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1.3 Nación, huelgas y arbitraje

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reuniones anarquistas, a ellas iban sus compañeros a ilustrarse para irradiar las nuevas ideas emancipadoras en el hogar.151

A semejanza de los anarquistas mexicanos, la prensa ácrata argentina, dominada por hombres, dejó espacio a colaboradoras. La Protesta contó con la pluma de una de las anarquistas más reputadas de América Latina y el Caribe: Virginia Bolten, ella escribió, sobre el papel de la mujer en el movimiento ácrata y su emancipación, en su clase y en la sociedad.

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Una parte, sino la mayoría, del discurso anarquista sobre la igualdad de la mujer su participación en la cosa pública y en las cuestiones relativas a su libertad se quedó en eso, en discurso. Por ejemplo, La Voz de la Mujer puso de manifiesto los prejuicios y valores de una parte del movimiento libertario de fines del siglo XIX, quienes enarbolaban la emancipación y libertad integral del género humano, pero impedían la participación de las mujeres en el seno del anarquismo y le asignó el mismo papel de la sociedad burguesa, esto lo dejó patentado en la editorial de su segundo número:

Apareció el primer número de La Voz de la Mujer, y claro, ¡allí fue Troya! ‘nosotras no somos dignas de tanto’, ¡ea!, no señor ¿emanciparse la mujer?, ¿para qué?, ¿qué emancipación femenina ni que ocho rábanos?, ¡la nuestra!, ‘venga la nuestra, primero, y luego cuando nosotros, los hombres, estemos emancipados y seamos libres, allá veremos’, sí señores anarquistas cangrejiles, es por esto que no quieren la emancipación de la mujer porque les gusta ser temidos y obedecidos, les gusta ser admirados y alabados.152

1.3 Nación, huelgas y arbitraje

La prensa mercantil de fines del siglo XIX y principios del XX caracterizó y caricaturizó al anarquista a través de dos clisés. Vincularlo con el terrorista, el hombre oscuro blandiendo el puñal contra el monarca, el ministro o la sombra lanzando una bomba al parlamento. Esa fue la típica imagen del anarquista. A ella se integró la del huelguista empedernido, quien, a través de un paro total de labores, anhelaba derrumbar el sistema Estado-capital.

151 “Las mujeres en la revolución”, La Protesta Humana, núm. 172, Buenos Aires, 1 de mayo de 1902. 152 La redacción, “¡Aprecio aquello!”, La Voz de la Mujer, Buenos Aires, núm. 2, 31 de enero de 1896.

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