Somos una comunidad de fe, enviada a Evangelizar Mensaje: Somos una comunidad de fe, que se deja renovar por Cristo Resucitado. Lema: Con la fuerza de Jesús Resucitado, luchamos por un mundo renovado. AÑO XXII / CUARTO DOMINGO DE PASCUA / CICLO B / N° 1302 ABRIL 22 DE 2018
promete un “verdadero pastor” que cumpla en todo su voluntad. Ese auténtico pastor no es otro que su Hijo Jesucristo, aquel que ha venido para conducir a todos los hombres a los pastos de la vida eterna.
“Cristo es Nuestro Único Pastor” Celebramos el IV Domingo del tiempo de Pascua, tiempo en el cual hemos venido reflexionando en el sentido e importancia de la resurrección del Señor para nuestras vidas. A lo largo de estos días, la liturgia de la Palabra, nos ha ido mostrando todo lo que significó para los discípulos ese acontecimiento de la resurrección, las consecuencias para su vida y para la Iglesia naciente; a lo largo del mismo también hemos podido analizar lo que hoy significa esa misma experiencia para cada uno de los creyentes y vamos comprendiendo porqué el centro de nuestra fe es el acontecimiento de la resurrección. En este IV domingo, Jesús nos habla para recordarnos que él es el Buen Pastor, que él ha venido a dar plenitud a esa imagen que desde antiguo se le aplicaba a Dios y que explicaba muy bien la relación con su pueblo. Muchos textos del Antiguo Testamento la refieren, así por ejemplo, una muy conocida es la del Salmo 23 que dice: «El Señor es mi pastor, nada me falta…» (Sal 23,1ss), y tantos otros pasajes que reconocen a Dios como “Pastor” que liberó al pueblo de la opresión de Egipto, lo guió por el desierto a la tierra prometida y se reveló en el Monte Sinaí como el Dios de la Alianza. Pero recordemos que no sólo Dios recibe esta designación sino que también todos los dirigentes del pueblo de Israel, que aunque no siempre supieron realizar su papel, son llamados pastores. Sin embargo ante las limitaciones de éstos, Dios mismo
No hay duda que Jesús acude a ésta imagen porque hace parte de la cultura de los Judíos no sólo en el ámbito religioso sino también en la vida cotidiana ya que una forma de sostenimiento era precisamente el oficio de pastorear rebaños de ovejas y ganados, llevándolos de un lado a otro, especialmente en una región que por el clima y las condiciones geográficas no permitían el mantenimiento de pastizales abundantes. Por esto Jesús recurre a presentarse como pastor, sin embargo en Él ésta imagen va un poco más allá, porque no se trata simplemente de un guía terrenal, que libera al pueblo de esclavitudes humanas o políticas, se trata de aquel que ha vencido a la muerte y ahora conduce a todos los hombres a la vida eterna, él ha venido para dar vida y vida en abundancia, por eso, portando el estandarte de la resurrección, se pone al frente del rebaño de los creyentes para conducirlos a los pastos de la eternidad. En este contexto resuenan en nuestros oídos las palabras de San Pedro en su discurso (1era. Lectura): “bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos”. Jesús es el único pastor, el único guía que puede conducir la vida de los hombres, pues nos conoce, ha dado la vida por nosotros y ha vencido la muerte. Por eso la actitud nuestra ha de ser de constante docilidad, ya que como dice San Cirilo de Alejandría: “El distintivo de la oveja de Cristo es su capacidad de escuchar y obedecer”. En este domingo también celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas, instituida por el Papa Pablo VI, en la cual rogamos al Señor para que muchos jóvenes creyentes acepten el llamado a consagrar su vida al pastoreo de almas siendo instrumentos del único pastor, prestando su voz, sus manos y en fin toda su vida a esta labor. Dios nos conceda a todos ser auténticas ovejas del rebaño del Señor y a quienes ha llamado a la vida sacerdotal y religiosa ser fieles a la misión que les ha confiado. Pbro. Milton Sánchez O. Formador del Seminario Mayor