María Jesús Jabato
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San Francisco en meditaciĂłn. Francisco de ZurbarĂĄn
Gorigori Gorigori, gorigori, cantaba el monje, gorigori, gorigori, nadie responde, gorigori, gorigori, se ha muerto el perro, gorigori, gorigori, vamos de entierro, gorigori, gorigori, el monje insiste, gorigori, gorigori, quĂŠ eco mĂĄs triste.
5
Vestida de mar Érase una niña vestida de mar, las ropas azules, collar de coral, volantes de olas que vienen y van, cabello aromado de sol y de sal, negros los zapatos —tinta y calamar— y verdes los ojos de tanto mirar las olas que vienen, las olas que van, érase una niña azul como el mar.
6
La infanta Margarita en traje azul. Diego Velรกzquez
7
Un perro. Francisco de Goya
Un perro Un perro, guau, me ha ladrado, un perro, guau, guau, me ladra y en sus ojos tan marrones como la canela en rama se agitan ramas de pena, al perro, guau, ÂżquĂŠ le pasa?
8
El 3 de mayo en Madrid. Francisco de Goya
La camisa blanca ¡No dispares!, que se mancha, sangre en la camisa blanca. ¡No dispares!, que lo matas, arañas en la garganta, ¡no dispares! que las armas son desolación de plata.
9
La noche estrellada. Vincent van Gogh
Luceros En la noche titilan, temblor de plata, estrellitas de frĂo, luces lejanas, en la noche titilan y en la maĂąana solo queda su ausencia, azul y nada.
10
Terraza del cafĂŠ de la Place du Forum en ArlĂŠs, por la noche. Vincent van Gogh
Noche negra Noche negra, noche oscura, rumia y rumia con sus dientes el camiĂłn de la basura y me despierta cuando traga los restos de mi merienda.
11
Mi habitaci贸n Las paredes azules son cuatro cielos; busco en ellos la luna y no la encuentro. Blanco el techo: una nube con agua dentro.
Cuando cierro los ojos suenan mil truenos que amenazan tormentas de agua y de sue帽os. Por la ventana abierta se oye un jilguero.
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La habitaci贸n de Van Gogh en Arl茅s. Vincent van Gogh
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Concejal铆a de Educaci贸n