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Llegamos al cuarto número, y en estas ediciones la revista ha crecido, aceptamos nuestros errores como nuestros aciertos, y como Katalizador es una inciativa que demanda todos nuestros esfuerzos, por la misma razón nosotros demandamos de los creadores, críticos, curadores, y público en general su compromiso para que nos sigan apoyando. Para esta edición Ernesto Proaño sondea en la sonrisa de la célebre Gioconda como pretexto para hablar de la naturaleza subversiva del arte. Continúa el ensayo de Pablo Yang, quien se basa en la muestra de Boris Torres, artista GLBT que expone sin tapujos su problemática sexual, para reflexionar sobre la represión y lo diferente. Hernán Pacurucu nos cuenta la experiencia del encuentro «Niterói America Do Sul», al que fueron invitados algunos artistas ecuatorianos, y cuya participación fue coordinada por el departamento curatorial de la Bienal. Ana Fernández, en cambio, critica la Bienal y con su texto presentamos el registro del irreverente performance de Fausto Villalba, quien también nos ha colaborado con el ensayo fotográfico Metonimia, sugerentes composiciones que con seguridad no buscan la comodidad de la belleza. Nuestra sección Contrapunto recoge el quehacer de Pamela Pazmiño, una de cuyas obras es portada, y al emblemático Aníbal Villacís. Edwin Alcarás se aproxima a la obra de Amaru Cholango, enorme muestra retrospectiva que nos deja ver lo mejor del polémico creador. Y Patricio Dalgo conversa con el multifacético Christians Luna, y su estética del reciclaje. Abdón Ubidia comenta la propuesta fotográfica Desarraigo, de Leonor Jurado. Cuarto Aparte nos reseña su quehacer paralelo a la Bienal de Cuenca, labor que busca un diálogo con el evento y que ya tiene dos ediciones. Finalmente Gabriela Lombeida nos habla del «taco» y sus connotaciones eróticas. Y no podía faltar nuestra galería de artistas, que trae a Patricio Ponce, Silvia Vimos, Ana Fernández y Kléver Congo. Cuatro es un buen número, disfruten de la revista. Rodrigo Viera Cruz


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La sonrisa torcida Por Ernesto Proaño Vinueza

Artista visual

No todo lo que brilla es oro Refrán popular

Siempre he tenido la impresión de que la Mona Lisa de Leonardo da Vinchi es más que un mero retrato; la mujer —que algunos incidiosos nos quieren hacer creer es un hombre travestido— esboza una sonrisa en la que el objeto de su mueca es aquel que la mira, se burla de nosotros y desde su trono en el Louvre, protegida por un vidrio antibalas, sigue desafiando la imaginación de miles de turistas, artistas y estudiosos que todos los días se aglomeran frente a ella. Hay libros enteros y ensayos sesudísimos consagrados a su análisis, la publicidad la ha acogido como uno de sus íconos por excelencia, y cuando se evoca una obra maestra viene a nuestra mente la sonrisa torcida de La Gioconda,1 y sin embargo todas son elucubraciones, nadie ha podido explicarla satisfactoriamente, la obra, a pesar de ser tan extensamente conocida, sigue siendo un misterio, y eso es justamente lo que la hace tan fascinante y la convierte en un símbolo de lo incomprensible. No sabemos si el autor fue conciente o no de lo que implicaba el retrato, lo que sí sabemos es los efectos que causa, diversos y contradictorios, como incomodidad, desconfianza, inconformidad, embelezamiento, fanatismo, admiración, incluso ira.Viéndola de cerca el comentario de muchos es «no es gran cosa», sin

embargo, como pocas obras, atrae multitudes a pesar de ser tan pequeña. Un historiador afirmó que el hombre del renacimiento, en su arquetipo del artista, es un hombre contemporáneo, su interés por todo marcado a la vez por un espíritu crítico lo hace más cercano al pensamiento del siglo XX que a sus símiles de la alta edad media. Hay un rasgo interesante en ese pensamiento que consiste en la capacidad de oponerse de manera constante a las verdades consideradas universales e intentar subvertirlas, es el embrión de la subversión lo que anida en la mente del creador, y se transmuta en la obra, e increíblemente lo que admira el espectador, y le causa incluso desasosiego, es justamente esta condición, esa esencia cuya finalidad es cuestionar, poner en duda, e incluso burlarse de todo y de todos. La finalidad del creador no es interactuar políticamente con la sociedad, sin embargo siempre tiene una posición política, la cual, en la mayoría de los casos, es una crítica mordaz; la obra no es un borrego del pensamiento de turno, sino más bien un lobo acechando lo que consideramos «verdades» para ponerlas en duda, el accionar del arte es reactivo, nunca conformista, y por lo tanto nunca faltará quien lo censure.

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213 El arte y el artista son siempre sospechosos, y el poder tratará de ganárselos por las buenas o por las malas porque saben son los únicos que pueden desenmascarar el absurdo, y no existe nada tan absurdo como el poder. El poder, lógicamente, agotará todas las estrategias posibles y estas implican demostrar su conocimiento y así erigirse como superior a todos, por ello esa necesidad de explicar y «traducir» las obras de arte, y este comportamiento es el que avala las cientos de teorías donde la sonrisa

El arte y el artista son siempre sospechosos, y el poder tratará de ganárselos por las buenas o por las malas

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de la Mona Lisa significa tal o cual cosa, que Leonardo quizo decir esto o aquello. Creo importante aclarar, sin embargo, que todos y cada uno de aquellos que construyen ensayos en torno a una obra de arte probablemente lo hacen con intenciones loables, no buscan entorpecer el conocimiento sino más bien hacer a la obra más nítida y accesible, responden, sí, a una forma sesgada de ver el arte y sus manifestaciones, más no por ello es mi intención minimizar sus esfuerzos ni dejar de considerar interesantes sus aproximaciones, textos que en muchos casos son verdaderas obras literarias. No es patrimonio de los historiadores del arte hacer arte, aunque algunos lo hagan, como tampoco es labor de los creadores hacer crítica de arte, aunque muchos se dediquen a ello aportando teorías renovadoras; el punto central no es la jurisdicción que cada profesión tenga, sino la visión política que cada uno posee


de la misma; explicar el quehacer será una posibilidad inquietante para unos mientras para otros, convertirse en «mediadores» entre sus obras y el público, es la opción que han tomado y, como sucede con todas las destrezas humanas, hay verdaderos logros con este método. Traducir, explicar, mediar, son los nuevos parámetros del quehacer contemporáneo, parece imprescindible que la humanidad no acceda directamente a la manifestación artística, se vuelve importante el cedazo, despojar a la obra de su capacidad metafórica para imponer un grupo reducido de opciones, ¿será que las obras de vanguardia del siglo XXI son esos discursos enrevesados donde el objeto físico no es sino un corolario del texto?, en ese caso se ha producido una transposición interesante, el objeto icónico y/o matérico se ha convertido en un elemento secundario, dejando paso al texto como la manifestación artística.

Es el embrión de la subversión lo que anida en la mente del creador y se transmuta en la obra

Más allá de si esto es cierto o no, debo preguntar si ¿para disfrutar la obra hay que entenderla de forma lógica?, ¿es la obra de arte un instrumento de la razón que siempre debe decir algo, y mejor si está acorde con el discurso de turno?, o ¿es la obra un artefacto subversivo que impacta en el espectador, e incluso en la historia, haciéndo tambalear todo lo que hasta segundos antes nos parecía inamovible? La sonrisa de La Gioconda sigue desafiándonos, imposible saber qué significa, y es quizás su imposibilidad, su misterio, lo que la hace tan atractiva.

Notas: La Gioconda es una obra de Leonardo da Vinchi (1452-1519), realizada sobre madera de álamo al óleo, sus dimensiones son 77 x 53 cm, y se cree fue pintado entre 1503 a 1506. Una teoría considera la modelo era Lisa Gherardini, esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo, pero existen innumerables versiones, una de ellas señala se trata de un amante de Leonardo. Es propiedad del Estado Francés y se exibe en el Museo del Louvre, en París.

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Deferencias hacia el otro Por Pablo Yang

Comunicador

Las minorías sexuales, culturales y étnicas se manifiestan cada vez más y con mayor fuerza, no es extraño encontrarse con títulos como «Antología de mujeres», «Exposición de afrodescendientes», «Festival GLBT», «Cine indígena», pero así mismo, nunca he visto eventos que se titulen «Antología de hombres», «Exposición de mestizos», «Festival heterosexual», «Cine no-indígena». Solo cuándo confrontamos con su opuesto podemos entender lo que entrañan estas manifestaciones, y así podemos evidenciar a una sociedad que relega permanentemente a quienes se salen de la norma establecida. La persecusión de las minorías por parte del Estado ha disminuído pero no ha desaparecido, en algunos casos el Estado permite, —e incluso auspicia—, las diferencias como estrategia política para demostrar su «tolerancia», sin embargo la presión y persecución que se ejerce desde la familia sigue siendo intensa y despiadada. Es el núcleo familiar el que ejerce violencia hacia la diferencia, estigmatiza y segrega a aquellos que no se adaptan a sus parámetros, la persecución hacia el otro, sigue siendo una práctica común. No es extraño entonces que el arte se vuelva exponente de aquellos que se consideran segregados, e incluso adquiera visos fanáticos para oponerse a la presión social. Si fuéramos griegos del siglo IV antes de Cristo, probablemente nos parecería normal que un hombre tuviera romances

con otros hombres, y su mujer fuera exclusivamente para perpetuar la especie. El amor ideal, para los contemporáneos de Platón, era aquel que se gestaba entre aquellos del mismo sexo, y por lo que sabemos no era tan platónico que digamos. Las sociedades a lo largo de la historia han cambiado y los comportamientos sexuales con ellas, mientras para algunas sociedades actuales la poligamia es una práctica común, otras la penalizan. La homosexualidad sigue siendo un estigma aunque la mayoría de leyes que la perseguían se han derogado. Ser diferente sigue siendo peligroso, y es quizás esta sensación la que capté en la exposición «En carne viva»1 presentada por Boris Torres2 en La Naranjilla Mecánica; y a la vez, el hecho de que se presente una muestra donde el motivo central es la masculinidad y el erotismo homosexual, es un logro para una ciudad tan conservadora como San Francisco de Quito. La muestra comprende algunas obras al óleo, más lo que me llamó la atención es una serie de dibujos agrupados, a propósito, caóticamente; muchos buscan deliberadamente la provocación, ¿qué pasaría, me pregunto, si en lugar de que sean dibujos de actos sexuales entre hombres, fueran dibujos de actos heterosexuales?, ¿qué pasaría si en lugar de esos retratos de hombres jóvenes se presentarán retratos de mujeres jóvenes desnudas tal y como lo hace la publicidad todos los días?, extrapolar lo que vemos puede conducirnos a comprender mejor lo que se nos hace extraño, y al hacerlo la

Página anterior: Tad in the men´s room, 6 X 8 inches, oil on canvas, 2011. Cortesía de Boris Torres.

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Ser diferente sigue siendo peligroso

sensación de extrañeza desaparece, y en este punto queda la obra, su dimensión estética que trasciende su naturaleza política. Quizás esta sea una de las virtudes de Happy Togueter,3 la película de Won Karwai ambientada mayoritariamente en Buenos Aires, donde el tema central es el amor tortuoso que viven dos hombres. La fórmula del cineasta no puede ser más exasperante, son homosexuales, son extranjeros (chinos), y para colmo son pobrísimos en el tercer mundo, de manera que la historia se vuelve un intento por sobrevivir donde lo único que tienen es la ilusión del uno por el otro. Pero el film trasciende la condición de los personajes y se convierte en una fábula donde no importa a qué cultura o condición sexual o social pertenecen, la perfección de la fotografía, la música y la narración de la obra nos enfrentan al drama humano donde la belleza de la propuesta la convierte en una obra de arte. Busqué a Boris Torres en internet y encontré su website, me sorprendió la calidad visual de su serie «Orgías», aunque no sé si colocaría uno de estos cuadros en mi comedor. Más allá de si puedo considerar a Torres un artista que incluiría en mi colección personal, sí puedo decir que es alguien que me ha llevado a la reflexión, lo cual siempre es interesante. Por eso me pareció importante preguntarle al propio autor algunas cosas que quedaron en el tintero y que quizás no me atreví a elucubrar. katalizad r 8

Existe una innegable intención en tu quehacer por mostrar el erotismo masculino, desde tu punto de vista ¿son el arte erótico y la pornografía formas de oponerse al sistema? Mi interés sobre el erotismo comenzó temprano en mi vida por la curiosidad sobre lo que no se hablaba o veía en relación con el sexo. Cuando era niño, en la escuela, se daban situaciones sexuales entre mis compañeros al jugar y tratar de imitar a los adultos. Estas experiencias me daban curiosidad sobre el sexo y explorábamos formas sobre cómo debíamos comportarnos sexualmente y en qué género sexual existíamos. También desde pequeño había descubierto el arte y me gustaba dibujar. Entonces se me abrió una innegable conexión entre el sexo y el arte —donde encontré una manera de imaginar e interrogar el tema de mi sexualidad— dibujando mis deseos y fantasías para entenderlas mejor. Mi curiosidad sobre la sexualidad no era reconocida en mi entorno. Sabía, desde temprana edad, que no podía hablar de ¿por qué me atraían los hombres?, ¿por qué los deseaba?, ¿por qué me daban ganas de ver el cuerpo de un hombre?, etc. Al mismo tiempo me eran impuestas ideas de cómo tenía que portarme, todas machistas, y referentes a como debía desarrollar mi masculinidad. Toda mi vida artística, de una u otra manera, va contra el sistema, mis obras, desde mi punto de vista, demuestran lo que no se ve usualmente en la cultura popular y me interesa la superposición de estos dos géneros: la pornografia y el arte.


Mark Spiktz with metals, 6 X 8 inches, oil on canvas, 2011. CortesĂ­a de Boris Torres.

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12 X 16, oil on canvas, 2011. CortesĂ­a de Boris Torres.

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Pertenecer a una minoría que, a lo largo de la historia, ha sido estigmatizada, perseguida y relegada, y crear obras que confronten la condición GLBTI con la sociedad ¿generan un quehacer político permanente?, y si es así, ¿cómo vives este quehacer y respondes a la presión de una sociedad homofóbica? Estoy consciente de que el cuerpo del hombre siempre ha sido romántizado y erotizado desde un punto artístico, al igual que el de la mujer. Pero mi punto de vista refleja mis experiencias en una sociedad donde la imagen de la mujer es usada más a menudo como un objeto sexual. Además el tema de la homosexualidad está estigmatizado. Intento oponerme a esta parte de nuestra cultura —o sea demostrar otro punto de vista.Yo pongo al hombre como el objeto sexual para admirar y desear, siendo hombre y homosexual. Esto invita a una diferente experiencia visual donde la ironía juega con las miradas inesperadas entre el espectador, el artista y el objeto en la pintura. Mis obras generan un tema político dependiendo de como cierta comunidad reacciona a las imágenes sexualmente explícitas. En una sociedad donde el sexo es menos tabú este tipo de imagen tiene menos impacto e importancia. En una sociedad más puritana, en países como Ecuador, creo que ciertas comunidades estigmatizadas, como la gente GLBTI, pueden ser plasmadas en un nivel visual y reconocidas como parte de nuestra comunidad. Al igual el tema del sexo en

general puede ser visto de una manera más abierta en vez de como un secreto que nos avergüenza explorar y reconocer y del cual nos sentimos culpables de sentir. A lo largo de la historia muchos artistas han sido homosexuales, sin embargo su condición sexual no necesariamente es leiv motiv en sus obras, de qué depende en tu caso incursionar en tu sexualidad y plasmarla en la creación. No se si la palabra «homosexual» existía o tenía el mismo significado en tiempos pasados. Creo que muchos artistas que han sido «homosexuales», tenían diferentes experiencias en su tiempo. Y tenían diferentes maneras y razones para expresar su arte. En los tiempos de los griegos la homosexualidad en el arte era representada a menudo y era parte importante de su cultura artística. Creo que las razones por lo que lo hacían eran únicas. En otras sociedades los artistas «homosexuales» no podían expresar estos temas de una forma explícita por miedo de ser estigmatizados y castigados. El fotógrafo Robert Mapplethorpe exploraba el tema del arte, el fetichismo y la homosexualidad con su fotografía durante un tiempo político bastante conservador en los Estados Unidos. Esto le resultó difícil para su carrera. Muchos años después sus obras son apreciadas porque la sociedad cambió o progresó.Yo vivo en un tiempo donde he tenido mas libertad y valor para poder expresar estos temas. O si no, no sé si lo haría.

Notas: 1

Exposición inaugurada el miércoles 9 de noviembre de 2011.

Boris Torres, artista visual de origen ecuatoriano, residente en Nueva York. Su trabajo ha sido expuesto en galerías como la Veneklasen/Werner Gallery (Berlín), Bowman Bloom Gallery, Parlor Projects, Art in General, Center for Book Arts, LGBT Community Center, Dumbo Arts Center. Sus obras han sido publicadas en Art and Queer Culture.

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www.boristorres.com 3

Happy Togueter, película de 96 minutos, estrenada en 1997.

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La ciudad es un avispero de ruidos Visiones urbanas en el arte regional contemporáneo

Por Hernán Pacurucu Cárdenas Crítico de Arte y Curador

El arte como quiebre de la clandestina centralidad de la vida cotidiana: Armada sobre la certeza de su repetición, la cotidianidad es ante todo tejido de tiempos y espacios que organizan para los practicantes los innumerables rituales que garantizan la existencia del orden construido Rossana Reguillo

Residente pulido. Ranchos. De la serie tol. Caracas Suite, de Alexander Apos Cortesía de Hernán Pacurucu.

La Bienal de Cuenca consolida un espacio de difusión del arte contemporáneo a nivel Latinoamericano, al crear el departamento curatorial cuya estructura permita nutrir las necesidades del país en torno al arte actual, y en el marco de este trabajo fuimos invitados al encuentro: «Niterói America Do Sul» evento que congrega varias manifestaciones culturales y entre ellas más de treinta exposiciones de arte contemporáneo de todos los países de América del Sur, y del cual nuestro proyecto fue seleccionado como el más importante para ser exhibido en el legendario Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la ciudad de Niteroi, (Brasil), el espacio más importante de exposición de arte del Estado de Río de Janeiro y uno de los más importantes de Latinoamérica. Este espacio, construido por el arquitecto Oscar Niemeyer, y que cuenta con un total de 860 metros cuadrados de exposición, ha asignado cinco salas principales a la curaduría de la Bienal de Cuenca.


Cuerpo en resistenci

a, Aníbal Alcívar.

El dispositivo artístico como reproche a la domesticación del espacio cotidiano, aspiraría entablar una ruptura crítica a la lógica estatuida de la repetición, entendida como rutina propia de las urbes contemporáneas

El proyecto surgió luego de un diálogo que mantuve con Cristóbal Zapata literato y crítico de arte, quien recomendó el título, el mismo que corresponde a un verso del poema Todo el mar se parece (1998) del poeta ecuatoriano Roy Sigüenza en el cual reflexiona sobre el

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Cortesía de Herná

n Pacurucu.

componente violento y estridente de las ciudades modernas: marcado por la estridencia y contaminación visual, auditiva, yuxtaposición de capas sociales, interferencia de señales y signos; además de problemas demográficos y de flujos. La invitación propuesta a los artistas consistió en establecer dispositivos artísticos con relación al entorno social, para que ellos a su vez saquen a relucir la problemática de vivir en el interior del casco urbano, tomando como punto de partida el desanclaje crítico a los ejercicios de poder que se sobreponen sutilmente en la inofensiva naturalidad de lo cotidiano. Teniendo en cuenta que el espacio de lo urbano se presenta bajo una penumbra libre de toda sospecha en una suerte de reiteración aburrida


y que, sin embargo, oculta en sus modos de operación unas prácticas y dispositivos que pretenden eventualmente imponer reglas ligadas al poder y que la astuta práctica artística pretende subvertir. Por lo que el dispositivo artístico como reproche a la domesticación del espacio cotidiano, aspiraría entablar una ruptura crítica a la lógica estatuida de la repetición, entendida como rutina propia de las urbes contemporáneas, además de visualizar las contrariedades de vivir en el espacio saturado, propiciando impulsar procesos colectivos que desborden el curso de lo previamente establecido abriendo nuevos senderos críticos que den paso a la articulación de enunciaciones colectivas.

La curaduría del evento estuvo a cargo de Hernán Pacurucu y los artistas seleccionados para este proyecto fueron: Adrián Washco con Historias septentrionales, Larissa Marangoni con la obra Cuando pase el temblor,Valeria Andrade con Prácticas suicidas, Saskia Claderón con Ruido ambiental: Banda sonora de Quito, Damián Sinche con Juguemos, Julio Mosquera (con una obra intitulada), Marcos Sosa con Interferencia urbana, Aníbal Alcívar con Cuerpo en resistencia, Diego Muñoz con Pintura fluorescente, y como invitados especiales estuvieron Alexander Apostol con Residente pulido. Ranchos, de la serie Caracas Suite, y Magdalena Fernández con 2iPM009.

ández. Cortesía de Hernán

2iPM009, de Magdalena Fern

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Pacurucu.


Plataforma Bienal de Cuenca o la hiperintelectualización del arte Por Ana Fernández (Miranda Texidor) Curadora y Artista Visual

Cuando en 1996 el Ceac y algunos artistas, llenos de ideas y ganas de dar un quiebre al arte local, nos encontramos con los espacios estrechos del mismo, decidimos que era tiempo de dar un remesón a la estructura en cuestión. Habían vacíos fuertes en aquel tiempo, en la manera de abordar las problemáticas más peliagudas del arte que desde una perspectiva modernista no se podían analizar y peor interpelar. Fue una conocida crítica de arte, paradigma en el medio, y ese grupo de artistas quienes comenzaron esta revuelta desde el discurso, desde la teoría. Se abrieron así poco a poco, espacios discursivos por demás necesarios. Han pasado desde esa época quince años, tiempo suficiente para que las cosas cambien. La Bienal de Cuenca era la Bienal de Pintura de Cuenca. En ese momento hablar de una bienal sólo de pintura era no sólo trasnochado, no porque la pintura «haya muerto» (como tantas y tantas veces se ha proclamado sin lograr matarla) sino porque era un planteamiento muy pobre y pequeño para un medio que se planteaba con fuerza el performance, la

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instalación, los dispositivos audiovisuales, entre otras manifestaciones de la contemporaneidad. Desafortunadamente la Bienal, a pesar de sus pataletas por ser cosmopolita, sigue siendo provinciana, pequeña de contenido y de forma. Después de haber visto su última edición compruebo con tristeza que su planteamiento sigue adoleciendo de periferia, de falta de visión propia. Existe un afán de seguimonería, a la saga siempre de los postulados del resto del mundo. Los curadores de esta Bienal, como es la usanza entre los curadores internacionales, van de bienal en bienal, siguiendo más o menos un mismo guión, basado en una postura postcolonialista (a la que por fortuna se le está diciendo adiós en algunas partes del mundo) que da cuenta sólo de un puñado de discursos políticamente correctos, y que deja de lado otras visiones y otros imaginarios. La curaduría ecuatoriana es derivativa, sigue un patrón y privilegia estruendosamente videos e instalaciones aburridos, manidos, y obviamente hiperintelectualizados; donde la recursividad del arte y del artista no están porque más importa la teoría, así los resultados son obras yermas,


Performance de Fausto Villalba Noboa, realizado sin permiso de los organizadores de la Bienal 2011, dentro del Museo de Arte Moderno de Cuenca. Fotos cortesía de Fausto Villalba.

desprovistas de aquello que es precisamente lo que el arte debería provocar: esa capacidad de maravillar, de mover o conmover. Los dispositivos con los que contamos hoy los artistas son casi ilimitados, sin embargo en la Bienal se ve una pobreza de recursos y una pobreza de creación, pero una superabundancia de posturas intelectuales que dan fe de lo complicado que puede ser el arte cuando al artista le interesa posicionarse como el más inteligente, para hacerle sentir al público como un soberano soquete. ¿Será que no hay dinero para traer obra que se trae tanto video? Creo que es hora de dar un vuelco a toda esta hiperteorización del arte y privilegiar la creación, la recursividad, donde menos ya no es más. Hoy en día me parece que es importante, más que nunca, abrir espacios

Creo que es hora de dar un vuelco a toda esta hiperteorización del arte y privilegiar la creación, la recursividad,

donde menos ya no es más

para el «hacer» del artista, retomar como dice Borriaud, aquellas cosas de la modernidad que sí nos sirven, para dar paso tal vez a una altermodernidad, donde se privilegie lo tangible, lo material, lo poético, lo social, lo educativo, los públicos, en fin, ese conmoverse del alma que es la experiencia estética y no sólo un puñado de teorías. La bienal debería ser un espacio abierto del encuentro, del quehacer, del ver, de experimentar, como en el modelo Cuarto Aparte que nos dejó apreciar las mejores cosas en este capítulo bienalero. Pienso que seremos visibles en el medio internacional si hacemos lo que queremos siguiendo a nuestra nariz y no siguiendo de sol a sombra y de sombra a sol los presupuestos de los Curadores Emperadores (o curadoras emperatrices). Propongo dar espacio a los medios expandidos de la pintura, de la escultura, de lo manual, de los dispositivos audiovisuales variados, de lo social y de las prácticas educativas que den cuenta de lo diverso en el arte, de las inquietudes de los artistas y de las comunidades que nos sostienen. ¡Hasta el arte siempre!

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Metonimia

Fausto Villalba Noboa Erotismo y muerte se sirven en diferente medida de una carga de violencia.Violencia que lucha constantemente con la civilizada prohibición que de alguna manera pretende obligarla a permanecer en secreto. Ocultamiento que sale a la luz provocando pasajes ominosos. Circunstancias que van desde el intersticio entre el deseo y el temor de un romance casual, hacia lo siniestro del deseo infantil que hace que los objetos cobren vida en medio de fantasías. Objetos que juegan a ser parte fragmentaria de una Olimpia sucumbiendo a los manuscritos de Hoffman. Materialización del velo «ordenado» al que llamamos belleza a través del cual se presiente el caos. Belleza que traza un hiato entre la represión pura de lo siniestro y su presentación sensible y real. Sensibilidad de la que se vale la obra artística para cifrar su necesaria ambivalencia: sugiere sin mostrar, revela sin dejar de esconder, muestra como real algo que se revelará ficción o realiza una ficción que a la larga se sabrá ficción de segundo nivel.




CONtRaPUNtO

Mi obra se defiende y se expresa por sí sola #1Aníbal Villacís Por Pablo Rodríguez Periodista

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¿Cuál es su formación artística? Fui autodidacta hasta que el gobierno de Velasco Ibarra me otorgó una beca local, y posteriormente fui a España becado por el Instituto de Cultura Hispánica.

Hice informalismo autodidácticamente antes que en España comenzara la corriente Antonio Tapies

¿Ha sido necesario para usted aprender arte? Creo que ejercitaba mis primeros trazos en el vientre de mi madre, por eso, antes de aprender arte, sentía que ese era mi destino, por eso he cumplido con mis sueños, expectativas, logros y triunfos a través del arte. ¿Qué pasaba con el arte en el Ecuador cuando inicio su trabajo artístico? Desde mi ciudad natal, Ambato, no tuve la oportunidad de apreciar el arte acudiendo a los grandes museos de las capitales, exposiciones o certámenes artísticos, por lo tanto era muy reducido el ambiente artístico como para tener referencias. ¿Qué opinión tiene de las influencias y tendencias en el arte para con su trabajo artístico? Hice informalismo autodidácticamente en Ambato desde 1945, mucho antes de que en España comenzara la corriente Antonio Tapies, y si bien es cierto que todos somos susceptibles a las influencias de grandes artistas, es necesario resistirse a las tentaciones para no perderse y seguir su propio camino.

¿Es necesaria la inspiración para desarrollar una obra de arte? Más que inspiración, la búsqueda, la experimentación, la esencia de rescatar nuestros orígenes, eso provoca la producción artística y estimula nuestra creatividad. ¿Con cuál de todas sus obras se ha sentido más identificado? Con las obras informalistas de carácter ancestralista porque poseen grandes texturas que estimulan el sentido del tacto. ¿Cuándo sabe que una obra de arte está terminada? Cuando todos mis sentidos se encaminan en una misma dirección de búsqueda y complacencia, sino llega ese sentir entonces es una obra inacabable.

¿Cómo describiría su obra artística?

¿Cuál es el mejor lugar para apreciar su obra?

Mi trabajo muestra la materia, se ven mis manos, gracias a la sensibilidad de las construcciones plásticas. Trato de transmitir el informalismo de carácter ancestralista, a través de los símbolos como un lenguaje visual y las texturas como un lenguaje táctil.

Mi obra se defiende y se expresa por sí sola, ya que transmite vida, sudor y sangre de nuestros ancestros.

¿Cuál considera que es el aporte que su obra le ha dado al arte en Ecuador? El mayor aporte de mi carrera artística es la representación del Precolombinismo, y los símbolos y signos de nuestra sangre ancestral.

Página anterior: Retrato de Aníbal Villacís. Cortesía de Aníbal Villacís.

¿El arte vive de la adversidad? El arte vive del trabajo constante y creativo que se pone a lo que a uno hace día a día. ¿Qué opina del arte actual en Ecuador? Es muy diverso, la experimentación de nuevos lenguajes, de modelos llegados de otras latitudes, va transformando el carácter artístico de nuestras fuentes. Es respetable lo que se hace siempre y cuando se desvíen de las influencias.


Mi obra se defiende y se expresa por sí sola, ya que transmite vida, sudor y sangre de nuestros ancestros

¿Siente predisposición para hacer arte en Ecuador? Por supuesto, cuando se sabe, se siente y se hace lo que se quiere. ¿El artista necesita respaldo de la institucionalidad? Es muy necesario, ya que el artista con el respaldo puede llegar a que su obra se difunda y tenga mayores alcances para su proyección artística.

¿Qué proyección ve para el arte ecuatoriano en el exterior? Posee un fortalecimiento digno de ser impulsado constantemente, y en esto es vital el apoyo continuo por parte de las instituciones relacionadas con la cultura.

¿Cuál cree que es el rol del arte contemporáneo? Son y serán modelos que han de ser asimilados por las generaciones actuales, que servirán como base para la transformación artística y un legado para las futuras generaciones.

Aníbal Villacís junto a una de sus obras. Cortesía de Aníbal Villacís.

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Obra de Aníbal Villacís. Cortesía del autor.


CONtRaPUNtO

Dejamos de temerle a la visualización #2Pamela Pazmiño Por Pablo Rodríguez Periodista


¿Cuál es su formación artística?

¿Cómo describiría su obra artística?

Estudié Artes Plásticas en la Universidad Central del Ecuador, me especialicé en el área de pintura y grabado. Luego extendí mis estudios en el Instituto de Artes Visuales de Quito, donde curso actualmente la carrera de diseño comunicacional.

Es un cuerpo de trabajo que habla de la feminidad valiéndose de metáforas visuales. En algunos casos la obra se muestra como un pedazo de caramelo y otras veces se materializa en un veneno exquisito. Me interesan las hibridaciones estéticas latinoamericanas, las mismas que se construyen en un discurso retórico que se manifiesta a través de la exaltación de los sentidos y la provocación del pensamiento.

¿Qué tan necesario ha sido en su vida aprender arte? Es un lenguaje maravilloso que nunca imaginé que me llenaría tanto. Sumergirme en el arte me provoca una necesidad de crearme problemas y ahí mismo resolverlos. Es un círculo vicioso que me tiene viva. ¿Qué pasaba con el arte en el Ecuador cuando inició su trabajo artístico? Hace 9 años, cuando empecé la carrera, el arte en Ecuador estaba en un estado muy interesante. Desde mi perspectiva de iniciada puedo decir que percibí y viví una revolución de los jóvenes artistas autodidactas y los estudiantes. Dejamos de temerle a la visualización, a la participación en las convocatorias, concursos y salones. Para luego ver que las propuestas se volvieron súper ambiciosas, diversas, frescas y atrevidas. Era y es una época de desarrollo tecnológico veloz que motivó también al surgimiento de nuevas plataformas de creación y exhibición, la autogestión, blogs, revistas virtuales, surgimiento de artistas que trabajan en colectivo, etc. ¿Qué opinión tiene de las influencias y tendencias en el arte para con su trabajo artístico? En este sentido no podemos ser ermitaños. Yo estudio a otros artistas, investigo, navego, y por supuesto caigo a los vinitos de las inauguraciones. Es necesario estar al tanto de las producciones de mis contemporáneos, y para decidir influenciarte o desligarte de cualquier tendencia debes estudiarla y conocerla a profundidad. Definitivamente hay tendencias y estéticas en mi obra, y son un eje que me ayuda a construir nuevas alternativas para crear.

Página anterior: Retrato de Pamela Pazmiño, Roberto López, 2011.

¿Cuál considera es el aporte que a su obra le ha dado al arte en Ecuador? Me resulta complejo, tendría que desdoblarme y alejarme de mi misma para encontrar una respuesta. ¿Qué tan necesaria es la inspiración para desarrollar una obra de arte? Dejemos la inspiración o las musas de lado. Para crear hay que jugar a contextualizarse y descontextualizarse todo el tiempo. Hoy en día es necesario que un artista mire a su alrededor con un ojo clínico y sea un crítico de la sociedad. Es haber desarrollado una sensibilidad extrema para percibir y tener la voluntad y la convicción para reflexionar de lo particular y el todo a través del arte. ¿Cuál de todas sus obras le ha hecho sentir más identificada con su propuesta? Es como si tuviera que elegir al hijo pródigo. Cada que me lanzo una propuesta le pongo la misma intensidad a las obras, pero creo que siempre hay la que se quiere salir de las manos, la rebelde que requiere más de ti. Creo que podría mencionar a tres que se produjeron en

Para decidir influenciarte o para desligarte de toda tendencia debes estudiarlas y conocerlas a profundidad

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En algunos casos la obra se muestra como un pedazo de caramelo y otras veces se materializa en un veneno exquisito tiempos y circunstancias diferentes: La telaraña, Papa Rosa y Las chicas Amazonas. ¿Cuándo sabe que una obra de arte está terminada? En mi caso particular, pienso que la obra es como un hijo, ¡de nuevo!, uno que ha sido extremadamente planificado. Suena un poco frío pero, en mi proceso creativo existe una organización que va desde el planteamiento de la idea, la mano de obra está atravesada por el cálculo de tiempos y presupuesto. Cuando ha pasado por todas las etapas, la obra está terminada. ¿Cuál cree que es el mejor lugar para apreciar su obra? La casa de mis padres, por supuesto, ellos son los propietarios de la mayor parte de mi obra. Mi taller se encuentra ahí. Así que la obra sale, se da una vueltita y regresa al mismo lugar. ¿El arte vive de la adversidad?. Por supuesto. Ahora, los artistas somos unos inconformes de mierda. Existen muchas limitaciones de espacios de exhibición, los gestores institucionales son alejados de la producción actual, no existe coleccionismo y el consumidor del arte es un público específico muy reducido, además nosotros también somos los creadores de nuestros propios monstruos. ¡Pero eso nos encanta!, eso nos mantiene produciendo siempre entre el márgen y el centro.

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¿Qué opina del arte actual en Ecuador? A mí me fascina, existe una gran diversidad de producciones, el artista de hoy tiene tantos recursos a la mano, además de una sensibilidad especial para trabajar intensamente. El surgimiento de nuevos artistas emergentes con propuestas cada vez más interesantes y más frescas están haciendo un presente en el arte que está dejando huellas siempre instantáneas, pero duraderas y consistentes. ¿Qué proyección cree que tiene el arte ecuatoriano en el exterior? Para los ojos de muchos dentro y fuera del país todavía estamos estereotipados por un arte que confunde y nos detiene en el tiempo. Los «iconos» del arte ecuatoriano son muy fuertes todavía. De todas maneras, por experiencia propia pienso que el arte actual producido en Ecuador es muy bien apreciado y bienvenido en el exterior. ¿Siente predisposición para hacer arte en Ecuador? Sí, siempre. Aquí es donde vivo.Y si estuviera afuera, seguiría produciendo pensando en Ecuador. ¿El artista necesita el respaldo de la institucionalidad? Creo que sí, el respaldo institucional es importante. Pero por otro lado pienso que tampoco lo es todo, el artista y la institución tampoco van a ser un matrimonio, ¡no exageremos! La gestión y autogestión es lo que hace de un artista de hoy tan genial y valiente. Produce en la adversidad. ¿Cuál cree que es el rol del arte contemporáneo? Hacerte pensar. No nos demos vueltas.


Chicas amazonas, Performance de Pamela Pazmiño, 2011. Fotografías de Javier Escudero, cortesía de la autora. Chicas amazonas, es la «perfección» y la «belleza», el adorno y el encanto neo- barroco. El poder de la seducción, el amor y la guerra en un conjunto que con mucha intuición, por medio del performance, trata temas complejos, como la hibridación de la cultura latinoamericana y sus relaciones con la hiperfeminidad propia de la contemporaneidad. La santa trinidad, las charlies angels, la tecnocumbia y la mitología nos juegan una atractiva y tentadora trampa al pensamiento.



Cholango rasga la noche del alma Por Edwin Alcarás Escritor y Periodista

Al fin pasó. Hubo que esperar 519 años, pero valió la pena. Por fin un indio le dio la vuelta a la historia, malversó la simbología perniciosa de los conquistadores y puso de nuevo en orden lo que había estado de cabeza demasiado tiempo. Se metió a una iglesia del Centro (de esas con churitos barrocos que intentan apabullar el alma con sus imitaciones megalómanas del universo) y bajó a los santos que se desangraban, extáticos y brillosos, en el altar mayor. En los huecos que quedaron en el mimoso retablo quiteño (si no fuera tan mimoso hubiera parecido una gran calavera) puso imágenes de verdadera santidad: cinco ancianas indígenas que sonríen con serenidad y sabiduría, desde sendas pantallas de televisión. Las imágenes silenciosas muestran una ternura y una sensatez que están mucho más acá de lo humano que el enigmático credo que impusieron, con las manos empapadas de sangre, los apostólicos porquerizos que conquistaron estas tierras. El indio se llama Manuel Amaru Cholango, es artista neoconceptual (ese «neo» más que una afirmación o una negación, es un signo de interrogación frente al barbilindo y aséptico «concepto»), ingeniero en minas, constructor amateur de robots, profesor de estética en varias universidades alemanas, chamán y, sobre todo (el «sobre todo» es importante porque significa «antes que nada»), poeta. Fotografía de Danilo Vallejo.


La iglesia es la capilla del Museo de la Ciudad.

matemáticamente escandalizados sobre el sentido del arte contemporáneo y la decadencia de los salones. Oficialmente La intervención es parte de una obra Cholango se cabreó, pero en el fondo, se llamada Yo soy un árbol y tú también, una de quedó deseoso de continuar enfrentándose las 18 instalaciones de la muestra antológica a la confrontación. Amaneció en medio de la noche que se abrió el 12 de octubre pasado y se quedará Desde entonces ha vuelto periódicamente hasta el 18 de diciembre. Es la primera vez para sacudir el gallinero de su país. Ha que el Museo ha dedicado casi todas sus hecho desfilar putas sobre la bandera salas (hasta el patio posterior) a la obra nacional, ha decorado salones con lenguas de un solo artista. O sea que más que una y corazones y cabezas desolladas de vacas, exposición, es una manera de decir: «en ha gritado: «vagos, mentirosos» a las esto creemos». autoridades de la Bienal de Cuenca… Se ha divertido bastante.Y ha logrado producir Ya era hora. Cholango es uno de los artistas en el camino una tribu de grupies, si bien vivos más importantes de este país. Como bastante modesta, entre el público del arte casi ningún otro creador nacional, es una contemporáneo (o sea los otros artistas figura respetada y celebrada en Europa, contemporáneos) y la crítica (o sea los en donde vive hace casi treinta años. Allá aspirantes a filósofos que no pudieron ser admiran su poética y la extraña manera artistas contemporáneos). Pero la mayoría que tiene de concebir sus ideas artísticas. aún no lo ha entendido. Un mestizo malpensante podría figurarse ridículamente que allá Cholango gustará ••• más bien por su condición de «exotic». Amaru Cholango acaba de regresar a Pero Jaume Reus, director de desarrollo Alemania. Exhausto. Se pasó tres meses artístico del Museo Joan Miró de España preparando esta muestra y un mes más y curador de la muestra de Cholango, escribió: «La originalidad de sus propuestas, conversando con el público, explicándoles el sentido de todo ese trabajo. El Museo sin embargo, no solamente radica en su condición indígena, porque esto sólo no nos organizó, además, nueve actividades paralelas gratuitas, todas conducidas por el puede convencer, sino en su talento por saber expresar su creatividad a través de un propio artista. También se contrató a ocho mediadores (que es como se llama a la lenguaje visual potente y actual». gente que propicia un acercamiento entre la La muestra del Museo de la Ciudad en obra y el público) que están repartidos en todo caso resulta pertinente para el los siete espacios de la exposición. público ecuatoriano porque muestra a un Fernando Ortiz, estudiante egresado Cholango más estilizado y poético. Acá de la Facultad de Artes, es uno de los se lo ha conocido más como un agitador, casi guerrillero de las ideas, amigo, además, de las polémicas mediáticas. Desde 1994, cuando llevó su obra Las carabelas de Colón Cholango es artista neoconceptual, a la Bienal de Cuenca (esas bateas llenas de petróleo y pescados pudriéndose) ingeniero en minas, constructor Cholango quedó eclipsado por su propia amateur de robots, profesor de fama. Mala fama, en todo caso. Las damas cuencanas de cutis extrafino y mentón estética, chamán y, sobre todo, aristocrático, hicieron sacar la obra del poeta «indio Cholango» y escribieron artículos

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En los huecos que quedaron en el mimoso retablo quiteño puso imágenes de verdadera santidad: cinco ancianas indígenas que sonríen con serenidad y sabiduría, desde sendas pantallas de televisión. Fotografía de Danilo Vallejo.


En un pequeño cuarto forrado con tela negra, está el núcleo emocional de toda la muestra. Es un Ipad conectado a un proyector que contiene uno de los cuadernos en los que Amaru Cholango anota sus sueños. Fotografía de Danilo Vallejo.


El mejor método para juzgar la decadencia de lo viejo y moribundo es la poesía

mediadores-artistas. Está en la Capilla. Allí, dice, la mayoría de gente se ha sentido involucrada por el discurso dulcemente violento de la obra. Las ancianas indígenas en el altar, la multitud de maderos quemados que se despliegan a lo largo de toda la capilla, las cruces negras levantadas frente al retablo principal… «Esta apertura, este espacio y esta libertad que le han dado al Amaru es como el sueño de todo artista ecuatoriano. La envergadura y el sentido de esta obra logran que el público se conecte de una». Los mediadores recibieron una capacitación con el propio artista sobre el sentido de cada obra. Hay una ventaja hermenéutica en esta muestra frente a las otras: esta vez Cholango guardó al guerrero y sacó al poeta. Para esta exposición el artista volvió a trabajar algunas piezas que solo había presentado en el extranjero como Wayra (en la Bienal de Sao Paulo), una instalación que consiste en un cuarto de paredes blancas, atravesado por varias corrientes de aire generadas por ventiladores y un techo de tela que se expande y contrae por la fuerza del viento. Afuera, gira una espiral hecha con plumas blancas que juega entre luces y sombras, llamada En las alas del viento. También ha hecho versiones locales de algunas de las obras que le han dado fama en Europa como Enfermedad cultural (una instalación con 80 libros voluminosos, diccionarios biográficos en alemán, quemados en el centro y que todavía guardan las huellas concéntricas de una incineración metódica) o El pelo se convertía en la imagen muerta del yo (dos cubos: uno de cuatro metros de diámetro al que le falta

un pedazo justo en la zona áurea, donde se posa primero la mirada. Ese pedazo es el otro cubo, de un metro. Los dos están cubiertos por el cabello humano que Cholango hizo recoger de una decena de peluquerías de Quito). En la planta baja, en un pequeño cuarto forrado con tela negra, está el núcleo emocional de toda la muestra. Es un Ipad conectado a un proyector que contiene uno de los cuadernos en los que Amaru Cholango anota sus sueños. Como todo chamán, él es un explorador de las dimensiones sutiles de la materia y el espíritu. Todos los días se ejercita, al borde de la madrugada, buscando visiones y símbolos extraídos de la imaginación o la memoria. Son 376 páginas de apuntes y siluetas casi infantiles borroneadas solo con esfero. En una de las páginas está anotada y remarcada una frase que muestra el ambiente expresivo de sus sueños: «Destruye la cultura o ella te destruirá a ti».Y ese parece haber sido su secreto camino creativo. Dinamitar los pilares de la cultura del adorno, del arte cosmético que hace florecer buenos sentimientos en los corazones de las señoras. Eso ya lo sabíamos. Pero luego de ver esta antología, también queda claro que el mejor método para juzgar la decadencia de lo viejo y moribundo es la poesía. Verdad es que el título de la obra, Amaneció en medio de la noche, tiene un eco retórico y rimbombante que se refiere directamente al verso « Anocheció en mitad del día», con el que varias nacionalidades indígenas recuerdan hasta ahora la muerte del Inca Atahualpa. Pero, bien vista, la frase tiene un sentido más espiritual que histórico. La lucha actual —indígena o mestiza lo mismo da— se libra en medio de la noche del alma, en un tiempo vacío de ideas, huérfano de corajes nobles, entregado al demonio del mercado… En esa vasta —y basta— oscuridad, Cholango, chamán y poeta, quiere hacer amanecer…

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a, 2007.

Lim orescente,

s peces hay!,

¡Mira cuanto

lateral

latex, fosf ac, pintura del Río Rím


Metodologías del residuo Entrevista a Christians Luna*

Por Patricio Dalgo Artista Visual

¿Como te involucraste con el mundo del arte? En el año 1996 inicie mis estudios de diseño publicitario, recuerdo ese día, mi madre y mi hermano mayor decidiendo qué iba a estudiar, comenzaron a ver en el diario y dijeron cuáles eran mis habilidades, un poco de dibujo y algo por las letras, «bueno a la universidad no porque es mucho tiempo y te vas a aburrir, mejor una carrera técnica de tres años, mañana vas a inscribirte», y fue en ese momento que decidí autoformarme en algo que sabía yo, que me hacía sentir bien. Entonces inicié mi preparación. Desde las 8 am hasta las 2 pm estudiaba, de las 3 pm a 12 am realizaba mis trabajos del instituto y así inicié mi formación, leía, dibujaba, pintaba, escribía, investigaba, además de disciplinarme con una consigna: no descansar sino lograba realizar diez cosas diarias, ya sean inventar un nombre, poesía, dibujo, ideas, etc. En este ámbito ¿cómo te defines y cómo desempeñas tus roles? Funcionó como una plataforma de redes virtuales y sociales que permiten vincular operadores culturales de la ciudad dentro del territorio «periferia-centro» en un espacio de rotación de contenidos. La premisa sería no vincularse demasiado con ninguna plataforma

sino facilitar conexiones entre una y otra. En este sentido mi formación me ha permitido conectarme a encuentros y redes de distinta índole como por ejemplo arquitectos, artistas plásticos, artistas escénicos, científicos sociales, poetas, entre otros. Planteo un trabajo colaborativo a partir de estrategias de organización que maneja cada comunidad, dentro de esta operación desarrollo una «plataforma metodológica» para poder construir un contenido social de manera colectiva. A su vez esta estructura me gusta pensarla como un estudio sobre los comportamientos sociales que atienden a la idea conceptual de «participación solidaria para la transformación de un cambio». Esta dinámica permite que los participantes se impliquen con sus relaciones de historia del lugar y de sus vidas individuales, generando con este hecho un intercambio de territorios, desde lo individual a lo colectivo. Mi consigna es buscar «mecanismos autosostenibles para comunidades pensantes». Desarrollando estrategias de auto-organización e implementando metodologías del residuo. De esta forma busco sobremanera el empoderamiento del otro como herramienta de cambio.

Christians Luna, investigador de cosas (curador, poeta, performero, interventor en el espacio público, director de la Galería Plátano de 2002 a 2010, fundador de Zona30, plataforma de procesos de experimentación y residencia, 2011. www.zona30-peru.blogspot.com

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¿Qué significa ser autodidacta en esta época? ¿Cómo entiendes la manera de acercarse al arte para alguien que no tuvo ninguna formación académica? ¿Crees que es necesaria la información para gestionar procesos conceptuales?

¿Cómo es la construcción de tu obra?

Siempre va ser un reto la autoformación, siempre dije que ser autodidacta significaba leer el doble, estudiar el doble, realizar dobles trabajos, estar adelante. Nunca fue fácil, pero siempre fue desafiante poder convencerme que esto era posible. Le comentaba hace poco a una amiga de literatura sobre dos grandes madres externas, la biblioteca de la Escuela Nacional de Bellas Artes, y la biblioteca del Centro Cultural de España, en las cuales leí todo lo que contenían, porque en ese momento entendí que una biblioteca era para mi el arte, esa sabiduría, ese modo de hacer desde lo interdisciplinario, todo el contenido dispuesto en un solo cuerpo: la biblioteca.

El estar callado, escuchar al otro, una motivación, leer sobre diversos temas, ingresar a estudiar cursos x, escuchar en una conversación entre amigos los problemas que les interesan y ser parte de ellos. También la apropiación, que es una palabra que desde mis inicios siempre me interesó, porque demarcaba un territorio x, el cual me pertenecía, desde la manera cómo recibo la información histórica del arte o la historia latinoamericana, la historia peruana. Todo eso confluye inevitablemente en mi forma y mis maneras de interpretar un lenguaje para mi contexto o los contextos donde me vengo vinculando ya desde el 2004, cuando comienzo a salir del Perú.

Mi inicio fue algo intuitivo, tenía una sensación de rebeldía constante, mi madurez se logró cuando entendí la pertenencia a un lugar, ese lugar no tenía nombre, pero era de la familia del arte.

Por otro lado la descontextualización es una experiencia que mi obra tuvo que vivir en carne propia, el no venir de ninguna escuela, ser por momentos un no lugar ambulante fue algo muy extraño sumado a mi no identificación de datos personales por diez años, en un medio como el Perú es siempre recurrente. Mis modalidades de acción, por algún tiempo, estuvieron vinculadas a la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes la cual, por el contexto donde se ubica, la hacía más cercana o empática a la hora de darle una plataforma (o aire de familia) a mi manera de operar en la ciudad.

Lo interesante de alguien que no viene de una academia es no preocuparse por hacer bien las cosas, y que todos los soportes que te rodean se puedan usar, entendiéndolos desde lo que deseas comunicar y a quien. Pienso siempre que lo más importante es lo que quiero comunicar y a quien, como principio de todo. Luego tu misma necesidad por el desconocimiento te impulsará a saciar tu aprendizaje, en libros o en escuelas que te ayuden a encaminar mejor tus procesos.Y otro elemento importante es la persistencia en la experimentación e investigación.

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Mi obra es una apropiación descontextualizada de eso que no reconocemos como valor local, los reciclajes

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Mi consigna es buscar «mecanismos autosostenibles para comunidades pensantes»

Pero fue esa jerarquización de la autonomía de una forma, técnica, método, concepto, proveniente únicamente de la academia lo que me ha permitido incursionar como un agente camuflado, con facilidad y exotismo, en las artes de Lima. Mi obra es una apropiación descontextualizada de eso que no reconocemos como valor local, los reciclajes, los albores de vendedores al paso, ambulantes sociólogos, antropólogos cantantes de buses y demás imágenes de mi ciudad, las formas de organización de asentamientos humanos. ¿En relación a la imagen, cómo actúa tu trabajo? Las imágenes sirven sólo como un medio para vincular una serie de experiencias sensoriales y relacionales. También como un documento que atestigua un proceso de investigación pedagógica en la cual se funde la metodología de cómo te vinculas con el otro y con el entorno. En tus propuestas, ¿cómo funciona la interrelación con el espectador?, ¿en qué medida queda abierta la posibilidad a la interpretación en un trabajo tuyo? Siempre suele ser directa, gracias a él (al público) la construcción de códigos simbólicos se viabiliza. En otras ocasiones el proyecto permite generar niveles de entendimiento ya sea para el receptor espontáneo, el receptor del lugar, o el receptor retrasado. Pero siempre pienso que hay una serie de pistas que van quedando como un tatuaje en el espacio donde se trabajó.

¿La manera en que accionas prioriza el resultado? Siento que no es lo importante, hay una necesidad implícita en generar relaciones que satisfagan un proceso que vincule a los otros sobre la base de la participación, entre los componentes de un espacio, ciudadanos, arquitectura, lenguaje.Y por esto el resultado es un proceso en constante cambio. ¿Hasta qué punto es importante en tus propuestas un trasfondo político? Lo político deviene de un empoderamiento del otro, de apoyarse en sus estructuras de sobrevivencia para ejercer desde ese acercamiento, una construcción íntimamente ligada a Latinoamérica. ¿Cómo ves la posición de tu trabajo en el contexto del arte contemporáneo? En realidad nunca me he puesto a pensar en eso, lo que sí sé es que abordo una serie de temas de acuerdo al contexto, dando con esto un significado coherente y pertinente a lo que quiero comunicar. También la manera de producción que tiene mi obra obedece a una lógica desde Latinoamérica, extendiéndose sobre cualquier plataforma o territorio, porque aporta desde su dimensión y para el otro con una serie de cargas simbólicas provenientes de los mass media y las redes virtuales. ¿Cómo te insertas en tu contexto (nacional) en relación a la escena artística, y como vez la escena artística peruana en un contexto global? Estudiando en el Museo de Arte de Lima en el año 99, en el curso Arte contemporáneo, conocí a Carlos Troncoso, entre otros artistas que invité. Contaron sus experiencias, como el pintado de murales. Desde ese momento comencé a diseñar una serie de actividades en el espacio público que me vincularon con los sistemas del arte local.


El arte de la distancia Sobre la muestra Desarraigo de Leonor Jurado*

Por Abdón Ubidia Escritor

Extraño prestigio el de la fotografía.Vino para abreviar el oficio del pintor, para captar, en un instante, aquello que sólo un largo trabajo podía lograr. Para reemplazar el arte con la tecnología. Pero nunca lo consiguió del todo. Empezando por el hecho de que fue inventada por un pintor y porque muchos de sus desarrollos y perfeccionamientos han sido obra de pintores.

No es así. La figura del artista es una figura del mundo. Es única. En las cuevas de Lescaut, hace 28 mil años o en las de Altamira, hace 15 mil, no cualquiera de la tribu hizo esas maravillosas joyas del arte rupestre. Las hizo un artista. Alguien marcado por una singularidad. Alguien que tuvo la posibilidad concreta de representar lo que los otros podían reconocer como un claro mensaje trascendente.

Y no es ninguna coincidencia la de que hasta en la foto más comercial haya un momento en el que el autor, el editor o el destinatario deban escoger aquella que más impacta a sus Alguien dotado de un gusto, un don, una pasión emociones, es decir, aquella que más huella sagrada, un concepto y un oficio. Es decir, un artística tenga a su haber. artista. Pareciera, entonces, que la fotografía vino a darnos a todos la posibilidad de ser artistas, lo cual estaría muy en la línea de algunas tendencias de la curaduría del arte actual que, desde centros del poder establecido, propician un arte sin artistas porque si todos lo somos nadie lo será.

En las cuevas de Lescaut, hace 28 mil años, no cualquiera de la tribu hizo esas maravillosas joyas del arte rupestre

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Los milenios que vinieron luego lo demostraron bien. No cualquiera pudo ser un Miguel Ángel, un Bernini, un Manet, un Dalí, un Picasso, un Bacon. Necesitaba el gusto, el don, la pasión y el oficio. Igual en nuestra Latinoamérica y en nuestro país. No cualquiera pudo ser un Orozco, un Siqueiros, un Lam, un Soto, o un Caspicara, un Troya, un Pinto, un Guayasamín, un Kingman, un Viteri, un Stornaiolo, por no hablar de los nuevos. Valga este prólogo para decir que Leonor Jurado es una artista que empieza. Una promesa a la que sólo le podemos pedir la perseverancia.


Y no porque no haya logrado ya un trabajo importante. Pese a su juventud, tiene una obra grande.Y esta hermosa exposición, tan cargada de sentidos, es solo un ejemplo. No es por eso. Es porque el arte es una razón de vida. Un destino elegido. Una perseveración vital. Leonor proseguirá, en el camino que ha escogido, no lo abandonará ni nos traicionará. Porque lo que encontramos en ella ya es mucho. Un gusto ya hecho y un propósito deliberado. «No puedo trabajar sin referentes», me ha dicho. Mas, esos referentes básicos que maneja, empezando por ella misma y el autorretrato (que es eso: un referente íntimo y central) y los otros a los que acude, tienen un denominador común: son perdurables: el pelo, la sal, las ramas secas, la tierra, la propia materialidad del papel artesanal que maneja. Pero la fotografía como arte es el arte de la distancia. Su mensaje se encuentra entre el objetivo de la cámara y el objeto fotografiado. En el misterio que liga a los dos. Allí, donde se refugia la poética particular del artista. Allí en donde el espectador encuentra la emoción que el artista pudo encontrar. Leonor no ha capturado simplemente esos referentes básicos y perdurables de los que hablamos: ha capturado el diálogo que mantienen con aquello

La fotografía es el arte de la distancia

que no es perdurable sino efímero: la fragilidad de la vida, de la vida humana, en especial. ¿Y qué queda de ese diálogo?: el miedo, quizá el terror que la distancia impone; sobre todo: el dolor que nos deja aquello de lo que nos alejamos y no en vano esta muestra del abundante trabajo de esta artista, se llama Desarraigo, como evocando no solo los dolorosos desarraigos que la migración nos da; también la idea de que siempre nos estamos alejando, frágiles, efímeros como somos, de lo que sin nosotros perdura. Esa es la profundidad de la exposición de Leonor: ha capturado ese miedo, ese espanto. Sus fotografías nos dejan en el alma algo trascendente: el misterioso debate que la vida humana, tan frágil, tan efímera, mantiene con su contrario natural: lo perdurable. Nuevos tiempos llegan, por fin, para nuestro arte.

Leonor Jurado, Quito,1979. Es fotógrafa profesional graduada por la Universidad de Missouri, Columbia, en donde actualmente vive. La muestra Desarraigo se presentó en agosto de 2011 en el Centro Cultural Benjamín Carrión de Quito. www.leonorjurado.com

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Cuarto Aparte: Plataforma Independiente Cuarto Aparte —que hace dos años se subtitulaba como plataforma festiva—, en su segunda edición se identifica como plataforma independiente, no solo por el hecho de producir el evento desde la no institucionalidad, sino por dar casa (cuarto) a todos aquellos artistas autónomos que buscan sin fines de lucro evidenciar sus producciones. El enunciarse en plural implica asumirse como entidad colectiva y de vocación viral; y como independiente, para visibilizar una voluntad crítica y propositiva en un escenario-país que requiere espacios terceros como opción política a la gestión cultural polarizada entre la dependencia estatal y la estrechez corporativa.

Performance de Rodrigo Viera. Cortesía de Cuarto Aparte.

Cuarto Aparte irrumpe como la conjunción posible de artistas, colectivos artísticos y productores culturales de Ecuador, Perú, Argentina, Chile, Brasil, Colombia,Venezuela, Centroamérica, Alemania y EE.UU. que, autoconvocados desde necesidades, empatías y afectos, se autogestionan en diálogo, coparticipación y solidaridad para generar una plataforma fronteriza-alterna-convergente que tiene lugar durante la Bienal Internacional de Arte de Cuenca, mas no como un evento contra bienal, sino como una estrategia espacial que recoge al público durante una semana sedienta de arte. Así se pudo observar a Huasipichay: Muestra/ Intercambio Ecuador-Brasil curada por Leopoldo Ponce y Paúl Rosero, también Flor de Piel, selección realizada por Juan Pablo Ordóñez. Cuarto Aparte se reconoce como un nodo más en la trama de gestos, acciones, iniciativas y eventos

Plataforma festiva, Intervención sonora. Sede: Jú liminal. Cortesía de Cuarto Aparte.

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Poemas de amor y cartas de recomendación, de Miranda Texidor (Ana Fernández). Cortesía de Cuarto Aparte.


Cheque en blanco: Autogestión y mercado en el arte ecuatoriano. Invitados: Madeleine Hollander, Ileana Viteri, Eduardo Carrera, Curatoría Forense y Xavier Blum. Cortesía de Cuarto Aparte.

no oficiales que han planteado preguntas, generado tensiones y abierto horizontes sobre los modos de producción artísticos y culturales en el Ecuador en las dos últimas décadas, es un tejido-tiempo-espacio para la discusión, el desacuerdo y las propuestas diversas, un ejercicio de economía simbólica distinta, una noción y gestión de valoración y memoria del arte y la cultura basada en micro relatos y políticas, en visiones, procesos y prácticas mas allá de lo instituido e institucional. Siete fueron los espacios, y la casa abrió por más de 12 horas consecutivas durante cuatro días seguidos. Uno. Cuarto abierto: Memoria, muestra y selección. Dos. Laboratorio: Espacio para intercambio de saberes y prácticas diversas. Los participantes accedieron a la producción de Fanzinoteka, con Colectivo Dogma Central y Neuropuerto. Se dictó el taller de fotografía expandida participativa con Rodrigo Etem y se presentó un concierto didáctico con Mesías Maiguashca. Tres. Menú del día/La sobremesa: Espacio de almuerzo donde el intercambio de ideas y debates en el circuito del arte contemporáneo se realizó durante cuatro días, diálogo con y desde figuras del arte, la cultura y la gestión.

Plataforma festiva. Proyección de Loopxu s, de Blasco Moscoso y Daniel Lopez. Cortesía de Cuarto Aparte.

Cuatro. Modelo para armar: Espacio para proyecciones comentadas y mesa para presentación y diálogo de proyectos nacionales e internacionales. Cinco. Ciudad abierta: Serie de intervenciones en espacios públicos de la ciudad de Cuenca basada en una selección de las experiencias desarrolladas en los dos últimos años, además de una convocatoria para proyección de video arte emergente y feria de publicaciones Seis. Plataforma festiva: Serie de conciertos, DJ y VIJING sessions de diversos estilos musicales que incluyó rock, hip hop, noise y electrónica Siete. Convergentes: Serie de propuestas artísticas-culturales independientes, exhibidas-desarrolladas en Cuenca en fechas simultáneas a Cuarto Aparte. www.cuarto-aparte.blogspot.com • www.facebook.com/groups/cuartoaparte

Itinerantes. La Multinacional, Patricio Dalgo, Parque Calderón. Cortesía de Cuarto Aparte.

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El más allá del taco Por Gabriela Lombeida Diseñadora y Comunicadora

Hipnotismo de un flagelo / dulce, tan dulce / cuero, piel y metal / carmín y charol. Cuando el cuerpo no espera lo que llaman amor… Gustavo Cerati

El utilizar tacón alto tiene que ver con la intención en develar algo pero no el todo. Para que persista el querer ver más. Para que el erotismo sea posible. Quizás así lo pensó el diseñador Roger Vivier de la firma Christian Dior al crear el tacón tipo aguja en la década de 1950. Lo cierto es que el erotismo a través del uso del tacón acarrea un desafío, nos relaciona en determinadas circunstancias, con determinados encuentros. El deseo de querer ver más de lo que es posible observar. Aunque implique la suposición de lo obvio; el erotismo es la transgresión de dejarse erotizar durante y después de la pulsión de mirar.

profanarlo. Aunque sea desde el pensamiento. Se busca con ansiedad el no querer ser deseado por la muerte, pero ella siempre nos seduce, nos busca, nos llama. El utilizar tacos es un principio y un fin en si mismo. Es posibilitar que lo infrecuente se vuelva frecuente. Es mantener un cierto nivel o ritmo ante el otro. Es asisitir a actos ceremoniales donde se oficializa lo que se ve. Donde se siente muy cerca y simultáneamente muy lejos el deseo.

Cómo no querer buscar la inmortalidad por medio del deseo, del jugar con lo sagrado e intentar

Un cuerpo que calza tacos seduce, desde el deseo del cuerpo que no se ve. Es una suerte de reclamo erótico, es una búsqueda íntima entre el vacío y los lenguajes corporales. Es ordenar y desordenar algo en la mente. Es desaprender, despojarte y rehacer el sexo, la seducción, el erotismo. Nada tiene que ver con esa desachibilidad (¿disponibilidad? ¿necesidad?), permanente de afectos, ya que se vive en tiempos donde todo cambia.

El erotismo es la transgresión de dejarse erotizar durante y después de la pulsión de mirar

La capacidad erótica del zapato de tacón es grande. Despierta sentimientos en el deseo popular. Se convierte en una extensión del cuerpo. El uso del tacón alto llega a ser invasivo y poderoso, y apesar de las cualidades restrictivas con el cuerpo, de su posible incomodidad, no deja de ser un objeto que despierta el erotismo y la fantasía de descubrir el otro cuerpo.

Calzar tacos no es temer al otro, sino querer ser el deseo del otro. Aquí se entra en el juego de la seducción. Esa seducción liberadora, irreverente ante la muerte que tememos.

Foto cortesía de Gabriela Lombeida.


Patricio Ponce Artista visual

…intento convertir en lenguaje visual ciertas visiones y reflexiones sobre el mundo que me rodea, mi mundo interior y el mundo del arte… mi afán es provocar una asociación de ideas y emociones que se refieran a lo sorprendente y complejo de la realidad… Blog: www.centroecuatorianodeartecontemporaneo.org/patricio-ponce

Silvia Vimos Artista visual

Estoy casi convencida de lo que se dice por ahí… que el arte es el campo de acción de los significados… Tel.: (593) 22660408 / 23132197 / 081304409 Correos-e: silviavms@yahoo.com / carishinaforever@gmail.com Blog (en construcción): carishinaforever.blogspot.com Dirección: José Azcázubi S 8-01 y Francisco Barba, Quito Foto cortesía de Arte en el Trole.

Ana Fernández (Miranda Texidor) Artista visual

Tel.: (593) 2385564 / 084996721 Correos-e: texidormiranda@gmail.com Web: mirandatexidor.com Blog: mirandatexidor.blogspot.com Dirección: Las Palmeras y Las Termas, La Merced.

Kléver Congo Artista visual

«La obra de Congo deviene en un diálogo entre su herencia afroamericana y la catársis que provoca el ejercicio cotidiano de la creación» Rodrigo Matts Trato de revitalizar mis raíces afroecuatorianas para conseguir, mediante la estética y la conceptualización de mis vivencias, una obra cargada de humor, ironía y tragedia. Correos-e: klevermachangaa@gmail.com Blog: lacosadelklever.blogspot.com

El carnaval siempre tiene un muerto. Cortesía de Fabio Jurado.


Av. Coruña E13-69 y Valladolid, La Floresta. Teléfono: 2558 679. Atención de lunes a viernes de 09h00 a 19h00. Sábados de 09h00 a 14h00.



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