WABI-SABI
MIRIAM LEIVA GARRIDO
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Miriam Leiva Garrido
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Wabi-Sabi Miriam Leiva Garrido Montecristo Cartonero 2017 Diagramación a cargo de Juan Cifuentes Diseño por Juan Cifuentes Ilustración: “Wabi Sabi”, Dylan Scholinski, 2011 Impreso en los talleres de Montecristo Cartonero Corregidor Fernando de Alvarado 8, Hacienda Los Fundadores, Chillán Viejo, Chile Esta obra está licenciada bajo la Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Se permite la reproducción parcial o total de la obra sin fines de lucro y con autorización previa del autor.
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PRÓLOGO “Y de nuevo volvió a sentirse sola Ante la presencia de su eterna antagonista La vida” Virginia Woolf
Wabi Sabi, es el principio más esencial de todos los principios japoneses. Establece que la belleza de cualquier objeto reside en sus imperfecciones, errores, daños, partes estropeadas. La belleza es el estudio de los contrastes, algo solo puede encarnar un grado de imperfección equivalente. El Wabi Sabi es el rasgo más notable y característico de lo que consideramos la belleza tradicional japonesa. A grandes rasgos, ocupa la misma posición en el panteón Japonés de los valores estéticos que los ideales griegos de belleza en Occidente. Representa exactamente lo opuesto a los ideales occidentales de gran belleza como algo monumental, espectacular y duradero. No se encuentra en momentos de eclosión y exuberancia de la naturaleza, sino en momentos de asentamiento y principio. El Wabi Sabi es lo intrascendente y lo oculto, lo provisional y lo efímero: cosas tan sutiles y aéreas que resultan invisibles para la mirada común. Miriam Leiva nos entrega en este conjunto de poemas que integran “Wabi Sabi” una voz íntima, un pulcro y dedicado trabajo con la palabra, de gran sencillez escritural y profundidad en el contenido donde trasunta su alma solitaria y serena y su inconfundible y compasiva humanidad. Su escritura reflexiva, se inscribe dentro de las poéticas conciliadoras entre el ser y la vida, cuya lectura nos sitúa en el sosiego luego de la herida y el infierno de la desolación, su creación poética es un acto conmiserativo de perdón y auto-reparación. Es así como manifiesta en el poema titulado Wabi Sabi: La belleza de la herida/ la belleza de la cicatriz/ debo aprender la resiliencia/ curar y dejar a la vista sus huellas/ mi fragilidad/ mi imperfección/ reparo mientras escribo. Es precisamente este Wabi Sabi, que da título al libro, la comprensión de la belleza que reside en lo modesto, lo rústico, lo imperfecto, incluso en lo decadente, una sensibilidad estética que haya una
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melancólica belleza en la impermanencia de todas las cosas. Según la práctica del Budismo permanecer es “mantenerse sin mutación en un mismo lugar, estado o calidad”. Lo impermanente es la incapacidad de la realidad de mantenerse en un mismo lugar, estado o calidad. Nuestro mundo es cambiante, como nuestro pensamiento y nuestros cuerpos. La imparmenencia es, en el Budismo, de importancia capital para la vida cotidiana de todas las personas. La poeta Miriam Leiva, admiradora de la cultura Japonesa, en este sublime poemario nos introduce en el concepto de regeneración social, donde no es posible dejar a un lado la necesidad de belleza en las cosas, en las relaciones, en las personas, la necesidad de entrega de valor a cada acto humano ni subestimar la enorme, poderosa ayuda de este Wabi Sabi que nos permite evolucionar, crecer, reconocer y reparar. INGRID ODGERS TOLOZA.
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WABI-SABI Tan lejos, tan cerca a esta línea la fractura de raíz la historia algo valioso se ha quebrado estoy restaurando mi vasija con vetas de palabras trascendentes. es ahora, cuando todo adquiere significado Wabi – Sabi en este limite lloro, lloro nuestro vuelo a ras de tierra cuerpo y alma maltrecha el desgaste de las horas y la pena Hemos sufrido daño llena de grietas estamos recomponiendo cada pieza desde adentro La belleza de la herida la belleza de la cicatriz debo aprender la resiliencia curar y dejar a la vista sus huellas. algo valioso se ha quebrado no oculto mi fragilidad mi imperfección reparo mientras escribo. 9
KINTSUKUROL (La vida rota.) Voy iniciando un viaje cuando nos perdimos una parte de ti en mi vientre desprendió su huevo este ser terco y obstinado quiso tenerte entre sus brazos. ahora la vida me pasa la cuenta por lo que hice ¿Por qué nadie habla de lo que no hice? ¿Por qué no grite cuando nos abandonaron? con tanta esperanza nos dejaron Con tanto sueño por cumplir nos dejaron con tanto por amar nos dejaron. cuando me aferre a ti mi latido puso todo ese corazón maltrecho. Estoy haciendo este viaje por primera vez sin ti puerta de asombros umbral de la caída vacío Caída libre.
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Recapitulo en los libros por si encuentro el camino hacia tus brazos miro la línea trazada en el horizonte de las preguntas todavía es muy lejos todavía para que los huesos crujan su cansancio. muchas veces quise hablarte en mi silencio estaba devastada bajo los muros inflexible de la ausencia. lejana su mano de mi vientre. Tú estabas por venir…
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Ganas me faltan para el olvido flores que crecen y se hacen maleza en el jardĂn de la memoria. entiendo este quebrarse y mirar con desconsuelo la sombra de mi sombra no deja huellas. ya no tengo las preguntas aun cuando las busco. mi lengua abandonada lame su letra en tinta negra En tinta roja. el gesto fugaz de la mirada tan imagen dentro del silencio ese pestaĂąeo de lo importante que se pierde. con cansancio de palabras escribo en el rostro de la apatĂa y de las horas
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Estoy en la mitad de un ocĂŠano semi -hundida puentes que no termino de cruzar. con hambre y sin nada muerdo la caricia he vaciado el soplo haciendo nudos. abro la caja de pinceles con resignada ensoĂąaciĂłn reparo la herida la mano toca la segunda vasija el nuevo oficio en mitad de la nada.
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HAGI WARE (Alfarería Japonesa) Bajo el fuego fabrico los relieves de la herida el mundo material de la tierra intuye lo que vivo cede su ansiedad y acepta esta transformación liberadora. Modelo las piezas reinventándome en el sonido. debo quitar las piedras cada día no dañarme en el proceso En mis manos tengo las respuestas la textura fue afinada en ellas bruñida en la arista la suplica silenciosa saco brillo a lo que nunca fue aceptado.
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No miro el pozo profundo ni sus aguas quietas el sonido grave vibra en nosotras.
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MITSUKERU (Encontrar) Hubo algo leve desvaneciendo atravesó todos los rincones existió realmente esa súbita sombra. Estremeció el aire. Un pensamiento vuela De regreso a nuestra casa. Guardo en la memoria Los lugares golpeados Pinto luz en ellos.
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ITAI (Doler) La vida nos viste con los ojos perdidos Tan abrupta es la verdad del desamparo. se queda uno con la duda la sensaciรณn de no hacer lo suficiente reconocer la superficie o tocar fondo o extender el precipicio. es disperso el pensamiento en los extremos Cuando trato de ver con claridad me duelen los ojos me duelen
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WASTERERU (Olvidar) “De nuevo el cielo recuerda con odio La herida del relámpago” Jorge Teillier.
Rompo destrozo hago filosas hendiduras desencantada he tomado la decisión de renunciar dejar la espalda en cada gesto. así la rencorosa deuda tendrá signos así el grito tendrá su espacio cuando solo escuche tu silencio
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NAKU (Llorar) DifĂcil precisar en esta circunstancia la aspereza de los sonidos como un golpe en la simpleza la mayor cercanĂa es ver desde el espejo un punto donde convergen las diferencias violenta es la imagen de la desolaciĂłn mientras los ecos del sollozo se apagan lentamente.
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KOMOREBI (Rayos de sol se filtran a través de los árboles) He perdido la destreza de la palabra frente a esta hora donde se inclina mi arrogancia. Los rayos de sol se filtran a través de los arboles. No me dejan ver la fuerza de mi sangre buscando el retorno Como si no fuera suficiente su abandono debo llorar su ausencia sellar la huella el corazón ha cruzado la línea del asombro la queja es la arteria que estalla.
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SHOGANAI (Que no se puede evitar) Algo estรก afuera de control la pieza mรกs hermosa de mi vientre ha sido rota. shoganai entiendo su frustraciรณn la vida no es simple no tengo el remordimiento de la culpa el desaliento no baja mis brazos no me desespera todo estรก hecho.
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Quizás este silencio necesario no camine calles no entre a galerías de arte ni a cines o bibliotecas. quizás este pensar solo sea un recuerdo pero dibujo los paisajes en las paredes que armo.
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RANPU (Lámpara) La lenta trizadura que cae desde el techo Enrique Giordano
Se romperá la lámpara caerá con su ruido de reto con su sonido de eco se hará trizas se repartirá en el frio de la loza ahora pende de un hilo y el techo gotea un desconsuelo silencioso que la vuelve paraguas para quien levita llena de lágrimas en el espacio de la casa quedara vacío sin equilibrio entre la entrada y la salida Será inútil pulsar el botón de encendido será inútil. Se cumplirá el ciclo (Me digo) se cumplirá.
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Lámpara rota caída dolorosa la hora amarga. no vendrá el sonido de la muerte en las lágrimas fragmentadas. no ayuda la memoria Cuando se pierde el muro que la sostiene. ahora destrozada la cadena cuelga perdida en el espacio del asombro.
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Desliza sobre esta piel esta palabra roca que quiere deshacer la ofensa de la que vino como flor mansa con su canasta de pĂŠtalos y cuchillos.
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En la sombra de mi espalda se despliegan paĂąuelos de sangre habrĂĄ una larga tarde de vigilias. sobre un rio un pez nunca irĂĄ al
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KOGARASHI (El viento frio nos hace saber la llegada del invierno) No sentĂ venir la pregunta ya tenĂa la certeza que iba a irrumpir en el presente con esas extraĂąezas que la vida trae. desato en su boca. se atreve a ser borde de abismo se atreve a ser borde de lanza quebrando esta carne Pretende ser arco Disparando a quemarropa en la vieja herida el viento frio me hace saber la llegada del invierno
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Revolverás el café cargado de recuerdos me tomarás la mano y me dirás “amor te esperé toda la vida” no para que te disuelvas con el agua no para que tome este último sorbo amargo.
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He visto suicidarse las hojas y los frutos antes de la estación que las precede con esa fuerza que tiene la determinación del que sabe apurar el vuelo y soltarse en caída libre hacia el infierno las hojas tienen el color tan verde que añora la madurez de sus colores ocres y los frutos saben tan amargos que la boca busca el cielo y susurra una nueva primavera.
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De pronto supe el resplandor en tus ojos era mi demencia los desbordes hacia la angustia extrema. arrastrar hacia el desencanto hasta acercar los muros del silencio y cruzar la muerte sin que ella te reconociera en el abismo. rota en la distancia esa mirada, existe un intermitente que me hace viajar del cielo al infierno.
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Quédate en esta vida, de calles, con tus pasos hojas que se mutilan para verte abrocha toda tu rebeldía y justicias. derrama en mi oído la brisa, cuéntame la historia nueva esa que ahora es un presagio.
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SHINOBU (Soportar, resistir, sufrir) Con determinaciĂłn resisto el espĂritu me mantiene adelante se soporta el dolor se persevera respetando la distancia con paciencia. este constante ejercicio reflejo o instinto habla del coraje de la vida Receptivo uno se vuelve cuida lo que se ha vuelto viejo torpe el cansancio afina los huesos.
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OMATASE SHIMASHITA (Perdón por la espera) Debía descubrirme en el desconsuelo omatase shismashita el sufrimiento no te mata te obliga a ser más fuerte levanta esa cubierta sus limitaciones. Cada partidura cada asimetría de la herida ha marcado el corazón y duele. Omatase shimashita nada dura nada está completo nada es perfecto Solo el perdón provoca esta serena melancolía esa inevitable forma de encontrarse cuando termina el día. Omatase shismashita esta nostalgia de las horas no encuentra el oído donde el horizonte se quiebra. Omatase shimashita omatase shimashita
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WAKARU (Entender) Permanezco intento recogerla en mis brazos aun cuando desorientada la encuentro allĂ hay un grito y no es mio un sonido daĂąando la garganta en medio de nosotras. a veces muero por horas para ir en su rescate Contenida
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KOWARERU (Romper) “Hay que acoger el fulgor de la ausencia reflejar el don de lo que no está”. Hugo Mujica
Quejumbrosa esta puerta envejeció conmigo experimentamos juntas la despedida me apoye en ella y vi el valor de sus fisuras. la luz que entraba y que salía. ahora entiendo más de la belleza esa que solo se encuentra si has sufrido lo bastante. Que sea acida tu lágrima y te queme fina huella romper y construir de nuevo ese espacio perdido de la herida. Supe que la vida es a fragmentos que recoger los trozos era lo indicado. ahora tengo el encanto de la puerta, cuando se cierra sé que la abriré mañana. 35
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ÍNDICE Prólogo Wabi-Sabi Kintsukurol (La vida rota) Hagi ware (alfarería japonesa) Mitsukeru (Encontrar) Itai (Dolor) Wastereru (Olvidar) Naku (Llorar) Komorebi (Rayos de sol se filtran a través de los árboles) Shoganai (Que no se puede evitar) Ranpu (Lámpara) Kogarashi (El viento frío nos hace saber la llegada del invierno) Shinobu (Soportar, resistir, sufrir) Omatase Shimashita (Perdón por la espera) Wakaru (Entender) Kowareru (Romper)
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MIRIAM LEIVA GARRIDO (Concepción, 1958) Desde el año 1976 integra el Taller Literario Alonso de Ercilla y Zúñiga,
Taller Literario Mano De Obra, Club de Escritores y
lectores Eliana Godoy Godoy, Hualpén,
Grupo cultural Trilce,
Circulo Literario del Bio Bio. Actualmente: dirige y coordina lecturas en Hualpén e Instituto Norteamericano De Cultura. Entre sus obras principales encontramos: Cuadernos de sábado, En otro tiempo y en otra parte (1987), Elegía para José (2005), Enhebradas (2016).
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WABI-SABI Miriam Leiva Garrido
Se terminó de diseñar en el mes de febrero del 2017 En los talleres de Editorial Montecristo Cartonero
Tiraje según demanda
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EDITORIAL MONTECRISTO CARTONERO ESTÁ COMPROMETIDA CON EL DESARROLLO LIBRE DEL ESPÍRITU, LA CULTURA Y EL CONOCIMIENTO DEL SER HUMANO COMO VALUARTES DE NUESTRA SOCIEDAD. CADA LIBRO PUBLICADO POR NUESTRA EDITORIAL ES EN SÍ UNA OBRA DE ARTE CUYO TRABAJO ES MANTENER VIVA LA LLAMA DE LA SABIDURÍA.
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¿Es posible dar una definición de lo bello a través del goce estético que nos ha inculcado el mundo Occidental sin tomar en cuenta que la belleza va más allá de lo sensorial? Una pregunta que críticos y artistas han deseado a través de sus manifiestos dejar en evidencia, encasillando la belleza bajo conceptos estéticos. Miriam Leiva Garrido en su libro Wabi-Sabi nos muestra la otra concepción de lo bello, aquella más profunda proveniente del mundo oriental en donde lo sensorial es trastocado con lo imperecedero, el encasillamiento de occidente se diluye en la fluidez japonesa presente en los versos de la poeta. Wabi-Sabi es un poemario honesto, íntimo, que invita al lector a redescubrir la vida, la muerte, el dolor, el llanto, a romper la rutina, a romperse y conocer su intimidad.
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