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Los panes

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Lasbuenasnoches

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fet mismo Don Bosco era a menudo favorecido con avisos y advertencias celestiales con ocasión de los ejercicios espirituales de la comunidad o de novenas en honor de María Santísima Don Domingo Bongiovanni, Don Miguel Rúa y monseñor Cagliero nos contaron lo que en cierto día Don Bosco relató:

"Una noche Don Bosco dijo en público que nos había visto en sueños a todos nosotros comiendo, distribuidos en cuatro grupos distintos. Los jóvenes que integraban cada grupo tenían en la mano un pan de diferente calidad Unos comían pan reciente, fino y sabroso; otros, pan ordinario; hay quiénes pan negro de salvado y, por último, los postreros, con pan cubierto de moho y agusanado Los primeros eran los ¡nocentes, los segundos los buenos, los del pan de salvado,los que se encontraban en desgracia de Dios, pero que no estaban habitualmente en pecado, y los del último círculo o grupo, los estancados en el mal, que no hacían esfuerzo alguno para cambiar de vida

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Don Bosco, después de explicar la causa y los efectos de tales alimentos, aseguró que recordaba perfectamente qué clase de pan comía cada uno de nosotros, añadiendo que si íbamos a preguntarle, nos diría particularmente la forma en que nos vio Muchos, en efecto, se presentaron a él y el siervo de Dios les fue manifestando el lugar que ocupaban en el sueño, dando tales observaciones y detalles sobre el estado de las conciencias de los demandantes Todos quedaron persuadidos de que lo que Don Bosco había visto no era una ilusión ni mucho menos una suposición temeraria, sino la más completa realidad.

Los secretos más ocultos, los pecados callados en confesión, las intenciones menos rectas al obrar las consecuencias de una conducta poco recatada; así como también las virtudes, el estado de gracia, la vocación,todo cuanto se refería a cada una de las almas de sus jóvenes, quedaba manifiesto, descrito o profetizado. Los muchachos, al escucharle, quedaban como fuera de sí por el estupor y después de sus entrevistas con Don bosco,exclamaban como la Samaritana: Dixi m/hi omrí ¡a quaecumque feci, (me ha dicho todo lo que he hecho) Estas afirmacioneslas hemos oído repetir mil veces durante años y años"

Los jóvenes manifestaban a veces a algún compañero de mayor confianza el aviso recibido, pero Don Bosco nunca jamás descubrió estos "secretos a otros, a no ser al interesado, en sus múltiples visiones intelectuales Estasy el sueño expuesto, que se repitió varias veces en formas diversas, mientras leocasionaron alguna pena al hacerle ver algún / espectáculo desagradable, le J ofrecían también la seguridad de que gran número desusjóvenes vivía habitualmente en gracia de Dios.

Por eso don Bosco confiaba mucho en las oraciones de sus muchachos y, cuando alguien recurría a él para conseguir una gracia, respondía confrecuencia:

—Haré rezar a mis muchachos.

Y es que, en efecto, la oració n hecha en común y en alta voz adquiere un poder maravilloso, que va creciendo a medida que aumenta la devoción y la santidad de quien reza En el Oratorio había un gran número de muchachos de quienes se puede afirmar sin miedo a equivocarse, que eran otros tantos "San Luis" por el candor de su alma, ñ

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