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LA IDENTIDAD
Y AUTONOMÍA
DOCUMENTACIÓN
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Pistas para la evaluación Pilartxo Iturgaiz eimmendehaldea @animsa.es
Evaluar la documentación Documentar es más que recoger información o imágenes «en bruto» con un formato. Documentar significa hacerlo para algo, con un guión y diseño previos, es decir, con un «proyecto de documentación». Estableciendo ese guión y un diseño general podremos ir avanzando en los procesos de documentación. Nuestros guiones van a ser generales porque nuestras documentaciones son fundamentalmente «documentales reales» y no películas. Para evaluar cualquier tipo de documentación conviene revisar los diferentes aspectos que integran el proyecto inicial.
A quién iba dirigida la documentación y cuál era su objetivo global Aunque una gran parte de la documentación (PowerPoint, vídeos, diapositivas) se hace pensando en los adultos, hay otros documentos, por ejemplo: los paneles informativos, que se integran con frecuencia en la estructura de la escuela como parte de la propia ambientación del centro y que se pueden convertir o no en estímulo para el mundo infantil. Revisaremos si la documentación ha sido pensada exclusivamente para adultos, exclusivamente para niños y niñas, para adultos acompañados de sus hijos e hijas, o integra a un mismo nivel a los dos tipos de públicos. Evaluaremos si el formato utilizado responde al objetivo general para el que se planteó, su flexibilidad o rigidez, su nivel de autonomía, su localización (altura y accesibilidad), el espacio y el tiempo que requiere, el ajuste de su contenido a lo que se pretende exponer, la claridad de las informaciones dadas, la coherencia entre textos e imágenes, así como los códigos de lectura e interpretación empleados, la comodidad de la documentación tanto para quien la crea o anima como para quien la ve (en el caso de paneles informativos). Lo que pretendíamos documentar Evaluaremos a qué perspectiva informativa ha respondido el documento resultante y si ha cumplido la idea prevista. Si el documento responde a una perspectiva de información general de la escuela o a una perspectiva centrada en grupos determinados. Si se ha buscado experiencias concretas de los niños y las niñas de un curso o, por el contrario, es una documentación más genérica. Si se pretende dar visiones globales de la experiencia de la escuela o de un grupo, o tiene un carácter más de tipo monográfico. Sopesaremos su valor en una perspectiva a corto o largo plazo. La significatividad de la documentación resultante Teniendo en cuenta las características técnicas del formato elegido e, incluso, los sistemas de documentación más cotidianos para no caer en lo rutinario (informaciones diarias en relación con comida, sueño, deposiciones, la propuesta diaria del aula, etc.), evaluaremos la intensidad, naturalidad, espontaneidad y expresividad de la experiencia de las criaturas que refleja; su autenticidad, cotidianidad; si recoge la forma de estar y jugar en la escuela, la cercanía a los intereses de los niños y niñas. Analizaremos si da a las familias y a los profesionales nuevas claves de interpretación y lectura sobre la infancia, si lleva a reconocer valores que no se contemplaban y si sugieren formas de organización y propuestas que se pueden plantear.
27 | Aula de Infantil Núm. 39. Septiembre-Octubre 2007