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¿Cómo exportar de manera segura?
Es momento de seguir utilizando las herramientas financieras a favor de la estabilidad del negocio.
La gestión del riesgo es la otra cara de la moneda en el ámbito de la exportación. Cuando se transportan y venden mercancías a otros países, se asumen un conjunto de riesgos, los cuales deben ser sopesados, controlados e incluso neutralizados en la medida de lo posible.
Desde fluctuaciones de la divisa -que encarecen la operación-, un deterioro en la economía de la región, o hasta posibles conflictos armados o desastres naturales, sin duda, pueden impactar en el negocio.
A todo esto tenemos que añadir el riesgo de impago de la factura por parte del cliente si concediste crédito, lo que podría provocar tensiones en tu flujo de caja, o problemas más serios que comprometan la viabilidad de tu negocio.
Este conjunto de fenómenos se engloba dentro de los riesgos políticos/país y riesgos extraordinarios que pueden afectar a cualquier operación de comercio internacional.
Por ello, dentro del ámbito asegurador existe una póliza que puede convertirse en una eficaz herramienta para las empresas que quieren traspasar fronteras, y es el seguro de crédito a la exportación. Este ayuda a gestionar los riesgos, ofreciéndote un análisis de los clientes potenciales para saber a quien puedes ofrecerle crédito y quien no lo merece, te ayuda con la cobranza de las facturas impagadas y te indemniza en caso de impago.
Beneficiarse de acciones de recobro ejecutadas por la aseguradora, en caso de que se presenten dificultades para el cobro de los créditos pendientes. Disponer del apoyo de una aseguradora internacional como la que represento, supone contar con la ayuda de personal local experimentado, conocedor de la normativa, burocracia y costumbres del país en cuestión, ya que están presentes en más de 130 países.
Por último, si no es posible el recobro de las facturas impagadas y la línea había sido respaldada por la aseguradora, esta paga una indemnización para proteger la rentabilidad y continuidad de tu empresa.
Otro punto que es adecuado destacar, es que una cobertura de este tipo permitirá flexibilizar los términos de pago, ampliando los plazos y líneas de crédito, e incluso optando por métodos de pago que requieran una menor tramitación y supongan un coste más reducido. Es el instrumento ideal para sustituir la carta de credito, eliminando burocracia y abaratando costos.
Cierto es que además de proteger las cuentas por cobrar, es una herramienta que ayuda a las empresas que buscan expandirse a otros mercados y crecer su negocio sin asumir riesgos.
¿Cuántas ventas has rechazado, por no querer conceder crédito a un cliente desconocido? ¿Y si alguien experto te ayudara a analizar al cliente por ti, y respaldar la línea de crédito que necesitas?
Y es que si un cliente en otro país no paga, en ocasiones el importe de la deuda puede ser menor que los gastos que se generarían al buscar un despacho de abogados que tenga acuerdo en el país de la empresa involucrada y que conozca la legislación para dicho servicio.
¿Cómo funciona?
Si bien un seguro de crédito a la exportación tiene como propósito garantizar el cobro de los créditos concedidos a los clientes, esta garantía no se limita al hecho de indemnizar los posibles impagos, sino que también se basa en prevención y ejecución. Así, la póliza de crédito permite:
Acceder a una base de datos en la que detalla el nivel de riesgo que se está asumiendo según el país, sector y la propia solvencia del potencial cliente. De esa manera, es posible hacer una mejor planificación del límite de crédito y plazo de pago que se concede a cada cliente. Quedando la línea respaldada por la aseguradora.
Nuestras cifras en México reflejan que 4 de cada 10 de los usuarios de seguro de crédito, ya utilizan su cobertura para proteger su actividad comercial de exportación. Es hora de seguir utilizando las herramientas financieras a favor de la estabilidad del negocio.