Ursula Wรถlfel Ilustraciones de
Joรฃo Vaz de Carvalho
1
• • LA HISTORIA DEL NIÑO QUE NUNCA PARABA DE REÍR
Érase una vez un niño tan alegre que nunca paraba de reír. Un día, mientras el niño daba un paseo con su abuelo, se puso a llover con fuerza. No llevaban ni abrigo ni paraguas, así que se cobijaron con más gente en un portal. La gente echaba pestes contra la lluvia, pero el niño sólo se reía. La lluvia caía desde el tejado hasta el sombrero del abuelo, donde se quedaba estancada como en una sopera. Y, cuando el sombrero se llenó por completo, el agua se desbordó y se le vertió al niño por el cuello. Entonces el niño se rio aún más y el abuelo también comenzó a reír. Después pasó un camión y salpicó a todo el mundo de barro. El niño se quedó mojado y sucio de arriba abajo. La gente estaba a punto de volver a protestar, pero, como el niño se echó a reír todavía más, la gente se calló. Hasta que, poco a poco, también comenzó a reír. 7
2
• • LA HISTORIA DE LA PULGA Y DEL MONO
Érase una vez una pulga que picó a un mono en la barriga. Entonces el mono se golpeó con la mano en la barriga con tanto ímpetu que sonó un gran estruendo. Pero la pulga ya le había saltado al hombro. Entonces el mono se mordió el hombro, y tanto se mordió que después tenía la boca llena de pelos. Pero la pulga ya le había saltado a la espalda. El mono quiso cogerla, dando vueltas alrededor de sí mismo hasta que se mareó. Pero la pulga había saltado un poco más hacia abajo, gateando por el trasero del mono. Este se sentó rápidamente en el suelo. Se echó a reír y pensó: «¡ahora la he cogido!». Pero entonces la pulga picó al mono desde abajo. El mono se levantó de un salto pegándose con las manos en su propio trasero, cada vez más rápido y más fuerte. Pero la pulga ya le había saltado a la cabeza. Sentada allí arriba, miraba cómo el mono se pegaba a sí mismo. 9
C O L E C C I Ó N
Un ratón rodeado de exquisitos manjares que, indeciso ante la abundancia, se queda sin probar ninguno; un niño que no se mete el dedo en la nariz porque quiere ser el más educado del mundo; dos toros presuntuosos que aburren a las vacas; un hombre con tanta prisa que ya no sabe ni adónde va; y así hasta «28 Historias para reírse» que Ursula Wölfel nos ofrece en este libro. Con ellas continúa la serie que inició con las «27 Historias para tomar la sopa».