Cine latinoamericano Diez razones para amarlo Pablo Golbard*
Pablo Golbard
Escritor, crĂtico argentino. Ha realizado cortometrajes y participado con sus trabajos en festivales de cine internacionales como La Habana, Los Ă ngeles y Budapest. Ha escrito para Remezcla.com, Cinema Tropical, IndieWire y la revista Cineaste, cubriendo Tribeka Film Festival, Latinbeat, Festival de Cine de Nueva York, Havana Film Festival, New York y otros
Participó en el libro “The 10 Best Latin American Films of the Decade”, publicado por Cinema Tropical. Trabajó como redactor de comerciales, consultor de lenguajes en la película: Che, de Steven Soderbergh, y colaboró en el experimento literario online Cadavre Exquis, de Tim Burton. Escribió la serie “Manifesto”, que salió al aire en Latinoamérica por el canal Glitz de Turner. Actualmente desarrolla su primer largometraje.
Introducción -El nuevo cine latinoamericano surge en la década del '60, con cineastas como Glauber Rocha, Fernando Birri, Tomás Gutiérrez Alea y Raúl Ruiz, entre otros. -El trabajo de esta época formó un movimiento con identidad propia, un cine de autor opuesto a producciones de décadas anteriores que dependían de grandes celebridades y la farándula.
-En los 70´s una lluvia de dictaduras militares cayó sobre Latinoamérica, y aquel nuevo cine en ascenso tuvo que callarse o exiliarse. Notable es el caso de Chile: bajo el mando de Pinochet (1973-1989) prácticamente no se produjo cine.
-Al caerse las dictaduras, el cine resurgió con una feroz necesidad de contarlo todo sin tapujos. Así aparecieron películas sobre los militares que dieron una identidad al cine de los 80´s en la región, que siguió transformándose.
-En la década del 2.000 el cine de la región se rebautizó, floreciendo de maneras impensadas: ya no se habló de "nuevo" cine latinoamericano, sino del Nuevo Cine Argentino, Nuevo Cine Colombiano, etc.
-Surgieron gran cantidad de cineastas independientes que, a fuerza de co-producciones europeas, grandes guiones y pequeĂąos presupuestos, supieron multiplicarse con una nueva identidad en comĂşn para destacarse mundialmente.
-A continuación, revisaremos las diez razones para amar al resurgido nuevo cine latinoamericano. Su esencia e identidad mantienen la herencia de los 60´s —rebelde, con ideas propias— y de los 80´s —militante, denunciante—. Este cine apareció para contar historias simples, profundas, divertidas y reflexivas.
Espíritu independiente -A principios del resurgimiento del cine de autor latinoamericano, Lucrecia Martel deslumbraba al mundo con La ciénaga (2001). En otros países del continente se produjeron películas como 25 Watts (Uruguay), Amores perros (México) y Ciudad de Dios (Brasil).
-Todas con una caracterĂstica en comĂşn: el cine como medio para comunicar ideas, para contar con una estĂŠtica y estilo muy personal.
-La gran variable que pesa en el concepto de cine "independiente" es la autonomĂa del autor con respecto a los productores para filmar lo que se desea. Y esta nueva generaciĂłn de cineastas justamente ha sobresalido por la identidad particular de sus pelĂculas.
-La gran variable que pesa en el concepto de cine "independiente" es la autonomĂa del autor con respecto a los productores para filmar lo que se desea. Y esta nueva generaciĂłn de cineastas justamente ha sobresalido por la identidad particular de sus pelĂculas.
Denuncia polĂtica y social -Cuando fueron cayendo los regĂmenes autoritarios, el cine se convirtiĂł en un instrumento liberador, de denuncia para rescatar la memoria colectiva.
-El reporte “Nunca más” sobre la dictadura argentina, liderado por el escritor Ernesto Sábato, inspiró a varias películas, entre ellas La historia oficial (1985) y La noche de los lápices (1986), que retrataron aquella época.
-Fue el comienzo de un cine que no se callarĂa, ya sea para denunciar abusos cometidos por el gobierno, corrupciĂłn o injusticias sociales.
Simpleza y profundidad -Uno de los puntos mรกs notables es la capacidad de comunicar mucho con pocos recursos. Las limitaciones presupuestales han forzado a muchos realizadores a utilizar pocas locaciones y pocos actores.
-Historias recientes como El vuelco del cangrejo (del colombiano Oscar RuĂz Navia) o ParaĂsos artificiales (de la mexicana Yulene Olaizola) narran hechos muy profundos de una manera minimalista.
-La primera con un viaje interno en medio de conflictos sociales y raciales. La segunda con otro viaje muy personal: el de la adicción a las drogas. Ambas fueron filmadas en una zona costera remota, con actores amateurs. Ambas no podían haber sido más bellas y autóctonas de otra manera.
Utilización de recursos -El modelo de producción de cine en la región prácticamente no puede hacerse de otra manera: buscar una casa productora, postularse a fondos nacionales, buscar más socios, conseguir fondos internacionales, entrar al circuito de festivales, buscar distribución, y rezar para que las copias piratas no superen a los entradas vendidas.
-TambiĂŠn debe esperarse que un superĂŠxito como la franquicia Spider-Man no se estrene justo en la misma semana, para no quedar pronto en el olvido. -Son muchas las cabezas que colaboran en los proyectos, sin embargo no es mucho el dinero que se suele juntar en las primeras etapas de pre-producciĂłn y rodaje.
-Esta situación parece haber obligado al cineasta latinoamericano a utilizar los recursos de las maneras más eficientes y pensar las producciones con una visión que las haga factibles, sin que eso le quite riesgo o vuelo a la historia en sí.
Los talentos -Desde los actores veteranos como Ricardo DarĂn hasta los actores amateurs como Horacio Camandule. -TambiĂŠn los grandes directores como Juan JosĂŠ Campanella hasta los nuevos directores como Julio Jorquera, los talentos latinoamericanos forman un gran abanico de posibilidades.
-Notable es el caso de Luz silenciosa, película de Carlos Reygadas elegida en la convocatoria de Cinema Tropical para encontrar las diez mejores películas latinoamericanas de la década.
-Este película fue filmada con actores no profesionales de una comunidad menonita de México, y a pesar del desafío, Reygadas logró una joya con casi treinta premios en festivales del mundo.
El humor -Comedias, las hay de todo tipo en la región. De fórmula estereotipada, casi de culto, se tienen del estilo de la dominicana Perico ripiao (2003, Ángel Muñíz), de diálogos rápidos e historias de enredos, en el rango de la argentina Un novio para mi mujer (2008, Juan Taratuto)
-Y no sólo en comedias encontramos humor; buscando nuevamente encontraremos películas como la mexicana Y tu mamá también y la uruguaya Whisky.
-Ambas tienen, a su manera, esa mezcla compleja de drama y comedia, difĂcil de categorizar en un sĂłlo gĂŠnero.
Una alternativa para aprender español -Nuestras películas son también una gran oportunidad para aprender español de una manera alternativa. -Primero, para escuchar conversaciones fluidas en diferentes dialectos, dependiendo del país. -Segundo, para aprender diferentes acentos y vocabulario, dependiendo del origen y estrato social o cultural del personaje. Y por último, para descubrir ritos y costumbres de cada región.
-Los autores del libro Cinema for Spanish Conversation sugieren un listado de películas del cine latinoamericano de los 90´s en adelante, que proveen un contexto histórico y cultural, una variedad de temas, géneros y experiencias humanas, y la vida cotidiana en diferentes ambientes.
-Utilizando el libro como guía, los lectores-espectadores aprenderán sobre la revolución mexicana en la película “Como agua para chocolate”, de la vida en la Cuba castrista según “Guantanamera”, y la vida de los chilenos bajo el régimen militar a través en la película “Machuca”
Viajar a través de las películas. Justamente en el Cinema for Spanish Conversation se comenta la gran posibilidad que estas películas ofrecen para comprender la historia y la cultura de los diferentes países de Latinoamérica.
-También sirven para conocer pueblos y ciudades que no suelen aparecer en las guías turísticas populares. Se pueden conocer no sólo las ciudades que las películas representan, sino también las locaciones que se utilizaron para filmar.
“Historias extraordinarias”, Dir. Mariano Llinás. 2.008. Argentina, se rodó en decenas de locaciones de la provincia de Buenos Aires, ninguna en la mira de los que visitan la gran metrópolis.
La película ecuatoriana “Qué tan lejos”, Dir. Tania Hermida, ganadora del Zenith de Plata en Montreal, fue filmada en ocho provincias del Ecuador (Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Cañar, Azuay, Manabí y Guayas)
Documentando ficción, o viceversa Las brasileñas Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, Kátia Lund) y Bus 174 (José Padilha, Felipe Lacerda) se estrenaron en el año 2002.
-Ambas películas estremecieron a la audiencia con crudeza, estilo y ritmo de cierta música afro-brasileña para saltar de la butaca. La primera, “Ciudad de Dios”, es una ficción basada en hechos reales
La segunda, “Bus 174” es un documental con técnicas cinemáticas propias de la ficción.
La mirada diferente, siempre presente -Ser parte de los festivales internacionales ya no es sorpresa. Desde los independientes como SXSW o Tribeca, a los mĂĄs prestigiosos como BerlĂn o Cannes, todos, a partir del florecimiento a mediados de los '90s, han contado con una permanente presencia de nuestra regiĂłn.
-Ya sea con maduros largometrajes, รณperas primas, cortometrajes, o exhibiciones en secciones paralelas, directores de la talla de Lucrecia Martel o novicios como Adriรกn Biniez (Gigante), los latinoamericanos no sรณlo han plantado bandera, sino que se han llevado importantes premios.
-Es el orgullo de pertenecer a LatinoamĂŠrica, la necesidad de contarlo todo, de denunciar, de pedir justicia, no olvidar, o simplemente de comunicarlo con una nueva visiĂłn. El cine latinoamericano se sigue renovando y revolucionando. Es la historia viva de LatinoamĂŠrica.
Cine latinoamericano Diez razones para amarlo Pablo Golbard*