AMOR Y RELIGIÓN Una mujer hermosa, respetuosa, amable y muy religiosa, amante de sus costumbres y adoradora de ALA, ella es Angélica María Rojas, una colombiana convertida a la religión islámica, quien ahora siendo musulmana es más conocida como Amina Rashida, su nombre árabe. Mide aproximadamente 1.58, su piel es blanca y bonita, tiene unos grandes ojos negros, y su cabello es todo un misterio debido al velo que siempre lleva en su cabeza.
Una mujer Colombiana, enamorada y católica Siempre fue una mujer católica, iba a las misas con su familia, incluso participo en los coros de la iglesia, sin embargo decía no encontrar la satisfacción de la plenitud de Dios, en ocasiones ni le nacía ir al templo de Dios, y a pesar de servirle con sus canticos nunca se sintió satisfecha, hasta que en su nueva religión encontró la plenitud y la satisfacción que jamás encontró en el catolicismo. Angélica, toda su vida vivió en el departamento del Quindío con sus padres y hermanos, es hija de una familia colombiana común y corriente, la cual tuvo tiene y tendrá siempre su religión católica. Su familia está conformada por su padre, su madre, y sus 2 hermanos. Tuvo una vida normal, una buena infancia, termino sus estudios en la secundaria, e ingreso a la universidad del Quindío donde estudio lenguas modernas. Fue allí, en la universidad, donde conoció a un joven por el cual se sintió muy atraída, cursaba su misma carrera solo que era de un semestre más avanzado que ella, sin embargo se conocieron y allí amina, o en ese momento Angélica María, descubrió que su adorado tormento pertenecía a otra religión, tenía otra creencia, este joven era un musulmán quien había decido viajar a occidente en busca de nuevos conocimientos. Después de un tiempo de llevarse bien, de entender su religión, empezaron a gustarse, era algo inevitable, Angélica empezó a enamorarse, a sentir un gran amor por él, amor que siempre fue correspondido, porque lo que decidieron ser novios y Angélica debió aceptar su condición de musulmán, teniendo como único requisito dejar su religión católica y convertirse a la religión islámica, cosa que acepto sin dudarlo y muy enamorada. Para lograr obtener derechos de novios, derechos que para gente católica son normales, como besarse, abrazarse, hasta estar íntimamente juntos, no eran comunes entre personas islamitas, para esto hubo un rito donde explicaba que
pidieron permiso a Dios, en este caso a Ala como lo llaman, todo para poder estar juntos y tener acceso a todos esos derechos que en Colombia y en la mayoría del mundo son más que concretos, frecuentes y naturales podría decirse.
Nueva mujer, nuevas costumbres y ahora musulmana Angélica, después de llevar su rito a cabo, de obtener el permiso de Ala para vivir su hermosa relación de noviazgo con aquel hombre, tuvo que convertirse a su religión; a partir de ese momento Angélica María Rojas dejo de ser la colombiana que había sido durante toda su vida, dejo de lado la gran mayoría de las costumbres que había adquirido en esos años, y paso a ser una mujer musulmana, ahora ya no era Angélica María Rojas, su nuevo nombre era Amina Rashida Rojas, nombre con el cual fue bautizada a la religión islamita. Su noviazgo duro 1 año, durante ese tiempo Amina quedo embarazada de su primer hijo, por lo cual contrajeron matrimonio, un matrimonio muy diferente al normalmente realizado por occidente, fue un contrato que ambos firmaron, se hicieron acuerdos, así fue su boda. Durante su matrimonio nació su segundo hijo. Su vida cambio completamente, ahora tenía una nueva forma de vestir, dejo sus jeans ajustados y blusas cortas y pegadas al cuerpo por unas ropas anchas que no enmarcan para nada su figura, dejo de lucir su cabello al mundo, para cubrírselo con un velo largo, que va de la cabeza al antebrazo, dejo su maquillaje a un lado, sus pendientes no los uso de nuevo, al menos fuera de su casa. Paso de leer la biblia, a estudiar el Corán, de rezar ocasionalmente con fervor a Cristo a hacer sus 5 oraciones al día, siempre ubicada hacia la meca y en un tapete muy limpio. Aprendió persa, su nueva lengua y desde esto enseña a sus hijos la importancia del Corán y su religión musulmana. Amina, afirma sentirse muy bien como musulmana, adora su religión, ama profundamente a Ala y ya conoce y ha estudiado casi todo el Corán.
Su velo Para ella su velo, no es una sumisión al hombre, sino una sumisión a Dios y el respeto a los preceptos de Ala, también lo ve como una protección, ya que para ella el velo evita grandes tentaciones y malos pensamientos a los occidentales. Para ella, el cambiar su manera de vestir fue algo bastante difícil, y mucho mas lo fue acostumbrarse a usar el velo, por lo cual ha sido objeto de burla, pero a su vez hay quienes sienten gran admiración por esta y la ven como una bella mujer que inspira misterio y belleza.
Convivencia dentro de su matrimonio
A pesar de cambiar su forma de vestir, su forma de relacionarse con las personas, y algunas de sus costumbres, en su casa es la misma de siempre, la típica mujer hermosa que se viste seductora para su marido, que danza para él con toda libertad, que maquilla su rostro, que peina su cabello una y otra vez. Amina afirma, que para el marido todo se vale, y que en casa es una completa occidental. Como en toda pareja, amina tuvo ciertos problemas con su marido, discusiones que la llevaron a alejarse sentimentalmente de él, a que perdiera el amor que por el sentía, por esta razón amina hoy en día es una mujer soltera, madre de dos hijos.
Condición de divorcio “el matrimonio no es para toda la vida”, es algo que dice ella y todos los musulmanes islamitas, que por cierto asegura ser una frase que afirma el Corán. Para divorciarse, debe haber razones validas. Las razones son casi igual a las occidentales, como por ejemplo, que el amor se acabe, que no haya buena convivencia, el maltrato a la mujer, entre otras cosas, por lo cual la mujer o el hombre están en todo el derecho de pedir el divorcio. Para divorciarse no hay necesidad de papeles, documentos o abogados, el marido tiene la potestad de decidir dar el divorcio o no, y como autoridad de la casa es quien debe aprobarlo. Para esto el marido debe recitar una palabra 3 veces en el idioma musulmán, que “automáticamente la convierten en una mujer libre y soltera”. Amina, en su experiencia de divorcio, tuvo que esperar 3 meses para ser completamente libre, puesto que siempre en esta religión se da durante este tiempo la posibilidad de reparar la relación, y buscar la forma de continuar el matrimonio que aunque para ellos no es para toda la vida, es un vinculo hermoso. “Al momento de concretar el divorcio, fui libre, y a pesar de haber tenido una vida juntos, y de vivir todas aquellas experiencias bonitas como marido y mujer, ya no fue igual, la confianza y la intimidad entre los dos se perdió por completo, y como toda mujer musulmana, debí usar nuevamente mi velo frente a él, ya que no teníamos nada que ver el uno con el otro. El único vinculo que nos unía y aun nos une ciertamente, son nuestros hijos”, dice amina.
Beneficios de la mujer Dice, “para mi religión la mujer es el ser más maravilloso creado por Ala, por esto la mujer siempre es bendecida, la mujer jamás esta sola, siempre tiene un hogar, una familia. Si una mujer es viuda y ha quedado sin familia, un hombre está en la obligación de hacerla su esposa, y darle todo lo que ella necesite, alimentarla,
vestirla, amarla, eso es algo que Ala manda que realice el hombre. Si hay una mujer, como lo es mi caso, soy una mujer divorciada y con dos hijos, el que fue mi marido, debe darme todo, debe sostenerme económicamente hasta que yo como mujer consiga un nuevo marido que me de todo lo que necesito.” Y así es, amina lleva separada cerca de 3 años, y este tiempo no le ha faltado nada, lo ha tenido todo y ha recibido hasta ahora ayuda económica del que en algún momento fue su esposo. “en mi religión la mujer tiene libertad, por supuesto hay límites que no permite la religión pasar, sin embargo, yo puedo trabajar, estudiar, salir con amigas, estas libertades que quizá en otras ciudades como Afganistán no están permitidas, y que para ellas son un pecado muy grande.”
Su vida actual Amina actualmente trabaja, es profesora en la universidad del Quindío, es docente hace más de 2 años, y vive con sus padres y hermanos. Aunque ha dejado la gran mayoría de sus costumbres, y ha adoptado completamente las costumbres islamitas que aprendió durante su viaje a Irán, donde vivió 3 años con su marido e hijos, conserva algunos de sus gustos y hábitos antiguos, que por supuesto no van en detrimento a Ala. “yo diría que aún conservo algunas cosas Colombianas, por ejemplo yo no deje de comer todo lo que aquí se come, me encantan las comidas colombianas, yo como frijoles, lentejas, pasta, carne de res, y muchas comidas típicas de la región, sin embargo lo único que no como y que prohíbe Ala por medio del Corán es el cerdo, nada que tenga que ver con el cerdo podemos comer, ni los embutidos, ni la mortadela, jamón, salchicha, todo lo que provenga de este animal está totalmente prohibido para el consumo humano, debido a que el cerdo es un animal sucio, que limpia, por tanto no lo consumimos. Pero en caso tal de que no haya nada que comer, de que haya hambruna y solo quede el cerdo por comer, pues entonces en ese momento el cerdo se hizo apto para comerlo, ya que primordialmente hay que preservar la vida”
Gustos y costumbres Asegura gustarle la música occidental, como la salsa, la música romántica, de hecho la escucha en casa. “me encanta la música, escucho varios tipos de música, siempre y cuando esta no sea vulgar, ni tenga contenido contrario a los mandamientos de Ala. No voy a fiestas nocturnas, ni discotecas, puesto que está estrictamente prohibido habitar
lugares donde se vendan bebidas alcohólicas, no bebemos ya que esto nos aleja de pensar en Dios y en las cosas que debemos y no debemos hacer�. Le gusta ir a centros comerciales, salir con sus hijos, comer helado, ir de compras, disfrutar de fiestas familiares libres de alcohol, y divertirse. Esa es la vida de amina, vida con la cual vive muy feliz. Ahora se siente plena con su religión,con su familia sus hijos, y una de sus aspiraciones es tener un nuevo marido al cual amar y con el cual poder compartir bellos momentos en familia.