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HOJA PARROQUIAL
V ÉPOCA
PARROQUIA DE SANTA JUSTA Y SANTA RUFINA. SANTA ÁUREA, 7. MADRID Teléfono 914 63 99 60. www.justayrufina.org
20 DE ABRIL DE 2014 ● DOMINGO DE RESURRECCIÓN ● CICLO A
N.º 239
La Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año
¡Cristo ha resucitado! El Domingo de Resurrección, o de Pascua, es la fiesta más importante para el pueblo cristiano, ya que con la Resurrección de Jesús adquiere sentido nuestra vida cristiana. Cristo triunfó sobre la muerte y, con ello, nos abrió las puertas del Cielo. En la Vigilia Pascual manifestamos de una manera especial esta gran alegría. Se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado y que arderá durante toda la cincuentena pascual. Cuando celebramos la Resurrección de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación, porque celebramos la derrota del pecado y de la muerte. En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar? Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de una corta vida en la tierra, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos la presencia de Dios para siempre. San Pablo nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” (I Co 15,14.) Y así es: si Jesús no hubiera resucitado, sus palabras hubieran quedado en el aire, sus promesas hubieran quedado sin cumplirse y dudaríamos que fuera realmente Dios. Pero, como Jesús sí resucitó, entonces sabemos que venció a la muerte y al pecado; sabemos que Jesús es Dios, sabemos que nosotros resucitaremos también, sabemos que ganó para nosotros la vida eterna y, de esta manera, toda nuestra vida adquiere sentido. La Resurrección es fuente de profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes. Debemos tener cara de resucitados, demostrar al mundo nuestra alegría porque Jesús ha vencido a la muerte. La Resurrección es una luz para los hombres y cada cristiano debe irradiar esa misma luz a todos los hombres haciéndolos partícipes de la alegría de la Resurrección por medio de sus palabras, su testimonio y su trabajo apostólico. Debemos estar verdaderamente alegres por la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor. En este tiempo de Pascua que comienza, debemos aprovechar todas las gracias que Dios nos da para crecer en nuestra fe y ser mejores cristianos. Vivamos con profundidad este tiempo de gracia que Dios nos regala. En el Tiempo pascual recordamos el tiempo que Jesús permaneció con los apóstoles antes de subir a los cielos. Termina con la Solemnidad de Pentecostés, cuando los apóstoles recibieron el Espíritu Santo, “Señor y dador de vida.”
PALABRA DE DIOS PRIMERA LECTURA
SECUENCIA
Del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34a. 37-43
Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza a gloria de la Víctima propicia de la Pascua. Cordero sin pecado que a las ovejas salva, a Dios y a los culpables unió con nueva alianza. Lucharon vida y muerte en singular batalla, y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta. «¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?» «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza! Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua. » Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda. Rey vencedor, apiádate de la miseria humana y da a tus fieles parte en tu victoria santa.
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: –«Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección. Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.»
Salmo responsorial
Aleluya. 1 Co 5, 7b-8a Ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebremos la Pascua en el Señor.
117, 1-2. 16ab-17. 22-23
Antífona. Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.
SEGUNDA LECTURA De la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses. 3, 1-4 Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.
EVANGELIO Del evangelio según san Juan. 20, 1-9 El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: -«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.» Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. pecado, pero como decís que veis, vuestro pecado persiste.»
ESTAMOS EN PASCUA ESTAMOS EN PASCUA Tras la Cuaresma, llega el tiempo del gozo y de la alegría
La Cincuentena Pascual El día de la Pascua del Señor encierra tanto misterio que no cabe su celebración en una sola jornada. Por eso, la Iglesia dilata este día pleno hasta una duración de cincuenta días naturales, en los que la liturgia hará resonar ininterrumpidamente: “ESTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ EL SEÑOR, SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO” Así pues, con la Vigilia Pascual empieza, , la Cincuentena o Tiempo Pascual hasta Pentecostés. En esta cincuentena, la Iglesia vive como un anticipo a aquella felicidad que cree y espera encontrar por la victoria de su Señor Resucitado. La Cincuentena Pascual es el “tiempo fuerte” por excelencia. En este tiempo no cabe hacer penitencia: es tiempo de gozo y de alegría. Todo él forma una única Solemnidad. La primera semana es llamada octava de pascua, ocho días, con un carácter eminentemente bautismal. La octava permitía a los neófitos gustar las delicias de su bautismo, prolongando durante una semana “el día que hizo el Señor” (Sal 117,24), los cuales celebraban la Eucaristía con las vestiduras blancas. De esta reunión nació la idea de recordar el bautismo todos los domingos con el asperges. El objetivo de esta semana consistía en que los neófitos recibiesen las últimas catequesis denominadas “mistagógicas.” La octava de Pascua está, pues, en relación con la iniciación a los sacramentos de los recién bautizados en la Vigilia Pascual. Durante los 7 domingos de Pascua, la liturgia celebra el mensaje pascual de la Resurrección del Señor, la alegría de la Iglesia por la renacida esperanza, la vida nueva de los neófitos y la acción del Espíritu Santo en la comunidad cristiana. Se trata en definitiva, de celebrar prolongadamente la Pascua. La pascua tiene su culmen en la celebración de la Ascensión del Señor a los cielos como triunfador y Señor, como Cabeza de su Cuerpo total, que es la Iglesia, rescatado de la esclavitud y salvado de la muerte. Se cierra la Pascua del Señor con el envío, con el “paso” del Espíritu Santo prometido que realizará, a lo largo de las generaciones, la Pascua de Jesús en su Iglesia, visibilizando en ella, para los hombres de cada tiempo, el Cuerpo de Cristo Resucitado.
ACTIVIDADES PARROQUIALES NOVEDADES DE LA SEMANA LUNES 21 de abril, a las 20:00 h. Reunión del Equipo del AULA DE CULTURA en los salones parroquiales. MARTES 22 de abril, a las 17:00 h. Reunión del Equipo de la Hoja Parroquial. SÁBADO 26 de abril, a las 18:00 h. Celebración del Sacramento del BAUTISMO en el Templo parroquial. SÁBADO 26 de abril, a las 20:00 h. Reunión del grupo de matrimonios en los salones parroquiales. DOMINGO 27 de abril, a las 12:00 h. Reunión con los padres de 3.º de Primera Comunión en los salones parroquiales.
Reanudación de las actividades parroquiales
A partir del martes 22 de abril, se reanudan TODAS las actividades parroquiales habituales, que estaban suspendidas con motivo de la Semana santa y Pascua.
Colecta para las Vocaciones Nativas El domingo 27 de abril se celebra la Jornada de las Vocaciones Nativas que promueve la Obra Misional Pontificia de San Pedro Apóstol. La Colecta de los días 26 y 27 próximos irá destinada a sufragar los proyectos pastorales que tiene la Obra.