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A ti por llenarme de regreso enamorado la memoria. A ti, Jose, que me has inventado un sentimiento desconocido. A ti, Javier, que compartimos ese hermoso regreso que nos propiciaron con su largo adi贸s los amigos
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TIENDA AZUL
sin reyes que la habiten más sí un ejército minúsculo sin entusiasmo la planta y la desplanta y sin entusiasmo espera que se hunda para siempre
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PLANTANDO EL CIRCO
La noche creciente echamos amarras en el paisaje anónimo extrañados esta hechizada estancia es el eventual sosiego. Y desde la claraboya la ciudadela hinchado desánimo ante el chapiteau azul.
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Y ESTA TIENDA AZUL
hace añicos los días.
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EN TEHERAN
por el manchado frĂo del Circo en las madrugadas caminan solapados gatos.
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NAUFRAGIO DE CIUDADES
es el Circo Arribo protegido Costa y Barco la misma cosa.
Mentido anclaje ¿Cuándo partimos?
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LA PISTA ALUCINADA
Las luces móviles del puerto recalan marchitas en las aguas cruzadas; blandas y densas nubes de grasa flotan como usados arco iris. Un anochecer de geranios en la otra punta de la tierra, lloronas las barcas estudian efímeras geometrías, mitras en las esquinas y la ausencia de los pájaros hace goteras en las copas de los árboles, mientras esto se muere de hojas en las orillas del escenario. APLAUSOS APLAUSOS APLAUSOS APLAUSOS
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QUE INUTIL Y DOLOROSA ESTANCIA
si este barco, el circo definitivamente echase anclas.
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CON UN DOLOR DE HORIZONTES
En los ojos No busca barcos hundidos Ni la quietud vertical del a v e Los augurios del sueño Bajo el hueso del cielo Para trazar el itinerario frágil del delirio.
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LA MIRO, A VECES, DE LADO
La bata descosida por el trabajo secreto EN los rincones de la casa SON atisbos de luna hambrienta Un poco mรกs al sur la cara oculta oculta mi buena estrella.
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LOS OPERARIOS EGIPCIOS
han tensado las cuerdas Los cuatro mástiles sostienen la cúpula alargada Y un nido de cuerdas y nudos desenrolladas escalas ajustados los cabos Está listo el espacio para los triples saltos mortales la virgen obscena que se deja cortar en dos o los caballos blancos de descarados astros negros Los operarios egipcios recorren indiferentes la zona encantada y se retiran con frecuencia a las rulotes durante la función.
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BAJO LA LUNA LLENA, CRUZANDO EL DESIERTO
Ocre abierto de los brillantes impuros Figuras en azul Recadera inm贸vil
JAIPUR, a帽o 78
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BAJO LA LUNA LLENA, CRUZANDO EL DESIERTO
EL SOL hacía pavos reales en sus ojos espejos infatigables de su otra vida.
JAIPUR, año 78
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TRAZADO DE CALLES
imploración de esquinas turbulenta música en el CENTRO donde mueren los mares sin vergüenza alegres.
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LOS ESPEJOS SE DESTIÑEN
en las estancias vacías con el rumor de los ojos que se cierran.
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Y DESPUร S DE TODO
vendrรก la muerte de los espejos Un cementerio encantado La inversiรณn del silencio El rumor resplandeciente Y llegarรก este tiempo en el que los espejos tengan sus imposibles cementerios.
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SILENCIO
dulce a veces sin ruinas una nave perfecta a veces EL POEMA.
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LA PATINADORA MUDA
refiere tajo transparente la marcha de los astros su tierra de รกrboles crudos.
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ORACIÓN HÚMEDA
de las aberturas frías mutismo de tu otra boca blanda entreabierta MISTERIOSA SONRISA
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ADIVINARTE
tumulto dorado cernirme de amor rabioso sobre tu sue単o Soledad camuflada nuestro propio aguirre para de ruinas renegar un tiempo sabiendo tanto de la muerte.
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PASABAN EL DĂ?A
jugando ĂŠl a ser pirata y ella la ruta de las indias.
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UN MAPA
de campo de exterminio aquĂ y allĂ En mi alma un mapa de asedios y reductos de igual a igual con el infierno.
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PARA CONSTATAR LA DUDA
ah铆 se mecen las tiendas negras de los n贸madas.
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ANTE MI
Poseído por el nuevo día Se alternan La contracción violenta de los montes Con las suaves lomas infinitas Y en el tiempo exacto del brillante Ella De minúsculos espejos Recorre La zona en blanco Del desierto.
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FATIGADOS DE TERNURA
los secretos Son un paisaje de gritos donde se alimenta El p谩jaro n贸mada.
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ESQUEMA DE UNA BATALLA EN LA ESCUELA
mientras la maestra habla de algunas reglas de ortografĂa.
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BATALLA ENCARNADA
rinc贸n alborotado el cerco rotundo y los generales buscaban al ciego que cantaba historias vulgares de amor.
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Salinas miedo a duras penas rápidos coloquios tú por tú razón de esta do de pecho enCANTOS ROMANCES Y MiTOLOGÍAS salinas en el desierto En primavera a , penas dura el miedo.
HERAT. Sol en ARIES, a las 5.22 PRIMAVERA
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UN ARCO VOLTAICO
de raíces relucientes se apropia de las máscaras abandonadas por los ángeles
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LA RAYA EN LA PARED UN RUIDO EN LA LUZ.
De Trento
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UNA BATALLA
Es un mapa de silencios y de pactos Un recorrido íntimo de nuestras íntimas mínimas Un laberinto iluminado por la derrota y el asombro.
Peshawar 24-5-78 ZONA FRONTERIZA
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Y SI TE DIGO QUE NO QUIERO ESTAR CONTIGO
Dijiste cuando una bandada de pájaros ultramarinos quedaron moribundas entre las sábanas
Después La risa fue un hueso mondo y lirondo en nuestra casa.
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VOSOTROS QUE CREEIS EN SANTOS Y MARÍAS
Que torturáis el agua dura de mi frente Para solamente decir que hay otras aguas Bañando prados con mejores horas ¿Por qué habláis de otras tierras si esta agua y prados aquí están y me agradan? Tal es la realidad que los dioses dieron Y que un bien real hicieron externo Mas, ¿obra de qué dioses podrían ser mis sueños?
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INUNDADA RULETA
La noche en la boca de los caballos blancos invertida coincidencia promueve los rezos de las almejas negras.
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EL PASEO EN EL ATARDECER
Redimidos los jardines Un punto cero dadme Y os entregarĂŠ un reino.
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LOS CAMINOS EN EL DESIERTO
Son-risas del camello
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LOS PAÑUELOS MACHOS
Se regodean al viento Contabilizando falaces la duración del mundo
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LOS DESIERTOS
Prados del Sol que in煤til ama la escasa sombra reclamo de los sue帽os Los desiertos Espejos dorados del tiempo celebraci贸n inm贸vil de la rutina de los dioses
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POBLACIÓN ENSOÑADA DE LOS OCRES
Región nómada Fulgurante llama es el que pasa Agazapada la luz Inmóvil
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NO EXISTEN PREFERIDOS
Más allá de los márgenes Ni tienen derecho los que miran a dudar del sueño
Es certeza reunida la que sobra cuando se ha iniciado la partida.
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LA MEMORIA BARRIDA
Y blanca Mira Mientras prodigiosos Los soles siguen su rutina.
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EN ESTA PĂ GINA DEL CUADERNO
la silueta de tu ternura maltratada en tinta azul
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LA DIVERSIĂ“N DE LA LUNA
con la recogida de los frutos encoge las ventanas de Herat Humillados los velos por los ojos veloces tĂş te paseas quemando luz
(Invierno del 77, en Herat, camino de Kabul)
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EL VIAJE ES EL REGRESO
el único presente que el viajero porta no son los países que ha conocido ni las viejas esquinas de las ciudades ni las ciudades lejanas y desconocidas sino el regreso desmesurado y la inconclusa partida el relato de sus mapas las rutas incendiadas del destino es multitud de muertes y de vidas la memoria radiante de los días como ceñidas olas del recuerdo
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