–Ovejita, dame lana. –¿Para qué quieres mi lana? –Para hacerme un jersey y estar siempre calentito. Si me tapo la barriga un buen catarro me evito.
–Ovejita, dame lana. –¿Para qué quieres mi lana? –Para hacer un lindo gorro que resguarde mi cabeza. No tendré frío en el pelo ni tampoco en las orejas.