Guabina Segunda Parte

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SEGUNDA PARTE:

RECORRIENDO LA CORDILLERA ANDINA


EL ÁREA CULTURAL ANDINA

El área cultural andina es un área cultural circunscrita geográficamente a la región central de la cordillera de los Andes, en la cual se desarrollaron las principales civilizaciones precolombinas de América del Sur.

Un factor que unde a todos los pueblos de ésta área, según Lumbreras es que la relación de éstos con el medio ambiente se resuelve a través de una constante mar-cordillera-bosque tropical, que configura una racinalidad económica integracionista de corte transversal al eje geográfico de la cordillera.


Existen diferencias y grados de complejidad en el desarrollo social y político de las culturas desarrolladas en el área andina expresadas en sub-áreas así: Extremo Norte: Incluye las cuencas andinas del Magdalena y el Cauca (Colombia), el altiplano de Bogotá, la costa colombiana y del oeste de Venezuela. En su territorio se desarrollan las culturas regionales colombianas, incluyendo las de Quimbaya, Tairona, San Agustín, Tierra Adentro y Chibcha. Septentrional: Constituidos principalmente por el territorio ecuatoriano, el extremo sur de Colombia y el extremo norte peruano. La costa es de clima tropical y las regiones alto-andinas están caracterizadas por el ecosistema del páramo. Área andina central: Ubicada en el Perú. Las zonas alto-andinas están dominadas por el ecosistema de puna. Es considerada junto con el área centro sur la que mayor desarrollo cultural alcanzó. Área andina centro-sur:Incluye el extremo sur peruano, Bolivia, el norte grande chileno y parte del noreste argentino. Área andina meridional: Ocupan el chile Central y buena parte del noreste argentino. Extremo sur: Ocupa lo que tradicionalmente se ha identificado como Araucanía.


GENERALIDADES DE LA CORDILLERA

La cordillera de los Andes es un gran sistema montañoso que se extiende prácticamente 8.000 km desde Venezuela, en el norte de América del Sur, hasta la Tierra del Fuego, en el sur de Chile y Argentina. La anchura de la cordillera alcanza en algunos puntos los 800 km. Es preciso señalar que el concepto de culturas de Los Andes que se ha venido a denominar “área cultural andina” ha sido durante mucho tiempo motivo de discusiones y desencuentros por parte de los investigadores, que debatían la necesidad o no de incluir entre las culturas de los Andes las manifestaciones de algunos pueblos de los actuales países de Venezuela, Colombia y Ecuador.


EJES DE LA MÚSICA ANDINA COLOMBIANA

El ministerio de cultura a través del Plan Nacional de Música para la convivencia identifica y agrupa las prácticas de la música folclórica de Colombia pertenecientes a la región andina en cuatro ejes, teniendo en cuenta, además de la ubicación geográfica por departamentos en que se realizan dichas prácticas, elementos como los formatos o conjuntos instrumentales y vocales más representativos y los géneros o ritmos interpretados.

REGIÓN CENTRO-ORIENTE: Ubicación: Norte de Santander, Santander, Boyacá y Cundinamarca. Formatos: Conjunto de torbellino, conjunto carranguero, guabina, merengue andino, estudiantes, tríos entre otro. Géneros: Torbellino, guabina, carranga, bambuco, pasillo, danza, rumba criolla, rumba campesina, música carranguera.


ESPACIOS PARA LA CULTURA FESTIVALITO RUITOQUEÑO SU HISTORIA: A raíz de la primera selección regional de Funmúsica para

escoger los representantes al concurso Mono Núñez, los amigos del dueto Germán y Gustavo estimaron que ellos serían seleccionados. Lamentablemente no sucedió asi: fueron eliminados y, por consiguiente, un amigo de aquel entonces: “Vamos a desagraviarlos con una tertulia musical, a modo de otro concurso, en mi finca”, y otro comentó: “Pues hagamos el Festivalito del Churco Rey”, en celebración del cumpleaños de Manuel Enrique Rey Sanmiguel. Dicho y hecho, se efectúo la reunión con un pequeño grupo de amigos, no más de 25, se hizo la fiesta a modo de concurso, con presentaciones de grupos conformados por todos los asistentes y al final se elaboró un acta en un sobre usado de papel manila donde se registraron los grupos participantes y en forma premonitoria se anotó: “OJALÁ NOS VOLVAMOS A REUNIR DENTRO DE 12 MESES”. El programa se repitió cada año, hast completar el vigéimo séptimo (27º) en el año 2017. ESQUEMA GENERAL DEL FESTIVALITO: El festival tiene un esquema que

hoy se mantiene: LOS NIÑOS: se inicia con su participación, lo que ha sido excelente atractivo para ellos, a punto de haberse convertido en un símbolo dentro del programa. Los medios no promueven la música colombiana y por ello es muy meritorio cuando un menor la interpreta. LOS GRUPOS FAMILIARES: en Santander siempre hay talentos y como se decía al principio, no había espacios para mostrarlos. Ante esta posibilidad los aficionados despertaron su interés en participar: duetos de matrimonios, grupos familiares, solistas, en fin, toda una gama de intérpretes que poco a poco se adentraron en el Festivalito, por medio del perfeccionamiento cada vez mayor de su técnica. Tomando como meta participar cada año. EXPRESIONES AUTÓCTONAS: también poco a poco, en forma simultánea

con la participación de esos grupos en las eliminatorias regionales del Mono Núñez en el Festivalito han aumentado esas participaciones, con una receptividad extraordinaria de parte del público.


TERCERA PARTE:

CON LA GUABINA EN LA MENTE


IMAGINARIO Un imaginario puede ser tomado como un acto creativo donde la percepción de la realidad es tomada de un grupo de personas que creen tener la certeza respecto a un sitio, lugar, situación o cultura que los une; una relación que los vincula entre sí, frente a una imagen creada. Tiene la característica fundamental de orientar o condicionar las actuaciones, las decisiones de un grupo y, de igual manera, de regalar una perspectiva a las personas que indagan sobre un tema puesto sobre la mesa, junto con esto, en torno a los imaginarios giran situaciones, rituales o comportamientos respecto a la imagen que está siendo compartida, tanto el grupo que creó el imaginario como las personas que se adentran a éste de manera primeriza, son regidos por ellos. Los imaginarios, a pesar de ser constantes y de venir de épocas atrás, pueden mantenerse en el tiempo, cambiar o desaparecer. Esto es captable en los rituales religiosos; han cambiado a lo largo del desarrollo social pero, a pesar de estos cambios, las personas y sus actuaciones giran en torno a un mismo centro, salvación o vida eterna. Los imaginarios siempre serán necesarios para regir grupos de personas, o para mantenerlos sometidos a algo, pues es bien sabido que desde el principio de los tiempos el hombre ha querido darle explicaciones a todo, o hacer que lo que lo rodea haga parte de una idea clara, esto le genera seguridad respecto a las situaciones que le pueden deparar en la vida. «Cantando a todo pecho la guabina, canción sabrosa, dejativa y ruda, ruda cual las montañas antioqueñas, donde tiene su imperio y fue su cuna.» – Gregorio Gutiérrez González


LA MÚSICA Y SU CONEXIÓN INSOLUBLE CON EL IMAGINARIO A pesar de no ser un género hoy 100% reconocido, y que hoy en día no tenga relevancia como unas épocas atrás, la Guabina, como la mayoría de culturas, movimientos y ritmos musicales, gira en torno a Imaginarios. Estos Imaginarios hacen parte del misticismo que rodea la música y también generan la identidad y la personalidad de las personas que deciden escuchar estos tipos de música. Los imaginarios que giran en torno a los géneros y sub-géneros musicales, son la frontera entre si la persona se identifica y vive ese género musical o si simplemente se cataloga como otro gusto musical. Para entender lo anterior, si la persona escucha Rock, tendremos el imaginario de que el tipo de persona que escucha ésta música es hosca, probablemente agresiva, y, ¿Por qué no?, es probable que la persona participe en rituales satánicos, en otros casos se pude llegar a creer como una persona que consume sustancias psicoactivas, que siempre viste de negro y puede que tenga un grado de depresión o desprecio por el mundo mayor al resto de la sociedad.


LA GUABINA A TRAVÉS DE LOS IMAGINARIOS Teniendo en cuenta y contextualizando un poco más sobre imaginarios, cómo es un imaginario en un plano general, y cómo se trabaja en el plano musical, iremos realizando un recorrido por el tiempo de cómo ha sido tomada la Guabina con la información que obtenida y anteriormente compartida de éste género, analizando información encontrada en libros, narraciones y la web. LA GUABINA EN SUS INICIOS Según documentos encontrados en internet, la Guabina se consolida en fiestas y aguinaldos de la época, debido a esto, era ligada a personas que se la pasaban de fiesta en fiesta, a borrachos y, si hablamos de eventos, era ligada a fiestas municipales y a navidad. En general, a las temporadas de celebración. La guabina era aborrecida por la iglesia, debido al ser de los primeros bailes en pareja con un pronunciado contacto físico que no era bien visto dentro de la sociedad, era ligada a personas de bajo estrato económico, a trabajadores como jornaleros, o campesinos que la escuchaban en sus labores diarías. LA GUABINA EN SU EVOLUCIÓN Aproximadamente hace unos 40 años, la guabina empieza a tomar otro sentido, se divide en la guabina que contaba historias, engrandecía la tierra, o tenía un significado amoroso, y estaban aquellas que seguían siendo para baile y juerga, canciones que eran de un ritmo más acelerado y se conocieron desde entonces como torbellinos, populares por sus letras jocosas y por ir acompañadas de coplas que animaban y encendían más el baile. Aquí los patrones empiezan a interesarse por la música de los jornaleros y, como aún era vista como música de pecado, pagaban a sus trabajadores para que fueran a conseguir la música por ellos y así poder escucharla en sus casas sin someterse al escarnio público.


LA GUABINA EN SU ACTUALIDAD Según una entrevista tomada del documental “Contrapunto” producida por Frank Ramírez a un campesino de la zona rural de Barichara, cuenta cómo era vista la guabina épocas atrás como ya pudimos apreciar. Actualmente, la Guabina es reconocida como Patrimonio Musical de Colombia, pues es un género musical que pasó de generación en generación, por lo que es vista como tradición y es escuchada en ciertas zonas de Colombia así que podemos identificar un territorio, de cierta manera se relegó a los municipios y zonas rurales, por lo que ya tenemos un concepto de identidad ligada a ella, y nuestros abuelos y padres, recuerdan con amor y recelo las fiestas que gozaban con ésta música por lo que plenamente se identifica como nuestra memoria. Se tiene el imaginario de que sólo es escuchada en zonas rurales y municipales, y aunque de cierta manera sea verdad, no son las únicas zonas, pues hay pequeños lugares dentro de las urbes que aún con mucho cariño hacen sonar estas canciones de recuerdo. También se piensa que las personas que escuchan éste tipo de música se limita a nuestros padres y abuelos, pero la verdad es que aunque el género como individual está teniendo una muerte sustancial, muchos grupos nuevos de jóvenes emprendedores buscan recuperar estos ritmos y fusionarlos con ritmos modernos, creando así su propia identidad.


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