TRUJILLO, 3 AL 9 DE SETIEMBRE DEL 2011
DIRECTOR GENERAL: CARLOS BURMESTER LANDAURO
M
ientras que el conductor de la combi que mato al periodista Ivo Dutra ya ingresó a la cárcel como fruto de la presión mediática y en lógica función del crimen cometido, el piloto de la camioneta PD-1426, Ricardo Rafael Chavarry Vergel solo permaneció 4 horas en la comisaria de La Esperanza y fue puesto en libertad sin tomar en consideración las graves infracciones cometidas en el desarrollo de este hecho delictivo, cuando atropelló y dio muerte a los esposos Segundo Leiva Ascón y Bertha Ramírez Trujillo el pasado 23 de agosto, en el momento en que ambos esposos cogidos de la mano se disponían a cruzar la pista de regreso a su hogar luego de haber asistido a una misa en la parroquia de ese distrito. El chofer Chavarry Ascón no tenia brevete, pues el que tenía desde 1982 había caducado el 27 de abril de este año y no había sido renovado
A
demás de comenzar 1 hora tarde la jornada taurina del pasado domingo tuvo de todo. Mucha plata y muchos líos. Como se aprecia en las fotografías que acompañan a esta nota la numerosa concurrencia que casi llenó de bandera las localidades otorgo a sus organizadores suculentos dividendos económicos que permitieron comprobar que la afición en Trujillo no se ha perdido y que, por el contrario acompaña a los hermanos Bustamante, a Miguel López “El Trujillanito” y al torero Antonio Campos. La otra fotografía muestra a
Año 05 - Nº 189 - TRUJILLO / PERÚ
precisamente por su edad. La Licencia de conducir, signada con el numero D17951407 exigia que el referido conductor lleve anteojos, aunque, contradictoriamente la fotografía lo mostraban sin ellos demostrando otra irregularidad de la autoridad de transito de la época. La noche del atropello, Chavarry se saltó o no vio el rompemuelles y luego de pasarle por encima fue a atropellar a sus víctimas, quitándole la vida instantáneamente al anciano Leiva Ascón y moribunda a la Sra. Bertha. El estado de la camioneta es increíble por lo desvencijada, arreglada con un motor petróleo, sin luces posteriores y con unos agregados metálicos que la convirtieron en el arma letal con que cometió el crimen en agravio de los dos viejecitos que venían de una misa y se preparaban n a celebrar, junto a sus hijos sus Bodas de Oro. Vivieron juntos y murieron juntos en esa trágica noche.
todos los miembros de la cuadrilla rodeando al toro ya herido de muerte disponiéndose a acabarlo con un puntillazo en la nuca o testuz. Lamentablemente con tan poca habilidad que horrorizaron al publico viendo como le tasajeaban y removían interiormente la cabeza al pobre bruto moribundo e indefenso. Un espectáculo nada edificante que dio la razón a los numerosos jóvenes universitarios que a la entrada del Coliseo calificaban a las corridas de toros como “espectáculos salvajes e inhumanos”. La foto lo dice todo.