“Contra el neofascismo” de Iñaki Gil de San Vicente
CONTRA EL NEOFASCISMO Iñaki Gil de San Vicente
DIALÉCTICA DE LO VIEJO Y LO NUEVO 1. La lucha de clases entre el Trabajo y el Capital se mueve siempre dentro de la dialéctica entre, por un lado, la continuidad y permanencia de lo esencial, y, por otro lado, la aparición de lo nuevo y la desaparición de lo viejo. Esta dialéctica exige comprender la existencia de unas determinadas contradicciones esenciales, genético-estructurales, del modo de producción capitalista, que lo diferencian cualitativamente de otros modos anteriores, de sus clases sociales y de las luchas entre ellas. 2. Dicha dialéctica, por otra parte, permite explicar la permanencia de determinadas características que son constantes al capitalismo pese a sus cambios de forma y fenomenología exteriores, histórico-genéticas, de modo que utilizando el método marxista podemos encontrar por entre la maraña de acontecimientos aparentemente desconectados entre sí, caóticos, determinadas regularidades profundas y relativamente estables pero invisibles a primera vista. 3. Ahora bien, en cuanto dialéctica de contradicciones en lucha, ella misma exige que se siempre se estudie la realidad móvil para descubrir lo nuevo, lo que aparece, y lo viejo, lo que desaparece. Lo nuevo está ya en germen en las contradicciones existentes, y en lo viejo que ya está acelerando su desintegración bajo el empuje de esas contradicciones. Esta afirmación abstracta se basa en la síntesis concreta de las experiencias prácticas tanto en la sociedad como en la naturaleza orgánica e inorgánica. Sin entrar ahora en diferencias lógicas e inevitables entre las formas del movimiento dialéctico en estos tres niveles, y centrándonos sólo en el social, lo nuevo y lo viejo siempre nos remiten a la permanente que, a su vez, solamente se comprende en su evolución si tenemos en cuenta sus partes viejas y nuevas. 4. Muchos de los errores políticos de las izquierdas tienen que ver de algún modo con el desprecio a esta inexcusable regla metodológica. Las izquierdas tienden a creer que todo permanece igual e inalterable, que las grandes conmociones sociales son simples repeticiones de viejas luchas, que no se han desarrollado todavía novedades significativas que obliguen a un cambio profundo de la línea mantenida hasta ese momento. Y sucede la derrota. Pero en otros casos, cree lo opuesto, que todo ha cambiado tan cualitativa, súbita e intensamente que ya no vale nada del pasado y que hay que elaborar otra línea radicalmente opuesta. 5. Con el fascismo sucedió algo parecido y también sucede lo mismo con el neofascismo. En las condiciones de los años ’20 del pasado siglo, las contradicciones sociales, clasistas y nacionales estaban llegando al máximo del antagonismo irreconciliable permitido y potenciado por el alto grado de agudización de las contradicciones dentro del capitalismo, y entre el capitalismo y la URSS. Se encresparían aún más como efecto de la terrible crisis de 1929-33, que se prolongó de hecho hasta 1945. En realidad, la causa radica en el imperialismo y sus devastadores efectos sobre las condiciones de vida y trabajo de las masas trabajadoras.
5