DANIEL DI-NEGRI Burgueses, Sicarios: no se asesina impunemente al pueblo °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Centenario de la vindicación de Antonio Ramón Ramón (1914-2014) Armas de Papel Editorial 2014
Armas de papel Editorial 2014
Burgueses Sicarios: No se asesina Impunemente al pueblo °°°°°°°°°°°°°°°°°°°° Centenario De la vindicación De Antonio Ramón Ramón °°°°°°°°°°°°°°°°°°°° Daniel Di-Negri
LA CARGA Baldomero Lillo Los sables salen de las vainas con un claro y vibrante chirrido y los soldados de quepís y dormán azules sueltan la rienda de sus caballos y se precipitan contra el formidable enemigo. ¡Oh! los héroes! !Oh! los valientes! ! Con qué coraje esgrimen la cortante hoja sobre las cabezas inermes, sobre los pálidos rostros de las mujeres, las blancas testas de los ancianos y las rizadas cabelleras de los niños! Nada les detiene. Pasan como un huracán arrollándolo todo bajo los ferrados cascos de sus corceles. El filo de sus sables abate de un golpe los brazos que alzan la callosa mano como un escudo y parte en dos los cráneos que se cobijan bajo la gorra y la chupalla. Y los jefes! !Los bizarros oficiales! Vedlos delante de sus valientes, la espada en alto, la mirada centelleante, ebrios de gloria, de heroísmo y de bravura. ! Que noble emulación los exalta! Nadie quiere tener una mancha roja de menos en el dormán galoneado. Y se miran y se observan, tratando de sobrepujarse en aquel torneo heroico. Las cargas se suceden cada vez más furiosas. Los aceros zigzaguean como una tempestad de rayos sobre las cabezas que se agachan y las espaldas que se esfuman fugitivas. Una mujer va y viene despavorida en busca del pequeñuelo extraviado. Un soldado sable en mano la persigue, la acosa y, de un golpe la derriba en tierra.
Más allá un niño con la cabeza desnuda, lloroso, como una medrosa bestezuela, corre asustado tratando de escabullirse de aquella masa que lo aprieta y los estruja. por fin, lo consigue y pasa a la carrera frente a un pelotón de infantes a cuyo frente está un joven oficial con la espada desenvainada, impaciente y nervioso por probar sus bríos en la contienda. Las proezas de sus camaradas inflaman su valor y arde en deseos de distinguirse ante los jefes. Ve al pequeño que huye y corre tras él. Alza el brazo armado y los descarga sobre la nuca infantil con firme y certero pulso. La víctima, con los brazos extendidos hacia adelante, cae de cara contra la tierra y queda inmóvil en el suelo enarenado. Y sobre las hojas secas de las encinas, bajo el cielo pálido, brumoso de la tarde, la turba ruge y se enfurece y los sablazos fulguran y caen como recia y tupida granizada. ! Qué espectáculo tan noble, tan viril, tan elocuente! De un lado la fuerza, la inteligencia armada; del otro el número, la masa inconsciente y torpe. ! Y qué prodigio tan maravilloso obra en el hombre la disciplina! Esos soldados ayer no más formaban parte de esa multitud anónima y sus manos que hoy empuñan la cuchilla del verdugo, guardan aún las señales indelebles del martillo y de la azada. Bastó solo el uniforme para que se abriera un abismo entre ese hijo y sus padres, entre el hermano y sus hermanos. EL paria, el explotado de ayer sablea hoy y degüella sin misericordia a los que hace poco eran sus iguales y que, en el tugurio o en el rancho, compartían sus trabajos y sufrían su miseria. Sí, ese jinete que revuelve con su tan fiero gesto su cabalgadura entre la multitud tiene también allá, en el suburbio, en un cuartucho miserable a sus seres queridos, una mujer y unos hijos
que mañana cuando sean hombres estarán también entre la turba que vocifera y aúlla. Mientras que otros o tal vez alguno de los mismos acuchillará a sus hermanos, ahogando en su propia sangre sus gritos de rebelión, de justicia y de protesta. Pero el no delibera, no piensa. La férrea disciplina rompió el lazo de solidaridad con los suyos y ahogó en su corazón todo sentimiento que no sea el de la obediencia pasiva. Ha dejado, pues, de ser un hombre para ser una cosa, una máquina. Y la voz de mando espolea, arremete, atropella y mata. ¿Por qué? No lo sabe y tal vez no lo sabrá nunca. Baldomero Lillo, Obras Completas. Antología de Raúl Silva Castro, 1965. Editorial Nascimento, pág. 439 a 441
Restos exhumados el año 2007 de la fosa común donde se “enterró” a las víctimas de la masacre
UNA HISTORIA DESPUES DE 100 AÑOS Escribir -y compilar- un texto en homenaje a Antonio Ramón Ramón (1879-1924), a su heroica gesta vindicadora por los ametrallados y rematados huelguistas de la escuela Santa María de Iquique, entre los cuales se hallaba su hermano Manuel Vaca, es una necesidad histórica que el pensamiento ácrata de la región chilena debe solucionar... porque el pensamiento ácrata ha vuelto a caminar en las calles y plazas del continente latinoamericano. La protesta social ha regresado al corazón del oprimido en estrecho y eterno abrazo. Cada día nuevas generaciones, en búsqueda de mayor conocimiento, recorren todas las páginas que contagien el pensamiento que nace en la lucha por la emancipación, toman conocimiento sobre los métodos de lucha de anteriores generaciones... A más de 100 años de la masacre de Iquique y a punto de conmemorarse los 100 desde la gesta de Ramón, el anarquismo -en la región chilena- es fuertemente criminalizado con
"bombas" dudosas y montajes mediáticos al por mayor. Es el enemigo interno desde el año 2004 -oficialmente- y se ha creado una burda manipulación de la sociedad sobre hechos que el pensamiento ácrata teoriza y practica algunas poquísimas veces: el problema de la autodefensa y su utilización como herramienta en la lucha por la liberación Es justo reconocer que en la historia de la región chilena muy pocos hermanos de idea han practicado esta metodología de acción, cuando ha sido utilizada, han sido sinónimo de apoyo y solidaridad. Cuando realmente "un anarquista" actúa, lo ha hecho con un buen análisis de la sociedad en la que vive y golpea donde "duele". Tal es la historia que analizamos y homenajeamos en este texto, la de Antonio Ramón Ramón (el vengador de la escuela Santa María) Podríamos hablar de muchísimos textos que han tratado sobre la masacre del 21 de Diciembre de 1907... Hace poco hubo una "fiebre" de estas publicaciones y muchos datos fueron recopilados desde los archivos
del ministerio del interior, descendientes de sobrevivientes, testimonios desconocidos, etc., lo que ha permitido tener un conocimiento más detallado sobre los sucesos y su desarrollo. Muchos de estos textos estaban escritos bajo la "pluma marxista" e interpretaban la situación desde ángulos contrarios y erróneos. No se les podía pedir a los pampinos -102 años despuésque tuvieran "un partido de defensa" que en la práctica no hubiera servido de nada debido a la cobardía de sus propios dirigentes -cosa demostrada en 1973- o que no practicaran la autogestión obrera haciendo producir ellos las industrias, porque en ese tiempo las industrias casi no existían en esta región y esas "posibilidades" de lucha no habían sido desarrolladas ni en la teoría ni en la acción en el pensamiento del huelguista chileno de 1907. El pensamiento Marxista era minoritario en comparación con el Anarquismo y se reducía a sectas de pocas personas que no participaban cotidianamente en acciones, sino que discurseaban y escribían fardos de páginas “importantes” sobre lo que se debía hacer,
sin estar queman".
ellos
ahí,
"donde
las
papas
El pensamiento ácrata chileno no ha desarrollado -hasta el momento- una "visión antiautoritaria de la historia" y ese es un error que debemos solucionar entre todos. El pensamiento autoritario ha copado, re direccionado y silenciado el verdadero desarrollo de la protesta en la historia de la región Chilena para usufructuar de poderes patéticos en determinada administración estatal, para justificar que "solo ellos" han estado presentes y que los anarquistas siempre han sido "los malos y violentos", "los acelerados y viscerales", los "terroristas pone-bombas", "los no científicos y utópicos". Es hora de poner fin a este tipo de discurso desarrollando NOSOTROS COMO ÁCRATAS un discurso propio ajustado a nuestra realidad, difundido profusamente y practicado según nuestras posibilidades reales de hacer las cosas irreversibles. El problema es aún mayor... muy poca gente lee y los textos tienen elevados precios que hacen aún más prohibitivo el acceso a la
cultura. La multiplicación mediática de la ignorancia ha surtido efecto, al extremo de manipular de forma indefinida a la sociedad para mantenerla bajo control policial. Se criminaliza a sectores pequeños de la población para "aplastarlos" fácilmente y ganar prestigio entre la audiencia ciudadana. El paralelo puede ser trazado -guardando las proporciones- con el norte salitrero de principios del siglo XX. Una literal ocupación militar protegiendo las empresas de multimillonarios europeos, administradas por chilenos serviles y trabajadas por cualquiera que soportase ese tipo de explotación. El hambre es mal consejero y muchos aceptaban todo sin reclamos para tener un trozo de comida "asegurado". También existieron personas que no continuaron replicando esta conformidad y lucharon por revertirla, pagando con sus vidas el costo de la rebelión humana, de la protesta contra la esclavitud. La respuesta fue simple y directa: 3000 asesinados con ametralladoras y tropas de
ejército en casi 4 minutos de infernal balacera sobre un grupo de no menos de 12000 personas. En eso terminó la buena fe de los obreros salitreros que siempre guardaron el más absoluto orden con los elementos de la burguesía y sus propiedades, que evitaron choques con la policía, que no atendieron el llamado de "jinetes" a saquear Iquique mientras desembarcaban al mismo tiempo las tropas represivas. Crearon y administraron comités donde se organizó el abastecimiento, la salubridad, el transporte de la ciudad mientras esta era la sede de la protesta pampina. Eso fue lo que ametralló el estado de Chile y sus dueños, los multimillonarios chilenos capataces de los negocios europeos y norteamericanos: La posibilidad de que los oprimidos vivieran bajo sus propios parámetros. LA VINDICACIÓN COMO RESPUESTA POPULAR La protesta ha sido -históricamentesofocada a sangre, fuego y traición de parte
del estado. Bastante ilustrativo resulta el hecho de que el Presidente de la República Pedro Montt (1905-1910) hubiera decidido el asesinato de los huelguistas el 15 de diciembre de 1907, casi una semana antes de su macabra realización, aún antes de iniciar las conversaciones para solucionar el conflicto, incluso antes de que los trabajadores expusieran sus legítimas demandas frente al precario estado en el que sobrevivían apenas algunos pocos años. Frente a la respuesta ASESINA del estado -respuesta que se repiteCONSTANTEMENTE en la historia de Chile- es justo preguntarse por el lugar en el cual descansa la justicia cuando los asesinos detentan el poder con majestuosidad monárquica y qué posibilidades tienen los oprimidos que han sufrido el asesinato de un ser querido -como Ramón Ramónpara satisfacer esa necesidad de justicia con los responsables. Justo es pensar en otro momento de la historia donde otros militares -con el mismo uniforme prusiano de la muerte pero con distintos rostros- asesinaron a mansalva a
cualquier persona que no estuviera bajo sus órdenes sociales. El AJUSTICIAMIENTO de algunos torturadores y sicarios por organizaciones autoritarias insurgentes (como la Vop, el Mir, el Fpmr, el Mjl) logró satisfacer en algo esa necesidad inquebrantable de hacer justicia de alguna forma con los asesinos. Muchos de esos torturadores aún están vivos. Si alguno de los torturados lo AJUSTICIARA ¿Sería un error, un crimen sobre un "indefenso viejo"? Los asesinatos contra el pueblo no caducan, no son olvidados ni silenciados por quienes construyen un universo social distinto, direccionado a la construcción de una nueva sociedad, donde personas de este tipo no tengan la posibilidad de existir jamás. Supuestamente, hay una institución que "imparte" justicia de forma imparcial, con los ojos vendados. Ese poder que creó el sistema burocrático opresivo en la región, SIEMPRE ha actuado de acuerdo a los intereses de grandes grupos económicos y su cacareada INDEPENDENCIA es tan ficticia como su honestidad y transparencia. Durante toda su historia, el poder "judicial" ha sido la
guarida de asesinos -como Silva Renard por citar UN ejemplo- y ha funcionado estrechamente ligado a los intereses sociales del gobierno de turno. Solo durante la Unidad Popular (1970-1973) la "justicia" se rebeló y bloqueó lo más posible detenciones y sentencias contra conspiradores fascistas direccionados en la creación de un clima social que hiciera "incuestionable" un golpe de estado militar. Esta realidad y su desarrollo lógico en el tiempo, es algo perfectamente conocido por los habitantes de la región en esta época del siglo XXI. Si un suceso de aquellas características ocurriera -que el poder militar vuelva a decidir la vida o la muerte de las personas- ¿Sería válida, justa, una acción de reivindicación como la de Ramón Ramón, como la de los fusileros de Pinochet? Cada cual ha de tener una respuesta (a favor, en contra) pero no es un tema que deje indiferente. Justo es su análisis y el estudio de sus posibilidades por cada individuo, como un "problema" del movimiento en un momento específico de la historia.
MONTAJES Y MASACRES COMO HERRAMIENTAS DEL CONTROL SOCIAL Podríamos trazar una línea desde los tiempos en que esta historia tiene sus inicios, al ser invadido el sur de la región Boliviana el 14 de febrero de 1879 por tropas chilenas hasta el año 2014, donde está siendo escrito este texto, y podremos ver claramente que el montaje social es una característica en la estrategia estatal de dominación de la sociedad, en el posterior aniquilamiento de un sector social, en la entronización de un sector específico de los acomodados de turno. En 1891 el golpe de estado contra Balmaceda -presidente que asesinó a los huelguistas de 1890- se hizo posible gracias a un montaje burdo de los salitreros ingleses y sus socios, los capataces chilenos. Al plantearse una posible nacionalización de las salitreras, el congreso entró en una abierta pugna de poderes para salvar estos intereses. Se le negó el presupuesto a Balmaceda y Balmaceda contestó con un
decreto que repetía el presupuesto del año anterior. La oligarquía económica movió sus piezas: La Marina (declaradamente partidaria de los ingleses), el congreso, los periódicos de más alta circulación y los sicarios de siempre. Estalló la guerra civil y las salitreras, llenas de oro blanco siguieron engrosando las cifras de consorcios europeos. El montaje desarrollado permitió el asesinato de la gran mayoría de partidarios balmacedistas, dejando desarmado el proyecto en un periodo de años en el cual ellos instalaron su poder (el parlamentarismo 1891-1920) y donde la única solución a las demandas sociales era el asesinato a mansalva. En 1973 ocurre algo similar. La necesidad de un montaje constante se hace parte del ideario pinochetista (desarrollado por Jaime Guzmán) y se mantiene una manipulación mediática permanente en todos los medios, con el horrendo fin de ocultar la realidad de la región: Asesinatos, torturas, violaciones como "política de estado".
A la hora de reprimir las protestas contra tan nefastos crímenes, el montaje de situaciones permite que se "decida" de alguna forma la contradicción que existe dentro de los oprimidos, poniéndolos a favor o en contra del sistema impuesto. El sistema ha de tomar nota detallada sobre los partidarios y opositores para ver la correlación de fuerzas, el real apoyo "ciudadano", etc. El montaje se ha transformado así, en un recurso de los medios de comunicación del sistema a la hora de criminalizar y "culpar" a un grupo político-social determinado, avanzará a su identificación, la difundirá constantemente para "convencer" a la sociedad sobre las supuestas "ventajas" al reprimir a ese sector... llegará la hora de la "acción" para las cámaras... el ciudadano que recibe este mensaje, reaccionará según sus conocimientos sobre la materia... los cuales ya han sido introducidos por los medios del sistema... se crea una respuesta natural en apoyo del sistema, en contra de los "malignos". Si un sector político
reivindicativo determinado "agarra vuelo", rápidamente sufrirá un montaje que mutilará gravemente a la organización. Podremos concluir: El montaje forma parte de una estrategia de represión constante de la sociedad, la cual es URGENTE decodificar de forma masiva y avanzar así, de una forma más segura e irreversible en el combate contra la opresión y el autoritarismo. "Burgueses, sicarios: No se asesina impunemente al pueblo" Recordamos las palabras de Juan Onofre Chamorro, activo dirigente portuario, fundador -entre muchas otras organizaciones anarquistas- de la IWW –región chilena- y las "contemporanizamos", sumamos alguna pequeña variación a sus históricas letras para declarar uno de los postulados básicos de la lucha por la emancipación humana: no se asesina impunemente al pueblo. Silva Renard llegó a la locura en su hora mortuoria, obsesionado en que los familiares
de la escuela se "vengarían”, Pedro Monttpresidente que ordenó la masacre- sufrió del "gorreo" de su señora esposa y murió víctima de un infarto, preocupado por lo cerca que golpeaba el anarquismo de acción de donde estaba él. El fiscal Astorquiza - el responsable del proceso a los "subversivos" de 1920- terminó sus días en un manicomio cerca de la celda que ocupara el poeta GOMEZ ROJAS, enloquecido por las torturas ordenadas en su contra por él. Podríamos seguir con lo ocurrido durante 1973-1990 pero el tema es otro... ¿De qué forma se construye la autodefensa de los oprimidos contra los constantes ataques del estado? ESTA COMPILACIÓN El copista reconoce que algunas partes de este texto están groseramente cortadas de otros textos, que otras están escritas después de muchísimos análisis y otras están entre líneas. De todas ellas y su diferenciación se disculpa el copista alegando "dificultades técnicas". La lista detallada de los textos y de las ediciones
utilizadas, fáciles de encontrar en internet, como un humilde aporte a su difusión, están al final. El año 2007, el Partido Comunista hegemonizó y distorsionó groseramente las "actividades de conmemoración de la escuela Santa María" y muchas publicaciones surgieron contando historias y fragmentos. Este texto empezó a escribirse ese año, al leer –desde una visión ácrata- los "comentarios de auto crítica constructiva (sic) marxista hacia el anarquismo". El copista siguió obsesivamente escribiendo los detalles de la masacre y dejó descansar sus notas al ver que la "avalancha" de textos era más fuerte que su entusiasmo. El año 2014 el copista recuerda el centenario de la acción de Ramón Ramón, se da clara cuenta que al partido comunista poco negocio puede darle hablar de este “episodio”, ve que otros compas que escriben y copian no tienen muchas intenciones de escribir algo semejante y decide desempolvar sus fragmentos para homenajear a los caídos como corresponde, tratando de desarrollar una acción directa en la difusión de una
"visión anti autoritaria de la historia de Chile". Transcurridos pocos años desde el inicio del siglo XXI, no sorprende a nadie el manto de dudas y tergiversaciones sobre el desarrollo histórico de la protesta social, sobre la continuidad histórica de la lucha por la liberación humana en la región chilena, en Sur- américa, en el mundo. ¿A qué se debe la fragmentación de nuestra historia, el silencio cómplice de la “intelectualidad” sobre la metodología represiva contra la población? ¿Cuáles han sido las formas de protesta y organización que se han desarrollado para detener el accionar estatal, planificado y financiado por los grupos económicos “dueños” de la región? ¿A quién beneficia esa ignorancia? ¿Por qué se mantiene a la inmensa mayoría de la población en esa ignorancia? La constante tergiversación de la historia desarrollada en la lucha de l@s oprimidos por liberarse es aprovechada de dos formas por el sistema: a- mantener sometida en la ignorancia a la inmensa mayoría de la
población oprimida. b- desarrollar discursos que alejen o acerquen intereses políticos bajo su dominio para manipular la protesta y desenfocarla El aparato opresivo debe contener diariamente la protesta social, no puede darse el lujo de permitir que el nivel de radicalización de la población sea cada vez mayor. Debe utilizar estrategias, tácticas y formas específicas de represión para asegurar así su existencia, su permanencia en el poder. Ya que reconocemos una carencia de estudios para lograr tener una estrategia opresiva a lo largo del tiempo, debemos también ocuparnos de las historias, vivencias que han tenido las personas que han luchado contra las injusticias, contra el hambre y la miseria. Debemos lograr descifrar el enredo que existe al haber miles de fragmentos dispersos, contradictorios entre si algunas veces pero que tienen un pedazo de la historia que buscamos construir. Es este avance -posible en un posterior desarrollo colectivo de
recuperación histórica- el capaz de poner sobre la mesa el problema de la ignorancia de la mayoría de las personas sobre luchas sociales, sirviendo como uno de los pilares de la dominación actual El problema de contagiar conocimientos es uno de los fundamentales en la cultura autoritaria, debido al mínimo interés que demuestran los “encargados” de compartir la sabiduría social. ¿A quién le interesa conocer la historia? ¿Cuál es la intención al des-cubrir y contar la historia? ¿De qué sirve conocer la historia? El sistema lleva años, décadas y siglos perfeccionando la forma opresiva más útil para contener a la gente. En estos momentos, es una realidad la planificación gubernamental contra las organizaciones políticas que “atentan” contra el orden. El sistema prepara las condiciones sociales con anticipación y legisla rápidamente para evitar las posibilidades que pongan en peligro el andamiaje. Si la protesta avanza, el sistema solo espera a que caiga en la trampa mal disimulada que ha puesto hace
tiempo. Muchas movilizaciones, protestas han terminado así y ya es hora de ponerle freno a nuestra cacería. La necesidad de desarrollar una comunicación constante entre los grupos afines que luchan por la emancipación es un punto vital para unir fuerzas y actuar llevando la iniciativa, transformándose el movimiento en un peligro para la opresión debido a la posibilidad real de acciones simultaneas en diversos lugares de una región y de una lógica disgregación de las fuerzas represivas. El desarrollo de un pensamiento popular antiautoritario es una necesidad que habita en el sentir de la región. A medida que avanza la estrategia opresiva del sistema (la clase alta manda a clase media a reprimir la protesta de la clase oprimida) crece la necesidad de multiplicar la desobediencia social a gran escala, única y efectiva respuesta a los problemas de las mayorías. Es la desobediencia social, practicada de una forma novedosa, la única capaz de derrotar la estrategia de la
opresión. El proceso de pérdida del miedo, del respeto, de estar sometidos a los mandados de la autoridad, es un proceso que avanza rápidamente por nuestras calles, por nuestras voces y no podrá detenerse hasta lograr su objetivo o ser ahogada por la represión cruenta, asesina, que se acostumbra utilizar contra las personas que se rebelan para conquistar su libertad. La protesta y la revuelta popular son herramientas en la lucha de liberación del oprimido. El nivel de fuerza demostrado en la acción directa es equivalente al nivel de necesidad de las personas en revuelta. Es lógico que en todo momento de la “historia” oficial se omitan rebeliones, protestas, enfrentamientos, masacres y esto es debido a la forma específica que asume la opresión en el momento de frenar el avance de la organización popular. Este “diario de vida” (de la conducta social coercitiva planificada de antemano con causas y efectos, permitiéndose el normal desempeño del sistema opresor) no es posible
encontrarlo en alguna librería, ya que está fragmentado, manipulado y oculto por el enorme manto de dudas y mitificaciones que han creado nuestros “intelectuales historiadores” para defender de forma dogmática una historia ilusoria de la élite social, dueña del poder para siempre, desde siempre. El conocimiento de instancias organizativas en determinado momento histórico permite ir avanzando y evolucionando el pensamiento teórico. Entonces ¿Debería existir una comprensión individual sobre ese hecho histórico? y, si el/la individuo/a está de acuerdo en apoyar el proceso de emancipación ¿Saldrá en la participación este conocimiento en el momento que sea útil, como si fuera una experiencia asumida por un colectivo, se sabrá de antemano cual fue el tipo de resultados que tuvo en la práctica y cuál fue su posterior efecto en la sociedad? Un gran sector ideologiza sobre este problema de la comprensión histórica y dictan leyes sobre las cuales se regula la sociedad mercantilista o la revolución oficial y la dirigen ideológicamente a donde les
conviene. La historia de los capataces mestizos (o supuestos patrones) dice como se ha repartido el poder entre un selecto grupo de personas; la historia marxista dice como las organizaciones tradicionales marxistas respondieron a determinado momento histórico para asegurar un sector social utilizable como peones en una elección o en una “protesta” para lograr alguna reforma ¿Dónde está la historia de la protesta humana en la región chilena que permita enfrentar el presente momento, que nos ilustre sobre los errores y aciertos que ha tenido el movimiento social al enfrentarse al sistema? Al reconocer nuestras alternativas – revolución social o tiranía - debemos definirnos de acuerdo a nuestro sentir y sus posibilidades. ¿Hace falta recordarlo? Sí, hace falta. Entonces multipliquemos los focos de revuelta y dividamos al enemigo como han tratado de hacer con nosotr@s. Como individu@s tenemos un punto de quiebre, de fuga, hasta donde llegamos sin caer en el “miedo”. Solo la unidad de
sentires afines – afinidad política- permitirá que las trabas sean superadas y las personas que te rodean y comparten el sentir apoyen tu proceso de ganarle al temor y a la inacción, provocada por determinado montaje, por determinado sapeo, con la infiltración de siempre que ya no tendrá efecto, porque la estrategia es otra. El anarquismo ha logrado llegar a este momento y nuestro sentir reconoce el llamado a participar en la acción directa. Sabemos que toda acción se mide por los efectos que produce, que no sea inútil ni sirva a la estrategia del enemigo. La hora de la redención social está cerca. El desafío que conquistamos en múltiples acciones, en múltiples revueltas se ha desnudado frente a nuestra historia. Es momento de avanzar y crear nuevas formas de organización, de boicot, de lucha que sean capaces de golpear al enemigo en el único lugar donde no ha sido golpeado: en el centro de su poder. Esperar a otros movimientos sociales significa postergar y ceder nuestra finalidad en beneficio de una
estructura autoritaria; no esperemos que la liberación pase por fuera de nuestra puerta, debemos ir a su encuentro y compartirle nuestras fuerzas, nuestra vida, para que su camino no tenga obstáculos de ningún tipo. La mejor respuesta a todos los problemas es tu pensamiento, tu sentir, tu decisión y esa acción que desarrollas – al estar segur@ que no estás equivocad@- es la pieza que falta en este rompecabezas llamado libertad. La mejor estrategia es la que habita en el sentir de las personas que piensan como tú. El momento de nuestra emancipación se abre paso por sobre la oscuridad y nuestra fuerza rebelde e indómita no se cansará de apoyar a quienes nos rodean, a quienes tienen nuestros mismos problemas. Nos importa -desde ahora, desde ayer, desde siempre- la unión de todos los fragmentos, de los trozos dispersos donde se encuentra la verdadera historia que han desarrollado l@s oprimid@s en su lucha por la liberación. Precisamente, buscamos desarrollar un método “no universitario” para encontrar
el verdadero lugar de la historia social: la vivencia y la información en determinado momento histórico como herramienta de la liberación final de las personas. Nuestra mayor fortaleza -como personas en constante rebelión- está en la historia que salta de mano en mano, de mirada en mirada, de panfleto o rayado callejero que demuestren el verdadero nivel de conciencia política en la población durante un instante histórico: ¿Qué se hizo en determinado momento de opresión social? ¿Cuál fue la respuesta de las personas frente a ese mecanismo específico de la represión? Ese vacío sobre una posición de fuerza social y acción -como la plantea el ideario ácrataes bastante demostrativo sobre el tipo de historia que existe sobre la protesta social. Precisamente... el anarquismo no busca glorias ni poderes. El sentir ácrata está elaborado sobre el pensamiento colectivista y su realización; el anarquismo no busca hegemonizar la historia ni manipularla... busca que cada persona esté consciente sobre las sociedades que precedieron este momento histórico, comprenda claramente
cuáles han sido las formas de lucha contra el sistema y como se puede desarrollar la realización de la finalidad ácrata: lograr una revolución social antiautoritaria y colectivista hoy. Salud y Anarquía! Daniel Di-Negri Noviembre 2014
¿POR QUÉ SE PRODUCE ESTA VINDICACIÓN? Antecedentes Históricos (1879-1907)
Trabajadores pampinos en el “cepo”, lugar donde eran castigados con días bajo el ardiente sol como escarmiento a sus “insolencias”
El presidente de Chile Aníbal Pinto Garmendia (1876-1881), a quien correspondió acatar las exigencias en defensa de los intereses de los salitreros ingleses en territorio Boliviano. Con el unánime acuerdo de la sociedad chilena, se declaró la invasión del puerto de Iquique el 14 de Febrero de 1879. Bolivia sería despojada de su elemental derecho al mar para todos sus habitantes hasta el día de hoy.
John Thomas North, el “rey del salitre”
El Presidente de Chile José Manuel Balmaceda (1886-1891) quien debió enfrentarse a la primera huelga general de Latinoamérica, la insurrección del senado oligárquico, la ocupación militar de Iquique por las fuerzas golpistas al mando de Jorge Montt, una guerra civil que terminó con la vida de 10.000 personas. Se suicidó
Jorge Montt (1891-1896) fue el principal representante de los intereses salitreros ingleses contra los planes de nacionalizar el salitre de Balmaceda.
LA GUERRA DEL PACÍFICO Las salitreras chilenas ubicadas en el territorio peruano de Tarapacá fueron expropiadas en 1875 por el gobierno peruano y pagadas en certificados a sus dueños. En Bolivia, es derrocado el gobierno por el general Hilarión Daza. Este le aplicó un impuesto del 10% a cada quintal de salitre exportado, lo que afectó a las compañías salitreras chilenas instaladas en la provincia de Antofagasta. Este impuesto contravenía un acuerdo tomado con el gobierno boliviano derrocado, las compañías chilenas se negaron pagar el impuesto. Así, el gobierno boliviano ordena rematar las compañías salitreras. Chile responde con la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Bolivia. El día del remate y a fin de impedirlo, el 14 de febrero de 1879 desembarcaron en Antofagasta-al amanecer- soldados chilenos al mando del coronel Emilio Sotomayor Baeza. Su hermano Rafael Sotomayor era Ministro de Guerra.
Dirigidas por el "rey del salitre" John Thomas North, rodeado de abogados chilenos y parlamentarios corruptos encabezados por el abogado Julio Zegers Samaniego, en contra de los intereses de Chile. Zegers era Ministro de Hacienda del Presidente Aníbal Pinto y al mismo tiempo abogado de Thomas North, debiendo renunciar como ministro. Antes, había firmado como uno de los ministros de Aníbal Pinto la declaración de guerra al Perú, el 5 de abril de 1879. Bolivia declara la guerra a Chile. Lo mismo hace Perú, que ya tenía un pacto secreto con Bolivia como medida precautoria contra el expansionismo chileno. Se inicia la guerra del Salitre o guerra del Pacífico. A fines de 1879 Tarapacá quedará en manos chilenas. En 1882 el gobierno chileno decreta la entrega de los títulos definitivos de propiedad de las salitreras a los poseedores de los certificados. Estos se transaban a un 11 % del valor nominal. Más de 80 salitreras quedan así en manos privadas. Otras 71 quedan provisoriamente en manos del Estado chileno, para ser entregadas posteriormente a capitales
privados. La mayoría de las oficinas salitreras pasan a manos de John Thomas North, Robert Harvey, Gibbs and Co. y Williamson Balfour. Y si los Bolivianos pensaban cobrar 10% de impuesto, el estado Chileno, cuando las batallas acababan, decidió cobrar un 20% de impuestos por quintal de salitre. El último combate de la guerra ocurre pocos meses después, el 10 de julio de 1883, en Huamachuco. Chile es dueño ahora de las provincias de Tarapacá y Antofagasta. Thomas North compró a precio irrisorio los certificados de propiedad de las salitreras, con créditos del Banco de Agustín Edwards. North ya había formado dos sociedades con sede en Londres. La principal era la "Compañía de Salitres y FFCC de Antofagasta S.A". El accionista más poderoso era Agustín Edwards Ossandón, hijo de Jorge Edwards Brown, un barbero inglés desertor de un barco de esa nacionalidad. Mercader en la zona e Intendente de Coquimbo entre 1838 y
1841. Jorge Edwards Brown es el primero del clan Edwards en Chile. Otro de los accionistas de la "Compañía de Salitres y FFCC de Antofagasta S.A" era Rafael Sotomayor Baeza, el Ministro de Guerra. Agustín Edwards Ossandón, se inició como prestamista para fundar después el Banco Edwards. Estaba casado con su sobrina Juana Ross Edwards. Hija del cónsul británico en Coquimbo. Agustín Edwards Ossandón muere en 1878, en la Quinta "Los Sauces" de San Francisco de Limache, como el hombre más rico de Chile en su historia republicana. Su fortuna al morir equivalía al 4,78 % del producto nacional bruto de Chile. Los Edwards estarán entre los más beneficiados de la guerra del Salitre, que fue entre Chile, Perú y Bolivia para provecho de los capitalistas ingleses y sus “agentes comerciales”.
LA GUERRA CIVIL DE 1891 Balmaceda había sido diplomático durante la guerra del pacífico, evitando que Argentina se “metiera” en la pelea a favor de los altiplánicos. Durante la Administración de Domingo Santa María (1881-1886) su popularidad entre la clase “media” florece, desde su puesto de ministro. Al llegar la elección, Balmaceda gana inapelablemente. Se inicia un proceso de “modernización” que sacó a la región del atraso medieval en que se encontraba en esos años. Hubo una huelga gigantesca en 1890 – la primera huelga general de la historia Latinoamericana- y Balmaceda reprimió como un tirano más, asesinando a mansalva a los manifestantes indefensos. Cuando, a su turno, la Oligarquía chilena se sintió capaz de demostrar el poder que tenía entre sus manos, Balmaceda fue en busca del apoyo popular, pero estos no lo tomaron en cuenta por los sangrientos sucesos de 1890 En 1891 la aristocracia chilena se alzó, junto a marinos golpistas, todos ligados estrechamente a los beneficiarios de la
guerra del Salitre, contra el gobierno de Chile, defendiendo a las compañías salitreras foráneas y chilenas que veían amenazados sus intereses por diversas medidas de soberanía económica tomadas por el Presidente José Manuel Balmaceda. Para esos intereses, ahora el enemigo no es Perú ni Bolivia, sino que el propio gobierno de Chile. Previo al alzamiento mismo, algunos militares llamaban a la desobediencia contra el Presidente Balmaceda. Muy activo era el coronel Jorge Boonen Rivera, profesor de la Academia de Guerra. Una semana antes del alzamiento golpista escribió en "La Época", diario de Agustín Edwards el artículo "La obediencia militar", donde llamó a los militares a desobedecer al Presidente Balmaceda. Boonen, también escribió proclamas y llamamientos golpistas. Era el brazo derecho del oficial prusiano de artillería Emil Kórner, en la prusianización del ejército chileno. Kórner, había sido profesor de artillería en la Escuela de Artillería e Ingeniería en Charlottemburg. Y
traído a Chile ejército chileno.
para
modernizar
al
El grupo golpista contra el Presidente Balmaceda estaba compuestoen Valparaíso- por los oficiales navales, el capitán de navío Jorge Montt y los capitanes Luis Goñi Simpson y Francisco Javier Molinas Gacitúa, entre otros. En la casa de los Edwards se efectuaban las reuniones clandestinas entre marinos y civiles golpistas. El Alcalde de Valparaíso Alejo Barrios prestaba su oficina de la Municipalidad donde se efectuaban reuniones de golpistas civiles; Isidoro Errázuriz, dueño de "La Patria", de Valparaíso; Alejandro Frederik, cuñado de Montt; Francisco Antonio Pinto, contacto de los civiles alzados con Jorge Montt; Enrique Valdés Vergara, enlace de los golpistas de Valparaíso con los de Santiago; Francisco Valdés Vergara, hermano del anterior y gerente de un Banco en Valparaíso; Javier Riesco; Cornelio Saavedra Rivera, hijo del coronel Cornelio Saavedra. A este grupo se sumaban otros golpistas de la zona. Además del grupo golpista de Santiago que sesionaba
preferentemente en el Club de la Unión. Incluso, se cerró el Club de la Unión a fin de que los conspiradores tuvieran tranquilidad en sus acciones contra el gobierno de Balmaceda. Así, el capitán de fragata Luis Goñi Simpson exigió que los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados se embarcaran en la flota golpista como "garantía constitucional". Sin embargo, el presidente del Senado Vicente Reyes, opositor a Balmaceda y que al mismo tiempo temía una guerra civil, no firmó el Acta de deposición y no se embarcó. En cambio, lo hizo el vicepresidente del Senado Waldo Silva y el presidente de la Cámara de Diputados Ramón Barros Luco. Se organizan los aristócratas de Valparaíso en el "Batallón Cívico de los Navales", comandados por Alfredo Délano. El 7 de Enero de 1891 estalló la rebelión (en Valparaíso). Los barcos de la marina plegados al golpismo zarparon al norte, a Iquique al mando de Jorge Montt. La conspiración necesitaba dinero en sus preparativos. Eduardo Délano que será Tesorero de este movimiento escribirá a propósito: -"Cuando a fines del año 1890 y
principios del 91 se preparaban algunos elementos para la guerra que tendría que sobrevenir, los señores Agustín Edwards y Eduardo Matte remitieron a don Joaquín Edwards en Valparaíso, órdenes de pago por las sumas con que ellos contribuían para los gastos de los futuros acontecimientos". Montt se embarcó en el "Blanco" junto al capitán de navío Francisco Javier Molinas Gacitúa, más el Vicepresidente del Senado Waldo Palma y el Presidente de la Cámara de Diputados Ramón Barros Luco. Comanda el "Blanco" el capitán Goñi. Muchos de los aristócratas golpistas, la mayoría santiaguinos o "congresistas" zarpan también desde Valparaíso, una parte de ellos en el acorazado "Blanco". Desembarcan fuerzas de Délano en Coquimbo y se toman la ciudad, con la misión de "aniquilar las actividades de la milicia de Balmaceda en Coquimbo". Utilizan armamento entregado por Luis Goñi, también se apoderan de armamento. Hacen lo mismo en La Serena y Ovalle
Después los golpistas cercan Iquique, capital de la provincia de Tarapacá, el centro salitrero de mayor importancia. El Intendente de Tarapacá, se asila en un buque extranjero, salvando apenas su vida. Los golpistas instalan en Iquique su Junta, en el Palacio Dawson, de la familia británica Dawson. La Junta la preside el ahora auto designado almirante Jorge Montt. El Palacio Dawson estaba ubicado en las calles bautizadas como la calle del general Manuel Baquedano González y la calle del oficial naval Vicente Zegers Reasens. El comedor del Palacio, siempre mantenía puesta sobre la mesa una vajilla de 24 piezas de plata y mango de oro. Las lámparas eran de pergamino. Bandurrias y mandolinas decoraban el ambiente. Aquí, sesionaban los golpistas de la Junta, que de inmediato separaron a Tarapacá, la zona salitrera por excelencia del resto del país. Integran además la Junta golpista, los parlamentarios Waldo Silva y Ramón Barros Luco. Funge de ministro del Interior Manuel A. Matta. De Relaciones Exteriores, Justicia, Culto e Instrucción Pública Isidoro
Errázuriz, Secretario de la Junta Enrique Valdés Vergara, regidor por Viña del Mar, desde 1888, cuando era alcalde Juan A. Walker Martínez. Entre ellos figura el general de ejército Estanislao Del Canto Arteaga, nacido en Quillota y jefe de las tropas terrestres golpistas, el coronel Roberto Silva Renard y otros. Tesorero de la Junta es Eduardo Délano. La Junta tiene toda la rica provincia salitrera de Tarapacá en sus manos. En Iquique, los aristócratas y magnates, con la Junta en sus manos, forman un ejército contra el Presidente Balmaceda. Los aristócratas son tropas sin disciplina y cobardes. Por eso, la Junta nombra al coronel prusiano Emil Kórner Hanze, como jefe del Estado Mayor de los alzados. Kórner, viajó desde Valparaíso en el "Herodoto" de la "Kosmos", el 5 de marzo a Iquique. El día 12 se pone a las órdenes de la Junta. Importante rol jugó el coronel Jorge Boonen Rivera, en enganchar a Kórner al golpismo. Boonen y Kórner se conocieron en la Escuela Militar. Kórner, estaba casado con una aristócrata alemana-chilena, Matildita
Junge, ambos se pliegan al golpismo. Kórner tenía una Cruz de hierro de segunda clase y la estrella de pecho "Corona del Norte Prusiano" (Preussische Kronennorden). Será jefe del ejército chileno entre 1900 y 1910. Sucediendo al miembro de la Junta golpista Adolfo Holley, que fue jefe del ejército entre 1894 y 1900. A Kórner le sucede en la jefatura del ejército entre 1910 y 1921, su amigo plegado a la Junta de 1891 Jorge Boonen Rivera. Las tropas constitucionalistas del Presidente Balmaceda para el alzamiento de 1891 son comandadas en la zona norte por el coronel Eulogio Robles, jefe del Estado Mayor del ejército. Robles fue bautizado por su valentía como "el león de Tarapacá". El coronel Robles fue despedazado por los aristócratas en la localidad de Pozo Almonte el 7 de marzo. Robles fue herido en combate y trasladado a una carpa sanitaria. Mientras se encontraba sobre la camilla, en manos del servicio médico, militares golpistas aristócratas lo asesinan brutalmente y destrozaron su cuerpo. Morirá también el general José Miguel Alcérreca Valdés, en la
batalla de Placilla y será asesinado por los aristócratas el general Orozimbo Barbosa Puga, el 28 de agosto. Ya con el Presidente Balmaceda, prácticamente derrotado, los golpistas de la marina quieren llegar a un "arreglo" con él. Este les contesta con dignidad: -"¿Arreglos, pero… señores, acaso puede un gobierno legítimo buscar un arreglo con traidores, con marinos que enarbolan en sus barcos la bandera de los piratas?" La flota golpista se traslada al sur. Acercándose ahora a Valparaíso para continuar los principales golpistas por tierra a Santiago. Están embarcados en el "Blanco", miembros civiles de la Junta, como Ramón Barros Luco, presidente de la Cámara de Diputados y el secretario de la Junta Enrique Valdés Vergara. Recalan en Caldera. El blindado "Blanco", es atacado por la caza torpedera constitucionalista "Almirante Lynch", al mando del capitán Fuentes. Era el 23 de abril. Fuentes disparó el primer torpedo. Falla. El segundo torpedo hizo explotar la sala de máquinas del
"Blanco". El acorazado se hunde. Mueren 11 oficiales y 171 tripulantes. El Secretario de la Junta Enrique Valdés Vergara, muere ahogado y el presidente de la Cámara de Diputados Ramón Barros Luco se salva agarrado de la cola de una vaca que transportaba el "Blanco". Goñi salva milagrosamente. El 28 de agosto de 1891 son derrotadas definitivamente las fuerzas del Presidente Balmaceda. El saldo es de 10.000 muertos. El 18 de septiembre de 1891, el día en que cumple con su mandato constitucional, se suicida en la Legación de Argentina. El general Baquedano, en Santiago ingresa de inmediato al palacio presidencial de La Moneda para asegurar a los golpistas la toma del poder. En un par de días entrega el mando al jefe de la Junta, el marino Jorge Montt. Nacía el parlamentarismo
José Manuel Balmaceda como presidente de Chile (Arriba) y en su lecho mortuorio en la delegación Argentina, donde se suicidó el día que terminó su mandato (Abajo)
LA RE-ESTRUCTURACIÓN DEL EJÉRCITO En 1895, Jorge Montt ya como "Presidente de la República", envía a Emil Kórner a Alemania, a buscar oficiales prusianos para continuar con la reorganización del ejército chileno. Llegan entre otros Herman Rogalla von Bieberstein, Walter von Kóningsmarck, Gunther von Below y Fritz Guttlich. La infantería chilena deja así el uniforme francés y lo reemplaza por el prusiano con la guerrera azul, casco con punta y penacho. Uniforme de parada de la Escuela Militar de Chile El ejército prusiano será la piedra fundamental en la construcción del ejército Alemán de la primera guerra mundial y del ejército Nazi alemán en 1929-1933. CONDICIONES DE LOS TRABAJADORES Chile en 1900-1910: 72% de analfabetismo 70% de pobreza extrema 60% de recién nacidos muertos por "pobreza"
Los trabajadores salitreros -pampinos- eran, en su mayoría, del sur de Chile. A ellos se sumaban sus numerosas familias. Completaban el trabajo en las salitreras los trabajadores de las regiones Peruana, Argentina y Boliviana, todos llamados a entregar su sangre en el desierto arrebatado por los capitales ingleses, cubierto de oro blanco. Los trabajadores eran "enganchados" con promesas sobre los "maravillosos" lugares donde vivirían, sueldos altos y traslado desde el sur a la salitrera del Norte. Al aceptar, el traslado en barco era una tortura de doce días; la oficina salitrera estaba en pleno desierto, sin agua. Los negocios -o pulperías- eran de propiedad de las oficinas salitreras y el único "dinero" eran las "Fichas salitreras", pagadas por día de trabajo y solo cambiables en las pulperías de las mismas oficinas salitreras, cada alimento tenía su peso en oro. A medida que pasaba el tiempo y la inflación avanzaba con la crisis económica de 1906, los artículos subieron de precio pero se siguió pagando el mismo
jornal. Se pagaba más por los mismos alimentos. Las "casas" eran largos galpones divididos en casi 30 piezas, pareados con "calaminas" que no eran siquiera calificables como "pared", sin servicios higiénicos en su interior, sino que un "baño comunitario" de letrina para cada aglomeración de "casas". En el trabajo era cotidiano -todos los díaslas muertes de obreros cuando se hacían estallar los tiros de dinamita para sacar los costrones de salitre; la explosión se los "tragaba", o les caían gigantescas rocas sobre el cuerpo, aplastándolos por la cercanía de la explosión; o caían en las "Chancadoras" donde se derretía el salitre para darle una nueva forma a casi 3.000 grados. Al caer sobre este salitre líquido, el obrero sufría de agudos dolores en los 3 o 4 minutos que demoraba en llegar la muerte.
Arriba: “habitaciones obreras” en la pampa salitrera – Abajo: fichas salitreras que eran intercambiables por comida en pulperías de la misma administración salitrera.
2 PROTESTAS DE LA ÉPOCA REPRIMIDAS POR SILVA RENARD Mayo 1903- Huelga portuaria de Valparaíso:
El 4 de mayo hubo un meeting, que "fue presidido -por el comité de los vaporinos en huelga. El discurso de apertura lo pronunció el presidente de los vaporinos Magno Espinosa, quien invitó a todos sus compañeros a no cejar en la huelga mientras los patrones no accediesen a lo que pedían. Subieron en seguida a la tribuna dos estranjeros [sic] afiliados al parecer en las filas anarquistas, los cuales invitaron a los presentes a echar a pique los barcos de las compañías de vapores, a incendiar sus edificios y a destruir todas las propiedades de ellas." (...) "Tras estos individuos, nuevamente subió Magno Espinosa y luego de hacer una crónica de las huelgas, hizo un llamado a los concurrentes respecto a la conducta que debían mantener: "No debemos trepidar un momento,... antes que rendirnos a los patrones debemos preferir que nuestros pechos sean
atravesados por las bayonetas; y en los momentos que estemos en la agonía, gustaremos del placer de ver como arden los edificios de nuestros tiranos y como se arremolina el agua al hundirse los vapores de esas compañías que hoy nos oprimen." (El Mercurio de Valparaíso 5 mayo 1903). No se detuvo ahí, inmediatamente hizo un llamado a boicotear a El Mercurio, acusando a este medio de ser el vocero de los intereses patronales, financiado por los accionistas de las compañías en conflicto, para aconsejar a los obreros a tener calma y mantener una conducta tranquila, en momentos en que la intransigencia empresarial era la principal responsable del estado de las cosas, según el orador. Tras lo cual, hizo un llamado a no comprar dicho diario y no permitir su venta en las calles, es decir el boicot sin medias palabras. No contento con esto, sacó un número del criticado diario, y llamando a hacer un "auto de fe" le prendió fuego, lo que despertó los aplausos y el entusiasmo de los concurrentes En el puerto la cosa estaba brava, la huelga tenía varias semanas de duración y los
hogares obreros ya no aguantaban tanta carestía. Los ánimos encendidos y las palabras de Espinosa sirvieron un poco de excusa a la prensa adicta al orden, para hilvanar responsabilidades que hasta nuestros días no están claramente definidas. La ira popular se tradujo en desmanes, saqueos e incendios; el orden impuesto por la autoridad constitucional se materializó en represión policial con muertos y heridos en el bando de los obreros y los amotinados. Durante el día en el plan, y en la noche en los cerros, continuaron sin miramientos los combates que fueron a balazo limpio. Sin embargo, los protagonistas fueron otros, siendo cuestionados y fustigados durante varios días por la prensa, destacando finalmente en el informe del intendente al ministerio del interior: las tropas de marinería. Figuraron primero, cuando una poblada numerosa se dirigía a la intendencia para protestar a la autoridad por la dureza que aplicaba la policía para mantener el orden y la seguridad, con resultado de un muerto y varios heridos. El intendente, les habló desde una ventana del edificio para
indicarles que, para evitar choques con la policía y la montada era mejor que se fueran a sus casas y así el celo policial se descargaría contra los amotinados responsables de los desórdenes. Tras lo cual bajó para dirigirse a su casa, cerca de la intendencia: "En ese momento, a las 12 del día más o menos, una turba provista de piedras del sitio de la intendencia, lanzó una lluvia de ellas sobre un pelotón de policía de unos ocho a diez hombres que, probablemente en resguardo del Intendente, avanzaba a su encuentro. Me detuve para procurar detener el ataque, y pude ver con sorpresa que una larga fila de fuerza de marinería, colocada en la vereda del Hotel Ingles, formada con sus armas, contemplaba aquel ataque con inecplicable (sic) impasibilidad. Pasó la turba como un torrente frente a esta tropa para seguir persiguiendo a pedradas a otro pelotón de policía que se retiró para guarecerse tras de la esquina de la calle de Blanco hacia el Puerto. La tropa de marinería permaneció en la misma impasibilidad ante este ataque (...)” Los
manifestantes, huyendo de la policía, se parapetaron detrás del monumento de Prat, y desde ese "sagrado recinto de nuestra mayor gloria nacional" decidieron hacer frente a la policía y atacarla con piedras y palos sin escatimar desenfreno. Nuevamente los distintos piquetes de marinería, ubicados al costado de la plaza y cerca del muelle, sólo contemplaron pacientemente aquella refriega". Fue en medio de estas deliberaciones en que al intendente, le llegó la noticia de que una numerosa turba atacaba las oficinas de la Compañía Sudamericana de Vapores; inmediatamente la autoridad se dirigió al lugar para imponerse de la situación y ver la actuación de la tropa de marinería ahí dispuesta. Tamaña sorpresa se llevó el intendente Bravo cuando llegó al lugar de los hechos: "Al llegar al sitio pude imponerme que, rotas las puertas de ese edificio, la turba penetró al interior, destrozándolo todo; busqué la tropa que debía defender y, no encontrándola en la calle de Blanco, pasé por la calle atravesada, que da al mar, por entre los asaltantes: divisé que entraban o salían marineros sin poder precisar que
acción ejercitaran entre los asaltantes; llegué al frente, por el lado del mar, y allí encontré al Comandante de Lanceros, teniente coronel, señor Nicolás Yávar, a quien, a su llegada de Limache, designé como jefe de todas las fuerzas en reemplazo del Prefecto". El teniente coronel Yávar, montado en su caballo fue a repartir sablazos a los amotinados para desalojarlos del local, al cual a propósito, ya habían prendido fuego, comenzando a salir humo por las ventanas y algunas lenguas de fuego que se elevaban. Mientras, el intendente, en su continuo deambular por las calles del puerto, -como quien busca el cinturón escondido-, buscaba a la tropa para mandar a contener los desórdenes: "A pocos pasos de distancia, me encontré con un piquete de marinería que, con un oficial a la cabeza, contemplaba en la más completa impasibilidad aquel atentado. Le llamé al cumplimiento de su deber; me contestó que no tenía orden para proceder; me di a reconocer; le dije que bien sabía que había sido enviado para resguardar el orden público en ese sitio: que para eso llevaba
armas y municiones; que el comandante de las fuerzas, en esos momentos allí presente, le enseñaba cómo se cumplía el deber, y que lo cumpliera bajo sus órdenes. He sabido que este oficial es un señor Santelices, piloto de la Armada". Los amotinados no discriminaban y atentaban y atacaban a los bancos, negocios y luego la imprenta de El Mercurio, de donde fueron repelidos a balazo limpio por los empleados del decano, con 7 muertos y heridos para los manifestantes y sin lograr el objetivo, que seguramente era darle un destino bastante parecido al del edificio de la CSAV. Los amotinados decidieron retirarse del lugar para continuar con los desmanes en un sitio menos hostil. "Hay que agregar todavía que los piquetes de marinería que a lo largo del malecón debían defender las mercaderías, no solo no cumplieron con su misión sino que algunos compartieron el saqueo. El hecho ha sido presenciado por millares de personas y he tenido el sentimiento de oír del respetable vecino don Juan de Dios Arlegui, que ha visto con espanto como se repartían la cerveza
saqueada en el malecón, frente a su casa, entre saqueadores e incendiarios y la tropa de marinería. Así mismo he oído expresarse al tesorero fiscal, señor Carlos Bravo Valdivieso, que presenció igual cosa en compañía de los señores Antonio Álamos Cerda y Manuel Cerda Portales." (Informe del intendente) Toda esa magra actuación le costaría el puesto al intendente y el decreto de un sumario para investigar y sancionar la actuación de las tropas de marinería, donde el fiscal nombrado para encabezar dicha investigación, fue Roberto Silva Renard, Coronel y fiscal. El 12 de Mayo la protesta llegaba a su fin, la mayoría de los obreros regresó a trabajar y dejaron en manos del arbitraje la solución a sus problemas.
Arriba: incendio de la CSAV Abajo: incendio en lanchas del embarcadero
Arriba: El intendente no es escuchado Abajo: el primer muerto de la huelga
Huelga de la carne (impuesto Argentino) Octubre 1905:
al
ganado
"Para protestar contra ese impuesto se celebró en Santiago un meeting monstruoso el 22 de octubre de 1905. Casualmente la guarnición de Santiago estaba ausente en maniobras y el presidente -Germán Riescoante las proporciones del mitin se sintió sobrecogido. No se atrevió siquiera recibir a la delegación popular que le llevaba las conclusiones del mitin. El pueblo se enfureció y pretendió entrar al palacio de la Moneda por la fuerza: sudando frío les negó allí la entrada, entre enérgico y suplicante, un joven alférez de apellido Fuenzalida (...) El pueblo se retiró de la Moneda, pero se desparramó iracundo por las calles, rompiendo faroles y vidrios y gritando desaforadamente. La policía cargó varias veces contra los manifestantes, que respondieron a pedradas. La sangre de los heridos empezó a correr en uno y otro bando. Un obrero con la cabeza abierta de un sablazo fue llevado para que lo curasen a "la botica del indio", ubicada en la esquina de la calle de Ahumada con la Alameda. El
dueño se negó a atenderlo y a admitirlo. El furor popular fue tremendo: la gruesa vidriera de la calle fue despedazada y los frascos todos de las estanterías, rotos y saqueados en un abrir y cerrar de ojos. La policía, entonces escasa, era manifiestamente impotente: el pueblo destrozaba los escaños de los paseos, los vidrios de los edificios públicos y los focos y faroles del alumbrado. Hacia la noche la Alameda presentaba un aspecto fantástico: los grandes mecheros de gas habían sido rotos en sus bases e incendiados allí: llamas enormes y fulgurosas parecían brotar desde la tierra misma. El resto de la ciudad quedó todo a oscuras. Sin embargo, la propiedad privada no sufrió desmán alguno: el pueblo estaba enfurecido pero no robaba. El mitin había sido a las 10 de la mañana; hacia la noche los futres reaccionaron y empezaron, por instinto, a acudir a los cuarteles y comisarías en demanda de armas. Con ellas formaron una guardia blanca que recorrió las calles disparando al aire y asesinando a gusto a los proletarios que encontraba.
El día lunes 23 por la mañana la exasperación popular seguía a pesar de la fatiga. En las gradas de la estatua de O’Higgins un orador popular arengaba al pueblo exhortándolo a la conquista de sus derechos: el público lo escuchaba en silencio con esa desconfianza que provocan los hombres irritados. Un bombero de la 5° compañía, de apellido alemán le escuchaba desde el cuartel de su compañía situado, a la sazón, al frente, y desde allí, parapetado detrás de los hierros de una ventana antigua, (era hombre de certera puntería), lo asesinó a mansalva de un tiro de rifle. El infortunado orador dio un vuelco y cayó palpitante entre sus más próximos auditores. Durante muchos días una gran mancha de sangre, roja al principio, negra después, se extendió como una vergüenza ante la estatua del prócer (...) Hacia el mediodía del Martes 24 regresó apresuradamente el Ejército de las maniobras [esas tropas estaban dirigidas por Roberto Silva Renard]: venían los oficiales y soldados furiosos de que le hubiesen aguado su fiesta y recorrieron la ciudad repartiendo
lanzadas y disparando sus rifles al menor amago; la policía que había llevado la peor parte el día anterior, envalentonada se vengaba. El pueblo, inerme, irritado por la injusticia de las autoridades, por la matanza inicua de las noches anteriores, por el asesinato del orador popular y por las brutalidades innecesarias del ejército y la policía, se negaba a disolver los grupos que vagaban sin rumbo por las calles, harapientos y huraños, y entonces cargaba a caballo con los sables desnudos y la infantería disparaba sus rifles. El número de muertos fue grandísimo: el gobierno y la prensa guardaron sobre este particular un silencio culpable y receloso." (Carlos Vicuña Fuentes- La tiranía en Chile, Libro escrito en el destierro en 1928; Capitulo III "Sanfuentes y Alessandri")
Las tropas corren presurosas a reprimir a los manifestantes (1905)
ROBERTO SILVA RENARD (Hasta 1907) 1855-Nace en Stgo, su padre José María Silva Chavez 1879-Se incorpora al regimiento N°1 de Artillería, participa en la Guerra del Pacífico 1881- Participa en la batalla de Chorrillos, donde murió su hermano Carlos Silva Renard (regimiento Talca) 1884- Es ascendido a Sargento Mayor 1891 Marzo- Mientras era miembro del miembro del Estado Mayor de la guarnición militar de Santiago, abandonó su puesto y se embarcó clandestinamente al norte del país, para unirse a las tropas rebeldes que se encontraban acantonadas en Tarapacá. Encuadrado en las filas del autodenominado «Ejército Constitucional», Roberto Silva Renard combatió en las decisivas batallas de Concón (21 de agosto de 1891) y Placilla (28 de agosto de 1891), que le otorgaron el triunfo a los opositores de José Manuel Balmaceda
NoviembreEjercito
es
ascendido
a
Coronel
de
1892- Ascendido en el escalafón militar, esta vez al grado de teniente coronel y, adicionalmente, fue nombrado comandante de la Segunda Brigada de Artillería de Línea. 1897- Nombrado jefe de la Primera Zona Militar y Comandante General de Armas de Tarapacá, cargo en el cual se mantuvo hasta 1899 año en que es nombrado miembro de la Comisión Calificadora de Servicios del Ejército 1903- Retomó en Tarapacá, las mismas funciones que había abandonado en 1899 1903-Fiscal ad hoc, para investigar las responsabilidades y los acontecimientos que desembocaron en los motines populares de Valparaíso 1904-Fue ascendido a general de brigada y designado, nuevamente, miembro de la comisión calificadora de servicios del ejército
Septiembre -Le correspondió sofocar una huelga obrera en el Cantón El Toco, al interior de Tocopilla, provincia de Antofagasta. En esta oportunidad el amenazante despliegue militar verificado en la oficina salitrera hizo desistir a los huelguistas de su movimiento 1905-Jefe del Departamento de Personal del Ejército. Febrero - Se casó, a la edad de 50 años con Ana Lafrentz Marquesado, hija de un importante empresario peruano radicado en Iquique. Roberto y Ana tuvieron un hijo, Carlos Silva Lafrentz, quien en décadas posteriores destacaría como uno de los más renombrados médicos traumatólogos del país. Octubre- Ostentaba el cargo de Jefe de la Segunda Zona Militar, con asiento en Santiago. En esa oportunidad se desarrolló en la capital la violenta asonada callejera conocida como «La Huelga de la Carne», que culminó con decenas de muertos a
consecuencia de los violentos enfrentamientos entre los manifestantes y los destacamentos represivos. Las tropas comandadas por Silva Renard se encontraban, en esa oportunidad, realizando maniobras fuera de la ciudad y fueron convocadas de emergencia para restaurar el orden 1906-Marzo de 1906 a Marzo de 1907, se desempeña como Presidente de la Comisión Militar de Chile en Europa Después de su primera estadía (en Europa, Marzo de 1907) Roberto Silva Renard fue designado Jefe de la Primera División de Ejército, con asiento en Tarapacá. Poco antes de asumir en propiedad este cargo (diciembre de 1907) estalló la gran huelga obrera. Como Roberto Silva Renard se encontraba fuera de Iquique, lo subrogaba en el cargo el Teniente Coronel Agustín Almarza, Comandante del Regimiento Granaderos. El 19 de diciembre de ese año Silva Renard arribó a Iquique a bordo del buque Zenteno, acompañado de las tropas del Regimiento O'Higgins
MASACRE DE LA ESCUELA SANTA MARÍA DE IQUIQUE, 21 DE DICIEMBRE 1907.
En las fotos anteriores apreciamos el frontis de la escuela Santa MarĂa en 1907. Las dos imĂĄgenes siguientes son de diferentes momentos de la movilizaciĂłn popular en Iquique desde el 16 al 21 de Diciembre
HUELGA EN LA OFICINA SALITRERA SAN LORENZO (Martes 10 Diciembre, 1907) Los Hermanos Ruiz, en representación de los trabajadores de la oficina San Lorenzo, le entregan al administrador -Mr. Turner- una carta exigiendo aumento de salarios. Al plantearse las demandas por los trabajadores, los administradores de las oficinas no los escuchan, los miraban con desprecio, respondían que ellos no podían dar una respuesta de ese tipo a los obreros por que la decisión estaba en mano de los patrones y ellos estaban en Iquique o en Londres. El jueves 12 se declara la huelga, 30 trabajadores de la oficina San Lorenzo inician una larga caminata de 8 Kms. hasta la oficina Santa Lucía, para intentar afianzar este movimiento con la incorporación de todas las oficinas de los alrededores. Para el Sábado 14 Diciembre cuentan con el apoyo de las oficinas San Agustín, Esmeralda, Santa Clara, Santa Ana y la Perla. En horas de la tarde hay una reunión
en el cantón San Antonio donde 5000 trabajadores esperan al intendente Julio Guzmán García, quien no asiste al encuentro. SOLIDARIDAD ENTRE TRABAJADORES (Domingo 15 Diciembre 1907) Múltiples grupos de pampinos hacen ingreso a Iquique, ya sea en tren o a pie después de horas bajo el quemante sol del desierto. En Zapiga se llama a un mitin para hacer llegar un pliego petitorio al Presidente de la República, Pedro Montt, con las demandas obreras. En la entrada de la ciudad de Iquique estaba instalado el regimiento Granaderos para "llevarlos" al Club Hípico, donde los estaba esperando -ahora siel intendente subrogante. Les propone solucionar el conflicto en 8 días con la condición que los trabajadores regresen a sus trabajos en la pampa. Los pampinos se niegan. El abogado de los salitreros Antonio Viera Gallo realiza un discurso apelando a la patria y la defensa del bien común y les exige que acaten el comunicado del intendente argumentando
que “El comité [obrero] ya lo aprobó y a vosotros solo os toca obedecer y callar” Un obrero contesta: “Compañeros, las grandes causas han tenido ardientes contradictores y muchas veces se han visto perdidas porque la elocuencia de los grandes hombres ha arrebatado a las masas. Yo, modesto obrero de la pampa, átomo insignificante de la sociedad general, levanto mi voz para rebatir la elocuencia arrebatadora del Señor Viera Gallo (…)”. El intendente Guzmán toma la palabra y promete que se cumplirá el petitorio en 8 días si vuelven a sus faenas. Se decide volver a la pampa y dejar una delegación. Los obreros salen del hipódromo para dirigirse a la estación de ferrocarriles. EL COMITÉ Cuando los obreros y sus familias llegan a la estación, guiados por los soldados y sus platillos (reg. Carampangüe) el intendente había dispuesto unos carros planos [para cargar sacos de salitre sin protecciones ni
barandas] provocando la indignación popular. Los trabajadores residentes en Iquique gritan a sus compañeros “no se suban” “no se vayan” y en la euforia logran romper el cerco militar y bajar de los carros a los obreros que ya se habían subido. Después los obreros marchan hacia la intendencia y hacen un meeting en plaza Prat donde se unifican en el comité de Huelga Integrantes del comité: Luis Olea (Vice-presidente del comité) llegado en 1904 a la oficina Agua Santa José Briggs (presidente comité- mecánico Usa) Ricardo Benavides (delegado de panaderos IQQ) (CES La redención)
los
Ladislao Córdova (obrero oficina San Pablo pro-secretario del comité)
Manuel Esteban Aguirre (ex dirigente de la mancomunal de obreros Antofagasta) (CES La redención) Carlos Segundo Ríos Gálvez primario) (CES La redención)
(profesor
El comité ingresa a la intendencia y en la reunión, estos dispusieron de un convento para alojar a los obreros. Briggs pregunta a los huelguistas desde el balcón: “noo… no queremos nada con los curas!” el intendente ofrece un regimiento y Briggs al consultar nuevamente escucha “nooo… con los milicos menos! Con los milicos No!”. Desde la concentración una voz de hombre gritó “a la Escuela Santa María”, lo cual fue aceptado por pampinos y autoridades.
REUNIÓN EN LA MONEDA En Santiago, Montt convocó a un consejo de notables al que asistieron representantes de todos los partidos políticos Burgueses. Debido a las amenazas de los salitreros de
cerrar sus establecimientos, parar la producción de salitre y rechazar las peticiones de los huelguistas, el cónclave había resuelto “(…) la macabra conducta que debía observar Silva Renard y hasta se dice que este exigía del gobierno una orden en blanco para salvar sus futuras responsabilidades. Silva Renard partió a Iquique en los días 16 o 17 de diciembre con las instrucciones definitivas de proceder contra los obreros” ( L.E. Recabarren. La huelga de Iquique, la teoría de la igualdad. Stgo, imprenta New York 1911; Pág. 18 y 19) Algo “reconocido” por Rafael Sotomayor el 30-12-1907 en sesión extraordinaria de la cámara de Diputados EL PETITORIO “Reunidos en comité los representantes de las oficinas participantes, plantean el siguiente acuerdo: 1)Aceptar que, mientras se supriman las fichas y se emita dinero sencillo, cada oficina, representada y suscrita por su gerente respectivo, reciba las fichas de otra
oficina y de ella misma a la par, pagando una multa de cinco mil pesos, siempre que se niegue a recibir las fichas a la par. 2)Pago de los jornales a razón de un cambio fijo de dieciocho peniques (18d) 3) Libertad de comercio en las oficinas en forma amplia y absoluta 4) Cerramiento general con reja de hierro de todos los cachuchos y achulladores de las oficinas salitreras, so pena de cinco a diez mil pesos de indemnización a cada obrero que se malogre a consecuencia de no haberse cumplido esta obligación 5) En cada oficina habrá una balanza y una vara al lado afuera de la pulpería y tienda para confrontar pesos y medidas 6) Conceder local gratuito para fundar escuelas nocturnas para obreros, siempre que algunos de ellos lo pidan para tal objeto
7) Que el administrador no pueda arrojar a la rampla el caliche decomisado y aprovecharlo después en los cachuchos 8) Que el administrador ni ningún empleado de la Oficina pueden despedir a los obreros que han tomado parte en el presente movimiento, ni a los jefes sin un desahucio de dos o tres meses, o una indemnización en cambio de trescientos o quinientos pesos 9) Que en el futuro sea obligatorio para obreros y patrones un desahucio de quince días cuando se ponga término al trabajo 10) Este acuerdo, una vez aceptado, se reducirá a escritura pública y será firmado por los patrones y por los representantes que designen los obreros. Iquique, 16 de Diciembre 1907 Briggs y demás, delegados de las oficinas”
MOVILIZACIÓN POPULAR (Martes 17 de Diciembre 1907) Se suman más de 1000 huelguistas que venían de Carmen Bajo, Buen Retiro, Calacala, La Palma, Peña Chica, Kerina y San José. Se hacen mítines diarios y a cada hora del día en Plaza Prat. Se calcula en 6000 los obreros huelguistas en Iquique. El intendente Guzmán habla por los balcones de la intendencia sin ser escuchado. En la tarde un convoy con más de 1200 trabajadores llega desde Lagunas. El miércoles 18 hay mítines obreros en Huara y Negreiros. Ese día el Periódico El Tarapacá -de tendencia conservadorareconoce “la actitud de absoluto orden adoptada por los huelguistas” “sus manifestaciones se han reducido a meetings, desfiles y discursos dentro del terreno de la moderación” “en las numerosas oficinas que permanecen paralizadas, el orden se mantiene inalterable”. Todas las oficinas de Huara en huelga. Llegan 1000 trabajadores más a Plaza Prat
desde Pozo Almonte, Huara y Lagunas. Se adhieren los trabajadores de Calzados Fardella. Obreros de Negreiros celebran un meeting mientras llega el tren para bajar a Iquique. Comités constituidos hasta el 18: Vigilancia, aseo, orden y víveres El Jueves 19 llegan los obreros de Zapiga hasta el puerto de Iquique. Se arresta al dirigente Pedro Regalado Núñez por "huelguista peligroso".
LLEGADA DEL INTENDENTE EASTMAN (Jueves 19 de Diciembre 1907) A las 2pm llega el intendente Carlos Eastman en un buque de guerra. Los tres buques restantes son el acorazado Zenteno, Pinto y Chacabuco. A la llegada del intendente, el muelle se llen贸 de pampinos y fue llevado en andas hasta la intendencia.
El intendente se asomó a los balcones y pronunció una sola frase: “no pensaba volver, pero me habéis hecho desistir de ello. Traigo la palabra oficial del gobierno para arreglar el conflicto” recibiendo los gritos ilusionados de los pampinos. “¡Viva! ¡Bravo!”. En la tarde el intendente Eastman se entrevistó con los miembros del comité general de huelga, haciendo lo mismo (después) con los dirigentes de la combinación salitrera, intentando llegar a una solución. Los salitreros manifestaron su voluntad de estudiar y resolver convenientemente las peticiones de sus operarios, pero también su negativa a discutir bajo la presión de los huelguistas, dado que “si en esas condiciones accedieran al todo o parte de lo pedido por los trabajadores perderían el respeto moral, el sentimiento de respeto que es la única fuerza del patrón respecto del obrero” (ARNAD; FMI Vol. 3274 (1907) doc. N° 1918oficio del Intendente Eastman al Min. Del Interior; Iquique 26/12/1907 Fojas 1)
1/3 de los huelguistas eran extranjeros, confluyendo obreros Demócratas, mancomunales y Anarquistas. El 20, Eastman vuelve a tratar de convencer a los “lideres” para lograr la vuelta al trabajo, dejando una delegación encargada de las negociaciones. El comité de huelga (argumentando que eso sería imposible de lograr) propuso un aumento de 60% en los jornales durante un mes a fin de dar tiempo a ambas partes para ponerse de acuerdo en una solución definitiva a las reivindicaciones. En la tarde un grupo de provocadores llegó a la escuela montados a caballo, llamando a asaltar joyerías y bancos. Llega la noticia que la tropa del Carampangüe (al mando del teniente Ramiro Valenzuela) había disparado sus armas en Buenaventura matando a varios trabajadores e hiriendo a otros. Estado de sitio desde las 22 Hrs.
SÁBADO 21 DE DICIEMBRE 1907 “a las 7 am la población, soñolienta aún, fue despertada por el ruido marcial de las tropas que recorrían las calles con sus arreos de campaña”. A primera hora, Eastman recibe a los patrones de la “combinación salitrera” comunicándoles la propuesta de los trabajadores, apoyándola e informando la aprobación del presidente Montt (con el compromiso del gobierno de pagar la mitad
de los aumentos del mes). Los representantes se negaron por un “problema de principios”; negociar bajo la presión de la masa “significaría una imposición manifiesta de los huelguistas y les anularía por completo el prestigio moral que siempre debe tener el patrón sobre el trabajador para el mantenimiento del orden y corrección en las faenas delicadas de las oficinas salitreras” (ARNAD; FMI Vol. 3274 (1907) doc. N° 1918oficio del Intendente Eastman al Min. Del Interior; Iquique 26/12/1907 Fojas 2) Luego de la respuesta empresarial, el comité de huelga suspende las conversaciones con la autoridad regional. Eastman conversa con Abdón Díaz (presidente mancomunal obrera Iquique) tratando de convencerlo (para que el convenciera al comité después) sobre una negociación en los términos de los empresarios salitreros. "LA IMPOSTERGABLE NECESIDAD..." 13 hrs: Escribe el presidente Montt (vía telégrafo) expresando “La impostergable necesidad de solucionar la cuestión el
mismo día” para no dejar la ciudad a merced de los trabajadores. La orden de desalojo fue transmitida a Silva Renard poco antes de las 14Hrs. (ARNAD; FMI Vol. 3274 (1907) doc. N° 1918- oficio del Intendente Eastman al Min. Del Interior; Iquique 26/12/1907 Fojas 3) A las 13:30 se forman en Plaza Prat todas las fuerzas militares: Regimiento O´Higgins, Rancagua, Carampangüe; la marinería de los cruceros, las ametralladoras del “Esmeralda” -el "heroico" barco- y la artillería. Silva Renard llega junto al coronel Ledesma y 100 granaderos.
Carlos Eastman: 14:10 Hrs: Telegrama dirigido al presidente Montt informando su decisi贸n de tomar en茅rgicas medidas por considerar imposible tener en ciudad tan grande aglomeraci贸n de gente sin inminente peligro para seguridad p煤blica y tranquilidad del vecindario. (ARNAD, FMI Vol. 3274 (1907) Telegrama de Eastman a Montt 21-12-1907 14:10 pm)
La ciudad de Iquique contaba en esos años con cerca de 35.000 habitantes. Se estima que los participantes en la huelga sumaron alrededor de 22.000 PREPAAAREN... APUNTEEEN... A las 14:30 hrs. hay una visita de los cónsules Peruanos, Argentinos y Bolivianos para hablar con sus connacionales dentro de la escuela Santa María, instándoles a abandonar el lugar; advirtiéndoles que si no lo hacían, los cónsules no responderían de ellos, que la cosa era grave, pues los militares tenían órdenes de disparar y las balas no discriminarían entre chilenos y extranjeros. Los obreros Argentinos, Peruanos y Bolivianos se negaron a desertar; los Bolivianos respondieron: “con los chilenos vinimos, con los chilenos morimos”. Silva Renard constató que el consejo directivo presidía el acto desde la terraza de la escuela. Silva Renard calculó en 5.000 los ocupantes del inmueble y en 2000 los que estaban en la plaza. La concentración de personas era cercana a las 12.000
distribuidas dentro de la escuela, afuera de esta, alrededores y cerca de un circo instalado al lado de la escuela mencionada. “Aglomerados así oían los discursos y arengas de sus oradores, que se sucedían sin cesar (…) Como se comprenderá, los oradores no hacían otra cosa que repetir los lugares comunes de guerra al capital y al orden social existente” (Silva Renard: ARNAD; FMI Vol. 3274 (1907) doc. S/n anexo N°4, Fojas 1 y 1 vta). Silva Renard manda al coronel Ledesma a hablar con el comité de huelga para transmitir la orden de evacuar el lugar y dirigirse al Club Hípico. 5 minutos después Ledesma regresa con la negativa de los huelguistas. Los huelguistas (al ser notificados del desalojo) opinaron que “no había motivos para obligarlos a retirarse y no se retiraron”. Silva Renard ordena traer las ametralladoras (2) de la Esmeralda, apuntando al techo donde estaban los cabecillas. Cada ametralladora de las usadas dispara 1000 balas por minuto.
Un piquete del regimiento O’Higgins se ubica a la izquierda de las ametralladoras “Para hacer fuego oblicuo a la azotea por encima de la muchedumbre” aglomerada en el lado externo de la escuela (Silva Renard: ARNAD; FMI Vol. 3274 (1907) doc. S/n anexo N°4, Fojas 2)
El comité de huelga se encontraba redactando un memorial dirigido al presidente Montt, “en el que exponía la miserable situación en que viven, a causa de la crisis económica creada por la depreciación de la moneda y por el excesivo abuso de los capitalistas ingleses”. 15:45 hrs del 21 de Diciembre Nuevas conversaciones entre los huelguistas y los capitanes de navío Arturo Wilson y Miguel Aguirre no dan resultados. Renard se dirige a la puerta de la escuela montado en un caballo blanco, es aquí donde se impone de la petición de un sector de los huelguistas que pide –al no haber solución al conflictoser embarcados de vuelta a sus hogares en el sur de Chile. Parlamenta con el comité de huelga, se retira luego de media hora de discusión infructuosa, haciendo saber que empleará la fuerza. La plana mayor de los militares descarta la idea de un ataque a la bayoneta más una carga a caballo por considerarla peligrosa debido a la aglomeración de huelguistas.
El capitán de navío Aguirre, el Cdte. Almarza y Silva Renard anunciaron a la masa que se dispararía contra aquellos que no se retiraran hacia la calle Barros Arana. 200 trabajadores se retiran siendo abucheados por los huelguistas. Los huelguistas y sus familias estuvieron todo el tiempo en una actitud pacífica. A pesar de estar rodeados por desproporcionadas fuerzas militares. Sobre los trabajadores salitreros, se apuntaban en total: los cañones del "Zenteno", el "Chacabuco" y la "Esmeralda". Los transportes "Maipo" y "Rancagua", con tropas listas para desembarcar o embarcar gente, según como se producían los acontecimientos. Tropas de la marinería y del ejército patrullaban día y noche Iquique. Había militares de los regimientos iquiqueños "Granaderos" y "Carampangüe". Regimientos reforzados por el "O'Higgins", llegado de Copiapó, el "Esmeralda" de Antofagasta, el "Grupo de Ingenieros y Pontoneros Atacama", de Tacna, y el "Talca" de Rancagua. Más, artillería traída desde Valparaíso y tropas de carabineros.
Silva Renard: “Convencido de que no era posible esperar más tiempo sin comprometer el respeto y prestigio de las autoridades y fuerza pública y penetrado también de la necesidad de dominar la rebelión antes que terminase el día, ordené a las 3 ¾ Pm una descarga al piquete del O´Higgins hacia la azotea ya mencionada y por el piquete de la marinería situado en la calle de Latorre hacia la puerta de la escuela donde estaban los huelguistas más rebeldes y exaltados. A esta descarga se respondió con tiros de revólveres y aún de rifle que hirieron a tres soldados y dos marineros, matando dos caballos de granaderos. Entonces ordené dos descargas más y fuego a las ametralladoras con puntería fija hacia la azotea donde vociferaba el comité entre banderas que se agitaban y toqueo de cornetas. Hechas las descargas y este fuego de ametralladoras que no duraría sino 30 segundos la muchedumbre se rindió” (Silva Renard: ARNAD; FMI Vol. 3274 (1907) doc. S/n anexo N°4, Fojas 3 y 3 vta) En la azotea flameaban las banderas de Chile, Bolivia, Perú y Argentina. Banderas de
los países de la mayoría de los trabajadores salitreros. Relata José Santos Morales a propósito de la primera descarga de las ametralladoras de la "Esmeralda": -"(...) se izó bandera blanca, pero no se hizo caso de ella y vino la segunda descarga (...) siguieron las descargas ya dichas y el funcionamiento de las ametralladoras con puntería fija, a la masa del pueblo agrupada detrás de la reja de la Escuela, haciéndose una matanza horrorosa de hombres, cayendo también algunas mujeres y niños...". Germán Suárez Vértiz, un muchacho peruano, sobreviviente de la masacre, que a esa fecha tenía diez años de edad, relata: "La gente que estaba en la escuela salía como loca. Rompía con la cabeza las calaminas. Los granaderos los peloteaban con lanzas. Los obreros quedaban como colgados, como esas vistas que se ven de los combates del Mame, en la Primera Guerra Mundial. Colgados del alambrado, el saco quedaba colgado también, como un solo rollo, el sombrero también colgado. Al día
siguiente temprano nos escapamos yo y mi primo (...) Me acuerdo haber visto sombreros llenos de sesos, como los que venden en el mercado (...)Ya no eran cadáveres, eran restos humanos, entrañas. Una cosa horrorosa (...) Pasaron los caballos y machetearon. Gente que caía en una postura como de araña. Se enroscaban como las arañas, cuando las queman (...) Después pasaban las camillas de muertos. Después las carretas botelleras llenas de cadáveres. Después las carretas basureras, de dos tapas, con la tapa abierta, llena de cadáveres con sangre chorreando, medio congelada, como hilachas..." Según cálculos propios sobre la cantidad de balas llegamos a la conclusión de no menos 5.000 balas disparadas en el tiempo de "treinta segundos" -según el parte de Silva Renard- sobre una masa compacta de 12.000 personas. Los edificios de Iquique en esa época- eran de madera, fácilmente traspasable por disparos. Calculamos el número de muertos entre 2500 a 3000 sin discriminación de edad, sexo, color ni nacionalidad.
Los obreros poseídos del terror natural, por la extrema crueldad burguesa empleada contra ellos, ahogados, locos de dolor, se dejaron conducir por entre callejones de soldados armados adonde quisieron. Luego de la masacre, se acercaron hombre a hombre a dar el tiro de gracia a los agónicos. LA SALIDA DE LA ESCUELA Y EL EMBARQUE Los sobrevivientes fueron sacados de la escuela y llevados al Club Hípico, para luego ser embarcados al sur (los 200 que salieron de la escuela antes de la masacre). 7000 regresaban forzosamente a sus trabajos. Morales, relata que después de la masacre, los sobrevivientes fueron sacados por los militares: -"...entre dos filas, estrechándolos al medio. Al que se separaba de la fila lo mataban de un lanzazo. Así fue muerto un muchacho boliviano. (...) más adelante se apartó otro obrero, que fue muerto de otro lanzazo, que lo traspasó de parte a parte. Entrándole la lanza por el espinazo y matándolo en el acto (...) al pasar por el
costado de los estanques de agua me llaman por mi nombre y me estremecí. Miré con recelo, luego sentí una gran satisfacción al reconocer a Briggs, con facha de marinero desertor, vulgo "machicuma". Con una cachimba en la boca, un yoke y ropa de trabajo. Le pregunté por los demás compañeros y me dijo que se habían salvado Olea y Rodríguez. En el registro, me hice el borracho, fingiendo tropezar con los soldados..." “El gobierno ordenó la disposición de trenes para trasladar al resto de los obreros, sus mujeres y sus hijos. Eran trenes calicheros, con carros sin baranda, llamados “Carros planos”, en los que cargaban los sacos de Salitre. Allí fueron hacinadas las familias. Apenas el convoy salía del puerto, eran esperados por las guardias blancas, integradas por hijos de familias acomodadas, quienes parapetados detrás de los terrones de caliche, baleaban a la gente indefensa”
"GRANDES PRECAUCIONES..." (Domingo 22 Diciembre 1907) “En los puertos vecinos a Iquique, en Tocopilla, Taltal y especialmente en Antofagasta puede decirse que se ha establecido un verdadero estado de sitio, prohibiendo toda reunión (…) acerca de la solidaridad que debían prestar a los desgraciados compañeros de IQQ. En Valparaíso (…) se ha prohibido toda manifestación con relación a los sucesos de Iquique y el diario obrero de esta ciudad “La Época”, ha sido arbitrariamente clausurado por orden del gobierno” (según Recabarren) Eastman [cuando 7000 obreros volvían al interior de la provincia y 200 iban en barco a Valparaíso] afirmaba la necesidad de tomar “grandes precauciones [para] evitar [la] revancha” (ARNAD, FMI Vol. 3274 (1907) Telegrama de Eastman al Min. Del interior; Iquique 22-12-1907 s.f.) Silva Renard en entrevista con el Mercurio de Valparaíso (12 mayo 1908) confesaba sin empacho alguno, en el muelle de Valparaíso
al llegar a imponerse de su cargo como nuevo jefe de la 2° zona militar, sobre la situación en el norte, que: "Es ahora completamente tranquila, reina tanto en las ciudades como en los parajes del interior, una calma verdaderamente absoluta, y no hay temor inmediato de que puedan desarrollarse movimientos subversivos, como los producidos en diciembre último en Iquique." El presidente Pedro Montt, al inaugurar el año parlamentario de 1908: "En el orden interno hemos lamentado dolorosos sucesos, originados por la forma subversiva empleada por trabajadores de Tarapacá para imponer sus peticiones al comercio e industria de esta provincia. El Gobierno cumplió con su deber prestando eficaz amparo a las personas y propiedades"
LA IGLESIA CATÓLICA OPINA SOBRE LA MASACRE DE SUS FELIGRESES El vicario apostólico de Tarapacá, Martín Rucker, regresó de Iquique a la capital a comienzos de enero de 1908, donde le entregó al diario El Mercurio de Santiago las siguientes declaraciones, muy ilustrativas de la actitud de la jerarquía católica ante la masacre: "Tan pronto como llegué a Valparaíso, algunos órganos de la prensa me enviaron sus representantes con el objeto que les refiriese mis impresiones personales sobre los dolorosos sucesos que se desarrollaron en la ciudad de Iquique el 21 del pasado mes...como representante de la primera autoridad eclesiástica de Tarapacá, mi esfera de acción esta sobre todo partido y sobre toda opinión. A los señores salitreros les debo respeto y gratitud, pues siempre me han distinguido con su amistad, me han ayudado con sus limosnas y me han dado facilidades para que entren los misioneros en las oficinas. Al pueblo le debo toda mi caridad sacerdotal y mi abnegación
incondicional para trabajar en bien suyo... los fieles de Iquique son testigos de mi conducta, pues desde los primeros momentos les predique la más absoluta moderación y que se echara un velo de generoso olvido sobre aquellos sucesos" LOS PATRONES NO ACEPTAN NEGOCIACIONES Santiago: los obreros se movilizaron para convocar una huelga general en solidaridad con las víctimas de Iquique, convocada por el Congreso Obrero, dependiente del Partido Demócrata, cuyo presidente era, a la sazón, Zenón Torrealba, contra los cuales El Mercurio, como portavoz de la oligarquía, inició una feroz campaña para desacreditarlos: "Hemos dado cuenta de los trabajos practicados por el congreso social obrero en orden a obtener de todos los gremios trabajadores de la república una huelga general para dentro de ocho días. Hemos hablado a este respecto con respetables
miembros de diversos gremios obreros que condenan francamente la actitud del congreso obrero, donde no se consideran bien representados, pues estiman que la felicidad de ellos y del país depende de la armonía en que vivan el capital y el trabajo. Por el momento hay muchos que estiman ventajosa la situación del obrero en el presente" El congreso social obrero, erigido por las circunstancias como portavoz de los obreros, le presentó al presidente Montt una carta con una serie de peticiones ante los sucesos de Iquique, cuyas partes más importantes se resumen en los siguientes puntos: "1) Proceder en el acto a la baja, juzgamiento y castigo de los responsables civiles y militares de la masacre de Iquique 2) Intervención del Estado en el mejoramiento de la situación económica y creación del Banco del Estado con préstamo obrero.
3) Dictación de un código del trabajo y de instrucción primaria obligatoria. 4) Suspensión de la inmigración extranjera y adjudicación de las tierras a colonos nacionales." Claramente este conjunto de medidas eran moderadas y de corte reformista, propias de una agrupación nacida en el seno del Partido Demócrata. El Mercurio se encargó al día siguiente (20 Enero 1908) de dar la respuesta de las élites gobernantes a ese petitorio, lo que refleja una fría lógica y realismo, lo cual no podía sino descorazonar al más fiel creyente en las posibilidades de modificar al estado desde adentro y por medios pacíficos: "Después de que el gobierno, en uso de sus atribuciones privativas, ha aprobado y aplaudido la conducta de los funcionarios civiles y militares que actuaron en los sucesos de Iquique, ¡Como podría separarse, enjuiciarse y castigarse a dichos funcionarios! Cumplieron ellos con su deber... que la situación económica mejorará
con el ahorro de los gremios más numerosos, que la producción aumentara y el trabajo tendrá mayor remuneración practicando la temperancia y suprimiendo la taberna."
Arriba: algunos sobrevivientes son enviados al sur de Chile -1908- Próxima página: Canto a la Pampa del poeta ácrata “Pancho” Pezoa
Y LAS OFICINAS SIGUIERON PRODUCIENDO…
LAS VENGANZAS
EL 21 DE DICIEMBRE (1908-1914) Durante estos años se "cubre con un manto de generoso olvido" el suceso de forma oficial. El parlamentarismo estaba enfocado en la celebración del primer centenario de la "república" y nada debía empañar esa "celebración". Múltiples grupos ácratas asumirán la difusión del genocidio cometido en Iquique, para clamar por justicia en movilizaciones, artículos periodísticos y publicaciones. El movimiento de lucha social es fuertemente debilitado entre 1908 a 1911 pero se logra revertir la situación de temor creada por el accionar del estado. Este, al ver la posibilidad cierta de ser superado por la rebelión popular, decide elaborar un montaje el año 1911 con la explosión de cuatro bombas en el convento de los carmelitas descalzos (23:53 pm) se inculpa a la Sociedad de Resistencia de Oficios Varios tomándolos detenidos y sometiéndolos al trato de costumbre. Tan tremenda fue esta carnicería que diversas personalidades de la cultura chilena fueron horrorizadas por los detalles
de la masacre. El escritor anarquista Baldomero Lillo al enterarse del asesinato viajó a Iquique al poco tiempo para juntar información que le permitiera escribir una novela sobre el movimiento y posterior asesinato de trabajadores. "La Huelga" nunca pudo ser terminada, quien no logró según sus palabras- transmitir el horror de la masacre a las palabras. En los fragmentos que existen de esa novela inconclusa, podemos leer sobre las jornadas de trabajo en la pampa salitrera, pero el relato se detiene cuando los "problemas sociales" empiezan a aflorar. El estado chileno disfruta de los impuestos salitreros al nivel de basar su presupuesto anual en esas divisas. La oligarquía disfruta de la paz social conquistada a sangre y fuego. Los trabajadores politizados (mayoritariamente ácratas) se reorganizan en sociedades de resistencia, ateneos culturales, clubes deportivos, desde 1911 en adelante. Otras movilizaciones – y acciones individuales- de esta época cobran inusitada
fuerza desde 1912. El estado recurre a montajes burdos para frenar el avance de las ideas revolucionarias anti autoritarias que habitan en el sentir de la región. No debemos olvidar la ejemplar acción de Efraín Plaza Olmedo (quien sacó su revolver en el paseo Ahumada matando a tres jóvenes de la “elite” santiaguina) que vio con sus propios ojos la masacre de Iquique y muchísimas injusticias más. La tortura de Hortensia Quinio en 1913 (pareja de Voltaire Argandoña, reconocido ácrata de acción de la época) quien sufrió un aborto por las golpizas de sus “guardianes”
El sanguinario presidente parlamentarista Pedro Montt y su esposa Sara del Campo Yavar (foto en el Crucero Kaiser Wilhelm der Grosse -1910)
LA ENFERMEDAD DE PEDRO MONTT Don Pedro Montt, presidente de Chile 19061910, responsable al haber dado la orden de masacrar la escuela Santa María “misteriosamente” se enferma en 1910. "Difícil diagnóstico" dirían a coro los médicos. Don Pedro viaja a Alemania, para ponerse en manos de médicos alemanes, eternos adversarios de los ingleses. La marina pone a disposición la "Esmeralda". El más rápido crucero de la flota lo traslada primeramente hasta Panamá. Acompañan al Presidente Montt el doctor Múnich, misiá Mercedita García-Huidobro de Montt, misiá Sarita Figueroa Larraín de Ortúzar, el capellán Fuenzalida, funcionarios civiles y militares, entre ellos el general Emil Kórner y el coronel Bari. También acompañaba al presidente su señora esposa misiá Sarita del Campo Yávar, quien le ponía los cuernos con el parlamentario liberal por Valparaíso, el elegante Guillermo Rivera Cotapos. Misiá Sarita del Campo y su amante eran clientes clandestinos del Hotel Oddó -uno de los más
selectos para conversar un rato- donde ocupaban el mejor y más amplio dormitorio, con pesadas cortinas que cubrían el ventanal desde el techo al piso, con una ancha y firme cama con armadura metálica y columnas de brillante bronce. Escupidera bajo el velador y cómoda con lavatorio, jarrón y balde esmaltados con florcitas rosadas y blancas. Baño con wc, lavatorio, bidé y ducha caliente (no olvide que es 1910 y hasta el día de hoy cuesta encontrar “hoteles” con escupideras bajo el velador!). En Panamá, despide al Presidente chileno su colega panameño Carlos Mendoza y se embarcan en el "Targus", hasta Nueva York. Con escala en Kingston, Jamaica. El 9 de agosto se embarcan hacia Alemania, al puerto de Bremen, en el trasatlántico alemán "Kaiser Wilhelm der Grosse". Pero una escala en Estados Unidos antes, para "que su excelencia se sienta mejor"
Doña Sara del Campo Yávar de Montt Primera “dama” de Chile 1905-1910
PEDRO MONTT: GOOD IN NEW YORK El Alcalde de Nueva York, despide con todas las ceremonias a don Pedro, a bordo del "Kaiser Wilhelm der Grosse". Minutos después del ceremonial cae asesinado el alcalde de Nueva York a manos de un anarquista norteamericano. La información llegada al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile señalaba que "... el señor Montt no fue testigo del atentado, pues se encontraba en la "suite imperial", camarote de lujo del trasatlántico, pero la noticia le produjo gran impresión y su salud, decayó desde ese instante visiblemente...". El 15 de agosto de 1910 el "Kaiser Wilhelm" largaba anclas, a las 8 de la mañana en el puerto inglés de Plymouth. Galvarino Gallardo Nieto, visitador de Consulados en Europa, envió a su papá Galvarino Gallardo Font, alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores un informe oficial a propósito de la llegada a Plymouth del Presidente Montt. En parte, dice a papi: "(...) al llegar cerca del salón, donde nos
aguardaba, (el Presidente Montt) pasó en primer término el señor Gana; don Pedro en vez de estrecharle la mano, le dio un abrazo, muy conmovido; le siguió el almirante Goñi, y también le abrazó, y así aconteció a todos los demás compatriotas que formábamos la comitiva(...) La señora del Presidente, muy pálida, tan hermosa y simpática como antes, me dijo que habían tenido un tiempo excelente desde que se embarcaron en Nueva York; que habían recibido muchas atenciones en Estados Unidos de parte del Presidente Taft y de muchas personalidades de la vida pública norteamericana; que el estado de salud de su esposo era un poco mejor, "aunque últimamente se ha puesto muy aprensivo, lo que no era antes"... lo único que necesitaba, según los médicos, era descanso absoluto..." EL INFARTO El capitán del transatlántico, Alfred Von Krauss, ofrece personalmente a diario, el menú a don Pedro, quien acostumbra tomar sol en la cubierta del barco, tapado con un chal, rodeado de su comitiva, a sabiendas
que la guadaña de la muerte caerá en cualquier momento, los signos eran notorios para quien ya a mitad de la travesía del Atlántico, mostraba los pómulos sobresalientes y una palidez azulosa, signos inequívocos de que la guadaña lo va sesgando irremediablemente, a menos de una muy rápida y milagrosa intervención médica. Pero la muerte de don Pedro estaba anunciada hacía rato. Antes de salir de Chile... Cuando el capitán del "Kaiser Wilhelm der Grosse", Alfred Von Krauss le presentó lo que sería el menú de la última cena a don Pedro, este le preguntó al capitán, qué le recomendaba comer del menú. El capitán le respondió sonriendo, con un dejo de ironía, macabra: -"Excelenz, ich kann Innen den Fisch empfenlen..." (Excelencia! Un lenguado frito a la inglesa- está para morirse!) Así, dejándose llevar como un bebé, don Pedro- el Presidente de la República de Chile- por indicación del capitán alemán, se
sirvió una sopa de tomates con carne de ave, el lenguado frito a la inglesa y costillas de ternera. De postre, Küchen llamado "corona de arena" y helados de frambuesa con vainilla. Terminado el almuerzo, el Presidente Montt-hijo y comitiva ya pueden observar Bremen. Allí se alojan en el Hotel "Hillman". Don Pedro salió a dar un pequeño paseo por las cercanías, pero debió regresar al poco rato ya muy cansado. Lo acompañó al dormitorio el general Kórner. Dos minutos después, ingresa al baño y muere de un fulminante ataque al corazón. Dicen, que el presidente Montt, conocido como "el negro Montt" murió de tristeza a causa de los cuernos que le ponía su esposa misiá Sarita del Campo. Poco tiempo después, en Santiago, muere el reemplazante de don Pedro, el Presidente interino don Elías Fernández Albano.
El presidente Montt en su Capilla Ardiente (1910)
ANTONIO RAMON RAMON
1879- Nace el 13 de noviembre en Molvizar, Granada (España) pueblo pobre y agrícola con una gran migración poblacional, su familia era igualmente pobre Padre: Antonio Ramón Ortiz (jornalero agrícola) Madre: María Encarnación Ramón Ortega 1897- Al ser inducido a beber, tuvo un ataque con fuertes convulsiones y pérdida de conocimiento 1898- Queda exento del servicio militar “por ser hijo único de resignación pobre”
1899?- Aprende a escribir y aritmética de forma autodidacta, trabajó como peón jornalero 1902- Viaja a África, Trabaja en el puerto de Orán. Cinco meses después fue ingresado en el hospital de Orán afectado de paludismo Durante la semana santa conoció a su medio hermano por parte de padre, Manuel Vaca quien vivía en Aranzol. Estos dos hermanos se hicieron inseparables, muy amigos. Luego, buscando mejorar su situación económica, decidieron emigrar a América, específicamente a Brasil. Pero en el barco, escucharon el comentario de que allí trataban muy mal a los trabajadores. De esta manera, como no contaban con el dinero suficiente para ir los dos a Argentina, Manuel fue a Buenos Aires y Antonio se quedaría en Brasil, trabajando en el ferrocarril. Antonio trabajó en las faenas del ferrocarril de Botucatú, donde estuvo 11 meses. Es aquí cuando se enteró, por carta, que a poco de estar en Argentina, Manuel vino a Chile.
1907A fines de año correspondencia con su hermano
cesa
la
1908- Antonio está en Argentina, donde se entera de la masacre de Iquique Junio – Viaja a Iquique y se entera de la muerte de su hermano conversando con sobrevivientes de la masacre Abrumado por la pena, comenzó un deambular entre el norte salitrero, la zona central de Chile y la pampa Argentina, ocupándose en diversos oficios -albañil en Antofagasta; obrero salitrero en la oficina Jazpampa; trabajador de vías férreas en Taltal; peón agrícola en Bahía Blanca; bodeguero en Valparaíso y peón en las faenas del alcantarillado en Santiago Sufre constantes pesadillas y alucinaciones con la muerte de su hermano, quien en sueños le clama por justicia
Roberto Silva Renard en 1914
ROBERTO SILVA RENARD CAMINA A SU TRABAJO El 1° de Diciembre de 1914, Antonio Ramón Ramón se traslada a un conventillo en la calle Viel (N° 1882) cerca de la fábrica de cartuchos, arrienda una pieza, Ramón conversaba diariamente con unos barquilleros españoles que frecuentaban el parque Cousiño (actual Parque O’Higgins) El 14 de Diciembre de 1914 10:10 am- Silva Renard camina por la calle Viel en dirección a la Fábrica de Cartuchos (actual Famae), normalmente, con la cabeza en alto. Ve pasar a una persona vestida de negro, con un clavel rojo en el ojal. A la altura de calle Viel 1845, siente una puñalada en la espalda que lo hace doblarse sobre sus piernas y orinarse (literalmente) de temor. Intenta girarse para descubrir la razón del dolor y un segundo golpe a la altura de la oreja izquierda lo lanza sobre una ventana (de una de las casas) de la calle Viel. Silva Renard se afirma de una de las verjas de hierro que protegía las ventanas de la casona y se mantiene aferrado a ella,
bamboleándose de un lado a otro. Silva Renard grita por su vida, recibiendo tres puñaladas más en el cuello. Se aproximan al lugar los vecinos de la calle Viel y las personas que trabajaban en esa calle, debido al griterío del general por su vida, el agresor detiene su ataque; retrocede unos pasos, bota la daga [comprada en Argentina] y echa a correr en dirección a la calle Rondizonni; Aún cogido de la ventana, Silva Renard gimoteaba lastimosamente sin comprender lo sucedido.
En las heridas a Silva Renard «se nota a simple vista una parálisis completa de todos los músculos de la mitad izquierda de la cara; y a esta parálisis hay que referir una conjuntivitis, que ya principia a molestar al paciente y constituye para él una deformidad y un peligro cuyas consecuencias deberá irremediablemente soportar. Esta herida, inferida como las demás con instrumento cortante y perforante, es profunda y compromete órganos muy importantes, cuales son el tronco del nervio facial y los nervios hipogloso y vago, que hacen aún más sombrío su pronóstico. Debemos dejar constancia de que se comprueba en el señor General Silva Renard una parálisis de la mitad izquierda del velo del paladar, una manifiesta dificultad para la degloción y una desviación de la lengua al ser sacada de la cavidad bucal. Se observa así mismo parálisis de la laringe, manifestada por un notable trastorno de la voz (...)” (ANJS, 1670-3, Informe de la Comisión de médicos que evaluó el estado de las lesiones del general Roberto Silva Renard. Santiago, 12
de enero de 1915.) «Semejantes lesiones le producían diversas perturbaciones y molestias: -en el corazón (palpitaciones taquicardia), —para la deglución (atragantamientos y desviación de los alimentos hacia la laringe, tráquea), —en la masticación (imposibilidad de triturar las sustancias alimenticias por falta de movimiento en los músculos de la mejilla y de la lengua), -en la emisión de la voz y en la palabra (articulación defectuosa y voz apagada pre parálisis de los labios, mejillas y músculos de la laringe). La perturbación más molesta y peligrosa se refiere al ojo izquierdo. La ausencia de motricidad en los párpados y en relajación consiguiente mantenían al ojo constantemente abierto, sin poder dirigir regularmente la cubierta de las lágrimas y en consecuencia, expuesto a todas las influencias nocivas y peligrosas de los agentes externos. La conjuntiva estaba ya bastante irritada y amenazando agravarse más y más» (ANJS, 1670-3, Informe de Dr. Benavente. Santiago, 15 de marzo de 1915.) Con el pecho agitado, el agresor se detiene en Viel con Rondizonni, voltea a ver al
general y ve que una mujer lo reclinaba sobre la acera - Doña Casimira Saavedra viuda de Romero, dueña de la casa de Viel 1845 donde se "afirmó" el general Silva Renard- un grupo de curiosos le observan arrancar y, del grupo, dos personas salen en su persecución. En el intento de evadirse, reinició su carrera en dirección al poniente. Metiendo una mano al bolsillo de su saco extrajo una botella con un líquido amarillento en su interior, que – supuestamente- era un veneno comprado en Argentina, el cual no produjo el efecto esperado. A los perseguidores se suma uno de los guardias que custodiaba el acceso del parque Cousiño [que da a Viel con Rondizonni], que escuchó los gritos del General. Al llegar a la calle Viel vio al herido, a la vecina que lo atendía y al atacante que huía por Rondizonni, sumándose a su persecución El guardián de la penitenciaria Perfecto Salazar Acevedo, dirigiéndose a su trabajo, se percata de la persecución y extrae su revolver de servicio, intimando al agresor a
detenerse, quien se entrega sin ofrecer resistencia 10:15- Es tomado por los agentes y llevado al lugar del crimen, dos soldados lo toman de los brazos, lo arrodillan y el Capitán Luís Cabrera le da diversos sablazos en la cabeza, provocando la repulsa de los testigos. El abogado de Antonio, Carlos Vega Lizardi, denunció que «es público y notorio que mi representado, después de haberse entregado a la policía y de ser aprehendido por ésta, fue brutalmente agredido por el capitán Luis Cabrera G., el cual le dio con el filo del sable varios hachazos en la cabeza, cuatro de los cuales de carácter grave y uno de ellos muy grave. Fue éste un despliegue de fuerza cobarde e innecesario, indigno de quien pretende llamarse hombre en el doble sentido viril y humano de la palabra». (ANJS, 1670-3, Oficio del procurador de turno, Carlos Vega Lizardi, al Juez Instructor, Santiago, 5 de enero de 1915) Después fue llevado a la fábrica de Cartuchos del Ejercito, donde sería llevado posteriormente al hospital producto de las «
(...) cinco heridas en diversas partes de la cabeza, distribuidas así: dos en la frente, una en la región parietal izquierda y otra en la oxipital (es la más grave [anfracturosa], algo profunda, de seis centímetros de estensión) y la otra en el borde superciliar del ojo derecho. En ninguna de ellas aparecen interesados los huesos respectivos. La del ojo ha ocasionado una esquimosis de ambos párpados, pero no ha comprometido la visión. Estas lesiones son producidas por instrumento contundente y cortante. Son graves, no ponen en peligro inminente la vida y curaran en menos de 40 días» (ANJS, 1670-3, Informe del Dr. Latorre, respecto de las lesiones que presenta el reo Antonio Ramón, Santiago, 16 de diciembre de 1914)
EL PROCESO Al tomarle declaración la policía, Ramón Ramón dice: «Yo soy el autor de las lesiones del general don Roberto Silva Renard, y las he perpetrado en venganza por haber sido el general Silva Renard quien dirigió el fuego contra los obreros asilados en la Escuela Santa María, en Iquique, entre los cuales estaba mi hermano ilegítimo Manuel Vaca, que pereció a consecuencia de la descarga de la tropa. Este hermano era el único pariente varón que tenía y por ese motivo pensé en vengarme del jefe que comandaba las tropas que lo mataron. Antes de venirme a vivir en la avenida Viel, no conocía al general Silva Renard pero, en Iquique había oído en repetidas ocasiones que había sido él el asesino de miles de obreros, entre los cuales estaba mi hermano y desde entonces tuve el proyecto de vengarme del general. Esta mañana, encontré como a las diez, casualmente, al general Silva Renard que venía a pie por la acera poniente de la avenida Viel, y entonces, sacando una daga que usaba en el bolsillo, con el objeto de llevar a cabo mi venganza contra Silva
Renard, lo herí en la parte posterior del cuello; el general se volvió al sentirse herido y entonces le di una segunda puñalada en la parte inferior de la espalda” (ANJS, 1670-3, Testimonio de Antonio Ramón Ramón, Santiago, 14 de diciembre de 1914) 15 diciembre 1914 - “el soldado Manuel Galaz (…) sostuvo que en una conversación que mantuvo con Antonio Ramón, este le habría preguntado “ha muerto el rico?” y al responderle Manuel que no había ocurrido dicho evento, Antonio le habría replicado “No importa, será otro”. En el allanamiento a su habitación (calle Viel N°1882) solo encontraron un certificado de buena conducta, un certificado de exención del Servicio Militar, una copia de la partida de Bautizo, una navaja de afeitar, un cortaplumas, una libreta de matrícula de gente de mar a nombre de Fabián Fernández, tres botellas y un vaso conteniendo líquidos, un jarro de lavatorio, un estuche con elementos de afeitar y un libro de medicina.
Y fue as铆 que la venganza lleg贸, pero lamentablemente, el asesino general no muri贸.
De hecho, se decía que "por todas partes de la ciudad los comentarios a este respecto eran de todo punto favorables al hechor, llegando muchos trabajadores, ese mismo día en su entusiasmo, hasta gritar desde los carros con fuerte y sonora voz: ¡Viva el hechor!" (..) "¡Antonio Ramón Ramón con tu noble y heroico acto justiciero, de querer eliminar para siempre a Silva Renard, a esa monstruosa fiera masacradora del pueblo obrero de Iquique, has dado un alto ejemplo de protesta contra los sanguinarios mandones que abusando de la fuerza se manchan con sangre obrera!... ¡Todo el pueblo obrero consciente de Santiago! ¡Todo el pueblo obrero consciente de Chile en esta amarga hora de tribulación para ti, te saluda como el más grande de sus vengadores, como al más grande de sus justicieros! ¡Trabajadores, todos de pie! ¡Viva el vengador del ametrallado pueblo de Iquique! ¡¡Viva Antonio Ramón Ramón!!" ("21 Diciembre 1907-1914" La Batalla N° 48- 1° quincena Enero 1915) "Y es más: así como la violencia de arriba provoca la violencia de abajo, las injusticias
estimulan los sentimientos de justicia y los de opresión los de libertad amplia... El crimen del viejo zorro está latente; y en el ambiente aleteaba la venganza, la justicia alzaba su espada, y en un momento dado convertida en cuchillo, cumplió su misión. Ese acto anárquico, así como provocó la rabia de todos esos cretinos, se atrajo las simpatías de todo ese público anónimo que no tiene opinión en la prensa ni en la política; es decir todo el mundo" ("Agitando el viejo cencerro- La Batalla N°50- 1° quincena Febrero 1915) Rápidamente se negó la tesis que se tratase de un atentado anarquista, pues Antonio declaró que: "No pertenezco a ninguna asociación. No soy ni anarquista ni socialista... Sólo he estado afiliado en una sociedad católica que hay en Antofagasta" Antonio Ramón Ramón era un solitario y prácticamente no tenía ningún amigo que pudiese declarar en su favor. Luego, se avanzó por la tesis de la venganza, pero pronto los abogados defensores comenzaron a argumentar locura, a partir de las propias
declaraciones de Ramón, que hizo relación de los antecedentes clínicos de gran parte de su familia. Para confirmar esto, se solicitaron una serie de diligencias a España para la comprobación de esta tesis, resultando, por lo demás, totalmente cierta. Mientras, Antonio seguía preso, y después de varias sentencias y apelaciones, no aceptando el tribunal su supuesta locura, se le condenó por lesiones graves a cinco años de prisión. Por tanto, debía recuperar su libertad el 14 de diciembre de 1919, pero al haber problemas con "la cuestión social", el contra poder que habían desarrollado organizaciones obreras como la IWW, la FOCH, La AOAN, la FECH y otras, la "Dictadura del presidente Sanfuentes" hizo hasta lo imposible por mantener a Ramón Ramón encerrado. Se hicieron múltiples mítines, huelgas de hambre y huelgas en solidaridad. Llegaron cartas de diversas "personalidades" del planeta pidiendo su liberación (entre ellos Piotr Kropotkin, Rudolf Rocker, Romain Rolland, Eugene O´neil, Lenin, etc.), la cual solo llegaría en 1922, como un “gesto” del presidente
Alessandri hacia los “sindicalistas” que tanta rabia le provocaban. LA LIBERACIÓN Y EL SUICIDIO Roberto Silva Renard, murió en Viña del Mar, el 7 de julio de 1920, producto de las heridas causadas, las cuales no lo dejaban alimentarse bien, encerrándose en su casa y soñando -constantementecon la "inminente" venganza de los familiares de los asesinados en la escuela Santa María, llegando al extremo de no querer ser alimentado por "temor a ser envenenado", perdiendo el "juicio" en sus últimos días. Ramón solo sería dejado en libertad en 1922, cuando se le expulsó del país en el otoño. Desde el instante de su salida de la Cárcel Pública de Santiago hasta su llegada al embarcadero de Valparaíso, recibe muchas muestras de apoyo. En su despedida: "El anarcosindicalista porteño Onofre Chamorro, luego de entregarle en público la
cantidad de 1500 libras esterlinas como aporte económico de los trabajadores chilenos a su viaje forzado, le manifiesta: "nuestra admiración al compañero libertario que, a nombre de la Anarquía, supo limpiar las manchas de sangre que provocó en el pueblo obrero el general asesino. ¡Sepan los explotadores y sus sicarios que con el pueblo no se juega!", despertando esta intervención entre los numerosos trabajadores congregados en el malecón, vítores y cerrados aplausos" (La defensa obreraValparaíso- Agosto 1922- pág. 3) El vengador, murió en el año 1924, diez años después de su vindicación, sin saberse la fecha exacta de su última rebelión: el suicidio. ("El proletario" (periódico de ideas ácratas) Santiago, Ene-Feb 1924. Pág. 4)
BIBLIOGRAFÍA A) ¿Por qué se produce esta vindicación? Antecedentes históricos (1875-1907) -"Anarquismo y violencia popular en Chile 18951927" Equipo Sombraysen, Talleres gráficos F.U.R.I.A, Coyhaique, 2008. -"El Salitre, la guerra y los poderes fácticos en el año 2007. Las redes familiares, militares y políticas. Los Edwards, los Viera-Gallo, Los Novoa, Los Pérez de Arce, los Goñi..." Esteban Bucat Oviedo (investigación y recopilación) Versión digital - "La Tiranía en Chile. Libro escrito en el destierro. 1928" Carlos Vicuña Fuentes. 3° edición Editorial Aconcagua, 1987.
B) Masacre de la Escuela Santa María Iquique - Santa María de Iquique 100 años; Cuadernos de la memoria popular N°2. Brigada de la memoria Popular (ONG Memoria y cultura popular) 1° Mayo 2007. Artículos de Hernán Soto (La masacre de la escuela Santa María. Algunos comentarios), Iván Ljubetic (Un siglo de la masacre de la escuela Santa María) y Sergio Grez (La guerra preventiva: Escuela Santa María de Iquique. Las razones del poder). - Santa María de Iquique. Los métodos de la clase trabajadora y el cuestionamiento a la propiedad privada. Dolores Mujica; Ediciones clase contra Clase. Diciembre 2006. Tecno Imprenta. Santiago, Chile - "La barbarie burguesa en acción. Militares asesinos que confiesan sus crímenes. Las víctimas. La actitud del pueblo indignado. Luis Emilio Recabarren. La Voz del Obrero -Taltal- 11/01/1908 y 13/01/1908 (aparecido en el libro "Recabarren, escritos de prensatomo 2 1906-1913. Recopilados por Ximena Cruzat y Eduardo Devés; 1° ed. Abril 1986. Editorial Nuestra América y Terranova Ed. Pág. 44 a 48)
- "1907-2007. A 100 años de la huelga del salitre... el mejor homenaje es seguir luchando!" Revista Hombre y Sociedad (segunda época) N°22; verano 2007-2008. Artículo "La masacre de la escuela Santa María de Iquique". José Antonio Gutiérrez Dantón, páginas 6 a 16 -"Los que van a morir te saludan" Eduardo Devés. Ediciones Documentas. Segunda edición, 1989. (Es el texto clásico sobre la masacre, uno de los más detallados, buenas fuentes, etc. Altamente recomendable si buscas saber más) -"Anarquismo y violencia popular en Chile 18951927" Equipo Sombraysen, Talleres gráficos F.U.R.I.A, Coyhaique, 2008. -"El Salitre, la guerra y los poderes fácticos en el año 2007. Las redes familiares, militares y políticas. Los Edwards, los Viera-Gallo, Los Novoa, Los Pérez de Arce, los Goñi..." Esteban Bucat Oviedo (investigación y recopilación) Versión digital - "Historia del Movimiento Obrero" Humberto Valenzuela. Ediciones “Trígono” de la Universidad Técnica del Estado. 1972.
C) LAS VENGANZAS -"Anarquismo y violencia popular en Chile 18951927" Equipo Sombraysen, Talleres gráficos F.U.R.I.A, Coyhaique, 2008. -"El Salitre, la guerra y los poderes fácticos en el año 2007. Las redes familiares, militares y políticas. Los Edwards, los Viera-Gallo, Los Novoa, Los Pérez de Arce, los Goñi..." Esteban Bucat Oviedo (investigación y recopilación) Versión digital -"Entre el dolor y la ira, La venganza de Antonio Ramón Ramón. Chile, 1914" Igor Goicovic Donoso. Colección Monográficos. Editorial Universidad de Los Lagos. Osorno, 174 pág. 2005 (hay una versión digital en el "archivo Chile") - "Nuevas crónicas anarquistas de la subversión olvidada" Oscar Ortiz. Editorial La Simiente.320 pág. 2008
ÍNDICE Introducción -Pretexto: “la Carga” Baldomero Lillo -Una historia después de 100 años -La vindicación como respuesta popular -Montajes y masacres como herramientas del control social - “Burgueses, sicarios: no se asesina impunemente al pueblo” -Esta compilación
A-¿Por qué se produce esta vindicación? -Guerra del pacífico -La guerra civil de 1891 -La re-estructuración del ejército -Condiciones de los trabajadores - 2 protestas de la época reprimidas por Roberto Silva Renard -Roberto Silva Renard
B- Masacre de la escuela Santa María de Iquique, el 21 diciembre 1907
-Huelga oficina San Lorenzo -El Club Hípico -El comité -La organización de la ciudad -Reunión en La Moneda -El petitorio -Movilización popular -Llegada del intendente Eastman -21 de diciembre -"La impostergable necesidad..." - Prepaaren...apunteeen... - 15:45 hrs. -La salida de la escuela y el embarque -"Grandes precauciones..." -La iglesia católica opina sobre la masacre de sus feligreses -Los patrones no aceptan negociaciones
C-las venganzas -El 21 de Diciembre (1908-1913) -La enfermedad de Pedro Montt -Pedro Montt: good in New York -El infarto -Antonio Ramón Ramón -Roberto Silva Renard camina a su trabajo -El proceso -La liberación y el suicidio
D-Bibliografía a) ¿Por qué se produjo esta vindicación? b) Masacre del 21 Diciembre 1907 c) Las venganzas E- Índice
Armas de papel Editorial 2014