Agua Viva 42

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Año 8 • Nº 42 • Julio-Septiembre 2008

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Consejero Espiritual Edgar Chávez La Buena Noticia

Consejo Editorial Jorge Chacón Fernando Saravia

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Tiene mi vida vida un propósito

Editora Lorena Farrach

Hoy en el Mundo

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El temor

Asesora Editorial Lorena Farrach Espada de la Palabra Redactores Elizabeth de Bocaletti Marco Antonio García Conchita de Córdova David Vásquez Cesar Castañeda Ileana Corzo Christian García Correción de Texto Lorena Farrach

Suplidor de necesidades

Los Milagros Continúan

¿El cáncer un juego?

Finanzas

Propietario o mayordomo

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Diseño KairósDG Decisiones es una publicación producida en Guatemala. Está dirigida a personas que quieren establecer una relación personal con Jesucristo y también para aquellos que ya la tienen.

Volando de forma segura

Mujeres de Proverbios

No desmayes tu día llegará

Vida de Alabanza

La grandeza de un niño La suscripción es gratuita, o lo que desee ofrendarnos. Debido a que Agua Viva es gratuita, su venta es prohibida.

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Entretenimiento

Traducción de la Biblia

17 21 24 26 Si esta revista trajo bendición a tu vida por favor escríbenos, eso fortalecerá nuestra fe. escribenos@revistaaguaviva.com



editorial “Cada día” Estando el pueblo de Israel en el desierto, Dios enviaba el alimento a diario. La orden dada por Dios fue que la gente no debía guardar para el día siguiente. Cada día traía consigo su completa y deliciosa ración de comida “… era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel.” (Éx. 16:31 RVR60), a diferencia del sexto día, el pueblo recogía doble porción. Ninguno en Israel tenía la menor duda que Dios enviaría del cielo el preciado alimento. ¡Y sí que les llegaba del cielo! Cada mañana la gente veía cómo afuera de sus tiendas llovía del cielo su sustento.

dice: “danos hoy el pan de cada día”. ¿Te parece que hay cierta coincidencia entre el maná, la misericordia, el afán y el pan de “cada día”?

¿Puedes imaginarte por un momento conmigo cómo lo pensaría un niño de 5 años cuando está escuchando esta historia?

Para ti hay soluciones, oportunidades, milagros, presencia de Dios, gente que te rodea, si sólo te das el lujo de disfrutar de “Su misericordia, cada día”.

Imagínate a Dios preguntando a sus ángeles cocineros: ¿Ya está lista la porción de maná para mi pueblo? Uno de ellos responde: Ya está lista Señor. Dios, dándole una probadita a su receta especial exclama: “mmm… ¡Está deliciosa! para mi pueblo lo mejor, cada día lo mejor”. Los ángeles responden afirmando con su cabeza: “así eres tú Señor, siempre dando lo mejor.” Cuando el alimento ya está listo, se escucha la orden dada por Dios: “¡déjenlo caer!” y en la tierra el pueblo de Dios exclama ¡Comida del cielo! Diariamente sucedía lo mismo. Dios dando la orden para que el alimento fuese enviado. Todo esto para que Su pueblo, recibiera cada día el preciado “Maná”, nombre que ellos le pusieron a la comida caída del cielo. Mira con los ojos de tu imaginación a la gente saliendo con sus canastos o con lo que tenían para recoger el maná. Unos recogían más que otros, pero al que recogía más, no le sobraba, y al que recogía menos, no le faltaba.

Para cada día siempre habrá misericordia, pan y afán. La misericordia es para hoy, disfrútala, pues mañana Dios te dará una nueva. Acerca del pan, sin duda algunas veces guardas para el otro día, pero no tiene el mismo sabor y textura que el pan fresco. Y el afán, del cual ya estás pensando desde hoy para que haya mañana, no permitas que te alcance un día antes, pues Dios es tu ayuda en el afán de “cada día”.

¿Puedes llevar tu imaginación al cielo así como lo hiciste con la historia del maná? Visualiza a tu Padre Celestial haciendo todos los preparativos para cuando llegue la mañana. El estará esperando sentado a la orilla de tu cama, a que tú te despiertes y puedas escuchar Su voz cuando te diga: ¡Buenos días! Tu porción de misericordia para hoy ya está lista, ¡Disfrútala! Toma la cuchara y métela en el plato de misericordia ¡Qué sabor más delicioso! ¿Sabes por qué te gusta? Porque tu Padre se tomó todo el tiempo del universo para velar por cada detalle en la receta que sólo Él puede preparar: Su receta especial para ti.

Ahora, regresemos a la edad que tenemos y continuemos. La Biblia dice que la misericordia de Dios es nueva cada mañana, y también dice que cada día trae su propio afán y el Padrenuestro

¿Mañana? Desde hoy, ya Dios está preparando su próxima receta de misericordia para sorprenderte. Así que disfruta la porción de hoy, porque para mañana también habrá, y nueva.

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¿Tiene mi vida un ?

propósito

Por: Marco Antonio García

A lo largo de mi vida me he hecho esta pregunta varias veces. ¿Te la haz preguntado tú alguna vez?

Julio-Septiembre 2008


uiero contarte que cuando me he hecho esta pregunta ha sido porque no entiendo lo que está pasando en mi vida o porque he estado en medio de situaciones que me hacen pensar que mi vida no tiene propósito o bien porque no entiendo porque vivo en este mundo. Pero hoy quiero compartir contigo porque debemos creer que, sí estamos vivos, es porque nuestra vida tiene un propósito.

Somos creados por Dios Todos tenemos diferentes historias pero tenemos algo en común, hemos sido creados por un mismo Dios, quien mostró su amor por nosotros así: “porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, más tenga vida eterna” Juan 3:16. Además, el Salmo 139:13 dice: “Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre” Jesús murió en la cruz para que tú y yo tengamos vida eterna y una vida abundante y con propósito aquí en la tierra, según dice Juan 10:10. Dios te formó, te creó, El te conoce y desea que tú allí donde estés y en medio de todos los problemas y desafíos que hoy te rodean, invites a Jesús a tu vida quien murió en la cruz para devolverte la comunión con el Padre y darte vida eterna. La Biblia nos dice que Jesús es el camino, la verdad y la vida y nadie llega al Padre si no es por Él. Quizá tu vida no ha sido fácil, te ha costado salir adelante, como dije al inicio, no encuentras dónde está el propósito o razón de vivir debido a la violencia, la carestía de la vida, la falta de trabajo o a las diferencias intrafamiliares. La lista

Y desde el día que lo hice te puedo decir que mi vida ha ido adquiriendo sentido

Nuestro propósito

¿Dios habla señas? Mi familia es Cristiana, pero yo hasta hace poco tiempo conocí a Dios, asistía a la iglesia con mis padres pero nunca entendí lo que el Pastor enseñaba. Yo, leía la Biblia y no la entendía y no la puedo escuchar… porque soy sordo.

Hoy entiendo que el propósito de nuestra vida es:

l a buena noticia

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puede ser larga y tal vez hoy puedes estar sin esperanza, sin aliento y sin encontrarle sentido a tu vida. Pero este es el mejor momento para entender que no podemos encontrarle el verdadero propósito a nuestra vida sin Jesús. Yo me rendí a Él hace 24 años, cuando no le encontraba sentido a mi vida.

1. Dios nos creo para tener comunión con Él, (Mr. 12:30) amarlo sobre todo.

2. Para que durante el tiempo que vivamos en esta tierra le permitamos al Espíritu Santo que transforme nuestro carácter ( Efesios 4:13) como el de Jesús como dice en Gal. 5:22 paciente, humilde, amoroso, etc. 3. Para que mientras estemos aquí seamos colaboradores de Dios en transmitirle a las personas que están a nuestro alrededor el plan de reconciliación con Dios. (Mr. 16:15 y Hch. 20:24)

Levanta tus ojos

Por eso hoy te pido que levantes tus ojos más allá de tus situaciones terrenales y te enfoques en tu verdadero propósito en este mundo: conocer a Dios, ser transformado por Él y ser agente de reconciliación con Dios.

Un día una persona, en el lenguaje de señas, me habló acerca de Jesús. Me enseñó que debía confesar mis pecados y recibirlo en mi corazón como mi Salvador y Señor. Me enseñó también cómo tener una relación con Dios. Yo estoy cambiando, y quiero explicarle a los sordos lo que Dios hizo en mí. Sé que Dios puede sanarme, pero mientras eso ocurre, le cuento a los demás, en el lenguaje de señas, lo que Dios está haciendo en mí. Ahora que mi vida está cambiando, yo confío, platico y tengo relación con Dios, porque ahora sé que El me entiende y escucha y yo le “oigo” también. Quiero ver a sordos salvos, con una vida diferente en Jesús.

Te dejo con esta escritura: “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Dios en la tierra de los vivientes” Salmo 27:13-14

Dios te formó, te creó, El te conoce y desea que tú allí donde estés y en medio de todos los problemas y desafíos que hoy te rodean, invites a Jesús a tu vida quien murió en la cruz para devolverte la comunión con el Padre y darte vida eterna.

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hoy en el mundo El

Temor Por: Elizabeth de Bocaletti

El temor nos mantiene encadenados sin poder avanzar en nuestra vida hacia el logro de lo que Dios quiere hacer en nosotros.

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ios quiere que sus hijos alcancen los propósitos para el cual los creó, sin embargo, muchas veces nuestras vidas no son fructíferas en llegar a alcanzar esos propósitos. Pueden existir muchas razones para esta esterilidad, una de ellas es el temor al hombre. Prov. 29:25 nos dice que el miedo a los hombres es una trampa.

¿Qué es el temor del hombre? Este temor es una fuerza poderosa que nos hace responder más a los hombres que a Dios, nos mantiene más conscientes y preocupados de lo que la gente puede pensar de nosotros que de lo que Dios quiere hacer en y a través nuestro, nos hace preferir estar bien con el hombre que obedecer a Dios. En última instancia nos hace quitar nuestros ojos de Dios y servirle a los hombres y no al Señor (Gal 1:10) y no olvidemos que es imposible servir a los dos al mismo tiempo.

El temor es diferente al respeto En nuestra vida hay personas a las que les debemos respeto, honra e incluso obediencia y sujeción, (por ejemplo padres, líderes espirituales, jefes, entrenadores, las autoridades de un país, etc.) pero esto es muy diferente a tenerles miedo.

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Yo, yo mismo te doy ánimo. ¿A quien tienes miedo?, ¿A los hombres?. Isaias 51:12

1.) Cuando nos sentimos incómodos por la presencia de una persona, o le tenemos envidia o cambiamos de semblante en su presencia. 2.) Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos solo cuando supuestamente “estamos bien” con determinada persona. Es cierto que nosotros debemos buscar la paz con todos pero no siempre esto es posible. Buscar la paz con todos no significa desobedecer a Dios, no es una paz a costa de cualquier cosa. 3.) Cuando dejamos que una persona abuse de nosotros física o emocionalmente y permitimos que lo que esta persona siente o piensa de mi domine mis pensamientos y controle mi paz y bienestar. 4.) Cuando permitimos que esta persona nos haga hacer cosas que nosotros no queremos. Es necesario que sin ser agresivos pongamos un límite según nuestra buena conciencia a las cosas que vamos a hacer, a las bromas que vamos a soportar, etc. 5.) Cuando tenemos una necesidad desmesurada de caerle bien o de gustarle a esa persona y olvidamos que nuestra identidad está en El Señor. Somos sus hijos y su pueblo. El nos ama, nos acepta y nos declara justos, no tenemos que andar mendigando o peleando por la aprobación del hombre. Sal 27:10. 6.) Cuando tenemos una actitud de angustia continua hacia peligros (la mayoría de ellos imaginarios) que pueden ser provocados en diferentes circunstancias por el hombre (asaltos, exámenes, etc). Ahora, a veces estos peligros no son imaginarios sino son totalmente reales, es decir, en verdad hay alguien que con

pensamientos, palabra y/o acciones está deseándonos o activamente buscando nuestro mal. En estos casos debemos clamar al Señor y Él nos defenderá. Sal 31:19-20. 7.) Cuando compartimos los rumores y temores que tiene la gente del mundo sobre un sinfin de temas que en su gran mayoría son teatro del enemigo con el fin de llamar la atención a su reino de oscuridad y nos atemorizamos por dichos rumores (Is 8:11-13.) El Señor REINA sobre el Monte Sión (Sal 2:1-6).

¿Cómo No vencerlo? Refugiándonos en el hombre. Corremos a auxiliarnos en el hombre pero esa ayuda no nos puede salvar (Is 31:1). El hombre no nos puede proteger del hombre, solo Dios.

¿Cómo podemos abandonar este temor? Reemplazándolo con el temor de Dios. En 1a Juan 4:10 dice que el amor consiste no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él, nos amó primero. El temor de Dios se establece en nuestra vida cuando recibimos su amor, perdón, aceptación, y misericordia, como una experiencia real. Entonces, a comparación de esto, cuando el temor de Dios está bien establecido en nuestra vida, no tenemos tiempo ni ganas de temerle al hombre. Al Señor es verdaderamente a quien debemos temer: su santidad y majestad, su poder. Is 51:12-14. Vemos que el hombre no es nada sino como un poco de grama que se seca rápidamente y que el hombre no tiene la autoridad final sobre nuestra vida. Cuando vivimos en el temor del hombre es porque hemos dejado de ver al Señor quien ha prometido protegernos. Recuerda, el verdadero amor hecha fuera el temor.

¿Has pensado cómo es el verdadero amor?

hoy en el mundo

¿Cómo se manifiesta el temor del hombre?

El amor es bondadoso, no tiene envidia, no es presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta, no se enoja ni guarda rencor

no se alegra de las injusticias sino de la verdad. www.revistaaguaviva.com


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No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir........ Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (Mateo 6: 25-33).

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al vez alguien piense, que su condición corporal sea difícil, pero la realidad del hombre es que en su corazón experimenta una necesidad más grande, un vacío que según él, nada, ni nadie puede llenar. Es un vacío que provoca en dado momento cansancio, soledad, angustia, tristeza, o amargura. Es algo que muchas veces el hombre no logra determinar qué es lo que lo provoca, y la respuesta está en que nuestra alma fue creada para estar llenos de la presencia de nuestro Dios. Esa necesidad únicamente puede ser satisfecha por Cristo; pues Él dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar (Mateo 11:28).

En Dios hay descanso... En Dios hay descanso para nuestra alma, los cristianos lo hemos experimentado y por eso lo podemos testificar. No podemos vivir más con nuestra alma vacía sino buscamos llenarnos de la presencia de nuestro Dios, como bien lo decía David: Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía (Salmo 42:8). Si, así es, nuestra vida no tiene ningún sentido si no está llena de la maravillosa y deliciosa presencia de nuestro amado Dios. Él es quien sacia nuestra alma, quien nos da vida. David afirmaba esto al experimentar en su corazón la presencia del Espíritu de Dios: Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David…. (1a Samuel 16:13). David había tenido contacto y relación con Dios por eso él sabía la diferencia entre estar cerca o lejos de Dios, y lo mismo sucede hoy en día. Los hijos de Dios no podemos estar separados de Él.

Su Espíritu en nosotros Sólo el que conoce la gracia de la presencia de Dios en su Espíritu puede saber lo que le hace falta, porque la Biblia dice: Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! (Gálatas 4:6). La gracia de ser hijos de Dios viene de que primero aceptamos la palabra de Dios que dice: Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Jn. 1:12) y luego de haber recibido a Jesucristo en nuestro corazón fuimos hechos hijos y esto trae que Dios envié su Espíritu sobre nosotros, que viene a llenar, transformar y revelar de su verdad a nuestro corazón. Cuando viene a nuestra vida cambia la condición de nuestra alma y llena esa necesidad o vacío.

Ahora busquemos Su Reino

de ellas pues esta escrito: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?, ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?, Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mateo 7:7-11).

Dios es nuestro proveedor En Dios están suplidas todas nuestras necesidades. Una actitud importante para entender y vivir esto es que debemos tener fe. Cuando la palabra de Dios dice que el "justo por la fe vivirá", es a través de la fe en Dios que nos es dada toda provisión no importando la situación por la cual estemos atravesando. Dios es suplidor de todas nuestras necesidades físicas, emocionales y espirituales.

Dios está pendiente de nosotros también en nuestras necesidades físicas como el comer, beber o vestir pues dice en Mateo 6:26-33 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir……..Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. A los paganos les preocupa lo material; a los cristianos debería movernos el buscar su reino. Pues Dios conoce todas nuestras necesidades y no se le escapa nada, pero la condición es que nosotros lo debemos tener presente en todas ellas y a él como padre no se le puede escapar el satisfacer alguna

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los milagros continúan

El Cáncer

¿Un Juego? Por Conchita de Córdova

Hace algunos años tuve que pasar por una de las pruebas más grandes de mi vida. Aunque he estado en Jesucristo por mucho tiempo no me he librado de ninguna de ellas, pues, el mismo Señor dijo que en la vida íbamos a tener aflicción, pero luego agregó: “tengan valor, Yo he vencido al mundo”

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ada vez puedo comprobar esta verdad: “Porque Él venció, nosotros también venceremos.” Sentada frente al escritorio de mi médico le escuche decir: “ le tengo malas noticias, el tumor es maligno... hay cáncer”. En ese momento mi reacción fue de enojo, pero no contra Dios, ni contra las circunstancias, y en mi corazón sólo pude decir: “diablo mentiroso, a mí no me vas a matar, porque el Señor Jesucristo ya llevó por mí esto a la Cruz del Calvario y por Sus llagas yo soy sanada. Así que NO lo recibo; pero Espíritu Santo dame el doble de tu fruto porque lo voy a necesitar (doble paz, doble fortaleza, doble fe y esperanza y doble dominio propio). Clamaba a Dios que hiciera un milagro en mi cuerpo pues no quería pasar por quimioterapia. Ya que, aunque fui operada, mi salud estaba mal. Las profecías de sanidad llegaban y yo me paraba sobre ellas como en una Roca.

Aprendí en el proceso... Un día que me sentí muy mal, le pregunté al Señor porqué me sentía así, si Él ya me había sanado. Él me contestó: “La enfermedad la quité, pero el proceso lo tienes que pasar”

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Dios sabe que el que llega a una lucha con temor, ya perdió la batalla; porque el temor paraliza e impide creerle al Señor y esperar un milagro. El temor ve las cosas naturales, la fe ve lo sobrenatural.

Nuevamente pregunté: “¿Por qué tengo que pasarlo?”, Él respondió: “Porque tienes mucho que aprender todavía”. En ese momento supe que me pondrían quimioterapia. Que aunque clamara y gimiera, Dios lo había dispuesto así. A los dos días, llamó el médico y, preparándome, comentó: “Los antígenos están muy altos y no podemos correr riesgos, tengo que ponerle quimioterapia”. El día que comenzó el tratamiento, vino un amigo a visitarme y me dijo: “Conchita, el cáncer es como un juego y tienes que jugar a ganar... pero tienes que saber que las reglas del juego las pone Dios, y si las sigues, obtendrás la victoria”. Siempre he sido de la opinión que toda palabra que escuchemos debe de tener una base Bíblica. Así que fui a la Biblia para buscar algo referente a las reglas del juego y en Éxodo 15:22-26 encontré que, después de salir de Egipto y de haber cruzado el Mar Rojo, hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo. Y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días sin hallar agua. Y llegaron a Mara y no pudieron beber las aguas porque eran amargas. Entonces el pueblo murmuró contra Moisés y éste clamó a Jehová, quien le mostró un árbol; y lo hechó en las aguas y se endulzaron. Allí, El Señor les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó y dijo:

1. Si oyeres atentamente la voz del Señor tu Dios, 2. e hicieres lo recto delante de Sus ojos, 3. y dieres oído a sus mandamientos, 4. y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti. Porque Julio-Septiembre 2008

Yo soy el Señor tu sanador. Lo que animó mi corazón en ese momento, fue ver que el primer mensaje que Israel escuchó en el desierto de parte de Dios fue: “ Soy tu sanador”. Luego, leí que el primer pacto que hizo el Señor con Su pueblo libre, fue un pacto de sanidad. Sí. Él pone las Reglas: si oyes...si haces...si guardas. Así que tomé tiempo para escuchar las cuatro cosas que Dios me dijo a mí que debería aplicar para ser sana; las cuales quiero compartir con usted.

1. Perdonar Muchas de las personas con esta enfermedad están heridas porque han vivido cosas duras, tristes y difíciles en su vida; las cuales no han podido sacar, porque no han podido perdonar. Las han guardado en su corazón, pero llega el momento en que éste ya no sabe cómo manejarlas y las degenera en enfermedad. Esto no significa que todos los enfermos estén resentidos, pero es bueno revisar lo que tenemos dentro, pues a veces el cuerpo grita lo que el alma calla. Por esta razón Dios llevó a Israel a las aguas amargas; los israelitas no sabían que Mara era una prueba que reflejaría lo que había en su corazón. Lo único que el Señor quería era mostrarles que la amargura enferma y que perdonar y obedecerle a Él sana.

2. No temas Cuando Gedeón iba a la batalla, Dios le habló y le dijo: “Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo diciendo: quien tema y se estremezca, madrugue y devuélvase desde el monte de Galaad” (Jueces 7:3). Y se regresaron veintidós mil. Dios sabe que el que llega a una lucha

con temor, ya perdió la batalla; porque el temor paraliza e impide creerle al Señor y esperar un milagro. El temor ve las cosas naturales, la fe ve lo sobrenatural. Job dijo de sus penalidades: “Ahora veo que lo que tanto temí me aconteció”. Pues el temor lleva en sí castigo y no puede agradar a Dios, pero al que cree todo le es posible, pues nada hay imposible para Dios.

3. Guardar nuestra mente de pensamientos negativos “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida” (Prov. 4:23). Para los hebreos, la mente y el corazón eran una misma cosa. Es por eso que de nuestros pensamientos nacen nuestros sentimientos. El consejo de la Palabra de Dios es que pensemos en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama, en todo lo que es bueno y merece alabanza (Filipenses 4:8). En tiempo de prueba únase a personas de fe para que le apoyen.

4. La más importante de todas

Tómese fuerte de la mano del Espíritu Santo a través de la fe y la esperanza. Y así como yo tomé el tiempo para buscar a Dios y escuchar su dirección para mí vida, yo le invito a que usted lo haga también. Pregúntele cuál es su voluntad para usted en este tiempo. Éstas son las armas más poderosas que el Señor nos da para mover montañas y arrojarlas al mar. El Espíritu Santo, quien levantó a Jesucristo de los muertos, vivificará nuestros cuerpos mortales y nos guiará a la victoria. Me la dio a mí y ahora estoy sana.


Finanzas Propietario o

mayordomo

Por Cesar Castañeda

Cuando reconozcas que las cosas que tienes son del Señor, entonces comenzarás a prepararte para recibir otras bendiciones de Él.

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Dios, como Dueño de todo, desea que nosotros utilicemos lo que Él nos da para beneficio nuestro y de los demás. Esto significa que somos sus mayordomos, es decir, administradores de las cosas de Dios.

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esde la antigüedad se ha relacionado la riqueza con la propiedad y aunque en aquellos tiempos esto se refería a camellos, ganado, tierras o esclavos hoy son otras cosas como casas, carros, títulos, dinero, etc. Tanto así que a cualquier cosa que se tenga se le suele llamar propiedad. Los cristianos sabemos que todo lo que se tiene viene de Dios porque Él es el Dueño del oro y la plata (Hageo 2:8). Sin embargo, muchas veces caemos en el engaño de creer que somos dueños de todo lo que poseemos, sea mucho o poco, simplemente porque lo hemos conseguido con mucho esfuerzo y trabajo. Debido a esto, mantenemos una actitud equivocada con respecto al manejo de las finanzas, e ignoramos la voluntad de Dios en esta área.

Entonces, ¿Cuál es la voluntad de Dios en las finanzas? A veces nos preguntamos por qué el Señor no nos da lo que le pedimos o renegamos por qué nos da menos de lo que le pedimos, pero no nos preguntamos si estamos administrando bien lo que Él ya nos dio. El Señor nos dice en 1 Timoteo 6:17 que Él nos da todas las cosas para que las disfrutemos, ¿por qué crees entonces que muchas de estas cosas no las podemos disfrutar? Es por la actitud que tenemos de pensar que son nuestras. Por ejemplo, un hombre cristiano le pide a Dios que le provea para un vehículo, pues lo necesita. Dios le provee y el hombre compra el carro que le gusta pero resulta que con el tiempo cambia de actitud adueñándose del Julio-Septiembre 2008

carro y aunque sabe que es un regalo del Señor se comienza a afanar porque cada vez que parquea su carro en cualquier estacionamiento se da cuenta que lo encuentra con un rayón nuevo. Primero se enoja y pasa puliendo los rayones cada fin de semana, luego opta por buscar los parqueos más vacíos aunque estén muy lejos del establecimiento y por último decide ya no usar su carro sino el de la esposa y deja de disfrutar de la bendición que Dios le ha dado. Esto nos puede suceder con cualquier cosa que Dios nos haya dado. Y con esto no quiero decir que no cuidemos lo que Dios nos da, lo que quiero decir es que es la actitud de nuestro corazón hacia los bienes lo que Dios le interesa.

Aplicando su sabiduría Para el manejo de las finanzas, así como para todas las demás cosas, necesitamos la sabiduría de Dios, especialmente cuando sabemos que lo que tenemos es suyo. En Proverbios 2:6 dice “Pues el Señor es quien da la sabiduría; la ciencia y el conocimiento brotan de sus labios”. Cuando recibimos nuestro sueldo, ¿ponemos en las manos del Señor nuestro presupuesto o los planes de alguna compra importante que tenemos que hacer? ¿O simplemente, disponemos de los ingresos a nuestro antojo o como si fueran nuestros?

Dios quiere que confiemos en El y no en nosotros mismos, por eso su Palabra en Proverbios 3:5-7 dice “Confia de todo corazón en el Señor y no en tu propia inteligencia. Ten presente al Señor en todo lo que hagas y El te llevara por el camino recto. No te creas demasiado sabio, honra al Señor y apártate del mal”. Por lo que si no estamos confiando a Dios la administración del ingreso que recibimos, seguramente es porque creemos que nos las podemos sin Dios y por consiguiente Dios no puede tomar el control en el área de las finanzas.

Deja que el Señor tome el control en tus finanzas Estimado lector, si te has considerado el dueño de los bienes que Dios te ha dado en administración o has pensado que tienes que ser habilidoso para conseguir ingresos, o crees que en esta área tú puedes y estas confiando en tu propia inteligencia en vez de confiar en el Señor, yo te invito a que hagas esta oración conmigo: Señor, hoy me he dado cuenta que tú eres el dueño del oro y de la plata, que tú eres el dueño de todo lo que tengo y que el ingreso que tengo es tuyo. Hoy quiero pedirte perdón por creerme el dueño de lo que tú en tu inmenso amor me has proveído y te pido que tomes el control del área de finanzas en mi vida. Hoy decido considerarme únicamente administrador o mayordomo de lo que tu me has encargado y como tal, pido que me des tu sabiduría para administrarlo como tú quieras y no confiar en mi mismo. Recuérdame Padre de orar cada mes que recibo mi sueldo para que tu me dirijas en cada cosa que compre para que en todas las cosas de mi vida tu nombre sea glorificado. Gracias por tu providencia en mi vida ya que siempre has sido fiel conmigo. Padre he orado en el nombre de Jesús. Amen.


decisiones

Volando

en en Forma Forma Segura Segura Por David Vásquez

El día había sido fabuloso, tanto en el viaje de ida como durante todo el regreso. Yo sólo podía contemplar el gran paisaje, cielo despejado, cristalinos lagos, grandes montañas.

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igeramente podíamos sentir la velocidad, era difícil creer que estuviéramos tan alto; hasta que la persona al lado mío me indicó que tomara el volante. Y así lo hice. Lo primero que sucedió fue que nos inclinamos hacia arriba y la avioneta se elevo mucho más, lo cual me asusto un poco. Luego vino la guianza del piloto quien me aconsejo que tomara el control con mayor suavidad. ¡Nunca me imagine que dicho volante fuera tan sensible¡ Mis manos sudaban, pero a medida que los minutos iban pasando me fui familiarizando más y más con el volante, y obteniendo más confianza.

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La Biblia la Palabra de Dios es la guía instrumental que nos fue dada para guiarnos en nuestro viaje. El mayor propósito de Dios es que siempre puedas llegar a salvo a tu destino.

En eso vino una lección de vuelo, la de aprender a leer los instrumentos pero más que eso, aprender a confiar en ellos. Fue en ese momento que me di cuenta que nos encontrábamos a más de 9,500 pies de altura y seguimos subiendo. A simple vista parecía menor la altura. Por lo que tuve que confiar en lo que dictaban los instrumentos más que en lo que mis ojos podían apreciar. Minutos después se escuchó por la radio el primer contacto con la torre de control. Siendo un novato en todo esto de pilotear, solo podía dedicarme a escuchar mientras la persona al lado mío un piloto de verdad, intercambiaba información con la persona que guiaba el tráfico aéreo. Al finalizar su conversación él me indicó que nos encontrábamos cerca de la pista de aterrizaje algo que mi ojos naturales nuevamente no podían percibir con un simple vistazo, dirigí mi mirada hacia al frente tratando de encontrar la pista a lo largo de todo el paisaje sin éxito alguno, el paisaje para mí, lucía el mismo a cualquier lado que girara. La única certeza con la que contábamos para encontrar la pista era esa última conversación de radio que YO también acababa de escuchar.

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Momentos más tarde el piloto tomó el control y estableció sus instrumentos en las coordenadas que había escuchado en la radio para enfilarse hacia el aterrizaje. Dio un último giro hacia la izquierda y para sorpresa mía allí se encontraba la pista frente a nosotros, la misma pista de la cual escuché en la radio, la misma pista que sin éxito trate de visualizar por la ventana, que únicamente era visible en el GPS ( ) enfrente mío, esa pista de donde minutos antes la torre había hecho contacto con nosotros.

Dos grandes lecciones Huau!! Fue un día increíble, Había tomado el volante de un aeroplano por primera vez, algo que disfruté muchísimo, pero más que eso había aprendido dos grandes lecciones en ese día. Verás muchas veces nuestra vida es igual que andar en una avioneta a varios metros de distancia del suelo. Algunas veces volamos con buen tiempo, otras veces contamos con tempestad o neblina.

Pero tanto con cielos amigables, como con cielos poco amistosos los pilotos siguen una regla clara; nunca confíes en lo que ven tus ojos. Confía siempre en lo que indican tus instrumentos. En lo personal existían muchas cosas que no podía creer. Empezando por el mismo hecho que yo estuviera volando. Pequeños movimientos que sin querer le daba al volante y cual sería mi sorpresa que al mirar a los instrumentos me había desviado unos cuantos grados tanto en altitud como en dirección. Por lo mismo una y otra vez volvíamos nuestra mirada hacia el montón de indicadores distintos que contenía esta nave. La Biblia, la Palabra de Dios, es la guía instrumental que nos fue dada para guiarnos en nuestro viaje. El mayor propósito de Dios es que siempre puedas llegar a salvo a tu destino. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmo. 119:105. Ordena mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. Salmo. 119:133 Es preciso que siempre que nos encontremos en cielos despejados como en medio de tinieblas, no olvides consultar la Palabra de Dios la cual contiene la guía


y cuidado ante cualquier circunstancia por la que atravieses. Me atrevo a decir que no existe pista de aterrizaje segura que no esté registrada en su palabra. Ella puede guardarnos de colisionar contra alguna montaña en medio de la oscuridad. Y se asegura de que no volemos bajo con lo que podríamos tocar suelo antes de llegar a nuestro destino. La otra gran lección que aprendí en ese día, fue “la Voz” que escuchas en la radio pero no puedes ver, la del controlador aéreo que está en la torre de control cercano a la pista de aterrizaje. Nadie ha visto a Dios, al igual que el controlador aéreo a quien no podíamos ver, pero si podíamos escuchar. Lo más importante es que el si nos visualiza a nosotros, dispuesto ha hacer contacto con nosotros para guiarnos por t o d o el proceso de aproximación a la pista, dándonos coordenadas, indicaciones metereológicas y evitando que podamos colapsar con alguna otra nave que pueda estar surcando los cielos, muy cerca de nuestro espacio aéreo.

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Salm. 23:3b. Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre. Salm. 121:8 Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. Salm. 27:11 Lo más probable es que tú al igual que yo en tus primeros vuelos te sea muy difícil distinguir la altitud, la velocidad o localizar a simple vista, la pista de aterrizaje. Pero siempre puedes y debes confiar en: La Palabra de Dios y en su guianza para llegar a tu destino, sano y salvo. Recuerda que entre más grande sea tu avión y más grande sea tu carga, mucho mayor atención debes poner en estas dos herramientas. De lo contrario tú, tu nave y tu tripulación podrían perecer.

Sé agradecido, eso le agrada a Dios En Filipenses 4.6-7 Él nos promete Su paz si nosotros le pedimos a Él lo que necesitemos, y le damos gracias por lo que tenemos. Y Su paz cuidará nuestros corazones y nuestros pensamientos, Haz un listado de todo lo que sí tienes, y verás cuánto te está bendiciendo nuestro Padre Celestial.

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Salmo 23:3b

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No desmayes, tu día llegará Por Ileana Corzo

U Si tú has recibido de Dios un sueño, una meta, una herencia prometida y ésta aún no ha llegado, quiero decirte:

“No desmayes, tu día llegará”.

n precioso domingo del año 1,984, fui invitada para asistir a una iglesia cristiana. El Pastor estaba predicando un tema que llegó a mi corazón, penetrando, partiendo el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuetanos y me hizo discernir mis pensamientos y las intenciones de mi corazón. De pronto me vi corriendo hacia el altar y, entre lágrimas, escuché varias voces que decían: “Miren, es Chiqui, está recibiendo a Jesús”. A partir de ese día consagré mi vida al Señor. Tenía hambre de la Palabra , hambre de oir, de recuperar el tiempo perdido. Mi hambre era tan grande que, pasado el tiempo me inscribí en una escuela Bíblica. Para mi fue como que en mi corazón hubiera estallado una granada, como que un volcán hubiera hecho erupción. Cada día descubría cosas nuevas. Así como un niño quiere descubrir el mundo que le rodea, así Dios me revelaba cosas diferentes cada día y se cumplía en mí la Palabra que dice: “Sus misericordias son nuevas cada mañana”.

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22 Julio-Septiembre 2008


Cierto día de 1,988, el Señor impacto mi corazón. Con voz tierna me dijo: Hija: Pídeme, y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra”. Esas palabras quedaron grabadas para siempre en mi espíritu y venían a mi mente una y otra vez. Tomada de esa promesa, estudié en varias Escuelas Bíblicas-Misioneras. Yo estaba tan deseosa de aprender, de conocer de que se trataba esa herencia prometida, esa palabra preciosa que el Señor me había dado, que me inscribí en cuanto curso de misiones podía. Literalmente tenía mis maletas hechas y listas para salir a las naciones. Mis hijas tomaron, junto conmigo, la visión y esperaban con ansias esa herencia prometida. No sabíamos que había un largo camino por recorrer. Mientras estudiaba, oraba por las naciones. Mis hijas crecieron con la idea de que un día sería el momento de salir, en el momento menos pensado, pero nada pasaba. Toqué muchas puertas. Hablé con varias organizaciones, pero parecía como que “Yo no llenaba los requisitos para salir”. En esa búsqueda del cumplimiento de la promesa, servía al Señor en mi Iglesia. Todo lo que hacía llenaba mi vida pero, la llama de la herencia prometida se mantenía siempre encendida. Como los años pasaban y no se abría ninguna puerta le dije al Señor: Apágame esto que siento, porque por un lado estaba la certeza del llamado y por otro, las puertas cerradas.

El plan maravilloso de Dios

suben frijoles picados, palitos y hasta gorgojos pero sabemos que en el fondo hay más basura que sacar. El Espíritu Santo estaba introduciendo su mano en el agua de mi corazón y estaba removiendo el agua para que todo aquello no agradable subiera. Cierto día, el Pastor de mi Iglesia predicó acerca de la fe de la mujer cananea (Mateo 15.21-28). Esta mujer fue probada en su fe. Fue rechazada aparentemente, por el mismo Señor Jesús, pero ella perseveró. Él Señor me dijo: Esa eres tú, eres esa mujer que ha tocado a mi puerta. Hoy se han abierto esas puertas para ti. Fue en ese momento donde el Señor me dijo: Ve, hoy es el día del cumplimiento de la promesa, tú y tu casa han sido restaurados, ve porque las naciones esperan por tí.

No cabe duda que Dios tenía un plan maravilloso: Él deseaba que mi alma fuera preparada, fortalecida y revestida de fe. Durante el año 1,999 estuve recibiendo mensajes fuertes del Señor y con mucha unción refrescante. Dios todo lo tenía planeado para que la promesa se cumpliera en mi vida. Muchas áreas de mi vida fueron cambiadas, cada día Dios hacia cosas nuevas dentro de mí. El Espíritu Santo estaba restaurando mi vida, era como cuando limpiamos frijoles. Se colocan en la olla, se les echa agua e inmediatamente

Ahora, si había luz verde para salir. Ahora iba con fe, que era ese ingrediente que me faltaba para alcanzar la promesa del Señor, ahora sabía que era hija y como tal heredera. Ahora podría recibir la herencia prometida: Las naciones. Dios puede hacer lo mismo por ti. En mi caso, alcanzar mi herencia duró 16 años. Cuánto tiempo has esperado? Si tu fe ha desmayado, si has tenido un sueño que no se ha realizado te digo, no desmayes, el día de alcanzar tu herencia llegará. El 22 de enero del 2004, salí de Guatemala hacia Ghana, Africa, tras mi herencia. ¡No desmayes, el día de alcanzar tu herencia llegará!

El Señor me dijo: Ve, hoy es el día del cumplimiento de la promesa, tú y tu casa han sido restaurados, ve porque las naciones esperan por tí.

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24 Julio-Septiembre 2008

La

grandeza de un

niño Por Christian García

Ser como un niño en esta época de la historia, no está de moda, es ingenuo y escapa del concepto formal y apropiado en nuestros días.

Q

uisiera poder decirle que Mateo 18:3 conmovió siempre mi corazón. Pero, si así lo dijera, no estaría siendo honesto. De hecho, durante muchos años, me molestó un poco este versículo que dice: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” Por muchos años, mi percepción de los niños (siendo yo uno de ellos) era la de criaturas ingenuas, caprichosas, a veces sumamente rebeldes, a veces consentidas, pero al fin de cuentas, no encontraba un valor espiritual en la vida de un niño que yo pudiera desear. De los recuerdos de mi propia niñez, sobresalen todas las maldades y travesuras que un niño creativo pueda imaginar (mis padres parecieran tener una memoria más clara de todos esos hechos). Pero ésta percepción cambió drásticamente.


A Dios le agrada aquel que reconoce que, delante de Él solamente puede comportarse como niño: dependiente, confiado, necesitado y conciente de que Él es su verdadera fuente de provisión y crecimiento.

Una mañana de abril, estaba en la sala de espera a pocos metros de la sala de partos, cuando a eso de las 9:00 escuché un llanto en la sala. Minutos más tarde, entró el doctor llevando en sus brazos a mi bebé niña (Rebeca es su nombre) a quien puso en mis brazos. En ese momento mi vida cambió para siempre. Al tomar a mi bebé en mis brazos, pude sentir su fragilidad y su vulnerabilidad. Este pequeño ser venía a este mundo, teniéndome a mí como su protector y proveedor. Un sentimiento de compasión y ternura que nunca tuve dentro de mí surgió en pocos segundos, al grado que comencé a llorar sin poder entender lo que me sucedía mientras sostenía a Rebeca en mis brazos.

El misterio de un niño Pasaron las horas, los días, las semanas y los meses, y creo empezar a entender el misterio que un niño representa para el Reino de Dios. Si hay algo vital que diferencia a un niño de un adulto, no es la inocencia o la ingenuidad o la seriedad de uno o del otro. La diferencia es que un niño no puede comer, vestirse, andar y sobrevivir, sin tener que depender de sus padres. Un niño es dependiente. Esa es la diferencia entre el adulto y el niño. El adulto puede comer, vestirse, andar y posiblemente sobrevivir hasta cierto grado, sin depender de sus Padres o de alguien más. ¿Puede imaginarse a un alto ejecutivo de una empresa, con su traje y corbata, llorando porque

“mami” no le trajo su biberón a la hora que era?. Un poco fuera de lugar, dirías tú. Una de las virtudes de “crecer y madurar” es que, eventualmente, la persona obtiene la madurez suficiente para poder valerse por sí misma en la vida y volverse independiente, al punto que logra sobrevivir en este mundo difícil sin tener que depender de nadie. Al menos en cierto grado. Eso es el andar común de la vida, y así es diseñado por Dios.

Somos los niños de Dios El problema surge cuando los llamados adultos (siendo yo uno de ellos) nos acomodamos a este concepto de INDEPENDENCIA y tratamos de hacer todo en la vida, olvidando que un día nacimos de nuevo y que espiritualmente Dios nos ve como sus hijos, sus amados niños. Necesitamos ser alimentados, vestidos, guiados, corregidos y enseñados. Pero, pareciera que somos demasiado autosuficientes para tal tarea. La independencia tiene un hermano muy feo que se llama orgullo, el cual choca irremediablemente en nuestro caminar con el Padre Celestial. Dios da gracia al humilde pero resiste al soberbio. (1ª. Pedro 5:5) ¡Dejad que los niños vengan a mí! (Mateo 19:14). A Dios le agrada aquel que reconoce que, delante de Él, solamente puede comportarse como niño, dependiente, confiado, necesitado y conciente de que Él es su verdadera fuente de provisión y crecimiento. El que se humilla como un niño es el que ha de heredar uno de

los más importantes valores que existen en nuestro caminar: La dependencia en Dios, hermana gemela de otro valor muy importante llamado fe. Dios me habla todos los días, y usa a una criatura que nunca me imaginé, para recordarme y enseñarme qué es lo que Él quiere de mi. Cada vez que estoy en situaciones que parecieran no tener solución, solamente recuerdo que para Él soy como un niño; que mi trabajo es hacer lo posible, y el Suyo es hacer lo imposible.

Tu padre Celestial cuida de ti Mi nuevo maestro en mi caminar con Dios mide menos de un metro, apenas sabe pronunciar unas palabras correctamente, a veces tropieza al caminar, y todavía toma pacha. Sin embargo, al llegar la noche, llega a su cama y duerme tranquilamente, porque sin palabras puede saber y confiar que su padre está cerca, y que nada malo hay para ella porque yo estoy allí para guiarla, protegerla y alimentarla. Dios quiere que tu también vengas y reposes de la misma manera en Él, porque sin importar lo que el futuro pueda traer, tú sabes que tu Padre celestial cuida de ti, y todas Sus promesas son verdad y se harán realidad para tu vida, por lo cual puedes dormir tranquilamente en la noche bajo la sombra de Sus alas como el niño que eres para Él.

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Traducción de

La Biblia

Tú ya sabes en cuántos idiomas se escribió la Biblia, pero ¿te has preguntado como lo hicieron o cuánto tiempo tardaron?, este ejercicio te ayudará a aclarar estas preguntas. Así como los santos de Dios tomaron un tiempo para escribir, tambien para traducir, tómate el tiempo necesario, puede ser una hora, un día, una semana, no lo se, pero sí sé que Dios tiene algo para tí en este texto.

A la izquierda hay 27 palabras a traducir. Usa el abecedario arriba para saber que signo corresponde a cada letra, pero no te la creas fácil, también usaras tus habilidades matemáticas, la letra a la par del número de palabra indica la fórmula que debes usar, a continuación las fórmulas (debes orar antes para que Dios te ilumine):

A=Normal D=-10

B=-3 E=-4

C=-2+5 F=+7

Abajo: Después de traducir los dos bloques escribe las pabras traducidas según el orden que se te pide.

Con esto esperamos que hallas aprendido a valorar la biblia que tienes en tus manos, haz un cálculo del tiempo que tardaste en traducir estas pocas palabras y multiplícalo por las páginas que tiene tu bilblia ¡imagína el tiempo! Dios te bendiga.

Traduce este texto y escríbelo en tu corazón

26 Julio-Septiembre 2008


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Puede enviar su donación en efectivo o cheque a nombre de Fundación Agua Viva 5av. 15-45 zona 10, Edificio Centro empresarial, Torre I, Of. 1007. Tel y fax: 2333-7091 o favor de pasarla a recoger a

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