge sobre el mismo asunto. . 421 1 04 1\:f ales que afectan á la agricultura. . • Sext:i. comision.-Dictámen sobre el estaElementosdeagricultura . • . ·. • . • . • H4 blecimiellto de colonias agrícolas. . • 422 Latecismos de agricultura presentados al Idem. -Voto parlicular del señor Colconcurso . • . • . . . . • . • ,. . . . • 145 . meiru sobr-e el mismo asunto. • . • . • 1,3! Mas sobre la conveniencia deque los par- · Idem.-Dictámen óvolo adicional del se- { 43t rocos y los mae3tros estudien la agriculñor R ufino sobre jj_ id. . . . .. . .• • • ~3 3 , tura . . . . . ·. , . . • . . . . • ; • 137 Cunrta comision. ~Dictámea sobre J as vaPremios que ofrece la sociedad, económiriaciones que convenga introducir en ca barcelonesa de amigos del pai;;. . • 160 nu estras -legislacion -con 11espccto á los €artillas de ag~icultura.-Resultados del 1 ·concurso. . • • • • • • . • • • • .. • • 16~ préstamos á inlerés • . . . • . . . . . 442 Séptima oomisian.-Dictámen acerca del R!!vista agrícola. . • : • • .• .' . • . • 17i fomento de los mohtes y plantíos. . . . H9 •1Programa de · premios de la academia de ldern .-Voto.. párticular del señor Mar- ., • cienc-ias de Madrid .••• ·• • • • • 182 · coartú sobre el mismo asunto.. . . . . 468 Congresos agrícolas. . . • • . . • . • . • 1 8'5 Quinta comision.-Dictá•men sobre el meCasa d~ lab0r-modelo establecida en jor sistema que por nuestra legislacion -Santantler .• ·. • • • . • ·• .' • • • • • • 21 o pudiera adoptarse en punlo á. riegios . . 470 Dédma•quinta comision.-Dictámen sob re Lus pósi~os y ~os brn~o~ de labradores ell { los medios de mejorar la calidad de sus _relaciones con Ja prosperidad de la 378 nueslra s lanas fin as . . . . . . . . . • 529 agricultura. • . • • • • • • • • • . • • 0,12 ' Décima seplima comision.-Prog'rama para la próxima· Junta de Agricultura·. . . 533 , ' 547 RsLracto de las sesiones de la Junta. . 534 235 J4nta general de j\gncullura. • • • • ~8 9 Discurso del Sr. Lopez (D. Joaquín Maria) en la disousion del dictáme n so'Programa de premjos ofrecidos por ia sobre ri egos. • . . . . . • . . . t • • M3 cied.a,d eco'nón) ic;.a matritense de amiProgramd de premios que ofrece la gos del país . . • • . . • . . • • .' . . '315 ·sociedad económica barcelonesa de ··Esposiciqn públií:a y premios en las Baamigos del país. • . • • • • . • . • li:77 .lezrcs. • • • . . • . • • • . • • • • 3•16 1 Jabon económico aplicable á la agricul- · tura. . • . . • . • • • • • • • • • . 203 Método perfecciouado para alimentar y engordar el ganado. . • : . • . . • 205 El perro de pastor de la América del Sud. 226 Sobre dos variedades de plantas textiles que suministran la materia de la batista de Caotoo y de las tel as com unes. • . . 227 ULilidad de las semillas germinadas para la l. man utencion y cebamiento del gauadó. 229 Eti;l'izacion de las ab?jas. . • • . • • • 2H Modo de elaborar el vrno de cerezas. . . 21~6 Un -ganadero modelo. • ' . • • . . . • • 250 Sal para la gaµadería . • . • • . . . . , 257 Circunstancias que debe tener la bodega. 265 Destiluciou del orujo d(l la uva , • , • 306 l • , • J 37-1 :rratado de econopi1a rural. . • ••.• 1 497 Modo de cebar los corderos. . . • • . • 481 Enfermedad observada en el ganado rumiante. . . . . • . . . • . . . . . • 482 Conse)'vacion.de las viandas por medio de · • la i,aJ. . • . , • . • •. . • . • • • • • 488 Del tétanos ó mal del ciervo. • • • • • 490

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.

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PAB.'l'E OFICIAL.

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Págs.

.

Diciembre 13.-Real órden autorizando á los particulares para eslablece.r, bajo ciertas bases , depósitos de i:aballos padres. . . • . . . . • • . . • • • • . [d.. 4 4.-O tra nombrando una comision para que proponga un proyecto· de ley sobre el comercio de cereales. . • • . . td. 15 .-Olra circular pidiendo noticias acerca del número de ..:riadores de ganado caballar v sus circunstancias en cada provincia: . • • . • • • • . • . . :IS-IS,

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1

22 23

45

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Enero . n ,.-Otra prev101en o a ge e po• lítico de Valencia influya para conseguir un avenimíenlo entre las comunas de Rovella y Fabara con motivo de la construccion de un azud para la toma de aguas . • . • . . . . . . . . . • . . 46 Id. id. -Otra acerca de los ri egos de Lorca. 67 Id. id.-Rcglamen to para el sindicato de { 94 riegos de Lorca . . • . • . • • • • . • . 1rn Febrero 4 O.-O tra aumentando hasta ocbo el núme ro de semen'ta1es del depósito de caballos padres de Guizo de Limia, y dando gracias á los individuos de la comision consultiva de la provincia de Oren$e . . . . . . • . . . . . . . . . • ~ 4i !d. 22.-O tra adoptando vari:is r eso l!1ci ,1 cioncs á consecuencia del esped1ente promovido por el Ayuntamiento de Palma sobre la abolicion del tribunal de aguas d e la misma ciudad. . . . . • • id. Id. 23 . -Otra circular recomendém<lo á los ayuntamiento~ la suscricion á la obra del baron de Jaubert de Passa acerca id. de los rie(J'os de Cataluña y V.ilencia. Id. 24..-Re~ l decreto declarando individuo nato del Consr.jo R eal de ag:icultura, industria y comercio :il presidente de la asociacioo general de ganaderos del Reino . . . . . . . . • . • • . • • 142 Id. id. -R eal órden que contiene v~:-ias disposiciones para el fomento y cria de la raza caballar . . . . • . . . • . • . id. .111ar.z;o Hi.-Real órden autorizando á la compañ ía de aguardien tes Azpilnl'le para que pueda usar el sel lo de las armas nacionales. .. . • . • . . 576 Abril 7 .-Real órden disponiendo que los polros que hayan cumplido dos años no puedan ,,ndar sueltos en los montes ó pastos comunes, á no ser ea los casos

{~i~ 592

Ab~:e8s.c~:::,·;~aa:~; t~ ~a~a· 1~ ·e_;e~u~i~t~ del decreto de 7 de abril de 184,8 sobre conserv¡¡cion y mejora de los caminos vecinales. . • . • . . . . . • • . • . .

260 285 330

lj4 7

Id. 40 .-O tra dando gracias al gefe político de Jaen y á otras varias personas por lo que hao contribuido al fomrnto y mejor;1 de la raza caba l!ar. . .. . . • 522 Abril 11 .-Otra acerca de la rnstalac1on de

579 Págs, las juntas provinciales de agricultura.. 523 Id. 47 .-Idem creando una Junta de Agri• cultura en la ciudad de las Palmas. • • id. Id. 25.-Real órden resolviendo algunas dudas acerca de la formacion de las juntas de agricultura • • • . • . . • 524 Id. 29 .-Comunicacion referente al dona- ' tivo de seis caballos padres de la casta de Aranjuez, hecho por S. M . para los depósitos del Estado. . . . . . . . • id. Jla,yo 6.-Id. y reglamento relativo á los depósitos de caballos padres del Estado. 525 Id. Id. -ldem .declarando que el Rea l Patrimonio tiene derecho de conceder, mediante cierto cánon, aguas de los rios que corren-por el territorio de la coro- 1 528 na de Aragon. . • • . . . . . • • . 1572 Agosto 2.- ldem r eco rdando la de_ 21 ~e de febrero de 1845 sobre la ep1zoot1a aftosa en los ganados. • . . • • • id. Id. 7 .= [dem autorizando á las juntas de Agricultura para elegir corresponsales en los partidos judiciales. • • . . • id. :I.S,&9.

.

·

.

.

Jimio 24,.-Ley sobre exenc1on de tr1hutos á los nuevos riegos y artefactos y sobre la servidumbre de acueducto ó paso de las aguas. . . • • . • . . . . . • 256 Jd.-Circular relativa á la clase de agncultura qur. ha de abri rse on Madrid . • 260 Junio 26 .- Otra relativa á la casa de laborm01lelo establecida en Santander. . • 2H Julio 7 . -Otra acerca del estudio de la agriculln ra y señalando libr~s ue_text~. 260 Id. 41 . -Otra que contiene vanas d1spos1 • cior.cs acerca del concurso para los Elementos de agricultura eSJ?añol_a.. . 215 Julio 26 .-Real decrnto y otras d1spos1c10 nes para el establecimiento de una Junta general de agricriltura rn Madrid. . 237 Setie·nbre 4 0.-Se recomienda el tratado de economía rural, escrito en rn,1.s por D. Antonio Piqueras . . . • • 330 Noviemb,-e 2.-Real decreto y programa para la creacion de tres escuelas prácticas de agricultura. • . · • , . • 57'2 J:l. 8. B.ea l órden por la que no se accede á la próroga de l.ls sesiones de la Junta de A(J'ricultura. . . . . . . • • .• 540 Id. 30.~Idem mandando pasar al consejo de A(J'ricullura los trabajos de la Junta gcne~a l para que consulte las medidas oportunas. • . . . . • . . 575 VARIEDADES ,

Usos del arroz. . . • . . . . • • • . • Mer melada de remolachas y zanahorias. . l\lodo de azufrar el vino . . . • . . • • • Utilidad de la sal para la p;,inificacion. • • Uso del alforfon para la volatería . • . • Lluvios.=Üb~erv,1ciones de marzo 1849. Remedios peligrosos . . • . • • . . . . Uso de las hojas de la viña para alimento de las vacas .. . . . . . • . . . . • Utilid.ides de los orines y del légamo.

24 id. 4,7 id . id. 4-8 70 id. 7~


~

580

Págs, 74 Melocoton de almendra dulce. id. Nuevo 'alimento para los caballos ••• 72 Otra especie de balsamina. . • • . . .. Nuevo método de ingertar los rosales. . id. Utilidad de la ortiga para las gallinas. • , 96 Modo de.suplir el suelo para el cultivo. . id. Lluvias.=Observaoionesde abril de~ 849. id. _Modo de perfeccionar los hornos de cocer el pan.¡. . • . . . . . • • . . ~20 Curacion .de. la lepra ó tiña blanca ó negra que sufren los manzanos. . • . • H3 Gallina aveztruz ó de Cochinchina. . • . H4 Lluvias.=0bservaciones de mayo ele ~8.&c9. id , Empleo de las raices de la al falfa para la fabricacion de papel. . . . . . . • 468 Modo de preservar la patata de la enferid. medad actual . . • . . . id. Cebada nueva . . • . . • • id. Guisante British Queen .. 494 U na prediccion. • • • . • id. Nuevas hortalizas . . . : . rn2 Melon arcangel. • . • • . id. Destruccjon del gorgojo. Ulluco del Perú. . . . . .. 2m Lluvias.= Observaci9ne s de junio de

.

Pár,1, 4849 . • . . . . , . . . • • . . • • . 21 6 Crédito de los vinos españoles. . • . • • 239 Lluvias.=Observaciones de julio de 1849. 240 Ganados para cría y para cebamiento. • 263 Cultivo de la piña en Valencia. . • • • • 264, Conservacion de las carnes. . . • • . • id, Carbonato de sosa empleado para elevar el sabor del café. . . • • . • • . • • id. Nuevo trigo inglés. . . . . . . . . • . id. Ori gen de algunas flores. • . . . , • . . 288 Lluvias.=Observaciones de agosto de 4849. . • . • . • . • . . • . . • • • id. Modo de reunir los enjambres de las abejas. . . • . . • . . • . • . • • . • . 335 Sociedad vegetal. . . . . . • • . . • . id. Prodigiosa fecundidad de 'un solo grano 336 de tri go. . . . . . • . . Fructificacion notable. • • . . . . . • • id. Pronósticos. . . . • . . . . . . • • . 478 El Paniceam. • . . . • . • . . . . . . 479 Método para trasplantar árboles grandes. i80 Anécdotas relativas á la viña. . . . . • . id. Gran banquete de la Junta general de agricultura. . . . . . . . • • • • • . MH


• 1. 1

EL

AGRICULTOR ESPAÑOL P ERIODICO

.

DE AGRICULTURA, SELVICULTURA, HORTICULTURA, GANADERÍA, ECO~Ol\ÚA RURAL Y RURAL INIJUSTRIAL, BOTÁNICA, HIGIENE, VETERINARIA , FARMACIA VETERINARIA, AMENA LITERATURA, VARIEDADES Y ANUNCIOS.

.

DEDICADO

á los habitantes de ln.s villas, aldeas, caseríos y

campiüa~, propietarios rurales, cu!Livadores, hortelanos, -ganaderos, cebadores, médicos veterinario y aficionados á las faenas del campo. ~Unicos Bedactoa•es:

DE EL

CONDE

LA PARTE AGRICOLA DE

RAULT

Y DE

RAMSAULT .

AGRICULTOR. nul•ll' ,lo! cunclro sinóptico suhrc la cultura y P',,la ,de las murcras., de la o,lminislrncion y direccion ,le un pcrtonal n¡¡dcola, Je! tnHjor modo ,lo echar u:inJ,los ,•acu nos y lanares , ~e la cullurn cu Eurupn del inili¡¡o, dt• ni\ insliluto ot:rlcola pnrt' cstablcccr$C en el l'at,·imohio llcal de. Espoi1a, efe. Sucio ,le la Socir,hid de Lineo, y Je ,·:i rias ut rM ele hisl oria nalurnl, n¡¡riculturo y horlicullurn.

DE LA PARTE LITEilARJA

.mon -2t11.9el ffcrnnnbq b.c lo~ l\ios-.


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ta clase de la sociedad, que se dedica ciu ivamenle á )a tare·a s penosas del campo, única y verdadera riqueza de nuestro suelo; el labrador, el ganadero, el hortelano que cubren con el sudor d~ su rostro la m~yor parte de las contribuciones, que llenan con sus hijo~ los cuadros del eJér... cito , han carecido ha ta ahora de una voz amiga, que les preste apoyo y consejo. La pren a periódica, ese cuarto poder del eslado en las monarquías constitucionales, apenas se ha curado en España de ofrecer al labriego en sus horas de reposo otra lectura que artículos infecundos de política y discus10nes parlamentarias, por d~sgracia casi siempre eslérilcs para el lafirador. En Alemania, en Inglaterra, en los Estados-Uni<los, en Bélgica y en Francia, se publican multitud de periódicos y rcvis_tas de Agri~ul~ura; ¿acaso en E paña no tene mos en esL ramo nec e idades que satisfacer, 111 Lereses que defender? ¿ Hemos llegado por ventura al grado apetecible de mejoramiento y perfeccion? Lejos de esto, no solo ha dejado de ser m1esl1a patria modelo en agricultura, como lo era en tic:mpo de los árabes, sino que de ~cendiendo á una inferioridad lastimosa con re pecto á otras naciones, hemos perdido las tradiciones de los procedimientos agrícolas que enriquecieron á nuestros mayores no conservando intactas mas que rutinas perjudiciales. ¿ o es, pues, doloroso ver que una nacion esencialmente agrícola mantiene erial una parte inmeu a dé su suelo; que siendo la mas ricn y abundante en frutos, apenas puede hoy presentarlos al lado de los de otros paises, donde el arte ha logrado, lrnsta cierto punto, compensar las desventajas de la naturaleza? Cuando existe en totlus las carreras una concm-rcncia ruinosa, cuando las -universidades no dun abasto á espedir títulos de abogados, médicos, etc., cnanJo todas las carrera litera rias se hall a n de tal modo invadidas que 110 ofrecen ningun porvenir ventajoso, ¿ será acaso i11oportuuo e n un _pai acrrícola por escelencia, rnlver Jos ojos hítcia e ta in<lu tria, mina fecunt~a é i11ag~table de riquez;_1, cu~os ru ultad os n? eugaüan jam;~s il_l que trabaJa con metoclo y con rntehgenc1a? Nosotros abrigamos 1a co11v1cc1011 de que la ocasion presente es una op1Jrturüdacl crítica para propagar los e Ludio· agrícolas, y por eso vamos á ocuparnos periódicamente rlel labrador y ut' su trabajos, á constituirno en intérpretes de su verJaueros inlerescs, dt sus necc. idadüs, de sus votos, procurando espre amos en len gu:ige claro y precis9, tratando las materia al alcance de tolas las inteligencias y propagando conocimientos útiles á las poblaciones del campo. Tal es el obj eto á que se encarninarúu los . fuerzos ue EL AGn1c 1.Tun ESPA~OL que aspira {1 servir de guia en la esplotauion práctica Lle la finca rurale~ , haci endo mencion de los mcjorl!s métodos de cultivo u adosen el f:SLrangero y adoptables ú nuestro pais, dando á conocer nmwas razas de animales domé ·ticos, de pldntas exóticas, útiles, y de máquinas é in tn1mentos ngrícol:1s recientemente inventados ó perfeccionados . Por mellio de h\minas ofreceremos la reprcsentacion material de las d:fcrentes razas, lo árboles, arbu tos y planta , los aparato.,;, instrumentos y ntensilios, los diversos edificios rurales, el trazado de los varios terrenos ele_Li11:1dos á frulall' , hortaliza, llores ó plantas de puro adorno, y por último las cslufus y galerías ele todas clasés. Cada mes llegará nuestro periódico á lu altlt•uc; (1 los caseríos, para formar con el tiempo una biblioteca rural, una especie de E11ciclvpedia agricola y recreativa, en la cual se encuP.ntren á la vez los medios <lü mejorar la posicion moral y material <le Jas poblaciones del campo, un recreo ameno, útil y provechoso para los lugares, una comunícac1on general de avisos, 11ot?ci:1s, oferta y demandas agrícolas entre toda claSL! trahajadora del reino, y ha<;;ta un elemento para despertar en los ciudadanos la aficio11 á las f.tonas campestres. Er. AGH1cu1.Ton ESPAÑOL constará de dos secciones, cada una el e las cualc romprender.í la. mate ria que . e e presan 1í conlinuacion. 1

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l'AB'tE AGlU COLA. )l¡¡rleu l't úa•n.

Comprcnde,·á loJos oquollos fon•idcl'Dciones. ircnr,·ol,•s sohl'e la ccun11mla l'Ul'al politit11 cuyo ohjeto sea tlefcn Jcr los derec hos y los int ereses ti c la p ropicdaJ oaricola, y coo d) u, ar il 1, mejora '¡¡cnernl ele la O(ll'icultura espa ñolo. En ella se tratará ouemns de Jo acricultura propi me11tc dicl,:.; del cliaHt de la compo•irion acoló¡¡ica do las licrros, uo l os abonos, clcsccari,· ncs, riccos, roturaciones de I,s Ji,crs~s culluros, de los apc1·os, n1áquinas ó instrumentos ogricolns; ue la dcscripcion bot:inica de las plantas de fol'rn¡¡c, las 9u o constituyen los pas_t os, tia fas !Ji,_nenticias (ccl'rolcs .¡- lt•au_minosas) y dulas_ iuiluslriulcs I tlo lo• mcJorcs método• do culln 31' 1 1uull1plica 1· y ltaccl' la r ecolecc,on do las r cfcl'nl.:s plan los. Sch·lculC urn. Trnlar:i de los :irbol<• forestalc• y de su cullirn, su propaaaciuo, coosenacion, plonllo, p,,da y col'ta; del apro\Cchamienlo y mejor esplolacion de lus montes. 111lo1•licul hn·a. So ocupará del culli1·0 y t razo do de l us jorJitll'S y l1u crlos; de l os cuidados cspcci~lcs 1¡uu nect•silun )ns phnlas, cayo , cj clacion cxi¡¡e abri ¡¡o I ú cuya fruclilicociou so adelanto 6 retar,l u o, lificiolmcnl,·, como lurubi eu lralor:í J ~ la n1·bori cullura de los , cjetulcs leñosos y do ado rno, do l us 5<ruillcrus, cl'iaJ,,.os , J e la pl.mlucion, injertos, podo y cultivo de los árboles frululcs; de los di1·cr sn, doses ,Ju ohrirrus, eslulos é in <crnác u!os, y pllr último de (uJas las plantas alimcnlicias, industri,le~ mtclicinalcs ÍI de puro ornato I cuyo culli<o eslá limitado á los jardines y huertas.

G u 1~ uüe1•ta.

Examinara lodo lo conccrnicnle a l n mt•jora, multipli coci,in, cri'1, conservncion

ma-

nuleociun y cebo de los animo les domésticos: su aplicociun :i nuestros lrnbojos y necesi do,les: lralnl'á du )m crío y cui,lu,los d e los alrnjns, (lUSJIIOS de scu11 y cuchinillas, de lus Ji, ersas n, es donu'slicas, de los peces de riu y estanque, do los molu séos de estan ques do aaua del mar, can¡¡rejus ele.: de la inlrnd ucciun ,o l:.spaña do anima les útiles y cs lrao¡¡cros, su Jescripci,m y apliludes naluraJ.,s. ECOUOlllÍll 1•u1•11I . Se<>cupará del derecho ricil en los aplicaciones á In a¡¡ricnllura; del empleo ,le los cnpilalcs ó b esplulacioo de fincas rústicos, •us Ji,·crsos sisle111as de culti<u; tic las espcculnciunes acricolus, do la or¡¡aniznciun, adminisll'nciun y dirnccion l'u1·al y dQ la de su person, I: de Ju cont nbilidud a¡¡ri cula, do la ;H"quilcclul'a rural, mnlcrinlcs do cousll'uccion, a i~posicioncs, lruzntlu y construccion de las l11bilaciones, cuadl'os, eslob los, ¡¡ranerus, paju,·es, ele.: ,Jo l os mejores sisl~mos Je ric(lo, del trazado y conslruccion de canales , p.1nl:mos, presos, ba lsas,. puz.os orJinorios y artesianos

máquinas para l eva nt ar

lu acuos: de los medios O10s sencillos pa ra aseaurar lo agricultu ra y auardarla de la,; plaaas olmosfcric., s, ,ni=les, , cjelole;, ó pur lo menos dismi nuir su iotcnsiJnd, y por último de In fab~icnciun_ de los diferentes opcl'os, 111:i11 uinas ó inslr urucnlos de O(l ri cullura. 1-;conoanía 1·u1•nl hu!ush•(al. 'ft-olnl'ó d,•l oficio del molincrn, panadería, fobricaci,,n de l,l'.bidos fcrowuladas, ,h1oias ó tcidas : de In monteen, queso, conscr\"3Ci l'm du c&rncs secá ndolos, snlóndolas, ahu111'\11,lul:1s ó cnruls-iénJolas con mnolcca ó aceite: de la c,,nscrTaciun de los frulus y hurlofo,,s ,n su esta.lo fres,·11: dd mn~o de hacer fe.cola y nlmid on: de la des(ifaci,,n de tinos, er•nos, pala las, frutos ú Dures para cum·erlidns en a¡¡uardienlo I alcohol, esencias ó • pua fuerte; do lo eslraccion de ac,·ite 1 01,1 c•r I resina , ele. : de las preparaciones especiJles de aceitunas 1,i¡¡os, ciruelas I pasas: del modo Je Pnri ., r en nu ua I ni descubi erto ó en seco el lino y có í1u0111 : de los di sor sus lrahojus del espartero, cestero , fobric:i-• riun de s. l, poi asa y b.11·ri:Ja , do la composiciou de breo, 'l' de los diversas p1"rpn l'acium•s q ue cxiacn ln• maderas de. conslrucci .. n: J ,, la m,o ipulaciun de Ju cera y miel; dd m,,do de hil Jr lo seda I J.wor la !ano, utili,ar los ani111nlc1 muertos, 1>reparor los plumas para escribir, y ilr las que sir<en p,ra a!UJohadas cul chuncs ele: Je l,1 fabri.coeion de ob,mos ortiliciolcs y pulvcrulcnlos: dd ea rbon y eslrocc.on del cúspcd de tierra, y de los lruh,,jos de l tejero alfare ro y calero, ele. Dotii.n icn. Se co11s,¡¡ l'orñ ol cs luJio de la onaloru ia, or¡¡nno¡¡rofia, lisioluaia, dcscripcion y closi6•~cion ,le los Hjclalcs indi¡¡enos y c,ólicos, que ofr ecen ulilid~d á lo Q(lriculluro, á la industrio I al comercio, ñ la medicina, ÍI las orles, i> solo á nuestro r ccl'co, tratando do su culti,·o ). cnlidodes. l!D.igiene. . e tlet!ícorñ al eslu.lio de lo iulluedcia que ejer cen sobre los aruma les 7 In almúsfcra, l us alimentos., el I roba jo I el J,•sc'1.ltso ; y tratará ae sus secreciones I escrecioucs y sensaciones, y del mejor modo 1urn nrnnl c!}c r s u s:ilutl y cnuruin. Vcterin:n•iat . Tl'nlnni d e la zoolú r,ia, ona(omin, zoolliuica fisiolo¡¡ia de los animales domésticos; ,l e l I cirujia LCl'npi'utica, y l1 omeupál icn 'I del orle uu hel'rnr. e ocu parú de las h erborizaciones, propicdudes y conse.rvacion de ll'llt•11u,u!on , ,etcrhun •la. l,s pi.olas me,licinolcs , do las propicdndes fisicas, qui micas y or¡¡áoicu de lo~ cue,.pos meloli1idcos y sus cmnpueslos , sales amon iaca les I etc.: ,lcl orle de preparar y componer los mc,licoruenlos, ósea de la fauna curea. ..

PARTE LITERARIA . t:on,·er !iiaeio!!!eS en el boga.-. Plálicns diulocodos en forma dramáli cn y amona, subl'e la ulili,hJ ,le es~uelns ambuluntcs tic ocl, ilos, con>plcmeularins y dd dumin(l'o; solas de asilo parn la u.fanria, r.fucios ¡uro h , cjez_, bibliulec.,s ambulantes, ,le , illns y de ohleas; cnj~ de ahllrro~ y de pre, isi on, rcn:o1li11s urr,1•11tu· 1\\IC tlc1Jen n,lup lars.o hJsl a ln 11 ~.t<la do los ruélliros, soco·ttr~s prontos ó. los n.ncionos y los nii111s, )' nh·,ts in sl itu cioncs lHilcs ó J us lnl.,1·ÍlffUS . .Esla soceion en la quu pt·ucu rdrémos ,lcslruir ruucltns pcc,)•~•p.1ci,mes pupulare5, será r e,lut.l n<la sr¡¡un loo necesidad es de nues li·o pais, hajo u no lol'ma accesible á ludus, S1guicntlo el pla11 do las' m,•jorcs obl'as que existen de l n misma especie. lllltdo1•iu uac l ounl. Cuad ros y episoJius do la h.idoria de Espaí1a. Diog1•nfín. Vidns de b uwbre• célebres. 1-:stablechnientos útiles. H.isturia y dcsoripoion de los ,¡ne tic11•n r elaciun cun fas materias de qu_e so ocupo nu cs lr" periúilico, come1\z11ndo por el jnrdin Bulñni<¡o, aobi.uelc ,le Jlislurin Nal ur,l , Conscrialnrio J o Arl es, ele. 1 ele. A.naena litcratn1·a. Artículos lit erarios originales i> trad uci dos, cuentos mol'alcs, -nu\elas de ptqoeñ,s dimensiones, cuadros de costumbres pro, incioles. Variedades. ,\oéc,lutas, hecho• curio,os, máximas, scnfcnci~s, y cuJofu conl,·ihup IÍ hace,· •(l rad,ble ! úlil esta seccion. 1',nn11clo!i1. Du liLros úliles, de cno¡¡enocion de fincas rústicos I de Yent. de ¡¡,' neros B(lrl~ol•s, m:iqu,_noo, inslrumc:nlus y utensilios, oferl~s y dc,no,rdns de Scl' vieius ti c l os lrnbaj,ul.,res, asociaciones ,1, lihndnr,••, de se11ur,1s I de quintas I y en ¡¡encr~l lo,fo lo 11u,• pu eda iu lcr.sar á J.,5 h abilou lcs dd campo.

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Este es, pue , -el plan de EL Acl\lcULTOR ESPAÑOL, que modificaremos . segun lo aconsejen la esperiencia y las indicaciones de los susct·itores, las cuales serán siempre reGi.!Jidas y coútesladas con aprecio. ¡ Dichósos nosotros si logramo_s hacer tan provechoso y agradabJe QUeslro periódico, qu~ <'r1 las largas veladas del invierno, veamos reunidas á las familias en torno cleI hogar para escuchar con interés su lectura! SISTEMA.

E·t AGIHCCLTOR ESPA ~oL se publicará del 115 al 20 de cada mes desde el ele al1ril : constará cada número de cuatro pliegos de imprcsion compacta, {32 páginas en cuarto ff,enor), con uno q dos griJ,baJus tirados aparte, ó una lámina litografiada é iluminada cuando luese del caso. Cada cuaderno llevará. una elegante cubierta de color. Los doce números ilel :1ño formn.rfo un tomo de mas de 400 páginas, para el cual se incluirá índice, portada y cubierta. PRECIOS.

EL AGRICULTOR &PAÑOL costará, tanto en Madrid como en provincias 12 rs. por tres meses, 22 por seis, 40 por año. Los suscritores al SEllIANARJO PINTORESCO ESPAÑOL ó á LA lLUSTRAC10N, solg p·agarán 11 p.or trimestre) .20 por semestre, y 36 por año. El primer nú,nero con una ·lámina iluminada, se halla de muestra en casa de todos 1os libreros y comisionados de España, y se remitirá tambien á cualquier persoirn, q'l,fe deseando formar un juicio exacto ilel periódico, pida dicho núm.e,·o abonando 4 rs. á uno de nuestros corresponsales.

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LA ILUSTRACION.

SEJIANARIO PINTORESCO ]SPAÑ0L,

PERIÓDICO UNIVERS-AL.

Lectura de las familias. -Enciclopedia popular.

Esta importautísima publicaciu11, es ""ª Cl"OIIICll , _E, redactado por los1:n'm_cros escritores del pni,, tl~ cuantos sucesos de intt~rtÍs general ocurren en el e: ,lu.,trndn con. estraordwano csmoro por los artilta1 uw11do. La política' las ciPn.c,as , In iudr, stria ' lns mas áistti,gui'Joj tlc., Espa,ia. Publi'ca dcscripciuncs artes, las i1111c11cion es , d teatro, las espo11tiones , de mon.umentos anti'guos, biografías de hom!trt.J c(las grandes catástro/cs, la descrij1cio11 J. co stumbres lehres, ep/sotlios J,istóricos, cuadro.s JeJtivos di , 01 . de l_os !'ueblos, /cu jicst.as y ceremo11i~s públict1.s , _la., cumbres contem.j,orá_,u:aJ . usos populares de lt11 1 cur,osrdades ~e.todos generas que •sc,te,t. la at,mc,o~,, provincias, leyendlls J tradiciones, artículo, ·d, las esce,i.as mrl,tarcs, las e.• ct.11alpopulares , la e/ns- literatura, cuentos, ,wvelas, pocJÍas, variedades, mogrofia dd los s?lou_e s, las modas, en ""ª pa/~l,~a, g,roglíjicos, adornado todo cou. TIW{{níficas lá,,u·11as. cuanto put.tfe tr~'duc,rse e.11 el lengua ge tl~l 1,lm¡o, En, lo que va de a,io lleva iusertatlos trahi1jos de /us paga Sll fl'l?11to ~ estq revista,, q,~e uo s~ /11,utn a la se,iorcs .Lista, Esposura' Zorrillo, Quevedo' B,a¿u, representac,ou pwtor,u ca e,i lamwas , .uuo que pro- Fray Gerundio r.' avarrett. Dreton Je /os Jlerru us cura no dejar pasa_r u11- /,echo, una irlea, un liú_ro Baralt, Cervi11~.., Gome:, Ávellauetla, Carolin a Co~ ,l~ algun vn_lor, s111. que s_e oc,~pe de ello. Sus p1'1u- rouadu, Gar_cía Gutierrez, Fcr11a11dez dd los Rios, r c1pales' secciones son. : Htstona do la semana cou otros c.fcritores · co 11 ocidos · gr~bados dt. e.'t~Jtas co11temporá11cn1 J' _rdrat,u rle Se reparte una entrega ;odas lo, domú,go, d, IC ¡,e1:sonagos_ Jel cl,a, mapas)' plauoJ; Revut~ de illa- columnas en fólia; la reuuio11- diJ /aJ entre&ª' dtl rlr,d, R_~v,sta de teatros con la repre~e"!ºº'°'" de !"s año con la. portada, indice y cubierta qu, so repartt• ,lecora~101u,s j trnges u ot~bles. Dcscnpc,ou geocr~ífi- gratis fonua,i un volúmcn en fólio de 852 columDM ~a;· p1~1t_orcs~a tlu lo:; paJSes 'l"e l_la~n e,i la "' 11"~'º"• cuu cerca .de 500 láminas originales Jº mos h.-ctura 111.venc,one..s ~uclustnale.;, procccl~1111e11.tos 1•e11t~11oso1 que 14 lomos en S.o 11Jadrid mes ,t r .,., seis 20, en artes, ag,·,cultura etc., acampanadas d,:. ltuj,gurrn uño 56. Proviucias tres maJ 44 seis ;u culo -i8. de 111,íquiuas. Causas célebres, novela.,, cuadros de Rccihit:urlo /or números 1111ms,,'almente 'u dtcir, /01 cnstum~res, crítica. literaria, modas cb11 jigun.i,cs, Je coda mes el f1lt,ino i/ia, so recibtJ gr~tis un Alim• n~quc Pinlorc•co co11 ~ 00 ¡rroliodos. S11s"l:.rih,,11iluJ1 • • geroglíJ!eos e(e. '> Un nume,·o do ~4 columuos en dubio folio lnJus loa por torio el aíío de t 850 se regala s:iliidos; un lomo ol oí10 de ~ 248 co)umnos co11 "1 lecI,a Tle1•1•a tura de GO volúmenes en 11-" J. GOO l:imina s' nuc\"OS. . . , . Jlfnrlrid mes G rs., tres ~ G, se.is 50, a,/o 00 ;pruvi11cia.i. m~s 8 rs.' tres 20. seis 40, año GO. De.• cnpcwn geográfica)' p111torucn Jd las ,i,m Su.fcribié11dose por tocio el niio Je~ 850, se regafo 1111 P"''!cs cid 1111111d0 tu/ori,lllla eo_,. ?00 trrnlmdos. ~• . resumw ¡,or 5G rs. ) " -18 cu prov11rcin., se Ja,i 100 la• ,,,,-,,,., 1111 evas, ohr11 de arti;tn., españoles,)" In "''." Atlas geog1•áReo de la Tl~••••a. Colccc,b ,, rle mapas ,1.: hts antiguas ) ' 111oderuns- teria de ~G tomos en 8. 0 testo de lor primeros esm• divúiones do/ glubo. tares.


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ADMINISTRACION Y ECONOMI! PÚBLICA EN SUS RELACIONES CON LA AGRÍCULTURA ;

PUBLICADO BAJO LOS AUSPICIOS DE LA

1\/L L JUNTA DE COMERCIO DE BARCELONA Y DIRIGIDO POR SU

catedrático de agricultura práctica y botánica

TODO III.

0 UIPRENTA DE D. B.AMON INDAB, CALLE DE lA PLATERÍA, N.

AÑO 1850.

58.

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PARA''EL FOMENTO Y MEJORA DE LA GANADERÍA. )

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Consecuente al compromiso que hemos &Ontraido con nuestros suscritores y con la Sociedad económica barcelonesa de amigos del país de publicar en el Cultivador aquellas memorias de agricultura premiadas por dicha Sociedad que, á juicio nuestro merezcan los honores de la prensa, empezarémos esta agradable tarea dando cabida en este número al razonado escrito de nuestro apreciable colaborador y amigo D. JAIME SALVADOR y MAc1Á, contador del hospital general de Santa Cruz de esta Ciudad. Esta memoria que ha sido premiada con ana medalla de oro y el título de Sócio de mérito de la económica barcelonesa en 49 de noviembre último versa sobre un punto de utilidad inmensa para la agricultura como lo es el fomento y mejora de nuestra ganadería. Hé aqui el ·trabajo literario á que nos referimgs. '

glo los ramos de la historia natural y de la economía rústica. Como bajo la denominacion de animalesdomésticos comprendemos todos aquellos cu~ yas costumbres ha-podid0 el hombre suavizar, reducirémos este significado á proporciones mucho mas pequeñas, y haciendo l abstraccion de la clase, órden, familia y sexo á que aquellas pertenecen, y teniendo en cuenta solamente las necesidades á que se aplican en el interés de la economía rural, les darémos el nombre de bestias de trabajo ó de animales de producto. La agricultura saca ventajas inmensás de la ganadería por la aplicacion que el hombre hace de las fuerzas de los animales que destina al cultivo de las plantas útiles, por !Qs abonos que producen con sus escrementos ricos en materias que mantienen á la tierra en un estado permanente ·de fertilidad, y en ,fin por los productos inmensos de sus Los ganados 'son la principal causa de la cuerpos, como leches, lanas etc. durante su vida, y las carnes, cueros, huesos, grasas y prnsperidad agricota. cebos despues de la muerte. , El Conde Chaptal. Todos los sistemas de agricultora sea cualDesde que el hombre tuvo necesidad de fuere la base sobre que se funden, no podrán dar resultados favorables si no se cuenta oulti var la tierra á causa de la falta de los frutos y de la insuficiencia de la caza y de , con la ganadería.. Fácil seria probar que si la pesca, buscó entre los animales aquellos el cultivo es en Inglaterra respectivamente cuya fuerza y docilidad aceleraban el trasuperior á todas las restantes naciones, se bajo al propio tiempo que le suministraban debe solo á las grandes crías de ganado y á el alimento y el vestido. las muchas carnes que consumen sus moraLa educacion de los animales domésticos dores. En efecto pararque pueda alimentarse que en el dia es u_no de los ramos mas im- esa multitud de animales domésticos quepaportantes l(]e nuestra actual civilizacion fué rece uo podía soportar la estei:i1idad del suemarchando lentamente hácia la prosperilo, ha sido necesaPio estender, el cultivo de dad, y su marcha ha sido mas rápida dl'lsde los pastos, abandonar las ruinosas costumel descul1rimienlo de.la América por los viabres de los barbechos, dedicaTse al estudio jes que se multiplicaron,'y sobre todo desde ele las alternaciones ct_e cosechas y de ~rotalos progresos que han hecho en el último siciones provechosas, y esto no podia hacerse ' 1 DE ENERO DE 485,0,

TOMO IIT.

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-2 has aquella bondad que les permite la natu·sino ·criando animales que produjesen aboraleza del suelo y del clima , ni menos se . nos, y que est.os abon0s se trasformasen en producen en la cantidad que conviene á los • ricas cosechas. He aqui como todo está en..:. intereses de la agricultura. Mientras subsislazado en la economía rural : y no podrán por lo mismo desconocerse las relaciones que -tan las estendidas dehesas que ocupan los trashumantes; mientras el cultivador no reexisten entre ella y la industria manufactupare eri las inmensas pérdidas que le acarrea rera si observamos que estas grandes masas la mala eleccion de las especies de animales , dé materias primeras de que la última se domésticos; mientras no veamos convertidas apodera son los productos de la agricultura. en prados artificiales esa m,ultitud de praPar'tiendo, pues, de estas sencillas consi-. deras que ocupan los valles y que poblan. no deraciones que no hacemos mas que tocar-,, las muy someramente, es de;desear que nues-., pocas llanuras; mientras no veamos apro vechar los infinitos arroyos y fueot,is que lro pais se entregue con fé y constancia al cruzaq por do quiera nuestra dilatada peníninteresante ,ramo de la ganadería como un sula, no veremos prosperar la ganadería, ese i;nedio el mas poderoso de acrecentar la riqueza material, aplicando para ello los me-, ramo tao· productor y tan necesario en nuestras actuales circunstancias. dios favorables que pueden adopt~rse mas Cada provincia tiene un suelo particular y generalm'ente y removiendo los obstáculos goza de un clitna diferente que influyen mu: que se opongan á su realizacion. cho en _la produccion de las yerbas . De estas Para fomeptar la cría de los gauados es circunstancias depende el que no sean unas necesario aumentar los pastos, y paraque el mismas las plantas eu todos los paises y que mejorami~nto de ]os animales domésticos sea -las unas se crieo con mas facilidad y menos conforme á las utilidades que hemos de recosto que las otras. Conviene que atendamos portar de ellos , es indispensable que prosestas circunstancias para la estension <le á Ú ibamos las especies poco útiles á la econolos prados, porque la .tlfalfa y el ,pipirigallo ~ía agrícola que perfeccionemos las castas (por ejemplo) que producirán buenas cose-. que la España posee por medio de casas que chas en. los paises templados no serán tao de.o mayor producto al propie~ario, y porúltimo que estudiemos los medios de conse- útiles en clima de cualidades ópÚestas. Cuando ap:iceotamos los ganados en un . gui r de las réses la mejor ventaja posible en prado natural donde las yerbas han nacido armonía con la reduccion de gastos para el espontaoeamente, vemos en cada especie de ganarlero. animales el instinto para escoger con prefeAntes de entrar en materia baremos una rencia las yerbas que le son mas gratas y salvedad que cumple á nuestro objeto y es saludables; notamos en esto una singularidad que al tratar de los animales domésticos bay es, que las que son venenosas para unos jo los dos puntos 1e vista que señala el proson salu,tiíeras para otros. ºDe aqui se sigue grama de la sociedad, lo haremos solamente que con la formacion de los pastos convende los ganados caballar, vacuno y lanar, • drá que sembremos las especies de plantas porque estas tr~s clases son las que juegan acomodadas á la naturaleza especial de las el papel mas importante en la economía bestia~ que bao de apacentarlas , si quererural. mos que las crías se hagan con mayor seguridad y que el cebamiento sea mas econóPRlMER PUNTO. mico. El modo de apacentar los ganadus en Jas Para fom_entar la cria de los ganados e.s . praderas, y aun en los' prados artificiales necesario fomentar los pastos. La España donde existen, es tao poco conforme á los posee terrenos inmensos donde no ha penepreceptos de los agrónomos distinguidos, -LradÓ todavía la mano del hombre; y estas tierras si bien que a:lgunas producen pastos que de esta práctica depende la escasez de. para alimentar ganados, no tjeneo sus yer- las yerbas y las malas cualidades de los


-3 pastos. Por lo com un se apacentan en las praderas y se dejan libres en ellas los caballos con las yeguas y las vacas, sin atenderá que estos ganados dañan notablemente las plantas con el pisoteo continuo, mayormente en los tiempos lluviosos, y con el estiércol y el orin, que siendo en algunas 'de dichas especies de una naturaleza alcalina es poco provechoso á los,prados si antes no se depura por una larga fermentacion. Los escrementos de los caballos, y principalmente el de los bueJeS y vacas, dañan notablemente las yerbas por la estension de las boñigas, porque las plantas cubiertas por estos desperdicios se ven privadas de los beneficios del sol, de la luz y del contacto inmediato del aire, de lo que resulta que las plantas se.ponen amarillas, se ahilian y se pudren. A pesar de estos males no se mueren las raíces, porque las plantas de los prados son por lo comun de naturaleza vivaz, observándose que luego que la lluvia ú otro cualquie(meteoro descompone los escrementos, brota la yerba con mas vigor; pero entretanto se ha perdido el tiempo, ha disminuido en cierto modo el valor de ) la· pradera, y lo que es mas, que no la come con placer el ganado que la benefició con sus escrementos. Será preciso pues que la dehesa que este año la apacentaron los caballos, la apacenten el siguiente los bueyes y viceversa, ,y que el ganadero cuide q~e sus criados esparzan con frecuencia los escremenlos de los caballos y de las vacas para evitar los inconvenientes que acabamos de señalar. Otro mal, y muy grave proviene de la costumbre de apacentar una sola especie de ganado en las dehesas, principalmente caballar, y es la de contaminarse las yerbas de una especie de muermo que causa á veces grandes estragos. A últimos del siglo pasado se hizo este mal de tan la trascendencia que· los particulares que se dedicaban á la cría de caballos tuvieron que abandonar cuasi todas las dehesas á causa de este accidente,' y solamente lograron remediar el mal apacentando en ellas el ganado vacuno que les daba una ganancia en carnes para el matadero y en reses para la labranza. El daño que resulta de estas circunstan-

cías no es ,solamente el de disminuirse los productos por los individuos que enferman ó que mueren, sino que del muermo han de resultar indispensablemente la debilidad de las crias y la decadencia sncesiva de las bestias ; porque la que se engendró en un vientre enferru-izo contrae con facilidad nuevas enfermedades y hace que su vida sea breve, mayormente cuando se trata de especies que hao de luchar de continuo contra la intemperie. Podríamos hacer que muchas de nuestras dehesas abundasen mas en yerbas y permítiesen crias mas numerosas venciendo la sequedad de su su,~lo por medio de norias que podrían construirse al efecto. Podríamos plantar árboles en hilera, caso que no -las tengan, buscando los mas análogos al terreno en que han de vivir, prefiriendo los .que estiendan mas sos ramas y. que las raices sean menos someras, porque esta providencia procura á los ganados sombras allernadas para guarecerse de los rigores del verano y les alivia de las molestias de la mosca que les desespera y á veces les produce el aborto. · Por importancia que tengan lodos estos medios, que no hacemos mas que apuntar, para remediar los defectos de las dehesas y hacer que produzcan ')'erbas mas abundaQtes, no equivalen á las ventajas que producen los prados artificiales. Estos son esencialmente muy diferen.tes de los de secano y sus resullados son tanto mas seguros porque á los primeros les obligamos á que nos den los productos que el hombre les pide por la inlervencion que ejerce sobre los mismos, cuando· las cosechas de los segundos dependen de la ü1constante variedad de las estasiones. Los prados permanentes ó naturales podían ser útiles solamente cuando los brazos escaseaban y que no podian distraerse del cultivo de otras plantas necesarias; pero desde que la sociedad ha aumentado y que las labores del campo se han iJo simplificando con la introducciop de máquinas y de métodos adecuados se han propagado los prados artificiales, porque con ellos conseguimos cosechas mas abundante.s en una estens.io11


4 dada, y nos perlllile aumentar los ganados. Pero.no es esta la ventaja que obtenemos unicamente de los prados artificiales; otras hay mas notables todavía y son, las de evitar que los rebaños vaguen por las dehesas, montañas y colinas, de lo que depende una pérdida notable en abonos, una lentitud en el cebamiento y un deterioro en el producto de sus carnes. Sin embargarde todas estas ventajas que nos facilitan un método cómodo y económico para ce_b ar los ganados en el establo, se vé cuan injustos seríamos de no · hacer ciertas distinciones y de comprender todos los pastos en una misma proscripcion . Remos de ser cautos cuando se trata de nuestros intereses y hemos de admitir que hay ciertos terrenos que á causa de las circunstancias locales ;en que se encuentran, deben quedar perpetuamente destinados para prados naturales. Pero cuando no median estas circunstancias espf'ciales será mas provechoso destruir enteramente las dehesas y convertirlas en poco t;empo en prados artificiales y en cultivos de plantas económicas; porque ha demostrado la esperiencia en todos los paises que una éstension dada de terreno que se destina hábilmente para pastos leguminosos, ó para ra.ices forrageras produce tres veces mas que un prado natural de regular calidad. De aqui sacaremos la consecuencia que al paso que el mismo terreno permitirá mantener un número igual de reses, nos dará todavía una cosecha de cereales, cuya paja se convertirá en abono, ya comiéndola el ganado, ó bien destinándola para camas en los corrales. Es verdad que podrán ser exagerados los cálculos de aquellos agrónomos que afirman que un terreno sembrado de yerbas permanentes puede mantener una sola familia cuando otro igual de pastus arLificiales puede alimentar tres; pero aunque asi suceda no dejará de ser una ventaja inmensa esta práctica, especialmente para los países donde la poblaciones numerosa., y que escasean los medios de subsistencia. Conocida la necesidad de los prados artificiales para aumentar la masa de los pastos v criar mayor número de ganados con:v.endrá -~ '

estudiar atentamente las especies de verbas que convienen en cada terreno, á cada· esposicion y á cada clima, como igualmente tener en cuenta el valor nutritivo de los respectivos forrages para. dar la preferencia á aquellos que en volúmen igual reunen mayor cantidad de alimento. Toca al Gobierno y á los delegados propagar estos conocimientos entre la clase labradora, valiéndose de obras originales ó traducidas acerca de este ramo interesante de la agricultura, escritas de manera que sepa entenderlas el cultiva""' dor menos instruido, y procurando que se generalizasen por su baratura ó por otro medio cualquiera que se conociese mas á propósito. Estas obritas ó cartillas rústicas sobre todos los ramos de la produccion agraria sería uno de los primeros medio3 que deberían adoptarse para que la España fuese adelantando en la primera de sus necesidades, que es la mejora de la agricultura. Se ha dado ya un paso con la obrita ó cartilla qQe ha premiado el Gobierno y es de esperar que á esta seguirán otros no menos acertados que afianzarán nuestra felicidad material y social. Paraque las praderas y dehesas puedan convertirse utilmente en pastos temporales se necesita principalmente del riego. La España abunda mucho en ríos que pueden canalizarse con ventaja, con cuyas corrientes se fertilizarian inmensos terrenos. Solo falta que se practiquen estas obras con fe firme y perseverante voluntad, y logrado esto tendremos un tesoro por do quiera que hará grande y dichosa nuestra poblacion. Si á este tesoro aplicamos otro oportunamente cual es el del estiércol , en ton ces nuestras tierras darán ciento por uno porr¡ue el estiércol y el agua son el manantial de la prosperidad de las plantas, á la manera que los frutos que estas producen constituyen la riqueza de las naciones. Oonviene tambien advertir que todos los ganados no son igualmente útiles á la agricultura. Hay ciertas especies, el mular por ejemplo, que lejos de hacer prosperar la verdadera riqueza de nuestras cosechas, r.ausa la ruina de la agricultura; y puede


5decirse sin riesgo de ser desmentidos que las naciones estranjeras miran con interesada sonrisa la práctica que tenemos de arar los campos con mulas, porque conocen que esta costumbre se opone al progreso de las fábricas, á la actividad del comercio, á la fuerza física que podríamos oponer á sus miras, y en una l)alabra á todos nuestros intereses. Es tanto el perjuicio que traen consigo las mulas para la prosperidad de la labranza que ya nadie duda que la decadencia de nuestra agricultura data especial mente des,de que se empezó á usarlas cuando el descubrimiento de las Américas. La multitud de hombres que pasaron al nuevo mundo alucinados con aquella riqueza ficticia y pasagera trajo en pos de sí la ruina de nuestra riqueza inmoble porque la falta de brazos para las labores del campo introdujo la práctica de arar con mulas para suplir el paso lento de los bueyes. Insistiremos, acaso con sobrada pesadez, en dar otras pruebas del daño que causan las mulas á la labranza, haciendo ver lo que se perjudica á la agricultura con el uso de este ganado por lo caro de su compra y manutencion, por el atraso que acarrea al labrador cuando se le muere, y por la mala cosecha que produce su labranza somera y atropellada, y por la esterilidad que le ha impuesto la Providencia. Acaso por esta última circunstancia es porque se la debe- considerar principalmente dañosa para la agricultura, porque como es préciso suponer un repuesto para reemplazar sucesivamente el gran número de mulas que cor;itamos, debiendo ser de diferentes eda.des, se verá que son inmensos los pastos que consume este animal infecundo, disminuyendo notablemente los medios de mantener el ganado caballar, lanar y vacuno, cuyos despojos abaratarian los comestibles y-ahorrar~an muchos brazos que ahora $e emplean en el cultivo de plantas poco útiles en comparacion del trigo y otras que permite el temperamento de cada una de nuestras provincias. Por poco que parezca la relacion que hay entre las dos materias de que nos hemos ocupado, la tienen sin embargo tan íntima que no puede hablarse de la una sin que se

toque la otra. El fomento de la ganaderia depende de la est1msion y bondad de nue~tros pastos y de ·Ja eleccion acertada que hagamos de las bestias que han de alimentarse en nuestras praderas. Vamos á tratar ya del SEGUN DO PONTO.

Medios de mejorar el ganado. Las razas hermosas de toda especie de ·ganados que poseen las naciones mas adelantadas en este ramo de industria agrícola no se deben al suelo ni al clima sino á los cuidados de escojer las mejores especies y connaturalizarlas en el pais. Los ingleses, cuya loable actividad para aumentar su fortuna pública y privada no tiene rival en el mundo, ban introducido de algunos años á esta p¡,trte nuevas especies de ganado que apesar del clima austero de aquellas islas prometen produ~tos inmensos para la agricultura y para las artes. Tres son los medios mas ventajosos de que podemos ecbar mano para mejorar nuestrus ganados; ~ .º importando al pais individuos machos y hembras de una raia estranjera que posea las cualidades qu·e deseamos adquirir. 2. 0 cruzando la raza indígena , con la estranjera: 3.0 juntar los individuos macho y hembra de la raza del pai . Pero ni estos tres medios que se han señalado como principales, ni la marcha que se sigue en el mejoramiento de los ganados son tal vez los estremos que mas convienen al caracter, á las costumbres, á los recursos pecuniarios y sobre todo al grado de instruccion de la mayor parle de nuestros cullivadores. Casi todos los labradores, aun en las naciones mas adelantadas en la agricultura, carecen de la iu struccíon necesari a paraco- . nacer la importancia de este .ramo inmenso de produccion agrícola, y poeos son los que tienen los medios de hacer sacrificios y desembolsos para perfec~ionar sus castas. Es preciso notar que para introducir mejoras en la agricullura no ha de procederse como por las otras industrias, porque la posicion de los hombres que ejernen una -y otra no es la misma, ni los medios de prosperidad son


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iguales y menos todavía su¡:¡ estímulos. Apuntamos esta simple consideracion con el solo objeto de hacer notar los grandes esfuerzos que necesita el gobierno y las corporaciones que le au~ilien para que pueda progresarse en la ganadería, y para que se vea si pueden emplearse medios mas ventajosos para obtener este resultado. En España lo que convendrá hacer para dar impulso á este ramo de industria agrícola será: 1. 0 señalar premios de algun valor para el propietario que presente un animal mas perfecto de una de las tres clases que se han indicado. Decimos que el premio que se adjudique sea de algun valor para poder exigir con justicia que el cultivador guarde para casta la res premiada. 2. 0 tener en mayor aprecio y premiar con una crecida cantidad al que presente en concurso un tipo mejorado con razas del país, atendido á que estos animales están mas en armonía con los medios de subsistencia de nuestras comarcas, y con los conocimientos del cultivador. No deben desdeñarse, pues, estas razas, que si bien no pueden reputarse como perfectas, ofrecen no obstante todas las condiciones de utilidad para la labranza y para la economía pública: 3. 0 que el premio se adjudique no con condicion absoluta á las cualidades del animal que se presenta, sino que la adjudicacion sea relativa á los medios con que ha contado y empleado el cultivador: porque claro está que un propietario rico que abunde en recursos para r.omprar razas escelentes y tiene suficientes pastos y de distintas especies para hac_er que sus ganados desarrollen un volúmen enorme y unas cualidades perfectas, no tendrá el mérito que tiene el pobre cultivador que las cualidailes apreciables de la bestia que presente al concurso se deberán roas á la naturaleza del animal y á los cuidados del dueño que á los medios de que ha podido disponer: 4. 0 que los jueces del concurso sean hombres de conocimientos prácticos y celosos del bien de la agricultura para que á la vez fallen con conocimiento de causa y sin miramientos al nombre y á la posicion: 5. 0 que antes de establecer estos concursos el Gobierno publicase una obrit:-i. que comprendiese clara y

sencillamente las condiciones necesarias para el fomento y me~ora de la ganadería como medio de instruir la clase agricultora, procurando que este libro se distribuyese y circulase en todo el .país: 6. 0 debería tarnbien el Gobierno conceder un premio al cultivador que criase un número de ganado cuyo tipo podría fijarse cou tal que lo hiciese por los métodos ventajosos que habrían de proponerEe en el libro indicado, pudiendo consistir esta recompensa en una cantidad pecuniaria ó en la franquicia del todo ó parte\ de contribuciones duranteJ un período determinado. Con estos medios y otros semejantes que las juntas provinciales de agricultura podrian ·escojitar, que los comisarios regios podrian oir y pesarlos el Gobierno en su justo ~alor, vendria á ilustrarse la cuestion hasta un punto que la ganadería tan descuidada entre nosotros fuese un ramo principal de nuestra riqueza como lo es en todas las naciones adelantadas de Europa. No concluiremos esta memoria sin particularizar mas la cuestion, deteniéndonos en hablar de cada una de las tres clases de ganado caballar, vacuno ~ lanar. Ganado caballar .-Los caballos son de utilidad para la guerra y para los usos civilse. De los varios pasages del Pornponio, Mela, Eslravoo, Vejecio, Arrieta y otros autores ilustres que podriamos citar, se deducen dos verdades por lo que toca á nuestro ganado caballar: la una es que todas las provincias de España producían antes caballos ti.ti les para la guerra, para la labranza y para la tragineria, sin que sea tan antigua como se éree la preferencia que hoy dia damos á los caballos andaluces; y la otra que la notable decadencia de nuestros caballos data de mas tiempo de lo que generalmente se cree ._i leernos las providencias al parecer e1ecutivas, que dictó el Sr. D. Felipe 5. 0 para la mejora y aumento de caballos;siest•.1diamos la eruditísirna ordenanza de ce.ba-· llería que publicó el Rey D. Fernando 6.º en el año 17 57, y si tenemos en cuP-o ta la recopilacion que mandó hacer de dicha ordenanza el Sr. D. Carlos 3. 0 en 47'75 se verá que las castas de caballos han ido á meaos


-7 desde entonces y que las providencias ·que hasta aquí se han_tomado han sido sin fruto y sin esperauza. El escaso número de caballos que bay en España y la decadencia progresiva de su fuerza y vigor depende de la abundancia de mulas-que produce el uso del garañon. Los · traficantes de algunas provincias -principalmente los manchegos envían comisionados á las Andalucías para comprar las mejores yeguas que pueden hallar, las que pagan sin reparo á un tercio ó á la mitad mas de su valor. De aquí resulta que el propietario andaluz que vendió sus mejores yeguas atrai • do por el alto precio á que se las pagaron se , queda con las inferiores, de manera que cuarenta de ellas por ejemplo no producen tan buenos potros ó potrancas corno hubieran producido veinte que vendió escojidas. Co·mo el ganado que produjeron estas yeguas es infecundo porque es el frutó del garañon, el 'comprador ha de vol ver al cabo de un cierto número de años por otras Jeguas, que escogiendo igualmente las mejores hace que la raza de caballos disminuya en la razon misma, cuando menr,s, que aumentan el número de mulas. De aquí se deduce cuan inútil ha sido el prohibir á los andaluces el dar las yeguas al garañon, porque siendo permitido este uso que en las restantes provincias, claro está que estos habian de comprar las mejores yeguas de Andalucía para obtener mulas con el servicio del garañon. Esta verdad nos esplica tambien el porque en todas las restantes comarcas de .España donde es permitido el garañon babia de ser mas rápida la decadencia de la raza caballar que en Anda'lucía, y el porque en las provincias inclusas Vizcaya y Cataluña, no se encuentra un solo caballo que pueda darnos una idea confusa de lo que fueron en otro tiempo. El uso del garafiou data como ya hemos indicado desde remotos años; suponiendo que todas las mulasque han nacido desde el establecimiento de esta práctica acá hubieran sido yeguas y los machos cabal los, contando solamente·que cada yegua diese cuatro ó cinco criasen su vida se ve desde luego que se ·hubiera centuplicado el número de ganado

caballar y con: esta abundancia, que no es quimérica, tendriamos caballos sobrantes para todos los usos á que pueden destinarse. Seria muy difícil hall-ar todas las causas que nos han traido á tanta escasez de caballos á pesar del decidido empeño del Gobierno para reparar esta falta, pero entre · las muchas que pueden señalarse es el método que se adoptó de destinar las yeguas ' mas grandes y mejores al uso del garañon para que produjesen mulas grandes y robustas para la .labranza que cada dia iba decayendo á causa de las emigraciones á la America, del celibato, de fas levas y r¡uintas por las guerras continuas en que se hallaba entonces empeñada la Nacion. El entendimiento se pierde al calcular la multitud 'de caballos y yeguas que obtendriamos en pocos año3 si prohihido el uso del garañon diesemos las yeguas al natural, y si aumentasemos los medios de fecundidad asegurando pastos y removiendo las causas que nos han traído á tanta escasez y á tan lamentable penuria. Bien que la prohibicion que se imponga al uso del garañon hará que aumente el número de caballos que irá acreciendo al compas que disminu'yan las mulas, pero esto no será bastante sino mejoramos las castas que · cada día van haciéndose mas inferiores, á causa, como hemos dicho, de dar al garañon las mejores yeguas que han podido hallarse. Aun en el dia encontraremos en todas las provincias de España algunos caball9s y yeguas que pueden compararse con los de Andalucía; y esta ventaja nos facilita un cruzamiento de razas indígenas que en pocos años púede mejorar notablemente nuestros caballos. Pero esta ventaja será toda vía mayor si cruzamos las castas que poseernos con especies estrangeras introduciendo caballos padres y yeguas que rémedien entrambas tal tas. Las yeguas y caballos padres que han de comprarse en el estranjero han de ser da aquéllos puntos que reunen circunstancias mas favorables á este;ganado: las yeguas de Francia, Dinamarca, Italia y Holandl!- ofrecen perfecciones que .son de utilidad para el cruzamien.lo: y por lo que toca á los caballos padres será b.ueno que sean normandos ó


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ingleses porque son los de mas vigoi: y fuerblemente á la cria del ganado caballar, á la za que se conocen en Europa. En cada proagricultura en general, y p9r consiguiente vincia debería distribuirse el nµrnero de ye- , á la riqueza pública . Hemos tocado someramente lo que perte.guas y caballos que se -conociese necesario, nece al ganado caballar; veamos ahora lo advirtie.ndo que los caballos padres de· Andalucí_a deberían distribuirse por los demás que hace referencia al cru~amiento de los ,reinos segun el uso· á que se destinen sus hibueyes y de las vacas. . · ~ jqs, asi como ,habrian de ll~yarse á las AnGanado vacuno. A pesar de las ventajas inmensas que ofrece el ganado vacunp para dalueías un número igual de yeguas estranjeras á las que se sacasen del país, porque . la agricultura, para la industria y aun para la econom~a pública, poco ó nada se ha he,juntándo¡;e con los caballos padres andaluces cho en España para mejorarlo. La cu1estiob , produjeran '1astas nuevas q,ue fuesen poco á ,mas importante que ha de resolverse, es la 1 poco mejo11ando nuestro ganado caballar. Para est~ reparto deberían tenerse prede saber si bastan las razas que poseemos sente algunas circunstancias de localidad y para mejornr nuestras castas vacunas, ó ·si otras individuales por parte del ganado, ades necesario acudirá razas estranjeras para virtiendo los criadores que el caballo contriobtener bueyes y vacas de mejor calidad. EsL~tcueslion no es tan sencilla como, parece. bµ~ese, por lo regular masque la yegua, á á primera vista, porque no se le puede dar , 1-a perfeccion de las crias. Este d¡üo es imsolucion si antes no preguntamos á que ob·portante,que no se olvide, así como el de jeto se destinan nuestros bueyes, si para el : cuidar en todos los casos de no echar los cá,ballos padres á yeguas que tengan mucha : trabajo, para la lechería ó para el matadero. diferencia en la alzada. ; Importa que tornemos estos antecedentes antes de dar 1:1n paso mas adelante en la cues' Si se tratas!'! solamente de ~mejorar J~s tion, ó del contrario el problema quedará castas de,. caballos para el uso de_la guerra sin resolver. . podríamos reproducir aquí algunos capítuSi consultamos á los naturalistas mas dislos de la,s ordenanzas conservadq¡as y protectoras de la cría del ganado caballar, cu- , tinguidos veremos que, reµnen un;:t sola especie de bueyes y ,que las variedades gue se ' yas ordenanzas si bien se escribieron con muy buena .inten~ion, adolecen . no obstante observan aun entre los climas mas opuestos son solai;nente accidentales y dependien,del vicio comun á todos los metodosgenerales por lo que atañe á la agricultura y á la ' ~es de la posicion particular del país, de los industria rural. Para que esta no sea 'lesiaalimentos de que hacen uso, del tratamiento particular que se les dá y de los trabajos á da en sus intereses. y queden aun atendidos todos los. restantes uso,s civiles á que pueden que se les aco$tumbra. El alimento en paraplicarse los cabaJl·os, podrá permitirse que ticular par,ece que in'tluye poderosamente en se deri ¡i las burras los de menor talla con la especie vacuna mas que en ninguna otra de los animale_s domésticos, de manera que · · tal que sean s3;nos y bien conformados, -y de la talla prodigiosa que el buey llega á tener este modo se tendrán mula~ para la arriería en ciertos paises se debe á 'los pastos ricos · y para la labranza principalmente en las tierras ligeras en las que solamente deberá pery tiernos, notándose que los que se criaron en las verdes cimas de S~boya ó de Suiza mitir$e esta labor. Podrán darse al garañon las yeguas de talla baja , y las que por sus adquieren un volúmen doble de los de nuestro pais. Convendrá por lo mismo que a.procircunstancias no sean útiles pára la cria del vechemos estas diferencias, por muy acciganado caballar, prohibiendo cop. el mayor déntales que sean, 'para obtener gana.dos rigor e~ ~ue se empleen para la produccion 1,e mulas las yeguás de mejor calidad. Con _mas perfectos porque mezclando las mzas y providencias quras y con medidas rigurosas sobr-e todo renovándolas con frecuencia con es como desistüán los especuladores de criar otras estranfetas la forma se pe~fecciona y mulas ·de grande talla que perj ucíican notareanimánclose. entonces la naturaleza dr,t, todo


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lo mejor que puede prodt1,cir. Esta opinion de 'Bufon que la vemos sancionada por el resultado universal nos dá una consecur.ncia precisa, y es, que 1a falta y el deteriorn del ganado vacuno en Esp_aña se debe al descuido de introducir nuevas razas que remediarían entrambas faltas. Estas razas q,ue han de inlroducirse del estranjero para cruzar con ellas las castas que poseemos han de ser diferentes y arregladas á la aplicacion que se quiera dar al buey y á la vaca; porque está claro que un buey que se le dest¡µa para el trabajo simplemente no necesita la corpulencia ni el desarrollo de carnes que ha de tener el del matadero, viceversa. Para el primer caso bastará que tenga una talla regular, que sus formas sean esbeltas, de una vivacidad sin impaciencia, que el paso no sea escesivamente lento, y en u na .palabra, todas aquellas cualidades que favorecen la robustez para el trabajo y la paciencia para la ocupacion. Los caractéres que indican en una vaca la facultad de producir mucha leche son los mismos qué anuncian la disposicion para el cebarniento. Para los bueyes de labranza, la España posee razas escelentes en varias comarcas que pueden mejorar notablemente las castas. Para que este cruzamiento. sea mas ventajoso será conveniente que se junten los toros de las pro vi ocias del I mediodía con las vacas del norte ó viceversa, porque como dice Bufon en un clima caliente debe haber

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con esceso todo lo que es preciso falte en uno frio y de todo se hace una compensacion realproca cuando se juntan los animales de climas opuestos. Las ~azas que han de mejorar nuestras castas para la lechería deben buscarse entre los países donde los pastos son muy abundantes y que reunen las· circunstancias 1pm favorecen esta produccion. La l • glaterra y la Suiza son los dos puntos donde se cree que el ganado vacuno de lechería es mas , provechostl: el del primero, ósea el del Reí.no Uniqo escede al del segundo, no por las mejor,es circunstancias que favorezcan á"las bestias, sino porque el ramo de industria ganadera ha llegado á tal punto de perfec-

cion que -todas las naciones de Europa pue. den tomarlo por modelo. Pero cómo en Suiza, principalmente en el canton de Berna, la lechería para la elaboracion del queso es el ramo mas importante de sus ocupaciones, y aun de su riqueza agrícola, podremos procurarno1:, las castas de este país para mejorar las nuestras. Convendrá que hagamos venir toros que se Juntarán ce.o nuestras vacas, y vacas que se unjrán con los toros indigenas. El ganado vacuno que se destina para la lechería conviene que tenga buenas formas, y sobre todo . un grande desarrollo;· porque corno su objeto final es el de venir á parar al mataclero es preciso que tenga d1spo.;icion para el aumento de carnes y de gordura. En la Bélgica, en Ia·Holanda, en la Normandía y en otros puntos de la Francia encontraremos vacas de escelente calidad para mejorar nuestras castas, y esta eleccion la determinará el coocurso de circunstancias que pueden ofrecerse, no debiendo rep11.rar jamás en el preció cuando se trata de un asunto de tanto interés. No olvidaremos decir finalmente que para la eleccion de las vacas de lechería convendrá tener presente el método de Guénón, que por mas que se diga, el escudo que él señala como condicion favorable para la produccion de la leche es una señal que no debe desestimarse. Para el matadero son preferibles las razas que desarrollan gran cantidad de carnes y que este aumento notable se hace en poco tiempo. La raza llamada Dúrbam es conocida años há en Francia y suministra en.Inglaterra las bestias mas útiles para el matadero. Esta es la que principalmente convendria introducir eñEspana, porque nuestra nacion siendo como es abundante en pastos ó teniendo á lo menos una disposicion topográfica para que fuesen abundantes los forrages, podría aumentarse mucho nuestra ganadería y el uso de las carnes podría ser mas comun en todas las clases del pueblo. Deben preferirse para este objeto las razas que se han obtenido en Francia y en Inglaterra por el cruzamiento de las castas del pais con las de Durham, atendido á que


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siendo este producto de calidades mas sesus corderos a I matadero (lo q~e será rara mejantes á las de nuestras vacas y buey~s, vez ventajoso) deberán ·adoptars~ otras caspodrian dar mejor rt:sultado en nuestras tas que nos dén carnes mas abundantes y de provincias. Importará tambien introducir mejor sabor que las merinos. Para el matatoros y vacas castizos de La raza Durham, dero podrán preferirse á todas, las razas inque uniéndolos con los del país nos será doglesas de lana larga llamadas de Dishley. et ble observar donde está la verdadera ventaNe.wkent, cuyo prindpal mérito consiste-en ja, si en las razas cruzadas de Francia é lnla facilidad de cebarse y de desarrollar un gláterra ó si en las que se ,han producido volúroen notable en poco tiempo. Otras ventajas tienen todavía estas razas, tales como entre nosotros. La ciencia de cuidar el ganado es poco las de no dáñarlas la humedad de los pastos c.onocida todavía en España; y en vano se como sucede á los merino5. Al lado de esas ventajas ofrecen sin embargo dichas ovejas ·pretenderá dar un paso bácia este camino un inconveniente notable, 'cual es, el de tede perfeccion si no aprenden nuestros gamer el calor y la fatiga, lo que les haria naderos el modo de prestar los cuidados á inútiles para nuestras provincias meridiolas bestias. Con vendría pues que se escrinales. Pero los·cuidados partieulares que ,se biese 'un fratado acerca de este ramo imporles puede dispensar, ·y sobre todo el cruza tante, en el que además de esplicarse sencimiento que podrá intentarse con las razas llamente todas las reglas y , preceptos que indígenas, nos producirán mestizos que poimporta conocer el ganadero, se esplicasen drán emplearse económicamente en todas minuciosamente las inmensas ventajas que nuestras provincias. ' la ganadería reporta á la agricultura y á Entre estas dos razas inglesas debe prelas artes.· ferirse para el matadero la de Dishley por Iguales precauciones deberían tomarse por la mayor talla que despliega y por 1a melo que toca al ganado lanar. Esta especie es nor cantidad de alimento que necesita. La tan antigua en España y tan útil ha sido raza Newkent tiene su lana mas fina que la siempre este ramo de produccion, que las laDishley y por ello conviene cruzarla partinas españolas tienen y conservarán siempre cularmente con ·1os merinos. No debe dudarsobre las del norte una ventaja notabl e que se que estos cruzamientos mejorarán nueslas hará preferir en la industria manufactras r azas lanares si contamos con el ~usilio turera . Difícil será poder asegurar si esta perfeccion de las lanas depende del clima ó- de una agricultura progresiva, principalmente con la introduccion de prados artifidel cuidado que se tiene con las ovejas ; peciales que son el fund amento de la ganadero al observar 'lue hay en Europa otros cliría . Otras nuevas razas de ovejas podriamas semejantes al nuestro, nos hace creer mos, citar para cruzar nuestras castas, pe· que esta cualidad superior proviene de los ro todas menos útiles que las de Dishley y cuidados que los españoles han tenido con Newkent. sus rebaños desde los primeros tiempos. Y El ga nado es, nadie lo duda, un origen nos confirma mas esta opinion el ver el node riqu eza para las naciones, principalmentable quebranto en que han parado desde que nosotros hemos olvidado este ramo im-· te si se les alimenta y cuida con esmero. , Creemos que la institucion mas poderosa ;portante que ha pasado al estranjero con para mejorar los ganados s.eria la creaéion notable detrimento de nuestra industria. de una sociedad de segu,ros contra la mor La raza Mer:-inos ·es la que conviene protandad del ganado, que al paso que con una pagar con preferencia, ya sea la antigua la pequeña cotizaeion pondria al cultivador á de Mancbamp ó la nueva rnza llamada i~efinos sedosa de Mr. Granx porque esta casta . cubierto de innumerables eventualidades, le enseñaria los cuidados que deben darse al de o.vejas dá roas provecho que las restanganado, porque . la sodedad le impondría, t¡;s que se cuidan· en Francia y en Inglatercomo condicion espresa, ciertas precauciora. Pero si se trata de destinar las oveJ<1,S ó


-11nes higiénicas que ahora no practica ni tal vez alcanza. El número de ganado que se cría en España es actualmente tan reducido que nos llena.riamos de admiracion si se nos señalara la suena. Dando una mejor direccion al cultivo y multiplicando los prados artificiales, podremos quintuplicar los animales do'mésticos de toda especie; y con la introdQccíon de nuevas castas, aprovecl}ando las que poseemos para cruzarlas entre sí y con las ·que nos viniesen del estranjero, y sobre todo no olvidando el poderoso influjo que habían de ejercer la sociedad de seguros con-

tra la !DOrtandad de las bestias domésticas en el ramo de la ganadería, veríamos luego amanecer diai- de proi,iperidad para nuestra agricultura. , Fáltale á este escrito la maestría que deheria acompañarlo para hacer resaltar la importancia del asu·nto de que trata ; pero la ilustracion de la sociedad profund.izará lo que sencillamente dice, y comprenderá lo que deja de decir con las muchas luces que la distinguen. Premiada en sesion de 19 de Noviembre de181-9. 'PEDRO DALMASES, socio secretario. '

INFL.UENCIA DE LAS BAICES CARNOSAS- EN •

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las rotaciones de cosechas y en la manutencion ·del ganado.

Desde que las naciones de Europa mas adelantadas en la ciencia del cultivo han ido estendiendo el uso de las raíces carnosas, se ha demostrado la importancia que tienen en la economía rural las plantas que las producen. El ,cultivo de estas raices ocupa hoy dia un lugar distinguido en las alternaciones ,de cosechas en razon de los ventajosos resultados que dan al cultivador, ya emp)eándolas en la ali mentacion de los ganados, ó bien en los varios ramos cte industria á que· tienen aplicdcion. Es de todos con'ocido el valor comercial que dá á la remolacha la utraccion del azocar, así como es mas general todavía el de la patata para la fabricacion de la fécula y para la del aguardiente. No solamente pueden ser de grande interés para la agricultura las dos plantas que acabamos de citar por la particular estension que ptwde darse a sus productos, sino que tambien son de utilidnd inmensa las restantes rnicescarnosas _quesedestinan a los usos

de la economía rústica, tales como el nabo, la zanahoria, el rábano y otras que confribuyen poderosamente á la manutencion de las. gentes del campo y al desarrollo y ceba.miento de los ga1lados. Las cantidades de fécula y de azúcar que reunen estas plantas y á cuyos principios deben principalmente sus raíces la facultad nutritiva, hace que las hayan adoptado con provecho ca, si todas las naciones de Europa, basta el punto de formar su cultivo la base de un bien entendido sist.ema de rotacion. Sin que pretendamos preocuparnos, como lo han hecho algunos agrónomos, en favor de las raíces carnosas, y acostumbrados, como estamos, á mirar las cosas con una profunda meditacion, creemos que el cultivo de estas plantas ha de tener un papel importante en los sistemas de cultivo bien entendi- · dos. Queremos poner en evidencia las razones en c¡ue nos fundamos, las cuales á nosotros al menos nos convencen , para de-


clararoos· en favor de esta opinion . Estas razones son: 4 .ª Porque podemos sembrar estas plantas en los terrenos que deberían quedar de barbecho, empleándolos solamente en cultivos de cereales, y obtener de sus raíces un lucrativo producto sin aumentar casi el precio de las labores que exige la estirpacion de las malas yerbas en lo!;i terrenos que dejamos de descanso; siendo otra ventaja todavía la de dejar el suelo limpio de plantas <lañosas por las escardas y demás labores de que hay necesidad durante el cultivo de las raíces carnosas. 2. ª Porque el cultivo de las plantas car. nosas distribuye de una manera mas igual las labores del campo en las diferentes épocas del año y mantiene en un estado de actividad continua las fuerzas del labrador, lo que no puede suceder con las cosechas de cereales y otras, con las que pasa el jornalero de un estad<;> de indolencia á un trabajo forzado y casi insoportable. 3. ª Porque las labores de conservacion que exigen las raíces carnosas, tales corno la escarda y el vinage, proporciona á los labradores un hábito de órden y de regularidad en los trabajos, hábito que se estiende luego á todas las restantes labores á que se aplica con notable ventaJa para el culti vo en general. 4-.ª Porque las raíces carnosas facilitan el solo medio de obtener alimentos frescrns en invierno para los ganados. La ventaja de estos alimentos no se pone ya en duda, porque la práctica de todos los países ha dado á conocer que las bestias que se ali menta n <lurante,Ja estacion del frio con una porcion de pastos frescos, viven mas sanas y engordan con mas prontitud. 5.ª Porque introduciendo las raíces carnosas en sistemas de alternaciones evitamos con mayor seguridad los riesgos de las carestías, porque como lo que podrá ser dañoso á los cereales será útil á las plantas de raíces carnosas, de aquí el que si la cosecha de las primeras se malogra, podrá el producto de las segundas atenuar la falta que notaremos de granos á causa de los percances en la vegetacion.

42 6. ª Porque las raíces oarnosas, a un despues de haber prestado al animal un alimento saludable con la fécula ó con el azúcar,que contiene, devuelven á la tierra, en forma de abono, todos los principios fertilizantes de que la habian privado. Esta razon es muy atendible, porque las raíces carnosas, au n consideradas como cullivos industriales, no tienen el defecto de ruucbas otras que destruyen de una manera notable sus elementos fecundan tes. Si las ventajas del cultivo de las raíces carnosas es de gran valor bajo el punto de vista agrnnómico, _no podemos decir otro tanto con respecto á su alimento. Por mucho que hayan hablado con ventaja algunos cultivadores del valor nutritivo de estas raíces, no debemos hacernos ilusion acerca de su valor real como alimento, porque si nos tomamos la pena de apreciar los cálculos que-se han deducido de las repetidas observaciones que se han hecho al intento, deduciremos claramente que las raíces carnosas aplicadas á la alimentacion no son mas que una sustancia nutritiva complementaria, en razon de que los materiales no existen en ellas en la proporcion necesaria para constituir un alimen• to completo. _Estos principios no deben aplicarse solamente á la alimentacion del hombre, sino que ta mbien se estienden á todos los restantes anim ales que pueden alimentarse de raices carnosas. Entre los varios inconvenientes que present.an las raices de que nos ocupamos para la alimentacion de los animales y aun del hombre mismo, si queremos que ellas formen el alimento de un modo absoluto, señalaremos el de contener una cantidad grande de agua de vegetacion que perjudica el estómago del animal si este no ba• ce uso de otras sustancias que puedan neutralizar los efectos dañoso'- que causan las raices carnosas. Esta cantidad de agua nos conduce á conocer que no debemos emplearlas mas que como un complemento de los alimentos mas azootizados y mas secos. Pero COl}'lo aun cu ~ndo se desprende de las precedentes reflex iones, no podamos introdu· cir las raíces carnosas en el régimen alimen ticio_de una manera abs()Juta, debemos tener


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sin embargo en consideracion que además de la fécula y del azúcar, etc. que contienen como ma.terias alimenticias comunes, estan dotadás por lo comun de otras combinaciones particulares que les imprimen. un carácter especial , modificando el uso que .podemos hacer <le ellas en muchos casos para la manutencion y ,cebamiento de los ganados. Es á estas combinaciones particulares á lo que debe atribuirse el sabor peculiar y los efectos diferentes que causan estas raíces carnosas á los animales que las usan, asi como la avidez con que las comen determi~ nadas especies, y la diferencia notable que se observa en las ventajas que ellas produ-

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cenen la alimentacion, segun que las empleemos crudas ó cocidas, etc. Estas consideraciones génerales á quepodiamo~ dar mayor estension si hubiésemos crei'do útil tratarlas en el terreno de la quimica, no deben perderse de vista cuando se trata del cultivo de plantas de tanta impor:tancia para la economía rural. Este exámen, tanto por lo que mira á la utilidad de las alternaciones de cosechas, como á la economía rústica por la abundancia de alimento que producen estas raíces carnosas, ha de apreciarse debidamente e·n las diferentes raíces cuyo cultivo hemos adoptado. 1

DE LOS PRADOS HÚMEDOS Y CENAGOSOS. .,.,

Es llastante comun hallar en una hacienda una porcion masó menos estensa de terreno bañado constantemeute de humedad y aun cubierto por temporadas de ona cantidad de agua que mantiene las plantas en maceracion perenue, dando desarrollo á vegetales acuáticos y allerando visiblemente las propiedades de los que viven en secano. Estos terrenos se utilizan comunmente para pastos en las temporadas de primavera y verano, mayormente en las casas de labranza donde las yerbas mas sanas son poco abundantes por la mala di reccion qw~ se observa en los cultivos. Cuaudo estos terrenos no se hallan en una 'i nundacion constante, suelen dar una cantidad d~ yerba que permite se.g1. r,se en la estacion del calor. á causa de h:iberse secado el terreno con la evaporacion del agua; pero es preciso ad ve rti r que estos pastos sQn siempre duros y peligrosos para la salud del ganado. La esperiencia enseña que en los

casos en que las carestías de f<Jtrages han obligado al cultivador á hacer uso de las yerbas de los prados cenagosos, aun cuando se hayan empleado en corta cantidad en la alimentacion de !os bueyes, estos animales han perdido en pocos días toda su energía, no obstante que se les haya tenido asistidos con esmero en establos sanos y ventilados y se les haya proporcionado todos los medios higiénicos que sugieren los cuidados del labrador. La alteracion orgánica que producen las aguas estancadas á las plantas forrajeras influyen notablem.eute en la salud de los bueyes que las apacentan, y •por ello se observa que el animal se pone triste, e} pelo vá perdiendo ef brillo, y el cuerpo de la bestia se llena de piojos' que solamente desaparece • cuando le damos alimentos mas sanos, siendo visibie el estado de enflaquecimiento que poco á poco se apodera del buey si por muchos días se le mantiene eu el uso e8clusivo de este pasto.


-HPor fortuna sucede raras veces que tengamos necesidad de alimentar los ganados con estos pastos solamente, porque en los años en que los otros prados no dan yerbas por causa de la sequedad de la primavera, esta misma falta de aguas hace que los prados cenagosos se descubran antes que de costµmbre, y de aquí el que las yerbas se produzcan de mejor calidad porque han podido aprovecharse por mas tiempo de los elementos favorables á su vegetacion. Aun en estos.casos debemos esperar para segar los pastos cuanto nos sea posible con objeto de que las yerbas hayan podido adquirir mejores condiciones, sin temer la dureza que tomasen las cañas ó tallos, porque es preferiblP. este defecto á las malas circunstancias que el a~ua y la humedad pueden imprimir á las plantas. En los años en que los otros pastos sean abundantes no debemos emplear· para alimentos del ganado los de los prados cenagosos, en cuyo caso servirán únicamente para las camas de los establos. Es mu y comun ver en las haciendas que estos pastos cenagosos se dejan perder en los puntos mismos en que se producen, dando lugar á emanaciones dañosas, cuando podrían emplearse útilmente en la formacion de abonos que nunca sobran en las casas de labranza, ahorrando de este modo otras pajas que se destinan para las camas del ganado. Por regla general la cosecha de las yerbas de los prados cenagosos exige mayores cuidados que la de las restantes praderas si queremos sacar de ellas todas las ventajas posibles . Ha de tenerse gran precaucion en no segarlas demasia•do tarde á fin de que no se endurezcan las cañas ó tallos porque despues las reusa el ganado, menos en el caso, como ya lo hemos dicho, de que las aguas dejasen en descubierto por poco tiempo dichos pastos, siendo preciso entonces sacrificará las buenas cualidades que han de tener fas ~e.r.bas el jugo y la juventud qoe son de apetecer para que las coman los animales con avidez . Conviene i.gualmente á las buenas condiciones de estas yerbas que se sequen con una atencion particular si se quiere que conserven el verdor y el olor e~pecial que tienen los forrages cuao<lo se han secado de

un modo bien entendido, por cuyo meJio disminuiremos al menos el mal efecto que hubiere causado á la vegetacion de estas yerbas su perma ne ncia en las aguas cenagosas. Por 'mas que algunos diga n que los forrages pueden secarse bien-dejándolos amontonados en el prado, y aun cuando ~e nos asegure que en algu.nos puntos de Alemania se sigue esta práctica, creemos que nunca será tan ventajoso como estendiéndolos y revolviéndolos á menudo, pues que de esta manera logramos que la operacion se haga con mas prontitud y con mejor resultado No ignoramos que algunos cultivadores mezclan, con buen éxito, las yerbas de retoño con la paja apenas se hubiere segado, y que así se consigue la desecacion completa de aquel; pero es preciso advertir que no es prudente esponernos á bu scar un fin tan favorable con los pastos que proceden de prados ce- , nagosos, porque no solamente suele ser mas difícil en ellos la desecacion pronta, sino qu.e conviene á la buena calidad de las yerbas el que estén espuestas á la accion de la atmósfera por algunos dias, para que se desprendan de una porcion de principios que les inoculan las aguas encharcadas y que podrían ser nocivos á los ganados qu e hubieran de hacer uso de estas verbas. Por lo· mismo recomendamos que la·s yerbas de los prados que se bailan en puntos bajos y pantanosos se sequen con todas las precauciones debidas si queremos que se conserven c_on mas facilidad, y que se les mezcle, si es p<>sible, _alguoa planta aromática á fin de que las comán las bestias con mas apetito. Un medio muy provechoso aconsejamos todavía para el caso en que por precision tengamos que hacer uso de estos forragei;, y es que al acto de almacenarlos se les esparza una cantidad de sal en cada una de las capas que se fueren formando, principalmente si no estamos s(lguros de la, perfecta desecacion. Ver· dad es que el precip subido que tiene la sal entre nosotros hace poco menos_que im practicable uua medida que daria resultados ventajosísimos; pero esto no impide el que conozcamos q.ue con la sal prevendríamos la futura fermentacion de los forrages, al paso que á la vez serian mas agrai:lables al ganado.


" Recordarán nuestro's lectores que en la los repartió entre determinados establecientrega 9.ª del segundo tomo de nuestro pe- mientós públicos y algunos de los agrónoriód ico, artículo de variedades, pág. 216, hi- mos mas di stinguidos en el reino. Las insr-imos unas Ugeras indicaciones acerca del . trucciones que daba M. Ledos acerca de esulluco del Perú que empezaba á , cultivarse te vegetal eran tan escasas, que casi se limien Francia, como una planta cuyos tubércu- . taban á una breve reseña del modo de conlos podrían sustituirá la patata en el caso servar los tubérculos, y por ello los prácticos desg raciado que tuviésemos que renunciará que se encargaron de cultivar el ulluco por las inmensas ventajas que el cultivo de esta primera vez tuvieron que guiarse por meras planta proporciona á la Europa. Hoy nos inducciones sin poder dar á esta planta los proponemos dar mayores detall~s acerca del cuidados que tal vez exige su vegelacion. ulluco remontándonos á su historia é impor- Por otra parte los tubérculos, cuando se distacion á Europl¡l, al propio tiempo que diretribuyeron , estaban ya en estado adelantamos algo de lo que han observado en este ve- do de vegetacion, en términos que habian getal los horticultores de París · que lo han desplegado largos gérmenes, y aun parte de cuidado· por primera vez en st1s jardines. estos se hallaban en estado de putrefaccion, á El ulluco se cultiva en el Perú desde relo que sin duda se deben los resultados poco motos tiempos en toda la region alta de este favorables que obtuvo M. Vilmorin de quien pais y de la Bolivia donde es cnnocida con estractamos estas noticias. De los tu bércuel nombre de Oca quina. Se encuentra est.a los que sembró este horticultor dos solamenplanta en·todo_s los valles de los Andes ente desarrollaron ·i,allo, habiendo perecido los tre la ribera Apurimac y Potosí, es decir, en_ restantes a pesar de haber tomado la precaulre los 13° y 19º, 30 de latitud al Sud. Es cion de sembrarlos en una cama; pero la muy probable que los incas Ja trasporl,aron facilidad estraordinaria con que se· multiplidesde Cosco á Quito cuando en sus conquis- ca este vegetal por division de partes hizo tas Fe.corrieron toda la region ecuatorial de que á principios de cµ ay o tuviese unos cuala América del Sud. renta· piés , en un estado de vegetacion Esta planta, 11 amada científicamente Ulluperfecta. _ cus tuberosus (Cald.) ha recibido en el Perú El ulluco es una planta casi rastrera y 1Jtros nombres diferentes, como el de Olluco, ofrece la particularidad de que sus tallos ó U/Ju.co ,. Melloco, Papalisa. S·e la cultiva en ramas se agarran fuertemente á la tierra en grande abundancia 'en las inmediaciones de cada uno de los pu ritos donde tocan con ella. la ciudad populosa de la Paz, en Bolivia, y por .medio de raíces que despliegan, menos fo rma un alimento muy comun entre los en el caso que se les ponga rodrigones donpueblos situados en las orillas del famoso de poder agarrarse: las hojas ·son grandes y lago de Chuquito ó de Titicaca. carnosas; las flores pequeñas, amarillas ó, Empezó el ulluco á culLivari,e en Francia verdosas, v nacen de la axila ó encuentro. el añQ 18-i8, sembrando los tubérculos que de las hoj;s. Las flores_que se desplegaron; desde Lima, envió M. Ch. Ledos al Ministro primero, que fué á principios de junio, no, de Agricultura de la nacion vecina, quien cuajaron sus frutos, y al:íortaron tambieo


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dueto que aquellas que se regaron mucho y las que se abrieron durante los meses de se mantuvieron frondosas durante el que verano. Al contrario sucedió con la floresMas adelantada la estacion del otoverano. al y abundante fué que cencia de setiembre parece'r de felices resultados. Como M. ·vil- ño, que ha sido bastante húmedo, se ha esmorin creia con fundamento. que la multi- perirnenta.do un fenómeno curioso en las plicacion del ulluc1' por semilla habia de ser plantas del ulluco, del cual debemo;¡, hacer de ventajosos resultados, principalmente una eE,pecial mencion. El estremo del tallo, 1iue algunos dias antes se mantenía poco sembrando las semillas que se hubiesen obdilatado y con sus hojas reunidas en forma tenido en Francia, por poseer de esta manede rosa, se alargó de repente, disminuyendo ra variedades modificadas por las nuevas de grosor y cabiándose en una especie de hicondiciones del clima, bajo cuya influencia lo ó cordon ~n el que se desplegaron por inhabian vi,·ido las plantas mii.dres, por ello tervalos hojas muy pecrueñas que parecían fruestos puso todo su cuidado en obtener estos cordoires, que se estendieron escamas: haesperanzas, sus en !:Jurlado vió se y tos biendo abortado todos los gérmenes, aun los á lo largo de los tallos vecinos ó por la superficie del suelo con una tendencia manifiesta de aquellas flores que se fecundaron artificialmente. EJ ulluco se cultiva en lineas ó á. la obscuridad, se introdujeron en la tierra, trasformandose su estrernidad en un tubér~urcos, colocándose sobre cada tubérculo culo. una cantidad de abono que favorece el desEste fenómeno particular del ulluco de arrollo de las yemas. Necesita labores de prolongar el estremo del tallo en .forma de conservacion esmeradas, como es consiguienun cordon parece enlazado con la hnmedad te á una planta que se aclimata por primede la atmosfera cuando va acompañada de ra ve_z en un país. Exige con especialidad un cierto grado de temperatura, porque se que se amorille la tierra abundantemente ha observado que tal fenómeno se notó ~n al -pié de la planta, porque los tubérculos todas las plantas que se cuidaron en cama elevar á disposicion tienen una particular durante la primera, y que fué menos genesus brotes nuevos .hácia la superficie del ral en las que desplegaron sus tubérculos suelo, por cuyo medio se impide el que suy sus ramas durante la estacion del calor. ceda este fenómeno. Los tubérculos del ulluNo pueden apreciarse todavia las cualidaco son amarillos, lisos, feculentos, y toman un volúmen considerable e&el pais de donde des alimenticias del ulluco que se ha cultieste vegetal procede. vado en París, ni podemos decir si el clima Los tubérculos del ulluco cultivados en de Europa podrá cambiar en alguna manera las circunstancias especiales de estos tubérPans tomaron muy poco desarrollo hasta que sobrevinieron las lluvias del otoño; y c11los ql,le en el Perú comen con placer mu• chos de sus habitantes. Se han probado los como suelen sucederá estas las heladas del invierno, por estó sin duda los tubérculos que envió M. Ledos y "tenían un sabor poco agradable, tal vez debido á que estaban muy que se recogieron habrán sido pequeños. Las marchitos y bastante desprovistos·de fécula su en suspension una su(~ido plantas ha:n á eausa de los numerosos brotes ó retoños marcha vegetativa durante los meses del calor, lo que debe atribuirse principalmente que habían desplegado durante el viage. Los tubérculos recogidos por M. Vilmorin al mismo calor y no á la humedad como alen 184.8, que emp\eó para este ensayo, eran gunos creyeron, porque las que se regaron mu y pequeños y no habían llegado aun á la én abundanci_a durante el verano, si bien madurez completa, y por ello oü pudo apredesplegaron hojas mas frondosas, no dieron ciarse debidamente el valor de esta plant:\ por esto tubérculos, mas voluminosos. El corno alimento. El sabor era. muy dulce (dedescenso de la temperaturá ha movido de bido indudablemente á su madurez impernuevo la vegetacion de estos tubérculos, fecta), y el tejido decididamente acuoso. La particularmente en las plantas qne sufrieron fécula es mas abundante en la zona esterior mas por la sequedad, y han dado mayqr pro-


-17ó cortical, y mas escasa, pero mas fina, en ,el centro ó parte medular. En Paris se ha hecho uso de las bojas del ulluco en ensalada cocida como las espinacas, y si hemos de creer á M. Mallan, jardinero de la sociedad de horticultura , es un plato sabroso y apetecible. Otros dicen que no es de un gusto mas agradable que el de los tubérculos, atendida la calidad vinosa que tienen estas hojas. Por los datos que hasta ahora se han recojido acerca de esta planta, es de temrr que no llegará á hacerse entre nosotros de inte1és para la agricultura, mayormente cuando ademas de la patata tenemos en nuestras

provincias muchos otros tubérculos que ofrecen mayores ventajas que el ulluco. Sin embargo, no debemos desconfiar que puedan con el tiempo mejorarse las cualidades de este vegetal por medio de las variedades que podrán obtenerse reproduciéndolo de semilla y estudiando al propio tiempo su genio especial para guiarnos en su cultivo. De todos modos es de desear que se introduzca en España, á lo menos como verdura, y en tal caso aconsejamos su cultivo en los paises fríos y húmedos por estar la atmfü;fera mas en armonía con la de los paises de doude es originario el ulluco.

REVISTA IENSUAL DE AGRl~ULTURA. Bajo este título se publicará en Madrid desde el 15 de enero actual, uo. periódico de intereses materiales que dirigirá el señor D. AUGUSTO DE BURGOS.

Dos años llevamos de incesantes y desinteresadas tareas encaminadas al único objeto de contribuir con n.uestros débjles esfuerzos, en cuanto nos fuese posible, á la rege.neracion de nuestra abatida Agricultura, y, en honor á la verdad, nos lisongearuos de que no han sido estériles en resultados nuestros trabajos. Una y otra vez hemos visto convertidas nuestras humildes indicaciones en mandatos Jel gobierno, lo cual nos llenaba, no debemos ocultarlo, de un noble orgullo que dejaba satisfecho en parte los deseos que nos animan por la prosperidad ·de nuestra Agricultura. El público á la vez nos ha dispensado una acogida la mas favorable, y esto ha venido á completar nuestra ambician en una empresa que no reconoce ninguna otra clase de estímulo ni especulacion. Pero aunque nuestras fuei:zas no se bailaban ni se hallan cansadas en lo mas miniTOMO 111.

mo, y aun cuando nos sentirnos con mayores ánimos, si es posible, que ·al comenzar la publicacion de nuestro periódico, deseábamos, y debemos decirlo con franqueza, que otras plumas, siempre mejor cortadas que las nuestras, nos ayudasen á llevar la carga que voluntariamente habíamos puesto sobre nuestros hombros. La prensa es quizá el elemento mas poderoso para que la Agricultura española se eleve á grande altura, y nosotros hemos sido por ~pacio de dos años los encargados de dará luz el único periódico de su clas~ llamado á contribuir al fomento de los intereses agrícolas, si bien es cierto qcte ha estado asociada nuestra publicacion á un nombre que tanto vale, cual es el de la Junta de Comercio de Barcelona. Aplaudimos pues sinceramente la aparicion de la Revista mensual de Agricultura; y para que nuestros lectores tengan noticia del objeto que se propone y de las condiciones y precio de este periódico, tra ladamos á seguida varios de los párrafos del prospecto que tenemos á la vista. 2

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«Ageno á la política: y d'e fensor a-cértimo de los intereses materiales del pais, ocuparáse este periódico de todas las cuestiones que, en bien ó en mal, puedan afectar aquellos sagrados in te reses', i nserlando y, en caso necesario , comentando las medidas gubernativas, reales órdenes, le~•es y decretos que sobre la materia se espidao. "En la parLe de la agricultura propiamente dicha, que es la que ma directamente influye en el bienestar general, ni un inveuto, ni una mejora, ni un adelanto habrá de que no nos hagamos cargo, esplicándolo y esplanándolo, en cuanto la estension de nuestro periódico nos lo permita, y en los términos mas convenientes para su perfecta apreciacion y comprension por parle de nuestros lectores, acompañando al efecto los dibujos y grabados que, para llenar estas condiciones, fuese menester. «A.demas de la seccion consagrada á la agricultura p.ropiamente dicha, y en la cual bailará nalnraltnente cabida todo lo relativo á cultivos industriales, artes agrícolas y eco..: nomía rurú.l, espondrémos, en una ó varias secciones, los verdaderos principi os de la legislacion y de la administracion rurales , los derechos y las obligaciones del contri ' bu yente, y las reglas que, para la economía doméstica y la h igiene 1 deben servir de guia, asi á los habitantes de 'las áudades., como á los de los caro pos. «En las arles útiles y en las éiencias aplicadas, en que con tanta rapidez se suceden hoy los. descubrimientos que prometen cambiar la faz del mundo, no se hará en España ni füera de España uno nuevo. que no se baile inmediatamente consignado en una seccion especial, que pueda, asi al menos lo esperamos, considerarse, á la vuelta de algun tiempo, como la fiel y completa historia de las conquistas del ingenio humano «En la seccion de variedades, además de 1a parle histórica y biográfica, de la ciencia, , in~ertaremos, síempre que nos lo permitan los límites de nuesti:o periódico, algunas novel itas, anécdotas ó poesías, inslructivas en general, morales §iempre y análogas, en cuanto posible sea, al objeto primordial de .esta puhlicacion.

, «Tambieo, y por último, bajo el epígrafe de Boletin agrícola, industt-ial y mercantil, contendrá nuestro periódico cuantas noticias importantes podamos recoger acerca de cosechas, precios de frutos, importaciones y espo11taciones, accion_es de empresas industriales, alza y baja del papel del Estado, ventas de fincas rústicas, construcciones de caminos, canales, acequias, etc,, etc.,de-todo aquello, en fin, que pueda interesar al público en general, y mas particularmente á la clase agricultora, á quien ofrecemos nuestro trabajo, asegurándole de antemano que contamos con los elementos n~cesarios para cumplir lo prometido ,, « El editor de la BrnLIOTECA POPULAR, de los CrnN TRATADOS, y de otras varias obras del mismo género, cuya proverbial baratura les ha valido una inmensa aceptacion, se propone ofrecer todavía mas ventajas que las de que ya disfrutan, á los suscritores de aquellas obras qne lo sean tam bien á la REV,STA MENSUAL DE AGRIC LTURA.

<<Este periódico saldrá del ~. 0 al 15 de cada mes, desde el de enero próximo, en dos pliegos de á ~ 6- páginas cada uno, en dos columnas de igual forma, carácter -y papel que el prospecto repartido. Los doce números del afio formarán un tomo, para el cual se darán gratis índices, portadas y cubi·ertas para encuadernarlo. Los números se repartirán tambien encuadernados con su correspond'iente cubierta. ciEl precio de suscr.icion es 4 rs. al mes en·Madricl, 1 O rs por trimestre y 36 por un año. En provincia 1 '2 rs. al trimestre y U por un año, remitiéndose los números por el correo franco de por.te. «En v.irtud de un convenio especial con. el director de este periódico, los suscritoresá la BIBLIOTECA POPULAR ECONÓ.MlCA que se suscriban.á él pagarán solo 3 rs. al mes en Ma· drid, 8 rs. al trimes_tre y ,30 por un año. Eo provincia 1.0 rs. al trimestre y 36 por un año, si se envía por el correo, ó jgual precio que en ..:Madrid, si se manda _por los ordinarios eo union con los números de la RR· ,VISTA ENCICLOPÉDICA .»


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~--Real órden circular previniendo á los jefes políticos, que á la posible brevedad remiwn una - noticia detallada de las obras de riego l)tte convenga eslablecer. Aunque son muchos y conocidos los medio5 económicos de acrecentar en general la riqueza y-prosperidad de las naciones, es no obstante preciso., cuando se, trata de h11cer la aplicacion á un pais dado, tener en cuer,ta sus circunstancias especiales, para preferir aquello.,; que, ya directa ya indirectamente, pueden prodncir resultados_mas prontos y ventajosos. La península espaj'íola goza natural'mente de clima y sucio bastante á propósito para las producciones agrí• colas; pero dos causas poderosas se oponen fu~rtemcnte al desarrollo de su agricultura. La primera es la gran desigualdad de su suelo, que haciendo difíciles las comunicaciones, encarece el precio de los trasportes; la segunda la sequía producida por la_ escasez ó la irregularidad de las lluvias, que mengua la produccion. En vano la administracion presentará modelos, creerá enseñanzas y premiará los esfuerzos de agrónomos ilustrados, si el labrador no puede cor.lar con el despacho de sus frutos, ni con el agente natural que mas aumenta las facultades producliva6 de la tierra, que es el agua. Fundado en estos incontestables hechos, el Gobierno de S. M. desea dar un eficaz impulso, as(á las carreteras generales y provinciales, como á los caminos veci~ales de primero y segundo órden, á cuyo fin se acaba de recomendar la pronta ejecacion de lo mandado en el decreto, reglamenta é instruccion circulados al efecto. El establecimiento, extension y regularizacion de los riegos artificiales merecen asimismo una atencion especia l de parte de la administracion puesto que por tdles medios se varían !as ¡.,roducciones dentro de un mismo lugar, y se atenúan los efectos de la dificullad de los trasportes: se aumentan los productos de la tierra, se regularizan las cosechas, y los precios no están tan sujetbs á las perturbaci0nes que la disigualdad de las·lluvias ocasionan, ya pregentando una extremada abundancia que los envilece, ya una

completa escasezquellevJ consigo la plaga de la hambre. Por fortuna la grande desigualdad del sucio de España. si bien es uu fuerte obstáculo á las comunicaciones, facilita por otra parte la · propagacion de los regaqíos. Las cumbres de nuestras elevadas montañas recogen nieves en el invierno, que, conYertidas ·despues en corr_ientes de grandes desniveles, pueJcn proporcionar riegos á terrenos extensos; y los valles y cuencas 'que forman las mismas montañas, son apropósito en muchos par<1jes para recoger las· aguas <;n pantanos ó estanques, con el fio de apljcarlas á los usos de la agricultura, segun s11s necesidades lo requieran. Este último sistema es muy importante, sobre todo en las localidades donde la lluvia, sin escasear- realmente, cae con tal irregularidad y violencia que, lejos de -ser benéfica aniquila al labrador . Las obras para establecer nuevos riegos, extrayendp las aguas de los rio~, ó construyendo pantan.ps, suelen ser en general de un coste superior á las fuerzas de los partirulares y es por lo mismo deber de la adminislracion pública, no solamente ilustrarlos dándoles á conocer las que soo aprovechables, y el modo de hacerlo, sino tambien servir de centro comun para reunir las voluntades, aprovechando para conseguirlo, así el prestigio de su autoridad. como la protcccíon que puede pispensarla,;. Deci · dido el Gobierno á cumplir este gran deber, y deseoso de proceder con acierto, considera ante todo indispensable averiguar cuales son los puntos susceplibles de semejante mejora y para ello se ha servido S. 1\1. re,;olver diga á V . S., como lo ejecuto, de su real órdcn, que remita á la mayor brevedad posible á este Ministerio, consultando al efecto á la junta de Agricultura de esa provincia, noticia detallada de las obras de riego, que ya por medio de acequias permanente derivadas de ríos ó arroyos, ya por el de pantanos ó estanques, convenga -establf'cer en los pueblos de esa provincia, para que con estos datos pueda el Gobierno adoptar las medidas oportunas, segun las localidades,. á fin de pro-


20 ~eder á la realizacion de dichas obras. Dios gnartle á V. S. muchos años. Madrid 8 , de junio 1848.-BRAvo Moa1uo.-Sr.jefe poHlico de ......

Real órden reencarqandu el cumplimiento del articulo ~.ºde la ley de ,S de junio de 4813, y negc,ndo las ádiciones al mismo que solicitaba D. Juan Leon y Torres, sobre amojonamiento Je • terrenos. Vista la instancia de D. Juan Leon y Torres, propietario y ganadero de la villa de Puente de! Maestre en esa provincia, cuya instancia fué dirigida al Senado, y elevada por este á S. M. para la resolucion conveniente, y en la cual pide e! interesado que se fije el sentido de los tfrminos del artíeulo 1. de la ley de 8 de junio de '813, restablecida en 6 de setiembre de 1836, declarándose, en primer lugar, que la facullad de amojonar los terrenos corresponde ex• clusivameote á los dueños y no á los ayunta~ mientos, · á ninguna otra autoridad ni persona; y en segundo, que el citado artículo 1. 0 se adicione ó comente con arreglo á la 5.ª de las élfsposiciones que contiene la real órden de 17 de mayo,áe 1838, y á la 3.• de la real órden de 23 de julio de 1832. Considerando que es terminante el tenor del referido artículo 1. 0 de la ley de 8 de junio de 1813,· restablecida en · 6 de setiembre de 1836, cuyo tenor es como sigue·: c,Todas las dehesas, heredades y demás tierras de r,ualqu·era clase pertenecientes á dominio particular, ya sean libres 6 vinculadas, se declaran desde ahora cerrada~ y acotadas perpetuamente, y sus dueiíos 6 poseedores podrán cercar"las, sin perjuicio de las cañadas, abrevaderos, caminos, travesí.as y servidumbres, disfrutarlas libre y exclusivamente, ó arrendarlas como major les parezca, y destinarlas á labor, o á pasto, ó á plantío, ó al uso que ma's les acomode, derogándose por consiguiente cualesquiera leyes que prefijen la clase de disfrute á que deban destinarse estas fincas, pues se ha de dejar enteramente al arbitrio de sus dueños:" Considerando que el amojonamiento es un hecho indicativo de propiedad, que puede tener dos orígenes: primero, la voluntad dél propietario; con arreglo al artículo de la ley que se acaba de citar: segundo, como consecuencia de un juicio civil de apeo y deslinde enlabiado por propietario colindante ante e1 juzgado de primera instancia: Considerando que la real órrlen de 17 de mayo de 1838 dicta varias disposiciones sobre el 0

uso y mancomunidad de pastos públicos, que por una parte son referentes á la ley de ayuo .... tarnientos de 3 de febrero de 1823, ya derogi!da, y por otra no pueden tener aplicacion á las propiedades de dominio particular: que en la antedicha de 23 de julio de 1842 se trata de apeos y deslindes de terrenos del Estado, ó del caso en que ;_iqucllos se verifiquen en tierras de propiedad particular lindantes. con pertenencias de la nacion: Y finalmente que el amojonamiento de que se hal:>la en ellos, no es e,I primero, sino el seguodo á que hace referencia el considerando anterior; la Reina (Q. D.G.), cuyo Gobierno está para cumplir y hacer cumplir las leyes, y no para alterar su sentido con interpretaciones, y especialmente siendo de aquellas que le pervertirian en vez de aclararle, se ha dignado disponer: 1. 0 Que se reencargue el mas íJuntual cumplimiento del artículo citado de la ley restablecida de .1813, dirigido á asegurar á lus propietarios el libre y exc.lusivo uso ,de su propiedad; pero en el bien entendido que si ellos prefieren no ejercitarle, no ha de ser dado á ninguna corporacio9 ni persona atribuirse este ejercicio. Y 2. 0 Que los demás extremos de la solicitud de D. Juan Leon y Torres son improcedentes, y como ·tales, y atentatorios al libre uso del d erecho de propiedad que la ley ha querido asegurar, no pueden menos de desestimarse com• ' pletam en te. De real órden lo digo á V. S. para su conocimiento, imertándose en la Gaceta y en el Boletin o~cial del Ministe_rio, y despues en los Bo· letines ofi.ciales de las provincias, para su general observancia. Dios guarde á V. S. ·muchos años. Madrid 9 de junio de 1848.-BnAVo MullILLo.-Sr. gefe polllico de Badajoz.

Real decreto devolviendo la acequio. de T,.msle á los pueblos de 1'uusle, Cabanillas, Justiñana y Buñuel, y rebajpndo el cánon qué satis(acw11 los regantes del canal Imperial, con otras disposiciones (1). Cooformáodorue cuo lo propuesto por mi ministro de Comercio, Jnstruccion y Obras públicas, de acuerdo con el parecer de mi Consej_o de Ministros, y siéndome muy grato dispensar á l'ls pueblos que riegan con los canales de Aragoa y Taustc, los beneficios que r,eclama la ( ~ ) Precede á. este decreto una esposicion d<•I ministro de Comercio, Instruccion y OIJras públicas, y no la insertamos ºp or no stlr necesario, prescindiendo de su esteo·sion . • ·


justicia y aconseja la conveniencia 'p ública, vengo en decretar lo sigui ente: Art. 1. Se devuelve la acequia de Tauste á los pueb los de Tauste, Cabanilla·s, Fustiñana y Buñuel que la construyeron, quedando estos libres de todo cánon, y compensado, con las 'mejoras hechas por el Gobierno, todo débito ó cargo que resulte conll.'.,a el mismo por el tiempo que lo lia poseido. El cánon que hayan. de pagará los condueños de la acequia los· demás regantes, se consignará por mi Gobierno con audiencia de estos . Para el régimen y administraciou de la acequia de Tauste se establecerá un sindicato. Art. 2. 0 El cánon que basta ahora han pagado en frutos los regantes del canal Imperial, se convierte en dinero, y se fija en 1a·cantidad de 15 reales vellon anuales por cabizada de 20 cuartales aragoneses, quedando obligado el Go • bierno á suministrarles la cantidad de agua que hoy 'disfrutan . Los regantes del canal Imperial de Aragon, que pagan el cánon en dinero, bien sea por cahizada, bien por ri·ego, disfrutarán una rebaja proporcional á la que obtienen los demás. Art. 3. 0 La extincion del cánon para los regantes de la acequia de Taus te, y la rebaja para los del canal deAragon, no tendrán lugar basta el año de 1849, á no ser que unos y otros se obliguen en justa proporcion á pag:u en metálico en todo el mes de setiembre- del presente año lá parle que les corresponda para cubrir la suma de ingresos asignada .al canal en el presupuesto de e3te n,ismo año, acerca de lo cual se comuriicarán al gefe polltico de Zaragoza las órd·enes é instru.:ciones correspondientes. Art. 4. 0 Desde la-toma de aguas en los' diferenles puntos del canal Imperial st:rá de cuenta de los rega11tes la conservacion .de las acequias y la distribacion de las aguas, bajo el ré- • gimt:n de los sindicatos que convenga estahlecer. Art. 5. 0 Asl para el gobierno del sindicato de !a acequia de Tauste, como para los riel canal Imperial, se formarán los competentes reglamentos, qlle han de sujetarse á las bases siguientes: Primera. Habrá tar.itos sindi~atos, cuantos sean· necesarios para representar debidamente los intereses de los regantes. Segunda. Los síndicos se rán nombrados por el gefc poHLico de Zaragoza, de entre los mteresados en los riegos. Tercera . El cargo de sl.ndico durará cu_atro años, y será gratuilo. Al fin del segundo año se · 0

renovará la mitad, si el número.fuere par, ó la minorla absolutil si fuere impar . El gefe político,designará los que hayan de salrr. Al fin de los dos años siguientes lo verificará la olra mitad 6 la mayoría absoluta mas antigua, y asl sucesivamente. Cuarla. Los sl.adicos podrán ser reelegidos, y aunque no lo sean, desempeñarán sus funcioQes hasta la instalacion de sus sucesores. Quiola. El Gobierno, a propuesta en terna del gefe político, nombrara uno de los slndicos para director del sindicato, quien convocará á junta cuando lo juzgue conveniente, ó cuando sea invitado á ello por el gefe político, ó por dos de los síndicos. Sexta. El cargo de director ser~ gratuito y durará dos años: podrá ser reelegido, y ejercer a las funciones hasta la instalacion de su sucesor. Sétima. Habrá un subdirector, que en caso ne!!esario sustituirá al director: será nombrado por el gefe político de t>ntre los individuo!¡_ del sindicato.El cargo de subdirectordurará 2años. Oclava. El director hará formar los planos de las obras y reparaciones que Juzgue necesarias, y los pre-supuestos y cuentas anuales; los presentará á la junta, y con su informe á la aprobacion del gefe político. No vena. La junta ó sindicato deliberará sobre todo lo que se refiera á la mejor.a y conservacion de las acequias, distribucion di, aguas, pastos, arbolaaos, arriendos y permutas. Décima. El director formará el reglamento inlerior del sindicato, el de sus recaudadores. veedores, procuradores de acequia, guardas y demás dependi entes, y los someterá al exámen de la junta, y con su informe á la aprobaci@n del gefe político. Undécima. El gefe político, a propuesta del sindicalo, nombrará el personal de todas las dependencias, con la ¡isi~nacion que á cada uno haya señalado el sindicato. Duodécima . Para que la reunion del sindicato sea válida, ha de concurrir la mayoría de sus individuos; pero si despues de dos convocatorias sucesivas, y hechas con tres dias de inlérvalo, no se re1:mieren los slndicos en número suficient~, la determinacion que se tomare en la tercera, será válida, crralquiera que sea el número de los concurrentes. Décim11lercia. Todo síndico que por tres mrses sucesivos no haya asistido á las juntas del sindicato sin motivo fundado, se cons.idera que hace dimision de su cargo; se dará aviso al gefc po)ílic_o para que nombre quien le sustituya. Décimacuarlil, Para cubrir el presupuesto


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Estad'J por el servicia del riego. de gastos, el director hará el reparto entre los Art. 6. 0 El gefe pulítico de Zaragoza nomregantes en la proporcion que se hubiere estabrará persona ·q ue en union con D. Pedro Sainz blecido, y lo someterá á la deliberacion y aprode Baranda, apodera<'lo de los regantes, forme bacion del sindicato. _; ,1 los reglamentos para los sindicatos de la aceDécimaquinta. Los guardas darán cuenta quia de 'fauste y canal Imperial de Aragon, cada ocho dias al director, del e~tado de las que el mismo gefe político someterá, con su acequias, y con mas frecuencia si hubiere moinforme, á la aprobacion del Gobierno. tivo para ello. Reunirán los datos co.nducentes Dado en Pal.icio á t5 de junio de 1.848.-:-Espara la justificacion de las contravenciones al• tá rubricado de la Real mano.-El ministro de reglamento, y de todos los ·actos en . que esté Comercio, Instruccion y Obras públicas, JoAN t interesada la administracion y policía de los BRA vo Mo_RILLO. riegos, y dará pa'rt~ al directo'r. ' Décimasex:ta.: Las resoluciones permanenArtículos del Código Penal, vigente desde 1.0 de tes del sinilicato se someterán á la a'probacion julio de 1848, que mas directame11te se refieren del gefe polltico, antes de procederse á su cumá la agricultura. · plimiento: , · Décimasétima·. El cobro de los repartos heLIBRO SEGIJl\lDO. chos por el sindícato, y aprobados por el gefe politico, corresponde á los recaudadores, quieTITULO XIV. nes harán las entregas en la caja central. El depositario central rendirá anualmente sus cuenSECCION SEGUNDA.-CAPlTOLO tas -justificadas al sindicato. De la usurpacion. Décimaoctava. Los recaudadores -serán responsables de la falta de cobro de los repartos Art. 431. El que destruyere 6 alterare térque se les asignen, á no ser que justlfiquen haminos ó lindes de los pueblos ó heredades, ó ber ejecutado todo cuanto es de su cargo, se-· cualquiera clase de señales destinadas á fijar gun el reglamento, para verificar el cobro. los límites de predios contiguos, será castigado Décimahovena. Los pagos á cuen1a y saldos con una multa del 50 al 100 por 100 de la utilidad .finales serán satisfechos por mandatos del di-que haya reportado 6 debido reportar por ellos. rector en virtud de los cer,tificados del ingeSi no fuere estimable la utilidad, se le imniero ó arquitecto, cuando estos hayan dirigirlo pondrá nna mulla de 20 á 200 duros. las obras, y en su defecto por el certificado de las pérsonas encargadas de ellas. CAPITULO Vlf. Vigésima. · Las cues~iones de derecho que se refieran a la propiedad 6 posesioo, son dé la · .Del incendio y otros estragos. competencia de los tribunales civiles. Las qué - Art. 457. Se castigara el incendio con la versen ;;obre el cumplimiento de los reglamenpena de cadena temporal: . . . . . . . tos, repartimientos, pago de cuentas, cuestiones con emprésarios, y las que se susciten á 3.º Cnando se ejecutare en mieses, pastos, consecuencia ó con ocasion de algun acto admontes 6 plantíos. ministrativo, corresponden al consejo provinArt. 459. En caso de aplicarse el incendio cial. a chozas, pajar 6 cobertizo deshabitados, ó cual: Vigésimaprimera. Para decidir las cuestioquier otro objeto, cuyo valor no escediere de nes de hecho sobre aprovechamiento de las 50 duros, en tiempo y con circunstancias que aguas, habrá unajunta que se denominarií trimanifiestamente escluyan todo el peligro de bunal de aguas, compuesta del director y de propagacion, el culpable no incurrirá en las dos síbdic,os, alternando estos dos últimos segun el torno que' acuerde el sindicato. 1 penas señaladas eµ este capítulo, pero sí en las que mereciere por el daño que causare con arVigésimasegunda. Contra las resoluciones reglo á las disposiciones del capítulo siguieutc, del gcfe politico podrá recurrirse si'e mpre al Art. _461. El que fuere aprehendido con Gobierno. mecha ó preparativo conocidamente dispuesto • Vigési'matercera. Será obligacion de los sinpara incendiar o causar alguno de los estragos dicatos er1 ei'canal Imperial de Aragon recauespresados en este cilpltulo, será castigado ·,con d ar y entregar, donde el Gobierno designe, las la. p'ena de presidio menor. cuotas con que los regantes deben contribuir al

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Arl. 462. El culpable de incendio ó estragos ao se eximirá de las penas impuestas en este capítulo, aunque para cometer el delito hubiere incendiado ó destruido bienes de su pertenencia. CAPITULO

vm.

JJe los daños. Art. 463. Son reos de daño, y están sujetos á. las penas de esle capítalo, los que en la propiedad agena causaren alguno que no se halle comprendido en el anterior. Art. 464. Serán castigados con la pena de prision menor los que cansaren daño cuyo importe csceda ,de 500 duros: . . . . . . • . . .

.. .......................

2. 0 Produc'iendG por cualquier medio infeccio nó contajio en ganado: . . . . . . • • • 6. º En puentes, caminos, paseo~ ú otros objetos denso público ó comunal. Art. 465. El que con alguna de 1.is circunstancias espresadas en el artículo anterior causare daño cuyo importe esccrla d e 5 duros, pero que no pasase de 5()0, será· castigado con la pena de prision correccional. · Art. 467. Los daños no comprendidos 'en los artículo~ anteriores, cuyo importe pase de 10 duros, serán castigados con la mulla del tan lo al triplo de la cuantía á que ascedieren, no baja ndo nunca de 15 duros. • Esta disposicion no es aplicable á los daños causados por el ganado, y los demás que deben califica rs e de fallas, con arreglo á lo que se determ ina en el libro 3. •

LIBRO TERCERO. TITULO J. DE LAS FALTAS.

Art. 4-70 . Serán castigados con las penas de arresto tle 11110 á diez dias, ,i:rnlta de 3 á 15 duros y reprcnsion: . . . . . . . . • . . • • • • ·

.. . , .................... .

12. º Los que con violencia entraren á cazar 6 pescar en lugar cercado ó vedado. Art. 471. Incurren en las penas de uno á cinco días de arresto, de uno á diez duros de multa y reprension: • • . . . . . . . . . . . . . ... ... . . . _ 6. 0 Los que causaren daño que no es,:eda de 5 duros en paseos, parques, arboledas ú otros sitios de recreo ó esparcimiento de las pobla-

... . . .

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. . . . . . ..

23 ciohes, ó 'én objetos de pública utilidad; . . -'. •

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10.º Los que infringieren los reglamentos sanitarios sobre epidemia de animales, estirpacion de langosta ú útra plaga semejante: . . .

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16. 0 Los que destruyeren ó destrozaren choza, albergue, cerca, vallado ú otra defensa de heredad agéna, no escediendo el daño de 5 duros. Art. 474. El dueño de ganados que entraren en heredad agena, y causaren daño que esceda de 2 duros, será castigado con la multa, por cada cabeza de ganado: ~. º De 3 á 9 rs. si fuere vacuno. 2. 0 De 2 á 6 si fuere caballar, mular ó asnal. - 3. 0 De 1 á 3 si fuere cabrío y la heredad tuviere arbolado. 4. º · Del tanto del daño á un tercio mas si fuere lanac ó de otra especie no comprendida en los números anteriores . Eslo mismo se. observará si el ganado fuere cabrío y la hered ad no tuviere arbolado. Arl. 475. Por el simple hecho de entrar en sitio vedado 6 heredad agena, cuando no sea permitido, 20 6 mas cabezas de ganado, se imµondrá al dueño de estas una multa equivalente á la mitad de la determinarla en el artículo anterior. . · En el caso del núm. 4.. 0 del artículo anterior se observará lo dispuesto en el 484., cualquiera que sea el número de cabezas de ganado. Art . 476. El que aprovechando aguas de otro, ó distrayéndolas de sa curso causare daño que esceda de 2 duros y no pase de 25, será c~stigado con la multa del tanto al triplo del daño causado. Art. 477. El que cortare árboles en heredad agena causando daño qne no esceda de 25 duros será castigado con una multa desde al tanto '~¡ lriplo del daño. Art. 478. El que entrare en monte ageno, y sin talar arboles corlare ramage ó bicie~e le' ña; causando daño que cs.:eda de 2 duros y no pase de 25, será castigado con una multa desde la mitad al duplo del daño causado. Art. 481. Serán castigados con el arresto de uno á cuatro días 6 una mulla de 1 á 4 duros: . 4,,o El que infringiere los reglamentos relativos á la quema de montes, rastrojerasú otros productos de la tierra. Arl. !~82. Incurrirá en la mulla de medio duro ,í 4.


......,. 24 24. El que entrare en -heredad agena para ,coger frutos y comerlos en el acto. 25. El que · entrare coi; c¡rruage, caballerías ó animales dañinos en heredades plantadas ó sempradas. 26. El que entrare en heredad agena para aprovechar el espigueo ú otros restos de cosechas. -27. El que entrare en ber.eda_d agena cerrada ó cercada. 28. El que entrare sin violencia á cazar ó pescar en sitio ve~ado ó cerrado . 29. El que infringiere las ordenanzas de caza ó pesca en el modo ó tiempo de ejecutar una tí otra. -30. El que contraviniere á las disposiciones de los reglamentos, ordenanzas ó costumbres -locales de pol-icía urbana 6 rural no comprendidas en este código. Art. l83: El dueño de ganados que entrare en heredad -agena f causare daño que no pase de 9 duros, será castigado con una mulla con arreglo á la escala del art. 474 en su grado mínimo. En caso de reincidencia se impondrá el grado medio á no intervenir cirr.unstancia atenuante. Art. 484. El d1;1eño de ganados que entraren en heredad agena sin causar daño, pero no siendo permitido, cuando no lleguen á 20 cabe.zas, será castigado con una multa de medio duro á 4.

Art. 485. El que aprovechando aguas de otro ó distrayéndolas de su curso causare daño que u~ esceda de 2 duros, será castigapo con una multa del tanto al duplo del daño causado. 486. El que entrare en monte ageno y sin talar árbofes, cbrtare ramage ó hiciere leña causando daño que no esceda de .2 duros, será castigado con una multa desde la mitad al tanto del daño causado. Siendo reincidente, la mulla será de la mitad al duplo del daño.

TITULO 11. D1SPOSICIONES COMUNES A LAS FALTAS.

Art. l89. Los cómplices en las faltas seran castigados ~on la misma pena que los autores en su grado mínimo. Art. 490. Caerán siempre en comiso : 1. 0 Las armas que llevare el ofensor al cometer un daño ó inferir una injuria si las hubiere mostrado. Art. 492. Los penarlos con multa que fue.reo insolventes, serán castigados con un dia de arresto por cada duro de qu ! deban responder. Cuando Ja tesponsabilidad no llegare á un duro, serán castigados sin embargo con un dia de arresto. Por las otr¡i.s responsabilidades pecuniarias en favor de tercero, serán castigados con un dia de arresto por cada medio duro.

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SOBRE LOS BOSQUES YARBOLADOS DE ESPAÑA. (f) 1,

Insertamos á continuacion la memoria de selvicultura que ha escrito el señor D. Ramon Juslino de Gassó y que mereció ser premiada por la sociedad económica barcelonesa de amigos dl\l pais en sesion del dia 19 de noviembre último. Es interesante lamateria sobre que versa. este escrito, que no dudamos agradará á nuestros lectores. La estension que tiene la memoria que hoy empezamos nos pone en la necesidad de publicarla por capítulos -por no defraudar el derecho que tienen los señores suscritores al Cultivador de que les ofrezcamos una materia variada al paso que igualmente útil. La nacion española todavía está en su infancia ; y jamás llegará á ser feliz si caminando por tortuosas i,endas no escucha los consejos de los hombres pensadores.

** PARTE PRllllERA..

Consideraciones generales acerca de los bosques. Basta observar la posicion topográfica de nuestra península para reconocer al momento la riqueza y feracidad de su suelo, abundante en toda clase de productos, y ( 1) Que comprende los males que los han combatido, las uLilidades que proporcionan y los medios de sacarlos de su actual postracion ó ecadencia; escrita para concurrir al prémio ofrecido por la Sociedad económica barcelonesa. de amigos del país, en celebridad del cumlcaños de S.M. la Reina.

1t, DE E EllO 1850 .

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propio por consiguiente para abarcar una numerosa poblacion, mayor de 1a 'lue cuenta en el dia. · Dotada pQr su naturaleza de fecundí&imos montes que se extienden por todas di.recciones en ia mayor parte de sus provin.cias, produciendo con frecuencia balagüeñÓs valles y hermosísimas vertientes, solo falta que una mano tan inteligente como bien&echora destruya la maléfica tendencia que continuamente nos abruma) v con la cual oponemos un dique á los buen~s pensamientos que han de reportarnos considerablés mejoras. Tributarios de los extrangeros les m~ndigamos continuamente un sin número de. artefactos; consnmímosles una _gran p~rte de linos, ganado vacuno, mular, caballar y de cerda, así como gran cantidad de cera . ' aves y con frecuencia de trigos. Pero entre tales artículos, altamente importantes, ocupan las maderas un lugar eminente, con lo cual <:e evidencia con claridad el triste estado de nuestros bosques. y los pocos usos á que actualmente se hallan destinados. Esa incuria que tal vez no tiene ejemplo, al meditar los provecho~ que pudiéramos e~perar de la explotacion -dé nuestros arbólados, raya seguramente en lo maravilloso· pues de poco sirve que como leves muestra~ de lo cont1'ario se nos manifiesten· algunos puntos en que el amor á la· propiedad y el interés particular hayan creado y favorecido un ramo de industria agrícola que deh!era sin tre.gua ext~nd_er~e por toda la na. Cion. o obstante, srn ammo de querer destruir el equilibrio que forzosamente debe existir en todo pueblo por esen•cia agricultor, entre los bosques y otras tierras; y sin TOMO 111.

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dono de nuestros bosques y restaurará esta pretensiones de crear sistemas ni de sacrinacion magnánima aprovechando muchos ficar á la entidad del asunto otros intereses otros elementos de riqueza que contiene? muy atendib les, débese asimismo confesar El descuido con que son mirados actualque es muy extraordinario ver en contrapomente los arbolados de España jamás podrá sicion el rompimiento y roza de . muchos conducirnos á resultados halagüeños ·; y es montes que pudieran recibir consi¡ierables aumeptos 1• De aquí es, que á primera vista de todo punto imposible que nuestras maderas formen un artículo de consideracion se nos-ofrece la desigualdad de las necesidades que existen en muchos de nuestros en los mercados de Europa, sin que se dispense proteccion á los fomentadores de bospueblos y provincias, necesidades que poques, á los que ejecutan plantaciones y esdrán reconocer varios fundamentos, algutablecen semilleros; sin que se armonicen nos de ellos .de difícil investigacion. además las diferentes partes que constituyen ·con todo, el remover las principales difilos ·intereses agrícolas. ·cultades que en España se presentan, cuanLo· s hechos preceden á las reglas, como do s~ trata de hacerla recobrar su antiguo han dicho los mas eminentes políticos; ¿y esplend·or y riqueza, depende en gran parte á tenor de esta verdad, no es evidente que de la voluntad de un gobierno sábio, que pudiéramos señalarnos una multitud para haciéndose leal intérprete de los deseos qe prevenir el m'al que nos amenaza, y alejar los pueb\os beba en los verdaderos princila triste violencia, á cuyo favor va desapapios de las ciencias administrativa y económica , postergando los abusos y las leyes reciendo la mayor parte de los bosques de esta nacion? · equivocadas para aplicar todas sus dispoLa abundancia con que la naturaleza ha siciµnes ·al verdadero espírit9- de nuestros provisto á nuestro suelo de inmensos arbotiempos. lados fué motivo para creerla un maoaulial Cuando nos gobernaban los reyes cató'lipositivo de riqueza, que reproduciéndose sin cos; :cuando abiertas las fuentes de la proscesar no necesitaba los cuidados y los auperidad se labraban nuestros campos, se xilios del hombre; pero esta preocupacion, protegía á. la industria, y nuestra marina nacida mas bien de la dominacion guerrera, surcaba los mares; cuando las fábricas, la bajo que antiguamente gimieron muchos de navegacion y el comercio floreqian; cuando nuestros pueblos, no puede actualmente sub· nuestro estado político se babia considerablemente mejorado, no existía vor ·cierto la -sistir. Infinitos a:grónomos han explicado verdadera luz de una ciencia depurada ni •con entera claridad el desarrollo eficaz que experimentan los árboles á influencias del los pomposos programas que se forman en cultivo ; ,y por esta razon asi como por la e\ dia . .Entonces la administracion era imnecesidad que tenemos de que en España perfecta, y no obstanll: España era feliz y rij~1 un sistema protector para la agricultura poderosa, y nuestra opu-lencia crecia con é industria, es probable de que en su tiemasombro llegando á pasar desde los últimos po rindan los arbolados considerábles utiliaños del siglo XV hasta mediados del siglo dades, por cuanto que tod.avía hay que deXVI. Nuestros bosques estaban en su áuge; dicarse á su explotacion. y conocidos por consiguiente sus productos, En rriedio de las discusiones y de -los endesplegase ' la codicia, buscándose 1uego los c;,ont-rados pareceres que las nias de las veretnedios ' á las quejas que ya principiaban ces consliituyen un marasmo ante los ojos de á ser harto compactas. la sana reflexion ; en medio de la agitacion ¿Como es pues que amaestrados ·ahora con ordinaria, que con frecuencia desconoce de mil ejemplos sucedidos en el terreno de la :\as cosas las causas y los princi p'ÍOS ; y en práctica:; enriquecidos con los conoci mien,medio de las miras particulares, que á la tas emanados de pruebas y datos feJ1acien- · sombra de la equidad equivocada, destrutes, y alejadas ya muchas preocupaciones, yen ó rebajan el espíritu patriótico que puno sabemos todavía reparar el sucesivo aban-


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diera elevarnos al nivel de las demás naciones, es preciso que descuellen ciertas verdades inatacables en su esencia y en sus efectos. Sofocar la voz que proclaman do los medios saludables de crear productos reales y verdaderos, tiende solamente á penetrar en la opinion pública, es inculcar el indiferentismo, es desarraigar las gratas esperanzas de todos los corazones. ¿No hallariámos aca;;o en el fomento de nuestros bosques una justa recompensa? Esta cuestion fácil en sí misma de resoiver, puesto que entraña cla ridad y sencillez inmensas, no puede controvertirse bajo ningun concept(), con tal de que se adopte una legislacion propia y arreglada en materia de bosques crue no confunda ni mezcle derechos; que salve y respete los demás intereses que con el asunto tengan. relacion. He aqui porque se necesita proceder con gran tino y madurez para restablecer la triste decadencia de los arbol ados de España, conocidos desde ahora en diferentes puntos de la península, entre los cuales figuran algunos dominios de S. 1\1. y no pocas provincias, co u10 Toledo, Aragon, Múrcia, Valencia, Cata-luña, Búrgos, Asturias, Galicia, Navarra, Vizcaya y otras de no menos importancia. Alimentando todas notables cordilleras en donde la naturaleza hace brotar multitud de pinos, robles, alcornoques y demás árboles silvestres, no pudieron escaparse á la atencion de aquellos que consag raron sus vigilias escribiendo al objeto de labrar la felicidad del territorio. Asi fué, que el erudito é inmortal autor D. Gaspar l\1elchor de JoveJ lanos, uno de los ingénios que mas han brillado en nuestra pátria, conociendo las grandiosas ventajas que se pueden reportar del fo mento de la agricultura, como productora natural del comercio y de la industria, consideró asimismo á nuestros arbolados, graduándolos de fuentes productivas, si por medio de un amparo decidido tomasen el incremento de que son susceptibles. Tambien abrigaba esta opinion D. Miguel Alvarez de Osorio, junto con los célebres Campomanes, Navarrete, Saavedra, Ward, Vives y otros escritores que no han cesado de manifestar los remedios que podíamos

aplicar á nue,5tros males ; y por estos singulares beneficios conservaremos siempre con agradecimiento su memo ria. Con tales antecedentes ¿no será estraña la apatía con que ha sido mirada la agricultura, y con ella el fomento de nuestros bosques, para cuya explotaeion se han presentado al gobierno diferentes compañías ae nacionales y extrangeros, que expontáneamente ofrecian beneficios dignos de aten-cion? La riqueza qoe se puede esperar de los arbolados de España pende tambien de la.s bases de nuestro sistema económico ; y jamás las artes llegarán á abastecerse, mediante un precio módico, de una materia tan útil y necesaria, cual la madera, si los obstáculos y los vejámenes que sufren los bosques no desaparecen de una vez, abriendo á un mismo tiempo sendas de comunicacion expedita que abaraten el cosco y establezcan el equilibrio en las necesidades de los pueblos. Porque de otro modo, ¿como el gran Cárl os IU, y aun su antecesor el señor D. Fernando el VI, intentaron abrir canales, construir caminos y puente::.? A influencias de la paz, que es el tesoro mas preciado _de las naciones, España mas. bi.en espera de sus hijos menos trabajo y laboriosidad, pero en cambio ma yor inteligencia . Estiéndase ese espíritu de asociacion admitido en todos los paises que conocen sus intereses, y establézcase con la debida prudencia la suspirada libertad en la circulacion de todo lo existente, para que satisfagamos de este modo una de las condiciones mas esenciales al engrandecimiento del suelo español. Los productos no serán entonces imaginarios, las rentas públicas aumentarán, y los bosques y arbolados saldrán del lastimoso estado en que se hallan, merced á la desidia causada por los arbitrios, privilegios, le~·es y reglamentos que entorpecen la administracion, que descansa en la buena fé y en el progresivo impuli-o de los negocios sometidos á la autoridad. Por consiguiente, es inútil manifestar que bajo tales condiciones España ofrecerá un bello porvenir, puesto que la multiplicacion y la com-


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binacion de capitales que constituyen lamasa y movimiento de la riqueza pública están enlazadas íntimamente con la realizacion de las proposiciones útiles y ~on el aumento de la poblacion por medio de las comunicaciones.. Con todo, l0s in('.onvenieutes que nuestro sistema rural ha puesto al crecimiento de los bo qnes son otros muchos y de distintas naturalezas, teniendo á la vez una importancia que no deja de ser asombrosa, ya se consideren respecto á la existencia de perniciosas tolerancias, bien á la de malas aplicacio,nes -0 al olvido de los eternos principios por medio de los cuales se debe administr.ar justicia_ Analizaremos -sucesivamente las cuestiones mas -importantes, sin que por esto nos abroguemos el to,no dogmático y decisivo que no pocas veces de cubre la débil vnnidad de algunos hombres; y en su consecuencia principiaremos por uno de los mas notables elementos que constituye.la ciencia · de lo.s legislador~s.

Amp-a,1•0 de la propiedad territorial. Es un hecho evidente que donde quiera que la propiedad se halle asegurada, no solo subsistirá el órden, sino que se aumentará_el trabajo, se promoverá el espíritu de ahorro, las clases laboriosas entrará.u en el camino de las virtudes j los delitos desaparecerán cuasi en todo su poler. Aniquilada la ignorancia, que regularmente produce un pernicioso fanatismo, los progresos de la civilizacion serán inmensos, porque entonces gui'!ldos los hombres por un celoso impulso de mejora y perfeccion social, forzosamente llegar1n á comprender cuales son las primeras-y mas esenciales disposiciones que puedan conducidos á la verdadera prosperidad. Por esta razon arre¿?;larán desde luego sus instituciones al objeto de sofocar el embrutecí miento y proveher á la defensa del inocente asi como al castigo del crimina!. En tal concepto, la facultad ó el derecho que el hombre ejerza sobre lo que sea de su propiedad, formará siempre la mal? importa,nte de las bases de las asociaciones humanas; pues

que la miseria, la decadencia y el mas dolo roso abatimiento serian el triste legado de todo país , en el cual nadie pudiese disponer segun su voluntad de lo que real y ·legítimamente le pertenezca. Imposible fuera dudar ni un m0mento de la exactitud de lo que dejamos sentado, 1'ª porque en teoría no puede concebirse de otro modo, ya porque en el terreno de la práctica la violencia arrebataría cuando menos el producto del trabajo personal. Vejados los labradores bajo todos conceptos pagan cree.idos tributos que no basan como debieran sobre. sus productos líquidos, sino sobre todo su capital. Ellos anticipan sus trabajos -y sudores para alcanzar los rendimientos de la tierra.; y sus imposiciones, ya en dinero ya en especie, no hallan el esLfmulo que facilmente el gobierno les pudiera dispensar. Pero no es esta la mayor dificultad con que ha luchado hasta ahora la agricultura ; la mas terrible, y la que con mayor conato se ha opuesto á su desarroll,o, y al adelanto sucesivo de los bosques, consiste en que la propiedad no ha sido en España una realidad entera, sino una realidad ilusoria. Las leyes han combatido el disfrute 'Y posesipn de las propiedades territoriales, han servido para favorecer no pocas veces á los ricos opresores y para ahogar los gemidos de los débiles; y be aquí uno de los mas poderosos moti vos que han contrariado el ere-cimiento de los bosques; la·falta de propiedad ó la propiedad imperfecta. Mas si los males que precisamente habrán llovido sobre fa agricultura por esta causa, son tan cuantiosos como vehementes, en los bosqnes y arbol ados de E paña han escetlido á todo límite. Enofecto,nadie podrá dudar que la obtencion de los beneficios mas i ro portan les de los árboles requiere generalmente un espacio de tiempo extraordinario, al paso que las tierras empleadas en el trigo solo necesitan para dar su producto el corto esracio de al gunos meses . Si por consiguiente la propiedad no es efccti va; y si es mu y cierto que no existe la -verdadera; que se nos diga si erá pruden· te el creer que haya quien verifique plantaciones; quien cuide con asiduidad del culli-


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voy crecim-iento de los árboles? que señala, no se admitían con frecuencia las Por cierto que jamás se acumul arán pro- justificaciones de testigos; era' precisa la duétos ó riquezas si el acumulad or carece presentar.ion de escrituras y documentos que absolutamente de su dominio sobre lo que _ solamente podia exigir un abuso de autoacumula; si se le priva del uso que puede ridad. hacer de lo que _ha creado con sgs dispendíos ¿Convino acaso fijar un término de presy fatigas, porque en cualquier caso serian cripcion .excesiva, á fin de tener en conflicto devaneos de una loca fantasía el querer toé inseguridad á los ·µequeños propietarios de car prácticamente las bellas descripciones montes, y á los miserables labradores que que convienen al siglo de oro de los poetas. siempre fundan su porvenir y esperanzas en Veamos no obstante cual ha sido el orí gen un terreno por ejemplo de corta extension? de este mal que deploramos y como su in¿No ha sido un defecto gravísimo el no seveteracion se na prolongado impunemente. ñalar el valor que .por lo menos debían teAunque no tomemos las cosas de tiempos ner las posesiones· denunciadas. muy remotos aparece por lo menos que duEl fisco ha ejercido su maléfico poder sorante la dominacion de la dinastiá austríaca, bre los bienes raíces de los particulares, consufria España con grande intensidad los es- siderándolos detentados, al abrigo· de nuestragos y rigores del monopolio, á causa de tra legislacion y de los trastornos y vicisimal entendidos regl amentos, que no solatudes que les han destruido los justos títulos mente entorpecieron el trabajo sino que le ·con los cuales fácilmente acreditarían su poencadenaron; arruinando naturalmente á los sesion. De modo, que fastidiados por las dique dependian de él. ligencia.s judiciales, por la malicia y la arLas trabas, los vejámenes, y los numerosos bitrariedad, abandonaron á la indolencia y á desaciertos que du-rante muchos años escla- la dilapidacion lo que hubiera producido vizaron á la benemérita clase agricultora, mucho con el trabajo y la economía? es claro que debi an producir su consiguienSi examinamos las leyes de part.ida, si te influjo á nuestros bosques; es claro que ·nos identificamos con ellas, veremos que son las exigencias i:lel fisco, fundadas en la lepreferibles á 1as recopiladas en lo que congislacion particular sobre bienes mostrencos cierne á las prescripciones ; ve remo~ que el y vacantes coronarían por precision nuestra domiQio de las cosas se gana ó se pierde en · decadencia y abatimiento. Y para convenlos espacios dé tres, diez, ,·einte, treinta y cerse de esta verdad no se necesita mas que cuarenta años; veremos que la prescripcion registrar las leyes insertas en la Novísima cuadragenariá es la mayor estableci da, la -1\ecopilacion, y tender la vista sobre la mulcual no es posible aumentarla ni p.9lítica, ni titud de expedientes de fincas denunciadas . económicamente. En efecto, la ley 2·1 del co.mo obtenidas por posesores ilegítimo:.. título 29 de la partida 3.ª dice: «Treinta Desde el momento en que en el siglo XIV años continuadamente , ó dende arriba separa reprimir el.orgullo y estremado po.der yendo algun orne tenedor de algun11 cosa, por cual manera quier que oviese la tenende los grandes dictó el señor don Alonso XI cia, que non le moviesen pleito sobre ella en la ley .l.~ del libro once de la Nov.ísima retodo este t-iem.po ganarla y á; magüer fuese copilacion, é¡ ue está en el título de las presla cosa furta.da ~ ó forz&da ó robada; e maoripc.iones; la cual se refiere á la 1. ª del tígüer el señor della gela quisiese demandar, tulo 17, del libro décimo de la misma Novídende adelante non seria tenudo de responsima recopilacion, se tocaron algunos graderle sobre el la, amparándose por este tiemves inconvenientes para adquirir el dominio po. » Se conoce, pues, que al dictar es_a ley, u .bien para comprobar el pleno y legítimo tuvo muy presente el legislador los males goce del derecho dominical. Por tanto, esta que produce en los hombres la -negligencia, ley sirv,ió para ·atacar á los propietarios de y la necesidad que siempre existe de fijar el liienes raices, y no como quiera ; pues obliseñorío de las cosas ó el derecho de progándoles á probar ei término de prescripcion


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piedad . Omitimos enumerar otras leyes subalternas, porque nuestro objeto se cifra a manifestar sencillamente, que los bosques, y con ellos muchísim as tierras, han estado espuestos á las asechanzas de la codicia : y como si esto, no bastase: como si las desgracias no llenasen la medida que el destino les tenia señalada, entronizáronse los usos promíscuos y los derechos que se abrogaba el fisco en las sucesiones intestadas. , El amparo debido á la propiedad territorial jamas consintió fiscalizar el derecho de sucesion para hacerle recaer en provecho del Estado . Por esto la ley 6." del tí Lulo 13 de la partida 6." señaló que los parientes podian suceder hasta el decen grado, á diferenr.ia del cuarto que prevalecía, aun valiendose , no pocas veces , los tribunales de mostrencos de la computacion civil y no de la canónica. La propiedad particular no puede menoscabarse sin destruir una de las bases mas importantes de la sociedad ; tal es el objeto primordial de las leyes civiles. No obstante el derecho público nos euseña que el bien particular debe sugetarse á la utilidad general , debidamente autorizada; pero esta

escepcion es muy natural y muy lógica, y ademas muy necesaria. Si no se admitiese el principio de expropiacion por causa de utilidad pública, jamas las naciones egecutarian las obras que proyectan ele sangrar rios y abrir carrete~ ras. Este principio está admitido en todas las naciones ilu ·tradas. Nosotros nos quejamos solamente de las extorsiones y vejámenes que siempre han padecido lc,s propietarios de tierras , atacados muchas veces sin piedad y sin intervencion justa. No concebimos como la espulsion de !os moriscos sea la única causa de la decadencia de nuestra poblacion y de ·nuestra riqueza: porque á esta causa se han seguido otras; y anudando los esfuerzos, proscribiendo las tolerancias injustas y depresivas • radicando en el país las garantías que alejan el fraude y que proporcionan la emision de juicios equitativos se hubiera logrado naturalmente lo que todos deseamos. Por el contrario, veremos como han luchado, y coloc;idose en acritud los mayores intereses, y como la ganadería ha recabado el desaliento del trabajo agrícola, y de la mayor parte de los bosques. (Se concluirá.)

El real decreto de 30 noviembre último, comunicado por el ministerio de Comercio, lnstruccion y Obras públicas, acerca de la creacion de tres cátedras de agricultura teórico-prácticas , nos ba causado una satisfaccion verdadera, porque vemos que la España va saliendo poco á poco de su letargo y que el Gobierno que nos rige empieza á fijar sus miradas en el primer ramo de rit¡ueza pública. Si la agricultura es en todas

las naciones el primer elemento cte prosperidad y bienestar por los productos inmensos que la tierra nos ofrece, mas lo será todavía en nuestra península donde los favores del clima con que la ha dotado la Providencia convidan al labrad~r á emplear sus afanes y sus sudores con esperanza de felices resultados. · Las escuelas leóiico-prácticas facilitan Íos conoc1mientos científicos de que necesita el


- .31 cultivador para sacar de los campos los beneficios que le prometen su fertilidad, y contribuyen con los es peri mentos, á la destruccion de rutinas antíguas que empobrecen la agricultura. No dudamos que de estas escuelas saldrán jóvenes aprovechados, de los que distribuyéndose luego algunos por los diferentes puntos de la nacion podrán con sus conocimientos ser de una utilidad inmensa para dirigir con acierto las gr~ndes paciendas que se les confien,, al paso que otros podrán emplearse en la enseñanza profesional que poco á poco irá creando el po(ier público. Una de las circunstancias que mas aplaudimos en el decreto á que hacemos relacion, es el pensamiento acertado de establecer estas tres eRcuelas teórico-prácticas en puntos diferentes de la península y opuestos entre si en condiciones climatológicas. Al observar que las plantas del mediodía son naturalmente diversas de las del norte, y estas de las de las provincias del centro de España, nos conduce á creer, aun prescindiendo de los estudios fisiológicos, que las unas exigen un cullivo muy diferente del de las otras y que las que podrán dar buen resultado en el sud, producirán escasos recursos en las zonas opuestas. Fundados, pues, estos tres establecimientos en cada una de las tres regiones en que puede dividirse la península, se facilita el medio de estudiar cuidadosamente el cultivo de todas las plantas de interés agrícola que vegetan entre nosotros, y aun de tantear la aclimatacion de aquellas exóticas que puedan aumentar los tesoros de nuestra riqueza rural. En estos establecimientos pueden cotejarse igualmente los varios métod os de labranza, así como tambie~ se podrán estudiar los distintos ramos de la ganadería y de la - industri'as viñera y sedera, ofreciendo al Gobierno los medios d.e poder, aP,reciar con seguridad los

cultivos que mas convengan á la nacion y á · cada una de sus provincias, en. relacion al temperamento de que disfrutan. Todas estas ventajas y aun muchas mas que omitimos esplanar, ha detraer la reali• zacion del decreto que al principio de este artículo hemos citado, y por ello damos gra~ cías al Gobierno que tantos bienes dispensa á nuestra agricultura; pero á fuer de sinceros españoles y de hombres celosos del bien de nuestra poblacion rústica, quisiéramos que tras de este decreto, cuyos inmensos beneficios preyeemos, viniesen otros de igual ó de mayor interéS, que sin afectar en mucho las cargas públicas. diesen todavía resultados mas uaiversales. Para los redactores del Cultivador no son las cátedras de agricultura. ni los establecimientos prácticos, ó sean las granjas modelos, los que han de difundir los conocimientos entre nuestros labradores , porque estos dos medios de que hablamos serán solamente oportunos para los poqos hombres ilustrados que se hallan entre esa clase agrícola. Hemos dejado consignada nuestra opi~ nion acerca de este asunto en otro lugar de nuestro periódico, en un artículo en que nos ocupamos de la conveniencia de qne los párrocQs y los maestros . estudien la agriwlt-ura: (véase el tomo 2. 0 f.º 137). Si nuestros deseos mereciesen ser escuchados y n uesLras súplicas atendidas, rogaríamos á quien puede remediar los males de nuestra poblacion rural y dispensarle beneficios, que se dignase leer nuestras pobres ideas que hemos vertido en aquel artículo, porque estamos en la conviccion roas profunda de que los medios que proponemos e-n dicho escrito son los mas á propósito para regenerar nuestra agricultura, vulgarizánd\lse de esta manera los conocimientos sencillos de la ciencia del campo y el ejemplo de las buenas prácticas hasta erÍ la cnsa del mas infeliz aldeano.

J.

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VACA Y DEL BUEY. .Hemos manifestado repetidas veces la grande importancia que tienen los prados en la agricultura y en la economía rural por los recursos que nos proponían para cebar los ganados, ':{ por las cantidades de abono que estos proJ ucen , además de la cria de los animales doméstico~, para fertilizar los campo$. Pero no es nuestro objeto ahora reiterar esa:; ventajas que tendremos ocasion de manifestar otras veces ; querernos solo hacer ver que para conseguir de nuestros pastos la mayor ca11tidad de sustancias alimenticias· no baRta hacer producir, át1n terreno determinado, toda la ':{erba posible, asi como tampoco será suficiente para el mayor producto del cultivador el que esta yerba se dé á los ganados en la época mas ccnveniente de la vegetacion y que se suministre en cantidad debi:da para la perfecta manutencion de las reses; sino que será necesario todavía ·escoger los animales que en igualdad de consumo de pastos respecto á otros animales, puedan ofrecer mayor utilidad con sus productos. Son de tanto valor estas simples consideraciones por las consecuencias que se deducen de elfas en el interés de la riqueza del pais, que quisiéramos que las ap reciasen debidam~nie n_uestros lectores, des pues de examinar con atencion el estado comparativo que formartmos acerc3. de la mayor utilidad que pueden dar los pastos convertidos en leche ó en gordura. Para ello nos valdremos de las observaciones que ha publicado M. Durand, hábil cultivador de Caen_. en la raza bovina llam_a da de Constantina, y de estas mismas observaciones será fácil deducir las ventaj as que podrá darnos la aplicacion de este método de consumir las yerbas en comun provecho de la riqueza general y

pública . Antes de enlrar--en este estado demosfrativo debemos tener presente las razas que se han adoptado en estos esperimentos, 'J tarnbien advertir que la naturaleza particular de nuestros terrenos y muy principalmente el clima de la península, no nos proporcionarán tal vez pastos tan abundantes en materias nutritivas, como los que se crian en los puntos donde M. Durand ha hecho sus esperiencias. Pero corno podrán apreciarse fácilmente estas diferencias por un cálculo meditado que tenga en consideracion las circunstancias cli:matológicas, por ello el cultivador menos práctico podrá hacer aplicacion de las reglas que vamos á establecer para sacar, en muchos casos, mayores ventajas de los pastos que producen nuestros prados. En este cuadro comparativo, se trata solamente del ganado vacuno por ser el que se presta á los esperimentos de que hacemos mérito, y porque constituye el ramo mas 1ucrativo de la ganadería, convirtiendo en carnes ó en leche los pastos de que hacen. uso. La cuestion que se- quiere resol.ver es la siguiente: De la yerba que come el ganado vacuno, ¿saci.remos mayor ventaja transformándola en leche la vaca, ó si el buey la convierte en carnes y gordura? Hé aquí como resuelve la cuestion el espresado M. Durand. «La vaca y el buey en quienes se hizo el esperimento eran de ta raza Constan tina: estos dos animales de una igual edad ,tenían seis años; la primera pesaba 560 kilógramos (1 ), y el segundo 545. Debe advertirse que (1) El Kilógramo equivale á dos libras , dos onzas, doce adarmes y quince granos peso ,de Castill a.


3'3 se compararon solamente los productos del buey y de la vaca desde el 1.ºdé Mayo hasta el 1.º de agosto.Estos dos animales, durante ertiempoúel e:;perime!lto, se han apacentado en prados abundantes de yerba y comían con apetito. Había un encargado de medir cada dia la leche que daba la vaca,•y se pesaba el buey con frecuencia. «Totalizando las canlídades de leche que cada dia daba la vaca, durante los meses de mayo, junio y julio, resultaron 1'779 litros (2). «ET buey que en 1 .0 de mayo pesaba 54-5 kilógram os, en 5 de junio tenia el peso de 605; el 15 de julio 66b, y el 1. 0 de agosto 679: De lo que resulta, que en noventa y dos días babia ganado en peso 134-'k!lógramos. «Los 1779 litros de leche que la vacababia dado, contenían 82 kilógramos de queso, comprendidas las. sales insolubles, 64- de manteca, y 9g de azúcar de leche, con las sales solubles. «Admitiendo· ahora que el buey haya adquirido la mitad de la materia grasienta que la vaca ha dado en su leche, quedan •102 kilógramus·de carnes desprovistas de gordura, de las cuales eliminada la cantidad de agua libre en su totalidad, representa apenas la cuarta parte de su peso primitivo. «El buey no ha suministrado, pues, mas que la milad de la materia grasa , -y apenas un tercio de la sustancia azootizada que ba obteni,lo la vaca: además, esta ha dado \10 kilógramos de otra materia compuesta en gran parte de una sustancia lechosa-sacarina, la que con el tiempo se empleará con ventaja para la alimentacion del hombre. «Coloquemos ahora el problema en otro terreno para hacer mas evidente todavia la diferencia. de esta cantidad de productos que nos han dado estos dos animales, y discurramos de este modo : «O Ia;vaca en circunstancias iguales, consume mas alimento que el buey, ó sino lo consume saca á lo menos mas ventaja de las yerbas de que se alimenta. «Toca á la observacion y á la experiencia (2) El litro equivale á dvs cuartillos pró::s.i-

mamenlc.

responder á esta cuestion. Para ello es preci·so tener presentes dos cosas 1. 0 analizir los escrementos líquidos y sólidos de estos dos animales; 2. 0 determinar la cantidad de alimentos que cada uno haya consumido durante veinte y cuatro horas . «Estas observaciones se han heeho con precision y exactitud. «Examinadas las boñigas ó escrementos sólidos de nuestro buey y de nuestra vaca, en iguales circunstancias, constaban casi de las mismas cantidades de agua, de las mismas cantidades de residuos de yerba, y en fin de la misma cantidad de materias solubles eu el éter : los orines de estos dos animales contenían casi la misma propo rcion de u rea y de los restan le$ principios de que se forma e te escremeuto. «La vaca de leche consumía, como término medio, el doble de yerba cada dia de la que necesitaba el buey que se cebaba, y daba casi otra tanta cantidad de boñiga de la que daba el buey. «La diferenci a entre los resultados obtenidos se esplica por la diferente cantidad de alimentos que han consumido el buey y la vaca. «El buey, durante los tres ó cuatro primeros meses de su período de cebamiento, dá igual producto al dueño que el que da la vaca de leche, pero fuera de este tiempo la vaca escede en beneficio . ((Examinado el buey de cebo. y la vaca de leche con relacion al provecho que puede reportar la agrict!ltura, las ventajas están en favor de la vaca; y, no lo dudemos. de cualquiera modo que esta se mire, cuando sus cualidades lecheras son pronunciadas, representa el instrumento mas económico de cuantos se conocen para sacar de los pastos las sustancias alimenticias que contienen . A la vista del cuadro c11mparativo que acabamos de ofrecer, toca á los hombres es~ clarecidos de nuestra agricultnra. tener en consideracion este ramo de nuestra riqueza pública, y aun pensamos mas todavía: que el Gobierno debe con sus poderosos ausilios in vestigar y desarrollar esta fuente de prosperidad de una manera mas general y exacta de lo que es permitido á los particulares, porque


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los adelantos que hagamos en este ramo de la agricultura serán uno de los medios mas poderosos de acrecentar nuestra prosperidad material. Al Gobierno toca, en nuestro concepto, procurar las castas mejores de bueyes y vacas para realizar estos esperimentos, escojiéndolos de los puntos de Europa que la esperiencia haya enseñado ser de resultados mas seguros y ventajosos. Estableciendo el poder público depósitos de v.acas y toros que puedan prestarnos estas apreciables cuali<;lades, podrían los propietarios, sacando ejemplo de lo que han visto practicar, hacer ensayos en sus haciendas sobre e te ramo de economía rural, que estendiéndose poco á

poco por toda la penínsul-a veriamos abundar los mataderos en carnes saludables, y nuestra clase proletaria podría hacer uso del queso y de la manteca con una baratura que ahora no conoce. En la práctica de estas teorías y en la de otros puntos semejantes hallamos un progreso inmenso que nos conduce á fruiciones de una estension incalculable. Hacemos sínceros votos porque se cumplan estos beneficios, y no dudamos que en su dia el pobre agricultor bendecirá la mano al Gobierno que Je preste ausilios de esta especie y mirará con reconocimiento á los hombres benéficos que le deparen tamaña prosperidad.

• llaritbab bt vacas stn cuttnos.

Nuestros lectores conocen la aficion constante que tenemos al ramo de ganadería, porque estamos convencidos de que es la piedra angular del edificio agrícola, si a í puede decirse, y por ello -no estrañarán que nos ocupemos con tanta frecuencia de cuanto tiene relacion con la mejora y aumento de nuestros ganados. La raza bovina en especial se merece una atencion preferente por las razones que hemos apuntado en otros artículos de nuestro periódico, convencidos como estamos de que deberia darse mayor est ension á este ganado y que el interés de los cultivadores está en que se perfeccionen nuéstras castas vacunas para sacar de ellas los productos inmensos que nos ofrecen. Siguiendo rn nuestro propósito de dar á conocerá los s uscritores del Cultivador cuanto se vaya escribiendo de notable acerca de este ramo de economía rústica, reproduciremos á continuacion lo que. M. Dutrone ha dicho ea carta particular al ministro de agricultura de Francia en el acto de enviarle una vaca sin cuernos que ha nacido en

sus vaquerías de Normandía el año pasado de 1849. El ministro que ha conocido el mérito de la ofrenda de M. Dutrone, ha enviado esta vaca á los profesores del l\luseo, que poseen, algun tiempo ha, un toro de la misma especie. Hé aquí las ven tajas que detalla M. Dutróne en su carta acerca de esta raza bovina sin cuernos; ventajas que no dudamos serán lei das con interés por los aficionados á este ramo agrícola. «En las campiñas , uno de los accidentes mas frecuentes es las heridas y la muerte de las personas que cuidan los toros, los bueyes y las vacas que tienen caernos. ro solamen te los jóvenes inespertos, sino que las madres de familia y aun los hombres robustos y capaces de ·defenderse, son cada año victimas de estos animales. El número de muertos es mayor todavía entre los niños Y jóvenes de poca edad, menos esperimentad'os, menos fuertes, y á quienes por lo comun se les encarga el cuidado de un ganado tan fiero.


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«Por otra parte, las vacas, los bueyes y ros toros con cuernos , aun cuando sean mansos é inofensivos para el hombre, acostumbran á valerse desu poderosa armadura para destruir lrrs cercas, y de ello se sigue la destruccion de las cosechas . .Á.demás , los cuernos son i·nstrumentos de muerte en las luchas que se promueven entre los mismos bueyes, vacas ó toros, ó contra otros animales domésticos. Importa, pues, mirada la cuestion bajo todos estos puntos de vista, que desaparezca una causa que ocasiona grandes pérdidas materiales, y que con harta frecuencia llena de luto á muchas familias por la muerte de algunos de sus individuos (1) «Por lo que mira á la cuestion de si la industria agrícola manufacturera ó comercial haya de resentirse de esta innovacion, puedo asegurar que ningun perjuicio se le acarrea, segun las esperiencias que tengo hechas en el espacio de diez y ocho años. «Los bueyes y las vacas se les destina al trabajo á la produccion de la leche, para el matadero, y en fin para obtener de sus despojos cebo y cueros. Pues numerosos esperimentos me han confirmado los hechos siguientes. 0 e< 1. Los bueyes trabajan mejor cuando están uncidos con collera ó cuando el yugo descanza en la nuca ó cuello, que cuando se (•I) La introduccion de esta especie de vacas Y bueyrs sin cuernos seria mas útil en España que en ninguna otra nacion, porque generalizándose en las montañas donde se crian los toros fiel'QS que se lidian en nuestras plazas, acabariamos con ese espectáculo repugnante y fiero que nos ofrecen las corridas de toros que no hacen honor á lit nacion, que estremecen á la humanidad, empañan la pureza del culto divino ' Y acarrean daños y perjuicios aun en el órdcn económico . Este es un punto de doctrina del que proponemos hablar con estension otro dia, siquiera para recordar lo mucho que se han ocupado de ello varones virtuosos y distinguidos, prelados y pontífices, é ir.dicar las repetidas reales órdenes que dieron nuestros monarcas para suavizar y aun estirpar prudentemente el hábito- fatal de las- corridas 1:lc toros en España. N. de la R.

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les mantiene atados ó uncidos por los cuernos Asi lo demuestran los ensayos repetidos de M. Dornbasle y de otros sabios agrónomos, cuyos esperimentos forman autoridad en los anales de la ciencia. 0 En Normandía las vacas lecheras e< 2. mas notables se encuentran entre la especie que no tiene cuernos; y si no hay en estas una ventaja, es á lo menos igual ta cantidad de leche que dan las razas que tienen cuernos, no siendo inferior en las primeras la calidad de la leche, tanto para el consumo inmediato, como si se la destina á )¡l fabricacion del r¡ueso y de la manteca. «La Norrnandía, que de tiempo inmemorial envia á Paris el buey gordo que cada año admira esta capital, saca para el matadero los bueyes mejor cebados de la variedad sin cuernos , cuíª raza produce. igualmente las carnes de calidad superior, abunclante cebo ó grasa, y cueros muy estimados para las artes. «Respecto á las dos circunstancias que hemos espuesto de ser la variedad de bueyes sin cuernos mas útil para la leche ria: y para el matadero, lo afirman autores clásicos antiguos y modernos. «La variedad sin cuernos, que se ha dicho ser originaria del Asia menor, es poco numerosa en el continente europeo; por ello no se le han dispensado ~da vía los cuidados que se merece esta especie inofensiva, ó mejor diré civilizada. No obstante, en Inglaterra se prefiere ya esta variedad sin cuernos, porque han sabido apreciar las ventajas que ofrece. Debo añadí r que esta variedad no es esclusi va de ninguna raza. En todas las especies de vacas con cuernos, sea cual fuere el país á que pertenezcan , nacen de vez en , cuando individuos que no los tienen . Juntando, pues, estos individuos se operará la reforma en cada raza sin que por ello se cambie el tipo, «Pero cuando hayamos reconocido el mérito respectivo de cada raza; cuando hayamos apreciado debidamente la mayor importancia que tenga la una que la otra, importancia que por otra parte hará dudosa la difereneia del clima, del suelo y aun las necesidades locales; entonces, repetimos, á la


_; 3ovista de estas observaciones se mejorarán J·as razas inferiores por medio de cruzamientos con los toros sin cuernos. · «Pára ~fectuar esta reforma encontraremos los mas poderosos auxilios en la misma

ley de la reproduccien. Por medio de los -repetidos cruzamientos que he hecho entre. las dos v~riedadcs, las terneras que he obteni-do. están en proporcion de cinco á siete.>>

UN PASEO Á MIRAL1ES.. El decreto de 2 de noviembre último por el cual se manda crear tres escuelas de agricultura teórico-práctica en otros tantos puntos distintos del reino, escitó la curi-ó"sidad del señor D. José Margarit y Lleo- · nart, del comercio de Barcelona, qui en me conviJó á dar un paseo á la linea que posee en el término de Castellví de Rosanas, llamada _iJfiraUes, por si me parecía que aquella hacienda reune las condiciones que señala el decreto de la fecha que mas arriba he indicado, para en tal caso presentar plie-• go de condiciones. Despues de examina.ria, be j·tizgado conveniente dar á conocer á los suscritores del. Cultivador las circun~ancias de aquella hacienda, mayormente cuando concurren en. ella algunos ramos de nuestr a industria ag raria que por sn calidad merecen una particular atenc~on . • La hacienda de Miralles, conocida tambien en este pais con el nombre de la ca.sa de Deu , está situada á cuatro leguas de esta capital, E., á una legua de Martorell N, y á tres .de Villafranca del Panadés O, distante otra legua de la carretera real que de Barcelona con duce á Madrid. Tiene la estension de sietecientas fanegas de ti erra aproximadamente con esposicion al N. O, lindando por oriente con la montaña· llamada Mata moros, por mediodía con un dil atado viñedo de propiedad de D. Joaquín de Llosellas y por poniente y norte con el rio Noya casi esclusivamen•te. lnmeuiato á este sitio y con direccion á N. E. se ve el castillo antogui

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llamado de S. Jaurne, propiedád del marqués de Vi!J-afranca y de los Velez, de cuya for taleza, distante de Miralles menos de una legua, se cuentan en el pais varias anécdotas. A dos leguas. escasas de la casa de Deu, en la línea de .poniente y norte, se vé la famo~a montaña de .lJlonsermt tan celebrada de todos los que la conocen por la prodigiosidad de sus producciones naturales, por la suntuosidad de su monasterio, por la sencillez y comodidad que ofrecian las ermitas que se veian entre las malezas de aquel terreno, y-por la veneracion con que se mira en el pais la Virgen que se guarda en aquel fa moso templo . El terreno que compone la hacienda de Miralles es de clases diferentes, sembra,• do de diversas producciones , principalmente de viñas que cubren el declive de una montaña cuya cima se eleva sobre el mar una porcion de to esas ; pero es tal la poca rapi dez de esta pendiente, que el suelo no necesita de· terrap lenes ni paredes para prevenir los ma les que las aguas podri:i.n ocasionar. En las partes medias y baja de la hacienda es: tan suave el declive, que casi puede decirse que es un terreno- llano, de naturaleza arcillo-arenoso que . lo hace útil para toda especie de producciones. La parte alta de la hacienda está dividida en dos mitades, si asi puede decirse, por medio de un barranco ó cañada que en SLl base produce aguas frescas y abundantes, siendo la produccion natural de_esta montaña la de los pinos, robles, encinas por lo


- -·37 que toca á los árboles, y el box, brezo, aliaga, retama y otros por lo que mira á los arbustos y matas. Toda la cima de la montaña, y aun toda la pendiente mas rápida de ella, es de una naturaleza caliza, y por ello las yerbas que se producen son el romero, el tornillo y otras plantas aromáticas, lo que hace agradables los pastos, y el que las abejas produzcan en Miralles una miel muy sabrosa. 1'1iralles era un convento de PP. Agustinos-calzados que abandonaron los religiosos el año 1835, de bastante capacidad para albergar cómodamente doce frailes, con todos los aperos y ajuár que se necesita para una casa de labranza. El convento está situado en el centrb de la hacienda y en su terreno mas llano, circuido de una estension de huerta de regadío, formado de un piso bajo donde están los lagares, bodegas, cuadras, couina, comedor y dormitorios para los mozos de labranza,· y de un cuerpo alto donde se veo nueve celdas que habitaban otros tantos religiosos celebrantes, y además una habilacion cómoda y capáz situada al otro estremo del edificio donde vivía el prior de esta pequeña comunidad. Tiene una iglesia muy capaz con cinco altares, incluso el mayor, torre y coro con comunicacion directa al conventv, espaciosos corredores, una sala capitular y otras subalternas para diferentes usos, ·con balcones y ventanas que permiten admirar el rico panorama que ofrece la posir.ion del convento. En la .parte baja del edificio hay, además de todo lo que hemos dicho, coberti1iOS para carros y forrages, de manera que puede decirse que Miralles es mas bien una casa de labranza que la morada de una comunidad religiosa. Pertenecía al convento de Agustinos ·de Barcelona, y poi: elfo destinaba á .111iralles un prior que Luv iese conocimientos agrícolas . Era este co nvento uua especie de correccional para los frailes distraídos, donde con la soledad y la ocupacion se les volviaal recato y á la virtud. El clima de Miralles es ótil para toda especie de producciones: vegetan á la vez el box y la palm·era, y se recojen los frutos mas variados que permite el temperam~nlo de este pais. El terreno que compon_e la hacienda de

Miralles está reducido en la roa yor par-te á· cultivo. En su parte alta ó montañosa existe un bosque cuyos árbole,; son robles, pinos :y encinas, creciendo .entre ellos matas de diferentes especies que se cortan y se destinan á los hornos de cal y de .mampostería, que no faltan en el término de Mjralles. La cabida del terreno destinado para bosque será de unas doscientas fanegas próximamente, abundando en muchos puntos las plantas gramíneas que constituyen- los pastos naturales, asi como tambien la s aromáticas, cuyas flores ofrecen á las abejas cuantiosos productos para -la miel. El viñedo es copioso eu la hacienda de Miralles; comprenderá la eslension de unas · tresL:ientas fanegas de tierra, parte llana y parle montañosa, de naturaleza arc1\lo-calisa, con .una porcion de óxido de hierro, en el punto de mayor declive, de cuyas viñas se estraen vinos de escelente calidad, de fuerza alcohólica notable ; y de un sabor grato en todos conceptos. Las viñas están en buen estado casi en su totalidad; se las cuida con inteligencia y esmero, habiendo algunas cepas que necesitan acordarse á causa de su vejez. La~ viña~ de la parle llana ó baja ocupan el terreno de mejor cálidad, que seria preferible se redujese á cultivo de cereales y de pastos por la facilidad que hay de regarse á poca costa con los manantiales de agua que brotan en varios pu •· tos de la parte al ta de la hacienda. Estos manantiales, que podrían reducirse á un solo depósito por la proximidad de los unos á los otros, permitirían regar unas cien fane.:. gas de tierra. caro pa, atendido al poco riego que necesita el terreno de JJ1fralles á causa de las lluvias frecuentes que se esperimeotan por su situacion pa rticu\ar. En la casa hay bodegas y lagares para guardar 15,000 arrobas de vino. Tiene además la hacienda de Miralles unos seiscientos piés de olivos frondosos, perfectamente cuidados, la mayor parle jóvenes y de notables creces, sin que se les vea s_ufrir la negrura ni otraenférmedad particular de aquellas que son á veces comunes á los suelos y climas opuestos al olivo . Ocupan principalmente las pendientes de lasco-


gg linas; y esta circunstancia indica que "la colocacion de estos árbo les se hizo con inteligencia y buena práctica. Producen aceite de buen gusto y en debida cantidarl al número y estado de los árboles. En las inmediaciones del edificio que sirvió de convento, existen actua lmente unas seis fanegas de tierra plantada de huerla, que se riega con abundancia por medio dr. las aguas que nacen al pié de la montaña y punto inmed iato á la huerta misma . En ella · se cultivan las verduras y legumbres del pai ; el suelo es rico en mantillo, y la vegetacion revela el esmero con que se atiende á esta parte de la pro piedad. Tampoco escasean los frutales de todas especies que veget3.n en distintus puntos de la. hacienda, tales como el peral, manzano, cerezo, ciruelo, almendro, melocotonero, etc . , todos en buen estado y cuidados diligentemente. Se notan tambien algunos árboles de adorno en las inmediaciones del edificio y en algunos otros sitios de la hacienda, los que contribuyen á que esta sea mas deliciosa y amena. Pero lo que abunda principalmente son las moreras. La circunstancia de ser el señor Margarit, propietario de la hacienda, uno de los primeros comerciantes de Eu-ropa en el ramo de encajes, hace que tenga una estremada aficion al cultivo de este arbol. Por ello se observan en Miralles ricas plantaciones de moreras que pasan en la actualidad del número de dos mil quinientas, las cuales vegetan de pié, y se cuentan en criadero un número mucho m3.s subido que se irán colocando sucesivamente. Las mas están en forma de bosque y en terrenos de desmon te que antes para nada scr vian, y las otras circuyen las bojas de huerta y de campos inmediatos sin que estorben en lo mas mínimo á la restante vegetacion . La hoja que actualmente producen las moreras permite criar once onzas de semilla, y estos mismos árboles darán de aquí á seis años suficiente follage para alimentar los gusanos que pueden dar cuatro libras de simiente. Se cultiva la morera de las levenas blanca y negra,la rosa,mullicaulis,la híbrida y la salvage ó borde(1). Los cuidados de este árbol

están á cargo de un práctico estranjero, lleno de inteligencia y saber en todos los pormenores qne exige la vegctacion de la morera. En este mismo punto y en un edificio contiguo al convento ha mandado construir el señor Margarit un establecimiento para hilar y to rcer la seda por el método moderno, obsérvándose tanta propiedad, órden y método en el mecanismo de esta industria, que llama la atencion de cuantos visitan la hacienda de JJ1iralles. Tiene además todos tos departamentos y útiles necesarios para criar •cuatro libras de simiente. Fáltano:; todavía decir, que en uno de los estremos del estenso patio qne tiene el edificio hay un alambique para la destilacion del aguardiente, del que se sirve el pTopietario en los años en que el vino no tiene precio. La hacienda de 111iralles es una de las propiedades de mayor estension que se conocen en el pais, y probablemente pocas se bailarán en España en que concurran mayor número de circunstancias para convertirla en una granja-modelo. Los cultivos particulares que actualmente se ven en ella, la estension de terrenos que reune, el clima apacible y en cierto modo variado de que goza, la posicion agradable y sana en que se baila colocada , la proximidad de una ciudad tan populosa co• mola de Barcelona, la comodidad de tener en sus inmediaciones una vi lla de crecido vecindario cual es 1\'lartorell, y añadido á todo esto las notables mejoras de que es susceptible, la hacen digna de una mencionespecial, del elogio merecido que le tributa mi humilde pluma, -y ·de que el Gobierno ú otra corporacion prov wcial la eligiese por granjamodelo donde se estúdiasen los cultivos variados que permite nuestro clima . J. LLANSÓ. Barcelona 15 de enero de 4850. ( 1) La de las levenas es la mejor especie que se conoce por ser muy sedosa, tiene boja abundante y ser de fácil cultivo tan~o en terrenos de seca no como en huertas. Se la puede criar en forma de bosque por escarpado que sea el suelo, uolándose que ria producto crecido aunque no se la riegue . Exige sin embargo tr~s cabas al año, una en marzo, otra en junio y la tercera cuando se le cae la boja que cooviene e nlcrrarla debidamente par11q11c sirva de abono.


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s.obr.e Los 1r.emas instrummtos bt labran 7a.

Las labores del campo pueden practicarse á. brazo del hombre ópor medio del ganado. En el primer caso nos -valemos de la laya, · íle la azada ó del legon , y en el segundo del arado, prefiriendo entre estos los que la es periencia ha demostrado sÚ mas útil es. La laya se emplea solamente en los campos llanos, en los terrenos desembanzados y sueltos porque en las tierras pedregosas y que abundan en raices vivaces no nos es posible emplear este instrumento. A.!;:i es que en los desmontes de los bosques y de las praderas no podemos servirnos de' la laya por Ir. resistencia que ofrece el terreno en razon del cruzamiento de sus raices leñosas ó de las plantas gramíneas vivaces que para su destruccion necesitan otro instrumento de mayor fuerza. En los terrenos sueltos, en los campos de cultivo continuado , en las huertas, y finalmente en todos los puntos donde los obstáculos mecánicos no ofrezcan gran resistencia, deberemos valernos de la laya. Las ventajas de la laya para el cultivo son la de esterminar con seguridad las malas Jetbas, la de procurar una labor profunda, la de remover la tierra de una manera mas perfe.c ta, y la de enterrar mejor los abonos. Practicando las labores con este instrumento -conseguimos no pocas veces desterrar los barbechos á qu e nos obligan las plantas dañosas que vegetan en · los campos, y se nos facilita el medio de emplearlos en cosechas alternadas. Se usan comunmente dos especies de layas ; la una de pala , j la otra de puas en forma de tridente. Cada una de ellas tiene aplicacion á determinados terrenos , siendo preferible en dertas circunsta'lcias la una á

la otra, en tales términos que no pudiendo servir muchas veces la de pala, ó á lo menos dándonos pocas ventajas ó resultados, sacamos utilid ad de la de puas. Esta, que como hemos dicho es en forma de tridente ,'con la sola diferencia de que suele constar de cuatro puas, la empleamos en los terrenos fuertes-y arcill osos no solamente por la mayor facilid ad con que penetra por el interior del suelo, sino porque el aterronamiento de tales tierras permite hacer uso de esta laya. La de pala, al contrario, e;; adoptable en los campos de naturaleza arenosa y de terreno suelto en las que no aprovecharía la laya de puas, porque al acto de levantar la tierra removida se escaparía por en medio de los dientes. En los campos de rastrojo podremos hacer uso de la laya de puas aun cuando el terreno sea suelto y arenoso, porque el cruzamiento de las raíces de las plantas gramíneas aprieta fnertemente la tierra y dificulta las labores. Las tierras que se hubieren trabajado con la laya dan mayor producto que las que se labraron por medio del arado. La razon está en que quedando mas mullida la tierra cuando nos ·hemos valido del primer instrumento, las aguas y el rocío penetran con facilidad hasta ll~gar á las raíces de las plantas, y estas mismas raíces pueden tambien eslenderse mas comodamente y marchar á mayor distancia á buscar el aLimento. Seria de desear que se usase mas la laya entre nuestrns labradores, sin que fuese obstáculo el precio sttbido de esta labor, porque comparado el provecho que nos dan las abundantes cosechas que se obtienen labrando con la laya el importe del mayor númer@ de jornales que en tal caso son indispensables, resultará siempre una notable diferencia en favor de las labores hechas por medio de la laya.

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( ~ } Á este insLrumento se Je dá en Cataluña el nombre de fanga.


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11 LII 00~11@1 V .[0))111 VJ~~l~é\V) ltm &~ &@l!IC!t'W&'UWll18i~

Dos condiciones son esencialmente necesarias para que las tierras produzcan mucho, •á saber: buenas labores, y suficientes abonos que mantengan la fertilidad del suelo. No queremos manifestarnos partidarios de ninguno de los si temas establecidos por algunos prácticos exagerados, dando mayor importancia de la c.¡ue se merere á cualquiera ·de estas dos condiciones, porque no solamente creemos que no debe darse preferencia á ninguna de ellas, sino que se necesita que ambas se tengan igualmente presentes para sacar del cultivo ventajosos resultados. La esperiencia de todos los lt1gares y de todos los tiempos nos enseña que si trabajamos mallas tierras, no obten.dremos masque cosechas raquíticas é inciertas, así como los esfuerzos del cultivador serán inútiles si no emplea aquella cantidad necesaria de abonos que reclama el suelo. Con trabajo y con abonos la tierra jamás se cansa de producir; y es en este camino donde el labrador debe es tender la vista para aproveébar los recursos que le ofrezcan sus campos y las circunstancias que le rodean, y para procurarse abundantes cosechas de plantas útiles é importantes quepodrán conslituir su felicidad. Debe estudiar igualmente el agricullor cuales sean los mejores abonos que necesitan los vegetales que cultiva, porque es cierto que las sustancias fertilizantes JlO prueban igualmente á todas tas especies, y que unas plantas dan mas producto cuando las abonamos con ciertas materias que si lo hacemos con otras de naturaleza diferente. En nuestro periódico hemos tratado alguna vez de los abonos y de las diferentes sustancias que pueden emplearse r.omo tales, unas que las sacamos del reino animal, otros del vegetal

y á veces de ambos, constituiendo en este caso un abono mixto. Ni todas las ·sustancias que sirven de abo• no tienen en i¡sual grado la virtud fertilizante, ni tod as el las son igual mente ventajosas para las mismas plantas ni para todos los terrenos: e·stas diferencias pues, conviene que se estudien atentamente para utilizarlas con provecho de la agricultura. Vamos á nuestro objeto. Entre las sustancias anima1es duras los huesos son los que ofrecen un recurso mas poderoso al cultivador, y tal vez no bay ninguna entre ellas que ejerza efectos mas variado en su accion segun el diferente estado en que se emplee. Cuando usamos los huesos enteros y en estado fresco, es decir, recien salidos del animal , la deE-composicion es lenta y el efecto fertiliza·nte que producen tarda .en notarse ; pero no sucede así cuando se han dividido y pulverizado masó menos groseramente, pue¡¡ que entonces se activa su descomposicion por la intluencia del aire, de la temperatura y de la humedad. Aunque los huesos se reduzcan á un polvo fino por cualquiera de los medios mecá.nicos que para ello podemos emplear, la duracion fertilizante es mucho mayor que la ·que tienen las otras partes del animal, por cuya razon podremos emplear los huesos con ventaja, aun en estado de polvo, en el cultivo d·e las plantas pere:rines y en aquellas cuyo crecimiento es poco rápido. Con el pólvo de los huesos se nota lo que no se ha observado con los restantes abonos anim11les, 'i es que los huesos, aun usándulos en estado de polvo, dejan al suelo su ficientes materias nut1:itivas para sacar de ellos una cosecha abundante dos años seguidos sin necesidad dere· petir el abono.


-41Los huesoi:; que emplearnos en agricultura f con tra la Európa-ooligada lvs produjeron en será ventajoso cocerlos en el horno, por cu- ~ tanta á.bundancia. yo medio pierden una quinta parte del peso j En va ríos puntos de las naciones europeas que tenian en estaélo crudo. En este estado existen ·depósitos de huesos de animales cloes muy probable que no tienen grasa ni ge- mésticos y máquinas para carbonizarlos y latina porque la accion del calor las babia pulverizarlos, constituveñdo un ramo de codescompuesto , -y quizás convertido en otro mercio útil y lucrativo·, principalmente en principio, y eotonces hemos de creer que la las inmediaciones ·oe poblaciones populosa's, virtud fertilizante del h1reso se del:e 11I fosdonde la industria, el tráfico y el Iujo atraen fate de cal que abunda entre las mallas ce- gra n número de ganados que se destinan á lulares de que se forma la base del hueso. la arriería , al carreteo y á la manutencíon. A este fosfate caliso hemos de atribuir prinEn las inmed iaciones de Barcelona se haescipalmente la vegetacion frondosa que se no- ta_blecido una de estas fábricas hace tres ta en los campos en donde se emplean los años,-propiedad de los señores Castañs y Dehuesos como abo no. gollada, en la que se recogen todas las reCreen a1gunos agrónomos que hay una ses que mueri:n en esta ciudad y en sus indiferencia entre los huesos de los diferentes mediaciones, cuyos huesos se reducen á caranimales, y que son mas provechosos h)s bon animal despues qu las carnes y restanunos que los otros con respecto al.abono que tes despojos se han utilizado para diferentes prod ucen, suponiendo que los del caballo productos quimicos. aumentan menos la fertilidad de la tierra A lo dicho reducimos por ahora las notique los del buey y otros ganados. Otros prát.:- cias que podemos dar acerca del uso de los ticos afirman que no encuentran diferencia hu esos para abo nar las tierras, concluyendo algaoa, por mas que hayan observad o esme- este artículo Cún notar las observaciones r~damen te este punto de agro nomía . prácticas que 1\1. Du-Fonchay, cultivador Los bu~sos, aunque hayan estado enterra- en 1\Ioulius, ha hecho en sus tierras. dos por largo tiempo en lugares húmedos, «Debo al abono de los huesos, dice M. pueden emplearse y se obtiene de ellos el Fonchay , nno de los mejores l'esultados mismo efecto que de los frescos ó recien sa- agrícolas que se han obtenido . cados del animal si se ha tenido la precau«El pueblo de Gaunay-sur-Loire vendió cion de reducirlos á polvo. Tarnbien produ- sus terrenos com unes en 1~B, situados en cen muy fi:lV'or'ables resultados en la vegetapu,nto ,no mur distante de rni haciendá. _La cion ,los h'uesos qu'e se, han carbonizado estension de estos terrenos era considerable com plefamen,le ó ha¡¡ta el punto de desmey 10 daba ningun producto: eran un verdaDP,za rse co!1 l¡i. sola impresion del pié y auú dero arenal , cu.bierto de de remoto tiempo de la mano. de 1iequeña·s é improductivas plantas, sin la En todos· lo~ pueblos donde la agricultura menor capa de tierra vegetal, y en cuy.o suees·Qs tudiada éuidadosa mente hacen uso de lo no !labia ~enetrado jamás el ara-do. Comlos huesos como nn ríco abono, principal pré estos terí·enos por el l)recio convenido, 'y mente la lnglaterra cuya nacion aventaja á en la primavera siguiente mandé allá mis las restantes de Europa en los medios de )·untas con todos los aperos necesarios para producir sus interese·s materiales . No-soJaem pezar las labores . ' men t.e se emplean los huesos de los anima«En el otoño inmediato pude sembrar ya les domésticos y de otros de que nos alimenuna porcion de estos terrenos, habiéndolos tamos en parte, sino que podrían ser proveabonad.o antes con el polvo de los huesos que c~osos los del hombre como lo indican los tenia en una fábrica que poseo, y gracias á muchos esqueletos humanos que han ido á este medio , en 184-4 se veino abundantes parar á las fábricas oe la Gran Bretaña, pro• forrages y cereales en lugar de lds ar~ustQS ~dentes de Vaterloo y de otros punte de y de las plantas inútiles que veo-et.aban entre Alemania en que los combates de apoleon aquellas arenas . TOMO 111.

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«He completado despues el desmonte •-y cultivo de todo este arenal y 'he oolenido 1 ·,µias rica vegetacipn, de manera que la cosecha del aijo ,18461 á pesar.de haber sido ma\isim;:\-no dejó de ~ar 115,000 francos de procl'!c_to ~n..l!ru.to. En el dia, que .s.e pa11 constr\lido var.ios·~~ifici(:!s, en este iterreno,, :rotes desnjldo, y ,que s~1 ban edificado p~redes, co.,n ales :r-demás de, utilidad pata el cultivo y gobiernQ de lo!i ganados ,,-se notan infini,d-l!d .de bueyes, ovejas, ce-rdos _y carneros de

}leal órilen relativa á la insta1acinn de depósitos • de cuballo.qJadres en las provindas. Varias pnwiocías y aun diferentes particula·res, bao hecho indicaciones á este Ministerio, para que en ellas se instalen .d~pósrtos de caballos padres, obligándose á sufragar los gastos de los del Estado, con tal que este los sur.ta' de caballos. L.a Reina (Q.D.G.) con objeto de cono~er tod~s las que se bailen dispuestas á hacer este 'sacrificio, se ha servido disponer que V. S. oyendo al efe'c to á la junta de Agricultura y dipufacion provincial, manifiesl-e si las de esta provincia se prestan á ·e's ta irtdicacion~ pidiendo J¡¡ ,p~irllera y consignando la segu-odl!-cn presupuesto adicional, al cordenle de la provincia, 1~ caf!tidact al efcctonecesada. L:Ís que contrstfn fir,malivamcnt~, serán pniferidas para el urtido de sus depósitos y para dotar íos nueva' . de mente de sementales, como en fa penuria fondos ,;¡ue experimenta el ·bmo, esta, revelacion de los gastos de manutcncion y eulreteni' miento, es un poderoso aux·ilio que d'cja al Gobierno en libc.rtad de aplica·r máyorcs sumas de su escaso presupuesto á la compr.a de sem entales , y al 1,i rgenle establecimiento de debe?as potritt!s y~yeguares; y demostrará arlen;iás en las provipcias que á ha<¡erlo se pr ster¡ 1 un deseo é inter,és m.ayor en Ja creacion de estos, ben e6qios1

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cebo, -;y esta mudanza' tan -rep~ntina ~s deb¡'d-a á los a·bono¡; y á fa cal con que he mejorado estos terrenos, auxiliado con los huesos en p.olvo q.ue, en razon de 500 á 600 kiló~ gramos por hectárea he .empléado. ·~ «Las- últi ma,s cosechas, que son :de. centeno 8 tdgo, avena. de invierno, colza, cebada de primavera, trébol , ray-grass, patatas, cáñamo y maiz han tenido un valor que e ~ cede de' 20,000 francos.»

que justifiéara toda la preferencia que el Gobierno está dispueslo á concederles. La m~nutencion ,de los sementales se ha de dl!r con arreglo al Reglamento y á satisfaccioo de V. Sl y dpl delegado, cuya gratilicacion de escritoriQ quedará siempre a cuenta del ' Gobierno. Con' es~a ocasioq se ha servido S.M. mandar se re-. mita adjunto ejemplar d e la - circular de ~5 de diciembre del año último, que e-xige -cierto! datos-que dicen relacion á la est¡¡dfeftica de ye• guas, y á las [!erfecciones y defect,os 'de que ~do· lezca este gallado en cada provinciá, y cuyo co• nocimfenio es indispensable para fijar las cualidades relativas á los .eaballos que se Je hayan de enviar. Es la voluntad d~·s. M. que los jefes políticos que hasta ahora no, hayan e,·acuadola consulta, . Jo verirque.n con la COQperílciondi las juntas de Agricultur.a a'1les del ,15 de agos· to próximo, en la :ioteligenoia de quecualr.¡ujP.· ra omision ó tibieza en o.ste servicio será mv¡ del desagrado «le S: lH. De re¡¡I óraen lo djgo'' V .'S. á los efectos correspondi ~ntes, éncargá_n· d lo toda diligencia en la contestaci'on, para no perj11dicar el derecho de los soficitanLes, á cuyo efecto además de la inmedialil · comunicaciQn respectiva á la jun ade Agri ultul'¡¡ y la dipu· ta,c ion provincial, insertara V. S. esta en el Jlo Jc~in oficjal de esa ,prnvin,da, par1' q11e.¡os par·


43 ticulares pITTJdan dirigír sus solicitodcs por c:onducto de, V. S. ue los elevará á la direccion de Agricultu~a con su informe, oye'nd<J préviamente el de·la'junu,. Dio~ guacde á V. S. muchos años~ Madrid ' 2 de julio de 48\.8.-BRAvo Moan.Lo.-Sr. jefe político de ....

Real órden dando graciar á lrt diputaeion provincial de Leon, por haber ofrecido .1ostener con fondos de la provincia el depósito de caballos padres establecido en la misma. Arlifultura.-La Reina (Q. D. G.J ha visto con agrado que esa diputacion provincial, correspondiendo á la invitacion qu.e se_ le hizo, ofrece sostener el depósito PI! caballos padres del Estado, establecido en esa capilal, con fondos de la provincia, cargándolos al presupuesto de la misma. S. MSorden1 que V. S. dé, en su real nombre, las gr'acias á aquella cor'poracion provincial, á la cual le será de abono la partida que por aquel concepto consigne en el presupuesto, indicándola al propio tiempo, que desde primero del próximo mes de octubre, correrán de su cuenta los gastos, exceptuando la gratificacion de escritorio que se abona al delegado Jel Gobierno n esa provincia, que se rntisfará cop los fondos de este Ministerio, por lo cual &e atend rá con preferencia á ese depósito en el envío de sementale!h pres-tando á este ramo de industria toda la proteccion qu,e permiLQ el act-i1al estado de la nácion. Oc real órder: lo digo á V .S. para los efectos correspondientes. Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid. 4 de sttiembre de 1848.-BIUVO MuRILl,o.-Señor jefe político de Leon.

],leal órden aprobando el reglamento qne se inserta, para los guardas municipales y parliculcres del campo de todos los pueblos del reino. Deseando la Reina (Q.D.G.) que ni deliberar los ayuntamientos sobre la creacion de guardas rurales, y al votar los fondos para su sostenimiento, tengan estos funcionarios los requisitos, y llenen los drbercs que el órden público requicré, se ha servido S. M.,,de acuerdo con lo propuesto por este Ministerio y el de la Gobernacion, aprobar el adjunto Reglamento, de cuya estricta ob3ervanci I cuidará V. S. con toda escrnpulosidad atendida la importancia del servicio á que se -refiere, Y es asimismo la real voluntad que di.ga á V. S. como 1o ejecuto de su real órden, qi.1e estimufe á los ayuntamientos, para que ejerciendo las funciones que lll. ley les

-atribuye, procurén la crc.acion de los guardas rurales en sus •respectivos términos como UD!> de los medios mas ·eficaces <le fomenta la 'agri,cultura. De real órden lo comunico a V. S. para los efectos consiguientes. Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 8 t.le noviembre de 1849.Suas.-Señor jefe político de-....... .

REGLAMENTO ' PARA LOS GUARDAS MUNICJl'ALES Y PARTJCO.LARES DEL CAMPO !)E TODOS LOS PUEBLOS DEL REINO.

TÍTULO PRIMERO. De la propllesta, nomb1·amieutos, fianza, distintivo y armas de lás guardas municipales. Artículo 1.0 Los guardas municipales del campo, pagados de los fondos del coman donllelos ayuntamienws, por juzg...,rlo necesario, hubieren creado 6 crearen estas plazas con la correspondiente superior aprobacion, -serán nombrados por el alcalde, á propuesta en terna hecha por el ayuntamiento . Art. 2. 0 La propuesta recaerá en personas que reunan los indispensab.les req.uisitos siguientes: • · 1. 0 Edad de 25 á 50 afios. 2. 0 Talla no meno!' que la que se exige póra el servicio militar. • 3.° Constitucion robusta. 4. 0 No tener rlefecto físico que les impida el cumplido. dC"sempeño de su cargo. 5. 0 Saber leer y escribir, siempre que sea posibJe. 6. 0 Ser de ree-onocidas bnenas costumbres. 7. 0 Gozar de buena opinion y fam¡¡. 8. 0 No haber sufrido nunca penas aflictivas. 9. 0 No haber sido antes expulsado de plaza de guarda muoicipal t.!el campo, ni de guarda particular jurado, á virtud de lo dispuesto en el arLJculo 42. 10. No tener propiedad rural ni ser colono ni ganadero. Art. 3. 0 El alcalde devolverá al ayuntamiento la propuesta cuando aiguna de las personas en ella contenida carezca de cualquiera de los requi itos enumerados en el artículo precedente, y el ayuntamiento en su consecuencia le reemplazará con otro en quien c0-ncurran todos. · Art, 4. º En e-1 término de ocho días, con--


-H !ddos desde el en. gue fuere comunicado él n-ombrjlmicnto á los intt1resado , prestarán estos fianza en la can.tidad, especie y forma pre~ viamcnte designadas por el ayuntamiento. Antes ,te admiLir el alcalde la presentada por cada gua rdp_, oirá acerca de qlla el parncer de aq,.ue-. lla corporacion . . Los que dentro de dicho tér~ mino no la presentaren-, se entenderá que renuncian sus plazas. Art. 5. • Los g·uardas municipales prestarán, en manos del alcalcle y á presencia del secretario del ayuntamiento, juramento de dc·sempeñar bien y f\elmenle . su encargo, y les _geran entregados eu seguida el distintivo y d título de su nombramiento, firmado por el alcalde, y refrendado por dicbo secretario. El título expresará el nombre, apellido, naturaJe,za, vecindad, edad, estatura y demás señas personales 'd,el individuo. Art. 6.º Sin.la previa admision de la fianza y la prestac.i on del juramento, no entrarán los gua rdas municipales á ejercer sus funciones, ni les será abonado ni aguo. habei·. Art. 7. 0 El alcalde y el secretario del ayuntamiento no llevarán· derecbos ni exigirán retribucion alguna á los interesados por el nombramiento, admision de la fianza, juramento y expeqicion del l(tulo. _ Aºr t. 8. 0 De todos los nombramientos de guardas que hiciere el alcalde dará. conocí..:. mi ento al gefe polflico,desp1ies de h a!Jé r jurado aquellos sus plazas, expresando al mismo tiempo todas las circunstancias que, respecto á cada uno de ello~, debe contener el título de su nombramiento, segun el artículo 5. 0 • Art. 9. 0 El distintivo de los guardas municipales del campo se1·á una bandol era an cha de cuero, con una placa de lalon de cuatro pul ga~as de largo y tres Q&c ancho, con ~J p om bre del pueblo en el centro, y al rededo r de él el loma Guarda de, campo. Art. 10. Los guardas r;nunicipales usnrá n, los de á pié y los d,e á caballo, una carabina lijera con bayoneta, cana,na con vafoa para la bayoneta, y di ez cart1J chos co n bala; y los de á caballo además un s¡¡ble igual al de la caballería lijera del ejército, pendiente ti.e cinluron y tirantes de cuero. · Art. Ü. Los ayuntamieplos, con la correspondiente superiof aprobacion, determinarán las prendas que, de.las. expresadas en los · dos a_rllculos precedentes, han de ser suministradas [ 1 s guardas -municipales á co¡¡ta de los fondos del comun, y la té poca de su renovacion. Art. 12. En los pueblos en que ha ya mas de

un guardamunicipal, el alc;i.Jde, de acuerdo con el ayonliamicnto, dividirá el término municipal en tantos cuarteles ó demar caciones cuantos fu eren los guard.:is, y ,~ada uno tle t stos se encargará del que por eJ alcalde fuere designado.

TÍTULO II. ..-De las obligaciones de los guardas municipales del catnpo.

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Art. 13. Los guardas municipales del campo r ecorreráu y vigilará n cqnstanle me nte el término manicipal, cuartel ó demarcacion qu e les e3té asignado desde antes de ama necer hasta en trada la nocl;i e, y durnnte el todo 6 paTte de ei; ta, cuando la necesidad Jo 'e~ija, -f siempre que lo or den e el alcalde. E n tofü> caso llenarán el distintivo' y arma s de que hablan los arl:Jculos 9. 0 y 10 Y, el título de su nombramiento. • Art. 14. Denunciaran ante la autoridad comf~ lenle : 1. 0 T odo delito y falta contra la prdpiedad rural y cóntra la seguridad personal. 2. 0 T odo acto po.r el cua l, aunque no se hubi ere causado.daño á la propiedad rural ; se hubiere aten tado á los derechos del propietario, bien sea invadiéndola, bien tomando ó disponie ndo de alguna cosa, cualquiera que ella sea, comprendida en las heredades ajenas, sin permiso de sus dueñós. • 3 .º Toda omfsioo ó descuido, del cual pueda resultar daño ó perjuicin á la propiedad aj ena, sea esta de la clase que quiera. 4.• Final mente, tod a infraccion al Código P e nal, á lds re·g lam enLos ó bandos de 1>olicia rural, á las ordcrianzas de oaz11 y pesca, á las de montés y plan tíos, y á I,os de caminos, asi geuerales como vecinales y particulares. A.rt. 15. llará.n las denuncias de las faltas en el preciso término de 24 horas, tontadas desde en la que fueren aquella. cometidas. Las {le los delitos las harán inmedialam·ente, sin mas intérvalo que el preciso para t(asl/ldarse al pueblo en que resida h,1 autoridad que de ellos pueda con"cer, aunque no sea mas que preventivamente, y á la cual entllegarán el reo ~: los efectos. aprehendidos. Arl. 16. Expresaran al bai:er la deuuncia las circunstancias siguientes: 1. • El dia y hora en que el hecho fué ejecnt{l do. · ~-• El nomb.re, ape:llido y vecindad del autor, y sus cómplice •


3.ª El punto en que tuvo lugar la ejecuioo, el modo y demás circuJ\stancias con que se ,;;erific,í. 4.• El nombre, apeJlido y vecindad de los, Lestigos pr11se ncia les. 5.ª Los de la p!!rsona contra cuya seguridad (1 propiedad se hubiere atenl'a'do. 6.ª Por último, la prenda tomadar ó los efectos aprehendidos al que cometió la falla ó delito. ~rt. 17. La ratificacion bajo juramento. de los guardas munir.ipal~s en los denuncios hechos por ellos, hará fé (salvo siempre Ja prueba en contrario) cuando con arreglo al Código Penal no merezca. el hecho denunciado mas calificadon que la de falJa. Art. 18. Los guardas municipales no tendrán ninguna participacion en las multas, ni en las penas pecuniarias que se impusieren á virtud de las denuncias h echas por ellos. ., Art. 19. No obstante lo prevenidp en el artículo 14, se abstendrán y cesarán los guardas municipales ea toda iatervenciol) y procedimieoto cuando estuviere presente ó se presentare antes de haber puesto la denuncia cualgnier agentll de Ia adm inistracion pública, á quien por su instituto corresponda entender en el asunto. Entonces le enteraran del hech1> (cuando no lo haya presenciado), y le entregarán en su caso el reo, y la prenda ó efectos a~rebendi<;los, dando en seguida al akalde parte .de la ocurrencia. ,. Art. 20. Tocio guarda municipal es responsable, y eslá, obligado con i,u fianza, sueldo y bien1Js á la indemnizacion de cualquier daño cometido en el 1térrpino, cuarlel ó demarcacion de que es~uviese e.ncargado, y q\le debiendo _denunciarlo no fo denunciare, y del que aun cuando lo denuncie , no pl'esente, pudiendo, al verdadero causanle 6 responsable. Aun en el caso de que alegue y pruebe que no le fué posible hacer uno ú olro, sufrirá po obstante por cada vez 1.1na mulla equivalente á un dia de sueldo. Arl. 21. Los guardas municipales daríio inmedialamente part& al alcalde de los acontecimie ntos sigu ientes : Lº De t9tlo aquello á que estén obligados por las leyes relativas á la policía judiei:il. 2. 0 De cualquiera enfermedad epidém ica 6 contagiosa que aparezca en alguno de los ganados del término, cu.arte! 6 demarcaeion que les estuviere encargado, de lo cual darán tarobien conocimieolo á los dueños 6 mayorales de los olros ganados que se hallen en el l)lismo

43 _.. ponlo. 3.º De la aparicion ó proximidad-de la.laogosta, amojonando coidadosamente el punto en que posare para ov:ir. 4. 0 De cualqu¡er, incendio de edificios, mieses 6 arbolados. 5. 0 Ultima mente, de todo suceso que reclame la proteccion, auxilio ó intervencion de la autoridad IocaL Art. 22. Recoge{án y presentarán al alcalde las caballerias, ganados y efectos de cualquier clase que encontraren perdidos ó ahandonados. Art. 23. PrQtegerán á los que en su persona 6 en su propiedad ~ueren atacados 6 se vieren expuestos para serlo. Art. 2!~. inguna autoridad ni fuocionario público, bajo pretexto alguno, puede distraerá los guardas municipales del ejercicio de sus funciones con comisiones, servicios ni encargos de 11inguna especie, salvo en los casos en que to requiere el cumplimiento de una carga pública ó vecinal á que estuvieren obligados. Art. 25. No obstante lo prevP-nido en el artículo anterior, prestarán auxilio dentro del término m11nicip .1l á las autoridades locales, sus dependi en tes y agentes de cüalquier ramo de la adminislracion pública, siempre que lo necesitaren y se lo requieran por alguna diligencia del servicio público. A su vez y con igual motivo se le prestarán estos lambien á los guardas municipales. Solo ~e exigirán á los guardas rurales los servicios de que se babia en est" articulo cuan<lo sea absolutamente preciso, pues en otro caso, segun se previene en el artículo 24, ª? se les podrá distraer bajo pretex.to_alguno del ejercicio de sus fun ciones. Arl. 26 . Sin licencia del alcalde no podrán los guardas municipales ausenlarsedel término municipal por ningun tien;ipo. Al solicitarla designarán las personas que de su cuenta, bajo su responsabilidad y durante su ausencia, hayan de servir sus plazas; sin cuyo requisito, y el de merecer las personas designadas la aprobacion del alcalde , no les será concedida por esta licencia. Lo mismo se practicará siempre que por cualquier causa haya de dispensarse á los guardas por algun tiempo el cnmplimienlo del deber qui' se les impone por el artículo 13. Art. 27. Los suplentes de los guardas municipales no pui:rlen exigir prendas á los denunciados, ni sus dcclaraciones,; aunque juradas, harán fé, 2 no ser que hayan sido propuesros, nombrados y juramentados en los términos y


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con los requisitos y formalidades prescritas pa1. 0 Que sean, propuestos al alc;ilde del puc . ra aquellos. blo en que radiquen , las propiedades que han Art. 28. Lo dispuesto, tanto en este titulo de cusl!:1diar 1 y que al tiempo de hacer la procomo en todos lQs demás del presente Regla puesta, los dueño de estas se cotistituyan fiaDiento, se entend,erá,sin perjuicio de lfl actual -dores de ellos. mente establecido ó que se establ'eciere en lo 2'. 0 Que reunan .Jas condíciooes requerid as sµcesivo resµeoto á ¡a custodia de los montes del ' por el arlfculo 2,,q, bajo los números 6.", 7.•¡• Estado~ de propios .y, comunes de lo.s pn,eblos, y ~-• y 9 º, y que sean nombrados •por el alcalde de los establecimientos públicos, observ'á ndose y juramentados por él, como para los guardbs en todo caso las leyes, reales órdenes é instrucmunicipales se previene en el arLl.culo 5, 0 cion_es generale. concer.nientes á este servicio Art. 33. Los así nombrados ' (que se d,rnoespecial, minarán guardas partfoulures jurados Pª!ª distinguirlos' de los que son de..libre 11ombramierlto '.fÍTULO III de los propietarios ruraJ,es) tendrán el mismO' De los guardu.• particulares'del campo, no carácter, facultades y consideraciones que los jurados. guardas municipales, y les sera expedido el título de su nombramiento en los propios- térmiArt. 29. Los propietarios rurales pueden, nos prevenidos para estos en el citado artículo siempre que lo crean poñvenicnte, nombrar 5.º, sin que por ningun concepto se les pu 11da guardas para la custodia de sos· IJro,pied¡id,es y exigir derechos ni retribucíoti alguna. sus cosechas ó frutos, irnponerl.e s las obli1 . -~ J . Art. 34. Cuando los propuestos carezc u de gacw~es que esiunen . oportunas, y asociarse alguno de los requisitos citad os en el núm. 2.'• unos con ~tro«s para este objeto, bajo las condel :nl. 32, el alcalde volv é rá 'la propuesta al diciones que entre sí convengan y pacten, sin que la hizo, el cual proc ederá á' hacer Olra a_• e• q·ue para nada de_e,s to tengan necesidad de reva ea distintas personá s. 1 currirá ning_uoa í}utoridad, ni obtener de ella Art. 35. El alcalde dárá lambien parte aJ la aprobacion de sns c.:,nv,enios. jefe poll.Lico en la forma pretenida en el art. 8·.1 Art. 30. Los guardas particulares no pu i:de los nombramierítos de guardas particular~s den usar d.el distintivo señalado en e.l artículo que hicier;e. 9. º para los guardas municipales, ni otro algu; Art. 36. El distintivo, armas y municiones ,., 1 • ri"o que p_ueda confundirse con él, w ~xigir de que bao de poder usar los gullruas particuprendas a los que denunciaren. Sus declaraciolares jurados, les serán suminis~raJos por ~o nes, aunque_ sean juradas, 110· tendrán m;15 vapropietarios á quie"nes ' sirvan, ó ellos·se les coslor ni haran mas fé que las de cualqujer otro tearán á sus expensas, segun llubierea convc ¡. ciudadano'. · do entre sí. · Art. 31. Para que estos guardas particulaArt. 3'7. Aunque et-único objeto á que los res puedan usar armas, es preciso que los proguardas particulares deben atender sea la cus~ pietarios á quienes sirven solicite[\ Ja licencia todia de las propiedades que al éf"ec~'l les bayan por conducto del alcalde del pueblo en que essido encomwdadas, y de cuyo objeto no puedan tén siluadas las propiedades cuya guarda estuser' por nadie distrairlos, sé!lvo en los casos -citaviere encomendada á aquellos, expi;csando' al dos en el a(t. 24, como agentes., por o[ra parce, mÍs¡no tieinpo el ,nombre y apellido de los inde la autoridaó , no pueden presenciar ni tener dividuos para quiep~s la d estina, y constituy'én noticia cte cic vtos hechos sin dcnunoiarlos ó po• dose fiadores de ello_s. nerlos en conocimiento de la misma, ni dej ar lle hacer cie rtas cosas que son un deber especial TfTULO 'IV. de todO's los que tier1en la! carácter. Poi· lo tan· to estaráo obli gados: • De los guardas ;partiouiáres. del campo, juradós. ,1. 0 A d enunciar los •a ctos en\Jmerados en el ;i1:t. 14-, y á bacer las denuncias en el términó Y Art. 32. Para que los guardas particulares puedan usar el disti0Livo designado ,en el artl en la forma que disponen el 15 y e.l 16. 2. 0 A dar al alcalde los partes prevenirlós culo 9. 0 , y·exigir prendas t.· los atentado,·es conen el 2.1, y {J presentar al mismo los efectos que tra Ja propiedad rural, y para que sus declararefiere el 22. , ciones Jura.das hagan fé como .las df' los guardas 3 °' ,A prestar, á la~ personas, atllorid itdcs, muni~ipales-, c·on a_rr_cglo al arllculo 17, es, pre• ciso: t sus a~cntes ,y los de la admiuislracion la protcc•

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la necesir]ad «;lll ella, y aunque ningun daño llegaren á experimentar ni en· su persona ni en sus bienes. 5, 0 No prestar el ausilio prevenido cu el art. 25, :iiempre que -realmente fuese necesario, y au.n cuando sin embargo por cualquier accidente se practicase al fin de la diligencia, ó se verifica~e el acto para el cual les foé reclamado. 6. 0 Ser en cualquiera otra manera negligentes en el cumplimiento de sus deberes. t ' 7. 0 Reincidir en alguna de las falt11s enumeradas en el artículo anterior. TITULO V. A los guardas par ticulares jurados que cometan las faltas de los números 3. 0 , 4.•, 5. 0 , y que De las penas en que incurran los 9uurdas munipor primer a vez reincidieren en las de que se ·ipu les y los p(1rticttlares jurados, del campo. hace mérito en el úllimo parraf'o del artículo Art. 40. Será,n amonestados y reprendidos precedente, les será impuesta mia multa igual pqr 9I alcalde los guar(jas municipales del camal importe de sus salarios de 8 ó 15 dias, á jui1 po, quo por prirn ra vez cometieren ,cualquiera cio d el. alcalde. ,le l!\s faltas 8jguientcs: Art. 42. Serán separados de sus plazas con _ 1.• Eu~briagarse, concurrir ~ ca~as de mal inbabililacion perpétua para volvér á servirla.s vivir, asociarse ó tratar con personas de mala y para desempeñar las de guardas parti'c ulares con ducta ó de mala nota. , jurados, los guardas municipales de! carn.ro 'que 2.• Jngar á ju!)gos prob iliidos en cualquier comelan tambien por primera vez las faltas que tiempo; y á 1os permit idos, en horas de servicio· se pa an a expresar: ocupar en' la caza, pesca ó cualquiera otra dis:1. Q Ausentarse dei término municipal sin liLraccion el tiempo que deb en ir;ivf rlir exclusicencia del alcalde por mas dP. veinte r cuatro vame nte en el cumplimiento de sus deberes. horas. 3,ª Traer suci as ó inútil es las armas, y mal 2. 0 No denunciar a!gun acto que hayan las prenda' s que á c.osta d~ los fonconserva d~s presenciado ó del que hayan tenido noticia, y d,os. del comun se les hayan suministrado. ~l caal.sea denunciable con arregl()Jal ·art. t4. 4.º No usar en actos de servicio etdis~inlivo., 3.0 Hacer una deounda falsa en coanlo al armas y Lítulo de su nombramiento. hecho, 6 en cuanto á la persona del autor. o.• Ausentarse del término municipal de 4. 0 No dar eu sus casos respectivos los pardoce horas para abajo sin licencia del alcalde. tes prevenidos en el arL 21. Los guardas particulares jurados serán igualo.º Recibir gratificacion ó regalo de cualmente reprendidos y amonestados cu ando por quiera especie de algun propietario rural, coprimera vez ejec utaren los acto~ referidos bajo lono ó ganadero. el nú,mero primero, y el de jugar ájuegos pro6. 0 I:nponer ó exigir por si multas, ó h.,cer cualquiera utra exaccion á los que dieren mo~ hibidos de que se hace mérilo en el segundo. ArL ,H . Serán suspensos de empico y sueltivos para ser denunciados. 7.° Faltar al respeto debido á las autoridado por tiempo de 15 á 30 días, á juicio . del aldes, y desobedecer las órdenes del alcalde. calde, los guardas municipales del cam.po que 8.• No preslar la proteccíon ordenada en el por primera vez tambien incurri eren en fas fala_rt. 23, siempre que por ello se hubiera seguilas á saber: do alguu daño á lo persona ó á los bienes de los1. 0 Dejar un dia e ntero sin salir á recorrerel término, cuarlel ó dell'.!arcacion que !es esturedamantes. 9. 0 • Negar el : auxilio prevenido en el art. viere encargaóo. 0 25, cuand0 por esta causa no se hubiere podido 2. Ausentarse del té rmino muuic.ipal, sin practicar esta dili gencia ó verificar el acto pa-' licencia del alcalde, por mas tiempo de doce ra el cual les fué requerido, horas, que no exceda de veinte y cuatro. fo. Ejecutar algun acto que merezca la cali3. 0 De las denuncias por mas tiempo que el ücacion de delito. prefijado en el art. 15, 11. Reincidir por primera vez en algunas 4. • Negar á los que se la reclamaren la p.rode las faltas mencionadas en el artículo anterior teccion ordenada en el 23 cuando fuese cierta

cion y auxilios ordcnados en el 23 y 215. Art. 38. En los casos expresados en el art. 19 se abslendr-án tambien y cesarán en lodq intcrvencion y procedimiento, y practica1·án lo que para los guardas particular,es se previene en dicho artículo. . Art. 39. Tampoco tendrán los guardas particulares jurados ninguna participacion en las multas efigidas por denuqcias que aquellos hu bi er en hecho.


is te recogidos el l'ílulo, distinti'vo y ármas. stentl-e ad-emás inutilizado el primero.

y por segunda en las de ·q.ue tr3ta -el art. 41.

Los guardas particularesjurados que cometan las fa) t:is designadas con los números desde el 2 hasla el 4 O, ambos inclusive, y que reincidieran por primera vez en las dd párrafo último del artículo anterior, y por segunda en el del 4tl, perderán el carácter y consideraciones de guardas municipales, ageQtes de la autoridad, qaeda,ndo inhabilitados para pertenecer á esta clase, y para :volver á ser guardas particulares jurados. Arl. 43. Las penas de que trata este ütulo se entienden sin perjuicio de las que en su caso merezcan y sean impuestas á los guardas, así municip.ales como ¡mrliculares jurados, con arreglo al Código Penal, y sin perjuicio tambien de la libre facultad del alcalde para destruirá los unos, y de la de ~os propietarios para despedir á los otros, siempre que lo estimen conveniente. Art. • 4-4-. Para la imposicion de las penas expresadas procederá el alcalde gubernativamente, oyendo previamente á los intereimdos, y tenie::ido presente las hojas de 5US servicios, que segun ·e1 árt. 46 ha de llevar el secretario del ayuntamiento, al que en lodo caso dará conocimiento de sus resoluciones en este pnnto, para qae pueda hacer en dichas bojas el correspondiente asiento. Art. 45. Siempre que algun guarda munici• pal ó particular jurado cesase, aquel de s·e rvir su plaza, y este de tener la consideracion de agente de la autoridad, les serán inmediatamen•

TITULO VI. De las hojas de servicio de los guardas municipales y particulares jur<1dos, del campo.

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Art. 46. El secretario de ayuntamiento llevará -un libro -en que, en bojas distint'.IS para cada guarda del campo, así municipal como paTticular jurado, anotará: 1. 0 El nombre, apellido, naturaleza, vecindad, edad, estatura y demas señas personales del individuo. 2.<> La fecba' tle su nombramiento, la fianza que hubiere prestado en su caso, el nombre, apellido y vecindad del fiador pl'opietario, en el suyo~ el d¡a en que prrstó juramento; el en que Je fué expedido el titulo, el en que se di6 parte de su nombramiento al jefe politico, y fas prendas costeadas de los fondos dcÍ comun que hubiere recibido. 3. 0 Las denuncias qne hiciere y los demás méritos que con~raiga, las faltas que comet,1, las reprensiones, suspensiones y cualquiera otra pena que se le imponga; el día, mes y año en que por de fitu ción ó cyalquiera otra ~a usa que tambien se expresará, cesare de -5erv1r, y por último, el dia, mes y año en que le hubiere sido recogido el título, distintivo y armas. Aprobado por S. M. en 8 de Noviembre de 181i-9.-SEJJAs.


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La agricultura, esa fuente pri-mera de la nes comunes que tanto abundan en la periqueza pública, va siendo entre nosotros el nínsula. La acertada aplicacion que hagamos objeto de la predilecc.ion general. Tal es el de nuestros campos comunes puede ser tan impulso que hace poco está recibiendo, que fecunda en beneficios,que es posible resuelva constituye la ocupacion de muchos propietapor sí- sola el problema de las colonias agrírios que no se acordaban de ella, y hasta los colas. Tan grave y trascendental es este hombres de estadíl encuentran en esta ciencia asunto, que el Gobierno de S. · M. estimó las mas útiles distracciones. No dudemos que conveniente sujetarlo á la discusion de la este fervor perseverante debe influir tarde ó Junta general de Agricultura que pocos mete mprano sobre la produccion agrícol a de ses há se reunió en Madrid, y para probar Es paña. La agricultura babia estado su milo difícil de esta cuestion bastará ver los pada ba¡;ta ahora en tan lamentable descuido , receres distintos que surgieron de la comique nadie se babia acordado de proteger , sion encargada de dar el dictámen. Ocupaesa rama fecunda de l::t riqueza nacional ; ciones particulares de que no podia prescinpero vemos al actual Gobierno dotado de dir no me permitieron asistir á la Junta tan buenas intenciones en favor de estera- cuando se debatió en ella este importante mo tan importante de la administracion,que asunto, y lo he sentido tanto mas, cuanto bien puede con sus inteligentes esfuerzos dique hubiera deseado oír á mis dignos com:.. rigir hácia un objeto ütil .esa corriente de las pañeros y poderles indicar, con la franq-0eideas, dot~ndonos de dichosas instituciones za y buena fé que me son propias , mi opique levantarán entre nosotros la ciencia del nion, diferente de todos los pareceres que cultivo á la altura de -las mas adelantadas allá se emitieron, estando persuadido de que naciones. el sistema que puede seguirse con relacion á Si es un deber de los gobiernos ausiliar fa estos bienes, y que ahora voy á proponer, agricultura, á todos nos toca tambien· corconcilia los intereses de los pueblos con los responder con nuestras fuerzas á las <le la de la masa general de la nacion 1 al paso que ad ministracion pública. Debemos tener en protege visiblemente la agricultura. cuenta que uQa industria tan multiplicada Es de desear que todos cooperemos,a~ ycornplexanecesita poderosos ausiliossi quebien, y principalmente toca á las corporarern os que influya profundamente sobre la ciones agrícolas y á los particulares instruigeneral riquella. La ciencia del campo no se dos eutregarse al exámen de este importanli mita á los cultivos. Comprende una infini- te probleroa, para-que el Gobierno,ausiliado dad de -industrias diversas que la favorecen con sos luces, pueda dar una medida benéde uo modo poderoso, y vemos que se la enfica que saque los bienes comunes del estad·o lazan un c'recido número de cuestiones legislamentable en que los vemos. Tantos esfuerlativas cuya feliz solucion la hacen mas bri- zos reunidos producirán, no lo dudemos, el llante y próspera. que no sean defraudadas las esperanzas del Una de es.tas cuestiones es , la ·cJe lo5 biepais. i DE F EDUERO 4850 .

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Consideraciones generales. En la cuestion de que nos ocupamos, la palabra cómun signi•fica un ente rnoral que poncentra los inlere~es JJresenles y los intereses futuros de una reunion de hombres, y que los conserva perpetuamente sin distincion de tiempos ni edades. Los bienes comunes, como esta palabra bien lo espresa, pertenecen, pues, al comun, disfrutando de ellos sucesivamente todos los miembros de la comunidad : pero ningun individuo, ningu~a generacion tiene en particular derecho alguno de propiedad:sobre este dominio mancomunado. Tal es la opinfon •de los publicistas de mayor nota qúe se han ocupado de este asunto, y si leemos á Foucart, uno de los hombres mas sábios de la Francia, hallanlmos que en su obra de Droit admi'.nistratif dice, que el único derecho que los indi-· viduos de un pueblo tienen sobre los bienes comunes es el usufructo, el cual les ·impone "l deber perpétuo de respetar la propiedad y man~ teneda, eh b1.ten estado para transmitirla intacta ·á las gene,;·acionés venide1·as. l;a v.erdad de 'esle princiyio, sentado s~biamenté por M. Foucart, descansa en que eáda individuo del pue.blo tiene un derecho igual á ,todo otro á los bienes comunes, y de aquí debemos sácar la inmediata consecuencia ele que dicho¡. bienes no son '<le la propfodad de , nfoguno, sino que es comun á todos el derecho dé serví rs'e de ellos. ~ .Partieo'dó ·cle e tas sencillas consideraciones, 'todos los habitantes de un pueblo deberían gozar iguatmente de estos bienes. ¿Es acaso ·esto lo que' sncede entre nosotros? s·eguramente que· no ; porque dedicándose estos campos comúnes al uso ·de los pastos, los ric<1s, que son los que tienen mas número de ganado, son 10-s que mas provecho sacarán, mientras que al ·proletario apenas le es dable a¡Jacentar en ellos una vaca 6 cuatro ovejas. Bé :i:quí como en el estado actual de nuestros campos comunes su uso es,vicioso, porque' fav.orecíendo á los ricos con perjuicio de los pobres, produce un efecto tolalmente distinto del que indica el destino qu'e se dió á estos terreno's. Si nos remontamos al origen de esto¡¡ Die-

nes, ora los consideremos como propiedad nativa de los ·individuo.s por su interés de reunirse en sociedad, ora se miren como concesiones señoriales des pues de las conquista,s del pais, de todas maneras el objeto ·es formar un fon,do comun á todos los ciudadanos, de donde el menesteroso principal meo le pueda sacar los medios de establecerse y de vivir con menos incomodidad al propio tiempo que facilite el cultivo de las tierras. Si observamos el m,o casi general que se hace de los bienes comunes que permite á cada individuo utilizar las leñas y hasta las maderas de conslruccion que necesita para su servicio, creeremos que es incontestable el destino que hemos dado á estos bienes, y que si los comparamos eón las diversas naturalezas Je propiedad, siempre hallaremos que la semejanza de comunidad es absoluta. Pero la libre concurrencia de todos los individuos para apacentar los pastos comunes y para servirse de las leñas ¿es ventajosa al comun? No lo es sin duda; porque esta mis• ma libertad ataca radicalmente el valor de las fincas, se abandonu el cultivo, los bosques desaparecen, las .tierras no producen, y el comun ha de pagar unos tributos que le ocasio'nan una carga sin compeusacion. Aun admitiendo que la fertilidad del terreno se mantenga en buen estado y que los pastos sear1 abundantes, no podemos admitir que sea ventajosa 111 comunidad de los terrenos·, porque acudiendo los ganados en ma· yor número de lo que permiten los campos comunes se perjudican unos á otros con la carestía de los pastos, las bestias en lugar de cebarse pierden su gordura en escursiones inútiles, y en úllimoresultado el interés particular y el Estado mismo se ven privados de una riqueza que bien administrada podría ser el origen de la felicidad de los pueblos. \ Cultívense los bienes comunes, y de esta ,disposicion veremos nacer · un grande aumento en los prod netos agrícolas. Todas las clases hallarán un beneficio en esta medida, mayormen·te ·la gente pobre por 1~ b~a de precio que se notará:en las producc1ones del campo; se multiplicarán los propietarios, crecerán los recursos del tesoro, las peque-


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fías induslrÍas ~e establecerán por do quiera, aumentará el impuesto de las patentes, los menesterosos vivirán con mas desahogo, se poblarán nuestros campos ahora desiertos, y, en una palabra, todas las ramas del producto ·público e&perimentarán un aumento consolador . No dudemo~ que nuestro primer objeto ha de ser .reducirá cultivo los terrenos comunes cuya naturaleza lo permita sin temores del porvenir y con notable provecho para el presente. Tres son los métodos que se han propuesto para sacar de los bienes comunes un resultado mas' lucrativo; á saber: el arrendamiento, la venta y la particion. Veamos cual de los tres será preferible . Arrendamiento.-Este método de dar las tierras á renta en concurrencia pública es de bastante utilida_d para el comun, porque el cultivo va progresando notablemente, haciendo feraces porciones de suelo que hasta entone.es pro'duci¡i.n pastós casi inútiles, al propio tiempo que el comun vé aumentar los productos de sus fincas en pr(lporcion de este mismo cultivo. Con estas rentas las cargas comunales pueden atenderse mejor, permitiéndonos tambien mejorar las ·obras de ornato y públicas, como las fuentes, caminos, paseos, templos, escuelas, casas consistoriales, etc. etc. Pero por ventajoso que parezca-este método en órden á sus resultados, atiéndase á que nada tiene de equitativo, porque todos los habitantes no se aprovechan' igualmente de los productos del arendamiento. Ya sea ,que estos productos se apliquen á cubrir las contribución.es del pueblo, ya sea que se des,tinen á otros gastos del comun,'que por lo regular los habian ya dejado cubiertos los impuestos y ciertas cargas particulares,siempre resultaque el beneficiado será el rico,porqueá este le"toca pagar priQcipalcriente las contribuciones y las cargas focales para contribuir al sostenimiento del Estado, y para mantener la poblacion eri un buen estado de ador.no. Al pobre, como que no posee; no se le puede obligar á cubrir e'Stos impuestos que solo afectan á la propiedad; y si los productos de los campos comunes1se aplican á cubrir car-

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gas, se verá que es el pobre quien mas las sufre entonces y qúe el propietario es el único beneficiado . Otra desventaja acarrea á los pohres este · método de arrendar los comunes, y es que necesitándose fondos para disponer los cultivos y para hacer frente á los plazos cuando venga su vencimiento , con especialidad en l_os años de malas cosecha<::, resulta que e! neo solamente es el que puede licitar las fincas. De aquí se sigue un monopolio inmoral y temible, porque como los terrenos comunes se han adjudicado en favor• de los ricos del ·pueblo poi: no haber sido dado al menesteroso presentarse en concurrencia, este tiene que recibir de las manos del acaudalado una parte de tierras para cultivo, por cuya porcion le hace pagar un preci'o exorbitante que en poco tiempo arruina aJ pobre bracero. Hé aqui como este método no tiene un resultado satisfactorio , porque si bien puede reportar ventajas á la masa del comun por el precio del arrendamiento, daña de un modo notable á los habitantes· pobres, tomados individual roen te. Venta.-La venta de los comunes ofrece todavia menos ventajas. Este método presentaría en la actualidad los mismos inconvenientes que el arrendamiento, y seria además un despojo para las generaciones venideras. Por otra parte, el dinero que produciría la ventad~ estos- bienes seria un capital poco seg u ro y de una conservacion difícil, porque escitaria la cocticfa de una porcion de boro bres que en todos los ·pueblos suelen distinguirse por sus deseos de gobernar. Sea cual fuere el método que se siga en el • pa,is para las elecciones municipales, y por mucha que sea,la confianza qne tengamos en los hombres que se numbraren para ad(D:nistrar estos fondos, haciendo toda la justicia posi,ble á su celo, siempre nos que~ dará la duda de •si hay en ellos bastante {lrudericia y saber para dar al producto de la venta de los comunes aquella aplícacion útil y provechosa -que puede esperarse. Vemos frecuentemente q.ue las municipalidades se ocupan en realizar, aunque con buena fé., construcciones inútiles ó tal vez malas , ó


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bien en· mejoras que la necesidad no justifica mentará la misma perturbacion en esta y que solo ha dictado u~ espí ritu de amor propiedad que esperimentó la Francia cuanpropio ó de orgullo. du la puso en práctica, donde, en vista de las Por otra parte, no podremos estar ciertos reclamaciones tan numerosas y sentidas á 'de si la aplicacion que diésemos al prodtlcto que dieron lugar estas concesiones, tuvo el de los bienes comunes es ó no ventajosa,porGobierno que prohibir, en el año ·quinto de que sin embargo de que al presente produzsu. república, las alienaciones y cambios de ca qn rédito s uperior al de los terreno·s, esbienes .comunes y anular todas las ventas ios de aquí á cuarenta años , por ejemplo, que no estuviesen registradas ó hipotecadas. • podrian haber tomado un valor que redituaA la vista ·de estos ejemplos,que nos recuerS{l el doble, y entonces veríamos que la vendan tristes desengaños , no debemos estar ta habría s_ido funesta para el coman y para por la reparticion de los. terrenos comulos habitaoles. nes, porque no la aconseja la esperiencia, Reparticion.-Ta.mpoco es preferible la porque perturba el órden de la propiedad, reparticion de los campos comunes. Muchos porque no la miraria favorable la jurisson los males que acarrea este método , y prudencia <le nuestros legisladores, y porque entre ellos se cuentan el despojar á las gefinalmente ha merecido la justa reprobacion neraciones futuras en provecho de la genede todos los hombres previsores que se han racion actual, quitar á los puebl0s recursos ocupado de esta medida. que posee y con los que puede hacer frente ¿Cual será, paes, el método que convendría á las necesidades en los casos de apuros; sin adoptar en cuanto á nuestros bienes comu.qn.e la f9rt.una individual se viese por ello nes? Creo que el mejor de todos es un sistemuy favorecida. A primera vista este sistema mixto: la reparticion temporal del usuw~ parece sumamente provechoso para el . fruto . pobre que de repente se halla, por me<lio de Veamos las ventaj as de este método. Ja reparticioo, dueño de una parte de terReparticion temporal.-Pasando en revista reno que le es dado cultivar á s u gusto y los métodos de mas fácil ejecucion y de roaprovecho esclusivo; pero esta propiedad á . yor próvecho que podemos emplear en órque no puede atender en lo general con deden á los bienes comunes, ya hemos visto sahogo, es para · el bracero una especie de que el arrendamiento de estos terrenos de' embarazo, y se determina á venderla para heria ser'e l pref'erido por el interés col ectivo distrutar luego de su valor,que gasta tal vez de los vecinos; pero la reparticion en lotes entre placenes desordenados,sin que llegue á ig uales llevará ventaja .para la generacion sus hijos mas que la misma n;iiseria que él presente, porque dará á cada uno de los in-heredó de sus.j padres. dividuos del pu eblo una porcion de terreno Se dirá que la ley puede evita.r la venta de que disponer á su voluntad. Cada uno de de estos lotes que se repartieron entre los veestos dos métodos satisface su objeto: el uno cino.s del pueblo, á lo menos para un número proteje los intereses del comun,mirados sus dete.rminado de años; pero si leemos la histomiembros bajo un punto de vista colectivo, ria de otras nacion s que por cierto espacio y el otro aumenta la riqueza individual de los pueblos. de tiempo establecieron el método de que hablamQs, se verá que es poco menos que imPero ya· hemos dic.ho que m uno ni otro de estos dos métodos puede favorecer por sí posible hacer respetar esta ley, y que semesolo al comun y á los particulares á la vez. jante medida ha de llevar consigo males Importa por tanto mirar si ·puede convi·profundos por el monopolio que e::;citaria y por los contratos clandestinos de que seria _oarse una medida que concilie los intereses de la comunidad ?,de lo& individuos,al paso objeto. Pocos años se QJJCesitan para tocar de cerca todas las trascendentales conseque fomente y proteJa la agricultura. Nos cias de esta reparticion; y sea cualquieparece que esta med1<la es lácil hallarla en ra el puebl o ó pais que lo adopte, esperila reparticion temporal del usufroto de los


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te_rreoos comunes, mediante un censo razonable que cada individuó pague al comun. Vamos á probarlo. Para mantener una vaca durante un mes . cada año se necesita,n los pastos que produce una fanega de tierra inculta, mientras que en igual cantidad de suelo cultivado nos sera dable alimentar una res mayor durante todo el año. De esta apreciacion, que no se teod,r á por exagerada, resql ta 1a verdad de nuestro método; porque repartiéndose el usufruto de los campos comunes entre los individuos del pueblo, cuidándolos cada uno despues de 1•educidos á cultivo, le será dable aumentar su fortuna con el ganado que podrá criar, ó con los otros productos que en ciertas comarcas pueden obtenerse con ventaja. Los derechos del comun sobre la propiedad no sufrirán ningun menoscabo: una reparticion igual entre todos los cabezas de familia asegurará á cada miembro del pueblo el lí bre ejercicio de su derecho; se establecerá el mejor equilibrio en los percibos que ha de haber entre el pobre y el rico en órden á estos bienes, porque aprovechándose cada familia de la porcion que le ha tocado, ya no será el que tenga mayor número de ganados el mas favorecido, sino aquel que mejor cuide sus lotes, y verr.mos por fin que al privilegio se habrá sucedido la justicia, A estas ventajas de los. individuos se siguen otras inmensas para el comuñ. Lapo-blacion colectiva.podrá con este método,hacer frente á dispendios necesarios " útiles, y cuando se hayan llenado estas obligaciones con el producto del censo que ha de pagar cada vecino, entonces el interés real estará en que los recursos sobrantes se aprovechen en favor-de los babi tan tes en par ti:. colar. Por ello aconseja la razoo que la cantidad que cada año ha de pagar el individuo como censo impuesto sobre el terreno que le ha)'a tocado no sea absolutamente determinada, sino que podrá subi1· ó bajar en razon de las necesidades que tenga el comun, procurando fijar, por regla general, que la cantidad impuesta no sea mas ·que un tercio del total del arrendamiento de una hacienda seg1rn los usos del país. Las ventajas parti -

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colares entonoes serio inmensas; porque el proletario, además de los beneficios de su trabajo, percibirá las dos terceras partes del producto de la propiedad ; el jornalero trabajará con aficion y empeño porque irá mejorando su suerte ; no se arrastrará ya por 1 entre el fango de la mjseria; se ·le abrirán los caminos , de la prosperidad que hasta abora se le habían negado; redundando, en último resultado, un beneficio inmenso para el país, por la poderosa estension que irán tomaudo 1a agricultura y el comercio. En una palabra, la verdadera ri4ueza del Estado esperimentará un aumento verdadero, porque aquella óonsiste principalmente ell 'la multiplicacion de las familias acomodadasy en la abolicion de la indigencia. Este principio es tan verdadero,como -lo es el que los particulares forman los pueblos y los pueblos el Estado. · Aunque hemos dicho que el comim no debe exigir,por reglageneral,mas que una tercera parte'del valor del arrendamiento, •no por esto debe entenderse que no le sea libre elevar la cuota basta el valor íntegro.Decimos mas: este aumento deberá hacerse siempre que las necesidades de la poblacion lo exijan, porque á nadie toca sino al Cuerpo municipal regular estas necesidades y percibir de los usufructuarios lo poco ó mucho que necesita para.cubrirlas. Convendrá por lo mismo que el Ayuntamiento fije á los referidos usufructuarios la cantidad que les toca pagar por la tierra que cultiven, procurando que este reparto guarde rclacion COJ? los ga-s. tos que en aquel año tenga el comun. No será solamente el pobre quien a ará provecho de este método. E verdad que l relJarto temporal de los campos comune mejorará sensiblemente las cla nece~itadas; per:o no drjará el rico, in embargo, de reportar el beneficio individual que proporciona este sistema, al paso que se aligerarán las cargas que pesan sobre él con el producto co\Pctivo de los bienes del comun. Probaremos este aserto. Si el comun aumenta sus rentas por medio de la cuota que impone á cada uno de los usufructuarios hasta un pu11to que pueda sufragar sus cargas; entonces el rico se


54 Te libre <Je impuestos extraordinarios que 1 La reparticion temporal t.ie los bienes cocon justicia pesan sobre él; entonces vemos, ¡nunes, cuyá medida recomendamos como s,in pr$stamos de ningun género, construirse la mas ventajosa, favore_~e la esti rpacion de los caD?,inos vecinales, :tener en buen estado la rutina, porque con el cultivo las tierras Jas fuentes, paseos y demás r1.1,mos de ornato producirán mucho mas, y á los pastos napúblico y disfrutar todos de la instruccion . turales y de terrenos incultos, sucederán en primaria sin que sea neaesario ,exigir á los abundancia oíros frondosos prados y doraindividuos la mas leve retribucion: Y atién- · das mieses, -al paso que se irán introdudiendase á ,que todas estas cargas deben pesar do los sistemas de rotacion que permitirán solamente sobre el propietario 'i sóbre las aumentar nuestr.os 'ganados y hacer mas restantes clases acomodadas, porque en toabundantes todos !os frutos de la tierra. das l~s 'naciones el espíritu de humanidad En beneficjo de los adelantos de la agriesceptua al pobre de todo impu.esto directo, cultura, el cuerpo municipal puede hacer de la retribucion mensual por la instruocion mas todavía. Como que concede los bienes de sus hijos, de los gastos para el culto y del comun á los individuos casi á titulo grademás. En vista de esta verdad, qué nadie tuito, debe imponer á cada uno las obligapodrá neg_arla, no creemos que lbs Ticos se ciones necesarias para la conservacfon y medejen llevar de un perjudicial egoismo, ni joramiento de la porcion que le hubiere corque se o-pongan al reparto del usufruto de respondido; y aun nos parece que nada halos bienes comunes, porque ellos más que la bría de injusto en que se ,obligase ·al usuclase menesterosa reportarán principalmenfructuario á guardar Jas reglas del cultivo te todas las ventajas . ' que se le prescribiesen, encaminadas á darle Grapdes y e6caces serán ciertamente las mayor beneficio, al paso que procurasen un de ·este sistema, tanto para los habitantes · notable adelanto. No dudamos que al princomo para el comun. Pero nó ¡;e limita á escipio encontraría esta medida alguna resisto ~olo !;U influencia. Hallamos tambien en tencia; pero I u ego que los hechos acreditael co_mplimiento de esta medida la posiliil\sen el buen resultado, los individuos la redad de regeBerar nuestra agricultura hast:} cibirían sin pena, y preferirían sujetarse á á un punto i,n creible, y la renovacion moral esta condicion antes que renunciar áJa parte de muchos de nuestros labradores á 'q uienes de campos comunes que les hubiese cabido la:falta de los trabajos y' e l aspecto de la en suerte. miseria conduce ·coD frecuencia por el cami Conocemos que esta regla ofrece un grave ~ no del crímen. inconveniente á los pobres que faltos de meo La rutina es el primer enemigo de la agridios ó recursos no les es dable procurarse cultuni, porque ella nos tiene estacionados los instrumentos ni los medios que á veces en prácticas viciosas y en procederes equiexíge un nuevo método de cultivo. En este vpcados que gastan infructuosamente los PS caso el cuerpo municipal debe adelantar fon fuerzos del cuHivador. La ciencia es la andos de los que tuviese en depósito' procetoroha mas poderosa para destruir los ¡lrde1ttes de la· cuota que á cada uno se h ubierores que por do. quiera v.emos en el campo;· ra señalado para el usufruto, con obligacion • ·pero laci encia es posible so lamente para alde devolverlos el beneficiado luego que se gunos espíritus privilegiados inclinados al lo permitan sus cosechas . Solo faltaría. que estudio, á la observacion y á la reforma. Palos ayuntamientos adquiriesen un hombre lfa la generalidad de los labradores no hay instruido, capaz, por su carácter . y por su .otro progreso posible mas que el procedente laboriosidad, de hacer q.ue se realizase esta del ej-emplo, porque en medio de su igno- ' medida, y muy pronto veríamos que la es1•a1wia desconfian de toda teoría nueva, y periencia individua l confirmaria la bondad solamente creen en la superioridad de los de las teorías, y qu~ la reforma pasaría de métQdos de cultivo cuando ve,nque los resurlos éamp.os' comuµes á lás haciendas de los tados corresponden á lo que se les ba dicho. particulares. 1

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Debe ohligarse _tambien á cada individuo á cultivar la porcion de terreno que le cupiese en suerte, con lo que evitaremos la pereza que destruye todas las virtudes, y cQnseguiremo~ que las tierras no se alquilen á vil precio. De esta manera el hombre se acostumbrará al trabajo, tendrá apego á la propiedad, y conseguiremos, con un zelo per.severante, estirpar tanta mendicidad y tanta holganza como se nota entre las gentes del campo. Al que faltase á esta regla se le privará por un tiempo del terreno que se le hubiese concedido; y no debemos dudar que siguiendo los a1unlamientos este camio~ cpn cons~ancia,, Lodos los concesionarios señalarán con resolucion á los contraventores. El reparto ti;mporal ó en usufruto de los bienes comunes es la medida mas eficaz para desterrar el pauperisnio y la inmoralidad; porque el hombre que trabaja un campo en favor y provecho suyo se interesará siempre por el órden, y se llena de la dignicad y amor propio que la miseria destruye. Esta medida que hemos propuesto, de obligará los particulares á cullivar el terreno que se les haya destinado, parece, á primera vista, contraria á los intereses de la ·viuda, del viejo y de los verdaderamente neces¡tados . Esto no es e~acto, porque hemos dicho que los cuerpos municipales podrán prestar interese¡;¡ á estas clases desgraciadas para atender al cultivo de sus lotes·, y por otra parte no babian de faltar amigos ó vecinos que se entregarían á estos cuidados viendo garantido su trabajo por la cosecha que prometiese la tierra. ~n los casos en que estas gentes desvalidas tengan que toma~ á préstamo algun dinei:o para el cuidado de sus campos, el cnruun no debe exigir mas que una pequeñísima parte del usufruto, porque conviene que se dé todo amparo al necesitado. Se dirá que esta teoría no es realizable, porque no e.s dado á los cuerpos municipales diota 1~ á sus administrados programas de cult¡vo· y reglas de moralidad. Esta es una cuestion que nos llena de esperanzas para el porvenir, y que creemos que producirá bienes _positivos siempre que ¡¡e practiquen los

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medios de ejecucion. La situacioñ presente de nuestros bienes comunes no puede esperar por mucho tiempo una solucion definitiva. Practíquese á lo menos lo que nos permita el estado actual de nuestra sociedad; distrihuyanse temporalmente én lotes bajo el derecho de usufruto los terrenos comunes sm otra condicion que la de, obligar á Los poseedores el cultivo de las tierras concedidas al pago de un arriendo, cuya cantidad· subá ó baje cada año segun las necesidades del comun. Losresultrtdosdeestamedida ya serán inmensos: la agricultura tomará ,.entre nosotros una muy grande estension; millares de fanegas de tierra que apenas permiten ahora a{lacentar un reducido rebaño se cubrirán de ricas producciones que facilitarán nuestro comercio; y á esos hábitos de vagancia y de pereza que se ob~ervan entre la juventud de nuestras aldeas se sucederán felizmente el amor al trabajo y la moralidad.. · En esta particion temporal de los campo'S comunes no deben comprenderse todos los individuos del pueblo: entrarán solamente los cabezas de familia, sea cualquiera el: nú.mero de individuos de que ella constare. Esta es la reparticion mas equitativa y La única que se sigue generalmente en los r'epartos de los bienes comunes. " • Algunos publi.cistas creen que al usufr~to temporal que se concediese á los vecinos será preferible el que estaconcesion fuese vjtalicia, y que á la muerte del que la posee pudiese el hijo que ha de s2r gefe de la familia adquirir el mismo de·recho. Por mas qQe este método se siga en Suiza para el usufruto de los pastos, y aunque se haya querido establecer en algunos departaimentos de la Francia, creemos que la concesion

vitalicia tendría todos los inc.anvenientes de una reparticion gratuita. Comprometería la libertad que tuviese el comun de disponer del derecho de dominio de la manera que mejor le pareciere, porque nó debe dudarse que dicha concesion ligana al cuei:po municipal, si no esclusivamente, al menos de una manera tácita. • Por el\o nos parece que debe preferirse una concesion que durase de diez á doce añoii, renovada periódicamente, porque•so-


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bre las ventajas que esto tiene, como ya lo hem9s indicado, reun.e otra todavía muy atendible, y es, que con la concesion vitalicia puede suceder que el número de estinciones no siga una progi:esion igual al de los nuevos gafes de familia, y entonces estos se ven privados de este beneficio por mucho tiempo por mas que el derecho les asista para poseerlos. Todo individuo cabeza de familia que tenga como tal un año de domicilio en el pueblo tendría derecho á reclamar del comun un lote igual al de los restantes vecinos, y á fin de asegurar esta circunstancia seria preciso que al verificarse el reparto temporal, quedaren d~ reserva un suficiente ó proporcionado número de lotes para darlos á los nuevos gefes de familia que se presentaren en el espacio de tiempo que media entre una y otra distribucion general.· Estos lotes ó porciones de terrenos comunes de que haeemos menciou se dejarán en arriendo en beneficio Jel con,un, procurando que el tiempo que dure el compromiso del arrendamiento sea breve, por si el ayuntamiento necesita distribuir estas porciones entre los vecinos que nuevamente pueden haber ingresado en el pueblo. El producto de este alquiler puede distribuirse eotre los necesitados á título de reintegro, y con estos ausilios podía favorecerse la esplotacion rural que de ot ra manera no seria dable á la viuda, al viejo y al verdaderamente menesteroso. El sistema que acabamos de proponer es de fácil realizacion, útil para'. los ayuntamientos y para los individuos del pueblo que tengan bienes c:lmunes. Despues hablaremos del medio de verificar la reparticion. No se nos oculta que este método no tendrá igual aplicacion, y que será de ningun valor en los pueblos cuyos campos comunes sean de poca estension. Por punto general debería corresponder á lo menos á cada vecipo la cantidad de dos fanegas de tierra de - cultivo para sacar utilidad de sus trabajos. Tampoco seria ventajos3. la reparticion de usufruto en los puntos donde los bienes co- • munes sean montañas y praderas, porque los trabajos de desmonte y los gastos creci- dos que suelen ocasionar estos terrenos, ha -

ceo que sea preferible arrendarlos para pastos en favor de la comunidad. Pero estos terrenos que acabamos de es'ceptuar, asi como los arenales ú otros de notable aridez, cuyo cultivo es poco menos que impracticable, son precisamente los que menos reclaman una reforma agrícola. Sin embargo hablaremos de la aplicacioo que deba dárseles, por mas~que su importancia y su situacioo no permita establecer colonias. Si los comunes son de fácil cultivo, pero imposible, por su poca estension, de dividirse en lotes, convendr-á que los arrendemos en subasta pública, atendido que este es r.l medio de sacar mayores utilidades para los habitantes del ,comun, procurando que el arrendamiento sea por largo tiempo, ya por el mayor producto que da a\ pueblo, como porque la propiedad está menos espuesta á que la esquilme el arrendfltario, co_mo sucede cuando el convenio ha . de durar pocos años. Cuando se trata de terrenos comunes de corta cantidad ó que estén muy separadas unas porciones de las otras, como á veces sucede, es conveniente entonces venderlas, transformando su valor en cosas útiles par~ el comun. Para los terrenos mon tañosós donde se apacentan los rebaños de todos los vecinos del pueblo, el medio mas ventajoso será limitar el número de cabezas de ganado que podrá mantener cada particular. Creemos que la justicia exige que no perciba de los comunes mas el rico que el pobre, y mucho menos todavía que estos pastos puedan servir para los numerosos rebaños de los negociantes de ganado, como desgraciadamente sucede en nuestra peuíosula. No es nuestro ánimo oponernos á la industria ganadera. Muy al contrario, quisiéramos verla desarrollada cual cumple á la buena agricultura~ pP.ro quisiéramos, y creemos que es de -justicia, que cuando se trata de los pastos comunes el ganadero debe pagarlos mas caros que el vecino del pueblo, ó que será lo mismo que en igu~ldad decircunstancias el arriendo se conceda á los vecinos con pt'eferencia á los ganaderos. Este arrendamiento que pudiera dispensarse á


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negocian.tes de ganado, no deberia ser obstáculo para los vecinos del pueblo, porque estos habrían de tener la facultad (\e apacentar sus ovejas y sus vacas, principalmen te los pobr,es ·para quienes no debe ponerse alguna traba. Para los terrenos áridos y. de cultivo costoso será provechoso igualmente concederlos bajo el pacto de usufruto, por ser el medio de dar mejor resultado. Si estos bienes pertenecen á pueblos 'ricos será preferible que el desmont.e y el cultivo se baga por cuenta del cpm un, .estableciendo una colonia compuesta de pobres del mismo pueblo. Un establecimiento de esta naturaleza es mejor que los depósitos de mendicidad que ba creado la filantropía y mas capaz de estinguir el pauperismo por medjo del trabajo manufacturero ó de las otras maneras que han propuesto vario¡, publicistas . El empleo que mas conviene dar a los bienes en beneficio de la producciou agrícola lo reduciremos á los puntos siguientes: 1. 0 Para los terrenos que por su estension y lacilidad de cultivarse pueden di'vidirseen lotes, preferiremos la reparticion tempóral del usufruto entre todas las cabezas de 'familia del pueblo me'diante un impuesto anual y Variabíe en provecho del comun . 2. 0 Para los terrenos de menos estension, pero culti vab1es, es preferible adoptar el arriendo en subasta pública, y que la obligacion sea para bastantes años. 3. 0 Para los terrenos divididos en porciones diferentes y separados los unos de los otros é impropios para el arriendo, podrá preferirse la venta pública. 4.º Los terrenos montuosos y de imposible desmonte se emplearán para pastos comunes, limitando á cada familia, el número de ganado que pueda enviar, pagando todos al comun una cuota igual por cada res. 'Para los ganaderos el impuesto será mayor, sin que por ello los vecinos se abstengan de enviar sus bestias. 5. º Los terrenos áridos y estéri les se establecerán, pagando el l)oseedor una parte de\ producto en usufruto. · Medios de ejeoucion. - Admitidos los principios ,~ue acabamos de sentar, y es-

' plicados los métodos diferentes que encierra nuestro -sistema , toca ahora determinar los medios de llevarlos á1cabo con ventaja para el comun y para los particulares. Parece que será lo mas conven¡'ent~ dar la facultad de declarar el goce de éstos bienes á l.os cQerpos municipales, y pedir al gobierno la autorizacion; sin que nos deteJ1ga la idea de que componiéndose Jos ayuntamientos de los primeros pudientes del pueblo, como que estos tienen mayor número de ganado, tendrán interés en que las fincas comunes se 1Tiantengan en el mismo estado para ejercer ellos el monopolio, porque este temor debe desaparecer en un pais que se· rige por instituciones como las nuestras, doude es dado al pueblo Lomar parte en las elecciones de aynntamjento J hacer que se rechazen de las urnas electorales todos aque-: !los que atenten contra este privilegio. Sin ewbargo creemo::,, que los gobernadores civiles ó de provincia deberían vigilar mucho acerca de esta facultad que se concediesen á las municipalidades, y escitarlas á que adoptáran este sistema como mas ventajoso para el país . Repetímos que nuestra opinion es, que los cuerpos municipales deben ser los únicos encargados de verificar esta reparticion temporal y de administrar los productos de su usuFruto, sin intervencion alguna de la autoridad civil de la provincia, que no debe ser mas que una autoridad tutelar para los comunes y para los individuos. El Gobierno no debe tener en estos bienes mayor intervencion que la que acabamos de señalar, porque los ayuntamientos nunca deben desprenderse de la iniciativa, y dedisponerlibremente de los bienes comuues,atendido que en esto se Funda la existencia de nuestro sistema. Sin embargo podrán oc_u rrir algunos casos en que convenga hacerse escepcion de esta regla, como es cuando los ayuntamientos, pudiendo sacar de los campos comunes cantidades suficieótes para minorar las cargas que pesan sobre los individuos, gravan con pedidos á interés estos mismos bienes con notable perjuicio de los vecinos actuales y de la generacion que ha de venir. En estos casos, rep(:}ti mos, la , ,,dmi ni stracion publica , en presencia de lo


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acordado por los consejos provinciales, podrá enr.argarse de los terrenos comunes para modificar su actual esCado segun mejor convenga á los intereses del pueblo. •Déseamos sinceramente que el poder legisla:tivo tienda su vista á una nqueza que es para nosotros d'e un inmenso porvenir. 1 Caloúlense las Nentajas· que repbrta rá á la nacion el cultivo de los terrenos comunes que vemos en todas partes en el mas lamen·,table descuido, y dí'gasenos si nuestras esperánzas ~e una t~volucion agrícola son ó

no fundadas. AI lado de las grandes empresas industriales que dan un alto testiwonio de la prosperidad creciente de . nuestro pais, faltan estos dei-moote·s que . nos permiten los bienes comunes, y que en lugar del aspecto árido y de la esterilidad de nuestras oampi·ñas, vea el viagero hermosos panoramas do se sucedan las ricas pradems á las doradas mi<!ses; y á la miseria de nuestras aldeas la dicha y la, felicidad qt1e solamente puede hace(permanente la agricultura·.

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los vinos blancos ó licorosos. La España posee un clima tan apacible que la constituye muy apropósito para la vegetacion de la vid y. que permite la recolaccion de vinos de todas especies Fál tan os sol'amente que nos esforoemos en mejorar~ cultivo de la viña y en estudiar y practicar los principios que importa conocer para la vioificaoion perfecta como nos lo exigen los intereses de la patria y la felicidad material de nuestros hijos. El dia que e~tos dos poderosos sen ti mien tos penetren en ,nuestros corazones nada tendremos que envidiará las naciones estranjeras, porque ninguna de las de Europa nos aventaja en los favores del .clima que 1¡os ha regalado la Providencia. Los vinos blancos ó licorosos son aquellos ~-cuyo principio sacarino no se ha trasformado enteramente en , alcohol. En estos vinos, en luga~ d~ buscar la fuerza y el color que tienen los vinos tintos, les deseamos que adquieran un color blanco y que se m:i.ntenga~ limpios ó claros. En muchos puntos de la península se fabrican de estos vinos esquisitos basta el punto de tener alg unos de ellos un renombre muy merecido, tales cor.no el malvasia de Sitges, el granaclie

del Ampurdan, el moscatel, el Málaga etc, etc. A pesar de estas ventajas que nos proporcionan el clima y el terreno no podemos presentar con estos , vinos la competencia á los franceses que los e aboran con perfeccion ofreciéndonoslos sabrosos, tales corno los de Fronti_gnan, Lunel, y otro¡; puntos que no es necesario decir. 'Los vinos blan_cos exigen algunas otras precaucion.es mas que los ti • t'ls, y por ello lo primero gu~ se necesita es aguardar para cortar las uvas á que se baya disipado el rocío, y que e5ta operacio_n no se haga sino en los dias serenos y nada húmedos. Se dejan secar bien antes de conducirlas a) li gar, y si el tiempo es húmedo y tardan Jas uvas en secarse podrán dejarse dentro de un horno y en un calor regular, prensánrlolas en seguida de haber per<;lidú la humedad para estraer el jugo cu.ida,dosameute. Otros creen que bastará que en lugar (le prcnsa,r las uvas se las estruje con los piés, valiéndoll(!S para eJlo de algun instrumento que no deje derramar el mo~to que ha de transformarse en vino. El jugo que sale de' la vendi mia se reunirá dentro de una cuba,impidien-


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do que se Ir. mezcle la casca ni otra inmundicia alguna, que además de hacer perder la trasparencia que buscamos en estos vinos; haría· que no tuviese el sabor J ulce que apetecemos •r" Recojido de esta, manera el mosto empieza la fermeotacion en la cuba, y, se verifica á poca diferencia como la de la- cerveza, dejaado rermanecer el vino en este estado y·sin separarle del principio mucoso y demás des -• perdicios que contiene basta la primavera inmediata, que es cuando deberá colarse por primera vez. Dejar permanecer los vinos blancos por tanto tiempo entre sus propias heces no tiene el inconveniente que muchos creerán, si se atiende á que tardan mas en clarificarse que los vinos tintos . Otros prácticos aconsejan colar los vinos blancos luego de haberse verificado la fermentacion tumultuosa. Aunque los prácticos de mas nota están pqr el pri rner método, aconsejamos sin embargo que se ensayen ambos para observa r cual (le los dos dará mejor resultado. Entre los muchos prácticos· que han dado preceptos para la fabricacion de los viaos blancos, ninguno parece haber hablado r.on mejor acierto que M. Sebille-Au ge r, propietario de Saumur. Uno de los prim eros preceptos que recomienda este •práctico es qlue la vendimia se recoja exenta de lotla1 humedad y que se separen de las uvas lo·s granos verdes y averiados, al propio•tiempo que se tendrá grande cuidado de no romper las pepitas del fruto cuando se prense la vendimia. Se prensa rán por la tarde las uva&, que se han recogido durante el dia, colocándo en seguida el mosto dentro de un tonel para que permanezca állá en reposo. Notaremos al .cabo de seis ú ocho horas que se va formando á la su¡::erficie una ·espuma que aumenta sucesivamente de espesor; pero este feoómeno químico se re-' tardará algun tanto si la vendimia se ha recogido fria ó algo mojada, ó si la ternperaLui'a no llega á lo menos á 13.° Cuando se obtieoen estas circunstaocias vemos salir dé punto la espuma, basta que tomando bastante consistenciá se abre por diversas parles: Al llegar á este estado se separa esta espuma rojjza y se la deposita sobre un ta-

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mís claro paraqu-e ceda el licor ó ruosto' q'ue contenga. 1\,1 cabo de algunas horas se renueva esta costra espumosa y ·se ·sepa:ra ·ae la misma manera·, y· no es estraño ver formarse otra tercera, en cuy0 caso se practicará lo mismo que se ha dicho para las dos anteriores. Debe estarse con mucha ·vigilancií1 para observar el momento de estalifecerse la menor señal ,de fermentacion, porque conviene que ante;; ·que esta sobrevenga se· saque el mosto de la cuba y· se le coloque en los toneles donde debe fermentar. El trasladar el vino de la cuba á los toneles no exige nin guna precaucion mientras se mantenga claro ; pero tan luego como salga turbio á causa dP- las heces que se han ido depositan do, conveodrá que pongamos el mosto en un colador á fin de :-¡ue se filtre rlebidamente, ó qel contrario nos esponernos á obtenerun vino de malas cualidades, y aun será mucho mas prudente no unir este vino al que ha salido claro, mezclándolo en tal caso en vinos de inferior cálitlad. Uno de los medios mas ventajosos que hay de separar el escesi vo fermento que contiene el mosto es el de calentarlo por medio de un calder0; mas debemos advertir que esto $e practicará solamente con la mitad del que ha de llenar el tonel. Deben observarse con cuidado lQs grados de calor que marca el mosto, atendido que al llega rá la tero peratura de 70 á°75. 0 empieza á moverse el mosto y á formarse una espuma que sepáraremos luego que baya tomado consisteocia : al cabo de algun tiempo, que es por lo comun cuando se ha establecido la ebulicion perfecta, se forma una segunda capa espumosa, que se separa tambien echáudose en seguida este mosto en el tonel doode se ha·brá depositado ya igual parte de mosto frio al que se ha hecho hervir en el caldero. Es de advertir que antes debe haberse clarificado en frio el mosto que ha de mezclarse con el del caldero. Tambien puede clarificarse el vino ó mosto durante la ebulición en el momento mismo de haber separado h1s capas espumosas que produce, valiéndonos dd neg ro marfil, de las yemas de hu evo ó de la sangre de bue y, etc. Este método e5 muy ventajoso.


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por el clima. De esta manera podremos ha siempre que. se (lUiere conse,rvar al vino un sabor dulce muy notable,.sin nec·esidad de , cer, la competencia en los mercados estraojeros, principalmente si evitamos la mala fé añadirle azúcar, obteniendo enl9nces un vi no á que se han entregado con u11a audacia inauperfectamente blanco que agrada á la vista y dita algunos de nuestros comerciantes. Narecrea el paladar. La vinificaciones una manufactura por me- da tenemos que envidiará las otras naciones para obtener vinos buenos de toda calidad: dio de la cual obtenemos resultados seguros, si para ello nos valemos de los instrumentos no necesitamos mas que una voluntad firme para colocarnos en primera fila, y parabay aparatos perfeccionados que ·se conocen. cei; en todos los puntos del globo el comer. empeñb Toca á la España emprender con cio del vii;io en primer término . este camino, en. el1 que la han adelantadb JDúcho otras naciones menos privilegiadas /

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..SOBRE LOS BOSQUES Y·ARBOLADOS DE ESPAÑA. (f) (Continuacion.) Del interés de los ganadP.ros. · -H:1biendo espuesto los perjuicios que ban sufrido !ns bosques y arbolados á causa de 1a insuficiencia de .leyes destinadas á asegurar _la propiedad territorial, falta demostrar que los privilegios que llegaron á alcanzar los ganaderus han sido, sin la menor ·exageracion, otro de los fundados motivos que propiamente han entorpecido el desarrollo y crecimiento de los árboles. Por una fatal desgracia, comprobada siempre por la experiencia, hemos visto, que alimentando en España muchos hombres crasos errores administrativos y económicos, léjos de abrir y favorecer el fomento de la ,riqueza le han sofocadoj privando á gran número de individuos.,el libre u:;o de sus. facultades, ó b~en una expansion útil y celo'

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Véase págiué;i 25 .

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sa de $U ingénio. Efectivamente, con la proleccion especial concedida á la ganadería, en mengua y desdoro de la l.abra·nza ; con las ridículas y r,erniciosas reglas que rigieron en el honrado concejo de la Mesta; con las prohibiciones, marcas, visitas y registros que afectaban á los criadores de ganados, y en fin con los empadronamientos y otras disposiciones divinamente encaminadas, las lanas procedentes de los ganados españoles _han experimentado una espantosa decadencia. Por esta razoo, nuestras leyes pecuarias, ,absurdas en su mayor parle, no pudieron ocasionar aquella época en que la ganadería se elevó en España ,~uasi á su mayor incremento, rivalizando nuestras lanas con las mejores de Europa y formando consid,erables prod uclos. La.abundancia de pastos, y la adquisicion de las mejore,s castas realizada por algunos soberanos, fueron los verdaderos motivos para lograr aquel resullado. Además, la fa-


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cilidad de transportar á cualquier punto los ganados hizo muy luego preferible esta riqueza á la de la tierra: pero desde luego en que la agricultura fué activándose; desde el momento en que los bosques y los árboles se consideraron como fincas productivas; la ganadería luchó encarnizadamente con los labradores y con los propietarios de posesiones rurales. Abiertas la mayor parle de las tierras para el sustento de los ganados trasbnmantes ¿pudieron los bosques libertarse de su maléfica influencia? No sufrieron las violentas impertinencias de la grangería, ó mas bien dicho, sus mas bárbaros ultrajes? · Jamás la autoridad administrativa drbiera separar y enemistar dos ó mas ramos que nec~sitan prestarse auxilio y reprocidad íntima; pues que la agricultura y la ganadería se deben considerar como inseparables. El labrador busca en sus ganados los rendimientos del abono para aplicarlos al terreno; y como en rigor ~s el único que tieue á sus manos la facilidad de obtener pastos bu enos y abundantes, de aquí se deduce que es quien con mejor disposicion puede atende r al perfeccionamiento de las razas y á la finura de los vellones. Tambien la elaboracion del queso y de la manteca forman parle de los cuidados de una casa de labranza; po r manera, que la ganadería en general ha de tener grande enlace con la agricultura; y la prueba se baila en los ejemplos que nos ha ofrecido la Inglaterra. De otro modo ¿como seria posible la justicia y la equidad, si una vez alzados los frutos de la tierra, se ha considerado como de derecho su baldiacion en muchas provincias? Debían prosperar las plantaciones de árboles silvestres, que pudieran hacer en muchos terrenos diferentes propietarios, si los ganados á pretexto del aprovechamiento de rastrojos, y del derecho de rebusco, no conocieron límiles ni valla, para destruir á su antojo cuanto hallaban á su paso? He aquí, pues, porque el sistema de cerramientos halló favor en- las provincias mas desgraciadas. En Cataluña, por ejemplo, se cultivaron eón cariño las tierras, y se han ejecutado en

particular numerosas plantaciones de árboles frutales y silvestres, tan solo porque sus leyes han protegido el cerramiento de las heredades. Asi mismo los bosques de Asturias, con sus huertas y sus tierras sembradas de maíz, se hallan en un estado lisonjero, por motivo de qtie no penetró alli la ominosa planta de los rebaños que rebatían y asolaban los terrenús, cooperando á ello no pocas veces la malicia de los ma orales y rabadanes. Fijémonos por otra parte en la provincia de Estremadura; y apesar de 1a bondad de su clima, de la extensio'n -y feracidad de su suelo, se verá que la poblacion y la agricultura no han salido todavía de la infancia; y con razon esto debe atribuirse á las numer.osas cabañas que alimentaba el país, á la costumbre de veranear allí los ganados, y á la fuerza que se supieron abrogar los ganaderos ; quienes debieron conocer que no siempre por medios violentos obtendrían provecho y utilidad. ¿Acaso los ganados forasteros no estrechan á aquellos que son biJos del pais? ¿No es cierto que los ganaderos en cambio de los pastos que reciben, en los lugares donde acuden á invernar, recojeo y venden con cuidado sus estiércoles? Veamos no obstante que ley pudo prohibir á los propietarios el acotar y cerrar sus tierras, para hacer propiamente de ellas copartícipe gratuitos á los ganaderos. Regístrense las leyes del Fuero Juzgo, emanadas del tiempo de los visogodos; regístrense la legjslacion Alfonsina, los fueros de Sepúlvedá., de Alcalá y de Vizcaya, el fuero viejo de Castilla, el de Leon ; y basta si se quiere los Ordenamientos generales, y no se hallará, como ya han notado otros, p.inguna ley que prohiba los cerramientos. Los señores Reyes Católicos únicamente, de pues de la conquista de Granada, y en el repartimiento de los cortijos y terrenos de su vega los prohibieron ; pero con justificado objeto, y tan solo para satisfacer las necesidades de una localidad. La propiedad no estuvo entonces atacada, puesto que la probibicion fué como de servidumbre para adquirir el dominio; y es claro que semejante ley, que e la Lª del título 25, libro 7 de la ovísima Recopi1acion, y que atañe á


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la vega de Granada, con exclusion, fué dictada solamente por las circunstancias. fas despues el señor D. Cárlos V de Alemania y I de España, en 20 de mayo de ,t 525, promulgó la ley ~2 del título 7, libro 7 de las Recopiladas, y posteriormente D. Felipe 11 dictó otras disposiciones. Este monarca, que recibió de los pueblos la. concesion c!e los millones, protegió á la ganadería, prohibiendo la venta de los baldíos y tierras eriales, é introduciendo en los terrenos la verdadera indivision. Pero lo 'mas fatal, y lo que mas agrado al interés particular de los ganaderos fué el auto acordado en 46 de abril de~ 633, por el cual los ganados lanares podían libremente introducirse en las viñas y olivares, despues de alzado el fruto,en los países donde fuese costumbre en los terrenos de otro cultivo. De aquí derivaron las continuas declamaciones hechas contra la grangeria por los graves daños que causaba al labrador ; has1 ta que en -1778 se publicó la ley 19 del título 2i, libro 7 de la Novísima Recopilacion, que dispone la derogacion del dicho auto acordado de 16 de abril, permitiendo á los viñedos y olivares y á las tierras de frutas y hortalizas la facultad de verificar cerramientos perpétuos ; y la misma concesion á los terrenos destinados á bosques ó al plantío de árboles silvestres, limitada no obstante al término de veinte años. ¿Y la ley 2i del título 14, de la Partida 7. ª no establece la enmienda de daño á lo que introduzcan ganados en huertos, mieses, prados y viñas de agena propiedad? Lo cierto es, que por un abuso, ó bien por una fuerza de costumbre ó de opinion, los bosques y las tierras, ya desde tiempo inmemorial quedaron á merced de los ganaderos, quienes despojaban á los infelices labradores de las rastrojeras y barbechos, <:ausando el mayor mal á los nacientes bosques, ó á. los pequeños árboles, plantados á fuerza de mil afanes y fatigas por la incansable mano del labrador. ¿Pudieron, pues, prosp,erar los arbolados españoles, ili la ganadería se oponia á su reproduccion? Ya desde fines del siglo XLI[, decía el señor Carnpomanes, se dejaban sentir los ma-

Jes que producia la institucion antigua de la Mesta. ¿Y no debia ser así, cuando al menor pleito que aconteciese sobre ganados, ó expólio causado por estos á la propiedad, se inhibía su tribunal en el conocimiento de la causa? ¿Cuantos no fueron los árboles útiles que perecieron por el diente del ganado cabrío? El abuso se extendió tambien á los ganados estantes y riberiegos, pues todos á la vez se creían con derecho á ejercer condominio sobre las tierras cultivadas, siendo en su consecuencia desatendida la citada lev 19 del título 2i, libro 7 de la Novísima Re~ copilacion, asi como la 2i de la Partida 7.ª, título H. Por tanto, se ha dicho con razon que la agricultura no puede separarse de la ganadería; puesto que el interés de los ganaderos estriba lógicamente en el de los agricultores, los únicos que pueden proporcionar buenas dehesas, y abundantes pastos., de cuya eleccion depende no solamente la górdura de los ganados sino que la calidad de sus lanas. Los criadores de Inglaterra facilitando a sus carneros buenos alimentos y pastos de tierras fértiles y de la mejor calidad, obtienen la lana larga, y por el contrario,recojen lana corta si los hacen pacer en terrenos ligeros ó gredosos. Por fin, los frutos que rinda el terreno de un particular no pueden ser comunales ; I bajo este concepto muchos propietarios en Cataluña han usufructuado sus tierras cediendo las rastrojeras y barbechos. Auméntense, por con iguiente los ganados; y oon tal que todo el mundo pueda dis· poner de lo suyo, jamás se tema que ba ya carencia de pastos. Los labradores obteod rán en ellos un producto: entonces los pro· pietarios inclinados al plantío de árboles verificarán sus plantaciones sin recelo, y seguramente no se introducirán por la fron tera del Pirineo tantas cabezas lanares, ni tampoco nuestra carromateria necesitará las introducciones de mulas que por la parte de Puigcerdá y otros puntos hacen los frances~s. Vis;to ya que el interés de los ganadero¡;


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se ha opuesto al fomento de los arbolados, en atencion á que los de nueva cria,necesitan por lo menos diez años de preservacion para sus roedros; no puede dudarse de la seguridad de lo que dejamos sentado, es á saber; que la industria pecuaria debe armonizarse por cuantos medios sean inmaginables con la industria agrícola, si es preciso que sea una verdad la riqueza·de nuestros bosques. Mas sigamos adelante, y veremós taro bien los males que ha causado la acumular.ion en pocas manQs de las propiedades rústicas.

JJel estancamiento ó amortizacioa de las tierras. Si es cierto que las contribuciones y tributos de los pueblos forman los recursos con que se sustentan los estados, y si es igualmente cierto que dichas contribuciones para ser equitativas han de basar proporcionalmente sobre la riqueza, no puede dudarse de que los gobiernos deben buscar en todas épocas el desarrollo de la prosperidad general en cuyo fondo hallarán principalmente su existencia. Pero como la riqueza supone desde luego el movimiento y circulacion de valores ó de productos cambiables, de aquí se deduce el claro perjuicio que ha de resultar de cualquier estancamie,nto, que sin justificado objeto retire de esa misma circulacion una masa de productos. En tales antecedentes han descansado las continuas declamaciones motivad.:i.s por la vióculacion de los bienes raíces, que ·estableciendo la ina¡i;enabilidad, es forzoso baya redundadó en perjuicio de los bosques retirando de la masa cornun de las profesiones industriales un lucro que pudiera salvarse por medio de un arregle;> ó de alguna disposicion. La madera, ese cuerpo compacto qne está destinado· á tantos usos, y que á cada paso manifiesta los eminentes servicios que nos presta, seguramente formaria una de las rentas mas aprech1bles de España, con tal que destruirlos los grandes y ·numerosos obstí,,culos que sofocaron su contínua produccion, se hubiere favorecido en algunas localidades

á los que ejecutasen extensas plantaciones de árboles; y entre estos obstáculos debe ci-

tarse como poderoso ,el de la amortizacion, civil, que consiste en la perniciosa costumbre de amayorazgar los bienes poniencjo un dique al aumento de la poblacion y á la felicidad de muchas clases. Mas no se diga que tamañ<i mal baya pesado igualmente sobre la labranza de los campos, porque con respecto á los bosque!;i su fuerza ha sido muy extraordinaria. Y en efecto. la cantidad de tiempo que necesitan los árboles para engrosar y formar madera es indudablemente mas considerable que la que necesit~ el trigo para darnos su alimento; de modo que la persona que goce solamente ~l usufructo de una posesion, buscará siempre los productos mas inmediatos, aun con preferencia á los que sean exhorbitantes, si debe aguardarlos para tiempos lejanos ú remoto-,. · Por este, razon los efectos que ha producido la amortizacion civil de las tierra~, con la ínstitucion de los vínculos y mayorazgos, fueron ruinosos al crecimiento de los bosques; - y á pesar de que tambien por ellos España padeció real mente un atraso en la mayoría del cultivo, los arbolados y los bosques deben en resúmen haberlos padecidocon mayor intensidad. Extendiéndose el sistema de las vinculaciones ¿es posible que se hayau mejorado la.s. propiedades rurales? Acaso no se conoce que acumulándose estas, se ocasiona sin cesar la indolencia y la desidia? Privad.o el vinculista de Legar á sus hijos las rentas del mayorazgo , no siendo á su primogénjto, guarda su dinero con afan y Jamás lo invierte; que.riendo satisfacer un sentimiento que le es innato, y que con frecuencia no puede extinguir. Asi es que baj0, el aspecto económico-político los mayorazgos, han ocasionado males sin cuento, porque han· estancado el derecho absoluto de sucesion,. poniendo trabas al desarrollo de la riqueza. Conociendo esta verdad el señor D. Cár!os IlJ dictó benéficas disposiciones por las. cuales se dejaba en co_mpleta libertad el aumento ó mejoras que se hiciesen en los b~enes vinculados, con tal que fuesen en casas, y solares para edificios, á cuyo efe~to debia.


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capitalizarse la renta que produjesen al interés de tres por ciento ; y mas·adelante se prohihió la fundacion de ·nuevas vinculaciones como no consistiesen en acciones debanco, censos ú efectos de rédito fijo. En su consecuencia la vinculacion de los bienes raices jamas estimuló la fuerza del · trabajo; y como además, reduce la transmision de la riqueza territorial , aumenta necesariamente el valor de los bienes libres. Pero los mayorazgos causan tambien sus males bajo el aspecto moral. Prescindiendo de que mucha,<; veces los hijos primogénitos, hereditarios de fincas vinculadas, dejan de poseer sus bienes por falta de capacidad, pasando á los segundogénitos, se verifica, que en una familia numerosa es muy raro que igualmente todos los hermanos toleren con resignacion el que uno de ello!" disfrute la fortuna de su padre , por el único hecho de haber nacido con anterioridad . Asi que·, los \jelos, las discordias y una loca emulacion nacen por consiguiente de ese principio funesto, cuyo orígen data de los tiempos de D. Alfonso X. En efecto, en· aquella época, año de 127 4, se fundó segun parece el primer mayorazgo por D. Gonzalo lbañez de Agoilar. Tambien fundó otro D. Juan de Mate, camarero mayor del rey D. Sancho, llamado el Bravo, é igualmente los fundaron otros muchos sugetos; pero siempre con licencia y privilegio real. Hízose estensiva esta facultad, qúe fácilmente se obtenía de los monarcas, y publicadas las leyes de Toro en que la 27 favorece el sistema~de vínculos, fué cundiendo extraordinariamente la manía de amayorazgar los bienes; y cu.asi Cataluña es el pais e-ó donde mas ha penetrado. Establecida por consiguiente la- inagenabilidad de I as tierras, es claro que no pudo tener mas objeto que el d-a conservar el nombre y la vanidad de muchas familias, impidiendo que el egoismo de algun particular aniquilase ó destruyese el valor total de su herencia ó patrimonio. Y con todo, esa marcada intencion de cohartar los goces y disfrutes vitafü,ios, no solamente ha rebajado el derecho absoluto de propiedaJ, sino que además ha burlado las esperanzas que se

adquirieron al concebirla. La razon es muy sencilla. General mente todas las tierras sugetas á vinculacion han decaido en sus productos, especial meo te aquellas cuyos dueños no han contado recursos suficientes para cultivarlas cual corresponde, ó que acostumb-rados con antetacion , al conocimiento positivo del disfrute, las miraron con indiferencia, fijando su atencion en otros negocios. Distraidos en el comercio y en la industria la mayor parte de los capitales, apenas los bosques y la labranza han bailado el menor recurso, y la mayoría de las gentes han acudido en tropel á poblar nuestras ciudades. Estos efectos los ha motivado la amortizacion civil, asi como la eclesiástica, por medio de la cual !legó el clero á un estado de pujanza sorprendente. Los campos, pues, quedaron desiertos; y los bosques, considerados útiles únicamente para producirleñas y zarzales, jamás adelantaron un ápice en el camino de proporcionarnos buenas maderas de construccion. Hace pocos meses que un periódico de esta ciudad, traduciendo las sábias lineas de un articulista francés, escribia lo siguiente: «El aldeano que cuenta con alguna fortuna ó solamente con un pasatiempo regular dice á su hijo: Tu no serás labrador; quiero que tu existencia sea mas suave y dulce que la mia; se te enseñará el latin y el griego, y llegarás á ser como tantos otros notario, métlico, abogado ó procurador. Estas profesiones están muy bien consideradas; se trabaja poco y se gana mucho: lejos de levantarse antes de que amanezca, se duerme por la mañana todo lo que acomoda; los que viven en las ciudades no experimentan jamás los rigores del tiempo, ni les incomoda el sol, ni les moja la lluvia. La madre por su parle dice á la hija: no quiero que seas aldeana: pasarás dos años en un colegio, tendrás un maestro de canto, otro de baile, y serás una señorita completa; llevarás sombrero y entonces te buscarán los jóvenes de la ciudad y serás una señora.» Lo cual, siendo aplicable á nuestro suelo, nos conduce á deducir, que despojada la agricultura del enérgico apoyo que el go-


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bierno le pudiera dispensar, ~e la abandona - cer uno de los obstáculos que contamos ende contínuo sin que se acierte á destruir la tre los mas ·insuperables, y es el acarretéo ó eopia de obstáeulos que la contrnrian. conduccion, del cual ya trataremos en su deAlgo se pudiera decir en favor de lo que bido lugar. se ha ,hecho últimamente, pero todo ello disEntretanto, réstanos decir que apesar de ta tanto de satisfacer las materiales necesidaque algunas leyes de partida y de la Nueva des que la acosan, que jamás nos cansareRecopilacion, por su objetó y por suJfecha, mos· de aducir los sólidos argumentos que se han hecho inútiles en el dia, en que la han de hacerla prevalecer. ¿Y cómo se quieeducacion y la sociedad han adelantado; y re que nuestras maderas hayan ocupado un apesar de que se desea un nuevó código gedistinguido lugar? nérico que sea compatible con la época pre-Arraigada la propiedad territorial en po- sente¡ sin embargo débese · prestar) veneracas manos, nuestros pobres jornaleros ape- cion. á muchas de nuestras sábias leyes prinas con dificultad pueden ganar su subsismitivas, basadas algunas en principios intencia, pos cuyo motivo el au'mento de pomutables, y las de partida, por ejemplo, solo blacion de España jamás correrá paridad con autorizan la inagenabilidad de los bienes el de otras nacionP,S. raices no pasando de la primera generacion. La acumulacion sucesiva de las tierras es ¿Porque pues no se ha observado esta regla en fin contraria á lo que deben disponer las cuando aun los primeros pueblos de la aatileyes políticas y económicas, mayormente güedad han creído que debía dividirse la en un país en donde las diez -y nueve vigéherencia paterna y jamás privarse la transsimas partes de los jornaleros ó labradores mision? que abraza se bail an fa) tas de propiedad, Si algunos inconvenientes pudieran suscon tando por consiguiente muy pocos que citarse acerca la extremada subdivilidad de cultiven por sí,. las tierras ó la excesiva multiplicacion de Siendo esto evidente; porque motivo no se propietarios territoriales, diremos, que todo conceden -á enfitéusis tantos terrenos baldíos debe sugetarse á la prevision y al raciocinio; é inútiles, tantos bosques abandonados, no y en tal concepto no dudamos, que-en una se escita el interés particular? · monarquía, por ejemplo, deben existir granJ:Iablando sobre el estímulo que dá la pro- des y ricos propietarios que formen la noblepiedad, un autor ha dicho: «que. en las za y la clase mas allegada del monarca; mo ntañas de Languedoc, y aun en otras, los pero añadiremos además, que renunciar á aldeanos á quienes se han concedido tierras destruir la miseria que se observa en el cohé!n llegado á subir sobre sus espaldas gran raz0n de nuestras provincias, y á facilitará cantidad de tierra colocada en c~stos, al ob- mayor número de personas los medios de je¡to de formar un suelo artificial en los pa- subsistir, no debe esperarse jamás de un esrajes que_no lo tenían por su naturaleza.» pañol que ame á su pátria; porqu~ si nues. De modo, que donde haya gran masa de tros adversarios en materias económicas atacapitales en circulacion, donde el valor de can nuestrnsistema, desconocen enteramenlas tierras no sea ilusorio, si.no real, y ja- te las necesidades de la península, que, enmás amortiguado ; donde los transportes de lazadas entre sí con mútua intimidad y delos frutos y i:nercancias, sean cómodos, fá- pendencia, son el blanco de las mas sérias ciles y baratos; donde el disfrute de la pro- meditaciones y de variados y numerosos piedad esté, plenamente asegurado, debe es- proyectos. perar~e que la laboriosidad produzca la Veamos,. pues, como ha meditado el goabundancia. · _ bierno en materia de bosques, y que efectos Los bosques, como tendremos ocasion de produjeron sus principales medidas, para examinar, dan productos tan cuantiosos co- cü mprender á lo menos con bastante exactimo los de la tierra mejor cultivada y de tud, si han debido prosperar los arbolados ruejor _calidad, pero para ello hay que ven- en España, aun haciendo abstraccion de los To~1O lll , 6


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tituian por la suerte, repartiéndose los fru.: tos de la tierra entr'e todos los vecinos. La J)e las disposiciones que ha tomado el Go- 'propiedad rural no era pues conocida entre bierno. los godos germá.nicos, antiguos pobladores de nuestra península, y que eran gobernaNada mas fácil que c~nsnrar las obras dos por reyes, que en sus principios apenas agenas; pero tambien nada hay mas condu- gozaban autoridad; pero la civilizacion rocente y acertado que el hacerlo, notándose mana, de la que forma parte nuestra propia en ellas errores trascendentales y notorios. historia, verificó el señalamiento y aistribuSi la complicada marcba de los asuntos so- ci_on de las tierras entre vencedores y. vencimetidos al especial cuidado del gobierno de dos, acordando el mayor respeto á las dis-· cualquiera nacion pudiera en algunos casos posiciones testamentarias. Ello es, que Ja9 torcer las disposiciones que dictára sencilla- guerras que SE} sucedieron continuadamente mente la razon 11atural, y otras razones de contra el poder de los mahometanos hiutilidad y conveniencia , jamás debiera cieron enmudecer el primer sentimiento de tolerarse que bajo la sombra de tal posibili- las leyes; y las propiedades, feudos y usudad corriese desapercibido el completo aban- fructos de los grandes principiaron á ser tan dono de un ramo que fuese de reconocido abundantes y numerosos, que con la mayor interés y de ex.tremada importancia. Así es facilidad no solamente armaban gentes reque, el primer correctivo de los males que clutadas para su servicio, sino que erigian combatan· á un país, debe esperarse princien sus dominios elevados castillos y sólidas palmente de los esfuerzos y trabajos que los y muradas fortalezas. Entonces el sistema de hombres ilustrados e independientes hagan guerra era horroroso: porque los mahomepara denunciarlos, con tal de que las garan- tanos arrasaban los campos, despoblaban las tías de órden y libertad no sean vanas preciudades; y los cristianos pór su parte semsunciones ni pantallas ridículas. de mañosos braban tambien el espanto y la desolacion y rateros subterfugios. Y aunque si bien hasta en los terrenos que reconquistaban; "púes de ho-v. dia los resultados obtenidos por los bri- es te modo privaban á sus enemigos de ali' lla~tes escritos, y algunasjuieiosa!' y punzan- mentarse en ellos, haciendo nu~vas invates acriminaciones, no surtieron el efecto siones. apetecido, es casi seguro que con el tiempo Los estragos que por este motivo causó lo surtirán y formarán toda la fuerza de una D. Alonso l llam ado el católico, fueron exopinion indestructible; opinion que tenderá traordinarios; los cuales continuados desal progresivo desarrollo de nuestra riqueza. pues por sus sucesores defaron un sin fin de España no puede seguir en el estado en . tierras incullas, hasta que por necesidad se que se halla; pues en tal caso habría motihubo de animar la profesion del labrador, vos poderosos que la harían retroceder; y abatida y sofocada por el estrépito de las ar· en esta atencion, no solamente es precisa la mas. De aqui emaµaroQ los fueros y privipaciencia y la virtud para atravesar la palegios para aquellos que se-establecieron en ralisis que experimenta, sino que tambien un punto fijo, como dice el erudito español hay que luchar en cierto modo con la tena- D. Juan Semper en una de sus a,bras; y de cidad de un poder invisible. Pero contrai- aquí precisamente debían resultar tambien gámonos á la cuestion de los arbolados es- las congesionés de tierras que se hicieron·á pañoles, y digamos tan solo lo que conceplos pueblos, al objeto de formar un ·fondo prooum una!, que fué conocido mas adelantuemos necesario. te con el noro bre de propio~. , . Desde los tiempos mas remotos se miraEl cu~ntioso número de bosques que lla.ron lo$ bosques de España como comunales; las tierras en su mayor parte no conocian maría luego posterirrmente la atencion de l~s juntas municipales, ó de los municipios, dueño légítimo, y por esta razon se cultivano hay duda que debieron causar cierto apeban los campos, por labradores que se sus.daños que indirectamente los"lrnn combatido.


67 go ó amor á la propiedad; y así fué, que ele todas partes se solicitaron libertades y franquicias, instituyéndose no pocas hermandades, esp-P,cial men t(l en el reinado de D. Sancho el Bravo, que las protegió con el fin de hacerse bien visto de los pueblos. Entradas por consiguiente en el dominio privado muchísimas tierras, los bosqu-es conservaron siempre el pernicioso carácter de comunidad, bajo el cual no es posible que fructiferen; y desde entónces por una continuada série de desaciertos, de contingencias y vicisitudes, no se ha dado siquiera un paso completamente digno en materia de arbolados. Lastima al corazon esta verdad por sí sola muy amarga; pues no bastan muchas veces disposiciones ténues y transitorias para remediar un mal que amenaza ser peligroso y grande. Aquietados desde algun tiempo los espíritus, ·con la seguridad que en general ofrece la civilizac1on moderna, era fácil prevenir un remedio para resolver las quejas de tantos usufructuarios copartícipes que realmente reclamaban sus derechos, y sin embargo, la curacion que todos debían esperar, se convirtió en un mal mas grave y mas intenso. Dejando aparte el seguir circunstanciadamente todas las resoluciones antiguas, tomadas en materia de bosques, entre las cuales no hemos observado hasta ahora cosa particular, entraremos úmcamente en lo que sea mas cercano á nosotros , y aunque tal vez estemos faltos de datos para discurrir con escrupuloso acierto en tan espinosa materia, IIO creemos separarnos ni un ápice de la verdadera exactitud. Corriendo pues el dílatado espacio de sei!ú siete. siglos, durante los cuales han descollado por su brillantez algunas épocas , que se ofuscaron con estremada rapidez, consideremos en que sentido e_l gobierno ha influido en la decadencia de los bosques. Indicamos los males que dependían directamente de una viciosa administracion, pero todavia no hemos concluido; puesto que nos falta evidenciar que h represion -y el monopolio, sancionados por las dispo:-iciones mis-

mas del gobierno han atacado á los bosques y á los árboles con la m,ayor actividad.

Es un hecho que en tiempo del señor D. Felipe V. ya se coI,1ocian las magistraturas especiales que entendían en negocios de bosques y que ejercían mas bjen un carácter fiscal, proteccionando laK rentas de la corona; y de-aquí resultó que los árboles del país , debieron retirarse naturalmente de la circulacion del comercio. El absurdo de no sujetar los montes á dominio particular hubo de traer funestas consecuencias, i;nayormenle cuando es reconocidamerite verdadera la asercion de que no conviene absolutamente al tesoro verificar la esplotacion de una empresa de grande entidad, sino que debe abandonarse al interés de los particulares; de modo que caminando bajq un erróneo principio, se destruyó el estímulo y el aliciente que hubiera producido el aumento y la coffservacion de. los árboles. Cuando en t 733 se destinaron las maderas de los montes de Segura para la construccion de la fábrica de tabacos de Sevilla, el erario tomó con mayor empeño el cuidado y administracion de los montes ; pero el hecho es, que apesar de la buena calidad de aquellos árboles no fué considerable la economía; pues es imposible justipreciar los exorbitantes gastos que se requiere en toda obra costeada por la Hacienda pública; y las personas ilustradas no dejan de conocerlo así en cuantos informes hayan tenido el honor de elevar al gobierno. En fin, las ordenanzas que aparecieron en el año- de ~ 7,1.8 á principios del reinado de D. Fernando el VI. aniquilaron la mayor parte de los arbolados españoles·; tal fué el poder de aquellas disposiciones encaminadas al mejor intento, y que cometían grandes facultades á los Jueces conservadores y á los delegados de la marina real. Infinitas fueron las aclaraciones que dió el gobierno para la inteligencia de tales ordenanzas, pero el ominoso principio que en ellas presidia fué causa de que su cumplimiento se eludiese á cada paso y de que los árboles se mirasen con la mayor odiosidad. Mientras que babia grande liberalismo en conceder largas estensiones de bosques á las


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minas de Almadeo, asi como á las de Linares, nin~un particular podia cortar los árboles plantados por sí mismo sin obtener para ello las correspondientes licencias. ¿Y quién con semejante , disposicion no arrancaría los árboles que espontáneamente naciesen en s.us terrenos? ·1os á-rboles plantados en virtud de las ordenanzas carecian por otra parte de las ca• Jidades necesarias para prender y prosperar. De esta manera se ha visto que en España Jos arbolados fueron combatidos .en todas épocas, y por diversos sentidos; y hasta la marina real, á la que se ha intentado favorecer, apesar de la despoblacion que verificara en muchos montes, no ha sacado de esto el menor provecho; puesto qqe fué preciso confesar que le costaba mas cara la madera indígena que la extrangera. ¿No queda por consiguiente bien probada la influencia que el gobierno ha ejercido en los bosques? Esta es otra causa poderosa que debe apreciarse en su entero valor y que no debe pasar ni un momento desapercibida. Las comisarias, las subdelegaciones y con• servadurias estuvieron fuera del circulo de las leyes comunes, puesto que tenian fac~ltades para oprimir á los incautos é infelices labradores, obligándoles á hacer lo que jamás podía aconsejar la razon y la prudencia. El hombre.se esfuerza y trabaja con afan desde el momento en que su prop10 interés se halla garantido; pero se Je envilece entrando luego en la o•;iosidad y la miseria si le quitan la emulacion y le dificultan los medios de alimentarse. ~ El señor duque de Hijar en un discurso, que pronunció ante el rea-! consejo de las Ordenes, en 1793, relativo al egoísmo, hablando de ta rectitud de la ley, dice: . «No tenemos disculpa que alegar si nos dejamos sorprender, y mucho menos si•nos rendimos á las engañosas ofertas del egoísmo. ¿Pudiéramos discurrir jamás que nuestra autoridad es arbitraria? ¿Que el p0der que nos ha confiado el soberano para ser en su nombre intérpretes de la ley, órganos de la equidad y jueces de la fortüna, del honor y de la vida de los ciudadanos, es para manejarlo segun nuestra pasion ó nuestro afecto? 1Ah!

¡Qué error fuera el nuestro si nos condujéramos por semejante principio! Tenemos poder, tenemos autoridad, pero es para reintegrar los bienes á su legítimo dueño: para enjugar las lágrimas del que se halla oprimido injustamente: para acrisolar la innocencia, reprimir la malicia, y contener la audacia. No somos libres : estamos muy ligados, y nuestra autoridad y nuestro poder serán los mas rígidos fiscales de nuestras obras. Si señores; á todos los magistrados reconvendrá su misma dignidad lo incompatible de esta con las particulares afecciones, ya sean para consigo, ó ya para con otrps, recordando siempre al altanero la humillacion de Aman, al presuntuoso la suerte de Icaro, al soberbio el desgraciado fiu de Eccelino, y al envidioso la sombra adusta de Cimon Ateniense , llamado misántropo, que es lo mismo que aborrecedor de _los hombres; pues debiendo el juez ser tal que parezca i mágen corpórea de la justicia, es forzoso se halle exento de todas Ias pasiop.es que excitan ó conducen al egoismo.» Cabalmente estas buena ideas no serian al parP.cer adoptadas, pues las pasiones entraron por lo comun en los fallos de los jueces que entendieron en expedientes de bosques. Las leyes por otra parte esclavizaban ál labrabor y en su consecuencia apadrinaban este abuso. Seme1antes verdades debió conocerlas el inteligente ministro D. Javier de Burgos, cuando en 22 de diciembre de 1833 aparecieron nuevas ordenanzas de montes, que destruyeron cuanto a'nteriormente se babia establecido. Por ellas se colocaron en su irespectivo lugar á los señores dueños titulares de montes, defendiéndolos en su propiedad y nombran· do una Direccion general que corriese con el cuidado y administracion de los que fuesen valdíos, ó de real-engo, y de los que no tuviesen dueño conocido, dictando al paso varias medidas para resolver el us,> de los derechos promíscuos, privando las vinculaciones y las ventas que pudieran hacerse á manos muertas. Se meditó igualmente en estas ordenanzas la necesidad que había de evitar


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el fraude y la malicia dictando penas- á los pertenece á la estereometría, para lo cual es mutiladores de árboles y á los dueños de los conducente estudiar varios teoremas de la ganados ó animales que paciesen sin la me- · geometría descriptiva y otros ramos impornor facu ltad en los bosques sustrayendo sus . tantes de las matemáticas. Noscomplacemos productos. " en fin, en que se propalen los conocimientos Las reglas de policía que entonces se se- relacionados con la botánica sobre el mejor ñalaron para los montes de dominio partimodo de hacer las siembras y plantíos de los. cul;.tr, a<:i como para los que estuviesen_suárboles, procurando adquirir los medios getos al especial cuidado de la Direccion ge- mas . seguros para que engruesen en poco neral fueron acertadas en su mayor parte, . tiempo, ¡:;in perjuicio de su buena calidad; y y tambien lo fueron casi todas las demás dis- con tales antecedentes, y con la clasificacion posiciones. No obstante, no se llenó todavía de las tierras mas ó menos adecuadas al inel vacío qu~ produce Ja falta de estímulo dítento, · no hay duda que podremos dar fé á recto, que es en nuestro concepto altamente los informes periciales que se libraren en necesario, para contrarrestar en parte la adelante sobre esta materia; tanto mas, si los alumnos de la escuela' de ingenieros de apa..tia ó la indiferencia, y ciertos obstáculos naturales que en diferentes puntos se opomontes y plantíos, fuera de aprender los ménen mancomunadamente al plantío de los todos mas ,racionales para bien proceder en árboles. Mas como quiera que sea las ordelas cortas y evalúo de maderas, conocen nanzas de 22 de diciembre de 1833 reforaderuás la jurisprudencia que se ba seguido maron toda la legislacion admitida en mateen cada pais tratando de montes. En esta inteligencia celebramos infinito la ria de .bosques; y aquel año, en que acaeció la muerte del rey D. Fernando Vll. seguido creacion·-de la escuela de que hablamos; pede su inmediato, el 1834, fué un manantial ro no podemos convenir en que cuando principien á dar productos mas que regulares de enmiendas y reformas, que solamente pudieron concebirse bajo el reinado de la ¡¡e- '\os abundantes bosques de·nuestras costas y _de lo interior, continuen inalterables los gnunda Isabel. derechos fijados en el arancel vigente para Como deseamos aplaudir, las órdenes y las la introduccion de ·tpda clase de maderas resoluciones gubernativas, que tiendan al blancas. fomento de ~os ár.boles ; porque con él será A los criadores de árholes debe dárseles mayor la 'riqueza del pais, y mayores las una proteccion tan esmerada como merecer erogaciones del tesoro; sin que atendamos pueda otra cualquiera industria; y puesto ni remotamente al color político de los homque recientemente se ha intentado una re bres que las dictaren , nos hacemos un deforma de aranceles por el último ministro ber en en¡;alzar aqºí la creacion de una esde Hacienda, D. Alej andro ~Ion, es consicuela de ingenieros de montes decretada en guiente que seamos par<;os en hablar acerca 30 de abril y 1. 0 de mayo de 1835; pero de este punto. que· por no tene1· efecto, se decretó nuevaSin embargo las bases que acompañan al mente siendo ministro de la Gobernacion D. decreto de 17 de julio de este año de 186-9, Mariano To1Tes de Solanot en 184-3. que fueron aprobadas por las Córtes eón alLas dilaciones y Ías dificultades que posguna precipifacion, y no sin merliar sérios y teriormente sufriera este .asunto, no entra en reñidos debate,s, darán lugar á que hagamos nuestro objeto el enunciarlas,· porque tan solo actualmente una advertencia. nos complacemos en que exista en el dia un · La base primera dice: <cLas materias pricuerpo de ingenieros de montes y plantíos, meras que no se produzcan abundantemente, á fin de que difunda las luces poóo conociy que sirvan para el trabajo de la industria das a·cerca de los fenómenos físicos de los nacional, sea cualquiera la forma ó el auárboles, del modo mas conveniente de apromento de valor que adquieran pagarán de 1 vecharlos, ó de sacar de ellos el mayor voá H por cientp sobre su -valor.-La madera . lúmen sin ningun deterioro ; cuyo ex.ámen


70 de arboladura de buques quedará compreneida en este artículo. » ' De aquí se deduce que fijando el derecho de 1 á ·14 por ciento, la marina en general puede quedar mas ó menos beneficiada, segun sea el definitivo derecho que se elija, supuesto que toda ella se provee de-arboladura estrangerá. En ·este caso, como en todos los demás, el interés -de los productores !u-cha con el de Iris consumidores; y los bosques ·de España estacán supeditados si establecemos una ·ley por la cual consumamos eñ abundancia la madera de otros paisei.;. Pero veamos cuales son las líneas estam'... padas en la base segunda. En ellas leemos I,o siguiente: «Satisfqrán derechos módicos á su exportacion del' reino únicamente los ' artículos siguientes:» Aqui se enumeran va- , rios artículos y luego dice: «Madera para la construccion de hoques, quedando el gobierno autorizado para adoptar todéls las disposiciones necesarias, á fin de que no sufran perjuicio la construccion de marinas de guerra y mercante •ni los intereses de los propietarios de montes .,, En vista de esta semi-declaracion, parece muy factible de que efectivamente España exporte al extrangero considerable cantidad de maderas; y mas, cuando á continuaciou se trata de amparar á la marina por los perjuicios que r_ecibiria de dicha extraccion, defendiendo al mismo tiempo t·a libertad de los propieterios. · Nosotros diremos, que en el estado de empobrecimiento en que están los bosques de la península, no se necesita poner trabas á la circulaci-on de la madera de.nuestro pro-"

pío pais; pues ad~más de que no parece regular, de qne se venda á mayor precio á largas distancias, del en que pudiera venderse á nuestros propios mercaaeres, debiera•en todo caso dejarse efectivo este lucro, dudoso de existir, á favor de los criadores de árboles. Gastamos amenudo la arboladura de Rusia, puesto que los pinavetes que vienen del Pirineo no bastan al consumo, ó bien se .destinan á la construccion de ed'ificios estables; y nadie ignora ni desconoce el gran consumo que nuestros carpinteros hacen de la tablonería de Flandes, madera que la prefieren sobre todas las demás en lá mayor parte de sus obras . Por consiguiente es indudable que no pueden abrigarsetemores de que nuestras maderas corran por los ríos y los mares, saliendo contiuu·amente de su país natural; y aun cuando varias circunstancias que no pueden desconocerse, ruotiváran la realidad de semejante suceso, creemos que siempre se juzgaría conveniente •alentará los explotadores de ,montes. Por todo lo dicho, y porque vamos á tratar del influjo que tienen sobre los bosques los medios de comunicn.cion, ·concluiremos diciendo, que anhelamos ver en ·España un gobierno tan sábio como paternal,. para que haga solamente las reformas mas sencillas, exentas de peligros; pues aunque estén lígadas con otros ramos unidos á la ,administracion, . las que nosotros deseamos son por su propia naturaleza infalibles, ya en sus buenos efectos, ya en sus medios de ejecucion. (Se conoluirci,)

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Enfermedad de las patatas.

!lodo de obtener abono con poco trabajo.

Hé aquí la circular que acere~ de esta dolencia ha pasado el ministro del interior de Bélgica á los gefes políticos ó gobernadores de las provincias en 1 6 de mayo del presénte año: «Señor gobernador: un agrónomo de la prorincia de Namur, Mr. Tombelle-~o~ba, cree haber descubierto un proced1mrnnto cie rto para preservar á las patatas de la dolencia que de ' algunos años á esta parte ~recta á estos tubérculos, asegurando que con él ha 'obtenido cada año una cosecha tan abundante y tan sana como antes de ser conocida la enfermedad. ' <<HP. aquí en qué consiste la operacion: «Planta y cuida las patatas del modo ordinario, y hace la plantacion inmediatamente des.pues del invierno . «Cuando los tallos ha.u alcanzado todo su desarrollo, ó sea poco an les de echar fl or, lós hace segar ó cortar con la hoz basta el nivel de tierra, removiendo lo me'nos posible los tubérculos que estan enterrados. Segados los tallos se cubreq las plantas con una capa de tierra bastante nspesa para imeedir el contacto del aire (unos tres centímetros). Deja en seguida el campo en este estado hasta la época de la madurez. «Como importa mucho no despreciar med~o alguno de los que puedan contribuir á librar la agricultura del funesto azote que tantas pérdidas viene ocasionando desde 184-5, dispondreis que la comision de agricullu ra de vuestra provincia mande hacer, po r cada uno de sus individuos, experimentos comparativos para comprobar la eficacia del preservativo que propone Mr. Tombelle -Lomba .. «Bruselas rn de mayo de 181i-9.-El ministro del interior. C. Rogier.

La operacion consiste en abrir un grande hoyo por agosto ó setiembre, y dentro de él se hechan unas diez partes de tierra buena mezcladas con igual cantidad de escremento de caballo. A esta composicion se añade agua en cantidad suficiente hasta que esté bien humedecida. Despues de hecho esto se añadirá á. esta preparacion una cantidad igual de hierbas de todas clases , cubriéndolo todo con unas veinte partes de tierra limpia. A los pocos di as empieza la fermentacion aumentando de una manera prodijiosa en las capas su peri ores. Verificado esto !¡e revuel1 ve el todo con un palo y en el momento en que cese el calor estará el abono en disposic.ion de echarlo sobre la heredad. · Esta especie de abono es preferible para los terrenos lijeros arnnosos .

Medio de destruir las chinches. La destruccion de tales insectos es importante,sobre todo en los bospitil les, donde conviene asegurar el reposo y sueño de los enfermos . El medio propue¡¡to por l\fr. Stratton es muy sencillo y consiste en introducir, valiéndose de un pincel, en las junturas, rajas y demas puntos en que se anidan, una solucion de clorate de zinc. Esta solucion penetrando en la madera la comunica propiedades tóxicas para las chinches, pues desde luego se nota la ausencia de una familia tan molesta, pestífera y apasionada de la sangre humana. (la Union) .

Error respecto al buey. Un error popular ha hecho creer en Europa que la fuerza del buey'existe en la ca-


7~ -: beza diman.ando de ahi la costumbre <le rías químicas, y triturándolos en la máqu,iama;rarle por los cuernos, dejan~o libre el na ordinaria como los trapos para hacet pa• pescuezo como se usa en P~rtugal. El .~uey, . pel, se, redúceri á pulpa y lUFigo se forman como el caballo, debe trabaJar con una colle- los pliegos . . , · ra, pues la colun~na vetebral trasmit~ á los (Gaceta Mercantil). hombros la fuerza ·muscular de las piernas trasera~. El buey sujeto á la noria, ejecuta un trabajo representado por-97 arrobas y me- ftlétodo para conservar flores naturales dia , elevafü_1 á tres pies de altu:ra por seguncon ·- sus formas y colores. do, y en o.cho horas por 2, 756,842_arrobas. (L<i Ley, revista agncola). Se tomará arena muy fina y blanca, por · ejemplo, la que usan las fábricas de cristal ó vidrio; se la pasará por muchas lavaduPapel de paja. ras de agua clara, hasta que esta salga coii Un periódico de Valencia publ_ica ~os si- . toda su trasparencia y en seguida se las secará al sol ' en un horno ó en una cazuela al guientes pormenores para la fabncac1on del fuego. Con la · arena bien seca, se cubrirá el papel de paja. · . . fondo de un vaso ó vasija hasta poder clavar Se redúce la paja á una pulpa á propósito el pié de la flor. En seguida se contjnuará' para hacer papel, quitándole todas las maechando arena basta cubrir la flor enteraterias colorantes, y estrañas. Con este obJeto mente, formando una capa de tres á cuatro se toma la paji sin distincion, y se cortan los lineas, esponiéndola en seguida al sol ó hanudos separándolos. Se purifica hirviéndola bitacion tem pla1a para que se seq_uet par~ lo en agua de cal viva, potasa cáustica, ~osa ó cual en invierno se necesitan algunos dias: · amoniaco basta que separe todas sus fibras, cuand~ se conoce que no conservan ya huy elimine la •materia colorante que contiene. se quitará la arena volc~ndo medad alguna, Las sustancias fibrosas se someten á la accion del hidrosÚlfurato, compuesto de cal vi- la vasija, y se limpiará la flor con un prncel ó pluma con mucho cuidad~. Algunas flova y azufre en solucion, bastando. una 9nza res que pie11den el brillo y decaen sus colode azufre e.n un cuartillo de agua para que res, pueden recobrarlos, poniendo las rosas dichas materias queden purificadas de las silíceas y mucilaginosas. Lavadas perfecta- y otras muy deli.cadas á un vapor suave de mente las fibras en varias aguas hasta la azufre: á las flores de colores punzó ó carmesí al vapor de una solucion de estaño en entera separacion de la materia alcalina y ácido nítrico (agua fuerte;) y el verde de las absoluta abstraccioñ del azufre, se la reducé hojas y tall~s al de limaduras de h~erro, cpn á una fuerte presion hasta que el agua salga e}, ácido solfúrico ó nítrico. de todas ·ellas :y se proc~da al blanqueo por se quiere darlas el olor, bastará echar Si el método ordinario con cal, ó teniendo las en el centro de la flor un,a gota de las respecmaterias fibrosas á la accion del aire y del tiv:as esencias. sol. , (La Antorcha). Blanqueados los materiales se vuelven á -lavar hasta la' separac ion de todas las mate '

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LJI. lllORTJl.lWDJI.D DE GANADOS.

La cuestion de los ganados es una cuestion de vida para los pueblos, que como nosotros poseen inmensos terrenos transformados en pastos permanentes y llanuras dilatadas que pueden dar ventajosos resultados por medio de los prados artificiales. Repetimos que la cuestion de los ganados es una cuestion de vida, porque sin ganados no hay abonos; sin abonos no se fertilizan loscampos; sin ganados no se espere poder comer carnes; sin rebaños no se tejerán ropas de lana, y sin ganados, finalmente, careceremos de cueros. Reconocida esta importancia no estrañaráu nuestros lectores que con tanta frecuencia nos ocupemos de esta ramo de la economía rural • porque en ella descansa en su mayor parte la agricultura ; porque las artes y la industria se alientan con los despojos de los ganados, y porque nos proporcionan el medio de alimentarnos mas cómodamente con las carnes que nos ofrecen despues de su muerte. Pero no basta que á los ganados se les preste los cuidados mas prolijos haciendo que abunden los pastos; es además necesario quP. se tengan muy presente las reglas higiénicas hajo las cuales los animales domésticos deben vivir, sino queremos esperimentar cada año pérdidas notables por las enfermedades que epidémicamente se despliega entre las reses. Muchas de estas enfermedades, que con frecuencia son la miseria del labrador, podrían prevenirse, ó á lo menos aminorarse sus estragos, si nuestros alde¡1.nos tuviesen algunos conocimientos de veterinaria, ó comprendiesen los preceptos de la higiene, á lo menos aquellos que como simples generalidades favorecen directamente sus intereses. 15 DE F EDRl!R O DE • 850.

Pero, 'gracias á los pocos esfuerzos con que basta ahora ha marchado la agricultura entre nosotros, estamos atrasadísimos en este estudio, asi como en el de veterinaria que constituye una de las ramos mas importantes de la historia natural. Si cultivásemos esta ciencia, además de saber cuidar nuestras bestias de carga y de recreo en salud y en enfermedad, nos estenderíamos mas en la connaturalizacion de los animales que son útiles al hombre, practicando todos los esfuerzos posibles para sacar de ellos las ventajas que ahora no nos proporcionan. Creemos que el medio mas seguro de ob-. tener de las reses domésticas felices resultados, seria el de poner á cubierto al labrador de las pérdidas qui! le acarrean las epidemias que de vez en cuando se esperimentan en nuestros rebaños, pérdidas que de coi:nun, causan la miseria del pobre aparcero que las esperimenta. De este mal se sigue · otro, y es la falta de cultivo, porque escaseando el ganado faltan los abonos y sin estas materias no hay produccion. Por ello, pues, quisiéramos que nuestros lectores meditasen el escrito que vamos á repro,ducir á continuacion debido á la pluma de M. .Martinet sobre los seg u ros contra la mortandad de los animales, creídos como estamos de que este proyecto encierra resultados felices para la ganaderia y aun para la agricultura. Estas asociaciones que van establéciendose por todas partes, comprenden casi todos los ramos de la navegacion del comercio y de la industria. Poco ó nada ha participaoo hasta ahora la agricultura de esta benéfica influencia, fruto de las sociedades tnCJdernas , pero no dudemos que se este_nderá por los campos ese espíritu de asociacion, y nuestros laro ai o 111. 7 ,

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bradores podrán reparará poca costa muchos males que les ocasiona las epizootias, los granizos, las tempestades y los vientos. Hé aquí el escrito de M. Martinet. «Las sociedades modernas, sea cual fuere la forma de su Gobiern_o, reconocen q'fie uno de los primeros deberes es el de protejer 1a propiedad y defenderla contra el robo y la usurpacion. Este deber lo llenan cumplidamente, porque han sabido dará la fuerza pública y á la justicia·una orgaoizacion vigorosa para contener á los malhechores; pero despues de cump1ida esta mision que toca solamente á la policía, niogun estado se atreve á pasar mas adelante en el camino de la seguridad y todos reconocen su impotencia para hacer una sábia aplicacion de las combinaciones que podrían hacerse para indemnízar á los propietarios en las pérdidas que les ocasionan las desgracias de toda especie, los accidentes de mil naturalezas riue vienen bruscamente á traer el desórden, la ruina y la miseria á la sociedad. En Francia se ha proclamado casi como un axioma de economía política que el Estado debe abstenerse ó á lo ·menos hacerlo con grao reserva de introducirse en las cuestiones de la propiedad privada, pretendiendo que toda ioterveocion es siempre peligrosa para la libertad del ciudadano y aun para el mismo derP,cho de propiedad. Deduciéndose de aqui que toca al propietario cuidar de la conservacion de sus bienes de precaverse contra las eventualidades á que se baila espuesto. No debemos desalentarnos por este argumento de cayo valor hablaré otro dia, y veamos entre tanto como el Estado no se ocupa de las desgracias sino cuando el órden está en peligro: entonces, cuando el infortunio es grande, cuando las víctimas son en grao número, cuando las quejas son vivas y ruidosas, entonces se reparte entre los desgraciados algunos francos del tesoro público. Estos recursos mejor diremos, estas limosnas son t_an pequeñas que no pueden aliviar los males que intentan repararse, siendo por lo coro un estos ausilios tan fuera de tiempo, que cuando se distribuyen, Jª el desespero ocupa el puesto de la resígnacion y la miseria ha causado por lo regular heridas incurables.

En tales apuros se apela de ordinario á las suscriciooes nacionales; pero la filantropía del pueblo es móvil y caprichosa; el público vé con gusto los espectáculos teatrales, l<\s catástrofes maravillosas, los dramas mas sangrientos; el charlatanismo abusa con frecuencia de estas disposiciones para desviar su caridad; y en último resultado la ofrenda filantrópica ·encontrará escasos suscritores. Pues bien! Lo que el Estado no ha querido hacer con su presupuesto, con su crédito, sus rentas y su organizacion poderosa; lo que no es dado á los ciudadanos hacer con su instinto generoso, podrá realizarlo el genio de asociacion . Si; una sociedad de seguros podrá prevenir muchos males y enjugar las lágrimas de infinitas familias. Se creerá tal vez que estas sociedades protectoras son nacidas de·ayer; pero atiéndase que se engañan los que esto crean. Si es una verdad que no las conocieron los antiguos, si es cierto que Tiro y Cartago no las usaron en sus tiempos, no por esto deja de ser cierto que en el siglo doce hábiles especuladores se babian ocupado detenidamente en echar cálculosaproximativos acerca delos percances que presentaba la navegacion marítima, procuran do ya descubrir las ventajas que pudieran ofrecer los seg uros que respondieran de la eventualidad de las tempestades, de la guerra, de la pi ratería etc. En el siglo doce el sistema de seguros se aplicaba ya á las esposiciones que ofrece el mar, y los principios de este contrato, mo· dificado por el tiempo, por lo-s progresos de la navegacioo y por los cambios sobreve· nidos en las relaciones políticas de las naciones, se encuentran hoy dia consignados en nuestro código de comercio y en la legis1acion de todos los pueblos marítimos. El mar inspira los grandes pensamientos y las mas colosales empresas. Vemos claramente q_uejauo en épocas casi de barbarie, cuando el comercio marítimo acostumbrado á espediciooes peligrosas, con su modo de gobernarse, con sus leyes cscepcionales, con sus franquicias y con su audacia supo e?· contrar el sistema de seg uros. ¿Pero esl~ sis· tema podia producir algun bien en medio de la anarquía feudal? La asociacion plebeya


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era entoncos muy débil para comprender en sus Límidas concepciones tlas desgracias q'ue sobrevendrian, y cuya intensidad no liabia sido p!.l.ra ella objeto de algun estudio estadístico, de alguna teoria confiru1ada por una larga serie de hechos parecidos 6 idénticos. Por otra parte los plebeyos despreciados de los nobles, ¿se hubieran atrevido á ofrecer su proteccion á sus señores que se habrian desdeñado de recibir ninguna señal tutelar de aquellos que creían envilecidos? Pero de jadia desplegar sus creces; dejadla que se fortifique con su trabajo, con el comercio y con la industria, y la vereis echar las bases de una asociacion mas fecunda y mas feliz en resultados que cuantas lá han precedido. Si: entónces era débil y raquítica y no tenia conocimiento de su grandeza futura. Si hemos pretendido dar alguna esplanacion á estas reflexiones generales acerca del contrato de seguros, es porque este contrato reasume á nuestros ojos los progresos que se han obtenido hasta hoy día; es porque se,para la civilizacion de la barbarie y que sus consecuencias son incalculables para el porvenir. Mirad á este contrato del modo que está hoy día: le vereis que se presta á todas las combinaciones, que se amolda á todas las exigencias, se modifica segun las circunstancias, se aplica á las personas y á las cosas, comprende los mas grandes intereses, descendiendo hasta los menores detalles de la economía privada. Le vereis que no ofrece solamente su protecci.on contra las eventualidades del mar v contra los estragos del incendio, sino que ofrece reparar las desgraciíl,s que causan las tempestades y la mortandad de los gaQados. Vamos á estudiar las condiciones de esta última especie de seguros poco conocida todavía entre nosotros. Estemos persuadidos que estas instituciones prestarán grandes servicios á la agricultura y á la industria, principalmente á la primera, objeto de todos nuestros afanes y de la. Felicidad pública. Ya no se duda qu·e el ganado es una de las fuen~es mas principales de riqueza; pero muchos ignoran que á este mismo ganado se le cuida .por lo comun de un modo imperfecto, y que

se le alimenta mal. Los seguros.contribuirán pues al mejoramiento y á la multiplicacion de los animales útiles al hombre. Los preceptos del asegurador serán escuchados con mayor confianza que los consejos de una sociedad agrícola y veremos que el cultivador mas descuidado se determinará á emprender el camino de las mejoras en los alimentos y alojamiento del ganado cua:ndo se aperciba que su vecino repara sus pérdidas·, mediante una cotizacion insignificante, porque corno es natural el asegurador regulará el precio de su garantía segun sean los cuidados que se presten al ganado, y con frecuencia formulará una condicion espresa de ciertas precauciones higiénicas descuidadas por nuestros propietarios. Los pastos que ahora -permiten· alimentar mejor nuestros ganados tomarán una grande estension; y al temor que el propietario tenia de confiar sus bestias al aparcero 6 a'rrendádor se seguirá la confianza, porque con los s_eguros no espone ya este capital; podrá por este medio calcular los beneficios cc,n exactitud, y hallara en esta institucion un poderoso recurso para aumentar su riqueza. El número de rese.; que se crian en nuestros campos no pasa hoy dia de un millou y rriedio; y este número podría triplicarse facíl mente dando una direcnion mejor al cu 1ti vo y multiplicando los prados naturales y artificiales. Que hermoso porvenir se presellta pára fas suciedades de seguros; pero al propio tiempo cuantas dificultades tienen 1¡ue vencer! Sin embargo todo este asunto recalca sobre nn " solo principio, y es que el asegurado no debe oblener mas qne la reparacion de la pérdida que esperimente; de · manera que una cédula de aseguranza no debe ser para el la ocasion de un beneficio. Las cflmpañías de seguros contra incendios han procurado evitar el fraude y las especulaciones criminales d'e los asegurados por medio de sus estatutos y con instruccjones.dadas 'á sus agentes; pero stis preocupaciones por justas que hayan ,sido las han conducido mas lejos de lo que querían·, de tal manera, ·que se las h,a acusado de poco.religiosas en el cumplimiento del pacto es-


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tablecido. Las sociedades de seguros contra la mortandad de los ganados tienen aun mayores dificultades que vencer; porque cuando pe trata de las pérdidas que ocasiona un incendio, es mas fácil determinar el valor del objeto perdido porque podemos valernos de los péritos, de una sumaria informacion, de la autoridad y basta de la notoriedad pública, mientras que en los seguros para ganados, se trata de un valor movil y variable, haciéndose imposible á veces determinar el valor de una res en el momento de la dt"\sgracia. Si el asegurador ha sido engañado por un agente ignorante ó interesado en cobrar la comision proporcionada á la suma del seguro, toca á aquel pagar por la iodemnizacion el valor del animal que se ha notado en la cédula. En esta hipotesis, el propietario no tiene interés en la conservacioo de la res; al contrario olvida todos los cuidados que debía prestarle porque con su muerte hallará un beneficio. ¿Y si estos cuidados hao faltado, si ha cedido á una tentacion criminal si ha debilitado al animal con un trabajo escesivo y prolongado, habrá medio de justificar estos hechos para reclamar la ind emnizacion? Los estatutos podrán obligar al asegurado á los cuidados que debe dar á los ganados é imponerle la obligacion de declarar la enfermedad que padezca una bestia .desde el momer.to que se presen Len los primeros síntomas; pero adviértase que estas precauciones pueden violarse muy facilmen•te. Admitamos, sin embargo, que el asegurado Henó todos sus deberes, que el comi-sionado de la sociedad de seguros ha podido practi,:ar todas las diligencia y manifestar el valor del animal en el momeo lo de la desgracia. Aun en este caso, ¿como se verifica esta estimacion si la contradice el ase;gurado? ¿Se hará por medio de espertos? Entonces conviene encontrarlos de suficiente capacidad, probos y desinteresados, y esto no es fácil como quiera. Entonces si -las partes no se avienen. será preciso acudir ~n justicia en medio de las dificultades que -ofrece el asunto, porque el animal se va descomp'Jniendo, 'Y nada queda casi existen te de 11) q_ue podía darnos idea de una perfecta valoracion. ¿De que servirá pues este juicio

verbal? En vista de todas estas dificultades, lo que conviene es que se aleje este peligro que bastaría por sí solo á .;omprometer las compañías de seguros contra la mortandad de los animales. Pero todavía hay otras dificultades propias de este contrato, las que conviene resolver . ¿Podrán comprenderse en un mismo seguro los animales colocados en diferent•is condiciones de higiene, de clima, y de especies? Admitiendo un solo seguro, ¿será posible establecer una tarifa que la haga aplicable á todos los casos una escala de gradacion? ¿Nos contentaremos con algunas clasificaciones generales que nos admiran por su simplicidad, pero que por incompletas dan origen á graves errores? ¿Bajo que base pagaremos la cotizacion? ¿Como y cuando se hará la indemnizar.ion? Todas estas cuestiones las han pasado en revista y las han resuelto las compañías de seguros que se han ahora formado. Dos son los sistemas puestos en práctica, el de seguros por.prima y la seguridad mútua. Para los casos del incendio la opinion pública parece estar en favor del sistema de prima fija, pero el sistema mútuo, despojado de algunos lunares que tiene, es para nosotros preferible, porque reune condiciones mas económicas y mas vent·ajosas: no se presta al espíritu pe ganancia y de especulacion ; substituye la asociacion del interés á la asociacion del capital y por ello jamás IJecesita acudir al fraude. Pero sean cuales fueren las ventajas y los inconvenientes de es!os dos sistemas; ni uno ni otro ha podido aplicarse basta ahora á las bestias. Una compañia de seguros á prima no podría tratar á un precio fijo con los propietarios sin esponerse á ver comprometidos luego sus capitales en una liquidacion ruinosa; y si tralase entonces de subir la cuoLa señalada hasta un punto muy crecido,el seguro se haria imposible. Conocemos los peligros de los seguros de esta especie: debemos por lo mismo apartarno;:; de ellos, porque sobre ser arriesgados para la compañia, encierran un gérmen de inmoralidad y de fraude para los hombres


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que se dejan llevar de la codicia y de la mala fé. Entonces es al seguro mútuo que debemos recurrir: él nos responderá á las cuestiones que acabamos de proponer : él podrá por sí solo estirpar, ó á lo menos disminuir en gran parte, 1os frau.des que· acabamos de señalar. Con este sistema, tan lo el asegurador como el asegurado tienen un interés en vigilarse mútuamentc; y gracias á esta vigilancia hecha con, modestia y sin aparentar desconfiam,a dará á conocer á la sociedad mútua muchos hechos 'lue no seria posible descubrir una sociedad á ·prima. Este interés mútuo será un escelente medio de combatir una de las causas mas priuci pales de ruina para las sociedades de · seguros. A fin de evitarla, muchas de las referidas sociedades no pagan al asegurado mas que las tres cuartas partes de la pérdida que ha es peri mentado; y ve~os que esta garantía no es suficiente,porque en último resultado carga sobre .el asegurado una parte notable de la pérdida que á menudo no puede soportar. Los límites que nos prescribe este escrito, no nos permitirá entrar en <;)elalles minuciosos, como lo quisiéramos, de lo que llamamos mecanismo en esta especie de seguros. Por ello nos limitaremos, pues, á dar á conocer las bases mas principales, y á sentar algunos principios, de los que deduciremos consecuencias importantes. Acabamos de ver que las sociedades de seguros contra la mortandad de los ganados, deben buscar su proteccion en el interés mútuo: hemos visto tambien las graves esposiciones á que está sujeta una compañia á prima, y de aquí debemos concluir que solamente será posible una sociedad de seguros mútua. La organizacion de esta última es muy sencilla: no tiene capital social: carece de .acciones que repartir: no debe temer el agiotaje: no necesita depósitos para h,lcer frente á las pérdidas eventuales: es representada por un consejo general, otro de administracion y un director, y liquida al fin de cada ejercicio que se compone de un año entero. Estas sociedades són civiles, de manera que ni el director mismo está sujeto á

la jurisdiccion consular, ni aun por lús billetes que lu e~ dado firmar. No tienen otra dependencia del código de comercio que la que le's impone el título de sociedades anó-nimas, asi como ninguna ley les obliga á obtene'r la autorizacion del Gobierno a,ntes de constituirse. Si una real órden ciada·,eu 1 4 de octubre del año 1842, á consecuencia de una peticion del consejo de Estado les ha impuesto esta obligacion, es porque estas sociedades interesan al órden públiéo. El Gobierno, sirviéndonos de las espresiones de la real órden i11dicada, debe vigilar á que estas sociedades se limiten á detP.t·minar- el valo,· de la propiedad asegu,rada y el de los daños q,;,e se esdevengan, El Rey no permite que se establezcan estas sociedades sin tomar antes algunas precauciones: circunscribe los límites á que deben atenerse estas compañías; pero este límite que se les impone no es tan pesado que no puedan abordarlo fácilmente. El Estado tiene gran miramiento en que estas sociedades concentren sus esfuerzos sobre un número pequeño de puntos; pero cuando se es tienden á otros departamentos fuera de los sPñ.alados, por poco importantes que sean los seguros, se les concede fácilmente el poder reunir las nuevas comarcas á los departamentos que te- • nian primitivamente señalados. Y tal~ es la proteccion que se les dispensa, que hasta vemos estenderlas hasta mas allá de nuestras !ronteras; viéndose no pocos suizos que forman parte de una sociedad de seguros f~anceses. Exige taro bien la ley (y esto si que es importante) que la sociedad que solicita el permiso real haya reunido un gran número de suscriciones; porque entonces es casi cierto que las cotizaciones de los asegurados estarán suficientemente garantidas, permitiendo á la sociedad pagar los daños que sobreven·, gan á los asegurados. U na sociedad de seguros no p'nede definíti vamen te constituirse· si el número de sus o'])eraciones no llega á dos millones á lo menos. Esta u~edida es sábia, 'aunque puede dar lugar á varios ioconvenierlles. En efecto, porq'ue una sociedad de seguros roútuos, teniendo necesidad de un número masó me-


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nos considerable de asegurados, se le permitirá hacer operaciones antes de tener el permiso á fin de proporcionarse la suma que se exige. Esta sociedad se procurará cotizaciones y pagará los daños á sus asegurados por un tiempo indeterminado; ¿pero le será permitido prolongar indefinidamente estas operaciones preparatorias? ¿Por cuanto tiempo le será dable seguir estas tentativas de organizacion? ¿C\lal será en fin el valor del empeño conlratado por los asegurados en esta posicion incierta y peligrosa? Estas cuestiones no carecen de importancia, é inútilmente buscaríamos la solucion en las leyes y en la juri!-prudencia. Podrá $in duda responderse que el Estado tiene la facultad de detener los ensa1os verdaderamente dañosos; pero sin que queramos negar la utilidad de una vigilancia ¿no seria peligroso atacar la suerte de unn. sociedad naciente ó C!le sacrificar los intereses de los asegurados á los caprichos de la administracion ó á la voluntad de un prefecto? ~ Por otra parte, no babia pe dejar de ser válido el derecho que la sociedad tiene sobre los asegurados desde el primer moment que ha practicado las diligencias -para qqe el poder le preste su apoyo ó la autorizacion; pero no es esta la opinion de muchos jueces de paz á quienes se han cometido esLó.s cuestiones. La opinion de estos magistrados, es de mucha importancia en esta materia, porque ellos son los llamados á resolver casi siempre las querellas que se promueven entre los asegurados y las sociedades deque nos ocupamos y sus fallos son los únicos monumentos de jurisprudencia á que actualmente podemos recorrer. Citaremos por ejemplo la sentencia dada por el juez de paz de Tours en la que declaró no ser válida la liquidacion de una sociedad de seg u ros mútuos contra la. mortandad de los ganados, porque esta sociedad no estaba autorizada y no babia reunido un número. de asegurados que se obligase por es0rito á practicar las diligencias necesarias para llegar á constituirse en socie.dad, obteniendo para ello una real aprobacion, apesar de haber estado dos años consecutivos luchando con vanos esfuerzos para lograrlo. El juez de paz de que ~

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nos ocupamos no quiso creer l(ue la sociedad obrase de buena fé, y que hubiese empleado las cuotas impuestas á los socios para pagar los male.s ocurridos; al contrario, creyó que habiéndose verificado el compromiso sin las condiciones necesarias, las partes no quedaban obligadas; y que convenia sin duda defender los asegurados contra las especulaciones temerarias de esas nuevas empresas. Pod riamos indicar otras sentencias iguales ó análogas á la· que acabamos de citar. Otros jueces de paz han adoptado la opinion de su cólega de Tours; y este principio de jurisprudencia ·puede atacar gravemente á estas sociedades, impidiendo que se creen algunas que se hubieran creado, por cuya razones de desear que el Gobierno d~cte providencias para que cese esa situacion anómala. Para que una sociedad no pudiese continuar en el ejercicio de sus seguros mútuos contra la mortandad de los ganados, Jebe ria preceder una órden de la autoridad suprema, y esta órden debería limitar el tiempo, dentro del cual la sociedad será admitida en su constitucion definitiva : pues creemos que el Gobierno debe simplificar el curso que han de seguir estas concesiones, atendido á. que mas bien d~ben favorecerse estas sociedades que no restringirse. La solicitud del Gobierno no se ha limitado á esta precaucion : disuelve una sociedad ci:ando despues de haber alcanzado ó escedido el número dy los asociad0s. que marca la ley, los intereses asegurados baj an de la tasa que se hab ia fijado_ Hasta aqui creemos que esto es muy ju Lo. Una sociedad mútua que ve bajar de una manera notable el número de sus ásegu rados, ha perdido la contianza pública, y el Gobierno debe ampararla á fin de evitar su ruina, obligándola á que liquide. Ta.les son las condiciones que se han impuesto á la constitucion de las sociedades de seguros contra la mortandad de los ganados. Vencidas estas dificultades, encuentran todavía los obstáculos que hemos señalado en la primera parte de nuestro escrito. Las sociedades no han temido reunir en un solo seguro los animales de razas ó es-


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pecies diferentes: no hanJenidu en cuenta ni las variaciones de la tempera tura, ni el clima, ni los cuidados que se dan á las bestias. Hao creido que bastaba formar una clasificacioo, dividirla en una docena de partes y tarifas, cada una de ellas de una manera diferente, casi arbitraria é impropia para resolver estos problemas . Los fundaoores de las sociedades se han contentado. .Nosotros pensamos Lambien que estas sociedades pueden reunir en un mismo seguro los animales sometidos á un régimen di fereole , á hábitos y á trabajos distintos; pensamos que un mismo seguro debe comprender toda especie de animales sea cual fuere el punto donde vivan y los estragos ó mortandad que les amenaze. ecesitan tambien estas sociedades estenderse en un dilatado país y en un gran número de reses. Es asi como podrán ser solamente ú les y prosperar; pero conviene que hallemos una tarifa verdaderamente proporcionada á los peligros que corre la sociedad y que la cotizacion sea, en cuanto fuere posible, la espresion fiel de las eventualidades de la mortandad. Los aseguradores no se hao tomarto la molestia de atender á estos principios y se ha visto que han formado la tarifa á la casualidad. ¿Quereis de ello un ejemplo? Observad que los carneros y los caballos de posta están comprendidos en una misma categoría; vereis que no se ha hecho distincion entre el carnero que apacenta en las pendientes de las montañas y entre fértiles colinas, del que vive en medi() de arenales desiertos. Basta este hecho solamente para comprender que no se ha estudiado la cue!;ition, que han de moditicarse ó hacerse de nuevo todas estas divisiones y subdivisiones arbitrarias hasta dejar perfecta una tabla de mortandad que descanse S')bre hechos constantes. Ya comprendemos que este trabajo es largo y difícil, pero las mismas sociedarles facilitarán el estudio, y unido á estos esfuerzos el apoyo del Gobierno, no hemos de dudar que se completará la obra. Pero ante todo conviene que desaparezcan estas categorías ridículas qu~ ahora existen, que falsean el principio de la souiedad y retardan su progreso. No es esta la única falta que cometen estas sacie-

dades; otras podríamos contarles y por cierto mas graves todavía. Abrid sus constituciones y verei(que las pérdidas que esperimentan los asegurados debe arreglarlas el consejo de administracion segun la relacion de los agent0s de la compañia y segun el Juicio verbal que haya promovido el asegurado; pero á pesar de esto cuantas ordenanzas leamos de estas asociaciones todas afectan una reserva que acredita la incertitud d~ los que las escribieron. Hubiéramos deseado que se hubiese hablado con toda claridad en esta especie de reglamentos y que los fundadores, de la sociedad de que nos ocupamos hubiesen tenido el valor de decir á los asegurados. «El consejo de administracion puede p~r sí solo arreglar las pérdidas que se esperimenten cada año en la sociedad por lo que conviene que se le revista de un poder discrecional: los estatutos deben pern.iitirle toda la libertad de elegir el medio que mejor le acomode y mas útil segun los lugares, el tiempo y las circunstancias: él solo puede apreciar las causas de las pérdidas de ganado, tener en consideracion la moralidad del asegurado, sus hábitos de órden, de vigilancia ó de incuria : él solo puede conocer el valor de los testigos que se hayan ministrado, apreciar las indi creciones, sorprender las confidencias y descubrir en -fin los fraudes.>) A. los partidarios de las garantías periciales, á los que in.sisten en que el consejo de administracion deba ser juez y parte, les responderemos que los individuos de este consejo son á la vez tutores y representantes de todos los asegurados. y que por ello el interés del consejo de administracion es de juzgar las cuestiones que se ofrezcan en las pérdidas de una manera equitativa y que su imparcialidad es la s,.dvaguardia de la prosperidad de los asociados. ¿ o disminu e la tasa de las cotizaciones cuando aumenta el número dP. los asegurados, y viceversa? Mas tarde cuando el sistema de srguros formará parte de nuestras costumbres, cuando se estenderá por entre todos los pueblos , entc>nces será posible creen comités locales que e timen el valor de las pérdidas, pero en el dia es preciso reconocer la autoridad so-


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berana del consejo de administracion, bajo pena de cometer graves desaciertos por fiarnos en espedientes invenlados por las necesidades del momento. Despues de declarada la pérdida viene el pago de su valor. Las asociaciones de seguros mútuos pagan las pérdidas con los mismos intereses de los asegurados; podría retardar este pago hasta el fin del plazo estipulado, pero ellas han previsto este inconveniente: se componen de fondos previstos, exigiendo los unos inmediatamente el máximum de su cuota, y de otros una parte solamente segun mejor les convenga. Es preciso conocer que el pago de la administracion se hace comunmente tarde, porque la operacion de cobrar las cuotas es tambien lenta. ¿ No podrá encontrarse un remedio á este mal? Ya que hablamos de pago de indemnizaciones, debemos notar que un asegurado que ha esperimentado una desgracia no puede c9mpensarla con so cotizacion, y de aqui provienen complicaciones que agravan la posicion particular. Hemos dicho que las -0perac10nes se regulaban por liquidacion y que esta debía hacerse cada año. Resulta pues de esta posicion que no puede obligarse á la sociedad mútua que liquide sino en los casos siguientes: 1. 0 Si el número de asegurados ha rebajado de la suma que señala el real decreto. 2. 0 Si ha llegado el tiempo indicado por su duracion en el acto de constituirla. 3. 8 Si el Gobierno por medida de órden y .seguridad retira el decreto constitutivo. Esta posicion escepcional nos conduce á examinar otra cuestion. Una sociedad de seguros puede hacer un empréstito con el consentimie'lto del consejo general y con la autorizacion del consejo de administracion, sea para reembolsar los gastos de la primera

imposicion, sea para constituir un fondo de reserva destinado á pagar los daños extraordinarios; pero este préstamo debe hacerse con mucho tino y prudencia para que no dañe los intereses de la asociacion. Cuando esto se verifique debe darse conocimiento de ello á los asegurados para evitar toda idea de fraude ó de malicia. Hemos manifestado las principales cuestiones que 'se unen al contrato de seguros contra la mortandad de los ganados: se llenará nuestro objeto si conseguimos que este escrito sea leido. Nos admira que el congreso general de agricullura no se haya ocupado de ello en sus deliberaciones, porque el sistema de seguros, considerado en sus relaciones con la legislacion y con la agricultura, merece ser tratado por los hombres eminentes de esta asamblea. Y nos maravilla tambien qle hayan pasado desapercibidas las ventajas que estas asociaciones proporcionarían al cultivo. Es un vacio que bailamos en los programas del congreso y nos sorprende tambien que el legislador no lo haya previsto. Desde el año 1828 que el Gobierno ha indicado presentar un proyecto de ley á este objeto, J por ello babia pedido antecedentes á las sociedades que entonces existian; pero hasta ahora no se ha verificado este beneficio inmenso. No declamaremos contra esta tardanza porque el legislador necesita tiempo y reflexion si quiere edificar sobre cimientos duraderos. No dudamos que vendr ' un día que se cumplirán nuestros deseos mayormente cuando podemos contar con la esperiencia de la Inglaterra que nos ha precedido en este camino. No faltan materiale dispersos que podrán servirnos de mucho: falta que se reunan solamente para que el Gobierno nos pueda dotar de una ley tan importante.


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DE SI ES UTIL TB!SPL!NT!R El alcornoque es una especie de encina que m1tarernos á desenvolver el punto que hemos constituye la riqueza del pais donde se cría. puesto por epígrafe, porque deseamos que La corteza que produce este árbol, á la que las comarcas que poseen este árbol lean y se le dá el nombre de corcho tiene en el dia mediten nuestras opiniones que no se encaun valor que escede al de todos los restan- minan á otro fin que á acrescentar nuestra tes productos agrícolas. Pocas son lasco- riquezá material. En las comarcas donde naturalmente vemarcas que deben á la naturaleza este don precioso, y podemos decir que la España es geta el alcornoque se observa que crecen en la única nacion que posee el alcornoque, á lo determinados puntos una multitud de estos menos de buena calidad para la élaboracion arbolitos, y que es tanta la confusion y el de los tapones. En Cataluña, casi esclusiva- desórden en que han nacidó que nos vemos mente la provincia de Gerona, tiene este ár- obligados á arrancar algunos que por so probol en bastante abundancia, de manera que ximidad dañarían á los otros. Otras veces permite un género de industria que da tra- notamos todo lo contrario, y es muy frecuenbajo y riqueza á una infinidad de pueblos te ver en un bosque de alcornoques quedar tan claros y separados unos de otros estos que viven de la fabricacion de los tapones. El alcornoque se ha mirado hasta ahora árboles como que en una fanega de terreno con la mayor indiferencia, y es comun en el no crece apenas uno, ocupando el lugar que pais la idea de que no necesita cuidado al- correspondía al alcornoque otra especie de encina que no da el producto que nos proguno para mejorar el corcho que produce. porciona el alcornoque. Estas extensiones Antes al contrario piensan los propietarios que el cultivo perjudica á este árbol, y que de terreno, desprovistas del árbol de que nos ocupamos y cuyo suelo se presta á su cultitodos los cuidados que se le presten dañan, mas bien que no favorecen, h calidad de la vo, quedan descuidadas por el propietario corteza que se destina para fabricar los ta- sin que le pase por la imagioacion trasplanpones. Andan muy equivocados nuestros cul- tar en ellos los jóvenes alcornoques que sobran en otros puntos y aprovechar de esta tivadores, y deben tener por cierto, que. no hay árbo l alguno que no desee los ausilios manera algunos años de vegetacion que la del arte, y á quien la poda, la caba. y otras sola naturaleza ha procurado. Como hablamos de la trasplantacion de operaciones no le sean de grande provecho. No es nuestro ánimo ocuparnos ahora de estos árboles vamos á dar las reglas que deben guardarse para esta operacion. los cuidados mas ó menos prólijos que poLa trasplaotacion del alcornoque, á la par drían darse al alcornoque para que reportala de todos los restantes árboles, debe que ra al propietario mayores beneficios, poren invierno por ser la estaci on en hacerse planta una que precisamente tratamos de está mas concentrada y en que vida la que por y países, los todos casi en desconocida otra parte aguardaremos para otra ocasion las raíces peligran menos. Dos meses antes de practicar e esta operacion, debe elegirse detallar las labores que exige. Hoy nos Ji-


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el punto donde han de trasplantarse los árboles, abrir los hoyos que han de recibirlos y escojer los pies que se quieran trasplan ... tar. Conviene que los hoyos se abran con la anticipacion que hemos dicho porque la tierra puede orearse suficientemente y saturarse lo bastante de los agentes . atmosféricos de que necesita el árbol trasplantado. Es tambien conveniente que al rededor del árbol que se ha de trasplantar se abra una zanjaque deje en descubierto la mayor parte de las raíces, para q'ue pueda desprenderse la tierra de la planta sin mutilar raiz alguna. No debemos dispensarnos de estos trabajos por minuciosos que· parezcan porque se trata de un árbol que además de la lentitud con que se obtiene es de un valor inmenso por el producto que ofrece. Además el alcornoque es como todos los demás árboles que si vegeta mal es poco lo que crece y da muy escaso producto. El alcornoque, lo mismo que la encina y el roble trasplantado, rara vez prospera porque no se tiene cuidado ·en abrir las hoyas: estas son por lo comun estrechas y de poca profundidad; las raices se cortan mal, se mutilan toda las raicillas que son las que han de agarrar, y de aquí ~e sigue que el árbol trasplantado se ve precisado á vivir á espensas de sus nuevas nodrizas, sin poder despiega r la fuerza de vegetacion que le cor,responde durante los primeros tiempos de la trasplantacion. . La edad que debe tener el alcornoque para trasplantarlo no es indiferente . Si tratásemos de alc'ornoques sembrados en almaciga ó criadero señalaríamos la edad de dos á cuatro años como la mas ventajosa, pero como hablamos de esta especie de árboles que nacieron espontáneamente en el bosque y sin intervencion del arte hace que demos otr,a regla para dirigirnos. Para este éaso

aprovecharemos los arbolitos cuyo tronco tenga la elevacion de cuatro á seis pies: si pasare de esta medida es peligrosa la trasplantacion, porque las raíces son muy gruesas, y hacerlo antes de que tengan los cuatro pies es P.sponernos á que no agarren las raicillas . Por no observarse estas reglas es que muchos creen que las siembras de asiento son pceferibles á las trasplantaciones. El alcornoque se trasplantará al principio del invierno, ya porque esta es la época mas apropósito µara la vida de la planta, como . en razon , de ser esta temporada abundante en lluvias que aseguran el frescür de la tierra y de las raiciilas. Si esperamos trasplantarlo al principiar la primavera, nos esponemos á un mal resultado por la sequia que se sucede en est:l estacion, que además de resecar las raices, el calor absorve la humedad de la tierra. Cuando se acerque el verano y durante esta estacion los riegos deben ser frecuentes á lo menos en el primer año. Lo costoso de esta operacion hará que el método de que hablamos tenga menos aplicacion del que tendria. Igualmente convendrá que durante los primeros años se den labores repetidas á los alcornoques que se han trasplantado. Aunque estas labores son costosas, el propietario se ve indemnizado por el rápido desarrollo de unos árboles que para él son de mucho interés. Para la trasplantacion del alcornoque que procede de almáciga ó criadero, debemos guardar aproximativamente las mismas reglas que hemos dado para el que se cria salvaje y en medio de los };)osques. Otro dia, repetimos, nos ocuparemos de algunas otras circunstancias del cultivo del alcornoque.


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ABONO JAUFFRET ~

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Cuanto mas rápidos sean en un pais los cuantos vegetales inútiles vengan á la mano adelantos de la agricultura, mayores deben con tal que sean ramosos. Sérá muy útil machacar y dividir en lo que sea posible, ser los esfuerzos para proporcionarnos abonos. La abundancia en la produccion está estas materias antes de amontonarlas , debiendo advertir que el trabajo que se emplea enlazada con el número de materias fertilizantes que empleemos, porque es un prin- en esta operacion no se pierde jamás, porcipio incontrovertible que con abonos y rie- que la fermentacion es mas rápida y se desgo tenemos las cosechas seguras , por ello componen mas pronto, Estos vegetales depues, siempre que podemos comunicar á ben colocarse por capas, teniendo cuidado nuestros lectores algun nuevo método para que los mas duros ó leñosos estén hácia la formar abonos ó bien para servirnos de ellos parte baja del monton y los mas tiernos en de una manera mas económica, sentimos un las partes superiores del mismo. Formada vivo placer porque se alienta nuestra agri- la hacina de la manera que se ha dicho, escultura y se aumenta el caudal de nuestra ta se regará abundantemente con la levadura que se guarda en el estercolero , á cuya riqueza pública. La fórmula que vamos á dará continua- levasfura se le dá el nombre de lejia de Jauffret, y se seguirá regando muchas veces á cioo, escri la por uno <le los agrónomos mas dos ó tres días de distancia, procurando que distinguidos de la Francia merece ser tenida en consideracion, porque reune á la bon- el líquido penetre por entre las capas de la hacina. Esta no tarda en calentarse, humea dad del producto qne con ella se obtiene la pronto como lo hace el estiércol del caballo sencillez de su elaboracion y aun la baratual salir de la cuadra, notándose que al quinra de las materias que componen dicho to día ya despide el olor caracterfstico del abono. Modo de prepararlo.-El estercolero para estiércol. Hasta que se ha verificado el terla fabricacion de este abono debe hacerse en cer riego es poco el calor que se nota en la bacina, pero pasado este momento va desarterreno algo inclinado y duro para que sea menos permeable al líquido, é inmediato en rollándose con intensidad hasta que se eleva &uaoto sea posible á un depósito de aguas á los 75 grados. Si no hemos mezclado en el corrompidas y encharcadas, dentro de las monton mas que vegetales frescos, la descomposicion se hace pronto, de manera que está cuales se pone en maceracion una cantidad de estiércol de cabra ú oveja, materias feca- completada á los doce ó quince dias de esles, barreduras de cocina, ollin, sal ó t:erra , tablecida la fermentacion. Pero para las ~alitrosa. Con esta mezcla se forma una le- plantas duras y correosas como la retama, vadura, es decir una agua saturada de sus- brezo, ramas de árboles y otras de este jaez se necesita el término de veinte y cinco dias tancias alcalinas y azootizadas que fermentan prontamente. Cuando la levadura esté ó mas. Será bueno que despues de verificada la formada, se amontonarán, en un ¡.,unto inmediato al estercolero y en terreno duro y descomposicion de las materias queden esfuertemente apelmazado , todas las malas tas amontonadas por algunos dias sin remoyerbas que se encuentren , los desperdicios verlas á fin de que se complete el estado de de paja, paja menuda, arbustos tallosos co- putrefaccion. Cuando esto se baya verificado podrán trasportarse al campo ó á la huerta mo los brezos, relamas, zarzas, helechos y

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procurando enterrarlas luego como debe hacerse con todo abono. Notaremos otra legía para la confeccion de estos abonos y determinaremos las cantidades de cada una de las materias que-. entran . en esta composicion. Se abre un hoyo ó cisterna en que se ponen ciento ochenta arrobas de agua, dos cien.tas libras de materias fecales y orines, cincuenta libras de ollin de chimenea, sesenta libras de cal viva, veinte libras de ceniza de leño comun de seis á ocho libras de sal de cocina,unas cinco libras de salitre reijnado, dos arrobas de agua de estercolero muy fuerte, una cantidad de salitre en polvo, y mientras esta sustancia se mezcla con las precedentes se irá agitando la masa echando el salitre en cortas cantidades á fin de que se incorpore debidam~nte con este líquido. Por medio de esta legia se convierten en escelente abono mil dos cien tas libras de paja mala, ó bien dos mil quinientas libras de malas yerbas. Esta composiciones la·mas escelente que puede combinarse pero la menos económica. Sin embargo podremos conseguir alguna rebaja en el valor echando á

la mezcla en lugar del salitre una cantidad doble de tierra caliza de los caminos. Sea cual fuere de las dos la receta que empleemos, conviene utilizar nuevameoteel líquido que se emplea para establecer la fermentacion. Para conseguirlo conviene hacerlo de manera que la hacina esté formada en un punto que tenga declive -y en suelo apretado -y duro, para que se recojan en un punto bajo las legías que se han escapado al acto de rociar el monton, las que podrán emplearse segunda vez. Deben formarse agu, jeras en la hacina _¡:¡ue lleguen de -arriba á aba¡o, es decir, que comprendan todas las capas vegetales que se amontonaron á fin de que se introduzcan bien las legías y fermente mejor la bacina. Podríamos iódicar otras varias fórmulas que se han discurrido para formar estos abonos, pero creemos que bastarán las dos que hemos descrito para que el cultivador sepa valerse de ellas , ya sea empleándolas del modo que se ha indicado, ó bien modificándolas de la manera que mas convenga á los intereses del propietario.

1 Fermentacion. Cuando una sustancia sumergida en un líquido se descompone y produce en la superficie del recipiente donde se halla, unas burbujas masó menos abultadas y consistentes, se dice que fermenta y esta fermenta6on puede ser y se conoce en la química con una serie de adjetivos que no es del caso espl icar, debiendo ocuparnos solamente de la fermentacion espirituosa ó alcohólica que es la 'lue resulta del zumo ó·mosto de la uva ya pisa-

da y recogido en toneles ó tina¡as segun hemos esplicado al hablar de la pisa de este fruto. La fermentacion espirituosa tiene lugar siempre que cualquier sustancia sacarina sólida, se ~umerge en determinada cantidad de ,agua, dando ponesultado al cabo de cier. to periodo de tiempo un herbor que e:; mas ó menos prolongado. Dos son las circuosLancias que han de concurrir ha este fenómeno ; a·eposo y cierta elevacion de la temperatura. Con estas condiciones el líquido to-


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ma un mQvimiento espontáneo desprendiéndose mucho ácido carbónico. Este movimiento tiene tres períodos; el de la fermentacion tmmiltuosa lenta é insensible durante los cuales la sustancia sugefa. á la fermentacion suella su azúcar que se convierte en espíritu de vino ó alcohól, transformacion debida á una sustancia vegeto-animal que se llama fermento. La naturaleza de esta materia, que aun no es bien conbcida, se cree sea una sustancia que bajo la forma de copos blanquizos, viscosos ó pegajosos se desprenden de todos los líquidos, en cuya composicion entran fruto azucarados y que segun el análisis mas riguroso da una fécula que presenta los mismos productos que las sustancias animales. Así es, de ella se desprenden amoniaco, y rodeada de humedad se pudre mientras que secada á un calor suave se endurece y quif'.bra fácilmente, no sufriendo en este estado alteracion alguna. Es insoluble en agua y alcohól, pero desleído en agua y mezclándolo en un lí.1uido azucarado promueve la fermentacion y se disuelve, siempre que teng~ aire y calor suficiente. Segun opinion de los químicos mas aventajados, el fermento debe concurrir al respecto de 2 1 /2 á 3 0/0 en peso del que con ta el azúcar , ere éndose existe en esceso en los mostos naturales antes de la fermentacion. En las fermentaciones artificiales la cantidad de espumas ó heces del mosto se pueden regular de 8 á 1O0/0 del peso del azúcar, pudiendo asegurarse que sielldo puro el fermento basta el 2 1/2 0/0 del peso del azúcar pudiendo emplear mas, si la temperatura es baja, pue.s á medida que esta descienda debe aumentar la cantidad de fermento, Este, segun Liebig, proviene del glúlen ó albumen vegetal y se forma de la transformacion del azúcar: el mosto de cerveza y uvas contienen gluten en disolucion, y si se les agrega fermento, comienza la fermentacion, terminada la cual la levadura ó fermento de cerveza aumenta en mas de treinta veces su peso. En cuanto á los efectos que produce en la fermentacion, D. José 1\faría llu iz Perez dice: hice entre otras pruebas, con el fin de ero-

plearla en determinada cantidad la de poner á fermentar una disolucion de azúcar de uva.

cuyo mosto no fné tratado con carbonato de cal, sino simplemente despumado y depurado : esta mezcla fué arreglada á las proporciones necesarias para que resultase un mosto correspondiente al natural de quince gradc,s: no le agregué materia fermentativa quedando la solucion espuesta á una temperatura de veinte á veinte y dos grados ·de Reamur. Pasados tres dias observé que en la superficie del líquido resultaba una telilla ligera, al cuarto día era mas consistente, al quinto presentaba en mucbos puntos unas manchitas enmohecidas y al sexto babia tomado la telilla mucho cuerpo; entretanto no se advertia indicio alguno de fermentacion ; entonces extra1e la telilla mohosa, y gustando el líquido lo encontré sin la menor alteracion de su primitivo estado . Esto me hizo conocer q ne el azúcar de uva ca recia de fermento,'el cual indudablemente había sido separado, durante la ebullicion del mosto convertido en espuma, entonces resolví mezclarle materia fermentiva de las heces del mosto que conservaba en estado seco, y de estas le incorporé al líquido azucarado, al respecto del cinco por ciento del peso del azúcar pastoso: pasados dos días µrincipió á fermentar y continuó muy debilmente por tiempo de ocho dias, sin que varia e notablemente el calor de la temperatura: esta lentitud en la fermentacion me hizo ver que faltaba fermento y en consecuencia le agregué otro tanto del anterior, componiendo ya un diez por ciento del peso del azúcar: antes de las veinte y cuatro horas se estableció una fermentacion vigorosa que se sostuvo con seguridad hasta quedar descompuesto todo el azúcar, resultando un vino perfecto, aun que muy acídulo pero no desagradable. Este ácido era debido al tártaro contenido en el azúcar, tártaro que dominaba por no haberse usado el carbonato de cal y al contenido en la hez añadida. La fermentacion alcohólica y la pútrida son producida por el azóe que se encuentra en todas las sustancias animales, y ambas descomposiciones están sujetas á unas mismas leyes, diferenciándose solo en sus resul-


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tados, por los cuales toma una el nombre de racion palpablemente: desde el sedimento ó [ermentacion y la otra el de putrefaccion. hez, añade, que formaba el fermento, se desPor esta esplicacion se comprenderá la razon prendian con violencia muchas _bombitas de de llamar sustancia vegeto-animal al fermen- · gas que se elevaban á la superficie y se voto resultando de esta doble naturaleza la dilatilizaban despues: much as de las bombitas versidad de opiniones que hay respecto á su de gas, continúa, al desprenderse del poso modo de obrar en los líquidos azucarados; llevaban consigo trozos del sedimento que se quién dice que ni su paTLe soluble ni inso- elevaban hasta una ó dos líneas, pero luego luble producen _por si solas la fermentacion, que seldesprendia completamente la matequién que esta solo se verifica á consecuen- ria fermentativa volvia á caer, probando escia de la alteracion que sufre la parte solu -- to, segun él, que la composicion no se efecble del fermento al absorver el oxíge no del tua en el cuerpo del líquido sino en el centro aire atmosférir.o, añadiendo el Sr. Ruiz Pede la masa aposada. rez, que habiendo hecbo la fermentaciou en Esplicada la naturaleza y efectos del prinvasijas de vidrio , vió que la materia fer- cipal agente de la fermentacion, en el artí. mentativa era insoluble, precipitándose al culo inmediato hablaremos de los élemás que fondo donde se verificaba la descomposicion constituyen esta operacion química. del azúcar y formacion del gas ácido carbó(El amigo. del pueblo.) nico y alcohol, notándose esta ultima ope'·

11 SOBRE LOS BOSQUES YARBOLADOS DE ESPAÑA. (f) (Continuacion.} De la inflÚe1icia de los transportes.

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. Es verdad muy conocida f evidente la necesidad que tiene todo pais de establecer vias de transporte para dar fácil conduccion á sus productos y dirigirlos á aquellos lugares donde se manifieste el consumo ó la demanda. El incremento que toma el comercio por la econ'omía y rapidez que en mu chas de ellas resulta, se vé prácticamente demostrado en aquellas naciones que, logrando cruz¡ir sus provincias de caminos y canales, han sido generosas con los particulares s los empresarios, que á mas de brin( 1)

Véase la página 25 y 60.

darse á abrir sus gavetas cuajadas de numerario para dfatribuirlo entre la poblacion , lo ~acian con el doble objeto de realizar los proyectos de semejantes obras . . Desgraciadamente España, esanacion que ha sido tan fecunda en brillantes ideas y magníficos pensamientos, ha seguido un sistema que alejando el patriótico celo d~ muchos hombres, ha esparcido el indiferenti smo, conculcando tácitamente uno de los roas saludables principios económicos que pudieran elevarla á j su mayor prosperidad . Sin emba.rgo el período por el cual estamos pasando, con respecto á las sociedades emprendedoras rle obras públicas, no permite que hagamos ahora una confesion categórica, mayormente si consideramos las órdenes


87 que rigen sobre esta materia. Circunscríbese nuestro objeto á manifestar la grandiosa influencia que tienen . los medios de comunicacion en la explotacion de los bosques, y á deducir los graves perjuicios que se irrogan al eslado de la miseria en que yacen muchísimos pueblos por falta de extraccion de sus produceiones. Jamás intentáramos hi toriar los sucesos mas importantes de las principales empresas acometidas hasta el día. Este propósito nos conduciria algun tanto fuera de la cuestion de que nos ocupamos; y aun cuando alguna vez hayamos parecido digresivos, no lo hemos sido en realidad. Para descubrir las causas que imposibilitan alcanzar un buen nombre á las maderas españolas, es preciso que discurramos <le tal modo que nada se nos oculte, y para ello es natural tratar el asunto en todas sus ramificaciones. El aumento de precio que adquiere un objeto cualquiera por razon del transporte, es tanto mayor, en cuanto el costo de este sea mas crecido, y de aquí se desprende la necesidad que hay de atender á la naturaleza de las comunicaciones. M. Tredgold, hablando de ellas, se ha declarado tan partidario de los caminos de hierro, que ha impugna.do, digámoslo así, la conveniencia de los canales, declarando que el costo de construccion de un canal, es mucho mayor que el de un camino de hierro. Esta opinion choca á primera vista con la opinion de cuantos ingenieros han examinado en muchos y diversos casos los gastos que puede ocasionar una legua de canal , y los que necesita una legua de ferro-carril ó de camino de hierro. De modo que el promedio resultante entre lacomparacion recíproca, se ha declarado en favor de las vias navegables, pues por estas no solamente las tra laciones e harán con mayor economía, siuo que podrán admitirse en los cargamentos efecto( de mucho peso y de estraordinario volúmen. En su consecuencia es evidente que los árboles que se conduzcan por a¡?,u·a, obtendrán en los mercados mucha mayor baratura que aquellos q·ue conozcan otra clase de transporte; pues además, los cana-

les navegables suponen desde luego el beneficio de los r.iegos , con la construccion de varias acequias ó brazales, que pueden hacer por su cuenta los propietarios, de tierras que estén á ellos cercanas; y esta ventaja apreciada numéricamente puede bajar de tal manera el derecho de conduccion que lo haga cuasi insensible. Por el contrario, los caminos de hierro necesitan alimentarse únicamente del lransporte, puesto que con ellos se corre con tal rapidez que tras!adarian diariamente ma$aS de efectos considerables; y cuando un ferro éarril ó camino de hierro no establece una grande y estensa circulacion de efectos y mercaderías, no puede transportar barato, ni cubrir con mucho exceso los gastos de conservacion, direccion y vigilancia, anexos siempre á una obra pública, unidos á los sueldos de los demás empleados destinados al cobro de derechos. El camino de hierro que Cataluña há tenido la gloria de construir, anticipándose con indecible arrojo á todas la:; demás provincias de España, comprueba eú cierto modo esta verdad, considerando el escaso precio á que se venden sus acciones, respecto al enorme capital que se ha invertido; pero este hecho, nada dice en contra del espíritu emprendedor cátalan , que busca siempre nuevoi- objetos en donde manifestarse; porque sabido es que los caminos de hierro abrazan el último término de la civilizacion humana: y antes de llegará este; antes de que la industria haya adelantado todo lo posible, y la agricultura nos presente el estado mas lisongero, para lo cual sin duda habrán de pasar algunas generaciones, se hace precisa la con truccion de los canales. Adoptan estos una marcha lenta con la que se desarrolla la riqueza, y se promutlve la economía; circunstancias que esclusivamente convienen al estado actual en que se halla E paña. Las vastas estensiones del alto Aragon, de Castilla, y de la Mancha; lo llanos de Urgel en Cataluña, y los pingües terrenos de las provincias andaluzas.; brindan por todos conceptos á la apertura de canales de riegos y navegacion. Nadie ignora las utilidades que alcanzára Castilla la Vieja exportando


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sus granos á alguno de los puertos de la costa de Cantábria; y asimismo nadie pondrá en duda el movimiento de granos que habría en Cataluña con la construccion de las acequias de Urge!. · Los canales que sirvan por consiguiente para fecundizar la tierra y para relacionar y un ir mútuamente á los pueblos del interior, destruirán la miseria pública; porque establecerán la actividad agrícola y la industrial y crearán productos y riquezas. Ellos estrecharán el comercin flntre las grandes ciudades y las ínfimas aldeas, si se fijan derechos proporcionales á la poblacion y á las distancias; pues semejante idea sugerida por el brillante talento de un malogrado español parece únicamente reservada á los canales. Dejemos á la averiguacion de las personas sensatas los perjuicios que resultan al estado de la dilacion que sufren esta clase de obras; y aun cuando pudiera servir de réplica á sus observaciones que los grandes adelantos y elevados progresos no se alcanzan fácilmente en tiempos limitados, contéstesc que España jamás ha seguido el no:.. ble desprendimiento de ·1a Inglaterra, que el gobierno ha censo rado agriamente á los proyectistas, y que oo ha sido recto al considerar sus intereses. Situados comunmente los bosques en terrenos lejanos y escabrosos nada producen, y se pierden por falta de comunicaciones interiores; mas por el contrario, habilitada la navegacion de cualquier rio que les ei,té próximo, ó permitida la construccion de uu canal navegable en sus cercanías pueden dar rentas exo!"bitantes. Incalculables son los beneficios que recibirían mu~hos propietarios en sus fincas por efecto del riego y la canalizacion; beneficios que llenarían las arcas del tesoro público; y entonces los bosques en general tomarían un incremento el mas eficaz, sin que jamás se llegáran ·á extinguir. · En la facilidad de la conduccion se halla únicamente el motivo porque han sido mortificados los bosques de nuestras costas, y en Cataluña hay ' muchos propietarios que principalm~nte fundan en los árboles toda su renta 6 patrimonio. Lo mismo pudiera

decirse de las provincias vascongadas, que bajo la tutela de sus fueros forman grandes bosques á las orillas del Vidásoa, separando con gran discernimiento los que destinan para leña y carbonéo y los que cuidan para producir piezas de construccion naval y civil. Preséntanse pues con claridad los medios de reparar la decadencia de los arbolados españoles, con la sencilla enumeracion de las causas que los h¡m combatido; mas como en cuanto llevamos escrito todavía no hemos indicado otros medios diferentes, que sin temor alguno se pudieran proponer, al mismo intento, aguardaremos para mas adelante la ampliacion de nuestro propósito. Entre tanto quede sentado que la dificultad de los transportes, no ha permitido que los bosques de la península se usufructuasen siquiera para leña; porque la necesidad forma siempre la ley, y no pudiendo el productor vender mas allá de cierto rádio debe sujetarse á las exigencias del consumidor, si es que aun existe en muchas poblaciones reducidas. Tantos experimentos se ·han hecho acerca la calidad del carbon de piedra de S. Juan de las Abadesas, que por todas partes se ha difundido la idea de una gran riqueza si se facilitára ámplia y expedita comunicacion entre aquellas minas y esta capital, pues los documentos publicados recientemente sobre esta materia convencen plenamente de las utilidades que se alcanzarían de semejante comunicacion. Sin embargo no fueran menos las utilidades que igualmente se alcanzáran de establecer otras vias, apesar de la popula• ridad ó renombre de que goza el carbon de piedra que nos ocupa; porque en España existiendo un ministerio destinado á Obras públicas no se ha conocido el modo de infundir aliento á las empresas y de cortar radicalmente los abusos. E.l tipo bajo el cual se subastan actualmente los caminos ordinarios de las (;oatro provincias catalanas, cuasi basta cierto punto demuestra la mezquindad del gobierno, ó la poca duracion y estabilidad que de ellos se quiere conseguir. Los caminos ordinarios de Francia, en mochas partes jamás llegaron á valuarse á cantidades tan ínfimas, por


89 que allí las obras acostumbran á h-acersecon El gobierno, por tantó, debe comprender mucha solidéz, y por esta razon los caminos· al tratar de ab1:ir trabajos públicos, aunque no sufren tantas pérdidas y deterioros. Sin sean á pública licilacion, -que,el serviciq que embargo la Francia encuentra ménos obstáhará por ellos á la sociedad y al estado corculos qne no;;otros en la apert01:a de carreresponderán en gran parle á los caudales interas públicas, -y además se hal)a mas dies- . vertidos, . y de aquí se esplica . con élaridad tra é intelii:,ente en esta especie de trabajos. la pronta destruccion de .~nuchas . carreteras En la carretera, pCJr ejemplo, que se debe construidas con escasez de fondos. construir de Huesca á Lérjda ; y en el trozo Pudiera ser que al ha,blar de los transporque corresponde. en esta últ:illfa ciudad, en . tes hubiéramos pasado los límites que deel término jurisdiccional de su provincia, se biéramos guardar, pero en tal caso habrá• fija por ti6,299 varas cúbicas de terraplen, sido con la única mira de abogar por la esla cantidad 185,196 -realea vellon; que vij:lplotacion de nuestros bosques, ·cuasi faltos nen á formar justamente 4 rs. vn. por vara de vida, por la absoluta carencia de medios de comunicacion. cúbica de éerraplen, el cual como es de suponer debe estar bien apisonado si ha de prod ucir .buen efecto. lgua_lmente se fija por PARTE SEGIJNOA.. 6,493 varas de explanado y firme la cantidad de 246,092 reales ,; los cuales unidos á Utilidades que resultan del fomento de Jos los 78,600 que importan s-rete alcantarillas, bosques. furrnan el total de 510,488 reales vellon. Aunque no tengamos un conocimiento par Ciertas verdades hc1y tan probadas y evitiGular del terreno·, que ta!" vez podrá favodentes que solo el detenerse en ellas podría recer la postura de los licitadores, creemos causar ofensa al buen juicío de algunas ,perque el pavimento del camino, en cuestion :,;onas. Nadie por ejemplo du_dará de los gran-· será poco durabíe, considerado el cálculo de des beneficios que alcanza una nacion con el lo que importa un camino cuyo firme esté fomento de la agricultura, del comercio y de constr'uido con tres capas q.e piedra; una !iJ. industria; y- nadie tampoco dudará de las gruesa en el fondo, y las dos restantes de pieventajas ó utilidades que deben resultar del dra machacada y aplanada , fuertemente con fomento de los bosques. ya porque estos pro-. varias capas de arena encima, estribando porcionan un artículo de primera necesidad el todo en dos hileras de adoquines r,olocaque se extiende á todo el orbe, ya porqne das á los lados, y un plano ó paseo de tierra tambien origina.o anualmente otras ganan-, de tres pies por parte. Bien construido bacía¡; y productos. jo tales bases un camino en ¡;¡ue el ancho sea El estudio y la prudencia, como siempre de 24 á 28 piés, conserva grande resistenunen y relacionan las partes que forman un cia; y tanto mayor en cuanto la capa de pie~ oonjunto, establed.endo identidad recíproca dra gruesa que debe ir al fondo esté colocaentre unos y otros intereses, en materias da con simetría y dicernimiento. gubernativas, quedan naturalmente -arbitrados para la adopcion de tal ó cual sistema; El costo de un camino semejante , ya sea y de aqui emanaron los varios caminos y dicon cunetas ó alcantarillas, es algo mayor versas opinion.es adoptadas por muchísimos de lo que comunmeot,e ¡;e presupone; y nada go biernos. Pero consiqerando ahora á los hay mas fácil que varia.r el género de consbosques de la nacion, para formarnos una truccion, porque entonces entrará l,a espeidea gene(al é independiente de dudosas teoculacion y la economía. Muchos son los caminos construidos en Francia que bastaron rías, bajo el aspecto de la verdadera realidad. á cuatro cientos cincuenta mil reales vellon hallaremos que la directa relacion que tienen con el incremento de las artes es un Lespor l~gua, siendo así que aquella nacion Ümonio clarísimo de la conveniencia que recuenta con grandes medios de ahorro y economía. portan, v dg las grandiosas utilidadgs que TOMO 111

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90 con el cuidado y la perseverancia · pueden eriales que nos presentan muchas provincias en donde la sávia y el romero se reproducen proporcionar. Deje.mos de hablar de los árboles holansin cesar, y no descuidemos lp. descrrpcion deses, rusos y noruegos que con abu_ndan- . geognóstica de· nucsti·o suelo. Consic!erernos asimismo la extension de nuestros montes, cia proveen á la marina de baos,. branques, <le esas espantosas cordilleras que divi<;len á quillas y otras piezas de grande valor, ·con mu9bos otros utensilios y tablonería de pino Navarra de Vizcaya, Guipúzcoa y Alava, que se introducén por los llanos de Castilla, ordinaria, para justipreciar lo que pueden y separan á Búrgos, recorriendo á Leon, rendir nuestros bosques. En esta inteligencia vam9s á formar un · Asturias, Galicia, Estremadura, Murciai, . Valencia Aragon y Cataluña. ¿No podremos cálculo. asignar pues, un considerable número de La superficie total de la península se grafanegas á la pr:idencial medicion de tantos dúa en eL dia que asciende á -15.000 leguas montes, en donde la arboladura silvestre cuadra~as. El señor Antillon en su geogradebe existir por precision? fía física la supuso de ·18.793, y en el cenCreemos que no se hallará exagerado el so formado en el año de 1797 se reguló á que concedamos á la total extension de 14.858 11.2. Prescin¡:liendo de estils dalos, nuestros bosques una treintena parle de los que t0mamos á falta de otros, -y que nos dan 74.380,165 fanegas, cantidad por cierto inpor término medio 16.247 1/6 leguas cuasignificante, si atendemos á lo que anteriorel caso de mayor desdradas; supongamos mente llevamos ex puesto. Pero veamos cuanventaja; esto es, q.ue España tenga mucha tos serian los árboles que podrian alimenmenor extens,ion de superficie. A este efecto tarse en los precisos límites de una fanega. sea nue!"tro tipo 13.500 leguas cuadradas, Admitiendo las plan'taciones á cordel;en para que desde luego se conozca la moderalíneas que se cortasen mútuamente en áncion del cálculo .que vamos á' practicar. La fanega de tierra que generalmente se gulos rectos, podria dárse á cada árbol la usa en Castilla, Toledo, y Andalucía, consta distancia recíproca de veinte piés, suficiente para que todos pudiesen llegar á .un estado fijamente de 400 estadales de á 1-1 pies; de regular de corpuleqcia. Bajo esta base, que manera que hacen 7·3 1/3 varas en cuadro no dejaron de indicar otros escritores, los d~ superficie, ó sean 48. 4'00 pies. Contando 48,400 piés de que se compone la fanega la longitud de la legua á 20. 000 -pies, podrian di'Vidirse en cuadrados . de á 400 formarán las 13.5CO leguas cuadradas piés, en los r.uales precisamente se elevarían H L570.247 fanegas de 48.400 ·pies. los árboles en los punt9s de interseccion. De Hallado este considerable número de fanegas, fácil ts suponer que la mayor parte este modo la fanega integraría 121 árboles, ó sea.o cuadn,dos de 400 piés; mas, para estarán incultas; y aqui debemos hacer nocalcular con mayor rigor matemático, restar precisamente la carencia de una buena pecto á los .árboles, es preciso discurrir dé estadísiiéa; pero sigamos adelante en la otro modo, porque si tomamos un~ fanega, aproximacion . ó bien cuadro perfecto de tierra de 220 pies · Supongamos que por la ocupacion de las de lado, colocando árboles á la distancia ciudades, villas, pueblos, · aldeas, montes, mútua de veinte piés, se tendrían 40 cuacami'n~s, tios. arroyos etc. se pierda la terdrados extremos lindantes, cada uno de sucera parle del total número de fanegas, cuya perficie cle 400 piés, en cuyos puntos de inte mera {lar te asciende á 37 .A 90. 082 fanegas. terseccion cabrian 80 árholes; pero com'ó los Ahora bien, ¿de las restantes 7 4. 38ú .165 cuadrados interiores hasta formar los 12~, . fanegas, oo podremos considerar una mulsori adyacentes á Ic.s extremos y entre sí, no titud para dehesas y pastos espontáneos? permiten contarse á mas de un árbol cada No podremos considerar además una granuno, rebajando un número de árboles igual diosa pordon para bosques y arbolados? á los comp,·cndidos en dos hileras extremas Tendamos la viita sobre los vasLísimos

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angulares menos dos, correspondientes al teresariao mucho en semejante producc\on, .cuadrado ge,neral inscrito que se supone aun au1nentándola por diversos couductos. ' Si se nos tachare de ilusorios, diremos abraza· todos los cuadrados interiores. Por consiguiente vamos á facilitar una re- de~de luego: -que el benemérito D'. José Múgla, y es la siguiente: que al cociente que 1\er, comandante de- ingenieros del departaresulte de dividir por e-1 coa:drado de veinte mento del Ferro\ ,y gefede escuadra- de la real los piés cuadrados del terreno, se debe aña- armada en 1816, aseguró que ' aun cuando hubiese grao demanda de árboles, y soladir la mitad mas uno de la suma de los ármente España tuviese continuo conso"roo, no boles. extremos Iindantes de la faoe¡ra,tomada en cuadro perfecto, para conocer el nú- se aoiquilariaI!_ sus bosques, pues dice: «que la abundancia .de Jos arbolados de esta costa. mero total de los árboles de la planlacion. (hablando de la Cantábria) y de los _PiriLa suma de los á1boles lindantes en el caso propuesto es H, cuya mitad mas uno neos, dan para mas de dos siglos.>, Sienta por consiguiente que haciendo un gran cones 23, la eual añadida !ti númer_o 121, forma el número 1 U, que nos dice los árboles sumo de ellos, se necesitarian dos siglos paque pueden entrar simplemente en una fa- ra extin¡i;uirlos, durante cuyo tiempo podría verificarse cómodamente la replantacion. nega guardando las distancias mencionadas. En vista de lo expuesto por semejrtnte auPero con;io las fanegas de tierra, destina.toridad ¿no es sensible que nuestros bosques das- á bosque, que suponemos cuadradas, no si.empre estarán unidas entre sí, para tener se pierdan miserablemente, y que no se adopten las medidas que reclaman su bello por- • árboles corr¡ unes á dos ó mas; y como tambien la distancia que hemos elegido podría venir? Si los bosque,; de España abandonados á si mismos, son capaces ahora de abasvariarse en disminucjon en ciertos parajes, si n que fuese necesario guardarla estricta- tecer tanta madera, no podremos acaso demente, estableceremos que la fanega entrañe .cir que mt\diaote la proteccion y esmero del gobierno lleguen contar en pie 354.544. 905 f i3•árboles, e1_¡ lugar de los ~ H, y sin haárboles, sin incluir en estos los q11e se ·descer mayor rebaja, por concebir que únicatinan puramente á los paseos públicos y á · mente, exista uno de comun á dos fanegas hermosear las cercanías de algunas ciudades? opoeslé\S diametralmente por un átJgulo. No cabe duda, en nuestro concepto, que Tal vez se nos dirá, que en varias localidades las figuras quebradas é irregulares fijando el espacio de cien añ_os, para que los· árboles llegasen á su mayor corpulencia. de los terrenos, se opondrán ;ilgun tanto al podrían cortarse anualmen:e 3.54.5.U9 ármétodo y exactitud de nuestro cálculo; pero boles adoptándose el mét,,do de entresaca y semejante reparo debe carecer de valor con replantacion ¿Pero cuantos propietarios DO tal de que existan las superficies, y de que habria que venderían sus árboles á los 25 todas se aprovechen con la debiera oportuniaños, sacando de ellos crecidos -productos, dad: en cuya ateocion, al respecto de 143 esmeránúose en verificar mayor número de árboles por fanega, los ~, 4-79, 335 faoegas y entresacas, áequilibrar estas con su res,formarán la-suma de 35.í millones, 544- mil, pectivo interés? Es un hecho incontestable 905 árboles. A fin de adquirir ahora seguridad de este que la utilidad y' riqueza de los particulares forma la utili dad y riqueza de toda la naproduqto consideraremos: 1. 0 que eollceptuamos las fanegas enteramente útiles en cion; y por tanto es presumible que los bostoda su exteosion al objeto de verificar las ques darian muchos I?ªS árboles de los que plantaciones : 2. 0 que los propietarios de hemos deducido; m·as suponiendo que no fuese así, tomemos los 3.545.,1.49 árboles y bosques siendo protegidos y estimulados por veremos que contándolos no mas que al bael gobierno jamá<; cortarán árboles sin pro0 ratísimo precio de 80 reales velloo cada uno, veer su rep0b\aci'Oo: 3. que la marina, la dan la exorbitante cantidad de 283·.635 .920 industria minera, la carpintería, la tonelereales velloo cuya cantidad podria sacar rfa, y en general tiidos los artefactos, se in•

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España anualmente de sus árboles. fructuar la bellotera ,para los cerdos, de los Los gastos de plantío son en realidad in- cuales entran muchos rebaños de Francia significantes, p(lrque además de que muchos por la -parte s~ptentrional de Cataluña, y se nacen espontánP.amen-te, el coste de cada ·engordan en España, y este producto no se planta no podrá exceqer. de f 5 á 20 ma'.racrea que es insignificante, porque en alguvedíses; y no obstante ¿á cuanto no -llega nos pueblos constituye vastas renta,s y tancon el tiempo el grande crecimiento de los to, que si posible fuese ver los precios á que se árboles, de esos gigantes de la creacion ve- vende la beHotera y montanera, en los lugaget¡tl, que de tanto sirven á los hombres, ya res fronterizos, á causa del infinito número de por sus maderas y combustibles, ya por § US cerdos que deben alimentarse á porfia en frutos y resinas, ya por sus soberbias y fron- aquellos bosques, deduciríamos con razon de dosa:, -ramas. que defienden en verano de que todos ellos en general s-on susceptibles de los rigores del sol, y purifican el aire? ·. este incremento; separando los obsráculos Uno de los ser~icios mas importantes de que impiden á nuestras provinoias comunilos antiguos persas; una de sus acciones carse rPcíprocamente basta alcan~ar en lo mas meritorias era plantar un árbol; y en interior de Es¡.,aña el desarrollo de la prosefecto, un árbol corpulento resiste los mas peridad. fiero.s huracanes, se burla de las intemperies La leña procedente tambien de lfls podas, y es testigo de los sucesos de muchas gene- y que bien sea gruesa ó delgada sirve siemraciones. pre para las fábricas de, tintes, horno~ de co• Asi que, comparando los 283.635.920 cer pan, y en invierno para entretener en rea.les vellon con todas las fanegas de bos- las ciudades á un sin número de estufas, enque, resulta de renta anua l para cada una tra. á formar uoa parte no pequeña de los 8,0 reales vellon, ó bien un árbol y una fracprod,uctos de un bosque; pues esta mi'suía ,cion de los mismos ochenta reales vellon, leña cuando no encuentra inmediato destino que compone -14 reales . y 13 mara.vedises y se la emplea con varias ra{llas y ,.matorrales una fraccion de maravedis; de modo, que en la forrnacion de considerables hormigueuna fanega de tierra que iutegra 143 árboros destinados á fecundizar 'la tierra con las les no produce siquiera 6 duros anuales. Tal benéficas sales de las cenizas. Y de aquí es e~ la moderacion del r.álculo que hemos precisamente que de la abundancia de leña ofrecido. dimanará el uso general que los labradores Si capitaJizamos ahora los bosques por , hacen de los hormigueros, pues aunque sean sus productos y fijamos el interés al Gia.co · de provecho reconocido, ,porque destruyén y por ciento, para disminuí r el capital, tendreªniqui lan las malas yerbas, dejando en la mos que los 283.635.920 reales anuales retierra los desperdicios de ias .cen izfls vegeta• presentarán un fondo fijo y permanente de les;- como la leña menuda escasease en lo in5.672.7 ·11:l.í00 rnalesvellop. lerior de los campos, este abono <lejana de • Esta cdnsiderable cantidad es bastante pa-~ usarse, a pesar de su misma bondad; porque ra con-v encerá cualquiera del extraordinasegun hemos ind icado en otra ocasion hay rio valor de los bosques de la -península y de bosque en que apenas la leña puede usufruclas utilidades que pued~n rendir; mas contualise. siderando que cada fanega con sus 143 árVéase por con.sig~iente, como los bosques boles diese seis duros anuales, capitalizando en genera 1, ofrecen al hombre bienes incalesta renta al mismo interés, tendríamos la 'oulables; así por sus maderas como por sus cantidad de 5.950.404.000 reales vellon. frutos, en cuyos dos nombres solos, se incluPero los bosques no es posible que den tan ye todo lo que producen. . pequeños productos, aun prescindiendo del' De aquí puede desprenderse, que los cálvalor que marcamos á un. árbol de un siglo culos que hicimos acerca de las utilidades de edad; porque un bosque poblado por ' de los bosques España, no fueron quimé. ejempl,o ~e enci•nas, y robles da lugar á usu - ricos; porque si bien no entramos á valorar

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el coste del plantío de los 354..54-i-.905 árboles, fué por motivo de que supusimos á muchos de ellos existeñtes en el dia, y porque gran número de propietarios de bosques )os plantarían parcialmente segun les aconsejase su interés y tal vez en varios estados <le crecimiento. Sin embargo, estos gastos podría cubrirlos ron superabundancia el exceso de re,nta de los 94 reales y 13 maravedises por .fanega de bosque que. hemos calculado. Además, creemos no haber traspasado los límites de la probabilidad al asignar una treintena parle de todas las fanegas libres para la labranza ; porque á térrni no medio nos ha parecido que en toda heredad por treinta fanegas de tierra laborable debía existir una de bosque; pero si pudiera alguno abrigar recelos de que esta proporcion no es justa, manifestiremos de que hemos considerado á España de 13,500 leguas ~uadradas de estension, cuando la verdadera está reputada generalmente en 15.000 leguas cuadradas, bajo cuya 'base contamos ,1500 leµ;uas ouadradas de menos. Añadiendo esta diferencia á los 74.380.165 fanegas sin descuento alguno, resultará; que las fanegas debosque estarán en la relacion de 1 á 35 con las de tierra·laborable, y con las totales fanegas de1 la península en la relacion de 1 á 50 despreciando una fraccion. ' Convencidos de que los bosques podrian dar tan grandiosas utilidades, que con el tiempo bastarían á librará la nacion española de la espantosa deuda que la agovía, cultivando ún:camente los que están en dominio del patrimonio público, en el cual entran los que no reconocen dominios de cuerpos ni de particulares, escitamos a·l gobierno y á las personas sensatas, que de hoy mas no miren con lenidad los medios que han de conducir al fomento de las maderas español_as, porque es ,muy justo que adquieran la

grande nombradía que deben.merecer. Pero si acaso se defraudáran nuestras esperanzas, apesar de las juntas de Agricultura establecidas recientemente en las provincias y de la existencia de algui;ias Sociedades econó'micas, cu yo celo es bien notorio en favor del pais, tena"remos el gusto de haber conlribuido con nuestras débiles fuerzas á elevar la voz para (\ensurar la inércia de los primero~ gefes que impulsan láaccionadministrativa, porque aun cuando se uos tachare de inmoderados por desear al momentb los bellos resultados de las reformas, responderemos que ·estas no se han emprendido todavía; y que los bosques en especial las necesitan _con mucha anterioridad. Asi lo demuestra el gran <;:onsumo que hace España de las ma~eras estra.ugecas. El precio actual de la tablonería comun de Flandes de á 22 palmos escasos oe longitud, y de·. dos y media pulgadas de grueso, es el de 9 f /2 á ·I O 1/2 duros la docena, teniendo ~ariable latitud. ' Los árboles que vienen del Pirineo, que llaman veinticuatrenos, y de los cuales salen cuatro vigas regulares, de á 24 palmos de longitud, valen lo qoe menos diez duros ,cada uno; y tanto por estos precios como por e1 que tiene el pino ordinario del país, que se destina principalmente á las obras que deben resisli r las aguas y la intemperie, se conocerán las utilidades que prometen· los bos. ques de esta nacion. Espantarían seguramente si las numerásemos con escrupulosi.: dad; pero como no somos inclinados á presentar cual otros muchos hombres rentísticos cifras que siempre se miran con descunfianza, nos contentamos con de!,pertar la curiosidad mientras seguimos el curso que nos hemos trazado. (Se concluirá).


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Real órden relaliull d la ínstatucion de depósitos dé caballos padres, en las provincias. Varias provincias, y aun diferentes particulares, han hecho indicaciones á este Ministerio, para que en ellas se instalen depósitos de caballos pddres, obligándose á sufragar los gastos de los del Estado, con tal que este los surta de caballos. La Reina· que (Q. D. G.), con objeto de ,cohoCer todas las que se hallen dispuestas á hacer este sacrificio, se ba servido disponer que V. S., oyendn al efecto á la junta de Agricultura y Jiputacion provincial, manifieste s'i las de e5a provincia se prestan á esta indicacion, pidiendo la pr1mera y consignando la segunda en presupuesto adicional, al corriente de la proviaci:i, la can.tidad al efecto necesaria. Las que contesten afirmalivament'e, serán preferidas para el surtido de sus depósitos y para dotarlos nuevamente de sementales, como que en la penuria de fondos que experimenta el ramo, esta relavacion de los gastos de manutencion y entretenimiento, es un poderoso auxilio que deja al Gobierno en libertad de aplicar mayores sumas de su escaso presupuesto á la compra de sémPotales, y al urgente establecimiento de dehesas potriles y yeguares; y demostrará además en la,; provincias que hacerlo se presten, un deseo é interés mayor en la creacion de estos beneficios, que justificará toda la preferencia que el Gobierbo está .dispuesto á concederles. La manutencion de los scme·atales se ha de dar con arreglo al Reglamento y a satisfaccion de V. S. y del delegado, cuya gratifiracion (le escritono quedara siempre á cuenta del Gobierno. Con esta ocasion se ha servido S. M. mandar se remita á V. S. adjunto ejemplar de la circular de rn de diciembre del año último, que exige ciertos datos que dicen relacion á la estadfstica de yeguas/y) la.; perfecciones y defectos de que adolezca este ganado en cada pro• vincia, y c!.lyo conocimiento ~es indispensable para fijar las cualidades relativas á los caballos que se hayan de enviar . Es la voluntad de S. M. qae los jef~s políticos que hasta ahora no hayan evacuado la consulta, lo verifiquen con la coo-

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peracion de las juntas de Agricultura ántes Jcl ~ o de :igosto próximo, ca la inteligencia de que

cualquiera omision 6 tibieza en este servicio será muy de1 desagrade de S. M. De real órden lo digo á V. S. á los efectos correspondientes, encargándole toda diligencia en la contestacion, para no perjudicar el derecho de los solicitantes, á cuyo efecto además de la inmediata comunicacion respectiva á ia junta de Agricultura y la cliputacion provincial, insertará V. S. esta en e l Bolelin oficial de esa provincia, para que los particulares puedan dirigir sus solicitudes por conducto de V. S., que las elevará ,\ la direecíon de Agricultura con su informe, oyendo préviam<'nte el de la jurita. Dios guarde á V. S. mucho5 añ,ps. Madrid ! de julio de ~8.t8.-Bano MunILLo .-Sr. jcíe ·político de .. ....• Real órden dando gracias á la diputacion provincial de Leon, por haber ofrecido sostener con (ondos de la provincia el depósito de caballot padres establecido en /11 misma. Agricu!tura,-La Reina (Q . D. G .) ha visto con agrado que esa diputacion provincial, correspondiendo á la · invilacion que se le bizo, ofrece sostener el depósito de caballos padres del Estado, establecido en esa capital, con fondos de la provincia, cargándolos al presupuesto de la mi_:; rna. S. M. ordena que V . S. dé, ea su real nombre, las gracias a aqnella corporacioo provincial, á la cual le será de abono la partida . que por aquel concepto consigne en el presupuesto, indicándola a l propio tiempo~ que desde primero de l pró~imo mes de octubre, correran de su cuenta los gastos, exceptuando I a gralificacioo de escritorio que se abona al delegado del Gobi.crno en esa provincia, que se satisfa rá con los fondos de este l\Iinisterio, por el cual se ate nderá con preferencia á ese depósito ea el envio de sementales, prestando á este ramo de industria toda la proteccion que permite el actual estado de la nacion. De real órden lo digo á V. S. á los efecto , correspondientes. Dios guarde a V. S. muchos


ños. Madrid 4 de setiembre de 1848.=BRAVO unILLO.-Señor jefe político de Leon. Real órden autorizando á las juntas de A9ricultura parn que puedan elejir corresponsules en los partidos judiciales. '

Ea vista de las r11zonr::s expuestas por la junta de Agricultura de Id provincia de Bórgos, la Reina (Q.D.G.) se ha servido autorizará to-

lrboles propios para ser plantados al rededor de los estercolares. Es sabido que un estercolar para ser bueno debe garantir cuanto sea posible al estíérco l de la influencia del sol y de los vientos secos. Generalmente se procura obtener este resu ltar1o por medio de una plantacion de árboles, lo que puede conducir á tris tes desengaños atendido á que la influencia continua de los jugos que se desprenden del estiercol en su formacion, obrando sobre las raicesde muchos árboles los matan. Conviene pues saber escojer las especies convenientes, y es útil saber que el solo árbol conocido boy que pueda resistir á la accion de uquellos tluidos, es el álamo blanco ó bien el gris, que recomendamos despues de mil esperiencias para ~1 objeto indicado.

Climas respecto á los arbole~. Parécenos muy curiosa la &iguiente claificacion de los climas de los di versos pueblos de E paña en sus relaciones con los plantíos que conviene á cada UD(} de ellos que presentó al congreso de Agricultura uno de sus miembros. •

9!S das las del Reino, para que puedan elegir corresponsales en los partidos judiciales de su respeliva provincia, con objeto de ilustrarlas en todos los negocios sometidos á su conocimiento, y que lo requieran por las cirnunstancias ,d e cada localidad. De real órden lo digo á V. S. á los efectos correspondientes. Dios guarde á V. S. muchos años. Sau lldefonso 7 de agosto de 1848.-BRAvo l\foRULO.

El clima HÚMEDO puede aplicarse y comprender las provincias de Ála va, Búrgos, Coruña, Gµipúzcoa, Leon, Lugo, Orense, Ov iedo, Pal en cía, Pontevedra, Santander, Vizcaya y Zamora.

Arboles qne prevalecen mejor en r.limas h'ijmedos . Para te1nnos arcillosos: el álamo blanco, almez }' fre no. Para te1Tenos calizos: el abeto, castaño dicho de Indias . Para ter1·enos areniscos: el olmo y álamo negro. El clima FRESCO puede aplicarse y comprender las provincias de Barcelona, Baleares, Castellon, Gerona, H uesca 1 Lérida, Logroño, avarra, Soria, Tarragona, Teruel y Zaragoza. Arboles gue prevaleceu en climas frescos. Para terrenos arcillosos: el cedro, peral, manzano y frambueso. Para terrenos calizos: el alerce, cerezo, ciruelo, baya, pinos, plátano y tejo. Para tet·renos a-reniscos: la acacia. El clima SECO puede aplicarse y comprender las provincias de Albacele, Ávila, Ba-


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dajoz, Cáceres, Ciudad-Real, Cuenca, Guadalaja ra, Madrid, Salamanca, Segovia, Tofedo y Valladolid .

Arboles que prevalece·n mejor en climas . 5ecos.. Para terrenos arcillosos: el acerolo, y grosellero. Para terrenos calizos: el azofaifo, membrillero y nogal. Para tefrenos areniscos: el albaricoque, ciprés, durazno, higuera y madroño. El clima CÁLIDO puede aplicarse y comprender las pro"Vincias de Alicante, A.lmería, Cádiz, Canarias, Córdoba, Granáda, Huelva, Jaen, Málaga. Murcia, Sevilla, y Valencia.

.mos: esta operacion se hará de tarde en tarde y siempre en relacion con la disminucion de la leche. Estas precauciones son necesarias para prevenir los infartos que harían sufrir mucho á la vaca y podrían ocasionarle tumores dolorosos y de larga curacion.

Otros modos de multiplicar el lrigu.

Júntese en un grande hoyo cantidad de estiercol puro de caballo y échesele enoima agua con frecuencia: en habiéndose podrido bien aquella materia por algunas semanas, sáquese el agua impregnada ya de las sales del estiercol: póngase á cocer por un rato en Arboles que prevalecen mejm· en climas . caldera grande y añádasele una corta cantidad de nitro ó de salitre, que son una miscálidos. ma cosa: apártese Iuego la caldera del fuego, v cuando el licor no estuviese mas que libio Para terrenos arcillosos: el naranjo, limoéchese á remojar en él el trigo que quiera nero y cidro. Para terrenos calizos: la encina, coscoja sembrarse: déjese macerar en ·~sta compoEicion por tres días á fin de que se hinche y ó carrasca, alcornoque, enebro, granado, que los jérmenes se abran, dilaten y desenlaurel y tamarindo. vuelvan, y por último sáquesele del agua y Para terrenos areniscos: el algarrobo, aldéjesele enjugar un poco antes de sembrarle. mendro, nisper.o, zumaque y palmeras. Como por este método se necesita una tercera parle menos de grano para la siembra q~e Cebamienlo de las "acas. por el método comun, cortan algunos paJa muy menuda y suplen con ella aquella terLas vacas se ceban de la misma manera cera parte de grano, y sembrándolo lodo jun• que los bueyes. Engordan mejor cuando es- to consiguen con tan poco trabajo unas cotan preñadas, por lo que es un grave error sechas muy abundantes . no darlas al toro cuando las destinamos al Tómese estiercol de vacas, salitré y cenimatadero. zas de sarmiento, y despues de mezclado to. Cuando la vaca no ha podido satisfacer su do incorpórese con ello el trigo que haya de zelo, no goza de la tranquilidad necesaria pasembrarse y manténgasele en este estado ra un buen cebam1ento. Sin embargo debe- hasta que llegue á jermioar. Entónces sepámos procurar que esté poco adelantada la resele inmediatamente, póngasele á escurrir preñez cuando entregamos la vaca al carni- en cestones y estiéndase en sitio donde puecero, por que cuando mas inmediato esté el da secarse lo bastante para que los granos parto teodrA menos cantidad de gordura. se desunan y puedari sembrarse sin caer ape• 'No debemos ordeñar la vaca que quere- ¡otonados, y si se le quiere despojar mas mos cebar, porque los alimentos no pueden prontamente de aquella humedad' superflua servir á la vez para la produccion de la leche puede despolvorearse sobre el grano carb~n y de la gordura. Para ello dejarémos que se en polvo ó cenizas de concha de ostra calcidesvanezca la leche de la vaca, rociándole las nadas donde pudieren tenerse á mano. tetas con agua fria eada vez que la ordeñe-


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. Si es de interés para el cultivador la co secha de los cereales por la importancia que estos tienen en la economía social, no deja de serlo tambien la recoleccion de los forrages para el alimento de nuestros animales doméstico&. Hemos hablado repetidas veces de l interés que debe n inspirarnos los ganado·s y de la relacion íntima que tienen con la agricultura, y hemos demostrado palmariamente que sin ellos no pueden fertilizarse los campos ni pueden esperarse producciones de ninguna especie. A esta cuestion de ganados va unida la de los pastos, porque las ye rbas constituyen la base de la ali mentacion de nuestros animales domésticos. He a4 ui, pues, la. razon del porque para nosotros e~ un asnnto de interés el de los forrages, y porq ue nos ocupamos con tanta frecuencia de esta parte de la agricultura, oreidos que hacemos un bien positivo á nuestro pais. En este artículo hablaremos solamente de la siega y recoleccion de las ye rbas de los prados naturales, como lo significa la palabra heno; dejando para otro dia tratar de los forrajes en general, qui} comprenden todas las plantas que cultivamos para prados arti~ciales. Epoca e.n que debe segarse el heno. Es muy difícil, ó mejor dicho, es imposible determinar la época decisiva de segar las yerbas de los prados naturales, porque esta oportuniclad depende de un -con1unto de circunstancias que e,I agrónomo debe apreciar, como son, la temperatura del invierno y de la primavera, la esposicion que tengan los prados , el grado de fertilidad de sus terrenos, la naturaleza de las ~•erbas qué lqs forman, las circunstancias que hayan precedido á la vegetacion actu al, y á otras mucba3 de menos importancia que todavía podríamos ci -

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tar. Pero como nuestro objeto es no ser demasiado prolijos, para la mayor comprension Je nuestros lectores , nos limitaremos á simples generalidadei; que 110 dejan por esto de comprender cuanto interesa al cultivador. Ordinariamente segamos las praderas bácia mediados de junio, escepto en las esposicio nes bajas y abrigadas que solemos hacerlo á principios de este mes. Sentaremos. como principio general, que no deben segarse los prados basta que Jas yerbas acaba-n de crecer, y este estado no llega hasta que abren sus fl ores. Entonces es cuando las plantas han tomado el máximum de su desarrollo; y si retardásemos segarlas, las partes ta\l osas perderían mucho de su sustancia, porque con la fructificacion los jugos del vegetal se han tr:1sportado al aparato floral. Asi pues, convendrá segar los prados desde luego que se ba establecido la florescencia de las -yerbas que los componen . Pero como estas yerbas son por lo coamo de especies diferentes, sucede que las unas están en flor algunos días antes que las otras. resollando de aquí que las gramíneas, por ejemplo, empezarán á cuajar sus frutos cuando las , leguminosas van abriendo sus corolas. Para el mejor acierto aconsejaremos segar los prados naturales al momento que estén en completa florescencia las plantas mas abundantes y las que dan un heno de mejor calidad; no olvrdando que si retardamús por al12;unos dias esta operacion, ba una diferencia notable en la calidad del for°raje, porque las yerbas en estado de fructificacion producen un heno duro, poco nulriti vo, y que por lo comun lo rehusa el ga:. nado. Como las plantas mas útiles pára los prados naturales son las gramíneas, porque TOUO 1i1 :

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mero de operarios para que la recoleccion del produoerr un pasto de mejor calidad que toheno pueda h:ice_rse en el mas breve espacio das las restantes que usamos; y las especies posiqle. La operacion se empezará en cuande aquella familja, pasan comunmente con una rapidez estraordinaria del estado de flo-· to amanezca, porque las yerbas se cortan mejor cuando están mojadas por el rocío,que rescencia al de fructiticacion y maturacion cuando las ha secado el sol ; resultando de de sus frutos, hace que con preferencia dedos ventajas apreciables q.ue son, la de aqui que beremos segar los prac!os en el momento tiempo y aprovechar debidaeconomizar desplegado hayan gramíneas dichas planlas del segador, y el de poder trabajo el mente . sus flores. prometernos una desecacion mas perfecta. Sin embargo podremos retardar la siega No debe ser tampoco indiferente para el ele los prados por algunos días, aun cuando propietario la clase de siega. Esta por lo las . er~as se presentasen en el estado que comun se bace á destajo 6 á jornal. El culhemos dfobo, siempre que notásemos que el 1ivador económico preferirá el segundo · métiempo es borrascoso 6 que ame.nazan lluvias todo, porque la. siega á destajo tiene los graduraderas, porque en este caso no podríaves inconvenientes de que la operacion no mos prometernos recojer el heno con las sale tan perfecta como debiera, se pierde buena!' circunstancias que son de desear, una cantidad de heno por no segarse tan á atendido á que fa falta de sol y de tempede tierra como es preciso, y porque en flor ratura nos daria un forrage húmedo y difíse perjudica la cosecha del retoño caso tal cil de conservarse. de quedar una porcion de caña que razon en Esta heno. Cuidados que exige el segar el luego y que constituye el heno endurece se quepalo de importante operaciones mas del segundo corte de muy mala calidad. rt)ce á primera vista, y por ello conviene al Si al momento de la siega sobrevienen propietario que los operarios que se dedican lluvias, ó el tiempo se pone muy nebuloso, á estas faenas sean inteligentes y zelosos de su deber s.i queremos obtener de los prados convendrá conl'ervar la erba amontonada de la manera que la ha dejado el segador, y la mayor cantidad de yerba posible. Es neno removerla ni esp:ncirla por el prado has• cesario que el segador corte las yerbas muy ta que veamos que el tiempo se pone seco y á flor de tierra, porque como las plantas ae sneno y que tengamos probabilidades decoo· los prados desarrollan gran cantidad debojas en su parte baja, si las segamos una pul- seguiruna pronta desecacion. La yerba podra conservarse de esta manera por algunos dias gada mas alta de lo que es debido, re~ultasin sufrir grave daño.con tal que la cambieconsiderará que perderemos una cantidad mos de superficie sin espartirlaen lo mas mí• He calidad. buena muy de ble de forrage nimo, y aun esto se practicará en el caso que aquí p.orque es un mal de mucha trascenveamos que se pone mohosa 6 amarillenta. dencia el que el suelo de los prados no esté Para segar los prados debemos elegir opeenteramente unido 6 liso, notándose que rarios entendidos y de constancia en el tracuando su superficie es desigual por la acbajo, porque conviene que la siega se haga cion de las lluvias 6 de los riegos, 6 por los con inteligencia y con la prontitud posible. montones de tierra que han formado los talEu todos los paises donde abundan los paspos ó • las bormigas,Ja siega no puede hatos, se hallan trabajadores de un zelo aprecerse de un modo perfecto, resultando de aquí una pérdida considerable de heno por ciable é inteligentes en este trabajo, y á estos debemos escojer sin mirar en el aumento las yerbas que quedan entre las hendiduras jornal que t-al vez nos pidan, porque la de , del terreno ó al pié de los montones que de esta cosecha nos pagará con perleccion · pue formaron los tal pos, y cuyas yerbas no del salario que nos exige aumento el usura guadaña. la de el segador recojer con Empezaremos á segar las yerbas cuando el buen se~ador. A mas de qbe, como ya lo hemos indicado, habrá la ventaja que un vemos que se presentan dias claros y serenos, segador entendido y zeloso segará las ycrcuidando de tener prevenidos suficiente nú-


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has muy á flor de tierra, de lo que resulta un aumento de heno, que el retoño sea de mejor calidad y que la recoleccion se haga en menos tjempo. J1odo de desecar la yerba. La desecacion de la yerba de los prados ofrece dificultades en razon de estar forr,nados de plantas de diferentes . especies. Si todas fuesen de una sola familia, los cuidados podrían ser menos prolijo¡;;, principalmente por lo que mira á las plantas gramíneas, cuya desecacion es mas pronta y perfecta; pero como hay algunas leguminosas, como el trébol, esparceta y alfalfa, estas exigen mayores precauciones segun las circunstancias, que no pueden sujetarse á reglas determioadas, bien por los jugos de que abundan, bien por la facilidad con que las bojas se desprenden de los tallos. Debemos tener en consideracion el estado de la atmósfera para secar Jas yerbas y convertirlas en heno . Deberán esparcirse por el suelo a-lgunas horas despues de haberse segado y cuando ya el sol · haya ,evaporado las aguas del rocío; pern si el tiempo está. muy cubierto y amenazan lluvias, entonces deberán permanecer las yerbas amontonadas, porque además de que nada adelantaria la desecacion, correrían el peligro de mojarse, lo que debemos evitar cuidadosamente. Como dejamos indicado, los forrajes que se segaron por mañana deberán e~tenderse á las tres ó cuatro horas despues de haber salido el sol, pero las segadas por la tarde no se esparcí rán hasta la mañana siguiente, taa:ibien cuando esté evaporado el rocío. Convendrá que las yerbas segadas se vuelvan á menudo y se pasen de una parte á la otra durante las horas del sol, y esta operacion se repetirá con tanta mas frecuencia segun el tiempo e¡::té mas caluroso y la atruóslera mas clara. Pero será útil que estos forrages se amontonen al acercarse la noche, para evitar los efectos de la accion del rocío: lus montones deberán ser tanto mas pequeños cuanto mas adelantada esté la desecapion, porque el mucho jugó ó agua vegeta I que entonces contiene la planta, no podría evaporarse si los montones fuesen grandes.

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A muchos les parecerá que un sol fuerte es pJ'ovechoso para desecar las yerbas de los prados naturaJes, pero se equivocan mucho, porque si bien SP. necesita una temperatura alta ó elevada que favorezca la evaporacion del a·gua que las plantas encierran, seria sin eu1bargo perjuicial un sol muy fuerte, porque se caerían del vegetal la mayor parte de las hojas, y se perderia gran porcion de heno. Asi pues, convendrá que en los prados en que vegetan árboles frutales ó de otra especie cualquiera, se sequen los forrages á la sombra de estos árboles en los dia& mas serenos y de sol fuerte, para evitar los males que hemos señalado. Si mientras dura 11!, desecacion sobrevinieren llüvias y se moja el forrage á pesar de las precauciones q oe se hayan tomado, entonces debemos emplear los medios conducentes para oponerse á los perniciosos efectos que ha causado el agua. Convendrá esparcirlo por el suelo ea el momeoto que el tiempo se serene -y darle vueltas frecuentas para que pierda con rapidez toda el agua que contenga. Si las lluvias se presentan pocas horas despues de segadas las yerbas, no es necesario adoptar precaucion alguna, se dejará del mismo modo que las ha colocado el segador enel acto de segarlas y se esperará que el sol venga á su vez á secar la superficie esterior antes de .darle vueltas paraque s.e deseque¡ pero si las lluvias sobrevienen cuando está ya adelantada la desecacion , fconviene en tal caso que se amontone la yerba, y que se haga de manera que quede espuesta á la accion del agua la menor superficie posible. Entre todos los trabajos agrícolas, son de las mas importantes los de la desecacion, recolecGion y conservacion de los furrages, pórque sin ellos es iruposible alimenlar comodamente durante eJ año los animales domésticos que nos ausilian en las varias faenas del campo. Por ello pues importa que luego que las yerbas esten secas, se trasladen á la casa del labrador con toda la---pronti tud posible y con todas las precauciones que nos sean dables, paraque no se pierda 1-a menor cantidad de hoja con los sacudimien~ tos que reciban los carros ó con tltro cual-


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quier medio de conduccion que se adopte. Conviene que las personas emple:tdas en ra recoleccion del heno aprovechen el tiempo, gastando el menor espacio posible en comer y beber, porque todo retardo es perjudicial, atendido á que -pueden sobrevenir lluvias que malogren la desecacion, ó bien que dejandola pasar hasta á un -punto muy adelantado se pierde una cantidad de yerba, principalmente si el tiempo es muy caluroso. Trasladado el heno á la casa del propietario, conviene que tengamos todo el interes de conservarlo en los pajares. Paraque se conserve por mucho tiempo y sin que adquiera malas cualidades, ha de colocarse en los pajares por capas muy apretadas á fin de evitar la circulacion del aire. Será aun preferible hacinarlo debajo de un cobertizo, cubriendo con paja la superficie. ]lay algunos agrónomos que aconsejan, y aun lo practican en algunos puntos, mezclar con el heno alguna cantidad de paja al tiempo de hacinarlo. Estamos muy conformes con esta práctica. si el heno que se recoje ha adquirido buen color y perfume con la perfecta desecacion. En este caso podrá añadirsele ó mezclarsele cuando se hacine alguna porcion de paja, porque á esta entonces le comunicará el heno el sabor agradable que tiene, y el ganado la comerá luego con mayor avidez. Convencidos de la importancia que tiene para el cultivador este punto de economía rural, concluiremos este artículo reproduciendo algunos útiles consejos de Thaer acerca de la precaucion que debe tenerse con el heno despues de segado, y en particular sobre una práctica poco conocida aun en el medio dia de la Europa, como es la preparacion del heno llamado moreno. Ha practicado este ilustre agrónomo diferentes modos de preparar el heno ; los que dependen tanto de la especie del forraje como de la temperatura. Se distingue el heno en verde y en moreno. uEI heno verde , dice Thaer, se obtiene tanto mas perfecto , cuanto mas pronto se esparce la yerba despues de segada á fio de qu_e le d~el sol y el aire atmosférico, y que la protejamos contra] la humedad, especialmente contra el rocío, amontonándola por la

noche y conduciéndola con estas precauciones á ta desecacion completa. Lueg() que se ha evaporado la humedad del rocio, si el tiempo es favorable, debe esparcirse la verba que se ha segado desde el amanecer hasta á las nueve de la mañana, procurando dividirla mncbo á fin de que no queden montones que retardan la desecacion. Se remue~e la yerba que se esparció primero; al med10 dia se repi le la operacion; al ponerse el sol se reunen lo.; forrages en pequeñús montones, y se deJan asi durante la noche. Al segundo dia, cuando el rocio se ha evaporado, se esparcen de nuevo estos montones, procurando que quede estendido el heno en capas delgadas, haciendo de modo que de una á otra linea quede un espacio libre por donde poder estendcrse el forrage, que se vuelva de uno á otro lado dos ó tres veces al dia, y á la caida de la tarde se amontonará de nuevo rennien.do con el rastrillo todas las yerbas que basa esparcidas, proen rando que los montones sean mas grandes que los del primer dia. Al tercer dia se repiten las mismas operaciones, y si el tiempo es favorable, estará la yerba suficientemente seca para reunirla en grandes masas para recogérla y conducirl a á los pajares.» «Por lo que mira á la yerba que se ha segado á las horas avanzadas del dia y por la tarde, no empieza á:estenderse hasta lamañana siguiente, ~• se siguen los mismos procedimiento~ que se han indicado para las que se segaron en la mañana del dia anterior.» «El heno preparado ó cuidado...de esta manera, conserva un color verde, su olor aromático . y casi todas sus partes útiles no pierde mas. que las partes acuosas y no fermenta. Para obtenerlo de esta manera es necesario un número de personas proporcionalmente considerable. Pero si podemos proporcionarnos estos obreros, si la tempe• r~tura no es favorable, se gana con la pron· L1l ud lo que perdemos en los jornales que se emplean, y los gastos no serán casi mayores qu_e si h_ubiésemos recogido el heno por un metodo imperfecto con descuido.» 1<No faltan cullivadore& que dejan b yerba segada en montones por el espacio de dos ó


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ventoso que en este caso se logra. un tres dias sin esparcrrla por el prado. No caheno perfecto sin necesidad de esparcirlo por be duda que con este método economizan alel prado . Las lluvias tampoco dañari-an á gun gasto, porque la yerba que se ha agoslado enlos montones, se seca pronto, pero que- . estas hacinas menos en el caso que fuesen m'uy recias . -El agua podrá solamen.te perjuda un heno imperfecto, y no presenta el codicar en algun modo el color del heno que .lor vercle que debe tener.» «Cuando el tiempo es lluvioso, húmedo y forma la capa esterior de la h.acina. Si las lluvias se han prolongado mucho y se han poco seguro, debemos renunciar á esle mémo3ado las yerbas que componen la hacina,_ todo de secar el heno con prontitud. En este convendrá esparcirlas por el prado luego caso lo que importa es mantener el heno reuque el tiempo se ponga sereno, para evitar nid'o del modo mejor posible á fin de evique el heno tome un mal gusto y mal olor .» tar la humedad; sin que por ello dejemos «Existen en algunos puntos ciertas prade removerlo á menudo por poco que lo perderas cuyas yerbas no pueden ser útiles al mita el tiempo, para que le dé el aire y no ganado ~i no las deja11Jos por algunos dias entre-en fermentacion. » espuestas á la accion del agua y del viento. «Cuando el heno está amontonado, puede Eslo sucede con aquellas cuya caña es gruesoportar las lluvias, sin que mengue mucho y dura, y 4ut: abundan en los prados sa su calidad , principalmente si el tiempo bajos y cenagosos. Se ha observado que si no es muy caluroso. La parte superior es descuidamos:esta precaucion, las reses que se solaruenle la que- pierde el color verde y que M tiene el olor que se nota en el que se alimentan de estos paslos pierden sus fuerzas de una manera '.lotable . Por cuya razon al sesecó con buen tiempo: el de la parte interior gar estos forrages, debemos dejarlos espuesconserva sus buenas cuali<lades , y se obtendrá todo el buen resultado si luego de tos en el prado por espacio de cinco ó seis pasadas las lluvias lo ésparcimos con cui- semanas para que les dé el agua y el viento.~ «Para obtener el heno moreno de que hedado, hasta lograr su completa desecacion.» mo· s hecho mérito, conviene que despues de <<Hay otro método de obtener un heno segada la yerba la dejemos permanecer unu verde con grande ahorro de trabajo: esle ó dos diai, sin estenderla por el prado, y aun método, aunque poco usado, lo recomiendan ~ticazmente algunos agróuomos, y consiste por mas tiempo todavía si la admósfera eslá lluviosa: luego que se. ha secado del rocio se en lo que voy á decir : «Luego que la yerba esté evaporada, SP. la amontona en pequeñas p'Orciones, y manteniéndola en este estado pasa algunos dias, la coloca todavia vercle, en montones estrechos y altos en lo que sea posible; y para finidos los 'cuales se unen estas porciones impedir que estos montones no se caigan ó aisladas para formar una hacina fuertemenla yerba no se deslice nos valdremos del me- te apretada. Colocado de esta manera, el he dio sencillo de fijar una percha en el suelo, no, se calienta visiblemente, traspira una al rededor de la cual se irá co1 ocando con la cantidad de agua y se seca luego. Mientras mano la yerba ó el heno. ,Luego se cubre la dura esta operacion no debe revolverse en hacina con la porcion de yerba mas larga y manera alguna la baci'na; al conl,rario, es dura que hallemos, haciendo de modo que preciso que las capas de heno esten unidas las espigas vayan báci-a abajo. Se deja per- en lo posible para evitar la entrada del aire manecer el heno en estos montones pir~mi- que producirían la fermentacion y la putrefaccioa . Este heno, que por lo comun il6 se dales hasta que se ha completado la desecaciou, cuyo estado se prolonga hasta á coloca en los µajares, sino .que se guarda.e.o bacinas, forma una mas-a bastante compacta, los ocho y a veces á los quince di.as. Con la que se corta con la laya de pala, ó con una estas precauci,rnes el heno toma un color segur cuando queremos darla á los ganaverde hermoso. Si las bacinas fueren mas dos. En algunos países acostumbran mucho grandes, es mas dificil obtener este resulmoreno, creídos que es mas ótil paheno este tado á no ¡¡er que s_iga un tiempo seco y


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ra las bestias que el vel'de. La esperiencia no confirma esta opin1on ; y si vemos que 'el heno moreno pr9duce buenos resultados ó tal vez aun mejores que el verde, es porque este no se ha preparado con las precauciones que exige; y ea este caso no cabe duda que el heno moreno es preferible al verde que se secó de ua modo imperfecto ó que por falta de cuidado ba perdido su sabor. Cuando el heno verde se ha tratado con todos los. preceptos que dejamos indicados, es mas pro-

vechoso que el moreno para toda especie de ganados. Sin embargo el h'eno moréno, si es bien confeccionado, es preferible á todo otro para los bueyes que se mantienen en cebo.» (!Para decidirnos, en los casos generales, en favor de uno ú otro, no tenemos otro medio que valernos de ensayos éomparativos, porque todas las teorías dcscanzan en suposiciones vagas é inciertas. -Repitamos pues las esperiencias, y así daremos una solucion acertada al problema.»

MODO DE DESTRUIR LAS MALAS YERBAS en las tierras de cultivo. ,-

Limpiar la tie,rra y destruir las malas yerbas, es un asunto mas importante de lo que se cree comunmt:nle. No es solo á los campos donde debe concederse estos beneficios, sino que tamhien á los prados ea que p9r lo comun abundan ,las plantas dañosas. Nos limitaremos á hablar de las tierras cultivables. Ell medio mas eficaz para destrufr las plantas anuas y bisaauales en los terrenos árcillosos,será e! de dejarlas de barbecho durante todo el verano ; pero para. los suelos arenosos y imeltos,aprovechará mejor ~ultivar en él alguna de las plantas que exigen muchas labores de conservacion tales como la patata, la remolacha ú ()tras semejantes, sembradas á surcos. Como el cultivo de estos vegetales necesita repetidas labores, con ellas destruimos las yerbas dañosas ó parásitas sin dejarles lugar á que fructifiquen. Para conseguir este objeto, debemos atenderá que algunas plantas que llamamos dañosas, sus semillas conservan la virtud germjnativa por mucho tiempo, y que aun cuan-

do no nazcan en muchos meses por haberse enterrado profundamente con las labores que se dieron á la tierra, germinarán luego que se es pongan á la superficie ó cara del suelo. Aqui eslriva, pues, la ventaja de cultivar las plantas que exigen repelidas labores de cooservacion, porque la escarda, el vinage, el amorillamiento de la tierra y otras labores que á veces es necesario dar al cultivo nos permiten la destruccion de las ma:las yerbas antes que fructifiquen. Hemos dicho que el barbecho de verano era útil para las tierras arcillosas, porque de esta manera habrán tomado todo su iocremen to y nos será mas fácil obrar contra de ellas. Pero conviene que la primera labor que sigue al barb>lcho se dé á la l;.l.ya si queremos destruir Mmpletameote las raíces de las plantas parásitas, y convendrá tambi.en que dicha labor sea profunda en cuanto sea posible, porque de esta manera enterraremos las semillas en una zona que no será fácil que germinen. Con estus cuidados podremos tener limpios los campos de ma-


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las ~·erbas de las llamadas anuas. Pero por lo que Loca á las perennes ó de duracion son roas dilíciles de destrujr, porque muchas de ellas se multiplican igualmente por sus raices que por sus semillas. Esto sucede con las grama y otras plantas que se le parecen, y puede decirse que son un azote para los terrenos que han invadido. En estos casos, además de los barbechos de verano convendrá dar labores repetidas á la tierra, haciendo que por dos ó tres años no se cultiven otras plantas que aquellas que exigen escardas y vinages. Debemos notar que la deslruccion de las yerbas de raices vivaces, como la grama, y las de cimiente, como la mostaza, por ejemplo, debe practicarse en las tierras cul-

tivables por principios enteramente opuestos. Conseguiremos destruir las pri·meras, cultivando las tierras en tiempos secos; y las segundas, removiendo la tierra despues de las lluvias para que germinen las semillas y enterrando las plantas á poco de haber nacido. Es tambien conveniente para destruir las malas yerbas adoptar alternaciones de cosechas de corta duracion, porque de esta manera tendremos que dar á la tierra labores mas frecuentes. Y conseguiremos el resultado con tanta mayor facilidad, cuanto que estas alternaciones corlas sean de plantas que favorezcan poco el desarrollo de las malas yerbas.

DE ALGUNAS CONSIDERACIONES acerca las semillas de los prndos naturales y artificiales.

Reconocida la utilidad, ó mejor dicho, la necesidad de l()S pastos para la cria de los ganados, conviene que tengamos presente lodos los estremos que encierra el cultivo de los prados, por muy triviales que aquellos parezcan, si querem os llegará obtener henos y forrages abundantes y de buena calidad para el mantenin:iiento de los animales domésticos. Por ello pues queremos dar alguna esplanacion a las ideas que encierra el epígrafe de este capltulo. Es mas frecueotc de lo que debiera ser que los propietarios descuidan recojer de sus prados las semillas que necesitaa_para las siembras, ~•· ea este caso se vea precisados á comprarlas á otros cultivadores, esponiéndose á qne se las vendan de mala calidad y á veces á un precio esce ivo; siguiéndose de aqui un mal notable que es el no recojer la cosecha que le permitía el ter-

reno que ocupó en la siembra, además de plegar el suelo de malas yerbas. Importa pues al labrador que recoja de sus prados las semillas de forrages,porque de esta manera está seguro que las obtiene de buena calidad. · Logrará esta ventaja escogiéndolas de entre los forrages de retoño, porque este las da mas maduras, mejor alimentadas y mas robustas. Esperaremos recojerlas ect el momento en que las yerbas puedan segarse sazonada , recogiendo coa la mano, y una á una las espigas ó e tremos de los forrajes, poF la seguridad que entonces tendremos que serán las mejore las que se han recojido. En seguida se pondrán. á secar al sol, colocándolas sobre un lienzo ú of.ro útil á propósito para recojer los granos ']Ue se vayan separando de la espiga. Luego que se hayan secado convenientemente se las trilla co11 la debida precaucion y se las guarda dentro


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de un cajon hasta al momento de la sementera. Por prolijo y dispendioso que parezca este método convendria que lo adoptasen los propi-etarios, porque de esta manera sembrarian sus prados con semillas robustas, maduras y de buena calidad, y estarian ade,nás seguros que emplean solamente plantas útiles,de su propia cosecha y que podrian escojer aquellas que mas les conviene mulli.plicar. Con estos cuidados Iograria además destruir las yerbas poco productivas ó dañosas, porque es un buen medio de lograr este objeto no d.e jarlas llegar al estado de que maduren sus frutos. Sin embargo de que las semillas de las

plantas forrageras conservan por lo comun la virtud germinativa por mucho tiempo, será no obstante ventajoso emplear las de la cosecha precedente, por la seguridad que tenemos de que no estarán maleadas como pueden serlo las añejas. Los prados nuevos dan por lo comun semillas de mejor calidad que los viejos, y por ello escojeremos las de los primeros para la siembra. Sin embargo cuando se trata de las plantas vivaces que forman los prados, no importará que adoptemos las semillas de aquellas que tienen tres ó cuatro años de duracion, porque en esta épo.;a el vegetal tiene una fuerza de vida notable que te hace muy á propósito para producir semillas útiles para la siembra.

DEI~ OLll'O. l

El olivo (en latín olea, en árabe saiton, en francés olivier, en aleman mlbaun, en itaHano olivo) es quizá el árbol mas útil de cuantos cultiva el hombre. Su raiz, su niadera, sú fruto, el líquido que de este se estrae, todo en el es precioso; todo es útil; todo tiene infinitas aplicayiones, tanto en la economía doméstiGa como en las artes, y con razon le llamaron Col u mela y Varron el primero de todos los árboles-. 'El olivo es emblema de la paz. La paloma que Noé dejó salir del arca despues <lel diluvio volvió á ella con no ramo de oliva en el pico, como en señal de que la tierra ha_bia fruetificado y de que el hombre podía salir de su encierro oara disfrutar de los ricos dones de la nato raleza. En los antiguos tiempos los embajadores y mensajeros de paz llevaban en alto una rama de oliva, á cuya señal de acn-istad se le abatian los arcos y se le abrían las puertas de los campamentos. En la mitolog_ía ocupa tambien el olivo un

lugar muy di stinguido. Suscitada la cuestion entre Neptuno y Palas sobre cual de los dos dioses habia de dar su nombre á la ciudad fundada por Cecrops, decidió Júpiter que se lo daría á aquel de los dos que produjese la cosa mas útil. Neptuno sacó de la tierra un caballo con alas. Palas hizo brotar el olivo, cuyo cultivo enseñó á los hombres, y la cuestion se dirimió á favor de esta, por considerarse mas útil el olivo -qu_e el caballCl. Las leyes de casi Lodos los pueblos antiguos que conocieron el olivo, protegieron su cultivo. Las de Focca premiaban á los que hacían un plantel de cierto número de piés; y el Areópago d~ Atenas nombró inspectores ¡,ara cuidar de la conservacion de esta planta, Y. prohibió por una ley arrancar mas de dos olivos al nño, aun en terreno propio, coD la pena á los contraventores de pagar por cada pie cien dra~mas al fisco é igual cantidad á los denunciadorés. Una ley análoga habia entre los primitivos espa -


ñoles. CLAs1111cACJON. El olivo pertenece, segun tioneo, á la segunda cla~e (diandr'ia), al órden primero (monoginia), y al género olea; siguiendo á Tournefort, sus-carácteres generales son : flor de un petalo como á inaoe ra de embudo, partido en cuatro lacinias y cáliz bajo -del gérmen que pasa á fruto ;iovado, blanco, lleno de jugo, co11 el hueso oblongo, y' en él una almendra de la misma forma. OníGEN. No se sabe coil certeza de donde es originario; Roci_er lo~cree de Egipto y Linneo de Europa con bastante mas fundameato, pues lo mas probable es que sea de ~sp~ña. CP-crops lo plantó en Grecia, y en t1emp~ de Job se cultivaba en l\fosopotarnia. Los griegos lo tu vieron por un regalo de Minerva, y lo dedicaron á esta diosa. HADITACION. Se cría en España y en el Mediodía de Francia, en el reino de Nápoles y en toda la Italia, en Grecia, en las islas del Archipielago, en Judea, en el Cabo de Buena- Esperanza y en la Carolina. Gusta <le climas templados, y se pierde en los muy fríos. No vive sino á uoa altura menor que la de 2, 4-00 varas sobre el nivel del mar. ESPECIES. Las mas notables de Europa son: olea foliis lanceolatis, olea saliva · olea fol_iis la_nceolatis ramis tetragonis; olea ~ilve.~tr1s folio duro suptusin cano. VAnIEDA DES. Los griegos (Teofrasto) contaban siete variedades, que por no haberlas dejado descritas no sabemos si eran ó no afines á las conociQas en el dia. Los latinos (Columela) distinguí an trece, de las cuales algunas, cotno las orchis ú orchistis, la pan111a, la preclulcis, la r-adiolns y otras daban aceites muy tinos y merecían la preferencia de los agrónomos. Los autore-s italianos haceo mencion de diez y siete, entre las que se cuentan como mejores ia grossa, la parsola la carniola, piccola y otras. Finalmente los f~anceses ( To~roefort Duhamel) cuentan diez y ocho, eo la forma siguiente: picholinc, esp~guen, aglandan cayanne, salnnen, rouget, rwrer ó moran, saurine, plan d' eygu·ieres, pru~eau de Cotig-rrac, re.cloneau de Cotignac, fi·ui-t noirs et doux, moralette ó more boutei!la,u, repuguet, cayon ó plan etrang:r y cailet rouge.

Entre los , autores españoles, el que con mas acierto ha descrito y .distinguido las variedades es D. Francisco Mar(inez Robles, catedrático de agricultura é individuo de la real sociedad económica matritense, que hizo un estudio detenido y juicioso ·de las prin• cipales castas cultivadas en Andalací3,. La siguiente nota de las variedades que descdbe está tomada de la que dirigió al señor D, Jose Mariano Vallejo, y es-te señor publicó én su tratado de las aguas. 1.ª Olivo femando: olea europea ferdidanda. Novis. (1). Dsc1t1Pc10N. . Ramos largos; los laterales colgantes; hojas medianas, de un verde 'plateado; fruto grande, oval, negro, sin tetilla, mollar, poco huesudo, de un hueso no adherente con cabillos cortos. OnsEnVACJONEs. Llaman gordal á esta casta en Torredonjimeno, con cuyo nombre se denominan tambien otras variedades. Es afine á la nombrada en Francia pruneau de Cotignac, á la oliva grossa de los napolitanos, oliva prunera de los sicilianos, archas, orchis, orchitis y orchidis de los griegos y latinos . Sus árboles son corpulentos si disfrutan buena tierra. Hállase poco esteodido su cultivo. Atendiendo á fa magnitud y hermosa forma de sus frutos, debería propagarse mas, destinándole terrenos sustaoci-0stis y abrigados, y procurándnle el beneficio de los abonos y de los riegos oportunos. Su aceituna es de las mejores para la mesa, y tambien suministra buen aceite. 2 ª Olivo cristino: Olea europea cristina. N. . DEscn1rc10N. Ramos numero\,0S, largos y encorvados; hojas anchas, largas, de un verde claro; fruto grande, casi doble, mas largo que ancho; estrechado por la parte superior; mas ensanchado por la inferior, y terminado en punta, atetillado, negro, no adherente, oloroso, mollar. O.nsERVACJONES . Esta variedad, algo propagada en Torredonjimeno, la llaman anos. betlotulla y otros cornezuelo. Apréciase mu(1) Se omiten las dedicatorias que el autor hizo de sus variedades y algunos .!rozos meno!, importantes, por no d-ar demasiada esteasion á esta memoria.


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ch·o en este país la aceituna bellotuda,.siendo una de las preferidas para oomer .' produq\orá de Q'.lUf buen Rceite. 3.ª Olivo isabela: olea europea isabella N. Duscn1Pc10N. Ramos largo~ y encorvados; hojas medianas, verdes;, fruto. media,no redond~do, negro, atetillado, tenaz. OBSERVACIONES . Conócese este árbol con el nombre de manzanillo bravq en la vega de Graqada, donde se halla muy estendido, formándose de ~sta sola casta olivares enteros. Prospera mucbo en· lo.s terrenos abonados y ·de regadío produciendo en ellos abundante esquilmo y _un aceite de mu)' buena calidad. , 4." Olivo·hf!redia: olea europea het·edia IN. DESCR1 PCJON. ·Ramos medianos y encorvados hojas grandes, v~rdes; fruto mediano ovalado, q mas bien trasovado, negro, muy mollar y muy temprano; sabroso, y mQy dulce cuando está maduro y arrugado. Ons,ERVAC10NES. Esta casta, conocida con el nombre lóaime en 'la vega de Granada, es una de las que- llamañ dulces en otros territorjos . Probablemente es afine á la nombraqa fruits noirs et doua; en el Mediodía de Francia, á la passola de los napolitanos, paucia y pradulcis de los geopónicos latinos y de los antiguos griegos. Era -tan estimada de los romanos la aceituna paucia, que Columela la calificaba éle g1,stosisima,. atribuyen- · do á su acei,te un escelente sabor. 5.ª O1.ivo columela: oléa Europea oofomela. -N. DEscn1pc10N. Ramos muy cortos y en corvados; bojas cortas, ensanchadas hácia la punta, enLre sí muy aproximadas, verdes~ frutos arracimados, pequeños, redondeados, Df!gros, atetillados, olorosos, tenaces, con cabillos cortos y con , huesos pequeños, redondeados y n~da adherentes . OnsEllVACIQNES. A esta variedacl llaman carrasqueña, y le es muy afine la nombrada en Francia redoneau {le cotignac : -produce muy buen a_ceite. 6." Olivo beri:era: olea europea herrera. N. Nombran tambien carrasqueña á esta variedad. Diferéociase de la casta anterior en tener el fruto sin tetilla, v convienen entre sí en todo lo demás, no so"to en lo respectivo

á caractéres, sino es tarnbien en cuanto se

refiere á observaciones de aquella. 7.ª Olivo cahanil-les: olea europea ca6anillesii. N. ¡ DE~CRl.PCION. Ramos largqs, los laterales péndulos; hojas medianas, ralás; de un verde c_laro; fruto pequeño ó mediano, ··encorvado, largo, negro, sin tetilla, mollar, de hueso. no adherente, oloroso tempran'J. OnsERVACIONBS. ' Esta casta es una de las varias que se conocen en Castilla y otras partes con el nombre de cornicabr~, yacaso. la Badiolus de Columela y dem~s escritores latinos. Es muy afine á ~sta la no mbrada en las provincias napolitanas carniola pi'ccola, y en la Provenza y Langoedoc cournaud cm·cayanne repugnier. 8." Olivo lagasca: olea europea lagasca. N, DESC !lIPCJON. Ramos largos y encorvados; hojas grandes, anchas, verde¡;; fruto:grande, largo , engruesado bácia la punta_, algo encorvado, maraino ó r;osip¡ndo, lateralmente atetillado, huesurlo, con la pulpa muy adherente, tenaz . OBSE RVAC10NES. Se tiene por muy fino su aceite, aunque rara vez lo -es-traen por separado. 9." Olivo clemente: olea europea clementea. N. . DEscn1Pc10N. Ramos espesos, largos, colgantes; hojas medianas, lucias las nuevas, las del año anterior verdes y lustrosas; fruto mediano, oval , algo encorvado, · negro, poco adherente, mollar. OBSERVACIONES. Es planta poco esqu_ilmeña, y renueva sus hojas todos lo.;; añbs, casi en su totalidad. 10 . . Olivo arias: alt a eiiropeaaríasea. N. DEscn1PClON . Ramos largos, por lamayor parte recto¡;; bojas grandes, anchas, de un verde claro; .fruto mediano, negro ovalado, ó mas bien trasovado, de un hueso adherente, te'ruprano, mollar . . OBSEíl VACIONES. •11 . Olivo sariano: ole.a europeu sorianea. N. DEscn1Pc10N . Ramos medianos, en.corvados: hójas medianas, plateadas; fruto mediano, muy negro, algo puntiagudo, adherente, mollar, temprano .


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OBSERVAc1or;E,s. Conócese este árbol en 16. Olivo vallejo: olea europea vatlejii. ft!. DESCRIPCION. Ramos cortos y encorvaTorredonji meno y su cqmarca con el noll}.bre de nevadi'lto, negr-0, y juzgo ser afine al dos; bojas medianas de un verde oscuro; frnto pequeño, redondeado, negro, adherenque llaman moralette y more en Pont Saintte, -.ruollar, con cabildos muy cortos. Esprit en el Mediodía, de Francia; está muy OnsERVACIO.NES. Su cultivo se halla poco esLend.ido su °Cultivo por el grande aprecio que de él haoeu los- cultivadores á causa del estendido, siendo planta poco esquilmeña y rouc;ho esquilmo que produce; de modo que • corpulenta. en sentir de no pocos, es preferible al olivo Vi. Olivo banqueri: olea europea banlucía de la vega de Granada, nevadilla blanco querii, JV. deÍ reino de Jaen (olea)uropea argentada de DEsCRJPCION. Ramos medianos y encorclemente), que en la actualidad obtiene la vados; hojas estrechas, de un verde claro; primacía en la estimacion de casi todos los fruto pequeño, aovado, negro, oloroso, tenaz. OnsERVACIONEs. Pasa por planta mU)' frucpueblos andalnces. tífera y productora de esqui.."ito aceite. Ama 42. Olivo rodriguez: olea rodrigisii. N. con particularidad los terrenos de regadío y DEscn1Pc10N. Ramos largos los laterales, los:abonos. colgantes; frutos medianos ó pequeños, re18. Olivo perez: olea europea perezii. N. dondeados, negros, atetillados, racimosos, D&scR1Pc10N. Ramos cortos y encorvaLeoaces, de , hueso adherente, con cabillos dos; h_ojas medinn~s y verdes; fruto negro, largos. OJisERVAC10NES. A esta planta llaman ra- mediano, ovalado, eón alguna. tetilla late•:imal en Torredonjirneno, y la tengo por ral, de hueso no adherente, tenaz y temafine f la nombrada en Francia boutiniane prano. OBSERVACIONES . He conocido esta casta la riviere ó rivies y rep-ugnette . Está poco esen los olivares de Torredonjimesolamente tendido su cultivo, y se reputa por árbol meno, donde se halla muy poco propagada y dianamente esquilmeño. sin nombre, presentando árboles medianos (3. Oli,vo garcía: olea európea gaiccia. N. Descn1pc10N. Ramos rectos, largos; ho- y poco esquilmeños. 19. Olivo calderon: olea europea caldeJas .grandes, verdes; fruto mediano, aovaronii. N. do, negro fustróso, por lo comun atetillado, DEscR1Pc10N. Ramos cortos y encorvaoloroso, puco mol lar, de hueso adherente. dos; hojas medianas, plateadas; fruto meÜBSERVACIONES. Es afine á la que llaman cayon ó pla.nt etrange,• en las inmediaciones diano, ovalado, ó mas bien !rasovado, negro, umbilicado con estilo persistente, de de Draguignan y de Tolon. hueso adherente, mollar. H. Olivo alcon : olea europea alconii . N. Es.ta variedad, á la que dan el nombre de 0BS'ERVAC10NES. . . . . . · · · 20. Olivo elizondo: olea europea elizonvaral blanco en Torredonjimeno, en donde clii. N. _ la he ohservado, difiere únicamente de la DEsCR1Pc10N. Ramos muy cortos y enan terior en tener las bojas plateadas y str corvados; hojas verdes, pequeñas ; fruto planta poco esqui lmeña .' Está, como la prepequeñísimo, aovado, sin tetilla, negrn,' luscedente, poco estendido su cultivo. troso, huesudo, adherente, tenaz. 15. Olivo boutelou: olea europea boutelonii. N. OBSERVACIONES. . . . . . . . .. .. . 24. Olivo nieva: olea europea nieva . N . DESCRIPCION . Ramos numerosos, muy larDESCRIPCION. Ramos cortos y encorvagos; hojas médianas 1 ver·de amarillentas; dos; bojas pequeñas de un verde pláteado ; fruto mediano, aovado, negro, con estilo fruto mediano, oval, dorndo verduzco, sapersistente, huesudo, adherente, mollar . · broso, mollar. ÜBSMVACldNES. Se halla poco estendido, OnsE RVACJONES. Es muy afine á l.a vaYes planta escasamente esquilmeña, avecera y temprana. · riedad nombrada en la Provenza y en Lan-


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gue~oc caille~ rouge1 olivier de figaniére. En general, el o.livo vejeta TRRR&NO. biea én tierras guijarrosas, areniscas y ligeras, y ea las de mi,ga ó pastosas; pero es mas loz-a.no y mas hermoi-o cuando se cría en trerras de buen fondo, sustauciosas, y con mezcla de ál gun cascajo. EsPos1c10N. Debe prccurarse que no esté espuesto al Norte, porque así sufre daños mas ~raves y mas frecuentes que cuando está plantada al Sud ó Mediodía, que es la esposicioa que mas le adapta. El olirn gusta de ventilacion .Y de ejercicio, y por eso es mas esquilmeño en los declives de los cP.r-

ros que en los bajos y cañadas, donde no P1,Iede el aire mover sus ramas, y las cal mas lo sofocan y abochornan. Debe tambi en

plantarse resgt1ardado de los aires frios del N. y N. O.) que desµues de las escarchas queman sus hojas y los embriones de la aceituna. CuL11vo. El olivo gusta de los abonos, dehiego y de la labor, y aunque resista la falta de estas mas que las viñas, sia embargo, se vuelve infrnctífero, vejeta torpemente, y la sávia corfe con trabajo por sus fibras, cuando le escasea. (Boletin de Comercio. )

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CO~SERVACION DILL_TRIGO POR JIEDIO DI Desde remotos tiempos han conocido los agrónomos que el trigo era una de las semillas que podí an conservarse por largo tiempo, tanto para empleado en la panificadc,o, como paraque Cónservase su virtud germinativa , durante al gunos años. Basta evitar los elementos esteriores que favorecen la geruiinacion paraque el trigo se conserve por año:- seguidos; y sin querer entrar ah ora en esta cuestion que resuelve la fisiología, ni siendo tampoco nuestro ánimo el ocuparnos en este momento de. los varios medios de -e:¡oe podemos yalern os para conservar los trigos, esplicaremos solamente un procedin,1iento particular que aconseja • ciertos cultivadores, dándole una importancia que tal vez ao tiene. · Como el medio ma.s ventajoso de impedir la germinacion de las semillas, y por consigujentr-de. conservarlas, es el evitar el aite. y la humedad, se ba creído que poniendo el trigo, luego de trillado y limpio, en el granero, mezclado con paJa menuda, procurando que el sitio esté seco y regularmen-

te fresco, -se conserva por un tiempo indefinido, sin necesidad de removerlo , coa lal que practiquemos los medios de que no entren insectos ú otros animales que da1ían considerablemente l@scereal.es almacenados. Las ventaj as de este método son estar los granos separados el uno del ótro por medio de una materi a seca y lisa como es la paja, materia que no la ataca fácilmente el agua y el aire, y que al propio tiempo reflej a los rayos de lfL luz lejos de absorberl os. La adhe• reacia de las ¡a;lumillas á los graoos del trigo causa un mal e.f(;! cto y lo dispone á la germinacion, como lo vemos cuando se trillan los trigos en tiempos ñúmedos y llu via· sos, que r,;e conservan pocos años si ao tenemos mucha precaucion en removerlos á me· nudo y traspalarlos á fin. de que se oreen y pierda a la hum edad. Se ha creído tam· bien que los trigós colocados entre la paja meauda podían trasportarse á largas distancias sin que corriesen peligro de averiarse. Este mé~odo que recomiendan algunos agrónomos p.resenta inconvenientes notable,


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q~e ~o lo hacen tal vez adoptable como eco-1 da tenga mayor capacidad, porque aumenta notablemente el volúmen de los montones. om1co. En primer lugar, almacenando los trigos · Cuarto : á veces no tenemos á mano paja con la paja menuda nos vemos en la preci- menuda para mezclar con el trigo, Si la trision de limpiarlo por segunda vez cuando lla se hace con el ganado ó por medio de ha vamos de venderlo ó emplearlo para lapa- ciertas máquinas, entonces podremos adopnificacion, lo que no es necesario practicar tar este métudo, pero no nos será posible si lo depositamos en los graneros limpio de emplearlo en ciertos países donde la trilla todo espurgo. se hace con instrumentos que no tritura la ,Segundo: mezclando paja menuda con el paja. trigo trillado, es mas fácil que lo ataquen De ello resulta, pues, que este método de los ratones y otros animales que causan mu- conservar los trigos no es fácil de practicar, y chos estragos á nuestros graneros. que solamente tiene aplicacion en haciendas Tercero : es necesario que el aposento de poca importancia. donde se deposita el trigo con la paja menu-

De la Guia del Comercio copiamos un artículo relativo al modo de obtener el aguardiente de los hig-0s . Por mas que la España abunde en viñas de las que podemos eslraer productos alcoh ólicos escelentes, creemos que nuestros lectores verán con gusto este escrilo que ensr.ña el método de aprovechar ventajosamente un fruto que es muy comun en la península, especialmente en las provi ncias del mediodía. He aqui el artículo á que nos referimos. «Uno de los frutos en que abunda mas nuestra costa merjdional, cuyo cultivo puede recibir grande estension, es el higo, del cual se hace algun comercio; pero este articulo no se ha sabido todayia ap!,jcar á otro objeto que al de su consumo en especie. Sabidó es que por medio de.la deslilacioo puede obtenerse de todos los líquidos azucarados la sustancia que conocemos con el nombre de alcohol, y aunque generalmente solo se estrae de mosto de uvas, la esperiencia ha demostrado que hay otras materia¡:; puestas en fermentac10n que lo producen de mejor gusto y tal vez was económico.

Además del aguardiente, nombre con que se designa al que es prod urido por la destilacion del vino, conocemos el ron ó ta(fia que es el que procede del azúcar de caña, el gin que es de la cerveza ó de granos, el vak obtenido del arroz, arack el que los indios obtienen de algunas especies de palmeras; kirshvasser el del zumo de cerezas y otros. Tambien el aguardiente estraido drl vino ha recibí-do otros nombres, tales c-0mo el cognaG, de la villa de este nombre, cuyo mérito consiste en conservarlo entonel-ado dos ó tres años antes de ponerlo en venta; y el llamado aguardiente de Francia, que no se diferen cia del oomun sino en la agregacion de azúcar requemado para prestarle cierto gusto y color qu~ son agradables á los consumidores. En este artículo nosotros nos proponemos dará conocer el método empleado por a.1gunos entendidos cosecheros para obtener los productos alcohólicos de los higos. No se crea que á nada conducen estos estudios. La importancia es inmensa, puesto que por ellos se ha de decidir si conviene ó no da r


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continuaba en aquel estado, de lo que daban indicio los mosquitos que aparecen. en tienen. en el comercio. Para comprender esestos casos, ptocedí á su d estilacion cinco to basta indicar, qúe cien libra's · de - higos días desputs de haber élejad o de ferm enta r. pasados producen 38 cuartillos de aguarCon el fin de aprovechar todo el álcóbol diente de muy buen gusto, con la ventaja de de la masa fermentada agregué en la desti poderse efectuar.su fermentacion con mucha lacion a l liquido todos los higos que estaban faci lidad en todos tiempos y paises. muy inchados y enteros compartiéndolos en Para mayor claridad creemos rnuv conlas alambicadas. Luego que principió la des. -veniente insertar la relacion que hac; el Sr. tilacion, observé que el aguardiente salia Rui-z Perez en su tratado de la ferrnentacion, del eeperimento verificado por él mismo á lechoso y mu y cargado de 'flema, por lo cua·1 últimos de julio y á una temperatura de 22 apuré bien las destil aciones y por segunda destil acion del líquido estraido, el cuéil seá 26 grados.. ñalaba 15 grados escasos, retiré 125 cuarDice así: tillos de aguardiente á 20 grados y 1/ii, de c(Puse á fermentar en cuatrocientas azumbres ó cincuenta arrobas de agu a, treseien- Beaumé; á cuyo respecto 1,000 libras de higos dan 386 cuartillos á 20 grados. tas veinte y cinco libras de higos secos coEn esta esperiencia se reconoce que los munes, que se venden en seras de esparto dos primeros dias no hubo disolucion del aprensadas; eché los higos enl.eros y sin pimucoso azucarado de los hi gos , pero humecarlos ni hacer otra cosa que desmononarlos decidos estos, resultó al tercero dia much'a para que estuviesen sÚeltos; á las cuarenta materia disuelta, y esta fu é progresivameny ocho hora de la infusion observé que se te en aumento basta llegará su máximo, desprendian bombitas de gas ácido carbóque fué de 7 grados. Es de observar que en nico, las cuales indudablemente partiafi del los di as cuarto, quinto y sexto, al paso que fondo de la cuba, pues estaban hundidos los aumentaba la su"5tancia disoluble, se deshigos; á esta señal aba el líquido 5 grados componía parte de ella, sin poderla apreciar de densidad areométrica: veinticuatro hoareornétricamente, pues siendo constante la ras despues estaba ya pronunciada la ferfermentacion tumultuosa en todos estos dias, meotacion, por lo que me abstuve de emera consiguiente la descom posicion de cierta plear materia fermentativa; el líquido secantidad de azúcar o materia alcoholizable; ñ,alaba entonces 6 grados y ½ de densidad: esto deberá' suceder con todas las frutas seel cuarto día señaló 7 grados y los mismos clls. el quinto dia . El sesto día descendió á 5 graDespues de esta relaéio n nada nos queda dos y ½ el sétimo . á t ,grados y 1h, el oc1 que añadir sino es recomendará los propietavo á 2 y /2, y el noveno á 2 grados. En tari os, particularmente á los del mediodía é todo este período la fermentacion tumulis las Baleares, en donde es tan comun el tuosa estuvo muy activa. Al décimo di a de cultivo del hi go, hagal] por sí mismos algupuestos los higos· á fermentar era terminada nos esper'ime'ntos de esta clase comparando la fermentacion, así por no advertirse deslos resultados económicós del agu ardiente prendimiento de gas, como por haberse vuelde higos con el .de~ vino . En otros artículos to á hundir los higos, que duran.te la ferdesc ribiremos el modo de obtener los promentacion se habian ido elevando á la suductos alcohólicos de la mie.l, azúcar de caperficie y mantenídose en ella, La densidad y de otra porcion de ?ustancias ña, granos areométrica de 2 grados no sufrió disminuazucaradas qu.e .muchas de· ellas para nada cion, sin duda poi'.' que la representaba un sirven absolutamente en el día, y que tal esceso de materia. gomosa indescomponible, · vez podrian destinarse con grandes ventajas que se desprendió de los higos durante su á este uso. formentacion. Al observar que esta había ~oncluído y podía el líquido avinagrarse si á los higos otra aplicadon de la que hoy día


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111\ 6YU DE DON Gi\SPAR CIENFUEGOS Y JOVELLANOS.

Cada uno de los hechos que se van sucedie;do en nuestra esfera agrícola , u.0s confirma mas y mas en la idea de que la cien cia del cultivo obtendrá en breve entre nusolros muy notables creces, particularmente si el Gobierno va siguiendo como hasta ahora por el camino que con tanta gloria ba emprendido, dando vida y movimiento á la agricultura que debe ser para los españoles la ocupac ion predilecta. Muévenos á esta consideracion la Reé;\l órden de 12 de enero úllim , por· la que se dá pul)liGidad á los beneücios que D. Gaspar Cienfuegos y Jovellanos está dispensando á la provincia de 0viedo con los útile establecimientos que ha planteado y recomendando la escuela de agriQultura que tiene proyectados. Cuando v-imos coronados por un feliz ex,ilo los patrióticos esfuerzos· de la Junta provincial' de agricultura de Santander en la oreacion de 110a casa labor modelo, sentimos un placer tan vivo que solamente podrán comprenderlo aquellos que como nosotros se afanan con noble desinterés en alentar y protejer la agricu)tura, porque conocemos que estas instituciones reportarán bienes inmensos al pais no solamente por la acertada y bien entendida direccion que se dará á los variados cultivos que permitan el terreno, la esposicion y el clima , sino porque serán estas granjas modelos una escuela práctica uti l y provechosa para dirigí roos en el fomento 'y mejor.a <le nuestr-os animales domésticos. Pero la Real órden que hemos citado y que va mos á copiar, nos hace concebir aun mayo res esperanzas de que no está lejana nuestra regeuerácion agraria, porqce vemos que no so n solamente las corporación es provinciales y el influjo directo del Gobierno, los

que yan disponiendo al pais á esas reform_as que imperiosamente exigen nuestros campos, sino que tambien hallamos p~rticularcs que animados de un espíritu filantrópico aco~ meten colosales empresas para difundir los conoci míen tos agrícolas entre sus conciudanos, y para proporcionar á los labradores prácticas que no conocen y con las que podrán acrecentar su prosperidad. Nos hacemos cargo de los afanes del Sr. Cienfoegos Jovellanos para llevar su establecimiento ;igrícola á la altura que lo ha levantado, mayormente cuando como particular no habrá contado m~s que con su valor cívico y con 1os ausilios de su bolsillo, porq ue á la verdad va una diferencia notable entre una Junta provincial celosa y justamente secal}dada, y un parti<;ular, aunque sea mas que de medianos reoursos, abrumado regularmente de asuntos propios, y no siempre atendido para poder dar cima á -sus pensamientos. Con la mas cordial espresion dam,>s el parabien al Sr. D. Gaspar Cienfoegos y Jovell anos por el celo y recomendables esfuerzos que ha desplegado en favor de nuestra agricultura, y al Gobierno un voto de gracias por habersedignado ,hacer pública mencion de los mérftos distinguid os del cultivador Asturiano y recomendar á las aotoridatles de la Provincia de Oviedo el ·ventajoso proyecto que ha concebido de fundM una escuela de agricu~tura. He aqu1 la ;eal órden á que nos referimos.

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]limo. Sr.-D. Gaspa1· Cienfuegos y Jovetlanos proyectó et establecimiento en la provincia de Oviedo de untt casa-labor modelo, que por causas especiales independientes de su


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voluntad no llegó á realizarse, como lo ha sido la planteada en la provincia de Santandu. Sin embargo, habiéndose promovido en la mts•~a época la realizacion <le ambos proyectos, y deseando el int~resado hace,· constar esta coincidencia, que comprueba haber sido uno de los primeros que han tmtado de proporcionar al pais tan útil institucion, la reina ( Q. D. G.) se ha servido mandar qtte se dé publicidad á e.ste hecho, tan honroso para el recti.tTente, así como que á su celo y patriotismo se debe el establecimiento en Gijon de un ~alter especial de útiles de labranza, y el de una escuela gratuita d.e ad11ltos, que fun dó y sostiene con la desjnteresada y eficaz cooperacion de D. Juan Alvarez Tejer:a y D. Francisco JJJenender, Busto, maestro de la escuela normal de dicha v-itta. Es por tanto la volun-

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tad de S. JJJ. que se inserte la presente ó1·de11 en el Boletin oficial de este mímisterio, para geneml conocimiento y estímulo. Por último , 1·esp_ecto á la escuela, de agriwltum que proyecta el re/erido D. Gaspar, segun ha manifestado, S.M. confiaque no desmayándosesu celo, conseguirá al fin realizar su establecimiento; y al efecto ha dispuesto que se recomiende tan ventajoso proyecto al gobernador y á ta diputacion y junta de agricultura de la provincia de Oviedo, invitando al interesadoá que proponga los medios de cooperacion qui necesite y puedan estar al alcmtce del gobierno. /)e real orden lo comunico á V. J. para los efectos consiguientes. Dios guarde á V. J. muchos años. Madrid 12 de enero de 18fí0.Seijas.-Señor direqtor general de agricultura industria y comercio .

A1'4BATO LOKOiiiJjtllDl\ÁlfLIC:O (1) · para sacar agua ~ará regar y para otros ns6s, en el termino de S. !lartin de Protensals al lado de la -vaqneria del Llimone,t, carretera de Mataró. Las invencion es ve rd aderam ente grandes y útiles no necesitan para recomenda rse fra-

ses engalanadas, 'i elogios pomposos. Ellas se recomiendan por si mismas. Grande, útil y de inmensa trascendencia para el porvenir de la agricultura y de infinitas industrias consid eramos el Aparato Lono-hidraulico, dehid o á la constante aplicacion y superior inteli genci a del distinguido arli ta D Juan Ramió y Co la. nue tro consocio. De intento omitimos pues anunciar tan admirablecuaoto útil inventó con pompa -y gala. Paca comprender lo que vale y l'ós grandiosos resollados que ha de dar basta si-mplemente ver funcionar dicho Aparcito L'ono-lúdráulico. El ba merecido el hoooi: de un Real Privilegio e elusivo por diez años , y ha sido desde luego encomiado por las Ilustres personas que rer.ibieron el encargo de examiuarlo previamente para la otorgacion de aquel. Este aparato es admirado cada dia por tód0s los _que le vén funcionar. ¡ Cuantos y cuantbs adelantos deben las ciencias y las ( 1)

Con Reai privilegio esclusi.vo .

artes á principios los mas sencillos! Pues bien, sencillo es tambien,el principio en que se funda el Aparato Lono-hidráulico, como sencillo es todo lo grande. Queda con la invencion de este aparato resuelto el dificil y estraordinario problema del riego, cuya falta tan general en nuestro pais es, sino la única, la muy principal causa de la decadencia de nuestra casi exáni me agricultura. No e rrecesila ya mas ea ade. lante para regar dilatados terrenos, sino po• zos y depósitos inagotables, porque el Aparato Lorw-hidráulico con un motor muv co· mun y de poca fuerza p,uPde producirá° uaa elevada alLura, una asombrosa masa de agua. Al decir esto, no nos guia la menor idea de especulacion. luleresados en esta invencion conocemos su valor y su mérilo, y en ellos creemos asegurados nuestros intereses. Además la práctica eslá .abi para evidenciar y confirm ar lo que decimos. Montado tenemos uo Aparato Lono-hiclráulico en el punto que se .desigoa al frenle de este anuncio, el cual podrán ver funcionar en las tardes, las personas que gusten, mediante tarjeta recogida de antemano en la calle de Amargós


núm 4 piso 2. 0 y en la de los Ciegos frente de San Cucufate núm 13 piso 3. 0 Todo lo espresado se verificará además con un medianísimo coste, conforme quedará demostrado mas adelante; sobre todo, si se consideran los desembolsos crecidos que requiere la perforacion de cualquier pozo artesiano, sin atender á que, por el atraso de la geologia y de otras ciencias, el resultado que se apetece es siempre mas que problemático; si se considera lo difícil sino imposible que es amenudo reunir los cuantiosos capitales que son indispensable para abrir canales, conciliar los intereses diversos y combinar las circunstancias numerosas de que dependen con frecuencia la posibilidad de tamañas empresas; y si se .considera por fin, el insignificante resultado que dan generalmente hablando, por lo costosos que suelen ser, los aparatos basta ahora conocidos; como son bombas, gruas, hidropotos,etc. Compréndase lo que es el agua á la tierra, es su sangre, el elemento indispensable á la vegetacion, á la produccion y á toda mejora en la misma: compréndase lo que llega ría á ser nuestra Península dotada de un clima tan privilegiado y benéfico, si fecundantes aguas se estendiesen sobre todas las tierras, que de una manera ú otra son suceptibles de ser regada : comprendan pues los hacendados, los colonos y cuantos necesitan agua, el valor y mérito de un aparato que está destinado á realizar una gran parte de esos inmensos beneficios que acabamos de indicar, imposibles hasta ahora por un increible abandono, es verdad, mas tambien por falta de un medio fácil, barato, sencillo y de buenos resultados. Tales son sin exageracion ninguna las circunstancias del Aparato Lono-hidráiilico cuva venta anunciamos. Por su medio se elev'a el agua á una altura de cuarenta palmos sin mas que la fuerza de una caballería muy mediana, obteniéndose la cantidad suficiente de agua para regar una superficie estensa de tierras, como

podrá calcularlo el que considere, que dá en tres minutos diez cargas de agua á dicha altura. Pueden C?nstruirse aparatos que estraigan mayor cantidad de agua o la eleven á mayor altura, aumentando conforme es de entender en _la debida proporcion la fuerza del motor. Por la misma razon á menor altura que la indicada, con un motor de igual fuerza se elevará mayor ~antidad de agua, siempre proporcionalmente, si bien es cierto que de todos modos dará este aparato, con menos costeé infinita menos fuerza en el motor doble, triple y mas _cantidad de agua aun que dar puede cualqu1er_otro ap_arato ó máquina . Otrf!, de las venta1osas circunstancias que recomiendan el Aparato Lóno,-hid1·áulico es que no está sujeto á descomponerse: así es que la empresa por la muy módica cantidad anual de 120 reales por cada aparato se encarga de conservarlo corriente dentro de Cataluña y á precios convencionales en los demás puntos. Para montar un aparato, la empresa se obliga á enviar a su cargo persona que lo ejecute, con la dif-e~en~ia empero en los precios segun la provrncia, que se dirán mas abajo; así como para recíproca garantía de la mjsma y ~e los adquisidores exigirá solo la mitad del importe del aparato , al tiempo de hacer el contrato, reservando cobrar la otra mitad para un mes despues que esté planteado, bien entendido que los p!'eciosque pasan á fijarse lo son del simple aparato dispuesto para ser colocado, pues que los gastos de conduccion y de las demás obras necesarias hasta que funcione serán de cuenta del comprador; á escepcion de los de la persona :¡u'e vaya á plantarlo como queda dicho.' Prevenimos al público que en virtud del privilegio e elusivo que ha sido concedido, se perseguirá ante los tribnnales á cualquiera que fabrique ó conti:abaga el aparato; á cuyo efecto todos llevarán un sello ó escudo particular.

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PRECIOS DEL APARATO LONO-IDDRÁULICO , EN CATALUÑA .

!IN LO Dl!:!IA:S DE E5PA5/ ,t..

Pesos . Pesos ¡¡ caní!S profuJJdidad 230 De 3 á De 6 á 10 vara de profundidad 270 de id. de 5 á 7 2-50 10 id . 14 290 á á de id. de 9 270 14 '7 á $10 id. 18 12 280 18 !l de á de id . id . 24 320 de á id , de 315 24 12 15 35S á 30 id . de á 18 id . de 15 320 30 á, id . 36 360 á 21 de 36 18 id. de WJ á id . 4'.! 380 de id . de á 21 2~ 360 42 '8 400 id. de á id. ele 24 28 380 ~ ~ 1i6 id t20 ~ de 28 32 id . de 56 á á id . 60 1 U-O 32 36 M á de id . de MD ¡'J) '7'2 ~ id-. á de á id . de 36 40 460 72 á 80 500 id . ele 40 , á 4/i 480 80 id de á 90 520 id . de id , de 45 60 /iO0 90 á á 100 id. MO Barcelona 25 de febrero de 185(),=Juan Ramió y Gruta y C." d El despacho para l os Sres. que gusten tratar, queda abierto desde hoy en la calle de Cicgfls mim. 1:1 piso 3.• e 1as diez <le la máñana á la una de l a tarde, lodos l os dias no festh·os. ,

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TOM O 111.

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(Continuacion.) Desarrollo de los árbole,s. Jamás se ha.cansado la naturaleza de estar en actividad contíoua; actividad que el l1ombre SÍP,mpre ha tenido lugar examinar, y que ha sido objeto de curiosas investigaciones y de varios y distintos pareceres. Así los árboles como los arbustos y las plantas, entrañan en sí un pr~ocipi'o de anim1acjon, orígen ó causa ae su vida, que extendiéndose ó acrecentándose con masó menos rapidéz y segun la influencia de las estaciones, proporciona una aficion particular al estudio de la botánica, por lo que respecta al. mecanismo con que funcionan los líquidos ó fluidos que circulan por entre las partes que forman los cuerpos vegetales. Nosoros ad111 iramos á primera vista las colosales dimensiones de un árbol, la altura considerable de un pino, la espesura y frondosidad de un bosque, pero desconocemos el prodigio natural á cuya voz todo se forma . Sabemos, si, que el órden debe ser precisamente Ja condicion primera y mas esencial del trabajo de la naturaleza; porque cuando no lo explicasen multitud de fenómenos que · periódicamente acaecen ,en las plantas, bastaría á demostrarlo la analogía; y por esta razon vamos á tratar de los árboles bajo de un aspecto físico. Seria en nuestro concepto un error hablar ext:ensameote de los bosques sin dar nociones acerca del crecimiento de los árboles y de las épocas de su mayor desarrollo, asi como lo fuera hablar del sol sin tratar de los efectos de la luz. · ll)

Véase la página 25 60 y 86.

La vida de los árboles por la formacion de sus leñas y maderas de masó menos consistencia es asunto de un estudio profundo para la mayor parte de lhs físicos, y desde que Mr. Dubamel publicó un interesante tratado acerca de ellos no han cesado de verificarse e»perimentos. El reino vegetal no conoce -á otros indivi, duos mas notables que á los árboles. Ellos son, digámoslo así, los reyes de la vegetacion, llegando á veces á alturas tan encumbradas que parece intentan desafiar el poderío de las nubes; y por esto es que necesitan mas tiempo que las plantas para llegar al verdadero término de su carrera. Los que alimentan almácigas ó establecen viveros, llegarán á conocer prácticamente muchas verdades pertenecientes al desarrollo de los árbo les y observaran ser cierto lo que dijo Plioio: «que el cultivo trae fertilidad., Hay árboles, que se desarrollan con una rapidéz y lozaaia sorprendentes, coa la aplicacion de los medios que pueden esLimularlos á crecer en magnitud: no obstante, tambien se ha dicho que algunos de ellos envegecen pronto, no produciendo maderas tan sólidas como aquellos otros que ero plean mas tiempo en cuajar y enfibrar la materia saponácea. El chopo, por ejemplo, es de las maderas mas esponjosas y endebles, á diferencia del cedro, del boj y del roble, cuyas maderas son enteramente compactas y resistentes. El sábio Columela á quien tanto debe la agricultura sus adelantos, reconoció que el glúteo de la sábia· es el primer moLor del desarrollo de los árboles, y t•.l que forma la madera de las ramas y los troncos ; pero el vehícul9 de la vegetacion estriba en el movimiento del líquido mas ó menos modifi-


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cado que encierran las planta , porque segun e presion de M. Duhamel á este movimiento es debida toda la fuerza y productos de los vegetales. Ellos necesitan renovar amenudo su alimento, á la manera que los animales, para mantener el precio o te oro de la vida; -y de aquí procede la nece idad que tienen de l-a lluvia para lograr este fin. Si los quírilicos no hubiesen penetrado jamás en un bo que, ó no hubiesen estudiado la naturaleza de los árboles, no conocerían los canales tráq ueos por donde las sustancias nutritivas se raretican y condensan. Por esta razon decia f. Duhamel; que en los tiempos vários, tempe.stuosos ó nebuloso , esta rareíaccion ' condeosacion es continua y el movimiento mas acr.lerado. En efecto; para que los árboles se desarrollen con vigor , es muy favorable el monte en donde hubiere grandes variaciones de aire, para impulsar el movimientó de la sávia, sin perjuicio de que los beneficios del cultivo tam bien obren por sí. El artificio de la labores y de los abonos no puede consistir mas que en el renuevo de la sávia; comunicando á esta sales y par• tículas fértile-, y dándola al paso un movimiento para que circule por todos los lugares de la planta, y no dificulte la transpiracioo vegetal. A i e que los árboles que se elevan en los bosques resisten á beneficio de esa circu lacion tao favorable la roa' terribles sequías, mientras que Lodo perece; y disfrutan ellos del imperceptible rocío, de la humedad atmosférica, y de la formidable exteosion de sus raices para suste11tar toda su mole. Los naturalis~as aconsejan con muchísima razon que no se trasplanten árboles sin exponerlos á los mismos viento , lo cual se funda principal mente en la intluencia4ue sobre ello tiene el movimiento del ol, y por e.sto es_que se marca en los troncos la parte que mira al mediodía para que r,onserven la misma direccionen el nuevo sitio que . deben ocupar. Los prácticos convienen igualmente en te requi ito; de modo, que los árboles que e tra ladeo de las almácigas á lo campos deben exponerse á las mismas influencias

á que antes estaban sujetos para que la traslacion no les sea sensible. Por lo. demás cuando los árboles b;rn puesto mucho grueso -y están enclavados ,en un terreno mas ó menos favorable, son capaces de sufrir las mavores incomodidades sin perder ni un ápice de su pujanza y lozanía. Viven á pesar de los mayores obstáculos; pues segun dice Lagasca, los caslaños de las montañas de Asturias dan abundante fruto aun despues de haberles cortado á lo largo la mitad de su tronco para tablazon. Es pues tao grande -y maravilloso el poder de la naturaleza, que al estudiar el desárrollo sucesivo de un árbol no estrañaríamos se observasen fenómenos particulares enteramente dignos de mencion; porque los fisiologi tas, y entre ellos algunos célebres e pañoles bao declarado cosas portentosas de los árboles. Pero nosotros, léjos de internarnos en consideraciones que podrían tomarse fuera de los límites que razonablemente nos debemos imponer, sentaremos lo siguiente; que los árbole se desarrollan: 1. 0 en razoo del cultivo 6 del abono que reciben 2. 0 en razoo del terreo o en donde se plantan, 3. 0 en razon de los mete<'ros y de las variaci_ones atmosféricas. .Acerca del primer punto nopuededudar•• se de que un terreno alimentado por agua es suceptible de muchas masco echas que uno que sea de sécano, ieodo evidente que una planta adelanta mas en un dia de lluvia que en doce de sequedad; y por consiguiente, que los árboles en general fructifican mucho mas p r medio del cultivo. En cuanto al segundo punto hay que decir, que los terrenos por sus diferentes calidades no son todos susceptibles de unas miseras producciones: de lo cual se origina la nece idad mercantil, que· comunica entre sí á. la mayor parte de los pueblos del globo ; que multiplica las creaciones de los hombres y estimula ese amor universal á la laboriosidad y al trabajo. La atmósfera las conjunciones y y cuartos de la luna influ yen poderosan1ente en el desarrollo de un árbol, no menos que el clima v los meteoro de toda especie, lo cual viene indicado pr.ecisameole en el tercer punto.


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- El señor Toaldo citado por nuestro matemático el señor Vallejo en una disertacion -que escribió sobre el modo de perfeccionar la agricultura, recopi la las observaciones ,hechas por el marqués de l'oleni y por otros

En los novilunios. En los plenilunios. . . . . En los cuartos crecientes. . . En los ídem menguantes. . . En los perigéos. . . • . . . En los apogéos . . . . . . . . . En los equmocios ascendentes. En los ídem descendentes. . En los lunistícios australes .. En los idem boreales .. <

muchos físicos, en diversos climas y paises, con objeto de saber las variaciones de tiempo que la luna produce en el cielo, y halló el siguiente cuadro que relaciona las variaciones sensibles con las no variaciones. Veces que cambió el tiempo.

Veces que no cambió.

950 922 796 795 t ,009 961

156 174 316

H9 169 226

167

519

184

526

Lér-

minos.

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6 1 5 : 1 2½: 1

--

: 1 7 i½: 1

177 186 -

541 521

Mlnlmos

2 1/2 : 1

31/4.: 1

2 3/i : 1 : 1 3 2 3/i : 1

Por manera .que Ja horticultura y la agriEs pues evidente que la luna tiene un iacultura en general tienen en la columna de flujo poderoso en el desarrollo de los árbolos mínimos términos u.na guia cuasi segura les ; pe ro las hojas y raíces de estos colosos para predecir el tiempo que hará por ejemde la vegetacion, son tambien motivo de ua plo en una Juna perigea, porque en ocho lu- estudio particular. Las primeras !legan á nas perigeas una vez sola no hubo variacion veces á extensiones considerables y profuay en las demás sí; y en siete lunas nuevas. dizan la tierra en dir ccion perpr.ndi ulary solo en una hubo variacion. en ramificaciones oblicuas ti horizontales, Asi que, la luna ese precioso satélite de buscando al parecer los lugares mas propios la tierra, tan útil para los árboles y para para vigorizarse y :.traer las humedades ó toda la vegetacion, y que está sometido á la partículas fértiles de la tierra, siendo su virexactitud de los cálculos humanos, ha sido tud tan podero;;a que si se corta alguna de observado con grande atencion en cuanto á ' ellas nacen nuevos ramales y se multipl ica los efectos ó mudarizas que ocasiona en la la succion. Asimismo las hojas ejercen fuaatmósfera, sujetándose en cierto modo por ciones muy notables, porque un árnol priJo que toca á esta parte al dominio de una vado de ellas no puede vivir ni desarrollarpredicción que no es efímera, y que puede se, á causa de que no son puramente un interesar muchísimo á la agricultura, á la adorno, sino uo·os órganos dotados de una medicina y á las artes. facultad admirable por la cual absorveu Y Muchas optiraciones de la labranza se expelen el aire atmosférico, haciéndole suatrasan ó adelantan por razon de las l)OSifrir sus naturales descomposiciones. ciones de la luna, y por lo comun los árboEl sáhio naturalista D. Agustín Yañez, les no se plantan bin atender á estas, siautor de varias obras de historia natural, :ia tratado esta materia con muchísimo acierlo, guiendo la misma dependencia no solo la cosecha de muchas plantas, si que tambien dándonos ideas tan exactas como ciertas del mecanismo con que obra la vida de las planla e ria de algunos animales; pues de otro tas. Nosotros no dudamos que de este estumodo ¿cuantas veces nos faltaria la cera, la dio resultarán muchos beneficios á los bosmie1 y seda qµe producen las abejas y guques, porque los hombres cuidarán con mas sanos, si solamente se atendiese al capricho, y no á las reglas metódicas, emanadas del método y acierto del crecimiento y desarromoyicniento· de la luna, que el bom.bre por llo de los árbolrs, y medirán los gruesos que experiencia ha llegado á conocer? en cada estacion ó en cada año presenlan


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los troncos á influencia de tales ó cualés tratamientos; porc¡ue el tiempo es un enorme capital que debe econ@mizarse, y el cultivo siempre proporciona esta economía y mejora comunmente las calidades de las maderas y de los ftutos. El agrónomo inglés Cárlos Hall labraba en cada primavera al rededor de sus árboles para enterrar un compuesto de cal, légamo de rio y e8tiércol de caballo, con lo cual esperimen tában grand.es · creces , ofreciendo cuanto podía esperarse de su calidad. Otros .agricultores empicaren igualmente sus cuidados en el cultivo los ·árboles, procurando por medio de la química encolorar las maderas segun á lo que debían destinarse. l\fr. Duhamel colocaba amenudo al pié de los árboles crecidos la nieve que llovía en el invierno, á causa de las sales que contiene, y, por el calor natural que produce á fa tierra. ¿ Y acaso Columela y Herrera no confesaron francamente que los físicos mas sábios debían penetrar en el estudio que les abre, la vegetacion, para descubrir si es posible los an:anos que con mayor sensibilidad se·notan en -los árboles? Mas cou-.o todavía nos falta mucho para llegar á un punto luminoso, que demuestre con seguridad el verdadero origen y el impulso del desarrollo vegetal, ·creemos que en efecto serámuyútil alentará los que hayan saludado las ciencias naturales para que ilustren con su saber esta importante cu~st10n . ·

De las cortas en general. Al hallarse los árboles en sazon propia para cortarse es necesario seguir cierto órden en el modo de verificar las cortas. Puesto que todo está sujeto al raciocinio Yque no es posible proceder con acierto sin consultar antes lo que dicta la voz de la razon, aun tratándose de las cosas mas insignificantes, es muy natural Jé que unaoperacion que está íuti mamen te enlazada con otras que recomienda la agricu Itura, se sujete á ciertas instrucciones. Tal vez sean pocas las que se hayan dado; pero ello es que deben existir desde el momento en que la experiencia y la necesidad las irian señalando .

El' tráhajo licod°e á ·satisfacer u na necesidad ó á procurarse un ahorro, así como los cálculo[? y raciocinios buscan comparaciones de interés y precaucion para sacar diludaciones exquisitas . En esta atencion las cortas y el derribo de los árboles merecen un estudio particular, aunque asi no lo parezca á primera vista, porque este estudio ó conocimiento práctico subsiste en los pueblos donde los tallares son abundantes y el comercio de árboles inmenso. Mas no se crea que de aquí pueden resultar dificultades; al contrario, todas las proposiciones soµ sencillas y fáciles por su natur,aleza, por cu ya razon no deben deiar de observarse. En el momento en que un bosque está ell' el estado de corta el primer cuidado debe _ dirigirse al empleo que puede darse á las maderas y subdividirlo todo en casca, leña, y piezas de carpintería. Para justil:icar esta proposicion ya se conocerá que no puede procederse á la valuacion de los tallares sin cal~ colar abstractamente lo que pueden dar los robles, pinos, olmos, ced·ros, álamos y demás árboles _que deban de entrar en el postrimer uso del hombre. Asi es que a.lgunos cultivan bosques destinados desde un principio á surtir de palos y árboles á la marina; otros á la fabricacion del carbon, y muchos para · proveer solamente de vigas y tablas á la carpintería . Pero como las maderas segun sus diversas calidades tienen mayor ó menor estimacion, de aqui proviene la aficion á conservar y multiplicar'. por ejemplo, los robles; y á destruir los espinos que no pueden dar utilidades. ' En los bosques debemos tambien destruir las plantas cuya reproduccion sea fecunda para que no quite á la tierra los jugos que podrían absorver las raíces de los árboles ; de manera, que cuando se hacen cortas, se siega la yerba, si fuere mucha, y se la suele quemar en pequeños montones, si por sus virtu-des ó calidades no proporciona recursos á la medicina . . Otro de los cuidados consiste en abrir y conservar los caminos de explotacion, que deben existir en todo bosque para el arrastre de los árboles, hasta fuera de la espesura; y á fin de conservar dichos caminos se


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cubren por lo regular de piedra para que no ocho pies y 7 1/2 pulgadas que corresponnazca eu ellos yerba alguna. den al diámetro de 300 líneas. El mejor modo de destruir los espinos y En esta atencion, llegándose á efectuar el los ojaranzos, que tambien SO)l perjudiciales, derribo de los árboles se pueden recojer da-. es arrancarlos á tres pulgadas de distancia tos muy curiosos, acerca de los volúruenes del terreno, rebuscando y descortezando las con relacion á las edádes y á los métodos de raices basta seis pulgadas de profundidad, cultiv'o; apes~r de que, para hacer estas obJ ,plantando si se quiere, en aquellos mismos servaciones seria conveniente · se destinase sitios que ocupaban, árboles que sean útiles. exclusivai:nente algun terreno para manteLa facilidad con que se elevan los pinos, ner resal vos. siu necesidad de cuidados, será el mas 1poTambien es condicion precisa al verificar deroso motiv'o de verlos en 'a bundancia en la las cortas no dejar en los bosques grandes n:iayor parte de los bosques, pues que a·detocoues, puesto que los árboles se deben más tienen la ventaja de dar fruto, y esta aserrar mu y cerca (le su base, al objeto de circunstancia no deja.de ser apreciable, aun no defraudar de algunos quintales de madecuando baya pinos que lo den de ínfima cara al producto de la corta. Además de que, lidad. Por otra parte estos árboles pueden si los árboles se cortan cerca de la tierra, corlarse muy bien á la edad tle veinte y cinlas raíces retoñecen con suma facilidad echanco años, y Lambien antes, en muchísimos do renuevos que pueden aprovecharse. casos; pero esta facilidad es igualmente exCon viene asi rn ismo tener presente:, que un tensiva á otros muchos árboles pudiendo bosque cualquiera sugetado á entresacas peformar para con el los el siguiente cá lculo: riódicas, sean ó no frecuentes las opera cío~ Suponiendo que un pino úotro árbol cualnes de la corta, debe mantener regueras, ó quiera presente al cabo de diez años el voescurrideros por donde las aguas marchen lúmen que •ofrece el muslo de un hombre resin aetenerse á los fosos ó v-1 lles que la nagular, será fácíl acercarnos al crecimiento turaleza hubiere formado, conforme se prac• que haya verificado anu almente en volúmen. tica en algunos bosques de Inglaterra; pero Pero siguiendo siempre lo que comunmente es conveniente que estos escurrideros se cru• dice la experiencia convengamos en que esceo mútuamente para que el agua tome imte vol ú.mr.n sea real al cabo de los diez años; pulso y velocidad, procurando construirlos y apreciando su diámetro en 3/i de pie, si adoptando la direccion de las corrientes nadamos al árbol en cada año el aumento de turales. nueve líneas de diámetro, tendremos que al Estas medidas hacen que se proceda con cabo de 25 a,ños, ó de 15 años mas, el diámétodo en las cortas, y que cuando durante metro total será de ':W pu lgactas y tres líneas ellas sobrevenga alguna lluvia no se paraó bien de un pie, ocho pulgadas y tres líneas. licen por muchos días los trabajos, por falta Este diámetro marcará preoisílmenle una de precauciones y se conserven los montes circunferencia de cinco pies, tres pulgadas y en completa salubridad. siete líneas, la cual junta con el otro dato La cárie y la r.ubicacion de las maderas podrá facilitar. el volúmeú principal del ártambien son dos puntos interesantes para el bol descontílda la corteza, haciendo entrar qoe ajuste ó remate de alguna corta; pero en cuenta la longitud y las irregularidades · supuesto que á veces no es posible conocer del tronco. aquella vamos á dar una ligera nocion del Pudiera ser que las nueve líneas asignamodo de apreciar el volúmen de un árbol. das al crecimiento ánuo, que corresponden No se trata ahora de proceder con exacti· á 28 líneas de circunferencia, se tuviesen tud refinada, porque como somos amigos de por un aumento excesivo; pero en este caso, la sencillez no buscamos complicaciones, Y · suponiendo en vez de las nueve líneas, tres ad~más creernos que estos escritos deben solamente para cada año; al cabo de ciento correr principalmente en manos de personas presentaría un árbol la circunferencia de que carezcan de conocimientos matemáticos.


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Considerando el tronco de un árbol como un cilindro sólido, su volúmen debe hallarse multiplicando la altura por la superficie de la base; y como la base de un árbol puede tomarse por un círculo, su superficie se hallará multiplicando la longitud de la circunferencia por la mitad del radio. De estas verdades, que nos demuestra la geometría, nace que si tomamos un árbol de un pié, ocho pulgadas y tres líneas de diámetro y de cinco piés y tres ·y media pulgadas de circunferencia, la superficie del círculo en que se inmagine la seccioo,que produce la base, será de pulgadas cuadradas 20~ y el decimal 528 cien milésimas, descontando por la corteza del árbol 2 pulgadas y una y media líneas por cada extremo de diámetro. Asi que, si el árbol tuviese la altura de 27 piés, el vol úmen ascrnderia á 65, H-1 pulgadas cúbicas con la fraccion de pulgada 1,072 cien milésimas; ó bien de otro modo, ascendería á 37 piés cúbicos y el decimal 6,976. cien milésimas. Mas como los arboles no son cilíndricos, descontando de esta cantidad lo que la práctica aconseje, ó bien incluyendo en ella el volúmen de los troncos subalternos, que merezcan considerarse se obtendrá con aproximacion los piés cúbicos de madera que puede dar caJa árbol. Nada mas fácil que asignar el valor efec-• tivo de esta solidez hallada, con tal que la madera sea sana y robusta, y de una dureza ó resistencia capaz de sostener mucho peso. Por tanto, practicadas ya ciertas averiguaciones podría saberse con antelacion el valor de cualquiera corta, hecha reb.ija de los jornales que en ella se hubieren de emplear. Al explotar un monte, tambien á veces es conveniente calcular el peso total de la madera de la corta, para saber el gasto de acarreo ó conduccion, ya sea total ó parcialmente. En este caso débese obtener la densidad de la madera, que no es mas que la relacion que existe entre su peso y v.olúmen; porque bajo volúmenes iguales los pesos son proporcionales á las densidades; y esta relacion entre pesos y vo lúmenes, se cuenta precisamente por la que ofrece cierto volúmen de agu;1, destilada que se toma por unidad.

De aqui es que buscando por ejemplo la densidad del roble, del pino, del cedro, del álamo, del fresno, y de cuantas maderas se quieran, podrá sacarse con la mayor prontitud el peso que ellas produzcan, temendo apropósito para alcanzar este resultado algunas tablas que anuncien las densidades de las maderas. Bajo este principio no hay mas que establecer una proporcion, y es la sigui ea te: el peso de una unidad cúbica de maJera es al peso de la misma unidad cúbica de agua,co m.o la deñsidad conocida de la madera del primer térmiuo es á la unidad, que espresa la densidad del agua comprendida e11 la unidad cúbica del segundo. Con estH raciocinio se logra conocer el pe_ so de un volúmen dado de maderas sía necesidad de hacer operacione$ mecánicas; y por consiguiente se puede averiguar el peso total de las maderas de una corta, y el que tendrán los treinta y siete piés cúbicos de la madera de un árbol; pues el peso del agua es en todas partes conocido. Evitamos entrar aqui en otras consideraciones que tal vez nos aleja• ian de nuestro primordial objeto, y que podrían interesar al estudio de la física, porque todavía nos falta decir algo relativo á las cortas. El bosque en que se hubiere verificado una corla no puede recibir labores profundas; y esto es por varias razones que se dejan fácilmente comprender, puesto que en las orillas de las canales se plantan árboles con la notable mira de que encrucijen y aseguren el terreno. Mas aun cuando fuese conducente desenterrar dichas raices, para que entrasen en aprovechamiento, notaremos que las labores no deben penetrar mas que á tres pulgadas de profundidad, cuya cantidad es suficiente para aniquilar las plantas rastreras y parásitas que con tanta facilidad y abundancia se producen. Cavando la tierra á la profundidad de las tres pu lgadas mencionadas !os nuevos árboles tendrán suficiente libertad para extenderse, y las impresiones atmosféricas que tocarán á la tierra se comunicarán mas directamente á las raíces de los árboles. No es arbitraria la eleccion del tiempo


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para verificar las corlas, porque en \a pri-• mavera la germinaoion principia su- ma1or actividad, y la sávia ejerce sus funciones con grande enerjía; por cuya razon los plantíos se hacen pocos meses · antes de la primavera. Pero como en cuasi todos los paises las cortas guardan generalmente relacion con la época de los plantíos, se sigue que aquellas podrán comenzarse á verificar en 'el :primero isegundo mes del año. No obstante, se han hecho muchas en el mes de ditiembre y .en los de marzo y abril; pero estas diferencias consisten en la variedad de climas,y á veces en la fuerza de algunas opiniones. Conforme hemos dicho, los prácticos, antes de cortar los árboles, atienden igualmente á las variaciones y cuartos de la luna; porque la agricultura en general se rige por el curso de este astro y por la circulacion de las estaciones, á causa de que la luna cambia el estado del cielo al -entrar en cualquiera de sus puntos, segun ha tenido lugar de observarse anteriormente. Concluiremos en fin manifestando que cuando se hacen cortas de bosque, ó partes de bosque, en donde los árboles sean muy espesos, se ve que las ramas y hojas que forman la 'copa superior, no ocupan en conjuntó grande espacio; y que por el contrario, los árboles que se hallan esparcidos, tomaron copas muy anchas, que ofrecerían necesari•amente mayor superficie al ímpetu de los vientos. De semejante observacion se desprende necesariamente \a conveniencia de los bosques espesos ; de modo, que la distancia mútua de 20 piés que o.irnos á los árboles jamás podra considerarse pequeña, no solamente en razon de la que guardan los

que pertenecen á las arboledas de recreo, sino que tambien de la que se fija en muchas parles en el plantío de los olivos. Meditense por tanto las ventajas que España podría sacar de sus bosques, por las corllas que anualmente podria hacer, conservando siempre en pié un granc\ioso número de árboles. 1 La" almácigas que deberian establecerse para subsidiar la repoblacion no ' nece.~itan grandes dimensiones; al contrario, son muy reducidas, porque una fanega de tierra no necesita mas que de tres á cuatro piés cuadrados. ¿Porque pues no hemos de ver en cada año infinito número de hombres ocupados en e\ derribo y cnrta de los árboles, así como los vemos ocupados en la siega del trigo? Para que se vea el valor en que tenian los antiguos un bosque y los productos que sacarían-de sus cortas, bastará decir que muy á menudo los dejaban para dotes á sus hijas, plan~ando con mas predileccioñ el cedro por ser árbol de madera fuP.rLe y olorosa y dar piñas ó agallas de mucha estimacion. Si los hombres que pudieron hacer la felicidad de España hubiesen escuchado los clamores de los ·pueblos, los bosques no 'estarían seguramente tan abatidos ·y descuidados, siendo uno de sus principales ·.nales la falta de comunicacion entre nuestras pro• vincias; porque los antiguos, si damos crédito á los indicios ó restos que de sus obras han quedado, navegaron por la mayor parle de los rios de la península, pero como de este mal ya hemos hablado en otro lugar pasaremos á tocar otro extremo de notable interés. (Se concluirá).


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INFLUENCIA DE. L!S FERl!S ,¡

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EN LA AGRICULTURA.

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-, . No importa sol~mente á la agricultura que estudiemos los variados cultivos que nos perµiite el el i roa, esposicion y naturaleza de los terrenos donde vivimos, ni que nos apliquemos con asiduidad y zelo á la domesticacion y perfeccionamiento de los animales domésticos, sino que es tambien necesario,que escojitemos los medios de dar salida á los productos de) ,ca mpo, ya como materias primeras, ó ya elaborados y convertidos en objetos q1,1e tengan aplicacion en la economía, e,n la industria y en las artes. Bajo este último punto de vista las ferias y los mercad os son de una utilidad inmensa p.or,que en ellos·se reunen una ·multitud de cu ltiy-adores y de_negoc~antes para cambiar ó vender los productos naturales ó manufactureros. Para con vencernos d_el beneficio que reporta al pais ef:Le punto de economía social y agraria, y de la necesidad que hay de que el gobierno mire con predi Ieee.ion estudiada la mulüplicacinn <le ias ferias, no hay mas que observar lo que se µracti<;a en Inglaterra, en Flandes y en la Holand~ donde el estudio del cultivo se ha levantado á una altura envidiable y en donde la ciencia de la administracion agraria tiene poco que desenr. Ro esto paises, justamente celebrados, hay una rnultitlld de ferias que vivifican las campiñas poniendo en circulacion mas rápida los productos locales y las mercancias de la~ villas y ciudades. En algunos departamentos Je la Francia ha y tambien fer ias que pueden llamarse célebres por susdias de duracion, y con la concurrencia notable de personas y objetoi,: que en ellas se reunen, tales como las que se celebran cada año en Beaacaire, en Caen, etc. No pretendemos hablar de estas ferias por mas que gocen de una nombradía muy no45- DI! AIARZO DE { 85 0 ,

table, porque en ellas concurren mas bien en compP.lencia los industria-les v los artistas y son el obJeto de una reunion de hom- · bres desocupados, curiosos y poco amantes de la prosperidad nacional : nosotros hacemos referencia á las ferias de u·n círculo mas reducido -pero no menos importantes por su influencia local y que desearamos ver esta- · blecidas en las prirrcipales poblaciones de cada partido. · Como nuestro objeto es favorecer princi palmente la agricultura, quisiéramos que estas ferias y mercados se estableciesen en mayor número en aquellas comarcas donde abundan los productos del campo y en don: de los ganados son un objeto de grande interés. Entonces las materias primeras tendrían un valor de que ahora careces, los rereales s~ veoderian á mayor precio del que tienen en el _dia, los ganados se pagarían al interés qoe realmente les compete ycon esta coocu rrenciá en que ve riamos, ·figurar desde el mas pobre propietario ha sta el mas rico cu ILi vado r, · y desde el d ~spreciable usurero basta el mas respetable com·erciante, tendrían los labraddres un conocimiento exacto de los precios de sus rnriados pro- • duelos, y se evitarían de esta manera las especulaciones criminales de otros tantos traficantes que ahora van á comprar cautelosamente los g ranos, los aceites, ele. en la casa misma del propietario. Por otra parle, estas feria~ enselíarian :í: nuestros cultivadores á entregarse con preferencia á cultivos que ahora no pracl ican .ni ta I vez conocen, porque los pedidos de los compradores les baria ver las materias que pueden tener mas fácil estraccion y que se consumen mas generalmente, y facilitaría el medio de que se ocupa s.e n co 11 111 as TOMO 11).

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eficacia á ciertas preparaciones fáciles que tjvos, _adornándo)as de diversiones que atraalientan á la industria agrícola. Para que jesen numerosa concurrencia . . E~ al gunos estas (erias tengan un cumplido .resultado, paises del estrangero ya se hallaq inst1tuiconvendria ·que se facilitaseo todos lQs me- das cie1'tas fiestas tutelares b¡íjo ese-objeto dios de cambio recíproco entre los agricul- esclusivo, y tal vez no sea o ro el orígen de , tores y los industriales, porque de esta roa- muchas asambleas religiosas que se celenera, ademas de dar mayor estension al cobran en diferentes puntos de la península, mercio interior, se introduciria graduada- porque es una mision muy digna del sacermente la conveniencia y el bienestar entre docio perfeccionará los hombres y acrecenla ~ élase labradora que hoy dia vemos sutarles su felicidad materié<I. mergida en el aba.ndono y en. la miseria. En España se celebran ferias que gozan Y com.o el objeto principal de l~s feriases . de una fama notable por las-ventas y carne! de favomcer la comunicacion de los hom- bios que se hacen en ganados, frutos 'Y vahres, s~ria por ello de desear que hubiese riadas productos de la tn-<lu.,tria. No hay tres ó cy_atro asarnbleas de esta naturale,za una sola provincia donde no se señale alguna de sus villas ó ciudades con una nomcada año, en cada cabeza de partido á lo . menos, escojiendo _las épocas que las faenas bradía especial por las ferias que se celebran; pero habiendo sufridó las poblaciodel campo dejan días de solaz y de reposo al propietario. No debería tampoco olvidarnes una variacion notable en el órden ·gese que las ferias se celebrarnn en aquellas rárgico, coovendria tal ·vez dará las ferias temporadas d_el año mas á propósito p!)-ra una distribucion mas acertada, coilcedieado ver.der'los productos del campo, porque eneste privilegio á ciertos pueblos que aclu áltonces todos los cuucurrentes tendrian un mente no las celebran. Toca al gobierno mifin interesado en estas reuniones, vendiendo rar con interés este punto de economía_púlos granos, frutos ó ganados que les sobrablica; cuya acertada aplicacit>n facllitará nues~ro ~omercio interior, y dará sal ida á ren y comprando las meroaderías y demás útiles de que careciesen. mnchós productos que se estanca o en el pais. $eria de desear tambien que i;stas ferias Tal vez oo faltará quien diga que estas que se celebrasen.en cada cabeza de partíreuniones son perniciosas porque favorecen do, ó en-otro punto cualquiera que lo exila intemperancia-y el desó1:de'n. Serian muy giese la a\)undaoci~ de los productos agri- · ,, frívolas estas escusas y harto meticul osos colas, se la.s revisllese de todos los caractélus que se dejasen llevar de e·stos temores, res de ;una fiesta, donde los concurrentes porque entonces por un órden de paridad pudiesen reuní~ el plac~r á la 1utilidad. Para deberían _prohibirse tambieo los domingos y no perder instantes de labor, porque condemás días festivos, eo los que el jornalero viene á la agricultura no malgastar..,-el tiem- se entrega' al placer que no ha vislumbrado po, podrían celebrarse las ferias en días fesdurante la semana .

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DEL MILAGRO Ó DE ESMJRNA.

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,. colla -mucho, ~ncontrándose plantas, aunque son raras, con unas cuarenta cañas fér~ ti les. Estas son,_ altas, hast~ de siete piés, recias casi como las del carrizo, y huecas, , pero de poca rigidez resµectiva á sµ altura y peso de las espigas, por lo que_fácilmente se vencen y revuelcan 111, mies . Las bojas Los caracléres l)olánicos, y parlicularmuy anchas, auuque cortas, ásperas y cumen le los económicos de la especie de trigo biertas de un vello espeso. La espiga lamramoso nuevamente cultivado en los campos piña, compacta, de forma cónica, mas 6 mede Gantillana, no podrán darse todavía con nos alargada, pero en general lo es poco : la toda la exactitud y minuciosidad que la imespiguilla terminal contiene µn solo grano ; portancia del asu,nto merece; porque su inlas de enmedio están contraídas, y á pesar troduccion es muy reciente, y nadie con de que suelen tener cuatro 6 cinco flores, conocimientos y celo bastantes se ha dedisolo dos, y rara vez tres, son fértiles ; las cado á su estudio. Así, hoy, es• imposible dedemás quedan vanas. Las de la base, en núci¡li r de su mérilo agronómico, pues; este no mero de tres á diez, mas desarrolladas, conquedará fijado sino de pues de repelidos y tiene.o desde cuatro basta doce granos, danvariados ensayos. practicados con inteligendo e:ita bella monstruosidad un aspecto parcia y en localidades d:stintas. - Licular á la espiga; pues la hace ramificada Noso tros, en vista del grano, de algunas en otras mas pequeñas, á manera de un raespigas maduras, de la prueba que hemos cimo. Las espigas que heinos visto, tuvieron practica do con eljpan de~dicho -trigo, y por en su mayor parte sobre cien granos, y unas· las noticias adquiridas del mismo cultivador ciento y treinta . Los cascabillos ó glumas 'j de olros sugelos entendidos, creemos poesteriorcs son · pequeños, cortos, aovados, der dar ya los siguientes datos importantes ventrudos, lisos, aguillados y con uñ rejonpara que sirvan de base á las investigacie- cito corto en su ápice-; la veotalla inferior nes suc~si vas. de la flor es largamente aristada. El grano á su madurez nQ adhiere de inodo alguno á los envoltorios florales. coriáceos, y se dcsDescripcion. prencle fácilmente desnudo de su flexible Trigo ramoso ( Trit-icum turgidum vis com·- raspa; es corto, truncado y casi siempre positum, Knuth.-T. Linneanum -vis compo- redQJldito; el pericarpio ó cáscara muy tesitum . 1Lagasea.-T. compositum Linn) 1 Lla- nue, -dorado y con algunas tinas arrugas en mado racimal, de San /sidt'o, de Esmirna, y el lomo; la almendra es llena y de testura algo vidriosa. ultimamente en Sevilla, Filipino. Será sumamente difícil atinar con, el país Es planta anual; de un crecimiento lento nativo de esta variedad 6 .especie de trigo, en la p'rimera é'póca de su vejetacion, y muy que segun un artículo del Diario de Sevilla, rápido á la entrada de -la prjmavera; ama-

Jnforme acerca del lt'igo nuevamente introducido y conocido en Sevilla con el nombre de Filipino: escrito á -consecuencia del estudio que de él ha11t hecl¡o por órden de S. M. el Rey (Q. D. G.) los hermanos D. Fe.rnando y D. Est éban lloutelou .

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proviene de Filipinas ; pero esto es poco proba.ble, y es mas seguro .que su alcurnia es oriental, pues nos lo iodica bastante, no solo el aspecto general suyo, sino principalmente la circunstancia de cullivarse en el Egipto desde una época inmemorial, segun lo afirman escritores fidedign-0s de botánica y agricultura, un trigo ramoso, que opinamos ser el mismo que ahora nos ocupa. Tambien:esta casta ramosa se baila connaturalizada; en varios distritos de Italia y en la costa de Africa, y entre nosotros en algunos pueblos de Cataluña, Aragon y Navarra, donde lo prefieren para comerlo en grano como equivalente del arroz, en sémola y fideos, pero no se siembra nunca solo y en grande estension, sino mezclado con las otras especies y en pequeña porni on, ya sea porque se ha visto la poca estabilidad que tiene.en sus búenos caractéres, ya por necesi·tat siempre de un clima benigno y de un terreno de vega bien abonado. Con efecto, solo cultivando este grano en un terrazgo muy pingüe, y bajo circunstancias atmosféricas favorables, y con mucho esmero eu las labores, podrá prolongarse.la multiplicación <le la espiga; pues no siendo inherente á la especie ese desarrollo grande de las espiguillas, tampuco es posible que sea perpetuable por semilla, sino que prnpondera siempre á degetlera r, volviéndose á su tipo simple primitivo.

Cultivo y productos. Pertenece este trigo á la seccion de los

?'edondillús que guarda bajo todos respectos el medio entre 1a de los escaños y los fanf a.rrones : su vejetacion es mas robusta y fe~unda, el rendimiento en grano y en paja mayor, aunque no de clase tan delicada; y por último, requiere un· suelo mas lértil y abonado y una tempera,tura menos fria que las especies de la primera. Difiere de las castas fanfarronas en el porte, no tan pujante ni 'corpulento, en sus harinas mas blancas, pero que ceden á las de aquellas en lo abundirntes y nutritivas, y por ser meóos sensible al hielo, á la sequedad y á la endeblez del terreno.

Ha sido sembrado en Cantillana en tierras plantadas de olivos, en rocas y en vega. Como era de esperar, en ninguno se ha dado meJor que en esta últim.a, habiendo sido antes preparado y abonado el terreno suyo bastante fértil. - Pero despues de hecha la siembra, parece que no se volvió á dar labor ninguna, ni aun de escarda, basta que estando la mies en disposicion de segarse, ~e hizo la recoleccion. Por este método de ·cultivo aseguran que ha dado algo mas de un treinta por uno; producto, si bien no corto, tampoco escesivo, atendiendo al número de granos que cada e:-piga sostiene, y lo mucho que parece· ahíja la planta. Esta diferencia puede ·consistir en que aquel número esté bajo, 6 que la multiplicacion de las·cañas hayá sido muy · exagerada. El grano es de mediano peso: la fanega ha teniqo ochenta y nuevP, libras escasas, estaudo bastante bien granado, mienlras que de los trigos rubiones, usados generalmente en Anda lucia, pesa en lo comun noventa y dos libras, y á veces pasa de ciento. De una cuartilla de trigo molida y amasada han resultado seis panes de á tres libras, tres acemites -y una cantidad corla de salvado, proporcionalmente á la de la harina . La masa necesita gran fuerza de pu· ños, y aun así sále poco unida y' compacta, agrietándose mucho; por lo que no es nada á propósito para poderla labrar en panes grandes. Este pan es menos blanco, ésponjoso y agr.adahle que el de Madrid, para el cual se empican las harinas de los chamorros y can• deales; y no tan nutritivo, suave y oorreoso como el de Sevilla, que se saca de las razas fanfarronas, solas 6 mezcladas al candeal ó al chamorro. Sin embargo, los panes fabricados con el trigo filipino han gustado ge· neralmente en Sevilla, pues al blanco de su miga reune un gusto bastante delicado . .Ks probable. que cultivado este trigo en los terrenos que mas le convienen, J con las labores J abonos oportüuos se mejore la calidad de su ha.rina, dándole la parte de materia glutinosa vegeto-animal que le falta, y se haga mas sustanciosa y su masa mas fácil


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será tambien ~igno de aprer.io, mientras no para traba3arla. Pero si últimamente tal ,·endegenere ; pero aun en este caso le llevará taja no ¡,udiera lograrse, se enm ndarian siempre ventaja el de los magníficos fanfarmuchísimo las propiedades de esta harina rones de las opulentas caro piñas de Andamezclándola 0On otra de algun trigo de los llamados fuertes, clase que se encuentra lucía, particularmente los de Granada, Córdoba y Sevilla, donde se los distingue con muy generalizada en nuestros campos. De la descripcion y noticias anteriores los nombres de rubione~, morrillos, bascuñas, podremos ya deducir el cultivo que debe fontequis y otros semejantes. Este_ impordarse á este grano. Quiere un clima poco tantísimo punto en la agricultura, sobre cuál castigado de las intemperies ; la tierra será casta deberá criarse con preferencia en una provincia y terrenos dados, nada contribuifuerte y buena, bien preparada y abonada ruas á resolverlo de una manera segura rá con uasuras no recientes: como los demás acertada, sino los esperimentos comparay trigos de invierno, ha de sembrarse en ototivos ejecutados con cuidado é inteligencia. ño, aunque por su propiedad de crecer rá: ota. Conviene advertir que el tr-igo rapidamente en la primavera, tambien podría moso, 6 como se ha llamado ahora, filipino, adoptarse para tremesino; la siembra se hará clara, proiuuda y por surcos 6 á chorri- vendido este año en Sevilla, tiene muchísi1\ero, método cuyas ventajas son muy pa-_ mos granos arrejonados ya, 'J que por consiguiente no nacerán en la siembra ; adeten tes, y entre otras tiene la especial de pomás, en algunos establecí~ientos se ha adulderse así emplear el arado para limpiar y terado mezclándolo con otro grano muy sedar labor á los sembrados. Por último, no me1ante, y que además de no ser de la misha de retardar~ la siPga, á fin de evitar el ma casta, se encuentra inficionado del tizon. que se desgranen inútilmente las espigas. 20 de agosto de 1819.-EI direcSevilla En conc\usion, diremos del trigo ramorn: tor general de los plantí;s y jardines del que consideramos útil su cultivo en las tierReal patrimonio, Fernando Boutelou.-El ras mas cálidas de Castilla, porque es de subinspector general de los reales bosques, produccion indudabh!mente mayor que la Estéban Boutelou. de las castas conocidas en sus provincias; (Boletin de Comercio.) que en la parte mas meridional del reino

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VENDER EL HENO.

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~I arte .de 'dirigir las diferentes ~p.eracióvada sea temperatura. . nes que exigen los forrages desde la siega Au·n la reducción es mayor al cabo de alhasta 'que se han convert}do en he no pnr una gun ti empo, observándose que al mes de esper_fecta desecacion,esunqde los ·ramos que tar a I inacenado · el heno , pierde un cinco no debe desconoce~ el cqltivador si quier.e por ciento; es decir, se red'ucen las cien liasegurar á los ganados e·1 alimento durantt-l _bras que hemos dicho á noventa y cinco á e1 año-. Interesa á la economia rural no descausl de la fermertacion; y 'puede decirse cogoGer hasta el mas pequeño de estós proce- que duran.te el invierno quedan reducidas d.imientos, porque toca al labrador sacar de' dichas cien libras á noventa á corla difesus prados todo el partido posible para cui- reC\.cia. dar ·má:yo1· núm_ero de reses y manlen'erlas No es solamente en este tiemr,o cuando el 1 con mas regularidad y economía. heno p~erde de su peso sino q~c se le vé En este breve articulo vamos á ocuparnos u1sminuir notablement,e desde el mes de marde una circunstancia que no debe pasar de- zo hasta á setiembre por 1as vueltas y sa•• sa¡:¡P.rcib.ida al propietario cuando le sobren cudimieotos que 'esperimeota cu·a-ndo se le sus forrages, y es la époc~ mas ventajo_sa coloca en carros y se le trasporta de uno á para vender el heno en los año~ que le so- ot.ro merca.do, porque en este caso teniendo braren. Estas reflexiones que vamos á conque sufrir la accion del sol y del viento caen tinuar, serán tambien útiles al particulár parte de sus· hojas, y hace que se reduzca el que careciendo de.pastos ha -de comprar el peso ~ unas ocfíenta li~ras cuando yiene el heno durante i1na temporada mas ó menos momento de entregarlo al comprador. dilatada del año para alimentar las bestias Pasado el verano, aunque guardemos el de carga ó de labranza. heno hasta al segundo ó tercer año, la pérdiAlgunos ag () nomos se ha_n ocupado de la da que sufre es casi nula, en razon de que reduccion que sufren las yerbas desde la durante los doce meses primeros ya ha perépoca de la siega hasta la desecacion comdido todas las parles que no era posible conpleta, y han establecido cálculos exactos de servar; de manera que la última cantidad de la disminucion que tiene el heno en las dihenu p.odrá venderse por ochenta libras en ferentes tero poradas del año. U no de los que. verano mejor que por no-venta en iovieroo. mas han examinado esta cuestiQn ha sido J. Esta diferencia, así como la relaci on del preSinclair. Este agrónomo dice que cuatro cio en las J.i versas estaciones del año deben cientas libras de yerb3 se reducen á cien líguiar al cultivador acerca de la época que le bras, cuando se han convertido en heno, por es mas ventajosa para vender el heno. ¡a abunda.ocia de agua de vegctacion que Por muy trivial que parezca este asunto no deja de tener bastante interés en el órden pierden mientras se secan. E.;ta teoría está conforme á los principios de la ciencia que económico, porque la soerte del labra~or estriba principa lmente en la inteligencia y nos enseña que los vegetale¡; abandonan acierto con c.¡ue dirige sus labores y en las una parte de sus líquidos desde el momento que sus te.jirlos estan e.o contacto con el'aire ~economías y ahorros que introduce en sus sistemas de cultivo sin lesiar los principios atmosférico, y que esta deperdicion será 1a.nto mas rapida y notable cuanto mas ele- l en que se fundan.

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RÁPIDA OJEADA SOBRE LAS ·MÁOUINAS-OUE se emplean hoy en la estraccion del aceite (4). AnLes de e.;poner mi sistema de Lritu.rar de apoyo hay 3: e.l peso total del pesillo es la aceituna v es traerle el aceite, me µa rece de 150 arrobas. conveniente· dar ,una rápida ojeadá y coi:isiAhora bien en una palanca de segundo derar bajo el aspecto dé su trabajo y de sus género, como la viga, el bra1.0 menor es al utilidades las máquinas que hCJy se emplean mayor como la potencia es á la resistencia, en nue.,;Lra indusLria. A este efecto principio por cuyo principio tenemos la siguiente propor la viga, que es sin duga de tos aparatos porcion: 3~57::150: 2,850. Es decir, que de esprimir que se conocen el mas antiguo. haciendo abstraccion del peso d·e la v-iga, y Tal como éxjste no es otra cosa que una pacoosiderándolo perdido en los rozamientos, laa~a del sei;undo género. No se sabe á pu11la presion que ejerce sobre el cargo es de Lo fijo rp1ien fué el inventor de ella, pues su 2,850 arrobas, cantidad insignificante, atenq_rígen se pierde en la oscurida<l de los tiemdiendo el estado en que se le somete la pos mas remotos; mas en los de Plinio y Coaceituna. l umela era ya conocida bajo el nombre de PnENSA DB TORRE. La prensa de torre, Trapeto, que estos autore~ aplican casi inaunque invehcion moderna, no da tampoco distintamente á la máquina de esprirnir y los resultados que se apetecen. Su potencia, al todo del edificio. Su consLruccion era coreducida al peso de la· torre, que se levanta mo la del dia, con la diferencia de que se per medio de un torno, una palanca y una empleaban cuerdas y un torno para !3pretartuerca, es tambien tan reducid:;i., que no alla en lugar del pesillo que hoy tiene , percanzan á prensar de una sola vez y en un feccion que introdujeron los árabes, quienes tiempo corlo el ~argo que se le somete: por generalizaron su uso en Es¡:¿aña , y dieron lo cual es -preciso remoler la aceituna y sumodelos para esLablecerlas en Italia y en el je.Larla á una -nueva presion, lo que ofrece Mediodía de Francia. desventajas iguales á fas vigas. El efecto prinr.ipal de esta máquina con• Las dimensiones que en ge~eral se dan á siste en que su polencia está reducida á lílas torres de estas prensas, son : altura 14 mites tan' estrechos, que -no es posible supies; írente 1 O pies; grueso 8 pies. jeLar á su presion cargo que esccda de diez Para averiguar el peso ó la potencia que fanegas de aceituna, y aun para que de esta en esta máquina opTime al cargo, basra elecantidad la verifique, se necesita remolerla, var al cubo los números prese1.Jtados y mu.lponerla nuevamente bajo de la viga, y emtiplicar el resultado por el peso del pie cúplear doce horas de tra_bajo: tiempo precioso, bico de la pizarr.1, que puede conceptuarse en el cual debia verificarse la presion de en cuatro arrobas, lo que dá 14- x 1Ox 8 = tres cargas. 1,120 x 4-=4-; 4-80. arrobas. Esta prensa tieVa dicho que el esfuerzo ó la pre ion que ne tambien el inconveniente, además de su ejerce esta máquina es muy reducido, y la poca pre ion, que suele cabecear, rozando en demostraciones muy fácil. La lon¡ritud malas o-uias que se· le ponen á u no y otro lado, yor que se da á las vigas desde el punto en roz:miento '}Ue hace,disminuir considerableque se coloca el pesillo haslq el que está el mente la fuerza con que oprime el cargo. cargo es de 57 pi~s. Desde el cargo al punto La prensa de tuerca PRE 'SA DE TUERCA. ó husillo, toda de hierro , con ruedas den( ~ ) Es la conLinuacioo d el arL<cu1o Oliuo que tadas y engranajes, es tambien de aplicacion reproducimos del Boletín de Comercio, en la enmoderna, al menos en España, donde se va lrega aaLerior, página 1 Oi.


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<;onoci!lndo, aunque tarde, la necesidad de mejorar las máquinas que se emplean en la elaboracion del aceite. Esta clase de prensas presenta incomparables ventajas relativamente á los otros apara tos; son qeJácil manejo, y no en estremo costosas; pero á pesar de todo, no llenan las necesidades de esta parte tan importante de nuestra ·industria a,1-rícola. La mejor que conocemos está establecida en el real sitio de San Fernando, en el molino que S.M. la Reina nuestra señora mandó edificar en 1842; fué construida en Madrid, y prensa diariamente 50 fanegas de aceituna. En-cuanto a su potencia, transcribiremos el cálcu.lo forruado por D. Vicente Collantes, administrad~· del real sitio, y dice: o La vrensa que produce el resu1tado que acabamos de manifestar, se ha calculado qne puede considerarse, en cuan,to á su fuerz a de pn•sion , del moau siguiente: mientras que el punto en t¡ue se apli~a la fue1za dá veinte vueltas. ó lo que es lo m~smo 4,260 pulgadas; el punto del husillo anda dos pulgadas; y como 4,260 partido por 2 son _2,130, result'l que una libra aplicada á la palanca produce 2,130 libras de presionen el husillo¡ una arroba '2,130 arroba_s, un hom bre con cuatro arrobas de fuerza produce 8,630 arrobas, rebajando por los rozamientos la mita<l, re~ solla que un hombre produce 4'260 arrobas. Este cálculo que presentamos para demostrar la fuerza de la prensa, lo consideramos su-· ficiente para .:¡ue pueda adoptarse ' sin desconfianza de ninguna clase.» . La primera idea PRENSA monosrATICA. de la prensa hidrostática se debe al in gen iero ingles Mr. Josep Bramahd, natural de Lóndres, que en el año 1796 obtuvo un privilegio por su inveocion. Este sabio, conociendo perfectameo~ la facultad que tienen los líquidos de transmitir 1:! presiou en todos sentidos, hizo de ella una aplicacion tao feliz y tan bien combinada , que desde luego llamó la ateocion de toda la Europa. La primera aplicacion que hizo· de su máquina fué para prensar fardos, papel, etc., y reducir á menos volúmen los pargameQtos; pero despues se ha estendido su uso, y n::estro digno compatricio, D. Diego A.lvear y Ward, individuo de la Real sociedad económica ma-

triteose, y vecino de Montilla, la aplicó con fe.liz éxito á la estraccioo ·del aceite de olivas estableciéndola en una de sus haciendas el año de f 833 . El conocimiento de la ley en que está fundada se debe á Pascal, que la demostró completamente en su Trnité de l' eq'llilibre de' liqueurs, publicado en 1650; pero el efectore!mlta ta,ribien de otra propiedad que tienen los líquidos, y con especialidad el agua, y es la de ser muy levemente comprensible. Las esperieocias mas exactas demuestran que el agua solo se disminuye 0,000047 partes de su volúmeu por la presioo de una atmósfera; lo que coosid erado en el efecto útil de la máquina que nos ocupa, es casi iosigoiticanle. El esfuerzo con que esta potencia oprime el cargo, es indeterminado y superior al que ejercen las otra!'; pero como la tuerca tiene el gran defecto de que la accioh no obra constantemente sobre el cargo, sino mie otras se trabaja con ella, lo que no sucede cou la viga ni con la preo!'a de torre, que levantadas u na vez siguen obran do por el ,efecto de su propio peso. Esta desventaja quita mucho mérito á la prensa hidráulica, y es la que seguramente ha hecho que no se haya generalizado su uso·com pleta meo te. De lo dicho se infiere la insuficiencia de las máquinas empleadas en la estraccion del aceite. Las vi~as trabajan poco y dan una presion muy limitada. Las pren~as de torre es tán muy imperfectas, y no dan mejores rcsnhad_os que las vigas. Las de husillo ó lut>rca pierden en los rozamientos una parte muy considerable de su fuerza ó potencia, y tampoco. las 101::jores prensas mas de 50 fanegas en ias veinte y cuatro horas. Finalmente las hidráulicas necesitan una delicadeza de ejecuci,m, y un cuidado para conservarlas, que general mente no está al alcance de las personas á quienes se entrega. De aquí se infiere la necesidad de aplicar los principi os de la ciencia á esta parte tan importante de nuestra industria agrícola; de aprovechar los adelantos q ue di ariamenlr. ofrecen la química y la mecánica; finalmen te, de hacer esta o~eracion de una manera racional y tieolífiea, que, á la par de eco· nómica, evite las inmensas pérdidas que hoy


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se esperimentan. Acerca de estas adelantaré un cálculo que, como fundado en datos bastante exactos, puede tenerse como muy aproximado. El aparato mas períeccioaado de esprimir, la prensa hidrostática de Bramahd, cuya iatroduccion ea España se debe al Sr. Alvear, deja en el cospillo ú orujo, segun esperiencias practicadas con el mayor cuidado, 0,015 de aceite de buen gusto y regular calidad . Calculando la cosecha total de España, como~lo llevamos hecho, en 52.763,732 arrobas, resalta que todos los años se espe-

rimenta una pérdida total de :..791 .456,080 arrobas, ósea de 790,000 C'oataudo los númPros redondos, cuya cantidad, puesta al precio medio de 30 reales, hacen '23.700,000 reales. Si á. e to se añade una suma al menos igual por las mermas y pérdidas que se esperimentaa con tener la aceituna encerrada por tanto tiempo, y los gastos grandes que tienen qoc hacerse para la elaboracion, en el dia tan costosa, tendremos una surria exorbitante exlraida de la riqueza pública; perdida para los cosecheros individualmeri:te, y en general para toda la nacion.

i!lestiladon ()t hu, patatas por C!Eua~·isto iljourirr (1). § l.

Obtencion del aguardiente de patatas. La gestilacion de las patatas sin prévia separacion de la féc ula esJá en uso desde álucbo tiempo en Alemania y en nuestro pais apenas es conocido á pesar de las ventajas que proporciona; y en donde está en uso las operaciones son dirigidas con poco discernimiento y los aparatos empleados son muy. imperfectos para sacar todo el partido deseable. Hay grandes establecimientos que han llegado á obtener de la patata, productos que dejan poco que desear, tanto por lo que toca á la cantidad como á la calidad del (l )

Hemos visto la pcimera entrega de la En-

ciclografia periodico de indu stria, artes y olkios que redacta nuestro lab orioso patricio el Dr. D. Francisco Domenecb. A juzgar por las materias que contiene la citada entrega, creemos que bao de ser in ;alcu\ables las ven laJas que reportaran á nuestra industria las columnas de la Enciclo_qra[ia y no duda mos que el oo:nbre del señ or Domeoeoh merece rá el a veo tajad ,i ca ucepto que se ha adquirido en Jtras diferentes publica ciones. Al reproducir el articulo encabezado con el epígraíe que llabráu vis[o nuestros lectores, pláceoos hacer presen.le la apreciable deferencia con que nos ha honrado el señvr Oocnenech franqueánJonos las láminas que ad9roan este articulo, estampado eo el citado periódico que dirije.

producto, pero las desl1laciones en pequeño distan mucho de haber alcanzado este grado de per feccioa; el producto oblenido á menudo no es mas q·ue la mitad ó los dos tercios de lo que debe ser, y siempre de calidad inferi,or; por esto, al paso que los primeros son buscados en el comercio, apesar de su precio elevado, estos últimos no encuentran compradores ó con dificultad. o hablaré de las reformas que deberían hacérse en las fábricas de destilacion. Un pequeño labrador destilando solamente para el mantenimiento de su ganado durante el invierno encontraria poca ventaja en servirse de un aparato mas perfeclo del queposee; en los aparatos que sirven para las maceraciones es en los que hay que hacer grandes mejorai-. Con todo los aparatos destilatorios deberán ser calentados por el vapor cualquiera que sea el sistema empleado, sin esta precaucion, es muy difícil sino imposible, obtener productos Qe algun valor. Recomendaré siempre á los labradores, la compra de un aparalo destilatorio sencillo por varias razones, 1. 0 que es mas fácil apren- , der su manejo á las personas de la casa que deben cuidarlo, 2.v un aparato sencillo siempre cuesta menos que otro complicado; 3. 0 en fin está menos suJelo á de.scomponerse y cuestan menos las recomposiciones.

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Las ventajas que proporciona una destilacion en una esplotacion agrícola bien enteodjda son inmensas; permite cullivar en grande las- patatas, asegurando su consumo proporciona un escelente alimento al ganaqo-durante el in,vi.erno, no costando nada y peqnitiendo dedicarse á engordar ganado con ventaja; en fin da que hacer á los dependientes de la granja, durante una estacion que se c.onsidera casi como perdida. En los año de falta de Jorrage, se tiene siem~ pre una abupdante provision de alimento. Las patatas se componen de fécu la, de tejidos vegetales de diferentes principios, entre los que e halla la albúmina vegetal y el agua. La parte útil en la .industria, y en particular en la destilacion es la fécul ,\; la albúmina contribuye á la nutricion de los animales á los que se da ya patatas, ó resíduos de la destil acion. A nosotros pues solo nos interesa 1.a fécula. Antes de llegar al alambique para ser destilada, ha debido esperimentar diferentes preparaciones; la primera-se obtiene por medio de la cebada germinada, que contiene nn principio llamado diastase, que tiene la propiedad de disolver la fécula, y tran sformarla en un azúcar incristalizable de la naturaleza del azúcar de uvas. La operacion que tiene por objelo_e. ta transformacion 5e ti am a maceracion._La segunda transformacion se obtiene por medi o de la levadura de- cerveza, que en ciertas condiciones de temperatura transforma el ai.úcar en alcoból y ácido carbónico que se desprende y forma aquell as burb~jas, que se ven llegará fa supertioie del líquido en formen tacion . Esta segunda tra nsformacion constituye la ferrnentaci'on . De esta operacion depende la cantid ad del alcohól obtenido, la calidad depende del cuidado en la conduccion de estas dos operaciones. de la limpieza, pureza y calidad de los materiales emp leados y en fin del cuidado y proceder en la destilaoion. Vamos sucesivamente á examinar todas las operaciones por el órden que na turalmente se presentan.

§ II. Eleccion de las patatas. Hasta el presente aun en las fábricas por

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mayor se ha dado poca imporlancia á la eleccion de las patatas que se destilan. En un mismo sulco de pa tatas, las hay buenas y malas. Lo mas interesante en la obtenciuu del aguar-diente es saber la. cantidad de fécuda que re.presentan las pala tas. Es siempre preferible la especie que contenga mayor cantidad ,de fécula. Supongamos qu e te. necnos tres especies de patatas, que dan lérm ino medio por hectáro, la primera, 270 quintales, la segunda 240 quintales y la ter,cera 200. Admitimos que h primera es,pecie contenga catorce por ciento de fécul a ó sean 38 quintales por heclaro; la segunda especie diez y ocho por ciento ó sean 43 quintales de fécula por hecláro y la tercera 20 por ciento ó sean 40 quintales por hectáro de fécula . Desde luego '.se ve que el cultivo de la segunda especie es la preferible, Lo mismo sucederá al destilador que debe comprarlas quien no ve en ellas sino la can• ti dad _de féc ul a q ae represen tan, 1a ego preferirá la tercera especie á igualdad de precio. En efecto , pagando á tres pesetas el quiLJLal, comprando un quintal de cada especie se tenc!rá catorce libras de fécula por la primera especie; diez y ocho libras por la segunda y veinte por la tercera. Deberá pues fuñd arse pa,a la compra en la cantidad de fécula que contienen las patatas que sele ofrecen . Las patatas que cvntienen mu cha agua, las que no son bien maduras, y las que se pudran no deben comprarse sino en falla de otras . En efecto su rendimiento, no tan solo es menor á las demás , ni aun proporcional á la cantidad de fécu la que re• presentan. Dos causas concurren á producir este efecto, la primera proviene de la albúmina vegetal que se baila en mayor pro por· cion rel ativamente á la fécula, y que transformándose en levadura durante el acto de la fermcnlacion, destruye una porcion de azúcar, que escapa de este modp á la transformacion alcohólica, la segunda causa de· pende de la difi cultad que se es peri menta al dividir las patatas, qu e despues de cocidas, forman una masa grasa, en lugar de presea· lar el aspecto harinoso de las patatas ricas de fécula. La fécu la se hall a metida dentro de grumos, á los que no pueden llegar _la


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cebada germinada, escapando de este modo ur1a gran porcion de transformarse en azúcar y pasa intacta con los resí<luos. El trabajo de maceracion, resulta por esto mas largo, mas cansado y menos perfecto. Otra consideracion influye tambien, en la eleccion que se debe hacer de las pala.las, es la precocidad. En efecto, uno de lils grandes obstáculos de la cultura en grande de las patatas, es la dificultad que se esperimenla para la altern ativa de las cosechas, pues que la recoleccion de las patatas generalmentt:; prncede á la-siembra de un cereal de invierno, y nos hallamos en la alternativa ó de tener que arrancar las patatas antes de su madurez perfecta., ó de retardar la iembra del cereal que las debe seguir; el único ,._ remedio éle este inconveniente sería de escoger especies precoces bastante productivas para figurar en la grande cultura. Nunca se estimulará lo bastante pa.ra fiacer indagaciones respecto de esto ; por otra parte las especie precoces en general son las mas ricas en fécula. Los labradores deberán pues dedicarse á buscar especie~ que reúnen las tres condiciones de una produccion abundanle, riqu e.:a en fécula y precocidad. El cultivador que no plante por sí, pero que se contenta en comprar, deberá tambien dedicarse á propagar por su vecindad las especies que reunirán estas ventajas y cuando nos pararemos en una especie, deberemos procurar mantenerla pura, y no plantar sino tubérculos sanos, bien formados y llegados á término. Cada cli1na, cada terreno, cada modo de cultivo, exigirá una especie diferente, por medio de ensayus repetidos en lodas•las localidades se lograrán determinar las especies que convienen á cada una de ella . Tal especie que ea un pais será clasifi cada en primer lugar, perderá ladas sus calidades, transportada y tal otra quepasará por n-o valer nada, prosperará alli donde se encontrará en otras condiciones. Pero el cultivad,,r que se determinará á hacer ensayos, reconocerá á menudo que las patatas cultivadas en el pais que habita no son las que convienen mas, pues casi siempre es por azar que la espncie cultivada en aquella localidad sea la conveniente, y rara vez se ha-

·131 ceo ensayos co.mparativos . Siendo la fécula el elemento útil de las pala tas, se debe campar.ar su proporcion para saber el valor de las que debemos escoger. El medio mas sencillo y que en los mas de los casos dá un~a. aproximacion que basta para las necesidades de la industria, consiste en pesar una determinada,cantidad .de,palatas, despues de bien lavadas y secadas con un lienzo. Supongamos que hayamos pesado 6 onzas, se cortan con cuidado en peda.zos delgados, se ponen estos encima de un plato y se sujetan al calor del agua hrrviendo para secarlas; se pesan de tanto· eo tanto, y cuando dos pesadas hechas con un cuarto de hora de intérvalo, no dan diferencia sensible, 110 se secan mas. El residuo se compone de fécula y demás parles sólidas de la patata, cuya cantidad varia de 3 ó i por 100 de las patatas desecadas. Si por separado se quiere obtener la fécula se opera de otro modo; se pesa cierta cantidad de patatas lavadas y enjuta , se raspan con una rabadera de hoja de lata y se ponen encima de un támiz fino, se lava la pulpa hasta que el agua sale clara, la fécula pasa con el agua al través del támiz, y se deposita ar fondo del vaso donde se recibe; cuando está depositada se vierte agua, que arrastra la albúmina vegetal, las sales disueltas que contenian las patatas, y los restos de patata que hayan pasado á traves del lámiz; se lava la fécula repetidas veces para , separar las impurezas, que puede tener mezcl"adas, y cuando se vé q·ue es ba\;Lanle blanca, se seca y pasa. § III.

Disposicion de una/ábrica de destilar. Hasta el presente la de. tilacion de las patatas ha sido rutinaria, J los procederes·mas defectuosos se ha'l empleado, sin haber pensado en modificarlos. Si algunos industria:. les instruidos y capaces de perfeccionar los procederes antiguos, ban llegado á métodos de íabricacion mas racionales y mas perfeccionados, su modo de proceder, las mas de las veces ha quedado secreto, ó no se ha entendido por que exigía gastos que no puede suportar un labrador. No se ha procurado

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perfeccionar esta industria dejándola al propio tiP-mpo al -alcance de los que la pueden pintar con una grande esplotacion agrícola ; los industriales ilustrados por los perfeccionamientos que iban haciendo, tcodian á hacerla una industria independiente de la agrícola lo que le quitaba su principal mérito de anexo para la cría del ganado. Pero los perfeccionamientos que se pueden hacer en esta industria, son de tal naturaleza que puedan producir e te resultado? Permítaseme dudar de ello. Puédese con aparatos peco dispendiosos, pero juiciosamente éombinados y con procederes apropiado~, lleg:lr á los mismos resultados en una fabrica pequeña que en otra de grande, y siempre se tendrá la ventaja de recoger l;is patatas en el lugar mismo de consumir los residuos, y emplear en 1-a fabricacion un tiempo que seria perdiqo. Se puede esperar pues, con razon que esta industria, no se quitará de la agricultura, como ha sucedido con la C!lel azúcar. No se debe coofubdir la destilacion de la fécula con la de las patatas; la primera siempre será del re ·orle de la gran fabricacion ; los procederes para una y otra no son los mismos. La fécula dá ona maceracion clara las patatas la dan espesa, estas dan un residuo útil al ganado, aquella deja un líquido que embaraza bastante, muy amen udo al fabricante para deshacerse de él; en fin, las patatas dan un producto que tiene necesidad de ser pu_rificado, la fécula dá un aguardiente que no tiene mal gusto. Los procederes y aparatos son tambien diferentes en estas dos fabricaciones. Una fábrica completa se compone de tres > piezas. La primera puede ser sencillamente un cubierto, y sirve para las operaciones preliminares, para lavar las patatas, para reducirlas á pulpa y macerarlas; la segund~ contiene las cubas, en las que tiene lugar la

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formentacion; es la pieza.debe tener- el suelo cubierto de piedrás planas y adheridas por medio de cimiento y cubierto al menos de un doble enmaderado clavado el uno por debajo de las bigas que lo sostienen; el aire debe poderse renovar con facilidad, lava rlo á menudo y tenerlo muy limpio, la temperatura debe ser constante de ~ 8 á 20 centígrados, es indispensable pues que esta pieza esté bien resguardada y cerrada. El suelo lo menos unido posible, como hemos dicho debe tener una inclinacion á tin de dar salida á los líquidos. Las cubas pueden calentarse por medio de un calorífero por medio del npor; se modera la temperatura si se levantase demasiado por medio de una ventilacion bien dirigida, para evitar los gol pes de aire, que resfriando súbitamente, podrian paralizar la marcha de las cubas. Esta pieza se llama cuberia. La tercera pieza contiene la. caldera de vapor el hogar, lo aparatos destilatorios y los instrumentos que sirven para la destilacion. Esta pieza forma la fábrica propiamente llamada. o describiremos aquí la disposicioo rle los· diferentes aparatos empleadc.ls, pues que varia al infinito y se arregla á la localidad y cantidad de materiales sobre que se debe obrar. En lo que debe tenerse gran cuenta, es saber si se tiene á mano agua clara y en abundancia; sin agua la fábrica no puede marchar y esta circunstancia frecuentemente se olvida . En las fábricas muy en pequeño, no se tiePe :sino una sola pieza para toda-; las operaciones, esto es, un mal, la cubería al menos debería estar separada. En las destilaciones· en pequeña escala, deberá al menos· poner un tabique móvil para resguardar las cubas de los enfriamientos bruscos; pues es muy dificil volver á su ser una fermentacioo ma· lr.ada por el frio. (Se concluirá).


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SOBRE LOS BOSQUES YARBOLADOS DE ~SPAÑA. (f) (Continuacion.)

La predileccion con que miraron algunos monarcas á Ja marina de guerra habrá ~ido causa del despojo que durante mucho tiemMaderas aplica4as á la marina. po han padecido los bosques situados á catorce ó quince leguas de nuestras costas~ Cuando la razon no es suficiente para que por cuya razon ha habido épocas en que eslos hombres varien ó reformen sus sistemas, tos bao llegado á su mayor acabamiento, 6 sus ideas equivocadas, que con frecuencia conro lo patentizan muchas esposiciones que envuelven su propia mina ó felicidad, es algunos pueblos elevaron á la superioridad. muy triste tenerlos que considerar como cieLas súplicas fueron desatendidas, v la magos y temer arios, como ignorantes y presurina de guerra que podía llegar á ~n incre-: midos. Cualquier a conocerá los perjuicios mento cuasi inmaginario, luchaba con , mil . que puede causar la tenacidad de una opiobstáculos y en torpeci mi en tos nacidos de la nion y los errores que pueden desprenderse rutina y de la falta de prevision al calcular de una tel!ría meramente doctrinaria, para el coste de las obras. Aun teniendo marinos convenir desde luego en que es muy útil el é ingenieros distinguidos que aconsejaban imperio de la razon, como el medio mas dial gobierno el arreglo y la economía, tan recto para condúcirnos por una senda frucnece. sarios á la construccion de los edificíos tHern. Todos saben que la inteligencia hufl otantes, continuaron los bosques padecienmana se ha parado en considerar las cosas do el mas cruel abuso. mas ínfimas; y que-el atrevido pensamiento Este ha sido otro mal de gravedad inmende atravesar los mares ha sido u no 'de los sa, que, extirpado con anticipacion, hubiera mas grandiosos que jamás el hombre haya causaJo bienes incalculables; pero plagados imagiuado; de todo lo cual se debe deducir los arsenales de empleados, que parecían que un sacrificio hecho en éo'ntra de la exacejercer, auloridad omnímoda, subió de puntitud del raciocinio e!, un abuso intolerable, to, como todos los demás , que reclamaban en tanto mayor grado en cuauto se tengan pn pronto y eficaz remedio. mayores conocimientos. España , el país mas rico por su naturaYa puede colegirse por consiguiente que leza, el que pudiera eclipsar el poder y granla aplicacion de maderas á la marine. de deza de las demás naciones europeas, ba guerra ha sido viciosa y perjudicial á los bosques de España; viciosa, porque ha des- pasado en tutela vergonzosa la mayor parte de sus años. Ese tiempo precioso en que la conocido los trámites legales y no se ha funrevolucion, practicada por las cienyias y los dado en los sólidos principios de la justicia adelantos, ba cooquisLado los mas sagrados dtstributiva , sin la cual no son nada ni la derechos, ha sido entre nosotros un vano ley ni la autoridad ; y perjudicial porque 1 sueño de mentidas ilusiones ; ilusiones, que destruyendo la may,or parte de los bosques despues se han convertido en paródias de la ·mas ricos 110 ha logrado rei:,ultados ni cte median:1 entidad. · . ! verdadera realidad. Hemos dicho mas de u na vez, que las i m(1) Véase la página 25, 6Q, 86 y 4 H. 1 porlantes obras escritas con método y basa-


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das en principios sólidos, para establecer los medios de fomentar la riqueza del país se hau mirado poco menos que r.omo débiles juguetes; y de aqui dimanaron la mayor parte de los error~s y de las desgracias que ha sufrido nuestra nacion. Los bosques que alimentan las provincias de España, sin coutar con los que existen en los dominios de Ultramar, son un precedente de riqueza la mas segura y que no admite ningun género de cue tion. Las maderas por si solas en sus infinitas aplicaciones satisfacen al bomLre en muchas necesidades, labrándolas y arreglándolas con numero os instrumentos facilitados por el ingenio y por la industria. ¿Y siendo así, no podrá culparse la desidia con que fué mirada la propagacion de los árbol e ? Jamás nos cansaremos de repetirlo: si las maderas de los bosques españples hubiesen entrado con entera libertad en el comercio de los hombre como cualquiera otro artículo, formarían sin dificultad un fondo considera.ble, pero supeditada,; siempre por apariencias engañosas ao· han conocido las leyes que deben- consignarse en un código civil. Asilo prueban lo excesos cometido á pre testo del se rvicio público, la ~eva tacion de los maules des ti na dos á las fábricas de fundicion de la Cabada, asi como tambien las mucbas leguas ele montes que se señalaron á varios departamentos . Los astilleros, consumiendo mayor cantidad de maderas de la necesaria para surtir de buques á la nacion, y para ,·erificar las remontas y carenas, no bao adelantado lo q'ue debían, quedando desvanecidas las ventajas que de una ciega proteccion podían reportar; porque además, l::1s órdenes que · en ellos regían y las prácticas introducidas en· los maestranzas coó.tribuian poderosamente á este fin . En su consecuencia, no puede tomarse un punto cualquiera sin tener que deplorar los perjuicios ocasionados á los arbolado de E paña, pues por todas partes se presentan, convenciendo plenamente de que no en todos los asuntos se obtienen bellos resultados con ia provision de medidas coercíti-vas . ¿Y podremos decir que estas hayan favorecido

en algun·caso á la construccion naval, cuando varias veces se ha pensado en que construyeran nueslros buques los inglese. ? Puede tlarse un te,;timonio mas evidente de la inteligencia y sabiduría que existen en nuestros astilleros y ar enales? No ob tante, en las costas de Cataluña se han construido buques mercantes con una solidéz y maestría que sorprenden; pero con una maestría económica, que no contrarrestr a ni neutraliza el trabajo, ni debilita las maderas, siendo muy dignos de notar los conocimientos generales que reunen muchos calafateros y motone.ros. En la Coruñ-a, en Cádiz y en Cartajena se han construido igualmente buques para varios particulares con éxito feliz; pero ¿comQ es que la nacion no ba progresado en soli déz ,y economía al con truir sus buques de guerra? Si se ideutificára en su propio interes, cual los particulares en sus obras, no lamentaríamos los acopios de maderas que se destruyen para la construccion ta.l vez de un simple bote. rosotros, aun que no tenemos conocimientos especiales en esta materia, lanzándonos á escribir sin el menor temor, bemos consultado el parecer de personas que nos merecen la mejor confianza, quienes nos han procurado algunos datos iñteresantes á la marina. Como quiera que sea, creemos que este asunto no puede mirarse corno una simple digresion, porque los usos que de los bo.;ques de España ha hecho siempre la marina de guerra, mayormente en las montañas de A turias, en las inmediaciones del mar cantábrico , son directos motivos que entran en nuestro dominio, y que conducirán á manifestar de que modo los bosque;; p·ueden salir de la postracion actual. La cons,truccion de un navío, de una. fragata, siempre cuesta. al erario sumas inmensas; y aun fijándose los tamaños lq ue dehiao tener, no se--co'nocia siquiera su total presupue to: de modo, que esta incertidumbre, nacida de varias ,circunstaucias, producía la malversacion y el dolo en los caudales que se destinaban á la maria~. Por ejemplo, valiéndonos de un cálculo aproximado, y tomando un promedio entre las maderas que consume un navío artillado del porte de 7i;


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podemos asegurar, que á lo menos necesila Por este medio las necesnladcs de la maun 38 por cien lo mas , de madera sobre el rina se verian mas satisfechas, porque las consumo limpio de Lod.a ella, ya sea dura y embarcaciones de guerra estarían en'.el caso blanda, cal cu lado Lod'o pieza por pieza. De de consumir con entera utilidad 451,4-66 aquí se deduce la gran porcion qu_e se perpiés cúbicos, en lugar de los 372,950, que derá en las labras, y el considerabl~ acopio antes sacamos, al paso que dejaría inutilique deberá hacerse en bruto para cualquiera zada la in ignificante cantidad de 63,205 construccion. Es pues evidente que muchos piés cúbicos; y todo sin causar mayores gasárboles se han cortado para copvertirlos en tos, haciendo el mismo acopio de maderas. astill as, sin 4ue sirviesen solamente para Con Lal que la marina de guerra emprenformar una alíagía ó hien otra pieza menor. diese muchas '. obras, y consumiese grandes Este defecto se ha hecho notar muchísimas cantidades de madera, csto(perjuicios s_u-:... veces, y siempre en los buques construidos bi rían de punto y se harían muy sensibles ; por cuenla del erario, siendo nolvrios los por lo que, siempre ha &ido necesaria grandesperdicios causados con exceso por la cur- de prevision é inteligencia al fij.ar loúamavatura de las maderas : ños y galibas de las embarcaciones. Pero Sabemos que es indispensable que al cons- para que se vea el desconcierto que ha reí -truir un utensilio se produzcan astillas mas nado en la aplicacio.n de maderas á la ma-· ó menos gruesas, pero ¿es justo que por esto rina de guerra, con respecto á las procedense haya tolerado el que se perdieran tantos tes de los bosques de España, diremos, que árboles sin el menor provecho solo porque aun con las franquicias acordadas á nuesse sabe que en las labras de las maderas se tros ar enales y astilleros, se bao creido mas ocasionan semejantes desperdicios? Cortando ventajosas y económicas las naturales de los árboles sanos no se concibe como la marina pueblos lejauos del norte. El roble español, de guerra haya gastado tanta_ madera sin que no cede eo corpulencia y en buena capresentar dignos resultados; porque si Cdllidad á los rte otras naciones, ha sido posculamos que en cada año hayan consumido tergado por mucho tiempo; y aun en el día nuestros arsenáles (·a cantidad de 5'14-.671 se traen de Francia algunas que olras piezas piés cúbicos de madera para la remonta de . para labrarlas en ·esta ciudad, si bien no es buques de media vida y para la conslruccion con grande exceso. Nosotros hemo·s visto vade olros nuevos, habrá una P,érdida anual rias piezas de madera del país que a ven tade 141.7~4 piés cúbicos, al respecto_del 38 j ao en muchos casos á la extrangera. Este por ciento que arriba hemos indicado; los es un hecho probado; y mas con la conscuales se ·habrán de reb,l(ar de los 5-14-,671 truccion r¡ue acaba de hacerse del bergantin piés cúbicos primitivos, produciendo un líPelayo, provisto de 2t cañones de á 36, en quido de 372,950 pies cúbicos invertidos en el cual se dice no haberse empleado mas rola marina de guerra: ,. ble que el español. La corbeta Ferro!ana y Esta diferencia notable podria indudable- el bergantín Pclayo, construidos en el Fermente disminuir en gran manera·, aunque se ro!, demuestran en parre que nuestra manos diga que en los astilleros entran muchas rina recobra alguna actividad, pero jamás maderas podridas ; y en esta atencion graadquirirá un triunfo, ni esas brillantes ad: duando la pérdida al catorce por ciento sobre quisiciones que tanto honran á los ingleses~ ~ las maderas líquidas, tendriamos únicamente sino se proteg~ á los bosques. Por otra parte convertidas en astillas 52,243 piés cúbicos, hemos visto muy pocas obras qu~ traten de quedando ahorrados por consiguiente 89,508 . coustruccion uaval ; y este vacío deberia llepiés cúbicos; los cuales con ma:\-·ores cononar&e procurando introducir entre nosotros cimientos, ó mejor buPna volunt~d. podrían los adelantos practicados últimamente_ en añadirse á los 372,950 piés cúbicos, dedu- este utilísimo arte, que buscará de continuo ciendo la pérdida de las astillas que al resla seguridad y la economía. pecto del catorce pQr ciento les-corresponden. Si tales conoc_imientos no faltárau no se

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mo rernltado, convierta innecesariamente en hubieran uxpedido tantas órdenes oci9sas por el Ministerio de marina, ni se hubieran • astillas la cantidad de 78,516 piés cúbicos de madera. Aun cuando esta cantidad fueFe perdido tantGs árboles; pues que contándoménor ¿no es acaso muy digno de atender los de 37 pies cúbicos cada uno, los 51 !1,671 que la nacion pueda hacer un ahorro semepiés cúbicos, que antes asignamos al gasto jante? De aq ui nacier.on las devastaciones de de la m;.i.rina., forman la cantidad de 13, 9·1O los bosques, cuando las preocupaciones vulárbol~~' perdiéndose de estos 3,830, cuando gares de los hombres impidieron defender solamente debían llegar á 1,708. la propiedad; pero la falta que hemos teniLa madera de haya, tan genera:mente do siempre de comunicaciones y que ha dausada para remos, entonces podría tal vez do en la idea de labrar_las m:i.deras en los reemplazarse por la que gastan los barcos mismos bosques, con otras causas ociosas de norte-americanos, dotada de u na ligereza repetir, han form,ado en algunas partes opoparticular y que no_ i¡e vicia ni quiebra fasicion directa al aprovechamiento de las macilm~nte. deras. A medida que el estudio y la experiencia En Cataluña se cultivan árboles con muy produzcan en España buenos directores de buen éxito; robles formidables que pueden construccion naval, se construirán los bucqmpetir con los de Liévana y pinos que . ques de guerra c2n mayor economía, ya con pueden compararse sin dificultad con los resJ>ecto á los salarios de los operarios que me~ores y mas robustos del norte. s-e,emplean, ya colocando las fábricas á los Aunque no se cuente siempre por pies cúlugares mas próximos .á las primeras mat!lbicos, lo cual, como mas lógico y regular, rias. Además, _es precisa mayor inteligencia está establecido en los departamentos, la en el ahorro ·positivo de las maderas como madera siempre t-ieue sus valores, y no re-hemos te!)ido lug~r de demostrar, guiándobaja nunca de su precio solo porque se la nos por las considerables talas que han sucompute de tal ó cual manera, frido los bosques de las cos.tas. Hemos creido que estimándola en algo El roble, que está en sazon á los cien años ·menos · ae su valor actual quedarian mas de edad, y que en esta ciudad y en muchos justificados nuestros cálculos, y por este lugares se vende al peso y no al volúmen, único motivu discurrimos del modo que se esceptuando en algunos casos ciertos tronhabrá observado. cos para foi:mar por ejemplo grandes piezas Por consiguiente, la aplicacion que lamade qui.Ita, se paga al precio de diez á doce rina hizo de las maderas no ha contribuido réales él quin~al. al fomento de los bosques de España. Estos, Tomando pues el precio de los doce readesamparados siempre, no han conocido el les, para no entrar en el m ·• yor valor de las apoJo tutelar que otras naciones les han mencionadas piez,as , supongamos que cada dispensado. Pero, ¿podrá continuar por mas pié cúbico forme ·exactamente un quintal, é tiemp0_:el aba-ndoLlo en que hoy Jia _se haincluyendo en e~te precio et del pino que llan I ó no habrá medios eficaces para sacar· pueda consumirse, creemos que se tendrá los de la espantosa decadencia que los ame. por muy modera<;io el :¡i.sjgnar once reales naza? Mas adelante entraremos e·r. esta cucspor cada pié cúbico de madera. tion; porahoranoscootentaremosconapunBajo es'te concepto la marina perderá tar otras ideas interesantes á los árbo!es : ' 863,676 reales velton; correspondientes á 78,516 piés cúbicos de madera., procedentes De las podas y descortezos. de los 8!-J,508 piés cúbicos de ahorro, deduciendo las astillas incluidas en esta misma Dijimos ya que las podas son otros de los canlÍdad al tipo del catorce por ciento. Betantos beneficios que rinden lbs bosques á n:ws apreci'ado en esta cuenta en un entero sus señores y propietarios, pero no hicimos una crecida fraccion; por manP.ra, que es constar que tales operaciones redundasen•en mµy lastimoso que nuestra marina, en últi-


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provecho de los árlJoles. En efer.to, las po.: les crecitlos; pue's jamás poedén con~eoir á das son muy útiles cuando en ellas preside aquellos que cuenten muy poca edad-, porel di scernimiento, y no e·l- af.an de aglome- que entonces se desn1edran,, en lrrgar de virar. leñas como ::,ucede con frecuencia ; pues gorizarse-. De aqni es que se tija el espacio' te~iendo solo por objeto el CÍareo de las ra .. de diez años, llegando á veces al de catorce, mAs inútiles ó nocivas, esLfluera e:le dud·a para que la:s podas tengan lugar, en cuyo que •deben q'uedar intactas ó salvadas las tiempo ya priircip[an á dar bastante leíia demás. , reanimando el vegetaf: La utilidad de la poda consiste en cierto Asi que, la operacion de la poda no puemodo ea detener el movimiento de la sávia de emprenderse en u·n- tiempo cualq • ierá ; para que refluya en ciertos lu ga res , en que puesto que tiende á aumentar las ramas pelos árbo les presentan yema~ ó bróles que no queñas de los árboles~ á <liiminuir las gruenacerian sino despues de muého tiempo. Asi sas considerando el movimiento de la sávia. es que µo árbol poda<;lo con inteligencia se Por esta razon .es, que cuando las hojas ele vi goriza y rejuvenece, ,pudiendo- eX'istir mulos árboleS' absorven por 'la parte posterior chos mas años,de los que e9 otro caso viviel aire· atmosférico ó sus elementos, e1pería; por cuya razon la poda siempre ha•sidó - liéndole despues de tlogisticado por 1·a sunccei,aria y esencial. perficie superior ,cónlri bu Yendo de este mo..'. Si suponemos. un Mbol abandonado á sí do al fo-mento y circubrci~¿ de la sávia, no mismo, veremos como paulatinamente se de~ , conv(ene la poda, porque el vegetal está afiisarrollao sus ramas, formando-en su primer mado. Al contrario, cuando las hojas no ejerQrígen con lof troncos o nos ángulos m·11-y cen sus funciones; cu anélo el frío ú .otra cauagud9s, que van perdiéndose ú oulicuándose sa cualquiera imposibilita esa andnacion ú á mediqa qué hacen el las so crécim_,jento, ese movimiento, am~ ril1eari desde lu ego y se hrrsta que llegadas cu,asi á la seneétud' eco- desprE>nden de las ramas de las árboles. Eb-· locan poco menos que en direccion horiLoaces la poda puede emprenderse para: que zontal. ' s produzcan nuevas ramas éQ la primaveEstas ramas, cansadas de vivir, á veces ra, y estas se carguen de fruto en ·la estasedesgaj:rn; y las podas suplen estos inconcion <le· los calores. -venientes, guiando los árboles á o na perPor consiguiente la naturaleza no rechaza feccion extraordinaria, solo por fijar en las el trabajo del hombre; ese mismo trabajo lo protuberancias de los troncvs la sangre vesoli tila; y los árboles lo recompensan con !(etal. Entonces gr;in parte de este ju¡ro alientera Eeguridad, produciendo á lo meaos menticio se adelgaza y purifica, m-arclTandó dos reales cada uno al llegar el tiempo de la con mayor velocidad por los pequeños capoda. · nales,quc ya exísten y que á su veb'p-ropor¿Podrá duoarse,· pues, Si los firboles ofrecionan los f~utos que prodiga el árbol. cen durante su vida recu rsos abundantes, Pero l'as podas producen igualmente otro pai•a estimnlar á lm;-hombres á sn C\ll,livo? fenómeno. Se tiene observado que para cada lfüos se-despojan de sus ramas, no so lamenrama quP. nace, se produce una nueva raíz; té sin perjuicio propio: sino que beneficiánde rnO'do que bay una entera a.nalógfa y de- , dose en gran· mañera; y no cont ntos con pendencia entre las ramas y las raí ces; pues regalarnos sus frutos, si sé ~os corta muy verificándose por, estas la succion, transmicerca de la· tierra, para aproveobarlos rn'ejor ten sirn ultáneamente-1Caq uellas el alimento en los usos -comunes, retoñeéen otra vez coq\Ie neéesitan . Por tanto, aparece 1:1ue hay mo para indicar la fuerza de su poder vegeua equiHbrio entre las rama1, •y raices de los Lativo. · á-~bo\es; y las podas bajo este 1;1.specto tamEse admirable concierto de cosas qoe b1en •deben ser útiles. por todas partes nos presenta la natura'·$in e'mbargo, precis-o eS" manifestaT que lez.a, debidas .a •la inteligencia de un,. ser increado y sublime, fué siempre el 'es-pehablamos de las podas api'icadas á los árbo, 42 • TOMO 111.


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cial objeto del estudio de los hombres mas duce los resultados mas lispngeros. Por tansábios ; y los árboles, asi como los demás tQ pudiera muy bien generalizarse en Es_pax,egetales sometidos al exámen de muchps ña, ya se verificasen las cortas por claréo, ó fisiologistas, no han cesado de ocultar el por cuarteles, como se acostumbra; pues modo singular con que se forman los ju- siendo notorio que estando la resistencia de gos que origin_an el espíritu vital. ~s ver- los cuerpos en tazon directa de su densidad dad que en los árboles se ha notado un mo- y pesantez, presenta grandes beneficios la . vimiento ascendente y descendente de ese madera descortezada, - porque es mayor su mismo jugo, al que hemos llamado sávia, y masa y compactibilidad. que corre por' lo interior de los troncos eii.la Lo5 experimentos hechos hasta el dia, masubida, y por·la parte esterior ·cuando ~aja nifiestan á término medio, que, bajo un misá comunicarse con las raíces; perú nada de mo volúrnen, el peso de la madera descorteesto nos_ conduce ·á conocer las causas de la zada, con el de la no descortezada, está en· vida _ni á deducir exactamente como y de la relacion de 1 e-. á 1 4-; de manera, qú.e en las que manera se ejecuta la transmision del piezas que deban ser de grandes dimensiones puede concebirse muy bien la poderosa insustento vegetal basta los órganos mas remotos. Demuéstranos sí que los árboles de-e. fluencia de la operacion del descortezo . Efecben estar provistos de corteza ..para qµe se tivamente, sí un madero de diez pulgadas ejecute con libertad el movimiento de la sá- en cuadro de base, y doce pies de altura, via que sale por la parte esterior; y de ese procedente de un árbol que no se haya desconvencimiento se desprende que cuando los c.ortezado, pesare 1 O. 360 libras; con la operacion del descortezo hubiera pesado 11 .100, árboles ef.tan desprovistos de ella, la sávia que circula entre la misma y la parte mate- esto es, 7 4-0 lioras mas . De consiguiente su rial del tronco, debe condensarse y endure- resistencia fuera mayor, y tan to mas, en cer la madera con entera uniformidad. Las cuanto: mayor fuere la relacion 6 la diferencapas que se formarian en los límites inte- cia de peso. riores de la corteza y que a~ruentarian su- . Tomando encinas de una misma edad y cesivamente el volúm~n del tronco rnn Jas cortándolas por el método ordinario-y por el que sirven para solidificar_todo el árbol,por- del descortezo, para establecer un sistema que la sávia se paraliza y se fija y estanca comparativo, podrá hallarse una diferencia en los hoyos 6 instentícios que tiene la ma- mayor de la que nosotrus indican10s; pero en tal caso debemos observar que aquellos dera. árboles que mas sobrevivan, despues de quiUn.. árhol descortezado no puede engrosar tada su corteza, serán lgs mas compactos Y ó dar mayor volúmen, pero ofrece mucha mejores; y la .razon es muy sencilla. Mienmayor resistencia de la que tendría sin la tras dura la vida del vegetal, la circulacion operacion del descortezo, porque la albura de la sávia existe, aunque latente, y toma se conviert~ en madera perfecta, y está aveasiento en los tubos capilares que tenga la riguado que todo árbol aume_nta en compacmadera, al paso que las raíces varifican la tibilidad desde el corazon hasta la superficie. Estas venta3as q_ue hacen áJa madera me- succion sin el ménor obstáculo; pero á medida que se dificulta el paso del humor que nos porosa , y por consiguiente mas incorabsorven las raices, por la condensacion que 1 uptible sin dar entrada á los ins~ctos dañien él principie á verificar&e, se verá que el nos que algunas veces suelen perjudicar !a árbol enferma de&de luego, y que sucumbe -obligaron. á todos los naturalistas á rec~al fin, falto del amparo de su cubierta. De inendar la op_eracion del desc9rtezo para obaquí se sigue, que si la vida del árbol resis· tener maderas de mayor solidez y duracion. te mucho tiempo para que la sávia se ex· Ellos han dicho que no se cortá raµ árboles tienda por todas parles, con la tenacidad ó sin de·scortezarlos .antes, y de)arlos en pie crasitud que deben ocasionarla el movicnien· hasta que mueran; y en efecto, en muchos to y la condensacion, forzosamente ofrecer& países está establecida esta pcáctic·a que pro-

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, mayor masa en un dado espacio que otro árbol cuya robustez no permitiera la duracion de ese estado violento. Por consiguienie, la madrra que proceda del árbol de mayor vida despues de la operacion del descortezo tendrá siempre mayor pesadez, y en sus efegtos podrá economizar cierto volúmen de madera de otro árbol, aunque fuere de fa misma calidad. Estas verdades si tuviesen aplicacion á los bosques de la península no hay duda que proporcionarían grande economía, porque si una barra ó liston, por ejem_plo de tres varas de largo, y al ancho y grueso de seis pulgadas, sostiene colocada horizontalmente, y apoyándose en sus dos estremos opuestos., el peso de 72 quintales comunes , sostendría con las mismas dimensiones mucha mayor cantidad siguiendo el método del descortezo, llegando tal vez á 87 quintales, pues que su mayor ó menor resistenci-a Jepende de las causas que dejamos insinuadas. Fácil es conocer que las maderas cortadas por este método, y guiadas por espacio de dos ó tres años á crecer siempre en dureza y solidéz, no están afectas á recibir humedades, ni necesitan del oreo que en otro caso les seria indispensable. Los antiguos reconocieron las mejoras que obtienen las maderas con el descortezo de los árboles; y esta operacion debe tener lugar en él tiempo de lá sávia. El célebre Vitrubio dijo: que los árbolea cortados por este método podrán usarse al momento, y sin temor, en la c0nstruccion de edi6cios estables. Duharuel,Jlozier, Bouin y otros varios hubieron de conf~sar tambien la utilid~d de los descortezos. Muchos naturalistas españoles han insis- ~ tido igualmente en esta necesidad. De modo, que nacionales y estrangeros todos han convenido en el beneficio que resulta del descortezo de los árboles. Las fábricas de curtidos ganan tambien mucho en esta operacion, porque la casca ó corteza les es muy úGI; y tal vez podrían obtenerla en mas abundancia ó á precios mas módicos. Asi como la poda proporciona un buen · hiero al propietario de u_n bosque, i1Luado en

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la márgen de ·un rio,·li en otro cualquiera lugar, donde sea fácil el transporte, mejoPando al mismo tiempo á los árboles y dándoles hermosas formas, por medio de cortes arreglados y metódicos; así tambien el·descortezo facilita productos para satisfacer los salarios de los que en él se emplean. Todo pues nos convence de que los árboles son manantiales perennes de riqueza ; y puesto q_ue hablamos de los que c-omunmente se llaman silvestr~s, y que producen maderas blancas, sin entrar en los que abastecen á la ebanistería, cumple á nuestro propósito consignar que todos sin distincion son dignos de los cuidados del hombre; porque todos nos suministi:an segun sus diversas especies~variados productos, que tienen directa aplicacion en las artes y en la medicina. Las maravillas que nos ofrece el injerto, del cual se ha hablado con tanta.vulgaridad, y que no importa para nuestro asunto, descubre que la vegetacion sigue en general los pasos del cultivo, aun que este haya de variar en cada árbol 6 en cada planta; pu~s á la.manera que los individuos de la especie humana no todos sanan en sus dolencias por unos mismos planes curat.ivos, así tambien á las plantas pueden no acomodarles identicamente unos mismos tratamientos.· Las innumerables variaciones ó modificaciones observadas en los líquidos que encierran, y que originan las diferencias de sgs frutos, pueden ser motivos ciertos y evidentes para fundar esta proposicion. Por esto alguna vez se habrá dicho.que el cultivo daña; pero el cultivo, ~gun el asentamiento universal de todos los e~critores,con tal de que esté guiado por la razon y por la inteligencia, es una segunda naturaleza que aficiona y estimula al trabajo y que nos eleva en medio de l_a creacion á la cumbre de todos los demás seres. Si asi 09 fuese, si la cultura se considerase como incompatible ep un bosque ¿pudiera alcanzar:;e acaso de muchos árboles el proporcionar maderas derechas tan apreciadas por los particulares, a'si como el obtener los brillantes efectos ocasionados por la poda v el descortezo? • Hemos dicho ya otra vez que la natural e -


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ia no rechaza eHrabajo del homhre, porque en p te trabnjo se lunda la produccion, y los mas ólid os p6ncipios de la moral y de la vir:Lud. Lo demás seria una al:¡erracion inconcebible que produciria muy f~nesla,s CP{l-

seeuencias ; aberracion, que por fortuna, creemos que no bailará cabida en nuestras gentes del campo.

Se concluirá:

precios de los granos y de los líquidos eplre l!_nas provincias y otras, y la posibilidad de hacer en cierios·aíios 1 SEÑORA: Conociendo V. M. la importan~ia 1 el contrabando de cereales, tan p<'rjudirial á de fomentar la agricultura, y de promover su nuestras proclueciones ind}genas. Pero las disdesarrollo por lodos los medios posiblrs, se dig-. po¡,.iciones benéficas dictadas por la maternal nó ~xpedir e'l real decreto de7 de abril del presolicilua de V . .1\1 . sobre las líneas de comunisente año sobre conslruccion, conser\"acion y cacion locales, serian estériles é ineficaces si no mejora de los caminos vrcinalf·s, considerando se procurase vencer los obstáculos que se oponjustamente la perfrccion y aumer,lo de estas gan á su cumplida ejecuc ion, por medio de otTas vias, como los aux'iliarcs ID él S. poderosos de aquel disposiciones no menos útiles, que indica la exra(JJO de la riqueza pública. En eíi>cto, Señora, periencia, y que deben ser el complemento de 1 sin caminos Teciuales las cªrreteras generales a,.p1ellas. . satisfacen imper fectamenle á su objeto, porque , Enlre estas últimas descuella como principal, carecen de esa circularion acti va, de rsa vida, y como de qrgente ·necesidad, la creaeion rleun que solo puede proporcionarles la ramificat.iou cuerpo de directores de las obras y caminos ve• extensa de líneas trasversales, por las cuales cinares, cuyos inclividuos. sin rl'ciliir la rxlrnsa encuentren fáéil salida los géneros que han de instrul·cion de los ir,genieros civilrs, tengan no alimentar un tránsito animado y constante. En ol;>slanle los co norimientos suficientes para dila actu~lidád se ven frecuentemente carrrteras rigir con acierto los trabajos import antes de generales casi desiertas la mayor parte de l año que han de encargarse, á fio de que no sean por la dificulta.d de coLtducir hasta ellas los proinfructuosos los sacrificios de los pueblos. Inú'-(luctos de la tierra, sin un aumento tan cO'nsitil es entrar en drmostraciones Leóricils pa ra derable en los precios de trasportl', que. inutiprobnr las ventajas qué en \lene1Ício de los pue• liza 6 imp,Psibilita la exl1,1ccion . De esto problos ha de producir esla in slituc:on, cuando vi~oe l a auomalla tan <:omun en España Je que una ex¡wriencia de muchos años acredita la neuna cosecha abuadanle sea una verdadera cacesidad c!e establccerl¡¡, y que sin ella ser~n en lamidad para los pueblos, cuyos e.í~c tos recaen, balde cuantos afanes y rrcursos se destinen á no solo. sobr.e los cosecheros, sino mas princilos carnin'Js vecinales. Varias provincias del pafrnente sobre las clases menesterosas; porque reíno presentan un triste ejemplo de esta verel labr11d or que se encuentra con una gran candad, pues á pesar de liall:irsc establecido en tidad de frutos, que, 6 tiene que yendcr á un ellas dosd~ Liem¡.,o ir1mrmo1 ial, bajo el no·mbre precio ínfimo, ó acaso no puede enajenar de de sewlas fericis, la preslacion personal, que ningun modo, réduce sus labores, emplea meimpone á sus babilanles la enorn1-0 contrUiunos joro aleros-t y de a qui la escasez ó íal la de cion de cincuenta y do dias de trauajo al aiío, trabajo para lJ)S proletario5, y la desrn oralizapoco ó nadaban adelantado en la mejor,1 de sus cion , las turbulencias y todos 1os m¡¡,les. qµe _sou, caminos, que están casi en d mismo mal estado consiguientes. De la falta, de caminos proviene que los demii s ~e la monarquia.

Real decreto creando una e/ose de directores de caminos vecinales y de canales de riego.

1 lamlii en la des'proporcion de los


Hay mas, Señora: carreteras declaradas. provincial es exislen, que despues de haber costado á los individuos de toda una provincia inmensos sacrificios por espac-ro de cuarent¡¡ años, se encuenlran completamente inútiles, y exigen una renov¡¡cion total; y todo esjo nace de la fa. cultarl ilimitada que tuvieron, basta la creadon del cµerpo de ingenieros, las corporaciones _provinciales, y que tienen todavla en la actualidad las municipa!es, para encome'n dar la direccion de los trabajo$ de sus can,inos respecti vos á quien bien .les parece, sin sujecion á ninguna condicion de las que rPquiere toda administracion entendida. Un mal de tanta gravedad YO puede subsistir, so pena-de-renunciar enleramcnte á la ejecucio·n deL real decreto de 7 de abril último; y ya que no pued.i remediarse cpn el auxilio de los ingenieros civiles, cuyo número limitado apenas basta para cubrir las 3lenciones de su peculiar servicio, y no puede aumentarse sin gravar demi.r.;iado al erario, preciso es valerse de otros med.ios que, sin sobrecargar el presupueslo, produzcan en cuanto sea posible el resultado apetecido. La cre,1cion del cuerpo que tengo la honra de proponer á V. J\1 ., formado de individuos que se hayan sometido á un cxámen de las materi,1s que se detallarán en el programa correspondiente; :}Ue f. consecuencia lle este acto hayan oblenid o un título que acredite s•J capacidad; que no disfruten sueldo fijo por ahora, hasla que una ley detnrnino el modo de proveerá. las ate!1ciones de los caminos vecinales; pero que en cambio tengan el ejercicio exclusi vo do ciertos acto , á sem<'Janza de lo que se pra,ctica resrerlo á los individuos de olras proícsiooes, es el medio mas adecuado de conseguir el objeto propuesto. El ejercicio cxdusivo de ciertos actos concedido á los ri1re ·l.ores de caminos vecinales 1 sin lastimar por cslo dcrecbos adquiridos, léjos de ser perjudi cial, será de una con·tenicncia evid ente, hajo cualquier aspecto que se considere. o se concibe en efecto por qué razon han de continuar haciendose como hasta aqnl las Qpcracion-cs y- d~claraciones periciales que ta nto in Ou yen en los fallos judiciales sobre dcsl!nde, derechos y servidumbres de predios rústicos y urbanos, y se han de exponer asi las fortun¡1s de loa pueblos y de los particulares aJ arbitrio y al capricho de bornhres que carecen ~e aulorizaci n, de responsabilidad y de intelige ncia. No se r ompn•ode por qué, exigiénd_o~c un Lítulo y ciertas garantl.as para el ejercicio de otros actos menos imporlantlls, se a.bao-

·141 donan estos, que son vitales y de suma trascen• deocia, y ha de perpetuarse la errada práctica seguida hast¡¡ ahora. Por olra parte, -Señora, hallándose ocupado el mioislro que suscribe, en preparar trabajos importaoLes pai;a el apto~echarnicnto de las corrientes de aguas y el establecimiento de sistemas de riego y nuevos módulos, se ve f.ícil mente de cuanta utilidad pueden será los pueblos unas personás facullativas que, residiendo en estos, esludien y recoriozcan det&nidamente el terreno, indiquen á los propietarios las obras convenientes para fecundizar sus heredades, y puedan con sus informes ilustrar al Gobierno sobre las disposiciones que seria conveniente y posible dictar para fomento de Ja agricultura. Finalmente, los directores -de caminos veci-nalcs podrán ejercer e_n los pueblos el oficio de agrimensores., entregado basta el di:i ~ personas de ningunos 6 <fe escaslsimos conocimientos, que ejecutan por lo comun las operacionrs de agrimensura por métodos imperfectos y defectuosos, de muy Judoso resallado. En esle concepto puedt'n prrstar· tambien servicios importautes los directores de las ubras municipales, principaln1cnte para la formacion y rectificacion de la cst3dística de los pu eb los, cuand.t se susciten cuestiones sobre el n ;parto de la contribucion terrilorial, y para la ejecucion paul atina de un catastro Lan api:oximado á la verdad como sea posible. Por todas estas razones tengo la honra de. proponer á V. M., de aru~rdu con el Consejo de Ministros, el adjunto proyecto de drcreto. -Madrid 7 de setiembre de: 1848.-SliÑ!J~A, A los R. P. de V. 1\1.-JUAN llRAvo M • RILLO. Atendiendo á las razor1é$ que me ha exp11esto mi uiinistro de Comercio, lnstrnccion y" Obras púhlii,:as, de acuerdo con el pare.cer del Consejo de Ministros, he venido en decretar lo sig ui ente: Arliculo 1. 0 So-! ,·11 -;,. una cla,e clc nominada d e tlir~clores de cami ,,u.• vccicales, ru~•os individuos estarán exclusivamente er,carg?.dos del trazarlo, d1rcccion y ejrcucion de las obra qe dichos Clllninos, de las de aprovechamil.'nlo de aguas pluviales y dr corrienles no navegables- ., para el riego de terrenos. Arl. 2.º Los directores de caminos vecinales podrán d.cscmpeñar~ en fo~ pueblos donde. los hub iere, el oficio de peritos, mando d·eba oírse el dictámen de estos en las cuestiones que se suscilen sobre los apeos, deslindes, derechos y servidumbres de predios rústicos. Arl. 3.0 Los misl).los individuos podrán ejerc.er i_gualmente la profesion do agrimensores

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4it donde fes convenga. plan de ac:i.demias de nobles arles. Art. 4. • Los que hayan de pertenecer- {¡ la Art. 6. º Los agrimensores con tflulo Iegi.1 clase de directores de caminos vecinales, hatimo podllán asimismo obtener el de directores brán de someterse á un exámen- preliminar, y de caminos vecinales, !>iendo examinados y aproser aprobados en las materias siguientes: bados en las__materias contenidas en el ntículo 1. 0 • Prjncipios de la. lengua española. anterior de que no lo hubiesen sido para el ejer2. 0 Aritmética y si.stema legal de pesos y cicio de su profcsion, y pagarán en taJ....caso somedidas. lamente la difereecia que baya entre los dere3. • Algebra elemental. chos que se les exigieron por el título de agri4. 0 Teoría de los logaritmos y el uso de las mensor, y los que corresponda-o por el de ditablas correspondiente's: · recto.r: de caminos vecinales. 5. º Geometda especulativa y práctica. Art. 7. 0 Los 11yuolamientos podrán señalar un 0 sueldo fijo á los directores de caminos Yecinales 6. Trigonometría rectillnea y levantamiento de plan.os. los cuales en este caso tendrán obligacion lle residir en el punto que aquellas corporaciones 7. 0 Principios de geometría descriptiva, y les designen, de dirigir las obras de cami,nos y sus aplicaciones á las teorías de las sombras, corte de inadera y canterfd. · riegos, y de evacuar gratuitamente todas las comisiones propias de su instituto, y que sean de ~-º Estática elemental y las condiciones de intercs comunal para los pueblos con qui enes equilibrio de las máquinas simples y compueshayan contratado . Estas contratas podrán hatas. cerse con los directores de caminos vecinales 9. 0 Delineaci1Jn y principios de dibujo topor un ayuntamiento solo, ó por varios reunipográfico. dos, si lo creyeren oportuno. 10. Nociones sobre el trazado y sobre los Art. 8. 0 • El sueldo que los ayuntamientos trabajos dP. conscrvacic>n de los caminos, cálá los directores de caminos vecinales se señalen culo de desmontes y terraplenes, y conocimienincluirá entre los gastos voluntarios del presutos sobre las coa lidades y uso de los materiales. puesto, y se someterá ¿ la aprobacion compe, Los aspirantes deberán forrpar un proyecto tente. El nombramiento de estos directores con completo de camino con suje cion á perfiles desueldo fijo necesita la aprobacion del jefe poterminados, y además proyectos de puentes y 1/tico. pontones de piedra y de madera . Art. 9. 0 Las cuestiones que se susciten con Art. 5.º Los arquitectos con título de alguocasion de las contratas, de que babia el art. 7.0 na de las academias reconocidas por el Gobierson de la competencia del coosejo provincial. no, podrá¡n ser directores de caminos vecinale-s, Art. 10. Los directores de caminos vecina-sin someterse al exámen de que trata el artícules á qui.-nes, sin estar contratados con los pue• lo anterior; pero deberán solicitar un título que blos, se encargue la direccion de caminos vecise les ·e xpedirá gratis por el ministerio de Conales, ó de cualesquiera otras obras municipamer~io, Iostr9ccion y Obras públicas. Los les, tendrírn derecho á una retribuci.on que se maestros de obras con titulo de las mismas :¡cafijará en el reglamento. Esto mismo tendrá ludemi-as, obtendrán tambie n gratis el de direcgar aun cuando estuvieren contratados, respec• tores de caminos vecinales, somrtiéndose al exámeo de las materias que se exigen en el artí- · lo á las obras, apeos, deslindes y demás diligen· cias periciales que tuvieren que dirigir 6 pracculo aóterior, y que no hubieren cursado en ticar, si empre que estos sean de interés pri vado. aquella. Del mismo modo podrán recibirse graArt. 11. Se prohibe expresamente confiar tfs de maestro~ de óbras los directore.s de camila direccion de caminos vecinales y de los cananos vecinales con títulos de tales, siempre que les ó acequias de riego á otros que á los ingeacrediten ante alguna de las acadt'mias de nonieros de caminos y canales y directores de ca· bles artes su aptitud en las mater:as que en ellas minos vecinales, donde' los hubiere. En el caso se exijan, y de las cuales no hubieren sido ex¡¡de que no fu1ire dable valerse de ningun indiviminados al ingresar en su clase. Esta facultad duo de las clases mencionadas para la ejecucioo rccfµr·oca d.urará solam ente el tiempo necesario de las obras á que se refiere la cláusula anterior, para completar el número de 500 directores de caminos vecinales, debiendo despues someter- , los jefes políticos y los ayuntamientos podrán comisionar con este objeto á olras personas, con se, así los que aspire~ á serlo como l~s que deforme á lo dispuesto en los artículos 25, 79, 101, seé"n obtener títulos de maeslros de obras, al ré118, 130 "i 143 del reglamento de 8 de abril del gimen- que se establezca por el Gobierno en el


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presente año. Esta facultad cesará tan pronto como sea suficiente para fa direccion de los caminos y riegos de cada provincia, el número de directores de caminos vecinales establecido en ella. Art. 12. Un reglamento determinará la extension qoe ha de exigirse ea las materias del exámeo á que se sometan los di'rectores de caminos vecinales, y el arancel de los derech9s que bao de satisfacerles los pueblos, <londe no cstovieren contratados por la direccion de las obras del mismo género que les encarguen. El mismo reglamenlo fijará t.ambien los deberes recíprocos de los pueblos y directores de caminos, así como los de estos respecto al Gobierno y sus delegados, designará la responsabilidad que contraen los funcionarios de esta clase, emplc\ dos en el servicio público, que falten á las ·

opligacionPs que se les impusieren; y eslablecerá todo lo que se considere necesario para la ejecucion de este real decreto. Art. 13. Los directores de caminos vecina-· les estaráñ autorizados para denunciar las cÓntravenciones á los reglamentos de policla y conservacion de dichos caminos. Las denuncias hechas por estos funcionarios tendran igual funza y valor que las que se hagan por los guardas jurados en casos análogo!!. A conse.cueneilr de lo prevenido en el párrafo anterior, los directo• res de caminos vecinales prestarán juramento en los términos que prevenga el reglamento. Dado en Palacio á 7 de setiembre de 48i8.Está rubricado de la Real mano.-EI ministro de Comercio, Jnstruccion y obras públicas, Ju.u,¡ BRAVO MORILLO.

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Madera que produce la isla de Cuba.

mo seria demasiado prolijo el describirlas todas, daremos una idea general del caracAcana, Quiebra-Macha, Hierro, Roble de ter del género. diferentes especies, Sacubí, Júgaro, ChicharCada flor se compone de UJl cáliz permaron, Yagrucna, Cuajarí, Ayuda, Baina, Cua- nente, de cinco hojuelas ó partido en cinco jarl, Bigueta peluda y de Naranjo, Yaití, lacinias; la corola tiene cinco pétalos iguaJaimiquí, Jaqué, Yangají, Almendro, Al- . les ó no, asido al anillo que sostiene los es-: mendrillo, Tengue. Arabo, VijagQí!ra, Fri- - tambres: entre cada uno de los pélalos hay _ jolillo, Yaba, Pito, Yocuna, Ocuje, Moruso, una glándula cuando las corolas son regulaCeibá, Ramon, Mamei colorado, Brasilete, res, y en las irregulares se vé un tubo mas Cuaireje. ó mem,s prolongado por lo interior de los Todas estas maderas sirven para la cons- pedúnculos; tiene diez filamentos unidos en truccion de cosa-s fuertes, usando para esta- un anillo por su base; cinco ó siete de ellos cadas en el agua la Quiebrahacha y Hierro: son fértiles y tienen las anteras oBlongas. Para las cosas de adorno el Cedro, Caoba, El gércnen es pentágono y estrechado por .su ·Ebano de distintas especies, Granadillo, Car- base, y e, estilo piramidal y con cinco estigne de doncella y otras muchas . mas. El fruto se compone de cinco cajitas terminadas por una arista, que encierran casi siempra cada una, solo una semilla oval Geranio. y puñtiaguda por su base . . Las es·pecies mas estimadas son las que se Este género de plantas es uno de los que conocen con el nombre de malvas de olor, cuentan con m:cs número de especies; y co-


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geranio de rosa, geranio de flor, gera.rii-0 triste. geranio coron ado, g<'ranio de hierro, de olor de almizcl e-, etc. Ha muchas variedaues, y, tod;s -ell Js son J elicada~, por ID que deben cu lli var e eñ tiestos. Esta plá.nta 1)ide. ·• :1 tierra ligera y fran.ca, en buena exposic·1;, c , al Medio-día, riegos moderados o verano y muy raros en io;vierno. Deben re guar<l-arse de los fríos y, heladas del iov.ierno, porque si se dejan al raso pere:ceo. ~se multiplican por esqueje, acodo v semilla. Esta se ·iernbra por abril, lll,ayo --y junfo, s se trasplanta despues á los tiestos. Los geranios de raíces tuberosas se propa,gán cór Laudo los tubérculos en tantos pedazos como yemas tengan, plantándolos y regándolos poco para que no se pudran.

Calor humedad. El calor v la humedad deben estar consLantemenle·á un misruo grado para que la vegetacion no se resienta.: un ca·lor húmedo de 3 á 4 grados es suficiente para acierto número de plantas; pero la mayor parte se acomodan con 20 ó 30 grados.

Dé la luz. .

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Todaslassemillas germinan sin luz; sin embargo, sus productos pe¡¡ec;erian si estuvieran largq tje,ropo en la. obscurida.9 . A la lu~ del dia deben Los vejeta les sus b¡illantes colores, su fragancia y sabor .

De la sombra.

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Hay muchas plantas que necesitan y se acomodan corr, pleta1uen le~al· sol; pero tambien la;; hay cuyos ra os la perjudican , rio necesitando mas que una luz difusa uavc; tales !-0n las que nacen y se crian deb:ijo de los árboles de sombra y á una esposicion inclinada al norte erí lugares vaporosos. Las hay que aun cuando resisten y se crian al sol en el país. de donde proceden, necesitan sombra en nuestros jardin~ por fallarles la tierra de su clima.

Industria de la seda. La destruccion de las moreras de Granada despues de su conquista hizo que la cosecba que en liempo de aquella llegaba á un millon tantas mil libras de seda; hubi ese bajado 60000 y tao tas: siendo e~ta decadencia efecto de los fuertes derechos , y sobre todo de las gabelas con que los reyes Católicos, para gratificar á los caudillos de su empresa, arruinaron e!,le cultivo ; que se abulieron á principios de este siglo, y que debió ser acompañada de. las l?rovidencia, para que los cosecheros de Tala vera quedasen reintegrad os en- el uso libre de su propiedad, como los de Granada, y entonces las tierras habian sido apetecidas y aumentadas en su valor en ambas provincias. ·•


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DEL TRiBOL Y SU CULTIVO (t). Siu pretender realzar á esta planta forragera hasta el punto de entusias1110 á que la han f:\ logiado algunos agrónomos estrangeros, creemos sin embargo que el trébol es entre las leg uminosas de pasto una de las que mas principalmente pueden emplearse en la agricultura. No- lomaremos parte alguna en las disput• tas que han sostenido con masó menos calor casi todos los autores que han escrito de. prados artificiales acer_ca de las denominaciones que han dado á un mismo trébol y que se han descrito como si fuesen otras tantas especies, porque la esperiencia ha demostrado que el trébol grande ó de culli vo es una mera variedad del tr,ébol de flor encarnado de los prados, y que no difiere de él en otra 'cosa si no en s~r un poco mas grande. Hecha esta salvedad, diremos que' el cultivo de esta planta de que nos ocupamos es conocido de poco tiempo, si se atiende á que el padre de la agricultura francesa M. Olivier de Serres no hace mencion de ella y que aun muchos años despues de esta época no se babia estendido su uso como pasto artificial, si hemos de creer á Duhamel. Parece que el primer agrónomo que empez~ á cultivar el trébol, sembrándolo entre los cereales de primavera fué el aleman Schoubart , viendo este célebre hombre coronados sus esfuerzos con el título rle noble de Kléefe_!d con que le agració el Gobierno de ·su pais. Los cultivadores e~pañoles le han dado un lugar ·muy _preferente en nuestra agricultura, porque 'se la cree una de las plantas mas preciosas Yla que forma el mejor pri,1.do artificial, la útil por escelencia para alternar las cosechas, pues abona las tierras en lugar de esquilmarlas y se producen trigos buenos despues de su rastrojo. Au'nque ~omprendemos que podrán ser {I) El trébol se conoce y se cultiva en Cataluña eon el nombre de fé ó fench,

1 DE ABRIL DE 1850.

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algo exagerados los elogios que se han dispensado á esta planta no podemos negar sin embargo que el trébol es un vegetal muy útil para forrages, por el modo de prestarse á una alternacion- trienal si se toman las precauciones que por regla gen~ral exigen la.s rotaciones de cosechas. No nos maravillemos pues del entusiasmo de los alemanes en favor del trébol; y no dudando que los pomposos elogios de Schoubart y de sus contemporáneos tocan casi á la realidad, recomendamos con toda eficacia el cultivo de esta planta para acrecentar la riqueza de nuestros pastos. Terreno."'-EI trébol en razon de tener una raiz central exige tierras suaves, ligeras y que tengan fondo . Los terrenos arcillosos soo poco á propósito para la vegetacion de esta planta aun cuando ' la forma ae su raíz permite introducirse en un suelo de esta naturaleza. Si el terreno fuese estremadamente arenoso tampoco viviria bien el tré-bol, escepto que abundase en mantillo que te permitiria desplegar muchos tallos y daría á la tierra mayor consistencia. El trébol aunque puede dar un ¡:egular producto en los suelos de mediana calidad, es mas ventajoso sin embargo cultivarlo en los campos muy abonados que entonces nos dará forrages copiosos por espacio de dos años, y aun podremos segarlo al-tercero si las variaciones de la atmósfera le han sido favorables. Los terrenos de poco fondo son poco provechosos para el trébol, advirtiendo que de la profundidad del suelo, si se ha removido bien, depende la prosperidad de la planta en los años que subsiste. Los terrenos arcillo-arenosos son los mas apropiados para el cu! ti vo de este vegetal, con tal que sean frescos; y aun cuando producen, poco en los terrenos fuertes, no obstante logramos su duracion luego que han desplegado sus raíces. Los suelos calizos el TOMO lll.

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H6 son igualmente favorables si la cal no predomina en demasía , porque en este caso la sequedad á que están espuestos los terrenos <le esta naturaleza, no deja vegetar una planta que de por sí necesita de humedad. Clima.-Puede decirse que el tr~bol vegeta en climas muy opuestos: no o_b stante en los puntos muy húmedos será mas ventajo o sembrar la alfalfa por el mayor producto que da en razon de las varias siegas que permite cada año. En los paises templados del Reino, tampoco el trébol será de utilidad como la alfalfa: en las comarcas frias y lluviosas el trébol dará una cosecha abundante, atendido á que esta planta vegeta en los países frios y en las esposiciones al norte. En la parle septentrional de la Cataluña abunda mucho el trébol y constituye uno de los primeros pastos en los prados artificiales. Se cultiva tambien en varias localida~es del litoral, aunque en ellas no tiene las ventajas que en la montaña á causa de las lluvias que escasean en los terrenos inmediatos -al mar. En las comarcas donde el cultivo' del trébol está mu.y generalizado, lo siembran en campos secos y esquilmados, pero dá un escaso producto. Labores.-Es preciso remover la tierra á bastante profundidad si queremos que el trébol prospere. Convendrá dar una l~bor de preparacion dos ó tres meses antes de la siembra, y aun debe procurarse que esta labor sea cruzada, es decir que sea doble ó que se den dos rejas al terreno sin que nos detenga la idea de que multiplicamos__el trabajo, porque la cosecha que nos dará el trébol por tres años seguidos nos indemnizará largamente del gasto que hayamos tenido por esta labor. Si_sembramos el trébol en el mes de marzo, que como veremos es la época mas favorable del año, es conveniente dar la labor preparatoria al principiar el invierno, porque' las heladas que sobrevinieren durante esta estacion, dejan la tierra mullida y en dis.posicion de que las raices del trébol agarren perfectamente. Antes de verificar la sementera convendrá dar otras dos labores á la tierra en el mismo órden que las anteriores, procurando deshacer los terrones si los hay y anivelar el suelo con la grada. El

trabajo hecho con la laya sería mucho mas perfecto 'Y útil para esta planta que la labor que hacemos con el arado, porque el traba10 de la reja no iguala jamás al de la laya en cavar ni en desmenuzar la tierra. Pero esta labor es costosa y per lo mismo nos valemos ordinariamente del arado. Siembra. Debemos tener en consideracion, para la buena siembra, la época de verificarla y la cualidad y cantidad de semilla que se necesita. El tiempo mas á propósito de sembrar el trébol es la primavera, en el mes de febrero ó marzo, mezclándolo con la avena, con la cebada, con el lino, maiz ele. La siembra de otoño es poco ventajosa, principalmente en los pai;,;es poco fríos, menos en el caso que entre en a\guna alternacion favorable. ~n los años que el invierno ha sido templado no deberemos retardar la siembra, porque no teniendo que temer los efectos de las helada tardías podría nacer la simiente, aunque la hayamos sembrado ~ principios de enero. Debe elegirse una simiente de buena calidad, ó del contrario haremos un trabajo inútil. Si estamos seguros que reune las con• diciones debidas, bastará sembrar ocho libras de semilla por cada fanega de tierra; pero si no es de cosecha propia, 6 no tenemos seguridad de que es buena, se aumentará la cantidad hasta doce libras. l!:I propietario que es zeloso de sus intereses y de su prosperidad procura recojer las semillas en sus campos, porque de esta manera e tá .seguro de las buenas cualidades de la simiente que emplea. Considerado -el trébol como una de las plantas fo rrageras <le mayor importancia para la ganadería, conviene que tengamos todas las precauciones para asegurarnos buenas cosechas; y por ello importa elegir las semillas~de los prados de mejor calidad, preti riendo las de la cosecha del segundo año por ser mas útiles que las del primer cor_le y del tercero. Al acto de sembrar esta s1~iente, la mezclaremos con una porcion de tierra ó arena seca, á fin de que la siembra se haga con mas igualdad. El trébol no debe sembrarse muy ..-espeso, notándose que la cosecha es mas abundaµte si el campo se ha


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sembrado un poco claro. La semilla ha de estar á poca profundidad para que germine, v bastará cubrirla con la grada ó pasando ~implemente por el terreno una rama grande. La simiente que se siembra á mucha profundidad, no nace. Si necesitamos pastos abundantes, lo mas ventajoso será sembrar uua parle de trébol en la primavera y otra eo otoño. Labores de conservar.ion. Cuando el trébol se ha sembrado en ocasion oportuna y se han tenido las debidas precauciones para la siembra, no exige labores de conservacion, porque creciendo con rapidez cubre en seguida el .suelo y sofoca las malas yerbas que pueden desarrollarse. Si la siembra ha sido demasiado clara, ó por cualquier razon ha de1ado de germinar alguna cantidad de semilla, se sembrará nuevamenle el sitio que ha quedado sin trébol, aguardando para ello una oca ion oportuna. Aunque el trébol es una planta que vegeta en terrenos de secano, es sin embargo útil regarlo si podemos disponer de riegos, y entonces obtendremos cosecbaij abundantes de este forrage. El riego, sin embargo, ce ará al acercar e la florescencia si el trébol se destina para pastos, ó del contrarío obtendríamos un heno de mala calidad. Cuando sembrarnos el trébol en terrenos poco fértiles y lo dejamos vegetar por dos ó tres años en el mismo punto, será útii abonarlo cuando na tomado algunas creces, valiéndonos de sustancias que se descompongan con facilidad, para que el abono esté eo armonía con 1~ vegetacion rápida quetiene esta planta. El abono será, en particular, conveniente para el que se sembró en otoño, verificindose esta operacion á últimos de febrero ó durante el marzo, eguo baya sido la estacion. Es tambien muy útil para el trébol la cal, ó toda otra sustancia estimulante ó alcalina. Eo todos los países donde el yeso es abundante ~• barato, deberá hacerse uso de esta sustan~ia para acrescentar el producto del trebo!, esparciéndolo en polvo luego que han pasado las heladas del invierno, escojiendo un tiempo tranquilo y el momento en que las hojas están humedecidas por el

rocío: si podernos recelar de lluvias inmediatas, podrá esparcirse el yeso por la tarde. E ta operacion de esparcir el yeso sobre los forrages se r.oira como un principio indispensable para el cultivo de esta planta.; y la esperieucia ba demostrado que ningun abono produce los resultados favorables que se esperimentan del uso del yeso. Alternacion. El trébol se siembra con alguna frecuencia unido á ciertas plantas gramíneas que se destinan al mantenimiento del ganado en calidad de forrages, y no es raro ver en algunos puntos de Francia y de Alemania mezclarlo con el lino, con la colza y con otros vegetales diferentes. Se le puede allernar con el trigo que se destina para las mieses, sembrando el lrebol en el mes de marzo en los entresurcos de los cereales: en este caso el trébol nace y vegeta lentamente mientras se desarrolla el trigo, pero luego de segaqo este, el trébol crece prodigiosamente, y durante el verano nos da un forrage abundante. En este caso el trébol ocupará solo el terreno por uno ó dos años mas, constituyendo un prado artificial. Concluirémos este artículo reproduciendo lo que ha dicho M. Leclerc-Thouin acerca de· la cosecha y alternacion de esta planta. «Otras veces se deja el trebo! á que ocupe el terreno por tres años consecutivos, incluso el de la siembra; pero entonces es raro que la cosecha del tercero pued~ emplearse en otra cosa que '¡)ara apacentar el ganado. En el dia se mira, y con razon mas provechoso arrancar ó desmontar el prado al fin del segundo año, aun cuando pudiésemos esperar obtener tres cortes ó siegas y enterrar la última para abonar la tierra. Pero en ciertas comarcas de Alemania siguen una practica muy diferente cual es, la de utilizar las raices para alimento del ganado: no dudamos que estas raíces son útiles para las reses y que aumenta la masa de las subsistencias, pero si comparamos los gastos de este método, abandonarémos esta práctica que nada tiene de económica.» · «En muchos otros puntos se cultiva el trébol solamente como forrage. En otros lo siegan una. sola vez, dejándolo crecer en seguida para recojer la semilla. Y en algunos


H8 paises, finalmente, estando creídos que la produccion del trébol es mucho mas ventajosa cuando se puede recújer la semilla para venderla, sin haber cortado antes la planta, se abstienen de segarla hasta el acto de haber madurado enteramente los frutos. En estos últimos casos el cultivo del trébol será una cosecha económica, y no podremos considerarla como un medio de fertilizar el terreno: sin embargo sus productos serán considerables. No será cosa de admirar que una yugada de tierra sembrada de trébol nos dé tres mil libras de semillas limpias, que vendidas á real la libra importen tres mil reales, producto enorme si lo comparamos con el que nos darian los tallos y las hojas empleándolos para forrage ó convirtiéndolos en heno; cuando por otra parte estas mismas partes tall'lsas del trébol pueden emplearse para el alimento del ganado, aun cuando hayan quedado esquilmadas por la granazon. Es poco frecuente ver cosechas que dén tan admirable producto. Es nece-

sario, sin embargo, que sea lucrativa esta cosecha para indemnizar al propietario de los mucho gastos que le ocasiona el desgranar las semillas y la compra de las máquinas que exige esta ope-racion.» Aqui concluye el agrónomo que hemos citado, y á esto añadiremos solamente que conviene segar el trébol cuando se ha establecido su florescencia y empieza á marchitar&e la espiga si lo destinamos para forrages, porque si lo dejásemos á que desarrollase frutos, los tallos y las bojas abundarían poco en materias nutritivas y constituirían un forrage de poco alimento. Cuando se le destina para la siembra ó para la granazon, será preciso ·aguardar á segarlo á que las semillas sean completamente maduras. · El trébol puede darse como forrage fresco con las precauciones que exige este alimento, ó bien puede convertirse en heno para em• plearlo durante el año.

COSAS QUE INFLUYE~ EN LA BUENA óIIALA CALIDAD DE LAS LA AS.

1..os pelos que cubren la piel del mayor número de animales mamíferos, cons'isten en una sustancia c~rnea que toma origen en el tegido celular subcutáneo. Cada pelo tiene su raíz ó su bulbo que le es especial, y lorma un tubo pequeño cónico que contiene una sustancia medular fluida. El desarrollo 6 crecimiento de cada pelo se verifica de la base á la pun!a atravesando la piel, levantando el epidermiti ó telita que la cubre y que le pro¡iorciona una vaina, la cual le envuelve hasta la punta.

La lana es una especie de pelo que cubre la piel del ganado denominado por esto lanar y la de otros animales. La laJ?a y el pelo difieren en que este último no está rizado y se renueva todos los años sobre el cuerpo del animal, mientras que la lana de una ovcJª sana puede crecer por varios años sin interrupcion. Los pelos, en su modo de existencia y de crecimiento, parece tienen mas analogía con Jas plantas que con la economía animal. El cuerpo desempeña cou relacion á los pelos

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las mismas funciones que la lierra respecto á las pla,nlas; la vegelacion de los pel-os no concluye con la vida del animal. La barba y los cabellos del hombre crecen despues de la muerle, y el crecimienlo no se detiene hasta que el cadáver esperimenta su desorganizacion complela. Los Lubos lanosos, hilos ó hebras, se aproximan unos á otros ·formando grupos ó mechones regulares llamados vedijas, cuyo conjunto compone . el vellon del animal. .Cada hilo ó hebra, por un orificio que tiene en su estremo y que es perceptible por medio del microi,copio, deja salir un humor viscoso llamado jubre, juarda ó churre, que tiene por objelo dar flexibilidad á la lana y libertar de la humedad á la!:: reses. La hebra ó hilo de lana ele calidad superior debe ser verfectamente redondo, porque en periferia igual contiene mayor cantidad de su tancia medular crasa que el que es co rnplanado ó esla comprimido . El pelo plaIlll se seca mas pronto y con mas facilidad. El pelo redondo dá además en la fila tura un hilo mas igual y mas uniforme, y tiene sobre el pelo plano la ventaja de ser mas fácil de halanar. Por último aun ea igualdad de mérito una lana redonda pesa mas que otra plana y loma mejor el tinte. , En la lana basta ó burdá el pelo tiene la figura de un cono vuelto, es decir que hácia su punta ó eslremo eslerior aumenta el hilo ó hébra de grueso . De esto resulLa gran pérdida para el fabricante, pues se ve en la precision de acortar la lana corlando e te eslrerno sin lo cual las desigualdades disminuirían el valor de los tegidos. La seccion del pelo debe ser redonda como la de un cabello; otras veces presenta diversa s formas dependienles de las del pelo ó tubo lanoso. De la mayor cantidad de sustancia crasa contenida en cada tubo, depende la flexibilidad y el tacto suave y pastoso de la lana. Seg un parece el color de los pelos procede de un barniz ó materia colorañle que hay en la piel en lo ,¡ue llaman cuerpo mucoso, pues en los animales existe una relacion constante entre el que aquel tiene y el qua

afectan los pelos, notándose que los que son pios ó abigarrados, los colores del pelo corresponden á las manchas semejantes que existen en la piel: este color reside en su envoltura ó vainá córnea y no en la sustancia medular que es blanca. De todas las especies de pelos la lana es el peor conductor del calórico; de aquí preferir el hombre los tegidos que · con ella se confecr.ionan para resistir los fríos y cc,ncentrar el calor sobre su cuerpo. La composicion química de la lana es como la de los cabellos, pues <lá al análisis, sobre todo, aceite y moco espeso. El clima y las localidades ejercen un influjo palpable sobre la lana; pero aunque este hecho exista no es ~able determinar las causas positivas. La observacion demuestra que en los países meridionales el pelo del mayor número de animales es áspero y fuer· te aunque ,:orto, y que en los septentrionales es mas largo, delgado y suave. Tamhien enseña la esperiencia que en climas próximos y con pastos idénticos obra la atmósfera de un modo diferente y modifica la caliJad de las lanas. Dependerá de la elevacion de las localidades, de la humedad, de la sequía, de la di reccion de los vientos la ca~sa que debe resolver este problema? Lo cierto es que las aguas dehen ejercer gran iutlujo en estas modificaciones, porque el agua base de todos los fluidos que círculan por el cuerpo, obra sobre la economía an imal con tanta fuerza como el alim~nto. Así se vé que las aguas muy frias y muy crudas si se emplean para el lavage de la lana la endurecen; resultando Qn efecto opuesto por el uso de las agl..llls dulces y templadas. Con mas razon debe producir efectos semejantes el agua al interior. Por lo tanto convendrá no dar al ganado lanar agua llovediza ni de nieve derre1ida, porque encierra mucho oxígeno; el agua de río en ciertas épooas del año y á cierta temperatura tampoco les conviene. Se buscará para el ganado un agua que no contenga ningun principio ácido, ni forme posos; es preciso que ai suelva con facilidad y completamente el Jahon, que sea clara, sin gusto y sin olor. La clase de agua es

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lo que por lo comuo origina las diarreas en los resultados. Por regla general, cuantas los rebaños y que tan frecuente es atribuirlo mas carnes cojen las reses por un alimento á otras cosas. . suculento y abundante mas se e.nbastece su Siempre que sea. factible se echará en las lana; y al contrario cuanto mas escasos son pilas, dornajos, etc., en que se dé de beber los alimentos, los necesarios para sostener á las i:eses pedazos de hierro enmohecido, _ la vida en un órden regular sin que lleguen porque las aguas · ferruginosas ó que contieá ser de mala naturaleza, mas se afina aquel nen hierro en disolucion son muy favorables producto. para la salud de los ganados. ~ Los pastos de las.montañas, menos sabro- Debe reconocerse como principio general sos, menos ricos en tnaleria nutrí tiva que - que los climas muy cálido-s no producen lalos de las llanuras y vegas ,contribuyen de nas de gran finura. una manera admi_rable y sorprendente para La luz y la temperatura obran igualmenla fiu-ura de la lana. De aquí el que los rete sobre la lana, pues todos los cuerpos orbaños que pastaran por cierto tiempo en las ganizados resienten la accion del lumínico y montañas y bajan luego á efectuarse en las del calórico. La luz sobre todo merece se la ll an uras y vegas pierden mucha parte de la considere como principio viv ificante; sin la finura de su lana, cualidad que vuelyen á accion favorable de sus rayos las plantas se adquirir cuando lo verificaó otra vez en los ahilan, y los animales tenidos en la oscuripastos que dejaron. Como el ganado merino dad caen en la languidez y malestar. La: luz trashumante tiene que-aprovechar las yerobra sobre la constitucion corno sobre sus bas de elevaciones diferentes y aquellas unos productos, cual se observa en la calidad y años son escasas y otros abundantes, no es co)or de la lana. _ dable faciliten ni una lana enteramente fina, Se nota, por ejemplo, que los pelos del homni igual todos los años, aunque lo sean las bre tornan un color mas os-curo en la parcabezas de que se componga el rebaño. te espuesta á la luz; esta modificacion somLo espuesto basta para llamar la ateocion bría se encuentra en todos los pueblos merid~ los ganaderos sobre la atmósfera, el clima y p'astoo; de las montañas ó parages eledio4ales; de aquí el que las partes que constantemente están cubiertas tienen los pelos vados. mas finos y mas sedosos que los sometidos á Igualmente tiene la la.na relaciopes bien la accion del aire. De esta observacion deduconocidas con la edad de las reses y con su jeron los alemanes, y han imitado bastantes sexo, cual todos los ganaderos han observaganaderos, que cubriendo las ovejas con cado, pues la lana del primer e&quileo es mumisas, destruirian los' efectos de la luz, aucho mas fina, y aun su belleza procede en Ínentarian la temperatura y mejorarian la parte de la poca edad del l~o rdero. Si_n emcalidad del vellon, lo que en efecto han lobargo esta lana carece de elasticidad y de grado hasta cierto punto. cuerpo: la fi-oura es pues el resultado de una Tambi n se ha reconocido que la accion organizacion incompleta. continua de la luz sombrea los matices de la Respecto á la cantidad y á la calidad debe ocupar el primer lugar la lana de las rP.ses lana haciéndola mas grosera y áspera , de tres á seis años, época de la vida en que ' Por lo tanto los ganaderos libertarán sus se combinan entre sí el desarrollo y la enerrebaños de los rayos fuertes del sol, del mogía. Despues de los seis i:tños la lana dismido mas económico que puedan porque pernuye y comienza á a lterarse. judican á la blancura y pastosidad de la lana. Con relacion al sexo se sabe que las oveUna de las cosas que mas efecto hace sofas tienen la lana mas fina que los carnerós, bre la calidad de este producto es el alimenaunque están menos cubiertas de ella, asi to, los pastos; pero apesar de que sus fenó, como el que con igual alimento-dan los mamenos están perfectamente observados, rechos una lana mas abundante y larga, pero conocidos y comprobados, es dificilísimo menos fina que la de las hembras, á no ser poder determinar las causas, solo se saben


que estén castrados. . La juarde, churre ó jubre, segun ']Ueda dicho, e's la su ·tancia crasa, untosa y olorosa que sale .de las hebras de lana y queda pegada á las mismas, la cual sirve para dar flexibilidad y pastosidad al vellon defendiendo á las reses de los efectos de la humedad. · Es mas abundante en el ganado merino que en el b,urdo, y su falta indica que la res padece. Los rebaños mal cuidados y mal alimentados no forman tanta jubre: . Aislada ó separada del vellon se la ve ser una materia grasienta de la consistencia de miel blanda, de color mas ó menos oscuro, y de olor desagradable. El químico Vauquelin la analizado y la ha encontrado compuesta: 1.0 de un jabon con base de potasa que constituye su mayor p.arte; 2. 0 de una corta cantidad de carbonato de potasa; 3 ° de un·a cantidad notable acetato de potasa; 4-. 0 de cal en un estado de combinacion desconocida; 5. 0 de indicios de clorulo de potasio; y 6.º de una materia oloros~ de origen animal. Siendo la churre coaio se vé, un jabon con base de potasa, es preciso recurrir al la va.ge para desengrasar el vellon-y prepararle para tomar los diferentes tintes qt'.le reclaman las necesidades de la industria. Se sabe que en muchas naciones se hace el lavage en vivo, sin embargo n.o hay cosa mas

nociva para las reses, pues no solo las per- · judicaén su salud , sino que obra hasta en las cualidades del ,vellun porque se reproduce con mas-lentitud, el cual una vez alterado no _vuelve á adquirir su belleza primitiva. Esta operacion, por mas que se haya 11.labado por ciertas y conocidas personas, es siempre funesta para unas reses de carácter tímido, de organizacion delicada, que la naturaleza ha guarecido con tanto cuidado de la humedad, origen para ellas de las enfermedades mas graves. No á otra cosa deben atribuirse los males del ganado merino -que casi todos los años se desarrollan en las naciones donde tienen tal sistema, poco despues y aun antes del esquileo, cuyos males son desconocidos en nuestros rebaños, pues aunque se presentan en alguna res que otra es solo cuando la primavera es demasiad.o húmeda y nunca con mucha intensidad y sin acarrear las bajas que en aquellos puntos, lo cual no pudo menos de llamar la atencion y obligar á lavar la lana despues del esqui leo, como -ya lo practican muchos propietarios. El lavage en vivo para separar la churre -y cuerpos estraños suele ser incompleto, y se verifica mejor cuando se ha quitado el vellon del cuerpo de la res.

Revista de la ganadería Española.

Vll'fO DE PA..JA.. Se conocen con este nombre los vinos que se estraen de las uvas, que despues de recojidas se las ha dejado permanecer por algun tiempo estendidas sobre la paja. En algunos países se sigue todavía esta costumbre de elaborar vinos conocidos con el nombre de vino de paja, y á los que se les tiene en grande estima por el gusto sabroso y por la

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fuerza alcohólica que posee. Para la elaboracion de estos vinos se dej~n, como hemosdicho, las uvas estendidas sobre unas capas de paja durante algunas semanas, al cabo de las cuales se separan los granos de la raspa y se llevan á la prensa para estraher el mosto. En algunos departamentos de Francia se


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preparan estos vinos de que sa an los cose,.. cheros precios ventajosos., y cada localidad tie-ne por lo comun su modo particular de elaborarlo: por lo que daremos las reglas que mas generalmente se siguen · para o_b ~ tener estos vinos, atendido á que fuera muy difuso indicar los diferentes procedimientos que se han seguido sin que en el fondo varien en nada para conseguir el resultado que se apetece. En la época de la vendimia, y dur,mte el tiempo seco, se escojen de las mejores sepas las u,¿as maduras y que no han sido averiada~: se las coloca con cuidado dentro de cestos y con todas las precauciones se lai:: conduce á la casa procurando que no se golpeen: se las éuelga en aposentos secos y ventilados, dejándolas que permanezoRn en este estado por el espacio de .tres ó cuatro meses, despues de cuyo tiempo se separan los granos,se prensan cuidadosamente, y el licor;que arrojan se deposita dentro de un tonel limpio que se coloca en un lugar fresco, con el ta pon de arriba medio ajustado á fin de que puedan salir los gases que se van formando en el interior del tonel. Al cabo de cuatro ó cinco meses se cierra apretadamente el'tapon y se deja el licor de esta manera por el espacio de cuatro ó cinco años. Esta especie de vinos, como que abundan en azúcar ,se conservan por mucho tiempo, fermentan insensiblemente y á la larga adquieren todas las cualidades de los vinos de Málaga. Podremos obt~ner vinos de media paja,dejando colgadas las uvas por el espacio-de cincuenta á sesenta dias solamente antes de prensarlas, haciendo que ~l mosto permanezca en el tone1, medio tapado,durante dos ó tres meses, y que se consuman al cabo de dos ó tres años á lo mas. El vino de paja se prepara solai:nente eri los años que él tiempo ha sido favorable á la vendimia, porque en los otoños frios y lluviosos no-podemos esperar obtenér uvas

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de buena calidad para la fabricacion de estos vinos. Se pueden dejar colgadas las uvas mientras no tengamos que temer lás heladas, visitando cada dia el cuarto donde están estos frutos para apartar los granos podrigos ó averiados, que además de dañará los sanos que están inmediatos,darian al vino un gusto poco agradable. Como será ordinariamente en el mes de marzo que prensaremos las uvas para colocar eg el tonel el mosto que cJntienen, procuraremos evitarlas del frio que las llevaria en estado de congelacion, porque este estado alteraría notablemente la pulpa del fruto y nos daria un vino de mala calidad. En razon de ser seca la uva cuando se la prensa, da muy poco mosto y fermenta muy lentamente. El. licor que producen estas uvas,es solamente la décima parte del que producirian si se las hubiese prensado al momento de recojerlas de la viña, pero el vino es estremadamente pastoso y dulce: se clarifica y se coloca en botellas para guardarlo durante años seg\lidos. Al princi pío, los vinos de paja conservan regularmente alguna addez, la que van perdiendo á tiempo que el licor se combina y á los seis ú ocho años es del t{)do agradable. Por mu.y apreciables que ~ean las cualidades de este vino, escasean comunrueate á causa <le los cuidados pro] ijos que exige su elaboracion, y porque todos los años no son á propósito para recojer uvas que se prestan á esta especial vinificacion . Cuando concurren todas las circunstancias para obtener Jo perfecto, es uno de los licores roas apreciables de cuantos se conocen, y paga con usura los cuidados y los gastos que ba costado. Deseamos que nuestros cultivadores se dediquen á confeccionar estas especies de vinos,que se obtienen en países menos á propósito que los nuestros para la cosecha de la uva,y que no tengamos de mendigar para: nuestras mesas los licores que podemos proporcionarnos á poca costa.


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Remos recibido ejemplares de los estatu- exactitud, y hallará en esta institucion un tos de la Sociedad de Seguros mútuos agríco- poderoso recurso para aumentar su riqueza. Todas las sociedades de seguros bao telas q.ue se está organizando en Madrid por rndo que vencer muchas dificultades para los señores D. José María de Sanz y Quiroga, D. Manuel Ortiz y D. Vicénte de S~nz y evitar el fraude y las t'.speculaciones crimiQuiroga, que serán á la vez los fundadores y nales de los asegurados por medio de los estatutos y por lar,: instrucciones dada~~ susdirectores de la Sociedad. Esta asociacion agentes; pero han sido de tamaña gravedad que,seespera plantear muy en breve, dá á la agricultura española un inmenso porvenir y estas dificultades, sino se ha dado una acertada aplicacioo á las bases, que las compateníamos sobrada confianza que esas sociede seguros han visto luego compromeñias dades mútuas que se van estableciendo en 1~ diferentes puntos de la península y que. tidl"l su capital en una liqoidacion ruinosa~ ó su poca precaucion las ha conducido mas comprenden casi lodos los ramos de la nalejos de lo que querían, de tal manera que yegacion del comercio y pe la industria, hase las ha acusado de poco religiosas en el bian de estenderse un dia por los campos, , cumplimiento del pacto establecido. pnra que pudiesen nuestros Jabradores reDe los dos sistelJ)as de seguros puestos en parar á poca costa muchos de los males que practica, el de seguros por prima y el de seles ocasionan la lao¡i;osla, los iocendfos rurales, los granizos, las epizootias, las tem- guridad mútua, obla-mo~ por el último que es el que ha elegido la sociedad que se e;; tablece pestades y los vientos. Nosotros zelosos en promover el bien de la en la Córte. Por mas que la opinion pública agricultura española, para cuyos intereses parece estar en favor del sistema de pri roa tija para los casos de in~endio, y aun para abogamos con fervor, damos las mas espresivas gracias á los señores fundadores de la otras clases <le ,fincas inmobles, ,nosotros sociedad de socorros mútuos agrícolas que creemos qu.e el sistema múluo es preferiblé, porque reune éondiciones mas eeooómicas y nos ocupa, porque esta dichosa institucion mas ventajosas; porque sustituye la asociapodrá prevenir muchos males y enjugar las lágrimas de infinitas familias, que ahora una cion del interés á la a!"ociacion del capital; _ porque no necesita acudir al fraude y á lamaepidemia entre sus ganados, una tempestad licia, y porque no se presta la espíritu de gáen un dia de verano, ó el mas pequeño connancia -y de especulacion . Además, el seguro tratiempo dejan sumidas ea la mas espantosa mútuo podrá disminuir en grao partee! gér-· miseria. rnen de la inmoralidad y de las condiciones Estamos persuadidos que esta im,titucion µrestará grandes servicios á nuestra agri- ' de la mala fé que siempre acompañan á los cultura y á nuestra industria, porque el cul- asociados en las compañías de prima fija, tivo de ciertas plantas, que ahora apenas úO- porque en la de seguridad mMua tienep lo.: nocemos, podrá tomar una grande esten- dos lossocios un interés en vigilnrse rnútuamente, y de esta vigilancia hecha cou mo.sion, porque por este medio podrá calcular el cultivador los beneficios de sus fincas con \ destia y sin afectar desconfianza vendrán


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ciones no tienen otro objeto, que contribuir, para la sociedad ventajas incalculab.les poniendo de manifiesto ciertos males que no se- · en J-o que nos sea dable, al acrescentamiento de los bienes materiales de n nestro país. ria posible descubrir en una sociedad á prima. Prescindiendo ahora de si podría ser venLa organizacion de la sociedad de socortajoso establecú algunas modificaciones en ros mútuos agrícolas que se vá á plantear en Madrid es tan sencilla y económica, como el se·guro de toda·especie de posesion inmue , cumple ser á las de esta especie: no tiene ble, porque en estas cuando se trata, por ejemplo, de las pérdidas que oc~siona un capital social: carece de acciones que reparincendio, es mas fácil determinar el valor del necesita no tir: no debe temer el agiotage: pérdidas objeto perdido, valiéndonos de peritos, de las á frente hacer para depósitos una sumaria informacfon, de la autoridad ó · eventuales; y si fija la módica cantidad de de la notoriedad pública si -el asegurador ha el uno por mil . por via de anticipo luego de constituida definitivamente la ~ociedad, es sido engañado por un agente ignoran le ó interesado en cobrar la comision proporsolamente par~ pagar al contado los estragos cionada á la suma del seguro; aun presque ocurran durante el primer año y tener un fondo sobrante de reserva. Esta sociedad es cindiendo, decimos, de las modificaciones de ·seguros de estª espet.:ie, creemos, que por representada por una junta general que la han concualos lo que mira á la ganadería, no inscritos, componen todos los socios sultado atentamente las bases que debe esles podrán asistir á las reuniones y tomar tablecer la sociedad si quiere alejar el peliparte en las votaciones por sí ó por medio gro de que se comprometan sus intereses de apoderado: hay además un consejo de contra la mortandad de los animales. administración que represe·ntará á la junta Vemos en primer lugar que la sociedad general y hará sus veces en casos urgentes: no ha temido reunir en un solo seguro los un éonsejo de delegados en cada provincia animales de razas ú especies diferen_tes: no con el objeto especial de vigilar por los in•• ha reparado en las variacio,nes de la tempetereses particulares de la misma, intervenir ratura _y del clima, ni en los cuidados que se en las cuentas y proponer todas las medidas dan á las bestias: no ha tenido en cuenta la que crea conducentes: y por último una ditralos difereneia del régimen, de los hábitos y de recc¡on que tendrá á &u cargo todos los trabajos distintos á que pueden estar so, bajos del detall de la sociedad. A nuestro juicio ha presidido mucho acier- metidos los animales que se han asegurado: y esta diferencia es para nosotr-os tan capito en la redaccion de los estatutos por los tal, que las empresas de seguros contra la cuales se rige esta.i sociedad; y sentimos que mortandad de los ganados podrían solarnen· los límites que nos prescribe este escrito no te prosperar, cuando hallemos una tarifa ver• nos permita entrar en el exámen de ' los dedaderamente proporcionada á los peligros talles minujociosos de su mecanismo. Pero aun cuando estamos acordes con sus bases que corre la sociedad, y que la cotizacion sea, en cuanto fuere posible, la espresion fiel mas princi¡iales, y por mas que quisiéramos de las probabilidades de la mortandad. Pero, que nuestros cultivadores batieran sus palsi los ca rberos -y los caballos de posta se mas en loor de una institucion tan filantrócomprenden en una misma categoría; si no pica, Uamada á producir bien~s inmensos pahace distincion entre el buey que trabaja se embargo, sin séanos, ra nuestra agricultura; · permitido señalar como de paso algunos lu- , moderadamente y apacenta tranquilo entre fértiles praderas, y la vaca que cansada del nares que ños ha permitido divisar el exámen trabajo se ali menta de una paja casi sin susde los estatutos que tenemos á la vista, segutancia y se alberga en una miserable cuadra ros como estamos que los fundadores de la que no-basta á resguardarla del agua y del sociedad de socorros mútuos agrícolas cuyo ceviento, claro .está que la probabilidad de la lo y a.mc,r á la ciencia rústica quisiéramos muerte está mas en favor de la vaca y del v.er premiados, no ha liarán á mal nuestra caballo de posta; y que por lo mismo la-cuo• franqueza, atendido_áque nuestras observa-

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ta tlel seguro debe ser p¡¡.ra estos de un pre- nizacion? Aun euando el comisionado de la cio mas subido. sociedad haya podido manifestar el valur del Para nosotros las sociedades de seguros animal en el momento de la desgracia ¡,como contra la mortandad de los ganádos tienen se verifica la estimacion si la contradice el grandísimo interés, porque los animales tlo- asegurado? Entonces, en .medio de estas dimésticos son la base mas principal de la ficultades se va descomponiendo el animal, y agricultura y una fuente de la riqueza pú- nada queda existente de lo q1Je -podria darblica. Por ello quisiéramos ver estas asocia- nos una_idea de una perfecta valoracion . ciones dotadas de un reglamento que no falOtras dificultades podríamos señálar tosease el principio de la sociedad ni retardase davía r.ropias de este contrato; pero bastan sus progresos, porque entonces los seguros las ·que hemos ligeramente indicado para hacer ver que hemos de estudiar todavía las contribuirán al mejoramiento y á 'la multiplicacion de los animales útiles al hombre, y condiciones de los, seguros de los animales el cultivador mas descuidado se apresurará domésticos como una institucion poco conoá asegurar sus bestias, aun cuandoñaya de cida todavía entre nosotros, y que esta essujetarse á la condicion espresa de ciertas pecie d'e asociacion tiene aun mayores difiprecauciones higiénicas descuidadas por cultades que vencer que cuando se trata de nuestros propietarios. Entonces los pastos las pérdidas que detérmina un incendio , tomarían entr~ nosotros grande estension; una tempestad, la langosta ó un aguacero. entonces el cultivador no temería confiar sus En conclusion repetiremos nuestros sinbestias al aparcero ó arrendador,· Ycon esta ceros elogios á una institucioh que se nos confianza se aumentarían los ganados, por- anuncia con tanta modestía ; y en nombre que con los seguros no se espone ya este ca- del pais <lamo~ las gracias á los autores del pita!. · pensamiento por el noble desinterés con que No ofrecerá por cierto menores dificulta- han echado las bases de una asociacion la des la indemnizacion del valor del ~animal mas fecunda y las mas feliz en resultados de que se ha notado en la cédula. Podrá venir el cuantas pueden plantearse en la peninsula. caso en que el asegurado, en el momento que Ahora falta solamente que los cultivadores enferme una de sus bestias, no tenga interes se apresuren á inscribir sus nomb~es en el al guno en conservarla; porque habiéndola gran libro de esta sociedaaparaque en bredebilitado con un trabajo escesivo ó pro Ion- ve divisemos su grandeza Tu tura, ya que sus gado, tendrá una ganancia en que perezca, en consecuencias son incalculables para el por. razon de que no vale ni puede valer jamás la venir. _ cantidad que rn señaló en la póliza. En tales \. Hé aquí las bases de la sociedad á que casos ¿nri habrá mucbas .dificulladesd_e jus- nos referimos. , titicar estos hechos para reclamar la inqem-

SOCIED!D DE SEGUROS MúTUOS.lGRICOLAS. ·EST&TIJTOS. CAPITULO I. De la Constitucion de la Sociedad.

· Artículo prirpero. Se establece en España una sociedad de seg.uros mú.tuos agrícolas.

Art. 2.o El centro de la Sociedad estará en Madrid; pero en las capitales de provincia 6 partido donde fuere necesario habrá un agente. _ Art. 3. 0 El objeto de la Sociedad es garantizar á todos sus adherentes las pérdidas ocasionadas por la langosta ;


1~6 los incendios rurales; los granizos y pedriscos; las heladas; las arciadas é inundaciones; las tempestades y huracanes,, y las epizootias ó enfermedades contiagiosas de los ganados. Art. 4 .º Todo adherente es á la vez asegurado y asegurad·o r. • Art. 5. 0 Pueden. asegurarse todo clase de .posesiones como siem~ras, cosechas, arboledas, granjas, huertos, jarrlines, colmenares, morerns, arrozales, cañav.erales, viñas, olivares y gam1dos de toda clasé. La Sociedad se reserva, sin embargo, el derecho de no admitir cualquier seguro que se· le ofrezca y no crea convepiente á sus in te reses.' · "Art. 6. 0 Todo adherente al ingresar en la Sociedad recibirá media,nte 4 r¡¡. vn. una póliza de' seguros espresando cuales son las posesiones cosechas, ó ganados que asegura, y en cuanto los evalúa. ...,Art. 7. Esta póljza no será de ningun va lor y efecto si el asegurado no satisfaciese á su debido tiempo la cuota que le corresponda segun los artículos rn y 57. Art. 8. 0 Todo aJher.ente, salvo casos especiales, se asé'gura ¡Jor cinco años. Si -tres meses antes <te la espiracioo de este plazo no diese aviso de su deseo de separarse d~ la Sociedad, se entiende que continúa por otros cinco años. -Los arrendatarios podrán, sin emba~go, inscribirse por el tie~ que les permita su.acrienr do, aunque solo s~J de un año. .· Art. 9.• En caso de muerte de un socio el contrato de seguros es-Obligatorio para sus herederog ó habientes derecho hasta la espiracion de los cinco años. Lo mismo sucederá con toda venta ó traspaso de un inmueble cuyos productos ó dependencias estén asegurados. , Art. 4 O. El tiempo de todo contrato empieza el primer dia del año social corriente, cualquiera que sea la fecha de la póliza.-EI año social empieza el~.º de enero y termina el 31 de di ~iembre. Ar-t. 11. Todo asegurado debe declarará nnalmenle, antes del~.• de marzo, cualquier cambio que pueda modificar la naturaleza de sus cosechas ú objetos asegurados. A falta de esta declaracion~ que se remitirá franca de porte a los directores, se entiende que no ha habido alteracion alguna en fas siembras, etc., y en caso de ac.cidente los peritos tomarán por base la declaracion hecha anteriormente. Art. ~ 2. La sociedad se cobslituirá tao pron; 0

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to Cúmo las posesiones aseguradas representen al menos un valor de ~ 00,000.000 de rs. vn , CAPITULO Il. De las pérdidas y ·~oda de cubrirlas,

Art. ~ 3. Las pérdidas se pagan a prorata. Art. ~ t ·. Una vez constituida definitivamente la Sociedad, los socios reunidos en junta general podrán decretar que cada uno de ellos satisfaga por vía de anticipo ó adelanto el uno por mil para poder pagar al contado lo~ estragos que ocurran durante-el primer año, y tener un fondo sobrante de reserva. Art. 15. Siempre que ocurra alguna pérrlida ocasionada por las causas mencionadas en el arLiculo 3. 0 , el interesado firmará iumediatamente una declaracion, espresahdo la natura]e, _za de las cosechas ú objetos destruidos 6 que han sufrido avérías, y la remitirá (ra11ca de porte á los directores en el término de diez días, ó cu el de ocho al agente de la Sociedad, si Jo bubiere <'n la provincia ó partido en donde baya ocurrido la catá~t-rofe. Esta declaracion, que, pue~en hacer en comnn lodos ó parte de los asegurados que residan en _un mismo pueblo, deberá estar visada por la autoridad local. Art. 16. La Sociedad no, responde de las pérdidas ocasionadas por siembras tempranas•ó tardías, ó por descuido ó negligencia del asegurado. Toda catástrofe que el interesado hubiera podido evitar corre de su cuenta. ArL.17. El avalúo de las pérdidasqueocurran se hará por peritos nombrado~ uno por el interesado y otro por la Sociedad, y en caso de desacuerdo el tercero será designado por ambos peritos reunidos, ó si tampoco pudieran convenir en esta eleccion por la autoridad lo-cal. Art. 18. Los gastos de tasacion se pagarán á medias entre el interesado y la Sociedad. Art. 19.· Las tasaciones de los peritos se harán por vigésimas -partes, declarando que la pérdida tola! en tal 6 cual porcion de terreno cons_iste en una vigésima, dos vigésimas, tres vigésimas, etc. Art. 20. Si las pérdidas ocurridas ea un a porcion dada de terreno, no 'llegasen á la vigé·· sima parte de su- producto, no habrá lugar {l indemnizacion alguna, y los gastos de tasacion, si llegase á hacerse, Serán de cuenta del interesado. Art. 21. Se tasará á mas de la pérdida y al propio tiempo, el producto 6 valor real, y la Sociedad solo abonará lo que corresponda pro·


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porciooalmente á este ó á la cantidad porque el interesado se haya asegurado. Art. 22. Si se perdiese una siembra y fuese aun tiempo de sembrar !le nuevo, solo se abonará el valor de la, siembra puesta en la tierra. Si ao hubiese tiempo para la misma cosecha, pero si para otra de diferente clase, solo se abonará la diferencia. Arl. 23. Si los estragos ocasionados pudieran remediarse en parte por sí mismos en atencion á la estacion, vigor de la sevia ó cosa semejante, la tasacion no será mas que provisional, y deberá hacer5e otra en tiempo oportuno. Art. 24. Una vez evaluado el daño por vigésimas partes, y con arreglo despues á la suma porque haya sido asegurada la posesion , ganado ó cosecha, el pago, si fuera en Madrid, se hará, salvo casos escepcionales, en el término de tres dias, y si en las provincias, en el de quince. CAPÍTULO III. Del Gobiemo de la Sociedad.

Art. 25. La Sociedad se administra por sí misma teniendo todos sus miembros voz y voto en todos los asuntos de importancia que le concierna n. CAPÍTULO IV. De la Junta general.

Art.. 26. La junta general se c;ompone de todos los socios inscritos los cual e~ podrán asistir á sus reuniones y lomar parle en las votaciones por sí ó por medio de apoderados. Para acreditar la cualidad de apoderado bastará la presentacion de la póliza del socio ó socios ausentes. Art. 27. La junta general se reunirá al me· nos una vez al año el primer domingo de diciembre. Art. 28. En esta junta se leerá la memoria de los directores, se oirán las esplicaciones verbales que dieren los mismos y los miembros del consejo de administracinn, se tomarán en consideraciou y discutirán, si hubiere lugar, las proposiciones que se le hagan, y se nombrarán los miembros del consejo de administracion para el año entrante. Art. 29. La junta general puede reunirse estraordinariamente en virtud de acuerdo de la misma, ó convocada al efecto por el consejo de administracion ó por los directores cuando las circunstancias lo exijan. Art. 30. Ninguna reunion estraordinaria po-

drá tener lugar sin haber sido convocada con

15 dias al menos de ant"cipacio0, y sin que se indique cuál es su objeto, y el dia, la hora y el sitio en que ba de tener-lugar. Art. 31. Siempre que se reuna la junta general se pasará oficio á la autoridad local y á la ~uperior de la provincia por si quisiesen asistir á la reunion por sí ó por medio de sus repre~ sentantes. Art. 32. Las decisiones se tomarán á la mitad mas uuo de !os votos espresados. En caso de empate, se entiende que la cuestion queda aplazada. Art. 33. Las decisiones de la junta .general son obligatorias para todos los socios, á menos que infrinjan los EsTATOTos, en cuyo ca¡;o serán nulas J de niagun valor. CAPÍTULO V.

Del Consejo de ad1J1inistracion.

Arl. 34. Para representar á la junta general y hacer sus 'feces en asuntos de urgencia ó de interés secundario, se nombrará por la misma un consejo de administracion, que residirá en Madrid y se compondrá de 24 miembros. Art. 35. En caso de dimision ó muerte de uno ó varios miembros del consejo de administracion, los que quedaren nombrarán interinamente otro que reemplace cada vacante hasta la próxima reunion de la junta .general. Art. 36. Lo!> miembrosa,I consejo de administraeion no podrán hacerse r·e presentar por apoderados, puesto que ellos mismos no son mas que apod.erados de los demás socios. Art. 37. El consejo de adruinistracion se reunirá al menos una vez al mes, y mas á menudo si los asuntos de la Sociedad lo exigiesen. Art. 38. Todos los miembros que lo componen son mancomunadamente responsables de sus actos. Art. 39. Los cargos de mi-embros del consejo de administracion son_gratuitos, anuales y voluntarios. Art. 40. En su primera reunion el consejo de administracion nombra un decano y un síndico, miembros de su seno, y un secretario, que podrá no serlo, y que en este caso recibe sueldo ó gratificacion. Art. 41. Las reuniones del consejo de adminislracion serán presididas por el decano nombrado y en su defecto por el que lo sea de edaa. Art. 42. El consejo no puede deliberar á


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. menos de hallarse presente la mitad mas uno -de sus miembros. Art. 43. Los acuerdos ordinarios se adoptarán por mayoría absoluta; los de mucha gravedad á dos tercios de votacion. Ai:t. 44. El síndico es interventor nato siempre que se trate de la entrada ó salida de caudales, y Jemás asuntos de interés. Sin su V. 0 B.º ninguo pago. es válido. Art. 45. Durar,tlesu ausencia ó enfermedad, el consejo de a·dministracion nombra otro que lo reemplace interinamente . Art. 46. El consejo de administracion nombra y revoca bajo su responsabilidad al cajero, al que exigirá la fianza correspondiente. Art. ff7. La recaudacion se bar-á en la forma que disponga el consejo de admini_stracion, el que podrá además disponer en beneficio comun y bajo su responsabilidad de los fondos sobrantes. CAPÍTULO VI. De los Consejos de deleqados. Art. 48. En cada provincia los socios resi• dentes en la. misma reunidos en junta provincial nombrarán un consejo de delegados que se compondrá de 12 miembros. AÍ-t. 49. El consejo de delegados tiene por objeto esp'ecial vigi lar por los intereses particulares de la provincia, intervenir en las cuentas de la misma, r~sp_onder de los caudales que se le confien, emitir su dictámen sobre los asuntos de interés local y proponer todas las mejoras qúe crea con entes: Art. ~O. Los arllcnlos 35, 36, 37, 38, 39,40, 4·1, 42 y 43, son aplicables á ios consejos de delegados lo mismo que ál de adrninistracion. E:APITULO VII. De los Directores. Art . 51. , Las- ofi\:inas, contabilidad, correspondencia, inscripciones, pólizas, registros y demás trabajos de detall de la Sociedad, estarán á ·cargo de tres directores, que serán los fundadores de ta mis:na, los cuales podrán admitir ,en su sei;o uno ó dos adjuntos si lo creyesen necesario. Art. _52. Los fundadores de la Sociedad son D. José María de Salas y Quiroga, miembro de ~•ari;;s corporaciones científicas y literarias; D. Miguel Ortiz, secretario de S. M. con ejercicio de decretos, caballero de la órden de CíÍrlos III, &c. y D. Vicente de Salas y Quiroga, propietario . Art. 53. Los directores tendrán entrada y

voz en Ja? juntas generales y provinciales, y en las particulares del consejo tle administracion é de los de delegados, pero ~o podrán en ningu n caso tomar parte en la votacion. Art. 54. Cada año presentarán á la junta general una memoria detallada de todas las operaciones que se hayan hecho, y del estado en que se encuentra la Sociedad . . Art. 55. Los directores nombrarán y revocarán libremente y hajo su responsabilidad todos los empleados de la Sociedad, á escepcion del c11jero. Art. 56. -El pago de empleados, local y demás gastos ordinarios de la Sociedad, correrle cuenta de los directores. Art. 57. Para pago de todos estos gastos y del trabajo personal de los directores, los socios abonarán el medio por mil al año, debiendo satisfacer la primera anualidad al tiempo de inscribirse y las demás en igual fecha de año en año. Art. 58. Los directores no podrán ser revocados sino por hechos graves concernientes á h Sociedad probados contradictoriamente ant e UD tribunal de justicia. Art. _5!r. En caso de muerte, renuncia ó revocacion de un director, los dos restantes podrán nombrar un tercer director ó encargarse solos de todo el trabajo de direccioa.

CAPÍTULO VIII. Duposiaiones generales. Art. 60. Además de la caja ordinaria habrá ot a estraordinaria para los valores de coosideracion, fianzas, etc. Esta caja estraordinaria tendrá tres llaves, una de las cuales guardará el decano del consejo de actministr--ar.ion, otra el síndico, y la tercera el cajero. Art. 61. Si, á pesar de lo establecido en el artículo anterior, el consejo de administracion Jo creyese conveniente, los valores podrán depositarse en el Banco españpl de San Fernando, Art. 62. Los cargo3 de decano, sípdico, cajero y director son mutuamente incompatibles, y no podrán ejeq:erse por la misma persona ni aun interinamente. Art. 63. El contrato de Sociedad durará 50 años, y podrá renovarse por acuerdo de la junta general tomado con un año de anticipacion. Ar-t. 64. Estos ESTATUTOS solo podrán inuovars,e en junta general estraordinaria convocada al qfecto, y á la mayorla de dos tercios de votos : Et capítulo 7. 0 , sin embargo, solo podrá alterarse de acue1·do con los directores.


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HIDRÁULICO (1). ,

VECtNO DE SALAMANCA, ARQUITECTO DE LA REAL ACADEMIA DE SAN FERNANDO, ETC.

Tiene el honor de ofrecer al ptíblico un nuevo APARA TO HIDRÁU L1co, ósea u · ..1. BOl lBA, cuya sencille::, eficacia, es/ abilidad y baratiira, la hacen muy superior y pre{e•·ible á todas las máquinas de fü especie conocidas.

Habría quien estrañase que en este prospecto no se Jeyese algo relativo al orígen y progresos de las máquinas hidráulicas; y po r eso diré aunque ligeramente, que su origen data de los primeros tiempos dP.spues del diluvio; y que sus progresos fueron insi.!!:ni ficantes. ~Se ha..:e indudable esta verdad, fijando la alencion en el uso que se hizo y hace de tlicbas máquinas. En el estado floreciente de Babilonia, se empleaban para subir el agua del Éufrates (de una manera portentosa) y regar con ella grandes y frondosos jardines, establecidos algunos al nivel de 'la coronacion de la murall a, de 200 piés de altitud. - Aquellas máquinas, de las cuales era una la Cóclea, apenas se conocen ya por h1 teo~ía. Fueron sustituidas con las bombas, rnventadas por Ctesibio poco antes de la era cristiana. Y tampoco estas máquinas progresaron como fu é posible y conveniente en tantos iglos; á través de lo~ éuales, han llegado á nuestros dias ~in al teracion en su esencia. Pudiera decirse mucho tocante á este punto, y para dar mas relieve á las incalculables ventajas que ofrece mi máquina sobrn tod as las de su especie conocidas. Empero, ( 1)

Con real privilegio csclu! ivo.

en esta época de positivismo, en que las produccio nes del ingenio (y todos fos objetos) se miden con el compás de la utili<lad, debe hablarse al público escaseando razonamientos que desatiende, y citande hechos demostrables; porque estos únicamente constitu yen ya para él la verdadera y persuasiva elocuencia . Hé aquí, pues, las propiedades mas culminantes de mi bomba. Funciona con absoluta independencia del aire. Sin embargo, se la puede someter al influjo de dicho fluido; sin que por eso quede sujeta á las restricciones que de él emanan, perjudiciales en las demás bombas. Sirve para estraer el agua de los pozos mas profuttdos; porque su accion en este sentido es ilimitada. Su manejo y su espedienle, pueden establecerse á la altura que se quiera, sobre el nivel dei agua que se pretenda elevar, ya sea por tubos rectos verticales, ó que for:men inflexiones. Está exenta de padecer deterioros de los que con tanta frecuencia sufren las demás bombas, causando gastos y otras pérdidas debidas á la. interru pcion de su ejercicio. Se la puede descargar, quitándola el agua cuando se qu iera, para sacarla cómodamente de un pozo y conducirla de una heredad á otra, como un utensilio ligero. Nueva ~ualidad que, facilitará mas y mas su aph~acion en la agricultura; que es, por dectrlo · asi, el corazo n de! pueblo español. El mecanismo ausiliar para impulsarla, en los casos ordinarios, es tambien portátil, y corre~ponde cumplidamente al resto del aparato.


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La cantidad de agua que en un tiempo dado puede elevar, está en razon directa de su diámetro, que es indeterminado. Tengo funcionaQd9 la que "Construí provisionalmente para hacer ensayos y pruebas. Produce un efecto útil de 700 arrobas de agua por hora, impulsada por la fuerza de mis dedos pulgar é índice, aplicada sobre una simple palanca de rotacion vertical. La bao visto varias personas y pueden verla las que fuesen serv-idas de hacerlo. Per'mítaseme decir que mi bomba es la regadora por escelencia de los- campos. Que con su ausilio y á poca costa, pudiera convertirse en fertilidad lo que desgraciadamente es hoy en ellos aridei; y miseria. Que es lo mas á propósito para templar ea parte los escesivos ardores atmosféricos; como medida higiénica conveniente á la salud pública, Y finalmente, que el sistema de su estructura, es el mejor que se conoce para construir bombas de apagar incendios. Es mucho mas barata que todas las demás; inclusa la .de Mr. Letestu, dignamente premiado por ella en Francia hace pocos años. La variedad de tli_mensiones de los aparatos segun el efecto útil que hayan de pro-

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ducir, ine impide fijar precios. Pero puede calcularse su costo aproximadamente con estos datos : 0 Una bomba de zii;ic que -produzca un 1. efecto útil de 250 arrobas de agua por hora elevándola á 86 piés, 360 reales. 2. 0 Otra de idem que su efecto sea de 250 arrobas de agua por hora, elevándola 120 piés, i 500 reales. 3. 0 Otra de ídem para elevar 2400 arron s de agua por hora (duplo de lo que p.or término medio producen las norias) á la altitud de 36 piés, 3500 reales incluso el mecanismo ausiliar para que la impulse un hombre sin fatigarse. Quien quisiere adquirir el derecho de privilegio esclusivo que S. M. la REINA nuestra Señora (Q.D.G.) se ha dignado concederme; ya sea para una ó mas provincias ó poblaciones, ya para en casos aislados servirse de mi bomba, tendrá la bondad de en· tenderse conmigo y la de franquear lascomunicaciones que haya de hacerme por escrito. Salamanca 7 de febrer-0 de 1850. FRANCISCO Nrnn>.


SOBRE LOS BOSOUES Y,ARBOLADOS DE, ESPAÑÁ. (f) - ---~=----(C ontinuacion).

· pecto á los arbolados, los ha sumido cnasi á, la nulidad, y parece que en adelante contiPARTE TEROERA. nuará paralizando cualquier asomo de fornen.to en los lugares que mas lo necesiten. De los apoyos que pueden recibir los bosques. Vemos que en las quebract·uras de un peñasco, de un barranco, nacen arbustos y ma- A no haber tratado de lo expuesto antejuelos sin el menor cuidado; que las consifiormenle, desenvolviendo con evidencia las . derables extensiones de tierras blildías se neces idades que aquejan á los bosques y arvisten de zarzales; y todo esto no solamente bolad os españoles, seguramente no fuera tan 1o admiran los extranjeros sino que tamhien sencillo ni tan ló:5ico comprender los medios los hijos de nuestro propio país. de que se puede valer el gobierno para reaNo está en nuestro ánimo averiguar si la ni mar ó hacer brotar una masa de intereses, masa inmensa de capitales producen ese es- ,.. tacto vergonzoso, para una nacion que quie~ _ .encubiertos, por decirlo así, bajo mil formas. re llamarse civilizada , y que tiene fama de ·Persuadidos nuestros labradores de las recomen-dadas utilidades que reporta el cultiser eminentemente agrícola; porque sabido vo, abandonan por lo comun el cuidado de es que ya son pocos los labradores que se los árboles, dejándolos á merced de su proaficionan á residir en los campos; que el bupia natural~za para entregarse á la propagallicio y el estrépito de las ciu<lades arrastran á muchas familias en pos de la ambicion, : cion {le los cereales que encuentran en el cómerci0 crecidos precios, que en mayor ó como ya habrá podido notarse. Nuestro obmenor escala se mantienen iguales en mu ·- jeto es ofrecer tan solo la vista que .en ge.c hos puntos. De modo, que si algun propieneral presenta España con la mul•ti1ud in:tarfo cultiY¡¡. ,en España árbo1es derechos mensa de tierras eriales y la innu_merahie para la arquitectura civil, ó de vuelta para porcion de bosques no e'Xplotados ni -culH'la naval, lo debe únicamente á ciertas cirvados; Este cuadro last.imoso manifiesta des•Cunstancias, que le obligan como á •otro de luego la punibie conducta que se ha _secualquiera á explotar y beneficiarse de una guido hasta ahora por todos los gobiernos; finca. No lo debe á -la paternal sol,icitud .conducta que contrasta en verdad ,con la de un gobierno esclarecido que se desilustracion española, y -con el espíritu de vela·para llev-ar la felicidad hasta 1a última empresa que se ha visto desarrollar. Pe-ro choza; y de aqu,í se sigue comprobada hasta ya que afortunadamente aparece renacer la ev idencia la multitud de bosques aban- .con el nombrami_ento de algunas personas donados que tal vez yacen sin provecho púpará formar parle de_las juntas de agricul - ,. hlico ni- particular. tura, la deseada animacion, que podrá der-ramar muchas utilidades- á nuestro desvenEsa falta de proteccion del gobierno, resturado país; re.clamamos sobre tod~ el to.car 1(1) Véanse las páginas 25, 60, 86. 114 y 133. .casos prácticos; 'Y no helios -discursos .ffi~aTOMO IIJ .

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lados con flores oratorias. Una ciencia experimental, que hiera á los sentido~ es la que mas puede acomodar e á la comprension áe los rústicos labradores. Cabalmente hemos pecado siempre por ese defecto; y no obstante, los labradores están instruidos, ó á lo menos no tienen toda la ignorancia que se les quiere suponer. Las luces del siglo han penetrado en muchas partes, y el egoísmo ha despertado en los mas idiotas ciertas ideas que siempre vivirán y que los escitará á buscar ganancias y productos. En esta inteligencia, los bosques, y los plantíos de arbolado , no piden mas apoyo del gobierno que _aquel que pudiera aplicarse á un invento ó á una indu tria. Creemos que no puede exigirse mas: y aun así, es preciso obrar con prudencia y bajo ciertos límites. La legislacion, que marca siempre en todas las naciones el ejercicio de los derechos de los hombres, puede favorecer temporalmenteá las clases menesterosas; obligándolas por medio de alicientes á conquistar una felicidad real; y por esto se ha notado muchas veces la necesiáad de nuevos códigos. Por fortuna han pasado ya aquellos tiempos en que los gobiernos intervenían malamente en la industria de sus súbditos; en que los reglamentos y las prohibiciones en.caminaban la fuerza moral y material. Ahora, pues, es el tiempo oportuno para detener el estado decadente de los bosques de la península, imitando la conducta dé las naeiones que nos aventajan en riqueza, solo por el uso de medios exquisitos que aseguran desde Iuego fos adelantos. iodo depende de la voluntad decidida, guiada por el raciocinio; todo descansa en la sencHiez, en la experiencia adquirida por ta cien<:ia económica, en los buenos auspi. cios con que se ·'han de recibi-r las reformas, y en la gloria que debe coronar á los ministros que entiendan nuestros intereses. Hemos visto las utilidades que prestaría en E paña la educacion y cultivo de los ár _ boles, pudiendo sacarse de ellos la cantidad de 283,635.920 reales vellon. Demostramos la moderacion y equid-ad con que procedíamos, para lo cual no entramos en la val ua-

cion de los gastos de plan lío y conservar.ion, ui en los rendimientos de otros productos. Digimos que en esa masa de bosques se incluian los muchos que pertenec,:m á particulares, y que orillados en fin los inconvenientes que adormecen ahora las cuantiosas rentas que producirían, mayor seria nuestra importancia agrícola, ma •or el incremento de las artes y mayores los ingresos del Leso ro. Renunciar á esas ventajas no solo es predicar la indolencia y apadrinar la rutina y la preocupacion; es atacar la prespicacia de los hombres pensadores, es promover la disipacion y preparar ocasiones de revueltas y disturbios. Los ábios autores que hablaron de 1a prosperidad de España, no se cansaron de avivar el celo de los poderosos agentes de la pública administracion; y nosotros ¿abrigaremos nimios recelos al declarar la ve·rdad, al pintar los continuados beneficios que nuestras tierras y nuestros bosques pueden recibir, alejando los añejos é inveterados obstáculos que aparecen a I emprender una mejora, al abrir un camino, un canal, ú ol-ra em• presa pública? Resulle lo que quiera de las disposicione recientes; ' diga e en su apoyo cuanto sea dable, porque es íntimo nuestro convencimiento, invariable nuestra firmeza, y jamás llegaremos á vacilar ni un momento para descubrir los vic:os, los errores y los abusos que pretendan cohonestarse. Hablamos sin embargo colectivamente; por lo que no aludimosá la administ..racioa actual, pero declaramos que todavía no ha hecho todo lo que justamente debía esperarse, .á i mitacion de cuantos gobiernos se han sucedido en nuestro rico pero desgraciado pais. El apoyo que bajo <,iversos sentidos puede pre tarse á los bosques y arbolados de España, debe encaminar e por aquellos pre· ceptos sólidos, tan conocidos y demostrados en favor de la utilidad general, y de los cuales han hablado los mejores publicistas. o carecemos, no, de obra que revelan in disputa los talentos de muchos beneméritos e pañoles ni de ensayos mas ó menos favorables; carecemos, sí, de la conciencia- que inspira el espíritu pátrio; de esa coocieacia que rechaza las conveniencias de la vida pri-


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vada y que se dirige á procuraT el socorro de las necesidades mas imperiosas. Esta es la razon principal porque sufren oposicion todos los gobiernos. El color político no es mas que una pantalla que puede fácilmente alejarse; y su poder, a pesar de las. instituciones que nos rigen, quedaría infecundo é inerte !lote las bellas creaciones· de que es-suceptible el suelo español, las mismas que le harían marchar al frente de las naciones mas civilizadas. Ta I es el concepto que formamos de los deseos de la mayor parte de nuestras poblaciones españolas, y de tantísimas aldeas, privadas de recursos,-11bandonadas á sí mismas; por lo cual, se justifica en cierto modo la emigracion, y se justifica. plenamente. cuando no se puede ballar una justa recompensa á las fatigas del campo. Analizaremos por tanto la proteccion que, concedida por el gobierno á los bosques de España, pueda elevarlos por los medios mas beneticiosos á la prosperidad á que naturalmente están llamados; pero teniendo en cuenta que de la brevedad pende el acierto, despues de lás indicaciones que hemos facilitado; seremos precisos en cuanto nos reste que decir.

S11guridad del consumo de maderas. Repetiremos cuantas veces sea necesario, que en España, para que los árboles formen un ramo de riqueza agrícola, no se exigen mas que sencill~s resoluciones, contraídas especia Imente á lo que nos enseña con invariabilidad la ciencia económica. Pretender que esta ciencia es insuficiente, es no haberla penetrado, o uscándose la -razon en la multitud de errores que mucho~ escrito res al tratar de el la han padecido; es no haber alcanzado Jas práctic&s benéficas que de su estudio pueden emanar, y desconocer los victorill.Sos argumentos que á sus objeciones se han opuesto. o se crea, sin emba rgb, que no importa examinar con detencion la aplicacion que se baga de sus doctrinas; porque nosotros reconocemos los primeros la utilidad de estudiar la índole de las cuestiones; pero al mismo tiempo confesa-

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mos la certitud de cuanto establece, que, con ayuda de una sábia legtslacion, se dirige á proporcionar la prosperidad y el engrandecimiento de los pu eblos. Las diatribas á que dieron lugar las refinadas sutilezas y abstracciones de un lenguaje obscuro y metafísico, motivaron el que se la creyese una ciencia inmaginaria; pero ello es, que así como la econ·omía política establece qut} facilitando el consumo se facilita la prorluccion, expone otras verdades y reflexiones de cuya robustez .!.1º puede dudarse. El consumo, pues, de las maderas españolas debe propagar forzosamente el plantío . y cultivo de los árboles; .porque la demanda e tá en razon directa de la producciou; y tanto, que hablando generalmente la produccion y el consumo son iguales. lnútil será cuanto se diga ~n contra de ese principio, porque el consumo y la produccion propenden siempre á equilibrarse; por lo cual se concibe que de la abundancia 6 la escasez nazca el menor 6 mayor precio. No bay que descender _á casos particulares; no pretendemos lanzar u na mi rada escrutadora sobre varios géneros de industria; únicamente los bosques llaman nuestra atencion,. y sobre ellos vamos á ocuparnos. Afirmamos antes que los e.strangeros traen: á España maderas ordinarias y de toda .especie, con las cuales forman un ramo de comercio importante; y esa suma de mad'eras que ellos nos proporcionan les ha de valer sin duda pingües.ganancias. En la dificultad de apreciar el consumo que hacemos d~ esa primera materia, á los que se cuidan mu_y bien de proporcionárnC1sla, nos remontaremos solamente a. lo que digimos respecto al reaLdecreto, que fué fechado en S. lldefonso, y expedido por el señor l\fon. en •17 de Jul"io último; decreto sobre el cu.a I tantas declamaciones ba levantado la prensa barcelonesa, motivando 6 inlluye~do tal vez en la caída del minis 1.ro, y en el cargo conferido al señor marqués de la Romera. Volveremos á esa cuestion de aranceles tan debatida, y tan al parecer estudiada, para hacer notar; que, .segun la base segunda del citado real decreto, la madera pa.-


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ra la construccion de buqttes, que se produzca en nuestro suelo, satisfará derechos módioos á su exportacion del rejno, quedando el gobierno autorizado para adoptar todas_ las disposici,:ines necesarias; á fin de gue no sufrá perjuício la constTuccion de marina de guerra y mercante, ni -los intereses de los propietarios de montes. · Si no lo leyéramos pareceria inconcebible que·no produciéndose abundantemente las maderas en nuestro suelo, se-marqoen derechos á su exportacion del reino ,< admitiendo al pasq las ínaderas extrangeras, cuando fas necesidades se-rán mas próximas en nuestro pais . Mas no ,quer!]mos examinar bajo ese punto de 9ista la cuestion; sino bajo el del consumo porque así c0rrP-sponde, y porque es de nuestro gusto tratar las cosas con entera independencia. Donde quiera que las maderas españotas sean solicitadas; donde quiera que existan compradores, .donde quiera que impere la necesidad de maderas, debe darse libertad á los que se dedican al cultivo de los a1·boles, para que provean ó satisragan segun les convenga en aquellos lugares la necesi- dad que sufren. •, No son de necesidad trabas que basen en ·, precios módicos é insignificantes, porque con ellas se dificulta el consumo, perece la proteccion, no se alhagaalcult.ivadory losl:losques quedan supeditados. , La libertad concedida á las maderas de España seria el medio mas benefici_oso de dar importancia á nuestros bosques ; pues que semejante medida no requiere estipendios, y además lleva impresa con igo misma la prev-ision ·mas justa .y acertada. No abundamos en maderas ¿y por este soI'o moti\'.O se fijan derechos d¡! exportacion? Si en esto hay ventajas nosotros-no las vemos, ni es posíble que las veamos; aunque se agoten vanos argument0s; aunquP- se nos hable de ·pueblos fronterizos, aunque se ¡Jretenda· buscar un aparato de frases deslumbradoras. En tiem_po ·de la reina Isabel se padeció en Inglaterra _grande escasez de grano~; se premió no obstante la export::icion Gon 1015 mejores resultados, porque las leyes naturales

reemplazan muchas veces el mal combinado artificio y asieutan el estimulo de las clases trabajadoras. , -Si se quiere, pues. alcanzar seguridad en el consumo de maderas, e3 preciso estar-lecer para nuestros pToductores una libertad comercial, ó bien el libre uso de los árboles que plantaron y cultivaron; porque en estl} se funda el sagrado derecho de propiedad, y de este derecho no se Jebe renunciar la menor parte, mayormente cuando es precisl} infundir aliento y amoral cultivo y á la misma prop!edad. Muy lejos sin embargo estamos de entrar en el bando de los libre-cambistas-. No: porque creemos conforme, para: eleva~ á la importancia que requieren nuestros bosques , que se ajen prudenciales derechos á la introduccion de la arboladura e.xtrangera, pero siempre libertad completa á la de nuestro pais. En lnglaterra no son los gobernantes los libre-cambistas; el pueblo es el que desea la libertad de comercio. El pueblo quiere el libre cambio, porque en punto á manufacturas no teme· la concurrencia de ningana nacion ; porque podría facilitarse mejor y á mas bajo precio sus . artículos de consumo , ó sea comestibles , al paso que los lores cuya principal fuerza consi;,te en la riqueza territorial, no quieren esa libertad general d.e comercio; pues apesar del esta-clo de su agricultura, la concurrencia universal les seria dañosa; esto es, tendrian 'lUe sucumbir en la compe.tencia con los cereal~s extrangeros, y cuasi !'US riquezas desparecerian. Por esta razon lo que el pueblo inglés apetece por medio -de una ley universal, el gobierno afecta quererlo por medio de tratados de comercio. Si miramos á la Fra11cia veremos que la libertad de comercio no surge mas que ·en las obcecadas cabezas de algunos economis-· tas. La nacion en general no la quiere; y no la quiere porque nc1 la necesita; así es que en ninguna de sus revoluciones se ha visto que haya clamado por la libertad de comercio. Solamente la inclinacion á las novedad es hizo discurrir mucho sobre esta materia, pa-


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ra proporcionar la actividad iudustrial, y oFrecer las esperanzas mas seductoras; pero como nosotros permanecemos indiferentes á las pinturas que no reconocen para nada la existencia de los intereses creados, y como por otra parte es nuestro deber manifestar la proteccion que puede el gobierno dispensar á los bosques de la península , dejam6s estas cuestiones que incidentalmente hemos tocado. Resulta, por consiguiente, qoe asegurando en cuanto fuere asequible el consumo de las maderas procedentes de nuestros bosques, se estimularía á muchos labradores y propietarios de tierras á verificar plantíos; se cuidarían y cullivarian los árboles existentes, y no se cortaría uno sin que al momento no Fuese substituido. Mas no consiste esencial meotr. el favor que se acuerde al consumo de las maderas en los derecho~ que se marquen á su salida del reino, porque hay otros camino muy poderosos para aumentar la produccion y consiguientemente el consumo. No corre peligro- que los árboles de España paseo por ahora á venderse á los puertos de J3ristol, Bergheo, Gothemburg, Riga, y otros muchos situados en el Báltico y pueblos del norte; pero con el tiempo nos podrán abastecer cumplidamente de madera ordinarias en lo interior, exportando el sobrante á donde se notare haber utilidad. Por esto combatimos el derecho de esportacion, porque no le creemos conveniente á la propagacion del consumo; al cual dándole libertad se e¡;timularia·la producciou, que paulatinamente iria acrecentándose. El precio de la madera en general no subiria atendido al estado en que se encuentra en la península; porque las buenas di sposiciones que se tomen en materia de boí'ques necesitan algun tiempo para producir sus efectos; de modo que no es presumible el

encarecimiento de esta primera materia, aunque trabajada por tantísimos artesanos, cuyo número comprueba sus extensas. aplicaciones. Si hemos de dar crédito á un cuadro estadístico relativo á esta ciudad, formado por el Gobierno superior político de su provin cia, y remitido al Ministerio de la Gobernácion eo primeros del presente año, se cuenian en Barcelona 2,02ts carpinteros. Esta cifra es de las mas crecidas del capítulo de las profesiones, porque despues de los tejedores que ascienden á 5,628 de los jornaleros que llegan á 3,:l80, la carpintería es la proFesion que tiene mas importancia ; pues que los zapateros ascieqden á 1,ts61 y los marineros ó gentes de mar á 1,530. De estos datos se desprende por consiguiente que concediendo á la madera naayór ~aratura se haria un gran servicio á la sociedad. Particularmente en las poblaciones Fabriles esa baratura <.teberia alcanzarse; pero para ello no hay mas que proteger la produccion y nivelarla con el cousu mo. Para lograr semejante resultado, para asegurar con estabilidad ea todas partes-y lugares de la península el cultivo-de los árboles silvestres, á fin de reparar la decadencia en que se ven introducidos, es de primera necesidad proporeionar un cebo al interés de los particulares y emprender todo génern de obras públicas, porque estas descubren el vigor intelectual de las naciones. MaoiFestaremos rrn obstante los arbitrios mas concluyentes de que puede echar mano el Gobierno; ese ente moral de quien ' todos hablan y pocos conocen; el único que debe procurar la instruccion del pueblo, ocuparse con preferencia eu el bienestar del may_or número de individuos, sin negligcnciar n.i un momento el objeto á que sinceramente está · llamado.

Se concluirá.

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El nuevo Trapiche.

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de la utilidad de su invencion. En el ensayo de hoy se ban molido ciento quince arrobas de caña blanca cortada en Hemos asistido al segu!')do ensayo del nuevo trapiche inventado por el Sr. Gireaud, y trozos mas cortos de los que se usan genedel cual ya hemos hablado en otra ocasion á . ralmente, que deja•ron un bagaso d_el peso de treinta y cinco arrobas. Los señores hanuestros lectores. Todas las personas intelicendados podrán juzgar, haciendo las comgentes-que presenciaron el acto, entre las paracion_ es oportunas en sus fincas con los que se hallaban algunos mecánicos y varios trapiches comunes ó las máquinas de vapor, hacendados de il ustracion conocida han consi la-caña ha quedado l)ien ó mal espriruida; venido en que el nuevo trapiche ofrece venteniendo presente que este trapiche da cuatajas muy recomendable:; y superiores á los tro vueltas y un cuarto mientras los bueyes resultados que da uno de los comunes, pero dan una, ó, lo que es igual, mien ras cualla casi total imposibilidad de hacer un enquiera de los comunes dá una. No nos fué sa)'º con todas las formalidades y requisitos posible calcular todo el tiempo que se invirque serian convenientes, ha sido causa de tió en pasar toda esa caña porque las detenque aquellas no se hayan podido apreciar ciones y paradas fueron muy repetidas por ·con toda la exactitud que interesa, tanto al la causa ya mencionada. Pero si se considefoventor como á los mismos hacendados. En ra que el resuJtado de la observacion hech a primer lugar, l0s bueyes que se han em en el peso de la caña dá un producto de guapleado no son maestros, y esto fué causa de rapo de un 70 por ciento debemos creer que que hubiera entorpecimientos continuos, no habiendo habido exactitud - en las operacjoe::i la ' maquinaria., que no puede ofrecerlos, nes de pesar la ca-ña y el bagazo las ven Lajas por ser muy simple y muy ~ólida, sino en son mayores que las que debian esperarse. la marcha de las yuntas, que siendo solaEn verdad este resultado es tan satisíactorio mente tres unas veces tiraban y otras no, ó que nos iuclinamos á dudar de la exactitud bien se salian del círculo. En segundo lugar de la romana empleada. Sabemos por datos el trapiche, com0 ya hemos dicho ~1 hablar r,ue nos ha proporcionado el señor don José del primer ensayo , ha sido hecho con economía y de prisa, razon por la cual no guar- Luis Casaseca que segun ensayos .hechos en da las dimensiones y proporciones que.el el ingenio del Exmo Sr. don. Manuel Pastor, en una máquina de vapor, la caña blanca inven_tor ha pensado dará las diferentes piemolida solo produjo un 66 por ciento, al pazas que lo componen, y que indudablemente contribuirian mucho á da_rle mas fuerza y so que los meJores trapiches comunes solo dan un · 56 por ciento. velocidad. Sin embargo, así como está cree_ En-sumú creemos como todos los señores mos de buena lé que puede hacer lo que que presenciaron el acto que el trapiche es cuatro trapiches comunes, si se le hace moler con cinco yuntas de bueyes. M. Gi rea ud - muy ventajoso, pero que la manera de hacer los eosa yos no satisfar;e las justas exigencias afirma que con ese número de yuntas podrá de los que de~ean cerciorarse escrupulosahacer moler dos trapiches á un mismo_tie mmente de su utilidad para decidirse á adoppo, )'°piensa damostrarlo mas adelante . Creetarlo en sus fincas. mos que este es el mejor medio de destruir todas las dudas que pueden tenerse acerca


· 167 Para concebir la posibilid~d de- realizar estas ventajas creemos que basta el exámen del modelo que tenemos á la vista; pero sea cual fuere la conviccion que resulte de él, La nueva máquina de vapor que hemos los inventClres é introductores de estas mámencionado en nuestro último número no es quinas han hecho lo que sin duda será suuna invencion reciente ni ofrece alteracion ficiente para demostrar, su poca ó mucha. alguna notable en la construccion de las máutilidad, y es enviar á la isla una máquina quinas de vapor. Consiste en una aplicacion y completa venir uno de ellos en pP,rsona ingeniosa y senciHa de la fuerza de este para sentarla y hacerla trabajar en presenagente á los trapiches horiwntales, y en escia de los señores hacendados. Dicha máto estriba la invencion efectuada por los sequina se halla en la ciudad de Maltanzas, y ñores Robinson y Rllssell de Lóndres hace Robinson ha partido hoy para ese punto M. mas de trece años, desde cuya época se ha con el objeto de traerla á lá Habana y planadoptado muy estensamente en el Continentearla aquí si puede hacerlo fácilmente ó te de la India inglesa y en las islas de Maubien con el de plantearla en la misma Marir.io, Borbon y Lava. La peculiaridad mas tanzas . De esto modo nuestros hacendados esencial de esta combiuacion consiste en que pudrán examinarla deteni_damente y tener el trapiche y la misma máquina. de v;ipor y pruebas irrecusables de su superioridad solas ruedas que sirven para enlazar esta con br.!) las otras máquinas introducidás basta aquel se sientan sobre una sola pieza de ahora, si corno creemos es cierto lo que se hierro que viene á er ~I fundamento ó base nos ha demostrado. de toda la maquinaria. Segun P.l modelo que M. Robin on nos ha manifestado que,el tenernos á la vista en esta redaccion, y que costo no es mayor que el de las comunes, y todos los señores hacendados que gusten que pu~den ha_c,erse del ta_maño y fuerza que , pueden venir á examinar, la combinacion se requieran. Con la mira de servirá los indicada parece efectuarse una manera tan hacendados eguo el gusto de cada cual los sencilla y natural que nos sorprende la idea inventores han establecido una fábrica en los de que un mecanismo tan al alcance de toEstados-Unidos, de donde pueJe.n hacerse das las inteligencias no se haya adoptado venir lo mismo que de Inglaterra. con mas tinterioridad. El modelo de que hemos hablado estará M. Robinson, uno de los inventores, sP. · algunos _dias en nuestra redaccion para que halla entré nosotros y nos ha dicho que las lo exammen todas personas que gusten. ventajas de esta nueva máquina consisten (La España.) principalmente: 1. 0 En que no se necesitan cimientos ni muros sobre que asentar toda ó parte de la Cailamo. maquinaria. • Debe con iderarse el cáñamo como una de 2. 0 Que en muy breve tiempo se puede las plantas que mas productos rinde al hommontar ó desmontar y colocarse en este ó en bre, ya porque su semilla, sobre ser un aliaquel lugar sin gastos considerables ni prementfl sano, es al mismo tiempo medicinal y paracion grande en el punto que deba productiva de un escelente aceite potable, ocupar. ya porque su(fibras tienen un grande uso 5.º Que en virtud de la exactitud con en las artes, el comercio y la na vegacion, y que dP.ben trabajar necesariamente todas las ya en fin porque hasta sus cañamizas se piezas en cousecuencia de la preci ion ~on aprovechan en la economía doméstica: y aun que quedan colocadas en ese cimiento inmutable, en el cual se aseguran con gruesos que no dan un fuego durable es por lo menos activo y propio para encender otros comlomillos, el frotamiento debe' ser el menor bustibles. posible y la durabilidad de 1i· maquinaria Sin embargo de tan positivas ventajas, proporcionada.

Nueva combinacion de las máquinas de vapor y los trapiches de moler caña.


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ignoramos la causa por qué en muchas de nuestras provincias se desconozca el cultivo y productos del cáñamo; y en otras, pudiendo generaliza-rse baciéndo un artículo lucrati.vo para las tres clases de industria que se conocen en aconomía política , por ser este de aquellos pocos vegetales que tien'en uso en la agricultura arles y comercio, sufra pacientemente la concurrencia que otras nacipoes hacen para el comercio de este solQ ramo que con utilidad produciría nuestro suelo, si se le d, spusiese desde luego para recibir la semilla. · Unicamente, en el supuesto de que el tem' peramento se rpusiera á la reproduccion del cáñamo, convendria permutar · con las demás naciones el numerario por ·este produc~ to agricultor; pero-como la tierra y el clima ayudan á la vegetacion y desarrollo de esta planta, creemos que seria muy acertado impedir que nos estrajesen muchos millones anuales por un artículo, que, sobreemplear una gran porcion de brazos que se hallan ociosos y propensos á emprenderlo todo por falta de trabajo, ·aumentaria e.l capital naéional con les cosechas de las tierras baldías, que en el día ocupan los j'.untos, las sargas, los carrizos y otras plantas propias de los prados y sitios pantanosos . Desde que en Rusia se propagaron las artes, las ciencias y la agricultura, se dediéaron sus naturales a1 cultivo del cáñamo, del que el marqués de Ran Roman en sus memq_rias nos di-ce empezaron á sacar las mayores ulilidades y Yentajas. Asi es que desde mitad del siglo pasado_cvn dificultad han 11.enido un ramo de industria que les haya

producido mas , pues que aprovechándose del trastorno ocasionado por la revolucion en Francia, del aumento de ~la marina inglesa y de la .inercia y ningun partido que la España saca de la fertilidad de su suelo, han importado en estos tres rein-os cáñamo por valor de sumas inmensas, como puede verse por la balanza de comercio ruso de aquellos años, y teniendo presente que cada navío necesita ciento och~nta mil libras de cáñamo para su velámen, jarcías y cables. Conociendo los franceses esta desventaja y en particular los ingleses, se han aplicado al cultivo del cáñamo, disminuyendo de consiguiente el consumo del de Rusia, que aunque de hebras largas y fuertes, por ser demasiado estoposo no es el mas propio para las lonas, los vitres y. cables que se usan en la navegacion. Y no se arguya diciendo que la mala tem•· peratura de 1 spaña hace abortar la semilla ó inutiliza los vástagas del .cáñamo por la fuerza de \los hie\oc:, pues lo propio, y con mas razon debería esto suceder en Rusia donde es mas abido que el frío es tan intenso, que el termómetro de Reamur se sostie11e entre veinte y dos y veinte y cinco, llegando -algunas veces hasta los treinta bajo cero. En Francia y en Inglaterra, donde no solo hace un frio mayor que -en el norte de España, si que las contínuas nieblas seguidas de intérvalos de un calor estraordinario, podría impedir la germinaeion, el desarrollo Y. crecimiento de estas plantas, vemos sin embargo hebras que tienen muy cerca de los veinte piés que se observan en Rusia.

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MEDIOS PRESE-RVATl'VOS contra la sarna J:,t 1.os ganal).os !! ume(litrs para curarla.

Dejando á parte la cuestion que ha sido muy debatida entre los veterinarios, de si la sarna puede manifestarse espontánea en las bestias, ó si siempre esel efecto de la comunicaci on ó del contagio , diremos que este mal lo espcrimentan muy raramente los ganados que se han cuidado con esmero, y que al contrario invade con facilidad, y de un modo intenso entre las bestias que se hallan sujetas ámalos alimentos, ó á las condiciones de un mal régimen higiénico Sin embargo de ser una verdad lo que acabam os de esponer, se observa que hay ciertas localidades que favorecen 61 desarrollo de la sarna entre los ganados- , y que basta á veces una sola colina, un torrente ú otra circunstancia topográfica mas iosignifkaote -todavía, para determinar el desarrollo ó la desaparicioo de la enfermedad contagiosa de que nos ocupamos. «No hay, dice el respeta ble Tessier, preservativo seguro contra la sarna si no se cutiota con un buen pastor.» Htty un proverbio que dice: tanto vale el hombre, tanto vale la tierra. Y puede decirse tambieo: tanto vale el pastor, tanto vale el ganado. Por cuya razon conviene al propietario que tiene rebañils mas 6 menos abuodaotes, procurarse un pastor cuidadoso y a'teoto i,i quiere ver sus reses exentas, no solamente de la sarna, sino que tambien de otras varias enfermedades que si no causan la muerte, impiden á lo menos que podamos reportar de las bestias to•• das aquellas ventajas que nos permite esperar la buena higiene. Conviene pues que tengamos algunas precauciones para evitar que la sarna se despliegue entre los gana-· dos por la facilidad con que se comunica de los enfermos á los sanos, y por los perjuicios 15 DE ABRIL DE 4850.

que puede causar al propietario. Es ventajoso lavar las bestias, ya sean ele lanaó de otra cualquiera especie luego que l&s poseemos, principalmente si han venido de lejos, asi como será útil hacerlo todas las veces que hayan hecho un viage largo, fro~ tándoles el cuerpo con una esponja mojada en agua ó en otro cuerpo equivalente para sacarles el polvo del camino, ó las materias irritantes que se han depositado en la piel durante sus viages. Algunos aconsejan que las ovejas deben lavarse cuidadosamente durante el embarazo , porque se cree que err es te estado la bestia está dispuesta á sufrir la sarna. En algunos puntos de la Francia, no olvidan los ganaderos· lavar con esmero los carneros merioos que reciben de Españaty creen que esta práctica los libra de la sarna que con frecuencia .han visto desplegarse entre los merinos á quienes no se han dado estos cuidados. Para preservar á los carneros de la sarna, dice 1\1. de Gasparin, se los unta en Inglaterra, inmediatamente de haberlos trasquilado, con un ungueoto co~puesto de la pez derritida, manteca de cerdo y de sal comun: este uoguento no es útil solamente para cuando se ha verificado el trasquileo sino que podrá ser un preservativo en todas las estaciones del año. El uso de este unguento · fué ya conocido de los antiguos, que hacen entrar en su composicion otras drogas de menos provecho. Se valiao tambien de otros untos preservativos y acostumbraban lavar los carneros luego de trasquilados, untándolos en seguida con las heces del aceite coman á las que añadian una cantidad de mercurio, de azufre, de pez, ú otras sustancias análogas. Arturo Younch dice c¡ueen los ~5 TOMO IIT.


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curacion de la sarna de los ganados, siendo álrededores de Redford se untan los rebaños, mas fácil curarla en primavera y veraño, en el mes de octubre, con un unguento comque en otoño y primavera. En los pai~es puesto de pez resinosa y de manteca, cuya templados, se remedia. este mal .con: mayor composicion se la cree muy útil para pre-• facilitlad que en - los muy fríos ó calientes: servar los animales de la sarna, al propio en los terrenos secos y montañosos mas que tiempo que favorece el crecimiento de la laen los llanos y húmedos, y en los animales na. Estos ensayos no se han estendido como jóvenes mas que en lo~ viejos. fuera de desear, y quisiéramos que se espeTessier, á quien la veterinaria debe rimentasen para deducir con cer-titud "de sos profundas y sábias observaciones, al hablar efectos. Principalmente podría ser útil el de la sa rna de los carneros dice, que en mou o de este remedio para los merinos entre quienes la duracion de la sarna causa estrachas circunstancias bastan las cosas. mas gos notables; pero convendria aveciguar ansencillas para hacer desaparecer esta entes si deteriora la lana y daña. á los animafermedad. les, y si previene enteramente la. enfermedad. Cuando la sarna, continua, el referido auCuando á pesar de haber adoptado todas tor, consiste solamente en algunos botones, bastará arrancarlos con las uñas ó con un las medidas higiénicas el gaoado contrae la cuchillo de mal ccrte, aplicando en seguida sarna,entonces conviene curarla por medios sobre el boton una poca de saliva impregapropiados, que sean mas ó menos activos nada de salmarina que se ha hecho disol ver segun la naturaleza de la enfermedad y su en la boca, repitiéndose esta operacion dos mayor ó menor duracion. Para el caballo, ó tres veces seguidas, si es necesario. si la sarna es reciente y benigna, bastarán Nuestros pastores, siguen desde remotos las lociones de agua caliente ó los baños titiempos una práctica ventajosa para curar bios, cuidando de que se le mantenga lim la sarna sencilla á los caro.eros,que ha sido pio y almohazado el cuerpo. Si estos meaceptada en otros paises. Consiste en masdios sencillos son ineficaces,bastatá una pocar una cantidad de tabaco y untar los ho• mada sulfurosa. tones sarnosos con la saliva impregnada de Los animales sarnosos se separarán de los esta sustancia irritante y narcótica. En vasanos, manteniéndolos encerrados en lugarias montañas de nue tra peniosula, donde res seguros y ' oreados. Si estáu muy cebalos ganados trashumantes abundan much o, dos, y abundan en carnes, se les disminuirá se emplea este medio con mucha ventaja. el alimento, á fin de que su cuerpo pierda la Creemos que estos medios sencillos son demasiada áccion vital en que se halla conseficaces y bastarán para curar la sarna retituido ; y al cóntrario en los flacos se les ciente, particularmente si ha tomado poca aumentará la cantidad de comida, ha$ta que estension; pero cuando la enfermedad prose pongan en buen estado. Los muy robusgresa notablemente y se burla de estos retos podrán sangrarse, asi como es útil que medios sencillos, es preciso apelar á medise dén corrohorantes á los muy estenados. cameutos de una virtud mas enérgica y deEn una palabra, para la curacion de esta cidida.si no queremos que el mal cause esenfermedad, asi ·com(? para la de todas las tragos notables á nuestras piaras. restantes, debe consultarse la estacion, el Olro día nos ocuparemos_ de las causas clima, el temperamento , y todas las cirque- mas principalmente ocasionan la aroa, cunstancias estP-riores ó con causas que fay daremos algunas recetas bastante sim¡.,les vo1 ecen el desarrollo de los males y que fo1 para curarla, aun en los casos que sea re• mentan su curso. Las estaciones in0uy en muchísimo en la 1 belde. -


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DE LA ALIMENTACION DEL GANADO EN -EL establo como un medio de aumentar Los abonos.

Desde que la esperiencia ha demostrado la falsedad de la doctrina de Tull, que creía que el agua y el aire eran elementos suficientes para alimentar á las plantas, se ha puesto el mayor cuidado de procurarse abonos, como un medio indispensable para la vegetacion. Dubamel que babia adoptado la doctrina de Tull se convenció pronto de que la tierra no podía darnos sus producciones sino se le añadía el maQtillo que sostiene su fertilidad. y que no bastaban las labores, por pro! ijas que fuesen, á sostener las plantas, porque estas se nutren especialmente de los gases que se escapan de las materias ó de pojos orgánicos anim.ales y vegetales que empleamos en agricultura. Resuelta esta cueslion por la teoría y por la práctica, nos corivieoe pues aplicar todos los medios de procurarnos abonos que man• tengan á nuestros campos la feracidad posi ble, y por ello es preciso que estudiemos los procedimientos mas seguros y económicos para obtenerlos abundantes y á poca costa. El ganado ~os presta grandes y poderosos ausilios para este ramo de la economía rústica, y tal vez sean los animales domésticos la fuente mas principal de los abonos.. Y la importancia del ganado será tanto mayor en favor de nuestros campos, cuanto ma inteligente sea la. direccion que le demos en el órden económico. :M. <le Dombasle ha notaQo muy sabiamente, que los tres puntos mas importantes para obtener de un número determinado de bestias la mayur cantidad de abonos posibles son: 1 .º alimentar copiosamente á los animales, porque la cantidad de estiércol que producen es siempre en proporcion de la del alimento que reeiben: 2.º de tenerles cama abundan!e, á fin de que

no se pierda ni la mas pequeña cantidad de orines: 3. 0 de alimentarles todo el año en el establo ó corral. Como no es dable poder ilustrar mas esta cuestion despues de la sabiduría con que la ha tocado el espresado agrónomo M. de Dombasle, bace ·que referimos sus propias palabras que son el resultado de la conviccion y de una práctica muy dilatada. «En un gran oúmero de casas de labranza donde los ganados se alimentan en las praderas durante el verano, añade el referido agricultor, y en donde la paja constituye la mayor parte del alimento de invierno, cree qoe cada bestia mayor no produce cuatro carretada:; de estiércol al año, mientras que alimentando con abúndaucia las bestias en las cuadras pueden obtenerse veinte carretadas ó mas; con la doble ventaja que di~bo estiércol es de mejor calidad. Hay pues en este métodó, y en el aumento de alimentos, una ventaja notable, porque de esta manera se d':}plican todos los productos de la hacienda, mientras que se aumentan los trabajos del cultivo, porque los gastos que estos ocasionan son los mismos para una tierra abonada convenientemente como para la mas pobre y estéril. La proporcion de los forrages artificiales se vé aumentada notablemente con el mejoramiento de las tierras, lo que permitirá, no solamen~ alimentar con abundancia el mismo número de bestias, sino que tambien mantener otra cantidad en un regular estado para engordarlas en otra estacion. Bajo este punto de vista es como debe considerarsP, la alimentacion de los ganados al establo, si quieren apreciarse todas, las ventajas de este método para la prosperidad de una casa de labranza.» «Por otra parte, el aumento de alimentos


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que empleamos para las reses .á fin de obtener una abunda ocia notable de abonos, no es graboso ni se pierde jamá~; porque acrecentándose los restan tes productos del ganado, como la leche, la gordura y las lanas, y ' aumenláodo e las fuerzas mlliculares en los animales de trabajo, hace que se coUtpensan de esta manera los gastos que nos ocasionan los alimentos que se han dado en mayor abundancia. En efecto,_ no hay bestias, sea cual fuere la especie y clase en que las busquemos, que den menos provecho al cultivador que las_que se alimentan mal, porque entonces coa la falta de los alim~ntos ,_necesarios no producen abonos, sus carnes • tienen ,poco valor, escasean sus la nas, la leche es,c.;i.si nula, y las de carga ó fatiga no pueden servir p.ara el trabajo. Por mucho que esto ¡¡ea pna .verdad, no debe pecarse, sin embargo, por el otro estremo, porque el exceso de a.limento podría ser dañoso á las bestias.» De esta opinioo de 1.. de l)ombasle se deduce indirectamente, que hay una veñtaja notable en procurar que los ganados .consu· man los forrages y las pajas en los corrales para acrecentar la masa de los abonos, :y no que se entierren frescas las plantas de los prados artificiales como otros han pretendido. En la generalidad decircunstancias, nosotros estamos tambien conformes con el . primer método, porque los forrages que consumen los ganados, no solamente nos dan

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abundantes abonos con que beneficil\r las tierras, sino que tambien producen carnes, cuero , leche otros materiales útiles para la industria y para la economía rural. Sin embargo de ser esta opinion muy generalmente admitida, no · faltan agrónomos que píen an de una manera distinta, y entre ellos citaremos el célebre Davy que cree, que la paja fresca de los cer.ea\es, enterrada inmediatamente será mas provechosa á la vegetacion de lo que lo será la misma paja transformada en estiércol por medio de los escrementos de los animales y por la fermentacion que ha sufrido. Piensa pues que hay ventaja y economía en desmenuzar la paja de los cereales por medio de alguna máquina y conservarla seca en este e · lado, hasta que venga la ocasion de usarla como abono. No,,otros no vemos ninguna razon plausible que pueda justificar la opinion de Davy, y por ello no participamos de sus convicciones. La práctica general, de acuerdo con la ciencia, aconsejan que las pajas convertidas en estiércol por la accion de los gana-dos son mas útiles para la fertilidad de los campos, que si las empleamos en e tado seco y sin mezcla de escrementos animales: y notando por otra parle que es un medio muy provechoso para las reses las camas en las cuadras ó establos, creemos que la opinion de Dombasle es muy fundada y que debe admitirse en todas sus parles.


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por Qfvadsto 1ljouder ( l)_.

(Continuacion).

cula, cuando la fabricacion tiene cierta importaocia. Debe vigilarse que se separen las piedras que tienen algunas veces mezcladas, y que por su dureza podrian deteriorar los aparatos que sirven para preparar la pulpa. Varios procederes se han puesto en uso, para reducir las patatas á pulpa; en unos se opera con las patatas crudas , en otros se han hervido antes de palparlas. Para cocerlas, sirve un tonel T Fig. 1 .ª de ma-

§ lV.

Trabajo de las patatas. Las patatas se lavan en una artesa , por medio de una escoba usada y algo recia, cuando se opera sobre pequeñas cantidades, ó por medio de un lavador mecánico, parecido al que se emplea e!l las -fábricas de fé-

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dera muy seca, y apretado con arós de hierro recios. U na abertura en el fondo su(4)

Véase en la Página 4 29

perior O sirve para introducir las patatas, se tapa por medio de una tapadera que encaje exactamente pero sencillam~nte sobre_, puesta. Dicha abertura P armada de una


,, desperdicion de·\ vapor; la misma precaucion , debe tomarse respecto del -tonel. Las patatas que están cerca la entrada del vapor y las que están hácia arriba son las que primero están cocidas, las que están cerca de la puerta P Fig. 2.ª son las que tardan mas, hácia esta parte pues es en la que se deberá llevar la ·atencion para conocer el momento que esr-···-··--··-···--·--, tán cocidas. Al efecto se p,;:ictica un pequeño agujero en la puerta P é introduciendo una varilla, s~ 1 aprecia si las patatas ofrecen resistencia, ó si se dejan fácilmente atrave1 sar, lo que indica que han llegado á su punto. Por lo demás un momento antes de que _estén cocidas, se vé salir silvando el vapor :m. por los .agujeros inferiores . Un poco de há¼J bito habrá muy luego dado á conocer el momento preciso de la perfecta coccion. Cocidas ya las patatas es mene ter apremedio de un ramplon m fijo en las duelas surarse á moderar el vapor que no se tleja del tonel, un torniquete t tambien fij-0 al tollegar sino en muy pequeña cantidad, ennel sirve para sostener la puerta por arriba. tonces lo mas pronto que se puede se sacan Al lado opuesto de la puerta P Fig. 2.ª hay y reducen á pulpa. Esta operacion debe hauna abertura pequeña, que dá paso al tubo cerse con mucha rapidez, pues si las patatas dé vapor V que comunica con la caldera ll egan á enfriarse, e.; muy difícil pul parlas puesta e G; u!ta espita R permite regular por el estado glutinoso que toma la fP.cula. la corriente del vapor. El fondo del tonel En este último caso la operacion es muy tiene 6 ú 8 pequeños agujeros de una linea de diámetro que .permiten salir el agua de la imperfecta, y á mas de ser un trabafo penoso, no se obtienen sino resultados incomcondensacion del vapor. El tubo V entra un pletos. La reduccion á pulpa debe conducirpoco en el tonel, y termina por un pico de se de modo que no dure mas de media hora, regadera, con agujeros gruesos, sería bueno pasado este tiempo se observa ya que las úlque este pico fuese dirigido bácia abajo patimas porciones son mucho mas difíciles de ra c¡ue no se obturase. Hay agujeros por totrabajar que las primeras. do el_ alrededor á fin de dar mas fácil paso Los aparatos empleados para dividir las al vapor. El 'tubo de entrada del vapor debe patatas los mas son imperfectos, sin embartener un diámetro bastante ancho á fin de go de que de la perfeccion de esta operacion no perturbar el paso del \7apor. La coccion depende en gran parle la cantidad del prode las patatas debe ser pronta, resultado que ducto. Los dos aparatos emplea-dos son el no puede obtet;ierse si la caldera, la reja del molino de patatas y otro aparato form ado hogar I el tubo de entrada del vapor no tiede un cilindro lleno de agujeros como el apanen las dimensiones suficientes, y si á mas el rato de hacer fideos . · fuego no es activado durante esta operacion. El molino de las patatas se compone de Media hora ó tres cuartos deben bastar pados cilindros de madera ó piedra ó mejor de ra cocer un tonel de 5 á GUO litros de patatas. hierro colado montados encima de una arCuanto mas rápida haya sido la coccion, tanto mazon de madera B Fig. 3.ª la que está enmas harinosas quedarán · las patatas y mas vuelta coa planchas por los tres lados y defáciles de trabajar. Si el tubo que conduce hajo á ti n de formar una caja para recibir el vapor fuese muy largo, lo que es menester las patatas estruj adas que se quitan con una evitar en cuanto sea posible, será menester badila por el cuarto lado abierto. Encima de envolverlo con lienzo 'ó paja para evitar la

puerta, cuyo detalle se vé en la Fig. 2.ª sirve par_a estraer las patatas., cuando cocidas. Esta puerta P Fig. 2.ª está sostenida por

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,

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los dos cilindros hay una , tolva Tr y que ajusta tan exactamente como pued-e contra estos, á fin de evitar rozamientos. Seria útil que el borde inferior de la tolva (tramuxa) estuviese armado de una plancha de hierro contorneada de modo que se aplicase á lo largo y al rededor de los cilindros, de este modo se evitarían los efectos del hincharse los cilindros que ocasiona roces. Cada cilindro tiene sus manivelas M una á la derecha y otra á la izquierda.' En algunos de estos aparatos, los cilindros se hacen solidarios por medio de una engravacion, esta disposicion no tiene ventaja sino cuando un solo hombre debe hacer mover los dos cilindros. No deben tener mas de 75 á 155 lineas de diámetro y de 200 á 225 lineas de largo; dimensiones ma-yores harían el trabajo penoso, sobre todo si se aumentase el diámetro. Dos hombres hacen mover los cilindros, mientras que otra tercera p,ersona hace caer las patatas en la tolva, para esto el aparato debe estár colocado debajo de la parte del tonel de cocer. Si las patatas son muy harinosas,_sin dificultad pasan por los cilindros, pero cuando son grasas ó cuando se les ha dejado enfriar, es menester apretarlas ligeramente con un pilon de madera, redondeado por la base

y bastante grueso para que no pueda ser cojido por los cilindros, que podrian romperse. Hr.mos dicho ya que esta operacion debe conducirse con celeridad ; á medida que la ' caja que está dehajo de los cilindros se llena, un cuarto obrero que debe ser el mas intcl-igente, la vacía con la badila en un pequeño tonel de un hectólitro y medio ó dos de cabida (2 á 300 porronesf colocado cerca del molino, este pequeño tonel debe tener los bordes poco elevados y prolongados á fin de facilitar el trabajo. Cuando se han puesto en el tonel cerca de medio hectólitro de patatas cor.idas y estrujadas, nos-aseguramos de la temperatura de la masa que debe ser de 60 á 70. 0 centígrados; si fuese mas elevada lo que sucede casi siempre, se añadiría un poco de agua fria y lo r.evolveríamos todo á fin de igualar la tem:1cratura. Tan pronto como se ha llegado al punto co1Jveniente se echa cebada germinada, reducida á polvo fino y se revuelve bien; la cebada debe añadirse por porciones y esparrama ria por Codas las partes á fin de obrar toda la masa. Se continua revolviendo hasta que el Lodo ha adquirido una consistencia semi-líquida y un sabor algo dulce. Para revolver nos servimos de un agitador de hierro Fig. 4.ª .,

en

Fig. 4.

======.i:==-=i parecido al que usan los fábricantes de cerveza. Tan Iuego como la masa ha adquirido el aspecto medio liquido se echa lo contenido en este tonel en otro mayor colocado al lado y destinado á contener la totalidad de la maceracion, un quinto trabajador continua revolviendo en el tonel grande. La operacion.de _revolver en el cubo pequeño es la mas~~importante de todas y debemos poner en ella la mayor atene-ion y cuidado . . Los principales puntos que debemos conocer son la temperatura conveniente y la perfecta mezcla. Pasando de 70. 0 peligraría el destruir el principio activo de la cebada, pero

si la temperatura fuese inferior á 60. 0 la reaccion 'seria demasiado lenta, y tal vez no tendria lugar. Sería muy molesto determinar la temperatura cada vez con el termómetro, pronto la costumbre enseñará á juzgar la temperatura sin necesidad dl} instrumento. Con todo es bueno con ullarlo de tanto en tanto. En cuanto al revolver no debe limitarse sencillamente á una simple mezcla de las materias, debe obrarse una tri turac1un indispensable al buen resultado de la operacion . Cuando todas las patatas están reunidas ya en el oubo grande y perfectamente tr_ituradas, se añade cerca de un volúmen de


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agua á 50 ó 60. 0 ceµtigr. Y. despues de revo lver un momento, se deja en reposo lii, masa por una ó:dos horas con lo que se acaba Ja reaccion. Confunmente se emplean 1O libras de cebada ge rminada por quintal de patatas, esta cebada debe ser un poco mas · g~r-lili,nada que la empleada por los cerveceros. , Cuando se trabaja c.on pequeñas cantidades, dos ,hombres bastan, uno para .moler y otro para macerar. Entone.es menester es re-· ducir las dimensiones de los cilindros del molino. Cilindros de 150 líneas de longitud pueden ser movidos por un· hombre. ~on frecuencia sucede que la narracion se hace toda.en un solo cubo, esto es un mal, la tri.turacion es meaos ,perfecta y mas penosa, una gran porúoo de grumos de pata~ tas. escapan á la accion del agitador, sobre todo há~ia el final de la operacion, al momento en que la masa sobre la que se obra es mas considerable. El ap:;ira-to de triturar ó estrujar descrito es el mas empleado aunque no el mas perfecto. Su uso es muy trabajoso siempr_e que las patatas no son muy harinosas 6 que se han enfriado mucho, entonces se forma una masa que se pega á los cilindros, é impide la entrada á nuevas cantidades de patatas, entonces es menester apretar las pal.a-tas de la tolva para hacerlas pasar por entre lo_s cilindros. Para remediar estos inco.nvenientes se han imajinado otros aparatos. El uno de ellos st compone de un gran cilindro de cobre, puesto horizontalmente en el que se !lacen cocer las palatª's; este cilindro está atravesado por un eje de bierru armado de brazos. Cuando las patatas son cocidns, se pone en movimiento el eje por medio de una caballería, y los brazos que hay fijos en el eje estrujan las patatas todas á la vez; la maceracion puede tambien hacerse con el mismo cilindro, despues de estruJadas y cuando 1~ pulpa está bastante fria. Este aparato á mas de ser bastante caro exije una fuerza enorme para funciona-r: bajo este aspecto conviene poco en ur:ia ,esplotacion agrícola, en la que la destilacion no es mas que un accesorio. Se concibe que la estrujacion haciéndose in'&tantáneamente y sin dejar enfriar las

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patatas es muy ventajosa; pero por otra parte las patatas qu·e por una causa u otra son mas duras que las demás, escapan á la ac.., cioo del est[ujador, muchos grumos se hallan en ~I mismo caso y principalmente en lo_s años en que las patatas son de mala calidad ,el trabajo de e le apara.lo es defectuoso. Aiesar de estos defectos !¡U uso es útil en las e.splotaciones en grande, en las que casi Lodas las han adoptado .. En las esplotaciones en pequeño; tambieu se usa el aparato siguiente que da resultados muy satisfactorios. Un cilindro Cy fi,g. 5 de plancha de hierro muy resistente, de 5 líneas de grueso, ó de hierro-colado, armado de uu fondo móvil, puesto en un reborde que hay en. la parte inferior, l'stá lleno de a_gujt:;ros cilí~_dricos de 8 _á 1Omilímetros de diámetro

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(4 ó 5 Jlne~s) en todo el. alrededor y en el deja enfriar este engrudo hasta 70º y se aña fondo; este cilindro atraviesa unvbanco B de la cebada_germinada que se mezcla exaeformado de un madero fuerte y recio de ~ O tarnente por medio de revolver fuertemente la masa. Se debe tener siempre la precaucion á 12 centímetros de grnec_;o, (50 ó tiO líneas) de echar la cebada germinada por puñados en donde está sólidamente fijado por su reque se esparrama por toda la superficie de la borde superior; un piston P entra en el cicuba de macerar para obtener una mezcla lindro y se mueve por medio de una barra mas homo,jénea. Este proceder es el menos Ti, que lleva en su parte superior un travesaño que resbala en el ojo prolongado de esteodido y es el que dá la division mas comuna palanca L larga de tres metros (unos 16 pleta, pero exije una fuerza algo considerapalmos). Por medio . de esta disposicion la ble. Una raspa de brazo de la fuerza de dos hombres, no puede dar mas de 20 ó 2:S quinpresion siempre se efectua verticalmente. Uoa tolva Tr que está encima del cilindro y tales de pulpa por dia; á mas este aparato lleva en su parte superior una barra de requiere frecuentes reparaciones. Su uso es aun muy poco esparcido para que se puedan hierro Ba, aguJereada por en medio de un ojo en el que pasa la varilla Ti que les sirve apreciar las ventajas y desventajas que tiene. En las esplotaciones muy en pequeño, en de guia. Las patatas echadas en la tolva, las que no se opera sino con dos ó tres hecresbalan dentro del cilindro y el movimiento tólitfOS á la vez, se precinde de todos estos del piston las fuerza á pasar en pulpa fria p·or los agujeros que tiene: de aquí caen á aparatos, las pl\tatas se estrujan por medio de un pilon de mudera, en la cuba misma una caja C puesta debajo del banco de la donde se debe hacer la maceracion; se añade que se lleran al cubo que hemos dicho al la cebada germinada, cuando está reducida hablar del molino. Es menester dar al banco la longitud necesaria á fin de que no se la pasta á pulpa, y cuando bastante fria paranverse cuando trabaja la p~lanca ó bien fi- ra no alterar el principio activo, pero este jarlo sólidamente al suelo. Dos hombres proced.er no puede practicarse cqando se empueden maniobrar en este aparato; uno para plean cantidades algo crecidas. En e~as pehacer caer las patatas en la tolva y otro para queñas esplotaciones no se tiene generador para el vapor, y todas las operaciC\nes de la mover la palanca. Tambitn se ha empleado otro aparato destilacion se hacen á fuego desnudo, lo que · para reducir á pulpa, por medio del que '- perjudica mucho los productos obtenidos. Palogra una division mucho mas perfecta ra cocer las patatas se usa una cuba pequeque por ningun otro proceder; hablamos ña, del.que se ha agujereado el fondo, se de raspar las patatas antes de cocerlas ; ·ponen dentro_las patatas, el todo encima de la operacion de raspar se hace por me- una caldera de agua hirviendo, y cuando las dio de una raspa cilíndrica parecida á las patatas son cocidas se echan en la cuba de qu!) sirven en las fábricas de fécula, obteni- macerar, si la cuba es demásia-do pesada pada la pulpa se trata con agua hirviendo, ó ra vaciarlo de una vez se vacia por una con vapor acuoso, hasta que la masa se haya puerta. reducido ,á pasta como engrudo (pastetas); se


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Con poco gasto se podrian lograr con estos aparatos todas las ventajas que reune un

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aparato de vapor, adaptando un doble fondo F. Fig. 6 en el que pondria el agua; un tuFig. 6 .

bo T, armado de no espita K, conducirá el ' cion. Esta operacion puede simplificarse muvapor producido en el doble fondo á la cuba cho, si el local donde se hace la maceracion de las patatas. La caldera C estaría tambien y la cubería están dispuestas de modo ·que sustraída á la accion directa del fuego, que . el contenido en la cuba de maceracion pueno obraria en ella sino por el intermedio del de correr hácia un reservorio pr~cticado en doble fondo. De este modo se obtendría una - el suelo de la cubería ; un conducto subterráneo formado de tablones de encina ó de marcha mucho mas regular del ap.arato y masonería y argamasa, puede establecer la productos mejores. comunicacion ; por este medio se evita abrir A pesar de las desventajas de estos pequeños aparatos, sqbre los grandes como me- la puerta de la fábrica hacer variar brusdio de fapricacion es probable que no sola- camente la temperatura. Una bomba colomente se mantendrán sino que se estenderán cada encima del reservorio de los alambien razon de ofrecer al agrioultor en pequeña ques, lleva la maceracion y la hate subir á escala, el poder mantener su ganado en in- las cubas.- Des pues de cada maceracion, lávense ·con cuidado todos los instrumentos vierno con poco gasto, procurándole trabaque se han empleado, los cubos en que se jo en una estacion que sin esto seria perdiha trabajado, el conducto, el reservorio de da. A estas destilaciones se debe en gran pacla fábrica la bomba. lnsis~imos· en este y te el que en Alc11.1ania se dén mas barato las punto porque g1meralmenle es demasiado carñes grasas que en Francia. Allá r.ada descuidado, ó hecho con poco cuidado; se granja tiene su caldera, hace su espfritu de teme perder el tiempo en operaciones que vino y con el residuo mantiene el ganado. parecen separadas de la fabricacion, y sin dudarlo se dejan formar en todos los apara--• § v. tos fermentos pútridos, acéticos, etc., etc . que complican la marcha de l:..s fermenta.De la f ermentacion. ciones, disminu yen los productos -y aun estos son alterados. En una fábrica es bueno Terminada la maceracion como hemos dique haya un peon destinado esclusivamente cho, se transporta á la cuba de fermenta-


para la limpia, fuera de cuando ·está ocupado en las operaciones de la maceracion ._ Las cubas deben tener una capacidad tal q.ue un quintal métrico de patatas ocupe despues de la maceracion, y-despues de ·ser estendido convenientemente en agua, dos hectófüros y medio, dejando aun en · la cuba cerca de 100 - líneas de vacío. Por esto ¡;;uponiendo que se opera sobre 5 quintales de patatas ,por maceracion, las deberán contener al estar llenas dejando 1 00 líneas, hasta llegar al borde superior doce hectólitros y medio. La maceracion tal corno se ha preparado, no llena fa cuba á la altura conveniente, se añade agua para llegar á ella y al mismo tiempo, poner la masa líquida á la temperatura de 20 á 25° centígrados. Por lo dicho se comprende que la temperaTura . del agua añadida debe ser mas ó menos elevada á fin de obtener este resultado segun que la maceracie,n sea mas ó menos fria. Si la temperatura es mayor de 25° se añade agua fria. Esta operacion debe hacerse con suavidad y agitandc, bien, á fin d\l no bajar de 20 y no pasar de 25°. Si se hubiese enf-riado demasiado seria muy difícil calentarla de nuevo,,si por el contrario -fuese superio-r de 25 tendríamos que aguardar el enfría miento· e¡ ue siendo en una masa tan grande siempre es muy lento, y peligraria que se estableciese alguna fermentacion perjudicial, que paralizaria la alcohólica, en el instante d~ añadir la levadura. El único medio que hay para volver á calentar una cuba cuando .por una causa cualquiera se ha en'friado, es de dividirla en dos porciones, que se pone-n en dos cubas, que' se comple!an con la maceracioo siguiente, teniendo c11idado esta vez de lograr la temperatura apropiada. Lo mis¡no se practicará si la maceracion friese caliente, ·y si oo se tuviese que hacerse otra maceracioo, valdria mas sacrificar una porcion de esta; de · todos modos no debe añadirse la levadura hasta ver alcanzado la te!Dperatura conveniente. La levadura se prepara del modo siguiente; al empeza_r la operacion descrita en el párrafo anterior, se toman 15 ó 20 litros de la maceracion, que se componen en un barreño aparte y de la capacidad de 25 ó 30 li-

1'79 tros ;. se pone -á la fomperatura de 25 ó 30° cent . y se añade cerca. de medio litro de ~ buena levadura fresca de cerveza_, bien escurrida por quinLa,l de patatas- puestas en maceracion. Se mezcla tan perfectamente como es posible con las manos; la levadura debe conservarse en la gruta á,una temperatu_ra de~ O°, lo que hace que la maceracion se rebaje á los 20 ó 25°. Si se hubiese teni-, do la precaucion. de preparar la· maceracion á 25 ó 30° resultaria la leva:dura demasiad-O fria y no fermentaria del modo debido Terminada la mezcla, se· cubre el barreño y se pone en un lugar de la fábrica que no haya corrientes de aire. Despues de u'n cuarto ó media hora entra en fermentacion y aumenta de volúmen con mucha rapidez, hasta resumar del barneño si fuese demasiado lleno; en este punto es cuando se hecha la levadura en la maceracion que debe fermentar, se mezcla exactamente por medio de una agitaciou rápida, hecha. con un agitador de madera sólido. El a~itador hueco de hirmo no daria' bastante agitacion. El mejor modo de agitar es hundir el agitador verticalmente y muy aprisa en todos los puntos de la-·masa del líquido, y en saca-r lambí.en muy aprisa y verticalmente, de este modo se dá un mo-,, vi miento fuerte en. toda la~masa, produc.iéndose fuertes sacudidas que no dejan ningun punto de la cuba en reposo y producen la mezcla tan perfecta como es posible, condicion esencial para desarrollarse una ferment11cion pronta y regular. Despues de un tiempo masó menos · largo, pero que no pasa de algunas horas, la: cuba ,empieza á fermentar; este fen&meno, se anuncia por un ligero desprendimiento de burbujas que cubren. la superficie de 1~ cuba. Poco despues se ven subir la parte espesa de la maceracion, las películas de las paiatas, la fécula no at:i.cada, etc., Entonces se forma lo que se llama el sombr~ro de la cuba; un indicio de la buena fermentacion se saca del aspecto de este sombrero. Debe presentar un aspecto uniforme con algunas aberturas para dar salida al ácido'carbónico. Al cabo de algunos dias el sombrero se hiende ~ hunde; en este momento es cuando la cuba está en -disposicion de pasar á la d_es-


- rno tilacion; desde-que empieza á bajar el som.., breco y que el de.Sprendimiento del ácido carbónico no es en tanta cantidad, es. menester apresurarse•á destilar, porque' si se pasase algun tiempo la cuba pasaria á- la ferm~ntacion acética y la cantidad del alcohól disminuiría considerablemente. La auracion de la fermentacion varia de.dos á cinco días segun la riqueza en azúcar de la maceracion y la intensidad con la que la cuba ha marchado. Sucede algunas ve.ces que en

ciertas cubas , el sombrero no baja apesar de no desprenderse ác,do carbónico. Cuando esto sucede debemos guiarnos. pop este desprendimiento y destilar tan¡luego: como ha disminuido mucho, pues que este no cesaría hasta despue'i de mucho y cuanao toda la masa estaría en pu t.-efaccion. La maceracion despues de fermentada toma el nombre de vino. (Se concluirá).

\Etso bt lás ctni1as tn los forragts. ·Existen muchas comarcas en la Bélgica, en Francia y aun en otras naciones, donde el uso de las cenizas para aumentar la vegetacion de los forrages está muy estendido, y hay muchas localidades donde se emplean estas materias aun despues de haber formadQ las legías. Las cen'izas son un medio de mejorar los terrenos arcillosos y húmedos, porque contribuyen, por un efecto físico, á hacer mas poroso el suelo y á absorver una parte del agua escedente que retiene la arcilla. Pero nosotros no queremos hablar de este empleo que se dá á. las cenizas, sino que nos limitaremos á manifestar la importancia que tiecren en la vegetacion de los .forrages, por el estímulo particular que ·producen en la fibra vegetal de las ra:ices y de los ta,llos con quienes se ponen en contacto. Los repetidos esperimen tos que se han practicado acerca del uso de la ceniza en los praclos artificiales, no deja lugar á la duda de que ·ejercen las -sustancias estimulantes una grande influencia en. la vegetacion. La calidad ó naturaleza. de las cenizas parece indiférente por lo que mira al efecto que producen en las plantas, siendo al parecer igual la que proviene del leño de encina, á la que

está form ada pór el roble. Sin embargo, hemos de creer que serán preferibles aquellas cenizas que tengan mayor cantidad de álcali, porque serán mas estimulantes y bastará una menor cant,idad á producir el efecto que buscamos, que cuando se emplean cenizas poco abundantes en principios que esciten la fibra vegetal. Pero en lo que va u-na notable diferencia es, en la época que hemos de emplear la cenizas sobre de los forrages. La ocasion mas favorable será aquella, en que las plantas están bastante crecidas y que hayan de~plegado abundantes hojas y tallos, porque entonces abunda la savia en las plañtas y petmile que el desarrollo sea rápido sin que la ceniza estimule demasiado el te¡ido vegé· tal. Además, en esta época en que abundan las partes tallosas de los forrages, las cenizas pueden permanecer por mas tiempo sobre las bojas, lo que hace que los. resultados sean mas favorables. El efecto que produce la cal en las plantas forrageras, así como el de todas las restantes sustancias alcalinas, es el de procura-r un estimulo ó escitacion vital sobre el tejido de las hojas con las que se ponen en contacto, cuyo estímulo, trasmitiéndose sim·


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páticamentc á las raices, las fuerza á que absorvan mayor eantidad de agua de la tierra que se convi'crte én savia ó sang re vegetal, al propio tiempo que las hojas exalan mayo r cantidad de agua por la escitacion que ' ies ha causado la ceniza. No es indiferente el momento de esparcir las 'cenizas en los forrages . La ocásion mas oportuna será aquella, en que sospechemos una lluvia inmediata, atendido á qu'e si la aplicábamos en tiempo seco y sereno, la demasiada permanencia de la cal sobre las hojas podría dañar las plantas. Debe hacerse esta operacion al aproximarse la noche, en razon de que el rúcío que sobreviene luego suaví-

za la accion de la ceniza y hace que no sea tan notable la irritacion que produce. · Algun os prácticos aconsej'<l n esparcir la ée niza en el suelo, creídos que este método lleva ventajas al precedente. Nosotros pensa rnos todú lo contrario, menos en Jos casos que el terreno donde vegetan los forr3:ges sea muy escaso de cal, ó en tierras que abundando esta materia podamos disponer de suficiente riego, corno medio úni~o de disminuir. la accion estimulante de la ceniza. Repetimos que nuestra opiniones que se esparza la cen iza sobre las plantas con preferencia en el suelo.

VENTAJA~ DE QUE EL ~OLDADO· l

APRENDA LAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS (1).

(RE~IITIDO.)

Sr. Director del CULTIVADOR Barcdona. Muy Sr. mio: en 26 de junio de 1818 se pr1acticó un ensayo del arado perfeccionado de Hallié,,presentado al gobierno por el Sr. ,( 1 ) Insertamos con gusto el r emitido con que se ha d.ignado favorecernos el Sr. D. Juan An tonio Masegosa, seguros de que nuestros su_sc ritores lo leerán .con interés por los principios aplicables que contien e, y que ha sabido rle mostrar con acierto. Sentimos que el directo r de nuestro periódico, el Sr. Llansó, no haya·podido complacer al articuliita, enseñando el manejo de los arados á que se refiere la súplica , á los dos soldados que se le presentaron opo rtunamente, por no tener á su disposicion estos instrumentos de lahranza, ni haberlos en la pro vincia, segun creemos, á pesa r de las ofe rtas del gobierno.

(N. de la_R,)

Con~ejero real D. Mariano Miguel de Reinol'o, y en 2'8 del propio jiles omitió su dictámen la seccion de agricultura del Consejo real de Agricu !tura, lnd ustria. y Comercio : en este dictámen se hace una relacion circunstanciada del acto del-ensayo, de las ventajas que el tal arado ofrece y parca, · por moi:lestia, en pedir recompensas para el activo y celoso Sr. Reinoso, en atencion á ser uno de los miembros del mismo Consejo, este es de parecer, se enyie á cada provincia un P-jemplar de este arado, asi perfeccionado, con el objeto de generalizar su uso. Sin duda la referida secrion creyó esta medida una de las mas eficaces para el• fomento de la agricultura y el mayor g~lardon para premiar el celo, laborioRidad y emprendimiento del Sr. Reinoso, y yo que igualmente lo creo asi,. aplaudo tal idea; empero es sensible que esto no haya llegado á realizarse, contentándose únicamente el gobierno con inser tarlo en el Boleti'n Ofiáal del ministerio Y-


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en los de provihcia. Cerca de 20 meses han mo ha dicho un distinguido profesor de la corrido ya desde la publicacion de este dicciencia agrícola , su historia como la de la támen, tiempo muy sobrado para que cada agricult·ura es la ele la Giviliz!tcion (2), por.Junta provincial de Agricultura poseyese su que este instrumento, aunque nó lo digese ejemplar y que le hubiera bechcduncionar Rozier, bien sabido es que es el mas útil de eu distintos pontós. Con él á la vista es mu- aquella. Mas no basta poseer el arado percho mas fácil propagar su uso, mayormente . fecciouado, tal c11al lo ha presentado el Sr. cuando su construccion es tan sencilla y eco- Reinosn, para q'.le se estienda y haga popunómica, que puede ponerse al alcance de lar; necesarias son tambieºn manos hábilesy todas las fortunas, pues la vertedera, que en diestras que lo manejen, y esto es preciso general se usa de · hierro colado, se hace aprenderlo. Una prueba es que, para el entambien de madera, como el mismo Sr. Reisayo practicado en .Madrid, tuvo el Sr. Reinoso asegura haberla visto en Francia y yo noso que hacer ir uno de sus criados, al que la be encontrado igual en la casa de niños el gobierno por medio de ulla real órden grahuérfanos de S. Luis, estable.cida por el abatulatoria ha hecho una gratificacion de 500 te Buchou en las inmediaciones de Burdeos, rs. vn . ..Asi que para conseguir el objeto me . conde la construyen los mismos colonos (1). parece, debía tambien el gobierno di::poner, Pero- no es solo esto lo que en mi pobre que en esas mismas Capitales se instruye~en entender se requiere para generalizar el uso en el manejo de dicho arado todos los indide su utilísimo instrumento, cuyo orígen si viduos de la clase de tropa, destinándose pabien hubo un Plutarco que lo rebajara hasra ello cierto número de soldados por semata el estremo de atribuirlo al puerco, ha hana ó cada 15 días, rebajándolos del servicio bido tambien pueblos como el egipcio y el en este tiempo y haciéndoles ' maniobrar en fenicio que lo elevaran á su Osiris y 'al hijo terrenos de pequeños· propietarios ó cultivadel cielo, deidad tan veneranda en el último, dores, para quienes uno ó. mas días de labor cuaí lo era Dagon :· mas cualquiera que sea gratuito serian un grande ausilio, y aun en el mortal que le diera el ser, w historia, colos de propietarios y cultivadores en grande, pero cuyo cultivo fuese siempre en progreso (4) Ea obsequio á la obra en _a lto grado cay cuyas tendencias fuesen las mejoras y aderitativa y cristiana del venerable Sacerdote, lantos agrícolas. De este modo el soldado al fundador de este establecimiento agrícola, tan empuñar la estern traería á la memoria las piadoso como civilizador, no qQiero dejar de ocupaciones ordinarias de su primera juventniduciraqui un párrafo de un periódico de Burtud, las en que continuaban sus padres, sus deos, en el que con motivo de la distrihucion parientes, SU$ amigos; com pararia las prácde premios, hecha el 27 de agosto de 484-3, haticas de su pais natal con las que allí veía; ce su historia y ua cumplido elogiq de su funda· calcularía las diferencias de ~lima y de terdor en Jgs térir.inos siguientes. «U na solemnidad interesantísima tuvo lugar el domingo úlrenos, y deduciría, si los diversos cultivos, timo en la Casa Agrícola de S. Luis, en el Cosi las diferentes labores, eran ó no aplicables mun de Villenuve-d'-Ornon, · fundada por Mr. al suyo. De este modo tambien, el soldado el abate Buchou y en la que este celoso ecleal recibir su licencia, llevaría con ella á esos siástico sostiene, hace tres años, mas de 80 nimismos padres, á esos mismos parientes, á ños, recogidos unos de las calles de Burdeos, esos mismos amigos, unos cono~imientos que -otros-apercibidos por la justicia y estraidos alellos ignoraban, como se ignora generalgunos del penitenciario de S. Juan, que está no solo el perfeccioóamiento de este mente igualmente bajo su activa direcci9n.-Esta soarado, sino hasta su ecsistencia, pues en el lemnidad, qrie debi,1 presidir el Sr. Arzobispo grande retraso en .que por desgracia se baatrajo un concurso considerable de perponas, la mayor parte perlenecieobes á las clases mas acomodadas de la sociedad, á las clases que se han asociado á esta ohra eminentemente religiosa y social y que la sóslienen con sus dones.»

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(2) Mr. A e gusto Pelit La fil te, profesor de Agl'icultura de la Academia de :Burd1:os en su curso de 4842 á. 4843.


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llan nuestros agricultores, ellos creen en la á estos, .menol? tendrá que formarle en los de generalidad, que no hay roas instrumentos batalla; consiguiendo á lá vez que cada cual de labranza, que los que manejan y maneja- en su 09marca se convierta en un profesor ron sus mayores, y los que oyen hablar de de agricultura práctica. ¡Loor eterno, mil otros, faltos de teoría y de práctica, los re- · veces loor al gobierno que adopte esta y chazan con todas sus fuerzas ; por manera otras medidas idénticas en beneficio de la que todavía en el siglo 19 estamos en cuanocupacion mas digna de un hombre libre, to á esto como en los tiempos de Caton. Asi como lo apellida el mas elocuente orador de tambiea, separádo el soldado por unos días Roma! ¡Loor, mil veces loor! porque el gobierno que asi proceda probará haberse condel bullicio de las grandes poblaciones, de esos centros ·de corrupcion, se renovarian en \'enci.do de que el hierro con que se arma el él l9s aíectos de familias y amistad, pues arado del labrador, ese hierro que la tierra ninguno hay que sea insensible á recuerdos pule y embota con su continuo 'frotamiento, es tan gratos; y ¿corno lo seria el soldado , á mil veces mas poderoso para.sostener al monarcuya imaginacion se presentaban á un tiem- ca sobre su trono, para ponerle al abrigo de los po los de aquellos á quienes debía el ser; ataques y revoluciones qu¿ pudieran deri-ibarlos de aquellos por cuyas venas corria su le, que el de las lanzas mas aceradas y el de prllpia sangre; los de ~quelios con quienes las mas cortantes espada, (1). Adoptada esta jugueteaba en los días de su infancia y en medida ¡cuanto se buhiera conseguido ahosus años juveniles; tal vez los rle aquella, ra con el licenciamiento de la Reserva! que destinaban para su cara mitad , la que Mr. Emilio Girardin quería aplicar los había de hacer la felicid~d de su ecsistencia? ejércitos á la construccion de obras públicas, . Con este ~nQti vo, el soldado comprende ria, y los restos que se eneuen Lran de las vias compararía y deduciría; sin él, todo á su militares de los romanos nos prueoan la alrededor pasa desapercibido. La perento- ocupacion á que el pueblo rey destinaba los riedad .del servicio y el cansancio que le re- suyos á mas de la de,Ia guerra: lo propio sulta unas veces, el rigor de la disciplina se ha hecho ya con buen éxito por los fran- otras; las malas pasiones algunas, hacen que ceses en su guerra de Africa; ahora mismo nuestros soldados no aprenden mas que el hablan los periódicos de un vasto plan de manejo del arma , pero nada de lo que un caminos de hierro en nuestra patria por una dia ha de constituí r su dicha y la de los deempresa, á disp.osicion de lü cual debe pomás. Hápia la agricultura,puesconvienediriner el gobierno uu · tercio del ejército ¿porgir la atencion del soldado, si se desea que que no se ha de poder aplicar á la agriculella progrese, y en apoyo de este aserto vietura una cosa parecida? La Suecia nos tiene rre la autoridad de un grande hombre, del dado el ejemplo mas de siglo y medio hace Conde de Ridolli, sabio distinguido y agróya que Cárlos ll sometí& los suyos al réginomo bien conocido de toda la Europa. «En . . men colonial: pues bien, de esas colonias otros tiempos decía en su discurso 'de aperagrícolas militares salieron los bravos soltura íll primer curso de agricu ltura establedados <le Cárlos Xll, y en nuestros días los cido en la ciudad de Pisa, en otros tiempos, infatig2.bles trabajad ores, que cruzaron por medio de la roca el utilísimo canal <le Gotha, «nuestros antepasados afluían de las campic,ñas á las ciudades , porque en las ci udestinado á evitará los buque.; la vuelta é «dades era, donde se agitaban los intereinconvenientes del paso del Sund. La Rusia. . .«ses de la Italia ; empero hoy, es en los ha sabido tambien mitigar el belicoso ardor «cam pos, en el hogar campestre, donde el de sus cosacos, convirtiéndolos de ordas des«h ierro de la espadase ha convertid11 en insvandadas y atrevidas en utilísimos y pacífi«trumentos de labor, aonde residen los mas cos colonos, dándonos un testimonio de las «caros intereses de la patria.» Que el gobierno dirija con frecuencia al soldado á estos (~) El mismo profesor de Agricultura en el prospecto ai periódico mensual L' Agriculture. campos, seguro de cuanto mas le conduzca


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«layas.» A tan lisonjera recomendadon so . ventajas que el grande imperio reporta de bre las v.entajas de este arado, sigue la sec1a aplicacion del soldado á los trabajos agrí colas; esas colonias agrícolas militares de cion espoµiendo los detalles del ensayo, y oahallería, que cultivan las fértiles caro piñas con el uye pid ieudo en premio de la laboriosidad de este. buen-español se le proponga para que abrazan el D.ou y el Boug. Por los años de U á 45 principiaron, al decir de los pe- una condecoraci.on, y que se dé al acto toda la publicidad posible- por medio de la Gaceta riódicos, á introducirse en los regimientos y del Boletin del ministerio del ramo. Esto franceses las academias de música, con el no obstante, la propagacion · de uno . y otro doble objeto de ocupar al soldado y de enseñarl~ un arte, que despues de licenciado arado: no ha tenido consecuencias, ó por lo pudiera contribuirá procurarle una subsismenos están reducidas á un circulo muy tencia: y ¡Cuanto mas útil para el soldado estrecho. y para la nacion no es el instruirle en las Insistiendo yo en esta idea, Sr. Redactor, buenas prácticas de la agricultura, de ese ' me tomo la libertad de recomendar á V. á arte que segun la bella. frase de nuestro Colos dadores de esta que lo son Ramon de lumela, es el primero, el mas útil, el m1s mo- Tapia, de1 arma de artillería y Antoni_o de ral y mas noble de todos los artes! Lo que aquí Rozas, Rozas, soldado de la 5.ª compañía se dice-del soldado, puede aplicarse á los de los cazadores de Vergara, á los cuales, penados, á los mendigos y á los vagos, cole ruego, se sirva aprovechar la primera mo tambien se practica en otras nacio1;1es, ocasion qne se presente para instruirles en que hasta á los locos destinan 'á los traba~os el manejo y mecanismo de ambos arados, del campo,- segun se encuentran en Gheel, si los hubiese á su disposicion ,como lo creo, á donde los envían Bruselas, Anver·es y otras implorando de sus respectivos gefes, si neciudades. cesarió fuese el competente permiso; pues los Todo cuanto queda dicho respecto á pro- conocimientos que adquieran pueden refluir pagar la inslruccion eµ el manejo del arado un dia en bien de la agricultora de toda esperfeccionado de Hallié, es .aplicable á la de ta comarca. Al dirigirme á V. con esta preese otro arado de conica-, y doble vertedera, tension, tengo la satisfaccion de creer que que el 21 de diciembre del mismo año~ 848 -mi demanda no será desoida, sino que antes ofreció el Sr. D. Jose Hidalgo ,de Tablada á al contrario se complacerá V. en procurar la la inspeccion pública -y sometió al exámen instruccion necesaria, no solo á estos dos be• del ministerio de Comercio, lnstruccion y neméritos defensores de la patria, sino tam• Obras públicas, cuya «seccion vió con gusto bien á cualesquiera otros que, á su ejemplo «que todos reconocieron la necesidad indisaspiren á familiarizarse con el manejo de uno y otro arado. «pensable de las vertederas en los arados, «si se quieren obtener buenas labores, que en Soy de V. atento S. S. Q. B. S.M. Juan «el cultivo en grande sustituyan el trabajo Antonio Masegosa . .ude los arados y ·en ciertos casos el de las Cuevas de Vera 30 de Marzo de 1850.


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SOBRE LOS BOSQUES YARBOLADOS DE ESPAÑA. (f) (Conclusion.) Arbitrios para propagar el fomento de los árboles. Todo poder que esté cumplidamente autorizado para formar leyes no puede transterminarse en sus facultades sino en .el concepto moral, ó en la opinion de las gentes que deben obedecer. Esta verdad, la primera que nosotros haríamos prevalecer en un tratado cualquiera de legi lacion, relaciona toda ley con los intereses comunes de los hombres deduciéndose con mas ó ruenos exactitud los males ó ventajas que puede ocasionar . No puede darse explicacion mas genuina del carácter de las leyes, ni puede comprenderse de otro modo la mision de los legisladores, á no ser que la política y la legi ·lacion, cual ridículo fantasmas que producen mil opacas sombras, no ocupen el elevado lugar á que se han hecho dignas. Es preciso pues convenir en q-0e el gobierno y el pueblo da una nacion cualquiera, concurren juntamente para lograr un mismo fin. . Jamás creímos que un pueblo pueda mandar e á sí propio; pero sus exigencias por lo general son siempre j u~tas; y, aunque deseamos la templanza, opinamos que fuera muy útil no valerse de coaccion cuando se trata de explorar su voluntad. Estas consideraciones nos las proporciona la misma materia de que nos ocupamos, y q~e se circunscribe á conocer de que arbitri os podría valerse el 1:,1;obierno para propagar el fomento de los árboles, haciendo de (1) Véanse las pág. 25, 60, 86. 114, 133 y 16( TO&IO 111.

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los bosques de la península una verdadera riqueza. l\fas como en el curso de este trabajo ya se ha visto que facilitando el transporte alcanzaríase gran parte de esta ventaja; y como por otra parte se trata de proporcionar al efecto los medios menos gra.vosos ó mas beneficiosos, expondremos los que en nuestro concepto puedan emplearse.. Las tierras dedicadas á la agricultura exigen en general muchos trabajos, dispendios y fatigas . Ellas cubren liberalmente todas nuestras necesidades, pues que de ellas salen el comercio y las manufacturas; ellas alimentan á los ganados; ellas acrecientan la poblacioa, siendo la mas inagotable fuen: te de riqueza entre todas las demás. Síguese de aquí que si las contribuciones que pesan sobre el labrador no fueren moderadas, dejarán desde lue~o de ser útile , porque entonces aquel abandonará la labranza, se convencerá de su estado precario y miserable, y reconociendo que en otro cualquiera pais no pudiera al,:anzarle peor suerte, tomará alimentos groseros que resi Íirá su constilucion vigorosa, pero al fin perdiendo sus cariñosas solicitudes hácia la tierra se enervarán sus facultades, mirándose simplemente como un autómata. Quisiéramos pues libertará. los bosques de esto malos efectos, rebajándole una parte de la contribucion que paguen en el día, subrogándola con otro cualquiera producto para no disminuir los iugresos del tesoro, ó bien perfeccionando el mismo sistema tributario que hoy rige. Proteccionar á lo bosques con semejante medida nunca será anteponerlos á las demás tierras, con tal c.!e que se fijen ciertas condiciones y circunstancias y que se asigne un Hl


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tipo módico. En tanto lo creemos así, en cuanto no dudamos que esa resolucion influiria mas en el e pírilu público por su novedad que por sus reales y posi tiva ventajas; y esto eguramente es lo que se nece ita: lo que mas beneficios puede traer al pais. Proponemos igualmente que los bosque de la península estén eor.argado á la vigilancia de las juntas de agri0ultura establecida en las prúvincias, del propio modo como lo e tán de los demás asuntos agrícolas, para cu ·o objeto seguramente se institu eron, pero iotimándole especialmente que miren con particular predileccion el plantío de lo árboles procurando la obtencion de resultados satisfactorio , á fin de que no queden meramente en la pluma los deseos y las escitacione . El grao Cárlo llI, el fundador de las so. ciedade económicas, comprendió los grandes servicios que pueden prestar las corporaciones compuestas de personas ilustradas y que tengan simpatías con las gentes del pueblo, á fin de que sean promo edoras del bien público; pues aquellas preparan el..camino para que se reciban bien las leyes, y para que se aprecien en su justo valor. A i es que si las turbulencias políticas de los diez últimos años -del siglo pasado no hubiesen entorpecido la marcha de las Sociedades económicas, convenimo~ eu que tal vez ahora tocaríamos palpablemente Bus utilidades ; y por este motivo encarecemos que las juntas de agricultura tengan pre:;entes en sus tareas á los bo5ques de la peóinsula. En esto no puede darse mayor beneficio; porque erigiendo celosos vigilantes que sostengan el provecho de los bosques, sin extorsiones de ningun género, el gobierno obrará con mas acierto, y siempre con mayor plenitud de datos. Premiará los propietarios que alimenten cierto número de árboles, de los cuales se entresaquen cada año algunos para maderas ; de sierra y construccion, estableciendo en los premios una escala, que uniforme por igualdad las distancias de los bosques á los mercados, ó que equilibre la facilidad eón la dificultad del cultivo, originadas por las diferencias locales, en la mayor parte, ó en

todas las provincias de España; conceptua_ruos que tambien seria una medida sumamente uieuh chora que e limularia genericamcnte la_s plantaciones y cultivo de los áruole , prelirien<lo entre las calidades de estos aquellas que fuesen mas necesarias. Esos premios, creemos igualmente r¡ue podrían ínter.e ar mas bien por el nombre, que por el provecho que pudiesen reportar ; satisfaciéndolos en todo ca o, y con iderándolos como una deuda del E lado. Una mera palabrería conduce siempre al descrédito, y por esto se hace indi pensable cumplir exactamente con las disposiciones que se imponga el gobierno, por cu a razon declaramos que antes de admitirlas debe meditarlas. El modo de hacer efectivá. esa disposicion , que podría cometerse á los gefes políticos y de distrito, ó á las justicias y ayuntamientos de los pueblos, juntamente con los fondos que para los premios serian necet-arios, podrian ser objeto de un exámen detenido; y opinamos que de aquí no podría resultar ningun perjuicio al gobierno. Otro arbitrio para influirá reparar la decadencia de los arbolados de España, seria el de mandar que se con lruyeran almácigas ó semilleros comunales, para lo labradores menrstero os, estableciendo á lo meno~ una en cada provincia,y di poniendo las formalidades que se creyeran mas oportunas, á fin de q~e esa medida produjese buen efecto. En muchos puntos se han prestado granos á lo labradores para sembrar, y en lodo_buen sistema de colonizacion se ha mirado como de primera nece idad el socorrer á las gentes laboriosas y nece itadas. o diremos que para es.to se ocasionen gastos que recarguen el presupue Lo general; porque semejante dicho equivaldría á dar colosales forma á un pequeño granodc arena. Bien podemos creer que e ga ten improd4ctivamente otras cantidade., mucho mayores de la que para nuestro ca o necesitamos, y que serán las que verdaderamente recargarán el presupuesto. Tam.bien entendemo que pudiera ser ven· tajoso aligerará los conductores de madera de alguna carga pecuniaria por razon del


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transpor-te,en la inteligencia que la conducde montes y plantíos; y deseamos vivamencion fuese desde el lugar del bosque á los te que er;;os miembros que han de ser tan astilleros, puertos ó ciudades donde lamaútiles á la sociedad e difundan por España dera se consuma, la cual c1eberia conducirse para hacer notar el influjo que tienen en la en bruto ó en árboles enteros sin que jamás prosperidad de los bosques sus estudios I constase haber sido lralJajada ó labrada, en conocí mien tos cuyo caso no deberia entenderse esta conEl campo que desde ahora descubren las cesion. mejoras que se pueden practicar es vaslísiPodrían tomar e,' por ejemplo, las líneas mo; pues que obteud ríamos á pocn. coslá , mas importantes en donde el transporte fueuna esladí tica perfecta de los bosques que se mas activo, á fin de acrecentar el valor alimenta nuest,o suelo, en razon á que con de los bosques que ya en el día tienen imlos e t;mulo que se les prodigarian con jusportancia, pero así en este nuevo arbitrio ticia, no babria interés en los fraudes y ocultaciones que con harta frecuencia han imcomo en el de los premio deberiacrseñalarse posibilitado la autenticidad y certi_tud de se• los árboles mas útiles por razon de su edad, mejaotes liabajos. Por otra parte, no se veelevacion ó cualidad. Para llevar á efecto tales pensamientos, . ria nll bosque inhábil é iníecundo, sujeto á dominio particular, porque el lucro próximo creemos muy recomendable que cada proque desde luego ofrecerian muchos bosques vincia tuvie ·e una relacion exacta de los eria el aguijon que obligaría en todas parbo ques que contiene, para lo cual podrian tes á cultivar árboles y á plantarlos tal vez compulsarse las declaraciones que exi-Len con profusion. en las intendencias, ó los documentos que Convendria igualmente que se concedieha la ahora han servido para cimentar los ran á enfitéusis algunos terre!los baldíos y cupos !' repartos; mas como tenemos notipertenecientes al real patrimonio, á los jorcia de que actualmente en nuestra provinnaleros mas virtuosos y nece itados, con la cia, se forman al parecer lraba1os de esa naexpre a condicion de plantar en ellos árbotura leza, obligando á los pueblos á pre Lar les para surtir de maderas á todo el reino, relacione jurada , in istiremos únicamente cultivándolos con a iduidad. en la utilidad de establecer en los bosques El grao número de jornaleros que tiene una clasificacion prudente y juicio a; noE paña comparad o con el de los propietarios tando aquellos que pertenezcan á dueño territoriales, uo permite que crezca su poignorados, á terrenos baldíos y realengos, á bl acio n. Lo jornaleros existen en el <"orazon ho pilales ú otros establecimiento ; porque de las provincia , pues que los propietarios solamente así es como puede formarse una Viven en las ciudades, en donde se hallan verdadera idea del estado en que se halla la reunidos todos los goces de que el hombre penmsula- respecto á bosqués. puede disfrutar. Divididos en seis ú ocho cfases, ó en mas Por e la razon la perspecti \ a de E p-aña no si fuera conveniente, debiera abrirse un redebe mirar e por el lujo y la pompa de las gistro general de propietarios de bosques, ciudades, I por las fábrica en ellas erigifacilitando siempre la parlicion de los prodas; debe mirarse principalruenle por el e indivi os, valiéndo-;e de las diligencias julado de la agricultura en todas sus pobladiciale , re olviendo prontamente las deciones, porque las ciudades son u!la parte savenencias que de ella tal vez se origináran, mu inmensamente pequeña respecto á lo para evitar la legítima promi. cuidad de dedemás. En las ciudades hay homhres cienrecho , y e tablecer la propiedad re pectiva. lítico ; grandes funcionarios ecle iáslicos, El gobierno necesita por con iguiente crear civiles, y militares; gran número de comermuy luego un cuerpo de peritos agrónomos ciantes, banqueros, propietarios de prédios para que le ilu tren en todas las cuestiones rústicos urbanos; hay agentes de todo gérelativas á bosques; y por esta razon aplaunero; monlei. de piedad y cajas de ahorro;. dimos otra vez la crcacion de los ingenieros

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teatros, diversiones y socieda~es de recreo. De aquí es que en las ciudades se extravía amenudo l.1 razon al con iderar el verdadero estado en que se hallan la mayoría de los pueblos de poca importancia. En estos pueblos es en donde reside la miseria; y en ellos deben penetrar las disposiciones benévolas. Solo por este motivo recomendamos que á nuestros desvalidos jornaleros se les conceda alguna propiedad, dándoles terrenos incultos para que en ellos planten árboles; porque los árboles fructifican en todos los lugares y terrenos sin llevar las contingencias ordinarias que afectan á otra clase de cultivo. He aquí, pues, los arbitrios que emplearíamos nosotros para reparar la decadencia de los bosques y arholados de España; y creemos que basan en los principios mas sólidos y equitatjvos. Si en la e1eccion que hemos hecho nos equivocamos confesaremos la nulidad de. muchos es~ritCls económicos llenos de saber; confesaremos que ha sido inútil averiguar porque razoo en España los arbolados y los bosques han padecido tantas calamidades que los han hundido en la mayor inaccion; confesaremos que el derecho de prop iedad no es necesario; que todos los hombres tienen igualmente título para aprovecharse de los bosque ; que la baldiacion de las tierras es un signo de civilizacion; y que los ganaderos pueden expoliar con sus ganados á los propietarios de bosques. Cabalmente la legislacion moderna ha corregido los abusos mas n-0tables,- y por ello nos felicitamos; pero cuando una nacion está aletargada 6 sumergida en un mar de , necesidades, es preciso sacar los estorbos que se hallen para satisfacerlas. De .repente no podremos ver á España crnzada de canales y ferro-carriles. La lev de 28 de Enero del año próximo pasado se::_ guramMte no ·es la mas propia para alentar el espíritu de empre:a. E a ley en otra oacion pudiera ofrecer mayores ventaja~; y aparte de tales razones, considerando el término de conclusion de una obra pública, enumeramos los medios 6 arbitrios que dar - pueden resultados mas inmediatos. Sii1 em-

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bargo, nos ocuparemos de cuan oportuno fuera dictar otra ley, en donde explanando debidamente esl)S mismos arbitrios,conociesen los pueblos las ventajas que de ella les debería resultar.

Del in/fajo de una ley protectora. Ocioso fuera insistir en las ventajas que reportarían los bosques de España, si el gobierno adoptase las propuestas que hemos emitido. Dadas va rías razones, tenemos de ello un convencimiento; pero hacieódo las distinciones necesarias, y considerando el enlace que tienen todos los ramos en la ciencia administrativa . Guiados por ese exámeo, justo y co11ducente., á fin de no mirar los objetos aislados, nos toca abora manifestar el grande influjo que tendría sobre los bosques una ley que basára en nuestras propias ideas, las mas paternal es, las mas protectoras. En efecto; si para reparar la decaden cia de los bosques y arbolados españoles discu rrimos con acierto, nuestra ley ocasionará indudablemente muchos beneficios, y su influjo será poderoso. Ella alentará á los propietarios de bosques, porque tenderá á facilitar el con umo de maderas; á honrar al jornalero laborioso; á establecer con dgorismo el-derecho absoluto de propiedad; á exterminar los terrenos baldíos con provecho público y particular. Nuestra ley estimulará con igualdad en todos las provincias el plan tiu de los árboles; erigirá á las juntas de agriculturá en cuerpo. consultores, y ayudará en fin á los bosques como á una nueva industria, atendida la eficacia con que se los deba proteger. Por e ta razon hará rebaja en cualquiera de las contribuciones que satisfagan en el día, procurando al mismo tiem· po. crear un corto estimulo á los conductores de maderas. Pero la perfecta. armonía de se· mej antes disposiciones, ligadas por una ley, es lo único que debe buscarse. ~n vano se intentarán reformas, y se concebirán brillantes pensamientos, si las- leye que losfor_mulan carecen de preví ion y claridad. Es preciso evitar en ell as vicio,;as interpretacio · nes que las obscurezcan ó desfiguren; y ade• más, en cuanto sea dable, conviene hacerlas


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estables y duraderas, Imaginamos pues que el gobierno haria un bien inmenso á la sociedad admitiendo nuestras bases, porque en las leyes ordinarias de la naturaleza estriban todas las disposiciones económicas y gubernativas. Considérese el gobierno como el tutor y curador universal de todos los españoles. Solo de este modo su administracion será perfecta; porque educará al pueblo, lo alejará de los males que suíre, y cuidando de sus mas caros intere;,e , hará producir á la agricultura,á la industria y al comercio para aniquilar el emrJobrecimiento, por medio de la continua reproduccion y de su exquisita vigilancia. · Los bosques de España merecen desde luego su e::,pecial atencion; porque no se trata de remediar ahora un mal presente sino de prevenir para lo futuro los que ya nos amenazan. Sabido es que los árboles proporcionan considerables ma as de madera. o entraremos á examinar, si e.:;as masas tardan mas 6 menos en producirse, cuando no faltan en España bo 4ues, en donde los árboles crecen y perecen ~in la menor utilidad. Vimos que de un árbol regular podían sacarse 37 pies cúbicos de madera; y que, aten dido al precio del roble, del pino, del llandes, y de otras clases de maderas muy usadas, era de grande interés á todos los españoles ejecutar plantíos para surtir á nuestra carpintería y á la marina en general. Y siendo así¿ e negará el gobierno á conceder una ley protectora para bosques y arbolados, aboliendo el derecho de exportacion que hemos combatido? Es preciso que viv:i.mos en la mejor confianza; seguros de que el minstro que satisfaga nuestros de eos se hará completamente digno de las bendiciones del pais. Dijimos antes que se debía obrar con grn_o lino y madurez. En efecto, las leyes nó permiten lunares; jamás deben er imperfecla5', y en administracion no tienen erecto retroactivo. Por esto, an(es de que los ministros las propongan, necesitan meditar minuciosamente los efectos que han de producir.

Todos los autores que han tratado de legi lacion han convenido en esto mismo; y cabalmente nos debemos detener en ello, porque nb son pocas las leyes defectuosas en que han predominado miras benéficas. Desde que á mediados del siglo pasado los conocimientos administrativos se regularizaron, y no se confundieron con otros ramos de legislacion, formando una verdadera ciencia que progresivamente se ha ilustrado, á medida que se ocuparon de ella los mejores talentm~, se han desvanecido numerosas dificultades estableciéndose un manantial de principios eguros y evidentes. El célebre Benjamia Con tant en una de sus mejores obra::, de grande trascendencia, ·y ciLada por diferentes publicistas, se lamenta del abuso cometido ea la palabra principios; y en uno de sus párrafos dice: "La rehabilitacion de los principios sería una em-· presa úLil al mismo tiempo que sati facloria, y así se saldria de esa esfera de circunstancias, ea la cual nos vemos envueltos tantas vece y de tanto;; modos. 10s libraríamos de este modo de tener que dirigirnos personalmente hácia los individuos, y en lugar de haber de chocar contra las imprudencia;; y debilidades, no babia que hacer sino valernos del pensamiento solo. Se r<}uniria en fin á la ventaja de profundizar meíor las opiniones, otra no menos preciosa qué es la· de olvidar los hombre .>> Estamos enteramente conformes coa esta opiaion; y por lo mismo hacemos constar que la ciencia administrativa no puede ser hipotética; e lo es, envuelta tácitamente en el descrédito de los malos sistemas que han abusado de la palabra principios. La ciencia: adrnini -Lrativa e tá de pojada de ofismas y preocupaciones porque ba ·a en la claridad y en la naturaleza de las co as; y por e ta razon se comprende la pro peridad de algunos pueblos antiguos, porque faltos los primero~ hombres de los hechos nece ario para funrlar sus di posicione de gobierno, se valdrían de pocas verdades, pero ciertas, lascuales producirían bueno resultados, ha .la que las pasiones y las novedades las ofuscarían. En tiempo de la reina Doña lsabel l. la


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Católica se expidieron mucbí imas leyes, todas cua, i de fomento. Es verdad que e han vi to en ellas algunos erro re , pero por otra parte cuanto bienes_no han producido, solo po r seg uir las reg las mas sencillas, grabadas en la propia naturaleza y en los corazo nes de todos los hombres! Esto por con iguiente nos indica que el gobierno solo nece ita una fuerza de vo luntad para dar una ley qu e proteja á los bosque ; porque en el dia conoce perfectamente los e eolio que debe ev~Lar; sabe que el carácter de la admi nistracion e la accion, I ue su atribuciones están cifrada á ejecuta r lai, leyes que sean de interés general. Para todo e to mantiene el Gobierno numerosos empleados subalternos y fuera muy triste que pudiendo dar e u11 impul o vehemente á-los -bo ques y arbolados·e pañolc , por medio de una IP.y protectora, cual hemos manife Lado, dejase esta de expedirse. Pero, si por fortuna nue Lra humilde voz llega e hasta los umbrale del cuerpo legislativo; si la general opinion no fue e favorable; y si el gobierno, con particular benevo· Jencia creyese rcve tidas nue tra · palabras de la mas pura verdad, y de patri ótico celo, tendríamos ganada mucha parte del ca mino que emprend imos. ¡Dios quiera que sea así, y que la nacion e pañola se vea coronada de la felicid ad ventura á que por tantos títulos es acree.dúral

EPILOGO. Con iderando con escrupu losa atencion las ideas que vertimos al tratar de la importantísima materi a, que ha formado el objeto de nuestro trabajo, se reconocerá el g ra nde predom inio que en no!otros tiene el amor á la prosperidad y al engrandecimiento de E paña . La gracia qne podemos . merecer , y que verdaderamente nos seduce, no es comparable con el erótico impulso que nos guia á labrar la felicidad nacional, se 0 un nue tra fuerzas lo permitan, y conforme en otras ocasiones lo hemos demo trado . Aprec iamos muchLimo las distinciones que de nosotros

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hagan las corporaciones y particulares; pero colocamos en primer lugar á las nece idade" que experiment:i nue tro suelo; las mismas qúe de eáramos atisfacer, sin exigir coslo sos é i nsu fri bles trabajos ; porque a e le fi a se ha dirigido siempre el pod~r intelectual ; porque todas las indu Lria humanas se han circunserito a disminuir la pena del trabajo co rpora l , buscando de contín uo mayores frutos, hac iéndo los entrar con ventaja en el comercio de los hombres . lnlimamente convencido de que los bosques y arbolado de España, bajo el aspecto que pre -en tan en el dia, son dignos de ocupar la atencion de los bueno~ españoles, nos libramos á esta árdua tarea, tal vez con demasiada valentía. Sin embargo, hicimos prevalecer qu~ la falta de proteccion debida á la propiedad territorial , y los males originados por la amorlizacion civil, junto con las di sposiciones tornadas por el gobierno, y la dificullad de lo tran portes, fueron las causa naturales de que en E paña los árboles no tengan la importancia que era de esperar . Sen-· tamos á la par las inmensas utilidades que producen, por sus grandes aplicacione , como para deducir en seguida la necesidad de reparar su decadente abatimiento; y de pues de explanad os alcrunos asuntos muy útiles, establ ecimo r¡ue facilitando el consumo e aumenta ria la pr(lduccion, derivando de aquí '1ue no debía detlararse la madera sugeta á derechos á su salida del reino . Exp11simos luego los arbitrios que segun nue tro parecer pudieran tomarse para formar una ley protecto~a, y proc uramos, tratar con latitud todos estos punto:;. Creemos que las verdades señalada en e te e erito, aunque enlazadas y enlrete¡¡;idas mútuaineote , pueden ser una semi ll a fecunda. Dijirn:is que la ganadería babia luchado por largo años con la labranza, aporLilh,ndo las tierras, y causando daños inmensos á la propiedad. os ocuparnos además del modo de ju tipreci ar la cortas de los árboles y de hacer la podas · de eortezos, tratan do en particular de la marina, é ind icando que en los arsenales pueden ahorrarse grandes


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cantidades de maderas. Demostramos en fin, que segun cárobien las nece idades y la circun tancia <le una nacion, a í deben procurar e nue,·as le e ; por cuya razon, habiéndose en E paña aumentado la nece ·idad ele la madera, sin quitar una traba de la que mas e han opue-to al aprovechamiento de los árboles del paí , hemos aumentado necesariamente el consumo á los extrangeros; y de e te lógico razonamiento concluimos, que urgP sobremanera la tormacion de una nueva ley sobre bosques, que tienda á procurar abundancia de maderas. Prelen<ler que la le~es antiguas no pueden er revo,;adas, es una pretension tan absurda como lo fuera el exigir que un hombre hecho r.outin uase sirviéndose de lo vestidos que llevaba en la niñez; ó bien que continua e envuelto en los pañales que le rodeaban en la cuna. Tal e la e pljcacion que de la conveniencia de formar nuevas leyes hace un escritor francé · ; y nos adherirnos sinceramente á ella, porque ne carece de exactitud Bu cando una estadística particular, contraida á bosque , y estableciendo ju los y moderados premios para los que sobresalgan en t:I culJivo de los árboles silve lre , egun manifestamos, es fácil cakular, atendiendo al géoio e-pecial de lo habitantes <le cada provincia el aumento de con amo que de pronto ad qui ririao las maderas. Siempre parcos en sacar deducioncs, presen tamo la disforme sumas que revelan lo productos que pueden dar lo bosques de España ; é hicimo sentir la nece idad que tienen los árboles de mayor apoyo y pro t~ccion por parle del gobicrno,comparado con los demas género cultivo . Propu irnos, en fin, que St! rebajára á lo bosques una parle de contribucion, y que e premiara á lo · cullivadore que alimenta en en pié mayor número de arbole útile , haciendo entre·aca anuale ó periódic, y avivando el celo de la junta , ó cuerpo nombrados, para la in peccion general de la agricultura en la provincia . E lo último lo áijimo con gran conlianza, en alencion á los trabajos que ya han pre lado algunos comi ionados régios; é indicamos ademas que debía darse

inlervencion directa á los gefes políticos y civile ó á los alcalde y ayuntamientos de los pueblos al e lablecer el órden en el estímulo que se debía act•rdar. Manifestamos lambien que convenía prestar auxili s á las cla es menesterosas y proporcionar al pa o mayor equilibrio en el costo del transporte de madera . Con<loliéndono de la gran masa de terrenos baldíos, propusimos aumentar el número de propietario territoriales, beneficiándo e la nacion, con la percepcion un cen o equitativo, y que subiria á grandes sumas; porque los árboles nacen aun en los terrenos mas mi erables, en los mas e tériles é infecundos. Por último cuanto llevamos dicho se pue<le reasumirá lo siguiente: 1 .0 que descuidados los bo ques de E paña, sin que en su favor se haya dado un remedio eficazmente curativo, han continuado cuasi siempre en el mi mo abatimiento, á diferencia de los que por diferentes circun tancias favorables se ven explotados y culti,,ados. 2. 0 que siendo estos últimos en muy corla cantidad, re peelo á !os c!emas, y no teniendo i1rnonveniente alguno en que todos produzcan madera , se deben conceder estímulo- para alhagar el plant,io y cultivo de lo árboles. 3. 0 que relacionados e 'los e timulos entre í, para que obren de consumo, con facilidad I expedicioo, se alcanzaria formar de los bo ques un ramo de riqueza con iderable. ¿Acaso se dirá que no es libre el gobierno para tletermioar lo que esma conveniente al pais? ¿Puede el i lema repre enlativo oponerle vallas in opera.bles que le detepgan en su marcha? No; porque i bien en la discusioo, está la índole de las venta3a que proporciona tal si ·tema, esa mi ma discu ion dejaria de er veheme'nte cuando con datos irrecusables se bi iera ob ervar la buena admini lracion y abi<luria. del gobierno. Sabemos que n e po ·ible agradará Lodo ; )' que dondequiera que ha) a autoridad deben exi -tir de coolúnlo : por esto se hace indi pen ·ahle con ultar francamente los de eos de la mayoría de la nacion, hacerse cargo del verdadero estado de los pueblos. Al dar cima á 11ue · tro escrito, al trazar ya.


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sus últimas líneas, consignaremos; que en el terreno real v verdadero de las mejoras, se halla E paña- muy atrasada, apesar de las úbras y de los proyectos mas razonables y luminosos que han aparecido. Por esto se dijo en nuestro lema, que la nacion española todavia está en sii infancia; añadiendo que solo podrá ser feliz apartando cavilosidades, y

siguiendo los consejos de las, verdad~ras inteligencias. Solo así opinamos que será venturoso el porvenir de nuestra pátria, por la que tanto nus desvelamos, y á la que por cuantos medios sean posibles deseamos engrandecer. Barcelona 19 de Setiembre de 1849.

De algunos pastos.

Forraje á raíz.

Pimpinela. - Poterium sangisorba. ~ ~¡ gran mérito de esta planta es el de producir escelentes pastos en los terrenos mas pobres v secos ya sean areniscos ó ya sean calizos: ~ ' resiste tanto á la fuerte. sequedad como al frío, y en el invierno es de grande recurso par~ el ganado lanar .- No es amante de los buenos terrenos, y asi es que en ellos su producto es inferior, aunque la vegetacion sea mas vigorosa. Segun la esperiencia hecha por varios facultativos, este pasto en seco no es bueno ni para el ganado caballar, ni para el vacuno, sirviendo únicamente pára el lanar.- En verde es bueno para todos. · Se siembra en marzo en tierras recias, y en setiembre en tierras delgadas. -Espérgula.-Spergttla arvensis.-Forrnge anual,escel_ente para el ganado vacuno; se cría ventajo;:;amente en terrenos frescos 'J arenosos.- La leche y la manteca que producen las vacas que · se nutren con este pasto, son de superior calidad. Se siembra algunas veces en la primavera, pero es mejor sembrarla sobre rastrojo tan 1uego de segar, dando antes una pequeña labor á la tierra.

Remolacha campPstre. - Beta vulgaris campestris.-Todas las especies de remolachas son buenas para el ganado y en particular para las vacas de leche. La que mas s.c cultiva es la remolacha campestre por ser rnay_or su producto. Es amante de lruen terreno, bien preparado y si es posible que ba• ya sido abonado el año anterior. Se siembra desde últimos de marzo hasta mayo, ya sea al vuelo ó á surco, en este último caso, los surcos deben distar á lo menos 17 pulgadas uno de otro á causa de las labores que en lo sucesivo se le deben dar.-A úllimos de verano se pueden utilizar las hojas lfajas dejando las de la cima.-De octubre á noviembre, antes que hiele, se arrancan, se desojan, se dejan orear y se encierran en un lugar sano ó en un foso al abrigo, envueltas y cu• biertas con paja larga para preservarlas de los hielos y humedades; en:este estado se van _dando al ganado.-Hay de varias especies, siendo las mejores las mas gordas y que salen -mas de la mitad fuera de la superficie de la_tierra; como remolachas sobre tierra, remolachas blancas de Prusia, buenas para la estraccion del azúcar, segun Mr. Mathieu de Dombas.le.


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SEQUÍA EN LAS PROVINCIAS DE MURCIA Y ALMERIA.

Faltaríamos á nuestra habitual equidad si que para calmai: la desesperacion ocasionano elogiábamos, corno se debe el llamamienda por la fatalidad que pesa sobre ellos. to hecho al talento y al genio en nombre de Creemos que el gobierno tiene en ello una la cjencia para escogitar los medios , aunobligacion sagrada; porque asi como los indiqµe de tardíos.resultados, con que aliviar viduos y los pueblos han de contribuir con lf.l de.sgraciada suerte de los habitantes in.tereses y con personas á defenáer el estado y á soportar la,s cargas de la hacienda, de Murcia y Alioanle, motivada por la seqoía que se esperimenta y que ya en de la misma manera el estado está en la ot~os pempos fué el azote de aquellas obligacion de proteger al ciudadano, no solacomarcas. Sensible es que tales calamidades . mente contra la . violencia y la usur·pacion, vengan á causar la ruina del labrador, el sino q~e tarobien contra todos los males que infortu-nio del propietario y que compromele amenazan. El gobierno exige de los puetan de cerca la subsistencia del jornalero ; y blos, y puede hacerlo, Tecarsos est.raordimas sensible es aun, cuando no haya un fonnarios en casos de guerras civiles ó esterio<lo de reserva con que en tales ó semejan·tes re&, y no repara en gravar una provincia oasos,seacuda pronta é instantáneamente al con pechos muy honerosos en ocasion de dissoc0uo de los pueblos y -al amparo de los cordias intestinas; y creemos que á su vez braceros, con el fin de evitar los males qu.e el estaao ha de auxiliar por todos los mepuedan sobrevenir, interjn se hacen los esdios una comarca ó una provincia cuando tudios p_ro(undos y por tanto detenidos, pesa sobre ella e1 terrible azote de una ma- · que t1il vez pueden mandar un nombre tadora epidemia, de una sequia ó de otro cualqnier'a contratiempo. á la posteridad ; pero que quizá no vendrán á probar mas que la impotencia del hombre Hubiera sido mejor .que el concurso , la contra las leyes ocultas que rigen la obra creacion de u.na comisi9n .de agrónomos enmaravillosa de la creacion. tendic!.os y de hombres instruidos en las cir· 8iem·pre es laudable que se abNm públicos ,mnstancias del país, que despues de haber concursos que den á conocer las capacidades estudiado con meditacion las causas que puei~noradas; pero en la ocasion presente no es den ocasionar la sequía, estendiesen un dicel conocimiento de la dolencia lo que riras támen que pudiese motivar ulterio._res proinmediatamente incumbe,.sino la reparacion videncias para corregir el daño de qué nos en todo ó en' parte de los estr;1gos que cau- ocupamos. sa,dejando en buena ho_ra para mas adelante Por otra parte, no podrán concurrir al prelas observaciones meteorológicas q·ue tales mio que se fija para las dos memorias que efectos han producido. ' merezcan la censura de mas ilustradas, sino . Util es pues una investigacion científica los habitalltes de las. -provincias que espepor instniccion pública, si le sirve de coro ple- rimentan el daño que se intenta remediar, ó mento un alivio por hacienda; pero no acom- bien aquellos que por la casualidad copozcandeta:lladamente el terreno que se ha de es~ pañando á la inve!itigación de las cansas un paliativo de los efectos, tales providencias tudiar para 11enar el objeto del escrito; y esson mas bien para exasperar los pacientes te obstáculo es sumamente grave,é impedirá 4 DE JIIAYO DE 1850.

TOMO 111.

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tal vez á agrónomos entendidos que concurran al certámen, con aquella confianza que podrian hacerlo si conocieran la topografía que se ha de describir. Conocemos toda vía otro defecto en el concurso á que nos referimos y es, que los 20,000 reales que se ofrecen para el premio y los 6,000 para el accesit son nada para un trabajo de esta naturaleza, que para desempeñarlo cual corresponde es preciso trasladarse al terreno, hacer un estudio zoológico, otro agrónomico, otro meteorológico, y que reunidos estos trabajos de observacion han de meditarse detenidamente; que tales operaciones no son obras de plazos cortos ni de medios escasos, sino que es necesario perder tiempo, hacer gastos dispendiosos y aun esponer la reputacion científica como suele suceder eu tales concursos. Es verdad que el gobierno ofrece recompensar por separado los méritos del que obtenga el premio: pero el gobierno guarda silencio acerca de esta segunda recompensa, no fija las circunstancias, y esto hace temer que el galardon erá diferente segun la calidad de la persona que lo obtenga. Esto es lo que precisamente no nos gusta, y hubiéramos de eado que el Sr. Ministro del ramo hubiese sido mas esplícito acerca de este segundo premio que se reserva in pectore, po1·que entonces se hubiera sabido á que se aspiraba y á que cada uno atenerse. Notamos tambieo•, que el plazo de un año que se fija en el concur o para pre eotar las memorias que se escriban es un término muy dilatado para el caso precedente; porque como uno de lo remedios mas principales co,nsistirá tal vez en la plaotacion de arbolados, dejaremos pasar desapercibido el jovierno inmediato, en cuya estacion podría aplicarse ya una grao parte de la medicina. Los que administran el estado deben tener pre ente las muchas familias que se mueren de hambre en las provincias de Murcia y Almei"ia; que hay infinidad de cultivadores que ven desaparecer sus fincas á causa de la sequia; que, allá el comercio está sin accion y la industria sin vida; y no deben olvidar final-mente que los hombrP-s emigran á centenares á otros paises que no

nos perteqecen, y que esta emigraciones para la E paña de tanta trascendencia como que nos fallan muchí-imos brazos para cultivar los terrenos feraces que :--oseemos, Esta espatriacion forzosa, esta lamentable resolocioo de nuestros patricios nos da lugar á con ideraciGnes muy tristes que obligan al 'gobierno á muy formales deberes. No es por cierto con una memoria como se cumple con la mi eria de aquellos pueblos, y como -se alienta su agonizante agricultura. Despliegue el poder todos los recursos que tiene en su mano; dicte providencias enérgicas y capaces de enjogar las lágrimas de millares de ,familias afligidas; tenga en consideracion que pocas ocasiones se ofrecen en la historia de los gobernantes mas gloriosas y mas dignas de prez; no olvide que en nin, gun objeto mas laudable pueden emplearse los sac.ri6cios del pueblo que en aquellos que si rveo para el pueblo mismo; y entonces los corazones generosos, los que esti man y tienen en lo que vale la suerte de nuestra agricultura llenarán de bendiciones á unos ministros que tan bien supieron comprender su elevada ruision y los deberes que para con el pueblo tient:n cont raidos. Corno 1elo o defensores de nuestra poblacion rú tica, nos tocaría hacer pre ente á los que administran el estado lo caudalrs inmensos que se em· plean con utilidad y menos gloria: pero no queremos afligirnos mas, ni queremos acibarar con recuerdos que de nada sirven los corazones ya di lacerados por el peso de la miseria, y porque nos prometemos de los consejeros de nuestra escelsa Reina que ten· deráo una mano proter,tora ~ tantas familias desvalidas, y que dictaran providencias capa• ce de conjurar el mal que la1nPota11 las des· graciadas provincias de Ali~aote l\lurcia yAl• roería. En nuestro concepto el tiempo urge mas de lo que se piensa, Cada dia que se pasa es para aquellos pueblos un año de mortal ag~oía· y prolongándo e e ·te estado de apa· receráo lo cu Iti vos; la p ropietlad será allá un nombre vano; el tesoro público hallará un déficit en los recursos que admini~tra; la confusion y el desórdeo }rán en aumento; l', en una palabra, aq11ellas des~raciadas ~ro• vincias tendrán el derecho de mirar con 10-


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diferencia todos los males que un día caigan sobre la patria comun. A la di tancia ~n que estamos del campo de los sucesos, completamente ignorantes de la l.opografia de aquel país podremos ser del·poca utilidad para aquellos malhadados cultivadores. E tas circunstancias nos impedirían á contribuir, como lo quisiéramos, á ilustrar una cuestion para nosotros de mucho momento; pero prometemos ocuparnos de ella en las col unas de nuestro periódico, y demostraremos á lo menos nuestros deseos de ser útiles á la agricultura, y de servirá nuestra patria con una voluntad que nadie debe poner en duda. Damos á continuacion las dos Reales órdenes que hacen referencia al concurso que nos ocupa.

M1 ISTERIO DE CO IERClO, INSTRUCc1ON Y OBRAS PUBLICAS.

Agricultura-Circular. Excmo. Sr. : Las prolongadas sequías que a0igen á determinadas provincias, cuyos terrenos, si fuesen fecundados por lluvias regulares, serian indudablemte de los mas feraces de España, no pueden dejar de llamar la atencion del gobierno. Este fenómeno admosférico no es único en el globo, existiendo muchos parajes en que se verifica aun con caractéres mas pronunciados y sorprendentes. Tampoco es absoluLamente estraño que puntos en que se sufria una sequía constante hayan variado de condicion, vin iendo las lluvias á fecundarlos cuando han tenido lugar alteraciones de cierto género, debidas unas al trabajo del hombre, cau adas las otras por revoluciones fí icas del globo ú otros fenó mrnos imprevistos ó accidentales. De lodos estos hechos se ha apoderado la ciencia, no solo para determinarlos, clasificarlos y fijar sus causas, sino tambicn para calcular los medios de removerlos cuando obstáculos invencibles no se oponen á ello. Aun en este caso la ciencia ofrece recursos para hacer menos penosa esa calamidad y atenuar sus consecuencias. Cuando las ciencias físicas no habían llegado á la altura en que hoy se encuentran, cuando no se habian enriquecido con las observaciones y datos que hoy poseen, no es estraño que no se hubiese pensado en 1liviar de ese grave mal á

las provincias que lo sufren. Otro es hoJ el estado de la ciencia para combatirle;j'porque no solo ha hecho rápidos progresos aumentando..sus recursos, sioo que en España se cultivan sus diversos ramos con muy conocidos adelantos. Tiempo es ya pui:s de que el Gobierno se ocupe sériamente en examin.1r la· pQsibilidad de estirpar un mal de tan graves consecuencias,y de que conociendo sus causas y estension pueda aliviar las provincias que lo sufren y derramar en ellas la abundancia y la fecundidad, Pero en esta clase de trabajos no conviene emprender muchos á la vez, pues que dirigiéndose las observaciones de los hombres entendidos á diferentes puntos, introduciéndose luego la diversidad de pareceres sobre las preferencias de los proyectos, y surgiendo dificultades que no se calcularon, los proyectos quedan en embrion sin realizarse alguno, ó por lo menos se retarJa el bien que hubiera podido hacerse emprendida por partes la realizacioo del pensamiento. De los puntos en que aparece casi constantemente la falta de aguas, las provincias limítrofes de Murcia y Almerfa soo las que sufren mas particularmente esta calamidad. Comunes á entrambas unas mismas cordiUeras de montañas determinan una zona ó plano donde se observa sobre todo ese fenómeno atmosférico. Hé aquí pues el punto en que debe fijarse primero la atencion del Gobierno y que servirá de ensayo para los otros. Aunque pudiera al efecto nombrarse una comision de personas de ciencia ó encomendarla á un profesor de reputacion conocida,la Academia comprenderá en su alta ilustracion que a veces no basta el saber para empresas de esta clase si no vao acompañadas de la suerte, y tambien que no siempre la posicion civil determina la capacidad especial para ciertos trabajos, velando alguna vez una oscuridad lamentable la suficiencia mas esquisita. J>or ello tales obras deben encomendarse, no á personas determioadas,sino al genio, abriendo concursos y estimulando con los premios. De este modo se asegura el éxito de las empresas, no se hace injusticia al mérito, y el Gobierno abre un palenque en el cual puede adquirir una especialidad que le era desconocida y cuyos talentos le st>rá dado aprovechar en beneficio del Estado. Atendiendo á esto, la Reina (Q. D. G. ) se ha servido mandar que esa Real Academia sin levantar mano se ocupe y proponga al Gobierno lo convenient-e para abrir un concurso á la mejor Memoria que se presente en el plazo que se -fije sobre las causas que producen las constantes

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sequías de las provincias de l\furcia y Almcria, señalando los medios de removerlas, si fuese posible; y no siéndolo, de atenuar sus efectos, siendo ia voluntad tle S. 1\f. que la Academia fije las condiciones, plazo y premio y demas sircunstancias del concurso; en la inte!igeoci~ de que el premio que se ofre,zca.será sin perjuicio de las demas recom¡,ensas que el Gobierno está dispuesto á conceder a ( que acierte á prestar un trabajo digno, presentando un proyecto realizable, atendido este y las circunstancias especiales del premiado. De Real órdrn lo digo á V. E. para su conocimiento y efectos consiguientes. Dios guarde á V. E. muchos años. Madrid 21 de marzo de 1850.=Seijas.=Señor Presidente de la Academia Real de Ciencias.

tiva y el mejor órden de los trabajos que ha~•an de exigírsele, ya perentoriamente con la apllcacion que queda manifestada, ya de suerte que, continuados por algunos años con el auxilio de las ciencias físicas naturales, formen un cauaal de observaciones tt'1e pueda servir de base á un sistema para proceder con la posible seguridad en asunto de tanto interés. De real órden lo digo á V. S. para su conocimiento y publicaoion y la del programa en el Boletín oficial de esa provincia . Dios gnarde á V. S. muchos años. Madrid 30 de marzo de 1850.-Seijas.-Señor gobernador de la provincia de .....

MINISTERIO DE COMERCIO, INSTRUC-

Programa para el concurso pii,blico de premios á las dos mejores memorias sobre las causas de las sequias en la5 provincias de Alurcia y Almeria, y los medios de removerlas ó atenuar sus efectos.

moN y OBRAS PÚBLICAS.

Agricultura. - Circular.

S. M. la Reina (Q. D.G.), conformándo1. 0 Se abre concurso público para adse con lo propuesto por la real Academia de Ciencias, se ha dignado disponer lo siguiente: judicar un premio al autor de la memoria que mejor desempeñe, á juicio de los censo1. 0 Se abre concurso público de premios res que S. M. se reserva designar, el tema á las dos memorias que mejor analicen las causas que producen las constantes sequias signiente: «Determinar las causas que producen las de las provincias de l\'.ll.lrcia y Almeria, seconstan les sequias de las provincias de l\Iúrñalando los medios de rei,ol verlas, si fuese cia y Almería, señalando los medios de reposible; y no siéndolo d'e atenuar sus efectos. moverlas, si fuere posible; y no siéndolo, de Dicho concurso se verificará con arreglo al atenuar sus efectos.>> programa que se inserta á continuacion, fo 2. 0 Se abjodicará támbien un accesil al mado por la Academia en cumplimiento de autor de la memoria cuyo mérito se acerque la real órden de 21 c!el corriente, y que S.M. con esta fecha ha tenido á bien aprobar. mas al de la primera. 3. 0 El premio consistirá en veinte mil '.2.e Así para auxiliará los concurrentes en sus trabajos, proporcionándoles datos reales de ve!lon, además de las recompensas que para ellos son indispensables, como que el gobie1·no estime oportunas. 4- .º El accesiL consistirá en seis mil rea_para preparar otras resoluciones que acaso convendrá dictar, pasará una comision les de vellon. de ingenieros á dichas provincias con obje5. 0 La memorias p1•emiadas se imprito de estudiar su eonstitucion geológica y su mirán por cuenta del gobierno, re ervaudo situacion topográfica, publicándose el re ul- á los autores la propiedad de sus obras restado de su::; investigaciones á medida que pectivas. 6. 0 El plazo para presentar las memose fuesen recibiendo. 0 3. La real Academia de Ciencias, cuyo ri~s será de un año, contado desde el día en celo ve S. 1\1. con especial agrado, presentaque se publique el programa en la Gaceta. 7. 0 , Las meinorias se presentarán en la rá á la mayor brevedad posible las bases pa.direccion general de Agricultura del Minisra la.organizaoion de esta comision faculta-


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terio de Comercio, Instruccion y Obras públicas. 8.º Podrán optar al premio y al accesit todos los que presenten memorias segun las condiciones aqui espresadas, sean nacionales ó estrangeros. 9. 0 Las memorias podrán escribirse al idioma que mejor convenga á sus autores. 1O. Estas memorias se presentarán en pliegos cerrados sin firm_a ni indicacion del nombre del autor, llevando por encabeza-: miento el lema que este juzgue conveniente adoptar; y á este pliego acompañará otro, tambieo cerrado, en cuyo sobre esté escrito el mismo lema de la memoria , y dentro el nombre del autor y lugar de su residencia. 11. Ambos pliegos se pondrán en manos del director general de Agricullura, quien dará recibo, espresando el lema que los distingue. ~ 2. El gobierno publicará á su tiempo

las personas 6 corporacion á quienes S. M. confie la calificacion de las memorias. 13. Hecha esta calificacion se abrirán en sesiorí pública los pliegos que tengan los mismos lemas que las dos premiadas para conocer los nombres de sus autores. H. El ministro de Comercio, Instruocion y obras públicas 6 la persona que presida en su nombre, los proclamará, quemán • dose en seguida los pliegos que encierren los demás nombres. 15. El ministro señalará el dia en que hayan de adjudicarse el premio y accesit, que recibí r án los agraciad'o's, 6 los que los representen, de maoos del mismo. 16. Los originales de las memorias premiadas no se devolverán á sus autores, los cuales sin embargo podrán sacar una copia de ellas si les conviniese. Aprobado por S. M. Madrid 30 de marzo de ·1 850.-Seijas.

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Nos hemos lamentado varias veces en las páginas de el Cultivador del estado de post racion y de descuido de nuestra agricultura. Al dar cuenta á nuestros lectores de este penoso quebranto, no nos hemos referido solamente á las prácticas viciosas y rutineras del cultivo, sino que nos hemos estendido á muchas de las ramas que se enlazan, masó menos íntimamen te, con la ciencia del campo,, porque hemos tenido presente que no ha de ser solamente la parte material de la labranza lo que conviene perfecciona r en España, sino que es necesario que nos ap liquemos con asiduidad y cuidado á otras myJoras que forman pa rtc de la ciencia rústica y que no son de menor interés. La ganadería ha sido uno de los puntos á que nos hemos referido mas principalmente; porque conocemos que el cuidado, fomento

y mejora de los animales domésticos son co-

as casi desconocidas de nuestros cultivadores; y urge mucho que reparemosestedescuido, porque los ganados son la fuente mas principal de la produccioo agrícola por los abonos que nos proporcionan, .y por las sumas que producen al propietario con la venta de sus carnes para el matadero. Pero no basta conocer solamente las reglas y preceptos que debe guardar el ·labrador para mantener en buen estado sus reses, ni se rá tampoco suficiente estudiar las relaciones que existen entre el mejoramiento y la mulliplicacion de los ganado de todas especies con los progresos de la agricultura, sino que importa tambien que tengamos en cuenta los varios principios de higiene que nos demanda la salud de las bestia domés~cas, y el tratamiento y cuidados especiales


que ellas exigen en el estado de-enfermedad. S!n estas circunstancias, no podremos contar con los resultados ventajosos que nos ofrece la cri~ y educacion de nuestros ganados. · · La descripcion clara y precisa de las enfermedades , y los medios mas convenientes para curarlas, constituyen un punto de mucho interés, no solamente para los veterinarios, sino que aun para los cultivadores que se aplican con celo al cuidado de sus intereses agrícolas; y por ello creemos prestar un servicio al pais, publicando en el Cultivador el tratado de las enfermedades de aquellos animales domésticos que mas provecho reportan á la agricultura. Empezaremos por las en_fermedades del bue.y, por ser la especie que presta mayores recursos al cultivo y por la mortandad que con frecuencia causan las epidemias entre este ganado. A este tratado seguir.á el del cerdo y de otros animales domésticos de no menor interes, completando, con el tiempo, una biblioteca sencilla y útil para los veterinarios prácticos y aun para los cultivadores.

A instancia de varios SS. suscritores hemos retirado la parte oficial que estensamente publicábamos en este periódico, y de hoy en adelante emplearemos las cuatro páginas que, por lo comun, ocupaban en cada número las reales órdenes, para dar cabida en ellas al tratado de las enfermedades del buey. Esto no obstará, sin embargo, que insertemos en el cuerpo de la obra aquellas disposiciones del Gobierno, que lo merezcan por su importancia, bien sea con comentarios ó sin ellos. Debemos este pensamiento al dis.tinguido profesor de veterinaria de esta capital D. Geróoimo Darder, quien sé ha encargado de traducir del francés el tratado de enfermedad es del buey que acabamos de indicar; y e:ilamos en la confianza que nuestros lect51res no bailarán á mal este pensamiento que á nuestro juicio es una mejora apreciable para el cultivador. En el número inmediato empezará á ver la luz pública este trabajo, que deseamos Jo reciban con benevolencia nuestros suscritores.

<!tuibab.os qu.e uigen los 1ec~ondl1.as l)urnnt ti mutern.o.

El cerdo, que se le tiene por lo comun en si queremos sacar de él los productos vael mayor abandono, es uno de los animales riados que nos ofrece, Otra salvedad haredomésticos mas útiles para el hombre, Ol'q se mos todavía y es, que aunque vamos á .oculo mire como un objeto de comercio. ora se parnos de los cuidados que requieren los lelo considere bajo el punto de vista intere- clwnciffos d11rante el invierno, no pretendemos sante de proporcionarnos estiércol para be- decir de los cuidados q ne exigen estos anineficiar las tierras , ó bien sea con el objeto malitos mientras maman y mientras estan esclusivo de satisfacer con sus carnes las ne- bajo la tutel a de la madre, sino que es nuescesidades domésticas. De todos ¡;nodos, re- tro ánimo ocuparnos de los cerdos jóvenes petimos, el cerdo se merece una. considera- despues del destete hasta que llegan en escion mayor de la que se le tiene, é importa tado de poder seguir á las piaras, y vivir bajo las reglas comunes con que se cuidan esá los cultivadores conocer algunas reglas de higiene, por lo menos aquellas mas princi- tos cuadrúpedos en las casas de labranza. Es muy comun ver en el campo encerrapales, que exige la salud de este cuadrúpe. do. En este artículo nos limitaremos á es- dos á los cerdos jóvenes en establos húmeplanar brevemente el pun'to que hemos sen- dos, sin ventilacion y mal sanos, pasando el tado por epígrafe, porque conviene que se invierno en medio de un lodosal de un edidé al cerdo cuidados atentos en su,juventud 1_Jlcio casi sin cubierta que pueda guarecerles


- rn9 de los rigores de la estacion. Acompañan á este mal otro muy grave tambien, como es el alimento de mala calidad y sin método á que se les tiene sujetos, resultando de estos errores, funestas enfermedades, masó menos graves, que perjudican notablemente los intereses del labrador. Si queremos que los lechoncillos tomen lodas las condiciones que debemos esperar de los cerdoi;, es preciso que las habitaciones estén limpias y aseadas, convenientemente secas y provistas de cama , para que puedan hallar un abrigo contra el frio que daña mucho á este animal en todas lac:; épocas de·su vida, p~ro muy principalmente en la juventud. En los días rigurosos del invierno se les debe mantener encerrados en el corral, no permitiéndoles salir fuera sino cuando el tiempo esté seco y sereno, y aun entoncesá l<ts horas del sol solamente. Este ejercicio moderado es de mucha utilidad para el desarrollo del jóven an:mal, además de que, es un medio de acostumbrarlo poco á poco á la accion del frío que habrá de sufrir cuando esté crecido. En algunos paises se mantienen encerrados á los cerdos jóvenes en corrales descubiertos y de bastante estension, por cuyo punto se les deja correr libremente en invierno: esta práctica es muy útil si los animalitos tienen luego á mano uoa parte cubierta de corral, suficientemente guardada del frío y de las lluvias, provista de buena cama seca donde poder abrigarse comodamente; pero si estas circun¡:tancias faltan, no debemos aprobar esta costumbre, prefiriendo mantener encerrados los lechoncillos en el corral y dejarlos, á lo mas, salir un rato del dia durante las horas del sol. Si los c_erdos jóvenes, y aun los de edad crecid~, han de vivir en medio del fango y de las inmundicias contraen enfermedades peligrosas , porque la piel se Hena de una costra sarnosa que detiene la traspiracion é irrita simpáticamente sus membranas interiores, y dificulta el crecimiento del animal. Debe tenerse gran cuidado en. el modo de alimentar los lechoncillos durante el in vier. no. Conviene que los a.limen tos sean de buena calidad, que se les suministren en el estado que mejor convengan al animal y que

se les dén cantidades útiles á una buena higiene. Como las raíces carnosas, v. gr. la remolacha, el nabo, la zanahoria, la patata, etc . serán las sustancias de que principalmente hará uso el lechoncillo , es conveniente atender que estas raices no deben dárseles crudas si queremos que aprovechen debidamente. Se les darán tres comidas al dia á lo menos, una por la mañana , otra al medio dia y otra por la tarde al acercarse la noche. En invierno la comida á de ser tibia, pero en verano se le debe dar fresca , atendido á que el animal la apetece mejor en razon del calor de la estacion. Citaremos aqai dos especies de alimentos que se acostumbra á dará los cerdos jóvenes, como un medio, que á la par que económico, produce escelentes resultados. La f.)rimera especie se prepara del modo siguiente: se toma un tonel ó cuba grande que esté abierta por uno de los estremos, la que se coloca en un punto abrigado del corral, haciendo que el eslremo cerrado corresponda al suelo: se llena la mitad éon estiércol fresco de caballo sobre el que se esparce una cantidad de salvado, d~ granos de centeno de mala calidad, de espurgos del trigo, ú otra cosa equivalente, y por último una cantidad de agua caliente. Se revuelve esta mezcla, se le añade una porcion de levadura, se tapa el tonel y se la deja que fermente. Los cerdos jóvenes pueden hacer uso de este alimento durante todo el invierno; pero es preoi~o advertir que cuando se dá al animal, debe mezclársele una cantidad de agua caliente para que la masa se ponga tibia. La segunda especie de alimento que muchos han notado ser muy ventajoso, consiste en el trébol encarnado seco. Se cortan menudamente los tallos, y á cada cantidad de esta trituracioo se le mezcla un puñado de harina de maiz ó alforfon, esparciendo luego encima de esta mezcla una porcion de agua hirviendo. Por este medio , los tallos duros del trébol se ponen suaves y jogosos y el animal los come .con avidez; resultando una comida económica y muy útil, segun lo ha acreditado la esperiencia .


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UN AVISO DE LA SOCIEDAD DE SOCORROS MÚTUOS AGRÍCOLAS.

modestia , nuestra opm1on franca, como En ia entrega 7.ª de El Culttvador, corcúrnple á nuestro carácter, sobre cualquier respondientP, al 1. 0 de Abril de este año, •l• medida que se proponga al pai3 referente á página rn3, hemos manifestado brevemente la clase rústica, ya sea que aquella emane nuestra opinion acerca de las ventajas que de las altas regiones del poder, ó que venga ha de reportar al país la sociedad de socorde corporaciones particulares, bajo cualquieros mútuos agrícolas que trata de establera aspecto con que se presenten. cerse en la Córte. Autorizados por los fundadores de 1a soNuestra opinion, con referencia á estas ventajas, se ha fundado en la .inteligencia y ciedad de socorros mútuos.agrícolas que nos acierto con que se ha estudiado la cuestion, ocupa, tenemos el gusto de anunciar que estableciendo bases sencillas , económicas y todos los secretarios de ayuntamiento están de moralidad que no podrán desconocerlas lns en el pleno poder de recibir; en sus respecpersonas que e tomen la -peua de meditartivos puntos, las adhesiones provisionales las. En dicho artículo hemos elogiado el pen- · de las personas que quieran hacer parte de samiento de este proyecto, porque estamos esta asociacion. Bastará que estas adhesioconvencidos de que no puede presentarse otro nes se hagan en pape1 simple, en que di ga mas útil y fecundo en resultados para nues- , el interesado que adhiere á los estatutos y tra agricultura que el que nos ocupa, por se asegurará con la cantidad de (tanto) Ju~-; ello quisiéramos que nuestros cultivadores go que la sociedad baya de constituirse. :Al se apresurasen á inscribir sus nombres en hacer este acto de adhesion, no tiene el inresta asociacion filantrópica que puede salvarternsado que saLisfaoer cantidad alguna ~ajo les de penosos quebrantos, á que con harta ningun concepto. A los secretarios de ayunfrecuencia se vé espuestt nuestra productamiento que acepten esta comision se abonará, al con!-Liloi rse la sociedad, el 1 O por cion agraria. Nuestra invitacion no podrá ser sospecho100 de lo que hubieren debido recaudar. sa, porque hemos dado prue-bas de imparciaLos que gusten dirigirse á los SS. Fundalidad en los varios asuntos que hemos tenidores, por escri Lo ó bajo otro cualquier condo ocasion de censurar; y porque habiéndocepto, podrán hacerlo en Madrid calle de nos constituido, volun!ariamente, defensores los Leones, núm. 8, cuarto 2. 0 , donde e tá de los intéreses de la agricullura hemos di- _establecida provisional~ente la Sociedad. cho y diremos sin rebozo , bien que con

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VENTAJAS É INCONVENIENTES '·

QUE OFRECEN LAS CERCAS.

Por mas que los adelantos del siglo vayan dejando atras las costumbres semi-nómadas de los tiempos de la barbarie, no deja de haber todavía ciertas imaginaciones cavilosas que se manifiestan en oposicion del derecho natural que tiene el propietario de cerrar sus campos; y no faltan todavía comarcas en ca.si todas las naciones de Europa donde está tan radicada esta preocupacion, que ha dado lugar á. providencias severas por parte de los tribunales. Gracias á un conjunto de circunstancias felices que se han reunido en nuestra patria, yan desapareciendo de entre nosotros habitudes perjuiciales' para la agricultura, y con(iamos que antes de poco tiempo no habrá un solo hombre que no mire como indispensable el uso de cercar los campos como un medio de]mejorar el suelo, y de introducjr un sistema de cultivo mas útil y pr..ovechoso. Si bien es verdad que nosotros sostenemos el derecho que tiene el cultivador de cerrar sus posesiones, no entendemos decir por esto que convenga siempre á los intereses de la agricultura formar cercas en los campos; Ynotaremos en e~te artículo que esta utilidad depende de las ci rcuustancias locales en que se hallan las tierras cultivables, y aun de otras que no tienen mas que una relacion indirecta con la agricultura. De esta variedad de circunstancias ha nacido una division tan profunda en las opiniones, que ciertos agrónomos han mirado como indispen•• sable cercar todos los campos, mientras que otros han creido que este medio producía al cultivo males incalculables. . Expondremos sencillamente las·ventajas é 1~convenientes de las cercas, para que en su v'. ta pueda cada cual inclinarse á lo que le <l 1cte su razou y su juicio.

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· Las ventajas que ofrecen las cercas son las que siguen. 1. 0 En todos los tiempos y en todas las circunstancias se ha reconocido mayor fertilidad en los terrrenos cercados que en los abiertos, por los beneficios saludables que ej~rcen la cercas gua1 dando á las plantas de Jaacciondel viento. Si ob ervamosatentameote lo que sucede en un campo cercado cuando una causa cualquiera ha destruicj.o una porcion de la cerca, notaremos que las plantas se crian mas robu tas y fructifican mejor en los puntos en que existe la pared ó los vegetales que forman la cerca, que en aquellos en que han de~áparecido e.stos abrigos. Las cerraduras de los campos es tamhien un medio de reunir mas calórico del que se aprovechan las plantas, observándose que h.t vegetacion es mas activa y precoz en las tierras cerradas que en la~ que no lo son. En los jardines y en las poma.radas es en donde se nota principalmente esta inl).uencia, de manera que las plantas y los frutales ftUe criamos en respaldera al pié de las paredes anticipan sus flores y .sus frutos de un modo notable, y nos proporcionan productos mas lucrativos . 2. 0 Las cercas sou tambien un medio muy poderoso de mantener la humedad de la tierra; por cuya razon este método será de grande '!entaja para los terrenos srcos y aren.osos, principalmente si carecen de riego, y es digno de tenerse en consideracion por los res u Itados que proporciona. Debemos sin embar&o advertir, que cuando queramos aplicar este medio á los terrenos arenosos con el -objetada desterrar ó alomenos de disminuir la sequedad, e~ p'recisoque !acerca se forme de árboles óar bu tos vivos, porque de esta manera podrán, con su sombra, abrigar u.na gran parte de las


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_ plantas, de los rigores del sol .Y evitarán que la evaporacion de la tierra sea mas notable. Los terrenos arenosm, y secos obtienen un valor infinitamente mayor si los dividimos en porciones reducidas y cercadas de ár_boles ó arbustos . Por este medio no logramos solamente que las tierras se mantengan en un estado de humedad mas constante y que las plantas yivan mas comodamente, sino que tambien la~ cercas nos proporcionan recursos inapreciables por las leñas que sacamos de ellas, -principalmente para los países donde es·escaso este articulo. 3. 0 Otra utilidad inmensa nos ofrecen las cercas, aun fuera del cultivo. La esperiéncia ha enseñado que las cercas, principalmente si son formadas de árboles, ejercen una influencia noti ble en la salud de los ganados. Los esperimentos ¡.,racticados en Inglaterra no dejan dudar, que las reses que se alimentan en los prados viven mas sanas como mas abrig~das están del viento ; y es por esto que en dicha nacion se pagan á un precio mas subido los pastos que vegetan en campos circuidos de árbülesque los que crecen al aire libre , si asi puede decirse. Se buscan tambien con afan los prados de reducida estension y cercados de plantas, porque se miran estas dos circunstancias como un medio utilí imo de mejorar el ganado. Segnn la opinion de algunos cultivadores, una pieza de terreno de cjncuenla jornales, dividida en cinco hojas cerradas de árboles, engorda igual número de besti~s que sesenta jornales en una sola porcion. Estamos conformes con esta opinion, porque mientras que e.l ganado apacenta en una de las bojas del terreno cercado, la yerba de las cuatro restantes crece sin obstáculo, mientras que sucederá todo lo contrario cuando las reses se pasean libremente por

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un terreno de sesenta jornales en una sola porcion. Los inconvenientes que ofrecen las cercas son las que siguen. 1. 0 Ocupan una porcion de terreno con menos utilidad cuando el suelo es de buenas cualidades y útil para cosechas especiales. 2. 0 Impiden que el terreno pueda secarse cuando ha llovido, y esto hace que se retarde algunas veces la siembra, mayormente si el suelo es arcilloso. . 3. 0 Las cercas, especialmente si se forman de árboles ó arbustos , dan origen á malas yerbas, las que no pueden destruirse facilmente y causan males no pequeños con la estension de las raic~s y con las ·semillas dañosas que producen. 4. 0 Las cercas, ya se:m formadas de pared ó de plantas vivas, son el abrigo de animales nocivos para la vegetacion, particularmente para los que se anidan con facilidad. 5 ° El cultivo del terreno es mas dificil en los campos cercados, porque no permite estender el arado basta á los estremos. Las yuntas se aprovechan menos por el número mayor de vueltas que ha de dar el ganado <le labranza. 6. 0 En general , las cercas producen un daño interrumpiendo la com,rnicacion de un campo con otro, y obligan al hombre á andar y dar· una vuelta grande para' pasar de una boja de terreno á la otra, aun cuando se tocan entre sí. , 7 .º Final mente, cuacdo las cercas están formad , s de foso, impiden dar la direccion favorable al curso_de las aguas, de lo que sucede con frecuencia un daño notable para la cosecha. De esta observacion espositiva, podemos sacar conclusiones que otro día detallaremos para mayor ilustracion de esta materia.


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INSTITUTO INDUSTRIAL DE Insertamos á continuacion los premios que CATALUÑA. acaba de ofrecer el Instituto industrial de Cataluña á los cultivadores de sus cuatro La Junta directiva del Instituto Industrial provincias que presenten flóres, plantas ó Ca.taluña para estimular el talento, prede arbustos en el primer concurso que ha de la laboriosidad y fomentar el progreso miar empezar el día 20 de mayo próximo, en el principales ramos de p.roduccion, \os de local del propio instituto. sesion del once del actual abril el en adoptó Felicitamos á esla corporacion por un pensiguiente samiento que la honra sobremanera, y que sirve para desarrollar el gérmen de la: apliPLAN DE ESTIMULO. cacion y del estímulo entre la clase labradora del l\ntiguo p-rincip'¡\do. Esta práctica, SECClON PRIMERA. desconocida hasta ahora entre nosotros, ofrece resultados ven~a)osos para nuestra proMemorias. d uccion rústica, porque no dudamos que desarrollar.á una emulacion noble entre los arArtículo 1.° Cualquier sócio podrá pre. bolistas y jardineros que empiezan á distin- sentar memorias sobre las bases que luego . guirse en el país ·por las buenas prácticas se espresarán, al objeto de leerlás en asamdel cultivo, por la direccion ac_ertada que blea general y pública en el día festivo que saben dar á los objetos de recreo, de utili- la Junta Directiva acuerde. Si la memoria dad y adorno. versare sobre conocimientos eEpeciales de Esta esposicion, que se verificará cada cualquier ramo de produccion , ~eberá preaño en la época que señale la seccion de ceder informe de la seccion respectiva para agricultura, será un motivo mas para que autorizar la lectura. Despues de esta si el nuestra ciencia agraria vaya alcanw ndo autor lo consiente, podrán ponerse á discuprogresivamente aquel estado de prosperi- sion las ideas contenidas en su trabajo. Se dad y de perfeccion en que la vemos en otras . dará noticia de la sesion y un e~tracto de la , naciones, mayormente coandf) la Ca tal uña memoria leida en El Bien Público. posee un suelo feraz, una poblacion laboArl. 2. 0 En fin de junio y en fin de.diriosa'{ un clima variado que permite muy ciembre la seccion de lectura se reunirá padiferentes cultivos. ra examinar !as memorias leidas durnnte el RPproducimos íntegro el Plan de estimulo semestre anterior y proponer la impresion á ·costas del lnslituto, de las que juzgue ciigque ba formulado la Junta directiva del Insnas de ·esta distincion con las correcciones tituto industrial de Cataluña . Aun cuando estilo que tal vez indique. Para que la de la á pertenece no escrito este de parte una agricultura, no hemos querido mutilarlo, por junta acceda á estas propuestas deberá aprobarlas préviamente la seccion á que corresla mayor inteligencia de nuestros lectores, pondan las memorias objeto de ellas por la y porque se roza, en las restaotes partes, con materi'a de que traten. -algunas ramas de la industria que ausilian Art. 3. 0 Las me!Ilorias habrán de tener al cultivo. por objeto alguno de los siguientes : H~ aquí la disposicion á que nos referimos. 1


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4.º Dará conocer por medio de una descripcion razonada las manufacturas, máquinas, aparatos ó procedimientos jnd ustriales de reciente invencion estrangera ó nacional, cuyo uso y aplicaciones no estén generalizados en nuestro pais. 2. 0 Dar noticia detallada de cualquier perfeccionamiento ó invencion que mejore los resultados ó aumente las economías de las varias operaciones industriales obtenidas por el autor ú otra persona cualquiera que les haya confiado darles publicidad . 3. 0 Ilustrar alguna de las cuestiones importantes de la ciencia económica, ó fijar algun punto de estadí tica con referencia á E.paña . 4.º Describir las observaciones, ya teóricas, ya prácticas hechas en el estrangero ó en España para la perfeccion del cultivo, mejora en los labores ó utensilios agrícolas, ó cualquier • otro punto cuya esploracion pueda ser de utilidad á los labradores. Art. l.º Cada seccion podrá abrir cada año con aprobacion de la Junta Directiva un concurso de memorias anónimas que tengan alguno de los objetos indicados, determinando en el programa el punto que ha-ya de ilustrarse; para ad3udicar segun su importancia ó _dificultad ya una medalla de oro simplemente, ya igual premio y un título de sócio de mérito, al que resulte ser autor de Ja que la misma seccion considere digna de este lauro por su mérito absoluto y relativo entre las presentadas.

SECCION IL

Concursos. Art. o.º Se acuñarán cada año hasta once medallas de oro, veinte y dos de plata, y cincuenta y cinco de bronce á lo mas para premiar las obras qne se presenten dignas de esta distincion, á juicio de una comision de censura nombrada por la seccion respectiva, pudiendo optar al premio lo mismo los socios que los que no lo sean; empero el socio que obtenga tres medallas de oro en tres concursos diferentes, lo será en adelante de mérito. Art. 6. 0 Al efecto se abrirán dos concursos anuales de diez dias de duracion, para los objetos de agricultura en las épocas que esta seccion acuerde, y otros dos en las épocas y para las determinadas secciones que luego se espresarán. Cada uno de estos dos últimos concursos durará treinta días. En los primeros quince días se admitirán las obras que se presenten, y se colocarán en las salas del Instituto. En los diez dias siguientes quedarán espuestas al público. En los cinco dias re Lantes (y en el último del concurso para los de agricultura) se juzgarán las obras ó los objetos, y se adjudicarán los premios. En el primer dia festivo inmediato se bará entrega de las medallas á los premiados en asamblea general y pública. De todos estos actos dará una minuciosa reseña El Bien Público. NUMEROS DE MEDALLAS ,

EPOCAS DE

En la primaver~ .•

de oro.

Agricultura , flores, plantas, arbustos. . . . . . .

1

2

5

1 f 1 2 1 1 1 1 4

2

5 5 5

Papel. . . . . . Productos químicos. laq uinaria.. . . lnd uslrias varias .. En otoño. • . "' . .{Agricultura, frutos . Algodon . . . . . . b Sedería. . . . ·. Del 4 .º al 30 de d1c1em re. Lanería. . Lencería. Del 4 .º al 30 de junio.

de plata . de bronce.

SECCIONES Y ODJETOS.

LOS CONCURSOS .

f

2

2 4 2

10

2

5

2 2 2

5 5 5

5

Total de medallas.

11

22

55

Peso .de cada una .

1 onza.

1 onza.

1 onza


-MoLo que se publica por acuerdo de la misma Junta directiva para conocimiento de los socios y demás á quienes pueda interesar. Barcelona 13 de abril de 1850.-P. A. D. L. J. D.-EI secretario, Juan Costa. A tenor de lo prevenido e1J el artículo sexto del plan que precede, la seccion de Agricultura de e te Instituto ha fijado el día veinte del próximo mayo paia la apertura del primer concurso de flores, plantas, ár .boles ó arbustos, el cual durará diez dia ; y sin perjuicio de publicarse oportunamente las reglas que deban establecerse para la admision y colocacion de objetos, se invita es-

pecialmente desde ahora á los cultivadores de las cuatro provincias catalanas para que se dispongan á dar una muestra de su adelantos en esta esposicion, cooperando al logro del importante objeto que con ella se propone este Instituto. Cataluña no es únicamente industrial, es tambien agricultora, aspira á progresar simultáneamente en todos lo,s elementos de riqueza, y tendrá ocasion de demostrarlo en los concursos que se inauguran con el de las galas de las primaveras. 'Barcelona 13 de abril de 1850 .-El director interino, Juan lilas y Vidal.

CULTIVO DEL ALGODON EN · EL lllEDIODIA. DE ESPAÑ~.

lllElllORIA.

ninguna un gran princ1pLO de prosperidad;

l

y cree cumplir un deber de patriotismo al

sob1·e el cultivo del algodon y su illtroduccian en España, 1present,1,da con muestra de algodon de secano cosechado en &villa, á (ajunta general de Agricultura de 18 rn, por D. FÉLIX RIBAS. SErORES.

En nn pai e encialmente agricultor como la España, la in titucion del Congre o de Agricultura, al cual ten go la honra de dirigirme, será. una copio a fuente de bienes incalculable . De cuiJatlos ha la ahora los intere es agrícolas, que son los principales recursos del pc1is, todas las tentativas particulares, que .e dirijan al fomento de los cultivos conocido , ó á la introduecion de otros nuevc,s, debian ne1:esariamente re ollar ilu orio ; porque solo bajo la proteccion del Gobierno pueden llevar.e á cabo las empresa de pública utilidad. El que u cribe, como verdadero amante de su pais, ha hecho los mayores sacrificios para introducir en él el culLivo del algodon, que sería sin duda

comunicará esa ilu lrada corporacion el resultado de sus ensayos. El que suscribe ha adquirido sus conocimientos sobre e ta materia en los EstadosUnidos de América, en donde ha pern,anecido muchos años en los puntos donde se cultiva el algodon, que es allí uuo de los principales elementos de la indu tria agrícola. Imposible le parecía que un ramo lan con iderable de riqueza estuviera tan descuidado en España, donde podi~ prosperar mucho mejor que en los E$lados-Unidos. En erecto, nue ' lro uelo e mejQr que aquel para dicho cultivo: este ~lima es tamhien mas ventajQso, porque es mas templado; y hasta el modo de vivir de los habitantes de nuestro país ofrece grandes garantía de buen éxito para el e-pre;,.ado cultivo, eguo mas arriba tendré lugar de esponer.

Ventajas de este cultivo. El algodon no es un objeto de puro lujo, si no una primera materia, como la lana y Ja


20G seda,' que merece por lo tanto el mas alto grado de importancia. Reforzada nuestra agricultura con la apa.ricion de este nuevo producto, regenerada nuestra industria por la produccion, de toáas las primeras materias en nuestro suelo, una y otra darian un paso muy agigantado, y el comercio toma~ ria el vuelo que es consiguiente. De otra suerte, nunca tendrá la España eñ el mundo mercantil el lugar á que es llamada por la misma naturaleza; porque donde la agricultura es incompleta, la industria es parásita, y el comercio insignificante y poco 10enos que imaginario.

Ventajas relativas de España sobre los Estados-Unidos pa1·a el cutt,ivo del atgodon. Ya lo hemos dicho. Para este género de produccion, la España posee medios muy superiores á los de los Estados-Unidos. Puede calcularse que el precio <lel algodon en España es siempre el duplo de lo que cuesta en los Estados-U ni<los. Bastaría esto solo para manifestar la ventaja de nuestros medios para producir el algodoo. Pero tQdavía es preciso añadir otras. En los Estadvs-Uoidos se cultiva por medio de esclavos, que cada uno cuesta aproximadamente mil pesos fuertes, y se les regula por todos gastos de maoutencion y demás á razon de cien pesos fuertes por cabeza. En España, por el contrario, no ha lugar al desembolso de los mil pesos fuertes ; y por otra parte los cien tos bastan para pagar el salario anual de un jornalero. Por esto he dicho al principio que hasta el modo de vivir de la pohlacion española es mas ventajoso que el de la ameri-caoa, para dedicarse al cultivo del algodon. En cuanto al valor de las tierras, la desventaja e!:Z tambien para los Estados-Unidos. Es verdad que las tierras del Gobierno alli solo cuestan uno un cuarto pesos fue1'tes el -acre (que es poco menos de una fane¡l'a); pero estas tierra~ se hal lao en países muy remotos, á los cuales nadie quiere trasladarse, "J todos prefieren cultivar en lugares mas ventajosos, donde el valor de las tierras es -de véiote á cincuenta pesos fuertes el acre, pr_ecio que en España parecía exorbitante

para las tierras que considero aplicables al cultivo del algodon.

Importancia del cultivo en los Estados Unidos. No se crea que estas ventajas son de poco momento. El cultivo del algodon admite una latitud prodigiosa, por razon de que su gran consumo aumenta; y á esta latitud deben los Estados-U mdos una grao parte de su fabulosa y aun creciente riqueza. La cosecha pasada ascendió á dos mili ooes setecientos mil pacas, que les produjeron de ciento á ciento veinte millones de duros, segun los últimos precios, cantidad suficiente por sí sola para servir de base á un movimiento merc,rntil de primer órden. ¡Qué buen español no deseará ver introducid a en su páis una mejora tan considerable! Es bien seguro que con sola la conoaturalizacioo del algodon se habría hecho rnut"-ho, cuando no todo, para acabar con todos los males económicos de España.

Importan cía de la intrnducciqn de este cultivo en España. · Para no parecer vísionario, procuraré enumerar las ventajas de la aclimatacion del algodoo en la Península. La España es la nacion de Europa que posee un cli~a mas á propósito para esta empresa. Las orillas del Guadalquivir son especia.lmente tierras, muy pingües, de las cuales podria esperarse, dedicadas á este cultivo, un producto tan grand,~, como pequeño es el que dan actualmente. A derecha é izquierda de este hermoso privilegiado rio, entre Sevilla y Sanlúcar de Barrameda, solo se veo marismas, verdaderos· páramos incultos y desiertos, donde vegetan miserablemente los ganados, desfalleciendo de hambre en el eijtÍO, porque sus dueños se ha~eo sordos á los prl'!cep~os de la sana agricultura. De estas marismas, que componen, segun cálculo de algunos, unas sesenta leguas cuadradas Je territorio,

podría sacarse todo el algodon necesario para el consumo de la industria nacional, abar-


-. 207 lizar mis proyectos. Con tal objeto recorrí la parte meridional del reino, en ·donde el Sr. D. Pedro Nautet, antiguo comerciante y agricultor de Sevilla, y actual rniemb-ro de e¡;e Congreso, babia hecho ya anteriormente ensayos para bene!Liar el algodon de regadío. De sus informes resultó que escogiera yo la provincia de Sevi1Ia,, como mas á propósito para el cultivo del algoqon de secano, y desde luego lo emprendí en union con dicho sefior, y varios individuos, ami.gas Lodos de la prosperidad del país, sin .arredrarnos el equivocado concepto de otras personas que solo han creído posible el algodon cültivado de regadío. A iní no podia sucederme así, poFque tenia la esperiencia en contrario . -En l'os Estados-Unidos ví muchas veces perderse' la,cosecba del maiz por falta de agua; y salvMse ·al mismo tiempo la del algodon. De lo que naturalmente inferí que el algodon sufre la seca mas bien que el maíz, la calabaza, la Sistema par~ la inlrdduccion del cultivo. sandía, las aluvias ó habrchuelas, patatas y Convencido de todas estas verdades, du- panizo; plantas todas que se cultivan aquí rante mi permanencia en los Estados-Uni- de secano. dos resolví no perdonar gastos ni sacrificios El resultado ha confirmado mi prevision. para estudiar en ellos é introducir algun dia Sembradas en el año anterior, interpolánen mi· pais natal un cultivo tan véntajoso; y dolas dichas plantas, perecieron por falta de firme en mi propósito, me tomaré la liber- agua J~de preparacion de la iier·ra, todas tad de molestar por un momento la atencion menos el algodon. Es cierto que por unos viende la J uilta general con la relacion de mis tos lestes que alli llaman solanos, que duraron siete dias en ei' mes de Julio, y otro¡¡ esperimentos. cmco dias en el ·mes. de agoeto, habiendo enA.nte todo debe consignar como principio que «la causa del mal éxito que en mi juicio contrado una gran parte de plantas débiles han tenido en· España las · tenlativas para de algodon que no podían progresar por falta de prep.aracion y mala calidad del terreintroducir el cultivo del algodon ha sido el no, las perjudicaron en ·gran manera. Pero haberse dedicado al de regttdío.» Así se culquedaron las mas adelantadas, en cuadros tiva· por ejemplo en la costa de Motril. Pero los terrenos de regadío son muy . pocos en: én que el terr~no era mejor, con mucha·loEspaña 1 y rinden otros productos de consi- zaoía. Producto suyo son l~s muestras q!)e derable valor; y lo que interesa es que se se ha servido presentar á la Junta el señor cultive el algodon en toda la parte meridio- Nautet. El terreno- eo donde sembré es escelente nal d'el rP.ino, y especialmeute eu terrenos el algodon; mas, ·por su dureza y cali,para de ninguno ·ó escaso aprovechamiento. Y el dad salina necesita de doble preparacion que ún-ico modo p~sible de consegu_irlo es foñ1enotros; pues el'algodon· es planta que requietar el cultivo de secano, eontra el cual ~xisre ter_renos bien preparados con anticipacion, ten grandes preocupaciones que mis ensa1 Io menos con tres ó cuatro buenas vueltas yos han desvanecido compll'tame~te. En cuanto regresé á la Peuinsula traté de de arado, que se deben dar desde noviembre hasta mediados de mar~o que es el tieqipo e.12 buscar el terreno mas á propósito para rea-

rándonos de pagar á los estrangeros un tributo anual que no baja de ochenta millones de r,eales, {lroporcionando honrosa subsistencia á quince ó veinte mil familias de jornaleros, -y alejando de nuestra poblacion el cáncer de la mendicidad. ' El cultivo del algodon de secano podria tambien estenderse al interior del reino; y en este caso podríamos prometernos una cosecha ~emejante á la de los Estados- Unidos, -y con ella una esportacion que 110s hi.ciera respetables en todos los mercados del mundo y_ trajera á nuestros puertos las flotas de las naciones industriales. La necesidad de trasportar este producto por el interior del reino fomenta ria la construccion de ferro - carriles y canales navegables, que entonces produci rian el i'nterés del capital invertido en ellos, y ahora no existen acaso porque no pueden producirlo.


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se puede producir de el fino~ que cultivan que se ha de comenzar á sembrar y yo no los americanos en la costa del mar, y seco· pude arar hasta el mes de abril. Recordará noce con el nombre de Sea-Islend.is, que la Junta que en este año fuéá últimosdeessiempre vale dos ó tres tantos mas que el te mes cuando empezó á llover. Así es, que que siembran en lo interior, y llaman la seca era tan grande que no permitía enEs decir, '1Ue en España podríaUpland's, trar el arado en la tierra. Tuve, pues, que cultivar de secano el priroe·ro que es el . mos arar/ y sembrar todo á un tiempo, y solo con aboreo en las costas ó en los marismas; y una mano de arado, y mal dada, porque la el segundo, ó el herbáceo, en el interior. estacion de la siembra se adelantaba, y no Para uno y otro poseemos terrenos inmejome permitía esperar mas. rables . .A.pesar de ello, ya lo he dicho, gran parte del algodon se salvó, aunque con distinTestimonio de escritores en favor del cultivo tos grados de · lozanía, en proporcion á las del algodon de secano en las marismas. cualidades del terreno. Y estoy bien seguro que si no hubiera sido por e tas circunsEn comprobacion de que el terreno de las tancias, rui cosecha de algodon se hubiera marismas es el mas á pr'opó ito para aquella salvado por completo y con resultados muy prósperos . De todos modos el ensayo es bas- _ plantacion, además de mi esperiencia propia, alegaré el te timonio de ilu tres agrónomos - tante convincente para probar hasta la evique la Junta me permitirá citar, para que, dencia, que el algodon es planta de secano; aun cuando de ninguna manera serán igualy que tiene robuztez para resistir los rigores mente notorios á cuantos puedan tener ocade los años escasos de agua, con mas ó me~ion de examinar estos apuntes. nos lozanía. La raiz del algodones muy proA. la cabeza de e tos escrito res figura peo a á profundizar, su tronco es muy duro: nuestro insigne escritor árabe Abu-Zacaria en una palabra, todos sus caractéres natuque escribió en el siglo XII; dice «que los rales, son propios para el cultivo de secano. terrenos salitrosos de la costa, son los meSi en Motri l prosperan los a lgodones de rejores para el cultivo del algodoni,. ( Véase su gadío, es porque allí son poco frecuentes las tomo 2. 0 de Agricultitrn, capítulo 21, página heladas, y á pesar de que acaban la reco.f 03.) l\Ir. H. Bolingbrok en sus viajes á Deleccion en febrero, nada temen de los frios mara, afirma: «que en la costa encontraron que son despreciables en aquel temperamenlos colonos ingleses, que era mejor para el to . Pero en otros países es preciso atender cultivo del algodon que en el interior» (pá·á otra circnn Lancias. A.sí por ejemplo en gina 141). La razon que alega e , «que la esta provincia de Sevilla, el Sr. D. Pedro co ta es ma favorable al algodon que al ""autet perdió una co echa de algodon por azúcar por su calíclad salina» (página citfé, y haber obrevenido una pequeña helada en 2()4). En el tercer dictárnen del Instituto el mes de octubre, que mató las plantas por se lee: «el aire salino de la cosAmericano, ser de regadío, -y no hubiera ~ucedido así ta del mar, 'lºe generalmente de truye el siendo de secano. H cu\Livo de secan() tiene, (página 33). café, es favorable al al~odon» pues, ademas de la mayor recomendacion Podría escribirse un libro recopilando citas que posee para un suelo escaso de aguas, de todos los periódicos de agricu \tura, de las siguientes ventajas: 1 .11 Que las plantas los estados de .Mis_i i pi, Alabama, la Georresisten mas los fríos. 2.ª Que las labores gia y la Carolina del Sur, y de las diferenson mas fáciles. 3.ª Que su costo es mucho tes noticias de todo los agricultores célemenor . 4.ª Que los frutos maduran mucho bres de aquel pais . Todos están acordes en mas pronto. Por todos estos motivos debe que la sal es la materia qoe mas inOuye fomentarse el cultivo de secano en este para la finura y largura del algodon, y para ramo. que madure pronto. E tá probado que una Añádase á estas ventajas otra no menos misma semilla plantada en el interior, con atendible. El algodon que en estos terrenos


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la falta de la sal y los aires salitrosos, dege- , para mejorar la cantidad y calidild del frunera en largura y finura. En testim onio de f to, y debe emplearse en todo Lerreno en que ello citaré al honorable While Marsh B. la sal abunda.» Seabrook, secretario de la sociedad de agricultura de San Johus Colleton (de la CaroJtedios de cooperacion para lú int?-oduccion lina del Sur) en su escelente informe acomdel cultivo. pañado de la cnrrespondencia sobre las causas q11,e p,·oducen la superioridad del algodon deEstas y otras mu chas convicciones son nominado Sea-lsland, que publicó en 1"827. las que me han animado para introducir el «Las plantaciones, dice de los individuos algodon de secano en España, mas no cabe cuyas cartas se hallan al final de esta reesto en los medios de un hombre aislado, vista , están situadas en línea: cuatro de se necesita que haya otros que con,partao ellas en arroJos, en línea con grandes rios eCOD él las fatigas, y tambien la honra y el y todos en puntos espuestos á los saludables provecho; que mies hay para todos. aires del mar. Y á proporcion de la disEn diciembre del año pasado me presenté tancia de la costa y de faltarles la libre cirá la Junta de Agricultura. de Granada, esculacion del aire del Sur, asi es la grosura tando yo alli de paso, reconociendo toJos del algodon que producen. La causa opera los puntos de Andalucía: y la animé para disminuyendo de tal modo esta que desapael cultivo del algodon. Uno de sus indivirece la finura. Probado, pues, que la sal es duos me ofreció que baria un ensayo. En la principal causa que hace al algodon largo Sevilla he repartido graJuitamente semillas de pelo fino en calidad, diremos que la pará todos cuantos las han querido: lo mismo te arenosa de la .co:;ta del mar, es favorable hice en Marchena, Ecija, Utrera, Sanlúcar al cultivo y crecimiento del algodon, y de de Barrameda y Al mad rejo en Estremaduaqui es que el cieno salitroso sea el mejor ra. ro he perdonado medios para llevar á estiércol para el cultivo del algodonll. El al- cabo mi proyecto; y por úlli mo hago hoy el godon de Mr. Borden y sus amigos asocia- último esfuerzo, dirigiéndome á ese respedos es preferido y tiene celebridad por reu- table Congreso, instituido para bien del nir combinadas las cualidades de finura, pais. ¡Feliz ]O, si esa esclarecida corporafuerza, igualdad y largura de la hebra. Es- cion considera aceptable i.lna empresa que tos cultivadores no tan solamente usan coha sido constantemente el anhelo de toda mo abono el cieno salado, sino que lo emmi vída! ¡Y es el recuerdo que de mi nomplean esclusivamente, y este estiércol está "bre aspiro á dejar á mi patria! probado que no solamente robustece la planMucho puede contribuir á ello el patriota, sino que hace madurar el fruto mas tismo y la ilustracion de la Junta: mucho pronto y produce un algodon tan fuerte y está reservado en esta, como en todas las grandes empresas, al celo y sabiduría del fino, como la seda. Mr. William Seabrook, antiguo y cons- Gobierno. Omitiendo toda indicacion sobre lo pritante partidario del abono del cieno salino, ha convertido por este medio un terreno in- mero, diré algo en cuanto á lo último, por culto é improductivo en un terreno fértil y si la il ustracion superior de la Junta cree de lo mejor que hay en la isla de E disto.- oportuno rectificar mi propuesta. Consiste esta, en que el gobierno de S . .l\,f. El terreno compuesto de materias silíceas y arcillosas en el órdeu esplicado, es el mejor ¡:e sirva dar órdenes á los cónsules de Mopara el algodon, segun los esperimeutos he- hile, Nueva-Orleans, y Charles-Town para chos por un miembro de la sociedad, el ca- que cada uno embarque á la mayor brevepilan Benjamín Bailey. Y por punto general dad cincuenta sacos de semillas de algodon está ínera de duda que la sal añadida á escogidas, y además los libros, periódicos cualquiera abono en proporcion de uno de de agricultura y documentos que puedan sal por seis de compue3to, es muy ventajo¡a encontrar conducentes al fomento de este TOMO !H .

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nmo. Iguales instrucciones pndieran darse al cónsul de Veracruz para que mandára otros cincuenta sacos de semilla de albarado y los documentos ó ese-ritos conocidos ó recomendados allí sobre su cultivo: lo mismo á los de Puerto-Cabello, el Perú, y el Brasil, y á las islas Filipinas, encargando al capitan general que remitiera semillas de allí y de la India. Con toda esta variedad de semillas, mediante en~ayos concienzudamente estudiados, se podría ver cual es la que se produ-

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cm a con mas ventaja ; y finalmente, con. tribuiría á ello poderosamente tambien, que el Gobierno ofreciera un premio grande durante algunos años al que m,;}or cosecha hiciera de algodon de secano. Desde luego declaro que para mi el ganarlo seria la mayor de las felicidades, y dudo que el Gobierno pudiese emplear en objeto mas digno y reproductivo, los fondos que el E lado destina al fomento de la agricultura.-Sevilla 27 de octubre de 1849. FELlX RIBAS,

ENFERMEDADES Á QUE ESTÁN ESPUESTAS LAS TER:NERAS DURANTE EL CEBO.

Las enfermedades que suelen desarrollarse en las terneras interin se las ceba no son muy numerosas; pero muchas de ellas son graves, y sino originan siempre la muerte, retardan el cebo y privan al empresario de los beneficios que tiene un derecho en esperar del animal jóven. Estas enfermedades no se han descrito, se han descuidado por los profesores de veterinaria, á pesar de lo ú~il que es el conocerlas, evitarlas y curarlas: las principales son la con!'tipacion, diarrea, indigestion lechosa, lombrices en el gañote ó bronquios, i1Jflamaciones de las articulaciones y la de los ojos. 1.° Constipacion. La cnnstipacion de las crias se nota casi siempre al tercero ó cuarto di:t del nacimiento. Esta indisposicion generalmellfe. precede de no dejar mamar al recien nacido los calostros ó primera leche que segregan las tetas despues del parto y que debe vaciar los intestinos ó tripas del abundante meconio que se encuentra acumulado, por la purgacion que origina. Se conoce esta enfermedad poco 9rave en

los esfuerzos reiterados é iflútiles que hacen los animales para escrementar. Introduciendo el dedo por el orificio se t:ncuentran unas pelotas ovoideas, amarillentas ó grises, como nueces pequeñas, y acumuladas en el intestino recto, ó bien una materia negruzca y espesa. Sr. remedia echando lavativas con un poco miel y dando por la mañana, al mediodia y á la tarde tres ó cuatro cucharadas de aceite comuo, que tomará por la boca. A las diez ó doce horas se presenta la purgacion, e pulsa el meconio detenido y el animal queda curado. 2. 0 Diarrea. Se suele observar á los diez ó quince dias del nacimiento, y rara vez durante el cebo. No debe coníundirse con la purgacion resultante por tomar los calostros y que sobreviene á los cuatro ó cinco días de nacer, ni tampoco con la que se presenta por debilid,1d del intestino á causa del sueco que . algunos suelen dar á las crias en cebo. . La diarrea se anuncia por la tristeza, por


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_no querer mamar 6 beber , por los rugidos de tripas, caida del vientre, y sobre Lodo por la espulsion de materias al principio amarillentas y glero.;;as, pero que á los tres ó cuatro días son espumosas, verdosas, íétidas y que salen siempre con gases de mal olor. Estas espulsiooes son siete ú och'l al dia; mas luego llegan á ser quince ó veinte y aun mas; entonces el animal reusa todo alimento, se le estrecha el vientre, la piel se pone fria, los ojos pálidos y hundidos; si se echa apenas puede lcvantars~, estando de pie vacila y cQe; debilitado por tantas deposiciones blanquizcas, acuosas y glerosas no tarda en morir. Suele durar la enfermedad de cinco á seis dias, siendo raro llegue el décimo ó duodécimo. Las causas de esta dolencia son 1 .º el dar á las vacas ali meo tos muy sustanciales, tales como las algar'robas, g·uisantes, lentej as, trébol, cebada, salvado, etc. que hacen un a leche dema&iado crasa v nutritiva, la cual fatiga los órganos digestivos de la cría y la origina diarrea: 2.º el uso esclusivo del trébol verde ó seco, sobre todo cuando ha sido. mal cosechado: 3. 0 el estar h1. cria e pue.;;ta al trio: 4. 0 el dar brebages de leche salada, -ya con intencion de p1Jrgar, ya con la de escitar el apetito; y 5. 0 los granos quebrantados ó el pan mezclados con h1. leche, antes que losórgaoos digestivos puedan di !!erirlos . Hay sin embargo crías que adquieren la diarrea in que pueda conocerse u causa directa ni indirecta. :Muchos aoim,tles en no mismo establo la uelen padecer al mi mo tiempo, lo que hace creer en su contagio, sin que hecho alguno positivo lo compruebe. Alimentar convenientemente á las vacas lecheras para ']lle su leche no sea demasiado gra a y nutritiva; tener la cria - en un paragt: caliente, no darlas brebajes irritantes con el objeto de escitar su apetito y proporcionar los alimentos fáciles de di gerir, es lo que evitará la diarrea. Para curarla se hará que las crias mamen con frecuencia y poco cada vez , colocándolas en un sitio caliente, se echarán medias lavativas de ·hura en hora de agua de salvado 6 de arroz, añadiendo media copa delcocimiento de adormideras, se les dará tres ó

cuatro veces al dia. un brebage compuesto de una yema da huevo desleída en un vaso de leche caliente, añadiendo en el momento Qe darle una cucharada comuo de laudano de Rousseau. o es raro el que la diarrea se resista, en cu o caso media dragma de ipecacuana en polvo por mañana y tarde, dada en el brebage emoliente anodino últimamente indicado , suele su pender la diarrea y originar la curacion, por haber cambiado la naturaleza de la irritacion. El jarabe de ipecacuana, á la dosis de una 0uchararla coman da el mismo resultado. Durante la convalecencia, se pondrá poco á la cria á que mame, pues lo esencial es evitar las indigestiones de leche que causan una recaída difícil de curar. 3. 0 lndigestion lechosa. Esta ent'ermedad bastante frecuente en los terneros durante el tiempo del cebo, la suelen desarrollar las mismas causas que originan la diarrea, y procede de una inllamacion del cuajo y del intestino delgado. Al principio del mal continúa mamando el animal, pero la leche que llega al cuajar se coagula y trasforma en una masa compuesta de ca·seo de materia crasa, la cual llena los dos tercios de la ca pacídad de esta víscera. La ternera se pone triste y rehusa beber, tiene caliente la boca, la. nariz seca, la membrana del ojg escondida é inyectada, alarga el cuello de cuando en cuando y arroja por las narices mucosidades abundantes; unas veces está el vientre estreñido v otras hav di:urea serosa r blanquizca; • tiene siem.pre el ~ientre dol~rido al tocarle, con particularidarl en la parte derecha inferior y á lo largo del círculo cartilaginoso de las costillas. Generalmente estas señales se agravan, duran dos ó tres días y el animal muere. Se cura administn,ndo, en cuanto se noten los primeros síntomas, de dos dragmas á IDedia onza de maná disuelta en uno ó dos va Ps Je leche aguada, mitad por mitad. En cuanto se presenta la purgacioo la res queda restablecida. t.º Lombrices en el gañote ó enfermedad verminosa de los hronouios. Los animales que tienen mala con tilucion 'j' que engordan mal, asi como á los que se les da suero, son


los acometidos con mas frecuencia. Presenta de particular el que cuando una cria la padece, las restantes Jel mismo establo, y que basta entonces babi an di frutado de la mejor salud lo mismo que los terneros estraños que se han comprado en los mercados, no tardan en verse atacados. Los animales afectados tienen primero una tos ligera y sonora que se manifiesta especialmente mientras maman; despues es mas repetida, h~meda y arrojan por las narices mucho moco gleroso . Luego se aceleran los movimientos de la respiracion, la res engorda poco y desmerece, la tos es mas frecuente y hast1l. sobrevienen accesos de sofocacion; no es raro salga el moco que arroja por las narices teñido de sangre. Bien pronto los accesos de tos e repiten de cuatro á diez veces al día, y por lo comun en uno de ellos cae el animal á tierra, se golpea, hace esfuerzos violentos•para respirar y ro uere so/ focado.-Cuando· se abre la res, se nota lleno todo el gañote de infinidad de lombricillas alargadas, como alfileres, apelotonadas unas á otras. Los remedios capaces de hacerlas morir son simples, de fácil uso y puco costosos. Consisten en practicar por mañaua y ttrde durante tres ó cuatro días, fumigaciones eu las vias respiratorias, vaporizando una mezcla, en partes iguales, de éter sulfúrico y dP. aguarras. Para esto se cubre la cabeza de la tnnera con una sábana ó con una manta, se ecba la mezcla por cortas porciones en una cuchara de hierro ligeram ente caliente y se deja que el animal respire durante cinco minutos el vapor que se desprende. E le remedio e terno se secunda dando una bebida hecha con una onza de l¡elecho macho, á la · que se añadirá de medioescrúpuloá uno de calomelanos preparados al vapor. 5.ª lnflamacion de las articulaciones. Los corvejones, rodillas, menudillos ó bolillos, y la arliculacion de la rótula ó choquezuela con la pierna se ven á veces atacados, en las terneras de cebo, de una intlamacion aguda que origina los mayores dolores, retarda el cebo, y no es raro produzca la muerte. Están muy predispue='tas las crías cuyas madres han padecido el mismo mal, ya agudo,

ya crónico, y que bajo este último concepto suelen lo ganaderos denominar reuma. La afeccion se declara de pronto. sucediendo una cosa igual en los potros -y corderos de leche, sin que se sepa á que poderla atribuir. Se conoce en que la articulacion ó co untura enferma se pone tumefacta, abultad,t, caliente, muy dolorida ó resentida, no pudiendo el animal dentro de poco apoyar e sobre el remo que padece: á pesar de haber calentura, continua mamando. De, pues se form an en algunos punto de la coyuntura tumores blandos, edematosos, que se van endureciendo y poniéndose escesivameote doloridos; á los dos ó tres días se reblandecen, fluctuan y abren, dando salida á un líquido sero purulento ó maleria fluid a amarillenla, glerosa con cuojaroocillos blanquizcos, que es la sinovia coagulada y alterado. Esta evac uacion alivia momentáneamente al animal; pero pronto se alteran las demás parles de J.a. articulacioo, aquel sufre cada vez mas, entlaquece, no quiere mamar, se presenta la diarrei y muere. Por mucho tiemp'> no se bao empleado contra este mal otros medios que las cataplasmas emolientes y anodinas, los baños de igual oalu raleza, las sangrías practicadas en las pesuña para las articulaciones inferiores de los remos, pero sin proporcionar los resultados tan favorables como se ansiaban. En el dia se sabe que á estos medio locales deben añadirse los purgante salinos, para lograr la desaparicion de la enfermedad no solo en las terneras de cebó sio0 en los potfl)S y corderos Je leche. El purgan le preferib le es el sulfato de so a ó sal de Glaubero, el cual debe admini Lrar e de de el prioci pio del ma 1, á la cantidad de dos ó tres onza disuello en cosa de un cuartillo de agua melada, dándole en tres veces durante el dia. Si á las doce ó veinte y cuatro horas ha proJucido su efecto, es deci.r, si el auimal purga, se disminuirá la cantidad de sal de Gl auhero, pero sin dejar de continua~ u uso. La res rleberá mamar poco)' á menudo. Es raro el que con este método no de aparezca. la hinch azon , calor ~• dolor de la articulacion enferma, quedando libre el animal á los ocho ó doce días á lo mas de un


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mal grave y mortal. En cuanto se note una ra espontáneamente ó sin caus:i conocida. Se la combate con facilidad de de un prin-mejoría efectiva se suprimirán los purgantes, pues los tópicos emolientes y anodinos cipio por medio de una ó muchas sangrías locales hechas en la vena angular, y sobre "concluirán la curacion. todo por algunas lociones de una disolucion 6. 0 lnflamacion ó mal de ofos. La última enfermedad que nos queda por describir de débil de sulfato de zinc ó vitriolo blanco. las que suelen padecer las terneras sujetas Cuando' está complicada de albugo (opacidad al cebo, es la inflamacion de los ojos, una del ojo), y especialmente de ulceracioo, es mas rebelde. Las lociones emolientes, á las oftalmía acompañada de albugo y con freque se añadirán algunas gotas de láudano cuencia de ulceracion de la córnea trasp'.lde Rousseau, calman la inflamacion y evtrente, desórdenes denominados por los latan la ulceracion de la córnea. El albugo bradores y ganaderos mal de ojos. Se manifiesta por una fuerte iutlamacion de la con- · desaparece con el tiempo, la úlcera se cicajuntiva ó primara membrana que rubre el triza, el globo del ºJº adquiere su traspa rencia y el animal queda curado. globo del ojo y los párpados, acompañada Si ventajas acarre:t el cebo de las ternede salida abundante de lágrimas: · bien pronno son menores las que origina el de los ras, to la córnea trasparente se pone blanquizca animales ya hechos, y al que pueden somey se presenta en ella una úlcera con los borterse y vaca despues de haber presel buey des cortados en figura de pico, como si se tado sus servicios al hombre, y el ganado lahubiera hecho con un sacabocado; entonces nar cuando se le desecha de los rebañÓs, los párpados están legañosos y por lo comuri. cual desmostraremos y describiremos en los humores del globo del ojo se enturbian otros artículos. y ponen sanguinolentos; una fiebre violenta Revista de la ganaderia Española. que hace enflaquecer al animal acompaña á este estado. Semejante enfer~edad se decla-

ESTERCOlEIOS~ ------=<)..,,==----

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Conociendo la suma utilidad de tenerse en todas las casas de·labranz::i. un silio bien condicionado donde se deposite y elabore el estiércol, pues corno dijo ya CoL011ELA hace cerca dos mil años, es de la mayor importancia q•1e no se seque el estiércol y r¡ue de este modo consert'e sti virtud JI se macere con la continua humedad, y enterados de que e11 la comarca designada entre nosotros con el nombre de Plana de l'ich antes cuidaban los cultivadores de tener buen estercolero que cómoda habitacion, llegando al punto de levantar un edificio al objeto de tener aquella oficina con las condiciones convenientes; suplicamos en el verano último á nuestro

amigo ·». Ramon de Casanova vocal de la JuntQ: de agricultura de la provincia de Barcelona, que nos remitiese de cte _aquella comarca, á la cual iba á: visitar e1 patrimonio de su familia, una)otici a de como se construían allí las llamadas femeras ó sean estercoleros; y bondadoso como siempre ventendido como el que mas nuestro buen· amigo, nos remitió el siguieute artículo .á que darnos publicidad, penetrados rle que .resultaria un bien de muy dilatadas proporciones á nu cstropais, cuyo cultivo e muestra lánguido por falta de abonos, si la manera como e conservado y elaborado el estiércol en el llano de Vich, 1Jperacion la mas impor-


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tante entre todas las que tienen lu9ar en t.na alqueria segun el co DE DE GASPARlN, que á tanta altura ha elevado la ciencia, se genera lizase en tre nosotros. He ahí el artículo de cuyo di tinguicto autor esperamos otros, pues quien posee como él tan seguros medios de ser útil, y tan viva a6cion siente hácia el fomento de la agricultura no dejará, así lo esperamo , de favorecer nuestra Granja, en la cual iempre hallará dispuesto \)ara sus concienzudas publicaciones el lugar que se merece: DE LOS ESTERCOLEROS. Qui té bon f emer, té bon gram.er, es un refran muy u ado por los labradores de los distritos de Cataluña en que se da la merecida importancia en téner los estiércoles debidamente colocados. Que los estiércoles son la base de la aaricultura y que sin su aplicacion á la tierra, aquella oo puede obtener sin.:i mermadosy escasísimos productos, es un axioma que no ignora el que tenga los mas uperficial es conocimiento en la ciencia de los campos; sin embargo en muchascomarcas se tiene muy poco cuidado, aun en las grandes haciendas de ricos propietarios, en tener un lugar á propósito para colocar el e tiércol, al extraerlo de las cuadras y corrales. Generalmente se amonta na en un sitio desabrigado, en el que, el sol. el aireevaporan lo ga e y su,lancias que contiene y que on el principal alimento de las planta , y lo que han empezado aquellos agentes atmo!i:féricos lo concluye el agua cuando llueve, lavando el estiércol perfectamente, de modo que cuando el labrador lo lleva á los campos, cree acarrear á ell os el abono que ba sacado de los esta..: blos, siendo la verdad que este ha perdido ya, por su incuria, la mayor y mejor parle, puec. solo le queda la mas insoluble e insustancial y dccon iguiente, la menosá propósilo para nutrir sus sembrados. . Conocidos los perjuicio que se siguen en dejar los estiércoles al aire libre, r.onvieoe indicar el modo como se han de custodiar y como deben formarse los estercoleros. Estos deben construirse con paredes y su

correspondiente tejado, teniendo úna sola abertura que mire al orte, para que el sol no penetre , y esta abertura, puertas, á fin de que las gal linas y demás aves de corral no entren á escarbar el estiércol y el aire no lo seque. Su extension debe ser proporcionada al ganado que se críe eo la hacienda y de una capacidad á lo menos doble de la necesaria para el estiér<.:ol que debe contener, por la razone que SP- e»plicarán mas ab~jo. La altura de las paredes y el ancho de la puerta deben ser tales que el carro pueda entrar en el e tercolero, para cargarlo con mas comodidad. Conviene que el piso tenga algun declive, ~iendo la puerta el punto mas alto, á fin de que al fondo se escurran el agua y los líquidos que contengan los estiércoles . Es muy útil en las haciendas que tengan pro¡.,orcion para ello, conducir agua al estercolero, pero solo la nece aria pa ra mantener la humedad en el e Liércol , pues es preferible que e te nunca se humedezca, á que entre mas agua de laronveniente, sobre todo si esta e e capa e del estP,rcolero, por cuya cau a se debe cuidar mucho que las aguas pluviales no entren libremente. En las haciendas en que no hay agua de pie, ni proporcion para construir ona bal a, que recoja la de la lluvia, sobre el nivel del estercolero debert. llevarse agua á brazos, pues conviene muchí ·i mo que P-1 estiércol se humedezca de tiempo en tiempo, para ayudar y complelár su fermentacion y de composicioa. S ha dicho que el e tercolero <lebia tener una capacidad doble de la. nece. aria para contener el e liércol que comunmenle en aquel se deposita. El motivo es, porque con- , viene revo lvér de vez en cuando el estiércol lo que se practica con una horca de puas de hierro, y e ta es la ocasion en que debe rociarse con el líquido que se encuentre en el boyo que se ha dicho ®ebia haber en los es tercoleros ó con el de las letrinas ú otros depósitos de aguas sucias que haya en la hacienda, y en caso que se carezca de estas aauas se rociará por los medios que se han espresado mas arriba. Para hacer esta operacion pueden apro-


vecbarse los dias que llueve ó que la tierra que estimen en algo los adelantos y mejoras no está en buen tempero para labrarla, y de su noblt: profesion. con esto se emplea con utilidad un tiempo ·, Se ha de a,dvertir que para no desperdien que los mozos de labranza estarían sin ciar las ventajas que dá á~ la cualidad del ocupacion. , estiércol el tratarle del modo indicado, debe Esto es lo que se practica en los distritos desterrarse la perjudicial costunibre que tiede este principado en que está mas adelan- nen algunos labradores de llevar el estiércol tada la agricultura, y como e· te sistema, á los caro pos mucho antes de eoterrarlo, además de estar fundado en los principios de pues, por el contrar.io, no debe sacarse del química, está sancionado por una- antiquísi- estercolero, basta al mismo dia en que se roa práctica en nuestro mismo país, no de-· quiera cubrir de tierra con la laya ó con el ben titubear en adoptarlo los agricultores arado.

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PROGRAHA DE LA SOCIEDAD ECONóUICA MATRITENSE. La sociedad Económica Matritense ha publicado el siguiente programa de los premios que ofrece en cumplimiento de su instituto para el presente año :

mento detallado para el gobierno y régimen interior de la misma.

-Agricultura.

1. 0 Título de sócio y medalla de oro al que escriba la mejor Cartilla industrial, que, esplicando l0s prinr.ipios mas comunes á todas las cla es de industrias, sus mas notables _divi:aiones, sus usos y las herramientas, instrumentos y máquinas mas generales, a i como lo mas preciso de la economía y legi lacion industrial, todo con aplicacion á España, difunda en el pueblo desde la niñez los conocimientos mas indispensables para preferir el género de industria á que se sientan mas incliuadQs y cultivarse ·con mayor perfeccion. -2. º Título de sócio sin cargas y medalla de oro al au~or de la mejor .Memoria descriptiva de las maderas indígenas en España, comprendiendo sus caractéres esteriores sus propiedades físicas y químicas y sus aplicaciones á los di,·ersos ramos de la iudustria. 3. 0 Título de sócio sin cargas y medalla de oro al autor de la mejor Memoria sobre el mejor sistema general de ferro carriles y sus ramificaciones que pudiera adoptarse en Es-

4 .º Título de socio y medalla de oro al autor de la mejor l\Jernoria en la que se proponga un pruyecto de ley razonado sobre el mejor rP.gimen, uso y aprovechamiento de las aguas , acomodado á las circunstancias del pais. · 2.º Título de socio y medalla de oro al autor de la mejor Memoria en que se determine el mejor sistema de prados de secano, adecuado á las diferentes provincias de España. 3. 0 Título de sócio y medalla de oro al autor de la Memoria sobre el estaqlecimiento de una colonia. agrícola penitenciaria. El autor deberá indicar la localidad ó sea una estension sulicientt: de terreno saludable y apropiado para fundar el e tablecimiento los medios mas espeditos de adquirirlo y de levantar las construcciones mas indispensables á fin de poder plantear desde luego la colonia, y acompañar un proyecto de regla-

Arles.


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paña, atendidas sus circunstancias topográficas·, agrícolas y mercantiles, y sobre el .sistema . de realizacion mas conveniente -y espedito, esponiendo la part~ que deberían tomar el gobierno ~;,Jas empresas particulares.

·Comercio.

1. 0 Titulo de sócio sin cargas y medalla de oro al que presente el mejor trabajo sobre el exámen histórico erítico de nuestras le-yes de navegacion comparadas con las inglesas y francesas, y proponiendo los me.:. dios de corregir los defectos de que, adolezcan las prirheras. .2. 0 Títulos de sócio sin cargas y medalla de oro al autor del trabajo que acierte á describir crítica é históricamente los establecimientos comerciales llamados Bolsas, Lonjas, etc., fijando las condicionés que deben adornarlos, examinando en que término·s y basta en qué punto fomentan la educacion y la riqueza, asi como tambien las causas de que en ocasiones lleguen á ser invadidos por la inmoralidad y la mala fé. 3. 0 Medalla de plata y recomendacion al gobierno á la mejor memoria que examine el estado de la industria salitrera de España; si llena todas las condiciones que puedeO" apetecerse para que la concurrencia de los salitres afinados estranjeros no la perjudiquen en lo mas mínimo, sí la produccion ind-íp;ena de esta sustancia es suficiente para cubrir las necesidades de la Península; si su ca1idad y pureza difiere mucho del que se elabora artificial en Francia ó del que se refina en Inglaterra procedente de la lndia; si el número de brazos y , de capitales que se empleen en España en esta industrií). merecen que. el gobierno la proteja con la misma predileccion que los mas favorecidos; y, en fin, si será con.veniente la introduccion de salitres afinados estranjeros; y :en el caso de serlo, qué derecho fiscal deberá imponérseles.

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Prevenciones. 1. a. Las Memorias se entregarán en la secretaría de la sociedad, calle del Turco, número 5, cuarto segundo, sin firma, pero con un lema ó señal que se estampará igualmente cerrado que contenga el nombre y domicilio del autor. füte pliego no será abierto sino en el caso de adjudicarse el premio á la Men1oria correspondiente ó con consentimiento del autor cuando obtenga el accesit ó m~ncion honorífica Los pliegos de las memorias que no obtuvieren ninguna de estas declaraciones quedarán inutilizados. 2.ª Se admitirán las memorias que opten á los premios hasta fin de oclubre próximo . 3.ª La distribucion de estos premios se verificará en sesion pública y solemne cuando la sociedad adjudique los correspondientes á las en:,eña:nzas que tien.e á su cargo, para lo cual se anunciará el resultado de la calificacion con. la anticipacioo conveniente. 4.'" En dicho aclo se. publicará el juicio comparativo que la comision de la sociedad haya formado sobre cada uno de los trabajos presentados , designando las Memorias por s'us lemas. is.a. Todo autor puede hacer sacar copia <le la memoria· que haya presentado, comprobando el secretario su conformidad con el original . Para este efecto los no -premiados presentarán el resguardo que con el lema de sus respectivas Memorias se les baya franqueado por la secretaría ál tiempo de la. entrega. 6."- En cualquiera ocasion en que, aun sin invitacion de la sociedad, se le presenten ·memorias, ensayos, inventos ú otros trabajoc; útiles á la riqueza pública y prosperidad general del pais, los a~ogerá cpn aprecio y les dispensará el premio ó demostracion de que los estime digoos. Madrid 12 de abril de 1850.=Por acuerdo de la sociedad, lldefouso Larroche, secreta río general.


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m.e la coc~inilla y mobo ht obttnttla. La cóchinilla es un artículo de comercio muy importante por el hermoso color de escarlate que produce. Presenta un obj~to mas que de ··simple curiosidad para los paises calientes que pueden entregarse á este ramo de la industria agrícola. Desde que los franceses se han posesionado de Argel, han introducido establecimientos notables de cochinilla que pro.ducen ventajas á la agricultura y al comercio, por las materias colorantes que obtienen y que antes habían de t,ransportar de lejanas regiones. En algunas provincias meridionales de España podria tener grande aplicaciun esta industria agraria, porque el clima se presta al cultivo del nopal, que es la planta de que se alimenta el insecto que produce la cochinilla. Convencidos de P,sta verdad, vamos á reproducir textualmente la memoria escrita por 1\1. Heudelot, ex-director de los cultivos de Richard-Tal en ~n establecimiento francés del Senegal, intitulada: Jnstruccion acerca del cultivo del nopal, educacio; y cosecha de la cochinilla. Esta memoria como que es el fruto 'de seis años de esperiencia personal, ofrece útiles indicaciones á los que quieran entregarse á este ramo de industria rural, y que creemos que ·todos nuestros suscritores leerán con interés. He aquí este escrito, <cComo las obras publicaqas hasta. al presente acerca de la cria de la cochinilla son muy escasas, atendido á que pocos cultivadores se han ocupado especialmente de los detalles que exige el cultivo de la planta que sirve de alimento á este insecto precioso, creemos prestar un servicio al país, y singularmente á los que se dedican á este género de cultivo, publicando las noticias que nos ha permitido adquirir nuestra propia esperiencia, basada en un' trabajo meditado y en estudios '>egui<los por el espacio de seis años sin interrupcion en el · vasto establecimiento botánico agrícola de Richard-T_ol en el Senegal. _ rn DI> l\lAYO DE •f 850.

<<Los numerosos ensayos de cultivo <le diferentes productos coloniales que habíamos observado en este establecimiento, y que inten-r tamos con constancia durante nuestra per-• manencia en este pais, fueron sucesivamente el ob¡eto de nuestras investigaciones. La observacion y los esperimentos repetidos con frecuencia en cada especie de planta ·en particular , nos ha familiarizado con el cultivo del café, con las numerosas variedades del algodon, con diversas especies •de planta:,; tintoriales, y con la operacion delicada de la estraccion de la fécula de ciertos vegetales que sirven mucho~ la fodustria 1 y aJ comercio.» <cLa naturaleza partir.ular del clima en que vegetan estas plantas nos ha obligado, por decirlo así, á examinar y reconocer la influencia de los diferentes medios que pueden emplearse en c~da una con respeto á su organizacion .i) , <cCuanto vamos á exponer en estas bre\'es noticias acerca de la cria de la cochinilla en general, ·deberá, pues, considerarse como el resultado de nuestra esperiencia y de nuestros trabajos, multiplicados desde el año 1825 hasta el de 1831, época en que nos vimos obligados á regresará Francia por la falta de salud.,)

Desct·ipcion de ta cochinilla y sus diversas especies. «La cochinilla, es un insecto del órden de los hemípteros, redondeado por la parte superiqr del cuerpo y la inferior ligeramente aplastada, de un diámetro de cerca de dos ó tres millimetros.i> «Despues de hecha la puesta, los huevos permanecen pegados en el vientre de la madre ó quedan suspendidos sobre el abdomen por un pequeño hilo que pJ1rece sustituir al co'rdon umbilical. Despues de algun osdias de TOMO lll.

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puestos los huevos la madre per.ece, y las l;nvas se manifiestan bajQ la forma de pequeños gusanos lisos, que en un instante se disper 9,n sobre la planta: la cochinilla, dispuesta á transformarse, se fija sobie el nopal, introduciendo dentro de la corteza la especie de trompa que le sirve de arma.dura, y siguen en seguida el primer y segundo par de patas. Una vez colocado en esta posicion, no puede separarse e!'inseéto sin que le sobrevenga la muerte. Con el desarrollo que va tomando el animal, su cuerpo se presenta arqueado, y su piel cubrién.dose de un bello blanquecioo mas ó menos denso, se endurece en poco tiempo: al cabo de diez ó doce dfas se nota una pequeña rajadura en el dorso de la crisálida: · esta da, cuando se la comprime, un tinte de un rojo mas ó menos vivo. «Solamente el macho está provisto de un par <le alas que le permiten volar con esfuerzos notables; pero es un tercio menos voluminoso que la hembra. «Pasado el mes de su nacimiento, la hembra está en estado de ser fecundada: en esta época ha tomado ya los dos tercios de su desarrollo; un mes mas tarde se reproduce ·y perece en seguida. Los machos mueren desde el momento de Ju fecundacion. «Hay dos especies de cochinillas, que cultivadas e~ el nopal, sirven á las artes para tefiir de encarnado. La mas conocida en el comercio es la llamada cochinilla, fina; no porque el color que produce sea de mejor calidad, sino porque da una cantidad rilas abundante, y que .por otras varias circunstancias es de una ventaja notable para el cultivador. Sin embargo, vemos con frecuencia ,que la especie silvestre debe preferirse por razones que en breve expondremos.

Especies de nopales propio;para ~riar ta cochinula. «Noso_tros pens~bamos que muchas especies de nopales, género formado de entre los cactus de Linneo, podrían servir con mas ó menos ventaja para el alimento de la cochinilla; pero al último nos hemos convencido ~ue tres especies solam~nte ofrecen estas vent~jas de un modo real y positivo. Estas

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tres ~species son el cactus coccill-i/er L. (opuntia cocciqillifera D. C.¡; mqy espi1wso; .el , oactus op!!,,,.{i'a ~nermi.~, {opuntia pseudo-tuna D L.); el cactus opuntia tuna, opuntio tuna D . C., que pueden cultivarse á este objeto. Las dos primeras especies se las destina casi siempre para la educacion ó cría de la c9chinilla silvestre , 1' la tercera es la que se cultiv,a para la cochinilla fina. «Las articulacioues de la opuntia tuna, bailándose mas desarrolladas que en las otras dos especies, se concibe fácilmente que el insecto ba de hallar en ellas un alimento mas abundante; pero siendo a1 pro,pio tiempo de una naturaleza mas aguanosa que las dos otras especi.es, -y absorviendo por sus puros corticales una mayor cantidad de aire, comprendemos facilmeote que su cultivo y la eleccion del terreno donde ha de vegetar, exigen cuidados que es indispensable tener muy presenl~s. ó del contrario nos espondrialllO$ á. obtener una vegetacion imperfecta, y tal vez á peruer toda la cosecha. Cuidados que deben tenerse para el cultivo · de los nopales. <<31 terreno mas á propósito para el cultivo de la opuntia tuna será el suelo cali so, ó arcillo arenoso, cuya capa vegetal tenga á lo menos de dii:z pulgadas á un pie de pro fu ad idad. Conviene que el agua no se detenga en el terreno, ó del cr ntra río pu<lreceria la planta y á este estado se seguiria una muecte inevitable. Esta circunstancia nos declara, que los s.uelos bajos y pantanosos sun inútiles para esta vegetacion. «Si bien es verdad que un suelo estremadamente búrnedo es perjudicial para el cultivo de esta especie de nopa 1, es preciso sin embargo no· pecar tampoco por el otro estremo, porque es necesario un cierto grado de humedad pflra mantener la planta en un perfecto estado de vegetacion; del contrario le faltarán gran parte de los jugos que el insecto necesita para su aIí mento . Modo de plantar el nopal. c1.tuego que se haya escogido el sitio a propósito para plantar el nopal, convendrá remover la tierra por labores repetidas si necesario fuere: debe disponerse de manera que forme una ligera pendiente á fin de facilitar el curso de las aguas pluviales; y esta circunstancia es


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tanto mas necesaria si la plantacioo ha de bastaría el trabajo y el costo que ocasiona la regarse artificialcnente. Verifioadasestas laplantacion, para determinar al cultivador á bore,; preNratorias, se trazan algunas lineas emplear procedimienWs mas ventajosos. rectas, paralelas en el sentido de la pr.ndien«Será pues necesario valernos, para la;s te del terreno, separadas unas de otras como plantacióaes de nopales que sea• vigorosos, unos cinco palmos aproximadamente. Se y que reunan todas las buenas circunstan tendrán prevenjda¡,¡ porciones de nopal, que cías; y l.o 1pas útil es mantener una ,porcion se habrán co rtado en sus articulaciones, y se de plantas madres quo se destinarán csclnplantarán á ig~ál distancia en las líneas ó sivamente á prod'ucir tallos para el cultivo, sµ rcos traza¡los, procurando que no se intro- procurando cuidarlas con esmero. Lo que duzcan en la tierra mas allá de unas tres pul- hemos dicho del nopal destinado á criar la gadas y en forma quiucunr,ial en cuanto sea cochinilla, debe aplicarse á la última plantaposible. lrnporla tambien mucho que !'as cion que hemos dicho. plantas jóvenes que han de plantarse se ha<( A los dos 6 tres meses de verificada la yan arrancado unos días antes . á fin de que plantacion la jóven plan la empieza á hechar hayan podido cicatrizars~.lasdislaceraciones algun tallo: en esta época es cuando neceside la desarticulacion, ó del contrario es muy ta cuidados minuciosos y podremns 'decir fácil que entr'e la podredumbre, qqe es una mas esmerados que en todas las restante·s de las enfermedades mas comµues de e!'ta épocas de su vida. planta. Utilidad del descogollamiento del nopal y «Si la plantacion se verifica en las estamodo de practicar esta operacion. << El nopal, ciones que, no acqstu~bra á llover, deberán · á la par que todas las plantas crasas, se nuregqrse en seguida las plantas, advirtiendo tren mas por sus tal los que por sus ra ices, que el .riego deberá repetirse siempre que lo las que siéndo de una organizacion seca, leexiga el estado del nopal plant:ido de nuevo, ñosa y por.o desarrollada no parece que tensi la humedad de la atmósfe¡a no basta á gan otra utilidad fisiológica que la de fijar 1IJantener fresca la planta . la plaóta en el suelo. . «Si el riego se verifica por .el método de c(Despues de. estas consideraciones, el oh.! irrigacion, se procurará que los surcos pasen jeto del cultivador ha de ser el de procuraf á tres ó cuatro pulgadas de distancia por que las plantas que han de alimentar la coun¡i. y otra parte de la planta, con cuyo mechinilla ll eg uer;i al mayor estado posible de dio lograremos, al propio tiempo, apelmazar regetacion en breve espacio de tiempo; y la tierra en el cuello d~ los nopales é impepor ello pondrá Lodos los esfuerzos en condiremos-el <;lesarrollo de raíces en este punto. seguir que el nopal desarrolle tallos nuevos <(Para o~tener una plant¡lcioo perfecta, uo con presteza y que crezcan con rapidez. deberemos escoger las porciones que han de <(Es evidente que. corno mas numerosos plantars{l pe entre los pies que anµ no ha- sean estos, menos activa será la vegetacion . yan rnanteniclo' .la eochinilla, por que estas de la planta; porque las partículas nutritiporciones de vegetalesó ar,ticulaciones debilivas esparcidas por la atmósfera son absortadas por los io¡¡ectos producen plantas raquí~ vidas por una superficie considerable, y ticas y faltadas de accion vital. La esperiease colige faci lrnente que el desarrollo de los cia nos ha enseñado constantemente q ue ~i no ta llos, será en razon inversa de su multiobservamos esta precaucion, !·os nopales .nue:plicidad.' De aquí se sigue otro incidente davamente plantados mu eren sin haber desi:i11so que se opone á la numerhsa ramificacioa plegác/o raíces. Hemos esperimentado tam,de los tallos y es, que las que nacen ea la b_ien, que l¡¡.s plantas que mueren de esta superficie plana de la articulacion inferior y 1I1anera empiezan por ponerse amarillas y que toman una direccion lateral, ó que for::_ arrugadas y concluyen por estar huecas en el man un ángulo abierto con el tallo principal inti;rior. l aun c;uando estos inconvenien.tes, llamado tallo 'madre, están espuestos á rommur 11otaples ppr cierto, no tuviesen lugar, perse cull'.ndo han tomado un cierro desarro-


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Jlo, y, la: cochinilla que se halla pegada en drán en ,forma de cono ó de pirámide reellos es inevitablemente perdida para el prodonda, á fin de que lasaguasµuedan correr pietario. Si no' se verifica la ruptura de esta fácilmente, y se procurará que c_ubran la ba.,. ramo,, á lo menos aca:~rea con su peso la cai- se del tallo basta á la elevacion de cuatro ó cin_co pulgadas en el primer amorillamiento, da de toda la planta. teniendo presente que debe repetírsela ope«En vista de lo espueslo , el descogollaracion á tiempo que la planta exiga un apomiento de los nopales será una operacion in, dií,pensable, que debe 1practicarse mientras yo mas sólido. . (<Conducidos de esla manera los nopales dure el nacimi~nto. de los primeros tallos. 1 • pueden tomar un desarrollo favorable ·: sus «Todos los cogollos que nacen sobre las articulaciones ó ramas, desembarazadas de superficies planas deberán arrancarse; y aun convendrá no dejarlos desarrollar en las todos los brotes ó retoños supértlnos, presenmárg~nes de las ramas ·ó porciones que se tan superficies muy lisa-s que ofrecen suma facilidad para la cosecha de la cochinilla. van desarrollando de nuevo, escepto en los del estremo del eje de la planta, que puede Ocasiones en que convenga cultivar con preferencia la cochinilla silvestre. Cuanto acaconservar cualquier posicion. bamos de decir acerca de la plantacion del «Convendrá quitar los cogollos simples nopal, debe entenderse propiamente de la desd.e el mumento que empiezan á desarcochinilla fina Por lo que mira á las dos esrollarse,. ya porque no pueden vivir sino á pecies citadas primeramente, su cultivo no espensas de las ramas útiles, ya porque -practicando esta operacion en tiempo opor- e;xige un trabajo tan esmerado, principalmente el eactus coccinillifer, que es el meaos tuno es de mas fácil ejecucion, mientras que si han tomado mucho desarrollo es mas em- delicado de los tres, y que ofrece ventajas barazoso el método y 01as espuesto para la apreciables para los terrenos SPcos, elevados planta, por la necesidad que tenemos de ser- y sin riego, en razon de no necesitar esta virnos de un cuchillo ó de otro instrumento planta de mucha humedad para vegetar con lozanía. Podemos afirmar, que habiéndola cortante. Además, ha y la desventaja enlatarab::i.ndonado á si misma en el establecimiendanza y es que la dureza de los brotes ó cogoIlos que hemos e.le separar acarr·ean mayores to que dirigimos en el Senegal, durante los gastos por el tiempo que ha de.emplearse, y ocho meses consecutivos que no llueve en p9rque queda en el punto operado una cicaeste pais y á la temperatura de 40 á 45 grados de calor, se ha mantenido en un estado triz donde no se agarra la cochinilla. «Todos estos cuidados, por minuciosos que de vegetacion muy vigoroso y se ha cubierto abundantemente de cochinilla. parezcan, no presentan dificultad en la eje(<Por lo que mira á la especie intermedia, cucion. La persona menos inteligente baspodremos emplearla con suceso en los tertará para practicarlos. despues que lo haya renos de mediana calidad, principalmente visto hacer una sola vez. en puntos inmediatos á bosques, ó en si'tios Amo1;tlamiento de los nopales. «Por chos que sean los cuidados para mantener en que abundan las aves insectívoras que son por lo comun un obstáculo para el culla planta en la posicion vertical, se caerá con tivo de la cochinilla fina. Hemos esperifrecuencia por su propio peso ó por la acmentado la intlnencia de este azote cruel en don de los vientos sino procuramos, sostelos establecimientos agrícolas de la costa nerla por medio de la tierra amorillada en occidental de Africa, donde no ha podido derredor de su pié. '<No debe empezarse el amorillamiento aclimatarse la cochinilla llamada mestéque por mas ensayos que se han hecho. Todas hasLa que el nopal tenga un pié ó mas de las precauciones, aun las mas ingeniosas, elevacion. Empezaremos la operacion vafueron sin resultado. liéndonos de la tierra que hay entre los sur<<Entre el corlo número de enemigos que cos, en relacion e.le la pendiente del terreno. Estos montones de tierra se dispon- -. atacan á la cochinilla fina, las aves son los

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roas temibles y conlra quienes bay pocos medios que oponer, por no decir que es imposible. Y aun cuando podríamos, por medios muy dispendiosos, .preser.var de estos crueles enemigos una plantacion reducida, conocerí~mos la ineficacia del remedio cuando quisiésemos aplicarlo en un cultivo de grande estension. oCreemos que bastarán estas consideraciones para probar, que en ciertos casos debe preferirse el cultivo de la cochinilla silvestre. Esla se cubre de un vello. que la pone al abrigo de los ataques de los animales destructores, al paso que la proteje contra la intemperie del clima: a i es que la vemos multiplic&.rse con una m_aravillosa rapidez. «Las plantaciones de los nopales,bien ordenadas, deben eslar al abrigo de los vientos recios por medio de árboles de tála, ó por una doble cerca de tallos allos, que si no los circuye en todas direcciones, que sea á lo menos por la parte de donde viene el viento, evitando de esta manera los daños que e te puede causará la vegetacion. En los climas donde los árboles de Europa no pueden llenar este objelo, podremos introducir con ventaja la parkinsonia aculeata . Este árbol, de la familia de las leguminosas, originario de la América del Sud, crece muy rápidamente, es poco delicado por !o que mira á las cualidades del terreno .y se presta á todas las inclinaciones que se le r¡uieran imprimir. Lo hemos cultivado en el e tablecimiento que dirigíamos, bajo diferentes formas y siempre con igual suceso: es tambien muy conveniente para formar cercas de poca elevacion y que se sujetan al esqui leo: su follage que es de un verde bronceado, presenta bajo esta forma un aspecto muy agradable. (/Para sembrar la cochinilla, deberemos aguardará que los nopales hayan tomado la elevacion de unos ·cis palmos, lo que no sur.ede comunmente basla á los calorce ó quince meses de haber sido plantados, y debemos procurar,en cuanto sea posible,escojer la eslacion en que la planla está en el estado mas activo de vegetacion; porque

además de ser la cochinilla,sembrada en este mornento,mas her·mosa,y de reproducirse con ma ·or facilidad, no apura la planta como sucederia si la sembrásemos en tiempos que la vegetacion está en reposo; resultando además que en estos momeo los el insecto no bailaría en el nopal el alimento de que necesita'\ Ventajas que pueden sacarse del terreno durante el primer año. Mientras aguardamos que los nopales lleguen al estado de recibir la cocfii • illa, podremos utilizar el terreno y aprovechar los gas los del cul Li vo, sembrando, en los espacios que deJa • libres las plantas, especies de vegetales alimenti cios tales como habich,ielas, guisantes, habas, cebada, maiz y olras gramíneas, ele. «Tambien puede ensayarse,si el clima lo permite, el cultivo de diversas raíces que servirán á la vez para alimento del hombre y de los animales, como por ejemplo, la remolacha, la col rábuno, las diferentes- especies de nabos especialmente el rntabaga. Una vez practicados eslos ensayos, escojeremos entre el número de las e&pecies aquellas que bajo diferentes puntos ofrezcan mayores ventajas. ·ccDebemos escluir de estos ensayos lapatata y el topir.ambur, porque- sus raices y su género de cultivo, diferente de las especies precedentes, podrían por mas de qua causa dañar los nopales jóvenes. Por regla general debemos evitar el cultivo de plantas que exijan labores profundas,advirtiendoque entre los muchos inconvenientes que de eslo podrían resultar, el menor seria el sacudi miento que recibiria el nopal por causa de removerse sus raíces; y la lierra muy removida expondría á las plantas á que las arrancase un viento fuerte. «En los casos que olvidemos utilizar el terreno en el primer año de la manera que acabamos de indicar, debe limilarse el cultivo del nopal á la simple escarda, que se re'pe ti rá cuan tas veces sea menester. Época en que debe sembrarse la cochinilla y modo de practicarlo. Cuando los nopales han tomado el crecimiento que se ha dicho an.tes, puede implantarse sobre ellos la cochinilla sin te(Ilor alguno. Esta opcracion s.e-


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practica de diferP.ntes maneras, siendo casi siempre igual el re ollado; pero como cada uno de los diferentes métodos que pcdemos emplear no es á veces practicable en todos los países, creemos que el mas simple y el único que puede adoptarse generalmente, y que es asi como se practica en el Senegal, ·será el de dividir las porciones,ramas ó palas del nopal en pedazos pequeños, procurando que cada uno de estos pedazos lleve consigo á. lo menos tres ó cuatro cochinillas-madres: luego de colocada la superficie desprovista de cochinilla en l::i. porcion de la planta que ba de recibirla, se sujeta por medio de una clavija ó de una espina pegada entre las dos porciones. Cuando los nopales tengan quince ó veinte ramas ó porciones, conviene fijar dos de ellas en cada pié, colocando una en los tallos inferiores y la otra un · poco mas alta y hácia la parte media de la planta. Hemos hecho notar que la cochinilla jamás se agarra del lado de donde vienen los vientos que le son dañosos, y raras veces en los puntos mu y expuestos á los ardores del sol. Estas consideraciones deben hacernos comprender lo dañoso que seria colocar en estos puntos las cochinillas madres. Pensamos que deben colocarse, en cuanto sea posible, entre las bifurcaciones de las ramas ó artículos, porque de esta manera estos insectos estarán al abrigo, durantP. los primeros momentos, de la violencia de los vientos y de los ardores del sol. «Como de esta primera operacion dcpencle todo el resultado que nos proponemos conseguir, hace que no serán por demás todas las precauciones que lomemos para lograrlo. Y por ello creemos que en climas espuestos á las frecuentes variaciones de temperatura, el cultivador sacará una gran ventaja en preservar de las mali;;nas influencias el insecto que se propone propagar por un medio poco dispendioso , y que com?ensaria por ü1.ra narte los gastos que ocasiona. Este medio ena poner á las cochinillasmadres al abrigo· de los elementos esteriores por medio de un c,añamazo, ó trozo de tela clara,que escediese de la superficie del fragmento ó parte de planta en que SP. han fijado los insectos, sujetando \os cuatro án-

gulos del cañamazo por medio de espinas ó alfileres. Por este medio tao simple, la cochinilla estaria al abrigo de los peligros, y el propiet~rio correria una incertidumbre meaos en este cultivo. ccSi alguno dice que este método ~s practicable solamente en los casos de ensayos y no para un cultivo dilatado, nosotros repetiremos que mas prolijos son todavía los cuidados que hao de darse á la viña y á otros vegetales, sin que por esto deje de cuidarse esta prod uccion en grande escala. ccLos espacios libres que deja el tejido del cañamazo no permitirán á las larvas e:-caparse, y por este r,iedio. las teudrernos sujetas sin incomodidad hasta que llegue el momento de separar de la planta las porciones de vege,al en donde e. tán implantadas las madres ; operacion que deberá practicarse desde luego que notemos que el tejido se poo_ü amarillo, ó del contrario podria suceder la putrefaccion y la caries en toda la planta. «Debe advertirse que cuando se quiera sembra r la cochinilla en un nopal un poco considerable, deberemos criar de ante mano alguna cantidad á este efecto. Esto se hará solamente ea los países donde se practique el primer ensayo, porque una vez difundido el insecto es ya inútil esta precaucion. o.Cuando nos propooem()S sembrar la cochinilla debernos vigilar con cuidado el momento de la puesta, cuyo acto 'tiene lu gar, como lo hemos dicho, tres días despues de la fecundacion aproxirnativamente. Este estado se deja conocer por la engurgitacion y abultamiento del insecto; ento!lces no hay que perder momento, y es necesario aprovechar lus instantes para distribuir nuevos iosectns entre las plantaciones adultas. Inconvenientes de sémbrar la cochinilla muy temprano Si sembramos la coch inilla n1uy al principio no conseguiremos el efecto que oos hemos propuesto, porque colocándola sobre pedazos aislados ·de la planta, cuyos Huid os escapan por la amputacion que ha sufrido y por la sucsion del i os1:cto, el ,nopal perece antes de desplegar sus creces: pero si la siem_bra se hace algunos días an-


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tes que las larvas abran, evitamos este efecto y la planta no se deteriora casi absolutamente. «Una vez la cochinilla se ha implantado bien en el nopal no exige ya ningun ¡;uidado: entonces no debemos tener otra precaucion que descogollar el nopal. Para que este trabajo se haga con precision y método, convendrá revistar las plantas cada ocho dias. Metodizado este trabajo, ya no exige dificultades ni consume mucho tiempo. Conviene tambien renovar el amorillamieoto de la tierra ·al rededor de las plantas siempre que el desarro ll o de estas lo exija. Modo de recojer la cochinilla. Despues de lo dicho, se conoce fácilmente que la cochinilla se reproduce cada dos meses. Procurando que se siembren en cada planta los insectos que puede desarrollar cada generacion~ es evidente que conseguiremos seis cosechas al año ; pero si no guardamos todas las pr.ecauciones, no obtendremos mas que tres en lugar de I as seis que hemos dicho. Si eo e~te último caso obtenemos cuatro cosechas, es porque en las dos últimas se tiene poco cuidado en recojer la cochinilla, quedando una cantidad de insectos madres; pero este método lejos de ser productivo, es, al contrario, desventajoso. La cochinilla que se obtiene por este medio es de cua Iida des muy inferiores á la de la cosechas de las dos generaciones precedentes, á cuyo mal debe añadirse otro, -y es, el daño que resulta á los nopales por no poder limpiarse de las inmundicias que dificultan la exhalacion de la planta y la libre circulaeion de los fluid os ; y por otra parte esquilman notablemente al vegetal la multitud de insectos madres que hemos dejado. «La primera cosecha de la cochinilla se hará á últimos del cuarto mes despues de la siembra. Practicaremos esta operacion ,algunos días antes,en tiempo oportuno,y guardando todas las precauciones debidas. Las personas encargadas de este trabajo deben procurarse un jlincel,semejante al que se usa para eslender la cola sobre el papel, un cuchillo romo en su punta y de un filo embotado en cada lado, y un vaso de fi¡wra plana, de madera ó de mct,,1, pero preferí-

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ble de la primera materia, porque es fácil formar en su borde un segmento ó escotadura que forme un semicirculo. El operario aplica con una mano el vaso contra la porcion del nopal en que está la cochinilla, y con la otra recoje los insectos por medio ctel pincel, procu·rando rccojer todo·s los que están desimplantados . El cuchillo sirve para despegar las cochinillas que hay entre las articulaciones donde no es posible que entre el pincel. Paréce.nos inútil advertir que esta operacion debe hacerse siguiendo siempre la direccion de arriba á bajo, porque si siguiésemos un órden contrario no podriamos evitar que la cochinilla que el pincel ha despegado se caye e al suelo, lo que ocasi(.lnaria una gran pérdida . 11No podremos servirnos del pincel para recojer la cochinilla silvestre, principalmente la que se cría sobre la c. coccinilli{er en razon de las muchas espinas·que tiene; pero el vello con que está cubierta permite que lo bagamos con el cuchillo con la mayor facilidad. Cuidados que deben darse al nópal despues de la cosecha de la cochinilla. Luego de ha ber recoJido la cochinilla fina,procuraremos quitar todas las inmundicias que hayan dejado las cochinillas, por medio de una esponja impregnada de agua. Luego de limpio el nopal lo sembraremos nuevamente de la manera que se ha dicho en el lugar correspondiente . «Si entre los nopales encontramos algun pié que-no se hubiese sembrado, no debemos inquietarnos por esto, porque las cochinillas pasan fácilmente de unas á otras plantas, ya siendo trasportadas por el viento mientras están en forma de larvas, ó bien valiéndose de los hilos que forman las ara ñas ú otros insectos que van de un nopal á otro. «Podemos dispensarnos sembrar de nuevo la cochinilla silvestre, porque por mucha que sea la precaucion quP. se Lenga al acto de recogerla, siempre queda una cantidad suficiente sobre la planta que basta para reproducirse, principalmente en el cactus cochinilh{er , que no debemos cultivarlo sino en los casos que no se tenga probabilidad_de


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obtener resultados de las cose(',bas de la otra especie. llledios que adoptaremos para que perezca la cochinilla. Luego de recogida la cochinilla debe hacerse que perezca. El modo mas comun de practicar esta operacion es la de envolver una porcion de insectos en un lienzo; este se coloca en seguida dentro una olla de agua que se dejará calentar basta que hierva, teniendo sujeto el lienzo por la parte superior para poder retirar la cochinilla del agua al cabo de dos ó tres minutos que haya llega.do en el estado de hervor : luego se seca al sol estendiéndola sobre unas tablas ó sobre lienzos preparados al efecto. Se conoce que la cochinilla está bastante seca cuando ofrece resistencia apretándola entre los dedos pulgar é índice, y que pasándolas de un vaso de vidrio á otro se percibe un ruido sonoro como lo baria la semilla de nabo ú otra semejante. «Para matar la cochirulla podremos valernos tambien de otro medio sencillo y es, introducirla en el horno ligeramente calentado, en vol viendo los insectús dentro de servilletas que se colocan sobre unas tablas. Este método es preferible al otro si la operacion la verifica una persona que se ha ejercitado en ella, ó del contrario es espuesto el resultado, sino se tienen conocimientos suficientes sobre la materia . Este medio protluce otra ventaja todavia que consiste, en la facilidad de poder hacer producir un tinte de color mas ó menos obscuro, segun el grado de calor que se haya empleado para matar la cochinilla. «Una vez se ha completado debidamente la operacion de que hablamos, la cochinilla fina se presenta ya en el comercio inmediatamente. Debemos cuidar de separar con cuidado todos 1os cuerpos estraños que se le hayau unido, porque le daría un valur inl'erior I se la tendria en poco aprecio. JJ[edios de separar la cochinilla silvestre de su envoltorio. Conviene que la cochinilla silvestre se la separe de su envoltorio lo mas perfecto posible: lo que se consigue lavándola repelidas veces. Se coloca la cochinilla sobre un pedazo de lienzo sobre el que se hace caer un chorro de agua natural ó arli-

fida!, y mientras que se tienen sujetos con una mano los estremos del lienzo á fin de que no se escapen los insectos, con la otra se remueve y 'vuelve en todas direcciones para conseguir el objeto que nos proponemos. «En la primera locion no puede arrastrarse mas que una pequeña. cantidad de emboltorio: se estiende luego al sol para que ~e seque y así sucesivamente se repiten las lociones hasta que se ha]'ª con¡:eguido separar la cochinilla enteramente. «Este trabajo consumiría menos tiempo, cuando hay mucha cochinilla que lavar, si lo modificásemos del modo siguiente: en lugar de cojer el lienzo con la mano, como se ha dicho, seria mejor suj eta rlo con clavos en un marco ó cuadro de la longitud de seis ú ocho palmos y de una ancharia proporcionada al chorro de agua que se emplea: el cuadro debe descansa r sobre dos triángulos colocados debajo de la corriente, á la elevacion de uuos dos palmos inmediatos al punto decaida y que tengan una l_ongitud doble á la del cuadro. Entonces con una mano se imprime á este un movimiento de undulacion, haciendo que se mueva continuamente sobre los dos tri áng ulos mientras que con la otra mano se rem ueve la cochinilla, como ya lo hemos esplicado, para separar el envoltorio. Tambien poqriamos valernos, y casi produciria el mismo efecto, de un cedazo de Lela ancha ó poco apretada, colocado á este efecto, procu raudo que tu viese la debida solidez. «Una libra de cochinilla fi11a, cuando está seca, disminuye á lo menos dos tercios de su peso, y la silvestre aun esperimenta una dismiaucion mas considerable: por ello repetiremos que esta última no debe cultivarse sino en los puntos donde es imposible prosperar la llamada mesteque. Como en todos los el imas las diferentes estasiones producen un caro bio de temperatura, la cosecha que se haga en el momento en que el tiempo podrá co11Lrariar la reproduccion será nece,,ariamente menos abundante. Enemigos de la cuchinilla y enfermedades del n1Jpal.-La cochinilla tir.ne pocos enemigos que temer, y la planta .que la alimenta padece pocas enfermedades; por cuya razon seremos breves acerca de este punto. Co-


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mo ya lo hemos indicado antes, los enemigos mas temibles de la cocbinil\a fina son las diferentes especies de aves granivoras, que en ciertos paises, s0n en tal modo abundantes que creemos imposible poder adoptar medios eficaces de ponerlas al abrigo de su rapacidad: el solo medio espedito que nos queda es reemplazar el cultivo de cochinilla fina por el de la silvestre, que por sus pa rticulares circunstancias está fuera de la accion dañosa de estas aves. «El segundo enemigo de la cochinilla, mucho menos temible que P.l primero, es una especie de insecto de color amarillento que se agarra fuertemente al nopal y que creemos ser un Kermés: este animalito se reproduce con tal rapidez que en poco tiempo cubre enteramente la superficie de los individuos sobre los cuales se implanta; y, sea que esté en guerra con la cochinilla, sea que su presencia le sea contraria, ello es que la cochinilla no tarda en desaparecer de los nopales de que se ba apoderado aquel insecto. Se le destruye facilmente lavando la planta con un cocimiento de las hojas del tabaco. «Por lo que toca á los nopales no deben te merse otras enfermedades que la caries y la goma. La primera es siempre el resultado de laescesiva humedad; la segunda nos parece efecto de un a sobre abundancia <le savia. En un.o y otro caso ·remédiaremos el mal eparando de la planta la parte atacada ó dañada. Si la esplicacion que acabamos de dar acerca la segunda enfermedad del nopal es fundada, deberemos advertir que conviene abonar con parsimonia esta especie de plantacion; y cuando se crea necesario fertilizar el terreno, será preciso emplear, en cúanto sea posible, un mantillo compuesto de hojas ó de otras materias vegetales muy consumidas. «Cuando tengamos que renovar la plantacion de un nopal, debe procurar e mejorar el terreno á lo menos por el e pacio de un año, mediante el cultivo de otras plantas, antes de plantar nuevamente el nopal. «No sieudo nuestro obj<>Lo dar á estos apuntes una e tensiou muy con iderable, conclui remos observando, que cada vez que tenga que formarse nuevas plantáciones, es-

tas deberán hacerse bastante apartadas de las antiguas para ev\tar que las cochinillas de· estas se pa en á las nuevas y que causen estragos á las plantas jóvenes. » Aquí concluye la memoria de M. Heudelot y á ella queremos añadir unas breves reflexiones que ha hecho un agrónomo francés al hablar de la cochinilla. «Antes de descubrirse el Nuevo Mundo, dice el escritor á que nos referimos, se- empleaban para los mismos usos que la cochinilla de Méjico, dos insectos que proporcionan un color análogo y que fué llamada co-

chinilla de Kermés y cochinilla de Polonia. De pues ·que la cochinilla americana se ha introducido en el comercio la cria de estas dos espeoies europeas ha caido en total descuido.. «La cochinilla de Kermés, vive sobre la encina Kermés ce que ha tomado el nombre en los payeses meridionales de Europa. M. Bosc dice haberla visto en España en gran.des cantidades y que se· la tiene en sumo de!<precio porque no permiten compararla con la de Méjico. En efecto, la encina Kermés es mu y ramosa y tieoe las hojas punzantes que no . permiten recojer la cochinilla sino grano á grano, cuya circunstancia hace la operacion larga y peno a. «S in embargo el color que da esta cochinilla es mas intenso y de mayor duracion, y por ello tiene ventajas superiores á la de Méjico. Tal vez sería posible, añade el mismo autor, conseguir que los habitantes de los países meridionales de la Francia adoptasen e te medio de ind u-tria , hacerla multiplicará voluntad, y cultivar la encina que la nutre de manera que esta cosecha fuese mas fácil. La sociedad de agricu ltura del Sena penetrada de las ventajas que reportaria esto raruo de nue tra antigua inctustria había propuesto un premio para e La cosecha. <<La cochinilla de Polonia vive sobre las raíces, ó mejor dicbo obre el cuello de las raíces del sclerantho vivaz, de la pimpinella. de la pifosella, ele. Pur mucho tiempo se ha hecho un comercio de esta cochinilla en la Polonia y en Rusia; pero las dificultades que ofrece su extraccion la ha hecho caer en el abandono, como ha sucedido con la prece-


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dente. En efecto, exige operaciones muy prólijas que consumen tiempo y dinero si queremos tener la esperanza de cosechas futuras. Otro inconveniente se ofrece todavía y es que no puede utilizarse el mismo terreno sino cada dos años para dar tiempo á la cochinilla á que se Jl)ultiplique.

Los entomologis~as incluyen en la familia de las cochinillas los pequeños insectos que . viven y se multiplican sobre el naranjo, la viña, la higuera, el olivo, el olmo, ele. insectos que los jardineros conocen con los nombres de piojos gi,lles t!lc.

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t)J.or O.hiaristo ,Jjouritr (1).

' sucia en la superficie deberá:desecharse como á sofisticada. Igualmente rebusarémos § VI. la que esté en un estado de fermentacion pronunci:ido, ó al menos pararémos la atenDe la, eleccion de levadura y modo de precion á este estado al comprarla. Los comerpararla. ciantes de levadura, le mezclan azúcar en Fácilmente se concibe de cuanta impor- polvo, que transformándose en alcohol por tancia es la eleccion de la levadura, pues la accion de la levadura, produce una ferque es el ajen te de la fermen\acion. No es mentacion tumultuosa de que acabarnos de buena cualquier levadura, aun cuando sea hablar. El comprador inesperto seducido por el aspecto de esta levadura, no ve que pura. La levadura que se deposita al fondo es doblemente engañado; primero la activide las cubas de cerveza no es buena. porque dad de la levadura es cunsiderablemente ha esperimentado el contacto del aire antes disminuida obrando sobre del azúcar que de precipitarse al fondo, y ha sufrido una se le ha mezclado, y luego la levadura puesalLeracion que la vuelve inútil para desarrota en mov imiento está muy levantada, y llar la fermentacion; solameute nos debecuando se mide el vendedor gana todo lo mos servir de la que resuma por el borde de que ha levantado la masa la f'ermentacion, la cuba cuando está en fermentacion. La de modo que si se deja en reposo y se miJe, levadura buena tiene :'l. poca diferencia el se ve que dista mucho de haber la cantidad color y la consi tencia de la crema de café, que se creía haber comprado. Déhese tarocolsenta un reflejo brillante, un tacto suave bien mirar si está bien escurrida, pues á prento o y un olor de cerveza fresca. Examenudo sucede que contiene gran cantidad minándola de cerca, se ven en la ,superficie de cerveza, que siendo inúLil para procurar una multitud de agujeros pequeños prolonla fermentacion, ocasiona una pérdida de lo gárlos, de l()S que parece enteramente forque se ha tomado como levadura, presenmadii.. Cualquier levadura que no presente tando además el inconveniente de engañar un aspecto homojéneo; que presente al tacen la medida de la cantidad real de levaduto cuerpos duros, que parezca grumosa ó ra que se emplea para la fermentacion. A menudo se esperimenta nna grao difi(1) Véase en la página 129 y 173. ( CONCLUSLON ).


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con una espumadera, se conserva en vasos cult;id en procurarse levadura de buena cay lidad y en cantiel.fl,d suficiente, pues sucede de barro, ál ahrigo del aire at¡uos.férico, T apartada de las sustan,cia en fe rm eotacion, que se aumenta el con umo á medida que de las legumb res 1 de frutos; el local dt,nde disminuye la produccioti. En este caso no bay mas que ó comprar lo que se presenta : se guarda ,el vino es el mas á propósito. Se espuma, la cuba cada media hora, mientras ó fabricársela por si mismo, récurso adoptado por varios fabricantes. Vamos á indicar ' se produ'loa levad ura, despucs se pasa á la destilacion. La levadura obtenida de este el medio seguido en algunas fábricas bien modo puede conservarse .por 15 ó mas dias; montadas. · • todo no es bueno guardarla por mucho con Se prepara para ésto una maceracion cotiempo. Las piñas de cerveza que muchos mo de ordinario, pero coa patatas de la fabrir.antes sup rim_en, si !:Jien no contribuye mejor calidad: ésta maceracion se transporla produccion, sirve para conservarla. la á ta á la cu be ría para tratarl a del modo silevadura obtenida sin el fruto de la cerveza gu iente. Por otro lado se preparan cocim ienpronto entra en pul.refaccion, y por otra. tos de piüas de cerveza en la proporcion de parte es de inferior calidad. 250 gramos para cada 100 litros de patatas mezcladas en la maceracion . Se deja obrar § VII. el cocimiento por casi una hora, teniendo cuidado de tapar.el vaso don dé se hace paObservaciones acerca la cubería. ra oponerse á un gran desprendimiento de Débese tener el mayor vuirlado en manvapor que volatilizaría la parte aromática tener la mas escrupulosa limpieza en la cude las pinas de la cerveza. Se cuela ó de'bería y en todos los utensilios que sirven pacan ta la decocc ion y se le añaden 75 onzas la manipulacion de las maceraciones. ra de cebada ge rmin ada, y 4-5 ,onzas de harina de maiz ó trigo negro por cada 100 litros de Las cubas deben ser lavadas con un cuidado sumo, por fuera y por dentro; al efecto patatas puestas á macerar; en este punto el nos servimos de una escoba recia, ó mejor cocimiento de la cerveza debe tener la temde un cepi llo como los que emplean los que peratura de nO á 70°. Se agita bien el todo limpian los toneles armado de crines en los de modo que forme una masa bien clara y dos est remos, para poder al~anzar todos los bomojénea, se echa entonces esta masa en la cuba que contiene la maceraciou de las ángulos. El suelo de la .fábrica de destilapatatas y se mezcla bien; se prepara una cioo, como se ha dicho debe se r unido y dispuesto de modo que deje escurrir el agua de buena levad ura por el medio ordinario pero locion de las cubas, debe ser formado ó de coa una medida doble de buen fermento y ladrillos puestos de lado y unidos con morse pone. el todo en 'una cuba á fin de que fer.con piedras planas ó en fin con betero, ó mente. Si se priori pia la fabricacion se usa y techo deben mantPnerse tun. Las pa!edes por primer fermento buena levadura pe ceren el mayor estado de lim pieza. La humedad veza y l.!ien fresca. Cuando ' ra fabricacion constante de la cubería no permite usar el ya maroha nos valemos de levadura propia. yeso para techo un c_ielo i·azo de madera fü gularmente se dispone la ferrncntacion bien unido, es preferible y tiene la doble por la tarde, diez horas despues es decir por la rn~ñana ·sigu iente, con las manos se ventaja de preservar el enb igado de pudirbace uoa abertura en el sombrero y se exa- se y facilita el mantenerlo limpio. Si se mina el líquido que hay debajo y la marcha puede practicar en uno de los ángulos de la cubería una chimenea que tenga su abertura de la fermentacioo, de tauto en tanto se repite lo mismo á fin <le ver si sube l¡i lev~d u- en el techo, para poder á voluntad establera. Cuando s ube, ¡¡e quita el sombre ro, y cer la ventilacion, se rá bueno hacerlo, eD el caso contrario, oonvend rá tener los medios se echa en un a de las cubas (] Ue van ya á de venti lacion en las abertu ras que dan luz ser desti ladas ó bien dentro de l alambique. á la cubería; las ventanas deberán ser mas Se deja subir por cuatro horas y se qui ta 1


elevadas que las cubas y abrirse por arriba, de modo que .no llegue el aire directamente á .el fas. Se deberá ventilar cada vez q•Je sea neeesario, pues nada es mas perjudicial á las fermentaciones que las emanaciones pútridas ó acéticas que no faltan én la cubería qne no está bien limpia • y no es •bien ventilada. Despues de haber lavado la's cubas con agua .caliente, comunmente se pasa una lechada de cal para neutralizar el ácído acético formado en la madera ó tmpregnado. Algunos destiladores dejan cubierta con cal la cuba, esto es un mal, porque los álcalis parecen favorecer la formacion del aceite esencial de las patatas, que á mas del inconveniente que tiene de dar mal gusto al aguardiente, presenta aun el de formarse á sus espensas, los álcalis por otra parte, como se sabe favorecen la fermentacion pútrida; bueno es despues de algunos instantes de contacto con la lechada de cal, quitar esta por medio de un lavado con agua clara. De ningun modo se está ·acorde aCfirca la oportunidad ó inoportunidad de cubrir las cubas; los unos miran esta precaucion como muy , perjudicíal. Cada cual podrá en este caso obrar segun sus propias inspiraciones, pero en el caso de que se cubriera las cubas ·menester será tener el mayor cuidado en limpiar las tapaderas y desembarazarlas del agua que se condensa en su superficie inferior durante la fe rmeotacion é imp(egnada de emanaciones amoniacales, ó acéticas de que están cargadas. Auuque en · teoría la cubería deba ser mantenida de 20 á 25 centígrados, no hay inconveniente que baje hasta 15, pues las cubas tienen una tem'peratura que les es propia, y que es resultado de la fermentacion; ba&ta en este caso que el desperdicio del calor no sea 'bastante considerable para que se enfrieo; por esto se ha,observado que la temµeratura ·de 15° es preferible para la salud de los obreros que la de 20 á 25º siendo suficiente y menos costosa de conservar. Tampoco se deberá bajar de este término y aun en este caso, es conveniente poner las cuba~ en levadura á 25 ó 30°. La temp_eratura ,de la cuadra se _equilibra en se-

228 guida cuando la fermen tacion marcha. ,

está en

§ VIII.

De los aparatus destilatorios. La dP.stilacion de las patatas no exije un aparato que teñga una forma propia, todos ó casi todos pu~den servir, si llenan las condiciones de presentar una entrada fácil ancha y corta á las mac~raciones. Esta disposicion se necesita por el estado pastoso y agrumado de las materias que deben destilarse, que obstruirían los conductos de poco diámetro 6 que tuviesen corvaduras algo bruscas, inconveniente que paraliza la operacion en marcha, obliga á abrir el aparato y á perder un tiempo precioso y desengurgitar los tubos lo que siempre no es sin peligro para el op.erador debiendo trabajar con materias en ebu\licion. PÓr lo demás cuando este accid.ente sucede, se puede a menudo con el juego del vapor y de las espitas, rechazar los materias espesas que ocasionan las obstrucciones, tambien es menester empezar por esto antes de desmontar los obturadores de las -aberturas mayores por las que se obra directamente. El diámetro interior de todos los r.onductos por los que deben pasar las maceraciones, nunca debe ser menor de 20 á '.% lineas. Aun cuando todos ó'casi todos los apara-tos destilatorios puedeo servir para las pat,1tas vamos á describir uno que por su sencillez y so lid éz presenta todas las ventajas que reclama estafabricacion. La esplicacion del mismo y su marcha darán una idea clara, de lo que debe dar el aparato que háyamos escogido, á mas no lo repetiremos bastante que debemos evitar emplear un aparato demasiado compli cado y por lo mismo sujeto á frecuentes reparaciones. El aparato que vamos á describirse compone de tres huevos O, 0 1 , 0 2 , Fig. 7; el huevo O sirve para calentar las materias que deben destilarse, los otros dos 0 1 0' del todo parecidos entre sí, funcionan a lternadamente del mismo modo destilando; dos conductos CC', juntan los huevos 0 1 o• con


229 el huevo superior O y sirven para conducir las materias que deben destilarse á uno ú otro de los huevos inferiores. Cada uno de los inferiores tiene una válvula de seguridad SS' que se abre por dentro El uso de estas válvulas es prevenir que los huevos no se chafen por la presion atmosférica cuando falta la presion interior de repente, como cuando por ejemplo se introducen las m aterías. Dos agujeros grandes tr tr' sirven

para reconocer el interior del aparato, para limpiar un agujero que se hubiese obturado. Cada uno de estos dos huevos inferiores 1 tiene en su parte superior un recipiente ó cámara de vapor d d'; es importante que estas cámaras tengan cierta altura; aquí es donde empieza la destilacion, y si el espacio es muy limitado, las materias espesas levantada por la hinchazon de la masa cuando destila, ó pro-yectadas por el hervor, son

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Fig. 7.

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arrastradas con los vapores alcohólicos. Dos tubos, tu tu' conducen !os vapores alcohóli-

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cos formados á dos barrilitos to to'. De estos barril itos los vapores alcohólicos pasan


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ya á los tubos quesumerjen tu', tu•, que.los conducen á los huevos O' O" para sufr)r una nueva rectificacion en el rectificador Re pasando por la espita de distribuü B del doble fondo del huevo O donde hay un serpentin c(ue dá vueltas al interior, y en fin del tubo Tu• del rectificador los vapores alcohólicos van al serpentin del refrigerante; una e pita pl!esta encima del rectificador éleja llegar un hilito de agua, que se arregla á voluBlad~ cae en la cubeta cu, de la que sale por medio del escurridero, (sobrea;idor) y el pequeño tubo t. El vapor llega del generadar á una bt>la de distribucion b, de la que pasa por los tubos Va, Va' á uno ú otro de los huevos; la cantidad es arreglada por n1edio de las llaves Ro Ro'. Los tubos de vapor deben ba1ar muy cerca del fondo de lo5 huevos; al llegar el vapor á la masa que se ha de destilar, primero se condensa, la calienta y pronta arrastra consigo las materias alcohólicas. Dos llaves para vaciar V, V' sirven para sacar las materias que han servido, y caen en un conducto cubierto pue to delante de los huevos, y van al rescrvorio puesto fue.ra de la fábrica. Dos tubos P P' sirven para obtener los vapores condensados, de cualquiera de los do huevos, para saber luego que e tán apurados; los vapores van á condensarse atravesando el tubo sr en un pequeño serpentín pue to debajo del huevo superior O. La espita B cuyo corte lateral está representado en la Fig. 9, tiene tres aberturas,

Fig. 9

o•

el macho es agujereado como lo demuestra la Fig. de modo que .e puede poner alternadamente una de las tres aberturas eo comunicacion con las dos otra , lo que permite dejar llegar al serpeutin el vapor formado en ,uoo ú otro de los do,s huevos inferiores.

Se observa que las éspitas todas tienen la cabeza cuadrada, lo que hace necesario llaves para abrirlas; sin esta precauc100 seria á menudo impo ible . tocarlas sin arriesgar el quemarnos ; no haciendo el rnacho cuerpo con la éspita e calienta muy poco. Para maniobrar pronto es menester tener una llave para cada éspi ta ( 1 ), bien que en rigor una sola puede servir para todas. § IX.

Jlarcha del aparato. Todas las materias que destilan deben pasar por el huevo O, que se carga por medio de una bomba, por medio de un cubo; ó de otro modo. Vamos á describir la marcha de una operacion desde que ~e le da fuego hasta que se ha descargado del todo el aparato. Cerradas toda& las espitas, lo mismo que ( 1) · El bu evo O representndo en la Fig. 8 corlado por en medio es de doble fondo; los vapores alcohólicos vienen á pa ar á este doble fondo antes de subir al scrpentin, que conduce al rectificador, este serpenlin no eslá representado en la Fig. 8, envolviendo por el interior al bue,,o O. Cuando la destilacion es muy ,·i 1•a, los vapores alcohólicos arrastran con igo materias impuras que se depositan en este doble fondo; l;is porciones Oúirlas condensadas vuelven á la masa que de tila por medio de la llave B Ag. 7; las materias sólidas son estraidas del doble fondo por una ab ertu ra ó pequeño agujero tr Fig. 8. Dos obturadores ob ob' formados de un metal pesado y dúctil sin-en para tapar los orificios ·por donde se sacan las maceraciones. Estos obturadores deben tener l;J forma cónica muy' embudada, ,sin que su adherencia á los agujeros que deba tapar, sea tal que sea difícil levantarlos. Varillas de hierro ti, ti, sirven para manejarlos; cuando se los levanta se sostienen por medio de una aguja aig la 11 llura conveniente por medio del pequeüo agujero que hay en la varilla de hierro. Un agitador ag, está montado encima de un eje móvil ax pu es to encima de una grapaldina fija en el fondo de la caldera, y mantenida por su parte superior en el ojo de una barra b, que puede levantarse.

a


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mas que abrir la llave del vapor Ro' desde este momento es menester que el fuego sea activo debajo del generador. Al llegar el vapor al huevo se condensa con detooacion, Fig. 8. pero luego se' calienla la masa y se establece una ebu-llicion riigular, y con la mano se sigue la marcha de calentamiento con el vapor alcohólico, se percibe como aumeota l, en la tapadera L' elevarse en seguida por el tubo tu', bajar al bar'rilito to', por el fondo del que las partes mas acuosas van otra t,•, vez á la masa hirviendo, despues de haber,az se coodeosado sigU'iendo el tubo que inmer)e o ti Pl. Los vapores alcohólicos de mas en mas o?,' ricos, á consecuencia de la condensacion de las porciones acuosas duraote· su marcha suben por el tubo túª y se escapan por ei fondo del huevo 0 1 allí se ca11gan de uoa nueva caotidad de alcohol atravesando la masa líquida cootellÍda en este huevo. Si la masa líquida contenida en el huevo, O' debiese ser calentada por los vapores alcohóaltura, se pone la espita de tres berturas B licos del huevo 02, la operacion dura ria deen comunicacion con el serpentín y el huemasiado tiempo, para abreviar pues, se hávo 0' . Se quila el obturador ob' Fig. 8, y ce llegM el vapor del gene11ador al mismo la materia que debe destilar baja al huevo tiempo á los dos huevos al principio de la O• Fig. 7, se carga de nuevo el huevo su?erior y despues de haber puesto el huevo operacion, abriendo las dos espitas Ro Ri, y no se cierra la Ro, h:isla el momento 'lue inferior O' en comunicacion con el serpencon la mano se percibe que el vapor alcotin por medio dr. la espita B, se quila el obbólicd"su1be pO'r el tubo tu. Si ronlinuamos turador oh, para dejar pasar la malerÍ',l que siguitrndo la ma roha de los vaµores esto,; al debe destilar . El juego de la espitaB miensalir del huevo 0 2 , veremos que suben por tras se carga el aparato, tiene por objeto permitir la salida al aire de los huevos que el tubo tu, baja • al barrililo to, dejan aun se cargan; sin esta precaucion la salida se- algunas partículas -acuosas, que pasan por er tubo inmerjenle Pl del barrilito to, y haria lenta, y cuando las materias son espellaodo salida por la ,espila B, lleg:in al dosas, no pasa rian. l\f i3n tras pasan las materias que se han de destilar, se imprime un , ble fondo del hu evo O, donde se rectifican aun calentando la masa contenid~ en este movimiento de va y bien al 11gitador ag Fig. huevo; de aqui suben por el serpentin que 8, por medio de la manivela m, lo que impone el doble fondo en corpunicacioo con el -pide se ,acumulen porciones espesas de la tu', que lus conduce al rectificador ·Re .tuho masa, que obstruirian el orificio de salida. de donde saleo pasa odo por el tu 3 , para volLos huevos iuferioves cuando cargados y • vueltos á su lugar los obsluradores ob ob' , verá· bajar al erpenlin del refrigerante, de que tapan los agujeros de snlida despues /ae doude salen condensados en uu recipienbe cargado cada lluevo, se carga igualmente apropiado. Cuando se supooe que el huevo o• está el huevo calentador O despues de lo que se apurado, lo que tiene lugar á la media ó uoa lapa . hora despues que ha empezado á destilar, Hemos dejado el huevo O' en comunicacion con el serpenLin por medio de la espita se abre la pequeña espita r, puesta en el peq_ueño tubo p'.. Los vapores formados en el B, para poner en marcha el aparato no hay

los obturado¡es ob, ob', Fig. 8 se carga el hu evo superior O basta los dos tercios cÍe


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huevo· O• van, pasando por el conducto st·' deracion y es que es mas cómodo obtener el á un pequeño serpentin donde se condensan ; aguardiente de primera vez cuando se quiese recojen en un vaso -de vidrio para ensare purificar el alcohol como luego diremos. yarlos por si contienen al.;ohol. Cuando estamos seguros que está apura§ X. do el huevo se abre la llave V'; la presion del vapor bace salir muy pronto la masa Observaciones prácticas acerca la marcha del espesa depurada, que va á depositarse á un aparato. lugar fuera de la fábrica . Eritoncf;s se·cíerran las llaves V' y¡ Ro' y se abre la espita Algunas veces sucede que por falta de Ro . El huevo o• en este momento, está del ate1,1cion los huevos se llenan demasiado, todo cerrado, y·lleno de vapor de agua, que este accidente proviene_ya de haber cargasepara todo el aire se levanta entonces el do demasiado los aparatos ya de haber emobturador ob', y la masa que debe destilar pezado la operacion no estanrlo suficientecontenida en el huevo O, se precipita por el mente calentado el aparato g1rnerador; en .conducto e'; condensándose el vapor del este último caso llegando ei vapor lenta· huevo O\ este paso se efectua con mucha , mente y sin tension, se condensa por murapidez, antes de levantar el obturador ob' cho tiempo antes de ponerlos en marcha. •es menester tener la precaucion de poner en Cuando esto sucede la destilacion no se ha,mbvimiento el agitador ag Fig. 8, continuar ce sino por sobresaltos, y examinando la esla ágitacion míentras dura este ·paso, sin es- tremidad del serpentin por la que sal~ el ta precaucion las materias espesas de ·1a aguardiente, se ven lle6ar vapores alcohólimasa que destila obstruirian el paso . En cos que no han podido condensarse, y acomeste m,omento es cuando es útil la válvula pañad11s de pequeñas esplosiones. Cuando s', el vacío que se forma en el huevo o•, nos percibímos de estas singularidades en baria que por la presion atmosférica se cha- la marcha es menester parar el vapor, y fase este sino se abriera la válvula permi- abrir los huevos para asegurarnos, que allí tiendo entrar el aire . Terminada esta ope- está la causa del desarreglo. En esle caso racion se da vuelta á la llave B para poner no hay otro remedio que dejar salir una en comunicacibn ¡el huevo O• con el doble porcion del líquido de los huevos. fondo del huevo O y la operacion continua Este accidente fácil de evitar con un poco como al principio; repitiendo alternadamen- de atencion tiene lugar sin embargo bastante la misma operacion con los dos huevos te amenudo, cuando se tienen trabajadores .. O' y O". descuidados ó sin esperiencia ; igualmente Este aparato da con facilidad alcohol de es de temer al principio de la operacion so48 á 55° segun la riqueza de las maceracio- bre todo en tietnpo muy frío, en este caso el nes· sometidas á la destilacion. Reemplazan- aparato requiere gran cantidad de vapor pado el rer,tificador Re Fig. 7 por un aparato ra ser calentado al punto requerido para la mas complicado, propio para dar alcohol, destilacion. Esto se evita, llenando los huese obtendría un grado t¡rn elevado como po- vos no mas .que hasta la mitad para el pridria desearse, pero seria complicar el apa- mer cambio. En general vale mas que sean rato y no podré repetirlo bastante, un apa- vacíos que demasiado llenos: siempre sega' rato destinado á funcionar en una esplota- · nará en el tiempo que .dura una carga en cion agrícola, lejos de todo taller de cons - desti lacion. El hi lito de aguardiente que satruccio'l, entregado á menudo á manos ines- Je debe ser frio y regular algo mayor que el pertas debe ser tan sencillo como sea posible, tubo de una pluma. Algunas veces se ha iny las ventajas de una rectificacion inmedia- tentado aproximar una vela encendida al ta,no son de tal modo grandes para que sea orificio inferior del serpentín para examimenester sacrificar la ventaja de un aparato nar, el aguardiente que destila; es menester que marche sin desarreglarse . Otra consi- guardarse de esta imprudencia sobre todo

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cuando se destila' á un grado elevado, porque el fuego comunicándose á los vapores alcohólicos conlenidos en apar.alo podrian producir una denotacion y destruir el aparato y felices si paraba aqui) l destrozo. Cuando se quieren obtener produclos pu, ros, es c<tnveniente no reunir los úllimos productos de la destilacion con los primeros sobre todo cuando no debemos rectificarlos, regularmente cuando los productos no marcan sino 30 ó 35° centígrados se reunen con las destilaciones siguientes. Estas últimas pPoporciooes van acompañadas de gran cantidad de un aceile esencial fétido que les dá . un a pecto lurbio y lechoso, se reunen con la deslilacion siguienle echándolos en el huevo superior y haciéndolos pasar en el huevo inferior últimamente cargado. He dicho ya como nos servimos de las llaves rr' para reconocer que un huevo está apurado, el líquido recogido en un vaso puede ensayarse de diferentes modos. El ensa_ o ma ec acto se hace por medio del alcohómetro, cesamos cuan-do el producto no marca mas que i ó 5° pero este modo de ensa)1 ar es p0co usado: el medio mas en uso consiste en echar algunas gotas del líquido en la parle superior de uno de los huevos y acercar una vela cuando el vapor producido no se inflama se dice que está apurado. Tambien débese tener la mayor atencion en que el agua de: lo$ _conden adores se renueve á menudo, para que tenga siempre una temperntura fria; sin esta precaucion la condensacion se hace mal, y re ultan pérdidas de cuantía. El agua debe llegar siempre por la parte baja del refrigerante y salir por la superior. Al salir tiene la temperatura de 4-0 á 60. 0 y algunas veces mas al paso qoe el fondo está á una temperalura muy baja. § XI.

Desinfeccion del aguardiente y del espíritu de patatas. De la atentacion tenida ~n la desti lacio o, de la bondad del aparato y del cuidado que se tiene en separall de los productos de la TOMO 111.

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destilacion, las últimas gotas llamadas colas, depende en gran parte la calidad de aguardiente; pero sea cual fu ere el cuidado tenido, siempre conservan los productos un olor vinoso particular debido á la presencia.. del aceíte esencial que en la deslrlacion ha pasado con estos productos. El graqde problema de la industria que nos ocupa 'es quitar este olor, que les hace inútiles para todos los usos que requieren pureza. Algunos fabricantes han resuelto mas ó menos completaínente este problema, y dán á sus productos un valor muy superior al que tienen cuando no se han desinfectado. En éste cas,0 pueden ser mezclados con espíritu de vino sin que nada dé á conocer esta mezda~ y sirven para los mismos usos que el de vino. Pocos fabricantes han llegado ha desinfectarlos bien porque regQlarrnente se tie• nen secretos e-,tos procederes. Los medios empleados son lo álcalis cáusticos que saponifican los aceites, y el carbon vegetal; se prefieren los ligeros y se preparan tomando una olla de hierro, que se llena de pedazos de leña del mismo grandor si puede ser, se tapa y solo se deja un pequeño agujP.ro para dar salida á los gases; se dá un fuego fuerte y mientras sale gas, se deja enfriar la olla sin, destaparla, despoes de haber tapado el agujero que dejó salir los ga es. Cu ando el carbon está completamente frio, ,se saca de la olla, se reduce á polvo fino y guarda privado del aire y de la humedad. Por otro lado se apaga cal cáustica, en agua y ef polvo inpalpable resultante se tamiza y conserva privado del aire. Cuando se debe desinfectar espíritu que no debe ser rectificado, se echan en el tonel que contiene el aguardiente 15 onzas <le polvo de carbon y 3 onzas de cal en polvo por cada •100 litros de aguardiente. Si este es muy infecto como sucede en los años que las patatas son muy malas, se aumentan estos ingredientes; introducidos en el tonel ~e hace rodar este y si es dema-siado grande se introduce por el agujero un baston hendido eu cuatro partes por lo largo y agita fuertemente en todos sentidos. Despues de e to se deja en reposo por algunos día · y se ei;tra:20


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vasa el líquido daro. Se apresura el depósito y clarificacion, añadiendo clara de huevo. Cua·ndo se quiere desinfectar nueva cantidad se echa encima del resíduo carbon,oso 'de la primera desinfeccion al que se ha añadido una cuarta ó tercera parte de mezcla. Se conti_nua de este ~odo hasta que la cantidad de ·resíduo se'a considerable hasta ser embarazosa, entonces se escurren estos resíduos, des•pues de sacados del tonel, se los despoja del alcohol que pueden contener, con agua, · la que se destila ó deja en reposo para ~epararla. Si la operacion ha sido bien conducida y empleando buenos materiales se obtienen productos del todo privados de su olor, mal gusto y claros. Cuando los productos deben ser destilados, se les mezcla la cal v el carbon en los huevos, y se destila t~do junto. E:- me~ester tener cuidado antes, de limpiar el aparato. Los -primeros y últimos productos se ponen aparte y juntan con otras destilaciones, de este modo se obtienen productos muy puros. Si el carbon no hubiese sido bien preparado ó la cal no fuese <\e buena calidad, convendria aumentar la cantidad, pero no mucho porque entonces tendríamos un resíduo que nos embarazaría. Puede tambien desinfectarse con potasa cáustica; cuya accion parece ser mas enérgica que la de la cal. La potasa cáustica se prepara del modo siguiente : Se toma una parte de sal tártaro del comercio, y se hace disolver en agua, se prepara por otro lado lechada de ·cal de una parte de cal bien pura, y se mezclan los dos líquidos, se forma un pósito y se recoje el licor que sobrenada y se mezcla con el aguardiente que se ha de desinfectar y se vuelve el todo al alambique; 3 ó 4 onz-as de potasa del comercio bastail para desinfectar, 100 litros de aguardient~. Este proceder solo es aplicable á los progucfos que deben ser destilados de nuevo. Tambien puede ~esinfectarse· el aguardiente.á medida que se obtiene, haciendo · pasar los vapores antes de condensarse por u,na serie de aparatos que contienen dísol ucion de potasa cáustica, ba~ta.nte,__ parec_idos

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al que se usa para lavar el gas del alum- · brado. § Xll.

De los resíduos. A menudo en las destilaciones el resíduo forma el beneficio de la fabricacion, recurso precioso para nutrir y engordar, los animales de cuernos, en una época del año que faltan los pa tos. Los residuos de la destilacion , al salir apurados de los huevos, son sacados por medio de uo condu,:to á un depósito fuera de la fábrica. En este depósito se mezclan con paja menuda, con frutos de col, ele., es bueno que haya dos depósitos y vaciar enteramente cada vez el Heno, sin esto se forma un depósito al fondo que se agria y acaba por corromperse. Los resíduos mezclados con paja menuda conservan una temperatura elevada por- mas tiempo que solos; no deben darse muy úalienles al ganado; se deja enfriarlo bastante y macerar lo conveniente la paja. Demasiado calienta daña al ganado pero frio tampoco engorda del modo debido. Algunas vecessucede que al principio los animales parece no quedan satisfechos, poresto no debemos inquietarnos, pronto se habituarán y la preferirán á cualquier otro. ~O libras de patatas dan suficiente resíduo para alimentar tres cabezas de ganado mayor y de raza fuerte.' No se debe guardar por mas de tres ó cuatro dias; pasado este tiempo se vuelve agrio y puede pudrirse_. Igualmente se usan los resíduos de la deslilacion para aHmeqlar las vacas lecheras, y para la cría de los cerdos, con todo estos' no pueden engordar con este solo alimento es menester substancias mas nutritivas, como semillas, habichuelas etc. Respecto á las vacas lecheras, los residuos parecen convenirles mucho, y la produccion de la leche junto con una destilacion de patatas, es una especulacion muy lucrativa ooando se puede dar salida á los productos. .Por fin, la destilacion de las patatas es como cualquiera otra industria, el que quie-

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nunca nos cansaremos de repetirlo, la escasez y la mala calidad de los ganados son la afrenta y la calamidad de las naciones. Hemos dicho que la utilidad y la importancia de la higiene veterinaria s'on mayores que las de la _terapéutica, porque el número de enfermedades de los animales domésticos proviene de la ignorancia, de los errores, del descuido y del interés mal entendido. Pero esto no quiere decir que no estén sujetos á dolencias de naturaleza muy diferente, 'Y que no sea preciso recorrer á ,. menuQo á la medicina veterinaria para acallar sus sufrimientos y prolongar su vida. · Convencidos de esta verdad, hemos traduducido del franeés el tratado de las enfermedad~s del buey, que con mucha precision y acierto ha escrito 1\1. Lafore. Hemos preferido ocuparnos de este trabajo, porqne creemos que el buey es entre los ganados el que presta al hombre mayores u_Lilidades ; porque es el animal que le sirve desde el principio del mundo; y porque en nuestro idioma carecemos de tratados útiles que puedan serví rnos de provecho. Confiamos que los veterinarios y los cultivadoreg disimularán el ardor de nuestro empeño) y que nos harán la justicia de creer · que nuestros únicos deseos son de ser úliles al país.

ENFER!IEDÁDES PARTICULl_RES DE LOS

grandes mmiantes.

CONSlDEllACIONES GENERALES .

DE LA SALUD Y DE LA ENFERMEDAD,

Los órganos reunidos ó agrupados de diferentes modos cosliluyen los aparatos. Cada órgano, con' siderado como instrumento de la vida, ejerce actos fisiológicos ó vitales, y estos fenómenos reuni·(ios constituyen las funciones. La salud depende de -la regulariclad en el egercício de las acciones vitales y de la armonía perfecta entre las diferentes funciones. Conservar este esta<lo, sacando todas las ventajas posibles de los animales, forma el ó-bjelo de la higiene. Pero los medios higiénicos, sie~do á menúdo insuficientes, ya sea p()rque están mal empleados, ó mas bien, porque la ciencia de la vida es todavía un problema, resulta que á pesar de su accion, lo complicado de los resortes· del organismo y de sus diversos elementos, sobrepujándola y domiQándo-

la, son causa de desarreglos mas ó menos graves.

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Estos desarreg.Ios, eatas faltas de armonía en el egercicio fisiológico de las funciones constituye el estado anormal, llamado enfermedad, cuyo estudio recibe el nombre de patología. La lisiología y la patología son pues dos ciencias inseparables, puesto que las emfermedlldes no vienen á ser otra cosa que modificaciones orgánicas ocasionadas por la influencia de ciertos modificadores que se han denominado causas. Pero la fisiología,que ha sido por mucho tiempo una ciencia movil, si se atiende á que sus teorías mas brillantes ban tenido una existencia pasajera, no ba dejado por eso de influir sobre las ideas terapéuticas. Vemos la prueba en que la mayor parte de las doctrinas médicas que se han sucedido, han basado sobre la$ idéas fisiológicas reinantes. · Para comprobarlo bastará citar dos ejemplos. Broussais considerando la vida como ·el producto · resultante de las acciones orgánicas, adoptó una terapéutica con relacion á estas ideas, localizando todas las afecciones y proscribiendo en algun modo toda medicacion general, Al contrario Razori i admitiendo la hipótesis que las enfermedades son general~s por existir una diátesis, poco se paró en los fenómenos locales, ocupando toda su atencion los síntomas generales por considerarlos de mucha importancia, cuando Broussais los miraba como fenómenos.secundarios y simpáticos. Todas estas contradicciones se cQncilian por una fisiología menos esclusiva y una terapéutica no tan absoluta, qu_e basadas entrambas sobre la \

Es mas fácil y menos dispendioso 'p~e~ venir las enfermedades que cufarlas. Este principio debe tener mayor aplicacion todavía en los animales domésticos, porque siendo incurnbles muchas de sus dolencias, y otras de una curacion larga y dudosa, no podemos tener interés en intentarla por los gastos que oc;tsiona. Por esta razon nos con• 1viene mucho conservar la salud de las bes- . tías, para sacar de ellas el trabajo y obtener los productos diferentes qQe nos ofrecen. La higiene veterinaria tiene una conexion íntima con la eoonomía rural. Por todas partes los animales son á la vez los ,agentes y los productos del cultivo: su mantenimient9 se enlaza, casi con todas las operaciol)es campestres : en todos los paises su mulli plicacion y el buen estado en que se los conserva, son el indicio cierto de una agricultura perfeccionada y la señal de la riqueza .privada y pública. La cria de los ganados vacunos constituye el descanso del labrador; las manipulaciones de sus leches, vivifican ciertas com~rcas; y sus carnes abastacen por do quiera los mataderos. La importancia que damos al buey _podríamos señalarla tambien al caballo y á otras dífere.ntes especies,. y,

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observacion, 110 se sugetan al dO'minio de teorías sistemátícas. Asi pues, los medios para curar se dirigirán á la vez contra las fuérzas y órganos, buscando combatir la diátesis en la universalidad de ltis síntqmas, y la enfermedad local en los sfntomas especiales; y contra las causas, en todos los casos que llegan á ser conocidas por obrar de un modo constante. Siguiendo estos principios se estudiarán las enfermedades de los grandes rumiantes ¿ Pero que ord,.en se adoptará para este estudio? Es-aun poco posible semP;janle cla~ificacion en el buey; porque las enfermedades de esta especie así como sus ca1·ácteres particulares son la consecuencia de una disposicion añatómica diferente en los aparatüs orgánicos, sin cuya coodicion no pueden existir. El orden pues que se debe seguir es el de los aparatos de las fun'ciones, y recorriéndolos metódicamente podrán estudiarse los desarreglos especiales. Vemos con frecuencia enfermedades generales que parecen atacar á un mismo tieil;lp'o todos los .órganos, las cuales constituyendo uua clase particular, se estudia Pan con el nombre ae fiebres. Y aun cuando la mayor parle de estas enfermedades no son peculiares á los grandes rumiantes, con todo la coostitucion .del buey les imprime un ca..rácter tan distintivo, qúe obliga consideradas como enfermedades de la especie. Las enfermedades son modificadas en,sus formas, en su duracion y en sus terminaciÓnes- por una rnultilu<l de causas, de las cuales hay algunas

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(1) -El qe un órg~nó ó de un aparato se denomina por algunos antores (idiosincrasia.) dai;ido el nombre de temperamento á la preponderancia~cte un sistema.

inherentes á la economía; siendo de este número la con5titucion de las especies y el temperamento de los individu9s. Entendemos por constitucion, el conjunto de la organizac;ion <le una especie y sus disposiciones anatómicas particulares. Asi, un sistema dentario completo, un solo estómago, un envoltorio ó ceñidor carnoso del esófago que se opone al vómito, la éxistencia de las bolsas guLurales, el pié terminado por un dedo rodeado de una caja cornea etc., son carácteres propios de la constitucion de la especie del caballo. Un sistema dentario incompleto, cuatro dilata. ciones gástricas.el esófago terminando en la panza en forma de embudo y continuándose hasta el último estomago por medio de una gotera, la facul·tad de rumiar,el pie terminado por dos dedos etc., son los carácteres de la constilucioti d'el buey. El temper3me.oto al contrario, es el predominio de volumen ó de accion de un sistema ó de un aparato (1) Si se examina con cuidado la disposicion dE\ los . aparatos orgánicos del buey, se nota desde luego que predominan los órganos de la digestion: ,ademas se observa un desarrollo muy notable de vasos venosos, en particular los del sistema de la vena porta. Los linfátii:os son grandes como los gánglios á donde van á parar y dis- ,

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~afore,

tsso.

Calle de la Plateria, número 58.

IMPREI,TA. DE D. RAMON MA.RTIN lNDÁR,

'Ú1axcef01Aa, :

D. Gerónimo Darder.

Traducido al -español por el Veterinario

TOLOSA DE FRANCIA.

NA LEGAL EN LA ESCUELA VETERINALHA DE

CATEDRÁTJCq DE PATOLOGIA, DE CLÍNICA Y DE MEDICI-

ar.

por

GRANDES RUIIIJANTES

DE LOS

ENFERIIEDADES PARTICULARES

DE LAS

~m&'l!&lb~

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235 -

se ·emplea en las destilaciones de Blansko en ra emprenderla debe saber ecsactamente.tootro medio puramente mecánico y Hungría da.s la,; circú.ns\.ancias locales , los precios la consideracion de que la esen fundado hasta de compra y venta y no emprenderla -por el ácido carbónicQ, y foripada es puma deja que demostrado, hayan cifras las que que rompiendo estas burbujas, el gas se un beneficio suficiente, para hacer frente á desprénde y por consiguiente la espuma -y la tadas las eventualidades. Apéndice. Medio para evitar el esceso de levadura deben ir al fondo. Para esto se ponen varias láminas paralelas unas á otras y fermentncion d11 los mostos en la fabricacion del aattardiente de pátat'as. Hasta el presen- á distancia iguales entre si y de las paredes de la cuba. Estas láminas pueden ser de te uno de los mejores medios que se han madera tan Iuego como las burbujas llegan encontrado para oponerse al esceso de ferlos cuchillos revientan, se escapa el gas y á mentacion de los mostos, para fabricar el . la levadura al fondo. Los cuchillos escae aguardiente de patatas, consiste en añadir en uu cuadro, y no se introcolocados tán cebada germinada ó mall,a, que vuelve este sino r.uando se, forma el cuba la en ducen tenacidad la ruosto mas fluido, y Jisminuye sombrero Clavillas en forma cónica prode la espuma que sube, y entonces se reducen el mismo efecto. suelve mas fácilmente. Desde algun tiempo

Escala de la Figura 6 . .

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·DoJ cerezo. • ·' " El árbol qu; produce las cerezas fué importado en Italia por Lúculo '10 años antes de resucristo: "~1 naranjo y l1mdnero pasaron e la''Iodia á .Egipto, y de la China á Por~ugal en. 1332: el albaricoque se llevó en 155_0 de Armenia á Italia y desde allí se comum1 có ~ Francia é lnglate rra: el olivo fÚé trasportado de Egtpto á Grecia por 'Gecrops, y en Francia por los Foceos; al Perú se llevó en rn5o. Otros árbolC$ exóticós cuya fecha de importacion no nos es .conocida, 'como el castaño, ·venido de lás montañas de '.fesa: Iia( la ·higuera, procedente de Africa: el moral de Asia menor, que fue cultivado en Gre- cia y dió numbre á la Morea.

pede; ·tan incómodos como dañinos. En su consecuencia, cuan.do se nóte la p rés,encia ' 1 de tales animales bas.tará para hacerlos ahuyentar inmediatamente colocar en las . cámaras infestadas algunas tablas ii'npreg-• nadas de brea, que se renovarán de cuando en cuando. (Anales de Hijiene pública y de medicin_a legal,, número de enero de 1850). · Entre los infinitos medios que se han propuesto para evitar.los graves perjuicios que . acarrean los gorgojos no puede haber uao mas sencillo, mas fácil ni mas ecoaómico, el cual nos apresuramos á poner en· cor;tocimiento de nuestros hictores para que se aprovechen de sus inmensas veatajas.

Varios arboles.

Uso _de la brea para preservar el trigo - del gorgojo. . · ·

Acerolo. El acerolo, que muchas personas confunden indebidamente con el serva!, es árbol origiaario y natural del MeSabido es eJ daño que 'e! gorgojo _produce diodía de Euro_pa. Multiplicase por s~micuando se desarrolla en los troges ó sitios llas; pero esté medio-es tan largo, en espedonde se conserva almacenado el trigo -. .El ·cial por las muchas trasplantaciones que, olor de Ía J)rea es mortal para este insecto. para asegurar su éxito, requiere én plantel, Si se unta con un poco d_e esta sustancia la que es,Io mejor 'proporcionarse plantas arparte superior de un recipiente en _que se raigad as -ya, y trasplantarlas al lugar en havab metido gorgojos, no tardan en morir. que se desea criar esté árbol, ó bien ingerMr".' Caillot, que recordó 'estas particularida~ tarlo sobre peral , aiemb1:illero ú espino· des conocidas de algunos labradores y co- blanco. merciai;ites en granos, cita el hecho de una Albaricoquero.'. Este árbol es origicasa tan infestada por los gorgojos que bas- nario de Armenia. Todas las variedades ta penetrab'an en los armarios donde se que de él se cono·cen 'se cultivan del misguardaba la ropa blanca. Se colocó un tonel mo modo. Suele multiplicarse · ó de seaibierto impregnado de brea en el me·nciona- milla, ó de ingerto en almendro, si se le do cprtijo ó granja, y despues en los grane- de~tina á terreno secQ, y en r.iruelo, si á terros,. troges ó cámaras; al cabo de algunas reno búmedo.-El ingerto mas favorable paboras se veían huir los gorgojos á millares ra este árbol es el de escudete, ó bien el de -en todas las 'direcciones opuestás á la en que cuña,-La forma natural es l¡i que mejor -s~ encontraba el tqnel. Sé fué trasladando- parevce convenirle; puede, sin embargl), muy .este de pieza en-pieza, y en pocos dias quedó bien ponerse en paldera. libre y .limpia la casa de semejantes búes\

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"CESAMIENTO DEL CERDO. Ya hemos manifestado otro dia el interés que ofrece e1 cerdo en la economía rural, é indicamos como de paso cuanto importa á los cultivado res conocer las circunstancias que ofrece el cuidado de un animal que presenta mucho interés como objeto ' de comercio, como un medio de producir abonos, y por sa • tisfacer parte de las necesidades de la casa del labrador. En este artículo nos proponemos esponer solamente la influencia que tienen los alimentos en la salud y cebamiento de los cerdos, detallando los que, por punto general, sean mas útiles á este ganado, y las horas del dia en que convendrá darles la comida, con algunas otr~s observaciones que harán mas útil todavía este artículo. Importa mucho que los cerdos que se destinan al cebamiento reunan todas aquellas cualidades que permiten al individuo desarrollar una gran masa de gordura; y por ello lo que conviene primero es, que tenga buena salud,qúe coma con apetito cualquier alimento de los que le son comunes y que no sea en estremo grui'ion. Los cerdos hambrient0s se ceban mucho menos si al principio les dam·os alimentos muy nutritivos y moy agradables. Conviene para el buen cebamiento que las sustancias alimenticias que se dan al cerdo sean variadas: debe empezarse por las menos nutritivas y menos delicadas, empleando sucesivamente las cjue sean mas agradables al cei:do y concluir por aquellas que come con mas avi·dez y que ceban con mayor prontitud . La sal es de mucha utilidad para la salud y buen cebamiento de los cerdos, y enseña la esperiencia que mezclando cada día una cantidad de esta sustancia con las verduras y comidas frescas que suelen darse á este ganado, se exita su ·¡1petito y h~ne ' que se cebe con facilidad. · 1 DE JUNIO DG 1850 ,

Los cerdos comen ávidamente las legumbres y toda especie de semillas, y cuando les daremos este alimento conviene no separa: las cáscaras ó raspas, porque estas poro1ones, como que son menos nutrilivas v mas difíciles de digerir, mantienen las fuer~ zas del estómago en ún estado de ejercicio que conviene á la salud de este animal, y le conservan el apetito de una manera útil para el buen cebarniento. Deben -dársele las comidas con frecuencia y en poca cantidad, porque conviene que hayan concluido enteramente con las materias de la una antes de darles la otra; á fin de que no desperdicien los alimentos v no se acostumbren á despreciar los qui se les da para la comida habitual. Conviene que el dornajo ó vaso en que se becba el alimento se limpie á lo menos cada semana, y aun en verano será muy útil hacerlo con mas frecuenci a, porque este aseo contribuye á que ·et. cerdo coma con mayór apetito. La habitacion debe mantenerse con limpi_eza, separando con alguna frecuencia el estiércol que se baya producido y renovando la cama que tan to desea este animal. Conviene que la habitacion guarde una temperatura agradable, y enseña la práctica que la de diez grados del termómetro de Reaum ur es la mas á propósi Lo para los cerdos que están en cebo. El frio riguroso, asi como el muého calor, es perjudicial á este ganado, y por ello las estaciones mas á propósito de cebar los cerdos con la primavera y el otoño. Pero si por circunstancias particulares intentamos el cebamiento eri las temporadas de invierno y de verano, convendrá guardar ciertas precauciones que favorezcan el desarrollo del animal. En verano es preciso dejarles salir de sus habitaciones antes de salir el sol y al acercarse la noche, hacer que se bañen en agua corrienTOMO 111. ~•


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te darles alimentos frescos y jugosos; y en in~ieroo convendrá que tengan abrigada la habitacion, que se les den las comi.das calientes y que se les deje pasear durante las horas del sol. Se cree, y asi lo afirman lo~ Ingleses, que los aires húmedos y el tiempo nebuloso favorecen el desarrollo de la gordura, con tal que la atmósfera no esté estremadamente fria. Los cerdos podrán cebarse juntos si no son de genio _turb?lento, pero si hay alguno que sea muy rnqu1eto, que gruñe mucho ó que incomoda á los restantes debe se·pararse y colocarlo en un punto ais-' lado, porque impediría á los <lemas á que engordasen fácilmente. El cerdo es uno de los animales do_mésti : cos menos delicado en la comida. En cada clima se encuentran muchas sustancias de qÜe alimentarlo cómodamente. En los paises calientes, se puede engordar con higos, cen los .desperdicios de las cañas de azúcar, con el orujo ó casca de la uva, con las peras manzanas ú otras frutas semejantes que abdndando en azúcar comunican ·á la carne un gusto muy. agradable. Los frutos farinosos son muy á propósito para cebar los cerdos, como la castaña, la hellota, el maiz y principalmente el trigo y el centeno: pero estos dos últimos no se emplean comunruente por el precio subido que tienen. Las raíces y los tubérculos que contienen fécula se emplean con ventaja para el cebamiento de los cerdos, tales como la zanahoria, la remolacha y principalmente la patata. Es conveniente que estas sustancias se us1rn cocidas, á fin de· que no desarreglen las fuerzas digestivas del animal, especialmente en invierno que estas raíces contienen un a · agua de vegetacion muy fria. Para el cebamiento de los cerdos pueden emplearse sustancias diferentes que casi no podrian destinarse a otro objeto, y con este método es como podrá ser ventajoso cebar los cerdos, permitiéndonos aprovechar los desperdicios de ciertos artefactos á que se entregan los habitantes de algunas comarcas. Los deshechos de las panaderías, de las fábricas de cerveza y de aguardiente, de almidon, de las lecherías y de los mataderos son muy útiles para cebar los cerdos con

prontitud y economía; y para. mayor comprension reproduciremos lo que acerca de este p:i.rticular se lee en una memoria ver tida en idioma francés, y escrita por un célebre veterinario del norte. Hé aquí lo que extractaclamente dice este autor. Cebamiento po1· medio de ~os· deshechos de las fábricas de cerveza y de aguardiente. En las comarcas donde se fabrica el aguardiente se emplean mucho las heces para el cebamiento de los cerdos. Se calcula que un cerdo de un año y de talla mediana,necesita unas doce arrobas de heces de aguardiente por semaua, y que solamente á los cuatro meses es cuando habrá tomado el suficiente cebamieoto. Los cerdos de mayor edad y de mayor talla necesitan mayor cantidad de heces, y aun es preciso q-ue contin uen á la estaca por mayor tiempo pa.ra que ceben perfectamente . _ Las heces del aguardiente producen una grasa floja pero muy sabrosa. Cuando se quiere oh.tener una grasa compacta ó fuerte y mucha ma-ntcca, es preciso escojer animales adultos que se sujetan á un ceba miento fariooso ó feculento: pero cpmo la gordura que producen los cerdos adultos tiene un sabor menos agradable y el cebamieoto es mas costpso, se acostumbra á cebar los de un año: otros prefieren comprarlos de la edad de seis UJeses y no engordarlos sino durante seis semanas. Estos últimos valen comunmente de ciento á ciento veinte reales vellon de compra y se venden luego á doscientos veinte ó maf': reales, despues de haber consumido seis mil libras de fécula; de manera que un cerdo, cebado de esta manera, da un beneficio notable. Pesan entonces de setenta á cien libras, y dan una manteca deliciosa. Prolongando el cebamiento hasta á diez semanas no se obtiene el mismo beneficio. Los especmladorcs que compran cerdos de un año para cebarlos, calculan ordi oariamen te por las diez y ocho semanas que se los tienen en el corral, alimentándolos de fécula, con un beneficio de doscientos ochenta á trescientos sesenta reales vellon por cada par. Estos puercos comen al principio del cebamiento unas setenta libras_de féc'ula por dia; pero al cabo de ocho 6


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diez semanas va disminuyendp su voracidad viene engordar los cerdos con leche sino en á tiempo que aumentan en gordura. los ponlos muy distantes de poblaciones de Los cerdos grandes <le raza inglesa, pue- consumo, ·ó cuando la leche por una causa den comer cada dia tres veces mas que los · cualqoiera no puede emplearse para la fade raza pequeña, sin que por ello rindaÓ uñ bricacion del queso. La leche agria, ó ligebeneficio triple. ramente acidolada, purga á los cerdos al Algunos economistas aseguran que asoprincipio, como igualmente lo hace el suero; ciando.á la fécula una cuarta parte de agua, por cuya razon este último no debe darse los cerdos prosperan mas y exigen menos caliente, principalmente si es dulce, atendialimento. Se fuudan en que el canal intesdo que en este caso podria producir accitinal entonces extrae con mas facilidad las dentes muy funestos. parles sustanciosas de la fécula, lo que no La grasa de los cerdos que se han cebado sucedería sino estuviese disuelta. con suero es mas floja qne la de lqs que enTam bien, creen saber por esperiencia que gordaron por medio de heces del vino ó de la fécula acidulada ó agria es mas útil para la cervezería.. La leche agria, al contrario, el cebamiento luego que los cerdos se han dá una manteca fuerte y muy sabrosa. acostumbrado á comerla, que la que nb ha Cuando el cerdo se destrna á la salazon es esperimenlado esta alleracion. M:. Viborg preci so que se añada.al suero que se da coha notado sin embargo lo contrario. Dos mo alimento á los cerdos, una cantidad de cerdos de seis m¡!ses se alimentaron duran- semillas p&ra que desarrollen carnes mas te once dia-s de ~écula agria: no se pudo esquisitas. Este método convendrá princiconseguir que la comieran basta que esta vie- palmente á los cerdos jóvenes, de quienes ron hambrientos, lo que sucedió á los cua- se obtiene por lo comun, un precio doble tro ó cin~o dias., Durante el tiempo que se del que costó de r.ompra. empleó ('.n el esperiruento, comieron dos Ceoarniento por medio de las heces de alcientas noventa libras de esta fecula, y se midon.-Las fábricas de almidon suminisobservó que er uno no comió tan ta cantidad tran desperdicios diferentes y muy nutriticomo su compañero. Se les pesó antes y vos que pueden emplea-rse utilmente para des pues del es peri mento: se vió que el cer- cebar los cerdos: estos ali roen tos producen do que babia comido mayor cantidad de es- la grasa muy fuerte y dan una manteca abundante. ta fécula b'abia perdido libra y media de su Deben distinguirse do:, especies de heces, peso y que el otro babia menguado seis libras. las gruesas y la.s filtradas. La última sirve Cebarniento por medio del suei·o y de la para los, tejedores y fabricantes de velos: la leche agria. primera se emplea para cebar los cerdos, y hasta una tercera parte menos que de las del aguardiente para obtener el resultado. Por El suero y la leche agria que se obtienen en grande cantidad en ciertas casas de la- cuya razon, cuando empleamos los desperbranza pueden emplearse con provecho pa- dicios de las fábricas de almidon para cebar ra cebar los cerdos. Se calcula que un cerdo los cePdos, es necesario asociarles una cantidad de heces de aguardiente y mezclarles de un año necesita la leche de tres ,acas una porcion de agua, ó del contrario serian si son de ~nena calidad, y cuatro sino tienen poco nutritivas. De los esperimentos que se eslas ci rcuostancias. Los cerdos adultos nehan practicado resulta, que treinta y cinco cesitan Lodo el verano para cebar bien, y los libras de heces de las fábricas de almidon que se han puesto pequeños en el corral han producido unas cinco libras y media emplean el tiempo que va desde mayo á sede gr-asa. tiembre. Re~lta de las experiencias de 1\1. Cebamiento por medio del salvado. -El Viborg que un cerdo de seis meses puede consumir cada dia noventa libras de leche salvado, ya sea grueso, ya sea menudo, con• tiene una gran cantidad de materia nutríagria. Este cálculo demuestra que no con-


tiva. que lo hace útil para cebar los cerdos. Esta sustancia engoraa mu-cho á los animales de que hablamos, priucipalmente si lo hacemos pasar en un estado de fermentacion espirituosa ó ácida. El salvado fino ó menudo és mas nutritivo que el grueso. Un hectólitro i- decalitros 4 litros del primero, procedente del trigo, pesa de 40 á 48 kilógramos: igual medida del úhimo no pesa mas gue 32 á 36 kilógramos. El salvado de centeno pesa mas. Dos hectólitros 4 litros de salvado, considera@o como ali mento, equivalen á 1 hectólitro 4 decalitros 4 litros de <'ebada; pero haciendo pasar el salvado en estado de fermentacion espirituosa es todavía mas nutritivo. Segun las esperir.ncias de Young, H hectólitros 4 decalitros de -saivado alimentan mas q u·e 2 bectólitros 8 decalitrbs, 4 litros de guisantes. - Cebamiento por medi·o de los residuos de ·¡as semillas oleosas.-Se han empleado estos -residuos para el cebamiento de ·1os cei'dos; pero enseña la esperienoia que si bien estas heces engordan al cerdo con bastante pron..:. titud-, no obstaµte es "desventajoso el método, porque produce una grasa floja y de mal gusto. Sin embargo, los residuos de la~ semillas del lino alimentan mucho á los cerdos y dan una manteca sabrosa y fuerte. Por. lo que mira á las semillas del nabo, los unos las prefieren á las del lino, y otros no. Si empleamos estos residuos, principalmente los que se recojen en los molinos de aceite, es preciso disolverlos en .a~ua caliente para que lo coman los cerdos con mas apetito. Cebamiento con los desperdicios de los mataderos .-Los desperdicios de los mataderos taies como las tripas, la sangre, la carne de caballo ó de otras' reses mayores, producen un alimento abundante y muy nutritivo para los cerdos. Segun lo ha experimentado M. Viborg, la carne de caballo prod~ce µna grasa fuerte, abundante y muy sabrosa. En otoño, diez cerdos de un año, necesitan por semana cuatro caballos , y bastan entonces seis semanas para cebarse. Por lo que puede contarse que corresponde á cada cerdo dos caballos y dos quintos. Se observa que si los caballos son pequeños y flacos no pesan unos con otros mas que unas

240 doscientas 'cincuenta libras, de lo que resul• ta pue~ que un cerdo de un año, come aproximadameute en seis semanas, seiscientas libras de carne de caballo, de lo que resulta unas ciento cincuenta por SPmana. Si á ~sle género de alimento se dá á los cerdos una cantidad de semillas ó de patatas, el animal desarrolla una grasa mas fuerte y aun mas sabrosa. (1) Cebamiento por medio de la bellota.-EI roeJio menos 'dispendioso de cebar los cerdos es el de darles á comer lás bellotas que llevan con abundancia las encinas, los robles y las hayas. Los cerdos comen estos frutos con mucha avidez, y les produce una carne muy sabro~a. El fruto de la encina y del roble da mas consistencia á la grasa dd cerdo que el fruto de la haya: la castana produce tambien una gordura muy deliciosa. El coco y el sagú aventajan á todos los re:.;tantes frutos en buenas cualidades para la grasa. (1) Este género de industria es co'nocido en Barcelona de algun tiempo á esta parte . Los SS. Ca stañs y Degollada ceban cada año una porcion de cerdos en su fábrica ele productos qufmicos ani· males, situadJ en el pu rito llamado el Cañel, media hora distante de la ciudarl, con las carnes de ca. bailo. de mul:i y de otras resrs mayores que se recojen co aquel punto. En este establecimiento hemos visto a los cerdos comer, con una avidez admirable las carnes de caballo, mula y asno tanto crudas como cocidas. Comunmente se emplean en este último estarlo, y los caldos que dejan estas carnes lvs dan tambien á los cerdos CQn una mezda de salvado, lo que contribuye al mejor cebnmiento. Como en el establecimiento de que hablamos aoundan las carnes de reses muerta,: de ~e.jez ó de enfermedades no contngiosas, los dueños de la f;íbriea engordan cada año un núm ero cre. rid,i de cerdo·s con -prontitud y econom_/J. Los caldos que dejan estas carnes cuando se cuecen, en el caso de no poderlas consumir los cer¡!o, , se emplean para abo¡iar las hnerlas, con cuyo medin crecen las plantas de un mod'O prodigioso. Sct·ia de desear que este -• uevo género de industria se generalizase en todas las pohlacione, populosas de España, como se ve en las naciones estra?geras. (N. de la R.)


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El orujo del vino puede tambien emplearNuestros bosques abundan de encinas y. se como alimento para ·los cerdos, sin emhayas que nos pro_porcionan un med_io de cebar los cerdos. La bellota, es un fruto cuva' bargo, de que los antiguos dicen que produce una grasa tloja, menos que concluyacosecha 'se malogra fácilmente á causa de mos el cebamieoto con sustancias mas fuerlos vientos redos, que dominan con frecuentes y consistentes. El platano suministra cia en el tiempo que madura, y por las hetambien un fruto útil para engordar á los ladas que sobrevienen mientras está en el cerdos despues de que se le haya quitado la árbol. La sequedad durante la t~mporada Pero otros dicen haber observado acritud. de la bellota es perjudicial para los cerdos, muy poca grasa el fruto de esque produce porque enLonces no pueden hocicar la tierte árbol. · ra fácilmente para aprovechar los répCebamiento por medio de raices.-Las raitiles y los iuseotos que coreen con apetito. ces que empleamos· comunmente para cebar En ciertos paises la bellota a hunda tan to los cerdos, son la zanahoria amarilla, la reque la recojen para cebar lüs cerdos al molacha., la ,:ol-nabo, el rutabaga, la patata establo. y otras: se cree que la zanahoria es la mas Para sacar de lábellota la mavor utilidad nutritiva. Para que las raíces den al ce(do posible, con relacion al cebamiento de los un suficiente alimento, es muy útil hacerlas cerdos, es preciso guardarla con cuidado. cocer antes de comerlas y dárselas desechas Para cons~guirlo se necesita abrir una hoya, en una cantidad de agua. Cuando usarnos las llenarla de bel lotas, rocía rlas con agua, patatas cocidas para los cerdos, es preciso teañadirles una pequeña cantidad de sal comun, enterrarlas en seguida y dejarlas has- ner presente que conviene hechar el agua en ta que hapn germinado. Cuando este esta- qtle han cocid9 los tubérculos, porque si las do llega, se las saca de la hoya, se las seca desl eyésemos en dicha agua, perderían las al horno ó con otro modo equivalente, se tri- patatas gran parte de su gusto y el cerdo las turan, y cuando se dan á 'los cerdos se des- come con poca avidez. Las patatas, luego leen en una cantidad de agua. Las bellotas que han hervido se sacan del agua en que cuidadas de esta mauera pueden conservar- se cocieron / se machacan -y desleen en, se basta el año siguiente, y esto importa otra agua mientras están calientes. todavía. Por los esperirnentos practicados se ha mucho atendido á que las encinas y los rovisto, que 8 bectólitros 6 decalitros 4- litros bles, por fértiles que sean, no dan fruto sino cada dos años comunmente. Como este de zanahorias arnarill:¡.s nutren mas que 2 alimento es estremadameute nutritivo debe hectólitros 8 decalitros 8 litros de guisandarse en poca cantidad á la vez, y aun es útil ' tes. Necesitamos mayor cantidad de remolachas, de manzanas ó peras para que proalternarlo con otras sustancias. Pueden tambien tritnr;rse las belfotas sin duzca aquel grado de cebamiento. M. Viborg ha esperimentadoque la remolacha y la pera que se las baga germinar, pero la esperienroja son aun mas útiles que estas dos especia ha demostrado que entonces no nutren tanto como empleándolas de la qtra manera. . cies blancas para el ceoamiento de los cerdos. Hay una tradicion antigua que afirma, que Si queremos que las patatas engorden bien es preciso añadirles un poco de rnlvado ó de cela puerca embarazada aborta si se la nutre bada fermentada. Young ha demostrado, por con bellotas; pero observaciones posteriores repetidos esperimentos, que en cantidades contradicen esta opio ion. ig~atles el alforfon alimenta mejor _que la Cebarniento pm· medio de frutos.-En cierpatata. Algunos economistas calculan que un tas comarcas, es comun hallar en los bosques peras, manzanas y ciruelas silvestres cerdo para cebarse necesita 14- hectólitros 4en tanta abundancia que pueden emplearse decalil ros de patatas, y creen que esta canpara cebar los cerd0s. Antes deben macha- tidad no engorda tanto como 5 hectólitros 7 decalitros Glitros de cebada. carse los frutos para que entren en fermentaCebamiento por medio de legumbres,-:-Lo~ . cion, en CUIO estado son mas nutritivos.


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por cuya razon es ventajoso molerlo ' antes guisantes, las lentejas y las hapas son las legumbres que se emplean mas comunmente de darlo á los cerdos. Segun los esperimentos de M. Viborg, '2 ktlógramos de cebada para cebar los cerdos: entre toda~ debemos dar la preferencia al guisante, porque promolida y remojada dan mas de una libra de grasa. duce una grasa muy suculenta y ruerte, coLa avena necesita ~star reducida á harina sa que no se esperimenta con las restantes y mojada para que aprovP.che á los cerdos; legumbres. de otra manera este ganado la arroja entera En Dinamarca los guisantes sustituyen el por el ano siñ haberla digerido. Es útil tamalimento comun del cerdo y forman la mayor bien amontonarla y aiíadirle por capas la parte de su cebamiento. Calcúlanse 2· bectólitros 8 decalitros 4 litros de guisantes sal comuu, remojarla en seguida y dejará que se corrompa ó agríe. Algunos creen que para los cerdos de 65 á 80 kilógramos. Son la grasa que produce la avena es mas tloja necesarios 4 hectólitros 3 decalitros 2 litros y menos consistente que la que produce la para los de mayor peso, cuando se los quiecebada. M. VihÓrg dice haber notado, en el re cebar. Se necesitan ma)·or cantidad de cebamieoto de los gansos, que la relacion que lentejas y de habas para engordar los cerdos; vemos entre la cebada y la avena, para el pero para que la grasa sea sabrosa es nececebo, es de' 40 á 48; es decir que 20 kilócesario completar el cebamiento por medio gramos de cebada dan tan ta grasa como 24 de la cebada molida .. En algunos paises los kil ógra.mos de avena. guisantes se dan enteros, en otros cónvertidos en harina, y otros finalmente creen que - El cebamiénto por medio de granos , dice Thaer, no puede ser ventajoso sino en un es mas ventajoso hacerlos germinar, secarlos en segu ida y molerlos. Con este último pequeño número de casos. Sin embargo, re -método resulta un ahorro de 1 hectólitro 4 corremos con frecuencia á este metodo y de decalitros 4 litros, sobre 4 hectólitros 9 de- diversos modos. Segun las observaciones de los lngleses, un cerdo de buena calidad aucalitros 2 litros. Las habas molidas se camenta en carnes nueve ó diez libras por calientan fácilmente, lo que nos obliga á reda bucltel de granos, mitad cebada, mivolverlas con frecuencia. Cebamiento por medio de gi·anos.-El cen- tad guisantes. Se dan los granos á los certeno, la cebada, la avena y el alforfon se dos: emplean para cebar los cerdos y son las mas 1. ° Crudo v seco. Los cerdos los mascan conve~ientes para este uso. El centeno se da y deglutan mu·y bien; pero necesitan al proá los cerdos ó molido ó remojado; la cebada _pio 'tiempo bastante agua. Es preciso que y la avena ordinariamente triturados y el al- seamos circúospectos al dar este alimento, ó del contrario enl'erma 'con facilidad el esrorfon en forma de harina. Entre todos estos granos el centeno es el mas nutritivo: 4 tómago del cerdo. . 2.0 El grano remojado en agua no puehectólitros, 3 decalitros 2 litros de centeno de ser fácilmente dañoso, pero se nota con alimentan mas qué 5 -hectólitros, 7 decalifrecuencia que los cerdos lo comen con poca tros 6 1itros· de cebada, y que 7 hectóli tros avidez. Si se le puede secar despues de ger- , 2 decalitros de alforfon. El centeno remominado,y se lo transforma en estad::> de malt, jado gusta ·menos y no aprovecha tanto á es entonces 1uucbo mas útil para los cerdos. \os cerdos como si se ha CQnvertido en haEstos animales lo comen con estraordinario rina: sin embargo cuando no quiere emapetito cuando se lo ha hecho agriar. plearse en este último estado, es conveniente 3. 0 Hay una ventaja en cocer los granos hacerlo hervir. Los ganaderos alemanes asehasta al punto que rcbientan, porque de esguran que es ventajoso hacer germinar el ta manera,ahorramos los gastos que ocasiocenteno porque los cerdos lo comen con mas apetito y que los ceba mejor que no si na el molerlos; menos en los casr,s que el combustiple que hemos de emplear para la se ha hecho germinar. La cebada eoter¡i. no coccion se pague muy caro. engorda~tanto como si se ha hecho triturar,


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i.• Los granos triturados forman el alimento mas seguro y mas perfecto. Con dificultad los cerdos se cansan de comerlos, atendidos los medios particulares que hay de prepararlos. Pero es preciso dejarlos en remojo un tiempo antes en agua y desleerlo cuanto sea posible, evitando que se formen coagulos que no digiere fácilmente el cerdo y que pueden acarrearle indigestiones. No debe desleerse esta tri tu rac;ion con agua caliente, sino ligeramente tibia ó fria. Cuando se engordan los cerdos con el trigo triturado, con viene que cada tarde se les dé una porcion en su estado natural, porquese asegura que este les conserva el apetito. Entre los cereales, propiamente dichos, la cebada es el mas Yentajoso para cebar los cerdos : otros prefieren la avena, pero se cree que los guisantes, las babas y las restantes legumbres son mas eficaces. Advertiremos que en el caso que se quiera hacer el cebamiento por medio de estas últimas semillas, conviene que no se dé á los cerdos· la harina <le la cebada, porque entonces repugnarían comer las legumbres. Si conviene á los intereses del propietario emplear las habas, los guisantes, etc. para el cebamiento,debe desde el principio darse un a pequeña cantidad mezclada con la cebada, y se nota que si el ganado de que hablamos no está acostumbrado todavía á la cebada, come con regular apetito las legumbres, ya sean duras, remoj adas , cocidas ó trituradas. Segun los esperimentos de los Ingleses, las legumbres, especialmente los guisantes, ceban mejor y gustan mas á lo cerdos cuando se les ha hecho tomar un e lado de acidez. En general, el cebamiento que se practica por medio de la masa agria. se recomienda como •menos dispendi oso y como mas eficaz. Los granos triturados ó la harina gruesa deben mezclarse en agua caliente dentro de un caldero ú otro úLil apropósito, y reducirse en una ma a: entonces se le añade una porcion de levadura manteniénd.9la en una temperatura un poco elevada, y se consigue

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agriarla en el espacio de doce horas. Se toma una porcion de esta masa agria que se mezcla en una cantidad de agua, de lo que resulta una bebida espesa que es muy útil y que gusta sobremanera á los cerdos. Cuando la masa está próximo de concluirse se le añade nna cantidad de harina ó de semillas trituradas. Estas bebidas hechas con lamasa agria son muy sanas y refrescantes. Pero si se administran solas ó en mucha abundancia no hacen mas que hinchar los cerdos,desarrollar mu cha carne, pero de naturaleza floja y ligera,y producen poca grasa y menos manteca. Por cuya razon aconsejan los ganaderos añadir cada día una racion de granos sin moler, principalmente de guisantes, que contribuyen poderosamente al pronto cebamiento. No han faltado personas que han recomendado cebar los cerdos por medio <le! pan como uno de los métodos preferibles, elaborándolo con harinas gruesas de ceba9a, avena ó r,enteno. Luego de hecha la masa se la parte en porciones para hacerla secar en el horno; se desleen en agua y se dan al cerdo en forma de un caldo e peso. Se cree 'lue cuando ·el pan de que hablamos se disuelve en leche agria ó en el suero,escede á todos los restantes alimentos en la prontitud y bondad del cebamiento. El maíz parece que es la semilla que escede á todas las restantes en utilidad para cebar los cerdos: produce una carne muy prieta, da consistencia á la grasa y los animales lo comen con notable avidez. Por lo comun no se emplea el maiz sino para completar el cebamiento, dando por mañana y tarde á los 0erdos uno ó dos puñados de granos enteros. Tambien pueden darse las espigas del maíz á los animales, atendido á que los cerdos saben desgranarlas perfectamente. Este método se usa en Hungría,d'Onde se ceban cada año de un modo el mas. completo una gran cantidad de cerdos de Moldavia que en seguida se envían á los. mercados de Viena ..


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NUEVO MÉTODO DE CURAR LA En la entrega 8, correspondiente al ~ 5 de abril de este año, página 169, hemos indicado algunos medios preservativos contra la sarna de los ganados y remedios para curarla, creídos que esta enfermedad, por sencilla que parezca, no deja de perjudicar notable¡neo.Le á las reses y causa daños harto graves á la ecqnomía rural, porque las bestias, cuando sufren el mal de que nos ocupamos, son menos idóneas para las crias, menos útiles para producir abonos perfectos, y sus carnes, sus laQas y sus pieles menos á propósito para el matadero, para los tejidos y para las fábricas de curtir. Por todas estas razones, procuramos entonces convencer al propietario de la necesidad que tiene de adoptar todas aquellas preéauciones que evitan el que la sarna se despliegue entre los ganados,por la facilidad con que se comunica de los enfermos á los sanos, y por los perjuicios que puede causar á los intereses generales y privados de la agricultura. En este artículo vamos á reproducir un nuevo método de curar la sarna que hemos visto publicado en el Journal des vétérinaires du -midi, que se publica en Tolosa de Fran-cia. Este método,debido á las observaciones de M. Delrnon es tan sencillo,que nos atrevemos á recomendarlo á nuestros cultivadores para que lo ensa1 en en los casos que sus bestias padezcan la sarna. Creemos que en--vista de la utilidad y poco dispendio que ofrece este tratamiento seria inútil todo comentario. Dice asi el escrito á que nos referimos. C1Un dia del año 1846, habiendo sido llamado para visitará un perro que sufría la sarna, me encontré por casualidad con un tio mio,médicci,quien me dijo que diez y ocho años ha empleaba el aceite de espliego ó 1

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esencia de lavandula contra fa sarna del hombre, obteniendo siempre felices resultados. «Este medica mento ofrece, me decia, grandes ventajas sr,bre las preparaciones mercuriales, sulfurosas, aceites empirreumáticos y todos los irritan.tes empleados comunmente despues de remotos tiempos. Puede emplearse en el principio de la enfermedad sin temer la repercusion: el enfermo puede mojarse impunemente: al uso de este remedio no se suceden jamás esas costras, esos abundantes diviesos que se siguen comunmente á la curacion de la sarna, cuando se ha tratado con otros medicamentos. Su olor, lejos <le ser fetido y repugnante como la de la mayor parte de los otros agentes curativos, es agradable y no deja la piel mugrienta ni ensucia las camisas y las sábanas. Esta última ventaja no deja de ser i mp0rtante cuando se trata de una dolencia que ataca principalmente al pobi·e. Se comprende que las ventajas han de ser c::.si iguales en la medicin:i veterinaria: la intoxicacion ó envenenamiento que las preparaciones mercuriales producen en los rumiantes, los funestos efectos que con frecuencia causa el baño de Tessier, el olor repugnante de los aceites empirreumáticos, la manch a indeleble qne dejan en la lana del ganado ovino, el mal gusto que imprimen á las carnes los linimentos ó lociones de las materias grasientas ó líquidas,son inco11venientes que se evitan con la esencia del espliego y hacen que le demos la preferencia á todo otro remedio por poco que la práctica corresponda á nuestras esperanzas. He observado algunos casos que justifican plenamente esta opinion.


La be visto emplear dos veces en la sarna del hombre y en ambos casos con felices resuilados. , Desde entonces la he usado eh cuatro perros sarnosos, de los cuales el uno estaba atacado de un modo general, y en lodos estos casos be obténido el mejor· suceso. Vistas las relaciones, la similitud que hay entre las pústulas y la sarna, y sabiendo que las primeras no vienen si hemos ad:.. ministrado la esencia del espliego (á lo menos por lo que mira al hombre) he ensayado para curarlas el nuevo tratamiento en un gran número de perros,sin que haya tenido que arrepentirme una sola vrz de mi determinacion·. Durante casi tres flños, en el regimiento en que he servido no se empleaba otro medio para curar la sarna. Bastan dos ó tres fricciones, hechas con un pedazo Je estopa ó de esponja, para cu-

rar la sarna ó las pústulas ó costras de que hemos hablado. Se frota la parte hasta que la piel- ha tomado un cierto ·grado de rubicundez ( 1 ). ( 1) Sentimos que el articufista no haya indicado en este escrito si la e.encía de lavándula 6 es¡.,liego ha de usarse sola 6 incorporada en alguna cantidad de agua. _N os parecia conveniente esla aclaracion, porque creyendo muy ventajoso este nuevo método de curar la sarna, interesa determinar todas las circunstancias del remedio. En vista de la duda en que nos deja M. Del mon, somos de parecer que la esencia de espliego debe dilat.arse en una pequeña cantidad de agua, porque <!Sle medicamento es muy irritante si se usa solo, y porque el valor que tiene en el comercio baria poco menos que imposible su uso para curar la sarna, principalmente en las bestias. ,., (N. de la R.)

IDtl ganabo lanar y pastos para alimtntarle. REllllTIDO, Damos á conlinuacion el Remitido del Sr. Gassó, cuyo escrito _versa sobre uno de los puntos mas esenciales de la economía rústica. Nos dispensa Lodo elogio el ser ya tan ventajosamente conocida la 'pluma del Sr. Gassó en los varios asuntos de que se ha ocupado publicamente, y en especial en la memoria sobre los medios de remediar la decadencia de nuestros bosques, <]'le en el concurso último premió la Sociedad económica Barcelonesa de amigos del pais, y que no:solros hemos reproducido en las colunas de El Cultivador. Confiamos que el comunicante, continuará favoreciéndonos cun sus escritos, que no dudamos leerán con gusto nuestros suscritores. He aquí enlreta_nto el Remitido á que nos referimos .

Los numerosos escri~os que han aparecido sobre los diferentes medios de mejorar y propagar el ganado lanar en la península española, lienen su derivacion en las grandes y notorias ventajas que qajo todos conceptos proporciona el ganado á la soéiedad, y esper-ialmente en el singular apreció que se hace de la lana en todas las oaciooes de-Europa. No es- eslraño pues, de que el ganado lanar español baya sido objeto de profundas meditaciones y de ensayos y pro-yeclos masó menos felices; porque . la importancia y la. entidad de la materia misma, han sugerido una porcion de ideas, no fundadas tan solamente en los conocimientos que pueda facilitar el estudio de la ¡:conomía rústica, sino que tambien en los hechos emanados de la admi_nisLracion y de las medidas gubernativas. Y por esta causa -y porque la educacion y alimentacion de toda es-


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pecie de ganados tienen un íntimo roce con la agricultura, que es la que procura buenos pastos, se ha visto que todas las cuestiones inclinadas á laconservacion y fomento de las lanas han adquirido un grado de solucion algo difícil. No pretendemos sin embargo entrar ahora en en el terreno de una discusion puramente económica para solventar las dilicultades que á vece se presentan al tratar de intereses complicados, que están unidos entre sí; porque únicamente maoife;;:taremos algunas ideas sobre el cruzamiento de las reses lanares para obtener buenas lanas, y de alimentará estas mi~mas reses para lograr idéntico resultado. Evitamos decir que e tos dos puntos son de la mayor importancia, pues que su sola enunciacion indica perfectamente el primordial ohjeto que guió siempre á los ganaderos de todos los países, (;uyo_objeto en Es...: paña debemos satisfacer, parn que readquiera prontamente nut:stra ganadería el justo y noble prestigio que en otro tiempo adquirió. Ofrécese en primer lugar, que siguiendo las leyes nalu rales de la procreacion, ,todos los hijos participan con masó meo · s intensidad. de las bueuas ó malas cualidades de los paJ res; deduciéndose de aqu i, que los carneros y ovejas qne se destinan á la propag::irion y lioura de las lanas, deben e~cojerse por los granjeros y críadores con la mayor circunspeccion, si desean obtener corderos qne rindan, durante la ocasion .del esquileo, productos regulares. Fuera ocioso detenernos en la observacioo hecha sobre el modo que tiene de perpetuarse el ganado vacuno, en el estado s¡d vaje, a'3i como el que puedeu usar otros varios animales no sujeto-; al dominio del hombre; -f:)nrque se ha demo·tra.do á t:-idas luces que las reses lanares degeneran en último resultado, si se ayuntan y procrean· con individuos de una misma familia. Por otra parte semejante observacion jamás pudiera emplearse como un argumento en contra del sistema de criar p;anados por medio del cruzamiento de castas, cuando se ha de~cubierto varias veces en lo interior de las sel vas á una infinidad de hembras infecundas; y ;

cuando ademas, toda la fuerza y hravura de los animales salvajes se esplica sulicientemente por su indepMdencia misma, en la que entra de.,de luego la facultad de procrearse con individuos de diferentes familias. Ei,'indudable por tanto, que los dueños de lo rebaños domésticos lanares, deben regirse por ciertas reglas y prevenciones útiles; ya sea para lograr buenas lanas; ya para procurar buenas carnes, aprovechando la leche que producen las heml.)ras y recogiendo la sirle de todo el ganado, que causa los mejores efectos en el abono de las tierras. En esta atencion, señalaremos las prácticas mas comunes que adoptan los criadores de Inglaterra y los de las razas mas superfinas de Flande,,, coronadas todas ellas de un éxito feliz. Cuando llega la estacion de cubrir las ovejas buscan con antelacion los moruecos mas fuertes; aquellos que se han nutrido cou mayor corpulencia, prowrando en particular que su lana sea blanca y larga, que estén calzados de el la ha:ta las pezuñas, no advirtiéndose mezcla alguna de pelo cabrudo. Estas circunstancias son indispensables; porque si bien el morueco y la ove_ja contribuyen en grado igual á la creacion del hijo, el morueco estiende su poder prolífico 'hasta un número de ovejas que puede fijarse á veinte ó veinticinco. con lo.tual es evidente que dilata las influencias de su cualidad. La oveja no 6bstante debe indicar al primer golpe de vista, su co11stitueion robusta y vigoro a; la cual disfrutará al un año y medio de edad, ó á los veinte meses, si no adolece de enfermedad alguna; presentando al mismo tiempo la m~yor longitud apetecible de su lana que ha de estar limpia de manchas naturales, intentándose adquirir un bato ó m:inada de los mas perfectos. Igualmente deben manifestar bs ovejas un desarróllo perfecto de lfls úhres, que los pastores tienen buen cuidado de reconocer, para predecir si serán lecheras y paridoras, examinando con detencion si tienen los ojos animad-o;; y brillantes, y las costillas colocadas en suficiente amplitud. Los ca roeros destinados á servir de roo-


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ruecos se escojen siempre de buena alzada y cootiguracion, y de Pntre los mas juguetones y traviesos; contándolos por lo menos de edad de dos años, é iofluyendo poco al parecer el q uc sean m0chos ó cornudos. Algunos criadores se han decidid o en favor dP. estos últimos, no faltando diferentes apologistas de los primeros; pero la verdad en su punto: los carneros ó momeros mochos no presentan todas las veces el vigor que los de la otra especie, ni la estampa bella que á estos acompaña; y á pesar de todo r!eben reconocerse en los mocho:,, algunas ven .ajas eminentes. El que se dedica con r.onocimiento á la cría del ganado lanar, procura perfeccionar la casta de las lanas de generacion en generacion, si no dedica las reses púramente 11 matadero; y por esta razon interpola y cruza constantemente las razas, atendiendo á las regl as mencion,1das, y al suminist ro del alimento que incita á que se ayunten mútuamente los machos con las hembras, á cuya union contribuye en estremo el clima del pai · en rlonde el ganado re·ide. Eu los puntos meridionales de España se echa por lo comuo el morueco á las ovejas hacia el mes de Junio ó Julio; v como la oveja pare á los ci neo meses de ll;var el foto ea el vientre, nacen lo· corderos genera lmente por Noviembre ó Diciembre; pero no debe suceder así en los parajes frios; pues que los rigores de un invierno helado destruyera á veces ff,uchos corderos. Estos conocimientos conviene propalarlos entre. nue ·tro3 pastores y ha0er lcs ver la inconveniencia de proceder al propagarniente del ganado en aquellos meses impropios del clima en que ha de tener lu gar la paridera de ciento ó mas ovejas, por ejemplo ; porque en el caso de temerse un -invierno crudo, en que se note escasez de yerba, es prudente calcular qué las corderadas acaezcan des pues de pa a dos los frio mas enérgicos. Cuando el morueco y la ovep pasan mas allá de los ocho años no pueden emplearse con bueoos resl!lta:los en la procreacion de su especie, porque estos animilles se hallan en su mayor vigor á la edad de tres años, hasta la de seis; como lo_patentizan varios

casos prácticos que hab tocado los criadores de lanas merinas. Además, no descuidando los ganaderos la importancia que e • sí tiene el alimeoto del ganado, para lograr vellones de laoa fina. y abundanle; tienen asi mismo la mira de no esquilmar ni desustanciar las ovejas, con el atetamiento de los corcieros, di poniendo al efecto qua entre dos ovejas se su Lente uno solo, que tambien puede ser cordera, á cuyo fin reservan únicamente la mitad mejor de la cria, aprovechando la reslante á la matanza, y procurando con asiduidad que las madres á quienes se ha quitado el hijo adopten y ateten uno ageno ; y por semejante práctica se alcanza que algunas ovejas de lana su µerlina no degeneren en su cualidad. El progre o y perfeccion que adquieran las lanas indígenas español as dependen por con iguiente, de los pastos que se dén á las reses lanares; siendo muy natural que para a.quellos se destinase una parte de las tierras ma fértiles y substanciosas que tanto abundan en la península; porque repetimos, que e3 imposible que sin buenos pastos y forrajes Leo gamo::; en n ue tro pais carneros tan robustos como los que hay en Inglaterra. De aquí procede, que por la grande influeocia que tie1:1en lo pastos en la corpuleocia y en el aprecio que se hace del gaoado lanar, se decidan lo" criadores á cruzar moruecos de ot11fis rebaños con las ovejas de los suyos propio · ; pues mientras veamos que p1ra la alimentacion de un carnero, no basta la estcnsion de una faneg ·i de Lie rra ~ mientra veamos que es ab·ulutam nte preci:.a la trashumacion del ganado lanar merino, por la carencia de prados artificiales, y por la falta de cultivo de lo., prados de secano; diremos con justici:i, que la ganadería lanar no presenta actualmente en Espa~a un porvenir seductor. Si exarnin :uu_os los carácleres que deben di. tinguir á un esceleote morueco así por lo que h:ice relacion á su alzada, á la longi t.ncl de su cuerpo, :i la fuerza y anchura de sus quijadas, á la gordura de su cuello, á la bri llanlez de sus ojo:, á la esteosion del gorjal, y a. otras circunstancias; asi como


por lo que toca á la bondad de s~ lana ; se advertirá por necesidad que su alimento estará precisamente en aquellos pastos de yerbas frescas y nutritivas, porque estas son las que impulsan y conservau las perfecciones del animal. Las lanas Leonesas, las de E tremad u ra, las de Ca ·tilla la Vieja, las de Segó ia,mencionando de propó ito la de Aragon, podrían ser apreciadísima y muy bien consideradas en todos los mercados públicos i el ganado lanar tuviese pa tos suticientes á su alimento. adie se engañará al decir que el sistema adoptado por nuestros labradores, respecto al cultivo de las tierras, no favorece á los pa tos, como debiera suceder, sin que la ganadería se opu iese al interés propio de la agricullura; porque es muy frecuente ver ahora piaras de vellones raquíticos, que podrían dar en otro caso lanas de un peso enorme. Supuesto que el ganado se apacentJ. poco en los campos durante el invierno, alimentándose solo en íos apriscos y majadales con yerbas secas, algarrobas y otras semillas, e pecialmente con la paja de avena que recibe con mucho gusto, resulta como consecuencia preci a que los pastos asegurarán á las reses lanares una subsistencia fresca en la cstacion oportuna, sin necesidad de abre-

varias entonces con tanta frecuencia. La cantidad de lana que produce un morueco 6 bien una oveja, aumeuta ea razon del ruejor alimento que recihe; y las lanas jamás podrán volverse á peras á cau a de la· suculcncia de ese mi mo alimento. E to se tiene e peri mentado, á igualdad de circunstancia , con vellones lavados • despo!;eidos del jubre ó suarda, procedentes de carneros alimentado con pasto substanciosos y con pastos endebles; por manera, que en tanto que no se arraigue en España el cultivo de los prados arliticiales y de sécano, e tendiéndo e con profu ion el trébol, la mielga, el ballico, la alfalfa y otras ruil plantas gramíneas, de poco ervirán los esfuerzos para criar buenas reses lanares, haciendo travesías y cruzamientos de castas. En esta inteligencia, nos complacemos del celo que tienen las personas ilustradas en consagrar sus trabajos á la pro peridad y engrandecimiento de la agricultura; al fomento y propagacion de los ganados; librándose á emprender publicaciones periódicas, en este género de estudios, 'lue no dudamos prepararán, para mas tarde, el camino que debe traerá esta nacion yentajas verdaderamente positivas. RAMON JUSTINO DE GASSÓ.

SEQUIA EN LAS PROVINCIAS DE MURCIA Y ALMERÍA. Il. i:.u frente los produdos indi pensables para Las calamidades que con barta frecuenatenderá sus necesidades . .Murcia, Alicante cia pesan sobre la tierra,esparciendo por do y Almería son un ejemplo de esla verdad. quiera el terror, la desolacion y la miseria, La espantosa sequía que están e perimenson á veces otro de los medios de que se tandu estas iufortunada<: provincias ba trai-vale la Providencia para que lo pueblos y do en pos de í la esterilidad: tras la es telos gobiernos aprovechen con tiempo los rerilidad la mi ·eria, y para evitar los fun escursos que tienen á mano para sacar de esa ) ' tos efeclos de esta, para no ser víctimas sus •misma tierra que cultivan con el sudor de


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moradores de uoa plaga tan.terrihle, se han este interesante descubrimiento de los A.ravislo eo el duro confliclo de abandonar sus bes cuyo uso ha dado animacion y vif.!a á hogares, pasando á paises eslraños en bustantos terrenos, es uno de los medios qQe ca de un pedazo de pan con que hacer frenen primer lugar deberian ponerse en plan La, te á su iudispensahle subsistencia . sobre Lodo en aquel las localidades en que El cotazon se desgarra al considerar el las aguas sean someras y el terreno suave porvenir que aguarda á eslo·s desgraciados para construirlas con poco dispendio. Con labriegos, siuo se procura con empeño meeste auxilio porlriaentretenerse la vejetacion jorar su trisle situacioo. Amantes verdadeexisten le, podrían cu Itivarse las hortalizas, ros, celosos defensores de nueslra agricu l- los cP.reales, y en general todas las plantas tura, prometimos ocuparnos de esle asunto annuas que son las mas útiles ,para el alique es para nosolros de mucho inleré , aun mPnto del hombre. De esla primera dispocuando,como lo indicamos eotonces,nos falsicion surgiría al momento otra ventaja y ten datos para poder hablar con acierto. Hé es, que cubierta la Lierra de plantas con aquí nuestra opinion. que alimentará los hombre· y á los ganados, Para poner un dique á los males que afli- eviLarian con su sombra la evaporacion del jen á eslas provincias, preciso es anle todo suelo, al paso que darían con su exalacion escojitar los medios capaces de conleoer la un contingente de agua á la atmósfera paemigracioo de sus habitantes, mavormenle ra suavizar los ardores del sol que con tancuando la falta de brazos es uno d~ los mata fuerza esterilizan aquellas desgraciadas pro vi ocias. Este es el primer paso que debe les que n,as podrían afectar á nuestra agridarse, y este es para nosotros el primer rec'ullura. Esta emigracion,como lo hemos inmedio. dicado ya, no ha tenido otra cau a que la Se dirá que para emprender estos trabafalta de medios para subsistir. Luego para evilar que continúe, para lograr que rejos se necesi Lan cuan Liosas su mas que no podrán aproo lar los pueblos que de ellos regresen á sus casas los que las hubiesen porlarian el beneficio; pero debe tener ·e en abandonado por esle molivo, para que renazca Ja conlianza y cese esle estado de ter- con. ideracion que estas provincias on una ror y de inquietud, no hay otro medio mas p~rle integrante de la gran familia española, y que como á Lates Lienen un derecho en ser espedito que el de proporcionar á lo j0r, naleros trabajo y alimentos en el mismo ausiliadas por la demás en casos eslraordipais; y eslos lrabajos deberian ser de tal narios como el presente. A. este fin debería naturaleza, que al paso que facilitasen su el gobierno mandar á aquel pais algunos millones de reales los que á juicio de sus subsistencia, retluyesen direct.amenle en gobernadores civiles -y diputaciones provinbien de la agricu ltura, y dirijidos en parti ciales pu_die en dislribuir e con equidad á cular á obtener un caudal de agua de que tanla necesidad Lienen Murcia, Alicante y lodos los pueblos, habida con ideracion ~ la ma~;or ó menor nece idad de us moradores; Almería. á la estension de u territorio y segun el núEl agua es uno de los agenles 1n.;1s prinmero de labradores necesitados, cuidando en cipales de la v.ejelacion: tiene una influengran manern. que eslos fondos se empleasen cia direcla en la vida de las planlas por su composiciun intima, por su propiedad hu- solo y e. clusivameote al objeto que hPmos indicado, y sin que de ellos particip,¡sen las mect.anle y por las ' malerias que lleva en personas acomodadas que su forluna les perdisolucion. De aquí proviene la necesidad mite vivir con desahoga y emprender los de los riegos. Varios son los medios de contrabajos de que nos ocupamos. E tas norias s~uirlo; pero en el caso que nos oc upa, debemos dar, mas que en ningun otro, la deberían conslruirse de manera que por su preferencia á aquellos cuya realizacion sea colocacion facilitaran un riego universal , y mas fácil, el costo sea menor, y los resul- que ausiliándose mútuamente los raudales' que de ellas habinn de brotar ,pud iese fertitados prontos y satisfactorios. Las norias,


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!izarse una estension de territorio mayor de la que permitirian los esfuerz·)s aislados. Las cantidades indispensabl es para llenar ,este objeto, n'adie puede calcularlas mejor que el gobierno mismo en isla de los datos que obrarán en su poder, porque no dudamos que conocerá minuciosa y detallada me~ Le las necesidades de aquellos pueblos. las aguas que pueden hallar e con f,,cilidad, y los terrenos que con urgencia convenga regar. Para obtener estos resultados , espedito tiene el gobierno el camino, estendiendo tan solo á lo que se practica en casos de apuros estraordinarios. Reunir los cuerpos colegisladores y pedir un anticipo forzoso capaz de cubrir la cantidad necesaria, es lo que deheria hacer e en nuestro concepto; anticipo al que deberían contribuir, al igual que los propietarios de las provincias que sufren la se uia, los de las restantes provincias de España, y hasta las clases todas del Estado, pues á todos los españoles indistintamente podrian afectar masó menos las desgracias de nuestros hermanos sino se pusie e á ellas un término. _ Dado e<;le ¡.,aso con el que se habrá logrado el objeto de contener la emigracion y de salvar las cosechas para alimento de sus habitantes, podrán emprenderse trabajos mayores, tales como construir pozos artesianos, iluminar fuentes, canalizar rios, y otras obras de riego que aseguren la fertilidad á

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las comarcas que tanto sufren por la sequía. Nosotros no hacemo mas que ¡¡puntar en globo los medios que á nuestro Juicio debería emplear· el Gobierno. Repetimos que á él toca entrar en los delalles que el caso requiere, porque solamente el Gobicr·no puede conocer con minuciosidad los quebrantos de cada Provincia; los apuros de cada pueblo: y las nece. idades de cada familia. En vi la de estos datos, solamente el gobierno puede exigir de los pueblos por medio de sus legítimos representantes un préstamo forzoso para atender á una necesidad de tamaña trascendencia; no perd ieado de vista que si la emigracion continua, que i se abandona el cultivo de aquellas desgraciadas provincias, el estado sufrirá una pérdida inmensa ea su poblacion y una baja notable en sus recursos rentísticos que tal vez le creen un formal conflicto. Los pueblos de las provincias sobre quie~ nes no pesa por fortuna esta terrible calamid ad, se resignarán á este anticipo, con tal que se emplee con cuidado paternal ' en beneficio del pais que sufre la sequia, porque de este modo verán ejercitada la ley de solidaridad, y cada provincia podrá contar con el apoyo de sus hermanos en cualquier apuro ó tribulacioa en q-ue se vean sumergidas. Seamos en este pa;ticul ar fieles imitadores de las naciones vecinas, en las que se socorre con urgencia y liberalidad un contratiempo cualquiera al momento que aparece.


CONCURSO DE FLORES EN BARCELO~A. Ha concluido la esposicion de plantas que vegP,Lales comunes á nuestra jardinería, heha celebrado el lnstilulo induslrial de Camos visto una porcioo de especies nuevas taluña. E Le concurso, el primero en su cla- procedentes de otro puntos del globo, CU) a se que se·ha visto en Barcelona, ha escedi- aclirnatacion honra en grao manera á los do á todas nuestras esperanzas, porque no aficionados y jardineros que la bao intencreíamos que se improvisara, si asi puede tado. decirse, con hermosas y variadas flores de Los señores Salvador, :Martí, Poos y Fusbastante mérito, la decoracion de tres pieLer, Coll y Carcasona, Amell , Casad es, zas d-el ediücio del Instituto, donde han bri- Excmo. Ayuntamiento de Barcelona, Junta llado la elegancia y la hermosura de nues- de comercio de la misma, Margarit, Puig, tras pai anas durante los diez dias de la es- Dubá y avas y otros bao ofrecido al púposicion. Hé aquí la reseña de esta fie La, blico el fruto de sus cuidados -y de su eolreque introducirá la emulacion entre los jarLeoim1ento y bao dado un Le Limooio de lo dinero , que moverá el entusiasmo de los ' que aprecian lo esfiJerzos del Instituto ina(icivnados, que enriquecerá á nuestra pa- dustrial de Cataluña. tria con plantas que todavía no posee, y En medio de delicados perfumes, y entre que proporcionará cada año á. la fe Liva y un espeso bosque de diferentes malices v rica Barcelona unos dias mas de concur- variado follage, se veían varios Rhocloden: rencia y de diversion donde poder admirar drons de ba. Lante elevacioo y de notable las obras de la naturaleza y las galas de la frondosidad, de e p cies difer¡nle , cnmo lo primavera. indica la va, iedad de u· elegante corolas: Al dar cuenta de esta e posicion, senti- al lado de los rbodendro figuraba con mumos mucho que algunos jardineros y pro- cha gracia la hermosa azalea cuya coropietario conocidos en la ciudad por la ri- la grande y encantadora, nos r~vela un queza vegelal que tienen en sus jardines, nuevo triunfo para nuestra horticultura. Las no hayan tenido á bien presentar al con- kalmias y las bignonias, competían en hercurso muchas plantas que hubieran bri- mosura con la dentzia de flor blanca v con llado en la esposicion ; pero confiamos que la. verbenas americanas, v al lado de rosa animados con el ejemplo de lo que aho- the cu. a flor grande de color amarillo bajo ra han acudido al llamamiento del Institullama la atencion de los r,uriosos, veíase la to, se apresurarán otro año á dar á cono- burchecia de frondosas espigas, la vinca alcer el mérito de sus trabajos ó de sus dis- ba, la camelía y la hortensia. Tampoco faltracciones, proporcionando al público barce- taban entre esta plantas el clerodendron, el loné mayor número de objetos que admirar. hesperis matronalis, cuya flor se parece al Eu el concurso de que nos ocupamos,he- aleli, la franciscea de flnr semejante al jazmos visto que la mayor parte de las plantas mio y muy olorosa, la aphelundra de Jléjico son de aquellas que e cultivan muchos años de corola color de nacar, el pittosporum de ha en ~l pai5; pero no por esto dejan de ~er China y la eup,Jwrbia splendens, cuya flor de de un mérito singular por el e mero con color de fuego contrasta con la especialidad que se las cuida, y por las variedades qÚe de su tallo. Abundantes pelargonios, cu yo s se hao obtenido con el cultivo. Sin em- pintados petalo constituyen innumerables lJargo, en medio de este crecido nümero de especies,flotaban graciosos al rededor de las

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metrosideros festivas y de•las mimosas sensibles que empiezan á embellecer nu~stros jardioes. Se han presentado en la esposicion ricas colecciones de plantas crnsas, entre las cuales figuraban los cactos y los melo cactos de flores vistosas y pera¡aoentes y los aloes y opuncias que ofrecen formas tan caprichosas como elegantes. La gardenia, la calceolaria, las fuchcias de diferentes especies, adelfas exoticas, los mesembriantemos conocidos con el nombre de cabellera de la Reina, la euforbia oficinal, la ficus elastica, el clavo triste, el abnnimo, el hermoso ceilan encarnado, la violeta arborea, la draceva umbraraculifera, la ardicia, la lonictra joponica, el boj cetearico, la glycima, la justicia de color <le ro a, el parasol de la China, la parra e.~pigada, la bonapartia filamentosa que forma abundantes hilos blancos, infinidad de especies de rosas, una coleccion de clavelPs admirables por su color y por la magnitud d_e sus corolas e~a en resúmen lo que formaba esta esposicion. Quisiéramos no haber olvidad.o ninguna planta de las que se presentaron al concurso porque nos hacemos u o deber de relatar todas las especies,para que vean nuestros lectores que en Cataluña empiezan á cultivarse

plantas <le paises muy remotos, y esto nos dá una esperanza que la jardinería llegará entre nosotros á una allura como lo está en otras naciones,donde han de emplear cuidados asiduos y largos dispendios para vencer la iogratilud de su clima. Por último, diremos que la agricultura tambien ofreció sus tríbulos á esta esposicion, pues vimos figurar en ella el moral de la Cevenne cuidado en el pais, la col arbórea tan útil para pastos, el trigo Chino y r.l del mar pacífico que se le supone de mucho interés por su precocidad y por su abundante fructificacion. La fresa arborescente, el hinq70 de ltalia y el precioso manzano del Canadá se veían en macetas entre las variadas flores. Interesados en el progreso de nuestra agricultura, felicitamos síoceramente al Instituto industrial de Cataluña por su laudable empeño en foinentar la ciencia del campo á la par de todos los ramos de la industria, y damos el mas cumplido parabien á los jardineros y á los nficionados que han correspondido de una manera generosa á las esperanzas del referido lo titulo y de todos lo¡¡ amantes del progreso de nuestra riqueza material. No dudamos que el año que viene ofrecerá este concurso mayores proporciones.

----~ Nota sobre el ingerto de corona ó hojodormiente. Con este epígrafe hemos leido en un periódico de horticulturaJo siguiente: La Revista horticola, tomo 111, 3.ª serie, pág. 597, contiene un artículo muy jmportante acerca del ingerto de corona, modificada por M. L. Verrier. Esta modificacion, annque muy simple y natural, asegura el

resultadú de este ingérto. En efecto, con•servando la corteza del ramo cortado á pico de flauta, es un cuerpo estraño que se inte·rpone entre la albura y el líber del patron y que hace mas difícil la soldadura, mientras que quitando la corteza á la pua, la parte ingertada se encuentra en su totalidad impregnada del cambium -y de la savia del patron. Además, se concibe luego que la pua se une con facilidad con el patron y


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Debemos notar, sin embargo,· que este inbrota con mas vigor que si se ·emplea el gerto tiene mejor resultado;en el Rosal enmétodo ordinario, y se , nota· otra ventaja aun que es, no formarse el nudo en el punto glanteria de dos. ó tres años que en los retodonde se ha verificado la soldadera . Se con- ' ños de un año. Cuando la corteza es bronceada ó cenicienta el resultado es seguro, si sidera este procedimiento como una inoovalo practicamos á fin del año. Eeperamos hacion que prestara grandes servicios á la arboricultura, Como M. L Verrier no ha dado cer ulteriores ·observacioóes en la primavera, para ase¡;urarnos desi los nuevos; brotes á este ingerlo toda la aplicacion de _que pacorren ó no la eventualidad <le estos rerece susceptible, hemós resuelto hacerlo nosultados. · sotros. Diremos qu_e mas de doce años ha Los Rosales ofFecen dificultades para po ~ preferimos ingertar en otoño que en primader ingertarse en primavera poli no conservera, y hemos empleado el método de VerTodo-, los varse sus ramas en buen estado. rier en octubre y noviembre para iogertar tratados de horticultura recomiendan cortar los perales, ciruelos, manzanos, cei:ezos, albericoques y melocotoneros y hemos vis- en febrero ó eu marzo las ramas y colocarlas en tierra hasta la época de ingertarlas to que estos ingerlos han dado un resultado favorable. Cuando esta operacion y (abril); pero casi siempre estas ramas, aunque sr.paradas del tronco é introdu<'idas en este método se ban practicado en tallos la tierra desarrollan las yemas antes de este débiles como los del Rosal y del Lila, sobre tiempo y no pueden t por l{) mismo emplear·quienes no puede ingerirse sino con peo;:i el se. Esto á lo menos nos ha sucedido con pié de la pua entre el leño y la corteza del frecuencia en Bretaña donde el iñvierno es patroo, hemos separado casi los dos labios menos riguroso que en otros paises en que de este último corno si se intentase ingertar se han intentado estos ingertos. El medio de escudete, ó nos hemos limitado á abrir de conservarlos será ente.rranmas eficaz esta corteza-de un solo lado, introduciendo dolos en arena basta el momento en que el pié de hs puas cortadas á pico de flaulos patrones se presenten en savia. Las ia, separando la corteza en la parte postepuas privadas del aire . no desarrollan sus rior para que hubiese un natural contacto, yemas hasta una épo~a conveniente. á entre ambos leños; hemos cubier-to en sea guida la llaga con un pedazo de corteza, se Ztlnahoría ro.fa de cuello verde. ha practicado en seguida la ligadura y ·tapado con -cera de ingertar la parte amputaEl año pasado los hortelanos de Paris da. Se té que las puas ingertadas se conservan bien, las yemas se mantienen frescas y empezaron á cultivar la zanahoria roja de cudlo yerde que es bastante com un en Béltodo hace esperar que en la primavera sigica, y por los nuevos esperimentos hechos guiente se desplegarán brotes vigoroso~. este año se _ve que esta variedad es de todo Atendido á que hasta elañoú1timo(1849) punto interesante. Es muy larga, casi cilinno hemos tanteado este méLodo, no podemos d rica, sobresale de la tierra mas que la zaafirmar todavía si será preferible abrir lonnahoria blanca de cuello verde ·y parece que gitudinalmente un solo lado de ia corteza del es mas productiva que ella. Su color., un patron, ó si debe separarse de ambos lados tanto mas pálido que el de la zanahoria roja como se verifica en los ingertos de yema. se aproxima mas al color pálida de Flandes, Podernos decir solamente que basta ahora de naranjo que al rojo . Sin embargo, y por Jos dos métodos no ofrecen ninguna diferenno crear un nombre nu~vo, se la deja et cia. M. L. Verrier, mejor práctico y mas mismo con que es conocida en Bélgica. observador que nosotros, podrá decidir esta cuestion .

TOMO 111.

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Hé aquí la descripcion de la Buginvillea spectabilis, á la , que otros dan el nombre de fastuosa,que se cultiva como hermosa plan-

-En los momentos ~n que el gobíerno y los particulares van desplegando su aficion para la agricultura, y cu;i,ndo vernos que algunas corporaciones se afanan por progresar en el ramo úLil y curioso de la jardinería celebrando concursos y~ofreciendo premios,creemos deber ocuparnos de dar cuenta á nuestros lectores de lo que se vaya introduciendo de nuevo en este ramo de la ciencia rústica, teniéndolos al corriente de lo mas notable que se publique en las naciones estrangeras acerca de esta materia: por ello hemos establecido en el Cultivador una seccion de jardinería que confiamos¡11enará los deseos de los aficionados á este raro o.

ta de adorno. Es un arbusto trepador, muy vigoroso y cubierto por todas partes . de pelos largos y bastante duros, blancos cuando jóvenes y que pasan á un color de rosa cuando tienen mas edad. Las · ramas están provistas ordinariamente de espinas axilares y, leñosas muy .agudas y Ji¡:?;eramenle arqueadas en la punta. El limbo de las hojas adultas es bastante largo y poco ancho,terminando en punta aguda, con muchos pelos en ambas caras,principalmente en la nervosidad de la superficie inferior. En las axilas ó encuentros de las hojas nacen los pedúncu los ó tallitos de la flor,guarnecid'Os .de esBuginvillea. JJinas como los ramos, solitarios y que apeRace muchos años que se cultiva en los nas loman la dimension de la mitad de la invernáculos de Europa un arbusto muy hoja, genera lm ente sencillo, no teniendo mas notable por los elegantes colores de las que un so lo pedúnculo sP.cundario, termihojas de su .flor, y cuya introduccion á nado -por tres bracleas que acompañan á esta parte del mundo se debe á M. Com- cada flor. Estas bracteas de un hermoso limerson que la trajo del Rio-Janeiro y cuyo la claro, ó rosrt lila,son ovales-oblongas, oogénei-o fué dedicado al célebre navegante tusas por la punta y con una figura de cofrancés M. de Bougai nvilte. Se conocen varazonen la base, de úna media pulgada · de rias especi•es de buginvilleas, pero las· prinlargo y un tercio de ancho y sembradas de cipale1s y las únicas que se cultivan en la pelos por la cara estema. La flor nace en la ja~dinerfa son la"espectabilis,q ue fué la pribase y sobre el nervio mediano de las bracmer~ que se clasificó con:CI nombre genéteas, presenta un calis velludo y verdoso, rí~o que lleva; la peruviana, encontrada en casi cilíndrico; y de formas elegantes y calas regiones calientes ;del ; Perú y en las riprichosas . Si queremos con1.;eguir el hermoso color veras· de las Amazonas y de Guanbamba, donde se la conoce con ei' n'ombre de Papede las bracteas que acompañan las flores, conv iene cúltivar la Buginvillea en ioverlillo; la ' splendens, muy parecida, ó mejor dicho,i gual á laspectabitís,aun cuando algu- · naderos templados, lo que en los climas me· nos jardi_neros encuentran alguna diferencia ridio~a!es de Es?aña equ iva ldr_á á decir en en lasho.1 as y en las bracteas. Ultimamente; espos1c10nes abngadas. Se la tiene ~n mase ha cultivado una especie que se le dá el celas grandes y aun mejnr en tierra libre y nombre de Biiginvillea aiirantia,ca po'~ el co'- · li gera al pié de una muralla ó pared que lor anaranjado que ofrecoo sus bracteas. mire al mediodía.y en disposicion que pue0

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to grado de exallacion de las fuerzas vitales, qee llama hacia la parte mas ó menos cantidad de líquidos ci rcu !antes. La exaltacion de la calorificacion (1) determina el calor, que es el primer fenómeno sensible del órgano in ílamado. El exceso del calor separa los glóbulos de la sangre, aumenta el diámetro de los vasos capilares hasta el punto que sus paredes estendidas se adelgazan y se ponen trasparentes, dando lugar á la rubicundez y á la hinchazon; y en fin el dolor es producido por la tirantez ó compresion de los filetes y fibrillas nerviosas de la parte entumecida. La congestion sanguínea ó Ouxion se distingue de la inílamacion. Se caracteriza por un aflujo de sangre que se opera masó menos rapidamente en el punto irritado ó solamente escitado: de aqui nacen las dos congestiones, una patológica y Jc1, otra fisiológica. En el primer caso, si la causa irritante persiste, ó si ella tiene bastante intensidad para exaltar suficientemente el sistema nervioso, la inilamacion es inminente, y luego se presenta con todos sus caracteres. En el segundo caso, la escitacion fisiológica que ha acarreado un áilujo sanguíneo en el órgano, produce un aumento en lá funcion de que está encargado. (~) Esta funr.ion preside el desarrollo del calórico Yital. Ella liene por aparato, segun el t.isiólogo, Lepulletier, el s~tema nervioso ganglionar.

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Los ejemplos harán mas patente este principio; Que una parte sea irritada por la aplicacion de u na cataplasma de mostaza ó de toda .otra sustancia rubefaciente, desde luego la sangre afluirá con mas abundancia, la parte vendrá caliente, colorada y sensible; pero todos estos fenómenos desaparecen por si solos luego que la causa ha cesado de obrar. Este estado se acerca á la ioilamacion, pero no la caracteriza, en razon de que los fenómenos consecutivos no son jamas los del estado inllamatorio. La congestion producida por una escitacion fisiológica no determina dolor: una ligera turgescenci~, el calor y la rubicundez son sus carácleres. Se establecen congestiones fisiológicas en el estómago cuando se halla escitado por los alimentos: los dese(ls venéreos determinan el aOujo sanguíneo en el tegido eréctil del pene, el aire entretiene en el pulmon una congestion fisiológica continuada. Pero estas congestiones pueden llegar á ser patológicas, sin que por eso sean inflamatorias, cuando los estímulos nalu rales obran con bastante intensidad para irritar los órganos en lugar de escitarlos. Será sin duda por no haber sabido distinguir la congestion de la inOamacion, que algunos prácticos presentan resultados contradictorios obtenidos con el uso de la sangría en enfermedades determinadas. Asi, los unos han curado, en pocas horas, por medio de una ó dos sangrías, un estado patológico del pulmon dependiente de una congestion y no de


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(1) El mismo aulor defin{a 19 ulceraoion considerándola eómo la destruccio_n de un cxislenLe.

una inflamacion, al paso que otros habiendo obrado sobre una inflarnacion real ctel órgano, no han podido las mas veces vencerla empleando los mismos medios, ó no han llegado hacer cesar los síntomas sino despues de un tratamiento de muchos días. La anatomia patológica nos dará señales para conocer la infla macion y saberla distinguir de la congestion. lnflamacion. Está caracterizada por la ingeccion de los vasos, sin que nos sea posible distin~ guir las venas de lasarlerias: el órgano inflamado ofrece una resistencia mas ó menos notable con coloracion rubicuuda de . los tejidos que persiste despues de la maceracion en el agua, y por la exudacion de una limfa plástica que forma las falsas membranas, las cicatrices, ele. Es probablemente este fenómeno que ha hecho decir al sabio Delpech: .... «Uno de los caracteres de la iutlamacion, es la procreacion de un cu~rpo nuevo:» (1) Congestion. Es el enrojecimento de los tejidos que desaparece despues de algunas horas de maceracion, permaneciendo di~tintas las venas de las arterias sin dar lugar á la resistencia del órgano, ni á la exudacion limfática. La inflamacion y la congestion son pues dos estados patológicos distintos; y bien que el primero

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De todos los fenómenos morbosos, el mejor conocido, es sin dnda alguna, la inflaooacion. La ciencia ha progresado verdaderamente sobre este objeto, pues que sus síntomas, las lesiones que presentan los órganos, y los medios terapéuticbs propios para combatirla, hao sido descritos con mucha precision, por los autores mas recomendables. Con todo, no se dá siempre á la palabra intlamacion un sentido bien determinado: y mientrasque la mayor parte de los Veterinarios distinguen este estado patológico del de la coogestion y estagnacioo sanguinea tanto por sus síntomas, como por el uso de los medios terapéuticos, otros miran estos fenómenos morbíficos, como idénticos y que requieren igual curacion. Los partidarios de esta ultima opinion cometeu un grave error, y en particular por lo concerniente álos rumiantes, en quienes estas distinciones son tan facilescomo importantes. Pero antes de ocuparnos de esto, pasaremos al exámen de la iotlamacion. Los caracteres propios de la ioflamacion son el calor, la rubicundez, la tumefaccion y el dolor. Estos cuatro fenómenos parecen depender de un cier• '

1os modificadores, cuyos fenómenos por no haberlos estudiado debidamente algunos autores, por otra parte muy recomendables, hao adelantado opiniones del todo contrcll'ias sobre el temperamento del ganado bovino. De la inflamacion.

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Los bueyes de los paises meridionales, los de las montañas, y gcneralro~nle ludos aquellos que viven bajo las condiciones higiénicas precitadas, tienen el sistema muscular muy pronunciado, los miembros fuertes v tendinosos, la coluna vertebral horizontal, las venas superficiales visibles, una escilabilidad nerviosa bien aparente y poca aptitud para el _cebamiento. Estos son los carácteres del temperamento sanguíneo-venoso, asociado á un a predisposicion nerviosa. Es á esta asocíacíon de los temperamentos que deben atribuirse las complicaciones de calambre3, de movimientos espasmódicos y otras neuralgias que acompañan al mayor número de lo.s enfermedades graves. La conformacion del ganado vacuno que se alimenta con pastos abundantes, presenta carácteres que les son propios: sus formas son contorneadas, el tegido celular muy desarrollado, la piel blanda, delgada y cubierta de pelos tinos y suaves rtl tacto. Las venas subcutáneas muy visibles los miembros delgados y altos, los movimien tos de la locomocion lentos. A mas de estos caracteres, se nota una actividad considerable del 11paralo digestivo, un grande desenvolvimiento de la vena porta y mucha aptitud para el cebo. Estos so n evidentemente los caracteres del temperamento sanguíneo-venoso que nos esplican las frecuentes congestiones sanguíneas en los paruq uí ma~ de los ó.rganos, tttles 'como la apoplegía pulmonar, la injecci11n del bazo etc. etc. Por último, la constitucion no cambia, pero el remperamento puede variar segun la inJluencia de

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n_p puede existir sin el segundo, y que este depende como aquel de uua escitacion de los órganos, con tudo difieren por la permanencia de su accion, y de su intensidad. Aun hay otro estado patológico caracterizado pvr la coloracion ó rubicundez uniforme,con au-· s~ncia de toda injeccio11 del órgano en que se presenta. Se le conoce g~neralmente con el nombre de congestion pasiva., ó <le estancacion ó estognacion. Importa mucho no confundir esta afecaion· con la inflamacion, ni aun éon la congestion acti-va que . acabamos de describir. La estagnacion sanguínea es muy frecuente en las enfermedades con alteracion de la sangre: los órganos afectados de una especie'de entorpecimiento P-jecutan sus funciones pausadamente, el Curso de la circulacion es lento, y la sangre se estanca . en los parenquimas. Hallaremos ejemplos patentes de estagnaciones sanguíneas, describiendo las ·enfermedades car. bnuculosas y tifoídeas. La intensidad de los síntomas de la 10tlamacion varía segun la estructura, las propiedades vitales. y las funciones de la parte afectada. El temperamento y la constitucion le imprimen tambien sus carácteres particulares. Mientras que en el caballo de temperamento sanguineo la exaltacion de los fenómenos vitales en el sísterna vascu lar rojo determina una ilegmásia bien caracterizada, en el buey de temperamento venoso limfático la aumentacion de losfenómenos vitales, obrando pri1ícipalmente sobre


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estos dos sistemas, hace poco notables los sin tomas inflamatorios. Hay pues pocas inflamaciones de todo determinadas en los rumiantes, pero en desquite las subinflamaciones son frecuentes en ellos. De 11qui la multitud de infartos linfáticos del mesenterio, las dartro~ J las afocciones cancerosas etc., así como tambieo la larga duracion de ellas, sus tendencias á pasar al estado crónico, y la necesidad de una terapéutica particular para combatirlas. Las causas de la intlama_cion son numerosas. Chomel ha hecho de ellas tres clases: - 1.° Causas estemas ó accidentales que dimanan de los agentes tisicos ó químicos. '2. 0 Internas ó espontáneas; y 3. 0 Sintomáticas ó simpáticas. Solo las primeras son bien conocidas, las otras son siempre mas ó menos oscuras. El profesor Richerand divide la inilamacion en cuatro especies, á saber: ~ .º Inflamaciones idiopáticas. :.!.º Inflamaciones simpáticas. 3.º Inflamaciones especiales; 4.º lnllamaciones gangrenosas. Esta divisiones la que se adoptará por ser util para caracterizar bien las inflamaciones, é indicar desde luego el tratamiento que conviene adoptar. Estas distinciones, eI) el ·estudio de la inilamacion, han si<lo tratadas con talento por Mr. Hutard en su nosografia veterinaria : siguiendo el mismo camino que este autor se le toniarán algunos pas~ges con muy ligeras ruodificaciones. Las inflamaciones idiopaticas son las mas cono-

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tribuirse; siendo el tegido celular flojo y abundante. Peru para mejor hacer resaltar el desarrollo de estos sjsternas, pondremos en paralelo los aparatos respiratorio y sanguíneo. Las cabidades nasales del buey son estrechas, ei pechó ancho, los pulmones bastante desarrollados, pero es á espensas del tegido celular interlobular por ser muy abundante. El corazones poco voluminoso, y las artérias pequeñas, al paso qu& IJ\s venas, ademas de ser duplicadas con respeto al número de aquellas, el calibre de cada una es aun mayor. · Sin ir mas lejos, compara~do sistemas y aparatos se desprende, que constantemente existe en el estado natural un notable predominio rlel aparato digestivo, y de los sistemas sanguíneo-venoso y limfático. Con todo, el clima, la alementacion, la educacion -0el ganado bovino, dirigido desde un principio para trabajos determioados, modifican su temperamento natural·, cuyas modificaciones han d~do lugar, como lo dice muy bien '1\L Delafond en su patología general, á que se ·hayan admitido diversas opiniones sobre ~l temperamento de este ganado. En los países cálidos y secos, los forrages y henos son muy nutritivos-y escitantes, y acostumbran sujetar á trabajos penosos el gaóado vacu1Jo, aun antes de la edad adulta. B::ijo esta dobl.e intluencía sus formas no son solamente modificadas, sino que iiu temperamento esperimenta cambios mas ó menos nota bles. 2--

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<la abrigarse con un toldo en invierno. En pocos años un sol-o pié puede ocupar un terreno de ocho ó diez varas. Se multiplica muy fácilmente de estaca.

Dejaría. Este género, que tiene una afinidad notable con el Rhododendron y la .Azalea, el año ~ 761 Mutis lo dedicó á D. Antonio Bejar, sabio proíesor de botánica en Cádiz. Aunque años ha se eultivan en Europa algunas especies de este género, no ob tantc estas plantas de adorno son poco conocidas de los jardinero . Originaria del Perú,se halla espontánea en el Paramo de Janagrangua á uua elevacion de dos mil á cuatro mil varas sobre el nivel del mar, en un clima frío y nebuloso. Entre las varias e pecie de Dí'jarias que se cultivan,aunque en pequeña escala, mencionaremos la Bejaria species no1!a que acaba de recibir el jardín de París. Difiere de las re tantes de su género en que la extremidad de sus rama , que asi como las bojas, los peciolos, los pedúnculos y los calices de largos pelo blancos al principio, y luego de on color de rosa, terminan por una pequeña glándula esférica y trasparente. La Bejaria de que nos ocupamo_c.;, tiene un vi toso follage y su, flores dispuestas en racimo como la' del Rhododendro11. son de un color de rosa pálido con líneas de un rosa mas o cur0. La· B~jarias, e ccpto la racemosa que es ori.,.inaria de la Florida, lvlbitan las altas e montaña de la Zonatorrida en las regiones donde el termómetro centígrado no varia mas que de 12 á 1 t grado durante el dia, y de q. á 6 por la noche. A pesar de esta notabll'. elevacioo que anuncia una baja en la ~emperatura, es probable que e tas plantas deberán cultivarse en Europa en invernáculos-frios. La mayor dificultad que se ofrece para la aclimatacion de estas plantas es, que habituadas á una su~ve temperatu~a del aire que en aquellos pa1ses de la America constituye una primavera perpétua, tendrán que sufrir en Europa la transicio--:_ nes de los írios fuertes y húmedos y de un

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sol abrasador ,lo que hará que las Bejr1.rias no encuentren esa regularidad de temperatura á que están acostumbradas,y ese aire ligero y seco que solamente se respira en los climas de las altas montañas. Debemos desconfiar, por lo mismo, que el cultivo de esta planta tome grande estension. Los cuidados que exigen las Dejarias son los que se señalan para las Azaleas y Rhododendrons de la India.

P?·imavera de la China. M. Soulange Bodin fué el primero que en 18'22 introdujo en Francia la Primavera de

la China, llamada Primula prrenitens. Los jardineros franceses se han ocupado del cultivo de esta planta, y ban obtenido variedades especiales que llaman la atencion por el color de sus flores. En 1839 se Ífltrodujo la variedad de flores blancas,y un año despues la de flores encarnada~ igualmente dobles. Pero este año,de i 850,un jardinero de SaintJames, en Neuilly acaba de obtener una variedad muy notable por sus bojas. En efecto, en esta variedad que se la puede llamar muy bien Prímula prrenitens var. heterophilla, rara vez se hallan en un mismo pie do bojas perfectamente iguales ; las unas son lobadas con hendiduras masó menos vi ihles, las otras vipennadas irregularmeole y con dentaduras profondas, algunas veces muy agudas. La umbela de las flores menos provi 'la y sus pedículos mas largos; las corolas enea roa das ó blancas son menos frondo as que las .de la especie ¡ las cinco divi iones del limbo son muy profu adamen te escotadas en su ápice, y se le percibe un olor parecido al jacinto. Si bien es cierto que las flores de e:;ta variedad h'an perdido en alguu modo su elegancia, e de creer que la singularidad de su follage hará que se busque con afan esta nueva variedad. Bla,idfordia /lammea. Esta planta crece espontánea en la costa oriental de la Nueva-Ilolanda en las orilla de la ribera de los Cazadores, en la inme-


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diacion de Sidoey. Es una hermosa liliacea vivaz, de raíces fibrosas y largas hojas lineares. Su pedúnculo purpúreo se eleva en medio de las hojas,y termina ordinarjarnen • te en tres grandes flores colgantes de la longitud de 5 á 6 pulgadas,de un hermoso encarnado amarillo ó anaranjado, con J1a extremidad de los folio!os amarilla. Se 'ha introdu~ido en el cultivo, Europeo estos últimos años.

Rondeletia speciosa var. mafor. Esta variedad que M. Pax0n acaba de publicar en su periódico se distingue del tipo por las flores mas grandes, mas nµmerosas y por los tintes mas vivos que despliegan. Estas flores, forman en el estremo de las ramas un elegaute corirn)>o. La corola presenta un 'tubo largo afilado, de color de rosa al exterior, y de un amarillo anaranjado en la garganta, mientras que los cinco lóbulos redondeados son de un hermoso rojo coccineo. Esta especie s'e éultiva en invernáculos calientes.

Lilium Szowitzianum. Este hermoso Lis, de flores amarillas con manchas de un color· de púrpura bajo, encierra dos anteras cuyo polen es encarnado. Esta planta, introducida en ,J840 del Caucaso en el jardin botánico de San Petersburgo, se ~ocuentra hoy dia en el comercio con 'las nombres de Lilium colchicurn, de L. Loddigecianum y monadelphum, que pertene~e á una especie mu'y vecina, pero distinta por sus flores amarillas, por sus estam-

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bres monadelfos y por el color amarillo de su poien. Ambas especies son muy hermosas y merece~ figurar en las.colecciones de nuestros día:;.

Camelia Japónica Archiduquesa Augustct,. M. Cayetano de Vicenza Corsi ba obten'ido de semilla una nueva variedad de la Camelia, á la que se le ha dado el nombre de Archiduquesa 11ugusta,en razon de la magn~tud y belleza de su corola. M. L. Vau-House jardinero de Paris, .la obtuvo por primera vez en la primavera última y se queja muy amargamente en un escrito publicado en un periódico de horticultura de que se le haya comprometido injustamente la reputacion de una flor admirable por tantos títulos. Le induce á desahogar estas sentidas quejas,el ver que bajo este mismo nombre ha circulado .en el comercio una variedad de Camelias de color muy mediaoo, que el error mas grosero ó el cálculo mas punible ha podido recomendar á los compradores. La verdadera Camelia Archiduquesa A,ugusta tal como la ha obtenido este j¡i.rdinero, es una planta magnífica. Flores gran·des, pétalos imbricados ó sobre puestos con mucha simetría, colores vivos, entre los cuale~- bri lla principalmente la rica y original mezcla del azur, delicados matices de blanco y dé púrpura; circunstancias que dan á esta nueva variedad una importancia notable, la hacen digna de los mayores elogios y hacen esperar que tendrá · una aceptacion universal y un resultado duradero.


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SEQUÍA EN 'LAS PROVINCIAS DE MURCIA Y ALMERÍA. III .

Cada 'dia que pasa sin que el gobierno se .favor de los intereses de la agricultura y de acuerde de aplicar un remedio eficaz á los escitar el celo de los administradores del males sin cuento que á causa de 1a sequía Estado y de los procuradores del pueblo, pasufren las provincias de Alicante y Múrcia ra que tengan presente que si se abandonan nos hace creer que nuestrns hombres de es- á sus propias fuerzas á los pueblos de Almetado no conocen la importancia que la agriría, Alicante y Múrcia disminuirá notablecultura tiene en la prosperidad de las namente el número de los cultivadores, que ciones, ó que1 á lo menos quieren prescindir esta disminucion meoguará los recursos del de la notable influencia que la clase cultierariQ y que por último se debilitará de vadora ejerce en el órden moral de los pueun modo visible el órden moral de aquellos blos. pueblos .. Ya dijimos en otro n¡.ímero que nos heHemos sentado por tema, que entre los mos propuesto ocuparnos de la desgraciada iotereses sociales, los mas importantes de suerte de estas malhadadas provincias, coo- 1 todos son los de la agricultura. Vamos á perando por nuestra parte á que el mal se probarlo. remedie con la prontitud que exigen lascoPara demostrar esta asercion y presenlosales proporciones que ha tomado; y mien- tarla con toda la claridad de que es susceptras vamos formulando pensamientos para t1 ble, pod riamos remontarnos á la necesidad indicar con franqueza nuestra opinion acer- absoluta que tienen los pueblos de los proca de los remedios que convenga aplicar ductos de la tierra,y de su alta importaucia para curar el daño ó aliviarlo en lo que sea comercial ; pero no necesitamos acudir á dable, intentamos en este artículo demosestos argumentos que á priori confirman trar , que entre todos los inte1·eses socianuestra opinion, cuando tenemos á la mano les, los mas-importantes son los de la agri- otros mas sencillos que nos presta la especultura. rieocia y que nos enseña la historia de las Haciendo aplicacion de este principio á naciones. Bastará establecer el principio la E.,paña, fácilmente se deducirá la nece- que los cultivadores y los que se ocupan sidad que hay de que se atiendan con ur- indirectamente en su auxilio forman engencia las necesidades de los pueblos <le tre los ciudadanos la clase mas numeroMúrcia, Alicante y AlmP.ría, y la obliga- sa. Consúltese el censo de la poblacion de cion sagrada que tiene el Gobierno de mi- todas las naciones de Europa, tómese á rar como astinto preferente la delicadísima la mano el libro de registro¡¡ que clasiposicioo de tres provincias hermanas que el fi ca á los ciudadanos, y se verá. que en hambre las azota, que la miseria las deja , Francia lo mismo que en Alemania, en Bélsin brazos y que la indiferencia las tiene gica como en Suiza, en España como en Rusia, en Italia como en Dinamarca, mas de la sumidas en el dolor y en el martirio. Oh! al revelar esta espresion de nuestra mitad de los individuos pertenecen á las faamargura, no se crea que sea otro el objeto milias de cultivadores de diversos géneros, que el de influir ,en lo que sea dable,desde la tales como á la de pastores, ganaderos, laposicion humilde en que nos hallamos, en bradores, horLelaqos, viñaderos etc. En Es15 DE JUNIO DE 4850. TOMO 111. 23

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paña es !IlªS aumentado todavía este gua- que en ella hallam las familias el bien estar rismo, porque la posicion particular que ocu- positivo, los pueblos el reposo y la tranquipamos en el globo, la benignidad de su cli- lidad, los individuos la vida inocente y pama, la feracidad de su suelo, la diferencia cífica, y los gobiernos los recursos seguros notable delas estaciones, nuestras tradiciones y bastantes para atender á la administraantigoas,los hábitos que nos relegaron nues- cion del Estado. La necesidad de que los gobiernos obren tros pasados y la laboriosidad pr~verbial de en este sentido es toda vía mas grande, si se algunas de sus provinGias hace que sean tiene en coosideracion que las poblaciones mas numerosa todavía la poblar.ion rural, . rurales, ofrecen en general mas moralidad que en todas partes abunden mucho los individuos que se ocupan en los trabajos del que las poblaciones urbanas, y que los ciucampo, y que los medios generales de sub- dadanos que forman la clase cultivadora cosistencia de los restantes estén íntimamente meten respectivamente menos crímenes que ligados con los del cultivador. No solamen- las restantes, como lo demuestran los cuate hemos de contar con la multitud de in- dros de criminalidad de todas las naciones. dividuos que directamente se aplican·á las La causa de e te mayor grado de moraliprácticas del cultivo, sino que conviene, para dad estará evidentemente.en la moderacion ptobar nuestro aserto, que tengamos presen- de i:;us deseos, porque colocados los cultite el gran número de familias que se ocu- vadores en una situacion pacífica, no se desp¡i n en los ramos df'. industria y comercio pliegan en ellos ideas ambiciosas que son que se alimentan de la agricultura. Enton- las que mas trastornan el órden y la trances se verá palmariamente que la poblacion · quilidad pública. El hombre del campo. sea cual fuere la rústica es la que forma en las naciones la clase á que pertenezca, dirige sus esfuerzos gran masa de los ciudadanos, y que por la á sacar del suelo el produclo que le ha conruisma razon los intereses de los cultivadofiad o, agu arda con impaciencia el tiempo y res deben ser los mas atendidos. de la cosecha que ha de compensarle su traNos seria fácil probar que hasta la Inbajo y los capitales que ha empleado. Por gl aterra ctonde el número de los culti vadores es proporcioflalmente menor que ca3i esta sola razon,eslá interesado directamente en todas las restantes naciones de Europa, á mantener el órden y la tranquilidad, porno puede separarse de esta regla general ; que conoce por esperiencia que la guerra y porque por escaso que sea el número de los las revoluciones le perjudican notablemente individuos que se emplea directa.mente en y le arrebatan en un solo día todo el fruto cultivar la tierra, abundan mucho los ar- de sus sudores. La España, harto azolada tistas y negociantes r,uyos intereses son in- por discordias intestinas, puede mas que otra herentes á los que trabajan los campos; re- nacion dar cuenta de esta amarga verdad. sultando de aqui que en la Inglaterra, como Durante las guerras civiles de que han sido víclimas mochas de nuestras provincias, se en todas las restantes Délciones, la agricultura constituye directa ó indirectamente la hao malogrado eapitales de tamaño valor que ha costado muchos años de esfuerzos gran masa de la poblacion. Si queda, pues, demostrado que los cul- á reparar el quebranto de estos violentivadores y las familias, cuyos intereses es- tos atentados. En las invasiones enemigas hemos visto talar los campos, desaparecer tán unidos íntimamente con la agricultura por el incendio bosques seculares que cosforman en un estado la gran masa de los Giudadanos, fácilmente se desprende que el taban al propietario incesantes desvelos y gobierno debe tener un especial interés en no pocos sacrificios pecuniarios ; hemos visfomentar la agricultura, desarrollar en lo to desaparecer en un momento abundantes que permita el clima, el estado de la ins- piaras de ganado que eran la riqueza del truccion general, y los recursos del" erario, cultivador por los recursos que le prestaban la aticion á esta ciencia d~ aplicacioo, por- para beneficiar los campos; todos estos ma-


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les, tanta desolacion y tanta r,uina como traen consigo las guerras y las revoluciones, descargan principalmente sobre el hombre del campo; y por ello nadie en la sociedad, nadie absolutamente está mas interesado á que se mantenga el órden y la tranquilidad que la clase labradora que tap pocas atenciones se le tienen y que tan p.:>co cuidado se le presta, principalmente en nuestro pais. Bastan estas breves reflexiones para probar con evidencia, que la aplicacion de los habitantes de una comarca al cultivo de su territorio es el medio mas seguro de afianzar la abundancia y el bienestar, al paso que es el camino mas conveniente para hacer ele ellos amigos del órden y de la tranquilidad pública,y verdaderos patriotas que defenderán al país contra toda clase de invasion y de innovaciones peligrosas. Si esto es una verdad, como no puede dudarse,no se estrañará que se mire con asom-

bro el abandono en que se tiene á los.desgra- ciados pueblos de Múrcia. y A.lmería, y que la opinion pública y la prensa de todos los colores escite al poder del gobierno para que se aplique con mas eficacia á remediar los males que causa la sequía, porque nadie desconoce que de este aLandono han de resultar males siu cuento que no se limitaran á los pueblos que ahora sufren, sino que podrán ser de trascendencia para toda la nacion. Cuando en los pueblos, por naturaleza agrícolas, decae el cultivo, sufren notablemente los intereses privados; y el tesoro público, agoviado de cargas diversas, no puede entonces atender á sus obligaciones porque faltan los recursos que le prestaban los primeros contribu~•entes. Un gobierno hábil debe, pues, aplicarse,en cuanto le sea posible, á alentar la agricultura y á acrecentar el número de los cultivadores.

EL GUSANO DE SEDA. La industria sedera es uno de los ramos 1con lozanía en climas menos felices que los de economía agrícola de mayor importancia nuestros, hemos visto estenderse en Espafia para las naciones, principalmente para aque- la aficion á la industria sedera, y estos adellas que los beneficios del clima permite cuí- lantos nos prometen un aumento á nuestra dar con atencion las plantaciones del moral. prosperidad. En españa se cultiva este árbol desde muy Convencidos pues de la importancia que remotos tiempos, y la historia nos dice que se merece la cria de los gusanos de seda, vala industria sedera ha tenido entre nosotros mos á dar, á continuacion, el nuevo método dias de apogeo. El cultivo de este árbol se de alimentar este insecto, método que acaba ha casi limitado por muchos años en deter- de publicar M. Hedde, miembro de la miminadas provincias de la Península, creidos sion comercial en la China. tal vez nuestros pasados que esta planta no (\Debemos llamar la atencion de los que podia dar resultados sino en las comarcas se dedican á la cria de los gusanos de seda, del mediodía y en las esposiciones abrigadas. objeto digno del mayor interés: entendemos Pero desde que lus Franceses y los Rolan- hablar de una preparacion vegetal particudeses nos han enseñado que el moral vegeta lar que los Chinos emplean para suplir la

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260 falta de hojas en los primeros dias de la cria ensayos-de este género con felicisimos re! del gusano de sedl\, esto es: El polvo ó hari.- sultados. «Esperamos que estos ensayos no tardarán na de hojas dtJl moral, llamado por los Chiá encontrar numerosos imitadores en el Menos Sang-fen. «Los libros chinos que hablan de esta pre- diodia de la Francia, donde las primeras hojas del moral no pueden desplegarse, y á veparacion, indican dos, medios para obtenerla. 0 ~. Se trituran en otoñoJas hojas de mo- ces las destruyen las heladr1s de la primavera en el mom ento mismo en que son necesaral antes que se r.ongan amarilll\s al objeto rias é indispensables para el alimento de los de obtener una especie de masa que se seca, gusa uos de seda que µoc o ha nacieron. · se coloca en vasos herroétiearuen te cerrados «Tal vez podría sacarse un partidu muy y se pone al ·abrigo de la b uroedact. 2. 0 Se recojen las hojas del moral en ventajoso de este método de secar y pulverizar las hojas para alimento de los ganados, otoño, .;;e las hace secar y se conservan al principalmente en ·algunas comarcas de la abrigo ele la humedad hasta la primavera: despues se las pulveriza eu el mortero se las Fráncia donde abundan ciertas hojas qne las ·pasa por un tamiz á fin de separar las porreses busca n con afan, tales como las del fresno de la viña etc. ciones i:nas gruesas. • ce Las ho¡as, recojidas en otoño, conserva«El.polvo preparado de esta manera se dá das, trituradas y mezcladas con otras sustaná los gusanos jóvenes, sea puro, sea mezclacias forrageras ó legum in Jsas podrían sum ido con harina de guisantes ó de arroz monni st rará los ganados un alimento bueno y dado ó ·descortezado. en Francia se dedican _ variado, al paso que permitirian hacer aco«Muchos de los que pios mas ó menos abundantes para el invierá la cria de este gusano, entre otros M. Champoiseau, de Tours, acaba de practicar no y primavera.\)

DEL TRIGO DEL MILAGRO COMO SUSTITUTO del centeno en los terrenos aridos y secos (1). /

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En la última junta celebrada por la sociedad de agricultura y de emulacion del departamento de L' Ain, presentó el presidente un manojo de espigas de trigo del Milagro ó de Esmirna, acompañando muestra de su harina y de un pan de buena calidad amasado con ella por un tahonero del pueblo de

Bourg. Resulta de los esperimentos hechos con dicho trigo, que prevalece en los terrenos mas inferiores, qu e únic;iment!! se pueden aprovechar para el cultivo del centeno, escedien do su producto en ellos dos tantos al de este último grano. Las mas de las espigas del trigo de Esmirna conlenian cada una ciento cincuenta basta ciento sesenta granos, á la verdad mas menudos que los del trigo comun y que los del centeno. El · presidente del senado Mr. Francois (de Neufchateau), ha publicado últimamente

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(1) Este interesante artículo, .::itado en el estracto del informe del Real Conrnjo de agricÚltura iadu,stria y comerció sobre el trigo fili"piao, está t.ornado del número del Semanario , de agricultura y arte.r, correspondiente al '28 de Novien,bre de 1805.

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en Francia upa: carta sobre este mismo asunto, cuyo estracto es el siguiente: «He leido con satisfaccion, dice, la ventajosa idea que se ban propuesto los labrádúres de Bourg para sustituir con notable utilidnd el cultivo del trigo de Esmirna, de abundancia, del Milagro ó racimal (TriLicum cornµositum L.) al del centeno. , a El trigo de Esmirna, añade, tuvo alguna aceptacion en tiempo del ilustre Duhamel ; pero degeneró prontamente, y como el genio ,francés condena con sobrada ligereza, cesó brevemente de ser de moda. Parece, no obstante, que merece una estimacion mas durarléra y sostenida. «En los tP.rrenos áridos y berroqueños del departamento del Vosges, que pueden escasamente utilizarse para el cultivo del centeno, ha prosperado el trigo racimal ó de Esrnirna, sin embargo de que no ha podido prevalecer en ellos ninguu otro vegetal. «Se haqia creído hasta este ensayo que únicamente podía criarse este trigo en los terrenos ,mas pingües y sustanciosos; y aun se ·discurria que en estos podría con dificultad sostenerse. «Se persuade Adanson que el tri¡;o del Milagro sea una verd adera monstruosidad, pero nunca hub iera disrurritlo aquel sabio naluri\lista que pndiese aclimatarse en los arenales mils áridos, como puedo verificarlo con bastantes casos prácticos. «En la~montañas del V•Jsges ha introducido y prop;igado este grano el celoso M. Girardin, á quien lo remitió, entre otras semillas, el célebre-Thouin, sin que ha-ya degenerado h.astn el dia en aquel suelo tan ingrato. «En el jardin que se estableció en Epinal maduraron las espigas del trigo racimal ocho días antes que las de los demás trigos cultivados en aquellos contornos. La precocidad de estP. trigo, y el poderse sembrar muy tarde, eran circunstancias muy importantes é inapreciables para los naturales del Vosges, cuyos terrenos yacen cubiertos de nieve hasta el 15 ó 20 de Marzo, y aun mas tarde en algunas ocasiones. «Atendiendo al cálculo de Mr . Girardin,

cada espiga puede contener unos ciento sesenta y tres granos, y de cada planta nacen ci neo espigas, por lo cual cada grano se multiplica basta -ochocientas quince veces. Es verdad que M. Fraocois de Neufchateau gradua de escesivo este computo, mayor- . mente cuando en el departamento del Norte solo á producido cada espiga ciento veinte y tres granos, no obstante ser la tierra mas• fértil y pingüe de la Francia.»

Observaciones. En el año de n9·7sembramos mi hermano y yo en los jardines de Aranjuez los granos de una espiga del trigo del Milagro ó moruno; y habiendo ·logrado multiplicarla, se repartieron bastantes porciones en estas inmediaciones, á fin de que se propagar se la casta. Con efecto, algunos labradores de Ocaña, j' otros de la Vega de Colmenar de Oreja, se hao dedicado á su cultivo; mas hao abandonado la idea de su propagacion por algunas circunstancias que se espresan en este pape!. Los ensayos hechos hasta ahora en estos contornos se han verificado en tierras pingües, sustanciosas y de buena calidad, escogiendo generalmente sitios de vega bú. medos, á falta de regadíos. Su pro<lucto ba sido generalmente cuaütioso en estos terrenos, y ha superado siempre al de los demás trigos que se cultivan en el pais. He sembrado en este año una corta cantidad que reservaba del trigo del Milagro ó moruno en terreno inferior de la cla!-e de aquellos que se aplican en Ocaña para el cultivo del centeno, y si los resultados comprueban las ventajas que asegu rao los autores franceses, po. drá resultar una mejora muy importante para nuestra agricultura. En todos aquellos distritos en que se estiman y aprecian los trigos recios, no dejará de tener cuenta el cultivo de esta especie. Es el grano del trigo moruno de la clase de los recios ó machos, muy duro, algo mo_ reno, corto, regordete, y dificilmente puede partirse c~o los dientes. En las tahonas no es fáéil molerle por su dureza, y solamente puede reducirse ú barina en los moti-nos de


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agua, y aun en estQs es necesario que se humedezca lo bastante para ablandar el grano. Por esta causa no lo apreciao los tahoneros; y como su pan sale mo~eno, no lo quieren asimismo los panaderos, por lo cual nunca se dedicarán muchos á su cultivo en estas ínmediaciones hasta tanto que se logre vencer esta repugnancii;i. El pan es muy suave, dulce, moreno · ó algo amarillento, de un gusto delicado, correoso, se guarda sin ponerse duro, y aun para comerle ~s mejor luego que se ha sentado que cuando está tierno. Embebe la masa mucha agua, y tarda en fermentar ó alzar mas tiempo, que la de los trigos comunes. Con motivo de no tener venta este trigo, únicamente podrá cultivarse aquella porcion qne cada labrador consuma con su familia: pues aun para hacer pan desmerecerá en el precio, por consultar los consumidores mas bien el color que la calidad; y así vemos que generalmente se prefiere un pan adulterado y misturado con harina de algarrobas ú otras sustancias peores, con tal que blanquee, á otro mas moreno, pero de trigo recio. Cada fanega pesa mas de noventa y seis libras, da mucha porcion de harina y poco salvado, y salen de la fanega mas de cincuenta panes de á dos libras. Es por lo tanto muy digno de propagarse, por cuanto multiplica el alimento. Es aun muy problemática para mi la supuesta degeneracion del trigo del Milagro ó de Esmirna. Muchos botánicos lo han considerado como especie genuina y natural, al paso que otros muchos lo han tenido siempre en clase de variedades ó monstruosidad, causada por el terreno y el clima. Contradice en algun modo esta última. opinion el haberse sostenido sus carácteres permanentes y sin mudanza por espacio de mas de dos siglos, en vista de que ambos Bauhinos trataron de este trigo en sus obras inmortales. No se ha notado durante esta época la menor variacion, á pesar de haber mudado temperamentos y suelo~ diversos. Bien entiendo que tanto este trigo, cuanto otros vegetales que se cultivan promiscuamente en la inmediacion de otros de su familia y género, sue-

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len variar siempre que perciban los pol villos fecundantes de sus convecinos, como lo evidencia la práctica en los melones y calabazas y otras muchas plantas, que degene-, ran y bastardean notablemente por esta causa. Es verdad que es mucho mas notable y pronta esta degeneracion, siempre que los veg~tales cultivados pertenecen, no solo á una misma familia, sino á una misma especie, cuyas variedades vuelven prontamente á tomar fos caractéres genuinos y primordiales si se desatiende su cultivo, y se vician con demasiada facilidad cuando no se cultivan separadas las variedades. Es causa muchas veces de que inFundadamenLe sospechemos degeneran los trigos con la mudanza dP; terrenos y climas, y nos persuadamos de que toman los caractéres propios de las variedades cultivadas general mente en el pais, cuando no se observa el mayor cuidado para la siembra y cultivo separado de cada variedad. No hace muchos años, por ejemplo, que un irlandés hizo venir de Inglaterra simiente de un trigo chamorro que se cultivó por primera vez en las tierras de Ocaña, y desde este pueblo se ha difundido á los demás inmediatos. En el dia hay pocos trigos chamarros sin mezcla de candeal, y pocos candeales que no la ten gan del chamorro. Como los campos están abiertos, al tiempo de sembrar el vecino su tierra, arroja sobre la in.mediata parte de su simiente, y este, por su turno, desparrama sobre aquella otra porcion de su grano. Resulta de esto que empieza á mezclarse e! grano mas limpio y genuino con el graoo agéno que nace en las lindes de los campos, atribuyéndose el ·suceso á degeneracion y deterioro. Esto mismo acontece con el centeno que siembran recíprocamente los convecinos labradores en sus tierras, dando esto lugar á la indispensable maniobra de descentenar, sin la cual brevemente se vuelven tranqttillones los mejores trigos, sin que por esto podamos de ningun modo decir que el trigo e convierte en centeno, no siendo posible semejante trasmutacion. Ha habido en Ocaña algunos labradores inteligentes y deseosos de mantener lascas· tas, que han trillado separadamente las mie-


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ses de las amelgas inferiores para conservar limpias de otros granos las castas sobresalientes que han adquirido; dejando las gavillas de las amelgas linderas para parvas separadas, y que de este modo nq_ con ta minasen el demás grano escogido y superior. No será estraño que la supuesta degeneracion que se atribuye al trigo del Milagro en Francia, se baya originado de esta causa. Con efecto, entre el trigo del Milagro ó moruno, que se ba cultivado últimamente en estos contornos, nacen interpoladas muchas plantas del candeal y del chamorro, propios de la tierra, pero no porque haya degenerado, sino porque contiene muchos granos de estas castas, mezcladas con el del moruno al tiempo de la sementera. No puedo menos de impugnar en este lugar aquel error comun, demasiadamente vulgarizado, de que los trigos se trasmutan en especies distintas; y que el mismo trigo es una trasformacion del rom'pisaco ó Egelope aovado, tan comun en los terrenos áridos de nuestra España. Es anti~ua esta opinion, pero no por eso deja de ser equivocada y fa! a, como lo son a imismo las supuestas metamórfosis del trigo en avena, en centena y en joyo ó cizaña, que no sé por qué causa nombran en estas inmediaciones tilbalá. Todos los vegetales se reproducen constantemente por su simientes ó por otros arbitrios naturales, que favorecen la multiplicacion de ciertas planta , mas siempre guardan y conservan el sello propio de su especie con que las dotó el Supremo Hacedor. Sun raros lus casos en que se obtienen algunas nuevas variedades ó especies mestizas ó híbridas, por efecto de una fecundacion bastarda; y en estos casos es indispensable cierta analogía y afinidad de los vegetales que contribuyen á estas producciones estrañas, sin lo cual no tiene accion la mas levP. el polen de las anteras sobre el písti lo de otro vegetal diver o. En cuanto á sus trasmutaciones y trasformaciones de unos vegetales en otro , lo contradice la sana razon y la esperiencia, y únicamente tie.ne á su favor tan absurda idea la mauía de lo raro y estraordinario, que el vulgo favorece con demasiada ligereza y sin previa inves-

tigacion del suceso. No puede dudarse que son mucho mas adaptadas para el cultivo del trigo ·múruno las tierras pingües y regables; y que en las arenosas y endebles será proporcionadamente menor su cosecha. En esta última clase de terrenos deberá sembrarse por lomos,como el centeno, á fin de resacar los inteTrnedios, desmenuzar la tierra, aporcar ó abrigar las raíces, y proporcionar por este medio un alimento mas abundante á estas plantas, gastadoras de jugos por naturaleza. Es mas propio este grano para los sitios ventilados y escuetos, que no para las vegas y parajes que carecen de la necesaria ventilacion y desahogo. Eo estos se abochorna con facilidad el grano, se asura 6 arruga, y pocas veces grana con la perfeccion debida. En semejantes circunstancias pesa mucho menos de lo regular; produce menor porcion de harina, y se baila mas espuesto el grano á los daños de la palomilla I gorgojo, como prácticamente he tenido ocasíon de verificarlo. He registrado trigo moruno de esta calidad guardado hacia tres años con algunos granos del candeal, y he visto que los de este se mantenian enteros, al paso que los del moruno se bailaban casi generalmente cocados y consumidos por estos insectos. Es la caña ó paja del trigo moruno maciza -y llena de médula, fuerte de bastante resistencia, y sobre sus espigas corpulentas se colocan los pájaros sin que se venzan ni doblen. EsLa será probablemente la causa de que oca ionen tao grandes de trozos en los campos en que se cultiva este trigo,acudiendo un número considerable de gorriones y otras avecillas con preferencia á ninguna de las otras variedades cultivadas. El sabor algo mas azucarado y suave de este grano, principalmente cuando aun se halla en leche ó poco endurecido, será asimismo motivo suficiente para que le prefieran los pájaros á los otros mas comunes en el país. Aunque yo di curria que no podría aprovechar la paja de este trigo para el mantenimiento del ganado por efecto de su dureza aparente, rectifico gustoso aquella proposicion, habiéndome demostrado la esperiencia que su paja bien trillada, segun el estilo d4t


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la tierra, es blanda, y muy útil para el ga-,, nado, notán·dose que nutre en mayor grado que la paja de los trigos _com·unes, lo que atribuyo á la sustancia que encierra su médula. No es nueva la observacion de que puede sembrarse tarde en la pri.mavera el trigo moruno, pues ya. lo espresó Valcárcel, que dice: <cque se cultiva en Jorquera, reino de Murcia, y que en invierno crece poco, peto desde mayo en adelante es en estremo; por esta razon es de conjeturar que será de los trigos marcíales ó tremesinos: dá mucba -harina, y su pan es bueno, suave y meloso, y el .color de su miga tira á yema de huevo.» En terrenos que tienen proporcion de riegos, y en los que llueve op0rtunamente en la priQJavera, será siempre ventajosa la siembra tardía; pero en los sitios secos y de pocas aguas contemplo por mas útil la sieru• bra de otoño. El hielo no perjuJica en esté territorio á las plantas de este trigo con mas esceso que á las demás castas que comunmente se cultivan. No tengo en ningun caso por buen cálculo el que se establece por el número de granos que arroja cada espiga, á menos de que se compare con el número de granos de las espigas de otros trigos. Nosotros hemos cogido treinta y siete fanegas, de cinco fanegas y" cuartillo que se sembraron en tres obradas de tierra de regadío, que sale á razon de diéz y ocho fanegas por cada obrada de seiscientos estadales, ó á poco mas de siete por una. Por último me propongo ensayar el resultado de sembrar un tranquillon ó mjstura de centeno y trigo del Milagro, por haber observado que en las tierras ligeras llevan grncd'es ventajas los tranquillones á las siembras de centeno solo ó de trigo puro. En ellas producen los tranquillones mayor número de fanegas, rara vez adolecen las siembras del tizon, las cañas del centeno, como mas elevadas, prestan abrigo á las del trigo mas bajas, y los vacíos ó claros que hubiera tenido la tierra, sembrando centeno solo·, se llenan y ocupan por las cañas Jel trigo que amacolla mas. Se roune á todas es~as ventajas la de ser el precio del tran-

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quillon mas crecido que el del centeno.

Estracto del dictámen emitido p,,r la seccion d,,, agri9ulturn del real consejo de agricultura, industria y comercio sobre el informe que antecede, de los Sres. /). Fe1nando y ll. Estiban de Boutelou acerca del trigo llamado Filipino. El trigo filipino es úna de aquellas variedades de la primera de las <;lereales que sirven de sustento al hombre, que están llamadas para representar de tiempo eo tiempo un papel importanLe eo el grao teatro de la agricultura. Con efecto, halaga en estremo,-y hace concebir esperanzas muy lison- geras ; dá amargos desengaños, y deja en pos de sí lecciones que no deben olvidar nunca los agricultores. A primera vista parece que su estraordinaria fecundid ad debe hacer indolente al labrador, que cree que todos los años ha de ver reproducido. en sus campos el milagro de los panes y de los peces; pero léjos de ser así, lejos de producir el desaliento que es consiguiente á ver desaparecer de entre sus manos aquel prodigiC1 al poco tiempo, le hace conocer que Ei tiene iostruccioo, laboriosidad y perseverancia puede obtener un resultado parecido aumentando sus cosechas en proporcional trabajo· y á los talentos · empleados en el cultivo. En la parte histórica y descriptiva, muy poco hay que añadir al esceleote t:scrito del Sr. D. Fernando Boutelou, digno de ver la luz pública en el Boletín del minis!erio de comercio, y á las.observaciones publicadas ya en el mismo, con motivo del trigo de Chile por el Excmo. Sr. D . .Mariano Mig•uel de Reinoso. Basta añadir que los ejemplares presentado.<; de espigas racimales son idénticos al qué como tipo de esta varieda"d existe en el jardin botánico de esta córte entre los que el célebre profesor D. Mariano LaGasca, que tanto se ocupó de la Céres española, <lió á su discípulo, el actual profesor de agricultura, y que est~ ha destinad<;> á la enseuanza y colocado en el gabinete agronómico que es tá formando en el espresado jardín . Esta variedad es la misma de que t,am-


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bien se hizo mérito en la JJlemoria que puretrajo á algunos de Gomprarlo, y probar las blicó D. Claudio Boutelou el 28 de noviemventaj as que ofreciera su siembra. bre de 1805 r.n el Semanario de agricultura De estos hechos se deducen importantes y arles, y que desgraciadamente había caido lecciones, que oo deben ser perdidas para en el ol~ido. nuestros labradores. En vista de este hecho, dP.I juicioso esLas primeras semillas que se reciben, se crito del Sr. Reinoso y de la carta del Sr. cultivan por lo general en buenos terrenos, Ayuso al Excmo. señor ministro de la gober- con escelenles labores: se cuidan durante el nacion sobre el trigo filipino, ni debe presperíodo de tiempo que pasa la planta en cindirse del ensayo, ni seria en verdad prutierra, por el deseo de ver si produce los deule dejarse llevar de po!Dposos an11ncios. resultados apetecidos; y estas circunstancias La razon aconsejab.a tomar noticias sobre el reunidas, de semilla renovada y e. co~ida, particular de personas entendidas en la ma- de buen terreno, de labores profundas, de teria y testigo presenciales de lo que ba poabuoos competentes, y de esmerada condido bien observ11rse durante los pocos años servacion, dan pingües cosrchas; pero cuanque se ha cultivado en Cantillana. Habiéndo ·creen obtenido ya el beneficio con solo dose hecho así en efecto, lo que resulta es lo la ad4uisicion de la semilla, la e tieuden que 1.;igue: por la tierra sin ninguna de aquellas preSembrada una corla porrion del trigo ra- . cauciones, y de.genera, como es con:,;iguiente, cima!, mal llamado filipiuo en un terreno de y como lo demuestran la ciencia y la obsuperior calidad, preparado con labores es- serntCiones 6 ·iológicas y org1nog: á5cas, traordinarias, y derramado con la ecouomía así como la práctica· con,lante. Puede tamsingular q.ue se aplica en tales casos, á fin bien, como corroboracion de esto mismo, de que lodos los grano · germinen, dió por citar e un hecho que ha sucedido en Andaresultado la produccion de muy buena colucía en el año anterior. se~ha. Eu el segundo año íue sembrado en En un terreno bueno, y con labores esterrenos no tan bien di · pue tos corno el antraordinarias, se sembraron diez y nueve y terior, y respondio con un a cosecha que no cuarti \la fanegas del trigo ras pi negro , con mereció la apreciacion de los vecino atentos objeto de renovar la simiente, y se ha obá observar para arloptarlo. Sembrado el tertenido el resultado de sesenta y ocho por cer año y recolectado en el presente, ha po.una, y la esten ion del terreno ocupado dido ya cr¡nocorse la rapidez que se esperiequivale á casi el de ble del que ·e acostummenta en la degeneracion de dicho trigo, mas bra cubrir en las siembras ordinarias. ó menos, segun la calidad del ,;uclo que lo Igual leccion ofrece una mata de avena lleva. En esta última cosecha no se cree que que la sociedad económica de esta córle resu prod uccion hay a escedído en igualdad de galó al jardín búlánico, en que un solo gra- • circunstancias, á la de otros trigos del país. no nacido en una bu_erta bien trabajada y Así se e~pl ica natural mente la di f~rencia abonada, y cuidado despues, ha producido con que en el mismo pueblo de Can Li llana se una cantidad tal de cañas y Je panojas, que babia del espresado trigo, y que tanto conconstituyen por sí solas una haz de las de trasta con el entusiasmo que produjo su avena cultivad:i. por el mé.lodo ordinario. primer cultivo. Los anuncios pompo os que Ni es solo el trigo, como acaba de verse, en algunos periódicos de Sevilla se hicieron el que agradece el mimo y atenciones del de este grano, obraron el prodigio de que se hombre para aumentar el número de sus lograse su venta á doble precio del que ofretallos y espigas, y para variar la forma de cía el mercado á los trigos buenos, con la los órganos de su reproduccion. Todos los circunstancia de haberse observado muy días observamos en las h uerlas y en los jarluego por per onas curiosas la mezcla que dines los efectos del trabajo y de los abonos contenia de granos de otros trigos de difeen las flores dobles, en las llenas y en las rentes clases : circunstrrncia que sin duda proliferas: trasformacion de los tipos prirni-

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tivos debida ai arte. Esto mismo se ve en. procure ponerles buenos y abundantes es]os maices que ramific~n ·las mazorcas, en •tiér'coles: siempre claro: escarde bien los los dibujos de lit 1 magnifica obra de Bona- campo~ y recalce las- plantas . A buen seguro fons sobre el cultivo de dicha planta, y en que s~ n•l obtiene espigas racimales, logrará los ejemplares qne existen en el jardín bo- una cosecha tan superior á los demás, que no echará de menos la posesion de esta vatánico, debidos á las mismas causas. Cuide, pues, el labrador de renovar y es- riedad fugaz y casi accidental. coger las semillas: "dé buenas y profundas Boletin oficial del Ministerio. labores á ~us campos mejorando sus arados:

DIFERENCIAS ENTRE LAS VARIAS CLASES DE ESTIERCOL.

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En su acepcion propia, hay una diferen- estiércol y son, el caballo, el buey, el ganacia entre el abono y el estiércol. Este nom- • do lanar y los cerdos. Nos ocuparemos susbre se dá á la paja ó cama que se coloca en cintamente de estas cuatro clases de estiércol. Estiércol de caballo. -El estiércol de cabal lo las cuadras de los ganadlls para que se pudra y fermente por medio de los escrees d~ muy buena calidad y rico en principios mentos y orines de las reses. Por un abuso, fertilizantes, por cuya razon se le tiene por que á veces nos confunde, se ha dado el un abono SP.Co, caliente y vigoroso. En razon nombre de estiercol á los 'escrementos puros de estas condicione·s no· puede emplearse con de los.._animales y á las barreduras y ot.ras ventaja en todos los terrenos indistintamensustancias semejantes que se ut.ilizan en las te: será útil en los suelos húmedos y arcillo• casas de labranza, y que con afan las recojen sos y en todos aquellos que tengan una frialen mu chas poblaciones los hortelanos para dad que es conveniente destruir. El estiérfertiiizar sus huertas, despues que han fercol de caballo fermenta con prontitnd y por el lo se emplea en las cosechas que se dementado en los estercoleros. sarrollan con rapidez; pero esta misma cirDejando aparte estas diferencias que nos ruostancia que lo hace apreciable, lleva conplace apuntar, indicaremos solamente en essigo un inconveniente gravísimo cual es, el te artículo las diversas especies de estiércol de perder pronto su fuerza nutritiva. que usamos comunmente, y que podemos El esliercol de caballo debe usarse despues confeccionar con facilidad en los establecimientos rurales. Apesar de que toda clase de haber sufrido la fermentaciori, y solamente será útil emplearlo e.n estado fresco "Cle estiércol es útil para abonar las tierras, en las patatas, pc,rque dividiendo el terreno no obstante hay una diferencia entre las vasu accion mecánica, proporciona á los por rias especies que conocemos por la virtud fertilizante que-contienen, diferencia. que de- tubérculos que puedan tomar mayor desarrollo; ó bien lo emplearemos ignalmente en pende de los animales que la producen. En los sLÍelos húmedos y fuertes para que pernuestro pais, asi como casi P.n todo el resto mit¡i. la introduccion del aire y la evaporade la Europa, son cuatro las clases de anicion del agua escedente. Fuera de estos casos, males domésticos que nos proporcionan el


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es pernicioso usar el estiércol de caballo en estado fresco 6 recien sacado de las cuadras, pr:>rque plaga al terreno de malas yerbas por la cantidad de semi ll as que comunmente se le unen de las que se escapan á las bestias en el acto de comer el pienso, en par ticular si los animales son viejos y tienen la masticacion dificil. li.:n este caso, el caballo debi litado en sus fuerzas digestivas no puede destruir con la digestion el gérmen de las semi ll as que &e desarrollan luego que se hallan esparcidas por los campos, y dan orígen á esa multitud de plantas dañosas que con frecuen cia invaden los sembrarlos. A.sí pues será conveniente que al es~iércol de caballo se le deje en fermentacion por algun tiempo, teniendo, sin embargo, el cuidado de resguardarlo de la acci0n de las ll uvias y de los vientos . Este estiércol, de que nos ocupamos, es de mucha utilidad para los jardineros y hortelanos, por prestarse, en ra1.on de sus condiciones, á la formacion de camas: para este objeto debemos emplearlo fre~co, en razon de que en este estado presta mucho calor á las semillas que se han puesto á germinar por la fcrmentacion activa que despliega. Tambien podemos emplearlo con ventaja, cuando ha fermentado debidamente, mas ó melios dividido, para cubrir las bojas de la huerta y las macetas del jardín; y largo ó en estado casi de paja, para preservar del frio y de las heladas á las verduras delicadas. Estiércol de vaca .-EI esti ércol· d-el g;rna do vacuno es menos calieutc y activo que el del caballo, no se descompone con tanta rapidez, pero su efecto es mas duradero. Por esta razon podremos emplearlo en las cosechas de plantas anuas que vegetan lentamente; y así como el estiércol de caballo será útil para las plantas de pasto, el de la vaca y del buey con viene en las cosechas de granazon. El e~t1ércol del ganaclo vacuno mant iene á la tierra su feracidad por bastante tiempo, notándose comunmente su efecto aun en la segunda cosecha. Como el estiércol de vaca es mas acuoso y men os caliente que el de caballo, será útil emplearlo en las tierras arenosas y muy caliza:;, y en todos los !-uelos donde las lluvias

son escasas y el riego poco ó ninguno. Sin embargo, el estiércol de buey será en cierta manera diferente, y sus virtudes fertilizantes ·mas ó menos decididas, segun sea el modo de alimentarse el animal. Si el ganado vacuno no hace uso de otras sustancias que de las yerbas frescas que apacenta en los prados, claro está que el estiércol que produzca ha de ser mas aguanoso y débil que si se alimenta de semillas y de heno. Estiércol de ganado lanar. - EI estiércol que producen las bestias de lana es el mas fuerte y el mas útil para desarrollar las plantas con proutitud, en razon de su fermenta cion vigorosa y por la facilidad de formarse los gases amoniacales. Es uno de los recursos mas poderosos para nuestros labradores, ya sea recogiéndolo en los corrales ó bien abonando los campos por medio del redil ó aprisco. Seria de desear que los cu! ti vado res españoles desterrasen las preocupaciones, que aun hoy dia tienen, de no querer admitir la práctica de cebar las ovejas y los carneros en las cuadras ó corrales, porque además del provecbo que reportarian del mejor cehamiento de los ganado~, les seria dable aprovechar la grau cantidad de escrementos que se desperdician en la montaña durante las horas que las bestias apacentan, y este aumento de abonos les facilitaría el cultivo de tierras que actual meo te producen escasas cosechas por no poder fertilizarlas. El método de la estabulacion, propor.cionaría los recursos que ofrecen á las casas de labranza los prados artificiales, porque abonándose convenientemente las tierras se multiplicarian los forrages, con ellos se po drian mantener y cebar ganados abundantes que producirían abonos para los cereales y aun para el cultivo de los pastos temporeros. El estiércol que produce el ganado lanar, en razon de ser muy caliente y de fermentar con proutitud, conviene ma:; para las tierras húmedas y frias como las arcillosas y bajas, que no para las areno as y de secano. Lo emplearemos en las cosechas anuas, y aun mejor en las de vegetacion rápida, porque la abundancia de gases que despiden, y la rermentacion pronta que despliegan, lo


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hace útiles para estos casos. dando la paja limpiá. y casi de la misma maEstiércol de cerdo.-Las opiniones estan , nera que cuando se la puso en el establo.padivididas acerca del estiércul de cerdo; pero ra formar la cama. Espuesto asi en rl cames general la creencia de que tiene menos va- . po y sujeto á la accion del aire, separadas lur nutritivo que las restantes clases de que enteramente las particulas fecales recojeo la hemos hablado. Hay algun'ls agróuomos r:;ue paja c;on un rastrillo y la emplean de nuevo creen que el esliercol de cerdo ~amás ha de para las camas de las vacas. Este método se emplearse solo, sino que debemo,; mezclarlo usa principalmente en las tierras ligeras y con el de vaca ó con el de ca bailo, si q uere- ·desustanciadas durante los inviernos rigu.mosque haga todo su efecto en la vegetacion. rosos, al objeto de preservar del frio á las Para terminar este,artículo, y notar mas pl :rntas jóvenes de trébol . · Es ventajosa esta acertadamente el valor del estiércol de cerµ'raclica para ahuyentar del campo los tal pos do, repro<l uci remos lo que lt it dicho M. Vany olros animales dañinos para quienes es . Aelbroeck en un. escrito ·acerca de los aboinsoportable el olor del estiércol de cerd,o, nos. «Los cerdos, dice este agrónomo, oecey por ello aconsejan al~unos cultivadores sita n cama mas abundante que las vacas y que es útil emµle ir e·Le métodn en las cosecaballos, porque hocicandu cl!lntinuan1entey chas de zanahorias y otras se111ejantes á las volviendo y revo '. viendo la paja la desmenu- que estos animales caus_:rn estrn~os considezan con facilidad: á pesar de e,;ta circunsrable~. Hay otros prácticos que dicen que el tancia, no la pudren con la prontiturl que el estiércol de puerco es .utilísim o en la siemganado caballar y bovino; lo que prueba bra del lino: ·pero cua·nul' lo emplearnos paque el estiércol de cerdo es menos activo y ra este uso debe haber e:;tado amontonado fuerte que el de las vacas y caballos . Al_gnpor algun tiempo, á lo menos por dos meses: nos cultivadores {fe propi edad reducida, que durante esta temporada se le revuelve y se veo precisados á establecer la mas posi-· desme nuza, y se le añaden dos tercios de ble economía en todas la,; la.hores , á veces abooo de otras especies, rociando con frecuenci a el mC1nton e.in los orines del ¡,<aoado, emplean esclusivamente el estiércol de cerdo en los campos de tréhol esparciér:idnlo, duque se habrán recogido al efecto. Este ahorante el invierno, de manera que las lluvias no es esceleole y da un vigor estraordioario á la tierra.» arrastreú consigo las materias 'fecales, que-

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Hl~ISTERIO DE COUEllCIO, INSTRUCCION Y OBRAS POBLICAS. :2\,0riculturn.-~ircular.

De muy antiguo data la proteccion que el gobierno ha r¡ucrido dispcn ar á la cria caballar eu España, persuadido, corno debia estarlo, de su importancia. Por un error hart,1 comun se atendiJ primero ,í multipliC'ar los inc!iviJuos que á mejorar las especies. Sin consultar convenientemente las difrrentes condiciunes rxigidas por la distiota aplicacion que puede darse á los cahallos, y sin apercibirse quizá que esas condiciones . eran peculi~res de la; razas, y que el arte de termina sus ml'joras, crryósc que obten~do el mayor número, en él se comµrrnderian esas diferencias que l,1s oecesirtacles rcC'larudhaa. Consc rne11c1a forzos:i d e este error fué fa de perpetuarse y ann propaga;se los vicios de configuracion y di: instinto, las enfermedades y todas fos malas cualidade~, perdiéndose las buenas. por la falta de eleccion acntada en los sementales y yeguas de ~ienlre. Nada ha sido mas frecuente que el que un cab.allo inservible para la silla y el tiro se aplicase á la monta para sacar utiliclart, sin preverse siquiera que sus vicios y defectos se trasmitirian á toda la decencia del semental. De este abandono ha ·resultado que España, de;.de los mas antiguos tiempos po~eedora de las mejores razas de caballos de Europa, vea hoy el deplorable atraso de este ramo, que en vano seria querer disimular. Ni el ejército encuentra abundante surtido para sus diferentes servicios, ni el particular para sus goces, ni el labrador para sus faenas, ni el opulenlo para su.s tiros, ni el Lrajinero para sus tr:tsportes. El pais se ve inundado de caballos estrangeros en perjuicio de la agricullura y de la industria, y hasta en mc11gua de nue tro nombre. E sto aparle de que la abundancia de !.Jul)llOS caballos indígenas de nna imporlancia real á toda nacion, pues que este ganado constitnye una de las primeras armas de todo ejército. Menester es que los cri~dores tengan entendido que las especies no mejoran abandonaodo la reproduccion al acaso y sin una direccionentendida. Podrán sin ella resultar alguno¡¡ caba-

lios meJor conformados y de conrliciones preferente s á los demas de su clase; pero rsta venLaja aislada se pierde para la especie. sin producir resultado alguno de una importancia verdadera. Allí en don<le las ciencias naturales hicieron mayores progrc•sos y se cuido de sns aplicaciones á esta produccion; alli en donde la observacion y el arte, de,purs de multiplicados ensayos, viniero1> al fin á crear un is tema racional y fundado, se han producido ca ballos aromodados á todas las aC'ccsidarles de la sociedad, adq11il'ÍenJo una perf Pccion que no habrían obteoido con nue tro abar.dono. Por el exámen fisiológico de las razas, por el crnzarnic·nto de csta5, por la cornb?naciun calculada de diferente~, pero análogos c.1racléres físicos, se cons,guier-00 en otros pais,·s nne,·as especies, viniendo sus caballos á 'adquirir la he11 eza, la fuerza, la ajilidad y la nobleza de que carecían, estirpados, 6 al menos modificados, sus defectos primordiales. Países h~y, co11 ,o la Inglaterra, en donde siendo imperceptibles las diferencias de las razas indígenas se ha obtenido una variedad de ellas que no hace mucho Liempo que ni aun ;e habría sosp echado siquiera la posibilidad de este resultado, atendida la casi identidad de sus especies. Y no por esto deja de ser cierto que al lado del memhrudo caballo de raza primitiva se obtiene el fogoso árabe, el corpulenlo del Norte, el resistente de l\feclemhourg, el gentil y brioso cordobés y el prsado de Normandía. Asi fué como la ciencia y la observacion consiguieron producir en un mismo clima todas las especies de cab3llos qne necesitan, el Estado para su defensa, el poderoso para sus goces y ostentacion, la agricullura para s•Js tareas, el comercio para sus trasportes y la industria para su3 aplicaciones. . Y cuando tal sucede en otros países, España que poseia las mejores y mas variadas razas, las encuentra perdidas ó degradadas. Para remediar rste mal, en lo que el Gobierno se ocupa con


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aran, es indispensable a:nte lodo conocer las razas indígenas, las propiedades fisicas é indole especial de cada una, circunstancias que las distinguen, influencia que en ellas ejerzan el clima, el terreno y los alimentos, vicios y perfecciones que las caractericen, y los que le falta para mejorar sus formas 6 corregir sus instintos. Cuando estos datos se hayan adquirido, no por relaciones genéricas sino por medios seguros, entonces podrán resolverse con acierto las grandes cuestiones que esencialmente nacen de la variedad de nuestro suelo, costumbres de sus babi-tan tes, diferente constitucion social de nuestras provincias y variedad de sus recursos. Entonces tambien se hará con acierto la designacion de semeiatales de diferentes razas, el cruzamiento mas ventajoso de estas, y mas útil apiicacion de los diversos métodos ya acreditados segun las circunstancias de la localidad. A este fin la Reina (Q. D. G.) se ha servido mandar qué los gobernadores de provincia, oyendo á los delegados de la cria ca hallar, á los comisionados régios y juntas de agricultura á los criadores inteligentes, informen sobre los puntos siguientes: ~ .° Cual es la raza de caballos predominan• te en la provincia que puede considerarse como indígena. 2. 0 'Los caractéres físicos que la distinguen. - 3. 0 Sus buenas y malas cualidades, ya consistan en las formas 6 ya en la índole y el instinto. 4. • Si se advierte alguna variedad en la es-

pecie, y por qué medios se ha conseguido. 5. 0 La clase y procedencia de los caballos que meJor probaron basta ahora en los depósitos. 6. º La que parece mas acomodada á la naturaleza del clima y del terreno. 7.• Si del cruzamiento de las razas eslrañas con lasindlgenasse mejoraron estas,6 resultaron otras nuevas de las mas apreciables cualidades. 8. º Los métodos adopt::idos en la crianza de los potros. 9.° Los recursos de la localidad para conseguirla. 10.º Las influ encias atmosféricas sobre su conservacion y mejora. 11. 0 La naturaleza y diversidad de los alimentos, y si hay ó no posibilidad de variarlos y aumentarlos. rn. 0 Las prácticas generales admitidas entre los criadores para estendu y mejorar las casLas. · 13. 0 Los resultados de sus ensayos. En la diligencia y esmero con que V. S. procure asegurarse de la exactitud de estos datos y de la prontitud con que los proporcione al Gobierno, verá S. M. la Reina una orueha del celo é interes con que se propone cdrresponder á su confianza. De Real órden lo digo á V. S. para su mas exacto cumplimiento. Dios guarde á V. S. muchos años. Madrid 23 de marzo de 1850.=Seijas.=Sr. Gobernador de la provincia de ....

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INS!ITIITO AGR1C01A EN BARCELONA~

El dia 3 del actual (junio) tuvo lugar en • cionamiento de los métodos de cultivo; para uno de los salones del palacio de la Excma. la pronta y fácil comucicacion de los adelanDiputacion provincial de Barcelona una nu- tos de una ciencia tao útil; para establecer un merosa reunion de propietarios ruralés con equilibrio entre el .bracero y el cultivador; el objeto de crear en esta ciudad un insti- para discurrir los medios que puedan regu tuto agrícola,que tendrá por ohJeto el acrelar, de un modo mas cierto, el valor de los centamiento de los adelantos cient1ficos per- frutos; para hacer presente al gobierno las tenecientes á los va rios ramos de la agri- cargas onerosas y las vejaciones que afeccultura y la mútua proteccioo de los intere- tan á la clase agrícola; y finalmente para ses de los asociados. Este acto que fué pre- crear asociaciones que defiendan á los parsidido por el respetable señor D. Erasmo de ticulares contra las demasías de una admiJaoer, dió por resultado el oomhraroieoto nistracion mal entendida, contra la mortande una comision compuesta de personas dad de sus ganados, contra la sequía, landistinguidas por su posicion social, por su gosta y otros tantos percances que con frepatriotil:>mo é inteligencia, la que ha de re- cuencia arruinan al hombre del campo. dactar las bases por las cuales debe goberLa clase agricultora, cuya triste suerte ha narse este Instituto. eucootrado siempre eco constante en lascoNosotros, que no tenemos otro objeto que lumnas de El Cultivador, debe agradecerá el fomento de la agricultura, hemos acojido los autores del pensamiento de que nos ocucon un placer verdadero este prosamiento pamos las benéficas miras que pueden hacer que tanto honra á nuestros paisanos, porque menos precaria su situacion, asi como nono podemos mirar con indiferencia cuanto sotros mauHestamos nuestra síocera gratise refiere á la industria agraria, en la que tud por los desvelos que han desplegado en cifran la ventura y la prosperidad la mayor su favor. parte de los españoles. No desconocemos las graves dificultades Desde luego auguramos grandes ventajas con que se habrá de luchar para consede la creacion de este Instituto agrícola, guir tan filantrópico ohjeto, mayormente si porque reuniéndose en un centro comun los ha de dotarse á este lostituto de uo reglaintereses i ndi viduc1 les y aislados, y poniénmento que proporcione á una clase tan nudose en íntimo contacto tantos propietarios merosa un ventajoso porvenir; pero espeque ahora no se conocen, han de salir de ramos del patriotismo y del saber de los esta asamblea pensamientos útiles y prove- señores que componen la comision, que emchosos que darán á la agricultura catalana plearan todos sus esfuerzos en el estudio de un impulso envidiable. Por otra parte, el los remedios que exige nuestra agriculturá Instituto agrícola de Barcelona podrá ser la investigando los males de mayor cuantía base de una union colectiva de los propie- que con mas urgencia convenga remediar. tarios rurales de las cuatro provincias de Téngase presente que á la sombra de la proteccion y de los adelantos de la ciencia, la Cataluña, de CUIª union podrán surgir ven1 tajas incalculables en pro de la proteccion 'r agricultura ha prosperado en todas las naque demanda la agricultura; para el perfecciones del mundo. Ciencia y proleccion de-


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mandan nuestros propietarios rurales, y á estas dos circunstancias principal mente ha de fijar su vista el Instituto agrícola de Barcelona. El ~obierno de S.M. que tanto desea el mayor bien de sus administrados, no negará el ausilio á una asociacion que ha de representar cuantiosos intereses. Estos pensamientos, cuyo simple anuncio en otra época se hubiera tenido por delirio,son los que va?-

dando en el dia esas graves proporciones á la actual sociedad;· porque permiten que los particulares, asociándose mútuamente, puedan hacer frente á muchas calamidades que el poder público no puede remediar 1 al paso que es.Lablecen entre los ciudadanos aquellos vínculos de fraternidad de que nace la paz de las naciones.

Entre las muchas ventajas que tiene la poda, principalmente para los árboles de frutos comestibles, es la de conseguir muchas Uorescencias sucesivas, y por con ecuencia lograr que lleven muchas veces fruto. En los anales de la sociedad de horticultura ©e París, se vé un ejemplo el mas notable del uso de la poda para conseguir este resultado en la l'id de Jschia, que con este método lleva fruto tres veces al año. La operacion se practica del modo siguiente. A la época dP- la florescencia, y cuando las uva empiezan á cuajar, se corla el sarmiento en el segundo ó tercer ojo sobre del fruto: á poco de verificada esta poda, la cepa desarrolla nuevas ramas que llegan á su tiempo á la florescencia; y despues cte .. qoe la vid ha florecido segunda vez, se verifica otra poda igual a la primera, y se obtiene una tercera florescencia. Como ~stas podas se practican en épocas distintas y á"la distancia de un mesó mas la una de la otra, resulta tambien de aquí que haY¡ tres épocas de madurez en los frutos. En nuestros climas los momentos de las tres podas de que hemos hecho mérito podrán se.r en febrero, . marzo y abril, y la cosecha

vendrá en los tres meses de otoño siguientes. C"nocerán nue tros lectores !a ventaja quP. ofrece e¡.;te método de podar la viña, f'!Ue po.drá aplic;1rse á otros árboles diferentes; y llevando la cueslion en-PI terreno de la ciencia comprendemos, que la poda bien dirigida puede darnos resultados semejantP.s. Pero es preciso advertir que esta triple poda no puede emplearse en _todos los frutales indistintamente, ni aun es aplicable en todiis las especies · de vid•. El resultado se obtendrá solamente en aquellos árboles que desarrollan sus ramas con una rapidez semejante á la que lo hace la viña; y por lo que mira á las cepas, tendrá solamente lugar en las espe~ies precoces que empiezan á frucrificar durante el verano. En este caso, la vid tratada con la triple poda nos dará tres cosechas al año, madurando los frulos en agosto. setiembre y octubre. En las especies que llevan sus frutos hasta el otoño, este método no puede tener aplica(jion; porque aun cuando se consiga, por medio de la triple poda, tre_s florescencias distintas, el frio de la e~tacion no perruiLirá la mad11rez de todos los frutos.


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Nuevo -método de ingertar los árboles frutales. El Círculo práctico de horticultuPa del Senna inferior se ha ocupado de un método de ingerlar los árbole,,; frutales que ha puesto en práctica M. Vard, propietario en Montaux-Malades. La referida Sociedad nombró una comision par::i que examinara detenidamente el.procedimiento de M. Vard y dijera lo que sobre este método le pareciere. Despues de examinado detalladamente este ingerto, la comision tuvo que resolver dos cuestione,,; muy principales; la primera indagar si este método de ingertar de M. Vard era nuevo, y la segunda si este ingerto ofrecía alguna ventaja real para la horticultura. Para resolver la primera cuestion, se hizo un exámen severo de las obras que espe·cialmente han tratado del ingerto, y la comisioo encontr() que Andres Thonin hablaba de este método en su obra de ingertos publicada en 1822. Este método á que el sabio escritor citado da el nomhre de ingerto de clavija es el mismo que M. Vard describe como nuevo, titulá.ndos_e su inv_entor. Los antiguos Romanos lo usaban para ingertar los olivos -y las viñas, y aun posteriormen1.e ha tenido sus épocas de favor; por lo que debe creerse que este método no es nuevo. Por lo que mira á la segunda cuestion, es decir, para saber si este i agerto puede reportar á la horticultura beneficios notables, la comisLon tuvo presente q11e M. Vard le señala dos objetos distintos, y ambos apreciables que son: prim ero, el de llenar los vacios que existen erl las pirámides y el de obtener ramas; segundo, de introducir en TOMO lll.

las ramas laterales otras trasversales fructíreras cuando estas no ·producen fruto. Para el primer caso, la comisioo ha notaJo, examinando las operaciones practicadas, que la mayor parle de los ingertos heehos en la primavera última han tomado mas bien el carácter de ramas fruclÍferas que el que manifiestan las ramas principales: cree la comision que esto es debido á la posicion casi horizontal del iugerto sobre el patron que se encuentra en oposicion con la savia ascedente: no obstante opina la comision que hasta haberse conseguido nuevas pruebas, debe darse la preferencia al ingerto de talan llamado de Richard, siempre que sea posible, cuando se trata de llenar los vacíos sobre las pirámiqes ó eje central del árbol. Para el segundo caso, la comision cree que debe darse la preferencia al ingerlo de clavija para obtener ramas laterales fructíferas, practi~ándolo en las ramas que no llevan fruto. Tiene ventajas sobre los otros métodos como son la ejecucion fácil, no ser necesaria la ligadura, la prontitud con que se practica la operacion y la mayor hermosura del procedimiento. Todas estas razones han influido en el •ánimo de la comision para decir que en este último caso el ingerto de cl:wija puede ser de utilidad á la horticultura.

Cultivo invernal de la patata. A la vista de los males que ha sufrido la patata en las naciones del norte de Europa, los ingleses han tratado de salvarla de la enfermedad gangrenosa que 5ufre años ha por medio de un cultivo invernal. Los ensavos que hao hecho los articultores france•

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ses no deja duda alguna acerca de la posibilidad del remedio, siempre que las circuni,tancias acompañen á una justa aplicacion . Este método consiste en plantar los tubérculos en otoño, siendo al parecer preferible la segunda quincena de noviembre, enterrándolos á bastante profundidad para que no puedan dañarlos las heladas ( 1 ). Esta profundidad será mayor en los terrenos húmedos y arcillosos que se hielan fácilmente, pudiendo enterrarlos hasta á la de 25 ó mas pulgadas si el suelo no es estremadamen te duro, porque en este caso no nacerían los tubérculos. Estas precauciones- presuponen un trabajo prolijo y el uso de instrumentos que por lo comun no existen en las casas de labranza, y por ello es poco ventajoso este método de cultivar la patata. Cuando el cultivo se haga en pequeño com.o sucede en la horticultura será ventajosa la siembra invernal, porque además de preservar á la patata c!e la enfermedad, se adelanta mucho su cosecha, principalmente si hemos escojido especies precoces.

Navos de Findlandia y de Petrosowoode. Desde el año ~ 848 se han introducido en Francia tres variedades nuevas de navos, ( 4 ) En los paises del norte y aun en la parte septentrional de España este método ofrecerá gran • des di6cultades, y creemos que á pesar de su seguro resultado no podrá generalizarse. Pero en las provincias del mediodía de la península y en los puntos donde no se teman las heladas, podr,á dar resultados positivos como medio de evitar la enfermedad actual que sufre este tubérculo.

entre los cuales se cuenta como muy principal el navo de Findlandia ó de Petrosowoode por ser procedente de esta provincia del imperio ruso. Esta variedad se señala principalmente por su desarrollo precoz y por resistirá los fríos rigurosos, aun cuando se desarrolle en un terreno muy superficial. Este navo es redondo y deprimido, tiene la corteza lisa y de un r,olor violado; la carne amarilla y de calidad superior ; su raiz corta, delgada y sin ramificaciones ; sus hojas de un v~rde hermoso, son redondeadas en sus extremos y presentan un aspecto totalmente distinto de los demás de su especie. La siembra se hará desde principios de julio basta á últimos de agosto para obtener la cosecha en grande durante el invierno: el suelo arenoso le prueba mejor que el abundantemente fértil, nolándose que los muchos abonos lo vuelven picante y de un gusto desagradable. El navo de Findlandia tiene la inapreciable ventaja de conservarse por mucho tiempo y de ser muy superior á las variedades que hasta ahora se han cultivado. Da marina rusa hace grandes acopios de esta planta que conserva de un año para otro y puede decirse que es la única legumbre que corneo los habitantes de la Findlandia. En algunos puntos retardan de intento la vegetaoion de esta raiz, quitando las bojas que comen en ensalada. Esta variedad se cultiva en Inglaterra en grande escala para la alimentacion de los ganados, y sus ventajas podrán ser inmensas si se atiende á la precocidad de su desarrollo.


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existen en los primeros, modificaciones anatómicas y fisiol.ógicas que esplican la frecuencia y los carácteres particulares de las enfermedades de este órgano. Vemos que la piel del buey es mucho mas espesa que la del caballo, la red vasculonerviosa sub-epidérmica es muy desarrollada y los vasos linfáticos y venosos predominan en ella. Es mucha la sensibilidad de esta red capilar , pero el espesor de la epidermis que la protege, modera la accion de los cuerpos que podrian irritarla. El cuerpo propio de la piel ósea el córion es formado de un tejido celulo-tibroso'. blando, en el cual pueden acumularse fluidos circulantes y formar estagna.ciones mas ó menos peligrosas. El grande espesor de la piel esplica la escasez de ilegmones idioráticos subcutáneos ; las causas que las producen en las otras especies determinan, lo mas frecuente, una enfermedad de la piel en los grandes rumiantes. El predominio linfática dá razon de la frecuencia de las afecciones dartrosas, eritemas etc.; y la laxitud del tejido, es causa de los infartos sanguíneos, de las ronchas r.tc., que s~ observan muy á meo udo en la piel del buey.

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producido: los vi rus, los venenos, deben ser combatidos por medios que hacen inútiles su accion ; y por ello toda indicacion que no produzca este efecto será insuficiente para combatir los síntomas que resultan de la accion de estos agentes morbíficos. Relativamente á las inflamaciones gangrenosas, su cu racion es en algun tanto mas conocida. La gangrena ataca de muerte á los órganos que invade, esta muerte tiende á propagarse á las partes sanas siempre que falta en ellas una reaccion vital suficiente. Por lo mismo en promover esta reaccion consiste el plan curativo. ,A.si, mientras que en las inflamaciones idiopáticas y sintomáticas se emplean los medios propios para disminuir las propiedades vitales, en las inflamaciones gangrenosas se debe poner en uso lodo lo que puede dispertar, y alguna vez exitar, los órganos, mas allá de sus límites naturales. Los diversos ruodos de terminar la inflamacion, dá lugar á indicaciones que es menester se tengan presentes para poner en planta el plan curativo. Sobre ella se hablará particularmenLe á medi.da que se presentarán los casos.

De los dcirtros ó hérpes.

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Enfermedades de la piel.

Los animales domésticos mas frecuentemente afectados de dartros, son los grandes rumiantes. Los jóvenes y los viejo~ están mas sujetos que los adultos.

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La piel, en razon de su textura y de sus numerosas simpatías con lJs órgános internos, está sugeta á un buen número de enfermedades. Es evidente que la de los rumiantes tiene la misma organizacion esencial, que la de los solípedos: pero

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Todas estas afecciones pueden reducirse á tres especies: -1. 0 dártros secos ó furfuráceos; 2. 0 dártros húmedos, pustulosos ó crustáceos; 3. 0 dártros .ulcerados ó corrosivos. Estos últimos son los mas graves. Primera especie. Dártro seco ó furfuráceo. Sintomas. Ellos empiezan por un prurito vivo de la piel seguido de una erupcion de pe.queños botones vesiculares apenas visibles. Estas vegigas no tardan en romperse, y trasudan un humor, que secándose sobre la parte, forman escamas_ que se caen como polvo con parte de epidermis. Los pelos se desprenden y dejan descubiertas porciones de piel rojas ó blanquecinas, de estension variada, que sob.resalen de la superficie cutánea. Segunda especie. Dártros pústula- cmstáceos. Los mismos ·síntomas en un principio: pero los botones vesiculares no tardan á adquirir desarq>llo y prl:!sentar los carácteres de verdaderas pústulas, de las cuales mana una serosidad abundante, cubriéndose de costras parduscas que toman orígen tanto en los bordes altos y revueltos de las pústulas como de la cóncrecion serosa. Tercera especie. Dártros ulcetados, ó corrosivos. Esta especie, es por lo comun el resultado de una trasformacion de las dos pi;ecedentes : en otros casos principia por un prurito estremado con rubicundez y calor de la parte. El animal se frota con afan y se arrilna contra los cuerpos vecinos con una especie de furor, se arranca las partes vivas á fuerza ·de lamerlas si de antemáno no se toma la precaucion de atarlo corto y de en-

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considerar la especie de inflamacion y modificar los medios terapéuticos segun las indicaciones particulares. La experiencia der.r:uestra que en las inflamaciones idiopáticas , bien caracterizadas, las eva~uaciones sanguíneas generales y locales forman la base de la cu racion , al paso que en las de la segunda especie ó simpáticas son los revulsivos que producen los ·mejores efectos, sobre todo si el órgano sobre el cual la causa ha obrado es menos importante á la vida que el órgano afectado. Por ejemplo, qu~ la accion de un aire irritante ocasione una flegrnasia del pulmon, esta inflama- cion idiopática será ventajosamente combatida con la sangría que formará la base del método curativo: pero qoe la misma causa produzca una pleuritis en lugar de una pulmonía, entonces son los revulsivos, como los vejigatorios, los sinapismos etc., los medios heróicos: la srogría figurará como medio accesorio del tratamiento , á menos que no sea local , porque en este caso obra ,ella como revulsiva. Pero no es siempre fácil determinar si la ioflamacion es idiopática ó sintomática, por no depender siempre de causas est~rnas que permiten poderlas apreciar debidamente. , Aun cuando en teoría se puede fácilmente estab(ecer esta distincioo, es en un pequeño número de casos que es posible conocerla y sacar partido en provecho de la terapéutica. El tratamiento de las inflamacio_Q_es especiales, es relativo á la naturaleza del agente que las ha


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género de iuflamacioo. Lo que las distingue sobre todo, es el no poder ser combatidas, ó si lo son, es tan solo con el ausilio de ciertos agentes, cuyos buenos resultados ha confirmado la experiencia. l'or ejemplo, la introduccion de uo veneno ó de un virus, la mordedura de la víbora etc. determinan inflamaciones especiales. La vacuna eo ia vaca es igualmente una ioflamacion particular que no se la detiene en su curso por ninguno de los medios ordinarios. En fin las iofla·maciooes gangrenosas constituyen una serie de enfcrmectades del todo separadas y enteramente distintas de las demás. Ellas son .caracterizadas por síntomas generales de debilidad en la economía, mientras que el órgano afectado presenta todos los síntomas de una ioflamacion violenta. Asi, cuando el carbúnculo produce sobre una parle sensible uo calor y una sensibilidad estremada, vemos por lo comun que el pulso permanece debil, pequeño,. lento y que el carbúnculo va estendiendo sus estragos, hasta que las propiedades vitales reanimadas vienen á oponer un circulo inflamatorio de buena naturaleza al rededor de la ioflamacioo gangrenosa. El tratamiento de esta inflamacion no es tan simple como se podrá creerá primera vista, pues resultará un grave error confiar en la sangría y en la dietit para triunfar d~ todas las enfermedades inflamatorias. fara obrar de un modo racional, es menester

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vol ver la parte debidamente , privándolo de este modo el poderse rozar. Estos síntomas van seguidos de la aparicion de botones pustulosos del grosor de un garbanzo ó de una avellana, los cuales, viniendo á supurar, desprenden parte de piel, dejan al descubierto agujeros de cierta profundidad, cuyús bordes vueltos y proeminentes dan á la llaga el carácter particu· lar que la distingue. La úlcera, cuya superficie es desigual y sanguinolenta, hace rápidos progresos, destruye los tejidos sub-cutáneos, ataca los huesos hasta cariarlos, sino se la detiene en su curso. · Sitio. Los dártros de la primera especie tienen general meo te su asiento en la cabeza, .al rededor de los ojos, de las orejas y del moño, sobre las tablas del cuello y en el muslo. Los dárlros pústulo-crusláceos se nolan'al rededor de los lábios, en el pliegue de la cuartilla y principalmente en la papada. En fin, los dártros corrosivos ocupan comunmente el estremo del tronco de la cola, que roen en poco tiempo y la desnudan del mechon de pelos. La red vásculo-nerviosa de la piel, y notablemente los vasillos linfáticos, parecen particularroen te afectados del dártro de las dos especies primeras, mientras que los de la tercera invaden el corion del tegumento, y secundariamente los tejidos subcutáneos. Las afecciones dartrosas tienen una forma crónica bien caracterizada y una dÜracion larga. Pueden existir por muchos años, sin perjuicio no-


(1) Los dártros de los rumiantes, no solamente son contagiosos de especie á especies, sino que existen un gran número ele hechos que prueban la comunicacion de estas enfermedades al hombre.

( 24 ) table en la salud de los animales y sin que se tema una terminacion mala aunque se abandonen así mismos. Pero hemos de pensar que esta no es siempre su marcha ordinaria; porque se nota generalmente que desaparecen en P.pocas determinadas, para renacer en otras. El dártro corrosivo recorre sus periódos con pmntilud, bastando alguna vez pocos dias para determinar la caida de una parte de la cola. Causas. El contajio, (1) los malos alimentos y ' el poco arreglo en su distribucion, los forrages limosos, el uso demasiado prolongado de una alimentacion seca, la µ·oca limpieza de la piel, y las aguas selenitosas y encharcadas son las causas mas frecuentes de los dártros. Pero en general son sintomáticos y coinciden entonces Cún flegmásias crónicas de los órganos digestivos, orinarios etc. Los becerrillos de las varas de leche que habitan en las grandes poblaciolles, están muy sujetos á los dártros secos: la privacion de la leche y el uso prematuro de los alime11tos fibrosos, son las causas evidentes de su aparicion. Pronóstico. Es dilicil pronosticar sobre las afecciones dartrosas, su terminaciol). favorable ó desgraciada depende á' la vez, de su especie, de su estension, de disposiciones higiénicas y fisiológi17 -

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E,.;at,is de la entrega anterior.

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En la pág. 10 ll.nea 29, donde dice paruquimas, l~ase parénquimas. En la pág. to. línea 30, donde dice injeccion léase congestion. En la pág. 44, línea 13, y en la 25 donde dice resistencia léase renitencia. En la pág. 14 linea 30, antes de existente, falla la palabra cuerpo.

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cidas (1 ); son las que se declaran sobre el órgano mismo que ha esperimentado la impresion de la causa. Por ejemplo , un animal recibe un golpe sobre una parte cualquiera del cuerpo, esta parle viene desde luego caliente, dolorosa é hinchad:;i etc., y presenta todos los síntomas de las flegmásias, esto es una inflamacion idiopática. Otro animal al salir de una cuadra caliente, pasa á una atmósfera fria y húmeda, el aire irrita las membranas mucosas del aparato respiratorio y se declara una bronquitis : esto es todavia una inflamacion idiopática: la causa ha obrado sobre los bronquios y ha producido una enfermedad en ellos. Pero sí en este último caso son las pleuras las que se inflaman, entonces no es una inflamacion idiopática sino simpática: la causa ha obrado sobre el sistema cutáneo y mucoso, y resulta afectada la pleura que no tiene ningúna comunicacion con estos órganos. Las inflamaciones especiales dependen de una causa particular, sui generis, qu~ produce este


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Lapageria rosea.

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ca con los esparragas. Mas tarde cuando la planta baya asegurado su vegetacion por este método, se cultivará en plana tierra al aire libre.

Esta planta, originaria de Chile, no babia sido hasta ahora sino un objeto de estudio de los botánicos. Su aparicion á la jarUn rival de la Victoria regia. dinería data solamente del año ·184-7,en cuM._ Bidovill, célebre botánico que viaja yo tiempo el jardín de Kew recibió los primeros ejemplares vivos que le envió de la por la Australia ha descubierto en la NneConcepcion M. Wbeclwright. La Lapageria va-Holanda una Nimpheacea, casi gigante, rosea es una planta escojida, que merece fi- que basta cierto punto puede rivalizar con gurar en la jardinería europea por las bri- esa famosa victoria 1·egia que tantos elogios llantes cualidades que ofrecen algunos de le han prodigado los periódicos de jardinesus órganos. Examinando con deteocion es- ría. Hé aquí lo que dice de este noeyo veta planta,cree el naturalista ver en ella una getal el naturalista que lo ha encontrado. «La planla mas estraordinaria que he visto maliciosa mistificacion por la mezcla de órhasta ahora, es un lirio de agua (Water Liganos que pertenecen á seres diferentes. ly, imphrea?) que habita un la¡¡;o llamado Tiene el tilllo flexible y voluble ó trepador; las hojas entrelanceoladas y ovales, su ner- Boppoo, cerca de diez y ocho millas de Wide-Bay, á 25° 30' de latitud meridional, v vosidad convergente y las venas reticuladas, 152° 4-5' de longitud oriental. Crece en qui~y de un color verde claro. Las flores grance piés de agua: sus hojas tienen cincuenta des que desarrolla, parecidas á un lirio, son mas pulgadas ae diámetro y sus flores ó de un color de rosa encarnado, el pedúnc_uunas treinta cinco cuando están del Lodo ~ lo verde amarillo y las divisiones del cáliz abiertas. Dudo que la victoria regia sea una de un azul de turquía. Puede añadirse á esta planta otra circuns- planta mas hermosa.» Atendida la notable aficion que tienen los tancia no menos apreciable, que es el fruto ingleses al cultivo de las flores, es de creer que produce de un sabor dulce yde un delicado perfume. Este fruto, que es en forma de • que no tardará á figurar en sus invernaderos e ta 1impbeacea au lraliana. La jardivayas grandes y oblongas, es muy apreciado de los chilenos y podrá tener un lugar dis- nería europea deberá á la Inglaterra la introdu~cion y el cultivo de la rival de lamatinguido entre las frutas de Europa, si congestuosa victoria regia, y esperamos ver un seguimos generalizar esta planta. Mientras que la esperienci11 nos da á co- dia aclimatadas en nuestros jardiues esas nocer las circunstancias del cultivo que exi- dos hermosas congeneres exoticas, cuyo mége la Lapageria rosea, notaremos algunas in- rito y belleza casi no_puede describirse. dicaciones que hace M. Planchon que ha cultivado en Francia esta nueva planta.= Espobicion de la Sociedad central de horticultura de Paris. Cultivo en maceta-en invernáculo frio; tierA pesar de que las circunstancias no son ra compacta, como por ejemplo, la de la capa superior de las praderas, mezclada con actualmente en Francia las mas favorables una pequeña cantidad de bruyere; coloca- para el progreso de la jardinería, no ha decion de las ramas en forma de emparrado ; jado por esto de ser notable la esposicion de multiplicacion por division del tallo subter- horticultura que acaba de tener erecto en ráneo, de la misma manera como se practi- París. Indicaremos en breves palabras lo


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mas curioso que ha ofrecido esta esposicion, pié de ·weigelia rosea, arbusto que acaba de para que vean nuestros -lectores la altura en intr.orlucirse en la jardinería europea. que está la industria jardinera y hortícola Los Pensamientos, los Pelargonios, las en la nacion vecina, y para que los aficio- Peonias, los Melis, los Brezos olorosos, y nados á estos dos ramos importantes pue- otras varias especies pertenecientes á hábidan conocer las noviedades que ha ofrecido les cultivadores, se veían en tanta abundanel mencionado concurso. cia, de manera que daban un aspecto maSe han presentado una infinidad de co- gestuoso al concurso. lecciones de esp{lcies diferentes y de notaEntre las -plantas de nueva introduccion ble mérito, unas pertenecientes á aficiona- en la horticultura francesa figuraban como dos que han alcanzado premios en esta y en muy principales el Chammrops Martiana, el anteriores esposicioaes, y Jas mas á jardi- Bacti·is Cariotrefolia, y sobre, todo la rara._y neros que revelan una inteligencia en la magnífica Palmera de los Andes, llam ada ciencia del cultivo. Seremos breves en la Ceroxylon andicola que se cubre en gran reseña. parte de una trasudacion cerosa que se emEntre la coleccion de Rosas: se han visto plea en la industria. Se veia tambien la la Madama .bfargottin ; la Príncipe AlberTlmya 1Janea11a, un Clematis azurea, un Neto; la JJevoniensis ; la Vizconde Decazes; la pentl1es, una Centravenia floribunda, una BoDoctor Ma1:jollin ; la Smith ; la Rosa de cin- ronía serrulata, un Agnoct1.1,s integrifolms, un co colores; la Chateaubriand, RiviPrs, Púr- Rhamnus -Californicus, el Cupresus Govepura real, JJJelania corniculata; la Lady Ali- niana, y el Retinispora Ericoides . Entre las plantas que se emplean en el ce Peel; la .litadama Augelina; la Cien hojas, Gigante de los b,1,tr1,llas, Queen VictoriLL ; la arte culinaria, figuraba el Peregil cultivado Aubernon ; la Goubant ; la Victoriosa ; la en aparatos particulares llamados PeregileGrtmadcra ; la Persiana Yellow ; la Condesa rn holandesa que fabrica con mucho órden y Duchátet ; la Prosperina, Lebrun, Princesa · gusto M. Fol let. El Thé francés r¡ue con collstancia laudaLan1lPs, Sauv~nir de la Malmaison, Gloria de París, y otras muchas Rosas diversas á ble ha tratado de generalizar 1\1. Lecoq, ficual mas hermosas y brillantes. Pero la que guraba ta mbien en esta esposicion. En pruemas ha llamado la atencion ha sido un pié ba de sus afanes ha presentado al concurso 'ª al de la Rosa Bobrinski, planta sh1gular por la dos especies de Tbé que se aproximan ~ elegancia de sus formas y por sus hermosas que nos viene de Cbina y que cree podrá la Francia,antes de poco,hacer de este artículo flores, cuyos pétalos terminan en punta_ Las Azaleas, esos espléndidos vegetales la competencia ea Inglaterra. Los esfuerzos de un tallo de mediana elevacioa, y llenos de Lecoq merecen grandes elogios. Además de los premios que la Sociedad de ric~s flores han disputado el lugar á las Rosas. Por muchos esfuerzos que haga la central babia ofrecido y que se adjudicaron jardinería, no es probable que consiga jamás al verdadero mérito, el Ministro de agriculobtener tantas variedades como se obtienen tura, deseando estimular este ramo de industria agraria tuvo la idea feliz de añadir de los claveles y de otras plantas de adorno ; ptir cuya razon las Azaleas ofrecían algun,,s pr.emios á los de la Sociedad de horticultura, quP. consi tian en ricas tazas de menos variedades de lo que hemos dicho de porcelana de la fábt'ica de Sévres que balas Rosas. Se ha notado tambiea que lamabian sido espuestas al público en el úlLimo yor parte de estas variedades de Azaleas eran de orígen inglés y que su creacion concurso. Los que no pudieron optará los grandes premios de la Socit:dad, se mostrahonra ea gran manera á los jardineros del ron reconocidos á las atenciones del Mi nisotro lado del canal de la Mancha. tro que con tanta oportunidad ha sabido Abundaban las Cinerarias y las Calceolaalentar en esta ocasion la útil y modesta inf'ias cultivadas con esmerada inteligencia y dustria horLícola. figuraba entre el grupo de estas últimas un


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_UNO DE LOS JIEDIOS MAS FÁCILES OUE tiene el Gobierno para da1· mayor extension ala Agricultura. ---S3e,-ce

En el número anterior correspondiente al

rn de junio, página 257, en el artículo que va encabezado con el epígrafe «Sequía en las provincias de Múrcia y Almería. HI» hemos demostrndo la necesidad que hay de proteger la agricultura y los deberes que tiene el gobierno de estender en lo posible el número de cu lti vadores. Como deduccion de estos dos principios que en el citado capílulo hemos esplanado en cuanto lo permite la naturaleza de este periódico, indicaremos abora,con nuestra genial franqueza, uno de los medios mas fáciles que tiene el gobierno para dar mayor ea;tension á l11 ag,·icultura. Tendremos prese nte al formular nuestra demostracion,el nivel que debe existir entre las cla~es cullivadu ras por los. intereses que respectivamente represeDtan; ó del contrario los rioos capitalistas desdeñarian el cultivo, y á estos es :.í quienes debemos animar principalmente á que emnleen sus capitales para acrecentar y mejorar la produccion del suelo nacional y para suministrar trabajo y medios de vivir á los labradores de un órden inferior. La agricultura no puede progresar sino la auxilian fuerzas muy superiores y si no se le aplican capitales que permitan desarrollar esas oh ras que han de formar la base de su engrandecimien to. Sin estos medios, la industria agraria será siempre raquítica, porque faltando los grandes cultivadores, no po·drán so tenerse las empresas de los medianos, y estos no podrán procurar los salarios á lo~ trab::ijadores del campo que son los que han de ejecutar sus faenas. Vemos dos medios de éonseguir este resultado. El primero consiste en procurar que el grande y media.no capitalista tenga un interés positivo en hacerse grande y mediano cultivador; y el segundo en que los 4 DE JOLIO DE ~ 850 .

ricos propietarios apliquen con ventaja su inteligencia y sus recursos al me1oramiento del suelo que poseen. Para conseguir el fin que nos proponemos con el primer medio, conviene proteger por todas las vías posibles la produccion del snelo nacional contra la del suelo estrangero. Las aduanas podrán realizar este bello pensamiento si preside á la redaccion de sus leyes los principios que estén en armonía con los intereses de los propietarios; pero las leyes de nuestras aduanas están hechas casi esclusivamente en favor de los capitalistas, y se bailan en oposicion constante á los intereses de la moral pública, á los de los obreros, de los propietarios, de los industriales, del fisco y aun del gobierno mismo. Con un buen sistema de aduanas que preste á la produccion nacional toda ta proteccion que se le debe, pronto veremos que los capitale , aplicados á la tierra, crearán trabajo y llamarán rápidamente hácia al campo un crecido número de obreros. Veremos pronto acudirá las aldeas esa multitud de trabajadores que viven desocupados en las grandes poblaciones y se hallarán satisfechas las reclamaciones de brazos que voz en grito hacen el grande y mediano cuJtivadQr. Entonces veremos estenderse por todos los puntos de la España esa multitud de trabajadores que yace prostituida y sin sustento; el número de cultivadores progresará con ad111irable rapidez y el pauperismo que afecta á la actual sociedad,y que es la pesadilla de todos los gobiernos, detendrá su marcha imponente con el trabajo abundante que le ofrecerá nuestra agricultura. Evitando el gobierno una ruinosa concurrencia estrangera,no solamente hará posibles las empresas de los grandes capitalistas, sino que tambien estos tendrán inteTOMO 111 .

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rés en aumentar los productos, variando los sistemas de cultivo. Fácil será tambien conseguir el fin que nos proponemos con el segundo medio, que consiste, en que los rÍcos propieLaPios apliqúen con ventaja su in.Leligencia y sus recursos en el mejoramiento del suelo queposeen. Confesamos ·que esla parle de nuestro escrito presenta mayores dilicultades que la primera,y que será tal vez una cuestioo harto vidriosa para tratarla con toda aquella exteosioo que se requiere. Protestamos antes de todo no ser nuestro ánimo inferir la menor ofensa á esta clase respetable para cuy.os intereses sacrificamos nuestro reposo ; y si hablamos con aquella lisura que es propia de nuestro carácter, téngase en cuenta la importancia que, á lo menos para nosotros, tiene este asunto, y los grandes intereses que encierra el objeto de este escrito. Hemos dicho y repetido que importa á los interese,s de la España que los grandes propietarios apliquen su inteligencia y sus reCQrsos al mejoramiento de las tierras que poseen. Soú inmensas las ventajas que habían de seguirse de la realizacion de este pensamiento, porque además de la mayor produccion rural que se-obtendría en todas las provincias y de los nuevos métodos de culqvo que se irían ensayando y . propagando por todas parles, la numerosa clase obrera que pobla los dominios de los grandes propietarios encontraría, en lugar de la limosna, la ocupacion y los medios de sub·sisLir. Téngase presente que en nuestra ac•t'Ual sociedad el bracero gana un jornal insuficiente para alimentará su familia, poTque el sue\o mal cultivado, cubierto de malezas y sometido á la rujnosa coslurubre de los barbechos, no produce lo gue debiera reportar al propietario, y este no puede dar al pobre trabajador mas que un salario muy mezquino. Siguiendo por este camino, que interesa-desde el mas pobre al mas rico, no veríamos en las ciudades populosas esa multitud de hombres de todas las provincias que abandon¡¡.n sus campos improductivos y sus desgraciada5 posilgas para ir en busca de un pedazo de pan q'ue no pueden ganar

en las aldeas con el sudór de su rostro ; y évilaríam'os al propio tiempo esa acumuladon de trabajadores que se reunen en las poblaciones concurridas, que siendo enco11-: trados sus intereses con los de la propiedad, comprometen fácilmente, y tal vez con lamayor buena fé, el reposo público. Con las prácti~as saludables que se irían estableciendo por do .quiera y por los colosales esfuerzos que pueden prestar los rico¡; pºl'OpieLarios á la agricultura, veriamos antes de poco tiempo trocarse en ventura la desgracia, y á la mendicidad que nos abruma sucederse el trabajo,la abundancia y la tranquilidad. Pero importa para conseguirlo que todos contribuyamos al sacrificio. Conviene en grao manera que esos ricos propietarios y hacendados opulentos que ahora viven en la córte y en las grandes ciudades se trasladen al campo, que vivan entre sus colonos, que presencien los trabajos,_que alienten con su presencia esas grandes operaciones que nos demanda la agricultura . Conviene sobre tQdo, y esto se conseguiría con la .adopcioo de este medio, que no se distraigan -del cultivo tantos operarios como ahora viven desocupados en las ciudades sirviendo á los grandes señores y á los propietarios, haciéndonos cargo que la falta de brnos es uno de los mayores mél;les que afectan á nuestra agricultura. Si dijéramos que el gobierno debería, en . bien del pais, Lomar esta pi-ovideocia, no seria nuevo el pensamiento ni la medida de nuestros días. La consulta.que el rey n. Fe-· lipe lll hizo al Consejo de Castilla y la cootestacion que este dió al Monarca en fecha 4. 0 de febrero de 16 ·19 ( 1 ) nos probarían ( 1 ) Para que vean nuesll'OS leclores las profuntlas rell exiooes de nuestros hombres d,; Estado en el siglo X VII y la imp•xtancia que daban á la agricultura en una época que solamenle el oro se tenia por riqueza, trascribiremos algunos párrafo~ de los que contiene la respuesta á esta consulta. 111. Que para poblar bien el reino de Castilla no se ha de traer gente cstrangera; pues los eslraageros 'no vienen á España sino á chuparla y destruirla; y conviene excusar en lo posible el trato y comercio con ellos. Convendrá si de,nlro 'de


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esta verdad ; pero no queremos ni creemos necesarias tal et, médidas cuando vemos otras que siendo menos duras habían de ser eficaces para la repoblacion del Reino y engrandecimiento de la agricultura. Es al gob ierno á quien lnca to.mar la iniciativa. Puede exitar con distinciones y honores los progresos de nuestra industria rural, concediéndolos á los propietarios que mas se distingan en ese arle útil. Si los ad-ministradores del poder público quil~ren, como deben,consegÚir que se apliquen grandes capitales al cultivo, y que los hombres entendidos ·en las ciencias físicas presten todos sus esfuerzos para acrecentar los productos del suelo, es necesario que se tome este camino. Téngase presente que los hombres del dia tienen tanta necesidad de consideracion como de riqueza, y que muchos capitalistas y no pocos propietarios rurales emplearán sus esfuerzos mas por por la gloria •de las distinciones que por la proteccion que se preste á-fos product9s del suelo na-

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cional. Cuando los cultivadÓres que alimentan á sus conciudadanos -reciban premios y · honores por sus servicios como se:dan á los empleados y á los militares, la agricultura hará entre nosotros rápidos progresos,porq ue gusta á todas las clases hallar la recompensa de sus servicios. Manifestaremos nuestro'•pensamiento. ' Creemos que seria muy útil crear una nueva órden de caballeros, dotada de las · preeminencias y distinciones que justas fueren para prnmi,ar los que con afan se aplican á la agricultura y á las arte~ agrícolas.. Esta nueva órden que debería denominarse de lsabel lI, ya que debemos al Reinado de esta augusta Reina la regeneracion de nues- tra industria rural, debía componerse de tres clases •diferentes de caballeros, cuyas distinciones respectivas si rnbolizáraa el mérito que se in tentare premiar. Dadas estas recompensas sin pasion, conde~orando solo · al que lo merec.iere y no prostituyendo esta nueva órden con padrinazgos y afecciones

estos reinos, traspalar de unos lugares á otros la gares comarcanos venderán bien sus cosechas y gente que sohre. Ln qne hay eo esta córte e~ exce• manufacturas. Se poblarán los que están mal posiya eo núm~ro, y será muy conveniente rlescarblados, coa los criados que llevarán los s¡iñores allí garla de mucha parte de e lla mandando que l_a sooecesari,is y en la córte perniciosos. , ............... · brante se retire á sus respecli vos hogares. Y en JV. .. . ..... Que no haya· tao ta mu] titud de esesla diligencia no se ha de comenzar por la gente cuderos, gentiles hombres, pages y entretenidos comuo y vulgar corno se ha hecho hasta abora ; co n otra infinidart de criatlos (de que saleo muchos - pues seria iniquidad dejar los ric:os y pl)tlerosos r¡ue vagabuotlos sin oficio de provecho); pues el.ajan sus son los que han de mantener á los pobres, y ecb;, r tierras y se viel)eo á la éórtc, haciendo acá' mucha á estos-donde no tengan que trabajar para ganarla ' sobra, y allá mucha falta en ministerios útiles á Ja comida, Los que deben ~alir de la córte son los república ................................................ . grandes, los. seiiores, los caballeros y gen te de sa V. Que los labradores, cuyo estado es el mas ca lidad , con grao número de viudas que hay ricas importante de la república, porque ellos la sust1iny poderosas, y otras que oo lo son. tao to y ban vetao con el cultivo del campo, y de ellos pende la nido á la córte sin legítima causa ó la buscaron abunda-ncia de frutos, y aun la cootribucion de afectada; como tambien mucbos eclesiásticos que cargas Reales y personales, siendo terribles las tienen obligacion i:le fP.Sidir ca sus ig.lesias, so coque sol,re sí tienen, por cuya causa se van acabanlor de que tienen pleito~ en esta córte y que sus do muy aprisa; para que oo vengan á tao ta dimiiglesias los envían á la defensa de ellos. Unos y nµcion coa viene animarlos y alentarlos con P.xenotros se domicilian aquí, comprando y edifica.oda cion y 'J)rivilegios. Los rn~jores además de algunos casas, con menoscabo de 'sus patrias, cuyos pobres que ya ti enen son, qu~ sio embargo de la ley de se mantendrían á la sombra de los ricos si estuvieque · oo puedan ser presos por deudas en los meses ran en ellas. Pero como estos no viven allí, huyen de las la•bores del campo, será conveniente se amtambien' los pobres y se refugia o á la córte buFcanplie el priviltigio para que en ninguo tiélnpo lo puedo man~ras de vivir muy agenas de las que le~ corodan ser, puesto que vemos· se amplia la necesidad . petia. Restituidos 'los señores á sus lugares, co~oes menes.t er restaurarlo~ de la quiebra que padecerán á sus vasallos, querránlos bie~, haránles cen: excepto solamente las deudas á V. M. y los justicia, veráti por sus ojos los trabajos y riecesiarrendamientos de las tierras que cultivan de otro dades que parlecen y podrán remediarlos, Los Ju-

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personales que desvirtuan al verdadero mérito, veriamos en breve los rápidos progresos de nuestra agricultura por el constante afan con que la auxiliarian los capitales, la inteligencia y la propiedad. · Convendria conceder tambien algunos premios á los productos del suelo que forman la ocupacion de la gran masa de los ciudadanos. Hasta ahora han pasad:> desapercibidos los adelantos que hayan intentado algunos propietarios y los esfuerzos que los particulares hacen para rege)lerar la ciencia del cultivo; y si esceptuamos los premios que se dan en Madrid para exilar la cria de los caballos de carrera, pocas cosas mas podremos apuntar en el libro de las recompensas. Y no será por cierto que no vivamos en unos tiempos en que se prodigan de mil maneras. La poesía,el canto, y lo que es mas, ocupaciones aun menos otiles se cubren al presente con el manto de la grandeza, mientras vemos en el olvido á ese arte importante que da trabajo á- diez millones de Españoles y produce los medios de subsistirá todos sus conciudadanos. Hay en España un ministerio de comercio y una direccion general de agricultura. A ellos toca realizar esas mejoras que nosotros nos contentamos con apuntar ligeramente. Estudien lo que han hecho las naciones estrangeras para levantar el arle agrícola á la altura á que lo tienen. Consúltese á la Francia y se verá que en medio de esas convulsiones políticas que de dos años ha amenazan concluir con su gloria y con su prosperidad, tiene los ojos fijos en la agri-. cultura como si los pueblos y el gobierno esperaban de ella el remedio en sus aflic- ciones. Y aun no queremos citar por modelo . á la Francia en el asunto que nos ocupa. Otros estados mas pequeños hay que hacen mayores esfuerzos todavía para adelantar este arte útil. Compárase sino esa Francia con Wurtemberg y se verá cuan notable es la diferencia. En Wurtemberg, en un territorio que no es mas que una trigésima parte de la Francia, distribuye el gobierno la suma de 800,000 francos para ausiliar la .agric4ltura, mientras que en esta última nacion no se votan cada año mas que la can-

tidad,de 145,000! Reasumiremos nuestro escrito , que va · haciéndose demasiado prolijo. El gobierno tiene muchos medios de desplegar enl_re nosotros la aficion á la agricull~ra y de conseguir que se apliquen á ella los muchos capitales que ahora circulan con menos provecho. Protejiendo por medio de leyes sabias la produccion nacional contra la produccion estrangera; concediendo á los grandes propietarios y á los que se emplean en el engrandecimiento de la ciencia rústica las distinciones y los honores que basta ahora se les han negado; discurriendo medios de conseguir que esta clase acomouada deje las ciudades para vivir en el campo; y aplicando á los productos del suelo premios adecuados á la importancia del objeto y á la posibilidad de nu estra hacienda, será como el número de cultivadores se estenderá coQ admirable rapid ez, como 'esta clase encontrará mas ind ependencia y estabilidad, como los obreros tendrán mas ocupacion y mas lucro, como la propiedad dará resultados mas pingües, como los grandes capitales se emplearán con utilidad general y como todo esto contribuirá poderosamente á asegurar la dicha y la tranquilidad de los españoles. Para concluir repetiremos lo que ha dicho un político muy profundo. La agricultura encierra todo lo mas importante <le los intereses políticos y sociales. Es una verdad: ella solamente puede proveer el alimeoto á un gran pueblo; sol amente la agricultura puede asegu, ar su existencia, su prosperidad y su poder. Los productos del suelo nacional son la basé del trabajo, de la industria y del comercio que toda nacion puede emprender fácilmente: es ella la que crea la mas sólida de todas las· riquezas; es ella la que reparte la riqueza con la menor desigualdad posible, exigiendo proporcionalmente mas trab ajo manual que todas las otras industrias; y es ella finalmente la que ocupa la maypr parte de los , Españoles. Uniendo los hombres á la tierra, la agricul- . tura identifica sus intereses con los de la patria, constituye la necesidad de la propiedad, y consólida la base del órden social. '


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.VENTAJAS É INCONVENIENTES DE LOS PASTOS CONSIDERADOS EN GENERAL.

La industria manufacturera pide al comercio la primera materia que le devolverá despues bajo otra forma. La industria agrícola puede casi siempre encontrar en sí misma todos sus recursos. La ·tierra es un vasto elabora to río; las yerbas que mantiene son el primer medio de prod uccion; con ellas es fácil sostener y multiplicar los animales indispepsables no solo para las necesidades del cultivo, sÍno como· objeto de veuta, ó al menos como agentes del trabajo y productos de estiércoles por med Lo de los que se puede en seguida pedir á la tierra toda-, las plantas útiles para el alimento del hombre y necesid ades de la fobricacion. Antes de la introduccion, todavía moderna, ·de los prados artificiales y de las ra1ces forrageras, los pastos naturales, bajo las dos modificaciones de dehesas ó yerbas y d~ prados , formaban la base de la agricultura europea. En todas épocas y en los diferentes puntos en que faltaron· brazos para los trabajos de la tierra y en donde e coos'ilmo limitado de los pl'oduotos dél suelo los dejó sin gran estima, no debió prn,ferirse ningun si&tema al indicado. Era preciso producir con el menor trabajo posible, y mientras que los pastos perrranentes ó yerbas ofrecían el medio, y era tan fácil como sencillo buscar en su estension una compensacion. relativa, porque la ·tierra se apreciaba en poco por el que la poseía sobrepasando los límites del cultivo de que le era dable disponer. Lo que entonces fué bueno ha dejado de serlo en la , actualidad, ó á lo menos la regla ha ·llegado á ser la escepcion couforme los pueblos mas acosados por su multiplic3cion debieron aprovechar el J terreno y esquivar menos el trabajo. Los buenos pastos han perdido á la verdad muy tJOCo 6 nada de sil importancia

en todas las naciones, pero los prados artificiales han reemplazado en general en el mayor número á los pastos, porque por ellos se puede, en menos estension , aumentar el núm. de animales . .No es esta la única ventaja de este primer resultado: para evitar el que los estiércoles se pierdan, er¡. vez de de-· jar vagar los animales por el campo, se ha conocido el beneficio ' dé alimenta'rlos casi todo el año en el establo y de sustituir en parte las raíces á las yerbas. Todas estas causas debieron necesariamente limÍlar mucho la importancia primitiva de lqs prados en general y de las yerbas en particular. Sin embar·go sería injusto comprenderlos á todos bajo una misma proscripcion. Existen localidades ·donde las dehesas no podrían ser ventajosamente reemplazadas por otro producto agrícola. De todas Jas naci9nes europeas la España ha sidoJa que menos ha esLendido su poblacion; de aqui las menores necesidades de sus habitantes y el disponer estos de doble y aun triple terreno para satisfacerlas ; por eso se han conservado y conservan estens3:s dehesas donde la poblacion es corta ó está acumulada y han completamente desaparecido en los puntos en que como los de hácia el Norte, se ha desparramado la poblacion. Por esto hay en la Mancha, Estremadura, las Andalucías, etc . grandes dehesas, á· pesar de las que casi sin fruto se han roturado, y ·son poco menos que desconocidas en A_stu riás, Galicia, provincias Vascongadas, Cataluña, Santander, etc. -etc. Ademas comprueba aquella verdªd no solo el estado de su ~griculLura , sino el número· y clase de animale"S que multiplican. Ventajo!¡Ísimo sería estender los prados artificiales donde las circunstancias físicas del país lo ·permitie-

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ran, haciendo todo género de sacrificios para lograrlo, porque producirian los mismos · beneficios públicos y privados que han facilitado donde los h&n adoptado y multipÍicado. Los ganados estarán mejor mantenidos, su cria ·y mejora sería mas fácil, al pa-, so que mas económica por, exigir menos desembolsos y disminuir el número de sus enfermedades y por consiguiente de sus pérdidás, siendo _ademas mas segura la direccioo . de su cria . y los resultados que de ella se obttj.vieran. ' Desde que la improductiva barbechera ha sido tan violentamente rebatida, el sistema pastoril ha tenido y tiene numerosos detractores y ha sido proscripto de una manera demasiado absoluta como perjudicial, no solo bajo ,la relacion de la agricultura, sino que de la higiene y salud áe los ganados. Se _ha dicho que las tierras jamás necesitan descansar si ·son convenientemente cultivadas; que dejándolas para pasto producen muy poco y 'no mantiene mas que animales débiles, incapaces de poder tra-bajar con aquella fuerza, constan~ia é rntensidad que exije la ecpnornía rural. Los economistas: dicen que con las barbecheras se pierde mucho tiempo y demasiado 'abono, que los anima1es diseminan los escrementos por los caminos, y los que deponen en las dehesas son ar.rastrados por las aguas si 1as lluvias son abundantes, ó secados por los rayos del sol, desmenuzados po,r los insectos y algunas aves, llevados por los vientos, si el tiempo está seco; en todos los casos, depositados en montones perjudican á las plantas que cu..:. bren y-hacen brotar m¡i.las yerbas; la misma o'rina destruye con frecuenci<!_ el césped que seca. Para aprovechar el estiercol deposita-' do por el · ganado de pastura, seria preciso esteriderle ó reunirle todos los días y no emplearle sino despues de haber fermentado para que adquier_!l las indispensables cualidades que debe ten_er, á fin de que sirv,a de alimento para las plantas y favorezca la vegetacion, ló cual seria ademas de largo muy costoso 1' aun casi insoportable. Estas razones podrán ser fundadas para ,los.terrazgos de tres .hojas, mas en los que hace tiempo se practica un cultivo alterno

muy activo, no d-eja de tener inconvenientes, pudiendo por otra parte ser ventajoso dejar descansar ciertas y ueterminndas tierras, sin r¡ue por esto sea negar el benelicio que 'resultaría de que los pastos formáran parte del turno. No falta quien considera' la práctica de hacer pasturar como el mejor medio de hacer aumentar la reata de las tierras, por la economía de su cultivo, por sus productos y por los abonos que facilitan el césped roto y las raices de las plantas. En. efecto, los pastos no e;\igen mas que un cultiyo poco costoso, son estercolados y srgados sin gastos por los mismos animales, facilitan disminuir el número de trabajadores, y no tener que recoier y guardar mas que las yuntas, y las cuales se l~s puede hacer ganar su alimento todo el aí'ío; si se dirigen y dividen bien ' las tierras dejadas para aquel objeto, el ganado estropeará poca yerba, y si es que lo efectúa con sus pies y' sus escremenlos, recoje por otra parte los tallos.y hojas caidas y cortas qJJe se escaparjan al corte de la hozó de la guadaña, conservándose mas cortas las plautgs brotan con mayor fuerza y son mas nutritivas que si llegáran á su madurez y se las trasforroára en heno. Está perfectamente comprobado que las tierras medianas, pasturando ' e.n ellas, alimentan mas ganado que "si el producto se hiciera consumir en el ei5lablo; y aun esto es cierto para las tierras _fértiles, si se dan á los pastos los cuidados convenientes, sobr~ todo sí la yerba segada no debe emplearse hasta que se haya secado: Además el sistema pastoril embaraza poco; facilita la vigilancia, exige pocos anticipos, obliga menos á cambiar las costumbres de nuestros labradores ganaderos, á i• troduci_r nuevos métodos de cultivo, á llevar una contabilidad complicada y á colil¡Jrar instrumentos perfeccionados:· S\ d~ menos producto , no son de teruer tanto el hielo, la lluvia, las nieblas ni las inundacion~s.' Estas últimas apenai:: rer.judican á no ser cuando la tierra queda cubierta de are • a ó es arrastrada por. la corriente, y 9 un el césped resiste mas que las tierras l,1bradas, reteniendo por otra parte las materias fertilizanks conducidas por las aguas. Multiplicados ensáyos han


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demqstrado en los paises estrangeros las ventajas de los pastos, pues ademas de facilitar mas beneficios mejoran el terreno con el tiempo, siendo un axioma indubitable que son necesarios para devolver á la tierra su fertilidad esquilmada, aconsejándolos Sinclair para conservar la de las tierras areniscas; no faltando quien diga deben dejarse tres años en pasto artificial para el ganado. . lanar y tres en cultivo; sistema que adoptó la comisioo de la junta general de agricultura, sobre alternativa de cosechas. Si no está bien comprobado el que en las provincias de mucha poblacion, las mejores tierras convertidas en pasto , por procedimientos adecuados, dan la mayor renta, no puede negarse que así sucede en muchos terrenos; que los turnos con pastos pueden ser mas lucrativos, que el cultivo alterno mas activo; que deben dejarse siempre en césped ó con yerbas las montañas que cubiertas de nieve una parte del año, son poco adecuadas para el cultivo de cereales , pero que producen abundante y esquisita yerba; las _tierras distantes de , las poblaciones , que carecen d~ buenos caminos y que por lo mismo serian co!-Losos los trasportes , cual con demasiada generalidad y no menos estension sucede en algunas provin.cias del centro y del mediodía; las tierras que son flojas, estériles en quienes ' ningun género de cosecha pagaría los gilstos del cultivo; las que despues de muchos siglos de estar destinadas para pasto, se h:in cubierto de una capa de mantillo bastante produetiva en césped, pero que no podría destruirse sin esponer el terreno á una infecundidad completa , cosa que algunos han palpado en consecuencia de la mania que se desarrolló por las roturaciones, con grave perjuicio de la ganadería, y qne despues de haber co_seehado un producto escehn.te, otro mediano y el tercero insignificante, han lenido que abandonar el cultivo dejando la tierra para lo que hace siglos servia, y que tardará muchísimos años en poderse aprovechar con igual objeto; aquellas cuyo su'elo es de peña catear, las que esta.a en colinas y que se las espondria roturándolas á trasformarlas

en rocas estériles por los efectos de las tempestades; las que están espuestas á las inundaciones de los rios y de los torrentes, y algunas otras con circunstancias especiales, deben dedicarse para el sistema pastoril criando diferentes especies de animales. L·o mismo debe hacerse donde faltan braceros para los trabajos del verano y del otoño, donde los granos no tengan estima y en donde los medios de comunicacion y de trasporte no sean fáciles v económicos. Cuanto se ha dicho contra lo~ prados ha sido de los permanentes ó dehesas, pues los temporales facilitan reunir las ventajas del sistema alterno con los del cultivo con barbecheras: como en el primero á todas las tierras se las mete la reja, y como en el segundo se dá. al térreno el tiempo necesario para mejorarle y se economizan los gastos de mano de obra trabajando solo una parte de terrazgo. El establecimiento de algunos pastos da el medio de dominar el tnrno, poniendo las tierras que no se labran en. disposicion de entrar en la alternativa cuando las circunstancias lo permitan. Por mucho tiempo se ha considerado el influjo que el ejercicio, el aire libre, ejercen en la salud y renta de los animales como un moiivo poderoso para seguir la vida pastoril; se ha querido probar por grandes consideraciones fisiológicas, que son necesarias Jas dehesas para la cría de buenos potros, de bueyes de trabajo, produccion de la leche y de quesos escelentes; se ha dicho tambien que la tioura de lana de nuestras merinas era una consecuencia de la trasbumacion; pero la esperiencia ha hecho ver bien palpablemente qoe estas aserciones eran cuando menos exageradas; que pueden criarse solípedos, preciosas vacas y bueyes con el régimen de estabulacion permanente ó teniéndolos i:iernpre en la cuadra ó en el establo, si la economía lo permite; que los ganad()S criados de este modo no carecen de fuerza, de hermosura y de salud. Si la cría en el establo no es general, es porque es mas costosa que la que se practica en las cumbres poco productivas de las montañas. Los sajones crian el ganado lanar en la pastoría, -y se ven reses que jauüs han- pastado, dar


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lana de primera calidad ó superfina. El aire libre, la luz, el ejercicio y aun las variaciones de temperatura, son tan poco necesarias para afinar este producto, que éomo se sabe cubrieron las reses con camisas impermeables para lograr un vellon mas fuerte1 mas igual y mas hermoso. Las mismas ca:pras á pesar de su peluhncia ordi~aria, y aunque ansian el aire libre, rocas y colinas mas escarpadas se acostumbran sin inconveniente al régimen sedentario. Las de Monte de Oro lyones (Francia) gozan de la salud mas perfecta, se multiplican cuanto puede desearse, y dan siempre en gran cantidad la leche que sirve para confeccionar los quesos que disfrutan de tanta nombradía, aunque ·nunca salen de las malsanas cabrerías. Es incontestable que los productos en leche de las vacas que van á los pastos son superiores á los de las mantenidas siempre eQ es1ablo: de aquí la gran reputacion de las que viven en las montañas. Se ha atribuido esta diferencia al aire puro, al ejercicio, á. la libertad de que gozan los animales; pero es tambien probable que la naturaleza va-

riada de los alimentos pasturados tenga grande influjo no solo en la salud de las reses, sino en las cualidades de la leche. Sin embargo con establos bien limpios, ventilados, con corrales para que las vacas respiren aire puro y para que bagan ejercicio, y sobre todo teniendo variadas y multiplicadas ·plantas forrageras para variar lo necesario el a limento, desaparecerán con ventaja las diferencias que hay entre el sistema pastoril y el de la estabulacion. Nos ha parecido de absoluta necesidad entrar en estos pormenores prácticos, pero hijos de la ciencia, antes de describir y dar á conocer el método que puede y debe emplearse para mantener los ganados, y con particularidad el lanar, sin que tenga que tiashumar ni trasterminar, sino siendo estante en toda la estension de la palabra, asi como antes de manifestar las clases de plantas que pueden cult.ivarse en los diversos terrenos por mas ó menos tiempo, ya sean de secano ó despues de levantado el fruto de los panes y demas cosechas, ya sea en los de regadío.

(Revista de la ganadería española.)

TRASPLANTACION DE LOS ÁRBOLES FRUTALES. J

Aun cuando:lo(árboles frutales no tienen el interés que ofrecen á la economía social los de las reslantes especies que se aplican,á la construccion, no por ello debemos dejar de darles alguna consideracion por el recreo que proporcionan al hombre con los variados frutos que producen. No debemos pues _!l-dmirarnos que agrónomos muy distinguidos se hayan ocupado del cultivo de los frutales; y en prueba de esta verdad vamos á reproducir un artículo escrito por M. vis, presidente de la Sociedad de Emul¡lci{)n de l' Ain, acerca de la trasplantacion de los frutales.

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~ .º ctCuando un árboFtiene un exceso de vigor, dice el referido agrónomo, que se opone á la fructificacion, como esta exuberancia proviene comunmente de la profundidad en que ban marchado las raices en un suelo substancioso., conviene desenterrar el árbol y cortar una ó muchas mices, escojiendo con preferencia aquellas que mar-:chan mas profundas. No obslanle, n?s parece conveniente cortarlas por debajo de la primera bifurcacion, por cuyo medio se extrae una parte de las raices conductoras de la savia que produce el desarrollo de 1as yemas, al propio tiempo que se disminuye la


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cantidad de la descendente que han de re-· ces y de hojas ( f ). Podemos tambien citar la _práctica de los agric11ltores alemanes que ' cibir las raíces, cuya savia refluye en prose dedican á ·plantar prados: caando levanvecho ·de las ramas I Rºr consiguiente de la tan ó arrancan el cesped para trasportarlo fructiticacion. Otra circunstancia ventajosa á otro punto al objeto de formar otra p~abay todavía y es, que esta res~ccion de las dera, lo cortan·en porciones de menos .de tres raices permite el desarrollo de otras nuevas pulga.das de espesor, notándose que se agarbácia á la superficie. ra con mas facilidad y que vive mejor que 2.º «Será tambien adoptable el método cuando se lo arranca á mayor profundidad. de arrancar el árbol y trasp1antarlo en se«La misma experiencia ha enseñado tamguida para que fructifique mejor, pero este hien á los cultivadores de las llanuras de método es menos ventajoso que el anterior Caen á cortar una parte de las raíces á la y por ello preferiremos el primero. No quecol,colza cuando la trasplantan. M. Bella, da. duda que con este procedimiento se dede Grigoon, ha querido asegurarse, por su bilita la pujanza del árbol y que se produce propia esperiencia, de la utilidad de este menos leño sin necesidad de quitar las hométodo. Y ha sacado por resultado que un jas que son los órganos que producen lasacampo de suelo homogeneo, una porcion ó via fructificante; pero al mismo tiempo~que hoja sembrada de colza á cuyas plantas se se c~nsigue esta ventaja se retarda el deles ha b!a cortado anticipadamente la mitad sarrollo por muchos años. Notaremos que de sus raices, ha producido 18 . litros por en el primer método, ósea cuando corlamos una cantidad de raíces, se produce un doble area, mientras que aquellas á quienes se les babia quitado solamente las raíces capilares, efecto que e~,refluir la savia hácia las hojas produjeron no mas que 16. y formarse menos cantidad de raiz. Cuando «En ti.o, l\f. Lelieur se ha convencido por arrancamos las raíces so savia se detiene experimentos repetidos que de dos porciocasi enterameate y la de las bojaf: se dismines igual~s de terrenos plantadas de árbonuye bastante; por cuya razon no cabe duda que es mas ventajoso cortar algunas r raíces que arrancar el árbol y , trasplan( ~ ) Esta práctica universal está conforme con los sanos principios de la Fisiología. Cuando trastarlo . . plantamos un vegetal, sea cual fuere su naturale«fütos dos medios de fructificacion,el corza, tarda alguo tiempo á a bsorver Hquido alguno tar una parte de raices ó el de- arrancar el de la tierra por las espoojillas de las raices que árbol, han. tenido partidarios y detractores; son los órganos naturales por donde principalmenpero deberemos temer el segundo, princite entra el alimento .en el interior de la planta, y palmente si el árbol no está bastante rola poca caotidad de agua de vegetaciol! que penebusto. tra, lo verifica á espeosas de las propiadades físicas «Hemos de recordar aquí una observacion del tejido. De aqui se sigue la necesidad de dis-rnide M:. Lelieur, que creemos justa y que cornuir la exalacioo acuosa del vegetal para mantener el equilibrio entre esttl feaómeao y el de absorJioo, ro,bora -la opinion que nos hemos formado y t>Ste resultado lo dbteoAmos cortanrlo uaa pordel curso de las dos savias. cioa de hojas que soa los órganos e:xalantes de la «Los prácticos de todos los países han adplaata.=Además, cortando una porcion de raíces, mitido que cuando se trasplallta un árbol se estas ,;.e regeoeral1 fácilmente y desarroll,10° una le deben cortar parte de sus ramas y de sus cantidad de tejido celular que es el único que tiene raíces; y de a.qui proviene aquel proverbio, fuerza vital 3bsorveote, y esta circunstancia facitrivial si se quiere, pero muy expresivo, lita la nutricioo de b planta desdti el momento que

que si un jardinero planta su padre, debe cortarle los pies y la cabeza.

<<Esta es la práctica ~miversa1mente admitida por todos l~s jardineros y hortelanos que aseguran el resultado de las plantaciones de sus legµmbres,cortando una porcion 'cte raí-

los estremos de la~ raíces se ha ya o fijado en el suelo. Las yem~s que habia ea el eocueolro de las hojas cortadas se despliega o coa vigor á beneficio de la savia abuodaote que les eoviao las raices ouevas,y entonces vemos una vegetacioo lozana y robusta.

(N. de la R.)

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286 les de la misma especie, en un mismo dia

y en idéntico suelo aquella en que se quitaron las raices á los árboles agarraron antes y "Vegetaron con ·mas lozanía, que aquellos que las conservaron i'otactas. · «Para esplicar este res uItado bastará tener presente que las espongiolas de ·las ·raices no son otra cosa que una parte suave y espoüjosa; que se forman sin cesar de la savia que se elabora en las hojas y que endurecen á proporc.ion que se alarga el cuerpo de la raiz, transformándose en leño y corteza; que cuando la savia , descendente deja de afluir por la caida <le las hojas, las ultimas espongiolas que se habían formado se ponen igÚalmente duras que las primeras y son poco idóneas para llenar sus fu ncioncs •durante el reposo de la savia de invierno: en.la primavera, las nuevas hojas elnbora~ una savia nueva que descendiendo á las raíces lns al_arga y da .orígen á nuevas espongiolas. Por otra parte.Ja experiencia ha enseñado á los arboricultores que en la trasplantacian era iniítil colocar metódicamente las raíces ca pila-res, en cuyo estremo se hallan las espongiolas, y los esperimentos hechos por M. Dutrochet coófii:man la verdad de esta oµinion y prueban qué las espongi-llas de las raíces, despues de haber estado espuestas al aire libre, perdian su facultad absorvente. «1\L Lelieur ha notado todavía que se forman rodetes de donde nacen espongiolas en el punto de la ~eccion que hayamos practicado en el cuerpo de J las ' raíces, cuvas es• pongiolas reemplazan las raíces corladas. De este doble resultad0 debe concluirse, que hay ventaja en corlar las raicillas ó sea el cuerpo ó porcioR capilar de l:is rai'ces. Asi pues-la experiencia ha enseñado á los prácticos el verdadero camino de este principio, y M. Lelieur ha hecho un i:eñalHdo servicio á los horlicull'ores, restableciendo una opinion y un método útiles que los argumentos de los teóricos habían hecho despreciar. J<Se "puede d'ar, hasta ciertn punto, razon de las ventajas que 'hay en la corta de las ramas y de las mices de que bernos hablado. El árbol ,1ue se trasplabta, masó menos rnutilado ~n sus raices á causa de los daños

que se les han ocasionado en el acto de ar- ' rancarlas, y la exposicion al aire libre, ha hecho que perdiera sus condu~tos inmediatos de n,utricion que debe re.novar por consecuencia; y por ello debe vivir en los primeros momentos de su trasplantacion de una cierta cantidad de las dos savias ascendente y descendente que encierra y que se han acumulado en sus órganos durante el otoño, época en que el árbol deja de tomar desarrollo. Pero téngase presente que esta cantidad es limitada. Cuando la savia ascendente, cayos órganos de, succion se han destrnido, sin recibir nada del suelo, debe suministrar un gran desarrollo á un crecido número de yemas sin haber quitado antes una parle de sus ramas,este árbol se debilita pronto, no se desarrolla en r.ada yema mas que on pequeño brote en lugar del que corresponderia,provi:sto de numerosas y estendidas hojas. Al contrario, si hemos corlado uri número de ramas y reducido por lo mismo el número de vemas, la savia ascendente tiene bastaote p·ujanza para que las yemas restantes se transformen en brotes vigorosos. Entonces es cuando el árbol encue_ntra en estas hojas los órganos de formacion de la savia descendente que prod uce las· espóngiolas necesarias á la asencion de la savia de las raíces. «Por otra parte,si se han dejado todas las raíces, la savia descendente que se encuentra e_o el árbol y que debe contribuir s.in. reci_hir nada de . las hojas, á la regeneracion de las espongiolas y á los rudimentos rapilares que reemplazan las raice, , se npura la planta como-lo hem os-dicho al hablar de la savia a:,;cendente, si o poder des a rrol !ar suficientes órganos nutritivos, mientras que ,limitándose el número ó la extension _de las raíces se forman espon¡?;i-olas vivaces que nos permiten la asencion <le una savia nueva, del mismo modo que las yemas que despliegan brotes vigorosos renuctvan la savia descendente. Estos principios explica.o de un modo muy satisfactorio como la doble ope-> racion de cortar las ramas y .las raíces puede ser favorable al desarrollo del árbol. !<Pensamos sin embargo que la reseccion de las raíces no ha de se.r tanta como la de


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las ramas,y enseña la experienéia que el desarrQllo ·del taflo es mayor cuanto· m·as grande sea la corta' que se ha'hecho de lo:,; órganos foliáceos . No sucederá asi con las raices,que debemos limitÚla en la bifurcacion última

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dejándole suficiente cantidad para que se agarre en la tierra. Concluiremos de todo esto que los arboricultores que declaman contra esta práctica saf udabte;no secundan el cabal desarrollo de los árboles.»

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(!Tan.sos bt la btcabtncia . bt la gonabttia ts-. pañola y moho ~e rtrttoutrlas. La España fué por mucho tiempo_la única poseeqora de la raza merina, proporcionando las lanas mas finas y super11nas conocidas en todos los mercados de Europa, asi como el que nuestros ct\Jallos fueron tambieo los mejores del mundo, lo cual les hizo adquirir el renombre de hijos del aire; pero que por desgracia han "ido degenerando uno y otro tipos originales, hasta el cstremo de 5er enteramente desconocidos y temerse con sobrada raz'on , q lle llegúen á desaparecer totalmente, cuyo trascendental resultado se debe solo á la falta de-direccion y amparo, porque no parece sino que hace medio siglo la fatalidad interviene en cuanto tiene relachrn con la industria pecuaria, si se atiende á Jo,; decretos, órdenec; y circulares que bajo el supuesto fin de fomentar y alentar, la arruinan, la aniquilan y desesperan á los que la emprenden, reduod~rndo todo en beneficio de las naciones estrangeras. Inútiles hao sido v son las quejas, los clamoreos cootínoos, ias reinteradas reclamaciones que para remediar tamañ11s males ·se han het:ho en diversas 1épocas. Los esfuerzos de algunos ganaderos han sido perdidos, y los sac.rificios que ,se arriesgal1an á practicar han tenido resultados ilusorios; no porque no vieran y palparan las inmensas ventajas que podiao resultar, no ¡:olo en prove,ho propio, sino en el de Lodos sus conciudadanos, redundando al mismo tiemro en b~_eficio

del gobierno por el manantial .de riqueza pública que esplotaban. Mas cuando se gozaban en el porvenir, cuan'do creían poder remunerarse de sus de,:embolsos: cuando comenzaban á notar los felices resu !Lados de su empresa, para lo que hahian hecbo Lodo genero de sacrificios, se euconlraban arruinados porque se veían sin amparo, porque el gobierno, tal vez con la mejor intencion, dada una órden, quP. sin reflexionar los resulLadore posteriores que podia a~arrear y atendiendo solo al interés de algun que otro especulador, ó guiándose por personas incompetentes en la materia, dt:jaba ilusorias las esperanzas de los que, amanJes de la felicidad de su patria, se habían dedicado á cualquiera de los ramos de la industria pecuaria, procurando lograr la refinaciun de sus reses merinas; é inteplando devolverá sus yeguadas la nombradía que en alguo tiempo tu_vier;in. La libertad de eslraer los ganados para el estrangero, los donaLi vos q ur. hasta los mismos reyes llicieroo de cabañas enteras, las usurpaciones de las mejores cabezas de los rebaños mns sobresalientes. y el habP,r dr.satendido las justas, motivadas y continuas quejas de los gaó;-ideros, bao ocasionado el que e~Los no hayan procurado ~atisfacer :-us deseos de ~dqnirir algunos secuestrales del pa i's, mejor~dos en ~I eslraogero. El gobierno se conservaba pasivo admirando el fo •


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' J_Dento y mejora que la industria pecuaria ciones, como el c~~cerniente á la cría fo1ba tomando en otras naciones sin hacer namento de los ganados lanar y caballar. . da por su parte, no solo para evitar los reEntre los diversos ramos de la agricultura, sultados que cualquiera podia pre veer, sino apenas hay otros que hayan sido mas prop.ara alentar á · los'gánaderos y ponerles en _tegidos por' las ,leyes , con mas particulariel caso de mejorar lo que poseían, imitando dad e~ nuestro suelo, que las ovejas, pues _siquiera lo que los gobiernos de -aquellas han sido casi el objeto especial de las leyes y naciones hacían. privilegios, de lo que nos da buen testimonio No es esta la única causa que ha influido, la historia del Consejo de la Mesta, denomiinfluye y tal vez inf:1 uirá en la decadencia y nando en el día Asociacion general de ganadegeneracion de nuestra raza merina; otras deros. Ya en tiempo de los reyes godos se muchas han cooperado y siguen cooperando dictaron varias leyes contenidas en el Fue'ro del mismo modo que lo hacen en los ,lemas Juzgo para proteger á los dueños de ganados ramos de la industria pecua.ria, y sobre toy facilitarles pastos. Desde el reinado de D. do con la cria caballar y vacuna; causas que Alfonso el Sabio, en el año 1273 basta nuesen vez de desaparecer en lugar de poner los tros días, son innu.merables las leyes y primedios pa~a destrnirlas (cosa que al gobiervilegios que se han dictado por todos los reno que quisiera le ,seria sumamente fácil), yes, escepto D. Pedro , para el gobierno y se van aumentando de día en dia, hasta el proteccion de la ganadería; mas no todas han ' estremo de arruinar á lo~ pocos ganaderos producido los resultados que erao de espeque quedan <le mediana fortuna, y desalenrar y se ansiaban, siendo lo terrible el que tar á _los de-mayores recursos pecuniarios, el gobierno no haya hecho caso, desprecianponiéndolos en el caso de abandonar una in- do casi las justas ~uejas de los ganaderos, dustria que en lugar de producirles, DO sir- á pesar de las fundadas razongs en gue las ve mas que para que s~ les sacrifique, cuan- apoyabaq. Cuando un gobierno quiere fodo se les debía estimular y amparar cual mentar una industria no escasea los medios sucede en todas las naciones cu Itas de Eupara conseguirlo, oye y escucha á personas ropa, á cuyo sistema es al que solo deben el entendidas en la materia, no solo por los coestado de pro_speridad en que se encuentran nocimientos que se diga poseen sino por sus y que tan envidiable Dos es considerar, mu;ictos públicos, que son el dato comprbvaticho mas al reflexionar v conocer los elevo de tenerlos en realidad, en vez de ser mementos de que dispone~os para poderlos ros aficionados, que siempre, tienen su·s aventajar. preocupaciones mas ó menos erróneas y q'ue La riqueza de los 'países procede princi- ·solo los principios sólidos de la ciencia conpalmente de los productos de su terreno, y firmados por la práctica pueden haber desla industria agrícola es la única capaz de - vanecer. proporcionarla bajo este concepto; pero esta Tiempo hace que los ganaderos están ria, industria se encuentra en España en el esmando contra la real órden de 20 de enero tado mas lastimoso por la escasez de su;; mede 1834, suplicando se derogue el artículo dios y de sus recursos, cuando debiera en,2 ° por el que se permite la estraccion d..el' contrarse en el mas floreciente y envidiado, ganado fino, así como el 1.0 para que siguieporque asi lo exi.ge la feracidad de su suelo, ran castrándose los secuestrales sobrantes, lo procura la actividad° de sus habitantes y en la éf)OCa y forma que anleriormenté es_lo ansían los pr_ogresos de la ci.vilizacion. El taba mandado, ev1tando de e,;te modo, .¡in gobierno asi lo conoce y confiesa, pero Do cuanto' rna ri¡osible, la prod uccion y regene' hace lo que ,puede y debe para vencer los racion de tan pr~ciosa raza en otr9s pa ises, obstáculos que lo estorban. • · · por la venta é. importacion de los secuestra· Ningun puntó de la agricultura moderna les mas selectos, puesto que son los de meha llamado tanto la atencion de lo& legislajor, mas fácil y luqrativa venta, redundandores eq todas las "édades y en todas las na- . dQ en detrimento de Jo¡; rebaqos que nos 1

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desear el dejar de ser ganaderos mas biea quedan )' en una ventaja incalculable para que pensar en mejorar lo que poseen. Segun guerla luego los eslrangeros, haciéndonos en el modo y forma que el gobierno obre, deles concede gobierno el ra, con lo que a,;i serán los medios que deban adoptarse, mos ó nos lleven, Cl;ando por su parte tiesin dejar de conocer la opo~icion terrible nen prohibida la esportacion de los producque entre uno y otro existe, cerno no puede tos de su sucio con los cuales se puede momenos de haberla cuando se ponen en juego nopolizar. En consecuencia de esta concedos medios contrarios para lograr un mission, del descuido que ha habido en España mo fin. Por el primero han conseguido los para observar la prohibicion de estraer ganado, de donativos que los reyes hicieron y estrang~os cuanto tienen y cuanto valen ; por el segundo se ba disminuido, degeuerade otras causas que en el artículo siguiente do y aun perdido lo mucho que poseíamos. citaremos. ha resultado la ruina de la raza La razon natural dicta las grandes ventasus de fina española, envileciendo el precio que reportaría el que los eslraogeros vijas naotras lanas, al paso que se emiquecian nieran á comprarnos las .producciones de ciones con la propagacion de este nuevo pronuestro suelo, cambiaríamos los géneros por ducto. No dejó de cooperar la preocupacion dinero, que es á lo que debe aspirar todo el que por algun tiempo tuvieron nuestros gaque ejerce una industria; pero al propio naderos, suponiendo el que la raza selecta tiempo es preciso que los productos vayan merina era .un don particular de España que mejorando en la misma proporcion que los ninguna otra podía poseer, lo cual hizo se mirara con indiferencia y aun con desprecio que van logrando en las naciones esportadola esportacion á otros reinos , no habiendo ras, porque si el las mejoraban y nosotros querido desengañarse hasta 'que la esperien- quedamos estacionarios ó los empeorába:.. mos, quedaríamos supeditados, subyugados cia les hizo ver las consecuencias que acarlo que conseguían rompiéndose la balaná son cuales las reaba y que sigue ar.arreando, el equilibrio que antes existía, siendo za, simple á que lo que trascendencia de mas aquellos productos y despreciados buscados parece. vista los que anteriormente se ansiaban -y pagaNo se crea que somos partidarios del sisban á lo que se qu,eria. Hé aquí desgraciatema restrictivo, ni de lo espueslo debe dedamente lo que ha sucedido con nue$tras ducirse que abogamos por la prohibicion de la lanas. Los eslrangeros las han mejorado de esporlacion, como tampoco estamos por nintal modo que las españolas no pueden ni aun guna cortapisa referente á .la importacion, por asomo compelir con ellas, las cuales ban ansiamos l:;i, completa y absoluta libertad coreducidas á figurar, á lo sumo, coquedado mercial, sino que mirando las cosas bajo su uoda ó tercera suerte en los merseg de mo verdadero punto de vista decimos, uua de Estas mejoras las fueron eslrangeros. cad.:is la. dos cosas: ó el gobierno procura fomentar el gobierno lo sabia y poco; á poco logrando obstáculos removiendo industria pecuaria conocía, pero nada hizo para instruir á los los que se oponen á que en España se logren ganaderos españoles, al paso que palpaba lanas tan buenas ~orno las sajonas, ponienlas consecuencias de los e fuerzas y sa~·rifido de su parle lo que han hecho y hacen los cios que bacian los de aquellos países para gobiernos de otras naciones, ó el gobierno desal0jar á nuestro producto de la supremano hace nada en beneficio de tan interesancía de que di frutaba . Imposible era uetener te objeto déjándole á merced de los esfueraquel progreso con el ridículo mandato de zos que pudieran hacer los particulares, á los cuales sobrecaiga en los impuestos ade- prohibí!' la esportacion, cuando lo que le mas de coartarles y privarles de los recursos competía, si hubiera obrado como debía y los de que en algun tiempo dispusieron, anona- intereses del país reclamaban, era adoptar dando cualquier idea que tuvieran en bene- medios potentes de refinacion para continuar ficio de la raza merina refinando su lana y siempre su supremacía de modo que si los poniéndolos en la dura y triste situacion de alemanes por ejemplo lo lograban al grado


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tres, conseguirlo nosotros al grado cual.ro y ' asi sucesiva meo Le, cosa que entonces hubiera sido mas factible que en el dia. Caminando el refino de nuestras fonas en mejora progresiva, nada hubiera importado el que los eslranjeros se llevaran los secuestrales para obtener á fuerza de desembolsos y sacrificios lo que la naturaleza nos prodigaba á poca co ta; ningun perjuicio hubiera resultado por mucha que hubiera sido la esportaciob, antes al contrario, los ganaderos entonces, secundando las mirasé intenciones del gobierno, hubieran cooperado admirablente para conservar el primer lugar por las ventajas que palpaban y beneficios que les reportaban. Mas no habiendo hecho nada el gobier~o para evitar las consecuencias que hacia preveer su abandono, debe ser diferente el sistema. que conviene adoptar,

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mucho mas cuando ademas de haber dejado abandonada esta industria á los pocos y simples recur os de los ganaderos, les coarta en los esfuerzos que sus intereses les pudieran dictar y dará conocer, cual indicaremos en el artículo siguiente. Resulta de lo dicho que por medio del amparo que l0s labradores hao encontrado en las naciones estraogeras, cooperando á lograr lo que sus gobiernos em?rendiao, han conseguido refinar las lauas procedectes de las reses de nuestra cabaña; que por el abandono y desprecio coa que el gobi~rno español ha mirado esta industria y los progresos que bacía en el eslraogero, ha resultado el desprecio de nuestras lanas y que ucupen el segundo 6 tercer lugar en vez de continuar en el primero como antes suced ia. (Semanario agricola).

DESCRIPCION DEL IllPODERHO DEL BUEY. Este insecto· ha tomado varios nombres segun los naturalistas que lo han clasitfoado. Estro hemorroidal. Lineo. Estro del buey. Bracy-Clark. Rezno del buey. Mosca ó Tábano de los tumores. El Rezno es un insecto diptei·o, de la familia de los ateríceros y de la tribu de los estridos. Cuando se presenta en el estado de insecto perfectó, ha recorrido las transformacionesde uaa metaruórlosis completa, esto es, ha pasado ya por huevo, larva y ninfa. Carácteresde esta-mosca. Este insecto 1 en el estado perfecto, se presenta como unamosca grande ó tábano, de cuerpo muy velludo, de cabeza ancha y redondeada anteriormente,' con la cavidad de la boca en forma de escudo, con rudimentos de palpos y dechupador, de ojos _grai;ides y morenos, con antenas negras, el pech~ .de color amarillento l>ºr

delante, negro en el centro y en el tre.cho que va de una á otra de estas parles se· ven cuatro Liras negras é ioterruibpidas: lo restante del cuerpo es de color ceniciento: abdo!J)en anillado, de color blanco parduzco en :,u base y cuyos segmentos están cubiertos de pelos negros hasta el tercero, y los de los restantes de color amarillo a11aranjado ; alas en estado de quietud apartadas, negras, y como empolvorizadas de hollin, femur bronceado, tibia de color oscuro, y tarso acobrado pálido. La hembra presenta el abdomen terminado✓ por uo oviscapto, construido de piezas que entrando las unas dentro de las otras se alarga ó acorta como un anteojo. La mucha dificultad que hay de proporcionarse este insécto, asi como el no ser fácil observar sus costumbres ,en los estados de insecto p_erfecto, de huevo, de larva y de


• -:- !9:1 un estremo, de los cuales ef uóo es redonninfa, hace que su historia sea tan atrasada, y el otro puntiagudo; que no duda podeado de manera que s~ ignora todavía como éfecdriau considerarse como los huevos del intúa la cópula, el género de aliuiento que nesécto, los que depositados debajo de la piel cesita para su manutencion si es que coma se transforman en larva ignorándose el tiemdurante este período de su vida, y el lu,gar po que se necesita para esta incubacioo. preciso en que deposita los h1,1evos. Sobre rsDescripcion de la larva. Colocada la larva te último punto están enteramente d°i ~cordes en la celdilla sub-cutánea, y alimentacla con los naturalistas ; y ~ien que los rr,as opinan el pus que su presencia ocasiona, va crecienque el O\liscapto está pro'visto·de una especie do , y ~I tumor· adquiere dimPnsiones pro-' de taladro que le sirve para atravesár la piel gresivas, hasta que el ins~cto llr,ga al termiy depositar en cada agujero un huevo que no del segundo período, esto es;de la lransel calor del animal empolla, no falla guíen formacion de larva en ninfa (nymphosis). niega al oviscapto tal facultad, consideránla larva cuando ha adqui"rirlo toExaminada dole solo destinado á depositar y colocar sodo el crecimiento, es deforma oval, alargabre la piel el huevo, sosteniéndose este en da por el es tremo anterior, redondeada por posicion vertical por medio de unas escamiel posterior 1 sembrada de estigmas. Es tas, las <:uales rodean el es tremo del hu evo, blanca al principio, y va cambiando en tinte terminado por una punta muy aguda, dura, gris, acabando por el de azu I pizarra. Infey que á manera de lanceta, penetra el cuero rior mente es convexa, y concava por arriy abre el pasó al traves del espesor <le es.te ba, cuya forma se adapta mejor á la cavitegumento. Esta última opiniones lade aquedad casi esférica en que habita. Está dillos que dudan, que sea el aguijon instruvidida en once segmentos, con seis series de mento bastante sólido para agujerear el cuemamelones que 0ruzan estos anillos, par ro del buey. tiendo en líneas rectas desde el primero al Pero en lo que convienen todos es, que último. Algunos creen ver un estigma en el siem11re que el hipodcrmo se lanza sobre una vac¡¡da produce tal espanto y confusion, que vertice de cada mamelon . .La piel, mirnda la es atacada huye á todo escape, con la con la simple vista, parece áspera, pero ayudada de un microscopio se nota granujienta cabeza y cuello qlargado y la cola horizontal y trémula, para sumergirse al primer y erizada de espinas, cuyo arreglo y direccion merecen se.ñalarse. río ó estanque ·y librar.se del insécto: y enSi exam.inamos un á'nillo de ·su porcion tre tanto las demás dispersas, sin direccion convexa, se observa dividido en dos hordas y corno furiosas, recorren la llanura y buspor 'una hendidura intermedia. El borde circan un· refugio en ei'espesordel bosque ó en _ cular anterior presenta las espinas reunidás las balsas de agua donde se precipitan. Y mano] itos y di rígidos atrás; siendo así en el terro·r que inspira á este ganado, tal es que el buey de trabajo, el mas dócil, huye que el borde posterior está sembrado de espinas cortas, vueltas hácia delante, no exisdespavorido solo ::ti oír el zumbido de la tiendo ninguna en la pr.ofundidad intermemosca, sin que haya obstáculo que le detendia. Esta disposicion es igual para todos los ga, no parándose hasta que halla d'Onde ressegmentos, exceptuando el décimo y undéguardarse de ella. Nadie sabe dar razon cocimo que caree.en de espinas, notándose dismo un insecto tan insignificante por su aren el noveno . La existenminucion de ellas ma ofensiva, puede atemorizar de este modo cia d~ las espinas en los anillos por su parte á un animal corpulento, valeroso y quesúó cóncava, _ s e halla limit_ada en los superior, fre impávido tormentos mucho mas atroces tres primeros, 'por ser menos profundos qge que la picadura de esta mosca. los demás , pues lo que es por este lado caDescripcion del huevo . Mr. Joly,,ha encon'r recen de ellas los restantes. trado en los ovarios del hipodermo b'embra, ' El uso de las espiuas en estos gusanos sin unos cuerpecitos blancos, ol?longos, ligera.,. pat~s, consiste en que por ·medio de ellas se · merite comprimidos, con un ,anillo cerca de ''

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pueden fiJar, se proporcionan el alimento, y se trasladan de un lugar á otro. Cuando el insecto ensancha el borde de uno 6 muchos anillos, cuyas espinas vienen dirigidas hácia atrás, apoyándolas contra las paredes de su cavidad, puede entonces caminar adelante, ó bien oponerse á todo esfuerzo dirigido para hacerle retroceder: al contrario; nrita las espinas dirigidas hácia la i;abeza para tornar apoyo en las paredes de la cavidad, cuando resiste á los esfuerzos qne le obligarían á salir, 6 bien siempre que le conviene retroceder. . En fin, estas espinas excitan con su rote . la llaga de los tumores, y entretienen una supuracion en cuyo líquido halla el gusano el alimento necesario para vivir encerrado, poco mas ó menos desde el mes ele agosto, hasta el de junio del afio venidero , Un carácter muy distintivo de estas larvas, comparadas con las que habitan en las fosas nasales del carnero y tubo digertivo del caballo, consiste en carecer de los garfios mandibulares y eu la pequeñez de la boca. En efecto, en los del buey es esta abertura tao diminuta, que es difioil distinguirla en el inse~to vivo. La rodean de cinco á seis mamelones carnosos, cubiertos de espinas, y por delante presenta dos pequeños tentáculos que pueden compararse á los pal pos, ó á las antenas del inserto perfecto. Costumbres del hipodermo en sus diversos estados. Sea cual fuere el modo dé introducirse el huevo debaJO de la piel, no es menos cierto que la larva se de arrolla, crece y se ali menta debajo delcuero de nuestros grandes rumiantes, y que su presencia determina la formacion de un número de tumores, que vá desde 4, á to, y aun llega á 100, los cuales van creciendo á proporcion que se de<;arrqlla el insecto. Cuando este ha de abandonar su casilla, tiene el tu mor de 15 á 17 1ineas de diámetro en su base, y como una pulgada de elevacion. Los mas están agujereados en el centro, algunos cerca de su base con la abertura imperceptible al principio, que se ensancha progresivamente, y llega á tomar el diámetro de dos 6 tres lineas cuando el gusano ha adquirido su total crecimiento. En

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la · circunferencia del orificio adhiere una materia como legañosa que no es mas que pus concreto. El hipodermo coloca Labitualmente sus estigmas frente del agujero para recibir el aire atmosférico que nece ita, al paso que permanece con la cabeza sumergida dentro del pus en busca del alimento. Llegado el término de su crecimiento, y aun dos 6 tres dias anles, busca salir de su babitacioo inmunda, empezando por introducir el último segmento abdominal en el agujero del tumor. Los bordes de esla aberLura dilicullan al principio el paso, pero des• pues de una serie de salidas y entradas del segmento la compresioo circular disminuye, la resistencia cede á. lá permanencia de la larva en la boca del oriticio el cual se dilata y vá recibiendo anillos, los cuales a medida que van saliendo se hinchan, se oponen al retroceso, y sirven de apoyo para hacer salir los restantes . Conseguido el paso sucesivo de anillos hasla el octavo que es el de mas diámetro, pocos esfuerzos baslan pHa la total expulsioo, abandonando para siempre su estancia lo mas generalmente entre las seis y ocho de la mañana, bien que puede suceder mas tarde. Salido ya del tumor el insecto, se arrastra lentamente por tierra, aunque desprovisto de patas por medio de sus e pinas · y de las contracciones de sus anillos, y vá á ocultarse debajo de culquier abrigo, ( piedra, estiercol, tierra) en donde erectua. la nymphosis. Durante este período lo segmentos de la larva se aproximan, se envainan unos con otros, sobretodo los del lado <le la cabeza, y la piel al paso que se vuelve negra, se endurece y se hace resi~Lente. El tiempo que pasa en estado de ninfa varía segun la temperatura atmo férica. Así es que las larvas que Reaumur babia visto transformarse en ninfas el 29 ó 30 de mayo, llegaron á ioseclos perfectos al cabo de unos cuarenta dias. Los que Bracy •clarck vió en Inglaterra, lardaron mas en efectuar esla metamórfosis. Al contrario las observadas por l\fr. Joly en Francia bao permanecido menos tiempo en estado de ninfa. Terminapas las evoluciones y transformado difinitivamenle eu in:;ecto perfecto, goza


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de la facultad ide propagar su especie. De los que se han observado en locales reservados, unos han votado y otros no han podido efectuarlo· quedándose muy endebles.

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Ningun · observador ha tenido la suerte de presenciar la cópula de estas moscas, ni conocer el vegetal que les suministra el alimento.

Observaciones acerca de algunas plantas nue- poco conocidas que MM. Vi1morin-Andrieux y compañia ofrecen al público y que nosovas ó poco conocidas en Europa. tros creemos que pueden interesar á nuesEJCiste en Paris algunos años ha un esta- tros lectores. blecimiento de semillas, tubérculos, y planPlantas de adorno. tas de jardinería y horticultura principalmente, propiedad de l\1M. Vilmorin-An- • 4 ." Nemophila maculata. (Nemophila con ,drieux y compañía. En medio de la poca manchas violadas.) Es una planta nueva de -confianza que suelen inspirarnos -los nego- las mas interesantes. Flores tas mas anchas dantes de esta especie por fa mala fé que de su género, blancas, notándose en el es..suele acompañar sus especulaciones, tene- tremo de cada division de la corola una mancha de color violado.-Espcie descumos motivos para creer que el establecibierta en la California por Hartweg y promiento de Vil morin-Andrikux sirve con puntualiJad y exactitud los pedidos que se le pa,gada. por la Sociedad de horticultura de hacen. Publica-cada año el catá1ogo de 1as Lóndres. 2.ª Nycterinia capensis. (Scrohularinea.) semillas que reparte entre los aficionados,y poco tiempo ha d-ió á foz un sup1emen-to ó Olorosa. Flores de cerca de dos pulgadas de diámetro. parecidas á las de una Si lene, catálogo adicional, que contiene 1a 1-ista de blanca y el reverso de un moreno violado. las especies que a-caban de introducirse nueLas flores se mantienen cenadas durante el , vamente en lajardineria y en la 'horticultura. dia y por la mañana y tarde exalan un fuerQuisiéramos ver estab'lecido en Barcelona te olor de vainilla. Es un arbusto de i nveruna casa por el es"IA'lo de 1a de VilmoriuAndrieux en Par,is, y no desconfiamos ver náculo, pero cultivado ,;orno las plantas satisfechos nuestros deseos en vista de la anuas y sembrado en la primavera, florece :aficion que -se va desplegando eo los .varios desde julio hasta setiembre. 3.ª Scypha,:n.!hus elegans. Planta voluble ramos de la agricultura. El carácter laboó trepadora que se eleva de ocho á diez pal:rioso y comercial de nuestros paisanos se mos, tiene las flores amarillas y de un·a espresta á este género de especulaciones, y los en resúmen es una plantructura singular; numerosos pedidos que tendrían tanto de ta hera::osa que permite cultivarse de asien1as provincias catalanas como Je las resy al aire libre. ' t, o 'lantes de la península, haria que fuese lu4-.ª Venidium species? (Compuestas.) Es crativo este nuevo ramo de ind'ustria. Hé aquí la nota de las plantas nuevas ó una especie vecina de las Arctotis, tiene t1o2G TOOM 111. /


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res g11andes de un hermoso color de naranja con el disco negruzco, las que se renuevan en abundancia desde el mes de julio basta el de noviembre. Hojas compuestas, bellosoblanquecinas y muy hermosas. 5. ª Silene orientalis. (Caryophilaceas.) Es una de las plantas mas hermosas de las que se cQllivan al aire libre que se han introducido de algunos años á esta parte. Se distingue por sus umbelas anchas con flores de color de rosa que pasan á carmín y por su abundante•florescencia desde junio hasta a~sto. Hortalizas.

t." Ajo precoz, se diferencia del ajo ordinario por el color de su película que es rozado, y por la rapidez con que crece y se desarrolla. Esta circunstancia de precocidad le har,e adoptable para los intereses de la economía rural. 1 2.ª Apios tuberosa. (Glycine Apios.) Cultivada antiguamente en los Jardines de adorno como planta enredarlora, el Apios· no babia llamado la alenoion por la calidad comestible de su raiz, hasta que la enfermedad gangreñosa de la patata ha puesto en inquietud los paises donde este tuhérculo forma el principal alimento. Los tubérculos del año que toman el grosor desde el de una nuez hasta el de un huevo de gallina son en efecto muy jugosos y agradables. Siu embargo,el inconveniente de sus tallos trepadores 'y el producto poco importante de esta planta comparada con las restantes de raiz alimenticia, serán probablemente un obstáculo á su instalacion como á planta agrícola. 3.ª Batatas Watlii.-Esta especie produce raices que toman un gran desarrollo, pero de calidad inferior á muchas de las antiguas. Su principal mérito es el de florecer íácilmente, cuya circunstancia hace espei\ar que recojiendo semillas,podrian ob tenerse, por la siembra variedades mas propias para nuestro clima que no lo son las que se cultivan generalmente. 4~ ª Zanahoria blanca trasparente. -Proceden te de Mulhouse bajo este nombre: es sem ilarga, muy blanca y como trasparente. · 5.'' Col de ·Battercea.-Variedad ingle-

sa vecina de la llamada pan de aztícar,de hojas igualmente en forma de capucha y blanquecinas. Ofrece buenas cualidades. . 6. ª Col de Bruselas per{eccinnada.-Ra ... za mediana, precoz, la cabeza bien formada y las hojas regularmente colocadas en espirales. 7 .ª Gu'f}uera scabra.-Porte parecido al rlel Ruibarbo palmeado, hojas de mas de cinco palmos de largo. En Chile y en el Perú de donde es originaria esta planta, secomen los pecíolos ó tallitos de las hojas: las raice;; que además suministran un color negro sólido se emplean igualmente en las fabricas de curtidos. No habiéndose estudiado suficientemente esta planta, se limit11n por ahora los horticu llores á la breve reseña que acabamos de hacer. 8. ª Habichuela Negri.-EI estahleci miento de Vilunrin-Andrieux ha recibido esta variedad de Italia: hé ac¡uí la descripcion que hacen de este vegetal. «Esta habichuela tiene la semilla menos negra que la habir.huela negra de Bélgica ; su vaya mucho mas corta, arqueada, de un _color verde obscuro, su jaspe · algunas veces violado, los granos están muy acercados entre si en el interior de la cáscara. Es la •habichuela mas productiva de cuantos se conocen y una de las que ofrecen mejores cualidades para comerlas. 9.ª Melon Arcangel.-De mediano grosor, cortP.za amarilla con tintes de un amarillo bronceado, poco espesa, carne de color de naranja, y no muy azucarada: el principal mérito de esta. variedad es la de ser rústica. 1O. Olluca, Ullucus tuberosus, JJfelloca tuberosa.-Los experimentos que este año se han hecho, parece demostrar el poco mérito que tiene esta planta para nuestras comarcas. Su vegelacion lenta ó tardia que no permite obtener, como se babia confiado, dos cosecbas en un mismo año; la inferioridad de su producto comparado cbn el que da la patata, la zanahoria, la remolacha, etc., y la calidad del tubérculo que en el estado actual es poco comestible, hacen presentir que el olluco no progresará en nuesf.ro cultivo. Sin embargo, si podian conse-


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Ronchas, Ebullicion, Hervor de sangre. Habones.

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evitar sum-ergir el pince\ito dentro el frasco á fin de prevenir la dP:scomposicion del líquido restante (1 ). Paso ahora á detallar los fenómenos que he notado en el dárlro despucs de la aplicacion del bicloruro de mercurio. Se forma casi instantáneameo te una pt!lícula de un color bl.:10co ceniciento que toma estensivo cuerpo con el contactl) del aire. Al día siguiente la escara se yende, y sin quitarla, se humedece de nuevo con el mismo cáustico, de modo que penetre el licor por las hendiduras, continuando del mismo modo hasta que la escara, por haber tomado consistencia, no presenla ya raja alguna. Entonces 'cesa el uso del cáustico, bien que puede principiarse de nuevo, despues de ca ida la escara si es necesario que continue. Cuando el d~rtro es m1;1y viv,o, cu¡1ndo supura ó sangra á la menor frotaciqn, la escara que se forma es poco sólida durante los primeros di~s, en cuyo caso se quita dos ó tres veces, 1á [in, de obtener otra mas espesa y adherente que se ·11ega lograr una vez modilicada la superficie de la úl-

La ebulliciones una enfermedad frecuente y poco grave. La caractedza la erupcion repentina de botones, desde el tamaño de un guisante al de un huevo, vá acompapada ordinariamente de es· cozor y alguna vez de dolor. Estos botone~ circunscritos y anchos por su base, ocupan el cuerpo mismo de la piel y son ocasionados por una congestiún sanguínea de los vasos capilares de este órgano. Son siempre apla-

- 29 cera. Los dártros mas rebeldes ceden á este plan curativo en el espacio de ocho ó diez días; raramente hay que continuar .por mas 'tiempo. Si el calor y el dolor· de la parle son.considerables, se suspende la aplicacion del licor por el espacio de dos á tres días, durante cuyo intérvalo se lava la parle cün el agua de Goulard ( 32 gramos ?5j de eslraclo de saturno, agua de fuente un litro tibii .) Si puede reemplazar el licor del bicloruro de mercurio por el agua arsenical, .pero el . resultado no es tan seguro. Los dárlros numerosos y antiguos, son alguna vez i:;inlomáticos, en cuyo caso se combate la enfermedad _interna al mismo tiempo que la e.sterna. Los sudoríficos, los diuréticos y los purgantes sencillos entran en el'plan curativo general de las afecciones dartrosas, oponiéndose á la repercusioo, de estas enfermedades sobre órganos internos al paso que colocan al animal fuera del peligro de una residiva.

(t) Algunos prácticos s.e han dcclarapo cqn,trarios a todá-aplicacion de las preparados mercuriales contra las enfermedades de los rumiantes: yo les reconozco la certitud rle sus observaciones, pero es menP.sler que los 'mercuriales sean empleados sobre una superficie de alguna estension y que la aplicacion dale de algunos días para producir los efectos señalados, A mi no me ha sucedido ningun mal efecto del frecuente uso que he hecha del deuto-cloruro·dc mercurio para la , ., curacion de los afecciones darlrosas.


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nadbs por su ápice, dan alguna vez paso á un derrame sanguíneo que sale por una pequeña abertura pr·acticada en el centro del boto •. En este caso los labradores dicen que el buey se sangra. Rara vez la ebulliciones general, ocupando tan solo una parte del cuerpo. El cuello, las costillas, la parte inferior del abdomen y la cara interna de los miembros son las regiones en las cuales se nota de praferencia esta erupcion. Algunas veces es del todo parcial, consistiendo en dos ó tres botones; en cuyo caso se observa el fenómeno de la. evacuacion sanguínea. Causas. La edad, las estaciones y el régimen han dado lugar á esta afecci_on. Los animales jóvenes en los cuales los flúidos circulatorios abundan, están mas sujetos que los adultos. La ebullicion es rara en invierno y frecuente eo la primavera en razon de que la mayor te¡nperatura activa ia circulacion cutánea y exita laWfunciones de la piel, que habían permanecido lánguidas durante la estacion fria. Otra causa no menos evidente es la transicion del alimento seco al verde, en particular cuando 'este cambio de régimen se opera bruscamente y sin precaucion alguna. La grande cantidad de agua de vegetacion que contienen los forrages verdes, determinan un estado pletórico que influye en gran mariera sobre el desarrollo del hervor de la sangre. Tratamiento. El régimen y el empleo de los medios higiénicos bastan en el' mayor número de Se conserva este licor dentro un frasco bien tapado y se toca el dártro con una especie de pin-· celito hecho con estopas. La friccion se . renueva una vez cada dia. . Es menester separar por medio de una cazuela ó plato la porcion que se, emplea cada vez, para

Deuto cloruro de mercurio (Sublimado torrosivo .). 8 gramos 3ij Alcool del comercio 36°. 32 gramos ~j. Agua destilada. . • . . 32 gramos ~f.

- 27 irrilacion de la piel y obtener la desapa ricion completa de los dártros en poco tiempo. El uso racional de estas sustancias basta por lo general para curar los dárlros sec,~s y pustulocrustáceos, pero los corrosivos resisten á su accion . Para combatirá estos últimos se han propuesto un gran número dé medios, como la cauterisacion por nrndio de los ácidos, de los álcalis, por el cauterio actual, etc. pero han resultado las mas veces infructuosas estas operacioneR. Se ha propuesto, y aun practicado, la amputacion de la cola cuando el dártro ocupa esta parte, lo qué suciide á menudo. Este último medio no ha detenido siempre los progresos de la úlcera dartrosa, he visto, y etros antes que yo lo habían ya notado, que el dártro reaparece al cabo de poco tieru po por encima del lugar de la amputacion. Uso con feliz resultado la preparacion siguiente en las diferentes especies de dártros, y en particular contra los húmedos y ulcerados.


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malvavisco , ele. son los medios generalmente empleados. No se debe insistir por mucho tiempo en el uso de emolientes, pues siempre que ))O se haga cesar el escozor en cuatro ó cinco dias, debe cambiarse por una medicacion mas activa. Los preparados sulfurosos, empleados en forma de pomada ó de baños, llenan completamente ; la indicacion. La mas usada de estas preparaciones es la pomada sulforosa simple ó animada, y el sulfuro de potasa disuelto en agua y empleada en lociones (1 ). Estos medios considerados como específicos para curar todas las afecciones cutáneas, son frecuentemente ineficaces para los dártros de los ru~ miantes, y en todos los casos ~u accion es muy lenta. Por eso es indispensable echar mano de otras sustancias medicamentosas, de entre las cuales una de las mas activas y simples P.S el areite,de enebr-o, ó de cade ó cada miera. ·Basta ordinariamente de dos á tres fricciones de este ar.eite para aliviar el prurito, cambiar el estado de la {1¡ Se prepara la pomada sulfurosa simple j.ucorporando una parle de azufre sublimado en ochó de manteca dulce. Se hace mas activa añadiéndole una parte de los polv.os de euforbio ó de cantáridas en diez y seis de la pomada simple. Para las lociones de sulfuro de potasa se prepara el licor disolviendo 32 gramos de sulfura de potasa una onza por litro de agua Libia <los libras.

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casos para curar el hervor parcial. Si es genera\ ó existe sobre una superficie de alguna estension, se practican una ó dos sangrías, y se le administran algunos ligeros sudoríficos á fin de impedir la me:. tástasis, que con frecuencia tiene lugar. El régimen, la ,sangría y los sudoríficos constituyen por lo dicho todo el plan curativo del hervor; pero si sobreviene una metástasis sobre el pul mon ó sobre otro órgano como sucede con frecuencia, se practican al instante las fricciones irritantes sobre la piel á fin de entretener ó de restablecer el movimiento escéntrico de la circulacion hácia este órgano; favoreciendo este resultado por medio de una infusion de sauco que obra como sudorífico. El vinagre ó la esencia de trementina, la harina de mostaza des leida en agua etc., son medios á propósito para irritar la piel, asegu'rándonos la práctica los buenos efectos de esta doble medicacion.

Elefautiasis.

La elefautiasis del buey ha sido mirada como una flecmásia particular de la piel. Aun cu'ando se esté conforme en seguir esta opinioo, esrn todos los fenómenos generales que l_a acompañan, no permitiendo considerarla como una enfermedad puramente local como una simple cutitis, se hablará de __ella al tratar de las fiebres.

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Los rumiantes se ven afectados de una enfermedad de la piel caracterizarla por una rubicundez mas ó menos intensa, acompañada de un prurito vivo y sequedad del tegumento, sin hincha• zon, ni dolor. La palabra eritema se aplica bien á esta aféccion--. El eritema tiene su principal sitio en la cara in• terna de los miembros posteriores, invadiendo el escroto, las mamas, y estendiéndose por la parte inferior -del abdomen hasta llegar á las axilas. Alguna vez -alcanza la papada, el borde superior del cuello y las espaldas , siendo ent.onces la comezon el solo síntoma que anuncia la existencia del eritema en estas partes, pue:;; que la rubicundez no se presenta, atendido el espesór de la piel de ellas. Se 'dice vulgarmente que los animales que se hallan alertados de esta enfermedad están recalentados, tostados, etc. Causas. Los malos aliméntos, su penuria, el uso de forrages secos continuado por mucho tiempo, los trabajos escesivós, la poca limpieza de los establos, el calor que se experimenta en ellos cuando se coloca un may'or •número de bestias óde lo que permite el local, etc., etc. en 6n toM lo que es capaz de aumentar la plasticidad de la sangre, ó de irritar la piel. Tratamiento, El descanso, la limpieza, orear los establos, un mejor régimen, el darles agua en

Eritema (rubicundez).

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cas en que se encue·ntran los animales, de su edad , etc. etc. Sin embargo, se puede establecer la regla, que en los ru,niautes los dártros no presentan consecuencias fatales, mientras no ocupen una grande estension; pues entonces van unidos con afes_ciones in'lernas graves á consecuencia de haber los animales perdido la _salud por un mal régimen, largo tiempo continuad.o, ó bien porque no han sido asistidos por un método curativo conveniente. Tratamiento. El plan curativo de los- dártros es general, ó local. Este último es el que se emplea orilinariamente, á menos que no exista una diátesis dartrosa, en cuyo caso es indispensable recurrir al uso de la medicacion general . .Con todo, siempre las reglas de la higiene serán rigorosamente observadas, con la mira de alejar todas las causas que pueden sostener estas afecciones. Los dártros furfuráceos de la primera especie, se curan á menudo sin método curativo alguno, -bastando para lograrlo, la limpieza de la piel, el cambio del régimen alimenLicio, el uso de los forrages verdes en la primavera y el de raices forragineras en invierno. Si estos medios no producen la desaparicion de los síntomas, e~ señal.que la aJeccion dartrosa vá unida con irriLaciones . internas que es menester pomhatir por la sangria general, aplicando lociones emol,ientes sobre la parte, para que de'saparezca la comez0n local que sufre la bestia. Los cocimientos de salvado, de malvas, de 4 \..


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4.A Bromus plqtystachys.-Anua autumguirse semillas que hasta ahora ha negado, no babia de desconfiarse obtener variedades nal, 'una de las plantas que mas se pres·• mas análogas á los climas de Europa. t:i.n á la formacion de prados anuales de 11. J>icotiana. J>soralea esculenta.-Cigramíneas. Estos prados, para cuya formatarernos aqui esta planta,solamente para dar cion aconsejamos esta especie, se adoptan [. conocer de un modo mas breve el resul- en ciertas circunstancias, sobre todo en lnglatcr,ra, para sustituir el tré!5ol. tado del cultivo que de ella ha obtenido el e~tablecimiento de MM.Vilmorin-Andrieux, 5.ª Bromus Schrader-i.-Las mismas cuasin que les. sea posi,ble ofrecer semillas ni lidades y probables usos que se han dicho plantas. Como la Picoliana no forma mas de la gramínea anterior. que un solo t-ubérculo y que la mulliplica6.ª Zanahoria roja semi-larga, llamada cion de estaca parece •poco fácil, no puede hybrida de Flandes.-:.:segun algunos ensacontarse sino con la semilla para multipli- yos, esta variedad se ha notado tan afine con la zanahoria encarnada semi-larga de carla. Sin embargo, es cierto que el des~rrollo de la Picotiana es extremadamente Holanda que la hace indicar con reserva lento y que el tubérculo necesita muchos acerca las ventajas que pueda· tener. Sin años para toµiar el tamaño de un -huevo de embargo, la prontitud con que crece puede gallina. Se concibe que en los paises donde hacerla útil en deterrnilladas circunstanla planta crece naturalmente sus habitantes cias, prl)lcipalmente en los casos de semenlo emplean con ventaja, pero es difícil que teras tardías y por el cultivo al aire libre. halle colocacion favorable entre nuestros 7. ª Cáñamo de China, Cat1nabis Tsingcultivos como sucede con el de la patata. ' ma (Delille) Cannabis gig-antea .-Especie ó 42_. Patata Xavier .-Encarnada larga, variedad muy distinta del cáñamo de culhermosa forma y buen producto .. Ha sido tivo: toma dimensiones superiores á las del obtenida por M. Sommeillcr. La fécula sua- cáñamo del Piamonte, llegando á la altura de ocho ó diez vaias. Apesar de estas enorYe y fácil Je digerir, de tubérculos abunmes dimensiones, se asegura que su hilo es dantes que constituyen una variedad apremas fino, es lento eil vegetar, y en los enciab_le. · · sayos practicados por algunos horticultores de Paris en 1846 y 1847, las semillas no Plantas forrágeras. han llegado á madurar. 4 .ª Remolacha blanca larga que sale de 8. 3 Corclwrus textiles (Delille) Corchola tierra.-Variedad notable de la remola- rus Lo-ma.-Esta planta se anu • cia por cha de azúcar que tiene mas de la ·miahora con mu clfa reserva, y á pesar del precio subido con que se adquirieron en Patad de la raiz fuera de la tierra, cuya circunstancia facilita el a-rranc"arla. rís estas semillas, no queda disipada toda, 2.ª Remolacha blanca chata .de Viena.vía la duda de si el Corchorus textiles es en Variedad de raiz aplanada ó chata, como la efecto diferente del Corchorus olitorius, ó si los caractéres distintivos dependen de las del navo Turnep y de la forma ·d-e la' reino.:. mayores dimensiones que han lomado los lacha de Bassano . órg¡i.nos del Corchorus ()/itorius . En Egipto, 3.ª Remolacha esférir;a amarilla._:_L"os ensayos que se han hecho de esta planta en la India, en Bengala, segun el doctor han dado á conocer su mérito. Es rústica, Roy le se fabrican con el Corchorus o itorius raices poco ramificadas, casi fuera de la tier- asi como con el Corchorus capsularis cuerdas ó .telas groseras. Sea corno fuere,parece ra y fácil de arranc:i.rse. Su carne hb.nca y ,coiupacta es m:is pesada en volúmen igual, que el Corchorus _Lo-ma no "producirá jamás un hilo muy fino. que algunas de las otras variedades, y proHeracleum sibiricum.-Como forrabablemente mas nutritiva. La remolacha de primavera, esta planta parece ge verde esférica amarilla es inferior bajo todos condarnos ventajosos resultados por la abunceptos.

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dancia de ,su producto y por su notable pre-cocidad. Como las·-semillas han de estar en la tierra durante el invierno, convendrá sembrarlas en otoño. Serradella. Ornítfiopus sativus.-1 O. Este forrage parece justificar, y aun sobrepujar las esperanzas que se habían concebido de él. En Bélgica, en las arenas frescas, particularmente en los desmontes de .la Campina, _su cultivo da escelentes resultados, y se asegura que su produet@ no baja de ·1 O á 12,000 kilógramos de forrage verde

.por cada hectare. 11 . Topinambour, 15 variedades de remillas.-Hecnos obtenido un gran número de variedadfa de topinambour por semilla: hasta al presente ninguna se ha distinguido por- cualidades bien marcadas; pero espe•ramos, sin embargo,oblener á fuerza de ensayos,razas preferibles, bajo ciertos conceptos, á la especie ordinaria . La precocidad es principalmente la calidad que debemos bus,, car en esta planta.

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Boletín de ·za Sociedad económica de - amig@s del país de Valencia.

La Sociedad económica de Valencia tiene adquiridos grandes t'ítulos al apr~cio det pais y á la estimacion de sus concJUdadanos,y no tememos afirmar que pocas, ó ninguna corporacion, habrá en España que haya hecho mas esfuerzos en favor de los intereses materiales y morales del pais. tas tareas constantes de ta Económica de Valencia se encaminan al objeto de engrandecer nuestra agricultura, rle instruir las clases' menesterosas, de protejer e-1 desarrollo rfe la industria, de estinguir la mendicidad y desterrar el vicio, y en una palabra, se ocupa de cuanto pueda cooperar á un ,próspero re<;ultado. , Los · trabajos de esta corporacion, asi como sus actas, se publi1·.an íntegros ó en estracto en el Boletín que años ha tiene creado á este objeto y cu ya lectura . recomendamos como útil y provechosa. En lascolumnas de este periódico se halla unida la instruccion al buen gusto; y toca con particular tino y meditacion profunda, las cuestiones pertenecientes á la -agricultura, artes, ciencias naturales !' comercio. Sale una entrega cada mes, y al fin del año se dará _la portada, índice y cubierta

impresa del volúmen anual de las entregas. Se suscribe en Valencia en la imprenta de D. Benito l\fonfort, plaza del Temple, número 5; y en la librería de la Viuda de M_ariana, calle de los Hierros de _la Lonja, número 7 : á razou de 20 reales por los doce números del periódico, y 2i fuera, franco de porte.

La Granja. Con este título se -publica en Figueras una Revista de agricultura y Biblioteca rural, costeada por la Sociedad agrícola ampurdanesa. Este periódico que ha sustituido al Bitn del pais, que algunos años ha veia la luz pública en di-cha villa, se baila igual mente bajo la direccion del laborioso y entendido Comisario regio de agricultura de la provincia de Gerona D . Narciso Fages dé Romá. Aun cuando el oJljeto principal de dicha Revista es el de publicar las disposiciones de la Sociedad de agricultura del Ampurdan y de la Junta provincial de Gerona, contiene sin embargo artículos de aplicacion general y de público interés agrícola. Sale una entrega al mes á ~ 2 reales por cada s~me·stre franco de porte. Librería de D. Gregario Matas en Figueras.


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UN RECUERDO AL I1USiRE 11:sperábamos que alguna ele las corporaciones científicas á que pertenecía el hombre ilustre de que vamos á ocuparnos, escribiese su biografía para poder insertarla en el Cultivador. A la bora presente no se han realizado nuestras· esperanzas, y esta falta nos obliga á redactar estos breves apuntes 9omo un h9menage debido á una persona que •hizo grandes esfuerzos en favor de la agricultura. Por muchos títulos debemos al dif-unto Baron esta débil prueba de amistad. D. José Calasanz de Abad, Baron de AbeHa, nació en Cardona. (Cataluña) el dia 4 de setiembre de • 796, siendo sus padres D. Pedro Juan de Abad y D.ª María Casarles. Pasó sus primeros años ocupado eri estudiar las ciencias naturales y exactas, presagiando que la Física, la Química y las Matematicas, que conocia á fondo, habian de s,ervirle mucho en el estudio de la agricultura, y ser la lumbrera que debia guiarle en las observaciones agronómicas que formaron la principal ocupacion de sti vida. Conocia que la agricultura era mas que el arte de remover la. tierra, y que no erá dable comprender las maravillas de la natu_raleza vegetal, ni podía esperarse del cultivo un resultado ventajoso, sino se con9cia ese armonioso encade,namiento que existe entre todos los séres de la creacion que se rige por leyes fijas y universales. Desde su juventud manifestó una aficion decidida á la vida del campo; y aun cuando su fortuna le reservaba una posicion eminente de que podía gozar en las ciudades populosas, se mantuvo constante al lado de su familia que fué un adorno de la aldea. Tuvo el raTo privilegio de no deJarse dominar de la am15 DE JULIO DE 1850.

bicion que es la locura continua de la juventud, y sábiamente dirigido por su virtuoso padre, supo comprender que las ocupaciones del campo no rebajaban su educacion y su inteligencia. Al contrario, vió en estas mismas ocupaciones un medio de ·salvarse de la vida turbulenta que por lo comun acompaña á los jóvenes de su clase, y supo hallar en la esfera rústica todas las distracciones que le permitían su espíritu cultivado y su energía moral. En su juventud se dedicó tambien- á estudiar la música cuyos principios fundamentales conocia perfectamente, y á este arte que deleita el corazon af tiempo mismo que ocupa dulcemente los sentidos, consagraba los pocos ratos de descanso que permitía á su espíritu de puntualidad y á la actividad infatigable con que se caracterizaba. Este bello adorno que supo añad.ir á su sóiida instruccion aumentaba las preciosas cualidades de su alma, y hacia que se buscase con afan su sociedad, porque sabia inspirar tanta estimacion y cariño con la deferencia de sus nobles costumbres, que se hacia admirar por su benevolencia natural y por la dulzura de su carácter. Ya en sus primeros años fué un apoyo constante de la humanidad desvalida. Empleaba una parte del tiempo y cantidad de sus cai.1dales en proyectar y construir obras de utilidad para el país, y se complacía en distribuir limosnas útiles, á la par que secretas, entre los necesitados que una enfermedad babia postrado, ó que los rigores de la suerte babia dejado sin ausilios. Con este vivo amor por todo lo que era grande y benéfico, no debemos admirarnos de que tomase una -parte muy activa en el TOMO 111 .

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Nuestro principal objeto es presentar aJ: cambio político por que pasó la ES'paña en el año 1820. Aun cuando no deseaba Ilaron de Abell a como un cultivador entenejercer alguna influencia entre sus con- dido, y por ello demostraremos en esta bre ciudadanos, su ejemplo no careció de ac- ve narracion las arduas empresas que acometió y los obstáculos que tuvo que vencer cion entre sus vecinos. Jurada la constitucion de la Monarquía por el legítimo Sobe- para dar á su patrimonio una fisonomía rano, la villa de Cardona prometió ser un particular que aun hoy día le distingue de firme baluarte de la nueva ley que la na- todos los de los restantes propietarios de la _, cion se habia dado. Nombró Alcalde 1. 0 y comarca. La mayor parte de los bienes que poseía gefe de _su milicia nacional al Baron de Abella, simbolizando en la persona de este consistían en tierras de un mediano valor, ilustre hombre el amor á las instituciones que apenas podían servir de base al crédito y la perseverancia en defenderlas. Durante de su familia; y en medio de una ingrata los cargos de que se hallaha revestido,guia- comarca donde no vivían mas que algunos do por su madura reflexion, intentó proiec- labradores miserables, intentó hacer floretos favorables para el pueblo, sin descuidar cer sus dominios, animado de ese sentimiento patriarcal que presidió en todas- sus por esto de defender, con el mayor ardor, la causa del interés público. Su adminis- empresas. Este es uno de aquellos raros tracion fué dulce y paternal. Aunque ene- ejemplos que se ven en los jóvenes que dotados de una educacion distinguida y dismigo ppr carácter de farsas ridículas y de pretensiones exageradas, manifestaba una poniendo de una regular fortuna, se lanzan extremada tolerancia por los gustos de aque- á una vida laboriosa y llena de dificultades lla época, y con este método supo herma- en busca de intereses reunidos y tal vez imposibles de conseguir. nar el cariño con el respeto que le debían, No hubo jamás obstáculo que no se allasin necesid;id de acudir á providencias dunara al genio perseverante del ilustrado Baras de que fué enemigo durante su vida. ron. La vasta propied.ad que poseia en la Sin estrépito y sin esfuerzos aparentes, dirigió el órden de la poblacion en el período Conca de Tremp hubier~ continuado improde los sucesos políticos á que nos referimos, ductiva, sino hubiese desplegado esa actividad que en pocos años cubrió de ricos vigilando personalmente los. intereses de todos sus administrados, y cuidando con micultivos un suelo al parecer ingrato y erinuciosa exactitud que se hiciera justicia zado de malezas. Con el ausilio de una insigual á todos sus conciµdadanos. Desem- truccion agraria poca comun en aquella peñó estos cargos con tanta facilidad y méépoca, practicó desmontes considerables, vetodo, que pasaba á los ojos del pais por rificó 'siembras· muy bien combimidas, y el país se cubrió de rieos pastos que perroiLiehombre de gobierno. Con la entrada del ejército francés en 1823 ron estender los ganados. Entonces fué cuando los hombres incrédulos y los cultivadocayó el sistema constitucional, y de esta épores rutineros pagaron un tributo de admica datan las persecuciones y los disgustos racion al hombre que nos ocupa, y aquella que tuvo que sufrir nuestro Baron. La dulcolonia naciente fué un santuario de respezura de su carácter, su generosidad natural to donde todos los menesterosos querian esy su prudencia, todas estas prendas reunitablecerse. Fué el primero en este país que das al espíritu de justicia con que se babia intentó el sistema ventajoso de alternar las distinguido, no bastaron á preservarle del furor del vértigo reaccionario que se apode- cosechas, y el que se dedicó á la cria de raró de' los llamados realistas. Queremos ol- zas ovinas co,n el simple ausilio de unas vidar los amargos recuerdos de una década tierras que hasta entonces se habían mira. do con desprecio. Cada dia eran mas notatan turbulenta, que para evadirla en lo pobles los adelantos de su patrimonio, y los ~ible se retiró el Baron á cuidar sus hacienbeneficios que se fueron real izando en esta das que tenia en la Conca de Trerop .

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nueva esplotacion j ustili caron la exactitud una altura enviµiabl e, si el Baron dé Abella de sus cálculos . Lo que <lió principalmente hubiese hallado hombres de su temple v un poderoso impulso á este nuevo método podido tener á su disposicion personas que de cultivo fué, la adopcion de los prados ar- 1 hubiE::sen · abrazado con el ardor de que él tificiales que permiten un señalado benefi- era capaz la causa del interés público. · cio por la seguridad de la estraccion de los Casó el año de 1821 con D.ª Ramona de productos •Y su baratura. Subirá y Franch, y tuvo de este matrimoIntentó varios métodos de arrendar las nio tres hijas que aun viven en el dia. Fué tierras, estableciendo por principio la mouna fortuna para el Baron encontrar en su ralidad de los colonos y su aficion al tra- esposa una conformidad de gustos y una disbajo ; porque conocía exactamente que á la posicion de espíritu análoga á la suya, qu e sombra de estas cualidades las tierras pro- cuantos la han conocido hablan todavía con ducían abundantes frutos y la propiedad no elogio de sus cualidades. Dirigió sábiamensalia lesiada. Distinguiéndose por una pun- te la educacion de sus hijas, y bajo su ptmtualidad minuciosa, exigía de sns colonos el tualidad administrativa la ca¡;a adquirjó un valor del arriendo con la misma exactitud y nuevo grado -de prosperidad, señalándose buena fé con que él se conducía en todas sus como un sitio de generosa y cordial hospitransacciones·. Así como se mostró muy se- talidad, de que conservarán grata memoria vero con los que no eran religiosos en cum- los desgraciados de aquel país. plir lo estipulado, trataba con singular beA la muerte del rey D. Fernando VII qu e nignidad á los que un contratiempo ó una dió principio á la guerra de los siete años, enfermedad Jes impedía cumplir sus con- se retiró el Baron á la ciudad de Barcelona, tratos. Su pasicion, y sobre todo los servicios que Ya hemos visto con que ardór dirigió los había prestado á su patria durante la época bif,mes que poseía durante su juventud. En constitucional de f 820, le hicieron considela edad madura, que fué la última de su rar como hombre de mérito en tre los de su existencia, condujo sin esfuerzo el cultivo opinion. Como la economía política habia de sus fincas mas principales, vigilando el sido uno de sus estudios favoritos,fu é nom cumplimiento de las obligaciones que corbrado presidente de la seccion de recursos respondían á cada trabajador ó á cada uno creada por el Baron de Meer, entonces ca de sus arrendatarios. pitan general de Cataluña . Guiado por su Vivió por mucho tiempo entre sus colocivismo y por la caridad evangélica con nos sin permitirse apenas las horas precisas que se distinguía, concibió un estenso plan de descanso, porque las que le c!ejaban li- de pacificacion del Principado, que sujetó á bres los cuidados del campo las empleaba la aprobacion de la espresada autoridad , en estudiar y ponerse al corriente de las con el mapa de la montaña cuyo territori o producciones literarias. Seguía con cons- dnminaban casi esclusivamente las bandas tante aficion los progresos de las ciencias carlistas . Este plan, como que era el fruto físicas y naturales, ofreciendo el raro ejem- de un meditado estudio y de los estensos plo de un hombre que habiendo completa- conocimientos de las circunstancias topodo su educacion elementar, adquiere en ca- gráfica s y morales del pais, fué aprobado da una de dichas ciencias la suficiente es- por el referido señor Baron de Meer en los tension que le reputan de un talento nada momentos que el gobierno superior le relecornun. Tomaba el mayor interés en estos vaba del mando de Cataluña. estudios por la seguridad en que vivía de Durante las circunstancias de este perío-que su útil aplicacion á la agricultura ha- do de discordias intestinas, encendió con su hia de regenerar á su patria, y fo1·mar la entusiasmo {)I fuego patrio en todos los co<licba de aquellas familia-s que supiesen razo nes am antes-de su Reina, ese fuego que aprovecharse de tan favorables condiciones. le hizo arrostrar toda clase de peligros con La ciencia del cultivo estaría en Cataluña en la ma~· or impavidez Y. brabura . Por enton'

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300 ces se encargó de la com1s1on de negociar con la Junta carlista de Berga el delicado usunto de la e.straccion de la sal de Cardona, negociacion que llevó á cabo felizmente con notable beneficio para el gobierno y para el pai~. · Feliz con la idea de la paz que aseguró en la Península el memorable convenio de Vergara, el ilustre Baron se entregó con nuevo ardor á las tareas del campo. Quiso reparar á costa de sus afanes_los quebrantos que sufriera sú patrimonio durante los siete años de guerra civil, y para conseguirlo adoptó principalmente la cría de ganados como base de sus operaciones. Conforme á los resultados que babia obtenido de su esperiencia, cambió las razas de animales é introdujo las - que creia mas á propósito á los progresos de su hacienda. Con. una aficion decidida para los bosques, considerándolos como objetos de utilidad general y por la conciencia de su valor futuro, se dedicó con constancia á las plantaciones de arbolados, arrancando de la idea de sus compatricios la preocupacion de que la sombra daña á los campos y á las praderas. Este vivo amor por las ciencias y ese afan constante por la dicha material del pais,merecian una recompensa. La Academia de ciencias y artes de Barcelona- y . las Sociedades económicas de amigos del pais de la misma, de Lérida y de Tremp le nombraron socio, y correspondió dignamente al nombr~miento de estas corporaciones, prestándoles interesantes servicios. Fué condecorado por gracia especial de S. M. con la cruz de la Real y distinguida órden de Cár- · fos 111: en el año de 4844- fué nombrado Senador por la provincia de Lérida_; en el de 184-5 se le confirió el cargo de Diputado provincial de l.i misma provincia, y en el de 184-6 f.ué presentado por el partido de Berga par,a cliputado. á córtes en competencia del señor Jordá y Santandreu. En 184-8 concibió fa idea de formar de todos: los propietarios del Principado un solo cuerpo, . no solamente con el objeto de fomentar nuestra atrasada agricultura, sino que tambien· con el de colocar á les propietarios en aquel la respetable posiciQn en que deberían

estar. Para ello escribió un reglamento con el titulo deGermandat de la Concepció de 11-faria, de cuyas bases, es muy posible, que salgan algun <lia muchas de las ideas luminosas que contiene para la organizacion de los institutos y sociedades agrícolas tan necesarias en nuestro país. Las corporaciones científicas y administrativas de casi todo el Principado consultaban con frecuencia su opini~n en los varios asuntos que se rozaban con la hacienda ó con la agricultura, y basta en los concursos públicos para la adju.dicacion de cátedras se le nombraba censor, porque reconocían en él una inteligencia mas que suficiente y una justicia que ninguna afeccion era capaz de torcer. Cuando en 184-7 se formó el proyecto de fundar la Sociedad agrícola catalana con la esplotacion de tierras que acompañaba al pensamiento, se le nombró director de esta asociacion, encargo que desempeñó con lealtad y saber. La muerte de su esposa que acaeció al año •1847, á la edad de 42 años,derramó en la vida del Baron un tinte de melancolía que conservó hasta sus últimos momentos. Amaba sin embargo reunirse al círcµlo de sus amigos, buscando con disimulo las ocasiones de ser útil á sus semejantes. Una modestia instintiva le impidió siempre á darse á conocer como uno de los benefactores de la poblacion en que vivia; y á esto se deberá tal vez que no hayamos podido descubrir mas que una parte muy pequeña de los b!)neficios que prodigó á los desvalidos. La vida del Baron de Abella fué exenta d~ esas peripecias que con harta frecuencia se ven en los hombres del dia. En todas las épocas que -ha gobernado el sistema constitucional se manifestó adicto á esta forma de gobierno. Sea cual fuere el partido dominante en el pais, voló segun su conciencia, y su opinion fué siempre conservadora. Estaba íntimamente convencido que bastaba la constitucion actual á garantir los derechos del ciudadano, y creía que no se necesitaban instituciones mas democráticas para asegurar la libertad y la seguridad personal, asi como la de la propiedad. Con esta línea de conducta supo granJearse la


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estimacion y el afecto de ·)os homlires de del Baron de Abella! Fué una. hora triste todas las opiniones, y se hizo querer de los para la Cataluña priocipalme'nte, porque que la ambicion ó l'a habilidad colocó con pocos hombres hao contribuido como él á frecuencia-al frente de los negocios públicos. engrandecerla! Quisiéramos apartar de nuesEstos presentaban un aspecto desagrada- tra imaginacion el trágico fin que le ha reble desde princip10s del año 1848, á causa servado la Providencial; y sino temiéramos de )as esperanzas carlistas que de nuevo re- murmurar de sus impenetrables secretos,dinacieran. Algunos de los cabecillas que ha- ríamos que su alma generosa y su corazon bían figurado en la guerra de los siete años benéfico no merecian apurar hasta á las he salieron nuevamente á campaña, invadien- ses esa copa de amargura. Traspasaríamos do las provincias catalanas y causando á la los límites que nos permite la naturaleza de patria comun los males de la guerra civil. este periódico si no nos contentáramo.s con Creído el Baron que todos los hombres eran esta breve reseña. Ella bastará para dar á de ideas nobles como las suyas, ·llevado de conocerá los agricultores del pais el nom:.. ese amor para el pais, intentó obtener una bre de un compatricio que nos ha ilustrado transaccion amistosa entre los principales · con su inteligencia. Ella bastará par¡¡. que gefes que dirigían el movimiento carlista, y proclamemos en alta ·voz el desinteresado el gobierno. Al efecto se valió de las mR- patriotismo con que ha servido la causa de chas relaciones que tenia en la montaña y su Reina y de su patria con un valor -y con de la confianza que creía haber inspirado á una gloria que depositamos al pié de su sealgunos de los mas notables gefes de la su- pulcro. Sentimos que su muerte haya pasablevacion con la. generosa cordialidad con do desapercibida por el gobierno, y que toque los había servido en frecuentes ocasio- dos los que se interesan por la grandeza de nes. Despues de haber mediado algunos pa- nuestra agricultura no hayan dado una sos confidenciales,fué llamado á una confe- muestra de reconocimiento y de veneracion rencia amistosa, y en ella vendido vilmente para el amigo que fué de una utilidad veral general carlista Cabrera, quien lo mandó dadera. Por lo que á nosotros toca, derrainhumanamente fusilar en San Lorenzo de mamos una lágrima de dolor sobre su memoria, y depositamos aquí la expresioo de Morunys el dia 23 de febrero de 1849. Ah! fué una hora de triste memoria para nuestra profunda gratitud . • JAIME LLANSÓ . el pais aquella en que se divulgó la muerte


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CONSIDE.RACIONES -GENERALES RELATIVAS i1 la eleccion del ganado

vacuno segun a los usos aque se destine.

La buena eleccion en los reproductores es la base de la mejora de todos los animales dom ésticos y lo único que puede hacer conservar las cualidades que se les han podido comunicar. Cualquier descuido en este punto origina · la degeneracion de la especie, bastardeando sus productos. Segun el objeto · que se lleve en la industria pecuaria, es de.cir· segun á lo que se intente destinar los animales que se obtengan, variarán las cualidades de los padres á fin de que los hijos tengan las que se ansían. Sin embargo suelen establecerse ciertos axiomas . generales que es preciso y conveniente ventilar, para que pr..oduzcan resultados ventajosos. ¿Debe buscarse siempre en el ganado vacuno la mucha alzada y un cuerpo voluminoso? Para ~esolver esta cuestion es indispensable examinar las· diferentes razas vacunas bajo las relaciones de su carne, del sebo, de la piel, del trabajo, de la leche, de la disposicion á engordar, de la lidia y demas cosas con cuyo objeto primario ó secundario se crian . La carne de las reses pequeñas tier:ie la fibra mas ténue o delgada, y el grano mas fino que la de las grandes; está por lo general mas entrelazada y es mas sabrosa. Las razas pequeñas de las provincias del norte de España tales como Navarra, Guipúzcoa, montañas de Santander, Asturias, Galicia, etc. , son mas estimadas por su carne que las de Salam anca, Murcia, Andalucía, etc. , á no ser que los animales hayan hecho obrar muoho y fuertemente á sus músculos, que hayan trabaj ado bastante; porque la carne de las reses de mucha alzada que han trabajado mucho es mas blandµ, mas agradable al paladar que la de las reses pequeñas de la misma especie que han hecho las mismas

labores: habiendo sido mas lentos, mas pausados los movimientos de las primeras han rescatado menos la fibra que las con tracciones fuertes y enérgicas de las segundas. Pocos ignoran el que en las aves que vuelan mucho, es la pata ó pierna el bocado mas delicado, mientras que en las gallináceas que criamos en los corrales y que ejercen casi esclusivamente las alas, son es-• tas y la pechuga la parte mas e stimada. Es incontestable, dice Sinclair, que la carne de los grandes bueyes es preferible para ser· salada. Cuanto mas gruesos son los trozos de carne, mejor conservan sus jugos despues de !a salzon, y mas adecuados ó convenientes son para los largos viages marítimos. Esta con,;ideracion es de has-· tante importancia, pero sin embargo no de be olvidarse que los cuartos de los bueyes pequeños, si estan bien cebados, tienen cuanto grosor puede desearse; debiendo esperarse ademas que el procedimiento quese ha en con Lrado para conservar la carne fresca se perfeccionará y generalizará. Se ha creido por mucho tiempo, y algunos autores lo dicen aun , que los animales pequeños tien,en mas despojos ó desperdicios, mas hueso, mas parte córnea en astas y pesuñas que los grandes, relativamente á su peso; pero esta opinion que no ha sido demostrada, es muy disputable, porque si por una parte los sólidos duros forman cilindros huecos de pequeña capacidad, necesitan mas materia que los grandes para ofrecer una resistencia dada; por otra parte cuanto mas delgados son estos sólidos, mas esten sas deben ser proporcionalmente las envolturas que los cubran . De modo que si los huesos de los animales pequeños son relativamente 1:nas pesaqos que los de las reses


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grandes, los músculos ó io que constituye In carne deben tener tambien, en , prorJorcion mas estension. De manera alguna está comprobado que los cuernos, las pesuñas, los intestinos ó tripas de dos animales pequeíios sean relativamente mas considerables que las mismas partes en las reses de grande alzada. Respecto al consumo de alimento se observa que el pienso de sostenimiento y el pienso de produccion estan por lo general en relacion con el peso de los animales; si hay escepciones con esta regla, no dependen del peso ni del volumen ni de la alzada de las reses, sino que proceden del género de alimento, de su modo de distribucion, del estado de los órganos digestiv-0s y de las · necesidades de las reses. Debemos aclarar para la perfecta inteligencia de lo que decimos lo que se entiende en zoologicultura, ó ciencia de.la cria,multiplicacion y mejora de los ani· males domésticos por pienso de sostenimiento y por pienso de produccion: el primero es la cantidad de alimentos que se dá para conservar simplemente las reses para que reparen las pérdidas que esperimentan por el ejercicio de sus funciones, pero sin que con ella puedan reconocer ó engordar, y el segundo consiste en el esceso de alimento que se les facilita de la mejor calidad á fin de lograr el objeto que se desea. El sebo forma por su alto precio uno de los productos mas preciosos de las reses de degüello, y es, respecto al peso del cuerpo, mas abundante en las pequeñas que en las grandes; porque esta sustancia se encuentra prinr.ip~lmente en las masas grasosas ó de gordura que rodean á los órganos; luego cuanto mas pequeños son los cuerpos envueltos,. mas estensas deben ser relativamente las envolturas; de modo que los cuatro riñones de dos bueyes ó vacas da!ldO juntas 90 arrobas de carne neta, deben encontrarse rodeados de mas sebo que los dos lomos ó riñones de una res que proporcionára la misma cantidad de carne. El valor del pellejo ó piel varía segun las razas. El cuero grneso de las reses de grande alz'atla puede emplearse en cosas para las que de modo alguno sirven los de los animales pequeños: asi un cuero de tres arrobas,

si es grueso, en proporcion cie las <lemas dimen_siones, se vende mas caro que dos de arroba y mediil, cada uno; de modo que er primero paga mejor el alimento que le ha formado que los otros. Sin embargo, el grosor del pellejo no está siempre en relacion con la estensi'on de su superficie: aunque todas las partes del cuerpo de las reses sean generalmente proporcionadas las unas con 1as otras, se encuentran con frecuencia reses pequeñas cuyo pellejo es muy grueso; las reses grandes, flojas, finas, poco rústicas de las llanuras tienen la piel flexible y delgada, sin nervios ( como dicen los matarifes) y es menos estimada eu igualdad de peso, á la de una res pequeña, robusta y de país montañoso. Los cueros de vaca, aunque delgados, son mas buscados y se pagan mas que los de buey. ¿Los animales grandes son preferibles á los pequeños para el trabajo? En tésis general puede responderse que sí, porqu,e si dos de los primeros hacen tanta labor como cuatro, exigen menos conductores, menos atalages ó aperos, y ocho pies apelmazan menos la tierra que diez y seis. Sin embargo, conviene notar que la fuerza de los animales no está siempre en relacion con su alzada, con su volumen; que en general las reses pequeñas trabajan mejor que las grandes. Suponiendo que la fuerza sea proporcionada al peso, las reses grandes no c.:mvienen, á pe~ar de su.s ventajas, sino en ciertas y determinadas localidades; son preferibles ·para labrar las tierras fuertes, arcillosas ó gredosas, para roturar prados, dehesas; ~ientras que las pequeñas son mas ventajosas para trabajar en tierras areniscas, y en las montañas cuyo suelo tiene poco fondo; para arrastrar cargos pequeños en caminos escarpados y pedregosos, en los cuales los pies de los grandes animales no podrian encontrar el suficiente apoyo, ni resistir á la presion del peso del cuerpo y de los esíuerzos musculares. En todos los casos, cuando puede hacerse un trabajo dado con reses pequeñas, se esperimenta, empleandq grandes, UIJa pérdida igual á la que cuesta el mantenimiento de las últimas mas que el de las primeras. Lasgrandes razas se crian naturalmente en las


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ticrr~s fuertes y pingües de mucho fondo, en las ~uales convienen para el trabajo; y en donde no S!Jan asi espontáneamente, si se necesitan animales fuertes debe recurrirse á las mulas si necesario fuere, para efectuar los trabajos que exigen mucha fuerza, pero conservando !;iiempre para la cría la raza del país. Para apreciar el méri~o de la alzada es necesario. inquirir y examinar si las razas grandes son mas fáciles de mantener ó' de alimentar que las pequeñas. Para resolver esta cuestion relativamente á los pastos, es preciso tener en consideracion la abundancia y calidad nutritiva de las yerbas: pero no debe mirarse solo la cantidad absoluta de alimento que contenga el terreno que se intente destinar para los animales, porque un erial, una dehesa, pueden tener en toda s11 _estension bastante yerba para alimentar á un buey y sin embargo no impedir el alimentarlo ~on hambre; debe compararse el producto del terrazgo con los animales, y no meter en un pasto mas que las reses que puedan tomar el alimento en poco tiempo. Se sabe que los animales toman para sostenerse, pero sin que resulte en beneficio cierta cantidad de alimentos proporcionado á su peso; que solo lo que consumen ademas de esta ~antidad es lo que puede dar carne, leche etc. , y que el alimento dá tanto mas beneficio, cuanto en menos tiempo se le hace consumir, y que por lo mismo se le dá en mayores proporciones relativamente al peso de los animales. Estos principios se ven continnamente confirmados por la esperiencia. Todos los dias se ven pastos que no impedirían el que un buey de mucha !1lzada pereciese, sostener con trabajo reses vacunas pequeñas, y facilitar el mayor grado de cebo, la gordura mas sorprendente al ganado lanar. Meter en un pra.do ó dehesa un animal que no puede en un tiempo dado tomar mas alimento que el que necesita para mantenerse, es querer perder cuanto consume; y si no puede tomar la cantidad suficiente de sostenimiento, se pierde ademas de la yerba, la carne que . an teriormente habia producido. Cuando el alimento ó las yerbas abundan, cuando el

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buey toma en poco tiempo lo que necesita, es cuando tiene tiempo de descansar y de digerir bien cuando paga lo que consume: si es grande, si está det-arro\lado, engordará ó podrá trabajar; si es jóven adquirirá mucho desarrollo, y dedicado á la propagacion dará productos mayores que él: á las pocas generaciones será !-U raza tan grande cuanto la localidad permita. En su consecuencia pocas ó n\nguna vez se encontrará desventaja con meter reses pequeñas en pastos que puedan mantener las grandes; mientras que se pierden las yerbas y el ganado cuando se llevan reses de alzada y corpulentas á un terreno relativamente árido, en el que se aniquilan buscando que comer. Cuando los animales se mantienen todo el año en el establo no es tan uecesa rio fijar la atencion en la alzada, por la facilidad que hay en casi todos los p::iises de cultivar toda clase de alimentos, tener granos, semillas, raices, etc. , poder elegir las razas que se conceptúen mejores y proporcionar el número de animales á los alimentos de que se disponga. Se ha observado sin embargo que, aun en el pesebrn, los bueyes grandes son mas exigentes para el alimento que los pequeños; que ciertas sustancias, tales como la yerba y algunas raices que engordan á los últimos , son insuficientes para aquellos, sea la que quiera la cantidad que se les dé. Si los animales se han de sostener en los pastos durante el buen tiempo, es preciso elegirlos segun la fertilidad del terreno, á pesar de la abundancia de alimentos de que pueda disponerse, para darlos en el establo; si el pasto fuera insuficiente perdería el ganado en el verano, fatigándose inútilmente en una tierra ingrata, lo que hubiera ganadÓ ó reconocido en el invierno. Gasparin dice: para que no se esperimente pérdida con enviar las reses al pasto, es preciso que los animales, aun los que no se quiere hacer mas que sostenerlos sin engordarlos, encuentren en el campo cuando menos su racion de conservacion, y que el alimento distribÚido en el establo dé productos útiles. Será pues ·ventajoso mejorar el régimen


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del ganado vacuno, mas bien que importar dóciles, que se ceban en menos tiempo si se las dá buenos alimei;itos, que lo mismo se grandes razas estrangeras; es en lo general preferible elegir los mejores individuos de tarda en dar de comer á una res pequeña la raza indígena, á los cuales se les facilita- que á una grande, que hay economía ~n el rá un alimento conveniente. Empleando es- gasto de criados, de establos, en el sostenite método se verá siempre aumentar de vo- miento de las reses corpulentas, que siendo lúmen las reses pequeñas, mejorando al pro- menor el número de estas hay menos riesgo pio tiempo sus formas y cualidades; mien- de muertes y de accidentes que están siemtras que no siempre se puede impedir el que pre en razon del número de cabezas que se la raza transportada degenere en -volúmen, poseen. Por último se añade, y esto es exac·salud y cualidades, sean los que quieran los to, que las reses grandes se encuentran favorecidas por el impuesto que en algunas. cuidados que se la prodiguen. La esperiencia y el razonamiento demues- partes se exige en las casas-mataderos por tran las ventajas de las razas pequeñas, la cabezas y no al peso. Examinada la cuestion bajo la producaptitud que tienen para prosperar donde no de la leche debe resolverse lo mismo alzada. cion ·gran pueden vivir los anima les de al cebo. En las razas grandes respecto que localidad una á Siempre que se han llevado se encuentran buenas y pequeñas las en y resei; las pequeños, son en la que los bueyes malas lecheras; pero siendo las segundas de una provincia que son corpulentas como las de Zamora ó Salamanca á Navarra, se mas fáciles de alimentar con beneficio donde ha visto el que sus descendientes degenera- las primeras no pagan su sostenimiento. ban: las mismas observaciones se han hecho Deben tenerse vacas pequeñas para utilizar en los paise.s estrangeros, y lo mismo se no- la leche donde1os pastos no sean muy abuntará siempre que los animales se trasladen dantes, ó donde la yerba dada en el establo desde los sitios en que los prados son fértiles no sea de buena calidad, por lo tanto esy abundantes, á los en que carecen de estas tará sujeto á las circunstancias de la locualidades. La Prusiariniana, dice Schwrtz, calidad. De todo lo espuesto puede deducirse que quiso importar las hermosas vacas holandealzada no debe ser un motivo absoluto de la poresultados sí de dió ensayo el sas, pero co satisfartorios, · pues se transformaron en preferencia ni de esclusion para una raza, y peores que las del país, en razon de que se que la eleccion es relativa en cada localibabia descuidado la condicion esencial, la dad á la abundancia de alimentos, al estado importacion de los pastos de Holanda al ha- de los caminos, al número de consumidores y sobre todo á la fertilidad de los pastos. cerlo de las vacas. A lo espuesto debe añadirse, en favor de Los animales no deben pasturar mas que las razas pequeñas, el que encuentran mas una parte del año, y es preciso buscar reses compradores que las grandes. Los abastece- mas bien pequeñas que muy grandes, pordores ptiblicos las prefieren por la menos que la alzada se eleva siempre cuanto el pais carne que tienen; las reses pequeñas son de lo permite, estando en relacion directa de mejor surtido en las poblaciones cortas, los progresos de la agricultura y de la estensiendo mayor número de propietarios que sion del cultivo de yerbas para pasto. La eleccion del ganado vacuno debe variar pueden mantener ganado pequeño que grande; de modo que sea para el cebo, para el tambien segun las necesidades del pais, trabajo de la carretería ó para la labor, las cualidades que se desee tengan los producreses pequeñas ó medianas encuentran tos y por lo mismo segun que se destinen á por lo general u.1as compradores que las la propagacion ó al trabajo, cuestiones que _ventilaremos en otro número. grandes. (Revista ele la ganadería.) En favor de esLas se ha dicho que son mas 1

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fflE•DIOS DE PRESERVAR EL TRIGO QUE NO SE ENCAME.

La estacion favorable,v los abundantes y bien aplicados elementos· esteriores que favorecen el desarrollo del trigo son causas frecuentes de que este se encame, 9uyo fenómeno es de grave daño para el propietario : La facilidad con que los cereales se · caen en los años que abundan mucho las lluvias de la primavera interpoladas de una ~ temperatura suave, ha hecho discurrir remedios para preservar la cosecha contra este accidente notable, y ha ocupado la atencion de cultivadores distinguidos que han dado á este asunto toda la atencion que se merece. En prueba de ello, vamos á reproducir lo qu~ ba publicado poco ha M. de Kermellee, ·sabio agrónomoJrancés. ccEI encarnamiento de los trigos, dice el citado escritor, ha sido en i84.9 una verdadera calamidad pública. El déficit de la última cosecha se ha hecho sentir desde los primeros momentos de la siega,y este déficit crecerá desgraciadameq.te todavía por el deterioro de los granos que apenas podrán conservarse por algun tiempo. Es pues una cuestion grave,7muy grave, que nos obliga á buscar un medio fácil y eficaz para pre venir el encarnamiento, de los trigos. M. de Gasparin ha propuesto emplear la siembra del trigo á surcos,acordándose que basta aquí no se conocian otros medios de prevenir este mal que la adopcion de variedades de tallos mas fuertes que el trigo que se siemlJra comünmente. Posteriormente M. Martegoute ha publicado un artículo notable acerca del encarnamiento de los trigos y los medios de preservarlo. Entre los medios preservativos que indica los unos son mecánicos, y los otros minero~ógicos. «Lo mas esenci:il, dice, para

impedir que el trigo se encame,será mejorar la constitucion física y química del suelo .ll En fin, M. Tre.net en un artículo que escribió acerca el uso que puede hacerse de las cenizas de turba, piensa al contrario, que el encarnamiento de los trigos depende menos de la constitucion química de la tierra, que de su grande division. Esta opinion es tambien la mia; y aun cuando be empleado el uso de la cal como un medio mineralógico recomendado por Martegoute, me be persuadido,en último resultado,que el medio mecánico, es decir, el modo de preparar el suelo tiene mas influencia, y por ello lo creo adoptable no i;olamente por la mayor eficacia,sino que tambien porque está al alcance de todos. En efecto, en 184.9 todos los trigos buenos de la comarca en que vivo se encamaron á causa de los vientos reinantes, y los mios que no eran inferiores á los restantes se mantuvieron derechos. Los cultivadores vecinos mios no dudaban que esto era debido á alguna éircunstancia particular ; y á la verdad no estrivaba en otra cosa que en el modo como hice trabajar la tierra ; y en prueba de ello, arranqué un tallo de trigo en el campo contiguo al mio y otro tallo en mi campo propio ; el primero tenia unas raíces filiformes, delgadas y que marchaban en direccion horizontal, mientras que las raíces del segundo marchaban verticales ' y estaban unidas entre sí, formando manoJos. ¿De donde provenia esta diferencia? De las labores que se habian dado al suelo. En el método de cultivo de barbecho que es comun todavía en una gran parte de la Francia, todos sabemos que se siembran los trigos despues de haber dado tres labores


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sucesivas á la tierra. Pues bien! como la primel'a reja es siempre la mas difícil, en lugar de darla á mayor profundidad apenas se hace igual á las otras; y de aquí se sigue que estando el suelo igualmente poroso en el fondo que en la superficie, cuando llegan las lluvias de mayo ·ó de junio se pone esponjoso y se divide igualmente en toda la estension y profundidad de la labor, y entonces apenas soplan los vientos, los tallos del trigo,sobrecargados de largas hojas y de frondosas espigas, implantados en un terreno sin consistencia y embebido de agua, se conmueve hasta á sus raíces, se bambolea y se cae ó encama!. ... Esto no sucede cuando la primera labor ha sido mas profunda que las dos restantes: entonQes las raíces del trigo penetran fácilmente en el terreno; pero cuando mas tarde se acercan las brisas, el suelo ó la tierra que ha comprendido la primera reja se ha puesto fuerte, y aun cuando la cara superior se reblandezca, no deja por esto de mantener firme la caña del trigo, atendido á que tiene por base un terreno sólido ( 1 ) • Así pues, atribuyo principalmente á la preparacion mecánica del suelo de mis campos el que no se hayan encamado mis trigos el año 184-9, atendido á que tenia algunas porciones de trigo sembrado en condiciones las mas desfavorables de las q ne señala M. :Martegoute : trigo sobre un desmonte de trébol. Debo advertir,como de paso, que algunos años ha he substituido en mis tierras de bue-

na calidad la rotacion alterna de Thaer, trigo, trébol, y trigo, á. la alternacion de que está en uso en esta comarca que es, trigo, · avena y barbecho, pudiendo asegurar que este método me ha producido hasta ahora resultados ventajosos. Tambien hago .preceder á la cosecha de trigo una siembra de plantas tubere,ulosas ó de raices carnosas que exigen labores de conservacion, ó bien forrages de verano que se siegan en flor. , Hé aquí el modo como me conduzco en la alternacion particular de trigo, trébol y trigo. Despues de haber sembrado el trigo en octubre, abonando aníes convenientemente el terreno, siembro el trébol, en cuanto me sea posible, sobre la nieve en el mes de febrero. Segado el trigo, se desarrolla el trébol que en el mismo año ya da un abundante pasto. Al año siguiente se siega el trébol y se guarda, y haciendo apacentar el rastrojo se desmonta el terreno y se cubren las pajas y raíces que hayan quedado,_por medio de una labor profunda. En octubre praclico otra labor, pero mas ligera, )' antes de la siembra y de enterrar el trigo procu ro endurecer el suelo por medio del rodillo. Procediendo de esta manera, los trigos que be sembrado despues de uqa cosecha de trébol,no se han encamado mas que aquellos que había sembrado antes del trébol. Debo, sin embargo, añadir que en las tierras compactas y arcillosas, antes de des-

( ~) Las reflexiones que hace el autor de este escrito las c~·eemos conformes á los principios de la fisiología experimental; y somos dtl opinion que el método que propone para evitar el encarnamiento de los trigos es superior á los indicados por MM. Gasparin y Manegoute. Sin embargo conocemos qu e el dar la primera labor muy profundr. cuando preparamos la tierra para la siembra del trigo puede tener inconveniJntes en algunos casos, como será en los terrenos cuya capa vegetal es de poco espesor, porque entonces hallando las raices de los ce reales la tierra muy mullida salen de la zona en que por su naturaleza deben desarrollarse, dan contra el subsuelo que es de oaLuraleza dura, y entonces las cspoogiolas de las ra:ces, c¡u'e &on las

únicas porciones que abs~rven el alimento se despliegan en un punto donde falta enteramente el abono, y los tallos y las espigas se resient.en al momento de esta transgresion de las raices. Este fenómeno, cuando se verifica, suele producir el rubigo, cuya enfermedad es muy diferente en suscausas de la del otro rubigo,que consiste en la oxidacion de las bo¡as y de las espigas por la faltade luz que se esperimeuta en los dias nublos y lluviosos de la primavera . Pero el método de Kermellec, de que hablamos, será utilísimo en los suelos de mediano fondo, y muy principalmente si sou de na tu raleza compacta . ·

(N. de le, R.)


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montar el trébol, esparzo sobre el campo una cantidad de cal viva mezclada con are·na muy menuda: He creido deber publicar estos resultados

ro uy satisfactorios que han visto todos mis vecinos, y que seria muy fácil además acreditar por un proceso verbal.

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NUEVA PREPARACION DE LAS SEMILLAS POR EL· llffiTODO DEL Sr. BICKÉS.

RE.rtl.l TIOO.

Trascribimos á continuacion el artículo que nos ha entregado á la mano el distinguido agricultor y botánico D. Antonio Blanco Fernandez, ex-catedrático de agricultura de Sa_ntiago, y de organografía y fisiología vegetal en la universidad de Valeñcia. La aficion constante de .:este naturalista á las ciencias de aplicacion le han valido un nombre bien merecido, !' deploramos que deba por ello mayores consideraciones á los estrangeros que á sus compatriotas. porque sentimos en nuestro pecho esa altivez y orgullo con que se caracterizan los españoles. El señor Blanco Fernandez ha aprovechado el viaje que acaba de hacer al cstrangero recorriendo algunas capitales de Europa para estudiar los últimos descubrimientos de las ciencias físicas y químicas, y para publicar al mismo tiempo~los trabajos botánicos que tiene recojidos como fruto de su mucha laboriosidad. Debemos á su complacencia los apuntes que verán nuestros lectores acerca del nuevo método de preparar las semillas en el acto de la siembra, y nos complacemos que este amigo haya sido el primero en; introducir ;á nuestra patria esta preparacion de que se esperan ventajosos resultados. Hé aquí el comunicado. Una.de las cosas que mas llamaron mi atencion en el úllimo viage al estrangcro

fué el descubrimiento anunciado poco há sobre el nuevo método de cultivo sin necesidad de abonos, sustituidos estos por un producto químico con el cual se ·preparan las semillas, antes de confiarlas á la tierra. Mi primer cuidado al llegar á la capital de Francia fué hacer el conocimiento del señor Bickés, con el fin de obtener todos los datos que yo apetecía, é imponerme prácticamente en la preparacion de las semillas por su método. Con la amabilidad que caracteriza á dicho sabio, accedió á mis deseos, suministrándome al efecto cuantas noticias pude apetecer sobre todos los puntos que constituyen este descubrimiento, debastante importancia en nuestro entender. Consiste la sustancia que suple al abono en no polvo que debe disolverse en igual cantidad de agua tibia, formando una especie de lechada espesa que se vierte poco á poco sobre el grano, removiéndole bien hácia uno y otro lado, para que se impregne de aquella, y forme una especie de capa ó zona á su alrededor. Se deja secar la semilla por algunas horas (de seis á veinte y cuatro), y se siembra luego, cuidando cubrirla de seguida, si amenaza lluvia, con el fin de que el agua no disuelva la porcion de preparado adherente á la superficie de aquellas. La planta que producen las semillas pr~paradas de este modo parece disfruta una

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facultad absorvente mas pronunciada,en cuya virtud se ampara con avidez de las sus-' tancias ya líquidas, ya gaseosas contenidas en su esfera de actividad. De aquí la lozanía consiguiente para recorrer los períodos de la vegetacion con mas prontitud. y ventaja; de aquí el aumento y mayor energía de los órganos que han de suministrar ya semillas feculentas, )' ª gruesos tubérculos, ya frutos de distinta categoría, etc. etc. Si consu1tamos las notas publicadas sobre este particular, veremos como por medio de la preparacion que nos ocupa se han conseguido cosechas notabilísiUJas, y en terrenos por -otra parte pobres de sustancias alibiles, como son los escesivamente silíceos, en que ha llegado á dar el maiz basta nueve mazorcas por mata, habiendo adquirido el cáñamo r:nas de dos varas y media de altura. Los tréboles, y demás plantas de prados artificiales prosperan tambien mucho. Si á estas consideraciones añadimos la de que por medio de la preparacion que nos ocupa pueden utilizarse terrenos que por su calidad inferior y aun despreciable habian resi¡::tido antes dar esquilmos, obtenidos luego por este método: tendremos cuantos datos son apetecibles, para decidirnos por un ensayo, que permite además repetir una misma cosecha dos y mas veces, sin necesidad de guardar las reglas que para una .buena alternativa deben tenerse á la vista. Además de ello, los árboles frutales dan prod uctos mucho mas crecidos y sabrosos ; y tanto en ¡¡quellos como en los de sombra disminu11e el riesgo de las numerosas, y á veces funestas enfermedades que tan frecuentemente les atacan, en grave perjuicio de las maderas y otras cosechas de grande interés. Nosotros podemos decir haber visto en París los árboles del Boulevard Bonne-

nouvelle y los de la Plaza <le la Bolsa abonados con la preparacion Bickés; y su lozana vegetacion manifiesta la superioridad de crecimiento, tanto en altura cuanto en diámetro, comparado con el de}los que no recibieron la benéfica influencia de tan notable mezcla. Podemos tambien afirmar haber visto la correspondencia del señor Bickés/~en donde le participan los satisfactorios resultados que obtienen en muchos departamentos de la Francia, y otros diversos puntos donde han puesto en práctica su sistema, que permite ya desde luego un ahorro de cerca la mitad de semilla, lo cual no debe dejar de tomarse en cuenta. El invenfor de este sistema distingue diez y siete especies de polvo químico. Varían segun la naturaleza de las semillas; y aun hay mas: el que sirve para preparar el ·tri go por ejemplo daña á la patata. De las preparaciones mas esenciales traemos aquella cantidad bastante á ensayar los oportunos esperimeotos. Si su resultado corresponde á nuestras esperanzas, nos felicitaremos en gran manera, por haber sido los primeros en introducir en nuestra Península un artículo que podrá influir en la. mejora de la primera y mas noble de las ocupaciones del hombre, permitiéndonos á mayor abundamiento utilizar muchos terrenos que hasta de hoy no han correspondido á los afanes del agricultor. El señor Bickés recomienda el aislamiento de las semillas preparadas por su método de toda otra siembra ó plantacion qrdinaria . De manera que segun esta regla, debemos dejar libre un pedazo de terreno de dos ó tres varas de estension. Finalmente, es de saber como para preparar fanega y media de trigo, maiz, etc., bastan_nueve libras ocho onzas de polvo .


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roa artificial que los acerca á las de su clima natural. Es esto tan cierto, como que en el día hemos de preguntar si la Camelia, la En _un periódico de horticultura estran- clásica Camelia, es una planta de inverna. dero ó si se la puede cuidar al aire libre en jero leemos lo siguiente : «La relacion que existe entre la 1,1atura- el norte de Francia y de Inglaterra. Algunos jardineros atrevidos no temen leza íntima de las especies vegetales y el abandonarla sin proteccion á todos los riclima de las localidades donde las ba colocado la naturaleza, es un punto de tanta gores de nuestros) nviernos, obteniendo de su práctica un resultado feliz : otros mas importancia en la práctica de la horticultuprudentes no se aventuran á sacarla del inra, que un jardinero hábil no falta jamás, al recibir· una planta nueva, á informarse vernáculo hasta que no se teman las helade las circunstancias del pais de donde es das,y aseguran que este método les dá mu y originaria, si crece naturalmente en las lla- 1 buenos resultados. Pero todo esto no resuelnuras ó si vegeta en l::is montañas: en otros ve la cuestion de si la Camelia es ó no real mente una planta de invernadero. Lo mas términos, procura estudiar cual es el grado sencillo será observar la temperatura de las de temperatura de que goza en su clima natural. localidades donde crece esta planta al aire El conocimiento de estas particularidades libre en China y en el Japon; y para ello precede á todas las restantes, y si faltan es- notaremos lo que se lee en el Gat·deners' tos antecedentes, el práctico mas consumaChronicle (número 18 de noviembre de • 84-8) do ha de limitarse á simples tanteos, que lo que sino resuelve completamente la cuesson por lo comun funestos para las plantas tion, á lo menos, á nuestro juicio,se acerca que se desean conservar con interés. Podrá: á la solucion. creerse, á primera vista, que en general co«La Camelia es una planta de invernadenocemos bien los detalles que acerca del ro?)) Tal es la cuestion que se propone á sí. clima conviene á cada especie de · plantas mismo este periódico,ó mejor dicho M.Lindque se cultivan en la j.ardinería europea; ley, el maf. sabio teórico entre los botápero por poco que se reflexione acerca la nicos y horticultores de la Gran-Bretaña. insuficiencia de _las observaciones meteoro- Es una cuestion, dice, á la cual la mayor lógi'Cas que se han hecho en Europa, se parte de nuestros lectores responderán por convencerá fácilmente que nos falta mucho la afirmativa. Veamos sin embargo si los que hacer acerca de este asunto, y que si hechos justifican su opinion. apesar de lo poco que conocemos con respecto En muchas partes de Inglaterra, en las de los climas diversos que pertenecen á losve- inmediaciones de Lóndres, por ejemplo, se :getales de nuestros invernaderos, estos cre- hallan Camelias que pasan al aire libre y .cen -y se desarrollan de una manera al pa- sin el menor abrigo los inviernos mas cru.recer satisfactoria,debemos esta ventaja mas dos sin que por esto dejen de vegetar con á los muchos cuidados que les prestamos y lozanía. Durante el invierno riguroso de .á la facultad que muchos de el19s tienen de 1837 á 1838, estos arbustos resistieron al .acomodarse á las circunstancias de un cli- frio de 6, 9, 12, H grados (-14º, Ú ;-

Cultivo de ta Camelia y clima que le conviene.


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' espaldas del pueblo que acabamos de indinor inconveniente. En este mismo año, otras car se cubre de un, pié ó mas de nieve, la Camelias pertenecientes al jardin de la So- que muy á men~do se mantiene doce ó mas ciedad hortícola, abrigadas, es-verdad, por , días sin derrilirse. No es esto una simple pequeñas mural1as ó puestas en invernade- suposicion, añade el viajero á que nos reros, resistieron á las heladas de 4°1/2 bajo ferimos, sino una verdad demostrada, que cero del termómetro de Ferenheit (28° '28 existe una analogía notable entre el clima centígr.) Una de entre ellas era la Ca_melia de Sha.nghaI y el de la villa de Nangasaki reticulata que se halla todavía en el mismo en el Japon. Podemos pues mirar estas lopunto donde entonces se encontraba, y que calidades y las comarcas vecinas como la no es posible ver una planta mas sana, bri- patria de la Camelia ; pero dista mucho que todos los puntos donde se cultiva la Camellante ni que florezca con mas abundancia. lia sean tan templados y suaves como estas Todo esto se explica perfectamente si observamos bien el clima del país donde la dos exposiciones meridionales. Es tambien un grave error suponer que en la China Camelia crece y se forma un grande árbol. Entonces se nota que la naturaleza la ha sean menos rigurosos algunos inviernos que dotado de una organizacion particular para en Inglaterra como nos lo har,e ver el exhacerse un grande árbol y para resistir á tracto de la obra de M. Ball que ha escrito á este objeto. los inviernos rigurosos. El Japon es la pa<cNo exageramos, dice, que en el Canlon tria de la Camelia. En el Japon, .segun Bumno se pasa un solo año que no se hiele la berg nos asegura, el frio es intenso, neva á menudo, se esperimentan fuertes he- tierra de los arrozales que circuyen la ciudad y congelarse notablemente lodos los deladas y el termómetro baja á muchos grados bajo cero, aun en las provincias mas pósitos de agua. Desde mediados de dicalientes . Bé aquí sus propias palabras. Si cieml:ire hasta á fines de marzo los Euro1 eti11m frigus hiemale, ad piures gradus infra peos se visten sus ropas de invierno y se punctum congelationis, intensum admodum meten en sus habitaciones perfectamente taest, imprimis cum ventibus á borea et oriente pizadas y que calientan por varios medios. venientibus. llieme et aqua congelatur ingla- El termón1etro no indica siempre con exac~ ciem et nix cadit, etiam in regionibus meri- titud el grado de (rio, á lo menos relativadiona.libut. mente á nueptras s~nsaciones, porque con La Camelia se cultiva en todas las parfrecuencia una pequeña baja de la col una del tes de la China que han visitado los Eumercurio debajo del punto de congelacion, el ropeos . El clima de Shangba1, por la par- frio parece insoportable, lo qúe depende de le de 34° 24 de latitud, puede conside- la violencia y de la sequedad del viento. rarse como análogo al punto meridional del Nótamos como de paso que Canton, apesal' Japon, aunque la posicion continental de de la severidad selativa de sus inviernos, esta localidad la hace un pocu ma.s desapapertenece ya á la zona tórrida por su posicible. En Shangha1, segun lo dice uno de cion geográfica, y que su elevacion es poca los viajeros que mas se han ocupado en reporque esta poblacion es un puerto de mar. correr la China y estudiar su metorología, En el pais del Théverde ( Tliea viridis, M. Ball, cuyos importantes trabajos acerca Lino.) situado en la provincia de Kiang-nan el cultivo y manipulaciones del the son bien á 29° 58 de lat'itud (exaclam~nle la del Cai~ conocidos, en Shangha"i, de~imos, durante ro), los vientos del norte, segun los chinos,. el invierno de 1845 á 1846 la ribera de empiez;i.n á reinar hácia á mediados de seWoosung se heló con tanta consistencia que tiembre. En octubre las personas delicadas: permitía á los ingleses que residen en esta se abrigan ya con sus vestidos de invierno ; ciudad entregarse á, la diversion del pati- en noviembre sopla el nord-esle· con violennar. Nos dice tambien que con frecuencia la cia y es entonces cuando empieza á nevar y. grande llanura de a\uvion que se eslieude á á sucederse estragos en la vegelacion : en ~ 2º, 78 ;-1 ·I

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11 ;-1 Oº centígr.) sin el me-


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diciembre el invierno sP. ha completado y són el Membrillero del Japon (Pyrus ó Cy h asta éi marzo hiela con frecue11cia, no sien- donia Japonica), él Glycine .sinensis, la C1·yp do estraño ver congelarse t)l agua hasta en tomm·ia, la Weigelia, la Jorsythia, la Chic! interior de las habitaciones. monanthus, etc. ¿Hay acaso alguno que haEn los distritos de las provincias de Joya visto estas plantas helarse en Ir;iglaterra? kien, donde se cultiva la· especie ó la varíe- Algunas de ellas no necesitan invernaderos dad conocida con el nombre de Thé Bon para vegetar durante nuestros inviernos, y (Thea Bohea, Linn.) la temp!lratura pre- por lo mismo debe suponerse que la Camesenta la mas grande analogía con la de la. lia que es procedente de las mismas comarcomarca precedente; parece todavía algo cas no es menos robusta que estas especies. mas suave, porque este pais forma -como un La respuesta es fácil, pero no nos anticipemos á darla hasta que hayamos visto alguvalle abrigado de los frios glaciales del nornas otras cuestiones que atañen al simple este y del nor-oeste por las altas cordilleras de montañas que separan la provincia cultivo de la Camelia. de Jo-kien de las de Ché-kiang y de KiangLos detalles que hemos apuntado, dice M. -sée. Los méses de diciembre y enero son Lindley, bastan para probar suficientementenidos á ser por los mas fríos. Se asegura te que la Camelia no es una planta de inque la pequeña ribera de Kien~kio-kée, que vernadero, apesar de la idea contraria que baña los valles donde se cuJtiva el Thé de se han formado de e'lla. Queda demostrado la especie que acabamos de indicar, se bie- que el clima del pais de donde es originaria la todos los años. En todos los caminos se es igualmente desapacible que el nuestro, y encuentran vandadas de vagabundos, pi- que crece entre especies que la esperiencia diendo limosna, que exitan la caridad de no ha demostrado como rústicas. En fin, hay los pasajeros esparciendo sobre l&. tierra he- observaciones que la Carne! ia, aun en nueslada pajas ú otros cuerpos análogos á fin de tro pais, ha soportado el frio bajo cero del evitar las éaidas que serian frecuentes en termómetro(de Jahrenheit) 17°, 78 centígr , aquellas tierras cubiertas de hielos. De todo lo dicho debemos concluir que la «El padre Carpina que ha vivido largo Camelia no es una planta de invernadero en tiempo en la parte oriental de Jo-kien, asela acepcion ordinaria de la palabra, y que la práctica que. siguen los jardineros es ge- . guró á M. Ball que .las cosechas del Thé no hahian sufrido durante el invierno de ~ 815 neralmente viciosa. Pero la cuestion presenta dos faces disaunque nevó mucho en el departamento de Fo-gan, á los 27 grados de latitud. A últi- tintas y hasta ahora no hemos examinado mos del mismo año, y aun en el año si- mas que una . La rusticidad de una planta guiente, á mediados de diciembre, se heló no se determina precisamente por la faculla ribera de Mo-Yang de tal manera que las tad abstractiva que tiene de resistir al frio barcas no podian navegar fácilmente. La cuando ella ha sido cuidada de un modo cantidad de aguas de este rio es, puede de- conveniente, sino por los medios que los cirse, igual al Guadalquivir en el reino de jardineros 'tienen á su disposicion para conCórdoba. seguir, que adquiera esta resistencia. La CaPodríamos citar otros varios hechos que melia, en su clima natal esperimenta la ar.corroboran la opin'ion que sostenemos acer- · cion de uh sol tan enérgico como lo sea el ca la ru,sticidad de la Camelia, pero bast~ · de otro cualquier punto del globo: esta fue_rlos dichos pa-ra p~obarnos que este arbusto za del sol es la que le da el vigor para rees indígeno d~ un pais donde los inviernos sistir los eicesos del frio. Vemos que en son rigurosos y que se cultiva en otros que Pékin se esperimentan durante el verano los Jo son mas todavía. Veamos también ·cúales calores de Bengala mientras quP. en i'nvierson los otros árboles del mismo pais que no se perciben los frios rigurosos de Mos cultivamos en Europa como resisten.- el frío cou . Cerca de Lautav, el viajero Meyen ende los inviernos rigurosos. Estos arbustos cuentra que la temperatura del agua de los

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arrozales se elevaba a t 13 grados del termómetro de Fahrenheit (i5° centigr.) mientras que las maderas del barco en· que navegaba, calentadas por el mismo sol, el term6'metro se elevaba á 1 i2º 1 / 2 (61°, 50 centígr.) Segun dice Hurnberg, el c:;¡.lor en Nangasaki se eleva á menudo á 100 grados· (37° 78 centígr.) el que se baria insoportable si las brisas del mar no lo suavizaran. M. Ball, de quien ya nos hemos- ocupado, dice ·que en Canton el termómelro señala en la mitad deJ verano, 82° al mediodía (27° 78 centígr.; en Jogoan á 27 de latitud, á mediados de julio es de 8-6° 1/ <J. (30°, 28 centígr .); en Cluran la temperatura media de julio y agosto es de 18° ½ (27°, 50 centígr.) Así pues, para disponer á la Camelia á que soporte los fríos del invierno, la naturaleza le ha da,do en su clima 11atal los calores del verano tales como nosotros los es• perimentamos en nuestras comarcas nebuJosas. No poseemos otros medios para dar á nuestro sol una fuerza semejante mas que los invernaderos cerrados con vidrios. De esta manera la Camelia será una planta de fovernadero, porque durante el verano necesitará de una vidriera para sazonar su leño y de ~sté modo poder tesistir las heladas del invierno. Es verdad que hay plantas que gozan naturalmente de la facultad de resistir al frio sean cuales fueren las circunstancias en que se las coloque artificialmente, mientras que hay otras q1,1e la naturaleza las ha sujetado á determinadas condiciones climatológicas de que no pueden prescindir, y que mueren sin remedio custndo vienen á faltarles. Las plantas, como los animales, tienen una cierta latitud para sujetarse ci las circunstancias. Por ejemplo, vemos los Lascars (marineros enganchados en la India) de Bengala recorrer en invierno las calles de L.óndres con sus simples vestidos de algodon, mientras que nosotros no s abrigamos con telas de lana que nos preservan fuertemente del frio. Es verdad que esto's pobres marineros sufren frío pero ellos no se mueren ( 1 ). Lo

mism-o sucede con las Camelias; no-se mueren por esponerlas al frio de nuestro país y aunque les falte el calor del verano de la China y del Japon. Hay mas todavía: algunas veces prosperan en nuestro clima sin proteccion, y probablemente siempre prosperarían en él, si se quisiese atender á ciertas condiciones importantes. Las que parecen necesarias para que la Camelia adquiera la facultad de resistir á nuestros fríos, son el que suspenda sus creces desde qne principia el otoño, y que no entre en vegetacion basta á fines de la primavera. El período de su vegetaciou debe ser rigurosamente circunscrito al espaeio del verano. La raz.on · está, que si brota muy al principio, sus flores y sus tallos Liemos serán destruidos por las bela.das tardías, y que si continúa creciendo en una época avanzada del año será imposible -que se sazonen las creces; mientras que si -detenemos este érecimiento á principios de agosto encuentra la. planta. durante este mes y aun en el decurso de setiembre, el calor y la sequedad necesarios á la perfecta vegetacion. Guar~ando estas condicio.nes las Camelias despliegan brotes•pequeños -y nudos .aproximados que se mantienen bajos, lo que es mas ventajoso para el jardinero que no si se desplegaban ramas largas que su ben delgadas y con poca resistencia. El mejor medio para Jlegar á este resultado será, el de plan- · tar la Camelia en la parte de norte de una muralla baja y que pueda abrigarse del sol

•que bemo~ visto repetidos ó confirmados fenómenos semejantes á los que indica M. Lindley en la desgraciada can,paña de Moscou. En efecto aquí el frio atacó con mucba energía á los Flamencos, los suecos, et-1., mientras que lo soportaban bien los 'españoles que formaban parte del ejército francés. Lo mismo se ha notado en la expedicion rusa á Khiva: los dromedarios procedimtr,s de los paises 1 calient•is de la Georgia soportaron, puede decirse sin molestia, los 3·1° de frio, ruienlras _que de los 42 ,800 que el ejército ruso babia ~raidn de la Bactryana murieron 42,600.. Los animales, como los vegetales, parece pues,que tienen un color adquirido, que Jes permite soportar en determinadas ( ~ ) Siu entrar abora en .!¡¡ cuesl_ion de pree- 1 ooasiones y por algun tiempo , una temperatura exminencias o (le sensibilidad do razas notaremos . tremadamente baja . TOOl\I 111.

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de la prim~vera, q~e exitaria con fuerza· la J que sobre .todo deseamos qu,e sobresalga en vegetacion, asi CQillO igualmente ponerla á estas observaciq-nes :Cs, que una temperatula sombra durante el otoño, procurando susra inve~nal baja, ~u·n muy baja, es Io que pender la vegetacion en una y otra de estas conviene á la vegetacion y que todos los es'- dos estaciones'. En semejante situacion refuerzos de los jardineros deben dirigirse á cibe la planta .Ja cantidad de luz que le es ~olocar sus plantas en disposicion de sopor.necesaria para vivir, siendo la luz difusa y . tar_esta baja de temperatura. Esperamos deno los rayos directos del sol. mostrar otro día que toda la habµidad del La experiencia ha enseñado que tratando horticultor consist~ menos en emplear há-'la · Camelia con el método que dejamos di- bilmente la temperatura elevada que hasta cho se desarrolla fuerte y se cria rústica; ver disponer las plantas á resistir el frío. pero en ·horticultura, por mucho que se diQue nuestros lectores no olviden que los ga, el bien.siempre va mezclado con el mal, detalles que Lindley nos da acerca de la Capor io que f,i hay ventajas por una parte en melia son resul tao tes de esperimentos heobtener Camelias rústicas,tiene tambien sus chos en Inglaterra. En la mayor parte de inconvenientes. En nuestros jardines culti- la Francia deberán modificarse estas convamos las Camelias por sus flores y no por clusiones si queremos acertar en la práctica. sus hojas, que por lo que mira al adorno, -Nue~tro clima se acerca menos al del Japün · e'stas no valen mas que las del Gaurel, etc. y al de China que el de Inglaterra; es mas· Sii;i embargo llega un momento en que apeseco, mas continental, es decir mas frío en sar de todas nuestras precauciones la Ca- invierno y mas cal~roso en verano. Si no melia quiere desplegar sus flores á los pri- logramos de las Camelias mas que una memeros dias de la primavera: no podemos diana florescencia al 'aire libre, será probaimpedir este movimiento; y. desgraciadablemente porque _no conocernos bastante las -mente sus flores hermosas y robustas en condiciones de localidad y de exposicion que apariencia, son débiles y raquíticas cu·ando tiene en su pais natal. En Francia, y par, Ja planta ha sido expuest~ al frio y á la hu- ticularmente en el mediodía, los veranos medad ; sus hermosos tmtes encarnados, son demasiado calientes para sazonar el le·blancos ó rosados degeneran en ·un color ño y darle toda la resisten~ia necesaria panegruzco y ofrecen el aspecto de la muerte. ra soportar los fríos del invierno; pero resta · Es pues indispensabl~ procurar á esta plan- t9davía esa desgraciada ' circunstancia de ta uri abrigo artificial contra el frío y la hu- florescencia prema.t ura; e!'lte es el nudo gormedad, y esta es la sola razon, segun pen- diano, esta es la cuestioñ sobre la cual los samos, que puede haber contribuido á que horticultores deben parar toda su atencion. se considere la Camelia como planta de in~ Una nueva prueba en favor de la opinion vernáculo. de M. Lind_ley, sobre la facultad q_ue tienen DeJamos á los horticultores que aprecien los vegetales de sobordinarse á las condiestos de.lataes ; debe ser para ellos una gran- ciones fuera de las que ha impuesto la nade leccion y estos· hechos consti_tuyen una turaleza, la · encontramos en el hecho side las, mejores p_ruebas de las prácticas er- guiente. Una Palmera, el Chammrops excelróneas ·de la jardinería. No pretendemos por sa, del mediodía, de la China que poco ha esto decir que á la Camelia se la trate co- envió á Inglaterra M. Jortune ha pasado sin mo al Caurel ; esté es un punto de doctrina abrigo de ninguna especie y sin el menor que está unido á consideraciones particudaño el invierno riguroso de -18,49 á 1850. lares y relativas á condiciones de localidad. Es muy significativo vel' en la nebulosa AlPor lo demás, citando la Camelia, no pre- · bion una Palmera crecer lozana al aire libre . . tendemos llamar la atencion de los jardine- Dos ó tre~ añós ha que se observó un hec~o r.os sobre. esta planta solamente sino que semejante en la Cornduailles y es la florestam bien sobre · otras mu chas á: las cuales cencia del Agave americana, que produjo un p,ueden aplicarse las mismas reflexiones. Lo tallo de ~eis á ocho met~os de alto. En fin, 0

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mentan la propiedad absorvenle de ella. Por haber observado que la sarna desaparecia alguna vez repentinamente, sobre todo siempre que el animal ·afectado recibía la inilucncia de los agentes capaces de obrar de un modo directo ó indirecto sobre una víscera ó membrana mucosa cualquier , dando lugar á una enfermedad interna masó menos grave, ha hecho creer que habia traslacion del virus sarnoso á los órganos internos que acababan de enfermar. Esta opinion no puede ser admitida por los profesores que han estudiado la marcha y armonía del cuerpo animal, como tampoco puede negarse que la desaparicion súbita de la sarna, como la de toda otra flegmásia de la piel, prepara para enfermar otros tejidos: pero no se sigue de aquí haya algo de específico, ni ninguna traslacion material conocida., sino tan solo un efecto del equilibrio natural de las acciones orgánicas. Tal es á lo menos la opinion de l\fr. Gellé. El contagio de la sarna por medio de un virus que existe en el líquido vesicular está generalmente admitido ; pero como ~-a se descubrió en el siglo doce que durante el curso de esta enfermedad pululaba en·tre · las costras un animalillo E¡ ue mas tarde se le ha reconocido ser un insecto parásito arácnido traque~no de la familia de los acáridos llamado acaro ó sarcopta, ó comunmente arador de la sarna y cuya existencia en cuanto al ganado vacuno queda probada praclicamente por el profesor Gohier y otros , se ha susci.tado la cuestion de si este insecto es efecto ó causa de la sarna. El profesor Gellé no se atreve á decidir la cues-

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tion pero si hace observar que algunos, que han examinado la piel enferma con el microscopio han dicho existir cerca de cada pústula un surco que suponen ellos ser obra del insecto y si este hoyico existiere siempre, ¿no podría creerse que la pústula es realmente obra del sarcopta, el cual ·con su trabajo y succion determinaría la desorganizacion del tejido y produciría la elaboracion anormal? Así debería ser , porque añaden, el insecto.no se encuentra jamás en el inter.ior del saco pustular. En fin , si se llega hasta la certeza de que la pústula sarnosa se levanta posteriormente al surco, habrá mas razon para creer que la sarna es el producto del sarcopla .. La observacion presenta un hecho que dá fuerza á esta opinion. Si la generacion de otros insectos parásito~ y cutáneos tales como el pio}o y garrapata, por ejemplo, nacen por el influjo, de las causas determinantes de la sarna, como son el poco aseo, la miseria, una alimentación insuficiente ó de mala calidad , la debilidad ctonstitucional, ó bien la traslacipn de uno ó muchos de estos insectos de un animal al otro , dá 1uga r para creer que el acaro puede desarrollarse por iniluencias semejantes. El ganado vacuno se ha infectado de sarna cohabitando con caballos y perros sarnosos, pero no está suficientemente probado, si el buey la trasmite á las reses de especie diferente, bien que es la opinion de muchos profesores apoyándose en que la trasmite al hombre. Mr. Buzard hijo admite tres especies de sarna1en el caballo, á saber, una debida á la existencia del

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aéaro, una orgánica y otra sintomática, creyendo que la del buey es de la primera especie. Síntomas. Esta enfermedad se manifies_ta por un escozor local, con calor, rubicundeP y sensibilidád de la pa'rte. Luego aparecen pústulas esferóideas prominentes, duras en su base, que terminan por· una vejiguilla amarillenta, llena de líquido que fácilmente se rompe por rasgadura. Los botones 'µsóricos generalmente numerosos, Q son pequeños, aproximados y casi contl"uen_tes, ó bien son aplanados, de base ancha, con el vértice blanquecino por una serosidad viscosa, que sale al instante de romperse la vesícula por si misma ó por el menor frote. Estos botones degeneran entonces en ulcerillas con el centro hundido, los cuales por su aproximacion se confunden, reuniéndose algunas, y el pus concretándose forma costras rojizas ó negruscas. El escozor desazona en estremo al animal, la piel engruesa, el pus mana de las úlceras que se extienden de trecho en trecho, y la supuracion, que.es poca, se seca y se transforma en escamas furfuráceas. Si el mal no se remedia, á estas pústulas suceden otras, las úlceras dest.ruyen las partes sanas y la sarna se perpetua de este modo. Bien que la afeccion en este ganado, parece limitar sus electos en la piel pues que el animal come y rumia como en completa salud; con todo enllaq_uece y puede llegar á un fin desgraciado , si sufre miseria, si se le obliga trabajar demasiado ó hacer grandes jornadas , si se 1~ expone á las intemperies y siempre que no se evita la accion de

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por el virus que contienen las vesículas psÚicas , ó tal vez por el acaro que se observa existir casi , constantemente en tales circunstancias. Y estó es tanto mas facil , en cuanto son mas los animales que habitan en un mismo establo, que pueden rÓzarse, que hacen juntos las . marchas, que se tienden en una misma cama, que se limpian con unas niismas bruzas y manojos de paja, y que se uncen · con los mismos aparejos. En todo caso, siempre que de resultas de 1aaccion de circunstancias, ó causas generales~que obran á la vez sobre un gran número de gañado, como sucedería con respecto á los bueyes de la · · provision del ejército austríaco, viene el contagio á favorecer su ·propagacion es cuando la enfermedad sigue una marcha mas rápida, es mas goneral y los resultados son mas funestos. Algunos autores han admitido un virus psórico, olvidando dar á conocer su naturaleza, y -que segun ellos existe en la serosidad segregada por las vesículas sarnosas desde el momento que estas se desarrollan y tambien en el líquido purulent') q_ue fluye de los botones abiertos y ulcerados ; siendo menos activa la comunicacion ó el contagio en, este segundo caso. SiemP,re se efectu3: de~ positándose la serosidad purulenta sobre La piel , ya por que los animales se tocan ó rozan mutua-:mente ó por usar los sanos los ~ismos atelages ó instrumentos de limpieza que sirven para los sarnosos. En todo caso es mas probable la comunica- -eion cuando la piel está calienfe ó resudosa del trabajo, del calor, ó fatiga, por ser medios que au-

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Esta enfermedad puede presentarse en todos los animales domésticos, pero es mucho mas frecuente en el caballo, perro y ganado lanar, que en el buey en el cual es bástante rara. Causas. Las causas generales que desarrollan la sarna son una alimentacion mal sana ó insuficiente, como el heno mal cosechado, averiado, de mala calidad ó atabacado, el poco aseo de los establos, el tener que echarse el ganado sobre el estiercol por falta de cama; la poca limpieza , las marchas largas y precipitadas principalmente si las acompaña el uso de malos alimentos, el animal baya tenido que sudar mucho y sufrido las intemperies. Gohier refiere que los bueyes de los parques del ejército austríaco que vino á Lyon en 1814 estaba generalmente atacado de sarna. Este Profesor que la observó detenidamente dice que el ganado era flaco y cubierto de pústulas y acaros. Bieu que la sarna pued~ declararse espontáneamente en ,animales debilitados por enfermedades antiguas y que es mas frecuente observarla en ganado mal asistido y mal abrigado , no es menos cierto que siendo en alto grado contagiosa por contacto mediato é inmediato, resulta ser este uno de · los medios rftas poderosos para su propagaoion. En efecto una vez declarada espontaneamente en un animal , por hallarse espuesto á la accion de las causas que se han dado á conocer, y estar mas dispuesto que otros á recibir los efectos de su influencia, basta para propagarla indifinidame.ote , comunicándola por contacto de animal á animal ó

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El uso de estos remedios, exige las mism'as precaucionr,s que el del decocto salado del tabaco cu-

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Manteca dulce de cerdo, y azufre subliun medio Kilogramo. lib.¡. mado . • . .• Aceite de enebro .. • un Kilog. 87 gramos.f.>jj. ~jj. 3, V. y mezclándolo se hace el unguento.

las causas, ni se einplea medio alguno preventivo ó curativo. Tratamiento. La sarna del buey es segun Chabert la mas benigna de todas, pues basta comunmente, sustraer el animal a'tacado de la influeucia de las causas, y emplear algunos medios higiénicos, tales como' aseo en los establos, almohazar regularmente la piel, frotarla con emolientes y · · alimentarlos mejor par¡l obtener una co°tpleta curacion. En casos mas graves se fomenta la parte con cocimientos de tabaco , animados con sal de cocina, lavando . dos ó tres veces al dia las porciones de piel eri que existen las pústulas y úlceras sarnosas. Pero si la enfermedad invaC!le una gran pa'rte de la piel, es menester despue~ de haber limpiado y ablandado el dermis con fomentos emolientes, lavar con el decocto citado; frotando antes con ún manojo de paja la piel, para dilatar sus poros y hacer mas eficaces las lociones. Si la mayor parte del cuero se halla atacado, es prudente no obrar sino por partes , y cuando la una está curada pasar á la otra. En fin, si éstos .medios sencillos no bastan se prepara el unguento siguiente : t•

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- 40 ;rando las -partes sarnosas dos ó tres veces, y unas' despues de otras, ijÍempre que su estension sea mucha. ~ Despues de la. curacion se colocará el animal al sol, si es posible, bien· atadÓ pDr los cuernos con dos ronzales paraque no se !arna, permaneciendo dos ó tres horas para que el unguento penetré la _piel y colocado en el establo se le cubrir~ con una manta de un modo seguro. .Jamas deben unirse las preparariones mercuriales á los unguentos antipsóricos para el uso de ,Ia sarna del buey, en r~zon de los accidentes graves que causan casi siempre. En fin, aun que rara vez se hace uso de la sangría en el buey, si viene el caso de practicarla se sangrará escogiendo la vena de las maro as ó de las cinchas para evitar que el animal rozándose como sucedería si se practicase en la de las tablas del cüello, se inflame y' dé lugar á un trombo, bien que es raro en este ganado.

Miliar. (hervor-de yerba.)

Segun fa opinidn generalmente recibida, esta enférníedad es particular de la vaca. ( 1 ) Síntomas. Erupcion de pequeños botones duros y derrama una materia serosa que líumedeciendo

al tacto, cuya cúspide pustulosa blanquea, se abre

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(q Puedo afirmar que esta opinion es un error. La ' miliar es rara en los solípedos;' pero he tenido ocasion de observarla en dds mulas y una yegtié\., ~

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Sarna (1).

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blanco tibia, el uso del verde y la· sangría son los medios que se emplean con buen éxito. Los baños de rio, si el tiempo lo permite, es un escelente ausiliar de que se flechará mano siempre que se pueda. u,

Consiste en una inflamacion de la piel, sin fiebre, y de naturaleza contagiosa, caracterizada por una erupcion ·sucesiva de pequeijas vés1culas aproximadas unas de otras y aun aglomeradas, elevándose por encima del nivel de la piel, blanquecinas, y trasparentes en su vértice ó punta, fás cuales ,contienen un líquido sero-viscoso. La erupcion vá precedida y acompañada de un prurito atroz que incita á rascarse el animal con todos los cuerpos que están á su alcance. Este escozor y ese empeño en rasc~rse sgn los dos síntomas que podemos llamar diagnósticos de esta enfermedad. La sarna puede manifestarse so~re todas las regiones del cuerpo, con todo las vesículas que la caracterizan, parec;_e eligen los sitios en que la piel , .es floja y arrugad~ y el tejido celular abundante y grasoso como son el cuello , cruz, espaldas, costillares, ijares, etc. _etc. •

(11 Como la descripcion que·dá Mr. Lafore-de esta enfermedad es muy lacón•ica, ha parP.cid9 conveniente para entra.r en mas detalles reproducir Jo ~que .se encuentra de mas esencial en la historia que ha, -

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oo de ella Mr. Gellé en su Patología bovina ,

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dícese que se ha visto, nosotros no lo afirsion en que despliegan sú hermosura; lo que mamos, á un jardinero inglés que recojió un •. es una· necesidad deplorable. Esto seria me-• gran número de An.i.nas sin haber dado otro nos ex.puesto si en lugar de cultivar exclucalor .á la planta que el que pr.oducia las sivamente Jas especies tropicales de la fa• hojas secas y el estiércol de cuadra. Todos milia de las Palmeras, buscá,semos con venestos hechos deben hacernos pensar mucho . taja las que pueden vivir al aire libre en el Tal vez observando con un cÚidado minu- clima de la Francia, á: lo menos en detercioso y con notable sagacidad hallaremos el minadas localidades. Tales serian proba,.resultado de una combinacion manejada sá- blemente el Chamrerops palmetto del norte -biamente y no nos admirará•de ver un dia . de América, la Areca sapida de la Nueva-adoptadas generalmente las conclusiones que Zelandia, el Chammrops excetsa, de que n._os Lindley ha ·de<l uciElo de la Camelia. Permí- hemos ocupado, y en fin el CÍzamrerops hutase nos sin embargo, antes de concluir este milis y fa magnífica Jubma spectabilis de artículo, hacer una reflexion. ¿Porquera- Chile que vivirian en algunos de nuestros zon apreciamos poco las Palmeras como puntos meridionales. Creemos que en uno ú phintas de adorno al aire libre? Nuestros otro punto de nuestro territorio, escojiendo invernáculos están atestados de pequeñas las es_pecies, podríamos formar soberbios especies que nada tienen de adorno, ó si hay bosques de Palmeras-que producirían un esalgunas que te'ngan alguna magestad no pectáculo grandioso. Dirigimos estas refle-podemos conservarlas mas que en los pri- 'xiones principalmente á los horticultorei meros años, porque su tallo.c~eciendo pro- del sud-oeste de la Francia, en las inmegresivamente no permite desarrollarse en diaciones del Océano donde los inviernos ·los espacios de un i,nvernáculo estrecho; nos son poco rigurosos y los veranos de bastanivernas pues obligados á destruirlos á la oca- te calor. ·

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!Iedio para combatir las mataduras de los animales de carga y de paso. Un viagero llegó un dia en una posada· conduciendo del diestro un caballo enfermo de una matadura. Preguntó por un veterinario á fin de que curase la binchazon que babia producido al animal la compresion de la silla. El posadero ofreció encargarse de la curac10n; la proposicion fué aceptada, se fué á un prado inmedialo en busca de una porcion de césped, lo aplicó sobre la matadura, estendió encima tina manta que Sl)jetó sólidamente con una sihcha á fin de que no se apartase el césped del punto del mal. En la mañana siguiente la matadura había desaparecido enteramente. Al medio día el via,-

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gero pudo continuar su camino quedando el caballo enteramente sano. El césped no produce este saludable efecto sino cuando la matadura no ha formado llaga, y cuando se aplica al caballo este debe quedar en reposo á lo- menos por uno ó dos _ dias. '

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Medio de reslafilecer un campo de trébol. Un campo de trébol que parece perdido <lel todo, aun produce una cosecha regular despues de haberle dado una escarda vigorosa y sembrado en seguida de arbejas. Parece que los ganados comen con mas avidéz , esta mezcla que el trébol solo. Las arbejas se entierran con el rastrillo ó con una rastra ' )'

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- '316 de espjnas, pasando en seguida el rodillo. Los ingleses 5.iembran , segun la ocasion, centeno de verano cubriéndolo por este método. Tambien puede sembrarse centeno de invierno, si en el otoño el terreno se halla ei;i mal estado. 1

De la pita; Esta planta, originaria de la América, sirve á los indios para aoud1r con ella á rasi todas la~ necesidades de la vida ; pues con Jos pitacos.forman el armazon y viguerio de sus habitaciones, 'j con las bojas las cubren • perfectamente ; de las cuales además sacan hilo para tegidos y calzado, y con las raices sogas fuertes ; de las puas .hacen clavos, aguijones, alfileres, agujas y una especie de armas para sus combates; del cogollo de )as hojas tiernas, fluye un lí.quido de que se valen para medicinas en determinados males; y cociéndolo, se concentra, pone dulce y forma como una Qliel ó .ll.J~rope de 9ue puede sacarse azúcar ; y si se le agrega una porcipo de agua y corteza de naranja ó de limon, y se le hace fermentar, hacen un vino llamado pulgue y aun vil1agre ; y comen asados los pe1azos mas gruesos de las hojas. En' España se ha aclimatado en las provincias meridionales; y desde luego se le dió la aplicacion rle plantarlas en los vallados, con los cuales se forman unas cercas impenetrables, sirviendo los pitacos para la construccion de tinaones, ch,nas y bienteveos de la.; arboledas y viñas, y sus troncos para -asientos de las gentes pobres, pudiendo servir basta casi cien años sin mojarse, pues si tal sucede, en un momento se pudren. .De algunos años á esta parte han servido sus bo3as para estraerlas el hilo que contienen y hacer con él cuerda y alpargates; y aun no hace· muchos que ya se vió hechas con él , ruedos y velas de encajes para mantillas de -señoras, muy lindos, los cuales se fabrican en Barcelona y Almagro. Tambien se haéen con él petacas muy preciosas; y últimamente en lasjnmediaciones de esta ciudad, por cerca 'el sitio )la'mado San Juan de los 1;eatinos, s-e está formando una fábrica de papel, en

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cµya oomposicion ,entra la pita. - Tiene esta planta la ventaja, de que se cria bien y muy fácilmentP, eri toda'clase de terreno, y que no necesita cultÍvo alguno. En nuestro concep~o, la grande apHcacion . que en esta comarca debería dársele al referido hilo, seria para hacer con él lienzos bastos para sacos y velámen, como igualm·ente cables y toda especie de cordaje para las embarcaciones, las cu.a les no dejarian de usarlo, porque á la baratura reune la circunstancia de durar mas que el de esparto y pesar menos que el de cáñamo: y si dicho bilo se llega á poner en cochura con agua deja. bon y despues se le -dá varias aguas, res u Ita un hilo tan fino, que puede servir para telas · de vestidos. En los jardines de Cristina y frente al palacio de San Telmo, por el lado del rio, se cultiva una planta llamada vulgarmente yuca, aun cuando su verdadero nombre es el de pita-jara; y es una especie de pita, procedente así mismo de América, la cual ·está todo el año cubierta de unas bojas de oolor verde oscuro, largas como tres cuartas, no muy anchas por su base y finalizando en una agu'dísima punta; la cual cada dos años por él mes de julio, produce en su estremo superior un ramillete de figura cónica, -poblado de campanillas blancas, alto como de tres cuartas y sumamente vistoso. Pues de dichas hojas hemos tenido la curiosidad de sacar un hilo finísimo y abundante, teniéndolas por cuatro dias bien cubiertas con agua y despues machacándolas con un martillo sobre un madero liso. Presumimos con fundamento, de que si de primera mano salió dicho hilo tan fino, mucho mas resultaria si se le diese la cochura de jabon; en cuyo caso, de desear seria que por alguna persona curiosa ó cualquier establecimiento de beneficencia ó correcc~on se hiciese con él alguna tela, que en la esposicion que se acostumbra hacer en la Lonja por el mes de mayo, se osten'tase 'Como verdadera produccion de industria nacior,1al y sirviese para mover la aplicacion de nuestros industriosos convecinos.-Walsh .

(Guia del Comercio. )

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CULTIVO DE. LOS BOSQUES COMBINADO CON 'EL DE LOS CEREALES Y FORRAGES. -,-----=-=-----

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El artículo que vamos á reproducirá con. de ras: .En este caso los gastos que rios aca rlinuacion lo consideramos de muchís'imo inrearia el cultivo y cuidados de los árboles terés. Aconsejamos que lo lean nuestros sus- aumentaría mas y mas la penuria del procritores, porque encierra una práctica ven- pietario. Repetimos nuevamente que reprntajosa bajo un punto de vista general que lo ducimos con placer este método,porque decreemos susceptible de tener inmediata apli- seamos 11ue·se adopten todas las mejoras pocacion eo España. Este método, cuya pu- sibles y provechosas para las localidades. blicacion ha escitado en Alemania el mas Hé aquí este escrito. vivo interés, podrá en nuestro humilde con«Los selvicultores Y economistas alemácepto, hacer grande y poderosa nuestr-a nes han fijado su ate;cion, dice M. Noirot, agricultura y por consiguiente nuestra fueren un nuevo !"istema de economía r'ural con za fí~ica y material, si los hombres de gorelacion á los bosques, que se halla ya esbierno aciertan á aplicarle los modificadotablecido, hasta cierto punto, en la Flandes res que necesita. para su desarrollo. · Estos francesa y sobre el cual 1\1. Cotta ba escrito modificadores han de ser la abuudancia de un excelente tratado. Los principios en que brazos, porque no es generalmente apl.icase funda este método son incontestables; los ble este sist<:;ma sino en los países muy pomedios descansan en la esperiencia, y los blados donde abundau los trabajadores,y en resultados son tan ciertos con10 ventajosos. aquellos en que los ganados tienen estima y Ilay no obstante algunos obstáculos que se valor. . oponen á la realizacion completa de este En la Península, principalmente en las plan, que solamente podrán vencerlos las provincias del mediodía, hallamos grandes necesidades imperiosas y urgentes en que estensiones de terreno que apenas producen pueden hallarse los habitantes de ciertos vegetacion de ·ninguna especie á causa de la paises. esterilidad del suelo por la fal_ta de II uv ias · <(Se trata de repartir los bosques segun que cada dia. va haciéndose mayor. Pues las necesidades del pais y del suelo, Je cebien ; estos terrenos se ha.rían poco á poco <ler á la agri.:ultura las porciones de bosques productivos si plantábamos árboles de de- · que necesita, de colocar los· árboles donterminadas especies que conviniesen á la de mejor co1.1viniere, de devolver la fertilinaturaleza del pais, y á la sombra de estos dad á un suelo esquilmado ; cultivar aquel grandes vegetales obtendríamos cosechas de que está abonado por el reposo y por la cereales y forrages con que poder alimentar acumulacion de despojos v~getales,y de llenar en sus diferentes transformaciones la á los habitantes que emigran á paises estrangeros para poder acudirá sus necesi- condicion esencial que la tierra no deja ja- ' más de prud ucir vegetal as útiles. , dades. «Tal es; por lo que mira á su objeto, el Conocemos tambien que este método tiene sus inconvenientes,y que no es -ventajoso plan de M. Colla. Comprende á la vez la aplicarlo en los paises que por su particular selvicultura y la agricultura. Es la enseposicion sea difícil la extraccion de las. ma- ñanza de una mejor direccion dada al Ira1 . 0 DE AGOSTO DF. 1850.

TOMO 111.

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bajo, y está en relacion con todo lo que constituye la riqueza de un estado. c<Será- en vano que en Fra1icia las sociedades de agricultura, los, economistas y los que escriben de selvicultura recomienden y verifiquep plantaciones de árboles en las orillas de los caminos, de los rios, y paseos públicos. No se conseguirá su deseo ni veremos . realizarse esas vastas plantaciones hasta que el cullivo se estienda en todos los dominios de la selvicultura, para mezclar entre los árboles las plantas de toda especie. Exposicion del método.- ccEI objeto de nuestros esfuerzos es el de aumentar la cantidad de cosechas de trigo y la cantidad de leñas: llenaremos este doble objeto combinando el cultivo de los campos con el de los bosques. cd .º Se escoje un bosque cuyas circunstancias se presten al objeto que nos proponemos, sn le divide en un cierto número de cortas ó talas segun sea el terreno, el clima y la especie de árboles que se quieran p!antar . «2. º Cada año se cortan los árboles de una de esta·s porciones ciue se han señalado, en seguida se desmonta el terreno y se le dispone para el cultivo de los cereales. Se trabaja -y se cuida este terreno desmontado como un campo comµn. «3. 0 Se busca en seguida la especie de árbúles que esté en relacion con el terreno. con el oh jeto que nos proponemos y con las necesidades locales. Estos árboles se plantarán en líneas, abriendo al efecto zanjas profundas, de manera que de las unas á las otras haya á lo menos una distancia de quince a c\}arenta varas, seg.un sea la necesidad que se teuga de leñas, de forrages ó de granos. «Los piés de los árboles que formarán estas líneas distarán entre sí de dos piés y medio á~tres piés. «4. 0 Entre estas líneas de árboles puede cultivarse con ventaja trigo ú otras plantas anuas, mientras que los árboles no se opongan á ello con su crecimiento. «5. 0 L ueg() que los árboles sean bastante crecidos para dañarse mutua.mente, se corlarán la mitad.

3i8 c<6. 0 Se dejará de cultivar el terreno cuando los árbo\es dañarán las plantas con su sombra'; seguirán las cortas hasta que no quede mas que el número conveniente; la distancia de los árboles y el objeto que nos proponemos determinarán el espacio definitivo que deben oéupar y su distancia respectiva. «7. ° Cuando los árboles hayan llegado á la edad determinada, se cortan, se arrancan sus troncos, se plantan otros, pero se colocan en91as líneas donde se sembraron antes los cereales,y en seguida estos se cultivan en las que ocupaban los árboles. «8. 0 En cuanto sea posible las líneas deben seguir la direccion c!e mediodía á norte; deben tener un espacio que permita fácilmente el cultivo de los campos y de los prados artificiales. c<Las razones que nos conducen á elegir determinadas especies de árboles son el uso que convenga hacer de su fruto y de sus hojas para alimento de los ganados, y mas todavía la utilidad respectiva de la leña en cada localidad. «Es esencial que escojamos solamente para este objeto las partes de bosque,que convienen por su situacion, su exposicion y su proximidad á la casa de labranza. «Y como habrá muchos bosques que convendrá convertirlos en tierras de cullivo, podrá haber tambien muchas tierras que podrán plantarse de árboles y que se plantarán en efecto cuando se conozca bien la práctica de esta asociacion de cultivos. Añadiremos algunos detalles acerca de su ejecucion. Las especies de árboles que con preferencia debemos plantar son el abedul (catalan bedoll), el pino, el cereso •Y el alerce. «Se siembra y trasplanta el abedul con grande facilidad y poco gasto. Pueden sembrarse tambieu los pinos y los alerces en líneas, y despues de algunos años se arrancan los superfluos, de manera que los que restan qu·aden espaeiosos como si se les hubiese trasplantado. . «C'u:rndo los árboles s.on , grandes, sri clarean, cortando sucesivamente los que impiden crecerá los restantes. •S.e arrancan los


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t11oncos y en el lugar en que ellos crecian se pos con plantas rastreras , cuyas ramas cultivan los ce1:eales, si lo permite el terconservan el frescor en la tier·ra. Todo lo reno. que cubre, el suelo tiei;ie la propiedad de con~ · «Luego que dejamos de cultivar el trigo, servar la fertilidad. Un. montan de piedras se siembran con él en el último año semillaicolocadas al pié de un árbol acelera su erecle trébol ó de esparceta. . ci!Iliento. «Los árboles de cultivo se mondarán ó podarán cada año si hay necesidad de esta Ejemplos en apoyo de este método.' operacion.

Principios sobre que de~cansan los medios y el resultado de este método. «1. 0

El terreno se vuelve mas fértil cuando se remueve .Y labo,ra, y cuando se le expone á la int.1 uencia del aire atmosférico: esto es una verdad tan demostrada que nadie puede dudar. aPlanlar árboles ~n terrenos que no han sido remuvido~, es casi trabajar con pérdida. «2. 0 El creqimiento de un árbol que vive aislado, es mas vigoroso que el de un árbol de la misma especie que crece en medio de los bosques. Las numerosas comparaciones que se hap hecho prueban, que á los sesenta años podremos utilizar los árboles que se cortan .en los bosques á los ciento y veinte, sin que el producto de su leña disminuya en lo mas mínimo. «3. 0 Se obtienen prc;iducciones mas abundantes alternando el cultivo de las diferentes especies de planta;;. «Enseña la esperiencia que si plantamos de bosque un terreno esquilmado por cosechas sucesivas de cereales, y que se mantenga durante cuarenta años plantado de árboles, despues los. cereales crecerán en él, con mayor rapidéz que antes, aunque no lo abonemos por algun tiempo. <<No será provechoso plantar los frutales y la vid en los puntos donde antes hayan vegetado e.stas plantas. «Podemos consigna·r un hecho importa·nte en apoyo de los principios espuestos por M. Colla. Cuando en la India la tierra queda esquilmada por la cosecha del índigo, se plantan los árboles con el solo objeto de devolverse la fecundidad que habia perdido ; y en d·efecto de árboles , siembran los cam -

Los departamentos del norte carecen casi de bosques: sin embargo abundan las leñas porque se cullivan los árboles en los campos. En Suabia y en Franconia ofrecen estos un aspecto magnífico, porque se ven en ellos los árboles alternar con las plantas anuas. En los estados de Si egen, de Darmstadt y en otros varios paises se cultiva el trigo en medio-de los bosques. «Este cultivo ofrece sin embargo incomparablemente menos veutaja que riuestro cultivo combinado. En efecto; en estas comarcas pobres no ¡;e consigue mas que una cosecha, ó á lo mas dos, mientras que la asociacion de r.ultivos dará un número de buenas cose: chas con menos trabajo y menos eventualidad . «En muchos puntos de Alemania se encuentran plantaciones de pinos que datan de mucho tiempo. Podríamos citaruna de ochenta años, en la cual no ha faltado una sola planta. Los troncos de estos árboles no desarrollan las ramas hasta á ltt elevacion de 70 ú 8() pies. Este bosque, plantado con regularidad, tiene segun l~s cálculos de M. Hartig, una ventaja meaos importante sobre las plantaciones de la misma edad y naturaleza fJUe no se plantaron sim,elricamente y es, de suministrar un tercio ó mas de leña qu~ estos últimos. (La relacion de los productos respectivos es de seis mil quinientos cincuenta á nueve mil ciento cincuenta). «Se han hecho comparaciones de las que se deduce que los pinos plantados regularmente á una distancia de 12 piés de Dresde (pié de 28 centímetros) dieron á los cuarenta y cuatro años (edad media en que se corlan ordinar.iamente estos ár.boles) mayor cantidad de leña de la que dan los árboles de la misma es_pecie á la eda~ ,de ochenta y


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ocho aiíos, que·crezcan en un bosque OFdinario. aSe usa en Prusia desmontar , arar y sembrar de trigo bosques Je mucha estension. Este cultivo dura dos ó tres años y en seguida se siembran árboles. l,os cultivadores encuentran en este método un grande recurso para pagar el arriendo, al paso que remueven la tierra al momento de la sementera de los bosques que han de ocupar parle del terreno. . En la Pornerania se van cortando los árboles en los pinares formando círculos ó plazas apenas llegan á los veinte años; y despues de-algunas cosechas 'de trigo ¡;e abandona el terre.no, se siembra nuevamente de bosque con las semillas d~ los árboles vecinos.

Ventajas de este método. cd .º Un árbol, en la primera mitad de .,su vida, neeesita mucho menos espacio que euando emp1eza á tomar su desarrollo, y en:tonces permite sfo dañarle , cullivar otras plantas.en' el espacio que deben ocupar un ·dia. . «Mientras que .los tallos son pequeños, se podrá úlilizar,-si así puede decirse, todo el terreno donde se encuentran. De esta manera obtenemos productos que no puede dar el sistema actual. Recogemos continuamente trigo, forrages y leñas, en tanto que en los bosques ordinarios será de tarde en rarde ~ue podremos recojer maderas ó combusti·bles en un mismo punto . .«'2.º Cuando el cultivo de cereales sea menos provechoso por el crecimiento de los árboles, entonces se suceden los pastos para ·el ganado en los lu'gares fértiles del terreno. Estos pastos no podrán dañar á los árboles. porque son ya erecidos; y aun podremos sin inconverrien-te apacentar los carneros. Es muy importante esle aumento de forrages porque-- es µn medio de proporcionarnos 'abonos. «Enseña la experiencia que,un terreno cultivado produce ·yerbas de buena calidad y en cantidad mucho mas,eonsiderable, que las que pn1duce uri prado -na~ural ó artificial que no tenga sombra_; porque en los terre-

nos que no son naturalmente húmedos la yerba no crece bien, escepto que estén plantados de árboles. Esto puede observarse en todas las praderas. Asi pues las plantaciones bien combinadas darán fertilidad á los terrenos secos y estériles. «La fuerza productiva de un terreno no se esquilma tan fácilmente, que los árboles no puedan vivir en él por mucho tiempo. Los pinos principalmente vegetan bien en terrenos de poca fertilidad. «3.° Cuando los forrages escasean ya , podremos arrancar una cantidad de hojas á los árboles para alimentar el ganado: esta práctica tiene una doble utilidad que es mondar los árboles y procurar alimento á las reses. Las hojas de los árboles resinosos producen escelente abono y las de los alerces principalmente son escelentes. «~.• La encina y d haya, por la influencia del cultivo y del aislamiento, producirán mucha mas bellota que en los bosques ordinarios. oPodemos plantar nogales, manzanos y perales, los qne despues de baber dado fruto por mucho tiempo para el 11ombre y para los animales proporcionan leña cuando se cortan. Un campo de árboles frutales es sin contradiccion lo que dá mas producto. Los pretendidos daños que ei;tos árboles causan á los campos no descansa sobre juicios exactos. «5.° Cuando· los productos agrícolas sean diferentes deberemús temer menos las malas cosechas. Si faltan los cereales, tendremos los frutos de los árboles ; si faltan uno y otro hay las yerbas para alimentarlos ganados y con el precio de las' bestias compramos trigo. «Podríamos hacer observar aqui quejamás hay carestía cuando las comunicaciones se hallan establecidas entre uno y otro pais, porque las cosechas no.faltan á la vez en un mismo territorio: pero es preciso procurar tral1aj-0 á los obreros y procurar productos que puedan cambiarse por granos. «6. 0 Si piantamos, en campos bien trabajados , pinos de cinco ilños y los guardamos del ganado , tomarán en el espacio de siete ú ocho afios una fuerza que los anima-


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les no podrán casi dañarlos. «Pero los ganados, y aun los pastores mis- · mos, dañan casi siempre los árboles que se han plan lado en los punlos de paslos i ncultos; y si evitamos que losapacenlen las reses no se utiliza la yerba y se expone á la plantacion á que sufra graves quebrantos. Sucederá todo lo contrario si empleamos la tierra segun los principios del cultivo combinad?, porque todas las partes incultas del suelo pueden apacentarse. «7. º Cesará la' odiosa restriccion del derecho de propiedad con relacion á los desmontes. Entonces las leyes prohibitivas serán supérfluas; porque entonces habrá mas interés en cullivar árboles en los terrenos que lo permileo que otras plantas de menos producto. Si existen bosques en lo que interesa cultivar los cereales, existen tambien muchas tierras que pueden convertirse en bosques siguiendo los principios de nuestro mélodo, y de esta manera las plantaciones serian menos dispendiosas que las que se hacen ordinariamente. «La asociacion de cultivos podria pue~ establecerse inmediatameuteen los puntos que los árboles dejan libres, cuyas circuntaocias son inmensas en muchas provincias y q~e no pueden repoblarse por medio de plantaciones inmediatas, porque el suelo se ha endurecido, y se ha hecho poco accesible al cullivo y que convendría trabajarlo muchos años para hacerle fértil nuevamente. «8. 0 En los bosques propiamente dichos, puede seguirse el mismo método si los terrenos son de distinta naturaleza; pero en nuestro sislema se utilizará cada porcion del suelo del modo que sea mas conveniente: se aprovechad. el mas pequeño espacio de terreno para plantar los árboles r¡ue le convengan, procurando que cada especie gu~rde su colocacion. «9.° Con este medio se mejorará el clima; porque las comarcas que esperimentan los vientos de norle y de nor-oeste oblendrán un abrigo saludable con las plantaciooes. Los terrenos ligeros, secos y esquilmados me¡orarán con !os árboles por la sombra que procuran. Los campos de ma.la 'Ca-lidad re-

portarán tambien alguna vent11ja, pc.rque producirán leña en lugar de estar de barbecho. «E>ta práctica es muy venlajosa, porque el suelo de las porciones <le bosque desmontadas de nuevo podrán utilizarse sin abono durante tres años ó mas, de lo que resulta una ventaja para la agricultura por la canLidad de paja y de forrages que se obtienen. «·10. El resu\tado tola! será una mayor cantidad de productos en granos,rrutos, vastos, ganados y leñas; y .por consecuencia un aumento de la riqueza general. Siguiendo este sislema podrán emplearse un número mayor de brazos; !!1 pais• nos ofrecerá vistosas perspectivas por la p\antacion de árboles; el clima mejorará mucho en relacion á la tem peralura, á la accion del sol sobre el suelo y del am bie~te libre, "j por último con relacion á la íertilidad. 11. ¿Habrá quieti deje de notar que las fuerzas íertilizantes de la tierra se pierden casi enteramente en los primeros año~ que vegeta un bosque de tala, y que no se prodigan mas que para destruirse mútuamente? El lujo en la vegetacion existe siempre con pérdida, porque de las veinte hebras de ~•erba las diez y nueve mueren sin ulilidad y no hacen mas que dañar la veget:icion rle las restantel-. Por medio del cultivo combinado nos aseguramos de emplear útilmente la fuerza vegetal sin perder la mas pequeña cantidad. cd 2. El au mentu y mejora de los productos maleriales, constituye la riqueza pública y particular. El nue\'o método de cultivo que acabamos de proponer, puede solamente animar á los propietarios á cuidar y mantener los bosr¡ue para oblener el máximum de los productos. La economía selvícola presente es Lal, que necesitamos servirnos de ella para proporcionarnos combuslible y maderas de conslruccion ; pero el cultiYo combinado aplicará ventajosamente lo productos á las uece idades.

Objeciones co,1tra el método de cultivo combinado, y respuestas á e~tas objeciones. Primera obfecion.-((Los árboles qu,c sQ


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~rian aislados despliegan· mas ramas y tietodo de cultivo que se suspende cuando los nen menos valor que los otros. árboles son muy grandes no puede menos llespuesta.-«Por nuestro metcdo, es nías de ejercer un efecLo saludable. fácil tener árboles de mejor calidad que en Tercera objecion.- ((E l trabajo y los gaslos bosques ordinarios: en medio de millatos serán muy considerables, y deducidos res de pinosquesecrien reunidos apenas se estos últimos, poco ó nada quedará en proencuentra uno que nos proporcione tablas vecho del propietari<1. ó maderas sin nudos por no haber tenillespuesta.-«Este trabajo y estos gastos do el cuidado de separar las ramas muerentran en nuestro plan, porque entonces hatas, dejándolas por muchos años en el árbrá salarios para la clase obrera y' producto bol, mientras que practicando una monda para los propietarios. bien entendida obtenemos tablones enteraCuarta objecion - «Las tierras de labranmente lisos y sin nudos. Por otra parle, de za que ahora existen no tienen actualmente este modo conseguirnos árboles mas gruesos el aliooo necesario. Mas ventajoso seria mey cortos,de· utilidad para ciertos usos, y que jorarlas que desmontar otras nuevas. En nos dan m;i.yor producto que los otros. Sajonia mismo las tierras de cultivo apenas «Los árboles que viven aislados son mas reciben los dos tercios de abono que necerobustos y duran mas que los que crecen sitan, y por consiguiente el cultivo combireunidos. nado producirá menos frutos y menos leñas Segunda objecion.- «Por la aplicacion de que valiéndonos de los métodos opuestos. este ruétodo, el clima y· el terreno deben deRespu.esta .- «Esta objecion podrá tener teriorarse en último resultado, atendido á algun valor si la produccion de los abonos que -la influencia del sol disminuye, se reno aumentase en la misma proporcion que tienen los vapores acuosos que salen de la la extension de las tierras de cuhi vo. Los tierra, y el suelo se mantiene frío . Estos son terrenos plantados de hosque tienen menos otros tantos inconvenientes inevitables. necesidad de abonos que los campos ordiRespuesta.-«Esto es lo que sucede en los narios, y hasta puede prescindirse de ellos bosques donde el terreno siendo de buena por algun tiempo. Apenas se necesitan en calidad se cubre de cesped, ó que siendo los suelos que se cultivan y se dejan .de desmalo se llena de abrojos. Todo lo contrario canso alternativamente. suce.de si adoptamos nuestro métorlo; porQuinta objecion.-oNo debe permitirse árque cuantas mas labores damos á la tietra, bol alguno en las tierras de cultivo: estos cuanto mas esta se remueve, mejor desapagrandes vegetales son siempre nocivos y su recen las yerbas dañosas, de lo que resulta acciun perjudica notablemente los cereales . que expuesto el suelo á la accion de los mePor consiguiente no deben simultanearse los teoros se mejora constantemente. Podríamos ,..campos y los bosques. citar muchos' ejernplos de bosques desmon«El trigo vegeta por lo comun bien detados donde los árboles no podian vivir y bajo de los árbo les esparcidos eó.. medio .del cuyo suelo dió abundantes frutos desde luecampo ; pero esto sucede cuando los ganago que se le expuso á la accion del aire. El dos han descansado debajo de sus soro bras. . cultivo combinado tiene por objeto aprove«En este cultivo combinado no se podrán char las influencias favorables,· apartar las trabajar los campos al través, lo que e's de que son nocivas y de repartir los árbo les y grande utilidad para destruir las malas yerlos cereales de manera que nos den el mabas, principalmente la grama. yor número posible de productos·; de deRespuesta.-«Debe pues procurarse sufivolver la humedad á los terrenos secos; de cientes abonos para que sea provechosa la producir una evaporacion ventajosa á los cosecha que se culLiva en los puntos de armuy húmedos; de cultivar los forrages en bolados. En n1ucb as comarcas de Alemania los puntos donde el trigo no produciria relas tierras están divididas en porciones pesultados favorables; y por úllimo este méqueñas en las que .no tienen aplicacion las


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labores cruzadas. «Por lo demás, si hay algun inconveniente en plantar árboles en 'los terrenos hay tambien la ventaja de obtener alguna' canti~ad_ de frutoi, y maderas que darán al pro. p10 tiempo algun beneficio. Despreciando

una cosa útil, evitamos á la verdad las desventajas que la i,iguen, pero al propio tiempo nos privamos de los benefictos que nos p.rocurn. M:uchas cosas hay que no pueden obtene·rse smo bajo ciertas condicione·s.»

COSECHA DE LA. SEDA. CONNATURALIZACION DEL GUSANO LLAMADO

MAS (i ). Excmd. Sr. : En cumplimiento de lo que V. E. me previene por Real órden de 12 del corriente para que, en vista del espediente instruido sobre la cria de gusanos de seda·de la China, denominados de Mas, remitidos al patrimonio de S. M. por el ministerio de comercio en 29 de enero del año próximo pasado, y de los resultados obtenidos en las administraciones de Madrid, Aranjuez y Jarama, informe lo que se me ofrezca y parezca sobre este particular, he examinado el espediente, reconocido los productos, y discutido los datos con el vigor que se necesita para formar un juicio sobre el val·or de esta n11eva: conquista de la agricultura española. ( 1) Informe facullalivo presentado al Excmo.

La falta de una descripcion de los caractéres anatómicos y biológicos de esta casta de gusanos ha sido la causa de que, las observaciones hechas en el Patrimonio de S. M., no tengan aquella uniformidad indispensa~le para juzgar de todo ensa}O de aclimatac1on. El celo de las administraciones ha suplido esta falta hasta donde ha sido posible; sin embargo, no hay los datos necesarios en las observ.aeiones que remiten á S. M. para que les resultados sean comparables entre sí. Afortunadamente-la admi·nistracion patrimonial de Aranjuez comision? , para la ejecucion de este en.sayo al presb1tero D. Pedro Regalado Lopez, capellan del Real patrimonio, quien por su larga práctica en la cría del gusano de seda dur3:nte sus momentos de ocio, ha ejecutado el ensayo con gran rigor científico, llevan·do el diario en el modo y forma que previenen los escritores mas acreditados del ramp.

Sr. Intendente general de la Real Casa y patrimonio, y escrito con presencia de las observaciones hechas por las administracio:1es patrimoniales de Madrid, Aranjuez y _Jarama,· y de los resulta'dos que en cada una ele ellas se han obtenido en el ensayo de la cría del indicado gusano, y del dé Calabria: su autor D. AGUSTIN PASCUAL, Inspector general de Reales bosques, y vocal de la Junta ¡;eneral de A'gricultura en 18-i9.

RESULTADOS.

La administracion patrimonial de Aranjuez remite á S. 1\i. el diario de las operaciones y además dos pequeñas cajas de carton conteniendo cada una de por sí el resul tado de su ensayo respec.tivo, á saber:


.. 324 CAJA NÚMERO 1 .-GUSANOS DE MAS.

Doce .capullos, una madejita de seda hilada, y cinco onzas, con siete dracmas de semilla. CAJA NÚMERO 2.-GUSANOS DE CALABBIA DE SEGUNDA CRIA.

Seis capullos, una madejita de seda y una dracma de semilla. La administracion patrimonial de Madrid remite tambien á S. l\f. en 12 de diciembre del año próximo pasado las observaciones que ha hecho , y por separado los resultados de so ensayo respectivo, á saber: CAJA IVÚMERO 3.-GUSANOS DE MAS.

Once capullos, dos madejas de seda hilada y siete adarmes. de semilla. La administraci'On patrimonial de Jarama en 13 de diciembre del año próximo pasado presenta á S. 1\1. las observaciones que ha hecho y el resultado del ensayo en dos pe~ queñas cajas, conteniendo cada una por separado P.( de ,;u ensayo respectivo. á saber: CAJA NÚMERO 4.-GUSANÓS- DE MAS.

Dos madejitas de seda hilada.

chinas, lo cierto es que la semilla estaba descolorida, enjuta y aun descompuesta cuando llegó á las administraciones. En la de Madrid, de los tres cartones que se recibieron, dos de cuartilla y uno de octava, no se pudo aprovechar sino una quinta parte de la que se recibió. En la de Aranjwez se recibieron tambien dos cartones de cuartilla y uno de octava, y solo se pudo aprovechar el carton de octava, que, despues de haberse avivado su semilla se colocó en la CAJA NUMERO 6.-GUSANOS DE

MAS.

Carton cuya semilla ha ptoducido los gusanos sometidos al ensayo. ' La admiaistracion de la real acequia de Jarama recibió tambien cinco cartones, de los cuales cuatro estaban completamente averiados. De masera que la canti-da<;l úLil de semilla que se recibió en el patrimonio de S. 1\1. fué la siguiente : En la Administracion de Madrid .. Eo fa de Aranjuez. 0,144 onzas . 0,01'38 ídem. En la de Jaram-a. . Este mal uo ha: si•do e--sclusivo de ra semilla recibida en ef patrimonfo de S. l\f. pues segun los datos pubricados por el gobierno ha sido general á toda ta que se ha distri:buido en diferent~s puntos de España.

Avivacion de ta semilla. CAJA NÚMERO 5.-GUSANOS DE VALENCIA .

Dos madejas de seda hilada. La discusion de todos estos resultados, si bien incompleta por falta de dalos, podrá servir para formar un juicio aproximado del valor de la introduccion del gusano de Mas en España, y al mismo tiempo dará á conocer las medidas que convendría adoptar para el fomento de esta importante industria en el Patrimonio de S.M. ESTADO EN QUE LLEGÓ LA SEMILLA Á LAS A DMINISTRACIONBS.

Sean las averías, propias de los viajes largos, sea la disposiciou de los huevecillos colocados en cartones procedentes de fábricas

Hubo temores de que la semilla remiti<ia al real sitio de Araojuez se avivara espontáneamente por e!'tar hinchados algunos hue\!ecillos y tener casi todos el color ceniciento oscuro que precede al nacimiento del gusano. Tomáronse las disposiciones oportunas para evila-r este mal, colocando la semilla á una Lempera~ura sumamente baja, y á pesar de esta precauci·on, se realizaron los temores el dia 22 de febrero,, pues-nacieron tres gusanos, que murierou, como era natural , á efecto del sumo frio. Este incidente escitó el celo·del encargado á recolectar lechuga lero•praua (1) á pedir hoja de morera á Valencia (1 ) Creemos útil para nues~ros lectores comunicar el precedente con que ~e autorizó el Sr.


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y al cultivo forzado de la morera multicaulis

en los jardines de ~que! real sitio. Afortu""'. nad¡iment_e no continuó avivándose la semilla. En las administraciones de Madrid v Jarama no hubo ni aun indicios de aviv~cion espontánea. De las observaciones relativas,á la avivacion de la semilla resulta: 1. 0 Que en Madrid se empezó á avivar la semilla al calor artificial de 23° de R. el día f7 de mayo, época en que la morera blanca empezó á. vestirse de bojas. 2. 0 Que en Aranjuez se puso á avivar el dia '20 de abril en una caja de carton colocada en una habitacion al Levante sosteniendo dia y noche la temperatura á 20º R. por medio de un hornito de carbon. En esta época empezó á brotar la morera multicaulis sometida al cultivo forzado. 3.ª · Que en la adll!inistracion de la real acequia de Jarama, situada en Cienpozuelos, se colocó en el avivador el dia 8 de mayo, época en qne empezó á brotar la morera multicaulis. No hay observaciones del gusano duranD. Pedro Regalado Lopez, presbltero, á cuyo celo é inti,ligencia estuvo confiado el ensayo de Araojuez para ado ptar este merlio de cooservacion de los gusanos. «En el año 183'8 (dice en su Memoria, nota de la pág,. 17), se heló toda la hoja de las moreras en ocasion de hallarse avivada la cosecha; ea Lal conflicto se. probó coa álamo negro, tilo, zarza, baya, y cuantas clases de hojas se podía haber á las manos: el insecto. despieció toda5; pero nin gu na con el desgraciado ºr esultado del haya, pues perecieron cuantos se ponian sobre sus bojas. Todo-s los cosecheros se aprésuraban á arrojar ·sus gusanos, pero yo me propus~ re,petar á los que perdonase la desgrac ia, y de cnalro onzas de sernilla ,pude salvar 21 libras ele esquisita seda: ¿mas con qué alimento? CON

LECHUGA. Convengo desde luego en que el gusa no estaba raquítico y parecia arrastrar una miserable existencia, cnyo estado le habría hecho sucumbir necesariamente; pero los tiernos renuevos de morera le hallaron vivo y se salvó, indein nizánoo,e completamente los gasto,. La lechuga no contendrá, de seg.uro, sustancia sedosa; mas al fin, á ella debió el •gusano su existencia, y yo mi satisfatcion .»

te este período· en los datos que remite la administracfon de Madrid y la de Jarama, l'o cual hace presumí r. que no se observó diferencia algun_a entre este gusano·y el coro.un del pa1:1. En las observaci-ones hechas en Aranjuez, hay un incidente sumamente nota.ble: el día 25 de abril nació el primer gusano, y en los días 26, 27 y 28 fueron naciendo otros, aunque en corto número: se observó en el último dia que la mayor parte de los gusanos se retiraban de la hoja multicau,lis, y morían por falta de alimento. No sucedió esto únicamente con los gusanos de Mas, sino que sucedió lo mismo en igual día á los gusanos de Calabri-a, €¡ue·s. M. 'Ja REINA MADRE criaba en aquel real sitio, y que hacia alimentar eon la misma hoja. Suministrando despues la boja de morera blanca, s~ observó que los gusanos la comian y no habia muerto alguno. Las horas de nacimiento eran desde las 7 hasta las 9 de la mañana. En el día 3 de mayo empezó la primera dormida y finalizó el día 4 y no ha:. hiendo durado sino 2·4 horas, la muda se debió declarar por buena. De las observaciones anteriores se deduce que no hubo uniformidad en la animacion de toda la semilla, y es tanto mas de notar esta diferencia, cuanto que habiendo empezado á nacer los gusanos el dia 25 de abril, siguieron naciendo palllatinamente hasta el 22 de mayo, en cuyo dia nació el último. Estfr aberracion es bien difícil de esplicar en el estado actual de las ciencias y con los datos de observacion que en este caso se han podid_o reunir. No hubo desigualdad alguna de temperatura pues el observador asegura que ha .sido completamente igual. No es de creer ta~1po coque los chinos hubiesen mezclado en un carton de cuatro pulgadas, semillas de variedades tempranas y tardías . Tampoco debe creerse que esta desigualdad dependa de haber contrariado la naturaleza, obligando al gusano á detenerse cuando se disponía á nacer espontáneamente p.ueslo que los dos se deberían hallar en esta situacion. Acaso el estado morboso ,del h uevecillo prod uciria esta irregularidad que masó menos se ha notado en los· puntos enfdonde se ha ensayado este insécto. Acaso la aclimatacio~ sea


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la caúsa_de,est3: irfegularid~d, pues l~s cosecheros· qu-e 'se dedican á l.a introduccion de nuevas várie'dades no -venden directaménte la semHla, sino hasta el segundo año despues de haberl•a aclimatado. De todos modos solo, la óbservácion de ensayos repetidos podrá aclarar esta diferencia. PERIODO DE LA SEGUNDA, TERCERA T CUARTA MUDA.

La segunda muda se verificó con la misma uniformidad, desde el dia 8 al 9. La tercera desde el 42 iil 43. La cuarta, desde el f 6 al. 17. Estos períodos se recorrieron segun se observa, con prontitud é igualdad, nouíndose· durante ellos muy poco número · de enfermos. No se ha observado en estos períodos ningun carácter diferencial. Parece que el gusano es un poco mas voráz que el conocido en el país; y es doloroso que no se haya 'determinado con: rigor esta relacion. Sin embargo, para que se forme una idea aproximada conviene recordar que se calcula que cada •onza de semilla necesita treinta méreras de Ja especie blanca., de tercera verdura, podadas ·al estilo de Aranjuez; y como la recoleccion de la hoja se hace con todo el ramage menudo , puede graduarse que cada onza de semilla de Valencia ó TaJavera criada en Aran juez; necesita veinte y cuatro arrob!ls de hoja. · D& , LA EMBOJADURA. '

En Aranjuez se colocar_on el 2f de mayo la·s cabañas ó bo;"as, armándolas con romero. El dia 22 empezaron á subir al romero, y á dar principio á la elaboracion del capullo, esto es, á los' cinco días despues del último sueño. A las cuatro horas d'e principiar el capullo , se ocultaban enteramente al ojo del observador. La gran subida fué desde las doce del. dia hasta las tres de la tarde, en los dias 23, 24., 25 y 26, ~sto es, á la hora del gran calor notándose algunos enfermos, aunque en corto número. En el dia 31 solo quedaron unos diez y seis á veinte gusanos sin saber hacer el capullo¡ y se separaron los últimos enfermos en número de

diez. Por·consiguiente en Aranjuei ha habido muchos inséctos que han hecho su carrera en solo 23 días, adelantándose en 27 á los aclimatados en el país. CAPULLO.

El capullo es de un tamaño regular, muy bien concluido, de calabacita, parecido al capullo Chornet, muy tupido y de un tejido finísimo Y.. blanco. El obtenido eu Madrid es grandísimo y mas blanco, p_ero mucho menos tupido. Así es que comparando sus pesos entre sí resulta:

Capullos de primera éria del gusano de Mas. CASA NUMERO f.

0

Doce capullos. Seis capullos.

ENSAYO DE ARANJBEZ.

0,234. onzas. 0,107 on.zas.

Capullo de segunda cria del gusano de Calabria.-°CAJA NUMERO 2. 0 ENSAYO DE ARANJOEZ.

Seis capullos.

0,4 0'7 onzas.

Capullos de primera cria del gusano de'Mas. -CAJA NUIIIEllO

Once capullos .. Seis capullos. .

3. 0 ENSAYO DE MADRID.

0,18,i. onzas. 0,099 onzas.

Es sensible que no se pueda tambien e~tablecer comparaciones con el capullo obtenido en la administracion de Jarania por no haber remitido muestras de él á S. M. En la administracion patrimonial de l\fadrid se obtuvieron mil doscientos cincuenta capullos que pesaron u.na libra y media onza, y como se valúan que entran unos doscientos capullos en libra, cuando la cría del gusa~o se hace con todas las reglas del arte, es de presumir que este peso no se haya hecho con el rigor que • exigen las investigacioñes científicas. El capullo obtenido en la administracion patrimonial de Aranjuez pesó 5,875 libras sin contar .cincuenta y un capullos que se separaron para diversos objetos: á saber: 35


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que se regalaron á S. M. la Reina Madre: 1~ que se reservaron para determinar sucolor, tejido y tamaño, y 4- que resultaron ocales. Es sensible que no se hicieran en Aranjuez esperimentos directos y variados para determinar el número de capullos del gusano de Mas, que entran próximamente en una libra. Como en la Administracion patrimonial de Madrid no se determinó la cantidad de semilla avivada, no se puede gradu·ar ·el valor de .la cosecha por su relacion con la cantidad de capullo obtenida. No sucede así en Aranjuez, en donde segun los datos que se remiten á S. M. se han obtenido H libras de capullo por cada onza de simiente ; y como se co.nsidera buena cosecha c.uando de una onza de simiente se obtienen 4-0 ó 50 libras de capullo, el resultado obtenido en Aranjuez no deja de ser satisfactorio. No se pueden esLender estas comparaciones á los resultados obt~nidos en la administracion patrimonial deJarama, porque en las observaciones remitidas á S. M. no se espresa la cantidad de capullo lograda en el ensayo . . Mono DE AHOGAR LA SEMILLA. ' Memorias que remiten las Aunque en las administraciones no espresan el método empleado en cada una de ellas para ahogar ó sofocar el gusano dentro del capullo, es de creer que se hay~n ahogado al sol por ser este el método mas usado en el p~is. RECOLECClON DR LA SEMILLA.

El capullo Je Aranjuez destinado para semilla, se ef:puso el día 1. 0 de junioálatemperatura de ~2° de .R. MÉTODO .

En la noche del día 2 salieron ya cuatro mariposas machos; esto es, á los doce días de halJer formado el capullo , y al segundo de estar espuesto á la referida temperatura. En la noche del dia 3 salieron ocho mariposas, y entre ellas cuatro he-mbras, y en el

dia 4 se verificó la cópula. El . dia 5 conlinuaron saliendo muchas á tas mismas horas que nacieron los gusanos. La semilla se recogió en paños , segun la costumbre de los mejores criadores del país. En las obser'v aciones que remiten las administracion~s de Madrid y la de Jarama , no se dan detalles relativos á este punto: solo se observa por la muestra que envia: la administracion patrimonial de Madrid que se ha empleado el método antiguo del papel para récoger la simiente. CANTIDAD.

De las 6 ,5 ·libras de capullo obtenidas iln Aranjuez, se han logrado 5, 85 onzas de simiente.; y como una libra de capullo produce comunmente en el país una onza de simiente, la relacion _ha sido satisfactoria á pesar de haberse verificado el ensayo en una escala tan reducida. De l'os esperimentos verificados en la administracion patrimonial de Madrid, se deduce que se han obtenido 0,4375 onzas de simiente; pero como se ignora el peso de capullo empleado en este ehjeto no se puede determinar la relacion anterior. Lo mismo sucede respecto de los resultados obtenidos en la administracion de la acequia de Jarama en cuyas observaciones no se indica tampoco el producto en semilla. En las remitidas por la Administracion de Aran juez, se dice que una mariposa ha puesto 628 huevecillos , ·y como segun algunos observadores se calcula que cada mariposa suele poner de 4-00 á 500 h uevecillos·, es sensible que tratándose de una variedad desconocida, no se haya estendido la es·periencia á mayor número de casos, porque un ejemplo deestraordinaria fecundidad no sirve ni puede servir por sí solo para altera, una regla generalmente admitida. CALIDAD.

La simiente del gusano de Calabria tiene el color gris que tira á negro y la superficie· lisa; comprir:ñida entre las uñas da uo humor traspar.ente, viscoso, ni poco, ni dema-


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siado fluido. Sigue despues 1en calidad la de M(};s obtenida en Madrid; y finalmente, la de la mis'ma casta obtenida en Aranjuez, es de color de ceni~a claro, no está tan llena como la de Madrid, y tiene además muchos huevecillos de color amarillento subido ó sean in'tecundos. SEDA. La administracion de Aranjuez es la única que indica el método empleado para hilar el capu\l(') obtenido . de la simiente de gusanos de seda denominados de Mas. Al hablar de este punto se dice con bastante fundamento: «Hílase la s_eda en Aranjuez por el método imperfectísimo con que se hilaba hace ,cien años : un torno de dos aspas, cuya circunstancia hace que el capullo de la seda. de un modo irregular , un movimieuto, ya velóz, ya pausado á voluntad del que da· el torno, el humo de la hornilla tan perjudicial al color y briHo de la seda como á los ojos de la hilandera y otros mil iuconvenientes por este órden, son la causa de que su calidad como primera materia se · halla reconocida con ventaja.» Es de preer que este mismo método se haya empleado en Madrid y Cienpozuelos; pues no se practica otro en la provincia de Madrid. CANTIDAD.

Respecto que de la cantidad obtenida se observa .que de 0,375 .lihras de capullo destinado en Aranjuez para hilado, se han obtenido 0,6875 onzas de seda, v como con las raz~s conocidas en el país de ,¡Olibras de capullo se logran ocho onzas de seda, resulta que el producto ha sido satisfactorio. En la administraci9n patrimonial de Madrid se han obtenido 3,5 onzas de seda hilada, pero como se ignora el peso del <;apullo consumido y tambien el de la simiente empleada, no se puede deterrninar la relacion de los productos. Lo mismo sucede respecto de los ensaJ' OS ejecutados en la administracion ··de -Jarama, de donde únicamente se sabe que se han logrado 2,6252 onzas de seda, que se remiten ·taUJbien al examen de S. 1\1.

'CALIDAD.

La seda es de un color blanco con viso perlino, muy fuerte y finísima; apenas es brillante, por el contrario, tiene un pequeño color mate , que hace recordar al observador la imprcsion que ·causa., en la vista el lirio fino de Silesia y Holanda. Los resultados comparativos que ha dadu sometida al serímetro son : La seda obtenida en Madrid ha roto un esfuerzo equivalente en peso á '2,4 onzas, marcando 8 líneas de elasticidad. La seda obtenida en Aranjuez ha roto á un esfuerzo equivalente en peso á 2,2 onzas marcando nueve líneas de elasticidad. La seda obtenida en Cienpozuelos ha rolo á on esfuerzo equivalente en peso á ~,5 onzas, marcando 6 líneas de elasticidad. La discusion de estos resultados no puede ejecutarse cual debiera por falla de datos acerca de las circunstancias principales del hilado. RESULTADOS COMPAR'ATIVOS;

Solamente se han ejecutado ensayos comparativos en la administracion patrimonial de Jarama eligiendo para este fin la simiente de gusanos de seda de Valencia. Se avivaron de esta raza 2,25 onzas <le simiente, se emplearon en la cria del gusano 45 dias; y se -obtuvieron 20 libras de seda. Segun el informe de aquella administracion, resulta que la seda de la raza china es mas fuerte, mas fina y mas productiva• que la de la raza valenciana. Es sensible que ·no se remitan los datos ·necesarios para la demo.;tracion de este aserto. SEGUNDA COSECHA.

Parece que la admioistracion patrimonial de Jarama se propuso obtener hasta tres cosechas de seda; pero que no logró este resultado por la escasez de la hoja. La administracion patrimonial de Aranjuez. pn,ce<lió á verificar una segunda cria con la simiente de gusanos de seda denominados <le .~fas ·; y ·para este fin colocó la semilla en el aviva-


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dor el día 25 de junio de 20 ° R. En los ocho primeros días logró rriuchos ·gusanos ;. pero paralizada la nascencia y muriendo su~esivamenle los obleniJos. hubo de abandonar el proyecto de segunda cosecha. Mucho mas feliz fué con la semilla. de Calabria proceden le de capullos bastos de la primera cría ol:llenida en el sitio de Aranjuez bajo la inmediata direccion de S. M. la Reiua Madre, pues desde el 28 de junio en que se colocó la semilla en el avivador hasta el 25 de julio en que todos los cap1,\llos concluyeron de hilar, se obtuvo una segunda cosecha de los gusanos de Calabria con resultados sumamente ventajosos. Estos ensayos no dejan de ser importantes, pues si no se duda ya de hacer en Eurqpa dos y aun tres cosechas de seda en un mism~ año , y en nuestra España tenemos tambien ejemplos de haberse así veriticaJo muchas veces, se duda mucho que la práctica de las cosechas múltiplas pueda ser conveniente á la produccion en grande. La mayor parle de los autores agronómicos que han tratado de esta especialidad desde Olivier de Serres en su libro titulado de la Cucillette de la Soie, impresa en 1599, hasta Dandoto, han desaprobaJo la práctica de las crías múltiplas. Las fuudadas razones contra la inlroduccion de esta práctica deben tenerse muy presentes por los que se dedi can á la inslruccion de los labradores y aun por el mi smo gobierno. Su opinion está principalmente basada : ~ .º En el daño ocasionado á la: morera por la repelicion del deshoje . 2.º En 1-a accion dañosa · de las calmas caniculares de julio y de las variaciones del

principio de otoño. 3.0 En las irregularidades de avivacion en la simiente destinada á la segunda y tercera cría. La escuela agronómica de ltalia, fundándose en la práctica de los industriosos cultivadores de la Toscana, y de las. Dos Sicilias que, siguiendo el ejemplo de los chinos, obtienen todos los años cosechas múlli plas con la mayor ventaja, defienden y propagan este utilísimo sistema. Conviene pora esto el cultivo de variedades de moreras, que nos den en todas estaciones hoja acomodada á las necesidades del gusano en todas sus edades, y además el estudio de este último, desconocido entre no.sotros. Respecto á los obstáculos que para el logro de la segunda y tercera cría oponen el calor del estío y las heladas tardías, yo he visto en las regiones elevadas de los Alpes crear un clima artificial con las condiciones que exige la edad y salud del gusano con el aparato de ventilacion y saneamiento perfeccionado por 1\1. d'Arcet. Respecto de las irregularidades de la avivacioo, en la Toscana y en las Dos _Sicilias está ya aclimatado el gusano trebo!Lino que se aviva tres veces al año. Persuadido que en el estado. actual de nuestra industria l¡i. cuestion de la cosecha múltipla de los gusanos de seda exige, para ser defioiti va mente resuelta, nuevos ,esperimentos y nuevos esíuerzos, convendria si fuera del agrado de S. l\f., hacer un ensayo de cosechas múltiplas y las observaciones oportunas en los reales sitios de Madrid, Aranjuez y Jarama. 11AGUSTIN PASCUAL.»


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DICTÁ'MEN DE LA COMISION NOMBRAD.APOR LA JUNTA DE AGRICULTURA DE ESTA PROVINCIA soore el ensayo hecho por D. Justo Hernandez, cuhri·endo las reses con camisas para el_refinarnienio (!,e las lanas, discutido y aprobado en sesion del 2·1 de enero último (1) . Hx~Mo. SEÑOR: La Comision nombrada · para informar acerca del ensayo hecho por D. Justo Heroandez oubriendo las reses con camisas, á fin de mejorar y refinar el vellon de las lanas merinas españolas cual espresa en la esposicion que elevó ámanos de S.M., y que el Sr. ministr.o de Comercio, Instruccion y Obras públicas, por medio del Subdi rector de agricultura, ha tenido á bien pasará la Junta de la provincia para oir su opiniou y poder el Gobierno resolver con mayor copia. de datos, tiene el honor de maniíestar lo siguiente: Sín desconocer el mérito del ganadéro que, con el mayor 'y mas admirable desprendimiento de sus intereses, ha procurado introducir en España el método de cubrir las reses para que los agentes atmosféricos no obren sobre la lana, emRleado desde su origen por los alemanes, ó por mejor decir ~ue enseñaron Columela, Paladio y otros, .puesto que en su tiempo se cuhrian tambien 1Jas reses con fa-piel de ótras y con la lana hácia adentro; confosando las miras de mejora que con su ensayo ha llevado, para que haciéndose mas ostensibles redunden en beneficio general, y que poniendo en práctica su sistema los demas ganaderos á quienes se lo permitan las circunstancias especiales en que se encuentren, vuelvan á ser las lanas españolas lo que en algun tiempo fue( 4) Habiéndonos podido hacer con una copia exacla del presente dictámen, y autorizados para sn publicacion, lo efecluamos para que los ganaderos saquen de él el frulo que mejor les pareciere. Asistieron á esta sesion, el Excmo. Sr. Gefe superior político, Presidente, el Excrt:o. Sr. marques del Duero , Qninlanill_a, Blazquez, Casas, Acebal y Arralia, Eguizabal, Secretario.

ron, ocupando el primer lugar en los mercados tanto nacionales como estrangeros, ó al menos emplear las modificaciones en el método de cría que en otros paises han adoptado para el refino de la lana merina; y alabando por último las sanas y puras intenciones que en tal ensayo le hayan servido de punto de partida, y que si todos los ganaderos se encontraran en el caso de imitar y de poder emprender cuanto se requiere y necesita para el fomento y mejora de este ramo capital de la industria pecuaria, ni hubieran bastardeado nuestras lanas, ni tampoco hubieran dejado de ocupar en los mercados el lugar que tuvieron y que hace tiempo han tenido que cederá las estrangeras de su mismo origen. A pesar pues de cuantos elogios sea acreedor D. Justo Hernandez por el ensayo que en tan pequeño y por tan poco] tiempo ha hecho, la comision se ve en la precision de decir que carece de las circunstancias indispensables para su adopcion. · Comparando los dos vellones que para su exámen ha presentado, se nota en efecto una diferencia inmensa entre el cubierto y el que se dice no lo ha estado. ta lana del 4.º es mas fina, sedosa, elástica, algo mas igual y sobre todo mucho mas limpia que la del 2.0 sin tener la cabeza que la lana de este. Sin embar~o, el exámen comparativo que ha podido hacer la comision, ni aun por asomo puede servir de dato para decidir la cuestion, puesto que la misma ignora si las dos reses tenian ó no igual finura de laaa cuando á una de ellas se la cubrió; indicando todo que la cubierta es tres ó cuatro veces mas fina que·la otra desde su brote , desde mucho aotes de intentar el ensayo, no


--:- 334 siendo estra:ijo que su lana haya conservado deducir por el aspecto del vellon, -desde di1os caracteres que antes la distinguían. Es ciembre á princi_pios de junio, y es blen sa-cosa demasiado sabida qqe en un mismo re- bid(1 que en · la generalidad de nuestras probaño por corto que sea, con iguales padres vincias, .con particularidad en las del ceníro, lo que reinan en estos- sers mese!? sQn las y régimen idéntico, se encuentran reses de temperall'.!euto d.iferente y con la piel masó aguas, nieves, nieblas y vientos nortes, que me.nos fina, las cuales dan lanas de cuali- aunque' ejercen bastante foflujo e1,1 la l,an~; dades .muy diversas; pudiendo haber dado no tanto como los rayos fuertes del sol, porla casualidad, porque con inlencion preme- que la jubre de que abunda evita los efectos ditarla no es dable Greer se haya emprendi- de la humedad, mientras que la luz la r,e do el ensayo, que la res cubierta y cuyo seca, pone bropca, poco elástica, quebradiza vellon se tiene á la vista haya sido una de y ,desigual, y casua,lmente en dichos seis meses es en los que el sol obra .con menos <le las muchas que de por sí producen lana fuerza. , muy fina. Suponiendo y accediendo ·el que las ove~ La comision cree, la razon natural dicta y la espcriencia ha comprobado en otros pai- jas cubiertas con- las furidas tuvieran su lases ( y lo mismo se notaría en e\ nuestro) na menps fina antes del ensayo' que .se0 que el cubrir ó DO el cuerpo de las reses DO afinó de sus resultas, falta que ventilar: ~. modifique la naturaleza de su piel y por lo Si el parage en que se han tenido, ,aunq~e tanto el carácte,r de su lana, respecto á la al -aire libre, J' que tampoco se determina, cualidad de sú finura. Si una res por natu- h¡¡, podi.~o influir por sus circunstancias loraleza t_iene la lana burda ó entrefina, ó cales en el refino mas bien que Jas fundas: 0 bien fina no se afinará mas porque se la 2. Si el alimento que dice les ha ~umin)stengan cubierta, porque esto no puede ha- tradu, y que se olvida igualmente de determinar, ha podido producir diyho refino, cer variar· la naturaleza íntima de la lana, lo único que acarreará será el que no se en- pues como todos los ganaderos saben, la essucie, que no modifique en algun tanto su perieocia demuestra y la ci_encia esplica, es color por privarla de que los agentes atmos- lo que mas contribuye para lileteri;ninar la fé1;icos ejerz,iu sobre ella su influio11 y es- calidad de la lana y por lo tanto su finura, tando mas limpia y blanca redunda~á m~s habiendo una relacion tan directa como exacta entre la rnituraleza y cantidad de los bien en beneficio del comprador y fabricante que no del ganadero, resultando tal vez alimentos qne se dan á las ,reses y la finura para éste la única ven taja de su mas fácil y . y peso de la lana. . De consiguiente hay la duda de si las pronta venta, porque si tuviera algun aumento en su estima no remun.eraría los ga¡;- ventajas que se 'di(:e se han uotado por el tos que tal método exigen, el qual por otra mencionado método habrán procedido del parte es enteramente impracticable en el clima-ó localidad en que se han teniclo las sistema de cria que la necesidad obliga á reses y dd alimento que se las ha suminisadopta.r por el crecido número de -reses de trad,,; dudas imposible de salvar interi,n no que se componen las cabañas trashumantes se determinen y describan con cuanta·esteny que _es materialmente imposible variar, _sion reclama la importancia y trascendencia · interin no lo haga el sistema adoptado por la de la materia . La cpmision no entrará en pormenores, gene.ralidad de los labradores, á fin de que tocio el ganado merino·sea estante y _cuando cual pudiera hacerlo con gran copiá de dat9s, sobre la supremacía del rebaño .ó cabamas trasterminante. ña de qµe se dice proceden las reses sujetas Se funda la coróision para adoptar y sostener lo espuesto en lo que D. Justo Her:- al ensayo·, puesto que existen las' de lQs nandez manifiesta en su esposicion. Dice s·res. marqués de PeralP-s. D. Jusé Segundo ha tenido cubiertas las reses en una parte de Ruiz, Vicens, lturbieta, Someruelos y otros muchos que no las desmerecen, si es que no su cuerpo, que n·o designa y que hay que

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las esceden. degenerada como Don Justo Jlernandez se Mas no puede <lej,ar pasar desaperci~i?a Rermite decir en su 'esposicion. · la idea que se sienta, mucho mas cuando se Haciendo u·na eleccion esmerada v detenile '. suplica al' Gobi'erno el que la adopte en da de los se~entales esp,,ñoles. r.o;tinuánbéneficio de la ganaderia, · la cual consiste dola todos los años; haciendo hatos · pequeen que sé compren por su _cuenta moruecos ños interin los moruecos amorecen á las sajones que,, repartidos á bajo precio entre ovejas,· siendo unos y otras de finura respeclos ganaderos q~e lo solicitaren, sirvieran tiva y en relacion con el objeto que se qüiere para la mejora d-e sus rebaños y refino de · cqnseguir; desechando en el esquileo toda las lanas. · res pelibasta, y degollando en la paridera La cornision corrociendo v confernndo el los corderos con tal caracter, se logrará el gran mérito de la lana sajo~a y sobre torefino, mucho roas si se encuentra secundado la de su superfina electoral; admitiendo do con un' régimen alimenticia adecuado que no posemos, ni ninguna_nacion posee, para que ni las reses ni fa lana toroe::i macho uit. producto lanosó igual, que casi puede y medro por la abundancia de alimer¡tos, y debe considerarse como una materia "nueva libertará los rebaños del modo mas econóen la industria pecuaria y fabril, se le figumico del influjo que los agentes atmosféra á la corriision qÜe no hay necesidad de tal ricos egercen sobre la lana, qne en nuestro impcirtacion para -el refino de las lanas esclima lo podrian ser los cobertizos sencirlos pañolas, adémas de lo gravoso que para el en· ciertos v determinados parages. Gobierno sería el desprenderse de cantida' Resumie.ndo la comision su dictámen dice: des -enormes, que estarian mejor empleaf. 0 Que no está comprobado el que el das e·n la proteccion y amparo de la mjsma refino del vellon proceda de las fundas. pues industria naeional, que no babian de proha podido depender del clima ó de los aliducir mas que un resultado efímero y pasamentos, dado casp de que no lo fuera en su gero, y que tanto habia de desacreditará la orígen. nacion española. 2. 0 Que se necesitan nuevos datos, mas Aunque á la comision le sería sumamente esplícitos, terminantes y continuados para fácil comprobar y demostrar todos estos es- tenerlo como una mejora en el refino, mas t'os estrémos, se limitará á decir: que acos- bien que criar tina lana mas limpia y únicatumhr·actas, 'hace mas de 75 años, las rP.ses mente .de mas fácil salida pero solo benesajonas 'á un clima, régimen y alimentos ficiosa para comprador y fabricante, puesto que en ninguna de nuestras provincias se que no se pagaría roas, y de J,o contrario no les puede facilit~r, tendrian que degenerar remunerlj.riael aum~nto los desembolsos que .por las c'ircunstancias locales y contradicto- el métoclo exige. ri~s á que se las sujétaba, qu~dando perdiY 3. 0 Que no es oportuno importar modo el tiempo y el dinero porque no se obte- ruecos sajones para el refino de la lana meIiian las ventajas que se esperab"an con su rina ·española. irnportacioó, pu·es adq_uirian sus caractéres. He aqui lo que la coroision ha creído 000originales ó del pais, cual sucede r:on los · veníente es poner sobre el objeto que se la ha caballos y yeguas que se lían traido y traen encargado y que somete al parecer de los del estrangero, porque por decirlo asi, ve- 'yocales de la Jun~a, que con sus superiores mos que se españolizan. Que nunca llegarían conocimientos podrán hacer las modificacio:\. vender los ganaderos sajones, ni menos nes que creyeren necesarias. -Madrid 18 de su gobierno, lo ·selecto de la raza, por que enero 9e ,t 850. -Francisco Javier Azpilo guard3:rian,y con razo_n., para sí,como su- ' roz ...:....Guillermo Sampedro.- Nic9lás Cacedió con lacuriel y electórál que se impor- sas.-Agustin Calabria.-E. S. Presidente tó por el Sr'. de Garreta y que posee S, M., de la Junta de . agri~ultura d_e esta ProIJUe, áunque sea dicho· de paso, no está tatt vincia. -

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Se dá el nombre de gabarro, ó / orúnculo, ó di-

Gabarro interdigital.

fungosidades babosas y lardáceas que resisten á la accion de los cáusticos; es tambien útil la aplicacion inmediata del hierro candente sobre la parte estirpada, para completar la destruccion y asegurar el buen éxito de la regeneracion de los tegidos, Si empleamos el cauterio actual se tocarán rápidamente las carnes á fin de no irritar las partes profundas. Siempre que la úlcera haya pasado al estado de llaga simple, ya sea electo del cáustico potencial ó del instrumento cortante ó del fuego, se principia por segunda vez con el vino tibio ó el aguardiente debilitado, ó la tintura de aloes, etc. ó bien se limpia y cubre simplemente con estopas si la llaga marcha á una cicatrizacion ráprda. Algunas veces persiste la cojera aun cuando la úlcera interdigital esté cicatrizada, lo que prueba la alteracion del ligamento. En este caso ;es probable una recidiva que sobrevendrá mas ó menos tarde. Sé combate el dolor que sostiene la cojera por medio de las fricciones del unguento populeon alcanforado, aplicadas en la corona y espacio interdigital: pero ordinariamente no se hace mas que perder el tiempo, pues que el animal se queda cojo para siempre. Por eso vale mas darle dP.S· c11nso, alimentándole abundantemente, á fin de que una vez engordado, se le destina para carne .

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to en el espacio interdigital. Bien que esta afeccion es propia del tejido celular sub-cutáneo, con todo, se describe aquí, á fin de que aproximándola con la limassura, es mas fácil, penetrándose de sus carácteres, no confundir estas dos dolencias. · Síntomas. Se presenta con la rubicundez calor y dolor de la piel de entre las dos uñas, y la formacion de un pequeño tumor poco circunscrito al principio,. pero que se eleva luego y no tarda en abrirse por ;\a punta. Entonces los bordes de la llaga se separan, aparece un pczoncillo rojo formado por las prolongaciones célulo-vásculo nerviosas que penetran en las mallas del dermis ; las cuales de resultas de la inflamacion de estas partes quedan estranguladas y muertas, formando un verdadero cuerpo estraño llamado miz ó clavo del divieso. La cojera es intensa, el animal extiende el miembro y no le apoya, se declaran algunos síntomas generales, el apetito cesa, la rumia se suspende, el pulso y la respiracion se aceleran. Con todo, estos fenómenos son de corta duracion pues el dolor local disminuye, desde el instante de estar formada la raíz. Causas. Las punturas, los gar..ranchazos, las contusiones repetidas de cuerpos dur0s, el permanecer pisando el estiércol y orinas de establos sucios, y generalmente todo lo que puede irritar la parte, ya sea por su accion escitante, y aun corrosiva, ó por sus desigualdades. Esta ·enfermedad

vieso, á la segunda enfermedad que tiene su asien-


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es mas frecuente en los pies que en las manos. Alguna vez el forúnculo interdigilal es sintomático, v entonces está en rclacion con una enfermedad interna. Así es que se manifiesta en la declinacion de las inflamaciones gaslro-intestinales, y·genito-urinarias: en cuyo caso por lo regular ataca á muchos remos. Tratamiento. Todas las precauciones posibles deben lomarse para hacer cesar lascausas, siendo indispensable una buena cama, y renovada á menudo. Se aplican entre las pezuñas fornen los emolientes , se fricciona la piel con manteca para ablandarla, calmar el dolor~ favorecer la hincbaz90. Estos medios hacen desaparecer alguna vez la inflamacion, la cojera cesa, y la enfermedad se cura; pero lo mas comun sucede, que del quinto al octavo dia, crece el pequeño tumor, se absceda y se presenta el clavo. En este caso se corta con tijeras, como igualmente las carnes babosas que le rodean, 6' bien introduciendo el dedo pulgar entre las uñas, se arranca la raiz del divieso. La llaga se cura con manteca rancia polverizada con el acetato de cobre, (cardenillo) colocada sobre la parte por medio de una planchuela, y sostenida por un vendaje apropiado. Se .cura cada dos días y no se Larda en observar que se adelanta una buena cicatrizacion. El unguento egipcíaco, el sulfato de cobre , el alu!llbre calcinado, ele. pueden eniplearse en lugar del ~cetato de cobre . . Si aun despues de destruidas .las carnes babosas la cicatdzacion de la llaga se hace esP.erar, serán

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bacerla desaparecer por delitescencia, con los baños de tio 6 con chorros de agua fria, á los cuales se les añade vinagre 6 sub-acetato de plomo líquido (estraclo de saturno líquido). Si la enfermed:u.l persiste, se recorre á los emolientes que se emplean bajo la forma de baños ó de cataplasmas, cociendo ,malvas, salvado, linaza -etc, con las bojas de oelladona, yerba mora 6 cabezas de adormidera , etc. si los dolores son intensos. Se insiste en el uso de estos medicamentos, en tanto que el dolor persiste á menos que la degeneracion ulcerosa no venga á contraindicar su uso. En este caso se les reemplaza por el vino tibio ó el aguardiente aguado que á veces basta para obtener una completa cicatrizacion. Pero si la úlcera persiste , se emplean los as-tringentes tales como el sub-acetato de plomo, el sulfata de zinc, el de hierro etc. disueltos en agua, variando su concentracion .segun la rebeldía de la llaga para cicatrizarse. En fin, se substituyen los cáusticos á los astringentes para cambiar el estado de irritacion de la úlcera y poder obtener el de una llaga simple. El medicamento mas generalmente empleado en este caso, es el unguento egipcíaco graduando su actividad segun la indicacion, añadiéndole una ligera cantidad (una parle sobre diez y seis de unguento) de ácido arsénico (ácido blanco de arsénico) ó de bicloruro de mercurio, (sublimado corrosivo). Se recurre al instrumento cortante siempre que los bordes de la úlcera son callosos ó que vegetan


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Estos sintomas cambia.n pasados tres ó cuatro dias y son reemplazados por los siguientes. El fondo del espacio intcrdigital blanquea, toma un aspecto muerto y se cubre de una ligera capa de materia parduzca que ·tiene el olor fuerte y la consistencia del queso pudrido. Luego se manifiesta un sin número de pequeñas grietas que se reunen y forman una úlcera con los bordes callosos. Esta úléera va adquiriendo extension y profundidad y derrama .un líquido icoroso que destruye las partes todavía sanas. El ligamento interdigital no tarda en quedarse al descubierto y desde entonces los dolores son vivos, el buey apenas toca con la pezuña la cama y la fiebre de reaccion es muy intensa. La rumia es suspendida y el animal enflaquece rápidam~nte. Si· la enfermedad continua haciendo nuevos progresos, la úlcera def;pues de haber alterado la piel y el tejido celular, alcanza el ligamento interdi· gital le exfolia y dest11uye.Causas. La pooa limpiezl\ de los establos, el atravésar charcos fangosos y de aguas corrompidas y todos los cuerpos que enc¡ijándose entre las pezuñas desgarran ó irritan por su permanencia la piel de esta parte, dando lugar á su iuflamacion á la cual siguen luego las grietas que caracterizan en el principio la enfermedad. La limassura es rara en los novillos, se manifiesta comunmepte en 1P~ hueye$ que l~)1ra11 tierras cascajosas ó que tr!\bajan por e1meteras ó por las or-illas de los rios durante la estacion oalorosa. Tratamiento. En un prin~ipio, debe int(lntars~

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muy útiles, para apresurarla, las lociones de vino tibio. Esta enfermedad es ID!Jcho menos peligrosa que la limassura, pues no atacando el ligamento interdigital, no resullan las cojeras, que por su gravedad ocasionan antes de tiempo, el sacrificio del animal para el matadero .

Higos (fics) Verrugas, Puerros, ó Espundias.

Aunque los bueyes se hallen mas frecuentemente afectados, que los restantes animales, de estas vegetaciones anormales; con todo no tienen entre sí diferencia$ tan notables, que permitan hacer de cada una de ellas una descripcion detallada. Síntomas. Son excrecencias fibrosas, vasculares, de tamaño variable, que se desarrollan en el cuerpo de la piel, sobresaliendo de su superficie. Cuando estas producciones permanecen cubiertas por el epidermis se denominan verrugas, puerros 6 espundias. Por lo regular son insensibles, pero no deja de ser un inconveniente la deformidad que ocasionan. Se aplica el nombre de higo á las vegetaciones que á pesar de ser de la misma naturaleza en cuanto á su composicion anatómica, no están env1,ieltas por el epidermis y presentan una superficie que dá sangre al menor roce. Son susceptibles de grande desarrollo, pudiendo llegar al vo\ú~en de la ca\:leza dEl un niño. Cuando han to~íldo Ull tamaño co11siderable se líls nota á menudo la degeneracion escirrosa.


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( 4 ) Aunque el ácido arsenioso es poco soluble en el ~gua, lo es ·suficiente para dotarla de propiedades muy cáusticas.

Sitio. Las verrugas se desarrollan en todas las partes de la piel, per_o principal mente en la de los labios, párpados, y escroto: los higos se situan particuJarmente en el prepucio, en los labios de la vulva, en las alas de la nariz y en la cara interna del pabellon de la oreja. Causas. Son desconocidas. Tratamiento. Las verrugas y los higos requieren el mismo plan curativo. Si son de base estrecha se consigue su caida, estrangulándola por medio de un hilo de seda ó de plomo, y luego se cauterizan las raicP-s. El ácido nítrico concentrado es un cáustico seguro para destruirlas, pero se usará con precaucion. Se emplean tambien con buen éxito, los otros ácidos minerales ; el ácido arsenioso en solucion en el agua, ó en polvos, es igualmente un medio muy eficaz ( 1 ). Tall)bien se extirpan estas vegetaciones con el ausilio del instrumento cortante, si son -voluminosas y de base ancha, cauterizándolas en seguida con el fuego. Se quitan igualmente arrancándolas con tenazas estrechas y cortantes; este medio á la par que es muy sencillo, es fácil en su ejecucion. Luego se toca la úlcera con un licor cáustico para destruir .las raices que habrán podido escapar á la accion del instrumento.

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( ~ ) Lafore, Hurtrel y Girard llaman á esta afeccion limace; Ge lié y Prevost la consideran como el ·hongo ó higo del buey; Fabre la denomina limassur,i, Toggia limaruella, Gonzal ez pera en las manos y .zapcru en los piés; Casas cutitis intErdigitul, ulcera, escarza; y Guerra, traductor del Rozier le da los nombres de pera, perilla, pean, peana y .zapera.

Esta enfermedad es particular de los animales didácLilos y es mucho mas frecuente en los grandes que en lo:S pequeños rumiantes. Se ha querido alguna vez asimilarla al hongo del caballo; pero sin razon, porque corno lo hace observar Mr. Girard, no puede compararse con ninguna afeccion del pié de los solípedos. Síntomas. Al principio, rubicundez é hinchazon de la piel interdigital, la tumefaccion se extiende al rededor de las dos pesuñas, y la cojera es masó menos intensa.

Cutitis ulcerosa interdigital (1).

Las pesuñas del ·buey se reunen hacia los talones por un grueso cordon fibroso, llamado ligamento interdigital. La piel se introduce entre las dos uñas, cubre este ligamento al cual adhiere por un tejido celular resistente. Es la piel y tejido celular sub-cutáneo de esta parte. el sitio de dos enfermedades la u.na ulcero~ sa, y la otra forunculosa que no deben confundirse por ser dos afecciones diferentes.

Cutttis ulcerosa ínterdigital y Gabarro.

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arestín del caballo, pero esta opi'nion no ha podido ser suficientemente corroborada por la experiencia. Muchos sabios, TGggia, Colleman, Buniva, etc. han inoculado este flúido sin resultado alguno. Es verdad que Godine el jóven, obtuvo inoculando la materia del arestín sobre un cordero, ocho botones que en quince dias recorrieron los tres períodos de erupcion, supuracion y desecacion. Un cirujano inglés Mr. Loy obtuvo igualmente que la materia del arestin inoculada á un niño diese Iugar á la viruela bien caracterizada. En fin, en París en 1812, un cochero que hacia la .euracion del arestín tuvo en el puño botones de viruela. Con unos resultados tan contradictorios sobre el origen de la vacuna, no puede resolverse, sino repitiendo y variando los experimentos y solo de sus resultados hay que esperar la solucion del problema. Tratamiento. Los cúiaadosfügifoicos son generalmente los solos medios que deben emplearse contra la vacuna. Esta enfermedad es casi siempre benigna, y por eso es menester dejarla que siga su marcha ordinaria. Con todo, si las mamas son muy duras y las costras se desprenden difícilmente, se puede permitir el uso de las fomentaciones emolientes ó de fumigaciones de la mi1,ma naturaleza. Si la liebre es iutensa y la erupcion difícil, se emplean con ven~aja las bebidas tibias melosas, y las fumigaciones de la flor de saúco.

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Todas estas vegetaciones se reproducen con prontitud, siempre que no han sido completamente extirpadas: por esto es menester cauterizarlas repetidas veces á fin de destruirlas en toda su extension. La curacion interna no es conocida.

PICADURA DE LOS REZNOS .

Estro hemorroidal. Lineo. llipodermo del buey. · Latreilte ( 1 ).

El Rezno es un insecto díptero de la familia de los ateríceros v tribu de los éslridos. Es una familia muy numerosa en especies, de las cuales hay una que ataca al caballo y la otra que taladra la piel del buey, para depositar sus huevos. Lineo no hizo distincion entre estas dos especies; pero Bracy-Clark las ha distinguido perfectamente, detallando sus costumbres. Las picaduras del Estro del buey, siempre que son pocas é aisladas, no constituyen una verdadera enfermedad. El animal está alegre, y todas sus funciones se ejecutan como en el estado fisiológico mas perfecto. Pero no sucede lo mismo, cuando el Estro las ha multiplicado y que numerosas larvas han sucedido á los huevos depositados. El buey sufre en este caso, se le nota µn -estar ansioso, su apetito disminuye, y sobreviene el enflaquecimiento.

( 1 ) Para la descripcion de las costumbres de este insecto, vide página 290 del Lomo 3.º del Cultivador.


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Se distingue la picadurá d'el Rezno con la eRistencia de su larua, gusano, barro ó cuca, por la elevacion de unos pequeños tumores, poco circunscritos al principio, pero que se van aislándose perfectamente á medida que la larva crece, El volúmen ordinarro de cada uno de estos tumores, es como el de una avellana, pudiendo llegar al de una nuez, siempre que son incubados dos huevos en la misma celdilla y se desarrollan juntos. Separando los pelos, se n.ota por lo comun en el centro de cada tumor un pequeño ag_ujero, por el cual entra el aire necesario á la respiracion del gusano. Siempre que la presencia de estos insectos parásito,; altera la salud del animal es indispensable emplear medios para destruirlos: pero á veces se encuentra oposicion de parte de los mismos dueños ó vaqueros que no permiten que se haga la operacfon, bajo el pretexto de que la presencia de los barros es una prueba de que los animales son de buena cualidad y que están gordos. A la verdad hay algo de cierto en este modo de raciocinar, p.or la razon de que las moscas tienen el instinto de escoger, para depositar los b uevos, los animales de piel mas fina y suave ; pero esto no debe ser mot_ivo para impedir de quitar al ganado el insecto que le atormenta y que vive á espensas suya. Tratamiento. Muchos med'ios han sido aconsejados para obtener este fin ; tal es, el cubrir de manteca el pequeño tur;ior, de modo que tapada la abertura por la cual recibe el aire la larva, pe-

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Estos síntomas darain· de tres á cuatro dias, y son seguidos de la erupciorr de pústulas, mas grandes y dolorosas que las de la viruela del ganado lanar. Las rodea una auréola roja, su véttice se aplana, se deprime despues, y se forma en el centro el hundim~ento llamado depresion umbilical que la caracteriza especialmente. 2. 0 Supuracion. Este período se anuncia hácia el séptimo ú octavo dia; la. pústula empieza primero por set diáfana, despues plateada y en fin aplomada. La aaréola toma un tinte lívido ó violáceo, la mama es dolorosa, dura y renitente .' 3. 0 Desecacion. Es hácia el décimo 'ú duodécimo dia que fa desecacion empieza: el líquido que es sin color y fluido comienza por enturbiarse, se colora ligeramente y se deseca por en medio del boton en donde se forma Iuego una costra rojiza, espesa y dura. El dolor de la ubre es entonces muy pronunciado, el animal evita á que se la toque: en fin la costra se desprende y deja en su lugar µna ligera cicatriz colorada. · Causas. El contagio es la sola caus-a conocida de la vacuna y bien qué supone la invasion espontánea de una enfermedad contagiosa , esta invasion primera es del todo ignorada . . Se sabe que el-virus vacuno pasa sin alteracion de la vaca al hombre y del hombre á la vaca. La, oveja puede recibirlo tambien y transmitido, pero sufriendo alteracion: ele modo que hay que renovarlo de tiempo en tiempo y vol ver al primivivo origen de la vaca. Jenner atribuye la vacuna á la materia del


- 42 ros no se contagiaban por medio de la inoculaoion. Preguntados sobre el pal'ticular, respondieron, que eHos- habian padecido una afeccion semejante , que se les había comunicado segun creían, por sus mismas vacas. Esta observacion filé relatada á una sociedad de sábios que ningun caso hizo de elfa. Algun tiempo despues, el célebre Jenner, observó to misrno én el condado de Glocester, y regaló mas tarde á la humanidad, el mas precioso descubrimiento, que babia hecho hasta entonces la medicina. La viruela de l::\S vacas dice Humbold, es conocida desde mucho tiempo en la India, en América, y en la Persia. Es bastante comun en Inglaterra, y en Alemania, pero se presenta raramente en Francia. Algunos médicos y vol(}rinarios ha:n anunciado su existencia acá y allá en las Cevenas y en los Vosges, de cuyos pll_nto§._nCls han llegado algunas observaciones bastante completas y--positi vas. . Sintomas. Se nota en eHa los tres períodos de las enfermedades eruptivas. 1.º Erupcion. Los síntomas generales no son siempre del todo aparentes: cuando existen son caracterizados por un movimiento febril acompañado de inapetencia y disminucion en la leche. La respiracion pr~senta un síntoma que importa señalar; consiste en un movimiento particular de los labios, un soplo labial, que acompaña cada inspiracion y que calilican· vulgarmente diciendo la tlaca fuma la pipa.

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En la medicina humana, se describe con el nombre de tiriasis, una enfermedad cuyo carácter principal, es el desarrollo de una gran cantidad de piojos por debajo de la epidermis. . En el buey se uola una enfermedad análoga. Se manifiesta en animales debilitados de resultas de largas marchas, de trnhajos excesivos, de una mala alimentacion, y de la poca limpieza de la piel. Nó es raro el que los bueyes a 1.acados acaben por morirse de marasmo, siempre que á las sobredichas causas, sobreviene el desarrollo de millones de estos insectos, que contribuyen á menguar la organizacion y á debilitar las fuerzas del animal. Tratamiento. El plan curativo de la tiriasis consiste en cambiar las condiciones de la economía, haciendo cesar las causas, que han dado lugar á la aparicion de los piojofi. Los buenos alimentos, el reposo, la limpieza de la piel, almohazán~ola con frecuencia, son medios eficaces para

Tiriasis, Piojeo, (enfermedad pedicular).

rezca ahogada; ó bien, sn mata por medio de un estilete que introducido por la misma abertura Yá herir la larva ; ó lo que es preferible á los cáusticos empleados por algunos para el mismo objeto, el incidir el tumor y separar el insecto de su escondr·ijo. Si se adapta este último medio, se principia por operar cierto número de tumores, para repetir mas tarde las mismas operaciones, á fin de no ocasionar á la vez tanto dolor al animal.


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hacer desaparecer estos parásitos. Igualmente se les ataca direct.ame-nte con médicamentos que los matan, ya sea por asfixia ó por envenenamiento. Todos los cuerpos grasientos, los aceites en particular, causan la muerte á los piojos, cerrando las aberturas de las partes laterales de su cuerpo que les sirven para respirar. Veinte y cuatro horas despues de la friccion del aceite graso se encuentra entre las películas del epidermis que levanta el almohaza, un número considerable de estos insectos muertos. Las lociones de los decoctos del ta"baco, el polvo de las semillas de la estafisagria, albarrás ó yerba piojera, y las de la cebadilla matan los piojos obrando como venenos. Las prep;.i.raciones mercuriales son medios seguros, pero como deberían emplearse sobre u11a grande superficie, no pueden servir para los rumiantes, en razon de los perjuiuios que de su absorcion se seguirían.

Supresion de la traspiracion, vulgarmente resfriado de la piel, golpe de aire. El nomore de courbature, lasitud, acerba lassitudo de Nysten ( 1 ) tonvendria tal ve.z mejor á es( 4 ) Aplica este nombre á una dolcnc.ia, que por Jo comun desoparece en Lres ó oualro dias, la cual se manifiesta en un principio p'.lr dolores contusivos ó de quebrantamiepto á lo largo del-espinazo y miembros,· con

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los pelos, hace que se peguen entre si. Estos botones ocupan particularmente la cara iuterna de los muslos, la region de las mamas y labios. Cuando la erupciones numerosa ó difícil, produce síntomas ger:erales y alguna ealentura. Es al principio de otoño que aparece esta enfermedad. A veces ataca á un mismo tiempo á todas las vacas de un establo, lo que _probablemente dá lugar, el que se l_a crea contagiosa. Causas. Son poco conocidas; el contagio no es cierto en todas las ocasiones; se cree generalmente que las yerbas de los buertos ó jardines y las hojas de las cepas que sirven alguna vez para ali• mento de las vacas, influyen sobre el desarrollo de esta enfermedad. Tratamiento. El régimen y los cuidados higiénicos bastan. Es raro que los fenómenos febriles sean bastante intensos para exigir la sangría.

Vacuna ó Viruela de la Vaca (Cowpoa;).

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Solamente la vaca está sujeta á una enfermedad eruptiva, que presenta grande analogía con la viruela del hombre, y cuyo sitio es en los pezones y en la ubre de las tetas. A esta erupcion se le dá el nombre de vacuna ó de cowpox. , Se ba hablado tanto de esta enfermedad y ha hecho un papel tan importante en la medicina humana que es indispensable entrar en los detalles de su historia. En 1768 dos médicos ingleses encargados de inocular la viruela, observaron que muchos vaque-


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UN DIRECTOll DE UNA CASA Dt LABRANZA. ==a~

Ill . de Gasparin, individuo de la Academia de ciencias, ha publicado un escrito acerca del asutilo que hemos sentado por epígrafe, que nós· hacemos un deber de reproducirlo á. colitinuacion. «El gefe de una casa de labranza, dice el citado agródomo, sea cual fuere el nombre que se le dé, (administrador, director, regenteó mayordomo), debe bailarse revestido1de una autoridad absoluta eri la adrninistracion de su dominio, aútdridad que no debe re,~onocer otros límites q úe, la escritura de su ctirtipromisd, de la que no debe separarse ui un ápice si11 consentimiento del propietario ó principal. Sin embargo, nd puede hacérseleresponsable de todos los resultados, Sino en el caso que se deje á su cuidado la eleccion de los agentes y operarios, y que se le faculte para cambiar'Ibs ó despedirlos cuando n<> le oonvengan. Hemos visto no pocas veces á esttls adtninistradnreS cometer actos tnuy injustos sin·que el principal se haya tornado la1 pena, de repararlos, habiéndose limitado á lo mas á1reprenderlo en particular ó _privadamente sin dar ninguna satisfaccion al ofendido. Ya se ve que no debe jamás comprometerse la autoridad del director delante de sus gobernados, y si se le conoce un carácter violento, iracundo ó caprichoso debemos cambiarlo en seguida ; pero mientras que se le conserva en ei"mando sus órdenes deben ser obedecidas sin escusa ni pret~sto, y los inferiores no hu-n de esperar jamás que el dueño ó principaJ-de la hacienda reforme las providencias. «El administrador de una casa de labranza no di$po11e de castigos ni de recompensas para sus subordinados ¿Qué recompensa podria dar sin exitar la envidia? ¿Qué género de castigo podria adoptar que no causase el TOMO 111,

disgusto y tal vez la desercion de los trabajadores? Lo mas que puede hacer para mantener la disciplina entre su!> subordinados será reprenderlos con dignidad y de.una manera que no lastime su amor propio, y por ello convendrá llamarlos en secreto,y con ese tono de autoridad benefactora hacer sentir la rawn y dar á comprender la justieia con que se les reprende, estimulando sus huenos sentimientos. Al fin del año es cuando v.iene el momento• de renumerar los operarios, reenganchando los que hayan cumplido bien y separando los que .se portaron mal. Esta esperanza y este temor son los únicos mobiles que hacen eficaz la autoridad del d-ireclor, principalmente en las casas de labranza donde los trabajadores son tratados con cuidado y esmero. «El director debe reunir en un conjunto todas las o¡Jeracion~s del cultivo, subdividirlas en sus detalles y tener cuida.do que serejec.uten á la vez todas las disposi_ciones. Notará en un cuadro todas las operac_iones que corresponden á cada mes, y apunta en el si~uiente aquellas _que no ha podido concluirse en el anterior. «Visita con frecuencia los campos á fin de juzgar de so estado y de la oportunidad de las labores y de los restantes tr-abajos. Procurará que no se principien las faenas antes que las tierras estén en sazon: mientras que se hallan fangosas ó muy aterronadas no deberá practicarse la labranza. «Recorrerá cada dia los puntos donde se trabaja, escuchará la relacion que le haga cada capataz y las quejas que le dén sus inferiores, observará la marcha de los· instr.urnentos, vigilara que las labores tengan la debida profundidad y ancharía, que los surcos marchen rectos á fin de evitar que 31


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no queden porciones de tierra sin remover en los entresurcos. «Presidi rá las siemhras y observará el modo co.mo se distri buyen las · semil las. Esta operacion se confiará solamente á los úperarios- mas diestros é inteligentes en este género de trabajo, no solamente cuando se siembre á vuelo, sino que tambien cuando usemos la sembradera. «Cuando perciba en algun punto yerbas dañosas que van á florecer. se apresurará á hacerles dar una reja ó una escarda para prevenir su fructilicacion . Procurará que se practiquen las escardas convenientes en· los cultivos donde se han desarrollado yerbas, y mu ltiplicará las labores de verano en los puntos donde abunde la grama. «La época de la madurez de los diferentes productos será el objeto · particular de su atenciou ya para disponer la cosecha á su debido tiempo, como para procu.rarse con anticipacion los brazos necesarios. «Visitará cada día los diferentes puntos de la granja para asegurarse del verdader estado de órden y de aseo. Procurará hallarse con frecuencia en los establos y corrales en la hora de distribuir los alimentos al ganado, y examinará por sí mismo el estado de los aparejos y de los instrumentos. Prescri birá e-1 cambio que haya de haber en los alimentos de las bestias, relativamente á la intensidad de los tTabajos y á la naturaleza de las provisiones de que dispone. «Estará al corriente de las variaciones de los precios de los productos para procurar

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con acierto las ventas y las coro pras. A este objeto, irá á menudo á los mercados vecinos y.. entrará en relaciones con los principales corredores y negocia:ntes. «Además de las conversaciones que mantendrá con los trabajadores y con los capa~ taces, reunirá cada dia á estos últimos luego de retirarse del trabajo y antes de cenar, á fin de enterarse de los trabajos practicados durante el dia y de disponer los del dia siguiente. Luego de haber cenad6 dará las órdenes en presencia de todas las personas de servicio, y terminará la jornada con la pregaria pública. Esta accion, tan importante para conservar á los trabajos un carácter grave y religioso, coloca, á todos los que la hacen en comun, bajo la proteccion del Criador: ella refleja sobre el ~spíritu y sobre el corazon de todos los que tóman parte, principalmente si á las pregarias litúrgicas, siempre frias y comunmente maquinales, el director sabe añadir oraciones que estén en relacion con los intereses de los que rezan; como será por ejemplo, implorando la proteccion de Dios para el bnen acierto en las labores, para las personas, para los enfermos, para los afligidos y descons()lados, para nnestros padres, para nuestros próximos. En fin, esta acciou tan cristiaua, despierta en el corazon de los trabajadores y de todas las gentes de la casa de labranza un sentimiento de caridad, de resignacion, de esperanza y de ansilio mútuo que une en una verdadera fraternidad á todos los que toma parte en la pregaria. 0


- 60 Los efectos de estos medicamentos son ausiliados ventajosamente, colocando debajo del vientre una caldera que contenga agua hirviendo y de la cual se desprenden vapores emolientes '1ue constituyendo una atmoslera al rededor del cuerpo, introducen calor y humedad por los poros de la piel. Un régimen adecuado, como los alimentos acuosos y el agua en blanco, tibia y á todo pasto, completan la prim·era indicacion. L¡i. sangría se repite sí á las veinte y cuatro horas no se observa mejora en los síntomas) y en particular si la piel permanece muy caliente y sencible, la respiracion penosa y la locomocion dificil. Se procura promover igualmente la ~ecrecion urinaria, á fin de suplir las funciones de la piel. Para cumplir esta indicacion se añade á la tisana de treinta á sesenta gramos, de (unaádos onzas) de nitrato de potasa, (salitre) la cual va dándose en porciones en el curso del dia. Al mismo tiempo se administran lavativas para facilitar el curso de las materias fecales. Alguna vez se mantienen aplicadas, sobre el dorso y lomos cargas, compuestas con ~alvado, ó especies emolientes cocidas, las cuales metidas dentro de un saco se aplanan sobre estas partes, conservándoles la temperatura, si se tiene el cuidado de derramar de tiempo en tiempo sobre ellas, la misma agua caliente. Los antiguos prácticos atribuían grandes virtumando treinta gramos, (una onza,) de la Oor de amapolo ode sauco, por cada dos lilros, (cuatro libras) de agua.

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El azufre sublimauo puede darse sin inconvediente

des, á una carga preparada con palomina frita, -y luego disuelta en vinagre hirviendo, que aplicaban tibia y de ·la consistencia de cataplasma sobre estas regiones. Otros cubrían con la piel de un cordero ;recientemente desollado, la estension de estas partes. Con todo, los saquillos emolientes son preferibles por ser mas económicos, y mas adecuados á la dolencia que la palomina; lo mismo que los paños empapados de los mismos cocimientos son mas ventajosos, fáciles de confeccionar, y mas baratos que la piel del cordero. Si la enfermedad se dirige á pasar al estado crónico, la medicacion será ligeramente escitante. A este objeto se emplearán las fumigaciones de la flor de sauco, de plantas aromáticas, los vapores avinagrados, dando interiorm~n~e sustancias ligeramente purgativas, tales como el maná á la dosis de doscientos cincuenta gramos, (ocho onzas, con igual cantidad de sulfato de sosa, (sal de glauber) disueltas con tres 6 cuatro libras de cocimiento emoliente, alternando su administracion con la tisana diurética. Cuando el estado crónico es del todo caracterizado, el plan curativo es aun mas escitante; las fumigaciones con las bayas de enebro, con el alquitran etc. los diuréticos poderosos, el salitre, el polvo de la escila, asociados á los sudoríficos, como el azufre sublimado, el sulfuro de antimonio, etc., son los medicamentos cuyo uso está bien indicado. (1)

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basta á la dos;s de doscientos gramos (se'is onzas). El polvo de la escila hasta,sesénta y cuatro gramos, (dós onzas). El nitrato de potasa basta la,de ciento veinte y cinc·,, gFamos (tre§ 011~as y sei-s dracmas)., y ·el sulfuro de antimonio basta cien gramos ,(tres,onzas). , Se adcnini~tra el nitrato de potasa en sclucion, y,a sea en bebida ó de otro modo equivalente,y los demás polvos incorporáadolos con miel y en forma de elect11ario, 6 simplemente mezclados con salvado, .si et'animal no reusa tomarlos.

El tejido oelul'an está, com,puesto de láminas blancas, cortas y entrelazadas que dejan entr,e sí vacíos ó areolas irregulares, que comunican las unas con las •otras.

Enfermedades del tejido celular.

Con todo el práctico con,füu¡á mas bien en un régimen bien apliaado , €¡,ue, e,n los uesul.vados de los medios tera!!)éuticos que, aeaban de indfoarse: asi es que acooseja~roel uso oel verdeen l,ibertad y señala:ráal dueño lias: buenas1~eglas higiénicas que, debe seguin y, obsenvar. escrupufos!l'mente, si se q:uiere alcanza,r una curacion completa. Muy á> menudo l.ai Mfermedad· se presenta ben·igna, y bal9tan, para estos <HlS0s la, saJngrlary al'gunas:precaiuciones en ellrriétodo de vida: sin embargo, es menester no olvidar que está sujeta á meo üdo; á recaMas y: residivas. Las tisis pulmonares que afectan á los ani,,qial'es entrados ~ 'ª en edad,y tan comunes en ciertas localidades, no traen otro origen que d'e las supresiones repetidas de la tra•nspi racion.

(~) Se prepara la tisana sudorlfica' por infusion ; fü-

__,_ 59 La•duracion de ei.ta enfermedad, es por lo r~gular, de ocho á quince dias, ámenos-que a'O pase al:estado crónico, pues-que entonces algunos de·sus síntomas desapareoen, otros aumenban, ó mejdr ditho no hacen mas que cambiar de forma. As-i es que el dolor y eltcalor de' la pid disminuyen y ca:si' 1-leg:rn á: d1esaparccer, mientras que su espesor y rigidez amnentan , En éstos'casos, ~e observan sobre diferentes partes-, depilaciones parciales. Da locomocion· continua siendo embarazada, hay dificultad en• los movimientos y en particular en· los de los rtiliembros anteriores. La reguhnidaél casi se establece con respeto á la respiracion, pero se•le observa una tosecillaqae á menudo es el prodromo de la Lisis pulmonar. Las' funciones digestivas van liaciénclose mal, lasJfuerzas decaen y enflaquece considerablemente el ihdivitluo. Tratamiento. El e'sta.ct'b agudo· de la enfermedad , debe ser combatido con los a'Tltiflogísticos y sudoríficos . Colocada que se halla la res· en un local apropiado· pa:ra que no obren las causas· que pueden suspender la perspiracion cutáóea, se practica la sangría de la yugular, extrayendo de· tres á cinco kilogramos (ne seis á diez libras) de sangre, segun la fqerza del animal y la gravedad de los síntomas. En seguida se administra una tisan'a de un litro y medio,· (tres libras) á ·dos litros; (cttatro libras) administrándola cuatro ó cinco veces al día ( 1 ) .


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:PO-RVENIR DE LA ~ERDAÑA. .

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Mientras aguardamo_s el mo~ento de poder•publicar la memoria, en la que demuestraremos nuestra opini&n acerca el estado de la agricultura catalana, y manifestaremos los ausilios que necesita para llegar á la altura de que es susceptible, nos apresuramos á d-ar cuenta á nuestros lectores de la grata impresion que nos b~ causado la vista de la dilatada llanura de la Cerdaña, que acabamos de recorrer. Pocas comarcas, tal vez ninguna, cuenta la península que .reuna mas elementos de vida y de prosperidad que el país de que no~ ocupamos; y si es verdad que podrán hallarse muchos territorios donde la produccion general sea mas abundante por los favores del clima ó por las circunstancias particulares de su topografía, no obstante en ningun otro suelo se vé esa feracidad que sor. prende, esa abundancia de aguas que todo lo vi'9'ifica, esa laboriosidad de los habitantes que admira, esa abundancia de pastos que permite, con estension , el import,a nte ramo de la g~nadería , esas plantaciones de árboles qu e revelan los adelantos de los cultivadores de aqu~I bello país ; y, en una palabra, en ningun otro se encontrará tanta riqueza reunida y un pocvenir tan lisongero. Pero en medio de tanta riqueza la ·Cerdaña es un pueblo mi,ierable por la sola razon de que está desatendido. El propietario no tiene interés en cuidar mejor sus tierras y en adoptarnuevos métodos.de cultivo, porque no puede vender los ·frutos que recoje: las fuentes de prosperidad, que son muchas, se eclipsan en su mismo nacimiento porque la estraccion de los productos es imposible . Y lo que acaba de agra bar fa situacion de aquellos pueblos, que la naturaleza los ha destinado áser felices, es el subid.o precio con que pagan los artículos de importacion por no tener caminos espeditos que mantengan un comercio recíproco entre el país y los restantes puntos del principado.

rn DE AClOSTO DE 1850 .

Si los estrechos límites de un ~rtículo.nos · permitiese entrar en los detalles que ofrece la descripcion de la Cerdaña, haríamos ver )ª razo~ que tienen sus habitantes de que.1arse con amargúra del descuido en que se los tiene y de lo dignos que son, por rantos títulos,de las consideraciones que basta ahora se les han negado: pero en este moment~ queremos prescindir de esta razon v de e~tas consideraciones, é intentamos limitarnos á reclamar en su fav'or la p'arte de justicia que de derecho les corres¡.ionde, y que urge mucho que ·se les conceda. . La Cerdaña adolece principalmente.de dos. enfermedades que hasta ahora la a.dministraci~n no ha comprendido, y que el gobierno no ha acertado á aplicarles el remedio. Estas dos enfermedades, harto graves para aquel país,_ son la falta de una carretera que comunique con el pueblo de Ripoll, y el-no pertenecer á la provincia de lJfJ,rcelona. Lo repetimos con sinceriJad y buena f_é: .estas dos enfermedad~s son la miseria del' p~is, que nos ocupa; á ellas se debe la postrac1on en que yacen sus pueblos; son, en fin, el ca ncer _que rbe -las entrajias de aquella tier-· ra fértil. Sino se curan estas dos enfermedadcs,mas principales,la Cefdaña será siempre pobre, y no podrá jamás salir de la .tristo condicion de un pueblo desatendido. Una cr.rretera que comunique con Ripoll ~uede hacer á la Cerdaña _rica, risueña y feliz. Solámente una vía de comunicacion fá_: · cil ~ económica:, puede levantar de la P,ostr~c1on_á aquella privi,legiada_comarca, perd 1ml1endo la estracGion de los cereales que tanto le sobran, y la introduccion barata de ~uchas m_alerias de que carece y que de preé1so necesita. · Por las felices condiciones que reune la Cerdaña, esta carretera babia de ser menos costosa, que todas las restantes, al Tesoro público. No necesita del gobierno mas que la TOMO 111 .

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auto~ízacion para crear ciertos arbitrios y un apoyo que en derecho no puede negá rsele,. Los pueblos que han de reportar el beneficio sabrán escojitar los medios; y téngase por seguro que estos no serán gravosos cuando han de recaher sobre sus propios vecinos. Los hombres pensadores del país llevan hechos cálculos que tenemos por muy realizables, y. solo aguardan el día en que sus súplicas sean ateadidas. · Establecida esta carretera, obra de menos tiempo y de menores recursos de lo que se cree;Ja comunicacion de la Cerdaña con Bar,celona oeria fácil, el comeroio entre estos dos P\lntos, que ahora se mantiene con lentitud, desplegar-ia una estraordinaria.actividad, los frutos que sobran en la Cerdaña tendrían una estr'accfon que a.hora no es dable conseguir, ·y en medio de estas ventaj'as, sin otras muchas que podríamos citar, veríamos nacer la abundancia y la prosperidad para aquellos pueblos gue, como lo hemos dicho otra vez, la naturaleza los ha hecho para ser felices. Hemos oido decir que la provincia de Gerona habia de oponerse á este pensamiento, y confesamos que esto nos parece imposible. Decimos que nos parece imposible, porque no se le· habian de seguir desventajas de la realiza,cion de esta ·carretera. Al contrario , los frutos del Ampurdan que ~hora se conducen á lomo para el consumo de la Cerdaña habían de importarse en cantidad mas considerabl!), y es un error el pensar, que no habían de importarse con preferencia los de la pro·vincia de Gerona á los de todo otro país, ya por la bondad de su clase, como por ser igualmente f~cit la condnccion, teniendo como tendrá muy en breve una . carretera , y tal. vez un ferro-carril , que comuuiciue lá villa de Figueras con la de' San Juan de las Abadesas y Ripoll. · · · La otra mejora que necesita la Cerdaña es el que se la separe de la provincia de.Gerona y se la agregue á fa de Barcelona. Fácil nos fuera demostrar con la carta geográfica en la mano, lo poco acertado que se andubo al darle la colocacion que ahora tiene

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, ' en el órden económico y gubernativo . El país de que nos ocupamos no· tiene ninguna relación de comercio con Gerona; y DO una, sin.o muchas veces , se han visto precisados aquellos pueblos á sufrir apremios por cantidades insignificantes que no se pagaban por falta de giro. Todo lo contrario sucede con Barcelona: entre esta ciudad y Puigcerdá se mantiene, desde tiempo inmemorial ,-un"'tomercio muy animado; son infinitos los productos que de los pueblos de la Cerdaña bajan á la capital del ,principado; y finalmente son ~ucl:ias las familias, bijas del primer punto, que se hallan esrablecidas en el último, algunas de ellas dignas. por su posicion y saber, de representar los intereses de sus compatriotas en las diputaciones provinciales ó en corporaciones semejantes , de cuya representacion, ejercida con zelo é interés, depende no pocas veces la salud y la vida de los pueblos representados. Esta nueva division de territorio que el buen juicio demanda y que vúz en grito reclama la Cerdaña, baria que nacieran para este pais dias de ventura y de felicida4_: entonces veríamos levantarse entre aquellas risueñas llanuras hermosas quintas donde .los acaudalados de la parte baja de la Ca tal uña babia de pasar el verano : entonces á ese aislamiento en que viven aquellos pueblos habia de sucederse la animacion; y á la miseria que les abruma, la abundan~ia.y la prosperi~ad: y entonces, sí, solamente entonces los hijos de aquella bepa comarca .podrían entonar himnos de júbilo, porque se babrian escuchado sus penas y' puesto remedio á sus quebrantos. · Concluyamos: estas dos disposiciones bastarán paraque la Cerdaña sea feliz. Nosotros hacemos sín,ceros votos paraque se cumplaµ tan Los deseos y no se malogren tantas espe- , ranzas. La' vista de aquel pais nos ha conmovido, y · aguardamos demostrar otro dia las muchas fuentes de riqueza que tiene, y el derecho que le asiste de ser atendido. ÜUrJE LLANSÓ .


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' DE LAS ENFERMEDADES E IMPERFECCIONES

. (REllllTIDO.)

El trig'o está espuesto á sufrir ciertas enfermedades que han llamado la atencion de varios agrónomos, obligándolos á practicar no pocos esperimentos. Indudable es que el hombre ya se inclinaria .desde muy antiguo á averiguar y descubrir todo cuanto es susceptible de remedfar los defectos y enfermedades de este precioso cerna!, que en esencia consti"tuye ,la base primera de su mejor alimento. Para comprobar esta proposicion seria ·suficiente re montarse á la época, en que las inteligencias humanas principiaban á descubrir el poder de sus investigaciones, que sin ánim·o de c¡iJificarlas, debieran ser, con respeto á la agricultura, fundadas muchas de ellas en la práctica de los hechos. Los autores latinos que se entregaron a~ asíduo estudio de la labranza , ó del cultivo de las tierras, revelan fenómenos de curiosidad estraordinaria , describiendo además el modo de ejecutar las operaciones rurales, citando el tiempo oportuno de hacerlas, así como los remedios mas propios para curar y precaver las enfermedades de los animales domésticos, cuya utilidad h1¡t sido siempre tao inmedjata. En su consecuencia, es muy razonable creer que no pudo caber descuido para que se analizasen , cuando menos, los males con que la naturaleza suele afectar al trigo, atendiendo constantemente á la estension é impo.rtancia que esta planta ha teriido y tiene en todo el orbe, si bien es evidente que los adelantos y las esperiencias sucesivas habrán contribuido á engrandecer y aumentar· los resultados, Plinio conoció,muy bien la natu~aleza del gorgojo, )' Herrera ha dicho que este inséc.:.. to no.ataca á la cebada; pero sea como quie-

ra, el trigo cuando está en la. planta puede coger una enfermedad bastante peligrosa, y esta es la del tizon. Cuando ha pasado ya la flor y está formada ya la espiga, muy sana en apariencia, se nota que rompiéndola hay algunos granos llenos de un polvillo negro, ligero, muy tlojo y sin consistencia que se lo lleva el viento fácilmente. Este polvillo se pega á los pelillos del trigo sano, cuando se trilla, y parece que su procedencia es de los grandes golpes de sol ardiente despues de haber acontecido nieblas ó lluvias muy finas en la misma época en qne el grano está en cierne ó al tiempo de cuajar. El tizon en su naturaleza indica que no es contagioso, porque acontece con frecuencia hallarse en una misma espiga ·granos buenos y otros atizonados, y aun granos en parte buenos y en parte atizonados; pero la planta de trigo atizonada se ha visto que es mas baja que las demás, y que está un poco encorvada por la parte superior del tallo que se halla inmediato á la espiga. Mr. Prevost asegura que· él tizon esJa semilla de una planta pequeñísima muy dañosa á los- granos , observando- que aquel polvillo negro son, segun su opinion, unos glóbulos enieramente organizados, Jos cuales su·mergidos en sustancias húmedas producen una planta; esto es, « u,nos ·tallos pequeños de figura cilíndrica y de diversos tamaños, UQas vec·es con articulaciones, otras veces sencillos, y otras terminando sus estremos en figura de estrellitas, cuyos radios aunque de corta estension en un principio, se prolongan luego como unas hojas largas y estrechas.1> Estas son las mismas palabras, resultado del esperimento de Mr. Prevost. Luego añade, que estas plantas pasan parte de su vida en el trigo, y que se mantienen á


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su costa á la manera que ciertos gusanos y lombrices en e\ cuerpo de varios animales. Asi es que moriría, sin duda, esta planta de'licada al influjo de los vienlos, de la&.aguas y de las variaciones 9e la a~mósfera, si los trigos no la defendiesen ; y no .obstante •se alimenta del rocio y de la humedad, y se introduce, dice Mr. Prevost, en la planta del" trigo en el a.oto de la germínacion ;. porque ~i cuando sucede esta, ó un poco antes, se derrama tizon sobre el terreno, se inficiona todo el trigo, al paso que frotando con el mismo tizon los tallos ó espigas del mismo trigo enferman tan solo un corto número de granos. Conforme á e5to resulta, que trigo bien seco mezclado con tizon seco ha. padecido muy poco, porque el. tizon no crece sino por la humedad ; y de _aqui párece muy lógico deducir que los carupo¡; crrcanos á los estanques y rios están mas espuestos al tizon; que las sombras de las casas y de los árboles ayudan asimismo .á la formacion y fructiferacion de esta planta parásita, no menos que las nieblas y vapores; porque la esperiencia ha confirmado exactamente, <tque el trigo que nace por la mañana, cuando la niebla es espesa, corre mayor peligro de atizonarse que el que germina al medio dia en tiempo claro y despejado.» Para amparar al tr.igo de esta calamidad, verdaderamente lamentable, se ha usado y aun se usa en muchos parajes de la cal; pero Mr. Pr{lvost atestigua en •varias obras, que el Lizon no germina absolutamente en el agua en que se haya disuelto sulfato de cobre á 5 ó 6 grados de temperatúra , y en cantidad de una 28 milésima parte del peso del agua empleada en la. dísolucion; que ádemás, el trigo infestado del tizon sumergido tambien en agua que haya estado dos d,ias en nna vasija de cobre, pierde parte de él , la cual se verá SDbrenadar en la misma agua. Convendría sobremanera hacer repelidos ensayos dé este género, pues ·los reclama imperiosamente el realce y mayor brillo á que en España debe elevarse la economía rural, adoptando á la par las ideas benévolas de muchos de nuestros patricios, y que tie.nen inmediata conexion con la prosperidad.

de la agricultura y los medíos de preservar á los pueblos , sin gravámen ninguno , de las carestías que á veces les abruman. Otro de los perjuicios que .sufre el trigo, aun en la planta es el de la carie. Esta no es mas que una especie de tizon, si bien de mucho mas consecuencia. La carie consume tod0s los granos de la espiga, y se propaga con facilidad, pues con solo su conlaclo corrompe á los que están sanos; y en tanto grado, que las pajas inficionadas de la carie no pueden servir para estiércoj , á no ser en el caso de que estuviesen bien podridas, porque de lo contrario ellas bastarían para introducir en los campos esta enfermedad. Apretada entre los dedos una espiga atacada de la carie, suelta una materia grasienta y fétida que se convierte en polvo negro, pareciéndose el tufo que despide al de la lana. Esta enfermedad procede de que las simientes se recalentaron ó corrompieron por alguna causa esterior, ó bien se mojaron y fermentaron despues en las soleadas del estío. Una prueba de esta opinion es la Je que antes de formarse la espiga ya se nota en la planta esta enfermeqad por el verde mas oscuro de sus bojas, que muchas veces se acerca al morado, y porque ademas si se entierra una simiente que baya tocado á una espiga cariada p~oduce tambien una espiga cariada. Por tanto no puede dudarse de que esta enfermedad procede de la si miente y del gér• men, y .en efecto ; se ba observado con el microscopio que los granos sementales que la producen tienen una especie de vello ó moho, que brota de la corteza, el cual no es rpas que una vegetaciou fungosa que llega hasta el gérmen, y que despues en el crecimiento dcsplega toda su malicia. Para evitar la carie es pues pteciso destruir el vello de la simiente ó . su recalenlacion; y para esto se pasan las si m~entes por unas lejías fuertes, hechas con ceniza de leña nueva y cal viva, conforme aconseja Mr. Tillet. Los trigos afectados ya del tizon se lavan dentro Je unos ced·azos de cerda, mojándolos repelidas veces en unas vasijas grandes, llenaH de a~ua, la cual 'se muda amenudo


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de esterr;ninarlosse emplean diferentes mehasta que por úllimo salga bien limpia. Se dios que se reducen á prepararles comidas esliende despues el trigo en un lienzo, clavenenosas, tal como la -semilla de la calabavado en un bastidor, formando una capa de tres pulgadas de grueso, todo lo mas , y se za cocida con agüa y con arsénico . Se les hacuelga horizontalmente dicho bastidor del ce t¡1mbien una pasta en que entran tres partecho de un aposento, por medio de cuatro tes de harina v una de veso muv fino , bien poleas, colocando de este mismo modo seis mezclado con Ía harina~ pues q~e comiendo de esta, que ellos a:P,etecen murho , 'tragan ó mas bastidores, á seis pulgadas de distancia. EQtonces se calienta el cuarto con una igua Imente el yeso, el cual los mata. por enestufa, ó con braseros provistos de lumbre durecérseles fuertemente en el estómago. Con \odo, el mejor medio _para que n,o atahasta que el trigo esté bien seco. En un aposento de cortas dimensiones se quen al trigo los ratones es el de tener los puede enjugar una porcion considerable de gr~neros bien cerados, sin agujeros ni grietrigo en el solo espacio de un dia, pouiendo tas de ninguna especie; y cuando se advirlos bastidores á las dichas seis pulgadas de tieren semejantes cavidades, se echará gran distancia; pues si el aposento enjugador tie- cantidad de vidrio molido en la pasta que se ne ' 16 pies en cuadro y nueve de alLo, se po- destine para taparlas. Los pájaros y los gorrjones 'gustan tarn-. drían secar 30 fanegas de trigo en el espacio de 24- horas empleand.o un moderado bien del trigo que hallan, p sea en la sementera ó en el tiempo de la recoleccion; calor. pero de todos los animales el peor es el gorEsta observacion no solamente es útil para el tizon, sino para los baños y demás pre- gojo, insecto sumamente perjudicial por muparaciones despues de las cuales el trigo de- chos conceptos y que daña con estraordinario vigor . Pertenece á Ía familia de los·esba secarse. y se engendra por un gusano muy carahajos Como medida previsora, debe tenerse preblanco muy pequeño, compuesto de anillos y sente que si cuando la planta del trigo está . redondos ; de manera, que estando cuasi en cierne sobrevienen amenudo algunas llusiemprearrollado presenta el tamaño de una vias delgadas y se teme que despues la fuercabeza de alfiler. za del sol cuaje la leche del granó, y auDicho gusano es el que produce el daño, mente ó produzca el tizon, será conveniente que dos hombres tiren un cordel sobre los porque roe al 'trigo, y cua11do con semejante alimento ha llegado ya á todo el ,crecitrigos, y que sujetando firmemente sus dos miento de que es capaz, se vuelve crisálida oabos, y manteniéndolo tirante lo hagan pay despues gorgojo. Estos auimales'ponen sus sar con ligereza y rapidéz sobre las espigas, huevos en el mismo trigo, por ser el lugar por cuyo medio quedarán estas sacudidas á mas propósito para ellos; y producen.ásu de la& g9tas de agua que podrian dañarlas vez gusanos que roen toda la sustancia . faviniendo á obrar inmegiatamente sobre ellas rinosa. el calor y la fuerza d_el sol. Es muy del caso saber que este insecto Esta operacion, aunque antigua, es útil, mucho la quietud, pues se obserrn que ama porque si en algunas plantas no se produce revolviendo un poco el trigo en que ha naentonces el tizon, salen nó obstañte muchas esp.igas cesmedradas,·si no.iodas, advirtién- cido, lo agujerea prontamente y se vá á otra dose un trigo flaco y pequeño en la ocasion parte en busca de la oscuridad. Un par de ellos solamente, ponen un huevo <;ada día de la cosecha. Pero la calamidad de mas importancia en la ·estacion de los cal ores, siendo evidenque suelen padecer los trigos, consiste en la te que ·desde abril hasta setiembre siempre hay gorgojos que ponen. persecucion que le· hacen algunos animales, El calor natural que producen en sus crias y especialmente los inséctos. Lo~ ratones estos insectos, que transpiran mur..ho, s~ria causan á vecefi daños.de exorbitancia en 16s un inconveniente notable, aunque por otras gntneros que están algo descuidados, y á fin

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éonsideraciones no malograsen el trigo; por modo de evitar en el coltivo las imperfecque este calor yá. bastaría por si solo á cor- · ciones del trigo, considerado como producto mercantil. .. romperle . . Los medios de atacar á esté animal dañiE;; notorio que la abundancia d~ ~al trino son varios y diferentes. Algunos queman go .que se esperirnenta en muchos años , y en· los _graneros algunas cuantas sogas aw- generalmente casi siempre, tiene su orígen fradas antes de· encerrar el trigo, con lo cual en la incuria y perniciosa desidia de muchos parece que.no.~e _ven gorgojos; y lo asegura labradoi·es, sin que por esto se diga que D. José Antonio Valcárcel ,, sin embargo de por pura moda,. ó espíritu de sistema, se que convendría examinar detenidamente si pretende achacar á estos la culpa de la deeste remedio podría afeétar la bondad del cadencia de la agricultura, pues cualquiera 1 ceréal. conocerá que el gobierno debe ser principaltrambien las yerbas aromáticas, como los mente-el removedor de las dificultades que yezgos, y otras de olores fuertes, se ha dise opqngan 'á su engrandecimiento. Sin emcho .que ahuyentan el gorgojo; pero el abate bargo, por medio de las publicaciones agríRozier afir.ma que estos olores contribuven colas y p9r la autorizada opinion que , de á que el gorgojo profundice mas en los m~nel las se forme, pueden las gentes del campo ~ones de trigo para libertarse de sus intJuenreportar un provecho útil; pues que al paredas. Mr. Joyeuse hizo uso del ventilagor de cer en la sociedad actual semejantes elemenHales y obtuvo en :S pulgadas cúbicas de tritos no deben ser de intluencia ineficaz. go _315 gorgojos muertos y 286 vivos. Este Las razones que se hallan á primera vista sujeto mata por medio del frio los gorgojos, para que el trigo salga de inferior calidad, y Mr. Duhamel atestigua que habiendo em- en tierras buenas y medianas , mostrándose ph:;ado el ventilador en uno de sus.graneros, arrugado' y endeble, sin llegar á un desaren donde bahía mucho gorgojo, no encontró rollo perfecto, ó con obstrucciones que en su ninguno ea el año siguiente. crecimiento le hicieron degenerar, dependen Los datos que puedan facilitar estas espedel cultivo masó menos racional que ·en él rien~ias son en estr-erno importantes, porque se emplee. no lan solo perjudica el gorgojo á los trigos, Aquellas tierras que son de la ·clase mesino que se interna, igualmente en el maíz jor no conviene ararlas en tiempos húmedos, causando los males mas deplorables. y debe sembrarse en ellas mas bien cuando Es ·dificil se halle justa compensacion al estén s~cas, porque á las tierras a,bundantes sentimiento que le causa al labrador la re- en ·principios naturalmente fértiles, no les pent_ioa desaparicion de sus esperanzas, funprueba una humedad escesiva, de la que es dadas tal v_ez en la hermosura de un campo, comun que resulte el encanijamiento de las poblado de mazorcas' lozanas y nutridas, ó de. plantas. Antes bien, ec. los riegos pluviales trig~s robustos ; y por semejante razon hay que reciben muchos terrenos es conducente, que buscar poderosos preservativos para ani- abrir escurrideros que despidan suavetÍlente quilar el p_oder des~ructivo del gorgojo. las aguas sobrantes, que si bien nutrirían l~s · A veces se han descubierto otros seres , cañas del trigo , seria con la. desventaja de diversos males de los comunmente conoci- que el calor no podria absorver todo lo sudos y que ·han _atacado á las plantas y propértlub de las partículas acuosas, resultanductos cereales, por causils y_predisposiciodo una debilidad vital poT falta de la acernes qúe solo puedén caber en el admirable tada combinacion que puede mantener á los artificio de la naturaleza ; pero como las tallos en la energía y elasticidad para recircunstancias locales especialmente, asi cosistir las inclemencias y los vientos. mo las eventuales no es posible que convenDe aquí es poi·que se ha visto varias vegan con la breve limitacion de un asunto ces trigo atizonadQ, raquítico ·é imperfecto, vásto por sí mi'smó, será preciso acudir ahono menos que muchas espigas hueras, _que ra la segunda parte del epígrafe, ó bien al propenden al infortunio del colono ó labrador . •

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Para evitar este inconveniente es necesariQ abrir surcos en la tierra para conducir el agua sin percepcion notable, arando en los campos de declive de manera que los surcos no se crucen horizontalmente, sino con cierta oblicuidad hácia abajo , cuidando de que el agua nunca pueda arrastrar consigo las partes mas sútiles del abono ó tierra vegetal. Un perjuicio importante , y que los hechos· me han demostrado, aunque en corta escala, es la general manía que en distintos lugares se tiene de sembrar espeso. En efecto, las plantas que nacen apiñadas y en manojos, sin espacio suficiente para su libertad y desahogo de vegetacion, se roban mútuamente el alimento, siéndome probado que en semejante caso se recolecta mas cantidad de paja que de grano. Tambien se originan las imperfecciones del trigo de la profundidad á que se introduce la simiente, del uso inconsiderado de los abonos, unos cálidos y absorventes, otros frios y secos, sin atender á la calidad de las tierras á que se aplican; del ningun renuevo que se hace de las simientes. las cuales deben variarse de tiempo en tiempo, y de otras causas .

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Manifestaré por fin que los trigos de invierno, así como los de primavera, estarán sujetos á las esposiciolles naturales de los terrenos en dond~ se alimenten ; y particularmente cuando sobrevengan heladas ·á los primeros, en el acto de la germinacion, habrá que tener en cuenta que no queden descubiertas las raices , lo cual podrá reconocerse tambien con facilidad al tiempo de la escarda. Animado de los mas puros deseos , para· merecer el aprecio de mis conciudadanos, y para escitar asimismo una aplicacion creciente, con la que se obtenga gran númer0de resultados prácticos que contribuyan á fomentar nuestra agricultura, tal vez única esperanza del porvenir de España, me hallo impulsado á prestar mis débiles fuerzas para la concesion de tan laudable objeto ; y mas todavia, existiendo en nuestra nacion periódicos, aunque pocos, que separados de la arena ardiente y perniciosa de la política, difunden benéficas luces entre las clases productivas de la sociedad que son las que mas ausilios é instruccion necesitan. RAMON JOSTlNO DE GASSÓ .

NUEVA REMESA_DE SEMILLA DE GUSANOS DE SEDA MAS,

y de moreras de la china, verificada en 184.9 por el Escmo. Sr. D. Sinibaldo Mas: y disposiáones dictadas por este ministerio de Comercio,

Instruccion y Obras públicas para utilizarla.s.

No satisfecho el digno plenipotenciario de S.M. la Rs1NA con la remesa de simiente de esta clase de gusanos verificada en el año anterior, por el mal estado en que á pesar de sus esfuerzos venia, repitió otra abundante y que afortunadamente se ha recibido

en las mejoras condiciones. Llegó en 1849 , y para su ensayo en la próxima cosecha se ha repartido entre las corporaciones y personas siguientes, que por sus conocimientos y los medios con que cuentan al efecto, no es dudoso lo ejecuta-


340 rán con el mayor esmero, prenda segura del deseado acierto : Real Patrimonio de S. l\1. . · _ Juntas de Agricultura de las provincia;; de Valeocia,:Murcia. Castellon, Teruel, Granada, M~laga, Sevilla y Cádiz. · Sociedad económica de Valencia. Ex-cmo. Sr. D. Mariano Migu~l de Reinoso, Valladolid.-Señor D. José María de Palacio, Jaen.-Sr. D. Luis Bustamante, provincia de Santander, Santa Cruz de lguña. Sr. D. Antonio de la Cuadra, Valencia. -Excmo. S_r. conde de Sástago, Morata de Tajuña.-Sr. D. Joaquin Maria Giner, Castellon.-Sr. D . . Victot Lana, Zaragoza.Excmo . Sr. baron de Lajoyosa.-Sr. D. José Bordiu, Almeria.-Sr. Marqués de Soto Aller, Murcia,-Sr. D. José Fariñas, Mo nforte.-Sr . D. Francisco Mo nfort, Torrente del Cinca.-Mr. Beauvais, Jnstitut Sericole de Sénarl , (Francia), por medio del Sr. D. Ignacio Cepeda.-Sr. D. Pascual Asencio, Madrid.-Sra. de Bayo, Madrid.-Sr. D. Cárl~s Mata, Guadalajara.-Sr. D. Manuel Cortés, Caspe.-Sr. D. Joaquín Rodríguez Leal, Pasencia.-Excmo. Sr. marqués de Monsalud,_A.lmendralejo. Con el objeto de que estos ensayos se verifiquen bajo un plan uniforme y metódico, sé ha circulado á los encargados de verificarlos la instruccion que á con~inuacion insert-amos: «Ministerio de Comercio , Instruccion y Obras iPúblicas.-Agricultura.-Para que los ensayos de la semilla del gusano de seda Mas, produzcaó todo el buen resultado que es de apetecer, preciso es que se verifi-:quen con método y uniformidad. Con este objeto la Reina (Q. D. G.) á propuesta del comisionado regio para la inspeccion de la Agricul_turn general del Reino, D. Mariano Miguel de Reinoso. SP. ha servido aprobar las siguier;ites reglas que V. S. tendrá presentes at ·ejecutar el ensayo que le está encomendado: (<P-rim·era. La observacion deberá verificarse á la vez sobre dos porciones iguales de semilla; una de la de Mas y otra de la c¡ue se· tenga por mejor en cada comarca. «Segunda . La cria de estas dos porcio-

nes convendrá hacerla con igqaldad absoluta- en el régimen de comidas, de cantidad, calidad y tiempo. (/Tercera. Estas espP.riencias deberán hacerse sin calt,ríferos artificiales,. á la temperatu·ra natural del pais en que se ensayen. Sin que esto obste á que con las precauciones de estil?, se corrija la destemplanza atmosférica en cualquiera d'e sus estremos. (tCu:nta. El observador deberá anotar : «1.º La observacion termométrica é higrométrica des~e doce días antes del nacimiento hasta la postura de las mariposas, en cuatro épocas del dia, iguales para todos los observadores. Las horas de observacion ha n. de ser: <d .ª A las seis de la mañana. <t:P Doée del dia. «3.ª Seis de la tarde. «4- . ª Doce de la noche. cc2 .º La precocidad ó retraso, uniformidad ó desigualdad, dias y horas del naci miento. «3. 0 En cada edad de su gusano, se anotarán sus caractéres comparativos con los conocidos, como el color, dimensiones, vorac;idad, dias de cada edad, número de horas en las mudas, mortandad en ellas, sensibilidad al clima, anticipacion ó retraso para subir á bila-r, igual dad con que suban etc. «4. 0 Se anotará tambi en la presteza ó retraso con que cubran el capullo, y en este, su tam año, su pr,so y sus condiciones. «5.º Di as que ipviertan, desde que suban á hilar hasta que salen mariposas; diferencias de estas comparadas con las comuues; energía de los machos; fecundidad de las hembras; duracion del acoplamiento; carac.Léres de la semilla todo comparando C(ID los del país . (<Quinta. Si fue se posible se hilará una pcircion del capullo qoe se obtenga para conocer la escelencia de esta sem illa, remitiéndose parle de ella al menos áeste Ministerio p;i.ra compararlo con la que produzcan otros ensayos. · Atendiendo á la ilustracion de V. S. y á medios con que ·cuenta para obtener el mas feliz resultado del ensayo de la semilla que le ha si do remitida por este Mínisterio, S.M .


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tambien el Sr. MAs semillas y plantones, ya espera que- correspondiendo á su confianza, de árboles de fruta, construccion y so'!Ilbra, observará exactamente las anteriores disposiciones, contrihuyendo así de una manera' ya de legumbres y flores de rara hermosu ra. Entre aquellos merece especial mencion eficaz á prpporcionar al país el beneficio de tan útil adquisicion . De Real órden lo comu- el árbol de cebo, de cuya fruta se desprende nico á V. S. para los efectos consiguientes. _una sus_tancia crasa de que se fabrica gran número de las bugías con se que alumbre la Dios ele.» No siendo exactamente conocirlas la na-· China. Es de e·sperar que en muchas de nuestras ·provincias, y señaladament~ en turaleza y circunstancias de estos gusanos, aquellas en que casi naturalmente viene el se pidió. por conducto del Ministerio de Estado al referido ministro plenipotenciario de" olivo, se logre la connaturalizacion de este nuevo y precioso árbol , que acaso traiga á S. M . en China, una memoria sobre sus propiedades y el sistema mas á propósito para la agricultura y la industria nacional un nuevo manantial de riqueza. criarlos. Además, á propuesl~ del ilustrado En el mes anterior bao llegado á Cádiz esagricultor y comisionado régio para la insplantas. que repartidas asimismo entre tas peccion de la agricultura general del reino que han acreditado su celo é cultivadores en la provincia de Valladolid, el Excmo Sr. la Direccion general de agrien inteligencia D. Mari1rno Miguel de Reinoso, á cuyo paen diversos climas ensayados serán cultura, cirla de propuesta la debe triótico ce lo se y terrenos; pudiendo desde luego citar encular referida, se vaq á practicar con la setre los que han recibido tan honroso encarmilla últimamente recibida dos ensayos esgo del Gobierno, á los señores profesores D. peciales, cuyo objeto es conocer el método Pascual Asencio y D. Migoe\ Colmeiro, que de ~ria y el clima mas conveniente para eslo son, este en el Jardin Botánico, y el seta clase de gusanos. Uno se ejecutárá por el gundo en la universidad de ·sevilla. método de abreviacion, por el aumento graCuidaremos de tener al corriente á nuesdual del calórico y la mas frecuente repetilectores de los resultados de tan importros cion de las comidas, y el otro por el sistema estudios, igualmente honrosos para el tantes al contrario. El primero se baila confiado ministro plenipotenciario que, á las digno Grner Maria Joaquín D. celoso y entendido graves atenciones de su cargo, sabe unir esen la provincia de Caslellon y el segundo al te ardiente deseo de enriquecer á su patria mismo Sr. Reinoso. tan inapreciables conquistas, al Miniscon Finalmeute, en el, propio año de 1849 en de Estado, que con sus instrucciones esterio cajas de cristales y con las mas esquisitas alimenta este espíritu, al de Comercio y cita prevenciones, remitió el Sr. l\lAs una portan esperado afan promueve estos con que cion de piés de morera. Las dificultades estudiando los medios de hacerlos ensayos, consiguientes á tan largo viaje, fueron cauy finalmente al Real patrimonio fructuosos, sa de que algunos de ellos se perdiesen. Coseñores profesores y á los iluslos M.·á S de • cui y inmediatamente mo quiera, plantados trados cultivado res que rivalizan en celo padados con tollo esmero, en los Reales jardi· ra eje.cutarlos. nes de S. M., se ha logrado salvar crecido No queremos r.oncll!ir estos apuntes sin número de los mismos, de los cuales hao sipagar una deuda de gratitud al dip;no cóndo:entrega<los á este l\Iinisterio en el mes sul de S. M., en Odessa, e! Sr. D. Frañcisanterior varios plantones. -No hallándose toco Bager ¡y Rivas, que envió la semilla de davía suficientemente formados, se han ,·uelotra esquisita raza que le proporcionó · su to á replantar en el Jardin Botánico, y es de ainistad con el caballero Agustín Ray-ko , á esperar que para ,el año próximo ya podrán quien sabemos con particular satisfaccion, ensayarse los resultados de su hoja , y acaque á propuesta del Sr. D. Melchor Ordoñei, so priucipiar a repartir aquellos entre.los gobernador de la provincia de Valencia ha mas inteligentes cultivadores . conferido el honroso título de su socio corDe otros vegetales escogidos ha remitido


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responsa! e·a aquellos países , la Sociedad Económica de Amigos .del pais de Valencia. Así se conocen, y se estimulan y se premian

reciprocamente los hombr.es útiles de todas las ·naciones. ,

RAPIDA OJEADA SOBRE LA historia de los merinos españoles.

Es tan importante conocer las vicisitudes porque ha pasado la ganadería española, y en e~pecialidad la raza merina, que creemos leerán con gusto nuestros lectores cuanto se refiera á demostrar asi la fatal ignorancia que ha presidido á las disposiciones legislativas que con este ramo de la riq-ueza pública ba·n tenido relacion, como los medios que los extrangeros han puesto en práctica para aprovechar y esplotar en beneficio suyo esa faifa de prevision que tantos perjuicios nos viene ocasionando desde fines .del siglo pasado. Ya en el año 1846 el Sr. D. Agustin Pascual escribió en este mismo periódico la bistoría de la introduccion de la raza merina en A.lemania, con aquel tino y sabiduría que · tanto le ·distingue, y despues de remitir á nu~stros lectores al tomo 4. 0 de El Amigo del País d'onde hallarán este importante escrito, trasladamos hoy ua artículo publicado en la ·1tUSTRAClON francesa debido á la pluma de Saint Germain Leduc que despues de enseñarnos la mareha de l~ cabaña nacional de Ra·mbouillet nos pone de manifiesto los medios de que se valió la Francia para procurarse nuestros merinos, reseñando por estenso la marcha que esta industria ha seguido en su pais: el artículo de Saint-Germai n dice asi: ·

Una visita á ,la ganaderia de Rambouzllet. El castillo donde se halla situado este es-

tablecimiento está á un lado de la estacion del camino de hierro de Rambouillet, y como la mayor parte de los edificios destinados en esta época á establecimientos públicos, descubre á tr?,ves de las reformas practicadas en él su origen gótico. Si interesante es la historia de este vetusto castillo transformado en habitacion del siglo XIX, la historia de los directores que se han sucedido en el mando de este establecimiento no deja de ofrecer interés. En la época brillante del imperio, cuando los destinos de la raza ovina estaban dirigidos por el sábio ex-abate Tesier, y los de la raza humana lo estaban por los ex-abates Talley'rand, Louis y'de, Pradt, cuando la Francia en fin babia confiado sus destinos á los abates M. Bourgeois, que en 1785 había sido encargado de organizar la escuela esperimental de Rarnbouillet, continuó ocupando su parte con justicia. La revoluc.ion destruyó el derecho de la caza, ese azote del cultivador y el hábil ecónomo teniendo solo que vencer los vicios de un~ tierra generalmente húmeda, fria, mezclada . con piedras y arcillas, supo llenar honrosamente todos los años las granjas y aun. construir fuera del establecimiento numero·sas muelas mientras que los forrages alimentaban á 700 bestias laaates, 30 caballos y 80 animales cornudos y todo esto habi~ndo solo 200 hectáreas de tierra en c;.ultivo.-AI paso que al ganado merino crecia maravillosamente ·otras diferentes r~zas se mejon1ban por los inteligentes medios que se


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d~splegaban, pudiendo citarse entre otras una hermosa raza de vac;as mbchas; la almáciga se enriqueció al mismo tiempo con muchas y preciosas especies de árboles, singularizándose principalmente con los magníficos cipreces de la Luisiana. Sobrevenida la época de la restauracion, el ministerio de la guerra contó entre su infinito número de pretendientes á M. de Trauvy, á quien no habiéndole podido dar el mando de una comandancia de plaza, le colocó en la mano el cayado arrancado brutalmente de las de gefe tan capaz, como el que acabamos de nombrar. Prontos los conejos y el noble director á firmar un tratado de paz cada uno· entró ea posesion de sus derechos respectivos de cazador y caza en su estado próspero, y si los graneros quedaron sin grano y los pesebres de los merinos sin comida, en cambio había en las innumerables madrigueras, crecidos capítulos de conejos que con toda tranquilidad vivian á lo canónigo. El año de ~ 830 justificó el error M. Bourgeois, hijo, que le reemplazó, heredó el mérito de su padre; pero la desgracia quizá le hizo hacer prudente y algo mas diplomático. Creyó que debía disimularse á si misma los destrozos que causaban en la heredad los conejos, á los cuales el ministro Duchatel protegió altamente hasta el estremo de alquilar el castillo para que sirviera de punto de reunion en sus cacerías; Rambouillet foé pues un solo bastante lucrativo, contándose que se paga han l)or él 12,000 francos de alquiler, mientras que solo la caza que se vendia ascendia á 15,000. Los merinos entre tanto continuando languideciendo Henos de melancolía bajo su vellon originario de España, hasta que M. Floern, ascendido al ministerio, fué el Atila de qu_ien se sirvió la providencia para confundir á los enemigos de los sencillos merinos. El reformador envió contra ellos á M. Elyzée Lefevre que con tanta distincion sirvió á su país con la reja y con la pluma, y á quien el libro de los cien tratados debe tau excelentes páginas. Trasladado á instancias suyas, á la ganadería de Gerrolles le sucedió en la de Rambouillet M. Piclrnt que formó parte del cuer-

po profesional de Grígnon durante algunos años, y publicó un libro precioso sobre las semillas, libro de cultivo práctico al que se hubiera deseado siguieran otros tan buenos como él, cosa que sin duda no llegó á verificarse por haberse encargado á uno de estos señores la mision de escribir una importante noticia de los ganados franceses y revisar la admirable instruccion de Daubenton, ese libro que no tiene mas defecto que ser un poco antiguo en algunas partes. Una prueba de buen gusto por parte de los directores, es haber colocado en el salon, en el cuadro de honor, el retrato de un respetable anciano. Delornie, capataz formado por Daubenton mismo. Labrie, el hermoso perro que le acompaña es el tipo de una raza que nunca ha degenerado. El trage del pastor es del año lX , de aquella época en que el primer consul adornaba á todas las profesiones con el uniforme militar. Desde 4830 la modesta blusa se ha hecho la compañera del cayado. De este Delorme es de quien dijo muchas veces el primer consul visitando á Rambouillet; «Delorme es un hombre admirable: es el primer pastor de Francia, como Latourd'- Auvergne es el primer ganadero.» En otra ocasion cuando supo su muerte, dijo: «Delorme ha muerto demasiado pronto; yo iré á condecorarle.» La fundacion de Rambouillet fué una. de las obras buenas de la monarquía antigua. Luis XVl tuvo cuidado de inscribir sobre la puerta de entrada un verso latino en que manifestaba sus disposiciones favorables bácia la agricultura. Cural oves oriumque pastores. Háciael año de -1757 un magistrado agrónomo llamado Latour-d' -Aignes, se propuso mejorar las lanas francesas . Ensayó los métodos de. Varron en la antigua republica romana, y se procuró un morueco de Africa, cruzóle con razas indígenas y los productos salieron defectuosos. Acudió á los carneros españoles y formó un rebaño de una finura . · digna de aprecio. En -1770 el re Luis XVI persistiendo en


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la misma idea, obtuvo del rey de España 200 ovejas y carneros de la raza pura de Leon y Segovia. Este pequeño ganado, aunque confiado á los cuidados del inteligente Daubenton se aclimató bastante mal. En 1786, un tratado con España proporcionó 367 cabezas mas de ganado de primera calidad, y esta manada fu"é sobre la que se fundó el estab-lecimiento de Rambouillet de que venimos hablando. En 1799 exigió Francia por un artículo del tratado de Bale, 5,500 ovej,as y carneros elegidos en los mejores ganados, cuyo contingente sirvió para formar seis establecimientos modelos á imitacion del de Rambouillet. Napoleon continuó introduciendo mas, y Rambouillet tuvo en esta época hasta sesenta sucursales doncle se podian procurar gratis carne~os españoles. El número de importaciones mas considerables han sido efectuadas por el duque de .Monte,bello, por el general Solignac, la que se verificó en Malmaison y de la cual fué remitida una porcion á M. Vitrolles en 1815, y en fin una pequeña saca elegida por 1\1. Fouce de Niort, el cual adquirió por 1\1. Girud y condujo á Naz (pais de Gex) y que por la finura de su lana se ha hecho el tipo delganado frances mas apreciable. La raza española de los merinos se formaria probabtemente en España bácia la época de la dominacion moruna, que fué una época .de prosperidad agrícola é industrial (i). Estos animales son de poca talla, ~u piel es de un color entre rosa y carne, y su lana es blanca aun cuando los pelos de la frente, palas y orejas sean algunas veces negros. La frente está cubierta de un tupé de lana grosera, observándose en las mejillas otros mechones semejantes. Los machos tienen grandes cuernos ensortijados en 'espiral y las hembras carecen . completamente de ellos. Ambos sexos tienen plegapa la piel por debajo la garganta y este indicio pasa entre los inteligentes como la muestra ó señal de 1~)

un buen vellon. Los miembros son largos, los costad'os aplastados y el peche estrech.o, teniendo el vellon un carácter particular; este está amontonado, es corto; unctuoso y mas pesado, en proporcion á su volúmen, que el de ninguna de las otras razas de carneros. Los filamentos de esta lana son de una finura estremada: pero baLiéndola dejado crecer por espacio de tres)años, esperando obtener una ,lana larga que se prestára á la carda, se vió que su eslremada finura la hacia quebradiza.-Considerados los merinos españoles corno bestias de cebo son de mediano valor, pues su vianda es de una calidad muy ordinaria y su conslilucion es delicada. Las hembras son las nodrizas peores de todas las razas enropeas, siendo su imperfeccion en este punto tan grande que hay que matar la mitad de los corderos para que las madres puedan alimentar convenientemente á los <lemas, calculándose enlre los pastores que se necesita la leche de dos de estas ovejas para criar regularmente á un cordero ( 1 ). Los abortos son muy frecue.ntes entre las merinas y su punto bastante difícil. La guerra imperial prolongada con España, bizo encarecer las lanas de suerte que las crudas de Francia se vendi&n á precios elevados. Estos vellones obtenidos en los grandes apriscos roejorad·os y que ·llegaron á venderse á 5 y 6 francos el quiiógramo, dieron un alto valor al animal que los producia y por la primera vez en Frnncia, observa Lullis de Cbateauvieux se vió á los capitales emplearse en mejoras agrícolas, adelantando fondos los especuladores á los propietarios y asociando sus esperanzas á los beneficios que prometian los ganados adquiridos por aquellos c:ipitales. Lo mas admirable de estos beneficios fué u na venta de 300 merinos hecha por los agrónomos franceses al príncipe d' Esterhazy al precio enorme de 24-0,000 francos. · A medida que la

(~) Las obras de D. Nicolás Casas y D. BaltaLa mayor parle de los ernri tores agrónomos · sar Anlonio Zapata no dicen terminaolemenle lo

dicen se pierde en la a n Li güedad el origen de estas ovejas, atribuyéndose á Columela la formacion de esta raza, auo cuando otros remoolan su etimolo¡¡;la hasta la lengua griega.

que Saiol-Germao asegura; pero si se descubre que para que la lana sea fina, se rlebc extraerá la oveja la menos leche posible, encargando esle óllimo escritor que catre dos ovejas crien uu cordero.


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poblaciou, elevan~o el precio de los arrenpropagacion de los ganados de la lana fina, damientos, exigen una .perfeccion en el culya puros, ya meslizos con_tinuó efectuándose en una escala cada vez mas vasta, los altos tivo y una aplicacion á todas la's qerras proprecios debian disminuir. La especulacion ductivas para no dejar al paso de los ganatuvo su época mas brillante de 1820 á 1825 dos mas que laderas estériles ó barbechos desnudos, la produccion esclusiva de las ladatando desde entonces muchas fortunas nas finas se ha convertido en una industria agrícolas. Desde entonces los beneficios han onerosa, y por lo tanto imposible. El carnero ido cada vez declinando mas, habiendo sufrido el valor de las lanas finas una despre- debe pues• emplearse en proporcionar primero la vianda. producto de mas dificil tra~ciar.ion de 30 á 50 p. 0/0. Las lanas en geporte y el estiércol que puede desafiar toda neral se han arreglado al precio medio del de su producC'ion, y al de la fabricflcion de . concurrencia. La lana no debe ya ser, como hace algunos años, el principal objeto sino tejidos. Ya no puede haber monopoli~ sino simplemente un accesorio. La lana superfina entre el pequeño número de criadores que á no recolectándose sino de anisnbre todo, fuerza de cuidados minuciosos !Y constanmales impr'opios para el abasto, creemos sea tes han logrado conservar tipos superiores prudente 'abandonar su produccion á los gaen sus formas y en su finura, con cuya ayunados extrangeros que pueden pasturar en da han adquirido el privilegio de proveer de · los moruecos y ovejas indispensables para comarcas y selvas vírgenes. La introduccion de las razas i~glesas comejorar los ganados en donde se manifiesta noce por causa esta circunstancia: que la la degeneracion. Háse acusado á la legislacion de que las fabricacion de estofas ligeras·, que no son mas que un simple tejido, y no un tejido sotarifas contra la importacion extrangera no metido despues á un hilado como el paño, eran suficientemente prolecloras; pero el mal lrn tomado un acrecentamiento inmenso. Esque pe_sa sobre la lana fina proviene de una tos tejidos exigen una lana larga y derecha ca usa mas poderosa; dice relacion á un gran cuyos cabos se entretejen de un modo parhecho económico. · ticular y sencillo, como el hilo de li_no y no El car"nero produce la lana y el alimento. como la lana torcida de los merinos. Mucbos Ahora bien la lana es un producto facilmenle trasportable, y que mediante algunas pre- de nuestros cultivadores, para_ satisfacer los deseos de los manufactureros, pensaron encauciones, se conserva muy bien. En lascotonces mejorar nuestros carneros de lana marcas lejanas y pobres, donde el arriendo larga por medio de la inlroduccion de .una del suelo es casi nulo, la poblacion sumamente raza inglesa creada por Dackewell, hace cerdiseminada,las praderas muy estensas y muca de tres cuartos de siglo, la raza Dishley chas aun sin tránsito gratuito, pueden con es una raza baj a de la de Leicester. que ventaja dedicarse á la produccion de la lana fina, la que presentando mas valor, bajo un Backew_ell comprendió que la talla, la cualidad y la abundancia de la lana no son las mismo peso; se presla mejor á los viages y nos únicas cosas necesarias al ganadero; sino hace una concurrencia contra la cual es cada que una disposicion á asimilar fácilmente la vez mas dificil la lucha. Los rigores mas esnutricion y á obtener una madurez precoz, tremos dél sistema aduanero ·no bastarian á impedir este resultado. La produccion de la- so n propiedades aun mas esenciales: propiedades que tienen una relacion constante nas finas de B.erbería, Turquía, España, Escon cierta conformacion, que puede ser cococia y en fin Australia ha tomado un desarmunicada de los reproductores á los prorollo inmenso, cuyas consecuencias sufrimos duetos y qué puede hacerse permanente por esperando . el dia, no lejano yá, en que lús cópulas hábilmente calculadas. especuladores intenten trasportar la v.ianda Despues de algunos ensayos, practicados salada ó en ~onserva de sus ganados, alimentados á .tan poca costa. En Francia don- á principios de este siglo, por la iaiportade la ci\'ilizacion y acrecentamiento de la cion de la raza merina y la produccion de


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la lana entrefina, la Inglaterra abandonó prontamente esta via peligrosa y entr? con ardor en la q_ue babia in_dica:do Backewell. Estas razas indígen.as han tenido este fin J antes de poco tres razas solas se partir-án el suelo británico: los cheriot en las montañas glaciales é incultivables; los southdovvn en las tierras secas, calcáreas_ó áridas'; los Dis/iley ·en las comarcas bajas, fértiles y bien cultivadas; descubriéndose ya la época en q~e estas tres razas se confundieran en la única raza de Dishley, que parece ser el tipo nias perfeéto, segun la direccion actual de las ideas y de las especulaciones ( -1 ).

De este artículo e desprenden do verdades económicas y. son: 1." que las leyes prohibitivas contrarían el fin á que se des _tinan, y que el interés particular es superior al pátrio, debiendo la administracion por lo tanto ser siempre la guardadora y conservadora de la riqueza pública, previendo los casos en que el interés privado se oponga al bien general: 2.ª que es inútil aclimatar en un pajs razas y especies que pertenecen á otros· climas, pues la naturaleza ha dado á cada zona sus producciones y es vano querer contrariar lo que mil circunstancias reunidas establecen en determinadps puntos.

( ~ ) Conociendo Inglaterra en el siglo XIV la des<:nbrimiento de América dando an giro estr:iño importancia de_ la agricultura, y aprovechando la á las ambiciones y esperanza~. El nümero de carbelleza natural' de sus lanas, se dedicó ;í perfeccioneros merinos ha sufrido diversas vicisitudes; en narlas . Eran tan hermosos los rebaños de aquel pais, el siglo XVI se contaban 7 .000,000: bajo el reinaque Eduardo Ill env.io uno, como regalo muy esdo de Felipe III quedaron reducidos a 2.500,000; timable, á nuestro rey" D. Alfonso XI en ~ 827, y á á fines del siglo XVII segun Uztariz subieron á esta raza multiplir.ada, perfeccionada y cruzada 4.000,000: ea auestros dias se cuentan unos por D.. Pedro el Cruel en ~ 350 debio Españ~ sus IS.000,000. estimados merinos. Por un raro contraste sucedió En cuanto á las diversas razas de este impormuchos años despues que Enrique VIII tuvo que tante ganado quA se conocen, baste decir que casi adquirir 3000 cabezas de ganado español, para protodas han sido importada ya en Europa. La de veer á las manufacturas inglesas de buenas lanas Africa fué introducida por M. Vernennes; la de indlgenas. Mas todo cuanto entre nosotros se trabajó en beneficio de la perfeccion de las lanas, y á , Arabia vino con la espedicion de Egipto : la de India conocida con el nombre de Tegel, fué traida por causa de los ilimitados privilegios de la mesta, prolos holandeees. El origen de la raza comun se igdujo el inconveniente de que degenerase nuestra nora. agricultura,_tan brillante en tiempo de los romanos (El Amigo del pais.) y los moros, y por ültiwo ar.abó de arruinarla el


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NECESIDAD DE SEMENTALES

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PARA. EL REFINO DE . NIJESTRA.S LA.N'ilS.

En varia,s ocasiones hemos hablado del poderoso influjo que los padres ejercen en las cualidades de sus productos , y hemos demostrado que sin ellos es enteramente imposible obtener los resultados que se ansían y tanto se desean. Mucho poder tien~n , es verdad , cuantos cuidados se prodiguen á los engendros; mucho pueden hacer modificar sus formas y los caracteres especiales de sus producciones , has· ta lograr el que desaparezcan las propiedades que tenian y que les per1udicaban; pero miTándolo bajo el verdadero punto de vista para los resultados ulteriores , habrá que confesar que no se lleva ni es dable llevar mas mira que el obtener de las crias buenos sementales, que de año en año sean mejores por haber adquirido los caractéres que se deseaba comunicarles y desaparecido las cuali'dades que repugnaban. Semejante método es precioso, fiJo y constante en sus resultados, está á la disposicion de todos, puesto que no hay uno que no pueda ponerse en práctica ; pero es tan largo, se tarda tanto en lograr lo que se bmca, exige tantos cuidados y sacrificios que desanima al mayor número, y los que le han empren~ <!ido le han abandonado á la mitad de sus ensayos por no poder soportar los gastos que acarrea. Solo á las empre~as ó á los gobiernos, y á estp~, mas que aquellas, corresponde adoptar semejante sistema. Refiriéndonos al ganado lanar, nos demuestra la observacion que las naciones del orle y sobre todo la Alemania, han conseguido con nuestras reses merinas, á fuerza de una constancia admirable, continuada por mas de medio siglo sobrepujará la nombradía Europea de que antes disfrutaban nuestras lanas , no porque estas hayan degenerado perdiendo los caractéres que tenían, sino porque, segun dijimos en el nú-

mero anterior, han sabido lograr un producto nuevo superior al nuestro y de:;cono:.. cido hasta entonces en los mercados y en la industria manufacturera , sin que por esto dejára de ser lana, sino que sus cualidades eran preferibles para los diversos usos á que se destina. En efecto, jamás disfrutaron los productos de las merinas españolas de semejantes propiedades ; las que en aqúel tiempo tenían las cabañas del Infantado, de Negrete, del Escorial, etc., las poseen idénticas en la actualidad, en nada desmerecen á las lanas de hace 70 años, y asi lo demuestra la comparacion de las que en aquel tiempo se tenil!,n con las que en el dia se poseen. Lanas escelentes en su clase producen nuestras merinas; mas h'abiendo otras razas que las dan superiores y por lo tanto de mas est¡ma y pedido, justo y equitativo es qus se haga todo género de esfuerzos para obtenerlas. A los particulares no les es dable hacerse con los precisos é indispensables sementales que para lograrlo se necesitan ; aunque se arriesgaran á ejecutar los desembolsos que tal sistema exige, tardarian en remunerarse de tales sacrificio~, además de resultar solo • una mejora parcial cuando los intereses materiales del país la reclaman lo mas general que sea posible. En las demás naciones son sus gobiernos los que se encargan de los sacrificios que han de redundar en beneficio general, quedando luego á cargo de los particulares mas interesados en semejantes mejores al continuarlas, conservarlas y perfeccionarlas si necesario fuere. A nuestro Gobierno toca el facilitar á los ganaderos sementales sobresalientes , con las cualidades referidas para el refino de la ganadería merina trashumante y estante, ya sea estableciendo por su cuenta un plantel modelo de padres que espenda á bajo precio á los ga-

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naderos, á coste y costas, ya sea compránsuficiente número de sementales, con cuando.los y repartiéndolos entre los que lo solitas propiedades se ans'ía comu·oicar á n·uescitaren y hubieran dado prneb_as de inteli..:. tros rebaños, en razon de que poseen debasgencia en la conservacion y mejora de sus tante antiguo el producto nuevo que se inreses. tenta conseguir. Convencida la Asociacion genúal de ga-' Sin embargo la importacion debería hanaderos de esta necesidad y procurando acar- cerse con cuantas reglas aconseja la ciencia, rear á sus asociados ~uantos beneticio,s les y tener ya preparados para cuando llegasen sean dables , comó lo está verificando en establos, prado.,; y alimentos adecuados y en ~uantó puede; sabemos trata de plantear una relacion con los que vienen acostumbrados. pastoría modelo , de la que no solo salgan Se harían tamhien todos los esfuerzos para padr~s selectos para mejorar la cabaña en lograrlos de las mejores castas , venciendo general, sino donde se hagan cuantas tenta- los muchísimos inconvenientes que para ello tivas y ensayos se crean necesarios para el ' se presentan. fomento y mejora de la raza merina españoYa que el Gobierno no repara en gastar la. ,Mas por grandes que sean su·s esfuerzos, sobre unos 200,000 rs. en la compra de capor muchos que sean los desembolsos que ballos estrangeros, que está ~aciendo todos pueda llegar á hacer, y por estraordinarios los sacrificios imaginable.s para surtir de sey constantes que sean los sacriticios á que mentales sus depósitos ; ya que tambien ha se entregue, y que sin la menor duda hará, llamado su atencion de un modo potente la ~unca podrán ser tan generales y trascen- cria fomento y mejora del ganado vacuno ; dentales como los que salen de un gobierno no merecerá siquiera una mirada de compapor serle factible disponer de mas medios. sioo el n::erino? No será acreedor á su pro La compra de los sementales puede ha- teccion y amparo? Las ventajas que este úlcerse en el país ó en el estrangero. La Aso- timo puede reportar á la nación son iguales ciacion podrá efectuar la primera, puesto en trascendenci a á las de las dos primeras que se posee, puesto que se tiene la Cabaña razas, si es que aquel no las escede bajo modelo de S. M., que no se negaría á la ciertos y determinados conceptos. Las naenagenaéion de buenos mornecos mucho mas ciones estraogeras lo comprueban al ver y destinándose al objeto con que tal vez se so- saber los esfuerzos que han hecho, hacen y licitarán. harán para su fomento conservacion y meAl Gobierno correspondé, porque él solo jora. desear sería ·que el Gobierno propuede soportarlo, la compra de sementales porcionára á los ganaderos de la.cabaña meestraogei:os , que traídos ~ aclimatados con rina trashumante y estante buenos semenlas precauciones necesarias, cooperarian de tales estrangeros, porque á ·él mismo alcinun modo potente á las mkas é intenciones de . zarian los resultados del mejoramiento de la Asociacion, porque aunque la Cabaña de los productos con cuyo objeto se crian. ImiS. M. es de procedencia sajona,icuriel é hite en esto á las naciones del Norte, ya que nojosa ,· y podrá con facilidad: adquirir las lo hace en otras cosas, que no. es dable procualidades que en algun tanto .ha disminui- porcionen utilidades tan positivas . do, al paso que ha ganado en otras muy estimables, se tardaría mas tiempo en conse( Revista de la ganadería española.) guir el objeto deseado , que importando el

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manece reµIegada por mucho tiempo. , El dolor sobre todo tiene que ser muy vivo á lo lar·go del espinazo, pues poca compresion basta, para que el animal baje el cuerpo basta el suelo . Igualmente se nota sensible la papada y parte anterior de la.s espaldas. La locomocion será tan penosa que si se obliga al animal á mudar de sitio, arranca un quejido doloroso. Si la enfermedad proRiguP., no tarda en llegar al maximum de intensidad; entonces se declaran nue-. vos síntomas que corresponden á los órganos que simpatiz~o con la piel,los cuales vienen á complicar de un modo peligroso la enfermedad ¡primitiva.. La r~spiracioo se hace penosa y dolorida, hay ataques de tos, el pulso se acelera, las mucosas son rnbicuodas y el hocico seco. El apetito disminuye, la sed aumenta, la rumia cesa,_ las defecaciones son difíciles, y las orinas r.aras y colorada~. Causas. Las vicisitudes atmosféricas, las Jiuvías de la priqia.'Vera y del otoño, siempre qqe las reciben estando en sudor. El soltarlos en medio del campo, durante el t,iempo que los boyeros hacen las ,comidas, en particular si han tenido que trabajar ó caminar mucho, descuidando el colocarlos to parage abrigado, ó de enmantarlos en las hor.as de ·descanso. · Lo mismo sucede por los que habitan en establos mal construidos, ó que sus puertas y ventanas son mal colocadas ó mal cerradas, •ó con rajas que permiten .establecer corrientes de aire, las cuales obrando sobre la piel, modifican, detienen, ó súspenden sus 'runéiones perspiratorias. '

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Si bien abundan los vasos capilares blancos en este tejido, pocos son los sanguiineos que le recorren , á lo menos en el estado normal. Con todo cuando llega á establecerse la foflamacion en él , · la sangre penetra en es Las capifares, el tejido secolora, y pasa á ser entonce:. sensible. Numerosos filetes nerviosos atraviesan e'ste tej.ido sin notar que se detengan en él, ó á lo menos su fibra es tan tenue, que si el filete nervio~o la penetra, e~ á tal punto de capilaridad, qae no bastan los medios de investigacion conocidos para.poderlos seguir. Esta o¡ganiiacion del tejido celular es la misma en todos los animales, asi como sus usos; e-n .todas las especies si.rve de medio de union y de separacion de lo,s órganos, segregando en el estado normal un fluido vaporoso que entretiene su fü,.xibi.lidad y favorece los movimientos. Con todo, los grandes rnmiantes presentan algunas modificaciones que importa señalar¡ así es que la fibra celulat es mas seca y menos fina, su textura mas apretada á semejanza d~l tejidfi fibroso. Es igualmente menos rico de vasos de toda especie y por eso su vitalidad 111as embotada. Estas .diferencias anatómicas y fisiológicas que se observan en el ganado bovino, dan razon de la poca frecuencia de la inflamacion del tejido celular, de su marcha lenta y de la facilidad con que pasa al estado crónico.


De la cereza (1) .

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i~) Es una podolagnitis, cuyo nombre no tiene equivalente en español y que los franceses le dan este, por la similitud que creen ver con la fruta de este nombre .

Se dá el nombre de cereza á una escrecencia carnosa, que se desarrolla en la parle inferior de la pezuña, de resultas de uoa herida ó puntura en la palma. El sitio de esta eníermedad es en el tejido celulo-vascular sub-plantar. Causa. La compresion efectuada por la parte cornea que rodea la herida, y que forma un cerco al rededor de la llaga, es la causa principal y á veces la única . · Síntomas. Alguna que otra vez la escrecencia carnosa es el solo síntoma de la afeccion; con todo es mas frecuente verla acompañada de la cojera, con dolor mas ó menos intenso de la parte. En algunas circunstancias existe en el vértice· de la cereza un agujerito, que es la abertura de un seno fistuloso: lo que es indispensable averiguar, porque el plan curativo debe ser diíerente. Tratamiento. La primera indicacion terapéutica es siempre mirar de hacer cesar la causa que dá lugar ó entretiene una afeccion : por eso en l_a que nos ocupa , lo primero es adelgazar lll tapa que rodea la llaga, cortándola al soslayo circularmente, hasta que da sangre en los runtos mai. céntricos, paraque I desaparecien'do toda c_ompre-

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agotamiento general de fuerzas, producido por un escesivo trabajo, ó por un frío 6 calor intenso. Va por lo regular acompaiiado de fiebre y pesadez de cabeza y si esta sensacion penosa aumenta y alcanza la mayor parte del cuerpo, hace muy difícil, por DO decir imposible, todo movimiento de locomoci~o, y. sil complica con .:ofermedades graves. ,

ta dolencia el nombre de supresion de la traspiracion; sin embargo conservamos esta denominacion por ser comprendida de todos. De todas las afecciones de los rumiantes, la que nos ocupa, es la mas frecuente, comu tambien, la mas grave de las enrermedaaes de la piel que se han estudiado hasta aquí. Las numerosas simpatías que pone en ju ego, y las enfermedades secundarias á que dá lugar, son pruebas incontestables de esta verdad. Con todo,se logra curarla las mas veces, pues su diagnóstico es fácil, y el tratamiento bien conocido. Síntomas. Al principio se notan calosfrios, dificultad en la marcha parándose el animal como envarado, el espinazo se encorva ligeramente, y se queda rígido como formado de una sola pieza. Este estado dura dos ó tres días, y si bien permanece triste el animal, con todo conserva el apetito y sus funciones internas se ejecutan á poca diferencia, como en el estado normal. Durante el período ascendente los síntomas multiplican y toman incremento, la piel se pone caliente, dura y dolorosa, perdiendo ¡;u blandura y elasticidad hasta el punto, que si se dobla, per-

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Cultivo de las verbenas. Es grande )a confusion que vemos en la monografía de esta planta, colocando entre la especie y sus variedades, individuos que á lo mas pueden constituí r variaciones, apenas distintas entre sí, por los ligeros tintes de sus colores, por la disposicion de su tlor ó por otras cosas tan diminutas. Los jardineros no se ocupan por lo comun mas que de una especie, que llama la atencion de los curiosos por la hermosura de sus flores y por su tendencia en producir nuevas variedades. Hablamos de la verbena herbacea que se la halla en el dia en todos los jardines y que muchos años ha se c11ltivaba en Inglaterra, desde cuyo punto fué estendiéndose por la Francia, donde empezó á multiplicarse de sen!illa, con favorable resultado. M. C. T. Willermoz es uno de los qun mas se han ocupado del cultivo de esta planta, y que á fuerza de cuidados y ,le paciencia ha obtenido individuos que han llamado la atencion hasta de los Ingleses mismos. Para figurar en una coleccion , \::. verbena debe reunir muchas cualidades: además de una bella forma, debe la planta tener un porte elegante, un olor agradable, las flores deben .ser grandes, espaciosas y bien contorneadas , y por último un color rico ?{ delicado. Cultivo de la verbenti en macetas. La verbena se cultiva en vasos y ~n terreno libre. El huen resultado que se espera de esta planta depende .de la eleccion de la tierra, pues que en su cualidad estriba que el individuo despliegue hojas grandes, largas flores y cuantas circunstancias comprende una hermosa vegetacion. Repelimos pues, que todo el resultado depende de la eleccion y de la preparacion de la tierra, que debe componerse, para las plantas que vegetan en maceta, <le veinte y cinco partes de tierra de bruye1·e

arenosa , veinte y- cinco de mantillo formado de hojas ó de plantas secas, y de cincuenta parles de tierra franca, .suave, ó porosa. Esta mezcla se prepara con mucha anticipacion , se la pasa ¡:ior una criba y se la guarda convenientemente. Será titil añadir á una determinada cantidad de esta tierra una pequeña porcion de polvo de huesó ó de raspadura fina de cuerno , advirtiendo que es La sustancia no debe añadirse sino u.nos días antes de la plantacion de las verbenas. En los países fríos, durante el invi6rno, esta planta debe entrarse á los simples invernaderos, haciendo que estos sean secos y bien aireados, y procurando que las macetas estén en lo posible cerca de la Iuz, á cuyo fin se distribuirán los estantes opo.rtuúameute: se regará la verbena con moderacion en invierno, advirtiendo que la mucha hqmedad pone negras las bojas y que la planta moriría á no ta¡rdar si no se le prestasen estos cuidados. Cultivo en terreno libre. Las verbe11as que han de pasar las estaciones de vegetacion en terreno libre necesitan de una tierra mas abonada , siendo preferibles los abonos que se componen de los légamos de los caminos,_ de las barreduras, y una parte de raspaduras de hasta ó de ll ueso molido. Se las plantará á unas cuarenta pulgadas de distancia, y á cada planta se le pondrá un rodrigan ó tutor para evitar que las ramas se estiendan por el suelo y se arraiguen. nuevamente , lo que sucede con la mayor facilidad. Si las verbenas se podan á menudo y con cuidaJ do, forman al fin un arbusto en minatura que se halla constantemente cubierto de flores. En verano, la verbena exige una tierra húmeda, sin empero que lo sea con · esceso; debemos evitar que los rayos ardientes del sol le den de lleno si queremos que florezca por much-9 tiempo, y regarla por la tarde 6 por la mañana luego de haber sa-


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lido el sol. En los dias rigurosos de calor será ventajoso colocarla á la sombra de otras plantas para mantenerla el fr.e"Saor. · Multiplicacion po-r semil7a. Para obtener variedades notables, conviene que la florescencia reuna aquellas circunstancias que favorecen el contraste de los colores y que la fecundacion se opere de un modo ventajoso. Se recoje la semilla desde principios de Junio á último!¡ de Octubre y conserva la facultad germinativa durante tres años si se ha cosechado á buen tiempo y se la guarda en lugares á propósito. La siembra se hi:tce por lo oomun durante la segunda quincena de abril, en terreno . es puesto al aire libre. A.. los quince ó veinte dias se ha verificado ya la germinacion. Algunos prácticos aconsejan sembrar las verbenas en almáciga para trasplantarlas luego, pero este roétodo es · menos ventajoso que el de sembrarlas de asiento, porque las pla.rntas se crian débiles y raquíticas ~uando las trasplantamos y son á menudo presa de los insectos. Si las verbenas se cuidan en maoetas, estas se enterrarán á flor de tierra durante los calores por conservarse mejor la humedad en la tierra. Multiplicacion por estaca. La verbena se mulliplica fácilmente de estaca. Este método puede emplearse durante toda la primavera, colocando las estacas debajo de una campana j tambien al aire libre: por este último método el desarrollo es mas lento. Las estacas que se ha.n plantado en los· meses de junio, julio y agosto se crian mas vigorosas, y es mas írecuente ver morir por los fuertes calores del verano las que se plantaron en abril y mayo. Si se opera este método _e n setiembre y octubre no surte por lo comun buenos resaltados. Multiplica'1ion por acodo. La verbena tambien se multiplica por acodo; pero es método poco ventajoso, porque además de no adelantar el desarrollo de la planta con ventaja

al método de estaca, los individuos que na cen de las ramas acodadas, son por lo regular do una constitucion poco favorable. Com prendemos que esta multiplicacion ha de ser poco ventajosaá la verbena, porque la abundancia de agua que reciben las ramas acodadas han de dañar necesariamente á la planta.

Uso de la corteza de mimbre para mantener pegados las ingertos de yema ó de escudete. Leemos en un periódico de horticultura lo que sigue. «Mucbos horticultores tienen la costumbre de valerse de la laua fina para sujetar los escudetes que se colocan en los árboles cuando los iugertamos de yema. Sin que sea nuestro .ánimo atacar este método clasico, practicado con buenos resultados despues de tantos años, creemos útil en el interés de la jardinería, señalar una econoroíá muy notable, empleando la corteza del mimbre en lugar de la lana, de que hasta ahora se ha hecho uso. M. Berraulte, que emplea este método, economiza una cantidad de mas de cien francos cada año; emplea estas tiras d~ corteza para sujeta r los escudetes de todos sus árboles frutales, ya sean de talloallo ó de tallo bajo. 1\1. Cordier, uno de los mejorés jardineros, emplea porciones de junco para este objeto, de cuya práctica obtiene tambien buenos res u 1ta dos. «Estas ataduras tienen una venti:ija sobre la lana: y e,; , que no m2gullan ni dañan en manera alguna la corteza del patron cuando sobreviene la recrudescencia de la savia. Nosotros hemos esperimentado comparativan1ente uno y otro de estos dos métodos, y podemos afirmar que hay ventaja en emplear la corteza de los mimbres bajo el doble objeto de la economía y de la conservacion de los escudetes.,>


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PROPIETARIOS YADMl~ISTRADORES. Con este·epígrafe hemos leido en la Revista de Galicia, periódico de intereses materiales, morales é intelectuales, que se publica en Santiago, un artículo que nos hacemos un deber de estampar á continuacion. El asunto sobre que versa la mayor parle del escrito, ha sido tambien o.bjeto muy preferente de El Cultivador , como podría verse por la serie de artículos que lleva continuados en sus columnas en los tomos 1. 0 y 2 .0 y en lo que va salido del que co'rre¡;ponde á este año. · · Nos complace en gran manera que escritores tan autori,zados como 1o son los Redactores de la Revista de Galicia salgan á la defensa de los intereses de nuestra agricultura, y tenemos una particular satisfaccion en que sus doctrinas sean id'énticas á las nuestras, cuando se trata de la importante actministracion de uha de nuestras primeras industrias, que dirigida con acierto y ausiliada con eficacia· podrá constituir la suerte material de los españoleE. Hé aquí el escrito á que nos referimos. La aficion á la vida del campo ha desaparecido en Galici¡1 ~e un siglo á esta parte. Al atravesar nuestros valles y campiñas, encontramos casas y palacios, recuerdo de una época mas lrailquila y feliz, en la cual familias ilustres daban vida y álegria á estas moradas, habitadas ahora muchas de ellas por ave~ nocturnas y de rapiña. Las que aun no han podido ser destruidas por el abandono ·y e.\ tiempo, se hallan en lo general ocupadas por administradores, que no puedén atender á su conservacion y mejora, no pasándoles sus principales sufiyientes fondos para fas obras necesarias. Las ciudades, hace un siglo, no eran consideradas á propósito mas que para pa~ar ~ • DE SETlEafRRE DE l 8o0 . 0

dos ó tres meses de invierno; no .reunían entonces los alicientes que ahora., Los paseos públicos que son una necesidad en el estado actual de las sociedades, ,apenas tenían oh-· jeto entonces, cuando no fo~entaban, ni tenían _para que fomentar · ta emulacion, y el lujo que es su consecuencia.• Los teatros no eran cqnocidos á escepcion de los de la córte, y si por casualidad se disfrutaba en los pueblos de provincia de esta distraccion, era muy pocas veces, no formando épocas fijas como ahora. La vida venia á ser mas para · la famiiia que para la sociedad, y los refrescos y tertulias, suslitnian á los circos, liceos, cafés, y demás reuniones pública~. carácter de nuestro siglo . No repugnaba por lo tanto á los propietarios pasar largas temporadas en sus casas de c3:mpo, yála parque administraban sus rentas, gozaban de todas las comodidades posibles, sin verse devprados por la ambicion, logrando asi reunir grandes capitales que mas tarde, cuando ·nos afligió la guerra de la independencia, depositaron en el erario, ó siryieron para mi-< ligar los rigores del hambre. Los grandes y títulos, que con su influencia arrastraban á los demás á seguir esta vida, empezar'1_n á abandona~ el país, y á pasar grandes temporadas en la córte, y en el estrangero, llevando á manos estrañas los capitales, que entre nosotros hubieran dado vida á mil industrias, y servido de estímulo á m_il artistas , que por falta de él ó no han adelantado lo que debían, ó han muerto en el olvido. Las familias particulares, por ese espíritu de imitacion tan geueral, ya que·no podían marchar á las grandes c·apitales, .se trasladaron á las de pro.vincia. · Las guerras sucesivas ¡lumentaron la emigracion de nuestras aldeas á las' poblaciones, y separaron mas y mas las dos clases TOA10 lll .

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que, por sus intereses recíprocos y muchas relaciones, necesitan estar mas estrecha me nte unidas. Los particulares dejaron de ser como antes los protectores y amigos del labrador, y este a su vez perdió mucho de su cariño y r~speto tradicional á la familia, que remediara· en repetidas ocasiones sus necesidades,· y le prestara en otrás útiles conocimientos : · Los propietarios al abando·nar ,por años ~nteros sus posesiones tuvieron que dejarlas encomeñdadas al cuidauo de administradores que encargados de cultivar granjas·y cobrar rentas, debieran d,e?empeñar en mucha parte las benéficas funciones, á que aquellos esta,ba,n llamados. Las costumbres ·han variado, y nadie deja de conocer que no es po. sible volv~r atrás, y tomar en un momento habitos diferentes. La educacion que reqúiere la sociedad actual en ciertas clases, no es posible se adquiere en el campo, además . que despues de haber conocido los goces de las grandes poblaciones, nadie lós deja por una tranquilidad, que á primera vista no presenta ningun alhago. Mas si no es posible que vuelvan los colonos á tener jµuto á sí :i sus señore·s, lo que seria muy conveniente, medios hay de remediar este mal. Nuestra grandeza en lugar de pasar los meses del estío en los baños de Carlsruhe, Bagneres¡ y otros muchos del es(rangero; con el doble objeto· de ·atender á sus intereses, y disfrutar de las mismas delicias campestres, que les proporcionan la Francia, la Italia, ó l,a Alemania, podían venir á Galicia, en donde encontrarían una :vegetacion tan lozana, no echarían de menos lo pintoresco, no les faltarían cascadas que admir.ar, ni frondosos valles que recorrer; y si los · recu.erdos ocupaban en algo su atencion, no necesitaban· las leyendas de estraños castillos, los propios les contarián mas de una · historia de sus abuelos, mas de un hecho de arma,s en relacion con sus timbres. Y además á poco tiempo de frecuentar ·nuestras saludables y variadas aguas mineríl,les, apa1 ' ' recerian empresas, que las hiciesen tan cómodas.como las estrapgeras, y siempre quedaría entre no~otro·s el capital que se· malgasta rn esas escursion,es.

Parece imposible que familias que cuen tan con ma~ de un millon de renta cobrada en 'Galicia, no la conozcan, ni hayan hecho un viagé de curiosidad para ver sus vastos estados. Algunas ha-y, que por espacio de tres ó cuatro generaciones, no han puesto la planta, en un pais, al cual deben sus blasones. ¡Cuántas veces al recorrer núestros distritos, y al preguntará los labradores por los propietari~s de los terrenos que llevan en arriendo ó foro, responden el Marques tal ó cual, como si ·hablasen del fisco ó de otra persona incierta! No es estraño que no tengan una gran deferencia bácia personas ·que no conocen, de las que nunca han recibido un favor, y en nombre de las cuales suelen sufrir vejámenes mas ó menos grandes, que contribuyen á hacer mayor su pob-reza. En cambio al frente de estas casas descuidadas, están muchas veces hombres qne no saben mas que cobrar malamente sos rentas y hacer grandes capitales en poéos años. La desmedida usura, mas perjudicial en el campo que en las ciudades , es uno de los medios con qu~ los malos administradores se enriquecen; mas no precisamente ·por el ejercicio de ella los condenamos, sino por su esceso; ni ped,imos al legislador la persiga con la~ ley.es penales qne serian ineficaces. El que los administradores presten con un rédito proporcionado, léjos de ser un mal , fomentaría el desarrollo de la Agricultura, proporcionando capital al hombre inteligente y laborioso , que carece de él para una mejora tal vez urgente, y que en muthos 1iños no podria plantear sin .este recurso. Pero el que se cobre un cincuenta ó un se- · lenta y aun mas· en ocasiones, es lo suficiente para que la ruina de i:rnestros labradores y el al1andono de los campos sean las consecuencias in ro ediatas de tamaña ustJra. Sucede tambien con frecuencia, que abusan de la facultad de arrendar los bienes que administra{). El menos preeio que constituyen los arriendos, es retribuido sigilosamente con cantidades pecuniarias. Este abuso no rnll,uye tanto en contra del cultivador, como del propietario, pero si lo consideramos bien á ambos perjudica. Hace un contrato mu y


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poco seguro el que recibe un lugar. valién .... dose del soborno para conseguirlo con. p'equeña renta 1 pues ooncl uido el término del arriendo, es fácil que otro dé mas por lo que mas vale. En.tonces los bienes que en justo precio hubieran cultivado él y sus sucesores, pasan á un tercero que se aprovecha de las mejoras. Estas no son por desgracia suposiciones gratuitas; el q!}e haya vivido· en nuestras aldeas tiene visto muchos hechos de esta naturaleza. Les propietarios sufren tambien las consecuencias que trae consigo la falta de moralidad en sus dependientes. Sin haber gastado el producto de sus rentas, salen alcanzados, causando la falta de cantidades que contaban seguras, el que tenga que contraer deudas, y acaso su ruina. Otras veces les promueven pleitos para hacerse necesarios, y poder dar en cuenta mas gastos aun de los que realmente traen consigo. Tampoco es raro el que veamos, sin saber porque contrato, las fincas del principal pasar á ser propiedad de sus administradores; ó que un foro, que con la astucia y-el engaño han podido arr.ebatar ,;tos h~ga dueños al parecer con un título justo, pero que es realmente inicuo, por la poca· renta en que el foro está constituido. Llega la destreza de algunos á valerse de uno, en cuya cabeza celebran estos contratos, para de esta manera dejar bien sentada su reputaciou . . Sus principales, cansados al fin de tal cónducta~ los relevan de su encargo, no sin que les cueste frecuentemente un pleito largo, y que para despojarlos solamente les sean necesarios años. L.a razon de esto es muy sencilla.; las mayores relaciones que tienen en el pais, y el lener preparado el térreno, les hace emprender una lucha ventajosa: alguno hemos conocido, que para seguir un pleito contra un administrador que les babia es• tafado, no encontró en el juzgado en que babia de entablarlo, abogado que lo defendiese, ni encontraría procurador, si antiguas relaciones de familia no se le hubiesen proporcionado. No deja de haber escepciones honrosas; conocemos administradores tanto µe grandes como de particulares, que se apartan de tan

torcida senda, que son unos dignos media~ neros entre los lahradores y sus prin'cipales, que desean que estos últimos tengan una posicion social, no solo dt!bicta. á las riquezas que sus mismos afanes aumentan cado año, sino tambien á su !'egítima influencia, y que considerando los bienes que administran como propios para mejorarlos, saben que son agenos para no substraer de ellos· la menor parte. La sociedad no deja de tener culpa, en que esté en parte degradada una profesion, que ahora es necesaria, aunque quisiéramos no lo fuese. Viendo á menudo los administradores de bienes agenos la poca consideracion y respeto que se les guarda, no tienen reparo en no respetarse á sí mismos. Se considera á los administradores solo como anos criados de superior gerarqnía, siendo esto causa de que hasta el empleado mas 'insignificante, en las relaciones que con ellos tengan que sostener, los trate hasta con desprecio. Es justo que se observe con ellos esta con duela, cuando se hacen por sus abusos acreedores á ella, pero cuando dese¡npeñan fielmente su cargo, y se hallan adornados de conocimientos y educacion, entonces nadie debe desdeñarse de considerarlos sus-iguales. Si la procuracion de bienes agenos hubiese de mirarse como poco honorífica, tendríamos que !!O locar en la misma escala á los empleados públicos en la administracion, y sin embargo está bien lejos la sociedad de pensar de esta manera. Son circunstancias indispensables en un administrador la moralidad y la inteligencia: la primera para no abusar de su posicion v de la confianza en él depositada, perjudican~ do á su principal, y trayendo males sin cuento sobre sus colonos; la segunda para ser el espejo del aldeano sencillo', y un centro de instruccion, en donde aun sin quererlo tengan los demás que aprender. Creen algunos que la inteligencia no es necesaria para recaudar rentas, y que basta co'nocer un poco de contabilidad para desempeñar cumplidamente su cargo, con tal que ha-ya tambien moralidad. Nosotros no opinamos así, y el principal objeto que nos .hemos propuesto al escribir este artículo, ha sido ponet de ma-


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deo con _el ejemplo: Y por •esO' quisíéramos ni tiesto , los buenos resultados 'que á todos traería el que se hall asen· adornados de los que los adm'inistradores fuesen los que die·'seo el ~jemplo, que los· curas l1Ó _pueden dar; copocimientos tjue indicarémos. Las nociones mas genera les del derec,ho y que en las finc as que en nombre de sús son esenc,ial es en el que ti e.ne á su cargo la pri ncipales muchos cultivan, practiéa'.-,en los admioistraqion de.Lienes agenos, ~ucediendo ·principios adquiridos, y estendiesell' entre conJrecuencia que pór. ignor~rlas, sof.tieoen los renteros y vecinos los resultados bene· cue·stiones i.njusta~, y comprometen á sus ficiosos. E-u los campos aP,enas se pueden es tender principales en pTeitos cos~osos que unicamente si,guen despues por teson . Asi muchas las mejoras agrícolas si no con -ef ejemplo. casas de g1,and~s están administradas por En vano se le hace ver teórica'meote al labrador que la operacion, mas senci1la y meabogados, con notable ventaja de aquellos, nos costosa, puede producirle los mejores y . sln · que estos se desdeñen de .tornar una oc.upacion que en nada rebaja la ilustre car- frutos; el apego á las prác~icas antiguas, le rer~ del tqro. Y sin embargo no .son absolu- hará permanecer indiferente á todos los consejos, y hasta que vea en otro la's ventajas, tamente indispensábles esas nociones en tono tratará de imitarle. Ya.lo hagan pofi prudos, , porque en todos pueden ser en gran parte ~uplidas; con t.al que tengaf? pruden- dencia ya por obcecacioo, esto es disculpable en hombres que no han podido elevarse cia, y no dén pasos aventurados sin consulá la altura de ·Ios con,icimientos mas vulgata. Nos circu.nscribi_rémos por lo mismo á res, asi como nunca puede.serlo ; y hasta paexigirles, como indispensables, conocimientos en Agricultura. Estos son los que ban de rece inconcebible, en muchos de conocimientener res,iltados mas generales, capaces ·por 1 tas nada comunes, que dicen es un ábsurdo trata,; de enseñar á los labradores, que ya sasi solos de.cambiar la marcha agrícola del ben lo suficiente, y siempre mas que los qúe pai~ en muy pocos años. tratan. de instruirlos. , Cuando nueslros curas de almas tenia o sus . Pero los conocimientos en Agri~ulr:rrr.a no igle~arios, po hubíéramos deseado tanto estos conoci!nien,tos, p,orque nadie mejor que se adquieren en im momento, y con solo la lectura no se toman sino ciertos elementos, !.os curas podiao perfe~cionar la.Agricultura. que haden diferenciar al ver.dadero agróno:.. Entonces estaban en el caso de hacer e osa yos, mo del aficionado. Este si bien puede acery los hacían en efecto con ventaja, porque les tar á veces, yerra la ~ mas, los es peri mentos soqraban medios y no teoian inoonveoi_ente mlfs sencillos con descrédito de .la. ciencia. en r.erder algunas cantidades, cuando ehe~ Felizmente no está lejana.la épor.a, en que sultado no era satisfactorio. La casa del cura veamos planteadas las casas-modelo de· Agrino solamente era un pósito y banco, en el cultura, auuquei por desgracia· ninguna en cual recibían los labrad9res semillas, y dinero prestados sin usura, sino tambfen una Galicia. De ellas deberán sa.lir hl)mbres con · escuela de Agricultura práctica, en, donde conocí mientos especia les, ·que pod ráo !!errar cumplidamente los.deseos del que quiere tead,quirian conoci1;nie11tos útiles con fé, sin el ner al frente d~ sus haciendas sujetos verdespr~eio con que generalmente miran los daderamente inteligentes, que las hagan prodemás, que el resto de los nombres les proy mejor. Las escuelas n~rmales· ducir mas porciona. · un catedrático de Agricultu· tiéneo también á. En la · aytualidád no podemos pedir los ra; y podrán por tanto facilitar administrapárrocos que hagan ensayos, pues no les dores 'de segunda clase para. los particulares qµedaron terrenos para hacerlos, ni por su que nó pudiesen dar · soeldos crecidos, visitu¡icion pueden arriésgar fondos para ,poniéndose á formar con esto una esper,ie de 'nerlos en planta, lo único en que pueden ay u• darnos, e's err estimulará sus feligreses á. que carrera, que elevará esta profesion á la al· los hagan, estepdiendo los conocimientos tura á que, debe 'estar, y: que la hará al mismo tiempo una de las mas independientes, ru'ralés con la instruccion, ya que no puc.,.


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sin gravámeu del estado. al que hoy paga ya coutribucion, aunque ,no está reconocida · como tal. Las ,ven.tajas, que reportaria al pais esta reforma, son de mas importancia de lo que á primera visia. parece. Veríamos con ella cGnvertirse las casas de campo de los particulares en otras tantas escuelas prácticas rurales, en otros tantos nucleos de riqueza pública. Los labradores no aparecerian allí solamente gara pagar sus rentas, ó recibir un corto jornal, sino tambien para adquirir métodos nuevos, y nuevas semillas. El trato con sugetos, en quienes coaocian verdadero interés en intruirlos, les haria adelantar, y el mirado antes con ojeriza, seria desde entonces su protPctor, su maestro, y su amigo. Las S'ócied;rdes económicas y las juntas de Agriculturacontarian c.on sogP-tos., que practicando continuamente y con inteligeucia, harian, nuevos descubrimientos, y á los cuales á su vez podían dirigirse, cuando.quisie-; sen generalizar sus instrucciones . Serian en fi,n unos funcionarios, ,que fomentarian estr¡wrdinarjamente la A~ricultura, y que haciéndola marchar á pasos agigantados, la adel.antarian hasta ponerla al nivel de la de otras naciones ó quizá hasta sobrepujarlas. No reportaría menores ".en tajas á los particulares, el tener á su disposicion hombres adornados de tales conocimientos. Sus posesiones, c¡ue en la actualiJad apenas prÓd ucen y que invierten la· mayor parte de sus rentas en · jornales, aumentarian su produccion. dando mas eñ cantidad y con menos dispendios, pues aunque en Agricultura, por mucho que se adelante, ,nunca se conseguirá economizar el trabajo en tan grande escala como en la industria; se pueden no obstante ganar muchas horas por la buena distribucion del tiempo, la perfeccion de los instrumentos, y aun· por el modo de hacer las diversas laLores que exige el cultivo. Además de las utilid,ades directas que trae al propietario la . mayor produccic,n de las fincas que por su cuenta cultin, tambien los progresos de sus ·arrendatarios se las reportan y no pequeñas. Parecerá que en efecto él no debe tomar interés alguno, estando segura una renta que tienen siempre que pagar-

le; no obstante hay . mucha diferencia de cobrar bien y con facilidad, á no poderlo ha-· cer por insol,vencia, ó á conseguirlo tarde y Con trabajo. Por otra parte cuando el colono es rico, y tiene sobrantes, despues de pagar sus rentas y cubrir todas sus necesidades, siempre mejora y acrecienta su industria: el propietario con esto asegura su capital, .y aumenta el válor de.la tierra arr~ndada, Pero cuando tiene necesidades perentorias qué cubrir, entonces echa mano de los primeros recursos que encuentra, tala los montes, desmocha los árbole3, no estercola ni da los trabajos necesarios. y al cabo \)na necesidad mayor y progresiva le hace abandonarlas, trayendo consigo la falla de pago de uno ó mas años. Es pues indudable que los propietarios, por mas que traten de fija.r -sus rentas por medio de arriendos en cal}Lidades determinadas,' siempre tendrán un interés grande en que la Agricultura addanle. Al ·gobierno le toca lambien, val_iéndose de los muchos medio.s de que dispone, fomentar los estudios agrícolas. Grandes pasos h,a dado para conseguirlo, pero estamos en la persuaoion de que 'Galici'a ha sido olvid~~ da. De las tres casas-modelo, que piensa establecer, ninguna ·se situará en nuestro te1•r(torio, y aunque es cierto que á la del norte pueden nuestros jóvenes concurrir á instruirse, además de lo costoso que les seria, y de alejar á los mas por este motivo, estan montadas tan en grande que, solo por eso, no son acomodables á nuestro país. El cultivo que nosotros ténemos, es ea. menores dimensiones que el del resto de España, y mucho mas variado. Nosotros necesitábamos escuelas mucho mas reducidas, las qu_e costa[)db menos, podrían repetirse en nuestras cuatro provincias,· con el mismo gasto que ocasiona una sola de las grandes. ' Pero en vano creará el gobierno escuelas que dén hombres inteligentes para el cultivo y direccion de las haciendas particulares, si los propietarios no los ponen al frente de ellas. Deben desde luego· proveer estos empleos en los que se hallen adornados de las cirr,unstancias dichas, y los que siguen la laudabfe costumbre de de1ar á los bijos de


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los .que lés han prestado buenósservictos, en · el cargo que desempeñaron sus padres. deben estimularlos á que se d-e_diquen á lós es-

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ludios agrícolas, para que de esta manera puedan ser útiles á sus principales y al pais. 1.

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Jase Pardo. Bazan.

es indispensable; viento, cuando la calma ha de sostener el fruto, que ya se tocaba con los manos. Pe.ro esa infinidad de contingenNada mas ú~il al hombre que la tierra. cias, que forman la amarga copa , que ·el Dirigirle, pues, nuestros _débiles esfuerzos; cultivador ha de·beber, al poner la primera · ya que tanto nos puede dar. Aumentar, perfe.céionar la produ?cion es objeto muy gran- · mano sobre la tierra, no dejan de ser n·a turales, y que en cierta manera han de-sufrir dioso : el mas noble de los progresos. Es la con resignacion y espíritu. Quien _pÚede deescala que el Creador ha destinado al homtener el curso de la natur.aleza! Pero cuando á bre á subir: y la verdadera influencia en la e30S azares naturales é invencibles se agrevida materfal; y hasta en la vida social. Si gan · otros, que se pueden evitar: cuando la quieres conoce!'. fa Ciudad, nó apartes la vistá d~ los .campos. Verás la tierra: y tendrás mano profana toca lo que ha. respetado el tiempo: cuando el h;mbre [!)UytránquilamendelaJate el verdadero retrato del, hombre. Si le come el fruto, que es hijo de los desvelos r!)paras in·eptitud, pereza, indolen'cia en. los y del sudor de otro hombre! Entonces si que campos; es muy fácil que en la Ciudad reí~e la naturaleza humana decae y se rínde. Deel vicio, la miseria y la confusion. Al consengañémonos; si~ seguridad :en los campos trario; ta actividad, el talento, la constancia no hay trabajo, no hay frutos, no hay vida. y el -trabajo son fuentes de produccion, de No podernos hablar de la seguridad de los alegria, de abundancia y de vida. Gobiernos campos en su general espresion: es el misamad· la tierra; si quereis que sns habitanmo respeto al derecbo de prppiedad, q.uesotes os amen tambien, y sean felices. lamente los indios y cafres no observan ; y · La seguridad mueve la confianza, yalientamhien los -animales irracionales ·, que el el trabajo. Pero la in~eguridad es un temor, que ·ata las manos del hombre. El cul- · ma,s fuerte se come•al mas débil. Debernos hablar de aquella otra seguridad, que tanto · tivo ·de la tierra de por •si yá tiene muchos di sta de ser corr,ipleta·entre nosotros. Debeazares naturales, v necesita voluntad decimos hablar ele aquella inseguridad, que pridida para sobrell;varlos. A mas de todos los va al culli vador de coger otro fruto en su trabajos y gastos de un buen cultivador, un· campo, que el que está generalizado en su año es período muy largo para que la adpais. Esta es la llaga que debemos tocar apeinósfora vaya s.ecundando siell)pre sús des¡¡.r nuestro; y que todavía esta fresca, apeseos y 'necesidades: pues es bien sabido, que el tiempo-es el mismo. tipo de la variedad . ~ sar de lodos los cáusticos que se han empleado ; que se podrían considerar insufi. Ese· tiempo, que á veces dá frío, cuando se · necesita calor; sequía, cuando la humedad cicnl~s, 6 mal aplicados. Es preciso.decirlo. {RE~IITIDO.)

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Los campos necesitan seguridad completa. Y son inmensos 'tos perjuicios que se siguen de esta falta tan digna de ser remediada. Es inútil plantar frutales en cualquier cantidad, si el gnardian no está.siempre a I fado. Un momento de descuido es la espoliacion. El almendro, rico árbol que tan buenos resultados nos podría dar para la esportacion estrangera , mirad en cuan poca escala se cultiva. Hasta en los paises en que el suelo casi está enteramente ocupado por la viña, os vendrán á buscar una uva delicada en medio de un gran bosque de cepas. El trigo, la aceituna, la habichuela, la patata, la algarroba, hasta la-alfalfa; nada es respetado como se debe; en masó menos cantidad; pero siempre se ha de confesar, que los campos son asa! lados con demasiada frecuencia. Y esto no es nuevo entre nosotros: son hechos frecuentes y mas antiguos: hechos que atan. b~stante las manos del propietario, no dejándole obrar con aquel desembarazo, tan necesario al cultivo de la tierra. La agricultura, como todas las cosas, necesita tambien de halagos,de cierta dulzura; que junto con el interés incitan la aficion al hombre. Hasta hay mucbos que os dirán,!~ tierra es insípida, trist~ y monótona. Si al ir á ver su campo de trigo, pudieran disfrutar de la dulzura del frutal, de la aroma de la flor, y hasta ocupar agradablemente su mente con planes de adorno y producto ; quizá serian mas frecuentes las visitas que baria á su campo de trigo; que.otro año ya desearía ver mas frondoso, porque así tambien seria mas placentero á la vista; y de mejores resultados para su bolsillo , dando mas jornales á ganar: Es de grande interés para el fomento agrícola incitar la afrcion del propietario. Y permitiéndonos una digresion, ¿Qué ha• rá el mero v des válido cultivador que se le critica de r;tinario ? ¿que adelantos puede hacer; que libros de agricullura consultar; que viages emprender, para cotejar su campo; de que fondos de ahorros disponer para ensayos y mejoras? ¿Y sabe por ventura .si un día de mal humor del propietario será suficiente para. apartarlo de su campo? El propietario es el que debe dar el verdadero empuje á su tierra.

No dejan tambien de afectar bas~ante la seguridad de los campos esas bandadas de ganado. Tal como es~án entre nosotros sin el ventajoso sistema de prados son inmensos los perjuicios que causan; en particular á la estension del arbolado. Hasta se ven manadas, que no cuentan otras yerbas para sn sustento, que pasearse por los caminos derribando los linderos de las posesiones, y tirán,dose á la primera propiedad agena cuando consideran la ocasion favorable. Y los inmensos capitales empleados en cerramientos , muchas veces inútiles si detras de la pared no está el vigilante, serian mejor ocupados, destinados á esplotar la tierra. No habría de ser suficiente una simple vallad~ madera, para decir: á los allimales irracionales se les priva de poder saltar; mas al hombre.que conoce es innecesario estorbo alguno. Y si llegar á ese grado de perfeccion se quiere considerar un bello ideal: ¿no seria hermoso á lo menos aprocsimarse lo posible , como sucede en Francia y mucha parte de Europa? No seria hermoso lograr el hombre lo que otros y muchos hombres han logrado? Es verdad amarga que todavía debemos andar algunos pasos, para llegar á este punto: pero es bien sabido tambien, que el buen ingeniero trepa un camino, y llega al punto deseado, apesar de las malezas y obstácul9s de por medio. Concluyamos nuestras reflecsiones tocando ligeramente una hipótesis, que qutzá tendría algun partidario entre nosotros . ¿La facilidad con que se saltan los. campos imµunemente podría influir, ser la escala, la primera piedra para saltar otro dia un camino, y otra or.asion la casa? ..... Un.buen razonador muy bien se podria estender : y quizá daria algunas pruebas para el convencimiento. Nosotros debemos insinuar solamente; que todo necesi'ta aprendizage: ,que acostumbrados á eludir la ley en cosas menores, se pueden despues emprender de rn~'yores: y así sabiendo y subiendo se pue~e llegar tambien á las de mayor consideracion. Y que un árbol tierno necesita. solamente un débil' palo de apoyo al lado para criarle derecho: pero cuando ya duro ; cuando el tronco ha cr~cido ;:iños y Años con el vicio;


360 quien lo endereza? Re'asumamos. Esplotar la tierra es uno de los primeros debe!'es del hombre. Solam·ente cpn seguridad e puede lograr este objeto ; y no se ha llegado todavia al grado que podemos alcanzar. Corregir la mala influencia productiva de la irreguridad, es ahogar en la cuqa un grande vicio que afecta la sociedad. :pichosa, pues, la mano po-

derosa, que podrá iniciar tan grande y pacífica conquista. Para que la tierra. verdadera madre del bombre, pueda da·r ocupacion á los brazos de todo hombre: y proporcionar riqueza para el consuelo de todo desvalida. Vilaseca 7 agosto de 1850. LonENzo FoLCB.

COSECHAS NUEVA S.. N.o. deben cansarse jamás en combatir, ni combatirán demasiado los buenos patricios el error desgraciadamente sobrado general, de que las cosechas usadas en cada una de nuestras comarcas agronómicas son las únicas que les convienen. Si hubieran pensado así'nuestros juiciosos .antepasados, no tendríamos hoy á disposicion nuestra la variedad considerable de cosechas, en cuya produccion se ocupan nuestros cullivadores. Procedentes casi todas del estrangero, si no se· les hubiera franqueado el paso cuando se presentarón en nuestras fronteras, hoy la agricultura se hallaria entre nosotros en la infancia , ó dicho mejor en una verdadera nulidad . ¡Cuán otro seria el aspecto de nuestro país! Gr-ande· fuera nuestra presuncion si tuviésemos de haber medido la fecundidad maravillosa de la naturaleza, y nos atreviéramos á. afirmar que no habia criado planta algu -na cuyo cultivo pudiera introducirse con ventaja entre nosotros . El sentidocomun, al que renuncia la humanidad mas veces de las que se· cree, nos obliga á pensar que en agricul' tura aun quedan beneficios para nosotros en el inmenso depósito de la Providencia. Aun existen plantas cuyo cultivo nos es conveniente ensayar; aun existen plantas cuyo

cultivo nos será tal vez mas útil que el de algunas otras que ya conocemos. Nuestro estudio, pues, en agricultura no debe tener fin. Estudiaron nuestros mayores, .Y nos lega.ron medios de subsistencia y de atencion emás necesidades de la vida. Para la á las d_ conservacion, mejora y aull!entodeesosmedios debemos estudiar nosotros, y así podremos seguir disfrutándolos y trasmitirlos á la posteridad . En la época en que vivimos nos interesa mas que en otras ese estudio. A beneficio de 1us progresos de la ci vilizacion se han acortado las distancias entre los pueblos, y se ha desarrollado en ellos el espíritu de laboriosidad. Hoy el que se halla en mas favorables condiciones para producír concurre ventajosamente con el que no las tiene tan propicias , y le disminuye la utilidad de su trabajo. Hoy las necesidades escedcn á las de otra época, y se necesita de mas abundancia de medios para satisfacerlas. Al mismo tiempo ciertas causas naturales unas y facticias otras concurren á disminuir la abundancia de esos medios. Contraigámonos al estudio de iilgunas de ellas en el rc.ino de Valencia, al pro de cuyos habitantes dirige con preferencia sus tareas nuestra Sociedad.


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Notoria es la mengua considerable de las lluv-ias en nuestro país, ,j" deqiasiado se palpa entre los efectos en ella el menor respeto á la propiedad del agua, ó la mayor frecuencia de atentados contra . la misma. De ahí viene la ince,tidumbre de tener el elemento del riego en la cantidad indispensable á la produccion de ciertas cosechas. Luego· si se introdujeren otras que ó no. han menester del riego en tanta cantidad, ó que absolutamen_te se pueden pasar sin él, y que nos faciliten sacar ma s partido de los terrenos secanos, habre!Dos hecho una gra._n conquista. La escaséz de agua que tanto nos aflige, señaladaIT?ente en el verano , dejará de ser nuestro tormento. Podremos destinará cosechas que necesitan agua solo una parte de nuestras tierras de regadío, y las tierras restantes de la misma cla¡;e y las secanas podrán emplearse en otras cosechas que requieran menos ó ningun riego. Por ese medio habremos _aumentado el agua sin disminuir la utilidad. Confirmaremos lo dicho con un ejemplo del que esperarnos vol ver á ocuparnos mas adelante. Bajo el nombre de fachal se cono ce en Cataluña, especialmente en el partido de Olot, el cereal dicho alforfon, trigo negro ó sarracénico. Destínanse á su cultivo los terrenos secanos, porque no ha menester de humedad de pie masque cuando .se siembra. Apenas exige labores; no está en la tierra mas que unos cien dias, y pueden hacerse de él dos cosechas desde la primavera hasta el otoño. Es muy produ~tivo, y se emplea en gustoso pan, en alimento á las aves, en forrage y en estiércol. Bar.e mas de ochenta años le recomendp eficazmente á los cultivadores de nuestro pais el distinguido escritor de agr'icultura ValcárceL Pues bie.n, ·á pesar de haberle introducido en España los moros; á pesar de conocerse en Catalu~a desde tiempo iumemórial; á pesar de haber: le recomendado en nµestro país el r.itado agrónomo hace mas de ochenta años, no se ha pensado en ensayarle y generalizarle has:.. ta el. presente., en que un amigo nuestro le~·ó á Valcárcel, se hizo venir simiente de Cataluña; la.ha repartido con proFusion , y en muchos pueblos de la provincia se está eje-

oufando el ensayo. Cuando escribimos 1esto, que es en 13 de Julio·, tenemos á 'la vista gran cosecha del sembrado en' esta capital en 1. 0 de Mayo. Si el ensayo que se está haciendo en grande sale bien, como esperamos se verifique, · daremos de ello cuenta circunstanciada á nuestros lectores. El anterior ejemplo es uno de los muchos que podríamos citar en apoyo de las reflexiones' que espusim'os al principio de este ar-tículo. Sumamente·útil y basta necesario es que los buenos patricios reunan sus esfuerzos para ver cuanto es capaz de producir s~elo vaJenciano, y ejecutar el ma1or número posible de acertadas comparaciones entre las cosechas. Situada nuestra capital en la costa, y enlazada por carreteras · generales con el interior de la penínsu.la; es fácil adquirir simientes, cualquiera que fuere el · punto en donde se bailen. Haciendo cada uno un poco, se hará mucho por todos en beneficio general. No comprendemos el egois- . mo necio de algunos que logran alguna adquisicion en agricultura, y así la callan cual si fuese un secreto' de estado. El verdadero modo de asegurarlas y aumentarlas es ctifundirla:> cada uno en la parte que pueda .. Mucho se tendría adelantado para esa difusion, · si el instituto de la Sociedad Económica fuese entre nosotros tan conocido y apreciado como debiera serlo, y si el interés particular se dedicase tambien á aquella clase de especulaciones que proporcionan á algun ramo de industria alguno de. los elementos esenciales para su progreso. No estrañamos que una persuna particular encuentre en su timirléz y -en nuestras co.s tumbres obstáculos para compnrecer entre el público, y revelarle sus adelantos etl la agricultura. Mas existiendo la Sociedad Económica dr. Amigos del País, que es un centro en el cual s~ reunen, y desde el cual se difunden todas las noticias útiles á los cu!.'.. tivadores; el no comunicárselas púr ese medio tan perenne J tan seguro, es una timídéz. ó un egoísmo cuya razorl no comprendemos . .Por otra parte, si alguno aprovechind0se de las muchas y buenas relaciones que pueden . adquirirse en esta capital, y de la fatalidad que hay en ella para ponerse en contacto

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con los demás puntos de la península, y aun del estrangero, quisiera formar un establecimiento de tráfico en semillas de todas clases, nos parece que lograria una aceptacion muy• favorable á ·sus intereses por el gran servicio que- habria hecbo á nuestra agricultura. Pondremos .up. ejemplo en muestra de la utilidad que daria una institucion de esa clase. Un labrad('r de Chiva, que desea adquirir simiente ó pies de algarrobos de las escelentes variedades conocidas en Ónda, hoy tiene que emprender-un viage á este último pueblo , ó renunciar á la. ejecucion de su proyecto. Si en Valenci'a hubiera un establecimiento como el de que hablamos, el labrador de Chiva no necesitaba mas que de unas cuantas . horas de distraccion para ver logrados sus deseos. En la capital de Francia es bien conocido y apreciado el establecimiento de semillas

de'l\lr. Vilmorin, del que hemos visto los numerosos catálogos. Trátase actualmente de poner en Barcelona u~ establecimiento de esa clas·e, y se pondra, porque son catalanes los que lo intentan. En Valencia seria mas ventajoso aun que en Barcelona á su · fundador y al pais. Tengan presente nuestros cultivadores , que en la época actual de lucha de intereses materiales retrocede quien no anda , y es vencido el que no vence. Si en otro tiempo era dable contentarse con lo que se tenia, hoy para no tener meno:; es preciso adquirir incesantemente. Por fortuna, las qircunstancias de nuestro pais en agric~ltura nos permiten luchar con ventaja, y nos prometen la victoria. (Boleti'-n de Valencia. )

1 I

NUEVO CULTIVO DE LA PATATA PARA QUE produzca mayor numero de tubérculos.

La revista de horticultura práctica que se publica en Paris lleva continuado un artículo que reproducimos á continuacion, y que creemos dig'no de ser conocido de nuestros suscritqres. «Leemos en un periódico lo que sigue, y lo reproducimos sin comentarios (1) dejan. (~) Consideramos este método de cultivar la patata muy arreglado á los principios de la ciencia agronómica y por ello de probables y casi seguros resultados. El enterramiento en forma de rueda que se hace de todas las ramas de la planta ha de producir aliundantes tubérculos por hallarse las yemas colocadas en condiciones ventajosas ; pues se sabe por la fisiología · que las patatas ó_sea la po,rcioa que comemos no son raíces como antes se babia

do al cuidado de !os prácticos hacer los ehsayos de los medios indicados.» «Se nos ha comunicad-o un procedimiento que ofrece mucho interesen el cultivo de las creído, sino por ciones ó procedencias del tallo qu por estar apartadas de la luz, y cubiertos de tierra vienen á tomar el desarrollo que se l es nota cuando han vege tado en un sutilo fértil. En nueslro pais ya han observado los cultivadores que en casos iguales los tubérculos de la pala ta son lanto mas abundant!)S cuanto á ma yor elevacion sobre del tollo se amorille la tierra . Bajo todos aspectos creemos pues mu y convenienlc que se ensaye y adopte este método , que podrá d3r f~lices resultados. (N. de la R.)


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ma estension se planta-ron igualmente cin~ patatas. Este ptocedimiento que está en uso cuenta patat~s que se las escardó y amori·en una gran parte.de Alemania tiene por ob. lió la tierra por el método ordinario. jeto aumeótar ~ocisiderablemente el produccs. c. Se plantaron en fin cin.cuenta tubérto de las patatas, Se plantan por el método ordinario, qn poco mas distantes de lo culos en uua tercera hoja; pero en lugar de que se acostumbra, tubérculos enteros, con amugronar las plantas. se empleó con los tuque sea necesario darles alguna preparacion bérculos el método siguiente. Cuando hupariicular. Cuando las plantas han llegado · bieron tomado una elevacion de diez y ·seis pulgadas, se las enterró co_n precaucion y se á la altura de medio palmo poco masó menos, .se les dá una escarda y se limpian de !.as cubrió con tierra: las ramas continuaron yerbas como se · acostumbra en· el método su crecimiento ó mejor dicho tomaron una posicion_perpendicular y desa:rrollaron nueordinario. · vos brotes; se enterraron estos renuevos coLuego que llega la época de atetillar las mo se hizo con las primeras ramas. Esta plantas, en lugar de rodear cada uno de los operacion se fué repitiendo hasta la época tallos, de una ·pequeña cantidad de tierra de la tlorescencia y mientras tuvo. brotes. como se ha hecho hasta ahora, se baj~n las ramas, se estienden en él suelo á la mane- ·Desde que aparecieron Jas flores. se amorillaron las plantas por última vez, dejándoJas ra .de rueda, y se las cubre de la tierra qúe en este estado basta llegar la cosecha. Bé se recoje en las inmeaiaciones ó mejor diaquí los resultados. cho en los entresurcos. Esta es una operacd . Las patatas de la hoJa de terreno a cion que el hortelano practica fácilmente que no se amorillaron, produjeron i50 tucolqcando el pié sobre la planta. Algunas sebérculos de diferente tamaño. manas despues, salen de las ramas enterra«2. Las patatas que se cultivaron en la das otras ramas nuevas que se entierran á la vez con mas.cantidad de tierra. En esto hoja b y que se acogombraron debidamente consisté todo el trabajo. No se emplea por, dieron 680 tubérculos. «3. Las patatas que se cuidaron conforme lo .comun mas tiempo del que exige el amoal nuevo método, que es el que nos ocuparillamiento ordinario, pero el producía de mos, prodq1eron 3,200 tubérculos de un la cosecha es seis veces mas considerable. grosor variable. , _ Loi; tallos enterrados de cada una de · las Se sigue de aquí que las primeras se han plantas· se han llenado de tubérculos eQ to50 i50; de las seá_ multiplicado ocho teces dos los puntos q·ue estaban cubiertos de á 680; y las úl3/5 50 veces de gundas 13 tierra. , ti,mas 6i veces, de 50 á 3200. Es de sentir «El period-ico de ~gricultura de Sprengel, que no se h~ya señalado el peso de estas cocontiene los esperimentos siguiéntes practisechas. cados en esté procedimiento. · Se ct'ee que las patatas habrían proqucido << a. -Una hoja de terreno de once metros todavía mayores ventajas si el espacio hucuadr.ados, se sembró de patatas á la distanbiese sido mayor. De todos modos, es sorcia de sesenta y seis pulgadas unos pies de prendent~ el resultado que se ha obtenido otros. Las plantas se escardaron á la época en Alemania para que se valga la pena de conveniente, pero no se les amorilló la tierensayar este método. : ra al pie o.e cada uno de los individuos. o..b . En una hoja de terreno d·e la mis4

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PBODUC·CIO'N,y ·USO DEL EST·IÉRCOLG '. Es muv general eri los hombres que coque estos sean cómodos y bien dispuestos. noán las· prácticas agrícolas verles una afi- 1 Conviene que tengan su pavimento; el logar cion marcada á tratar de los abonos, con que han de ocupar los animales debe estar preferencia á las restantes m'ate~ias agronó~ • algo inclinado y ternünar por una reguera micas. Ser~ por ·esto que los periódicos de que reciba los orines que son una parte acagricultura eslran_geros se ocupan a. menu_do tiva de los abonos. oe .este asunto rui"rantlo los abonos bajo toEl estiércol debe sacarse del corral cada dos tos pon-tos ae vista que puede esludiár- ocho ,dias á lo menos y es en este momento seles. He.mos creido de interés el .escrito de que con'\(iene Sl)Jetarlo á un tratamiento conM. Charles 'Darcel, miembro del consejo ge- ve9iente. Para ello convendrá que se colonera_! del Seua inferior, que reproducimos á que en un punto cuyo suelo estéfuertemenconli nuacion. Dii::e a.si este escrito. te apisonado, muy unido y resguar-dado por 11 Las plantas sacan su alimento de la lier- un pequeño dique de las' aguas esteriores. -ra y dél aire; pero es el mantillo prjnci_palEl pavimento. ha de estar ligeramente in<;limei;ite que suministra'á los vegetales jup;os nado á un pozo contiguo que recibe las aguas necesarios á Ia vegetacion: por ello convie- dP.l este~cqlero, cuyas aguas ó líquid1J.s sienne. pues que nos ocupemos de continuo del do como son úno de los agentes mas preciomodo de acrecentar dicho mantillo. sos de la vegetacion y cuyo. uso como riego Es por los abonos como ·se consigue este es muy recomendable en ,los forrages y en resultado: pero como las diferentes materias los prados artificiales. '<l¡ue c_ompone.n los abonos no pueden introEl depósito donde han de recojers,e estos ducirse en ellas sino. en estado sol uble, es de- líquidos ha de estar dispuesto de manera cir bajo la fo!ma dedíquido ó de:gas, es' nece- que se recojan las aguas, sin que se bañe en ·sario, para que·-puedan desarrollar su grande ellas el estiércol, ó del cont.rario, el contacfuerza de accion :·que todas sus partes.se con- to de ellas dañaría á este, y lo dispongrian viertan en materias solubles. A este estado á,que formen.tare mal y se floreciera. debe ,pues reducirse e_l esliércol,antes de em, El est,iéicol debe depositar~e por capas plearlo, contando que es UIIO de los mejores . hasta formar un ·monton, y entonces se con..: abqnós. sigue que no le dé el air~, que. ocasionaria Po·r medio de la ferrnentacion es como lle- U'na pérdida notable ,de los principios fertigaremos á conseguirlo. lizantes. · El estiércol siendo como es la base de la Es tambien co-nvenieote divi,d-ir el paviproduccion, lodos. los esfuetzos deben d-iri- mento en varias porcion·es á fin de que el esgir5e a obtenerlo en grandes cantidades y á tiércol antiguo no esté constan.temen te cuemplearlo con 'economía y buen resultado . . bierto por el nuevo ·ó reciente de lo que se En esto estriba en su mayor parle la ciencia seguiria que ,la descompos¡cion no se haría del, culLivador. , , con igualdad : seria de desear que el esterSi queremos obtener de los animales una coleno estuviese abrigado de árboles para gran . cantidad de estiércol , es preciso ali-ponerlo al abrigo del sol. (1 ). mentarlos en abundancia, ponerles en los establos cama suficiente, dejarlos permanecer (~) Creemos qu·e este abrigo DO es suBcieDte por largo_tiempo en los c.orrales, ,y procurar porque los árboles Do evitarán ~ol:1ocoDvfone la ac-


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A poco <le estar formado el- montori , empisza á desarrollarse la fermentaciori. Para · imRedi r la pérdida de prineipios fertilizantes que esta fermentacion 9casiouaria, si se ".eriticaba muy a_ctivamente, conviene moderarla -regando á menudo el estiércol con las aguas que se han recojido en el pozo ó cisterna de que hemos hablado, y en defecto de esta con el agua simple, al objeto de reducir el calor interior del montan á los -28 ó 30 grados. · El estiércol debe rega '.se cada vez que la temperatura le eleve ó·que veamos que humea: con este ·método conseguimos, en un mes, un estiércol com ple Lamente perfeccionado. , C~ando el estiércol entre en putrefacc-ion, desp ide el' amoníaco. Como este principio es uno de los mas activos que constituyen el abono; conviene que no se desperdicie abs~lutamente. Para evitar este mal, es preciso echar en la cisterna en que se mantienen reunidas las aguas, una cantidad de caparrosa (sulfato de hierro). de aceite de vitriolo (ácido sulfúrico), ó de espíritu de sal (ácido chlorhydrico), materias que se hallau en el comercio ~ un precio bajo. · Se conoce que ha llegado el momento .de emplear estas materias convenientemente cuando el · papel roseó de tor'nasol, mojado en los líquidos de la cisterna, se polora-en azul, y se conoce que se han echado ya bastante cantidad de dichas sales , cuando el•líquido color_a en rosa ·el papel azul de tornasol (1 ). El yeso puéde substituir á estas sustancias, peru como no se disuelve-enteramente en el liquido, es preferible esp:ncirlo entre las capas del monton. Debe emplearse el yeso en la cantidad' de 1O litros por cada 1000 kilógramos de estiérc.ol. Por este medio nos dispensamos de es_parcir el yeso e'n los pracion dd sol, la del vienlo y aun menos la de las llu.,.ias . Por ello pues cre!lmos y recomend~mo~ que el estercolero tenga rn cobertizo 11 que se construya de manera que las materias fertilizantes 'que est'an en descomposicion pierdan la menor cantidad posible de gases. ', (N. d ~ la R.) ('') Estos papeles reactivos se hallan en toda's · , las farmacias.

dos artificiales que se suceden á los cereales que-se abonan con el estiércol enyesado; además de que se obtiene de este cere,!l un· producto superior, la accion de -este estiér-; cor se hace sentir durante un espacio 'de 'tiempo muy largo que el que 'produce el estiercol ordinario . . Debe empl~arse _con preferencia el -yeso crudo al -yeso cocido, ya porque su precio es menor como por ser igualmente enérgica su · accion. : Tamtiien podríamos e·mplear con ventaja el pol-vo del carbon. · Si es útil bacer fermentar el c~tiércol convieqe tambien que esta fermentacion no se prolougu6 demasiado, ó d_el contrario se convertiría -en una susLancia poco útil por los gases fertilizantes que pabrá perdido: im·porta pues regu lariz-ar e ta fermentacion y · detenerla en el punto en que se observe que el estiércol habrá.sufr,ido .una aHeracion pro.: funda y que presenta uu aspecto homogéneo en tod as su~ parles, y que la paja fermentada suficientemente empezará a reblandecerse; presentando un color amarillo dorado, fenómenos que suelen pr,esentarse á las cuatro ó cinco semanas. Cuando el estiém,I, Jlegado á este estado, no puede emplearse, es preciso cubrirlo de césped ó con tierra mezclada con yeso. Entonces el estiércol puede conservarse por el espaci·o de seis meses sin pérdida sensible. El montan de estiérc0¡l de que hablamos debe tener á lo menos una, elevacion de metro y medio. Para saber la dimension que debe tener el pavimento en que se coloca el t:stiércol, es preciso tener en cuenlíi la cantidad media de fielJ).o que produce anualmente cada anima\: puede valorarse aproKimadamente de la manera que-signe . ~ Un caballo produce, como término medio por año 1 12 .0 00 kilógramos de estiércol, ó sea 1~ metros cúlJicÓs. · Uua vaca pasando seis me¡,es fuer.a del establo, 2;000 kilógramo~· de estiércol ó 14 m. c. 25.

Conviene pues , supoñiendo el monton de un metro cincuei:ita centímetros de elevacion un. pavimento de -cerca. Para un caballo, 1O,' metros cuadr.ados-, l?ara una vaca, 7,5.


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Para un carnero, f: que obra como abono, sirve tambien de be• Si examinásemos por ,separado los·escre- · neficio. mentos sólid'os y líquidos de los animales·, El estiércol de dife~entes animal~s ,no tieh'allaríamos ·que por 30,000 kilógramos-de ne el mismo valor como abono, y el mejor estiércol ordinario bien preparado -y sufimodo de emplearlos seria repartir cada caciente' para abonar un hectar de tierra las lidad dé por sí en el terreno que mejor concanti'dades serian las siguienies aproxima..:. venga: por ejemplo, el estiércol, caliente en <lamente: los terrenos frios 1 y el estiércol frío en los terrenos calientes. Pero la difi<,ul·tad de emEscrementos sólidos. plear cada especie de estiércol ~n el terreno que le conviene mejor, hace que se prefiera De -carnero. . 10,000 kilógr. mezclar los de los diferentes animales. De caballo .. : 21,000 La naturaleza de las materias que emDe vaca .. 37,000 pleamps para las camas del ganado influye mucho en la calidad del estiércol . Orines. Podemos clasificar las pajas en el órden siguiente, en relacion á su valor como cama De caballo bebiendo y abono: PQCO.

• • • • . . .

4,500

ldem aliméntán(lose de heno y de cebada. . 1,500 Idem alimentado con · trébol verde y ceba. da. . . . . . . . . . 8,000 De vaca alimentada con · retoño y patatas. , . 13,00.0 De v,aca lechera álimentada con retoño y patatas. . . .. . . 2':' ,000 De hombre . . . -. . . _16,M0 De cerdo· alimentado con patatas saladas. 52,000,

. 1. 0 Paja de colza; de arbeJa; 2. º de alforfon ; 3. º de habas; . 4. 0·

5. 0 6. 0 7. 0 8. 0 9. 0 10. 0 H.º 12. º

de lentejas ; . de mijo; qe guisantes ; de cebada ; de trigo; de centeno; demaiz; d_e avena.

-Las pajas son tanto mas convenientes pa• Bien qµe la. energía de estas materias em- - ra emplearlas como cama para el ganado en pleadas separadamente sea considerable, es cuanto pueden dividirse mejor. Deben mamas cómodo en la práctica, de convertirlas chacarse ó partirse antes de emplearse para -en abonó por medio cíe cama ó pajas. que se empapen mejor de orines, sea mas C.uando la paja no es suficiente para for- fácil su descomposicion y, ·proporcionen un mar cama al ganado, podremos emplear mu- lecl;to mas cómodo y blando á los animales, éhas otras materias ,que se prestan á. este ob- al propio tien;ipo que se mezclan mejor con jeto, tales como los brezos, los helechos, las lo& escrementos. . , hojas dé los árboles, etc. Estas materias que :;ean cuales fueren las materias que emempleadas solas no serian fértiles, se transpleamos para fQrll'.!ar las camas y componer forman err- un · e~celente abono ctianqo se el esti~rcol, ·todos nuestros ·esfuerzos deben mezclan con 'el estiércol. dirigirse en aumentar la cantidad ;·. por cuya Er sistema de poner tierra' á los animales raz.on podremos ritHizar una porcionde sus·para formarles cama es sobre todo excelente tancias que están descuidadas eo las casa~ si podemos emplear una tierra piferente á de labranza y .que se pierden sin utilidad . la que tériga el cam.po que ha de ·abonarse En este número contamos los •residuos de .con este estiércol, porque al mismo tiempo .las manzanas y de las peras que pueden 1


. convertirse en abonos haciéndolas madurar con µna tercera parte de su peso de cal ó de yeso, ó mudando estas dos sustancias con el estiércol que impiden desarrollar una parte de los jugos lertilizantes. Si es útil buscar todas las materias que pueden aument_a~ la cantidad de abonos, hemos de temerá su ve'!: el mezclar sustancias que podrían ser nocivas, t\lles por ejemplo

367las que hacen desarrollar con mucha pron titud los jugos nutritivos de las sustancias que componen el abono. Es de la mas alta importancia el que nos p'enetremos del jugo inmenso que tienen los abonos en la agricultura, para que de este modo nos esforcemos en obtenerlos en cantidades muy superiores.

QUIMICO. DEL ACEITE.

sac, Saussure, Branconet, Tenard, ChevreuJ, El estudio de 'los di versos aceites que se estraen de la aceituna, y el de las propieda- .y con especialidad . á los anales de fisica y des físicas y químicas que mas en estos se química que e publican ei;i París, en- los distinguen, bien sea considerándoles en ge- cuales estos sabios han consignado. sus tra. .· neral, bien se descienda á analizarlos sepa- bajos. Para proceder con algun método, princiradamente, es un trabajo importante con reJacion á la industria en la acepcion mas lata piaremos por partes. '1. 0 Aceituna. La aceituna está comde esta palabra; pero lo es mas aun si se considera respecto de utilizar estas mismas pro- puesta: De la epidermis ó ·cutícula que cubre topiedades para simplificar los medios de ejecucion al estraerlo de la aceituna; pt1es mal . da la pulpa, y -es sumamente fina, ~raspapuede operarse sobre un cuerpo si no se co- rente, porosa, insípida y de un color oscuro ·' nocen los fenómenos que se producen por su des pues de la madurez: De la pulpa parénquima, ó parte carnosa, combinacion con el calórico ó con el oxigeque está inmediatamente debajo de la epino, ·por su mezcla con el agua, ó si se ignora su composicion inmediata y elemental. dermis, y se compone de partes mucilaginoMas-este estudio, que yo considero tan útil, sas, albuminosas, sílice y agua. Del hueso, formado de fibras leñosas anáno puede hacerse en un escrito de la índole que ·ipe ocupa, por lo que habré de conten- logas á las del esqueleto de la planta, con tarme eón indicar la composicion inmediata u,na figura entre larga, oblonga ó aguda, sey elt:mental de los ·diversos aceites que con- gun la variedad á que pertenece. Finalmente, del cotiledon ó pipa, en todo tiene la aceituna, con las propiedades mas semejante á la de la almendra, de U'n sabor notables y alteraciones principales que suamargo desagradable, pero sin olor mary fren por la uni.on con otros cuerpos, remicado. tiendo á las personas qu~. quieren adquirir 2.º · Como en qué cantidad está contenido en este particular conocimientos mas estensos el aceite en la aceituna . á las importantes obras de MM. Gay-Lus-


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La Meituna contiene aceite tanto en la pulpa.corno en et· hueso y en la almeodr-a~ sin que basta ahora baya podido· estraerse de la cutícula; la parte carnosa forma grandes poros, cavidades ó celdillas, en las cuales e·s tá contenido.el aceite en abuodancia.·cuando la aceit,,rna aun no está madura, estas cápsulas ó celdillas están vacías, y solo hay _ en ellas los principios constitutivos de este liquido, q.ue se aumenta considerablemente en el t¡ern po de l.a madurez. El ac;eite de la pulpa es graso, insípido, trasparente, ligeramente colorado, dispuesto á coogel~rse con el mas leve descenso de temperatura, v no tao propenso á oxigenarse como el de la ·almendra .. En la parte leñosa del hueso '1uiy tambien aceite, pero es acre, amargo, análogo en parte al de nueces, empireumático, de un olor · nauseabundo, propenso á eoraociar~e y con todos los caractéres de los aceites esenciales. La pipa contiene tambien un aceite claro y traspa_rente al salir de la prensa, de un cólor mas bajo que el que se estrae del fruto, deslituidó de mucílago, que no· forma posos ni' asientos, y tiene un sabor dulce muy parecido al de las almendras, y un olor aromático agradable y un si es no es resinoso. El aceite c0mun e¡;lraido por el método ordinario contiene estas tres clases de acei-, -te, en las proporciones siguientes: Aceite de la pulpa. . . . . 937} ldem de la mad e ra del hueso. 8 1,000 Idem de la almendra. . . . . 55

3. · ·Análisis <le,l aceite. Para· analizar el aceite y co'nocer bíen sus .princi p'ios inmediatos ·y constitutivos, es neces¡irio separar -el de la parle carnosa y el de la almendra del hueso, qu~ difieQe es~acialmente en casi todas s8s propiedades. Para proceder con método principiaremos por· parres: · 4. 0 • Aceite de la pulpa y almendra. El aceite de la parte carnosa y, el de la pipa, analizados juntos por Braaconet y otros, ha dado: · 7,221 Carbono .. Hidrógeno. 1,326 Oxígeno .. 0,943 J>érdida .. 0,510 0

La composicioa inmediata del aceite es de · dos principios que por analogía con los de la· ~grasa anii;nal se Ha man 'oleiaa y estearina. La primera, iír¡uida á casi todas tempe.:. raturas, es un producto muy fina, suave y susceptible de ser empleado aun· en las operaciones mas delicadas de las artes. El segundo, craso y facil de solidificárse, casi ·ao tiene uso sino mezclado con el primero. La proporcion en que estos dos principios se bailan en el aceite de olivas es:

Oleina. Estearina.

72}100 . 28

Analizadas estas sustancias. por los Sres. Guy-Lussac, Teaard y Chevreul, han dado:

Oleína. Hidrógeno. Carbónico. Oxígeno.

79,030 11.,4-22 9,548 1_00,000

Carbono. Hidrógeno. Oxíg-eao.

.•

,82,170 H,238 6,592 100,000

5. 0 Aceite del hueso. El aceite del hueso tiene todas las propiedades de que llev.o hecha meacioa, y no es tampoco un pri·ocipio puro y aislado, como pensó Rozier. :Está coro puesto, como el de la púlpa , ·de dos pJiacipiQs, llamado el uno cleopteno (aceite volátil), y. estearoptena (sebo volátil) el olro . La proporcion en que se hallan .esto_s prin· cipios és la sigu-ieate : Eleoptena. Este~roptena.

69,15' 30,85 100,00

Este aceite abunda no tan solo e¡;\ la ma-. <lera del hueso, sino es tambien en toda la


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del árbol, y con especialidad en la altura y en las raices. Tiene casi todas las propiedades de los demás aceites, y se volatiza á los 152° del termómetro centígrado. 6, 0 Dilatacion. El aceite se dilata por la accion del calórico de una manera muy variable para los diversos grados de temperatura, y ·que guarda poca conformidad con las dilataciones respectivas de los demás líquidos. Tomando por base el termómetro centígrado, se forma la siguiente:

Tabla de las dilataciones respectivas del aceite de olivas á diversas temperaturas toma~ de 10° en 40° A 400°-0,D80 A 110°-0,087 A 120º-0,09t A 130°-0,102

A 140°-0,109 A i50º-0,H6 A 160°-0,Hi4A 170°-0,133

Comparando las dilataciones respectivas de un termómetro de mercurio con otro de aceite, construidos ambos segun el método de Re::i.umur, se han obtenido los resultados siguientes:

369 TERMÓMETRO DE ACEIT E .

Grados.

0,0

9,5 19,3 29,3 39,2

49,2 59,3 69,4 80,0

TERMÓMETRO l)E AGUA .

0,0 0,2 4-, •I H,2 20,5 32,0 45 ,8

62,0 80,0

Operando á temperaturas mas altas que las espresatlas en las tablas de comparacion anteriores, se obtienen aun irregularidades mas notables; pero carecemos de esperienrias exactas que merezcan tomarse en consideracion. 7.° Calórico latente. Las sustancias difieren entre sí notablemente por la cantidad de calórico latente que contienen sus vapores. El del vapor de aceite no es aun muy conocido; sin embargo, se sabe que es infinitamente inferior al del agua. pues en ningua caso escede de 80°, máximo que se ha obtenido hasta el dia; y como el vapor de agua es de 550, resulta la proporcion de 80 á 550 .

TE RMÓMET RO DE MERCURIO .

Grados

0,0 10,

TER!\lÓl!ETRO DE ACE ITE.

0,0

9,5

20, 30,

19,0

40, 50,

39,2 49,3

60,

59,3

70, 80,

80,0

29,0

69,4·

Pero si notables son las irregularidades en las dilataciones del aceite comparadas en las del ruercurio, lo son aun mas si se toma por tipo el agua, que siendo el agente por medio del cual se ohra sobre el aceite, es mas digno aun de e Ludio y de consideracion. Los resultados de la comparacion respectiva de un termómetro de aceite y otro de agua es el siguiente:

TOMO 111.

8. ° Calórico específico. El calórico específico del aceite, tomando por unidad el del agua á igualdad de pesos, y referido al termómetro octogesimal, es de 0,30961; es decir, que una libra de aceite que se enfría un grado. abandona una cantidad de calórico capaz de elevar un grado 0,30064 libras de agua. 9.° Fenómenos de la congelacion . . En el aceite, al congelarse, se observa enteramente contrario al que presenta el agua en igual caso. El agua se .dilata al pasar de líquido á sólido, mas el aceite se contrae considerablemente, pudiendo calcularse próximamente en 1/ 19 la contraccion. 1O. Peso específico. La tlensidad de este líquido varía segun se halla mas ó menos puro, mas ó menos destituido de materias e trañas; pero en general está comprendida entre 0,913 y 6,917, siendo una la del agua. 44. Otras propiedades. Es insoluble en el agua, muy poco en el alcohol, y mas en 33


el eter; disuelve el azufre y el fósforo con la ayuda del calor, y en mezcla Con el yodo y · con el cloro, que le roban el hidrógeno, forma ácido hidriódico con el primero, é hidroclórico con el segundo. Espuesto á la acc:ion del aire por mucho tiempo, pierde poco á poco su limpieza, se espesa y absorve el oxígeno produciendo gas acido carbónico. Como todos las aceites grasos, es combustible, y ard.e cuando se le aproxima á un cuerpo en cqmbustioi:i, se solidi~ca por el ácido_hiponítrico, y tratafio por lo álcalis y el agua, forma un ácido, que unido á cualquiera de los óxidos, produce jabones. Finalmente, se solidifica á los 10° del termómetro centígrado y hierve á los 3•15°, produciendo gas hidrógeno por carbonado, y volatizándose el resto en un grado grande de alteracion. •

Principio.~ que deben estudiarse para establecer un método ele estraer aceite. Para que un método industrial sea económico, rápido en su ejecucion y dé resultados ventajosos, deben conocerse anticipadamente todas las circunstancias que pueden contribuir á facilitar y simplificar. los me-: dios de su ejecucion; es menester, digámoslo asi, arrancará la naturaleza sus secretos, y .; alerse de las mismas propjeJades de los euerpos para asimilarlos, descomponerlos ó separarlos de otros cuya union nos es estorbosa. En el de estraer el aceite hay que considerar; i. 0 Que contenido este líquido en las cápsulas ó ~eldüas de la aceituna, es preciso triturar ,esta para facilitar su salida. ~-º Que el aceite se dilata por la accion del calórico y en proporei9n directa al ascenso _de la tem·peratura. 3. 0 Que el agua, al grado de ebullicion y mas arriba, coagula y solidifica las partes albuminosás que tiene la aceituna. . 4. 0 Que por un efecto contrario, el agua, con Ún grado de calor conveniente, disuelve. separa y precipita el . mucílago que une las· partes silíceas y forma las cápsulas ó .celdillas en que la pulpa de la aceituna tiene eont.,enido al aceite.

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Que el aceite empireumático del bue• so se vo latiliza á 152° del termómetro centígrado . 6. 0 Que ni el aceite fijo ni el volátil se une ni amalgama con el agua, que po.r la diferencia de pesos específicos esta ocupa siempre el fondo y el aceite sube á la superficie. Estas consideraciones conducen á otros tantos raciocini(ls, de los cuales pueden sacarse los comentarios siguientes: i .º Que en cualquier método que se emplee es conveniente y aun preciso triturar la aceituna. 2. 0 Que debe emplearse el calor para dilatar el aceite y facilitar su salida. 3. 0 Que debe usarse del agua á un grado muy alto de temperatura para que coagule las partes albuminosas de la aceituna, y las separe del aceite. · 4. º Que debe tambien usarse del agua caliente para disolver y precipitar el mucílago que la aceituna contiene en mezcla con la albúmina. 5. 0 Que el agua, á un grado de temperatura mayor de 152° del termómetro centígrado. es muy conveniente para volatilizar el aceite empireumático del hueso, que es el que contiene el principio acre, que suele dar mal gusto al aceite fijo de la pulpa. 6'. 0 Que para suplir los defectos que puede haber, y que indudablemente hay en la aplicacion del agua y del calor, debe usar·se de una accion mecánica, en éuyo caso la reconocida como mas ventajosa es la presion. 7.° Finalmente, que no alterándose el aceite hasta los 315° de temperatura de ebuilicion, es absolutamente falsa la suposicion que alg unos bacen de que el agua caliente altere el aceite, lo desmejore y hace de peor calidad. En la ser.ie de operaciones n~cesarias para que la aceituna dé todo su aceite, se necesitan emplear, segun se infiere de las con• secuencias que J(evamos deducidas, a.cciones químicas y acciones mecánicas. Las acciones químicas, que 'J)rovienen del empleo del agua y del calor, y las mecánicas, que se ejecutan con aparatos particulares, cuya perfeccion y simplicidad -han sido hace muchos


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üritante de Lebas ( i ) , el ungüento vejigatorio ó untura ruerte ( 2), la pomada de hidriodato de potasa ( 3 ), el linimento amoniacal ( 4-) y las fricciones de acéites e!ienciales, romero, espliego, aguarrás, etc. solos ó mezclados con el espíritu de vino. El fuego de boton perforante se ha puesto en uso alguna vez ; y bien que es menos costoso, y de íelices resultados, no se emplea en el buey con la frecuencia que la práctica reclama: . pues no queda duda que al mismo instan\e de la

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( ..i ) Tomase. Cera amarilla deiritida por stiparado, aceile de laurel, esencia de espliego, jabon de Starkey (mezcla de carbonato de potasa seco y pulverizado, de aguarrás y trementina por iguales partes una. partes) y ungueoto mercurial doble .• Untura fuerte. • . • • . . . . . . . partes cuatro. Mézclase y tritúrase con pilon de vidrio, hasta que tome consistencia. ('2) Tómase. Pez griega y cera amaparles cinco. rilla . . • • . • . . . . . . • • . . Aceite de olivo . • . . • . . • . . . p.u-tes quince. Licúase y separado del fuego añádase, Polvos d~ canta rieles . . . . • . . . . parles cinco. Polvos de euforbio . • . . . . . • . , partes una . Agitase con J9 espátula hasta qne tome consistencia para que se incorporan bien los polvos . (3) Tómase. Yoduro dt: potasio. . • parles una . Manltica dti cerdo. • . . • . . . . . partes diez. Mézclase. (4) T9mase. Amoniaco Hquido. . . parle's una. Aceite alcanfor»tlo. . • . • • • . . partes diez . Mézclase.

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accion del fuego se forman escaras á espeósas de los tejidos endurecidos, y la inflamacion consecutiva y de nuevo carácter produce la supuracion y_ se resuelve la ingurgitacion. Si la materia purulenta no puede salir, como sucede con frecuencia, en razon de hallarse. detenida por tabiques y adherencias celulares qu e obstruyen el paso y hacen las paredes de la cavidad mas ó menos cavernosas, es indispensable · dilatar la abertura del tumor y cortar los obstáculos para que el pus salga libremente; tratando 1uego la llaga con la tintura de aloes ó cop un drgesti vo ó simplemente con agua alcoolizada, etc. Si llegamos alcanzar el que desaparezcan todos los senos, entonces bastan los fomentos repetidos muchas veces al dia, del vino tibio, ó cociendo hojas de la zarzamora ó del nogal con el mismo para adelao lar la cica trizacion. Si el flegmon vieo~ ocupar el tejido celular inte.r-muscular ó el sub-apooeurótico, bien que l9s sí ntumas son los mismos, con todo el dolor es ma~ intenso. El flegmoo sub-aponeuróticopresenta un tumor mas difuso, y el profundo ó inter-muscular se acompaña de un edema que le bace menos visible. Cuando el ilegmon profundo existe en un miembro, la locomocion es tan difícil que el estremo se mueve como si estuviese formado de una sola pieza. El tratamiento es el mismo, solo que desde un principio se practican sajaduras profundas para bacer ces~r la colI)presioo producida por las membranas apone11rólicas, ó facilitar la salida al pus en el flegmoo ínter-muscular.


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Talpa. Testera.

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La talpa consiste en la tumefaccion del teJido celular y de la piel de la nuca con inflamacion ó · sin ella. Síntomas. La talpa en un principio ofrece todos J(ls síntomas del flegmon ordinario, calor, turne ., taccion y dolor. La bincbazon es poco ci~cunscrita, la piel eng~uesa y presenta luego grietas superficiales. . ·si la enfermedád dura, las hendiduras penetran el espesor de la piel, se aprocsiman, se transforman en una llaga que derrama un pus sin consistencia, poco homogéneo y sanguinolento. Esta llaga puede producir fungosidades, lamateria desorganizar las parles sub-yacentes y establecer entre los manojos musculares focos purulentos, que se comunican entre sí por sinuosidade,s, y con el esterior de la piel por un canal fistuloso. Con todo, estos accidentes son tan raros en el boey, como frecuentes en el caballo. Asi es que se observa mas generalmente, ver la enfermedad pasar al estado crónico, que termin¡1rse por la supuracion ·y la ulceracion de la piel : en cuyo caso el dolor y calor de la parle disminuyendo poco á poco , se queda el tumor permanente , aislado y · endurecido. La talP,a puede presentarse en-estado de infiltracion; en cuyo caso la hinchazon es circunscrita, no va acompañada de dolor ni calor y la presion del dedo, quedando impresa por algun tiem-

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neci1mdo eg este e~tado por mucho tiempo, hasta que la intlamacion volviendo á presentarse y siguiendo una marcha mas rápida, dá lugar á ter.,. minarse por supuracion y abrirse el absceso como en el primer caso. Causas. Los golpes, las compresiones y los rozamientos son las causas inas comunes del fleg:.. mon sub-cutáneo. igualmente puede sc_r crítico ó sintomático siempre que depende de una afeccion _ ir1teroa. Tratamiento. Se principia por la aplicaciou de cuerpos grasieotos; como la mant~ca, el ungüento populeon, cataplasmas de malvas, de salvado etc. á fin de relajar los tejidos, ablandar la piel y favorecer la ingurgitacion para que el dolor se calme. Pero no es menester insistir en el empleo de estos medios terapéuticos porque se llegaría disminuir demasiado la sensibilidad de la parle y se da ria 1ugar á que el tlegmon pasase al estado crónico. Por eso es preferible continuar con los_ tópicos estimulantes y mantener ri"erlo grado de escitacion en la parte, para obtener, ó bien la resolucion del tumor, ó la t~rminacion supurativa. ' Asi se emvleará el ungüento basi-licon solo, ó mezclado con partes iguales de esencia de trementina, ó de ungüento vejigatorio, etc. segun conozca el facultativo. Si el tlegmon principia por el estado crónico, ó el agudo ha durado tao poco que la supuracion no ha podido efectuarse, entonces se procura obtener la resolucion, empleando medicamentos fundentes. Para este objeto se aconsejan, el ungüento


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un pr1Dc1p10 todos los caractéres propios del estado agudo; pero en este caso es de poca duraciun, pues que los síntomas inflamatorios disminuyendo y aun desapareciendo desde luego, dan lugar para que el tumor µersista y se endurezca. Sitio. El tlegmon puede manjfestarse en todas las partes del cuerpo ; bien que ha recibido dos ·nombres distintivos segun el sitio en que se presenta y por lás particularidades que acompañan su ·marcha, su lerminacion y su tratamiento. Asi es que se le ha dado el nombre de panadizo al flegmo n que sobreviene en el rodete de la pezuña y cuya descripcion tenemos hecha ya, y el de talpa al que ocupa la parte anterior de la cerviz ó · nuca y cuya historia emprenderemos cuanto antes . Síntomas. El flegmon sub-cutáneo está caracterizado en s~ invasion por una ingurgitacion ci rcunscrita, caliente y dolorosa, sin desórden ap·arente de las funciones y por consiguiente sin fenóm'enos febriles. Si la intlamacion es bastante intensa, el tumor l>e eleva, se ·circunscribe y la parte se pone pastosa , la piel se adelgaza, el pelo se pone tieso, claro y se cae en parte: el pus flt,1ye, saliendo por una abertura que naturalmente se forma en la piel. Pero si la inflamacion es poca, como sucede ordin ariamente, entonces el tumor es menos caliente, menos doloroso y la coleccion purulenta tarda ·á establecerse; en-cuyo caso lo mas comun es, reunirse el pus, constituir un solo foco, condensarse alli- y aun llegar á epdurecerse, perma-

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po en la piel, d-á á conocer la acumulacion serosa entre las mallas del tejido celular. Causas. Las mas directas de la t~lpa flegmo nosa son el peso y compresion del yugo sobre esta parte, como sucede en los bueyes de las localidades en que tiran unddos por la cabeza, ó el magullamiento que resulta siempre que este aparejo no asienta bien por no estar construido cual corresponde á la configuracion de la parte, ó por atravesarse el ganado al marchar, por estar mal avenido, ó ser de genio ó de paso desigual al de. su compañero: siendo así que las causas mas ordi narias de la talpa por infliltracion son l-0s rozamientos con cuerpos duros, debidos al escozor que · ocasionan las afecciones dartrosas, sarnosas ó eritemáticas. Pronóstico. El pronóstico por lo regular no es peligroso, por cuanto solo es enfermedad grave, cuando los focos se han constituido en las pro• fundidades de los órganos musculares, y que los tejidos tendinosos y ligamentosos que abundan en esta region recogen el pus y oponen obstáculo á su salida, cuyo grado de gravedad, como queda di- . cho; es muy rara verle en el buey. Tratamiento. El ilegmon de la nuca en su aparicion requiere un plan curativo igual al de una inflamacion ordinaria. Los síntomas generales si es que se presenten, serán combatidos por la sangría y por la dieta, aplicando al mismo tiémpo sobre la parte lociones con líquidos estíptices

delitescencia. Las fricciones mercuriales reco-

y refrigerantes á fin de probar si se logra la


- 72 mendadas desde poco tiempo como un poderoso antiflogístico no deben ser empleadas en el buey. Si la enfermedad resiste á esta primera medicaci-on, se recorre á los emolientes empleados líquidos ó en forma de -ungüentos. Los cotímientos de las malvas, del malvavisco, de la linaza ó bien el ungüento populeon, el de altea, ó simplemente la manteca de cerdo, son los remedios generalmente usados. Pero no es menester insistir mucho tiempo con ellos, pues desde el instante que el dolor disminuye, si la ingurgitacion persisté es inmi. nen te el que pase al estado crónico, en cuyo caso están indicados los escitantes. Asi es que las infusiones vinosas aromáticas re.emplazan á los decoctos emolientes, y el ungüento basilicon mezclado con igual parte de aguarrás, la unt_ura fuerte, el ungüento resolutivo de I..ebas, etc., al populeon Y. '· manteca. Si la piel ha llegado á ulcerarse y dado lugar á la vegetacion de escrecencias fungosas, es menester destruirlas, detener la supuracion y aplicar un vendaje para privar el contacto del aire . • Para esto se toma en polvos, el sulfato ó el acetato de cobre (caparrosa azul ó el cardenillo), con .los Cl!ales se cubre la llaga ó bien se emplean incorporados con manteca. Siempre resulta de su aplicacion el que se forma una escara á espensas de la carne babosa y la ulceracion cambiando de aspecto y carácter se previenen las desorganizaciones de los- tejidos y la formacion de fístulas y _senos que el pus puede ocasio?ar. Se «oritinua en

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En la especie bovina, como en las demás ~species, . la. inflamacion del tejido celular es llamada · flegmon. Si es cierto que el Oegmon de los rumiantes , es menos frecuente que el de los solípedq_s, y -que se 'P.resenta casi siempre bajo la forma crónica; con todo, puede alguna vez desarrollar, á lo menos en

Del Flegmon sub-cutáneo.

sion, no retoñe el mal una vez cortado . Luego se incide el pezon carnoso, se deja sangrar poi· algunos minutos, se polvorea la base con el sulfato ó acetato de cobre, (caparrosa azul, ó cardenillo), y se concluye, aplicando algunos lechinos dispuestos de modo que comprimen y llenan el hueco, envolviendo la pezuña con nn trapo que por medio de cintas sostiene fijo todo el aparato. El ~lumbre calcinado, el ungüento.egipcíaco Y·' otros cáusticos pueden reemplazar á las sales cobrizas, y á falta de estas sustancias se cauteriza con el hierro candente. Cuando existe 11na fístula sobre la cual ha vegetado la cereza es indispensable abrir toda su estension para cauterizarla en seguida, pofqne si el práctico corta solamente la carnosidad, no tarda en regenerarse presentándose en el mismo estado que antes. Es menester pues para curar radicalmente hacer ces~r la causa que la entretiene, esto es la fístula, y esto solo se consigue cauterizando las sinuosidades fistulosas, paraque los tejidos regenerándose se cicatrizen completamente.

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años objeto de investigaciones muy repetidas, que desgraciadamente no han dado hasta el día los resultados ventajosos que parece babia· derecho á esperar despues de los rápidos adelantos hechos por la ciencia en estos ullimos años. En cuanto á las acciones químicas del agua y del calor, es indudable que hasta ahora no se han estudiado como debieran. Combinadas de una manera conveniente estas acciones, dan lugar á tres distintas operaciones, que son: 1 .ª Trituracion. Operacion que tiene por objeto facilitar la entrada del agua en el interior de las básulas y salida del aceite. 2.º Sumercion en el agua caliente ó aplicacion directa del calor. Operacion que se dirige á coagular la albúmina, á destruir los jugos mucilaginosos, á dilatar el aceit~ con-

371 tenido en las cápsulas ó celdillas, y facilitar su salida por medio de la diversidad de pesos específicos de estos líquidos. 3.ª Presion. Operacion cuyo objeto es oLligar la salida de todos los líquidos contenidos en la masa que resulta despues ~e la sumersion. Además de estas operaciones hay otra de que debe tambien hacerse·especial mencion, como la clarificacion ó vurificacion que se efectúa en vasos de determinadas formas, la filtracion que se hace de distintos modos, y con aparatos muy diversos; finalmente, la conservacion, que consiste en adoptar los medios ma3 aptos para librarlo de la rancidez, que tan malos efectos suele causar en 1a mayor parte de los aceites.

(Boletin Oficial.)


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DE LO_S AUTORES, de los ELEJ\IENTO~ DE .AGRICUL'J:U~A ESPAÑOLA recibi"dos en esta direccion hasta el 30 de abr_il de f850, en_que ha_ sido cerrado el concurso.

OBRAS PRESENTADAS . NUM.

4.

0

DIA DEL_ RECIBO.

LEMAS.

'.l 4 de febrero de -.4 850.

-Cultiva bien .la tierra, que pronto serán recompensados tus trabajos. Omnium autem rerúm , ex quibus aliqúid acquiritur, nihil est agricultura meliuss, nihil uberius, nihil dulcius, nihil homin1;i libero dignius.-( Cíe.) Viae ad dilescendum variae ... Soii cultura, quasi .ad divitias maxime genuinas, ut pote quae benedictio magnae matris telluris sit.... -

2. · 26 ldem . .

(Baccon. ) (Tiene dos sellos enlazados.) ¡O fortunatos nimium, sua si bona norinll Agrícolas! quibus ipsa procul discordibus armis: Fundit humo facilem victum justissima tellus. 4. 24 de abril de 1850 .. . La agricultura, mas .bien que un arte, es una admirable reunion de muchas y muy sublimes artes. 5. 27de ldem .. El primer elemento de la riqueza es el trabajo del hombre. Cuanto se haga por desarrollar este gran principio de la ciencia en todas sus consecuencias,. será lo ·mas grande, lo mas provechoso que un gobierno pater.nal é ilustrado puede escogitar para promover el bien y la felicidad pública. . 6. Tdem . ídem .. Cuando Ciro adjudicaba por su mano los premios á los agricultores activos, tenia la costumbre de decirles : «Amigos mios, yo tengo igual derecho que vosotros á los mismos honores y remuneraciones· públicas; uo osdoy mas que lo que yo mismo he mere~ido, porque he hecho ios mismos esfuerzos con igual actividad, y he obtenido resµltados idénticos.»-(Xenofonte. Econom. · Capitulo IV. Sec. 16.) lgnote nulla est cupido. · 30 ídem . 7. M contemplar" las obras de la naturaleza, el hombre ldein ídem. 8. eleva sus ojos al Criador, y ad¡nira en respetuoso silencio las leyes inmutables que ·mantienen la armonía, el equilibrio y la duracion del universo.-( Rozier.) Madrid 1.º de mayo de 1850 .=El director general de agricultura, José Ca veda. 3. - 27 de· febrero de 1850 .

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CA!ECI$MO DE AGRICUL!TIRA. Algunos SS. suscritores á el Cultivador nos han manifestado sus deseos de leer el Catecismo de Agricultura que escribió el Director de nuestro periódico para concurrir al premio de esta obra en 4849. To podemos en justicia negarnos á una demanda tan justa, mayormente cuando estamos seguros que esta obra reune á .los conocimientos teóricos prácticas ventajosas y utilísimas para los labradores, consejos prácticos que pueden sustituir con ventaja los diíerentes artículos que correspouderian ocupar las col umuas del periódico en el tiempo que dure aquella publicacion. La obra del Sr. Llansó, á que nos referimos , es un verdadero Catecismo de Agricultura, porque su plan, ciñéndose estrictamente á lo prevenido por S. M. al publicar el concurso para dicha obra, espone con precision y sencillez los principios fundamentales de esta ciencia en el modo que se requiere en escritos de esta clase. El autor del Catecismo que vamos á publicar deseaba dar á su obra, ó á lo menos á · algunos de sus capítulos, una estension ma.. yor de la que tienen , pero las condiciones establecit;l.as por el Gobierno le marcaban los límites á que debia atenerse, y á pesar de sus deseos tuvo que arreglarse exactamente á estas mismas condiciones. Nuestros lectores no encontrarán en el libro que nos ocupa una compilacion tan prolija de prácticas útiles como se leen en otros de esta clase que se han publicado, pero en su lugar van continuados los principios ger.e-

rn DE SETIEM BR E DK 1850 .

rales de la agricultura y las causas ó agentes esteriores que influyen en la vida de las plantas; porque no puede dirigirse con acierto el cultivo de los vegetales, sino conocemos las partes de que se componen, las funciones que respectivamente ejercen y el influjo que tienen los agentes esteriores en la naturaleza vegetal. Aunque el autor de esta obrita baya dado alguna preferencia á los principios generales de la agricultura, no ha olvidado por esto, partiendo de estas doctrinas, el estudio de las especialidades ó de los cultivos en particular, reuniendo en un breve espacio los consejos prácticos que de su observancia han de resultar ventajas al cultivador. En los cultivos especiales como los de cereales, viñas, olivares y demás que se tratan en esta obra se han tenido presente los procedimientos mas ventajosos para nuestro clima y suelo, dando reglas y preceptos, hijos de una teoría aplicable y severa y de una práctica ilust.rada. Creemos finalmente que en esta obrita hay mucho que aprender, porque diremos francamente, sin que se nos tache de parcialidad, que el autor de esta obra es persona muy autorizada paraque confiamos en su ilustrada capacidad, en particular para escritos de esta clase, y confiamos que nin-guno de o uestros suscritores ha de llevará mal que ocupemos las páginas de algunos números del Cultivador para dar cabida á un Catecismo de agricultura que de otra manera no hubiera visto la luz pública.

TOMO 111.

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MODO DE CONVERTIR LAS TIERRA.S DE PAN-LLEVAR EN PRADOS. ~<=o---

Convertir en prado una tierra de labrantío es muy poco comun en nuestra agricultura, y cuando sé efectúa, se ejecuta generalmente de un modo tan disparatado, tan Jento y Lan poco económico, que no es estraño el que los labradores no traten de hacerlo con mas frecu encia, siendo tambien una de las principales razones por que se leme tanto el alzar ó romper un prado .natural, á pesar de las grandes venlaJas que ofrece. Abandonar á la misma naturalr.za una tierra, cuya fertilidad se ha agotado por repetidas culturas de cereales, y que está infestada por toda clase de malas yerbas, proporciona ciertamente un medio para convertirla en prado ; pero este modo lleva consigo la pérdida total ó cuasi total de los prod nctos del suelo durante tres, seis ó á veces diez años, que se pasan antes de tener un prado mediano. Esparcir en tal tierra las barreduras de los graneros, decoradas con el nombre de semillas de forrage ó heno, es tambien un medio para aumentar el número de .plantas que han de crecer en ella, decidiendo la casualidad si estas son á propósito para el terreno, si son de buena ó mala cualidad, etc .; pero de todos modos aun cuando fuesen ventajosas, el prado quedaría siempre muy me~iano si el suelo es poco fértil. A pesar de lo dicho hay algunos terrenos que se cubren na:turalmente y muy pronto con cscelentes yerbas, y que siempre por esta misma razon son malísimos de pan-llernr. Para con ver ti rlos en prados no se necesita arte alguno : el único requisito que exigen es bailarse en buen estado de fertilidad, Mas estas dos posiciones especiales son poco comunes; por lo que en las demás circunstancias hay que operar del modo que relatape-

mos á continuacion, cuando se trata de crear un prado que dé boenos productos al primero ó á mas tardar al segundo año, cosa que es posible en cualquiera tierra, con tal que .se encuentre en sitio fresco. Hallándose- en semejante caso, el primer cuidado consiste en aumentar la fertilidad del suelo hasta lo posible con buenos y copiosos abonos, y tenerle bien limpio de toda clase de malas yerbas; sin esto no hay que esperar buen éxito. Se puede llenar esta condicion sin muchos gastos por cultivos preparatorios, que indemnicen con sus productos los abonos y cuidados que se les dedica• ren; y se debe sembrar el nuevo prado con las últimas semillas que se emplean y que siguen inmediatamente á una cultura embasurada )' bien escardada. Si la que precede á esta ha sido bien dirigida de modo que no haya agotado los principios productivos del suelo, y que no haya dejado llenarse la tierra de malas yerbas, el éxito es casi infalible, y se obtendrá en poco Liempo un prado tan bueno como lo permita su situacion. Se pueden sembrar los prados en el otoño ó en la primavera; en el mayor número de · circunstancias creo que el momento mas favorable es en los meses de marzo y abril, con mezcla de avena ó ceb3da, etc., ó en febrero ó mayo con un cereal de invierno, soterrando en todos casos muy poco la semilla; á pesar de que si se proponen sembrar solo el prado, es mejor hacerlo en el mes de setiembre. No cabe duda que elegir las semillas, que se quieren emplear y el medio de proporcionárselas, ofrecen para nuestros labradores el trabajo mas dificultoso de toda la operacion, pues el número de especies de plantas que crecen en los buenos prados es muy


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considerable, ai,m . cuando no i,e considere y parece refrescarse · con la variedad de sÚs mas que. las gramíneas, que su'elen cons~i- producciones: asi no cabe _duda que se debe tuir su base, de ,las cuales solo se encuentra atribuir la larga duracion y fortilidad de los en el comercio un éorto ,iúmero,· --y rara vez prados naturales á la gran variedad de plan. sin alguna ,mezcla. Como una simple no- tas que compone_ su vegetacion, mientras menclatura de todas las · especieH no ofre- que si un pr.ado se compone solo de un núcería utilidad alguna y embrollaria acaso á mero reducido de especies, suele 'ctar prelos que quisieran emplearlas, me li mitaré á duetos abundantes durante alguno~ años; decir que las gramíneas que se siembran ruas este producto no se sostend.rá largo con mas frecuencia para formar un pra'do de tiempo. Por eso el mejor .modo, de formar guadaña son ~I vallico vivaz y. la avooa alta una buena mezcla de plan tas, consiste en ó descollada: sus semillas se proporcionan coger sus semillas en buenos prados, cuyo con facilidad por el comercio, y prosperan suelo sea de nflluraleza y siluacion análogas bi_en en todo terreno que no sea sumamente al terreno á que se destinan ; por lo que se seco ó pantanoso . Se necesita por fanega debe cuidar de observar la época de lamacastellana de estension de terreno, desde durez de las mejores, y se hará guacfañar la . cuarenta li bras hasta dos arrobas de simienyerba ó todavia mejor segarla con la hoz te de vallico, que ~s - la misma planta que segun.que la;; semi.llas vayan madurándose, los ingleses llaman i,ay-grass, y cinco arro:. pues como estas se desprenden con la mabas de la avena descollada. Como estas dos yor facilidad, si se las corla con algunps plantas .vegetan muy temprano en la pri- días de tardanza, ó se las sacude mas de lo mavera, se puede 111 uy bien asociar una.con regul ar, se pierde cuasi toda .la simillnte al otra, y ~n tal caso se toma la mitad de las segar la yerba y hacerla secar. . ca ntidad es que acabo de indicar: si el ul Las diversas plantas que componen lus terior destino del prado fuese para pastos, prados, mad uran en épocas muy diferentes; se añadirán tres ó .cinco libras de trebo! muchas lo están ya á veces á pri.ncipios de blanco, ó si fuere· para siega, igual c;mlidad junio, otr.as un mes despues ó aun mas larde trebo! al lo de Holanda; y en estos casos de : de manera que no 'aten'diendo á esta se disminuiirá la cantidad de las otras dos circunstancia, se pueden coger en · un prado - referidas simientes, sobre lodo la del valli- las especies de plantas tolalmeute opuestas co por Ja razon · que esle es especialmente á aquellas que se quieren multiplicar Si se bueno para ser pastado,·por lo que se podía propone obtener una mézc!a de especies taml:\ien reemplazar.l e c.on el dactilo apeloidénticasá la del prado, cuya semillasecotonado,. que es una escelente gramínea para ge , es mene~ler dividir este en tres ó cuatro ser cortada por la guadaña . trozos y segarlos sucesivamente en la época Además de las dichas especies bastante de la madurez -de cada una de las diversas cultivadas en Francia, .hay aun varias otras semillas: asi no se cogerá en cada trozo sino la simiente de las plantas, cuya madurez gra míneas, ponderadas en diversas épocas, ha coincidido coa el tiempo de su cosecha, por ser escelentes para la formacion de un buen prado, pero su cultivo no es tan co- mezclando luego todas las semillas que se han cogido asi. mun, á pesar de que se b-allan con frecuencia en nu_es.tros mejores prados na tu ra les, . Recolectando con cuidado la simiente de prado, lim piándola ·bien ·y separando lamacome el {leo de prados (el timothy-grass de la, se puede p'roporcionar semilla buena pa.los ingleses ¡ algunas poas, colas de zorra; etc.. Es cierto que tratando de establecer un ra la formacion de éscelentes prados, y muy · prado que tenga que subsistir muchos años, distinta de aquella que se junla en los graneros y que por lo general contiene mayor es preferible una mezcla de varias especies á una sola semilla por apropiada que sea á cantidad de malas que de buenas, á causa la na.luraleza. del terreno ; pues el suelo ,se que la mayor ·parte de las mejores especies· 1 ca nsa de producir siempre la misma planta , de gramíneas de prado mad_uran demasiado

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pronto su simiente, y cae esta con mas famientras que no ofrecen sino un ,heno duro é insípido cuando se deja madurar demasiacilidac;I, de maner!} que se pierde cuasi siemdo: por lo que la avena descollada, el vapre al secarse el heno. llico vivaz, el dactilo apelotonado, etc., que 'l'ambien ,se puede hacer coger la semilla de las plantas que s desean multiplicar por abundan en nuestros prados, son á veces poco estimados, habiendo-ya pasado el tiempo niños y mugerec;. entre los zarzales, á orillas de lós caminos, entre las matas, etc., cuien que estás plantas hubieran formado on buen forrage, mientras que otras r¡ue fordando de que conozcan bien las especies: man los prados están entonces en la mayor este medio proporciona el tenerlas muy limsazon. pias, y en muchas circunstancias s·e las logra asi á poca costa. Cuando un prado es destinado para pasto, se debe por. el'contrario elegir las planDe cualquier modo que se haya proportas d!l su formacion de modo que su desarcion-ado la simiente de prado, se debe semrollo se efectue en épocas distintas, á fin de brarla con cuidado " aten,cion para esparcirla bien igual y s;terrarla conveniente- · que en todo tiempo ofrezca alimentos al ganado: asi se mezclarán las plantas de primente, como si fuese la de lre.bol, y no echarla al acaso ó con negligencia como se hace mavera con las de verano y aquellas que generalmente. No se puede graduar la can- , resistan•á la sequedad, con las que no vetidad de simiente que bay que empl·ear, pues getan sino estimuladas por la. lluvia de la primavera y del otoño. es.to depende de la mas ó menos pequeñez de Ía especie que se siembra, siendo siem MATEO Do11IBASLE, pre mejor echar mas bien mucho que poco. agricultor, fundador y director del Jmtituta Con estos cuidados es cuasi seguro tener agr(cola de Ro,,ill.e. desde el año siguiente un prado bien surtido. Sea que se destine para ser pastado ó DE DIVERSAS GRAMÍNEAS P AB.A FORsegado, siempre trae cuenta hacerlo pacer MAR PRADOS DE PASTO Ó DE GUApor el ganado lanar el primer año, es decir, DAÑA, CON REFERENCIA AL ARTICULO 2'D'E PRECEDE. el que sigue ai de la siembra; no hay que temer que el ganado le perjudique, al conBien lejos de abrigar la pretension, ni sitrario nada contribuye mas á hacer entaquiera el pensamiento de tener nada que llarse las gramíneas y poner espesa la yerba añadir á lo escrito por el célebre é inmortal como el que la pasten las ovejas. Si entrase Dombasle, reconocido por la Europa entera di.cho ganado el año de la siembra, en vacomo el agricultor -mas distinguido .del sirios casos perjudicarían mucho al prado; mas en P,) año siguiente siendo las plantas glo; nos permitimos sin embargo para mejor guia de los labradores estendernos algo ya bastante fuertes para no ser desarraigamas sobre las varias especies de gramíneas das, echan mejores tallos cuando son cortacitadas po-r Dombasle, sobre su vegetacion, das mas cerca de la raíz; asi, pues, se debe sobre la situacion agrológica y meteorológi mirar fo dicho como el mejor modo para format los buenos pra_dos, segándoles.ó pas- ca necesaria: á su buen desarrollo, y sobre su mejor uso y aplicacion á la agricultura tándoles los años venideros segun sea éonespañola: puntos que en el artículo anterior veniente para la hacienc;ta. Dombasle no ha tocado por dirigirse á laAñadiré que cuando se establece un prado de guadaña, es de la mayqr importa-ocia bradores, ya esperimentados y familiarizados con el modo de convertir las tierras de · no mezclar otras semillas sino aquellas cuya madurez se efectua poco mas ó menos -en la labrantío en prados, y por haber escrito para su patria, la Francia, en donde los pramisma época, y segar mas bien lá yerba dos naturales ó artificiales, antiguos ó recuando empieza á estar en flor que mas tarcien formados abundan, mientras que en Es. de; constituyendo vari~s ·gramíneas un forpaña escasean. rage escelente, segadas en aquel tiempo,


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Número ·1 . El tiempo mas á propósitb frecuencia en nuestros prados a-ítos y bajos, en los mon,tes, etc., constituye comllnmeµte para la siembra de prados depende únicamente del clima y consti.tucion agrológica. ' la base de· los prados naturales, y es un buén de cadá país, á pesar de que en España gepasto en todas aquellas tierrás arciltoso-areneralmente prospe'ra mejor la del otoño que nosas, que no estén espuestas á una sequela de primavera; pero solo en las tierras muy dad fuerte y' prolongada, pues· asi entalla arcillosas ó margosas es á veces preferible poco y produce por consecuencia escaso pasno sembrarlas sino en febrero y marzo, y to y alimento, aunque siempre proporcioespecialmente aun solo en las partes sujetas . nalmente encierra mas partes nutritivas que á fuertes hielos ó copiosas lluviíls invernales. · ninguna otra gramínea . Para formar praclos Número 2. Como por desgracia de nues- de pastar, el referido vallico conviene á las tra agricultura no conta:mos aun con co~er- tierras que no disfruten de·una humedad ciantes dedicados al tráfico de toda clase de constante, y es un alimento tanto mas presemillas de forrage, creemos ser útiles re- cioso, cuanto su vegetacion es de las mas comendando á nuestros labradores las casas tempranas, -y tiene una aptitud especial de de Leon Lille y compañia, cours l\forand núm. encespeda:rse cada vez mas y m:1s, á medi6, aux Brotteaux, Lyon : Bossin Louesso y da que,los ganados le cortan de raiz y le compañía: Vilmorin Andriewc, quai de la pisan bien . Para prados de guadaña hay por Megisserie núm. 30 á París: Ducarp me el contrario que elegir un sur.lo fresco ó que Neuve du Palais á Bordeos en Francia: Wi- se pueda regar, puei- sulo con tales·cj,rcunslliam Rogers and Son á Southampton en In- tancias el desarrollo es bastan'le grande para glaterra. Todas estas casas, cuya especiali- ofrecer Uni,l buena corta, llegando la planta dad es únicamente el comercio de toda clase á mas de media vara de altura ; asi su abunde plantas y semillas, las recomendamos dancia depende en un todo de la mas ó mecon tanta mas seguridad, cuanto que en va- nos agua, que recibe natural ó artificialrias ocasiones nos hemos dirigido á ellas, y mente el suelo; y esta razon hace del vallisiempre hemos sido servidos con puntuali.'.. . co vivaz la planta lorragera. predilecta de los dad y con semillas escogidas y de calidad ingleses, lo que nunca puede suceder en España sino en provincias y puntos limitados. superior. Número 3. Nuestros labradores dan va- La humedad del terreno y del clima tiene rios nomb.res á los vallicos, asi los un·os les tambien uua influencia directa sobre su hellaman zizañas, mientras que en algunas lo- no; asi el que proviene de un prado alto y calidades se depominan foyos y otras v.eces seco suele ser de un color blanquecino, du.: ro, se seca demasiado pronto, y á pesar ·de cominillos. · La España posee como plantas indígenas ser segado antes de que la planta florezca, de su suelo varias especies de vallicos, de gusta _poco á los ganados, cosa que no sulas cuales solo la vivaz (lolium perenne) es cede r.on el cortado en prados ·frescos: á esla que interesa especialmente á la agricul- ta observacion añadiremos que segun las tura, como provechosa para ser cultivada, y esperiencias del agricultor de San Gi lles, es la de que habla Dombasle en su artículo parece que los tallos y hojas secas del vaanterior; mas en el estrangero hay aun otras llico vivaz, que ha grana<ló, ofrecen despues tres especies, sometidas al cultivo, y que que se les ha sacado su ·semilla y han ' sido nuestros labradores deben tener interés en destrozados •por efecto de la trill a, un alimento aun mejor que cuando la planta está conocer. Todos los vallicos se distinguen entre las verde, y tan del gusto del ganado caballar, que el referid'ü agricultor ha mantenido con demás gramíneas por sus espiguillas adheél esc,lusivamente y durante \'larios mases á los tallos y la base caliciual de aq u erentes llas formada solo por una válvula en la par- sus caballerías de lal.Jor. Segun el destino ulterior del prado, los te esterior, abortando cuasi siempre la iningleses suelen sembrar el vallico vivaz mezterior. El vallico vivaz, que se encuentra con


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ciado con trebo! grande. de Holanda ó con trebo! blanco; en el primer caso, cuando se destine para ser segado ·y convertido en heno; en el segundo, tratando de formar pastos pára pacerse. De este ~odo sacan alimentos abundantes durante tres ó cuatro años. El vallico de 1talia (lólium italicum) es una especie, que se distingue de la precedente pór su disposicion en tomar siempre mayor desarrollo, cuantas mas veces se las siega, de no ·encespedarse , echando tallos y bojas mas verticales , anchas y de un verde mas pálido. Este vallico exige sobre todo un suelo fresco; una humedad constante es el elemento de su vegetacion; satisfecha esta condicion, prospera indiferentemente en cualquier terreno, esceptuando los calcáreos; es vivaz, y un prado compuesto dé él ofrece abundantes productos de cuatro á seis años siendo para segar, y ocho á diez pastándole. Tanto la planta como su cultivo por mano del hombre son indígenas del norte de Italia, · pero á medida que sus cualidades como bue, no y abun9ante forrage han llegado al conocimiento de las demás naciones, su cultura se ba generalizado en Suiza y Austria, y · se ha introducido en · estos ;últimos treinta años en Franela : por desgracia no podemos decir otro tanto de España, á pesar de que nos han asegurado que ya algunos agricultores patalanes le poseen. El vallico de Italia merece sin embargo nuestra atencio,n; como planta ·forragera es una de las mas útiles y que á veces produce tanto como la alfalfa; ejemplo, su patria la Lombardía y Piamonte donde dá con frecuencia hasta ocho cortas abundantes segun el testimonio de Tagliabue de Lainale-que cerca de Milan posee grandes estensiones de prados de la referida gramínea: en Suiza y las localidades del centro de Fraócia produce menos, pero hay tambieo que notar, que los terrenos no . so,n de riego como los antes citados. Varias esperiencias hechas sobre ella en divers::-s localidades y países ofrecen resultados bien distintos entre sí, sin que la ciencia haya podido todavía averiguar bien su causa, sieu· do sin emb'argo siempre constante que el buen desarrollo de su vegetacion depende de la

rb¡is ó menos humedad que posee el suelo, asi con10 hasta_en tierras muy arenosas y áridas prospera bien pudiendo regarlas con frecuencia. Como el crecimiento de esta planta es estraordinario en proporcion de las demás, no se suele añadirle otra en la formacion de los prados y se cultiva como la alfalfa, á pesar de que en estos últimos años se hao-hecho varias siembras de ella en Normandía mezclada con trébol enoarnado (véase nuestro núQ1ero 4), qu·e b-an dado buenos resultados, ofreciendo el trébol al principio de la primera primavera una buena corta de forrage verde entremezclado del rnllico todavía tierno, mientras que este por lo mismo que es segado en el gérmen de su vida toma luego aun mas fuerza en su crecimiento. La buena simiente del vallico vivaz vale en Francia de 34 á 40 rs. vn. la arroba, la del vallico de llalia de 40 hasta 32. El nallico multifior ( lolium multiflorum) es planta indígena de Bretaña , en donde el vulgo la llama pill, y sin estar aun enteramente seguros de su ·existencia en España, creemos sin embargo haberla hallado en una herborizacion , que hicimos bace algunos años en la cordillera de las sierras de Navacerrada, Siete Picos, Collera y Guadarrama: en cuanto á su introduccion en el cultivopasto se la debe al celo del distinguido agri· cultor Rieffel , di rector de la Hacienda modelo,de Grand-Joan. Este vallico es anual , de una vegetacion vi•gorosa , abundante en tallos y bojas , y tiene la particularidad é importante ventaja de prosperar en los terrenos de breza (véase agrología en nuestro número 3) pero que sean htimedos: como pasto gusta á los ganados, y en cuanto al vacuno, tambien come muy bien su heno, á pesar de ser algo duro. Se necf;)sita po1:.fanega de estension de terreno una arroba de simiente; hasta ahora no se halla en el comercio , y solo en el antedicho establecimient'l agrícola se vende anualmente lo sobr,ante de su propia siembra. El vallico multi/lor de Bailly (lnlium multi(lornm submuticum) es anual como el precedente, pero tiene sus tal los mas delgados, las hojas mas estrechas, cortas y ele un ver-


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de mas subido; lo que sobre todo le distingue de los demás vallicos es el vegetar muy bien en arcilla arenosa y' guijarrosa, seca en el verano y muy húmeda en el invierno. Se le ha aplicado el nombre de Bailly en memoria de su introductor en el cullivo-pasto, y segun los resultados obtenidos por el dicho agricultor, es una planta m~y forragera y escelente hallándose en tierras de la coro posicion agrológica referida. El ganado vacuno le come muy bien, y dá buenas carnes á los bu_eyes para la carniceria: para la siembra se necesita menos que en los demás llicos, pues su simiente es mas pequeña, y veinte á veinticinco libras bastan por fanega de terreno: esta semilla se encuentra con dificultad en el comercio, ó hay que pedirla con mucha anticipacion. 1Vúmero 4. Además de la avena alta ó descollada (avena elatior), que recomienda Dombasle, hay todavía otras tres especies, todas indígenas de nuestro suelo, pero abandonadas en él á Ja naturaleza, mientras que en el estrangero se aprovecha su rusticidad;para sacar de ellas alimentos y productos de las tierras arenosas y secas. A pesar de que el director de la institucion real wurtenburguesa de esperíencia é instruccion agrícola , el señor Schwerz, criticando el cultivo-iorrage de las avenas, concluye diciendo: son -poco nutritivas, agotan la fertilidad del suelo, g aunque muy crecidas solo poseen la calidad de satis{acer y engañar la vista: á pesar de lo dicho es sin embargo cierto que pocas plan tas ofrecen mejor y tan abundante alimento á los ganados en sitios tan secos y de tan -mala constitucion geológica como las avenas-forrages; tienen el heno algo duro, hasta leñoso, siendo segadas despues de la floracion, lo que sin embargo no impide que todos los grandes hervívoros las coman con gusto. La aven(l, descollada resiste bien la sequedad, y teme la humedad demasiado grande; conviene sembrarla en los prados altos, asociándola una leguminosa, for,ma escelentes pastos en los terrenos arenosos, graníticos descompuestos, y generalmente en todos aquellos huecos que dejan entre sí los peñascos de nuestras tan numerosas sierras.

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La avena amarilla roja (avena flavesieus) tiene en un todo menores-proporciones que la precedente; sus tallos y .hojas llegan á la ·mitad del tamaño de aquella, pero resisten aun mejor á la sequedad; esta planta prospera en los sitios mas elevados, y mezclada con algunas otras gramíneas. forma pastos buenos tanto e.o calidad como en la cantidad de sus productos. La avena belluda (avena- pubescens) se distingue de las otras sobre todo por lo velludo que son sus hojas inferiores, anchas, córtas y blandas , su desarrollo es mejor que la imarilla. roja, y de todas es la especie que vegeta mejor en sitios elevados, fríos y secos: tanto su pasto como su heno convienen con particularidad al ganado caballar. Para la avena de los prados (avena pratensis) es mas perjudicial que para ninguna de las otras, una humedad demasiado grande; crece mas esta planta en los sitios de una altura mediana, y vegeta y prospera especialmente en terrenos calcáreos: sus hojas son estrech:is y largas; es planta que encespeda mas que las otras avenas, y constituye un alimento tau del gusto de todos los hervívoros, como forrage verde ó heno., aunque algunos agricultores la atribuyen menos partes nutritivas que á la amarilla-roja. Las cuatro referidas avenas-forrage son vivaces, y si se las destina para ser segadas, debe el labrador cortarlas cuando principieq á florecer, pues mas tarde se endurecen sobre manera. El cultivador inteligente y cuidadoso se proporcionará por sí mismo con facilidad las ,semillas de estas gramíneas, cogiéndolas en tiempo oportuno, pues en todas nuestras sierras y puntos altos se las encuentra con frecuencia en estado silvestre; para los que previenen sin embargo comprar la simiente cojida y limpia, he aquí su precio en Francia: la amarilla roJa de 80 á 90 reales la arroba, y las demás especies de 20 á 28. Número 5. El dáctilo apelotonado (dactilis glornerata) es planta parecida á los bromos; es vivaz, de tallos fuertes que se endurecen y se secan muy pronto. aunque crece muy temprano, es rústica , v~getando en los ter renos mas secos y de mala cualidad, en don -


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de prospera mejor que ninguna otra planta y constituye un pasto muy bueno; en cuanto á su heno, para no ser demasiado duro hay que segarle en el momento de florecer la · planta. Su simiente vale de 35 á 4-<z reales la arroba. Número 6. Et {leo de prados (phleum pratense) se distingue por sus espigas apretadas, cilíndricas y algo ásperas; su gluma calicinal está como truncada y terminada por dos dientes agudos: es planta_viváz, se llama por los fogleses Timothy-grass, constituye una de las gramíneas mas cultivadas y estimadas por ellos. A pesar de que no podía nunca interesarnos en el mismo grado por ser nuestro suelo y clima mas secos que los de Inglaterra, no deja de ser en España una buena gramínea para los prados de guadaña y escelente para los de pastos. Teniendo el terreno bastante humedad próspera indiferentemente por su constitucion agrológica, dá buenos productos en los arcillosos, arcillo-arenosos y arenosos, hasta en las turberas (véase agrología en nuestro número 3), y á pesar de ser algo ordinario y duro su heno, es sin embargo de buena calidad, nutritivos y. del gusto de los diversos ganados. Los fleos son _de!las~gramíneas mas productivas ; teniendo terreno fresco y fértil nó es estraordinario cojer en una sola siega de doscientas cincuenta hastaJ:trescieptas arrobas de heno por fanega de tierra, y así es que generalmente siendo el prado destinado para la guadaña, se siembra solo á rawn de unas ocho libras porJanega: en el caso contrario hay que tener presente que su vegetª'cion es sumamente tardía, por lo que mezclándolos con semilla de otras yerbas deben estas ser tan tardías como ellos. Para pastos se logra tambien buenos result.ados, sembrand·o los fleos en-terrenos de mediana fertilidad siempre que tengan bastante humedad, pues su mayor enemigo es la sequedad, que por poco que se prolongue le destruye. Además del fleo de prados se cultiva tambien el nudoso (phleum nudosum), pero no lo aconsejamos á nuestros labradores, pues no ofrece ni en prontitud de vegetacion ni en abundancia las mismas ventajas que el anterior, exigiendo sin embargo iguales calidades de cli-

ma y suelo. La semilla de fleo de prados vale desde 76 hasta 96 reales la arroba. Número 7. Las 'poas abrazan much-as especies distintas que crecen cuasi todas silvestres en nuestro suelo, . unas en terrenos secos y -áridos, otras en fértiles y frescos, y varias solo en las tierras pantanosas: tod·o el género se distingue por sus espiguillas comprimidas, ovaladas, compuestas de dos glumas ó válvulas escabrosas por las orillas y algo puntiagudas. Poa de las selvas ó de hojas estnchas (poa memoralis seu augustifolia) es planta viváz, rústica, de buena duracion y poco exigente sobre la calidad de terreno, siendo este mas bien seco que húmedo, prospera hasta en las tierras muy arenosas y de poca fertilidad, resiste al calor y á los fríos , teme solo una humedad demasiado grande, y participa de la particularidad de -crecer tambien en los bosques bajo su sombra, como al aire libre y hasta encima de los caballetes de lofcercados; sus tallos son cortos pero numerosos, bien sostenidos y verticales, por lo que á pesar de no ser planta que encespede bien. dá sin embargo una corta ó un pasto abundante y de todas las gramíneas es de las mas tempranas, desarrollando sus hojas al principio de la primavera con tanta fuerza, que ofrece una yerba y.a crecida y espesa, cuando las demás apenas empiezan á brotar. Su heno es muy nutritivo, fino flexible de un verde hermoso, muy del gusto de los ganados, y asi nos conviene consagrarle todos los sitios altos, secos, y los clarrs entre los árboles de los bosques y selvas , en cuyas situaciones ofrece grandes productos, sea para pastos ó para prados de guadaña. Poa de cresta (poa cristata) es planta viváz que vegeta en terrenos arenosos y secos, sus hojas son mas estrechas que las de la anterior, y los tallos mas corto::, ·encespeda mejor, produce poco, pero un pasto sustancioso y buscado por los di versos ganados sobre todo el lanar. Poa pratense (poa prctlensis). Esta planta es vivaz, de raíz rastrera, vegeta en los ierrenos secos y áridos como en los húmedos y fértiles, en aquellos da buenos pastos pero escasos, en estos al contrario es muy forra-


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gera, desarrolla con fuerza su vegelacion al principio de la primavera y ofrece ·un esce-lente alimento verde; sembrándola aolo conviene para ser pastada, pero se puede formar con ella buenos prados de guadaña asociándola otras gramíneas, en cuya eleccion se deben únicamente admitir las especies mas tempranas. Poa comun (poa trivialis), es viváz de raiz febrosa , de hojas puntiagudas )' algo ásperas; constituye la base cuasi de todos nuestros prados naturales, crece tanto en las vegas secas como en las frescas , es mas producti ,•a que la anterior, pero !;iÍendo destinada para la guadaña se debe corlar antes que concluya su floracion, pues tiene la propiedad de ·secarse demasiado pronto, y no segándola sino des pues de su flor, se pone dura, insípida y pierde muchas de sus partea nutritivas. Poa Abisinia (poa abyssinica), es planta anual que goza de mucha fama en su patria, tanto como planta de forrage como por sus pequeñas semillas, que alli sirven de alimento al hombre : introducida en Francia hace ya varlos años por el gobierno, se han, hecho diversos ensayos comparativos sobre sus propiedades, cuyos resultados han sido en favor de las otras poas en el centro del reino, mientras que en las provincias meridionales por el contrado, la referida poa ha produci_do mas forrage que las especies indígenas ; por lo que la creemos á propósito para introducirla en nuestras culturas-prados del litoral del Mediterráneo. Esta poa necesita tierra arcilloso-arenosa, pero húmeda aunque calurosa. Poa ó (estuca flotante (poa seu flestuca fluctans). Esta planta vivaz, crece eu los sitios pantanosos y las riberas de los rios: sus tallos gruesos , blandos, algunos derechos, otros sobrenadando por encima del agua, llegan á ser largos de dos á tres pies; sus hojas son anchas, y asi producen un alimento bastante abundante: es buscada cuasi de toda clase de ganados mientras está verde, y las palmíferas domé ticas, gansos y patos gustan mucho d~ su simiente. Poa acuática (poa aquática). Es viváz,. tiene tallos crasos, sustanciosos, hojas anchas,

tiernas, marcadas con una mancha roja; ere_ ce en tierras pantanosas , que no sean sin embargo inundadas por el agua: segada y suministrada á los animales, en verde, es bastante buen alimento para los rumiantes, y vegeta con suficiente prontitud para ofrecer dos cortas al año. Poa aira , ( llamada poa airoi'des por de Candolle y aira aquática por Lineo), crece en las lagunas : sus hojas anchas, lisas y redondas en su estremidad, gustan á nuestros ganadoa mientras están verdes y frescas. Poa de laguna (poa palustris). Solo teniendo lagunas cubiertas de agua parte del año, se puede utilizar esta gramínea para sacar de semejantes terrenos alguna ventaja ; esta poa es vivaz, muy parecida á la comun, bastante productiva y prospera solo en las tierras sumamente húmedas. Para formar un prado solo de poas, se necesita por fanega de estension de terreno unas diez y seis á diez y ocho libras , y su precio, segun la especie vale de 64 hasta 400 rs. la arroba. Número B. J)e las colas de zorra hay varias clases indígenas en España; esta'tamilia gramínea se conoce por sus flores de tres escamas; dos esteriores y opuestas, y una encerrada con sus tres estambres y dos pistilos en dos válvulas calicinales. Cola de zorra de campos (alopecurus agrestis), nace en los sitios altos en malos terrenos, sube poco en altura, pero encespeda bien y prospera particularmente cuand0 sigue á una cultura de cereal ; forma buenos prados para la guadaña, sobre Lodo si se le añade una leguminosa. Cola de zorra de prados (alopecurus pr.atensis) , es planta vivaz de tallos crasos, tiesos y altos de uno á tres pies, constituye un buen forrage y heno para los caballos y bueyes de labor; prospera en terrenos arcilloso ó arcillo-arenosos, pero fértiles y frescos , teme sin embargo una humedad constante, lo que no la sucede con el friv, pues soporta hielos bastante fuertes: su forrage es a:bundante, y es planta preciosa por su vegetacion temprana. Cota de zorrn rodilludi, ó nudosa (alopecurns geniculatus). Entre las plantas gramíneas


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acuáticas es una de las mejores y que co.men muy bien todos los grandes hervívoros, crece en sitio.s húmedos, y asi conviene sembrarla en terrenos pantanoso.s: es planta viváz, de un verde risueño; las espiguillas algo velludas en su estremidad , y los tallos

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muy rodilludos . Para la siembra de una fanega de ,tierra se necesitan unas veinte libras de semilla, que segun la especie vale de 80 has.ta 134 rs. la arroba. ·

(El Agricultor Español.)

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Ll IStlil llTK~ll I llODllll res¡)ecto a la industr~a agraria. •Cualquiera que examine y reflexione la colocacion topográfica de España, las producciones espontáneas vegetales que en su suelo crecen con tanta abundancia; la re gularidad de las estaciones, las alternativas de agua, calor, vientos, nieves y frios; Jas llanuras inmensas que se encuentran en muchas provincias cortadas por montañas y puertos, el encontrar en aquellas yerba tresca y abundante en todas las épocas del año 8egun el clima que las domina, no podrá menos de conoc~r que está primariamente destinada para ser agrícola y pecuaria. He aquí porque siempre ha procedido de estas dos industrias su riqueza y su poder, y he aquí por qué han sido, son y serán las únicas capaces de prometer y prosperar siem pre que se eviten lo~ obstáculos · que para lograrlo se opongan y siempre que los emprendedores encuentren el amparo que necesiten; pero cuando en vez de adoptar una marcha tan justa y equitativa se emplean medios capaces de desesperar á cuantos en ellas emplearon sus capitales, á los que dedican sus afanes y desvelos para evitar su · ruina y fomentarlas, lo que se consigue es ahuyentar á los que pensáran emprenderlas y obligará que las abandonen los que no han conocido en todos sus ascendientes otro modo ·de vivir. El que la ~gricultura, y sobre todo la ga-

nadería, han sido una de las mayores riquezas de España ,no necesita de patos que así lo demuestren, basta solo recorrer la historia para _convencerse de esta verdad siendo en el dia pocos los que llegan 4 desconocerla. Desde la invasion de los godos se establecieron leyes pecuarias, en razon de que consideraban á la ganadería como su·esclusiva riqueza; pero engañados en sus principios sentaron el fatal sistema de discordia que desgraciadamente se arraigó con la costumbre hasta nuestros dias, haciéndonos partícipes de las consequencias necesarias. La esperiencia y la observacion constante han corroborado esta verdad, dando á conocer el q.uebranto que sufre una industria que debia pertenecemos casi esclusivamente bajo el aspecto económico, porque asi •lo exigen las ventajas locales _de la península, la variedad de climas. en sus diferentes provincias, los pastos asombrosos que en ellas abundan, a -pesar de tantas y tan perjudiciales roturaciones como individualmente se han hecho, habida en ·consideracion la especialidad de la industria agrícola respecto á la poblacion y su comercio, y otras circunstancias, ya naturales, ya ·de aplicacion que nos brindan á rivalizar con las demás naciones; pero que la fatalidad hace que contando todas con menos recur sos nos sobrepujen , y que a pesar de tener


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que hacer mayoJ· número de sacrificios de toJa clase presentan sus productos en el mercado oon mas economía que los nuestros. · Para que podamos competir en los mercados eh cantidad y calidad es preciso, indispensable, de absoluta necesidad el que los agricultores y ganaderos ni) encuentren obstáculos para la realizacion de sus planes, que no tr9piecen con trabas que les impidan practicarlos, y que de modo alguno les llegue á ser demasiado gravoso el sostenimiento, multiplicacion y mejora de unas industrias que tantos beneficíos pueden reportar á todos los habitantes, que tanto llegarían á aumentar la riqueza nacional y de la que tau ópimos frutos recogería el gobierno, si este no fuera el que, sin pensarlo tal vez, se opone á su fomento, anonadando totalmente á los ·tabradores ·y á los ganaderos, haciendo que desaparezcan los planes que para ello llegáran á formarse, obligando á que demasiados abandonen dichas industrias ptJr rio poder soportar las cargas que, con conoéiiniento de causa y de efectos, sobre ellos pesan, cual en otra discusion hemos manifestado y demostrado y no nos cansareroos de repetí r interin subsista tan ruinoso sistema, por ser lo único que sacrifica á los unos y á los otros. por ser lo.único q1rn les absorve las poquísimas ganancias que en circunstancias dadas les pudieran quedar, por ser• lo único que no guarda proporcion entre 'el valor intrínseco de la propiedad y por ser lo único sobre que claman un alivio pronto, pues que palpan la anomalía de la exaccion sin facilitarles los medios económicos de dar salida á sus productos, que es lo único tambien que pudiera morigerar aquella irr-egularidad. Para comprobar lo que en algun tiempo fué la España respecto á los productos de la economía rural, no bay mas que volver !a vista, aunque con sentimientQ á los tiempos remotos y compararlos con los de la actualidad, y no podrá menos de entristecer, de quedar anonadado el pensamiento, de sentir una pesadilla de animadversion hácia los que hayan podido contribuir á cambiar el estado floreciente de aquellos tiempos, eo el de aniquilamiento y degeneracion que en el

dia se observa en cuanto pertenece á la mdustria pecuaria. La España fué en aquella época, de feliz recuerdo, la admiracion de lodo el mundo, y en el dia la España admira y envidia los productos agrícolas de cualquier nacion, aun los de ·la mas insignificante. Si se reflexiona · é inquiere, aunque no sea mas que en globo, cual puede ser el origen primordial y principal de estado tan anómalo, impropio y denigrativo, se hallará en el abandono en que lo~ gobiernos.han tenido tuanto pertenece á la ciencia agraria, y aun podria decirse el desprecio con que lo han mirado, al paso que en las demás naciones, sin escepcion alguna, hacen cuantos esfuerzos son imaginables para perfeccionar y multiplica~ lo muchísimo bueno que poseen. Díganlo si no los rnisruos productos, sus sistemas administrativos rebajados todos los años en lo referente á la industria, y aumentadas las partidas destinadas para su escitacion y fomento : sistema diametralmente opuesto al adoptado entre nosotros. Nadie duda la nombradía de que disfrutó el caballo español asi como el que antes del rey D. Juan el I (rnBO) se hiciera mencion de los caballos andaluces, y solo hasta la guerra de Portugal en que sucedió la de Aljubarrota se tuvo noticia de ellos ; lo cual nos demuestra que antes todos eran buenos y escelentes, no faltando quien los haya preferido á los árabes y berberiscos por sus mayores ensanches y corpulencia, y reunir al propio tiempo las cualidades preciosas y admirables de estos. Sin negar que los caballos árabes cooperaron á .mejorar nuestra raza, ínterin sus dueños nos dominaron, no puede desconocerse que antes de esta dominacion eran ya nombrados nuestros caballos., puesto que Aristóteles dice, hablando de · ellos, su hermosura es mucha y su ligereza tanta que se pretende que las yeguas conciben del aire: de aqu.i el llamarlos hijos del céfiro. Plinio el naturalista alaba mucho los caballos de Astu,rias y Galicia, nombrando fieldones á los de cuerpo grande y asturcones á los de menos alzada, denominándolos otros historiado res de aquel la época thieldos ó thielcos. Segun Arderete venian desd~ Roma y Antioquía á buscar caba_llos á España, has-


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ta seg.un la geografía Blaviana lo verificaban desde otras remotas tierras, infiriéndose que tampien lo hacian los_hebreos para lleyárselos á Salomon, que como la historia cuenta fué el monarca que re unió la caballeriza mas selecta y numerosa, entre cuyos caballos los babia españoles, cual lo demuestra la descripcion de sus formas y cualidades. El caballo español ha sido- preferido en todas las naciones y por todos los hombres para los actos de ostentacion, porque ninguno reunía tanta gallardía y nobleza. Recuérdese sino en qué cabalgaban los monarcas, emperadores y generales en dia de gran revista . Para demostrar la abundancia que habia de caballos en España bastará referir el cálculo del padre Peñalosa, el cual decia podia contribuir el reino con 79,900 en esta forma: las dos Castillas v el reino de Leon 24,000: los cuatro reinos.de Andalucía y la provincia de Estremadura 26 ,000: Aragon y Cataluña 14,000: Valencia y Múrcia 8,000: Navarra 3,000: Galicia 2,000; y Vizcaya 2,900. Debe notarse que este autor escribió en el reinado del Sr. D. Felipe IV {1630) y entonces iba ~•a decayendo la cria. Se dirá tal vez que este cálculo es algo exagerado, lo qúe no creemos; pero dado caso de que lo sea no evita conocer que entonces teníamos abundantes caballos, y que ahora poseemos pocos y estos tan ml:\los que ni pueden abastecer en calidad ni número para la. remonta del ejército. Entonces las demás naciones carecían de ellos, y en el dia los tienen tan variados y abundantes, que no solo los poseen para todos los servicios para que el hombre los puede. necesitar, sino para llevarlos á los que de · ellos carecen, entre cuyas naciones la España oéupa el primer. lugar, pues no vemos mas que cabalgar á la inglesa y en productos ingleses, y los coches arrastrados por caballos franceses, holanQeses, aleman.es, ingleses, etc :, etc. Si se trata de inquirir la causa la encontraremos ta'mbien en el abandono de los go. biernos y en el poco acierto de las medidas que han tomado bajo el equivocado concepto de fomentacioo y mejora, al paso que en

las demás naciones 'se buscaban las especialidades reconocidas por sn .ciencia y por sus hechos á fin de dirijir los inmensos capitales que para su plantaciou se empleaban, escogitaodo cada vez mas aquellos hombres, para que no tan solo no se pierda lo mochisimo que han logrado, sino que para mejorarlo. Todavía no ha habido entre nosótros una imitacion ó un semiremedo de este modo de obrar; único sistema que puede dar de sí resultados positivos. ·to que, sucede con el ganado caballar está pasando con el lanar. No es tan remota la época· en que abastecíamos de lanas todos los mercados; se nos tenia por únicos poseedores de un don que nos babia favorecido la naturaleza ; pero las concesiones de los- gobiernos por una parte y por otra el desprecio con que miraron esta granjería y lo -poco ó nada que procuraron alentar á los ganaderos, á pesar del continuo clamoreo de estos , dieron por resultado que las demás naciones, y c:,n especialidad la Alemania, posesera lanas superfinas, que las nuestras desmerecieran en los mercados, que disminuyeran los pedidos, que se espendieran á baj o precio, que se arruináran los ganaderos y que muchos dejaron de serlo, cuando con haber adoptado las medidas que la prudencia y bien del país reclamaban y exigían, se hubiera contrarrestado aquella competencia mejorando y fomentando lo ql!..e poseíamos, que se hubiera ohteni1o con mas economía que ellos lo lograron y consiguen, evitando la ruina de infinitas familias y la disminucion de la riqueza naciooal. Bien fácil nos sería estender tan tristes y lamentables reflexiones á todos los productos de la industria pecuaria; pero no es (1()sible decirlo todo de una vez; será preciso irlo e presando poco á poco segun se vea ser necesario, y para lo cual se presentarán las ocásiooes con mas ·frecucncia de lo que quisiéramos. Sin embargo, no podemos menos de decir , an~es de terminar este artículo, que en España está todo por hacer por parte del gobierno para el fomento y mejora de la economía rural. Eu el mayor número de naciones, y con particularidad eó lasque poseen multiplicados y variados animales do-


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'Y d·e las variedades que presenta: su topografía en las_ diferentes provincias, que la facilitarían obtener con la ma·yor economía dres que se esparcen por los puntos mas ade- cuanto las demás poseen á fuerza de sacricuados , sino que en ellos se dan por esce- ficios, desembolsos y trabajo. ' En aquellas el len tes profe¡;ores las nociones teóricas y prác- gobierno toma la parte mas activa; los par~icas que pueden necesitar los que ansian ticulares secundan sus esfuerzos; en España 1nstr11irse para[dirigir ó comprender comple- el gobierno no ha hecho ni hace nada, y si tamente su industria. Así es que los ingleses, algun particular ha pensado en fomentar y por ejemplo, poseen caballos determinados y mejorar, ha tenido que abandonar la empropios para cada servicio, reses vacunas pa- presa por los obstáculos é iuconvenichtes inra el trabajo, para las casas de vacas y para vencibles que encontraba por parte del gobierno, cual demostraremos al hacernos carel cebo, reses lanares finas, entrefinas y bastas para la carda, de lana larga_para el pei- go de las necesidades de la ganadería espane y de conformacion adecuada parn el abas- ñola. Quiera Dius llegue un dia en que. conoto público. variadas razas de cerdos y demás animales domésticos, sin que nada tengan ciendo el gobierno la necesidad de fomentar la -riqueza pública, dirija sus esfuerzos háque envidiar á otras naciones. La Francia, Alemania, Italia y algunas mas se encuen- cia la industria pecuaria. Nosotros le inditran en el mismo caso, haciendo una escep- caremos sus necesidades y el modo de satiscion tan anómafa como irregular y cenirnra-· facerles, que es lo único que nos corresponble la España, á pesar de la feracidad de su de : á él solo pertenece remediarlas. (Semanario agrícola.~ suelo, de lo benigno y adecuado de su clima

mésticos , existen establecimientos modelos

y planteles de cria costeados por los fondos del comun, y de lqs que no solo salen los pa-

CONSIDERACIONES HIGIÉNICAS \1 ECONÓHICAS QUE ·sE HAN de tomar antes de empezar una conslruccion rural.

Siendo generalmente libre el habitante del las habitarán, y, en fin, toda la prosperidad campo en la ,eleccion del sitio donde quiera venidera de la esplotacion, lo cual por cierto fijar su establecimiento sin las trabas de la es de tan gran peso, que merece una alenregularidad y de terreno limitado de los pue- _cion de~enida, á pesar de que tanto aqui coblos, á las cuales tiene de sujetarse el ciu- mo cuasi en todas partes, esceptuañdo algudadano, hay varias consideraciones esencia- nas comarcas ioglesas y escocesas, pocos les que observar, tanto al elegir el solar, co- agricultores tratan esta cuestion con la immo en la,; distribuciones interiores y osterio- portancia que requiete. Asi, pues, antes de res de las casas v oficinas, cot;1sideraciones combinar el ~razado de los edificios para de tanta mas opo.rtunidad cuanto que sobre construir, hay que estudiar los efectos del ellas descansan la conservacion futura. de la ·clima, la naturaleza del suelo, tomar en cuenfábrica, la de las diversas cosechas, el esta- ta la situacion de los manantiales de agua, do sanitario de los animales que abrigan, la la direccion general de los'víentos dominan-· robustez y buena salud de las personas qu_e tes, el estado de los caminos, la distancia del


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ll)ercado mas próximo , \a de la aldea de la hacienda y sob re todo tener presente sus mismas tie rras y el sistema de esplotacion al cual uno quiere someterlas. Coruo la abund.ancia del agua es de lama• yor i!J?portancia en el campo, con.frecuencia la proximidad de un manantial, fuente, arrovo ó rio decide sin mas consideracion el sitio donde han de verificarse las construcciones, y solo~ hacerlo ast pueden atrihuirse ·las muchas calenturas que afligen á nuestros labra<;lores, sin contar los perjuicios que sem~jan!e posicion ejerce sobre la solidéz de lo~ mismos edificios , pues corno en donde nace e) agua siempre son sitios bajos, por lo menos relativamente al terreno circunvalenio , resulta gµe los vapores que se levantan de la tier.ra al ponerse el sol, son mas frios y nociv.os ·, el aire menos renovado, lo que favorece la fermentacion y corrompimiento de cuanto se compo11e-y- rodea el edificio, envolviéndolos en miasmas morbíficos sumamente enfermizos, tanto para el hombre como para los animales. Así, á pesar de las grandes ventajas de la proximidad del agua, se debe ante todo considerar la influencia perniciosa que ejerce , preferir alejar sus construcciones á alguna distancia , y si se puede, plantearlas sobre un terreno algo elevado y mas batido por )os aires , asi como ta,mbien el labrador debe siempre sacrificar otras ventajas á las de ·tener su establecimiento én medio de sus tierras, produciendo aquella disposicion 'en todo el porvenir crecidas economías, tanto en tiempo como por pqder vigilar mejor sus diversas operaciones agrícolas. Ona vez elegido el sitio, hay t~mbien que consider~r .Ja esposicion de cada casa y dependencia, lo cual varía conforme al clima y posicion topográfica de la localidad; en los países frios la del sol saliente ó la del mediodía, por ser la mas conveniente á las habitaciones eje\ hombre y de los animales, mientras que bajo u-n clima calido la del norte es mejor, y la peor y verdadera,nente malsana es la del !}Ord-oeste y oest.e. En cuanto á las habit~ciooes destinadas para cámaras, pajar'es , etc ., deben _tener ninguna ventana ó luces al mediodía y sí al norte, debiéndose

observar lo contrario con respecto á las locali'dades en donde se encierran las diversas raices alimenticias. . . Con respecto á la distribucion esterior é interior de lus edificios, teniendo presente el sistema de esplotacion adoptada , hay que combinar ,el todo con gusto, de un conjunto, cuyas partes se ajusten y armonizen unas con otras con todas las comodidades que exige su destino y que pu_edan contribuir á facilitar los trabajos, aproximando á la habitacion del amo todas aquellas que requieran mas vigilancia, y alejando 1iasta aislar completamente las que por las cosechas que encierran ofrecen peligros de fuego. En cuanto a la salubridad, si por ventura no se ha podido evitar el ,construir :::obre un terreno húmedo, si los edificios estan situados sobre el .declive de una cuesta ó sierra, ó si los aires dominantes utraviesan grandes estanques ó terrenos pantanosos, hay que combatir la mala influencia de seniejar;ites posiciones, en el primer caso, levantando sobre el de fuera algunt•s pié~· el· ptso de las habitaciones bajas, componiendo este lerraplen con una capa de tierra absorvente; como el carbon pulverizado, cortezas secas de árboles , cagafierro , serrin de leña, etc., y . luego sentar sobre esta capa artificial el pavimento : en el segundo caso, a,briendo una buena zanj¡¡, al rededor del edificio, bastante ancha para el · pronto desagüe de las lluvias, y algunos pies mas honda que el piso de las habitaciones ba.jas: y el tercer caso se combate ventajosamente abriendo pocas ó ninguna puerta y ventanas al lado. por donde vienen aquellos aires perjudiciales, multiplicándolas ademas por el otro frente. Tambien conviene disponer en todas las localidades bastantes aberturas para poder renovar con facilidad y frecuencia el aire masó menos condensado del interior, cuidando no obstante que cuand.o se establecen corrientes de aire no toquen·á los animales pero sí que pasen por encima. Para s·anear de un modo pronto y satisfactorio una localidad cualquiera, el mejor medio es un.a enérgica ventila 7 cion, que se logra con . facilidad haciendo desde su. principio _en todas las .habitaciones varias aberturas en las paredes al niv:el del


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piso, y otras en el lado opuesto en la parte ·de arriba; dispuestas así, y abiertas estas ventanillas , se establecen al momento, dos corrientes de aire, una de las emanaciones y i:alor de la babitacion, que se dirige del interior al esterior, y otra vice-versa, del aire esterior; no se necesita advertir que hay que tener cerradas al menos las aberturas tle abajo , si estuviesen en una cuadra, establo ú otra habitacion para los animales mientras que se hallan en ellos. Tambien en las construcciones rurales es conveniente no tener mas ventanillas de boardilla que las precisas para la limpieza y buen estado de tejados; pues además de la humedad que por ellas se introduzca en todo el ·edificio, las aberturas de las boardillas son el foco ·de la constante desmejora de los edificios. Por último, en varias comarcas hay todavía que guardar l~s construcciones rurales de dos elementos aun mas destructores que la humedad, los vientos violentos y los rayos. El eslrangero, sobre todo el laborioso aleman, desde tiempo inmemorial, conociendo todas las ventajas que le presta el arbolado para modificar, sino perservarle del todo .<le los estragos de los dichos metéoros,

rodea generalmente el conjunto de sus construcciones rurales con varias calles, ó á veces con un bosquecillo de árboles, lo que además de hermosear s11 habitacion, Je dá cierto aire de prosperidad y de alegria, le sirve de abrigo en el invierno, -y templa los ardores del sol en el verano; ¿ por qué nosotros, tan imitadores del estran_gero, no le hemos de copiar en lo que verdaderamente tuese ventajoso para nuestros intereses y aumenta un tanto nuestros goces? Así, pues, escitamos á nuestros labradores á aprovecharse del ejemplo de los estrangeros, y no dejar como basta ahora sos casas sin arbolado ninguno, y si algunos admiten nuestros deseos, si por una plantacion de varias calles de árboles qu.ieren abrigar sus casas y corrales al mismo tiempo que guardarlas de los rayos, refrescarlas en el estío de los ardores del sol y dar un aspecto mas risueño á sus moradas, que las circunvalen con pinos y con álamó de Italia entremezclados con olmo_s y acacias; semejante mejora costaría poco y aumentaría bajo todos aspectos el bienestar de los habitantes del campo.

(El Agricultor Español.)

PROGRAMA DE LOS ESTUDIOS DE AGRICULTURA EN LA ESCUELA DE VERVIERS (BÉLGICA) .

PnmER AÑO DE ESTUD1os.-Primera seccion. Lengua francesa, geografía é historia de Bélgica, aritmética, álgebra, geometría. Los cuatro libros primeros de Legendro, ejercicios multiplicados de medicion de superficies, fórmulas relativas á la medida de volúmenes. Aplicaciones. Dibujo. Dibujo geométrico, arquitectura, máquinas, adorno. Física. Definicion de los cuerpos y sus propiedades en estado sólido) líquido y ga-

seoso. Fenómenos generales que presentan el · calórico, electricidad, magnetismo y la luz. Quimica. Naturaleza -y division de los cuerpos, propiedades físicas, químicas y organolépLicas, nomenclatura química, equivalentes y fórmulas, de,;cripcion de los cuerpos metalóideos y de sus compuestos mas esenciales. · Botánica. Vegetal considerado aisladamente, ó estudio de la anatomía, organografía y fisiología vegetal. Vegetales consi-


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derados en su conjunto, ó estudio de la descripci0n de las plantas y de- sus clasificaciones. Horticultura. Principios generales relativos á Ia ·huerta y jardinería, cultivos, semilleros, abrigo~, estufas é invernáculos. · Z ootomía general y descriptiva . Estudio de los órganos que componen al animal. Fisiología. Estudio de los órganos ejerciendo su¡. funciones. Z oologia. Clasificacion natural de los animales por el método de Cuvier. SEGUNDO AÑO nE Esrun1os.-Segunda seccion. Lengua francesa, agrimensura y nivefacion, ·levantamiento de planos, curso de instrumentos del agrimensor y nivelador, cálculo de los terraplenes y construcciones. Mecánica aplicada. Fuerzas, medida de l~s fuerzas, dinamómetros, composicion y descomposicion de las celeridades y de las fuerzas, teoría de los movimientos, centro de gravedad, condiciones del equilibrio, etc. Máquinas simples, palancas, ruedas y planos inclinados. Aplicaciones . . · Física. Repaso del curso del primer año con ampliaciones y aplicaciones. Metereologia. Química. Teoría delas proporciones químicas, cuerpos metalóideos y sus compuestos, usos, sales amoniacales, metales compuestos y sales empleadas. Mineralogía y geología. Caractéres de los minerales, fórmulas, descripcio.n de los minerales. Nociones elementales relativas á la figura general de la tierra y á ia com'posicion de su superficie ó corteza, clasificacion de los 'terrenos. Tierras de Bélgica. Arquitectura rural. Estudlo de los ma • teriales de construccion, construccion de las habitaciones, de los establos, de los riegos, etc. Aplicaciones prácticas de geometría. Botánica. Vegetales estudiados bajo el punto de vista de su utilidad, comprendiendo la botánica agrícola, hortícula y forestal. HerQorizaciones. Horticultura. Arboricultura ó cultivo de los vegetales leñosos, cultivo de las ,huertas y j3rdines. Práctica hortícola manual y razonada. Agricultura. Estudio del clima, de las

tierras, de los instrumentos, abonos, roturaciones, deseca,:iones y de los riegos. Cultivo ,general de las plantas. Práctica agrícola manual y razonada. Esterior de los animales domésticos. l!;s. ludio comparado de los caractéres, bellezas y aptitudes de las principales especies y razas domésticas. Higiene veterinaria. Definicion, objeto, importancia, atmósfera, alimentos, medios de limpieza, atalages, instrumentos, descanso y sus.efectos, ejercicio, movimientos, trabajo, secreciones, escreciones y sensaciones. TERCER AÑo DE ESTUDIOs.-Tercera seccion. Química, continuacion del curso de segundo año, química orgánica, ácidos y sales alcalóideas, alcohol, ~ter, féculas, azú- · car, fermentaciones, aceites, jabones, mate• rias colorantes, principales sustancias ani-males. Selvicultura. Estudi'o de los árboles forestales y de su cultivo, aprovechamiento y esplotacion de los mo11les. Práctica agrícola . Modo de usar el arado y demás iñstrumentos de agricultura. Práctica lwrticola. Práctica del injerto, siembras, poda de los árboles frutales, etc. Economia rural. Estudio de los capitales y sus diferentes aplicaciones y de su combinacion ó estudio de las especulaciones y de los sistemas de cultivo, administracion rural, organizacion del personal, bases de la oon~abilidad agrícola y de su utilidad. ContabiJidad. Priucipios generales de la teneduría de libros en partida _doble, modelo de contabilidad agrícola. · Práctica agricola. Uso de los instrumentos, sembraderas, etc. Derecho rural. Estudio del derecho civil en sus aplicacioñes á la agricultura. · Escursiones agrícolas con los discípulos, visitas á las quintas y fábricas agrícolas. Cria, mejora y aplicacion de los animales domésticos. Medicina veterinaria usual y práctica de las operaciones simples., Jurisprudencia veterinaria ó derecho veterinario comercial. La escuela de agricultura de Vervicrs, que se ha inaugurado el dia 2 de enero último, además de las colecciones ya muy nu-


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merosas de fa escuela industrial, poseerá un museo de agricultura donde estarán re·unidos: t. 0 Los diferentes modelos de máquinas agrícolas empleadas en las principales esplotaciones agronómicas de Europa. 2. 0 Una coleccion de instrumentos de horticultura y agricullura. 3. 0 Una coleccion completa de granos y ·semillas de las plantas económicas. 4-. 0 Una coleccion de productos agrícolas. o. 0 Un gabinete de·zoología, para el· estudio de la ·clasiticacion de toda la escala animal. 6. 0 Una coleccion -de piezas anatómicas para ·el estudio de la organizacion y funciones animales . 7 .º Una posesion bastante ·estP.nsa. que comprenda: una escuela botánica donde se encuentren reunidas las diferentes especies de vegetales económicas: una huerta para el estudio del cultivo natural y anticipado de vegetales comestibles: una escuela de ·selvicultura para el estudio de fos árboles forestales, de adorno y de plantíos: criaderos de árboles frutales y de plan tí os ; y una escuela de arboricultura para·los árboles frutales . Debe.rá haber además una granja donde los dis-

.cípulos practiquen el cultivo y maneJo de lo_s instrumentos de agricultura, se bagan en- · sayos de los nuevos culliv,os, y los discípulos estudien la ado;iinistracion · y prácticas agrícolas de la localida~ .. Se establecerá tambi~n una parada de caballos padres por cuenta del Estado, una vacada, piara de cerdos y rebaño de ganado lana·r, para que los discípulos estudien la cría y multiplicacion de los animales domésticos. · Todas las materias mencionadas ·se encuentr~n á cargo de seis profesores, y es fácil conocer la diferencia de instruccion que recibirán los discípulos con la que se trata de faciUtarles en_ nuestro suelo, y que indi- . ca el real decreto de 2 de noviembre último , pues aunque en este los estudios ó enseña·n za se mencionan casi en globo, y por lo mis:.. mo son susceptibles de cua_nta ampliacion se quiera, convendría fueran lo mas estensos posible, puesto que ha de durar. tres · año~. No de otro modo se loGrará la verdadera · instruccion de lahradore·s, ganaderos, mayorales y capataces .

.c.on lana sctt.osa l'le JllaudJamp.

M. A. lbart, inspector de las escuelas veterinarias y de las pastorías nacionales de Francia, ha publica.do en la Coleccionde Medicina veterinaria práctica, un artículo que lleva por epígrafe el mismo que iµsertamos, . el cual se ha-insertado en muchos periódicos franceses y de otras naciones por creerle de la mayor utilidad y trascendencia; 'j teniendo nosotros iguales co.nviccionea lo reproducimos en la Revista para que los ganaderos TOAIO IJI,

saquen de él las deducciones de aplicacion que les pareciere conv~nienles. El artículo dice así: ((Hace LieQJpo que los-ganaderos, labradores y ~anufaclureros fijan su atención en la creacion de una raza nueva de merinas · denominada de Mauchamp. Atg·unos consideran á esa raza como debiendo facilitar muy pronto una lana tan preciosa que reemplazará á la cachemira; al paso que otros 35


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suponen que este tipo no se perpetuará y que por lo tanto no reportará utilidad alguna. Las observaciones hechas en mochos hatajos me permiten demostrar que si los marruecos de Mauchamp no pueden emplearse aun para producir económicamen.te la lana que tiene alguna semejanza con el vello ó pelo de la cachemira , puede sin embargo mejorar los vellones de un uso muy esparcido en la industria. Para 1-legar á esta conclusion, procuraré hacer ver que existen dos clases ó especies de lª nas merinas,. que deben presentar, con relacion á-su uso caractéres diferentes. Daré á conocer en segundo lugar, lo que en la actualidad es la raza Mauchamp, y lo que puede llegar á ser cuando .los cuidados bien entendidos y dirigidos hayan permitido perfeccionarla. Demostraré como p.uede intervenir desde el momento, en la mejora de una parte de nuestrás lanas. Esta memoria me conducirá á comparar, bajo ciertas relaciones, la_s reses lanares de orígén inglés y las merina~ españo_las, para que no quede la menor duda sobre la naturaleza de la raza l\fauchamp, y me obligará tambien á decir alguna cosa referente á los métodos seguidos en Alemania y en Francia en la cria del ganado lana:r, sin que tales.digresiones me separen del objeto principal que me he propuesto tratar. Las razas merinas se distinguen en,lre los diversos tipos del ganado lanar por la finura de su ·1ana y por los diverso·s v.ellones. 'Introducidas en Francia desde España á fines del siglo pasado no tardaron en ser para muchos labradores el orígen de ,grandes beneficios, por la razon de que los manufactureros franceses solo se surtían de lana fina en España y en Francia. No sucede lo mismo en el dia. Lejos de limitarse á estós dos paises , las mencionadas razas, se encuentran diseminadas por d-iférentes puntos de Europa, se multiplican estraordinariamente en la Australia y principian á introducirse en América. No solo se produce la lana merina en mucha mayor cantidad que en lo pasado, sino que adquiere con frecuencia fuera de Francia ciertos caractéres que no tienen, ni con mucho, todas

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las lanas francesas; de lo que resulta la disminucion en el valor de esta primera materia, y la necesidad en que se encuentran muchos fabricantes nuestros de dirigirse á comprar á los puntos donde hallan las cualidades mas adecuadas por la industria que ejercen. Al mismo tiempo que.la produccion de la lana merina aumenta y que su valor dis ~ minuye, esta lana se emplea en ciertos usos ¡.,ara los ·que se babia creidó poco adecuada cuando era mas rara y que la industria manufacturera estaba menos adelantada. En efecto, en algnn tiempo no se empleaba casi mas que para la carda, no sirvien- · do sino para telas abatanadas •Y de fieltro, sobre todo para los paños; mientras que sometida al peine, entra en el dia en la confeccion de ruoltitud de telas di versas, cuyo gusto y uso aumentan constantemente. Se conoce que colocados los ganaderos y labradores en nuevas condiciones se encuentran en la necesidad de estudiar con mayor atencion todo cuanto concierne al ganado merino, para dirigirle con objeto de obtener, bien sea lana mas conveniente para la carda bien sea la que se presta mejor al peine. Dos propiedades principales deben ser examinadas en el estudio de los vellones, que son la elasticidad de la lana y la resistencia que opone cuando se intenta romperla,; la ela~ticidad que se pone en ju ego cuando la lana es sometida á las operacioues de 1a carda y de la presion, su grado de resistencia que importa en alto grado cuando sufre la accion del peine , porque entonces eo vez de romperse, de entrecruzarse y formar fieltro, deben los pelos colocarse paralelamente entre sí, conservando cuanto sea posible su longitud. Las lanas mas elásticas, en vez de ser rectas, presentan multitud de corvaduras úondulaciones dispuestas regularmente que las hace por esto onduladas. Son tan notables estas ondulaciones que se ha propuesto y aconsejado contarlas para medi~ y apreciar por su número la calidad de estas lanas. Se busca además en las lanas muy elásticas la mayor finura. Estos diferentes caraciéres no existen en d mas alto sino en las v.ediJas de


- 76 las pezuñas apoyando en falso reciben continuos choques y contusiones. Por la misma razon siendo l.03 miembros anteriores los que tropiezan con mas frecuencia, son igualmente los que se presentan mas á menado afectados del panadizo. Por ,lo tanto las causas mas directas de esta dolencia son las punturas, los pinchazos, los rasguños, y todo cuerpo contundente 6 irritante que obra en el casco, corona 6 piel de entre las pezuñas. . Tratamient,,. Se principia en dar descanso al ganado en local espacioso, y con buena cama, empleando los baños de pié ó por medio de chorros con agua fria acidulada para ver si se puede lograr la delitescencia, peró se abandonan estos remedios, si á las veinticuatro horas no han producido su efecto I en cuyo caso se hacen aplicaciones continuas sobre la parte de fomentos emolientes y nar~óticos, para hacer dis111inuir el do-lor, y se atacan los síntomas generales con la sangría, media dieta y ·et agua en blanco nitrada. Este plan curativo se sigue por dos 6 tres dias, escepto el uso de la sangría que no se repite á · menos de no estar indicada, atendida la fuerza del pulso y la frecuencia de la Tespiracion. En todo caso desde el instante que se observa que el tumor es mas aparente y el dolor mas intenso se practican sajas profundas. al ·rededor de la corona dejando sangrar para que la parte se desahogue, dándole un baño tibio para que la renitencia de los tejidos cese y disminuya la compresion ocasionada por la engurgitacion de la parte. Se continuan los narcóticos emolientes mientras persiste intenso el do-

- 77 lor. Pero desde el momento que la sensibilidad es menos, .es menester que los escitantes resolutivos sucedan á los emolifrntes para evitar el que el mal termine por induracion. Asi es que para llenar esta indicacion, se aplican al rededor de la c.orona planchuelas embebidas de un infuso aromático. O bien se emplea un tópico escitante que se prepara mezclando partes igualP-s de esencia de trementina y de ungüento basilicon, muy útil por sus buenos resultados para casos de esta naturaleza. Sucede alguna vez que el uso de los escitantes ~á lugar á que la supuracion \'enga ácabo, en cuyo caso desde el momento en que la elasticidad del tumor indica la existencia del pus bay que abrir el absceso sin tardanza, curando la llaga r,on la tintura de atoes, con aguardiente debilitado, 6con agua salada fria empapando con uno de estos remedios planchuelas que rodeen toda esta parte. Si se presentan fístulas es menester dilatarlas y si hay desarado se quita toda la tapa desprendida curando las llagas como en los casos de abscesos. Pero esta terminacion es en algun modo escepcional, pues la mas frecuente del panadizo consiste en la trasudacion de una serosidad rojiza del rodete que causa la separacioo del visel de la tapa pasando en pocos días al estado de indu racion. En cuy.o caso hay que combatir la degeneracion lardácea del tejido celular c¡ue dá lugar al defecto que llaman pezuñas abultadas, 6 bien la osificacion del periostio ó de la espansion ,fibrosa del tendon anterior que constituyen las sobre pezuña3 ; cuyas -dolencias son por lo regular incurables.


( 4 ) No se rlebe insistir en el empleo de la pomada mercurial, habiendo demostrado la experiencia que usaa-' dola por mucpo tiempo causa efectos graves y aun el enve· oeaamiento. ( 2) La erisipela en este ganado puede decirse que vá siempre acompañada 6 seguida de la iafiltracion serosa del tejido c1:lular, circunstancia por la cual se la deberia nombrar erisipela edematosa bFntgns. E~ta afeccion se desarrolla á veces sin C9usa conocida , observando que se presenta mas biea ea ganado jóven y en las temporadas de primavera y otoño, es decir cuando la temperatura varía mas y el alimento es mas jugoso. Aparece regularmente ea la cabeza, encuentros y partes genitales: 'La piel de la . parte afectada engruesa, es caliente, se colora y la tumefaccfon invade Juego el te\ido celular subcutáneo. El animal sufre ua escozor que le obliga rascarse y se declara un poco de fiebre. Pasados tres o cuatro dias se presenta uaa erupcion vesicular que derrama una serosidad irritante que exfolia la epidermis, y el liquido secándose se transforma en costras parduscas. Todos esfo.

Nada hemos dicho de la erisipela simple al tratar de las enfermedades de la piel porque es rara en los rumiantes, y de poca gravedad ( 2 ).

Erisipela edematosa.

- 78 Pues solo en algunos casos muy raros han sido eficaces las fricciones del ungüento resolutivo de Lebas, de la pomada de hidriodato de potasa yo. durada, ele la mercurial, etc. ( 1 ) : y si estos no bastan la aplicacion del fuego puede aun dar al ... gunas esperanzas de la resolucion del tumor.

- 75 zon del porque el panadizo de los rumiantes constituye una enfermedad tan peligrosa y grave como el de los solípedos. Síntomas. Se presenta con mucho calor, tumefacoion y dolor de la corona, la cojera es intensa y el animal sufre tanto que mantiene suspendido en el aire el estremo, ó bien alarga el remo para aligerarle del peso del cuerpo. Este estado en los pri-meros dias ocasiona reaccion febril; dando lugar á que el pulso sea Juerte y lleno, la respiracion acelerada, el apetito disminuido y la rumia suspendida. Mas tarde se presenta desprendido el borde de la corona, y fluye un licor que corroe la piel y el tejido sub-ungular. , Si la enfermedad persiste los síntomas intlamatorios pier<ien poco á poco su intensidad; pero como la resolupion del tumor no se verifica, resulta que el llegmon permanece en estado de induracion. A.si sucede que sien'do raras las veces que se establezca la supuracion vienen frecuentes las transformaciones lardáceas del tejido celular y la osificacion del periostio y de la espansion fibrosa. Los defectos conocidos con los nombres de pezuñas abultadas y de sobre pezuñas, resultan á menudo de un panadizo ·que por haber sido mal curado ó poco asistido ha pasado al estado crónico . Causas. El ganado destinado para la labraqza está mas expuesto al panadizo que el que sirve para todo otro servicio. La razon consiste en que las tierras de ciertos rastrojos están erizadas de cañas y tronchos que rasguñan las coronas, y los terrones que levanta el arado ponen al piso tan desigual que


ben trabajar uncidos de la cabeza, mientras no se obtenga la completa curacion tde la talpa tanto si es flegmonosa, como por infiltracion.

Panadizo. El nombre panadizo se ha introducido en la me• dicina veterinaria de poco tiempo á esta parte. M. Rainard, Director de la Escuela de Lyon ha sido el primero, que dió este nombre al ilegr.non del tejido celular de la region de la corona del casco de nuestros animales domésticos, por la analogía que presenta con la enfermedad que en la medicina hu-. mana recibe esta deuominacion. El panadizo del caballo está bien conocido, pero con. respeto al del buey no se ha hecho aun una completa descripcion de él. La region digital de los grandes rumiantes no está exenta de iJos desórdenes graves, que puede ocasionar la inflamacion del tegido celular de esta parte, segun se observa siempre que se declara con alguna_intensidad en ganado de otra especie. Pues aunque es muy cierto que el rodete de la pezuña es menos sensible que el del casco del caba. llo, que carece de cartílago lateral y que es menos duro y grueso, y por consiguiente mas estensible; con todo, los numerosos tendoJ;Jes y ligamentos que sugetan los huesos falangios entre sí, y en particular la espansion fibrosa que procede de la cola externa de los tendones anteriores, la cual cubriendo la cara externa del hueso del pié vá á, confundirse con los ligamentos laterales; es la ra-

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No sucede lo mismo con la erisipela edematosa que vamos á describir, la cual ha sido considerada como una variedad de las afecciones carbúnculosas. Los resul lados por lo regular favorables de esta enfermedad, su sitio poco circunscrito, bien que limitada en una parte del cuerpó y su carácter ambulante, me han determinado considerarla como una afeccion erisipelatosa, y no como una variedad del carbúnculo. Sitio. Se presenta esclusivamente en los remos; por lo regular no ataca á la vez los cuatro, pero sí desaparece con frecuencia del uno para trasladarse por metástasis á otro. Síntoma:;. Los síntomas bien r.aracterísticos de esta enfermedad son, una notable rigidez del

sfntomas van desapareciendo, las escamas se llesprenden y se cayen, y todo entra en su estado normal escepto que en algunos casos la parte queda edematosa por mas 6 menos tiempo. · El trat»miento consiste en administrar cocimientos de cebada nitrados, y en hacer una sangrfa, si hny mucha fiebre y el estado de carnes del animal lo permite. Siempre que se pre~ente constipacion, se prepara un hrebage purgativo con el cr6mor tártaro 6 sal de Madrid y sedán lavativas, lociooando muy á menudo la parle afectada con agua tibia de n.alvas y d~ flor de sauco, y si el dolor . es mucho con cocimieQtos de la flor 6 cápsulas de adormidera, En caso que In resudacion serosa viene abundante, se aplican fomentos con agua que se vuelv~ lechosa, oon la adicion de algunas golas del acetato de piorno liquido.


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miembro que le priva el movimiento r.on engurgita,;ion edematosa, sin dolor ni calor bien aparentes. Causas. Son estas bien poco conocidas, pero observando que se prese11ta con mas frecuencia en 1a primavera y en el otoño, dá lugar para suponer que estas estaciones no dejan de tener algun influjo sobre su desarrollo. Pronósttco. Ordinariamente este no es peligroso, pero puede llegar á serlo, si en la erisipela que ocupa los miembros anteriores la eagurgitacion viene alcanzar el tejido celular axilar y sub-escapular. Del mismo modo su terminacion puede llegar á ser desgraciada, si desaparece repentinamente· la eagurgitacion y se manifiesta en otro punto acompañada, despues de .esta mutacion, de síntomas generales graves. Tratamiento. Los medios terapéuticos generalmente coronados de un hito feliz consisten en el empleo de las fomentaciones escitantes al esterior é interiormente de los sudoríficos y de los diuréticos. Las infusiones vinosas aromáticas, compuestas con la salvia, menta, romero, etc., convienen al principio: pero si la enfermedad persiste, se aumenta su accion añadiendo una parte de buen vinagre sobre cuatro de la infusion y se repiten las fomentaciones muchas veces al día. Se administran al mismo tiempo cada dia de cuatro á cinco litros (de ocbo á diez libras) ilel infuso del sauco en el cual se disucl ven desde diez y' seis á sesenta y cµatro gramos (de media á dos

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(~) Cantárides pulverizadas partes una. Alcool. •• partes diez, mézclase, agitase de tiempo tin tiempo' y al cabo de alguno¡¡ dias se filtra p(lr estrujamiento y se guarda bien tapado • .

el uso del detersivo hasta que se obtiene una escara sólida, la cual no,se quita al contrario se deja caer por si misma, lo que sucede al cabo de algunos dias, y luego adelantándose la cicatriza, cion queda el animal enteramente curado. Raras veces son necesarias las grandes sajas, ni el tener que practicar contra aberturas; con todo si viene el caso se cortará en la direccion mas conveniente para que el pus halle salida por la parte mas declive. La talpa por infiltracion , reclama desde un principio un plan curativo escitante; así es que se friccionará la parte con las esencias de trementina, de laurel ó de espliego etc. 6 bien con la tintura de caotárides (~) 6 el ungüento irritante de Lebas, ó la untura fuerte etc. Se suspenden los irritantes cuando la parte viene caliente y dolorosa repitiendo y cesando alternativamente la aplicacion de estos remedios, hasta que se logra la completa desaparicion del tumor. En algunos casos hay que hacer uso del fuego distribuyéndole por botones que procuran salida á la serosidad y cambian la naturaleza de la inflamacion. Esto se hace indispensable siempre que la resolucion tarda en efectuarse y que el promover una escitacion profunda viene indispensable. Creemos inútil advertir, que los animales no de-


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poca longitud. Cuando despues de. haber estirad9 an hilo ó pelo de estas lanas, hasta el punto de hacer que desaparezcan las ondulaciones, se le suelta, vuelve á adquirir al momento su forma primitiva, pudiendo repetirse muchas veces dicha maniobra sin destruir este género de elasticidad~ Si se continua. tirando de los dos estremos del pelo , se nota que, puesto recto, se alarga palpablemente antes de romperse; sucediendo por último que despues de rolo las dos partes del pelo vuelveli á adquirir la longitud y forma que tenían antes de haberlas estirado. Tales son los caractéres mas palpables de las lanas mas elásticas. Las lanas mas resistentes presentan menos ondulacioEles y ~on por deeirlo así mas -anchas, y a·un á veces son rectas, no los tienen: en ambos casos son mas largas, menos finas y menos elásticas. Los pelos menos numerosos, menos unidos, hacen al vellon menos cargado, pero lo que este pierde de peso por la disminucion en el número de pelos, lo gana fácilmente en longilud y diámetro, pues son mayores. Es de notar que l¡¡s reses merinas que llevan vedijas largas y resistentes dan generalmente, despues del lavage, mas lana que las que tienen las vetlijas m-uy filias, muy cortas y espesas ó cargadas. · En la adopcion de uno ú otro de los tipos de merinas, importa que los ganaderos tengan en cuenta los pastos de que pueden disponer y las pastorías ó parages en que tengan que meter y couservar las reses; porque la abund.ancia ó escasez de los alimentos, y la utilidad que puede reportar, ya el hacer viajar, trasterminar, ó trashumar los rebaños para que vivan económicamente en el verano en pastos montañosos, y en el invierno países mas bajos y llanos, ya pasturando ó redilándolos en terrenos para que depositen el abono, ya por el contrario teniéndolos encerrados todo el año en las pastorías; estas diversas circunstancias , digo, ejercen mas ó menos influjo en las dos especies de lanas á que nos referimos y que estudiamos. Cuando las reses se encuentran muy alimentadas, la lana engruesa; en el caso con-

trario, se afina. Nada parece !11 primer exámen mas fácil que producir la lana mas fina. Sin embargo los labradores franceses rara vez procuran obtener este género de lanas . porque entrando en los detalles prácticos d~esta operacion han observado que pierde mucho de su facilidad ó simplicidad y que· por lo tanto es mas difícil de lo que á simple vista parece. La lana fina no tiene calidad ni estima mientras no la facilitan reses sanas; es preciso que el alimento, sin ser abundante sea suficiente para que las reses se conserven en buen estado. Es indispensable determinar con cuidado la racion ó pienso que conviene, tanto para sostener la sal u~ cuanto para obtener lana fina. Si, momentáneamente, la racion es menor de lo que se necesita para este obj~to , la lana enfermerá, se adelgazará demasiado, se alterará y hará quebradiza ó vidriosa. Reducida ó estrechada en una parte de su longitud durante el momento de escasez, engruesada en la época en que el alimento es mas abundante, el pelo carece de la forma cilíndrica que conviene é interesa á su calidad. El régimen por lo tanto, debe siempre producir el mismo efecto durante todo el año. Ré aquí pues las dificultades con que hay que contar; y sin embargo hay todavía mas. · Suponiendo que las reses están sometidas desde su nacimiento á un régimen poco abundante para que 'dén la lana mas fina, su desarrollo, su crecimiento es por necesidad lento; de esta lentitud resulta que no pueden cebarse las reses antes de la vejez y no produce tanto para la carnicería como si desde jóvenes e-las hubiera alimentado bien. Conviene por último calcular la importancia reiativa <lel deterioro de las lanas mas ó menos finas por el efecto de los agentes esteriores. Todas las lal:las espuestas á la accion alterna de la humedad y de la sequía, asi como al contacto de materias estrañas, con particularidad de la tierra, tienen el inconveniente 'de ser broncas,-de endurecerse. Este efecto se nota en las lanas entrefinas y en las muy finas, siendo tanto mas palpable en las últimas cuanto la superficie del conjunto de los pelos aumenta en proporcion del afinamiento de los vellones . ¿Qué sucede,


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en efecto, cuando existen pelos muy finos y muy numerosos? Sucede evidentemente que por esta division muy grande de la totalidad de la lana segregada, esta masa ofrece una superficie muy estensa compuesta de superficies de una multitud de pequeños cilindros'. Sí, por su aproximacion entre sí, los pelos dejan penetrar el agua con dificultad y los cuerpos estraños, con particularidad el polvo, conservan tambien por mucho tiempo tales euerpos, lo cual contribuye para que se alteren. Si se añade el que esta alteracion, que se efectúa por la superficie mayor, se verifica sobre las lanas de mas valor, porque tas lanas finas tienen mas estima que las gruesas, se tendrá el cálculo aproximado del deterioro de unas y de otras. Asi es que se establecen estos principios: 4 .º La lana merina, muy fina, muy elástica, la mas adecuada para la carda no se obtiene con facilidad mas que en pastos sanos y poco abundantes y por medio de un régimen que sobre poco mas ó menos es tan alimenticio ó sostiene lo mismo en invierno que en verano. 2. 0 Esta produccion perjudica á la de la carne. 3. 0 No se obtiene, ni aun con las mejores condiciones, interin las reses no estén resguardadas, el mayor tiem. po posible en las pastorías, contra la aceion nociva de la lluvia y sequedad, asi como de· la tierra, areca y demás cuerpos estraños que se pegan al vellon. S1 los pastos son abundantes, lo que sucede cuando los labradores poseen, en terreno fértil, muchos prados; si las reses se buscan para el abasto público ó deguello ; si ros ganaderos se ven en la precision de dejar sus reses al aire libre, cual sucede ínterin trashuman y redilan, la produccion de lanas muy finas puede no ser ventajosa. Entonces, conforme á los sanos principios de una buena economía rurat deben prefeTirse, en vez de reses de desarrol-lo lento, pequeñas, con fana fina y de valor las que están mas nutridas y que son preferibles para el deguello. De este modo se compensa en tales casos la disminucion de la calidad de la lana por la abundancia de su vellon:

para poder producir con beneficio una materia de menos estima, se intenta obtener mayor cantidad. Cuando las lanas l~rgas merinas no eran todavía buscadas para el peine por muchos fabricantes, los labradores se. limitaban á obtener vellones pesados por el mu cho desarrollo que procuraban dar á la piel de las reses. La naturaleza presenta en la raza merina algunas reses que tienen la piel plP.gada ó llena de arrugas en la papada ó gorjal al rededor del cuello, cerca de la rótula ó parte anterior y superior de la pierna y en las nalgas, las cuales llevan mas lana que si la piel tuviera u na superficie menos estensa. Ciertos labradores han buscado moruecos cuya piel estuviera muy plegada ó arrugada j no han tardado en hacer hereditarias dichas arrugas ; pero si han logrado aumentar de este modo el peso de los ve- . llones, los han desmejorado en parte, disminuyendo además las cualidades qua se buscan en las reses bajo el aspecto del deguello ó para el abasto público. · En efecto, se notan modificaciones singulares en la testara de la piel y en la lana que segrega~• que sobre ella crece: aquella se pone blanca, reseca y muy gruesa en los sitios de las arrugas, y la lana se pone tambien dura, muy bronca y tan inferior como la de otras partes del vellon que tiene poca estima. Otra observacion á que dan lugar las reses que tienen la piel muy arrugada es aun mas importante. Siempre que e:e aumenta la estension de la piel, hay esposicion en aumentar la estension de la membrana mucosa del tubo digestivo. Este resultado se observa en el ganado vacuno como en el lanar. Examínense los animales que tienen mucha papada y una piel arrugada, y se verá que por la estension de la membrana mucosa gastrointestinal, tienen siempre el vientre muy abultado.

(Se continuará).


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•. c.011 lana srl'l.os11 l'le llfouf~amµ.

Continuacion (1).

El .género de esta alimentacion influye · mucho en ·el desarrollo del vientre: los alimentos muy nutritivos b;ijo · poco volúmen disminuyen la capacidad, mientras, que los poc0s nutritivos la aumentan: Lo único que quiero decir es, que con un alimento igual los animale,s cuya piel tiene mucha estension están dispuestos á tener un tubo intestinal muy desarn>llado. La capacidad, deducida por la 'cavi dad abdominal, _perjudica á la del pecho; la iuclinacion que existe en las parecies inferiores del vientre desde el pubis ó entrepierna basta el esternon ó parte inferior de los costados, dirige las vísceras digestiva!' sobre el diafragma dificultando la respir_a cion : -la esperiencia comprueba que los animales así conformados quedae mas pequeños que los que tienen una conformacion diferente y es mas difícil hacerlos .cojer car·nes. Este .es un hecho conocido de muchos pastores, labradores y ganaderos y que no descuidan l.os criador.es ingleses, pues se ve que todas sus razas .de deguello jamás tienen la piel . arrugada, ni el vientre desmesuradamente desarrollado á espensas del pecho. Convencidos por la esperiencia de que las reses cuya piel está ar_rugada tienen los grandes defectos indicados, el mayor número de ganaderos no procuran obtener vellones pesados empleando reses de esta sub raza ó variedacj, de reses ; el medio que prefieren consiste en el uso de moruecos cuyas vedijas tengan la longitud deseada para el peine y 'que el vellon sea tan espeso de pelo (1)

Véase el numero anterior.

Lº DE OCTUBRE DE 1850.

cual exige una lana de tal longitud. Estas reses pueden alimentarse con abundancia sin inc-onveniente,· porque si la lana :pi~rde en finura, adquiere en compensacion mucha fuerza de resistencia, contribuyendo además el alimento para 'el desarrolfo rápido de los animales. Fundado en estas consideraciones generales relativas á la lana de carda y á las que convienen mejor para el peine, paso á demostrar que la lana de Maucbamp puede intervenir en la me¡ora de las segundas. Mas como acaba de decirse; las reses que las facilitan· deben dar mucha oarne, y desgraciadamente la mencionada raza ha prevenido á los labradores, los ha hecho tenerla como de conformacion viciosa, .como póco adecuada para dicho producto, lo cual me obliga á entrar en cie~tos pormenores relátivos á su orígen y cambios qué la raza ha esperimentado. ,Se llama raza l\faucbamp un- tipo de merinas que lleva ona lana derecha, füa v sedosa semejante por su forma á la la9a iarga inglesa, peto muchísimo mas s·uave y fina. El cultivador M. Graux creó este.tipo en 1828, pues del rebaño merino que tenia hacia ya tiempo y que rñantenia en tierras poco fértiles, lo cual era causa de que las reses fµesen pequeñas, parió una oveja un oordero que se distinguia de los demás por la laQa y por los cqernos: aquella era recta, lisa, sedosa y el vellon poco cargado de pelos; cada vedija , compuesta de pelos desiguales en largo, ter_minaba en punta. El aspecto solo d~ sus cuernos, casi lisos en su supr.rficie, indicaba que debi1t ser la lana derecha ó, poco ondulad.a, porque los pelos y · los cuernos tienen, por su modo de secrecion, . tantas relaciones entre sí, que la lana TOMO lit.

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no puede modificarse sin que los cuernos presenten modificaciones semejantes. Este cordero, que era muy pequeño, presentaba en i;us formas los defectos que vere• mos pronto haberse propagado y fu~ preciso hacer que desaparecieran. Sorprendido de -lo estraño del vellon, y preveyendo el partido que podria sacarse le empleó corno morueco en 1829 con objeto de elegfr para sementales los productos que sacllran el mismo vellon. El amorecimiento ó monta de 4830 no dió mas que un cordero y una cordera con lana sedosa. El de 1831 produjo cuatro corderos J una cordera condichos caractéres. Solo en -i 833 fué .cuando los ma. chos fueran bastantes para que ellos solos amorecieran las ovejas del rebaño . . Estos moruecos se presentaron por primera vez á los labradores en 1835 en una reunion pública del Comicio agrícola. Entonces pude estudiarlos y ver que sus formas eran muy malas para el deguello, pues tenian demasiado gruesa la cabeza , el pe<;ho e trecho, los hijares largos, las rodillas muy próximas y los corvejones muy acodados. Decidiéndose Graux á continuar este tipo debido á la casualidad, tenia que conservar la lana sedosa y corregir los vicios de conformacion que se -acaban de indicar. No ~a sido fácíl lograr este doble resultado. En efecto desde que los moruecos del nuevo tipo han amorecido á las ovejas merinas , en .Mauchamp, he aquí cuáles han sido los productos. Cada año se dividen los corderos en dos clases. Unos conservan los caractére:s de la ·raza antigua, con la _lana sin brillo, un poco mas larga y suave que la merina : los otros al contrario se parecen á los moruecos ·de la nueva raza, tanto en la lana como por lo comun en las formas ; de mod0 'que ha sido preciso aprovechar algunas escepcione·s para mejorar las formas del· nuevo rebaño que se quería crear. Los moruecos accidentalmente bien constituidos, ha sido tanto mas dificil encontrarlos. cuanto que lo~ corderos de lana sedosa eran al principio menos numerosos comparativamente con los que consel'vaban lona merina. Es cierto .que ·poco á poco han ido siendo los primer0s menos raros ; pero ha

sido tan lenta la progresion que la corderada de 1847 á 184-8, que ha dado .153 crias, ha presenla<;lo todavia 22 cuya lana tenia Ja apariencia l_(lerina. De esto e deduce cuan larga y difícil ha sido la formacion de la nueva raza. Conviene sin embargo mencionar un hecho importante, y e:s que de la union de moruecos y ovejas con lana sedosa bien caracterizada han nacido siempre, desde 1829 crías con lana igualmente sedosa; de modo que, qesde el principio de su formacion, la raza ha sido constante. Apesa'r dc' Lales dificultades las reses han esperimentado en sus formas ventajosas modificaciones, pues tienen mas cortos los hijares, mas anchos los riñones y menos largo el cuello. El pecho ha adquirido mas amplitud, con especialidad hácia el esternon, y si conserva alguna estrechez es en la cruz. Por último, la cabeza es mas pequeña sin quese haya estrechado el cráneo. Este menor volúme.n procede de la desaparicion de los cuernos. Sostenidos por dos ejes huesosos, aumentan estas partes inútilmente el tamaño de la cabeza y hacen el parto mas laborioso. Es ventajoso suprimir partes inútiles y nocivas: la constancia con que se han ido reformando los moruecos con cuernos ba hecho .desaparecer estos órganos. Mejorada la raza en su conf'ormacion, reprodlljo el nuevo tipo poco despues la forma de la antigua de merinas, cual se ha visto en la esposicion pública. La esperiencia demuestra que el tipo sedoso se alimenta lo mismo que la raza antigua. Existen reses de las dos clases en el rebaño l\fauchamp, las cuales sometidas al mismo régimen adquieren igual peso. Los añojos finos ó sedosos han pesado 59 libras: los añojos merinos 54 : las ovejas sedosas .de treinta mese¡; y que han criado su cordero 70 ; y las merinas con iguales condiciones 71. Si los machos no se comparan entre sí. procede de que unos se han conservado enteros y se les ha alimentado bien, y á otros se les ha castrado sin cuidarlos con tanto esmero: limitándose lá comparacion, como acaba de ver e á las hembras, pueden estu-


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<liarse sufici'entemente la-s dos razas. Es cier • lana peinada, que recibe en fábrica el nomto que la sedosa no crece ·con fU ucha ra pi - bre de corazon; la otra compuesta de pelos dez, pero siempre ha suced-ido lo-rnisino con que se rompen, subsiste en los dientes del lás reses Máuebamp. Las tierras medianas peine y se llama traman: esta no puede mas. d.e su término donde no prospera mas qu~ que ser cardada. La proporcion de corazon que _dá la lana el centeno, no permite consegui·r grandes reses. Grami se ve en _la necesidad de te- es muy importante, por la diferencia de esnerlas pequeñas. Lo único que he querido tima entre 'él y el tramon. Luego debe probarse cuál es, bajo este primer\.punto de visdemostrar es que la nueva raza no ha dista, el mérito de las lánas sedosas. minuido el peso de las reses .. El tanto de corazon dado por el peine deDesgraciadamente no ha sucedido lo m.ispende no solo de la raza, sino tambien del mo con el peso de los vellones. Comparados con los de las merinas que han existido bajo estado de salud de las reses, de su edad y iguales condiciones de edad, dé alimentos habilidad de los operarios ó peinadores ; es y demás, no han dado tanta lana las reses indispensable no tom'ar por ejemplos sino la$ sedo$as. Este hecho se ba demostrado con sacas 9e lanas recojidas en ci'rcunstani;-ias los añinos que por la primera vez dan veparecidas, ya que 'no sea da.ble efectuarlo llones de un año de -ereci miento, los cuales con idénticas y tratadas:por los mismos opepesan menos en el tipo sedoso que en el me- · rarios. -Estas precauciones las ha tomado Biétry en dos ensayos que ha hecho, los cuales rino. Cuando se continúa esta comparacion en se refirieron á dos sacas, una o.e lana sedolas ·ovejas que han parido .y criado, se resa, y otra que aun conservaba el carácter conoce que la diferencia es mayor, porque merino, pero ya mas larga y mas r.esistente las ovejas sedosas pierden mucha lana mien- por proceder de reses cruzadas · con moruetras crian. Ser~ de absoluta necesidaq .es- cos sedosos y ovejas merinas: las llamaré lanas Maucham p- merinas. cluir de la reproduccion las reses cuyo veEn uno de estos ensayos ha dado la lana llon es muy ligero y las ovejas que con frecuencia dejan caer su lana. Corazon. . . 62 por 100. Los vellones de los añinos sed.osos lava1~ Traman.. , · dos en vivo han sido inferiores un 1 i por 24 Pérdida por el lavado. por 100. 100 de los de los añinos merinos ; habiendo sido la difer_encia de 27 por 100 para las Total. . 100 ovejas merinas. · El valor de la lana ha compensado esta La lana l\lauchamp-merina ha dádo : diferencia. Hasta el día ha vendido Graux sus lanas sedosas un 25 por 100 mas caras ' 56 por 1 OO. Corazon . . ., que )as de sus merinas; por muchos años 18 Tramon .. le han pagado el quilógramo de las segunPérdida por el lavado. 26 das (2 libras, 2 onzas, 12 adarmes y 15 gra. 100 nos del peso de Castilla) á 6 francos (22 reaTotal. les ª/,.) mientras que el q_uilógramo de las primeras le ha vendido á 8 francos (30 rea- . Estos preciosos datos no pueden obtenerles 1/,.). se, y es preciso tenerle presente, sino con El valor de las lanas nuevas procede de vellones de reses bien cuidadas. su ll_la~or fuerza y suavidad. Por la primera El otro ensayo practicado con 350 libras son muy productivas en el peine; por la se- de lana lavada (lo mismo que en las demás) gunda convienen · particularmente para · la lós productos han sido menos xentajosos. confeccion de muchas telas preciosas. El peine divide la lana en dos partes; una La lana de hecho sedosa ha dado : sale de los dientes del peine y constituye la


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59 por f00.

'rae.ion importante. Su resultado ha sido que , por la fle;ibilidad y suavidad, la lana llamada Mauchaínp es superior á la de Sajonia y se·aproxima mucho á la cachemira pura. EsTotal. . 100 te dictámen es muy interesante por el porvenir de esta nueva lana.» La lana Mauchamp-meriD~ ha dado i La smwidad que conserva la lana Mauchamp permite asociarla ó unirla fácilmente Corazon.. .'. ñ1 por AO0. al vello ó pelo fino de cach~mira. «.La lana Tramon. .. 2·0 de Maucbamp, -dice Biétry, tiene para nosoPérdida por el lavado. 29 tros, fabricantes de cachemira, gran valor, . 100 Total. pues puede entrar eu la Óonfeccion de las urdimbres cachemiras dándolas mas fuerLa proporcion ha venido á ser casi idénza, sin alterar en manera alguna -su brillo)' tica al primer ensayo, pues en los dos casos suavidad. Esta cualidad es tanto roas .preel tanto de lana peinada ha sido siempre cíosa para nosotros cuanto que el tegido camayor en las lanas sedosas que en las que chemira pura tenia el grave defecto de catoda via no han tomado este caráeter. recer de consistencia : gracias á la mezcla Mas adelante compararemos las lanas de de la lana l\1auchamp y de la cachemira en la segunda,cat,egoría con las merinas puras, las urdimbres, el tegido adquiere la necesarecogidas en reses que no se han cruzado con ria resistencia pa.ra las telas.» los moruecos de Mauchamp, y veremos qué Las cualidades particulares que conserva resultadqs deben esperarse del uso de tales la lana sedosa de Mauchamp en el peine y moruecos. Ahora solo demostramos el heen la fabricacion esplican el valor que les cho de que las lanas de Maucbamp teniendo conceden los manufactureros que comprenel carácter liso y sedoso dan mucha lana de den ·bien su uso, estas cualidades compensan peine, lo que comprueba ·que son fuertes y la disminucion del peso de los vellones; peresistentes. ro esta disminucion, yo tengo l~s mas funEn el hilado y al usarlas conservan estas dadas esperanzas, podrá evitarse con la juilanas muy suaves el mismo carácter que teciosa eleccion de moruecos y ovejas. nian en el animal. Referiremos en apoyo de ,Con el tiempo y con paciencia obtendreesta asercion un esperimento comparativo mos vellones tan pesados co~o lqs de las hecho por el ente-ndido fabricanie de chales merinas} vedijas compuestas de pelos de laren Paris, M. Foutier. Tres chales enteragura igual', y vedijas lisas total mente dere-. mente semejantes por su tegido y dibujq_s se chas ó que no presenten mas que algunas habian preparado para la esposicion de los ' ondulaciones anchas. Entonces tendremQs productos de, la industria francesa en 1845; para ~l peine vellones de mas valor de los uno con el vello ó pelo fino de cachemira, que hasta el dia se ·han empleado para dicho otro con la lana sedosa dy Maucbamp y el objeto. tercero con la hermosa lana de Alemania. Prescíndiendo del poco peso de los v'elloLos tres chales sometidos al juicio del ju-nes, no encontramos mas que ligeras imper-' rado, no se distingu1an mas que en la suafecciones en la raza Mauchamp. vidad. ]Jajo este concepto el chal c'achemiAlgunos labradores no consideran mas que ra fué clasificado el primero, el chal Mau.la naturaleza del pelo de la lana, admitienchamp el seg,undo y el chal merino el te.rcedo, es cierto, que no es merina pura, sino rn. Los redactores de la oomision de tegidos . que precede de un cruzamiento de morueco MM. Doneirous y Legentil se cspresarou del inglés con ovejas merinas. Este es un er\·or modo sig~iénte al bablar de este ensayo. que importa desvanecer. «Estos tres chales de gran finura, igualmen(Se continuará.) te trabajados, nos han ofrecido una comp.aCorazon .. Tramoo .. ·Pérdida por el lavado.

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REAL DECRETO

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ESTÁBLECIENDO ESCUELAS AGRIC OL'AS.

SEÑOUA : En una nacion esencialmente agricultora como la nuestra, dolada por la naturaleza de la mas ventajosa posicion, de ricos y feraces terrenos, y de variados y benignos climas, la enseñanza elemental de la agricultura es tanto mas nece1-aria cuanto' que reducida á prácticas tradicionales, no en todas parles conformes con los buenos principios, frecuentemente son estos contrariados por la ciega rutina. No es ya la agricultura una ciencia aislada y de inciertas y mal seguras teorías . Aplicadas las matemáticas, la físic~ y la química á sus procedimientos, si por una parle le dan en la exactitud de las teorías un Fundamento sólido y Je prescriben un método conforme á su aplicacion y su destino, le ofrecen por otra recursos ignorados de nuestros padres para multiplicar los productos del suelo, adquirirlos de un modo menos costoso y difícil, y auxiliar eficazmente la vegetacion sin vio~ len la ria ni contrariar sus le)'es. Con preceptos fijos, con teorías acreditadas por la experiencia, con prácticas constantes que la mecánica ha sinplificado, constituye á la vez una ciencia y un arte que no pueden abandonarse á los hábitos adquiridos y á las preocupaciones vulgares. No pretende por eso el Ministro que suscribe descubrir en la agric111Lura española un absoluto y general retraso. Aun la honran c:xcelenles prácticas heredadas de los árabes y seguidas en algunas provincias; prácticas acomodadas á la índole del suelo y del clima, prod ucto de una sabia experiencia y de nna cullura muy adelantada, que con razon merece el aprecio y respeto de:; nuestros días. Las observaciones y, los procedimientos pe Herrera y de otros que

como él escribieron sobre la ciencia del cultivo, sus prudentes consejos, sus máximas agrícolas gozan todavía de una justa repu tacion entre los geopónicos entendidos, y bien pueden conciliarse con los progreaos obtenidos actualmente en las ciencias naturales . Pero es preciso conocer y generalizar esas prácticas, asi como los·adelanto!'¡ que las mejoran ; fijar los dogmas de la ciencia, ponerla á cubierto de los errores con que la inexperiencia y el empirismo pueden contagiarla; no confiar la trasmision de las doctrinas á infieles tradiciones; no limitar, en fin, su estudio ,de modo que solo en pocas localidades puedan aprovecharse sus saludables efectos. Asi mejorarán nuestras Vl\riadas producciones, y con ellas ·1a condicion del agricultor y la suerte de los pueblos. Tal es el objeto del Ministro que suscribe al proponer á V. M. la creacion _de escuelas especÍales para la enseñanza de la agricultura. Aprovechando los elementos existentes y la cooperacion de los lnslitulos de segunda enseñanza, montados ya con este pensamiento en el nuevo plan de estudios, se pri ncipiará á plantear una inslilucion susceplible de mayores desarrollos, y que, acomodada hoy á los medios existentes, encierra, sin embargo, todos los suficientes para determinar las teorías y las prácticas del arte. En las esculas elerueutales y de ampliacion, si no en grande escala, á lo menos de una manera provechosa,se desarrollarán las buenas doctrinas agronómicas, dándoles por fundamento las ciencias naturales y los resultados de la experiencia. Siempre que sea dable, se comprobarán con las operacione


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prácticas, y el ejemplo y la teoría no se separarán en la enseñanza. Estos estudios recibirán "todavía mas extension y desarrollo en una escuela superior de aplicacion, donde con mayores recursos y el auxilío de una hacienda-mode_lo se ensayarán todas las labores del cultivo ~01~0 complemento de las doctrinas y las practicas adquiridas en las escuelas elementales y de ampliacion. El tiempo y la experiencia, los resultados mismos, aumentando sus recursos, les darán mas amplitud y perfeccion, llevándolas tan lejos como puede conducirlas la ilustracion del siglo. Entre tanto satisfacen una necesidad existente, susteqtan una opini1ln favorable al cultivo y dirigen por buen sendero esa provechosa aficion á las cosas del campo, que hoy se manifiesta por fortuna como un progreso de la época y una dichosa tendencia de las vocaciones particulares. Fundado, pues, en estas consideraciones el Ministro que suscribe, tiene la honra de ·proponer á V.M. se digne prestar su real aprobacion al adjunto proyecto de decreto. Madrid 8 de setiembre de 1850.=Señora.=A L. R.~- de Y. M.=MANOEL DE SE1JAS LOZANO.

REAL DECRETO. Atendidas las razones que me ha espuesto el ministro de Comercio, lns_truccion y Obr~s públicas para el establecimiento ~e escuelas agrícolas, vengo en decretar lo s1 · guienle:

TITUl,_OPRIMERO. DE LAS DIFERENTES CLASES DE E SEÑANZA.

CAPÍTULO PRIMERO. Artículo 1. 0 La enseñanza de la agricultura será de tres clases : Elemental. De ampliacion. Superior de aplicacion.

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CAPÍTULO U.

De la enseñanza elemental. Art. 2.º Los estudios de la enseñanza elemental constarán de un curso preparato• rio y de tres de carrera. Art. 3. 0 Estudiarán el curso preparatorio los que teniendo rn años cumplidos de edad, y habiendo asistido á las escuelas_de instruccion primaria, necesiten perfeccionarse en los conocimientos ·indispensables para emprender con fruto los estudios agro· nómicos. Los que posean los conocimientos que comprende el curso preparatorio no tendr~n necesidad de estudiarlos en estos establec1mientos. Art. 4. 0 En el curso preparatorio se estudiarán las materias siguientes: gramática castellana, ejercicios de caligrafía y de redaccion, aritmética elemental y continuados ejercicios de sus di versas operaciones, n~ciones de geometría reducidas al r.onoc1miento de las líneas v de las figuras con la manera de formarlas: melrologia ó sea el sistema de pesos y medidas, nociones gene. rales de agricullura. Arl. 5.º Para ser matriculado en el pnmer año de carrera se necesita sufrir un exámen y ser aprobado en las materias que comprende la inslruccion primaria elemental y las del año preparatorio. Art. 6.º En los tres años de carrera se estudiarán las materias siguientes:

Primer año. En la primera mitad del curso: Cor.npl~mento de la aritmética, razones y proporciones, ejercicios prácticos, partida doble, leccion diaria. En la segunda mitad: AJgebra eleme~tal hasta las ecuaciones de segundo grado mclusive, leccion diaria: nociones de bo.táaica·, tres lecciones por semana: dibujo lineal, leccion diaria.

Segundo año. Primera mitad: Geometría elemehtal, lec-


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eion diaria: nociones de geología y de zoologia, tres lecciones semanales: dibujo lineal, leccion diaria. Segunda mitad: Trigonometría rectilínea, nivelacion y agrimensura, leccion diaria: nociones de meteorología aplicada á la agricultura, tres lecciones semanales: levantamiento de planos, leccion diaria.

Tercer año. Primera. mitad: Conocimiento de los climas y exposiciones de los suelos y tierras, de sus enmiendas y abonos, cultivo y labores generales, lavado de planos. Segunda mitad : Cultivos especiales, ejercicios prácticos de labranza y agrio;iensura, todo el curso: administracion y economía 'rural. Art. 7. 0 Los que concluidos, ganados y probado~ los tres cursos, saliesen a probados en un exámen general, obtendrán el título de -agrimensores y .peritos agrónomos.

CAPÍTULO lll.

De la enseñanza de ampliacion. Art. 8. 0 Para ingresar en los estudios de ampliacion se necesita: ~ .º Ser examinado y aprobado en las materias que se requieren para el ingreso en los estudio~ elementales de carrera. 2. 0 Haber ganado y probado los dos primeros años de los estudios elementales. Art. 9. 0 Los estudios de ampliacion se harán en dos años, distribuidos en la forma siguiente:

Primet· año. Primera mitad qel curso: Elementos de física, elementos de química, elementos de mecánica. ·Segunda mitad del curso: Aplicacion de aquellos cono'cimiebtos á la agricultura, levantamiento de planos, ejercicios prácticos.

Segundo año. Cultivo y labores generales, cultivos especiales, patología vegetal, nociones de patología veterinaria en su relacion con la agricultura, ejercicios prácticos. Art. 1 O. Los que habiendo ganado y probado los dos años de carrera fuesen aprobados en un exámen general, obtendrán el título de agrónomos facultativos, y su título será bastante para obtener cátedras en las escuelas elementales. Tambien quedarán habilitados para ser directores de los caminos vecinales . CAPÍTULO IV.

De la enseñanza superior de aplicacion. Art. 11. La enseñanza superior se hará en dos años, y consistí rá en la aplicacion práctica de los conocimientos teóricos adquiridos en las escuelas elementales y de ampliacion. Se verificará esta enseñanza en una bacienda-modelq bajo la direccion de profesores que obtendrán su asignatura por oposicion. Al mismo tiempo se hará el repaso y ampliacion de los mismos estudios teóricos.

TÍTULO SEGUNDO. DE LAS ESCUELAS DE liGRICULTURA.

CAPÍTULO PRIMERO. Art. 12. Habrá escuelas elementales de agricultura en los Institutos de primera clase que tengan medios para sostenerlas. Las habrá tambien en los demás puntos en que por fundaciones especiales baya fondos para su establecimiento. El costo que ocasionen se satisfará de los fondos de los mismos Institutos á quienes correspondan ó de las fundaciones especiales. Art. ~ 3. Por ahora se establecerán estudios de ampliacion de agricultura en Barcelona, Granada, Santiago, Sevilla, Valen-


cia, Salam~nca y Zaragoza. Art. 4 4-. El Estado costeará únicamente en estos establecimientos dos catedráticos. Las . demás atenciones serán de cargo del Instituto á que estarán agregadas estas escuelas. Art. •15. La enseñanza superior se dará en una hacienda-moJelo que reuna todas las condiciones necesarias, la cual sr. situará en ~l punto que pareciese mas á propósito.

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CAPITULO 11.

Del material de las escuelas. Art. 16. En toda escuela elemental y de ampliacion habrá los objetos siguientes: 4. º Un gabinete de física. 2. 0 Un gabinete de química. 3. 0 Un gabinete 9e historia natural. 4. 0 Un herbario. 5. 0 Los instrumentos y máquinas para las operaciones matemáticas. 6.º Las obras mas acreditadas de agricultura en sus diferentes ramos. 7.º Un campo de mayor ó menor estension para los ejercicios prácticos. A.rt. 47. El campo de aplicacion podrá proporcionarse por arrendamiento ó por contrata, mientras se adquiere en propiedad, con las condjciones que su objeto requiere.

400 G.APITULO lll.

De los profesores de las escuelas . Art. 48. Los profesares de los Institutos que tengan asignaturas iguales ó análogas á las de esta enseñanza desempeñarán las de las escuelas elementales y de ampliacion mediante una gratificacion. En las elementales habrá un catedrático de agricultura que tendrá á su cargo los ramos de esta enseñanza , y euyo sueldo será de siete á diez mil reales. · Art. •19. En las escuelas de ampliacion los catedráticos de matemáticas del Instituto tendrán á su cargo la parte de dibujo Y. accesorios de aquella ciencia mediante una gratificacion. Habrá además otros dos catedráticos de agricultura, cuyos sueldos se.satisfarán por el Estado y serán de ocho á doce mil reales. Art. 20. En toda escuela de ampliacion habrá otra elemental.· Art. 21. Los estudios del año préparatorio y los dem ás que no ofrezcan inconvenien'te se darán de noche . ' Art. 22. Mi gobierno propondrá á las Córtes en la ley de presupuestos los medios para plantear estas escu elas. Dado en Palacio á 8 setiembre de 4 850. -Está rubricado de la Real mano.-El ministro de Comercio, Instruccion v Obras públicas, MANUEL DE SEIJAS LozA.No·. ·


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ESCUELAS AGRÍCOLAS .. .

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En el número anterior hemos dado cuenta Por lo demás, llenos del mas ·vivo recoá nuestros suscritores del decreto orgánico, nocimiento por lá proteccion -que rse .va dispor el eual van á crearse en España escu~las pensando á la benemérita clase agrícola, especia-les de agricultura. Los Redactores de digna de las ·mayores consideráciones por E.l Cult1'vador, desde la humilde posicion tantos conceptos, damos las mas espresivas que oc.upan, tributan las mas espresivas gra- gracias al Excmo. Sr. Ministro de Comercio, cias al Sr. Ministro de Comercio, lnstruc- lnstruccion y Obras públicas por la acertacion y Obras públicas .por tan acertada me- dísima y provechosa disposicion que acaba dida que acaba de aconsejar á S. M. de aconsejar á S. 1\1., no dudando que de la De la realizacion de este pensamiento es- · realizacion de este pensamiento resultarán péramos fundadamente el desarrollo de una beneficios incalculables á la clase cultivado.agricu·ltura fecunda próspera y el producto ra, que ben·decirá con grato labio el escelso de consideraciones ~ociales de la may_or im- nombre de la Reina y. el del sabio Ministro portancia, que podrán contribuir á la gran.:.. que la ha aconsejado tan interesante medida. deza y al bien estar de la nacion. Dos años Hé aquí la parte del artículo á que nos heatrás, ·y cuando El :c~ltivador era el único mos referido. periódico que abogaba en España en favor de la AgricultÚra, ya manifestamos nuestra opinion acerca de la enseñanza agrícola, y en:La instruccion ó enseñanza de la agri'<ultonces ya dem·ostramos la necesidad de que tura debe abrazar una zona tan estensa, que se plantease en~re nosotros esa misma ense- comprenda desde la ciudad mas populosa ñanza teniendo en cuenta los conocimientos hasta la mas· pequeña aldea , desde el hom~ y los adelantos obtenirJos _~n los d!as--en que bre científico hasta las pri'meras concepciovivimos. nes de la infancía, desde el propi~tario mas .El referido Real decreto de ~ de setiembre rico basta el mas pobre y humilde labrador, ha venido á justificar nue~tra prevision y á Para ello los. trámites de la enseñanza han lleqar nuestros deseos, cabiéndonos otra sa- de ser graduados y adaptables á las difetisface-ion todavia y es, la de que el Sr; Mi- rentes capacidades, disminu_yén'dose y simnistro del Ramo ha éstádoconforme con nues- plificándose las teoi:ias mas-abstractas de la· tras ideas al plantear .dichas escuelas, dán- · ciencia hasta el caso de hermanarlas con IÓs do les una distribucion acertada y una esten- ejemplos palpables de fa práctica, v de resion á la en~eña.nza cual corresp·onde al es- ducirlas á m:iximas ó verdades y he~bos sentado actuaÍ de nuestra España, y tal .como no- _· cillos que no hayan de cansar al mas tierno . ' sotros lo indicamos en un artículo que lleva raciocinio. por epígrafe «lnstruccion agrícol_a » . que va Mirada ó considerada esta instruccion bainsertado en la página 4'48 del primer tomo jo el ancho punto de vjsta que lo hacemos,. del ·cultivador. · · · depende su establecimiento en la parte mas Reproducimos á continuacion _la parte del esencial' ó primera del gobie.rrio que ha de faespresado artículo en que se sientan las bases·, cilitarla, y en su parte secundaria de los paraunque de un modo muy genera-!, . sobre las tícula-res que cultiven lueg<;>, digámoslo así, cuales debe versar el estudio de la agricultura. esa misma instrucc[on por medio de asocia TOMO lll. . 37 15 DE OCTUBRR DE 1$50 . 1


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ciones en las que el gobierno tenga solo la influencia protectora á que no alcancen los esfuerzos aislados ni colectivos de los individuos. La enseñanza que el gobiérno está en la obligacion de procurar ha de recorrer los diversos períodos que exige su naturaleza y la vida y circunstancias de las personas que han de recibirla. Al intento nosotros la pondríamos en armonía y aprovecharíamos la existencia de las escuelas qne se conocen para las varías carreras segun las disposiciones ó plan vigente de estudios, de cuya manera sería mas fácil establecer la enseñanza de la agricultura, y . menos por consiguiente los obstáculos que habrian de removerse. Tratándose de que esta enseñanza sea una verdadera carrera, como debe serlo , y mas importante y atendible que otras muehas, sino todas, porque afecta a la mayoría de los españoles; y debiéndose poner al alcance de la numerosa clase labradora muchas de las doctrinas de la ciencia del campo, la instruccion agrícola debe comenzar por las primeras y mas sencillas nociones que se adquieran en la infancia, á fin de que los jóvenes utilizando estas primeras impresiones que· siempre son mas permanentes, conciban algttnas ideas de lo que r-ealmente es fa agricultura, mediten despues algun tanto y se familiaricen con ellas; aspiren luego á ampliarlas, se aficionen á su estudio, y se persuadan al menos de que cultivar la tierra no es solo el producto del arado, de las yuntas y de la azada, sino la aplicacion de los principios reconocidos pur la ciencia. Para estos rudimentos primeros de la enseñanza sirven los Catecismos de agricultura, y en las escuelas de instruccion primaria es donde deben estudiarse. Cimentado el corazon de los jóvenes con estos conocimientos preliminares; desterradas las preocupaciones que produce la ignorancia; procurada la aficion al estudio de la agricultura como ciencia y como arte, y conseguida esta importante preparacion, ha de empezar.ya bajo buenos auspicios la .enseñanza en una escala mas dilatada. Esta enseñanza es la que comprendemos debería darse en los Institutos provinciales, donde en

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cursos determinados se aprendiesen las doctrinas que han de abrazar unos buenos elementos de agricultura y tambien la práctica necesaria para los cultivos mas usuales ó comunes, á cuyo fin los Institutos habrian de contar con un local ó estal;llecimiento donde hacer los esperimentos indispensables. De los institutos no saldrian los agrónomos eónsumados que para serlo habrían de cursar otras escuelas; pero producirian hombres de instruccion suficiente para dirigir el cultivo de sus propiedades , para encargarse de la direccion de las ageoas, para el desempeño de ciertas y determinadas comisiones ó destinos del gobierno, y para enseñar con su ejemplo hasta á los mismos operarios de quienes se valiesen para el trabajo material y mas pesado de las faenas agrícolas. Despues de subido este segundo escalan en la enseñanza, falta uno mas elevado ósea el complemento que corresponde darse en las escuelas superiores ó de ampliacion. Allí es donde babrian de estudiarse la ciencia agrícola y las que le sirven de auxiliares con la e tension y de Ja manera que se necesita para adquirir hombres científicos y verdaderos profesores, y alll tambien habrian de practicarse los ensayos y los ejemplos en otra escala mas dilatada todavía, que es la que se necesita igualmente si hemos de tener esos hombres que aprovechasen su carrera en la direccion de los grandes proyectos y empresas que tüvieran por objeto la me1ora de la agricultura en una ó mas provincias ó di-stritos. Esta enseñanza superior ó de ampliacion es la que debería darse en las universidades, bien en todas, ó solo en aquellas que aconsejase el detenido estudio que debe hacerse de las necesidades y di vision del territorio en la parte relativa á la instruccion. De esta enseñanza obligatoria respecto al gobierno, porque él es el que ba de plantearla destinando al efecto la part~ necesaria del presupuesto del Estado y los recursos que pudieran facilitar los mismos alumnos, los pue!:Jlos ó las provincias, naceria precisa y naturalmente el fomento que los particulares darían á la instruccion de la ciencia agraria sin necesitar del gobierno otra cosa mas


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que proteccion en los casos que fuera indispensable. Entonces aparecerian y se multiplicarian las Comisiones, Sociedades y Museos agrícolas que servirian para distraer al hombre ilustrándólo mas y mas, para comunicarse mútuamente los adelantos que se obtuviesen en las doctrinas y prácticas agrícolas, para dar publicidad á los nuevos inventos, para defender la agricultura en las regiones del poder y procurar que adquiriese el valor y prestigio que de justicia se la debe para reunir las preciosidades agrícolas que el estudio y las observaciones produjeran, y para hacer en fin de la instruccion el uso provechoso que debe hace~se en un pais

cuya riqueza principal consiste en las prodúcciones de su sucio. Anunciadas las ideas generales que nosotros tenemos respecto á la enseñanza ó instruccion agrícola, en artículos separados descenderemos á los detalles ó pormenores de cuanto comprendemos que corresponde y debe abrazar cada uno de los grados que hemos señalado á la misma enseñanza en lo que consideramos obligat,nio ó que ha de emanar del gobierno, así como tambien nos ocuparemos de las asociaciones ó estllblecimientos cuya iniciativa y fomento pertenecen á los particulares.

DE LA UVA CONSIDERADA UOIIO ALIIENTO Los adelantos que cada dia vá haciendo la a·gricultura en Europa en sus diversas ramas de aplicacion nos 1lena de un dulce consuelo, y esperamos confiadamente que la energía que va desplegando en nuestra patria la mano de la administracion, hará que la Es_paña participe dentro de breve tiempo de esos adelantos que harán mas próspera nuestra agricullura. Resolver con acierto las cuestiones de la economía rural es á lo mas grande que puede~spirar la ciencia agronómica, porque no es la labranza lo único que importa que conozca el cultivador, sino que lo que mas principalmente le conviene es dar una útil y ventajosa aplicacion á los frutos que ha obtenido de sus cultivos. M. Miquel, profesor veterinario en Bézieres acaba de publicar un escrito importante acerca Ja economía rural que creemos digno de interés. Y este interés es para la Es-

paña tanto mayor, cuanto el escrito versa sobre una produccion abundantísima en todas las provincias meridionales de la península. Hé aquí pues el artículo á que nos referimos. «De todos los productos alimenticios que la industria agrícola presta al comercio, el de las carnes para el matadero es el que tiene mas precio y el que es mas seguro de venderse. En los departamentos de los Pirineos orientales la clase pobre se atiene solamente á un régimen vegetal á causa del _precio subido de las carnes, y este estado es contrario del todo á la salud pública.» «El cultivo casi esclusivo de la viña enestas comarcas,principalmente en el litoral del Mediterráneo, hace que los cereales y los pastos ,sean escasos y que el ganado sea tambien escaso y de mala calidad. No obstante, ahora que las viñas pierden su importancia en razon de la bajacontín ua que esperimenta el


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vino y el alcool, parece que seria útil dará la parte sobrant.e de .la cos_echll un nueyo destino en lugar de convertirla todo en- líquidos espirituosos, que hace que sean casi nulos los inmensos recursos que qos ofrecen las uvas para el pasto y ceb:,.mien_to del ganado dÓméstico. «Esta idea parecerá tal vez estraña á ciertas personas: no nos admirará que asi sea, porque sabemos que la derogacion de antiguas costumbres mueve los clamores y la reprobacion de los hombres estacionarios á qµienes afecta la menor novedad. Sin embargo, la transforma.cion de la uva en alimento para el ganado no es una innovacion, pues que los vinicultores meridionales saben muy bien que en todos tiempos el fruto de Ja vid se ha dado al caballo en la época.de la veadimia. Seria ventajoso ver establecida esta práctica en mayor escala, vulgarizando este uso á fin de que se duplicase la masa de nuestros productos alimenticios, con cuyo medio conseguiríamos que los cultivadores del mediodía pudiesen criar ma1or número de ganado.» «Se me dirá que es imposible alimentar muchas bestias con el fruto de la viña; que su cebamiento no puede- completarse en el corto tiempo que duran las uvas; y que estas son dañosas á los grandes animales, y muy caras. Responderé á todas estas objeciopes con mi propia esperiencia de treinta años seguidos, y por la de un número de cultivadores sin prevencion,y probaré que este alimento dado 'en justas proporciones y con medida á los animales de trabajo y de cebo, aumentan sus fuerzas y apresura el desarrollo de la gordura. «No es imposible con cuidado y prevision conservar en la casa de labranza provisiones de uvas por tres meses y aun por un año. «En general toda alimentacion y todo éebamientQ no es lucrativo sino en tanto que las primeras materias sean baratas y fáciles · de preparar: , proponiendo pues á este oh jeto la U'1a del medi'odía, estoy seguro que reunirá dicho producto estas dos condiciones, porque el fruto de la vid que se emplea pa,ra vinos de des.tilacion no cuesta mas que un

centimo la libra, sean dos cent.irnos el kiló gramo, y que no exige alguna preparacion anterior para darlo al ganado. · <cDada la uva en el, modo como se saca de Ía cepa es excelente : en este estado si se le mezcla un tercio de su peso- de salvado de trigo forma una masa deliciosa que todos los animales comen avidamente. <cBastan tres kilógramos de uvas y un kilógramo de salvado para la racion de un caballo de mediana talla. A fin de det~rminar el precio exacto de esta mezcla, be seguido, durante cuatro años consecutivos,el curso de · los mercados deBézieres y de Pézenas y se han vendido las u.vas al precio de 38 á 42 francos el hcctólitro de 3/5, surpa que representa el valor del muid de vino de Bézieres de la capacidad de seis hectólitros tres C\Jartos; y como el muid de vendimia, destinado á producir estos seis hectólitros setenta y cinco litros de vino pesa ordinariamente mil kilógramos, .se sigue de aqui que cada kilógramo de uvas viene á 2 centimos 6 2 ceotimos 1/tJ. «Para modificar con ventaja el alimento que se forma con la uva, es necesario pe'rsuadirse que este fruto, por saludable que sea, no puede por sí solo constituir la manutencion del ganado, mucho menos en su estado fresco . Es sabi<;l.o que aun las cos¡is mas útiles se convierten.en dañosas cuando abusamos de ellas, y esto lo vemos en la alfalfa, en el trébol y aun en la avena misma, etc. Hé aquí porque aconsejo asociar el salvado á la uva y aumentar proporcionalmente la cantidad del salvado cuando la uva es muy sustanciosa •Y los animales muy glotones. ce Pero se roe preguntará ¿á que dosis conviene dar el salvado? Responderé, que yo siempre acostumbro fiJar la cantidad de esta sustancia á un tercio del peso de la uva. Me ha enseñado la e:x.periencia que un kilógramo de salvado mezclado con tres kilógramos de vendimia forma \.\Dª racion completa, CU· yo precio total es de 16 centimos 3-/~, aunque el salvado por sí solo cueste 1O centimos. En está mezcla importa mas el accesorio que la sustancia principal: el salvado, materia que por mucho-tiempo se ha mira-


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do .como impropia á la nutricion, es cuatro período se dan á la$ bestias tal como se haµ veces mas cara que la uva, cuyos elementos cojido en la cepa' mezclándoles la cantidad, nutritivos son muy superiores. de salvado que s·e ha dicho.•» <<En suma, la mezcla de la uva y del sal((Durante los meses siguientes, convendrá vado que yo propongo como racion cotidiaempJear las uvas que se cosecharon desde . na que puede darse al caballo tres veces al el 19 al 20 de setiembre, procurando qq_e se dia,su peso total esdedocekilógramos,mien- guarden en graneros ó en a!macenes, en tras que la que se dá ahora al caballo del donde habrá tablas fijadas en la pared, lehusar ·ó del e-asador no es mas que de 3 ki- chos de paja ó ramas para tenerlas estendilógramos 1/2 de avena: el importe de la das á fin de que se oreen, como se acostumprimera es de 48 cente~imos %, la d~l sebra hacerse cuando se guardan para la pro-· gundo de 54 centesimos ( 1 ). De aqui se sivision de la familia. En los puntos en dongue un doble beneficio con la adopcion del de se crian los gusanos de seda será útil sl3rnuevo alimento. virse de los cañizos que se destinan para dar ClEn ~fecto, por una parte hay economía de la hoja á los gusanos.» · cinco centimos 1/,1, por cada caballo y por ((Valiéndome de estos medios, he espericada día; y por la otra una ventaja notable, mentado en mi práctica , y.durante algunos porque se sustituye una racion de 4 2 kilóaños seguidos, que he podido dar á mis cagramos á otra de 3 kilógramos mucho meballos seis meses despues de la vendimia nos confortante, que con frecuencia hemos uvas bien acondicionadas y secas sin necede hacer venir de la Bretaña ó de otras co:. sidad de mezclarles salvado, porque los animarcas ·lejanas, mientras que la primera se males las comen con avidez y con tanto guscosecha en la misma casa de labranza. to como· la avena, sin disminuir en lo mas ((En los departamentos en que se destilan mínimo las fuerzas y la gordura. casi todos los vinos habrá un beneficio subs«Será siu ¡embargo útil observar, que es tituir las uvas á la avena, porque las pri- siempre indispensable para conservar el frumeras se pagan á 2 centimos el kilógramo, to de la vjña, el apartarlo del contacto de la mientras que la avena vale por lo comun humedad, de la luz y de los animales pará46 centesimos por racion, advirtiendo que sitos. no·se hallará ninguna prod~ccion que pue«Siguiendo nuestras l)oblaciones rurales, d~ competir en baratura con la uva, sin es- - he visto en el año último un procedimiento .ceptuar- la misma patata que cuesta de 5 á 6 muy simple para conservar la uva despues centimos el kilógramo. de la vendimia, aun cuando se haya recojido ((Puede empezarse á dar las uvas al ga- muy mad1.1ra: en Murviel, partido de Bézienado á los primeros d~ setiembre, y con fre- res, es en donde lo ponen eQ práctica : este cuencia las he dado á comer á mis caballos medio consiste en colocar el fruto separado durante la última quincena de agosto y con- de las hojas, pero dejándole la raspa , en tinuar basta fines de octubre. Durante este toneles ó cubas que, se cubrirán de agua: mientras que este líquido_sobrepuje algunos traveses de dedo de las uvas estas se conser( 1 ) Dos años atrás hice i:l mismo cálculo, en varán bien, y podrá el propietario sacar cada ocasion en quti la' avena se vendía á 1 O francos el dia su racion necesaria para el ganado. hectólitro, y que durante tres 6 cuatro años la ba«Los labradores inteligentes de los puntos biamós pagado á •I O y á .12 francos : este año haen-que abundan las viñas han hecho de esta biendo bajado en general el precio lle l()s cereal~s, preparacion de la uva un ramo lucrativo de debemos calcular el de la avena á 8 francos el becindustria : á mediados d~ setiembre ese.ajen tólilro, que sin embargo dá uo beneficio de cinco centimós ¼, mientras que cuando la avena se· las ' uvas blancas ó negras que tengan los vendia · al precio dé 1 Q 6 12 francos el hectólitro, granos de mayor tamaño y duros á fin de el beneficio de la racion· diaria era de 21 á 35 cenque la resistencia de su piel no les permita timos. abrirse fácilmente y dejar escapar el licor


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qu~ contienen, los dejan en maceracion en uiia legía de cenizas ligeramente aromáticas, y despues de tres ó cuatro inmerciones de algunos segundos, las cuelgan_en la fachada :de la casa ·por la parte que mira al sol_: dos meses despues, cuando la de~ecacion se ha completado, van á venderlas en el mercado de Péíenas con el nombre de pasas. «La uva preparada de esta manera puede viajar, dar la vuelta al derredor del mundo y conservarse muchos años. Este fruto, á imitacion de lo que sucede con los dátiles de - '

la Arabia, reemplaza á la cebada)' á la avena, y puede servir de alimento al caballo y al ginete mismo. ccAunque el'negocianle hábil escoja juiciosamente y con un discernimiento esquisito los racimos para sacar _de ello mejor partido en los mercados, -esto no quiere decir que no puedan conservarse todos los restantes sin esta preparacion para dar los al ganado á su tiempo y lugar, ya sea mezclados con sal vado ó sin-él. (Se continuará).

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c.011 lana sc'b'.osa lit mauc~amp.

Continuacion (1 ). En efecto, las razas mestizas flO reproducen con tanta seguridad sus caractéres como fas razas puras; por·otra parte las razas mestizas inglesas convienen á localidades y circunstancias agrícolas en que no deben colocarse las merinas. El hecho del~nacimiento de un corde.ro merino con lana de apariencia inglesa no es único. Éste accidente observado en Mauchamp, se ha notado igualmente en un rebaño propio de M. Bourgeois, antigµo director de las pastorías nacionales de Ramboillet. Re.cientemente se me h1;1 probado haber sucedido lo mismo err un rebaño de merinas en las cercanías de Villanueva del Arzobispo departamento de Yona. No había mezcla de sangre inglesa y merina ni en los re_baños d_e Gram~, ni en el de ]}ourgeois ni en {1)

Véanse los dos numeros anteriores.

el de Villanueva del Arzobispo. Las dificultades encontradas en Maucham p para la pro¡:iagacion 'tan lenta de los caractéres de la nueva raza prueban tambien que es debida á un accidente enteramente nuevo. Sin embargo si pudjeran existir algunas dudas, de:,aparecerán luego como un exámen comparativo de las reses inglesas con lana larga y las merinas. · Queda dicho al principio que las reses merinas se distinguen por la finura y abundancia de su vellon; lo cual existe al contrario en las razas inglesas con lana larga, aun las mas nombradas y multip!Ícadas. La lana tenia ya poca-estima y la carne muy buscada, cuand_o los labradores ingieses, y en particular el célebre Bahewel, formaron las razas prer.oces que tanto contribuyeron y contribuyen poderosamente á la repotacion y fortuna agrícola de Inglaterra. Desde entonces estas circunstancias comerciales han ido siendo cada vez 1uas influyentes. El in-

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meñso comercio de los ingleses les obliga á dose de aquí que el vellon facilita en realiimportar l~na muy fina desde largas distandad mas I_ana;· que los desperdicios son me- · cias para emplearlá en la fabricacion de panores en el apartado por ser la lana peinada ños y telas suaves y ligeras, mientras que el ó corazon de la lana mucho mayor. De aquí aumento de poblacion en su país y su agloel cálculo de que cuatr9 arroba~ de lana Maumeracion en los grandes centros manufactuchamp-merina vale 12 i'/2 por 100 mas que reros hacen indispensable la produccion de la merina de igual procedencia. came para el abasto público. Todas las raNo cabe en su consecuencia la menor -duzas inglesas tienen este carácter: que la carda que el emplear con precaucion é inteline constituye el producto principal, y ~Jala- gencia la raza Mauchamp puede servir desna el producto secundario. de ahora para mejorar la lana destinada pa~ _ Mr. lbart continúa en su memoria hacien- ra el peine. do todo género de comparaciones para deEste es el momento de notar el consumo mostrar que la raza de Mauchamp es pura, enorme que se hace en Francia de la lana y que no tiene mezcla alguna co·n la inglepeinada. Segun declaracion de M. Legentil sa, deduccion que saca no solo por la co-npublicada en el acta del jurado de la espoformacion ó formas de las reses pertenecien- sicion de los productos de ia industriá frantes á ambas razas, puntos en que se aglome- cesa, asciende á 300 millones el valor anual ran la grasa y sebo , que son enteramente de todos los tegidos compuestos, en totalidiferentes y época en que la adquieren, asi dad ó en parte , de lana; y calcula en 180 como del influjo que ejerce en la calidad de millones la parte que toman en esta grande la 1.ana segun las edades, sino que hasta por industria las telas rasas fabricadas con parla composicioride la sangre, crecimiento del , ticularidaden París, Mol usa, Remis, Amiens, cuerpo y tanto de lana que unas ~· otras faRobes, etr.. cilitan antes y ~espues del lavaje y del peiNo dejaria de espenderse una lana meri_ba, nado, en cuyos pormenores no creemos opor- cuya-vedija fuese larga y el pelo resistente tuno entrar por ser solo aplicables á las repor la cruza con los moruecos de Mauses en quienes se han hecho los esperimen- champ: tos, y 110 sacarse deducciones susceptibles de En el estado en que se encuentran la in-,, aplicaci'on. Uoicamente estractaremos las dustria manufacture~a y la indu-stria agríconclusiones de los ensayos, reducidas: 1. º cola, deben distinguirse dos clases de reses á que ·las reses l\foucbamp, carecen de las merinas:· una debe dar la. lana destinada pacapas de gordura que se encuentran en las ra paños; la otra la que se pide para telas inglesas debajo del.pellejo como si fueran rasas. Se requiere en las reses de la primer manteca ó tocino en un cerdo sin cebar: 2. 0 categoría una vedija corta, muy unida y que aquellas no pueden cebarse antes de los muy elástica:. Que la vedija pierda en estos tres años desarrollándose el cebo en la tela caractéres , el vellon perderá en su valor. del vieotre y al rededor de los riñones: 3. 0 Para que. estos caractéres se_desarrollen al que la sangre de la raza Mauchamp tiene mayor grado, no basta la eleccion ·de la ramenos agua y albumina y mas glóbulos que - z·a; es necesario tambien que el vellon , que la ·de Dishley: 4. 0 que el acrecentamiento de es de buen precio, no se altere ni por redilas reses merinas de Rambouillet y el de las lar, ni por trashumar, ni por una alimentaMauchamp-merinas criadas y alimentadas en cion abundante. ~l. fedilar obra de u_na manera muy pallos mismos pastos y en las mismas pastorías no difieren de una manerll palpable en su pable sobre la· lana fina , muy ondulada, porqüe el vellon presenta una superficie tanproducto en carne, ni en, el de la Jana lavada en vivo; y 5. 0 que la vedija mas larga y to mayor, cuanto mas numerosos y delgamenos espesa ó cargada menos de pelo , se· dos son los pelos. . La trashumacion, que tiene por efecto eslava mejor, <;úal lo demuestra el lavaje de poner estos pelos á _las al,teraciones de los fábrica, pues dá menos pérdida, deducién-


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cuerpos esteriores por· mucho mas li-empo alimento abundante el pelo eng_ruesa, ad quiere, en compensacion, una fuerza de reque el redilar, es aun mas nociva. Res.pecto al efecto producido por la ali-=- sisten<iia muy útil para el peine. En la produccíon de estas dos especies de meritacion es 'incoritravertible. _un alimentQ muy abundante, indispensable para desar- lanas, unas .destinadas á ser cardadas} otras rollar en pocos años los animales y vender- á ser peinadas, los "labradores y ganaderos los 19 . mas pronto posible para el consumo franceses tienen por competidores pri nci papúblico, se opone á la mucha finura de los les á los alemanes; encuentran tambien en vellones, cualidad de primera importancia el mercado de Lóndres'los colonos de la Australia, cuyas esportaciones van en- aumento en las lanas que deben ser cardadas. Si se trata de apreciar los efectos de es- rápido todos ' los años. · Es igualmente útil tas causas de alteracion en, las lanas mas insisti'r sobre las posiciones compara ti vas de largas, mas rectas. mas finas, empleadas en los productores franceses, alemanes y- ausla fabricacion de papos, se \'P-rá que su· in- tralianos. (Se continuará.) flujo es menos funesto .. Si por el hecho de un 1.

Método de alimentar á los becerrillos. Para reem.plazar la leche á los becerti-!Los, se ha recomendado á menudo, pero sin resultado, el:thé de heno. En la Gran Bretaña, al _contrario, se les dá el alimento siguiente: se hace hervir· un litro de harina de lino en treinta y. cinco ó cuarenta litr<)S de agua du-

rante media hora, despues se añaden dos litros de harina ·d~ trigo, de habas ó _de guisantes, y esta bebida se la hacen tomar tibia á las terneras ó becerrillos. Para habituarlos á esta bebida, s~ añade al principio una poca de leche despues de haberle separado la manteca, y esta ~diccion es en general.muy útil para conservar á la carne -y á la grasa su blancura y su consist~ncia. •

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UTILIDAD DE QUE SE CREEN EN ESPAÑA GOBERNADORES DEL CAMPO..

---~--Graciasá la inteligencia y al celo del Excmo. Sr. Ministro de Comercio,lnstruccion y Obras públicas la enseñanza de la agricultura vendi:á á ocupar en la península el lugar que le corresponde, ·y si hemos de juzgar por las acertadas disposiciones que en poco tiempo ha publicado aquel ministerio, no solamente la ciencia del campo recibirá el poderoso impulso -cual corresponde á nuestra riqueza rústica, sino que todas ll}s ramas de la agricultura. r.sperimentarán .lln desarrollo fecundo en resultados, desarrollo que podrá ponernos al nivel de las primeras naciones ~el mundo. No pretendemos analizar las varias disµosiciones que el actual Ministro de lnstruccion pública ba consignado en la·s páginas deJa Gaceta, ni queremos tampoco en?merar las ventajas 6 ~nconvenientes que á nuestro pÓbre juicio ofrecen dichas disposiciones. El objeto que hoy nos proponemos es otro, en cierto modo distinto, pero en~aminado igualmente á favorecer esa agricultura, objeto de nuestro estudio y de nuestras vigilias. Queremos demostrar la utilidad que re-portaria e.l pais, como medio eficaz para restablecer el arte agraria, el que en las capitales de las proy.jncias .del Reino se pusiE}sen sujetos instn.ridos como Gobernadores de-1 campo. Esta. idea que á algunos les parecerá peregrina, no es idea de nu_estros dias : es muv antiaua esta irrstituoion, y se conociá o en la primera nacion del mundo en. los dias ele su colosal poder, y cuando todas las fuentes de la riqueza y de la inteligencia brota-han por todas partes abundancia, virtud y omnipotencia. La antigua Roma tenia censores agrarios que visitaban con el mas solícito cuidado el 1 .º DE NOVIEMBílE DE ·f 850 .

estado de las haciendas del campo, obligaban al propietario á la buena labor-, .é intervenian, con la debida extension, á la recoleccion y guarda de los frutos, y á la general plantacion de montes con-árboles de todas especies. La autoridad de estos censores se estendia aun á mayor esfera, pues que estaba sujeto á su cuidado todo lo que tenia relacion con la agricultura. Nosotro~, que en las colonas de El Cultivado,· hemos abogado por la libertad del cultivo, claro está que 09 pode-. mos querer que estos;empleados intervengan ni se mezclen en las operaciones del'labrador, para quien deseamos toda la indepen dencia en cuanto su volon.iad no afecte la masa coman de los intereses. Pero ~un cuando así sea, por mucho que estemos persuadidos que sin esta libertad no puede prosperar la agricultura, no desconocemos tampoco que po<lria ser muy ,ventajoso que cada provincia tuviese un sujeto muy instruido en la agricultura y en la eéonomia rural, y que este empleado velase sol:íre un negocío éle tanta considecacion cuidando de examinar to1os los ramos d.e la labranza, y disponiendo con inteligencia, aunque por medios indirectos y sin ejercer coaccion , sobre las especies de granos, pastos y árboles que podrían prosperar mas, consultando las socie- . dades de Fomento y Economías, y dando conocimiento al Director ó Ministro del ramo de todas las providencins que sQ leal entender podrían tomarse para el fomento de ~ la agricultura. ... Preciso fuera que estos Gohernadores del campo sean hombres instrui_dos en los varios ramos de la ciencia y economía rústica, por que su ·primera obligacion babia de ser el reconocimiento de los terrenos tanto culti-

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vados como baldíos; el exámen de la cabandos de pastos y cultivos; y finalmente lid~d, método mas veo Lajoso y económico podría ser de su jurisdiccion una infinidad de labrarlos ;· los pastos de todas especies de otras cuestiones agríoola-legaleii de poca que puedan convenir en las diversas zonas y monta que hoy dia se someten á los tribulocalidades, y el modo de aumentarlos por nales de justicia, cuyas cuestiones además la siembra de yerbas diferentes; el discurir de ofrecer trámites largos y costosos oculos medios para procurar el aumento de la pan mucho á los juzgados y audiencias terpoblacion y disminuir en lo posible las car- _ ritoriales, siendo asi que estas y aquellos gas de la propiedad rural en cuanto fuese. vienen á fundar su dictámen por lo que vecompatible con las del tesoro; y escojiridicamente aparezca de los peritos que han tar los que fuesen mas oportunos para los adruinistraclo los adversantes. desmontes de tierras y plantaciones de todo El ramo del campo debería ser el objeto género de árboles, dejando siempre suficien- . esclusivo de la comision y encargo de estos tes pastos abiertos. Gobernadores, sin mezclarse absolutamente Como babi~ de ser obligacioo de estos en asuntos de otra especie. Todas sus inempleados el éstar recorriendo de continuo vestigaciones con las observaciones y espela provincia cuya agricultura se hubiese rimeotos que hicieren babiao de extenderpuesto á su cuidado, proteccion y vigilanlos en el libro de visita, así como los conocia, en cada pueblo, aldea ó despoblado que cimientos que adquiriesen. Tambien babia visitasen, deberían tomar ra.zon individual de ser objeto de su comision determinar las de las tierras, su calidad, cxtension, destipersonas del campo á quienes conviniese no que ahora tienen y del que podría dársepremiar por el mas acertado .cultivo de sus les con mayor ventaja ; de las especies de tierras ó por alguna inveocion útil á la agriganados que actualmente crian, métodos de cultura. Con estos premios se aplicarian· con alimentacion y cebamiento que se emplean, esmero los ciudadanos.y las artes agrícolas de los que se podriao .sustituir con mas ecoharían grandes progresos. :,;iomía y buen resultádo, y aumento quepoPara el mejor acierto, estos funcionarios dria verificarse en este ramo tao necesario podrían reclamar en su ausilio las luces de como productivo. Rabia de ser del cuidado las Sociedades económicas, de los Catedráde los Censores del campo discurrir los meticos de agricultura, y de otras corporaciodios de facilitar las comunicaciones, prones agrarias siempre que lo creyesen nececurar la estraccioo de los frutos, priocipálsario. mente en órden del comercio interior, y de , Ordenados de esta manera los trabajos, favorecer por todas las ~ias posibles los y contando con que los nómbramientos de intereses de los labradores. Para consegu~r los Gobernadores del campo habían de reeste resultado, en beneficio de la justicia y caer en sujetos zelosos y co mpletl\mente insdel interés comuo, deberia revestírseles de truidos en t9dos los ramos de la agronomía, cierta autoridad judicial, con la facultad de esta institucion había de ser ventajosa á dirimir las cuestiones agr~rias que no afeclos intereses de la agricultura. Los sueldos taran á la propiedad particular de una ~aque se les señalase los satisfaría el país con nera determinada. Así pues, podría ser con- • gusto,y serian objeto de muy poca coosideteoc-ioso jJ. la autoridad de los (iobernadores ~acioo comparados con los grandes interedel campo decidir acerca de las dudas de ses y beneficio comup que resultaría. los álveos de los rios; señalar los puntos Por otra parte, creemos que no había de. por donde debe ria o pasar las aguas en -la gravarse el erario en un solo maravedí con nueva direccioo que fuese preciso darlas; el sueldo que se señalase á los Gobernadod~terminar todo .lo concerniente á las disres del campo, porque bastarian á sati$faputas que con frecuencia originan las aguas . cer sus asignaciones y las de ·1os restantes de riego-; fu llar en lo-s delitos de talas de empleados que exigiese esta nueva instiarbolado ; en las contravenciones de los tu_cion- las cantidades que se ~eñalan á los


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gobiernos políticos-para el negociado de agricultura ,á la_s juntas provinciales d~ este ramo,. y a los ·gastos de escribientes y" viajes que devengan los Comisarios Regios,ya ql.le todas· estas oficinas y nombramifmtos po drian supri"mirse y cometer sus atribuciones á los ce~sores agrarios. Creemos. tambien que una vez nomb-rados los Goberná.doces de que nos 'ócupamos podrian igualmente suprimirse las oficinas de estadistica, por lo menos la de la propiedad rústica,. atendido á que nadie como estos censores agrarios podria encargarse con mas ventajas y conocimiento de causa de este ramo,que tanto importa al gobierno conocer con exactitud. De esta manera la administracion pública poclria coutar en pocos años con una estadística exacta y clasificada científicamente, · cobrar con mas j_usticia los impuestos que á cada uno le toca pagar, y en poco tiempo aumentarian considerablemente las rentas del Tesoro para hacer frente, con desemba-

razo, á todas fas obligaciones del Estado. El gobierno no ha de olvidar que las mayores· utílidades que en t9cios los "tiempos han gózado los Reinos se han debido á una bue:. na agricúltura, y que sin ella los m~yoreslmperios no han tenido mas que una felici-: da~ paságera. Esta es una verdad que la en:seña ·la esperiencia -uniforme de todos los siglos, el ejemplo ~e todas las naciones y la historia de todos los pueblos. Entonce.; toéa al gobierno dictar toda clase de disposiciones que se encaminen á alentar la agricultura,á remediar las necesidades del labrador, y á premiar sus esfuemis y sus adelantos. El gob!erno,siguiendo con·persever-ancia ¡:>or este camino, sentirá muy en breve la satÍsfaccion que resulta de sacar á los cultivadode la inaccion y de las preocupadones inve:teradas,de cooperar eficazmente á la suerte de esta.c\a,;e tan productora,y de aumentar el bien público. · ,,,

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·6astos y probuct~s bt la.g~Uina. '

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Hay entre .no:;;otros rÓuc·hos ramos de eco- tamos d\) esta verdad, no- miramos como nomía rural que qued.an enteramente des- cuestion insig,nificante la de ·la cria de las cuidados, cuando podríamos sacar de ~llos aves domésticas, y por ello no hallarán á mal nuestros suscritores que reproduzcamos · productos muy ventajosos. La cria de 1-as á continuacion el artículo,, que con ei" título gallinas,que con tauta abundancia importamos del reino vecino, podría prosperar en . ·que hemos puesto por epigrafe~ha publicauo · España de .una !I\anera prodigiosa, porque el Moniteur agricole. «Si la gaHina es preciosa por su came, nuestras provincia:s reu-nen todo·s los ·elementos que se, necesitan para· que esta industria di~e el citado periódico, lo es todavía mas sea lucrat.iva·. Con la revolucion agraria que por sus hue\•os que pueden cónsiderarse como su principal producto. . se. va operando lentamente, tendrán ~ s.u ((Si no vemos á este· animal digno de estiempo el debido aprecio todos estos ramos de industria rural; y convencidos como es- timacion mas multiplicada de lo que lo está,


ha Lle atribuirse sin duda al alimento dis- , pendioso que comunmente le damos. «Examinando con atencion el instinto de la gallina:, notaTemos su avidez por las carnes y en particular por los gusanos y otros insectos. Le vemos una aficion decidida á escarabar Ja tierra con sus uñas, con el objeto de buscar mas bien gusanos que semillas. ; y aun cuando los n·aturalistas la hayan colocado entre los granívoros nosotrós la consideramos, en vista de su instinto, mas bien como. esencialmente carnívora. Es incontestable que la gallina puede alimentarse de granos y de yerbas, pero en defecto de carnes ó de insectos. «La gallina, ra·za de Padua, además de su fecundidad, su tamaño y su docilidad, es la que tiene el instinto carnívoro mas desarrollado, y bajo este punto de vista es la que se merece mayores consideraciones de las personas que ~e dedican á esta cria. «Seria probablemente lo mas racional coloqar la gallina entre los animales omnivos, es decir entre los que se alimentan igualmente de carnes, de insectos, de gusanos, de semillas y de yerbas. Bajo este concepto la gallina es un animal doblemente precioso: pocos animales domésticos, esceplo el cerdo, son susceptibles_de hacer uso de alimentos tan variados. «Muchos autores recomendables han escrito acerca el producto de la vola-tería, pero ninguno hasta ahora ha demostrado bastante las ventajas que se pueden reportar-de esta facultad de variar al infinito el alimento para la gallina, ni indicar los medios de sacar de esta cria un producto importante. ccComo ya lo ha observado juiciosamente · el sabio Huzard, los cultivadores no entienden lo bast_ante el modo de sujetará un cál. culo riguroso el resultado. de todas sus operaciones. Pocos, poquísimos son los que saben el costo del alimento que dan á sus gallinas ni los beneficios que obtienen ó pue:. den obtener de ellas. · . «Para convencer á nuestros lectores de la verdad de las proposiciones que acabamos_ de anunciar, y á fin de poder hacer compa-

raciones sorprendentes, vamos á establecer, por cálculos rigurosos, el gasto anual de una gallina y loli beneficios qüe ella puede dar ( 1 ). «l. Gallinas que se alimentan con semilla de avena. Bastan dós onzas de avena por dia para alimentar spficientemente á una gallina de mediano grosor. «La avena cuesta actualmente 6 francos 50 centimos el hectólitro, peso medio de 4-2 kilogramos 2 bectogramas-. «91,900 grammas de avena pueden alimentar anualmente una gallina, ósea cerca un medio hectólitro de 21 kilógramos.

Gasto anual de una gallina. ccEl gasto anual de una gallina, alimentada con avena, será de 3 francos 25 centimos. «Supong_amos una manada de 3,000 gallinas, número necesario para formar un establecimiento de alguna importancia. Este establecimiento ha de contar con gastos de alquiler 6 de compra, de conservacion, de cuidado ó vigilancia y de administracion, gastos que deben entrar en cuenta juntamente son los 3 francos i5 centimos por la cebada-.que ba de servir para la manutencion lo que disminuye una cierta cantidad de1 beneficio anual de cada gallina, ( ~ ) Estos r.álculos no pueden ser aplicables en todos los paises oi en todas las localitlades, porque la, manuteocion e.le uua gallina podrá CO$lar mas en unos puntos que en otros, esto segun que los granos sean mas 6 menos caros . Y lo mismo será con respeto á sus productos, siendo evidente que un huevo se vende mucho mas caro en una ciudad populosa que en una miserable ale.lea, y otro tanto podrá decirse de la, caroe de csle animal que tiene mas valor en las póblaciooes grandes que en los_ pueblos de reducido veciodado. Sin embargo, estos cálculos sirven de mucho para iluslrar la GUl-lstion, teniendo presente las circuostaor.ias de la localidad para la compra de los alimentos que han de darse á la galíioa y para los pro<;luctos que esta puede dar. - · (N. de la R.)


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Gasto anual de 3,000 gallinas, además qel alimento,

vainilla, cuya _sustancia escita á ·que pon. gán la·s gallinas..·<<Los huevos se vende~n, como término me1 :º Compra de 3,00.0 _g allidio, á 40 centimos la docena, el número nas á 1 franco 25 centimos de huevos que pone cada gallina es anual cada uná, interés del IS"púr de 120 que son diez docenas, que valen 4 ' 100 . . . . . . . . . . . . 187 fr. 50 c. francos. El producto anÜal de la gallinasa 2. 0 Alquiler de una ha-b ita. de cada gallina 'es d~ 75 centimos. cion á propósito . . . . . . · 400 » i «Total producto anual de una gallina 0 3. Alquiler de un terreno francos 75 centimos.. · ·propio para holgar las ga«El total general de una gallina es·. por 1linas: . . . . . . . · . . . -200 i> cada añQ de 3 francos· 91 centimos; resulta 4. ° Construccion interior del pues un beneficio anual -de 85 centimos por gallinero 409 francos, incada ~allina. · terés de 5 pqr. 100. . . . . 20 l) «Producto anual de 3,000 galljnas: 0 "5. .Dos muchachas para cui-' 1. º El producto arrúa\ de 3,000 gallinas-, dar las gallinas, su salario á 4 francos 75 centimos cada una, da un to-, y !Il,anutencion, etc. ·. . . 750 » tal dl) 14-,235 francos. Olvidamos ami los 6. 0 Gasto¡; anuales para útiquebrados insignificantes. les del gallinero eomo po2. 0 El gasto anual de 3,000 gallinas; nedores, cuevano~, etc .. '. 100 » mantenidas y cuidadas del modo que se ha 7. 0 Gallinas muertas por ac--: dicho, siendo de 1 l ,730franco.s, el beneficio cidentes,y gastoii de enferlimpio y anual es de 2,5,05 francos. medades. . ·. . . . : . . 150 )) ·«Observacion,.__¿Cuál ~¡;-el pro.dueto a'ni,8.~ Para rene\iar la manada, mal que puede dar tantqs beneficios co.n tan material, gastos imprevispocos temores de pérdida? Ninguno. Una tos, máquina de empollar fábr_ica de huevos .es pues una de las indus- · y útiles propios para la cría trias mas lucrali".as, que puede reportar un de las gallinas. . . . 200 » interés de mas ael veinte y cinco por ciento. c,Es tambien digno de notarse, que los'gas. TOTAL. . 2,007 fr. 50 c. tos anuales pará' la ·conservacion de la ma«El g-asto a_nual de una gallina ~iendo : nada de g_allinas !os hemos puesto muy su1·.º el alimento de ce1>ada de 3 francos 25 bidos, mientras que hemos dejado bajo el valor del producto an·ual. centimos; 2. 0 ga·stos de conservacion, ade«ll. Gallinas· alimenta.das con semillas demás del alimento, de 66 centimos, el total dispendio de una gallina será pues . de 3 · al/orfon.-Púede cultivarse el alforfon con grande:ventaja para alimento de las gallinas. francos 91 centimos. c,Pur una ma_nada .de 3-,000 gallinas.el to- Al princijlio esta semilla no parece gustarles · del todo por el principio amargo que tiene ta,1 del ga·sto anual ~s de 11,730 francos. - su· corteza, pero concluyen por ser muy a.vi-· das · de este mismo amargor. El principio Prnduc~o anual de una gallina._ amargo de la corteza de la semilla del alfor_: c,Cada gallina pondrá al áño, como térmí-. foil es tóni-co, y exita á las gallinas· á que pongan. no medio, rno_huevos: el máximo DO pasa de 153 huevos. · «Ep la ~retaña, y casi en todos los-0epar· c,Es digno de notarse·, que ·las gallinasqqe tamentos del ~ste de la Francia. se alimentan, las gallilléfs con simientes de alforfon •y 5e alimentan con étvena .ponen los huevos .mas grandei, que c9n todo otro ali.mento. La se crían robusl¡.is·y feeundas. Ceban )al! gaaven¡i oontien~~en..su corteza un .p.rincipio llinas con u.na masa 'hecha de harina de alforfon~y le.che. ' aromático- que tiene . . . - alguna .arial.ugja con - la


(¡Como la semilla del alforfon contiene, relativamente á la medida, y su peso lo prueba, una mayor.cantidad de principio nutri_ti.vo que el grano de la avena, resulta que cun 15 gramas de gi:arro de alforfon por dia po•drá mantenerse lo b~stante una gallina para ser fecunda y-conservarse eµ buen estado de salud y de robustez. «ta semilla dél alforfon vale por lo oomun 6 fr. el hectólitro, de peso medio de 60 kilógramos. ' <d 6,125 gramas de alforfon bastarán pues para mantener anualmente un~ gallina, cerca, 6 poco mas, de un cuarto de h.ectólitr.o de peso ~e 17 kilógramos y medio. «1. 0 -E[ gasto anual de una gallina alimentada con semilla de alforfon será de .f fr. 55 céntimos. «Una manada· de 3,000 gallinas alimentadas cqn esta semilla costarán anualmente 4,650 fr. Los gastos de cuidado y conservacion, escepto la comida; serán los mismos que los de las gallinas que se alimentaron de avena !,0017 fr. El· total gasto anual será 6,767

francos. «2. 0 El producto alaíío, siendo el mismo qu~ el de las otras gallinas que se alimentaron con avena, es decir de 1 4,250 franr.os, er beneficio limpio anual , alimentadas con las semillas del alforfon,será de 7,483 francos. La -ventaja entre la semilla de aHorfon y la de la avena será anualmente la de 4,933 francos. «Observacion.-Un cultivador que cada año cosechase 800 bectólitros de simiente de alforfon, sacaria de ella en venta ordinaria la cantidad de 4,800 francos, cuando empleándola para ali mento de las gallinas re-• · porta ria la de 7,483 francos. «¿Cuál es el producto vegetal de la casa de_ labranza capaz de dar ün beneficio tan crecido? Nínguno seguramente. M. Arin, antiguo alcalde de Saverne, ha calculado con exactitud las ventajas que se sacarian con destinar una hacienda entera· al cultivo del alforfon y de algunas otras plantas, igualmente 9,tiles, para mantener las gallinas por el método indicado,»

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UTILIDADES . OUE OfRECE_N LAS PATATAS FEBHENTAD!S para · la -alimentacion_ del ganado.

Se ha discutido mucho acerca del medio. los cultivadores. Vamos á d_ar cuenta,á con- ' mas ventajoso de suministrar la patata alga- tinuacion: de los es peri meatos practicados nado, creyendo unos, que la forma que pro- · por M. Fischer: acerca la preparacion y los duce mejores efectos para la produccion de escelentes efectos de las patatas fermentadas. La preparacion de las patatas para la ferla leche, de carnes y de grasa es la de empleá.rlas crudas, otros cocidas , estos en es- mentacion de que nos ocupamos, se verifica de la mánera siguiente. Se echan en un· totado de fermeotacion, y no pocos finalmente; uniéndolas á otras sustancias procedentes . nel de una capacidad conveniente seis litros de cel:iada germinada, finamente molida, se de las fábricas de destileria, etc. l_e· afürden cinco 6 seis litr~s de agua tibia (no la de otras Esta cuesti'on, como muchas muy ~aliente¡, con lo que se forma; meneá. n-: y opiniones, las dividido ~a rural, ecónomía de ello puede resultar un bien, porque con?. dolo, una mas.a líqu¡da que en seguida se la tribuirá á, qu·e se diluciden con interés para , deja en reposo. Mientras se está haciendo _e s-


ta o peracion, se cuece en agua hirviendo 6 dulce, que puede llamarse tal, aumenta conen vapor un hectólitro de patatas. Luego que siderablemente la facultad nutritiva de los estas han cocido se echan doce libras, en granos, y en-especial la del salvado, de maestado calis-nte, á la cuba 6 tonel en donde nera que casi la duplica. se guarda la masa que se formó con la cebaPoco tiem·po ba que un -autor francés ha da germinada, se las desmenuza por medio publicad9 un analisis del salvado, que conde un pilon y se las mezcla exactamente con siderado bajo el punto de vista de sus parla cebada: la temperatura elevada de la pa- tes constituyentes, podría contarse entre las tata di:mlinu-ye en tal modo desde el momen- sustancias alimenticias mas nutritivas. Tamto qu.e se mezcla con la masa de la cebada bien pensamos de la misma manera, con tal germinada, que queda reducidl_l á los 50 gra- que antes se sujete el salvado á una especie dos Reaumur aproximadamente. Van a~a- de fermentacion; porqu·e sin esta operacion diéndose en seguida patatas en cantidad su- previa, enseña la esperiencia que el salvado ficiente, y basta1_1 por lo regular cinco 6 seis es casi indigesto para los a.nimales como lo li_tros·para que la masa quedelíquidatodavia. es para el hombre. ' Cuaqdo este caso llega, se añaden sucesivaEl autor francés, á que nos referimos, mente las patatas, procurando que la tempe- parece atribuir las facultades nutritivas del ratura de la masa no se eleve mas allá de 60 salvado,principalmente á la grande cantidad grados de Reaumur, atendido á que una tem- de azoe que contiene. A. nosotros nos cuesta peratura mas alta impediría la transforma- trabajo pensar de esta manera: no dudamos cion del almidon de _las patatas en azúcar y que las sustancias azootizadas juegan algun goma, porque esta transformacion no puede papel,toda vez que se encuentran en los aliverificarse á un calor mayor del de i8 á 60 mentos, principalmente si atendemos á que grlldos. Por cuya razon será útil valerse de la naturaleza nada hace inútil: sin embargo, un termómetro de Reaumur basta que se ten- no deja de ser cierto que el hombre puede ga la suficiente esperiencia. vivir largo tiempo de alimentos. que no son Desmenuzadas todas las patatas y mezcla- azootizados. En efecto, leemos la Flora del das con la cebada germinada y devuelta lí- Senegal de Perrotel, en las obras de ~lu -- quida la masa, entonces la preparacion ha- kenet y de Rouxburgh, etc. que la goma brií. terminado: la fécula t:le la patata se arábiga que se recoge de la acacia arabica y transformará.en goma y en azúcar. Si que- · de la acacia verek, constituye el alimento remos dará esta preparacion la consistenprincipal de los colectores de esta goma, cocia de los residuos de las destilerias, se le mo igualmente de las caravanas que recorañadirá una cantídad suficiente de agua . ren los desiertos,-y que bastan seis onzas de , . La prepar.acion de esta sustancia podrá esta sustancia dulce y refrigerante para manhacerse al principio de la noche,por ser esta tener al hombre. Ninguno de los referidos la hora en que los trabaja.dores tienen menos autores nos dice que los colectores de goocapacion. No debe hacerse mas cantidad ma se alimenten, durante todo el tiempo que dur·a este trabajo, de otra cosa que de goma, que para dos dias porque se agria muy y conocemos por otra parte que les sería difácilmente cuando está en contacto con el aire. Si es necesario preparar mucha can- fícil hallar otros alimentos en los -desiertos tidad de una vez, podremos servimos, para donde crecen estos árboles. A.qui los hechos macliar las patatas, de dos cilindros seme- están en contradiccion con la teoría , y los indicamos para evitar los errores á que se jantes á los que se usan en las grandes desnos podria conducir muy fácilmente. El azoe tilerías de patatas. El método que hemos ~spuesto para pre- por si solo no puede constituir el carácter parar las patatas puede igualmente aplicar- principal del alimento, pero si el conjunto se á los granos y al salvado, cµanclo nos de sus partes constituyentes. convenga darlo al ganado. Esta fermentacion


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EL METEORISMO ÁL UANl,DO BOVINO. "

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Eq la· feuille he_bdomodair~ leemos lo si- sos ha obtenido diez y n_ueve curaciones radi-· guiente. No hay enfermedad mas frecuen- cales, sin necesidad de emplear otros reme-, t~, peligrosa y rápida en su curso que el · dfos posteriores. Este precioso descubrimienmeteo(ismo ó reincha!,lliento que sufren lªs to merece- sin duda que lo conozca la clase bestias bovinas, · pero ninguna que pueda agric~ltora. La manteca dulce se administra curarse con mas facilidad cuando es prove- de la manen\ sigqiente. Se toma como una liniente de los (onages verdes mojado_s ó muy , bra de manteca dul_pe que se disu-elve en una S(!cµlentos. Entre los medicameptos, á que· cantidad de agua cáliente; luego que se ha se ha recurrido con frecuencia para curar- el derritido la manteca se la. menea y se deja meteorismo, ban sido el amoniaco, la esencia enfriar, dando á beber esta agua á la bestia de tre.mentina, aun hemos yisto a:pelar á enferma por medio de una ,botella. Practica-· la puncion y á otros medios mecáI,Jicos: cuan- do esto, un ayudante ·agarra el cuello y cado estos diferentes mediÓs se emplean, por beza del animal y. la pone d_erecha mie~tras ho(Qbres de esperiencía no ofrecen ningun , que otro opera-suaves presiones sobre el cos·peligro, 1 perq__éstos hom.bres son escasos en t_ado izquierdo, en el punto, en que el. vientre las aldeas y por lo comun el mal es tan 'Pron- :está mas hinchado, continuando esta,operato que· mata con rapid'éz á la bestia, sin d'ar, cion basta que el aire empieza á salir. En el lugar á que acudan los inteligentes de un espacio de ,t 5 ó 20 minutos se ha escapado -punto distante. Todas estas razones obl,iga- ya por la boca la, · mayor parte de gasit¡ue ron al veteri~ario ingles.M. Bougb.ton á bÜs-· causaba la eñfermedad .. N~ debe permitirse car un remedio que se teriga á ma.-00 y pue- ningun alimento al ~nfermó. :hasta despues . da cualquiep1dministrarlo. Este remedio 'es, - de bastantes horas _del tratamiento, y aun la manteca dulce ó grasa de c~rdo sin sal, m~r será aguardar á que la bestia manisusiancia de que se sir.ve Boughton un año há fieste grandes deseos- _de c"omer para asegu· rar de este modo la curacion. COQ feliz suceso y que puede recomendarse con confianza, en términos que de cada veinte ca. ' ' '°'.

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CULTIVO DE .UNA- NUEVA VARIEDAD DE B.AY-GRASS DE ITALIA.

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Los pastos han sido un objelo muy preferente de El Cultivadór; y les hemos dado toda; esta imporlancia, porque.estamos persuadidos que el aumento de yerbas lleva en pos de sí el desarrollo de la ganadería. Esta rama de la economía róslica es la fuente y orígen de la felicidad material de los pueblos, si atendemos á la dilatada esfera á que se esliende el producto de los animales domésticos. Prescindi°roos ahora de la aplicacion qu·e tienen los ganados á la roanutencion del hombre, á la industria y á las artes, y contrayéndonos esclusivamente á los · abonos que suministran, será la ganadería de un valor inmenso para el cultivo. .Por esta razqn reproducimos con gu3to en las c.o-lumnas de este periódico cuantas observaciones útiles hallamos en los periódicos nacionales y estrangeros acerca de los nqevos cultivos de pastos que se van introdueiendo, y hé aquí lo que motiva el que trasciibamof- á continuacion lo que hemos leido en el Agriculteu,· Belge que se publica en Bruselas, acerca de Ía nueva variedad de Raygrass de llalia. Dice así: «Tiempo ha que Dickenson recomendaba su método de cultivar una nueva variedad de ray-grass d~ ltalia: los resultados que obtuvo este agrónomo debieron necesariamente llamar la atencion de los cultivadores, porqÚe se trataba de una nueva planta alimenticia, cuyo tipo, el ra) -grass _d eltalia, se le considera como una de las mejores gramíneas conocidas, porque puede dar nueve ó diez cosechas .de un excelente forrage, de·sde el mes de marzo hasta el de diciembre. «A est.a gr_amínea se la segó en maho, regándola en seguida con un abono compuesto de una tercera parte -de orines de· caballo, v .de dos tercios . de agua, cuyo abono fué 1

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45 UII" NOVIEMDI\E Dif1850.

distribuido luego de ·1a siega por el método ordinario, es decir valiéndose _de un tonel puesto sobre una carreta á la manera de que se sirven en· el pais para distribuir los abonos líquidos. «La publicacion de este esperimento exitó en Inglaterra una atencion general, y nosotros hemos visto ma'S de treinta casos felices, masó menos diferentes de este cultivo, y que todos aseguran que el procedimiento de que nos ocupamos merece la consideracion de los cultivadores. Por otra parle, resulta de estas esperimentos que la gramínea en cuestion prospera casi en todos los suelos con un resultado increible, sil'rndo escasísimas las veces que ha fa.ltado el esperimento. «El método de cultivar la nueva variedad de ray-grass de llalia, recomendado por Dickenson, consiste en preparar convenientemente el suelo por labores bien ejecutadas, y esparcir en seguida, con la sembradera, la cantidad necesaria de semilla, advirtiendo que esta ha de ser en un cuarto mas ..de cantidad si se siembra á la mano; cubrirla ligeramente con la grada; escardar las plantas mientras son jóvenes y segar, en fin, la yerba cuando ha llegado a tomar unas diez y ocho pµlg~das de elevacion ,_empleándola como forrage verde. Luego de esta siega se regará el campo con el líquido que anles hemos indicado, continuando de esta manera basta el otoño regando y segando alternativamente. ccEsta gramínea, que es bisanual, no convieoe emplearla para la formacion de prados permAnentes, -pero en ·descuento es de uná fuerza productjva $Ín igual. Ninguna -olra planta forragera crece con tanta rapidez ni da un alimento tan agradable á lós ganados. Ilemos cultivado e ta gramínea Tm O 111.

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por muchos años seguidos y podemos eón- aun mejor, á uno de los mercaderes de _grafirmar lo que aseguran de esta· planta los nos de la capital MM. Vanden D'riesse et periódicos estrangeros. La cuestillµ princi- • Pan is ó Rampelbergh, cuyas· corresponden cias garantizan esta verdadera semilla. pal estriva en proporcionarse semilla verNo es necesario esfo_rzarnos m¡is pai:a hadadera. A fin de evitar el disgusto de recinotar las ventajas que resultarian para cer 1 especie la de bir la especie comun en lugar perfeccionada que no crece con la rapidez la agricultura en general del cultivo de una que esta í aconsejamos que se dirijan , los planta forragera tan productiVQ como lo es · que la necesitan, á una casa de Lóndres, ó el joyo de Italia perfeccionado.

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c.on laiin srb.osa be JllaudJamµ.

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Conclusion (1 ). _ En Francia debe pagar el ganado lanar su alimento por su lana, por su carne y por _su estiércol; debe añadirse la leche en muchas partes del Mediodía. El labrador obra con discernimiento no dando demasiada · importancia al primero de estos productos cuaiido no se obtiene sino con detrimento de los otros. En los parages donde el cultivo se hace con inteligencia , los labradores no consentirán sino con disgusto y trabajo el privarse del beneficio de las tierras haciendo ,redilar, porque encuentran en esta prá,ctica , ·· acl,emás del ahorro del transporte de estiércol, la posibilidad de envolverle antes de que pcir la t'ermentacion haya per&ido parte de sus principios. fertilizantes. . -En Australia'., se comprende esto fácilmente, tas condidones agrícolas y comerciales difieren mucho de las francesas. Alli, las tierras que no se_esquilman por el cultivo -d.e . cereales , exigen poco abqno ; la carne (1)

Véanse los biimeros 4 8 ~ 9 y 2·0.

tiene poca salida; basta la producdon de la lana para da~ algun valor á las iierras, q_ue casi no le tienen todavía. Se conoce con la mayor facilidad como.- llega á ser i~portante esta produccion, que constituye el aliciente m¡is poderoso de- coloniz~.cion . · Podría creerse que en Alemania la posi-: cion de los labradores, y ganaderos se parece á la tjue tiene'n en Francia; pero cuando se examina de cerca,. no tarda cu~lquiera en con-vencerse que, bajo la relacion dél cli- · ma y de ciertas condiciones econórnicas 1 está muy dii'i,tante de ser la misma, al me11os en Jas partes de la Alemania donde generalmente se dedican á la produccion de lanas ·finas. · .!-Es raro que los rlueños de reses finas no habiten en localidades donde los inviernos son mas frios y sobre todo mas largos que en Francia: Las res.es tiene'?- que_estar establadas durante el invierno con mas rigor y por mas tiempo .; lo oual contribuye p_ara la calidad de la Jan.a, ,pues se encuentra mas libre de las alteraciones por los cuerpos esteriores.: Qaeriendo los alemanes · aprovechar la iqvernacion tan prolonga<la que. por necesida~ tienen que surdr, se ve_n

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es i ndispensáble reconocer cual es el uso óe. en la precision de someter sus hatos á un régimen -tal, que evitt¡, co~ el mayor cuida- _las lan1~ que ha , tol)lado gran incremento, do, todas )·as ·causas capa~es de· alterar Ja que muchos ganaderos están interesados ~n· lana.; así es que es escesivamente raro el producir., y {le°mostrar que la nu~va raza de M.auchamp puede contribuir á mejorarlas, que redilen antes del esquileo. Los alemanes dirigen ade.más tod0 su cui- aumentando su longitud suavidad y resistencia. dado y esmero para producir : lanas finas porque las ca'rnes de 'tales reses; tienen poca Para guiará los labradores ganaderos en estima, sin duda por la mucha caza de que este nuevo camino me he apoyado en el parecer de hombres prácticos, sirviéndome de disponen, á causa de .sus numerosos montes. Lo cierto es que el ganado lanar se los citados ensayos comparátivos. No hay multiplica en cuantos puntos puede·adquique considerar tales ensáyos como debiend·o :rir gran suavidad, finura v ·calidad. Asi se establecer una régla destinada á medir el observa particularmente e·n el · Norte y en grado de utilidad del descubrimiento débid.o Nord·este, es decir en gran parte de la aná M. Graux. Para que así fuese era preciso tigua Prusia, toda la Moravia, la Silesia,· que todas las reses de la raza Mauchamp Bohemia, Sajonia, etc. donde se crian reses tuvieran las mismas cualidades, lo cual no - merinas pequeñas de la rau., 'llamada elec- . sucedª en ningun tipo, auri en los mas antiguos y homogéneos. Cuando por ejemplo la toral. -No teniendo que ocuparse casi-mas que admínistracion de agricultura vende en Ramde la perféccion de los vellones, pudi~ndo - bouillet los moruecos que hace mas de sehasta cierto punto descuidar la produccion senta años pertenecen á ,u-na familia pura; sin mezcJa de otra alguna, sucede siempre de la carne y á veces hasta_la de estiércol, los austrl:}lianos, lo~ alemanes y otros mu- que algunos son muy deseados, y se· venden chos pueblos están en posicion de producir bien caros, y otros val:en menos y no 'tienen salida. Este he.cho procede de que despues con mucha facilidad· lanas finas. · De estas observaciones no debe deducirs.e de haber elegido, lus ganaderos esperirireiitados eligen el morueco que mejor les conque es preciso abandonar en Franc;ia la produccion. de tales fanas; su mucha estima de- viene, de -un modo absoluto y de un modo relativo. Digo de un modo absoluto porque be <incitará obtenerlas siempre que sea fachay cualidades que convienen siempre cotible; pero os útil apreciar bien las circunsmo las que indican buena organizacion y tancias é¡ne favorecen su produccion. perfecta salud. Y digo modo relativo porque · Tampoco delie admitirse et' que todos los ganaderos deben dese u idar las lanas de car - en· la eleccion de un morueco es indispenda pari ocuparse esclusivame11te de las áde- sable tener en cuenta el car'?tcter de las ovecuaJas para el peine. Es de desear se estu- jas que debe amorecer y el objeto qne se lleditn mejor, que lo que se ba hecho hasta va. y espera de la union~ l\I. lbar°l termina su wemoria dando der.:- ahora -lm, hatos que dari e·u Alemania las mejores lanas para carda. Los alemanes que tos consejos á los labradores franceses para nos sobrepujan en este género de industria, cuando han de preferí r los moruecos de poseen probablemente tipos mejores que-. los Mancbamp, los de 'Geurolas ó los l\fau:... champ-Rambo.uillet, qQe p.or ser puram.enque se t·ienen en el pais. De aqui el que ni aun lol, rebaños fra.oaeses de mas nombradía te locales y de ninguna apl-icacion directa, n,i indirecta á nuestro suelo, r.reemos inútil por la finura de su lana no tienen el vellon traducir . .No así de cuanto· antecede, pues bien cubierto de pero. Eligienpo r;noruecos con este cará~ter se logrnrá que las 1,eses de ello podemos sacar aplicaciones de gran utilidad, c~mo demostraremos en otro arden mucha lana de carda. . tículo: -Además cte·tencr presente lo. espuest.o, 0


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En la Re¡jista horticola que se publica en París leemos lo siguiente:· «Pocos años ha discurrí un nuevo proce.· dimiento de pJantacion ·por estaca que consiste err colocar la rama en el agua por su :base, y en la tierra µor su parte media, con una ligadura ó una incision anular en el intérvalo p espacio que hay de uno á Ólro de estos dos p_untos: El resultado incompleto que tuvo este método no me hizo desmayar en· buscar un procedimiento simple, económico y seguro de multiplicar por estaca, y este medio creo haberlo descubierto ( 1 ). «Por este nuevo método mio se coloca la ("1) M. E. De la Croix, profesor en la escueld de Medicina de Besarn;on, autor del articulo que nos bácemQS un deber de reproaucir en las columnas de El Cultivador, tal _.vez será el primero que habrá puesto en práctica en Fra_ocia , el nuevo método de plantar de estaca á que se refiere este escrito. Si verdaderamente es asi que 1\1. ·oe. la Croix ha ·sido el ·inventor de esLe proéedimiento, podemos. lisongearnos que los e~pañoles nos hemos · anticipado ahora á nuestros vecino,, atendido á que muclios ·años furquc en diferentes puntos de Cataluña-se han hecho plantaC\iones de frutales _por eFte método, con -saludable resultado, Entre los varios hortelanos y aficionaa'os que· podríamos citar que han empleado este pi:oc;edimiento, irldicarem·os el nombre de uno de los últiruos, con cuya amistad n.>s honramos y que merece toda nuestra confianza por su probidad y buen.,. fé. lnlentamos habla e di) D. Vicente Serra, vecino de Sarriá de Barcelona, quien- en 4 834- plantó de estaca por este método una porcion de cidros, en el puuto ll~mado_ casa petita del Feliu, actualmente término de Las Cors de Sarrid, y con tan feliz '1xito, que ninguna estaca pereció. Nos -hacemos un deber, á fuer de buenos _e spa-

estaca ent.erameute en la tierra, formando un -arco sublerraneo, cuya conveixidad que debe mirar en altQ venga á flor de tierra, solamente por la parte media, y en un punto eu que baya una yema ó boton, ó b_ien una ramilla desarrollada. Colocacla la estaca de esta manera, se halla á cubierto en toda su estension,y la pequeña rama que.se plantó lejos de sufrir una desecacion dañosa sirve de camino á la absorcion. El bolon que es la parle que quedó espuesta únicamente á la luz y al aire, soporta impunemente y cpn ventaja todas las excitaciones. «Aun cuando mis ensavos no datan ·mas que desde los últimos <li_a ; de junio de estr, año, hay lo suficiente -para que viva convencido que este métod(! puede ser formalmente útil~ c,Para este esperimento, abrí dos surcos paralelos á la distancia de diez pulgadas.el uno del otro, en un jar<lin cuyo terreno es de mediana fertilidad, situado en urra bega caliza en los alrededores de Besangon. Escojí un centenar de esl-acas (manzanos, perales, ciruelos, albericoqueros, rosales, etc.) todas ellas procedentes de r.amas del año anterior, las que encorbé y enterré por sus eslremos en uno y otro surco, cuidando ·que la curbádura ·ó ángulo saliente con su boton ó con su b,ote corresppndiese en el lomo que divide ambos surcos. Se regaron algunas veces, y en este momento todas las esñol~s, de dejar consignado este hecho, mayormente cuando se trata de una prá ctica que conocemos muy ventajosa y que d1!sea, íamos ver generalizarlo.

(N. de la R.)


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tacas conservan el mismo frescor que tenian tio de una veg~lacion muy vigorosa _y actial plantarse, no obstante de haber estado·esva, principalmente en las de los perales, puestas al sol y á la luz constantemente. En · cuyos brotes desarrollados tienen ya una las mas de ·ellas la parle descubierta, que-es . eleva.cion notable ... la que tiene el boton,se ha constituido ef si-

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ELECCION DEL GANADO VACUNO SEGUN LAS NECESIDADES DEL PAIS.

Una de las cosas que mas perjudiquen en la industria pecuaria es la falta de tino y de eleccion en la clase, género, raza ó cualidades de los ganados que convienecri~r, segun la)ocalidad ó puntos en que sequie.ra establecer. No todos los animales ni todas las conformaciones de estos prosperan en todas partes, debe haber µna relacion directa entre ellos y las localidades si la industria ha de prosperar, si ha de dar los resultad~s con cuyo objeto se emprende y si ha de remunerará los dueños de los desembolsos y sacrificios que hacen. Querer que en todos los puntos se crien los mismos animales y que en todos esté seguida la industria de los mismos resultados, es querer cosas enteramente imposibles, como la esperiencia lo está comprobando á cada momento. El ganado vacuno se cria para el trabajo., para la carnicería , para utilizar su leche, para la lid ,· efe . . Los rumiantes son menos adecuados para el trabajo que los solípedos, pero sin embargo se emp\eán en muchos pueblos para el arado, para el acarreo, en la carretería para conducir carbon, maderas, piedra, sal, ele. Son preferibles á las mulas y caballos en los países ei:J que el cultivo se hace en ·pequeño, que la propiedad esl~ muy repartida, donde un labrador no dispone d'él

suficiente terrazgo para sostener en trabajo una yunta todo el año, en las sierras v colinas, paises montañosos, y en las· loc;lidades en que los gañanes _ó mozos de labranza ni quieren ni saben cuidar, uncir ni dirigir las mulas. Existen en algunas de nuestras provincias otros motivos locales que hacen .que el ganado vacuno sea ventajosísimo para el Lra.bajo, puesto que el clima no les ptrmiteemplear las yuntas todo el año en los trabajos del campo, sea el que quiera el estado de su agricultura, los progresos que pueda hacer ó haya hecho y la permanencia ó variedad en sus hábitos y costumbres. En tales puntos les será siempre ventajoso tener para la labranza y demás trabajos agrícolas animales que, cuando no lFabajen, paguen el alimenlo por sus productos. La division de la propiedad territorial es un motivo que des'de muy antiguo les ha obligado y obligará á hacer los trabajos rurales con ganado vacuno. Los numerosos labradores que exis ten y que apenas pueden-- m::i.ntener algunas reses, sentirán siempre la necesidad por laR ventajas que palpan de hacer sus .~rabajos con aquel las. reses. y sobre Lodo con vacas; se verán en la precision de buscar .$iempre las rélza.s, sino rústicas y vigorosas, a.l menos bastante fuerte~ para quesean útiles en


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los trabajos agrícolas. En tales localidades no debe esperarse, 6 al menos se tardaría mucho tiempo, en lograr fuese -venlajoso criar el ganado vacuno esclusivamenle para· el degüello, abasto público ó carnicería , ó sea para aprovecharse de los productos gue es capaz de facilitar, por ventajoso que sea no hacer trabajar las reses mas que en ciertas labores urgentes, empleando en los demás trabajos rurales las yegua¡,:, que aunque es cierto hay · que formar la raza adecuada para el objeto, no dejaría ele ser menos útil, dando por resullado secundario la multiplicacion, fomento y mejora de tan decaída indu~tria, facilit~ndo caballos para esto y para el tiro. Es cierto que entre nuestros labrag,_ores está muy arraigada. la opinion fundada en los hechos hasta el dia observados, de que el ganaéio caballar no sirve para la labor; pero debe confesarse haber procedido y depender de que no tenemos razas para este objeto; cual han sabido formarlas los estranjeros. Tal vez llegue una época en que se verifique cambio tan importante sustitu-yendo Jas yeguas á las improductivas mu- · las, dejando aquellas al labrador un beµeficio nada despreciable y constituyendo el manantial para renovar sus yuntas sin mas gasto que el que le ofiginan las mulas. Conforme se fuera estendiendo el uso de las yeguas, se propagaria tambien cada vez mas la cria del ganado vucllilo para el degüello, que con la mayor facilidad podría mulliplicarse en España, cruzando las razas que se poseen con estranjeras, y formar una balanza en el comercio con lnglaterr-a , la Francia, Ungría y otras naciones; pero esto , babia que hacer(o · por grados y eón inteli- . gencia hasta conseguir reses adecuadas para cebarlas jóvenes , que de modo alguno pueden reemplazar las trabajadas y sobrias de la sierra, las corpulentas murcianas y castelh¡.nas, ni el cebon gallego. La leche es un ·producto cuyos usos están bien generalizados y son harto conocidos para que se nece ite· probar la imporlai;icia de una buena raza lechera ; en su vista nos· limitaremos á indicar las circunstancias en que este líquido constituye casi el produeto principal de la cria del ganado y debe ~er

lá causa determinante de la eleccion de las reses. Entre nosotros existen solo algunos distritos de Asturias, Galicia, montañas de Leon, de Santander, etc. (prescindiendo de las casas de vacas e·n las capitales) en los que se comercie con la leche y se venda á,, dos, tres ó cuatro cuartos el cuartillo: se sacaria mas producto y mejor partido, remunerando los gastos .de sostenimiento que con el trabajo y la carne," si se confeccionaran quesos susceptibles Je ser conservados y trasportados a distancia pues se obtendria, el mismo beneficio todo el año, disponiendo de una renta que aunque poco crecida , es muy preci osa por estar perfectamente asegurada. En algunos -puntos, corno en much,a parte de Asturias , oon stiluye la manteca el producto mas importante. En todos los casos debe formarse ó buscar una raza conocida por la abundancia y esceleocia de su leche, y si es dable que pueda al mismo tiempo ejecutar los trabajos menos penosos del campo, á no disponerde otras -yuntas. Debe buscarse y preferirse mas bien la facultad de facilitar mu cha leche que la disposicion para cojei- mue-has carnes; porque una buena· vaea lechera puede qar en un año en leche con que compensar la superioridad de una buena venta, aun des pues de un. cebo ventajoso. En las vacas lecheras debe fijarse aun la atencion en las cualidades de la leche: si se quiere sacar queso 6 man teca deberá sei: de buena calidad aunque no sea muy abundante; pero cerca de las grandes poblaciones donde se espende en naturaleza d·ebe preferirse la cantidad porque la generalidad de los consumidores no saben apreciar ni distinguir las modificacion_es poco palpabl es en el sabor de 1a leche, y no querría pagar mas cara la que fuese mu-y buena. En los p·untos en que la leche se emplea en los usos domésticos, á no se'f alguna ma_nteca 6 líquido en naturnleza que se suele espender en las poblaciones próximas, pagan mal las vacas el alimento que se les dá; ·en est~ caso la leche es un producto muy secundario, y no debe llamar tanto la atencion la cualidad lactífera ósea facilitar abun dante y esc~lente leche.


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En algunas partes se mantieñe el ganado eilidád, aunque es oierto el que cuando una vacuno solo por el beneficio de las crias, sores engorda desde jóven, tiene una organi-· br~ todo en aquell_as en• que se vende á un· zacion débil. Sin embargo de que la buena precio regular la carne de· ternera. Por lo nlod es siempre cualidad preciosa, no es ordinario se las degüella de uno á tres metan necesaria. para las que se crian y viven ses de baber nacido y á veces antes, segun en la.5 llanuras como las que lo hacen en las que se trata de espender por ternera fina ú sierras y sitios montañosos. ordinaria. En España·se tiene descuidado el El mayor número ·de las cualidades, la cebo de las crías antes del degüello, se pre- celeridad en el desa.rrollo, la d-isposicion para engordar, -que deben buscarse y presentan en las casas mataderos con lo único que las madres les proporcionan , mientras . ferirse en las reses de las llanuras, no perque si se emprendiera esta industria, como judicarían á·las de \ns montañas; pues es raro encontrarlas reunidas á la sobriedad y se puéde y d.ebe, se duplicaría su pr_oducto, pues además de destinar la leche para la energía que son de primera necesidad en las reses de los pai_¡;es quebrados. venta públicá eo cuanto se degolláran las cria·s. estas tendrían mayor número de liNo debe repararse ni . en la alzada ni en las anchuras, puesto q-ue deben buscarse las bras, pero únicamente debería emprenderse inmediato á los sitios en que la leche y car- reses que den mas carne, faciliten mas trabajo y proporcionen mas leche con una canne tuvieran estima. En sem~jante caso las tidad dada de alimentos. Es mas ventajoso vaoas prolíficas, que ·paren regularmente todos los años, y suelen traer dos hijos serian alimentar dos reses de 600 libras de peso preciosas en donde se adop.tara el cebo. Des..: cada una, que una de 1200; porque aquella:; son menos exigentes en la calidad de los graciadamenle la fecundidad, lo mismo que el dar mucha leche, es mas bien individual alimentos y se pueden engordar con la cantidad de sustancias que apenas hubiera has- · que inherente á la raza, á pesar de que en el último caso las hay mas preciosas unas lado para poner á la segunda en mediano estado de carnes. Esto varía segun las loque otras. E) cebo de los bueyes y vacas de cierta éalidades. Unicamente en. donde abJrnden. edad es ·muy buena industr_ia cuando s~ pue- las yerbas, semillas y p;ranos y se adquiede disponer de escelentes y abundantes pas- ran con economía deben preferirse las reses de mucha alzada. Los esperiroentos hechos . tos, en cu ya circunstancia hasta es ventajoso criar las reses por los productos solo de es .. en los países estranjeros, y con particularidad los practicados por el ganadero Glotiércol y carne, mucho mas-si valen poco por cester y que publicó en el f)iario de la Sosu apundancia las ·semillas, granos y forciedad de agricultura de Inglaterra, de los· rages. En semejante caso hay que elejir, cuates resulta que eligiendo·buenas razas se preferir ó fomentar las razas que toman carp~ede obtener un 20 por 100 de · economía qes pronto y fácilmente, aunque sea desde en los alimentos necesarios para la producmuy jóvenes. cion de cierta cantidad de ca-me. Eleccion de una rnza segun sus cualidailes. La aptitud ó disposicion para adquirir En las localidades frias, espuestas á conticanres es la mas importante de las cualidairnas variaciones de temperatura, se buscades en el- ganado vacuúo : pues no solo surá una raza rústica con la piel gruesa, dura y bien cubierta de pe1o para que resista á , pone buena salad, pecb,o ancho, respiracion. perfecta, sino que están sanos los órganos las intemperies, haga trabajos fuertes y se digestivos. Luego cuando. existen estas cuacontente y satisfaga con medianos alimenlidades pueden con.venir las reses bajo totos 'i á veces insuficientes. dps conceptos .. Si se las hace trabajar son En las llanuras y donde la temperatura fµertes, si se las ordP.ña dan mucha leche, sea m:i.s ó menos l.!.Diformc, se preferirá una si se las deja descansar engordan, etc. etc. raza qe constitucion linfática, cuyo acrecen.buen.as cualidades de la carne deben Las tamiento sea rápido y coja c~rnes con.,fa.,


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preferirse en la el~ccicm de una raza. Es preciso qúe la carne se-a firme, de grano fino y tierno; fácil de conse1-vai-, y que lo gordo y magro estén ' en!reme.zclados ; que · el sebo sea firme y abundante con relacion ~l tejido celu_lar. L-0 mismo cuesta la produccion de la carne buena como la de· mala y Ee vende antes y. mejor. - Varias son las raz&s que se conocen del ganado vacuno ad.ecuadas para los ·diferen-

tes objetos que ~caban de indjcarsc, un~~ qrre poseemos y otras estranjcras, ya naturales, ya logradas por la industria del hombre en consecuencia de cruzamientos entendidos, de los cuales conviene nos ocupemos por las ventajas ·que son capaces de proporcionar, corno 19 iremos haciendo en artículos sucesivos.

( ~evista de la ganadería.)

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DE RAICES 'CARNO.SAS. El cultivo de las plantas de raíces carnosas tiene ~oy . día una importancia grande por la facilidad con que se presta á un buen sistema de alternacion de cosechas, en cuyo caso nos permite observar tocjos los precep: tos que ellas e'Xigen. _ Las siembras de estas raíces exigen lab.o, res de preparacion ~epetidas y bastante profundas, abonos suficientes, escardas renovadas y cuidados algo prolijos para obtener buenGS resultado,s. Las labores de conservacion han de ser · repetidas y profundas, por la razon de que siendo estas plantas de aquellas que sus raíces penetran bastante. en el interior de la tierra y despliegan al propio tiempo una cantidad abundante de fécula, .necesitan que el suelo esté mullidado y desterronado suficientemente para conseguir dichas ventajas. De otra manera los n¡ibos, las zanahorias y todªs las_restantes plantas de que nos ocupamos no darian buen resultado si se sembrasen en terrenos muy dur'os y .poco mullidos. Los abonos han de sPr abundantes en estas siembras de plantas de raiz carnosa, porque ellos que adem_ás del., Iiuen efecto físico .

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causan en la tierra dividiéndola convenientemente, mantienen la fertilidad de que necesitan estas plantas devor-adoras. I;os ahoflOS mistos, como los de cuadra, son muy á propósito cuando intent.a·mos estas siembras, por la . razon de que dejan la tierra muy dividida con las pajas que sirvió de vehículo á las materias escrementicias de los ganados, y por la mediana facilidad con que se descomponen estos abonos. · Hemos dicho que las escardas han de ser renovadas en el cultivo de las plantas de raíces carnosas. Esta labÓr es sumamente ú.til, porque por medio de las escardas logramos mantener la porosidad en el suelo, facilitar la introduccion de los gases de la atmó~fera y del agull,, permitir á que las raices d~ las plantas se estiendan mucho, y sobre todo obtenemos á que el terreno quede limpio de malas yerbas, lo que es muy ventajoso para las cosechas que han de sucederse. El cultivo de ~stas plantas ofrece el mayor interés p,or prestarse muy útilmente .su u=-o en el buen m~tocio de alimentación y cebamiento del ganado. •

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DE LA ASOCIACION APLICADA Nos habia!Ilo·s .propuesto continuar sin la do refe_rir, al tratar, tanto de la investigamenor interrupcion la relacion histórica de cion de las causas ocasionales de la prospelos trabajos de la Junta ó Congreso general ridad ó decadencia de los Estados corno de de agriGUltura, porque esperábamos que el los remedios que f'S indispensable adoptar gobierno de S. M. accediendo á los votos para la ·mejora progresiva de la situacion en respetuosamente elevados á su alta conside- que respectivamente aparecen, y a;;i domirácion, hubiera ~erificado la segunda connado por esta poderosa conviccion , si·endo vocatoria· en la primavera de este presente · en mi concepto las buenas leyes y las acer~ afio, y queriamós que la opinion pública estadas disposiciones administra.tivas el faro tuviese oportuna y convenientflmente preluminoso, que señalando á la humanidad la parada para las discusiones ; mas habiendo senda de los adelantamientos, deja su curso visto que esta; al parecer tan laudable aspiespedito al ti:abajo, asegurándole de este racion._ de lo_s representantes de la propiemodo su natural recompensa, primer móvil dad y de la agricultura no ha podido tener 1 de lós esfuerzos, de que la industria neceefecto por motivos que nos son desconocisita, yo hubiera tenido la mayor complacen·dos, y de los cuales no podemos por lo mis- cia en que el gobierno marchando sin demo_ juzgar, habiéndose esparcido ade~ás la teocion alguna en las vías trazadas en el real especie, aunque á esto no podemos dar crédecreto de convocacion , y en_el programa dito todavía, de que no será escuchada en de las cuestiones por el mismo propuestas, to{!o el presente año la voz autorizada de los bubiera ya adquirido la ·gloria, muy envi encargados dé la espresion de las graves dodiable por cierto de colocarse al frente del lencias de que la agricultura española se lamovimiento regenerador, indispensable, pamenta, estas circunstancias nos precisan, si ra que salga de una vez nuestra desventuno á variar de propósito, porque nos hallarada agricultu-ra del fango del abatim_iento _rnos ·íntimamente convencidos-de gue es muy en que se encuentra sumida; mas como por conveniente bajo todos aspectos llama-r 1a ahora se advierte desde luego de parte del alencion de los pueblos y del gobierno bápoder cierta especie de par·atizacion de que cia esta clase de investigaciones, en ·que no no podemos formar un juici"o exacto, por ighan intervenido hasta- ahora los verdaderos norar los motivos que han inspirado semeinteresados en las mis'mas, al menos á mojante conducta, creemos que nuestros susdificar algun lanto el plan·de nuestros tracritores nos dispensarán el que suspendienbajos, interpelandó en beneficio de la agri:- . do po"r algunos dias ~I exámen de los pun1os cultura los combinad.os es[uerzos del interés referentes á la accion del gobierno, nos ocuindividual, á cuya bien entendida asociación pemos ante todo de la oportuna sobreescita-· en la esfera de la inteligencia y del traba,io · cion del interés individual , proc.urando esdeben las naciones que marchan al frente citar en este primer móvil def trabajo todo de la civilizacion muy prodigiosos resul- el impulso de que por medio delaasociacion tados. es suscel)tible. Dedicado constantemente al estudio de la · Ha presidido en nuestra mente, el adop legislacion de las naciones, siempre he creí- tar esta .e_specie de modificacion en el órden do, que á los Códigos nos debemos ante tode nuestros trabajos , · la ·idea de que ~¡ la 4•o DE DlCIEMilRE DE ~ 850,

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accion de los poderes públicos puede para- . za, y á veces por el hambre y por la peste. La industria agrícola tan espuesta á con)izarse ó aplazarse por un término mas ó contingencias por la naturaleza del tinuas menos dilatado en conformidad al principio y por las ro uy variables condiciones terreno los someten se siempre de gobierno á que hor;nbres de Estado, ó las momentáneas exi- d<:: la atmósfera, es entre todas las especies gencias de las circunstancias, cuyo instan- . de industria, la que reclama mas perseverantes esfuerzos de parte de sus agentes, y táneo influjo, semejante al de los relámpagos, no presta su engañosa luz sino paraes- el radio inmenso, que abarca en la esfera traviar á los que á ella ~sclusivamente se <le la ciencia, y en la de los hechos, exige de necesidad absoÍ uta la asociacion de todos los encomiendan, haciéndolos olvidar de lo pasado , con notorio estravío de la senda que esfuerzos y el eficaz ausilio de todos los esperimentos coronados por un éxito feliz: sodebe conducirles al descubrimiento de la bre todo si se atiende á que para que la agriasdado es no que á intento verdad, noble pirar .;;ino en virtud del reflexivo estudio de cultura aparezca en estado de prosperidad, es preciso generalizar el cultivo hasta que los acontecimientos, que afectan de un mono quede ningun terreno improductivo: asdo permanente las relaciones de ·los partipirar á la perleccion de 'los métodos de apliculares entre sí, y las de esto:, con el del Escacion para conseguir los mayores ·y mejotado en general , acontecimientos, cuya esres productos posibles: su stituir en cuanpresion acertada constituye la ley, no por to sea posible la aplicacion de las máqui-· esto deben los particulares desistir ni aun nas á la mano del hombre para procurar instantáneamente de los esfuerzos á que y mas útil trabajo ámenos costa, tan lo mas oportunaindividualismo el aspirar puede mente ausiliado por la combinacion de los en el cultivo de los campos, como en las estudios, y de los trabajos para el adelanta- elaboraciones de los productos para su presentacion en el mercado; y por últjmo memiento de la industria. El hombre siempre aislado, circunscrito á jorar la cria de ganados, parte integrante de la agricu Itura, que debe aspirar á ob- sus propias ideas, jamás saldría del estado tener las mejores razas, con esclus'ion µe las de una -especie de inFanoia, y así se ad vierte, que las naciones, cuyos miembros no han q oe sean defectuosas, cuyo coste es igual al sabido combinar sus esfuerzos, comunicán- de aquellas sin poder prestar las mismas ven tajas. dose sus adelantamientos, viviendo en verLa nacion española aparece en todos esgonzosa inercia, jamás salen de un estado tos ramos de produccion en estado del mas de muy triste postracion, aun cuando la nacompleto atraso ; pues en nuestras mas feturaleza les haya prodigado todas sus venraces provincias existen multitud de campos tajas. Campos en cuyo seno se encuentran yermos: los reducidos á cultivo con el fatal todos los gérmenes de la fertilidad, no prosistema de barbechos, rinaen muy escasos ducen sino abrojos, y los que se hallan reproductos ; las elaboraciones de estos para ducidos á cultivo solo ofrecen al cultivador la presentacion en el mercado, son en estrerecompensa; muy escasa, -y aun mezquina mo imperfectas:~nuestras razas de ganados, siendo de advertir, que efecto de su impoen vez de mejorarse se deprimen al tiempo tente desidia, cuando el cielo niega á la tieren que mejoran las suyas las naciones C?n ra el beneficio de sus aguas, los que ·en sequienes nos hallamos en contacto de interemejante estado de postracion aparecen , ni ses; y por último, apenas son conocidas en aun siquiera saben utilizar lasque atraviesan nuestros pueblos las máquinas de que con por sus campos para perderse en los mares: muy notorias ventajas se sirven los labradodescuido vituperable, que er¡ el inflexible res de otros países, procurando las operatribunal de la razon debe considerarse como ciones del cultivo con mayor celeridad; con algo mas que una falta justamente castigamas seguridád y á menos costa. da por la mano de la Providencia, por las Estas indicaciones, que tanto contristan tristes consecuencias de una estrema pobre-


el ánimo de los que abrigan en su conciencia sentimientos de humanidad, afligen doblemente 'á cuantos ~sp_iran con la noble independencia de un patriotismo ilustrado al bien estar de la inmensa mayoría inequívoca base de ventura mucho mas apreciable bajo todos conceptos , que todas las ilusiones del poder , que el soplo de la esperiencia disipa con igual facilidad, que la que emplea el viento en dispersar. los montones de arena, algunos momentos antes acumÚla.dos en las interminables planicies del desierto, idea tanto mas atendible si salvando los límites de la Península, nos detenemos á considerar cuan notable es la distancia en que nos encontramos respecto á otros muchos pueblos que colocados en situacion mucho menos ventajosa por razon de su territ-orjo y de su clima, cu entan con medios de · prosperidad y de riqueza de que nosotros carecemos. . Varios de los Estados de Italia , las· mas de las provincias de Francia, la Bélgica, Babiera, la Bohemia, el Austria, el Palatinado , la Suiza y sobre t.odo la Inglaterra, han mejorado muy notablemente sus métodos de cultivo, de tal manera, que aparecemos respecto á estos países en la mas notoria postergacion. Los productos de sus ~ampos son indudablemente mucho IDq_S consiaerables, y las razas de los ganados de todas clases suces.ivamente mejoradas ofrecen el mas notable contraste con lqs de la Península, en donde no conservamos de nuestra raza caballar tan envidiada en otro tiempo sino los vanos recuerdos de lo que ha sido, y de nuestras lanas merinas solo el triste papel en que figuran en el mercado general con muy notable de)'- precio respecto á las de otros paises, en donde la inteligente actividad de sus habitantes ha llegado á aclimatar este ramo de riqueza con muy notables ventajas. Estamos intimamente convencidos de que ·1os gobiernos de las naciones en donde la agricultura ha prosperado , habrán teni(lo parte en semejantes adelantamientos, absolutamente impos"il:iles en los países desventurados · en donde la inexorable mano del fisco priva -á los cultiv~dores de la ma-

yor parte de sus productos, sin procurarles ninguno de aquell9s medios de proteccion que los poderes públicos deben dispensar al trabajo facilitando su ejercicio; pero a preciando en conformidad á los re.:. cuerdos históricos los progresos de la agricultura, nos parece, que en todosestosade· lantamientos ha influido en primer tér.m_ino y de una manera mucho mas eficaz y poderosa , la actividad del interés individual · oportunamente sobreescitada por medio de la asociacion, foco permanente de luces y de recursos, cuya recíproca comunioacion presta á cada uno de los asociados no solo el auxilio de que para s'.ls constantes mejoras necesita, sino tambien el grado de confianza indispensable con que el hombre enclavado en su triste y fa tal individualismo no puede contar jamás. Bajo el poderoso influjo dP, estas importantes convicciones, estando ad emás íntimamente persuadido de que deben los particulares hacer siempre por sí sin necesidad de interpelar la asistencia de la autoridad pública, ó mas bi en sin prescindir de la misma, todo aquello que con relacio n á sus propios y peculiares intereses aparezca dentro de su esfera de actividad indi\·jdual 6 combinada, me parece que en vez de limitarse los ag ricultores españoles á elevar á los poderes del Estado sqs justas reclama~ ciones, demandando el remedjo de los males, de que con razon se quejan, será mu.y conveniente que saliendo de su inaccion procuren hacer por sí en obsequio de sus derechos é interes~s legítimos todos los esfuerzos que caben dentro de los límites de la posibilidad atendidos los adelantamientos que .de algunos años á esta parte se han realizado en la esfera de las_ideas y en sus medios de comunicaciou con estension al radio inmenso de todos los agricultores de los pueblos civilizu<los, á quienes conslitu~•e en inmediato cont¡icto la facilidad de las comunicaciones desconocidas hasta el dia, y que por 10· mismo no ha podido utilizarse en los términos en que ahora podemos verificarlo. Ap~ovechém·onos, pues, de tan ventajosas circunstancias, y no pudiendo poner en duda (]Ue la Inglaterra debe igualmente que


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otros paises los grandes adelantamientos de que ha resultado la prosperidad de su agricultura, á su bien ·lazado sístema de áso·ciacion, sigamos con toda perse'Verancia tan útil como proYechoso ejemplo. A este efecto propo!ldremtls los mei:lios

que eri nuestro -concepto es indispensabl~ adoptar desde luego, y si los propietari-os y colonos .secunda.u nuestros esfuerzos, muy pronto tendremos el consuelo de obtener felices resultados. CAMALEÑO.

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ELABOR-AC~ON DE V~WOS~ Acércase la época en que deberá darse mano á uua de las mas principales tareas de nuestra agrícultura, á la recoleccion de la uva y á la subsiguiente de la elahoracion del vino_. Conceptuamos pues átil renovar algunos principios de reconocida práctica 'acerca ambas operaciones. La excelencia, la buena calidad del vino depende en gran parte de la calidad de la vid y de ser recogida la-uva en sazon ; conviene pues no apresurnrse en veodimiar. Con todo si corre adverso el tiempo, menos perj1,1dic;ial será anticipan;'e. La madurez del fruto se anuncia mas pronto' ó mas tarde segun corre la tempe·ratura y es la naturaleza del terreno. Una tierra pedregosa, arenisca ó expuesta á una mayor intluenera del ·calor atmosférico, ofrece mas 'pronto una cosecha sazonada que otra fuerte ó. fria. Da señal el fruto de -haber alcanz!ido toda mad_urez 'cuando el pezon ó la cola del racimo toma un colcr oscuro cuando la película del grano es ·ya delgada y"sujugo sabroso, dulce, espeso y como glutinoso. Es muy conveniente no vendimiar las uvas negras ó coloradas hasta tanto que el sol ha absorvido el rócío, pues p_erjudica á los vinos el arrojar al lagar -las uv·as humedecida~ El escobajo del racimo contiene un "principio astringente y áspero que altera el sl\bur del vino; este principio á veces coincide á corregir la flojedad del,mpsto y á facili-

tar la fermentacion segun es la temperatura; pero, para la elaboracion de vinos de superior calidad importará desgranar la uva y no arroja~ al lagar el escobajo. En nuestro país comunmente se procede de un mismo modo para. estrujar la v_endimia; algunos hombres la cascan con los piés. Está operacion tiene el inconvenie_nte de que sea arrojada al lagar una gran cantidad de granos enteros, cuya película se rompe mas tarde por la fermentacion y estorba que esta marche de un modo uniforme, circunstancia muy acomodada para obtener buen vino. En otros, en que se procede corr mayor inteligencia y algun esmero, se usa de un cajon que contiene dos cilindros de m·adera que giran en dos direcciones opuestas por medio de dos ruedecitas de dientes, y cuyo coste no excede de doce duros. Las proporci-ones de este iostrumento se determinan por la impoHaocia de las cosechas. La: operacion es además muy económica por no nece_sitar mas que de dos jornaleros, el uno para -dar movimiento al me• canismo y el otro para arrojar la uva y extraer los escobajos , pasando el lír¡uido al lagar con la película. . · Los cosecheros cuidadosos se ocupan con aoticipacion d_e tener en buen estado al lag;i r, y de preparar bien los cubos. Los que emplean la cál viva á fin de satürar el áeido que existe en el mosto, tal vez ignoran


que 'las sales calcáreas que forman con -este toneles. Hay quien decide la conveniencia procedimieO.Lo, disolviéndose en el vino, le de esta operacion por el descenso de la macomunican un gusto desagradable y pro pie- · teria en fermentacion dentro dél cubo, ó todades muy dañosas) la salud. mando del líquido en un vaso y observando Para ·que el vino sea de bµena calidad es si no presenta- mosto á la superficie, ni glómenester que ·1a fel'mentacion se verifique bulos al rededor del vaso; otros se limitan á prontamente, y como esto depende de la .. introducir un · pal'o dentro del cubo y á remayor ó menor sazon del fruto y de la tem- coger en un vaso el líquido que corre por él peratura, indicaremos las precauciones que al extraerlo coh presteza, á fin de observar deben tomarse. La primera es llenar el lasi se le forma un collar de espuma ; á obsergar sin pérdida de tiempo y en un solo día, var si el líquido es caliente, cual es su cosi posible es, y no empezar esta operacion lor, y si es azucarado. hasta las die'.l de la mañana á fin de que el El principio generalmente reconocido es calor del sol caliente el mosto. Para activar que el mosto debe permanecer en el cubo y mejorar la fermentacion se puede tomar menos tiempo cuando la masa es muy voun caldero de mosto hirviendo que se arrojá luminosa, la temperatura es la mas elevada al lagar. Una compuerta de este líquido bas- y. se trata de obtener un vino mas grato y tará para seis toneles de vino. A este mo'>to perfumado; por el contrario la fermentase añadirá una proporcionada cantidad de cion deberá prolongarse si el principio azuazúcar en aquellos años en que una vária y carado es abundante, el mosto espeso y la fria temperatura no ba permitido que la uva temperatura algo baja . Si se lleva por obje~ abunde del principio meloso, y unos cuan- to el obtener vino para ladestilacion, débetos brotes tiernos de melocotonero que se se sacrificar toda consideracion y aspirar dejarán asimismo hervir con el mosto. Tam- únicamente á la formacioil del alcohol, lo bien dá buenos resultados el saturar con ce- que se obtiene difiriendo la fermentaciou. ni'.la el ácido· del mosto que se hace hervir Asimismo los vinos toman un color mas osjuntamente con el azúcar y los brotes de curo continuando por mas tiempo la fermenmelocotonero hasta reducirle por el hervor tacion. á su mitad. Estos son los principios mas acreditados: Para apreciar bien y mejor que con el los cosecheros inteligentes los modificarán gusto del paladar la parte integrante del en la práctica combinando las ~specie:, de principio azucarado que es el que hace la uvas con las calidades de los terrenos. excelencia del vino, débese emplear el peNos permitiremos añadirá estos dalos ge- _ samosto ó areómetro, el que jamás induce á nerales algunas observaciones. La fermenerror. Un buen mosto marca -13 y H gratacion es mas activa en los primeros períodos, -el mediano 14 ; el mosto de meno~ de dos que hácia su fin;y cesa cuand-0 el mos1 O es malo. El cosechero apreciando por esto marca medio grado en el areómetro y alte medio el mosto deLerá determinar la can- gunas veces cero . Entonces es cuand() imtidad de mosto hervido ó de azúcar que meporta estraer el vino que ya nada puede gajorarán el vino. nar permaneciendo en el cubo. La fermenLos cubos ó tinas deben ser cerradas ; lo tacion que mas tarde se observa ·procede del esencial es que de un modo ú otro se deje principio espirituoso que se forma y del gas una abertura P.ºr la que se evapore la ferácido carbónico que se desprende de los tomentacion. Los cubos cerrados proporcioneles~ y asi es que importa no cerrar estos nan que el vino no se altere ó vuelva agrio, desdé luego cuando están llenos. que :;:ea mas ruerte y que se pueda extraer Acontece que el vino ya dulce cuando se mas pronto. saca del cubo conserva una marcada dulzuVarias son las prácticas y doctrinas acerra, en los toneles y que por eso no puede ca la eleccion del dia en ·que importa exconvenientemente venderse. Exisle un metraer el vino de los cubos y trasladarlo á los dio muy sencillo para remediar tal inconve-


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niente ; basta practicar un agujero en la parte füperior y dejar salir una vez al dia, durante un ratito tan solo al gas, y continuar esta operacion hasta que no se oye el soplo que ocasiona. Se cierra el tal agujerito al tonel, y pasados unos dias habrá desaparecido la dulzura, que se habrá transformado en una mayor fuerza del vino. Réstanos observar que antes de estraer el vipo del lagar es -indispensable no descuidar la separacion de la superficie de la brisa y estraerla hasta el punto en que ya no se observa la presencia del principro ácido. Esta operacion se verifica con palas de madera y cuidando de no introducirlas mucho en la masa. La porcion de brisa estraida se dejará· fermentar durante dos dias y servirá para obtener un excelente vinagre. Esta operacion que indicamos es importante, pues si la masa de brisa separada por agriarse con. el contacto del aire se hunde dentro del cubo ó se mezcla con la restante masa, ciertamente todo el vino adquirirá un principio ácido. Requiere esmerado cuidado la preparacion de los toneles. Si estos son nuevos es bueno prepararlos con baños repetidos de agua hirviendo, agua desaló de mar, y finalmente con mosto hirviendo. Los toneles de roble dan al vino un gusto seco y, agradable; los de cerezo bien predispuestos y cuidados son escelentes para vinos finos y delicados. Es una buena práctica cuando se puede disponer de lagares espaciosos, saturar los tonel es nuevos dentro del cubo y durante la fermentacion. En los toneles ya usados pe-ro que se ba_Jlan en buen estado despues de quedar renovados y ajustados, se limpian con agua hirviendo é introduciendo en ellos una cadena de hierro con cuyo auxilio se arranca la capa de tártaro y el pósito adherepte. Cuando se observa. han contraido un olor desagradable é insistente, es preciso resignarse á no servirse de ellos. En los toneles y.a llenos, queda en el cubo un residuo que contiene vino cuasi tan bueno corno el que salió libremente. Este residuo se somete á la accion de una prensa. Cornunmente se arroja cierta cantidad

de agua sobre! este residuo antes ó despues de comprimido por la prensa á fin de obtener U[l vino flojo, ligero, el que no se conserva y debe consumirse pronto. El residuo este estrujado por la prensa sirve: bien sea para la labricacion del car denillo (verdet), para alimento de ganados y palomas, cebadero de carneros y para abonar los viñedos. En fin la- brisa sirve para confeccionar el álcali. El vino-depositado ya en los toneles requiere varios procedimientos para su completa elaboracion. Permanece turbiQ y fermenta todavía durante un cierto período. Generalmente se acostumbra dejar abierto el agujero superior del tonel: esto tiene algunos inconvenientes. El vino se evapora y vuelve ágric1 si el tóuel es seco, pues absorve la madera una parte del vino y queda un espacio vacío ocupado por el aire que ocasiorra el agriarse. La mejor práctica es la de tapar el tonel así que está lleno"y dejar al lado del tapon~un ~pequeño respiradero que se abre y cierra todos los días. OtraJpráctica-- es así comun· y consiste en dará los toneles un: vapor~de azufre. ~1\lézclanse con este varios] aromas, tales como polvos de clavel, canela, lirio de Florencia, nuez moscada, flores de orégano, de t_omillo, etc. Se funde (la mezcla que.'parece mejor dentro de una cazuela con un fu ego moderado, y cuando todo está derretido) e bañan dentro rle él~unas)iras de lienzo ó de algodon y se dejan secar. Ilay (quien tan solo emplea ~el azufre estendido sobre papel de estraza. Estas mechas así impregnadas, ise suspenden al estremo de un. alambre, se las pega fuego y:ardiendo se introducen dentro del tonel que se;itapa: durante la cornbustion y se llena despues de vino. Este procedimiento vuelve de pronto el ~vino turbio y de feo color pero noJarda:en!volve(á~su estado natural; recibe alguna ¡fuerza, se:; conserva rnas y atenua el color de los vinos negros. Hay;cosecberos que prefieren¡encabezar el vino con cierta cantida<l de aguardiente al que se pega fuego con:Ja llama de una pajuela teniendo cuidado durante la comhustion de tener el t¡¡pon del tonel un


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el tonel y se agita el vino fuertemente con tanto entre abierto. Esta práctica es mas una vara de hierro á la que se c·olocan unas acomodarla que la de mezclar con el vino mechas· de crin. Así se deja descansar duuna cantidad de aguaTdiente. rante quince . di·as y se estrae el vino con La clarificacion de los vinns es una opeviento de norte sC es posible. Asimismo se racion esencial particularmente de aquellos puede emplear la goma arábiga reducida á que participan del ácido tártaro. Esta opepolvo. racion consiste en extraer el vino que es suLas enfermedades mas comunes del víno perior aJ pósito que se forma en la parle son de volverse ágrio y perder su fluidez namas baja del tonel, y en despojarle de todos los principios que contiene en suspen- ·.tural. Se vuelve ágrio generalmente en épocas marcadas, por ejemplo cuando se anunsion ó poco disueltos á fin de obtener no mas ciil. la savia en los viñedos, y su florescencia. que la porcion espirituosa é incorruptible. La influencia de vientos calientes y el haEn cada pais es vulgar verificar la lraslallaí-se en bodegas no frescas y conveniente- . cion de vinos en una época señalada. Unos mente ventiladas le perjudican. la r.cal izarán en marzo y setiembre, otros Produce buen efeéto en dias en que rigen en 15 de octubre y febrero y fines de maraires ca\orosos ó durante tempc,ra\es levanzo . La práctica mas acreditada consigna el tar los tapones de las pipas. Así lo practimes de marzo en dia frio, seco, y durante el caban con buenos resultados los PP. Capu-· viento del norte si es posible . Los vientos chinos con vinos de mediana calidad. Los del medicdía y levante enturbian los vinos cosecheros en grande que esperimentan la y los agrian. Cuando se quiere c.lariOcar el desgracia de agriarse sus vinos, nada .p.ue- vin.o despues de dejarlos cambiados de un den hacer mejor si no pu eden destinarlos á tonel á otro se emplea la cola de pescado la destilacion, que hacerlos pasar por la brique se desarrolla con precaucion, se corla sa en el lagar despues de la estraccion del en pedacitos pequeños y se pone en remojo mosto. Esta operacion los repone, pero es dentro de vino. Asi se pone esponjosa y conprudente venderlos en seguida y antes de viert~ en. un amasijo glutinoso que se arroja poner brotes las viñas. en el tonel, agítase fuertemente el vino y Cuando los vinos pierden su fluidez y fordes pues se deja en descanso, y cuando es man hilo corriendo como et aceite, sé corriclaro se estrae. En temperaturas allas surte una temperatura fria, gen esponiéndolos·en mejor efecto el uso de clara::: de hu e vos : •12 y colocándolos con la cola de pescado y claclaras bastan para una carga. Se sacuden ras de huevos batidas jun tamente. bien las claras con un poco de vino,y cuan(El .Agricultor. _español.) do. se hallan muy espumosas se arroj3:.n en ·

En algunos artículos de El Cultivadot·, nos bem.os ocupado del guano, una de las sustancias fertilizantes de mayor inter~s para la agricultura. La estension que va toman-

do el uso de este ábono ; en el cultivo de plantas que crezcan y fructifiquen con prontitud, hace que los cnriosos desearan saber la historiá del guano que muchos años há


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la baya de Ariéa, reunirse todas la,s maña. sirve para abonar nuestras tierras. He aqui nas á las diez horas y todas las tardes á las lo que dice acerca de este asunto 1\L Girarseis para apoderarse' de ÍÓs -peces que nadan din (de }\ouenf, miembro corresponsal de_l en aquellas aguas·. Instituto. . Costaría trabajo creer, en vista de .la pe«En -la relacion del viage <;le Fregier, in:.. queñez de los lug~res de que se -extráe tan geniero del Rey, en las costas de Chile~• de1 Pe~ú en 1-os años de ~712, 1713. y .17H, re- : grande cantidad de _guano, que esta sustanlacion publicada en Paris el 'año' 1726 en un . cia fuese depositada por. las aves, .si no nos volúmen en ,l,.°, su editor Geoffroy-Noyon; ._ condujese á ello el fenómeno natural que se ve de que las plantas se .ma_rchitan y se seal que debo la corriunicacion á 1\L Viau, can, en los puntos donde dichos animales Qui mico en Harfleur, se encuentran detalles dejan cáer sus escrementos, de manera que curiosos, que manifiestan que los pueblos no se véallá la mas rnínima verdura. Este deUitoral del Occéano Pacífico , hacen u-so prodigio se debe á este fiemo ó guano que del guano con mucho resultado, mas de dos se -~xporta., como be dicho, de_!quique, y . siglos ha. He aquí , lo que refiere Fregier que fertiliza las tierras en términos de ha. de esta singular sustancja. · La Isla de !quique es tarnbien hil.bitada cerles producir á- ó 500 por uno, de toda esp'ecie de granos, trigo, maíz, etc. cuando se por Indios y por . negros que se les ocupa á esparcir el guano, que es una tierra arnari- _ lo emplea con inteligencia. Nacid_as las semillas, y cuando están en lienta que se cree sea el escrernento de aves, porqúe además de ieoer_ la fetidéz- de estas _estado de trasplantarse, se colocan las plantas de manera que el agua que corre por los materi;¡s se hallan entre ellas plumas de pásurcos lle.ve el guano suavemente al pie. de jaros. Sin emb,argo no deja de ser dudoso las raice~ que han de aprovecha.rse de este creer como han podido reunirse tan grandes á.bono. En el acto de la plantacion y consecantidades d'e este e_scrernento, porque de cuente riego, se echa á cada pie de ,·eget.al cien años á esta parte se han cargado todos una cantidad suficiente de guano, esta opelos años diez ó doce barcos para abonar las racion se repite cuando el vegetal llega .á. S\J tierras como se dir.á luego, y apenas se no.:. ta que haya ~isminuido su elevacion, ade-· florescencia, igualmente que al momento de ~esarrollar sus frn_tos cuidando de ·regar con· más de la gran cantidad que s.e lleva á lomo frecuencia atendidó á que no suele llover en para. fertiliy;ar las viñas y tierras de cultivo este país. Si no se tuviese esta precaucion, de Ta-rapatá, Pica _y otros lugares .circunve·las sales de que se compone este abono quecinos;· lo que hace pei;i_sar. á mucho·s que esta marían las plantas. Es por ·esta razon que . sustancia es µn.a lierra partic~lar y -no un le esparce en diferentes veces y con cierse escremento. , tas precauciones cuyo uso ·ha descubierto la . Yo no puedo participar de esta opiniqn, nec~s_idad por la diferencia de cosechas que porque·son tantas las aves en estos ponlos, se siguen. que puede decirse con verdad que obs'cu re-' cen el air(;l : se les ve en infinita multitud en (


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DE ·LA PICADURA · DE LA · ACEITUNA.(

,bable, porque la aceituna primeramente atacada es siempre, entre todas sus variedades; Además de los males que al olivo causan la mas carnosa; y porque e[! los años seeos, las influencias atmosféric-as, la inhábil ó en que este fruto permanece duro y tenaz, inesperta mano del hombre, -las· acometidas la enfermedad se presei;ita en la parte inmede los ganados, y la voracidad de los insécdiata al pedúnculo , que es la mas sustantos ,que en él se abrigan, son muchos los inciosa; y, por el contrario, en los años húconvenientes que padece la aceituna por caumedos, en que todas las partes del fruto essas estern~s y que ninguna relacioct tienen tán blandas y jugosas, s_e d~s.arrolla i._n discou ,el árbol. La ,picadura de la aceituna, tintamente en cuálquiera de ellas. Cualque la destruyó en su mejor estado, y cuanquiera, empero, que sea el grado de- probabido ofrecia las mas halagüeñas espey1u1zases ljdad de una ú otra cíe estas dos teorías, lo _ el mal á que DOS refeJi IDOS . Nuestro~objeto que importa es saber que la picadura cerca es examinar de donde proviene, cuales son, del pedúnculo, · es la mas perjudic'ial, por I de que modo se manitiestan·sus pernicio- cuanto, corroído éste, cae el f~uto en el essos efectos·, si es posible evitarlos, y cómo. tado en que .se encuentra, y si sucede en La picadura de la aceituna- se advierte otro ponlo_, medra y , aunque dé·mala. cali-: por un punto casi negro, que en ella aparedad, da bastan te aceite. ce, va esté verde, amarilla ó morada'. Bajo_ El aumento ú disminucion de este mal, en cuaiquiera de e§OS colores, (señales de .ma-_ unos años respecto de otros, consiste en los durez) se presenra con mas ó menos inten- cambios de temperatura sobrevenidos du_sidad. Con.vienen _los.escritores modero9s en rante la estacion ca\orosa. Los agricultores que la picad"ura de este y 9t~9s fruto§ es puramente prácticos lo achacan esclusivaproducida por una mosca, qt,i e, ~irié~dolos. mente á las vic.fsitudes ·del mes de agusto, con el aguijoo , deposita sus huevos entre y, en su ignorancia, .aseguran que_, como en tuero y carne. Estos huevos se desarrollan dicho mes no llueva_, ó cómo lloviéndó, no se altere , á pesar de esto, notable mente la en estado de gusanos , que caen al suelo, tempe"ratura, nada debe temerse. Procededonde permanecen, hasta tanto que una ferP.sta equivocacion de que ignoran el origen meótacion conveniente los vuelve á trasfordel mal : la historia de la traosformacion de ma'r en moscas, para reproducir. el mal que .los inséctos y la manera .con que la atmóscausaron sus aatepasadbs. La picadura se presenta en cualquier pun- fera se presta á dicha transformacion. La mosca, que pica la aceituna para deto de \a aceituna~ pero se observa,queuoas veces el iosécto hiere primero el sitio in- _positar en ella sus huevos, se transforma, lo propio que los demás inséctos _de su clase, mediato al pedúnculo, y olras indistin_tade huevo en gusano, y de gusano en mosca mente en el medio ú en los lados. Esta dió paloma. Cuando la atmósfera es favorable ferencia puede esplicarse, ya admitiendo que hay.a dos espécies de moscas con diversos. · al desarrollo de los inséctos, desarróllaose estos y sobreviene ia plaga; cuando aquella instintos , ya, en caso 9e no reconocerse, les es contraria, perecen e11os y queda el lacomo es lo probable, que haya mas que una, atribuyéndole la propiedad de atacar la par- 1 brador tran"quilo. Es favorable la temperatura al desarrollo de los inséctos, siempre te de la aceituna mas húmeda y jugosa, como mas fácil de ·herir y mas propia para de- ] que, para producir el grado de fermentacion positar los -huevos. Creemos esto mas pro- ¡ necesario, se confunclan el calor y la buTOMO 111. 41 ~ 5 DE DICIEMBRE DE 4 850.

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medad. .5. 0 Mullí r esa misma tierra y es ponerla Aplicando esta doctrina á la mosca, azoal contacto atmosférico para que reciba las sales que ha perdido. te de la aceituna, diremos; que en los años en qoe, en la estacion calorosa, lury la c.om6.º Hacer que el agua que no se infiltrabinacion de calor y humedad necesaria para ba ni llegaba á las raíces por la dureza del el desarrollo del gusano de que tratarnos, se terreno, baje perpendicularmente y las repica mucha :-.ceituna; y en lo.s años .en q·ue fresque y vigorice para poder de este modo le es .desfavorable, ó ·no se pica ó se pica poresistir al calor en los momentos en que este las aflija. ca. Es de ad ver ti r q üe este pe! ig.ro existe en Y 7.º Contribuir poderosamente á la recualquier tiempo en la estacion citada; po.r que en cualquier estado se pica la aceituna, generacion del árbol todo, por un medio que y por consecuencia es un error suponer que · seria imposible conseguir con el arado. Para que la vid, y otros árboles corresel dafü> acaece esclusivamente en el mes de pondan á lo que de ellos se desea, es preciso . agosto. Es constante y averiguado el hecho prestarle.; este y otros beneficios, y en idénde que las ramas del olivo cortadas y dejadas á su pie en dicha estacion favorecen el tico cas? está el olivo. Por otra parle , la mejora_ de que se trata no es costosa, pordesarrollo de este insecto. que no debiéndose hacer una cava profunda, Coa alejarlas de allí , no se evita el mal que seria espuesta en caso de sobrevenir un porque no lo .consideramos sino como un incidente de é'I. OLra ,precaucion hay ,cierta y recio temporal , el gasto de cada árbbl es muy té·nue. El propietario de olivos en peefic!lz, que si no lo impide absolutamente, lo evitará en mucha parte, como el propietario queño debe practicar este beneficio todos los. de este plaulío la adopte con empeñó y la lle- años; y-e.1 labrador en grande debe hacerlo por mitad ó por tercios. Si es cierto -que la \'.e á cabo con la conveniente ·prolijidad. Hemosca que pica -la aceituna se aleja muy mos dicho antes que el huevo desarrollado en poco del sitio en que nace, el propietario la aceituna cae al suelo, al pié del olivo,y que que mejora sris olivos con este cultivo, tiene alli se conserva para trasformarse en mosca, po~o que temer de la incuria y del abandoy reproducir -el mal que causaron ya Jas que no de sus vecinos. . de su especie la precedieron. Concretándonos a este punto, no quisiéraEn e~te caso es sencillo destruir el gérmos que creyesen nuestros lectores que, tramen del mal ·, cavando en ei rigor .del intando del daño de la aceituna producido por vierno el redondel que abraza la copa del un agente esterno, ageno del olivo cscluimos árbol. Como se ahueca la tier-ra s_e infiltra mejor el· agua, es mas intenso el frio, -y por otros, que tambien alteren y pudren el fruto, como aconteció en 184-5 por las muchas conseéuencia perece el gusano, y cesa el eslluvias de otoño, y en otros años por difetrago ocasionad¡;, por él. rentes razones. Cavando al pié de un ol:ivo, se producen ademas del beneficio citado ya, los siguienJI . . tes á saber : _ 1. 0 Destruir todas las ~aices superficiaEn nuestro artículo anterior, hemos dicho les y chuponas. que la picadura de la aceituna _era debida á 2.º Arrancar las pasmadas y secas, que un agente estema, sin relacion con el árbol ofenden el progreso de las sanas y verdes. ó lo qµe es lo mismo á una mosca, que, hi3. 0 Est(rpar las malas yerbas y h~sta dendo con el aguijon el fruto, depositaba los arbustos, que desustancian, con perjuisus huevos entre cuero y carne. Establecicio deí olivo, la tierra próxima al tronco. mos la duda de si seria una misma mosca la t. 0 :Mu dar y sustituir con tierra mas férque heria ya próximo al pedúnculo , ya en til y mas llena de jugo lá estancada en un las demás partes del fruto, ú si serian dos punto. apelmazada y empobrecida por esta con diversos ia~tintos. Bajo la hipó.tesis de causa • .


431> que padece el árbol de que depende, buscaque dicho mal fúese causad'o por una mosca, remos el mal en otra parle -y le-aplicaremos aseguramos era probable que esta se diriotro remedio. giese á C!Jalquier punto del fruto, pero que atacaria con preferenci:l. la parle mas fácil La cuestion asUratada es mas dirícil de resol ver, porque casi nada se sabe de las eny jugosa. De cualquier modo esta teoría dá f.erm-edades de los árboles, y menos cuando por resultado que la picadura de la aceituna se desciende á averiguar las leves indispose debe siempre á ese agente esterno. siciones que padecen por las alteraciones de Para que dicha teoría se cambiase en Vl-lrla atmósfera, que aunque pasageras son de dad seria preciso haber analizado la mosca grave influencia para el fruto . Una sola reaceitunera, y haber encontrll.do su gérmen gla podemos aceptar como guia para recorrer siempre idéntico, ya en la picadura próxiel laberinto de las congelaras en que vamos rpa a.l pedúnculo, ya en la de las otras pará entrar. De esta -regla saca remos algunas tes del fruto. No sabemos si. esta mosca es deducciones probables; pero sin fiar en que conocida ; si ha sido analizada ; si sus gérdaremos por resultado una verdad. La regla menes se han sujetado, antes y despues del pues, será analizar la influencia que tiene desarrollo, á las averiguaciones del microspara el olivo el aumento ó la disminucion copio; ni, en fin, si corresponde á algu~a de la humedad en un tiempo dado ó en todo de las ochenta ó noventa especies de moscas un año. descubiertas y clasificadas hasta nuestros Del estudio de las leyes de la naturaleza dias. se colige que todos los seres tienen por prinSobre este punto se sabe poco; pues la cipal objeto la facultad de reproducirse, y historia de las trasformaciones 'de las mosque, en virtud de estas leyes, emplean ellos cas, su reproduccio11 infinita, y las modifitodo el esmero que les es dado para consecaciones que diferencian algunas especies, guir su fin. La admirable disposicion de sus no son bastantes para sacar á la agricultura partes, la compensacion de unas con otras, uel estremo apuro en que muchas veces la el ejercicio regulado de todas , ;{ la .maraponen tan destructores insectos. Lo oportuvillosa manera con que se aunan y se ayuno fuera que, cuando se conoce una especie dan para ese fin, revelan el poder del que lo tan dañina como la que ataca la aceituna, dispuso. Como las reglas generales de la nase analizase el individuo, se presentase bajo turaleza son anteriores al individuo, se sutodas sus formas, con tudas sus propensiones, jeta éste á lo que disponen aquellas y en los en todos los puntos que ama y donde se enseres que están ligados á un punto, que no cuentra, y por último, segun todas las fases se mudan y que esperan, son mas fatales y que fuera dado conocer á la inteligencia hutrascendentales que en los demás. El reino mana; puessolamente despues de estas invegetal espera á pié firme que las inmutavestigaciones y de las cousecuencias que de bles reglas de la naturaleza produzcan su ellas sacase, podría el hombre encontrar los debido efecto, y si este efecto es distinto del oportunos medio!' de destruccion. que tales seres conviene, ó no se desarroá A pesar de eslo , la cueslion de este arlíllan, ó si se han desarrollado, perecen : La cu lo es aürmar ó negar si la picadura de la mis~a influencia impide su generacion, y si aceituna proviene siempre del ataque de ese se ha verificado , ella tambien destruye t!l insecto. Escluir otra causa nos parece no fruto que procreara. Esta doctrina, tan abs~ solamente arriesgada sino inverosímil; por tracta ( si se quiere), es la única que tiene manera que, aun cuando lo afirmamos para aplicacion para esos casos en que, á· pesar este caso , para otros lo negamos. En este de sus esfuerzos, y de no haberse ni en un sentido ratificaremos lo espuesto en nuestro ápice apartado de las reglas del arle, se aranterior artículo, si consideramos la picaruina el labrador. dura de la aceituna como causada por un Poco ó nada por consecuencia debemos agen•.e esterno; pero si la consideramos cosacar de dicha doclrin·a para remediar ei mo efecto de las alteraciones ó enfermedades


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mal de que tratamos ·; todavía, empero, si por .este medio fijamos la causa, conocida que ella sea , se podrá trabajar con mejor éxito, y acaso eviCarsus funestos r~sultados. El fruto adherido ·11l árbol debe padecer p'or las mismas causas, que padece éste; ora por falta, ora por sobra de humedad, ora porque el calor y la humedad se combiaan en mas ó en menos grado del ·que seria conveniente. Cuando falta humedad, falta el agente primero de la vegetacion ; falta ~ vehículo en que s~ deslíen , y por donde pasan las ·partes de que se compone la savia, y falta tambien la parte de ·ese liquido, que se asimilan los árbotes para vivir. Entonces los ·jugos nutritivos se consumen ó se quedan en el árbol , y ~como no alcanzan hasta -el fruto se desgoózan las partes destinadas á la produccion de éste , el cual se seca y cae. En tal caso DO se advierte alteracion, sino coosuncion. Cuando por el contrario la humedad , es escesiv.a, se alteran los principios coostitulivos d~- la saYia, el árbol absorve ma~•or parte de ese líquiqo, y todo llega al fruto en sentido contrario de como le conviene·. , l~ste á su vez sufre una alteracion gradual, que es la que indica si la. putrefaccioo será mas ó menos violenta. P·or esta causa unas veces la aceituna conserva mas aceite, otras · menos , · y otra·s absolutamente niogúno. Cuando se presenta este caso , obsérvase el mismo .punto negro que en la picadura de la mosca, pero siempre en la parte mas carnosa, porque es la mas húmed~, y el mal i-e detiene ó -se aumenta, segun ·oesa ó continúa la iuflueocia atmosférica. que . causó la altcracion en la buena vida del á'rbol. El calor 1' la humedad· combinados producen la fermentacion. La fermentacion tiene grados y podría medirse. Cada grado de ella corresponde con el desarrollo y.la existencia de un ser;· por esto se desarrollan unos á costa de otros. Cuan,!io -un ser es perenne como un árbol , la fermentacion le es favorable ó adversa. Adversa si es mayor á menor de lo que necesita. En el priJIJero de estos dos casos la putrefaccion es l?,n. segura co~o pronta; en el segundo, sobrevienen

la inanicion y la muerte. Estas alteraciones, si bien no destruyen el árbol , le ocasionan una enfermedad tempor~I que segun es mas ó menos aguda , destruye mas ó menos el fruto. Si el pedúnculo que sostiene el fruto está destinado á elaborar un. jugo mas precioso que ofrecerá su· adherido, es indudable que todas las alteraciones (le que hemos hablado lo incapacitarán para llenar su objeto. Si el árbol está cargado de mas fruto del que _puede llevar , la materia .de que el pe 7 dúnculo el::ibora su particular jugo no podrá llegar á cada aceituna con la abunaaocia que se nec~sita. Y fin,,si, por cualquiera causa que sea, no se verifica eu el árbol una c<>mbinacion análoga y precedente ·á la· que . en el pedúnculo tiene lugar, falto ésle· de la fuerza necesaria para su elaboracion, abandonará sus funciones, y con ellas el fruto . En todos estos caso~ cae la_aceituna con diversos grados de madurez, y, . en razon á lo masó menos avanzado de ésta, produce luego en la molienda . . · Dc_spucs de haber hablado de la picadura de la aceituna, causada po-r un agente esterno, como complemento de todas las aheraciones que padece. e3te fruto, nos hemos estendido en este segund<r art.ículo á deslio- · dar otras causas de esas alteraciones. Hemos señalado como orígen inmediato el árbol, y como remoto las causas que obran en la na- . turaleza. Nos hemos acercado mas , pues que entre esas causas designamos una, la sobra ó falta de humedad. Ahorl}. se nos pre- . guntará :· ¿á qué -tanta teoría? ¿á qué una esplicacion de la cual no se puede de~1,1cir un principio para obrar? ¿de qué sirve conocer unos hechos que, dependientes de la naturaleza, (sobre la cual nada puede el hombre), hao de seguir inalterables? Contestamos, para esplicar los medios que la esperiencia enseña, medios que corrigen eJ mal. En efecto, esa muestra inequívoca, y segura eo sus consejos, la esperiencia , enseña, que el beneficio abundante prestado á un árbol coatraresta los tiros fatalep, que la atmósfera asesta contra él. Demuestra tambien, en el paralelo de dos árboles, uno cut-

en


i37 ti vado y otro abandool}do., que aquel debe á su cultivo, que se atenue la humedad, si escede, y que se reten¡?;a, si falta; y por último, que si la 4umedad y el calor aum~ntan ó disminuyen la fermentacion, relativamente á como se necesita, ese mismo culti·vo sirve de contrapeso al mal. El terre.no de un arbol bien Cl.lltivado deja escapar ó retien-e la humedad, y en los escesos de calor y frio las muchas sales que contiene distri-

bu yen entre sí tqdo esceso1 lo compensan ó neutralizan. Si las observacio.nes que dejamos notadas son exactas, y ·si es verdad que sobrevienen intemperies q.ue ·alteran fa salud de los árboles, y por consecuen~ia la de · sus frutos, crean los propietaríos de olivos, que hay un solo remedio, reJI}edio de precaucion, que debe existir-antes del mal, el de un cultivo esmerado. -J. M. A.

·DI LOS lLKRIITOi P111 IL GANADO CABALLAR.· Como el caballo tiene las fauces y _¡ixó- , estrechas, pálidas y aisladas, sostenidas por fago estrechos, poco dilatables y el estóma- talios largos y ·esteouados, las que son poco go pequeño rélativamente al volúmen de su nutritivas, y á menos de no tener otro pascuerpo, i:esulta que n.o puede tragará la vez to y ser ya á fines del verano nunca se desioo una cantidad muy corta de alimentos y ben emplear para la alimentacion del ganano admite la suficiente para sostenerse -por do caballar . . largos intérvalos: tiene pues, precision de Pastos pantanosos. Además de que ¡:1-cacomer ·lentamente bastante tiempo y a meballo pastando en semejantes terrenos piernudo, porque sus alimentos bajo un gran de sus formas y su energía, las yerbas acuo• volúmen contienen pocos principios nutriti- sas, insípidas., y leñosas que en ellos Grecen, '\'OS, y a5Í para Silcar el partido posihle con- son ~ajo todos aspectos rosalubres y perni"" viene proporcioñarle · aquellos que aunque ciosas á cualquier animal, escepto el cerdo. Pastos de las orillas de los 1·ios ó formados poco vofuminosos son muy sustanciosos. El . ganac;lero y el -labrador tratarán por consi- por uluviones. Estos terrenos contienen por guiente de elegir sus pastos, de manera que lo general uoa vegetacion de las mas feraces la abundancia y -los elementos nutritivos es- y abundantes en sustancias nutritivas: sori . tén en relacion con la alzada y el número de pues útiles para las grandes hervívores, los sus ganados, .á fin de que cada animal pue- caballos de tiro y yeguas de vientre, á peda satisfacer su apetito en el menos espacio sar de que se nota que en ellos se pooén los· · de tiempo posible para. luego {lescansar ó ser animales torpes y pesádos, y que las manos empleados en . nuesfro . serYicio: por lo que y pies de las caballerías se ensanchan y pierante todo deben ·examinar las cualidades den su hermosura y l~gereza. propias y especiales. de cada clase de aliPastos salados cm·ca de las playas. Sien-mento. ' . do estos· terrenos bastante elevados para tePastos en las selvas, bosques y montes espe- ner el suelo firme, ninguno produce un alisos. La yerba que crece en estos sitios se . mento mas sano y nutritivo bajo todos as..: compone geoeralu;ierite de plantas de hojas , pectos, y cuasi para toda. clase de anjmales


son escelentes; conservan la safod, dan energía tanto á la!; · crias como al ganado_ adulto y sobre todo su heno es de una calidad superior y precioso para la alirnentacion del invi'erno. Pastos de las sierras y montañas. La yerba de estos terrenos es corta, espesa, firme; sabrosa y sumamente nutritiva; y ten.iendo el suelo en su construccion geológica ·algunas partes calcáreas, suelen ser sus pastos de los mas abundantes y mejores que se puedt:n ·desear, sobre todo para los caballos de silla; en ellos las crias adquieren bellas foripas, articulaciones flexibles y movimientos éleserti'barazados y hermosos , los músculos y tend·oues se fortifican y toman _un buen desarrollo, y la's manos y pies ganan en so- _ lidez y buen aplomo·. En ¡manto al forrage verde de los prados naturales ó artificiales, es mas ó men'os nutritivo y favorable al caballo seguQ la base de su vegetacion en gramíneas ó leguruinosas, advirtiendo que.estas úlÚmas exigen algunas precauciones: por último, para el ganado caballar los pastos secos y elevados son los mejores, especialmente para el caballo de silla ; los bajos solo para los de tiro. y los pantanosos malísimos para \odos, á pesar de estar á veces cubiertos de una vegetacion feraz. Relativamente á la cuestion económica, debemos siempre tener presente que la sie: .- ga hace crecer lá yerba en altura, y el pastarla la hace talar y encesµederse ; que ·la yerba que reemplaza la que ha sido pastada muy á raíz, es mas :rlimenticia, y por fin que en aquel los pastos donde nunca entra ro.a s que una sola clase de ganado, se adultera en muy pocos años, invadida _por plantas perniciosas. Por lo cual debernos hacer segar y pastar alternalivamenté las yerbas y no consagrarlas jai:nás esclusivamente á una sola especie de animales, que naturalmente dejarían las plantas que no le conviniesen, mientras que serian sin embargo mur del gusto y á veées de las mejores para nuestros otros animales domésticos . Quizá•solo en la aplicacioneselusiva de un pasto·á distia.to ganado se ha- , lla re~~elto el prob~ema por qué el gaoad~ro de. profesion no logra pro_ducir animal!!s

tan baratos como el labradór ; este último, reuniendo masó menos número de toda clase de ganado, aprovecha en su beneficio todo cu~nto produce el suelo; de Ínodo que lo que su caballo desdeña, el buey lo come, y si ni uno IJi otro pueden aprovecharlo por ser demasiado corla la yerba el ganado lanar sabe cortarla hasta la raiz. Estos últimos años un hecho práctico ha confirmado completamente las ventajas positivas que ofrece el hacer pastar alternativamente lo:; terrenos por toda .clase de anima les; la yeguada nacional de Pin en :Franci,1, además de mantener en el d-ia el mismo número de ganado caballar que anteriormente, sostiene con los mismos_pastos un rebaño de cien reses vacunas v mi I lanares, cuyos •productos anuales qued;n á parte del salario de sus pastores en beneficio líquido para · el estabJeci mi en to , desde que se ha aíiadido es!a esplotacion á su princi.pal,.que. es la cría caballar. A pesar de que solo en algunas provincias y localidades particulares de España se siegan los prados para convertir su forrage en heno, no podemos omitir hablar-de este pTo·ducto agrícola, que á nuestro parecer es demasiado desdeñado por nuestros labradores, ofreciendo en la alimentacion iñvernal de los ganados caballares, vacunos y lanares la mayor utilidad é importancia. Un ccrnjunto de plan¡as alimenticias, segadas en el tiempo de su ·floracion y des pues de bien secadas, de modo que conse rven sus hojas enteras, suaves,-de color verde, y de otor algo aromático, es lo q-ue constituye el heno; y si eslá compuesto de yerbas ·gramíneas y leguminosas con algunas condirnenticias, bien limpias de terrones, basura y polvo, pocos alimentos habrá del mismo volúmen tan r_icos en principios nutritivos y lan del. gusto de nuestros animales domésticos . En cuanto á las diversas clases de paja, · las empleamos demasiado en la manutencion dé nuestros ·ganados, en· nuestroJconcepto por falta <le.aplicarnos y de dar bastante estension á las culturas-raices, con especialidad á 1~ zanahonia: es verdad que constituye, un culLivo de los roas costosos, que á veces s.u siembra se destruye por entero, que


su primera edad ofrece siempre trabajos minuciosos y caros, que una limpieza rigurosa

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de la primera de.bia pues siempre ser mejor y mas ventajoso que la segunda. ¿De del terreno es indispensable á su buena vedonde proviene entonces , que en la mayor getacion, ~ que il súelo exige ser labrado y pa~te del globo so:Io se aliment:! el caballo mullido á bastante pi'qt'undidad; pero tamcon avena?-Si nuestras observaciones puebieu es cierto que cuidado con esmero, igual den ofrecer algun peso en la solucion de la superficie de. zanahorias ofrece mayor can- cuestion, diremos que como la avena es mas tidad de escelente alimento que ninguna aromática que la cebada, provoca tal vez otra. planta; prepara bien la tierra para mejor el apetit'l, siendo asi mas del gusto cualquiera otra cultura sucesiva, v ofrece en del caballo, y, por estos principios co • diel invierno una alimentacion gust~sa y fresmenticios estimula mas su energía, á pesar ca, tanto mas preciosa, cuanto entonces de ser ficticia y de poca duracion; por lo siempre los animales están mas ó menos que creemos efectivamente que la ~vena es enardecidos por los alimentosesclusivamen- preferible en todo.; aquellos países de atmóste secos. Asi, pues, á nuestro parecer solo fera fria y húmeda en donde artificialmente con estender las culturas-raices y substituir hay que dar tono al estómago, mientras que en gran parle en la alimenlacion invernal la cebada debe ser preferida en l~s países de nuestros ganados las raices por la paja, ~ecos y cálidos. De todos modos para que sea lograrian nuestros labradores mejorarlos y buena la a vena ha de ser pesada, delgada, aumentarlos, y emplearían mas esclu sivalustrosa y de corteza lisa , y la cebada lo mente la paja en hacer para sus animales, m(smo, pero el grano mas abultado, y ammejores camas, aumentándose en consecuenbas limpias, bien conservadas, de un olor cia la cantidad de basura, ' que en resúmen casi imperceptible y no recien cojidas. Las es el único y verdadero eje de una agriculproporciones alimenticias que existen entre tura floreciente. Con respecto á lo nutritivo, las referidas diversas semillas son las s-ique encierran las diversas pajas, la del tri.:. guientes: el trigo y las legumiñosas que go y c,ebada es la mas sustanciosa, pues no ·contienen 2i por 100, el c;enteno 22, la cecontamos entre las pajas los tallos de la lenbada 17, y la avena 12 de partes nutritivas teja,• que conforme á todas las esperiencias á pesar de que esta escala nunca puede ofreson los que bajo el mi mo volúmen alimencer una exactitud rigurosa ·por causa del clitan mas. ma, del suelo y de ta'ntas otras circunstanEn cuanto á los granos, el trigo, las bacias., que varían cada año y-en cada localibas, habichuelas,. guisantes, lentejas etc., dad mas ó menos la calidad del grano. son de los mas nutritivos, y contribuyen po.._ El antiguo precepto recomendado por Hiderosamente al desarrollo de la estatura y pócrales de variar y alternar los alimentos, de la buena complexion del cuerpo, pero son se sanciona cada dia mas I mas por la es-poco empleados á causa de su valor directo perienr.ia; por lo que debemos tratar de en la alimentacion del hombre rnientrasque cambiarles de tiempo en tiempo, ó al menos generalmente dedicamos id gan.ado caballar variarles tanto cuanto sea posible. Con respecto á los granos secos y duros como hala -cebada y l_a avena. Aun estas dos semibas, habichuelas etc., la práctica ha probaú una llas se emplean casi· esclu~ivamente, otra segun los diversos países: el árabe y do que á veces en su estado natural resisten á la accion de las m elas y pasan ent.eros nosotros darnos la preferencia á la cebada, el inglés y todos los habitantes del centro y por el tubo digestivo, sin poder dar por conNorte de Europa emplean solo b avena, y secuencia ningun principio nutritivo, por lo que es ventajoso molerlos, majarlos ó ablaná pesar de esto todos estám os de ~omun acuerdo sobre las sustancias alimenticias que ' darlos masó menos para de este modo aprovechar mejor sus parles alimenticias. En epcierra cada una de estas dos clases de grnno; a.si todos atribuimos á la cebada ma_s • Alemania y en algum1s de las grandes yepartes nutritivas que á la avena, y et empleo guadas austríacas imperiales, que están ba-


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jo la direccion del conde de Hardegg, bemos 1 traba en el invierno, y cad_a dia _por cabeza tiallado un modo de alimentac_ion para las ·, de caballo padre,. yegua de vienlr.e ó cabacri-as y yeguas de vientre, que nos Qan asello de labor, dos celemines ele a'Vena, media gurado ·ser )mena, sumamente nutritiva, Y. arroba de paja y _pinco libras de heno , á las múy del gusto·de los animales en invierno; crías de ·dos y tres años un celemin .de ayena, la misma cantidad de paja y heno, sea consiste en una mezcla ·de paja de a_vena, trébol seco, heno de prados y cierta canti- de la me.z_cla espresada 61- de zanahorias á dad de habichuelas toscamente molidas, bien ·qiscrecion. Desde el destete hasta dos años, inezcladó y cortado. to.do junto, y condimen- de un cuarto hasta medio celemin de avena y tado co0: una copiosa rociadura de agua sa-. tantas zanahorias como lo permiten los relada. Eii las mismas yeguadas de Babolna, cursos del establecí miento. A pesar de su '.Mézcrhegye.;, Biber, Radautz y Ossiach,·en crecido número iodos estos animalts éstán donde ·en el año de 484-1 se mantenlan en- encerrados en cuadras ; los de BaboJ.na en tre padr~s, yeguas ~de viéntre, crias y caba- cuadras de 80 cabezas en cada una, y en las ' llos de labor, .el inmenso número de siete otras de 150 en dos tilas. mil cuatrocientas y siete cabezas; se suminis(El Agricultor español .)

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ELECCION DE: L! RAZA ·EN LA CRIA DEL· GANADO VACUNO·. -'l.

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Para elegír u.na raza d-e ovejas es pr_eciso téner en consideracion la .alzada, las formas, las cualidades, ·y sobre todo el valor de Jos vellones. Debe compararse tambierí los auimales con los influjos big_iénic.os de la locáli~ad, venta y pedid.os de los consumidores. Tal vez el g·auado lanar es uno de los que mas modifi~aciones esperimenlan por el influjo de las I-ocalidades ó el clima físico, pues teniéndole ~ontinuamente en los pastos, se encuentra sometido en todas las .estaciones á la ac.cion de la ·atmósfera, del sol, de~las llu_v¡'as, d~I polvo, etc. etc. Prefiere y pros.pera en los' parages eleyados, ;;ecos y algo áridos, porquf ia domesticiaad no ha cam.biado sus instintos naturales, Pl!es aunque se ve que ciertos rebaños se encuentran bien _en los pastos húmedos de lngl,ate_rra, Holanda y Flandes, ninguno puede soportªr ·por mucho tiempo el i.nflujo de un terreno húmedo, á. causa de pad~cer la coma lía ó , éomalicíon, cµal la esperiencia lo est¡ de\

mostrando continuamente: . En la eleccion de una raza de ovejas es preciso fijar la atencion en la facilid ad de mantenerlas y_en el valor de sus ·productos. Bajo el .primer concepto se tendTá en consideracion la naturaleza del terreno y el sistema de. cultivo usado.en.el país. Uo:\:ampo , seco y fértil convieoe· para cualquier raza de ganado lanar, cuando no se opone el método de cultivo: en los parages húmedos, pantanoso's, mal sanos, donde crecen abun:danl~ ~·erbas muy aguanosas, conviene uná · raza que engorde pronto y pueda destinarse con ventaja al degüello, despues d_e algunos meses de pasto: las montañas, y en general el ganado trashumante,. reclaman reses pequeñas y vigorosas que puedan.resistir las marchas necesarias para buscar y encontrar sµ alimento. , Nunca debe intentarse mejorar un reba,ño buscando mayores moruecos, pues la ~s: perieneia de todos ,los países ha dado á co-


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nacer que no acarrea el menor inconveniente la eleccion de una .raza pequeña, mientras que puede haberle dando lapreferenqia á una grande; aquella crecerá cuanto el pasto permita ; las reses corpulentas _d esmerecen Luscando un alimento incapaz de mantenerlas, su lana se pone quebradiza, reseca y vidriosa, se cae y aun mueren de marasmo ó enflaquecimiento. Se sabe tambien que las reses pequeñas, además de prosperar en cualquier terteno, dejan mas beneficio, no solo por faciritar una carne tan buena como las corpuleritas, sino porque ~l mismo alimento consumido por dos ovejas que pesen tres arrobas dan tanta c·arne como una res que pese seis. Además hay igualmente ventaja respecto á la lana multiplicando las razas pequeñas, puei;: dos vellones de estas tienen mas que el de otra mayor, siendo por otra parte mu cho mas fina, en igualdad de circunstancias, puesto que en las especies animales todas las partes del cuerpo están por .lo regular en relacion unas con otras, y las ovejas pequeñas tienen la piel mas delgada, y meo.os gruesos los p~los ó lana. Tanto por la calidad de la lana como por la cantidad, son preferibles las reses pequeñas á las grandes. C~si todos los ganaderos desviejan d~ seis á ocho años, de consiguiente se esquilan las ovejas ci neo ó siete vece,s, obteniendo de cada una de cinco á siete vellones, mientras que la carne no se aprovecha mas que una vez ; <le modo que es la lana la que debe formar -el principal. producto del ganndo lanar, lo cual debe ha-· cer preferir las reses pequeñas á J.as grandes, aunque aquellas sean inferiores á estas para el degüello. Otra de las consideraciones generales que deben guiar en la eleccion del ganado lanar será las necesidades de las localidades. Casi siempre es ventajoso dar la .preferen~ia á 1rna raza notable por su carne inmediato á las poblaciones de gran consumo, porque siempre .se venden bien,·sie~do buscadas las reses corpulentas, de crecimiento rápido y que cojeo carnes con ·rac_ilidad ó ~ngordan pronto. En los puntos distantes de los ruercados, en las monlañas y sobre todo en el

ganado trashumaule, deben preferirse las reses pequeña$ para obtener mas lana y mejor, porque se reli.enen mas tiempo á causa ·de desviejarse en el último estremo de l¡i vida, y como se las· esquila muchas veces hay mayor interés en fijar la atencion en la cantidad y calidad de la lana que en la carne, porque el valor del vellon de una oveja que se esquila. siete ú ocho veces, compensa . siempre la pérdida que se esperimenta al vender la oveja vieja para el abasto públíco. • En la elecciou de las reses blancas no debe fijarse esclusivamente la atencion ·en la belleza del velloñ. La lana considerada generalmente como la mas preciosa, la fina, no siempre es la que deja mas beneficio. Es preciso oomparar la finura á la cantidad; nueve libras de lana. á tres.reales la libra. prod,ucen una cantidad igual que se¡'s libras á cuatro y medio, y cuando hay pariedad 6 semejanza en el precio de venta, debe darse lá preferencia á las reses que sean mas fáciles de criar, á las que prosperen mejor y cuyo producto sea de mas pronta salida. Luego, bajo ·este concepto, la lanas comunes tienen gran ventaja- sobre las de Iujo ; las primeras se ~enden sien:r1;re y en todos los países y su venta suele no acarrear gasto alguño ; no és raro el que las otras cueste trabajo Golocarlas, -por lo raras ·que son · las manufacturas que las necesitan, á no ser que se empleen para mezclar; por lo comun hay que traspo1tarlas muy lejos para poderlas vender, tenerlas almacenadas . mas ó menos tiempo hasta encontrar ocasi0n oportuna; y demasiadas veces hay que venderlas á bajo precio. La misma consideracion es aplicable á la lana_ larga, füa, adecu ada para el peine, c_omparada con la merina y rizada, que se carda .- La facilidad de producir la una y la otra y la de venderlas, asi como los beneticios que se sacan deben servir de guia· para la eleccion de la raza. Para esto no es dable asignar mas que reglas relativas, .puesunaa veces es ventajoso criar reses ·con lana fina · y otras s·on mas lucrativas las de lana coman: una-ley de aduanas, la moda, el establecimiento de un medio de comunicacion enLre dos localidades ú otras causas, pueden


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originar las mayores variaciones en el pr~- das para la carnicería exigen terrenos ferticio de las lan~s y hacer se~ hoy onerosa ó les, algo húmedos, el descanso, un alimento perjudicial la cria de una raza que ayer abundante y cuanto embastezca ó engruese la piel, así como la Iaua y que esta se alarproporcionaba grantles beneficios. gue: que las de lana tina reclaman circunsUna raza, cualquierai. que sea su alzada, tancias higiénicas opuestas, que prosperen · su origen ó proeedencia y demás cualidades sitios montañosos y secos, aunque poco en . que la caractericen, debe ser adecuada para fértiles, donde no encuentren ma~ que un el país, fácil de criar y de man tener·, y no alimento mediano, y que el tenerlas en pasexigí r gasto alguno estraordinario . Las ratorías ó cobert'izos alin;t la lana, la pone zas que presentan estas condiciones rara vez enferman y siempre rinden beneficios. No flexible y sedosa, siendo mas pr.eferible para el refinamiento y perfecr.ion de los vellohay mas escepcion en esta regla que en la ne-s que el redilar ó sub:,istir sufriendo los introduccion en género de ensayo ó de meinflujos atmosféricos de los vientos, de las jora de ti na raza exótica de la cual se esperan grandes productos. A estás cualidades aguas, i;ol, polvo y demás cuerpos estraños: por último que· las razas con laQa lisa, larrelativas al pais, hay que reunir la fuerza, ga y sin ondu1ar se mejora al aire libre, y la salud y buena conformacion; debe tener, · segun las circunstancias, pocos desperdicios que por lo tanto si el clima no permite el redilar todo el año, se meterán en los dias y mucha carne neta: tod as las razas deben ser prolíficas, de acrecentamiento rápido y de invierno que lo reclamen en establos ó fáciles de engordar. Un labrador inglés ha ·cobertizos limpios, grandes y bien ventilacalculado que las reses de las razas Leices- dos. No se crea el que poniendo en ejecucion ter y los mestizos -procedentes de esta raza lo espuesto se logrará lo que se desea, se )' la de Costtswold, exigian 20 por 100 de necesitan otras mu chas cosas para i;onsealimento menos para su crecimiento y dei;arrollo que .las reses de las antiguas razas g,ui rlo, sobre todo la buena y acertada eI·ección de los padres tanto en salud, alzada, inglesas. Se n~s figura útil manifestar para qué los formas y edad, como en la calidad de la la-ganaderos conozcan la necesidad de que sus 1 na, su color y consanguinitlad de aquellos, rebaños estén compuestos de reses semejan- 1 cual espresaremos y demostraremos en otro tes ó iguales y que,exijan el mismo régi- / artículo. men, que las reses principalmente adecua--

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_El director de una esplotacion rural debe _ reunir siempre en todas las clases de fuerzas motrices, la actividad mayor y mas á prcrpósito para el ti n propuesto, y emplear del modo mas ventajoso todos· aquellos medios

equitativos que tenga á su disposiciou para llfwar el producto líquido á los límites posibles; por lo que todo tiene que entrelazarse y efectuarse á la vez, siendo indispensable la unidad lanlo en la voluntad como Cll


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artísticos, deberia renunciar á sus mismas el mando. El todo tiene pues, que concebirmiras por superiores que fuesen, sáber ejese en una sola inteligencia, que no debe nuncutar lo mejor posible las órdenes recibidas, ca perder de vista el conjuuto y cada una de y encerrarse estrictamente en el radio de sus partes, y así, nada es mas pernicioso cosus funciones. Estos gefes subalternos vigi~ mo la division y contradiccion, que s.e de Jan ramos especiales ó caseríos separados, á notan al momento que las medidas adoptapesar de estar bajo la misma direccion sudas por un hombre, estan espuestas á ser perior. modificadas por otro , aun cuando del misEn algunas grandes esplotaciones, el dimo cambio resulte por el momento una merector tiene agregados un cajero, un guarda jora verdadera. Esta falta de unidad es ineal macen que tiene las llaves de las provisiovitable siempre que el amo de la hacienda y nes, un tenedor de libros, y á veces varias el que la dirige generalmente sin su particiotras personas que se vigilan unas á otras pacion, son dos personas diferentes. El amo hasta al mismo director, si como ellas, fuequJ} se reserva el derecho de modificar la se hombre asalariado por el amo de la haorganizácion sin el libre consentimiento del cienda. director, se abroga las facultades de éste, Los capataces, empleados en las diversas que entonces no es mas que su asociado. Seclases de trabajo, de un modo activo, están mejante arreglo no es imposible, y puP.de generalmente bajo las órdenes de los gefes ser suficiente para hacer funcionar hasta e.o de especialidad: así como los trabajos del la ausencia del amo una esplotacion ya orinterior de la casa, de la lechería, de lacria ganizada, pero ofrece siempre sus dificultade arns de corral, ele. confiados á mugeres, des ó faltas: el subordinado no podría en están sujetos á una persona de su sexo. tal caso ser responsable del resultado geneEn las haciendas, cuyo personal es conral , y la consecuencia de esta irresponsasiderable, es de necesidad absoluta observar bilidad es por lo general la indiferencia. El como si fuese un ejército, y tanta disciplina director es pues, el que por sí mismo ó por que las órdenes se trasmitan de grado en otro organiza y di ri¡¡;e la esplotacion, siendo grado sin omitir uno solo. A.si, si por ejemen ambos casos ilimitados sus poderes. plo el director manda inmediatamente á un En una gran_hacienda, cuya esplotacion capataz ó á un mozo sin ser advertido el gees muy complicada, se emplean á veces vafe especial, esta transgresion introduciría el rios administradores ú otros gefes de espedesórden en la gerarquia, y los empleados cialidad : en semejantes casos su esfera d.e subalternos no tendrían ya ninguna responactividad y los límites de sus facultades han sabilidad . Se debe además evitar cuanto sea de estar bien estipulados, y nunca deben posible el que las órdenes se comuniquen traspasarlos sin el permiso del director , ni por tercera persona, á. menos que el direcalejarse de sus órdenes espresas, aun cuantor tenga una agregada con este objeto esdo estuviesen en posicion de hacerlo mejor, pecial. pues como ellos no pueden enterarse del meLa ma~•oría de los agricullores reconoce canismo general, n1.1nca tienen certeza de que que es menester sostener de un modo conest.a mejora no ocasione en otra parte una veniente los criados, y no negarles cosa al falta, que ¡;e ha~•a escapado á su prevision. guna de aquellas, que les pertenecen segun Asi la ciencia no les es necesaria, les basta las costumbres del pais; recomienda adeuna capacidad artística á propósito µara la más \a severi_dad y teson en las relaciones localidad, por cuya razon aquellos que han con ellos, y desaprueba como inútil y con aprendido el oficio en él pai y que siempre al fin propuesto un trato á propósito trario han servido la hacienda y se han distinguipara ganar su afecto: be esperimentado que do por -ser fieles, ap1icados- é inteligentes, este último medio empleado con inteligenmerecen la preferencia sobre los forasteros. cia, dá. por resultado mayores ventajas y Un agricultor que se emplease en semejante mas durables. No hay duda que debe uno posicion inferior á perfeccionar sus talentos


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ejercer su mando sobre ellos con hechos y no con discursos patéticos, súplicas 6 quejas ;ife~tuosas, que mirarían como falta de carácter; sobre todo, es de la (J?ayor importancia que reconozcan en el director y otros gefes un vivo interés y esfuerzos constantes por el éxito de la esplotacion. Si los gefes temen las incomodida4es, las pri~aciones y sacrifican el deber al recreo, los criados se creen autorizados-para imitarles tanto cuan_to esté á su alcance, y el mal seria aun mayor si notasen que su gefe respecH vó inmediato sin ser mas que un servidor in nomine y cumpliendo mal con su deber, goza á pesar de todo del favor del direcwr. Conociendo por lo contrario, que tanto este como todos los que les mandan, desempeñan sus cargos con celo é inteligencia; que son ca_paces de apreciar la cantidad y buena ejecucion del trabajo, y estimar si sus subordinados han cumplido con sus deberes; si saben escitar al trabajo, mantener el buen acuerdo entre ellos, y disimular la fatiga con palabras risueñas y afectuosas; estoy convencido por esperiencia que estos ejemplos y pro~ederei:.: in0cularán en todos los criados un verdadero afecto á la persona y á los intere es de el que les proporciona trabajo y existencia . La presencia, la direccion y la participacion del ama de casa en los trabajos de su sexo tendrá n además una influencia mas marcada, porque el .espíritu de imitacion está mucho mas de arrollado entre las mugeres que entre los hom· bres. Respecto á los criados hay qu~ satisfacer con escr.upulosidad todo cuanto se hava estipulado ó por convenciunes 6 por co~tumbre del .país, lo que exige que se conozca bien á estos últimos; i se traspasan estos límites difícil ·seria parar, siendo sobre todo lo mas pernicioso dar con profusion aguardiente 6 vino para estimular al trabajo. La actividad momentánea que produce al principio, queda muy pronto re~!Dplazada por una flojedad, que no puede despues remediarse sino aumentando progresivamente la dósis, hasta q·ue I a costu rubre destruya por entero la propiedad escitante de dichas be· bidas espirituosas .

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-Si se pudiera indicar la proporcion de fuerzas necesarias para la ejecucion de los trabajos de una hacienda rústica segun su estension y la organizacion de sus culturas, no cabe duda que semejante cálculo ufreceria mucha utilidad, á pesar de que el empleo de las fuerzas disponibles exige lodos los dias y á cada momento · la atencion del director, siendo imposible el preveer lo que la temperatura y otros incidentes le obligarán á modificar sus disposiciones primitivas; porque el resultado de ciertos trabajos dependiendo principalmente de la constitucion -atmosférica, hay que espiar el momento favorable y apresurarse á aprovecharle. Las diversas operaciones deben siempre estar presentes en la memoria del director segun la importancia de la actualidad ; pues como las fuerzas destinadas á la ejecucion dél trabajo son siempre limitadas, le es á : veces forzoso ef contentarse con hacer lo necesario antes de lo útil : en esto es donde los agricultores principiantes se equivocan con frecuencia en sus esplotaciooes, y aun mas en el juicio que forman de fas agenas, criticando la tardanza ú omision de un trabajo útil, pero que -en circunstancias dadas no hubiera podido eíectnarse, sino á espensas de olro aun mas iwportaote, Teniendo siempre presente~ los trabajos necesarios y útiles de cada épor.a del año, murhos de ellos. y particularmente los menores, podrán ejecutarse con una grande economía de tiempo y de brazo , y a i las fuerzas disponible · á la sazoo se adaptarán siempre á su mejor empleo, y nunca quedarán ea la ioaccion. Hay que ·poseer el arte de dar apariencia de urgencia á todas las operaciones, aun á aquellas que pudieran tener espera, con el fin de que los subordinados no caigan en la lenta'cion de relajar su actividad. Asi para no encontrar e detenidos un solo instante , para cuando se ~on_cl u ya un trabajo antes que se haya previsto, se ayudará la memoria anotando en un librito por semanas y ·por dias todas aquellas operaciones que se pueden hacer, y sobre lodo ios trabajos menores que son muy á propósito para ocupar losinlervalos. Debiendo estar los tr,,bajos distribuidos


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tanto entr los mozos como entre los anima- ventajas, que presenta en ·una esplotacion les de labor del modo mas apropiado á las activa la division del trabajo; tambien: es fuerzas y aptitud individuales, hay que co--. boeno dar á destajo todos los trabajos que nocer estas y hasta las inclinaciones parti- sean susceptibles de ser medidos, y acosculares de los trabajadores ordinarios, cuyo tu robrar á los jornaleros á trabaJar con este número ha de estar en una justa proporcion arreglo. con los trabajos que se han dee¡ecutar. GeEl hecho que mejor caracteriza un buen neralmente no es ventajoso emp·render gran- di rector de una esplotacion agrícola es : el des trabajos con fuerzas reducidas y vice- empleo mas ventajoso posible de todos los versa-: aquellos exigen una vigilancia espe- productos ·y de todos los materiales ; econocial,. lo que no sucede con estos, y siempre mía sin avaricia mal entendida; la sustitues mas fácil vigilar un pequeño número de ~ion de un artículo barato con el mas caro trabajadores con respecto á la clase y can- siempre que este último no satisfaga mejor tidad de trabajo. Los trabajos deben siem- , su objeto; el cuidado de tener constantemenpre ser arreglados, tanto cuanto sea posible te una provision suficiente de todo lo nececon respecto á la época y al sitio, de módo sario para el consumo y subsistenci"a-de los que puedan ser vigilados á un mismo tiem- hombres y ganados _de la esplotacion; no de. po; por cuJa razon hay. que concentrar las jar nunca la caja desprovista, y proporciofuerzas ~• activar el asunto, con especialidad narse una posicion favorable bajo el aspecto operando en sitios lejanos. comerciaple: una contabilidad exacta es el Hay que evitar cuando sea dado, inter- medio mas acertado '. para llenar bien todas rumpir fos Crabajos eq1pezados y hacerlos estas obligaciones. · carnhi ar sin necesidad, tanto con respecto á los instrumentos y animales, como en cuanA. THAER. to ·á lÓs hombres, empleando los mayores Consejero, {1'ndadot· y director de Moeglin,.Jnslituto esfuerzos para proporci°onarse las grandes agrfcola real de l'ru1ia.

FIN DEL TOMO Tf;RCERO.


ÍNDICE GENERAL Lit las materias c.ontenillas en este tomo tercer.o lle

---~ Págs.

AGRIC1J'LT1J'R4.

Págs. De los prados húmedos y cenagosos. Del ulluco y su cultivo . . . . . • . . De los huesos y de su utilidad en la agricultura. . . . . . . . . . . • . . • . Modo de destruir las malas yerbas en las tierras de cultivo • . . ·. . . . • . . . De algunas consideraciones acerca las semillas de los prados naturales y artificiales. . . . • . . • . . . • . . . . • Del olivo. . . . . . • . . . . . . . . . Trigo racimal, del Milagro óde Esmirna. Del .trébol y su cultivo. . . . . . . . • Cultivo del algodonen el mediodía de fü. paña. • . . . • . • . . . . . . . . • De la cochinilla y modo de obtenerla. . . Del trigo del milagro, como sustituto del centeno en los terrenos áridos y secos. Cosechas nuevas. . . . . . . • . . . • • Nuero cultivo de la patata para que produzca mayor número de tubérculos. . De diversas gram/neas _para formar prados de p~slo ó de guadaña. • . . . . . Cultivo <le un a nueva variedad de Raygrass de Italia. . . . . . • . . . • . Cultivo de las plantas de raíces carnosas. De la picadura de la Jceituna. . . .

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BORTIC1J'LT1J'RA.

N ola sobre el ii:_¡gerlo de corona ó á ojodormiente.-:-Zana horia roja de cuello verde.. . . . . . . . . • . • • . • • 252 Nuevo método de ingerlar los árboles frutales.-Cultivo invernal de la patata.Navos de Findlandia y de Petrosowoode. . • . . • . . . • . . • . . • • . 273 Trasplantacion de los árboles frutales. . 284 Nuevo método _de plantacion por estaca. 420 J AB.DINEBÍA,

Buginvillea.-Bejaria.-Pri.m avera de la

China.-Blandfordia flammea.-Rondeletia speciosa var. major.-Lilium Szowilzianum.-Camelia Japónica Ar• chiduquesa Augusta. . . . . . . . . • Lapageria rosea.-Un rival de la Victoria regia .-Esp osicion de la Sociedad central de horticultura de Paris. . . . . . Observaciones acerca de algunas pla'ntas nuevas ó poco conocidas en Europa.Plantas de adorno.-Hortalizas.-Plantas forrageras. . . . . . • . . . . • . Cultivo de la Camelia y clima que le conviene . . . . . . . . . . • • • • • · · Cultivo de las verb cnas .- Uso de la corteza de mimbre para mantener pegados los ingertos de yema ó de escudete ..

254

275

293 310

351

ECONOMIA B.1J'B.AL,

Proyecto para el fomento y mejora de la ganadería . . . . . . . . . . . . . . . . Influencia de las raices carnosas en las rotaciones de cosechas y en la ruanulencion del ganado. . . . • . • . . . . Memoria sobre los bosques y arbolados de España . . . . • . . • • • . . • • .

1 11 25 60

86 114

133 161

185 32 Productos de la vaca y del buey. 34 Variedad de vacas sin cuernos .. . 36 Un paseo á Miralles .• . . . . . . Ventajas de la laya sobre los demás ins39 trumentos de labranza. . • . . • . . . De la fabricacion _de los vinos blancos ó 58 licorosos. . . • . . . . . . . . . • . 81 De si es útil trasplantar los alcornoques .. 83 Abono Jauffret. . . . . • • . . . • • Vinicultura . . • . . . . . . • • • • • • • ~4 97 De la siega y recoleccion del heno . • . . C.onservacion del trigo por medio de la . . . • • . . • . 108 paja triturdda...


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447 Págs.

Págs.

Aguardiente de higos. . . . . • . . . . 109 Granja modelo de D. Gaspar Cienfuegos y Jovel\anos. . . • . . • . . . . . . . 111 Aparato Lono-hidráulico para ~acar agua para regar y otros usos, en el término de S. l\1arLin de Provensals, al lado de la vaquería de Llimonet carrclera de l\1aLaró. . • . . . • • • • . . • . . . . 112 De la época mas ventajosa para vender el heno . • . . . . . . . . • • ': • . . . . . 126 Rápida ojeada sobre las máquinas que se empican hoy en la estraccion del aceile. 127 Destilac_ion de las pata las por Evaristo { ~~i Hourier.. . . . • . . . . . . . . . • . 226 Vin-o de paja.. . . . • . . . . . . . . . . 151 Nuevo aparato hidráulico. . . . • . . . . 159 Medios preservativos contra la sarna de los ganados y remedios par'l curarla. • 169 De la alimentacion drl ganado en el establo como medio de aumentar los abonos. . • . . . . • . . . . . . • . • • • 171 Uso de las cenizas en los forra ges • . • . 180 Cuidados que exigen los lechoncillos durante el invierno. . . • . . . • . . . . 198 Ventajas é inconvenientes que ofrecen las cercas.. • . . . . . . . . . . . . . . . 201 E nfermedades á que están espuestas las terneras durante el cebo. . • • . 210 Estercoleros. . . . . . . . . . . . 213 Cebamiento del cerdo. . . . . . . 237 Nuevo método de curar la sarna. . 244 Del ganado lanar y pastos para alimentarle. . . . . . . . • . . . . , . • . . 245 Nuevo método de alimenlar el gusano de seda . . . . . . . . . . • . . . . . . . ·• 259 Diferencias entre las ,·arias clases de tstiércol . . . . . . . . • . . . . . • . • 266 Veotajas é ioconvenienles de los pastos considerarlos en general. . . . . • • • 281 Deseripcion del hipodermo del buey. . . 290 Consideraciones generales relativas á la eleccion del ganado vacuno segun los usos á que se desline. . . . . . . • • . 302 Medios de preservar el trigo que no se en• carne . . . . • . . . • . . . . . . . . • 306 Nueva prc-paracion de las semillas por el método del Sr. Bickés.. . . • . . . . • 308 Cullivo de los~bosques combinado con el de los cereales y forrages. • . . . . • . 317 Cosecha de~la seda. . . . • . . . . . . . 323 De las enfermedades é imperfecciones del trigo. . . . . . . . • . . . . . . . 335 Nueva remesa de semilla de gusanos de

seda Mas . . . . . . • • . • . . . . . Rápida ojeada sobre la historia de los me• rinOi españoles . • . . . . . . . . • . . Necesidad de sementales para el refino de nuestras Iaoas. . . . • • . . . . . • . Un director de una casa de labranza . . Produccion y uso del estiércol • . ••. De la aceituoa y del análisis químico del aceite. • . . . . . • . . . . . . . . . Modo de convertir las tierras de pan-llevar en prados. . . . . . . . . . . • . Consideraciones higiénicas y económicas que se han de lomar antes de empezar una conslruccion rural. • . . • • • . .

339 342 347 349 364 367 374 385

389 Estudios sobre la raza merina con lana se-\ 393 dosa de Mauchamp . . . . . . . . , • · / 403 418 De la uva considerada cerno alimento para el ganado. . . . . . . . . . . . • . 406 Cria lucrativa de gallinas.-Gastos y productos de la gallina. • . . . . . • . . 411 Utilidades que ofrecen las patatas fermentadas para la alimentacion del ganado .. 4t4 Remedio para curar el meteorismo al ganado bovino. . . . • • . • . . . . . . 416 Eleccion del ganado vacuno segun las ne421 cesidades del pais . . • . . . . • . . Elaborncion de vinos . . • . . . . . . • . 428 Del guano . . • . . • . . . . • . . . . 431 De los alimentos para el ganado caballar. Eleccion de la raza de la cri11 del ganado lanar . • . . . • . . • . . . • . • . : Direccion de una esplotacion rural .••. ADMYNISTRACION Y ECONOMÍA PÚBLICA EN SUS RELACIONES CON LA AGRICULTURA.

Revista mensual de agricultura. . Escuelas de agricultura. . . . • Del uso que debe hacerse de los bienes comunes . . . . . . . • , . • . . . . Seguros contra la mortandad de ganados. InOuencia de las ferias en la agricultura. Cosas que influyen en la buena 6 mala calidad de las lanas. . . . . • • Sociedad de se-guros mútuos agrícolas. . Ventajas de que el soldado aprenda las praclicas agrícolas. . • . . . . . . . . Sequía en las provincias de l\lúrcia y Almería. . . . . • . • . . . . • . . . • Una mejora. . • . . . . • . . . • . . • • Un aviso de la Socieuad de Socorros mútuos agrícolas . , . . . . . . • . . . •

17 30

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448 Págs. 203

Esposicion Agrícola en Barcelona. . Programa de la Sociedad ecosómica matritense, • . . . . . • . . . . . . , . ·, 215 Sequía en las provincias de Múrcia y Almería. II. . • . . . . •. . • . . . . . . 248 C-oncurso de llores en Barcelona . . . • . 251 Sequía en las provincias de Múrcia y-Al. . . . . . . . 257 merfa. III. . . . . . Ministerio -de Comercio, Inst-ruccion y Obras públicas. Agricaltura.-Circalar. 269 Instituto agrícola en Barcelona. . . • . • 271 Uno de los medios mas fáciles que tiene el Gobierno para dar mayor extension á la Agricultura. . . . . . . . • . • . . ~77 Causas de la decadencia de la ganadería española y modo de removerlas_: . . . 287 Un recuerdo ai" ilustre Baron de A.bella. 297 Dict,ímen · dela comision nombrada por la.junta de agricultura de la provincia de Madrid sobre el e·nsayo hecho po_r . D. Justo Hernandez , cubriendo las reses con eamis-as para el refinamiento de_· las lanas. • . . . . . . . . . 330 Porvtnir de la ·Cerdaña. . . . . 333 Propie.Larios y administradores. 353 358· Seguridad de los campos . . . -. Nota· para coiiocimiento de los autores, de los Elementos· de agricultura española recibidos en esta dircccion basta el 30 de abril" "de 1850, en que ha sido cerrado el concurso. . . . : •. ·• . . . 372 Catecismo de Agricultura. , .. : •. , . 373 La España antigua y moderna re~pecto á l.a industria agraria. . • . . . • . . . . 382 Programa de los estudios de agricultura en la escuela de Verviers {Ilélgicaj. • . 387 Escuelas agrícolas. . . . . . . . . . . . 401 Utilidad ·d e que se creen en España Gobernadores del campo. • . . . . . . • . 409 De'la asociacion aplicada á la agricultura. 425 VAlUEDADES.

Enfermedad de las patatas.-Medio de destruir las chinches.-Error respecto al buey .-Papel de paja.-Método para conservar flor-es naturales con sus formas y colores. . . • . . . . . . . . Arbole; propias pára ser plantados al rededor de los estercolares.-Climas respecto a los árboles.-Cehamiento de las vacas.-Otro mod-o de mulliplicar el trigo. . •• , . • . • . . . . . . -. . . Madera que produce la isla.de Cuba.-Geranio.-Calor .-Humedad.-De la luz,

) ~' Págs.

-De la sombra.-Jnduslria de la seda. El Nuevo trapicbe.-Cáñamo. . . . . . De algunos pastos. . . . • . . . . . . . . Del r.er ezo .-Uso de la brea para preservar el trigo del gorgojo.-Vários arboles. . . . • . . . • • . . . . . . . . Medio para combatir las mataduras de los animales de carga y de paso.-Medio de restablecer un campo de trébol.De la pita. . . . • . . . . . • • . . Modo de alimentar á los becerrillos.

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315 408

PARTE OFICIAL.

Real órden circular previniendo á los jefes políticos, que a l¡i posible brevedad remitan una noticia · detallada de las 19 obras de riego que convenga establecer. Real órden reencargando eJ cumplimienmiento del artículo 1.0 de la ley de 8de junio de 1813, y negando las adiciones al mismo que solicitaba D ..Tuan Leon y Torres sobre amojanamierÍto de terre.:.. nos . . • . . . . . . . . . . . . . . • . · 20 Real decreto devolviendo la acequia_ de Tanste á los pueblos de Tauste, Cabanillas, Justiñana ··y Buñuel, y rebajando el cánon que sati,facian los re gantes del canal Imperial, con otras disposiciones._ id. Artfoulos del Código Penal, vigente des. de 1.0 de julio de 1848, que mas·<lirec22 . . tamente se refieren á la agricultura. . Real órden relativa á la iostalacion d.é depósitos ele caballos padres en las provincias. . . • . . . . . . . . . . . . • 42 Real orden dando gracias á la diputacion provincial de Leoo, por haber ofrecido sostener con fon_dos de la provincia el depósito de caballos padres establecido en la misma. : . . . . . . , • . . : . • 43 Real órden aprobando el reglamento , que se inserta, para los guardas munici• pales y particulares del campo de todos los pueblos del reino. . . . . . . . . • id. Real órden relativa á la in,stalacion de depósitos de caballos padres en las pro-• vincias. . . . . . . . . . . , . . . . . 94 jautas de Real órden autorizando á las 71 , agricultura para que puedan elegir corresponsales en los partidos judiciales. 95 Real decreto créando una clase de directores de caminos vecinales y de canales / de riegos. . . . • . • • • . . . . . . . 140 95 Real decreto estableciendo escuelas agri397 colas.

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