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Encuentro de Performance
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Ecuador-Quebec, diálogos de creación en acción - (Encuentro de Performance) Dirección: Juan Montelpare Curaduría: Juan Montelpare - Rodolphe-Yves Lapointe Realización: La Karakola, kasa de experimentación y konvivencia artística Quito, Ecuador, Enero 2014
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Ecuador-Quebec, diálogos de creación, en acción La Karakola, kasa de experimentación y konvivencia artística, es una plataforma de arte contemporáneo y comunidad que piensa-siente su accionar desde ejes políticos culturales los cuales son el fundamento de trabajo a partir del cual concebir el arte y las creatividades. El Primer Encuentro de Performance Ecuador-Quebec se realizó en la ciudad de Quito, enmarcado dentro de los ejes políticos que articulan el accionar en los territorios, los cuales son: Generación de comunidad, arte seguridad y espacio público, identidades, producción artística. La Karakola toma como metodología de acción en el trabajo de arte-comunidad que viene desarrollando desde febrero del 2012 el arte, el contextualismo y la convivencia creativa. La posibilidad política que el arte, en tanto generador de sentidos desde universos simbólicos específicos posee, nos lleva a un abordaje sensible del espacio del otro. Partiendo de aquí, la concepción que elaboramos de contextualismo desde nuestra realidad definiéndola en: La posibilidad de abordaje desde la relación-lectura de los espacios-tiempos determinados, componiendo desde el lugar (historia, identidad, acervo, imaginarios culturales, elementos físicos-simbólicos) para generar un recambio en la circulación de energías, sin violentar el espacio del otro. De esta manera, la construc-ción-deconstrucción que se realice, se transforma en parte de. No llevando elementos al espacio, sino encontrándose con estos (cuerpo-menteespacio-tiempo) de acuerdo con la investigación que se realiza previamente, donde lo poético comienza a transformarse en un accionar político que construye con lo que está y desde lo que uno es. En la convivencia creativa partimos del trabajo previo de arte-comunidad que se viene desarrollando en el sector de San Marcos, Centro Histórico de Quito, Ecuador. El concepto de Residencias Artísticas ha venido creciendo como punto de creación donde artistas de diferentes latitudes construyen obras en un tiempo determinado las cuales son expuestas al finalizar la residencia. La Karakola, ha venido proponiendo la “Konvivencia Creativa” como otra forma de creación donde los y las artistas se relacionan con el espacio-tiempo- (imaginarios culturales) para las creaciones que necesariamente partan de ese único lugar, para ese único lugar en relación con los y las habitantes. Estos dos elementos que se encuentran en una posición liminal, son las bases para la construcción de acciones artísticas que partan de la relación espacio-temporal que los y las artistas vivenciaron a lo largo del encuentro de performance Ecuador – Quebec. La Karakola intenta generar vínculos con creadores de otras latitudes que no han podido encontrar en esta parte del mundo, un espacio desde el cual trocar experiencias y saberes. Para este encuentro se contó con la participación en una co-curaduría con el artista quebequense Rodolphe-yves Lapointe. La separación continental Norte – Sur ha sesionado posibilidades de trocas estéticas que La Karakola intenta reconstruir como lo hizo anteriormente con AenA Muestra de video arte y video performance África en América en diálogos Sur-Sur. En esta ocasión se intentó abordar saberes y universos simbólicos diferentes partiendo desde; el arte, la comunidad y las construcciones estéticas, generando desde el encuentro acciones políticas que ayuden a la regeneración del tejido social desde la mirada del otro (ajeno) en un espacio nuevo en relación a esos elementos que descubra en el cotidiano. Construyendo así, encuentros que posibiliten reflexiones teóricas del arte de acción y procesos comunitarios en esta ocasión con diálogos Sur-Norte. El tiempo de trabajo para las creaciones fue de 10 días, donde los artistas nacionales y quebequenses se encontraron con la comunidad del centro histórico y en esta publicación, podemos encontrar parte de los registros de dichos encuentros y procesos creativos, siendo hoy, un material histórico de generación de pensamiento y acción en diálogo en este caso Sur-Norte – Norte-Sur en arte contemporáneo y comunidad. La Karakola
Participantes Ecuador Colectivo Histeria - Gabriel Arroyo - José Luis Macas - Juan Montelpare - Rodrigo Viera Cruz - Yamine El Rhorba Quebec Carl Bouchard - Christian Messier - Evelyn Bouchard - Myriam Lambert - Rodolphe-Yves Lapointe Invitada especial Perú Tammy Chion
Amanecer en el Panecillo previo a la acci贸n de Carl
El arte es arte, pero también otra cosa (ese largo camino del sentido) Decimos que las palabras moderno, o no moderno no nos sirven. Nosotros los Ayoreo Totobiegosode, y la gente del monte, vivimos como queremos vivir. Nuestra cultura tiene su propio camino. (Carta enviada por la comunidad Ayoreo Totobiegosode a la BBC)
Pensar que el arte per sé es bueno, positivo, noble, educado es caer en un enorme error, en simplismos que borran el camino de la vida. De la bella y compleja diversidad. Este es realizado por hombres y mujeres, por lo tanto, se nutre de intenciones específicas en momentos específicos. Por estas latitudes, al sur del mundo occidental, el arte, es arte, pero también otra cosa y es en esa otra cosa donde nos detendremos a pensarlo. Cuando intentamos hablar de arte nos vemos insertos en diferentes maneras de entenderlo, ya que, al ser este un medio dinámico de pensamiento que a través de la historia se ha ido significando y re-significando; se convierte en un universo extremadamente amplio. Desde aquí intentaremos recrearlo, proponerlo, sentirlo, partiendo de nuestras propias necesidades que respondan a oxigenar y dar vida abordándolo como medio de pensamiento sensible, como hecho creativo. A través del cual podemos relacionarnos aquí y ahora, de forma holística con nosotros, ese nosotros que incluye y abraza al mundo donde uno va siendo. A lo largo de la historia humana siempre han existido las creatividades, el hecho creativo que generó en grupos, comunidades y sociedades construcciones dinámicas, nuevos caminos, otros imaginarios y culturas. A un momento de esas creaciones la denominaron arte, nosotros entendemos así, entonces, a las creatividades como un momento anterior y posterior a esa denominación, como la génesis desde donde pensarnos y proponernos bajo nuestros universos, en un proceso de descolonización simbólica que nos lleva a un nihilismo positivo desde el cual, volver a ser y en el ir siendo de los caminos, no denominamos, sino, vamos creando. Las crisis sufrida por las artes plásticas en el siglo pasado, (historia occidental-eurocéntrica) donde las limitaciones pictóricas encontraron primero en los gestos sobre la tela un espacio desde el cual romper con la espacialidad para entrar en la temporalidad, en la acción, la acción como forma que comienza a tomar cada vez más fuerzas. Los happening, readymades entre otras acciones oxigenaron las artes plásticas allanando el camino hacia las artes visuales, construyendo así un sendero que nos lleva hoy hasta el performance. No podemos encontrar en este, solo un creador, un punto de salida único, sino múltiples. Como un arroyo que se nutre de muchas vertientes hasta encontrar su identidad y un nombre, pero a medida que avanza en la geografía que encuentra y lo contiene, se va transformando, definiendo y redefiniendo. Uno de los hechos creativos más importantes de la reciente historia del arte es la incorporación a este universo del performance, acciones realizadas a partir de un cuerpo que presenta mediante estas, signos. El cuerpo es político, presenta, guarda, posee, habla desde sí mismo, desde su historia, desde sus necesidades ontológicas las cuales se exteriorizan en esa presentación. Construyendo relaciones espaciales con el paisaje, con el otro, a través de las cuales nos va generando preguntas, cuestionamientos. Es por eso que en un performance no hay disfraz, no hay vestuario ni guion, tampoco se representa a un personaje o se habla desde otro. Sino desde uno mismo, a partir de esa pregunta interna que cada uno tiene. Es por eso su conexión con el cotidiano más profundo, con la vida misma y por eso además, que esas acciones han ocurrido desde siempre, vinculadas a rituales, activismo político, necesidades comunales y un sinfín de manifestaciones sociales, por eso como el arte mismo, un día fue denominado, pero este siempre existió más allá de la denominación, la moda, o el fin mismo como medio artístico, él, con nombre o sin nombre siempre existirá. Es por eso que lo abordamos desde estos territorios como un medio de abordaje social.
En el performance, como lo entendemos nosotros, todo el acontecer es parte de la acción, las relaciones espaciales con el paisaje inmediato que posee elementos significantes es y modifica al trabajo. Las acciones, reacciones y no acciones con quienes están presentes son parte de la obra modificándola, alterándola, enriqueciéndola, transformándose el concepto de espectador, apareciendo el cuerpo presente del performer y de quienes están en ese lugar; desapareciendo así el espacio escénico, las barreras que separan el arte de la vida. El espacio urbano se ha transformado con el paso del tiempo en el paisaje natural de gran parte de las poblaciones mundiales. Siendo lugar contenedor y proyector de imaginarios y sentidos. El imparable aumento de los centros urbanos, los desplazamientos sociales en busca de mejores momentos para las vidas de gran parte de la población lleva a una constante deconstrucción y reconstrucción de imaginarios fusionando sentires que se mezclan dinámicamente generando nuevas y otras culturas. Los espacios tradicionales del arte, han sido siempre lugares pulcros, asépticos donde acontecía el arte, vinculados a los centros urbanos que se iban gestando sobre todo en ciudades europeas o como reminiscencias tardías en las sociedades denominadas por los países centrales como periferias. El abordaje mediante acciones creativas y artísticas en los espacios cotidianos, públicos o semi públicos de ciudades tienden a crecer como una constante mediante la cual, los y las artistas son llamados a tomarse estos lugares al estar excluidos o no sentirse parte de los circuitos tradicionales del arte contemporáneo o como posición política ante el mismo. Cuando hablamos de arte, este suele ser entendido como una construcción positiva dentro de nuestras sociedades. Pero, la posición, muchas veces dominante, unidireccional, que muchos artistas y creadores adoptan a la hora de construir sus trabajos, hacen que se construyan colonizando espacios, llegando con imposiciones foráneas sin ningún tipo de relación ni física ni simbólica con la población o el lugar. Creando así obras que se imponen en los espacios e imaginarios. A la vez otros aún más osados que apoyan (consciente o inconscientemente) los procesos de gentrificación creando acciones para contextos turísticos que apuntan a públicos específicos y rondan la cultura del espectáculo y el entretenimiento sin posibilidad mayor a lo humano como construcción y sentido, expulsando a pobladores que no son tomados en cuenta ni ellos, ni sus sentires. Al accionar en los espacios públicos, ese enorme paisaje nuevo, nuestro, urbano, intentamos desde metodologías otras, generar relaciones y no imposiciones. Así, las acciones creativas comienzan a fundirse con el mundo, a ser parte del lugar que les dio vientre para nacer. Ese pensar desde el otro, desde y en el lugar para ese único lugar, con los elementos que descubrimos, el cuerpo así encuentra, se funde y propone esas preguntas ondas sin violentar ni física ni simbólicamente. El cuerpo es parte, el cuerpo aprehende siendo y siendo da. A esa otra metodología de creación le dimos el nombre de contextualísmo. Pensar el espacio común, no desde afuera, sino como parte de él, como lugar vivo y de constante relación intersubjetiva, puede ser el inicio para romper el ego-unidireccionalísmo desde donde se construyen muchos procesos artísticos. Crear dentro del torbellino y no detrás del cristal que nos separa y protege. Puede ser una gran diferencia desde donde pararse ante y con el mundo para romper algunos patrones académicos occidentales. Esta forma de abordar, de creer, de crear y hacer performance, puede quizá sonar romántica o marginadora, pero es la que se propone y en la que se viene construyendo un proceso político donde pensamos, sentimos y hacemos nuestro arte, nuestro trabajo creativo desde estos territorios.
Intentar cristalizarlo todo, es como el intento de los presocráticos de definir el ser, encerrarlo, examinarlo como objeto de estudio, clasificándolo. Creo que ese no es nuestro intento hoy, sino, acercarnos un poco a la manera de entender, de construir en nuestro espacio-tiempo. Ese cuerpo político que presenta acciones, que no dice, sino genera silencios, preguntas en el cotidiano de todos y todas, abordando las calles, las plazas, los espacios todos para presentarse alejándose de lo escénico para construir desde el espacio real. Dejándonos con más preguntas que respuestas, sin discursos unidireccionales. Como un espejo que nos presenta nuestra imagen más interna. No sabemos a dónde nos llevarán estas aguas, ese accionar en el espacio, en el tiempo que genera silencios, preguntas, pero sabemos que en ese devenir iremos nosotros con los pequeños gestos que nacen desde nuestra necesidad, esa que mueve y moviliza, construyendo también este camino.
Juan Montelpare Encuentro de performance Ecuador-Quebec -diálogos de creación en acción-
Artistas acompa単ando acciones
Rodo y Juan hablando del encuentro
Acciones
Carl Bouchard
FotografĂa: Juan Montelpare
Evelin y JosĂŠ Luis compartiendo sus procesos posterior a sus acciones
Colectivo Histeria
FotografĂa: Juan Montelpare
Conversatorio en La Karakola
Christian Messier
FotografĂa: Juan Montelpare
Almuerzo realizado por Wilson y Alba, vecinos de La Karakola
Gabriel Arroyo
FotografĂa: Juan Montelpare 1-2 -4 Myriam Lambert 3
Rodo y Tammy en el amanecer desde el Panecillo
Evelyne Bouchard
FotografĂa: Juan Montelpare
Colectivo Histeria en el conversatorio en La Karakola
José Luis Macas
Fotografía: Juan Montelpare
Carl y el escultor ecuatoriano Daniel Cevallos en La Karakola
Myriam Lambert
FotografĂa: Juan Montelpare
Ăšltima cena en casa de Juan
Rodrigo Viera Cruz
FotografĂa: Juan Montelpare
Rodo y Juan con la prensa
Rodolphe-Yves Lapointe
FotografĂa Juan Montelpare 1 -2 Katia Gosselin 3 Myriam Lambert 4
Almorzando en La Karakola
Yamine El Rhorba
FotografĂa: Gabriela Santander
Noche en La Ronda
Juan Montelpare
Acompaña en acción:
Tammy Chion
Fotografía: Myriam Lambert
Proceso de creaci贸n en Plaza Santa Clara
Tammy Chion (artista invitada)
FotografĂa Katia Gosselin 1-2 Rodrigo Viera Cruz 3 Myriam Lambert 4
Taller abierto de performance
Agradecimientos especiales a los y las artistas participantes, colaboradores amigos y amigas que constantemente se hacían presente, a Wilson y Alba, cocineros de los medios días ...a Matías y don Miguel Taipe y a los vecinos y vecinas que acompañan en cada trabajo de La Karakola...
Proceso de creaci贸n Plaza San Francisco
Proceso de creaci贸n Plaza San Francisco
Parte del grupo de artistas participantes
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di谩logos de creaci贸n en acci贸n enero 2014