Contenidos básicos

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Hablemos de sexualidad en la escuela secundaria Contenidos b谩sicos

Curso General de Actualizaci贸n


©CONSEJO NACIONAL DE POBLACIÓN ÁNGEL URRAZA 1137, COL. DEL VALLE C. P. 03100, MÉXICO, D. F. Hablemos de sexualidad en la escuela secundaria Contenidos básicos Primera edición: diciembre de 2005 ISBN: 970-628-820-1 Se permite la reproducción total o parcial sin fines comerciales, citando la fuente. Impreso en México


Consejo Nacional de Población LIC. CARLOS MARÍA ABASCAL CARRANZA Secretario de Gobernación y Presidente del Consejo Nacional de Población DR. LUIS ERNESTO DERBEZ BAUTISTA Secretario de Relaciones Exteriores LIC. FRANCISCO GIL DÍAZ Secretario de Hacienda y Crédito Público LIC. JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA Secretaria de Desarrollo Social ING. JOSÉ LUIS LUEGE TAMARGO Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales LIC. FRANCISCO JAVIER MAYORGA CASTAÑEDA Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación DR. REYES S. TAMEZ GUERRA Secretario de Educación Pública DR. JULIO FRENK MORA Secretario de Salud ING. FRANCISCO JAVIER SALAZAR SÁENZ Secretario del Trabajo y Previsión Social LIC. FLORENCIO SALAZAR ADAME Secretario de la Reforma Agraria LIC. BENJAMÍN GONZÁLEZ ROARO Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado LIC. FRANCISCO FLORES Y PÉREZ Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social ING. LAURO LÓPEZ SÁNCHEZ ACEVEDO Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos y Presidente Suplente del Consejo Nacional de Población LIC. ELENA ZÚÑIGA HERRERA Secretaria General del Consejo Nacional de Población


Secretaría General del Consejo Nacional de Población LIC. ELENA ZÚÑIGA HERRERA Secretaria General MTRO. VIRGILIO PARTIDA BUSH Director General de Estudios Sociodemográficos y Prospectiva MTRO. OCTAVIO MOJARRO DÁVILA Director General de Programas de Población y Asuntos Internacionales MTRO. JUAN ENRIQUE GARCÍA LÓPEZ Director de Estudios Sociodemográficos LIC. CARLOS ANZALDO GÓMEZ Director de Poblamiento y Desarrollo Regional Sustentable MTRO. SALVADOR BERUMEN SANDOVAL Director de Estudios Socioeconómicos y Migración Internacional LIC. SANDRA FLORES MORALES Directora de Análisis Estadístico e Informática LIC. HÉCTOR CARRIZO BARRERA Director de Educación y Comunicación en Población LIC. OLGA MINERVA DEL RIEGO DE LOS SANTOS Directora de Coordinación Intergubernamental LIC. HÉCTOR RAÚL LUNA REYES Director de Administración


Índice

Presentación / 9 Introducción / 11 Unidad 1 La sexualidad, el contexto social y la escuela Introducción / 15 1. La importancia de la sexualidad / 16 2. Los cimientos familiares / 18 3. Los medios comunican modelos y modelan para la vida / 19 4. La escuela / 20 5. La enseñanza de la sexualidad en la escuela / 27 6. Contenidos en las asignaturas / 35 Unidad 2 Sexualidad Introducción / 41 1. Evolución social y científica / 41 2. Acerca del concepto / 43 3. El cuerpo / 45 4. La identidad / 47 5. El género / 49 6. El amor / 52 7. El placer y la comunicación / 53 8. Un marco ético / 56 Unidad 3 Sexualidad y curso de vida Introducción / 67 1. Infancia / 67 2. Pubertad / 70 3. Adolescencia / 71 4. Embarazo en adolescentes / 81 5. Autonomía / 83 6. Etapa adulta / 84


Unidad 4 Situaciones de riesgo Introducción / 91 1. Depresión y pensamiento suicida / 91 2. Violencia / 94 3. Aborto / 101 4. Adicciones / 105 5. Prostitución / 108 6. Infecciones de transmisión sexual y VIH/SIDA / 111 Unidad 5 Biología de la sexualidad Introducción / 119 1. Anatomía y fisiología del aparato sexual o reproductor / 120 2. Fecundidad y embarazo / 124 3. Estrategias de planificación familiar / 126 4. Métodos anticonceptivos / 127 5. Cambios en el curso de vida / 129 6. Climaterio y menopausia / 129 7. La andropausia / 130 Referencias Glosario


Reconocimientos

Coordinación ejecutiva Octavio Mojarro Dávila

Autores María Isabel Morgan Mallol Héctor Carrizo Barrera Adriana García Flores

Asesoría Dirección General de Formación Continua de Maestros en Servicio

Diseño gráfico y edición Agustín López Delgadillo Xóchitl Márquez Bautista Maritza Moreno Santillán Myrna Muñoz Del Valle

Se agradece de manera especial las aportaciones hechas por Ernesto Chang Querido, Guadalupe García Albarrán, Sandra Guevara de la Torre, Virginia Muñoz Pérez y María Amparo Villa Rodríguez del Consejo Nacional de Población. Al Fondo de Población de las Naciones Unidas por su apoyo financiero para la publicación de esta obra. Este libro tiene como antecedente la obra Hablemos de sexualidad en familia de la Mtra. Luz María Chapela editado por CONAPO/MEXFAM, en 2000, del cual se retomó la estructura y algunos contenidos pertinentes.



Presentación

El curso “Hablemos de Sexualidad en la Escuela Secundaria” significa un desafío, una propuesta dirigida a todos los maestros y maestras que tienen su ámbito de trabajo en las escuelas secundarias del país y que se empeñan por conducir a sus alumnos y alumnas a niveles superiores de conocimiento de sí mismos, por brindarles elementos y criterios que les ayuden a desarrollar relaciones satisfactorias con sus pares, y por motivarlos para que definan y construyan sus proyectos de vida, con plena información y libre autodeterminación. Aunque los contenidos de este curso están destinados a fortalecer los conocimientos y a proponer habilidades a los docentes para el mejor desempeño de sus tareas en ciertas asignaturas, como lo sería el ámbito de la formación para una ciudadanía participativa y para el establecimiento de comportamientos éticos, basados en valores y criterios para una sana convivencia, el propósito de esta propuesta de actualización magisterial mira a suministrar herramientas para enfrentar problemas cotidianos de la etapa adolescente, a manejar situaciones conflictivas sobre temas de sexualidad que se presentan en la escuela, a resolver problemáticas cruciales en cuanto a los comportamientos sexuales de los jóvenes y a orientar adecuadamente a alumnos, alumnas y padres de familia en torno a los aspectos relacionados con la sexualidad. Hoy la escuela, especialmente el nivel secundario, se ha convertido en el ámbito privilegiado y casi único en donde los adolescentes y jóvenes pueden encontrar respuestas a sus inquietudes sobre aspectos tan íntimos y relevantes de sus vidas como el desarrollo de su sexualidad. Lamentablemente, del lado de las familias se observa una falta de comunicación directa y franca entre los padres y los adolescentes respecto de los temas relacionados con la sexualidad. Así, los maestros y las maestras actúan en muchas ocasiones como los confidentes y consejeros de los y las adolescentes. Lejos está en la propuesta de este curso la intención de responder a todas las preguntas y resolver todos los cuestionamientos en torno de la sexualidad humana. El objetivo fundamental es proporcionar las herramientas básicas para encarar, de la manera más adecuada, accesible y comprensible, mediante la participación de alumnas y alumnos, maestros y maestras, los temas básicos y las situaciones más frecuentes que experimentan los jóvenes en la etapa de la escuela secundaria. Los contenidos teóricos desarrollados en un lenguaje fácil y llano; los ejercicios y actividades de aprendizaje donde los docentes comparten sus experiencias y buscan en conjunto las respuestas a los múltiples interrogantes planteados, crea de por sí una dinámica participativa de incalculable riqueza. El éxito de este curso, entonces, no reside tanto en su organización y propuesta didáctica, sino en el interés y compromiso de los participantes.

Lic. Elena Zúñiga Herrera Secretaria General del Consejo Nacional de Población

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Introducción

El estudio de la sexualidad humana ha despertado desde siempre el interés de estudiosos de las más variadas disciplinas. La biología, la ciencia médica, la psicología, la historia, la demografía, la literatura y el arte, entre otras, han encontrado en ella una fuente de estudio permanente y un ámbito privilegiado para su discusión y análisis. La sexualidad humana es una realidad intransferible que cada persona construye y en donde se pone de manifiesto con toda claridad la influencia que el contexto social, familiar, cultural y ambiental ejerce sobre la forma en que cada individuo la entiende y la vive. La Secretaría General del Consejo Nacional de Población (CONAPO) en un intento por contribuir a que los maestros y maestras cuenten con una referencia documentada que les permita la adquisición, reflexión o reforzamiento de los conocimientos básicos de sexualidad humana y las principales estrategias para abordar esta temática en la escuela, pone a disposición del magisterio nacional este Curso General de Actualización titulado Hablemos de sexualidad en la escuela secundaria. Este curso ha adoptado un enfoque integral de las diversas dimensiones de la sexualidad y está adaptado para aplicar en el ámbito de la escuela secundaria, lo cual se refleja en la organización de los contenidos del libro que el lector tiene en sus manos y logrará sus fines si coadyuva a la formación de valores, actitudes y comportamientos que favorezcan la comprensión de los adolescentes y jóvenes acerca de su sexualidad de manera responsable e informada, con equidad entre hombres y mujeres y libre de discriminación alguna. El diseño de este modelo responde a una necesidad sentida por los propios docentes de acrecentar sus conocimientos y competencias con conceptos e información veraz y científicamente sustentada en torno a la sexualidad de los adolescentes, con el propósito de fortalecer sus capacidades para apoyar y comprender a sus alumnos en las inquietudes que los aquejan y responder con más elementos a las exigencias programáticas de las asignaturas de Formación Cívica y Ética, Biología e Historia. Los materiales que integran el curso constan de varios documentos. El texto denominado Contenidos básicos que es el que aquí se presenta contiene la parte sustantiva del curso. Este libro se acompaña de la Guía del facilitador, en la cual se describen los lineamientos del proceso de enseñanza aprendizaje e incluye las actividades didácticas en que se apoya el maestro. El documento Lecturas complementarias contiene una selección de artículos adicionales que amplían o profundizan distintas temáticas relevantes. Por último, el documento Descripción general del curso incluye una visión global de todo el modelo educativo, sus estrategias didácticas y de evaluación. Los contenidos del curso están organizados en cinco unidades: la primera, denominada La sexualidad, el contexto social y la escuela, parte de reconocer que es la escuela el lugar privilegiado donde los y las adolescentes desarrollan sus actividades de aprendizaje y tienen la oportunidad para apreciar y asimilar modelos, valores y normas de convivencia relacionadas con la sexualidad. Esta unidad revela la situación social y demográfica de los comportamientos sexuales, e introduce al análisis de aquellos factores del ámbito social, cultural y familiar que inciden en las actitudes y

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comportamientos sexuales de cada persona. En esta unidad se ofrecen algunos elementos para identificar las áreas de oportunidad que brinda el espacio escolar para que los docentes puedan ampliar la discusión del tema. La segunda unidad, Sexualidad, aborda desde distintos enfoques la definición de sexualidad y sus principales significados. El cuerpo teórico de esta sección se inscribe en el análisis de los componentes sociales, psicológicos y biológicos de la sexualidad, en la ineludible interacción entre ellos, destacando la importancia del género en su construcción y expresión. La tercera unidad, Sexualidad y curso de vida, hace un recorrido de las manifestaciones de la sexualidad por las etapas de la vida y ofrece un conjunto de conceptos y estrategias para que los docentes reconozcan con sus alumnos la diversidad de necesidades y los distintos comportamientos sexuales que ocurren en el paso de la infancia, la pubertad, la adolescencia y juventud, y en las etapas más maduras de las personas. En esta sección se resalta la delicada responsabilidad de la escuela y los docentes en acompañar a los alumnos en el desarrollo responsable e informado de su sexualidad. La cuarta unidad, Situaciones de riesgo, aborda algunas de las conductas que pueden afectar la vida de los y las adolescentes y aporta a los docentes elementos útiles y sugerencias prácticas para su identificación y prevención. La construcción de la sexualidad es vista desde una variedad de situaciones concomitantes, de realidades contrastantes y problemas que asedian y confrontan a los y las adolescentes de manera muchas veces dramática, tales como la violencia, los abusos, las adicciones y drogas, las enfermedades de transmisión sexual, entre otras. Finalmente, en la quinta unidad, Biología de la sexualidad, el curso abre el espacio para el desarrollo de los temas biológicos, los cuales son entendidos en su justa dimensión cuando se ha comprendido la génesis y los diversos factores familiares, sociales, culturales y del medio ambiente que van construyendo la sexualidad. Los factores biológicos como la apariencia física, los órganos, la fertilidad y las estrategias de control de la fecundidad, están indisolublemente adheridos a los aspectos psicológicos y sociales que conforman el desarrollo sexual de cada persona. Los docentes interesados en los temas curriculares que se abordan en este curso, van a encontrar conceptos básicos y estrategias generales de acción. Cada unidad y concepto requieren de profundizar en los temas que ayuden a resolver y orientar apropiadamente las diversas manifestaciones de la sexualidad. El curso es básico y está lejos de ofrecer en 40 horas todas las aristas y complejidades del tema; más bien pretende apoyar acciones, esclarecer ideas y abrir líneas de acción que ayuden a maestros, maestras, alumnos y alumnas a comprender mejor la sexualidad y la importancia de su tratamiento integral.

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Introducción Todavía existen personas que se oponen a una franca educación sexual en la escuela, aduciendo que es un tema que corresponde ser tratado exclusivamente en el ambiente familiar, o argumentando que tal información despierta en niños y niñas un interés precoz por el sexo. Sin embargo, hay opiniones opuestas que afirman que la familia muchas veces no sabe cómo tratar estos temas con sus hijos, porque no cuenta con los conocimientos adecuados o porque le da pena hablar de estas cosas, y adopta entonces, una actitud de aparente indiferencia o de extrema rigidez diciendo simplemente “que de eso no se habla en casa”. Independientemente de estos argumentos en pro o en contra, una información clave que no se puede eludir, es que la familia (incluyendo en ella a los maestros y maestras en su papel de padres y madres de familia) muchas veces no está consciente que los niños y niñas saben mucho más de asuntos sexuales de lo que ellos suponen, debido a que en la actualidad, los menores están bombardeados de este tipo de información por los distintos medios de comunicación. Es preciso que la escuela secundaria, a través de los maestros y maestras, desempeñe un papel de educadora y orientadora en materia sexual de manera consciente para que los adolescentes y jóvenes tomen decisiones sobre la base de conocimientos veraces, científicos y éticos, y puedan comprender, disfrutar y vivir la sexualidad más plenamente y sin riesgos para su salud y su futuro. La educación sexual se entiende como “un proceso vital mediante el cual se adquieren y transforman, formal e informalmente, conocimientos, actitudes y valores respecto de la sexualidad en todas sus manifestaciones, que incluyen desde los aspectos biológicos y aquellos relativos a la reproducción, hasta todos los asociados al erotismo, la identidad y las representaciones sociales de los mismos. Es especialmente importante considerar el papel que el género juega en este proceso.”1 Una educación sexual integral, realista, veraz, sostenida, congruente, sustentada en información científica y en valores morales, seguramente será un apoyo invaluable para que los adolescentes y jóvenes comprendan la importancia de la sexualidad en sus vidas y adquieran una capacidad crítica frente a información fragmentada como la que reciben de algunos medios, de personas no informadas adecuadamente y de sus amigos y amigas. Conocimientos claros, valores precisos, una evaluación objetiva de los riesgos y beneficios del ejercicio de la sexualidad, influirá sin duda, positivamente, en las decisiones que tomen respecto al inicio de la sexualidad, al número de parejas sexuales (por los riesgos que ello implica), al compromiso que se debe a la compañera o compañero sexual, a las medidas que deben tomarse para evitar los problemas de salud a los que pueden exponerse (infecciones de transmisión sexual, VIH/SIDA, esterilidad). La educación en este sentido puede proveer, contrario a lo que puedan pensar algunas personas, de un conjunto de valores humanos como la libertad, la justicia, el respeto, el compromiso o la responsabilidad, así como guiar al educando a reconocer la sexualidad no sólo como una práctica que implica riesgos, sino también como algo valioso y gratificante para la persona, que merece la pena vivirse y que favorece el desarrollo humano de manera integral.

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Rosas, Francisco, Esther Corona y Alma Aldana, ¡Hablemos de Salud Sexual!, OPS, México, 1998, p. 139.

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1. La importancia de la sexualidad Un curso sobre este tema dirigido a personal docente de educación secundaria responde a tres motivos principales: a las necesidades propias de los maestros de adquirir mayores conocimientos para mejorar sus competencias, al interés de los alumnos por tener información y orientación para su actuar cotidiano en materia sexual y, desde una perspectiva más amplia, a la necesidad de atender desde el ámbito de competencia de la escuela la situación de vulnerabilidad y riesgo que presentan los adolescentes y jóvenes respecto a la salud sexual y reproductiva, en los cuales la educación resulta ser una de las estrategias más importantes. Desde la perspectiva de la práctica docente, los maestros requieren información veraz y científicamente sustentada en torno a estos temas de consecuencias trascendentales para la vida de las personas, para estar en capacidad de responder a las dudas e inquietudes de los alumnos y las exigencias programáticas de asignaturas como Formación Cívica y Ética, Biología o Historia, que incluyen aspectos de esta temática. Además, porque se enfrentan cotidianamente a situaciones relacionadas directa o indirectamente con la sexualidad y frente a las cuales hay que actuar y asumir una posición, que muchas veces se desconoce cuál pueda ser la más apropiada. Desde el punto de vista de los alumnos, éstos necesitan entender por qué en un momento dado de sus vidas, cuando sus cuerpos cambian y se transforman de niño a hombre y de niña a mujer, la reacción familiar y social se modifica, qué ocurre que pareciera que el sexo irrumpe en sus vidas sin previo aviso, por qué el sexo y los asuntos relacionados con él despiertan tanto interés y opiniones tan diversas y hasta opuestas, qué pasa con las normas y valores en estos aspectos, qué es legítimo y válido en materia sexual, y por qué. Es importante tener en cuenta que, a diferencia de las generaciones anteriores, los niños y adolescentes de hoy crecen y se desarrollan en una época de profundos cambios económicos, sociales, culturales y tecnológicos, entre cuyas expresiones negativas y positivas se puede mencionar el acceso a información indiscriminada sobre cualquier tema, especialmente el de sexualidad y una crisis importante de valores, pero al mismo tiempo, estos cambios permiten estar más y mejor informados sobre diferentes aspectos de la vida y han dado lugar a una mayor oportunidad de ingresar y avanzar en la escuela y, por lo tanto, a la posibilidad de una formación más completa e integral. Adicionalmente a lo anterior, el hecho de saber que en la adolescencia y juventud los individuos toman decisiones que son trascendentales para sus vidas, como tener novio o novia, iniciar las relaciones sexuales, casarse o unirse, abandonar la escuela o dejar el hogar paterno, es una razón más que suficiente para decidirse por una educación y orientación que les proporcione elementos para tomar decisiones más favorables para su futuro. Estudios realizados muestran que las relaciones sexuales inician cada vez a más temprana edad, lo cual tiene distintos efectos sobre los adolescentes, que en algunos casos son similares para ellos y ellas, en otros presentan diferencias de notable severidad para las mujeres, debido a cuestiones culturales, morales, situaciones de salud, embarazo y las responsabilidades y consecuencias correspondientes.

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El inicio de la vida sexual es cada vez a más temprana edad • • •

La proporción de jóvenes de 15 a 19 años que había tenido relaciones sexuales aumentó de 20.4 por ciento en 1995 a 26.1 por ciento en 2003.2 La edad promedio de inicio de la relaciones sexuales se redujo de 17.2 años en 1995 a 15.8 en el año 2003.3 Según la Encuesta Nacional de la Juventud 2000 (ENJ), de los y las jóvenes de 20 a 24 años 0.6 por ciento tuvieron su primera relación sexual antes de los 12 años, 6.5 por ciento entre los 12 y 14 años, 73.5 por ciento entre los 15 y 19 años y 19.4 por ciento entre los 20 y 24 años.4 El uso de métodos anticonceptivos al inicio de la vida sexual, en los jóvenes de 15 a 19 años, continúa siendo una práctica limitada, a pesar de que su uso se incrementó de 11.3 a 34.5 por ciento entre 1995 y 2003.5 Entre las jóvenes sexualmente activas de este grupo de edad, 96.4 por ciento conoce al menos un método anticonceptivo, sin embargo, todavía siete de cada diez no utiliza método alguno durante su primera relación sexual.6 12.6 por ciento de los niños que nacieron en el año 2005 fueron de madres entre 15 y 19 años de edad.7

El embarazo adolescente sigue siendo motivo de preocupación, no sólo por los riesgos para la salud de la madre y del hijo, sino por las limitaciones que puede implicar para el desarrollo personal y el futuro de ambos. Actualmente se sabe que las infecciones de transmisión sexual (ITS), representan un problema de salud pública a nivel mundial, se ubican como una de las de las diez primeras causas de enfermedad ocasionando secuelas graves en materia de salud reproductiva. La incidencia anual de estas enfermedades, en la población de 15 a 24 años presentó en todos los casos niveles muy superiores a los registrados para la población total.8 Asimismo, la información constante e indiscriminada sobre sexo y la doble moral imperante, puede producir en los adolescentes una práctica sexual irreflexiva que aparte de problemas de salud física, puede afectar la salud emocional, la autoestima y la forma de relacionarse e interactuar con los otros. La idea de responder a las nuevas situaciones tanto individuales como sociales que se han ido generando en el tiempo, hizo que en el proceso de actualización de planes y programas de estudio, la Secretaría de Educación Pública (SEP) incorporara temas vinculados con la sexualidad, el género, los valores, la salud reproductiva, la familia o, se les diera un enfoque diferente. De ahí que el diseño

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Estimaciones de CONAPO con base en la Encuesta Nacional de Salud Reproductiva (ENSAR), 2003 y la Encuesta Nacional de Planificación Familiar, 1995. Ídem. IMJ, Encuesta Nacional de la Juventud, 2000, México, 2000. Estimaciones de CONAPO con base en la Encuesta Nacional de Salud Reproductiva, 2003 y la Encuesta Nacional de Planificación Familiar, 1995. ENSAR, 2003. CONAPO, Proyecciones de la población de México 2000-2050, México, 2002. CONAPO,Situación actual de las y los jóvenes de México. Diagnóstico sociodemográfico. Serie Documentos Técnicos, México, 2000.

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de un curso de capacitación con contenidos específicos en esta materia y con sugerencias y orientaciones de cómo tratarlos, podría ayudar a superar el vacío existente en estos aspectos. Es factible afirmar que la educación sexual y la enseñanza y ejercicio de los valores, son las medidas preventivas por excelencia para ayudar a evitar consecuencias que trunquen los proyectos y el curso de vida de los adolescentes, para estar en conocimiento de lo que es la sexualidad, lo que significa y los efectos que puede producir y ayudar a valorarla en su real dimensión y a vivirla y disfrutarla sin temores.

2. Los cimientos familiares La sexualidad forma parte de la vida humana y ésta se desarrolla en sociedad. El ser humano, a partir del momento del nacimiento, se inserta en un mundo social que posee una organización e ideología determinada y donde la sexualidad, implícita o explícitamente, ocupa un lugar preponderante. La primera entidad de ese enorme y variado mundo social en el que niño o niña se introduce es la familia. Ésta constituye el espacio socialmente definido y aceptado para la reproducción biológica de la especie humana y para la reproducción del modelo social y las prácticas culturales propias de ese modelo. La familia es la instancia más importante que interviene en la socialización, entendiendo por ésta el proceso mediante el cual los individuos aprenden los valores, normas de comportamiento y preceptos morales propios del grupo social de pertenencia. Mediante este proceso se transfieren los modelos de hombre y mujer que la sociedad considera apropiados, el modelo de mamá y papá, el valor de ser hombre o ser mujer, formas de interactuar con personas del mismo sexo y del otro. Se aprenden también los comportamientos sexuales aceptados o dignos de rechazo, lo que se considera bueno o malo, así como las creencias, prejuicios, mitos y tabúes. En el seno de la familia se aprende a controlar y dirigir la sexualidad hacia la normatividad establecida y es en ella donde se va conformando la personalidad del individuo y su identidad. En la familia ocurren las primeras experiencias afectivas y emotivas de los seres humanos, en su seno se van internalizando, aceptando y practicando las formas de relación interpersonal y las maneras de expresar los sentimientos y las emociones. En este espacio las mujeres aprenden a ser más expresivas en la demostración de la tristeza, el dolor o el miedo y en general a ser más sensibles y afectivas; los varones, por su parte, a ser fuertes, controlar el dolor, el miedo y a expresar el enojo, asimismo se fomenta en ellos actitudes de valentía, mando y determinación. Dentro de estos aprendizajes que se inician en la familia y continúan en la escuela existe una actitud de desvalorización hacia las niñas que se patentiza en expresiones que se utilizan en los juegos, como “vieja..., el último”, “eres un mariquita,” “pareces niña”, que están indicando debilidad e incapacidad de hacer bien las cosas, y que incluso utilizan las propias niñas para referirse a sus compañeras de juego.

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Asimismo, existen refranes y frases hechas que utilizan los adultos como “Mujeres juntas..., ni difuntas,” “Calladita..., te ves más bonita,” “Mujer que sabe latín..., ni encuentra marido ni tiene buen fin,” que estigmatizan a las mujeres como personas que si se expresan es para decir tonterías o hacer daño con el chisme, y si llegan a adquirir conocimientos y cultura —características tradicionalmente masculinas y asociadas con la autonomía—, no serán del gusto de los hombres y, por lo tanto, les será más difícil tener pareja y casarse. Todo este cúmulo de conocimientos, espontáneos o científicos, falsos o verdaderos, el niño y la niña paulatinamente los va haciendo suyos y pasan a formar parte de su forma de ver el mundo y de juzgarlo y se transforman en guía de pensamientos, sentimientos y actos.

3. Los medios comunican modelos y modelan para la vida No únicamente la familia y la escuela van formando y estructurando al ser humano, hay otras instancias que intervienen desde los primeros años en esta preparación para la vida, y si se va a hablar de sexualidad, en estos momentos actuales es imprescindible remitirse a los medios de comunicación masiva, particularmente la televisión (TV), tanto por el tiempo que están expuestas a ella las personas, especialmente las nuevas generaciones, como por la calidad e intensidad de su poder de persuasión. La TV fomenta determinadas formas de relación entre los amigos y amigas, entre la pareja y la familia, y promueve también, determinadas formas de pensar, de sentir y de comportarse. Los medios y su influencia en la sexualidad Entre las influencias más decisivas que produce la TV, está la asimilación acrítica e irreflexiva de los contenidos. Cuando el tema que se desarrolla en la pantalla chica tiene que ver con características, actitudes o comportamientos humanos, como es el caso de la sexualidad, puede transformase no sólo en un obstáculo para el conocimiento, sino en una práctica de vida sin ninguna dirección o con una dirección difusa o equivocada. Puede afirmarse, en efecto, que la TV desarrolla una visión fragmentada, discontinua y desorganizada de la realidad. El bombardeo de información sexual desestructurada (o descontextualizada), en muchos casos irreal, distorsionada, plagada de imágenes emotivas, de situaciones sexuales fáciles, gratificantes, sin aparentes consecuencias que generalmente se difunde en la TV, los impresos —historietas, revistas, periódicos, publicidad en general—, el cine y los nuevos medios de comunicación electrónica, promueven a actuar sin reflexión, estimulan una actitud irresponsable y sin compromiso, porque el abrumador contacto con los medios no permite al individuo comprender la realidad que lo circunda, entre otras cosas, porque presentan un mundo distante e impersonal. Además, la reducción a nivel de mercancía y de objeto sexual que hace la publicidad de hombres y mujeres, pero especialmente de estas últimas, violenta en ocasiones la dignidad y el respeto a su condición de personas.

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Los medios como ayuda No obstante, es necesario tener claro que esta influencia, por lo general perniciosa de la TV y otros medios, no necesariamente tiene que ser así. Ciertamente lo es cuando están al servicio de intereses económicos y publicitarios que pierden de vista los valores más preciados para el desarrollo humano. La TV como el cine, o cualquier otro medio de comunicación moderno, pueden ser utilizados en beneficio de las personas aprovechando las ventajas únicas que poseen como medios que no sólo atraen y fascinan, sino son una poderosa influencia que moldea y propone modelos a seguir y que tienen la gran ventaja de llegar a la mayoría de los hogares. De hecho existen programas de gran calidad con el fin de distraer, entretener y llevar información, cultura y educación, por lo tanto, de contribuir a mejorar la vida humana. Las contradicciones entre los paradigmas familiares, escolares y los mediáticos Las situaciones que más dudas e inquietudes causan a los adolescentes son las relacionadas con el ejercicio de su sexualidad, entre ellas destaca, sobre todo en los más jóvenes, el inicio de las relaciones sexuales, esto debido principalmente a la poderosa influencia de la TV, cuya información la mayor parte de las veces es diferente y hasta opuesta a la información que brinda la familia y que la escuela puede clarificar. La manera más fácil que tienen los adolescentes de alterar su salud física y emocional y afectar el curso de su vida es tomar decisiones relacionadas con la sexualidad sin tener conciencia del alcance de sus actos, generalmente debido a la confusión que provoca la diversidad de mensajes que reciben sobre un mismo tema, a la ambigüedad en los valores y a la necesidad de aceptación de sus iguales.

4. La escuela 4.1 Tarea de reforzamiento crítico Más o menos alrededor de los cinco años, el niño o niña se introduce a un mundo más amplio que es la escuela y donde generalmente los valores aprendidos en la familia son reforzados y compartidos con otras personas ajenas al ámbito familiar, pero donde también puede encontrar algunas diferencias respecto al modelo ya conocido. La institución escolar cumple funciones muy propias que la hacen diferente y única, aunque al igual que la familia, también socializa, es decir, transmite valores, actitudes y pautas de conducta. Pero además instruye, lo que significa que enseña contenidos específicos que corresponden a las diferentes asignaturas, entre las cuales se pueden encontrar los referidos a la sexualidad y otros temas relacionados. Pero lo que finalmente da a la escuela su identidad propia es la función de educar, es decir, aquélla más integral que con base en la socialización e instrucción, desarrolla la capacidad de reflexión y análisis crítico que es justamente lo que conduce a la formación de hombres y mujeres informados, autónomos, responsables, conscientes y solidarios. 20


Los cambios demográficos y la escuela Resulta interesante saber que la disminución considerable en el crecimiento de la población, de 3.4 por ciento en los años 70 a 1.4 en 2005, ha provocado cambios en la composición de los grupos de edad, entre los que destacan los siguientes:9 • • •

La población menor de seis años, representada por los infantes y preescolares, disminuyó sensiblemente de 22.1 por ciento en 1970 a 11.2 en 2005. El grupo de edad de 6 a 14 años que corresponde a la educación básica aumentó de 13.1 millones en 1970 a 20.1 millones en 2005. Sin embargo, entre 2001 y 2010 ocurrirá una reducción de alrededor de 10 por ciento en la matrícula de la escuela primaria (6-11 años), y la de secundaria (12-14 años), empezará también a reducirse en los próximos años. La población de entre 15 y 24 años aumentó de 9.2 a 20.4 millones entre 1970 y 2000 y se prevé que aumentará a 21.4 millones en el año 2009, y después empezará a disminuir gradualmente. La matrícula escolar en el nivel medio superior aumentará cerca de 70 por ciento durante los próximos 10 años y en el nivel superior, el incremento se estima en 50 por ciento.

Como se puede advertir, el crecimiento de la población de jóvenes de entre 15 y 24 años seguirá dominando durante algunos años más, lo que ejercerá una fuerte presión tanto en la oferta de educación media superior y superior, como en la demanda laboral y de vivienda. La relación que existe entre la edad escolar y el desempeño de alguna actividad económica, de los jóvenes de 12 a 19 años para el año 200410 es la siguiente: • • • • •

46.7 por ciento sólo estudiaba. 30.4 sólo trabajaba. 6.2 trabajaba y estudiaba. 12.2 se dedicaba a los quehaceres del hogar. 4.4 no estudiaba ni trabajaba.

Estos datos sugieren que los jóvenes abandonan tempranamente la escuela para insertarse al mercado laboral y contribuir a la economía del hogar o como consecuencia de la formación de una nueva familia, por ello, la información que obtengan durante esta etapa les puede ofrecer la posibilidad de tomar mejores decisiones para su vida.

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Estimaciones de CONAPO y Proyecciones de la población, 2000-2050 de México, CONAPO, México, 2002. Estimaciones de CONAPO con base en la Encuesta Nacional de Empleo, 2004 (Segundo trimestre).

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4.2 Estructura de la escuela

Mis circunstancias y yo Lo que nos rodea, nos moldea. Ésta no es una frase vana e intrascendente. En efecto, somos el reflejo del espacio, del tiempo y de los seres de nuestro entorno. Así como somos moldeados, también nosotros moldeamos nuestro alrededor. Como seres inmersos en un todo, interactuamos con ese todo y somos parte ineludible de él. A nuestro alrededor todo cambia, por eso no estamos exentos de los cambios y, tampoco, de las contradicciones que suceden en nuestro entorno y dentro de nosotros mismos. La escuela nos educa Para la mayoría de nosotros y de nosotras, el primer entorno inmediato fue la familia. Se nos dio, no la elegimos. Ahí nos moldeamos por primera vez. De ella recibimos los primeros sí y los primeros no: “haz esto..., no hagas aquello”. Las primeras interacciones fuera de la familia las tuvimos en la escuela. Como institución, la escuela responde en su dinámica a los proyectos que la sociedad se da a sí misma y que, de alguna manera, explica y sustenta a la misma sociedad. Su institucionalización depende del Estado, que es el poder institucional. En el ejercicio de ese poder, formaliza el sistema educativo, le da forma, lo conforma. Por ello, la educación que recibimos en la escuela es considerada formal, institucionalizada, por responder a políticas específicas. La intención, la dirección y la estructura del sistema educativo no son definidas, por lo general, por la sociedad, sino por las autoridades del Estado. Por eso algunas teorías señalan que el Estado a través de la escuela reproduce la sociedad y el orden establecido.

El currículo enseña y educa La escuela instruye de manera sistematizada, organizada, reglamentada, planeada, estudiada, es decir, desarrolla un currículo. Por este término se puede entender el conjunto de contenidos, propósitos, lineamientos y guías de acción, estructurados con base en las teorías del aprendizaje y los fines de la educación. Esta es la parte institucionalizada, pero paralelamente existe otro currículo no explícito, el oculto, que matiza y permea el oficial, que forma parte de la subjetividad del maestro y la influencia del entorno, depende de la interacción que se dé con el alumno. Es decir, su manejo depende del dominio del tema que se tenga, de la ideología y los valores del maestro, de los conocimientos del alumno. Asimismo se puede hablar de un currículo nulo, que se refiere a lo que se omite, a lo que no se habla, porque no es significativo, no se conoce, no se sabe cómo abordarlo, porque no se le reconoce su importancia. Todos conocemos los planes y programas de estudio. Éstos son la base de ese proceso que llamamos de enseñanza-aprendizaje. Pero la finalidad última del proceso educativo, es aquella que, basándose en la socialización y en los contenidos académicos, logra que los alumnos conjuguen armoniosamente su capacidad cognoscitiva con la de construir y manejar su quehacer diario, su vida cotidiana.

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Los alumnos, sin ellos no hay escuela Sin lugar a dudas, el elemento principal de la escuela lo constituye el alumnado. Los alumnos son las personas en las que se centra la acción educativa, son los sujetos que se encuentran al inicio de un proceso constante de construcción de sí mismos, de apropiación y reconocimiento de su lugar en la sociedad.11 A la escuela los alumnos llevan todo lo que son, las horas en familia, los juegos en la cuadra, los programas de televisión, las canciones preferidas, las expectativas del futuro. A la escuela se lleva la mochila cargada de experiencias, ilusiones, amarguras, ideales, fracasos, triunfos. Todo lo que son los niños, lo ponen ante aquellos otros que convergen en ese espacio: los compañeros y los maestros. Alumnos y alumnas, juntos en un mismo espacio, conviviendo, departiendo, compartiendo. Todos y todas iguales pero diferentes. Iguales por tantas razones: por ser personas, tener los mismos derechos, la edad tal vez, la misma nacionalidad. Pero también tan diferentes por pertenecer a distintas familias, religiones, creencias, grupos étnicos, sexo, lugar de origen. Todos y todas quieren que se les considere iguales, porque realmente lo son. Pero también que se tomen en cuenta sus propias historias y las diferencias individuales. Eso sí que hace a todos diferentes y todos deben estar conscientes de que no provienen de un mismo molde. Somos alumnos y adolescentes Esta simple afirmación es contundente. La adolescencia es un momento trascendental en la vida de las personas. Se puede decir que es la plataforma de lanzamiento para el adulto futuro. Por eso la secundaria, es una época crucial. Todavía faltan tantas cosas por hacer, por construir... Hace algunos años, la adolescencia era vista todavía como una etapa de rebeldía sin sentido. Se llegaba a sostener que, frente a este fenómeno, el papel de la escuela era someter, castigar y corregir los desplantes adolescentes. Hoy, sin embargo, los padres y maestros tomaron conciencia de su complejidad y de su importancia, las más de las veces porque todos ellos experimentaron en su propia vida las formas impropias de trato que emplearon sus maestros y progenitores con ellos mismos. La adolescencia coincide con la enseñanza media. En esta etapa de transición hacia la vida adulta, la escuela juega un papel de primordial importancia: puede ser la posibilidad única que los muchachos y muchachas tengan de contar con información relevante para tomar decisiones importantes para su salud y su vida y de proyectarse con mejores herramientas hacia el mundo del trabajo, del estudio y de la vida en general. La escuela para ellos adquiere un carácter predominantemente social, es el vehículo de donde obtendrán gran parte de las experiencias que los ayudarán a configurar su personalidad, tomando como referencia a sus profesores y compañeros, ya que en esta etapa buscan una mayor independencia de los padres.

11

Estas ideas las manejan distintos autores como César Coll en El constructivismo en el aula, Graó, España, 1999, p. 11 y Cora Fueguel en Innovemos en el aula: creatividad, grupo y dramatización, Octaedro, Barcelona, 2000, p. 64.

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Ser profesor, ser profesora... Otra de las figuras esenciales de la escuela es la del profesor, el docente. Su concepto ha variado a lo largo de la historia, cada etapa le ha conferido su propio valor y significado. Actualmente, se le considera como un actor social, un agente mediador entre el individuo y la sociedad, que para este fin debe poseer determinadas cualidades: el dominio de conocimientos, habilidades y actitudes que requieren de un continuo desarrollo. La enseñanza constituye su principal ocupación. En el caso de la secundaria, el docente es generalmente un especialista en la materia que imparte. Sin embargo, en la actualidad es frecuente que se espere que cubra ciertos perfiles para los que no siempre fue preparado en su formación magisterial. Nuevos contenidos, nuevas exigencias Las exigencias actuales obligan al maestro a manejar nuevos contenidos, estos “qué” requieren de una mayor preparación y conocimientos específicos, ya sea por ser nueva su incorporación en los programas, o por ser temas controvertidos, que tocan aspectos normativos y morales, que entrañan mayores dificultades en su tratamiento. Estas situaciones pueden ser superadas a través de la comunicación e intercambio de ideas con otros docentes, del estudio autodidacta o teniendo acceso a las opciones de capacitación formal, que el sistema ofrece. El hecho de que ahora se traten en la escuela temas como la sexualidad y el género, es una muestra de cómo los contenidos que el maestro enseña han ido cambiando o ampliándose en el transcurso del tiempo, debido tanto a los nuevos conocimientos que el ser humano ha ido generando, como a las nuevas necesidades sociales que las transformaciones en las formas de vida han producido y a los fines de la educación que la sociedad se ha impuesto. Los cómo de la enseñanza Pero no sólo los “qué” se han transformado, sino también los “cómo” o formas de enseñar aquellos contenidos. Los cambios sociales, los nuevos conocimientos sobre la naturaleza del educando (niño y adolescente) y las nuevas interpretaciones del proceso de enseñanza-aprendizaje, hicieron a un lado los métodos pedagógicos tradicionales, para dar paso a otros nuevos, que dan lugar a una interacción más abierta con los alumnos. En este cómo, el maestro se transforma en conductor, formula preguntas o enuncia problemas, clarifica las ideas y los conceptos, fomenta el debate y estimula la reflexión. Todo lo cual debe favorecer tanto la autonomía como la sociabilidad y el desarrollo de las habilidades cognitivas.12 Todos estos hechos han permitido observar el paso del profesor omnipotente de antaño, poseedor de un poder casi absoluto, al guía y orientador que se plantea en la actualidad, cuya misión se cumple si crea un ambiente en que ambos, maestro y alumno, se transforman en interlocutores y juntos van construyendo los nuevos conocimientos.

12

Agelet, Joan et al. Estrategias organizativas de aula, Graó, Barcelona, 2001, pp. 39-41.

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En este difícil proceso, es posible observar todavía matices y rasgos propios de otros tiempos, que no terminan de desvanecerse y unos nuevos que no acaban de asimilarse. En este cómo, se refleja también la figura del maestro y lo que representa. La autoridad magisterial En la escuela, el docente es la figura de la autoridad porque tiene el permiso de ejercer el poder dentro del aula, es decir, tomar decisiones que afectan a los alumnos: puede establecer reglas de disciplina, dejar tareas y trabajos y decidir, en última instancia, quién está apto o no, para aprobar la materia o el curso. La autoridad es concedida al maestro por la organización misma de la escuela y el alumno tiene la obligación de acatar esas disposiciones, en caso contrario, atenerse a las sanciones establecidas. Poder y legitimidad La legitimidad del poder y autoridad de un docente está relacionada con la aceptación que de éstos tienen los alumnos, que son sobre quienes se ejerce, y en esta aceptación intervienen varios aspectos: dominio de la materia, experiencia en dirigir al grupo, cumplimiento de sus responsabilidades (horarios, revisar y corregir tareas, entre otras) y de lo que ofrece, el respeto que muestre a sus alumnos, la capacidad de escuchar sus puntos de vista, de reconocer sus propios errores o equivocaciones. Los maestros y maestras que detentan una autoridad y un poder legítimos, son aquellos que a través de sus palabras y sus actos cotidianos expresan lo siguiente: •

Demuestran valores porque muestran un trato respetuoso y son solidarios, nunca descalifican ni ridiculizan a sus alumnos, no se burlan, son justos, y cumplen lo que ofrecen. Respetan la individualidad y la diversidad porque reconocen que cada alumno y alumna son seres distintos y únicos, y los respetan por igual independientemente de las diferencias que presenten entre ellos: clase social, sexo, grupo étnico, preferencia sexual. Se interesan por el bienestar futuro porque escuchan y se interesan por lo que los alumnos hacen y desean, por la forma como se piensan y conciben de adultos, porque los ayudan a ubicarse en su realidad, a identificar sus capacidades y limitaciones, y a aprovechar las que los pueden proyectar hacia el futuro. Son abiertos al cambio porque reconocen que las ideas, gustos, necesidades, intereses, posibilidades y voluntades de las personas cambian con el tiempo y con las situaciones; no le temen a lo nuevo y demuestran que les tienen confianza.

Abuso de autoridad o autoritarismo Cuando se rebasa el límite de la autoridad concedida, se incurre en abuso de poder, es decir, se excede el ejercicio de las atribuciones y facultades, se toman decisiones y asumen actitudes en perjuicio de algún alumno, en beneficio de otros o en el propio, por encima y en contra de los intereses del grupo, sin escuchar ni atender a los afectados.

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Mostrarse sin fingir Para apoyar a los adolescentes en la escuela, hay una clave básica: los maestros no tienen que fingir perfección, ni esconder sus sentimientos y preocupaciones. Debieran presentarse ante los alumnos como los seres humanos que son, a la vez falibles, desconcertados, sensibles, asombrados también por las situaciones difíciles que observan, pero tratando de buscar opciones viables que ayuden a las y los adolescentes a encontrar su camino. Mostrar sus dudas y sus inquietudes puede ser una buena estrategia que no les resta ninguna autoridad. Para que las ideas que el maestro exponga sean de ayuda y utilidad, deben reflejar algo en lo que realmente crea, si no resulta un discurso falso, en el que no pueden creer los demás y, al contrario de lo que pretende, hace daño. Información para la libertad Los maestros y maestras en la escuela pueden apoyar a los adolescentes demostrando respeto a los gustos, opiniones y decisiones que toman en general, con relación a sus amigos y a su grupo de iguales, en particular, asegurándose de ofrecerles información y orientación sobre temas de interés para ellos como puede ser el noviazgo, aspectos de sexualidad, la amistad, la solidaridad, algo sobre deportes, música u otros.

El aula como espacio para la expresión total Uno de los ámbitos donde se da la mayor parte de las relaciones entre alumnos y docentes es el aula: un espacio íntimo, de acción, de expresión, de creación. Es el lugar donde transcurre la mayor parte de las actividades establecidas por la educación formal, es decir, las actividades planeadas en los programas educativos. Es el espacio por excelencia donde se lleva a cabo el diálogo entre alumnos y docentes, precisamente donde además de desarrollar el currículo, en la interacción cotidiana, se manifiestan las personalidades de unos y otros. Todos llevan al aula lo que son: ahí muestran sus rostros, sus modos particulares de vestir, de hablar, de convivir, de ser. El aula representa para los adolescentes, el espacio donde esperan aclarar sus dudas e inquietudes, pero además representa en esta etapa crucial de su vida, una guía que les indica posibles caminos por seguir... El aula constituye, pues, algo más que el espacio para la enseñanza de un contenido programático, es el lugar donde se construyen relaciones diversas, donde los saberes de los sujetos se concretan en acciones, donde se negocia y se da un acercamiento afectivo y cultural en un contexto de sensibilidades, de emociones, de pensamientos, de proyectos, de ideales.13 El aula puede transformarse en un espacio para la expresión total de los alumnos y de las alumnas.

13

Sandoval Flores, Etelvina, La trama de la escuela secundaria: institución, relaciones y saberes, México, 2000, p. 263.

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UPN-Plaza

y Valdés,


5. La enseñanza de la sexualidad en la escuela 5.1 Titulados o no, todos educamos todos los días Educar en materia de sexualidad no es una opción, todos los adultos lo hacen a través de sus comportamientos, pensamientos, opiniones, sentimientos y actitudes. Son ejemplo con su historia personal, si tienen o no una relación de pareja y la forma de relacionarse con ella, si tienen hijos y cómo los educan, si creen en el amor y dan muestras de ello, la importancia y el peso que le dan a la familia en sus vidas, si son flexibles o rígidos ante la diversidad, si son tolerantes, en fin, educan con su manera de actuar y con lo que dicen y lo que callan. Maestros y maestras, en su tarea de educación deliberada y consciente Este importante papel como educador sexual exige que todos los maestros hagan un alto en el camino para reflexionar sobre cómo la idea del mundo que tienen, la concepción de la sexualidad, de los valores y las normas que los rigen, permean las actitudes y comportamientos respecto al sexo, además, condicionan consciente o inconscientemente, lo que dicen o hacen como educadores de temas de sexualidad. Contenidos programáticos Pero además de la educación espontánea, existen contenidos programáticos relativos al tema que hay que abordar, y para lo cual se necesita no sólo una preparación específica, sino una actitud objetiva y abierta a los nuevos momentos y hechos que les toca vivir. En general, cuando los educadores se dan a la tarea de tratar estos temas, les resulta más fácil el manejo de los contenidos biológicos, por ejemplo, que los relacionados con el comportamiento sexual. Lo más probable es que hayan llegado a la edad adulta y terminado la carrera profesional, sin haber tenido nunca una enseñanza específica sobre la respuesta sexual humana o sobre las disfunciones sexuales, situaciones ambas que probablemente ayudarían mucho a tener una vida de pareja más sana y plena. Otros temas difíciles de tratar, relacionados con la enseñanza de la sexualidad, son los que intentan modificar patrones culturales y normas morales como los relativos a las desigualdades entre hombres y mujeres, los que hablan de violencia en la familia, de agresión sexual, de la distribución más equitativa del trabajo doméstico entre la pareja o del cuidado de los niños, ancianos o enfermos. Poco o nada se habla de hechos y procesos históricos, cuyo conocimiento y análisis ayudarían, no sólo a explicarse mejor el presente sino a contar con mejores herramientas para prever y enfrentar el porvenir. Por ejemplo, sería bastante ilustrativo e interesante, conocer de aquellas mujeres y hombres que cuestionaron en la revolución francesa que los Derechos del Hombre fueran justamente eso: del hombre, y no se sepa (y mucho menos se enseñe) quiénes fueron aquellas personas que promulgaron los derechos de la mujer, en qué consistieron tales derechos, que sus autores fueron guillotinados, pero sobre todo, cuál es el significado histórico y social de aquellos hechos para el mundo de hoy, y para los hombres, mujeres y niños que en él vivimos.

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Otros temas se tocan de manera parcial, como los relacionados con las transformaciones sociodemográficas, el desarrollo tecnológico y científico que dio lugar, entre otras cosas, a la píldora anticonceptiva, a la manipulación genética, a la reproducción asistida y otras posibilidades cuyos efectos se desconocen a cabalidad o que apenas se empiezan a comprender y, que además, producen problemas éticos y jurídicos todavía no resueltos, que atañen a toda la sociedad. Cuando se habla de sexualidad, usualmente se pide a las alumnas y alumnos que sean responsables y se les informa de las posibles consecuencias que pueden tener si no se cuidan, se habla de las infecciones de transmisión sexual, del embarazo y el VIH/SIDA y, quizás, algunos docentes traten otros asuntos más. Probablemente, son muy pocos los maestros que preguntan a sus alumnos si quieren que se trate algún tema de sexualidad en clase o les pidan su opinión sobre temas controversiales como la Ley de sociedades de convivencia, las relaciones premaritales, la prostitución o el aborto. Es difícil que se pongan en práctica foros de debate u otras técnicas didácticas que permitan conocer el punto de vista y discutir en clase alguna situación relacionada con estos asuntos. Mitos y tabúes versus lo natural y lo científico Abrir los temas de sexualidad en el salón de clases permite en primera instancia hablarlos con naturalidad, darles la importancia que merecen, crear un espacio para exponer dudas, expresar ideas, ordenarlas, consensuarlas, disentirlas, enriquecerlas y dar lugar al debate. Al final, los alumnos y alumnas podrán desenmarañar mitos y prejuicios que se han construido en torno a la sexualidad. Hablar en colectivo, con una dirección sensible e inteligente, permite descubrir semejanzas y diferencias, abrir un horizonte de posibilidades, dejar de creer que es normal el maltrato y el abuso, poder identificar los riesgos y peligros, entender que la diferencia no debe significar desigualdad. Hablar en grupo es una manera de ir conformando la autodeterminación, percibir y aceptar que se es dueño del propio cuerpo, ideas, sentimientos e imaginación, reconocer los derechos y también las obligaciones y responsabilidades.

5.2. Lineamientos para tratar los temas de sexualidad El marco jurídico y normativo de donde emanan los lineamientos que sustentan los contenidos de la educación sexual seleccionados están constituidos por cinco documentos básicos. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala en su Artículo 3º, que la educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia, los fanatismos y los prejuicios. El Artículo 4°, por su parte, señala la igualdad del hombre y la mujer ante la ley y el derecho a decidir el número y espaciamiento entre los hijos.14 La Ley General de Educación, en sus

14

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 120ª ed., Porrúa, México, 1997, p. 8.

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artículos 2º, 7º y 8º también alude a que la educación contribuirá al desarrollo integral del individuo y a la transformación de la sociedad, y favorecerá la capacidad de análisis y reflexión críticos.15 El Programa Nacional de Educación, por su parte, ratifica lo dicho en los anteriores documentos e indica la importancia de una educación integral basada en la promoción de conocimientos y en el desarrollo de competencias fundamentales como el cuidado del cuerpo y el desarrollo de las potencialidades físicas e intelectuales y resalta el respeto de la dignidad de los alumnos y alumnas que debe tener toda práctica educativa en el salón de clases.16 Asimismo son de importancia fundamental los planes y programas vigentes, que señalan los contenidos, los propósitos y el enfoque. Y finalmente el Programa Nacional de Población que, por su parte, señala en sus objetivos y estrategias la necesidad de ampliar las capacidades y oportunidades de las personas para ejercer sus derechos de manera libre, responsable e informada en los ámbitos de la sexualidad y la reproducción. Los distintos temas que se incluyen es este curso: los aspectos conceptuales de la sexualidad y sus diversos componentes, los relativos a la preservación de la salud, los cambios anatómico-fisiológicos propios de la pubertad y el proceso de la adolescencia, los valores y la equidad de género, entre otros, están sustentados y apoyados en el marco jurídico y normativo antes mencionado. Criterios generales para una adecuada educación sexual: • •

• •

• • •

Que propicie una comunicación abierta, que permita el planteamiento de dudas, comentarios, conversaciones oportunas, pertinentes, aclaratorias sobre la materia. Que los contenidos que se manejen tengan como base la verdad, no sólo en el sentido de que la información tenga fundamentos científicos, sino que además, no haya manipulación ni omisiones de la misma. Analizar conceptos, procesos y relaciones que permitan clarificar los conocimientos, desarrollar la capacidad de análisis y comprender mejor el mundo que nos rodea. Fomentar valores como la libertad, el respeto, la responsabilidad, la tolerancia y la justicia, para tomar decisiones personales que beneficien la propia vida y contribuyan al mejoramiento de la sociedad de la que se forma parte. Proporcionar las herramientas básicas para el mejor tratamiento de la sexualidad en su práctica docente. Propiciar espacios para que los adolescentes hablen sobre el tema y los docentes los puedan escuchar y saber qué piensan y opinan al respecto. Que los docentes conozcan las características más relevantes del proceso psicosocial propio de la adolescencia, así como que se promueva entre ellos un interés genuino por entender la realidad en que maestros y alumnos se encuentran inmersos.

Fomentar el desarrollo de la asertividad como una habilidad de comunicación interpersonal permite: •

15

SEP,

16

SEP,

Expresar lo que se piensa y lo que se siente independientemente de que el interlocutor esté de acuerdo.

“Ley General de Educación” en Diario Oficial de la Federación, 1993, p. 42. Programa Nacional de Educación 2001-2006, México, 2001, p. 124.

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• • • • • • •

Aprender a poner límites y defender los derechos, es decir, aprender a decir “no” cuando así conviene a los intereses propios o cuando la persona se siente en riesgo. Aprender a decir “no” cuando se está en desacuerdo con alguna decisión, o cuando no se está dispuesto a realizar una propuesta o acción que ofende o incomoda. Mayor posibilidad de llevar a cabo los planes y deseos al tener la persona la capacidad de enfrentar los obstáculos. Promover y preservar la salud sexual y reproductiva al tener el valor de decir que “no” cuando así conviene a los intereses personales. Aprendan a decir que “sí” de manera libre, responsable y sin presiones de ninguna clase. Ganar el respeto del otro cuando se logra ser firme y se acepta sólo lo que “sí” se desea y no se permite lo que no gusta o simplemente no se quiere. Sentirse bien consigo mismo.

Desde el punto de vista pedagógico se hacen las siguientes recomendaciones •

• • • • •

Los contenidos que se manejen deben partir de hechos, experiencias y conocimientos previos que tengan los participantes, los cuales en un tema como éste no resulta difícil encontrar. Los contenidos deben estar organizados, interrelacionados y tener una secuencia lógica. Se deben activar los conocimientos previos que los participantes posean para facilitar la comprensión y aprendizaje de los nuevos conocimientos. Un aspecto central del curso es que debe estar orientado al análisis de actitudes y conductas personales, familiares, escolares y comunitarias. Las actividades que se realicen deberán vincular los conocimientos teóricos con los intereses de los participantes y su mundo real. Se deberán analizar prioritariamente casos y situaciones relacionadas con actitudes y comportamientos sexuales.

Ejercicios de reflexión Es importante realizar ejercicios de análisis y reflexión con los alumnos y alumnas, con el propósito de valorar los resultados que puede tener el ejercicio de la sexualidad cuando no se cuenta con los elementos necesarios para que resulte satisfactorio, positivo y sin dejar daños a ninguno de los dos que participan. Se podrán realizar debates sobre diversos temas, algunos de ellos pueden ser, por ejemplo, la importancia de saber tomar decisiones respecto al ejercicio de la sexualidad, qué significa ser dueño del propio cuerpo (autocuidado), cuáles son los derechos sexuales y cuáles las obligaciones correspondientes, la presión que ejercen los amigos para que se tengan relaciones sexuales, cuándo consideran y por qué, que las y los adolescentes podrán estar preparados para tener relaciones sexuales, por qué creer que tener relaciones y pretender formar una familia es una buena medida para salir de los conflictos que viven en la suya propia. Aparte de estos ejercicios de reflexión, es fundamental aclarar e insistir en el desarrollo de habilidades como la asertividad y la capacidad de poner límites, así como ayudarlos a elevar la autoestima y la seguridad y confianza en sí mismos, cualidades necesarias para aprender a conciliar las presiones de la pareja, del grupo y defenderse de cualquier abuso del que pudiera ser víctima. 30


5.3 Grandes desafíos

Combatir la pobreza El gran desafío que el estado y sociedad enfrentan en la actualidad es el combate a la pobreza, de la población menor de 15 años alrededor de una cuarta parte vive en condición de pobreza alimentaria17 y sólo 35.4 por ciento de los menores de 18 años que viven en esta condición asiste a la escuela,18 mientras que este número se incrementa a 56.6 por ciento cuando proviene de hogares no pobres. Sólo en la medida que estos hogares vayan superando la pobreza se podrá esperar que niños y adolescentes puedan desarrollar sus potencialidades y lograr beneficios tanto para ellos mismos como para el país en su conjunto. Índice de desarrollo social de adolescentes y jóvenes19 Las y los adolescentes y jóvenes constituyen una fuente de riqueza invaluable, aunque también representan un gran desafío para el país, pues brindarles las oportunidades que requieren para el desarrollo pleno de sus potencialidades exigirá desplegar esfuerzos de gran envergadura. Este segmento de la población es muy heterogéneo, ya que sus integrantes, dependiendo de su origen social, experimentan condiciones disímiles de acceso a la estructura de oportunidades. La utilización de una medida elaborada por el CONAPO a escala municipal, denominada Índice de Desarrollo Social de los Jóvenes (IDSJ), permite mostrar en forma sintética las enormes desigualdades que marcan a este sector de la población, el IDSJ incorpora en su construcción varias dimensiones críticas del desarrollo social, entre las que destacan gozar de una vida sana y saludable; adquirir conocimiento e información; la participación en la actividad económica y, en su caso, el disfrute de condiciones adecuadas de inserción laboral; gozar de un nivel de vida digno y de una vivienda digna. Este indicador revela la existencia, en el plano municipal, de estructuras de oportunidades diferenciadas, hecho que contribuye a determinar que esta etapa del curso de vida sea, para algunos, una fase de preparación para el futuro, mientras que para otros represente una etapa de privación y de asunción temprana de responsabilidades. De acuerdo con los datos del XII Censo de Población y Vivienda, 2000 es posible agrupar a los municipios del país en cualquiera de los siguientes cinco estratos, según el valor del IDSJ: • •

17

18 19

Desarrollo social muy alto. Este estrato tiene un IDSJ con un valor igual o superior a 0.875. No hay ningún municipio del país en este estrato. Desarrollo social alto. El IDSJ va de 0.750 a 0.874. Un total de 97 municipios se encuentran en este estrato, donde residen poco más de 5.8 millones de adolescentes y jóvenes (30.2%).

Zúñiga Herrera, Elena, “La situación demográfica de los jóvenes” ponencia presentada el 22 de octubre de 2003 en el seminario Salud sexual y reproductiva de los adolescentes organizado por El Colegio de México y el Population Council, en prensa. Mojarro Dávila, Octavio, Comentarios al informe del Estado de la Población Mundial 2005, UNFPA, octubre 2005. CONAPO, Programa Nacional de Población 2001-2006, México, 2001, p. 117.

31


• •

Desarrollo social medio. Está compuesto por 770 municipios, con un IDSJ que oscila de 0.625 a 0.749. En estos municipios residen cerca de 8.2 millones de adolescentes y jóvenes (43%). Desarrollo social bajo. Este estrato tiene un IDSJ que va de 0.500 a 0.624 y comprende 830 municipios, donde viven cerca de 3.6 millones de adolescentes y jóvenes (18.7%). Desarrollo social muy bajo. Está conformado por 745 municipios, con un IDSJ igual o menor a 0.5. En estos municipios residen alrededor de 1.5 millones de jóvenes (8.1%).

La distribución geográfica de los municipios según el IDSJ se puede advertir que la gran mayoría de los municipios o delegaciones con grado de desarrollo social alto corresponde a las unidades territoriales más urbanizadas, donde se localizan algunas de las ciudades más importantes del país. En contraste, los municipios con grado de desarrollo social medio se localizan sobre todo en las regiones, norte, centro y golfo, mientras que las unidades con grado de desarrollo social bajo y muy bajo se localizan en el sur-sureste y en la región centro norte del país. La delegación Benito Juárez del Distrito Federal ofrece las mejores condiciones sociales para el desarrollo de los jóvenes, con un IDSJ de 0.848, mientras que el municipio de Santiago Amoltepec, Oaxaca, se encuentra en la última posición, con un índice de 0.122.

Pero además de la pobreza, o derivado también de ella, los adolescentes enfrentan otros problemas “que van desde la discriminación por su forma de vestir, de comportarse y de expresarse en distintos ámbitos como el hogar, la escuela y la calle, hasta la exclusión y negación de sus derechos a la educación, al trabajo, a la salud y a disponer de espacios propios de expresión juvenil. Esta situación tiene un impacto profundo en su futuro”.20

Fortaleciendo capacidades, eliminando inequidades Otra situación de inequidad, cuyo aprendizaje se inicia en la familia y continúa en la escuela, es la creencia de que existen ciertas actividades que son más apropiadas para niños que para niñas y viceversa, donde generalmente las actividades femeninas son calificadas con menor valor que las masculinas y están relacionadas con los servicios, de ahí que se refuerce la idea de que las mujeres deben servir a los varones y los varones ser servidos por las mujeres. En la escuela secundaria, en el caso de la Educación Tecnológica (talleres de Cocina, Corte y confección, Carpintería, Electricidad, entre otros), es fácilmente observable una situación de inequidad hacia las mujeres, todavía hay maestros y maestras que en un taller considerado tradicionalmente más apto para hombres, como es el caso del de electricidad, por ejemplo, por razones de género se dé preferencia a los hombres si el cupo es insuficiente para incluir también a las mujeres que lo desean. Esta actitud demuestra que los maestros y maestras no toman en cuenta que el desarrollo de habilidades que promueve un taller como el de electricidad, puede ser útil tanto a hombres como a

20

Concha Malo, Miguel, “Los jóvenes estudiantes: un sector vulnerable en México” en Bertussi, G. Teresinha (coord.), Anuario Educativo Mexicano, 2005, UPN-Miguel Ángel Porrúa, México, p. 42.

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mujeres, ya que los alumnos aprenden a resolver problemas que se presentan en cualquier hogar y en momentos impredecibles, donde no siempre hay un hombre disponible para resolver el problema. Se les olvida, además, que hay un buen número de hogares encabezados por mujeres, o de mujeres solas, u otras situaciones en que ellas tienen que resolver solas el problema eléctrico que se presenta. Lo mismo ocurre con talleres como el de cocina, corte y confección y otros, cuyo aprendizaje puede ser útil para ambos sexos, puesto que puede haber hombres que requieran hacerse de comer, pegar un botón o zurcir un calcetín, aunque estas actividades hayan sido tradicionalmente consideradas femeninas. Sin embargo, hasta ahora, la solicitud de jóvenes queriendo entrar a un taller tradicionalmente femenino, es tan limitada que evita la generación de conflictos, actitudes o conductas de inequidad hacia ellos. Es interesante entender que esto se debe a situaciones tan sutiles o que se consideran tan naturales, que no se ven, parecen invisibles, como es el caso de la desvalorización generalizada e interiorizada de las actividades femeninas. La descalificación de que son objeto y la asociación de estos talleres “femeninos” a las actividades domésticas y de servicios, generalmente no remuneradas o mal remuneradas, no los hacen atractivos a los varones y si un niño llega a interesarse en ellos, su temor a que se burlen de él o que le digan “marica” lo inhibe de solicitar su ingreso. Actualmente los talleres de cocina en algunas escuelas cuentan con varones, pero entonces su ingreso se justifica diciendo que los mejores chef son hombres.

Enmendar aprendizajes equivocados También hay otro aspecto que requiere mención especial: sería importante que en la escuela se enseñara que las relaciones de maltrato entre las personas son indeseables, que el trabajo de la casa y la responsabilidad de los hijos debe ser compartida y que si nacimos en un contexto donde se dan relaciones y responsabilidades desiguales y así aprendimos, todavía es tiempo de reaprender que esos comportamientos y actitudes no son naturales, ni correctas ni justas y pueden modificarse. La escuela constituye la gran oportunidad para enmendar aprendizajes equivocados o carencia de aprendizajes y ayudar a que los alumnos y las alumnas conciban para sí, un futuro más autónomo, más justo y más equilibrado. La teoría pedagógica y la práctica cotidiana demuestran que la educación es una fuerza poderosa que influye y moldea formas de actuar y de pensar, que las actitudes y conductas como modelos de comportamiento tienen una fuerza rotunda. De ahí que si los maestros en la escuela toman conciencia de la fuerza que tienen sus actitudes y conductas como modelos de comportamiento para sus alumnos y al mismo tiempo actúan conscientemente y echan mano de su inteligencia y voluntad para dar a conocer y ejercitar los valores humanos más preciados, se estaría en el camino indicado para el logro de los fines de la educación: desarrollar las capacidades y potencialidades de los educandos, propiciar un rol genérico más equitativo, construir una sociedad más justa e igualitaria formada por seres humanos mejores y más felices.

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Enseñanza de los valores: misión ineludible La ambigüedad y confusión de valores produce un gran escepticismo en las personas, pero al mismo tiempo una gran necesidad de algo en qué creer. De ahí la relevancia de que los docentes tengan conciencia de la situación que se vive y puedan hablarlo y analizarlo con los alumnos. Para cumplir con la misión de educar y contribuir al mejoramiento de la sociedad, es imprescindible abordar el tema de las normas morales y los valores. Sin embargo, hablar de estos temas y que tenga sentido para los alumnos no es asunto fácil. Se requiere por lo menos cumplir con dos requisitos. Para empezar, saber qué son los valores, cuál es su significado, qué se logra con ellos, qué beneficios producen y qué hay que hacer para actuar en consecuencia. El otro se refiere al tratamiento del tema, para el cual se recomienda llevarlo a las situaciones cotidianas de la vida, enlazarlo con las vivencias de todos los días en la casa, en la calle o en la escuela y evitar que se quede en un nivel de abstracción, que produce que la información resulte incomprensible. Un argumento importante para incitar a alguien a realizar actos morales, es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Éste es un criterio fundamental que ayuda a decidir correctamente y medir la capacidad moral. Derechos y obligaciones Es necesario recordar que cada persona es única e irrepetible, que tiene deseos, ilusiones y aspiraciones propias, que tiene el derecho de vivir con plenitud y de manera integral su sexualidad. En este sentido, a los maestros les corresponde enseñar y fomentar que toda persona tiene derechos que todos deben respetar, pero que también tienen obligaciones y responsabilidades que cumplir, y recordar siempre aquello de que los derechos de uno acaban donde empiezan los de los demás.

Enseñar con y para la democracia La disposición para la democracia y para la actitud y participación política en general está asociada con experiencias de vida y con el aprendizaje social tanto informal como formal. Mientras más información sobre asuntos relacionados con las libertades civiles tengan los adolescentes, mayor será su respeto por dichas libertades. La experiencia cotidiana del alumnado en una estructura de escuela más, o menos democrática o más, o menos autoritaria influirá de manera importante en el aprendizaje de la democracia. Ésta se aprende conociendo y practicando los derechos y obligaciones, tomando decisiones y asumiendo las consecuencias de las mismas, participando activamente en los asuntos de la escuela, opinando sobre las actividades que se realizan, la forma de enseñanza, lo que les parece bien o mal o quisieran modificar. La práctica de la democracia en la escuela y el análisis de sus elementos en el aula constituyen un ejercicio básico, no sólo para tener actitudes democráticas dentro de la pareja y la familia, sino para llegar a alcanzar la democracia en el país.

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Acciones formativas En la construcción de un mundo más justo, la familia y la escuela juegan papeles fundamentales. La primera, porque en ella se inicia la socialización o aprendizajes básicos de lo que debe ser y no ser la vida en sociedad, y la escuela porque representa una segunda oportunidad de aprendizaje, en el sentido de que la educación como una acción formativa permite no sólo consolidar o dar lugar a nuevos conocimientos, sino desarrollar la capacidad de análisis, reflexión y pensamiento crítico, lo que a su vez abre el camino para modificar actitudes y comportamientos adquiridos con anterioridad. Una recomendación básica para el maestro es que tenga presente que las características de los hogares donde transcurre la infancia y adolescencia de los alumnos, es decir, el ámbito familiar del que provienen, condicionan y moldean el desarrollo personal, tanto en lo que se refiere a aspectos vinculado con su ser interno: personalidad, identidad, formas de relacionarse con los otros, valores y principios, como con las posibilidades o limitaciones que la sociedad ofrece en cuanto a educación, cultura, salud, recreación y empleo.

6. Contenidos en las asignaturas 6.1 Formación Cívica y Ética: prepararse para afrontar liderazgos y crear convivencia Esta asignatura persigue fundamentalmente un enfoque formativo. Junto con el acervo de conocimientos, los estudiantes encontrarán las bases para construir vínculos entre sus pares y crear los ambientes propicios para la convivencia. Es la asignatura destinada a develar, a descubrir y a apreciar los valores de los seres y de la vida humana. Cada ser humano, en cualquier etapa de su vida, actúa de acuerdo a sus valores. Nadie se despoja fácilmente de los valores que ha construido. En efecto, se trata de una construcción. Esta construcción, si se la observa en toda su amplitud y su complejidad, puede considerarse una “obra de arte personal”. Se dice personal, porque cada quien es actor y autor de sus propios valores. Ciertamente, en esta construcción, cada persona puede asumir y asimilar los valores de otras personas o grupos. Sobre todo, asumimos y conservamos las más de las veces los valores de nuestra familia. Sin embargo, pese a que los valores resisten y perduran casi de forma inflexible, pueden, sin embargo, cambiarse, modificarse, completarse, ampliarse, superarse y, porqué no, también perderse. En esta pérdida, por lo general puede suceder que enfrentemos conflictos sociales y personales. Cuando en una sociedad se pierde, por ejemplo, el valor de la seguridad (como cuando avanza la delincuencia y crece la indefensión de las personas) y el respeto al derecho ajeno, no debemos extrañarnos que nos encontremos con problemas de muy diversa índole. Pese a todo lo que vemos a nuestro alrededor, las personas reconocen hoy por hoy valores, diríamos, deseables universalmente, casi indiscutibles: como la igualdad, la libertad, el respeto, la tolerancia, los derechos humanos, la paz, la democracia, el trabajo, entre otros.

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El estudio o el desarrollo temático de los valores y de los principios para una sana y amplia convivencia serán analizados y examinados durante los tres años de la secundaria. Son temas transversales, es decir, están inmersos en todo el desarrollo de la asignatura. Debemos observar, además, que no se trata durante este tiempo sólo de estudiar los valores y principios: esta asignatura, si se la comprende en su real significado y amplitud, es un desafío al comportamiento humano. De nada serviría emplear tiempo y esfuerzos en su estudio si los valores, reconocidos como tales, no se incorporan a la vida real. Decimos, además, que esta asignatura se propone un enfoque preventivo o de anticipación a los actos. Las alumnas y alumnos en posesión de conocimientos y criterios, con el dominio razonado de los principios que garantizan la convivencia humana, con elementos de juicio que ayudan a desarrollar la capacidad de análisis, tendrán los elementos adecuados para tomar decisiones personales y colectivas, que evidencien el respeto y amor por sí mismo y el respeto a la vida y los derechos de terceros. Finalmente, decimos que esta asignatura propicia la comunicación, el intercambio y las interrelaciones entre pares. La prueba final y el testigo manifiesto de toda formación cívica y ética se encuentran en el nivel y profundidad de la comunicación entre las personas. Organización de la asignatura A nadie escapa que la organización de esta asignatura haya sido el resultado de consensos entre especialistas, con base en la experiencia compleja de la docencia en la escuela secundaria. A simple vista, podemos casi advertir y hasta extrañarnos que ciertos temas, como el de la sexualidad, aparezcan en varios apartados y a través de diferentes perspectivas, hecho que puede sugerir un cierto grado de repetición o reiteración de la misma materia. Sin embargo, esto no es así puesto que, dada su complejidad y riqueza, un mismo contenido puede ser abordado a partir de múltiples perspectivas. Antes que repetición debe considerarse un enriquecimiento temático. Trataremos de ensayar una síntesis compactada en estos tres aspectos: Los valores emergen de la naturaleza humana La lógica de la asignatura procede de analizar a la naturaleza humana y extraer de su estudio aquellos elementos que fundamentan los postulados para construir los valores. Mientras el estudio de la esencia del ser humano aporta la fundamentación teórica, los valores ejercen su capacidad movilizadora para la acción. Los valores, por su parte, tienen que asentarse en principios éticos que establezcan una estrecha congruencia entre base teórica y acción empírica. La adolescencia y la juventud desafían los esquemas rígidos Adolescencia y juventud significan desafíos constantes, búsquedas permanentes, aperturas y aventuras hacia nuevos mundos, modelos, ideales y perspectivas. Reconocer los cambios de esta etapa de la vida y aceptar la diversidad es un agudo reto para quienes tienen la encomienda de tratar a los jóvenes en el sistema educativo. El reconocimiento de tal diversidad implica, por parte de los docentes, la firme tarea de analizar muchas veces cada caso en particular y tomar en cuenta, de manera respetuosa e irrestricta, las más variadas perspectivas y propuestas de solución avanzadas por sus alumnos y alumnas. Tal diversidad, además, es el espacio y el clima adecuado para cultivar entre ellos y ellas actitudes y acciones respetuosas y responsables hacia sí mismos y hacia los demás. 36


Entre otras, señalamos aquí algunas áreas que se abordan en la asignatura: trabajo, estudio y esparcimiento, sexualidad y prevención de adicciones. Son temas que tocan la vida personal de los jóvenes. En el desarrollo de estos temas, el docente tendrá un espacio abierto para infundir en sus estudiantes la manera en que ellos y ellas tomen conciencia sobre la trascendencia de sus decisiones y sus actos personales. Lo ético y lo cívico en la práctica social y política Partiendo de lo personal, la asignatura lleva la explícita intención de generar en los alumnos y alumnas las condiciones propicias para su inserción social. Ellos y ellas deberán llegar a la comprensión más amplia de la sociedad en que viven y de las formas de convivencia de los grupos humanos a los que pertenecen. Pero esta comprensión no queda en la teoría y en la esfera del conocimiento, sino que debe propulsar a los jóvenes a participar activamente en la transformación de su sociedad.

6.2 Biología: un sistema de conocimientos que descubre valores y fomenta actitudes La ciencia, por ser un producto humano, no se despega de la vida real de los seres humanos. Está a su servicio. Además, el procedimiento científico, a medida que descubre las leyes de la naturaleza, asienta las bases de ciertos valores (como el respeto a la armonía y equilibrio entre los seres) que las personas asumen como propios. En efecto, la práctica y el aprendizaje del método científico propicia actitudes humanas: incentiva la precisión de los procedimientos, la sistematización de los procesos, despierta el sentido de la admiración por el descubrimiento, aumenta la capacidad de búsqueda y somete a la experimentación hipótesis contrarias. En especial, la ciencia biológica propicia la apertura de un espacio para una confrontación entre el conocimiento teórico y las experiencias personales. La Biología, la ciencia de la vida Y como tal, el tópico curricular Reproducción humana, que se estudia en el primer año, sumerge a los alumnos y alumnas en el apasionante mundo de los procesos reproductivos. Luego de revisar en detalle la anatomía del aparato reproductor femenino y masculino, se muestra el proceso de la menstruación, se profundiza y analiza la fecundación y se describe el desarrollo embrionario. El proceso de parto es descrito con la finura y delicadeza que corresponde al origen de la vida misma. La vida, en efecto, es tan importante en sí misma que desearla, soñarla, proyectarla, planearla con anticipación y prepararse para su llegada, es sentar las bases para su desarrollo futuro. Por esto, la presentación de los métodos que ayudan a proyectarla y a decidirla, tiene este objetivo: pensar seriamente en la vida misma. La salud integral, y la sexual en especial, son básicas en este proceso. Cuando no hay cuidado, muchas enfermedades se transmiten por la vía sexual. Por ello, esta unidad en especial tiene el propósito de promover en el alumnado el sentido de responsabilidad en relación con la sexualidad 37


y la salud. Estos son temas que exigen un tratamiento delicado, y por ello, deben enmarcarse en el mayor respeto posible, creando un ambiente acorde con su importancia y teniendo en cuenta la sensibilidad de los estudiantes y de sus familias. En la unidad temática donde se abordan las adicciones, se incluye la descripción de los efectos nocivos que causan el tabaco, el alcohol y las drogas. Se hace una reflexión sobre la importancia de una actitud responsable del alumno hacia la vida.

6.3 La Historia, maestra de la vida La ciencia histórica brinda la oportunidad de echar una mirada retrospectiva sobre las formas de vida de las poblaciones, las perspectivas de organización y gestión de diversos grupos humanos, la resolución de los conflictos en épocas diferentes, y, en conexión con la asignatura Formación Cívica y Ética ayuda a descubrir y comparar los criterios, los valores y las pautas colectivas que a través del tiempo fueron modificándose de una sociedad a otra. A través del estudio de la historia, los alumnos y las alumnas se enfrentan y confrontan con otros seres humanos, de otras épocas que organizaron sus vidas y decidieron sus destinos de manera tal vez muy diferente a las formas actuales de convivencia. La investigación que realicen sobre épocas particularmente complejas de otras sociedades y de la mexicana, les hará conocer y ponderar de manera objetiva los criterios y valores que en tales épocas llevaron a aquellos hombres y mujeres, a resolver ciertos conflictos y coyunturas. La reflexión les inducirá a participar también, en las actuales circunstancias en que se encuentra el país, en la solución de los problemas que comprometen la sana convivencia entre los pueblos. Por el estudio de la historia, los jóvenes que concluyen hoy su secundaria tienen la oportunidad de revisar los acontecimientos del México contemporáneo, entre ellos los principales aspectos demográficos, los cuales tienen directa relación con los comportamientos reproductivos, los niveles de fecundidad, la mortalidad, la estructura por edades de la población y su distribución en el territorio nacional. La historia de la humanidad ha mostrado diferentes formas de organización y maneras de valorar no sólo las acciones de los hombres y mujeres sino, a los propios seres humanos. De ahí que conocer, por ejemplo, la evolución de la democracia desde Grecia hasta el presente, del papel de la mujer, de los derechos humanos y de los valores que han regido en el pasado resulta crucial para entender la vida presente. También otros temas como el auge de una sociedad de masas y de consumo; la influencia de los medios masivos de comunicación en la creación de una opinión pública estandarizada y acrítica; las limitaciones de los servicios de salud que afectan a amplios sectores de la sociedad; un sistema educativo que no se ha modificado al ritmo de las necesidades actuales de la población y la sociedad; los fenómenos migratorios dentro del país y la migración creciente y desordenada hacia el exterior; el avance irrefrenable de la tecnología junto con el desarrollo de nichos de pobreza y de marginación; éstos y otros son temas que pueden generar en los jóvenes reflexiones sobre su inserción y desempeño en una sociedad de contrastes y contradicciones.

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Introducción Imaginar La idea de la sexualidad despierta en nosotros una serie de pensamientos, fantasías, imágenes, miedos, ilusiones o deseos diversos que están ligados a nuestra propia historia personal, experiencias, modos de ver la vida y de relacionarnos con los otros y con nuestras circunstancias. Se puede pensar, por ejemplo, en cuerpos desnudos, caricias, besos, pláticas íntimas, dudas, abrazos; también en amigos, novios y novias, miradas cercanas, risas y lágrimas; o evocar revistas, libros y lecturas. Las ideas pueden ser muchas y distintas pero —de una manera u otra— resultan significativas. Alrededor de la sexualidad se han construido cuentos, mitos, poemas, pinturas, danzas, leyendas, manuales y hasta enciclopedias y es difícil encontrar una persona que no muestre interés por saber acerca de ella, de sus verdades, sus mentiras, sus tabúes... Significar Hasta hace algunos años, muchas personas pensaban que la sexualidad era un asunto simple, que se relacionaba básicamente con la reproducción. De ahí que se la estudiara solamente desde el punto de vista de la biología o la medicina. Ahora se sabe que es un asunto complejo, que abarca al ser humano en su totalidad y que si el hombre y la mujer son el resultado de la integración de aspectos biológicos, psicológicos y sociales que actúan interdependientemente, la sexualidad, como componente fundamental de la naturaleza humana, posee también esa característica tridimensional. De ahí que su estudio requiera, además de la medicina o la biología, de la participación de otras disciplinas como la antropología, la historia, la psicología o la ética y de un análisis metodológico en el que se aplique la perspectiva de género.

1. Evolución social y científica Un paso importante La evolución de la sociedad y el avance del conocimiento, la ciencia y la tecnología, fueron generando cambios en distintos aspectos de la vida social e individual, creando nuevas necesidades y una manera diferente de concebir las cosas y los hechos. En el campo de la sexualidad, por ejemplo, desde antes de la segunda mitad del siglo XX, se venían realizando algunos estudios que mostraban que hombres y mujeres tenían las mismas necesidades y capacidades sexuales, pero que la normatividad y cultura existente en torno a estos asuntos hacía

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que reaccionaran de manera diferente. La interiorización de esta normatividad había provocado que en la psique femenina el deseo y el placer se inhibieran o reprimieran, que ambos creyeran natural y adecuado que para la mujer el sexo era algo prescindible, hasta indeseado, que en el hombre era una necesidad que había que satisfacer, que una función fundamental de ella en el matrimonio era, justamente, satisfacer esas necesidades masculinas y llegar a la reproducción. No obstante los cambios, estas ideas todavía prevalecen en algunos grupos sociales. Dos aspectos centrales en estos cambios fueron, por un lado, la generalización en el mundo occidental de las reivindicaciones femeninas, especialmente las referidas a una mayor participación de la mujer en la esfera pública y al derecho a decidir sobre su propio cuerpo, por el otro, la preocupación mundial por el elevado crecimiento demográfico. Estas dos situaciones propiciaron investigaciones sobre la anatomía y fisiología de la mujer, con el fin de encontrar la manera en que ésta pudiera tener un control sobre su fecundidad, lo cual derivó en la invención de los métodos anticonceptivos modernos y en la separación de la sexualidad de la reproducción. Las repercusiones de este hecho todavía no terminan y falta mucho para comprenderlas en su totalidad.

La población del mundo A continuación se presentan algunos datos que pueden ser útiles para comprender cómo la unión sexual entre un hombre y una mujer, que pareciera algo tan personal que sólo atañe a los dos involucrados, tiene repercusiones trascendentales que afectan no sólo a nivel individual, de pareja y de familia, sino a la sociedad entera de un país y a toda la humanidad. La primera consecuencia de esta unión es la reproducción biológica de la especie. La población actual del mundo es la más numerosa en toda la historia humana y el ritmo de crecimiento varía entre los países ricos y los pobres, siendo estos últimos donde crece a un ritmo más rápido y elevado: • • • •

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En 2005 la población del mundo asciende a 6 000 millones 464 mil setecientas personas.1 De éstas 5 000 millones 253 mil cuatrocientos ochenta y cuatro personas (81.3%) viven en los países en desarrollo.2 Existen en el mundo 500 millones de mujeres analfabetas en comparación con 280 millones de hombres en esa misma situación.3 La actual generación de jóvenes es la mayor registrada en la historia humana. Casi la mitad de la población mundial, más de 3 000 millones de personas, tiene menos de 25 años, 85 por ciento vive en los países en desarrollo y 1200 millones son adolescentes entre 10 y 19 años.4

Estado de la Población mundial 2005. La promesa de igualdad, Nueva York, EUA, 2005, p. 111. Ídem, p. 45. Ídem, p. 10. Ídem, p. 45.

UNFPA,

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La población de México •

Se estima que en 2005 la población es de 106.4 millones de habitantes,5 pero si las familias hubieran seguido teniendo cuatro, seis, ocho y hasta más hijos, como en los años 60, la población del país sería en la actualidad alrededor de 170 millones de personas,6 casi dos terceras partes más de lo que tiene en la actualidad. Se estima que en 2005, hay alrededor de 20.7 millones de adolescentes y jóvenes7 entre 12 y 24 años de edad, que están tomando decisiones sobre iniciar su vida sexual, tener una pareja o formar una familia, de estas decisiones y de las oportunidades que tengan de desarrollo personal dependerá, en buena medida, el curso de sus vidas y el desarrollo futuro del país.

Una verdadera conmoción Las situaciones sociales que se viven en esos años en el mundo: el movimiento feminista, Praga, México, París en el 68, el movimiento hippie y el lema paz y amor, tienen una influencia importante en la manera de concebir la sexualidad. Pocos años después se dan eventos internacionales como conferencias y declaraciones mundiales, tanto de población y desarrollo como de la mujer que, entre otros efectos, provocan elevar a rango constitucional la igualdad de derechos de hombres y mujeres ante la ley y el derecho a decidir el número y espaciamiento de los hijos, lo cual deriva en la generalización del uso de anticonceptivos. Todos los hechos mencionados provocaron una conmoción en los valores, en las dinámicas familiares, en los roles femenino y masculino, se empieza a ver la vida y a valorar las relaciones de la pareja de manera diferente. A partir del momento en que ocurre la separación entre sexualidad y procreación, resulta importante encontrar una explicación del impulso sexual y su necesidad de satisfacerlo que sea válida para ambos sexos. En este contexto, el deseo, el placer, el amor, la comunicación, la expresión de sentimientos, empiezan a considerarse como formas suficientemente válidas y legítimas de justificar la razón de ser de la sexualidad.

2. Acerca del concepto Con esta nueva forma de ver las cosas, se hace cada vez más evidente la necesidad de ir definiendo y delimitando el significado y el contenido del término, tomando en cuenta en ese análisis conceptual, los conocimientos de género que se han ido originando y que muestran que éste permea todas las expresiones de la sexualidad.

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Estimaciones de CONAPO y Proyecciones de la población, 2000-2050 de México, CONAPO, México, 2002. Ídem. Ídem.

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Aunque no existe un concepto único de sexualidad, es importante intentar precisar su significado, por lo menos en dos sentidos. Por un lado, por la obvia necesidad de la comunicación, al usar el término o expresiones asociadas tenemos que estar seguros que nos estamos refiriendo a lo mismo, y por otro, porque intentar plasmarlo en palabras comprensibles implica un avance en la claridad conceptual. Es importante transmitir la idea de que abarca diversos aspectos, que es imposible que alguno de ellos exista separadamente de los otros y que hablar de ella de manera integral significa abordar por lo menos de forma sintética y general sus principales componentes. Claridad conceptual El significado de la sexualidad no se limita al dormitorio ni a partes específicas del cuerpo, sino que se expresa en los estilos de vida, en el quehacer como hombres o mujeres, en las formas de expresar el afecto, y también, en el comportamiento erótico. Más allá de la reproducción, más allá del placer, la sexualidad impregna los sentimientos, los pensamientos, y las actitudes y comportamientos cotidianos de la vida.8 Convencionalmente se va a entender la sexualidad como los sentimientos, pensamientos, actitudes y comportamientos de hombres y mujeres relacionados con un género socialmente construido, con la capacidad de reproducirse, de relacionarse con el otro y tener placer erótico, de acuerdo a las normas, significados y valoraciones culturales en una sociedad y un momento histórico determinados. Generalmente, en la literatura sobre el tema se habla de sexualidad humana, adicionarle este último término tiene como propósito aclarar que, a diferencia de los animales, los seres humanos tienen una manera moral y social de calificar las expresiones y formas en que se manifiesta, y el valor o el peso que tiene en nuestras vidas se relaciona tanto con necesidades físicas y psíquicas del deseo sexual, como con aspectos culturales, emocionales y afectivos. También se dice que es un asunto complejo porque en ella se mezclan e interactúan cuestiones biológicas, químicas o físicas, con aspectos psicológicos, afectivos, emocionales, y con normas, valores y formas de relación social, todo lo cual es necesario de tomar en cuenta para un conocimiento más preciso e integral. Además, el hecho de que sea dinámica, cambiante, que se aprenda, se enseñe, se castigue, se vigile, difiera entre un grupo social y otro, entre una etapa histórica y otra, multiplica las formas y los puntos de vista desde los cuales se la puede examinar. Componentes biopsicosociales En un esfuerzo por lograr una mejor comprensión de la sexualidad, y respondiendo a propósitos didácticos, se tratarán separadamente sus componentes. Sin embargo, como en sexualidad nada actúa de manera independiente, después de la explicación analítica o paralelamente a ella, se irá completando la idea para entender la interdependencia e integralidad entre cada una de las partes.

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Katchadourian, Herant A. (comp.), “Introducción” en La sexualidad humana: un estudio comparativo de su evolución, México, 1983.

FCE,

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3. El cuerpo El sustrato de la sexualidad es el cuerpo, con todos los órganos y funciones que lo componen, se trata de un cuerpo que está en constante movimiento, que se nutre, madura, funciona, envejece, se enferma, se alivia, tiene un flujo interno de cargas hormonales que llevan mensajes y tiene la potencialidad de reproducirse. El cuerpo tiene manos con las que trabaja pero que también tocan y acarician, piernas que llevan a conocer el mundo, pulmones para respirar, ojos para ver y los órganos sexuales o reproductivos, que son los únicos diferentes de todos los que componen el cuerpo y que hacen que el género humano se divida en hombres y en mujeres. Estos órganos y las funciones que lo caracterizan,9 constituyen el núcleo del componente biológico de la sexualidad y se denomina sexo. Éste tiene dos brotes de actividad fundamentales, el primero, en la etapa prenatal, cuando por acción de los cromosomas, alrededor de la octava semana después de la gestación, las glándulas sexuales se empiezan a desarrollar hacia ovarios o testículos, hasta completar el aparato sexual o reproductor; de tal manera que en el momento del nacimiento, por la simple observación de los genitales externos se asigna al recién nacido un sexo: masculino o femenino, que algunos autores han llamado sexo de asignación o asignación social de sexo. El aprendizaje de género, o aprender a comportarse como hombre o mujer de acuerdo con lo que la sociedad considera adecuado para cada uno, se inicia justamente a partir de este momento. El segundo brote de actividad biológica ocurre en la pubertad, cuando por acción de las hormonas sexuales aparece la diferenciación biológica definitiva entre hombres y mujeres con la aparición de los caracteres sexuales secundarios y la capacidad de la reproducción. Pero el aparato sexual y las funciones que le son inherentes no actúan separadamente o al margen del resto del organismo. En su evolución y funcionamiento intervienen diversos órganos y partes del cuerpo como el cerebro, que desde diferentes estructuras como el hipotálamo, en un momento dado de la vida, envía señales a la glándula hipófisis y a las gónadas para que se inicie la pubertad, o como los sentidos que permiten el conocimiento y comprensión de la realidad que existe fuera del cuerpo, o aquellas partes del cerebro que tienen que ver con las emociones y los sentimientos. La vista, el oído, el tacto, la piel, el gusto y el olfato, traen noticias del mundo y permiten conocerlo mejor y disfrutarlo. Las formas y texturas del cuerpo, sus sonidos, temperatura y humedad producen muchas y muy variadas sensaciones que recogen los sentidos, de las cuales algunas, se traducen en estímulos afectivos y eróticos. Los sentidos y las sensaciones que se obtienen a través de ellos, juegan un importante papel en la vida erótica. De ahí que la sexualidad no pueda concebirse como algo puramente genital, ocurre en un cuerpo que piensa, siente y desea, en un cuerpo que no puede desligarse del conjunto de emociones que lo embarga, de la inteligencia que lo constituye, de la personalidad que lo identifica, de los valores que rigen su actuar, de la salud que posee o que le falta, o del caudal de hormonas que circulan en él.

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Todo lo referido al aparato sexual o reproductor se encuentra en la Unidad 5.

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Ser humano integral Los órganos del cuerpo, los procesos químicos y físicos que se producen en él, el deseo y todo lo relacionado con el placer sexual, las emociones, los sentimientos, los valores, las normas, el ambiente físico, cultural y social, son todos elementos que en los seres humanos están unidos de manera inseparable y que se influyen mutuamente. Los estudios e investigaciones han demostrado que el estrés, la alegría, el placer, el miedo o la angustia producen en el cuerpo cambios observables y cuantificables. Se sabe que los bebés crecen mejor cuando están rodeados de afecto, que los virus aprovechan las fatigas y cambios emocionales para desarrollarse en cuerpo. Se sabe también que el deseo de vivir, con frecuencia prolonga la vida y la lucidez de los ancianos. El cuerpo humano no es sólo un conjunto de órganos y funciones, es mucho más que eso, es un complejo sistema en donde lo biológico y lo psicológico inextricablemente unidos entre sí y con el medio ambiente físico y social, se desarrolla y puede alcanzar una vida plena e integral. Independientemente de la anatomía y fisiología que caracteriza al cuerpo humano, su parte exterior o formas visibles responden a ideales estéticos y culturales que van variando, no sólo de una época a otra, sino de una sociedad a otra. En estos ideales intervienen aspectos no siempre evidentes como son el predominio de los grupos sociales hegemónicos, los cuales en países que fueron colonizados, lo que predomina muchas veces es el fenotipo de los colonizadores. El cuerpo externo además, tiene connotaciones sexuales también sujetas a variaciones culturales e históricas. En este sentido es de gran importancia tener conciencia del uso sexual que la publicidad hoy en día hace del cuerpo de hombres y mujeres para promover artículos de diversa índole, donde predominantemente la mujer es utilizada como objeto10 sexual y no como persona, y el hombre se presenta en situaciones de mayor estatus, jerarquía y poder. Asimismo, la publicidad ensalza cierto tipo de cuerpos, especialmente curvilíneos y esbeltos. A la vez, la publicidad fomenta modelos de éxito fácil y generalmente refuerza valores como el dinero, la apariencia, la superficialidad o el poder sobre la honestidad, la esencia, la integridad o solidaridad. Estas situaciones intervienen en la construcción que cada quien hace de su imagen corporal, en la cual un cuerpo sano y que funciona bien debiera ser suficiente para tener de él una apreciación positiva, sin embargo, en esta apreciación intervienen los ideales estéticos y estereotipos que maneja la publicidad y que constituyen el elemento preponderante en la valoración subjetiva que la persona hace de sí misma y la cual puede adquirir una importancia especialmente relevante para la vida sexual.

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Algo que se puede usar y desechar.

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4. La identidad La identidad o conjunto de características que nos hace únicos y distintos de los demás, se empieza a construir desde el nacimiento y durante la infancia, pero sus elementos fundamentales parece ser que completan su definición en la adolescencia, aunque otros aspectos continúan refinándose en las etapas posteriores del ciclo vital. En la conformación de la identidad intervienen y se interrelacionan diversos aspectos. Uno de ellos lo constituye el sentido de pertenencia, saber que se pertenece a un sexo o al otro, que se es miembro de una familia, de un grupo étnico, de un país, o de otras colectividades como puede ser la escuela, la iglesia, o algún tipo de organización deportiva, cultural, política. Otro aspecto de gran relevancia en la formación de la identidad lo constituyen los valores que la cultura y el medio han transmitido al individuo, las actitudes y experiencias que se han tenido ante la solidaridad, el amor, el placer, el trabajo, el recreo, la creación, el éxito o el fracaso. También es importante la percepción que se tiene de los propios deseos y preferencias, así como las limitaciones y capacidades que se poseen. Identificaciones que nos ayudan a ser lo que somos En la conformación de la identidad resultan esenciales los rasgos y características, comportamientos, actitudes y formas de expresar los sentimientos, emociones y pensamientos con los que la persona se va identificando y que pasan a ser elementos de la propia identidad. Dichas identificaciones ocurren primero con los padres y otros miembros de la familia que constituyen el círculo más cercano, posteriormente en la escuela, con los maestros y los compañeros. En este proceso de identificaciones sucesivas, al llegar la adolescencia, juegan un papel de enorme trascendencia, los amigos o grupo de pares, donde sea que se encuentren: en la cuadra, el parque o la escuela, debido justamente a la necesidad de autonomía, separación de los padres y necesidad de ser uno mismo, que caracteriza esta etapa de la vida. La imagen corporal La percepción subjetiva que se tiene de la imagen corporal, resulta un componente importante de la identidad y de la valoración que una persona hace de sí misma, en esta valoración influyen, en buena medida, las actitudes positivas o negativas que la familia haya tenido ante el cuerpo, independientemente de lo próximo o alejado que esté de los estereotipos que promueve la publicidad. Los estereotipos que se manejan, como formas de ser deseables para las personas, pueden significar un riesgo al transformarse en una guía para la imagen, perdiendo de vista así, o restándole valor a otros elementos constitutivos de la persona que son fundamentales como la personalidad, valores y actitudes ante la vida que no sólo son más importantes que lo físico, sino que lo mismo físico que la publicidad resalta es subjetivo y variable, además de que lograr y conservar esos cuerpos y rasgos muchas veces va contra la naturaleza, afecta la salud y cae en lo absurdo al distorsionar la idea de belleza. Algunos estudios han demostrado que el cuerpo de la mujer tiende a mirarse, evaluarse y sexualizarse más que el del hombre, esta manera de concebirlo y proyectarlo es interiorizada por ambos 47


sexos, y la preocupación que crea en la mujer cómo la ven los demás, especialmente la pareja o el hombre que le interesa, provoca desasosiego y hasta ansiedad constante.11 Esta preocupación puede derivar en situaciones tan serias como la anorexia y la bulimia, la baja autoestima, disfunciones sexuales, entre otras cosas. Concepto de sí mismo y autoestima En el transcurso de la vida la persona va construyendo un concepto o imagen de sí misma donde intervienen todas las características físicas y de personalidad que la conforman, la percepción que tiene de cómo el mundo la ve y de la forma en que se relaciona con él. El autoconcepto genera sentimientos positivos o negativos de uno mismo y esto proporciona los elementos para darse un valor, que puede ser alto o bajo. La valoración o calificación que cada persona se da a sí misma de acuerdo con la manera cómo se considera, se denomina autoestima y tiene efectos muy importantes en la vida en general y en la vida sexual en particular. Una persona con autoestima baja es vulnerable de ser afectada en su integridad, porque la necesidad de ser admitida y reconocida por los demás, la puede hacer actuar en función de los otros y en detrimento de sí misma, sin poder lograr un cabal equilibrio en el dar y recibir sin menoscabo de su persona, puede llegar a aceptar cosas que no quiere, que no le agradan o le pueden hacer daño y le es difícil rechazar algo por temor a quedar mal. Identidad sexual La identidad sexual es parte esencial de la identidad general y desempeña un papel trascendental en la vida. Su estructura se inicia desde el momento mismo del nacimiento y en ella intervienen el sexo biológico (si se es hombre o mujer) y el saberse, sentirse y pensarse como tales, la interiorización y expresión del género y la orientación o preferencia sexual. La identidad sexual es una percepción y sensación interna, subjetiva, es la forma como cada quien se ve y se siente, al mismo tiempo que una proyección social, es decir, hacia el exterior, en términos de que muestra a los otros lo que se es sexualmente hablando y lo que no se es y queda definida justamente en la adolescencia, período que coincide casi siempre con la etapa de la escuela secundaria. Orientación sexual Otro componente importante de la identidad sexual es la orientación sexual, la cual se refiere al gusto y atracción que siente una persona por relacionarse de manera afectiva y erótica con otra. Cuando esta relación se da entre personas de distinto sexo, es decir, entre un hombre y una mujer, se está hablando de una orientación heterosexual. Cuando la relación es entre personas del mismo sexo: un hombre con otro hombre o una mujer con otra mujer, se está haciendo referencia a una orientación homosexual.

11

Wiederman, Michael, “Women’s body image self-consciousness during physical intimacy with a partner” The Journal of Sex Research, feb. 2000, vol. 37, núm. 11, p. 60.

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Cuando las personas se sienten atraídas por personas de su mismo sexo y también por personas del otro, se habla de una orientación bisexual.

5. El género Nacemos con un sexo pero no nacemos con un género. Cuando se usa este término se está haciendo referencia a papeles, actividades, atributos, formas de actuar, normas y valores que se asignan a hombres y mujeres a partir de las creencias y costumbres que tiene la familia y el grupo social de pertenencia de lo que debe ser y hacer un hombre y una mujer. Cada sociedad y cada cultura tienen una normatividad propia referida a los hombres y las mujeres que va transmitiendo a sus miembros desde que nacen. El género es un asunto cultural y social. Es así porque está constituido por patrones de comportamiento aprendidos, es decir, adquiridos del medio social, con valoraciones y significados también socialmente asignados. Este conjunto de atributos y comportamientos denominados género los individuos lo van haciendo suyo, internalizándolo, desde la más temprana edad, de tal manera que se llega a creer que esas formas de ver la vida, de actuar y de pensar son innatas o “naturales”. El género influye de manera incuestionable en todas las relaciones humanas que se establecen a lo largo de la vida: las de pareja, entre padres e hijos/as, hermanos/as, personal docente y alumnado, amigos y amigas, jefes y subalternos. También permea las formas de pensar, de sentir y de ver la vida en general. Eso de que “las mujeres piensan distinto de los hombres” es una realidad producto de experiencias y un aprendizaje diferente. No obstante el profundo arraigo de un género interiorizado, en etapas posteriores de la vida, éste puede ser racionalmente cuestionado y su expresión y formas de valoración sufrir transformaciones, esto debido a situaciones externas y objetivas como nuevos conocimientos y experiencias de vida. Género y cultura La asignación de género es una cuestión histórica. Para explicar el origen de estas asignaciones no hay respuestas concluyentes, sin embargo, se puede suponer que estuvo relacionada con la función reproductiva de las mujeres, específicamente con la maternidad. En prácticamente todas las culturas de que se tiene conocimiento, se consideró que la función principal de la mujer era tener hijos y la que no los tenía era repudiada y condenada, no sólo por el cónyuge sino por la sociedad en general, se desconocía que el hombre tenía las mismas probabilidades que una mujer de ser infértil. Así como también se desconocía que era el hombre el que definía el sexo de los hijos. La función reproductiva de la mujer hizo creer que su lugar natural era el hogar y su responsabilidad todo lo relacionado con éste, de ahí que la educación femenina estuviera concebida para aprender los asuntos de la casa, los quehaceres domésticos y el cuidado de los hijos. Además, hasta hace muy poco todavía, se pensaba que la mujer no tenía las mismas capacidades intelectuales que el hombre, el trabajo de la casa no se valoraba y, en términos de ingresos, eran los varones los que traían el dinero a la casa, lo que los colocaba en una situación de superioridad económica y a las mujeres en una situación de dependencia. 49


Género e inequidad No hay duda que existen diferencias biológicas (ciclo menstrual, embarazo, amamantamiento, menopausia, en la mujer; y erección, eyaculación o mayor corpulencia, en el hombre), y de género entre hombres y mujeres, las cuales dan lugar a experiencias únicas y propias, y como consecuencia de ello, a diferentes maneras de ver la vida, de pensar y de sentir. Lo importante de estos hechos, es aclarar que ninguna diferencia biológica, ni de tareas y atribuciones, ni de maneras de ser tiene por qué producir desigualdades económicas, políticas, sexuales, morales o laborales, entre los sexos. Resulta injusto que por razones de género, se tenga un acceso diferente a las oportunidades de educación y trabajo, independientemente de su sexo todas las personas debieran recibir trato y acceso equitativo a cualquier oportunidad de desarrollo y superación. La aceptación de la diferencia sexual y de género, no debe ser impedimento para lograr la igualdad. Si las mujeres llevan en su seno durante nueve meses al producto de la concepción, paren y amamantan a sus hijos, que es una atribución biológica, inherente a su sexo, no significa que éste haya sido resultado de un acto individual, hecho por ella sola, sino de un acto efectuado entre dos personas: se requirió, necesariamente, de la participación del hombre, de ahí que la responsabilidad y cuidados que los hijos generan correspondan a ambos. Las diferencias biológicas tampoco son razones para que un sexo, en este caso el femenino, sea socialmente consignado a la casa y a las tareas del hogar, y menos aún de que estas tareas tengan menor valor que las que realizan los hombres fuera de la casa. Asimismo, es más equitativo y con mejores resultados garantizar a las mujeres educación y oportunidades iguales, así como fomentar que la pareja comparta el trabajo del hogar y el cuidado de los hijos, porque contribuye a un mejor desarrollo de los niños y de la familia en general. Aparte de que se ha demostrado que tanto hombres como mujeres son igualmente capaces de realizar actividades domésticas, intelectuales y de otra índole. Cambio necesario Todavía hoy en día, aunque las condiciones de inequidad han cambiado —la mujer tiene mayor acceso a la educación y al trabajo remunerado, la sexualidad se empieza a desligar de la reproducción, los hombres participan más en la atención de los hijos y a veces colaboran en el trabajo de la casa—, la sociedad no ha logrado transformaciones más profundas que impliquen que los derechos plasmados en la Constitución Política de México y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos respecto a la igualdad de género, sean una realidad. Falta valorar el trabajo doméstico como un verdadero trabajo, erradicar la violencia de género y el abuso sexual en todas sus formas, que a nivel individual cada hombre y cada mujer tenga conciencia de que esas desigualdades existen y se siguen reproduciendo desde el hogar y la escuela.

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Las desigualdades de género en la práctica de la planificación familiar12 Las desigualdades sociales se entrecruzan con las desigualdades de género, lo que se expresa en la conformación de múltiples obstáculos que limitan la autonomía, capacidad de decisión y autodeterminación de las mujeres en los asuntos relativos a la sexualidad y la reproducción. En una encuesta levantada por el Consejo Nacional de Población hace apenas un quinquenio, alrededor de 15 por ciento de las mujeres declaró que la decisión de cuándo tener relaciones sexuales era tomada por su pareja. En el ámbito rural el porcentaje se elevó a 21 por ciento, al tiempo que ascendió a 30 por ciento entre las mujeres sin instrucción escolar. Una encuesta nacional realizada por el IMSS a su población derechohabiente en 1998 muestra que las relaciones sexuales son importantes por igual para hombres y mujeres. Sin embargo, la satisfacción expresada por los varones supera con mucho a la de las mujeres. En el caso de los hombres, tres de cada cuatro consideró que las relaciones sexuales son importantes para ambos en la pareja, dando como razón una respuesta que alude a percepciones de igualdad: “(los dos) tienen la misma necesidad” y “es placentero para los dos”. En contraste, esta respuesta sólo la dio la mitad de las mujeres entrevistadas. En la otra mitad de los casos es el hombre quien suele decidir cuándo tener relaciones sexuales; asimismo, diez por ciento de las mujeres ejerce su sexualidad sin deseo, ya sea para cumplir con la “obligación” que se le impone o se autoimpone en su carácter de esposa, o bien para evitar conflictos con la pareja. La información disponible también sugiere que los hombres son quienes suelen tener el control sobre las decisiones relativas al ejercicio de la sexualidad y la planificación familiar. Cerca de una de cada dos mujeres unidas que conocía métodos anticonceptivos declaró que requería el permiso de su esposo o compañero para usarlos (48%) y un porcentaje menor (39%) dijo que no tenía que pedir permiso. Son los grupos con mayores carencias los que presentan los menores porcentajes de mujeres que están en posibilidad de tomar decisiones autónomas sobre el uso de anticonceptivos: 14 por ciento de aquellas que residen en localidades rurales contra 39 por ciento de las residentes en áreas urbanas, o bien 19 por ciento entre las mujeres sin estudios contra 44 por ciento entre las mujeres que han cursado la escuela secundaria o algún nivel superior. Finalmente, los porcentajes ascienden a 24 y 44, entre las mujeres que nunca han trabajado y las que participan en la actividad económica, respectivamente. El papel del varón en los procesos de toma de decisiones en el ámbito familiar, así como la persistencia de usos y costumbres que a menudo descalifican los intereses y deseos de las mujeres, coloca a muchas de ellas en situaciones de gran desventaja para cristalizar sus preferencias reproductivas. En un estudio realizado en 1996, en las localidades rurales que constituyen el universo de trabajo del Programa IMSS-Solidaridad, se encontró que la causa de no uso de métodos anticonceptivos de una cuarta parte de estas mujeres era la oposición de la pareja o el esposo. Cabe destacar que, en ese ámbito, un elevado porcentaje de mujeres en edad fértil con vida sexual activa no hacía uso de método anticonceptivo alguno (46%). Como se puede advertir, es preciso impulsar esfuerzos de educación sexual y brindar servicios adecuados en materia de salud sexual y reproductiva, así como fomentar una verdadera cultura de la equidad entre hombres y mujeres.

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CONAPO,

Programa Nacional de Población 2001-2006, México, 2001, p. 78.

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6. El amor El amor es el impulso más poderoso que existe en el ser humano. Constituye su pasión más fundamental, la fuerza que sostiene a la humanidad, a la sociedad, a la familia.13 El amor es un sentimiento humano, complejo, subjetivo. Toda forma de amor verdadero, independientemente de si es entre padres e hijos/as, hermanos, amigos o la pareja, implica ciertos elementos básicos que son: intimidad, compromiso, cuidado, respeto. Amar es dar, no en la esfera de lo material, es dar alegría, interés, comprensión, es conocimiento de la persona. El amor se relaciona con la camaradería, la ternura, el placer de ofrecer y recibir protección, la confianza para dar y pedir apoyo. El amor por la pareja con frecuencia está relacionado con la admiración y el respeto que inspira la persona amada, con un deseo de comunicación, de pertenencia, de protección, de compartir tiempo, espacios y actividades, de dar y recibir. Una persona puede amar sin ser correspondida, pero cuando el amor es recíproco, para quienes se aman se abre un mundo lleno de placer, satisfacción y posibilidades. La falta de amor o la incapacidad de amar pueden provocar niveles altos de angustia y orillar a una persona a actuar de manera autodestructiva o destructiva para otros, confundir los valores, evadir la realidad a través del alcohol o las drogas. Mirar y aceptar al otro El amor es un sentimiento que permite ir hacia el otro, salir de uno mismo, darse el lujo de arriesgar las emociones, confidencias, proyectos e intimidades, da la posibilidad de mirar y aceptar al otro tal como es, con sus virtudes y sus defectos, limitaciones y capacidades..., porque el amor maduro permite poner todo en la balanza, saber que la persona que se ama tiene característica positivas y negativas, o que no coinciden totalmente con el otro, pero que predominan las características que agradan, que se perciben afines, que llenan y complementan. El amor maduro no pretende cambiar al otro, la persona que realmente ama sabe que pretender transformar al otro es utópico, una fantasía: las personas tiene una identidad, una personalidad y una imagen propias que fue lo que nos atrajo de ellas, intentar cambiarlas no es justo ni posible. Sexo con amor En la vida sexual el amor es importante porque con amor aumenta el interés por complacer al otro, la confianza para pedir satisfacción, invita a la conversación fraterna y a la búsqueda mutua de nuevas maneras de relacionarse y demuestra el interés por conocer lo que piensa y siente el otro. Dicho en otras palabras, el amor propicia la cercanía física y emocional y la búsqueda compartida del placer, establece espacios de confianza que, a su vez, ayudan al descubrimiento de nuevas facetas y dimensiones de las personas que se aman, todo lo cual retroalimenta al amor, fortalece el respeto y amplía los límites y las posibilidades. 13

Fromm, Erich, El arte de amar, 11ª reimpresión, Paidós Studio, México, 1988, p. 27.

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El placer sexual también se puede experimentar sin amor, se ha demostrado que si existe un ambiente de confianza, ambos miembros de la pareja se sienten a gusto y seguros, puede haber una grata y placentera relación sexual. No obstante, cuando se experimenta con amor permite un compromiso e intimidad diferente, propicia el entendimiento mutuo y el apoyo emocional, promueve el bienestar y crecimiento de la pareja y la capacidad de contar plenamente con la otra persona en distintas circunstancias. Otro punto que no debe olvidarse, es que cualquier calificativo que describa el amor sexual, será más realista si toma en cuenta las diferencias que existen en la manera en que lo perciben y conciben hombres y mujeres. No necesariamente tiene los mismos significados, ni iguales maneras de expresarse, ni resultados similares para ambos sexos.

7. El placer y la comunicación Vivir con placer Como parte de las numerosas potencialidades que poseen los individuos, se tiene la capacidad de vivir placeres de diversa índole. Esto significa alcanzar un estado de agrado, gusto y alegría por lo que se hace, de tal manera que se vive placer amoroso, intelectual, estético, social, creativo, lúdico, sensorial. También se vive placer sexual. La forma de relacionarse con el placer puede ser diversa: se vive, se disfruta, se evita, se niega, se teme o se abraza. Pero negado, rechazado o gozado, el placer ha estado presente en la vida de todos los pueblos y culturas del mundo, en toda la historia de la humanidad. De ello dan cuenta desde los restos arqueológicos, la cerámica, la pintura, la escultura, los mitos, cuentos y leyendas, hasta la normatividad social, religiosa, jurídica y moral. En la posibilidad de alcanzar el placer intervienen con una fuerza importante aspectos culturales y psicológicos profundamente arraigados que pueden facilitar o inhibir su logro, y en donde el amor y la comunicación juegan papeles determinantes. Los estudiosos del tema han encontrado que en el proceso por alcanzar el placer erótico existen tres momentos o estados que son el deseo, la excitación y el orgasmo.14 El deseo es una tendencia y un preludio, es una especie de sospecha de algo que se intuye pero todavía no se tiene. Forma una parte importante del placer sexual. El deseo se produce a partir de una combinación de pensamientos, imágenes, ilusiones, caricias sutiles o palabras que tienden un puente real o ideal entre quien desea y la persona deseada. Cuando las caricias, las imágenes, las palabras se mantienen, se repiten, se multiplican, el deseo se transforma en excitación. La excitación representa en sí misma toda una experiencia placentera. Tanto el deseo como la excitación producen la acumulación de una intensa energía que crece, se concentra y puede resolverse a través del orgasmo. El orgasmo produce un placer intenso que, con frecuencia, deja una sensación de tranquilidad, de alegría, de reconciliación, de calma. 14

Este tema se aborda más ampliamente en el libro Lecturas complementarias, en la Unidad 3.

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Comunicación Conocer al otro es indispensable, intentar este conocimiento es una necesidad básica para lograr el entendimiento pleno de la pareja y en esto la comunicación juega un papel trascendental. Para lograrla se tienen las palabras y otras formas de lenguaje que permiten abrir las fronteras para recibir al otro y salir de sí mismos para encontrarlo, en otras palabras se puede afirmar que sólo la comunicación a través de sus múltiples lenguajes permite el acercamiento y conocimiento mutuo. Los besos, las caricias y la búsqueda que se hace de las zonas más sensibles a la estimulación erótica, las preguntas delicadas o las maneras silenciosas de ir descubriendo los gustos y las preferencias, tomar en cuenta el estado de ánimo, crear un ambiente cálido y de confianza para compartir con el otro, prestar atención a los ritmos de cada uno, o el lenguaje sutil, con palabras o sin ellas, que se puede utilizar para conocerse en la intimidad, son una forma de comunicación imprescindible para aprender a amar y disfrutar la sexualidad. Cuando las cosas no fluyen En la vida sexual hay momentos en los que el erotismo no fluye como se desea. Tanto los hombres como las mujeres pueden encontrar difícil alcanzar la excitación y el orgasmo, a las mujeres les puede ocurrir que su lubricante vaginal no fluya como corresponde y los hombres pueden encontrar difícil tener o sostener una erección.15 En una etapa u otra de la vida y en diferentes circunstancias, esto sucede a todas las personas y ¿cómo no va a ocurrir si se sabe lo compleja que es la sexualidad y lo relacionada que está con los problemas, emociones y condiciones de la vida diaria? La palabra, estrategia clave de la comunicación El lenguaje verbal constituye una importante estrategia de comunicación. Cuando de sexualidad se trata, si se usaran las palabras como magníficas conductoras que son de las ideas, deseos, miedos e ilusiones, seguramente se mejorarían las relaciones por la simple posibilidad de saber qué siente, piensa y quiere el otro y viceversa, que no quede a la simple interpretación para evitar malos entendidos y equivocaciones. Muchas de las situaciones que dificultan una buena relación sexual se podrían solucionar hablando con sinceridad y escuchando con atención y sensibilidad, acompañado de otras formas de lenguaje no verbal que ayudan a expresar los sentimientos. Decir las cosas, expresar los sentimientos y pensamientos, insistir suavemente en lo que no gusta y lo que encanta, mostrar con palabras y sin ellas que no es el momento adecuado, que hay cansancio o preocupación, permite una comunicación más plena y profunda. Hablar con la pareja Cuando hay dificultades es bueno hablar de ellas en pareja, negarlas no conduce a nada. Juntos se pueden encontrar respuestas creativas a estas situaciones, a través de un conocimiento más profun15

Ídem.

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do del otro, de sus gustos, de sus preferencias, de su estado de ánimo, de lo que puede molestarle. Este conocimiento íntimo de la pareja y también una renovación de los juegos y caricias, es un camino llano para conducir al deseo y a la excitación, hasta encontrar lo que puede satisfacer a ambos. Con frecuencia el respeto, el interés por conocer al otro, la solidaridad, el tiempo, la comunicación y la calma se hacen cargo de estas dificultades. Sin embargo, hay ocasiones en que las complicaciones continúan. Entonces es necesario analizar con sinceridad y profundidad la situación por la que las personas —como individuos o como pareja— están pasando, para actuar en respuesta a lo que se descubra. Puede resultar necesario acudir a un especialista (psicólogo, sexólogo, urólogo) que acompañe esta reflexión y que ofrezca información especializada y soluciones satisfactorias. Diálogo interno e interpersonal En términos de sexualidad, tanto los gozos y los éxitos, como los problemas y las situaciones difíciles, pueden formar parte de un mismo diálogo interno que realizan las personas consigo mismas y de un diálogo interpersonal que las pone en contacto con su pareja para reencontrar la facilidad y la felicidad sexual que, dentro de los parámetros de la salud, a todas las personas nos resultan naturales. Tanto en las mujeres como en los hombres de todas las edades, una gran parte de las vivencias sexuales ocurre en el ámbito personal, íntimo, privado. Para expresar nuestro erotismo, las personas necesitamos espacios propios, seguros, a prueba de interrupciones. Prácticas comunes Además de compartir el erotismo con la pareja, existen otras prácticas solitarias que Havelock Ellis desde principios del siglo XX denominó autoerotismo,16 entre la que se incluye la masturbación. Esta práctica es mucho más común de lo que puede suponerse y consiste en la autoestimulación sexual capaz de producir excitación y orgasmo, ya sea por contacto directo con los genitales, por roce contra objetos o por actividades puramente mentales como la imaginación. Es una de las maneras en que las personas liberan la tensión sexual acumulada y una forma de expresar la sexualidad que abarca el proceso completo de la respuesta sexual humana, es decir, se avanza del deseo a la excitación hasta alcanzar el orgasmo.17 Con frecuencia se piensa que la masturbación es un asunto de hombres. Esto puede deberse a que muchas de nuestras sociedades tienen un juicio de valor para la sexualidad masculina y otro distinto para la femenina. Hay sociedades que no sólo permiten sino que estimulan la búsqueda del placer sexual masculino y reprimen o, incluso, condenan el placer femenino. Hasta donde los estudios han demostrado, el autoerotismo es una práctica tanto de hombres como de mujeres de cualquier edad. Lo importante es aclarar que si las personas la realizan debe ser sin temor a las infundadas consecuencias que se le atribuyen: dolores de cabeza, trastornos en la conducta, pérdida de la memoria o de la inteligencia, demencia, imposibilidad de erección en el

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17

Katchadourian, Herant A., Las bases de la sexualidad humana, 3ª reimpresión, Cía. Editorial Continental, México, 1983, p. 303. Este tema se aborda más ampliamente en el libro Lecturas complementarias, en la Unidad 3.

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futuro. Cuando es un acto libre, consciente y voluntario, no causa daños físicos ni psicológicos ni a las mujeres ni a los hombres. Decisión íntima y personal Hay muchas personas que censuran la masturbación por razones religiosas, morales, prejuicios, falta de información veraz. Como todos los asuntos de la vida, las decisiones más íntimas y personales deben tomarse de acuerdo a los principios o normas morales en las que los individuos creen y los hacen sentir bien y libre de culpas. Vivir la sexualidad El mayor conocimiento de las necesidades sexuales de hombres y mujeres, la revaloración del placer y el reconocimiento del afecto y la responsabilidad como elementos importantes en su ejercicio, serán determinantes en la forma como se experimente y se viva: si con alegría, gusto y seguridad, sin temores y sin riesgos, o con dolor, angustia, miedo y consecuencias difíciles para el presente y el futuro. La sexualidad es un lenguaje que poseen los humanos, una forma de comunicación, como se posee el lenguaje de la música, la pintura o la danza. El lenguaje de la sexualidad permite dialogar con uno mismo y comunicarse con el otro para compartir sentimientos, dudas, ilusiones, placer y afecto. En asuntos de sexualidad no hay dos idénticos porque cada persona es única y vive y expresa su propia sexualidad desde lo que es, es decir, desde la manera en que se concibe como persona que tiene un sexo, que se identifica con un género, que tiene una orientación sexual determinada, que quiere o no reproducirse, que busca y da placer, que ama, que piensa y atesora principios y valores, que imagina y es capaz de crear.

8. Un marco ético Todas las sociedades poseen reglas o normas para la convivencia social y las hay de distinto tipo: sociales, jurídicas, morales, religiosas, etcétera, muchas de las cuales generalmente coinciden. La historia ha demostrado que las normas cambian a través de los tiempos y de una sociedad a otra. Las normas jurídicas, sociales y demás existentes se diferencian de las normas morales por su carácter externo, esto es que el impulso al cumplimiento de la norma proviene del temor a la sanción, el rechazo o el castigo y no por convicción personal. Las jurídicas, que son las que se encuentran plasmadas en las leyes, se caracterizan por su carácter coercitivo, esto quiere decir que las personas que no cumplen las leyes son sancionadas o castigadas a través de instituciones estatales. Las normas sociales, por su parte, son sancionadas con el qué dirán o la marginación social. Normas morales y valores Las normas morales, en cambio, pretenden que los individuos se comporten de una determinada manera por una aceptación libre e interna de los principios, valores y normas referidas o basadas en los valores éticos más reconocidos de la sociedad: la bondad, la justicia, la libertad, la responsabi56


lidad, la solidaridad, la tolerancia, los valores cívicos como la democracia y la participación social, entre otros. La norma moral pretende que esa aceptación se dé en la esfera íntima y privada de la conciencia individual, por eso se dice que es de carácter interno. La intención de la norma moral es actuar y asumir las responsabilidades de los actos por convicción personal y no por temor al castigo. Lo único que puede ser calificado desde el punto de vista moral son los actos humanos que afectan por sus resultados y consecuencias a otros. Todo acto moral aspira al bien. De ahí que se espera que las personas hagan o dejen de hacer cosas por un convencimiento interno. La conciencia individual es la esfera en que se producen las decisiones de carácter moral. El problema de qué hacer en cada situación concreta es un asunto práctico moral, no teórico-ético, en cambio, definir qué es lo bueno, es un problema general de carácter teórico que corresponde resolver a la ética. Esta rama de la filosofía “constituye la reflexión filosófica sobre la moral, analiza el significado de los conceptos y determina la validez de las decisiones morales.”18 La historia ha demostrado que las normas morales y los valores que las sustentan cambian en la medida que se modifican las necesidades sociales y las circunstancias. No obstante el cambio de las normas, lo que prevalece son los ideales que defiende la ética, que sirven de guía y por los cuales se lucha como la bondad o el logro del bien, la libertad, la felicidad o la democracia. Doble moral sexual La doble moral consiste en juzgar o calificar de manera diferente un acto según se trate de personas o circunstancias diferentes, lo cual desde un punto de vista ético no es correcto ni bueno ni justo. La doble moral se hace especialmente notoria en la actitud ante el dinero, ante el amor y el sexo. Cuando se habla de doble moral sexual, se hace referencia a una forma moral de juzgar y valorar de manera diferente los mismos actos dependiendo de si fueron realizados por hombres o por mujeres. Por ejemplo, si un hombre o una mujer se va del hogar y no se vuelve a preocupar por los hijos, la severidad con que se juzga y califica ese hecho es incomparablemente mayor en la mujer que en el hombre; todavía es difícil y en algunos grupos sociales imposible, tolerar que la mujer tenga vida sexual activa antes del matrimonio, mientras que en el hombre se considera natural y se aprueba que lo haga porque está aprendiendo y adquiriendo experiencia; expresar y hacer patente el disfrute sexual, es también juzgado de manera diferente: en ella ese hecho se juzga mal y en él, en cambio, puede causar admiración o simplemente no causar nada. Otro ejemplo de doble moral es la manera de juzgar la infidelidad, si la infiel es la mujer la dureza con que se califica el hecho es también mucho mayor para ella que para el hombre. México trasciende su tiempo a través de una mujer Sor Juana Inés de la Cruz es el ejemplo de una mujer que trascendió su época, no sólo en el sentido de las limitaciones que ésta le imponía para una vocación destinada exclusivamente a los hombres: 18

Hierro, Graciela, “Ética y sexualidad” en Antología de la Sexualidad Humana, 1994, p. 220.

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CONAPO-Miguel

Ángel Porrúa, México,


la filosofía y las letras, sino porque representó la conciencia histórica femenina del futuro y denunció la doble moral sexual, que se transformaría en un planteamiento claro hasta la segunda mitad del siglo XX y cuyos resultados se espera que fructifiquen en menos tiempo del que le llevó a la poetisa que sus cuestionamientos fueran reconocidos. Sor Juana no sólo planteó su incomprensión de que la mujer no tuviera acceso al conocimiento y la cultura, sino la injusticia de la doble moral sexual, de la cual dan cuenta los siguientes fragmentos de su Sátira filosófica:19 Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis:

¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada la que cae de rogada o el que ruega de caído?

¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?

¿O cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga, la que peca por la paga o el que paga por pecar?

Combatís su resistencia y luego, con gravedad, decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia

Sexualidad y valores Un problema moral básico, que le interesa sobremanera al adolescente, es saber cuáles son las normas de conducta sexual satisfactorias para ellos, que los hagan aceptables y respetados por su grupo y que al mismo tiempo, sean aceptables para el mundo que los rodea. Estas normas no sólo no están desligadas del resto de normas para la convivencia humana, sino que forman parte esencial de ellas. Abordar el tema, como ya se ha dicho, no resulta fácil, los adolescentes requieren información veraz y sustentada y algunas propuestas concretas de actuación; pero sobre todo, una reflexión crítica por parte del maestro de la idea que posee sobre la sexualidad, de los valores que la enmarcan y definir una postura lo más objetiva posible frente a ella. Se sugiere romper tabúes para iniciar un diálogo con fundamentos, hablarles con la verdad, ser coherentes y consistentes con lo que decimos y no manipular la información. El hecho de que el maestro promueva una reflexión sobre los problemas morales en la adolescencia va a ser determinante en la conducta moral que se asuma en la vida adulta y permitirá una vida de mejor calidad para sí mismos y para los demás. La sexualidad es parte de la vida y de los muchos valores que guían su actuar mencionaremos algunos de los más relevantes.

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Sor Juana Inés de la Cruz, Obras Completas, Porrúa, México, 1972.

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Democracia La democracia en su sentido original es una forma de gobierno, un modo de organizar el poder político. En la actualidad se considera ante todo un método o conjunto de procedimientos para formar gobiernos y para autorizar determinadas políticas que presuponen un principio constitutivo básico: la soberanía popular, que significa que la fuente última de poder es el pueblo. La democracia presupone valores éticos y políticos como la libertad, la igualdad y la fraternidad. Estas características la hacen deseable y justificable frente a sus alternativas históricas que son el autoritarismo o la dictadura.20 Entre los mecanismos que utiliza la democracia para lograr la representatividad sobresale el principio de la mayoría, al mismo tiempo que reconoce la existencia de las minorías, pero además los gobiernos realmente democráticos se basan en las negociaciones, acuerdos, discusión y concertación de compromisos.21 Democracia y sexualidad Según algunos autores el meollo de la democracia es la cuestión del ejercicio del poder,22 y si en alguna esfera se refleja el choque entre el poder y la libertad y entre la participación y la decisión es justamente en las relaciones dentro de la familia y la pareja. De ahí que si “el diálogo es consustancial a la democracia, permite la comunicación, el conocimiento, la comprensión, la empatía y los acuerdos...,”23 no puede dejar de considerarse como valor ético y como método para lograr consensos en estas instancias primeras y tan próximas. La pareja, como la familia, constituye un espacio donde se comparte tiempo, actividades, distracciones y responsabilidades, donde hay que decidir desde qué se hace el fin de semana, cómo o en qué se gasta el dinero, quién maneja el control de la televisión, si se hace el amor o no, si se usan anticonceptivos o no y quién los va a utilizar, hasta cómo se distribuyen las responsabilidades de la casa y de los niños, por lo tanto se da un ejercicio del poder que puede ser autoritario o democrático. Lo sano y moral es escoger un método democrático de varios que puede haber para elegir y decidir, uno muy simple, por ejemplo, es que un día le toca a uno y otro día, al otro, o decidir sobre la base de las preferencias personales, los horarios y tiempos disponibles, etcétera. Lo importante siempre es tomar en cuenta los deseos, intereses y posibilidades del compañero o compañera, y cuidar de no ser impositivo ni hacer abuso de poder. Es más, la aplicación de la democracia en el nivel más amplio (sociedad) presupone un ejercicio y un conocimiento desde las instancias más concretas y próximas al ser humano como son la familia, la pareja y la escuela.

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Salazar, Luis y José Woldenberg, Principios y valores de la democracia. Serie Cuadernos de divulgación de la cultura democrática, núm. 1, IFE, México, 1997, pp. 17, 20, 25. Ídem, p. 21. Silva-Herzog, Jesús J., Esferas de la democracia. Serie Cuadernos de divulgación de la cultura democrática, núm. 9, IFE, México, 1996, pp. 16-18. Baca Olamendi, Laura, Diálogo y democracia. Serie Cuadernos de divulgación de la cultura democrática, núm. 13, IFE, México, p. 7.

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Libertad La libertad es un valor universal. Significa la posibilidad de elegir entre diversas opciones sin verse sujeto a sanciones, amenazas o impedimentos e implica que la actuación podría haber sido otra si se hubiera estado en circunstancias diferentes. Pero no se trata de una libertad absoluta o ilimitada porque la libertad se ve limitada frente al riesgo de afectar la libertad de los demás. Libertad y sexualidad La libertad referida al ámbito de la sexualidad se relaciona con la omisión total y absoluta de amenazas, castigos o manipulaciones, y en el marco de la información y la verdad. Decir “no” a algo que no se quiere en materia sexual, es una manera de hacer uso de la libertad y es un deber del otro respetar esa decisión. En esta línea de pensamiento, un “no” siempre debe respetarse. Cualquier acto de contenido sexual, desde un beso o una caricia hasta una relación sexual, tienen que responder a una decisión personal que involucre el consentimiento del otro, de la conciencia del significado del acto y de la libre voluntad informada. La información es un componente central de la libertad, la sexualidad libre es una sexualidad informada. Responsabilidad Este término deriva del verbo latino respondere que expresa la acción de responder ante sí mismo y la sociedad de los efectos de las propias acciones. Una persona responsable está consciente de sus obligaciones y asume lo que le corresponde hacer en cualquier circunstancia. El sentido de la responsabilidad implica estar consciente de las propias acciones y sus consecuencias, de ahí que sea un valor que deba fomentarse porque su ausencia o una presencia débil afecta profundamente las condiciones de vida de la persona en todos los ámbitos: afectivos, familiares, educativos, laborales, sociales, en su salud, en sus relaciones. La falta de reconocimiento de muchos de los derechos humanos, hizo que se tomaran medidas importantes para lograr su cumplimiento, lo cual se ha ido dando progresivamente, sin embargo, la contraparte de los derechos, que son los deberes, obligaciones o responsabilidades se descuidaron a tal grado, que en estos momentos resulta urgente su promoción y reforzamiento, porque están afectando la vida individual, familiar y social de las personas. Las prácticas sexuales no escapan a esta situación, y la necesidad de hacer conciencia de la importancia de actuar de manera responsable, debe transformarse en algo permanente, a través de ejercicios cotidianos de análisis, donde los beneficios y los perjuicios, se concreticen, se confronten y sopesen, tomando en cuenta el momento, la edad y las circunstancias. Ejercicio sexual responsable Son muchas y diversas las consecuencias que el ejercicio de la sexualidad produce para la persona misma y para la sociedad. La irresponsabilidad en estos aspectos es una camino fácil para que se contraigan infecciones de transmisión sexual, que pueden afectar la salud en distintos grados.

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Además de las enfermedades, puede haber embarazos no deseados con probabilidades de truncar los proyectos que se tenían para el futuro, y complicar la vida laboral y económica. En el caso de un embarazo, éste es consecuencia de un acto realizado entre dos, por lo tanto, si el hombre asume su responsabilidad y ambos enfrentan juntos la situación y se apoyan mutuamente, será menos difícil y afectivamente menos dolorosa la situación que tienen que enfrentar. Pero si la mujer es dejada sola es doblemente triste y difícil la situación para ella, no sólo por el dolor que ocasiona darse cuenta de que no era amada suficientemente, sino que además de ese sufrimiento puede ser rechazada por la familia o los amigos, verse afectada emocionalmente, disminuir la autoestima y desde el punto de vista erótico puede presentar alguna disfunción sexual en experiencias futuras. Quien ejerce su sexualidad tiene que estar consciente de la trascendencia que, para sí, para el otro y para la sociedad, tienen sus actos y necesita asumir el compromiso de responder con madurez a las consecuencias de éstos. El valor de la responsabilidad alude al autocuidado y consideración de los demás en cuanto a las posibles afectaciones que pudiera sufrir. Integridad La integridad se refiere a que nadie tiene derecho a afectar a la persona en ningún aspecto, es decir, en ninguna parte de su cuerpo o de su mente. Está relacionada con el derecho que todos tenemos a la vida. Atentar contra la integridad de alguien significa que la persona está siendo afectada física, moral o emocionalmente. Si una persona es abusada o agredida sexualmente con palabras o con hechos, o es obligada a ver o escuchar lo que no quiere, está siendo afectada en su integridad. Si es forzada o manipulada para aceptar cualquier práctica sexual que no desea, también está siendo afectada en su integridad. La actividad sexual nunca tendría que producir ni enfermedad ni dolor, ni alteraciones de ninguna índole. En este sentido, cualquier práctica sexual debe ser totalmente voluntaria, sin que la persona sea lastimada ni física ni emocionalmente; no tendría que producir embarazos no deseados, y el erotismo tendría que vivirse sin el riesgo de que la familia o la sociedad respondieran con discriminación, violencia o castigos físicos, psicológicos o judiciales. Tolerancia La tolerancia es un valor de la democracia, necesario para la convivencia entre sujetos con iguales derechos y obligaciones, resulta ser éticamente obligatoria en la confrontación civilizada y pacífica de opiniones, evita conflictos y genera una disposición a comprender los comportamientos y actitudes ajenos y a evaluar las propias acciones. Este valor hace referencia al respeto a la diversidad en varios sentidos, a la diversidad religiosa, política, étnica, sexual. Es la aceptación de los que piensan distinto, viven distinto, tienen costumbres distintas. Es la posibilidad de coexistencia pacífica entre diferentes posiciones intelectuales, religiosas, culturales, políticas y sexuales.

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Desde el punto de vista de la sexualidad, la diversidad de situaciones es cada vez más común. Hace no muchas décadas, por ejemplo, la idea de que el matrimonio era la única forma social aceptada para la convivencia de las parejas, ha ido cambiando en el tiempo, y actualmente no es tan sancionado que una pareja viva junta sin casarse, el tema como muchos otros, tiene sus aristas y sus consecuencias. Hoy en día, por ejemplo, los arreglos familiares han cambiado mucho, ya no existen sólo las formas tradicionales de familia, donde éstas estaban constituidas por los padres y los hijos de ambos; puede haber uno solo de los padres con sus hijos; uno de los padres o ambos pueden haber tenido matrimonios previos y los hijos convivir con medios hermanos y con hijos sólo del cónyuge de alguno de sus padres; el divorcio es más común y los matrimonios reconstruidos consecuentemente también. Cada día la orientación sexual no heterosexual se esconde menos y es menos estigmatizada. Hay países incluso donde el matrimonio entre homosexuales24 es ya aceptado jurídicamente. Todo individuo, independientemente de la orientación sexual que tenga, es antes que nada un ser humano con sentimientos, ideas y valores, y como cualquier persona también es sujeto de derecho. Es importante que en la escuela se evite emitir juicios de valor o discriminar a las personas que tienen una orientación sexual diferente a la heterosexual, porque esto va en contra de los derechos humanos y valores fundamentales. Con relación a este delicado punto, hay personas que equivocadamente relacionan los abusos sexuales con el tipo de orientación sexual, no obstante que la experiencia y los conocimientos en esta materia, han demostrado que las agresiones y violencia sexual las puede cometer cualquier persona, independientemente de su orientación sexual. Justicia La justicia es el valor supremo que guía a la humanidad para dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece, y aspira a que los seres humanos sean mejores y alcancen la felicidad. La justicia o la injusticia están presentes en todas las esferas de la vida. Quizás una de las grandes injusticias de la historia relacionadas con la sexualidad ha sido la inequidad de género.25 La lucha por la igualdad de derechos para hombres y mujeres no debe confundir y hacer creer que son iguales en términos físicos o psicológicos. Los hombres y las mujeres son distintos en muchos aspectos, por lo tanto presentan también necesidades diferentes. Pero las diferencias que existen entre ambos sexos, no justifican las desiguales oportunidades sociales, políticas o laborales, donde uno de los sexos, en detrimento del otro, ocupa posiciones más ventajosas que producen una situación de inequidad.

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Bélgica, Holanda, Canadá y España. Hierro, Graciela, “La doble moral burguesa mexicana vs. La nueva moral de la igualdad” en Juan Manuel Ramírez Sáiz (coord.), Normas y prácticas morales y cívicas en la vida cotidiana, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades UNAM-Porrúa, México, 1990, pp. 185-216.

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Desde el punto de vista de la sexualidad, es importante insistir en que la responsabilidad de un acto sexual en el que intervienen dos personas, sin presiones y de manera voluntaria, es igual para ambas y que ambas deben asumir y afrontar las consecuencias. Otra esfera en la que se hace visible la desigualdad todavĂ­a existente entre los sexos, se refiere a la necesidad de repartir y compartir de una manera mĂĄs justa y equilibrada las responsabilidades y quehaceres del hogar.

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Introducción Lo que los niños ven, sienten, reflexionan, experimentan y asimilan sobre lo que es ser hombre o mujer, lo que en su casa les enseñaron que es bueno o malo, el significado de la genitalidad o el erotismo, forman parte de la materia prima con la que los individuos se van construyendo a sí mismos y van construyendo su sexualidad. Por eso hay que tener siempre presente que las vivencias y aprendizajes de la infancia, las identificaciones genéricas y los valores que entonces aprendieron, forman parte de los elementos estructurales de la personalidad. En la adolescencia se rompe con la estructura infantil de dependencia y se emprende la construcción de una manera propia de pensar, actuar, vivir y ver el mundo, generado, tanto por un cuerpo nuevo como por nuevas capacidades cognoscitivas. En esta etapa vemos la realidad con otros ojos, confrontamos lo que nos dijeron con lo que ahora vemos y vivimos. Las cosas se nos mueven, se confunden, nos cuesta asirlas, pero paulatinamente, con mayores o menores dificultades, quedarán nuevamente acomodadas aunque no exactamente como estaban, ahora las colocaremos más a nuestro gusto y de acuerdo a nuestra particular manera de concebir el mundo. Empezar a ordenar lo que teníamos confuso, es señal de que la adolescencia está cediendo su paso a la edad adulta. La adultez se caracteriza por la capacidad de formular proyectos propios y llevarlos a cabo, tomar decisiones y prever consecuencias, asumir compromisos sociales (formación de una familia, incorporación al trabajo, ejercicio de derechos políticos y civiles) y vivir de manera socialmente integrada. Una de las condiciones para vivir el erotismo con plenitud, sin miedos, sin riesgos y disfrutándolo, es estar consciente de que se vive en cada etapa de la vida de manera diferente, y que así como no se puede correr antes de saber caminar, la vivencia plena de la sexualidad requiere de una estructura psicosocial que permita disfrutar de la experiencia a cabalidad, sin salir lastimado ni física, emocional ni socialmente. Para vencer el reto que significa vivir con plenitud y madurez, se necesita una reflexión constante de lo que somos, de lo que deseamos, de las capacidades y posibilidades con que contamos, de nuestras limitaciones, de nuestros principios, de la manera como nos relacionamos, el compromiso y responsabilidad con la que actuamos y del cuidado que tenemos para nosotros mismos y para los que amamos. Esta capacidad de reflexión nos proporciona los elementos para actuar en consecución de nuestros anhelos y en congruencia con lo que somos, tenemos y aspiramos.

1. Infancia Primer año de vida El bebé se introduce al mundo a través de los sentidos: siente la tranquilidad que otorga el pecho materno, las manos sobre su piel, escucha sonidos y voces, percibe la cercanía humana y a partir de lo que los sentidos le dicen empieza su construcción como ser humano.

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El primer año de vida es fundamental para el desarrollo de la persona, la satisfacción de las necesidades más elementales como alimentación, cobijo o profundidad del sueño no sólo permiten la supervivencia física de un ser especialmente indefenso, sino proporcionan lo que algunos autores denominan seguridad o confianza básica para enfrentarse al mundo en el futuro. Los bebés expresan necesidades y la satisfacción de las mismas a través de un lenguaje diverso: el llanto que comunica que necesitan algo, su sueño y su cuerpo plácido y relajado que muestra cuando están satisfechos. Tocar la vida Lo verdaderamente importante es tener en cuenta que el amor, la comunicación, la cercanía humana o la hostilidad, agresión y maltrato, tocan al bebé desde el momento mismo en que nace. De ahí que es importante saber que se pueden hacer muchas cosas por su bienestar y felicidad: • • •

Acurrucarlos, mecerlos, pasearlos, acunarlos; hablarles, cantarles, sonreírles, hacerles sentir con gestos y palabras, que su presencia es grata y produce felicidad... Mantenerlos limpios y cómodos; estar alertas antes sus llamados de atención para atender sus necesidades... Ofrecerles alimentos de gusto suave, textura fina, temperatura agradable; identificar sus sabores favoritos y dárselos con frecuencia, nombrar los alimentos que prefieren para que relacionen el placer del sabor con las palabras que lo nombran... Mantenerlos sin cobijas pesadas y sin amarres para que, con sus cuerpos libres, puedan tocarse, descubrirse, conocerse y aprender a quererse de manera concreta, tangible, sensorial, humana...

De un año a antes de la pubertad En los años de la infancia las niñas y los niños, literalmente aprehenden al mundo que los rodea, lo hacen suyo, lo descubren, lo cuestionan, lo comprenden, interactúan con él para llenarse de él, para formar parte de él. Aprendizaje del género El mundo social al que se introduce la niña y el niño cuando nacen posee rasgos, intereses responsabilidades y actos definidos como apropiados para las mujeres, otros, definidos como apropiados para los hombres, y, algunos más, considerados apropiados para ambos sexos, muchos de los cuales son valorados de manera diferente, según los realice o los posean los hombres o las mujeres. El saberse niño o niña, se considera como un hecho que marca claramente que el aprendizaje de la identidad de género ya inició. Esta situación ocurre entre los 18 meses y los tres años de edad. Lo importante de tomar en cuenta de este hecho, es que este conocimiento de sí mismo el niño y la niña lo obtienen por el trato social, es decir, porque sus padres y los seres que los rodean les dicen que son niños o que son niñas, y no por identificar las diferencias anatómicas. En esa edad, no tienen todavía la capacidad de distinguir que son los genitales los que marcan la diferencia. Pero sí pueden saber que a las niñas les regalan muñecas y a los niños cochecitos, y que a las niñas se les permite llorar y a los niños no. 68


Los padres y seres cercanos desde el principio les advierten con palabras, actitudes y con el ejemplo, qué sí y qué no hacen y deben hacer los hombres y las mujeres, de acuerdo a lo que ellos consideran adecuado y correcto para cada sexo. Otros aprendizajes En esta etapa se aprende el esquema corporal, muchas veces de manera distorsionada por falta de información, o porque ésta sea parcial o poco precisa respecto a determinadas partes del cuerpo como los genitales. Desde estos momentos los y las niñas perciben un tratamiento y actitud diferente de los mayores respecto a estas partes, muchas veces negativa no sólo por estar cerca o ser parte de los órganos excretores que de alguna manera se perciben como “sucios,” sino porque la función sexual que cumplen siempre ha sido sancionada moral y socialmente. Espíritu investigador Durante la infancia, los niños están interesados en la vida en general. Por temporadas, investigan todo acerca de las plantas o el agua, los vehículos, los astros, el fondo del mar, los insectos o los dinosaurios. Entran de lleno en cada tema como verdaderos investigadores y formulan las preguntas más audaces. No pierden tiempo, indagan siempre porque quieren hacer suyo todo lo que los rodea, el mundo de la naturaleza y de la cultura con sus principios, valores, relaciones sociales, y están abiertos a ellos con toda su pasión, voluntad y sentidos. Justamente por este espíritu investigador de todos los niños y niñas es común que se den los juegos sexuales entre ellos, lo que los anima a realizarlos es fundamentalmente la curiosidad y necesidad de reconocimiento del propio cuerpo y el de los otros, razón por la que los adultos deben tranquilizarse y valorarlos como eso, es decir, como una curiosidad normal que despierta algo que es tratado de manera distinta para los niños y que quieren conocer bien, y no catalogar estos hechos como algo “perverso” o “malo.” Otras veces los infantes imitan lo que ven hacer a sus mayores o ven en la televisión. No obstante lo natural de estos juegos, es importante cuidar que no se lastimen y que sea entre niños de la misma edad. Aprender normas y valores En estos años, los niños y las niñas aprenden patrones culturales y valores. Están atentos a la manera en que la mamá y el papá se tratan, a las actividades que cada uno de ellos realiza, perciben el respeto o la falta de respeto que se tienen los miembros de la familia, notan el valor que su grupo le da a lo que hacen las mujeres y los hombres, así como a valores como la honradez, la verdad, la justicia, la solidaridad o el trabajo. Aprenden que tienen el derecho de preguntar cada vez que surge alguna duda o aprenden a callar sus inquietudes, se dan cuenta que hay temas de los que se puede hablar y preguntar y otros que son tabúes, entienden que en la familia la opinión de los niños es importante, tomada en cuenta y valorada o aprenden todo lo contrario, advierten cómo reacciona su familia ante formas de pensar y de actuar distintas a las suyas, descubren que sus padres necesitan momentos y espacios para situaciones íntimas y personales.

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Es así como van aprendiendo y haciendo suyos actitudes, patrones de comportamiento, principios y valores de la familia a la que pertenecen. Además, en estos años los niños se saben pertenecientes a una familia y aprenden que, con limitaciones o con bonanzas, ésta los quiere, los cuida, provee de alimentos y cuidados y no los abandona. Esta etapa, por ser esencialmente formativa, es fundamental para la transmisión de valores y principios, los niños absorben y asimilan sin cuestionamientos lo que reciben del medio. La entrada a la escuela los introduce a un ambiente nuevo, a un trato distinto, a un aprendizaje diferente. Allí corroboran valores, normas y actitudes conocidos ya en la familia, pero descubren que hay también otros diferentes y tienen la oportunidad de contrastarlos y reforzarlos, situación que les ayuda a conocerse a sí mismos y a relacionarse con su entorno.

2. Pubertad La pubertad es un hecho biológico que ocurre en las mujeres generalmente entre los 10 y 12 años de edad y, en los hombres, alrededor de un año después, es decir, entre los 11 y 13 años. Este proceso provoca una serie de cambios internos y externos en el cuerpo de los jóvenes que concluyen con la maduración sexual y por lo tanto con la capacidad biológica de tener hijos. Rapidez del cambio Los niños y niñas comienzan a crecer de una manera intensa y rápida. Como el crecimiento es tan rápido, les resulta difícil ajustarse al cambio y con frecuencia y de manera pasajera, pierden el control de sus movimientos, chocan con los muebles o rompen objetos de manera involuntaria. Acompañando a este crecimiento aparecen los caracteres sexuales denominados secundarios. En esta etapa el sudor adquiere un olor distinto y en ocasiones aparecen brotes de acné. Cambios en la mujer En las mujeres crecen los senos y se redondean las caderas, aparece vello en el pubis y en las axilas, alrededor de dos años después de haberse iniciado este proceso aparece la menarca o primera menstruación. Paralelamente los órganos internos alcanzan también sus dimensiones y funcionamiento adultos. A partir de entonces los ovarios empiezan a liberar óvulos cada mes, lo que indica que el cuerpo de la mujer alcanzó su maduración biológica y su capacidad reproductiva, podría quedar embarazada si tiene relaciones sexuales con un hombre. Cambios en el hombre En el varón, los hombros y la espalda se ensanchan, aparece vello en el pubis, las axilas, la cara y a veces en el pecho, sin embargo, el desarrollo del vello facial y torácico puede darse hasta después de los 20 años. La voz se vuelve más grave, crecen lo genitales, los testículos empiezan a producir espermatozoides y uno o dos años después de iniciado este proceso empiezan a eyacular. Esto significa que el hombre alcanzó su capacidad reproductiva y si tiene relaciones sexuales con una mujer puede embarazarla.

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Diferencias en maduración Ocasionalmente hay jóvenes que a los 14 o 15 años no han experimentado estos cambios. Este retraso puede ocurrir por diversas razones, desde desnutrición o problemas hormonales, hasta alguna causa congénita, en cualquier caso debe consultarse a un médico que pueda proporcionar la orientación necesaria.

3. Adolescencia 3.1 Significado En el curso de vida de las personas, junto a los cambios biológicos llamados pubertad, se inicia un proceso psicológico y social que se conoce como adolescencia. Este periodo transcurre entre la infancia y la edad adulta, y tiene una duración variable, con tendencias actuales a ampliar su duración, debido a una más tardía independencia en términos económicos, emocionales, educativos. A esto contribuye de manera importante el alargamiento de la escuela, la falta de oportunidades laborales para estos grupos de edad, lo cual limita su autonomía y los orilla a una más amplia permanencia en la familia. Además, la edad de unión o matrimonio que es uno de los indicadores que generalmente señala el tránsito de la adolescencia a la edad adulta, se ha postergado, esto lo muestran los estudios hechos entre las generaciones que hoy están en la tercera década de la vida y las que están en la cuarta, las primeras se casan a mayor edad que las segundas. Este retraso permite alargar la etapa de preparación y maduración que representa la juventud, lo que brinda a las personas algunas ventajas en las etapas posteriores de la vida. La adolescencia se puede explicar como un período relevante para el desarrollo, en el cual convergen cambios importantes en lo biológico, con la aparición de los caracteres sexuales secundarios, la capacidad reproductiva y el despertar sexual; en lo psicológico, con la búsqueda y logro de una identidad propia, una nueva estructura del pensamiento; y en lo social, con la inserción obligada a un mundo nuevo, distinto y exigente, donde tomar decisiones que pueden modificar el rumbo de la vida, se transforma en un hecho crucial. Este nuevo mundo en el que se insertan las y los adolescentes, desde un cuerpo distinto que muestra sus potencialidades, reacciona de manera diferente hacia ellos y exige la adquisición de nuevos roles sociales y sexuales. Los cambios físicos son tan importantes que algunos autores1 definen a la adolescencia como el proceso psicológico de adaptación a la pubertad. Un despertar inesperado La adolescencia es una etapa llena de significados que pueden variar de una cultura a otra. Los y las adolescentes se enfrentan a una nueva imagen corporal que hará más evidente las diferencias entre

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Blos, Peter, Los comienzos de la adolescencia, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1973.

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hombres y mujeres y será una señal de que se han adquirido nuevas capacidades: la reproductiva y paralelamente un despertar hacia el deseo sexual, en donde los afectos, sensaciones y la atracción hacia una pareja cobran especial relevancia. Ante esta nueva situación los controles sociales (particularmente los familiares), serán más palpables para asegurar cierto comportamiento sexual, generalmente para las mujeres habrá mayor presión hacia la abstinencia y para los hombres mucho más orientado a adquirir experiencia. Estos controles se expresan en el uso del tiempo libre, elección de amigos, horarios específicos, arreglo personal y formas de vestir. En este contexto los y las adolescentes se enfrentan a nuevas tareas, nuevos roles y sobre todo a la toma de decisiones ante disyuntivas como iniciar un noviazgo, tener o no relaciones sexuales, en caso de tenerlas tomar medidas para evitar riesgos, decidir o no tener un hijo, dejar la escuela, unirse y formar una familia o postergar dicha unión.

3.2 Características

Nueva forma de pensar Otro de los cambios importantes en la adolescencia es la estructuración de un pensamiento abstracto, que irá abriendo campo a la reflexión sobre sí mismo, a la comprensión más amplia de las situaciones y sus consecuencias y a la posibilidad para hacer generalizaciones, formular hipótesis y anticipar los resultados. Los y las adolescentes podrán ser capaces de ir elaborando conceptos y realizar operaciones mentales de carácter abstracto. Para el maestro será una oportunidad magnífica de propiciar con los alumnos el análisis crítico sobre una decisión relacionada con el ejercicio de la sexualidad, donde se expongan los argumentos en favor y en contra, se tomen en cuenta y se utilicen en la reflexión las aspiraciones que los adolescentes se han planteado para el futuro, las consecuencias positivas y negativas, los riesgos que corren, las medidas preventivas que pueden tomar, en síntesis, un análisis en el que se conjuguen lo que es deseable para los involucrados, que no produzca daño y que corresponda a los valores que se poseen. Realidad y fantasía En esta etapa los adolescentes construyen fantasías que les permiten, de manera simbólica, poner en práctica sus capacidades, realizar sus deseos e imaginar posibilidades. Todos tienen aspiraciones, se ven en el futuro próximo y lejano teniendo las cosas materiales que desean, gustándole a las chicas o chicos que a ellos les interesa, aprobando todas sus materias, siendo deportistas o artistas reconocidos. En el aspecto sexual también los adolescentes tienen fantasías que pueden ir desde soñar que se besan y se acarician con la persona amada o que les gusta, hasta simplemente sentirse los más atractivos del grupo, desde hacer el amor hasta vivir experiencias sexuales que han visto en las películas, o que fantasiosamente otros les han contado que experimentaron.

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Para ayudarlos, es importante irlos enfrentando a la realidad, esto contribuye a que se conozcan, a saber para qué son capaces y para qué no, a dirigir sus acciones hacia lo que pueden hacer bien para evitar frustraciones y reforzar las posibilidades de desarrollo. El enfrentamiento con la realidad les sirve también para ir distinguiendo las posibilidades reales que tienen para alcanzar lo que desean y para reforzarlos a hacer lo que tienen que hacer y no otra cosa que los lastime u obstruya el logro de sus metas y aspiraciones. Formas de ser y de actuar El mundo enorme y diverso que se abre ante ellos, la sociedad con sus juicios, prejuicios, exigencias y multiplicidad de ofertas, más las nuevas capacidades que ahora poseen, coloca a los adolescentes frente a la difícil tarea de romper las estructuras que les dieron sostén durante la infancia, y de construir otras diferentes y propias que respondan y les permitan enfrentarse a las nuevas exigencias y desafíos que la vida les presenta. Los adolescentes son personas que están en pleno proceso de reconstrucción y reestructuración. Su tarea es profunda, compleja e importante. Los días y las noches están teñidos de ambivalencia: han comenzado ya o están en pleno proceso de dejar atrás lo que traían, y de construir una nueva estructura sobre la cual asentarse, de ahí que su forma de ser se caracterice por lo siguiente: • • • •

• • • •

Sus palabras y conductas son típicamente contradictorias, un día aman profundamente y al siguiente odian con la misma intensidad. Tienen una visión dicotómica de los hechos y de las cosas, que los hace ver todo blanco o negro y esto deriva en que sus juicios y opiniones sean extremos. Por un lado valoran y quieren a sus familiares, por el otro, no pueden soportar sus costumbres, sus reglas, sus rutinas, sus exigencias. Por un lado, su vitalidad y necesidad de ampliar los horizontes, los hacen sentir fuertes e independientes, por el otro, la dependencia económica y las restricciones familiares los frustra y enoja. Por un lado quieren actuar de manera autónoma e independiente, pero por otro, necesitan orientación, guía y protección. Por un lado tienen intensos deseos y fantasías sexuales, por el otro, no saben cómo canalizarlos y no cuentan con información y orientación oportuna y adecuada. Por un lado, la inseguridad en sí mismos y de la posición que ocupan los puede volver temerarios y altaneros y, por otro, pueden ser tímidos y fácilmente influenciables. Por un lado, necesitan intensamente cariño, comprensión y solidaridad, por el otro actúan de manera incomprensible y agresiva produciendo en los adultos reacciones de enojo, castigo y hasta rechazo. Por un lado, están desesperados y asustados ante la incertidumbre de qué va a pasar con su propia vida, por el otro asumen una actitud de rechazo frente a sugerencias, orientaciones y no digamos órdenes de los adultos o las aceptan con reservas. Por un lado, necesitan a los amigos para identificarse y elevar su autoestima, pero a veces no pueden consolidar o conservar esas amistades porque los padres opinan que no son lo mejor y tratan de impedirlas.

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Incongruencias y contrastes Una gran dificultad que enfrentan los adolescentes en la reorganización de su nueva estructura, es la sorpresa y desazón, desencanto y desesperanza que les causa descubrir que pareciera que en el mundo impera exactamente lo contrario de lo que les dijeron cuando niños: que en vez de la verdad, la justicia o la solidaridad, impera la mentira, la inequidad y el egoísmo. Esta incongruencia fundamental que los adolescentes perciben es una de las principales causas de la desorientación y rebeldía que caracteriza esta etapa, porque aunque antes habían existido situaciones similares o equivalentes, probablemente nunca habían sido tan contrastantes, precisas y concretas y quizás nunca existieron tantas dificultades como ahora para mostrarles un camino que indique que las dificultades actuales son circunstanciales, pasajeras o para decirles que se vislumbra un futuro más promisorio. Cuestionar, una herramienta para entender Los adultos tenemos que estar conscientes que esta realidad que hemos construido entre todos, el caudal de mensajes diferentes y contradictorios que les damos, la incongruencia que observan entre el hacer y decir de padres, maestros y líderes políticos, constituyen razones suficientes para la desorientación y angustia que sienten los adolescentes, y que el cuestionamiento a todo es parte de ese proceso de entendimiento de la realidad y encuentro de sí mismos. El gran reto para los adolescentes es entender que esa realidad que sus nuevos ojos están viendo y que ellos como seres completos están viviendo, tiene también sus partes buenas y esperanzadoras: que existen sentimientos profundos como el amor y la amistad, que día a día se generan nuevos conocimientos para preservar la vida y la salud, pero sobre todo, que lo malo y oscuro de la vida no tiene necesariamente que ser así, lo hemos hecho los seres humanos y por lo tanto también los seres humanos lo podemos modificar y transformar, que en ello interviene de manera substancial, precisamente, los valores.

3.3 Los valores En contra de lo que con frecuencia se cree, los adolescentes no son personas carentes de principios o ausentes de valores. Por el contrario, los mueven sentimientos profundos de amor a la vida, a la libertad y el deseo de un mundo mejor que les proporcione mayores esperanzas, pero necesitan entender qué pasa en este mundo en el que descubren, a lo mejor, cosas inimaginadas. Valores de la infancia/valores de la vida adulta La familia que transmitió a sus hijos principios esenciales en la infancia, a través de los actos y no sólo de las palabras, puede suponer que los jóvenes buscarán su propia manera de darle a los valores que heredaron un significado y un sentido propios, y hacerlos parte de su vida en el mundo nuevo que están descubriendo y en el que se están insertando.

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Vulnerabilidad y riesgos No obstante los valores que hubieran recibido en la infancia, los adolescentes son especialmente vulnerables a experimentar situaciones que les pueden causar daño. En esta vulnerabilidad intervienen diversos factores, desde la agresividad del medio que ofrece indiscriminadamente drogas, alcohol y sexo (este último como una mercancía más para el consumo), hasta la actitud temeraria y la dificultad de valorar riesgos propias de esta etapa. La vulnerabilidad se agudiza cuando existe una percepción ambigua de los valores, cuando han experimentado limitaciones afectivas y materiales, o por una necesidad de reconocimiento y aceptación del grupo, cuya presión puede orillarlos a aceptar situaciones que contravienen sus deseos reales. Utopías La construcción de utopías sociales que caracterizó a generaciones anteriores y que describen diferentes especialistas en la materia,2 es difícil sostenerla en el mundo actual, sin embargo sí es posible hablar de la vulnerabilidad que presentan los adolescentes de incorporarse a grupos interesados en otras utopías que aspiran al dinero fácil y al poder, sustentadas en la fantasía, la confusión de valores, un débil respaldo familiar, la violencia y la corrupción.

3.4 El grupo de amigos

Mirarse en el otro Los adolescentes tienen necesidad de relacionarse con otros de su misma edad, con quienes puedan compartir dudas, inquietudes, gustos, intereses. Construyen relaciones para estar con el otro, pero también para contemplarse a sí mismos en los ojos del otro, para conocerse mejor, para quererse y admirarse. Estas relaciones forman parte esencial de su desarrollo y les son indispensables para encontrarse a sí mismos: se diseñan, se presentan a otros, se gustan o no se gustan, se sienten cómodos o incómodos con esa forma de ser, se destruyen y vuelven a construirse, intentando encontrar una identidad que dé cuenta de lo que son, sienten y anhelan, pero que además les guste y los haga sentirse cómodos consigo mismo y sobre todo con los demás, porque ser aceptados por el grupo y tener una opinión positiva de ellos resulta fundamental para su autoafirmación y desarrollo psicosocial. Ritos y presión social Para los y las adolescentes es esencial formar parte de grupos de iguales y ser aceptados por ellos. Sin embargo, la influencia de esos grupos puede ser positiva o negativa. La posibilidad de decidir la incorporación a uno u otro grupo y poder actuar en ellos de manera autónoma, dependerá de la confianza en sí mismo que el adolescente haya adquirido previamente en su entorno familiar y del concepto positivo que tenga de su propia valía, es decir, de su autoestima. 2

Peter Blos, Armida Aberasturi, Erik Erikson, entre otros.

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La necesidad de integrarse en un grupo los llevará a apropiarse de la manera de vestir, del lenguaje, comportamientos, actitudes e ídolos de los miembros del grupo, y la manera en que actúen para evitar los posibles peligros que puedan correr, estará condicionado por el conocimiento de los riesgos y la percepción que tengan de los aspectos favorables o negativos de un acto sobre el que tienen que decidir. Además, en este control de la situación entran en juego las creencias, expectativas, seguridad en sí mismo y autoestima. Los riesgos a que se exponen a veces por la presión del grupo son de diferente índole: uso de tabaco, alcohol o drogas, ejercicio sexual prematuro y sin protección, accidentes, actos de violencia. Pero no en todos los grupos juveniles ocurre esto, hay diversidad de ellos con propuestas creativas y positivas: artísticas, deportivas, políticas u otras proyectadas hacia la sociedad, y la pertenencia a ellos ayuda a evitar conductas autodestructivas o delictivas. Prudencia al cuestionar a los amigos/as Cuando los amigos no son del agrado de los adultos (padres o maestros), es importante que éstos reflexionen sobre los aspectos que no les gustan y tengan la capacidad de discernir lo importante de lo superfluo. Si no se tiene esa capacidad de objetividad se puede caer exactamente en lo contrario que se desea, de tal manera que es necesario tener toda la prudencia para opinar: no hay que olvidar que hablar mal de los amigos es herir a los adolescentes en lo más profundo. Si el o la adolescente decide de repente vestirse con la ropa rota, pintarse el pelo de colores, andar con cortes de pelo estrafalarios, ponerse una argolla en la nariz, hacerse tatuajes, u otras cosas, porque así andan sus amigos, no son cuestiones fundamentales, seguramente será pasajero, estas formas no tienen por qué llevarlo al alcohol, a la droga o a robar, estas formas no fijan un camino o un destino, lo realmente importante es que, vestidos de manera convencional o estrafalaria, se observe el estado físico y anímico del adolescente y se identifiquen los factores de riesgo que pueden llevarlo a situaciones y actividades lesivas para su bienestar, y actuar para contrarrestar tales efectos. En el caso de perforaciones o tatuajes, puede no tener ningún resultado prohibirlos, lo que es necesario es que conozcan las posibles consecuencias que implican para su salud, e incluso discriminaciones que pudieran sufrir, como no ser admitidos en algún trabajo. Comprender la importancia del grupo, permite a los adultos buscar las estrategias más apropiadas para ayudar a sus hijos o alumnos a alejarse de aquellos amigos cuyos actos y valores nos parezcan arriesgados, evitando siempre la descalificación. Los adultos, padres o maestros, deben tener presente que en la relación con los amigos, los y las adolescentes aprenden cuando menos dos cosas básicas: que pertenecer a un grupo de iguales es importante y que, fuera de la familia, el cariño no está dado, hay que construirlo, hay que ganarlo.

3.5 Noviazgo

Acercamiento y reconocimiento Los espacios físicos que se comparten propician los encuentros para establecer relaciones afectivas de amistad y de noviazgo. Los estudiosos del tema han identificado algunos como los más frecuen76


tes para estos encuentros: la cuadra, la colonia, la escuela, el deportivo o el transporte donde se viaja cotidianamente. La escuela es el espacio por excelencia en el que coinciden los adolescentes, de ahí que sea probable las relaciones de noviazgo entre ellos. En la escuela se propicia: •

La interacción ya sea a través de la conversación, el juego, actividades en común o el estudio, permite conocer y descubrir puntos de afinidad como intereses, gustos, preferencias, desagrados. Además, brinda la oportunidad de experimentar y desarrollar habilidades como sostener una conversación, expresar ideas y sentimientos, así como adquirir y mostrar seguridad personal. Los simples contactos como ver a la persona todos los días, saludarla de mano o beso, la comunicación que se establece con miradas, gestos, posturas, palabras y mensajes a través de las “cartitas”, tienen un efecto poderoso para establecer los primeros acercamientos para el noviazgo.

Frente a la idea de una relación: •

La atracción física resulta ser lo primero que les atrae de la posible pareja,3 la cual está sujeta a los estereotipos de hombre y de mujer que prevalecen en la sociedad y que promueve la publicidad. Estos estereotipos que influyen en la elección de pareja no sólo se refieren a lo físico, sino a otros aspectos como actitudes y formas de comportamiento, actividades, tipo de ropa, entre otras cosas. La buena figura constituye un criterio para seleccionar un prospecto de novio o novia. Tanto los hombres como las mujeres se esmeran por tener una figura agradable, estética, usar ropa de moda, ceñida, resaltar los atributos físicos. Los estereotipos de mujer delgada y hombre delgados pero con músculos marcados. La reciprocidad en la atracción favorecen el establecimiento de la relación a corto plazo y despierta el interés por compartir momentos exclusivos y de mayor intimidad. Las expectativas sobre el noviazgo aparecen como una oportunidad para expresar los afectos, tener compañía, salir, pasear y divertirse,4 pero variarán si se es hombre o mujer, la edad, la historia personal y el contexto social en donde se desenvuelven.

En la actualidad existe otro espacio que se comparte y a través del cual se puede entrar en contacto con personas: la Internet. Los y las adolescentes que tienen acceso a este medio logran ampliar en gran medida sus posibilidades de encuentro, lo que indudablemente implica grandes riesgos por el anonimato o desconocimiento que se tiene de la persona con quien se establezca contacto. Enamoramiento y noviazgo Al enamorarse, él o ella experimentan una emoción y alegría irrefrenable, el sentirse amados y aceptados los hace dichosos y las emociones de agrado son vividas con gran intensidad. El pensamiento

3 4

Labrador, Francisco, Enciclopedia de la Sexualidad, Espasa Calpe, S. A., España, 2001, p. 167. Román, R. et al., “Noviazgo y embarazo: una mirada a las trayectorias de amor y conflicto en mujeres adolescentes embarazadas” en Stern, Claudio y Carlos Javier Echarri (comp.), Salud sexual y sociedad. Resultados de investigación, COLMEX, México, 2000, pp. 147-176.

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es ocupado por él o ella idealizados, los posibles defectos desaparecen y aquello que desagrada es justificado u omitido. Cuando la persona dice estar enamorada muchas veces no sabe cómo ni qué ocurrió, sólo sabe que lo que siente es intenso e infinito, invade el pensamiento y se apodera de los tiempos y los espacios. Se observan cambios característicos “la persona tiene una exagerada sensación de bienestar, (...) de satisfacción, no siente que le falte nada, lo reporta como haber encontrado al fin la alegría y la felicidad y abriga esperanza de que dure de manera indefinida“.5 No obstante su intensidad, el enamoramiento es transitorio, de corta duración. De acuerdo a la experiencia clínica se sabe que a los 25 años la mayor parte de los seres humanos ha tenido al menos una experiencia de enamoramiento en su vida.6 Idealización de la persona El enamoramiento tiene una parte real pero una buena proporción es ilusoria, “es precisamente este aspecto ilusorio lo que nos permite diferenciarlo del amor real; pues este último, nutrido también de aspectos ilusorios, está predominantemente fundado en aspectos reales”.7 Cuando una persona se enamora y es correspondida se siente plena, gozosa, completa y, si se llega al noviazgo, esto implica el reconocimiento de que ambos se atraen, se gustan, se sienten afectivamente unidos y que están de acuerdo en aceptar el compromiso de la exclusividad de uno hacia el otro, es decir de “sólo andarás conmigo”. Pero enamorado/a de alguien de la escuela o externo a ella, el o la adolescente se transforma, y sus pensamientos y sentimientos están llenos de él o de ella. La emoción de estar enamorados provoca una excitación emocional y atracción mutua, que cuando están próximos o van a estarlo, se expresa físicamente con aceleración del pulso, sudor de manos, mayor frecuencia en los latidos del corazón, hormigueo en el cuerpo. Estas sensaciones se organizan y estructuran con un nombre: amor. Amor ciego El amor en el enamoramiento generalmente es “ciego”, la sobrevaloración o idealización de la persona amada y el deseo de proveerla de felicidad (hay una idea generalizada de que “la máxima demanda a la pareja es que debe producir felicidad”),8 obliga muchas veces a renunciar a las propias necesidades e intereses por las del otro. Se dice amor ciego cuando los vínculos y los sentimientos que nos ligan a la persona que amamos nos impide actuar con plena voluntad y con toda libertad y lo que hacemos no nos produce entera

5 6

7 8

Ídem, p. 91. Miranda Arce, Raúl, “El enamoramiento: una visión psicoanalítica” en Antología de la sexualidad humana, Miguel Ángel Porrúa, México, 1994, tomo III, p. 87. Ídem, p. 94. Ídem, p. 90.

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CONAPO-


tranquilidad ni satisfacción, esto, debido a la ceguera que nos impide ver y valorar con objetividad lo que el otro dice, hace y solicita, y también se debe a rasgos de nuestra propia manera de ser y que la historia personal ha ido conformando: autoestima baja, inseguridad, confusión de valores, falta de información, rígido aprendizaje de género, dificultad de visualizarse en el futuro. La desilusión En el enamoramiento se altera la percepción de la realidad, se vive un mundo mágico hasta que la realidad termina por imponerse. A veces las relaciones se complican por múltiples razones: presiones familiares, falta de espacios, celos, demandas de un miembro de la pareja que el otro no está dispuesto o en posibilidades de cumplir, entre otras muchas; finalmente, llega el desencanto. Cuando un adolescente siente que ya no es querido por su amada o amado, el sufrimiento puede ser intenso y profundo. Hay situaciones extremas que pueden provocar una fatalidad: uno de cada diez suicidios es por causa amorosa (sentimiento afectivo hacia otra persona que influye en el estado de ánimo del suicida), en 2003 se ubicó como la segunda causa de muerte en adolescentes.9 Formas de expresar el amor Los enamorados no sólo piensan el uno en el otro, también quieren estar juntos, apoyarse, escucharse, sentirse y tocarse y quieren también compartir y departir con otros. Las formas de expresar su amor y el significado que se le dé a los actos, está determinado, en gran medida, por lo que en la familia se estipuló como permitido, prohibido y deseable, por el tipo de relaciones que han observado entre los padres y miembros de la familia, por los patrones culturales promovidos para hombres y mujeres en su medio, por la asimilación crítica o acrítica que hayan hecho de la información transmitida por los medios de comunicación. Durante el noviazgo los y las adolescentes experimentan nuevas sensaciones en las que aprenden a conocer sus propios sentimientos y emociones a través del otro, aprenden a relacionarse en una situación de intimidad, ensayan sus habilidades para expresarse, poner límites, interactuar, negociar, conciliar y disentir, en general, constituyen los primeros pasos para establecer una relación formal más adelante. Por todo esto, el noviazgo es una etapa importante y significativa en la vida de las personas que se deberá vivir y disfrutar libre de temores y prejuicios. Acercamiento físico En las demostraciones de afecto y de cariño, se empieza por los besos y caricias, pero paulatinamente, en la medida que hay más confianza, este intercambio de caricias se vuelve más intimo ...y puede llegar un momento en que los contactos físicos en zonas sensibles conduzcan a un nivel de excitación sexual muy placentera, pero que puede llevar a prácticas no deseadas racionalmente y que resulten riesgosas.

9

INEGI, “Estadísticas de intentos de suicidio y suicidios”. Serie Boletín de estadísticas continuas, demográficas y sociales,

México, 2004, p. 13.

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Orientación y guía Los adolescentes están ávidos de información sobre los aspectos de la vida que les afectan directamente, uno de ellos es justamente hasta dónde es correcto, bueno y deseable llegar sexualmente hablando, en una relación de noviazgo en esas edades. La información que se sugiere es que se debe llegar hasta donde no se perjudique ninguna esfera de la vida: ni la emocional, ni física, ni social, es decir, no se debe afectar la autoestima, causar problemas de salud, alterar las posibilidades de desarrollo personal, producir embarazos no deseados, entre otras situaciones. Aclarar que el ejercicio sexual en sí mismo no tiene un valor negativo, ni tiene que provocar daños y que puede resultar positivo para la vida, pero que esto depende de poder valorar los pro y los contra a nivel individual y de pareja, de las circunstancias, de los valores y de la atención que tomen para cuidarse mutuamente. Autoerotismo En la adolescencia existe una primera etapa, en la que los jóvenes se enfrentan a su nuevo cuerpo, se miran al espejo, se tocan, se miden, se comparan. Sienten y piensan cosas nuevas. Los impulsos eróticos son muchos e intensos y para liberarlos recurren con frecuencia a la masturbación. Si no tienen información correcta sobre esta práctica, la culpa y la ansiedad que les provoca realizarla resulta casi ineludible lo cual, puede tener efectos negativos y resultar perjudicial para su salud física y mental. Puede orillar a la persona a autocastigarse o permitir que la castiguen otros (ser lastimada o maltratada), contribuir a una disminución de la autoestima que repercutirá en sus relaciones interpersonales de amistad, de pareja, laborales; también puede derivar en alguna disfunción sexual. Otros de los efectos que pueden presentarse son las somatizaciones, es decir, transformar problemas psicológicos en problemas de salud física como dermatitis, enfermedades gástricas o de otro tipo. Como ya se vio, ésta es una práctica común, que hasta donde se sabe, no produce daño en sí misma, sino lo que produce el daño es la culpa y la ansiedad que se genera por el significado social, cultural y moral que se tiene de ella. Si el adolescente se masturba “más de la cuenta,” (podría pensarse que una forma de medir es sabiendo si sustituye otras actividades rutinarias y normales por masturbarse), esta práctica, puede estar asociada a niveles de angustia originados por diversas causas ajenas a lo sexual, de tal manera que se debe considerar que tiene algún problema que lo está perturbando tanto, que la tensión que le produce la libera de esta manera. Prácticas eróticas con el novio o novia En estudios realizados con jóvenes, éstos han expresado que en las relaciones de noviazgo el acercamiento físico y las caricias siguen cierto patrón que va de lo menos a lo más íntimo. Inician con besos, abrazos y caricias “permitidas” y paulatinamente, en la medida que hay más confianza y mayor conocimiento entre ambos, las caricias se van haciendo más íntimas y en partes del cuerpo más “privadas”. Este tipo de relación la pueden tener los adolescentes con los novios o novias sucesivas. Lo que hace muy probable que no pase mucho tiempo sin que se llegue al coito.

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4. Embarazo en adolescentes ¿Por qué hay jóvenes que empiezan a tener relaciones sexuales a edades tempranas? No existe una sola respuesta y no todas son fáciles de explicar: • • •

• • •

Los intercambios de caricias cada vez más íntimos lleva a momentos de excitación en que se pierde el control y casi sin darse cuenta se llega al coito. No existen límites, suficientemente válidos para los adolescentes, que eviten llegar al coito. La visión permanente en el cine y la televisión de que hacer el amor es un hecho como cualquier otro, sin significados ni consecuencias, más allá de demostrarse que se gustan o se quieren. La presión de la pareja es una causa frecuente: muchas mujeres dicen sentirse presionadas por sus parejas y que acceden pese a que no se sienten preparadas para ello.10 En el caso de los hombres esta presión es mucho menos frecuente pero mucho más contundente: cuando es ella la que solicita iniciar las relaciones sexuales es casi inevitable que él acceda. La presión del grupo de pares es muchas veces contundente para que el varón tenga relaciones sexuales. La curiosidad es otra causa que reportan tanto hombres y mujeres. Para ambos pero más para ellas, es el amor una de las principales razones para tenerlas.

El embarazo El riesgo de embarazo puede ser percibido por la pareja pero incluso así, muchas veces no se toman las medidas para evitarlos y los toma por sorpresa. La mayor parte de las veces los adolescentes no están conscientes de las responsabilidades e implicaciones que representa tener un hijo, tanto para el futuro de sus propias vidas como para la del hijo por venir. Si es deseado, si ambos están de acuerdo, si existe el apoyo familiar y las condiciones económicas para enfrentar la situación, los pronósticos pueden ser favorables. No obstante, es probable que los jóvenes tengan más obstáculos que soslayar para salir adelante. Sin embargo, la realidad es que el embarazo en esta etapa de la vida, generalmente se da en condiciones adversas: los adolescentes no son autónomos económica ni emocionalmente, pocas veces cuentan con el apoyo familiar y lo común (aunque las cosas están cambiando), es que los varones y su familia dejen de asumir la responsabilidad que les corresponde y la chica embarazada se queda sola. De ahí que cuando se analizan las consecuencias del embarazo en la adolescencia, dicho análisis requiere forzosamente de una distinción por sexo: es diferente la situación de la chica embarazada que la del chico que la embarazó.

10

Papalia, Diane E. y Wendkos, Sally, Desarrollo Humano. Con aportaciones para Iberoamérica, McGraw-Hill, México, 1997, p. 416.

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Responsabilidad compartida Tradicionalmente la doble moral sexual, la falta de información y la inequidad jurídica hacía que el embarazo en una mujer soltera o sin compañero reconocido, se considerara asunto exclusivo de la mujer, como si un embarazo se pudiera dar sin la participación del varón. Actualmente esta situación está cambiando, ahora se reconoce que la responsabilidad de un hijo es igual para los dos que lo engendraron, ya no es válido decir que “si ella no hubiera querido no pasa nada”, es suficiente que él haya querido y realizado el coito para que sea igualmente responsable que ella, y si él sabe, como es frecuente que ocurra, que la relación sexual se dio por su insistencia, con mayor razón debe responder como padre que es de ese hijo que vendrá. Reacciones Las reacciones más comunes son de miedo, ansiedad y angustia, de la chica, en cuanto a la incertidumbre de cómo va reaccionar el compañero, la familia y qué va a hacer frente a esta situación. El chico está temeroso de enfrentarse a esa nueva responsabilidad y a lo que diga su familia cuando lo sepa. La situación de la adolescente es más vulnerable. Si el joven está dispuesto a sumir su responsabilidad, ella se siente más segura y acompañada, aunque de todas maneras la situación sea difícil. Pero si está sola, al mismo tiempo que se siente mal físicamente con los síntomas normales de un embarazo, que debiera visitar al médico para iniciar su control prenatal, la tristeza por haberse quedado sola y la intranquilidad por la reacción de la familia y el futuro de ella y de su hijo provoca profunda angustia y pesadumbre. Como históricamente la mujer ha estado sujeta a la voluntad y decisión del hombre de reconocer si ese hijo es suyo o no, y de ninguna manera es justo que se quede sola en un problema de dos, es importante que los maestros y maestras informen a sus alumnos que actualmente la tecnología permite con un estudio relativamente sencillo identificar al padre de ese hijo. Esta es una información que tanto hombres como mujeres deben conocer. Al mismo tiempo que se debe fomentar el cuidado, la prevención y la responsabilidad. Consecuencias Las consecuencias son diversas y los planes y expectativas que los adolescentes se habían planteado pueden cambiar drásticamente. El que el adolescente asuma su responsabilidad representa un apoyo moral y material que influirá positivamente en el estado emocional de la chica y en el curso del embarazo, además de hacerlos sentir bien a ambos. Sin embargo, no significa que las cosas están resueltas, los dos pueden verse obligados a truncar sus proyectos, a dejar la escuela, a buscar un trabajo, y como probablemente por su edad y pocos estudios su calificación es insuficiente, es casi seguro que el empleo que encuentren (si lo encuentran) dificultará cubrir satisfactoriamente las necesidades. Esta imposición de la realidad puede afectar el porvenir del adolescente, de la futura madre y el de su hijo, y además la relación de pareja puede verse trastocada. Existen estudios que indican que en la actualidad las uniones tempranas son más inestables. 82


Si el varón evade su responsabilidad, las madres adolescentes y su descendencia estarán en mayores desventajas ante la ausencia del compañero y padre con quien compartir. La dependencia económica de los familiares y de atención o cuidados del niño, limitan a la joven en su desarrollo y autonomía. Esto, más un trabajo muchas veces pesado y mal remunerado y la necesidad de vivir experiencias propias de la edad genera frustración y puede producir prácticas inadecuadas de crianza (mayor desapego, descuido en los alimentos y la salud del hijo, hasta actitudes violentas). Significados del embarazo Un estudio realizado sobre el tema reporta que muchas madres adolescentes que viven en condición de pobreza habían abandonado la escuela antes del embarazo, lo que puede indicar que estas mujeres tienen menos oportunidades de desarrollo en sus contextos y la escuela no representa una opción. En cambio, la maternidad, puede ofrecerles la posibilidad de acceso a la adultez y otras formas de vida aceptables dentro de su medio.11 Su identidad estará basada en la maternidad, al margen de otras opciones. Hay otro estudio que indica que para algunas chicas el embarazo representa (conscientemente o no) la legitimación de la actividad sexual, la posibilidad de conservar a la pareja, formar su propia familia, la salida del hogar de los padres.12 En el caso de los varones, cuando aceptan que son sus hijos, independientemente de que asuman o no la responsabilidad económica y de crianza, puede representar elevar su estatus de hombre.

5. Autonomía Entre las importantes capacidades que una persona debe desarrollar para enfrentarse con mejores herramientas a las vicisitudes que la vida le va presentando está la autonomía. Por ella se entiende la capacidad que puede desarrollar un individuo de autogobernarse, es decir, de pensar por sí mismo, de tomar decisiones, tener sentido crítico y considerar a los demás.13 Ser autónomo significa hacerse cargo de la propia vida y actuar según las propias necesidades, intereses, valores y convicciones. Para lograr ser autónomo, es necesario empezar por conocerse a sí mismo, es decir, saber qué quiero, qué me gusta, qué poseo, qué me hace falta. También es necesario ir conociendo el medio en que uno se desenvuelve, identificar qué opciones tiene, cuáles son las posibilidades y recursos con que cuenta. Y, además, se necesita ir conociendo a los otros. Esta capacidad se va construyendo desde los primeros años de vida a través de enseñar a los niños a ir tomando decisiones y asumiendo las consecuencias. Para reforzarla, los educadores deberán brindar a sus alumnos espacios donde ejerciten la toma de decisiones sobre pequeñas cosas primero y más adelante otras de mayor complejidad, propiciando alternativas y elementos de reflexión 11

12 13

Alatorre Rico, Javier y Taquín, Lucille, “De abuela a madre, de madre a hijos: repetición intergeneracional de embarazo adolescente y la pobreza” en Schmukler, Beatriz (coord.), Familias y relaciones de género en transformación. Cambios trascendentales en América Latina y el Caribe, Population Council-Edamex, México, 1998, p. 421. Román, R., et al., op. cit. Kamii, Constance, La autonomía como finalidad de la educación: implicaciones de la teoría de Piaget. Programa Regional de Estimulación Temprana, UNICEF, México, (s. f.) pp. 2 y 3.

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y análisis para que ellos mismos vayan construyendo sus propios criterios y valores y midiendo las consecuencias. En la medida que se estimula el aprendizaje de esta capacidad, aumenta la posibilidad de que durante la adolescencia se pueda ejercer frente a las presiones sociales y manipulaciones que orillan a los y las adolescentes a tomar decisiones que pueden ser trascendentes para el curso de su vida, de ahí que en esta etapa se ponga a prueba hasta dónde se ha alcanzado esta capacidad, cuya consolidación se espera se logre en la etapa adulta. Ser autónomo implica el desarrollo en varios ámbitos: en el afectivo, significa poder establecer relaciones estrechas y profundas pero a la vez independientes, con proyectos propios y con apoyos solidarios; en la autonomía moral, el bien o el mal lo determina cada individuo como producto de la reciprocidad “tratar a los demás como quiere uno ser tratado;” y la autonomía intelectual se refiere a la posibilidad de encontrar respuestas a las propias preguntas, fundamentar las opiniones y no creer indiscriminadamente en lo que le dicen. “Debemos enfatizar que la autonomía no significa hacer lo que queramos en el momento en que se nos antoje, significa ser responsables, tomar en cuenta las consecuencias de nuestras acciones, no echar a otros la culpa de lo que nos pasa. Es reconocer nuestras necesidades y nuestros deseos, pero también considerar las necesidades y los puntos de vista de las personas afectadas por nuestra conducta. No puede estar separada del respeto y la consideración a los demás. Implica ser independiente (hacer sus cosas, valerse por sí mismo), tomar sus propias decisiones (saber lo que se quiere, saber en qué situaciones puede decidir y que cada vez que elige se produce una consecuencia).”14

6. Etapa adulta La terminación de la adolescencia y entrada a la etapa adulta es difusa, intervienen factores externos e internos y es común que se mezclen y se influyan mutuamente, de ahí que no se pueda hablar de edad sino más bien de hechos. Generalmente esta etapa está asociada a la adquisición de los derechos civiles, a la incorporación al trabajo productivo e independencia económica, a la formación de una nueva familia. Excepto la ciudadanía, que se alcanza a los 18 años de edad (cuando todavía se habla de adolescencia), los otros no se dan en una edad determinada, pero en diferentes grados y medidas, todas implican compromiso y responsabilidades. Asimismo, las caídas y tropezones, los éxitos y buenos resultados que se van logrando, han ido ayudando a conocerse mejor a sí mismos, a los otros y al medio, a plantearse con mayor certidumbre metas y proyectos para el futuro, a aspirar a cosas concretas y posibles, y a trabajar para conseguirlas. La persona adulta •

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El primer hecho que habla del paso de la adolescencia a la siguiente etapa de la vida es la mayoría de edad, con la cual se adquiere la potencialidad de ejercer los derechos,

Vamos México y SNTE, Guía para padres 1. De 0 a 5 años, México, 2003, p. 95.

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• • •

de elegir de manera autónoma e informada a los representantes políticos, de conocer y ejercer los privilegios y compromisos ciudadanos y de interesarse porque estos derechos se cumplan para todos. La adultez significa asumir la vida en las propias manos, se acaba la posibilidad de “echarle a otros” la culpa de lo que le pasa a uno. En esta etapa se puede pensar a mediano y largo plazos y, como consecuencia, diseñar proyectos que conduzcan a los estados y situaciones que se anhelan. Se espera que una persona adulta sea capaz de establecer compromisos y cumplirlos, que afectivamente pueda establecer una vida de pareja y trabajar en su consolidación, pueda asumir el compromiso afectivo y responsable de tener un hijo. Ser adulto implica también incorporarse a la vida laboral y productiva y alcanzar la independencia económica, lo cual no depende sólo de la persona sino está condicionado por la realidad económica que se vive en la sociedad. Uno de los problemas actuales en el mundo, no sólo en nuestro país, es la carencias de empleos suficientes para las personas en edades productivas.

Existen dos grandes capacidades que conforman la fuerza que hace girar la vida adulta y que indican la madurez alcanzada, estas capacidades consisten en establecer relaciones afectivas de amistad y de pareja, así como saber cuidarlas y conservarlas, al mismo tiempo que establecer relaciones laborales y respetar las normas y compromisos de trabajo. La madurez se expresa en la capacidad de amar y trabajar. Identidad adulta La identidad adulta se forma de lo que una persona piensa de sí misma a partir del recuento consciente que hace de su historia, de sus potencialidades, deseos, límites, necesidades y capacidades; de los compromisos sociales, familiares y de pareja que va adquiriendo, y del cúmulo de valores en los que cree, respeta y aplica a lo largo de su vida. También se forma de las reacciones, expresiones, afectos, oportunidades o los rechazos que una persona recibe de otros que la rodean. La identidad adulta resulta de una combinación dinámica entre lo que pensamos de nosotros mismos, lo que creemos que los otros piensan de nosotros y los logros que vivimos en nuestra vida diaria. Tomar decisiones Al alcanzar la vida adulta, a las personas se les abre un mundo repleto de riesgos, problemas, compromisos, privilegios, oportunidades y retos. Mantener una actitud adulta (madura) es un asunto que requiere de trabajo diario, congruencia entre lo que se dice y se hace porque si nos descuidamos, podemos olvidar los valores que nos dan sentido y actuar en contra de ellos, aceptar dependencias económicas cuando podemos ser autosuficientes, o podemos caer en la tentación de dejar que otros decidan por nosotros y olvidarnos de que ser adulto significa ser capaz de tomar decisiones propias y de actuar en consecuencia.

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También hay crisis La edad adulta se identifica como un período de máximo rendimiento y productividad, con estabilidad en el ámbito familiar, laboral y social y con un control de sí mismo. Sin embargo, se puede observar que estos atributos no siempre se consolidan e incluso se pueden presentar crisis. Estas crisis están relacionadas con cambios en el ciclo de la familia (no es lo mismo tener hijos chicos que adolescentes), la pérdida de la juventud en una sociedad donde predominan los estereotipos y la juventud está sobrevaluada, un proyecto de vida que no se pudo consolidar (casarse, tener hijos, desarrollo profesional y laboral, estabilidad económica), que obligan a ir redefiniendo metas y proyectos. En el curso de la familia es cada vez más frecuente las separaciones y reconstrucciones familiares, sin embargo los resultados no son equitativos para ambos sexos. El mayor desarrollo de las mujeres y la incorporación en los ámbitos públicos le ha reducido las posibilidades de formar una familia e incluso conservarla. La reconstrucción de las parejas es mucho más frecuente en los hombres que en las mujeres y las estadística muestran que en la madurez son mucho más las mujeres solas que los hombres. Aprender y transformar Es parte de la vida adulta el transformarse cada día, aprender cosas nuevas, atreverse a realizar reestructuraciones necesarias. También es parte de la vida adulta la búsqueda del placer y la felicidad. Los adultos pueden mantener una vida erótica y afectiva que les proporcione satisfacción y permita la comunicación y el desarrollo. Las personas maduras tienen la capacidad de vivir la sexualidad de manera plena y satisfactoria, considerando siempre al otro. Amor en la vida adulta El amor es una fuerza poderosa y es tan sustancial para la vida que “no existe otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectativas, y que no obstante fracase tan a menudo como el amor”15 Esta afirmación tan contundente invita a reflexionar. El amor que une y dura parece que es aquel que se sustenta de un conocimiento profundo y real de las personas, no de la idealización y fantasía propios de la adolescencia. El verdadero amor es el que permite mostrarnos tal como somos, sin temores, porque el amor real entiende que las personas tiene claroscuros. Amar es preocuparse por el otro/a, cuidarlo y respetarlo. Amar significa compromiso y responsabilidad. Amor significa aprendizaje y trabajo. Si el amor erótico está acompañado de un conocimiento integral de la pareja, probablemente será una unión mucho más intensa y placentera. Si no se profundiza mutuamente en los sentimientos,

15

Fromm, Erich, op. cit., p. 16.

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ideas, formas de pensar y de ver el mundo, éste amor podría quedar rápidamente explorado y agotado, es una forma engañosa de amor. En la intimidad que se establece de esta manera el desconocido se convierte en alguien íntimamente conocido y da lugar a la necesidad de una nueva búsqueda, pero si el amor erótico está acompañado de un conocimiento profundo y fundido con ternura será una fusión completa y verdadera. Además el verdadero amor genera reciprocidad.16 Los adultos ante los adolescentes Para los adultos, ejercer la paternidad y la maternidad es todo un arte complejo, atractivo e interesante que se construye y desarrolla a partir de cada uno de los actos de la vida diaria. Una tarea fundamental de los padres y madres es proponer a los hijos un modelo de ser humano a partir del que ellos puedan crear y recrear su propia idea de lo que quieren ser y de cómo quieren actuar. Este modelo se propone con hechos y con palabras, con la congruencia que se muestre entre lo que se dice y se hace en la vida cotidiana. Herencia de apertura Frente a los hijos y pensando en ellos, también se tiene la tarea de crecer, abrirse a mundos nuevos. En la medida de las posibilidades, reflexionar, compartir ideas de adulto a adulto, informarse, mantener la salud, tener amigos, enfrentar con creatividad y entereza los problemas, vivir en constante desarrollo y encontrarle el lado bueno a la vida. No hay mejor patrimonio para un hijo que un ambiente familiar de apertura, alegría, crecimiento y desarrollo en el que las personas se comunican sin prejuicios, se dan afecto mutuo, resuelven en conjunto las situaciones difíciles, son leales a ellas mismas y se muestran solidarias ante los proyectos de los otros. Es más fácil que el derroche de esperanza, juventud y potencia que hacen los hijos en su vida diaria sea, no sólo acogido, sino también impulsado en familia, cuando los adultos que los rodean viven en sí mismos procesos de desarrollo, de educación permanente, de logros personales y realizaciones anheladas de búsqueda y camino, que es la manera en la que, si lo deseáramos y lucháramos por conseguirlo, todos los seres humanos deberíamos vivir. Los maestros y maestras ante sus alumnos y alumnas Así como lo dijimos para los padres en el contexto familiar, los docentes en la escuela tienen la privilegiada y difícil misión de intentar mostrar ante sus alumnos una permanente coherencia entre sus palabras y sus actos. Nada más negativo y frustrante para los alumnos adolescentes que constatar incoherencias y contradicciones en sus propios maestros. Para responder a las expectativas de los jóvenes, los maestros tienen la misión de presentar a los alumnos modelos de seres humano creíbles y posibles, por los que los adolescentes construyan visiones y mundos nuevos en que puedan realizar sus proyectos y sus ideales.

16

Ídem, p. 87.

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Introducción Reflexión y prevención

Temas como la depresión, la violencia, los miedos, los abusos y las adicciones, son asuntos que atañen no sólo a las personas directamente afectadas y su familia, sino también al espacio escolar, donde los problemas se expresan principalmente en el rendimiento y los estudios, en la relación y comunicación entre compañeros y con las autoridades, en la imagen que las personas tienen de sí mismas y la que proyectan ante los demás, en el estado de ánimo y en las formas de comportamiento en general. La intención de propiciar la reflexión acerca de estos temas y promover una cultura por la prevención y una actitud de alerta en la escuela, tiene como propósito detectar a tiempo algunos síntomas o focos rojos de alarma que indiquen situaciones que atenten contra la integridad del educando y la estabilidad del ambiente escolar. Convencidos de que las situaciones difíciles no deben negarse, ni ocultarse, sabemos que produce mejores resultados para todos identificarlas, conocerlas y actuar sobre ellas con prontitud, información y asesoría, apelando a la solidaridad y echando mano de todos los recursos disponibles y adecuados.

1. Depresión y pensamiento suicida La depresión es el estado de ánimo que se caracteriza por una tristeza persistente, desesperanza, sensación de que las cosas no valen la pena, pérdida de interés en las actividades favoritas, aburrimiento constante, falta de energía, mala conducta en la casa y en la escuela, irritabilidad, agresión e inhabilidad para disfrutar de las pequeñas o grandes cosas de la vida. Una vez instalada y avanzada, la depresión produce cambios de distinta índole: físicos, químicos, de comportamiento, forma de pensar y percibir la realidad. En este sentido, la depresión es una enfermedad que requiere de la atención de profesionales especializados en su manejo. Esta enfermedad puede llevar al aislamiento social, a una comunicación empobrecida que dificulta las relaciones interpersonales, a ausencias frecuentes de la escuela, deterioro en el desempeño escolar, poca capacidad de concentración e incluso pueden llevar a situaciones extremas como el suicidio. Manifestaciones La depresión causa una sensibilidad intensa, las personas se sienten fácilmente juzgadas, criticadas, no queridas ni aceptadas, como consecuencia empiezan a aislarse, pueden abusar del alcohol o de otras drogas tratando de sentirse mejor, tienen comportamientos autodestructivos, antisociales o extravagantes. Pueden además, sufrir de insomnio o dormir en demasía, perder el apetito o comer en exceso y otras manifestaciones físicas como pérdida del cabello. Con cierta frecuencia la repe91


tición de episodios depresivos puede derivar en disfunciones sexuales tanto en mujeres como en hombres.1 Factores de riesgo Las situaciones que conducen a la depresión pueden ser muchas y variadas, lo importante de tener en cuenta es que una situación aislada difícilmente lleva a ese estado, realmente se requiere la concatenación de diversas circunstancias en un contexto familiar o social adverso y en una condición de soledad creciente. La pérdida de un ser querido, la mala relación entre los padres, la separación o el divorcio, tener padre o madre depresivo, un mal desempeño escolar que no cubre las expectativas propias ni de los seres queridos, son situaciones que intervienen en un proceso depresivo. Con frecuencia la depresión ocurre cuando las presiones son muchas y la capacidad de respuesta es poca. Cuando se tiene la percepción de que los fracasos abundan y los logros escasean. Desde el punto de vista de la sexualidad, existen situaciones que producen depresión tanto en hombres como en mujeres. En el caso de ellas, por ejemplo, pueden ser conductas desaprobadas por la familia, regaños y acusaciones, inicio de relaciones sexuales en el marco de una sensación de culpa, descalificación ante sí misma por contravenir los valores interiorizados y, no se diga, un caso de abuso sexual. Asimismo, un embarazo en la adolescencia, sobre todo si el compañero la ha dejado sola, puede conducir fácilmente a la depresión. Otro aspecto que también contribuye a ella, es la percepción negativa de la imagen corporal por no corresponder a los estereotipos manejados por la publicidad. En el caso de los varones, puede ser causa de depresión sentirse presionado por el grupo para tener relaciones sexuales y por las razones que fuere no haberlas tenido, lo mismo ocurre cuando han tenido las relaciones sexuales pero la experiencia no resultó exitosa y no tuvo una orientación o explicación adecuada de lo que ocurrió; y, al igual que en las mujeres, cuando existe un antecedente de abuso sexual. También los varones pueden deprimirse cuando sienten que no responden a los estereotipos de éxito que maneja la publicidad y que en el caso de ellos se relaciona con el dinero y el poder como elementos de prestigio: capacidad de pagar un café, el cine, un concierto, la entrada a bailar, el parque de diversiones, etcétera. Un amor imposible o no correspondido, poco éxito con el sexo opuesto, falta de habilidad para establecer relaciones de amistad o de noviazgo, poca asertividad y baja autoestima, son otras situaciones que pueden provocar depresión tanto en chicos como en chicas.

1

Rubio, Eusebio y José Díaz Martínez, “Las disfunciones sexuales” en Antología de la sexualidad, CONAPO, México, 1994, pp. 203-246.

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El suicidio, una realidad en aumento Un problema de salud que justamente en los grupos de jóvenes está adquiriendo dimensiones preocupantes y cuyas causas están asociadas con el consumo de drogas y un ambiente de abuso y de violencia es el suicidio.2 • •

En las mujeres de 11 a 20 años de edad, el suicidio se ubica como la segunda causa de muerte y en los hombres como la tercera. Entre 1990 y 2003 la muerte por suicidio casi se triplicó en las mujeres, es decir, creció 179 por ciento, y en los hombres casi se duplicó, creció 93 por ciento.

Prevención Es importante que los padres y los maestros estén atentos a las formas de actuar de los alumnos, que observen si algunos de los síntomas mencionados se presentan de forma persistente, porque puede ser el aviso de que algo anda mal, que necesitan atención y apoyo para salir de la situación de riesgo en que se encuentran, o puede ser el grito de ayuda para evitar caer en situaciones más peligrosas aún y de donde es más difícil rescatarlos. Cuando los maestros descubren síntomas de depresión en alguno de sus alumnos, es de vital importancia su intervención oportuna, ya sea para contener el momento, para orientar a la familia sobre la situación o para canalizar adecuadamente al adolescente; la escuela, entonces, cobra un papel de suma importancia al convertirse en un elemento activo en la cultura de la prevención y no un testigo pasivo del evento. La depresión se puede prevenir a través de: • • • • •

Fortalecer la autoestima estimulando la capacidad de expresar los sentimientos propios, de fomentar y propiciar el cultivo y trato con el grupo de amigos. Informar a la familia sobre actitudes o comportamientos extraños o anómalos de sus hijos. Enfrentar los problemas de manera directa y tan pronto como se identifiquen. Propiciar y fortalecer la reflexión y la congruencia entre lo que se desea y se hace para lograrlo, o la reflexión sobre lo que no se hace para ello. Fortalecer en los alumnos los valores y evitar en nosotros mismos traicionarlos con nuestros actos diarios.

La mejor manera que tiene un maestro de prevenir la depresión es tratar de mantener vivos los deseos y metas de los alumnos.

2

SSA,

Salud México 2003. Información para la rendición de cuentas, México, 2003, p. 50.

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2. Violencia La palabra violencia puede hacer pensar en bombas, muerte, destrucción. En un ámbito menos lejano, llegan a la mente imágenes de robos, secuestros, mutilaciones. Pero los horrores de las guerras y la inseguridad en las calles no son los únicos espacios o manifestaciones de la violencia. Existen otros espacios más cercanos, donde se desarrolla la vida cotidiana como en el hogar, el trabajo o la escuela, donde la violencia rompe las reglas básicas de convivencia humana y las leyes que permiten la armonía, daña la personalidad y la integridad del individuo, lastima, produce miedo e inseguridad, cuyas consecuencias pueden durar el resto de la vida. Intentar definir la violencia y lo violento, resulta difícil porque la calificación de un hecho como tal ha cambiado a través de los tiempos, de una sociedad a otra y está profundamente vinculado con situaciones de justicia o desigualdad, de poder o dependencia, siendo las víctimas siempre personas que por razones de estatus social, económico, grupo étnico, género, autonomía física o mental, se encuentran en una relación de dependencia, subordinación o debilidad con respecto al agresor. Existen muchas definiciones de violencia, pero en este documento, se entenderá por ella todo acto u omisión intencional que ocasione daño, transgreda un derecho y busque sometimiento y control. El acostumbramiento a la violencia y la minimización de la misma, constituye uno de los grandes problemas que afecta a los individuos, la familia y la sociedad y se presenta en tales grados que termina por creerse una forma natural de interacción humana y social. De ahí que la primera medida para luchar contra ella es hacerla visible en todas sus formas. El otro problema difícil de enfrentar por su complejidad es el sentimiento consciente o inconsciente de culpabilidad de la víctima, que está relacionado con una conformación psicológica desvalorizada y una interiorización de elementos culturales que prevalecen en el ambiente donde injustamente existe una descalificación de los débiles, dependientes, pobres o marginados y en donde generalmente se incluyen las mujeres, niños, ancianos, discapacitados e indígenas. Causas Son muchas las posibles causas de violencia: la frustración, la impotencia, el exceso en el consumo de alcohol o drogas, el hacinamiento, la falta de dinero, la competencia irracional, la envidia, todas las imágenes agresivas que reciben las personas diariamente a través de los medios de comunicación, impresos, videos o televisión. Pero lo que da lugar y permite cualquier forma de violencia es el abuso del poder. Diversidad de formas Las acciones de violencia pueden ser físicas, psicológicas, sexuales y económicas, estas formas no son excluyentes entre sí, sino al contrario, generalmente se presentan de manera combinada. Las físicas son las más evidentes y se caracterizan por golpes y lesiones de cualquier tipo hasta el asesinato, producidos con el propio cuerpo del agresor o con cualquier objeto. También puede haber violencia física por omisión, por ejemplo, dejar sin comer, el encierro o la inmovilización. La violencia psicológica puede ser agresiones verbales, descalificación, humillaciones, ignorar a la persona, sacar a luz asuntos confidenciales, manipulación, entre otras, la cual afecta en la esfera 94


emocional por lo que se vulnera especialmente la integridad psíquica, la cual, a su vez, puede ocasionar problemas de salud de intensidad variable como afecciones gástricas, cardíacas o de la piel cuyos efectos no son tan visibles ni tan rápidos como los ocasionados por la violencia física. La violencia económica puede también ser diversa: limitar el dinero, controlar los gastos, realizar robos y apropiación de los bienes. Y la violencia sexual se manifiesta también de diferentes formas, las más conocidas son el abuso, acoso y la violación, además, han cobrado una importancia especial en la actualidad, las diversas actividades relacionadas con el comercio sexual. Violencia en la familia Contrario a lo que se cree, la violencia en la familia es sumamente frecuente porque ocurre al amparo de la intimidad, bajo las leyes de la privacidad que impiden que otros sean testigos de lo que pasa. En la familia se reproducen las mismas desigualdades y relaciones jerárquicas y de poder que se encuentran en la sociedad y los que en la jerarquía familiar se ubican abajo, son los que están en condiciones de dependencia, por lo tanto éstos son los que sufren los mayores efectos de la violencia. La idea romántica de que en familia todo es tranquilidad, respeto y calma, impide ver tan cruda realidad. Este tipo de violencia apenas hace pocas décadas que empezó a salir a la luz pública. Niños maltratados, por ambos padres u otros adultos, niñas y adolescentes (y también algunos niños y adolescentes varones) que han sufrido abuso sexual por parte de un familiar, mujeres maltratadas por su esposo o compañero, no son casos nuevos o situaciones que surgieran en los últimos años, lo que sí es reciente es su reconocimiento público y la conciencia de los siglos de silencio que la han rodeado. Aunque la primera Sociedad para la prevención de la crueldad hacia los niños se creó en Nueva York en 1874 y varias más surgieron y desaparecieron durante los 80 años siguientes, el interés por el maltrato a los niños era prácticamente inexistente a mediados del siglo XX tanto es Estados Unidos como en otros países. Fue hasta que el Doctor Kempe y sus colegas publicaron en Journal of American Medical Association su trabajo acerca del síndrome del niño golpeado, cuando se inició la preocupación moderna por el abuso contra los niños y la negligencia con que se les trataba, preocupación que se ha incrementado y difundido durante las últimas cuatro décadas.3 Lo que llama la atención es la reacción tardía que México ha tenido con respecto a otros países para incorporar en sus leyes y en sus políticas la preocupación por la violencia y abuso infantil. Violencia de género La violencia contra las mujeres, por su lado, está tan profundamente arraigada en la población, que muchas de sus expresiones se consideran todavía naturales e inevitables, pues hace apenas poco más de dos décadas que se empezó a reconocer como tal y se iniciaron acciones de información y difusión para la denuncia, defensa y protección de las mujeres en esta situación.

3

Azaola, Elena, Violencia intrafamiliar y maltrato infantil, Cuadernos para la educación en derechos humanos, Comisión de Derechos Humanos del D. F., 2005.

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Esto se debe a que en la mayoría de los espacios sociales quienes detentan el poder son los hombres y las mujeres están generalmente en situación de dependencia, de ahí que sean ellas más frecuente y mayoritariamente violentadas que los hombres. Se presenta en todos los estratos sociales y para su erradicación es necesario el reconocimiento social de su existencia y de la situación de desigualdad que lo permite, así como una educación clara que permita que las personas sepan que la violencia es un delito que debe denunciarse, que las mujeres tienen derechos y que deben ejercerlos. Entre los aspectos conocidos sobre la violencia contra las mujeres, los estudios sobre la materia revelan lo siguiente: • • • • • • • •

Es más frecuente la que se ejerce por el compañero íntimo que por desconocidos y es igual o más dañina que la ejercida por extraños. Una vez que se inicia la violencia, lo más probable es que vayan aumentando con el tiempo. El abuso emocional puede dejar igual o mayores secuelas que el abuso físico. Irrumpir en los espacios y en las cosas privadas de otro, también es violencia, así como espiar, amenazar o chantajear. Es frecuente la violencia económica, es decir, negar o restringir el dinero. La mayoría de los agresores no son enfermos mentales ni “anormales”, el alcohol exacerba la violencia pero no la causa. Las mujeres violentadas tienden a aislarse y desarrollar vínculos emocionales complejos y cíclicos. El débito conyugal llega a transformarse en un abuso de poder y un acto violento en el momento que deja de ser voluntario.

La violencia, una práctica que no se reconoce De acuerdo con una encuesta sobre violencia en las parejas, aplicada en 2003, las mujeres que dijeron haber sufrido incidentes de violencia en el último año fueron casi la mitad de las encuestadas (46.55%).4 • • • •

4

INEGI,

De ellas, 38.4 por ciento dijo que había sufrido violencia emocional (ignoradas, tratadas con menosprecio, comparadas, amenazadas, descalificadas). 29.3 por ciento sufrió violencia económica (exigencia de hacer rendir el dinero, restricciones, no recibir el gasto, no tener permiso para trabajar). 9.3 por ciento, violencia física (golpes de mano, con algún objeto o con algún arma, patadas, empujones, privación de la libertad). 7.8 por ciento, violencia sexual (utilización de la fuerza física o amenazas para tener relaciones sexuales).

Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2003, México, 2004.

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2.1 Violencia en la escuela En la escuela la violencia la pueden ejercer los que detentan el poder como los maestros y autoridades en contra de los alumnos, entre los propios alumnos, y también se da del alumno hacia el maestro. El aula es el espacio escolar donde el maestro haciendo uso del poder que le confiere su cargo, puede llegar a ejercer la violencia a través de distintas formas, siendo frecuentes los regaños injustos o desproporcionados al hecho, la descalificación personal solo o frente al grupo, humillaciones, castigos, calificaciones injustas, no tomar en cuenta a los alumnos para actividades especiales o trabajos en que pueden sobresalir; o tomar represalias contra un alumno que ha denunciado o rechazado abiertamente el incumplimiento o falta de compromiso del maestro u otras actitudes o comportamientos impropios. Como contraparte, también puede existir violencia por parte de los alumnos hacia los maestros y la escuela, que tiene diferentes formas de manifestarse, entre las que puede mencionarse realizar prácticas prohibidas, agresión física y destrucción de bienes, que aunque son las que mayor impacto producen en la opinión pública, no rebasan el diez por ciento.5 Sin embargo, la preocupación más directa y la fuente de malestar más importante de los docentes y lo que más gravemente afecta el aprendizaje de los alumnos, lo constituyen las disrupciones en el aula. Este término hace referencia a actitudes y comportamientos de unos cuantos alumnos que incluyen toda forma de desorden, indisciplina, insolencia, desobediencia, que no sólo impiden el desarrollo normal de la clase sino que puede desestabilizar por completo la vida cotidiana del aula.6 Entre los alumnos, en el caso de los hombres, las embestidas van desde rudeza en el trato y golpes con un componente lúdico, hasta insultos, groserías y una abierta violencia física. En el caso de las mujeres, se observa una tendencia a imitar los comportamientos masculinos y aunque se llegan a dar agresiones físicas y verbales, predomina el aislamiento social.7 Esta situación requiere que la propia institución escolar —maestros y autoridades— estudien con suficiente seriedad este problema para que se tomen las medidas más adecuadas. Una de estas medidas, quizás la más importante, es una normatividad clara y racional que no deje lugar a dudas entre los límites de lo permitido y lo prohibido, y un esfuerzo constante por lograr que alumnos y maestros cumplan y respeten las normas que rigen dentro del ámbito escolar. Al mismo tiempo, una estrategia significativa es fomentar el conocimiento de los valores y realizar un análisis y ejercicio de los mismos, así como reforzar la responsabilidad y el compromiso personal.

5

Serra Salamé, Carles, “Conflicto y violencia en el ámbito escolar” en Jóvenes. Revista de estudios sobre juventud, México, julio-diciembre 2003, año 7, núm. 19, pp. 50-63. Moreno Olmedilla, Juan Manuel, “Comportamiento antisocial en los centros escolares: una visión desde Europa” Revista Iberoamericana de Educación, Organización de Estados Iberoamericanos, obtenida en http://www.campus-oei. org/oeivirt/rie18a209. html el 22 de noviembre de 2005. Serra Salamé, Carles, op. cit.

INJUVE, 6

7

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Derecho a denunciar Ante las situaciones de cualquier tipo de violencia es necesario actuar, hay que detener, hay que impedir, hay que denunciar. Debe tenerse siempre en cuenta que no existe razón ni derecho alguno para agredir, humillar o denigrar a alguien. Para protegerse de esos abusos es necesario conocer los derechos constitucionales y humanos y saber que existen redes de apoyo para orientar sobre cómo actuar en estos casos.

2.2 Violencia sexual Es importante considerar que los únicos y verdaderos intercambios sexuales son siempre voluntarios y ocurren entre personas que tienen la capacidad de decidir por sí mismas sin presiones de ninguna especie, pero si no es el caso, lo que existe es una situación de inequidad, abuso, acoso o violación sexual. La agresión sexual física se puede dar a través de encerrar, golpear, empujar o lastimar a una persona, obligarla a realizar acciones contra su voluntad, a ingerir sustancias que no quiere, tocar cualquier parte de su cuerpo sin su consentimiento u obligarla a tocar partes del cuerpo del otro, o tener por la fuerza física o psicológica, cualquier tipo de intercambio sexual que no es elegido de manera voluntaria. La agresión o violencia sexual psicológica es múltiple, ejemplos de ella es hacer alusiones de manera abierta o encubierta al cuerpo, a la imagen física, exponer a una persona al ridículo, prometer algo que no se cumple, hablar de asuntos sexuales donde y cuando no corresponda, obligar a humillarse o rogar, inventar y difundir infamias, hacer público algo íntimo sin el consentimiento del otro, hacer comentarios peyorativos al desempeño sexual. La violencia, en cualesquiera de sus formas, puede darse en cualquier lugar, pero la violencia sexual se caracteriza porque especialmente se da en los espacios “protectores,” como el hogar, el trabajo, la escuela, el consultorio médico, (aunque también puede darse en la calle o cualquier otro lugar por el que circula la persona) y porque va dirigida mayoritariamente contra la mujer. Los niños varones también pueden sufrir este tipo de violencia en los mismos espacios que las niñas y en colectividades de hombres como el ejército o la iglesia, entre otros lugares. Además de la violencia sexual que se ejerce a nivel individual, ha cobrado gran importancia en los tiempos actuales la explotación sexual de menores para actividades de prostitución y pornografía. Las maestras y maestros deben estar en conocimiento de qué es, cómo y dónde se da la violencia sexual a nivel individual, así como la relacionada con la explotación comercial, para alertar a las alumnas y alumnos y darles información e indicaciones de cómo defenderse, prevenirla y denunciarla. También es importante que el personal docente conozca que aunque algunos actos de violencia sexual como el abuso de menores, el incesto o la violación han sido sancionados desde tiempos atrás, el reconocimiento de que estos actos se presentan en los llamados espacios protectores y por personas cercanas a la víctima es muy reciente, de ahí que se requiera brindar información clara y precisa a los alumnos de que estos actos son delito y objeto de castigo, porque mientras menos edad

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tiene la persona, más confusión, ansiedad y angustia le crea el acto y la manipulación psicológica de que son objeto está dirigida, entre otras cosas, a hacer sentir a la víctima como si ella fuese la culpable. Abuso sexual El abuso sexual es un acto violento que rompe la armonía de personas y ambientes, que transgrede las leyes, que acosa, lastima, amenaza. Por eso, en general, se puede decir que para que haya abuso es necesario que exista uno más débil que otro, física, social, económica, política o psicológicamente. El abuso sexual es un asunto complejo porque implica un poder que muchas veces se ejerce de manera sutil, que parece invisible, que no se nota, aunque sea contundentemente real. Por eso, en muchas ocasiones, las víctimas del abuso sexual se quedan paralizadas, sin saber qué hacer, sobre todo si son menores de edad y más aún si la agresión proviene de alguien cercano, de quien debieran recibir cuidado y protección. Estas niñas, niños y adolescentes sienten que han sido violadas en su intimidad, en su integridad, pero no encuentran momentos o espacios para expresar lo que pasó o lo que sienten, no encuentran los interlocutores ni las palabras adecuadas. Las cosas se agravan para la persona agredida porque el abusador generalmente sabe o se va dando cuenta que a su víctima se le dificulta delatarlo y hace del abuso sexual una práctica recurrente que, con el paso del tiempo, se vuelve rutinaria: el abusador se acostumbra a abusar impunemente y la víctima a recibir el abuso sin denunciarlo. Esta reacción de silenciar el abuso ocurre debido a la incapacidad de la persona de comprender el hecho en su cabal dimensión y a la manipulación de que son objeto: “generalmente el abuso sexual empieza cuando el o la menor no tienen la capacidad cognitiva ni verbal para explicarse a sí mismos lo que está pasando.”8 Tampoco saben qué hacer, se sienten culpables, tienen miedo, saben que algo “malo” está sucediendo, pero no saben que es un delito y un daño que los otros están cometiendo contra ellos, menos aún saben que es un derecho propio el velar por su integridad física y emocional. Ninguna niña ni adolescente puede percibirlo así, si los encargados por derecho y por moral de cuidarla y protegerla son justamente los que le están dañando. Mientras más cercana es la relación con el abusador mayor es la dificultad de la víctima de revelar la identidad.9 El impacto emocional que producen estos abusos sexuales, que generalmente ocurren dentro de los círculos más cercanos, es romper la liga de la confianza y la credibilidad en el mundo, a través del poder, la imposición, manipulación emocional y el miedo10 y mientras menos edad tengan las víctimas, como es el caso de niños y adolescentes, más devastadoras son las consecuencias. Hostigamiento sexual En cuanto a esta práctica, el mismo código señala que es un comportamiento que indica un asedio, acoso o solicitud de favores de naturaleza sexual para sí o para un tercero, valiéndose de su posición

8

9 10

Gonzáles Serratos, Ruth, “Psicoterapia de grupo vs. individual” en Torres Falcón, Marta, (comp.), Violencia contra las mujeres en contextos urbanos y rurales, El Colegio de México, México, 2004, p. 274. Ídem, p. 275. Íbidem.

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jerárquica derivada de cualquier relación docente, laboral, doméstica, o cualquier otra que indique subordinación.11 El hostigamiento entonces es una conducta permanente e insistente de persecución, incitación, insinuación, instigación que se caracteriza por realizarse con discreción, de manera directa o velada, verbal o con actitudes, y que afecta a la víctima en su intimidad, produce vergüenza, temor, inseguridad, por lo que no se atreve o se dificulta denunciar el hecho. Estos efectos son generalmente conocidos por el hostigador, quien está consciente de la posición de poder y superioridad que ejerce. Lo importante de destacar de esta situación es la necesidad de que la persona acosada posea información sobre esta práctica: que sepa que el hostigamiento sexual es un delito que atenta contra los derechos humanos, que puede ser denunciado y castigado, y esto le ayude a adquirir mayor seguridad para cambiar su actitud y denunciar el hecho. Violación La violación es “la forma más brutal y contundente de violencia sexual,”12 se considera una manifestación extrema de demostración de poder y de posibilidad de humillar a la víctima por parte del agresor. En el Decreto del Nuevo Código Penal para el D. F., la violación sexual se describe como la realización de cópula por medio de la violencia física o moral con persona de cualquier sexo. Se entiende por cópula, la introducción del pene en el cuerpo humano por vía vaginal, anal o bucal. Se considera violación, también, al que introduzca por vía vaginal o anal cualquier elemento, instrumento o cualquier parte del cuerpo humano, distinto al pene, por medio de la violencia física o moral.13 Violencia sexual en la escuela Cualquiera de estas formas de violencia se puede dar en el espacio escolar, como ya se ha mencionado, la ejercen las personas que tienen poder sobre otras que están en situación de debilidad o vulnerabilidad, puede ser de los maestros a los alumnos, de trabajadores de la escuela (personal de intendencia) hacia los alumnos, o de los alumnos a otros alumnos. También puede ser de directivos y maestros a las propias compañeras de trabajo. La agresión sexual dirigida del maestro al alumno puede expresarse con insinuaciones o presiones directas para algún tipo de intercambio sexual, ofrecer algo a cambio como subir calificaciones o no informar a la familia sobre algún hecho que implicaría sanciones o castigos, hasta el abuso, la violación o estupro (coito con persona entre 12 y 18 años obteniendo su consentimiento por seducción o engaño).14

11 12 13 14

Ídem, pp. 437, 440, 443. Torres, Falcón, Marta, La violencia en casa, Paidós, México, 2001, p. 33. Decreto del Nuevo Código Penal para el D. F., Cap. II, art. 174, julio 2002. Martínez Roaro, Marcela, Derechos y delitos sexuales y reproductivos, Porrúa, México, 2000, p. 454.

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Otras formas de violencia Otras formas de violencia que se dirigen casi exclusivamente contra las mujeres, se refiere a gestos y actitudes lascivas, así como frases que hacen alusión a partes del cuerpo, rozamientos y tocamientos deliberados que obligan a la mujer a andar cuidándose y a la defensiva, sobre todo en aglomeraciones, transporte público como metro o autobuses. También hay piropos que pueden perturbar a una chica, sobre todo si provienen de jóvenes mayores que ellas o de adultos. Conocimiento necesario Una función fundamental del personal docente es hacer del conocimiento de los y las adolescentes que éstas son formas de agresión sexual que deben revelar a maestros y autoridades y éstos tomar medidas para sancionar esos actos y sobre todo brindar información y fomentar valores para evitar que se sigan cometiendo. Si se trata de formas más agresivas como el abuso, hostigamiento o violación, que constituyen un delito penado por la ley es necesario denunciarlo en las instancias judiciales que correspondan y el personal docente y autoridades de la escuela apoyar y orientar a la agraviada (o agraviado si es el caso). Siempre hay que tener presente que los efectos de una agresión sexual dejan un daño emocional imborrable.

3. Aborto Reflexión y respeto El aborto se puede analizar desde los puntos de vista filosófico, ético, psicológico, médico, económico, familiar o social. Abordar este tema pide seriedad, prudencia, serenidad, compromiso, y responsabilidad. Aclarando conceptos La composición misma del término nos sugiere una idea negativa: el prefijo “ab” habla de ausencia, ablación, extracción, separación. La raíz indogermánica “or” remite a los verbos iluminar, aparecer, surgir, alumbrar. El participio pasivo, con el grafismo “t”, pone frente al hecho consumado. Así, aborto es sinónimo de fracaso, malogro, frustración. Significado Se habla de un aborto cuando, por una u otra razón, se interrumpe el curso de un embarazo. Desde el punto de vista médico el aborto se define como la terminación del embarazo, en una fecha cualquiera antes de que el producto de la concepción sea viable, es decir, que se encuentre en condiciones de sobrevivir. La mayoría de los autores consideran que un aborto es cuando el producto de la concepción pesa menos de 500 gramos o tiene menos de 20 semanas de embarazo.15

15

SSA, Norma Oficial Mexicana para la Atención de la Mujer durante el Embarazo, Parto y Puerperio y del Recién Nacido, México, 1995, p.18.

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Aborto espontáneo Existen abortos que se conocen como espontáneos y, en ellos, la interrupción del embarazo ocurre por razones diversas, naturales, no intencionadas, puede ser porque fallan los niveles hormonales, por accidentes, por enfermedades. En este caso se necesita acudir de manera inmediata a una clínica o centro de salud para recibir atención en condiciones de higiene, porque el aborto pone a las mujeres en una situación de salud de elevada fragilidad, con alto riesgo de infecciones y hemorragias que si no se atienden de manera profesional, pueden volverse incontrolables. Aborto inducido Existen abortos que se conocen como inducidos o provocados y, en ellos, la interrupción del embarazo ocurre por decisión propia y no por causas naturales. Este tipo de aborto es ilegal y por ello se realiza de manera clandestina. La mayoría de las mujeres que recurren a esta práctica, lo hacen en condiciones insalubres y por personal no calificado, lo que puede provocar perforaciones de útero, hemorragias e infecciones que pueden llevar desde la esterilidad hasta la muerte. Las mujeres que se presentan en el sector salud por complicaciones de aborto son generalmente abortos inducidos realizados en malas condiciones. Palabra fantasma No es raro que los docentes tengan que afrontar y hacer comentarios sobre este espinoso tema, cuyo carácter controversial, lo que nadie duda, no es impedimento para dejar de tratarlo. Hay que reconocer que la misma palabra aborto (referido al inducido) suscita intriga, sospecha, discusión, dudas, recelos, conflicto, cuestionamientos. A muchos incomoda. A otros les plantea disyuntivas que van a lo más profundo de la estructura de uno mismo, o porque se confronta con creencias adoptadas, o porque cuestiona sobre el punto de vista que cada quien tiene sobre la vida misma, sobre la existencia, la supervivencia y consistencia de la persona. Por lo mismo, una gran mayoría prefiere evitar su confrontación. Su simple abordaje coloca al individuo frente a dilemas intrincados y de difícil solución. En fin, si se presta atención al fenómeno en su conjunto, ningún otro hecho tan vital o vivencial como el aborto hace emerger tantas interrogantes, dudas, desconcierto. Para afirmarlo bastan los testimonios, los sondeos y las encuestas. No cabe la menor duda que nadie, en su sano juicio, decide un embarazo para abortar, ésta es una decisión extrema, dura y difícil para cualquier mujer. Controversia de nunca acabar Este tema a nadie deja indiferente, surge de manera natural el cuestionamiento moral. De alguna manera implica a todos. En la docencia activa y sin proponérselo expresamente, el maestro y la maestra más de una vez se encontrará en medio de este debate con sus alumnos. Lo importante es abordarlo con tranquilidad y tolerancia.

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El término tolerancia no debe ser entendido en su acepción pobre y recatada, como si se dijera hay que tener paciencia, aguantar, sino en su acepción positiva y propositiva de dialogar con amplitud y franqueza, sin dejar vacíos y lagunas... Los alumnos merecen información completa y objetiva sobre el tema. En el caso del aborto, las personas, sociedades y países tienen sus propios puntos de vista al respecto y su propia legislación. En el caso de nuestro país, el aborto es un problema ético y moral pero también social y de salud pública. De ahí que lo que se sugiere es que los maestros y las maestras les hagan ver a sus alumnos/as todas las consecuencias e implicaciones morales, emocionales, legales y de salud que esta práctica conlleva. El aborto16 El aborto es un problema complejo y delicado, con múltiples aristas y profundas ramificaciones. La política de población, en concordancia con el marco jurídico vigente, no acepta o promueve el aborto inducido como un método de planificación familiar. Por las repercusiones que tiene para la salud materna, el aborto se considera como un problema social y de salud pública de alta prioridad. El carácter delictivo del aborto inducido propicia su clandestinidad y a menudo favorece su realización en condiciones inseguras y faltas de higiene, así como precarias de asistencia facultativa. Basta señalar que las complicaciones derivadas de esta práctica constituyeron en 1998 la cuarta causa de muerte asociada al embarazo, lo que entraña un alto costo en vidas humanas. En virtud de que el aborto inducido con frecuencia es el resultado de embarazos no planeados, su prevención constituye una de las principales prioridades en materia de política de población y salud reproductiva. De hecho, en México y en muchos otros países se ha observado que, a medida que los programas de planificación familiar incrementan la cobertura y la calidad de los servicios, tienden a reducirse de manera significativa los ingresos hospitalarios por aborto, así como sus complicaciones. La prevención de los embarazos no planeados y, en consecuencia, del aborto, exige extender y mejorar la educación sexual en todos los niveles del sistema educativo; ampliar la información y los servicios de orientación y consejería sobre planificación familiar y salud reproductiva; y poner al alcance de la población que lo requiera métodos de regulación de la fecundidad apropiados a las necesidades y características de las personas, cuya prescripción debe llevarse a cabo en concordancia con los lineamientos indicados por la Norma Oficial Mexicana de los Servicios de Planificación Familiar. A pesar de que se reconoce que la información sobre el aborto en México no permite obtener una estimación precisa sobre su incidencia, se calcula que ha venido descendiendo de 230 mil abortos anuales, durante el periodo 1985-1987 a 220 mil entre 1990-1992 y 196 mil para el periodo 1995-1997. A partir de las encuestas disponibles y con base en el modelo de Bongaarts, se estima que en 1995 ocurrieron alrededor de 110 mil abortos inducidos en el país y cerca de 102 mil en 1997.

16

CONAPO,

Programa Nacional de Población 2001-2006, México, 2001, p. 79.

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El porcentaje de mujeres que declara haber tenido por lo menos un aborto muestra una tendencia decreciente en el tiempo, al pasar de 22.7 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años de edad alguna vez embarazadas en 1987 a 19.6 en 1992 y a 19 por ciento en 1997. Las entidades con los porcentajes más altos de mujeres en edad fértil alguna vez embarazadas que han experimentado al menos un aborto son Jalisco (25%), Aguascalientes (24%), Michoacán (24%), Yucatán (24%) y Tamaulipas (22%) En contraparte, los estados con la menor proporción son Oaxaca (12%), Chiapas (14%), Hidalgo (15%) y Baja California (15%).

Penalización De acuerdo con la legislación actual, el aborto inducido constituye un delito penal y no se acepta ni se promueve bajo ninguna circunstancia como método de planificación familiar. Existe una causa por la que las legislaciones de todos los estados de la República Mexicana no sancionan el aborto inducido, esta es cuando el embarazo es el producto de una violación sexual. También existen otras causas que vuelven no punible este tipo de aborto. De acuerdo con las legislaciones estatales encontramos lo siguiente:17 •

• •

Los códigos penales de trece entidades federativas (Baja California Sur, Coahuila, Colima, Chiapas, Distrito Federal, Guerrero, México, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán) lo permiten cuando el producto presenta trastornos genéticos o congénitos. Todas las entidades federativas excepto Nuevo León y Tabasco no sancionan el aborto cuando es causado por un acto accidental o culposo de la madre. En diez entidades (Baja California, Baja California Sur, Colima, Chihuahua, Distrito Federal, Guerrero, Morelos, San Luis Potosí, Tabasco y Veracruz) lo permiten cuando el embarazo es producto de una inseminación artificial no consentida. En 27 estados (a excepción del Distrito Federal, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo y Querétaro) no se sanciona el aborto inducido cuando existe peligro de muerte de la madre. Nueve entidades federativas (Distrito Federal, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Tamaulipas, Tlaxcala, y Zacatecas) no lo sancionan cuando el embarazo representa grave daño a la salud de la madre. Finalmente, el estado de Yucatán no lo sanciona cuando la mujer embarazada tiene al menos tres hijos y no puede sostener económicamente a otro hijo más.

Mis creencias Si en algún momento se debe manifestar el punto de vista o creencias propias, es importante advertir que se trata de una perspectiva personal. Como docentes se tiene el deber y la misión de hablar con objetividad e incidir positivamente sobre los comportamientos de los alumnos y las alumnas a través de brindar información objetiva, amplia y oportuna sobre las posibles consecuencias de las relacio17

La legislación sobre el tema no es permanente, está sujeta a cambios en cualquier momento por lo que es necesario la actualización periódica.

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nes sexuales y sobre las implicaciones de un aborto, para que ambos, hombre y mujer, aprendan a actuar con responsabilidad y evitar así llegar a situaciones extremas que pongan en riesgo la salud física y emocional de ella, al verse orillada a recurrir a esta práctica.

4. Adicciones Tener una adicción significa necesitar algo de manera regular para intentar sentirse bien, “estar feliz”, para que el cuerpo funcione, para trabajar, jugar o sostener relaciones personales. Ser adicto significa depender de algo sin tener un control voluntario sobre esa dependencia. Dependencia Cuando una persona es adicta, su vida, bienestar, salud y acciones mismas dependen de algo que, de tanto ser usado, se ha convertido en parte orgánica de su cuerpo, mente, espíritu y voluntad. Con excepción de la dependencia vertiginosa que causan algunas drogas nuevas como el éxtasis, la adicción no es un asunto que ocurre de manera instantánea, se desarrolla paulatinamente, a partir de un consumo cada vez más constante y repetido. Las personas pueden tener diferentes adicciones, a los refrescos, al chocolate, al café, al tabaco, a la televisión, al dinero, al poder, al alcohol, a la violencia, a los estupefacientes, a la fama o a otras cosas. Cuando se tiene una adicción se pierde la autonomía y, con frecuencia, además de depender de una situación y de un producto, se depende de la persona que lo suministra. Los adolescentes y las adicciones Los adolescentes se pueden ver envueltos en diversas formas de adicción, entre ellas el tabaco, alcohol y otras drogas como los estupefacientes y las inhalables. Las característica propias de esta etapa de la vida, hace que se sientan indestructibles e inmunes contra los problemas que otros pueden experimentar y no midan las consecuencias de sus actos. El uso de drogas en los adolescentes está asociado, por un lado, a la necesidad de probar cosas nuevas, a la curiosidad, para sentirse bien, reducir el estrés, ser aceptados por el grupo. Y, por otro, a la depresión, problemas familiares, escolares, poco amor propio, baja autoestima, soledad y la poca o nula aceptación del grupo.

4.1 Adolescencia y tabaco Según la Encuesta Nacional de Adicciones 1998, el consumo de tabaco en adolescentes se ha incrementado y la edad de inicio disminuido a doce años de edad. El diez por ciento de las personas de estas edades fuma. La lista de enfermedades asociadas al cigarro es innumerable, pero como sus efectos en la salud son a mediano y largo plazo, los adolescentes en general le restan importancia.

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Existen 14 millones de fumadores de los cuales más de 70 por ciento inició antes de los 14 años, y el universo de fumadores involuntarios o pasivos asciende a 48 millones de personas, las cuales están expuestas al humo de los que fuman, de manera que inhalan los contaminantes producidos por la combustión de productos del tabaco. Están expuestos a cantidades variables de monóxido de carbono, nicotina y muchas partículas que exceden los límites permitidos de 10 µm).18

4.2 Adolescencia y alcohol El alcohol es la droga que más se consume en todo el mundo y su inicio es cada vez a edades más tempranas. El alcoholismo es una enfermedad progresiva, incurable y de graves consecuencias para la salud física, psicológica y social. Hay una clara tendencia al incremento en el consumo de alcohol en las mujeres, y aunque su número es inferior al de los hombres, el sector salud reportó que ellas consumen mayores cantidades que ellos.19

Consumo de alcohol, un camino equivocado • •

El número de personas entre 12 y 65 años de edad que consume alcohol es de más de 32 millones.20 El consumo de alcohol está asociado con muertes por accidentes, violencia y abuso. El promedio de edad en que se inicia el uso de esta droga ha disminuido a los 12 años de edad.21 En las áreas urbanas, el consumo de alcohol asciende a 35 por ciento en los hombres y 25 por ciento en las mujeres. Mientras que las zonas rurales disminuye a 18 en los varones y a 9.9 en las mujeres.22 El consumo de alcohol entre los jóvenes de 12 a 17 años es de 25.7 por ciento y aunque éste ha sido un problema predominantemente masculino (30.6%), los datos actuales indican que las mujeres están alcanzando niveles similares al de los hombres (20.9%).23 Los adolescentes entre 12 y 17 años que consumen alcohol, 10.5 por ciento de los hombres y 4.1 por ciento de las mujeres llegan a la ebriedad por lo menos una vez al mes.24

La mujer y el alcohol Si se aplica el análisis de género, la mujer bebedora presenta una mayor vulnerabilidad, por un lado, porque es objeto de mayor rechazo social, el efecto desinhibidor del alcohol la hace tener relaciones sexuales más fácilmente, lo cual la pone en mayor riesgo de contraer una infección de transmi18

19

20 21 22 23 24

Tovar Guzmán, Víctor y Francisco J. López Antuñano, “Fumadores involuntarios: exposición pasiva al humo del tabaco” en Revista del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, vol. 13, núm. 4, p. 233, octubre-diciembre 2000. SEDESOL, SEP, SSA, Un México apropiado para la infancia y la adolescencia. Programa de Acción 2002-2010. México, 2001, p. 26. Ídem. SEP, Orígenes y efectos de las adicciones, Addictus, México, 1997, p. 213. Ídem. SSA, Salud: México 2003. Información para la rendición de cuentas, México, 2003, p. 74. Ídem.

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sión sexual o de quedar embarazada, además de que fácilmente puede ser tachada de promiscua; y, por el otro, los programas de atención y prevención, hasta hace muy poco estaban dirigidos a los hombres.

4.3 Adolescencia y drogas Alrededor de cuatro por ciento de adolescentes entre 12 y 17 años de edad ha probado la droga alguna vez en su vida, las usadas más frecuentemente son los inhalantes y la marihuana, en menor proporción la cocaína y las pastillas psicotrópicas.25 En general, en este tipo de adicciones se sufre una doble dependencia: del producto y de quien lo distribuye. Por un lado, las personas pueden resolver su adicción al producto pero, de inmediato, el proveedor reclama su oportunidad de venta y hace lo posible por recuperar al cliente para regresarlo a su antigua condición de dependencia. Esto es particularmente cierto en el caso de los estupefacientes, en el que los vendedores literalmente acorralan a los consumidores sin importarles los métodos que necesiten usar y al margen de la ley y de los derechos humanos. Trastornos Las drogas, con frecuencia convierten a las personas en seres cerrados a los otros, ciegos a sus deseos y necesidades, determinados a mantener por cualquier medio la satisfacción que su adicción les produce. Las drogas trastornan la biología y la química del cuerpo y, en consecuencia, trastornan la conducta y pueden causar daños de todo tipo, particularmente daños cerebrales. Los trastornos pueden producir enfermedades crónicas y daños irreversibles, entre otras consecuencias puede haber trastornos hepáticos, amnesia, disfunciones sexuales, pérdida de la conciencia, agresividad incontrolable, depresión profunda y hasta la muerte. Las adicciones son una conducta de riesgo que potencializa la probabilidad de relaciones sexuales precoces, de intercambiar droga por sexo, de un resquebrajamiento emocional, un rechazo social, y aumenta cinco veces más el riesgo de presentar conductas suicidas. Inducción Las estadísticas revelan que, en muchos casos, las adicciones se adquieren durante etapas de crisis afectivas, espirituales, laborales, económicas u otras, debido a que éstas permiten al adicto trasladar su problema, colocarlo en otro punto y fingir que lo resuelve. Pero independientemente de esas causas personales, las estadísticas muestran cómo el problema se agrava por la inducción al consumo que hacen los vendedores de drogas prácticamente en la puerta de la escuela, manipulando y utilizando todos los recursos posibles de persuasión.

25

Ídem, p. 59.

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Ayuda especializada Es importante tener conciencia de que ante un problema de adicción establecido, los amigos, la familia y los maestros, no bastan. Para apoyar a alguien que tiene una adicción es necesario recibir ayuda especializada. De ahí que a la escuela le corresponda canalizar a los adolescentes que se encuentran en esa situación, a los centros de salud y otras instituciones especializadas.

5. Prostitución La prostitución es una actividad histórica, organizada, con fines lucrativos, que consiste en una práctica de relación sexual mercantilizada, continua, con diversidad de clientes y carente de afecto, en la que intervienen por lo menos tres implicados: 1) el cliente, 2) el enganchador, proxeneta (padrote) y toda la organización empresarial a la que éste pertenece y 3) la prostituta.26 Junto a la prostitución tradicional que ejercen las prostitutas en la calle, en burdeles, a través de bares, centros de masaje, baños de vapor, etcétera, que se da en México y en todo el mundo, han ido apareciendo nuevas formas, actualmente tiende a ser más diversificada, más móvil, más clandestina, organizada de una manera más sofisticada y cada vez más joven, es decir, con niñas, niños y adolescentes de menor edad. Quiénes son las personas que se prostituyen Las mujeres pobres y sin educación han sido tradicionalmente las personas que mayoritariamente se prostituyen, pero cada día lo hacen más mujeres de todos los estratos sociales. Hay mujeres de estratos medios que lo hacen de manera ocasional para obtener un sobresueldo, y que resulta difícil de identificar, y es más común la prostitución de adolescentes que deambulan por las calles. Desde hace algunos años, va en aumento la prostitución masculina homosexual, que se practica en todos los niveles sociales y es tan estigmatizada como la femenina. Por lo general, tiende a durar menos tiempo que la femenina y dada la persecución moral y hasta física de que son objeto los homosexuales, permite encubrir también muchas formas de agresión y chantaje. Algunos empiezan muy jóvenes, incluso antes de que tengan definida su identidad sexual, arrastrados a la homosexualidad por otros mayores que ellos. La prostitución infantil constituye en estos momentos un fenómeno que ha alcanzado proporciones alarmantes en el mundo. Los niños y las niñas en la calle y de la calle, los que se han fugado de la casa, los niños robados, son explotados cada vez más desde edades muy tempranas. Se dice que hay por lo menos tres millones de niños ligados a la prostitución y a la pornografía en el mundo.27

26

27

Gomezjara, Francisco et al., Sociología de la prostitución, Nueva Sociología, México, 1978, p. 39 y Legardinier, Claudine. La prostitución. Editorial Paradigma, Madrid, 1997. Legardinier op. cit. p. 24.

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La explotación sexual, una herida sangrante •

En relación con la explotación sexual de menores, aunque es muy difícil contar con datos confiables, se ha calculado que hay en nuestro país aproximadamente 16 mil niñas y niños que están en las redes del comercio sexual.28 Las ciudades donde se presenta mayormente la explotación sexual infantil son: Puerto Vallarta, Cancún, Acapulco, Cuernavaca, Distrito Federal, la zona conurbada del estado de México y las ciudades fronterizas del norte y sur del país. Los menores que sufren este tipo de explotación provienen mayoritariamente de Chiapas, Veracruz, Hidalgo, Puebla, Guerrero, Tlaxcala, estado de México y algunos países de Centroamérica.29 Un cálculo reciente señala que las ganancias que arroja el tráfico ilegal de mujeres y niñas para el comercio sexual en el mundo, se estima en siete billones de dólares al año.30

Principales causas Las prostitutas de estratos sociales marginados que adornan los barrios bajos de las ciudades o viven en zonas de tolerancia, explícitas o de hecho, emergen de la miseria, la ignorancia y el desempleo, es la falta de dinero para las cosas más básicas lo que las orilla a esta actividad. En cambio, la inclusión de las que provienen de niveles medios y altos, está ligada también al dinero, pero para satisfacer las necesidades de consumo que promueve la publicidad y elevan el estatus, así como también a otros factores sociales y psicológicos, que configuran el cuadro total que hace expedito el camino a la prostitución. El dinero, elevado al grado de valor supremo, frente a carencias afectivas y materiales de hombres y mujeres de cualquier edad, es una motivación poderosa para introducirse al mundo de la prostitución. La prostitución en adolescentes y jóvenes está asociada a la soledad, la violencia familiar, el abuso sexual, el fracaso escolar, la descalificación, situaciones todas que generan sentimientos de desprecio por sí mismos y culpabilidad. Los problemas anteriores pueden conducir a la drogadicción, y ésta produce un círculo donde la necesidad de conseguir dinero para satisfacer su dependencia conducen a la prostitución o los enganchadores y buscadores de prostitutas las hacen adictas para garantizar su permanencia mientras duren produciéndoles ganancias. El encuentro con un enganchador profesional, que son seres sin ningún escrúpulo, y los hay expertos en buscar chicas con historias dolorosas, es un detonante para caer en la prostitución.

28

29 30

UNICEF, Aprovecharse del abuso. Una investigación sobre la explotación sexual de nuestros niños y niñas, Nueva York, 2001, p. 7. DIF, UNICEF, CIESAS, Infancia robada. Niñas y niños víctimas de explotación sexual en México, 1999, p. 150. Íbidem.

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El turismo sexual es una de las grandes causas de la prostitución infantil. Los hombres que participan en esta actividad se ubican en tres categorías: los pedófilos, que buscan niños y niñas impúberes; los pederastas, que prefieren a los chicos varones entre 13 y 17 años; y el hombre heterosexual común, que busca niñas y adolescentes entre 12 y 15 años. Estos hombres, que se consideran normales a sí mismos, que se perciben además, como personas morales, y hacen bromas de sus gustos y preferencias, se permiten estos actos preferentemente en lugares ajenos a los suyos, donde no puedan ser identificados. Ideas en torno a la prostitución que hay que aclarar La prostitución existe y se ha extendido porque es un negocio que produce considerables ganancias y está en manos de empresarios sin escrúpulos, ligados al tráfico de personas y de drogas, es decir, al crimen organizado en todas sus formas. El gran mito en torno a la prostitución es que sea el “oficio más antiguo del mundo”, las culturas primitivas no la conocieron; en algunas de las grandes civilizaciones de la antigüedad, se ejerció y en otras no. Su aparición y su generalización a todo el mundo está asociada a las concentraciones urbanas, a una valoración social y cultural de la sexualidad vinculada con una percepción de la mujer como ser inferior al hombre en inteligencia, en espíritu, en necesidades afectivas, intelectuales, físicas y no digamos sexuales porque se la ha considerado un ser para proporcionar placer a otros, no para recibirlo. La existencia de la prostitución está ligada a una doble moral sexual, donde el valor de la mujer se asocia a sus comportamientos, sensaciones y sentimientos en torno a la sexualidad y que ha provocado que las mujeres se dividan en dos grupos las buenas: novias, esposas y madres, ajenas al placer erótico. Y las otras, las mujeres malas: amantes y prostitutas, capaces, ellas sí de sentir y proporcionar placer sexual. La prostituta, y los hombres o niños y niñas que se prostituyen, son las grandes víctimas de esta práctica, y el cliente, razón de ser de la prostitución, por quien existe toda una organización dirigida a satisfacer sus demandas sexuales, sigue siendo el gran ausente, jamás fichado, nunca molestado. Si se fuera objetivo en el análisis del fenómeno el cliente debiera considerarse el gran prostituido. Consecuencias o efectos de la prostitución Mientras exista la prostitución, la esencia misma de amor sexual, que es medio para comunicar afecto, ternura, canal de entrega recíproca, está distorsionado y corrompido. La prostitución atenta contra la dignidad de las personas que se ven implicadas en este acto: unas de ellas vendiendo y la otra comprando intimidad; ambas rebajando sus personas al carácter de simples objetos o instrumentos de operaciones mercantiles. La prostitución es fuente de disfunciones sexuales, ya que constituye el escenario de un aprendizaje y práctica sexual totalmente inadecuado, donde se aprende a disfrutar un placer sexual unilateral,

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vacío, sin entrega recíproca ni interés por el compañero, sin ternura, sin comunicación, sin solidaridad. Los adolescentes y jóvenes que se inician y recurren a esta práctica, van conformando así un concepto egoísta del goce sexual que obstaculizará, más tarde, su adaptación a una plena relación de pareja. La práctica de la prostitución produce un deterioro del estado general de las personas que ejercen este oficio: estrés, agresión, abortos inducidos, culpa, desprecio por sí mismos; infecciones de transmisión sexual y otras; propician el alcoholismo, la drogadicción, la autodestrucción paulatina y progresiva. Medidas preventivas Estar conscientes en la familia y en la escuela, que cualesquiera de nuestros hijos o alumnos pueden caer en manos de la prostitución, por lo tanto, es necesario proporcionar información objetiva sobre el funcionamiento de esta práctica (destacando la existencia de buscadores o enganchadores expertos) y los efectos devastadores que produce. Hacer ver a los alumnos y alumnas que la solución a los problemas y la satisfacción de carencias que creen que la prostitución puede resolver es una fantasía muy lejana a la realidad. Promover y formar valores que conserven la integridad y el respeto por la persona, por medio del ejemplo cotidiano y de la enseñanza deliberada a través del análisis de situaciones concretas.

6. Infecciones de transmisión sexual y VIH/SIDA Las ITS y el VIH/SIDA son infecciones causadas por gérmenes infecciosos o patógenos (bacterias, virus, protozoarios, hongos y ectoparásitos), que se transmiten fundamentalmente por vía sexual y que actualmente constituyen uno de los problemas más importantes de salud pública. Estas infecciones son varias y existen unas conocidas desde tiempos remotos y otras llamadas de nueva generación. A continuación se presentan las más importantes: Llamadas de nueva generación: • • • •

VIH/SIDA

Infecciones por clamydia Herpes genital Virus del papiloma humano

Enfermedades con gran aumento en su transmisión • • •

Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) Tricomoniasis Candidiasis

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Enfermedades clásicas • • •

Sífilis Gonorrea Chancro blando

Otras enfermedades • •

Pediculosis púbica (ladillas) Cistitis

Saber de las ITS y el VIH/SIDA es una necesidad vital porque son enfermedades que, por la gravedad de sus consecuencias y por el incremento tan acelerado que está teniendo la mayoría de ellas, deben conocerse para tomar medidas de protección y aprender a evitar su contagio. Adquirir cualquier ITS aumenta de cinco a diez veces el riesgo de contraer el VIH. Actualmente, la frecuencia de estas enfermedades es muy elevada y representan una de las diez primeras causas de morbilidad (enfermedad) y consulta médica. Se han incrementado en todos los grupos de edad, pero la incidencia anual de las ITS y VIH/SIDA en el grupo de 15 a 24 años presenta, en todos los casos, niveles muy superiores a los registrados para la población total. La tendencia de las ITS clásicas, como la sífilis y la gonorrea es descendente, a diferencia de las llamadas de nueva generación como el VIH, el herpes genital, el virus del papiloma humano, entre otras, cuya presencia ha aumentado significativamente. En el caso del SIDA, 79.1 por ciento de los casos corresponde al grupo de 15 a 44 años de edad.31

La sexualidad y la salud: un gran reto de nuestra época El VIH/SIDA en el mundo • •

• • •

31 32 33

El número total de personas que viven con el VIH ha continuado aumentando en todas las regiones del mundo salvo en el Caribe.32 Los casos estimadas de VIH/SIDA en el mundo señalan la existencia de 40.3 millones personas viviendo con VIH, de las cuales 38 millones son adultos de 15 años o más y 2.3 millones menores de 15 años. El SIDA ha cobrado la vida a más de 25 millones de personas desde que fue identificado por primera vez en 1981. En 2005 se produjeron otros cinco millones de nuevas infecciones. El Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia (UNICEF) señala que en todo el mundo, a finales de 2001 había más de 11.8 millones de jóvenes viviendo con el VIH, y que cada minuto, seis jóvenes menores de 25 años, se infectan con este virus.33

Epidemiología del VIH/SIDA en México en el año 2003, CENSIDA, 2003. ONUSIDA-OMS, Situación de la epidemia de SIDA, diciembre de 2005. UNICEF, Adolescencia. Una etapa fundamental, Nueva York, 2002, p. 23.

112


El VIH/SIDA en México •

Los casos de SIDA registrados desde que se identificó el primero en 1983 y hasta el 15 de noviembre de 2005, ascienden a 98 933, de los cuales, 83.3 por ciento se presenta en hombres adultos y 16.7 en mujeres, es decir, por cada caso presentado en mujeres hay alrededor cinco en hombres, y 2.4 por ciento son menores de 15 años.34 La forma de contagio es principalmente por contacto sexual (94.2%), de los cuales 44.4 por ciento lo adquiere por relaciones heterosexuales, 29.1 por relaciones homosexuales y 20.7 por relaciones bisexuales. En los últimos años, el contagio se ha incrementado en mujeres en edad reproductiva que mantienen relaciones con hombres bisexuales.35 La población de 15 a 19 años que reportó tener algún conocimiento sobre alguna forma de prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS) fue de 57 por ciento para mujeres y 67.4 para hombres.36

Las ITS en el país constituyen en la actualidad un problema de salud pública que requiere atención prioritaria.37 •

• •

La incidencia de la candidiasis urogenital y la tricomoniasis urogenital en la población de 15 a 24 años presentó niveles muy superiores a los registrados para la población total. La sífilis, el herpes genital y la gonorrea, en el grupo de 15 a 24 años, registraron cifras superiores al resto de la población, aunque presentan una situación estable. Las infecciones de nueva generación como la causada por el virus del papiloma humano, se ha incrementado considerablemente en los últimos años en el grupo de 15 a 24 años, al pasar de 1 961 casos registrados en 2000 a 3 748 en 2004.38

Consecuencias Es necesario saber de estas enfermedades porque sus consecuencias pueden ser muy graves, desde lesiones leves hasta la esterilidad y la muerte, y porque si se evitan las prácticas de riesgo es posible evitar su contagio. Estas enfermedades deben ser siempre tratadas por personal médico para tener un diagnóstico correcto y seguir el tratamiento adecuado. Prácticas de riesgo Son actividades o situaciones en las que existe la posibilidad de que se intercambien o compartan fluidos (líquidos) potencialmente infectantes (sangre, semen, secreciones vaginales, líquido preeyaculatorio, líquido amniótico [en el que se encuentra el feto], leche materna, saliva, entre otros), o se tenga contacto directo con lesiones como úlceras, chancro u otros. 34 35

36 37 38

Consejo Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA, El SIDA en cifras, México, 2005. Consejo Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA, El SIDA en México. Categorías de transmisión, México, 2005. Estimaciones de CONAPO a partir de la ENSA, 2000. CONAPO, Situación actual de los y las jóvenes de México. Diagnóstico sociodemográfico, México, 2000, p. 46. SSA, Anuarios de morbilidad. Sistema único de Información para la Vigilancia Epidemiológica, Dirección General de Epidemiología, 2000 y 2004.

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Forma de evitar riesgos Por las razones antes mencionadas es necesario que cuando se decida tener relaciones sexuales, éstas sean seguras. Para ello, lo primero que se requiere es conocer bien a la persona y que una vez que se inician se practique la fidelidad mutua. Sin embargo, si hay alguna duda lo mejor es evitar que haya penetración pene-vagina o ano, ni contacto de boca con genitales, por lo que no hay traspaso de secreciones sexuales y sangre. Práctica sexual protegida Es aquélla en la que se utiliza correctamente una barrera mecánica como el condón de látex (masculino) o de poliuretano (femenino), para evitar el intercambio de secreciones o sangre y donde no hay contacto de boca con genitales por lo que no hay traspaso de secreciones sexuales ni de sangre. Protección que brinda el condón El uso correcto del condón es altamente efectivo para prevenir la infección por VIH y puede reducir el riesgo de contraer gonorrea, clamydia y tricomonas. Sin embargo, los virus del herpes y del papiloma humano, y la sífilis en la segunda etapa se pueden contagiar por saliva y por contacto directo con las lesiones que se producen en la piel (verrugas, chancro sifilítico); hay casos como el de la pediculosis púbica que se puede contagiar por contacto directo con la piel e incluso por ropa contaminada. Medidas preventivas más importantes Las acciones preventivas son esencialmente las mismas para las ITS que para el VIH/SIDA puesto que ambas se transmiten principalmente a través de las relaciones sexuales, de tal manera que pueden mencionarse las siguientes: • • • • • •

Tener información general sobre estas enfermedades y sus consecuencias. Estar en conocimiento de las formas de contagio para evitar ponerlas en práctica. No tener relaciones sexuales (abstinencia sexual). Si se tienen relaciones, tenerlas con una persona a quien se conozca bien, que no esté infectada y con quien se practique la fidelidad mutua. Si se tienen relaciones sexuales, utilizar una barrera que impida el intercambio de fluidos como el condón masculino de látex y el femenino de poliuretano (sexo protegido). Recurrir al médico lo antes posible en caso de sospecha de padecer alguna de estas enfermedades.

Un comportamiento sexual seguro y responsable es: • • •

Utiliza correctamente el condón de látex (masculino) y el de poliuretano (femenino). Tener relaciones sexuales con la misma pareja. Suprimir la automedicación, es decir, no tomar medicamentos por cuenta propia o por consejo de amigos.

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• • • •

Acudir con personal médico ante cualquier sospecha (molestia o síntoma) de tener una de estas enfermedades. Tomar únicamente medicamentos recetados por personal médico, en las dosis señaladas y durante el tiempo indicado. Avisar al compañero o compañera sexual de cualquier sospecha de haberse infectado. Acudir a tratamiento ambos en caso de ser necesario

Personas más vulnerables de adquirir VIH o alguna ITS Estas personas son aquellos hombres y mujeres que tienen vida sexual activa y que, independientemente de su preferencia sexual (heterosexuales, homosexuales, bisexuales), realizan prácticas sexuales sin protección y tienen varios compañeros sexuales. Grupo vulnerable Los y las adolescentes constituyen un grupo vulnerable porque: • • • • •

En muchas ocasiones no cuentan con información veraz ni suficiente, ni con la orientación adecuada. En la mayoría de los casos no tienen conciencia de los riesgos que implica para su salud y su vida contraer VIH/SIDA o una ITS. Pueden ser objeto de violencia y abuso sexual. Es característica de estos grupos de edad sentirse más seguros e invulnerables ante el peligro en general. No todos se atrevan a pedir información.

Síntomas de contagio Una persona sabe si está contagiada de alguna ITS, porque generalmente se presenta, dependiendo de la enfermedad de que se trate, uno o más de los siguientes síntomas: flujo vaginal en la mujer y flujo uretral en los hombres, ardor o dolor al orinar, comezón en la región genital, vesículas con líquido (ampollas), úlceras, inflamación de los ganglios, entre otros. En el caso del SIDA, los síntomas que se presentan van desde fatiga persistente e inexplicable y diarrea crónica hasta diversas infecciones y enfermedades recurrentes. No obstante los síntomas mencionados, en algunos casos las ITS son asintomáticas (no presentan síntomas) y las personas no se dan cuenta que están infectadas; otras veces, aunque se presenten los síntomas las personas no acuden a consulta médica porque no los identifican como algo serio que debe ser tratado por un médico; y lo más grave es que a veces no recurren al médico porque les da pena o vergüenza. En el caso del VIH/SIDA, el virus puede estar en el cuerpo durante mucho tiempo sin presentar síntomas, es decir, sin desarrollar la enfermedad, lo mismo puede ocurrir con el virus del herpes y del papiloma humano, y las personas infectadas pueden ser portadoras asintomáticas.

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Portadores asintomáticos Se llaman así las personas que aunque no presentan los síntomas mencionados, están infectadas, es decir, portan en su organismo el germen que produce estas enfermedades, razón por la cual contagian a sus parejas sexuales sin saberlo.

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Introducción En esta unidad, se abordará un tema ineludible en la agenda de un curso sobre esta materia: el componente biológico de la sexualidad. Lo corpóreo, lo físico, lo fisiológico, lo visible, lo palpable es un ingrediente obligado. Nadie duda de la importancia de este aspecto. Más aún, por mucho tiempo prevaleció la idea de que la educación sexual consistía sobre todo en la información sobre temas biológicos,1 no obstante su importancia, debido a la amplitud y a la posibilidad de encontrar con extrema facilidad bibliografía sobre el tema, se abordará de una manera esquemática y general. La estatura, el rostro, el grupo sanguíneo, las señas particulares son un cúmulo de palabras que emergen de nuestra constitución física y que nombran partes de nuestro cuerpo que, a su vez, constituyen parte de nuestra identidad por las que nos pueden identificar. Si por el cuerpo nos identificamos, por él también nos distinguimos y nos distinguen los demás, nos convocan, nos saludan, nos separan, nos clasifican o nos discriminan, muchas veces o sobre todo, por los rasgos de nuestro cuerpo. Las palabras corporales Aunque nosotros hablamos y pronunciamos palabras utilizando los órganos apropiados para desarrollar el lenguaje (la boca, labios, lengua, laringe, faringe, pulmones, etc.), el resto de nuestro cuerpo acumula un universo casi infinito de expresiones. Diremos que el cuerpo tiene sus propias palabras. Más todavía, posee su propio lenguaje. Aunque silenciemos las palabras reales, esto es, no las pronunciemos, con nuestro cuerpo, y pese a nosotros mismos, seguimos hablando. En efecto, nuestro cuerpo nos delata, nos descubre. Es difícil ocultar lo que nuestro cuerpo pone a la vista de todo el mundo. A veces, las modas, las costumbres, las conveniencias e intereses nos pueden llevar a camuflar las “denuncias corpóreas.” Pero éstas siguen allí, inflexibles, y a veces crueles. No es raro que las personas se desgasten en simular lo que no les gusta de su cuerpo: si están gordos o flacos, si padecen de acné, si los senos o el pene son grandes o chicos..., y lleguen a intentar modificarlo a costa de su propia salud, dinero y sufrimiento. La conciencia corporal Con el conocimiento del cuerpo, el más completo y amplio que pudiéramos tener, es importante despertar la “conciencia corporal,”2 la cual nos lleva a percibir los cambios, a conocer sus potencialidades, sus debilidades y los cuidados que hay que tener para evitar alteraciones y enfermedades. Cuando existe algún problema, el cuerpo avisa, aparecen síntomas que hay que tener en cuenta, prestarles atención. Cuando no se sabe qué sucede y afloran las dudas, las angustias por no conocer

1 2

El programa de Biología de la Secundaria es la plataforma en la que se sustenta gran parte de esta unidad. Aguilar, José A., “Cuidemos nuestro cuerpo” en Antología de lecturas sobre sexualidad, mimeo, México, pp. 114-115.

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las causas de aquellas alteraciones, se hace imperioso el recurso del profesional, del especialista. Por lo general, esta conciencia nos lleva a demandar los servicios de salud. La conciencia de la fertilidad y el erotismo son una parte importante de la conciencia corporal. Con ella, además, se adquiere una clara noción de la propia capacidad reproductiva. Y esto, a su vez, tanto en la mujer como en el varón, hace emerger la importancia del deber ser de los comportamientos personales e interpersonales,3 por los efectos que puedan producir. Y además esta conciencia permite ver la importancia del dominio o manejo adecuado de los procesos o maneras de proteger el cuerpo y el espíritu propios y del compañero sexual. Por lo dicho hasta aquí, y con base en nuestra propia experiencia, podemos llegar a estas conclusiones: • • • •

el cuerpo está siempre alerta y comunica su estado debemos cuidarlo la historia personal queda grabada en él nuestras decisiones deben tener en cuenta nuestro cuerpo.

1. Anatomía y fisiología del aparato sexual o reproductor Los órganos de este aparato o sistema están situados unos dentro de la cavidad corporal y otros fuera de ella, y aunque todos pertenecen a un sistema único, los internos se asocian más a la procreación y los externos más a lo sexual o erótico. Los órganos sexuales son los que distinguen a los seres humanos en hombres y mujeres, son complementarios y a partir de la pubertad permiten la reproducción de la especie. Lo que es importante tener claro es que no se puede procrear sin sexo pero sí se puede tener sexo sin la intención de procrear. Función reproductiva La función reproductiva consiste en la capacidad que tiene el organismo de engendrar o concebir una nueva vida a través de la unión de un óvulo y un espermatozoide. Los seres humanos están físicamente maduros o aptos para procrear a partir de la pubertad, que es cuando los ovarios empiezan a liberar óvulos para ser fecundados, y los testículos a producir espermatozoides capaces de fecundar al óvulo. Esta función es eminentemente biológica. Función sexual La función sexual o erótica, a diferencia de la anterior, es emocional, física y afectiva. Consiste en la búsqueda de placer y disfrute a través del contacto físico, emocional y de la estimulación de las dife3

Sobre la “ética de la sexualidad”, puede ser de utilidad que se retomen aquí algunas nociones y criterios ya tratados con anterioridad en la Unidad 2, tema 8.

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rentes partes del cuerpo, incluidas las zonas más sensibles a la estimulación erótica, llamadas zonas erógenas. Esta función tiene un valor en sí misma independiente de la función reproductiva.

1.1 Órganos sexuales femeninos

Órganos externos Los distintos textos de Biología de la secundaria describen los órganos sexuales femeninos, algunos ligeramente, otros con mayor precisión y amplitud. Será de suma utilidad realizar un somero análisis de los textos disponibles que contemplan la currícula.4 En la vulva se ubican los órganos sexuales femeninos externos que son el monte de Venus, los labios mayores y menores, el clítoris, el meato urinario y el orificio vaginal. •

• •

El monte de Venus también conocido como monte púbico está situado precisamente en el punto inferior del abdomen. Es un abultamiento suave y grasoso que, a partir de la pubertad, se cubre de vello y se distribuye en forma de triángulo. Los labios mayores están formados por piel oscura muy sensible, que forma dos pliegues. En los labios mayores existen glándulas sebáceas. Los labios menores cierran la entrada a la vagina. Como consecuencia de la estimulación sexual, estos labios que son sumamente sensibles aumentan ligeramente su tamaño. El clítoris se localiza en la parte superior del punto de unión de los labios menores. Contiene gran cantidad de terminaciones nerviosas, por lo que es particularmente sensible. Juega un importante papel durante la excitación sexual y el orgasmo. El orificio vaginal es la entrada de la vagina, está cubierto por una membrana delgada llamada himen que tiene uno o varios orificios que permiten la salida de la menstruación. Éste se rompe durante el coito o accidentalmente. Hay mujeres que nacen sin himen. Desde el punto de vista biológico no tiene función conocida.

Órganos internos Los órganos internos se encuentran dentro de la pelvis y son los ovarios, las trompas de Falopio o tubas uterinas, el útero y la vagina. •

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Los ovarios son dos órganos ovalados pequeños, en forma de almendra, que se encuentran uno a cada lado del útero o matriz, ahí se albergan los óvulos. Los ovarios tienen dos funciones básicas: a) propiciar la maduración de los óvulos, misma que culmina con la ovulación, b) producir las hormonas femeninas (estrógeno y progesterona). Las trompas de Falopio son dos conductos delgados que comunican al ovario con el útero. Ellas son las encargadas de recibir al óvulo maduro y de conducirlo hasta el útero.

En el programa de estudio de Biología sobre el tema Reproducción Humana, están indicados estos apartados: Sistema reproductor femenino y masculino, Caracteres sexuales primarios y secundarios, Madurez sexual, Órganos sexuales y sus funciones generales.

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Es en algún punto de este camino en donde ocurre la fecundación si el óvulo se encuentra con algún espermatozoide. El útero es un órgano hueco de paredes musculares, tiene forma de pera invertida, su capa interna llamada endometrio tiene una importante red de vasos sanguíneos. En su cavidad crece y se desarrolla el óvulo fecundado. Por su parte inferior, a través del cuello o cérvix se comunica con la vagina y por su parte superior con las tubas uterinas o trompas de Falopio. La vagina es el conducto que comunica la vulva con el útero. Es un órgano rugoso y elástico formado por diversas capas musculares. Por esta cualidad, la vagina puede albergar un pene de cualquier tamaño y puede dar paso a una cabeza de bebé. Por ella pasa el fluido menstrual que viene del endometrio y los espermatozoides que se depositan en ella durante el coito, en su camino hacia las trompas de Falopio.

1.2 Órganos sexuales masculinos

Órganos externos

Pene El pene es el órgano masculino de la copulación. Está formado de tres partes: raíz, cuerpo y glande, éste último se encuentra cubierto por una piel fina llamada prepucio. El cuerpo del pene está compuesto por tres tubos o cuerpos cilíndricos de tejido esponjoso. Dos de ellos se llaman cuerpos cavernosos y el tercero cuerpo esponjoso. Durante la excitación sexual se llenan de sangre, provocando la erección y aumentando su tamaño y consistencia. A través del pene corre un conducto llamado uretra que transporta la orina y el semen hacia el exterior. Circuncisión e higiene La circuncisión es una pequeña operación que consiste en extirpar la piel del prepucio cuando éste no se retrae fácilmente para dejarlo descubierto. En ocasiones esta retracción resulta dolorosa y dificulta su limpieza, lo que puede provocar infecciones, de ahí que en estos casos sea necesario realizar la operación. También se practica por razones religiosas y culturales. Escroto El escroto es una bolsa de piel oscura que, a partir de la pubertad, se cubre de vello. Está localizado en la base del pene, tiene dos espacios diferentes y en cada uno se alberga uno de los dos testículos. Placer y cultura En nuestras culturas, se hace un gran alarde relacionado con los penes más grandes y, con frecuencia, quienes tienen penes de menor tamaño sufren burlas y críticas sociales. Sin embargo, el tamaño del pene no determina ni el atractivo ni la potencia sexual. Tampoco determina el placer que pueda sentir y dar un hombre. 122


Como ya se vio en la Unidad 2, la sexualidad es un asunto complejo en el que confluyen los aspectos biológicos, culturales, sociales y psicológicos, por ello, además de los órganos sexuales está involucrada la piel completa, el sudor, el olor, las miradas, el ritmo, el tiempo, el afecto, la confianza, lo que consideramos bueno o malo. Órganos internos Los órganos sexuales internos son los testículos, el sistema de conductos (epidídimos, conductos deferentes, conducto eyaculador y uretra) y los órganos anexos o accesorios (próstata, vesículas seminales y glándulas bulbouretrales). Testículos Los testículos se forman y desarrollan en el abdomen del feto. Un poco antes del nacimiento descienden hasta albergarse en el interior del escroto. Están formados por un complejo sistema de tubos que se organizan y se albergan en pequeñas bolsas conocidas también como lóbulos. Los testículos tienen dos funciones básicas: a) la producción de espermatozoides (que ocurre en los tubos seminíferos) y b) la producción de hormonas masculinas (conocidas como andrógenos), entre las que sobresale la testosterona. Sistema de conductos Este sistema está formado por el epidídimo, conducto deferente, conducto eyaculador y uretra. El epidídimo se encuentra enrollado sobre el testículo y su prolongación hacia la cavidad abdominal se denomina conducto deferente, se une a la vesícula seminal y forma el conducto eyaculador que penetra a la próstata en donde se une a la uretra para expulsar el semen al exterior en el momento de la eyaculación. Su función es ser la vía de transporte de los espermatozoides y del líquido que segregan las glándulas, hacia el exterior. Órganos anexos o accesorios Están compuestos por la próstata, las vesículas seminales y las glándulas bulbouretrales. La próstata es una glándula que se localiza por debajo y al frente de la vejiga. Produce un líquido claro y lechoso que nutre a los espermatozoides. Las vesículas seminales son dos pequeñas bolsitas colocadas a los lados de la vejiga que desembocan en el conducto deferente. Las secreciones de ambos órganos nutren a los espermatozoides y junto con éstos forman el semen. La secreción de las glándulas bulbouretrales (localizadas inmediatamente después de la próstata), ocurre durante la excitación sexual y antecede a la eyaculación. Esta secreción limpia la uretra de restos de orina y, el ambiente ácido (inconveniente para los espermatozoides), se transforma en alcalino para que a su paso los espermatozoides no sufran ningún efecto.

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2. Fecundación y embarazo 2.1 Fertilidad La fertilidad es la capacidad que tenemos las personas de concebir, gestar y tener hijos. Esta capacidad se inicia como consecuencia de la pubertad, durante la adolescencia. Generalmente, somos fértiles desde el momento en que aparece la ovulación en las mujeres y la eyaculación en los hombres. Ser fértil quiere decir, para los hombres, tener la capacidad de fecundar un óvulo femenino y, para las mujeres, tener la capacidad de producir óvulos fecundables, concebir y tener hijos. Vida fértil En nuestro curso de vida tenemos un largo periodo de fertilidad que, en las mujeres suele durar entre 35 y 40 años y en los varones 50, 60 años o más pero, a lo largo de todo ese tiempo, las personas tienen los hijos que quieren tener, gracias a la planificación familiar que, en términos muy generales, busca que las personas tengan los hijos deseados y en el momento apropiado.

2.2 Infertilidad La infertilidad es la incapacidad, de tener hijos. Una pareja es considerada infértil cuando después de un año de relaciones sexuales frecuentes, no protegidas, no logra concebir. Si se desea tener un hijo, el hombre y la mujer, deben acudir al médico, pues la causa puede estar en ambos. Las causas principales de infertilidad femenina son las dificultades en la ovulación (no ovular o poca frecuencia en la ovulación), oclusión de las tubas uterinas o trompas de Falopio, endometriosis. La falta de ovulación se puede deber a problemas en los ovarios por desequilibrio hormonal, alguna enfermedad crónica o mala nutrición, y los problemas de las trompas generalmente se deben a ITS. Las causas principales de infertilidad masculina son los problemas en los testículos debido a ITS, secuelas de parotiditis (paperas) y golpes en los testículos. Además, se puede deber a problemas genéticos, baja calidad del semen y eyaculación retrógrada (cuando el semen, en vez de salir por la uretra, se proyecta hacia la vejiga). La calidad del semen puede disminuir por el uso de drogas (alcohol, marihuana, cocaína), infecciones o enfermedades, anormalidades cromosómicas, y otras.

2.3 Fecundación La fecundación ocurre en la tuba uterina o trompa de Falopio cuando un espermatozoide penetra al interior de un óvulo, el óvulo y el espermatozoide se unen para formar una nueva célula. Esta célula germinativa fecundada —si encuentra las condiciones ideales de protección, nutrición, acidez y temperatura adecuadas— tiene la capacidad de iniciar una serie inmensa de divisiones y

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de especializaciones que formarán tejidos, órganos y sistemas que darán origen —al cabo de aproximadamente nueve meses— a un nuevo ser humano. Condiciones para la fecundación Para que exista una fecundación se necesita que: • • • • •

Un hombre y una mujer tengan una relación sexual coital sin protección anticonceptiva. Durante la relación el hombre eyacule dentro de la vagina, o incluso fuera de ella, porque el espermatozoide siempre toma su camino hacia el útero. La eyaculación ocurra durante los días en los que el óvulo de la mujer está maduro. Los espermatozoides tengan la capacidad de avanzar a través del útero y hacia las tubas uterinas o trompas en busca del óvulo maduro. Uno de los espermatozoides penetre al interior del óvulo y se una a él, es decir, que lo fecunde.

2.4 Embarazo El embarazo es el paso que sigue a la fecundación. Ocurre cuando la nueva célula reproductiva (el óvulo fecundado por el espermatozoide) llega hasta el útero de la mujer y se implanta en su pared interna o endometrio, es decir, se anida para continuar su proceso de crecimiento y desarrollo, que culminará con el nacimiento de una nueva persona. Cuando un óvulo llega al útero sin haber sido fecundado, no puede anidarse, entonces sale a través del sangrado uterino (regla o menstruación). Esta sangre contiene al endometrio que se había preparado para recibir al óvulo, si éste hubiera sido fecundado. Síntomas de embarazo Cuando el óvulo fecundado se implanta en el endometrio, éste no se desprende y, por lo tanto, la mujer no presenta menstruación. Así que la ausencia de fluido menstrual puede ser un indicador de embarazo. Otros signos que lo anuncian son el endurecimiento del busto que aumenta de tamaño y se vuelve más sensible, o la aparición de vómitos y sensaciones de náusea. Para tener certeza, es mejor realizar, en un laboratorio especializado, pruebas de orina que indican la presencia de hormonas conocidas como hormonas del embarazo. Atención médica Una vez confirmado el embarazo, la mujer, de preferencia acompañada de su pareja, deberá acudir mes a mes, a una clínica o centro de salud para llevar el control del embarazo y detectar cualquier complicación a tiempo, así como para recibir orientación sobre los cuidados y medidas preventivas.

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El personal de salud le explicará a los futuros padres los pasos que sigue el desarrollo del niño o de la niña, los orientará sobre la manera de actuar antes, durante y después del parto, cómo atender al niño y satisfacer sus necesidades, la importancia de la comunicación para el mejor desarrollo del bebé, y le hará sugerencias para transitar con armonía y asimilar creativamente su nueva condición de padres. Todas las personas y todas las parejas de cualquier edad tienen el derecho de solicitar servicios integrales de salud reproductiva sin tener que presentar documento alguno o de ir acompañados.

3. Estrategias de planificación familiar Una estrategia es un conjunto de normas, direcciones y acciones que nos conducen al logro de un fin. Las personas podemos diseñar estrategias para ganar un partido de fútbol, para conseguir un financiamiento, para resistir una epidemia, para llegar a la Luna, o para tener un hijo en el momento más apropiado. Estrategias básicas Existen cuatro estrategias básicas para tener los hijos en el momento más apropiado para la vida de la pareja y de los hijos que se quieren tener, que involucran a ambos miembros de la pareja y tienen que tomarse de manera consensada a través de la comunicación razonada, informada, dialogada y compartida: •

El retraso de la unión permite a los novios conocerse mejor, afinar bien sus proyectos personales de vida (para después hacer un proyecto conjunto que los tome en cuenta), terminar la escuela, encontrar un trabajo, conseguir vivienda, entre otros aspectos. El retraso del primer embarazo ayuda a que consoliden su nueva vida de pareja y a que los gastos propios de una unión que empieza (enceres domésticos, muebles, etc.) se terminen o atenúen. En ocasiones, las personas que rodean a los recién casados ejercen presión para que tengan un hijo, pero es necesario aprender a resistir esta presión y es necesario recordarles a los otros que cada quien tiene sus propias ideas, planes y necesidades y que cada quien es libre de tomar sus decisiones. Espaciamiento entre los embarazos, significa dejar pasar un tiempo determinado entre el nacimiento de un hijo y el siguiente. Quiere decir evitar que los hijos nazcan año tras año. Las parejas pueden dejar pasar un tiempo largo o corto, entre un hijo y otro, por distintas razones: porque quieren continuar sus estudios, porque prefieren esperar a tener más recursos, porque quieren dedicarle un tiempo específico al hijo que ya nació, o porque quieren acostumbrarse a su nueva condición de padres, por ejemplo. Terminación temprana de la fecundidad se refiere a que cuando las parejas ya tienen el número de hijos que desean, optan por terminar con su capacidad reproductiva, a través de practicarse una operación médica. Esta decisión, por ser casi siempre definitiva, tiene que tomarse de manera plenamente informada, asesorada y consensada por la pareja.

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4. Métodos anticonceptivos Muchas de las estrategias que las parejas eligen para tener el número de hijos que desean y para tenerlos en el momento que consideran más adecuado, puede ser la utilización de métodos anticonceptivos. La acción de estos métodos consiste en evitar la fecundación y los hay para hombres y para mujeres, aunque la mayoría son de uso femenino. Abanico de posibilidades En nuestros días existe un amplio abanico de posibilidades. Cada método tiene sus propias definiciones, sus propias ventajas y desventajas. Las personas somos diferentes y, por lo mismo, no todos los métodos son adecuados a nuestras características. Lo que es bueno para unos puede ser incómodo o dañino para otros. Lo que a unos les resulta seguro puede resultarles inseguro a otros. Es responsabilidad de quienes trabajan en los centros de salud informar con amplitud y detalle, acerca de esta gama de posibilidades, de la manera de utilizarlos, de los posibles efectos colaterales. Y es responsabilidad de las personas y de las parejas, decir la última palabra. Nadie puede imponer un método a nadie, nadie está autorizado a elegir por nadie. Clasificación de los métodos Los métodos se clasifican en dos grandes grupos: • •

Los temporales, que como su nombre lo indica se pueden usar por un tiempo y cuando se suspende su uso, puede volver a ocurrir la fecundación y el embarazo. Los permanentes, cuya acción dura para siempre, lo que quiere decir que si se eligen será imposible recuperar la fertilidad.

Métodos anticonceptivos temporales Los métodos temporales son varios: los naturales, los hormonales, el dispositivo intrauterino (DIU), los de barrera; y los permanentes son sólo dos, uno para el hombre y otro para la mujer. Métodos naturales Estos métodos se llaman así porque no implican el uso de sustancias químicas ni objetos para evitar el embarazo. Tienen la ventaja de no producir efectos secundarios, pero requieren de un alto nivel de compromiso por parte de la pareja y de un entrenamiento específico en la mujer para identificar su periodo fértil. El riesgo de su uso es que el porcentaje de error puede ser alto. •

El método del ritmo consiste en dejar de tener relaciones sexuales durante los días fértiles de la mujer. Esto significa que para utilizar el ritmo es necesario conocer con exactitud el día de ovulación, para cuyo cálculo hay que llevar un registro de las fechas del inicio de la menstruación durante alrededor un año.

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El uso de este método exige que los ciclos menstruales sean regulares, pero como se reconoce que situaciones anímicas y de salud pueden alterarlos, su uso puede tener mayores riesgos y su efectividad ser baja. La lactancia puede ser utilizada como un método anticonceptivo pero únicamente cuando la madre amamanta a su bebé en forma exclusiva (sólo pecho y ningún otro alimento), con un mínimo de siete periodos de amamantamiento en 24 horas.

El coito interrumpido o retiro consiste en retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación, a fin de evitar que los espermatozoides entren en contacto con el óvulo de la mujer y lo fecunde. Es una práctica altamente riesgosa porque desde el juego amoroso y el inicio del coito existe presencia de líquido preeyaculatorio que también contiene espermatozoides. Métodos Hormonales Los métodos hormonales son de uso femenino y hay de tres clases: tomados, inyectados y colocados bajo la piel. •

• •

Las píldoras las hay tomadas todos los días o con algunos días de descanso, y está también la llamada píldora del día después, hormonal postcoito o anticoncepción de emergencia. Los inyectables se aplican una vez al mes o cada dos meses. Los subdérmicos son de acción prolongada y se colocan bajo la piel, hay de dos años y de cinco.

Dispositivo intrauterino (DIU) Es un método anticonceptivo temporal que se inserta en el útero o matriz, cuyo uso es también de exclusividad femenina y está bastante generalizado en nuestro país. Métodos de barrera Son aquellos que impiden el paso de los espermatozoides hacia la cavidad uterina. •

• •

El condón más conocido desde tiempos antiguos es el masculino, no sólo por su acción anticonceptiva sino como protección frente a las ITS. Actualmente se cuenta con un condón femenino, cuyo uso es bastante reciente. Los espermicidas son óvulos, cremas y espumas que se aplican localmente en la vagina. El diafragma es otro método de barrera que existe, aunque su uso en México es bastante limitado y no se encuentra disponible en las instituciones públicas de salud.

Métodos permanentes Estos métodos son irreversibles, su efecto dura toda la vida y ya no se puede recuperar la capacidad de tener hijos. Se llama oclusión tubaria bilateral la intervención quirúrgica que se practica a las mujeres para que no vuelvan a tener hijos, y vasectomía la cirugía que se practica al hombre para que ya no pueda embarazar a la mujer.

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5. Cambios en el curso de vida La vida por definición es cambio. Cambian las personas, cambian los tiempos, cambian las circunstancias, cambian los límites y cambian las posibilidades. No se puede olvidar que, a lo largo del curso de vida, los seres humanos cambian como personas, como parejas y como familias. Y no se puede olvidar que también cambian las relaciones interpersonales, la situación económica y laboral, las actitudes, conocimientos y habilidades, y la condición física. Evaluar estrategias A lo largo de la vida y tomando en cuenta los cambios, cada persona hacia adentro de sí misma y cada pareja en comunicación tiene que revisar con frecuencia, ante todo, las decisiones que ha tomado, para ver si quiere mantenerlas ahora desde la perspectiva de las nuevas personas que han llegado a ser. Porque tenemos que recordar que las estrategias no tienen vida propia, son meros planes para realizar los deseos expresados. Las personas y las parejas también tienen que revisar —con la asesoría de especialistas— los métodos de planificación familiar que están usando para saber, con oportunidad, cuándo ha llegado el tiempo de cambiarlos, cuándo es un momento adecuado para que un miembro de la pareja descanse de usar un método y el otro miembro entre al relevo. Es importante que el uso de métodos sea un asunto de dos, que los dos usan, que los dos comparten.

6. Climaterio y menopausia El climaterio es una etapa de la vida de la mujer caracterizada por importantes cambios fisiológicos y psicológicos causados por la disminución de la producción de hormonas (estrógenos). Es difícil identificar el momento preciso de inicio, pero precede y sigue a la menopausia. Puede durar desde unos pocos años hasta 15 o más. Cuando se dice menopausia, en estricto sentido, se está hablando de la última menstruación, no de una etapa de la vida como refiere el climaterio, es decir, se hace referencia a la última salida del fluido menstrual, que ocurre alrededor de los 50 años, debido a que los ovarios dejan de producir hormonas (estrógenos). No obstante lo anterior, la menstruación puede sufrir irregularidades (presentarse más veces de lo normal o suspenderse temporalmente), debido a problemas de salud como fibromas u otras causas que no tienen nada que ver con la menopausia y que exige la visita inmediata al médico. Cambios En el climaterio, como consecuencia de los cambios hormonales, las mujeres pueden experimentar cambios emocionales, sentirse tristes, volverse hipersensibles, verse particularmente necesitadas del afecto de otros, y pueden experimentar esas sensaciones de calor que conocemos como bochornos.

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Las mujeres no inventan estas sensaciones, las sienten porque responden a causas hormonales reales. La falta de hormonas femeninas produce otros cambios fisiológicos, por ejemplo, puede haber pérdida de calcio en los huesos (osteoporosis). Si se recurre al apoyo del ginecólogo, éste puede prescribir algunos medicamentos y orientar acerca de los cuidados, alimentación y ejercicio adecuado para mantener una mejor salud. Por otra parte, la mucosa de la vagina puede adelgazarse o pueden dejar de funcionar las glándulas que producen el lubricante que facilita la penetración del pene durante las relaciones coitales, situación que puede resolverse con medicamentos. No obstante, es importante mencionar que el deseo sexual y la posibilidad de mantener relaciones sexuales satisfactorias se mantienen intactos. En esta etapa de la vida también aumenta el riesgo de desarrollar el cáncer cérvico-uterino o de mama, para las cuales, existen formas sencillas y otras más sofisticadas de detección. Papanicolau A través de un estudio de las células de las mucosas o de las secreciones, es posible diagnosticar transformaciones malignas. Lo ideal es que toda mujer, sexualmente activa, se efectúe una vez al año un Papanicolau y una colposcopía para tomar una muestra de células del cuello del útero, que serán enviadas al laboratorio para un análisis microscópico. Autoexploración de mama Asimismo, es importante realizar periódicamente (por lo menos una vez al mes) la autoexploración de mamas para identificar algún cambio o anomalía en los senos. Para esta revisión hay una técnica muy sencilla y fácil de efectuar que cualquier médico o enfermera le puede enseñar. Mediante un hábito de revisión como éste, es posible identificar a tiempo el cáncer de mama. Además, apartir de cierta edad o de ciertas características de las mamas, los médicos pueden recomendar un estidio especial llamado mastografía.

7. La andropausia El proceso de envejecimiento masculino es muy distinto al de la mujer y no existe un periodo equivalente al climaterio. La producción de espermatozoides (espermatogénesis) empieza a disminuir a partir de la quinta década de la vida, pero se sabe que existen hombres que han tenido hijos a los ochenta, y más. Es común que a partir de los 40 años empiece la disminución de la testosterona (hormona masculina), pero el descenso es lento y poco pronunciado. Se ha descrito el denominado “síndrome climatérico del varón o andropausia” como la presencia de cierta sintomatología fisiológica y psíquica caracterizada principalmente por disminución de las hormonas sexuales y dificultades en la erección, por un lado, e irritabilidad, dificultad de aceptar la pérdida de la juventud y de aferrarse a conductas propias de hombres más jóvenes, por otro. Sin

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embargo, no existe unanimidad en la aceptación del término por no ser equivalente al climaterio femenino. Vejez no asexuada En los adultos mayores es frecuente que se alargue el tiempo necesario para conseguir una erección y que la permanencia de ésta disminuya, puede suceder que el impulso sexual decrezca, sin embargo, es importante hacer notar que las posibilidades de experimentar placer sexual pueden mantenerse toda la vida. Cáncer de próstata A partir de los 40 años, los hombres necesitan realizarse el examen de próstata porque la posibilidad de padecer cáncer en este órgano se incrementa conforme avanza la edad. Cuando este padecimiento se detecta a tiempo puede ser tratado con buenos resultados, lo que es más difícil cuando esto ocurre en estados avanzados.

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Aborto Es la expulsión del producto de la concepción de 21 semanas cumplidas o menos de gestación, o de menos de 500 gramos de peso. Hay dos clases de abortos, los naturales o espontáneos y los deliberadamente inducidos o provocados. Agresividad En un sentido se refiere a actitudes y conductas de carácter hostil y destructivo; y, en otro, se aplica a tendencias activas y audaces de las personas que tienen un carácter constructivo y fortalecen la personalidad. Andropausia Término utilizado para señalar algunos cambios orgánicos, psíquicos y de la conducta que se pueden presentar en el hombre desde alrededor de los 50 años y en adelante. Fisiológicamente no es una etapa equivalente a la menopausia femenina. Autoestima Es la apreciación que cada individuo tiene de sí mismo. Se dice que la autoestima es alta cuando el individuo se siente apto y competente para enfrentar las vicisitudes de la vida; y cuando no hay confianza en sí mismo se dice que la autoestima es baja. Autonomía La esencia de la autonomía consiste en la capacidad de tomar las propias decisiones tomando en cuenta los intereses, necesidades y conveniencias propios así como los derechos y puntos de vista de los demás, y actuar en consecuencia. Bisexualidad Orientación sexual no definida hacia un solo sexo, sino dirigida a cualquiera de los dos. Una persona bisexual se puede sentir atraída tanto por alguien de su propio sexo como del contrario. Características sexuales secundarias Son las que se desarrollan en la pubertad: vello púbico, axilar, barba, bigote, y ensanchamiento de los hombros y la espalda, en los varones. En el caso de las mujeres, aparición de vello púbico y axilar, crecimiento de los senos, ensanchamiento de la pelvis y distribución de tejido adiposo en las caderas. Ciclo menstrual Período comprendido entre dos menstruaciones, durante el cual se llevan a cabo la maduración de folículos ováricos, la ovulación y la formación de un cuerpo lúteo. Puede tener una duración que varía entre 26 y 34 días. 139


Climaterio Etapa de la vida de la mujer caracterizada por importantes cambios fisiológicos y psicológicos causados por la disminución de la producción de hormonas (estrógenos). Es difícil identificar el momento preciso de inicio, pero precede y sigue a la menopausia. Puede durar desde unos pocos años hasta 15 o más. Depresión Trastorno de la salud, caracterizado por la falta de entusiasmo, ánimo y confianza para vivir que afecta al ser humano física, y emocionalmente y que disminuye la voluntad para satisfacer las demandas habituales de la vida de forma óptima. Actualmente se ha comprobado que es una enfermedad que requiere de tratamientos especializados . Derechos humanos Son todas aquellas facultades, prerrogativas y libertades fundamentales inherentes (propios) a los seres humanos e inalienables (a los que no se puede renunciar), cuyo ejercicio efectivo resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo. Desarrollo humano Se refiere al reconocimiento de que existen capacidades, opciones y recursos que son esenciales para que las personas se desarrollen plenamente y puedan disfrutar de un nivel de vida digno. Entre los aspectos que se utilizan para medir el desarrollo humano está la esperanza de vida al nacimiento, la educación y nivel de vida. Doble moral sexual Es una forma de valorar una acto de manera diferente dependiendo de si lo realiza un hombre o una mujer. La doble moral sexual es más permisiva para los hombres que para las mujeres y juzga de manera más drástica las transgresiones a la norma hechas por ellas que por los hombres. Embarazo Estado fisiológico de la mujer que se inicia con la fecundación y termina con el parto y nacimiento del producto. Equidad Es la cualidad por la que ninguna de las partes es favorecida de manera injusta en perjuicio de la otra. Este concepto está vinculado totalmente al ámbito de la justicia. Erotismo Se refiere a la expresión de la sexualidad relacionada con la capacidad de experimentar deseo, excitación y placer sexual. 140


Espermatozoide Célula reproductora masculina que producen los testículos a partir de la pubertad. Los varones sanos pueden producir estas células hasta la muerte, aunque en la medida que se es mayor se producen en menor cantidad y con menor energía y potencia. Estupefacientes Substancias cuya acción sedante, analgésica, narcótica, euforizante o de bienestar artificial provoca a la larga acostumbramiento y toxicomanía, como la cocaína, la morfina, el éxtasis y la bebida llamada smart-drink (jugo de frutas y fenilalanima), entre otros. Femineidad Actitudes, rasgos de apariencia y comportamiento culturalmente aceptados y socialmente aprendidos para las mujeres. Fertilidad Es la capacidad que tienen los hombres y las mujeres de tener hijos. Las mujeres son fértiles sólo durante ciertos días cada mes, cuando el ovario libera al óvulo, en cambio lo hombres lo son todo el tiempo porque producen espermatozoides permanentemente. Género Es el conjunto de ideas, valores, actitudes, papeles, prácticas y características culturales que poseen los hombres y las mujeres como producto del aprendizaje social y tienen como punto de partida el sexo biológico con el cual se nace. Glándulas endocrinas o de secreción interna Son aquellas que secretan productos químicos (hormonas) directamente al torrente sanguíneo. Entre las principales glándulas endocrinas relacionadas con el funcionamiento sexual están la hipófisis, las glándulas sexuales (ovarios y testículos), la tiroides, las glándulas suprarrenales. Heterosexualidad Gusto y atracción que siente una persona por relacionarse de manera afectiva y erótica con otra de sexo diferente. Homosexualidad Gusto y atracción que siente una persona por relacionarse de manera afectiva y erótica con otra del mismo sexo.

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Hormonas Son sustancias producidas por las glándulas endocrinas o de secreción interna, llamadas así porque vierten su producto directamente al torrente sanguíneo e influyen y regulan importantes funciones biológicas. Hormonas sexuales femeninas Sustancias químicas producidas principalmente por los ovarios que se vierten directamente al torrente sanguíneo, tienen que ver con la aparición de los caracteres sexuales secundarios y la capacidad reproductiva. Las más importantes son los estrógenos y la progesterona. Hormonas sexuales masculinas Sustancias químicas producidas por los testículos, se vierten directamente al torrente sanguíneo y tienen que ver con la aparición de los caracteres sexuales secundarios y la capacidad reproductiva. Las hormonas masculinas se llaman andrógenos y la más importante es la testosterona. Identidad Circunstancia o hecho de ser de cierto modo y no de otro, de ser lo que se dice o se considera ser. Desde el punto de vista del desarrollo biopsicosocial, la búsqueda de la identidad es la característica central de la adolescencia. Es el proceso que permite al adolescente ir descubriendo quién es y qué le gusta, qué puede hacer y para qué no es apto. Identidad de género Ser refiere a la percepción interna de pertenecer saberse niño o niña que se da entre los18 meses y tres años de edad, debido a diferencias de género y no al reconocimiento de las diferencias anatómicas y fisiológicas. Igualdad Trato como iguales ante la ley a todos los ciudadanos hombres y mujeres, independientemente de sus diferencias de clase, profesión, sexo, religión, ideología, edad o cultura. La igualdad ante la ley no niega que haya diferencias, pero éstas no justifican un trato desigual. Incesto Actividades sexuales entre miembros de la misma familia que dentro de ciertos límites de parentesco se consideran delitos penales. Actualmente ha salido más a la luz pública el conocimiento de la violación y abuso sexual a hijos o hijas por parte de la figura paterna o por hermanos. Maduración sexual Es un concepto biológico que se refiere al desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y a la plena capacidad de las personas de reproducirse y que se alcanza hasta la pubertad. 142


Madurez Concepto psicológico que se refiere a la aceptación de sí mismo, al reconocimiento de las capacidades y limitaciones, a la posibilidad de establecer relaciones comprometidas, de solucionar problemas, de actuar con responsabilidad, de plantearse objetivos y propósitos para la vida. Mamografía Técnica radiológica para explorar alguna anomalía en las mamas como dolor, secreción o tumoración. Masculinidad Rasgos de apariencia, actitudes y comportamiento socialmente aprendidos y culturalmente aceptados para los hombres. Masturbación Autoestimulación sexual capaz de producir excitación y orgasmo, ya sea por contacto directo con los genitales, por roce contra otros objetos o por actividades puramente mentales como la imaginación. Menopausia Es el cese definitivo de la menstruación como consecuencia de la pérdida de la actividad ovárica folicular. Ocurre alrededor de los 50 años de edad, señala el final de la etapa reproductiva pero no así el final de la vida sexual y productiva. Menstruación Una de las fases del ciclo menstrual que consiste en la salida de sangre del útero cuando no hay embarazo, su duración oscila entre tres y siete días, en la mayoría de las mujeres. La primera menstruación o menarca ocurre generalmente entre los 10 y los 13 años de edad. Métodos anticonceptivos Son substancias, objetos o procedimientos que se utilizan para evitar un embarazo. Ayudan a las personas a tener el número de hijos que desean, en el momento más propicio y a dejar de tenerlos cuando así lo decidan. Mito Representación deformada o idealizada de alguien o algo que se forja en la conciencia colectiva. Posee valor como elemento cultural cohesionante de un grupo o sociedad y por su contenido simbólico. Cosa inventada por alguien, que intenta hacerla pasar por verdad.

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Oclusión Tubaria Bilateral Cirugía que consiste en la obstrucción de las tubas uterinas o trompas de Falopio, con el objeto de impedir la fecundación del óvulo. Orientación sexual Atracción sexual y afectiva por personas del otro sexo, del mismo, o de los dos. Osteoporosis Es un conjunto de alteraciones físicas, caracterizado por la pérdida ósea (cantidad de hueso), que puede producir deformidad y dolores en el esqueleto, y facilidad para sufrir fracturas ante traumatismos mínimos. Óvulo Células reproductivas femeninas. La niñas nacen con aproximadamente 400 mil óvulos en los ovarios, los cuales empiezan a madurar y liberarse uno cada mes, a partir de la pubertad. Papanicolau Es un examen que consiste en tomar una muestra de células del cuello de la matriz, para detectar a tiempo cáncer cérvico-uterino. Poder Expresa la ausencia de obstáculos o inconvenientes para realizar algo o la capacidad o facilidad para hacerlo. Es la fuerza para dominar a otros o ejercer dominio o influencia sobre otros. Pornografía Se refiere a todas las formas de material sexual explícito en cualquier medio de comunicación o en el arte (impresos, cine, literatura, pintura), que lleva implícito un juicio condenatorio por abordar temas que se consideran más allá de los límites de la moral. Prejuicio Juicio que se tiene formado sobre una cosa o persona antes de conocerla. Proyecto de vida Es el plan o la dirección que una persona traza y sigue en la vida a partir del conjunto de valores que ha integrado y jerarquizado, y de la percepción objetiva de las posibilidades de llevarlo a cabo. Plantearse un proyecto de vida marca un determinado estilo en el obrar, una manera de concebir el mundo y una forma de relacionarse con los demás.

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Pubertad Periodo de la vida en que aparecen las características sexuales secundarias, maduran las funciones sexuales y reproductivas y culmina el desarrollo sexual que se había iniciado desde el nacimiento. Salud reproductiva Es un estado general de bienestar físico, mental y social y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos. En consecuencia, entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria, sin riesgos, con libertad para decidir procrear, cuándo y con qué frecuencia hacerlo. Sexo Características anatómicas y fisiológicas que diferencian al hombre de la mujer. Síntoma Alteración del organismo que revela la existencia de alguna enfermedad y sirve para determinar su naturaleza. Tolerancia Es el reconocimiento del derecho a la expresión de nuestras ideas, y a la vez el reconocimiento y aceptación de los que piensan distinto y tienen intereses diversos a los nuestros. Es la posibilidad de coexistencia pacífica entre distintas posiciones intelectuales, religiosas, culturales, políticas y sexuales. Transexual Persona cuya identidad de género no corresponde a su sexo biológico que presenta rechazo por el propio cuerpo, que por lo general desea e incluso llega a realizarse cirugías de cambio de sexo para lograr la concordancia entre su cuerpo y su identidad. Transgénero Termino que se usa para designar a personas que adoptan la apariencia, las actitudes y comportamientos propios del otro género de manera temporal para lo cual realizan transformaciones en la apariencia que pueden ir desde el arreglo o cambios a través de cosméticos hasta el uso de hormonas y cirugías estéticas, sin llegar a intervenciones quirúrgicas para cambiar de sexo. Travesti Persona que experimenta placer erótico al emplear las ropas, adoptar las actitudes y comportamientos propios del sexo diferente al suyo. Puede darse de forma aislada o en reiteradas ocasiones y llegar a manifestarse por periodos prolongados.

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Utopía Designa cualquier idea o plan muy bueno y halagüeño pero irrealizable. Valores Hacen referencia al debe ser. Los valores son guías que orientan la conducta de los seres humanos. Un claro reconocimiento de ellos contribuye a tomar decisiones congruentes con lo que se piensa y se cree. Los valores de un individuo reflejan los valores dominantes de una sociedad. Vasectomía Cirugía que consiste en la obstrucción bilateral de los conductos deferentes con el objeto de impedir el paso de los espermatozoides para evitar la fecundación. Zonas erógenas Partes del cuerpo más sensibles a la estimulación erótica, que no necesariamente son las mismas en todas las personas.

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Hablemos de sexualidad en la escuela secundaria Contenidos Básicos Se imprimió en Imagen y Arte Gráfica Juana de Arco núm. 201 Col. San Juan Iztacalco C. P. 08220 México D. F. El tiraje fue de 500 ejemplares



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