«Marx vs. Lagerfeld (1959 maneras de llamarse Karl en Cuba)»
! El 3 de mayo de 2016, en medio de un desfile de alta costura, volvieron a asesinar al «Che» Guevara, esta vez a manos de sus antiguos camaradas Fidel y Raúl Castro. Ernesto murió de 1959 puñaladas. Mientras que la noticia fue tapa de todos los diarios del planeta, en el periódico oficial Granma no se publicó una sola línea al respecto. Granma… nipulación. Toda esta pesadilla me recuerda mucho al ensayo La sociedad del espectáculo del filósofo francés Guy Debord (publicado en 1967, paradójicamente el mismo año en que fue asesinado por primera vez el «Che» y apenas ocho años después de la Revolución Cubana). «Lujoso desfile de Chanel en Cuba». Eso rezan los titulares de 2016. Al exclusivo evento en La Habana fueron invitados el nieto de Fidel —Tony, de 17 años— además de Mariela Castro (hija del presidente Raúl Castro). El pueblo cubano no tuvo la misma suerte, ya que a los habaneros de a pie que quisieron asisitir se les negó el acceso. Pudieron mirar, pero de lejos, porque la policía rodeó el área horas antes del inicio del desfile. Bradbury y Huxley —juntos— no se hubieran atrevido a fantasear algo semejante. Estoy convencido de que en algún rincón del mundo habrá un novelista que cierta noche deliró escribiendo algo parecido y ahora mismo está aturdido por una confusa mezcla de asco y orgullo creativo. Aunque lo intento, sigo sin dar crédito a mis ojos al leer en la misma frase «Chanel» y «Cuba». Hasta ayer se repelían mutuamente porque lo único que tenían en común era la «C» inicial. El inefable Eduardo Galeano no llegó a ver el esperpento por pocos meses… Hubiese tenido material para escribir su más desternillante libro de ciencia aflicción. Después de 58 años de lucha, los hermanos Castro han canjeado al «Che» por Chanel y a Karl Marx por Karl Lagerfeld.
Julián Chappa · www.julianchappaeditor.com.ar