UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL LICENCIATURA EN EDUCACIÓN E INNOVACIÓN PEDAGÓGICA Módulo III: Instituciones educativas y formación del sujeto Semana 2: Los aprendizajes construidos socialmente como posibilitadoras de la acción Actividad: Padres de Familia Julio Muñoz Solís Mensaje dirigido a los padres de familia Estimados padres de familia: Dirijo este mensaje a fin expresar mis opiniones en torno al papel que ejerce la escuela en la formación de los futuros ciudadanos, de nuestros hijos que en el mañana conformarán a la nueva sociedad. Pero más que hablar solamente de la escuela quiero hablar del binomio Escuela-Familia. Pues considero que la escuela que necesitamos debe considerar a la educación no solo dentro de la escuela, sino también fuera de ella, es decir, que la educación no se encierra solamente en un aula, en aquello que acontece dentro de esas cuatro paredes, sino también y principalmente, lo que ocurre fuera de ella. Pues en efecto, el cuerpo docente de la escuela no podrá ir más lejos ni más rápido de lo que permita la comunidad educativa o la institución escolar, con su propia estructura, sus autoridades y sus políticas educativas, pero la familia si puede llevar el aprendizaje a la búsqueda de significado. En efecto, es importante mencionar y recalcar, la función educativa de la escuela, incluso la función educadora como lo afirma Andrade en su artículo: El lugar de los sujetos en la educación y en el currículo. Pero también es necesario recalcar y aún con más fuerza, que ni la escuela es el único contexto de educación ni sus profesores y profesoras los únicos agentes, al menos también la familia y los medios de comunicación desempeñan un importante papel educativo. Ante las nuevas formas de socialización y el poder adquirido por estos otros agentes en la conformación de la educación de los alumnos, la acción educativa se ve obligada a establecer de nuevo su papel formativo, dando un nuevo significado a su acción con nuevos modos. Entre ellos, la colaboración con las familias y la inserción con la comunidad se torna imprescindible. Vivimos actualmente una sociedad llena de retos, las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación no solo forman parte de la vida humana sino también y principalmente, de la escuela. Los alumnos de esta nueva época tienen nuevos estilos de aprendizaje, a los que se debe responder con nuevos modelos educativos, con un lenguaje digital apropiado y con las estrategias y recursos que favorezcan los aprendizajes. Se trata en efecto, de nuevos escenarios, de contextos emergentes en realidades educativas, en las que la escuela sola no puede satisfacer todas las necesidades de formación de los ciudadanos que se desenvolverán en la sociedad no solo del mañana sino incluso, del hoy. Por ello, es preciso mejorar la organización y funcionamiento del sistema educativo; pero cargar toda la responsabilidad a los centros escolares no nos llevará muy lejos, sino solo a incrementar la culpabilidad, insatisfacción y malestar. Pero tampoco se trata de evadir de la responsabilidad que le corresponde a la escuela. Más bien, a lo que quiero llegar, es a la consideración de la importancia de unir esfuerzos y acciones para que, tanto las instituciones escolares, como los padres de familia deben jugar un papel relevante en el proceso de “resituar” en nuestra actual coyuntura la función educadora de las instituciones, entre ellas la escuela y la familia. Ya lo afirma Juan Carlos Tedesco (1995), se precisa un nuevo pacto educativo, que, a largo plazo, articule la acción educativa escolar y con la de otros agentes. Para no limitar la acción escolar
espacial y temporalmente, se trata de crear una acción conjunta en la comunidad en la que se vive y educa. Ante esta realidad, debo decir que la familia es el nivel privilegiado para la primera socialización (criterios, actitudes y valores, claridad y constancia en las normas, autocontrol, sentido de responsabilidad, motivación por el estudio, trabajo y esfuerzo personal, equilibrio emocional, desarrollo social, creciente autonomía, etc.). La segunda socialización se da ya en la escuela como lo afirma Andrade en el artículo ya citado. En los primeros años, la familia es un vehículo mediador en la relación del niño con el entorno, jugando un papel clave que incidirá en el desarrollo personal y social. No podemos prescindir de estas funciones que corresponden única y exclusivamente a la familia y la segunda socialización se da en la escuela pero sin prescindir tampoco de la familia, es decir, la familia no concluye su misión educadora cuando envía a sus hijos a la escuela, sino que, se continúa allá y se forja en estrecha relación con la primera formación que ha ofrecido. No se trata, en efecto de “desinstitucionalizar” a la familia para “institucionalizar” a la escuela, sino de “equilibrar” las funciones institucionales de una y otra, en la persecución de un objetivo común: la formación de la persona, que será el ciudadano de la sociedad del mañana. Para ello, es fundamental mejorar la articulación de la educación entre escuela y familia, manteniendo una información fluida y frecuente de los centros y tutores con los padres sobre los trabajos, objetivos y progresos de los alumnos. Se trata en fin, de crear una alianza efectiva entre la familia y la escuela misma que necesita de un vínculo positivo, nutritivo y respetuoso, en el que ambos sistemas entrelazan sus esfuerzos en pos de los niños y jóvenes. Una relación de estas características favorece y asegura un mejor rendimiento académico de los niños, así como un desarrollo integral de su persona, su autoestima y su actitud hacia el aprendizaje. Fuentes de consulta: ANDERSON, G. L. (2002): «Hacia una participación auténtica: Deconstrucción de los discursos de las reformas participativas en educación», en M. Naradowski et. al. (compls.): Nuevas tendencias en las políticas educativas. Buenos Aires, Granica. ANDRADE, Patricia artículo: “El lugar de los sujetos en la educación”. Revista electrónica UMBRAL – Nº 7. REDUC: www.reduc.cl. TEDESCO, J. C. (1995): El nuevo pacto educativo. Educación, competitividad y ciudadanía en la sociedad moderna. Madrid, Anaya. TOURAINE, A. (1997): ¿Podremos vivir juntos?: iguales y diferentes. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica