La sabiduría de nuestras ancestras contra la tristeza y la ansiedad

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Yadira del Mar

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La SabidurĂ­a de Nuestras Ancestras Contra la Tristeza y la Ansiedad

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Yadira del Mar

La Sabiduría de Nuestras Ancestras Contra la Tristeza y la Ansiedad Texto original leído por Yadira del Mar durante la mesa “Hierbas, sabiduría ancestral contra la tristeza” de la Feria Internacional del Libro de Estudios de las Mujeres y Feminismos (FILMUFE), en la que también participaron Lorena Cabnal y Guadalupe C. Santaella Rivas, el 7 de Mayo del 2018 en la ciudad de Oaxaca.

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Cuidado de la edición y diseño de portada: Quetzadilla Ilustraciones: CarlosDaniel Mo Contacto: kalicabra@riseup.net Este texto se editó en Software Libre durante momentos alternados de tristeza y alegría, pero siempre con mucho amor y aprendiendo GNU/Xubuntu, LibreOffice 5, GIMP 2.8 Para contactar a Yadira del Mar: brujazapoteca@gmail.com Tipografías: TlwgMono y

Diamond Dust

Obra publicada bajo la Licencia de Producción de Pares

Atribución - Compartir bajo la Misma Licencia – ¡No Capitalista! 6


Índice Presentación

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Las opresiones se manifiestan en nuestro cuerpo a través de tristeza y ansiedad | 11

Cómo sanar con hierbas

Lo que me sucedió

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Presentación Todas las mujeres que hemos estado, o estamos, sujetadas por la tristeza y/o ansiedad, podemos fácilmente entender las líneas que Yadira nos comparte a continuación. Nuestra cuerpa igual la entiende, por el simple hecho de ser cuerpa, por las marcas y heridas que la existencia de nuestras vaginas implican al resto de nuestro ser físico y espiritual. Con palabras llenas de sencillez y sorodidad Yadira nos cuenta su historia de dolor, pero también de vida, de sanación y de redescubrimiendo de alegrías y sabidurías ancestrales. Quién pensaría que de un vacío en el pecho pudieran brotar y florecer tantos saberes, que esos saberes tuvieran su origen en la tierra y en la historia, y que de ellos podemos apoyarnos para negar los medicamentos y aliviar nuestro pesar. Yadira recuperó la sonrisa gracias a la supervivencia física y espiritual de sus Ancestras, generación tras generación, a pesar del genocidio y culturicidio persistentes hacia los pueblos orginarios. Ella ha podido recurrir a las infusiones, a los baños, a los olores y sensaciones de las hierbas, gracias a la supervicencia de nuestra madre tierra, a pesar de la violencia constante en su contra. La tierra y la sabiduría de las abuelas existieron en el proceso de recuperación de Yadira y existirán en nosotras cada vez 9


que recurramos a sus recomendaciones, a la naturaleza, a la compaùía de nuestras seres queridas y a la fuerza que siga existiendo dentro de nosotras para levantarnos, a pesar de la tristeza y la ansiedad... porque otras formas de sanar son posibles.

Posdata. Las plantas son bonitas

kalicabra

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Las opresiones se manifiestan en nuestro cuerpo a travĂŠs de tristeza y ansiedad

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¿A qué me refiero cuando digo que las opresiones se manifiestan en nuestro cuerpo a través de la tristeza y la ansiedad?

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Muchas de las veces en que nosotras como mujeres nos sentimos tristes, tiene mucho que ver con la idea que

hemos construido, o mejor dicho, que nos han enseñado a construir acerca del amor, y así, sufrimos por amar o porque no nos aman.

de

También está toda esa exigencia sobre la perfección nuestros cuerpos, con ideales que se vuelven

inalcanzables, y

anulan nuestra existencia.

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Y ni que decir de la oleada de VIOLENCIAS que sufrimos día a día a manos de quienes dicen ser nuestros compañeros, a manos de este sistema que nos quiere silenciadas: golpes, malos tratos emocionales, violencia económica, críticas sobre nuestra maternidad o por negarnos a parir, dolor por no poder vivir libremente nuestro amor en el caso de mujeres amando y deseando a otras mujeres, tener que anular nuestra identidad indígena a causa del RACISMO que vivimos en nuestro propio territorio. Todo ello se va cargando en nuestra espalda, hasta que un día no resistimos más el peso y caemos sumidas en la tristeza. Perdemos el gusto por mirar el cielo y por reír, queremos estar solas pero a la vez necesitamos compañía. Nos habitamos en un desgano general del vivir, y además, se nos exige NO SENTIRNOS ASÍ.

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Este sentir ha sido ROBADO por el capital que hace negocio en las grandes farmacéuticas. Sin embargo, es parte de nuestro proceso para sentirnos mejor el regresar a nuestra raíz, a nuestro origen, y mirar que en las hierbitas tenemos la sanación para estos sentires.

Es también darnos cuenta que han sido las mujeres quienes han transmitido esta sabiduría de generación en generación. Han sido GUARDIANAS de estos conocimientos ancestrales y su papel como curanderas es de vital relevancia.

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El cuidado tradicional siempre ha estado a nuestro alcance, pero la ciencia occidental lo ha despreciado debido al desprecio que le tiene. En mi familia, ha habido una línea de cuidado de estos saberes que ha sido seguida exclusivamente por mujeres; por mi abuela Aurea, por mi tía María, por mi mamá Clara. Para nosotras como mujeres indígenas, originalmente somos seres completos, es decir, somos alma y cuerpo sin separación. La tristeza tiene que ver con la pérdida del alma, en una huida que se manifiesta en el cuerpo. En ese sentido es que nuestro cuerpo físico manifiesta ciertas dolencias. Pero no estamos condenadas al sufrimiento, pues en nuestro propio contexto vamos a encontrar toda la nobleza y fuerza de las plantas para poder tratar esta angustia. La tristeza se manifiesta de diversas maneras en cada una de nosotras, aun así, podemos encontrar puntos en común, por ejemplo: inapetencia, insomnio, llanto, nostalgia, anhelo (un anhelo doloroso pues), fatiga, miedo… Sentir tristeza es un proceso natural en nuestras que nos hace crecer, renovarnos, reconstruirnos y replantearnos quienes somos. vidas

Sin embargo, sentirla es una de dolorosas que podemos experimentar.

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las

vivencias

más


Las hierbas tienen la capacidad de restablecer el cuerpo, el corazĂłn y la mente, pero es necesario traer a nuestro cuerpo su memoria honrando siempre el tejido de sabidurĂ­a de las Ancestras.

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Cรณmo sanar con hierbas

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|Hierba de |San Juan

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Una de las formas que las hierbas nos regalan para liberar a nuestro cuerpo físico del cansancio que la tristeza nos provoca, es un baño caliente a base de hierba de San Juan, también conocida como flor sanjuanera. La podemos encontrar fresca desde finales de mayo hasta mediados de julio, el resto del año la encontramos seca. La colocamos en agua hirviendo y después nos vamos a dar un baño, dejando que el calor nos apapache, y si es necesario llorar, lo hacemos.

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|Lavanda

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Sentir tristeza deviene de una serie de inseguridades que han plantado en nosotras. Para ĂŠstas podemos utilizar la lavanda. SĂłlo nos basta con poner un poco de ella debajo de nuestra almohada cada noche. AsĂ­ aliviaremos la tensiĂłn, mejoraremos la comunicaciĂłn con nosotras mismas e iremos sacando el miedo.

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Romero

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Otra de nuestras hierbas es el romero.

Éste lo podemos tener en una macetita cerca de un lugar en el que encontremos calma, puede ser en nuestra habitación, en la sala, en un lugar específico del jardín -si es que tenemos-. El romero nos va a ayudar a escuchar nuestros pensamientos más a fondo, regalémonos un momento para escucharnos. Su aroma va a disminuir la confusión y nos ayudará a adaptarnos mejor a los cambios, porque sin duda después de salir de la tristeza la vida cambia, y para bien.

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Naranjo

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El naranjo es una florecita maravillosa porque nos restaura la energía, esa que justamente tanta falta nos hace en los periodos de tristeza. Vamos a usar unas cuatro o cinco hojitas para prepararnos una infusión. Aprovechemos el momento para quizá escribir lo que nos está doliendo, pues otras de sus propiedades son inspirar nuestra creatividad, ayudarnos a disminuir el aburrimiento y quitarnos la rigidez que sentimos en el cuerpo.

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|Geranio

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La tristeza nos rellena de sentimientos de desprotecciĂłn y abandono. Para ĂŠsto podemos valernos de tener cerca un geranio. SĂłlo basta con mirarlo, olerlo y dedicarnos a su cuido. La confianza que hemos perdido en nosotras mismas y en nuestra capacidad, la volveremos a ver en su

floreo.

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Menta

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La menta podemos consumirla también como infusión, con dos o tres hojitas para medio litro de agua. La podemos endulzar con miel, aunque es mucho mejor endulzarla con recuerdos gratos, con compañía agradable y con risas, así pronto vamos a ir sintiéndonos mejor. Su frescura traerá a nuestra mente pensamientos de libertad y gozo por la vida, y evitará el pesimismo que se acrecienta en estos periodos.

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Bergamota

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La bergamota nos ayuda justo con lo que les comentaba al inicio, con esos juicios que se hacen sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Esta planta nos ayuda a la autoaceptación, combatiendo la baja estima que muchas veces mina nuestras ganas de vivir, y también alivia la

desesperación que se siente como un <<palpitar>> horrible del pecho. De la bergamota usamos también sus hojas, colocamos tres en medio litro de agua y nos tomamos la infusión que resulta de ello.

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PachulĂ­

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El pachulĂ­ lo podemos usar como esencia estabilizadora. Vamos a ponerlo a hervir en agua, una vez que llegue al punto de ebulliciĂłn lo dejamos reposar toda una noche, lo vertimos en un frasco de vidrio, y nos colocamos unas gotitas. Las gotitas nos ayudarĂĄn a sentirnos a gusto con nuestro cuerpo, disminuyendo las peleas que tenemos con la imagen nuestra, con nuestras formas y colores y con las cicatrices.

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Cedro

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Cuando nos sentimos tristes es muy común que nos aislemos de todas las personas que nos rodean. No tenemos porque pasar esos momentos solas así, que si es posible, vamos a ir a abrazar a un cedro. En su tronco se quedará toda la desconexión que sentimos con el mundo. Este gran árbol va fortalecer nuestros lazos sociales, creando un sentimiento de

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comunidad.


Eucalipto

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El eucalipto podemos tomarlo en infusiรณn; tres hojitas en medio litro de agua. Tiene un sabor potente que nos ayudarรก a aumentar nuestra fuerza, esa que necesitamos para enfrentar esta emociรณn.

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Citronela

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La citronela la vamos a usar seca, poniendo a hervir lo que recojan nuestros dedos en medio litro de agua. La propiedad mรกs chula de la citronela es la de alejar

el sentimiento de aprehensiรณn del pasado, el cual se acumula en nuestro corazรณn y en nuestro cuerpo y que tiene mucho que ver con un anhelo doloroso de lo ya ocurrido. Con la citronela dejaremos de ser presas de recuerdos que nos atan y que nos hacen vivir recordando aquello que nos lastima.

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Lo que me sucediรณ

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Con todos estos conocimientos que les he compartido es como mi propio proceso de sanaciรณn fue posible. Ahora me voy a permitir contarles un poco de lo que me sucediรณ. 44


Así como estamos tejidas por memorias ancestrales de sanación, también solemos cargar con las historias dolorosas de las mujeres de nuestra familia. En mi caso, se me echó encima la primera historia de mi abuela Aurea asesinada a mano de su primo por conocer de hierbas y asobones, la historia del abandono que vivió mi mamá al quedar sola tras el feminicidio de mi abuela, las historias de dolor de mis hermanas en matrimonios violentos, mi frustración al no poder enunciarme como lesbiana, el dolor de abandonar mi tierra natal para llegar a una ciudad donde la DISCRIMINACIÓN me golpeó. _______________________________________________________ Las tristezas se van a acumulando, hasta que el alma pide a gritos salir de esa cárcel. _______________________________________________________

Colapsé tras una relación llena de violencia, sufrí crisis de ansiedad, taquicardias, sudoraciones, insomnio, miedo de salir a la calle. Mi vida prácticamente quedó paralizada por meses en los que mi cuerpo físico se vio desgastado. Acudí al médico quien me dio un pase a psiquiatría en donde fui diagnosticada con depresión y ansiedad, para lo cual se me recetaron ansiolíticos y antidepresivos. SIN TENER EN CUENTA MI CARGA EMOCIONAL SÓLO FUI MEDICADA.

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Al poco tiempo una amiga me recomendó asistir a terapia narrativa con una psicóloga, y con cartas, cuentos y escritos, empecé mi proceso de sanación.

A la par, mi mamá que no notaba mejoría alguna con los medicamentos, comenzó a hacerme tés y limpias. Empezamos a confiar nuevamente en nuestros conocimientos y saberes, y al poco, con su amor y

APAPACHO fui dejando la tristeza. Recuperé la energía para salir de nuevo a la universidad, para estarme en compañía, para llorar menos y entender más lo qué me estaba sucediendo, para conocer las historias de las mujeres de mi familia y sanar juntas, porque si sanaba yo, sanaban ellas, es un acto de reciprocidad, de curarnos y acuerpar nuestras tristezas, nuestros llantos, nuestras rabias, pero sobretodo nuestras esperanzas y sueños.

No estamos destinadas al sufrimiento ni a la enfermedad, cada una de nosotras debe ser capaz de reconocer sus dolores y trabajar sobre ellos, ponerle nombre a la tristeza para entender lo que nos está lastimando y poder acércanos a ella sin miedo y con fuerza para dejarla detrás.

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No carguemos con nada que no nos corresponda, el sistema nos quiere débiles, tristes, separadas, pero del feminismo aprendí que lo personal es político, y en ese tenor tenemos que politizar nuestras emociones y sentires, pero sobretodo nuestra sanación. Sanarnos es un acto de ternura para con nosotras mismas. Aboguemos pues, siempre, por nuestro AUTOCUIDADO.

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