VALOR SIMBOLICO Y SIGNIFICATIVO DE LOS ESPACIOS URBANOS EN CANCUN, Q.ROO "... la concentración espacial se traduce en una exaltación de los sentimientos colectivos, en la medida en la que los hombres tienen la posibilidad de una mayor proximidad y de una intensificación del contacto social. Esta forma de la exaltación de la vida colectiva, que posibilita la concentración espacial, adquiere su mayor expresión en las grandes ciudades. Puesto que la vida moral nace en la vida colectiva, al intensificarse esta última con la inmediación de lo espacial, se produce una intensificación moral que, en muchos aspectos, repercute negativamente en los individuos (Durkheim, 1990: 7-22; 427-456)..." Por: Carlos César Maldonado Jiménez ________________________________
Los espacios urbanos son lugares en donde las personas pueden interactuar, una plaza, un parque e incluso la calle son escenarios en donde la participación social se hace notar, lo que le da el valor a un lugar y enriquece su cultura, ¿pero que hace que un espacio urbano logre ser visitado?, la respuesta puede ser, el significado que cada individuo encuentra en el lugar; un pequeño antecedente que experimenta el usuario, el primer beso, la declaración de amor, o hasta los recuerdos más dolorosos que quedan implantados en el inconsciente. No es más que la razón que nos lleva a interpretar una realidad compartida, lo verdaderamente importante es encontrar el motivo y la razón para que el
lugar sea realmente un valor
agregado, no solo al individuo, sino a la sociedad. Pues muchas veces se cae en dar solución en desarrollar un espacio público bajo las normas de diseño establecidas, pero no se basa en las verdaderas necesidades de la población. Imaginemos una ciudad donde los esquemas para la constitución de una estructura urbana tradicional son quebrantados para dar paso a una sociedad que evoluciona de acuerdo a los factores económicos y a la necesidad que se tiene por aventurase a un proyecto utópico, una ciudad que nace queriendo dar a conocer una nueva gama de tradiciones y costumbres que en conjunto transforman y dan un nuevo giro a la vida social de un país. Éste modelo de ciudad ha traspasado los límites de la imaginación y ha comenzado a generar nuevas oportunidades de crecimiento, pero lleva latentes vulnerabilidades sociales, de las cuales quizá la más expuesta sea, la desintegración social en la vasta densidad de ideologías que conformaron en un inicio a este experimento social.
De aquí que surjan diversas y muy variadas cuestiones sobre la creación de espacios urbanos que engloben a una sociedad con valores y percepciones individuales. ¿Es necesario para una ciudad contar con un respaldo histórico de siglos, para que logre un espacio urbano, tener valor simbólico y significativo en la sociedad? Un espacio urbano adquiere valor simbólico y significativo en una ciudad creciente y multisocial, por diversos factores. Un espacio urbano podría significar placentero para una persona en donde conoció a su primer amor y diametralmente opuesto pudiera significar doloroso para quien quizá en el mismo lugar terminó su compromiso sentimental. El significado pues, se da individualmente, pero el valor es el mismo, siempre que sea un espacio propio para el desarrollo de una sociedad y llámese, desarrollo cuando se trate de un lugar destinado para sucesos políticos, culturales o turísticos, en donde, la agrupación de personas se hace presente continuamente bajo un solo motivo, sin embargo, estos procesos pueden darse tanto en una ciudad industrial como en una colonial, cierto es, que el valor no es meramente un hecho dado por su contexto social, si no porque la sociedad lo ha adoptado como símbolo, y esto no solo ha de lograrse únicamente a través del tiempo, si no que se requiere de la aceptación de las personas, un elemento o un espacio poco frecuentado, o carente de subjetivizaciones podrá ser eliminado y la gente no repararía en ello,- excluyendo, quizá, elementos o espacios antiguos, del que emana un valor histórico-. Por lo tanto, si un espacio se adhiere a la vida cotidiana de la sociedad, es porque causa agradable sensación desde el momento de su creación, se volvería tradición, y la tradición se hace historia, y la historia se hará presente día a día, y es por lo que este planteamiento surge bajo procesos específicos, la importancia de proyectar espacios que vaya acorde a las necesidades características que definen a la población. El conjunto de significados agrupados en un elemento, provocado por un suceso o un evento trascendental, le proporciona apenas una pequeña parte de la identidad que se sustrae de la sociedad, se requiere no solo que el objeto sintetice lo que se ve exaltado por la empatía del momento, sino que represente y se haga manifiesto en un elemento o espacio subjetivizado y aunque pareciera ser, que esto se da con mayor facilidad para algunas ciudades con una tradición históricamente tipificadas en donde la identidad y el significado son inherentes a sus espacios urbanos, no se descarta que en sociedades de nueva creación, esto también es, posible a través de la comprensión del estudio social.
En las ciudades de nueva creación, donde la identidad, carente de cohesión por el conglomerado de culturas, impide, o más bien, hace difícil, sustraer un concepto que se inserte en un espacio ideal para las actividades compartidas, se tiene que comprender que el valor social subyace en esta sociedad del que fluirá a través de su Interacción simbólica. Dicho lo anterior, si una ciudad sin importar el origen de su conformación social puede tener identidad, significado y valor para el individuo, se puede entonces, encontrar en esta reflexión, que Cancún se presenta como una ciudad que carecería de valores socioculturales e históricos, que se ve reflejado en una rápida urbanización de versatilidad arquitectónica y que a pesar de ello, este progresivo y aleatorio crecimiento son también resultado de una dicotomía social y económica de la ciudad, en donde se suman factores tales como la aculturación y la asimilación de estilos alienados, tornando etapas para una subsecuente integración reciproca de los espacios urbanos con respecto a la sociedad. una ciudad moderna de nueva creación exponencialmente conformada por la migración global en busca de actividades económicas en potencia, se desarrolla con base a lineamientos que carecen de estrategias exactas por la inexistente visión de proyección, la estructura urbana, son en muchas casos, formadas por los espacios urbanos en donde la sociedad se encarga de dotarlas de significado y hacerlas propias, haciendo de manifiesto que los grupos sociales son capaces de apropiarse de su espacio convirtiéndolas en un espacio público común a una sociedad multifactorial, entonces ¿porqué omitir las determinantes sociales en un proyecto de carácter urbano que contenga la potencialidades de la ciudad naciente?. Opinan algunas personas que visitan por primera vez la ciudad de Cancún, que es una ciudad con un antagonismo absoluto a las ciudades con tradición colonial; aunque por otro lado, Cancún goza de una armonía plena entre sus raíces nativas y aquellas otras que se han asentado, sin embargo, muy probablemente sea por sus características turísticas y comerciales, que la cultura regional se vea maximizado y convertido como parte de una escenografita comercial. El estudio y análisis de la ciudad de Cancún, es un tema eventualmente tomado en cuenta y peor aún, parafraseado como ejemplo de rotundo fracaso, a pesar de todo la ciudad insiste en resurgir, habiendo sido esta una ciudad de diversidad social y cultural, compuesto de diferentes ideologías, costumbres y raíces, la sociedad en común madura gradualmente conformando grupos o focos de identificación, que incidentemente le han agregado valor al
espacio público o al elemento urbano, aunque no del todo corregidas, porque hay algo aun de incierto pues, -no es completa la integración de actividades comunes-, tal vez se encuentren espacios destinados para el entretenimiento y el deporte, pero aun es negado el espacio cultural que sea determinante del imaginario como sociedad. Esto nos lleva a preguntarnos, si se pueden potenciar espacios urbanos en Cancún en la cual, la sociedad puede desempeñar un papel de expresión, que sea relevante para sí misma, situación que para una ciudad como ésta, de múltiples características, podría ser de aparente dificultad, topar con una base sólida para fundamentar la idea de que los espacios urbanos son generadores de una sociedad y que pueden convertirse en un punto de identificación para una ciudad mexicana como cualquier otra. En realidad, Cancún es una ciudad joven, moderna, que nace estigmatizada por los conceptos de no cumplir con los estilos propios que caracterizan a la ciudad colonial, símbolo de un mexicanismo, que evoluciona a raíz de la conquista española. En un sentido común, puede decirse, que en nuestro país convergen dos modelos de ciudad, la tipificada como colonial y la caótica ciudad moderna industrializada, entendiéndose esta ultima como aquella que irrumpe en los lineamientos estipulados que marca nuestra evolución histórica, aquellas que resultan de asentamientos irregulares con una estructura urbana que se organiza por intereses económicos, cuyo crecimiento urbano se dieran tal como ocurriese en épocas de mitad de siglo, cuando de los poblados rurales la gente emigraba a la gran capital en busca de oportunidades, se representa hoy día en eventos similares, de personas que emigran en busca de nuevas fronteras económicas de las florecientes ciudades turísticas. Cancún es la ciudad, que nació con la firme intención de ser un punto turístico, víctima de un experimento urbano, y que se ve forzada a una constante lucha contra una sociedad cambiante en su forma de pensar, pues para lo que algunos es valeroso, para otros una amenaza, pero que a pesar de todo llegó a ser una tierra de oportunidades, una ciudad que en pocos años alcanza su esplendor y sobrepasa los límites estimados. Por lo que se debe ser empático en la necesidad que tiene esta ciudad, compuesta por grupos sociales, inmigrantes nacionales y extranjeros, por manifestar una integración completa entre sus pobladores y lo que ello conlleva, (raíces, cultura, tradición, etc.), es por eso la preocupación por identificar las causas que generan un valor social, que sea común a la sociedad a la cual interpreta.
Por todo ello se busca volver la mirada a una razón válida para pensar que una ciudad de múltiples facetas culturales pueda desarrollar una integración social tal, que permita ser reflejado a través de sus elementos urbanos, un significado no solo de un grupo particular, sino que, sea capaz de representar a una sociedad y ser partícipe de la conformación del país. La compresión de una sociedad integrada por grupos sociales diversos a través de un espacio público compartido podría sentar las bases de un manifiesto que sea capaz de: -Generar las bases de una nueva conciencia social, a través de espacios abiertos que den valor y significado a la ciudad, por la propia sociedad, sea cual fuere su conformación y no solo por el tradicionalismo histórico y cultural. -Lograr establecer una conciencia de unión entre el espacio y su medio social a través de la comprensión de los valores que rigen en la ciudad. -Originar un criterio de mayor apertura en cuanto al significado de los espacios urbanos y su interpretación ante el individuo para y por la sociedad. -Reconocer y comprender el comportamiento de una sociedad, para aprender a desarrollar un proyecto de carácter urbano, tomando en cuenta las necesidades de los individuos que componen una ciudad. -Interpretar y valorar la identidad de una ciudad compuesta de diversos grupos y no descalificarla por sus peculiaridades sociales, entendiendo la importancia del lugar. -Analizar los criterios para la conformación de espacios urbanos, de acuerdo al comportamiento social y cultural que rigen en la ciudad. Para lo cual, no solo basta disponer de un espacio, sino que, implica conocer a la ciudad desde su proceso histórico social, la vida cotidiana que hace que una ciudad tenga espíritu, para poderla interpretar como espacio abierto colectivo, de acuerdo a su entorno, pues así, es como ese espacio adopta el carácter de ser un lugar, que dará a conocer la imagen de ciudad. Buscar el valor epistemológico del hombre en sociedad a través de la psicología social, la antropología, la sociología, disciplinas sociales que debieran ser inherentes en el trabajo de un arquitecto y/o urbanista, que le ayudaran a comprender lo que el individuo percibe de su medio ambiente edificado o natural y que enseña sobre todo a interpretar y prever el comportamiento colectivo del individuo, de acuerdo a diferentes procesos de valores compartidos.